173 66 16MB
Spanish; Castilian Pages 472 Year 2002
BIBLIOTECA ÁUREA HISPÁNICA Universidad de Navarra Editorial Iberoamericana
Dirección de Ignacio Arellano, con la colaboración de Christoph Strosetzki y MarcVitse
Biblioteca Áurea Hispánica, 16
COMEDIAS BURLESCAS DEL SIGLO D E ORO, T O M O III El cerco de Tagarete, Durandarte y Belerma, La renegada de Valladolid, Castigar por defender.
E D I C I Ó N D E L G R I S O , D I R I G I D A P O R I. A R E L L A N O
Universidad de Navarra • Iberoamericana • Vervuert • 2002
Die Deutsche Bibliothek - CIP-Cataloguing-in-Publication-Data A catalogue record for this publication is available from Die Deutsche Bibliothek.
Agradecemos a la Fundación Universitaria de Navarra su ayuda en los proyectos de investigación del G R I S O a los cuales pertenece esta publicación. Agradecemos al Banco Santander Central Hispano la colaboración para la edición de este libro.
Reservados todos los derechos © Iberoamericana, 2002 Amor de Dios, 1 - E-28014 Madrid Tel.:+34 91 429 35 22 Fax: +34 91 429 53 97 iberoamericana@readysoft. es www. iberoamer icanalibros .com © Vervuert, 2002 Wielandstr. 40 - D-60318 Frankfurt am Main Tel.:+49 69 597 46 17 Fax: +49 69 597 87 43 [email protected] www.vervuert.com ISBN 84-8489-028-7 (Iberoamericana) ISBN 3-89354-496-8 (Vervuert) Depósito Legal: M . 14.469-2002 Cubierta: Cruz Larrañeta Impreso en España por Publidisa Este libro está impreso íntegramente en papel ecológico sin cloro.
ÍNDICE
NOTA PRELIMINAR AL LECTOR
7
BIBLIOGRAFÍA Y A B R E V I A T U R A S
9
EL CERCO
DE
TAGARETE
Edición de Juan M . Escudero y Celsa C. García Introducción Nota textual Sinopsis métrica Texto de la comedia DURANDARTE
Y
DE
25 27 29 31
BELERMA
Edición de Antonio Cortijo y Adelaida Cortijo Introducción Nota textual Sinopsis métrica Texto de la comedia Variantes de la comedia LA RENEGADA
23
69 73 93 97 99 163
VALLADOLID
Edición de Frédéric Serralta
175
Introducción
177
Nota textual Sinopsis métrica
187 189
Texto de la comedia
193
6
COMEDIAS
CASTIGAR
POR
BURLESCAS
DE ORO (III)
DEFENDER
Edición de Alberto Rodríguez Introducción Nota textual Sinopsis métrica Texto de la comedia ÍNDICE D E N O T A S
DEL SIGLO
293 295 313 315 319 453
N O T A PRELIMINAR AL L E C T O R
Continuamos en este volumen el proyecto de edición de las comedias burlescas del Siglo de Oro. En los anteriores tomos se traza el panorama general y se ofrece la bibliografía pertinente sobre el género. De ahí que se eludan en lo posible reiteraciones en los estudios preliminares de las comedias que publicamos ahora, y que nos hayamos permitido una mayor concisión en algunos casos. Con las cuatro comedias presentes son ya nueve las que ven la luz en la «Biblioteca Áurea Hispánica», a las que hay que sumar las restantes editadas en diversos momentos y lugares por los investigadores del GRISO. Como escribía en la nota preliminar del tomo II de burlescas, en breve esperamos seguir aumentando esta nómina hasta completar el corpus conocido. Los criterios de edición corresponden a los establecidos por el GRISO, según se hace constar en los volúmenes anteriores. Se señalan gráficamente algunos fenómenos métricos de diéresis sólo cuando se considera que la lectura de un pasaje podría resultar más oscura.
Parte de este trabajo y de la coordinación del presente tomo se han beneficiado de la colaboración del equipo dirigido por el Prof. Juan M . Escudero que desarrolla el proyecto PB98-0219 («Edición del corpus completo de comedias burlescas del siglo xvn») con la ayuda del Ministerio de Educación y Cultura.
Ignacio Arellano Mutilva Alta, primavera del 2001
BIBLIOGRAFÍA Y ABREVIATURAS
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El Comendador
de Ocaña,
ed. M . Artigas, Boletín
de la Biblioteca
de
Menéndez
y Pelayo, 7, 1926, pp. 59-83. —
El Hamete
de Toledo, en Comedias
burlescas del Siglo de Oro, ed. I. Arellano,
C . C . García Valdés, C . Mata y M . C . Pinillos, M a d r i d , Espasa Calpe, 1999. —
El Lazarillo
—
El rey don Alfonso, el de la mano horadada, ed. C . Mata, M a d r i d , Vervuert-
de Tormes, ed. A . Blecua, M a d r i d , Castalia, 1972.
—
La
Iberoamericana, 1998. ventura sin
buscarla. Comedia
burlesca, ed. del
G R I S O dirigida por
Arellano, Pamplona, Eunsa, 1994. Publicada también en Comedias
I.
burles-
cas del Siglo de Oro, II, M a d r i d , Iberoamericana, 2000. —
Una fiesta burlesca del siglo de oro: Las bodas de Orlando,
ed. J . H u e r t a Calvo,
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86, 1981, pp. 165-79. — —
—
Poesía
satírico-burlesca
Jacinto Alonso
de Quevedo, Pamplona, Eunsa,
Maluenda
1984.
y su poesía jocosa, Pamplona, Eunsa,
1987.
et al. (eds.), Introducción a la comedia anónima La ventura sin buscarla. Comedia
burlesca parodia
de Lope de Vega, ed. del G R I S O dirigida por
I.
Arellano, Pamplona, Eunsa, 1994.
* Reiteramos algunas menciones en distintas formas para facilitar en cada caso la localización de obras manejadas (por autor, título, abreviatura, etc.).
10 —
COMEDIAS
Historia
BURLESCAS
del teatro español
DEL
del siglo xvn,
SIGLO
DE
ORO
M a d r i d , Cátedra,
(III)
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Céfalo
y Pocris, en Comedias
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La vida es sueño,
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Obras completas II. Dramas, ed. Ángel Valbuena Briones, M a d r i d , Aguilar,
1991, 5 a ed., 3 a reimp. —
Obras completas III. Autos
sacramentales, ed. Ángel Valbuena Prat, M a d r i d ,
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12
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BURLESCAS
DEL SIGLO
DE ORO
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1982. T O R R E S N A H A R R O , B. de, Comedias, ed. D . W . McPheeters, M a d r i d , Castalia, 1973.
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B. Castro, t . V I I I , 1 9 9 4 . —
El anzuelo
de Fenisa, en Obras completas, M a d r i d , Turner, B . Castro, t. X V ,
1998.
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El marqués
de Mantua,
ed. M . M e n é n d e z Pelayo, en Obras de Lope de Vega.
Comedias novelescas, B A E , 2 3 4 , M a d r i d , Atlas, 1 9 7 0 . — El peregrino en su patria, ed. J. B . Avalle-Arce, M a d r i d , Castalia, 1 9 7 3 . —
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22
COMEDIAS
BURLESCAS
DEL SIGLO
DE ORO (III)
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y el Comendador de Ocaña.
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Peribáñez,
ed. F. Pedraza, Barcelona, P P U , 1988. V É L E Z D E G U E V A R A , L . , El diablo cojuelo, ed. A . R . Fernández e I . Arellano,
M a d r i d , Castalia, 1988. — El Diablo Cojuelo, ed. F R o d r í g u e z Marín, M a d r i d , Espasa Calpe, 1918. — La Serrana de la Vera, ed. E . R o d r í g u e z Cepeda, M a d r i d , Cátedra, 1982. — Reinar después de morir, ed. M . M u ñ o z Cortés, M a d r i d , Espasa Calpe, 1976. V I L L A M E D I A N A , C o n d e de, J . de Tassis y Peralta, Poesía
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R u i z Casanova, M a d r i d , Cátedra, 1999. V I R G I L I O , Églogas, ed. A.Tovar, M a d r i d , Centro de Estudios Históricos, 1936. — Eneida, M a d r i d , Gredos, 1992. Voc. Lope, Fernández G ó m e z , F , Vocabulario
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EL CERCO DE TAGARETE Comedia burlesca de Francisco Bernardo de Q Edición de Juan M . Escudero Baztán y Celsa C. García Valdés
INTRODUCCIÓN
El cerco de Tagarete, clasificada en la tabla de la Parte treinta y ocho de comedias nuevas (en la que aparece) como «burlesca» y en el texto con el habitual «comedia famosa», es una obra muy corta: 727 versos, repartidos en tres jornadas de número desigual: 326 la primera, 175 la segunda y 226 la tercera. Ya sabemos que las comedias burlescas tienen menor extensión que las convencionales, pero El cerco de Tagarete exagera esa menor extensión, ya que no llega ni a la mitad de El hermano de su hermana (1637 versos), comedia burlesca del mismo Quirós, y ni siquiera a la media usual de una jornada de las comedias convencionales. El esquema argumental es muy simple: se reduce a una batalla entre los peces del río Guadalquivir y los habitantes (ranas, sapos, anguilas, etc.) del arroyo Tagarete y lagunas adyacentes, que acaba con la victoria de los primeros. Don Inflamado Pejerrey y su ejército de peces ha salido a cercar las lagunas. Se enfrenta con el ejército de ranas, anguillejas y gusarapos capitaneado por don Tesifonte Culebra, al que llega a ayudar un escuadrón variopinto y heterogéneo, ante el cual Pejerrey emprende la huida, perdiendo incluso el pendón. El rey de los peces, don Flegetonte Sábalo, quita el mando a Pejerrey y se lo da al valiente don Faetonte Albur, que se dispone a la batalla. Tesifonte, ante el inminente peligro que se avecina, manda a Sapo a pedir ayuda al Guadaira y su huerta, y convoca a las ranas. Sapo se encuentra con el ejército de los cercadores e intenta disuadirles; después reta a Camarón, criado de Faetonte Albur. Ante tamaña insolencia, Faetonte da señal de comenzar la batalla. Cuando ésta termina, quedan frente a frente Camarón y Sapo, que continúan su lucha particular.
26
EL CERCO
DE
TAGARETE
Tesifonte Culebra, que ha salido malherido, se despide de los lugares donde ha pasado su vida, invoca a todos los dioses y muere. Sapo asiste a su agonía y muere después. Faetonte y Camarón regresan al palacio y relatan al rey detalladamente la encarnizada batalla y su gran victoria. Faetonte pide como recompensa que el rey perdone a don Inflamado Pejerrey. El rey se lo concede y además le da, para que le sirva de apellido, un escudo de armas en el que figura un sapo atravesado por una lanza. En El cerco de Tagarete no hay parodia de ninguna obra concreta. Hay una suma de parodias mínimas de las convenciones dramáticas (el saludar al rey con «dame los pies», el cambio de caballos), episodios del Romancero (el reto, la invencible espada, las largas relaciones del héroe); y hay además alusiones a realidades históricas contemporáneas, a costumbres de la época, a lugares determinados; juegos de palabras en los que subyace un significado erótico o un tópico satírico... Todo esto encubierto bajo una forma aparentemente ilógica y disparatada.
NOTA TEXTUAL
El cerco de Tagarete se encuentra impresa en las dos ediciones de Parte treinta y ocho de comedias nuevas, una del año 1672 y otra de 1673. Debido a la rareza de esta última, describimos la portada de ambas: PARTE TREINTA Y O C H O D E / COMEDIAS / NUEVAS, ESCRITAS P O R LOS M E J O R E S / INGENIOS D E E S P A Ñ A . / A L E X C E L E N T I S I M O S E Ñ O R D O N F R A N C I S C O / Eusebio del Sacro Romano Imperio, Conde de peting, Cavallero del Insigne Orden del Toyson de Oro, Embaxador de Alemania, etc. / A ñ o [Escudo del conde] 1672 / C O N licencia. En Madrid. Por Lucas Antonio de Bedmar / [Línea continua] / A costa de Manuel Melendez, Mercader de libros. Véndese en su casa, en la / Puerta del Sol, a la Esquina de la Calle de los Cofreros. P A R T E / TP^EINTAY O C H O / D E / C O M E D I A S / N U E V A S / ESCRITAS / P O R LOS M E J O R E S INGENIOS / de España. / A ñ o [Escudo tipográfico de Gabriel de León con el lema: D E F O R T I D V L C E N D O ] 1673 / Con licencia en Madrid: Por la viuda de D. Francisco Nieto. [Línea continua] / A costa de Gabriel de León, Mercader de Libros, véndese en su / casa, en la Puerta del Sol. La impresión de 1673 es muy rara. Coincide con la de 1672 excepto en la portada, en los preliminares y en algunos detalles de impresión que no afectan a nuestra comedia. El cerco de Tagarete se encuentra en el último lugar —el volumen contiene doce comedias de distintos autores—, en los folios 435 a 444,
28
EL CERCO
DE
TAGARETE
a dos columnas, seguida del entremés El malcontento (folios 445-448), escrito por Bernardo de Quirós para esta comedia, según consta en la tabla: E l Cerco de Tagare [sic], burlesca, c o n su Entremés. D e D . Francisco Bernardo de Quirós.
No conocemos manuscritos ni otras ediciones antiguas de esta comedia. La Barrera1, que no recoge la Parte treinta y ocho de 1673, cita una impresión suelta de El cerco de Tagarete de Quirós, bajo el seudónimo festivo de «Don G ó m e z Molongo», pero no hemos podido dar con esta impresión ni la encontramos recogida en otros repertorios. En el de Salva2 se hace referencia a la cita de la Barrera. Celsa Carmen García Valdés la editó en 1987, en el volumen 37 de la revista Criticón. Para esta nueva edición revisamos la anterior de Celsa Carmen García Valdés, e introducimos algunas modificaciones en la puntuación y notas. Para el establecimiento del texto, y partiendo de la edición citada de García Valdés, volvemos a usar las antiguas (que habían sido sus modelos) para la fijación textual. De la edición de Parte treinta y ocho de 1672 (que abreviamos El) manejamos los ejemplares Ti-119 y R. 22691 de la Biblioteca Nacional de Madrid, y el ejemplar micro filmado (rollo 9, núm. 418) de la colección de teatro español del Siglo de Oro de la Universidad de Pennsylvania3; los compulsamos con la edición de 1673 (E2), ejemplar 58694b del Institut del Teatre de Barcelona. No hemos encontrado en ellas ninguna diferencia apreciable.
1 2 3
La Barrera, 1860, p. 261. Salvá, 1872, I, núm. 5980. Ver Regueiro, 1971, p. 7.
SINOPSIS M É T R I C A
Jornada I Versos 1-20 21-122 123-326 Total Jornada II Versos 327-366 367-430 431-451 452-501 Total Jornada III Versos 502-591 592-727 Total
Forma
Forma métrica quintillas romance ó quintillas
Núm. de versos 20 102 204 326
Forma métrica redondillas romance á-o silva pareados
Núm. de versos 40 64 21
romance á-o
50 Í75
Forma métrica quintillas romance ó-a
Núm. de versos 90 136 226
Jörn. I
Jörn. II
Jörn. III
102 224 — —
114 — 40 21
136 90 — —
Total
métrica Romance Quintillas Redondillas Silva pareados
352 314 40 21
30
EL CERCO
Porcentajes Romance Quintillas Redondillas Silva pareados
Jörn. I 31,29 68,71 — —
DE
TAGARETE
Jörn. II 65,14 — 22,86 12
Jörn. III 60,18 39,82 — —
Total 48,42 43,19 5,50 2,89
EL CERCO DE TAGARETE COMEDIA FAMOSA D E D O N F R A N C I S C O B E R N A R D O [DE]
QUIRÓS
Personas que hablan en ella: Don Flegetonte Sábalo, rey. Rugel Picón, criado. Don Inflamado Pejerrey.
Tagarete: arroyo que en el siglo xvn bordeaba casi un cuarto del recinto amurallado de la ciudad de Sevilla, atravesaba el prado de San Sebastián y terminaba desembocando en el río Guadalquivir junto a la Torre del Oro. H o y el Tagarete es prácticamente desconocido, incluso de los propios sevillanos, pues corre sepultado en una tubería subterránea. Era proverbial su suciedad. Quevedo lo cita en el romance «Viejecita arredro vayas»: «Sé rana de Tagarete, / si no es que se afrente él mismo; / que, siendo arroyo de bien, / no querrá dar asco al río» (PO, núm. 748, vv. 89-92); comp. Correas, núm. 23.319: «Vaya al Tagarete. Arroyo en Sevilla»; y la burla de Cervantes, Viaje del Parnaso,Vll, vv. 352-54: «La miserable, la fatal caída / de las Musas del limpio Tagarete / fue largos siglos con dolor plañida». Personas: los personajes que intervienen en la comedia reciben nombres altisonantes: Flegetonte, río del infierno; Faetonte, hijo del Sol; Rugel podría hacer alusión a Ruggiero, personaje de los poemas caballerescos italianos; Tusifonte (en el texto Tesifonte) evoca a Tisifonte o Tisífone, una de las furias infernales, hija de Aqueronte y de la Noche, «se viste y se ciñe de una serpiente ponzoñosa, sale de casa y la acompañan lloros, pavor y espanto, con furioso y desatinado gesto» (Cov.). Los segundos nombres o apellidos son propios de peces de las lagunas y ríos sevillanos: el sábalo es un pez que desova en primavera en los ríos que desembocan en el mar y penetra a gran distancia aguas arriba; picón, pez pequeño de agua dulce; pejerrey, pez marino que abunda en todas las aguas costeras españolas y en las lagunas litorales, incluso en las salobres; albur, pez de río muy estimado por su carne sabrosa y blanca; camarón, culebra y sapo no necesitan explicación. E n la orilla derecha del río Guadalquivir se encontraba el monasterio de las Cuevas, de frailes cartujos, y los sevillanos llamaban espantaalbures a la campana con que sus monjes tocaban a maitines; próxima a las Cuevas se encontraba la llamada huerta del Alamillo, de la que eran famosos los sábalos.
32
EL
CERCO
DE
TAGARETE
Don Faetonte Albur. Camarón, criado. Don Tusifonte Culebra. Sapo, criado. Soldados y acompañamiento.
[JORNADA P R I M E R A ]
Salen don Elegetonte Sábalo, rey, y Rugel Picón. REY
¿Hay nuevas de Pejerrey?
PICÓN
Pocas, señor, o ningunas.
REY
¡Por las tablas de la ley que ha cercado las lagunas más fuerte que Escandarbey! Es el contrario valiente y en gran cuidado me ha puesto.
PICÓN
Dicen se come la gente
con sólo mirarle el gesto, cuando está convaleciente. REY PICÓN
5
10
Llamad, Rugel, a Faetón, que le quiero hablar de espacio. ¿ N O es mejor comer melón,
aunque esté marchito y lacio, que cantar kirieleisón?
15
v. 5 Escandarbey: príncipe cristiano, hijo del rey de Epiro, a quien Amurates, rey de Turquía, obligó a vivir a su lado y a pelear contra sus hermanos de religión hasta que se rebeló y recuperó el reino que Amurates había arrebatado a su padre. Fue muy alabado por su valentía. Bernardo de Quirós dedica a este personaje un gracioso Entremés famoso de Escandarbey, editado por García Valdés (1985), en cuyo estudio preliminar se dan referencias de otras obras que tratan este tema (pp. 87-90). Hay una comedia burlesca sobre Escanderbey. v. 9 gesto: 'rostro'. w . 13-15 comer melón, / aunque esté marchito y lacio, / que cantar kirieleisón: kirieleisón es el canto de los entierros y oficios de difuntos: ver La ventura sin buscarla, n. w . 672-75. E l melón tiene en algunos contextos sentidos eróticos, pero nos
T E X T O DE LA COMEDIA
REY
33
Llamádmelo, doña Elena. Tocan. Pero, ¿qué es este ruido que por estas salas suena?
PICÓN
Don
Inflamado ha venido
rumeando berenjena.
20
Sale uno tocando en el suelo de un barril, y otro arrastrando un paño muy sucio, que es la bandera, y detrás don Inflamado Pejerrey, con bastón, y dice. PEJERREY
Ronco el adufe bastardo, que es lo mesmo que atambor, cubierto el cuerpo de luto con
el del miedo sudor,
arrastrando el estandarte
25
que imagino que salió de cortina de secreta a dar reflejos al sol, oye la mayor tragedia... No
tengo la culpa yo,
30
porque me estaba matando en este pie un sabañón,
parece que en este pasaje no se ha producido todavía un contexto que active ese posible sentido. Todo el pasaje muestra una comicidad absurda. v. 20 rumeando berenjena: alusión a los moriscos que consumían grandes cantidades de berenjenas. Cfr. Quevedo, P O , núm. 850, w . 133-36: «Pues cogió más berenjenas / en un hora, sin sembrar, / que un hortelano morisco / en todo un año cabal». Según Covarrubias, las berenjenas «alteran al hombre, provocándole l u juria [...] engendran melancolía, entristecen el ánimo, dan dolor de cabeza, y al que usa mucho el comerlas, con los demás daños le sale al rostro su mala calidad, poniéndole de su color lívida y verde escura». v. 21 adufe bastardo: el calificativo de bastardo podría ser por tratarse del pandero morisco, pero también por calco con trompeta bastarda, «la que media entre la trompeta que tiene el sonido fuerte y grave y entre el clarín que le tiene delicado y agudo» (Cov). v. 27 secreta: «Se toma también por lo mismo que necesaria o letrina» (Aut). H a tomado una cortina de letrina para usarla como bandera. Objeto característico de la degradación burlesca.
34
EL
CERCO
DE
TAGARETE
y la fortunilla ingrata ni aun rascarlo me dejó. Salí en un lóbrego día,
35
tan obscuro que arrebol ninguno no parecía, pues nublado amaneció, y pues que nublado estuvo no estuvo claro, señor.
40
¿ T ú no has visto un perro aullar si tiene cerca un león, y rezumarse cual olla de estoraque o alcanfor? Pues así aquestos nublados
45
pusieron mi corazón metido entre cien alnafes que es lo mismo que un Cipión. Pero viendo que de ranas venía un gran escuadrón,
50
sapo me quise volver sólo por darles temor, mas ellas, desvergonzadas, conociendo mi intención, «aquí engañifas no valen,
55
señor Pejerrey choclón»
v. 44 estoraque: bálsamo muy oloroso que se obtiene del árbol del mismo nombre; alcanfor, producto de olor penetrante, de varios usos químicos y medicinales. E l pasaje parece alusión escatológica a los efectos que el miedo del león provoca en el perro, que se rezuma produciendo olores. Por lo demás puede ser simplemente una serie de disparates absurdos. w . 47-48 alnafes... Cipión: el alnafe es un hornillo portátil de hierro o barro, en los que se avivaba el fuego por medio de unos fuelles. Cipión es el báculo en que se apoyan los viejos y nombre propio de famosos romanos; como recuerda Cov. «fue sobrenombre de los Cornelios». N o sabemos si se pueden encontrar algunas relaciones. v. 56 choclón: choclar es el acto de embocar y entrar de golpe la bola por las barras en el juego de la argolla. Se llama también al emboscarse de esta forma y, por extensión, «el entrarse en casa de golpe y de priesa, sin reparar [...] y esto hacen los que no quieren ser vistos ni registrados de los vecinos» (Cov.). Aquí está usado como insulto por cobarde, que pretende esconderse y pasar desapercibido.
T E X T O DE LA COMEDIA —me
35
dijeron—, y al momento
masculillo se me dio tan grande, que me dejaron las partes que no ve el sol
60
tan negras, que un azabache no pudiera estar peor. Viéndome, pues, como estaba, arremetí con furor, pero al subir de una cuesta
65
di un tan grande resbalón que
en breve rato me hallé
de esotra parte del Po. Una
me siguó el alcance,
y como en tierra me halló,
70
desde encima de una cuesta con un moco me tiró, y vino con tal pujanza, que
a diez picones mató,
y a otros tantos (¡qué desdicha!)
75
los redaños les pasó. Volviendo atrás la cabeza, vi venir un escuadrón
v. 58 masculillo: «juego de muchachos en que dos cogen a otros dos y los mueven de modo que el trasero de uno dé contra el del otro» (DRAE). Cfr. Lope de Vega, Las mocedades de Bernardo del Carpió: «Los más de estos son gigantes, / y dentro de su castillo, / cuatro o cinco son bastantes / a darte tal masculillo / que nunca de él te levantes» (Voc. Lope). v. 60 las partes que no ve el sol: tiene resonancia de los versos del Romancero: en las mismas partes daba el sol a don Bueso: «No me pesa, dijo a voces, / de haberme rompido el cuerpo, / mas pésame por las calzas, / que por detrás se han abierto. / Riéndose están las damas / de ver corrido a don Bueso, / y que donde nunca pudo / daba el sol de medio a medio» (Durán, núm. 1719). v. 68 Po: río de Italia, donde cayó Faetón fulminado por el rayo que le mandó Júpiter (el Erídano, que se supone es el Po). Aquí es mención geográfica disparatada. v. 69 seguir el alcance: «perseguir los vencedores a los vencidos, o a los enemigos que huyen o se retiran, para acabarlos de deshacer y extinguir» (DRAE). v. 76 redaños: «una tela en el vientre, que por ser en forma de red tomó este nombre» (Cov.).
36
EL
CERCO
DE
TAGARETE
que a estas berreadoras ranas les venía a dar favor. Yo, aunque Pejerrey me vi, fue en mí tan grande el furor, que me subí en una hormiga, para divisar mejor esta desdicha, que es grande, porque venían, señor, treinta carros de molletes, y con la piel de un león cubiertos de arriba abajo, que gran temor me causó. Traían bailando una mona encima de un atambor, y ventisiete pepinos venía comiendo un lechón. Tres mil carros de espadaña encima un camaleón, cuatro puercas y tres gatos venían con un pendón, unos hechos celemines, y otros hechos azarcón. Por remate desta arenga, venía en un carretón el Saladino a caballo
80
85
90
95
100
v. 81 E n E l y E2: «auaque». v. 87 mollete: «panecillo esponjado y de poca cochura; por lo regular es blanco y de regalo» (Aut). Comienza aquí un catálogo incongruente, enumeración caótica, que es elemento propio del género. w . 95-96 Tres mil carros de espadaña...: entiéndase que un camaleón carga con tres mil carros: es una hipérbole grotesca. v. 99 celemín: medida para granos; ver La ventura sin buscarla, n. v. 55. Mención disparatada, como la siguiente. v. 100 azarcón: ceniza o tierra de color azul que se saca del plomo quemado. v. 101 arenga: es un razonamiento artificioso y compuesto, pero aquí tiene más bien el significado de retahila de cosas. v. 103 Saladino: hubo varios sultanes de este nombre, pero el más conocido fue el que tomó Jerusalén en el año 1187. Su actitud caballeresca y su valentía fueron la causa de que se propagara por Europa un ciclo de leyendas que le cantaban como a un héroe cristiano.
T E X T O DE LA COMEDIA
37
y el puerco de San Antón, cuatro monas, seis lechones,
105
doce perras, un hurón, monacordios, esportillas, nueces, higos y carbón, dos calderas, un tintero... Este ejército asomó por
110
la parte de Tablada,
que venía a dar favor a Tesifonte Culebra, y en contorno nos cercó. Viéndonos tan apretados, con
115
grande resolución
apretamos a correr, dejándonos el pendón. Este ha sido mi suceso; ya el dolor lo relató;
120
si acaso no estás contento, mátame o dame perdón. REY
¿Q una
U E
N A
Y A perdido, es posible,
empresa como aquesta,
que me parecía imposible?
125
v. 104 el puerco de San Antón: se representa a San Antonio Abad con un lechón a sus pies. Cfr. Quevedo, Hora de todos, p. 85: «Estándose, pues, la tal señora dando pesadumbre y asco a su espejo, cogida de la Hora, se confundió en manotadas, dándose con el solimán en los cabellos, y con el humo en los dientes [...] quedó cala y cisco y Antón Pintado y Antón Colorado y barbada de rizos y hecha abrojo con cuatro corcovas, vuelta visión y cochino de San Antón»; id., PO, núm. 748, w . 1-4: «Viejecita, arredro vayas, / donde sirva, por lo lindo, / a San Antón esa cara / de tentación y cochino». v. 107 monacordios: instrumento músico de teclado. v. 111 Tablada: zona al sur de Sevilla, a orillas del Guadalquivir, donde está el puerto. Era una zona llana que servía de pasto al ganado y para ejercicios militares. E l ayuntamiento sevillano tenía la responsabilidad de organizar las milicias de la ciudad; sus miembros eran civiles y conservaban sus profesiones, pero gozaban del fuero militar, y sólo estaban obligados en tiempo de paz a realizar alardes y ejercicios en Tablada. E n Tablada tuvo lugar el primer auto de fe el 6 de enero de 1481 en el que quemaron varios reos. v. 114 E n E l y E2: «con orno», que enmendamos.
38
EL
CERCO
DE
TAGARETE
Iréme encima la cuesta de la puente de Mantible. ¿ C ó m o no mato seis monas para hacer un almocafre? O ¿ c ó m o en las Siete Zonas,
130
con el gigante Galafre no voy a bailar chaconas? ¿ C ó m o por aquestos ojos no lloro espuertas de arroz? ¿ C ó m o no me pongo antojos,
135
o me voy a Badajoz a cubrirme de piojos? ¿ C ó m o no lloro a montones pez, garrotes, ni borujo? ¿ C ó m o no mato ratones,
140
o me entro fraile cartujo, o juego a pares y nones?
v 127 puente de Mantible: referencia caballeresca; la puente de Mantible se alude con cierta frecuencia en entremeses y obras burlescas. Era la puente que había que cruzar para llegar a la Torre Encantada, defendida por el gigante Galafre. La historia, del ciclo carolingio, aparece en muchos textos. Baste remitir a la comedia de Calderón, La puente de Mantible.
v. 129 almocafre: instrumento para escardar la tierra y trasplantar pequeñas plantas. Se menciona por la rima grotesca, prescindiendo del sentido. v. 130 Siete Zonas: es una mixtura disparatada que reúne alusiones a las cinco zonas en que se dividía el globo terráqueo o el cielo, y las Siete Partidas que anduvo el infante don Pedro. Comp. Quevedo, P O , núm. 525, w . 5-6: «y el tal cometa irregular quedara / en el ovillo de las cinco zonas»; Cáscales, Cartas filológicas, vol. II, p. 10: «he andado las siete partidas del infante don Pedro»; Quijote, II, 23: «Y así le haré yo de no sosegar y de andar las siete partidas del mundo con más puntualidad que las anduvo el infante don Pedro de Portugal». v. 131 Galafre: el guardián de la Puente de Mantible. v. 132 chaconas: baile popular muy famoso en la época. Ver La ventura sin buscarla, n. v. 59.
v. 135 antojos: adminículo de connotaciones jocosas; ver La ventura sin buscarla, n. acot. tras v. 310. v. 139 borujo: residuo de la uva o de la aceituna después de ser prensadas; «Es voz antigua, que se conserva en algunas partes, aunque hoy generalmente se dice orujo»
(Aut).
v. 142 pares y nones: juego muy antiguo, según Covarrubias, que recoge un texto de Horacio en el que ya se menciona. Otros juegos que aparecen a lo largo de
T E X T O DE LA COMEDIA
39
¿Soy acaso matachín? ¿ C ó m o no me hago estudiante, o me entro sobre un delfín,
145
armado fuerte y triunfante, por las calles de Pequín? Mas,
¿si quieren darme como
poniéndome este embarazo? Pero, ¿por qué, cuándo o cómo,
150
no cierno por un cedazo los redaños del dios Momo? Mas, No
¿por qué formo querellas? quiero arrope ni nueces,
aunque no son buenas ellas,
155
sirvan de truenos los peces y de rayos las estrellas. Destruyase Tagarete, y arrastrando por el suelo,
la comedia son el tenderete (v. 160), rentoy (v. 167), taba (w. 196 y 578), pelota (v 305), barras (v. 541) y recotán (v. 202). v. 143 matachín: figura de danza ridicula; ver La ventura sin buscarla, n. v. 222. v. 148 como: burla, chasco. Bernardo de Quirós titula uno de sus entremeses El como (Ociosidad entretenida, Madrid, 1668), entremés que ya había sido incluido por el autor en Obras y aventuras de don Fruela con el título de La burla del pozo. Cfr. del mis-
mo Quirós: «Tiéneme tan enfadado / su demasiada codicia, / que hoy, amigo, os he llamado / para que le deis un como» (Entremés de ir por lana y volver trasquilado, en Fruela, p. 229); «que la huéspeda es bufona y querrá darme este como» (ibid., p. 240). v. 151 no cierno por un cedazo: podría tratarse de una alusión a las prácticas de adivinación y hechicería, pero la adivinación con cedazo no era exactamente cerniendo (para andar el cedazo o mover el cedazo con objetivos adivinatorios, ver la erudita nota de Rodríguez Marín a su edición deVélez de Guevara, El diablo cojuelo, pp. 162-64). Otra forma de adivinación se hacia observando la disposición de las entrañas de un animal muerto. Pero en todo el pasaje nos inclinamos a ver simplemente unas menciones absurdas atraídas por el ripio. v. 152 Momo: dios cuya ocupación era escudriñar lo que hacían los otros y criticarlo. «Fingieron los poetas que de la Noche y el Sueño nació un hijo, que llamaron M o m o . Este no hace cosa alguna, y sólo sirve de reprender todo lo que los demás hacen. Condición de gente ociosa, sin perdonar alguna falta, por pequeña que fuese» (Cov). Cfr. Guzmán, p. 185: «Momo quiso hablar, comenzando por algunas libertades, y mandáronle callar», y p. 495, con nota de R i c o . w . 159-60 y arrastrando por el suelo / juguemos al tenderete: se trata de términos
técnicos del juego de naipes. Arrastrar «en el juego del hombre es salir triunfando
40
EL
CERCO
DE
TAGARETE
juguemos al tenderete, pues sin comer un buñuelo puedo ponerme bonete. ¿Ellos no saben que soy el que siempre ha destruido a Tagarete, y estoy, por amor de don Bellido, para jugar al rentoy? Loco estoy, Picón hermano,
160
165
de las cartas superiores del palo que se ha elegido por el hombre, a que deben precisamente servir los demás que juegan con él, echando carta del mismo palo elegido». Tenderse «es echar todas las cartas en la mesa, con la aprehensión de ganar seguramente la mano, o en el conocimiento de perderla» (Aut). Pero son términos que cuentan con transposición en sentido erótico: «La dama que en su retrete / sólo al tenderete juega, / y para jugarlo alega / ser la cama buen bufete, / si piensa que el tenderete / no es juego de pirinola, / mamola» (Poesía erótica, p. 176), y seguramente este sentido es el que provocaría la risa en los espectadores. w . 161-62 pues sin comer un buñuelo
/ puedo ponerme bonete: buñuelo es «cier-
ta fruta de masa, frita con aceite, que se come caliente y con miel; y en España es más usada que en otra ninguna parte, en tiempo de invierno» (Cov.). E l oficio de buñolero era ejercido proverbialmente por moriscos, de ahí lo de ponerse bonete. Cfr. «Llamaba el moro a Mahoma, / pero no le daba oídos, / que estaba haciendo buñuelos / con tres o cuatro moriscos» (romance burlesco de Lope de Vega: «Con su pan se lo coma»); «un regidor de una de las más principales ciudades del Andalucía y reino de Granada tenía ganado y, porque hacía frío, no se le gastaba la leche del; todos acudían a los buñuelos. Pareciéndole que perdía mucho si la cuaresma entraba y no lo remediaba, propuso en su ayuntamiento que los moriscos buñoleros robaban la república» (Guzmán, p. 153). E l bonete como prenda propia de los moriscos se encuentra citado con cierta frecuencia en el Romancero: «y aquel acerado casco / con el morado bonete» (Durán, núm. 22); «y la toca de Adalifa / de mi bonete se rasgue» (Durán, núm. 27); «y quítame del bonete / las verdes plumas que Azarque / me dio» (Durán, núm. 32)... Parecen claras, pues, las alusiones de estos versos a los moriscos. v. 166 don Bellido: personaje de la gesta del cerco de Zamora. Se le cita de nuevo en el v. 531. Bellido Dolfos es el matador del rey don Sancho. Cfr. el romance famoso que empieza «Rey don Sancho, rey don Sancho». v. 167 rentoy: «Juego de naipes que se juega de compañeros entre dos, cuatro, seis y a veces ocho personas. Se dan tres cartas a cada uno y después de descubre la inmediata, la cual queda por muestra y según el palo sale son los triunfos por aquella mano» (Aut). Cfr. Guzmán, p. 367: «den sus pareceres y jueguen al rentoy».
TEXTO DE LA COMEDIA
llamadme luego un teatino, que me enseñe canto llano, que he de entrarme capuchino, sólo por comer marrano. Traigan cuarenta almohazas para empezar la batalla, y traigan cuatro alcarrazas, dos almudes y una talla
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170
175
v. 169 teatino: la de los teatinos era una orden de frailes que solían acompañar al reo en los últimos momentos antes de sufrir la pena de la horca. Cfr. Quevedo, P O , núm. 670, w . 23-28: «Mas que en tales desatinos / venga el pobre desdichado / de puro descaminado / a parar por los caminos; / que conozca a los teatinos / por intercesión de un palo, / malo». v. 170 canto llano: en este contexto podría tener dos connotaciones cómicas, ambas relacionadas con el procedimiento mnemotécnico en la enseñanza del canto llano, que consistía en utilizar la figura de una mano izquierda, en cuyas diferentes partes estaban representadas las notas musicales. Una de las connotaciones tendría que ver con los tahúres y la importancia de la agilidad de la mano en el juego y también como instrumento para hacerse señas típicas del rentoy; cfr. Guzmán, p. 624: «Allí estuvimos dando y tomando grande rato, sobre cuáles eran señas mejores para dar el punto de ambos. Venimos a resolver que por los botones del sayo y coyunturas de los dedos, conforme a el arte de canto llano. De manera nos adiestramos en cuatro repasadas, que nos entendíamos ya mejor por señas que por la lengua» (ver notas de Rico). La segunda connotación tendría que ver con el uso que hace de la mano el ermitaño en La picara Justina: «El, entonces, que no quería otra cosa, sino que aguardaba a que yo le hiciese el son, dejó el libro, y aun asomó a quererme consolar por la mano, por consolarme en arte de canto llano, que comienza por la mano» (Justina, p. 434). w . 171-172 capuchino / sólo por comer marrano: ya en el sentido literal, el en-
trarse capuchino para comer cerdo conlleva evidente ironía, ya que capuchino generalmente se usa como sinónimo de «pobre y descalzo», de acuerdo con los votos de los monjes de la orden franciscana de los Capuchinos (aunque por otro lado comer cerdo es muestra de cristianía vieja). Precisamente los franciscanos tenían antigua implantación en Sevilla. E n el siglo xvn crearon los conventos de San Buenaventura, el de San Antonio, el de San Pedro Alcántara y el de los Capuchinos, en 1627, tan pobre en lo material de su fábrica como rico en los lienzos de Murillo. v. 173 almohaza: rascadera de hierro dentada que se usa para cepillar y limpiar las caballerías. v. 175 alcarraza: «cantarilla de una o dos asas, de cierto barro blanco que tiene algo de salitre y sustenta fresca el agua que se echa en ella, especialmente si ha estado al sereno o en parte fresca» (Cov.). v. 176 almud: medida de granos que en unas partes corresponde a un celemín y en otras a media fanega; talla: «se llama en Andalucía la alcarraza en que se pone el agua a serenar» (Aut).
42
EL
CERCO
DE
TAGARETE
con aceite de linazas. ¿Que aqueste perro homicida quiera ir conmigo en pareja? Mas
quitaréle la vida
180
a los hierros de una reja la turbada mano asida. No me aconseje ninguno, porque yo no soy establo. ¿Contra mí la diosa Juno? ¡O a mí me persigue el diablo,
185
o el tridente de Neptuno! Rabio de cólera, amigos, y quiero hacer testamento, vosotros seréis testigos
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de que me como un pimiento con dos barriles de higos. PEJERREY
Señor, deja esas porfías, y de lamentarte acaba, que antes que acaben tus días
195
puedes jugar a la taba con el perro de Tobías. Sale Don Faetonte Albur.
v. 178 perro: «metafóricamente se da este nombre por ignominia, afrenta y desprecio, especialmente a los moros o judíos» (Aut). Es una alusión muy frecuente y se espiga con facilidad en la literatura clásica. w . 181-82 a los hierros de una reja / la turbada mano asida: son los primeros ver-
sos de una composición popular en la época y que, como tal, menciona Cervantes, junto con otras, en El celoso extremeño. w . 183-84 No me aconseje ninguno, / porque yo no soy establo: no entendemos n i
el sentido literal, ni el oculto de estos dos versos. Puede ser simplemente un disparate más. v. 197 perro de Tobías: en el ciclo de Tobías, el motivo de la partida del joven Tobías, enviado por su padre a cobrar un préstamo, es usual. L o acompaña el arcángel Rafael o tres arcángeles, seguidos por un perro. Así lo representa Botticelli, por ejemplo, sin olvidar al perro. Aunque las referencias a perros puedan apuntar al insulto tópico dado a moros y judíos, en el presente contexto nos inclinamos a ver nada más que un ripio en la serie de disparates.
T E X T O DE LA COMEDIA FAETONTE
43
En gran confusión están el Cabildo y el Senado.
REY
¿ Y O no deciendo de Adán?
200
¿Pues c ó m o a mí me han ganado el juego de recotán? Enmendarlo será bueno; luego tomad, don Faetón, este bastón que está lleno
205
de almendras y colación, higos, nueces y relleno. Quítale el bastón a Pegerrey y dáselo a don Faetón y prosigue. Presentaréis la batalla a las ranas y angullejas, y en la coraza de malla
210
veréis treinta comadrejas metidas en una talla, y luego, sin dilación, acometed al contrario: comeremos un melón,
215
sin mirar al calendario. ¿Qué os parece, don Faetón?
w . 198-99 En gran confusión están / el Cabildo y el Senado: en el año 1624 va
el rey Felipe IV a Sevilla. Poco antes, Olivares había llamado la atención del rey, en un amplio memorial sobre el estado del reino, y «el miserable estado en que se hallaba Sevilla, que por ventura no lo ha tenido peor en justicia, hacienda y gobierno», y entre las causas de esta situación ponía en primer lugar el estar repartido el poder entre dos cabezas mal avenidas: la Audiencia Real y el Cabildo (Domínguez Ortiz, 1984, pp. 104 y ss.). A esto se podía aludir cómicamente, ya que la indecisión de competencias causaba continuos choques, en los que parece que solía llevar la peor parte la Audiencia Real, lo que era motivo de júbilo para los sevillanos. v. 202 el juego de recotán: alusión al juego del recotín recotán, «Juego de niños en que uno de ellos, arrodillado, esconde la cabeza entre las piernas de otro mientras los demás le golpean en la espalda con la mano o con el codo, mientras dicen cantando "recotín recotán"» (DRAE). v. 212 talla: ya lo hemos anotado en v. 176, 'alcarraza, tinajuela'.
44
FAETONTE
EL CERCO
DE
TAGARETE
Que es buen pensamiento, y justo que se ejecute al momento.
REY
En aquesto está mi gusto,
220
que he de salir con mi intento, aunque el contrario es robusto. FAETONTE
Manda prevenir la gente, y dejemos eso ahora, porque el contrario, abstinente,
225
llamará dentro de un hora al encendido tridente. REY
Partid, don Faetón, al punto, dejemos cuento de cuento, y empecemos una danza
230
delante del monumento. FAETONTE
T o q ú e s e luego a embestir, suene el clarín y atambor porque nos puedan oír, y apelliden con rumor
235
«¡Vitoria Guadalquivir!» Vanse. Salen don Tesifonte Culebra y un soldado.
v. 225 abstinente: no se nos alcanza el sentido exacto, Abstinente se suele referir al que se abstiene de carne y comida y hace penitencia. Puede establecer un contraste con el hecho de comer el melón mencionado antes: 'el enemigo no se para a comer y atacará'. v. 229 cuento de cuento: «una relación o noticia, en que se mezclan otras varias, que hacen perder el hilo de la principal» (Aut). Recuérdese el Cuento de cuentos quevediano. w . 230-31 una danza / delante del monumento: se llama monumento «el túmulo, altar o aparato que el Jueves Santo se forma en las iglesias, colocando en él, en una arquita a modo de sepulcro, la segunda hostia que se consagra en la Misa de aquel día, para reservarla hasta los Oficios del Viernes Santo, en que se consume» (Aut). E l monumento de la Catedral de Sevilla era famoso, y también son famosas las danzas que ejecutan los seises en la Catedral. Todo parece apuntar a que la comedia fuese escrita para ser representada en Sevilla, donde estas alusiones tendrían un eco inmediato. w . 235-36 apelliden... Guadalquivir, apellidar es «Aclamar, proclamar, levantar la voz por alguno, como cuando el pueblo aclama al rey diciendo: Viva el rey» (Aut). Es decir, 'que todos proclamen la victoria del Guadalquivir'.
T E X T O DE LA COMEDIA
45
En grande aprieto nos vimos:
TESIFONTE
si el socorro no llegara o la haca de Longinos media hora más tardara,
240
fuéramos a roer pepinos. El susto muy grande ha sido
SOLDADO
que nos dio don Inflamado, mas, con dar un alarido, hoy el cerco ha levantado
245
el socorro que ha venido. Sale Sapo, criado. SAPO
¿ C ó m o , rey de las lechuzas, te hallo tan descuidado, viniendo todas las Musas y tu contrario cargado
250
con grandes fardos de alcuzas? ¿Ahora rezas el rosario, cuando soberbio y furioso
v. 239 la haca de Longinos: se trata de una nueva alusión antisemita; Longinos fue el soldado que dio una lanzada a Cristo cuando estaba en la Cruz y se asocia al sentido antisemita. Es mención muy frecuente en las obras festivas y, sobre todo, en los entremeses. Véanse los entremeses de Las Carnestolendas de Calderón, La maestra de gracias de Luis Belmonte y Los enfadosos de Quevedo, por ejemplo. Pero en estos entremeses sólo se habla de Longinos y su lanza. Es en la serie de entremeses de Los dos alcaldes encontrados, concentrado repertorio de motes y pullas antisemitas, donde se encuentran referencias a la caballería. E n la primera parte (Colección, II, p. 659) de Quiñones de Benavente, los dos alcaldes, Domingo y Mojarrilla, se motejan: «—¡Domingo! —¡Mojarrilla! —Menos brío / que sois v i llano vos. — Y vos judío. / —¡Fuera!, dije y daréle una lanzada. / — N o será la primera, camarada. / —¿Soy yo Longinos? —Menos el caballo»; y en la cuarta parte, publicada como entremés anónimo por Bergman: «—¡Oh, quién os atravesara las entrañas! / —¿Lanzadas me tiráis, viejo potrilla, / a caballo y a pie?: gentil retrato. / — E n malicioso pica el mentecato. / —Vara por lanza, y yegua por caballo, / fuera los ojos, ved por qué caminos / sois un vivo retrato de Longinos» (Ramillete, p. 125).
w . 247-51 lechuzas... alcuzas: riman en consonante «lechuzas», «Musas» y «alcuzas», y en la siguiente estrofa riman «furioso» y «pozo», con fenómeno de seseo. Hay relación entre lechuzas y alcuzas, pues las lechuzas se beben el aceite y las alcuzas son recipientes para aceite. Por lo demás todo es disparate.
EL CERCO
46
DE
TAGARETE
don Faetón, fuerte contrario, te quiere echar en un pozo sin mirar el calendario? TESIFONTE
¡Q
U E
255
haya aquí el contrario vuelto!
Sapo, amigo, ¿qué haremos? SAPO
Si dos higos le ofrecemos,
aunque venga muy resuelto hará como loco extremos. SOLDADO
Dejad aquesas quimeras,
versos, prólogos, papeles, y traigamos dos esteras: fabricaremos broqueles para matar estas fieras. TESIFONTE
260
265
Traigan sacas de avellanas,
y llueva anís desde el cielo, y repiquen las campanas; no nos echen por el suelo los muros y barbacanas. Nuestra perdición es cierta si acaso no nos socorre Guadaíra con su huerta, trayéndonos de su torre en una muy grande espuerta membrillos, nueces, pasteles, alcorza, higos, buñuelos,
270
275
v 265 broqueles: escudo pequeño y redondo; es arma defensiva, no ofensiva. v. 274 Guadaíra: esta acentuación exige la medida del verso y es la que parece que tenía en la época clásica. Cfr. Tirso de Molina: «y por el logro que en sus ondas mira, / el Betis ronda y baña Guadaíra» (En Madrid y en una casa, ODC, III, p. 1273). E l Guadaira es afluente del Guadalquivir y vierte sus aguas en éste cerca de la ciudad de Sevilla. Baña una importante zona agrícola, cuyo centro es Alcalá de Guadaira, villa coronada por una fortaleza. Esto explicaría el verso siguiente: «trayéndonos de su torre». v. 278 alcorza: «masa o pasta de azúcar muy blanca y delicada con que se suele cubrir o bañar cualquier género de dulce» (Aut).
T E X T O DE LA COMEDIA
47
caracoles, cascabeles, huevos, quesos, caramelos,
280
metidos entre papeles. Sapo, pues eres mi amigo, a Guadaíra irás presto, y lleva un gato contigo; que, si le haces un gesto,
285
yo te daré un papahígo. SAPO
Y O iré con muy grande gusto, si esa montera me das, que es pensamiento muy justo, y luego al punto verás
290
como voy sin tener susto, aunque venga el mundo entero y se ponga en el camino, que dentro de aquel crucero le daré j a m ó n y vino,
295
y le quitaré el sombrero. Vase. TESIFONTE
Ahorremos de razones, y vamos luego a mandar que, sin poner dilaciones,
v. 279 cascabeles: puede referirse a una especie de ciruela llamada así, pero no hay que olvidar la función de los cascabeles en las comedias burlescas y en el Carnaval, como símbolo de locura. Ver La ventura sin buscarla, n. v. 211. v. 286 papahígo: gorro que cubría también el cuello y la cara dejando sólo al descubierto los ojos. v. 294 crucero: se refiere al humilladero llamado la Cruz del Campo, punto final del Vía Crucis que mandó hacer el marqués de Tarifa en 1520, al regreso de una peregrinación a Tierra Santa, y que tenía su comienzo en el palacio del marqués, llamado «Casa de Pilatos». La Cruz del Campo, el crucero, quedaba en el camino de Alcalá de Guadaira. Se trata de un templete de piedra con una gran Cruz, obra mudejar erigida por Diego de Merlo, asistente de la ciudad en tiempo de los Reyes Católicos. v. 295 E n E l y E2: «le dará»: el sentido y la gramática parecen exigir «le daré». v. 296 le quitaré el sombrero: puede entenderse como chiste dilógico 'le haré saludo cortés quitándome mi propio sombrero'; 'le quitaré el sombrero de su cabeza'.
48
EL CERCO
DE
TAGARETE
toquen al punto a marchar. Llevaremos chicharrones para que sirvan de balas, porque luego el enemigo ha de venir con dos palas, que quiere jugar conmigo la pelota en estas salas. Pero, ¿para qué doy voces? Vengan en un ataúd dos muías dándose coces, cuatro monas, un laúd y veinte y siete reloses. Embestirle me conviene, sin tener temor ninguno, que aunque mi contrario viene con el favor de Neptuno, poca ventaja nos tiene. Convoquemos a las ranas para empezar la batalla, dejemos alcaravanas: traigan dentro de una talla cuarenta y siete manzanas.
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Saca la espada, que es de palo. Desnudo la noble hoja, que ha sido terror y espanto
v. 301 chicharrones: «el pedazo de enjundia de cualquier animal, que después de frito y exprimido, para que salga la manteca, queda seco y muy tostado, y se come, mayormente siendo de lechón» (Aut). Puede motejar al enemigo de judío: aquí el chiste se centra de nuevo en la repugnancia que sentían los judíos por ciertos alimentos vedados en la ley mosaica. Los chicharrones actuarán como balas. Por otra parte el cerdo es comida carnavalesca, y los elementos culinarios abundan en estas comedias. w . 307-11 R i m a n «voces», «coces» y «reloses». v. 319 alcaravanas: parece una variante de «caravanas» 'ceremonias o diligencias que se hacen para algún fin' (cfr.Aut), pero no dilucidamos el término, v. 321 E n E l y E2: «sinte» en vez de «siete».
T E X T O DE LA COMEDIA
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del cosario Barbarroja; confundió todos en llanto,
325
pues que mi valor se arroja. Vase.
v. 324 Barbarroja: el famoso corsario, general de la flota turca en el xvi que fue temido durante mucho tiempo; convirtió el Mediterráneo en un lugar muy peligroso para la navegación de los cristianos. Comp. Quijote, I, 39: «era capitán un hijo de aquel famoso corsario Barbarroja».
JORNADA
SEGUNDA
Sale don Faetón Albur, y Camarón, y soldados a punto de batalla. CAMARÓN
FAETONTE
Gran señor, no te alborotes, ni temas a estos villanos, que como no tienen manos tampoco tienen cocotes. Que, por vida de Neptuno, a quien estoy yo sujeto, que yo los ponga en aprieto, sin que lo entienda ninguno. En saliendo mi contrario pariente de Gusarapo, (que ya sabes tú que es sapo), le he de arrancar el almario, y con fuerza tan extraña daré en el suelo con él, hasta que vierta más miel que cabe en esta montaña. Siempre tu habla es aquesta, que en hablar eres león, y en llegando la ocasión te vas encima una cuesta.
330
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v. 329 no tienen manos: 'no tienen valor'. v. 330 cocote: 'cogote'. Según Covarrubias, «díjose de coca, que vale cabeza, en lenguaje antiguo castellano», y añade que a los que no tienen cogotes, como los asturianos, se llaman descogotados. Era un tópico burlesco la falta de cogote de los coritos o asturianos. v. 331 E n E l y E2: «Neptuuo». v. 335 E n E l y E2: «conntrario». v. 341 miel: puede ser aquí metáfora escatológica.
52 SOLDADO
EL CERCO
DE
TAGARETE
En arma, señor, se ha puesto, como te ve, Tagarete.
CAMARÓN
¿ Y no hay quien le dé un moquete y lo meta dentro un cesto?
FAETONTE
350
Descolgadme aquel caballo que está en el camaranchón, y no vaya C a m a r ó n porque le picará el gallo.
CAMARÓN
¿A mí un pollo? ¿A mí un pi pi?
355
¿Habiendo hecho estos brazos un alcarraza pedazos dentro de un zaquizamí? FAETONTE
Dejemos pleitos en vano, vamos a lo que conviene,
360
que por esta parte viene a nosotros un enano. Debe de ser embajada que el contrario quiere hacer, pero no le ha de valer
365
comer nabos y ensalada. Sale Sapo en un caballo de caña.
v. 347 en arma: ponerse en arma es prevenirse para la guerra. v. 348 como te ve: se encuentra aquí un uso de como con valor causal, no demasiado frecuente. Se trata de como seguido de subjuntivo que procede de un cruce con el uso temporal y causal que en latín tuvo la conjunción cum. v. 349 moquete: «puñada dada en el rostro, especialmente en las narices, por lo cual se formó de la palabra moco» (Aut). v. 352 camaranchón: «el desván de la casa, que sirve de sólo tener en él trastros viejos» (Cov). Lugar absurdo para tener en él al caballo, salvo que sea un caballo de palo o caña, como el de las comedias burlescas. v. 354 porque le picará el gallo: le moteja de cobarde, ya que el gallo a quien pica es a las gallinas. «Al cobarde decimos gallina por ser medrosa» (Cov.). v. 358 zaquizamí: desván o último cuarto de la casa, que está comúnmente a teja vana. «Se llama por alusión la casilla o cuarto pequeño que es desacomodada y poco limpia» (Aut). La hazaña de la que presume es haber roto una vasija de barro en un cuartucho. v. 366 acot. caballo de caña: para el sentido burlesco de estos caballos ver La ventura sin buscarla, n. acot. v. 699.
TEXTO DE LA COMEDIA
SAPO
53
Caballeros mojarrillas,
de a pie, que no de a caballo, que si caballos tuvierais anduvierais paseándoos desde la Torre del Oro hasta la puente de barcos, escuchadme atentamente, pues que yo os estoy hablando, que si acaso no hablara yo me estuviera callado. En nombre de Tesifonte, señor de aquestos estados, cuevas, rincones, casillas, anguillejas, gusarapos, ranas grandes y pequeñas y sobre todo de Sapo, que es el que atento escucháis, esta embajada os relato. Dice que está muy corrido que vengáis a darle enfado penetrando sus cavernas, sus roturas y peñascos, y si adelante pasáis, os tiene de hacer pedazos porque para darle enojo basta el haberlo intentado.
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v. 367 mojarrilla: «la persona que siempre está de chanza, fiesta, burla y alegría» (Aut). Es el nombre del alcalde judío de la serie de entremeses Los dos alcaldes encontrados a la que nos hemos referido antes. La mojarra es también un pez. w . 371-72 desde la Torre del Oro / hasta la puente de barcos: de nuevo se hace
referencia a lugares sevillanos. E l puente de barcas, que unía Sevilla con Triana, ya había sido construido por los almohades. E l primer intento para sustituirlo por uno de piedra se hizo en 1629 sobre un proyecto de Andrés Ocampo, pero la sustitución no se llevó a efecto hasta la época de Isabel II, en que se construyó el que hoy lleva su nombre. Ver Domínguez Ortiz, 1984, pp. 62-63. w . 377-83 En nombre de Tesifonte...: parece que se trata de una parodia de las retahilas de títulos y cargos que se ponían a continuación del nombre de un señor. N o hay más que fijarse en la dedicatoria de alguna obra de la época. v. 385 corrido: 'afrentado, avergonzado'.
54
EL CERCO
DE
TAGARETE
Y sabed que en su defensa tiene cuatrocientos carros de espadaña y berenjenas,
395
higos, nueces y garbanzos, caracoles y garrotes; procurad luego dejarnos todo vuestro carruaje, y yo reto a ese bellaco
400
que tenéis entre vosotros, y escuche, que con él hablo: Camaroncillo con lima, yo te reto los zapatos, las pantorrillas postizas,
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hechas de dos mil halandros; rétote estos zaragüelles,
v. 402 que con él hablo: tratamiento de él para un interlocutor, en vez del «vuestra merced» o «tú»; este tratamiento de él para la segunda persona interlocutora era despectivo, chistoso o muy familiar y propio de criados y gente plebeya. Comp. Tirso, El caballero de Gracia, O D C , III, p. 271: «Ya, hermano, es cansada cosa / que entre fregona y lacayo / siempre empiecen su papel / con esto: "¿Y él no habla nada? / ¿Y ella es soltera o casada?" / Porque esto de y ella y él / es ya sagrado y chorrillo / de toda plebeya masa»; Estebanillo, I, p. 104: «El me respondió: —Pues ¡cuerpo de tal con él!, ya que no tuvo ánimo». v. 403 Camaroncillo con lima: la lima es fruta parecida al limón; con su jugo se aderezan los camarones, gambas, etc. w . 404 y ss. yo te reto los zapatos...: comienza aquí una parodia de los romances en que Diego Ordóñez de Lara reta a los zamoranos por traidores al encubrir a Bellido. Bernardo de Quirós, que en la comedia burlesca El hermano de su hermana parodia los romances de la gesta del cerco de Zamora, hace aquí, creemos, una parodia de la parodia. v. 405 pantorrillas postizas: si las pantorrillas eran muy delgadas, se disimulaba la flacura llevando varios pares de medias o unas pantorrilleras. Comp. Quevedo, P O , núm. 653, w . 11-18: «Ayer sobre dos astillas / andaba el señor Bicoca, / y hoy la barriga a la boca / lleva ya las pantorrillas. / Eran todas espinillas / ayer las piernas de Antón, / y la una es hoy colchón / y la otra es hoy costal». v. 406 halandros: no recogen esta forma ninguno de los repertorios léxicos manejados. Podría tratarse de un término dialectal por «andrajos», ya que Corominas, en esta voz, registra la forma jalandro como propia de la región de Murcia. Ver la nota anterior sobre los rellenos de las pantorrillas. v. 407 zaragüelles: especie de calzones de la época; cfr. Quevedo, P O , núm. 852, w . 97-100: «A Padurre, mozo tinto / y tenebroso galán, / por traidor de zara-
TEXTO DE LA COMEDIA
y juntamente ese sayo, retóte aquesa gorreta, retóte aquese penacho, retóte aquesas narices, que son de a vara por largo, retóte aquesos bigotes y esa boca, y digo y hago y protesto juntamente de aguardarte en ese campo, para matarte y comerte con lima, que este es el pago que merecen tus locuras. Por si a las manos llegamos, otro caballo a tomar voy, que aqueste está sudando. FAETONTE
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¿Hay atrevimiento igual?
Dadme luego ese caballo, y sin poner dilación embistamos al contrario. ¡Al arma, amigos, al arma! Embestid por este lado. ¡Viva nuestro dios Neptuno, y de los peces el bando!
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Vanse, y dase la batalla, todos con espadas de palo, y, después de algunas entradas y salidas, salen Camarón y Sapo peleando. güelles / le mandaron chicharrar» (alusión a un sodomita, castigado a ser quemado). w . 411-12 rétote aquesas narices, / que son de a vara por largo: alusión antijudai-
ca, pues es lugar común que los judíos tienen la nariz grande. v. 414 digo y hago: hay varias frases proverbiales con estos vocablos para afirmar el valor y esfuerzo o para ironizar sobre el charlatán sin sustancia: «Decir y hacer. Advirtiendo al que habla mucho» (Correas, núm. 6808); «Digo y hago. E n el juego» (Correas, núm. 7062), «Diciendo y haciendo. Que tan presto como se dice se haga» (Correas, núm. 7032). v. 415 protestar, asegurar con ahínco y eficacia. w . 421-22 otro caballo a tomar / voy, que aqueste está sudando: parodia de los cam-
bios de caballos de los torneos y batallas. v. 429 E n E l y E 2 : «vuestro», que enmendamos.
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CAMARÓN
EL CERCO
DE
TAGARETE
L O que yo deseara
ahora la fortuna me depara. Dime, ¿cómo es tu nombre? SAPO
Temo, por formidable, que te asombre. Yo me llamo don Sapo, pariente de don Guido Gusarapo, que aunque tan desechado es por su ausencia muy nombrado. Pero, ¿qué me preguntas? Te disimulan tanto, que hueles a tomillo y a mastranto. D é m o n o s de moquetes, porque a coces, patadas y puñetes te quitaré los dientes, aunque vengan por ti tus descendientes.
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Ponen las espadas en el suelo, y luchan a brazo partido. SAPO
Por Dios, que te estés quedo y aguardes que me corte aqueste uñero que en este dedo tengo, que luego a la batalla me prevengo.
CAMARÓN
N O me eches zancadilla,
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porque me duele mucho esta costilla. Vanse, y sale Tesifonte, herido. TESIFONTE
Adiós, Tagarete amigo, donde pasé yo mis años en picar a las lombrices de los que andaban pescando, adiós, Fuente del Piojo,
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v. 441 mastranto: «especie de hierbabuena salvaje» (Aut). C o m o en otras ocasiones el sentido sufre a expensas del ripio. v. 447 uñero: inflamación en la raíz de la uña; herida que hace la uña cuando crece mal y se clava en la carne (DRAE). w . 452 y ss. Adiós, Tagarete amigo...: esta despedida del moribundo Tesifonte parece parodia de situaciones similares del Romancero: «Adiós, adiós, mi buen tío / adiós os queráis quedare...», se despide Valdovinos (Durán, núm. 355). v. 456 Fuente del Piojo: debe de tratarse de una fuente sevillana que no hemos documentado. Había en Madrid una Fuente del Piojo (que se cita en Quijote, II,
TEXTO DE LA COMEDIA
donde todos los veranos se vienen a regalar monacillos del Sagrario. También de tus aguas beben los borrachos, que han pensado que la Fuente del Piojo debe de brotar duraznos. Adiós, Tamarguillo amigo, adiós fuentes, ríos, prados, porque el alma envuelta en babas quiere salir a lo ancho.
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Sale Sapo, herido. SAPO
¡Ay, y qué soberbia chinche
me pica en aqueste lado! U n agujero me ha hecho, por do cabe aquesta mano. ¿Quién es aquel que boquea? Parece que come nabos. Mas, ¡vive Dios!, que es la muerte la que ahora se está tragando, y que a mi mal parecer me parece que es mal trago. TESIFONTE
Dios Apolo, dios de Délo, dios Júpiter y dios Baco, diosa Juno, diosa Venus, dios Plutón, y tú,Vulcano, que porque Júpiter tire los rayos le estás forjando; Neptuno, dios de los peces,
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22) y otra en León (Herrero, 1963, pp. 271-72), y es al parecer un nombre habitual para fuentes en varios lugares. Piojo, para la correcta medida del verso, ha de ser trisilábica, y lo mismo en el verso 462. v. 459 monacillos: «el niño que sirve en los monasterios e iglesias, para ayudar a misa y otros ministerios del altar» (Aut). v. 464 Tamarguillo: arroyo tributario del río Guadaira. v. 472 boquear, «abrir la boca como para respirar. Se toma frecuentemente por morir y estar expirando» (Aut).
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EL CERCO
DE
TAGARETE
que en conchas del mar salado andas en los promontorios con tu tridente surcando; adiós, adiós, que me muero.
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Muere. SAPO
Ya expiró aqueste borracho.
¿Hay más dioses que invocar? ¡Válgante dos mil diablos, que vayan con tu entresijo! ¡Ay, qué cansado he quedado! Yo me siento mal herido, pasado tengo un zapato, sin otras muchas heridas que por olvido las callo. Adiós, adiós, que me muero, adiós, que me estoy finando. Voy a rogar a Aqueronte que me pase allá en su barco.
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Vase rodando graciosamente.
w . 495-97 pasado tengo un zapato...: parodia de las innumerables heridas que reciben los héroes del Romancero. Es ridículo tener pasado 'atravesado, herido' un zapato, en vez del pecho u otra parte del cuerpo. v. 500 Aqueronte: río que han de pasar las almas de los muertos; el barquero es Caronte, pero es bastante frecuente que figure Aqueronte como nombre del barquero. Cfr. Quevedo, Sueños, p. 148: «ha de topar con Radamanto y pregunta por el Cerbero y Aqueronte».
JORNADA TERCERA
Sale el rey, y Rugel Picón. REY
Mucho don Faetonte tarda.
PICÓN
Señor, vano es tu recelo,
porque para dalle carda ha de venir por el suelo un perro con una albarda. REY
El tiene valor sobrado para darle al mundo guerra; lo que me tiene en cuidado es que no venga una perra por el ala de un tejado, que si ella viene, es perdido don Faetonte totalmente, pues con dar un alarido el contrario, en el oriente se ha de oír un estallido, y en oyéndole, al instante vendrá con furor terrible Galafre, fuerte gigante de la puente de Mantible, metiendo dentro de un guante
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v. 504 dar carda: «Metafóricamente vale reprehensión fuerte y eficaz, que se da a uno para que se enmiende de algún vicio o cosa mala que ejecuta» (Aut). v. 514 alarido: «en las batallas, especialmente con las naciones bárbaras, se toma por la grita o vocería que levantan al acometer, como hacen los africanos de Berbería» (Aut). Nueva alusión paródica a situaciones muy explotadas en el Romancero: «Llega luego el gran rey moro / en un caballo subido, [...] derriba y mata cristianos / de gran coraje encendido, / brama, gime, sube al cielo / el espumoso bramido [...] Retumba ya el alboroto, / sube al cielo el gran sonido; / tocan trompetas al arma, / suena el clamor y alarido» (Durán, núm. 632).
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EL
CERCO
DE
TAGARETE
monacordios, gurumetes, montezumas, italianos, unos comiendo molletes, otros capando marranos
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y poniéndoles bonetes; y don Faetonte es perdido, si acaso esta chusma viene. PICÓN
Señor, ¿pues está dormido? ¿Valor sobrado no tiene
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para matar a Bellido? Aquesos son disparates, señor, que forma la idea. REY
N O me aconsejéis, Acates, que siempre mi amor desea
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veros hacer alpargates. ¿ N o tiene cuarenta parras de que coge harto agraz? Pues, ¿por qué sin alcaparras
w . 522-23 gurumetes, montezumas, italianos: enumeración caótica; a los monacordios, ya anotados, se suman grumetes, caciques aztecas (con sentidos añadidos, pues montezuma «vale tanto como hombre sañudo y grave», Cov.) e italianos, mención quizá maliciosa, porque tenían fama de sodomitas. w . 525-26 capando marranos / y poniéndoles bonetes: todas estas alusiones cómicas a los marranos serían bien acogidas por un público sevillano, ya que en esta ciudad vivían y hacían sus buenos negocios numerosos judíos portugueses o descendientes de portugueses entrados a partir de 1580, año en que se realizó la unidad ibérica. Estaban especializados en los arriendos de los almojarifazgos (aduanas) y tenían mala fama por su usura y los conflictos y molestias que ocasionaban al público y a los mercaderes. Estos judaizantes portugueses o marranos fueron el blanco preferido de los inquisidores y el aliciente de los autos públicos, aunque pocos llegaron a ser ajusticiados (ver Domínguez Ortiz, 1984, pp. 125 y 187-88). E l bonete, por su lado, era prenda de moriscos (ver supra n. w . 161-62). v. 534 Acates: personaje de la Eneida que huyó con Eneas de Troya y compartió con él sus desventuras. Su nombre es sinónimo de fidelidad. v. 536 alpargates: «calzado tejido de cordel de que usan mucho los moriscos» (Cov). Es una mención absurda. v. 538 agraz: uva silvestre, agria, de mala calidad. Es mención chistosa relativa a la ridicula cosecha de las parras citadas.
T E X T O DE LA COMEDIA don
Galafre o Fierabrás
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quiere jugar a las barras? Tocan dentro. Pero escuchad, ¿no es bocina la que suena de correo? Sale Camarón en un caballo de caña, tocando una trompetilla. CAMARÓN
Gracias hago a la pollina que me trajo donde veo
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vaca, carnero y gallina. Pero, ¿ c ó m o estoy tan flojo? Dame tus pies sin enojo. REY
¿El bobo no echa de ver que yo los he menester
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para no quedarme cojo? Pero dime la verdad, ¿qué tenemos, hija o hijo? Mas
de la mucha lealtad
de Faetonte, bien colijo
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no quede por cortedad
v. 540 Galafre o Fierabrás: Galafre es el gigante que guarda la puente de Mantible; Fierabrás es personaje de un cantar de gesta francés, sarraceno de origen, hijo del rey moro Balán, que se distingue por sus hazañas contra los cristianos hasta que, hecho prisionero por Carlomagno, se convierte al cristianismo. E n el saqueo de R o m a consiguió el famoso bálsamo de Fierabrás (bálsamo con que se ungió a Cristo antes de enterrarlo) que tanto efecto hace a don Quijote y Sancho (Quijote, I, 10). v. 541 barras: parece aludir al juego de la argolla, en el que se llamaba «barras» el derecho de la argolla, por estar señalado con unas rayas atravesadas como barras (Aut). E n este juego se ponía en el suelo una espiga de hierro que terminaba en una argolla por la que había que meter unas bolas golpeándolas con una paleta. w . 549-51 ¿El bobo no echa de ver... ?: parodia de la manera usual de saludar al rey, pidiéndole los pies. Ver v. 586. Aplicación literal burlesca de la expresión, que se repite en otras comedias del género. v. 553 ¿qué tenemos, hija o hijo?: es proverbial: «¿Qué tenemos, hijo o hija? Es como
decir sí o no, bien o mal» (Correas, núm. 19488); «¿Qué tenemos, hijo o hija? Mejor, señor, hija muerta. Respuesta del mozo vizcaíno, del parto de su ama» (Correas, núm. 19489).
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EL CERCO
DE
TAGARETE
suya el ganar la vitoria. ¿Venció don Faetonte? CAMARÓN
SÍ,
pero por llevarme a mí; bien pueden darme la gloria, pues que peleé y vencí. Salió mi contrario fiero, en publicando la guerra, y a guisa de buen guerrero, con más furor que una perra, me mostró dientes de acero. Yo un moquete le tiré con cólera y furia tanta (exageración no fue) que, dándole en la garganta, le saltó el dolor a un pie. Pero, ¿para qué te informo de lo que puede mi amo? Que aunque no tiene bochorno don Faetonte Albur, le llamo y él se pondrá como un horno. Y no viene tan de espacio, ni está jugando a la taba, que en compañía de Horacio de un caballo se apeaba en la puerta de palacio. REY
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Pues, luego, sin dilación a recebirle salgamos,
w . 562 y ss. Salió mi contrario fiero...: tanto esta relación que comienza a hacer Camarón como la que después hace Faetón, a partir del verso 606, son una parodia de las que, exagerando las propias hazañas, refieren los héroes vencedores en el Romancero.
v. 579 Horacio: podría tratarse de uno de los tres hermanos así llamados que simulando huir consiguió dar muerte a los tres hermanos Curiados. E l asunto, que procede de Tito Livio, lo llevó al teatro Lope de Vega en El honrado hermano (1622) y Corneille en la tragedia Hornee, estrenada en 1640 y publicada en 1641. También tiene este nombre el cíclope ayudante de Vulcano. Pero en el contexto nos inclinamos por ver otro ripio más.
TEXTO DELA COMEDIA
pues sin comer colación correremos como gamos.
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Sale don Faetón y acompañamiento. FAETÓN
Dame tus pies.
REY
¡Oh, Faetón, con cuidado me has tenido! ¿ C ó m o te has tardado tanto? Que yo temí el alarido que causa temor y espanto. Pero, di, ¿cómo te ha ido?
FAETÓN
Ilustre don Flegetonte, cuya mano poderosa teme Tagarete el fuerte, Tablada y toda su costa, escuchadme atentamente la empresa más prodigiosa... Mas, ¿qué dolor es aqueste que me ha dado? Por la boca se me ha colado un mosquito garrafal. ¡Ay, que me ahoga! Ya salió, maldito sea. Pienso, si no se me antoja, que eres de casta de sastres; pero prosigo mi historia: Yo confieso que al llegar a la cuesta (¡qué deshonra!) quise volverme afrentado de que tres mil ranas solas me aguarden en la estacada, porque era empresa muy corta para mi valiente brazo y mi espada cortadora.
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v. 601 garrafal: es decir, 'muy grande'. v. 604 sastres: son uno de los tipos más vituperados en la literatura satírica, unas veces por ladrones y otras por mentirosos y murmuradores. Ver La ventura sin buscarla, n. v. 900. Parece dirigirse al mosquito.
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EL CERCO
DE
TAGARETE
Púseme sobre un caballo, que batiendo las manoplas era un pájaro de plomo o un galápago con concha. Quedaron embelesadas las ranas, en verme asortas, como si yo fuera acaso maníaco o come tortas, y yo embestí apellidando por Guadalquivir vitoria. Discurriendo por el campo
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con angustias y zozobras vi al general de las ranas acaudillando sus tropas; púsele la lanza en ristre, y atravesésela toda,
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llevándole por delante, y era cosa muy graciosa, porque como los soldados vieron la bandera rota, y que ya la Parca puerca de la vida le despoja, poco a poco iban perdiendo el campo, pero una sola rana, quedándose fija, nos hizo tener dudosa la batalla; pero yo tomando al momento otra lanza y picando de espuelas al caballo, de la propia suerte que su capitán
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v 619 asortas: absortas, pasmadas, v. 622 apellidando: ver n. w . 235-36. v. 628 lanza en ristre: se llama ristre a «un hierro que el hombre de armas i n fiere en el peto, a la parte derecha donde encaja el cabo de la manija de la lanza, para afirmar en él» (Cov.), por lo que parecería más lógica la forma «púseme», pero también se puede interpretar 'le ataqué con la lanza, púsele la lanza, que (yo) había colocado en (mi) ristre'.
T E X T O DE LA COMEDIA
acabó su vida loca. Acaudillé mis soldados, y penetrando la boca de una caverna escondida, en su centro hallé una tropa de culebras y de ranas, que con gran grita y chacota sin mirar en el peligro en que estaban, juntas todas almorzaban con gran fiesta. Yo arrojando por la boca garrotes en vez de fuego, a la descuidada escolta arremetí, como loco, y al que capitán se nombra, al primer bote de lanza le dejé como las otras. Las demás huyen, dejando grandes preseas y joyas, grandes sacas de avellanas, pasas, nueces y cebollas, arroz, pepinos, tomates, higos, arrope y alcorza, dátiles de Berbería, hormigos, grajos y atocha. Todas huyeron de ver mi valor, y aquesta hoja,
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Saca la espada de palo. que la heredé de mi padre Flegetonte Carraola,
v. 660 bote de lanza: golpe dado con la lanza, lanzazo. Cfr. Quevedo, P O , núm. 524, w . 1-4: «¡Oh, doctor yerba, docto sin Galeno, / barato sin barbero y sin botica / en donde el bote suele ser de pica / para el que malo está, y aun para el bueno». v. 669 hormigos... atocha: hormigos es «cierto guisado compuesto de avellanas, pan rallado y miel» (Aut); atocha: 'esparto'.
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EL
CERCO
DE
TAGARETE
que es de la muerte guadaña, y de la Parca animosa las tijeras, de Abraham alfanje o cuchilla corva, es. quijada de Caín, es de Hércules la porra, arma jamás no vencida... Mas, ¿de qué me espanto ahora, si la rige y la gobierna esta mano vencedora? Quise seguir el alcance,
REY
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pero con sus pardas sombras la noche nos hizo dar la vuelta con la vitoria. Lo que por ella te pido no son mercedes ni honras,
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sino que a don Inflamado, pues hoy a tus pies se postra, des el perdón merecido, porque una empresa tan corta no ha de poder deslustrar sus hazañas vitoriosas.
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Por vos hoy vuelva a mi gracia don Inflamado, que cosa que vos a mí me pidáis, por grave o dificultosa, no os la tengo de negar. Y porque quede memoria desta reñida batalla, a vuestra familia heroica doy por armas una lanza, que un sapo atraviesa, toda
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w . 674 y ss. que es de la muerte guadaña...: de gran efecto cómico serían estas cultas referencias, bíblicas y mitológicas, a instrumentos simbólicos causantes de la muerte y la ridicula espada de palo con que se comparan. v. 684 seguir el alcance: ver supra n. v. 69.
v. 705 E n E l y E2: «artaviesa».
TEXTO DE LA COMEDIA
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tinta en sangre, porque sea apellido desde ahora vuestro. CAMARÓN
¿ Y a Camaroncillo
le han de dar un tapaboca para que no pida nada?
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¿ O se irá a que una leona haga un almuerzo con él? Aunque pienso que es muy poca comida para hartarse y que una leona coma. REY CAMARÓN
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Y O te doy cien pejerreyes. ¿Pejerreyes? Cabriolas tengo de dar des ta vez.
PICÓN CAMARÓN
¡Detente, barbas de estopa! C o n que tendrá, si os parece,
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fin aquesta hazaña honrosa del cerco de Tagarete, y a las viejas y a las mozas pido, aunque no lo merezco, un vitorcillo sin cola,
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para que con mucho gusto os sirva el autor con otra.
v. 709 dar un tapaboca: 'hacerle callar'; tapar la boca es «decir alguna razón que haga callar al que habla por convencerle con ella o por ser injuriosa o sensible» (Aut). También era un lance de la esgrima para impedir el avance del rival: cfr. Quijote, II, 19: «Arremetía como un león irritado; pero salíale al encuentro u tapaboca de la zapatilla de la espada del licenciado». v. 719 E n E l y E2: «deténtente». v. 723 y a las viejas y a las mozas: incluso en estos versos finales en los que los autores piden el aplauso del «senado», se recuerdan versos del Romancero: «y a los viejos y a las viejas / los meted todos a espada, / y a los mozos y a las mozas / los traed en cabalgada» (romance del cerco de Baeza que comienza: «Moriscos, los mis moriscos, / los que ganáis mi soldada», en Durán, núm. 1.040). v. 725 vitorcillo sin cola: la expresión de aplauso era «víton>, mientras que la que se dirigía a los que quedaban últimos en una oposición o concurso era «cola». Cfr. Tirso, El amor médico, w . 3647-48: «y el Amor médico es este; / si os agrada, decid ¡vítor!»; Quevedo, Buscón, p. 210: «Hubo un víctor de rezado, y, alfin,parecí bien en el teatro».
EL AMOR MÁS VERDADERO, DURANDARTE Y BELERMA Comedia burlesca de mosén Guillen Pierres Edición de Antonio Cortijo Ocaña y Adelaida Cortijo Ocaña
Para Julie
INTRODUCCIÓN
C A R N A V A L Y COMEDIA BURLESCA: TEMAS Y TONOS
En volúmenes anteriores de esta serie se traza el marco y las características generales de la comedia burlesca y se menciona la bibliografía principal al respecto. Añadiremos aquí unas breves observaciones que insisten en la dimensión carnavalesca, crucial, de estas piezas. Muchas de nuestras obras incluyen referencias al tiempo cronológico del Carnaval. Así, son abundantes las referencias dentro de las mismas a este tiempo interno-externo c r o n o l ó g i c o , al lugar de la representación, y a modalidades dramáticas y paradramáticas de tipo carnavalesco y festivo1, como entremeses, mojigangas, follas, bailes de diverso tipo, etc. A este respecto, es interesante situar estas festividades y bailes en el contexto de los enmascaramientos carnavalescos (con procesiones y bailes por las calles de grupos de personas organizados) que ya se producían desde la época del Imperio Romano en las Kalendae Januariae (mascaradas de hombres vestidos de mujeres, animales, etc.), o los Isidis Navibus del cinco de marzo (consistentes en una mascarada con paseo en barco), o las Mamuralia del 14 de marzo (baile de los salios, que brincaban pegando con un palo un pellejo que representaba el año saliente) y que se mantuvieron con el cristianismo asociados a determinadas festividades religiosas. En muchas de estas comedias abundan, entre los elementos del vestuario, las naranjas y los huevos (o cáscaras de huevo), amén de vejigas de vaca y cascabeles colgantes, todos ellos elementos que formaban parte (como atestigua Caro Baroja) del Carnaval. Caro Baroja, una vez más, nos sirve para ofrecer un contexto antropológico y psicológico en que entender estas manifestaciones tea-
íñiguez Barrena, 1995, p. 45.
74
DURANDARTE
Y
BELERMA
trales. Surgidas dentro del clima carnavalesco, a él le son propios «romper el orden social, violentar al cuerpo, abandonar la propia personalidad equilibrada y hundirse en una especie de subconsciente colectivo» 2 . Entendidas como actividades de tipo dionisíaco y reelaboraciones de viejos rituales de fertilidad, en ellas entran la crítica y sátira como escape violento; las dilogías (en su sentido de dobles sentidos y transgresiones de modelos serios), el «dar a ciertas acciones propias de ciertas fiestas un doble significado, positivo y negativo, se encuentra unido a rituales paganos en los que también lo cómico y lo trágico, lo agradable y lo repelente se hallan misteriosamente unidos» 3 . Nos interesa también destacar que existe un paralelo entre las fiestas de carácter dionisíaco de la Antigua Grecia y el teatro que ahora estudiamos. Muchos estudiosos han puesto en relación el nacimiento de la tragedia griega con las prácticas misteriosóficas del culto dionisíaco. Otros, por contra, sólo ven una relación tenue, difícil de precisar. Caro Baroja insiste en que más que la tragedia es la comedia (con la que se cierra la representación de las trilogías trágicas en la época clásica ateniense) la que recoge el espíritu de la fiesta dionisíaca: «Cabría pensar que la comedia aristofánica, con su aire escandaloso y circunstancial, nació de un ritmo semejante, de una necesidad imperiosa de tipo colectivo de decir todo lo malo que había ocurrido en el pueblo para dejarlo purificado» 4 . Desde este punto de vista, sugerimos que la relación entre la comedia áurea española seria y estas representaciones cómicas burlescas, ambientadas y representadas en época de Carnaval, sería semejante a la que se produce entre las trilogías trágicas áticas y la comedia de tipo aristofánico con que se cerraba el espectáculo teatral. En el repaso exhaustivo de Caro Baroja también podemos ver elementos de fiestas invernales carnavalescas que pueden resultar interesantes para ver el trasfondo que subyace a las comedias llamadas burlescas. Así, las numerosas referencias a mascaradas pueden también relacionarse con las llamadas fiestas de los locos, celebradas tradicionalmente en el mes de diciembre, y que incluyen procesiones y cuesta-
Caro Baroja, 1965, Caro Baroja, 1965, 4 Caro Baroja, 1965, fendido las dos posturas 2 3
p. 155. p. 155. p. 285, también con referencia a los críticos que han desobre el origen de la tragedia griega.
INTRODUCCIÓN
75
ciones con el objeto de ayudar a las ánimas. Una de ellas, de Madridejos, muestra parecidos más que evidentes con la mascarada descrita en Durandarte y Belerma: U n a cuadrilla c o n chaquetillas o capotillos manchegos de manga perdida, armados de alabardas, en cuyas puntas cuelgan o clavan lo que recogen de limosna, como son pies de puerco, tocino, racimos de uvas, granadas, pimientos, etc. [...]. Otros iban con coletos y bandas de seda haciendo de jefes, pues se conocía que representaban soldados, sargentos, capitanes, etc. Les acompañaba u n tambor, diestramente repiqueteando 5 .
Igual cabría decir de la fiesta del rey de porqueros, relacionada con San Antonio Abad (cuya fiesta se celebra el 17 de enero), que quizá pudiera contribuir a explicar las numerosísimas referencias al puerco y sus productos en nuestra comedia (y en el género). DE L A C O M E D I A B U R L E S C A A L C A R N A V A L C O M O
CONTEXTO
GENERAL
Las comedias burlescas pueden englobarse en un panorama más amplio de teatralidad carnavalesca de cierta antigüedad, que se advierte en formas parateatrales como el officium stultorum (fiesta del obispillo episcopus puerorum, el festum fatuorum vel follorum, la missa asini, el rey de la faba), espectáculos de la juglaría cazurra, mascaradas populares (zangarrones, birrias, moharrachos, mojigones) y rituales dramáticos (bufonadas, batallas de Carnal y Cuaresma, charivaris o cencerradas); y entre las propiamente teatrales, en Europa deben verse el jeu de Carnaval, la farsa, la sottie, el Fastnachtspiel y los lazzi; en España la égloga, el auto y la farsa, el paso, el entremés, la jácara, el baile y la mojiganga, el villancico teatral, la comedia burlesca, los matachines y los títeres. U n punto más, cuya discusión no puede corresponder a estas páginas, sería la dilucidación de la parateatralidad carnavalesca presente en múltiples textos desde la época medieval hasta el siglo xvn y sus conexiones con la teatralidad carnavalesca. Por sólo citar algunos casos concretos, la novela sentimental española no ha sido estudiada a menudo desde el punto de vista de la representación carnavalesca. Sin embargo, desde las páginas de la Triste deleytagión hasta la Égloga de Torino se cuelan elementos parateatrales (pullas, por ejemplo) que se relacionan con modalidades claramente carnavalescas.
5
Caro Barqja, 1965, p. 334.
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DURANDARTE
Y
BELERMA
Dos ejemplos de textos carnavalescos incipientes (de principios del siglo xvi y principios del siglo XVII) que a nuestro entender han sido desatendidos por la crítica y contribuyen a dilucidar con mayor claridad el panorama de la teatralidad carnavalesca de los Siglos de Oro serían El cortesano de Luis de Milán y Los diálogos de apacible entretenimiento de Gaspar Lucas Hidalgo. E L T E M A D E D U R A N D A R T E E N L A L I T E R A T U R A SERIA Y P A R Ó D I C A
Dentro del contexto general de la comedia burlesca, Durandarte y Belerma se basa en la parodia de un tema romancístico carolingio de especial difusión en la época áurea. No podemos hacernos idea cabal de la significación de la comedia burlesca que estudiamos sin tener presente el contenido y difusión impresa y manuscrita de los romances sobre la historia de Durandarte y Belerma durante los siglos xvi y xvn en la Península Ibérica. Romances serios, romances burlescos, glosas, ediciones en pliegos sueltos, contra/acta paródicos, contra/acta a lo divino, etc., y que abarcan desde el Cancionero de 1511 de Hernando del Castillo, donde por primera vez se imprime un romance de este tema, hasta Góngora y Cervantes en el capítulo XXIII de su Don Quijote, pasando por el Cancionero de Martín Nució (Amberes, 1550) o la versión cantada para vihuela de Luis de Milán de 1535. En suma, todos estos testimonios nos documentan que el tema y el romance fueron enormemente difundidos durante estos dos siglos, lo que implica que el público de nuestra comedia burlesca tenía un referente claro (y de sobra conocido) sobre el que juzgar las modificaciones y elaboraciones del drama paródico. En el Manual bibliográfico de Cancioneros y Romanceros (Siglo xvi) de R o d r í g u e z M o ñ i n o 6 se documentan importantes romances, como «Durandarte, Durandarte, buen caballero probado» (Cancionero general de Hernando del Castillo; Cancionero de Fernández de Cónstantina; Dechado de galanes; Espejo de enamorados, etc.); «Durandarte, Durandarte, mas yo en haberte mirado» (Cancionero de obras nuevas); « O h Belerma, oh Belerma» (Cancionero de romances de Amberes; Tercera silva), etc., sin contar otras numerosas referencias enflorestasy cancioneros varios.
6
Rodríguez Moñino, 1973.
INTRODUCCIÓN
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En el Catálogo-Indice de la poesía cancioneril del siglo XV de Dutton 7 se documentan «Durandarte, Durandarte» (0882), « O Belerma o Belerma» (0221). Otras referencias se hallarán en las Tablas de los principios de la poesía española de Labrador y Di-Franco 8 que recogen la presencia de romances del tema de Durandarte en abundantes cancioneros impresos y manuscritos. Si la fortuna del tema de Durandarte y Belerma es ampliamente reflejada en los romanceros, no lo es menos dentro de los pliegos sueltos, donde se documentan romances y glosas serias, burlescas y a lo divino. Rodríguez M o ñ i n o 9 testimonia en el Nuevo diccionario bibliográfico de pliegos sueltos poéticos siglo xvi los romances «Durandarte, Durandarte, buen caballero probado», «Oh Belerma, oh Belerma, por mi mal fuiste engendrada», « O h Belerma, mi señora, mi deseo fue te ver», «Durandarte, buen amigo, decid por vuestro descargo», «Oh humana naturaleza, mi hermana y esposa amada», y otros, con numerosas glosas. El tema de Durandarte fue, pues, enormemente popular durante los siglos xvi y xvn. En el romancero del ciclo carolingio, en la Península se inventan nuevos episodios que sumar a la tradición. Así, el tema de la derrota de Roncesvalles dará pábulo a una recreación motivada en el nombre de la espada de Roldán, el héroe épico por excelencia en la épica francesa, Durandarte: «Este Durandarte es parto de la musa castellana, desconocido en la literatura carolingia francesa; su origen es muy singular: el nombre de Durandarte se aplicaba antiguamente a la espada de R o l d á n (pues las espadas de los caballeros llevaban nombres propios, como las dos del Cid: Colada y Tizona); pero un poeta vulgar castellano, poco enterado de esto, tomó el nombre como de persona, y fantaseó sobre él la historia de un héroe, suponiéndole muerto también en Roncesvalles, como R o l d á n ; supo adornar su invención con el sangriento legado que Durandarte hace al morir, lo cual dio al asunto una extraordinaria fama y popularidad» 1 0 . Durandarte como personaje también hace su entrada en el Orlando furioso de Ariosto y en el sinfín de obras por ella influencia-
Dutton y otros, 1990-1991. Labrador y Di-Franco, 1993. 9 Rodríguez Moñino, 1997. 1 0 Menéndez Pidal, 1980, p. 45. 7
8
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DURANDARTE
Y
BELERMA
das en la literatura española. La escena de mayor intensidad en la tradición romanceril de Durandarte-Belerma se recoge en «Oh, Belerma, oh Belerma, por mi mal fuiste engendrada»: O h , Belerma, o h Belerma,
por m i mal fuiste engendrada,
que siete años te serví
sin de ti alcanzar nada;
agora que me querías
muero yo en esta batalla.
N o me pesa de m i muerte
aunque temprano me llama,
mas pésame que de verte
y de servirte dejaba.
O h , m i primo Montesinos,
lo que agora yo os rogaba
que cuando yo fuere muerto
y m i ánima arrancada
vos llevéis m i corazón
adonde Belerma estaba
y servilda de m i parte
como de vos yo esperaba... (Díaz Mas, 1994, pp. 212-14)
Dentro de las infinitas variaciones sobre episodios y glosas de todos estos romances, destacan a nuestros efectos los contrafacta de la historia de Durandarte y Belerma o de los romances que de ella tratan. Hay dos de especial relevancia porque nos informan de la existencia de una tradición paródica de Durandarte, continuada en esencia por la comedia burlesca de igual título. El primero, anónimo, proviene del Romancero general: Durandarte, buen amigo, decid por vuestro descargo, ya que estáis de vuestra vida dando los últimos pasos, si condenáis a Belerma, viuda de vuestro regalo, a perpetuos alquiceres o a vestir nuevos recamos...
Góngora es por su parte el autor del romance burlesco: D i e z años vivió Belerma que le dejó en testamento
c o n el corazón difunto aquel francés boquirrubio.
D i e z años vivió c o n él,
aunque a mí me ha dicho alguno
que viviera más contenta
c o n trescientos m i l de j u r o . . .
Si con estos romances se perfila el cuadro de las circunstancias, contextos y modificaciones burlescas que entrarán luego a formar la estructura y temas de la comedia burlesca, queda el aditivo de un romance de Lucas Rodríguez en el Romancero historiado, que trata de la famosa Flor de Lis, enamorada de Brandimarte en el Orlando furio-
INTRODUCCIÓN
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so de Ariosto, para cerrar el cuadro de los motivos de romancero que sirven de inspiración a la comedia de Pierres: N o se atreve el duque Astolfo a la linda Flor de Lis
a dar la nueva angustiada
de la sangrienta batalla,
hasta que c o n Sansoneto porque de dolor tan fuerte
vaya juntamente a dalla, puedan ambos consolalla...
En otras dos obras renacentistas, El cortesano, de Luis de Milán, y el Quijote de Cervantes, se presta una atención especial al tema de Durandarte y Belerma, siendo así ejemplo de la difusión del tema en los círculos cortesanos áureos y entre la literatura lírico-cancioneril de la época. Quizá la revisión más importante (por lo conocida) es la del Quijote, I, 23, buen ejemplo tanto de la difusión y popularización del tema como de las modificaciones paródicas a que estaba siendo sometido desde finales del siglo xvi. El tema de Durandarte también dio pábulo a un tratamiento abundante en la tradición de poesía lírica. Valga como muestra el poema «A María de Córdoba», de Quevedo, en que la mención a Durandarte se coloca en contexto burlesco. En aras de completar aún más este panorama, y en vista de que existen otros testimonios impresos de nuestra comedia durante los siglos xvin y xix, sería conveniente subrayar la continuidad del gusto por el romance (lo que explicaría en parte el éxito editorial de la obra), en la tradición oral. Hay versiones recogidas oralmente en el siglo xx sobre varios episodios de la historia de Durandarte y Belerma. LA T R A D I C I Ó N D E D U R A N D A R T E E N L A C O M E D I A Á U R E A S E R I A Y B U R L E S C A
Lope, en su recreación amplia de temas del romancero, encuentra acomodo para Durandarte en Los celos de Rodamonte, El marqués de Mantua y El casamiento en la muerte. Esta última será de importancia especial para comprender nuestra comedia burlesca, pues en ella Lope recrea con extensión considerable (con un típico cruce de motivos o contaminado) los temas de Bernardo el Carpió y Durandarte (además de los de Beltrán y Galalón). Como en El marqués de Mantua, en esta obra se indica expresamente la frecuente participación de Durandarte en invenciones y máscaras, que es el contexto de representación (in¬ tra y extratextual) de nuestra comedia burlesca.
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DURANDARTE
Y
BELERMA
La segunda jornada desarrolla con exclusividad el tema de Durandarte y acaba con una pequeña escena de importancia para nuestra burlesca. Roldán, herido de muerte, antes de expirar clava su espada, Durindaina, en una peña, mezclando así los motivos del Roldán-Galalón del romancero y de la espada de la traición artúrica: «Romperte quiero en esta peña dura. / ¡Ea, fuerte Durindaina! ¿Qué, no quieres? / ¡Pues entra por la peña y tú procura / que no te saque, ni otro dueño esperes!» (p. 78). La jornada tercera abandona el tema de Durandarte y se centra en el de la justicia regia y Bernardo del Carpió. Por el tratamiento extenso del tema de Durandarte, más las menciones expresas a los motivos de las invenciones y máscaras, en especial en El marqués de Mantua y El casamiento en la muerte, las obras de Lope son el antecedente «serio» que nuestra comedia burlesca intenta parodiar. Y dentro del marco burlesco, mantienen relación especial Durandarte y Belerma y La muerte de Valdovinos, que muestran entre sí incluso préstamos léxicos. Las dos se ambientan en los romances del ciclo carolingio. De más interés aún, las dos obras de Lope que abordan el tema, El casamiento en la muerte y El marqués de Mantua son precisamente «rehechas» de manera paródica en estas dos comedias burlescas, respectivamente Durandarte y Belerma y La muerte de Valdovinos. Quizá cabría sospechar que obedezca a un plan preconcebido por un grupo de autores la puesta en burlesco de las comedias serias de Lope de Vega con el tema de Durandarte. Asimismo, quizá el hecho de que La muerte de Valdovinos, de Jerónimo de Cáncer y Velasco, fuera prohibida por la censura explique que la segunda obra de Jerónimo de Cáncer (por mor de poner nombre real a lo que pensamos que no es sino nom de plume Guillén Pierres) sobre el mismo tema saliera con seudónimo. Sin embargo, nada seguro hay sobre la identificación real de Pierres. Las dos obras (El amor más verdadero, Durandarte y Belerma y La muerte de Valdovinos) obedecen al mismo esquema: bodas de los consortes; separación; presagios funestos soñados o presentidos por la esposa. Una segunda hipótesis puede construirse con un dato suministrado por Serralta, que indica que además de la versión impresa de La muerte de Valdovinos hay otra manuscrita, donde se lee: «Y aquí la comedia acaba / de tres ingenios de azúcar / que trujeron de La Habana / para estas Carnestolendas, / dándoos, senado, palabra / de haceros segúny
INTRODUCCIÓN
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da parte / si les perdonáis las faltas». Además del hecho de sugerir una paternidad tripartita para la obra hasta ahora atribuida a Cáncer, quizá podríamos pensar en que: a) la segunda parte prometida fuera nuestra Durandarte y Belerma; b) el nombre Guillén Pierres fuera un seudónimo de Cáncer y Velasco, o, en su defecto, uno de los tres ingenios «de La Habana» que se mencionan en el ms. de La muerte de Valdovinos . También especial relación cabe establecer entre el episodio del relato de El cerco de Tagarete y la máscara en Durandarte y Belerma, así como con otras partes de las dos comedias, que muestran curiosos préstamos textuales. Aun más, la geografía de Durandarte sólo se explica dentro de un contexto sevillano (cartujos, piojos, etc.), lo que no tiene explicación en la obra de Pierres, pero sí en la de Quirós, pues el Tagarete es un río de Sevilla y la acción de la obra se localiza en esta ciudad (compárense Durandarte y Belerma, vv. 156-231, y El cerco de Tagarete, w. 86-114). Una segunda hipótesis de identificación de Pierres es, pues, Bernardo de Quirós. En efecto, otra obra de Bernardo de Quirós, El hermano de su hermana, narra, en tono burlesco, las aventuras de Alfonso VI y su apresamiento en Toledo, y la derrota y muerte de Sancho II en el cerco de Zamora por el traidor Vellido Dolfos 12. Descubrimos en esta comedia una serie de concomitancias textuales con Durandarte y Belerma cuyo parecido no es fácil explicar a no ser que se supongan escritas por el mismo autor o por colaboradores muy cercanos. Así, Sancho pregunta a Urraca en la primera jornada de El hermano de su hermana (vv. 311-14): 11
D e c i d , señora, ¿habéis visto la máscara y las libreas de la boda de Calixto, ni habéis comido lampreas?
sin duda semejante al diálogo entre Galalón y Montesinos en nuestra comedia (w. 131-34):
Esta hipótesis del «remake» de Lope de Vega se refuerza, asimismo, por el calco textual que aparece en Las mocedades del Cid, también de Jerónimo de Cáncer, en donde se lee «Burla burlando estoy triste», remedo del «burla burlando van los tres delante» lopesco. 1 2 Ver la edición de Arellano y Mata en Dos comedias burlescas del Siglo de Oro, 2000. 11
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DURANDARTE
GALALÓN
Y
BELERMA
Mas, ¿que los dos no habéis visto la máscara y las libreas?
MONTESINOS
N i hemos visto al Antecristo ni hemos comido lampreas.
LA
COMEDIA
DE GUILLEN
PIERRES:
«EL AMOR
MÁS VERDADERO,
DURANDARTE Y BELERMA»
Estructura temática U n autor (del que no conocemos más datos) llamado m o s é n Guillén Pierres compuso en la segunda mitad del siglo xvn una comedia burlesca sobre el tema de Durandarte13, y que a juzgar por las fechas conocidas de otras debe de ser una de las últimas creaciones del género, lo que explicaría también que haya numerosas referencias a otras comedias burlescas anteriores. A pesar de constituirse en un puro artificio absurdo, mantiene un argumento coherente en su presentación de la muerte de Durandarte en la batalla de Roncesvalles, y la misión de Montesinos de llevar el corazón del muerto a Belerma, quien sufre un colapso ante las noticias de la muerte de su enamorado. Jornada I Bloque I: la primera jornada nos relata las expresiones de enamoramiento desesperado de Durandarte, que parece no hacer mucho que ha llegado a París. Se basaría, así pues, en el romance de Durandarte que habla de la rivalidad amorosa de Durandarte con Gaiferos tras el destierro de aquél de la corte de Carlomagno. Durandarte sale a escena mirando una cáscara de ostión (trasunto de los retratos de enamoradas de la tradición dramática seria) y hablando primero con su criado y después con Montesinos, a quien acabará contando la pena que le embarga, que no es otra que el enamoramiento de Belerma. Montesinos informa a Durandarte que los grandes de París van a hacer una máscara de dos a seis de la tarde en honor de Flor de Lis. Bloque II: Galalón irrumpe en escena y se extraña de que los dos primos se hayan perdido la máscara y pasa a continuación a relatársela (vv. 153 y ss.). La máscara es por una parte remedo de uno de los
1 3
Nada podemos avanzar sobre la fecha de composición. Se publica en 1679.
INTRODUCCIÓN
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romances de la serie de Durandarte («cuando en galas e invenciones publicabas mi cuidado»); por otro ofrece un motivo de literatura dentro de la literatura, y parece estar muy relacionada (como eco, remedo, parodia, imitación) con el relato de los desposorios de Sevilla con Valdovinos que hace Roldan en la primera jornada de El marqués de Mantua, de Lope de Vega. Bloque III: Belerma sale a escena y tras un diálogo disparatado en que se informa a Montesinos que el rey le espera, quedan solos Durandarte y Belerma, ocasión que aprovecha aquél para declararse en términos poco decorosos de sayagués (w. 304-08). Belerma parece sentir también amor por Durandarte y se lo comunica en un réplica al parlamento disparatado anterior, tras lo cual prometen convertirse en esposos (vv. 308-09). Bloque IV: tras la escena con el tema del amor de los dos jóvenes parisinos, Montesinos y Galalón discuten los preparativos bélicos. Montesinos expone el catálogo épico-burlesco de las huestes hispanas (quizá inspirado en El cerco de Tagarete), compuestas por elementos y personajes de baja estofa. Bloque V: Durandarte y Belerma aparecen en escena en lo que parece ser ademán acaramelado y tierno, aunque no hacen sino limpiarse los mocos el uno al otro. Belerma conoce que su amado ha de acudir a la guerra y comienzan los dos un diálogo mezcla de equívocos, motes y pullas. Siguen dos sonetos en eco de Durandarte y Belerma que recogen el motivo de adynata o impossibilia, con lo que termina la primera jornada. Jornada II Bloque I: la segunda jornada ofrece (como en El casamiento en la muerte de Lope) la batalla de Roncesvalles y la muerte en ella de Durandarte. E n su mayoría se dedica al diálogo antitrágico de Durandarte y su primo, Montesinos, que acabará acudiendo a la corte francesa a enterar a Belerma de la muerte de su enamorado. Bloque II: sale Durandarte solo a escena, herido (nótese que esta parte toma prestado el motivo de los romances «Por el rastro de la sangre»), lamentándose de su desgracia y acordándose de Belerma. Durandarte pide a su primo que le saque el corazón por el sobaco (aunque le deja claro que lo haga sólo tras haber muerto, v. 716) y se
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DURANDARTE
Y
BELERMA
lo lleve a Belerma a Guinea (tildándola, así, de negra o morena). Expira por fin (v. 754) y Montesinos prorrumpe en un treno burlesco. E l punto culminante del absurdo y la parodia ocurre cuando los espectadores ven que el corazón que le acaba de sacar es una pata de vaca. Jornada III Bloque I: Belerma aparece en escena hablando en silvas paródicoburlescas. Como en el romance «En Francia estaba Belerma», presiente que Durandarte está muerto. E l emperador sale a escena y no muestra un apoyo excesivo por el dolor de Belerma. Bloque II: Montesinos llega del campo de batalla y comienza un discurso consolatorio lleno de referencias inapropiadas, ejemplos indecorosos y patochadas varias, prólogo a la noticia de la muerte de Durandarte que,finalmente,comunica a Belerma. En la consolatoriaepidíctica que sigue compara a Durandarte con Moctezuma y hace saber a Belerma que su enamorado estaba en realidad prendado de las «pechugas» (v. 885) de la joven. Belerma prorrumpe en expresiones de dolor, burlescas, paródicas e indecorosas. La escena concluye con el desmayo de Belerma y el consiguiente susto de los presentes, que sospechan enfermedades burlescas y sugieren remedios aún más risibles. Bloque III: Llega el médico, que «descubre» que lo único que aqueja a Belerma es modorra y receta «que se faite / y coma un perro cocido» (vv. 1061-62). Montesinos sugiere que se la lleve a descansar a un muladar, y el médico que se la transporte a un botín (botica), con lo que concluye la comedia. Aunque el argumento está desarrollado con ciertos visos de coherencia interna y cierto seguimiento de la fábula de los romances sobre el tema, el resultado de la obra no deja de ser totalmente paródico y burlesco. L O S R E C U R S O S D E L A B U R L A E N DURANDARTE
Y
BELERMA
Código amoroso. Petrarquismo La comedia burlesca suele tener como núcleo central de acción una serie de bloques tipificados (diálogo amoroso, banquete carnavalesco, reto paródico, diálogo de equívocos, etc.), entre los cuales destacan las fórmulas amorosas, que no se rigen por las normas del decoro amoroso petrarquista ni por el código del honor, sino que se ofrecen degradadas y ridiculizadas. Durandarte llama a su enamorada bello ros-
INTRODUCCIÓN
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tro de cazuela (v. 1), salamanquesa (v. 259), dama de herreros (v. 268), más leonada que un judío (v. 316), etc. construyendo una imagen infrarrealista, así como Belerma denomina a su galán esférico (v. 252), en clara referencia a su antiideal obesidad. El tópico de la helle dame sans mer¬ ci encuentra su refrendo inapropiado en el más esquiva que rodela (v. 3), y Durandarte mismo califica su fiebre amorosa de cuartanas fieras (v. 26) o boñiga (v. 48). En la comedia son los redaños los que se inflaman de amor, y si el amante cortés y petrarquista quiere emplear su tiempo en la visión arrobada de su enamorada, las intenciones de Durandarte son claramente gozalla (v. 97) y deleitarse con sus pechugas. La declaración de amor de Durandarte (vv. 267 y ss.) es un cúmulo de despropósitos indecorosos en que se ofrecen imágenes del poder omnímodo del amor traducido a código de patán villano, a lo que responde Belerma con una réplica apropiada en imaginería y tono (vv. 292 y ss.). En la segunda jornada asistimos al desarrollo del tópico del recuerdo de la enamorada y encomendación a la misma en la muerte (vv. 626 y ss. y 694 y ss.), aunque de nuevo el tópico se deforma a través de modificaciones grotescas, inversiones inapropiadas y carnavalescas y referencias escatológicas: Belerma es dueño anciano, a quien se pide que escuche las voces podridas del moribundo; se impreca al corazón, en remedo del envoi de los poemas-carta petrarquistas, porque el amante muere sin pies ni cabeza, etc. En la jornada III los presagios de muerte de Durandarte inspiran a Belerma un discurso elegiaco dolorido y burlesco en que vuelven a ensartarse impossibilia indecorosos o paródicos (w. 812 y ss.). El elogio fúnebre del amante petrarquista (discurso epidíctico de treno en boca de Montesinos) (vv. 876 y ss.) es otra deformación del tópico del amante idealizado de la tradición petrarquista, que ahora se describe, en sus hechos y compostura, como si fuera un vulgar jaque. Referencias xenófobas U n aspecto de especial relevancia son las abundantes alusiones antisemitas y antimoriscas, con frecuentes términos léxicos árabes, que en ocasiones no aportan carga semántica sino puramente fónica (caracterización de personajes por su habla y atuendo): ajarafe (v. 503), ajonjolí (v. 163), alberca (v. 687), alcaravea (v. 809), alcartaz (v. 522), alcarraza (v. 771), alcaucil (v. 213), alfaquí (v. 209), etc. Muchos insultos se
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DURANDARTE
Y
BELERMA
usan sin un significado concreto específico, proponiendo connotaciones «árabes» o «moriscas», reforzando el componente xenófobo (probablemente sólo con significación burlesca) de la comedia, en el que se cuentan también los campos semánticos de lo judío, lo negro, lo rústico y lo portugués, por otra parte ya abundantes en la escena española pre-lopesca y áurea. Los ejércitos de españoles bajo el mando de Bernardo del Carpió, se presentan como ejércitos de mulatos (v. 506); Belerma es una negra guinea, retrato de Túnez; la pasión amorosa de Durandarte se explica en términos de sayagués o villano como rabiar por desollar tollos (v. 41) o gustar por amasar bollos (v. 43) o querer echar calzas a pollos (v. 45). Como los villanos ignorantes que confunden las preguntas de sus interlocutores, Montesinos entiende Antecristo y lampreas en lugar de visto y libreas (w. 131-34); Montesinos expresa su impotencia con la metáfora escatológica el alma de un confeso a veces orina agraz (w. 149¬ 50)... No falta mención de cuatrocientos luteranos (v. 222) que también están presentes en la máscara, quizá vestidos de acusados en auto de fe (se hace una mención explícita aValladolid en el v. 207, que podría recordar los autos de fe contra luteranos en esta ciudad en el siglo xvi). Ludismo carnavalesco En el contexto de la fiesta carnavalesca se aprecian numerosos detalles. Los elementos lúdicos de la fiesta, la máscara y el disfraz abundan por doquier. Durandarte sale «vestido a lo picaro, con una cascara de ostión colgada de una tomiza» y el mismo Galalón se presenta en escena vestido de máscara (w. 126-27; más adelante se indica que sale Galalón vestido ridiculamente); como ejemplo de los numerosos gigantes y cabezudos del carnaval, en la máscara de la boda de Montesinos y Flor de Lis sale el gigante Golías (v. 172); y como ejemplo de otros disfraces hay caballeros andantes (Galaor, v. 177), el Cid (v. 185) o la tarasca (v. 666). Entre las menciones carnavalescas, ocupan un lugar especial las numerosas referencias a la música o ruidos: la máscara de la boda de Montesinos y Flor de Lis incluía clarines y monacordios, suenan atambores en varias ocasiones, se oye ruido de carracas y Durandarte le regala a Belerma una cencerra que debería de sonar durante la representación.
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Referencias geográficas Abundan igualmente referencias geográficas que tienen el propósito de ridiculizar más o menos satíricamente lugares, poblaciones, habitantes, etc.: Túnez, Berbería, Indias, Badajoz, Quito, Paterna y Guadix, Mar Bermejo, Asturias, Roncesvalles, Catay, Guinea, Angola y otras muchas. Comida Las menciones a la comida, como se ha estudiado en volúmenes anteriores, son muy abundantes en la comedia, y a ellas se añaden las de condimentos, medidas y recipientes para guardar productos alimenticios. Algunos de los muchos ejemplos: alcaparras (v. 38), bollos (v. 43), torta (v. 80), cebolla (v. 100) arroz (v. 103), lampreas (w. 134, 156), salchicha (v. 155), arrope (w. 327, 819), empanada (v. 334), jamón de tocino (v. 483), mondongo (v. 504), cochino (v. 932)... Nótese que, igual que en otras comedias, «en buen número de casos se trata de comidas groseras, propias de gente rústica o del carnaval» 1 4 . Son particularmente abundantes los términos culinarios y de recipientes que hacen referencia al mundo de la huerta y confitería morisca. Profesiones bajas Este campo léxico sirve para mostrar la degradación profesional a que se somete a los héroes carolingios y épicos, así como los insultos genéricos de la literatura áurea sobre determinadas profesiones (arrieros, sastres, boticarios, etc.). Así, son numerosas las referencias al trabajo y actividades campesinas (vendimiar, v. 275, segar, v. 379, desmigajar lechugas, v. 907); a actividades lúdicas de tipo rústico (jugar a las barras, a la polla) y a actividades consideradas degradantes por consistir en la limpieza de suciedades e inmundicia (calafate, v. 296). Golías aparece en la máscara que se describe escamando besugos (v. 176); Belerma quiere, como expresión de dolor, amasar pan, sembrar lentejas, capar cochinos y limpiar pepinos (w. 919 y ss.). Entre las profesiones, sectores sociales o grupos regionales más ridiculizados destacan los religiosos (frailes capuchinos, legos, guardianes, sacerdotes hambrientos, frailes franciscos, obispos,
Arellano y otros, 1999, p. 46.
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DURANDARTE
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BELERMA
vicarios), hidalgos, barberos y cirujanos, herreros, tundidores, monjas, letrados, médicos, escribanos, astrólogos, ermitaños, boticarios, etc., además de los grupos sociales marginales de judíos o conversos, negros, moriscos, gitanos o extranjeros de todo origen. Escatología y enfermedades Las alusiones a necesidades fisiológicas, actividades sexuales, enfermedades indecorosas y partes y atributos físicos degradados aparecen por doquier en la obra. Durandarte tiene cuartanas, y Montesinos se imagina que le ha dado perlesía; los Infantes de Carrión tienen sarampión, y Belerma se cree que tiene gota artética y viruelas... Durandarte y Belerma aparecen en escena en la primera jornada quitándose uno a otra los mocos y, según afirma Durandarte, al fin no hay cosa más cierta que el morir y el orinar (w. 602-03); cuando se desmaya Carlomagno pide que traigan presto un orinal, etc. La cita de todas las ocurrencias de esta categoría sería interminable. Los naipes y el juego Constituye un grupo léxico especial el del vocabulario de los naipes y el juego en general, relacionado con el contexto general de degradación y vicio en que sitúa a los personajes y situaciones en las comedias burlescas; a lo largo del texto se localizarán entre otros (ver lista de notas) el juego de barras, naipes, juego de la polla, de recotín recotán o de la patusca. Animalización
y cosificación
Durandarte compara su amor con un mico, un adufe, un borrico y una boñiga, su corazón con un objeto enmohecido y el amor de Belerma con un espárrago firme; no encuentra otro remedio para solucionar su deseo insatisfecho que hacerse calamar y vestirse de jabón... Por su amada el héroe se hará risco, por ella se hará queso de ovejas, y con la promesa de matrimonio queda más rico que un gallo y más suave que un rayo... Como es bien conocido son técnicas características del rebajamiento satírico. Quizá uno de los pasajes en que la animalización y cosificación, combinadas, dan lugar a pasajes elaborados y extensos son la serie de parlamentos-réplicas en eco, momentos antes de que Durandarte acuda a la guerra (w. 408 y ss.) y los dos sonetos-réplica con que termina la jornada I (w. 447 y ss.).
INTRODUCCIÓN
89
La lengua coloquial y la germanta Abundan en Durandarte y Belerma, como en otras comedias burlescas, expresiones, juramentos, maldiciones, imprecaciones, insultos, etc. que pertenecen a un registro coloquial bajo y que son prototípicas de la degradación, en este caso lingüística, a que se somete a personajes y motivos en la obra. Este procedimiento, de raigambre carnavalesca, liga también estas producciones teatrales a otros tipos de literatura como las jácaras, los poemas burlesco-satíricos, los entremeses o las obras, en general, de burlas provocantes a risa que abundan en la época áurea. Montesinos impreca a Galalón con un mal haya quien os espicha (v. 153), a Durandarte no se le da un alfiler (v. 380) de las reconvenciones de Galalón y vota a tal (v. 420), Galalón vota al Grao (v. 382) y vota a tal (v. 389), el Médico vota a tal (v. 1065), Belerma, reniega de una cuchara (v. 979); Bernardo llama a Durandarte bobera (v. 538), el Español llama a los franceses perros franceses, gallinas (v. 555)... Se hacen referencia en la obra a muchas expresiones populares y refranes echar calzas a pollos, estar en ascuas, andar en gavilla, ser un melón, hacerse un triquitraque, no tener pies ni cabeza, ser un adefesio... Especial relieve tiene el léxico de germanía. Mediante la visión agermanada los héroes quedan desmitificados y rebajados en su categoría. En nuestras notas hemos recogido con abundancia paralelos entre el uso germanesco de Durandarte y otros textos en especial de Quevedo y Góngora, maestros en este género literario. Algunos términos de germanía (ver notas al texto) que aparecen en nuestra comedia son: cartujo, mico, talegazo, gato, fuelle, cortijo, ermitaño, zaino, ratón, lagarto... Otos elementos de comicidad verbal La comedia burlesca como entramado retórico de discurso degradante, burlesco y disparatado se desenvuelve tanto en los niveles de res como de verba, tanto en los planos semántico como sintáctico-textuales. En el plano de la elocutio, pues, cabe ver un esfuerzo por sacar el discurso de su vertiente seria y provocar rupturas chocantes y paródicas que atraigan el ánimo del auditorio ridendi causa. Los autores de comedias burlescas utilizan, además, una rica gama de motivos lingüístico-temáticos desde los que provocar esta ruptura15.
1 5
Ver Serralta, 1980a, p. 111.
90
DURANDARTE
Y
BELERMA
La enumeración de adynata o impossibilia, recurso recurrente ya en los poetas del dolce stiVnuovo, tiene entrada abundante en la comedia burlesca. Quizá su ejemplo más logrado sea la serie de los sonetos paralelos o en eco entre Durandarte y Belerma con los que termina la primera jornada. El cielo llueve sábanas, anguilas, mitras y garrotes, el mar arroja ansarotes y escupe verracos y escudillas, en las mieses crece simonía y en los albérchigos halagos. Las ridiculomaquias y los catálogos épicos disparatados son también abundantes. El procedimiento deriva de la épica culta y ya en el mundo clásico parece que frente a la litada homérica se erigía el epilio burlesco (relato épico breve en términos paródicos) Batrachomiomaquia anónima (luchas de ranas y ratones) como contrafacta paródico. En una época como la áurea de apogeo de la épica, también los contrafacta épicos, más breves y siguiendo el modelo de las versiones épicas reducidas o epilios, son abundantes. Si el Lope de Vega serio es patrón de imitación en muchas de estas obras dramáticas que estudiamos, también el Lope burlesco de la Gatomaquia encuentra refrendo en estas obritas. Asimismo, frente al Virgilio de la épica culta, el satírico-burlesco del epilio Culex (El Mosquito) tiene cabida en estas obras. Dentro de estos catálogos épicos podría incluirse la máscara que se celebra en las bodas de Montesinos y Flor de Lis. La lista de objetos, animales y personajes que se incluye (monacorcüos, calderas, toros, gatos, Golías, Caín, besugos, Galaor, el Cid, gallegos, etc.) se rodea de un claro aparato y estruendo bélicos. Dentro del capítulo de catálogos disparatados, ocupa un lugar especial el banquete o festín burlesco. La moda medieval goliárdica ya había creado numerosos de ellos, basados en la idea del carpe diem en su formulación especial de los clerici vagantes del edamus et bibamus. En las comedias burlescas este tema se relaciona además con un motivo del teatro clásico, el del servus edax, que luego reaparecerá en modalidades teatrales populares y en la literatura satírica del Renacimiento. En las comedias burlescas el motivo se relaciona también con modalidades del insulto xenófobo. En Durandarte y Belerma no hay festines burlescos stricto sensu, sino numerosas referencias a alimentos (en los sentidos y con las funciones indicados), que se hacen particularmente relevantes y abundantes en algunos pasajes determinados (la máscara de la boda de Montesinos, por ejemplo). Los equívocos dan lugar a diálogos absurdos entre personajes. Galalón pregunta a Montesinos y Durandarte si no han visto la máscara y //-
INTRODUCCIÓN
91
breas de la boda de Flor de Lis, y Montesinos, que entiende mal, le responde categóricamente que ninguno de los dos ha visto al Antecristo ni ha comido lampreas (w. 131-34). U n diálogo de absurdos es el que tiene lugar entre Galalón y Durandarte en vísperas de la marcha a la guerra. Aquél informa desesperado a Durandarte que «donde van los doce pares / han de ir los catorce nones. / ¿Somos aquí escribanos / o no sabemos las calles?» (w. 385-88), a lo que Durandarte, sin hilazón lógica, responde: «Digo que estoy bien con eso / y que no he visto alambiques; / mas ¿cómo puede un confeso / hacer trescientos tabiques / con dos almudes de yeso?» (w. 392-96)... Otra modalidad del discurso burlesco consiste en el intercambio de pullas y remoquetes, de nuevo con antecedentes medievales (recuérdense los pasajes de la anónima Triste deleytaciórí) y de nuevo insertas en las modalidades de la literatura paradramática de diálogos pastoriles, autos de pastores, etc., que también abundarán, con posterioridad, en las obras de Juan del Encina y Gil Vicente, por sólo citar sus cultivadores más antiguos en castellano. En Durandarte y Belerma no existen intercambios ex profeso de remoquetes, sino momentos puntuales en el diálogo en que se lanzan insultos, improperios y epítetos denigratorios entre personajes, sin que haya por necesidad un diálogo continuado basado en dicho intercambio. Durandarte y Belerma, en la primera jornada, en las varias ocasiones en que hablan de amor, se comprometen en matrimonio o se despiden en vísperas de la guerra se tildan uno a otro, cariñosamente, de esférico y salamanquesa, dama de herreros y Cucufate, mercenaria criatura, más leonada que un judío, adúltera tierra, buen montante, divina paviota, más bella que el rejalgar, dulce sota (w. 252 y ss.). La degradación irreverente de lo religioso ocupa un puesto de importancia en la comedia, dentro del marco general del ataque burlesco a instituciones y motivos serios16. ha escenificación Aunque ya hemos señalado con anterioridad la importancia del vestido ridículo en Durandarte y Belerma, conviene ahora repasar lo relativo a la escenificación de la pieza. La primera jornada comienza en
Ver Serralta, 1980b y 1982.
92
DURANDARTE
Y
BELERMA
París, y van saliendo a escena Durandarte y su criado (vestidos como picaros y con ciscaras de ostión colgando de tomizas), Montesinos y Galalón (también vestido ridiculamente aunque sin que se especifique en qué consiste su atuendo). Tras la descripción de la máscara sale Belerma (vestida lo más graciosa que pudiere) y quedan solos en el escenario los dos amantes. Aunque no hay indicaciones deícticas o de otro tipo que aclaren si se trata de un espacio interior o exterior, el vestido de jacobeos (de camino) de Durandarte y su criado, y el hecho de que pase un atambor tocando sugieren que habría que pensar en un espacio exterior, quizá un camino, quizá en frente de algún edificio (¿el palacio del emperador?) de París. Alternan el espacio exterior de la primera y segunda jornadas con el interior de la tercera. No hace falta decorado alguno, aunque quizá se podría pensar en algo que semejara escena de monte o campo para las escenas de guerra. Además de los vestidos ridículos de los personajes (sólo se describe el de peregrino de Durandarte y su criado), harían falta espadas para las escenas de luchas entre soldados, un cuchillo y una pata de vaca, un cencerro y una vasera de orinal y, posiblemente, tintura para semejar un rastro de sangre. Como puede verse, no puede ser más sencilla la escenificación de la obra.
NOTA TEXTUAL
Esta edición crítica se basa en todos los testimonios conocidos por nosotros de la presente comedia 17. Sólo conocemos un manuscrito, el Ms. 2907 (fols. 274-89) de la Biblioteca Nacional de Madrid (MSI), que lleva una nota: «Este c ó dice preciosísimo contiene muchas poesías de los Argensolas, de Lope, de Góngora y otros poetas del buen tiempo de la poesía castellana. Parte son inéditas y parte presentan variantes a las veces de mucha consecuencia». Se conocen 5 versiones impresas en las Comedias nuevas, escogidas de los mejores ingenios de España (Parte cuarenta y cinco), Madrid, José Fernández de Buendía, 1679 (fols. 419-34) (P); y cuatro sueltas: S.I., s.i., s.a. (fols. 1-8) (SI)18; ¿Sevilla?: s.i., ¿1820? (fols. 1-16) (S2)19; Barcelona: Francisco Suria y Burgrda [sic], impresor calle de la Paja, ¿1790? (fols. 1-16) (S3); y Sevilla, Joseph Antonio de Hermosilla, 172? (fols. 1-24) (S4)20.
1 7 Los catálogos daban hasta la fecha sólo dos testimonios conocidos. Serres sólo usa M S I ; Paz y Mélia (1934-1989, vol. I, p. 172, n. 1161) indica que «Durán llama al autor catedrático insigne, y dice que los Indices atribuyen equivocadamente esta comedia a Guillen de Castro». Salvá (1963, I, p. 569) y La Barrera (1860, p. 303) indican que «también se imprimió suelta», sin más detalle. Crespo Matellán (1979, p. 31) indica que hay sueltas además de P, sin más referencias. 1 8 Procede de un volumen facticio, compuesto de sueltas, entre ellas la que nos interesa. Hemos consultado el ejemplar microfilmado de la colección de teatro español del Siglo de O r o de la Universidad de Pennsylvania (ver Regueiro, 1971, rollo núm. 12). 1 9 Hemos conseguido copia de un ejemplar propiedad de la University of California (San Diego). 2 0 Creemos que el catálogo de la Biblioteca de la Universidad de N o r t h Carolina Chapel H i l l , que lista una Comedia burlesca de Durandarte y Belerma, por
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DURANDARTE
Y
BELERMA
R E S U M E N DE TESTIMONIOS
MSI
Biblioteca Nacional de Madrid, Ms 3907 (fols. 274-289).
P
C O M E D I A S / NVEVAS, / ESCOGIDAS D E LOS / M E J O RES I N G E N I O S / de España. / P A R T E Q V A R E N T A Y C I N C O . [...] Año 1679. / Con licencia, en Madrid. En la Imprenta Imperial / Por Ioseph Fernandez de Buendia. [...] C O M E D I A / F A M O S A / E L A M O R MAS V E R D A D E R O . / Por el Doctor Mosen Guillen Pierres, (fols. 419-34).
51
COMEDIA / BVRLESCA / DE D V R A N D A R T E , Y BEL E R M A . / P O R EL D O C T O R M O S E N GVILLEN / Pierres, Catedrático insigne. [S.I., s.i., s.a.].
52
E L A M O R MAS V E R D A D E R O / D U R A N D A R T E , Y B E L E R M A . / C O M E D I A FAMOSA, / Y BVRLESCA. / P O R EL D O C T O R M O N S I E U R G V I L L E N PIERRES. [¿Sevilla?: s.i., ¿1820?]
53
C O M E D I A F A M O S A , / Y B U R L E S C A . / EL A M O R M A S VERDADERO, / D U R A N D A R T E Y BELERMA. / P O R EL D O C T O R M O N S I E U R G U I L L E N PIERRES. [Barcelona: Francisco Suria y Burgrda [sic], impresor calle de la Paja, [1790].
54
E L A M O R MAS V E R D A D E R O , / D U R A N D A R T E , Y B E L E R M A . / C O M E D I A / F A M O S A , / Y B V R L E S C A . / Por el Doctor Mosen Guillen Pierres. [Sevilla: Joseph Antonio de Hermosilla, 172?]
Guillen Pierres, Zaragoza: Herederos de D. Dormer, 17-?, se refiere a la edición suelta de Barcelona, Francisco Suria y Burgada, 1790. E n cualquier caso no hemos podido conseguir más referencias a la suelta de Zaragoza y la copia que nos ha llegado de la North Carolina (que no incluye en su catálogo la edición de Suria) es en realidad esta misma, a su vez procedente de la N e w York Public Library. Los ejemplares de S3 y S4 proceden de N e w York Public Library ( N P L p.v, 633, no. 17 y N P L p.v. 798 respectivamente).
NOTA TEXTUAL
95
Hemos dado preferencia al texto manuscrito, aunque corregimos cuando consideramos necesario lo que creemos que son errores de transmisión. Las sueltas S2, S3 y S4 representan claramente una rama de transmisión. Dentro de ella, S3 y S4 están claramente relacionadas. Las tres a su vez parecen derivadas de un estadio medio de la transmisión dependiente de SI. A su vez, SI, P y MSI representan otro estadio de la transmisión, derivado de un arquetipo anterior. No caben, creemos, mayores precisiones con respecto al stemma. Para la edición seguimos los criterios de modernización de grafías sin relevancia fonética, puntuación interpretativa del texto y regularización de acentuación y uso de mayúsculas propugnadas por el GRISO.
SINOPSIS M É T R I C A
En cuanto a la métrica, la reducción métrico-estrófica característica de este subgénero dramático es particularmente acusada en esta obra. Se utilizan preferentemente las quintillas (cerca de un 81% de los versos), con algún ejemplo de romance (uno de ellos en clara rima aguda burlesca en -í). Es de notar también que la rima en las quintillas nos da indicaciones de un acusado seseo, yeísmo y aspiración de las sibilantes finales, lo cual quizá esté en consonancia con el origen sevillano que hemos postulado en cuanto a partir de la abundancia de la toponimia sevillana que se incluye en la obra. Se usan, finalmente, con mucha brevedad, silva y soneto. Jornada I Versos 1-155 156-231 232-446 447_460 461-474 Total
Forma métrica quintillas romance í quintillas Soneto Soneto
Núm. de versos 155 76 215 14 14 414
Jornada II Versos 475-793 Total
Forma métrica quintillas
Núm. de versos 319 3Í9
Forma métrica silva
Núm. de versos 36
Jornada III Versos 794-829
98
DURANDARTE
830-839 840-907 908-1087 Total
Y
BELERMA
quintillas Romance ú-a quintillas
10 68 180 294
Forma métrica Quintillas Romance Silva Soneto
Jörn. I
Jörn.II
Jörn. III
370 76 — 28
319 — — —
190 68 36 —
Porcentajes Quintillas Romance Silva Soneto
Jörn. I 34,12 7,08 — 2,56
Jörn. II 29,12 — — —
Jörn. III 17,56 6,25 3,31 —
Total 879 144 36 28
Total 80,80 13,33 3,31 2,56
EL AMOR P O R
E LD O C T O R
MÁS
VERDADERO
M O S É N
GUILLEN
PIERRES
Hablan en ella las personas siguientes: El emperador. Durandarte. Un criado suyo. Belerma. Valdovinos. Oliveros. Roldan. Bernardo del Carpió. Dos españoles. Montesinos. Galalón. Dos franceses. Un médico. Un tambor.
JORNADA
PRIMERA
Salen Durandarte y su criado, vestido a lo picaro, con una cascara de ostión colgada de una tomiza, y mirándola dice.
Acot. inicial: cáscara de ostión: concha o venera de Santiago, elemento del atuendo del peregrino. Para Cov. es forma corrupta de «ostra». La referencia «a lo p i caro» sitúa a los personajes en el contexto de la caracterología germanesca, con su correspondiente degradación del héroe épico; tomiza: «Cuerda o soguilla de esparto» (Aut). Nótese que pertenece al campo semántico de los términos campesinos y animalizadores (la tomiza se usa para llevar caballerías). Parodia del motivo
100
DURANDARTE
DURANDARTE
Y
BELERMA
Bello rostro de cazuela, retrato del mundo y T ú n e z más esquivo que rodela.
CRIADO
Señor, mirad que es hoy lunes, ¿para qué buscáis candela? Que
5
si un retrato te niega
y te da tantas pasiones, claro está que en la bodega te nacerán sabañones o hablarás en lengua griega,
10
porque aqueste amor es brujo, aunque te parezca almizcle, y si piensas que es borujo o se convertirá en guizque o será fraile cartujo.
15
Deja esa melancolía, no te acuerdes de Belerma, que dirán que en Berbería
lírico de las prendas de la amada: aquí figura que Durandarte mira un retrato de Belerma. v. 2 Túnez: primera de las numerosas referencias xenófobas (antimoriscas en este caso) de que está plagada la comedia. La rima con lunes indica el seseo, constante en la comedia. Sigue una serie de referencias absurdas en la línea del género de disparates. w . 6-10 Ya hemos indicado en la Introducción que son muy frecuentes las adynata o impossibilia para señalar lo absurdo o paradójico de ciertos hechos. Para otras series de impossibilia en comedias burlescas ver El rey don Alfonso, w . 256-69. Para los sabañones como parte del abundante léxico de enfermedades y dolencias indecorosas, El rey don Alfonso: «Cúbrame de sabañones / de los pies a las orejas / [...] / Yo vea sarna, sabañones, / lamparones y viruelas» (w. 872-73; 881-82). v. 12 almizcle: se toma el término como simplemente 'algo oloroso, deseable'. Aut indica que es «una droga odorífera muy conocida por su nombre y por su fragancia». w . 13-16 borujo: «Los hollejos de las uvas y de otros frutos exprimidos, como aceitunas, etc.» (Aut); guizque: palo con un gancho en un extremo (DRAE). E l amor cartujo puede entenderse como 'cornudo', según el Léxico, cartujo/a figura como insulto burlesco en este tipo de comedias, dentro de las frecuentes burlas anticlericales: El Hamete de Toledo, v. 482 y nota, y El hermano de su hermana, v. 345.
Pero todo es absurdo.
T E X T O DE LA COMEDIA por
estar medio enferma
deprendes DURANDARTE
101
filosofía.
20
D é j a m e ya, que me arrugas del alma la mayor parte.
CRIADO
N O me mates con tortugas,
mira que eres Durandarte; señor, no llores verrugas. DURANDARTE
25
Son mis cuartanas tan fieras que pueden tirar de un coche, y si mi mal consideras, tú te estarías de noche haciendo tinta y esteras.
30
Traigo en este pecho un mico, tengo en el alma encerrado un adufe y un borrico, suspiro más que letrado: no sé, amigo, si me explico.
35
Quiero decir que soy marras y que el alma y el redaño
w . 26-27 E l amor, que engendra vapores calurosos, es de tal índole que ha causado cuartana, fiebre que ataca cada cuatro días. La calificación de fieras que se hace de las cuartanas apoya la asociación absurda de fiera o bestia que tira de un coche. Era enfermedad, por otra parte, tópicamente asociada a los leones. w . 31-34 mico: animal molesto, lujurioso también. Es mención general jocosa. Comp. El hermano de su hermana: «¿Dónde? Que me has hecho un mico» (v. 387); adufe: «Cierto género de tamboril bajo y cuadrado de que usan las mujeres para bailar, que por otro nombre se llama pandero» (Aut); es imagen que le viene sugerida al Criado por la referencia a mico, que le ha hecho imaginarse un gitano, con mono, burro y pandero. Nótese la referencia xenófoba implícita, pues el adufe, como indica el DRAE, es «pandero morisco», así como la posible aplicación de la dilogía pandero 'instrumento músico','persona necia'. w . 36-40 marras... redaño... alcaparras... barras: Durandarte quiere decir que lleva enamorado hará cosa de un año y que hasta las entretelas del alma respiran en él amor. Comienza utilizando un vocablo indecoroso, marras, «vocablo de aldea, significa el tiempo de atrás y particularmente del año que precedió» (Cov.); y sigue emparentando alma y redaños, «una tela en el vientre, que por ser en forma de red tomó este nombre» (Cov), que rebaja y degrada el amor al situarlo donde los tratados médico-filosóficos ponían los apetitos, en el estómago. E l vocablo es de uso frecuentísimo en la comedia burlesca, generalmente para indicar apeti-
102
DURANDARTE
Y
BELERMA
tengo llena de alcaparras, y que en ella ha más de un año que traigo un juego de barras.
40
Rabio por desollar tollos, riño con un penitente y gusto de amasar bollos; y muérome, finalmente, por
echar calzas a pollos.
45
¿Qué mas quieres que te diga?, ¡ay dulce Belerma, ingrata! ¡ay amor, que eres boñiga!: mira agora si es beata o si es monja mi fatiga.
50
Digo que tienes razón,
CRIADO
mas ¿de qué sirve tomar por naipes tanta pasión? He de hacerme calamar
DURANDARTE
y vestirme de j a b ó n . Sale
55
Montesinos.
MONTESINOS
¿Qué se hace, Durandarte?
DURANDARTE
Estoy escogiendo trigo.
tos bajos, y en relación con el amor para reducir el decoro (infra, w . 289, 929; El cerco de Tagarete, w . 73-76, 150-52; El rey don Alfonso, w . 359, 828, 1615). Barras «es
el juego de la argolla, lo que ella es haz; y díjose así por estar señalada con unas rayas atravesadas unas con otras, como las barras o barreras que se cierran con maderos y estacones enrejados, de los cuales usan en las castramentaciones y en las plazas, cuando en ellas se corren toros, para cerrar las calles» (Cov). De nuevo, la metáfora remite al campo léxico de la fuerza bruta y la zafiedad campesina. w . 41-45 Rabio por desollar tollos...: imágenes descabelladas. Tollo es «género de
pescado. Es llano y aplanado» (Cov.). Amasar bollos tiene el valor de insistir en un oficio indecoroso para la categoría de quien habla. D e l mismo modo puede entenderse la difícil tarea, por lo laboriosa, de echar calzas a pollos: «Echar a uno calza es notarle para conocerle de allí adelante y guardarse dél. Está tomada la metáfora de las calzas de color que echan a las gallinas en los pies para conocerlas si se mezclaren con las de la vecindad» (Cov.). v. 53 naipes...: el léxico de los naipes es uno de los más usuales en las comedias burlescas. Ver El caballero de Olmedo, v. 39; Céfalo y Pocris, w . 1901 y ss.; Darlo todo y no dar nada, w . 554, 559; etc.
T E X T O DE LA COMEDIA
MONTESINOS
103
¿Agora estáis dése arte cuando me caso? Maldigo las Indias de parte a parte.
CRIADO
60
Valeroso Montesinos, no hay quien entienda su mal, porque a pesar de Longinos dizque ha de ser provincial de los frailes capuchinos.
MONTESINOS
65
Dejaos de aqueso ahora: cuando yo estoy ya casado no es bien que vos a deshora deis en andar embarcado como don Sancho en Zamora.
DURANDARTE
70
Bien dices, primo abstinente, mas ¿ c ó m o queréis que os crea, si me hacen asistente
v. 63 Longinos: ver la nota w . 158 y ss., y El cerco de Tagarete: «Si el socorro no
llegara / o la haca de Longinos / media hora más tardara» (w. 238-40), con notas. Que Durandarte pretenda ser provincial de los capuchinos, en una especie de retirada de la vida mundanal, es una ridiculez. v. 70 Sancho en Zamora: se refiere a la historia de la muerte de don Sancho a manos del traidor Vellido Dolfos en el cerco de Zamora, como alguno de los numerosos romances sobre este cerco habían popularizado en el siglo xvn. E l significado de embarcarse como don Sancho en Zamora sería el de pretender imposibles, en consonancia con la serie de adynata que ha utilizado desde el comienzo de la obra para expresar la imposibilidad de su amor por Belerma. También podría verse la referencia intertextual a El hermano de su hermana, que pone en escena burlesca la trama de la toma de Zamora: «Rey don Sancho, rey don Sancho, / no digas que no aviso, / que del cerco de Zamora / un gran traidor ha salido. / E l dice que va a las viñas / a llevarte unos pepinos, / Vellido Dolfos se llama / hijo de Olfos Vellido» (w. 1076-83), con referencia al famoso romance (Durán, núm. 777). v. 71 abstinente: «Aunque en su rigor latino significa el que se abstiene y priva de algo u de cualquier cosa que está en su mano, en su arbitrio y disposición, comúnmente se toma por parco en la comida y bebida y de ordinario por hombre penitente y de costumbres ejemplares» (Aut), lo que obviamente no cuadra con la imagen del miles gloriosus-ignorante que se da tanto de Montesinos como de Durandarte. Cfr. El cerco de Tagarete: «Porque el contrario, abstinente, / llamará dentro de un hora / al encendido tridente» (w. 225-27).
104
DURANDARTE
Y
BELERMA
y me nace una zalea medio a medio de la frente? MONTESINOS
75
Ya lo veo, mas no importa, que por eso somos ascuas y un hidalgo que no corra ha de alegrarse las Pascuas, aunque se ahogue, con torta.
DURANDARTE
80
Sí, mas como siendo mozo se meterá en dos talegas, ¿quién tiene en un calabozo cuatrocientas mil fanegas de culantrillo de pozo?
MONTESINOS
85
Dejemos ya teologías y decidme la ocasión de vuestras melancolías.
DURANDARTE
Traigo, primo, el corazón cargado de chirimías.
90
Adoro a Belerma, primo, y traigo aquí su retrato: mirad ahora si esgrimo
w . 74-75 zalea: «la piel por esquilar, que está con su lana o vellón» (Cov.). Además de la referencia rústica, en consonancia con las anteriores (cazuela, borujo, etc.), quizá haya que ver aquí la equivalencia de zalea con oveja, carnero, es decir, cornudo, a la vista del medio a medio de la frente que sigue. v. 85 culantrillo de pozo: culantro es «Hierba semejante al helécho, aunque más pequeña. [...] Llámase comúnmente culantrillo de pozo, porque crece en los pozos y lugares húmedos» (Aut). Encontramos una referencia al culantrillo de pozo en el Entremés de la burla del pozo, de Quirós, donde se lee: «—¿Qué buscaba en el pozo, / señor Camacho? / —Culantrillo, para / los boticarios» (Fruela, w . 196¬ 99). Las fanegas pertenecen al léxico de medidas de peso de referencia rústica o de recipientes para líquidos o sólidos también de extracción rústica; lo disparatado está en la hipérbole cuantitativa. v. 86 Dejemos ya teologías: la expresión pertenece al caudal de expresiones sayaguesas de bobos y rústicos del teatro ya desde Juan del Encina. v. 90 chirimías: «Instrumento músico de madera encañonado a modo de trompeta, derecho, sin vuelta alguna, largo de tres cuartas, con diez agujeros para el uso de los dedos» (Aut).Vúz por tener el corazón lleno de alegría. w . 93-95 mirad ahora si esgrimo...: todo el pasaje no parece tener sentido preciso más allá de las referencias absurdas. Calzarse era término que podía aludir al
TEXTO DE LA COMEDIA
105
o si me calzo un zapato que en Genova fue racimo.
95
La paciencia se me abolla, diera por gozalla un dedo, mas juego tanto a la polla que sospecho que de miedo me voy tornando cebolla;
100
y más agora, que vos os casáis con Flor de Lis, rabio por comer arroz. MONTESINOS
Durandarte, si os morís no veréis a Badajoz.
105
Por eso buscad plumajes, que a Belerma, vuestra dama, yo le haré dos mil visajes de suerte que si no os ama se muera por vuestros pajes.
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Y para aquesto yo basto, que en otra cierta ocasión yo me acuerdo que un canasto echó a un hombre de razón cien ventosas y un emplasto;
115
coito; las alusiones a genoveses suelen ser peyorativas (eran muy mal mirados como banqueros) y racimo en germanía es 'ahorcado'; pero no vemos modo de establecer un significado coherente de todo esto. v. 97 gozar, 'gozarla sexualmente', verbo indecoroso para un amante idealizante cortesano; el dedo que daría no parece concesión suficiente al amor que dice profesar a su enamorada. v. 98 polla: juego de naipes; ver Deleito, 1967, capítulo titulado «El juego». v. 105 Badajoz: no vemos en el nombre de la ciudad extremeña sino una rima con arroz, sin mayor significado. Quizá juegue con badajo o badajada, tonto, necio, necedad, torpeza como Quevedo en el romance burlesco «Vejamen a una dama»: «Los adonis en azúcar / a quien Amor alcorzaba, / derretidos en la boca, / con sola la paz de Francia, / pasáronse a Badajoz, / que es de badajos la patria». w . 113-15 canasto... ventosas... emplasto: canasto: «Se dice metafóricamente del
hombre que fácilmente se vuelve atrás de la palabra que da y lo que ofrece» (Aut). Que un cobarde echara muchos emplastos sería indicio, de acuerdo a Montesinos, de que él se puede atrever a hacer algo como convencer a Belerma para que corresponda el amor de Durandarte. Quizá haya un recuerdo intertextual en esta os-
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DURANDARTE
Y
BELERMA
y por eso en mi nariz una máscara veréis, que los grandes de París han de hacer de dos a seis 120
por servir a Flor de Lis. DURANDARTE
N o la veré, aunque de plata me den otro tercio y Quito.
MONTESINOS DURANDARTE
Vereisla, aunque os hagáis rata. N O me canséis, Carlos Quinto,
que no quiero ser beata. CRIADO
125
Galalón viene vestido de máscara y quiere entrar.
MONTESINOS
Entre sin hacer ruido, que donde no hay qué mascar todo el mundo es bienvenido.
130
Sale Galalón vestido ridiculamente. GALALÓN
¿Mas que los dos no habéis visto la máscara y las libreas?
cura referencia de las ventosas y emplasto del Entremés
de ir por lana y volver trasqui-
lado de Quirós (en Fruela), en donde a un cesto (un ropero ignorante) le acaba dando ventosas y emplasto un cirujano en un como o timo apoteósico. v. 117 máscara: el teatro se convierte en lugar y tema metapoético. La comedia burlesca que se representa no es sino una máscara; y dentro de ella (el teatro en el teatro) se va a representar otra máscara (narrada). La confusión de límites entre la representación y lo representado es, por otra parte, típica de la transgresión carnavalesca. v. 124 Quinto: la rima es defectuosa, entre -ito e -into, como atestiguan las variantes de las ediciones. E n el v. 122 parece jugar con tercio y la paronomasia de Quito con quinto. Se puede entender tercio-Quito como el tercio del botín, el tercio de la producción de plata de Quito (Quito puede significar 'Perú'). v. 130 acot. Galalón: el traidor responsable de la derrota francesa en Roncesvalles, es figura ubicua en el romancero carolingio. También juega un papel de extraordinaria importancia en El marqués de Mantua
y en El casamiento en
la muerte, de Lope. La acotación relativa al vestido ridículo es de uso frecuente en las comedias burlescas; Darlo todo y no dar nada, v. 19 acot.; La ventura sin buscarla,
Introducción, pp. 67 y ss. w . 131-34 visto... libreas... Antecristo... lampreas: simple juego de palabras basado en la similitud fónica o paronomasia (a lo que colabora la sordera-ignoran-
T E X T O DE LA COMEDIA
MONTESINOS
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N O hemos visto al Antecristo
ni hemos comido lampreas. GALALÓN
Pues ¡alabado sea Cristo!
MONTESINOS
Ya la máscara ha pasado.
GALALÓN
Aun ahora se despide.
MONTESINOS
Pues reniego de un candado,
135
y pues que yo no la vide caiga sobre mí un tejado. GALALÓN
N O digas tal, Montesinos.
MONTESINOS
N O quiero, vive el señor,
140
sino ajetivar molinos, que más vale un calzador que trescientos calepinos. GALALÓN
145
Claro está que vale más, mas ¿es bueno que por eso pida limosna Caifás?
cia rústica de Montesinos) de visto-Antecristo y libreas-lampreas. Cfr. Quirós, Entremés del marido hasta el infierno: «Si no te has ya casado, / pídote que me veas, / y al i n fierno me lleves dos lampreas» (Fruela, w . 98-100); y especialmente El hermano de su hermana, w . 311-14: «Decid, señora, ¿habéis visto / la máscara y las libreas / de la boda de Calixto, / ni habéis comido lampreas?»; «Vamos a pescar lampreas» (v. 1579), que podría sugerir la paternidad de Quirós para Durandarte y Belerma. w . 138-40 Pues reniego de un candado...: en la tradición de los juramentos burlescos o maldiciones absurdas de los sayagueses («Arreniego de...»), aquí se ofrece la variante absurda renegar de un candado, a la que corresponde la maldición de caer sobre uno un tejado. v. 143 ajetivar molinos: adjetivar es «concordar una cosa con otra», existiendo la expresión adjetivar bien, «componer con elegancia la oración» (Aut). Por el contrario, «la irrisión que se hace de quien habla cosas mal coordinadas» se llama adjetivar para peras, variante de la cual es aquí adjetivar molinos, en la que podría haber colaborado la locura maniática del famoso hidalgo manchego. Ver Hidalgo de la Mancha, Introducción, para las numerosísimas referencias a don Quijote en comedias burlescas. v. 145 Calepino: se refiere al famoso diccionario políglota Pentaglottos de Ambrosio Calepino, agustino italiano, que fue añadiendo lenguas en sucesivas ediciones. v. 148 Caifás: responsable del juicio y condena de Cristo. Mención absurda. Nótese que la utilización de la figura judía del sacerdote Caifás añadiría un fácil
108
MONTESINOS
DURANDARTE
Y
BELERMA
Sí, que el alma de un confeso a veces orina agraz.
150
GALALÓN
Pues por no ver tal desdicha la máscara os contaré.
MONTESINOS
Mal haya quien os espicha; decidla, que yo os daré medio trozo de salchicha.
155
A la boda lampreada de la bella Flor de Lis una máscara se hizo, entre Paterna y Guadix. Salieron diez monacordios,
160
GALALÓN
chiste antisemita, que se continúa en w . 149-50. Para Caifas ver La ventura sin buscarla, w . 227, 774 y 825.
v. 153 espicha: 'pincha'; espichar es pinchar con algo agudo, y familiarmente 'morir'. w . 156-59 boda lampreada: equivaldría a boda de abundante comida, de dulces manjares (lamprear. «Disponer cierto guisado, el cual se hace friendo o asando primero lo que se ha de lamprear y después se cuece en vino o agua hasta que esté en su debido punto y se le echa azúcar o miel y su especia fina en cantidad competente, y al tiempo de sacarle a la mesa se le echan algunas gotas de agrio», Aut). Las referencias geográficas a Paterna y Guadix podrían apuntar a motivos moriscos, lo que parece reforzado por las indumentarias, atuendos y manjares de la fiesta. w . 158 y ss. una máscara se hizo...:h boda-máscara sigue el ejemplo de los epilios burlescos, es decir, poemas épicos burlescos del tipo de la Batracomiomachia pseudo-homérica, ya presentes en la literatura castellana desde la lucha de don Carnal y doña Cuaresma en el Libro de Buen Amor y popularizados en época renacentista con, entre otras, la Gatomaquia lopesca o la Mosquea. El cerco de Tagarete consiste precisamente en el relato que Faetonte y Camarón hacen al rey de la batalla entre los peces del río Guadalquivir y los habitantes del arroyo Tagarete y los de Guadaira. Para otra descripción burlesca de relato de bodas, cfr. El hermano de su hermana, donde el rey don Sancho relata su boda con su hermana (w. 1455¬ 71). Galalón relata la máscara de la boda de Flor de Lis y Montesinos, igual que Roldán cuenta a Carloto los desposorios de Sevilla con Valdovinos en la primera jornada en El marqués de Mantua. Las referencias a Longinos así como el tono general burlesco, sugieren que nuestra comedia es reelaboración parcial burlesca de la de Lope. v. 160 monacordio: «Especie de clavicordio pequeño o espineta, con cuarenta y nueve o cincuenta teclas y sesenta cuerdas, colocadas en cinco puentecillas y desde la primera hasta la última va bajando en proporción» (Aut).
T E X T O DE LA COMEDIA
seis calderas, un clarín, ellas haciendo maromas y él mascando ajonjolín. Salió un toro enmaromado de arrayán y toronjil, que con sus dos calzadores calzando iba un chapín. Salieron treinta y seis gatos
109
165
w . 162-63: andar sobre la maroma «es una galantería que algunos hacen volteando sobre ella. A estos llamaron funámbulos» (Cov); ajonjolí(n) es «especie de semilla que comúnmente llamamos alegría» (Cov). E l contraste entre lo difícil de andar haciendo contorsiones y lo fácil de andar mascando alegremente ajonjolí queda claro. Lo funambulesco y alegre de la escena es de índole carnavalesca. v. 165 arrayán y toronjil: el arrayán es «planta que siempre está verde, tiene la flor blanca y tan olorosa que se distila della agua no poco estimada para la confección de los perfumes y otras cosas» (Cov). Su utilización en una boda vendría motivada por, como dice Virgilio, entre otros, estar dedicada esta planta a Venus, diosa del amor («Formosae Veneri myrtus», Eclog.VW, 62). E l toronjil es «yerba conocida, dicha mellisphyllum et apiastrum, por ser su pasto muy grato a las abejas» (Cov). Caro Baroja, 1965, relaciona la utilización como plantas decorativas de estas plantas y yerbas con el Carnaval. Los toros enmaromados, las enramadas, etc., son igualmente elementos apropiados a carnaval y fiestas de mayo (Caro Baroja, 1965). w . 166-67 chapín: es un «calzado propio de mujeres sobrepuesto al zapato, para levantar el cuerpo del suelo» (Aut). Poner en chapines es «poner en estado a una mujer, casándola y dándola diferente nombre o empleo de mera doncella» (Aut), lo que se aviene bien con el contexto de bodas de esta máscara. La mención de los calzadores y en general todo el pasaje resulta de carácter absurdo; por otro lado los calzadores se hacían de cuerno (de ahí la metonimia jocosa de llamar calzadores a los dos cuernos del toro, que no se nos alcanza, por otra parte, como calzan el chapín o a quién...). w . 168-71 Salieron treinta y seis gatos...: en este contexto de ridiculomaquia,
o
guerra o procesión de personajes ridículos, se incluyen ahora treinta y seis gatos (recuérdese el ejército de marfuces y micifuces de la Gatomaquia lopesca), con lanzas de alpechín («la parte del zumo de las aceitunas que queda después de sacado el aceite», Aut) y espadas y alfanjes (véase otra vez el referente morisco de luchas de moros y cristianos) de guadamacil, «cabritilla adobada en que a fuerza de la prensa se forman por el haz diferentes figuras de diversos colores» (Aut). Gato como 'ladrón' es voz de la germanía. Quizá haya de pensar en una especie de danza o baile de matachines, carnavalesca, como aquella con que termina la comedia burlesca de Calderón Céfalo y Pocris. Cfr. en general con el catálogo épico semejante que aparece en El cerco de Tagarete (w. 86-114).
110
DURANDARTE
Y
BELERMA
con las lanzas de alpechín y con espadas y alfanjes
170
de esparto y guadamacíl. Salió el gigante Golías bostezando por dormir y haciendo aparadores del pellejo de Caín.
175
Iba escamando besugos un hermano de Amadís, que
dicen que fue biznieto
del Salterio de David. Salieron treinta gallegos,
180
metiendo en un borceguí tronchos de coles, garrotes,
v. 172 gigante Golías: los gigantes, gigantillos y gigantillas son de aparición usual en los bailes y fiestas carnavalescos (ver entre otros los que atestigua Caro Baroja, 1965, pp. 201 y ss.). Su aparición en la comedia burlesca es también abundante. Cfr. Céfalo y Pocris, v. 353. Para Golías en textos germanescos, ver «Pese a tal, porque Golías / hoy no vive, ni los godos» (Hill, Poesías germanescas, p. 19); «El oficial de justicia / que es un gallardo oficial, / pues ahogara entre sus muslos / al gigante Goliat» (Hill, Poesías germanescas, p. 181). U n Golías es uno de los figurones mentirosos del Entremés
de mentiras de cazadores y toreadores (en Fruela) de Bernardo
de Quirós. Además la mención de Golías es plurisignificativa, pues remite al universo bíblico del gigante filisteo y por otra al mundo degenerado de la celebración de los placeres carnales típico de los goliardos medievales (su representante máximo sería Golías y ellos mismos se declaran seguidores del gigante diabólico Goliat). w . 174 aparadores: «conjunto de alhajas, fuentes, vasos, aguamaniles y otras piezas ricas que se ponen sobre la mesa, para servirse de ellas o para adorno» (Aut). vv. 177-79 hermano de Amadís: debe ser Galaor, de quien, efectivamente, Urganda indica en el libro de Garci Rodríguez de Montalvo, al relatar su genealogía, que descendía de David, y de ahí la referencia al Psalterio o los Salmos (que viene sugerida además por la mención anterior a Goliat), aunque claro está que Galaor no puede ser bisnieto de un libro. E l besugo es un inocente o tonto que se deja robar en germanía (Léxico). v. 180 gallegos: al gallego se le ridiculiza a menudo en literatura jocosa de los Siglos de Oro. Para el motivo en las comedias burlescas ver El Hamete de Toledo, v. 547 y nota; Darlo todo y no dar nada, v 153; El rey don Alfonso, w . 578-81; La
ventura sin buscarla, w . 754-55. E n general ver Herrero, 1966, pp. 145 y ss. v. 181 borceguí: «especie de calzado u botín con soletilla de cuero, sobre que se ponen los zapatos o chinelas» (Aut).
T E X T O DE LA COMEDIA
111
sarna y higos de barril. Salió un pedazo de estera que representaba al Cid,
185
haciendo calzas de punto y guantes para un mastín. Salieron cuatro urracas metidas en un cojín, mascando ocho pimientos
190
para hacer un escarpín. Iban las guerras de Flandes y el cerro del Potosí, y pues que las guerras iban claro está que podían ir.
195
Salieron veinte ratones en el suelo de un candil, unos haciendo almohazas y los otros menjüí.
w . 185-87 Cid: la imagen del C i d haciendo calzas y guantes para su perro es de lo más absurdo que se puede imaginar. Cfr. para esteras El cerco de Tagarete, w . 262-66 y La ventura sin buscarla, v. 226.
w . 188-89 Salieron cuatro urracas...: cfr. «Veréis treinta comadrejas / metidas en una talla» (El cerco de Tagarete, w . 211-12); «Traigan dentro de una talla / cuarenta y siete manzanas» (w. 320-21). Para urracas y cojines ver La ventura sin buscarla, v. 223 («hay gualdrapas y cojines») y w . 256 («si eres cigüeña o urraca») y 405 («no te me alejes, urraca») y El hermano de su hermana, donde se juega con el nombre del ave y de doña Urraca (w. 290-91). Nótese que tanto la urraca como los plumajes antes mencionados (v. 106) y los papagayos que se indicarán infra (v. 563) remiten a pájaros de voz estridente o que remedan el habla humana, con lo que se insiste en ese componente de ruido y algarabía en la máscara (monacordios, clarines) típicos de la fiesta carnavalesca. v. 191 escarpín: «Funda pequeña de lienzo blanco, con que se viste y cubre el pie, y se pone debajo de la media o calza» (Aut). Nótese que se insiste en las metáforas e imágenes de calzado. Cfr. El rey don Alfonso: «Haré que sus escarpines / en su ingrata sangre bañes» (w. 1534-35). vv. 196-99 ratones: no pueden faltar en estos epilios burlescos desde la Batracomiomaquia; almohazar. «Estregar, rascar y limpiar los caballos, muías y otras bestias con el instrumento llamado almohaza» (Aut); menjuí o benjuí: «Licor o goma que destila el árbol llamado laserpicio, el cual se congela y endurece y se vuelve blanco en lavándole. Es muy oloroso, suave al gusto y transparente, y en lo natural de color muy rojo» (Aut).
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DURANDARTE
Y
BELERMA
Salieron dos fariseos ensillando un puercoespín, que a veces cae la suerte donde no hay zaquizamí. Salieron seis garrapatas
200
pidiendo vino en latín, porque llevaban a cuestas a todo Valladolid. Finalmente, por remate de todo este perejil, iban vomitando espuelas un dotor y un alfaquí. Y tras todo esto iban
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210
w . 200-03 fariseos: se sigue insistiendo en las metáforas antisemitas, ahora con unos fariseos y una alusión a su suciedad (zaquizamí: «desván; se llama por alusión la casilla o cuarto pequeño que es desacomodada y poco limpia», Aut). Los fariseos, como nos recuerda Madroñal, «también llamados sayones, se habían hecho populares gracias a las representaciones de determinadas farsas de degollación de inocentes, en las que aparecían, siempre caracterizados con determinado ropaje y un alfanje, de manera que se hicieron uno mismo con la figura del turco, presente tanto en los autos del Corpus o Navidad, como en las mojigangas y entremeses» (1996, p. 146) .Ver el entremés Otañez y el fariseo de Benavente para una muestra antológica de esta figura en el teatro burlesco de la época. w . 204-07 garrapatas, vino, latín: estas menciones se explican por referencia al poema burlesco latino Culex, así como al subgénero literario macarrónico. E l vino y el latín estarían, además, en consonancia con la referencia goliárdica anterior (Golías). w . 209-11 perejil: indica metafóricamente «el adorno o compostura de cosas de color sobresaliente» (Aut), alusión a lo vistoso de tanto color en las máscaras. E l epilio burlesco concluye con la presencia de dos doctores de la religión cristiana y musulmana, en disputa. Recuérdense las numerosas referencias a estas disputas en libros de la época, desde el famoso Antialcorán de Chinchón al, en sentido contrario, Tratado de la Misa de Cipriano de Valera, o los numerosos textos polémicos aljamiados y moriscos (ver Cardaillac, 1979, para más referencias); perejil también se toma como lío, complicación. Para su uso como dilogía: Darlo todo y no dar nada, v. 1557; para alfaquí el Entremés
del marido hasta el infierno de Quirós: «Pasó
ante mí, / como quien es a veces alfaquí» (Fruela, w . 231-32). E l perejil tiene propiedades diuréticas y emenagogas, y en textos médicos de la época áurea suele mencionarse como curativo de la hemorragia menstrual. Es también de interés que se suela relacionar con el Carnaval, pues florece en marzo-abril (ver Dioscórides, lib. III, p. 73).
T E X T O DE LA COMEDIA
en un carro de alcaucil frailes legos, ratoneras, alverjones carmesí, ciento y cuarenta guerreros, un mono, un trapo, un mastín, catorce ruedas, dos vigas, treinta agujas y un atril, tres cahíces de vinagre, una aldaba, un Juan Ruiz, cuatrocientos luteranos, dos albardas y un castil, rodacillos y alfeñique,
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v. 213 alcaucil: «Lo mismo que alcarcil y alcacil, llaman en la Andalucía con estos nombres a la alcachofa» (Aut). La alcachofa (junto a la zanahoria, etc.) figura con frecuencia en los poemas antisemitas de burla, por ejemplo en los de Diego Hurtado de Mendoza. Cabe la ortografía de Alcaucil con mayúscula, siendo así una dilogía. Recuérdese a este respecto que Alcaucil es un municipio de la provincia de Málaga que fue villa de moriscos durante el siglo xvi y que parece haber tenido un papel relevante en los levantamientos de las sierras de Tejeda y Canillas (Pérez de Hita, Guerras civiles de Granada). v. 215 alverjón: según las zonas, alverja, alverjón, denomina a la algarroba, almorta o guisante. v. 220 cahíz: «Especie de medida que en Castilla contiene doce fanegas y en otras partes es de diferentes cantidades» (Aut). Es medida de sólidos, no de líquidos. v. 221 Juan Ruiz: puede ser un bobo,.un rústico o aldeano, o bien un picaro, como Juan D i z o Juan Paulín. E n germanía se utiliza este patronímico con mucha frecuencia (Juan Blanco, Juan Danzante, Juan del Campo, Juan Díaz, Juan Dorado, Juan Francés, Juan Malliz, Juan Platero, Juan Rubio, etc. Podría pensarse también en una burla de Juan R u i z de Alarcón (muerto en 1639). Para esta i n terpretación colaboraría la referencia posterior en la comedia a «reñir un jorobado con La Habana» (v. 469), que podría tomarse también como alusión al comediógrafo R u i z de Alarcón. w . 222-23 luteranos: alusión que se acomoda a los chistes de tipo religioso en la comedia burlesca (contra moriscos, judíos y luteranos); quizá la lectura de M S I , albardas y bacín, recordara el famoso episodio de la bacía de barbero del Quijote. v. 224 rodacillo: ¿término culinario referente a producto de forma redonda?; ¿diminutivo de roda, «pieza que forma la proa de la nave» (DRAE)?; alfeñique: «pasta de azúcar que se suaviza con aceite de almendras dulces, que regularmente se toma en las fluxiones catarrales para ablandar el pecho» (Aut), una referencia más a gastronomía de productos moriscos o árabes.
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DURANDARTE
Y
BELERMA
jarabes, monas, barniz, bancos, arrope, beleño, enanos, guizque y marfil. Y aquí, sardescos pestiños, nuestra máscara dio fin, que no es mucho que por marzo pida pan un jabalí. MONTESINOS
No he visto en toda mi vida flota con tanto lacayo, debe de ser homicida pepino que en mes de mayo anda con capa caída. ¿Gastóse algún alojú en hacer tan gran carreta?
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235
v. 225 mona: las monas se asociaban con la astucia y pertenecen al léxico burlesco y de germanía. Ver El rey don Alfonso: «Más astuto que una mona / y más sabio que un ventero» (w. 183-84); La ventura sin buscarla: «Di que es gallarda persona / que sabe más que una mona» (w. 425-26). v. 226 arrope: «Mosto cocido al fuego hasta quedar en cierta cantidad, que de ordinario es la tercera parte del que se puso a cocer» (Aut); comp. El hermano de su hermana, de Quirós: «Al guarda joyas mandó / que la pusiese en arrope» (w. 735-36); beleño: papaverácea, de la que hay tres especies; «las dos especies primeras son nocivas y hacen enloquecer y causan sueños muy graves y pesados; la especie tercera es menos dañosa y como más benigna es usada en medicina» (Aut). v. 227 guizque: ver n. w . 13-16. v. 228 sardesco: nótese la dilogía: «Se aplica a los asnos pequeños; se aplica también en estilo familiar a la persona áspera y sacudida» (Aut). Sobre las numerosas referencias a asnos y burros, recuérdese que en estos festejos navideños (officium stultorum, missa asiní) el asno se convirtió en un animal cargado de simbolismos. Por un lado era símbolo de la lujuria y de la necedad absoluta; por otro, simbolizaba la paz y la humildad. E l pestiño es dulce hecho con miel, de ahí que la broma no sea más que un sinsentido en el que se destaca la nota de insulto animalizador (asnos) y oposición (agridulce), con tintes antimoriscos una vez más. w . 234-36 pepino: tenían fama de malsanos, y de producir fiebres. Ver infra v. 928 para más pepinos. Los pepinos son especialmente abundantes en las obras dramáticas breves de Bernardo de Quirós. Así, en el Entremés del toreador don Babilés: «Señora, en mí vuestra sangría / lo mismo es que pepinos y agua fría» (Fruela, w . 49-50) o en El hermano de su hermana: «El dice que va a las viñas / a llevarte unos pepinos, / Vellido Dolfos se llama / y hijo de Olfos Vellido» (w. 1080-83). v. 237 alojú o alajú: «Pasta hecha de almendras, nueces (y alguna vez piñones), pan rallado y tostado y especia fina, unido todo con miel muy subida de punto. E n algunas partes de España se llama alfajor» (Aut). Otra comida morisca.
T E X T O DE LA COMEDIA
GALALÓN
A
115
pesar de Bercebú
ni quedó corcho en Limeta
240
ni biznaga en el Perú. MONTESINOS
N O
han visto mejor priorato
indios, persas ni garrotes. GALALÓN
Sólo en ver su aparato diez caballeros franchotes
245
almorzaron en un plato. Sale Belerma lo más graciosa que pudiere. CRIADO
Señor, aquí está Belerma.
BELERMA
¡ O h , cordellates flamencos!
DURANDARTE
¡ O h Constantinopla enferma! Como ya tenéis podencos
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os hacéis duque de Lerma. BELERMA
Esférico Durandarte, no quiera la diosa Palas que yo me haga estandarte.
DURANDARTE
A
vos os nacerán alas
255
antes que os hagáis baluarte.
w . 239-41 A pesar de Bercebú...: se refiere al adorno de la carreta, corcho y bisnaga/biznaga («Saúco silvestre, antiguamente usada como mondadientes», Aut). Lima y Perú sólo sirven para provocar una rima fácil, sugiriendo la lejanía y costo de enviar los materiales para la fabricación de la carreta de la máscara (en realidad no hubiera costado nada, pues corcho y bisnaga son muy abundantes en muchos lugares de la Península Ibérica, de ahí el chiste de lo inapropiado de ir tan lejos a buscar materiales tan ínfimos y tan abundantes en las cercanías). E n Limeta podría haber dilogía con el sentido 'recipiente', que se puede tapar con corcho, y quizá hubiera de imprimirse en minúscula. Toda esta serie que viene mencionando es una típica acumulación absurda disparatada. v. 248 cordellates: «Cierto género de paño delgado como estameña. Llamóse así por el cordoncillo que hace la trama» (Aut). w . 252-54 esférico: sugiere, obviamente, que Durandarte está algo subido de peso. La mención de estandarte se explica como sinónimo de insignia, enseña, posiblemente por asociación con el hecho que en las procesiones y máscaras (ya sea carnavalescas, ya sea del Corpus) solían llevar las cofradías y comunidades estandartes.
116
BELERMA
DURANDARTE
Y
BELERMA
De haber salido me pesa para ver tanta grosura.
DURANDARTE
N o gruñáis, salamanquesa, que un mulo sin herradura
260
se espanta de una pavesa. CRIADO
El rey comiendo melones os aguarda, madianitas.
MONTESINOS
Él nos hará motilones.
GALALÓN
A Dios, mis nobles pezpitas.
DURANDARTE
A Dios, nobles aviones.
265
Vanse. Quedan Durandarte y Belerma. DURANDARTE
Ya es tiempo de declararme con vos, ama de herreros. Sabed que di hoy en pelarme y que estoy tal por quereros
270
que ya no peso un adarme. Por vos me haré morisco, por vos me iré al muladar,
v. 258 grosura: 'despojos de animales' y 'materia grasa'; se juega aquí con el doble significado de grueso como zafio, burdo y como gordo, insistiendo así en el calificativo anterior de esférico. v. 263 madianitas: individuo de un pueblo bíblico descendiente de Madián, sin más intención que la de recordar las referencias bíblicas anteriores: fariseos, David, Caifas, etc. E l rey comiendo melones es imagen que rebaja y denigra la categoría del emperador francés y se aviene con la imagen anterior del almuerzo de los caballeros franchotes (v. 245).
v. 264 motilón: buscón, pelón (Léxico); puede referirse a un grado inferior en las órdenes religiosas, cuyos individuos llevaban el pelo cortado. w . 265-66 pezpita: «Ave lo mismo que aguzanieve o motacila» (Aut); avión: «Especie de vencejo pero menor» (Aut). La gracia está en sugerir, en asociación caótica de imágenes, vocablos pertenecientes al mismo campo léxico, en este caso aves, con la intención de animalizar a los dos enamorados. v. 268 herrero: en germanía valiente, matón (Léxico). w . 271 adarme: «La décima sexta parte de una onza o la mitad de un drachma» (Aut). Este último chiste se entiende como ironía en el contexto de la grosura de Durandarte, como ha quedado mencionada en el v. 258 supra. w . 272 y ss. Por vos me haré morisco...: se insiste en actividades absurdas y hasta sospechosas, como no comer lentejas (que se avendría con la acusación hecha
TEXTO DE LA COMEDIA
117
por vos no tengo lentisco, por vos me iré a vendimiar
275
y por vos me haré risco. Por vos no como lentejas y por vos tres más envido, por vos mato comadrejas y por vos he prometido
280
hacerme queso de ovejas. M i pensamiento es bochorno, mi memoria lamedor, busco muías de retorno, lloro más que un tundidor
285
y suspiro más que un horno. Vos sois causa de mi daño, humanaos, carne de muelle, que si no tenéis redaño, me quedaré hecho fuelle
290
y vos derritiendo estaño. BELERMA
Bien sé yo, gran Cucufate, que honráis a mi abolengo, mas yo por ser Montserrate siempre os he tenido y tengo
295
más amor que a un calafate. a los moriscos y judaizantes de no guardar el viernes, por ejemplo), y en las de poca alcurnia, todas ellas bastante absurdas. w . 282-86 Mi pensamiento es bochorno...: episodio obligado de las quejas de amor es el expresar el dolor provocado por la negativa o altivez de la amada. Las imágenes petrarquistas son aquí parodiadas mediante su conversión en impropiadas e indecorosas: al calor de la angustia amorosa le substituye el bochorno, término totalmente inapropiado y que se asocia con cansancio y fatiga; lamedor es una clase de jarabe usado para curar afecciones de garganta; busca muías de retorno, es decir, que hayan hecho un viaje cargadas y regresen de vacío, con lo cual aceptaban cargas más baratas para sacar algo en el viaje de retorno (no significa nada en el contexto); el llanto se asocia con un tundidor en metáfora que sugiere la desesperación amorosa del golpe repetido y machacón; y el suspiro se asocia, por último, a una fragua ardiente en la que se sumerge en agua el hierro candente. v. 292 Cucufate: juego de onomástica burlesca, frecuente en el género. v. 296 calafate: «el que adereza los navios, calafeteándolos con mazo y escoplo y aprieta sus junturas para que no reciban agua» (Aut), de nuevo en el campo léxico de profesiones de poca categoría.
118
DURANDARTE
Y
BELERMA
Vuestro es este pecho esquivo, vuestro es un mucho y un poco, vuestro es este rostro altivo y este corazón de moco con
300
quien de noche os escribo.
Sois mi gloria de cangrejo, por vos me dará calambre, mas no os dejaré perplejo aunque rabiando de hambre
305
me lo pida mar Bermejo. DURANDARTE
Pues tras de tanto azafrán, ¿seréis mi esposa? Seré
BELERMA
biznieta del preste Juan. DURANDARTE
Pues dadme a besar el pie,
310
reverendo guardián. BELERMA
Toma mis brazos de río, que dos pies de sepoltura bien pegarán con rocío.
DURANDARTE
¡ O h mercenaria criatura,
315
más leonada que un j u d í o ! Con
este favor sin unto
v. 300 moco: adoptamos la lectura de S3, que presenta rima y sentido adecuados (frente a mozo en otros testimonios). v. 307 azafrán: supone, a su vez, un término más de origen árabe y sugiere connotaciones antimoriscas (piénsese también en azafrán como engaño en germanía: «vendióme algún azafrán», H i l l , Poesías germanescas, p. 195; o, lo que también puede relevancia burlesca aquí, que las tocas a que las prostitutas o mancebas estaban obligadas a usar debían ser azafranadas: Deleito, 1967, p. 42). v. 309 preste Juan: para el preste Juan en comedias burlescas («Título que se da al emperador de los abisinios. Es voz compuesta de Preste y Juan, que en su lengua vale rey», Aut), ver El rey don Alfonso: «Mas ¿para qué te doy cuenta / del Preste Juan de las Indias?» ( w 80-81); La ventura sin buscarla: «Este me dio el Preste Juan / por sólo un plato de callos» (w. 706-07). v. 311 reverendo guardián: guardián: «Se llama en la religión de San Francisco el prelado ordinario de sus conventos» (Aut). v. 312 brazos: fácil dilogía con el sentido de 'ramal de un río o corriente de agua'.
TEXTO DE LA COMEDIA
119
quedo más rico que un gallo, más alegre que un difunto y más süave que un rayo
320
cuando a mis carnes le junto. Ya no me espanta el catarro porque me convierto en cuñas, ya no hay quien busque un jarro ni al sol le nacerán uñas,
325
ni cabellos a un guijarro. Entre arrope y espinacas me quedo como alambique, más alegre que carracas y no es mucho que un cacique
330
quiera comer albahacas. Sale Montesinos y Galalón. MONTESINOS
Esta ha de ser gran jornada y si va el emperador todo ha de ser empanada.
v. 320 rayo: nótese que hay yeísmo, con rima en -alio, -ayo, síntoma de pronunciación meridional. v. 324 jarro: la referencia al jarro como borracho es abundantísima en la poesía jocosa y germanesca.Ver por ejemplo «los jaques se hagan jarros y ellas jarras» (Hill, Poesías germanescas, p. 47). Para más referencias al campo léxico de la embriaguez en la comedia burlesca, ver El rey don Alfonso, nota v. 1209. v. 325 uñas: podrían, sin embargo, nacerle uñas al sol, porque se habla de sol con uñas cuando tiene algunas nubéculas que lo ocultan a medias (Aut). Comp. Darlo todo y no dar nada, v. 2316.
w . 329-30 carracas: instrumento ruidoso apropiado para las Carnestolendas, como atestigua también la mojiganga de Hidalgo de la Mancha, generalmente asociadas a mazas (La ventura sin buscarla, v. 536 y nota). Para más referencias a las mismas ver Caro Baroja, 1965, pp. 68 y ss. (bajo el epígrafe general de bramaderas y zumbaderas o ruidos y quebrantos: «El día de Jueves Santo, en cantidad de pueblos, los muchachos suelen producir una clase de ruidos especiales, con artefactos también especiales, como matracas, carracas, etc., en substitución de las campanas, que no se pueden tañer») o en el Entremés del toreador don Babilés de Bernardo de Quirós: «Que si no eres azuda eres carraca» (Fruela, v. 96). Cacique insiste en el uso paródico de léxico indígena americano. Nótese que la mención del cacique podría venir motivada por el juego fónico carracas-Caracas (esta lectura está ofrecida por P y S3).
120
DURANDARTE
Y
BELERMA
Aquí viene un atambor
335
comiendo media granada. Pasa un atambor tocando. DURANDARTE
Bernardo el Carpió viene con todo el poder de Asturias. Es infraoctava solemne y por vengar sus injurias
340
de gavillas se mantiene. GALALÓN
¿ Y trae gente de importancia?
MONTESINOS
Trae catorce arrieros de los mejores de Francia, dos o tres alcabaleros
345
y una almena de Numancia. Trae dos camisas de lana y cuatro yuntas de bueyes y trae una cerbatana para pescar peces reyes
350
con dos libras de badana.
w . 337-38 Bernardo el Carpió...: creemos ver en esta referencia una prueba irrefutable de la conexión entre El casamiento en la muerte de Lope y nuestra comedia burlesca. También en aquélla Bernardo el Carpió acude como principal guerrero de las fuerzas árabo-castellanas a la batalla de Roncesvalles; y en ella también se desarrolla, como acción paralela a la de Bernardo el Carpió, la de los amores de Durandarte y Belerma. v. 339 infraoctava: «Tiempo que abraza los seis días comprendidos entre el primero y último de la octava de una festividad de la Iglesia» (DRAE). v. 341 gavillas: la referencia al modus edendi del ejército hispano que va a luchar con los franceses se relaciona con otro sentido de la palabra gavilla, «junta de m u chas personas y comúnmente de baja suerte, sin orden ni concierto, y así se dice gente de gavilla, gavilla de picaros» (Aut). Las huestes hispanas son así parangonadas con ejércitos de picaros andrajosos y hambrientos («Y si viniere en gavilla / no le estimo en un tornés», H i l l , Poesías germanescas, p. 29). w . 350 peces reyes: no sabemos si podrá sospecharse en esta mención a los peces reyes una referencia a la comedia burlesca El cerco de Tagarete, que relata las l u chas épico-burlescas del ejército de don Inflamado Pejerrey, pues otras referencias permiten también sospechar una relación especial entre ambas comedias (ver Introducción).
T E X T O DE LA COMEDIA
Trae seis dados en la mano con una jaula de tordos y un teatro del troyano; ciento y veinte y cinco sordos en la burra de un gitano. Trae gomas y calandarios, goznes, brevas, cataratas, cortijos, vocabularios, un costal de garrapatas y veinte y tres boticarios. GALALÓN
121
355
360
El cabello se me eriza de oír tan grande aparato. Vuelve a salir la caja.
v. 352 dados: aunque la referencia a dados cabría en el contexto de las numerosas menciones a juegos de azar en la comedia, quizá pueda pensarse que la variante dedos (S3) daría aquí una nota de turpitudo et deformitas también válida. w . 354-56 troyano: sería Héctor, famoso guerrero muerto a manos de Aquiles; los sordos podrían venir sugeridos por el uso de cerbatana del v. 349, «cañón de madera o de otra materia para hablar por él a los sordos» (Aut); los gitanos no tienen más función que incluir una nueva referencia xenófoba, como las antisemitas y antimusulmanas, ofreciendo un panorama completo de la marginalidad en el siglo xvii. Los gitanos, además, se relacionan con los herreros, caldereros y estañadores, a todos los cuales hay numerosas referencias en esta comedia. Ignoramos a qué refiere el teatro del troyano, aunque podría pensarse en divertimento itinerante de muñecos o bien en retablo a lo Maese Pedro con las historias troyanas típico de las festividades carnavalescas. Recuérdese, por último, que en El cortesano de Luis de Milán (1874) se representaba la máscara de griegos y troyanos, que podría estar en relación con esta oscura referencia al teatro del troyano. w . 357-61 Trae gomas y calandarios...: enumeración caótica de instrumentos, objetos y personas que no se suelen asociar con ejércitos, culminando con la referencia burlesca a los boticarios, objetos de mofa y sarcasmo frecuente en la literatura de la época. Nótese que cortijo y boticario hacen referencia a burdel y padre de la mancebía en germanía. Cfr. El rey don Alfonso: «Dijo uno que era señal / que sería boticario, / que los de este oficio tienen / en los almireces manos» (w. 1151-54); «Traigo una gentil botica / para cuando vendimiéis» (w. 1566-67). Para numerosas referencias a boticarios, La ventura sin buscarla, w . 71 y 534-35: «Más de seis mil boticarios / vayan tocando almireces» y El hermano de su hermana: «Reto los signos celestes, / la caterva de planetas. / Reto sastres, boticarios, / alfareros, estafetas, / los médicos y organistas, / y cuanto cifra el etcétera» (w. 1248-53). Es curiosa la indicación de Caro Baroja sobre la fiesta carnavalesca de principios de año de los gui-
122 MONTESINOS
DURANDARTE
Y
BELERMA
¡Al arma, ánimo y ceniza, y un jarabe del zapato
365
y en la frente una tomiza! La caja de guerra es ésta, haced que trague el profundo avestruces sobre apuesta y que lleve todo el mundo
370
un garbanzo en la ballesta. Ha estado Durandarte hablando aparte con Belerma, quitándose uno a otra los mocos. GALALÓN
Durandarte, ¿entre asadores tenéis ahora postemas y estáis tratando de amores cuando llueve el cielo emblemas
375
y la tierra corredores? Venid, que el emperador pienso que os quiere hacer capitán o segador. DURANDARTE
No se me da un alfiler
380
del ánima de un doctor. GALALÓN
Voto al Grao, que estas razones no son para melonares,
rrios, en Asturias, entre cuyos personajes-disfraces aparece un boticario (1965, p. 218). Para la figura burlesca del boticario ver el entremés El boticario de Benavente. w . 367-71 La caja de guerra...: las referencias, lejos de animar al combate, parecen presagiar calamidad y derrota: profundo, báratro, infierno; avestruces, cobardía. La ballesta y el garbanzo podrían ser confusión burlesca por ballesta y bodoque (la
«bolilla de barro» que se pone en la ballesta en lugar de flechas, Aut), y en germanía las ballestas son las «alforjas» (Aut). E n El cerco de Tagarete se utilizan chicha-
rrones como balas (v. 300 y ss.). E l uso de garbanzo se explica también por ser alimento de vigilia (amén de metáfora chusca y alimento de gañanes, como explica el siguiente pasaje del Entremés de mentiras de cazadores y toreadores de Quirós: «Trae la madrina un diamante / tan gordo como un garbanzo. / ¡Comparación de vigilia!», Fruela, w . 177-79). v. 382 Grao: puede referirse al famoso Grao de Valencia, que junto a la plaza de la Olivera de la misma ciudad era sitio frecuentado de picaros y hampones. v. 383 melón: persona de poco entendimiento, de donde por metonimia se usa melonar.
TEXTO DE LA COMEDIA
123
porque a puros cangilones donde van los doce pares
385
han de ir los catorce nones. ¿Somos aquí escribanos o no sabemos las calles? ¡Voto a tal, que ha de ir sin manos, aunque se esté Roncesvalles
390
vomitando cirujanos! DURANDARTE
Digo que estoy bien con eso y que no he visto alambiques, mas ¿ c ó m o puede un confeso hacer trecientos tabiques
395
con dos almudes de yeso? GALALÓN
¿Para qué os hacéis reacio, sabiéndolo vos mejor que las quijadas de Horacio?
MONTESINOS
Vamos, que el emperador
400
nos espera allá en palacio. Vase. BELERMA
¿Qué es esto, adúltera tierra? ¿Qué es esto, mi buen montante?
DURANDARTE
Que
el rey me envía a la guerra.
w . 385-86 pares, nones: juego fácil, frecuente en las comedias burlescas y en germanía: «Yo en el valor y el negar / fui doce pares y nones» (Hill, Poesías germanescas, p. 138).
v. 393 alambiques: nos inclinamos por ver en la referencia a alambique el sentido de alambicar, «examinar una cosa [...] con suma prolijidad, discurriendo y sutilizando sobre ella con exceso» (Aut), indicando que él, Durandarte, vale más para la acción (fuerza bruta) que para sutilidades de cualquier tipo. v. 396 almud: medida de algo más de litro y medio. v. 401 en palacio: esta referencia deíctica nos inclina a pensar que toda la jornada I sucede en un espacio exterior, quizá en las afueras de París o en una de sus calles (a lo que colaboraría la referencia a las calles del v. 388), y que aparece de algún modo representado el palacio del emperador Carlomagno en uno de los espacios inferiores de la escena. v. 403 montante: «espada ancha y con gavilanes muy largos que manejan los maestros de armas con ambas manos para separar las batallas en el juego de la es-
124 BELERMA
DURANDARTE
Y
BELERMA
Mal haya un representante,
405
pues no le traga una sierra. ¿Soy yo empleita o familia? ¿Soy tagarote o soy mosto? ¿Soy yo trigo de Sicilia? ¿Soy yo de mediado agosto?
410
¿Soy alforja o soy vigilia? ¿Soy modorra o soy corral? ¿Soy libro o soy retama? ¿Soy miel o soy Marcial? ¿Soy deuda o soy epigrama?
415
¿Soy yo Martina o Pascual? DURANDARTE
¿He andado yo a la redonda? ¿ N o ? Pues si yo no soy cesto, ¿para qué me hacen honda? ¡Voto a tal!, que por aquesto
420
tengo el alma en Trapisonda. BELERMA
¡Ay, triste nueva! ¡Ay amor! Gástaseme la paciencia.
grima» (Aut). Nótese que se utiliza, una vez más, una metáfora del juego de la esgrima. w . 405-06 representante: juega con el significado de farsante, comediante, además del político de representante del pueblo; la imprecación del v. 406 es a todas luces indecorosa (basada en la expresión «tierra trágame»), y quizá juegue con sierra, sien, cara en germanía (Léxico). Tragar sólo añade una referencia más al campo semántico de la voracidad, tan abundante en la comedia. v. 407 empleita: «La faja o tira de esparto que junta y cosida con otras forma el rollo de estera u otra cualquier cosa que se fabrica con ella» (Aut). v. 408 tagarote: «Llaman también al hidalgo pobre que se arrima y pega donde puede comer sin costarle nada» o «el mozo y escribiente que tienen los escribanos» (Aut); mosto suele significar en germanía borracho. Es curioso que muchos testimonios documenten Tagarete, con clara referencia a la comedia burlesca (ver la lista de variantes). v. 416 Martina, Pascual: nombres antológicos de burdos amantes sayagueses. Son, claro está, el contrapunto del amor idealizante y petrarquista. v. 418 cesto: metáfora cosificadora que implica ignorante, bobalicón, a tono con el melón de los w . 262 y 383. También podía significar 'borracho'. v. 421 Trapisonda: aunque en su origen lugar geográfico del ciclo del Amadís (ver supra la referencia a Galaor), parece tomarse aquí por «bulla o riña con voces o acciones. Es voz festiva y vulgar» (Aut).
T E X T O DE LA COMEDIA
125
¿Que a la guerra vais, señor? O moriré en vuestra ausencia
425
o me haré tundidor. Llora. DURANDARTE
¡Oh divina paviota, más bella que el rejalgar! No
lloréis, mi dulce sota,
que en sólo veros llorar me
430
da sarampión y gota.
Tocan. A marchar tocan, mi bien, y es el partirme forzoso. El alma os dejo en Belén, dadme un abrazo leproso
435
y dos hojas de llantén. BELERMA
Llorando resina y goma vuestra esclava, en suma, soy. Tomad mis brazos, bandoma,
v. 427 paviota: «Ave de que hay varias especies, unas semejantes a las palomas, otras mayores, del cuerpo de un milano o poco menos» (Aut). Claro es que como término de comparación en una metáfora amorosa resulta poco elevado, a tono con las muchas imágenes animalizantes de la comedia. v. 428 rejalgar. arsénico. De nuevo, comparar a la amada con un veneno se explica como indicativo de la pasión de índole antitética (amor/dolor) que es el amor, pero es muy inapropiado desde el punto de vista del decoro. v. 429 sota: «La tercera figura que tienen los naipes» (Aut). Se insiste, así, en las metáforas del juego, muy abundantes, así como se rebaja la categoría de Belerma, porque sota sugiere también, usada en palabras compuestas, «el subalterno inmediato en algunos oficios y empleos» (Aut). w . 435-36 La zafiedad del abrazo queda de manifiesto con el calificativo metafórico de leproso (puede pensarse en gafo, encorvado, leproso); llantén es «planta parecida a las acelgas», muy eficaz en medicina (Aut). E l llantén crece en sitios húmedos, por lo que podría pensarse en lo húmedo de la despedida (despedida de muchas lágrimas), a lo que colabora el llorar del siguiente verso (se llora llantén, resina y goma, lo que sugiere, como metáfora escatológica, algo húmedo y pegajoso, es decir, además de lágrimas con abundancia de mocos). v. 439 bandoma: no acertamos con el significado de esta palabra, que podría habernos sido transmitida erróneamente por la tradición textual. S3 y S4 indican Vandoma, con mayúscula.
126
DURANDARTE
Y
BELERMA
que en aqueste abrazo os doy el alma en una redoma. DURANDARTE
440
Para acordaros de mí tomad aquesta cencerra. Dale una cencerra.
BELERMA
Y vos este zahori. Dale una vasera de orinal.
DURANDARTE
Con tal favor de la guerra vuelvo hecho quis vel qui. Lluevan los cielos sábanas y anguilas,
445
v. 443 cencerra: es necesario ver esta referencia a la cencerra dentro de la utilización de instrumentos estruendosos en la época carnavalesca. Caro Baroja atestigua (1965, p. 198) que en O i z (Navarra) «los mozos se echan al anochecer al campo, llevando grandes cencerros colgados de la cintura o en las manos, con pieles de oveja a la espalda. De esta suerte van de una barriada en otra dando gritos y cometiendo fechorías. Los niños, ataviados de la misma suerte, hacen cuestación». E l cencerro (de ganado) está también en relación con la presencia de vacas y ovejas en las fiestas carnavalescas. Más cencerros carnavalescos son los de las fiestas asturianas de los guirrios (Caro Baroja, 1965, capítulo VI). v. 444 zahori: «Llaman a la persona que vulgar y falsamente dicen que ve lo que está oculto» (Aut). v. 444 acot. vasera: «La caja o funda en que se guarda o con que se defienden los vasos» (Aut). Comp. el Entremés
de la burla del pozo, de Quirós: «Vase y salen co-
rriendo Tomasa y Rodriga, con una arquita debajo del brazo y una redoma en su vasera»
(Fruela, v. 69 acot.). Para más vaseras en contextos burlescos ver los entremeses El boticario (en Colección, p. 761a) y La Constreñida
de Benavente: «Sale Pedro y Almagro
con un orinal y una vasera quebrado» (en Colección, p. 767). Nótese que los regalos
burlescos de los amantes (cencerra y vasera de orinal) parodian los de la tradición de la novela cortés y de caballerías, en que se suelen intercambiar objetos como anillos, diademas, etc., que permitirán andando la obra la anagnórisis final de los enamorados. v. 446 quis vel qui: ejercicio de gramática latina llamado «el puente de los asnos» porque ahí caían los malos estudiantes. E n el texto es un juego de disparates con latinajos. «Puente de los asnos. Se llama aquella grave dificultad que se encuentra en alguna facultad u otra cosa, que desmaya para pasar adelante. Dícese regularmente de quis vel qui en la gramática latina» (Aut). Comp. Calderón, El robo de las sabinas, en Teatro cómico breve, p. 420 (corregimos la lectura de Lobato,
que imprime erradamente): «Que el sacristán quis vel qui / cantando a mí me enamore». Comp. El hermano de su hermana, v. 39.
T E X T O DE LA COMEDIA
arroje el aire mitras y garrotes, vomite el mar los martes ansarotes y nazcan por las tejas mojarrillas; caigan sobre los montes angarillas, mátese un indio a puros papirotes, coman, si tienen qué, los sacerdotes y escupa el mar verracos y escudillas; no se halle en el mundo un sahumerio, nazca sobre las mieses simonía y sobre los albérchigos halagos: si aqueste corazón de cimenterio no fuere vuestro en vida y muerte mía, sóror Belerma de los Reyes Magos.
127
450
455
460
Vase Durandarte y dice Belerma. BELERMA
Pues conviértase el cáñamo en zumaque
y las tejas en clérigos y brochas, háganse los astrólogos melcochas y los consejos todos badulaque; no llueva en todo el año, sí, estoraque, y cuando mucho caigan habas cochas,
465
v. 450 mojarrilla: es un tipo de pez, y familiarmente «La persona de siempre está de chanza, fiesta, burla y alegría» (Aut). Nótese la alternancia defectuosa en la rima -ila, -illa. v. 452 papirote: «El golpe que se da apoyando el dedo que comúnmente se llama del corazón sobre el dedo pulgar, y soltando el del corazón con violencia, el cual se da comúnmente en la cabeza» (Aut). v. 454 verraco: cerdo macho destinado para padre. v. 461 zumaque: «En estilo festivo se toma por el vino» (Aut). Cfr. Quirós, Entremés del marido hasta el infierno: «Eurídice, mi bien amada esposa, / montera de Espinosa, / aguarda, tente, espera, / no corras tan ligera / por globos de zafir y de zumaque, / que te sigue tu esposo triqui traque» (Fruela, w . 1-6). v. 463 melcochas: «Cierto género de torcido hecho de harina, miel y especias, tostado al fuego» (Aut). v. 464 badulaque: «Metafóricamente y por alusión al guisado, que es de poca substancia, se llama al que es medio bobo, de poca o ninguna actividad y maña, inútil y de ningún provecho» (Aut). v. 465 estoraque: «Se toma comúnmente por la goma o licor que destila el árbol así llamado y que se cuaja y endurece como la resina» (Aut).
128
DURANDARTE
Y
BELERMA
mueran de parto cinco mil garrochas y hágase ermitaño un triquitraque; riña con La Habana un corcovado, hagan espuertas treinta portugueses y hágase la Pascua monacillo, Durandarte, mocoso y confitado, si no os guardare esta lealtad seis meses en un cenacho, paila o botecillo.
470
Vase Belerma y con esto se acaba la primera jornada.
v 467 garrocha: 'vara larga y delgada', de donde el chiste por lo improbable o inimaginable de la preñez en tanta delgadez, que alcanza sentido absurdo dentro de los impossibilia que se enumeran en el soneto de réplica. v. 468 triquitraque: «Voz inventada para explicar el sonido ruidoso y como a golpes de alguna cosa» (Aut); ermitaño es en germanía ladrón asaltacaminos que trabaja solo («Comadreja en todo nido, / águila de flores llanas, / ermitaño de camino», H i l l , Poesías germanescas, p. 62; Quirós, El hermano de su hermana: «Mi suegro tenía jaqueca / y llamando a un ermitaño / le mandó sacar dos muelas», w . 594-96). «En despoblado solía haber ermitas ocupadas por penitentes. Estos eran sinceros devotos en ocasiones; pero otras eran ladrones o bandidos, ocultos allí bajo tal disfraz, o cómplices de salteadores» (Deleito, 1967, p. 101). v. 470 portugueses: las burlas a portugueses son frecuentes en el Siglo de Oro, y lo mismo de portugueses a castellanos. Por lo que toca a La Habana, podría verse en esta referencia una relación con el final del ms. de LÍJ muerte de Valdovinos: «Y aquí la comedia acaba / de tres ingenios de azúcar / que trujeron de La Habana / para estas Carnestolendas / dándoos senado palabra / de haceros segunda parte / si les perdonáis las faltas» (Serralta, 1968, p. 119). Para insultos sobre corcovados, ver la obra dramática de Bernardo de Quirós (en Fruela) donde abundan sobremanera (Entremés
del poeta remendón,
v. 12; Entremés
del marido hasta el infierno, w .
280-83; Entremés de los sacristanes burlados, v. 53). También puede verse este insulto sobre corcovados y toponimia americana con relación al Juan R u i z del v. 221, todo ello una referencia denigratoria contra Juan R u i z de Alarcón, sólo una más de las muchas comunes contra el autor novohispano en la época áurea. v. 472 mocoso: nótese que la referencia a lo mocoso de Durandarte puede relacionarse con la escena en que los dos amantes se quitan los mocos uno al otro, amén del abrazo mocoso que se han dado unos versos más arriba. v. 474 cenacho: «Cesta de palma, mimbres gruesos o esparto, que suele servir de coger hojas para los gusanos de seda» (Aut); paila: «Bacía grande o vaso de cobre, azófar o hierro, que sirve para lavarse los pies y otros ministerios» (Aut); botecillo: «El bote pequeño de ungüentos o aceites» (Aut). Nótese que los tres recipientes son pequeños y para menesteres de poco prestigio.
JORNADA
SEGUNDA
Salen Roldan, Oliveros y el emperador. EMPERADOR
E n fin, señores, ¿que ahora
475
el español rey Alfonso me hace gestos y llora porque le diga un responso una
noble cantimplora?
Sobre esto me niega a España
480
y Bernardo, su sobrino, bosteza cuando él regaña, y de un j a m ó n de tocino ha hecho una telaraña; y ahora me hace guerra
485
v. 476 Alfonso: Alfonso el Casto (759-842). R e y de Asturias y León, heredó el trono de su padre, Fruela I. Subió al trono en el año 791, una vez adquirida la mayoría de edad. Fomentó pactos con Carlomagno, lo cual le supuso el rechazo de sus nobles, recelosos de que el monarca tuviera que pagar tributos al emperador franco. Viéndose muy enfermo, abdicó en su primo don Ramiro y vivió retirado hasta su muerte. v. 481 Bernardo [del Carpió]: tema épico que integra al menos dos versiones d i ferentes: la del Bernardo hispánico y el Bernardo francés. E l primero, centrado en los motivos del honor familiar y el vasallo rebelde, se localiza en la corte de Alfonso II. Es el Bernardo que lucha contra las tropas francesas y mata a Roldan. E l segundo, localizado en la época de Alfonso III, tiene como protagonista a un Bernardo francés, hijo de doña Tímbor, hermana de Carlomagno, en que el protagonista primero lucha contra los franceses y, con posterioridad, se une a ellos. Las crónicas medievales suelen dar preferencia a una u otra versión, o bien a una refundición de ambas. Claro está que nuestra comedia se centra en el motivo de la primera versión, naturalmente degradada. v. 484 telaraña: «Cualquier cosa sutil, de poca entidad, substancia o consistencia» (Aut), lo que además rebaja o degrada aún más la imagen del atracón de Bernardo. Además de la glotonería del rey (modelada según el patrón del glotón
130
DURANDARTE
con
Y
BELERMA
Gibraltar y Tarifa.
Pues ¡por vida de la tierra!, que no ha de haber engañifa conmigo en Ingalaterra. ¿Soy yo médico o relincho?
490
¿ H a g o trenzas o me salgo? Pues, por Dios, que si me hincho que ha de ir a espulgar un galgo y un mono, si me emberrincho. Ea, no quiero escarpines;
495
al arma, buscamatracas. OLIVEROS
No
me eche nadie latines,
que hay gran falta de espinacas y estoy por capar rocines.
como tipo cómico de la comedia latina) se hace claro que tal atracón de tocino podría ser una manera de probar cristianismo viejo. w . 486-89 Gibraltar y Tarifa: se refiere a momentos representativos de las l u chas españolas en la Edad Media y el siglo xvi (Tarifa, Gibraltar, Inglaterra), aunque, claro está, anacrónicos con respecto a la época de la historia de los doce pares, lo que añade más comicidad a la escena. Quizá la mención de Inglaterra en el contexto de Gibraltar y Tarifa (provincia de Cádiz) refiera al famoso sitio de Cádiz por Drake con treinta navios en 1587, aunque son muchas las rivalidades entre Inglaterra y España durante los siglos xvi y xvn para que pueda verse la mención de una en especial. v. 493 espulgar un galgo: cfr. Mariscal de Virón: «Y la gente sediciosa / a espulgar
un galgo fue / a las espaldas de Atocha» (p. 245); «El rey está sin camisa / y Blanca le está espulgando» (p. 340); «Porque me voy a espulgar / detrás de aquel alcacer» (p. 241); La ventura sin buscarla: «Matando anoche las pulgas / y rascándose una nalga» (w. 342-43); «Pues vámonos todos juntos / a un corredor a espulgarnos» (w. 722-23). Las referencias a las pulgas caben dentro de las numerosas menciones a animales groseros y parásitos, sin duda indecorosos para establecer comparaciones en la comedia seria. v. 496 buscamatracas: el compuesto juega con varios significados de matraca: «Burla y chasco que se da a uno, zahiriéndole y reprehendiéndole alguna cosa que ha hecho; se llama también el hombre porfiado con pesadez y necedad» (Aut)\ «Sobre esta base se componen muchas palabras en germanía, como por ejemplo buscaroldanes, prostituta, etc.» (Léxico). v. 499 capar rocines: no nos resistimos a comparar este capar rocines con lo que
ocurre en la comparsa carnavalesca suletina, donde un episodio central de la misma es la castración de Zamalzain, que representa la caballería navarra (Caro Baroja, 1965, capítulo V ) .
T E X T O DE LA COMEDIA
131
EMPERADOR
Yo bien sé lo que me hago, embarremos un alnafe, que si soy carta de pago también he sido ajarafe y en mondongo me deshago.
500
ROLDÁN
Mira que el español trae gran cantidad de mulatos.
505
EMPERADOR
Pues vestirnos de cambray y enviarle entre dos platos el alma de Garibay.
OLIVEROS
Pues, señor, si tú rasguñas y esotros van al Poniente
510
w . 500-04 Yo bien sé lo que me hago...: la bravata del emperador es un sinsentido lógico; alnafe es «un género de hornillo portátil que se hace de hierro, barro o piedra blanda y según la materia suele tener la forma» (Aut); comp. El cerco de Tagarete, v. 46; ajarafe «es lo mismo que azotea, mirador o terrado» (Aut); para mondongo ver Escarramán: «¿No estábades en la plaza / vendiendo mondongo asado» (p. 359) o El rey don Alfonso, w . 99 («y más que un mondongo limpia»), 125-26 («no se ahiten tus mondongas / de menudillos de pavos»), 1249 y 1527 («de que querrás ser después / en la corte mondonguera»), dentro de las numerosas referencias a comidas indecorosas y de baja estofa. v. 505 trae: nótese que la rima en -ay, atestigua esa pronunciación, frecuente en el Siglo de Oro. v. 506 mulatos: sólo tiene la función de ofrecer un chiste más racista, a tono con los referentes a judíos, moriscos e indios. Los mulatos también suelen aparecer con harta frecuencia en poesías germanescas. v. 507 cambray: «tela de lienzo, delgada y fina» (Aut) de la ciudad homónima francesa (ya en sí burlesca como ropa de batalla). v. 509 alma de Garibay: se refiere al famoso historiador y genealogista, nacido en Mondragón (Guipúzcoa) en 1533. Fue bibliotecario de Felipe II en 1576 y, en 1592, cronista, en parte por la buena impresión que causó al rey su obra Los XL libros del compendio historial de las Crónicas y universal historia de todos los reinos de
España. Se decía que el alma de Garibay no la quiso Dios ni el diablo: Correas, núm. 5108: « C o m o el alma de Garibay, que ni la quiso Dios ni el diablo. Cuando algo se da por perdido se dice: Tan perdido es como el alma de Garibay»; Tirso, La joya de las montañas, ODC, III, p. 193: «—Di presto quién eres. —¡Ay! / E l alma de Garibay / que ni es de Dios ni del diablo»; Estebanillo, II, p. 222: «andaba como el alma de Garibay, que ni la quiso Dios ni el diablo»; cfr. la anotación de Carreira y C i d a este pasaje del Estebanillo, donde remiten para el origen de esta frase y su adscripción al cronista Esteban de Garibay, a Caro Baroja, 1972, pp. 145-49.
132
DURANDARTE
Y
BELERMA
y en toda Francia no hay cuñas, ¿no está claro que esta gente ha de cortarse las uñas? EMPERADOR
Bien me aconseja R o l d á n ,
515
mas un gozque con albarda ¿cómo ha de ser azacán, ni la gata siendo parda mal puede ser gorgorán? Sale Montesinos. MONTESINOS
Inclito señor, ¿qué haces?
520
¡Al arma, griegos, franceses!, que España trae alcartaces y una alhóndiga de nueces para sólo hacer las paces. EMPERADOR
Pues a ellos, San Dionís,
525
¡viva Francia!, ¡agua, Dios, agua! Vanse sacando las espadas y sale Valdovinos riñendo con un español. VALDOVINOS
Quedo, González Geniz,
que si me dais en la fragua me cortaréis la nariz. ESPAÑOL
Dame la fe del bautismo
530
o deja que te desangre. VALDOVINOS
N O hay cuenta con silogismo.
v. 515 gozque: «Perro pequeño que sólo sirve para ladrar a los que pasan o los que quieren entrar en una casa» (Aut). v. 519 azacán: «aguador» (Aut). v. 521 gorgorán: «Tela de seda con cordoncillo» (Aut). w . 522-24 alcartaz: «Cucurucho de papel»; alhóndiga: «Casa pública donde se guarda el trigo de alguna ciudad» (Aut). v. 525 San Dionís: nótese que hay alternancia entre -is, -iz, -iz, síntoma de pronunciación seseante. Para San Dionís como grito de guerra francés (parejo al «Santiago, y cierra, España» hispano) ver Mariscal de Virón, donde se usa con frecuencia («Cierra, Francia, San Dionís», p. 241, entre otros). v. 527 González Geniz: variante de Gonzalo Geniz, hace referencia al famoso valiente y matasiete que cantara, entre otros, Quevedo en su baile Valientes y to-
T E X T O DE LA COMEDIA
ESPAÑOL
133
Pues aquí verás tu sangre hecha siete de guarismo. Vanse y salen riñendo Bernardo del Carpió y Durandarte.
DURANDARTE
Específico Bernardo,
535
no me mates, tente, espera, déjame comer un cardo. BERNARDO
Aquí morirás, babera, revuelto en tu sayo pardo.
DURANDARTE
Pues ya que a tus manos muero,
540
dame, siquiera, lugar para cortarme un uñero.
mojonas: «¡Quién vio a Gonzalo Jeñiz, / a Gayoso y a Ahumada, / hendedores de personas / y pautadores de caras» (PO, núm. 865). v. 534 hecha siete de guarismo: ofrece una carga plurisémica abundante; referencia al adjetivo matasiete («fanfarrón, hombre preciado de valiente», DRAE), que sugiere un mundo de jayanes y picaros, y que a su vez se basa en la expresión hacer un siete, «rasgón en forma de siete que se hace en los trajes o en los lienzos» (Aut) y que sitúa la escena en el campo semántico de peleas y trifulcas de jayanes; el siete es también «un naipe que tiene siete señales», con lo que se abunda en las referencias al juego. v. 535 específico: esdrújulo burlesco; lo creemos alusión a la terminología médica, en la que específico designa a un medicamento simple, no compuesto de varios (Aut)', es un chiste más sobre la capacidad mortal de los médicos. Quevedo equipara a los médicos y medicinas a las armas mortíferas: Bernardo, gran guerrero, es tan matador como una medicina. v. 537 comer un cardo: nótese lo absurdo de la situación (le pide que no le mate y se espere mientras se come un cardo); como en otras comedias burlescas se pide a los que vienen a matar a alguien que vengan más tarde por la inconveniencia del momento (El Hamete de Toledo, La ventura sin buscarla...)
situación que con-
viene comparar con el pathos del romance «Oh Belerma, oh Belerma, por mi mal fuiste engendrada», también ambientado en la muerte inminente de Durandarte. v. 538 babera: «Metafóricamente se toma por bobo y tonto» (Aut); con semejanza de rústico podríamos añadir, a lo que colabora el sayo pardo del verso siguiente, de nuevo atavío campesino poco guerrero. v. 542 uñero: la misma petición se realiza en El cerco de Tagarete: «Por Dios, que te estés quedo / y aguardes que me corte aqueste uñero» (w. 446-47). Recuérdese, además, que supra v. 514 Oliveros recomendaba al ejército hispano que se cortara las uñas desmedidamente largas (síntoma de suciedad y falta de aseo).
134
DURANDARTE
Y
BELERMA
BERNARDO
Ya no hay lana en tu pinar; escóndete en tu tintero.
DURANDARTE
Tente, que con esa espada me has horadado un riñon.
BERNARDO
¡Oh qué gentil alcaldada!
DURANDARTE
Por amor de San Simón, que me des una almendrada.
545
Vanse y salen el emperador y Oliveros, riñendo con un español. EMPERADOR
Animo, franceses bravos; nadie me pida cucharas;
550
v. 544 tintero: recuérdese que tintero se suele asociar con cuernos en textos burlescos áureos. Comp. El hermano de su hermana: «Que si te faltare alguna / alhaja para escribir / el tintero de San Lucas / soy yo» (w. 872- 75 y nota). v. 547 alcaldada: el diálogo absurdo se concluye con esta referencia a alcaldada, «cualquier acción o dicho ejecutado con afectación de autoridad, superioridad o soberanía» (Aut), indicación de la soberbia española quizá, aunque se pudiera ver en relación con una variante de los reyes burlescos (de San Nicolás, de los Inocentes, etc.) que consiste en la elección de ayuntamientos y alcaldes burlescos. La alcaldada sería, así, uno de los edictos burlescos de estos ayuntamientos (Caro Baroja, 1965, pp. 326 y ss. para la descripción de numerosas de estas fiestas, como por ejemplo la deVillavieja de Nules). Otra posibilidad sería relacionar estas alcaldadas con fiestas como las del alcalde de mozos (pp. 341 y ss.). w . 548-49 San Simón...: tiene en el santoral cristiano el significado de obediente y triste y se le llamó indistintamente Simón Celoso y Simón Cananeo. «Estos dos sobrenombres de Celoso y de Cananeo fueron en su caso equivalentes, puesto que el de Cananeo derivaba de Caná, la aldea en que el Señor convirtió el agua en vino, y el de Celoso de celo; y celo precisamente significa el término Caná» (Vorágine, La leyenda dorada, II p. 682). Dar una almendrada a alguien es «decirle alguna cosa que le lisonjee» (DRAE), lo cual está en consonancia con supra v. 536 («no me mates, tente, espera»). w . 550-554 cucharas... nabos... alquitaras... clavos: tienen el significado de ofrecer un campo semántico gastronómico y brujo en sintonía con las ideas de descreídos y glotones con que los españoles ven a los franceses en la obra. Los nabos son de aparición frecuente en la comedia burlesca, asociados al campo semántico de comida de baja calidad y rústica y a comida morisca (junto con pasas, miel, h i gos, brevas, etc., aunque por otra parte también se asocian nabos y tocino). Ver, por ejemplo, El rey don Alfonso, w . 122, 956 y 1718 y El hermano de su hermana, de Quirós: «Que aquí traigo un gigote / de pepinos y de nabos» (w. 672-73).
TEXTO DE LA COMEDIA
135
¡viva Francia y buscad nabos!, que caen del cielo alquitaras y nos da a comer clavos. OLIVEROS
Muera este bando malquisto.
ESPAÑOL
Perros franceses, gallinas,
555
dos contra mí, ¡vive Cristo que os he de hacer zahinas o me tengo de hacer pisto! Vanse y sale Roldan con otro español. ROLDÁN ESPAÑOL
¡Vitoria! Tente, lacayo;
560
muere o hácete coraza. ROLDÁN
Ten, no me des al soslayo,
mira que tengo en mi casa tres gatos y un papagayo. ESPAÑOL
N O importa, que soy gragea.
ROLDÁN
Pues yo arrancaré una palma.
ESPAÑOL
¿Ah, sí! Pues por Melibea,
565
que os he de arrancar el alma y aforralla en carisea. Vanse y dicen dentro «¡Viva España!» y sale el emperador. EMPERADOR
Vencidos somos, ¡ah cielo!;
dadme un caballo de caña
570
v. 556 perro: es insulto de uso frecuentísimo en la comedia burlesca, generalmente además aplicado a musulmanes. Comp. El Hamete de Toledo, v. 449 y nota. w . 558-59 zahinas: puchas; Celimo sale a escena en El rey don Alfonso, v. 788, «con un cazo lleno de puches»; pisto: jugo que se obtiene de la carne de ave y fritada de verduras y huevo. Nótese que asimismo se esperaría «os tengo de hacer pisto», en lugar del absurdo e ilógico «me tengo de hacer pisto». v. 561 coraza: la pronunciación ha de ser seseante, como indica la alternancia de rima -aza, -asa. v. 564 gragea: «Confites muy menudos de varios colores» (DRAE). v. 568 carisea: «paño delgado como estameña» (Aut). v. 570 caballo de caña: para más caballos de caña, comp. El hermano de su hermana: «Un caballo pide el rey / a ustedes para un enfermo, / y yo otro, y sea de caña» (w.
136
DURANDARTE
Y
BELERMA
y huigamos, porque recelo que me voy tornando araña o le pico con anzuelo. Sale Oliveros. OLIVEROS
Señor, vencido nos han.
EMPERADOR
A l fin, ¿que nos han vencido?
OLIVEROS
Y queda muerto Roldan.
EMPERADOR
El juego hemos perdido
575
de «recotín recotán». Vanse. Salen algunos franceses heridos. 1
Parece que llevan trabas.
2
No son sino sabañones.
1
No iré más a comer habas
580
ni a ciertas conjuraciones.
839-41), sin duda parte de la parafernalia de la tramoya y la fiesta carnavalescas (ver nota al verso 163 de La ventura sin buscarla). Calderón, en el entremés Las Carnestolendas (Teatro cómico breve) pone esta acotación final: «Salen damas con cañas y banderitas de papel, coronas y capotillos pintados, como muchachos que van a los gallos». w . 574-75 Señor, vencido nos han. / Al fin, ¿que nos han vencido?: el quiasmo no
es, por lo demás, indicativo del buen juicio silogístico de su interlocutor. v. 578 recotín recotán: un juego de niños; ver nota a El cerco de Tagarete (v. 202)
donde se describe. Por su carácter festivo, las menciones a juegos son abundantes en las comedias burlescas. Así, el juego de pasa pasa en El rey don Alfonso («es jue-
go de pasa pasa / y es humo de leña verde», w . 18-19). v. 579 traba: entre las muchas acepciones de traba nos inclinamos por la de cuerdas que ponen a los caballos y muías del pie a la mano para que sienten el paso, que se acomoda más al tema militar y a las referencias al caballo de caña anterior. Además es metáfora animalizante, a tono con las muchas de la comedia. w . 581-82 habas, conjuraciones: remedo de las promesas y votos (generalmente de tipo religioso) en momentos de calamidad y dificultad. Las habas se usaban en adivinaciones hechiceriles: echar las habas es «hacer hechizos y sortilegios por medio de habas y otras cosas» (DRAE), que se acomodaría a la referencia de las conjuraciones del verso siguiente. U n a nueva connotación (y todas podrían coadyuvar a dotar e significado pleno el uso de la palabra en la obra) sería relacionar la mención de habas con la figura de el rey de la fiaba o el rey del haba (recordemos que el gran poeta satírico de la corte de Juan II de Castilla, Alfonso Alvarez de Villasandino, fue coronado como «rey de la faba»), semejante a las del obispillo (in-
T E X T O DE LA COMEDIA 2 1
Yo me iré a las almadrabas. Pues por aquestos lentiscos vamos y nadie se esconda.
2
137
585
Tate, tate, que hay moriscos y si nos coge la ronda nos hará frailes franciscos.
1
Paso, quedo, nadie hable, paso y síganme entre dientes...
2
590
Triste Francia miserable, que hoy quedas con más tenientes que un lunario innumerable.
1 2
¿Qué hará el emperador? Estará comiendo migas;
595
vámonos de aquí, señor, que nos comerán hormigas.
fra v. 728) o Inocentes, prototipo de la inversión del orden social y autoridad típica de la celebración carnavalesca (Caro Baroja, 1965, pp. 302 y ss.). v. 583 almadraba: «el lugar donde se hace la pesca de atunes y donde posteriormente de prepara el pescado» (Aut), que pone al texto en relación con la l i teratura picaresca (las almadrabas son antológicas como lugares del hampa y germanía; ver los Percheles de Málaga, las Islas de Riarán y la Olivera de Valencia en «Mapa de la picaresca», Quijote, ed. Rodríguez Marín, vol. I X , pp. 115 y ss.). v. 590 entre dientes: aplicación metafórica burlesca; hablar paso es hablar en voz baja, como entre dientes; seguir a uno entre dientes es un chiste; quiere decir que vayan en silencio. w . 592-93 teniente: puede jugar con la acepción de «el que ocupa el cargo de otro y es como substituto suyo» y la de «miserable y escaso» (Aut), indicativo de la pérdida de autonomía de los franceses al ser derrotados y de su estado mísero, lamentable; la indicación de lunario («el calendario que cuenta el año por lunas», Aut; «relativo a lunación», que es el «tiempo que media entre dos conjunciones de la luna con el sol», DRAE) podría indicar un tiempo imposible de determinar, y también podría ser una referencia al carácter musulmán de los ejércitos españoles (ejército de la media luna), recuperando la veracidad histórica de los enfrentamientos entre las tropas francesas de los pares y las huestes hispanomusulmanas. E n germanía teniente es el que no se deja explotar o engañar por busconas (Léxico), así como lunario es rodela (Léxico). Pero todo tiene aspecto de menciones disparatadas, sin más. v. 595 migas: ver el Entremés
de los dos alcaldes encontrados para las referencias a
migas como comida rústica (Colección, p. 660b), muy apreciada por los pastores, y poco propia para emperadores.
DURANDARTE
138
1
Y
BELERMA
Camina al monte Tabor. Vanse y sale Durandarte herido.
DURANDARTE
La vida quiero acabar,
mas ¿no hallaré una espuerta en todo este palomar?; al fin no hay cosa más cierta que el morir y el orinar. ¿Dónde iré con tanta escoba? Parezco quiquiriquí o gaznate o cantimplora: más sangre sale de mí que de un cántaro de arroba. Ciento y dos heridas traigo solamente en un tobillo, ¡ay Dios!, que si me distraigo no tengo medio ladrillo y de mi estado me caigo. ¡Ah Bernardo, español fuerte!, pues heriste a Durandarte, hazme guisar una muerte, que bien sabes que el dios Marte rabia por enmohecerte. ¡Ay Francia!, que ya tus bríos
600
605
610
615
v. 598 Tabor. montaña al oeste del lago Tiberíades y del Jordán, donde se transfiguró Jesús. Aparece también en El hermano de su hermana de Quirós: «—Vamos a pescar lampreas. / — ¿ A dónde? — A l monte Tabor» (w. 1579-80). w . 599 y ss. La vida quiero acabar...: estos versos corresponden al momento en que Durandarte es consciente de su muerte inminente. Compárense con el pathos que respiran los romances «Oh Belerma, oh Belerma», «Muerto yace Durandarte» y «Por la parte donde vido» ante el relato de los mismos hechos. v. 603: el morir y el orinar, la frase, de sentido lógico-escatológico, encierra un rifacimento del motivo tópico de la poesía áurea del vanitas vanitatum y despicere mundum, y debiera decir algo como no hay nada más cierto en este mundo que el nacer y el morir. v. 613 de mi estado me caigo: caer uno de su estado es frase hecha: «Fuera de la
propria significación de caerse el hombre en el suelo significa también perder el todo o la mayor parte de su dignidad» (Aut).
TEXTO DE LA COMEDIA
Sale
139
los ha metido en un bolo, ya son presos tus navios y ya no estás sino sólo para destripar judíos. ¡Ay tiempo samaritano!, ¡ay fortuna loca y harta!, ¡ay Belerma, dueño anciano, quién te escribiera una carta en griego o en castellano! Oye mis voces podridas,
620
mátame con un conjuro o con bellotas cocidas o dame un lienzo de muro para atarme estas heridas. Ya muero, ya voy a fondo, ya tengo el alma en salmuera y en unos guantes me escondo. ¡Ah cielos, quién escribiera una plana de redondo! Corazón, donde está impresa la imagen de aquel machete, corre y dile mi firmeza y cómo en este bufete muero sin pie ni cabeza.
630
625
635
640
Montesinos.
v. 620 bolo: aunque la referencia es un tanto oscura, parece significar 'los ha dominado'. Meter los bríos en un bolo es expresión chusca a la que no hallamos mayor lógica. v. 632 lienzo: dilogía; con una tela o lienzo se vendan o atan las heridas; pero no con un lienzo de muro 'tramo, parte de un muro'. v. 638 de redondo: la referencia a la escritura se entiende dentro del contexto de las afirmaciones anteriores sobre la virtud curativa de una hipotética carta de Belerma, aunque la plana de redondo, que era a como pagaban a los escribanos (por planas escritas) puede evocar redonda, uno de los tipos de letra manuscrita o i m presa («se llama la letra común que se usa en las imprentas», Aut). w . 639-43 Corazón, donde está impresa...: es tópico de la poesía stilnovista y petrarquista que el amante se dirija en el envoi del poema a la carta, la tinta o el corazón, pidiéndole(s) que acuda(n) como emisarios a la enamorada, buscándola
140 MONTESINOS
DURANDARTE
Y
BELERMA
Tres horas ha que camino por este confuso rastro
645
de sangre, cielo divino: o esta es sangre de alabastro o es de algún peregrino. Si fuera de algún urraco para mí entiendo yo
650
que la cogiera un verraco, mas ¡sin duda que salió por adonde entra el tabaco! Buscando vengo al galán Durandarte y no le hallo. DURANDARTE
¿ N o hay quien me diga un refrán?
MONTESINOS
O este que se queja es gallo
655
o es la burra de Balán. DURANDARTE
Belerma, señora mía, ¿dónde estás?
como recipiendaria de la imagen que en la sangre está grabada de ella, para decirle el amor del poeta-enamorado. Claro está que aquí en estas líneas sin pie ni cabeza, es decir, sin sentido, se hace burla de tal tradición poético-retórica. La referencia al machete se explica si pensamos en el comienzo de la comedia, cuando el amante ve en el escudo la imagen del rostro de su amada, y más específicamente como prolepsis del momento final en que con una daga Montesinos le sacará el corazón a Durandarte. De nuevo, la diferencia entre daga y machete es la que va del decoro a la burla («arma blanca más corta que la espada, ancha, pesada y de un solo filo», DRAE). E n impresa, nótese la alternancia -esa, -eza, -eza, síntoma de pronunciación seseante, como ocurre con mucha frecuencia en la comedia. w . 645-46 rastro: la referencia al «rastro de la sangre» y el episodio entero se basa (para parodiarlo) en el romance «Por el rastro de la sangre que Durandarte dejaba». v. 653 adonde entra el tabaco: supone que es sangre de las narices, accidente tópico (el sangrar la nariz) muy lejano de connotaciones heroicas. E l tabaco se solía tomar en forma de polvo, por la nariz, además de fumarlo. Para el tabaco de nariz ver Céfalo y Pocris, w . 319-22. w . 657-58 gallo, burra de Balán: las referencias al gallo y la burra sólo se explican dentro de la literatura de diálogos satíricos (el gallo como símbolo de la sabiduría, ya presente desde el humanismo en su famosa referencia por Pico della Mirándola en el Diálogo de la dignidad del hombre; y también como imagen de soberbia) y religiosa, respectivamente. Aquí también valen como imágenes animali-
T E X T O DE LA COMEDIA MONTESINOS
Belerma nombra;
141 660
o aquesto es filosofía o sin duda alguna sombra que le ha dado perlesía. De hacia aquella carrasca viene la voz. Allá voy,
665
quizá será la tarasca. DURANDARTE
Muerte, ven, que aquí estoy.
MONTESINOS
Algún perro es que se rasca.
DURANDARTE
En mi sangre revolcado muero como un pedernal.
MONTESINOS
670
Allí está un hombre agachado. Mas
que es algún pastoral
que busca mal cocinado.
zadoras. E l gallo y sus imágenes abundantes en las comedias burlescas pueden también explicarse si recordamos que correr gallos es una actividad lúdica de la época del Carnaval. Balaám fue un famoso adivino, encargado por el rey de Moab de lanzar contra los israelitas las maldiciones de costumbre; temeroso de las represalias de éstos, pues había tenido una visión que le había profetizado sus victorias, sólo habló para alabar al pueblo de Israel, diciendo que había tenido una visión en el camino y que su burra le había hablado (Números, 22, 21-35). Para la burra profética ver El rey don Alfonso: «Es un poco de la albarda / de la burra de Balán» (w. 1581-82 y nota). v. 660 Belerma nombra: en efecto, nombra a Belerma como en el romance: «Oh Belerma, oh Belerma, por mi mal fuiste engendrada», que sirve aquí de modelo para la parodia de la escena. v. 663 perlesía: «Resolución o relajación de los nervios, en que pierden su v i gor y se impide su movimiento y sensación» (Aut). w . 666 tarasca: la escena quiere indicar el miedo de Montesinos ante una naturaleza preñada de augurios de muerte, aunque la pintura de todo esto no alcanza tintes trágicos, sino burlescos. Tarasca: «Figura de sierpe que sacan delante de la procesión del Corpus, que representa místicamente el vencimiento glorioso de nuestro señor Jesucristo por su sagrada muerte y pasión del monstruoso Leviatán. Es voz tomada del verbo griego theracca, que significa amedrentar, porque espanta y amedrenta a los muchachos» (Aut). v. 667 Muerte, ven, que aquí estoy: compárese con el «No me pesa de mi muerte, aunque temprano me llama», del romance «Oh Belerma, oh Belerma». w . 671-73 Allí está un hombre agachado...: la elección del término agachado podría sugerir una referencia escatológica a la actividad de defecar (recuérdese a pro-
142 DURANDARTE MONTESINOS
DURANDARTE
Y
BELERMA
Ya se me va la alma expresa. Quiero mirar si es lechuza...
675
¿Qué hace aquí vuestra alteza? DURANDARTE
¡Oh, valiente moro Muza, duéleme aquesta cabeza!
MONTESINOS
¿ N O es éste mi primo amado? ¿Qué es esto, valiente Rengo?
DURANDARTE
680
¡Ay, primo predestinado, treinta y dos heridas tengo desde la frente al costado!
MONTESINOS
¿Cuál fue el traidor sin polainas que os hirió estando tan cerca?
DURANDARTE
Bernardo, con una vaina.
MONTESINOS
Echaréme en una alberca,
685
si no le hago chanfaina.
pósito el famoso episodio quijotesco), poco decorosa además en este contexto que debiera ser de pathos trágico. Sugiere que puede ser un pastor evacuando materia que puede llamarse metafóricamente malcocinado, cierto tipo de guiso y «el l u gar donde se venden las morcillas y menudos de cordero cocidos» (Cov), lo que refuerza el sentido escatológico que sugerimos, v. 672 Mas que es: ' A que es'. v. 674 Ya se me va la alma expresa: comp. «Abraceisme, Montesinos, que ya se me sale el alma» del romance «Oh Belerma, oh Belerma». v. 676 alteza: alternancia -esa, -eza, -eza, síntoma de pronunciación seseante. v. 677 Muza: Abu A b d al-Rahman Musa ibn Nusair, famoso lugarteniente de Tarik: está aquí como genérico por 'moro' para provocar una rima simple y absurda, como en otras comedias: Las mocedades del Cid: «Paso adelante y con el moro Muza / encuentra mi valor y mi esperanza» (p. 292); El hermano de su hermana: «Moro tarraez, moro Muza, / moro alcaide, moro diablo, / moro de sastre, morillo / de chimenea, morábito» (w. 638-41). v. 680 Rengo: rengo es 'cojo' y también el nombre de un famoso y valiente i n dio de La Araucana de Ercilla, que dio origen al parecer a la expresión «dar con la de Rengo» 'destruir, causar un perjuicio'; ver Darlo todo y no dar nada, v. 281. w . 682-83 treinta y dos heridas tengo...: comp. «Veintidós heridas tengo / que cada una es mortale», del romance «De Mantua salió el marqués» (Durán, núm. 355). v. 688 chanfaina: vale «guisado hecho de bofes o livianos» (Aut); cfr. con el hacer pisto del v. 589 supra.
T E X T O DE LA COMEDIA
DURANDARTE
¿Quitarle queréis la proa?
MONTESINOS
SÍ, porque esto no se sufre.
DURANDARTE
Pues ruego a Dios que en Lisboa
143
690
o le hagáis piedra azufre o diaquilón o zamboa. Y vos, noble archimandrita, dadle cuenta hoy a mi bien
695
de c ó m o tengo pepita y de como a Tremecén me voy para ser levita. Decidle que en el Catay pienso esta noche dormir
700
sobre un torno de cambray y que me viste morir por jugar a galgos, ¡ay! Decidle que la he querido cual si fuera de retablo
705
y que si sois su marido que le juro a cien mil diablos que he de perder el sentido.
w . 691 y ss. Pues ruego a Dios que en Lisboa...: comp. con lo que Durandarte dice a su primo en los varios romances de la serie que abordan el tema («Oh Belerma, oh Belerma», «Por el rastro de la sangre», etc.). v. 693 diaquilón: «cierta manera de emplasto o cerote que se pone para cerrar las heridas y enjugarlas» (Cov); zamboa es 'especie de membrillo' y 'toronja', nueva mención absurda. v. 694 archimandrita: «dignidad eclesiástica en la iglesia griega y vale lo mismo que príncipe o principal del rebaño» (Aut), y en la iglesia latina es superior en algunos conventos. v. 696 pepita: «enfermedad que da a las gallinas en la lengua» (Aut); se autocalifica de gallina 'cobarde'. w . 697-98 Tremecén, levita: es absurdo; levita es 'el ministro inmediato al sacerdote en la ley antigua', dentro de la ley judía, y Tremecén ciudad en el norte de África, lugar de religión musulmana. w . 705 retablo: se puede entender como idealización sacrilega de la amada (como figura de retablo, como virgen o santa), o como retablo (de duelos), «agregado o conjunto de miserias, trabajos y pesares en un sujeto, representados y a la vista» (Aut); con el siguiente diablos hay alternancia defectuosa de rima.
144
DURANDARTE
Y
BELERMA
Diréis a Belerma, en fin, que en aqueste corazón
710
la traigo escrita en latín y para más devoción pintada en un escarpín. Y para que aquesto vea sacadme con esta daga,
715
después que yo muerto sea, el corazón de biznaga y llevádselo a Guinea. Y decidla que en señal de que la quise infinito
720
este corazón leal reciba, que en él va escrito gran pedazo del Marcial. Atadle con un orillo y al dársele hacedle un coco. MONTESINOS
725
¿Agora pedís membrillo? Durandarte, si estáis loco... Haceos obispo de anillo,
w . 709-13 Nueva parodia de temas del amor petrarquista. La impresión de la imagen de la amada en el corazón, entrañas o alma del amado (animat ubi amat, «el corazón,
por su propio funcionamiento orgánico, es el encargado de distribuir la sangre a los miembros, la cual, estampada con la imagen del amado, la dibuja en todos los miembros del amante» (escribe Serés, 1996, p. 186, explicando el De amore de Ficino), también llamada escritura del alma, se parodia mediante la imagen de la escritura del alma en latín, como si de un cuaderno estudiantil se tratara, o el retrato en un escarpín, indecoroso, en lugar del retrato (imagó) de la amada en el corazón. w . 715-18 sacadme con esta daga...: en este momento se recupera el motivo central del tema de Durandarte, el envío del corazón (prueba de amor postuma) a la enamorada. E l hecho de que se lo tenga que enviar a Guinea está en consonancia con las referencias geográficas de los versos anteriores a lo que se añade el recuerdo de los romances de negros (guineos); biznaga: ver n. w . 239-41 supra. v. 723 Marcial: conocido satírico latino; es disparate decir que va escrito con un texto de Marcial su corazón. w . 724-25 orillo: «la orilla en el paño, la cual regularmente se hace de lana más basta» (Aut); hacerle un coco o asustarla como a los niños no es decoroso en trance tal. w . 728-30 obispo de anillo...: obispo in partibus infidelium, obispo nominal, sin jurisdicción en diócesis real. Comp. otras expresiones semejantes: Quevedo, PO,
T E X T O DE LA COMEDIA
145
pues el corazón queréis que os saque sin ser invierno. DURANDARTE
730
Pues si aquesto no hacéis en las penas del infierno hecho costal me hallaréis. Y así por este sobaco el corazón vagamundo
735
me sacaréis con tabaco y salga yo deste mundo con arandela de urraco. ¿Prometéisme estas asnales señales sobre una rueca? MONTESINOS
740
Por evitar tantos males yo os prometo de ir a Meca llorando higos brevales.
DURANDARTE
Pues mira, primo, que al punto que Belerma en una palma
745
vea el corazón difunto, tiene de salir el alma por sólo quitarle el unto. Esto haréis con gran cuidado, si queréis esta nonada,
750
y a Dios, primo acanelado,
núm. 841, w . 64-66: «Sacerdote de anillo, / de cuantas veces truecas la comida, / trueca una vez la bufa, otra la vida»; Castillo Solórzano, Las harpías en Madrid, p. 151, a una chata: «Naricilis, tan infante / que aun no eres nariz de anillo»; Maluenda, Poesía jocosa, p. 111: «Huye siempre de doncellas, / porque hay algunas de anillo / y te harán pagar a ti / aquello que no has comido»... v. 740 rueca: una promesa de este tipo (quizá basada en el juego de formal por asnal) se debería hacer por la cruz, no por la rueca. v. 743 llorar higos: no es más que despropósito para indicar llorar lágrimas grandes, lagrimones como puños; la referencia se entiende además si consideramos que los higos (junto con las pasas y la miel) son alimentos y productos asociados con los moriscos en el siglo xvn. Higos brevales entendemos higos como brevas, de gran tamaño (la breva se produce en la primera fructificación de las higueras brevales, que dan brevas e higos, estos en la segunda fructificación). v. 748 unto: grasa, sebo. v. 751 acanelado: lo entendemos como derivado jocoso de canela.
146
DURANDARTE
Y
BELERMA
porque la muerte pelada su muleta me ha tirado. Muere. MONTESINOS
Ya murió de perlesía el valor de toda Francia.
755
¡Ay primo del alma mía, toda el alma se me arranca llorando en esta almofía! Ojos, pues que muero, veis el alma des ta zalea,
760
a dos veces tres son seis, llorad esteras de enea mientras locos os volvéis. Ya Durandarte, el galán, va camino de Espartinas
765
a montes de cordobán; ¡quién tuviera dos pecinas de bronce o de mazapán? ¡Ah, muerte, si conocieras el francés que has magullado!
770
¡Qué de alcarraza hicieras? Mas
un hombre que ha enviudado
v. 753 muleta: parece haber una mezcla de dos imágenes; la muerte pelada (el esqueleto que representa a la muerte) suele ir con guadaña; el Tiempo se alegoriza como un viejo con guadaña, reloj de arena y muleta. Para que la muleta corresponde al viejo Tiempo. La mezcla es fácil, porque a menudo Muerte y Tiempo son alegorías que se representan juntas. w . 754 y ss. Ya murió de perlesía...: comp. la respuesta de Montesinos a su primo moribundo con la que le da en romances como «Oh Belerma, oh Belerma» y «Muerto yace Durandarte». v. 757 arranca: la rima debería esperarse en -ancia, no -anca. v. 758 almofía: «vaso de barro o de metal, más ancho de alto que de borde, capaz para el uso de lavarse las manos» (Aut). v. 760 zalea: «la piel del carnero seca, con lana y sin curtir» (Aut). v. 765 Espartinas: municipio de la provincia de Sevilla. La mención, como todo en la comedia, carece de lógica. v. 767 pecina: 'estanque de peces', no sabemos qué pinta aquí. v. 771 alcarraza: «cantarilla de barro blanco labrada curiosa y delicadamente para beber agua y contenerla con alguna frescura» (Aut).
T E X T O DE LA COMEDIA
bien es que vaya a galeras. Quiero el corazón gallardo sacarle con un garrote, porque si un poco me tardo le saldrá por el cogote algún tabique bastardo.
147
775
Sácale el corazón con un cuchillo, que será una pata de vaca. ¡Oh corazón misterioso, matrícula de gualdrapas! ¡Vive el sol que está mohoso y que tiene más zurrapas que un órgano de un leproso! Parece juego de esgrima o el caballo de Silvero; mas no, que tan gran tarima o es parte del puente Duero o azada o materia prima. Quiero, como buen cristiano, llevarlo a Belerma al punto y despeñar un milano, que el corazón de un difunto no ha de ser misacantano. Vase. Fin
de la segunda
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jornada.
v. 773 galeras: la referencia sugiere un contexto de hampones, truhanes, condenados y maleantes como indicativo de la desesperación que también sufre, como ellos, Montesinos. v. 778 acot. pata de vaca: el corazón (no el cuchillo) será una pata de vaca, con clara función degradatoria y burlesca. Para otras patas de vaca en comedias burlescas ver La ventura sin buscarla: «Sale la Infanta, que será el más alto, vestido de mujer antiguo con moño de estopa y dos cascarones de huevos u de naranjas por arracadas, una vasera de orinal por manguito y una pata de vaca colgando por muelle y por déjame entrar una casidilla, todo ridículo» (acot. tras v. 34).
v. 780 gualdrapa: «Por extensión se llama el calandrajo que cuelga de la ropa u otra cosa, desaliñado, sucio y mal compuesto» (Aut).Ver La ventura sin buscarla: «Hay cebollas, arlequines, / matachines, / hay gualdrapas y cojines» (w. 521-23). v. 782 zurrapas: posos y suciedades del vino, y también «Vale cosa vil y despreciable» (Aut). v 785 caballo de Silvero: no apuramos la mención.
JORNADA TERCERA
Sale Belerma. BELERMA
Verde melancolía que me anegas el alma entre alpargates,
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terrena hidropesía, que entre tanta miseria me combates; déjame en esta gruta llorando peines y barriendo fruta. ¡Qué ilusiones son éstas?
800
¡Qué vísperas, pantuflos, galeones, qué tísicas ballestas, libíticas alforjas y tizones, qué grandes espantajos de alpiste, de panal y escarabajos?
805
¿Qué esféricos ungüentos trajo del Potosí la Cananea? Dejadme, pensamientos, siquiera resollar alcaravea, w . 794-99 Verde melancolía...: las expresiones de la desesperación amorosa (parodia del motivo petrarquista) son desproporcionadas, con referencias a la hidropesía («enfermedad causada por algún conjunto de aguas que se hace en alguna parte del cuerpo, la cual suele proceder de beber con exceso», Aut) como deseo y embriaguez; se lloran penas, claro está, y no peines (sugerido por homofonía burda), así como barrer fruta es expresión ilógica y carente de sentido. Los alpargates o alpargatas no tienen sentido. v. 801 pantuflos: «Calzado especie de chinela o zapato, sin orejas ni talón, que sirve para estar con conveniencia en casa» (Aut). C o m p . El rey don Alfonso: «Mostraron al rey las manos / coronadas de pantuflos» (w. 577-78). v. 807 Cananea: otra mención absurda, como todas las de esta serie paródica; alude a la cananea cuya hija endemoniada sana Jesús, según narra, por ejemplo Mateo, 15,22-28. Nada tiene que ver con el Potosí, ni con la historia de Durandarte. v. 809 alcaravea: uso de una palabra más de raíz árabe, aquí con connotaciones conversas («tiene la raíz la figura y el gusto semejante a la zanahoria», Aut).
150
DURANDARTE
Y
BELERMA
que un alma enamorada suele morder el cabo de una azada. ¡Ah, Durandarte bello, que me da el corazón que eres difunto!, porque ver un camello cuando en casa se gasta todo junto es evidente indicio que ha de llover aceite de Aparicio. Memoria franciscana, que me das entre arrope tantas penas, porque un hombre de lana suele de un escabel hacer barrenas y lo que espanta a todos es que hable un gabacho por los codos. Déjame un rato sola pensamiento caduco y limosnero, no te vayas a Angola, que si cae por agosto el mes de enero de duros almireces harán moneda falsa los ingleses. EMPERADOR
Belerma, tanto ribete bien es que se disimule.
BELERMA
He de comprar un machete, señor, aunque me desvele.
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w . 817 aceite de Aparicio: medicamento muy provechoso para las heridas, según Aut; se llamó así por su inventor, Aparicio de Zubia. Ver nota de Rodríguez Marín en Quijote (vol.VII, pp. 178-79) sobre el pasaje II, 46: «Hicieron traer aceite de Aparicio, y la misma Altisidora con sus blanquísimas manos le puso unas vendas por todo lo herido». w . 823 gabacho: «soez, asqueroso, sucio, puerco y ruin. Es voz de desprecio con que se moteja a los naturales de los pueblos que estaban a las faldas de los Pirineos entre el río llamado Gaba, porque en ciertos tiempos del año vienen al reino de Aragón y otras partes, donde se ocupan y ejercitan en los ministerios más bajos y humildes» (Aut). Comp. La ventura sin buscarla: «¿No es aquesta la gabacha?» (v. 838). v. 830 ribete: «Metafóricamente se entiende por el adorno que se añade en la conversación» (Aut), lo que sería una manera de acusar a Belerma de utilizar palabrería vana. v. 833 desvele: riman defectuosamente disimule y desvele. ¿Debería leerse desmu¬ le? S3 atestigua atribule, quizá incluso lectura original.
T E X T O DE LA COMEDIA EMPERADOR
151
¡ O h qué antártico jinete!, ¿queréis acabar la vida
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en poder de los tudescos? BELERMA EMPERADOR
Señor, ya estoy carcomida. M á t e m e Dios con sardescos y no con gente tullida. Sale Montesinos con el corazón de Durandarte.
MONTESINOS
Enharinada Belerma,
840
más infelice que azúcar, más que un espárrago firme y más discreta que un Fúcar. Como los hombres no saben las desgracias de fortuna
845
unos dan en hablar quedo y otros dan en meter bulla. Los casados son viudos y las monjas levadura, los galanes son armella
850
y los solteros ganzúa.
w . 838-39 Máteme Dios con sardescos...: la referencia anterior a tudescos genera un juego con sardescos, de Cerdeña, que también refiere a sardesco, «asno pequeño» o «en estilo familiar, la persona áspera y sacudida» (Aut). w . 840 y ss. Enharinada Belerma...: ver el diálogo Montesinos-Belerma en los romances serios de «Oh Belerma, oh Belerma», «Muerto yace Durandarte» y «En Francia estaba Belerma», que sirven de contrapartida a la modificación paródica que aquí se produce. Hay que tener en cuenta que el enharinamiento o el arrojarse harina (junto con el arrojamiento de salvado y ceniza) es costumbre típica del tiempo de Carnaval como atestigua H . Cock en su Relación del viaje hecho por Felipe II en 1585: «La gente baxa, criados y mocas de servicio, echan manojos de harina unos a otros en la casa cuando pasan, o masas de nieve, si ha caído, o naranjas, en Andalucía mayormente, donde hay cantidades dellas» (citado en Caro Baroja, 1965, p. 75). w . 843 Fúcar: célebre familia de banqueros alemanes de CarlosV. Comp. Quirós, Fruela, p. 185: «se escondió en el portal de los Fúcares, que estaba abierto» y El hermano de su hermana, v. 850; Quijote, II, 23: «a mí me pesa en el alma de sus trabajos, y que quisiera ser un Fúcar para remediarlos». N o es referencia apropiada para la discreción. v. 850 armella: «anillo de hierro u otro metal» (Aut).
152
DURANDARTE
Y
BELERMA
Estamos todos sujetos al golpe de una tortuga, que lo que el agua dispone suele ser matalahúga.
855
Yo me acuerdo que en un tiempo los dardos eran agujas, los mosquetes romadizo y las espadas grosura. Pero como el tiempo pasa
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ya no hay quien trague una alcuza, ni quien se muerda las manos ni quien juegue a la patusca. Ya se va acabando todo, pues quien tiene mano zurda
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dice que a pesar del mundo ha de ir a pie a las Asturias. He querido referiros estas historias machuchas, emperador encalado
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v. 853 tortuga: referencia burlesca a la muerte del dramaturgo Esquilo, recordada en muchos lugares, entre otros en Valerio Máximo (Hechos y dichos memorables, pp. 520-21) quien lo cuenta como sigue: «Un día había salido fuera de los muros de la ciudad en que habitaba en Sicilia y se había sentado al sol en un l u gar abrigado. Entonces un águila que llevaba una tortuga pasó por encima de donde él se hallaba y engañada por el reflejo de su cabeza —era u n hombre completamente calvo— la tomó por una piedra y dejó caer la tortuga con el fin de que esta se rompiera y poder comer su carne. A causa de este golpe murió el creador y el padre del impresionante género trágico». v. 855 matalahúga: anís, «se llama en algunas partes matalahúga, la cual sirve para sazonar y dar gusto a algunas viandas y bebidas y para muchas enfermedades» (Aut). v. 858 romadizo: «Destemplanza de la cabeza» (Aut). v. 861 alcuza: «La vasija en que se tiene el aceite para el gasto ordinario» (Aut). v. 862 morderse las manos: «Frase con que se significa la acción de sentimiento grave que alguno tiene por perder lo que pensaba conseguir» (Aut). v. 863 patusca: apatusca es «Juego de muchachos que consiste en tomar número de orden arrojando cada uno una moneda hacia un canto o guijarro, y apiladas luego aquellas, golpearlas cada uno a su vez con una piedra, y hacer suyas las que, por efecto del golpe, presenten el anverso» (DRAE). v. 869 machucho: por viejo; «Maduro, sosegado y juicioso» (Aut), aunque con ciertas connotaciones burlescas.
TEXTO DE LA COMEDIA
y doctísima ganzúa, para que de mi embajada lo sepades todo en suma. Pues maté, por llegar presto, seis rocines y una burra. Sabed, pues, nobles franceses, que es muerto ya Montezuma, el garfio de los galanes, el celador de las tumbas, la lanza de los retablos, el sol de las caperuzas; quiero decir, Durandarte, mi primo, hecho de plumas. Tanto os adoró, señora, viviendo, vuestras pechugas, que quiso después de muerto daros dello muestra injusta. Y así, cuando con el alma estaba haciéndose espuma y los dientes traspillados y el pulso hecho verruga, dándome una daga dijo: «Sacadme con esta aguja el corazón y llevadlo a Belerma entre dos plumas, y decidle que en señal de que adoré sus enjundias reciba aquesta palanca, que es la postrera agualluvia».
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v. 877 Montezuma: forma usual del nombre del monarca mejicano derrocado por Hernán Cortés: cfr. El cerco de Tagarete: «Vendrá con furor terrible / Galafre, fuerte gigante / de la puente de Mantible, / metiendo dentro de un guante / monacordios, gurumetes, / montezumas, italianos» (w. 518-23). v. 885 pechuga: evidente referencia burlesca. v. 890 traspillado: pobretón, desharrapado (DRAE). v. 897 enjundia: «gordura que tienen las aves en la overa; unto y gordura de cualquier animal» (Aut). Referencia muy burlesca. v. 899 agua lluvia: puede jugarse con agualluvia, «la que cae del cielo cuando llueve», y sangre lluvia 'enfermedad de flujo de sangre' (Aut); ver Belmonte
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DURANDARTE
Y
BELERMA
El corazón es aqueste;
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tomadlo, Belerma adulta, que a veces una desgracia suele causar herradura. Su cuerpo queda enterrado entre dos racimos de uvas
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y el alma, según yo pienso, desmigajando lechugas. BELERMA
¡Válgame un pichel de plomo y un pedazo de estandarte y un oidor medio romo!:
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¡que es muerto mi Durandarte con su nariz de palomo! ¿Cielos, c ó m o entre los pies no me nace una zaranda? ¿ C ó m o no regüeldo pez?
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¿ C ó m o no me voy a Irlanda en el barco del envés? ¿ C ó m o en aquestas orejas no hay quien amase pan bazo? ¿ C ó m o no siembro lantejas
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y salen de mi espinazo
Bermúdez, El acierto en el engaño y robador de su honra: «¿No hay sangre lluvia, señor, / madre, tía y otros males?», w . 358-59. v. 903 herradura: no sabríamos decir si se refiere a que una herradura puede causar una desgracia (por ejemplo al perderla el caballo como en el cuento folklórico en que se pierde por una herradura un caballo, por un caballo una batalla, por una batalla un reino, etc.) o si habría que leer «erradura» 'error, yerro'. v. 908 pichel: «vaso alto y redondo» (Aut). v. 914 zaranda: del significado original de criba se puede pensar en zarandar o zarandear, «mover alguna cosa con prisa y ligereza» (Aut), dando así idea inapropiada de la convulsión que le ha causado la noticia. v. 915 regüeldo: término malsonante, que don Quijote recomienda sustituir por el más culto de «eructar». v. 919 bazo: «Color moreno y que tira a amarillo» (Aut), lo que sugiere la suciedad contenida en los pabellones auriculares. Nótese que el campo semántico de lo negro predomina en estas expresiones: pez, bazo, etc. v. 920 lantejas: lentejas, legumbre triste y de connotaciones de vigilia y penitencia.
T E X T O DE LA COMEDIA
catorce enjambres de abejas? ¿ C ó m o estoy sin senogiles, c ó m o no soy guacamaya, c ó m o no busco albañiles y c ó m o con esta saya no limpio dos mil candiles? ¿ C ó m o al alma de un pepino no le saco los redaños? ¿ C ó m o no tengo un sobrino y busco treinta ermitaños para capar un cochino? EMPERADOR
¡ Q u e Durandarte está en sal! ¡A lástima me provoca!
BELERMA
Quiero irme a un hospital, que las babas de mi boca en piedras hacen señal. Colgaré toda mi casa de bayeta y licenciados; traeré tocas de argamasa y vestiré mis criados de junco, arrebol y masa. Lloraré todos los lunes diez libras de seda floja, traeré podencos de Túnez y de mi pena y congoja se congelarán atunes. Adoraré el corazón de mi Durandarte muerto y por tener sarampión
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v. 923 senogil: «La cinta u orillo de seda, lana o hilo con que se ata o ciñe la media» (Aut). v. 933 en sal: expresión chusca para decir que está en salazón, muerto, fiambre. Cfr. con el episodio de Don Quijote, «La cueva de Montesinos». v. 939 bayeta: tela negra usada para lutos («Se llama así aquel adorno que se pone a los difuntos en el féretro de bayeta negra sobre el ataúd», Aut), de ahí la asociación con los licenciados y el color de la vestidura estudiantil y eclesiástica. v. 944 seda floja: «la que no está torcida» (Aut), aunque aquí la trae a colación por libre asociación con el llorar flojo, llorar desatado.
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DURANDARTE
Y
BELERMA
darán voces en desierto los condes de C a m ó n . EMPERADOR
Venid acá, menistril; si lloráis y el sol os cubre, ¿no está claro que en Madrid
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ha de llover por octubre sarna y higos de barril? Pues ¿cuánto más acertado es que os saquéis los colmillos que desgarrar un tejado,
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pues que de cuatro ladrillos no puede hacerse un candado? BELERMA
Bien veo esto ser verdad y lo confieso yo mesma, mas ¿qué he de hacer, padre abad,
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si jamás cae la Cuaresma en Pascua de Navidad? Nunca yo, triste, naciera ni a Durandarte mirara,
v. 952 condes de Carrión: yernos del C i d , personajes satirizados en varias ocasiones, por ejemplo en una parodia quevediana, romance «Pavura de los condes de Carrión». v. 953 menistril: músico de instrumentos de viento. v. 955 Madrid: la rima indica que o es defectuosa o debe postularse una pronunciación / - l / . w . 963-1029 Bien veo esto ser verdad...: treno burlesco que imita la estructura de las elegías fúnebres. E l yo dolorido prorrumpe en expresiones de desesperación y quiere que la naturaleza toda le acompañe en su dolor. Aquí tales expresiones consisten en imágenes ilógicas, inconsecuentes, paródicas, descabelladas y absurdas, que sirven de contraste al modelo serio y permiten rebajar el tono trágico de la historia de la muerte de Durandarte. Si esta enumeración es tópica en las comedias calderonianas, también lo es (vuelto en parodia) en las comedias burlescas: ver por ejemplo Céfalo y Pocris, vv. 2262 y ss.: «Expiró el mayor fanal / del día, vino la noche. / República celestial, / aves, peces, fieras, hombres, / montes, riscos, peñas, mar, / plantas, flores, yerbas, prados, / venid todos a llorar. / Coches, albardas, pollinos, / con todo vivo animal; / pavos, perdices, gallinas, / morcillas, manos, cuajar: / Pocris murió; decid, pues: / Su moño descanse en paz». Otro treno o planto fúnebre semejante puede leerse en El rey don Alfonso, en la escena de comienzo de la jornada tercera.
T E X T O DE LA COMEDIA
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ni su pensamiento fuera, sino que el sol me hallara dentro de una ratonera. ¡Que es muerto aquel bello sol que alumbraba mis canillas! Pues al tronco de una col he de cantar diez letrillas puestas en re, mi, Ja, sol, y acompañando mi llanto reniego de una cuchara, que atapada con su manto se araña toda la cara la víspera de un día santo. Caigan del cielo atabales, hágase sorda una manta y llueva en los arrabales toda la Semana Santa historias pontificales. Vayan al Peñón de Martos judíos, persas, motilones, franceses, armenios, partos; unos a buscar ratones y otros a espantar lagartos; cúbrase de cazadores el aire y tras tantos males brote la tierra asadores y caigan de las canales
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990
995
v. 974 canilla: «el hueso de la pierna, que empieza en la rodilla y acaba en el pie; huesos de que se compone el brazo, desde la espaldilla hasta la mano» (Aut), referencia chistosa por absurda. v. 983 atabales: tambores militares. v. 988 Peñón de Martos: recuerda la historia de la muerte injusta de los hermanos Carvajal ordenada por Fernando IV el Emplazado en Martos (Jaén), que originó el reto de éstos y la muerte anunciada del monarca. Hoy todavía se conserva el Castillo de la Peña en dicho lugar. También aparece en La muerte de Valdovinos de Cáncer y Velasco: « N o sabéis, Carloto, vos, / que es mi honor tan limpio y claro, / tan terso, tan puro y tan / altamente acrisolado / que siempre se ha estado firme / como la Peña de Martos» (pp. 836-37).
158
DURANDARTE
Y
BELERMA
aspas y saludadores. Haya de diversos precios, en Guadix, corvina y raya; levántense vientos recios
1000
y arroje el mar en la playa Epístolas Ad Ephesios. Haga el Gran Turco almendradas, hable en griego un avestruz, masque la luna pescadas;
1005
y el sol, en lugar de luz, dé castañas apiladas. Tráguese una golondrina todo el monte de San Pablo; marchítese una sardina
1010
y reniego del diablo y tornóme trementina. Y vos, corazón zancudo
v. 997 saludador, especie de curandero que sanaba la rabia soplando en el enfermo y haciendo ciertos conjuros; «se aplica al que por oficio saluda con ciertas preces, ceremonias y soplos para curar el mal de rabia» (Aut); para los saludadores ver Duque de Maura, Supersticiones de los siglos xvi y xvu, pp. 45 y ss.;Torquemada, Jardín
de flores curiosas, p. 324; y Mexía, Silva de varia lección, I, p. 411: «hay en al-
gunos propiedad y virtud natural provechosa contra la ponzoña de los perros rabiosos, a los cuales llamamos saludadores». Ver El comendador de Ocaña, n. v. 95. v. 999 corvina: «pescado de mar velocísimo, semejante al congrio» (Aut) y raya: «pescado de la especie que llaman de los cartilaginosos» (Aut). v. 1002 Ad Ephesios: indica el Vocabulario de Correas, núm. 9342: «Es hablar adefesios cuando lo que se habla no es con fruto. Adefesios se corrompió de Ad Ephesios, a los de Efeso, a quien escribió san Pablo y porque fueron pocos los convertidos a la fe, a causa de la ceguedad que tenían con el insigne templo de Diana y otras hechicerías gentílicas, dicen acá adefesios cuando se habla con quien no entiende y del mismo que habla sin fruto y a despropósito». v. 1003 almendradas: son numerosas las referencias a las almendras y productos elaborados con ellas en las comedias burlescas. E l Gran Turco es el Sultán del Imperio Otomano. v. 1007 castaña apilada: o pilonga «La seca al humo de la chimenea que se avellana y monda por sí, y se guarda todo el año para potajes, y en algunas partes sirve de alimento común en lugar de pan» (Aut). v. 1002 trementina: «Resina o goma que destila el árbol llamado terebinto» (Aut), con lo que se indica, de modo burlesco, el dolor pegajoso y molesto de Belerma.
TEXTO DE LA COMEDIA
de aquel Narciso contrahecho, pues vive en mí vuestro engrudo, vivid de hoy más en mi pecho. Revuelto en un estornudo, metido en un relicario al cuello siempre os traeré llorando más que un vicario y de contino os daré pildoras de un boticario. Pondréme sayas de Humaina en lugar de sentimiento; haré un monjil de polaina, que quien pierde un casamiento tal, no se ha de estar sin vaina. Haré que avispas me coman: ¡ay Dios! ¿que queréis, desmayos? EMPERADOR
Pues ahora que os desloman,
159
1015
1020
1025
1030
Belerma, no os desmayéis, que donde las dan las toman. Desmáyase Belerma. EMPERADOR
Venga presto un orinal,
porque Belerma respinga como trigo candial; y traigan una jeringa con seis almudes de sal.
1035
v. 1023 Humaina: arroyo de la provincia de Málaga. v. 1023 monjil: vestido de viudas; ver El rey don Alfonso: «Si la bayeta os enfada / poneos un verde monjil / de Bretaña o toronjil» (w. 1372-74). v. 1029 desmayos: o postulamos una rima defectuosa (-ayos, -ayeis). v. 1035 candial: el trigo de mayor calidad, que da la harina más fina y blanca. Todo esto es una retahila absurda. v. 1036 jeringa: podría pensarse en la jeringa como un instrumento más de botica, lugar a donde se pide que se lleve el cuerpo de Belerma; nos inclinamos, sin embargo, a pensar que quizá esta comedia pudiera terminar con un chapuzón, tan típico en las festividades carnavalescas. «Juan de Zabaleta describió el Domingo de Carnestolendas por la tarde en su obra más conocida, y por esta descripción vemos que en el siglo xvn era costumbre el que las mujeres de Madrid arrojaran agua a los transeúntes, actividad que se realizaba con jeringas, y a las que solían
160
DURANDARTE
Y
BELERMA
MONTESINOS
Ya no se puede menear.
EMPERADOR
¡Ah de mi guarda! ¡Criados! Sale un criado.
CRIADO
¿Qué nos mandas, Juvenal?
EMPERADOR
Que esta talega de enfados
1040
llevemos al hospital. MONTESINOS
Señor, este parasismo, gota artética parece.
CRIADO
Si hiciera un gargarismo
1045
todo este mal que padece cupiera en un silogismo. EMPERADOR
Llamad al médico luego.
MONTESINOS
Señor, lo que ha de mandar es que le den medio huevo.
EMPERADOR
1050
M á s vale mandarle echar quince cauterios de fuego. Sale el médico.
MÉDICO
Señor, ¿a qué me has llamado?
EMPERADOR
Belerma tiene modorra.
responder los galanes arrojando a los cuartos de ellas desde la calle cáscaras de huevo» (Caro Baroja, 1965, p. 63). v. 1038 menear, como antes con Madrid, debe postularse una rima defectuosa o pronunciación en / - l / . v. 1040 Juvenal: llamar al emperador Juvenal es, además de desatino burlesco, referencia a lo crítico y sardónico de éste, quizá eco del apelativo de Marcial utilizado con anterioridad (v. 723). v. 1044 gota artético: o de las extremidades, está producida por la abundancia de grasa animal en el comer, que insiste en la condición glotona de Belerma; con un simple gargarismo es difícil que se pueda sanar un episodio gotoso. v. 1050 huevo: nótese la alternancia de la rima defectuosa en -ego, -evo. v. 1052 cauterio: «Remedio riguroso de abrir con fuego las partes del cuerpo que están apostemadas y de quemar las llagas y heridas para restañar la sangre y hacer otros efectos y curaciones» (Aut). v. 1054 modorra: enfermedad que consiste en un sopor y atontamiento, con sueño pesado. Ver El hermano de su hermana, n. v. 1013. Quirós utiliza la expresión
T E X T O DE LA COMEDIA
161
Toma el pulso. MÉDICO
EMPERADOR MÉDICO
¡ O h qué pulso tan letrado!
1055
Señor, busquen una zorra, que este mal es turquesado; ella sin duda ha comido alguna torta de aceite y viruelas le han salido.
1060
Pues ¿qué queréis? Que se afeite
y coma un perro cocido. EMPERADOR
Mirad, médico terreno,
que ese mal tiene mil puntos. MÉDICO
Vota a tal, que es esto bueno;
¿soy yo fuero de difuntos o soy carga de centeno? Derritan a un monacillo y dejémonos de flores, que le dará garrotillo si no salen diez dotores a gatas por un husillo. No coma sino conejas y en entrando el mes de enero metámosla entre dos tejas y si no en un hormiguero, por que le nazcan orejas.
1065
1070
1075
también, de manera magistral, para referirse a los Sueños de Quevedo: «Dice que se sueña el rey, / fundado en no sé qué sueño, / y tanto dormir parece / la m o dorra de Quevedo» (El hermano de su hermana, w . 433-36). v. 1064 puntos: quizá se utiliza por extensión la medida de los zapatos, que para damas solía ser de unos 5 puntos en la época. Ver La ventura sin buscarla: «Que quisiera que calzaras / en cada pie treinta puntos» (w. 418-19), con nota al respecto. Queda entendido que lo que el emperador hace es dudar de la capacidad del médico para ejercer con eficacia su profesión. v. 1070 garrotillo: «Enfermedad de la garganta por la hinchazón de las fauces» (Aut). v. 1072 husillo: «cilindro cavado alrededor de muescas espirales, que es por donde va bajando la que llaman tuerca y es en lo que consiste la fuerza principal de las prensas, como se ve en lagares» (Aut).
162 EMPERADOR
DURANDARTE
Y
BELERMA
¡Oh desdichado suceso de amantes, que por amar han empeñado el proceso!
MONTESINOS
Llevémosla al muladar, que se va tornando espeso.
MÉDICO
Más vale que en un botín hasta Todos Santos duerma y rabie como un mastín.
MONTESINOS
De Durandarte y Belerma aquí la historia da fin.
FIN
1080
1085
LISTA D E V A R I A N T E S
Para los datos completos de los testimonios, remito a la nota textual de la introducción a la comedia. P:
COMEDIA / FAMOSA. / EL A M O R MAS VERDADERO. / Por el D o c t o r M o s e n Guillen Pierres. / Hablan en ella las personas siguientes. /
S1:
E l Emperador
Bernardo del C a r p i ó
Durandarte
D o s Españoles
V n criado suyo
Montesinos
Belerma
Galalon
Valdouinos
D o s Franceses
Oliueros
V n medico
Roldan
V n tambor
COMEDIA / BVRLESCA / D E DVFJVNDARTE, Y BELERM A . / P O R E L D O C T O R M O S E N G V I L L E N / Pierres, Catedrático insigne. / Hablan en ella las personas siguientes. / Durandarte Montesinos V n criado suyo Galalon Belerma Bernardo del C a r p i ó Valdouinos D o s Españoles Oliueros D o s Franceses Roldan E l Emperador
S2:
V n Medico V n tambor
EL A M O R MAS VERDADERO / DURANDARTE, Y BELERMA. / COMEDIA FAMOSA, / Y BVRLESCA. / P O R EL D O C T O R M O N S I E U R G V I L L E N P I E R R E S . / Hablan en ella las personas siguientes. / E l Emperador Oliveros Galalon Durandarte
Roldan
D o s Franceses
164
DURANDARTE
Y
BELERMA
U n criado suyo Bernardo del C a r p i ó Belerma Dos Españoles Valdovinos S3:
Montesinos
COMEDIA FAMOSA / Y BURLESCA. / EL A M O R MAS VERDADERO, / D U R A N D A R T E Y BELERMA. / P O R EL D O C T O R M O N S I E U R GUILLEN PIERRES. / PERSONAS QUE H A B L A N E N ELLA. / E l Emperador
S4:
Montesinos
Durandarte
Galalon
U n Criado suyo
Dos Españoles
Belerma
Dos Franceses
Valdovinos
U n Medico
Oliveros
U n Tambor
Roldan
Soldados
Bernardo del Carpió
Acompañamiento
EL A M O R M A S V E R D A D E R O , / D U R A N D A R T E Y BEL E R M A . / C O M E D I A / F A M O S A , / Y B V R L E S C A . / Por el D o c t o r M o s e n Guillen Pierres. / Hablan en ella las personas siguientes. / E l Emperador. Durandarte. V n criado suyo. Belerma. Valdovinos. Oliveros. Roldan.
laacot.
U n Tambor Acompañamiento
Bernardo del Carpió. Dos Españoles. Montesinos. Galalon. Dos Franceses. V n Medico. V n Tambor.
Sale... vestido... dice] Salen... vestidos.. dice Durandarte tido... dice S 1 ;
Sale....
ustión
S3;
P; Salen... ves-
el membrete J O R N A D A
M E P J V falta en P, que no divide la obra en jornadas 4
mirad] mira M S I , S 2 , S 3 ,S 4
5 6 10 11
buscáis] buscas S 2 , S 3 te niega] reniega M S I hablarás en] hablarán la P, S 2 , S 3 , S 4 ; hablarás la S 1 es brujo] te trujo S 2 , S 3 , S 4
12 13 16 18
parezca] parece M S I borujo] brujo M S I , P, S 2 , S 3 , S 4 melancol[í]a P que en Berbería] en Berbería S 2 , S 3 , S 4
PRI-
LISTA D E V A R I A N T E S 19 20 32 34 41
por estar] que por estar M S I , S 3 , S 4 deprendes] aprendes S 2 , S 3 , S 4 encerrado] u n cerrado M S I letrado] u n letrado M S I , S 2 , S 3 tollos] todos S 2 ; rollos S 3
49
agora] ahora S 2 , S 3
55acot.
Sale Montesinos]
63
dizque] dice que S 3
Sale Montesinos
65
frayles] padres M S I , S 2 , S 3 , S 4
67
cuando] que cuando M S I
71 72 78
abstinente] abstistente P queréis] querei M S I corra] corta S 1
165
y dice M S I
95
que en Génova fue racimo] que es bino, trino, cuadrimo M S I
96
La] Si (tachado y encima se lee: La) M S I
97 98 101 104
gozalla] tenella M S I a la polla] la olla S 2 ; mas quiero tanto la olla S 3 , S 4 agora] ahora S 2 , S 3 , S 4 M[0]NTESINOS P
108 122 124
dos mil] dos P, S 2 Quito] cuento M S I ; quinto S 2 , S 3 , S 4 canséis] caséis P, S 4
130acot.
vestido ridiculamente]
132
libreas] lib[re]as P
de máscara ridiculamente
vestido M S I
133 135 137 143 145 151 153 155 161 163 164 167 168 170 174 183 189 199
N o ] N i S 2 ; Antecristo] Anticristo S 3 , S 4 alabado] loado M S I ; alabo S 2 ahora] agora M S I ajetivar] adjudicar S 2 , S 3 , S 4 trescientos] trecientos S 4 desdicha] salchicha S 2 os espicha] no os espicha S 1 salchicha] desdicha S 2 u n clarín] y u n clarín M S I , S 1 y él] él S 2 'S 3 ; ajonjolín] aljonsolín M S I ; ajonjolí S 2 , S 3 , S 4 enmaromado] enamorado S 2 , S 3 calzando... chapín] iba calzando u n chapín S 3 treinta y seis] 36 M S I alfanjes] alfajes M S I ; alnafes S 1 ; alfanes P y haciendo] iba haciendo S 2 , S 3 y] e S 2 cojín] cujín S 2 , S 4 menjuí] benjoí M S I ; benjuí S 3
166
DURANDARTE
Y
201 207
dos ] los M S I todo] toda M S I
202 211
ratoneras] ratoneros M S I dotor] doctor S 4
215
alberjones] arbejones S 3
219
agujas] abujas S 2 , S 4
BELERMA
223
castil] bacín M S I
224
rodacillos] rodadillos S 3 , S 4
226 237
bancos] bancas M S I , S 1 ; beleño] boleño S 2 alojú] alajú S 1 ; olojú S 3
238
carreta] carteta S 1 , P, S 2 ; cartera S 3 , S 4
240 241 244 245
Limeta] Limera S 3 , S 4 Perú] P < r e > [ e r ] ú P su] tal S 3 en] en el M S I
246acot.
Sale Belerma lo más g[ra]ciosa
que pudiere P] que ser pueda M S I ;
lo más gracioso S 2 , S 3 , S 4
263 265 266acot.
madianitas] medianitas S 2 pezpitas] pepitas M S I Vanse. Quedan
Durandarte
y Belerma]
Belerma S 2 , S 3 , S 4 ; Vanse Montesinos, solos en el tablado Durandarte
Vanse y quedan Durandarte Galalón
y Belerma
y
y el criado y quedando
le dice a ésta
267 274 276 251 288
MSI declararme] decía [ra] r me P lentisco] lantisco P, S 2 , S 4 haré] fiaré P ovejas] oveja M S I carne] cara S 3
292 294 298 300 304 310 313 319
Cucufate] Casufate P, S 1 , S 3 , S 4 Montserrate] Monsetrate S 1 ; Monserrate S 3 , S 4 verso repetido en S 2 mozo] moco S 3 , S 4 os dejaré] ordenaré P, S 2 , S 3 , S 4 dadme] dame S 4 sepoltura] sepultura M S I , S 1 , S 2 , S 3 , S 4 difunto] defuncto S 2
Durandarte
321
carnes] cranes P
326
a u n guijarro] porque me convierto en risco / ya no quiero c o mer barro / n i puede u n fraile francisco / dejar de ser u n guijarro M S I
329
carracas] caracas P, S 4
331acot.
Sale Montesinos
y Galalón]
Salen Montesinos
y Galalón
hechos sol-
167
LISTA D E V A R I A N T E S dados muy destrozados, y dice Montesinos Galalón 336acot.
M S I ; Salen Montesinos
y
S3
Pasa un atambor tocando] Sale el atambor y dando una vuelta al tablado sin decir nada se vuelve a entrar tocando M S I ; Pasa un
tambor
tocando S 1 , S 3 , S 4
337 339
el] del M S I , S 3 , S 4 infraoctava] infraoctavo S 3
343
catorce] 24 M S I
349 354 357 358
y trae] trae S 1 y el teatro del] y u n retrato del S 2 calandarios] calendarios S 2 , S 3 , S 4 brevas] breñas S 1 ; bre[v]as P; berzas S 2 ; goznes] gonces S 3 ; gonces, berzas S 4
361
y veinte y tres] y treinta y tres S 2
363acot.
Vuelve a salir la caja] Vuelve a salir la caja tocando, que será un corcho hecho y luego dice Montesinos
MSI
365
del] de S 3
368 369
el profundo] profundo S 2 avestruces sobre] sobre (tachado) avestruces sobre M S I
371
quitándose uno
a otra los mocos P] y quitándose
los mocos, y dice Galalón
do todo este tiempo Durandarte este tiempo Durandarte
el uno al otro
M S I ; uno a otro los mocos S 2 , S 4 ; Ha estahablando; Ha estado...] Ha estado todo
hablando aparte con Belerma,
quitándose
uno
a otro los mocos S 3
373 375 376 378 380 381 382 383 387 389 391 401acot.
postemas] apostemas S 3 , S 4 llueve el cielo emblemas] llueven los emblemas S 4 y la tierra} y nadando S 2 ; y nadan los S 4 que] de que S 2 , S 3 o P del ánima] de la barba M S I al Grao] a Tus S 2 ; a R u s S 3 , S 4 ; que estas] que esas S 1 melonares] melonates S 3 Somos...] D i g o , somos escribanos S 3 , S 4 ; aquí] hoy aquí M S I ha] he S 3 , S 4 cirujanos] cirajanos S 2 Vase]
Vanse
Montesinos
402 403 404 407 408
Montesinos
y
Galalón
y dice Belerma
S3
falta en S 2 buen] bien S 3 Que el] E l S 2 , S 3 empleita] empleta P, S 1 ; tarasca S 2 , S 3 , S 4 tagarote] taragote P; tagarete M S I , S 3 , S 4
MSI;
Vase
168
DURANDARTE
413 414
libro] libro yo S 2 , S 3 , S 4 Marcial] epigrama M S I
416
Martina o Pasc[u]al P] Martín o Pascual M S I ; M a r i n a o Pascual S \ S 4
426
o me haré tundidor*] o haréme saludador S 2 , S 3 , S 4
426acot.
Llora] Llora Belerma M S I
428
el rejalgar] rejalgar S 2
Y
BELERMA
431acot.
Tocan] Tocan la caja dentro M S I
436
y dos hojas de llantén] y dos hojas de sartén P ; pues sois fruta de sartén M S I
443acot.
Dale
una cencerra] Dale a Belerma
Durandarte
una cencerra y luego
dice Belerma M S I ; Le da una cencerra S 2 , S 3 , S 4 444acot.
Dale una vasera...]
Le da una vasera...
S2, S3, S4
449
martes] mares P
450 453
mojarrillas M S I ] mojarillas P, S 1 sacerdotes] galeotes S 2 , S 3 , S 4
460acot.
y dice Belerma] y dice Belerma este soneto M S I , falta en S 3
468 469 472
triquitraque M S I , S 1 ; triquitra[qu]e P c o n la ] c o n M S I Falta en S 3 , S 4
474acot
Vase Belerma]
Vase Belerma
y con esto se acaba la primera
jornada
M S I ; w . 467-74 faltan en S 2 475acot.
Salen Roldan,
Oliveros y el emperador] Salen Roldan,
Oliveros y el em-
perador vestidos graciosamente y dice el emperador M S I . E n S 1 no hay
477 479 480 489 492 493 503 505
indicación de jornadas, c o n lo que se continúa c o n la acotación tras el último parlamento de Belerma; igual ocurre en S 2 , S 3 y S 4 gustos] gestos S 3 noble] noche S 3 Sobre esto] C o n esto S 2 , S 4 Ingalaterra] Inglaterra P, S \ S 2 , S 3 , S 4 p o r Dios] por diez M S I , que ha] ha S 3 ajarafe] aljarafe S 3 , S 4 trae] trai M S I , S 4
519acot.
Sale Montesinos]
527
Quedo] Cuando (tachado -ua- y sobrescrito -e-) M S I ; González Geniz] Gonzalo Geniz S 1 , S 3 , S 4 bautismo] baptismo S 2 , S 4
530 535acot.
Sale Montesinos
Vanse y salen riñendo
Bernardo del Carpió
tiendo y salen riñendo M S I ; Entranse
y dice M S I
Bernardo del Carpió
y salen riñendo
[sic] S 1 ; Vanse y sale...
S2
Bernardo
y Durandarte] y Durandarte, del Carpió
y
Entranse riel cual dice Duaandarte
LISTA D E V A R I A N T E S
540
tus manos] tu mano S 2 , S 3 , S 4
544
tu] u n M S I
549acot.
Vanse y salen el emperador y Oliveros, riñendo
con un español]
trame dándose
de cuchilladas y salen el emperador y Oliveros,
con un español
M S I ; Éntrame
do con un español
y salen el emperador y Oliveros,
cucharas] cuchares S 1
554
da a] daña S 3
558
zahinas] zahina S 2 , S 4
559
tengo de] he de hacer M S I , S 1 Vanse y sale Roldán sale riñendo
con otro español]
con el otro español
con otro español
Roldán
Éntrame
riñendo
y sale
riñendo
con otro español
560
Vitoria] V i c t o r i a S , S hácete] hazte M S I
564
tres gatos] dos micos S 4
565
bisarrancaré] yo arrancaré S 2
566
Melibea] M i l e n e a S 2 , S 3 , S 4
567
arrancar] sacar M S I
568
aforralla en carisea] aforrarla en clariquea S 2 , S 3 , S 4
3
Vanse y dicen dentro «¡Viva
España!»
Y sale el emperador]
Éntrame
y sale el emperador diciendo
y dicen dentro... emperador S 1
huigamos] huyamos M S I , S 3
573acot.
Sale Oliveros]
574
vencido] vencidos S 2
576
R o l d á n ] el R o l d á n S 3
577
hemos] habernos S 1
578acot.
España!»
y dicen dentro «¡Viva
desbrocado M S I ; Éntrame 571
Roldán
con otro espa-
S4
561
2
riñendo
riñen-
dando cuchilladas y
M S I ; Éntrame
S 1 ; Vanse y salen [sic] Roldán
ñol S 3 ; Vanse y sale Roldán
568acot.
Énriñendo
S1
551
559acot.
169
Sale Oliveros herido y dice M S I
Vanse. Salen algunos franceses heridos] Vanse y salen heridos los dos soldados franceses M S I
582
n i a ciertas conjuraciones] n i a conjurar aviones M S I ; n i a c o n juraciones S 1
583
[2]
584
[1]
589
nadie] y nadie M S I
590
falta en S 2 , S 3 y S 4
597
comerán] quemarán P
598acot.
Vanse y sale Durandarte
herido] Vanse y sale Durandarte
herido de
muerte todo ello de sangre estribando en su espada y dice M S I 602
al fin] en fin S 4
604
iré] irá M S I
170 605 606 609 611 621 623 636 640 643
DURANDARTE
Y
BELERMA
parezco] que parezco M S I o gaznate o cantimplora] gaznate o cantimplora («cantimplora» tachado y sobrescrito «algarroba») M S I criados] heridas S 3 que si me distraigo] que me desarraigo S 1 , S 2 , S 3 , S 4 presos] seises P, S 1 , S 2 , S 3 , S 4 judíos] indios M S I , P y en] ya en S 2 machete] mangete P, S 2 , S 3 , S 4 pie] pies S 1 , S 2 , S 3
643acot.
Sa[e]
653
adonde] donde M S I
654 655
Buscando vengo al galán] Mas cuando vengo al galán M S I
661 674
o aquesto es filosofía] o aqueste es almofía P, S 2 , S 3 , S 4 la alma] el alma S 3 , S 4 ; expresa] espesa S 2 , S 3 , S 4 falta en M S I Rengo] D e n g o M S I
676 680 684 692 698 699 703 704 705 715acot. 721 722 725 726 729 730 733 735 738 740 743 745 746 748
Montesinos
P] Sale Montesinos
y dice Montesinos
MSI
Dura[n]darte P
cuál fue el traidor sin polainas] cuál hombre fue sin polaina S 3 ,
s4
o le] o vos le M S I para ser] a hacer P, S 1 , S 4 ; a hacerme eremita S 2 , S 3 D e c i d l e . . . C o r a y ] D e c i d l a . . . C a t a y M S I ; D e c i d l e . . . C a t a y S1; Decidle...Coray S 3 , S 4 jugar] juzgar P, S 1 Decidle] Decidla M S I , S 2 , S 3 , S 4 retablo] retablos S 1 , S 3 , S 4 Dale
una daga M S I
leal] leal reciba («reciba» tachado) M S I escrito] escripto S 2 dársele] dalle M S I Agora] agora P; A h o r a S 3 , S 4 pues pues (duplología) M S I ¿... invierno? M S I ; ivierno S 4 hecho] hecha S 2 vagamundo] vagabundo M S I con arandela de urraco] c o n u n sombrero polaco M S I señales] mercedes M S I llorando higos] higos llorando M S I en una palma] en una enjalma P, S 1 , S 3 , S 4 difunto] defuncto S 2 ; defunto S 4 por sólo quitarle el unto] a predicar este asunto M S I
LISTA D E V A R I A N T E S 751
acanelado] acanciado P; acancelado S 2
753acot.
Muere] Muere Durandarte
171
y dice Montesinos
M S I ; Hace como que se
muere S 2 , S 3 , S 4
760-62
el alma desta zalea / a dos veces tres son seis, / llorad esteras de enea] el alma deste jayán / que falten no os admiréis / esteras de buen rúan M S I ; el alma deffal [sic] S 1
765 767
Espartinas] Bigorra M S I quién tuviera dos pecinas] fáltame una cantimplora M S I ; quién
771
tuviera dos piscinas S 2 , S 3 , S 4 alcarraza] alcaparras M S I ; alcarrazas S 1 , S 2 , S 3 , S 4
772
enviudado] enviado S 2
778acot.
Sácale
el corazón
Montesinos
con un cuchillo, que será una pata
con un cuchillo jifero el corazón
razón será una pata de vaca y prosigue luego Montesinos Sácale con un cuchillo el corazón,
780
matrícula] matrículas S 2
781 785
el sol] Dios M S I o el] y el S 4
792
difunto] defuncto S 2
793acot.
Vase] Vase Montesinos
de vaca] Saca
de Durandarte,
el cual co-
diciendo M S I ;
que será una pata de vaca S 1
llevando el corazón
con que se da fin a la 2 jornada. a
y a Durandarte
Fin de la 2 jornada a
a cuestas,
M S I ; Vase.
I O R N A D A T E R C E R A S 1 ; Vase. J O R N A D A S E G U N D A S 2 ; Vase. J O R N A D A S E G U N D A S 3 ; Vase. J O R N A D A T E R C E R A S4 794acot.
Sale Belerma] Sale el emperador y Belerma muy triste, la cual dice M S I
796 801 803 805
terrena] terrera M S I pantuflos] adargas M S I ; pantufos S 4 libíticas] líbricas S 2 ; libíricas S 3 ; alforjas] aljorzas P ; alforzas S 1 , S 4 de alpiste, de panal y escarabajos] de migas, de cristal y escarabajos M S I a alcaravea] alcaravea M S I ; S 1 faltan en S 2 y S 3 llover] llevar S 3 barrena] barrenas M S I cae p o r agosto] p o r agosto cae M S I
809 806-11 817 821 827 829acot.
Sale el emperador S 2 , S 3 , S 4
833 834
señor] señora M S I , P ; desvele] atribuye S 2 ; atribule S 3 , S 4 antárico S\ P, M S I ; antártico S 2
839acot.
Sale Montesinos corazón
848 851
con el corazón
de Durandarte
de Durandarte]
Sale Montesinos
y dice M S I
Los casados son viudos] Son los casados ya viudos M S I ganzúa] son brujas M S I
con el
172
DURANDARTE
Y
BELERMA
857
los dardos eran agujas] los dados eran agujas P; los dados eran j a mugas s1, s2, s3, s4
861
alcuza] alzúa S 3
865
quien tiene] que tiene S 3
867
Ast[u]nas P
877
Montezuma] M o t e z u m a S 3
883 889
p