El verbo español : Aspectos morfosintácticos, sociolingüísticos y lexicogenéticos 9783865278326

Las contribuciones se centran en los aspectos del tiempo y el modo y adoptan metodologías divergentes para su descripció

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Spanish; Castilian Pages 152 [150] Year 2019

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Table of contents :
INDICE
Prologo
Sobre el uso metaforico de los modos en espanol
Subjuntivo, irrealidad y oposiciones temporales en espanol
Observaciones sobre la correlacion de tiempos en espanol
Variacion sintactica y modalidad verbal
El valor citativo de las formas verbales
Ilocuciones valorativas
Los estudios sobre el verbo en el espanol de Canarias
Manifestaciones de aspecto en la derivacion espanola
El entorno sintactico de verbos instrumentales
El potencial poetico de verbos
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El verbo español : Aspectos morfosintácticos, sociolingüísticos y lexicogenéticos
 9783865278326

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Gerd Wotjak (ed.) El verbo espafiol

LINGU~STICAIBEROAMERICANA Vol. 1 DIRECTORES:

Gerd Wotjak y Eberhard Gartner Centro de Investigaci6n Iberoamericana Universidad de Leipzig

Gerd Wotjak (ed.)

El verbo espaiiol Aspectos morfosint6cticos, sociolingiiisticos y lexicogene'ticos

Vervuert . Iberoamericana 1996

Publidisa

Prdlogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Ramdn Trujillo, Sobre el uso metaf6rico de 10s modos en espaiiol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Alexandre Veiga, Subjuntivo, irrealidad y oposiciones temporales en espafiol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Angeles Carrasco GutiCrrez y Luis Garcia FemBndez, Observaciones sobre la correlaci6n de tiempos en espaiiol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 1 Maria JosC Serrano, Variaci6n sintktica y modalidad verbal . . . . . . . . .

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Gerda HaRler, El valor citativo de las formas verbales . . . . . . . . . . . . . . 8 1 Leandro G. Caballero Diaz, Ilocuciones valorativas . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 Javier Medina L6pez y Dolores Corbella Diaz, Los estudios sobre el verbo en el espaiiol de Canarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I 1 1 Elisabeth Beniers, Manifestaciones de aspect0 en la derivaci6n espaiiola . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Martina Emsel, El entorno sinkictico de verbos instrumentales

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Dorte Miiller, El potencial poCtico de verbos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143

El espaiiol -pese a 10s meritorios esfuerzos emprendidos en el dtimo lustro para describirlo en forma m h cabal y convincente- sigue siendo en no pocos aspectos un pariente pobre entre lenguas como, por ejemplo, el ingles, el fiances e incluso el alemh. Con la publicacion de las contribuciones que se centran mayormente en la descripcion del tiempo y mod0 (incluyendo parcialmente el aspecto) vistos en si mismos y en la relacion entre ellos, per0 que tambien tratan de la interrelacion entre formacion de palabras y morfosintaxis, de la variation sociolingiiistica y sintactica, del potencial poetic0 de 10s verbos espafioles, asi como de las ilocuciones valorativas (solo parcialmente vehiculadas por medio de verbos), nos proponemos una modesta contnbucion a un mayor esclarecimiento de aspectos importantes y complicados del espaiiol actual, cuya descnpcion teonca dista mucho de poder satisfacer, y que puede ofiecer resultados htiles para la enseiianza del espaiiol como lengua extranjera. Las contribuciones escogdas tratan, desde enfoques metodologicos distintos, esencialmente fenomenos morfosintacticos de tiempoltemporalidad y modolmodalidad tanto independientemente, asi como en su posible interrelacion entre si; per0 tambien enfocan -en solo dos ponencias- aspectos lexicogeneticos, asi como en una contribucion, que se sale del cuadro de las otras, el aporte de 10s verbos en la rimalpoesia espaiiola. Ocupa un lugar importante -no solo en cuanto a1 tamafio- la ponencia de R. Trujillo, en la cual reline gracias a su sabiduria y expenencia en la gramatografia del espaiiol, especialmente en el maestro Andres Bello, el fimcionalismo y el estructuralismo modernos, sutiles y acertadas constataciones acerca del significad0 gramatical y lexico y 10s mdtiples y sofisticados fenomenos de la transposicion y, en particular, la metafonzacion. Lamentamos que no se haya podido incluir la contribucion de B. Zavadil de Praga, otro conocido experto en 10s campos del tiempo y el mod0 y sus posibles interrelaciones y transposiciones de la Escuela funcionalista de Praga. Con la publicacion de estas contribuciones nos hemos propuesto dar cabida a distintos enfoques esperando poder asi contribuir -aunque fuera de forma muy modesta- a1 dialogo entre 10s distintos paradigmas gramaticales (de 10s que predomina aqui el fimcionalismo en sus distintos matices), dialogo evidentemente dificil si no casi inexistente, por ejemplo con la gramatica transformacionalista en sus recientes desarrollos, dialogo cada vez mas necesario y, a nuestro entender, posible, ya que, por encima de las divergencias, se obseman coincidencias y convergencias alentadoras.

Nos alegra que este volumen, ademas de dar un impulso a un mejor entendimiento del lenguaje en su compleja interaction de varios niveles, modulares e interconectados a la vez, pueda dar inicio a una nueva sene de LingiiLtica iberoamencana (eds. G. Wotjak y E. GBrtner), patrocinada por el recien h d a d o Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad de Leipzig y editada por la editorial Vervuert . Para concluir quisiera dar las gracias a la VG Wort por el apoyo material prestado para la publication, asi como a la Seiiora Cornelia Walter, quien se encargo del layout de este volumen. Gerd Wotjak Leipzig, verano de 1995

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Ramon Trujillo

en el contexto explicit0 (la sintaxis, entendida de una manera simplista), como en lo que podriamos llamar el "contexto implicito", que, en este caso, se halla representado por 10s factores semhticos que cada forma modal o temporal expresan por si mismas, SIN NECESIDAD DE QUE SE PRODUZCA LA REPRESENTACION LINGUISTICA EXPLICITA DE TALES FACTORES. Me explico: si dig0 que Juan ha vivido aqui, el antepresente me excusa de la aiiadidura de elementos del CONTEXTO IMPLICITO que, en el caso de 10s tiempos, pueden o suelen resultar absolutamente redundantes, como sucederia, por ejemplo, en estas circunstancias, con "durante toda su vida" o con "desde que se caso", etc. Y, de la misma manera que con las formas temporales se "sugeren" contenidos, es decir, componentes semhticos EFECTIVOS', aunque estos no lleguen muchas veces a mamfestarse "fisicamente", con la expresion de la modalidad se simcan TAMB&N componentes semhticos EFECTIVOS que, por el contrario, suelen ser exigidos por razones de coherencia referencial (asi, no podemos ver un proposito como si fuera un hecho particular). Pero volvamos a nuestros ejemplos de antes: la gramatica preceptiva nos ensefia que debemos usar el subjuntivo en frases completivas dependientes de expresiones que si&ican comentarios (y, en tal sentido, vistos como subjetivos) acerca de contenidos que suponemos verdaderos, como sucede con es lamentable, es estupendo, es una pena, y otras semejantes, por lo que habra de decirse SOLO "es estupendo que ya estks curado", ya que, efectivamente, "es estupendo que ya estcis curado" resultaria una secuencia un tanto extraiia, al menos en la manera en que la acabo de enunciar (en la forma de un aislado ejemplo de clase). Sin embargo, basta con apelar a la sensibilidad idiomatica de cualquier hispanohablante no deformado por prejuicios gramaticales para descubrir 10s elementos del contexto implicito sigdicados por el indicativo, aunque no directamente 'I . vlsibles" en la forma fisica del enunciado: 'es estupenda la situation que verifico: que ya e s t h curado'. No se comenta ahora algo de lo que se tiene una vision "indirecta", por decirlo asi, sino algo que se presenta como una percepcion particular. En "es estupendo que ya estks curado", el uso del subjuntivo, por el contrario, introduce o sugiere un CONTEXTO IMPL~CITOformado por componentes muy distintos de 10s que acabamos de ver en el ejemplo anterior: el estar curado no se ve ahora como un caso particular, sino como una hipotesis verosirnil, es decir, como UNA GENERALIZACION, aun cuando expresiones como esas se aplican habitualmente a experiencias o a acontecimientos que nada tienen de generales o de hipoteticos considerados en si mismos. Y, sin embargo, ES ASI: "es estupendo que ya estis curado" NO SIGNIFICA 'es estupendo el '

Es decir, efectivamente contenidos en las formas temporales concretas

Sobre el uso metaforico de 10s modos en espaiiol

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hecho particular de estar ti ya curado', sino 'es estupendo el hecho (general) de ser posible el estar ti ya curado': la vision no es ahora particular, y, no siendolo, hay que convenir en que no podra ser m h que general.2 La vision, sin duda metaforica, que sigrufica como hipotesis lo que en la realidad es un hecho. La cuestion que aqui se esta planteando puede verse de dos maneras diferentes. Desde un punto de vista simplista podria decirse que las expresiones como es lamentable, es estupendo, es una pena, etc., que significan opiniones acerca de acontecirnientos que se consideran verdaderos, rigen subjuntivo en las completivas dependientes de ellas. Pero aunque esta regla represente el uso mas general, no refleja en absoluto la naturaleza del subjuntivo, porque ese uso mas general es solo eso, " m b general", es decir, aquel que se corresponde con lo que podriamos llamar las condciones "generales" o "teoricas" del discurso: aquellas en las que el que habla no tiene en la mente el acontecimiento particular como tal, sino alguna especulacion generalizadora acerca de el. La regla citada es, por ello, simplista, y se deriva de una observation superficial de 10s hechos idiomaticos. El hecho de que el uso tolere expresiones como "es estupendo que ya e s t b curado" sigrufica, antes que nada, que la regla de que aqui se trata esta, cuando menos, ma1 formulada. Esta cuestion no se resuelve con decir que, en casos como estos, nos hallamos en una "zona de inestabilidad dentro del sistema modal", como suponen Bybee y Terrell.3 Se& estos autores, la eleccion de 10s modos en la subordinacion sustantiva ha de asociarse con las nociones seminticas de mercion, de presuposicidn, o con la ausencia de una y de otra idea. La zona "problematica" se corresponde con la de la presuposicion, relacionada a su vez con aquellos predicados que SIGNIFICAN COMENTARIO y que se refieren a clausulas subordinadas cuyos contenidos el hablante SABE VERDADEROS. Es el caso de nuestro "es estupendo que ya e s t b curado", expresion en la que se "comenta" algo que se da por cierto, pese a lo cual se elige el subjuntivo, seguramente porque, se@ 10s autores, el contenido de este tipo de subordinadas NO SE AFIRMA, como no se afuman tampoco 10s que expresan duda, ernocion, mandato, etc. Pero como quiera que en este tip0 de expresiones es frecuente la altemancia del subjuntivo con el indicativo, 10s autores concluyen que o bien han analizado ma1 la cuestion, o bien han descubierto una zona de "inestabilidad" dentro del sistema modal. La m a t e "simplifica"el mundo, desechando cada una de las cosas o situaciones concretas que amenazan con invadir toda la esfera de lo cognoscible, hacihdola infinita. Preferimos 10s hechos ya interpretados como "clases"a 10s hechos singulares cuyo caracter particular no permite a h su clasificacion. Toda vision de una cosa o acontecimiento que no sea directa o inmediata se hace automiticamente general. Cfi. Bybee, Joan 1 Terrell, Tracy D. (1990): "Analisissemiintic0 del mod0 en espaiiol", en: Bosque, Ignacio (ed.): Indicatrvo y subjuntivo, Taurus Universitaria, Madrid, pp. 145-163.

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Ramon Trujillo

"Es frecuente -afiirman- que algunos hablantes utilicen el indicativo con todas las clases de complementos que se presuponen", y de ahi deducen que "si el sistema cambia se estabilizara mediante la eleccion del indicativo" para estas clausulas de comentario cuyos contenidos se presuponen verdaderos. La profecia, sin embargo, no parece convincente porque si el indicativo ha de depender del caracter afirmativo (0, mejor, aseverativo) de la subordinada, no se ve como pueda resultar esto posible, ya que NI AFIRMA la subordinada de "es estupendo que ya estis curado", en subjuntivo, NI AFIRMA TAMPOCO la subordinada de "es estupendo que ya estris curado", en indicativo, ya que lo linico a f i i a d o , es decir, predicado como verdadero, son las clausulas principales en 6 curado en "es estupendo uno y otro caso. Es cierto que no se afirma el estar t que ya estis curado", per0 no es menos cierto que tampoco se afirma tal cosa en "es estupendo que ya estris curaab".Tanto en un caso como en el otro, el estar hi curado se ve como un acontecimiento verdadero, y tambien, tanto en un caso como en el otro, la clausula principal, "es estupendo", constituye o representa un comentario acerca de ese "hecho verdadero"; no su afirmacion. La diferencia, que solo es idiomatica, consiste en que, en el primer caso, ese hecho verdadero se sigrufica bajo la forma semhtica de la generalizacion (el hecho "teoricamente" cierto de estar hi curado), en tanto que, en el segundo caso, se significa bajo la forma semhtica de la particularizacion: solo se habla de "mi" experiencia concreta de tu curacion, que se mira ahora como un acontecimiento particular. La hlpotesis de Terrell y Bybee acerca de la "tendencia" hacia el indicativo acaso se relacione con la creencia de que indicativo es igual a aseveracion, en tanto que subjuntivo es igual a no-aseveracion. El concept0 de "comentario" se aplica a verbos o expresiones que no sidcan 'verdad', por lo que la clausula "comentada" seguira siendo verdadera aun cuando la principal se niegue: "es 1 no es bueno que haya venido" (fiente a "no es verdad que haya veniab"). Sin embargo, existen algunas dificultades en el uso de estos conceptos:

1. Una cosa es la afirmacion y otra, la verdad. Gramaticalmente, tan afirmativa es la subordinada de "no es bueno que haya venido" como la de "no es verdad que haya venido". La "falsedad" de la segunda se deriva del si&icado lexico de verdad y la no falsedad de la primera, del si&cado lexico de bueno.

2. No me parece correcta la idea de que la subordinada de "es verdad que ha venido" sea una aseveracion y no lo sea la de "es bueno que ha (o "haya")venido", ya que, en si misma, que ha veniab no varia de significado en un caso ni en el otro: la diferencia esta en verdad y en bueno. Lo h i c o que se asevera en ambos casos son 10s predicados "es verdad" y "es bueno", como si hubiesemos d c h o "eso es verdad" o "eso es bueno". En ningim caso se entra en la cuestion de la

Sobre el uso metafonco de 10s modos en espaiiol

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naturaleza, verdadera o falsa, del referente de eso. Si dig0 "eso es verdad", expreso mi punto de vista acerca de la naturaleza, no de eso, sin0 de su referente ocasional, y no puede ser de otra manera cuando digo "es verdad que ha venido", expresion en la que no se dlce ni afima que el haber venido sea un hecho verdadero, sino que el que habla lo considera asi: la h i c a afmacion "directa" se halla en "es verdad", en tanto que la de "ha venido" no pasa de estar contenida en aquella. La diferencia entre "es bueno que ha venido" y "es verdad que ha venido" no se halla en la verdad "real" del haber venido, que parece sostenerse en ambos casos, sino en lo que el que habla "piensa" de ello. Si esta convencido, por propia o ajena experiencia, del caracter particular o concreto de ese acontecimiento, podra predicar bien su verdad o certidumbre, medlante elementos lexicos que posean tal sigtuficado (si en efecto ha visto venir a esa persona, dlra que es un hecho verdadero, cierto, indiscutible, etc.), bien tal o cual consideracion acerca de lo sucedido, como su aprobacion, entusiasmo, censura, etc., siempre, como es natural, mediante procedimientos lexicos. Con todo, no debe olvidarse que 10s predicados de que hablamos expresan, ya la venjicacion ("es verdad que ha venido"), ya el punto de vista ("es bueno que haya / ha venido"), ya las condiciones que ha de llenar algo para llegar a ser ("es verosimil que haya venido"). En "es verdad que viene", la afirmaci6n es verdad implica ASEVERACION, porque es oracion principal en indicativo, y presupone, a su vez, la ASEVERACION de que viene que es lo aseverado, per0 no una aseveracion. Es decir, que es verdad "pone" la predicacion (asevera) y que viene, la "presupone", a partir de lo irnplicado en verdad. Por el contrario, en es bueno que viene (/ venga), la afimacion es bueno "pone" la predicacion (ASEVERA), per0 que viene NO PRESUPONE UNA ASEVERACION que bueno no podria implicar de ninguna manera. 2.1. Aqui parecen introducirse constricciones sinkicticas que, en realidad, no lo son. Para empezar, 10s hechos particulares o concretos son, en- la experiencia, siempre verdaderos, y cuando ha de hacerse constar este extremo no podra aparecer otro mod0 que el indicativo, pues tal es el significado de estas formas. No es cierto, por ello, que, en rigor, es verdad rija indicativo, sin0 que, en el plano de la experiencia, de un hecho concreto solo se puede decir, en relacion con el contraste 'verdadero' / 'falso', que es verdad. La negacion de la verdad, por el contrario, no se suele corresponder en la experiencia con una verification, es decir, con un acontecirniento "particular" (es posible que lo que no es verdad tampoco se pueda verificar). La negacion de "es verdad que ha venido" puede corresponderse, es cierto, con una experiencia particular ("noes verdad que ha venido", es decir, 'no es verdad ESO'), per0 se siente normalmente como algo hipotetico, como la generalizacion de unos datos que no se han verificado o que solo lo han

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sido parcialmente: "no es verdad que haya venido": el haber venido puede llegar a ser siempre un hecho particular; el NO haber venido es, por el contrario, ALGO lMPOSIBLE DE VERIFICAR EN SU TOTALIDAD, y, por tanto, una deduccion, generalizacion o conclusion que se hace a partir de unos hechos particulares "objetivamenteincompletos".

2.2. Tampoco es rigurosamente cierto, como por otra parte es bien sabido, que expresiones como es estupendo, es bueno, es una pena, etc., rijan subjuntivo necesariamente, y ni siquiera que s i N i q u e n "comentanos". Son posibles, y, ademas, frecuentes, frases con indicativo como "es bueno que has venido" (0, con subjuntivo, "que hayas venido"), ejemplo que, a su vez, Y EN UNO U OTRO MODO, representa un "comentario" sobre un acontecimiento que se ha venficado y que se tiene por verdadero. Con todo, no es la condicion de "comentario" el factor que detennina la aparicion del subjuntivo, ya que, como se ha visto, sin dejar de serlo, puede aparecer con indicativo, en tanto que, al reves, con subjuntivo puede no constiturr nunca un comentario: hay comentario en "es bueno que has 1 hayas venido", pero deja de haberlo con solo cambiar el tiempo: "seria bueno que vinieras": es evidente que no se puede cornentar nada que no se tenga previamente por verdadero. La noci6n de comentario, como la de verdad, no s61o no es idiomiitica, sino que tampoco es semiintica. 2.2.1. Se trata, en el caso de la hipotesis de Terrell, de una interpretation deficiente de 10s hechos idlomaticos. En efecto, no es la condicion de "comentario" lo que determina la aparicion del subjuntivo, sino un factor que, en cierta medida, podria acaso considerarse como cultural. ~ P o que r esa preferencia por un subjuntivo, hasta cierto punto "contradictorio", para sigmficar acontecimientos QUE SE SABEN VERDADEROS? Es este, sin duda, un habito en cierta medida paradojico si se tiene en cuenta que con harta frecuencia se &nge la regla y se da entrada a1 indicativo. Fue eso lo que hizo imagnar a Terrell y a Bybee una "zona de inestabilidad dentro del sistema modal", ya que nunca se dejo de pensar en un plano de lo que se ve como real en oposicion al otro plano de lo que NO se ve como real: es lo que explica la dudosa profecia de que "si el sistema cambia se estabilizara mediante la eleccion del indicativo" en las clhsulas dependientes de un predicado de comentario (Terrell y Bybee, op. cit., p. 154). Es, en efecto, dudoso el pronostico, por dos razones: a) Ese "desplazamiento" hacia el indicativo NO ES UN CASO DE VARIACION. No se trata de un caso de altemancia indiscriminada entre categorias que se han igualado o que se estan igualando, sino de OPCIONES siempre diferentes. En "es bueno que has venido" no nos hallamos ante un ejemplo de "indicativo

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por subjuntivo", como le gustaria afirmar a mas de un sociolinmsta, sino ante un indicativo que sidca una opcion semintica diferente de la del subjuntivo hayas venido. Solo la ceguera de 10s que confunden interpretacidn semintica con significado puede llevar a semejante confusion. Una cosa es que alguien "entienda" lo mismo, o que "quiera decir" lo mismo, con "es bueno que has venido" y con "es bueno que hayas venido", y, otra, que AMBAS SIGNFIQUEN LO MISMO. "Querer decir" o "entender" son conceptos que se refieren a la pegormance, es decir, a las cosas o a las situaciones que son objeto de la comunicacion lingiiistica; "sigtllficar", por el contrario, solo tiene que ver con las formas idiomaticas en que consiste esa comunicacion. El hecho de que, a efectos practicos, pueda "dar lo mismo" has venido que hayas venido no significa que estas formas sean sinonimas, sino que el hablante RENUNCIA A HACER U S 0 DE LAS DIFERENCIAS. Tropezamos una vez mas con la cuestion de 10s sinonitnos, que SON infinitos cuando la referencia son las cosas significadas, y que PARECEN dejar de existir cuando la referencia son las unidades lindsticas sensu stncto. Por eso, debe distinguirse cuidadosamente entre la sinonimia lingiiistica, o identidad de significados, que probablemente no existe, y la sinonimia "contextual" o IDENTIDAD DE REFERENTES, que se corresponde siempre con lo que 10s hablantes "quieren decir" (NO CON LO QUE DICEN), y que, por tanto, es infinita. En el contraste "es bueno que has 1 hayas venido" no existe, ni puede existir, sinonimia lmguistica, per0 si es naturalmente posible la sinonirnia contextual. Y no existira sinonimia lingiiistica, ni, por tanto, variacion, rnientras que has venido siga si&icando, como significa, algo diferente de hayas venido. La variacion, que sin duda es un fenomeno lindstico comh, implica la igualacion funcional de 10s terminos en cuestion, como sucede, por ejemplo, con las diversas realizaciones de la vocal /el en espaiiol. Pero entonces, jsi no hay variacion, por que m a s veces el subjuntivo y, otras, el indicativo, cuando, por otra parte, ademas, pareceria este ultimo mas logjco en clausulas cuyo contenido se presupone verdadero? Esta cuestion incluye, pues, otras dos diferentes: en primer lugar, por que el subjuntivo; en segundo lugar, por q d , de pronto y contraviniendo la regla (a1 menos supuesta), el indicativo. b) jPor que, pues, el subjuntivo en las clausulas dependientes de verbos de comentario, cuyos contenidos, ademas, se presuponen verdaderos? Vearnos como explica F. Klein estos subjuntivos subordinados a verbos de opinion, a partir, como en el caso de Terrell, de un supuesto semantic0 que, en este caso,

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se considera general para todas las posibilidades del uso modal.4 Se trata de reducirlo todo a1 contraste semhntico5 'afiiacion' l 'no-afirmacion', que era la hlpotesis de Bello, sostenida a1 menos en las cuatro primeras ediciones de su Gramatica.6 La idea de Klein es, en principio, corrects, ya que supone que estos valores de afiiacion y no afiiacion constituyen el verdadero si&cado de 10s modos, de suerte que estos no son propiamente "regidos", sino que, por el contrario, constituyen &stintas maneras de interpretar el contenido de la clausula regente.7 Asi, por ejemplo, "no es que 10s verbos de ' a f i a c i o n e information' 'rijan' complementos en indicative, y 10s verbos de 'volition y opinion', complementos en subjuntivo. Mas bien, dado un complementante cuyo si&icado es apt0 por si mismo para la interpretacion en el primer caso, la afiiacion del hecho del complemento aporta la impresion de que el complementante esti destinado a informar sobre el o a a f i a r l o . Por otra parte, la noafiiacion del hecho del complemento, puesto que excluye esta interpretacion, aportara la irnpresion de que el complementante esti destinado a expresar algo distinto de un informe o una afirmacion, esto es, un deseo u opinion" (Op. cit., p. 308). Sin embargo, no parece que con 10s verbos de opinion suceda exactamente esto, aunque es posible que sea cierto que el significado de la principal se interprete en "es bueno que has venido" de manera diferente que en "es bueno que hayas venido", si bien lo aqui parece ocurrir en realidad es que el venir NO SE AFIRMA DE NINGUNA MANERA ni en la una ni en la Cf?.Flora Klein, "Restricciones p r a m t i c a s sobre la distribucion del subjuntivo en espaiiol", en: Bosque, Ignacio (ed.) (1990): Indicative y subjuntivo, Taurus Universitaria, Madrid, pp. 303-3 14. No creo que pueda hablarse en rigor de un contraste semhtico, sin0 logico, entre 10s conceptos de aseveracion y no aseveracion que se asocian a1 mdicativo y a1 subjuntivo, respectivamente, aunque pienso que no de una manera constante, como sucede con las cUusulas subordinadas a expresiones que signiiican cornentario: es cierto que en "es estupendo que ya estes curado", el subjuntivo estes no asevera, en efecto, per0 tampoco lo hace el indicativo esth, en "es estupendo que ya esth curado", donde no se afirma, smo que se comenta, el hecho de estar curado. En las cuatro primeras ediciones corregidas por Bello, se decia de las formas indicativas que son "las que sirven para expresar juicios ...", es decir, para afirmar o negar, y, de las subjuntivas, que son "las fonnas verbales en que no se afinna ni se niega". Estas ideas desaparecen en la edicion kltima, de la que se derivan todas las que posteriormente se han hecho de este libro. Cfk. Bello, Andres (1988): Gramatica de la lengua castellanu, Estudio y edicion de Trujillo, Ramon, Arco / Libros, Madrid, "Otras variantes del capitulo XXI", Vol. I, pp. 368 y ss. Con independencia de que muchas de estas ~610pueden interpretarse en un sentido o en el otro. La situacion designada por "ahitimes para que leas" no parece compatible con la alirmacion de ese leer, ni la de "se que lees", con su no-afirmacion. En carnbio, el regente "no sabia" permite tanto una interpretacion " a h d o r a " : "no sabia que venias", como una "no afinnadora": "no sabia que vmreras".

Sobre el uso metaforico de 10s modos en espaiiol

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otra. No creo, ademas, que pueda decirse de "es bueno que has venido" que "la a f i i a c i o n del hecho del complemento (has venido) aporta la impresion de que el complementante esta destinado a Informar sobre el o a afiiarlo": tanto en indicativo como en subjuntivo, se tratara siempre de como "se ve" el venir, ya que "es bueno" expresa una opinion o comentario, y no, desde luego, un informe o una afirmacion acerca del venir. En otras palabras, el indicativo no transforma "es bueno" en 'es verdad', por lo que no hay m i s remedio que concluir que, a1 menos en estos casos, el indicativo denota la no afirmaci6n de la misma manera que lo hace el subjuntivo. No se explica asi de una manera concluyente como se relaciona el significado del subjuntivo con las clhsulas dependientes de verbos de comentario. En relacion con el ejemplo "lamento que aprenda", F. Klein nos dice que "la existencia del complemento se presupone, al menos por el sujeto de lamentar. Por tanto, la noafirmacion del complemento solo puede utilizarse aqui para indicar que no es el proposito de la oracion establecer este hecho, sin0 solo opinar sobre el ..." (Op. cit., p. 306). iPero que sucederia si dijesemos "lamento que aprende", expresion gramatical que sugiere un contexto implicit0 absolutamente particularizado ("lamento que sdlo aprende tonterias"8, por ejemplo), sin el que resultaria sin duda "extraiia"? Pero esta claro que, en "lamento que solo aprende tonterias", tampoco es "el proposito de la oracion establecer este hecho", el de aprender tonterias, "sino solo opinar sobre el". Entre "lamento que solo ha aprendido tonterias en ese colegio" y "lamento que solo haya aprendido tonterias en ese colego" no hay diferencias ni en lo que se refiere a1 caracter de comentario que ambas poseen, ni en lo que se refiere a1 caracter no a f i i a t i v o o no aseverativo que sin duda tienen tanto haya uprenddo como ha aprendido, en esos ejemplos. iC&l es, entonces, la diferencia entre estos dos predicados "no aseverativos"?

La expresion "lamento que aprende", a secas, puede parecer agramatical porque el indicativo significa una 'particularizacion' que no se entiende en un enunciado que se halla hera de contexto y que, por tanto, se interprets como general, es decir, en el sentido de la 'generalizacion', que es el sigmficado del subjuntivo. De ahi que fiases como esta, que se oyen con enorme fiecuencia, significan siempre esa particularizacion que, en un ejemplo "general", no hay d s remedio que concretar. Lo general se sobrentiende, por decirlo de alguna manera, en tanto que resulta "extraiia" toda particularizacion cuyos thninos reales desconocernos.

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Las metaforizaciones temporales Me parece que la clave de toda esta cuestion est5 en que aqui hemos sigtuficado un mismo y h c o referente (el hecho de lamentar yo tu venida) de dos maneras claramente distintas, de la misma forma que sucede cuando alguien SIGNIFICA como 'luna de pergamino' lo que otros SIGNIFICAN como 'pandereta', sin que con esto haya de suponerse que solo uno de 10s dos ~ i ~ c a d "se o scorresponde" con el referente, en tanto que entre el otro y ese referente existe un abismo semintico insalvable. El fa110 de este punto de vista consiste en ignorar el hecho elemental de que una pandereta o una luna NO SON SIGNIFICADOS, SIN0 COSAS, que, como tales, PUEDEN SER SIGNIFICADAS DE LA MANERA QUE SE QUIERA. Lo h c o que debe de tenerse en cuenta, y que, por otra parte, parece tambien elemental, es que no es lo mismo si&icar algo que, en si mismo, no sabemos lo que es, ya como luna, ya como pandereta. De este hecho inhscutible solo puede sacarse una conclusion: que la lengua no aprehende las cosas como tales cosas, sino como ~ i ~ c a d oess ,decir, QUE SIEMPRE EXIST^ UN ABISMO INSALVABLE ENTRE LOS SIGNIFICADOS Y SUS REFERENTES. No puede hablarse, pues, lingiiisticamente, de methfora, porque, lingiiisticamente, toda atribucion de una expresion a una realidad dada es por fuerza metaforica, aunque 10s criticos de la literatura hablen de methforas solo cuando se opone "relacion habitual" a "relacion no habitual". Pero tampoco 10s lingiiistas llegan a darse cuenta con fiecuencia de la existencia permanente del juego metaforico en el quehacer idiomatico, porque, con fiecuencia, tal juego entra dentro de esas "relaciones habituales" y pasa desapercibido. Baste con recordar un ejemplo brillante de lo que suele suceder con las posibles interpretaciones de estos juegos metaforicos: 10s gramaticos, como es sabido, han tenido siempre serias dificultades en la clasificacion y definition de las formas en -nra, que, justamente por razones seminticas, empieza Nebrija considerando como subjuntivas, hasta que Rask, Salva y Bello, demuestran lo contrario, aunque, no obstante, la cuestion sigue sin estar del todo clara: entre muchas otras cosas, la Academia inventa, por su parte un "modo potencial" para esta forma; E. Alarcos Cree descubrir un "modo intermedio", formado por cantare', cantaria y sus compuestos,9 y Gili Gaya, en fin, acaba bautizando estas formas en -nh como futuro de indicativo, aunque "hipotetico"lo, con lo que la idea de la modalidad no acaba de quedar clara nunca, si bien este autor explica que el valor hpotetico no deriva de la per" 'Cantaria':modo, tiempo y aspecto", en: Alarcos Llorach, Emilio (1973): Estudim de gramaticafincional del espafiol, Gredos, Madrid, pp. 95- 108. l o Gili Gaya, Samuel (1958): Curso supenor de sintmcrs espafiola, Bibliogre Barcelona, parrafo 129 y ss.

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tenencia a "un mod0 especial", sin0 de su condcion de "tiempo relativo", como le sucede tambien a1 copreterito, e, incluso, a1 subjuntivo en -ra: "debias / deberias / debieras trabajar": es evidente que estuvo en un tns de dar con la clave de la explicacion semintica de 10s valores, en apariencia tan dispares, de cantaria, per0 que conhdieron la variedad expresiva de esa forma, sus aproximaciones a 10s sentidos propios del subjuntivo, y la creencia de que el valor hipotetico no era mas que una consecuencia de su caracter de tiempo no absoluto, sin0 "relativamente medido", y, por ello, un componente esencial de su significado. Sin embargo, aunque Gili Gaya tuviera a Bello tan en cuenta, y, en especial, su estudio de 10s tiempos de la conjugacion, esth claro que no comprendio la esencia de su doctrina, seminticamente tan moderna. Bello, en efecto, logro distinguir, entre las verdaderas "categorias" (o unidades) temporales, sus VARIANTES seminticas y LAS CIRCUNSTANCIAS DISTRIBUCIONALES de tales variantes: una verdadera hazaiia para su tiempo. Bien es verdad que el no habla de variantes, como es logico, per0 habla de algo mucho mas sutil: de metaforas gramaticales. Y es asi, como una vez descritas las distintas categorias temporales, descubre que el aparente caos de sus usos no es m h que un complejo juego metaforico, facilmente explicable. Para Bello, 10s tiempos tienen, cada uno, su significado invariable (lo que hoy llamariamos su significado "en lengua"): las variaciones que percibimos no lo son realmente de ese sigmficado, sino el h t o de las relaciones que se establecen entre el siguficado lineistic0 y sus posibles referentes extraidomaticos. ~ Q u epasa cuando se sigmfica un referente presente con un tiempo (significado) pasado? ~ Q u ecambia el significado de la forma temporal? No, porque este es inmutable: lo que sucede es que significamos como pasado un acontecimiento que, en la experiencia de lo real, es presente, y, a1 significarlo asi, sugerirnos su inexistencia: si dig0 a alguien en su cara " j h s t e mi amigo!", insinuo que ya no lo es, con lo que el preterit0 sufre el efecto contextual de la negacion implicita. Lo mismo sucede con cantaria, que, se& nos lo explica Bello, se define por dos rasgos seminticos aparentemente contradictorios: 'pasado' y 'future'. Tal significado idiomatic0 puede dar lugar a tres tipos de variacion combinatoria, de las que dos son claramente "metaforicas", en el sentido habitual de este terrnino, en tanto que una de ellas constituiria el sentido "recto", por no percibirse desajuste alguno entre tiempo idomatico y tiempo real. Tal sentido "recto" es el que corresponde a un referente en el que coinciden las ideas de pasado y de futuro, sin contradiccion: en "me dijo que vendria", el venir es PASADO, pues su "ongen" (no su tenninacion, que es algo que escapa a lo que la lengua significa

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con esta forma verbal) es anterior a1 momento de la palabra", per0 su "perspectiva" es FUTURA con relacion a ese "origen pasado". Aqui, la forma semhtica "coincide" con la naturaleza de la experiencia que se comunica. Los sentidos metaforicos aparecen, justamente, cuando esa coincidencia entre tiempo linguistico y tiempo real deja de existir, bien porque haya contradiccih entre el sigruficado de 'pasado' y la experiencia de presente o de futuro, bien porque tal contradiccion se produzca entre el rasgo de 'futuro' y una referencia incompatible con tal idea: 1. En primer lugar, el sentido hipotetico, que sirvio a Gili Gaya para la definition semhtica de esta forma, es solo una variante que se deriva del conflicto entre el pasado idiomatic0 y el presente o el futuro de referencia, ya que si&icar como pasado lo presente o lo futuro sugere su negacion, y, en consecuencia, esos matices de hipotesis, de deseo, de posibilidad, referidos a hechos que sienten negados como plenamente reales: en "ahora me tomaria un cafe", sugiero que no me lo puedo tomar, y, en consecuencia, una hipotesis y un deseo; en "el mueble podria ser mejor", se sugiere que no es todo lo bueno que se hubiera deseado; en "quenia hablar con Ud.", la negacion implicita sugiere alguna Micultad para conseguir lo que se quiere, etc., etc.

2. En segundo lugar, el conflicto entre la futuridad idiomatica y la no futuridad real, da como consecuencia la interpretation de lo predicado como contingente, como probable. Es lo mismo que sucede cuando se si&ca como futuro algo que, en la experiencia, es presente, y asi se dice "ahora s e r h las seis" (y no "son las seis"), de la rnisma manera que se dice "entonces serian las seis" (y no "entonces eran las seis"). No se trata nunca de tiempos o de significados temporales diferentes, sino de variantes o usos metaforicos, que siempre se podrh explicar de manera natural como lnferencias "logicas" de sus contextos. No es, pues, cantana una forma hipotetica, sino UNA FORMA DE PASADO, es decir, una vision de pasado CON TODAS SUS NATURALES CONSECUENCIAS, s e g b que la realidad "interpretada" corresponda a 10s diferentes tiempos extraidiomaticos posibles.

l1

El tiempo linguistico no tiene nada que ver con el tiempo real de cumplimiento del proceso. Por eso se equivocaba Bello cuando pensaba que el imperative era hturo porque la realizacion de lo mandado o rogado tenia que ser por fberza posterior al momento de la palabra.

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Las metaforizaciones modales Ahora bien: de la misma manera que algunas o muchas de las aparentes "incongruencias logicas" del sistema temporal se explican como casos de "metafonzacion", es tambien mas que probable que se pueda hacer lo mismo con la cuestion de 10s modos, y, en particular, con la de esos usos modales que parecen contradictonos con su valor semantico, intuitivamente conocido por todos 10s que hablarnos esta lengua, y mas o menos bien expresado en toda la tradicion gramatical, cuyo principal tropiezo no ha sido tanto el s i m c a d o modal, como la explication de esos usos concretos que "chocan con la logica", y que, en el fondo, no son probablemente otra cosa que desajustes entre MODALIDAD I D I O ~ T I C A , por llamarla de alguna manera, y MODALIDAD E X T R A I D I O ~ T I C A . Recordemos, por ejemplo, la explicacion "razonable" que daba F. Klein a esos subjuntivos dependientes de verbos de opinion que denotan hechos que se consideran corno verdaderos o ciertos, y no corno inciertos, irreales o hipoteticos, de acuerdo con lo que cabria esperar del mod0 en cuestion. S e g h Klein, como se recordara, en "lamento que aprenda", "la no-afimacion del complemento solo puede utilizarse aqui para indicar que no es el proposito de la oracion establecer este hecho, sino solo opinar sobre el...", y ya vimos (ut supra, p. 8) que esa idea de no-afiumacion no explicaba nada, tanto por el hecho de que el indicativo seguiria siendo NO AFIRMATIVO en las mismas situaciones (en "lamento que solo aprende tonterius",no afirmo que aprenda, sino que lamento algo ya sabido), corno por el otro hecho, tambien cierto, de que no se acaba de ver claro como puede ser afirmativo, o, mejor, aseverativo, el indicativo subordinado de construcciones tradicionalmente consideradas como "afiirmadoras", del tipo "sabia que venias", en la que, siendo afirmativos 10s dos verbos, NO PARECE CONTENER UNA VERDADERA ASEVERACION mas que el primero de ellos: lo que yo ai?rmo es que lo "sabia", per0 no que "venias": otra cosa muy distinta es que la naturaleza real de lo simcado por saber presuponga la verdad del objeto sabido. No se puede confundir el aspect0 logico de la cuestion con el lingiiistico: en "sabia que venias", 10s dos verbos son lingiiisticamente afiiativos, pero, desde el punto de vista pragmatico, solo es aseverativo el primero. Por eso, sigo creyendo que es muy amesgado hablar de verdad y de no-verdad, tanto en la "realidad" como en la mente del que habla, porque esos son valores 1og1cos que pueden resultar incomprensibles en casos como el de 10s verbos de comentario, en 10s que el subjuntivo NO se usa, como quiere Klein, "para indicar que no es el proposito de la oracion" aseverar lo s i m i c a d o por el, sino para opinar sobre ello, porque sabemos muy bien que eso puede y suele hacerse igualmente con el indicativo.

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q d , entonces, el subjuntivo de "lamento que aprenda", y por que, ademas, la posibilidad de un indicativo que en nada altera la cuestion de la no-afirmacion? Si tomamos como referencia la verdad intuitiva de que el subjuntivo sigmfica la perspectiva general, la lupotesis, en oposicion a1 inhcativo, cuyo imbito es el de la particularization, el de la percepcion, sensorial o intelectual, nos extraiiaremos inmediatamente de que se emplee el subjuntivo, ya en las clausulas dependientes de verbos de opinion que denotan hechos que el que habla percibe como verdaderos ("lamento que hayas venido"), ya en las adjetivas con antecedente referencialrnente identificado ("ella tiene un marido que la quiera"), ya en las concesivas "no lupoteticas" ("lo desheredo aunque sea mi lujo"), etc. 6P0r que hayas venido, si se que efectivamente has venido; por que "que la quieran,si es el imico marido posible, es decir, si nadie puede tener un "marido hipotetico"; por que, en fin, aunque sea mi hijo, si mis hijos no pueden ser, para mi, hipotesis ni ideas generales o abstractas? En 10s tres casos, ademas, es posible el contraste con el indicativo, si bien hay que reconocer que no sucede de la misma manera en las construcciones con verbos de comentario que en las otras, sin duda porque 10s tipos de experiencias sigtuficados son de indole muy diferente. En efecto, mientras que la opcion entre 10s dos modos parece "libre" en 10s dos idtimos casos ("que la quiera 1 quiere", "aunque sea / aunque es mi hijo"), deja de parecerlo en el primero, ya que resulta evidente que no se diria con la misma facilidad "lamento que has venido" que "lamento que hayas venido", y que serian muchos 10s que rechazaran el indicativo en tales circunstancias, considerindolo acaso como incorrecto, pese a que en el habla esponthea este tip0 de construcciones sea m b frecuente de lo que pueda pensarse asi en abstracto. Creo, en fin, que podemos aceptar la hpotesis "intuitiva" de que el subjuntivo sigdica lo pensado como general o como hlpotetico, que es lo mismo, y el in&cativo, lo percibido o sentido como hecho concreto o particular, ya que las discrepancias serian siempre cuestion de gustos, sin que hubiese nunca diferencias de criteno radicalmente opuestas. En el fondo, y a 10s efectos que aqui persigo, lo mismo da decir que el subjuntivo sigtufica la generalization o la hipotesis, que la duda, el deseo, el mandato, el temor, la materia pensada, etc. Solo hay un supuesto rasgo semantic0 que no me acaba de gustar, que es el que emplea Bello, como ya se ha visto, en las primeras ediciones de su Gramatica: el de la no afimacion (y de la no negacion, por supuesto). Acabo de decir que se trata muy probablemente de un punto de vista logico que, mas que con el sigmticado real de la clausula, tiene que ver con la realidad "implicada" por el, esto es, con el posible contenido de verdad que esa clhsula pueda presuponer. Acabo de decir que, en "sabia que venias", no hay mas que dos afirmaciones desde el punto de vista idiomatico, en tanto que, desde el 1ogco caben dos postu-

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ras, s e g h se distinga o no la aseveracion explicita de la implicita, ya que mientras que la de sabia se "pone", la de venias se "presupone", per0 no se "pone": en "sabia que venias" solo se afirma o asevera el saber; la aseveracion del venir, por el contrario, "hay que suponerla", ya que es previsible que si algwen ha dicho "sabia que venias" es porque antes habia pensado 'i~ venias'. Es evidente que lo idiomatico es solo la afirmacion o la negacion, en tanto que la aseveracion y la presuposicion no son mas que propiedades de 10s juicios en tanto que tales12 y no en tanto que secuencias de la lengua. Afirmar, como 10s gramaticos de PortRoyal, que en "Dios invisible creo el mundo visible", Dios invisible, por ejemplo, presupone 'Dios es invisible' no pasa de ser solo una hpotesis sobre las motivaciones de las que se supone que ha partido el que pueda decir tal cosa, ya que seria verosirnil que hubiera pensado antes "Dios es invisible" y "el mundo es visible". Sin embargo, "el mundo visible" es algo totalmente diferente de "el mundo es visible": cuando yo hablo del mundo visible, me refiero a 10s aspectos visibles del mundo, con exclusion de 10s que no lo son; cuando afirmo que "el mundo es visible", tom0 una actitud ante las cosas, y elimino 10s aspectos no visibles del mundo, como el aire, la gravedad, etc. Est5 claro que "el mundo visible" no presupone para nadie "el mundo es visible". Idiomkicamente, "el mundo visible" es eso que llaman un sintagma nominal, es decir, una unidad semantica que r e h e , surnindolos en una representacion h i c a , 10s rasgos de todas las unidades que lo componen; rnientras que en "el mundo es visible" no existe tal representacion imica, sino, por el contrario, un act0 lingiiistico de predicacion mediante el cual relacionamos contenidos que NO CONSIDERAMOS COMO PARTES DE UNA REPRESENTACION UNITARIA: en el sintagma, todas las propiedades seminticas forman una unidad; en la predicacion, lo esencial es la no unidad, es decir, el act0 que relaciona lo que es previamente diferente. Siendo esto asi, como parece que lo es, tratare de usar un criterio de semintica lingtiistica como puede ser el del contraste 'generalization' /vs./ 'particularization', tratando de ver q d es lo que sucede con otros criterios como 10s de la presuposicion de verdad o 10s de la indeterminacion referencial, con 10s que se relacionan 10s tres supuestos que he ejemplificado mas arriba. Es decir, de nuevo, ipor q d el subjuntivo y no el indicativo en clausulas que denotan hechos que se presuponen verdaderos? ~ P o rque "es lamentable que l2

Todo esto con mdependencia de que tales conceptos puedan usarse legitimamente siempre que no se confundan lm niveles de anrilisrs.Puede ser interesante, acaso, explicarle a un sujeto de habla mglesa la relacion entre el uso del subjuntivo y la presuposici6n de verdad

en las cliusulas dependientes de verbos de comentario, aunque no se como se les podria, ademis, hacer entender todo el problema de las constantes mtromisiones del indicativo en tales estructuras.

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haym venido", "ella tiene un marido que la quiera" o "lo desheredo aunque sea

mi hjo"? Se puede suponer, ademas, que NO me he equivocado con la defbcion semintica que acabo de sugerir, ya que, por mas vueltas que se le de, 10s desacuerdos no pasarin nunca de tales o cuales precisiones nominales que en nada afectan a1 fondo de la cuestion. Ahora bien: si esto es asi, es decir, si el sigtuficado de 10s modos es el que se ha dicho, no cabe m L explicacion que la de la variacion combinatoria, de la misma manera que, segim se ha visto, sucede con ciertos usos de 10s tiempos, es decir, la de una "estilistica" modal que se relacione con el conjunto de 10s empleos metaforicos de esas formas. Y otra cuestion: ique sigmfica concretamente el uso "metaforico" del subjuntivo, pongamos por caso? Creo que habria que hablar, en primer lugar, de dos posibilidades dlferentes, de acuerdo con la naturaleza "objetiva" de lo que pretenda sigtllficarse, esto es, s e g h se trate, ya de acontecimientos que solo pueden imaginarse como experiencias concretas ("sabia que venias"), ya de acontecimientos que no pueden verse mas que como generalizaciones o hlpotesis ("convenia que vinierm"). En estos tipos de situaciones, la metaforizacion es practicamente imposible, aunque no por razones linguisticas, evidentemente, sino a causa de la naturaleza misma de lo ~ i ~ c a b l"sabia e : que vinieras" sigmficaria la percepcion concreta de un acontecimiento no concreto, lo que sin duda resulta rechazado por la coherencia logica que atribuimos al universo de la experiencia; a , el contrario, la vision concreta y absoluta"convenia que venias" ~ i ~ c a r ipor mente particularizada de un proceso que solo puede irnaparse como teorico o general, es decir, como algo cuya naturaleza no consiste en ser, sino en convenir, esto es, en llegar a ser solo en el caso de curnplirse ciertas condiciones teinicas. Metiforas como estas, que, insisto, son siempre lingiiisticamente posibles, representan visiones inadrmsibles para el "euclidiano" universo c o m b y solo acaso la capacidad creadora individual pueda llegar a "inventar" las realidades que sin duda les tienen que corresponder en el universo de lo pensable.

La metaforizaci6n de la materia comentada Pero 10s usos modales no se reducen a esto solo, ya que estamos habituados a mirar grandes espacios de lo signficable, no necesariamente s e g h su "naturaleza propia", sino tambien de acuerdo con ciertas perspectivas "deformadas" que el uso ha generalizado, de la misma manera que lo ha hecho tambien con la vision del tiempo real, "deformado" por la intromision de 10s puntos de vista del tiempo lingiiistico. Esta, en primer lugar, el caso notable del modo en las clausulas dependientes de verbos de comentario. Algunos ling&tas han pensado, como se ha dicho, en

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una "regla" gramatical que prescribe el subjuntivo en las clhsulas dependientes de verbos de comentario, pese a que el contenido de ellas se presupone verdadero (si bien ni a f m a d o ni negado, es decir, no aseverado). Segim esta regla, por ejemplo, es estupendo, que expresa una opinion o comentario, pedira subjuntivo en la completiva que contenga la materia, tenida de antemano por verdadera, que sea objeto de ese comentario, y se dirk asi, "es estupendo que ya estks curado", de la misma manera que se dlra "me alegro de que hayus obtenido la beca", "lamento que haym llegado tarde" o "es bueno que conozcus tan perfectamente el pais". En todos estos ejemplos, a pesar de ser siempre lo comentado algo cuya verdad se presupone, es decir, algo cuya existencia es indiscutible, la regla sintictica, o semantico-sintactica, prescribe indefectiblemente un subjuntivo cuya razon de ser resulta siempre un tanto extraiia por dos razones de peso: a) en la practica idiomatica es fiecuente, como ya se ha dicho antes, la aparicion del indicativo en muchas construcciones de esta naturaleza (lo que significa la suspension de la regla); b) logcamente cabria esperar un indicativo para presentar hechos que el que habla tiene por verdaderos, tanto en su opinion, como considerados en si mismos. a) El primer supuesto sugiere de inmediato la duda en relacion con la formulacion de la regla que aqui se comenta: si nos encontramos con que con gran fiecuencia aparece el indicativo "en lugar" del subjuntivo, lo prirnero que debemos pensar es que la regla esta ma1 formulada y que acaso no se trate de indicativo "en lugar" de subjuntivo, es decir, de "igualacion" semintica de un mod0 con el otro, sino de elecciones modales en funcion de lo que se quiera decir en un momento dado. En todo caso, hablar de la desemantizacion de una unidad linmstica que se conserva en el sistema me parece una terrible ingenuidad, a1 menos antes de comprobar que se haya producido efectivamente ese proceso sinonimico, ya que, como he apuntado a1 principio, gran parte de estas presuntas igualaciones semanticas no tienen existencia real y no pasan de ser lamentables confusiones de lingiustas que no han aprendido a distinguir todavia entre la verdadera sinonimia (identidad semantica) y la sinonimia contextual (Ilamar a una cosa de dos o mas maneras), que no es nunca mas que un hecho circunstancial que no pertenece realmente a las reglas del idioma. Tampoco vale la explication, ya comentada, de Bybee y Terrell, en el sentido de que se trate de una zona inestable del sistema, porque eso supondria nada menos que profetizar que el indicativo habra de sustituir a1 subjuntivo en estas construcciones, hlpotesis que, aparte de su evidente inconsistencia, contiene una interpretacion equivocada del papel del subjuntivo en las clhsulas dependientes de verbos de comentario.

Ramon Trujillo Ya he dicho antes que "lamento que aprende" no es, en relacion con "lamento que aprenda", una simple "variacion", pese a que el que use una u otra forma no sabra seguramente por q d ha elegido esta o aquella, ni cud es la diferencia entre ambas, si la hay. La mision del gramatico es la de establecer el si&icado de las formas y de las construcciones y no la opinion ni las actitudes que 10s usuarios tengan acerca de ellas. ~QuCse saca con comprobar, como hacen 10s sociologos del lenguaje, que la gente culta, por ejemplo, usa mas aprende que aprenda, en las construcciones que comentamos, si no se ha averiguado antes EN Q& CONSISTE LA VERDADERA DIFERENCIA I D I O ~ T I C AENTRE ELLAS? So10 recurriendo a la idea de "contexto implicit~",podra averiguarse, como vamos a ver, la naturaleza precisa de esa Merencia. b) El segundo supuesto aludia a la expectativa "natural" del indicativo en expresiones que si&ican hechos que el que habla tiene por verdaderos. Sin embargo, para examinar esta cuestion hemos de averiguar antes que nada si in&cativo y subjuntivo, posibles con bastante frecuencia, aunque en diversa medida, en tales construcciones, poseen si&icados dlferentes, y, en ese caso, en que consisten las diferencias dichas. Pero el amilisis no es facil y hemos de examinar ante todo ese "contexto implicito" en el que se hallan, AUNQUE NO DIRECTAMENTE VISIBLES, 10s elementos seminticos que se derivan de la eleccion de uno u otro modo: considerando, asi, la cuestion del contexto implicito, acaso llegue a entenderse por q d , en el imbito de lo vivido, en el h b i t o de la percepcion concreta, alguien pueda decir "lamento que aprende", aunque esa misma persona se sorprenda luego con toda segundad si se le recuerda lo que ha dicho, ya que, a1 considerar tal construccion EN ABSTRACTO, desaparecerh de su mente aquellos elementos del contexto implicito que la indujeron a expresarse como lo hizo, de manera que, a1 final, tenninara juzgando como forma correcta solo "lamento que aprenda". Efectivamente, "lamento que aprende" significa 'lamento este hecho: que (solo) aprende (tonterias)', donde las expresiones puestas entre parentesis representan elementos virtuales del contexto implicito, en tanto que 'este hecho' define el rasgo pertinente o esencial de tal contexto, ya que, por el contrario, es evidente que, en "lamento que aprenda", ese rasgo habria sido 'esta posibilidad':l3 'lamento esta posibilidad: que aprenda'. No puede darse un paso hacia adelante en esta cuestion si no se deja claro el hecho de que la construccion con indicativo, "lamento que aprende", solo es incorrecta EN ABSTRACTO, 13

No debe olvidarse nunca que las denominaciones que damos a 10s rasgos semhticos han de ser necesariamente convencionales, y, en consecuencia, intuitivas. En lugar de 'este hecho' podria haberse puesto 'esto',y, en lugar de 'esta posibilidad', 'esta hipotesis', etc.

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es decir, si no somos capaces de reconstruu, por decirlo asi, 10s componentes semhticos de su contexto implicito,l4 en tanto que, por el contrano, no sucede lo rnisrno con "lamento que aprenda", cuyo contexto implicito se define, s e w se ha visto, por el rasgo '(esta) posibilidad', que alude a la clase de las situaciones ABSTRACTAS o no concretas. Es la razon por la que, no referida a1 imbito particular de la percepcion, la expresion "lamento que aprenda" parezca siempre correcta por si sola, en tanto que sucede lo contrario con la clausula de indicativo, CUANDO ESTA SE ENUNCIA EN ABSTRACT0 (esto es, de manera que desata un conflicto entre la realidad y el sigtuficado idlomatico), y no desde la perspectiva particular de lo percibido o sentido. Lo que antecede no s i m i c a que la aparicion, en estos casos, de un mod0 o de otro este "regida" por componentes sintacticos, es decir, determinantes de una u otra construction, sino que el hablante "elige" en funcion de como "sienta" el contenido de la clausula subordinada. El hecho de que la perspectiva concreta o abstracta de lo pensado "le imponga" la modalidad en ciertos casos no nos autoriza a ver en esa situacion de habla n i n g h elemento implicito a1 que pueda atnbuirsele alguna capacidad de reccion, aun cuando la imposicion modal pueda resultar "indiscutible", como sucede, por lo demas y sin que ello parezca relevante, con gran parte de las elecciones temporales: una situacion de pasado real me "obliga" a decir "compre'la casa" en lugar, por ejemplo, de "compro / comprare' la casa". La eleccion es eleccion siempre que la opcion este, en liltima instancia, en el hablante, en tanto que la reccion propiamente dicha es siempre el resultado de un mecanismo combinatorio ajeno a la voluntad del que lo usa. Sin embargo y a pesar de lo dicho, es cierto que, en la cuestion de 10s verbos de comentario, la "obligatoriedad" modal se inclina claramente a favor del subjuntivo, a pesar de todos esos ejemplos con indicativo que pueden hacer pensar en una indiferenciacion modal o en un desequilibrio sistematico, anunciador, para algunos, de una tendencia sintactica o acaso semintica. Y vuelve aqui a surgr la misma pregunta: ipor que el subjuntivo si, en primer lugar, lo mentado por el hablante es siempre algo que el considera real, y si, en segundo lugar, ese subjuntivo alterna o tiende a alternar con el indicativo? ~ Q u Csignifica el subjuntivo en clausulas que, en cierto modo, contradicen su conte~lldomodal de abstraccion, generalizacion o hipotesis? NO sera que nos encontramos ante casos que sigmfican la vision

l4 No

hay que ohidar que lo que llamo aqui "componentessemhticos del contexto implicito"

son en realidad 10s componentes semhticos de cada uno de 10s modos. La diferencia entre 10s semas que aqui convencionalmente llamo 'hecho' y 'posibilidad'es la que corresponde a1

contraste modal entre indicativo y subjuntivo, respect~amente.

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idiomatica hlpotetica de unos acontecimientos que, en si mismos, es decir, considerados a1 margen de la lengua, no son en absoluto hipoteticos? iQdsignifica el aprenda de "lamento que aprenda": que "no es el proposito de la oracion establecer este hecho" (que en efecto aprende), como dice Klein, o, simplemente, que el VERDADERO PROPOSITO es establecerlo "en abstracto", esto es, desde un punto de vista general, COMO SI FUERA una hipotesis Y NO UN HECHO "concreto"? iSigmtica esa secuencia que NO SE ESTABLECE el hecho de que aprende, o, muy por el contrario, que, ESTABLECIDO EL HECHO de que efectivamente aprende, este se considera solo "en abstracto", SIN SERLO? Para empezar, y como ya se ha dicho, el "establecimiento" o no del hecho a1 que se refiere la clausula subordinada no parece depender de la aparicion del subjuntivo, pues, como tambien se ha visto, tampoco se "establece" el hecho de aprender con la version indicativa de la misma clausula. En efecto: no se a f i i a o asevera (es decir, NO SE ESTABLECE) el aprender ni en "lamento que (solo) aprende (tonterias)", en indicative, ni en "lamento que (solo) aprenda (tonterias)", en subjuntivo, porque el establecerse o aseverarse un hecho no es una funcion lingiiistica, a1 menos en espaiiol. No son cosa de la g r d t i c a de nuestra lengua, sino propiedades de 10s juicios como tales, NI LA ASEVERACION (el act0 de establecerse que algo es o no verdad, o que posee o no existencia verdadera), NI LA PRESUPOSICION (la inferencia, en relacion con un enunciado, de que algo es o no es, o de que algo existe o no existe en la realidad). Gramaticalmente solo existen la afiiacion y la negacion: si dig0 "es verdad que Gene", tan afirmativo sera el ser verdad como el venir, si bien, en razon de la naturaleza de las cosas sidicadas, lo prirnero se entiende COMO UNA ASEVERACION, en tanto que lo segundo se entiende COMO LO ASEVERADO, de una parte, y, de otra, como el efecto de la cualidad lexica contenida en verdad, que no es una propiedad logica ni una "cosa" real, sino solo "un s i d i c a d o " . Y, de la misma manera, si dig0 "es lastima que venga con esa ropa", tambien s e r h afmativos tanto el ser lastima como el venir, y se interpretara lo prirnero como ASEVERACION y lo segundo, de nuevo, como LO ASEVERADO, si bien esto idtimo se relaciona ahora con el significado 'lastima', LEXICA, PER0 NO GRAMATICALMENTE, diferente del si@icado 'verdad'. Decir que algo "es verdad" significa que se Cree en su existencia extraidiomatica (y, por tanto, que se siente como un elemento "concreto" de la experiencia); decir que algo "es lastima" sipfica que se Cree que el referente "real" de la frase posee las mismas propiedades semanticas que contiene ese nombre, que, por cierto, no se re$eren a la existencia sino a la esencia. En un caso se habla de la existencia real de algo (que es lo que significa verdad); en el otro, bien de la cualidad que SE LE SUPONE a algo ("en abstracto"), bien de la que SE APRECIA en algo ("en concre-

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to"): Iristima, en efecto, no denota lo que existe realmente, como pasa con verdad, sino una propiedad que se puede atnbuir a lo que existe, y esto puede hacerse evidentemente "en abstracto", con subjuntivo ("es lbtima que venga con esa ropa"), o "en concreto", con indicativo ("es lastima que viene con esa ropa"). Ahora bien: si, como suponemos, y creo que correctamente, el subjuntivo nos proporciona una vision abstracta, es decir, desligada de la esfera de la percepcion inmediata,l5 en relacion con cualquier predicado que situemos en el universo del discurso, es evidente que tan abstracto o "teorico" ha de ser el venga de "es conveniente que venga ahora con esa ropa" como el de "es Ibtima que venga ahora con esa ropa", a pesar de que, en el plano de 10s referentes, el venir del primer ejemplo NO PUEDA SER M h que una abstraccion o una hpotesis, en tanto que el venir del segundo NO PUEDE SER d ~ 1 que 6 un acontecimiento particular o concreto. Mientras que hay coincidencia, por decirlo asi, entre el modo y el referente del primer ejemplo, no la hay, ni la puede haber, entre el modo y el referente del segundo: el primer0 es hpotetico y se sigmfica hlpoteticamente; el segundo, en cambio, NO ES HIPOTETICO, pero, sin embargo, SE SIGNIFICA HIPOTETICAMENTE. Pero, L ~ U Ces esto sino una metafora que en nada difiere de aquella otra que consistia en significar COMO PASADO un referente presente? Recdrdese que todo el intringulis de una construction como "ahora me tomaria un cafe" esti en que se significa como pasado un acontecimiento presente, el cual, de esta manera, pasa a sentirse implicitamente negado y, como consecuencia, deseado. Con "es lastima que venga ahora con esa ropa" sucede algo parecido: el ve~llres, en si, un hecho "concreto", es decir, perteneciente a la experiencia del que habla, y, sin embargo y con independencia de ello, se le atribuye un s i d i c a d o "abstracto" o teorico, lo que no quiere decir que se le si&que "como si fuera" teorico, que no lo es, sino como efectivamente teorico.17 l5 Abstractos son, en este sentido (y no "hturos" o tiempos de posterioridad, ya que tal poste-

rioridad no se referiria nunca a1 significado, sino a la situation temporal del referente, es decir, de 10s hechos significados), 10s predicados de "Dios te guarde", "que enfre", "drscutarnm", "habla alto, que te oiga", "era conveniente que vimera", "no es verdad que haya dicho eso", "es una suerte que haya dicho eso cuando todo parecia perdido", "le queda una madre que lo quiera", etc. "Abstracto", "general" o "hipotetico" sigolfica aqui que el refe rente no se halla en la percepcion directa del que habla. Cuando esto sucede, hablaremos de valor "concreto" o "particular", que es el significado del indicativo, como pasa cuando decimos "vencerernm","dice que lo harri", "prometio que lo haria", "le queda una madre que lo qurere", "es m a suerte que ha dicho eso cuando todo parecia perdido", etc. l6 Decir que "no puede ser d s " no es aqui exacto, ya que el referente podria situarse fuera de la experiencia del que habla. Pero, a m ask vale el ejemplo, porque si se hubiera dicho "es lastima que haya venrdo ahora con esa ropa", el referente se hallaria necesariamente dentro de la experiencia directa del que habla. l7 Uno de 10s principios basicos de la semintica lingbistica, y, acaso el d s importante, es el de la identidad de las unidades: "toda unidad mantiene siempre su significado, cualquiera

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Es evidente que esta es una cuestion de "cultura lingtiistican que consiste en un cierto Mbito de mirar como abstractos, teoricos o imaginaries, todos aquellos hechos que son objeto de una disquisition mental, y, en consecuencia, de un "alejamiento intelectual": en esto parece consistir todo el problema de 10s verbos y predicados de comentario y de las clauulas dependientes de ellos. Y no hay que imagnar "una zona de inestabilidad dentro del sistema modal" (cfr. ut supra) para explicar 10s innumerables casos que se reBstran con indicativo, particularmente en el lenguaje coloquial, y que rompen la norma, AUNQUE SIN SACIRSE NUNCA DE LA REGLA. No debemos, sin embargo, confundir 10s habitos que se dan dentro del comportamiento gramatical con las reglas estnctas de la gramatica. Con una lengua capaz de oponer morfologicamente una vision concreta a una vision abstracta de 10s datos del universo del discurso, no deben de e x t r a estos juegos metaforicos, tan generalizados que parecen verdaderas reglas gramaticales,lg y que consisten en contraponer un punto de vista "teorico", y, por ello, de mayor alcance e, incluso, de superior relieve, a otro punto de vista particular y concreto, y, consecuentemente, menos abarcador y de Inferior rango. La mewora modal con el subjuntivo consiste asi en sigmficar, como abstractos o teoncos, referentes que, como tales, no lo son, de tal manera que estos resultan vistos con esa especie de alejamiento intelectual que 10s envuelve en la INTUICION DE LO POSIBLE: no se trata, a fin de cuentas, mas que de sentir lo real, no como real, sino como posible, es decir, lo concreto como teorico, 10s hechos como hlpotesis. Por eso dije mas arriba que con "es estupendo que ya estks curado" se da a entender 'es estupenda ESTA POSIBILIDAD: que ya eskis curado' y no el simple comentario de un hecho que se presupone verdadero y que no se pretende establecer, SIN0 LA ATRIBUCION A ESE HECHO VERDADERO DE ESA CONDICION VALORATIVA DE LA EXISTENCIA TEORICA. Con el enfermo delante, en cambio, y sin him0 de "valorar teoricamente" las cosas, habriamos dicho sin mas "es estupendo que ya e s t k curado", es decir, 'es estupendo ESTE HECHO: que ya estas curado'. Sigue, en este caso, tratandose de un "comentario" acerca de un hecho verdadero que tampoco se pretende establecer, a pesar del indicativo y de F. Klein. La diferencia esth en que, en el idtimo ejemplo, NO HAY M E T ~ O R A porque , el indlcativo se "ajusta" en cierto mod0 a la naturaleza del referente, en tanto que, en el primero, SI HAY UNA M E T ~ O R A que consiste en significar lo real o verdadero como teorico o como "pensable": un que sea el context0 o la situacion en que aparezca". Es un principio que se demuestra en la poderosa estabilidad de las lenguas en contraste con la infinita variedad de las situaciones concretas en que aparezcan o puedan aparecer 10s signos. No es, en efecto, una regla gramatrcal la que prescribe el uso del subjuntivo en clhusulas dependientes de verbos de comentario. Se trata, si, de una regla retorica quc halla su hdamento en las leyes semhticas del modo, tal como se han venido viendo.

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mecanismo retorico que se propone elevar lo comentado a1 plano imaginario de lo pensado. Las tesis de Terrell acerca de la presuposicion y de la "presuposicion herte1'19no se refieren, pues, a reglas gramaticales en sentido estncto, sino a normas de tip0 retorico con las que no se consigue explicar la altemancia modal como realmente es, sino como una especie de desviacion o de quiebra de un sistema gramatical que parece hallarse en medio de un proceso de ruina. El contraste, como se ha visto, entre "es estupendo que ya estks curado" y "es estupendo que ya e s t h curado" no es el resultado del incumplirniento de una regla, ni de su supuesta caducidad, puesta en evidencia a traves de fenomenos de variacion, sino de una norma "retorica" del uso c o m b s e g h la cual determinadas situaciones reales se interpretan bien en sentido "recto", bien en sentido metaforico o figurado. Las variaciones pueden estar en el juego de las preferencias, per0 no en el saber gramatical de 10s hablantes. Metaforizaci6n del antecedente del relativo Otro ejemplo c o m h de metiifora modal, semejante a la que se ha ve~lldoviendo, se halla en ciertos usos del subjuntivo en las clhsulas adjetivas o de relativo, si bien y para empezar, no hay mas remedio que dejar claro que no hay, en estas subordinadas, un subjuntivo especial o distinto del que ya se ha visto, pues todas las diferencias que se registran no son mas que efectos naturales del context0 idiomatico. Los partidarios de la interpretacion sinthctica a ultranza se empeiian en ver diferentes estructuras oracionales en las subordinadas adjetivas, s e g h que el verbo este en indicativo o en subjuntivo.20 Y asi, o piensan que 10s antecedentes pertenecen a clases diferentes, caracterizadas por rasgos semintico-sintacticos tambien diferentes, o les atribuyen a m a s y a otras distintas propiedades sintacticas, e incluso, distintas estmcturas. Dentro de este ultimo punto de vista se halla la curiosa e insolita interpretacion de Sanchez de Zavala, que piensa que la oracion adjetiva en subjuntivo es agramatical, a1 menos considerada como adjetiva, puesto que puede entenderse como

Cfi. tambiin Terrell, Tracy D. (1976): "Assertion and Presupposition m Spanish Complements", en: Current St. in Romance Linguistics, Georgetown University Press, Georgetown y Terrell, Tracy 1 Hooper, J.B. (1974): "A Semantically Based Analysis of Mood in Spanish", Hispania, LVU, pp. 484-494. 20 Podria parecer una diferencia estmctural la de que el subjuntivo solo pueda aparecer en las adjetivas especiticativas; nunca en las explicativas. Pero la explication de este hecho hay que buscarla en la naturaleza independiente de estas clausulas parenteticas que se desligan del supuesto antecedente. Es la rahn de que sea posible tanto "la secretaria, que sabe ingles, nos lo explicara",como "la secretaria nos lo explicara, que sabe ingles". l9

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final:21 una tipica confusion entre sigdcado y sentido, pues el subjuntivo suele tomar, contextualmente, valores finales, sin que esto nos pennita establecer la "igualdad", por ejemplo, de "tiene un perro que lo distraiga" y "tiene un perro para que lo distraiga":"que lo distraiga" especifica o individualiza la interpretacion de perro, en el mismo sentido que lo haria "que lo distrae", obligando, pongarnos por caso, a descartar tanto "un perro que lo aburre" como "un perro que lo aburra".Es evidente que "un perro que lo distraiga" y "un perro para que lo distraiga" pueden tener el mismo referente, PER0 NO EL MISMO SIGNIFICADO. "Que lo distraiga" es una especificacion que alude a un objeto teorico o abstracto ("un perro que lo distraiga", como sigmfkado idiomatico, es un ente tedrico), en tanto que "que lo distrae" es una especificacion referida a un objeto concreto ("un perro que lo distrae" designa un ente particularizado y no una vision generalizada del mismo). La introduction de para transforma "que lo dlstraiga" en el terrnino nocional (el punto de Ilegada) del sigdcado de un elemento precedente, por lo que la supuesta equivalencia (que solo es referencial) no resulta posible mas que cuando el sentido del conjunto lo permite, de suerte que a nadie se le ocurrira afirmar que "compro un libro que tuviera ilustraciones" es lo mismo que "compro un libro para que tuviera ilustraciones". "Que tuviera ilustraciones" es, tambien, una especlficacion de la clase del referente seleccionado, de la rnisma manera que lo habria sido "que tenia ilustraciones" (solo que en este caso se habria hablado de un libro "particular" y, en el otro, de un integrante de la clase "general" de todos 10s libros que tienen lhinas). Afirma Skchez de Zavala que las clausulas adjetivas en subjuntivo hacen que el sintagma nominal antecedente sea "no mentador" (Op. cit.) y esto me pareceria correct0 siempre que por tal se entendiera "abstracto", es decir, teorico o general. Sin embargo, de esa supuesta propiedad no se puede inferir que el subjuntivo afecte "a1 comportmento sintictico de las frases nominales indeterminadas" (aunque si, evidentemente, "a su interpretacion semintica", que es algo bien distinto), ya que la supuesta diferencia sintactica esta, a1 parecer, en el sentido que tome la especificacion, que, para Sinchez de Zavala, no puede existir con el subjuntivo, ya que "toda FN modificada por una oracion de relativo restrictiva debe efectuar una restriccion de entre el resto de 10s miembros del conjunto a 10s que se refiere", cosa que, para Zavala, no puede suceder, por ejemplo, con "tiene un perro que lo distraiga",pero si con "tiene un perro que lo distrae", porque, en el primer caso, perro seria "no mentador", es decir, una palabra sin referente, en tanto que, en el segundo, si que tendria referente (perro seria "mentador": separaria un cierto chucho de entre el conjunto de todos 10s posibles). Se cometen 21

Sinchez de Zavala, "Sobre una ausencia del castellano", en: Sinchez de Zavala (comp.)

(1976):Estudios de g r a d t i c a generativa, Barcelona.

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aqui, en mi opinion, dos errores graves: en primer lugar, se confunde la determinacion gramatical, o especificacion, CON LA IDENTFICACION DEL REFERENTE, que no es un hecho gramatical;22 y, en segundo lugar, se hace depender la existencia idiomatica del antecedente23 de la existencia extraidiomatica de su referente. Tanto "que ladra" como "que ladre" son determinantes de perro, en "perro que ladra 1 ladre no muerde", porque ambos acotan el significado de perro, con independencia de que, en el primer caso se "mente" un perro y en el segundo, no, cosa que, por otra parte, nada tiene que ver directamente con el mod0 que se emplee. Si por mentar se entiende "nombrar o mencionar una cosa" (DRAE), es decir, aludir verbalmente a un objeto real, esta claro que, en estos ejemplos, ni menta "que ladre" ni menta "que ladra" (porque el referente del reffhn es en si mismo teorico), aunque tanto uno como otro acotan (determinan) el sidcado de perro, agregando bien una condicion particular (10s que hacen eso), bien una disposition general (10s que puedan llegar a hacer eso). Sin embargo, Shnchez de Zavala no niega del todo la existencia a las adjetivas restrictivas con subjuntivo, que, por lo visto, son posibles cuando ese antecedente no mentador "se encuentra en un contexto de irrealidad, como el futuro, la negacion, un verbo modal, de actitud proposicional, como buscar, querer, etc., donde se produce el fenomeno de la opacidad referencial". Ahora bien: lo que esto quiere decir es, ni mas ni menos, que no es posible la restrictiva en "*aqui hay un perro que ladre", per0 si lo es en "aqui no hay un perro que ladre" o en "buscoun perro que ladre". La imposibilidad de la restnctiva del primer ejemplo NO ES GRAMATICAL, sino pragmatics, y depende del si&icado lexico de existencia de hay, que hace muy dificil de imaginar la verification de un objeto que es a la vez fisico e imagmario. La h c i o n determinadora de verde, por ejemplo, en "un l i p u verde" NO CONSISTE EN IDENTIFICAR UN OBJETO PARTICULAR extraidiodtico (todos 10s hipices lo son), sin0 en ACOTAR EL SIGNIFICADO de Iapiz, ya que verde sigue siendo determinante en "este k p u verde", aun cuando es muy probable que, en ese contexto, no DENTIFIQUE ningh objeto particular. No hay que confundir la restriccion gramatical y semhtica con la identification de objetos particulares pertenecientes a1 mundo de las cosas denotadas por 10s signos. 23 La existencia del antecedente no puede ser mis que idiomitica. Para que haya determinacion (0 especificacion), es, por supuesto, indiferente que nos refiramos a un perro particular o real como en "tiene un perro que ladra", o a un perro "teorico" o imaginario, como en "tiene un perro que ladre" (es decir, que puede llegar a ladrar: lo hipotbico no es el perro, sino el ladrar). Tanto "que ladra" como "que ladre" determinan a perro, es decir, acotan su significado, con independencia del hecho de que se trate de perros efectivamente existentes o no, cosa que, como se ve, no depende del mod0 verbal, sin0 del significado de tener. Hubiera, resultado de otra manera en "busca un perro que ladra / ladre", ya que el si@cad0 LEXICO de buscar nos indica que el primer perro EXISTE YA, en tanto que el segundo NO EXISTE AUN.

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Ramon Trujillo Sin embargo, la principal diferencia "sintictica" que observa Zavala entre la adjetiva con indicativo y la adjetiva con subjuntivo es que la prirnera "puede iniciar discurso", en tanto que tal posibilidad esta vedada a la segunda. S e w el, "Luls tiene mono que lo distraiga" solo puede ser "respuesta a las razones sobre lo que alli se expresa", como si se hubiera dicho " ~ P o que r no sale Luis con sus amigos? Porque tiene mono que lo distraiga". S e g h esto, si sera posible, de acuerdo con las reglas de la grarnatica, "Luis tiene un mono que lo distrae, pues ~ tiene mono que lo ayer lo vi con 61 por el Retiro", PER0 NO LO S E "Luis dlstraiga, pues ayer lo vi pasear con el por el Retiro". Es evidente que, ante afirmaciones como estas, no cabe mas que la perplejidad, ya que a) la segunda oracion es perfectamente gramatical, b) no se puede hacer depender la gramaticalidad de lo que se piense acerca de la existencia o no existencia del referente de ese mono que lo distraiga, c) aun en el caso de que fuera cierto, que no lo es, que la expresion con subjuntivo no puede iniciar discurso, tampoco seria esta una propiedad sinkictica de ese modo, sino una consecuencia de la vision abstracts que representa y que, en ciertos contextos acaso, pueda implicar "elementos previos"," y d)las diferencias que se descubren entre "hay un perro que ladra", "* hay un perro que ladre", "no hay un perro que ladre", ""no hay un perro que ladra", o entre "tiene un marido que la quiere", "tiene un marido que no la quiere", "tiene un marido que la quiera", "Yiene un marido que no la quiera", o entre "tiene un mono que lo distrae", "tiene un mono que no lo distrae", "tiene un mono que lo distraiga" o "Yiene un mono que no lo distraiga", etc.,25 NO SON DIFERENCIAS DE SINTAXIS, sino diferencias seminticas (en gran medida lexicas) que guardan diversos tipos de relacion con nuestra capacidad de representacion del mundo. Es dificil, por ejemplo, representarse COMO REALIDAD lo sigtuficado por "aqui hay un perro que ladre", porque nuestra mente NO ESTA ACOSTUMBRADA a imaginal la existencia de "autenticos" seres fisicos como si fueran meramente hipoteticos. Pero bastaria con introducir, mediante elernentos del context0 implicito (que subrayo), un pequeiio grado de generalizacion, para que la cosa deje de parecer tan descabellada: "cuando Si digo "ella estaba aqui", sin miis, dejo sin darles forma expresa, aunque si implicitamente insinuados, elementos "previos",como, por ejemplo, la coexistencia de ese predicado con el punto de vista que corresponde a la esfera del que habla. 25 Puestos a verle a todo explication exclusivamente sintactica, no me explico dm0 no se plantea nuestro autor la dificultad (que d l o es aparente, por supuesto) de expresiones como "tieneun mono que NO lo distraiga",fiente a "tieneun mono que NO lo distrae", pero tambien "tiene un mono que NO le Cree problems con 10s vecinos", es decir, por ejemplo que no 10s ha de crear como si Im creaba el otro que tenia antes.

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quieres dormir la siesta, hay aqui, en cada esquina, un perro que ladre (o "ladra")". La afirmacion, en fin, de que "Luis tiene mono que lo distraiga pues ayer lo vi pasear con el por el Retiro" no es gramatical porque la fiase de relativo no puede empezar discurso, es un disparate de bulto, ya que no presupone n i n g h segment0 sintactico previo para existir: la diferencia entre "tiene (un) mono que lo distrae" y "tiene (un) mono que lo distraiga" es la de siempre: la vision concreta o "teonca" del distraer, con 10s naturales efectos de sentido que se derivan de la relacion entre el significado idiomatico, que es ese, y la situacion a la que se aplica. No se trata, pues, de diferencias gramaticales: si no se d c e "tiene una huerta que de naranjas", per0 si "tendra / busca / quiere una huerta que de naranjas", es solo por razones Iexicas, y, quiza ni eso, sino acaso puramente pragmaticas. Si se puede decir "tiene una amiga que le de masajes", ipor que no va a poderse decir "tiene un naranjo que le de naranjas"?

Se presenta tambien, en el fondo, corno un punto de vista sintactico el de M. L. Rivero:26 lo determinante de la eleccion modal en las clausulas de relativo es el rasgo de la especificidad, es decir, el contraste 'especifico' / 'no especifico', que no debe confundirse con 10s de existencia y no existencia o con 10s de determinacion y no determinacion. Si se implica el concepto, esto exigira el indicativo, es decir, que si, por ejemplo, ese perro implica ese ladrar, la clausula que forme dicho verbo ira en indicativo ("perro que ladra ..."). Si, por el contrario, no se implica el concepto, el antecedente sera inespecifico, y el modo, el subjuntivo: si con hombre no se implica llegar a la Luna, habra de decirse "el hombre que llegue a la Luna ...", porque ese antecedente contendra el rasgo 'inespecifico'. Y, de la misma manera, habria que decir, que, en "perro que ladre no muerde", ese ladrar no implicaria ya a ese perro, por lo que seria ahora el rasgo de la inespecificidad del antecedente lo que determinase la aparicion de ese subjuntivo. Pero si se mira bien, sin embargo, estos razonamientos no explican nada porque icomo sabemos si tal contenido implica o no tal otro contenido, cuando no son 10s contenidos 10s que se implican, sino que son 10s que hablan 10s que deciden establecer o no esas implicaciones? Y, si es asi, ique mas da que hablemos de inespecificidad, de generalizacion, de irrealidad, o de cualquier otra cosa por el estilo, cuando lo importante no es el nombre que demos al sigruficado de cada modo, sino que se reconozca o no su entidad semhtica y, en consecuencia, su capacidad de significar en todo caso una misma realidad de maneras diferentes? Lo que se debe entender de una vez para siempre es que LA ESPECIFICIDAD, o corno quiera Ilamarse, NO ES UNA PROPIEDAD S E ~ N T I C A 26

Cft. Rivero, Maria Luisa (1977): "La referencia y la especiticidad", en: Estudiar de gramatica generatrva del espaiiol, Catedra, Madrid.

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~ 0 PRONOMBRE que sirva de antecedente a1 relativo, DE N I N G NOMBRE sino un tip0 de relacion que puede establecer el que habla entre la "representacion" del antecedente y el predicado subordinado. No es que, en "perro que ladra", perro contenga el rasgo 'especifico', sino que el hablante esti mirando ese rasgo como propio de 10s perros o de una clase particular de estos; ni es que, en "perro que ladre", perro contenga el rasgo 'inespecifico', sino que el que habla no mira ahora ese rasgo como propio de ciertos perros o de una clase de ellos. Aqui sigue sucediendo lo que ya se ha dlcho: ladra significa COMO CONCRETO, es decir, como hecho particular (aunque se refiera a toda una especie), y, ladre, COMO ABSTRACTO, esto es, como condicion general o teorica: de uno u otro si&icado modal depende la manera en que se intuya el antecedente. LO BUENO de la idea de la especlficidad es que, en cierto sentido, la propiedad que caracterice a1 antecedente se atribuye siempre al contenido semhtico del mod0 del verbo subordinado, porque asi es siempre: lo "concreto" es LO QUE CONViENE a1 antecedente COMO SI FUERA UNA PROPIEDAD SUYA; lo "abstract~",LA CONDICION GENERAL A LA QUE HA DE AKJSTARSE. Si dig0 "necesito un libro que tiene tales caracteristicas", siNicare que tales caracteristicas "convienen" a1 libro concreto que busco; y si digo "necesito un libro que tenga tales caracteristicas", si&ico que tales caracteristicas son una condicion a la que ha de ajustarse cualquier libro para llegar a ser el que necesito. LO MALO, en cambio, de la idea de la 'especificidad' 1 'no especificidad' es que, como propiedades sintiicticas o semhtico-sintacticas, NO SE HALLAN EN EL ANTECEDENTE, SIN0 QUE DEPENDEN DE LA ELECCION MODAL que haga el hablante. No introduce, pues, ninguna novedad la idea de Rivero: como siempre, se siguen buscando nombres nuevos para designar las mismas viejas cosas, sin advertir que lo h i c o importante no es como llamar al sigmficado de cada modo, sino describir c6mo operan esos significados sobre la representacihn de la realidad. En efecto: el subjuntivo en las clhsulas de relativo atnbuye SIEMPRE a1 antecedente esa condicion de "objeto teorico" que ha de ajustarse a a l g h tipo de condicion general. Y, de la misma manera que sucede con las clhsulas sustantivas dependientes de verbos de comentario, pueden pasar aqui dos cosas: a) que haya coincidencia "pragmatics" entre lo significado y lo designado (es decir, que el antecedente "sea" efectivamente teorico en la realidad: "gratlficarhn al que encuentre la joya"), y b) que haya contraposicion entre lo teorico siMicado y lo concreto o especifico designado, es decir, que el antecedente NO SEA TEORICO EN LA REALIDAD.

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Expresiones "contradictonas" como "Maria tiene un marido que la quiera" son fiecuentes en la practica idiomatica de nuestra lengua, junto a las "normales" del tip0 "tiene un marido que la quiere", a pesar de que acaso una mente "logica" pueda ver en estos subjuntivos desviaciones solo explicables en relacion con la verdadera naturaleza "gramatical" del subjuntivo, suponiendo cosas como, por ejemplo, la interpretacion final ('para que la quiera') o como una manera de hacer notar que se le quita importancia a1 querer, mirhndolo como algo que no se toma en consideracion. Y, sin embargo, es todo lo contrario: no se trata mas que de una metkfora gramatical que consiste en transformar el marido real y concreto en marido abstract0 o teorico. Hay que notar que, tanto en "tiene un marido que la quiere" como en "tiene un marido que la quiera", un marido "implica" el querer,Z7 a1 reves de lo que pasa, por ejemplo, en "vive con un marido que la quiere" fiente a "busca un marido que la quiera", donde, solo en la primera, un marido es concreto, particular o "especifico", porque, a1 contrario de lo que ocurre con la segunda, implica el querer, si bien ninguna de estas implicaciones tiene que ver con la gramatica, sino con la forma de las realidades sigdcadas, ya que rnientras que vivir alude a "un hecho", buscar apunta a una expectativa abstracts. Pero ya se ha visto que ni implicacion ni presuposicion son conceptos que tengan que ver con la estructura idiomatica: tanto en "vive con un marido que la quiere", como, forzando el modo, en "vive con un marido que la quiera", un marido implicara el querer, pues la inferencia se hace en relacion con el "hecho establecido" del vivir, y no seria igual, por tanto, con el "no establecido" del vivira, que rechaza la inferencia con subjuntivo, per0 la adrmte con indicativo: en "vivira con un marido que la quiere", se presupone el querer (el marido implica el querer, EN FUNCION DE LO QUE SABEMOS DE LAS COSAS). En "vivira con un marido que la quiera", en cambio, no sera posible presuponer el querer, per0 ahora por razones idiomaticas: un marido sigdicado como "teonco" no puede implicar ninguna propiedad positiva en el mundo de las representaciones. Subjuntivos metafbricos con AUNQUE En las clausulas de aunque, es, como se sabe, habitual la eleccion modal, por lo general sin valor metaforico alguno. Es evidente que entre "comprara la casa aunque haya de endeudarse" y "comprara la casa aunque ha de endeudarse" no hay mas diferencia semhntica que la que se corresponde, punto por punto, con 10s respectivos referentes: en el primer ejemplo se habla de un endeudamiento teonco, 27

Porque el referente de ambas secuencias es el mismo y por ello tambih habrin de ser las mismas todas las inferencias e implicaciones que se desprendan de las condiciones reales de ese referente.

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hlpotetico, es decir, visto en abstracto, y, en el segundo, de un endeudarniento que se mira como concreto y particular, con independencia de que aim sea futuro. Sin embargo, sucede con frecuencia que se usa el subjuntivo metafoncamente, es decir, para designar acontecimientos que, en la experiencia, son concretos o particulares, y asi se dice, por ejemplo, "lo desheredo aunque sea mi hijo", con subjuntivo, cuando el "ser alguien mi hijo" no puede representar mas que un acontecimiento concreto y particularisimo que pudiera y quiza, para algunos, debiera, expresarse "recta" y no metaforicamente: "lo desheredo aunque es mi hijo". S e g h A. Manteca,28 en este tipo de construcciones, el subjuntivo no encaja con "la presuposicion del hablante sobre el conocimiento seguro del cumplimiento de la accion", ya que "tanto indicativo como subjuntivo presentan el hecho o accion como ciertos o cumplidos". Manteca, que se hace eco de la denomination de "subjuntivo no hipotetico" que daba J. Vallejo29 a tales usos, concluye con que la explicacion de estos "radlca en que la presuposicion cierta del hablante acerca de la realidad de la proposicion subordinada es vista por el hablante como irrelevante" (loc. cit.), que es mas o menos lo mismo que decia Vallejo acerca del subjuntivo en este tip0 de concesivas: "no opone una realidad a otra nueva, sino que dando por conocida esta segunda realidad la desecha como ineficaz: se sale a1 encuentro de una realidad que pueda presentar un tercero, o presentarse en el espiritu del mismo sujeto que habla". No deja de ser llamativo este punto de vista de Vallejo, que Manteca comparte, porque representa una manera de pensar muy c o m h entre 10s lingiiistas: la de separar como cosas diferentes lo que no son ni significados distintos, ni fonnas distintas, ni estructuras semintico-sinthcticas distintas,30 sino SENTIDOS DISTINTOS que resultan de las relaciones "logicas" con 10s diversos elementos del context0 o de esa confiontacion constante que se hace entre SIGNIFICADO y REALIDAD DESIGNADA. Como confunden significado con designaturn, no acaban de entender que UNA COSA ES QUE EL SUBJLTNTIVO SIGNIFIQUE el "no cumplimiento", como dice Manteca (loc. cit.), y que OTRA COSA MUY DISTINTA ES QUE DESIGNE el "cumplimiento de la accion" (Ib.), porque el subjuntivo, como es natural, significa siempre cualquier realidad designada como abstracta, o, si se quiere, en forma de "no cumplimiento", CON INDEPENDENCIA DE QUE LO DESIGNADO, EN Si MISMO, SEA REALMENTE ABSTRACT0 O NO. No es que, en "lo desheredo aunque sea mi hijo", yo con28 Cfr. Manteca, &el (1981): Gramritlca delsubjuntrvo, Cbtedra, mad rid,,^. 78. 29 "Notas sobre la expresion concesiva",RFE, IX, 1922. (Apud Manteca, Angel (1981):

Gramatrca delsubjuntrvo, ya citado, p. 78.) 30 ~ C u h t a veces s no hemos visto tratar "ques"o "ses"como si heran signos diferentes, cuando lo realmente diferente era unas veces la distribucion y otras, el contenido lexko de 10s elementos del entorno?

Sobre el uso metaforico de 10s modos en espafiol

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sidere el hecho de ser mi hijo "como irrelevante", o como una realidad que se "desecha como ineficaz", sino TODO LO CONTRARIO: que lo consider0 como algo mas importante que un simple hecho particular; que lo miro desde el plano de las hipotesis. Aunque si&ica el limite que se sobrepasa, o el obstaculo que se vence: la diferencia esta en que, con es, ese obsthculo no representa mas que una dificultad CONCRETA, mientras que, con sea, se transforma en una dificultad TEORICA, es decir, en una dlficultad que ocupa un rango superior en esa escala de valores con que medimos o estirnamos la importancia de lo real. "Aunque sea mi hijo" no si&ica que ese hecho sea visto por mi "como irrelevante", como Cree Manteca, ni que sea una realidad que se "desecha como ineficaz", como pensaba Vallejo, sino TODO LO CONTRARIO: que el ser mi hijo es algo mucho mas grave que un simple hecho particular; que no se trata de una mera dlficultad concreta, sino de un obstaculo que se presenta con la fuerza de una ley de validez universal, y, por tanto, inevitable o muy dificil de soslayar. Es como si se hubiera dicho 'lo desheredo aunque el hecho de ser mi hijo constituye el supuesto mas firme que puede encontrarse en contra de esta decision de desheredarlo'. Constituye, pues, un disparate hablar en estos casos de "subjuntivo no hipotetico", cuando es, justamente, este caracter hipotetico o teorico lo que le da esa fuerza expresiva que tiene, en contraste con la construction de indicativo. No hay cambio de sidcado del subjuntivo, ni una clase de subjuntivos diferentes, sino un subjuntivo usado metaforicamente, esto es, poniendo con m b claridad de manifiesto su si&icado genuino. La methfora no si&ica, como creen 10s que confunden lengua con realidad, el cambio de sigmficado de una palabra o frase, sino el act0 de atribuir ese sigmficado suyo inmutable a objetos que no suelen ser sig&cados de esa manera en el uso mas ordinario del idioma. El uso metaforico de las palabras pone siempre de manifiesto y "a1 desnudo" el si&icado autentico de estas, ya que elimina ese incomodo lastre referencial que representan las cosas reales habitualmente designadas por ellas. Me refiero a ese lastre "ontologico" que 10s lingiiistas y, en particular, 10s lexicografos suelen confundir, por desgracia, con el genuino si&icado de las palabras.

Alexandre Veiga Universidade de Santiago de Compostela

SUBJUNTIVO, IRREALIDAD Y OPOSICIONES TEMPORALES EN E S P ~ O L 0. Es mas que conocido, por obvio, el hecho de que el sistema verbal espaiiol, como el latino o el resto de 10s romances, posee menos formas verbales en subjuntivo que en indicativo. Como sea que desde el punto de vista funcional una dlferencia de ~ i ~ c a d (gramaticales o s en el caso de un sistema verbal) solo es pertinente si a la misma corresponde una diferencia en el plano del significante,' el mayor niunero de formas indicativas se presenta ya desde el principio como pmeba de que estos sistemas disponen de recursos para establecer funcionalmente m h oposiciones temporales (o aspecto-temporales)2 en combinacion con el contenido modal propio del indicativo que en combinacion con el propio del subjuntivo. Precisamente ante la evidencia de parecida desproporcion en latin clhico, Mariner Bigorra (1957, p. 471) postulo que el niunero de distinciones de base temporal o aspectual disminuye a medida que aumenta el grado de caractenzacion de 10s modos (cfr. tambien Fernhdez Martinez, 1986, p. 77), recordando el principio estructural que Jakobson (1939) recogio de V. Brondal en el sentido de que, con vistas a evitar una excesiva complejidad morfologica, es frecuente que las formas "complejas", en lo que se refiere a una determinada categoria gramatical, sean relativamente "simples" con relacion a otras categorias.

1. La existencia de una determinada serie de "correspondencias" estructurales entre formas indicativas y subjuntivas ha sido observada por dlferentes autores en la hlstoria de la gramatica espaiiola. Faciles recursos comprobatorios, como la conversion a forma negativa de un verbo regente que en forma afirmativa reclame el indicativo, la insercion de una particula exclusivamente utilizable con subjuntivo, como es ojala, o la observation de la doble reccion modal por parte de otro elemento gramatical como quiza,nos permiten identlficar que formas subjuntivas Cfi. Ruiperez (1954, § 19), Coseriu (1973, p. 190), Veiga (1988, 8 1). En Veiga (1992) hemos razonado que no existe base suficiente para postular la fimcionalidad del aspect0 como categoria independiente de la temporalidad en el sistema verbal espaiiol (cfi. tambih Rojo, 1974, §§ 6 ss., 1988, 1990). En nuestra opinion, matices de significad0 temporal y aspectual son configurados en la estructura del sistema por una sola categoria que opera en oposiciones que, si bien basicamente temporales, pueden manifestar con claridad en a l g h context0 propiedades concornitantes de indole aspectual.

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aparecen como resultado de la transformation modal partiendo de las ~ e r e n t e s unidades del indicativo. Asi, que a la forma indicativa que expresa la relacion temporal de presente, canto, corresponde la forma subjuntiva cante siempre y cuando se produzca una alteracion modal indicativo --> subjuntivo (y no otra), es algo que no admite la menor duda tras la observation de ejemplos como creo que esa casa es la de tu primo --> no creo que esa casa sea la de tu prirno

esa casa es la de tu primo --> ojala esa casa sea la de tu primo q u i d esa casa es - sea la de tu primo. Reduciendo, por razones de espacio, nuestra comprobacion a ejemplos de altersubjuntivo tras quiza, comprobemos las correspondencias nancia indicativo , formales entre una y otra sene modal en combination con todos 10s contenidos temporales dotados de valor funcional en la estructura del sistema verbal espaiiol moderno, junto con cuyas denominacioned consignamos las formulas vectoriales que estimamos basicas de cada uno? quizi esa casa es -sea la de tu primo q d lo haremm - hagamm maiiana le dije que quizi aquella casa era -fiera--se la de su primo le dije que quizi lo hariamm hicieramm-- semm a1 dia siguiente 0-V @reterito): quizi no fie -@era--se Bruto el asesino de CBsar (0oV)-V (ante-presente): quizi ya han Ilegado hayan Ilegado q d maiiana ya habremm terminado - hayamm terminado W(V-V) @re-firiuro): (0-V)-V (ante-preterrto): le dije que q d ya habian Ilegado hubreran-- sen llegado

OoV eresente): W V (fufuro): (0-V)oV (co-preterito): (0-VVV @a-pretkrito):

-

-

-

(0-V)+(V-V) @re-pm-preterito): le dije que q d a1 dia siguiente ya habriamm terminado hubreramm--semm terminado.

-

Adoptamos, en general, la transparente y coherente terminologia temporal de Bello (1841, 1847), aunque con modificaciones concretas. Eliminamos su conocido error interpretat~o de considerar habia cantado un ante-co-pretkrrto (cfi. Veiga, 1991, 8 IV.2.2, n. 9) y sustituimos, por las razones que expusimos en (1991, § N.2.5), 10s tBrminos ante-fituro y antepos-preterit0 por pre-fuiuro y pre-pm-preterit0 respect~amente. Para nuestro concept0 de realization temporal basica, cfi. Veiga (1991, 5 IV.4.2.4). Adoptamos las formulaciones vectoriales de Rojo (1974) sin mis modificaciones que las referentes a O+(V-V) y (0-V)+(V-V) -que el citado autor representa (WV)-V y ((0-V)+V)-V respectivamente-, que hemos justificado en (1991, § IV.2.5).

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Como estos ejemplos nos han permitido comprobar, cante es el resultado de la transformacion modal a1 subjuntivo de canto o cantare', cantara,-se lo es de cantaba, cantaria o cante', haya cantado lo es de he cantado o habre' cantado y hubiera,-se cantado lo es de habia cantado o habnh cantado. Prescindiendo de sus Merencias teoricas o interpretativas, asi como de las distintas maneras de (re)presentar 10s hechos, dlversos autores, entre 10s que podemos citar a Bello (1 841, 1847), la Real Academia Espaiiola (desde 1920, cfr. Lazaro Mora, 1981, pp. 85-87), Gili Gaya (1943), Alarcos Llorach (1949, 1975), Fente, Fernindez & Feijoo (1972), Rojo (1974), Marcos Marin (1980), Borrego, Asencio & Prieto (1986) o Porto Dapena (1989), han seiialado ya estas mismas correspondencias formales

2. Sin embargo, frente a la evidencia de nuestros nueve ejemploss y a la coincidencia por parte de investigadores como 10s amba citados, no puede hablarse de unanimidad en el reconocimiento de las seiialadas correspondencias formales, ni mucho menos en la realidad estructural de que las mismas son evidencia: la diferente organization temporal en combinacion con este o aquel sigmficado modal. 2.1. Una teoria que no admite la validez de una de las correspondencias arriba presentadas es la defendida por Pardo (1983), que rechazo cantara,-se como subjuntivo temporalmente correspondiente a1 indicative cante', defendiendo haya cantado como expresion subjuntiva de la relacion temporal 0 - V , prete'rito, que el autor formula "pasado/H" (="pasado" con respecto de H), siendo H la representacion del "evento del habla" y "pasado" una de las tres posibles relaciones temporales que este autor considera entre el proceso verbal (que abrevia E = "evento ubicado en la dimension temporal") y la referencia desde la que dicho proceso es directamente enfocado.6 Pardo (1983) defiende que cantara,-se es hicarnente adrnisible como forma subjuntiva correspondiente a las indicativas cantaba y cantaria. Pero es obvio que ante ejemplos

0 de tantos otros en que podriamos haher comprobado las mismas correspondencias temporales recuniendo a otros procedimientos de transformacion del mdicativo al subjuntivo. Esta teoria temporal h e desarrollada por Pardo & Baquero (1981), quienes incluyen, ademis de 10s eventos E y H,un posible tercer evento R que, en el valor expresado por algunas formas, sirve de referencia para el enfoque temporal de E. Cfi. la conocida teoria de Reichenbach (1947), adoptada por, entre otros, Comrie (1981, 1985), quien la somete a reelaboracion, que explica las signiticaciones temporales de 10s elementos verbales mediante las diferentes interrelaciones entre tres puntos: E (=event), S (=speech)y R (=reference).

Alexandre Veiga como dudo que realmente Bruto asesinara--se a Cesar nuestro profesor no Cree que Neron mandara--se incendar Roma hay quien niega que Velazquez muriera--se en 1660 no cabe duda de que es la forma cante' (y no cantaba ni cantana) la que expresa en indicativo la misma realizacion de sustancia de contenido temporal que en ellos expresa cantara--se. De acuerdo con el autor citado, ejemplos de este tipo no son correctos, sino que la expresion de la relacion temporal prete'rito (para 61 "pasado/H", recordemos) es, " s e g h 10s pnncipios del sistema lingiiistico", haya cantado, mientras cante' reduce su papel a1 de forma "tolerada" por el uso (cf?. 1983, p. 599). Nos tememos que Pardo esta, en este punto, forzando la interpretacion de 10s hechos, obligado por las exigencias de su propia teoria, de acuerdo con la cual cualquier forma subjuntiva en cuyo contenido temporal figure el rasgo que llama "pasado" debe ser compuesta, no simple (cfr. 1983, p. 596). Una vez ha sentado esta afirmacion -acorde, por supuesto, con 10s empleos de haya cant& y hubiera,-se cantado-, necesita adecuar a ella todos aquellos casos en 10s que es una forma subjuntiva simple (cantara--se) la que aparece en el plano de la expresion representando una relacion temporal en la que intemiene esa caracteristica de "pasado", y lo hace neghndoles la consideration de sistematicos. Pero la realidad es que la oposicion formal cantara--se / haya cantado es el resultado de la transformacion a1 subjuntivo de la oposicion formal indicativa cante' / he cantado; asi, no es lo mismo dudo que realmente Bruto asesinara--se a Cesar 'lue

dud0 que realrnente Bruto haya asesinado a Cesar,

de la misma manera que no es lo mismo creo que realmente Bruto asesind a Cesar que

creo que realmente Bruto ha asesinado a Cesar,

y, tanto en un mado como en el otro, la diferencia es de sigmficacion temporal: las formas compuestas haya cantado y he cantado aparecen aqui expresando la relacion (0oV)-V, ante-presente, que supone el enfoque de un proceso pasado como anterior a m a referencia lingiiisticamente "presente" (=simultanea a1 centro de referencias del sistema temporal) cuyos efectos significativos de "accion pasada vinculada de m a u otra manera a una situation presente", etc., nos son bien conocidos por haber llamado ya suficientemente la atencion de Bello (1841, $5 39-40, 1847, 5 639) y autores postenores (cfr., p. ej., el clasico trabajo de

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Alarcos, 1947). En cualquiera de 10s ejemplos que hemos propuesto como ilustracion de la posibilidad de relacion temporal 0-V, prete'rito, expresada por cantara,-se (deliberadamente "historicos" todos ellos, para que el alejamiento cronologico de 10s acontecimientos facilite su mucho mas espontanea onentacion como preteritos que como ante-presentes) se aprecia con toda nitidez la bmsca reinterpretacion temporal a que en ellos conduce la sustitucion de cantara--se por haya cantado, reinterpretacion que no existiria de ser cantaram-se y haya cantado expresiones de una misma relacion temporal diferenciadas estilistica o diastraticamente. Pero la reaccion de Pardo (1983) ante las "incomodas" apanciones de cantara,se como prete'rito pone sobre la mesa una peculiaridad estructural del sistema verbal espaiiol que dificulta el analisis de la actuation de las oposiciones temporales que lo integran, como veremos mas adelante (cfr. infra $$ 4 s ) . Como sea, la teoria que acabamos de comentar ofrece un linico punto concreto de discrepancia con la sene de equivalencias formales indcativo - subjuntivo que hemos postulado, per0 su conclusion no es otra sino la de que en subjuntivo funcionan menos rasgos de contenido temporal que en indicativo, con lo cual estamos absolutamente de acuerdo. En efecto, la reduction de nueve unidades signdcantes, (asociadas a nueve contenidos temporales), a cuatro, solamente puede interpretarse desde una perspectiva funcional en el sentido de que determinadas distinciones temporales relevantes en indicativo y, por tanto, presentes en la estructura del sistema, pierden su funcionalidad en subjuntivo, mientras otras distinciones -aquellas que hayan de ser sefialadas entre los contenidos expresados por las formas subjuntivasmantienen su valor funcional.

2.2. Pero reconocer esta relativa simplificacion del sistema de oposiciones temporales en determinadas circunstancias modales es algo muy distinto de pensar en "un sistema temporal inestable o movedizo" -terminos de Navas Ruiz (1990, p. 138), con referencia precisamente a estos hechos-, ya que lo linico que varia de un mod0 a otro es el niunero de distinciones temporales plasmables en el significante, ergo dotadas de valor funcional, per0 de ninguna manera el caracter distintivo de las identificables en uno y otro caso. Y con mas razon es precis0 rechazar, sobre la base de 10s hechos comprobados, una tajante negacion de contenidos temporales propios para las formas subjuntivas como la que ha postulado Igualada Belchi (1987-89), autora que llega a negar que la oposicion indicativo /

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subjuntivo se base en dferencias de contenido de indole modal7 y defiende que consiste en expresion / no expresion de tiempo. Teorias como esta, que niegan valor temporal a las formas de subjuntivo, se ven obligadas a adscribir a elementos externos a dichas formas en si (corno verbos sintacticamente regentes o adverbios de tiempo) la signification temporal de cada secuencia sintactica que integra una forma subjuntiva. Pero han de enfientarse a hechos tan visibles como la existencia en espaiiol de cuatro unidades formales subjuntivas (cante, cantara--se y sus compuestos) cuya conmutacion en rigurosa igualdad de context0 (sin que, por tanto, varien 10s elementos externos) puede por si sola ser expresion de oposiciones temporales, como revela la confrontacion entre 10s ejemplos

no creo que el culpable sea tu primo no creo que el culpable&era--se tu primo no creo que el culpable haya s i h tu primo no creo que el culpable h u b i e r ~ - s esido tu primo, entre 10s cuales no han de seiialarse menos distinciones en cuanto a realization de sustancia de contenido temporal que entre 10s ejemplos indicatives creo que el culpable es tu primo creo que el culpablefue I era tu primo creo que el culpable ha sido tu primo creo que el culpable habia s i h tu primo, en que, igualmente -y en este caso nadie parece discrepar-, toda Merenciacion sigmficativa es expresada mediante la sustitucion de formas verbales en un contexto (sinkictico, semintico, pragmatic0 ...) que es siempre el mismo. Realmente, defender dos interpretaciones radicalmente distintas para las diferencias formales registrables en cada uno de estos dos dtimos conjuntos de ejemplos no resulta, a nuestro mod0 de ver, a h s i b l e . En este sentido tenemos que rechazar igualmente la idea de la concordancia con un verbo regente como h i c a propiedad temporal de las formas subjuntivas, Contra las mterpretaciones de la diferenciacion indicative / subjuntzvo que prescinden del criterio del sigmficado, cfi. Dietrich (1981). Seiialemos la fortuna que ha tenido en la lingi&tica g e n e r a t ~ ala idea de un "verbo abstracto" que explique la aparicion de una u otra serie modal (cfi., p. ej., LakoK 1968, sobre 10s modos latinos). Rivero (1972) ha aplicado esta teoria a1 verbo espaiiol haciendo hincapie en la relacion entre la conception generativista del "verbo abstracto" y la teoria modal de Bello (1847), que concebia 10s modos como resultantes de la inflexion de verbos no solo efectivamente presentes en la estructura sintactica, sin0 potencialmente regentes (cl?. tambih Lazaro Mora, 1981, pp. 256-258). Y cfi. Manteca Alonso-Cortes (1981).

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que se esconde tras esa condition de "tiempos relativos" que la gramatica -"traditional" o no- ha seiialado en ocasiones para las mismas (cfr., p. ej., Gili Gaya, 1943, $ 120, R. Seco, 1954, p. 63, R.A.E., 1973, 3.13.9.c -donde se repite lo expuesto por Gili Gaya- Quilis, Hernandez & Garcia de la Concha, 1971, 10.2.3.2.,cfr. tambien las reflexiones en este sentido de M. Seco, 1989, $ 12.1.4) y que ha sido tambien defendida por autores de filiacion chomskiana como L u j h (1979), Meireles & Raposo (1983) para el portugues o Picallo (1984) para el catalh (cfr. 10s comentarios de Bosque, 1990, 7 . 2 ) . Precisamente desde presupuestos de raiz chomskiana, voces como las de Manteca Alonso-Cortes (1986) o Suiier & Padilla Rivera (1987, $5 2, 4 ) (cfr. tambien Suiier, 1985, 1990, 3) se han opuesto a esta indefendible idea,8 insistiendo en la posesion de valores temporales propios de las formas subjuntivas, opinion que tambien mantiene Bosque (1990, § 7.2).

3. Ahora bien, es mas que probable que tras las ideas de imprecision o irrelevancia temporal que detenninados autores han defendido a proposito de las formas subjuntivas, se halle tambien un hecho que hasta el momento no hemos tomado en consideracion en este trabajo: la ampliacion de las posibilidades de significacion temporal derivada del posible empleo de cantara,-se y hubiera,-se cantado como expresiones de un nuevo contenido modal aiiadido al propio del subjuntivo: contenido que, echando mano de un bien conocido termino ya tradicional, denominamos irrealidad y que evidencia su valor funcional en ejemplos como ojala tus prirnos estuvieran,-sen ahora en casa ojala tus primos hubieran,-sen Ilegado ya a casa en oposicion a ojala tus primos estin ahora en casa ojala tus pnmos hayan llegado ya a casa, en que las referidas formas verbales aparecen expresando relaciones temporales -de presente y ante-presente respectivamente- diferentes de aquellas que hasta el momento les habiamos sefialado como propias. Estos autores sefialan, eso si, las limitaciones de libertad temporal que ciertos verbos imponen a 10s que a ellos se subordinen - y no solo cuando el verbo subordinado aparece en subjuntivo. Suiier & Padilla Rivera (1987), por ejemplo, seiialan la necesidad de "una estricta concordancia temporal semihtica" (1987, § 4) con determinadas clases lexicas de verbos (especialmente verbos de deseo y fdta de conocimiento, cfi. 1987, § 1). Sobre este punto en particular, cf+.tambih Rojo (1976).

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La conrnutacion revela el caracter funcional de este contenido modal particular: a1 sustituir en estos ejemplos estuvieran,-sen por estkn y hubieran--sen llegado por hayan Ilegado, estamos respetando tanto la identidad de contexto como la igualdad de enfoque temporal, por lo que la propiedad funcional de contenido que opone unos y otros ejemplos es esa que reconocemos empiricamente m d e s t a d a en la optica de negacion implicita (estuvieran--sen implica que no estcin, como hubieran,-sen llegado implica que no han llegado) o, como mucho, de asuncion par parte del hablante del cumplimiento de 10s hechos como harto improbable, que expresan aqui las formas en -ra,-se, frente a1 matiz de simple ignorancia sobre el cumplimiento de 10s mismos madestado por las formas de la segunda pareja. Tal diferenciacion de contenido modal, por otro lado, se aiiade en estos ejemplos a su condition de subjuntivos, cuyo si&icado modal c o m h como tales es determinado en este contexto por el conterlldo semhntico desiderativo de la particula ojala. 3.1. Ante evidencias de este tip0 hemos defendido en mas de una ocasion (cfr., p. ej., Veiga, 1988, 2.1, 1991, 11.3.9.2)la actuation en la estructura del sistema verbal espaiiol de una oposicion irreal / no irreal (abreviadarnente *heal) que funciona independientemente de la oposicion indicativo / subjuntivo, de manera que una y otra oposiciones, constituidas sobre nociones modales diferentes, resultan combinables. La combinacion de la oposicion *heal con la unidad modal indicativo pone en juego 10s traidos y llevados usos irreales de las formas en -nb,que se encargang de la expresion del termino marcado de la nueva oposicion modal, como en

en estos momentos estana [=no estoy] encantado en la playa cuando lo encontre, le habria dado [=no di] de buena gana tu recado frente a las expresiones temporalmente correspondientes (en este caso presente y prete'rito) de su termino no marcado: en estos momentos estoy encantado en la playa cuando lo encontre, le d de buena gana tu recado De ahi que concluyamos que cantana no deja de ser indicativo por el hecho de expresar contenidos modales marcados y no creamos defendble, en consecuencia, hablar de nuevos "modos" situables a1 mismo nivel que indicativo y 9

Seiialemos que las formas en -ria se hallan regularmente en relacion de alomorfismo con otras formas verbales, que las pueden sustituir, cuando el contenido modal expresado es el del indicativo irreal. Hemos estuhado estos alomoxfismos en Veiga (1991, 4 IV.2.9), cfi. tambien (1990, B).

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subjuntivo en el verbo espaiiol, como algunos autores han supuesto,lO sino que, mQ cerca de Bello (1841, 1847), Bull (1960) y especialmente Rojo (1974, $8 5 ss.)," concluimos que ciertas formas, tanto indicativas como subjuntivas, pueden expresar determinados contenidos modales especiales a1 tiempo que experimentan una simultiinea alteracion en cuanto a sus posibilidades como expresion de contenidos temporales. 3.2. Comprobando ahora la expresion de las nueve relaciones temporales basicas (cfr. supra 5 1) en combinacion con el contenido modal del subjuntivo irreal, observamos que las formas simples se encargan de cuatro de ellas, mientras las cinco restantes corresponden a las formas compuestas (cfi. Veiga, 1991: 5 IV.2.10): OoV @resente): W V @turo): (0-V)oV (co-pretkrito): (0-V)+V @m-preterito):

ojala hoyfuera--se [=no es] sibado ojali maiianafuera--se [=no sera] doming0

me dijo que ojali aquel diafuera--se [=no era] sibado me dijo que ojali a1 dia siguientefuera--se [=no serial domingo oj& se lo hubiera--se dicho [=no due] ayer 0-V (preterite): (0oV)-V (ante-presente): ojalh ya hubierarnm--semm term~nado[=no hemm terminado] W V - V ) @re-futuro): ojali maiiana ya hubikramm--semm terminado [=no habremas terminado] (0-V)-V (ante-preterito): me dijo que ojala se lo hubiera--se dicho [=no habia dicho] el dia anterior (0-V)+(V-V) @re-pa-preterito): me dijo que ojali a1 dia siguiente ya hubidramas-semm terminado [=no habremm termmado].

Y la pnmera conclusion que tenemos que extraer en cuanto a configuration funcional de 10s contenidos temporales, es que el contenido modal propio del subjuntivo irreal perrnite imicamente la actuation de una oposicion temporal, que delimita dos archunidades de contenido temporal cuyas expresiones son cantara,-se y hubiera--se cantado.

lo Cfi.

nuestros comentarios a las teorias, tan diferentes en este sentido, de Alarcos Llorach (1959) o Mariner Bigorra (1971) en Veiga (1991, 55 II.3.10.4-5). Pero veanse tambih nuestras diferencias con este autor y su teoria de la dmslocacion, especialmente en Veiga (1991, 5 II.3.8), diferencias en buena medida &ialables tambih mutatis mutandis fiente a 10s "significados metaforicos" de que hablaba Bello (1841, 1847) o las migrations de Bull (1960).

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3.3. Llegados a este punto, tenemos que subrayar que, como facilmente se deduce, el "subjuntivo" a que hemos estado haciendo referencia desde el comienzo no es sino la unidad modal que al valor subjuntivo afiade el valor no irreal, y es exclusivamente en combinacion con este subjuntivo no irreal donde se pueden delimitar 10s cuatro elementos temporales funcionalmente opuestos en cuya expresion encontramos las formas cante, cantara,-se, haya cantado y hubiera,se cantado. A partir de ahora, y como en trabajos anteriores, denominaremos subjuntivo 0 (SUBJ 0) a la unidad modal subjuntiva y no irreal, mientras nos refenremos a la subjuntiva e irreal como subjuntivo 2 (SUBJ 2 ) . Hablaremos tambien a partir de ahora, en consecuencia, de indicativo 0 (IND 0) para designar el contenido de la unidad modal que a1 valor de indicativo no afiade n i n g h rasgo modal marcado, contenido en combinacion con el cual a c t h todas las oposiciones temporales funcionales en la estructura del sistema verbal espaiiol, que delimitan las nueve unidades temporales expresadas por canto, cantare', cantaba, cantaria, cante', he cantado, habre' cantado, habia cantado y habna cantado. Se deduce que la estructuracion modal del sistema verbal espaiiol conoce a l g h otro "indicativo", que aiiada alguna marca modal determinada, y asi es: la sefialada combinabilidad de la oposicion *irreal con el termino modal indicativo (cfi. supra, !j 3.1.) opone el indicativo 0,indicativo no irreal, a un indicativo 2 (IND 2), indicativo irreal; por otro lado, la conmutacion, en igualdad de circunstancias temporales, de elementos verbales como 10s que apreciamos en

tus primos ya e s t h en casa tus prirnos ya estarbn en casa, ambos temporalmente presentes, nos permite identificar la oposicion que llamamos incierto / no incierto, cuyo termino marcado (indicativo + incierto) es el contenido modal caracteristico de 10s tradicionales "futuros de probabilidad",l2 ya que es de probabilidad el matiz en que dicho contenido funcional se concreta en ejemplos como el aqui presentado (estaran = probablemente este'n).

l 2 Contenido expresable, s e g b la relacion temporal con el combinada en cada caso, por las

forrnas cantare, cantaria y sus compuestos, que expresan las mismas cuatro parcelas de contenido temporal de cuya representation se encargan en SUBJ 0 cante, cant--se y sus compuestos respectivamente (cl?. Veiga, 1991, 8 IV.4.2.8).El contenido modal h c i o n a l caracterizado positivamente por el rasgo +incierto es el mis claro responsable del establecimiento del "tercer modo" de que habla la teoria de Alarcos (1959) y forzo a Mariner (1971, pp. 250-251) a establecer un "eje modal paralelo" para integrar las seiialadas formas verbales cuando son expresion del mismo. Cfi. Veiga (1991, 59 11.3.10.4-5).

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Llamamos indicativo I (IND 1 ) a la unidad de contenido modal caracterizada en el sistema por dicho contenido.13 3.4. La comparacion del reparto funcional de la sustancia de contenido temporal en cornbinacion con 10s contenidos modales de indicativo 0, subjuntivo 0 y subjuntivo 2 nos revela la situation siguiente:

INDO oov

canto

SUBJ 2

SUBJ 0 cante

cantara-se

cantare cantaba cantaria

cantara-se

cante he cantado

haya cantado

habre cantado

hubier~-se cantado

habia cantado

hubiera-se

habria cantado

cantado

Se observa con toda claridad que hcamente en IND 0 actia la totalidad de las oposiciones temporales, de manera que se delimitan nueve unidades rninirnas de contenido temporal dotadas de valor funcional: nueve finciones temporales. En SUBJ 0 se neutralizan algunas de las oposiciones temporales y el sistema se simplifica, permitiendo la delimitacion de cuatro archzfinciones temporales. El SUBJ 2 determina una simplificacion aim mayor del sistema de oposiciones temporales, a h t i e n d o la actuation de una sola, que opone directamente entre si dos amplias archlfunciones. La confiontacion entre las unidades temporales delimitadas en 10s tres casos nos permitira identificar la base nocional de las oposiciones temporales que h c i o n a n en cornbinacion con 10s c o n t e ~ d o sde 10s dos "subjuntivos" del espaiiol.

l 3 Para el uso de 10s digitos 0, 1 y 2 en las denominaciones que proponemos para las distintas

unidades de contenido modal cf?. Veiga (1991, 4 11.3.9.2,nu. 43-44).

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4. Comenzando nuestra observation por el SUBJ 2, o b s e ~ a m o sque la h i c a oposicion temporal que en el funciona revela, precisamente por ser la h i c a , su superioridad jerirquica en el sistema, ya que puede funcionar en circunstancias en que rllnguna otra lo hace, mientras las demas oposiciones necesitan de su previa actuation para poder funcionar. Por supuesto, esta segunda afmacion exige probar que la misma oposicion que a c t h en SUBJ 2 lo este haciendo tambien en SUBJ 0. En este punto, el grifico muestra que dicha oposicion parece "bajar un peldaiio" en el subjuntivo no irreal en relacion a1 irreal, lo que nos lleva a plantear si se trata efectivamente de la misma oposicion.

4.1. Ante la configuration de la sustancia de contenido temporal en SUBJ 2 no es M c i l determinar c d l es la propiedad temporal pertinente sobre la que descansa la oposicion mencionada. Como es bien visible, las cinco relaciones temporales basicas expresadas por hubiera,-se cantado presentan la caracteristica c o m b de ofiecer en sus formulas una orientacion vectorial de anterioridad (-V) en el primer lugar contando desde la derecha. Se caracterizan todas ellas, por tanto, por la propiedad c o m b que llamamos anterioridad primaria, esto es, anterioridad enfocada desde a l g h punto de referencia. En contrapartida, las cuatro relaciones temporales basicas expresables en SUBJ 2 por cantara,-se se caracterizan por presentar en el extremo derecho de sus formulas cualquier vector que no sea de anterioridad, por lo que su caracteristica temporal c o m b es la no anterioridad primaria. La oposicion temporal detectada parece resultar, por tanto, enunciable en terminos de anterioridad primaria 1 no anterioridad primaria (abreviadamente *tenoridad primaria). Esta misma oposicion temporal a c t h , como comprobamos en Veiga (1991, 5 IV.2.9), en combinacion con el contenido modal del indicative irreal (IND 2, aquel a que pertenecen 10s ejemplos de formas en -ria vistos en 5 3. I), y es la misma oposicion nocional que enfrenta el valor del infinitivo simple a1 del compuesto.14Notese que tanto en SUBJ 2 como en IND 2 o en infiitivo la oposicion es formalmente expresada mediante la diferenciacion entre formas simples y compuestas. l4

Como evidencian nuestros ejemplos de (1991, 8 IV.2.11,n. 431), que hstran las transformaciones al iniinitivo de ejemplos en IND 0 correspondientes a las nueve relaciones temporales basicas: presente, Juan Cree que esta loco --> J . Cree estar loco;fituro, J. promete que lo hara --> J. promete hacerlo; co-preterite, J. creyo que estaba loco --> J. creyo estar loco; pm-preterzto, J. prometio que lo hark --> J. prometio hacerlo; preterito, J. Cree que estuvo loco --> J. Cree haber estado loco; ante-presente, J. Cree que ha estado loco --> J . Cree haber estado loco; pre-futuro, J . promete que lo habra hecho antes de maiiana --> J. promete haberlo hecho antes de mafiana; ante-preterzto, J. creyo que habk estado loco --> J. creyo haber estado loco; pre-pm-preterrto, J . prometio que lo habria hecho antes del dia siguiente --> J. prometio haberlo hecho antes del dia siguiente.

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Ahora bien, observando el grsico de 5 3.4 de derecha a izquierda, se observa que el segmento de recta que representa la actuacion de esta oposicion en circunstancias modales de SUBJ 2 se intermmpe a1 pasar a las de SUBJ 0 y en su lugar aparece otro segmento situado un nivel mas abajo. Es razonable pensar que este segundo trazo represente una actuacion ligeramente desviada de la misma oposicion, ya que suponer dlferenciaciones funcionales radicalmente distintas implicaria negar la coherencia estructural del sistema de oposiciones. La observacion inicial de las parcelas de sustancia de contenido temporal delimitadas respecto de este nuevo segmento, por debajo del cual aparecen solamente cuatro relaciones temporales basicas, apoya la suposicion de que la propiedad funcional que el mismo representa gr#icamente este directamente vinculada a la nocion de anterioridad primaria. En efecto, las cuatro relaciones temporales bhicas situadas por debajo ofrecen todas ellas orientaciones primarias de anterioridad enfocadas desde distintas referencias, por lo que se trata siempre de relaciones de anterioridad primaria; el problema es que una determinada relacion de anterioridad primaria, 0-V, es apartada funcionalmente de las cuatro que acabamos de mencionar por la actuacion en circunstancias modales de SUBJ 0 (corno paralelamente en IND 1, cfr. supra n. 12) de la oposicion temporal que nos ocupa. Pero esa relacion basica, 0 - V (prete'rito), ofrece una visible peculiaridad que no comparte el resto de las relaciones de anterioridad primaria: su vector priman o (=el situado mas a la derecha), de anterioridad, es el h i c o de la formula; por tanto, no solo es el primer vector contando desde la derecha, sin0 tambien el primero contando desde la izquierda. El vector situado mas a la izquierda en las formulas representa la orientacion temporal que cada proceso verbal recibe h e c tamente medida desde el centro de referencias temporales del sistema, que, siguiendo a Rojo (1974), sirnbolizamos 0 y denominamos origen, el cual habitualmente, aunque no siempre (cfr. Veiga, 1987, 5 1.2), coincide con el momento de la comunicacion verbal. Hemos propuesto llamar vector origznario a este vector directamente enfocado desde el punto 0 (cfr. Veiga, 1991, § IV.2.3.2) y relaciones a!e anterioridad originaria a todas aquellas realizaciones de sustancia de contenido temporal en cuya formulacion vectorial sea un vector de anterioridad, -V, el que figure como originario. Se comprende ahora que el vector de anterioridad que integra la formula bhica 0 - V @reth?to), por ser el h c o , funciona a la vez como primario y como originario. La confiontacion entre 10s repartos de la sustancia de contenido temporal deterrninados en el sistema verbal espaiiol por 10s contenidos modales de SUBJ 2 y SUBJ 0 evidencia que efectivamente dicho vector se comporta de una y otra manera en uno y otro caso:

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a) en SUBJ 2 la relacion temporal pretinto se integra en la misma archlfuncion temporal que configura la parcela sigmficativa que comprende todas las realizaciones de sustancia de contenido temporal caracterizadas por una orientacion vectorial primaria de anterioridad; el h i c o vector de la formula 0 - V funciona aqui, pues, como primario; b) en SUBJ 0 la relacion temporalpretinto se integra en la archifuncion temporal que configura una parcela simcativa que tambien comprende las realizaciones de contenido correspondentes a las formulas basicas (0-V)oV (coprete'nto) y (0-V)+V (pos-pretento), las cuales se caracterizan por la presencia de un vector originario de anterioridad, si bien sus vectores primarios son distintos de -V; el imico vector de la formula 0-V funciona aqui, pues, como originario. Esta doble posibilidad de agrupacion funcional de la relacion temporal 0-V con Merentes relaciones temporales basicas determina que, sean cuales sean las circunstancias modales, la orientacion de anterioridad primaria a (0-V) (ante-pretinto) este siempre funcionalmente diferenciada de las orientaciones de simultaneidad o posterioridad primaria a la misma referencia (0-V) (co-prete'nto, posprete'nto), siendo hubiera,-se cantado / canfaraw-se la expresion formal de esta Merenciacion funcional tanto en SUBJ 0 como en SUBJ 2,15 asi como que, por otra parte, la orientacion de anterioridad (primaria) a1 ongen (pretirito) este siempre funcionalmente diferenciada de las onentaciones de simultaneidad o posterioridad (prirnarias) a1 mismo punto 0 (presente, futuro), siendo c a n t a r a se / cante y h u b i e r ~ - s ecantado / canfaraw-se las expresiones de esta diferenciacion funcional en SUBJ 0 y SUBJ 2 respectivamente.16 La oposicion entre la presencia de una orientacion primaria -V y otra orientacion primaria cualquiera se cumple en cualquier parte del sistema pues, siempre que se mantenga una identidad en cuanto a1 punto de referencia desde el que se enfocan las orientaciones primarias, per0 ello no implica que la frontera funcional trazada por la oposicion aterioridad primaria no pueda discurrir por lugares diferentes en terrninos de sustancia de c o n t e ~ d otemporal.17 habria cantado I cantaria su expresion en IND 1 e IND 2 (cfi. Veiga, 1991, $8 IV.2.82.9), teniendo en cuenta que en el segundo caso hay que contar con la presencia de posibles alomorfos, tanto para la forma simple como para la compuesta. (cfi. supra n. 9). 16 Y cantaria I cantare y habria cantado I cantaria respectivamente en IND 1 e IND 2 (cfi. Veiga, 1991, 8 IV.2.9), recordando una vez d s la existencia de otros posibles alomorfos en el segundo caso (cfi. supra n. 9). 17 Lo que no deja de constituir una complication inicial a la hora de abordar el estudio de 10s valores temporales en circunstancias modales como las de SUBJ 0. Aqui radica el rechazo por parte de Pardo (1983) a admitir que una forma simple pudiese expresar la relacion temporal que llamamospreterito (cfi. supra § 2.1).

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Se comprueba una vez mas que, trathdose de oposiciones, y no solamente en el caso de la fonologia, no son 10s hechos de sustancia, sino las propiedades funcionales, cuya actuacion es siempre relativa, lo que cuenta.

4.2. La actuacion de esta oposicion divide el sistema temporal en dos terminos en el interior de cada uno de 10s cuales a c b , en circunstancias modales de SUBJ 0 (e IND 1, cfr. supra n. 12) una nueva oposicion temporal. Comenzando por la observation del primer termino, la confiontacion en SUBJ 0 entre las formulas basicas expresables por cante, OoV y O+V, y aquellas expresables por cantara--se, (0-V)oV, (0-V)+V y 0-V, nos revela claramente que las tres idtimas poseen una caracteristica c o m b que esta ausente de las dos primeras: la presencia de un vector originario de anterioridad. Podemos formular, pues, Amterioridad originaria la oposicion temporal expresada formalmente cantara--se / cante en SUBJ 0.18 En cuanto a1 segundo terrnino, la confiontacion en SUBJ 0 entre las formulas basicas expresables por haya cant&, (0oV)-V y O+(V-V), y hubiera--se cant&, (0-V)-V y (0-V)+(V-V), muestra igualmente la presencia en las dos idtimas de un vector originario de anterioridad que esta ausente en las dos primeras, por lo que concluimos que en este punto del sistema esta actuando tambien la oposicion kmterioridad originaria, expresada formalmente en este caso hubiera-se cant& 1 haya cantado en SUBJ 0.19 Las oposiciones kmterioridad prirnaria y kmterioridad origmaria son, pues, las linicas que funcionan en SUBJ 0 e IND 1 y revelan, de esta manera, su condlcion de primeras oposiciones del sistema temporal. Cualquier otra oposicion que a c ~ e (y solo en el IND 0 podemos sefialar la actuacion de mas oposiciones temporales) lo hara en circunstancias en que estas dos han actuado previamente. Por otro lado, Amterioridad originaria pierde su funcionalidad en SUBJ 2 e IND 2, lo que no impide la actuacion de kmterioridad primaria, cuyo funcionamiento previo es requisite para que kmterioridad orignaria pueda comenzar a funcionar, con lo que se pone de madiesto la relacion jerarquica entre estas dos prirneras oposiciones, de las que kmterioridad originaria es la inferior en la estructura del sistema temporal. 5. Todas las comprobaciones que, conjugando el plano del contenido con el de la expresion, hemos efectuado en 10s apartados precedentes ponen en evidencia el efectivo funcionamiento de oposiciones temporales en combinacion con el contenido modal propio del subjuntivo, tanto si a1 mismo se aiiade marca modal de l8 Y l9 Y

cantaria I cantare en IND 1, ck. Veiga (1991, 8 IV.2.8). habria cantado / habri cantado en IND 1, cfi. Veiga (1991, 8 IV.2.8).

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irrealidad como si no. Las defensas de atemporalidad, de imprecision de lirnites, de tiempo "amorfo" o "infieri"(inevitable recordar a Guillaume, 1929, p. 31), de nada sino concordancia temporal, etc., que s e g h autores y escuelas se han pronunciado sobre las formas verbales subjuntivas se muestran, pues, invalidadas por 10s mismisimos hechos lingtiisticos.20 La particularidad temporal del conjunto de elementos verbales que expresan el contenido modal subjuntivo es su irnposibilidad de representar todas las oposiciones temporales dotadas de valor funcional en el sistema verbal espafiol. En este punto, el anhlisis detenido del comportamiento funcional de las unidades modales nos revela que es preciso tener en cuenta mas oposiciones en principio remisibles a la categoria general modo que aquella formalmente expresada como indicativo 1 subjuntivo. Una nueva oposicion, +healidad, es combinable con el terrnino subjuntivo de aquella (corno, por otra parte, tambien con el termino indicativo), con lo que hemos de distinguir dos unidades funcionales opuestas en el sistema modal y expresadas arnbas mediante formas subjuntivas: el subjuntivo no irreal y el subjuntivo irreal. La confiontacion entre las posibilidades funcionales de diferenciacion temporal en combinacion con 10s dlferentes contenidos modales se revela absolutamente acorde con la condition relativmente mas o menos marcada de estos contenidos. Asi: a) el contenido modal SUBJ 0 es marcado, como subjuntivo, frente a1 IND 0;este carbter marcado condiciona una primera simplification del sistema de oposiciones temporales, que de nueve, pasa a configurar cuatro unidades dotadas de valor funcional; b) el contenido modal SUBJ 2 es marcado, como irreal, frente a1 SUBJ 0, no irreal,21y, por tanto, dos veces marcado frente a1 IND 0; este caracter doblemente marcado condiciona una simpllficacion aim mayor del sistema de Afortunadamente no somos, ni mucho menos, 10s primeros en defender la expresih de valores temporales propios por parte de las formas subjuntivas. Y en este sentido es obligado, una vez miis, reconocer la claxividencia de Bello (1841, 1847). 21 El caracter no marcado del SUBJ 0 fiente al SUBJ 2 se aprecia tambib en el hecho de que, en caso de producirse la indistincion fonnal entre una y otra unidad modal (lo que tiene lugar en combinacion con 10s enfoques temporales de co-preterlto, pm-pretento, ante-prethrito y pre-pm-preterlto, donde, como ilustra el grafico de 5 3.4, aparecen las mismas formas verbales expresando ambos contenidos modales), la interpretacion d s esponthea de un ejernplo sea la no irreal. Ante la secuencia "me dijo que q d sus primos estuvieran,-sen entonces en la fiesta" (co-preterito), la interpretacion modal que se impone en primer thmino es la de esfuvreran--sen como SUBJ 0, no irreal, mientras se haria necesaria una mayor precision contextual para interpretar la misma secuencia como irreal: "me dijo que quizh sus primos estuvieran--sen entonces en la fiesta si alguien se hubiese acordado de invitarlos" (estuv~eran--sen= no estaban).

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oposiciones temporales, que pasa a configurar tan solo dos unidades dotadas de valor funcional; c) en combinacion con el contenido modal propio del indicativo, las oposiciones kincierto y trreal, en cuyos terminos marcados hallamos respectivamente 10s contenidos IND 1 e IND 2, revelan su diferente jerarquia, ademas de por otras evidencias,22 por el hecho de su diferente influencia en las oposiciones temporales; el IND I determina, como el SUBJ 0, la primera simplificacion, que permite la dlferenciacion de cuatro unidades temporales dotadas de valor funcional; el IND 2, marcado frente al IND 1,23 que, a su vez, lo es frente a1 IND 0, condiciona, como el SUBJ 2, la nueva simpllficacion temporal, que delimita tan solo dos unidades. Nuestro estudio ha podido comprobar que aquel principio de compensacion morfologica al que aludiamos al comienzo de este trabajo (cfr. supra 3 I), que Jakobson recogio de Brondal y cuyo curnplimiento sefialo Mariner Bigorra en el verbo latino, se curnple tambien rigurosamente, a1 menos en lo que se refiere a la influencia de las marcas modales sobre las oposiciones de base temporal, en el sistema verbal espaiiol. Pero a1 mismo tiempo hemos podido comprobar algunos aspectos de sumo interes en la actuation de las oposiciones temporales en combination con subjuntivo, irreal y no irreal, como es el peculiar comportamiento de la oposicion +anterioridad primaria, que "corta" la sustancia de contenido temporal por dos lugares distintos s e g h este actuando sola o acompaiiada de la oposicion que le sigue en jerarquia, provocando una situation de complejidad estructural no facilmente interpretable si no se analizan desde una perspectiva adecuada 10s hechos de distincion funcional.

La oposicion &eal es la thica de las dos que puede combinarse tanto con i n d i c a t ~ ocomo con subjuntivo, lo que apunta a su superioridad jerarquica frente a iincierto, solo fimcional donde previamente se registra el rasgo no zrreal en cornbinacion con indicatrvo. Cfr. tamb i b nota siguiente. 23 El caracter no marcado del IND 1 frente al IND 2 se aprecia tambib en el hecho de que, en caso de producirse la indistincion formal entre una y otra unidad modal (por ejemplo, al emplear cantaria como co-preterito), la interpretation mis espontinea de la secuencia lingiiistica es la correspondiente a1 indicativo de incertidumbre, no al irreal. En efecto, hera de contexto, un ejemplo como "cuando llegaron, serian las cuatro" es interpretado como IND 1 (serian = probablemente eran), mientras se necesita una mayor precision contextual de irrealidad para interpretar el ejemplo como IND 2: "cuando Ilegaron, serian las cuatro si la noche anterior no hubiera sido cambiada la hora oficial" (serian = no eran).

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h g e l e s Carrasco GutiCrrez y Luis Garcia Fernindez Universidad Complutense de Madrid

OBSERVACIONES SOBRE LA CORRELACION DE TIEMPOS EN E S P ~ ~ O L El proposito de este trabajol es tratar algunos aspectos del fenomeno de la concordancia de tiempos desde una teoria relacional del tiempo verbal en linea con la que propuso Reichenbach en 19472 y adopt6 Hornstein posteriormente3, es decir, una teoria que caractence 10s tiempos verbales como relaciones entre puntos de la linea temporal. Las pnncipales conclusiones a las que hemos llegado son, en primer lugar, que la Estructura Temporal Basica (ETB) de 10s tiempos verbales es la misma a lo largo de todos 10s niveles de la derivation y, en segundo lugar, que la concordancia entre 10s tiempos de la oracion matriz y la oracion subordinada se manifiesta en la sintaxis de una lengua como un fenomeno de seleccion cuando su morfologia proporciona las formas verbales necesarias. El trabajo se divide en tres partes. En el primer apartado, describimos el funcionamiento de la regla de concordancia de tiempos que se propone en Hornstein (1990), y en el segundo seiialamos algunos de 10s inconvenientes que deberim impedir su inclusion en la gramkica. Por tiltimo, en el tercer apartado proponemos una solucion para el problema de la concordancia de tiempos. Dedicaremos este trabajo a1 estudio de la concordancia de tiempos en 10s contextos de subordinacion sustantiva de complemento, especialmente, a la subordination de un futuro a un pasado.

1. Consecutio temporum o concordancia de tiempos (CT) es el nombre que tradicionalmente se ha dado a1 hecho de que el verbo de una oracion complemento tenga que estar en un tiempo o en otro s e w el tiempo del verbo principal.

La presente investigation forma parte del proyecto PS91-25 de la DGICYT La esrructura de constituyentes en la gramatica espaiiola. Para distintas observaciones acerca de la teoria de 10s tiempos expuesta en Reichenbach (1947), condtense, entre otros, Acero (1990), Bertinetto (1986), Bouchard (1984), Comrie (1981) y (1985), Declerck (1986) y (1991), Hamann (1987), Hornstein (1990), Oghara (1989), Vikner (1985). Veanse Homstein (1977), (1981) y (1990).

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Angeles Carrasco Gutierrez y Luis Garcia Fernindez

La forma verbal usistira de (la), por ejemplo, denota tiempo futuro respecto del tiempo presente de la oracion principal; la forma verbal usistiriu de (lb), en cambio, expresa tiempo futuro respecto de un tiempo pasado: (1a) Juan asegura que Carlos asistira a la fiesta. (lb) Juan aseguro que Carlos usistiria a la fiesta. Teniendo en cuenta, ademas, que en muchas lenguas no existen Merencias morfologicas entre las formas verbales subordmadas a tiempos pasados o a tiempos que no denotan anterioridad con respecto a1 momento del habla4, y que en no pocas ocasiones se ha considerado que las primeras no son sino transposiciones de las segundas al estilo indlrecto, se ha hablado de una forma c o m h en la Estructura Profunda (EP) para 10s futuros de (la) y de (lb). Este es el caso de Hornstein (1990). En este primer apartado presentamos brevemente su propuesta para seiialar despds, en 2., algunos hechos de 10s que no da cuenta. Hornstein (1990), que sigue en ello muy de cerca a Reichenbach (1947), concibe 10s tiempos verbales como distintas expresiones de la relacion entre tres puntos: el punto del habla (S=Speech), que designa el momento de la enunciacion, el punto del evento (E), que refiere al tiempo en el que se localiza el evento denotado por el predicado verbal, y el punto de referencia @)5, que se corresponde con el interval0 de tiempo relevante con respecto a1 cual el hablante sitin en la linea temporal el punto del evento Las Estructuras Temporales Bhicas que propone son las siguientes (el guion indica relacion de sucesion, la coma de simultaneidad) 6:

Vkanse Comrie (1985) y (1986) y Ogihara (1989). Reichenbach (1947) toma de Jespersen (1924, pp. 262-263) la idea de que tiempos como el pluscuamperfectoy el futuro perfecto precisan para su mterpretacion de una entidad t&rica distinta de las representadas por 10s tiempos del habla y del evento. Su originalidad consiste, sin embargo, en haber introducido lo que el denomina punto de referencia en las estructuras temporales de todos 10s tiempos. Hornstein (1990, p. 113) propone que el orden en la relacion de simultaneidad entre S y R sea una opcion paramhica de las lenguas y que tal eleccion determine el orden de la relacion entre R y E. Asi, la relacion (S,R) implica (R,E) y (R,S) implica (E,R). El inglks y el espaiiol optan por la opcion (S,R), lo que determina que el presente pueda ser modificado por un adverbio de futuro per0 no por un adverbio de pasado, puesto que un adverbio no puede alterar el orden de la ETB: (i) Juan llega maiiana. (ii) *Juan llega ayer. (cf Hornstein 1990, p. 106)

Observaciones sobre la correlacion de tiempos en espaiiol (2)

(S,R) (R,E) presente (R-S) (E,R) indefinido (S-R) (R,E) hturo (S,R) (E-R) preterit0 perfecto (S-R) (E-R) futuro perfecto (R-S) (E-R) pluscuamperfecto (R-S) (R-E) futuro en el pasado7 (S,R) (R-E) futuro proximo.

En la EP, a la forma verbal asistira de (la) y a la forma verbal asistiria de (lb) les corresponde, siempre s e g h este autor, una misma ETB, la del futuro en (2). No obstante, para explicar la distinta interpretacion que reciben (la) y (lb), Hornstein idea un mecanismo o regla de CT que consiste en reproducu la ETB del verbo subordinado bajo la ETB del verbo matnz y asociar despds el punto S del primer0 con el punto E del segundo,8 como se indica en (3a) y en (3b)9:

(3b) El, R1-S1 S2-R2, E2

E l , R1, S1

CT

I

S2-R2, E2

Las de la izquierda son las ETBs, en la EP, de las formas verbales asegura y asistirb de (la) y de aseguro y asistina de (Ib), respectivamente, las de la

*

Hornstein no es nada claro a la hora de determinar la ETB que le corresponde a la forma verbal would attend ("asistiria"). Por un lado, agrupa a would en el segundo capitulo con 10s verbos modales del ingles y le asigna la ETB de un presente; en el tercer capitulo, sin embargo, incluye en la relacion de tiempos posibles en las lenguas naturales la ETB correspondiente a1 hturo en el pasado: (R-S) (R-E), per0 no dice si dicha estructura es la de la forma verbal mglesa equivalente a la espaiiola mrstiria. Si la ETB (R-S) (R-E) correspondiera a la forma verbal would attend, seria muy diiicil determinar en que contextos dicha forma corresponde a un futuro sometido a la regla CT o a un hturo en el pasado desde la base; sobre todo teniendo en cuenta que si aceptamos la opcion del futuro en el pasado, i n explicamos todos 10s hechos que Hornstein explica con la aplicacion de la regla CT s complicar la g r 4 t i c a ulterioxmente. En lo que sigue, con el n h e r o 1 mdicaremos que nos estamos refiriendo a la oracion principal y con el 2 que nos estamos refiriendo a la oracion subordinada. S e g h Hornstein (1990, pp. 169-170), este mecanismo es reflejo de la relacion sintactica de reccion que elriste entre las posiciones de V1 y FLEX2, que proporcionan 10s puntos temporales E l y S2, respectivamente.

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Angeles Carrasco Gutierrez y Luis Garcia Fernandez

derecha son sus Estructuras Temporales Derivadas, es decir, las que dan cuenta de la relacion especifica en que se hallan dos o mas ETBs. La asociacion entre dos puntos temporales si@ca que tienen que interpretarse como contemporineos. Es por ello por lo que, aun siendo la ETB de usistira y de asistiria la misma, la asociacion de S2 con el punto del evento de la oracion principal conlleva que E2 se interprete como posterior a un evento que se localiza en un tiempo que es simultineo con el momento del habla en (la) y que es antenor a1 momento del habla en (lb). En (lb), ademas, la presencia de un evento que se mide desde un tiempo que es anterior a1 momento del habla provoca, en lenguas como el ingles y el espaiiol, el cambio morfolo~coque experimenta el verbo subordmado en el paso de la EP a la Estructura Superficial (ES). Por dtimo, oraciones parecidas a la de (4) (cfr. John said that H a n y will leave, p. 128), en las que el verbo subordinado no experimenta cambio morfologico alguno en el paso de la EP a la ES, a pesar de que E l es anterior a1 momento del habla, llevan a Homstein a a f m a r que la regla de CT no se aplica de forma obligatoria y que S2, por lo tanto, no se interprets como contemporheo de El, sino que denota el momento del habla: (4)

(??) Juan aseguro que Carlos asistira a la fiesta

2. El primer inconveniente que vemos en la propuesta de Homstein (1990) para explicar la CT es el de haber postulado que la ETB de 10s verbos subordinados a un pasado o a un tiempo no pasado es la misma. Volviendo a nuestras oraciones de (la-b), si mantenemos que la ETB de 10s verbos subordinados de dichas oraciones es la misma y, en consecuencia, que una ETB en la EP puede corresponderse con m h de una forma verbal en la ES, dependiendo de si la regla de CT ha actuado o no, tendriamos que admitir, asimismo, que a una forma verbal en la ES puede corresponderle mas de una ETB en la EP puesto que la forma verbal asistinh aparece tambien en oraciones a las que la regla de CT no se aplica. Considerese, por ejemplo, (5): (5)

Eran las nueve de un frio lunes de abril. Pepe asistiria poco despds a un acontecimiento memorable;

dado que la regla de CT solo se aplica a las oraciones complemento, a la forma verbal asistin'a de (5) no puede corresponderle la ETB de un futuro. En segundo lugar, el argument0 mas importante en favor de que el verbo subordinado experimenta un cambio morfologico en el paso de la EP a la ES cuando El precede a1 momento del habla es, s e w Hornstein, que el verbo subordmado

Observaciones sobre la correlacion de tiempos en espaiiol

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mantiene en la ES las mismas propiedades que tenia en la EP. Una propiedad del tiempo futuro es la de que puede ser modificado por el adverbio maiiana. Asistiria es posible en (6b), entonces, porque tiene la misma ETB que el verbo de (6a): (6a) Carlos asistira mafiana a la fiesta. (6b) Juan aseguro que Carlos asistiria mafiana a la fiesta; sin embargo, del contraste que observamos en (7a-b) se deduce que las formas mistira y mistinh no pueden ser modificadas por 10s mismos adverbios. En terminos de la teona de Homstein, lo que esto ~ i ~ c a r esi aque sus ETBs son distintas: (7a) *Carlos asistira ayer a la fiesta. (7b) Juan aseguro que Carlos asistiria ayer a la fiesta. Seiialamos aqui simplemente que Homstein (1990, p. 123) juzga agramatical la frase inglesa correspondiente a (7b) en contra de cuantos juicios hemos podido recoger de nativos de esta lengua. En tercer lugar, si el cambio morfologico del que habla Homstein fuera una opcion parametnca que en lenguas como el ingles o el espaiiol se desencadenara por la presencia de un E l anterior al momento del habla, en la oracion complemento de (8) deberia aparecer la forma verbal ordenara, en lugar de la forma verbal ordenaria, dado que la ETB del verbo principal es la de un presente: (8)

Ese ensayo asegura que el 8 de diciembre de 1978 el presidente se dirigio a1 Parlamento y que poco despues ordenaria el acantonamiento de las tropas.

Por dtimo, si sigueramos manteniendo que 10s verbos subordinados de (la) y (1b) tienen la ETB de un futuro, tendriamos que ignorar algunas de las diferencias interpretativas que se denvan del hecho de que un futuro tenga el punto de referencia en el pasado o que se mida respecto del momento del habla. Por ejemplo, habria que pasar por alto que solo la forma verbal subordinada de (9b) recibe una interpretation temporal. La forma verbal subordinada de (9a), por el contrario, constituye un ejemplo de lo que algunas de nuestras gramaticas denominan futuro de probabilidad; esta es la causa, precisamente, de que (9a) resulte semhticamente anomala cuando el verbo matnz indica, como megurar, certeza acerca del contenido de la comunicacion por parte del sujeto (cf. Juan dice que Pepe estara con Ana en este momento): (9a) (??) Juan asegura que Pepe estara con Ana en este momento.

Angeles Carrasco Gutierrez y Luis Garcia Fernhdez (9b) Juan aseguro que Pepe estaria con Ana en este momento. Tanto este hecho como 10s problemas que planteabamos en 10s phafos inmediatamente anteriores nos parecen 10s suficientemente relevantes como para dudar de la existencia de una h i c a ETB para 10s futuros de (la) y (lb). El otro aspect0 de la propuesta de Hornstein que aqui queremos destacar es el de la opcionalidad de la regla de CT. La razon por la que en 3. buscaremos otra explication para la relativa aceptabilidad de oraciones como la de (4), en la que, s e w Hornstein, S2 no se asocia con El, es que existen oraciones como la de (lo), que son agramaticales y ello parece tener que ver con que el tiempo del verbo matriz es un pluscuamperfecto y no un indefinido: (10) *Juan habia asegurado que Pepe asistira a la fiestalo. En el sistema de Hornstein, no resulta evidente como poner en relacion el hecho de que la regla de CT se aplique opcionalmente y que su no aplicacibn pueda provocar la agramaticalidad de una oracion segim el tiempo del verbo principal. Lo que nosotros sugeriremos es que, en el nivel en el que se lleva a cab0 la interpretacion, se produce en la oracion de (4) una neutralization de la diferencia temporal que existe entre el indefinido y el preterito perfecto, neutralizacibn que nunca se puede producir entre preterito perfecto y pluscuamperfecto. 3. Para resolver 10s problemas que plantea la regla de CT de Hornstein (1990), nuestra propuesta consiste, en primer lugar, en sostener que las ETBs de 10s tiempos verbales son las mismas a lo largo de todos 10s niveles de la derivacion; es decir, que a las formas mistira y mistina les corresponde desde la EP, respectivamente, la ETB de un futuro: (S-R) (R,E), y de un futuro en el pasado: (R-S) (R-E). Esta es la razon, no solo de que puedan ser modlficadas por adverbios distintos, sino tambien de las dderencias interpretativas seiialadas con respecto a (9a-b). Notese que si el futuro del pasado puede ser m o ~ c a d opor adverbios que denotan un tiempo anterior, simultheo o posterior a1 momento del habla, como ayer, en este momento o mafianu (cf. (7b), (9b), (6b)), ello se debe a que, s e g b su ETB, la posicion del punto E con respecto a1 momento del habla no est5 determinada. En segundo lugar, enunciaremos una regla que asegure que la oracion principal y la oracion subordinada compartan la relacion (R S). Tres son las posibles combinaciones de S y R: (R-S), (S,R), (S-R); per0 solo la primera establece restricciones sobre el tiempo de la oracion subordinada. lo

Tampoco en ingles esta oracion es gramtical s e g h Tim Stowell (comunicacionpersonal).

Observaciones sobre la correlation de tiempos en espaiiol

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Intultivamente no esperamos que la relacion (S,R) que indica el presente y que representa un punto y no un interval0 de la linea temporal, pueda imponer ningh tipo de restriction sobre la oracion subordinada. Esto es lo que explica la presencia de la forma verbal ordenaria en (8). En cambio, si que esperariamos que la relacion (S-R) impusiera restncciones, del mismo mod0 que, como veremos ahora, las impone la relacion (R-S). Lo que ocurre en espaiiol es que no existen tiempos que expresen morfolo@camente la anterioridad, la simultaneidad y la posterioridad en el futuro, como demuestra el hecho de que para expresar tales relaciones hayan de emplearse respectivamente 10s preteritos del presente, el presente y el futuro: (1 1) La semana que viene nos contara que ha estado 1 estuvo enfermo. (12) La semana que viene nos contara que esta enfermo. (13) La semana que viene nos contara que no podra venir. No nos ocuparemos aqui del problema de interpretacion del futuro perfecto. Sefialaremos imicarnente que, en 10s contextos de subordination sustantiva de que nos ocupamos y como muestra el contraste de (14) y (1 5), un futuro perfecto subordmado no puede nunca expresar un evento anterior a1 del verbo principal futuro que lo subordina, es decir, el futuro perfecto no indica anterioridad en el futuro en estos casos: (14) Juan nos contara maiiana que en Navidad ya habra terminado la tesis. (15) *Juan nos contara en Navidad que maiiana ya habra terminado la tesis. Asi las cosas, la CT se aplica en espaiiol imicarnente en el pasado porque solo en tal esfera temporal existen tiempos que expresen morfolo~camentela anterioridad (pluscuarnperfecto), la simultaneidad (imperfecto) y la posterioridad (condicional). Podemos entonces enunciar la siguiente regla de CT: (16) Si un verbo subordinante posee la relacion (R-S), impone tal relacion a1 verbo subordinado. La regla de (16) es la realizacion en espaiiol de una regla mas abstracts y de caracter universal que obliga a la oracion subordinada a copiar la relacion (S R) de la oracion principal, siempre y cuando exista la morfologia adecuada para ello.

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Angeles Carrasco Gutierrez y Luis Garcia Femindez

Veamos ahora bajo la perspectiva de esta regla dos de 10s ejemplos que planteaban problemas para Hornstein. El problema de (lo), repetido aqui como (17), queda inmedlatamente resuelto, puesto que la ETB del futuro es (S-R,E) y viola la regla (16): (17) *Juan habia asegurado que Pepe asistira a la fiesta. Veamos ahora el problema que planteaba el juicio sobre la gramaticalidad de (4) con un indefinido en la oracion principal y un futuro en la subordmada y enriquezcamos el paradigma con otros datos: (18a) (??) Juan aseguro que Carlos asistira a la fiesta. (18b) Juan *juro I %enso I *creyo que Carlos asistira a la fiesta. Comparemoslos con 10s del siguiente paradigma: (19) Juan ha asegurado 1 ha jurado 1 ha creido 1 ha pensado que Carlos asistira a la fiesta. Si suponemos con Hornstein (1990) que las ETBs del indefinido y del preterito perfecto son, respectivamente, (E,R-S) y (E-S,R) explicamos inmediatamente la agrarnaticalidad de (18b) frente a la aceptabilidad de (19) puesto que en el primer caso, pero no en el segundo, se viola la regla que obliga a compartir la relacion (R-S). Lo que es muy interesante es que con 10s verbos de discurso directo, como el de (18a), el futuro subordinado resulta aceptable o, en cualquier caso, m h aceptable que en 10s casos de (18b). Ello se debe a que la relacion existente entre el complemento y el verbo de preferencia permite a1 hablante eludir el requisite estructural de identidad en la relacion (R-S) siempre que la vigencia del discurso subordinado en el momento del habla lo permita. De ahi, que incluso aquellos hablantes para quienes (18a) es gramatical no acepten una oracion como la de (20): (20) *Juan aseguro hace dos aiios que Pepe asistira a la fiesta Observese, sin embargo, que la oracion de (17) con un futuro subordinado a un verbo de discurso directo en pluscuarnperfecto es agramatical. Efectivarnente, parece que solo es posible elurllr la regla de (16) cuando el tiempo del verbo principal permite la neutralization temporal con el preterito perfecto, que es el tiempo que, por la posicion de R con respecto a S, indica relevancia del evento en el

Observaciones sobre la correlation de tiempos en espaiiol

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momento del habla. Si asumirnos, como hemos hecho mas arriba, las siguentes ETBs: (21) E-R-S E, R-S E-S, R

(pluscuamperfecto) (indefinido) (perfecto)

es facil observar que el pluscuamperfecto no puede nunca neutralizarse con el preterito perfecto porque perderia su sigmfkado esencial de pasado en el pasado. La neutralizacion es posible, en cambio, entre el indefinido y el preterito perfecto porque arnbos son pasados en el presente. Hay otros datos que confirman la neutralizacion entre el preterito perfecto y el indefinido. En algunos casos, el indefinido se usa con 10s adverbios que incluyen el momento de la enunciation, que son 10s que modifican habitualmente al pretento perfecto: (22) (?)Lo vi esta maiiana / (??) Lo vi hoy. Otras veces es el preterito perfecto el que se usa como si se tratase de un indefinido. En primer lugar, en espaiiol, se pueden constmr ejemplos en 10s que un presente perfecto es modificado por un adverbio temporal que no incluye el momento del habla: (23) (??) Juan lo ha visto ayer. En segundo lugar, en frances, italiano y rumano hablados, y en algunas varieda-

des del a l e m h el presente perfecto ha suplantado a1 preteritoll. Por dtimo, la perifiasis de haber y participio se emplea para denotar tiempo pasado en las formas no finitas del verbo: (24) Juan larnentara no haber asistido a la fiesta.

l1 Vease Comrie (1976, p.53)

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~ n ~ e l Carrasco es GutiCrrez y Luis Garcia Fernindez

4. Conclusiones

En 10s apartados 1. y 2., hemos expuesto la regla de CT propuesta por Hornstein (1990) y hemos dado argumentos en contra de su inclusion en la gramatica. En el tercer apartado, hemos asumido que las ETBs de 10s tiempos verbales son las rnismas a lo largo de todos 10s niveles de la derivation, simplificando considerablemente de este mod0 la gramatica y hemos propuesto tratar 10s fenomenos de correlacion de tiempos como un fenomeno de seleccion de rasgos entre la oracion principal y la subordinada.12

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l2

Para un tratamiento sintactico de estos problemas vease Carrasco y Garcia (en prensa)

Obsewaciones sobre la correlation de tiempos en espaiiol

71

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Maria Jose Serrano Universidad de La Laguna (Tenerife)

VARIACION SINTACTICA Y MODALIDAD VERBAL Nuestro trabajo se centra en el analisis de la altemancia modal (indlcativo, subjuntivo y condlcional) en las oraciones condicionales tomando como referencia la comunidad hablante de La Laguna (Tenerife).' Hemos distingwdo cuatro tipos de oracion condicional conforme a lo que postula la tradicion grarnaticalz y nuestro proposito es demostrar que es posible un analisis sintactico en el seno del variacionismo laboviano para cuyo efecto articularnos una metodologia que nos permita considerar que estamos trabajando con variantes sintacticas que aluden al mismo valor de verdad o referencial (Serrano, 1993a, 1993b, 1993c, 1994). Las variantes encontradas -de acuerdo con esto- son las que a continuacion describimos.

'

Escogimos 34 hablantes segfm un muestreo intencionado o predeterminado. Se reparten 10s informantes en tres generaciones (la: 20-34, 2a: 35-54, 3a: 55 en adelante), cuatro niveles socioculturales(bajo, medio-bajo, medio-alto y alto) y 10s dos sexos. El period0 hipot6tico puede construirse de distintas maneras de mod0 que se acerque o se aleje miis a la realidad. Como su nombre indica, una oracion hipotktica no podra ser j d s real en todo el sentido del termino, puesto que sus presupuestos se s h h en el mod0 de la irrealidad, de la hipotesis o de la conjetura. Las clasificaciones en reales, contingentes e irreales e s t h tomadas en un sentido figurado, en un context0 de irrealidad. Las divisiones suelen hacerse entre real/irreal y real/potencial/irreal. Esta cuestion ha sido analizada con bastante rigor por Contreras (1963, pp. 39-63) quien hace un inventario de 10s gramiiticos que consideran la primera division (RAE, Cejador, Garcia de Diego, Lem, Keniston, Spaulding, Brunot, Wagner, Wartburg-Zumthor y Battaglia Pernicone) y 10s que apoyan la segunda (Seco, De Boer y Sandfeld). Otros autores que prefieren la division dicotomica son Camproux (1952), Polo (1971), Hernbdez (1970) y Gili Gaya (1976). No tendriamos nada que objetar a esta idtima clasificacion si pudiCramos ceiiimos a un plano estrictamente teorico en el cual todas las hipotesis heran probables o improbables, pero este esquema resulta insuficiente en la realidad del discurso en el cual la cantidad de matices de probabiidad que aparecen requiere una clasificacion d s amplia, r a d n por la cual hemos tomado la clasificacion tricotomica (con la subclasificacion de irreales no referich a1 p a d o e irreales referidns a1 parado).

Maria Jose Serrano 1. Ejemplos

A. Oraciones reales

(1)

Si no tienes agua, no puedes lavar

Indicative-condicional: 2)

Si tengo que salir, no me quedaria mas remedio que salir

Indicativo-mfmitivo: (3)

Si me lo piden, dhrselo porque para mi es como si me lo quedara yo

B. Oraciones potenciales Subjuntivo-condicional (4)

Si me dieran tres meses de vacaciones, me iria a dar la vuelta por el mundo.

Subjuntivo-indlcativo (5)

Si mi hijo suspendiera, no lo dejaba que repitiera curso.

Indicativo-indicativo (6)

Si me quedaba tan poco tiempo, pues me resignaba.

C . Oraciones irreales refendm a1 no-pasado Subjuntivo-condlcional (7)

Si tuviera un hljo, me gustaria mas.

Indicative-indcativo (8)

Si veia un extraterrestre, salia corriendo.3

El indicative en la pr6tasis y en la apodosis es la variante vemacula de esta c o d d a d de habla que esta siendo sustituida por la fonna perteneciente a1 espaiiol esthdar (Smano 1993 f ) .

Variacion sintactica y modalidad verbal D. Oraciones irreales referidas a1 pasado

(9)

Si habia ganado ese partido, habiamos hecho una f i e ~ t a . ~

(10) Si hubiera sido m b joven, haria todo lo que no hlce Este analisis podria enmarcarse dentro de lo que Lavandera denomina "variation significativa" (1984, pp. 13-14), puesto que refleja una eleccion funcional por parte de 10s hablantes dmgda a servir sus propositos comunicativos. Sin embargo, se dan chferencias considerables entre el enfoque propuesto por Lavandera y el que aqui presentamos (Serrano 1992a). Se parte, en primer lugar, de contextos especificados (reales, potenciales, irreales de no-pasado e irreales de pasado), lo cual obvia 10s problemas expuestos por la autora de que el s i d ~ c a d ode cada forrna este condicionado por el contexto (1984, p. 27). Por consiguiente, cada forrna no podra ~ i ~ cuna grado r distinto de que la posibilidad expresada por la accion llegue a curnplirse, puesto que dicha probabilidad esti ya especificada por el contexto. Hay que especificar que este se delimito con anterioridad a la variante. Las variantes, por tanto, esthn situadas en el mismo plano comunicativo; es por esta razon por la cual se debilita el problema planteado por Lavandera de que dos hablantes elijan entre ~ i ~ c a d distintos o s (1984, p. 34). A1 haber delimitado el contexto, del mod0 ya especificado, la eleccion de distintas formas se proyecta en un k e a mucho mas restringda, lo cual facilita el analisis de las variantes puesto que las posibles dlferencias de si&icado son menores. De esta forma, las oraciones insertadas en este marco contextual poseen rasgos comunes en cuanto a1 grado de probabilidad, por lo que constituyen variantes de un mismo conjunto de equivalencias, tomadas, en este caso, a partir del contexto. Salvados 10s problemas de creacion de la variante, y despues de consid e r y~ analizar la referencia de cada situacion comunicativa para establecer sus lirnites, es necesario estipular en que sentido se ha tomado el concept0 de si&cad0 para poder estipular que verdaderamente estarnos ante variantes de un mismo elemento subyacente y que las condiciones de verdad no han sido alteradas.

El pluscuamperfecto de indicative en la protasis y en la apodosis de las oraciones irreales referidas a1 pasado es la forma vemacula de esta comunidad de habla que a1 igual que su correlato simple, esta sufiiendo un proceso de cambio desde arriba (Serrano y Almeida 1993).

76

Maria Jose Serrano

Partimos de la base de que las variantes, formadas de modos y tiempos Merentes, consideradas aisladamente, y si atendemos a su sigdicado invariante y primario, no pueden ser sinonimas. Sin embargo, no es legitirno considerar este tip0 de si&icado en estudios variacionistas, porque se contradlria con el concepto mismo de variacion remitiendonos a1 caracter inrnanente del lenguaje. Un rnismo sigdicado puede estar condicionado y, por consiguiente, servir a propositos comunicativos dlferentes. Se necesita, pues, de la incorporacion de otros rasgos definitorios del concept0 de ~ i ~ c a c i oa nestos niveles, o, como dijimos, elegir el tip0 de sigtllficado adecuado para cada estudio. Como correlaciones de modos, y tal como especlfica Narbona (1990), el significado de cada uno esth conhcionando a1 otro. Estamos, por consiguiente, ante una interrelacion sinthctica, palpable ya desde el mismo analisis lingiiistico de las rnismas. Hemos observado que el tiempo que aparece en la protasis esth fuertemente determinado por el de la apodosis a traves de 10s rasgos que condicionan su aparicion. Es crucial, por consiguiente, contemplar la correlacion de modos en la descripcion de estas oraciones, cuestion que ya fue advertida por Lavandera (1975). Ahora bien, a estas variantes que aluden a la misma referencia en cuanto a1 grado de probabilidad (reales, potenciales, irreales de no pasado e irreales de pasado) cabe, tal como propone Lavandera, aplicar una comparabilidad@ncionu1 con un posterior debilitamiento del si&lcado (1984, p. 45). Dicha comparabilidad funcional (que la Ilevo, aunque no lo parezca, a cuestionarse las diferencias sigmficativas de las variantes sinticticas) remite a la circunstancia de que 10s sigmficados son, realmente, diferentes. De esta forma, la funcionalidad serviria como metodo causal, azaroso y poco util de unificar la sigdicacion pertinente para cada conjunto de equivalencias. Es cierto que la alternancia de formas es comparable, per0 esto no nos aporta demasiado. Las caractensticas inherentes a cada mod0 ([+asertividad] para el indicativo y [-asertividad] para el subjuntivo) no se toman en nuestro trabajo de mod0 tan estricto como lo hizo Lavandera en su trabajo "El cambio de mod0 como estrategia de discurso" (1990). Las diferencias de asertividad o de realidad se neutralizan en cada contexto, puesto que la forma se adecua a1 mismo (y no el contexto a la forma). Es por esta razon por la que, por ejemplo, el indicativo (tradicionalmente mod0 de la realidad) tiene la capacidad de describir juicios con valor irreal. Tiene razon Lavandera cuando estima que la modalidad [+asertiva] y [-asertiva] se combina con la expresion lexica en el contexto cercano

Variacion sinthctica y modalidad verbal

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Por todo esto, dicho debilitmento del siNcado debe ser sustituido por una actualizacidn del mismo sin que haya necesidad de remitirse a la comparabilidad funcional. Dicha actualizacion (consecuencia de que el simcado es product0 de una actividad) se basa en lo siguiente: a) hay que dejar establecido que 10s modos, en este contexto, minimizan sus rasgos asertivos y dan lugar a otros que propician la referencia precisa (real, potencial, etc.) b) el indlcativo toma el sentido hipotetico y el condlcional, como participante de ambos rasgos, pone su acento en la irrealidad. c) deben utdizarse elementos pertenecientes a la pragmatica o a1 contexto de situacion. En este caso concreto, aunque el contexto ya precisa la situacion comunicativa (cada mod0 se acomoda al contexto), la pragmatica, integrada en la sigtuficacion W s t i c a , nos permite idenhficar esos sigtuficados para una misma intencion de habla, sirviendo a la misma referencia. Podria pensarse que dentro del conjunto de variantes que se utilizan para la expresion de cada tip0 de condicional hubiese mayores o menores grados de probabilidad motivados por la eleccion de cada mod0 de la protasis y de la ap& dosis. Esto no tiene por que ser asi: si estas variantes han semido para crear este tip0 de oraciones es porque funcionan en este contexto de manera similar. Lo que si cabe esperar es que 10s matices aportados por cada forma verbal varien. La ubicacibn de las formas en el contexto esti regulada: el sigdicado se acomoda al contexto. No es que las formas hayan cambiado su si&icacion, sino que la han actualizado para la situacion. Las condiciones de verdad, por tanto, se mantienen intactas, puesto que las formas alternan en funcion de la misma referencia. La irnplicatura bkica es el grado de probabilidad correspondiente a cada tipo de oracion condicional. En lo que se refiere a las caracteristicas extralingiiisticas sera relevante la correlacion con fenomenos de indole social, lo cual vendria a ~ i ~ c atalr como , estipula Lavandera (1984, p. 34), que distintos sectores de la comunidad lingiistica utilizan diferentes convenciones para presentar la misma mformacion referencial, o que para el mismo grado de probabilidad se producen dderentes variantes en 10s distintos grupos sociales. Todo esto, sin embargo, no quiere decir que la neutralization sea absoluta para todas las formas verbales. Es posible que, debido a caracteristicas varias, no neutralicen en ciertos contextos.

Maria Jose Serrano 2. Neutralizaciones

Del conjunto de las correlaciones de oraciones reales, son neutralizables en este context0 todos 10s casos con excepcion de 10s que se formulan con el imperativo en la apodosis (4% del total):

(1 1) Si no quiere trabajar, que estudie. *Si no quiere trabajar, estudiaria / estudia / estudiar. (12) Si hay lluvia o eso, que se abrigue y que salga. *Si hay lluvia o eso, se abriganh I se abriga / abrigarse. El imperativo, por su naturaleza sintActica y semhtica, no es tan proclive a altemar en 10s mismos contextos que el indlcativo, el condicional e, incluso, el infinitivo, puesto que esta forma expresa mandato y obligacion y ademas esth condicionada por la aparicion de la particula que.

B. Potenciales Tambien en las potenciales es posible la neutralizacion de todas las variantes, puesto que el condicional y el indlcativo (bajo sus formas de presente y de imperfect~)alternan para la misma referencia. Igualrnente el subjuntivo en la apodosis, correlacionado con la misma forma en la protasis, es susceptible de neutralizacion en gran medida por el si&icado lexico de verbos como poder, deber, tener, y otros:

(13) Si estuviera ma1 pagado, pudiera lpodria ser. (14) Si te lo recomendaran, debieras I deben'us ir.

C . Irreales referidas a1 no p a a h A dlferencia de las potenciales, no se incluyen aquellos casos de condicional en la protasis porque consideramos, a raiz de las conclusiones de 10s trabajos realizados por Lavandera (1975) y Silva-Corvalh (1989), que esta forma atenuaba el grado de probabilidad; por lo tanto dejarian de ser irreales de no pasado y se convertirian en potenciales (Serrano 1992b; 1992~).Las oraciones con imperfecto de subjuntivo en la apodosis, a pesar de que el tipo de verbo (asi como otras caracteristicas) parecen imprimen mayor grado de irrealidad (Serrano 1991-92; 1993 f), tambien alternan con el condicional(14% del total):

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(15) Si hubiera un poquito m h de respeto, estuviiramos / esta-

riamos un poquito m b garantizados.

(16) Si a mi me diesen tres meses, estuviera / estanh encantado.

D. Irreales referidas a1 pasado En las irreales de pasado se produce simplification de 10s tiempos compuestos. Esta simpllficacion, aunque pudiera parecer lo contrario, no redunda en el sentido de la referencia puesto que el tiempo compuesto de la protasis posibilita la conservacion de la perspectiva pasada. Por esta razbn, y si bien 10s casos de sirnpllficacion de la forma compuesta en todos 10s modos son muy numerosos, son neut r b b l e s en el discurso: (17) Si hubiese tenido doce hijos, nunca tendria / habria tenido ni para comer. (18) Si hubiese ganado Espaiia, pues me gustaba / me habia gustado. (19) Si hubiese tenido doce hijos, nunca tuviera 1 hubiera tenido ni para comer.

Una vez examinadas las neutralizaciones de las variantes en el discurso es posible deterrninar las variables y proceder a su estudio. Con este procedmento hemos querido demostrar que es posible emprender un d s i s variacionista sinthctico que pennita extraer conclusiones esclarecedoras acerca del funcionamiento del mod0 verbal. A partir de una metodologia como la aqui presentada es posible analizar las variantes y sus correlaciones con fenomenos de naturaleza social, lo que nos contribuira en medida considerable a la teoria grarnatical.

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Maria Jose Serrano

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Gerda Hal3ler Universidad de Potsdam

EL VALOR CITATIVO DE LAS FORMAS VERBALES En este articulo me propongo ilustrar la presencia del hablante en la grarnatica, a traves del fenomeno de la subjetivizacion de 10s sigmficados en algunas formas verbales. En la medda en que el lenguaje es un hecho social, es esencialmente un conjunto de voces diferentes. Usar el lenguaje si&ica tambien usar las palabras de 10s otros. Siguiendo una tradicion francesa (Cf. Ducrot 1972 y Ducrot 1980), este fenomeno esta analizado en 10s trabajos de Graciela Reyes (Reyes 1985 y Reyes 1990) en terrninos de polifonia. Veremos que lo que dice sobre el valor citativo que toma sobre todo el preterit0 imperfect0 del indicativo en textos literanos, no se limita a la literatura sino que es generalizable a otros regstros del espafiol. Nuestros entomos cognitivos solo coinciden parcial y hasta cierto punto imprevisiblemente. La expresion de la incertidumbre sobre el conocimiento de lo que se enuncia esth codficada en muchas lenguas mediante formas especiales. Estas lenguas poseen particulas, o morfemas, para indicar que el hablante no tiene expenencia directa sobre lo que firma (eviakntials, quotatives o logophonsche Fonnen 'citativos', Cf. Roncador 1988). El espaiiol carece de morfemas especiales para indicar que lo a f i i a d o procedia del testimonio oral o escrito de otro y no de la o b s e ~ a c i o ndirecta del hablante. Si queremos advertir que lo que decimos nos lo dijo otro y asi no nos responsabilizamos enterarnente de su verdad o falsedad, podemos indicarlo explicitamente. Asi dos estructuras formalmente identicas como (1) y (2), que consisten en una oracion principal y una subordinada objetiva,

(1) (2)

F'rometo que ire. F'rometi que iria.

se distinguen claramente por su valor representativo: (1) es una promesa, y (2) refiere un act0 de habla, en estilo indirecto, representando su contenido proposicional (y, quiza, en parte, la f o m a literal que tuvo la promesa). Muchos elementos gramaticales, no solamente las formas verbales, presentan varios sigmficados que se derivan de mas de una funcion: pueden servir para transmitir informacion y para mostrar la actitud del hablante, o para transmitir informacion y tambien contribuir a la textualizacion del mensaje. La expresion ya que,

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por ejemplo, es una conjuncion causal como porque, per0 su fimcion argurnentativa es peculiar: presenta la causa como un hecho conocido, ya mencionado antes en el discurso, es decir, no solo apunta a1 mundo, sino tambien a1 discurso. Ciertos adverbios de mod0 no solamente modlfican el predicado de la oracion. El hablante que usa la expresion evidentemente admite de forma implicita que lo que dice esta sujeto a duda o puede estarlo. El s i m c a d o de evidentemente, como aparece en el diccionario (Maria Moliner, Diccionano de uso del espafiol: "tan claro que resulta indudable o innegable"), no basta para explicar su valor de uso. Todo discurso forma parte de una historia de discursos. Todo discurso es susceptible, a su vez, de ser injertado en nuevos discursos, de formar parte de una clase de textos, del corpus textual de una cultura. De un mod0 metaforico podemos decir que citar es poner entre comillas. El discurso literario es un mundo entre comillas (Reyes 1985, p. 38). Como cita, el lenguaje literario es lenguaje mostrado en su act0 de fimcionar como lenguaje en discurso, y no solo representa mundos posibles sino tambien, lenguajes posibles. Lo iterativo es constitutivo del ser del signo y del discurso. Un act0 de habla es susceptible de convertirse en una imagen dentro de otro act0 de habla. Esta representatividad es el pivote de la economia discursiva. La intertextualidad, junto con la coherencia, la adecuacion, la intencionalidad comunicativa, es requisito indispensable del funcionamiento discursivo (Beaugrande/Dressler; Reyes 1985, p. 42). Esta intertextualidad no es mas que la reactivacion de la intertextualidad esencia1 de toda actividad lingiiistica: sin discursos previos, cualquier discurso es incomprensible. Pero es mas importante obsemar que las citas no literanas tampoco tienen siempre un original, ya que, tantas veces, citamos palabras posibles o inventadas. Llamaremos citacidn a la operacion que consiste en poner en contacto dos acontecimientos lingiiisticos en un texto, a1 proceso de representacion de un enunciado por otro enunciado (Reyes 1985, p. 58). Pero 10s terminos cita, citacidn, citativo pueden dar lugar a confusion, sobre todo si se entienden como sinonimos de repeticidn, en lugar de entenderse como la puesta en contacto entre dos textos, realizada por medio de a l g h grado de representacion del primero por el segundo. Entendemos intertextualidad en el sentido mucho mas amplio de 'evocation de otro texto', donde evocacidn incluye la repetition mas o menos literal y tambien toda clase de reproducciones, y texto quiere decir, tanto un enunciado efectivamente producido como asi tambien un presupuesto. La imagen verbal de otro objeto verbal, real o inventado, anterior, posible, futuro, nunca sera completa y fiel, ya que su produccion se efecth mediante una inevitable recontextualizacion del texto citado.

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Las citas literarias por imitacion, copia, alusion, parodia, y todos 10s mecanismos para citar palabras, tanto en el relato literario como en la lengua coloquial, ofrecen al& tipo de representacion del texto y situation de enunciation originales (Reyes 1985, pp. 60-65). En El otoAo delpatriarca, Graciela Reyes descubre, en el ritmo y las palabras, la imagen de 10s versos de Dario: (3a) ...vio sin ser visto a1 minotauro espeso cuya voz de centella marina ...lo dejo flotando sin su permiso en el trueno de oro de 10s claros clarines de 10s arcos tnunfales de Martes y Minervas de una gloria que no era la suya mi general, vio 10s atletas heroicos de 10s estandartes 10s negros mastines de presa 10s fuertes caballos de guerra de cascos de hierro las picas de 10s paladines de rudos penachos. (Garcia Marquez, Gabriel (1975): El otoAo delpatriarca, Plaza y Janes, Barcelona, p. 194) Cuando leemos (3b) Una tarde de enero habiamos visto una vaca contemplando el crepbculo desde el balcon presidencial, imaginese, una vaca en el balcon de la patria... pero se hicieron tantas conjeturas de como era posible ... que al final no supimos si en realidad la vimos o si era que pasamos una tarde por la plaza de armas y habiamos soiiado carninando que habiamos visto una vaca en el balcon presidencial. (Ibid. p. 9) reconocemos, no ya expresiones atribuibles a un sujeto particular, sin0 un sistema de pensamiento que emerge en la reformulacion del narrador. Se trata de una representacion de ideas sobre el mundo, de un "discurso social" donde se admite soiiar con vacas en balcones presidenciales, o hasta verlas y decir que se las ha soiiado. Analicemos ahora 10s mecanismos discursivos de este simulacra. Comencemos por un caso elemental de intertextualidad, al que Oswald Ducrot ha denominado "polifonia". Se& Ducrot, en ciertos enunciados puede advertise la presencia de otras voces aunque no haya marcas gramaticales de cita. En (4)

Me duele que sea tan malo

se presupone que algo o alguien es malo, cosa que el locutor no a f i i a ; enuncia que lamenta: lo da por afirmado antes, ya sea porque ha sido efectivamente afir-

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mado antes, ya sea porque se lo impone a su interlocutor como a f i a d o antes. En enunciados como estos, que implican juicios de valor y suelen apoyarse en la vox publica, la afiiacion presupuesta se atnbuye probablemente a un consenso. Aunque nadie hubiera dicho ni sugerido que algo es malo, ni siquiera el locutor mismo, en (4) tal proposicion se presenta como presupuesta y citada. La polifonia de esta frase consiste en la presencia simultanea de un locutor y de otro sujeto creado por el (Reyes 1985, p. 64). Parece m b accesible al andisis en terminos de la gramatica traditional la multiplicidad de voces de un texto literario como Beltenebros de Antonio Muiioz Molina. Tenemos ejemplos clasicos de discurso direct0 y de discurso indirecto en el texto (5): (5)

Me dijeron que a medianoche el mismo avion en el que habia venido regresaba a m l i n . Considere con pesadumbre que no podria tomarlo y que esa inmotivada postergacion deshacia todos mis calculos sobre la duracion del viaje y volvia inutiles 10s pasajes de ida y vuelta y las reservas de hotel. Quise pensar que aim era posible que el enlace llegara, porque su retraso quizas obedecia a una norma suplementana de cautela. "Un joven alto y con barba", me habian explicado, "que llevara bajo el brazo una revista espaiiola". Alguien en Paris habia concebido mi llegada y el reconocimiento como un juego de simetrias y signos: tambien yo, al bajarme del avion, llevaba bien visible un ejemplar de la misma revista, y el otro, en correspondencia, debia dejar a mis pies en la cantina una maleta identica a la mia. (Muiioz Molina, Antonio (1989): Beltenebros, Barcelona, p. 16)

En la dtima frase de este texto, la forma del verbo llevar expresa una accion prevista, que tendra lugar en un tiempo futuro en relacion a1 momento de su pldcacion. Se trata tambien de una citacion de un act0 verbal pasado que podria reformularse: (5a) El jefe dijo: "Usted llevara un ejemplar de la misma revista." o en discurso indirecto: (5b) El jefe dijo que tarnbien yo llevaria un ejemplar de la misma revista.

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En la version original (5c)

...tambien yo, a1 b a j m e del avion, llevaba bien visible un ejemplar de la misma revista, y el otro, en correspondencia, debia dejar a mis pies en la cantina una maleta identica a la mia.

se trata de una citacion en estilo indirecto libre que se reconoce sobre todo a traves de la forma verbal. En este caso se atribuye la responsabilidad de lo dicho a un enunciador desconocido. Claro que tambien el estilo indirecto ofrece la posibilidad de atribuir la responsabilidad de un act0 ilocutivo, explicito, o presupuesto, s e g h Ducrot, a un enunciador. En (6) podria ser la vox publica: (6)

Pero eso fue en un tiempo en el que decian que un cine era siempre el refugo mas seguro, cuando las mujeres no se quitaban sus pequeiios sombreros a1 acomodarse en las butacas y el humo de 10s ciganillos se adensaba en 10s haces conicos de la luz. (Muiioz Molina, Antonio (1989): Beltenebros, Barcelona, p. 16)

El enunciador puede ser tambien el interlocutor, o el grupo formado por locutor e interlocutor, o el mismo locutor, per0 en otra enunciation. Analicemos ahora algunos enunciados citativos. En todos 10s textos que siguen, numerados (7)-(12) y analizados en algunos casos ya por Graciela Reyes, puede verse marcada la relacion entre el texto presente y un texto ausente, citado: ("*" = ejemplos analizados por Graciela Reyes) El jefe dijo: "Usted llevara un ejemplar de la misma revista." El pueblo la considera una "santa" y le ha levantado altares.* Ellos creen que 10s muertos se aparecen por la noche. Como 10s muertos tienen frio, buscan el abrigo de las camas. Antes del amanecer se van. A veces se 10s oye toser un poco.* (10) El jefe dijo que tambien yo llevaria un ejemplar de la misma revista. (1 1) Maria viene hoy, a las 3 de la tarde: aviso ayer. (12) Lo amaba, oh Dios, si, lo amaba. Ahora que el estaba lejos se daba cuenta.*

(7) (8) (9)

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La cita de (7) es directa y la de (8), porque parece literal, le es afin; la de (10) es claramente indrecta, y las de 10s restantes ejemplos son semidirectas o semiindirectas en &versos grados. En todo discurso citado hay un contexto ausente: ni "yo" citado es yo correferencial con el locutor, ni "aqui" es aqui. El "yo" de la cita no es correferencial con el "yo" que enuncia, ni el "aqui" de la cita tiene por que coincidir con el "aqui" del yo que el enunciado presenta como locutor. Si el contexto ausente no es real, sino imaginario, la enunciacion sera ficticia (Reyes 1985, p. 69). La cita es una rnencion en la mehda en que permite un comentario sobre si misma, comentario que toda cita pennite en a l g h grado, aunque no sea evidente siempre en 10s estilos indrectos, como en nuestro ejemplo (lo), donde las palabras del jefe se relatan, no se repiten. En el caso de (7), cita entre comillas de la misma proposicion, la expresion citada se ha codificado (Reyes 1985, p. 71), como un elemento que conserva cierta independencia semhtica dentro del discurso reproductor. En (8) las comillas seiialan un comentario. Las comillas, signos graficos que corresponden a ciertas entonaciones de la lengua hablada, aislan lo que dicen otros de lo que yo digo, y me dejan el espacio necesario para que yo muestre una actitud hacia "lo dicho" ajeno. En (8) nada indica que el hablante la considere una santa, o solo mencione lo que Cree el pueblo; otra vez el grado de rnencion y uso depende del tema del discurso re-productor. En este caso, podemos imaginarnos un contexto en el cual esta enunciacion seria ironica. Pero tambien es posible que el locutor se limite a informar, de manera objetiva y sin abrir juicio alguno, que ella era una santa. En (9) las comillas han desaparecido, junto con su correspon&ente entonacion aislante. En la segunda y tercera oracion de este texto hay, con mucha probabilidad, cita de un discurso ajeno. Se percibe una citacion de creencias ajenas a1 hablante reproducidas por su propia voz. Hay, propiamente citacion, en la medida en que se percibe la reproduccion de un sistema conceptual, en este caso de unas proposiciones atribuidas a "ellos". En casos como el de (9) se percibe siempre la voz de un enunciador, y se la percibe con inmediatez, reducido a1 maxim0 el intermediario; a traves de un locutor, el enunciador habla, o piensa, o percibe, o siente, ante el lector, con su propio discurso. Si adrmtimos que lo citado en (9) son, fimdamentalrnente, proposiciones sometidas a reformulacion lingiiistica, la diferencia entre (9) y (10) que es un ejemplo tipico de discurso indirecto, es una diferencia sinthctica a la que no corresponde ninguna diferencia logica: en 10s dos casos se reproducen proposiciones. Una obra literaria se caracteriza por ser un texto citado que puede y suele contener otros textos citados, es decir, otros hablantes citados y por lo tanto otros

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contextos de comunicacion completes, cada uno con su locutor e interlocutor o interlocutores, sus circunstancias de lugar y tiempo, sus convenciones culturales y sus normas lingiiisticas. Si la palabra es dificilmente transparente, la palabra literaria es a h menos transparente. La palabra, vuelta a nacer en cada emision lingiiistica, esta impregnada de una incontrolable intertextualidad (Reyes 1985, p. 19). Pero sabemos que la metacomunicacion es parte de casi toda comunicacion. En el sistema mismo del lenguaje hay elementos cuya funcion es puramente mostrativa, indicativa respecto de la enunciacion y no de lo enunciado. La citacion convierte al lenguaje en lenguaje mostrado, mencionado, per0 la citacion solamente puede ser un act0 comunicativo. El lenguaje citado se presenta, pues, como mencionado y usado a1 mismo tiempo (Reyes 1985, p. 37). Usado, en dos sentidos: usado para ser mostrado y usado porque de un mod0 u otro y aunque sea secundariamente, se refiere a1 mundo, tiene referencia y referidor. Las proporciones de mencion y uso varian en 10s discursos. La frase (1 1 ) ejemplifica el mismo procedimiento de cita, ya analizado en la frase ( 1 0) en el contexto de una conversacion:

( 1 1 ) Maria viene hoy, a las 3 de la tarde: aviso ayer El verbo avisar indica el act0 de habla; su contenido, el aviso, esta reproducido de tal mod0 que se adecue totalmente a1 contexto de comunicacion de 10s interlocutores. La frase (12) ilustra la forma de citar que se ha llamado estilo (o discurso) indirect~libre. (12) Lo amaba, oh Dios, si, lo amaba. Ahora que el estaba lejos se daba cuenta.

La cita de exclamaciones, excluida del estilo indirecto canonico, aproxima estas formas a las de reproduccion directa, pese a las traslaciones de tiempos y personas propias del estilo indirecto. Pero 10s rasgos sintacticos son particulares: la tercera persona es correferencial con quien piensa o experimenta, en lugar de la primera persona, y 10s adverbios que indican presente coexisten con el imperfect0 verbal. En el esquema tradicional de 10s tres modos de citar discurso, el estilo direct0 presenta un verbo de comunicacion, duo, antepuesto en el ejemplo (7), per0 que podria estar pospuesto o sobrentendido. El estilo indirecto exige siempre un verbum dicendi antepuesto y seguido de la conjuncion subordinante que (o si). El estilo indirecto libre puede o no enmarcar la cita. En lugar de trasladar el aqui y

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ahora del sujeto citado al aqui y ahora del citador, y de reproducir basicamente proposiciones, el narrador que cita en estilo indirecto libre se traslada, sintacticamente, a1 aqui y ahora de su personaje, e intenta reproducir, en alguna medida, lo dicho (Reyes 1985, p. 84). El narrador adopta las categorias temporales y espaciales del personaje: ahora y lejos se refieren a1 tiempo y espacio del personaje. La manera de decir, o de pensar, o de percibir aparece mimetizada. La mimesis puede extenderse a la apropiacion de idiolectos, formas lexicas tipicas, exclamaciones que no pueden someterse a la subordinacion ordinaria, y lenguajes en el sentido de Bajtin (Reyes 1985, p. 244). El imperfecto verbal seiiala, a su vez, la confluencia de dos puntos de vista y de dos discursos: en cuanto tiempo pasado, corresponde a la perspectiva del narrador, y en cuanto imperfecto (y no preterit0 perfecto simple) abre por su valor aspectual en el pasado narrativo el ahora de una conciencia. Se trata de una forma de citar en la que se mezclan 10s procedimientos de atribucion y apropiacion de 10s estilos direct0 e indirecto. En su analisis de la polifonia textual que merece mucha atencion, Graciela Reyes limita este fenomeno a 10s textos literarios (Cf. Reyes 1985, p. 232). La "monstruosidad" sintactica a que esta forma de citar da lugar es una licencia propia de la literatura, que refleja una fantasia epistemologca. Como ha demostrado Graciela Reyes con el ejemplo de Cortazar, el estilo indirecto libre tiene propension a difurninar sus limites. "Por inercia o por fascinacion, el narrador que cuenta en estilo indirecto libre puede enredarse en su tejido: el discurso, delicadamente, lo absorbe, lo silencia, lo pierde en su laberinto." (Reyes 1985, p. 270). Esta mezcla e incertidurnbre de voces suele ser sefial de un mundo de voces, enredos, como ilustra, por ejemplo, el p h a f o inicial del cuento de Cortkar Pesadillas: (13) Esperar, lo decian todos, hay que esperar porque nunca se sabe en casos asi, tambien el doctor Raimundl, hay que esperar, a veces se da una reaccion y mas a la edad de Mecha, hay que esperar, seiior Botto, si doctor pero ya van dos semanas que esta muerta, doctor, ya lo st, seiiora Luisa, es un estado de coma clasico, no se puede hacer mas que esperar. Lauro tambien esperaba, cada vez que volvia de la facultad se quedaba un momento en la calle antes de abrir la puerta, pensaba hoy si ...no puede ser que se vaya a morir a 10s veinte aiios, seguro que esta sentada en la cama hablando con mama, pero habia que seguir esperando, siempre igual, m'hijito (. ..). Lo imico que duraba sin cambio, lo imico exactamente igual dia tras dia era Mecha, el peso del cuerpo de

El valor citativo de las formas verbales Mecha en esa cama, Mecha flaquita y liviana, bailarina de rocky tenista, ahi aplastada y aplastando a todos desde hacia semanas, un proceso viral complejo, estado comatoso, seiior Botto, imposible pronosticar, seiiora Luisa. ( p h a f o inicial del cuento de Corkbar Pesadillas) Esperar, lo decian todos, y lo percibimos, en la lectura, como oido por todos, tambien por el narrador, que esta dentro del cuento, haciendose eco de voces que parece oir. Esas voces surgen, por momentos, en dialogos nitidos, per0 esos dialogos e s t h sumergidos en el gran dialog0 sin comillas que constituye el cuento. No cabe duda que, en textos literarios, por virtud de esta operacion citativa, el narrador habla como si fuera el personaje, sin dejar de ser el narrador. Pero ya hemos encontrado ejemplos que podrian aparecer sin problemas en el espaiiol coloquial (Cf. Vigara Tauste 1992):

(14) ...tambien yo, al bajarme del avion, llevaba bien visible un ejemplar de la misma revista ... Mencionamos otros ejemplos como:

(1 5) Maria venia maiiana. en el sentido de "Maria viene maiiana, segim me anunciaron". A1 usar el imperfecto venia, el hablante no se refiere ya a1 pasado de la venida de Maria (pues utiliza un adverbio de futuro), sin0 que se refiere a un discurso anterior en el que se anunciaba la venida. En estos casos, que reflejan un uso relativamente frecuente en el espaiiol coloquial, el imperfecto indica que el hablante da a entender que no controla completamente la information original. Este uso coloquial corresponde a1 travestismo gramatical del estilo indirecto libre: la desconcertante sintaxis del estilo indirecto libre, que organiza su deixis entre 10s polos del pasado (tiempo de la narracion) y el presente (tiempo de la conciencia del personaje), presente que se despliega en ese pasado: funcion clave del imperfecto, se origina en una operacion que convencionalmente, solo le estA permitida a1 discurso ficticio: articular verbalmente 10s contenidos de una conciencia.

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Es verdad que la oracion (16), por ejemplo, (16) Maiiana era Navidad carece por completo de sentido si la aislamos de un contexto de enunciacion en el que se justifique la coexistencia de mafiana y era; ese contexto lo provee el texto literario. Pero la posibilidad de contextualizar una oracion en el lenguaje coloquial parece depender en primer lugar de su infonnatividad posible para un locutor. Es dificil imagmar una situation en la cual una persona cite a otro enunciador para comunicar a alguien que maiiana sera Navidad o para pedir a su interlocutor una confiiacion de su enunciacion, como en el ejemplo (17): (17) El tren llegaba a las cinco (jverdad?)

Para captar lo esencial de esta operacion hemos de plantearnos una pregunta pragmatics que revela la inestabilidad de ciertos limites que creiarnos seguros en la gramatica estructural: ide quien es el pensarniento, la percepcion, la vision? o mejor dlcho: ide quien es la voz? El narrador puede hacerse d n i m e con el personaje de tal mod0 que no solo habla con sus palabras, sino que usurpa el aqui y el ahora del personaje. Esta usurpation hace dificil, a veces imposible, distinguir un discurso del otro. Siguendo a Graciela Reyes (1 985, p. 242), llamaremos estilo indirect0 libre a la "tecnica narrativa que consiste en transcribir 10s contenidos de una conciencia (percepciones, palabras pensadas o dichas) de tal mod0 que se produzca una confluencia entre el punto de vista del narrador y el del personaje, y que esa confluencia se manifieste, en la supe@cie del texto, en la superposicidn de dos situaciones de enunciacion, la del narrador y la del personaje: superposition de las referencias deicticas del narrador (tiempo pasado, tercera persona) y las del personaje (imperfecto y condicional, adverbios de lugar y de tiempo coexistentes con el presente de su conciencia)". Se trata, pues, de la reproduccion del discurso i m a p a r i o de una conciencia en su propio tiempo y espacio; aunque muchas sefiales formales (deicticos, exclarnaciones, etc.) pueden faltar, o ser ambiguas, alguna seiial, textual o contextual, indicara la reproduccion de procesos de conciencia hechos en 10s terrninos (en su doble acepcion de 'limites' y 'palabras') de esa conciencia. Generalmente el preterite i n d e f ~ d ode aspect0 perfective, tipico del relato, altema con el imperfecto, que despliega el presente de una conciencia en el pasado; el entonces del narra-

El valor citativo de las formas verbales

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dor se funde con el ahora del personaje, el alla con el aqui, etc. De este modo, la confluencia de puntos de vista se percibe como confluencia de voces. Contrario a la limitation del valor citativo del imperfecto en textos literarios, queremos hablar de oratio quasi obliqua en 10s casos, donde las formas verbales del espaiiol evocan por si mismas un enunciado anterior sin necesidad de ninguna estructura sintactica de discurso indirecto. Las gramaticas nos hablan poco del valor citativo del imperfecto. El imperfecto espaiiol tiene, en primer termino, un simcado referencial: expresar accion pasada sin limites temporales; en segundo termino, un sigmficado textual: conectar el discurso presente con otro real o presupuesto; y finalmente, tiene un sigmticado cuasi-modal: indicar irrealidad o posibilidad, y en menor medida obligacion mimetizindose con 10s verbos involucrados. El valor referencial consiste en localizar una accion tomando a l g h punto de referencia que esta en el contexto y que suele ser el presente del quien habla. Los otros dos tipos de si&cado muestran muy dlrectamente la presencia del hablante en el discurso, pues transmiten la actitud de aquel ante la proposicion (Reyes 1990, p. 99). El valor referencial o semhtico puede formularse, en principio, separando la forma verbal, en nuestro caso el imperfecto, de un contexto, y postulando que ese valor se encontrara con mucha frecuencia en textos en 10s cuales 10s hablantes se refieren a algo que sucedio en el pasado y que presentan en transcurso. De acuerdo con este metodo de d l i s i s , las gramaticas han dado a1 imperfecto espafiol el valor de indicar pasado y ademas accidn en transcurso, por oposicion a accion cornpletada, vista no en su desarrollo sino en su termino. Este valor referencial, 'pasado en transcurso', no se encontrara en todos 10s usos del imperfecto, per0 se considera prototipico. Piensese en oraciones como la siguiente: (18) Cuando llegue 10s niiios dorrnian El hablante puede usar ese sigmficado para expresar otras cosas, por ejemplo, sus escnipulos epistemologicos: (19a) Anunciaron que el tren llegaba a las ocho, jverdad? (19b) El tren llegaba a las ocho, jverdad? (19c) jEl tren llegaba a las ocho? En esta idtima oracion el valor citativo no tiene otro apoyo que el imperfecto.

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En resumen: el aspecto imperfectivo colabora para crear estos mensajes de precaution epistemologica. En el uso prototipico del imperfecto la accion en transcurso queda en el pasado, per0 sin indicacion de termino. Con ciertos verbos, esa falta de final explicit0 puede dejar la duda de que si la accion sucedio realmente. Entonces, el matiz modal del imperfecto puede explicarse sin esfuerzo por medio de 10s valores semhnticos de esta forma verbal.

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Leandro G. Caballero Diaz Universidad de La Habana

ILOCUCIONES VALORATIVAS La ilocucion, que es el contenido intencional del hacer discursive, opuesto a1 contenido proposicional (locucion) y al efecto proyectado y causado en 10s interlocutores (perlocucion), y madestado en el nivel de la oracion como estructura formal sint&ica, constituye uno de 10s conceptos centrales de 10s modernos estu&os del lenguaje. Desde la formulacion de la triada de terminos (locucion, ilocucion, perlocucion) en las conferencias de J. Austin de finales de la decada de 10s cincuenta, publicadas postumamente en el libro How to do things with worak,l ha crecido notablemente el interes sobre todo por el estudio de las ilocuciones, y al tratar sobre ellas se ha entendido como discurrir logico y semhtico sobre actos de la conducta verbal humana Iogicamente determinados y denominados tambien actos de habla.2 Junto a 10s ya tradicionalmente considerados tipos genericos de actos de habla (representativos o asertivos, directives, declarativos, entre otros) un lugar especial corresponde a 10s actos valorativos, 10s que, en nuestro concepto y hasta donde tenemos conocimiento, no han sido debidamente fundamentados.3

Los trabajos de J. Austin que mayor relacion guardan con el tema de 10s actos de habla son "A plea for excuses" y las conferencias recopiladas en How to do things with words (1962), traducido a1 espaiiol bajo el titulo Palabras y acciones. Como hacer cmas con palabras, Buenos Aires (1975). En estas idtimas conferencias se formulan 10s conceptos de ilocucion, locucion y perlocucion, 10s que han tenido notable influencia en el desarrollo de la semiintica y la pragmitica modemas. Aunque el acto de habla time en calidad de componentes 10s actos ilocutivos, locutivos y perlocutivos, el primer componente del act0 se emplea combmente para denominar el acto en su conjunto. La jerarquizacion del componente ilocutivo se debe a1 acto intencional de este, por lo que la nocion de ilocucion ha pasado a uno de 10s primeros planos en 10s estudios comunicativos del lenguaje. Acerca de las bases logicas de esta nocion de acto de habla, vkase J. Searle: Speech acts (1969) o su version espaiiola: Actos de Habla (1980). Si bien la primera tipologia de actos, formulada por el propio Austin, consideraba la presencia de actos que denominaba "judicativos", esta no resultaba suficientemente precisa, como fehacientemente demuestra Searle en "A taxonomy of illocutionary acts" (1976). Este dtimo, sin embargo, no reconoce el status categorial de 10s actos "judicativos", que engloba dentro de 10s "representativos" (asertivos). La fhdamentacion e ilustracion de las valoraciones que present0 en este trabajo retoma y precisa el concepto de acto "judicativo" (valorativo) y propone una tipologia de estos actos.

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Es precis0 que tengamos en cuenta, ante todo, lo que voy a proponer que entendamos por act0 de habla valorativo: la expresion en la oracion de la actitud del sujeto del discurso valorativo (modalidad del acto) ante el objeto (referente), que es intencionalmente considerado (estratega comurllcativa e ilocucion), y ubicad0 en una escala de valores gramaticales y semhnticas lingiiisticamente estructurada (contenido constructivo y procedimiento). Asi, por ejemplo, serhn igualmente tenidas como ilocuciones valorativas, por la identidad de propositos, a pesar de diferencias en sus tipos de escala y valores semanticos, las oraciones siguientes: (Situation: alguien pregunta sobre el interes despertado por un libro)

- Me gusto muchkimo (escala de grado con varias posibilidades de eleccion: mucho, poco, algo, muchisitno.. .)

- Sera uno de esos libros que pasan a la historia (escala binaria con dos conjuntos de libros en una relacion de contrarios: 10s que pasan a la historia y 10s que son olvidados). - Lo claszjican'a en el primer lugar entre 10s libros de ese afio (escala de valores consecutivos mdtiples: primero, segundo, tercero, . ..) Podemos considerar que las tres oraciones cumplen la d e f ~ c i o nque dimos de las valoraciones atendiendo a sus propositos, es decir, se trata de la expresion de la actitud del sujeto ante el objeto libre y del valor del objeto en una escala lingiiisticamente estructurada. La exposicion suficientemente explicita de las subcategorias de actos valorativos s e w sus propositos, rasgos pragmatico-contextuales y procedimientos constructivos requerira una argumentation de cada subtipo de acto, que intentaremos ilustrar con oraciones y repertorios lexicos con cierta orientacion para funcionar en tales oraciones, lo que corresponde a 10s objetivos de relacionar 10s estudios semanticos con la construccion de un tesauro del lexico valorativo del espaiiol en Cuba y asentar dicho tesauro en una perspectiva comunicativa. De acuerdo con la subcategorizacion que hacemos de las valoraciones en el aspect0 ilocutivo, por lo que pueden ser asurnidas como actos de habla, estas se dividen en evaluaciones, apreciaciones y jerarquizaciones. Para ello tenemos en cuenta la especificidad de 10s propositos y rasgos pragmaticos contextuales, 10s que pasamos a explicar con respecto a cada uno de 10s actos mencionados.

Ilocuciones valorativas Actos de habla evaluativos Los actos de habla evaluativos (evaluaciones) son delimitados sobre la base de un conjunto de rasgos pragmaticos contextuales que perfilan el proposito de la valoracion como evaluativo. La institucionalidad (rasgo social) del act0 resulta central en este conjunto de rasgos. Asi las evaluaciones tienen un agente del act0 que esta socialmente facultado para emitir conclusiones e influir con su contenido en el futuro del objeto valorado. El conjunto de rasgos que definen una evaluacion es el siguiente:

1. INSTITUCIONALIDAD del acto, que se expresa en la presencia de un agente de la valoracion con status y rol de evaluador, es decir, socialmente jerarquizado y facultado para valorar. 2. Caracter DEFINITIVO de la valoracion, que establece un resultado del proceso valorativo. 3. Presuposicion del carnbio o de la ratlficacion de un estado de cosas, en dependencia del resultado de la evaluacion. La definition de este dtimo rasgo la podemos generalizar como caracter TRANSCENDENTE del act0 en cuestion. Asi, institucionalidad, trascendencia y caracter definitive figuran como un grupo de rasgos pragmaticos que contribuyen a deslindar las evaluaciones. Tales rasgos no deben tomarse como en su totalidad necesarios para determinar en cualquier oracion la presencia de este subgenero de actos. En algunos casos se tratara de componentes nitidos del act0 valorativo en el context0 comunicativo dado, rnientras en otros se observara la ausencia o la imprecision de algunos rasgos junto a la existencia de zonas de interaction con otros actos de habla. La ilocucion evaluativa esth modalmente caracterizada por la posicion de autoridad del agente de la valoracion, la que se hace patente en el act0 de habla. Tambien las normas sociales vigentes o "deber ser" socialmente reconocido encuentran expresion en las ilocuciones valorativas que proponemos llamar evaluaciones. Una zona de interseccion del act0 evaluativo es la que conforma con la categoria opuesta de actos apreciativos. A manera de ejemplo refenmos una escena de una obra literaria donde se presenta el dialogo de un nuevo adrninistrador con un obrero.

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(Palabras del administrador despues de ser presentado)

- Asi que esta arreglando la bomba. Eso esti muy bien, me parece que aqui debe hacer mucha falta.4 A continuacion el escritor caracteriza la percepcion de estas palabras por el obrero: "Se relaja cuando nota que el tono no es agrio, ni aspero, ni autoritario, sino amistoso, casi dulce".5 La presencia del a k s t r a d o r con un status de evaluador inclina inicialmente la balanza hacia una evaluacion. Sin embargo, el act0 esperado por el obrero como evaluativo deviene apreciativo, debido a1 predominio de rasgos contrarios a 10s que caracterizan las evaluaciones, de 10s cuales dan cuenta expresiones como "meparece", "hacefalta" y el tono "amistoso","casi dulce" a que se hace referencia. Uno de 10s objetivos del estudio semhtico 1inNstico en lo concerniente a 10s actos de habla consiste en establecer la relacion entre tres generos de hechos: a) tipos y subtipos de actos de habla; b) establecirniento de 10s repertorios de unidades de la lengua que tienen determinado grado de onentacion o especializacion para el uso en algunos tipos de act0; c) conjunto de rasgos que en la competencia linastica de 10s hablantes definen tales casos. Finalmente, el vinculo entre actos, las inferencias, coherencia, conti&dad y sincretismo de ciertos actos son aspectos de interes que constituyen un subtema del presente trabajo. Si en el ejemplo anterior obse~abamosque se valoraba un objeto externo con respecto a1 agente de la valoracion, debemos hacer notar que el act0 valorativo puede estar orientado hacia un objeto que es el propio agente de la valoracion. Por ejemplo, en otro pasaje de la obra referida, ante la evidencia de un error cometido se produce la contiadad de actos siguiente: -Falle, meti la pata, no podia pensar, porque mire

. . .6

Las expresiones 'Ifalle'","metila pata" realizan un act0 valorativo que, a pesar de la ausencia del rasgo "institucionalidad" puede considerarse evaluativo, puesto C o E o Lopez, M. (1989): La ziltrma mujer y elproximo combate, p. 63 C o E o Lbpez, M.: op. cit. p. 63 Coliiio Lopez, M.: op. cit. p. 5 1

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que se les reconoce a las personas adultas la facultad de actuar como evaluadores de su propia conducta; se trata tambien de un juicio definitivo y trascendente para el evaluado, despues del cual es de esperar la modificacion de la conducta. El act0 que sucede a1 valorativo "nopodia pensar" aduce supuestas razones del error, lo que es propio de ciertos actos argurnentativos. En principio, a1 act0 valorativo de reconocimiento del error podia haber sucedido cualquier tipo de acto: directive, indagatorio, representativo, etc. No obstante, el act0 argumentativo de justification del error presupone un act0 evaluativo anterior, por lo que resulta contiguo en el aspect0 sisternico de 10s actos de habla. Hasta el momento hemos enfocado el act0 evaluativo en relacion con sus rasgos identificadores con atencion a 10s casos de imprecision o problemkico deslinde. Ahora pasamos a presentar la subcategorizacion de las evaluaciones, su explicacion e ilustracion en las paginas sigulentes. Las evaluaciones, atendiendo a bases logicas y sociopragmaticas, pueden dividirse en calificativas (calificaciones), normativas simples (aprobaciones, desaprobaciones y prescripciones) y evaluaciones analiticas (dicthenes y veredictos). Evaluaciones calzjicativas

La explicacion de 10s actos de habla calificativos (calificaciones), asi como de cada uno de 10s subtipos de evaluaciones, con la debida ilustracion de oraciones y en fragmentos de repertorios lexicos, le permitira a1 lector distinguir con s&ciente nitidez las categorias de actos que proponemos. Debe tenerse en cuenta que "la institucionalidad" del act0 evaluativo va mas alla de la simple convencionalidad del lenguaje y toma en cuenta las jerarquias institucionales y 10s modos de que se valen las instituciones, para llevar a cab0 el act0 social de evaluar. Asi para una institution como la escuela aparecen diseiiados y historicamente determinados ciertos modos de evaluacion que llamamos calificaciones, aunque 10s actos calificativos no puedan considerarse privativos de la escuela y 10s encontremos tambien en concursos y competencias, en 10s que el valor se expresa numericamente o mediante categorias evaluativas que guardan estrecha correlation con la medicion cuantitativa. Con esa funcion categorizadora empleamos tarnbien vocablos tales como bien, aprobado, desaprobado, excelente... No se trata, a diferencia de 10s que veremos mas tarde en 10s actos jerarquizadores, de establecer un ordenamiento jerhrquico de 10s objetos o indicar la singularidad de alguno, sino de expresar un valor de escala basado en determinados requerimientos previos, que en el caso de las callficaciones tienen una determinacion cuantitativa.

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En numerosos actos de habla calificativos, como en otros actos, nos encontramos con el factor de coherencia7 con valores de realce, ampliacion, generalizacion y pleonasmo, que ilustraremos en las siguientes oraciones : (Las primeras tres oraciones corresponden a situaciones en que un profesor es el agente del acto calificativo que tiene como destinatario a un estudiante, rnientras en la cuarta oracion se trata del act0 evaluativo de un jurado de una competencia de canto). (1)

(2) (3) (4)

Tienes el maximo de puntos por tu excelente trabajo. Este examen esta desaprobado por sus numerosos y graves errores. Considero este trabajo preciso, claro, bien concebido, en definitiva muy bueno. Estos son 10s ganadores del pase a la final, por haber acumulado 10s puntos necesarios.

Si analizamos detenidamente 10s elementos de sentido evaluativo en la oracion ( I ) , percibiremos que la presencia de las dos expresiones "mririmo de puntos" y "excelente",en el orden en que se encuentran y en el contexto situacional arriba descrito, obedecen a un factor de coherencia y realce, puesto que el otorgamiento del maximo de puntos implica la adjudicacion de la categoria de "excelente",la que aparece para enfatizar la excelencia. En la oracion (2) subyace el factor de coherencia y ampliacion que relaciona las expresiones "estadesaprobado" y "por sus numerosos y graves errores",mientras en la oracion (3) estamos ante un caso de coherencia y generalizacion, debido a que de un conjunto de rasgos positivos no acompaiiados de valores negativos solo puede emanar una generalizacion positiva. De ahi que la expresion "rnuy bueno" generaliza (4), el factor de coherencia es de redundancia absoluta (pleonasmo), dado que no seria posible pasar a la final del concurso sin haber acumulado 10s puntos necesarios. Con 10s actos calificativos relacionamos repertonos lexicos que incluyen verbos (acumular, obtener, calificar, aprobar, desaprobar . ..), sustantivos (calzjicacidn, acumulacidn, puntos, obtencidn . ..), adjetivos (bueno, malo, regular, excelente, aprobado, desaprobado . ..),y locuciones (otorgar la calzjicacidn, obtener la puntuacidn . . .).

Acerca del concept0 de coherencia vease Van Dijk, Teun: Texto y contexto (version espafiola de 1980, pp. 83-92, 151-162)

Ilocuciones valorativas Evaluaciones normativas simples Los actos que denominamos convencionalmente normativos simples8 constituyen evaluaciones cuyas conclusiones no vienen acompaiiadas de medicion cuantitativa, sino que consisten en la aplicacion del simple criterio normativo del evaluador. Tanto las evaluaciones calificativas, que vimos antes, como las analiticas, sobre las que trataremos despds, se caracterizan por cierta complejidad (evaluativo-cuantificadora y evaluativo-dilucidativa, respectivamente), mientras estas evaluaciones serin tenidas con respecto a las anteriores como evaluaciones simples. Tambien la escala que en ellas se aplica resulta la mas sencilla: de dos valores en oposicion binaria, como en 10s terminos correcto-incorrecto, justo-injusto, &cud-inadecuaab, etc. . .. Analicemos ahora el funcionamiento oracional como act0 de habla de este subtip0 de evaluacion:

Situation: alguien ha perturbado el orden, y otxa persona con status de evaluador, asumiendo el rol correspondiente a ese status, le dice: (5)

"Su conducta ha sido inapropiada, asi no se hacen las cosas."

Acto seguido aiiade: (6)

"Lo que debe hacer ahora es pedir disculpas."

En la oracion (5) estamos ante un act0 de desaprobacion, que en el aspect0 de la relacion intersubjetiva podria tenerse por un reproche. Lo que intentarnos esencialmente expresar es que independientemente de que estos actos en el plano intersubjetivo relacionan a1 hablante con sus destinatarios, y en ese sentido puedan asurnirse como actos directivos, parcialmente diferenciados por su fuerza ilocutiva (reproche y arnonestacion), seguimos estando, en el plano de las relaciones entre el valorador y su objeto, ante una evaluacion normativa simple que denominamos desaprobacion. Se trata, por consiguiente, de un caso tipico de sincretismo ilocutivo entre las evaluaciones y 10s actos denominados directivos, nitidamente intersubjetivos. En la oracion (6) se mantiene el sincretismo evaluativo-directivo del acto, per0 se ha producido un desplazamiento intentional que inclina la balanza ostensiblemente hacia la catalogacion del act0 como directive, a1 recomendarse u ordeAcerca de la norma y su relevancia, condtese Fabelo Corzo, J.R (1989): Practica, c o n e cimiento y valoracion, Ciencias sociales, La Habana, pp. 105-1 16. La variedad de manifestaciones de la norma ha merecido la atencion de numerosos l i n ~ s t a entre s 10s que destacan F. de Saussure, L. Hjemslev, E. Coseriu. La nocion de norma asumida en este trabajo esta asociada a la obra de E. Wolf (1985): Semantrcafitncional de Ias valoracrones (Funktionalnaya semantrka otsenok), Moscu.

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narse, en dependencia de la fuerza ilocutiva, un hacer del destinatario. No obstante, este hacer se fundarnenta en la norma violada y en el deber de enrnendar la situation que establece el agente del dlscurso, por lo que el componente normativo permanece oculto tras el hectivo. Tal es la estructura semhtica de 10s actos normativo-directives que denominamos prescripciones, es decir, una estructura que interrelaciona la enunciacion no focalizada o inferencia de una norma con la orientation expresa de un hacer que le debe dar cumplimiento. Tambien 10s actos evaluativos aprobatorios aparecen frecuentemente vinculados y cohesionados con 10s actos directivos. Veamos las siguientes oraciones: (7)

(8)

"Esth bien asi como esth, no se mueva"

(Palabras pronunciadas por un fotografo antes de apretar el boton de su c d a r a ) (9) "Su actitud ante 10s hechos fue la correcta, (10) no se preocupe"

(Un policia tranquiliza asi a un ciudadano que ha sido acusado por otro de cometer una fechoria). Es importante que tengamos en cuenta que el caracter evaluativo que estamos dispuestos a conceder a las oraciones (7) y (9) se basa en el rol de evaluador que reconocemos en el fotografo para establecer la posicion mas adecuada ante la c h a r a y en el policia para discernir preliminarmente en materia de delitos. El nexo semhtico de las oraciones mencionadas con la (8) y la (lo), respectivamente, consiste en que las primeras resultan reinterpretadas como actos argumentativos de las segundas, es decir, la presencia de estas idtimas introduce un factor de coherencia del act0 evaluativo y el act0 directivo en que el pnmero se convierte en evaluativo-argumentative. Si antes habiamos sefialado realizaciones del factor de coherencia como pleonasmo y realce, arnpliacion y generalizacion, ahora debemos afiadir su realizacion como coherencia y argumentacion. El caracter de simple norma o pauta, que requiere tan solo la formation y expresion de un criterio evaluativo, propicia que estas evaluaciones sean las mas empleadas, pues tienen lugar en las mas disirniles condiciones de vida. La familia y, en particular, la relacion entre padres e hijos, es la institucion primera en que se asienta este act0 de habla, per0 a ella se aiiade la escuela, la vida militar, la actividad profesional con la presencia del dirigente y el subordinado. En las primeras etapas de la vida en la familia y en la escuela, la evaluacion normativa simple es uno de 10s actos de habla que contribuye a conformar un conocimiento y delinear una conducta. Esto hace que el estudio de estos actos normativos con vistas a1 tesauro tome en cuenta 10s mas diversos registros y subregstros de la

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lengua. En el dominio de las evaluaciones normativas simples son relevantes no solo u~lldadeslexicas (correcto, mi, bien, mal, incorrecto, debido, indebido y tantas otras), sino tambien numerosas locuciones y tipos de enunciados (mi no, asisi, eso es, m i es como es, etc. .. .).

Evaluaciones analiticm: dictamenes y veredictos Las evaluaciones analiticas deben su nombre a lo que hemos determinado como rasgo esencial definidor de estos actos dentro del conjunto de las evaluaciones, que es precisamente su caracter analitico, al parecer focalizados, al mismo tiempo, la conclusion y el proceso analitico - de estudio y comprobacion o de confrontacion de decisiones - que obligatoriamente debio anteceder al resultado evaluativo. Este proceso analitico, cuando se define como de estudio y comprobacion, forma parte del contenido de actos de habla que llamamos dicthenes. En 10s casos en que el proceso analitico focaliza la obligatoria presencia de mas de un evaluador y la confrontacion y conteo de votos o decisiones de tribunales o jurados, estaremos ante actos de habla que denorninamos veredictos. En el aspect0 discursivo funciona como factor de coherencia el nexo entre conclusion evaluativa y proceso analitico. Vearnos desde ese hgulo 10s siguientes actos de veredlcto: (1 1) Analizadas las pruebas y concluidas las deliberaciones, el tribunal ha llegado a la conclusion de que el acusado es culpable. (12) Este es el veredicto de nuestro jurado, a1 que anibamos despues de concluir el conteo de 10s votos. Los dos ejemplos anteriores corresponden a veredictos en 10s que se obsewa la presencia del factor de coherencia, basado en el nexo semintico entre conclusion veredictiva y proceso analitico confrontativo. El factor de coherencia en este caso se encuentra en funcion de hacer explicit0 el contenido del acto, solo que en la oracion (1 1) el mencionado factor opera, ademas, con un valor especificativo de que la conclusion esperada ya tuvo lugar, y se anuncia, mientras en la oracion (12) se trata de una redundancia absoluta (pleonasmo), que solo hace mas extenso el discurso, pues, obviamente, el conteo de 10s votos debio anteceder al veredicto y se encuentra sobreentendido. Los casos explicados dejan traslucir la manifestation del factor de coherencia con dos valores basicos: coherencia y redundancia absoluta (pleonasmo semintico) y coherencia y redundancia parcial, con diversos valores que hemos venido analizando.

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En 10s actos llamados dicthenes se focaliza el proceso de d l i s i s del objeto, que ha de ser un estudio completo y debidamente minucioso o comprobado para proceder a la conclusion evaluativa, con independencia del n h e r o de evaluadores: una sola persona, toda una comision o colectivo mayor. Son ejemplos de dicthenes las siguientes oraciones: (13) Por 10s sintomas que presenta su enfermedad, concluyo que es cronica.

(evaluacion informada por un medico a su paciente)

(14) Las investigaciones no dejan sombra de duda sobre su culpabilidad. (evaluacion de un caso por un investigador judicial) En ambas oraciones se pone de manifiesto la presencia focalizada y conjunta de la conclusion y del proceso de estudlo de 10s rasgos del objeto, de lo que se desprende el caracter fundamentado del resultado evaluative, que ratifica una posibilidad a la vez que descarta otras. Dentro del conjunto de actos evaluativos, 10s dictihenes y veredictos aparecen con mayor autoridad e imponen respeto por su base analitica y caracter oficial. Ya no se trata tan solo de una actitud normativa como ejercicio del criteria, sino de la ponderacion de wtudes y defectos, y del estudio de manifestaciones o confiontacion de criterios que 10s hacen relativamente fiables y sirven de base para su mayor trascendencia social. Las evaluaciones analiticas cuentan con algunos repertorios lexicos que tienen cierta especializacion para realizar tales actos, de 10s que son ejemplos verbos (dictaminar, fallar, deliberar, decidir), sustantivos (dictamen, veredicto, fallo, deliberation), asi como locuciones (emitir un dictamen, emitir un veredicto, llegar a la conclusion . ..), entre otras unidades que ponen de m d i e s t o la presencia de 10s contenidos descritos.

Ilocuciones valorativas Actos apreciativos Los actos de habla que proponemos llamar apreciativos tienen en calidad de base de identidad con 10s evaluativos el hecho de que realizan actitudes humanas ante 10s objetos a1 ubicarlos en escalas de valores lingiiisticamente estructuradas. Las apreciaciones y evaluaciones se contraponen en toda la extension de sus rasgos pragrnaticos contextuales, como veremos a continuacion: APRECIACIONES

R A S G 0 S

EVALUACIONES

a) Presencia de la simple intention a) Institucionalidad del act0 exprede valorar, no respaldada obligasada en la presencia de personas con status y rol de evaluadores. toriamente por un status social: no institucionalidad del acto. b) Caracter abierto, participativo b) Caracter definitive, cerrado y del acto. autorita~iodel acto. c) Caracter no trascendente, social- c) Caracter socialmente trascenmente "inofensivo" del acto. dente del acto.

Las apreciaciones expresan creencias que no se promueven como normas, pautas o conclusiones trascendentes para el objeto valorado, sino que permanecen vinculadas al sujeto valorador como rnanifestacion de su personalidad y conducta social. Pertenecen a1 genero de hechos que comhmente llamamos opiniones o puntos de vista, y que socializan a1 agente del discurso valorativo sin colocarlo por encima de otros participantes en la actividad comunicativa. Constituyen asi huellas y evidencias de un mod0 de vida social e intelectual del hombre en un plan0 de igualdad con sus semejantes. Las ilocuciones apreciativas estin modalizadas por la creencia con valores de "seguridad" e "insegundad" del agente de la valoracion. En las evaluaciones distinguimos subtipos, de acuerdo con las bases y caracter de la conclusion. En las apreciaciones, esencialmente abiertas y problematicas por definition, en la conclusion solo podemos considerar la presencia de diferente grado de problematicidad, que va desde las apreciaciones que revelan notable inseguridad hasta aquellas que por su expresion categonca tienden a restnngir la problematicidad estnctamente a la que proviene de las condiciones de caracter abierto, participativo, del act0 apreciativo.

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La imposibilidad practica de presentar toda la garna de matices de problematicidad nos conduce a tener en cuenta solo las realizaciones extremas de apreciaciones marcadamente problematicas versus apreciaciones categoricas. Compare las oraciones siguientes que ilustran esta distincion: (15) Quizas se trate de una buena persona. (16) No hay dudas de que es buena persona (Situacion referida a la busqueda de explicacion para la accion de un desconocido que ha beneficiado a 10s hablantes) La clasificacion de 10s tipos de apreciaciones atiende no tan solo al caracter de la conclusion, sino, ademas, a1 contenido de la conciencia involucrado en el proceso apreciativo. De acuerdo con este idtimo rasgo dividimos las apreciaciones en cuatro tipos de actos:

(Situacion de solicitud de respuesta acerca del conocimiento del interlocutor sobre otra persona) (17) De Juan solo puedo decir que es una persona honesta y valiente.

@e la memoria acerca de la percepcion del agua) (18) Sentia que el agua estaba fria y me desagradaba tocarla.

(Como recomendacion para un trabajo) (19) Pedro les puede ser muy util en esas tareas.

(Como reaccion resultante) (20) iEres un sinveraenza y un hipocrita! A diferencia de las apreciaciones intelectivas y practicas (oraciones 17 y 19), que reflejan dos orientaciones dlferentes del contenido logic0 de la conciencia y dos modos de la rnisma orientacion descriptiva hacia 10s referentes del act0 de habla, las apreciaciones impresivas y las afectivas (oraciones 18 y 20) focalizan el con-

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tenido sensorial (1 8) y emocional(20) de la conciencia, con independencia de 10s componentes referenciales y logico-descriptivos que permanezcan y en 10s que se apoya ese contenido. Las apreciaciones impresivas (oraciones 18) valoran al mismo tiempo un rasgo del objeto (contenido descnptivo referencial) y el efecto (imagen) de ese rasgo en la conciencia del valorador, rnientras en las apreciaciones afectivas (oracion 20) focalizan el componente emocional y la participation del hombre con sus intereses y sentimientos en la valoracion que hace del objeto y de 10s rasgos de este. Debido a la especificidad del subsistema lexico y la mas vinculada a 10s componentes suprasegrnentales, gestuales y prosodicos del discurso. Las apreciaciones afectivas incluyen ilocuciones encomiasticas (de elogio y alabanza), asi como las ilocuciones vituperativas, de proposito degradono con respeto a1 valorado. Los valores axiologicos de las apreciaciones pueden ser no solo positivos (buenos) y negativos (malos), sin0 tambien ambiguos y ambivalentes (positivos y negativos) o de equilibrio axiologico (ni positivos ni negativos), de manera que quedan conformadas dos triadas que se diferencian por sus terminos centrales: bueno - ambivalente - malo bueno - regular - ma10 La singularidad de las apreciaciones en lo correspondiente a1 usual caracter arnbiguo o ambivalente de algunos generos de estas result0 empiricamente reflejada a1 constnur 10s articulos del diccionario de BONDAD @IS).9 Asi, por ejemplo, a1 definir 10s sigmficados del adjetivo bueno dentro de la nocion de valoracion etico-psicologica aparecieron tres sigmficados de valoracion ambigua (ambivalente).

1. BUENO como caracteristica ambigua - virtud o vicio - de obediencia (comp. bueno, noble, obediente, bienmandado, dbcil, dispuesto). (21) Era una niiia buena: hacia lo que le mandaras. 2. BUENO como caracteristica ambigua - virtud o vicio - de tolerancia (comp. bueno, noble, transigente, condescendiente, benevolente, tolerante). (22) Ella era buena con su hijo: lo dejaba jugar a toda hora.

3. BUENO como caracteristica ambigua - virtud o vicio - de ingenuidad (comp. bueno, noble, ingenuo, candido). (23) Es tan bueno que parece bobo. Caballero, L. / Amengual, G. / MLrquez, D. (1991): Diccionario ideogrhjco y sernbntico (DIS). Bondad, E N P E S , La Habana.

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La principal dlficultad para 10s estudios onomasiologicos de la valoracion y la construction del tesauro consiste precisamente en la extraordinaria nqueza de las valoraciones apreciativas, referidas a todos 10s dominios y portadoras de las mas disimiles actitudes, realizadas en expresiones estirnativas y peyorativas, serias y burlescas, directas e indirectas. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que el proyectado tesauro de las valoraciones no incursiona en contenidos connotativos, por lo que algunas distinciones que pueden ser necesarias en otras perspectivas. de estudio, aqui e s t h jutificadamente ausentes. La claslficacion presentada de las ilocuciones apreciativas corresponde a un nivel de elevada generalizacion que permite el acceso a1 tipo de estudio propio del tesauro. Actos jerarquizadores Los actos de habla jerarquizadores, abreviadamente jerarquizaciones, deben su nombre a la focalizacion como proposito del act0 de la propia escala de valores y del lugar que en ella se destina para clasificar determinado objeto de un mod0 relativo, vinculado a 10s lugares que en la mencionada escala corresponden a otros objetos. El rasgo central de una jerarquizacion es su caracter de "valoracion relativa", opuesto a1 rasgo de "valoracion absoluta". Los estudios grarnaticales han considerado tradicionalmente las valoraciones comparativas (de superioridad, igualdad e inferioridad). El concept0 de act0 jerarquizador que proponemos incluye 10s actos explicitamente comparativos como uno de sus subtipos, lo que va a diferenciar este enfoque del punto de vista tradicional, a la vez que pretende integrar 10s aspectos descritos en las gramaticas. La relacion del act0 jerarquizador con respecto a 10s actos evaluativos y apreciativos es de sincretismo semhtico: un act0 puede definirse por unos rasgos como evaluativo o apreciativo y, por otros, como jerarquizador. De mod0 que el act0 jerarquizador puede aparecer en un contexto como evaluativo; en otro como apreciativo, y en un tercer tip0 de contexto, en una zona de indiscriminacion (difusa) entre evaluaciones y apreciaciones. El estudio semantic0 de las jerarquizaciones como tip0 de act0 de habla nos ha conducido a diferenciar por sus propositos ilocutivos, dos subcategorias de actos: ordenadores y singularizadores. Los actos ordenadores se diferencian intemarnente por su procedimiento constructivo, en tres categorias: opositiva binaria, consecutiva mdtiple y comparativa explicita. Esta dtima es la que da lugar a tres actos comparativos: de superioridad, igualdad e inferiondad.

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Veamos las diferencias en 10s actos jerarquizadores mediante su ilustracion en oraciones contextualizadas (enunciados). (Cuatro personas valoran de mod0 distinto la culpa del destinatario del discurso en 10s hechos ocunidos). (24) Fuiste tii el causante principal de todas estas desgracias. (25) Tu culpa es mayor que la de tus amigos. (26) Entre 10s causantes de estos males eres el tercero en el orden de responsabilidad. (27) Eres el imico causante de todos estos males. No ofrece duda, por la nitidez jerarquizadora del proposito valorativo, que en todos 10s casos estamos ante un act0 basico de valoracion jerarquizadora, que cumple satisfactoriamente la definicion dada, en primer termino, a la valoracion y, en segundo lugar, a las tres jerarquizaciones. Tampoco es posible obviar la presencia de diferencias que involucran, por una parte, el si&icado y, por otra, la construccion oracional y 10s repertorios de unidades lexicas que se emplean para valorar. En la oracion (24) esta inferida la presencia de causantes secundarios, debido a la estructura semantica de oposicion binaria (principal-secundario) que se ha puesto en juego. La oracion (25) realiza el clasico ordenamiento comparativo, mientras la oracion (26) acude a una escala de valores consecutivos en la que el lugar adjudicado (tercero) presupone la presencia de otros causantes en 10s lugares primer0 y segundo. Palabra aparte merecen las jerarquizaciones singularizadores, de las que es un ejemplo la oracion (27). Estos actos de habla, que proponemos llamar abreviadamente singularizaciones, no ordenan 10s objetos se& sus valores, sino que adjudican un valor intensificado extremo que permite presentar a un objeto como muy por encima de otros ejemplares de su clase o, incluso, como de genero imico, no comparable. La sola enunciacion de repertorios lexicos

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de adjetivos (linico, irrepetible, especial, extraordinano ...) y de locuciones @era de sene, quemar la liga, como no hay dos, sin parangon, como A solo ...) sirve de presentacion a la peculiaridad del proposito de estos actos. El superlativo relativo descnto en las gramaticas es solo uno de 10s procedimientos del act0 de habla singularizador. La consideration de las jerarquizaciones como un tipo basico de act0 de habla valorativo, junto a las evaluaciones y apreciaciones, se fimdamenta, como hemos visto, no solo en la peculiaridad del proposito jerarquizador, sino tambien en otras bases logicas y constructivas y en la existencia de repertorios diversos del lexico. Como resumen de 10s principales aspectos tratados hasta el momento, presentamos un esquema general de 10s actos de habla valorativos.

ACTOS EVALUATIVOS

callficativos nomativas sim- a~'obaciones desaprobaciones prescripciones

(EVALUACIONES)

analiticos

dicthmenes veredictos

ACTOS VALORATIVOS (VALORACIONES)

ACTOS APRECIATIVOS (APRECIACIONES) ACTOS JERARQUIZADORES (JERARQUIZACIONES)

problematicos categoricos intelectuales practicos impresivos afectivos ordenadores singularizadores

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Javier Medina Lopez y Dolores Corbella Diaz Universidad de La Laguna (Tenerife)

LOS ESTUDIOS SOBRE EL VERB0 EN EL E S P ~ O LDE CAN-

El espaiiol que se habla en las Islas Canarias pertenece a la variedad dialectal meridional o tambien llamada atlhtica, que corresponde a las hablas relacionadas con la modalidad andaluza o su h e a de influencia, circunstancia que se ve condicionada por razones de tipo historico. En efecto, el espaiiol traido a Canarias supone la primera expansion decidida y f m e del castellano hacia el Atlhtico a partir del siglo XV, fecha en la que comienza la conquista del Archipielago por parte de la Corona de Castilla.1 Como modalidad lingiiistica acotada hatopicamente, el espaiiol canario cuenta en estos momentos con una bibliografia lo suficientemente numerosa como para dar por satisfactorio cualquier intento de descripcion ya sea de sus principales rasgos, aunque a h quedan algunos aspectos a 10s que se les ha prestado escasa o nula atencion. La trayectoria segwda por estos estudios ha sido diversa. En realidad, si hlci6 ramos un poco de historia lindstica, tendriamos que remontamos a 1846, fecha en la que Sebastih de Lugo redacta la Coleczidn de vozes y frases provinciales de Canarias.2 Desde ese momento hasta la etapa actual podemos trazar dos grandes periodos en 10s estudios linasticos sobre el espafiol insular. En primer lugar, aquellas obras que, como la del propio Lugo, no tienen una verdadera enjundia filologca, sino que por el contrario, se acercan a las hablas canarias con el interes de poner de relieve algunos aspectos llamativos de esta modalidad (sobre todo Iexicos). Son trabajos realizados por amantes de la cultura canaria, con mas ilusion que con autentica formacion linguistics. Historicamente, por ejemplo, puede seiialarse que en 1479 se fkna en ~ v o r ael tratado de Alcagovas entre 10s Reyes Catolicos y Alfonso V de Portugal, que admitio la soberania castellana sobre Canarias y el derecho de Portugal a conquistar y colonizar la costa occidental de Africa y las islas de Madera, Azores y Cabo Verde. En 1496 concluye la conquista de las Canarias, pasando a partir de ese momento a la Corona de Castilla. Publicado por primera vez en el Boletin de la Real Academia Espaiiola en 1920, vol. W, cuad. XXXIII, pp. 332-342. Existe una excelente edicion anotada de J o g P h e z Vidal, publicada por la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad de La Laguna en 1946 con motivo del centenario de la Coleczion.

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Javier Medina Lopez y Dolores Corbello Diaz

Una segunda etapa es aquella que comienza en torno a 10s aiios cincuenta, en la que ya aparece un grupo de investigadores -filologos la gran mayoria- que empieza a hacer las primeras descripciones cientificas de nuestra modalidad dialectal. Nos referimos, entre otros, a Juan ~ l v a r e zDelgado, Jose Perez Vidal, Gerhard Rohlfs, Dominik Josef Wofel, Max Steffen, Manuel Alvar, Juan Regulo, Diego Catalan y algo mas tarde Ramon Tmjillo. A ellos se les debe el haber inaugurado y desarrollado un verdadero analisis dialectal en el espaiiol de las Islas, asi como el acercamiento de investigaciones a traves de 10s metodos mas en boga en aquellos aiios, tales como la dialectologia de tipo historico, el estructuralismo ylo el funcionalismo. Por el contrario, 10s estudios del espaiiol de Canarias se han enriquecido en 10s idtimos aiios con la aportacion que un grupo de investigadores esta realizando desde la perspectiva de la sociolingiistica. En esta linea, cabria hablar de una dialectologia de corte social y de una sociolingiiistica enfocada hacia la variacion. El camino iniciado por estos trabajos tambien ha tenido una tendencia clara desde el principio, quiza debido a razones metodologicas en algunos casos. Asi, el lexico por un lado y la fonetica por otro, se han convertido en 10s objetivos principales de las investigaciones, mientras que el terreno de la morfologia, por el contrario, ha contado con menor suerte, debido posiblemente a que la gramatica es el aspecto que "suele" ofrecer menor variacion en las Areas dialectales. Para Diaz Alayon (1990, p. 22) la ausencia de trabajos morfolo~cosy sinthcticos viene motivada por la complejidad de dichos estudios, que demandan indagaciones y aniilisis exhaustivos y ademas, porque en el terreno gramatical la naturaleza de 10s datos es mucho mas esthtica y fija que en el campo del lexico o la fonetica.

TI. El sistema verbal en el espaiiol de Canarias El verbo -y todas sus madestaciones gramaticales- es un aspecto que presenta un alto interes dentro de las zonas dialectales en las que tradicionalmente se ha configurado el espaiiol, circunstancia que podemos advertir si observamos la compleja realidad lingiiistica de las Areas meridionales peninsdares y, a h mas, todo el vasto tenitorio que comprende el espaiiol de America.3 Claro que cuando se habla de que tal o cual variedad presenta ciertas peculiaridades, estarnos partiendo de la idea de que existe una modalidad general o "diasistema" al que se relegan las normas regionales.

CE,entre otros, 10s siguientes trabajos sobre morfologia verbal para el espaiiol de M r i c a : Kany (1976), Arjona Iglesias y Luna Trail (1989), Moreno de Alba (1985), Lope Blanch (1991), Ferrer de Gregoret y Sinchez Lama (1991) y Donni de Mirande (1992a y 1992b).

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Los estudios sobre el verbo en el espaiiol de Canarias

En este caso, el estudio del verbo ofiece en todo el espaiiol numerosos datos tanto de orden fonetico, como morfologico, sinthctico o lexico. El rasgo general m b destacable de estas hablas es la desaparicion del pronombre personal vosotros, forma que es reemplazada por ustedes + verbo en tercera persona (vosotros vais > ustedes van; vosotros cantasteis > ustedes cantaron), con una sustitucion completa pronominal y verbal. Esta ausencia pronominal se extiende a todos 10s tiempos del paradigma verbal, y su desaparicion se aprecia tambien, por ejemplo, en 10s llamados pronombres posesivos (vuestra casa > la casa de ustedes), en el que la sustitucion de la forma sintetica por la analitica es clara y ocasiona todo un reajuste en el paradigma pronominal (Granda, 1966). Las formas reflexivas tambien siguen este paradigma, como se aprecia en ustedes se rieron 'vosotros os reisteis', etc. (Alvar, 1959, p. 53). En el llamado "modo imperativo" la desestima de vosotros es notoria, emplehdose, en ese caso, formas de subjuntivo del tipo vayan ustedes, canten ustedes, en vez de las castellanas id vosotros y cantad vosotros.4 Hay que decir, no obstante, que la huella del pronombre vosotros y las desinencias verbales correspondientes han sido documentadas en algunas heas rurales y arcaizantes del Archipielago y en boca de hablantes generalmente mayores, aunque su desaparicion hoy en dia es un rasgo generals [Catalin (1964, p. 241); Regulo (1968-1969, p. 61); Almeida y Diaz Alayon, (1988, pp. 115-116)]. En el paradigma del pronombre posesivo las fonnas correspondientes para varios poseedores han desaparecido, siendo reemplavldas por la construction de + usted. El resultado de este cambio se observa en el siguiente cuadro: DISTRIBUCION DE LOS PRONOMBRES POSESIVOS EN EL ESPMOL DE CANARIAS

Un poseedor l a persona

Varios poseedores

2a persona

Un poseedor

miola, miodas

Uno o varios poseedores

* alterna con de el/ella ** alterna con de ellos/ellas

mi mis tu tus

YO, tuya tuyos, tuyas

Varios poseedores 3a persona

I

nuestro, nuestra nuestros, nuestras

de ustedes suyo, suya* suyos, suyas

su

sus**

En la isla de La Gomera, sin embargo, el uso de vosotros parece que es rnuy c o m h y Eicilmente apreciable en todos 10s niveles lingiiisticos y hablantes, aunque carecemos de datos dialectales actualizados sobre la verdadera extension de este rasgo. No sabemos, por ejemplo, si es un fenomeno en retroceso -debido a la influencia de la nonna general canaria- o, por el contrario, a h time fierte anaigo. Faltan datos num6ricos, sociolingiiisticos, en esta linea.

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Si el estudio verbal se lleva a cab0 dentro del marco de la dialectologia tradicional o de corte social, este debe tener presente, pensamos, la naturaleza y comportamiento de 10s datos, pues cuando nos encontramos en este tipo de d l i s i s se debe deslindar, cuando ello es posible, lo que puede ser caracteristica de una deterrninada irea de lo que es simplemente un vulgarismo presente en otras zonas dialectales de la rnisma lengua, tal y como ha manifestado Inmaculada Corrales (1984). Las formas verbales, debido a su configuration historica, han sido un campo proclive para las peculiaridades regionales y la aparicion de vulgarismos, ademas de la influencia que ejercen las analogias. Los dialectos como el canario, etiquetados de consemadores en algunos casos y de innovadores en otros, son un buen reflejo de lo que estamos diciendo, circunstancia facilmente apreciable en 10s comentarios bibliograficos que a continuation expondremos.

In. Los estudios sobre el verbo en el espaiiol de Canarias La investigacion lindstica realizada en el espaiiol canano que se refiere a1 sistema verbal empleado no es muy abundante y, en general, nos encontramos con trabajos que constituyen descnpciones poco profundas, de caracter aproximativo sobre a l g h aspect0 concreto, convirtiendose en la mayoria de 10s casos en una simple enurneracion del polimorfismo verbal, de la riqueza de variantes dentro de cada tiempo y persona. Ademas, podrian establecerse dos grandes bloques en relacion con la linea seguida por estos trabajos:

A) Estudios enrnarcados en la dialectologia de tipo tradicional Estos estudios e s t h basados en la linea metodologca y teorica que prevalecia en 10s aiios en que la investigacion de las hablas de una localidad o zona detenninada estaba mas en auge. En el caso canario, por ejemplo, una de las primeras descripciones de un habla local con verdadero interes 1ingLiistico (tanto en el aspecto fonetico como morfosintactico) es la que realiza M. Alvar (1959) en su obra El espafiol hablado en Tenenife, trabajo sin duda de capital importancia en nuestros estudios dialectales, por cuanto sienta las bases de lo que luego sera el modelo descriptive de algunos estudios. En el capitulo dedicado a la "Morfologia verbal" M. Alvar apunta -refiriendose a 10s cambios acentuales- que el "desconocimiento que tenemos de las hablas canarias, hlzo silenciar el estado de cosas en este &alectoV,y comienza aportando 10s datos de algunas poblaciones de la isla tinerfeiia, en su mayoria de hablantes pertenecientes a zonas nisticas y a1 nivel popular, hecho que conecta con la dialectologia practicada en aquellos aiios. A partir de este momento, en 10s estudios llevados a cab0 en las hablas canarias encontramos una sene de constantes que en mayor o menor medida carac-

Los estudios sobre el verbo en el espaiiol de Canarias

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tenzan el habla insular, aunque en otros casos son fenomenos que se detectan tambien en otras zonas dialectales del espaiiol en general (en el andaluz, espaiiol de America, etc.). Algunas de estas peculiaridades de las formas verbales son las siguentes: A. 1. Dislocacion acentual

La pervivencia de la acentuacion normativa o su traslacion no es homogenea en todas las ireas. De esta forma, por ejemplo, se han recogido ejemplos como vcjamos, vrjais, vingamos, hagamos, ccijamos..., pertenecientes a1 habla nistica y cuya presencia se ve q u i d acrecentada en las islas por la influencia del occidente peninsular. Tambien se da cuenta de estos fenomenos en Catalhn (1964, pp. 239-280); Alvar (1965, pp. 310-314), para la isla de la Graciosa, en las Canarias onentales; Regulo Perez (1968-69, pp. 59-64) para el habla de La Palma; Carlos Alvar en sus encuestas en Playa de Santiago [La Gomera], (1975, pp. 65-67); Trujillo (1970, p. 55) para Masca; Lorenzo Ramos (1976, pp. 99-117) en Los Silos [Tenerife]; Ortega Ojeda (1987-1988, pp. 347-356) y Almeida y Diaz Alayon (1988, pp. 121-128) para el espaiiol canario general; Almeida, (1989, pp. 113-127) en el habla rural grancanaria; asimismo, se recoge un extenso corpus en el ALEICan (Alvar, 1978), mapas 1124 al 1192. A.2. La Influencia analogica en la conjugacion verbal canaria -constatada tambien en otras zonas dalectales del espaiiol- se ha registrado en la proyeccion que ejerce la segunda y tercera persona del singular, a1 igual que la tercera persona del plural. De esta forma, la alternancia en el nivel vulgar se constata en las terminaciones -amos y -emos (lo hamos vistoflo hemos visto; yo no ha idolyo no he ido),aunque s e g b las referencias bibliogrifkas consultadas, la preferencia por la primera persona (yo ha, frente a yo he) es mas acusada que en la primera del plural (nosotros hamoslnosotros hemos). De igual manera, la influencia analogica de la segunda persona del presente de indicative (cantus) se deja sentir en la segunda persona del perfecto simple (cantastes, tuvistes, vinistes). La mayoria de 10s investigadores que se ha ocupado de este tema coincide en seiialar el origen vulgar del fenomeno [entre otros, Alvar (1968, pp. 105-107; 1965, pp. 310-311); Trujillo (1970, p. 55); Lorenzo Ramos (1976, p. 108); Corrales (1984); hvarez Martinez (1987, p. 14)].

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A.3. La monoptongacion o diptongacion en ciertos verbos empleados en el espaiiol insular es otro de 10s rasgos que constantemente se ha indicado en este tipo de bibliografia que comentamos. En la relacion verbal considerada tenemosfregar (frego, fregas, frega, fregan, sigmendo, por tanto, la evolution popular latina [< fncare]), apretar (apreto, apretas, apreta, apretan), arrendar (arrendo, arrendas ...), plegar (plego, plegas ...), regar (rego, regas...), en todos 10s casos en oposicion a las normativasfriego, friegas, aprieto, aprietas, arriendo, arriendas y riego, riegas. En el caso de la diptongacion se ilustra con ejemplos como apriendo (aprendo), engruesar (engrosar), etc., fenomenos comentados por Alvar (1959, p. 53); Regulo (1968-1969, p. 60); Carlos Alvar (1975, p. 65); MacCurdy (1975, pp. 58-59) para el habla de 10s islefios de Luisiana, en 10s Estados Unidos de America; Corrales (1984); Tmjillo (1970, p. 55); Lorenzo Ramos (1976, p. 100); Alvar (1978, ALEZCan, mapa 1 174 para apretar y 1175 para fregar; ~ l v a r e zMartinez (1987, p. 13); Almeida y Diaz Alaybn (1988, p. 120). En el caso de regar (< rigare) y fregar, el mantenimiento de las formas antiguas sin diptongo analogico puede haberse visto propiciado por la influencia del portugues en el habla de las islas, que como lengua que no ha experimentado el proceso fonetico latino vulgar de la diptongacion rominica, no ha sulkdo esta accion analogca sobre sus formas verbales etimologicas (Corrales, 1984). A.4. El uso del verbo haber utilizado en construcciones personales, cuando la norma academics peninsular precepta el uso impersonal, es un hecho altamente arraigado en las islas y ha centrado la atencion de 10s especialistas, aunque como sabemos, no es exclusivo de las hablas canarias, sino que tiene una alta &ion en todo el espaiiol con mayor o menor fuerza. Los ejemplos recogidos en las encuestas dialectales muestran la tendencia popular a concertar el verbo con el complemento, haciendolo sentir, por tanto, como sujeto: Lorenzo Ramos (1976, pp. 103-105) "entonces habian arrieros aqui"; Alvar, (1978: ALEICan, mapas 1200, 1160); Avarez Martinez (1987, p. 14) "habemos cuatro"; Almeida y Diaz Alayon (1988, p. 127) "no habian antibioticos", "no habian escuelas apropiadas", "depende de 10s que hubieran", "habemos pocos". A.5. Como cabe suponer, el estudio de las peculiaridades dlalectales sensu strictu en el espaiiol canario, asi como aquellas que dlfieren de la norma castellana, pero que son apreciables en otras hreas dialectales del espaiiol, no queda reducido a 10s grandes rasgos expuestos aqui, con lo que tendriamos que hacer referencia -ya sea de forma superficial- a otros aspectos como 10s arcaismos verbales (Morera, 1991 y 1993), interferencias portuguesas, como el caso de pegar a 'comenzar' (Garcia Padron, 1991), perfectos anomalos, cambios de conjugation, perfectos

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analogcos, casos especiales de desinencias segim 10s tiempos, peculiaridades de 10s modos, consecutio temporum, etc., rasgos todos ellos que deberian formar parte de una futura investigacion amplia sobre el verbo en Canarias y que hasta el momento no se ha realizado. B ) Los estudios del verbo en el marco a!e la sociolingiiistica

En 10s estudios lingiiisticos elaborados en Canarias en 10s tiltitnos aiios se aprecia un gran interes por aportar una nueva perspectiva de analisis a la investigacion lingiiistica dialectal, encarninada esta, en especial, hacia una dialectologia de corte social por un lado, y hacia una sociolingiiistica centrada en la variation por otro. Esta circunstancia, desde luego, ha tenido su reflejo en algunos trabajos sobre el verbo, aunque su niunero es muy escaso hasta la fecha. Un aspect0 que ha despertado el interes de algunos linghtas es el comportamiento de 10s usos del perfecto simple y perfecto compuesto en el espaiiol canario y su contraposicion a la norma esthndar castellana6. Las gramaticas castellanas coinciden en seiialar que el pedecto compuesto tiene valor de accion pasada y perfecta que guarda relacion con el presente. Esta relacion puede ser real, o simplemente pensada o percibida por el hablante. El perfecto compuesto sefiala un hecho ocurrido en un lapso de tiempo no tenninado y para expresar acciones pasadas cuyas consecuencias duran todavia: Hoy me he levantado a las siete, La industria ha prosperado mucho. Si observamos el pet$ecto simple, se habla de su valor "perfectivo y absoluto", desligado de toda relacion temporal con el momento en que se habla. En el caso del espaiiol hablado en Canarias, uno de 10s primeros investigadores en ocuparse de este tema f i e M. Alvar (1959), que aunque sefiala la escasez de sus datos, indica el uso de las dos formas segim la norma castellana, aunque "hay cierta preferencia por construcciones del tipo vine por he venido" (Alvar, 1959, p. 78). Una postura opuesta a la de Alvar -y que ha contado con mas seguidoreses la que formulo Diego Catalh (1964, p. 246): "Asi, por ejemplo, en la reparticion de empleos entre cant&y he cantado, el espaiiol canario esta lejos de seguir la norma castellana actual...". Mas adelante seiiala que "el preterito compuesto se emplea solo, como en espaiiol preclasico, para indicar una accion durativa (o reiterada) que se prolonga hasta el presente, o una accion que ha producido un estado que persiste en el momento de hablar; el preterito simple continh usandose para expresar las acciones puntuales, aun cuando hayan ocunido en el "preSimilar circunstancia se da, por ejemplo, en Hispanoamerica, donde Kany (1976, pp. 199-

202) apunta que usualmente se emplea d s el perfecto simple que el compuesto, docu-

mentado con abundantes ejemplos de lengua escrita en Argentina, Uruguay, Chile, Peni, Colombia, Venezuela, P a n a d , Costa Rica, El Salvador, Mexico, Santo Domingo y Cuba.

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sente ampliado" o incluso en un momento inrnediatamente anterior a1 presente gramatical" (Catalan, 1964, p. 246). Los mismos valores asignados por Catalhn a estas formas son registrados por Trujillo en Masca (1970, p. 56), por Lorenzo Ramos en 10s Silos (1976, p. 112) y atribuidos a la norma general canaria por klvarez Martinez (1987, p. 14). Al,gmas decadas despds de la tesis de Diego Catalin sobre las formas de perfecto, se ha intentado hacer un reexamen de la cuestion en la linea apuntada por Manuel Alvar (1959) y ofrecer, por tanto, una perspectiva distinta en la valoracion de estas formas, tal y como lo plantea Almeida (1987-1988), que es el primero en oponerse a la idea de Catalin. El analisis llevado a cab0 parte del habla coloquial (con conversaciones dirigdas y esponthneas) con informacion procedente de las zonas rurales y urbanas y de individuos de cualquier edad y nivel cultural. El total de casos analizados para las dos formas es de 1200. El articulo de Almeida carece de datos porcentuales en el andisis de las formas simples ylo compuestas, de las situaciones contextuales en que estas se producen, etc. Para el autor, "nuestros datos parecen c o n f i i a r las explicaciones de Alvar sobre el espafiol de Tenerife, que hoy podemos hacer extensivas a1 resto del Archipielago" (Almeida, 1987-1988, p. 75). Siguiendo esta rnisma linea -aunque con un enfoque mas amplio y complejo, enmarcado en la metodologia sociolingiistica- Herrera Santana y Medina Lopez (1991 y 1994) vuelven a retomar el tema. En la realization de esta investigacion se consider6 el aspect0 variacionista del habla y por ello se tuvo en cuenta una variable dependiente (perfecto simplelperfecto compuesto) y las variables in&pendientes (un total de 16 grupos de factores, entre variables lingiisticas y extralindsticas). En este estudio se eligo la zona de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, ya que pueden ser consideradas representantes del habla urbana del Archipielago. La estratificacion de la muestra se llevo a cab0 teniendo en cuenta 10s patrones extralindsticos sexo, edad y grado de instruction. D e s p d s de fijar 10s datos demogrhficos de las dos ciudades, la muestra estuvo constituida por 24 mformantes. El total de casos de aparicion (procedentes de material grabado en conversacion libre y espontinea, con un tiempo de duracion que oscila entre 10s 20 y 30 minutos por mformante) es de 1520 ejemplos. El material fue procesado en el programa probabilistico VARBRUL 2 S , que facilito la labor de cruzar todos 10s datos mediante 10s diferentes factores y grupos de factores considerados y aseguro un alto grado de fiabilidad estadistica, a1 contar con 10s indlces de probabilidad y x2de Pearson. Asi, por ejemplo, entre 10s diversos factores contemplados, se advierte que el que determina el empleo de la forma simple y la compuesta es el hecho de que la

Los estudios sobre el verbo en el espaiiol de Canarias

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accion situada en un pasado (expreso o implicito) exluya o incluya el momento de habla respectivarnente. Como se sabe, 10s modelos probabilisticos emanados especialmente de la sociolingiiistica laboviana en 10s Estados Unidos han supuesto un metodo de &lisis riguroso, en el que se trata de dar coherencia a un hecho b a s i c ~la : variacion es un proceso natural, inherente a la estructura del sistema, y por esa razon es susceptible de ser considerada en la teoria y la descripcion lingihticas. La sigmfkacion se mide por probabilidades, de tal manera que si esta esta por debajo de (SO) el context0 es desfavorable; si esti por encima favorece la aparicion de una regla deterrninada, y si esti en torno o equivale a (.50) es neutral a la aparicion de la variable. Con tal procedmento, y s e g h las cifras que ofrecia VARBRUL 2S, se obtuvieron 10s indices que propiciaban la presencia de la forma simple o la compuesta. Algunas conclusiones de este trabajo las exponemos como siguen:

-

Los hablantes canarios prefieren el uso de la forma simple. No obstante, 10s usos de la forma compuesta presentan, en general, 10s mismos valores que 10s de la norma castellana: se emplea siempre que la accion verbal abarque el momento de habla, sobre todo si va acompaiiada de locuciones temporales que incluyen el 'ahora'. Coincide asi con las apreciaciones de Alvar (1959) y Almeida (1987-1988). - Tanto el perfecto simple como el compuesto pueden expresar acciones acabadas o inacabadas, aunque se advierte cierta predileccion por el preterit0 compuesto para inhcar acciones imperfectas. Ambas formas pueden expresar tanto acciones puntuales como durativas. - La edad no marca grandes dlferencias entre 10s sujetos en la eleccion de una u otra forma; sin embargo, el sexo y 10s estudios si, pues son las mujeres y 10s hablantes con estudios medios y superiores 10s que mas utilizan la forma compuesta (Herrera Santana y Medina Lopez, 1994).

IV.Perspectiva futura La perspectiva sociolingiiistica ha enriquecido, sin dud% el aspect0 social del lenguaje, desatendido en la investigacion tradicional, mas preocupada por la simple descripcion intema de 10s hechos lingiiisticos que por 10s factores que promueven la variacion, y ha venido a demostrar una afumacion que realizara Lamiquiz (1985, pp. 106-107) hace unos aiios: "Evidentemente, no es lo mismo estudiar la lengua como abstraccion superestructural, que observar la lengua como diasistema con las matizaciones de dimension social como fenomeno de clase; no es lo mismo proyectar la investigacion de la lengua desde la teoria

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lingiiistica que desde 10s hechos de la realidad del uso lindstico en 10s estratos socioculturales". La proxima publicacion de las encuestas del habla culta de Las Palmas de Gran Canaria aportara nuevos materiales para el analisis en profundidad de otros muchos usos canarios, fiente a1 empleo de 10s tiempos verbales en espaiiol modemo. Esta en marcha ya un analisis de las perifrasis verbales, pero podemos tambien con hturos datos atender a otros fenornenos como la extension del haber impersonal, la simplification del paradigma verbal, la sustitucion de las formas del futuro de indicativo, la frecuencia de uso de las variantes -ral-se del subjuntivo, como ha hecho Serrano (1993a) en una reciente Tesis doctoral y en otros trabajos (1991-92; 1992 y 1993b), distingulendo no solo las variables sexo, edad y nivel sociocultural, sino especificando, ademas, 10s contextos sintbticos y pragmaticos en que aparecen. Se hace necesario tambien un analisis pormenorizado del nivel de estandarizacion que se ha alcanzado en la sustitucion evidente de las formas tradicionales (vulgarismos, arcaismos, occidentalismos) en favor de una homogeneizacion propiciada en 10s dtimos veinte afios por 10s medos de comunicacion y la ensefianza de la lengua matema. Por idtitno, la proliferacion de este tipo de estudios en otras keas como el andaluz y el espafiol americano invita a un contraste lingiistico riguroso que permitira indicar en un futuro no muy lejano lo peculiar y lo distintivo de cada zona, lo coincidente y lo especifico frente a la norma castellana.

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Elisabeth Beniers Universidad Nacional Autonoma de Mexico

Como sucede con muchas otras categorias, la del aspecto puede mamfestarse de diversas maneras y a traves de dlferentes recursos en la lengua. Asoma, p.ej. en la dlferenciacion lexica del tip0 comer frente a engullir, embutirse algo, o, como se duia en espaiiol coloquial de Mexico, zamparse algo con una dlferencia del tipo imperfectivo, o mejor, indeterminado vs. perfectivo en su acepcion global; o comer ffente a picar (es decir, comer un poco de cada platillo) con una diferencia del tipo indeterminado vs. reiterado-distributive. En la flexion espaiiola suele reconocerse la oposicion aspectual entre el pretento simple (corno perfectivo) y el copretento (corno imperfectivo) o tambien entre el copretento como imperfectivo-durativo, el preterit0 simple como perfectivo puntual y el perfecto como resultativo. Los verboides a su vez se distinguen entre ellos por sus valores aspectuales, valores que aportan a las que se han llamado perifrasis aspectuales. En lo que sigue deseo referirme a marcas aspectuales que pueden encontrarse en la derivaci6n espaiiola. Estoy dedicada a analizar 10s fenomenos de derivacion tal como aparecen en un c o p s del espaiiol de Mexico1 y voy a referirme a continuation a algunas zonas del sistema derivacional donde tambien se encuentran mamfestaciones del aspecto. Sucede esto en categorias relacionadas con el verbo y se observa tanto en la constitution de verbos postnominales como en la formacion de nombres postverbales. En otro trabajo2 he hecho referencia a las tres clases conjugacionales que algunos autores todavia reconocen como clases semhtico-valenciales3y a las subclases aspectuales que pueden reconocerse por las marcas -e- en -ear con valor iterativo; -ec- en -ecer; -iz- en -izar e -#c- en -$car con valor incoativo,

1

Se trata del corpus del proyecto Diccionario del espaiiol de Mexico, radicado en el Colegio de Mexico. "Acerca de la relacion entre aspecto y derivacion", ALFAL, Veracnq 1993. CE Penny (1991) Montgomery (1979).

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Elisabeth Beniers

ingresivo o versivo. Este valor puede estar reforzado por 10s prefijos en- (50%) y a- (5%) que tambien pueden ser portadores h c o s de el como sucede en aclarar, entibiar, lo mismo que una variante cero del morfema incoativo que aparece en palabras del tip0 silenciar, por ejemplo. En la derivation de sustantivos que expresan el contenido verbal en abstracto, nuevamente se mdesta la posibilidad de marcar el hecho con dos valores aspectuales o de optar por la indeterminacion o neutralidad. El valor semelfactivo suele realizarse en - a h , -ida:

barrida, boleada, cantada, corrida, desbandada, emboscada,&ma&, Ilama&, paseada, pitcheada, probada, sentada, y tocada son algunos ejemplos tornados de mi corpus. Es decir, se alude a la realization h c a de una actividad o, mejor dicho, a un act0 con un sustantivo postverbal con forma de participio femenino. Este procedimiento parece tener mucha vitalidad en Mexico. La reiteracion del hecho verbal suele expresarse a su vez con ayuda de sufijos del tip0 -era, (aulladera, corredera, lloradera, llovedera, rezadera), -ero (corredero, movedero, rechinadero, tumbadero, zumbadero) o tambien ocasionalmente -ena (gritena, corretenh), -enb (gn'tenb). Yo quisiera, sin embargo, en esta ocasion, detenerme en 10s matices aspectuales que se manfiestan en 10s sustantivos y adjetivos sujetivos; es decir, en 10s sustantivos y adjetivos postverbales que designan o caractenzan al que seria el sujeto del hecho verbal expresado por la base. En particular voy a referirrne a la accion del sufijo -ante, para finalmente ponerlo en relacion con algunos de 10s sufijos homofuncionales. A1 analizar mi material encontre una fuerte tendencia a la distnbucion complementaria de 10s sufijos sujetivos mas importantes: -dor y -ante (con alomorfos -ante, -iente, -ente) de manera que practicamente dividen la clase de 10s verbos.

Dor se utiliza casi exclusivamente con verbos activos. En muchos casos forma sustantivos designadores de agentes profesionales: actor, administrador, aJilador, ajustador, cargador, celador, cobrador, diseiiador, educador, enterrador, grabador, labrador, recaudador, vendedor, visitador (78);o personas caracterizadas por la accion, sea por realizarla reiterada o habitualmente como en el caso de acaparador, adorador, agitador, bebedor, buscador, coleccionador, falsrficador, reidor (27); o por haberla realizado de manera destacada: benefactor,

Mamfestaciones de aspect0 en la denvacion espaiiola

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conquistador, conspirador, creador, descubridor, explorador, &ndador, pensador etc. (2l).4

Aunque son ambivalentes las palabras de este tipo y pueden fungu tanto como sustantivos como adjetivos, analizando el material me parecio evidente que la mayoria de las palabras en -ante se habian formado como adjetivos. Trate de separar las que tenian claramente uso como sustantivos (52) de las que estin en uso con ambas categorias (62) y de las que parecen estar en uso por lo pronto como adjetivos (274), sin por ello negar la posibilidad de su habilitacion como sustantivos o su sustantivacion por elipsis. Ante aparece por lo tanto sobre todo como formador de adjetivos frente a -dor que constituye preferentemente sustantivos. Ademas, -ante forma adjetivos de sujetos inactivos o sin control sobre el hecho verbal, mientras que 10s derivados sujetivos formadas en -dor designan o modlfican a agentes verdaderos. La subclase de verbos reservada a -ante se refiere : a estados o cualidades como en abundante, cambiante, complaciente, condescendiente, ignorante, proliferante, pudiente, redundunte, semejante; a fenomenos fisicos perceptibles por el tacto: lancinante, trepidante, vibrante; por la vista: burbujeante, brillante, chispeante, deslumbrante,fulgurante, fosforescente, iluminante, radante, reluciente; por el oido: cascabeleante, crepitante, cmjiente, chmqueante, estridente, retumbante, silbante, tonante, tronante; y por el olfato: maloliente; a procesos: agonizante, ardiente, desbordante, desfalleciente, durmiente, jluctuante, languideciente, menguante, rezumante; a movimientos involuntarios: balbuciente, jlotante, jadeante, oscilante, palpitante, sobrenadunte, tambaleante, vacilante; a posturas: colgante, sedente, yacente; a ubicacion en el espacio: ascendente, colindante, convergente, circundante, limitante, saliente, -con algo de terminologia fisico-matematica: resultante, secante, tangente, variante;

4

Hago la aclaracion de que las categorias que encuentro en mi material se corresponden muy de cerca con las que encuentra Laca (1986) en su corpus.

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a ubicacion en el tiempo: antecedente, coincidente, debutante, precedente, siguiente; pero sobre todo a facultades: aislante, contarninante, cortante, deformante, edzjcante, estrujante, purlante, penetrante, pensante, reciprocante, rodante, tajante, subyugante, volante; con un grupo de agentes quimicos: calmante, detonante, estirnulante,filminante, oxidante, reaccionante, sedante. Relacionado con este idtimo apartado esta el grupo mayoritario de 10s "causativos", es decir, de 10s nombres derivados de verbos que suelen llamarse asi. A primera vista pareceria haber una contradiction entre el hecho de seleccionar -ante bases inactivas y su capacidad para formar causativos que se supondrian activos. Sin embargo, si se observan con cuidado estas formaciones se descubre que no hacen referencia a acciones verdaderas, conscientes y deseadas, sino mas bien a situaciones en las que algo provoca o desencadena un suceso involuntario. El sujeto suele ser tambien aqui inanimado y caracteristicamente permite una construccion media en la parafiasis que sera del tipo: '(el o lo) que induce a algo o alguen a Xbse1 acelerante agobiante alarmante alienante aglutinante agravante desesperante desquiciante (67 ejs.).

'(el o lo) que hace que algo o alguien se acelere' '(el o lo) que hace que uno se agobie' '(el o lo) que hace que uno se alarme' '(el o lo) que hace que uno se aliene o enajene' '(lo) que hace que varios elementos se aglutinen' '(lo) que hace que algo se agave' '(el o lo) que hace que uno se desespere' '(el o lo) que hace que uno se desquicie'

Hay aqui un gran grupo de verbos base que hacen referencia a estados psicologicos y fisicos que se inician, son verbos incoativos "causativos" o mejor factitivos, derivados la mayoria a su vez de adjetivos y sustantivos. Despues de ver a1 sufijo -ante desempeiiarse de esta manera con 10s verbos inactivos, se esti dispuesto a reconocerle ese valor, o sea, de verlo como formador de sujetivos inactivos.

Mamfestaciones de aspect0 en la denvacion espaiiola

127

Sin embargo, -ante figura tambien -aunque en menor medida- con verbos activos, y tambien forma algunas designaciones de agentes humanos caracterizados por a l g h comportarniento. Y es en esta funcion donde resalta mejor su valor aspectual propio: el de progresion en la actualidad: acompaiiante es naciente delirante es aspirante

'el que esM acompaiiando a alguen' 'el que esta en trance de nacer' 'el que esM delirando' 'el que aspira en este momento a algo'

y asi sucesivamente

Este valor parece resaltar sobre todo en 10s nombres de quienes desempeiian un papel determinado en una situacion mas o menos tipificada: contrayente, denunciante, informante. Hay un grupo de terminos legales que pertenece aqui: declarante, demandante, denunciante, otorgante, poderdante. Tambien se perciben con claridad cuando se forman ambos sujetivos activos en -dor y en -ante: visitante / visitador, ayudante 1 (muy) ayudador, triunfante I triunfador, aunque, desde luego la oposicion puede ser de otro tip0 como en: incitante / incitador donde parecen oponerse la facultad con el comportmento o hablante I hablador donde parece tratarse de un estatus frente a una accion habitual. Un comportamiento similar a1 de -ante se observa para -do sujetivo. Do sirve esencialmente para formar nombres objetivos o de paciente con verbos transitivos: enviado, herido, por ejemplo. Pero cumple tambien la funcion de constituir nombres sujetivos inactivos del tipo: atenido, cristalizado, desbocado, descon$ado, dormido, jluido. A1 igual que -ante, tiene preferencia por verbos pronominales: ajado, amodorrado, calcz$cado, desbocado, descompensado, deteriorado, emocionado y muchos otros. Sin embargo, puede renunciar a su caracter esencialmente pasivo o inactivo y aparecer con verbos activos formando nombres sujetivos y manifestando su valor perfective-resultativo propio, en oposicion a -dor, dotado de valor habitual y -ante con valor procesual-actual.

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El cuadro general seria como sigue:

A

objetivos

subjetivos

sujetivos

objetivos

nombres imperfectivos

nombres perfectivos

nombres irnperfectivos

nombres perfectivos

habitual

resultativos

proceso actual

resultativo

proceso-

I

I

I

(persona agradecida)

Se reconocen entonces en estos sufijos dos tipos de interaccion con valores aspectuales: tienen tendencia a seleccionar verbos determinados con respecto a la dunension activo 1 inactivo o con control / sin control, es decir, con respecto a la semhtica aspectual lexica y, ademas, aportan su propio valor aspectual. Do y ante comparten, aparte de su facultad para formar sujetivos con valor aspectual determinado y de su preferencia por 10s verbos inactivos, la capacidad de formar posesivos en formacion postnominal, a pesar de que el espaiiol tenga un procedimiento especializado para esta funcion que emplea el sufijo -oso: Desde luego tambikn pueden formar sujetos habituales 10s verbos inactivos. Aparentemente h g e n como sufijos con esta h c i o n nuevamente -do y tambikn -on: d~straido,callado, enojon, atenido.

Manifestaciones de aspect0 en la derivation espafiola adintelado afamado cuadriculado encortinado engomado

'que tiene dintel' 'que tiene fama' 'que tiene cuadriculas' 'que tiene cortinas' 'que tiene pegamento ("goma")' etc..

fewiente valiente discordante

'que tiene fervor' 'que tiene valor' 'que muestra discordia'

Estos dtimos parecerian ser reinterpretaciones de palabras originalmente sujetivas postverbales. Por otra parte, muchos nombres en -ante / -iente adrmten esta misma lectura con respecto a su propio derivado. Asi tenemos: amgante evidente estridente contundente prudente diligente indulgente

'que tiene arrogancia' 'que muestra evidencia' 'que muestra estridencia' 'que tiene contundencia' 'que tiene prudencia' 'que tiene diligencia' 'que muestra indulgencia'

y muchos mas lo que sin duda refuerza la posibilidad de que -ante (-iente, -ente) se utilice como formador de posesivos. A la vez es posible definir estos sustantivos abstractos a partir del adjetivo como:

'cualidad de X,':

arrogancia 'cualidad de arrogante'

y asi sucesivamente.

Esto suele suceder cuando las palabras base de una derivada son de la misma categoria gramatical y semintica de alguna de sus propias derivadas, como sucede tambien en casos como angustiante 'que causa angustia' frente a desesperante 'que causa desesperacion', siendo que desesperacion puede definirse como 'resultad0 de desesperarse'.

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Elisabeth Beniers

Existen, ademas, unos procedimientos de formation de posesivos paralelos en -iento, -ienta ; -ento, -enfa que seguramente tambien refuerzan la interpretation posesiva de 10s derivados, formalmente tan cercanos, en -iente. Doy algunos ejemplos: avarienta, calenturienta, grasiento, sangriento, sediento, sanguinolento, purulento.

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Martina Emsel Universidad de Leipzig

EL ENTORNO SINTACTICO DE VERBOS INSTRUMENTALES 0. De entre 10s verbos derivados a base de sustantivos hemos escogido 10s de

sigdcado instrumental por parecer un grupo relativamente homogeneo y mas facil de delimitar en comparacion con otros, aplicando el criterio de la "funcion (caso o papel) semhtica" incorporada. Ese criterio nos obliga al rnismo tiempo a ir mas alla de la unidad lexica misma y observar el efecto del proceso lexicogenetico sobre el sintagma. Es de especial interes observar si la complejidad semhtica de un verbo derivado se refleja en una restriction o extensih de la estructura sintactica, comparada con la estructura de una autentica o hipotetica frase matnz que contiene la base del verbo derivado como lexema independiente junto con un verbo general. Vamos a presentar y someter a la discusion 10s resultados de un primer analisis.

1. El instrumento como elemento del enunciado Hay que dedicar algunas palabras al esquema funcional s e g h el cual una frase, un enunciado es una secuencia de elementos que tienen cada uno su funcion, determinada por el si@cado general del enunciado y acentuada por la estructura sinthctica de la frase. A base del conjunto de 10s casos semhticos desarrollado (incluso con otros terrninos) en las gramaticas de HELBIG, ENGEL, von POLENZ, DIK y otros, elaboramos para el estudio de verbos denominales un espectro de 15 funciones y subfunciones (EMSEL en: LUTZEIER), propuesto para estudiar campos lexicos funcionales. Tanto el nhnero de casos como la diferenciacion entre ellos -si faltaba una definition nos basamos en 10s ejemplos- varia de un trabajo a otro. Es indispensable, por lo tanto, definir de antemano el concept0 de 'instrumento' para su aplicacion en este estudio. El instrumento como elemento del enunciado puede describirse solo en correlacion con otros elementos del mismo sistema. Se trata pues de la(s) estructura(s) basica(s) de un enunciado instrumental:

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Martina Emsel

El instrumento se define o describe como objeto (sustancia, etc.) que utiliza un agente para producir un cambio de estado (en un paciente). Terminado este proceso, el instrumento no forma parte del paciente o resultado: AGENTE usa INSTRUMENT0 y causa - PACIENTE (SIT, --> SIT,) PACIENTE --> RESULTADO - PRODUCT0

-

-a continuation nos lirnitamos a hablar de PACIENTE- siempre con la restriccion de que INSTRUMENT0 = part (PACIENTE/RESULTADO/PRODUCTO). Soy consciente de provocar discusiones con esta restriccion. Pero hay que considerar el proposito de encontrar cnterios distintivos frente a otras funciones (p.ej. paciente) y aplicables a1 estudio lexicogenetico de verbos denominales.

2. Realizacidn sintrictica de enunciados instrumentales Como enunciado instrumental, en el sentido mas arnplio de la palabra, puede concebirse una frase que dispone de un elemento con funcion de instrumento, cualquiera que fuese su posicion sintiictica (complemento preposicional, sujeto, parte del verbo) o la funcion de 10s elementos complernentarios (paciente, resultado, producto); si se trata de actantes obligatorios o facultativos, s e w la teoria de las valencias. En estos enunciados instrumentales el predicado presenta tres formas basicas: 1. Verbo especifico --> INSTRUMENT0 implicit0 o hlpotetico:

p.ej.: Los jovenes pintan su habitation (con brocha). cortar el pan (con un cuchillo) lavar (con agua) El instrumento (el imico posible) aparece solo en el momento de ir acompaiiado por un atributo, p.ej. : cuchillo nuevolde su hermano, agua frialcaliente

2. Verbo general + INSTRUMENT0 explicito: p.ej.: h41hermana suele escnbir sus cartas con plurna Vamos a1 teatro en taxi. El instrumento se menciona por merecer especial atencion y especificar uno de entre varios posibles,

El entomo sintactico de verbos instrumentales p.ej.: escribir con boligrafoAapiz/maquina [.. .]; ir en coche, tranvia, ir a pie. 3. Verbo derivado con INSTRUMENTO incorporado:

p.ej.: Y sigo macheteando la maleza que se enrede en mis piemas. -LV '50.69 Formulamos la

HIPOTESIS: La incorporacion del instrumento a1 verbo impide que haya un instrumento explicit0 en el enunciado porque el concept0 funcional del enunciado admite nada mas que una sola representacion de cada funcion. OBSERVACION: La realidad lingiiistica, o, las frases ejemplos contradicen esta hipotesis. Queda por estudiar el por que de este fenomeno

3. Base empirica - datos estadisticos Para nuestro analisis partimos de un grupo de palabras derivadas que ofrecen una estructura superficial relativamente clara y homogenea. Se trata de verbos derivados de sustantivos. De entre 10s metodos comunes y comentes ni 10s criterios lexico-seminticos (con referencia a la base nominal) ni 10s esquemas transformacionales (con referencia a una frase matriz) sirven para distinguir y explicar estos procesos lexicogeneticos. Los motivos para la creacion de tales verbos residen mas bien en aspectos semintico-funcionales. Decidirnos, por lo tanto, aplicar una teoria de este indole, originaria del nivel de la frase, a1 nivel lexico. Los verbos instrumentales constituyen un grupo de entre 10s derivados denominales que se caractenza por el hecho de que al sustantivo base de la derivation corresponde la funcion de instrumento (de como acabamos de definirla) dentro de un espectro funcional de elementos enunciativos. Nuestra base empinca consta de unos 120 verbos que clasificamos como instrumentales con 10s criterios arriba mencionados. Estos verbos se han formado a base de 86 morfemas nominales diferentes, lo que sugere ya que una u otra base disponga de vanedades formales.

Martina Emsel

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De entre 10s 120 verbos, encontramos unos 80 en frases -tomadas tanto de diccionarios (Marsmlaneta) como de fuentes primarias (novelas, cuentos). Corresponden a 60 morfemas bases diferentes, porque en algunos textos se han usado repetidas veces y, por lo tanto, mas frecuentemente que otros, p.ej.

8 x : patear 7 x : apalear, desgarrar 5 x : cepillar, manosear 4 x : abanicar, bombear, empuiiar, peinar (+ 3 x : despeinar).

4. Las estructuras de frases con verbos instrumentales Las frases se agrupan en cinco tipos diferentes con una jerarquia interna que se puede medir en la lexicalizacion o abstraccion semhtica y h c i o n a l del elemento instrumental. Para ilustrar mejor este proceso, mencionamos 10s rasgos s e m h ticos basicos de 10s sustantivos que sirven de morfema base en la derivation de 10s verbos instrumentales. En cada tipo enunciativo distinguimos, ademh, entre la estructura '-a' (AGENTE en posicion del sujeto) y la estructura '-it (INSTRUMENT0 en posicion del sujeto). Esta opcion existe siempre cuando el tip0 enunciativo dispone de un instrumento explicit0 (vea tambien 5.2.). Si encontramos mas que la frase ejemplar, indicamos el nhnero total de ejemplos. 4.1. En el tipo I se ha incorporado el instrumento a1 verbo, y, como consecuencia,

queda "vacia" la posicion del instrumento en la estructura sintictica. Tipo I: AGENTE - V (caus+MSTRUMENTO) - PACIENTE etc

estr. I-0: Subj/Ag + PredInstr + 0 (9 ejemplos) p.ej.: Asi las habia visto ordeiiar, chapear, guataquear, sembrar, lavar ropas, cocinar, y cuantas labores se hacian necesarias.

-Pur'62,9 estr. I-a: Subj/Ag + PredInstr + Odir/Pat [...] (ca. 35 ejemplos) geg-nat: geg-art:

Lo [.. .] aporrearon hasta que perdio el sentido. -P1.3 Yo, indIferente, segui cepillando el caballo. -LV 'SO, 113

El entomo sintactico de verbos instrumentales [...] 10s hombres que regateaban [...I antes de continuar bornbeando el agua de las compuertas [.. .] -LV '50,170 part-hdanim: El tio Folion le habia cogdo una piema, y, abrazandola con todas su ansias, le mordia en la enjuta pantorrilla. -GP '80,14 azufrar 10s vides. -P1.142 mat:

geg-kpx:

estr. I-i: . / . (el + inJinitivo + de + O.dir/Pat) (vea 5.1.)

Entre 10s morfemas bases predorninan 10s que designan objetos de creacion artificial p.ej.: abanico, bate, machete con un proposito instrumental hasta tal punto que en varios casos queda mas bien abierta la relacion de denvacion: p.ej.: barrena - barrenar carda - cardar peine - peinar. Lo mismo vale para algunos objetos complejos como p.ej.: alambique - alambicar. Ademas hay partes del cuerpo humano o animal (a menudo sin distincion clara entre ellos) como p.ej.: brazo, codo, manos, pufio, diente, pata, garras; algunas sustancias, p.ej . : arena, azufre, cloro, brasa, y casi faltan objetos naturales si no hubiera p.ej.: piedra en forma de /lapid/ = 'ejecutar'

4.2. Pero ya en el tip0 11, a pesar de la incorporacion, tenemos de nuevo un instrumento explicito. Se trata aqui de una especificacion del instrumento mencionado en el verbo, y el lexema pertenece, por lo tanto, a la misma categoria semantics, p.ej: cafionear con la pistola cuerear con el latigo patear con las botas.

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Martina Emsel

Tipo 11: AGENTE - V (caus+INSTRUMENTO) - PACIENTE con INSTR,, estr. II-a: Subj/Ag + PredInstr + O.dzr/Pat + con Instrspe, (3 ejemplos)

p.ej: Era una pistola, con la cual encaiionb a1 capataz, conminhdolo a cargar la estera. -Tpmt '69,48 estr. II-i: Subj/Instrsp, + PredInstr

+ O.dir/Pat.

p.ej.: Reflectores iluminan la escena encandilando nubes de mosquito~,chltras y jejenes. -LV '50,96

4.3. El tip0 I11 se distingue del anterior porque entre 10s dos "instrumentos" -la denomination categorial y su especificacion- existe nada mas que una relacion momenthea que atribuye a un objeto cualquiera la funcion de instrumento en un contexto, identlficandolo parcialmente como tal. Se establece, pues, una relacion de sinonimia contextual entre un objeto instrumental prototipico: p.ej. abanico, y otro(s) no prototipicos: p.ej. gorra (vestido), programa (lectura). Tipo 111: AGENTE - V (caus+INSTRUMENTO) - PACIENTE con INSTRiknt estr. III-a: Subj/Ag + PredInstr + O.dir/Pat. + Instriden, (2 ejemplos)

p.ej .: Hacia tanto calor que empezo a abanicarse con la gorra. -GP '80,50 estr. III-i: S ~ b j / h ~ t r + , ~PredInstr ,,~ + O.dir/Pat.

p.ej.: [...] la sierpe de tubos negros que bornbean, a Balboa Base, el aceite y la gasolina [.. .] -LV '50,128

4.4. A dlferencia del tip0 I11 -la combination de un instrumento base tipico con un instrumento explicit0 atipico- en 10s tipos IV y V se trata de un proceso de metaforizacion del instrumento base que deterrnina un nivel abstracto de todo el proceso instrumental y, por lo tanto, se refleja en otros elementos del enunciado. En el tip0 IV la instrumentalidad queda limitada a1 verbo derivado y el paciente se caracteriza por su si&cado abstracto.

El entorno sintictico de verbos instrumentales

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Tipo IV: AGENTE - V (c~~s+INSTRUMENTO),,~ - PACIENTE estr. IV-a: Subj/Ag + PredInstrmet+ O.dir/Pat (6 ejemplos)

p.ej.: Alambico conceptos hasta hacerlos ininteligibles. -P1.46 estr. IV-i: . / .

Los morfemas bases del tip0 IV tienen 10s mismos rasgos semhnticos como 10s de 10s tipos I y 11, a menudo las mismas palabras aparecen en ambos tipos. 4.5. Las frases del tip0 V presentan otra vez tanto un instrumento incorporado como uno explicito, con una relacion entre ellos que se parece a1 tipo 111 y que se explica a traves del contexto. Ademas se encuentra a un nivel abstract0 que determina tanto el sigmficado del paciente como del elemento instrumental explicito. Tipo V: AGENTE - V (c~us+INSTRUMENTO),,~- PACIENTE - INSTRiant estr. V-a: Subj/Ag + PredInstr,,,,, + O.dir/Pat + con Instrident (sin ejemplo) estr. V-i: Subj/Instride,,+ PredInstr,,, + O.dir/Pat (4 ejemplos) p.ej.: Su interpretacion en aquella pelicula le catapult6 al estrellato. -P1.238 5. El entorno funcional y sintiictico del n6cleo instrumental

A base de 10s tipos I - V descritos en el p h a f o anterior, nuestro interes se centra ahora de mod0 tanto mas general como mas detallado en el entorno funcional y sintactico de 10s nucleos instrumentales -que son 10s verbos derivados con instrumento incorporado-. Extendemos el analisis a 10s demas elementos del enunciado entre 10s que destacan el agente, el paciente con sus versiones, y construcciones adverbiales. Veremos hasta q d punto las frases ejemplares corresponden a las estructuras sintacticas que resultarian del potencial actancial de 10s verbos, y como se presenta la relacion entre 10s elementos llamados obligatorios y facultativos, o argumentos y satelites.

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5.1. Estructura impersonal - reduccion de AGENTE

Los enunciados instrumentales disponen de un recurso particular para realizar frases impersonales, tanto para evitar nombrar concretamente a1 agente como para focalizar el instrumento. Se trata de las estructuras sinticticas en las que el instrumento aparece en posicion del sujeto. En 10s cinco tipos habiamos distinguido, pues, entre las estructuras '-at (AGENTE en posicion del sujeto) e '-i' (INSTRUMENT0 en posicion del sujeto). Dado el hecho de que esta opcion existe siempre cuando el enunciado dispone de un instrumento explicito, no puede aparecer en 10s tipos I y V. Carece de importancia para este dtimo. El tip0 I puede resolver el problema utilizando como sujeto

- un sustantivo derivado del verbo instrumental + O.dlr/Pat. p.ej. [...] le hirio un bayonetuzo [...] [.. .] un bastonuzo lo aparto [...]

- o el infiitivo substantivado del verbo instrumental + de + Pat p.ej. Su chancletear se ahogaria en el ruido de las cantinas [...I -LV '50,87 per0 ambos casos aparecen con poca frecuencia. 5.2. Reduccion de PACIENTE Cuando hablamos a1 inicio de 10s enunciados instrumentales en el sentido mas amplio de la palabra, habiamos incluido tambien las estructuras que por razones seminticas pueden renunciar a la forma explicita de un instrumento, porque la combination de verbo simple + objeto lo delimita suficientemente claro. Algo similar se produce en las frases con verbos derivados cuya base designa un instrumento y con ello una actividad tan especifica que no se adrmte nada mas que un determinado paciente. Ese paciente queda sin mencionar en la frase por parecer semhticamente redundante. Y podriamos iniciar de nuevo la discusion acerca del caracter obligatorio o facultativo de 10s elementos llamados argumentos o satelites. Ademas de las ya mencionadas estructuras '-a1e '-it existe entonces una variante que llarnamos '-0' (sin O.dir/PACIENTE, vea 4.1.). Esta coincidencia entre el tipo I y la estructura '-0' se explica por el rasgo principal del mismo tipo. Es el h i c o que presenta la funcion instrumental en una forma lexica compleja consemando a1 mismo tiempo su simcado explicito.

El entomo sintactico de verbos instrumentales 5.3. Construcciones adverbiales La mayoria de las frases ejemplos corresponde a1 tipo I-a porque el tipo I-a se concibe como prototipico de un enunciado instrumental y es la estructura minima para demostrar la aplicacion de tales verbos. Una buena parte de 10s ejemplos se debe al Diccionario Planeta donde el lexico 'espaiiol usual' va acompaiiado de definiciones y frases ilustrativas, sobre todo el caso de 10s verbos, a veces limitado al sintagma infiitivo + 0 . h(azufrar vides). Acerca de las frases tomadas de fuentes primarias y la mayoria de las 'lexicografiadas' podemos decir que en todos 10s enunciados el niunero de elementos esth limitado per0 equilibrado. Es decir, hay de por lo menos una especificacion acerca del predicado.

En las especificaciones distinguimos:

- circunstancial - temporal p.ej.: durante horas, antes de continuar, todos 10s dias, durante la guerra, de sol a sol, cuando andaba por el pasillo;

- cucunstancial - local (sitio o destino) p.ej: en eYal suelo, a Balboa Base, en el cielo, en las profundidades de la cantera, en el ruido de las cantinas;

- circunstancial de mod0 p.ej. : (un lexema) indlferente, constantemente, (mas de un lexema) con fuerza, me hice inhferente, sin cesar, m h de prisa, a duras penas, con todas sus ansias, en su embriaguez;

- fiase subordinada final p.ej.: 1-0: abrirse el paso (codeando), (El chofer bocino) para adelantar, (Hay que baldear) antes de llegar a1 puerto; I-a: hasta que perdio el sentido, (porque la jaqueta) la llevas blanco, para obtenerla (agua) mas pura, hasta dejarla (loma) plena; IV-a: hasta hacerlos (conceptos) ininteligibles;

- subordinada o atributo causal p.ej.: hacia tanto calor que [...I, El publico, sudoroso [.. .] (arnbos en "abanicar" 111-a).

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Predominan en todos 10s casos las construcciones con sustantivos o de mas de una palabra, frente a las con palabras (adverbios) simples. Asi las especificaciones cubren un espacio fonologico y de contenido que se les hace parecer a las diferentes especificaciones del instrumento en 10s tipos 11, 111y v. Las ocurrencias comprueban esta equivalencia formal. Las especificaciones antes mencionadas las hemos sacado casi exclusivamente de 10s tipos I (-0 y -a) y IV, un caso particular, pero no fuera de las reglas, constituyen frases como el ejemplo con la estructura 1-0 donde la especificacion de predicado se realiza mediante una enumeration de verbos. En el tipo V con la mayor complejidad semhtica, hay solo una construction adverbial(-temporal) en 10s cuatro ejemplos. Se ve muy bien que 10s elementos especlficadores que rodean un predicado instrumental se ven determinado no por las estructuras sintacticas sin0 por la intencion comunicativa que se mueve en 10s limites de un enunciado comprensible con toda su complejidad. Resulta una composicion equilibrada del enunciado con un promedio optimo de elementos, quiere deck una delimitacion cuantitativa que se ciiie a las cadenas tema - rema en la estructura del texto. No obstante la predetermination del verbo en general como componente rematico del enunciado, 10s elementos funcionales incorporados guardan de todos modos su caracter tematico -incluso si la funcion tiende a neutralizarse- y admiten complementos rematicos de diferente indole. Constatamos una relativa independencia entre las estructuras de 10s argumentos, descritos tradicionalmente con una perspectiva lexicogrAf?ca, y las estructuras de complernentacion que se producen con una perspectiva hacia el contenido y las intenciones del texto

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El entorno sintactico de verbos instrumentales

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Dorte Miiller Universidad de Leipzig

0. Esta comunicacion abordara un tema que se basa en el interes por la traduccion y la comparacion de lenguas. Para poder traducir es imprescindible analizar las estructuras de las &erentes lenguas que vienen a1 caso. En el centro de la ponencia esti la poesia espaiiola por las siguientes razones. Leyendo poesia en espaiiol nos preguntibamos siempre de donde venia tanta belleza lingiiistica y como seria posible traducirla. Para poder analizar el papel de 10s verbos en poemas en una primera fase hay que saber c d e s son 10s rasgos especificos de la poesia espaiiola. La poesia es un concept0 muy complejo como para describirla en una sola comunicacion, asi que quisiera enfocar una sola parte de las obras poeticas, 10s poemas en rimas. El estudio se basa en unos 17 poemas de tres autores. Son el poeta espaiiol Antonio Machado y las poetisas argentina Alfonsina Storni y la chilena Gabriela Mistral. Escogi estos tres poetas porque son contemporineos y escriben poemas en rimas.

1. En general, lo caracteristico de un verso es la repeticion de la misma unidad ritmica o silabica. Nos interesa aqui, sobre todo, la rima, es decir, la repeticion silabica a1 final de un verso. Se aiiade para la poesia de las lenguas romhicas que el ritmo y como consecuencia el recuento del niunero de silabas no tiene la misma importancia para el analisis de poemas que en otras lenguas. Entre otros es a causa de la calidad fonetico-fonologica de las silabas. No se distinguen con la misma naturalidad silabas cortas y largas. Por tanto la rima llega a sustituir el ritmo. La rima se divide en dos grupos principales: a) la rima perfecta o consonante. Fbma perfecta quiere decir que hay palabras en las que coinciden la idtima vocal acentuada y las consonantes que siguen a esta vocal. (1)

Ya te hundes sol; mis aguas se coloran de llamaradas por morir; ya cae mi corazon desenhebrado, y trae, la noche, filos que en el viento lloran.

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Dorte Miiller

b) La nma imperfecta o asonante, a su vez, solo requiere identicas vocales que esten acentuadas. No es necesario que sigan unas consonantes o vocales identicas como en el caso de la rima perfecta. (2a) hablo 1amo 1canto (2b) Backe backe Kuchen der Backer hat gerufen En el espaiiol la distincion de rimas perfecta e imperfecta no tiene la misma importancia dentro del sistema de las estructuras poeticas como para otras lenguas. La rima imperfecta ocupa el mismo rango que la perfecta. El rasgo importante que une 10s dos tipos de rima es la asonancia de la idtirna vocal acentuada. 2. Sobre esta base deberiamos acercarnos a1 sistema fonetico-fonologico del espaiiol para poder obtener mas detalles sobre la vocal. La existencia de un niunero limitado de sonidos semhticamente relevantes, es decir 10s fonemas, es tambien un prerrequisito para poder rimar. Las diferentes lenguas varian en cuanto a1 inventano de fonemas. Estas diferencias entre 10s sistemas fonetico-fonologicos en las lenguas deberia tener su correspondencia en la nqueza potencial de rirnas. Para el analisis del inventario fonetico-fonologco nos basamos, sobre todo, en un estudio comparative de GRAB-KEMPF (1988) "Kontrastive Phonetik und Phonologie deutsch-spanisch. Esta autora distingue dos categorias principales de fonemas, 10s fonemas silabicos y asilabicos.

a) Los fonemas silabicos son 10s que forman la llamada "cumbre" de la silaba. (3)

guerra I cura 1 rico

b) Los fonemas asilabicos son todos 10s demas (4)

peso 1cava / vaga

Los fonemas silabicos corresponden a1 grupo de las vocales, mientras 10s asilabicos son las consonantes incluyendose la /w/ y la /j/. El caso de 10s diptongos / tnptongos lo trata como una combinacion de un fonema silabico y otro asilabico. Si queremos observar la capacidad que tiene una lengua para conseguir que dos palabras coincidan en la idtima vocal acentuada es importante el niunero de fonemas silabicos y su frecuencia de uso. S e w el estudio mencionado, el n b e ro de fonemas silabicos asciende a 5 para el espaiiol y a 16 para el alemh. Los diptongos se tratan como ya lo mencionamos.

El potencial poetic0 de verbos

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Los fonemas silabicos espaiioles son la,e,i,o,ul. A1 tener tan solo estos, es m h probable que dos palabras tengan la misma dtima vocal acentuada. Y a reves, es mas dificil encontrar una rima en una lengua que dispone de un sistema fonolog c o muy variado en cuanto a sus fonemas silabicos. (5)

Kase 1 Mdi-chen / mude

Aunque 10s silabicos son la parte deterrninante de la rima, varnos a considerar brevemente 10s fonemas asilabicos. En cuanto a1 niunero de estos fonemas consoninticos, no existe una gran diferencia entre el espaiiol y el aleman. En 10s dos idiomas hay unos 20 fonemas de este tipo. La produccion de sonidos tampoco varia mucho. Pero si es interesante ver las parejas b-p, g-k, d-t. La pronunciacion de 10s sonidos p,t,k en alemin esta acompaiiada de una fuerte aspiration. No es este el caso de 10s correspondientes sonidos espafioles. Por eso la distancia fonetica entre las parejas mencionadas es mayor en alemin que en espafiol. Aunque interesa sobre todo el fonema silabico acentuado, podemos encontrar en esa menor distancia una posible explication para el hecho de que la rima perfecta e imperfects no ocupe rangos dlferentes en la poesia espaiiola. Si la distancia entre las parejas b-p, g-k, d-t es menor en el espaiiol, 10s sonidos se perciben como mas parecidos y mas aptos para una repeticion. Ademas, en espaiiol no influye la variante sonora del asilabico en el silabico precedente de la misma manera que lo hace en el alemin. D e s p d s de haber visto las Merentes categorias y el niunero que comprenden esas categorias de fonemas, vamos a considerar la fiecuencia con la que se usan 10s fonemas silabicos y asilabicos en el habla. Los fonemas asilabicos, mejor dicho, su especificacion concreta -10s alofonos- que les corresponden, llegan desde un 52,7% al 56,5% del total, segim 10s diferentes calculos consultados. Aqui tambien resulta interesante la comparacion con el alemin. En este idioma el porcentaje asciende de un 60,4% a un 63,7% del total. La consecuencia es que 10s silabicos forman desde un 42,8% a un 47,5% en el espaiiol, y en alemhn de 36,3% a 393% del inventario total de fonemas (compare GRAB-KEMPF). Si ahora sumamos la utilizacion mas fiecuente de silabicos en espafiol -en comparacion con otras lenguas- a1 menor niunero de silabicos en el sistema fonetico-fonologico se puede concluir que hay una probabilidad muy grande en espafiol de que coincidan dos silabicos acentuados identicos en el final de una rima.

Dorte Mullet

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3. Como el espafiol pertenece a las lenguas sinteticas tiene un gran n h e r o de morfemas gramaticales a su disposicion. LEVY habla en su libro "Die literarische Uebersetzung" de rimas gramaticales que se basan en las terminaciones gramaticales de 10s dlferentes tipos de palabras. Para LEVY esta posibilidad existe tanto para el espafiol como para el aleman. Y las lenguas que disponen de terminaciones de esta indole son mas aptas para ser rimadas. Pero creemos que 10s verbos espaiioles tienen unas terminaciones a h m h propensas a ser rimadas. Aunque el aleman tiene morfemas gramaticales, el acento de las formas verbales sigue en la raiz del verbo en la mayoria de 10s casos. (6)

sterben ich sterbe I du stirbst I wir sterben ich starb 1 sie starben I gestorben

Los verbos son un grupo importante si consideramos todos 10s morfemas gramaticales al final de una palabra. A1 contrario de otras lenguas - como el alemiin o el ingles - la fiase espaiiola permite una gran flexibilidad en cuanto a la posicion del verbo, aunque hay ciertas restricciones. Ademas, el final de una linea en un poema pocas veces coincide con el final de la fiase. Asi que si se trata de poesia rimada, el verbo puede ser el portador de la rima sin problema alguno. En 10s poemas que analizamos hay un total de 409 lineas. De este total unas 160 lineas e s t h rimadas en formas verbales, es decir, casi un 40%. Por supuesto, este porcentaje varia s e g h el poeta. Este hecho parece contradecir hasta cierto grado la critica de literarios prescnptivos que defienden el punto de vista que, "si se aspira a escribir versos con m a razonable pulcritud estetica, la sene de rirnas que menciono a continuation dafian penosamente, la buena calidad de cualquier poema", dice MARIO, y empieza con las rimas de verbos. No obstante, vemos que tambien autores de gran renombre usan rimas que se basan en el potencial de las formas verbales. Miremos las formas verbales concretas. Sabemos que el espafiol tiene tres diferentes grupos de verbos, 10s que terminan en -ar, 10s que termlnan en -er y 10s que tienen la terminacion -ir en la forma del infinitivo. No vamos a tratar 10s verbos irregulares en especial, porque por lo general coinciden por lo menos en algunas partes de la conjugacion con 10s verbos regulares. Las conjugaciones nos interesan sobre todo en cuanto a la posibilidad de conseguir rimas a traves de las formas conjugadas.

El potencial poetic0 de verbos

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a) Primeramente analizaremos 10s infinitives. En todos 10s mfinitivos el acento se encuentra en el silabico que antecede la r final. El acento esta en la terminacion. Como existen 10s tres diferentes grupos en -ar, -er y -ir, el imico prerrequisito para la rima es escoger un verbo del mismo grupo. Ademas, siempre se va a tratar de una nma perfecta ya que el asilabico que sigue siempre sera una r. Del total de las rimas en formas verbales casi un 20% son infitivos. b) las formas simples: presente indicativo: El presente del indicativo tiene las terminaciones en o, as/es, ale, amos/emos/imos, ais/kis/is, aden. En este caso, el acento de la palabra esta para las formas del singular y la tercera persona del plural en la raiz de la palabra. Pero como en espaiiol las rimas asonantes son igual de irnportantes para la poesia se puede llegar a una rima imperfects si las vocales de la raiz son identicas, per0 sin necesidad de que 10s asilabicos que siguen a esta vocal sean identicos. En las formas del plural el acento esti en la terminacion. Esto sigmfica que independientemente de 10s fonemas, en la raiz de la forma se consigue una rima perfecta si 10s verbos provienen del mismo grupo, o en -ar, -er o -ir. La persona mas utilizada es la tercera del singular. c) presente subjuntivo: Para el presente del subjuntivo se puede repetir lo dicho para el presente del indicativo. Las formas irregulares despliegan muchas veces 10s cambios en las formas del subjuntivo del presente, por ejemplo venga, tenga. Pero esto queda sin influencia sobre la posibilidad de conseguir rimas perfectas e imperfectas a traves de este paradigma. Aunque este paradigma tenga el mismo potencial del presente del indicativo, no se encuentran ejemplos en 10s poemas analizados. d) el indefinido: El indefinido siempre lleva su acento en la terminacion, que varia s e w el grupo de verbos. Por tanto, todas las formas verbales consiguen una rima si se trata de verbos del mismo grupo. Encontramos dos ejemplos en 10s poemas analizados.

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Dorte Mdler

e) el imperfecto (del indicativo y del subjuntivo): El imperfecto tambien tiene el acento en la terminacion que varia s e g h el tipo de conjugacion. Siempre habra una rima perfecta si el tipo de conjugacion, el modo, y la persona de la forma verbal coinciden. El corpus incluye 3 versos con el imperfecto del indlcativo y un verso con el imperfecto del subjuntivo. f) el futuro y el conditional:

Como tambien estas formas llevan el acento en la terminacion suministran rimas perfectas. Los poetas aqui estudiados tan solo usaron rimas con estas formas verbales en tres ocasiones. g) En las formas compuestas solo el pmcipio es de interes porque si hay una rima en una forma compuesto siempre sera el participio el responsable de la consonancia. Los participios regulares terminan s e e el grupo de verbos en -adoo - d o . De esta manera el acento estii siempre en la terminacion forrnando una rima consonante. Si la forma del participio se usa como adjetivo, se aiIaden a las formas mencionadas 10s morfemas que se deben a1 genero y nhnero del sustantivo que esta deterrninado por el adjetivo. Como el acento tambien en este caso siempre estara en la a o la i resultara por lo menos una rima imperfects. Este grupo constituye el 26% del total de formas en rimas con formas verbales. h) El gerundio es una forma que se puede usar para llegar a una rima perfecta. La

tenninacion varia s e g h el tip0 de conjugacion. El acento siempre esti en la terminacion. Conclusiones: De las formas mencionadas podemos ver que 10s verbos espaiioles se prestan de una manera especial a la rima. Esto se debe a varias caracteristicas del espaiiol en general y de las formas verbales en particular. 1) a la cantidad y calidad de 10s silabicos que son portadores del idtimo acento de la linea. Aunque hay diferentes realizaciones de 10s silabicos, las diferencias no llegan a constituir una distancia larga como, por ejemplo, en el aleman. Ademas, la falta de una gran dlferenciacion en las parejas minimas mencionadas de consonantes, eleva las asonancias al mismo nivel de la consonancia.

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2) Las terminaciones tan regulares y en su mayoria con acento en la tenninacion hacen facil rimar en estas formas. Asi pues, creemos que se puede hablar de un potencial poetico de las formas verbales. No obstante tiene razon MARIO si dice que la abundancia en estas rimas no lleva necesariamente a poesia que merezca el nombre. Es necesario usar este potencial para expresar ideas originales y eso depende del talent0 del poeta.

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