La alienación: historia y actualidad [1a ed.] 9789871505272

Entre las principales dificultades que surgen a la hora de estudiar la categoría de alienación se encuentra la incongrue

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Spanish Pages 127 [126] Year 2012

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Table of contents :
Sobre la génesis de la categoría de alienación
Educación: la cuestión de la alienación individuo-género
Los ejercicios de la subjetividad. Las cosificaciones inocentes y las cosificaciones alienadas
Las categorías de objetivación, enajenación y alienación en el último Lúkacs
La alienación en la Ontología del ser social
El fenómeno alienación y sua actialidad como contenido de la crítica al capital: todavía Marx
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La alienación: historia y actualidad [1a ed.]
 9789871505272

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Antonino lnfranca - Miguel Vedda (compiladores)

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La alienación: historia y actualidad Antonino lnfranca, Miguel Vedda © 2012 Ediciones Herramienta

Colección Pensamiento Crítico Buenos Aires, Argentina Diseño de tapa: Mario a. de Mendoza Diseño interior: Anahí Cozzi Corrección: Miguel Vedda Coordinación de edición: Chiche Vázquez Ediciones Herramienta Av. Rivadavia 3772 - 1 /B - (C1204MP) Buenos Aires, Argentina Tel. (+5411) 4982-4146 Correo electrónico: [email protected] Página web: www.herramienta.com.ar ISBN 978-987-1505-27-2 Printed in Argentina Impreso en la Argentina, agosto de 2012 Este libro ha sido parcialmente financiado gracias al proyecto de investigación Ubacyt 20020100100122 (Programación Científica: 2011-2014; director: Dr. Miguel Vedda). Todos los derechos reservados Hecho el depósito que marca la ley 11. 723 lnfranca, Antonino Miguel Vcdda (compiladores)

la alienación: historia y actualidad!/ Antonino lnfranca, Miguel Vcdda - la ed. - Buenos Airts: Herramienta, 2012. 128 p. ; 20x 14 cm. - (Pensamiento critico)

1. Tcorias Económicas. l. Vedda, Miguel 11. Titulo. CDD 330 Fecha de catalogación: 20/07/2012



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Indice

Acerca de los compiladores.......................................

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Introducción: Sobre la génesis de la categoría de alienación Antonino lnfranca - Miguel Vedda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Educación: la cuestión de la alienación individuo-género Ana Selva Albinati..................................................

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Los ejercicios de la subjetividad. Las cosificaciones inocentes y las cosificaciones alienadas Ricardo Antunes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Las categorías de objetivación ( Vergegenstdndlichung), enajenación (Entduj]erung) y alienación (fntfremdung) en el último Lukács Ronaldo Vielmi Fortes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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La alienación en la Ontología del ser social . Antonino lnfranca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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El fenómeno alienación y su actualidad como contenido de la crítica al capital: todavía Marx Jesus Ranieri . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109

Acerca de los compiladores Antonino lnfranca: Filósofo italiano. Se doctoró en filosofía en la Academia Húngara de Ciencias con una tesis sobre el concepto de trabajo en Lukács. Realizó investigaciones en el Archivo Lukács de Budapest. En 1989, recibió el Premio Lukács. Es autor de Giovanni Gentile e la cultura siciliana (1990), Tecnécrates (1998; trad. al portugués: 2003; al castellano: 2004), El otro occidente (2000; trad. al francés: 2004), Trabajo, individuo, historia. El concepto de trabajo en Lukács (2005), Los filósofos y las mujeres (2006). Coeditor de G. Lukács Testamento político y otros escritos sobre política y filosofía (2003), G. Lukács, Ontología del ser social: El Trabajo (2004) y Gyorgy Lukács: Ética, Estética y Ontología (2007). Ha publicado numerosos artículos sobre Lukács, Bloch, Gramsci, Kerényi, Croce, Heidegger; .ha traducido al italiano los ensayos de Dussel sobre Marx. Miguel Vedda: Doctor en Letras por la UBA. Profesor titular de Literatura Alemana en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), investigador del Conicet y coordinador de la cátedra libre "Teoría crítica y marxismo occidental" (FFyL, UBA). Publicaciones recientes: La sugestión de lo concreto. Estudios sobre teoría literaria marxista (2006); Ernst Bloch: tendencias y latencias de un pensamiento (2007); Observaciones urbanas - Benjamín y las nuevas ciudades (2008); Walter Benjamín: constelaciones dialécticas (2008); en colaboración con Carlos Eduardo J. Machado, Siegfried Kracauer: un pensador más allá de las fronteras (201 O); La irrealidad de la desesperación. Estudios sobre Siegfried Kracauer y Walter Benjamín (2011 ). Es coeditor, con Regula Rohland, del Anuario Argentino de Germanística y, con Isabel Hernández, del lbero-amerikanisches Jahrbuch für Germanistik. Miembro del consejo editor de Herramienta.

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La alienación: historia y actualidad

1 NTRODUCCIÓN Antonino lnfranca Miguel Vedda

Sobre la génesis de la categoría de alienación 1 Entre las principales dificultades que surgen a la hora de estudiar la categoría de alienación se encuentra la incongruente variedad de significados y connotaciones que, en el curso del siglo XX, se vincularon con el término; particularmente, a partir de los años sesenta, cuando, en el seno del existencialismo, el psicoanálisis o ciertas versiones vulgares de la sociología, se convirtió al término en una suerte de categoría passe par tout, capaz de englobar, por ejemplo, la angustia generada por la vida en las grandes ciudades, los traumas ocasionados por los procesos de modernización o ciertos conflictos psicológicos explicables, en primera instancia, a partir del contexto familiar o de la vida privada. En una relación, por momentos, estrecha con esta vulgarización se encuentra la tentativa para desechar la categÓría: cOnsiderándola como un término obsoleto que no resulta válido para dar cuenta del capitalismo tardío, o incluso -de acuerdo con una versión más radical- como un nocivo remanente del idealismo, que habría que desterrar de la filosofía marxista. Entre los Introducción •

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exponentes de esta última posicion podríamos mencionar, en primera linea, a la escuela de Althusser, que insistió en presentar a la alteriación -y, a la vez, a los componentes subjetivos, "cOnscientes"- como un resabio hegeliano que

presuntamente habría desaparecido en la producción del Marx maduro y tardío. Es, por ejemplo, curiosa la tentativa que Althusser realiza en el Para Marx (1965), en el contexto de una reseña de la traducción realizada por Bottigelli de los Manuscritos económico-filosóficos Í:le 1844, para presentar a estos como el más claro testimonio de un "estadio feuerbachiano" en la evolución de Marx, aun cuando en los Manuscritos se despliega ya una critica a Feuerbach, y a pesar de que las conocidas Tesis, sobre Feuerbach fueron escritas en la primavera de 1845, unos meses después del trabajo en los Manuscritos. Buena parte de los defensores y críticos de la categoría han coincidido en negarse a realizar un análisis textual e histórico del término y, sobre todo, no se han esforzado en indagar el sentido -o los sentidos- que posee en la obra de Marx. Pero incluso en artículos orientados a reconstruir la historia de la categoría vemos simplificaciones análogas a las que hemos descrito. Así, Georges Labica concluye un articulo sobre la alienación diciendo que "la alienación, fuera del uso jurídico-económico estricto, o de su sentido filosófico original, ninguno de los cuales es marxista, es solo una noción· confusa de la que conviene desconfiar" (Labica, 1999: 21).' Aunque más mesurado, Nikolaus Lobkowicz dice que la alienación es objeto ante todo de una comprensión intuitiva que "deja lugar a bastantes interrogantes, más que a delimitaciones claras y lógicamente determinables. El concepto de alienación es, heurísticamente, poco fecundo" (Lobkowicz, 1975: 69). En uno y otro caso, la atención a la letra misma de Marx -y a la de sus antecesores inmediatos: Hegel, Feuerbach y HeBha sido insuficiente; más relevante es estudiar la historia que el término de alienación tiene en la filosofía inmediatamente 1

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Donde no se indica algo diverso, tas traducciones son nuestras.

• La alienación: historia y actualidad

anterior a Marx, y en el Marx de los Manuscritos, como base para considerar luego si la alienación ha perdido o no su actualidad en cuanto aporte duradero o categoría fundamental para entender el estadio actual del capitalismo. Comencemos anticipando el hecho de que, en la evolución del término alienación (Marx utiliza indistintamente las palabras alemanas Entfremdung y Entliuf3erung;2 seguimos aquí la tradición de traducir al castellano el segundo término como enajenación), se verifica un desplazamiento desde un _ abordaje teológico a ·otro econórmco-politico, y que Marx ha ejercido una influencia decisiva en ese pasaje. Sin embargo, no habría que presuponer que la relación entre religión y economía es equivalente a la que existe entre mentira y verdad; por un lado, porque la propia economía política (Nationalokonomie) se encuentra, según Marx, tan dominada por la alienación como la religiosidad cristiana: es significativo que Marx suela emplear un lenguaje teológico para hablar de ta' economía burguesa: así, apoyándose en Engels, en los Manuscritos habla de Adam Smith como "el Lutero de la economía política", o se refiere, en el conocido parágrafo del libro I de El capital referente al fetichismo de la mercancía, a los "caprichos teológicos" de esta. Adrede hemos tomado un ejemplo correspondiente a la obra juvenil y otro a la obra tardía -supuestamente, la etapa "positivista", "científica" y libre de "resabios idealistas"-; y cabe recordar, respecto del segundo ejemplo, que la categoría de fetiche (que aparece tempranamente en Marx, ya en obras escritas en colaboración con Bruno Bauer) remite a la religión. Por otra parte, la religiosidad judeocristiana, aCinargen de su carácter alíe. nante y _alienado, tampoco tiene que ser excluida del análisis como si se tratara de una simple mentira: Marx cree que es posible encontrar en ella algunas claves para comprender la 2 Cf., sin embargo, en este volumen la brillante contribución de Jesus Ranieri, que sostiene la existencia, en Marx, de una distinción entre ambos términos. Aunque no estamos de acuerdo con la tesis, insistimos en ttamar la atención sobre la profundidad y solidez de los argumentos de Ranieri.

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Introducción •

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alienación humana, cuyas verdaderas causas se encuentran, por cierto, en. otro lúgar. -- P�drfa'mos tomar como ��rnplo de ello el Génesis bíblico; es sabido que allí se presenta ya al trabajo humano en términos de (''""""""'' castigo: una vez que come del árbol de la cien. . .. '""""'"' cia, el hombre se ve condenado por Dios a un trabajo servil ("Con trabajo sacarás de ella [de la tierra] tu alimento todo el tiempo de tu vida [ ... ] Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra"; Génesis 3, 17 y 19). El trabajo visto en términos de castigo es aquí la contraparte ' de. un paraíso entendido como espaéíodel- puro consumo: el � . . . . ·, -hombre era, er. el Eden, señor de una tierra que le brindaba sus frutos, p_ero en la c4�l n9 p9g_ía desplegar su creatividad. Puestos ante una cosmovisión semejante� podemos preguntarnos si ., h.ay, .....,..,,..,. en el Génesis, . algún espacio para un trabajo no alienado, en que sea posible objetivar lo que Marx llamaba "capacidades esenciales" (Wesenskréifte). Tendríamos que decir que, en vista de una caracterizacion tal del hombre, una posibilidad creativa tan elevada solo podía estar reservada al mismo Dios; y, en efecto; erYahvé del Génesis representa una imagen tal. En Para una ontología del ser social (publ. en alemán en 1984 y 1986), señala Lukács que "En la historia de creación del Antiguo Testamento [ ... ] Diqs no solo examina � siempre lo ejecutado -tal como lo hace el sujeto humano � . del trabajo-, sino que también, una vez más a semejanza del hombre que trabaja, ,2e da un descao,so una vez realizado el trabajo" (Lukács, 1984: 69). Dios�� la_ felicidad de contemplar sus obras y sentirse realizado en ellas: de ver que "todo era bueno" y que se correspondía con el proyecto inicial. Estamos ante una modalidad de trabajo que, bajo las actuales condiciones de vida, solo estáreservado para grupos , aislados, entre quienes destacaMarx a los artistas y escrito¡ res -en los Manuscritos se lee que el hombre, �ndo no trabaja coaccionado por la necesidad material, __ de manera j_c[eQtjva, sabe "producir según--la medida de toda especie, y, '-sabe aplicar en todos los casos la medida inherente al objeto; el hombre forma, por ende, de acuerdo con las leyes de la ,

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La alienación: historia y actualidad

belleza" (Marx, 2004: 113)-. En Geist der Utopie (1918; 2ª ed.: 1923), Ernst Bloch aludió a un término que, en sánscrito, designa la creación artística: tat twam as; ("eso eres tú");3 el término supone que el arte es una forma legítima de objetivación, de exteriorización de la propia esencia del artista. Puede deducirse de esto, realizando una estrategia comparable con la que se desarrolla en las "Tesis sobre Feuerbach", que el hombre ha puesto en Dios una imagen más elevada -�nó a�enada"- desi mismo, y_ que por ello sigue vigente el sueño de ser iguales a Dios; dicho de otro modo: de no .soñar con un Edén consumista de las mercancías, sino con un ámbito e-n el que sea posible realizarse a través· del trabajo no alienado.

11 Decíamos que las reflexiones alemanas en torno a la alienación tuvieron su punto de partida en una discusión teológica. Esto nos retrotrae a las específicas condiciones de desarrollo de la filosofía en Alemania. En La tdeoiogia alemana (1845), Marx y Engels se han referido al hecho de que, mientras en Francia las revoluciones derribaban o sacudían gobiernos, en Alemania solo podían tener lugar en el plano del pensamiento: si la década de 1830 está signada en para Francia por el estallido de la Revolución de Julio, en Alemania lo está por el surgimiento del neohegelianismo de izquierda, que tiene como una de sus expresiones más altas y como punto de partida a La vida de Jesús (1835-1836), de Friedrich Strauñ, No debe sorprender que, en Hegel, la emergencia de la problemática de la atienacióii vaya de- la meno de una discusión teológica tras la cual se traslucén los ideales republicanos. Durante el período de Berna (1793-1796) -ante todo, en La 3

Cf.Bloch,1991:45. Introducción •

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positividad de la religión cristiana (1795-1796)- y en el de Frankfurt (1797-1800) -ver, por ejemplo, El espíritu del cristianismo y su destino (1798-1800)-, Hegel había estudiado el problema, designándolo con el término de positividad (Positiv,tat). Dicho término, -que recorre la producción juvenil de Hegel hasta la Fenomenología del Espíritu (1807), es la clave que el filósofo emplea para comprender la diferenciaentre paganismo y cristianismo, y_ sus correspondientes estructuras sociales. Para Hegel, el culto pagano era una religión de hombres libres, adecuada a una sociedad republicana que creía 'en la posibilidad y en la- necesidad de que el género humano realizara sobre esta tierra sus fines; esa realidad se alteró a partir de la disolución de las ciudades antiguas y de la caída = • en el _clespotismo: alejado de la vida activa, relegado a una existencia privada y reducido a la contemplación de procesos tnsfóricos· y sociales que parecen desenvolverse con total independencia de sus decisiones, el hombre se enfrentaba ahora al mundo como a algo dado, que no podía comprenderse como resultado de la propia actividad. A este mundo vaciado de. sentido correspondía una religión que -como el cristianismo- proyecta sus valores hacia un más allá ajeno a esta vida: hacia una esfera inmaterial e incomprensible, hacia el dominio de un Espíritu puro cuyos designios se imponen, a su vez, al hombre con el carácter opresor de una ley objetiva, "positiva". Dicho de otro modo: a un culto que consideraba la esencia inmanente al Ser, sucedía ahora una religión que desgarraba ambos órdenes y proyectaba el pensamiento -la idea- como única realidad substancial frente a la desgarrada apariencia del mundo visible. Hegel ha dicho que la positivi_dad no es una realidad efectiva, sino una relación "puramen.' te pensada": los valores no son ya inmanentes a la realidad, . sino un postulado, un deber ser (Sallen) que se enfrenta al mundo real sin pretender hacerse uno con él. Es esta la ex. presión de una era histórica �n la que el pensamiento se divorció del mundo sensible, pero también en que la máxima moral se -enfrenta con las exigencias corpóreas. Por eso, la certidumbre hegeliana de que elpresente representa la era

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• La alienación: historia y actualidad

de los intelectuales, es hermana de la convicción de que el supremo bien no es una realidad existente, sino un imperati- . voimoral. Esta victoria del crísttanlsrno y·deliñtelecto es, a la vez, hija del despotismo, que empuja a los hombres como individuos privaéios; burgueses, a ta esfera dé-la intimidad, inhabilitándolos para transformar la realidad externa y reduciéndolos a la condición de extranjeros sobre liria tierra que no les pertenece. kªJt�rnatiYa frepte a esta escisión estéril entre la realidad ernpiricayel deber ser abstracto reside, para el joven Hegel, en la consolidación de una verdadera cultura, es decir: de un sistema de y�.!9.r�s capaces de reestablecer el enlace entre existencia y esencia, y de convertir la fría sociedad en una comunidad armónicamente constituida. En relación con esto, conviene remitirnos al contraste entre las religiones de la libertad y la religiosidad positiva; aunque solo nos ocuparemos de señalar algunos de los aspectos en que dicha cuestión se relaciona con nuestro tema. Esta visfó_i:i de las cosas -dominada por la esperanza en que la expansión de los ideales de la Revolución Francesa volvería a engendrar las condiciones para una resurrección del espíritu republicano-����� a partir de_� }"_!:ler!!}idor y_ de la consolidación de la sociedadburguesa. La consideración de la realidad histórica llevará a_Higel a __ a�ande>_i:i_a_r_s.� postura -por así decirlo- voluntarista. Los resultados pueden verse ya en la FenomenolÓgía dei Espíritu, obra en la que se advierte la sustitución de la categoría de positividad por las de Entauj3erung y Entfremdung. Con relación a esto, podríamos decir que es correcta la distinción que establece Labica (1999: 17) cuando, al referirse a Hegel, �-é!ra la(e_l)filgn?ci��7 (Entauj3erung) -semánticamente vinculada con la operación de y�t� __ d�.. l� pr�piedad,.....Q. con la renuncia a los intereses. privados .en función de los estatalesde la/é!Ií�naciórY . . -------=-/ (En tfre mdung), que, relacionada la alienatio latina, alude a una �ali9ad que �e ha. vuelt� _extraña y aun hostll a.1 horn-, bre. El sentido es el de "un ser negativo que no trabaja, que \ permanece como una escisión (Spaltung), es la famosa conciencia desventurada de la Fenomenología del Espíritu, la '· ,' 1 •,S

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pérdida de sí mismo en el otro, el desprendimiento del ser y ya no del tener, como ocurria en la figura de la alienacióncontrato" (íd.), Cabe señalar que el mundo de la alienación es, para Hegel, la Modernidad, tal como puede verse en la sección de la Fenomenología que lleva el título "El espíritu alienado de sí mismo. La cultura". ¿En dónde residen los límites de la concepción hegeliana de la alienación? Marx los analiza en las páginas finales de los Manuscritos: allí indica que la ��n_deza de Hegel consiste en que ha sabido �__r�n el trabajo la esencia probatoria del ser humano: el, ámbito en el que este consigue autoproducirse, en que hace realidad su propia esencia. Pero el único género de tr_abajo que reconoce Hegel, en concordancia con la orien'tactón idealista de su pénsamíento, es el trabajo espiritual. Esto hace que solo vea en el trabajo· sus aspectos positivos y que, por ende, se pierda en identificaciones falsas: subjetivamente, en la medida en que equipara la esencia del hombre con la autoconciencia (Selbstbewufitsein); objetivamente, por cuanto confunde la objetividad (Gegensti:indlichkeit) en general con la alienación (Entfremdung) del trabajador bajo el capitalismo. Para el Hegel de la Fenomenología del Espíritu, la realidad objetiva representa una existencia alienada, incongruente con la esencia auténtica del hombre -es decir, con la autoconciencia-; de ahí que la reapropiación de e�e mundo enajenado por parte de la autoconciencia aparezca como la superación, no de la alienación en particular, sino de toda objetividad, y gue el hombre sea presentado como ser puramente espiritual, "no objetivo". . t

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111 En la generación posterior a Hegel, la reflexión en torno a la alienación se polariza en torno a dos posiciones contrarias, pero que tienen su punto de partida en el autor de la Feno-

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• La alienación:

historia v actualidad

menología; por un lado, los. neohegeli�o_os)insist�n sobre la

necesidad de rebasar la alienación por.vias ideales y subje_tjy_as, y esto torna comprensible la crítica desplegadi.eñ La Sagrada Familia (1845) contra los defensores de la concien�ia crí;!c!l -��E. Bau�_y_�.9nsortes-·, quiénes se proponen ".ñ�a�1ón - actj�1�a-d,- ·1� ar _e�.SÍ!.119. ge_\a_ _P._r,opiél P.a,r:ti-�\J.lªr.i.da,d 2C?_[o cuando en los actos__d� los que se c9.ryipone su vida, sin que "fiñporte si -ésto sucede conscientemente o con la conciencia correcta, se cristaliza la orientación hacia una relación tal entre individuo y sociedad, que albergue dentro de sí elementos y tendencias de una genericidad para sí cuyas posibilidades, aunque estén aún ligadas abstracta o , cóntnidicfo-riamente con la genericidad en sí en cuestión, sin embargo:�'? pue,den ser_l!_b�rélc;Jas a través d�__actos personales·- de. esta .. clase a escala social -por solo - en .. - ·, . ·--.�--. . . -----cierto, --- ... ... ·· .....a . menudo ·. ' términos ideales_: (ibíd.: 648). "

La emancipación y la liberación pasan de la lucha. del individuo·confra· la p'rc>pfit �iienació1i', pero tiénen que en, con·trar'Üna continuación en la acción' colectiva de subver­­ ­­­­­···· ­­ .. . . ­­ • ­ ­­ ' • ­­­ .. r�··­­•··•­­ SiÓn de las estructuras económicas alienantes. La accion del individuo .. tien.eq.Üe-coñvertfrse __e_n acción social, tiene que encontrar un terreno común en el cual radicar la acción de subversión, que devuelva un sentido, es decir, una dirección de desarrollo, a la vez que un significado, a palabras que hoy retornan con inmediata y dramática actualidad, como "dignidad", "vida digna", "futuro". Para el Lukács de la Ontoiogia, una esperanza de liberación respecto de la enajenación provenía del movimiento estudiantil, en alianza con el obrero, en los años sesenta. Hoy viene de la protesta de los

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historia y actualidad

indignados, que nos está mostrando justamente el pasaje de la protesta individual a la protesta social. La tendencia a volver a ser protagonistas de la propia vida cotidiana es fuerte, y son fuertes los valores morales en los cuales se inspira esta lucha de emancipación; hay que evitar recaer en la trampa del terrorismo sectario, que resulta mucho más cómodo para las estrategias represoras del poder. Todavía estamos en la fase de la ocupación del espacio público, pero esta ocupación está mostrando que los valores éticos del movimiento de los indignados están inspirados en la emancipación respecto de la alienación, y por eso encuentran el consenso de las masas. El consenso obtenido es el motivo por el cual sectas, vanguardias y sistema dominante están de acuerdo en la represión. En el ambiente intelectual nos preguntaremos cómo hacer para participar en este movimiento de indignación emancipadora. Manuel Castells no ha perdido tiempo y el año pasado, en mayo de 2011, fue a la plaza de Cataluña, en Barcelona, a hablar a los jóvenes indignados, salvajemente reprimidos por la brutal y étnica policía catalana.11 No creo que Castells conozca la Ontologia de Lukács; sin embargo, en esa obra encontramos una invitación que está en plena simbiosis con el gesto de Castells: Devolver a las formas de expresión usadas en manera equivocada su sentido desvanecido, que es no obstante el único auténticamente real, es también, por eso, una tarea ideológica, tanto como lo es la transformación radical de las consignas que orientan la praxis; solo que este proceso presenta demandas, justamente en el campo ideológico, a la productividad intelectual y a la receptividad catártica genuina -que produce transformaciones-; demandas mucho más elevadas que las que supone un cambio ideológico que se produce de manera normal en el marco de la sociedad burguesa (ibíd.: 692).

11 Digo "étnica" porque en Cataluña cada protesta que no sea ca� lana no tiene ningún valor. La alienación en la Ontología del ser social•

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El deber de los intelectuales y de los artistas12 es devolver el sentido a las palabras, producir ideológicamente transformaciones sobre la base de aquel sentido reencontrado, elevar el sentido de aquellas palabras a una dignidad superior a la que hasta ahora tuvieron. El espacio para este reencuentro de sentido no es ya el escritorio del intelectual, sino que volvió a ser la plaza donde nació la democracia y donde se espera un futuro mejor.

Bibliografía Lukács, Gyorgy, Zur Ontologie des gesellschaftlichen Seins. 2 vals. Darmstadt y Neuwied: Luchterhand. Vol. 1: 1984; vol. 2: 1986. - , El hombre y la democracia. Trad.: Mario Prillick y Myriam Kohen. Buenos Aires: Contrapunto, 1989. - , Versuche zu einer fthik,editado por G. Mezei. Budapest: Akadémiai Kiadó, 1994. Testamento político y otros escritos de política y filosofía. Edición, introducción y notas de Antonino lnfranca y Miguel Vedda. Varios trads. Buenos Aires: Herramienta, 2003. Marx, Karl, Manuscritos económico-filosóficos de 1844. Precedido de Engels, Friedrich, Esbozos para una crítica de la economía política. lntrod. de Miguel Vedda. Trad. de Fernanda Aren, Silvina Rotemberg y Miguel Vedda. Buenos Aires: Colihue, 2004. Sartre, Jean-Paul, Situations VIII. París: Gallimard, 1972.

12 "La obra de arte en cambio, cuando verdaderamente lo es, está permanente e immanentemente dirigida contro 1 a alienación" (ibid.:

535).

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La alienación: historia y actualidad

El fenómeno alienación . y su actualidad como contenido de la crítica al capital: todavía Marx· Jesus Ranieri ..

A nuestro modo de ver, cualquier debate que tenga como horizonte las luchas emancipatorias de la clase trabajadora no puede dejar de lado la contribución de Marx a esta cuestión, y mucho menos puede ignorar el lugar de esta contribución en las posibles orientaciones políticas que podrán ser incorporadas por aquellos embates. Es por esto que volver a discutir los conceptos de enajenación y alienación resulta muy -importante cuando el tema es el que nos proponemos, una vez que, a través de la exploración de su contenido, podemos pensar tanto en los obstáculos prácticos como en los intelec=tuales para dichas luchas emancipatorias. Al mismo tiempo, -

• "O fenómeno estranhamento e sua atualidade como conteúdo da crítica ao capital: ainda Marx". Trad. y publicado por gentil autorización del autor. Trad. de Ana V. Flores. •• Sociólogo. Profesor del Departamento de Sociología del "Instituto de Filosofia e Ciencias Humanas" de la Universidade Estadual de Campinas (IFCH-Unicamp). El fenómeno alienación y su actualidad •

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es verdad también que Marx forma parte de aquella lista de pensadores que crearon una teoría consistente de explicación del comportamiento social, sin la cual difícilmente sería posible-comprender partea�los rumbos que tomó la humanidad en los siglos XIX y XX. Se puede afirmar, con alguna exageración, pero ciertamente sin caer en el absurdo, que las relaciones internacionales sufrieron un fuerte impacto a partir de la incorporación política de la teoría de Marx, especialmente a principios del siglo XX. Podría considerarse imposible, por ejemplo, pensar en la relación entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética sin tener en cuenta la contribución teórica de Marx, así como es muy difícil pensar en la relación de dependencia de las economías occidentales respecto a la todopoderosa economía norteamericana sin considerar el riguroso análisis emprendido por Marx sobre la génesis y evolución del capj�9-l: esta relación s_oc_ial de producción que se personifica en el interior de las relaciones humanas y las determina, en la medida en que transforma el proceso de trabajo (y la consecuente exp_f_Qpiación de -la capacidad humana de producir) en un proceso social total. ----sfencfo así, tenemos que subrayar, desde el comienzo, que en la obra de Marx, a diferencia de la forma trabajada y cansa-grada la bibliografía que se ocupa del terna; existe una distinción entre enajenación (Entauj3erung) y attenación -(Eñ�fremdung): en tanto la,í�na:je-��élO� supone algo que no puede ser eliminado del hombre, una exteriorización que lo -áutoproduce y forma en el interiordes-Ü--sociab-illdad; la'.ane-� - nación'¡ es la -aesi.gnación para las insufi¿ien-ciás de reaffzadon det género humano derivadas· dé las formas- históricas de apropiación del 'trabajo, incluyendo la propia personalidad engendradas por humana, así como las condiciones '--,-,----...... ----- .. ,. objetivas ·... la producción y reproduccióp del hombre. . En otras palabras, se�uede decir que aquello que Marx designa como/enafenación1 (o exteriorización, Entauj3erung) tiene que ver con -aé:Rvidag_es, 'objetlvácfóries del ser humano en la historia, mTentras que{áli�-ñacTóñ, por el contrario, se compone de los --obstáculos sociales que impiden que ague. ·-. ·-· ----

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lla actividad se realice __gl} __c:9ri_formi9ad con las potencialidades ·tiurr1anas; obstáculos que, dadas las formas históricas de apropiación del trabajo, así como de su organización por medio de la propiedad privada, hacen qué la enajenación aparezca como un fenómeno concéntrico a la alienación.Para Marx, a partir del momento en que se tiene la producción y sus productos como objetode la_ apropjacíónpor parte de un -} segmento social distinto de aquel que produce, se tiene ígual-. , mente la alienaci_Q!.1, en la rnedidaerr queeste conflicto, esta - oposición--eritrea-propiación y expropiación es la que funda la ___ ("•cffstinción socíoeconómtca y polític_a entre las clases.1 · qÚe concierne al joven Marx, es posible discutir la génesis de la diferencia entre enajenación y alienación ya en los Manuscritos de 1844. Aquí es posible analizar la influencia ejercida por Hegel y por Feuerbach sobre la teoría marxiana de la autodeterminación del individuo, así como sobre la tematización de la posibilidad de superación (Aufhebung) de la propiedad privada; proceso que instauraría una nueva forma de sociabilidad humana y de organización político-social, es decir, una forma distinta y superior de enajenación o exteriorización (Enti:iu/3erung). Precisamente, l"Enti:iuf3eÍ-ung! implica proyectar hacia fuera, exteriorizar, pasar-de un estado a otro cualitativamente distinto (p-or eso, otra posibilidad de traducción sería llamar al fenómeno trascendencia). Entéiuf3erung es incluso despojamiento, la realización de una acción de transjerencia, y, por lo tanto, ob]étfvaciqn (que significa, ·también -aquí, objetificación, puesél hombre es un producto subjetivo - de la objetivación del trabajo) del hombre que se realiza, por medio del trabajo, en un producto de su creación. Contrariamente, ·Entfremdung7constituye la efectiva objeción social a la realización delhórnbre, en la medida en-que· apÚnta i�cfo_- terminar el contenido de las objetivaciones, po�.Qi9 tanto · de la apropiación del trabajo como de la determinación de esta apropiación por el surgimiento de la propiedad privada .. ·· (cf. Ranieri, 2001: 24).

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Trabajamos más detenidamente esta cuestión en Ranieri, 2001: 7s. El fenómeno alienación y su actualidad •

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De manera general, los trabaj2s teóricos que discuten el concepto de enajenación, al enfrentarse con la problemática planteada por la génesis histórica (aquella referente a las ocupaciones que conducen y conforman la sociabilidad del género humano), escogen la combinación original marxiana de los conceptosEntfremdung!Entéiufleri.mg identificacfos" exclustvamente con la negatividad, reproduciendo en la · éoncepción de Marx de la relación entre enajenación y alienación una identidad lógica derivada de Hegel. Ahora bien, en Heget;·enáfEinació!'i-i aGenación 1deñtlfican porque la ""reáG:zación-huiñana es fruto de una racionalidad puramente . ·áostrai:fa, que usa y determina la actividad del hombre para constituirsé--én 'htstorte. Toda vez que esa razón se exterio"riza en actividad, como trabajo, ella también_ se aliena en '., tanto, al volverse práctica, _se vuelve también finita,-•al contrario ·del conocimiento, que solo es teórico por ser infinito. En otras palabras, la realización de la razón, del espíritu, dependía de una supresión ·continua de 'tas· objetividades para queTa-historia-se volviera efectiva como la potencialidad de suprimir las contradicciones de su propio recorrido. El pasaje de esa primera forma de tematización (Hegel) a la elaboración de Marx implica la reinterpretación de la importancia de la objetividad social y, por lo tanto, la posi. ción que esta ocupa en la formacióndel ser. Ahora bien, esa objetividad aparece como fuñdamento para el entendimiento _°gela relación entre los fenórTieñoscte enajenación y aliena. Q.QJl. Los cimientos de este binomio dejan de pertenecer a la esfera de la producción abstracta, puesto que son pensadas a partir del fenómeno _coricrtto: en/ primer lugar,- éñ-el trato conceptual de las relaciones esta.Dleciaas entre hombre . -----~ y naturaleza; en .segundc, en lo quese refiere a la relación _h_istórica establecida entre los hombres a p11r_ti,r de las formas de trabajo, incluyendo allí formas de apropiación de este, así 'como del carácter de la propiedad y división del trabajo. En los Manuscritos de París, los llamados Manuscritos económico-filosóficos de 1844, lo que percibimos con especial evidencia es que el �lEo"_inento fundador del devenir de la so-

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ciabilidad humana son categorías apoyadas en la producción y reproducción de Tos hombres sobre bases materiales. Este · principio es justamente aquel que marca la unidad entre una - concepción del trabajo relativa a la actividad humana.fom·o¡ un constante progreso, de carácter irreversible y positivo, por! un ladoJ. una concepción que juzga el fenómeno altenaciórü como apoyado en una apropiación histórica desigual de los: afro. - Por lo tanto, esta-.: productos del trabajo humano, 'blecída en el pensamiento de que la abolición de la aliena- · ción implica por fuerza revolucionar las formas históricas de · apropiación del trabajo distribución del excedente. · ·· · Si observamos el contenido de ta conducción metodológica presente en otra gran obra de Marx, posterior a los Manuscritos, La -ideología alemana, lo que notamos es que aquella retación-·estableddaeiitre·individuo y género se vuelve a plantear desde el puntódé vista del lugar de ta comunidad, que, también en continua relación con (a naturaleza, produce sii propia vida. -Así, el aspecto predominante de ta -con-strucción del materialismo de Marx es la tentativa cada vez más evidente e intensa de extraer et significado teórico de la dialéctica a partir de la confróntación fáctica y empí·rica de lo cotidiano de la vida humana; de hacer de la teoría el resultado organizado de las conclusiones recogidas a partir de lo concreto pensado. En ese sentido, él se opone de forina resuelta a tas premisas del idealismo, al afirmar que lo que diferencia a los hombres de los animales no es el pensamiento, sino el hecho de que producen sus medios de vida (cf. Marx/Engels, 1990: 21). Desde el punto de vista de la presentación del problema, la categoría de producción aparece, en este caso, como et fundamento de ta exposición teórica de Marx. Y ta contradicción que antes, en los Manuscritos económico-filosóficos, tenía su lugar en ta tríada trabajo-intercambio-propiedad privada asume ahora una forma nueva: la oposición entre fuerzas· productivas y formas de intercambio (íd.). La producción une tanto la economía -según ta forma en que la sociedad ta desarrolla- como ta extensión de la interacción

por

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El fenómeno alienación y su actualidad •

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entre relaciones materiales y relaciones sociales. En otras palabras, la humanidad está, por un lado, bajo la égida de un proceso real en virtud del cual una continua generación de individuos mantiene, en circunsfancias completamente _ distintas y_ transformadas, las actividades heredadas de las generaciones anteriores; por otro, estos individuos modifican 'ras viejas circunstancias mediante. una nueva actividad, esta vez completamente transformada a través de la cooperación, quees�-elta misma, una fuerza pro-ductiva. Además, los hombres tienen, dirá Marx, una historia por el hecho de verse obligados a producir su vida y a tener que hacerlo de determinado modo y bajo determinadas circunstancias, siendo que este complejo es resultado de su constitución física, que es la constitución de la naturaleza (ibíd.: 30; observación de Marx, al margen del texto). · - Solamente --la sociedad civil (esa . unidad ho poñtica de los . �----productores), en sus diferentes estadios de desarrollo, es la que se postula, para M�rx, como la verdadera base de toda la historia, tanto desde el punto de vista de la producción material como de la intelectual. Si en el desarrollo de las fuerzas productivas se alcanza un momento en el cual dichasfuerzas se sobreponen a las relaciones dominantes, es porque esta sobreposición es fruto de-la estructura social que comienza a desmoronarse, en función de una nueva articulación de intereses y poder que son, ·en última instancia, productos de la forma de organización de la producción y la reproducción de �ávida de la colectividad. Al mismo tiempo, �?-�__ \_as condícío-], _ · nes de uso de esas fuerzas productivas las que dan a deter-] , ·�---�-... ·--. • • o; minada clase social su poder de dominación sobre las otras.. . clases de la sociedad; poder cuya expresión práctico-idealista' se encuentra en la forma "estatal (Staatsform) que prevalece en cada caso o en c·acfa época histórica (ibid.: 69s.); por otro lado, en virtud del control de la contradicción entre fuerzas productivas y farmas de intercambio, es únicamente en el interior de la colectividad que el individuo se puede volver uníversal, en el sentido de que solamente en ella tiene los medios · necesarios para desenvolver sus potencialidades en -

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La alienación: historia y actualidad

todos los sentidos. La libertad personal solo es posible, por ro tanto, en el interior de la colectividad (ibíd.: 70), en vista de que en esta comunidad real los individuos adquieren su libertad en virtud y en el interior de su asociación (id.); situación esta que se presenta como opuesta a la conocida hasta : ahora, es decir, aquella en que los individuos que pueden disfrutar de su libertad personal lo hacen por pertenecer a la colectividad dominante, gozando, en su interior, de aquella libertad cuya esfera de actuación es tanto política como socioeconómica. He aquí uno de los puntos más altos de las reflexiones contenidas tanto en la obra de "juventud" como de "madurez" de Marx: la fundamentación lógica de la defensa de la libertad humana a partir del argumento de que todos nuestros valores y creencias son oriundos de una actividad de la cual se deriva todo y cualquier concepto de deber ser. Si la defensa de la libertad del hombre es moral o ética, la base para su legitimación es aquella solidaridad que cimienta la continuidad del propio género humano, es decir, un valor nacido y renacido del trabajo. Todo trabajo engendra un valor, pues es una atribución del sujeto que trabaja conocer mínimamente el complejo causal que es objeto de la actividad; el complejo causal desconocido no puede ser cambiado por el trabajo, ni convertirse, por lo tanto. en creador de valoración humana. En Marx, el contenido simbólico de nuestros pensamientos tiene, necesariamente, origen material, y solo tiene continuidad en virtud de su sedimentación como elemento que se reconoce en la vida cotidiana. La teoría de Marx acerca de la producción de la sociedad tiene elementos que pueden ser considerados una gran síntesis de aquellos aspectos que son, por un lado, emancipadores y, por otro, condicionantes de nuestra obligación cotidiana ante las directrices de la subordinación del trabajo al capital. El trabajo es, y será siempre, un elemento cuyo papel mediador no puede eliminarse de la sociedad y, por lo tanto, de la sociabilidad humana. Pero el trabajo bajo los auspicios de la producción capitalista conlleva en s1 la imposibilidad El fenómeno alienación y su actualidad •

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de supta-itación de la alienación humana, en vista de que su control es determinado por la necesidad de la reproducción privada de la apropiación del trabajo ajeno y no por aquello que se podría considerar una necesidad humana anclada en la reproducción social libre de la posesión privatizada. La función de mediador universal del trabajo tiene continuidad, pero él se somete aquí a las exigencias de intercambio y de división del trabajo bajo la forma abarcadora del trabajo abstracto. Es bajo este aspecto que necesitamos comprender la alienación del trabajo en el capitalismo: el proceso de humanización depende del alcance histórico que posea el desarrollo efectivo de la actividad, y solo puede ser comprendido si se considera la manera en que el trabajo permea la historia según sus formas de apropiación, expropiación y desenvolvimiento de las fuerzas productivas, hasta alcanzar su forma máxima de substancialidad genérica bajo el dominio del capital. Aquí, la contraposición entre el trabajo y su apropiación alcanza el grado máximo, en el que la constitución material del trabajo se transforma en su opuesto;__ momento en el cual el trabajo, para poder serlo, es la apropiación de sí mismo por la forma del trabajo acumulado, el capital. En razón de todo lo que fue expuesto anteriormente, pensamos que la reflexión acerca de la diferencia entre enajenación y alienación no pertenece solamente al período juvenil de la investigación científica de Marx. En obras como los Grundrisse y El capital, la categoría de valor (o valor de cambio) aparece como una potencialidad que determina relaciones sociales, en la medida en que el desdoblamiento de la reflexión acerca de la alienación es punto de sustentación de una teoría desarrollada también a partir de los conceptos de cosificación y fetichismo. La teoría tiene nuevamente base en una interpretación de las relaciones del trabajo bajo el capital, pero ahora, mucho más que en las obras de juventud, la experiencia histórica relativa a las formas de trabajo anteriores a la capitalista es conjugada tanto con el concepto de trabajo como con el de alienación (Entfremdung). Esa pre-

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ocupación es fundamental en el momento de comprensíc- . definición de las características de instítucrcn de la fuerza de trabajo como una mercancía, pues se trata de develar el hecho de que deje de ser una potencia directamente vinculada al trabajador y a l2 comunidad. El producto que se exterioriza (entdu/3ert1. y que es elemento creado por una potencia también exteriorizada, el trabajo, es apropiado por aquel que no produce, pero detenta el conjunto objetivo responsable de la producción; conjunto que es igualmente resultante del proceso de trabajo. Ni trabajo ni producto pertenecen al trabajador. Tanto el producto, que es resultado del proceso de producción, como el trabajo en su forma mercancía son exteriorizaciones alienadas que están bajo el dominio de la relación social capital; pues el hecho de que, con el desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo, las condiciones objetivas del trabajo, el trabajo objetivado, debe crecer en proporción con el trabajo vivo, aparece a nivel del capital de esta manera: para él no es que un momento de la actividad social -el trabajo objetivado se convierta en el cuerpo cada vez más poderoso del. otro momento. del trabajo subjetivo, vivo, sino q:.1e -v =sto es lo irnportante pa--3 !?'. :,3ba;o asa.ar.ado - .as -=c,rd·c1snes objetivas del trabajo asi.rr er rescec:o del t�cba::::i ._,,,.-o una autonomía cada vez mas co.osai que se ofrece a la vista por su very extent, y la riqueza social y la riqueza social se contrapone al trabajo en segmentos cada vez más formidables como poder ajeno y dominante. No se pone el acento sobre el estar-objetivado [Vergegenstdr1dlichtsein] sino sobre el estaralienado [Entfremdet-], el estar-enajenado [Entéiuj3ert-], el estar-extrañado [Verdu[3ertsein], el no-pertenecer-al-obrero sino a las condiciones de producción personificadas, id est, sobre el pertenecer-al-capital de ese enorme poder objetivo que el propio trabajo social se ha contrapuesto a sí mismo como uno de sus momentos. Por cuanto a nivel del capital y del trabajo asalariado la creación de este cuerpo objetivo de la actividad acontece en oposición a la capacidad de trabajo inmediata =in fact este proceso de objetivación [Vergegenstdndlichung] se presenta como proceso de enajenación [Entdu[3erung] desde El fenómeno alienación y su actualidad •

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el punto de vista del trabajo, o de la apropiación del trabajo ajero [Aneignung fremder Arbeit] desde el punto de vista del capital-, esta distorsión e inversión es real, esto es, no meramente mental, no existente solo en la trnaginación de los obreros y capitalistas (Marx, 2009: 111, 394s.). 2

La forma última (más compleja) de alienación aparece como la posición del trabajo en el interior de la relación entre trabajo asalariado y capital. Nuevamente, el foco recae sobre la relación del trabajo social con la forma de su apropiación y, en consecuencia, con su producto, por lo que la relación social, aparece como una relación cósica. Específicamente, se trata de la relación social entre los hombres en cuanto relación de intercambio entre sus productos. También en El capital están presentes tanto la recuperación de la palabra Entfremdung como la teoría sobre la cual dicha palabra discurre. De manera general, podemos afirmar que existe la intención de presentar nuevamente la relación social sobre la cual está apoyada la alienación y, en su interior, la especificidad del conjunto de las relaciones sociales. En este contexto, el análisis de la mercancía aparece, en la manifestación del fetichismo, como una conexión y un avance de la teoría de la alienación, puesto que ahora esta no solo tematiza el divorcio entre el trabajador y su trabajo, sino que también reitera la separación entre el trabajador y su fuerza de trabajo, uno de los fundamentos necesarios para la formulación de la teoría de valor. En el capitalismo, el acto de la producción es un acto separado de la verdadera exteriorización (Entéiuj3erung) humanizadora de los productos del trabajo. 3 El acto colectivo de la 2 Las bastardillas están en el original. [La traducción ha sido corregida; ante todo, para unificar la terminología, ya que, en el pasaje citado, aparecen algunas inconsecuencias. Por ejemplo, Scaron traduce Entdu[3ert[-sein] como "estar alienado", pero Entduf3erung como "enajenación" (aclaración de la trad.)]. 3 "Como antes de entrar en el proceso de producción el obrero es despojado de su propio trabajo, que el capitalista se apropia e incor-

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producción y del trabajo solamente puede existir en cuanto tal en la medida en que es la sumatoria de los trabajos privados tomados como la generalidad del trabajo abstracto; es decir, las condiciones del trabajo que crean valor de cambio son determinaciones sociales del trabajo, determinaciones del trabajo social. Por lo tanto, desde el punto de vista de la reflexión de Marx sobre las enajenaciones referentes al género humano, es posible percibir que está consolidado, en la alienación del trabajo, el conjunto de las determinaciones · que se relacionan con aquello que, de manera general, es entendido por enajenación: la privación, el distanciamiento, . · la insuficiencia sociohistórica de las expectativas personales. Pensamos que, tal como la entiende Marx, la suplantación de estas privaciones e insuficiencias solo se ciara a través de la supresión de las alienaciones, pero no de las enajenaciones, 'pues estas últimas siguen la determinación ·ae ser objetos . y actos de la producción y reproducción humanas y, por lo ; tanto, derivadas de la actividad irrevocable que caracteriza al hombre. La �-�gatividad de estas enajenaciones está dada por su forma alienada de aparición y su origen se encuentra · ·en la alienación del trabajo. En este sentido, la situación de lucha entre el capital y el trabajo corresponde a la actualidad de la forma de ser del capitalismo en su conjunto, corroborando el diagnóstico marxiano sobre el fenómeno alienación: el trabajo alienado es la síntesis de una alienación genérica que penetra en todas las esferas de las sociabilidad humana; 'pués la totalidad de la áprópiación del trabajo es una realidad efectiva anclada en la falta de equilibrio histórico entre producción, apropiación y redistribución de los productos de la actividad del trabajador. Se confirma, en ese caso, la realidad de la alienación del trabajador respecto del producto-·de su trabajó como algo ajeno a él, que se le enfrenta como un poder hostil. Igualmente, desde el punto de vista humano, la amplitud de para al capital, durante el proceso este trabajo se materializa constantemente en productos ajenos" (Marx, 1973: 1, 480). El fenómeno alienación y su actualidad •

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la contradicción del sistema del capital en general hace esta·rcar, CIJmo manifestaciones genéricas de la altenación, aquellas consecuencias que afectan directamente el conjunto del ser social; consecuencias que van desde el embrutecimiento resultante del carácter genérico de la crisis, hasta el desempleo estructural, resultado "necesario" del carácter no difun. dido de la optimización tecnológica concentrada. - La comprensión de la forma según la cual el capital se apropia de la fuerza de trabajo es, por lo tanto, la condición .para la reflexión sobre los rumbos que han tomado hoy léis diversos segmentos de la producción, así como de las for_m_él.s asumidas por el fenómeno alienación en el interior de la sociabilidad contemporánea. En esencia; el embate entre trabajo y capital ha reiterado, incluso en la situación actual y a pesar de la radicalidad presente en las transformaciones de los procesos de producción, la categoría �e valor como potencialidad condicionante de la prescripción y determinación del contenido de las relaciones sociales. A nuestro modo de ver, se ha mantenido cornoefectiva la universalidad de la desposesión del trabajador, que continúa apareciendo ante el capitalista como una personificación del trabajo abstracto, Por ese motivo, entendemos que la actualidad de la alienación es hoy efectivamente perceptible en la totalidad- del sistema de capital. Por eso, se mantiene como un concepto fuerte que ayuda a la instrumentalización del entendimiento y a la tematización crítica de la lógica del mencionado sistema. Desde este punto de vista, es posible hacer dos afirmaciones: en primer lugar, que las formas de flexibilización y distribución del trabajo y de la producción continúan estableciendo una oposición, esencial y resuelta, entre el recorrido de la ley de valorización· del capital y el trabajo concreto __ _ En segundo lugar, que es innegable que el capital necesita continuar contemplando -a pesar del incondicicnal desarrollo de las fuerzas productivas que engendra- aquel elemento que lo anima inevitablemente, _el trabajo vivo, en tanto solamente la presencia de este último genera el equilibrio del sistema v puede mantener, como factor condicionante

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de la concentración__y valorización del capital, el principio de Iacornpetencía entre capitales. Prueba de esto es 1� c;:rL�is__financ;:iera que .atravesó, en los dos últimos decenios, el conjunto de los países de América Latina; crisis que encontró su solución, también en este caso necesariamente paliativa, en la explotación, dominación y envilecimiento del trabajo humano, y además en la precipitación financiera de 2008, cuyo resultado alcanza, en nuestros días, al conjunto de la economía occidental, especialmente la europea. A pesar de que un determinado tipo de argumentación defiende el inminente fin del trabajo como categoría central de la sociabilidad contemporánea, en la medida en que este estaría dando lugar progresivamente al advenimiento de la ciencia como fuerza productiva determinante, es conveniente considerar que la caracterización del progreso científico también depende de las formas asumidas por la gradual · combinación de los elementos gestores de la valorización del · capital. Al mismo tiempo que se desarrollan de forma avasalladora las fuerzas productivas -y lo hacen necesariamente bajo la forma de potenciación del capital constante, en la aplicación necesaria y sin treguas de la propia ciencia como fuerza productiva-,_ el sistema del capital remunera decrecientemente el trabajo en general, el trabajo vivo, en la me- dida en que su valor de uso, la masa viva de trabajo necesaria para los medios de producción, g�crece cómo_ proporción del valor para estos mismos medios bajo la forma de tecnología optimizada, en un movimiento que favoreCe algunos sectores en detrimento de otros,_9.l punto de subvertir la propia necesidad del trabajo vivo en el conjunto de los sectores llamados "de punta" (robótica, microelectrónica, automatización en general). Precisamente, la expansión de los métodos llamados científicos sobre el conjunto de los· procesos productivos no eli!Tlina el trabajo vivo como productor de valor y plusvalía, sino � que · 10 arroja a la periferia de la competencia entre los distintos capitales. Por un lado, está presente en la subcontrata'cíón, ese modo de desplazamiento del trabajo hacia sectores El fenómeno alienación y su actualidad •

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externos a la fábrica; un modo detentar de una masa productora de plusvalía bajo la forma de trabajo materializado, ya finalizado como mercancía. Por otro, el monopolio es la propia dimensión de esos ajustes y la torriiádeñruda que exacerba la apropiación de la plusvalía, donde el capital aparece como apropfador del montante social de dicha plusvalía en su dimensión de apropiador del sobreproducto de otros capitales. - · · ·1:n el caso de América Latina, donde el desarrolfódet capital financiero se intensificó principalmente a fines de la década de 1980 y en el curso de la década de 1990, la flexibilización del trabajo a partir de nuevas técnicas de gesBoñ actua como un elemento muy importante en la valorización del capital, en tanto este desarrollo del capital financiero se caracteriza, no como puroffnanciador de inversiones cuya 'finalidad es la preservación de una producción "dimensionada y diversificada", sino, por el contrario, como cobrador directo de los préstamos hechos al capital productivo: tanto intereses como dividendos deber ser pagados a partir de la plusvalía extraída. La probabilidad de que llegue a prevalecer la actividad especulativa en detrimento de la productiva es patente cuando los activos financieros de las empresas aparecen en el mercado como más rentables que la reinversión del capital en el propio sector productivo. Con la liberalización económica de los años noventa -cuyo modelo es todavía hoy un confortable sinónimo de la remuneración del capital-, forzosamente la inserción de las economías semiindustrializadas en el mercado mundial se produce a través del uso de tecnologías modernas (importación de máquinas y líneas de producción) y de la utilización y difusión de modos de organización del trabajo a través de la intensificación de este mismo trabajo. Bajo este aspecto,_ lo que se vivencia a partir de los avances de la técnica, y de ta subsunción del trabajador a dichos avances, J!.?. tanto la extensión . de la jornada laboral (y no únicamente en aquellos sectores que están al margen de la prosperidad tecnológica) como el . regreso �t formas de organización fabril típicas de las-etapas . nacidas de Jª consolidación de· la gran industria como, por

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ejemplo, et salario por pieza. En otras palabras, son transformaciones que potencian la atíenación porque potencian la concentración y centralización del capital, especialmente la intensificación del capital flJo; provocan un regreso a las retaciones sociales de producción y 'remueven las fuerzas prccucbvas -prácticamente aniqu1lcindolas- en aquellos sectores cuya competitividad es insuficiente y carente de interés. En un plano més comple¡o, el de la generalización histórica de la alienación en el universo ideológko, vemos que esta se corifigúra en última instancia como la comprensión y acÉ!pt"ación de lo cotidiano de la vida como algo inelucta'· · ble, irrevocable, como la 1mposibihdad de presentación de un proyecto emancipatorio. El lugar de esta conformación es bastante notorio, identificable tanto en la esfera teórica como en la práctica: va desde la opción intelectual por la supuesta urevernbnioec de la solidez de ta economia de mercado fundada en la prosperidad tecnológica, hasta las reivmorcecicnes smoicates que se arncuten en los limitesde las concesiones ofrecidas por el capital, sin que la "teoria" y la "précuca'' se pregunten si la lucha debería tener o no como meta un proyecto mds olió del capital. En el interior de la contradicción inmediatamente material del sistema productor de mercancías, es fácil notar que la dimensión más intima y, al mismo tiempo. omnipresente de la alienación es, por lo tanto, aquella que se manifiesta en las diversas formas de meníputectcn operadas por el capital. Ba¡o el capitalismo, en espeoal el contemporaneo, la intensificación de la oposición entre capital y traba¡o se localiza más allá de la fábrica, pues el capital alimenta una sociabilidad tal que la manipulación engendrada por este aparece como algo inatacable. Si no fuese así, la universalización de la "üextbitnacjcn" de los merca· dos de traba¡o en Asia, Brasil y América Latina como un todo no apareceria como una solución supuestamente universal, anclada en la necesidad de extender la explotación del trabajo a sus límites més extremos (por ejemplo, la reaparición de formas "arcaicas" de extracción de plusvalía absoluta), en la tentativa de seguir al patrón de acumulación sedimentado. El fenómeno alienación y su

ac11.1abdad •

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En el caso de América Latina, la apelación a la excesiva entrada de capitales externos, como una forma de garantizar la salud económica por medio de la estabilización de la tasa de cambio, objetivamente, no tuvo éxito, en la medida en que la desproporción entre la pura especulación y la reinversión del capital valorizado en el proceso productivo actúa insistentemente por el lado de la primera y no del segundo, puesto que el "sometimiento de las empresas al capital financiero tiende a desarrollarse cuando el diferencial de rentabilidad entre las aplicaciones financieras y la inversión productiva es grande y, al mismo tiempo, no existe o tiene poca importancia una política industrial de estímulo a la inversión" (Salama, 1999: 73). Esta situación es típica de las economías latinoamericanas, principalmente de aquellos años noventa cuando el comportamiento eminentemente rentista de los inversores traía consecuencias nefastas para las formas de organización del trabajo hasta entonces establecidas, a través de su flexibilización y del envilecimiento de la masa salarial y del empleo. Por otro lado, la hipertrofia del gran capítal financiero acaba apareciendo realmente como componente de un sistema cíclico en la medida en que el crédito es la base que garantiza la continuidad del intercambio material. El préstamo de dinero es la principal forma que garantiza una ganancia al sector bancario, puesto que el cobro de interés es la medida de giro del capital de dicho sector; el dinero puesto en circulación por los agentes de la llamada "economía real", cuyo objetivo es la incesante liquidación de transacciones comerciales, tiene· su base en el sector bancario, no solamente porque este último recibe y otorga préstamos, sino también porque la propia realimentación financiera carece de una medida que pueda seguirse. El crecimiento de la demanda de dinero tiene como respuesta la percepción de enriquecimiento por parte de las finanzas, en vista de la lógica interna e inmanente de financiamiento para la producción, ya sea para la compra y reproducción del propio capital, ya sea para el pago de la fuerza de trabajo. El gran problema aparece cuando la mencionada

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La alienación: historia y actualidad

remuneración financiera no encuentra ya espacio para su aplicación, que tiende supuestamente al infinito. En este caso, incluso la manipulación para la compra incesante de determinadas mercancías solo surte efecto hasta aquel punto en que la propia producción no devora el flujo de necesidades. Fue lo que ocurrió con la crisis de la demanda habitacional en 2008. Justamente porque la construcción civil pone en movimiento tantas otras formas de actividad productiva (desde la arquitectura y la decoración hasta el departamento productor de bienes de consumo duraderos), y porque la propia realización de esta forma mercancía es algo demorada, el agotamiento de su demanda soporta la totalidad de la producción de la que ella depende, lo que, en síntesis, se define nuevamente como una crisis de superproducción. Pero es una crisis que, es claro, estalla siempre en el lado más frágil: la descomposición del precio de la mercancía no fue seguida por una igual descomposición del precio de la deuda para aquellos que financiaron sus inmuebles. Por este motivo es tan difícil concebir la intermediación del capital financiero sin considerar el papel del Estado en este mismo préstamo; justamente porque la reproducción del capital no es realizada a partir del planeamiento necesario de la combinación entre producción y consumo, el lugar de la política estatal aparece como fundamento de la coordinación entre el sector privado y las finanzas, en vista de que el socorro efectivo a cualquier tipo de debacle es aquel que se origina en la la extracción de los recursos provenientes de la sociedad como un todo. No se puede olvidar, pues, y este es uno de los aspectos intrínsecamente problemáticos del pensamiento económico de carácter liberal, que el punto de partida de todas esas "ganancias" del capital se genera en el trabajo. Es solamente porque el mercado financiero se desarrolla y apropia del trabajo que el conjunto de las actividades financieras determina el empleo y las formas de dominación ejercidas sobre el trabajo, y, por lo tanto, sobre la masa de plusvalía. Cuando la insuficiencia de la inversión productiva El fenómeno alienación y su actualidad •

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se asocia a un contingente salarial inferior a ta productividad general del trabajo, asi como a la expansión del desempleo de la industria, la aniquilación de la posibilidad de crecimiento es inminente y, en consecuencia, solo el deterioro de la organizac\Ón del trabajo puede aparecer como elemento de solución, a través de la reducción de los tiempos muertos mediante la intensificación y la remodelación de la forma bajo la cual el trabajo esta organizado. De la misma forma, los "costos" del traba¡o son reducidos a través de la supresión del poder de compra de los salarios, asi como de lamayor movilidad de la mano de obra en virtud del aumento de la precanzaoón del mercado de trabajo y de la cesregutaoón de la legislación laboral. Finalmente, los pasos correctos hacia la superación de la alienación son dados cuando se toma como posible la comprensión de los nexos internos de esa manipulación y su con· secuente develación. Aquello que no podemos olvidar de ninguna forma es que el capital es una relación social de producción; una relación en que el trabajo entra como factor central, pero con una centralidad que subvierte la potencia• lidad del trabajo como traba¡o concreto, subsumiéndolo, al contrario, a su dimensión de valor de uso para el capital, es decir, a su dimensión de traba¡o abstracto.

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• La alienación· historia y actualidad

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El fenómeno alienación y su actualidad •

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