Reforma y Contrarreforma, Europa entre 1520 y 1648 8420627321


264 44 8MB

Spanish Pages [415] Year 1992

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD PDF FILE

Recommend Papers

Reforma y Contrarreforma, Europa entre 1520 y 1648
 8420627321

  • Commentary
  • ocr: Tesseract; MRC compression; the original scanned text isn't the best but is legible
  • 0 0 0
  • Like this paper and download? You can publish your own PDF file online for free in a few minutes! Sign Up
File loading please wait...
Citation preview

tanza Editorial

»

Alianza Universidad

Editorial Alianza

Antonio Sáez Arance

Versión española de

Reforma y Contrarreforma Heinrich Lutz

Printed in Spain

Impreso en Lavel. Los Llanos, nave 6. Humanes (Madrid)

Avda. Docwy Federico Rubio y Galí, 16. 28039 Madrid Fowcompasición: EFCA Depósito legal: M. 35.803-1992 ISBN: 84-206-2732-1

O €

Calle Milán, 38, 28043 Madrid; uwlef. 300 00 45 Ed cast: Alianza Editorial, S. A. Madrid, 1992 1982 by R. Oldenbourg Verlag GmbH, Múunchen

preceptiva autorización. artística o científica fijada en cualquier tipo de soporte, sin la libertad quienes reprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria, del Código Penal vigente, podrán ser castigados con penas de multa y privación de Resarvados todos los derechos. De conformidad con lo dispuesto en el art 534-bis

GmbH,

MUnchen

Lutz, Reformaslon und Gegenreformation, R. Oldenbourg Verlag

Título original: La edición original de esta obra se publicó con el título Heinrich

7

os

. El Papado y los inicios de renovación en la Iglesia Católica .............. . La Reforma fuera del Imperio (basta 1540) . mo alemán (1525-1540)

NM

y el surgimiento de iglesias territoriales en el protestantis7 De la Guerra de los Campesinos a la consolidación política

B.

la hegemonía europea (1521-1529) . Los Habsburgo contra Franc! : el comienzo de la lucha por Ulrico Zwinglio y su eco - Los inicios del movimiento de la Reforma: Martín Lutero, Enropa en la época de la Reforma y de Carlos Y

4. Europa hacia 3. Europa hacia 2. Europa hacia 1 Comprensión A. Introducción

1520: 1520: 1520: de la

Estado y sistema de estados . cultura y religión..... economía y sociedad... ÉpOCA cocinnnnnnocionnoririnernaarisnerraroorrnianereeraros

86 79 71 62 51 51 41 34 24 19 19

1. EXPOSICIÓN Prólogo a la tercera edición Prólogo a la primera edición ...

INDICE

15 11

7. 6. 5, 4. 3, 2. L.

tema europeo de estados Cuestiones sobre Carlos V: Monarchia Universalis y sisCiudad y Reforma. Movimiento anabaptista ......... Guerra de los Campesinos: revueltas y reforma campesina La formación del estado moderno: Príncipe y estamentos., Humanismo y Reforma Modelos de interpretación de la Reforma. Problemas de periodización ...

242 23 228 219 213 203 195

IL. PROBLEMAS BÁSICOS Y TENDENCIAS DE LA INVESTIGACIÓN 24. La Paz de Westfalia: los resultados de la época formación de la sociedad europea 23. Richelicu y Gustavo Adolfo: continuación de la guerra y transal Edicto de Restitución y la guerra de sucesión en Mantua........... 22. La Guerra de los Treinta Años: de la revuelta de Bohemia los Treinta Años: crisis y polarización de fuerzas... 00. 21. Los Habsburgo, el Imperio e Italia antes de la Guerra de tico y ascenso de Suecia ... 20. El None y el Este de Europa: lucha por el dominio del Bál19. Cambios en el tránsito del siglo xv! al siglo XVI. D. Prebistoria e historia de la Guerra de los Treinia Años . madora de Felipe II. Francia como nuéra gran poleNCiA moco. 13. Cambio de tendencia: el fracaso de la política contrarrefor-

cocia

17. La evolución de Inglaterra bajo Isabel l y la Reforma en EsBajos 16. Las guerras de religión cn Francia y la revuelta de los Países ropa 15. El Imperio y las regiones orientales y septentrionales de Eu14.

174 166 161 156 156 150

144 137 129

La Monarquía Hispana bajo Felipe Dl oocninininnennmenrrre

ma tridentina 13. Las nuevas fuerzas confesionales: el calvinismo y la reforOSPAñOÍA co cn acicn inianianasos C. Las luchas políticas y confesionales en la ¿poca de la hegemonía colonialismo

187 180

123

116 116

12. Excurso: Europa y el mundo extraeuropeo: cl comienzo , del religioso en Alemania y en Europa........moomo 00. 11. El fracaso de la Monarchia Universalis: * pluralismo político y sal? 10. Carlos Y y Europa: ¿en el camino hacia la monarquía univer-

110

101 93

Heinrich Lutz

Indice ásti Índice analítico

Cronologí

Abreviaturas

401 394

389 387

APÉNDICE Polonia, Rusia, 381.—17. Otomanos, Mediterráneo, 382. 379.—14. Suiza, 380.—15, Escandinavia, 380.—16. Hungría, Irlanda, 375.—11. Francia, 376.—12. España, 378.—13. Italia, mánico, 362.—9. Países Bajos, 374.—-10. Inglaterra, Escocia e brimientos y colonias, 361.—8. Sacro Imperio Romano-Ger-

UL.

349.—6. Historia de la cultura y de las ideas, 356.—7. Descusocial e historia constitucional, 339.—5. Historia de la Iglesia, laciones de artículos, 338.4. Historia económica, historia 336.—3. Bibliografía general: exposiciones globales y recopi334.—2. Bibliografía general: historias generales y manuales, 1. Repertorios bibliográficos, periodización, interpretación, B. Bibliografía

334

ediciones de obras y escritos autobiográficos, 331. Fuentes sobre Historia de la Iglesia, 329.—7. Correspondencia, 327.—3. Francia, 328.—4. España, 328.—5. Italia, 328.—6. l. Sacro Imperio Romano-Germánico, 323.—2. Inglaterra, A. Fuentes

323

FUENTESY BIBLIOGRACÍA pansión de las grandes potenCidS amonio La unidad de Europa: de la defensa contra el Turco alaexProblemas de la Guerra de los 7 En torno a Richelicu.. .o Investigación del microcosmo: historia de la familia Ciencia y sociedad..............., Tolerancia y libertad religiosa. La doctrina de A Razón de Estado Calvinismo, protocapitalismo y “democracia

316

8. Cuestiones sobre Carlos V: política religi0SA amamanrmromrmrr

249

18. 17. 16. 15. 14. 13. 12. 11.

10. Papado. Reforma católica. Contrarrelorma 9. Imperio y territorios en el siglo XVI

Indice

303 298 292 286 280 276 268

262 255

9

1

no es éste el caso para el siglo XVI. La preeminencia de la dinámica polítiSi para el siglo XV estos ámbitos pueden desarrollarse autónomamente, volumen, temas como la educación, la cultura, la Iglesia y la religiosidad.

problema. La otra es la diferencia en la manera de tratar, en uno y otro

tante juicioso desde un punto de vista práctico, es sólo una cara del men anterior de la serie, correspondiente al siglo XV. Este acuerdo, basblemas asociados a la reforma del Imperio, fueron incluidos en el volu-

coloniales ibéricos, así como la Aetas Maximilianea, con todos los pro-

toria de los primeros descubrimientos y el comienzo de los imperios hen, ha sido respetado: el h ismo del Renacimi como tal, la hisnológico inicial, que coincidía con el terminal del libro de Erich MeutEuropa, con alguna incursión en el mundo extraeuropeo. El límite crosólo de la historia centroeuropea, sino también de la del oeste y el este de contuviese no sólo datos, sino también conocimientos, y que tratase no Se trataba, en la primera parte, de conformar un texto narrativo que ocultarse aquí al lector. les de ahorro de espacio, opciones sobre cuyo fundamento nada ha de fueron necesarias, por mor de la economía expositiva, decisiones radicaculminada quizás con un éxito sólo parcial. En las tres partes del libro ma y la Contrarreforma, resultó, én el curso del trabajo, una aventura, El intento de presentar, en un apretado volumen, la época de la Refor-

PROLOGO

A LA PRIMERA EDICION

personales»); en segundo lugar, las obras citadas deben servir a la ulterior nes de fuentes y a la selección, ordenada alfabéticamente, de «ediciones

nos de la investigación (correspondiendo especial mención a las ediciolugar, mostrar al lector la variedad de los ámbitos temáticos y de los plaselección se guía sobre todo a partir de tres puntos de vista: en primer la prioridad de lo importante y de los criterios para determinar ésta. La También en la bibliografía se planteó, para cada título, la cuestión de problemas metodológicos.

taciones; otras veces tratando preferentemente cuestiones de fondo o

concentrados en la historia de la investigación y de las diversas interpreelaboración variable de los capítulos de la segunda parte, unas veces paganda y la opinión pública. Visible es, finalmente, la concepción y la cas, el Derecho Internacional y la diplomacia, la cuestión turca, la proteológicos y culturales, sobre las transformaciones sociales y económilibro, y que yo hubiera querido incluir: sobre los desarrollos religiosoresúmenes sobre la investigación que han tenido que quedar fuera del capítulos independientes. Lo que el lector no ve son algunos de los vos recortes, o bien reunidos con otros, inicialmente concebidos como

capítulos han resultado fuertemente comprimidos en el curso de sucesideración y selección de material. El lector puede observar que algunos tendencias de la investigación, planteó problemas muy similares de ponparte del libro, en la que se tratan los problemas fundamentales y las material del libro y a la necesidad de dividirlo en dos partes. La segunda riores. Un tratamiento equitativo hubiese conducido al desbordamiento pleno despliegue político y confesional, que a otros fenómenos postecia a la aparición y el desarrollo de los problemas de una Europa en nacional, se eligió una forma de proceder que concede mayor importanciones, sino, también, siguiendo el criterio de la actual discusión inter-

siglo xVI. No sólo conforme al peso principal de las propias investiga-

por otro, en virtud de problemas y posiciones de partida heredadas del que tantas novedades aporta, por un lado, y tan determinado resulta,

más bien, una exposición ajustada de la primera mitad del siglo XVII, de la época aquí tratada. No era éste nuestro objetivo principal, sino, ya alguna referencia a la importancia de la Paz de Westfalia como cierre siglo XVI y el xvI1. En los capítulos correspondientes de la obra se hace Una segunda decisión es la referida al tratamiento diferencial del materia objeto de este libro. en la forma de la exposición, en la estructura y en la valoración de la bién y precisamente en la época confesional— tenía que hacerse presente co-social, que caracteriza desde un principio a la Edad Moderna —tam12

Reforma y Contrarelorma

1979 H.L. comunes, durante muchos años, en la docencia universitaria.

especial, considerando que este libro es el resultado de experiencias

Eppel y al doctor Alfred Kohler, así como al señor Friedrich Skol, es doctor Moritz Csáky, al doctor Johannes Dóflinger, al doctor Peter dado, de una u otra manera, a completar la tarea. Mi agradecimiento al radores del Instituto de Historia de la Universidad de Viena me han ayusus valiosas indicaciones, sus correcciones y sugerencias. Varios colaboker Press, que leyeron el manuscrito y las pruebas, respectivamente, por paciencia, consejo y ayuda. Tambien a mis colegas Erich Meuthen y Volseñor. Kunisch, como responsable de la serie, por su comprensión, Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a la editorial, y al

internacional de la investigación. orientación del lector y, en tercerdugar, se intenta evidenciar el carácter Prólogo a la primera edición

13

Viena, septiembre de 1990

Alfred Kohler

tercera edición. Gall, por sus valiosas sugerencias y propuestas en la preparación de la Conste nuestro agradecimiento al editor de la serie, profesor Lothar «Exposición» (parte 1).

cación alguna, ni en la concepción del volumen, ni en el texto de la bibliografía correspondiente. No se procedió, por el contrario, a modifi-

tado mostrar el desarrollo de la investigación en los años 80 y añadir la Para la tercera edición se han ampliado las partes 11 y 1. Se ha inten-

PROLOGO A LA TERCERA EDICION

I. EXPOSICION

19

respecto a

la inseguridad cientificista cuanto, al mismo tiem-

de sentido», que pudiesen ofrecer tanto un seguro refugio nes apresuradas de carácter totalizante, digamos «portadoras dor serio desearía cambiar esta situación por interpretacioorientados hacia el marxismo. Cierto es que ningún historianominada «burguesa», cuanto para muchos investigadores Lo cual es válido, mutatis mutandis, tanto para la ciencia de-

perspectivas de interpretación global sobre nuestra época.

Contrarreforma, a saber, la inseguridad en relación con las

na, especialmente visible en lo tocante a la Reforma y la es la especificidad de la investigación sobre la Edad Modertados comunes. A ello se asocia una dificultad añadida, como metódica satisfactoria de trabajo y una exposición de resulfoques de la investigación, no se corresponde con una te en cada una de las disciplinas, así como en los diversos en-

bales sobre la época. El alto grado de especialización existenotra es la situación en el terreno de las interpretaciones glonados entre sí. En ellos se basa la siguiente exposición. Muy sultados y conocimientos seguros, en parte también relaciogación sobre los siglos xv! y xvi1 de una gran cantidad de reLa ciencia histórica dispone hoy en el ámbito de la investi-

1. A.

COMPRENSION DE LA ÉPOCA Introducción

generales] investigaciones especializada e interpretación

vel planetario, con el «sueño del mundo»?. cultura europeas, que durante los siglos xv1 y xvu acabó, a nise y valorarse el desarrollo diferencial de la sociedad y de la destino global de la humanidad? ¿Cómo ha de verse, explicarobjetivos reales de la modernidad europea en el contexto del ¿Cuáles son a la postre las contribuciones, los valores y los sólo al precio de aceptar el papel de ciencia auxiliar ahistórica: nes más básicas, las cuales pueden ser contestadas con evasivas

mites del crecimiento», despierta la necesidad de interrogacioriencias del siglo xx, con el mundo extraeuropeo y con los elídel hombre y de la sociedad. La confrontación con las expemodernidad, que a nosotros nos sirve, sin más, como escala

ELTSCIA, no se trata hoy de la cuestión de los comienzos de una que en tiempos de RANKE,

BURCKHARDT,

DILTHEY o Tro-

pretación más acordes con los tiempos). Y es que, al contrario miento científico y la concurrencia pública de pautas de intersometida hoy a discusión, y con ello la oportunidad del tratade antiguas suposiciones consensuales, la magnitud de materia otras cosas, de limitar, sobre el supuesto de la reproducción

infravaloración de este cambio puede encerrar el peligro, entre mente a la vista las proporciones del cambio acaecido. (Una ríodo anterior a la Primera Guerra Mundial, saltan inmediata-

seguridad que mostraban los historiadores europeos en el peactual. Si se compara la actual situación historiográfica con la mundo, apuntan hacia los lugares donde se ubica la discusión

Europaj específicade evolución [La cuesván de la

desarrollo europeo, expansión moderna y emropeización del ascensión, crisis (y final) de la Edad Moderna, especifiadad del teria propia de la época aquí considerada. Ya términos como Esto puede explicarse más concretamente a partir de la maria de la Reforma y la Contrarreforma. denadas de entendimiento-histórico-umiversal para la histoámbito de lo que aquí denominaremos producción de coor-

rreno de las cerrezas históricas de carácter general, sino en el guridad aquí diagnosticada no es, pues, alcanzable en el te-

del trabajo historiográfico. El contrario positivo de la imsedefinición, sino que también transgreden las reglas básicas tal de la infinitud de la historia, de su carácter abierto por

posibles de conciliar no sólo con el conocimiento fundamen-

vital. Tales deseos o, por mejor decir, tales sueños, serían im-

po, el mayor número posible de certezas respecto del mundo 20

Exposición

respectivo carácter de ese condicionamiento abre el caglo saber histórico está condicionado, y sólo el conocimienser tomado en serio por la ciencia, Como es conocido, perspectiva adoptada, no puede, planteado en estos térmisoscible «con seguridad» del conocimiento condicionado por puesto algunas veces de manifiesto, de separar aquello cogelás rotundamente rechazada. También el ingenuo deseo, dlel saber histórico, empíricamente asegurada, no puede ser sente importantes. La apariencia de una posible enciclopedia crónica de aquellas fechas y datos considerados unánime“y menos aún la limitación a una recopilación en forma de no significa la renuncia a preguntas de profundidad y alcance, procedimiento prudente y ponderado. Pero esta prudencia dado, la situación de la investigación hace recomendable un

tas cuestiones e inseguridades de alcance general. Por un olnetividad| exposición v La exposición que sigue se entiende en el horizonte de es- ¡Modo de situación concreta de la investigación. diversa ubicación, resultará visible de inmediato al hilo de la general» implica una serie de problemas de disenso de muy dológica cardinal de la «historia de la sociedad como historia metodológica global. Que, por otro lado, la cuestión meto-

cismo, ciertamente no puede existir antes de una reflexión

investigación especializada fructífera y generalizado esceptique cualquier otra la situación actual de concurrencia entre privado? Si bien la última de las posibilidades retrata mejor ambiciosa a la categoría de constructo ideológico o hobby mente limitado y rebajar con ello toda tentativa más mar sencillamente con un conocimiento

histórico sectorial-

tados algo más ajustadas? ¿O bien nos tenemos que conforposibilite una reconstrucción y una integración de Jos resul¿Acaso tenernos que buscar otro principio de unidad, que mía se puedan integrar en tanto que sectores subordinados?

ciedad, en la cual la política, la cultura, la religión y la econo-

cualquier época, en primer término como historia de la sola historia de los siglos xvi y xvn, y en el fondo la historia de modo estimulante y esclarecedor. ¿Tiene sentido interpretar mente articulado en su conjunto, como para poder actuar de cuestiones de detalle, quizás no se encuentre aún suficienteun disenso metodológico, que, si bien es muy productivo en hiscorta general?] vociedad como De la mano de esta inseguridad interpretativa existe hoy [¿Flotoria de la Comprensión de la época

21

el Estado como la cultura de los moscovitas poseían un caMoscú. Para la mayoría de los europeos del siglo xv1, tanto

el caso de Rusia o, más exactamente, del Gran Principado de

riadores actuales, parte integral del mundo europeo. Otro es ni en la conciencia de los contemporáneos, ni para los histoconstituye —tampoco respecto a sus territorios europeos— respecto a su Írontera oriental. El Imperio Otomano no europeo, como tal, precisa para nuestra época una aclaración dicaciones específicas en ambas partes del libro. El espacio allá del espacio europeo (p. 111ss.), así como una serie de inla expansión y de la fundación de las colonias conduce más segunda parte (p. 195ss.). El capítulo acerca de la historia de ellos relacionada se ocupa específicamente un capítulo de la

forma; del sentido de estos límites, y de la discusión con espaciales] división tradicional en épocas de la Reforma y la Contrarreemporales y La limitación temporal del presente libro viene dada por la [Límeur

mundo altomoderno al encuentro medieval con el Islam. en proporciones y trascendencia para la conformación del Europa y el resto del mundo, las cuales superan con mucho

añaden

las confrontaciones,

novedosas

en su forma, entre

las formas de su desarrollo y sus consecuencias. A lo cual se particularmente riguroso en el sentido de sus presupuestos, tos conflictos «mixtos» exigen un modo de observación cruzamientos de zonas de conflicto de muy diverso tipo. Esles. A menudo tenemos que tratar superposiciones y entreestuvo marcada al máximo por contrastes políticos y sociapropia época, junto a los conflictos religioso-confesionales, Reforma y la Contrarreforma, no podemos olvidar que la hasta nuestros días. Cuando hoy hablamos del período de la

particular medida, por conflictos cuyas consecuencias llegan ¿pocal significado especial a la vista de una época marcada, en muy especilicos de La Observaciones preliminares de esta naturaleza poseen un [Conflictos

ción sobre la investigación que componen la segunda. compensada por el desarrollo de los problemas y la informadez expositiva de la primera parte queda en cierta medida diferentes perspectivas, puede hoy ofrecer. La obligada rigihacia los problemas, de aquello que la investigación, desde ción y ordenación narrativa, pero al mismo tiempo orientada histórica. En este sentido, se trata la nuestra de una presenta-

mino hacia los niveles alcanzables de objetividad científico22

Exposición

relevancia especifica de los factores culturales.

nuestro tiempo presupone, precisamente, la atención de la

que el análisis de estos conflictos «mixtos» característicos de en sí una cuestión compleja. En todo caso habrá de retenerse les (y con ello el respectivo estarus sociocultural), constituye

surgen, y cómo pueden ser explicados estos factores culturama en lo esencial el carácter especial de esta época. Cómo grupos, así como en la resolución de los conflictos, confor-

histórica de estos factores en la formación de personajes y partido y de motivación eclesiástico-religiosa. La magnitud factores destacan en primera línea los elementos de toma de respecto a la forma específica de esa incidencia. Entre estos cunstancias socioeconómicas o políticas, y lo mismo ocurre ca por completo o en parte con independencia de las cirmerecen la máxima atención, en tanto su incidencia se verifide la Reforma y de la Contrarrelorma, los factores culturales anterior y para el posterior. Pero, precisamente en la época bién vale esto naturalmente, en cierto modo, para el período

tatus o la «función» de los individuos o de los grupos. Tamnómicas o la adscripción social bastan para determinar el esmanera es posible considerar que sólo las condiciones ecopos. Con ello quiere decirse que, en esta época, de ninguna

minarlo estatus sociocultural de los individuos o de los gruordenador junto a los de espacio y tiempo. Podríamos denose hace recomendable la consideración de un tercer principio de desarrollarse de los mismos en este período confesional, acercarse a las pautas especílicas de conflicto y a las formas religiosa] de partido tiempo y el espacio se entiende por sí misma. Para poder 1oma socinculturale y La división de los acontecimientos históricos según el [-Estarus leza común de los valores y las formas de vida. referencia, más allá de lo puramente geográfico, a la natura(Chbnstenbeit, Chrétiénte, etc.), una denominación que hacía

ográfico. Preferían hablar en general de Cristiandad mino Europa, que quedaba más bien reducido al ámbito ge-

nominación de sus semejanzas y caracteres comunes, el tér-

los europeos de esta época empleaban raramente, para la departe al hilo de intereses contrarreformadores. Por lo demás, ordenadas políticas, culturales y económicas de Europa, en siglos XV] y XVII una creciente integración de Rusia en las corácter muy marginal. Esto no obstante, es constatable en los Comprensión de la época

23

24

glaterra y los Países Bajos); la decadencia socioeconómica Occidental (primero España y Portugal, después Francia, Inhacerse perceptible en beneficio de los territorios de Europa formación de rutas comerciales en el Atlántico comenzó a mientras que en 1530 sólo las podía satisfacer una vez. La salario

prexios| cesolución de los la población y [Crecimicato de

2.

1,5 veces

las necesidades de subsistencia de ésta,

familia de cinco miembros podía satisfacer en 1500 con su inferiores de la población. Un albañil de Augsburgo con una quisitiva afectó más fuertemente, en general, a los estratos cidental y Europa Oriental. El descenso de la capacidad adreseñables las fuertes diferencias existentes entre Europa Occes consecuencias muy desiguales, siendo especialmente larios, este desarrollo demográfico tuvo la mayoría de las vemiento de los precios, que superaba casi siempre al de los sahasta el siglo xv. De igual modo que el constante creciperceptible como muy tarde a partir de 1470, se sostendrá ción y diferenciación; el fuerte incremento de la población, sos factores se inicia desde finales del siglo xv una dinamizade la época anterior, A través de la acción conjunta de divercas del siglo xvi se basan en el desarrollo lento y continuado Las condiciones y las formas de vida sociales y económi-

ECONOMIA Y SOCIEDAD EUROPA HACIA 1520:

Desde la época medieval, las fronteras «estatales» se reveparticulares. muy diferente que sean su estatus económico y jurídico glo xvl incluso creciente— importancia de la nobleza, por ga un considerable papel; confirma la permanente —en el siennoblecimiento del «carrerista» de origen burgués juemenudo asociada a la entrada en el servicio del príncipe. El ducción

manufacturera,

la formación jurídica y literaria, a

mulación de capital procedente del comercio y de la proindirecta del ascenso implicada por el nepotismo), la acución directa por causa del celibato, pero con la prolongación libre»), carrera eclesiástica (con la renuncia a su continua-

emigración del campo a la ciudad («el aire de la ciudad hace Sólo de modo muy limitado es posible el ascenso social: Génova).

pondían ya con supuestos propiamente urbanos (Venecia,

vincia) de territorios cuyas formas de gobierno no se corres-

en residencias de los principes y capitales (o capitales de proversas. La mayoría de las comunas italianas se convirtieron las unidades políticas organizadas estatalmente son muy dides y las formas de dependencia de las ciudades respecto a urbana. La relación de la nobleza terrateniente con las ciudapolicía pueden ser considerados rasgos modernos de la vida del abastecimiento, de la administración, de la fiscalidad y la

dad jurídica de los ciudadanos, hacia la organización racional nomía municipal. La aparición de tendencias hacia la igualmodo insular, que han desarrollado diversas formas de auto-

dano» horizontal, sino sólo las ciudades estructuradas de de tierras, no se opone algo así como un «estamento ciudahermético hacia el exterior, y caracterizada por la posesión estructurada jerárquicamente, de carácter tendencialmente dica propia. A la sociedad nobiliar legada por la Edad Media, poraciones profesionales o estamentales con una esfera jurí(comunidad doméstica, Schutzverband,

erc.), hasta las cor-

Jia, pasando por relaciones clientelares de intensidad variable formas asociativas de muy diversa naturaleza, desde la famimente, conforme al nacimiento. El individuo se agrupa en La población europea continúa estructurada estamental-

soul) Extra

del siglo xv!.

del Sur comenzó a notarse en mayor medida sólo a finales Europa hacia 1520: economía y sociedad

25

racterizarse por una cierta falta de definición. sonas. Es obvio que las delimitaciones geográficas han de caEuropa proporciona valores estimativos en millones de perEl siguiente cuadro sobre el desarrollo demográfico de Oriental muchos menos. bilizan 35 habitantes por km?, en Alemania 20 y en Europa dinariamentce diversa según las regiones; en Francia se conta-

más pequeños. La densidad poblacional se presenta extraordo el carácter predominantemente agrario de los núcleos que no llegase a superar el 10%, habiendo de ser consideracorrespondiente a la población urbana; con todo, es posible menzó a crecer en muchas regiones de Europa el porcentaje infantil, con valores cercanos al 50%. Al mismo tiempo, coEn todo caso, ha de tenerse en cuenta la enorme mortalidad

tado promedio para el período 1520-1600 alcanza el 0,55%. mediados de siglo del 0,62%, y a finales del 0,33%. El resul-

para el decenio 1520-1530 un aumento anual del 0,71%, a llados, realizados sobre datos de Alemania Central, revelan 1548 son 850.000; en 1570 alcanzan el millón. Cálculos deta1501 un número de habitantes próximo a los 600.000; en

la tendencia general es inequívoca. En Sicilia, se supone para completas y exigen grandes precauciones en su manejo. Pero

la población total. Las cifras de que disponemos son muy inposterior a esta fecha, un crecimiento fuerte y sostenido de siglos x1v y Xv, se constata, alrededor de 1520 y en el tiempo demográficas] [Estimaciones Población. Tras las fases de recesión y estancamiento de los cional. cación que incluye ya, en parte, elementos de conciencia nade un sentido de pertenencia dinástico-estatal, una identifi-

antiguas formas regionales de identificación en la dirección zado protomoderno; tiene lugar una transformación de las do vertical, que se deriva del desarrollo del Estado centrali-

to en marcha ya una reorientación de la población en sentihasta el final del Antiguo Régimen. Sin embargo se ha puessociedad europea conserva su estructuración horizontal lan en más de un sentido secundarias e impermeables. La 26

Exposición

150.000 100.000 y entre

Milán Venecia

Amberes (1560) Palermo Lisboa Amsterdam Sevilla Roma

200.000 150.000 y entre

Nápoles París Constantinopla

Venecia Milán Londres

400.000 200.000 y entre

Palermo Viena Madrid Milán Venecia Roma Moscú

Amsterdam

París Nápoles Constantinopla

Nápoles Constantinopla París Londres

o más 400.000

princip. XVI

fin XVI-princip. XVII

fin. XVI

Ciudades con población por encima de los 100.000 habitantes:

europeas) ciudades

— ¡Grandes

urbanización es útil la siguiente tabla. Para la diferenciación regional y temporal del proceso de Europa (total)

81,9

Balcanes

7,0

Polonia

3,5

Rusia

Suiza

Países danubianos Alemania Países escandinavos Islas Británicas Países del Benelux Francia (con la Lorena y Saboya) Jealia

España y Portugal

8,0(?)

9,0

13,5

0,8

1,0

5,0

5,5 12,0 1,5 4,4 1,9 16,4

7,0 15,0 2,4 6,8 2,9 18,5

9,3

11,3

10,5

hacía 1500

Europa hacia 1520: economía y sociedad

104,7

13,3

hacia 1600

115,3 8,0(?)

17,5

60

12

3,8 15,0 28 9,3 34 20,0 13,3

10,0 haria 1700

7

los hábitos alimenticios. El abundante consumo de carne, cales. La carestía condujo a la larga a una reestructuración de los igualmente ascendentes precios de los productos animaalimentación) Por detrás de los precios de cereal en ascenso quedaron [Cambios en la imperante en Europa Occidental y Central). bleza (Gutsherrschaft, en contraste con la Grundherrschaft nistrativos agrarios, cerrados al exterior, en manos de la no-

explotaciones nobiliarias y el surgimiento de distritos admidel Elba, siempre de la mano del crecimiento de las grandes

dependencia, especialmente en los territorios situados al este

empeoramiento condujo a nuevas y más amplias formas de (sujeción a la gleba, prestaciones personales desmedidas). Tal

taron abjeto de revisión sistemática por parte de los señores Vínculos preexistentes de carácter personal o material resulmica del campesinado empeoró en general durante este siglo. venta, por tanto, eran buenas. La situación jurídica y econótía la presión de cargas y servicios, y las posibilidades de la cual, viviendo en explotaciones de tamaño medio, no exis-

favoreció a aquella minoría de la población campesina para del campesinado) curso del siglo xvi —en un promedio próximo al 300%.- sólo de la airvación El incremento continuado de los precios del cereal en el [Empeoramiento candinavia = 4,2; Europa Oriental = 4,1. Francia, España e Italia = 6,3 (1500-1820); Alemania

y Es-

los siguientes valores: Inglaterra y los Países Bajos = 7,0; etapa entre 1500 y 1700 (sin variación temporal), en torno a países. La relación entre simiente y cosecha se estima, para la agraria se muestran extraordinariamente diversos según los Italia y en los Países Bajos.-Los resultados de la producción ra en los rendimientos se perciben sobre todo en el Norte de de una modernización de las técnicas agrícolas y de la mejode impuestos por parte del señor. Progresos en la dirección ción, competencias policiales, patronato eclesiástico y cobro za de diversos modos por el acoplamiento de baja jurisdicmayor parte de las veces nobles o eclesiásticos— se caractericampesinos sometidos frente a sus señores territoriales —la dependencia personal o material. La situación fáctica de los cido segmento de la población rural estaba libre de riedad de situaciones jurídicas y fácticas. Sólo un muy redusino se caracteriza a comienzos del siglo xv! por la gran vaCampesinos y Agricultura. La situación del estado campe28

Exposición

por el retroceso del servicio de guerra noble, en su forma parte del monarca. La pequeña nobleza fue la más afectada no burgués, cuanto contra la creación de nuevos títulos por hacia el exterior se dirigían, tanto contra el patriciado urba-

vilidad relativamente grande. Las tendencias al hermetismo propiedad de la tierra. Dentro de la nobleza existía una moye el principal grupo de la población con acceso a la ria económica, la nobleza, antes aún que la Iglesia, constituta y código de honor. 3) Desde el punto de vista de la histoel nacimiento, con sus propios privilegios, pautas de conducun orden social dividido jerárquica y estamentalmente según social, la nobleza constituye el grupo superior en el seno de el marco del señorío. 2) Desde el punto de vista de la historia

de ésto, titular de jurisdicción y funciones administrativas en imperiales, Etats Géneraux, Parliaments, etc.), y es, más allá

príncipe en las Asambleas de Estados (Dietas territoriales e más importante, que concurre como negociador frente al derna un triple significado: 1) A efectos políticos es el grupo nubleza] sgridica Nobleza. Corresponde a la nobleza europea de la Edad Mo- [Eluciple de grandes rebaños.

«exportación viviente», esto es, a través de la trashumancia nia hacia el Oeste tienen lugar, en su mayoría, en forma de

Las exportaciones de ganado vacuno desde Hungría y Poloabastecidos desde Polonia a través de Gdansk y el Báltico. Europa o de Sicilia o el sur de Rusia. Los Países Bajos son Italia Central y Septentrional importan cereal del norte de cio alimenticio a larga distancia, orientado hacia el mercado. cárnicos, así como la generación consiguiente de un comer-

respecto a importaciones de productos tanto agrícolas como mayor tamaño, en los cuales es posible hallar dependencia dades a escala regional. Sin embargo existen ya ámbitos de En general predomina todavía una cobertura de las neceside las epidemias. secha, carestía repentina) implicaba la amenaza del hambre y cada empeoramiento de la situación de los abastos (mala covivían ya al borde del mínimo existencial, y para las cuales mente a las capas sociales más pobres, que de todos modos nutrición basada en «puré y papilla». Esto afectó especialracterístico de la primera mitad de siglo, dejó su lugar a una Europa hacia 1520: economía y sociedad

económico para muchas ciudades. Las posibilidades de imEdad Moderna. El siglo xvi fue todavía una época de ascenso ciudad europea fue transmitida desde la Edad Media a la bles como eclesiásticos.) La estructura social y jurídica de la

gún los casos, en el papel jugado por los señores, tanto nosión de capital urbanos. (Junto a ello habría que fijarse, seámbito rural, ello se basaba, sobre todo, en iniciativa e inver-

que ésta última surgía en proporciones considerables en el ciudades] mercio y de la producción manufacturera. En los casos en [Emnomis y Cindades-Manufacturas. Las ciudades eran centros del coplicador sobre la población campesina en sus estados. fesionalización de la nobleza; directo resultó el efecto multimuy variables las condiciones políticas y sociales de la conto al respectivo señor territorial. Fuera del Imperio fueron za terrateniente adquiría con ello más independencia respecy caballeros inmediatamente adscritos al Imperio. La noblefrente a los súbditos, sino también un sinnúmero de condes bieron con la Paz Religiosa de Augsburgo el ins reformandi, capa superior promovida al poder principesco los que recicia. En el Sacro Imperio no fueron sólo los miembros de una das por muy diversos factores, y son de la mayor importancosdcnonal] curso de la Reforma y la Contrarreforma están condicionaapi [Nobleza y Las opciones confesionales tomadas por la nobleza en el ca para muchos centros de la cultura nobiliar en esta época. inconmovible autoconciencia estamental resulta característiluto exclusivamente orientada a la vida cortesana. Una ropeas. Con todo, la nobleza del siglo xv1 no estaba en absoniente de Italia, se convirtió en decisivo en las cortes eunuevas pautas de conducta. El tipo del gentilmwomo, provenivel de vida. La presencia de la nobleza en la corte acuñó necesario un mayor gasto en educación y mantenimiento del servicio al monarca con los juristas de origen burgués, era de su vida urbana y cortesana. Para poder concurrir en el haciendo acopio así de lo necesario para subvenir los gastos cias, redondeando y modernizando sus posesiones agrarias y señores) pudieron adaptarse mejor a las nuevas circunstancios). Los miembros del estamento de los señores (condes y

bios en las condiciones económicas (revolución de los pretradicional del ejército de caballeros, así como por los cam-

Exposición

ron, sobre todo, en la minería y en la metalurgia. El empleo el ramo del textil. Las innovaciones tecnológicas se impusieplata (entre 1450 y 1540 se multiplica por cinco), seguida por cabeza de las tasas de crecimiento destaca la producción de construcción y al entonces joven ramo de la imprenta. A la plata), a los talleres metalúrgicos (necesidades militares), a la

es aplicable a la producción textil, a la minería (hierro, cobre, casi todas partes, una tendencia fuertemente expansiva. Esto

El desarrollo de la producción manufacturera muestra, en

tos religioso y social. del supuesto de una interacción recíproca entre los confliccontra la Reforma. Se puede aquí partir, fundamentalmente, muy diferentes formas con la lucha por y con la resistencia

manolacturera] la producción [Crecimiento de

bitantes). Estas confrontaciones y procesos se unieron de

dades imperiales alemanas entre el 30% y el 60% de los haincremento de los estratos inferiores desposeídos (en las ciumayores fortunas, competencia entre nuevas y viejas élites, una agudización de las contradicciones. Crecimiento de las ducido aparentemente en el siglo xvi, en muchos lugares, a nas en el comercio y la producción manufacturera han conhabía desde hacía tiempo. Los éxitos de las clases altas urba- ciudades] demro de lus Conflictos entre clases y grupos dentro de las ciudades los [Conficios los «partidos religiosos». compás de los ulteriores conflictos político-militares entre posibilidad de afirmarse como fuerzas autónomas menguó al todo a comienzos del movimiento, centros de la Reforma, su conflictos confesionales. Si bien las ciudades fueron, sobre

las ciudades se mostró especialmente clara en el curso de los del «Estado Institucional» frente al principio corporativo de articular una acción solidaria a largo plazo. La superioridad nómicos, después también confesionales, como para poder renciaban demasiado en cuanto a sus intereses sociales, ecocontra la «opresión» suírida (Verdruckung der Stett), se dife-

caron temporalmente la ayuda del Emperador en su lucha ciones y formas. Las ciudades imperiales alemanas, que buslas ciudades contra los príncipes tuvo muy distintas condi-

(Confederación Suiza, Países Bajos). La acción defensiva de

dieron verificarse de modo parcial en territorios marginales

cipescos, se redujeron a la vez simultáneamente, y sólo pu-

ponerse en la concurrencia política frente a los Estados prinEuropa hacia 1520: economía y sociedad

52

milar a las firmas italianas del Quattrocento (Medici), pero gocios mercantiles y financieros a gran escala. De modo siprocedimientos similares) posibilitaban la realización de neprosocapialatas] mas de pago no metálico (con ayuda de la letra de cambio y (Formas La contabilidad por partida doble y la existencia de forlandeses con viajes de captura y fundación de colonias. sible, que pronto asumirían también franceses, ingleses y ho-

distancia constituyeron, desde este punto, un desalío irreverPero las perspectivas globales del comercio marítimo a larga conexión en el Mediterráneo siguió teniendo importancia. be a partir de las rutas de caravanas y hasta los puertos de y especias, y canalizarlo en la ruta de Africa; el comercio árano consiguieron dominar por completo el comercio de seda un sistema de comercio mundial. Con todo, los portugueses comerciales a América, Africa y Asia, fundó por vez primera La apertura, por parte de españoles y portugueses, de rutas particulares se organizó sistemáticamente por primera vez. la transmisión de noticias en interés de instancias públicas y tal (Thurn und Taxis al servicio de los Habsburgo). También

mundial] y comercio [Comunicaciones

rreo fue objeto de una importante organización a escala estaSe completó la construcción de puentes y de esclusas. El cola construcción de canales para completar las vías fluviales. porte de mercancías (especialmente en zonas de montaña) y cían progresos el desarrollo de una red viaria para el transtráfico en el Mar del Norte y en el Báltico. Pero también hapopulares y baratas; nuevos tipos de barcos intensificaron el produjeron ya desde la Edad Media. Las vías acuáticas eran las vías de comunicación, tanto acuáticas como terrestres, se

Comunicaciones-Comercio-Protocapitalismo. Las mejoras en mentación gremial fue sorteada de diversas formas. a partir de una orientación hacia el mercado; la estricta reglaforma de producción, fue desarrollado por los comerciantes tras 1540). El sistema de trabaju a domicilio, corno nueva

donde las grandes explotaciones argentíferas fueron abiertas

ciosos (también a través de las importaciones desde América,

nómicos) y a un incremento de la circulación de metales premecánica de precisión (reloj de cuerda, instrumentos astro-

vas técnicas metalúrgicas corrieron parejas al desarrollo de la de bombas de agua permitió profundizar hasta 400 m. Nue32

Exposición

la Edad Moderna. interpretación unidimensional de la burguesía ascendente en ritorno alla terra son fenómenos que bloquean una posible pitalista» (cuya relación con la Reforma es discutible) y un ron en nobles terratenientes. Una regresión del «espiritu casiglo xvI invirtieron sus ganancias en tierras y se convirtieItalia y en Alemania, los grandes comerciantes surgidos en el protocapitalismo tampoco se produjo de modo lineal. En polios, interés productivo, etc.). La extensión ulterior del

dad ético-jurídica de las nuevas formas de negocio (monousura», hubo discusiones públicas acerca de la permisibilinomía natural. Ya antes de la crítica de Lutero a «comercio y una opinión pública fuertemente orientados hacia una ecoque superar grandes resistencias por parte de un entorno y en tiempos anteriores a la Reforma. Desde el principio, tuvo Este desarrollo del protocapitalismo ya se había iniciado anónimas, negocios bursátiles, Banco Público, etc.).

tal (compañías comerciales con licencia pública, sociedades capitales, que se formaron, sobre todo, en Europa Occidenhacia nuevas formas del comercio mundial y del tráfico de Empresas parecidas en la segunda mitad del siglo apuntan ya bancarrotas estatales de mediados de siglo (España, Francia). tramar. El esplendor de estas firmas acabó con las grandes con una red de sucursales y corresponsales en Europa y Ulneros en depósito), permitía amplios y lucrativos negocios

de una sociedad familiar (sociedad mercantil abierta con didel transporte (bancos y transportes) en la forma empresarial

dustria textil y prestación de servicios en el sector bancario y binación de comercio de mercancías, minería, metalurgia, in-

Welser de Augsburgo son el ejemplo más conocido: la comjos un nuevo tipo de protocapitalismo. Los Fugger y los

el Norte de Italia, en el Sur de Alemania y en los Países Batemente necesitadas de medios financieros, se desarrolló en ahora en colaboración con las grandes monarquías, constan- * Europa hacia 1520: economia y sociedad

34

poco seguras. Se supone que, al menos en algunos territorios

editorial) mienzos de la Reforma sólo disponemos de estimaciones producción Sobre la extensión de la alfabetización en Europa a co| Alfabetización y

prehistoria eclesiástica de la Reforma, educación y después, las cuestiones especiales relativas a la de tratarse aquí, primero, los aspectos generales de cultura y norma cristiana e interpretación teológica, Por tanto, habrán

rrollándose en el marco de una comprensión del mundo de

clero, a través de una producción literaria laica, seguía desa-

en la Baja Edad Media el prolongado monopolio cultural del religiosa, etc.) en una sociedad que, si bien había superado ya población, tendencias en la orientación y la crítica cultural y escolarización, relación entre la élite cultivada y la masa de la educativa general (alfabetización, nivel de edición y lectura,

tre sí. Habrá de partirse de la caracterización de la situación tendencias propias del caso, difieren considerablemente envaloraciones, como también los análisis de las situaciones y causas de la Reforma y de la división de la Iglesia. Tanto las está en cierta medida en el horizonte de la pregunta sobre las todo el conjunto de las formas y los presupuestos culturales No sólo el ámbito de la vida religiosa y eclesiástica, sino

3.

CULTURA Y RELIGION EUROPA HACIA 1520:

partido individuales y concretas de los humanistas son demaprocesos son internamente coherentes, en tanto las tomas de eristiano-racional. Resulta discutible hasta qué punto estos la ética social y económica en el marco de un reformismo les, Derecho, Política. También se incluyen ya cuestiones de aplicación: Pedagogía, Teología, Retórica, Ciencias Natura-

regionales e individuales y en los más diversos campos de

tica de las instituciones, se Observa en numerosas variantes reforma de los contenidos; de la crítica de la tradición a la crí-

El tránsito de los ideales culturales formales a programas de ideales paleocristianos) ponen muchas cosas en movimiento, dieval y la orientación hacia el pasado clásico (también a los diversos terrenos, en los cuales la crítica a la decadencia mees una cosa; muy otra es su imparable irradiación en los más gravedad filológico-anticuario de la nueva cultura humanista miento cultural en toda la Cristiandad latina. El centro de vrocento, el Humanismo

se había establecido como

movi-

renacentista. A partir de las anticipaciones italianas del Quatresulta afectada por las distintas corrientes del humanismo

fondo de fuertes pervivencias de las tradiciones escolásticas,

La vida espiritual europea antes de la Reforma, con el tras-

nes, con un total de unos 100.000 ejemplares. traducción de la Biblia tuvo, entre 1534 y 1574, cinco edicio-

Reforma] antes de la

[Fl humanismo

mieron, entre 1529 y 1563, más de 100.000 ejemplares. Su de Lutero es conocido; de su pequeño Catecismo se impri-

hoy se supone próximo a los 200.000. El éxito de los escritos mán se había estimado hasta ahora en unos 100.000, pero útulos publicados en el siglo xvi en el ámbito lingúístico alebliográfica, incluyendo panfletos y octavillas. El número de ello se incrementó enormemente, a la vez, la producción bi-

lectura, y contribuyeron al retroceso del analfabetismo. Con y política a ella asociadas, fortalecieron la motivación a la Reforma y las discusiones acerca de cuestiones de fe, iglesia

das en ellas, son los vectores de este desarrollo. Sin duda, la grandes ciudades, asociadas a instituciones religiosas instalación urbana en lengua vernácula y las escuelas de latín en las sentido son las más densamente urbanizadas; la escolariza-

mente también de escribir). Las zonas de mayor peso en este

cionario» del 10%

de la población capaz de leer (general-

de mayor tamaño, se había superado ya el «umbral revoluEuropa hacia 1520: cultura y religión

35

religioso-eclesiásticas de Europa.

su voz para mostrar la piedra de toque en las circunstancias esto estaba ya desarrollado cuando los reformadores elevaron ca radical del presente a través de un muy lejano pasado, todo

la individualidad, el descubrimiento de la historicidad, la críti-

ba profundamente enraizada en su historia. La formación de nuevas orillas. La ruta especifica que emprendió Europa esta-

en movimiento,

que, de un modo

u otro, conducían

hacia

de la Europa anterior a la Reforma, se encontraban ya fuerzas habrá que subrayar que, precisamente, en el complejo cultural en lugar de desembocar en conflictos revolucionarios. Pero hubiese acabado de desarrollar sobre supuestos evolucionistas so preguntar a dónde habría llevado esta reestructuración si se muchos siglos la cultura y la sociedad europeas. Resulta ociobiosis cristiano-secular, que había caracterizado a lo largo de proceso de reestructuración profunda de la tradicional simla aparición de Lutero y de Zwinglio se había activado un no deberían confundimos en un punto concreto: Ya antes de ceder evolutivamente, propia de la mayoría de los humanistas, anterior como con la Ilustración posterior) y la forma de prohumanista]

refarmiumo

[Dinámica del

nalidad humanista (en comparación tanto con la Escolástica

la insuficiente determinación teológico-filosófica de la racioLa considerable variabilidad de este reformismo humanista,

dad precristiana. cipación en las labores profanas con raigambre en la antigúevuelta a las escalas de los «orígenes» cristianos con una particuanto más en un reformismo secular, que unía una decidida sisten tanto en tendencias paganizantes y antiteológicas, tín. Las novedades posimedievales-prerreformadoras no contado círculo de la élite cultural que escribía (y hablaba) en laotro, en el conjunto de la población mucho más allá del limi-

pública reformista en el conjunto de Europa, e incidió, por por un lado, y por primera vez, el desarrollo de una opinión miento cultural extraordinariamente trascendental que trajo, dor encuentra aquí, en la antesala de la Reforma, un movi-

intelectual que habían producidoEn todo caso, el historiaron plenamente conscientes de las proporciones de la fractura Muchos partidarios de la nueva Eruditio Chnstiana no fuederas opciones (por ejemplo a favor o en contra de Lutero). siado diversas entre sí, cuando se trata de elegir entre verdaExposición

bleza»). A lo cual se unían la distancia existente entre el

en otras palabras, la Iglesia como «hospicio de la nonasterios como seguro para el porvenir de los hijos o, formas de vida profana (cabildos catedralicios o moen los altos cargos eclesiásticos, con mantenimiento de man el servicio pastoral: preponderancia de la nobleza ter sowiales] 1. La existencia de situaciones sociales dadas, que defor- [Prernaddicionaode la siguiente manera. ciencia de los contemporáneos se trata aquí, podría realizarse circunstancias, de cuya acumulación en la vida y en la con-

parte del Papa). Un intento de clasificación de todas aquellas

ción de instituciones eclesiásticas (con o sin autorización por

tancias estatales en la provisión de cargos y en la administratica en este sentido, como la creciente intervención de inshermandades de laicos o poderes seculares) es tan caracterísfracaso de órdenes o capítulos, fueron a parar a las manos de titularidad eclesiástica (las cuales, como consecuencia del funcional. La desamortización de fundaciones caritativas de das sobre el sentido y el derecho de un sistema clerical dislaicos, se hicieron fáctica y publicísticamente vigentes las duúltimas décadas anteriores a la Reforma. Por el lado de los to, de una constelación de fenómenos críticos formada en las crecido la sensibilidad frente a ellas. Cabe hablar, en conjunpresentado ya con mucha anterioridad, sólo que ahora había

otros. Algunas de las situaciones objeto de crítica se habían subjetivos y sopesar correctamente la importancia de unos y Reforma, es difícil distinguir los aspectos objetivos de los

análisis de las circunstancias inmediatamente anteriores a la alizados. De ello habrá de tratarse con mayor detalle. Para el

y posibles y, también, qué cambios fueron efectivamente reun cambio. Cabe sólo preguntar qué cambios eran deseables cierto consenso: muchas cosas iban de mal en peor, y exigían

ulterior decadencia. La investigación actual ha alcanzado un rios hacían referencia a las dimensiones más positivas, y a la tianos— insistían en los aspectos más negativos; sus contra-

actual. Los partidarios de la Reforma —cristianos o no cris-

tiempo, a ser generalmente consideradas desde una óptica Iglesia en vísperas de la Reforma han venido, durante mucho dela Reforma] la Iglesa, Causas Las circunstancias en que se encontraban la Religión y la [La situación de Europa hacia 1520: cultura y religión

y

reológicas] [inseguridades

las doctrinas tardoescolásticas es interpretada en la acría de doctrina (confusio opinionwm). La pluralidad de - La inseguridad teológica y las degeneraciones en mateextremas frente a Roma. vención de la curia, suscitó reacciones fuertes e incluso rios no protegidos concordatariamente contra la intereclesiástico, pero que, sobre todo en aquellos territo-

cía fundamentable desde el punto de vista del derecho entre otras), surgió un sistema fiscal global, que apare-

[Escabizacion|

quitectónicas (la nueva basílica de San Pedro de Roma, de dispensas o la venta de bulas para financiar obras argracia y penitencia; junto a la institución de la compra cuantificación de las presentaciones y los cómputos de eclesial, especialmente en su central romana. Junto a la 3. Fiscalización y comercialización de la administración tuvo por consecuencia el comercio de bulas.

cosificación en el ámbito del sacramento de la penitencia

sido celebradas tras la muerte de cada uno de ellos?). La

príncipes (¿cuántas decenas de miles de misas habían tico llevó hasta una competición de prestigio entre los cuantitativa del «tesoro de gracia» del sacrificio eucarístió en una acción mágica. La consideración puramente tencia y la cucaristía. La elevación de la hostia se convirciones grotescas, entre otros, en los ámbitos de la penientendimiento de los sacramentos condujo a degeneraFederico, señor territorial de Lutero. La cosiftcación del tesano, como muestra el ejemplo del Príncipe Elector El culto a las reliquias floreció también en el mundo cor-

culesióstical La prams [Pistuacionesen

forma de superstición, charlatanería, curanderismo, etc.

no sólo afectaba a la denominada religiosidad popular en

2. Deformación y cosificación de la praxis eclesiástica. Esto

sas prescritas para los actos eclesiásticos.

obligado, por otro lado, a cobrar rigurosamente las ta-

cubinato, regencia de negocios y tabernas) y estaba las circunstancias y formas de vida de su entorno (conpagado, se adaptaba, sobre todo en el mundo rural, a raciones ilícitas de la acción pastoral, El bajo clero, mal absentismo, mediando incluso la existencia de remunelas carencias de la formación teológica y el extendido alto y el bajo clero, también en un sentido económico, 38

Exposición

ción». El entendimiento de que se trató mucho más de de categorías moralizadoras como la de «mundanizaclas, que no puede ser suficientemente descrita a partir el Papado una situación novedosa de graves consecuenlladas hacia la centralización intraeclesial, implicó para

ción cultural del Papado, con tendencias más desarrofirmación política y de la nueva forma de autoexposisucedieron desde 1494. La concurrencia de esta autoapor Italia y por la hegemonía europea, luchas que se ria, poder entre poderes, se vio envuelta en las luchas italiana, ganó la mano en la corte papal. Por otro, la cufasto y el prestigio, propia de la cultura renacentista exigida en los concilios. Por un lado, la ideología del conciliar del siglo xv sin llegar a emprender la reforma Papado]

. La posición del Papado,

que había superado la crisis

había ayudado a «escapar de grandes temores». cimiento por el hecho de que este hombre cristiano le a Martín Lutero, cuyas obras había leído, como agradeto Durero manifiesta en 1519/1520 su deseo de retratar es deducible de muchos testimonios de la época. Alber-

problematica del [Poucian

ciencia surgida de la confluencia de todos estos efectos,

por parte de Roma). La magnitud de la crisis de con-

ca, medidas fiscales o de centralización administrativa

profanos de instancias eclesiásticas (oportunidad políticomparecía, por otra parte, al servicio de los intereses damente, cuando el abuso del instrumentario teológico

La desorientación teológica actuaba tanto más profun-

erit, donec a concilio juste condemnetur et ejiciatur». tinger, constataba entonces: «Lutherus in ecclesia est et

lla intraeclesial. El síndico de Augsburgo, Conrad Peupunto de vista dogmático, en el contexto de una quere-

Lutero no era sino un acto de parte, irrelevante desde el

dos europeos, la toma de posición del Papado frente a para una porción, quizás la mayor, de los estratos letraconcilios de reforma (Constanza, Basilea). Con lo cual, el Concilio, quedaron notoriamente indecisas desde los

importancia central, como la preeminencia del Papa o una gran desorientación.

Cuestiones eclesiológicas de

los contemporáneos, además, el efecto secundario de

tualidad como

parcialmente positiva, pero tuvo para

Europa hacia 1520: cultura y religión

39

tancias, a una crisis global de la sociedad.

reformista en materia religiosa llevaba, bajo aquellas circunspidamente, una vez claro que una actuación decididamente

consenso dentro de Alemania. La situación cambió muy ráacusatoria en Roma, pudo mantenerse en un principio el extrapolación de la precaria situación propia, y su fijación escritos populares o en panfletos humanistas. A través de tal diverso tipo. Aún más fuertes eran los ataques al Papado en otra vez por los estados del Imperio, reunían quejas del más Germanicae contra sedem apostolicam, presentados una y bre intervención de Roma. Los Gravamina nationis rrogativas monárquicas de este tipo, abría las puertas a la lituación eclesiástica en el Imperio, donde la ausencia de preemprendieron reformas de alcance general. Parecida era la sisiásticos más importantes (120 obispados, 600 abadías), no se en manos del rey la provisión de casi todos los cargos ecletual. En Francia, donde el concordato de 1516 había puesto

la Iglesia, tanto en el aspecto organizativo como en el espiriporal, se logró una mejoría esencial en la situación general de humanista, se produjo en colaboración con la autoridad temactuación reformista del Cardenal Cisneros, un destacado

nudo sólo desaliento o resistencia. Sólo en España, donde la viduales no encontraron en Roma sostén alguno, sino a melos mismos poderes seculares. Pero todas estas acciones indiheim, la Devotio moderna); la acción, en último termino, de

con movimientos de laicos (la Congregación de Windesticas; comunidades monásticas; la agrupación de monasterios dad: personalidades individuales, tanto laicas como eclesiásde la Reforma] riores a la Reforma es generalmente reconocida en la actualirenovación antes (Esfuerzos de La existencia de significativos esfuerzos reformistas ante-

Iglesia anterior a la Reforma. plazo de las causas esenciales de la enfermedad de la de la Iglesia, el carácter profundo y el desarrollo a largo ción puntualmente evaluatoria, nada rara en la Historia tico alguno. Pretende subrayar, frente a una concep-

decisión, y no pretende, en absoluto, descargo apologé«Roma» nada de su peso en los iniciales procesos de mente condicionadas, no pretende hurtar a este factor parálisis funcionales de la central eclesial, estructural-

Exposición

4

continuidad dinástica y a la sanción eclesial de ésta— los príncipes —cuya legitimidad se remite generalmente a la estamentos) Casi en todos los lugares de Europa se enfrentan a los [Principe y y ético-normativa. (desde la Alta Edad Media) y una comunidad político-social

compleja relación de tensión entre un pluralismo de estados mundo, el carácter especial de Europa, donde existe una

ha de enfatizarse, en comparación con otras regiones del generación antes del comienzo de la Reforma. En este caso

de estados, tal como éste se había desarrollado en la última

condiciones y constelaciones específicas del sistema europeo exigencia de una toma en consideración a largo plazo de las

de circunstancias externas. Aquí, más que nunca, es válida la

se produce de modo aislado, sino que depende esencialmente caso a caso, dado que el desarrollo del Estado individual no nados tipos ideales. Por otra, precisa el análisis concreto de desde el punto de vista de su correspondencia con determiy xvi. Este proceso puede ser considerado, por una parte, tomoderno es el fenómeno más trascendente de los siglos xv1 ma incluso de ellos, el proceso de formación del Estado proJunto a los desarrollos religioso-eclesiásticos, y por enci-

4,

ESTADO Y SISTEMA DE ESTADOS EUROPA HACIA 1520:

en general, estructuras políticas no convencionales para la los V. Los estados medianos y pequeños de Italia muestran, una vez integrada España en el sistema de poder de Carel interior, pero pierden significado para la política general, Cortes de Castilla y Aragón afirman una posición fuerte en riores, con derecho a registrar los documentos

reales. Las

lements juegan un papel significativo como tribunales supepolo contrario al monarca y a su acción legisladora, los Parla dirección del fortalecimiento de la unidad estatal; como tamentos franceses actúan, en la primera mitad del siglo, en cepto de protoabsolutismo o absolutismo temprano. Los esdesarrollo. Ya se puede aplicar aquí con corrección el cones donde la monarquía centralizada encuentra un máximo ca permanece limitado. En Francia y en los reinos hispanos nómicas y constitucionales dominantes, el poder del monarjuegan un gran papel; a causa de las circunstancias socioecohorizontal de la nobleza y el faccionalismo político-regional de Polonia-Lituania, Hungría y Bohemia, la diferenciación proceso de integración nacional. En las monarquías electivas Parlamento inglés se convierte en instrumento esencial del tre el príncipe y los estamentos. En tiempo de los Tudor, el y resultados distintos en la cooperación o confrontación en-

se dan muy diversas modalidades procedimental-funcionales más del sistema bicameral del Parlamento inglés). También —ucondes y señores»— forman un grupo diferenciado, adero, nobleza y ciudades, uno tetracurial, donde la alta nobleza

blea estamental (junto a un sistema tricurial, que incluye cle-

iii

maneras. De hecho, no sólo existen diversas formas de asamestamental son contestadas actualmente de muy

diferentes

(Tigologiadl — Las preguntas acerca de una tipología de la representación ces en la dirección de un ejército estable. te de la autorización por parte de los estamentos, o de avangobierno, del fortalecimiento de una base fiscal independienturación de los oficios de la corte, que pasan a ser aparato de trativa que abarca al conjunto del territorio, de una reestrucmoderno avanza de la mano de una reorganización adminisres de Europa, la construcción del Estado institucional torizar o no la creación de impuestos, etc. En todos los luga-

nes a participar del poder público y la administración, a au«estamentos», como representantes del país, con aspiracio42

Exposición

dico-constitucional de la Reichsurmittelbarkeit cubría realimittelbar, es decir, «inmediatos» al Imperio. Esta figura juríseñores, caballeros imperiales), establecerse como reichsun-

parte considerable de la mediana y baja nobleza (condes y bleza (el estamento de los príncipes del Imperio), y a una el Imperio le había sido posible al estrato superior de la nosino también de su confirmación por parte del Papa. Sólo en no sólo de su investidura por parte de la cabeza del Imperio, eran arzobispos, obispos o abades, dependientes como tales tores y la mayoría de los miembros de la curia principesca residuo el principado eclesiástico: tres de los príncipes eleccuado pero resistente. Sólo aquí se había conservado como bres, doró al centro de Europa de un marco federativo antiOro de 1356, como por un conjunto de derechos y costuml Dieta] La Constitución del Imperio, fijada tanto por la Bula de (Composieion de más que un problema formal. cunstancias, habría de revelarse con el tiempo como mucho entre Imperio y Papado, implicado en ésta y en otras cirtaba la condición de «Emperador electo»). El nexo jurídico reinado de Carlos Y por un escrito papal en que se le acrediel título de Emperador (esta coronación fue sustituida tras el saba de la coronación por parte del Papa para poder ostentar y Bohemia); ellos elegían al «rey de Romanos», el cual preciguncia, Colonia, Tréveris, Sajonia, Palatinado, Brandeburgo elección era ejercido por los siete príncipes electores (Ma-

Central, algunas de las cuales llegan hasta hoy. El derecho de considerables para la estructura social y política de Europa desarrolla aquí en dos niveles diferentes, con consecuencias

no-Germánico. El conflicto entre Príncipe y estamentos se el derecho y en la realidad constitucional del Imperio RomaMuy distinta se presenta la posición de los estamentos en

Germánico] Remano Jel Imperio

Ihaconstitacion

bles, en lo esencial, a partir de estos supuestos estamentales.

dación en 1523 de un reino nacional en Suecia, son inteligiUnión de Calmar (Dinamarca, Noruega y Suecia), y la fun-

za como a ciudades y campesinado, La disolución de la un juego diferenciado de fuerzas, que incluye tanto a noble-

el Norte de Europa, donde la monarquía se ve enfrentada a una administración moderna y racional. Al contrario que en

mo político, pero ofrecen, por otra parte, anticipaciones de época, que dejan poco espacio al desarrollo del estamentalisEurapa havia 1520: Estado y sistema de estados

43

importante función en el mantenimiento de la paz territorial Imperio en diez círculos (tras 1512); los círculos tenían una numérica. También continuaría su existencia la división del Emperador y por los estados del Imperio según una clave una institución mixta, cuyos miembros eran provistos por el

autodefensa (Fehde), significó un logro durable; se trataba de

richt) en 1495, con la proscripción expresa del derecho de ción del Tribunal de Cámara del Imperio (Reichskammergemo Maximiliano 1 no se habían resuelto decisivamente. La creaImperio, [Reforma del Los esfuerzos por reformar la constitución imperial bajo

Emper am

los]

Tea

votos curiales, al igual que el conjunto de los condes.

les y temporales. El conjunto de los prelados disponía de dos «viriles» (esto es, votos individuales) los príncipes espirituaDentro del consejo de los príncipes sólo poseían votos

poco claras). Banco de las ciudades: 85 ciudades (con adscripciones 145 condes y señores des, abadesas y bailes de órdenes) 24 príncipes temporales men, Salzburgo y Besangon) 46 obispos, 83 prelados (abaConsejo de los príncipes: 4 arzobispos (Magdeburgo, Bre1526, solía considerarse como extinguido) bien el voto de Bohemia, en manos de los Habsburgo desde Consejo de los príncipes electores: 7 principes electores (si 1521:

da contabilizado como sigue, a partir de la Matrícula de El número de los estados del Imperio con este carácter queseñores, abades y abadesas, así como las ciudades imperiales.

za se encontraba—, sólo lo tenían los príncipes, condes y mente, de acuerdo con los príncipes electores, y a cuya cabe-

gislación y decisión que el Emperador convocaba ocasionalde participación en la Dieta del Imperio —el órgano de leperio. Pero el carácter de «estado del Imperio», en el sentido unidades territoriales mayores, hasta el mismo final del Imquedó asegurada una existencia propia, no integrados en junto de señoríos pequeños y muy pequeños, a los cuales territoriales propias, por un lado y, por otro, un gran conrorios con un príncipe del Imperio a su cabeza y con dietas dades políticas extraordinariamente diversas: grandes terriExposición

sido emprendida en época muy reciente. El hecho de que la entre legislación imperial y legislación territorial) sólo ha correlación entre dietas imperiales y dietas territoriales, o ca del engranaje entre estos diversos factores (por ejemplo, la la situación general en el Imperio. La investigación sistemátineció durante largo tiempo dependiente, en gran medida, de No obstante, el desarrollo interno de los territorios permaerse cada vez más a la injerencia de los órganos del Imperio. desarrollo de una estatalidad moderna, que intentaba sustradualmente) fueron socios de los príncipes territoriales en el Septentrional también cada uno de los obispados, indivitamentos. Los señores eclesiásticos (en Alernania Central y

Alemania] un segundo nivel, la contradicción entre el príncipe y los es- territorial en Dentro de los estados territoriales alemanes se repetía, en

Estado territorial de impronta estamental. de este antagonismo de principio entre el Emperador y el rejados a la crisis de la Iglesia han de verse sobre el trasfondo quicas del Emperador./Los nuevos campos de conflicto apamarchaban en ocasiones conformes a las tendencias monárño y también con los de muchas ciudades imperiales, que cosa sucedía con los intereses de los estados de menor tamade los estados tanto una amenaza como una descarga. Otra Emperador, podían significar para los intereses individuales posiciones de poder y los compromisos extraalemanes del

[El Estado

tución imperial, entró en un nuevo y más difícil estadio. Las

los estados del Imperio por diseñar un futuro para la constizo del reinado de Carlos V, la lucha entre el Emperador y así como otros proyectos de modernización. Con el comienel camino los intentos de creación de un impuesto impenal, había disuelto rápidamente. Del mismo modo quedaron en tados y el Emperador, el Rerchsregiment de Maximiliano se

gano de tipo lederativo. En el curso de la lucha entre los esnárquica, mientras los estados del Imperio deseaban un ordel Imperio. Maximiliano quería que fuese una instancia moesto es, en el intento de crear un órgano central de gobierno asolventarse abiertamente en la cuestión del Reichsregiment, estamentales y construcción de los estados territoriales) vino competencias centrales; aseguramiento allá de las libertades institución imperial y los estamentos (desarrollo aquí de y como órganos de coordinación. El antagonismo entre la Europa hacia 1520: Estado y sistema de estados

45

do católico. ahora en adelante, al resto de Europa que había permaneci-

autoridad por la reforma tridentina, habrían de limitarse, de

acción supraestatal por parte de un Papado fortalecido en su estados protestantes. Con ello, las nuevas posibilidades de la Reforma, el rechazo de la autoridad papal por parte de los peo de fuerzas. A lo que vino a añadirse, con el progreso de Estados Pontificios y del mismo Papado en el juego eurosentido, se reveló como un obstáculo la implicación de los

fundadora de la paz, frente al mundo de los estados. En este autoridad religiosa como fuerza normativa, ordenadora y tis, intentaba hacer valer, en constelaciones cambiantes, su Imperio. El Papa, en tanto que pater communis Christiani-

internacional de relaciones contenidos en la constitución del significado podía corresponder a los restos de un sistema Lorena, Franco Condado, Saboya) se mostrará qué nuevo una nueva situación. En Italia y en el oeste (Países Bajos, ción del viejo derecho imperial con el poder real español, miliano l, pero sólo bajo Carlos Y surgirá, por la combinaperialia ya se habían intentado reactivar por parte de Maxicomo los Estados Pontificios). Estos muy arcaicos tera ¡mrio (excluidos

los dominios

peninsulares de Venecia, así

yor parte del norte y del centro de Italia pertenecía al Impeceremonial. Más en serio se tomaba el hecho de que la male eran reconocidas prerrogativas de naturaleza meramente dor, en tanto que cabeza del Imperio Romano-Germánico,

rrollado pero ya con incidencia regulativa real. Al Emperabase de un Derecho Internacional aún no plenamente desaconjunto de estados que regulaban sus relaciones sobre la de ellos, existía —con pretensiones de soberanía plena— un sentes en su estructura. Sin una instancia común por encina Edal Muderna) rizarse atendiendo a algunos elementos establemente preestados en la en la generación anterior a 1520, puede en principio caracteeuropea de [El sistema

El sistema europeo de estados, tal como se había formado

cho tiempo en esta dirección. dición constitucional del Imperio, ha incidido durante mula República Federal) posea raíces territoriales ajenas a la traAlemania, Austria, tradición federativa renana encarnada en

estatalidad moderna en el ámbito lingitístico alemán (Prusia46

Exposición

contemporáneos humanistas, resultó muy importante como ideal cristiano de la paz, tal como lo concebían Erasmo y sus necesidad de tomar decisiones en un sentido novedoso. El en el círculo vicioso de una lucha por la hegemonía, con la des estados europeos se vieron una y otra vez enfrentados,

eco, sobre todo en el tiempo subsiguiente, cuando los grandoctrina política centrada en la virtud encontró un amplio renuncia a la normatividad humanístico-cristiana de una der efímeros, surgidos de la usurpación. La radicalidad de su de la política italiana, con preponderancia de sistemas de poneos. Las ideas de Maquiavelo se referían al pequeño mundo normativos de cuño cristiano propios de los contemporátamente variable con la realidad política y con los referentes La teoría política de esta época se presenta en relación also, en lo tocante a desarrollos puramente internos. el período, tanto en su dimensión interestatal cuanto, inchura clave para la comprensióm de los cambios producidos en las luchas por la hegemonía europea, que ofrecen la verdadeser ponderada por sí sola, sino únicamente en conexión con europeo de los siglos xv1 y xvit. Tal idea no puede, con todo, vo de la convivencia estatal, ganó significado para el sistema do estatal italiano del Quattrocento como principio regulatiLa idea de la bilancia (equilibrio), desarrollada en el mun-

hurnanistas] de Par delos pokticas. La idea Freorías

hegemonia]

(Equilibrio y

vida política europea. constituye, a partir de esta época, un elemento esencial de la cancillerías europeas y el respectivo personal diplomático flujo ininterrumpido de informes e indicaciones entre las desarrolla y sobrevive también a la división confesional. El diplomática en sentido amplio. El derecho diplomático se un procedimiento de transmisión de noticias e información nunciaturas papales, los estados dirigen creciente atención a currencia con la red, pronto altamente desarrollada, de las

y las relaciones finales de la diplomacia veneciana, y en conplantará en toda Europa. Siguiendo el ejemplo de los dispacci llada en la Italia del siglo xv. En el siglo xvi el sistema se imprincipio de reciprocidad, había sido originalmente desarropresentaciones diplomáticas permanentes, basadas en un de los inicios de la diplomacia moderna. La creación de rerelaciones interestatales, recibieron una nueva forma a través

moderna] iplomacia

El trato en las cortes principescas, así como la praxis de las (Los inicios de la

Europa hacia 1520: Estado y

sistema de estados

0

Hevaron, sin duda, tanto a Francisco 1 como a Carlos Y, a nanzas, los transportes, las comunicaciones o la guerra

tica. Las nuevas técnicas y facilidades en el ámbito de las fitatal abrió nuevas y más amplias perspectivas de acción políla Edad Moderna, La posibilidad de movilizar un poder esantagonismo entre Francia y los Habsburgo a comienzos de les, comunes a ambos, yace en el fondo del surgimiento del Puede insistirse en cómo un conjunto de razones estructura-

buergo]

F rancia y los

Lego plazo entre ( Conflicto

48

2

concepción moderna nacional-estatal por parte de Francia. lista, de impronta medieval, por parte de Carlos V, con una referencia a la contraposición de una idea imperial universala preponderancia en Italia—, ni tampoco será suficiente la venían del siglo xv —lucha por la herencia de Borgoña y por bastará referirse aisladamente a las razones inmediatas, que Francia y la Casa de Habsburgo. A la hora de explicarlo, no ropeos de esta época, fue la lucha por la hegemonía entre El conflicto dominante, dentro del mundo de estados eu-

guerra confesional. y en la guerra civil vendrá proporcionada por la llamada la radicalización en el recurso a la violencia entre los estados de los pueblos. Un ulterior elemento de la crisis jurídica y de la vigencia de un mundo normativo cristiano y de derecho guerras, ahora no «amortiguadas» corno en la Edad Media, y sentándose una novedosa dicotomía entre la magnitud de las confrontación entre estados sin intermediación alguna, preexistente, Se abría así un camino que condujo a una época de gramado a largo plazo en el sistema de estados entonces circunstancias impuestas por el conflicto, el cual estaba procilismo humanista se revelaron insuficientes respecto a las unidad. Por otro, las contrapropuestas institucionales del papuesta en cuestión y definitiva crisis del ideal cristiano de una doble dificultad. Por un lado resultó afectada por la da en cuenta por la opinión pública europea, pero topó con trales, prohibición de matrimonios dinásticos, etc.) fue teni(con su propuesta de garantías fronterizas, tribunales arbiLa concepción antiimperialista del ideal erasmiano de la paz tos, en tanto que mera salvaguarda de sus privata commoda. del bonum commune, e intentaba denunciar la política de éscuestión el recurso legitimador de los príncipes al argumento contribución crítica. Este ideal ponía [undamentalmente en Exposición

Carlos, el vencedor, puede ahora poner en juego su poder y electores a decidirse por el candidato de los Habsburgo. triotismo imperial de los alemanes llevaron a los príncipes nanciera del protocapitalismo en el sur de Alemania y el patraordinario derroche de esfuerzos. La superior potencia ficabeza del Imperio se entabla por ambas partes con un exentre Carlos y el rey francés. La lucha por la elección como 12 de enero de 1519, tiene como consecuencia la rivalidad

anunciar tormenta. La repentina muerte de Maximiliano 1, el ria—. Pero, pocos años después, las nubes comienzan a sualidades dinásticas —tres fallecimientos en la línea sucesoque le había correspondido por un encadenamiento de catener las manos libres para asumir el gobierno de España, cisco 1 por medio del Tratado de Noyon. Carlos pretendía de sus abuelos, las había aclarado el joven Carlos con Franabiertas en Borgoña y los Países Bajos, heredadas también tuación de equilibrio duradero. Las cuestiones territoriales español sobre Nápoles y Sicilia, se había alcanzado una sicon la estabilización del dominio francés sobre Milán y del mienzo de la edad dorada de la paz en Europa. Parecía que,

genes y comienzos. En 1516, Erasmo había celebrado el coropea, tiene desde luego que ver con la naturaleza de sus oríplazo, en un elemento estructural, esencial en la política eu- begemonial La lucha pue la El hecho de que este conflicto llegase a convertirse, a largo (Radicalidad de ción de la hegemonía en Europa. ción del Imperio de los Habsburgo y, con ello, a la consecu-

inextricable de objetivos ofensivos y defensivos, a la destruc1551— estaba orientada, mediante una combinación casi yor de las evidencias la actuación de Enrique lí a partir de el fondo, la política francesa —y ésto lo muestra con la macomo protector de la libertad europea (y alemana). Pero, en

papel defensivo respecto a la «tiranía» de los Habsburgo, y electoral de 1519 frente a Carlos, a asumir a largo plazo un ca de la Cristiandad. Francia fue forzada, ya desde la derrota

viejo sueño de la Corona de Carlomagno, a la unidad politipolítico de Italia y el Imperio, aproximándose con ello al los Países Bajos allí— implicarse en la lucha por el mosaico ción de una estatalidad « moderna» —Francia aquí, España y mónica en Europa. Ambos podían, apoyados en la organizaaprovechar sus oportunidades en pos de una posición hegeEuropa hacia 1520: Estado y sistema de estados

49

paz al orbe. pues sólo la unidad de un imperio universal podrá traer la universal, «para unir todo el mundo

bajo un solo pastor»,

Carlos está llamado —así argumenta Gattinara— al dominio tradicionalmente francófilas de la alta nobleza borgoñona. Francia, que acabará imponiéndose frente a las tendencias canciller, será el exponente de una política ofensiva contra meridional) conjuntamente con España. Gattinara, su gran sus aspiraciones imperiales (también en Iualia y en la Francia

s1

nómeno y su irrepetible dimensión personal. rácter propio de cada acontecimiento en el conjunto del fesul, sin que, por otra parte, queden por ello diluidos el cade factores muy diversos pierde mucho de su apariencia casocioculturales. Con esta perspectiva, la actuación conjunta «crisis del sistema» general, de aspectos tanto políticos como allá del marco propiamente religioso, y en el sentido de una entorno del propio Lutero, a partir de la consideración, más crisis» (B. MOELLER), ésta puede, sin más, reconocerse en el que se busca es la «coherencia interna de los elementos de la nales de unidad entre la Iglesia y el mundo secular. Y, si lo nismo» quisieran y pudieran desbordar principios tradiciopos de la recuperación de las «más puras formas del cristiada individual de un Dios misericordioso y los esfuerzos en concurrencia de muchas circunstancias, para que la búsque-

pyo a una solución revolucionaria. Fue precisa, sin duda, la

de lo sucedido desde Lutero, el paso de un desarrollo evolunistas, cabe preguntarse por qué no se produjo, mucho antes rición de la crítica y los programas de reforma de los humanes y la realidad del cristianismo, así como de la pujante apaA la vista del enorme desfase existente entre las pretensio-

5.

B.

Y SUECO MARTIN LUTERO, ULRICO ZWINGLIO DEL MOVIMIENTO DE LA REFORMA: LOS INICIOS

y de Carlos V Europa en la época de la Reforma

¿2mas

¡Lutero y lx

cisiones individuales y constelaciones circunstanciales dadas.

forma que éstos adoptaron, fue una cuestión de sucesivas dedual de Lutero, como sobre la de toda la Cristiandad, y la bulas en 1317]

(El comercio de

denarse efectos potenciales, tanto sobre la existencia indiviEl que de estas novedades de principio pudiesen desencavisible unidad jurídica de la Iglesia. hasta entonces, entre la certeza individual de la salvación y la ciedad), y tampoco en el contexto de la correlación, supuesta medieval, jerárquicamente dispuesta, entre cristianismo y sovigente en la vida monástica (la pieza nuclear de la simbiosis potencial explosivo, no asumible en el marco institucional

contabilidad de «buenas obras», implica ya un principio de cluyente de la fe interior y la gracia divina, respecto a una entre sí. Y, por otro, la nueva convicción sobre la fuerza ex-

les que, basadas en las universidades, venían compitiendo berg, frente a las diversas escuelas teológicas tardomedievateología paulino-agustiniana, como la cultivada en Wittentura que desemboca, por un lado, en la reivindicación de una tardío de Occam, el agustinismo), Lutero completa una rup-

del tradicional acervo filosófico-teológico (el escolasticismo tola a los romanos, compuestos entre 1515 y 1516, Partiendo siguientes años se hace patente en sus comentarios a la Epísproceso de profunda evolución teológica e intelectual de los vo Testamento, que mantendría hasta su muerte en 1546, El ma asume el agustino, en 1512, la cátedra de Antiguo y Nuede Erfurt y en la recién fundada de Wittenberg. En esta últien 1507, después los estudios de Teología en la Universidad

dad. A la profesión, en 1506, siguió la ordenación sacerdotal

monasterio de los eremitas agustinos, sito en la misma ciu-

tad de Artes de la Universidad de Erfurt, por el ingreso en el

en 1505, tras completar los cursos preparatorios en la Facul-

Martín el acceso a los estudios de Derecho, pero éste optó,

luntad de promoción social del padre dispuso para el joven cendido desde simple minero a pequeño empresario. La vo-

do la tierra y, en las minas de cobre de Mansfeld, había asLutero] [Biografía de

una familia de origen campesino. Su padre había abandona-

Martín Lutero, nacido en 1483 en Eisleben, provenía de

previa de un gran potencial de inestabilidad. del inicio y desarrollo del movimiento como la acumulación

La aparición de líderes carismáticos fue tan característica

52

Exposición

que los medios recaudados acabasen engrosando las arcas de territorio de la Sajonia Electoral. Pretendía con ello evitar abrían el cofre de la recaudación—, surcaban ya el país) en el de los Fugger ——cada uno tenía una de las dos llaves que servicio de Alberto (los cuales, acompañados por empleados las, prohibió, sin embargo, la acción de los vendedores al nia, Federico el Sabio, si bien creía personalmente en las buco-territorial. El señor de Lutero, el príncipe elector de SajoEl penúltimo factor, una vez más, es de naturaleza políti-

existente de irregularidades y abusos. visible un factor adicional de descontento en el síndrome ya sin duda, como consecuencia histórica, el introducir y hacer recaudado, se trataba de un proceder complaciente que tuvo,

ción de San Pedro de Roma, quedándose con la mitad de lo

ocho años la recién renovada indulgencia para la reconstrucpartir de que el arzobispo promulgase para los próximos habían sido objeto de préstamo se considerasen liquidados a Cuando la Curia propuso que los 29.000 florines de oro que mente con los usos del sistema bancario protocapitalista. las cantidades a pagar. Su proceder se correspondía plenaa un arreglo con Roma y con los Fugger para un adelanto de la Cuna. Alberto, más ambicioso que solvente, intentó llegar la vez varios obispados), entró en el juego el sisterna fiscal de nalmente tales pagos (amén del de la dispensa por ostentar a un candidato capaz, tras sucesivas vacantes, de asumir perso-

con ocasión de cada cambio de prelado, se buscó en Alberto sembolsos que habían de efectuarse a Roma, y que vencían tral fuerte en el Imperio. Cuando, en consideración a los dehabía sido frenada, debido a la inexistencia de un poder cen-

tre las casas de Brandeburgo y Sajonia, cuya competencia no na, sino de una maniobra muy bien meditada en la lucha enuna acción rutinaria típica de la aristocratizada iglesia alemade Maguncia, nuevamente vacante, no se trataba tan sólo de de Halberstadt, presentó su candidatura a la sede arzobispal Hohenzollern, arzobispo de Magdeburgo y administrador ción pública en Alemania. Cuando el príncipe Alberto de de conflicto, en los que se fundamentó su espectacular aparipondencia interna y nada casual entre muy diversos factores las indulgencias, en 1517, muestra ya a las claras la corresLa intervención del profesor de Wimenberg en la cuestión de Los inicios del movimiento de la Reforma: Lutero, Zwinglio

Lutero] intervención de polivcas. La [Componentes

pasos siguientes vienen marcados por el proceso organizado tero, tal y como se desarrolló en sus sucesivos escritos. Los

cibió de la profundidad y la radicalidad de la teología de Lutinte antirromano e incluso nacional. Apenas alguno se aperforma, articulados en torno a necesidades culturales y de tundidad en un excelente alemán, sus propios deseos de recero, en el que veía reflejados, formulados con presteza y rode la opinión pública alemana vino a ponerse del lado de Lusia». En un grandioso malentendido, una parte mayoritaria dentro de la Iglesia o en la formación de una «segunda Iglecuencias de este desarrollo. Nadie pensaba en una división sus escritos, podían hacerse una idea de las posibles consetesanos y de posaderos, que comenzaron a leer y a difundir 1518/1520] tas, teólogos y magistrados, pronto también de maestros arreológaca de Ni el monje agustino, ni el importante grupo de humanisUa ruptura na situada y defendible en el ámbito de la propia Iglesia. dad, saludasen en un principio sus Tesis en tanto que doctriasombroso que algunos, enemigos de Lutero con posterioriluteranas, esto es, al comentario de las Tesis, no resulta tan

correspondía Wittenberg, otorgó el placer a las Resolutiones consideración que el obispo de Brandeburgo, a cuya diócesis muy amplias capas de la población alemana. Si se toma en lló un fuerte eco, no sólo entre el público humanista, sino en nitencia». El ataque contra la práctica de las indulgencias haced penitencia”, quiso que toda la vida de los fieles fuese perezaba: «Nuestro Señor y Maestro Jesucristo, al decir: “HaLutero en lo tocante a la fe y a la penitencia. Su primera tesis tencia en la tierra chocaba Írontalmente con la conciencia de doctrina religiosa deformada acerca de la rebaja de la penila atención del público. La explotación comercial de una queda esclarecida en las 95 tesis sobre las bulas, que alcanzan perder el temor a Dios». La cuestión teológica de principio sus mentiras y sus promesas de salvación, a la seguridad y a predicadores buleros «desvían al pueblo, con sus cuentos, bispo Alberto de Maguncia, elevando la queja de que los de Lutero, el cual se dirige el 31 de octubre de 1517 al arzofamiliares difuntos. Es aquí donde comienza la intervención y con ello la supuesta sarvación de sus almas y de las de sus ban la frontera con Brandeburgo para adquirir allí las bulas, los Hohenzollern, pero los habitantes de Wittenberg cruzaExposición

Worms de 1521, el primer encuentro de Carlos Y con el púcontraba Lutero condenado por la Iglesia. La Dieta de para su retractación pública; desde comienzos de 1521 se enduce la amenaza de excomunión, concediéndosele un plazo

Weorma] Carlos Ven

Reemprendido en Roma el proceso contra Lutero, se pro- (1524: Lunero y lución de inspiración divina» [428: K.-V. See, 596]. tenderse, tres años después, como instrumento de una revoasí su colapso. El teólogo reformador de 1517 venía así a enesto es, a la estructura del Anticristo en la Iglesia, acelerando

al Anticristo de Roma y a toda su iglesia pseudocristiana, Dios, como el sol aparece entre las nubes, desenmascarando

en casi toda la iglesia lacina, ha vuelto a aparecer por obra de de que «el Evangelio, oscurecido durante los últimos siglos Anticristo. Lutero alcanzó antes de 1520 el convencimiento apocalíptico de desenmascaramiento: El Papa de Roma es el escolástica resultó ampliamente superada por un mensaje narias. La crítica histórico-humanista al Papa y a la filosofía alcanzado una nueva situación de características revolucionación alemana, De captivitate Babylonica ecclesiae) se había 1520 (De la libertad del cristiano, A la nobleza cristiana de la chensatzung). Con los grandes escritos de reforma del año de la Iglesia en tanto que «normas de los hombres» (Menscrítica del poder de primacía del Papa y del sistema jurídico cepción individual de la certeza de la le con una rotunda ridad con la que se presentaba el nexo existente entre su concilios se habían equivocado, sino, más en general, por la claLutero desarrolló el punto de vista de que también los conde 1519) tuvo extraordinarias consecuencias, no sólo porque tero. La Disputación de Leipzig contra Johannes Eck (junio decisivos en la toma pública de posiciones por parte de Luguiente período de tranquilidad se produjeron pasos do al Papa que hay que informar mejor». Durante el subsigado papal, tras el cual Lutero apeló «del Papa mal aconsejaLutero en Augsburgo, en 1518, por parte de Cayetano, el le1519. En todo caso sí llegó a producirse un interrogatorio de Carlos a la elección imperial, que había de celebrarse en pe elector de Sajonia contra la candidatura del Habsburgo papa León X buscaba en aquel momento la ayuda del príncigelado por razones políticas durante un año y medio. El

desde Roma contra Lutero, abierto en 1518, y que fue conLos inicios del movimiento de la Reforma: Lutero, Zwinglio

55

bién a los seguidores de Lutero), los espíritus comenzaron a y que alcanzaba, más allá de la proscripción personal, tam«Edicto de Worms», en virtud de la acción del nuncio papal, tado forma jurídica concreta en mayo de 1521 en el llamado postura firme por parte del Emperador (la cual había adopreligiosas. Tras la sentencia de Roma; tras la adopción de una ciones en que se agrupaban las diversas fuerzas políticas y media] (y después en toda Europa) no eran dos, sino tres las direclas fuerzas y v2a Quedaba claro ya, en este punto, que dentro del Imperio (Polarizacion de un amplio espectro de opiniones. plares) y los puntos de vista de la Curia, existía, por tanto, bían alcanzado ya una difusión superior a los 500.000 ejen(cuyos escritos, en el tiempo en que se celebró la Dieta hapropuestas de Erasmo. Entre las firmes posiciones de Lutero general o de una comisión de teólogos en el sentido de las con participación de Emperador y estados, de un concilio to dentro de la Iglesia, haciendo uso de un tribunal al efecto peraba una solución arbitral del conflicto de autoridad abiernegociaciones de los estados con Lutero, de las cuales se es-

la primacía del Papa—, la corte imperial autorizó ulteriores me a la doctrina conciliarista y calla por completo respecto a tero el 19 de abril —la cual, por lo demás, argumenta confor-

Y aún tras la famosa declaración del Emperador contra LuLutero más razonable, en la «endreformacio sancte Ecclesie».

al príncipe elector Federico, e incluso también junto a un

las obras de Lutero, podía implicarse personalmente, junto

Babylonica, «también en buena medida habían complacido» Carlos Y, al que, hasta la aparición del escrito De captivitate pion, intentó convencer a la corte sajona de que el mismo sustanciosas. El confesor del Emperador, el franciscano Gla-

posteriores a la comparecencia de Lutero resultaron muy vez más la retractación exigida. Las negociaciones previas y éste, con motivo de su llamada a Worms, había rehusado una

ción de Lutero en el ámbito imperial, tanto más cuanto que ría seguir a la excomunión dictada desde Roma la proscriptradicional solapamiento jurídico entre Iglesia y Estado, hadaba fuera de toda duda que el Emperador, en el marco del tero como para la más amplia constelación de fuerzas. Quede tener tanta importancia para el destino individual de Lublico y con la república de los príncipes alemanes, no habria Exposición

todo contradicha por el cuidadoso proceder del Príncipe pontáneo de nuevas comunidades de cristianos, no fue del Lutero, que centraba sus esperanzas en el crecimiento esmovimientos radicales siguieron actuando. La concepción de yo de la administración del Príncipe Elector. Pero los brero de 1522) trajo algo de calma, garantizado ahora el apoción de la Iglesia. El retorno de Lutero a la Universidad (feaplicaron medidas inmediatas en el culto y en la organiza-

tein, llamado Karlstadt); mediante la toma del poder local se

corriente partidaria de cambios radicales (Andreas Bodensjón. Durante

su ausencia de Wittenberg se instaló allí una

protegido consecuentemente por la política del Elector sa-

claro, tras la Dieta de Worms, con su traslado al Wartburg,

también al entorno personal del propio Lutero, como quedó teres difícilmente repetibles. Esta desestabilización afectó bilización del conjunto de la sociedad, que alcanzaría caracde la Reforma, originando en la década de 1520 una desesta-

conjunción con los efectos extrateológicos del movimiento ello hacia un estado de creciente descontrol. Esto actuó, en monía en Europa. La situación del Imperio degeneró con fuerzas, hasta 1529, en la lucha contra Francia por la hege-

perio por parte de Carlos Y y la implicación de todas sus ejecución práctica, por el hecho del rápido abandono del [my sus seguidores fue extraordinariamente entorpecida, en su La concluyente declaración del Emperador contra Lutero erasmiano. frente a Lutero y sus seguidores, en la estela del humanismo ciones y abusos, y caracterizado por una conducta ecléctica miento de la unidad dentro de una Iglesia limpia de corrupción intermedia, manteniendo la esperanza en el manteniIglesia. Por último, el tercer grupo se colocará en una posibien promoviendo un riguroso programa de reformas de la

dela autoridad] comportamiento sadual y 1522-1525: Eco

en fijar su política en esta dirección será, en 1522, Baviera, si

fensores del Papa tale quale. El primer territorio del Imperio enemigos declarados del movimiento reformador y los de-

dujo, realmente, unos años más tarde). El segundo, el de los

de los estados del Imperio —príncipes mayoría de los humanistas más jóvenes los seguidores ¡nequivocos de Lutero, dividirse en tres campos diferenciados.

y ciudades— se pro(la adhesión efectiva al cual pertenecía la El primero era el de

Los imicios del movimiento de la Reforma: Lutero, Zwinglio

57

diferentes, que no es posible derivar de la doctrina luterana: tero, pero su teología y su obra olrecen rasgos enteramente radical tiene como premisa, en cierto modo, la acción de Lu-

manista y del estudio de la Biblia a la actitud de reformador do por los escritos de Lutcro. Su paso del racionalismo hu-

Colegiata Grande de Zúrich, resultó indudablemente influi-

corrían parejas en su opinión. Predicador desde 1518 en la Zwinglio. El pensamiento político y la renovación teológica

con las ideas pacifistas de Erasmo, incidió fuertemente sobre

cialmente con la crítica de las costumbres y de la Iglesia y campañas de Italia. El encuentro con el humanismo, espe-

cipado en dos ocasiones, junto a sus compatriotas, en las

distinto del de Lutero. Como capellán castrense había partipersona y como teólogo era Zwinglio de cuño enteramente de Zúrich y la política de la Confederación Suiza. Como la Universidad de un Estado territorial, sino la ciudad-estado en lo pastoral, no había sido, en contraste con el de Lutero, nes católicos. Su ámbito de experiencias, en lo político como to en 1531 en la batalla de Kappel, librada contra los canto-

cosas en el Imperio, si Zwinglio no hubiese resultado muerque quedar la pregunta de cómo se habrían desarrollado las regiones sudoccidentales de Alemania. Sin contestación tiene rante algún tiempo sobre el movimiento de la Reforma en las es constatable la importancia que el zwinglianismo tuvo dubien conocido fundamentalmente como reformador suizo, Zwmglo] (La Reforma de

se presentan, en varios sentidos, distintas de la de Lutero. Si

La trayectoria persona) y la incidencia de Ulrico Zwinglio

fe y al evangelio, sino que persiguen la maldad exterior». Así, Lutero escribía en 1525: «Los príncipes no fuerzan a la rrir a la fuerza regulativa e unificadora del poder secular. de procedencia humana, incluso cuando empezaban a recupio de la libertad de la conciencia respecto a cualquier norma ritario. Lutero y sus seguidores creían actuar fieles al princiexaltados, de otro) condujo ya a tendencias de carácter autolado y el radicalismo de los Schwármer, los reformadores Wittenberg (contra la resistencia antirreformadora de un 1524. Por otra parte, el doble enfrentamiento en torno a y remiso al conflicto, de las Dietas de Núremberg de 1522-

Elestor, así como por el comportamiento, más bien prudente

Exposición

y las ciudades imperiales. Hutten había apelado sin éxito a la rrotada prontamente por la acción conjunta de los príncipes los «bienes de los frailes». La revuelta, mal dirigida, fue de-

por la doctrina luterana a promover la desamortización de la situación de la baja nobleza, que se había visto animada de Hutten y de Sickingen, ha de entenderse en el contexto de Tréveris) de parte de la caballería imperial, bajo el liderazgo políticas del Imperio. La sublevación en 1522-23 (Guerra de colaboración activa entre Zwinglio y las fuerzas sociales y mera mitad de la década de 1520, no llegó a producirse una de organización en ella vigentes. Con todo, durante la priexistían tenores a una extensión de los principios políticos la Confederación Suiza en general, y ya antes de la Reforma Reinaba en el Imperio la desconfianza política respecto a tro de los límites del Imperio. política y social jamás pudo desarrollarse por completo denforma en Europa Occidental, el conjunto de cuya dinámica Zwinglio y de Suiza, se delinean aquí perspectivas de la Repansionismo políticamente mediado. Mucho más allá de ra que no impedía la dureza frente a la heterodoxia o el exno urbano, una Iglesia de constitución sinodal, una estructupoder secular sino, conforme a las tradiciones de autogobierZwinglio no fue una Iglesia territorial controlada desde el cas de su institucionalización. El resultado de la Reforma de

vicja Iglesia. 1524] reacción de la imperio y la Kn caballeros del

[Ls cerucha de

teológica, caracterizan ya, a la altura de 1525, las vías prácti-

la puesta en funcionamiento de una institución de enseñanza las ordenanzas para la celebración de matrimonios, así como das a acabar con el sistema de beneficencia de la vieja Iglesia, las bodas y los entierros, las ordenanzas de pobres, destina-

doccidencal. El registro, en lengua alemana, de los bautizos, los centros urbanos de la Suiza oriental y de la Alemania suLas reformas emprendidas irradiaron notablemente sobre transformación de la vida eclesiástica de acuerdo con sus ideas. en Zurich] rich. Las autoridades de la ciudad comenzaron a acometer la Iglesia sinoal de la En los años 1522-23 se impuso con sus seguidores en Zú- [Conrtrución bre desde un punto de vista religioso y político. tidarios, en toda su plenitud, la voluntad de formar al homde la idea de la predestinación, surge con Zwinglio y sus parimpotencia del hombre, y en conexión con un fuerte énfasis de la reflexión teológica sobre la omnipotencia divina y la Los imcios del movimiento de la Reforma: Lutero, Zwinglio

59

diferentes, que no cs posible derivar de la doctrina luterana:

tero, pero su teología y su obra ofrecen rasgos enteramente radical tiene como premisa, en cierto modo, la acción de Lu-

manista y del estudio de la Biblia a la actitud de reformador do por los escritos de Lutero. Su paso del racionalismo hu-

Colegiata Grande de Zúrich, resultó indudablemente influi-

corrían parejas en su opinión. Predicador desde 1518 en la Zwinglio. El pensamiento político y la renovación teológica con las ideas pacifistas de Erasmo, incidió fuertemente sobre cialmente con la crítica de las costumbres y de la Iglesia y campañas de Ítalia. El encuentro con el humanismo, especipado en dos ocasiones, junto a sus compatriotas, en las distinto del de Lutero. Como capellán castrense había partipersona y como teólogo era Zwinglio de cuño enteramente de Zúrich y la política de la Confederación Suiza. Como la Universidad de un Estado territorial, sino la ciudad-estado en lo pastoral, no había sido, en contraste con el de Lutero,

nes católicos. Su ámbito de experiencias, en lo político como to en 1531 en la batalla de Kappel, librada contra los canto-

cosas en el Imperio, si Zwinglio no hubiese resultado muer-

que quedar la pregunta de cómo se habrían desarrollado las regiones sudoccidentales de Alemania. Sin contestación tiene rante algún tiempo sobre el movimiento de la Reforma en las es constatable la importancia que el zwinglianismo tuvo dubien conocido fundamentalmente como

Zwinglio)

(La Reforma de

reformador suizo,

se presentan, en varios sentidos, distintas de la de Lutero. Si La trayectoria personal y la incidencia de Ulrico Zwinglio te y al evangelio, sino que persiguen la maldad exterior». Así, Lutero escribía en 1525: «Los principes no fuerzan a la rrir a la fuerza regulativa e unificadora del poder secular. de procedencia humana, incluso cuando empezaban a recupio de la libertad de la conciencia respecto a cualquier norma ritario. Lutero y sus seguidores creían actuar fieles al princiexaltados, de otro) condujo ya a tendencias de carácter autolado y el radicalismo de los Schwdármer, los reformadores

Wirtenberg (contra la resistencia antirreformadora de un 1524, Por otra parte, el doble enfrentamiento en torno a y remiso al conflicto, de las Dietas de Núremberg de 1522-

Elector, así como por el comportamiento, más bien prudente

Exposición

y las ciudades imperiales. Hutten había apelado sin éxito a la rrotada prontamente por la acción conjunta de los príncipes los «bienes de los frailes». La revuelta, mal dirigida, fue de-

por la doctrina luterana a promover la desamortización de la situación de la baja nobleza, que se había visto animada

de Hutten y de Sickingen, ha de entenderse en el contexto de Tréveris) de parte de la caballería imperial, bajo el liderazgo

políticas del Imperio. La sublevación en 1522-23 (Guerra de

colaboración activa entre Zwinglio y las fuerzas sociales y mera mitad de la década de 1520, no llegó a producirse una de organización en ella vigentes. Con todo, durante la priIglevia. 1524] existían temores a una extensión de los principios políticos vácja reaccion de la la Confederación Suiza en general, y ya antes de la Reforma Imperioy la los caballeros del Reinaba en el Imperio la desconfianza política respecto a fLa revueha de tro de los límites del Imperio. política y social jamás pudo desarrollarse por completo denforma en Europa Occidental, el conjunto de cuya dinámica Zwingho y de Suiza, se delinean aquí perspectivas de la Repansionismo políticamente mediado. Mucho más allá de

ra que no impedía la dureza frente a la heterodoxia o el exno urbano, una Iglesia de constitución sinodal, una estructu-

poder secular sino, conforme a las tradiciones de autogobier-

Zwinglio cas de su teológica, la puesta

no fue una Iglesia territorial controlada desde el institucionalización. El resultado de la Reforma de caracterizan ya, a la altura de 1525, las vías práctien funcionamiento de una institución de enseñanza

las ordenanzas para la celebración de matrimonios, así como

das a acabar con el sistema de beneficencia de la vieja Iglesia, las bodas y los entierros, las ordenanzas de pobres, destinadoccidental. El registro, en lengua alemana, de los bautizos,

los centros urbanos de la Suiza oriental y de la Alemania suLas reformas emprendidas irsadiaron notablemente sobre transformación de la vida eclesiástica de acuerdo con sus ideas. rich. Las autoridades de la ciudad comenzaron a acometer la Iglesia en Zurich] sindal de la En los años 1522-23 se impuso con sus seguidores en Zú- [Constitución bre desde un punto de vista religioso y político. tidarios, en toda su plenitud, la voluntad de formar al homde la idca de la predestinación, surge con Zwinglio y sus parimpotencia del hombre, y en conexión con un fuerte énfasis de la reflexión teológica sobre la omnipotencia divina y la Los inwios del movimiento de la Reforma: Lutero, Zwinglio

s9

«normas de los hombres». Los poderes urbanos organizaron de la pureza de las escrituras y de la liberación respecto a las para que pudiesen tener éxito prédicas en el nuevo sentido cuanto un público lector lo suficientemente amplio, como dades, donde se daban ya, tanto un latente anticlericalismo,

hecho, el movimiento se extendió imparablemente en las ciua los alemanes el camino hacia una unidad reformadora. De de «poderes exteriores» (Papado, Carlos V) lo que bloquease csudades) nación». Pero es más que dudoso que fuese la intervención Referma en las RANKE vio en estos procesos «el origen de la división en la [Progresos de la ción general, del sistema eclesiástico, en el sentido de una disolución, o al menos una reestructura-

era frenar los procesos de base, ya en curso, que apuntaban prohibir la celebración del concilio nacional, lo que no podía veto del Emperador. Pero aunque el Emperador pudiese acción la división en «partidos religiosos», llegó de España el lio nacional, siempre en la creencia de poder [renar con tal aron finalmente, para el otoño de 1524, una suerte de conci-

tendida en Alemania. Cuando las ciudades imperiales planeLa exigencia de un concilio general estaba ampliamente excuales no podían remitirse a una reforma de la iglesia papal. protectores publicísticos y teológicos del viejo sistema, los ria. A lo que vino a añadirse la debilidad defensiva de los convincentes a la luz de la actitud de los obispos y de la Cula inexistencia de impulsos reformadores verdaderamente defectos estructurales en la organización pastoral, así como Iglesia, lo que hizo fue evidenciarla: la continuidad de los más que superar la debilidad de las posiciones de la vieja por reformas dentro de la Iglesia. El acuerdo de Ratisbona, ma. Las medidas de prohibición habían de ser acompañadas nal en una liga defensiva frente al movimiento de la Reforgio, a un grupo de príncipes y obispos de Alemania Meridiounió por primera vez, con apoyo del legado papal Campegrepresentarlo en los asuntos imperiales durante su ausencia, moniales de los Habsburgo en Austria, así como el derecho a Carlos V había transmitido en 1521-22 los territorios patrien Ratisbona, en 1524, de una liga católica. Fernando, al que

ción de las facciones políticas y religiosas tuvo la formación los «poderosos». Mayor relevancia en el proceso de forma-

solidaridad entre las ciudades y la nobleza en la lucha contra Exposición

del Concilio, De todo ello habrá de tratarse todavía. mientos relacionados con la política imperial y la cuestión más tardío, que tuvo por premisa determinados acontecisen adoptando la Confesión de Augsburgo, es un desarrollo príncipes electores del Palatinado y de Brandeburgo) acabasiguientes. Que los partidarios de la vía media (como los de los principes alemanes se unió a la Reforma en los años sas no estaban ni mucho menos tan claras. Sólo una minoría miento urbano». Entre los nobles, y en los territorios, las code que el movimiento reformador alemán «fue un acontecila primera época de la Reforma, con A. DICKENS en su tesis del que se aprovechan». En este sentido cabe coincidir, para

nuestras espaldas y las vuestras, y despojarlos así del negocio pecto a los obispos: «deshacernos del yugo que pesa sobre

mandato que establecía el paso a las filas de la Reforma, resque tomaban una decisión, fijada, entre otras varias, en el

mismo año, eran los magistrados de la ciudad de Berna los

reivindicaciones

luteranas en Hamburgo

(1528). Y, en el

mos oír las escrituras»: con estas palabras se impusieron las Roma poco o nada pudieron oponer. «Las escrituras, quereción favorable a la Reforma, a la cual los partidarios de cuencias, más o menos rápidamente, de la presión la pobla-

disputaciones teológicas, y no dudaron en extraer conseLos inicios del movimiento de la Reforma: Lutero, Zwinglio

6l

62

te posición de los estados del Imperio, ni la posición autónopartidas por Europa y Ultramar, no podía aceptar ni la fuerde dotar de coherencia interna a un mosaico de herencias reque le sugería sobre todo Gattinara, ese programa que había deseaba poner en práctica el programa de domintum mundi factor conflictivo de la crisis de la Iglesia). Si el Emperador

flicto (el cual venía a unirse, de diversas formas, con el tercer

de la elección de 1519, surgiese una situación de doble con-

para la europea, resultó de enorme importancia que, a partir dirección monárquica. Tanto para la historia alemana, como ción imperial frente a cualquier intento de transformación en tegridad del principio federativo que informaba la constitudiante una capitulación electoral de carácter restrictivo, la inedad, como

doble coníficio] de Carlos V:un [Los comienros

6.

cabeza del Imperio, intentaron asegurar, me-

gieron al joven Habsburgo, que entonces contaba 19 años de de Francisco 1, Cuando los príncipes electores alemanes eliconfrontación con las intenciones, igualmente hegemónicas, do, durante la lucha por la elección imperial de 1519, en la Habsburgo y de los de la Casa de Borgoña, se había traducide Carlos V, heredero de España, de los territorios de los La renovación de la idea de monarquía universal por parte

(1521-1529) POR LA HEGEMONIA EUROPEA EL COMIENZO DE LA LUCHA LOS HABSBURGO CONTRA FRANCIA:

independiente surgida en la Edad Media. universalismo se enfrenta aquí a la herencia de la estatalidad versas posesiones en España, Italia y Alemania: un nuevo

importante, así como el de conectar territorialmente las di-

noce el objetivo de excluir a Francia como potencia política guedoc, un antiguo feudo de la Corona de Aragón. Se recoleudo del Imperio. También se exigía la restitución del LanFrancia había de restituir la Provenza, que era un antiguo francesa), a la parte imperial le interesaba el Sur de Francia. vínculo feudal que unía a Flandes y Artois con la corona dades del Somme, el Ducado de Borgoña, la desaparición del vindicaciones en relación con la herencia borgoñona (las ciu-

la guerra que habría de sucederlas. Aparte de las antiguas reicardenal y canciller inglés Wolsey, muestran los objetivos de

todavía en el otoño de 1521, tuvieron lugar, presididas por el

longadas negociaciones entre el Emperador y Francia que, contrase Francia en posesión del Ducado de Milán? Las pro-

Emperador gobernar pacíficamente en ltalia, en tanto se en-

puede conseguirse sin la monarquía». ¿Pero cómo podía el fin último era la «consecución de la paz general, la cual no en condición central para la monarquía del Emperador. El Italia se constituía, conforme a la concepción de Gattinara, ñones, en el entorno de Carlos V. El dominio pacífico sobre

exponente de la política profrancesa, de antecedentes borgoLeón X. Casi al mismo tiempo fallecía Chiévres, el principal diese completarse una alianza antifrancesa con el papa

univenal]

contra Francia que, todavía reunida la Dieta en Worms, pu-

Fue un gran éxito para la facción partidaria de la guerra (Caruana y su de Bohemia y Hungría. los territorios patrimoniales de los Habsburgo las coronas

(muerte de Luis II en la batalla de Mohács), había añadido a

la cabeza del Reichsregiment, el cual por otra parte, en 1526 hermano Fernando, situado como Statthalter (gobernador) a mento, Carlos dejó los asuntos alemanes en manos de su pasase a partir de ahí tendría que decidirlo el futuro; de moplanteamientos monárquicos y la fronda estamental. Lo que Imperio— se alcanzaron compromisos intermedios entre los de 1521 —Gobierno del Imperio y Tribunal de Cámara del cosa quedó clara con cierta rapidez. En la Dieta de Worms ma de Francia. En lo tocante a los principes del Imperio la Los Habsburgo contra Francia: lucha por la hegemonía

63

la solidaridad monárquica Írente a Francisco 1, pero que iba,

alcanzó así una solución de compromiso, que salvaguardaba a desconfiar del pensamiento político racional del jurista. Se nentes de la alta nobleza castellana y borgoñona, que tendían no pudo imponer sus criterios frente a los máximos expole hubiese complacido era la muerte del Rey. Pero Gattinara su programa radical de desintegración de Francia; lo que más nes políticas tras la victoria. Gattinara permaneció firme en nes del Consejo de Estado, en España, acerca de las decisioCharles de Lannoy. Más interesantes resultan las deliberacioentrega el guantelete a su adversario, el comandante imperial mo de la escena, en que el Rey, rodeado por el enemigo, quenetes alemanes. Es suficientemente conocido el dramatissultó derrotado a manos de los infantes españoles y los lansde Pavía, el rey Francisco l, con su ejército de caballeros, recompromiso] cedente del Tirol decidió, finalmente, la guerra. En la batalla Madrid como La llegada, en febrero de 1525, de un ejército auxiliar pro11526: La Par de de Gattinara. patriotismo antihabsbúrgico se cruzó en los planes gibelinos opinión respecto al bando imperial. El surgimiento de un burgo en Italia habían conducido a un vuelco negativo de la pasó a apoyar a Francia. La guerra y la política de los Habssó ante Marsella. Antes de fin de año, el papa Clemente VII se produjo en el campo de batalla. La invasión de 1524 fracamar conde de Provenza, la decisión de los acontecimientos

Francia partiendo de Italia, y cuando en Aix se hizo proclael mismo Condestable encabezó el ejército que invadió ca de la nobleza francesa. También al año siguiente, cuando

de revuelta de Borbón fracasó, debido a la lealtad monárquitiva de un reino satélite en el sur de Francia. Pero el intento que concedió la mano de su hermana Eleonora y la expecta-

de Borbón, el primer dignatario Írancés, un nuevo aliado, al

dría que atacar por el Norte, y ganó en la persona de Carlos dor venció en Milán en 1522, se alió con Inglaterra, que tenvarra como en la frontera con los Países Bajos. El Emperapor medio de sus partidarios, golpeó primero, tanto en Na-

belicismo del Cambrésis en más allá de la [Fracaso de los La guerra,

contra Francia] ” se

bando 1559, muerte que se

habsbúrgico. Fue Francisco 1 el que, no fue ciertamente mero resultado del del Emperador, hasta la Paz de Cateauextenderá, con algunas interrupciones, Exposición

fortificaciones de la ciudad. El Papa huyó al castillo de manes y las tropas españolas rompían el cinturón de no a Roma. La mañana del 6 de Mayo, los lansquenetes aledo una tregua pactada entre Pontífice y Emperador, el camibajo la dirección del Condestable de Borbón, y desatendienuna situación próxima al motín, había tomado por su cuenta, el ejército imperial, que, a falta del pago de las soldadas, vivía mayo de 1527 trajo consigo el cambio. En el norte de Italia, cuya cabeza se situó Clemente VII, el Sacco di Roma en Tras los éxitos iniciales de la coalición francoitaliana, a vez de Italia. cha contra el Emperador. Pero las decisiones vinieron otra en Escandinavia y en Inglaterra, en pos de socios para su lu-

consecuencias] Roma y «us [4 Sacco de

ta y movilizó su diplomacia, igualmente, en la corte polaca,

Juan Zápolya. Francia buscó la alianza con la Sublime Puer1529) y a apoyar en Hungría, frente a Fernando, al anti-rey los Habsburgo en su flanco oriental (asedio de Viena en ria en Hungría en 1526), comenzó a amenazar el poder de da de Belgrado en 1521, conquista de Rodas en 1522, victoofensiva en el Mediterráneo y en el sudeste de Europa (caí-

Otomano que, liderado por el sultán Solimán II, estaba a la

Francia abarcaba círculos cada vez más amplios. El Imperio rra empezó de nuevo. El conflicto entre los Habsburgo y Carlos V reaccionó retando a Francisco I a un duelo; la gueparticipaban Clemente

VII, Milán, Venecia

y Florencia.

formar en Cognac una liga contra el Emperador, en la que había sido firmado bajo coacción. El 22 de mayo pudo ya inmediatamente después de su liberación, arguyendo que Gattinara tuvo razón. Francisco 1 declaró nulo el tratado nara no la suscribió, prediciendo su inaplicabilidad. previa al combate en común contra infieles y herejes. Gattientendió la Paz como forma de conciliación y como etapa convertirse ahora en esposa de Francisco I. El Emperador ado anteriormente

con el Condestable

Borbón,

alados valianos] om ayuda de reinicia la lucho [Francueo 1

había de

hermana del Emperador, cuyo matrimonio había sido planeNápoles y la soberanía feudal sobre el Artois y Flandes. La del Ducado de Borgoña y a la renuncia a Milán, Génova, (14 de enero de 1526) obligaba a Francisco 1 a la resutución dades de seguridad de la parte Írancesa. La Paz de Madrid en todo caso, demasiado lejos para la dignidad y las necesiLos Habsburgo contra Francia: lucha por la hegemonía

65

un Concilio General, cuya decisión habría de acabar con todas las diante una paz general, y que con este fin se exige la convocatoria de guna. Y que desea se ponga término a estas guerras y desgracias mede los acontecimientos, de los que él en todo caso no tiene culpa alcuán profundamente afectado está cl Emperador por el desarrollo los hechos de los suvos, sería transmitir por escrito a los príncipes el Emperador no desease emplear tanta dureza ni dar por aprobados celebrar el Concilio General solicitado. O bien el segundo, si es que una amenaza para toda la Cristiandad y se negaba repetidamente a derse contra un pseudopapa escandaloso e incorregible, que suponía enemigo de la Paz y de la Cristiandad, haber sido forzado a defenlas armas contra el pastor de la 1glesia, sino contra un bandido, un ría aprobar los hechos de los suyos, anunciando no haber tomado diesen una guerra contra el Emperador y sus reinos. El primero sede modo que éstos, por causa de tan violentos sucesos, no emprenconducta y apaciguar los ánimos de las príncipes y reyes cristianos, los dos caminos siguientes, para borrar toda mácula respecto a su [el Sacco] recomendó inmediatamente al Emperador seguir uno de Cuando Mercurino [Gattimara] quedó enterado de estas nuevas

Gran Canciller (escrito en tercera persona): esclarece con el siguiente apunte autobiográfico del propio tólica o no». El proceso de decisión en la corte impenal se en esta ciudad habrá de quedar alguna forma de Silla Aposde Vuestra Majestad sobre el gobierno de Roma, y sobre si Papado?] Canciller, escribía a Carlos V: «Esperamos ordenes prontas

438.

Berna-Nueva York 1984, tional des Recherches Calviniennes, edit. por W. H. Neuser, FrancfortCalvinus Ecclesiae Genevensis Custos. Die Referate des Congrés InternaJ. Bonatrc, Calvins Lebre von Staat und Kirche, Breslau 1937. trice, Wiesbaden

1966.

437. A. Ganoczr, Le jeune Calvin. Genese et evolution de sa vocation reforma1966.

436. W. F. Danktaar, Calvin, sein Weg und sein Werk, 2.* edic., Neukirchen Kirchengeschichte, Gotinga 1979. 435. G. Y. Locurr, Die zwinglische Reformation im Rabmen der enropáischen Abt. 56 (1970) 275-234 y 60 (1974) 213-364. chenbildung und des Synodalwesens im Protestantismus», en: ZRG, Kan. 434. B. Morn1FR, «Zwinglis Disputationen. Studien zu den Anfángen der Kir433. J-V. Powtt, H, Zwvinghi el la Réforme en Suisse, París 1963. De Kroos, F. Kaucea, Wiesbaden 1976. 432. Bucer und seinc Zeit. Forschungsbeitráge und Bibliograpbie, edit. por M. Theologie bei Philipp Melanchshon, 2 vols., Berna- Francfort 1976. 431. S. Wirvenniover, Formalstrukturen humanistischer und reformatorischer Zúnch

1981.

430. E. Wo1casT, 429. W. Enuicer, heckonflike 428. K. Y. Srucr,

Thomas Múntzer. Ein Verstórer der Ungláubigen, GotingaThomas Miintzer. Leben und Werk, Gotinga 1975. 1517 bis 1521», en: HZ 223 (1976) 591-617. «Das Autoritatengefúge der westlichen Christenheit im Lut-

427.

A. G. Dickens,

425.

1 Hoss, «Das Lutherjahr 1983. Versuch einer Bilanz», en: Z, f. hist. E. 15

426.

The German

Nationy and Martin

Luther,

Londres

1974.

Luther und die Obrigkeit, edit. por G. Wonr, Darmstadt 1972.

(1988) 316-345. mar 1983.

424. Martin Lutber, 1483-1546, Dokumente seines Lebens und Wirkens, Wei423. 422. 421. 420. 419. 418. 417.

500. Geburtstag, 2 vols., edit. por H. Junchians, Berlín 1983. Leben und Werk Martin Luther von 1526 bis 1546. Festgabe zu seinem Múnich 1981. B. Lotse, Martin Luther. Eine Einfúbrung in sein Leben und sein Werk, F. Lau, Luther, 2.* edic., Berlin 1966. 6.* edic., Tubinga 1932. Kan How, Gesammelte Aufsátze zur Kirchengeschichte, vol. l: Luther, Frankreich und den Niederlanden, Gotinga 1975. O. E. SrrasseR-BERTRAND, O. J. DE Jona, Geschichte des Protestantismas in Germany, Londres 1988. R. Y. Scaimnen, Popular Culture and Popular Movements in Reformation binger Symposion 1980, edit. por H. J. KorH1Ler, Stuttgart 1981. Flugschriften als Massenmediurn der Reformationszeit. Beitráge zum Tú-

Bibliografía

351

vols, Friburgo de Brisgovia 1986/1933. 455. L. V. Pastor, Geschichte der Pápste seit dem Ausgang des Mistelalters, 16 Neuausgabe Smtigart 1953, 454. L. V. Ranxe, Die rómischen Pápste in den letzten vier Jahrhunderten, e. Papado, Reforma católica, Contrarreforma

1977, 111-134.

Lurz (Ed.), Zir Geschichte der Toleranz und Religionsfreibeit, Darmstadt H. $. BrnnER, «Táufer und Religionsfreiheit im 16.Jahrhundert», en: H. ERT. Gotinga 1975, 452. Umstritienes Táufertum 1525-1975. Nene Forschungen, edit. por H. J. Go. tionsgeschichte», en: ARG 60 (1969) 5-26. 451. B. Lotst, «Die Stellung der “Schwármer” und Tiufer in der Reflorma453.

Church History 29 (1960) 404-423.

H. J. HiLLErBRAND, «Anabaptism and Relormation: Another Looh», en: La Reforma radical, Mexico DF, 1983). 449. G. H Wintiams, The Radical Reformation, Filadelíia 1962. [Hay ed. cast., tory 32 (1963) 392-414. 448. C. P. Casen, «Medieval Heresies in the Reformation», en: Church His450.

(1976) 117-153.

Móglichkciten cines historisch-khomparativen Zungangs», en: ARG 67

447. R. LAnDFEsTER, «Frihneuzeitliche Háresien und koloniale Proteskulte: cellanea Historise Ecclestasticae, vol. 2, Lovaina 1967, 59-69. 446, G. MecenserrY, «Der gegenwártige Stand der Táuferforschung», en: Mis22 de febrero 1975), edit. por M. LiEnHARI», La Haya 1977, guiwm organized by she Faculty of Protestant Theology of Strasbowrg (20.445. The Origins and Characteristics of Anabaptism, Proceeding of the Collotria, Moravia and South and Central Germany, Ithaca-Londres 1972. 444. C. P. Cuasen, Anabaprism. Á Social History 1525-1618: Switzerland, Atsgior 21 (1941) 124-134.

44). R. H. Bainton, «The left Wing ol the Reformation», en: journal of Reli442, H. J. Gorarz, Die Tánfer. Geschichte und Deutung, Múnich 1980. d. Anabaptistas

« Zwetten Refermation», edit. por H. Schn LING, Gútersloh 1986. 441. Die reformierte Konfessionalisierung in Deutschland - Das Problem der nologic des Konfessionellen Zestalters», en: GCWU 38 (1987) 261-279. 440. H. KLurTING, «Gab es eine “Zwejte Reformation”? Ein Beitrag zur Termi352

Fuentes y bibliografía

474 . W. Reisuiaro, «Kardinalseinkiinfre und Kirchenrelorm», en: Rómische zen und sozialer Aufstieg eines Papstnepoten, Tubinga 1984. 473. V. Reiuaror, Kardinal Scipione Borghese 1605-1633. Vermógen, Finanfondazione del primo banco publico in Roma, Lecce 1974. 472. M. Monaco, Le finanze pontificie al tempo di Paolo V (1605-1621). La nella prima eta moderna, Bolonia 1982. 471. P. Pros, 11 sovrano pontefice. Un corpo e due anime: la monarchia papale Gesellschaft 1964, Calonia 1965, 1-14. Mitte des !6.Jahrhunderts», en: Jahres- und Tagungsbericht der Górres470. H. Lurz, «Papstrum, europáische Staatenwelt und Kirchenreform um die 469.

loh 1969.

G. Muiier, Die rómische Kurie und die Reformation 1523-1534, Gijterschen Konstante», en: ZKG 86 (1975) 145-185. 468. Y. REINHARD, «Nepotismus. Der Funktionswandel einer papsigeschicheliMiscellanea di Storia Italiana 10 (1870) 187 HH. 467. «Estratto dal processo di Pietro Carnesecchi», edit, por G. MANZONL, en: 219-229.

466.

Zur Frage der Kontinvitát der Kirchengeschichte», en: ZKG 88 (1977) G. Maxon, «Das Schicksa) der katholischen Reform im 16.Jahrhunden. (1988) 1-45.

chaftlicher Wandel in Deurschland zwischen 1555 und 1620», en: HZ 246 465. H. SchuLiinc, «Die Kontessionalisierung im Reich. Religion und gesells277.

Theorie des konfessionellen Zeitalters», en: Zs. f. hist. E. 10 (1983) 257464. W. ReINHARD, «Zwang zur Konfessionalisierung? Prolegomena zu einer einer Theorie des konfessionellen Zeitalters», en: ARG 68 (1977) 226-252. . W. REINHARD, «Gegenrelormation als Modernisierung? Prolegomena zu en: Past and Present 47 (1970) 51-70.

J. Boss, «The Counter-Reformation and the People of Catholic Europe», 461, Gegenreformation, edit. por E. W. Zerpen, Darmstadt 1973. 462.

1975.

K. D. Serimivr, Die katholische Reform und die Gegereformation, Gotinga zur Klarung der Begriffe, Lucerna 1946. 459. H. Jrvws, Katholische Reformation oder Gegenreformation? Ein Versuch born 1972, 261-299. Papsttums», en: Von Konstanz nach Trient. Fesischrift A. Franzen, Vader458. Y. REINHARD, =Pius papa. Prolegomena zu einer Sozialgeschichte des 460.

Kaiser und Reich 1521-1644, Tubinga

457. 456.

1962/65.

klichkeit des Papsttums im 16. und 17. Jabrhunderi, vol. 1, 1 y 1, 2: Papst, K. Rercen, Die rómische Kurie und der Westfálische Friede. Idec und Wirzur Mitte des 20.Jabrhunderts, vols. 4 y 5, Múnich 1957/59, F. X. Serrtir, G. Soiwalarn, Geschichte der Pápste von den Anfángen bis

Bibliografía

33

492. J. 1. Teucecuea Inicoras, Fray Bartolomé Carranza y el Cardenal Pole. Un the Counter Reformation, Cambridge 1972. 491. D. Fenton, Heresy and Obedience in Tridentine Italy. Cardinal Pole and 490, H. Jkvin, Girolamo Seripando, 2 vols., Wiirzburg 1937. ternazionale, 2-6 sett. 1963, 2 vols., Roma-Friburgo de Brisgovia, 1965. 489.

483. 487.

dl concihio di Trento e la riforma tridentina, Atti del Convegno Storico In1959. G. AlBrrIGO, Í vescoti [taliani al concilio di Trento (1545-1547), Florencia 1949-1975.

H. Jebn, Geschichte des Konzils von Trient, 4 vols., Frigurgo de Brisgovia BER, 2 vols., Friburgo de Brisgovia 1951. 486. Das Weltkonzil von Trieni, sein Werden und Wirken, edit. por G. ScHRElLegge evangelo, Brescia 197), 191-223, 485. P. Proot, «Note sulla genesi del diritto nella chiesa post-tridentina», en: 57 (1977) 163-197.

484.

G. MGiLER, «Nuntiaturberichee aus Mittel- und Osteuropa», en: QuiFiAB G. Lurz, H. Lurz).

1973, 152-275 gesammelten Auísátze von H. Jror, H. GoeTz, G. MULLER, und ncue Perspektiven, Túbingen 1976 (Sonderausgabe der in QuñiAB 53, . Nuntiaturberichte und Nuntiaturforschung. Kritische Bestandsaufnahme Ecigurgo 1964. 482. A. Kraus, Das papstliche Staatssekretariat unter Urban VIH. (1623-1644), ban VIIL.», en: Miscellanea Historize Pontificiae 14 (1943) 205-366. 481. J. Gaisar, «Pápstliche Finanzen, Nepotismus und Kirchenrecht unter UrTisserant, vol. 4, Roma 1964, 59-105. 480. P. Birr, «La congregation des Affaires de France de 1640», en: Mel. Fug. gion im Zeitalrer Richelieus end Urbans VIH, Tubinga 1971. 479. G. Lurz, Kardinal Giovanns Francesco Gusdi di Bagno. Politik und Reli185. R. Eizz, H. ScHMIDINGER, H. SCHULTE NorbHo17, Viena-Roma 1976, 72Rom in der Neuzeit. Politiscbe, kirchliche und kulturclle Aspekte, edit. por und Diplomatie - Wirtschalt und Finanzen - Kultur und Religion», en: 478. G. Lurz, «Rom und Europa wáhrend des Pontifikacs Urbans VIII. Politik 1956.

D. Autrrcatr, Die denrsche Politik Papst Gregors XV. 1621-1623, Múnich lich-klevische Erbfolgestreit», en: Rhein. Vjbll, 41 (1977) 63-87. 476. B. Rosero, «Pipstliche Politik am Rhei. Dic rómische Kurie und der JúMúnich 1979. Erforschung bistorischer Fibrungsgruppen; rómische Oligarchie um 1600, 475. VW, ReinHarD, Freunde und Kreaturen. « Verflechtung» als Konzept zur 477.

(1982) 157-194,

Quarialschrift fúr christliche Altertumskunde und Kirchengeschichte 77 354

Fuentes y bibliografía

Glaubensfreiheit im 16. und 17. Jahrhundert», en: n.? 504, 455-482, 509. H. R. Gucciseraa, «Wandel der Argumente fúr religióse Toleranz und samkcitim 16. und 17 Jahrhundert», en: ARG 49 (1958) 226-245, 508. E. Hassincer, «Wirtschafiliche Motive und Argument Fúr religióse DuldReligionsfreheit», en: n.? 504, 401-421. 507. EW. BockrensonDe, «Esnleitung zur Textausgabe der, Erklárung tiber die ristentums», en: n.* 504, 422-454,

506. K. Aubrnr, «Das Problem der Religtonsfreiheit im der Geschichte des Chpor B, K. Kira11, Nueva York-Londres 1925. 505. Tolerance and Movements of Religious Dissent in Eastern Europe, edit. en la Europa moderna, Madrid, Alianza Editorial, 1987]. Darmstadt 1977. [Hay ed. cast., Nacimiento y desarrollo de la tolerancia 504. Zur Geschichte der Toleranz und Religionsfreibeit, edit. por H. Lurz, rarig, Múnich 1967. $03. A. Kamen, Intoleranz und Toleranz zwischen Reformasion und AufkLávols., Stuttgart 1965. 502. ]. Lrci rr, Geschichte der Religionsfreiheit im Zeitalter der Reformation, 2 f. Tolerancia

501. 500. 499. 499. 497.

ViLLanceva, Madrid 1980. La imquisición española: nueva visión, nuevos horizontes, edit. por: J. Perez M. Firro, D. Marcarro, Roma 1991-1985. H Processo Inguisitoriale del Cardinale Giovanni: Morone, 3 vols. edit. por Bekkenham 1986. Inguisition and Sociery in Early Modern Europe, edit. por $. HaLICZER, ríen, Stuttgart 1985. M. Hroce, A. Srviova, Dic Inquisition im Zcitalter der Gegenreformain Deutschland nach dem Tridentinium, Múnster 1972. J. KRaseEnBrink, Die Congregatio Germanica und die katholische Reform tionsquellen, edit. por E. Y. Zrenes, H. Morton, 2? edic., Múnster 1977.

gedruckter und eimem archivalischen Verzeichnis ungedruckicr Visita-

496. Dic Visttation im Dienst der kircblichen Reform, mit einer Bibliographic Euarr, Viena-Colonia 1989, 191-220. en: Volksfrommigkei. Von der Aruike bis zum 18 Jabrhundert, edit. por 495. G. Hriss, «Konfessionsbildung, Kirchenzucht und frihmoderner Staat»,

Friburgo de Brisgovia 1907-1928, 494. B. Dunn, Geschichte der Jesuiten in den Landern deutscher Zunge, 4 vols., 493.

Brisgovia 1964. H. Ranner, Ignatius von Loyola als Mensch und Theologe, Friburgo de 1977.

Navarro en la restauración católica de Inglaterra (1554-1558), Pamplona Bibliografía

355

522 . H. Lurz, «Humanismus and Vorabend der Reformation: Konzeptionen, co, 1978].

ga 1960. [Hay ed. cast., Hombrey mundo en los siglos XVIy XV1, Mexides Menschen seit Renaissance und Reformation, 6.* edic., Sruttgart-Gotin521 . W, Divtuer, Gesammedte Schriften, vol. 2: Weltanschanung und Analyse a. Humanismo e imprenta 6. Historia de la cultura y las ideas

520. 519. 518. 517. 516,

515 .

ARG 66 (1975) 182-212. H. Vanur, «Calvinismus und Demokratie im Spiegel der Forschung», en: der Akademien Sedan und Saumsr, Berlin 1975. H. FrerzeR, Calvinismus und franzósische Monarchie. Die polisische Lehre SPRONDEL, Francfort 1973. tantismas-Kapitalismus-These Max Webers, edit. por C. SeyranT, W. M. Seminar: Religion und gesellschaftliche Entwscklung, Studien zur Protesbik, edit. por J. WINCKELMANN, vol. 2, Hamburgo 1972, 346-379. Die Geschichte einer Kontroverse», en: M. Weetr, Die protestantische EtE. Fischort, «Die protestantische Erbik und der Geist des Kapitalismus. edic. 1926), reed. Nueva York 1947. R. H. Tawnex, Religion and the Rise of Capitalism. A Historical Study (1*. capitalismo, Madrid, 1989]. edic., Hamburgo 1972. [Hay ed. cast., La ética protestante y el espíritu del en: ders., Die protestantische Etbik, 2 vols., edit. por J. WINCXELMANN, 2 M. Wiser, «Die protestantische Ethik und der Geist des Kapitalismus»,

g- Efectos del calvinismo

en: n.* 504, 276-307.

L. Mooar, «Religionsfreiheit: Roger Williams und die revolutionáre Ára», Spáthumanismus bis zur Aufkelárung, Basilea-Stuugart 1956. 513, HR. Guaciserra, Sebastian Castellio im Urtetl seiner Nachwelt vom den 1983. burg, Biberach, Ravensburg und Dinkelsbúbl von 1548 bis 1648, Wiesbavon Katboliken und Protestanten in den paritátischen Reichsstádien Amgs512. P. WARMBRUNN, Zwes Konfessionen in einer Stadi. Das Zusammenleben Salzburg, 15.-18. September 1981, 67-73. gen», en: Berich jiber den fúnfzehnten ósterreichischen Historikertag in 511 . H. Lurz, «Das Toleranzproblem im konfessionellen Zeitalter und die Fol510 . L. BrascukE, «Der Toleranzgedanke bei Sebastian Franck», en: n.? 42-64. 514.

356

Fuentes y bibliografía

537. P. BaumGarT, «Universitátsautonomie und landesherrliche Gewalt im spá1978. Neuzeit, edit. por P. BaumcarT, N. HAMMERSTEIN, Bremen-Wolfenbúttel 536. Beitráge zu Problemen dentscher Universitátsgrindungen der friiben 138-164.

edit. por G. KiinersstEI, H. Lutz, G. Srovazia, Viena-Múnich 1978, Sixteenth and Seventeenth Centuries», en: Bildung, Polirik, Gesellschaft, 535. V. Morcan, « Approaches to the History of the English Universities in the 534. 5. 532. 53. 530. 529.

sium und Akademie in Straf8burg 1538-1621, Wiesbaden 1977.

A. Scuinbtina, Humansstische Hochschule und Freie Reichsstadt. Gymnaedit. por E. MascHkr,]. Srvow, Sigmaringen 1977, 71-83. 1621», en: Stadi und Universitat im Mirtelalter und in der frióhen Neuzeit, A. SCHINDLING, «Die reichsstádtische Hochschule in Strafburg, 1538val. 1,32 edic., Leipizg 1919. len und Universitáten vor Ausgang des Mittelalters bis zur Gegentwarr, F. Paunsen, Geschichte des gelehrten Unterrichts auf den deutschen Schu17. Jahrhundert, Viena 1983. ziebung und Unterrich auf dem Boden Osterreichs, vol. 2: Das 16. und H. EncruBRECHT, Geschichte des ósterreschischen Bildungswesens. Ervol. 2, Cambridge 1975, 427-452. D. Hax, «Schools and Universities», en: New Cambridge Modern History Viena, 29 agosto-5 septiembre 1965, vol. 3, Horn-Viena 1967, 189-206. Renaissance», en: XII € Congrés International des Sciences Historiques, J. Lt Gorr, «Les Universités et les Pouvoirs Publics au Moyen Age et á la

b. Universidad y escuela Stuttgart 1973. Lesens in Dewtschland zwischen feudaler und industrieller Gesellschaft, 528. R. EnGErsING, Analphabetentum und Lektúre. Zur Sozialgeschichte des les, Econ. 26 (1971) 1355-1382. 527. E. Eisenstein, «L'avénement de l'imprimerie et de la Réformer, en: Anna526. L. Fravar, H. MarTIM, /.'apparition du livre, París 1958. Oxford 1973. 525. R. Y. Evans, Rudolf 11. and his World. A Study in Intellectual History, Gar, Cambridge 1976. 524. Classical Influences on European Culture 1500-1700, edit. por R. R. Bo 1954.

s23. W. Kar, Humanistische Kontinuitar im konfessionellen Zeitalter, Basilea Pescit, Múnich 1985, 12-32. und Erasmus von Rotterdam in den Konflikten ibrer Zeir, edit. por O. H. Kráfte, Probleme», en: Humanismas «nd Reformation. Martin Luther Bibliografía

357

der Renaissance. Ein Uberblik iber die Nachkriegsliteratur», en: Huma551. F. Krarrr, «Renaissance der Naturwissenschalten - Naturwissenschalten talter des Koperniksws, Gútersloh 1965. 550. M. Buabs, Die Renaissance der Naturwissenschaften 1450-1630. Das Zeicast., La Revolución Cientifica 1300-1700, Barcelona, 1986]. 549. A. R. Hat, The revolution in science 1500-1750, Londres 1983. [Hay ed. cast., Los orígenes de la ciencia moderna, Madrid, 1982]. 548. H. Burrertits, The Origins of Modern Science, Londres 1949. [Hay ed. York

1941-1958.

L. Tuornbirt, History of Magic and Experimental Science, 7 vols., Nueva riencia de San Agustín a Galileo, Madrid, Alianza, 1987]. wissenschaft, 22 edic., Colonia-Berlin 1965. [Hay ed. cast., Historia de la 546. A. C. Cromats, Von Augustinus bis Galilei: Die Emanzipation der Naturund dic Geschichte der Wissenschaften, Meisenheim 1977, 61 -72. Haller», en: A. Diemta (Ed.), Die Struktur wissenschaftlicher Revolutionen 545. R. Turina, «Mechanismus-Vitalismus: cin Paradigmawechsel? Testfall 547.

1971).

[Hay ed. cast., La estructura de las revolinones cientificas, Mexico DF, 544. Th. Kuhn, Die Sirukrur anssenschaftlicher Revolutionen, Francfort 1967. 755, 55-106. 763. V. Press, «Dic Bundespláne Kaiser Karls V. und dic Reichsverfassung», en: Karls V, und der Reichstag von Augsburg 1547-48, Colonia-Viena 1971. . H, Rast, Reichsbund und Interin. Die Verfassungs- unid Religionspolitik Kóning un gegen die Anerkennung seines Kónigtums, Gotinga 1982. 761.

reichsstindische Opposition gegen die Wahl Ferdinands l. zum rómischen A. Kohter, Antibabsburgische Polítik in der Epoche Karls V. Die

760.

A. Koten, «Dic innerdeutsche und auferdeutsche Opposition gegen das

politisches System Kars V.», en: n.2 755, 107-127,

(1984) 35-72.

H. Ducnnaror, «Das Tunisunternehmen Karls Y, 1535», en: MÓStA 37 1534 bis 1544, Roma 1923, L. Carpauns, Von Nizza bis Crépy. Emropáische Politik in den Jabren 758. ser. LG 22 (1959) 1341. 757. H. Lurz, «Karl V. und Bayern. Umrisse einer Entscheidung», en: Zs, f. barisrerschaft, Wiesbaden 1976. 756. V. Press, Kaiser Karl V, Kóning Ferdinand und die Entstehung der ReichsLurz, Múnich-Viena 1982. 795, Das rómisch-deutsche Reich im politischen Systern Karls V, edit. por H. edic., Barcelona 1987. 754, R. CarANDt, Carlos V y sus banqueros, 3 vols., Madrid 1943-1968, 2.* edic. por R. WonL:ttL, Gotinga 1959. 753. F. Wa,sea, Die spanischen Zentralbehórden und der Sraatsrat Karls V, Policy af Gattinara», en: n.2 755, 15-33, 752. JM. Hraniry, «Germany, the Empire and Monarchia in the Thought and 759.

rial Chancellery under Gattinara, Cambridge 1983.

. J. M. Hiaviey, The Emperador and his Chancellor. A Study of the Impe370

Fuentes y bibliografía

785. F.B. y. BucnorTz, Geschichte der Regierung Ferdinand des Ersten, 9 vols,, 33-63.

784,

crocevia della politica europea, edit por H. Jru1s, P. Pron1, Bolonia 1979, H. Lurz, «Carlo Y e 11 Concilto di Trento», en: 11 Concilio di Trento come chung, edit. por H. ANGERMEIER, E. MEUTHEN, Gotinga 1988, 65-101.

en: Forstchritte in der Geschichtswissenschaft durch ReichstagsaktenforsVerhandlungsfuhrung des Kaisers und der Stánde in Regensburg 1541», 783. A. P. Lurrenserota, «Konfessionelle Partedlichkeit und Reichspolicik: Zur (1925) 225-275.

782. J. Muir,

«Die Politik Karls V. am Trienter Konzi! 1545», en: ZKG 44

Funktion cines polistischen Begriffes», en: MÓStA 38 (1985) 1-48.

- E. Laveaci, «"Nationalversammiung” im 16 Jahrhundert. Zu Inhalt und bungen von 1538 bis 1542, Roma 1910. 780. L. Canauns, Zur Geschichte der kirchlichen Unions- und ReformbestreGrundlagea und ihr Wandel», en: n.? 778, 62-100. 779, W. Rrisiiaro, - Die kirchenpolitischen Vorstellungen Kaiser Karls V., ihre die Eimheit der Kirche, edit. por E. Istr1om, Múnster 1980. 778, Confessio Augustana und Confusatio. Der Augsburger Reichstag 1530 und

Kurbrandenburg), Gotinga 1982.

777. 776.

Wege konfessionsnentraler Reichspolitik (1530-1552) (Kurpfalz, Júlich, A. P. LuTTinierGER, Glaubensinbeit und Reichsfriede. Konzeptionen und digung des Augsburger Reichsrages 1530», en: AZ 230 (1980) 89-106. H. Lurz, «Kaiser, Reich und Christenheit. Zur weltgeschichtlichen Wiirter 1988. 1530.

774.

Umtersuchung und Texte zur katholischen

Concordia-Politik, Múns-

. E. Honet, Der Libell des Hieronymus Vebus zum Augsburger Retcbstag Kerkgeschiedenis, N. S. 54 (1973) 1-63. gen mit den Protestanten im Jahre 1530» en: Nederlands Archief vor Kardinal Lorenzo Campeggio und der Ausgang der Glaubensverhandlun-

E. Host+t, «Zur Vorgeschichte des ersten Augsburger Reichsabschieds. Múnster 1974.

gen des Augsburger Reichstages im August und September 1530, 2. edic., 773. HP. Imvesrorrer, Ur die Eimbeit des Glaubens. Die Unionsverhandlun1975, 182-192.

ticuriale italiana», en: Umanesimo e Religione nel Rinascimento, Roma (1526) e di alcuni documenti analoghi nella lerteratura filoprotestante e an772. D. Cantina, «L'influenza del manifesto di Carlo V contro Clemente VII Osterreichs, edit. por H. Ficurenau, E. Zo11 ER, Viena 1974, 47-70, kungen zu Luther in Worms 1521», en: Beirráge zur neueren Geschichte 771. H. Lurz, «Das Reich, Karl V. und der Beginn der Relormation. Bemer-

1960, 104-117.

Der Kaiser und seime Zeit, edit. por P. Rassow, F. Scnarr, Colonia-Graz Bibliografía

371

der historischen Forschung», en: Z. £. hist. E. 15 (1987) 27-46, 802. R. ScHnua, «Lazarus von Schwendi (1522-1583). Ein unerledigtes Thema (1985) 287-310.

Ein Reformversuch auf dem Reichstag zu Speyer 1570», en: Z. f. hist. F. 12

801. M. LANZINNER, «Friedenssicherung und Zentralisierung der Reichsgewalt. drohung, Múnich 1978. zm den politischen und gesellschaftlichen Auswirkungen einer aufieren Be. W. Schuize, Reich und Túrkengefabr im spáten 16.Jabrhundert. Scwdien chen-Vlynn 1964. die Entstehung der Reformierten Kirche und ¡bres Bekenntnisses, Neukir799. W. HoLtwrG, Der Augsburger Reichstag von 1566 wnd sine Bedeuiwng fár

1560€r Jahre», en: Bl. f. di. LG 113 (1977) 396-431.

798. V. Press, «Wilhelm von Grumbach

und die deutsche Adelskrise der

rer Berúicksichtigung der kaiserlichen Religionspolitik, Múnster 1988.

797. B. y. Bunscnun, Das Wormser Religionsgesprách von 1557 unter besonde1976.

1555-1600», en: Festgabe fir E. W. Zeeden zum 60. Geburtstag, Múnster 796. H. Rast, «Der Augsburger Religionsfriede und das Reichskammergericht 1517-1618,

París 1981.

795. B. VocuEr, Le Monde Germanique et Helvétique a l'Epoque des Réformes 79%, M. Hrcken, Deutschland im konfessionellen Zeitalter, Gotinga 1983. €. 1555/56-1600

(1976) 52-121.

gen der Kónigin Maria (1505-1558)», en MÓStA 27 (1974) 61-100, 29 793. G. Heus, «Die ungarischen, bóhmischen und ósterreichischen Besitzun-

ren 1521-1531», en: MIÓG 82 (1974) 119-180.

792. G. Hris, «Politik und Ratgeber der Kónigin Maria von Ungarn in den Jahtik der habsburgischen Briider», en: n.? 291, 58-70. 791. A. Konuza, «Karl V., Ferdinand 1 und das Reich. Bemerkungen zur Poltensbild eines frsihneuzeitlichen Staatsmannes, Graz 1987. 790. G. Riu, C. Thomas, Bernbard Cles als Politiker. Kriterien fúr das Verhal789,

Bernardo Clesio e il suo tempo, 2 vols., edit. por P. Probi, Roma

1987.

MÓSLA 29 (1976) 1-51. 788. E. Lausach, «Kar) V., Ferdinand 1. und die Nachfolge im Reich», en: Vollmacht fir Ferdinand 1.», en: MÓS:A 27 (1974) 102-140. 787. C. Thomas, «"Moderación del poder”. Zur Entstehung der geheim men tung, Graz 1986. 786. P. Surrea FicHTnen, Ferdinand 1. Wider Túirkenno: und Glaubensspal-

1971).

Viena 1831-1838 (Neudruck mit Einleitung von B. Surrer, Graz 1968372

Fuentes y bibliografía

Imperial Policy, Chapel Hill 1981. Emperor Ferdinand 11., William Lamormaini $.J. and the Formation of 822. R. Bintuiv, Religion and Politics in the Age of she Connterreformation. nia 1978, 821. J. Franz, Ferdinand 11. Kaiser im Zwiespalt der Zest, Graz-Viena-ColoMúnich 1959. 820. H. StormBerGta, Aufstand in Búbmen. Der Beginn des 30jáhrigen Krieges, 1978.

819. H. Lanctr, Kulturgeschichte des JOjáhrigen Krieges, Leipzig-Stuttgart 818. G. Parker, La guerra de los treinta aros, Barcelona, 1988. edit. por K. Renan, Múnich 1988. 817. Krieg und Politik 1618-1648. Europáische Probleme und Perspektiven, 816. J. V. Poisenskv, The Thirty Years War, Londres 1971. D. Arsxrcirr, Múnich 1967. 815. C, Y. Wencwoon, Der Dreifligjábrige Krieg, Bibliographische Note von 814. R. Huici, Der Dreifiigjabrige Krieg, 2 vols., Neudruch Frankfurt 1974, 813.

Runorr, Darmstadt

1977.

Der Dreifiigjábrige Krieg, Perspektiven und Strukturen, edit. por H. U. Muteilungen 5 (1961-1962) 35-163. B12. J. Rainer, «Der Prozef gegen Kardinal Klesl», en: Rómische Historische Deutschland in der ersten Hálfte des 17 Jabrhunderts, Múnich 1968. B11. M. Hecktl, Staat und Kirche nach den Lebren der evangelischen Juristen 17 Jahrhunderts», en: HZ 144 (1931) 229-286. 810. O. Hivrez, «Kalvinismus und Staatsrason in Brandenburg zu Beginn des d. 1600-1648 (con la Guerra de los Treinta años) Beispiel der Grafschaft Lippe, Gútersloh 1981. das Verháltnis von religiósem und sozialem Wandel in der Frúbneuzeit ar 809 . H. Schutio, Konfessionskonflikt nd Si bildung. Eine Fallstudie úiber men, Bremen

1958.

808. J. Mortmann, Christoph Pezel (1539-1604) und der Calvinismus in Brenich 1991. 807. J. B. Gorz, Dre religiosen Wirren in der Oberpfalz von 1576 bis 1620, Múna 1981. 806. K. Voctika, Die politische Propaganda Kaiser Rudolfs 11. 1576-1612, Viemeister (1358-1618), Marburgo 1987. 805. H. Noriatscuen, Glambe, Reich und Dynastie: Maximilian der Denmtschtrag zur Geschichte des konfessionellen Zeitalters, Núnemberg 1976. 804. W. Wouct, Númberg und der Landsberger Bund (1556-1598). Ein Beipolitik (15270)», en: Zs. f. hist. F., Beiheft 3 (1987) 141-185. 803 . M. Lanzinser, «Die Denkschrift des Lazarus von Schwendi zur ReichsBibliografía

373

[Hay ed. cast., España y la rebelión de Flandes, Madrid, 1989]. zur Griindung der Niederlindischen Republik 1549-1609, Múnich 1979. 842. G. Parkar, Der Aufstand der Niederlande. Von der Herrschaft der Spanier 1958.

B41. P. Grxu, The revolt of the Netherlands (1555-1609), 2.* edic., Londres chaft, Darmstadt 1983.

840, H. Lanimacner, Geschichte der Niederlande. Politik - Verfassung - Wirs9. Países Bajos

839.

geschichtliche Untersuchung, Múnster 1984. E. Bussacn, Dre Kosten des Westfaliscben Eriedenskongreses. eine strukmr(1643-1648),

Miinster 1979.

838. K. Rurrers, Die kaiseriiche Politik auf dem Westfálischen Friedenskongref 837. F. Dickxana, Der Westfálische Frieden, 3.2 edic., Munster 1972. den Jabren 1634-1650, Múnster 1976. 836. J. F. Forastrr, Kurfirst Ferdinand von Kóln. Die Politik seimer Stifter in 835. H. Haan, Der Regenshurger Kurfúrstentag von 1636-1637, Múnster 1967. Friedens von 1635, Graz-Colonia

1955.

894. A. Wanbausia, Reichspatriotismas und Reichspolitik zur Zeit des Prager 833, G. Mann, Wallenstein, Francfort 1971. tropbe, 2.*edic., Salzburgo 1952. 832. H. V. Sraix, Wallensteins Ende. Ursachen, Verlauf und Folgen der KatasVerschicórung, 2 vols., Berlín 1937. 831. J. Pear, Wallenstein 1630-1634, Geschichte der Wallensteinschen

(1968) 207-243.

zu einem erneuten Beitrag zur alten Wallensteinfrage», en: QuFiAB 48 830. G. Lutz, «Wallenstcin, Ferdinand EL und der Wiener Hof. Bemerkungen 829. H. Senor, «Wallenstcin als Feldherr», en: MOÓLA 14 (1984) 241-260. formation in Dentscbland 1624-1635, Gotinga 1975. 828. R. Bireier, Maximilizn von Bayern, Adam Contzen S.J. und die Gegenregrofen Fiirsten=, en: A/Jb. 97-98 (1978) 505-526. 827. A. Krats, -Kurfúrst Maximilian L von Bayern. Das neue Bild cines Gotinga 1962. 826. D. Aimrrcur, Die answártige Politik Maximilians von Bayern 1618-1635, 825. E. H. Scuusrrr, Ludwig Camerarims 1573-1651, Kallmunz 1955. fessionellen Zeitaler, Múnich-Viena 1976. 824. H. Srurmerraer, Adam Graf Herberstoff. Herrschaft und Freibet im kondes ob der Enns, Graz-Coloma 1953. derstand. Ein Beitrag zur Geschichte der Gegenreformation und des Lan823. H. Stuambrrcen, Georg Erasmus Tschernembl. Religion, l.ibertát nnd Wi374

Fuentes y bibliografía

E. Sci is, «England und Schottland vom Ende des Hundenijáhrigen Administration, edit, por C. CoLrman, D. STRARKEY, Oxford 1986. Revolution Reassessed. Revisions in tbe History of Tudor Government and

Reform 1500-1550, Oxford 1986.

. A. Fox, J. Guy, Reasessing the Henrician Age. Humanism, Poluics and 1974 (versión alemana, Munich 1983). 856. G. R. Estos, England under the Tudors 1485-1603, 2* edic., Londres 10. Inglaterra, Escocia, Irlanda

in der Neuzeit, edit. por H. Scutiino, H. Ditorriks, Colonia-Viena 1985. dien zur Sozialgeschichte der europáischen Biirgertums im Mittelalter und 835. Búrgertiche Eliten in den Niederlanden und in Nordwestdemtscbland. Stsnisicrungstheoric», en: Geschichte und Gesellschaft 8 (1982) 475-517. 854. H. Scinmitixo, «Die Geschichte der nordlichen Nicderlande und die Moderfriihen Neuzeito, en: Geschichte und Gesellschaft 10 (1984) 498-533, Regenten. Ein Beitrag zur Geschichte des politischen Radikalismus in der 853, HL. Semana, «Der libertár-radikale Republikanismus der hollándischen des 17. Jabrhunderts, Múnich 1968, 852. Ch. Winson, Die Friichte der Fretbeit. Holland und die europáische Kultr dery sociedad en la España de los Austrias, Barcelona, 1982, pp. 145-97. imperios: España y los Países Bajos, 1618-1648», en J. H. Esr1orT (ed.), Poen: Past and Present 76 (1976) 34-74. [Hay ed. cast.. «Un conflicto entre 851. J. 1. Isrart, «A Conflict of Empires: Spain and the Netherlands 1618-1648», lord 1982. 850. J. L Isnace, The Dutch Republic and the Hispanic World 1606-1661, Oncast., España y los Países Bajos 1559-1659, Madrid, 1986]. 849. G. Parxta, Spain and the Netherlands 1559-1659, Londres 1979. (Hay ed. 1584. Nassau-Dillenburg unter Graf Johana VI., Marburgo 1973. 848. G. Giawiscunio, Niederlande, Kalvinismus und Reichsgrafenstand 1559Gúterloh 1972. im Sozialgefúge und im religiósen Leben dentscher und englischer Stádte, 847. H. Schitanes, Nrederlándische Exulanten im 16.Jabrhunders. Hhre Siellung 846. K. Verren, Wibelm von Oranien. Eine Biographie, Berlín 1987. 845.

1581», cn: ZfG 34 (1986) 708-720.

L. Biok, K. Vrrrsa, «Die Unabháingigkeitserklárung der Niederlande von ne Revolutionsforschung, edit. por H. U. Wes1.a, Gotinga 1976, 177-231. oder Elitenkonílikt?», en: 200 Jahre amerikanische Revolution und moder844. H. Scuntina, «Der Aufstand der Niederlande: Birgerliche Revolution blik der Vereinigten Niederlande (1555-1648)», en: n.? 192, 664-690. 843, J. Worrja, «Der niederlándische Buúrgerhrieg und die Grindung der RepuBibliografía

375

n.* 192, 714-851.

880.

ges bis zum Beginn der Selbstherrschaft Ludwigs X1V. (1453-1661)», en: A. Botant,, E. Temin+, «Frankseich vom Ende des Hundergáhrigen Krie-

11. Francia Nt, vol. 3: Early Modern Ireland 1534-1691, Oxford 1976. 879. A New History of Ireland, edit. por T. Y. Moovr, F. $. Martin, F. J. BYr: res, 1470-1603, Londres-Nueva York 1985. 878. S. G. Ent15, Tudor Ireland. Crown, Community and the Conflict of Cultm1534-1641, edit. por C. Bray, R. Git.Lrseik, Dublín 1986. 877. Nanves and Newcomers. Essays on the making of Irish colonial society, am politischen Denken Oliver Cromwells», en: Zs. f. hist. Fo 12 (1985) 43-84. lution (1640-1660). Eine Studie zu einer Wurze) moderner Politik, dargestelle 876. K. H. Merz, «"Providence” und politisches Handeln in de englischen RevoRíar, Oxford 1984. 875. Radical Religion in the English Revolution, edit. por J. F. McGrecon, B. glish Revolution of the 17th Century, Londres 1965. 874. C. Hui, Puritanism and Revolution. Studies in Interpreration of the Enlín-Viena 1983. 873. L. Stone, Ursachen der Englischen Revolution 1529-1642, Franciort-Ber872. The Origins of the English Civil War,, edit. por C. RusseLt, Londres 1973, 871. C. CarLTON, Charles 1., the personal monarch, Londres 1983. 1966. B70. C. Hunt, Sociery and Puritanism in Pre-Revolutionary England, Londres Londres-Nueva York 1983. 369. D. M. Paiuisen, The Age of Elisabeth under the later Tudors 1547-1603, 868. H. Muze, Henry VIH. and the English Nobility, Oxlord 1986. 867. 866. B65. B64. B63. 862. 861. 860.

(1966) 16-55,

L. Stone, «Social Mobility in England 1500-1700», en: Past and Present 33 1960. |Hay ed. cast., La derrota de Ls Armada Invencible, Madrid 1985). G. Marrincy, Die Armada. Sieben Tage machen Weltgeschichte, Múnich Auflenhandel vom 16. bis ins friibe 18.Jabrhuwnderr, Wiesbaden 1969. E. SchuLina, Handelsstaat England. Das politische Interesse de Nation am J. E. Nratt, Kónigín Elisabeth, Múnich 1967. J.). Scanisenicia, Henry VIH1., Londres 1968. thv Age of Thomas Cromwell, Cambridge 1972. G. R. Euton, Policty and Police. The Enforcement of the Reformation in A. G. Dickens, The English Reformation, 3* edic., Londres-Glagow 1966. P. HucHes, The Reformation in England, 3 vols., Londres 1950-1954. 961.

Krieges bis zum Protektorat Cromwells (1455-1660)», en: n.” 192, 902-

376

Fuentes y bibliografía

verhálinissen im Elsaff zur Zeit Richeliems, Múnster 1978. . W.H. Sreis, Protection Royale. Eine Untersuchung zu den Protektionschichte des Ancien Régime, 2 vols., Múnster 1980. Armeen in Nordosifrankreich 1635-1641. Ein Beitrag zur Verwaltungsges900. B. Kavinta, Les Routes es les Etappes. Die Versorgung der franzósischen 1969. 899. H. Weura, Frankreich, Kurtrier, der Rhein und das Reich 1623-1635, Bonn ches Problem», en: HZ 171 (1951) 21-45, 898. P. E. Hubisata, «Die Anfánge der franzoischen Rheinpolitik als historis897. G. Ztuien, La résnion de Merz á la France 1552-1648, 2 vols., París 1926. 39. G. Livrt, L'intendance d'Alsace soms Lowis XIV., 1648-1715, París 1956. Festgabe fúr F. Hartwng, edit. por R. Dierxich, Berlín 1958, 325-344, dants des Provinces 1634-1648», en: Forschwngen zu Staat und Verfassung: 895. R. Mousnikxr, «Etar et commissaire: recherches sur la création des inten81-113.

avant la Fronde», en: Revue d'histoire moderne et contemporaine 5 (1958) 894. R. Mousnira, «Recherches sur les soulevcments populaires en France ca en el siglo XV1l, Madrid, 1978]. 1648, Leipzig 1954. [Hay ed. cast., Los levantamientos populares en Fran893. B. F. Poncriney, Die Volksaufstánde in Frankreich vor der Fronde, 1623892. V.L.Tanrmn, La France de Louis X111. ez de Richelien, París 1952. 1V., Berlín 1979, 891. R. Mousniex, Ein Kónigsmord in Frankreich. Die Ermordwng Íleinrichs ates, Berlín 1962. 16.Jabrhunderis. Ein Bestrag zur Entsebungsgeschichte der modernen Sta890. R. Scunua, Die franzóischen Juristen im konfessionellen Búrgerkrieg des Movement, Gincbra 1967. 889, R. M. Kinauon, Geneva and the Consolidation of the French Protestant

1572», en: AHR 90 (1985) 1067-1091.

898. B. Dirrenbort, «Prologue to a Massacre: Popular Unrest in Paris, 1557887. 886.

(1973) 73-110.

L Mucx, «Die Bartholomáusnacht als Forschungsproblem», en: HZ 216 L Ciouias, Henri 11, París 1985.

richs 1V., Gotinga 1969. 885. E. Hisricto, Farstentehre und poluisches Handeln sm Frankreich Hein884. G. Zi.en, Les institucions de la France aus 16€ siécle, Paris 1948. und 17 Jabrhundert, Gotinga 1968. 883. H. Lurz, F. H. Scuusent, H. Wenrx, Erankreich und das Reich im 16. Múnich 1987, 882.

mann

Weber zum

63. Geburtsiag,

edit. por

H.

Duciniaror,

E. Sci4mITT,

Deutschland und Frankreich in der frúben Neuzeit. Festschrift fur Herzur Ersten Republik, 1500-1800, Múnich 1980. 831 . J. Von, Geschichte Frankreichs 2: Von der frúbnenzeitlichen Monarchie Bibliografía

377

un imperio (1476-1714), Barcelona 1982. 920. Historia de España, edit. por M. Tuñon DE Lana, 5 vols.: La frustración de 17.Jahrhundert, Svatrgart 1960. 929. ]. van Kiavenen, Europáische Wirtschaftsgeschichte Spaniens im 16. und 918. 917.

586-662.

H. Rasr, «Dic iberischen Staaten im 16. und 17. Jahrhunder», en: n.* 192,

cast., La españa de los primeros Habsburgos, Madrid, 19891. A. W. Lowrrr, Early Habsburg Spain 1517-1598, Oxford

1643, 1986].

1986. [Hay ed.

cast., Biblioteca de la historia de España. 22. España y el Imperio, 1519B. Cuubosa, Spain and the Empire 1519-1643, Chicago 1952. [Hay ed. cast., España bajo los Austrias, 2 vols., Barcelona, 1989]. 915, ]. Lyscu, Spain under the Habsburgs, 2 vols., Oxford 1964-1969. [Hay ed. the New, 4 vols., Nueva York 1918-1934. 914, R.B. MirriMaN, Tre Rise of the Spanish Empire sn the Old World and in 916.

12, España

nes politischen Begriffs, Berlin 1975, 87-120. XVII? siéecle», en: R. Schnur (Ed.), Sraatsráson. Seudien zur Geschichte ei913, A. M. Barrista, «Morale “privéc” et utilitarisme politique en France au nérals de clergé, de 1615 á 1666, 2 vols., Roma 1959. 912. P. Bitr, Le Clergé de France et la Monarchie. Etude swr les assemblés gégorianum 48 (1967) 100-129. 911. P. Bir7, «Le plan de Richelieu pour la réunion des protestants», en: Gre910. Y. F. Ciiurch, Richelien and Reason of State, Princeton 1972. 1978.

909. D. P. O'Connt11, Richelien. Kardinal-Staatsmann-Revolutionár, Múnich graphical Study», en: forn. of Mod. Hist. 37 (1965) 421-444. 908. Y. F. Chivacir, «Publications on Cardinal Richelieu since 1945: a Biblio907. C. J. Burcxmaror, Richelien, 4 vols., Múnich. 906.

und Kriegsziele 1634-1635», en: n.* 817, 203-217.

H. Werner, -Vom verdeckten zum oflenen Krieg. Richelicus Kriegsgrinde ncu entdeckien Quellen», en: HZ 196 (19630 265-319. 905. F. Dickmana, «Rechtsgedanke und Machtpolitik bei Richelieu. Studien an 904. O. A. Ranum, Richelien and the Councillors of Lonis XHL, Oxtord 1963. absolutismo, Barcelona, 1983).

903.

Cambridge 1968. [Hay ed. cast., La crisis del sigloX VII y la sociedad del A. D. Luaiinskava, French Absolusism: The Crucial Phase 1620-1629,

902.

H. Hauser, La pensée et V'action économiques du Cardinal de Richelien,

373

París 1944,

Fuentes y bibliografía

vols., Padua 1963-1894. 938. G. ne Ltxa, Storia docimentata di Carlo Y. in correlazione all'Italia, 5 937. D, Hax, Geschichte [talsens im der Renaissance, Swutnrgart 1962. krieg (1454-1700)», en: n.* 192, 851-901. 936. H. Lurz, «Italien vom Frieden von Lodi bis zum Spanischen Erbfolge935.

1958.

A. Visconti, £.'Hralia nell'epoca della Controriforma 1516-1713, Verona

13. Italia La revuelta de los catalanes, Madrid, 1977]. 934. J. H. Enuoyr, The Revolt of the Catalans, Cambridge 1969. [Hay ed. cast., estructura imperial española, 1580-1720, Madrid 1983). system 1580-1720, Londres 1981. [Hay ed. cast., Enropa y el declive de la 933. R. A. StrabLING, Europe and the Decline of Spain. A Study of the Spanish pp. 90-114, Euutorr (ed.), Podery sociedad en la España de los Austrias, Crítica, 1982, ción colectiva y decadencia en España a comienzos de siglo XVI» en ]. H. Spain», en: Past and Present 74 (1977) 40-61. [Hay ed. cast., «Introspec932. J. H. Eltiorr, «Selí- Perception and Dechine in Early Seventeenth-Century tury», cn: Past and Present 63 (1974) 33-57, 935. J. 1. Iskari, «Mexico and the “General Crisis” of the Seventeenth Cenchelieuy Olivares, Barcclona, 1984]. 930. J. H. Entiorr, Richelien and Olivares, Cambridge 1984. [Hay ed. cast., RíOltuares, Barcelona, 1984]. Decline, New Haven-Londres 1986. [Hay cd. cast., El Conde-Duque de 929. J. H. Enort, The Connt-Duke of Olivares. The Statesman in an Age of 928. 927. 926. 925. 924. 923.

1627-1635», en: EHR 101 (1986) 68-94,

R. A. STRADLING, «Olivares and the Origins of the Franco-Spanish War, Europa zwischen 1617 un 1635, Paderborn 1980, E. Straub, Pax e! Imperum. Spaniens Kampf um seine Friedensordaung in 1985 (original inglés, Londres 1975). P. Pirrsos, Philipp 11. Vom Scheitern der Macbt, Graz-Viena-Colonia C. Prim, Philipp 11. von Spanien, Sturrgari-Berlín 1965. mich 1973.

L.Pranut, Philipp 11. Gerálde eines Lebens und einer Zeit, 72 edic., Mútury Spain», en: AHR

75 (1970) 1892-1919.

A. C. Htss, «The Moriscos: Án Ottoman Fifth Column in Sixteenth Centemps. De la carriére offrcielle aux oeuvres politico-morales, Ginebra 1976. 922. A. Revonbo, Antonio de Guevara (1480?-1545) et 'Espagne de sont 921.

guisición española, Barcelona, 1988).

H. Kamis, Dic spantsche Inquisition, Múnich 1967. [Hay ed. cast., La In-

Bibliografía

379

959.

P. SranLER, «Eidgenossenschaft und Reformation», en: n.? 643, 91-99,

957.

U. PLam,, Calvin «nd Basel in den Jabren 1552-1556, Zúrich

954.

H. V. Greverz, «Die Schweiz von

fir schweizerische Geschichte 10 (1930) 349-384. 958. L. V. MurarT, «Sradtgemeinde und Reformation in der Schweiz», en: Zs. 1974.

Anfánge der Glanbenskrise, Múnster 1958. 956. O. Vasriia, Reform und Reformation in der Schweiz. Zur Wiirdigung der Gegenreformation (S.571-672). Renaissance und Reformation (5.389-570) y P. Stani.En, Das Zeitalter der 955. Handbuch der Schweizer Geschichre, vol. 1, Zúrich 1972; L. Y. MURALT, 1499 bis 1648», en: n.* 192, 689-713,

14. Suiza 953. G.Quazza, La decadenza italizna nella storia enropea, Roma 1971. vols., Mantua 1925. 952. R. Quazza, La guerra per la successione di Mantova del Monferrato, 2 951. F. CHabon, La politica di Paolo Sarpi, Venecia-Roma 1962. Values in the Age of the Counter Reformation, Berkeley 1968. 950. W. Buuwsma, Venice and the Defense of Republican Liberty: Renaissance 949. V. DE CADENAS Y VICENT, La República de la corona de Espara, Madrid 1985. Londres 1973. 943. E. Cochrant, Florence in the Forgotten Centuries 1527-1800, Chicagoches Gleichgewicht 1648-18 06, Srutigart 1986, 76-163. europáische Politik», en: ídem., Das Reich. Friedensgarantie und emropáisReiches, Die Lehensordnungen in Italien und ¡hre Auswirkungen auf die 947. K. O. von ARETIN, «Reichsitalien von Karl V. bis zum Ende des Alten nandersetzungen um das Reichsleben Finale in Ligurien, Suutigart 1988, 946. F. Evenmavea, Maximilian 11., Philipp 11. und Reichsitalien. Die Auseiglo XVI., Lleida 1986. 945. E. Romero Garcia, El imperialismo hispánico en la Toscana durante el si944. E. Diaz, ll Granducato di Toscana - 1 Medici, Turín 1987. mercio fra Cingwe e Seicento, Bolonia 1987. 943. E. GrEND1, La repubblica aristocrática dei genovesi. Politica, caritá e com942. D.Stita, Lo stato di Milano in etá spagnola, Turín 1987. ten Alfonso Casati (1594-1621), Lucerna-Stuttgart 1983, lisárische, wirtschaftliche und politische Beziehungen zur Zeit des Gesand941. R. BoLzFRN, Spanien, Mailand und die katholische Eidgenossenschaft. Mipace die Aquisgrana (1559-1748), Lecce 1975. 940. M. Monaco, Lo stato della chiesa. Dalla pace di Catean-Cambrésis alla che 73 (1962) 101-138.

939. 380

metá del secolo XVl.», en: Atti dell'Accad. naz. di Scienze morali e politiG. Gazasso, «La crisi italiana e il sistema politico europeo nella prima Fuentes y bibliografía

A. K. GrassMann, Preufien und Habsburg im 16. Jahrhunder:, Berlín 1986. chungsergebnisse, Múnster 1960. 978. B. Srastewsx1, Reformation und Gegenreformation in Polen. Nene Fors979.

(1978) 293-314.

977. M. Biskur, «Polen an der Ostsee im 16.Jabrhundert», en: Z. f. hist. ES 976. G.Rhone, Geschichte Polens. Ei Uberblick, 3. edic., Darmstadt 1980. zum Ende der Vasas (1444-1669)», en: n.? 192, 1003-1060. 975. G. RHopt, «Polen-Litaucn vom Ende der Verbindung mit Ungarn bis Budapest 1960. 974. G. Ember, Zur Geschichte des Aufienhandels Ungarns im 16.Jabrhundert, Abbiegen vorn westeuropáischen Entwicklungsgang, Budapest 1964. 973. Z. P. Pach, Die ungarische Agrarentwicklung sm 16. und 17 Jabrhunder.. und 17.Jabrhundert», en: Sidostdentsches Archiv 12 (1969) 62-72. 972. E. HaurrMann, «Ungarn, Habsburg und die kroatische Staatsidee im 16. snd der Schweiz, 2 vols., Colonia-Graz 1962-1964. 971. E. Roth, Die Reformativn in Siebenbiirgen. Ihr Verbálinis zu Wittenberg 970. A History of Hungary, edit. por E. PamEnvt, Londres 1975. nia-Graz 1978. 969. M. Bucsay, Geschichte des Protestantismws in Ungarn, vol. 1, Viena-Colo16. Hungría, Polonia, Rusia

968. 967.

61-105. M. RosERTs, «Oxenstierna im Germany, PLatE, Estocolmo

1633-1636», en: Scandia 48 (1982)

1966.

Queen Christina of Sweden. Documents and Studies, edit. por M. von fort 1982. . G. Barunio, Gustav Adolf- der Grofie. Eine politische Biograpbie, FraneLondres 1953-1958. 965. M. Roszats, Gustavus Adolphus. A History of Sweden 1611-1632, 2 vols., 1979.

. M, Roberts, The Swedish Imperial Experience, 1560-1718, Cambridge 963.

en: HZ 232 (1981) 327-357,

K. Zennack, «Schweden als curopiische Grofmacht der Friúhen Neuzeit», 1968.

962. M. RostrTs, The early Vasas. A history of Sweden 1523-1611, Cambridge 961. G. ScHwaIGER, Die Reformation in den nordischen Lánderm, Múnich 1962. 962-1005.

960. A. V. Branpr, «Die nordischen Lánder von 1448 bis 1654», en: n.? 192, 15. Escandinavia

Bibliografía

381

. K. NeHrina, Ádarn Freiberr zu Herbersteins Gesandtschaftsreise nach

FiAB 65 (1985) 192-305, 66 (1986) 192-268.

druzzas and den Kaiserhoí 1593 und zum Reichstag von 1594», en: B. Rosero, «Túrkenkricg und Túrkenpolitik. Dic Sendung Kardinal res 1547», en: MÓStA 38 (1988) 49-80. 997. E. D. PerarscH, «Der habsburgisch-osmanische Fricdensvertrag des garischen Feldzugs Suleymans 1, Viena 1978. . A. C, SCHAENDLINGER, Die Feldzugstagebiicher der ersten und zweiten 998.

QuMaJahwn-

1976.

. W. HummerBERGER, Wiens erste Belagerung durch die Tiúrken 1529, Viena manen», en: Súdostforschungen 36 (1977) 13-34, . K. VoceLxa, «Dic inneren Auseinandersetzungen Osterreichs mit den Os1521-1555, Cambridge 1959.

993. S. A. Fiscuitr-Gar ati, Ottoman Imperialism and German Protestantism Liverpool 1954, 992. D, M. VaucHan, Europe and the Turc. A Pattern of Alliances 1350-1700, Zor4ner, K. Gurkas, Viena 1988, 5-19. Osterreich und die Osmanen - Prinz Eugen und seine Zeit, edit. por E. . M. Konsact, «Das Osmanische Reich im 16. und 17.Jahrhundert», en: tadt 1985, . SJ. Matuz, Das Osmanische Reich. Grundlinien seiner Geschichte, Darms. No Jurca, Geschichte des Osmanischen Reiches, 5 vols., Gotha 1908-1913, en: n.? 192, 1170-1188.

988 . H. Jansky, «Das Osmanische Reich in Súdosteuropa von 1453 bis 1648», 17. Otomanos, Mediterráneo

Teil 1: 1604-1654, Viena 1960. 987. W. Lturrscu, Moskau und lie Politik des Kaiserhofes im XVI1. Jabrbunder:. wm 16.Jahrhundert, Berlin 1972. 986. E. DonnerT, Rufiland an der Schwelle der Neuzeit. Der Moskauer Staat 985. G. Srocki1, «RuBland von 1462 bis 1689», en: n.* 192, 1135-1169. den 1965. 984. G. Sounama, Der polnische Adel und die Reformation 1548-1607, Wiesba1517-1648, Paris 1974.

. A.JoarrT,

De Luther á Mobila. La Pologne dans la crise de la chrétienté

. O. HaLrcxr, From Horence to Brest 1439-1596, Roma

1958.

des Ersten Imserregnums in Polen 1572-1573, Viena 1984.

. A. Bues, Die habsburgische Kandidatwr fúr den polnischen Thron wáhrend senslandes in das Herzogtum», en: n.* 644, 130-157, 980. L Hoss, «Das Reich und Preullen in der Zeit der Umwandlung der Ord382

Fuentes y bibliografía

edit. por G. Brnzon1, Florencia 1974. 1005. dl Mediterraneo nella seconda metá del ainquecento alla luce di Lepanto,

114].

Poder y sociedad en la España de los Austrias, Barcelona, 1982, pp. 90Lepanto y su lugar en la historia del Mediterráneo», en ]. H.En1 ori (ed.), tory», en: Past and Present 57 (1972) 53-73. [Hay ed. cast., «La Batalla de 1004, A. C, Hess, «The Batrle of Lepanto and íts Place in Mediterranean HisVenetian Economy, Londres 1968. in the Sixteenth Century», en: B. Puitan (Ed.), Crisis an Change in the 1003, F. Laxe, «The Mediterranean Spice Trade: Further Evidence of its Revival el mundo mediterráneo en la época de Felipe 11, Mexico, 1953]. Philippe I1., 2 vols., 2.* edic., París 1966. [Hay ed. cast., El Mediterráneo y 1002. F. Brauvti, La méditerranée et le monde méditerrancen a l'époque de vol. 4, Horn-Viena

1967, 201-209.

pajgns in Hungary,

1593-1606,

Absolutismus»=, en: XH. Congrés International des Sciences Historiques, wesens im 16. und 17.Jahrhundert und sein Einflu8 auf den curopáfischen 1001. H. Sturmeercra, «Das Problem der Vorbilhaftigkeit des tirkischen StaatsViena 1989.

1000. C. FinkeL, The Administration of Warfare: the Ottoman Military Cara1983.

Konstantinopel. Em Beitrag zum Frieden von Zsitvatorok (16060, Múnich Bibliografía

383

APENDICE

387

VSWG Rhein. Vjbll. QuEIAB MDB

MÓStA MIOG

MOOÓLA Mel.

]GMOD

Joum. of Mod. Hist. HZ HJb. GWU EHR Centr. Eur. Hist. Bill. f. dt. LG ARG Annales, Econ. AHR Abh.

ABREVIATURAS

Vierteljahrsschrift fúr Sozial- und Wirtschaftsgeschichte Rheinische Vierteljahrblátter und Bibliotheken Quellen und Forschungen aus italienischen Archiven Neue Deutsche Biographie Miueilungen des Ósterreichischen Staatsarchivs Geschichtsforschung

Mineilungen des Insticuts fir Ósterreichische

Mitteilungen des Oberósterreichischen Landesarchivs Mélanges. Ostdeutschlands. Jahrbuch fiir die Geschichte Mittel- und Journal of Modern History Historische Zeitschrift Hisuorisches Jahrbuch Geschichte in Wissenschaft und Unterricht English Historical Review Central European History

Blátter (úr deutsche Landespeschichte

Archiv fúr Reformationsgeschichte Annales, Economics, Sociétés, Civilisations American Historical Review Abhandlungen

Zs. f. hist. F. Zs, f. bayer. LG Zs. ZRG, Kan. Abt. ZRG, Germ. Abt. ZKG Z[GO ZfG 388

Zeitschrift fiir historische Forschung Zeitschrift fir bayerische Landesgeschichte Zeitschrift ídem, Kanonistische Abteilung Germanistische Abteilung Zeitschrift der Savigny-Stifrung fir Rechtsgeschichte, Zeitschrift fúr Kirchengeschichte

Zeitschrift fúr die Geschichte des Oberrheins Zeitschrift der Geschichtswissenschaft

Apéndice

389

1529 1527 1526-1529 1526 1524-1526 1523 1522-24 1522-23 1521-1526 1521-22 1521 1520 1519 1517 1516 1515

puertas de Viena: Paz de Barcelona

Paz de Cambrai.

Segunda dieta imperial de Espira, Protestation. Los turcos a las Sacco di Roma. Segunda guerra de Carlos V contra Francia. gría: Fernando se convierte en rey de Hungría y Bohemia, Paz de Madrid; 29.8: Batalla de Mohács. Muerte de Luis 11 de Hun-

Guerra de los Campesinos. Disputas de Zwinglio en Zúrich.

Celebración de tres dieras imperiales en Núremberg. Revuelta de la caballería imperial. Primera guerra de Carlos V contra Francia. siones alemanas y se convierte en gobernador imperial. Reparto de la herencia de los Habsburgo: Fernando recibe las poserial en Worms, Edicto de Worms. Enero: Lutero proscrito por la Iglesia, febrero-mayo: Dieta impede los escritos reformadores más importantes de Lutero. Revuelta de los Comuneros. Carlos V abandona España. Aparición los Y como Rey de Romanos. 12.1: Muerte del Emperador Maximiliano 1; 28.6: Elección de Carde Lutero contra las indulgencias. Salida de Carlos de los Países Bajos hacia España; 31.10 (?): 95 tesis

Castilla y Aragón.

Muerte de Fernando II de Aragón: Carlos se convierte en rey de Carlos es declarado mayor de edad como Duque de Borgoña. Acceso de Francisco 1 al trono de Francia. Conquista de Milán,

CRONOLOGIA

1558 1557 1556 1555 1554 1553 1552-53

1552 1551-1559 1551-52 1549 1548 1547-48 1547 1546-47

1545 1544 1543 1542-1544 1541 1539 1536-1538 1536 1535 1534-1549

1534 1533 1532 1531 1530 390

de Carlos V. nias Isabel 1 sucede a María como reina de Inglaterra. 21.9: muerte Fernando 1 es elegido Emperador. El Zar Iván 1V conquista LivoVictoria de Felipe Il en San Quintín.

con el Papa Paulo IV,

Abdicación de Carlos V. Salida hacia España, Guerra de Felipe 11 Dieta imperial de Augsburgo: paz religiosa,

Matrimonio de la Reina María con Felipe de España. restauración católica.

María Tudor se convierte en reina de Inglaterra: comienzo de la

Derrota de Carlos Y en Metz.

mediador). mando de Mauricio de Sajonia. Tratado de Passau (Fernando como Levantamiento y victoria de los “Príncipes de la guerra”, bajo el Alianza de Enrique 11 con los “Príncipes de la guerra” alemanes.

D.

Quinta guerra de Carlos V contra Francia (continuada por Felipe Segundo periodo de sesiones del Concilio de Trento (Julio 111). Consensus Tigurinus: Unión de Ginebra a la Reforma suiza. Imperio. Tratado de Borgoña: desvinculación de los Países Bajos respecto al Dieta del Augsburgo, Interim, Formula Reformationis. sucede Enrique 11. to de una regencia para Eduardo VI. Muerte de Francisco Il, al que

24.4: Batalla de Múhiberg; Muerte de Enrique VIII. Establecimien-

Guerra de Esmalcalda. Trento hasta 1547). Apertura del Concilio de Trento (primer periodo de sesiones en Paz de Crépy. : Alianza de Carlos Y con Enrique VIIL Victoria en los Giieldres. Cuarta guerra de Carlos Y contra Erancia, Dieta imperial de Ratisbona, fracaso del coloquio teológico. Tregua de Franclont. Tercera guerra de Carlos V contra Francia. El luteranismo se convierte en religión de estado en Suecia.

Primera edición de la Imstitutio Religionis Christianae de Calvino.

Carlos Y conquista Túnez. Pontilicado de Paulo IL. ter, Loyola funda la Compañía de Jesús. La Iglesia inglesa se separa de Roma. “Reino” anabaptista en MúnsEnrique VIII contrae matrimonio con Ana Bolena. Tregua de Núremberg. Liga de Esmalcalda. 11.10: Batalla de Kappel: muerte de Zwinglio. Elección de Fernando como Rey de Romanos. Fundación de la Dieta imperial de Augsburgo: Confessio Augustana. Coronación imperial de Carlos Y por Clemente VII en Bolonia; Apéndice

1595 1593 1589 1588 1587 1585 1584 1581 1580 1579 1578 1576-1612 1576 1575 1573 1572 1571 1570 1569

1568 1567 1566 1564 1563 1562-63 1562

1561

1560 1559

Cronología

regente de Suecia. clara la guerra a España, Carlos de Sódermanland se convierte en Absolución de Enrique 1V por el Papa Clemente VIIL Francia de-

tra los turcos en Hungría.

Enrique 1V se convierte al catolicismo. Comienzo de la guerra conEnrique IL une su ejército al de los hugonotes y es asesinado. Guisa, jefe de la Liga. Derrota de la Armada. Enrique 111 manda asesinar al Duque de polaco. Ejecución de María Estuardo, Segismundo 111 Wasa es elegido rey Alianza de Felipe Y con la Liga francesa. que de Navarra se convierte en aspirante al trono de Francia, Con la muerte del Duque de Anjou, el jefe de los hugonotes Enridiencia a Felipe 1. Siere provincias septentrionales de los Paises Bajos niegan su obenas españolas y portuguesas. Eclipe ll conquista Portugal: reunión de las posestones ultramariUnión de Arrás, Unión de Utrecht. comandante en jefe español. Se reanuda la guerra de los Países Bajos: Alejandro Farnesio como Rodolfo 11 como Emperador. Pacificación de Gante: programa de unidad de los Países Bajos. Stephan Báthory es elegido rey de Polonia. vinismo.

Paz religiosa de Varsovia. Guillermo de Orange se convierte al cal-

beldes.

Noche de San Bartolomé. Zelanda y Holanda en manos de los reVictoria naval de la flota cristiana sobre la turca en Lepanto. ga a Isabel de Inglaterra. Paz de St. Germain (concesiones a los hugonotes). Pio Y excomulUnión de Lublin (Polonia-Lituania). riscos en Granada. María Estuardo huye de Escocia. Ejecución de Egmont y Horn en Bruselas. Sublevación de los moEl Duque de Álba comienza a aplicar medidas represivas. Revuelta en los Países Bajos. sórdenes. cardenal Granvela abandona los Países Bajos, comienzo de los deMuerte del Emperador Fernando |: le sucede Maximiliano 11. El Catecismo de Heidelberg (calvinismo en el Imperio) Tercer y último periodo de sesiones del Concilio de Trento. Comienzo de la primera guerra de religión en Francia. Coloquio de Poissy. na de Medici. Edicto de tolerancia en Francia, Regencia de la reina-madre CataliFrancisco IL Acta de Uniformidad (Iglesia anglicana). Paz de Cateau-Cambrésis, muerte de Enrique 1. Regencia para 391

1633 1632 1631 1629 1627-1631 1627 1625-1628 1625 1624 1623 1621 1620 1619-1637 1619 1618 1617 1615-1617 1613 1612-1619 1611 1610 1609-1614 1609 1608 1607-08 1606 1605 1604 1603 1601 1598 1596 392

Liga de Heilbronn. ca y muerte de Gustavo Adolfo. Segundo generalato de Wallenstein. Batalla de Líitzen: victoria sueGustavo Adolfo en Breitenfeld. Tratado de Bárwalde (subsidios Íranceses para Suecia). Victoria de pes electores en Ratisbona (destitución de Wallenstein). Desembarco de Gustavo Adolfo en Pomerania, Dieta de los PrinciGuerra de Sucesión de Mana. Ocupación de Jutlandia por Tilly y Wallenstein. Guerra de Richelieu contra los hugonotes. Bajos y Jos Príncipes alemanes. Alianza protestante en La Haya: Inglaterra, Dinamarca, los Países Richelieu domina el Consejo Rea), dad electoral pasa del Palatinado a Maximiliano de Baviera. Conquista del Palatinado por parte de la Liga y España. La dignide Francia en la Valtelina. Se reanuda la guerra entre España y los Países Bajos, Intervención 8.11: Batalla de Bila-Hora, huida del "rey de invierno”. Fernando II como Emperador. Elección de Federico Y del Palatinado como rey de Bohemia. Años. Defenestración de Praga: comienzo de la Guerra de los Treinta manland). Paz de París (fin de la guerra de Gradisca). Tratado de Oñate; Paz de Stolbova (Suecia recibe de Rusia IngerGuerra entre Austria y Venecia. Michail Feodorovich Romanoy es elegido zar. Matías como Emperador. Ea Suecia, Gustavo Adolfo 11 sucede a Carlos IX.

Asesinato de Enrique IV.

Guerra de Sucesión de Júlich-Cléveris. España y los Países Bajos. Fundación dela “Liga” católica. les del Emperador a la nobleza). Tre, de. y Doce Años entre Carta de Majestad en Boh (conc i ee Fundación de la “Unión” " Protestante,

Conflicto sobre Donauwórth.

de Zsitva-Torok (fin de la guerra contra los turcos). Paz de Viena (fin de la revuelta húngara bajo Steían Bocskay). Paz Muerte de Boris Godunov: Dimitri es coronado zar. Suecia. Carlos de Sódermanland se convierte, como Carlos IX, en Rey de Aparición del “falso Dimitri”, intervención de Polonia en Rusia. Paz de Lyon entre Francia y Saboya. mienza la “época de los desórdenes”, de Felipe IL Muerte del zar Feodor (final de la Casa Rurik): coEdicto de Nantes, Paz de Vervins entre Francia y España. Muerte tra España. Unión de Brest. Alianza de Francia con Inglaterra y con las Provincias Unidas conApéndice

1648 1647 1645 1644-1654 1644 1643

Paz de Westfalia. Revueltas en Nápoles y Messina.

Victorias suecas de Torstenson en Bohemia.

Cristina reina en Suecia. Comienzo de las conversaciones de paz en Minster y Osnabriick.

Caída de Olivares.

1640 1637-1657 1637 1635

Cromwell vence a Carlos 1. Guerra Civil en Inglaterra: el ejército parlamentarista al mando de Muerte de Richelieu, Mazarino como sucesor. Guerra de Castro. Largo” en Inglaterra. Sublevaciones en Portugal y Cataluña. Comienzo del “Parlamento Fernando 111 como Emperador. Congreso de Paz de Colonia (Urbano VIII), Francia declara la guerra a España Paz de Praga.

1634

Asesinato de Wallenstein. Victoria hispano-imperial en Nórdlin-

1642-46 1642 1641-1644

en.

Cronología

39

Arrás, unión de (1579) 143 aristotelismo 279 aprendices 294 antropología histórica 296s. anticinitarios 80, 85, 293 antimaquiavelismo 277

antigiiedad 26, 156, 214, 222, 288 anriclericalismo 60, 90 antiaristotelismo 132 240s., 269, 283

anabaptistas 76s, 78, 141, 211, 236, alfabetización 34, 296 agustinismo 52, 54, 98

Agricultura 27, 125, 147, 293 acumulación de capital 25 Actas de la Dieta territorial 259 Actas de la Dieta imperia) 255 Acta de uniformidad (1559) 145 Acta de Supremacía (1559) 145 Acta de Supremacía (1534) 81 Acta de Sucesión (1534) 81 301, 312 166, 175s5., 185, 225, 274, 278s., 298, absolutismo 122, 141, 155, 159, 163,

130-135, 141-146, 154, 169ss., 182,

calvinismo, calvinistas 84s., 116-119, cabildo catedralicio 37, 131, 133 caballería imperial 29, 43, 59, 259s.

Bundschuh 72 Bula de Oro 43 Brest, Unión de (1596) 136 biconfesionalismo 107, 117, 257s., 285 Birwalde, Tratado de (1631) 191 Barroco 122 Barcelona, Paz de (1529) 68 baptistas 240 ciudades) 44 banco de las ciudades (Curia de las bancarrota 33, 125 245, 255, 272, 289, 305

196, 198, 211, 220-223, 236, 241,

Baja Edad Media 34, 52, 72, 90s., 120, Bailes de órdenes 44 autodefensa nobiliar, Fehde 44 autobiografía 295 ascenso social 25, 220, 320

Lares —amnque no las batallas— se citan por el lugar correspondiente.) restantes, católicos, erc.— no han sido incluidos. Los tratados, las paces, las alianzas y simi(Los conceptos que aparecen muy a menudo —Reforma, Contrarreforma, confesión, pro-

INDICE ANALITICO

Concilio, política conciliar 39, 55s., 60,

conciliarismo 250s. imperial) 133s. Comisión de visitación (de la Dieta comercio mundial 32s., 319 comercio a larga distancia 29, 32 comadronas 296 Poissy (1561) 138 Ratisbona (1541) 9s,, 117 Hagenau/Worms

Coloquios religiosos

(1540-41)

94, 117

122

colonias, colonialismo 22, 32, 110-115, Cognac, Liga de (1526) 65 coacción religiosa 158, 191, 295

cosmología 288 cosacos 163

30, 38, 47, 70,116, 159, 217, 295 cortes principescas, cultura cortesana Cortes 42 corte, véase cortes principescas correo 32 correccionales, casas de corrección 296 Corpus Evangelicorum 189 Corpus Catholicorum 189 Copenhague, Paz de (1660) 190 contabilidad por partida doble 32 construcción 31 251, 257 129, 134, 159, 166, 169s., 189s., 205,

188, 236s., 238, 259

Constitución imperial 43s., 106, 119, Consensus Tigurinis 118

158, 162, 167, 186, 197, 209, 229-239 35, 42, 60, 71, 76s., 116, 138, 140,

(Colegio de los Príncipes electores)

73ss.,

107,

170,

ciudades imperiales 31, 43, 57, 59, ciudades, burguesía urbana 25ss., 30ciudadanos, burguesía, ver ciudades 260

Círculos imperiales 44, 107, 177, 182, cientifización 286, 290s ciencias naturales 35, 217, 2875. cesaropapismo 244, 250 274

centralismo papal 87, 120, 157, 264, celibato 25 Catecismo de Trento 121 Catecismo de Heidelberg 118 catecismo 35

108, 119,123, 155,

Cateau-Cambresis, Paz de (1559) 64, 167

Carta de Majestad de Bohemia (1609) Capirulación electoral 62

229s., 237, 268-275, 307

capitalismo 32, 68, 119, 199, 208, 221, Cancillería imperial 69 233ss., 239, 294

71ss., 138, 161, 190, 197, 228, 230,

44, 133

Consejo de los Príncipes electores Consejo de Italia 124 Consejo de Indias 111, 124 Consejo Áulico imperial 256 Confuratio 77, 250 170s.

Conflicto sucesorio en Júlich-Cléveris confirmación papal 43, 133 de Augsburgo Confessio Augustana, ver Confesión confesionalización 201, 264 116, 189, 250 Confesión de Augsburgo 6l, 77, 103, Confederación de Varsovia (1573) 135 condes 29s., 42s. concubinato 38

129, 156, 192, 218, 252, 281

Concordia 77s., 89, 94s., 107, 116, 120, concordato 40 Concilio Vaticano 11 211, 284 Concilio Vaticano 1 263 concilio nacional 60

119, 129, 138, 158, 210, 250s., 263

campesinos, campesinado 27s., 43, 52, Cambrai, Paz de (1529) 67

Concilio de Trento 96, 99, 104, 106, Concilio de Constanza 39 Concilio de Basilea 39

189, 200, 20755., 239, 260, 267-275,

65ss., 74, 77s., 82, 84, 87, 93-98,

295

Indice analítico

119s., 250-252

395

Dietas de los círculos imperiales 256

168, 175, 256

Dieta territorial 29, 44s., 130, 133s., Worms (1545) 256

Worms (1521) 55, 57, 63, 256 98 (1608) 169 (1613) 169 Ratisbona (1541) 94 252, 281 (1546) Núremberg (1522-24) 58, 86

Espira (1526) 74 (1529) 75 (1544) 96 (1566) 130, 256 (1582) 133 101

252, 25641555)

107 256,

258

Augsburgo (1530) 76, 252 (1547-48) 189, 255s., 297

Dieta imperial 29, 43s., 68, 134, 187, Devotio moderna 40, 214 Deulino, Tregua de (1618) 167 descenso de la población 111, 1899 272; Declaración de, 275 del hombre y del ciudadano 119, 268, de dispensa 53 internacional 46, 115,

190, 221, 318

de resistencia 75s., 139, 228, 274 de herencia 293 derechos de embajadores 47 280

democracia 185, 197, 205, 268, 272, Declaratio Ferdinandea 107, 189 decadencia 24, 204s., 266, 314

Cherasco, Paz de (1631) 179 principes) 43s., 133 Curia de los principes (Consejo de los 315, ver también Papa 158, 170, 181, 216, 252, 264, 301, 128ss., 133s., 140, 145s., 151, 154, 53, 77-86, 87, 95, 97, 109, 120, Curia, Curia romana (“Roma”) 38s., cultura popular 297 cuáqueros 240 252 100, 105, 112, 203s., 214, 222, 244, Cristiandad 23, 47ss., 66, 68, 87, 96, 220, 301, 3075, 314 crisis, crisis general (del siglo XVII) emptocalvinistas 119 Crépy, Paz de (1544) 96ss. 3%

formas mixtas de culto 83s. fiscalidad imperia] 45, 257 Fiscal de] Imperio 68 234, 307, 309

feudalismo

196s., 198, 208s., 220ss.,

familia 24s., 92, 160, 266, 292-296

evangelismo 79 europeización 20 eurocentrismo 200

166ss., 186, 197, 219-224, 254ss., 284

tal, estamentalismo 29, 42s., 82, 119, estamentos, estados, sistema estamenEstados Generales (Países Bajos) 141 187ss, 223, 247, 258, 300, 312

96, 1015, 133, 169, 177, 182, 185,

estados del Imperio 44s., 56, 62, 74, 86, estado nacional 48, 200, 205, 246 Estado da India 113s., 148 espiritualistas 78, 206, 211, 216, 283 105, 239

Esmalcalda, Liga de 77s., 81, 9%, 98s, Esmalcalda, Guerra de 97, 101 Escuelas latinas 35 120, 130, 132, 134, 167, 217, 289

escuelas, sistema educativo 35, 78, 91, escolástica tardía 38, 52, 287 escolástica 35s., 55, 121, 132, 214s., 266 escepticismo 279 erernitas agustinos 52 erasmianos 48, 79, 253

221s,, 318

equilibrio 47, 49, 127, 175, 181, 190, elección del emperador 55, 106, 169 70, 159, 164, 221, 226, 310, 313

ejército, organización militar 42, 68, ecumenismo 204, 206, 210s

Eastland Company 148 East India Company 148 Domininrn

Maris Baltici 161, 177, 181

Disputación de Leipzig (1519) 55 Dispacci 47 disciplinamiento social 159 Diputación del Imperio 256 96s., 171, 221, 243,318

diplomacia, embajadores 47, 68, 70, Heinrich Luz

Iglesia nobiliar $53

Idea de paz 48, 59, 156, 218, 299, 3105, idea de la predestinación 59, 118

Liibech, Paz de (1631) 177 literatura laica 34 Linz, Tratado de (1534) 78 Liga Suaba 73 Liga de Landsberg 239 Liga de Heilbronn (1633) 182 Liga de Cognac 65 Liga católica (en Francia) 139, 151-153

husitas 79 humanismo tardío 216

libros, mundo editorial 34, 78, 121,

Iglesia greco-ortodoxa 134, 136

Iglesia anglicana 145, 155, 184 ideal episcopal 92 Idea imperial 48 318

290, 306, 309, 319 206, 213-218, 253, 279, 283, 286120s., 126, 135, 149, 156ss., 200s., 51, 54-58, 67, 79s., 84s., 87, 89, 117,

Humanismo, humanistas 35s., 40, 47,

151ss., 159, 178, 180s.

Francia

127,

138-140,

147,

149,

hugonotes, Guerras de Religión en historia de la vida cotidiana 296 Historia de los Papas 262-267 Historia de la Ciencia 286-291 hermandades de laicos 37 221, 246, 251,314

47ss., 57, 62, 67s., 116, 159, 180, 190,

hegemonía, lucha por la hegemonía

1526) 71ss., 208s., 228-234, 241 Guerra de los Campesinos (1524-

Guerra de Castro 315

contra los turcos 68, 93, 130, 134, 167

guerra contra los herejes 77, 97

guerra, véase ejército gremios, constitución gremial 32 Gravamina nationis Germanicae 40 ment) 45, 63, 72

Gobterno del Imperio (Reichsregigibelinos 64, 69, 245 dernización 271s. Generalización de la teoría de la mo-

Gemeiner Pfennig 257 205

fundación del 11 Imperio (1870-71) fundación de academias 290 253

Formula Reformationss (1548) 104, Índice analítico

Liga (1609) 170s., 177, 182, 302

235

libertad religiosa 134s,, 272, 275, 280libertad de conciencia 75, 167, 280, 284 riales alemanes) 45 legislación territorial (estados territolegislación imperial 45 Kulturkampf 204, 262 Knired, Paz de (1613) 164 Kardis, Paz de (1661) 305 Juristas del Imperio 255 judíos 125 jesuitas 90-92, 112, 129, 131, 1355., 217 Ius reformandi 30, 107, 131, 189, 285 lura imperialia (en Italia) 46, 103

Islam 22, 93s., 127, 222, 248, 316 sobre

los estamentos

219-224,

255

sobre los anabaptistas 76, 240s. investigación sobre las ciudades 236s. 285

investigación sobre la tolerancia 280investigación regional 258

Interim (1548) 104, 240, 253

Inquisición 79s., 88, 126, 141s., 264 turberichten) 264 Informes de la Nunciatura (Nuntiaindustria 25, 305., 125, 147, 154 indulgencias, comercio de 38, 53s. 223s., 259

impuestos, fiscalidad 25, 28, 42, 221, imprenta 31,91, 288, 296 272, 280,319 Ilustración 36, 196, 201, 204, 207, 262,

iglesias territoriales 59, 71, 74, 83, 205 397

224, 290 158, 162,

164,

167, 175s.,

180,

197,

88, 100, 130, 134s., 140, 442, 1465s., 37, 42s., 60, 64, 70, 74, 80, 82, B4s.,

nobleza, sociedad nobiliar 25, 28ss., Niza, Tregua de (1538) 94 nepotismo 25, 88, 295 neoestoicismo 122, 159, 279 neoescolástica 122, 126, 159

Nantes, Edicto de (1598) 153

monasterios 37, 40, 72, 124, 130

93,101, 1045., 151, 242-248

Monarquía universal (Monarchia) 62, monarquía electiva 42 159, 273

266 modernización $1, 120, 136, 217, 246, misiones 91, 110-114, 121s., 264 111,317

minería, derechos mineros 31, 33, 68, metodismo 269 metalurgia 31, 33 mercantilismo 115, 155, 159, 190, 302 mennonitas 240 “Mendigos del mar” (gwemx) 142, 149 mecánica de precisión 3 Matrícula imperial 256 234, 241, 297, 307 ria,195-200, 208, 220s., 230, 232, marxista, concepción de la histo108

Marcq, Conferencia de Paz de (1555) Marburgo, Coloquio de (1529) 74 maquiavelismo 277s., 299-301 178s., 315 Mantua, Guerra

de sucesión

de

Magdeburgo, Sessionstreit de 133 Madrid, Paz de (1526) 65

174,

Lyon, Paz de (1601) 172

207, 209s,, 217, 267, 274 132,

135,

141,

145,

164,

182, 203,

lureranos, luteranismo 83ss., 117ss., 398

paridad 129

313, 315, ver también Cura romana

movimiento contra el monopolio 68 mortalidad infantil 26 monopolios 33

monarcómacos

patriotismo imperial 49, 310 patriciado urbano 29, 239 Passau, Tratado de (1552) 106 paso del noroeste 115, 147 Parlamentos (en Francia) 42, 138 Parlamento inglés 42, 81, 184s., parlamento (en general) 29, 219-224 París, Paz de (1617) 173

190, 211, 244, 250ss., 257, 262-266, 151, 153, 155, 158, 1715s., 178s., 188, £65ss., 86-91, 104, 110, 119s., 127,

Papa, Papado 37ss., 43, 46, 555., 60, panfletos 35 Pacificación de Gante (1576) 142 sacerdotal 60, 74 Organización pastoral, organización 259, 274, 300 cia) 42, 68s., 121, 124, 197, 219-225, organización administrativa (burocraordenanzas territoriales 84, 259 ordenanzas matrimoniales 59 296 ordenanzas de pobres, beneficencia 59, 107 Ordenanza de paz territorial (1555) parroquial) 83, 104, 118

ordenación eclesiástica (ordenación Orden Teutónica 84 orden de los capuchinos 80 orden 37, 88-92, 122 Oñate, Tratado de (1617) 168 Oliva, Paz de (1660) 190, 304 oficios de corte 42 octavillas 35 Núremberg, Paz religiosa de (1532) 77 Núremberg, Liga de (1538) 78 nupcialidad 294 136, 181, 264 nunciaturas, nuncios 47, 86, 121,

131,

Noyón, Tratado de (1516) 49 nominalismo 214 Noche de San Bartolomé (1572) 139 nobleza laica 33, 138

Heinrich Lutz

puritanos 155, 184s., 26655.

Revolución Francesa 198, 266

172, 199, 214, 246

público, opinión pública 201s., 230, 268-272 protocapitalismo 32s., 49, protoabsolutismo 42, 159, Protestation (Espira 1529)

imperial 56, 75, 169

36, 48, 54, 53, 68, 158, 225 75, 257

eclesiástica 56, 86, 172 proscripción de la usura 270 producción textil 31, 147 producción de plata 31, 112,317 producción agraria 28, 147 Privy Council 148 peral) 257 principio de mayoría (en la Dieta imPríncipes electores 43, 49, 62, 168, 312 254, 260 (eclesiásticos) 43, 106s., 170, 177, 102s., 106, 129, 133, 178, 183, 304, 310

Príncipes del Imperio 57, 59s., 72s., M, “Príncipes de la guerra” (1551/52) 106 precios del cereal 28 Prayer Book (1552) 145

304, 3115.

Praga, Paz de (1635) 182, 185, 189, Polítiques, partido de los 139, 151, 238

policía 25, 28, 126, 221, 226, 259

50, 62, 2445, poder universal (Dominium mundi)

poder adquisitivo 24

población 24, 26 Pirineos, Paz de los (1659) 190, 305 pietismo 2695. Reforma) 210s., 253 perspectiva triple (en la historia de la periodización

1955., 202

cos 77, 96, 129, 135, 260, 316 peligro turco, defensa contra los turpedagogía 35, 91, 217, 286, 289 Paz territorial 44, 107 205, 239, 285 107, 116, 129s.,

154,

169,

177,

189,

Paz religiosa de Augsburgo (1555) 30, Augsburgo) Paz religiosa (ver Paz religiosa de patronato eclesiástico 28 Indice analítico

125

Revolución de los precios 24, 29, 111, Revolución científica 199, 286 200, 2085., 229-231

Revolución burguesa temprana 185, 189,315

196,

Restitución, Edicto de 174, 178, 183, 133, 179, 189

Reservatum Ecclesiasticra 107, 131, Ecclesiasticum Reserva

eclesiástica,

ver Reservatum

republicanismo 272 Renacimiento tardío 122

207, 286s., 288, 307 Renacimiento 35, 39, 66, 149, 196-202,

reliquias 38 religiosidad popular 38 Relaciones finales 47 Reichsunmittelbarkeit 43 registros, aduanas 69, 224

relorma del Imperio 44, 258

reforma del calendario 290 reforma de órdenes 90 reforma tridentina, ver Reforma

132, 140, 158

tridentina 46, 89, 114, 116, 121, 130, 130, 157, 205, 214, 249-254

eclesiástica 39s., 59s., 67, 81, 84, 86,

265 109, 122, 130, 139, 155, 253, 260católica 60, 79, 87-91, 96, 98, 104,

Reforma refeudalización 309 reducciones 112 razón de estado 122, 159, 27655, Ratisbona, Liga de (1524) 60

tores (1630) 182-(1636-37) 313

Ratisbona, Dieta de los Príncipes elecracionalización 269, 291 racionalismo 160, 206, 218, 277, 280 querella sobre los ritos 114 querella sobre la Eucaristía 75 68 Queja contra los monopolios (1523) 3%

transportes 48 trabajo a domicilio (Verlagssystem) 32 Tordesillas, Tratado de (1494) 110 175, 192, 245, 280-286 tolerancia 95, 118, 134s., 139, 147, 154, 255-261, 285, 311 61,71, 76, 107, 154,

185, 236, 250,

territorio, estado territorial 45s., 57, Tacitismo 277s. superstición 38 sucesión española 102s. Stolbova, Paz de (1617) 163s. socinianismo 80, 85 sociedad por acciones 32 sociedad comercial 33, 114, 147 soberanía 46 sistema tricurial 42 sistema tetracunal 42 sisterna sinodal, sinodalismo 121

142s., 157, 211, 216, 237, 250s., 254

141, 155, 221, 225, 2565.

242-247,

276,

sistema de Estados 41, 46ss., 66, 101, sistema de comunicaciones 32s., 48 sistema bancario 33, 53, 197 sexualidad 295 servidumbre 28 señorío 29s., 71

“Segunda Reforma” 209

188, 192, 208, 216s., 269, 279s., 298

secularización 37, 58s., 73, 81, 160, Scheyern, Tratado de (1532) 77 salarios 24 Sacco di Roma 65ss. Rórnermonate 68 Revolución puritana 184, 200, 208, 307 Revolución industnal 196

400

Wittemberg, Concordia de (1536) 78 Windeshaim, Congregación de 40 304, 312 Westfalia, Paz de 174, 186-191, 257,

Via media

sistema financiero 48, 68, 70, 125, 130, 199, 221,

Xanten, Tratado de (1614) 171 Worms, Edicto de 56, 75

votos viriles 44 votos cuniales 44 visitación 74 Viena, Paz de (1606) 135, 167 “Vieja Europa” 196-200, 227, 237, 294 Vicecanciller del Imperio 69, 253 vías comerciales 24, 32

sisterna sanitario 296 298,318 155, 190,

zwinglianismo 58, 118

Zsitva-Toroc, Paz de (1606) 135, 167 Zadruga 293

57, 61, 79, 116,

130,

Via media , ver Via antiqua 214 Vervins, Paz de (1598) 155 Venta de olicios 225 Vaucelles, Tregua de (1556) 108 valdenses 79

139,

Utrecht, Unión de (1579) 143 utopismo 159, 279 urbanización 27, 293

240, 250, 289.

universidades 52, 57, 78, 1315., 217, unitaristas 134 Unión de Calmar 43, 82

Unión (1608) 170-172, 175

132s., 256 Tribunal de Cámara del Imperio 44, Tregua de Eranciór: (1539) 78, 94 Tratado de Borgoña (1548) 102, 141 Heinrich Lutz

401 203s., 210s., 216, 236, 243, 247, 166s., 172, 176, 1809s., 191-196, 199, 99s., 104s., 129, 141, 147, 158, 165s.,

59s., 63, 63s., 74s., 80s., 875., 94ss., nico) 26ss., 32, 40, 44, 46, 49, 53s., Alemania, (Imperio Romano-GermáAlejandro VI, Papa 87, 110 Alejandro Magno 248 Alcazarquivir 125 Albuquerque, Alfonso 113 Albrecht, D, 259, 302, 313, 315 Maguncia 53s., 83, 95

Alberto de Hohenzollern, arzob. de Duque de 123,142 Alba, Fernando Alvarez de Toledo, Aix-en-Provence 64 Aigues-Mortes 94 Agricola, Michael 93 noroeste de, 123, 125s.

Africa 32, 49, 63, 243, 293, 317 Adriano VI, Papa 36 Adén

113

Abo (en finlandés: Turku) 83

Anhalt 119

Angermeier, H. 258

Andreae, Juan Valentín 160, 279 Amsterdam 27, 164, 186 del norte, 147

América 32, 91, 112, 123, 147, 317, 320

Amberes 27, 186 Allen, William 147 Alto Rhin 314 Alto Palatinado 176, 183, 188 Alta Hungría 85 Alta Alemania, ver Sur de Alemania Alta Austria 131, 167, 175 Alsacia 72, 168, 188, 233, 240, 301

Almeida, Francisco de 113 Alemania Sudoccidental 58s. 99, 260, 284

Alemania Meridional 32, 60, 68, 76, 187,315

Alemania (del norte) 45, 99,177, 181, Alemania (del noroeste) 76,177 Alemania Central 26, 45s., 182 307-314 2555s., 273, 279, 284, 290, 295, 302s.,

(Los nombres de los investigadores de los siglos x1X y «X se han escrito en cursiva.)

INDICE ONOMASTICO

Fernando 1 60, 63, 65, 67, 77, 84, Fernando, Archiduque 131 Ernesto, Archiduque 124 Eleonora, hermana de Carlos V 64 242-254, 258, 261, 277s., 281 129, 141s., 151, 156s., 190, 201, 82, 86s., 93-105, 108, 112, 123-

Carlos Y 31, 42-50, 55-68, 72ss., 77, Carlos, Duque de Estiria 135s., 145 Ana, Archiduquesa 124

300s., 309, 313s. 188,

190, 201, 237,

242,

250, 284,

77, 935., 105s., 134, 166, 169ss., 183,

Habsburgo 32, 44, 48s., 60, 62s., 68s., Haberling, E. 296 Haan, H. 312

Hintze, O.

159, 222

Hillerbrand, H. J. 240, 281s., 283 Hill, Ch. 266 Hildesheim 133 Felipe, landgrave de 74ss,, 94, 99s. Hesse 101, 247 Hess, A.C. 316

Heppe, H. 29

Heckel, M. 257, 276, 285, 313 153

Gúeldres 96ss., 141 Gross, H. 256 Gropper, Johann 94 Groningen 141 Grisones 123, 178, 273 Grisar, H. 210

Gregorio XIII, Papa 121, 290

Graz 131

242,253

Nicolas Perrenot de 69, 94s., 98, Granvela, Antonio Perrenot de 69, Granada 125 Gradisca 172 Gótz de Berlichengen 296 Gotinga 239 Goody, J. 293 Nevers, Carlos de G. 179 Julia 30 Guastella, Ferrante 179 406

Hólar, Obispo 83 ver también Países Bajos Holanda 32, 114s., 142, 176

Heilingsetzes, G. 224 Heilbronn 73 Hegel, Georg Wilhelm Friedrich 203

Guery, A. 225

142, 242, 253

Holl, K 73,207

Hesss, G. 243, 289

Guy, J. 226

ver también Lorena María 146 Luis de 153 Enrique de 151, 153 Carlos de, Duque de Mayenne Guisa Guicciardini, Francesco 277 Guggisberg, H. R. 280, 283

Horn, Philipp 142 Honterus, Johannes 85 Honée, E. 252 Hollweg, W. 256

Headley, J. M. 246 Haya, La 177 Hay, D. 289

Hawkins, John 148

Hauser, H. 301 Hassinger, E. 198, 282

Harvey, William 287 Hamburgo 61 Hall, A. R. 287

Hale, J. R. 227

Halberstadt 198 Hagenau 94 ver también Austria, España 218

Rodolfo 11 124, 130-135, 166-171, 168

Maximiliano 11 102, 117, 124, 130,

Maximiliano 1 445., 49, 176, 201 Matías 163, 166-169, 175

María 108, 242 Margarita (tía de Carlos) 242 Fernando III 184, 187

225, 304, 311ss. Fernando Il 168, 175s., 178-184, 145, 224, 243, 247, 250, 304 102s., 106s., 117, 120, 129s., 134,

Heinrich Lutz

284, 290, 302s., 308, 3145.

200s., 216, 242ss., 250, 265, 272, 277, 127, 147s., 166s., 171ss,, 179, 183,

795., 88, 93, 99, 101-108, 118, 123,

Italia 27ss., 32, 39, 42, 46-50, 63-69,

Israck/ 1.314 Islandia 83

Iserlob, E. 219, 250

Irlanda 152, 185 Inocencio X, Papa 188 Innsbruck 131 norte de, 146

Kiefl, EX. 210

Isabel 1 115, 144-149, 152, 155 VIII 82, 226 Vl 82 (Aragón) 81 184ss.

307ss., 314, 317 216, 223, 236, 273, 284, 292, 294, 143-155,

171,

176ss.,

184ss., 200,

10Sss., 114s., 118s., 123, 137, 140,

Inglaterra 5, 7s., 32, 42, 64s., 81, 99s., Ingermanland 163 Indonesia 113 Indias Orientales 114 India 113, 148, 222, 294,318

Inca 111 Alemania Imperio,

Romano-Germánico,

Imperio Otomano, ver Turquía Immenkótter, H. 252 Imbof, A. E. 29

ver

Hutten, Ulrico de 59 Hungría Occidental 85 Luis 11 63

Juan Zápolya 65, 94 223, 284, 295, 303, 316

108, 118s., 130, 134s., 167, 169, 217,

Hungría

29, 42, 63, 65, 84s.,

Hroch, M. 307 Hoss, 1 211

Indice onomástico

Kepler, Johannes 287 Kenia 318 Kellenbenz, H. 190, 256 Karlstadt, Andreas 239 Kappel 58 Kant, Imanuel 205 Kammin 188

Kamen, H. 281, 283s.

Kaegi,

W. 216

Kaeber, E. 318

Júitte, R. 295 Jutlandia 177 Junghans, H. 211 Julio 11, Papa 104 Juan Guillermo, duque de 170 Guillermo Y 96, 254 Júlich-Cléveris-Berg 170s. Joachimsen, P. 206 Jellinek, G. 268, 272, 275

Jedin, H, 89, 122, 210, 252, 262-267

Java Occidental 114 Japón 113, 222

Janssen, W. 318 Janssen, J. 204s., 262 Jansky, H. 317

Hunt, D. 296

Hudson, bahía de 147 Húbinger, P. E. 302

248, 272s.

Koenigsberger, H. G. 222ss., 228s., Knox, John 118, 146 Knichen, Andreas 260 Klweting, H. 210 Klesl, Melchor 168ss. Kitelson, J. M. 213 Kirchner, W. 241 Kirchhoff, K. H. 241 Kiraly, B. K. 281 Kiev 136

María 107s., 123, 141, 144 Jacobo 1 144, 146, 155, 176, 184

Enrique Eduardo Catalina CarlosI

Kobler, A. 246s., 2535., 289, 297

101, 105,

Jamestown 115 Jabss-Le Gates, M. 261

Jabn, S. 239

Iván IV, Zar 135, 162

Italia Central 29, 46 172, 179,314

Italia (norte), 29, 32, 46, 65, 80, 168, 407

ver también Guisa Carlos de, card. 138

Lorena 27, 46, 138, 301

Londres 27, 147, 239 Lobse, B. 240 Livonia 162, 165

Liver, G. 301, 318 Lituania 42, 84, 136, 162

Litak, St. 217, 289 Lisboa 27, 113

Lipsius, Justus

Lippe 119, 259

159, 279

Linz 78, 176 Linkóping 161 Lienbard, M. 241 Lieja 133 Licurgo 199 Lepanto 316 Leonardo da Vinci 175 León X, Papa 55, 63, 96 Lecler, J. 282ss.

Le Goff, J. 289

Mark

171

Marburgo 74 298 Maquiavelo, Nicolás 47, 157, 2779.,

Manrua

172s,, 178s., 181, 302, 315

Mansfeld, Ernesto de 177 Mansleld 52 Manresa 90 Manns, P. 211 Mann, G. 310s. Malvenda, Pedro 253 Malettrke, K. 225 Malaspina, Germanico 136 Malaca 113 Maier, H. 256

Maguncia 43, 53s., 95 Magdeburgo 44, 105, 133, 188 Magallanes, Fernando de 148 Maes, L. 226 . 179s., 181ss., 242 Madrid 27, 65, 103,

124,

145,

173,

Lanfs, A. 256, 260

Lynch,J. 243,314

Laubach, E. 2475, Laslets, P. 293, 296 Las Casas, Bartolomé de 112 Lapide, Cornelius 279 Lapeyre, H. 243

245-256, 259, 262, 265, 277s., 281, Lutz, H. 191, 201, 204, 214ss., 237, Luez, G. 264, 290, 311,315 Luttenberger, A. P. 252s5., 297

Laube, A. 209, 230s.

Lanzinner, M. 258

Lannoy, Charles de 64 Languedoc 63, 138 Langer, H. 297, 307

Landfester, R. 240 Landau, P. 256 Lach, D. F.317

Kunisch, J. 202, 226 Kubn, Th. 287 Kuczynsks, J. 297 Krúger, K. 223 Kroener 302 Kretzer, H. 274 Kraus, A. 225, 263 Krafft, F. 2885. Kopitzsch, F. 231 Komorn 135 408

Lútzen 182, 311 283, 285, 297, 300, 319

Lútby, H. 271

253, 265ss., 274s., 281 191, 198ss., 204-212, 215s,, 229, 251, 79, 82s., 86-90,

95,

117-121,

157,

Lutero, Martín 33-39, 51-58, 73-76, Lusacia 188 Duque Ernesto de 75 Luneburgo 239 Lundkvist, S. 315 Ludolphy, L. 249 Lugon 180 Lublinskaya, A. D. 301

Lúbeck 177

Loyola, Ignacio de 90s. Lovaina 250 Lotzer, Sebastián 72 Lortz, J. 210 Lorenz, CG. 312

Heinrich Lutz

Moscú 22, 27, 135, 148, 16155.

Morone, Giovanni 80, 88, 120 Moro, Tomás 81 Morke, O, 239

Moriscos 126

Morgan,

V. 289

Moraw, P. 223, 255, 259 Moravia 167, 175 Moore, L. 275

Montaigne, Michel Eyquem de 279 Monaco, M. 263 Molucas 148 Moltmann, J. 210, 239 Mohíács 63 Mogge,

W. 239

Moeller, B. 51,72, 231, 237ss. Muteraner, M. 294

Minden 188

Milán 27, 49, 63ss., 93, 97, 123, 172

Mieck, 1. 201

Midelfors, H. C. E. 231 México 112 Meuthen, E. 215, 217

Metz 106, 123, 188

Merriman, R. B. 243 Merkle, S, 210

Menzel, J. 259 Menéndez Pidal, R. 244 290

Melanchthon, Philipp 77, 209, 216s. Meinecke, F. 276s. Medina Sidonia, Duque de 152 María de 172, 178 Catalina de 138

Medici 32, 67s., 865.

Mecklemburgo 177, 188, 233 Mecenseffy, G. 241 Mazarino, Julio, Cardenal 184s. Mattingly, G. 318 Maschke, E. 237 Marx, Karl 208 Martinitz, Jaroslav 174 Martín, H. 296

Marsella 64 Maron, G. 263 Marnix, Philipp 142 Marlowe, Christopher 149 Indice onomástico

Duque de 97 Orleáns 117 Mauricio de 154, 171 Guillermo de 142, 154 Orange, Federico Enrique 186 Oppenheim 295 Oñate, Iñigo, Conde de 168 Duque de 304, 314 Olivares, Gaspar de Guzmán, CondeOldenbarnevelt, Johann de 154 Oestreich, G. 222s., 256, 279, 288 Ochino, Bernardo 80 Obermann, H. A. 214, 231 O'Connell, D. P. 300 Núremberg 86, 239, 311 Nueva España 111 Noyon 117 Novgorod 164 Noruega 43, 82 Nórdlingen 182, 239 Noonan, J. Th. 296 Nipperdey, Th. 208, 229 Neuser, W. H. 210 Neumarkt 134 Neuhans, H. 226, 256 Naves, Johann 253 Margarita de 80

1V)

Enrique de (ver Francia, Enrique Navarra 138 Nassau 119 223 Nápoles 27, 49, 65, 88, 123, 172, 183, Napoleón 1, Bonaparte 248 Nantes 138 Myers, A. R. 222

Múntzer, Thomas 73, 239

Miinster 76, 183, 187, 241,311 Múnich 131, 255

Múller, J. 252

Miller, G. 2635. Mihlberg, G. 99 Múiblberg, D. 297 Muchembled, R 297 Mousnier, R. 301, 307 409

Petri, F. 259

Petrelli, R. D. 296 Petrarca, Francesco 198

Petráñ, J. 307

Rákóczy, Georg 303 Rabelais, Erangois 80, 216

Rabe, H. 243, 246, 253, 256

Perú 111,318

Quebec 114

Pavía 64, 67

Pútter, Stephan 265 Prusia Oriental 83 Prusia 46, 165

Persia 148 Perosa 179 Pekar, J. 310

Paulsen, F. 289 Paulo Y, Papa 171 Paulo IV, Papa 88, 109, 123, 141 290

Paulo 111, Papa 87ss., 93s., 96s., 99s.,

Pastor, L. 2625.

Passau 107 Parker, G. 225, 227, 314

París 27, 90, 95s., 117, 138s., 151

Paracelso, Teofrasto 290 Pánek, J. 224 Pamplona 90 Palestina 90 Palermo 27

Wolfgang Guillermo 170

Palatinado-Nenburgo, Conde palatino ver también Palatinado 134, 169, 175ss., 183, 188., 260

Palatinado Electoral 61, 94, 118, 132, ver también Palatinado Electoral Federico Y 175s,, 184, 304s, Palatinado 43, 175s., 188, 254 171, 175s., 185s., 188, 221

Estados generales 150, 153s., 164,

279, 284, 304, 30755. 314,316 183s., 223, 242, 247s., 250, 273ss., 152ss., 158, 164, 168, 172, 176, 180, 123s5., 129, 133, 137, 140ss., 145,

70, 76, 83, 96s., 99, 102s., 108, 118s.

Provenza 63s., 138 Prodi, P. 247, 264 Press, Y, 219s., 224, 231s., 255, 2608. 189,311 Praga 130, 167, 174ss., 182s., 185s.,

Potosí 112 Sebastián, Rey de 125 Mana de 124 Isabel de 70

124, 148, 183, 188, 223, 303, 317 Portugal 24, 27, 32, 70, 91, 110-114,

Porchnev, B. F. 301 Pomerania

177, 181,315

Vladislav, Príncipe 163 Segismundo [11 136, 161ss., 165

Segismundo | 84, 305 Báthory, Stephan 135

161-165, 191, 190, 217, 223, 284, 305

Polonia 27, 29, 42, 83s., 118, 135s., Polijersky,J. 167, 175, 3085. Pole, Reginald 80, 88, 98, 108, 265 Poitou 180

Platzhoff, W. 318

Plarter, F. 296 Poissy 138 Piombino 168 Pío V, Papa 121, 145

Pío IV, Papa 119, 121

Ozment, St. 239, 295 Okxenstierna, Axel 164, 182,315 Ostrogorsky, G. 195

Pinerolo 179, 302 Pietschmann, H. 320 Piamonte 94, 172, 223 Philippsburg 188 Pfeuschifrer, G. 252 Pfeiffer, G. 239 Pezel, Christoph 239 Peutinger, Conrad 39, 238

Ortenau 168

Petri, Laurentius 83

Países Bajos 24, 27ss., 32, 46, 49, 64, Pagden, A. 320 Pagano, S. M. 290

Osnabrick

410

183, 187, 189,311

Perry, L. 259

Heinrich Lurz

Saage, R. 273

Schulz, P, 256

Schultze, R. 226 denburgo 54 Schultz, Gerónimo, Obispo de BranSchulin, E. 148 Schubert, F. H. 256, 300, 310 Schroeder, F. 256

Rusia Meridional 29

Rusia 22s., 27, 29, 135, 162ss., 317

Rúgen 188

Rudolf, H. U. 303

Rublack, H. Ch. 239

Róssler, H. 239, 261

Romanov, Michail Feodorovich 290, 301,315

163

140, 145s,, 151, 154, 182, 216, 252, 87-90, 94s., 121, 128s5., 133-137,

Roma 27, 38ss., 53ss., 65, 775., 80s., Rodriguez Salgado, M. H. 248 Rodas 65 Rochelle, La, 180 Roberis, M. 227, 314

Schnur, R. 225, 258, 272, 278

Schnabel, F. 242 Schmoller, G. 225 Schmirz, R. 288

Schmidt, H. 188 Schmid, P. 257 Schlesinger, W. 258 Schlaich, K. 258

Schindling, A. 217, 240, 256, 259s., 289 266, 271, 273ss., 284, 308

Roberg, B. 264

Schilling, H. 201, 209s., 231, 237, 239,

Rull, G. 247

Schár, M. 296

Ritter, M. 3035.

279, 298-304, 314

cardenal de 155, 178ss., 183ss., 187, Richelieu, Armand Jean du Plessis, Ricci, Matteo 114 Renter, F. 256

Requeséns y de Zúñiga, Luis de 142 211, 229ss., 259, 297

República Democrática Alemana 208,

Repgen,

K.

227, 257, 264, 306, 313ss.

Reinkingk, Dietrich 279 Reinhardt, R. 260, 263 266s., 295, 317-320 Reinhard, W. 201, 225, 253, 263s., Retbsteín, E. 318 Rech, B. 320 Ravensberg 271 Ransch, H. 256 Raumer,

K. 300, 318

Ratzeburg 188 Ratisbona 60, 94s., 117, 189, 252, 281 Rassow, P. 2435.

Rapp, E. 240 Ranum,

O. A. 301

Ranke, L. 20, 60, 191, 203ss,, 255, 262 Raniers, 1. 256 Ramus, Petrus 132 Raleigh, Walter 147

Indice onomástico

Scheyern 77

Schappeler, Christoph 72 Scribner, R.W. 238 Saxer, E. 209

Sastrow, Bartholomii 296 Sarpi, Paolo 272 San Quintín 123 San Francisco Javier, 114

San Aldegonde 142 Salzburgo 44, 71

Sales, Francisco de 155

ver también Sajonia

177, 188, 247

Sajonia Electoral 75s., 99, 119, 169s., Mauricio, Príncipe Elector 98, 106 Juan Jorge, Príncipe Elector 304 Juan Federico, Príncipe Elector 98 Juan, Príncipe Elector 77 Federico, Príncipe Elector 38, 53-56 Augusto, Príncipe Elector 109 256 Sajonia 43, 53-57, 71-74,

132, 169, 182,

Saint Germain 139 Saint-Just, Antoine 199 Filiberto Manuel 123 Carlos Manuel 172 Saboya 27, 46, 94, 171s., 283 Sabean, D. 294

411

Sprondel, W. M. 271 Spitz, L. W. 213ss.

Tirol 71, 131 176s., 182

Spínola, Ambrosio 176

Tilly, Johann Tserclaes, Conde de

Spengler, O. 196 Spalatin, Georg 216 Pedro de 253 Soto, Domingo de 126 Solón 199 Solimán II, Sultán 65, 105 Soldan, W. G. 296 Sofala 113 Sódermanland, Carlos de, ver Suecia Smolensk 163 Slawata, Guillermo de 174

Thurn und Taxis 32

Spindler, M. 259

Slack, P. 236

Skytte, Martin 83 Skalweit, St. 202, 205 Sixto V, Papa 121, 15158. Sion 273 Sinkovic, 1. 217

Simancas 242 Silesia 176, 259 Sievershausen 107 Siena 123 Sieb-Burens, K. 239 Sieder, R. 294 Siebmacher, J. 294 Sickingen, Franz von 59

Sicilia 26, 29, 49, 123, 183 Siberia 163, 317

Shakespeare, William 149 Síorza, Francesco 93 Seyfahrt, C. 271

Sevilla 27, 111

Servet, Miguel 283 Sepúlveda, Juan Ginés 320 Sellent, W. 256 Selge, K. V. 55 Seld, Georg Sigmund 254 Seebass, G. 241 Seckendorff, Veit Ludwig 279 Schwenin 188 Schwendi, Lazarus, barón de 258 Schwenckfeld, Kaspar von 78, 283 260, 285

Schulze, 412

W. 202, 220, 224, 232, 234,

Tilly, Ch. 200 311

Thurn, Heinrich Matthias, Conde de Thuau, E. 279, 299 Thorndike, L. 287 Thomas, Ch. 243, 247 Terranova 114 Ter Meulen, J. 318 Tawney, R. H. 270 Tácito 277 Sully, Maximiliam de Béthune 155 Suiza Oriental 59

Suiza 27, 30, 58s., 76, 118, 189, 273, 284

Juan 111 136 304,315

Gustavo Adolfo II 164s., 179-182, Gustavo I 82 Cristina 182, 186 Carlos IX 136, 161, 1635.

313ss,

177, 180-185, 197s., 190, 302ss., 309, Suecia 43, 82, 96, 136, 161-165, 175,

Suárez, Francisco 126 Suabia 72, 260

Stwsrmberger, H. 225, 314 Stwpperich, R. 214

Strawss, G, 256 Straub, E. 314 Stratenwerth, H. 243 Stralsund 165, 315 Stradling, R. A, 314

Stowrzh, G. 222

Stone, L. 228s., 29 Siolleis, M. 278 Stolbova 164 Steimmetz, M. 1995., 209, 229s., 232

Steinberg, S. H. 305s., 308 Stein, W. H. 301

Starkey, D. 226 Stapulensis, Faber 80 Stalnaker, J. C. 241 Srbik, H. 310,312 Heinrich Lutz

Vinay, V. 265

168s,, 173, 179s., 182, 242, 310s., 316 Viena 27, 65, 85, 102s., 1085., 134ss.,

Vervins 155

Versalles 276

Vergerio, Pier Paolo 80

Verdún

123, 188

Verden 188 Venezuela 111 188, 277

Venecia 25, 27, 65, 80, 90, 93s., 17155., Vaucelles 108 Vasili Sujskij Zar 162 Vasa, ver Suecia Varsovia 284 Valladolid 242 Valtelina 173, 178, 302 Francia

Valois 138, 140, 153, 246, ver también Juan 79 Valdés, Alonso 67 Vabhle, H. 272s.

Utrecht 143 315 Urbano VIIL, Papa 179, 181, 183, 301, Upsala 83 Ublhorn, T. 258 Tyler, R. 243ss.

Turquía 22, 65, 93s.,105, 110, 260, 316

Turingia 71ss. Túnez 93 Tubinga 225, 278 Tschernembl, Georg Erasmus de 130 Trondheim, Olav, obispo de 83 Troje, H. E. 289 Troeltsch, E. 20, 206ss., 213, 240 Trinkaus, Ch. 213

206, 216, 2385.

Zwinglio, Ulrico 36, 51, 58s., 74s., 79,

Zúrich 58s., 74

Zschunke, P. 295 Zorn, W, 190 Zernack, K. 314 Zemon Davies, N. 296 Zeller, G. 302 Zelanda 143 Zeeden, E. W. 130, 210, 257, 264 Zacatecas 112 Ulrich, Duque de 78 Wiirttemberg 78, 223, 294

Worms 56, 63, 89, 94, 117, 251 Wolsey, Thomas 63

Wolff, Ph. 236, 257

Woblfeil, R. 208s., 229-233, 243 Wittenberg 52ss., 57s., 73s., B1, 83 Witrelsbach, Casa de 131 Wismar 188 Willoweit, D. 260 Williams, Roger 275 Williams, G.H.

240

Weyrauch, E. 240 Wesimann, R. 288

Weser 131

Welser (familia) 33, 111

Weinsberg (familia) 295

Webler, H. U. 231 Wedwood, C. V. 304 Weber, M. 268-272, 290 Weber, H. 296, 300ss. Wartburg 57 Warmbrunn, P. 284 Wandruszka, A. 225, 312 Wallis 273 182, 310ss., 315

Trevor Roper, H. R. 274, 296, 301, 307

Wallenstein, Alberto de 165, 177, 179, Wall, R. 293

Trento 89, 96, 99, 104, 210, 264

Waldburg, Truchsess Gebhard de 133

Trévens 43, 59

Transilvania 85, 134s., 284, 303 Toymbee, A. J. 196 Toul 123, 188 Toellner, R. 287 Tlatelolco 112 Tito Livio 277 Indice onomástico

Walser, F. 243, 246

Voyenne, B. 318

Vogler, G. 200, 220s., 229, 2345., 239, 241

Vocelka, K. 317 Vitoria, Francisco de 126 Virginia 115

413

3492373

Esta obra, considerada ya un clásico en su tema, aborda la historia de Europa durante el turbulento periodo que va de los inicios del reinado de Carlos V —coincidiendo con los escritos reformistas de Lutero— hasta el final de la Guerra de los Treinta Años con la Paz de Westfalia en 1648. Entre uno y otro momento se produjo la división de la Cristiandad occidental como consecuencia de la Reforma protestante, la Contrarreforma católica y las guerras de religión que asolaron el continente y transformaron completamente su realidad política, social y cultural. Junto a una Exposición inicial de fácil lectura, en la que se presentan de forma sintética los conocimientos históricos fundamentales acerca de este periodo, el autor ofrece un amplio estado de la cuestión sobre los problemas básicos y tendencias de la investigación. El resultado es un libro esencial para comprender las raíces históricas de la Europa contemporánea y el sentido que en ella tienen fenómenos como la tolerancia religiosa, el confesionalismo, la soberanía, el derecho internacional y el equilibrio entre los Estados. Heinrich Lutz (1922-1986), profesor de Historia Moderna

en la Universidad de Viena, centró su trabajo en el campo de la Historia de las ideas y de las mentalidades. Como

director del instituto Deutsche Reichstagsakten (Documentos de las Dietas Imperiales) para la época de Carlos V, no sólo recuperó este proyecto iniciado en el siglo XIX, sino que puso en marcha los relativos a los gobiernos de Fernando 1, Maximiliano 1 y Rodolfo IL.

IS BN 978-84-206-8388-1

Editorial

9l7es.20l683881