Campo Pedagogico y Psicoanalisis
 9506024278, 9789506024277

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Jean-Claude Filloux

C am po

p e d a g ó g ic o

Y PSICOANÁLISIS

Nueva Visión Buenos Aires

Título del original en francés: Champ pédagogique et psychanalyse © Presses Universitaires de France, 2000

Traducción de Paula Mahler

PRIMERA EDICION

Esta obra se publica eA el marco del Programa Ayuda a la Edición Victoria Ocampo del Ministerio de Asuntos Extran­ jeros de Francia y el Servicio Cultural de la Embajada de Francia en la Argentina,

I.S.B.N. 950-602-427-8 © 2001 por Ediciones Nueva Visión SAIC Tucumán 3748, (1189) Buenos Aires, República Argentina Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 Impreso en la Argentina / Printed in Argentina

INTRODUCCIÓN

Las relaciones entre pedagogía y psicoanálisis -entre lo que pertenece al orden de lo “pedagógico” y de lo “psicoanalítico”plantean problemas. Por una parte, tienen una historia: dependen de las concepciones sobre el psicoanálisis (cura, saberes en juego, relaciones entre la teoría y la práctica), sobre la ciencia, sobre la enseñanza. Además, dependen de lo que queda subsumido por las nociones de aplicación, investi­ gación, acción pedagógica. Algunos piensan que es posible una alianza entre ambos, otros hablan de escisión. En principio, es necesario hacer una aclaración. La evolu­ ción de la pedagogía muestra que no dejó de observar la experiencia que surge de la práctica y el aporte de los conoci­ mientos provenientes de la filosofía y de las ciencias hum anas. De este modo, las llamadas pedagogías activas se constituye­ ron en función de los avances de la psicología evolutiva, y los conocimientos provenientes del campo de las funciones cognitivas pueden reorientar ciertos métodos de enseñanza. Pare­ ciera que la pedagogía fuese un lugar de demandas que emanan del propio campo de la educacióny que piden respues­ tas para las dificultades propias de la acción de enseñar e incluso, a veces -o con frecuencia-, para las angustias de los docentes. Demandas de ayuda para comprender lo que sucede cuando existen conflictos o fracasos e, inclusive, para elaborar métodos o actitudes de enseñanza adaptadas a las situa­ ciones. Esto lleva a una segunda aclaración. En principio, jil_ aporte del psicoanálisis a la pedagogía debe situarse en el marco de esta problemática general de las relaciones entre las ciencias humanas y la reflexión o la acción pedagógicas: apoyo al docente; elaboración de métodos de enseñanza, teorización sobre procesos de enseñanza. Sin embargo, en el

marco de su propia evolución desde comienzos del siglo, de las propias preguntas sobre sus posibles “aplicaciones” más allá del campo de la cura y de la relación analista/paciente, el psicoanálisis fue más allá de las demandas originadas en lo “pedagógico” para presentarse como disciplina “útil” -según la expresión de Freud de 1913- para el pedagogo. Al mismo tiempo, analistas y pedagogos con experiencia de análisis propusieron integrar un camino de estilo analítico en la práctica pedagógica -el llamado movimiento de la “pedago­ gía psicoanalítica”- como manera de interpretar el proceso de enseñanza-aprendizaje en función del conocimiento psicoanalítico. De este modo, la pedagogía se volvió un objeto interrogable por parte de un psicoanálisis que cuestionaba las bases inconscientes del proceso pedagógico y que provocaba, por este mismo hecho, la fascinación y la resistencia de los pedagogos. Si, como veremos, el psicoanálisis en principio inscribió las relaciones de la educación y de la pedagogía en el nivel de las intervenciones de orden “psicopedagógico”, que forman parte del movimiento que postula una educación que tenga en cuenta la psicología del niño, su desarrollo a nivel de la exploración de los procesos relaciónales en el campo social y de los procesos de grupo, en las últimas décadas, lo llevó a buscar el sentido de su aporte a la pedagogía en un camino más específico. En prim erlámiftft: pensamiento, comqconse_cuencia.dalas-s-ugerenciasde.Fr&ud7 fertilización de la pedagogía como práctica a través del conocimiento, que se supone que el pedagogo ha adquirido, de, lo= factores inconscientes^en el desSrqllG déla.personalidad del niñó:.ghpsi-eoarrálÍ5ÍS''ge comprometió con lo que puede ser un enfoque psicoanalítico de la relación maestro-alumno, de la articulación de los deseos, de las pulsiones enjuego en el campo pedagógico, para dar cuenta de lo que sejuega en dicho campo. Se llegó a superar el punto de vista restrictivo de la psicopedagogía para plantear la cuestión -dominante en el nivel de la comprensión del proceso de enseñanza- de lo que, en la relación entre docente y alumno (niño, pero también adolescente y adulto), es producto de transferencias,, proyecciones, sublimaciones, idealizaciones, identificaciones. En­ tonces aparece la problemática