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Spanish Pages [248] Year 2008
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ue obnfí 16
'
n
buen señuelo para
Verdad...
los mentecatos!
qaidest vertías?— \z preguntó Pilatos.
Vertías est
Vertías est
quod
quod
est...*
est...
t
dice Agustín
muy
serio.
¿y qué es lo que es? ¡Misterio!
La verdad va desnuda, mas morirá doncella; rosa no es verdad en la estrella;
la
verdad de
la
verdad en Arturo no es verdad en Rigel.
la
22
«
Obras Completas ¿Dónde encontrarla entonces? ¿En dónde está su asiento?
«—En
existe, se
Buscarla con Dios,
Bien,
el
ni definirse ¡El
menos en
todas partes,
verdad
si la
amor
la
pueden pensar
ni se
es la flecha
que
los
menguada y
pasión de amor,
de
los
si
conceptos? ¿Rechazas
razón?
la
pasión!
«—Ciega,
sí;
no menguada:
ciega!»
es honda, se nos vuelve sagrada.
amor
carnal, al crecer, se convierte
en un impulso místico que llega a las
más
altas
y en cuyo gran latido así,
de
consigo mismo discutiendo
el
HAUER.
ríe
cimas de
la la
muerte, oblación,
late la creación.»
Una causa primera
(1)
como
la
turba
¡te
tiene los ímpetus, la amplitud, la nobleza
El propio
Y
(1).
sabe encontrar! >
mía, redímese de toda su impureza.
la
que
él.
Verdad, son ininteligibles,
pueden,
«—¿Niegas, pues,
Cuando
entendimiento;
lógica es buscar imposibles:
la
Miguel, te has vuelto loco; ¡Pasión
el
encuentra fuera de
el
doctor,
es tan absolutamente impensable
principio del tiempo o
el
límite del
espacio.— Schopen-
Amado Ñervo vanamente luchaba con su
A
infinito
amor.
solas con sus penas, aquel sabio tan niño,
agitábase, presa del tardío cariño,
preguntándose ingenuo: «¿Por qué
la
adoro
así?>,
y oyendo una voz íntima responder: «¡Porque
¡Con qué el
fin
doctorarse,
cuando se presenta
amor, diez y ocho años pueden más que cuarenta!
una voz baladí
Si allá, dentro del alma,
a los porqués
¿A qué tres si
si
sí!»
más hondos responde: porque sí!
tanto desvelo
si
una
chiquilla frustra
décadas de estudio, de labor pertinaz;
en sus ojos se abisma para siempre
de un
la
paz
filósofo austero? ...
Also sprach Zarathustra!
4 21
IV
LA CIGARRA LÍRICA
JñsT
Como amor es más fuerte que el
los orgullos todos,
pobre hombre acabó por hundirse en los lodos
las indignidades y las humillaciones. Habló de conveniencias, prometió muchos dones,
de
a trueque de una regalo, y si se
mano que
compra,
el
es, si se da, el
mejor
oprobio mayor.
Pero, dichosamente, para tales menguados,
dieciocho abriles suelen ser desinteresados.
La mocedad, mirando entre su luz y 25
el frío
N
d
a
del invierno lejano las
pompas
del estío,
cual la cigarra lírica no piensa en los graneros;
enhebra
al sol
de maj o sus trinos lisonjeros
y vive de rocío. Así, pues, la
muchacha respondió sonriendo
a la oferta de dones:
2b
V
TÁNTALO
Naturalmente, el
tanto desdén trajo el delirio,
torcedor constante del deseo, martirio
sin tregua
de los tántalos, para cuyo desvelo,
no más
certidumbre de
la
Pasada ya se dejó
oir,
siempre su
la crisis, la
la
muerte es consuelo.
voz de su esperanza
diciéndole: «La voluntad alcanza fin; el
mundo 27
se subordina a
ella;
Amado todo
le
montaña y
pertenece: la
hoy y
los
N
Y
los mañanas...»
r
e
v
la estrella,
su filosofía
corroboró, terciando, no sin pedantería: ,
un «entremos, Helena, va usted a
Pero
el
fin...
lo
domaba en
la
al
deseo domaba;
propia palestra, en lo
campo
del combate, en el
al
el estío..
sentir frío...>
santo consejo interior ya lograba
La voluntad
su
Y
trivial!
un «se acerca
más rudo
agresivo y desnudo
cabo—fecha santa— Miguel pudo
exclamar:
— |Ya rompí mis cadenas; ya estás muerto, anhelar! Ya
destruí del
ya no temo a
que fingen a
Maya las
la
las plantas del
contacto de serpiente Escalé ya
la
cima de
y tomé por asalto
Por
fin
a
la
malla resistente;
cuerdas húmedas del sendero
la
medroso viajero
(1).
la
nía
excelencia humana,
ciudad del Nirvana.
eminencia del gran reposo
llego:
maté ya toda angustia, vencí ya todo apego. ¡Yace a mis pies
el
ansia turbadora y tenaz!
¡Estoy en paz..., estoy en paz..., estoy en paz! (1)
Evangelio de Budha..
36
—
IX
LA APARICIÓN
Aquella misma noche,— realidad
o visión
un gran fantasma candido hizo su aparición alcoba en que
en
la
Su
faz
el
sabio, silencioso, velaba.
ambigua de ángel en
la
sombra radiaba;
sus labios se entreabrieron para decir
así:
«¿Te acuerdas de aquel santo consejo que
Yo soy el
oculto que a veces en
ti
te di?
gime,
divino extranjero, el AíMigo sublime (1)
que en el
el ser
lo
hondo de
ti
da silenciosas voces;
Fuerte que te alienta, pero a quien no conoces: (1)
Krishna.
37
Amado e!
que se mira en
y que
«...
te dio,
tu
N
e
alma como en pálido espejo
jo. hace un año, su excelente consejo
Pues bien, Helena es
tuya.
Te
quiere; tu
mutismo
floreció: fructifica tu callado heroísmo; te quiere
y sólo anhela que tus labios
con un
te
o de
que llamáis edén
lo
adoro trémulo,
amigos de
inflar
como una gran
te acogerá.
Ya
den,
pobres hombres,
los
pompas de jabón
«Ve, búscala mañana, pues que,
le
las dichas del edén,
e hinchar nombres.
la quieres:
de cierto
corazón abierto
rosa, su
es tuya. ¡Premio yo así tu
fe!
Tómala.*
Y ¿He de que
ser,
te deje
el filósofo
respondió:— «¡Para qué!
por ventura, tan necio, tan menguado, por
ella
después de haberte hallado?
¡Qué bien, qué paraíso, qué igualan al encuentro del
delicias
Ego
de amor
Superior!
¡Con qué placeres vanos, con qué don baladí pudiera contentarme teniéndote yo a
ti!
Obras Completas jQué deleites podría darme análogos
Oh
al éxtasis
creación
la
de tu contemplación!
mi señor, oh gloria mía, ser de mi
no hay canto de sirena
que valgan un instante de en que anegas tú el
la
dulce quietud
alma; tú eres
reposo divino, tú
dulcemente en
que
al
el
la
la
beatitud,
verdad que
alma; tú
el
brilla
camino, tú
el
puente
lleva a la otra orilla
/VI
del torrente... (1).
Y
ser:
beso de mujer
ni
14
desde aquel instante, fué Migue! en
como
el loto
simbólico sobre
como
el loto
que
mas que
el
el
la
vida
agua dormida;
cieno de los estanques fragua;
florece lejos y sin tocar el agua,
copiándose, trasunto de Budha, su corola
maravillosamente contemplativa y sola!
(1)
Después de haber destruido
el
(2).
deseo, has franqueado
el
torrente y haces pasar esta generación a la otra orilla.— Evangelio
»*
de Budha.
Pero aquel en quien el yo está extinguido, se halla libre de la concupiscencia; no desea ningún placer mundanal ni celeste, y la satisfacción de sus necesidades no le mancha... El agua que rodea a la flor del loto no moja sus pétalos.— Evangelio de Budha. (2)
39
m
N
a
Resbaló caudalosa para
y apacible corriente de un
él la
serena
vivir cristalino,
y no volvió a encontrarse ya nunca con Helena en
el
dulce sosiego de su largo camino...
Madrid, abril-mayo de 1015.
M
ri-mwjoj
.
KAIPA
—¿Queréis que todo esto\ vuelva a empezar? --¡SU— responden^ coro.
Also Sprach Zarathustra.
CN
todas
las
eternidades
que a nuestro mundo precedieron,
¿cómo negar que ya
existieron
planetas con humanidades;
y hubo Horneros que describieron las
primeras heroicidades, 43
Amado Ñervo y hubo Shakespeares que ahondar supieron del
alma en
las
profundidades?
Serpiente que muerdes tu cola, inflexible círculo, bola
negra que giras sin cesar, reirán
monótono
del
mismo
canto, marca del abismo, ¿sois cuento de nunca acabar?... Enero, 30 de 1914.
44
>9io sJ 9b /unan»
jb
ifn
n
FATALIDAD
Desde
que sé
lo
que quiero
con certidumbre perfecta
— me
dijo aquel
hombre austero
de ancha frente y rostro enjuto-
mi vida es un derrotero de
luz,
una línea
recta,
trazada ya en lo absoluto...
A
m
a
é
N
o
«Ninguna vacilación
m
turba mi ecuanimidad ni agita
mi corazón:
Dios puso en
una
eficacia
la
voluntad
de acción,
de fuerza y continuidad tal,
que es
misma de
la
Fatalidad
la creación.
«Sé que
cristalizará
mi anhelo, porque adivino que en este querer el
que ¡y
está
querer de mi destino, grita
en mi alma: «¡Será!»,
abriéndome campo
va,
torvo, inmutable..., divino!»
Febrero, 21 de 1914.
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i
Ux|W vi'í ti»
toderi
on
bv.
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'.i.KJiV
1»
£¿ SILENCIO
]_) ESp uÉs
de unas cuantas voces
de amor, de dolor, de miedo,
que lanzamos en nos reconquista ¡El
la vida, el Silencio.
gran Silencio, que fué
antes de los vanos ecos
de este mundo, y que será
cuando cesen todos 47
ellos!
nado
N
¡Un Silencio
más que
e
r,,
fk
sin fronteras,
inmóvil,
más que muerto;
definitivo reposo,
en cuyo inmutable seno,
ya no se desgranará el collar
de los momentos
ilusorios y fugaces,
porque ya no habrá más Tiempol ¡Descanso de
que en
sí
la
Energía,
misma recogiendo
su vibración creadora, reabsorberá
Julio,
el
universo!
6 de 1914.
80*J9
íobsv
™
8
4fc
V EPITAFIO
II
avait *La maladie de
l
Ab-
solu».
Palabras de un crítico acerca
de AmieL
puÉ, con un buscándose de Dios en en
Tomo
el
delirante misticismo,
él
lo
en Dios, y
la
más hondo de
presencia sí
mismo:
espejo azul de su conciencia.
XVIII
a ¡Intentó,
N
d
e
con ardor, pero
sin fruto,
resolver la ecuación de lo absoluto...
hasta que, al
fin,
cayó en
en cuyolfondo estaba Septiembre de 1914.
50
el
el
lago quieto
gran secreto!
otoñal «toftt sol no?
>
ao?9niM
-
.ion
>.«
.»i
UÍ 19 9h(4fe ,»1KM
£L ENMASCARADO
P resientes que más tarde, cuando ya se precisa la I
gran visión del Término, tu mente contristada
va a
hallar, al fin, el
¿que encontrarás
¿Que con
el
santo secreto de
la clara lente
de tu humildad sincera
vas a estimar precioso lo menor de
y a calibrar
las
la risa?
todo no teniendo ya nada?
cosas ya
adivinando en todas
la
la
vida,
muy de otra manera, excelencia escondida? 51
Amado
N
e
r
v
Razonas bien: no hay dicha como no tener nada,
como no buscar la
nada, porque toda riqueza
llevamos nosotros en
la
veta ignorada
que, al cavar de los años, a relucir empieza.
Mineros excelentes son
buzo de
el
las almas, tropieza
con
el
los años,
famoso
Tiempo, que, a fuerza de ahondar en
enmascarado
lo
mejor
con un ser misterioso:
sutil
y silencioso
que, tras su negra máscara, sonríe en tu interior.
Enero, 9 de 1915.
M ti
M i
VI
LO IMPREVISTO
S
para tus angustias morir sólo es remedio;
si
han de
si
nada ha de
si
en
oscilar tus horas entre el dolor y el tedio;
el erial,
aliviarte tu
no se oye más que que
llora
mal de cuanto ves;
que nunca fecundará tu el
llanto,
bíblico refrán del desencanto
en los versículos del viejo Eclesiastés;
Encógete, callado, y estoicamente espera
que
el
Karma
(inexorable, pero justo) te hiera 53
*4
hasta ...
m el fin.
N
'
Ve, resuelto, de tu castigo en pos.
¡Mas, abre bien, poeta, los ojos avizores:
acaso, cuando
menos
te encuentres,
en tu noche, con
lo
piensen tus dolores, la
piedad de Dios!
Enero, 29 de 1915.
|n«
aui
meq
c
9Up
M
VII
EL MAYA
Eres uno con
Dios: en tu alma llevas
tu paraíso.
Lo
exterior,
que
te
turba y entristece,
no cobra realidad sino en
las deseas,
ti
mismo:
y luego
tú formas las imágenes,
trocándolas en ídolos.
El resultado de tus sensaciones
para
ti
constituye el Universo, 55
N y son tus sensaciones cualidades puras de tu mortal entendimiento.
No
hay objetividad sino en
ti
propio:
tú sólo eres tu fin y tu comienzo.
La personalidad es de
las
que contienen
agua son
restituir
fenómeno
en breve plazo.
(relatividad
entre tú y la materia) por vida...
en
ti
distintos
océano
es el
los llena, y al cual el noble líquido
habrán de
El
el
mas uno
al parecer,
que
ilusión
formas efímeras; los vasos
Mas
ti
tiene
tú desdéñalo, recógete
mismo: verás que no
te hiere,
y ya libre tu espíritu del maya, en divina quietud nadará siempre. Febrero, 28 de 1915.
56
VIII i
b£te¿jft£in
AL CRUZAR LOS CAMINOS
A
L cruzar los caminos,
— mientras, las
lento, su
el viajero
decía
báculo con tedioso compás
malezas hollaba, los guijarros hería—.
Al cruzar los caminos, S *m ote subo* «Uto»
corcel de mi deseo
a cuyo lomo, atado cual Mazeppa, 60
me
veo;
Obras Completas cadena despiadada, que con tus eslabones
me
ligas a los
ciclos de
las
reencarnaciones,
fundiendo cuna y cuna, soldando muerte y muerte,
¡cuándo querrá mi karma que pueda yo romperte!»
Motril
i\
jy
¡Mas, ay de mí, que ansio dominar
que es una fuerza cósmica, cual Primordial torbellino,
cómo
tu empuje, si eres ímpetu ¡si
es la Especie quien
y hace
...
tapar
estallar el
boca
al
el
Pasión
la
Especie,
gime y anhela en cada pecho lo
encuentra estrecho!
mano de
titán,
cráter al volcán!
¡Tanto valdría, loco, razonar un
o detener en su
•**
impedir que arrecie
molde cuando
geyser,
''
la gravitación!
supremo de
¡Vencer!: ¡tanto valdría con la
la
U Í
delirio,
órbita fatal la estrella Sirio!
N
V .
—¡Blasfemia! otros pudieron... ¡Querer es lo que importa!
¡querer! Todo
AHate a la
lo
puedes en Dios que
los ángeles; reclama del
suprema Acógete
victoria al
de vencerte a
te
conforta/
abismo mismo.
ti
espíritu, que vela lo invisible,
y ruega por nosotros con gemido
indecible* (1).
bioinhS UtjfliS oí
VI .
—¡Sí sacuda
haré!
la
entrañas de
la
Tal vez la oreja
Quizá
de
el grito
la
angustia sin tregua que la
noche
sublime!
inmenso de mi dolor taladre
esfinge, que
Que puso en
al fin
y
al
que nos formó con nieblas y
(1)
lo
perdona porque
Romanos,
cabo es madre.
nuestros ímpetus de Amor, sin ley
un soplo de absoluto que pasa por
y todo
me oprime
lo
luz,
el
con alma y lodo,
sabe todo!
8-26.
62
ni
hombre;
nombre,
Obras Co.npletas VII
¡Esperaré rogando que esa Esfinge sombría i
la ...
piedad se abra,
Mas ¿en qué
como
el
como
la flor al día!
Libia, mientras,
mar indomable y
sin fin
voy a esconder mi anhelo,
como
el cielo?
¡Con qué flagelaciones y ayunos de eremita n -"tigaié
un instante no más mi sed maldita!
¡En qué boreales témpanos revolcaré mi fiebre!
¿Qué tálamo de púas
encontraré, que quiebre
mi voluntad de goces, mi agudo frenesí?
¡Oh Causa de
las
Causas, ten compasión de mi!.
Abril de 1915.
¿4*
63
4mM¡
II Étopmz
•
/
.-íi
i
i
li
ENVEJECER.
Envejecer,
envejecer...
con una
alma inmortal, que crece cada día en ardor y terneza: luz de luna,
lumbre de ¡mas...
sol; viril
como ninguna;
templada por
la
melancolía!
Envejecer con un ego potente
que nunca tuvo edad, en quien
no
existe del
pasado
emanación de sin fin
la
la
huella
ni el presente;
Causa
Eficiente,
y sin principio, como
ella.
65
Tomo XVlil
5
m
A
a
d
N
o
¡Envejecer, envejecer, en
medio
de tantas rosas! Con pereza y tedio ir
arrastrando por
la
vida
un cuerpo que se pudre ¡Oh arcano, qué castigo
¡Mas no!
Como
el
triste
sin remedio... el
que nos
distel
leproso que cantaba
en su agujero sórdido, mirando caer su carne
con
vil,
porque se estaba
ella la prisión del alrna esclava
para siempre jamás desmoronando,
Quiero loar a silenciosa y
la
Vejez austera:
nevada carretera
que conduce derecho a
la
al
Gran Convite;
Santa Vejez, que manumite
y es último escalón de Mayo, 19 de
1915.
la escalera.
XI
LA ACCIÓS
Poeta, haz
versos iónicos,
haz versos que conforten, di palabras
los
que
alienten:
hombres nada esperan; temen mucho
Poeta, por Dios, deja
ya los «procedimientos» y manidas retóricas: ¡glorifica la acción,
canta
el
esfuerzo!
67
los
hombr¡
N
m El esfuerzo,
que tiene
todos los sortilegios; la
acción, «que era al principio»,
según
el
doctor Fausto, en vez del Verbo.
La acción no era la
acción
será...
es,
Todo
al principio:
siempre ha sido, es acción;
no h ay más que acción: ¿verdad, oh
filósofos indos?
Pensar no es sino acción; vivir,
un
Nada en
torbellino. el
universo
es estático, todo vibra hasta el infinito.
Imagen de Brahmán, que como
el
lago límpido
palpita, eso es el
Cosmos.
[Brahmán está soñando... soñando en 08
el
vacío!
Obras Completa Escribe estrofas candidas, poeta, siempre ingenuas,
y por eso geniales: ¡el
genio es
el
candor por excelencia!
Que cuando mueras,
piensen
quienes lean tu obra: «|ese
hombre no
más que
fe,
tenía
y nos
la dio,
Junio, 15 de 1915.
nos
la
dio toda!=
Á«k"-
+h
JNi»»,^» '»»*«•
XII
LA DOS PEDES
Dos ai
redes arrojé— me dijo
el
nauta-
fondo del Abismo
en que van buceando
las
preguntas
y en que se pierde todo raciocinio.
Fué
la
red del análisis, primero;
tras ella,
todo
el
desenrollé, y al
pasados en
cable del navio
cabo de
los
tiempos
errar, sin luz ni tino 71
m por
a
d
la llanura
enrollando
N
o
e
r
negra en que no hay playas,
fui el
cable del navio.
Con tembloroso anhelo examiné y de
la
las mallas, hilo
red vi
y estaba
el
el
a hilo,
fondo, con angustia,
fondo de
la
red vacío!»
«Dos redes arrojé— me
dijo el nauta
fondo del Abismo
al
en que van las preguntas buceando
y en que se pierde todo raciocinio: fué la segunda la intuición,
el
hondo
malla firme del instinto,
sentir, la
ojo misteriosamente abierto,
el
imperturbablemente claro y límpido,
que mira desde en y el
lo
el
fondo de
las almas,
más inviolado de uno mismo;
al enrollar,
después de breve tiempo,
cable del navio,
encontré flora y fauna indescriptibles; perlas
enormes de oriente magnífico,
criaturas,
y de tan
v
de tan tenues,
irreales,
bellas, sin igual prodigio;
72
Obras Completas un mundo, un mundo nuevo, todo un mundo, hasta ayer, por mi mal, desconocido...
«Dos redes arrojé- me ai
fondo del Abismo.» Septiembre de 1915.
73
dijo el
nauta-
XIII
IDENTIDAD
«
CL
Tat tvam
que sabe que es uno con Dios, logra
el
nirvana:
un nírvana en que toda tiniebla se ilumina;
humana,
vertiginoso ensanche de la conciencia
que es sólo proyección de en
el
la
Idea Divina
Tiempo...
*
fc El
de y
la
el
vano fruto
lo exterior,
ilusión, se extinge: ya no hay pluralidad,
yo, extasiado, abísmase por
¡y tiene
(1)
fenómeno,
como
Tú
herencia toda
la
eres esto: es decir, tú eres
te rodea; tú eres la cosa en si.
75
fin
en
lo
absoluto,
eternidad!
uno y
lo
mismo que cuanto
»
l.t»**»'^. IHt*t+t
XIV
BRAHMA NO PIEhiA... Ego sum qui sum.
Brahma
no piensa: pensar
Brahma no las
es
bueno
ni
limita.
malo; pues
cualidades en su infinita
substancia huelgan:
Brahma es lo que
Brahma, en un éxtasis perenne,
frío,
su propia esencia mirando está. Si duerme, el
¡mas,
si
Cosmos
torna
despierta, renacerál
Octubre, 12 de 1915. 77
al
vacío;
es.
XV EL TORBELLINO
Espíritu que naufraga en medio de un torbellino,
porque manda mi destino
que
•
lo
Frente
de mi le
que no quiero haga,
al
empuje brutal
terrible pasión,
pregunto a mi razón
dónde están
el
bien y el mal;
7f
N »
la
Quién se equivoca, quién
conciencia, que
yerra:
me grita:
/Resiste! llena de cuita,
o
el titán A que
»Si
me echa en
no es mío
el
me ha
gigante que
tierra.
movimiento vencido,
¿por qué, después de caído,
me
acosa
el
remordimiento?
»La peña que fué de cuajo arrancada y que se abisma,
no se pregunta a
sí
misma
por qué cayó tan abajo;
»
si
y
Mientras que yo, ¡miserable!,
combato, soy vencido, si
caigo, ya caído
aún me encuentro culpable:
>|Y en
el
ni el triste
fondo de mi mal,
consuelo siento
Obras Completas de que mi derrumbamiento fué necesario y fatal!»
de ansiedad
Así, lleno
me
un hermano y yo
le oí
pensando en de toda
decía,
con piedad, la
vanidad
filosofía...
y clamé, después de
oir:
«¡Oh mi sabio no saber,
mi elocuente no mi regalado
argüir,
sufrir,
mi ganancioso perder!» Noviembre, 22 de 1915.
81
Tomo
XVIII
.
XVI
LA PERLA
1 odas al
y todas la
las
las
mañanas
pescas en
Mas un que ya no
como la
noches lanzas tu conciencia
abismo enigmático del sueño,
la
la
recoges,
red de tu cerebro;
día, tan
hondo habrá
la hallarás... El
mudo
caído, piélago,
perla de Oriente, misterioso
guardará en su seno.
Diciembre, 20 de 1915.
XVII
DORMIR
10
lo
que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir!... ¿Sabes?:
el
Sueño
es un estado de divinidad. El
que duerme es un
dios....
Yo
lo
que tengo,
amigo, es gran deseo de dormir.
El
Sueño
es en la vida el solo
nuestro, pues la vigilia nos
85
mundo
sumerge
N en
la ilusión
de
la
común, en
el
océano
llamada realidad. Despiertos
vemos todos
vemos
lo
mismo:
la tierra, el
agua,
el aire, el
fuego,
Dormidos
las criaturas efímeras...
cada uno está en su mundo, en su exclusivo mundo, hermético, cerrado a ajenos ojos,
a ajenas almas; cada mente
hila
su propio ensueño (o su verdad: iquién sabe!).
Ni
el ser
puede
más adorado
entrar con nosotros por la puerta
de nuestro sueño. Ni
que comparte y
te
la
esposa misma
tu lecho
oye dialogar con
que surcan por
los fantasmas
tu espíritu
mientras duermes, podría,
aun cuando
lo ansiara,
traspasar los umbrales de ese
de tu
mundo
mirífico
mundo,
de sombras.
O
C
b
o
p
711
e
l
t
¡Oh, bienaventurados. los que duermen!
Para ellos se extingue cada noche,
con todo su dolor,
el
universo
que diariamente crea nuestro Al apagar su luz se apaga
El castigo el
mayor es
el
espíritu.
cosmos.
la vigilia:
insomnio es destierro
del mejor paraíso...
Nadie,
ni el
más
feliz, restar
querría
horas al sueño para ser dichoso.
Ni
la
mujer amada
vale lo que
un dormir manso y sereno
en los brazos de Aquél que nos sugiere santas inspiraciones... «El dia es de los hombres;
de
los dioses»,
No
mas
la
noche,
decían los antiguos.
turbes, pues, mi paz
amigo: mucho sabes; 87
con tus discursos,
Amado
N
e
r
pero mi sueño sabe más... ¡Aléjate!
No
quiero gloria ni heredad (1) ninguna:
yo
lo
que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir...
Enero, 2 de 1916.
(1)
Variante: «merced».
XVIII
EL SUBCONSCIENTE
C^Ada
vida
le
ofrece su cosecha
y se extingue después.
Cada alma va hacia
él
como una
y en su gran alma chispa nueva
flecha, es.
Cada tránsito en él es enseñanza; cada humana aflicción un
ala nueva, para su esperanza
de perfección.
m
d
a
N
o
r
e
v
El la clave posee de tu estado,
ha pesado
él
cada
desliz;
comprende por qué
él
porque
Es es tu
eres desgraciado,
fuiste feliz.
dueño y señor por quien laboras; conciencia; mas con vastedad el
vertiginosa; él sabe cuanto ignoras,
y lleva en
El vela es
sí
tu eternidad.
cuando duermes, y en
un genial relámpago, un
tu
mente
tropel
de rimas, trémulo y resplandeciente.
Tú
pasas,
sí,
mas
él
es permanente;
tú
mudas,
sí,
mas
él
es siempre
fiel.
Sólo vives para tu Subconsciente, y mueres sólo para
él.
Febrero, 27 de 1916.
90
XIX
EL DIAGNÓSTICO
Siento un deseo agudo de subir al tren
de
las
visto
partir;
me va
y nerviosa impaciencia
una trémula
invadiendo. Ansio
que marcha. El airón multiforme
locomotoras,
de mis balcones, aviva mis anhelos.
Nunca miré a
las
aves con más envidia; nunca
los nobles vuelos ágiles
del aviador,
mi
espíritu
Las nubes andariegas nuestro compadre
el
movieron
me
(1)
hipnotizan;
de esta suerte. el
viento,
viento,
parece que a mi oído va murmurando: «¡Márchate!»
(1)
Antes: «turbaron». 91
A?
Mi corazón
No el
sé
redobla sus penosos íatidos.
qué sentimiento de expectación azuza
corcel de mis ansias.
Un
invisible látigo parece
que
restalla
cerca de mí, una inquieta
motivo suele avivar mi paso.
premura
sin
«Doctor,
dame un
diagnóstico deste (1) mi
— «¡Acaso vasa
morir, poeta!»
Marzo, 21-1916.
(1)
Antes: «para*.
92
mal...;
XX LA VIDA MÓVIL
La vida
móvil, la vida divina,
por dondequiera su paso encamina;
derrama formas: ya ya
la horrible,
de
infinitos
la
peregrina,
adopta. Canta su salterio
modos,
y por sobre todo y por sobre todos, misterio, misterio...
Hondamente amemos puesto que un
las
cosas fugaces,
instante después pasarán. 93
l
m
a
d
N
o
Retengamos ávidos
e
las furtivas
r
v
formas
en nuestro sensorio, porque todas han algo de divino; lo manifestado
de Dios está en la
ellas
un momento; son
fisonomía visible de aquello
que no tiene nombre; todas lucirán no más, y
Venero
un
instante
de
las infinitas posibilidades
todas volveránAbril, 1916.
al
XXI
LA VENDA
O
h lóbrego Misterio, ¡dime
Dime
cómo me
llamo!
quién soy, qué velo tupido de ilusión
oculta al verdadero ser que
me
rige, al
amo
imperioso y radiante de quien mis horas son.
Como
a un hombre vendado a quien no se
la orientación siquiera del sitio
una potente mano, cogido de
me
lleva
a un
fin oculto,
adonde
va,
la diestra,
que acaso cerca
está.
le
muestra
Amado Y me
instante la
¡ay! al intentarlo, la
tritura
Oh
r
e
v
rebelo, a veces, y en mi congoja quiero
no más un solo
mas
N
mis falanges
enigma...
y
venda deshacer:
gran
mano de
acero
¡y sigo así, sin ver!
sin
embargo,
si
con tesón concentro
en mí todq mi anhelo, toda mi voluntad,
hay una perspectiva de luz que se abre dentro,
y orea mi alma un soplo Marzo de
frío
de eternidad.
1916.
90
1(1
XXII
EL GUERRERO
«
Busca
pelee en
(^ombate
y deja que
a mi lado, Guerrero sublime,
combate de todas
tus
armas vestido:
selva es obscura, yo vago perdido,
la
y
al Guerrero
ti.»
el
miedo me
hiela
y
el
ansia
jSon muchos los trasgos! y lo
me
al
oprime.
pobre viajero
invaden continuas angustias y alarmas:
combate a mi lado, sublime Guerrero,
combate vestido de todas tus armas. 97
Tomo
XVIII
7
m
i
a
W
o
«I
Sé que hay un abismo de horror, escondido
muy
cerca:
si
caigo ya jquién
me
redime!
¡Combate a mi lado, Guerrero sublime, combate de todas tus armas vestidol Septiembre de 1916.
HXX
>b tílcdiiioa
ív
aidoq
Ir.
\(
leogpBil gol
eorbum noS¡ n^bfivni oí
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I
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será,
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b!
ollafl o!
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b bbií ,3idi«oii
«198
9b
líilJDj,
Ib *¿9b
9up
en un futuro no lejano,
Cristóbal Colón de algún planeta?
¿Quien sondar
logrará, el
con máquina potente,
océano
del éter y llevarnos de la
mano
allí
donde
los
osados ensueños del poeta?
llegaran solamente jftjVnTJ
ns B192 nsiuQj,
9b lloKO l£dóí¿h j Í9
¿Quién será en un futuro no lejano el
Cristóbal
Colón de algún planeta ?
ni
Amado ¿Y qué sabremos ¿Qué nos
N
r
e
tras el viaje augusto'
enseñaréis, humanidades
de otros orbes, que giran en
noche
la divina
y que acaso hace
silenciosa,
siglos
que nos miran?
Espíritus a quienes las edades
en su
fluir
robusto
mostraron ya
la
de
lo Justo,
lo Bello
y
clave portentosa
¿cuál será la cosecha de verdades
que
deis al hombre, tras el viaje augusto?
O ¿Con qué
luz
¡Oh
la esencial
que
fije
nueva escrutará
el
arcano?
revelación completa
nuevo molde
al
barro humano!
¿Quién será en un futuro no lejano el Cristóbal
Colón de algún planeta?
Octubre de 1917.
l'.2
:
«BTfiowb db Bateíta» u ) na
fifoi
^ »"P ,
escucha tu hueca afirmación,
de tus humos y de tu bufa mímica!
,
170
I
LIV
EL DESFILE
A
SIST0 a un desfile perpetuo.
parte del desfile.
Con
la
Yo soy
Especie voy
marchando, y a un tiempo
la
veo pasar.
¿Somos uno? ¿muchos? ¿El espectador mira con los ojos de todos?
Señor,
qué mínimo y vano nuestro 171
preguntar..,
¿V
Asisto a un desfile perpetuo, y si al
no sé
morirme, ¡oh Dios!, no más andaré,
en otros sigo mi peregrinar;
o
si
si
con
las
que ajenas plantas imagino
he de hollar
el triste
polvo del camino
siempre, sin cesar,
o
si
en tu regazo, pobre peregrino,
hallaré refugio
donde
descansar...
Junio de 1918.
J .
172
LV PASTOR...
Pastor, te bendigo por lo que me Si nada me das, también te bendigo.
Te
sigo riendo
si
das.
entre rosas vas.
Si vas entre cardos y zarzas, te sigo.
¡Contigo en lo menos, contigo en lo más,
y siempre contigo! Junio de 1918.
173
LVI
¡PERO NOt
Parece que
está cerrada la puerta
Parece que
dulce
el
fíat
del
de
las
mercedes
Padre ya enmudeció.
Parece que tus intentos son alas presas en redes; voluntad, voluntad mía, parece que nada puedes...
¡Pero nol
¡Pero nol
Sigue queriendo tenazmente, y con iguales esfuerzos hiere la roca del destino, voluntad.
No
consientas en tus grillos, no consientas en tus males,
y opón
sin cesar a tantas limitaciones fatales
tu propia fatalidad.
Julio,
20 de 1918.
175
'
LVII
LA ORACIÓN
No será lo que quieres— murmura tu plegaria es inútil; el
no verá
el
desaliento—:
tu pupila
dulce bien que sueñas... ¡Imposible es tu intento!»
Yo escucho
estas palabras
como
el
rumor del viento,
y sigo en mi oración, obstinada y tranquila Agosto, 12 de 1918. 177
TOMO XVTJI
12
A
A
(Oinai
S
IHVX omoT
Lvni
ESTE
Este
día
DÍA...
quedó santificado
por angustia sin
tasa, sin
medida;
este día ya fuiste desgraciado
por diez años de vida;
Este día, a través de
la
hosca, estrecha
y despiadada senda en que caminas, los dioses arrojaron la
cosecha
de diez años de espinas; 170
N Este dia, el destino, que te forja sin cesar grillos, cepos, ligaduras,
arrojó ante tus pobres pies la alforja
de todas tus torturas;
Este día, cumpliendo una condena, al
Himalaya del dolor subiste,
y en sus cimas estuvo tu alma en pena heroicamente
triste;
Este día, en que a solas tu conciencia
y
tú, locos
hicieron la ...
de angustia ya los dos,
más
¡es el día
porque en
trágica experiencia,
mejor de tu existencia,
él ni
un instante
Septiembre, 5|de|1918.
180
faltó Dios!
EL PANORAMA
(El poeta, que ha estado asomándose a su propio espíritu, viendo en el espejo de sí mismo el universo, sale fuera por unas horas, y contempla el panorama del mundo... Los seres y las cosas pasan, pasan... pasan. *Maya» teje y desteje sus redes.)
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*
1
LA MAL PAGADA~CANCIÓN
La
(1)
trémula serenata
que en
la
noche azul y plata
bajo unas rejas plañó
por desdenes de una ingrata, la
trémula serenata
ha siglos que se extinguió. En un ms. hay esta nota: «Frente a las ruinas (1) románicas de un castillo del reino de León.» 183
m
d
a
Mas queda aún barandal, y
el
N
o el
e
labrado
ulcerado
muro de aquel torreón esquivo, y está narrado el
amor infortunado
en pergamino rugado
de un archivo de León
Queda, en en que
en
las
una
el
(1).
iglesia vetusta,
eco, al resonar (2)
bóvedas, asusta,
cripta secular,
donde duerme en paz infanta
la
que cerró, adusta
sus oídos
augusta (3) (4),
al cantar.
Antes:
(1)
Pero quedan los forjados hierros y los ulcerados sillares del torreón
de entonces, y están narrados amores desgraciados en pergaminos rugados del archivo de León. Sumida en sombras, adusta. «En paz augusta.» los
(2)
(3) (4)
«la castellana que, injusta,
cerró su oído al cantar. >
184
Obras Completas Queda, en lóbrego crucero, el
busto del caballero,
dentro de un nicho severo,
donde reza una inscripción que fué en
lides el primero,
defendiendo con su acero, contra
el
la Palria
muslín algarero,
y
la Religión.
Queda, para que
la
aprenda
todo amante a quien encienda rapaz con venda,
el
alma
la
canción del trovador;
el
y queda en
de el
la
fin,
como prenda
mal pagada ofrenda,
perfume de leyenda
de aquella cuita de amor.
185
.
.ndigilí
LA TONTA
Permanece
a
la
puerta largo tiempo sentada,
sumergiendo en quién sabe qué abismos su mirada, y cuando los patanes se mofan de
ella,
y cuando
lepreguntan:— «¿Quéhaces?» Responde: —«¡Estoy pensando!»
— «¡Está pensando!»,
todos corean con voz pronta.
«¿Lo oís? ¡Está pensando Sebastiana
Mas
ella
no se inmuta, y sus
la tonta!»
claras pupilas,
con misterioso ahinco clávanse en
las tranquilas
lontananzas bermejas del crepúsculo vivo, que, sin pensar, parece cual ella pensativo... 187
Amado ¿Qué miran esos
atisban en las
como
los
de
los gatos?
nubes— ingrávidas viajeras—
que pasan proyectando sus sombras en
¿Qué acechan en
v
r
e
ojos fulgurantes a ratos,
verdes y estriados de oro
¿Qué
N
las eras?
qué buscan, en
los cielos,
fin,
cuando
tonta a los patanes responde: «Estoy pensando>?
la
Su alma
está en ese
punto de
la
Circunferencia
divina en que se funden la ciencia y la inconsciencia;
donde
los
dos extremos eslabones se traban,
donde empiezan
los simples
y los genios acaban.
B
La madrastra
la riñe sin cesar:
tonta a contentarla...
la
de
la
(1).
nunca
acierta
Mas, después, a
la
puerta
casucha (2) sórdida, Bastiana se desquita,
mirando con sus ojos de jade
la infinita
lontananza (3) en que sangra
la tarde
mientras
murmuran
agonizando,
todos: «La tonta está pensando...»
(1)
Antes: «a complacerla».
(2)
Antes: «cabana».
(3)
Antes: «lejanía». 1^8
III
LOS POZOS
Madre,
madre,
Si supieras
me muero
qué sueño he
— «¿Qué soñabas,
de sed!
tenido...»
mi amor?»
—Pues soñaba
que vivía en un raro planeta, glacial, cristalino.
En un
raro planeta de hielo,
habitado por seres blanquísimos
y de un rubio ideal, que moraban
muy
felices
en medio; del
frío.»
189
Amado
N
e
«Los enormes, translúcidos témpanos, azulados, a la luz de un tímido satélite verde, fingían
fantasmas
envueltos en linos irreales,
o montes absurdos
de amatistas, topacios,
zafiros...»
«Y recuerdo también, madre que en ocultos
mía,
sitios
llenos de misterio,
vigilados siempre por custodios, rígidos,
gigantescos, mudos, había unos pozos,
unos pozos hondos... hondos, ¡de aire
liquido/*
«Era ciento ochenta grados bajo cero su temperatura...»
— «¡No delires, hijo!»
— *¡Ciento ochenta grados bajo Y
si
cero,
madre!
por descuido
un bloque de hirviendo
al
hielo caía en
un pozo,
contacto de aquel cuerpo
«
se alzaban columnas de «vapor de aire»
lanzando, rabiosas, sus agudos 190
silbos...»
ígneo
Obras Completas cEsos pozos estaban cubiertos,
y
muy
recatados, y
muy
escondidos.
Pero yo, muriendo de sed,
...
fui a buscarlos,
de
hielo,
fui
a buscarlos,
madre, por entre los riscos
con ansias de apagar
lumbre
la
de mis fauces ávidas (mientras que, dormidos,
borde
los rubios guardianes, yacían al
de cada hoyo
estigio).»
«Y abriendo
la
tapa de uno, del
por inadvertencia resbalé ¡Resbalé a
la
al
más grande,
abismo.
sima negra, en cuyo fondo
había aire líquido!»
«¡Oh, qué sensaciones deliciosas, madre!
¡qué estupendo ¡Por
fin
frío!
a estos labios de brasas,
mayor de
la
fuente
frescura refrigeraríalos!»
«¡Pero no acababa de caer
¡No llegaba
al
fondo!
al líquido!
Nunca terminaba mi derrumbamiento: ¡sólo iba creciendo
mi
frío!» 191
Amado Ñervo «¡Al fin llegué, madre, llegué,
...
qué ventura!
¡qué baño divino! ¡qué inmersión silenciosa en las linfas
insondable del pozo dormido!...»
«¡Mas
ay!
que
al
contacto de aquellos caudales,
de aquellos caudales claros y tranquilos, sentí
que mi cuerpo se
como un gran ¡Era
yo un cadáver de cuarzo! ¡un cadáver
infinitamente ...
cristalizaba
diamante, volviéndose nítido!
frío, frío, frío!
¡Pero libre, madre, de sed para siempre!
¡de esa sed
inmensa que ya no
resisto!»
«¿Por qué he despertado? ¿por qué volví
de este ...
lecho?... ¡Madre, tu
¡Llévatelo! ¡Quiero
vaso está
tibio!
que me des un vaso
de aquel aire líquido!»
192
al
horno
IV
EL MAYOR DE LOS BIENES
Mientras Luz del dolor, en
se retuerce bajo el trémulo filo
un ángulo de
la estancia,
harmoniosa, un trasunto de perpetúa
el
la
milagro de su augusta actitud.
Luz, que fué, por falacias de un
(¡como
en quietud
Venus de Milo
tantas!), la
Don
fuga supo ya del
Juan, seducida
infiel;
y pensando en su honra, para siempre perdida, llora
todas sus lágrimas, vierte toda su
hiél.
193
Tomo
XVIII
13
Amado Entretanto, sin igual,
la diosa,
en que
el
N
r
é
v
que vivió en un pasado
cuerpo, con divino impudor,
se ostentaba orgulloso, y amar no era pecado,
con sus ojos
sin
lumbre mira aquel gran dolor.
jOh modelo de
Fidias,
noble carne desnuda:
esos brazos que faltan a tu estatua sin par, cobrarlos pudieses, los tendieras sin duda
si
a
la
hermana que
llora
su delito de amar!
Rodearas con ellos su cabeza, sus sienes en tus pechos altivos descansaras quizá, y a su oído
amar ¡el
es,
dijeras:
«oh mujer, ya no penes:
aun con lágrimas,
el
mayor de
los bienes;
amor, aun sin honra, dios por siempre será!»
UNA DAMA SENTIMENTAL
Jjna dama sentimental, entrada ya en los treinta
Una
y...
tibia tarde otoñal.
Escenario: calle ideal
de algún umbroso Sans-souci.
¿Versos? {También! Pero mejor la
melodía que
canta
el
al fluir
rizado surtidor,
loco de saltar y reir. 195
m
d
a
Como un la
N
o
r
celaje blanco por
serenidad del
cruzan
e
zafir,
las alas del
amor.
II
Sueña
maduro
la
dama que un amante
ya, fino, elegante,
la
mano en
le
dice cosas de ternura...
la
mano,
Allá en ocaso, lila,
al
oído
un desvaído
trémulo, malherido,
sucumbe
al fin
a
la negrura...
III
Decir a la
«¡Amor, por qué no te vas, cayeron,
si
ya
las hojas
si
ya
las nieves vinieron,
si el
mirlo no canta
jAmor, por qué no 196
más?
te vasl
dama
oyeron:
Obras Completas «Turbas con fiebre funesta
un alma que estaba presta a
partir,
y en su desdén
por todo humano prurito,
buscaba en el solo, el
el infinito
máximo
bien.
«Agitas un corazón
en que
la
primer pasión
nació veinte años
Golpeando
el
atrás...
aldabón
de un portal ruinoso
¿Oyes? ¡Suena
estás.
la oración!
¡Amor, por qué no te vas!»
IV
La oyeron aún «¡Mi cáliz he de beber!...
Ya no
quisiera vivir,
pero vivo sin querer...
¡No sé
ni
cómo
sufrir,
pero sufro sin saber! 197
decir:
nado jAmar
sí sé,
N
s
con ardor!
Toda yo me entrego
así...
¡Mas, de qué sirve ese amor si
no me quieren a mí!
Amor
tal
es flor precaria
que nadie viene a
aspirar;
¡es estrella solitaria
que muere
sin alumbrar!»
hoq nu eb
Pobre dama sentimental entrada ya en los treinta Si hiela
toda si
un
flor
y...
hálito glacial
en torno de
ti,
a nadie mueves con tu mal,
pobre dama sentimental,
yo
te querré...
quiéreme a mí.
198
VI
LA NOVIA
Vigilate, quia nescitis
qua hora
Dominas venturas sit. Mat. XXIV. 221
La
sutil
destemplanza de una tarde marcerá
enfermó sus pulmones; su invisible puñal le
clavaron los cierzos en
y hela
allí
entre las rosas
la
espalda de cera,
que ofreció primavera,
cual friolentas primicias para su funeral... 199
El ajuar de la novia terminado se hallaba,
y ya
el
novio, impaciente, con febril anhelar,
los minutos, las horas y los días contaba.
El ajuar de la novia terminado se hallaba,
cuando vino
el
Esposo que no sabe
Cuando vino
el
que sorprende a
Esposo que nos
las vírgenes
en
la
esperar...
hiela el deleite,
noche
falaz,
y requiere las lámparas que no tienen aceite...
¡Cuando vino y nos
Ella supo, la
y
el
Esposo que nos
no obstante, cuál
voz queda de un ángel le dijo:
«No temas;
y tu beso de bodas
hiela el deleite
con un beso de pazl
sella los labios
sería su sino:
oído
le
será blando
el
el
al
habló
camino,
más dulce y divino
de los besos de bodas...»
Y
200
sonriendo murió.
VII
CABECITAS...
Muchachas,
cabecitas sin pensamiento;
[pero tan bellas!
Con
esas actitudes tan armoniosas,
cuando parece que con
la
mano en
estáis
mirando nubes y
la barba... ¡y estáis
estrellas
mirando muy otras cosas!
¡Los límpidos cristales de vuestras mentes jcon
cuan pocas ideas se han empañado!
Sois divinas por eso,
como
las fuentes,
ique sin saber, reflejan soles fulgentes,
y jamás ha una
huella contaminado. 20»
Amado {Columnas de
la raza,
N
«
r
del laberinto
del amor, venideras dulces Arianas,
en vuestra joven alma
late el instinto
primordial, sin mancilla de ciencias vanas!
Dios hizo de vosotras del ser;
dicen
si
sí,
de
la
vida cuaja
Muchachas, cabecitas pero tan
el
instrumento
vuestras bocas, lindas doncellas, el
portento-
sin pensamiento,
bellas...
m
vra
LA
NUBE
Qjut de cuentos de hadas
saldrían de esa
nube
crepuscular, abismo celeste de colores!
Cuánta vela de barco, cuánta faz de querube, cuánto fénix incólume, que entre las llamas sube, cuánto dragón absurdo, cuántas divinas
jCuánto plumón de cisne, cuánto
flores!
sutil encaje,
cuánto pavón soberbio, de colas prodigiosas, cuánto abanico espléndido, con áureo
varillaje,
cuánto nimbo de virgen, cuánto imperial ropaje, cuántas piedras preciosas! 203
m Mas
N
a
ella
no
lo sabe,
y ensaya vestiduras
de luz y vierte pródiga sus oros y sus cobres, para que
la
contemplen tan sólo
tres criaturas:
¡un asno pensativo, lleno de mataduras,
y dos poetas
líricos,
muy
flacos
y
muy
pobres!
O
204
IX
LA CARICIA
Abril. Cesó
la lluvia.
Finge
el
prado
cosecha de diamantes, cristalino reguero de esmeraldas. El nublado
majestuoso se
aleja,
como
vino.
Glorifica el cénit, transfigurado,
un solemne crepúsculo ambarino. ...
las
¡Yo
me detengo
húmedas
a oler, embelesado,
matitas del camino! 205
Amado Tonicidad eléctrica
Me
me
siento ágil y mozo;
nueva y
Todo mi
N
sutil
me
i
inunda.
una
invade,
e
delicia
me
circunda.
es color, virginidad, primicia;
espíritu se
anega en paz profunda.
¡Parece que Dios
mismo
lo acaricia!
X EL LUCERO
()uién sabe
A a
ti,
si el
sufrir rejuvenece!
cuya alma en pena sangra y
ti,
que con cada tormento en
el
(1)
te
amanece
pálido rostro nueva aurora.
Ninguno toda
llora,
que sólo eres dolor, parece
la
al verte (1)
magnitud de
«Nadie
al
presumir podría
tu agonía.
mirarte.»
207
Amad La urna de
N
tu espíritu, cerrada,
fielmente esconde sus angustias...
Pero ¡con qué doliente luz tiembla un lucero
en
el
abismo azul de
tu mirada!
sup
208
XI
EL POETA NIÑO
Sufrió su rió
su
pasión,
reir,
cantó su canción ...
¡y se fué a dormir!
Se marchó risueño después de cantar, y
Tomo
XVIII
tal
es su sueño,
d
b
N
o
e
que no tiene empeño en despertar.
jay!
Sufrió su pasión, rió
su
reir,
cantó su canción ...¡y
se fué a dormir!
210
xn EL
Su voz sin
duda
más dulce que una orquesta fué...
Más que un
cristal
su alma fué pura y manifiesta. jEstar
con
Él, era
una
fiesta!
¡Morir por El, un ideal!
Ha dos
mil años
que pasó
sembrando paz, vertiendo y de
la tierra se
miel,
adueñó.
¡Ha dos mil años que murió, y
el
mundo aún
vive por El! 211
'1*1
*
1
u¿
fiÍ83¡
rioMi
VI
I
POETA, TÚ
Poeta,
no cantes
tú
NO CANTES
la guerra; tú
LA GUERRA...
no rindas
ese tributo rojo al Moloch; sé inactual; sé inactual y lejano
como
la luz
llega a la
de un
como un astro,
Huye de
el
los siglos,
humanidad.
la
marea de sangre, hacia otras playas
donde se quiebren límpidas donde
dios de otros tiempos,
que a través de
las olas
amor fecundo, bajo de
de
cristal;
los olivos,
hinche con su faena los regazos, y colme las
ánforas gemelas y tibias de los pechos
con su néctar
vital.
215
m
A
Ya cuando ya cuando
las
d
a la
r
e
v
locura de los hombres se extinga,
coronas se quiebren
del orfeón coloso
ya cuando de
N
o
al
compás
que cante marsellesas;
las ruinas resurja el Ideal,
poeta, tú, de nuevo, la lira
entre tus manos,
ágiles
y nerviosas y puras, cogerás,
y
la nítida estrofa, la estrofa
de
las
la estrofa llena
alegre,
de luz y oro,
robustas cuerdas otra vez surgirá:
de óptimos estímulos,
la estrofa
que murmure: «¡Trabajo, Amor y Paz!»
Agosto, 3 de 1915.
«H$ri ,
..
216
o
DESPUÉS
Tanta
oblación heroica no ha de fructificar?
Señor, esta oleada roja, la has permitido...
¡Cuántos caen a diario! ¡Cuántos han sucumbidol
N
¡Su sangre ya no es lago, Señor: su sangre es mar!
Tan
lento y silencioso martirio nos asombra.
Mientras ellos perecen,
ellas,
en un rincón,
trabajan, sufren, callan, esperan en la sombra...
¿Su enorme
angustia, Cristo,
no ha de tener sanción?
217
I
Amado Aguardemos Después del
las flores
más
e
r
v
bellas para luego.
torbellino, las rosas se abrirán.
mundo, como un
El
N
fénix, resurgirá del fuego,
y en muchas almas, nuevos soles se encenderán!
iQuién pensará en
Con
la
restañará su sangre la
en
el
noche cuando despunte
el dial
sereno júbilo de una labor tenaz,
el
humanidad
regazo inmenso de
la
bravia,
divina Paz!
¡De nuevo hermanos todos los hombres, sentiremos
que y en al
mundo
el
él,
es nido vasto, de maternal calor,
con ideales lejanos soñaremos,
misterioso arrullo de una canción de amor! Agosto, 22 de 1915.
.
218
III
LO QUE-MOS QUEDA:
Porque
en este aluvión de sangre y lodo
se hundió nuestra fortuna, ¿te querellas?
En suma, deja que se pierda
todo:
¡siempre habrán de quedarnos
las estrellas!
¡Siempre habrá de quedarnos palidez de
y
el júbilo
y
la
las
noches enlunadas,
del hora matutina
paz de
las tardes fatigadas,
y mi ternura casta, y serenidad azul de Julio,
'cus
la
divina
miradas!
30 de 1915. 219
la argentina
•
.
"
IV
LA NIEVE MISTERIOSA DE LA
Ven,
ya llegó
la
MONTAÑA
hora del amor: ¿por qué inmóvil
y silencioso estás frente de tu ventana?
¿No
te
esperan mis besos?
—Déjame: la
nieve misteriosa de
—He
aquí
el libro
¿por qué sobre
la
la
que enseña tanta
mesa
estoy mirando
montaña.
lo
abandonas,
filosofía:
sin
gana
de sondar sus honduras?
—Déjame: la
nieve misteriosa de
la
montaña... 221
estoy mirando
Amado Ñervo —Poeta,
el
mundo
supo
crear...
tiembla de expectación:
cuanto
científica destruye
Asómate a
la
ambición de
o
el
la
nieve misteriosa de
la
la
los fuertes,
temor de los
especie
la
Horda
humana
lucha; comparte
que triunfarán mañana,
débiles...
— Déjame: estoy mirando la
montaña!
Diciembre de 1915.
.•xm
222
pROPósno
Et s'ü ne
reste qtfan, je setal eelai-lát
VIctor Hugo.
Aun cuando el mundo entero, borracho de crueldades, a proclamar llegara el
culto de la fuerza,
la
destrucción del débil,
el
aniquilamiento
de todos tú,
los
pequeños,
poeta, en el fuero
de tu conciencia
libre;
223
Amado tú,
en
el
N
e
r
humilde campo
de tu acción, de tu vida, ¡sé misericordioso!
¡Sé cordial, sonriente,
humano, siempre humanol
No
hagas
de
tallo
sufrir ni a
un mínimo
sensitiva;
amordaza
el
vocablo
irónico, prefiere
cortar las alas de oro
a
las abejas áticas
del epigrama; deja
que
te
para
juzguen inerme
el alfilerazo
maligno; que en tu alma tan solitaria y la
muda,
compasión florezca
como
el
nardo en
invierno...
¡Y tu corazón sea
urna que guarde un poco
de
la
piedad de Cristo!
Marzo, 16 de 1916. 224
VI
EL VELO
(^ómo
ha delirado
la
demencia humana
a través del tiempo! ¡Cuántas religiones!
¡Cuánta lucha
estéril!
enseñoreándose de
...
Y
¡Qué de angustia vana
los corazones!
Tú, en tanto, incólume sobre
Raíz de los seres, pura y
Unidad de todas eres, el
las
edades,
cristalina,
las pluralidades,
como encima de
las
tempestades,
azul de eterna limpidez divina. 225
Tomo
XVIII
15
Amado Con
N
e
r
v
sus propias nubes, los hombres velaban
y lo velan aún; te escondía cada torbellino de los que se alzaban
tu rostro,
entre las contiendas que por
ti
libraban,
todavía. y que hoy, insensatos, libran
La sangre vertida se encharca en pantanos^ que son, con sus miasmas, velo pertinaz entre tu perenne luz y los humanos. ¡Si el
•
cesan un día las pugnas de hermanos,
mundo,
al instante,
mirará tu Faz!
Febrero, 3 de 1918.
226
VII
YA ES MUCHO...
(^omo no a
estamos rompiendo a duras penas
cascarón de
el
la
animalidad,
exijas perfecciones nazarenas
la
antropopiíeca humanidad:
ya es mucho que haya algunas almas buenas
que
irradien
un destello de piedad. 227
N
m No ya es
No al i
quieras del
mucho
si
Amor
ánforas plenas:
contienen
la
mitad-
pidas ondas blandas y serenas
mar esquivo de
la
sociedad:
ya es mucho que no rompa
las
entenas
y el casco del bajel la tempestad! Abril de 1918.
228
VIII
EL CRISTO
O
h mi Señor, tú
sino en
el
hondo
pero los malos
te
FUTURO
callas, tú
ya no dices nada
instinto del
alma que
hacen hablar,
¡ay!,
te invoca;
y en su boca
tu voz se vuelve grito de guerra y son de espada.
Tu
eterna
mansedumbre
se torna marejada
de horror; tu marlo pródiga cual garra nos sofoca, y surge, en vez del agua, la sangre de del
la
roca
mundo, y toda nube de rayos va preñada. 229
Amado Ñervo ...
los
Mas un
día (¡benditos quienes lucir le vean!)
hombres, que a su imagen y semejanza «crean»
a Dios, serán tan grandes, que abismarán cruel, obscuro, torvo, ¡y tú
en
la
al
mito
que gozaba matando,
mente humana
te irás
hasta llenar de músicas y luz
230
agigantando,
el infinito!
ÍNDICE
ÍNDICE
Págiaas.
LA CONQUISTA
13
Al lector
I.— La redoma que se abre
15
II.— «Peras al olmo»
17
III.— Diálogo interior
21
IV.— La
cigarra lírica
V.-Tántalo
VI.-E1 Dios
25 27
interior
29
VII.-Helena
33
VIH.-Un año
35
IX.— La aparición
37
c
e
Páginas.
II
LOS LOTOS
I.-Kalpa
43
II.— Fatalidad
45
III.— El silencio
47
IV.-Epitafio
49
V.— El enmascarado
51
VI.— Lo imprevisto
53
VIL— El maya
55
VIII.— Al cruzar los caminos
IX.— Lamentación
del voluptuoso
57
59
X.— Envejecer
65
XI.-La acción
67 71
XII.— Las dos redes
75
XUI.-Identidad
XIV.— Brahma no piensa XV.-E1 torbellino XVI.-La perla XVII.— Dormir
79 83 85 89
XVIII.-E1 subconsciente
91
XIX.-E1 diagnóstico
XX.-La
77
93
vida móvil
XXL— La venda
95 97
XXII.-E1 guerrero 234
índice Páginas
.
99
XXUI.-Spes XXIV.-Llévete yo
101
XXV.-E1 espectador XXVI.-La diosa
103
XXVII.-Le
105
109
tienes
XXVIII.-E1 gran
111
viaje
XXIX.-No más música XXX.-Deidad XXXI.— Liberación XXXII.— Sin ti, por ellos
113 1
15
117 121
XXXIII.-Bien sabes
125
XXXIV.-Uno con «Él» XXXV.-E1 foco XXXVI.—Remanso
127 129
133
XXXVII.— Los lentes XXXVIII.— Revelación XX XIX.-Quosque tandera
135 137 139
XL.— Comprensión
141
XLI.-Mío
143
XLII.-Jesús
145
XLIII.— Los manantiales
147
XLIV.-La doctora
149
XLV.— Timonel pensativo XLVI.-Heráclito..
151
153
XLVII.-Difusión
155
XLVIII. -Libros
1
XLIX.— A mi hermana la monja L.— «Soy un viejo» 235
57
161
163
Páginas.
LI.-La sed
165
LIL— La beatitud
167
LIII.-Ridendo
LIV.-E1
169 171
desfile
LV.-Pastor
173
LVI.-¡Pero no!
175
LVII—La
177
oración
179
LVIII.-Este día
III
EL PANORAMA
I.— La mal pagada canción.
II.-La tonta III.— Los pozos
189
IV.— El mayor de
V.— Una dama
183 187
los bienes
193
sentimental
195
VI.-La novia
199
VIL-Cabecitas
201
VIII.-La nube
IX.—La
203 205
caricia
X.— El lucero
207
XI.— El poeta niño
209
XII.— Él
211
236
d
i
4*»
*
4 .* •
PLEASE
CARDS OR
DO NOT REMOVE
SLIPS
UN.VERSITY
FROM
THIS
OF TORONTO
POCKET
LIBRARY
PQ Ñervo, Amado 7297 Obras completas de Amado N5A1325 Ñervo 1920 v.18
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