Introducción a la sintaxis léxica del español 9783865278449

El objetivo de esta obra es estudiar la sintaxis del español a partir de las propiedades de relación de los predicados d

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Spanish; Castilian Pages 248 Year 2001

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INDICE
Prólogo
Capitulo I
Capitulo II
Capitulo III
Capitulo IV
Notaciön
Indice de autores
Referencias bibliográficas
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Introducción a la sintaxis léxica del español
 9783865278449

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Carlos Subirats Riiggeberg Introducci6n a la sintaxis I6xica del espaiiol

LINGU~STICAIBEROAMERICANA Vol. 13 DIRECTORES: Gerd Wotjak y Eberhard Gartner Centro de Investigacibn Iberoamericana Universidad de Leipzig Maria Teresa Fuentes de MorBn Universidad de Salamanca CONSEJO DE REDACCION:

Valerio BBez San Jos6; Ignacio Bosque; Henriqueta Costa Campos; Ataliba T. de Castilho; Ivo Castro; Violeta Demonte; Luis Fernando Lara; L6cia Maria Pinheiro Lobato; Elena M. Rojas Mayer; Rosa Virginia Matos e Silva; Rambn Trujillo; MBrio Vilela

Carlos Subirats Riiggeberg

Introduccidn a la sintaxis l&ica del espafiol

Vervuert

Iberoamericana . 2001

978-84-95107-88-6 (Iberoamericana)

Publidisa

Para Lucia

[...I llegamos a la otra parte de la Academia, donde [...I residian 10s proyectistas del saber especulativo. El primer profesor que vi estaba en una habitacidn enorme con cuarenta disc@ulosa su alrededor. Despub de saludos, vitndome mirar con interis un aparato que ocupaba la mayor parte del largo y ancho de la habitacidn, duo que tal vez me sorprendiera verle dedicado a un proyecto para el perfeccionamiento del conocimiento especulativo por medio de procedimientos prcicticos y mectinicos; per0 que el mundo pronto conoceria su utilidad, y se jactaba de que nunca idea mds noble y sublime brotd del cerebro de otro hombre; que todo el mundo sabe cucin trabajoso es el mttodo habitual de adquirir artes y ciencias, mientras que con su invent0 el mds ignorante podia, a un precio razonable y con un pequeiio esfuerzo fisico, escribir libros de jlosofia, poesia, politics, leyes, matemdtica y teologia con la minima necesidad de ingenio o estudio. Me llevd luego ante el aparato, alrededor del cual todos sus disc@ulosestaban colocados enjlas. Tenia seis metros por cada uno de sus cuatro lados y ocupaba el centro de la habitacidn. Lu parte superior estaba formada por varios trozos de madera del tamaiio aproximado a1 de un dado, per0 unos mayores que otros. Todos estaban unidos entre si' con varillas metcilicas. Estos trozos de madera estaban cubiertos por cada cara con papeles pegados, y en estos papeles estaban escritas todas las palabras de su idiom en sus diferentes modos, tiempos y declinaciones, per0 sin orden ninguno. El profesor me rogd luego que estuviera atento, pues se disponia a poner su mdquina en funcionamiento. A una orden suya, cada uno de 10s disc@ulosempufid una manilla de hierro de las cuarenta que habia jjadas alrededor de 10s bordes del aparato y, dhndoles un giro brusco, la disposicidn toda de las palabras cambid completamente. Mandd luego a treinta y seis de 10s jbvenes que leyeran despacio las diferentes lineas seglin apareci'an sobre el aparato; y cuando encontraban tres o cuatro palabras que podian formar parte de una oracidn las dictaban a 10s otros cuatro muchachos, que eran copistas. Esta tarea se repitid tres o cuatro veces, y el aparato estaba ideado de tal forma que a cada giro las palabras adoptaban nuevas posiciones seglin se daban la vuelta 10s taquitos de madera. Seis horas diarias pasaban 10s jdvenes estudiantes ocupados en esta labor, y el profesor me ensefid varios vollimenes en infolio grande llenos de frases partidas, que pensaba juntar y de aquel material tan rico dar a1 mundo un corpus completo de todas las artes y ciencias, que no obstante podria perfeccionarse y acelerarse todavia mcis si el pliblico recaudara un fondo para construir y mantener quinientos aparatos semejantes en Lugado, y obligar a 10s encargados a cooperar en comlin con sus respectivas recopilaciones. Jonathan Swift. 1726. Los viajes de Gulliver, trad. esp. P. Hern6Rez. Madrid: Anaya, 199 1, pp. 200-202.

Prdlogo Capitulo I 1. Introduccibn 1.1 Indeterminaci6n de la aceptabilidad de discursos descontextualizados 1.2 Inexistencia de "reglas" gramaticales 1.3 Relaci6n entre forma y significado: a prop6sito de las completivas Capitulo I1 2. Modelo sintdcticoy semdntico 2.1 Relaciones de dependencia entre predicados y argumentos 2.2 Selecci6n 2.3 Oraciones de base 2.4 Marcas de persona y nimero de 10s predicados 2.5 Proyecciones lineales 2.6 Proyecciones oracionales de las relaciones de predicacibn 2.7 Transformaciones 2.8 Transformaciones e informaci6n oracional 2.9 El modelo transformacional clisico y la teoria de predicados 2.10 Aplicaci6n de transformaciones 2.1 1 Derivaci6n transformacional de la modalidad oracional y del tiempo del predicado 2.12 Significado y clases de relaciones 2.13 Base de conocimiento lingiiistico Capitulo I11 3. Clases de predicados 3.1 Predicados verbales y no verbales 3.1.1 Marcas temporales 3.1.2 Predicados de requerimiento argurnental nulo

3.1.3 Marcas de n6mero y persona de 10s predicados de requerimiento nulo 3.1.4 N6mero de argumentos 3.1.5 Funciones sinthcticas 3.1.6 Marcadores de argumento y funciones sinthcticas 3.1.7 Marcadores de argumento oracional 3.2 Clases de proyecci6n lineal 3.2.1 Predicados con formas morfofonol6gicas distintas 3.2.2 Particiones de las clases de proyecci6n lineal 3.2.3 Predicados con formas morfofonol6gicas idCnticas 3.3 Clases de redundancia sinthctica 3.4 Polisemia y clases de predicados 3.5 Relaciones entre predicados 3.5.1 Predicados aut6nomos y predicados derivados 3.5.2 Predicados polisCmicos aut6nomos y derivados 3.6 Relativizaci6n 3.6.1 Relativizacibn de predicados nominales y adjetivos 3.6.2 Pasivizacibn de predicados nominales y adjetivos 3.7 Reducci6n de la oraci6n de relativo 3.8 Reducci6n del verbo de soporte 3.9 Nombres predicativos sin marcas temporales como argumentos de otros predicados 3.10 Verbos predicativos simples y formas verbales locutivas: nominalizaci6n deverbal y sinonimia lbica 3.1 1 Predicados nominales y argumentos lexicalizados de locuciones verbales 3.1 1.1 Nombres predicativos y locuciones verbales con tener, hacer y dar 3.1 1.2 Nombres predicativos y locuciones verbales con ser 3.12 Nombres predicativos como argumentos lexicalizados de locuciones verbales 3.13 Grupos preposicionales predicativos cuyo niicleo coincide morfofonol6gicamente con un Npred 3.14 Reducci6n de argumentos oracionales que P 3.15 Verbos de elisi6n 3.15.1 Verbos predicativos de elisi6n del verbo de soporte

3.15.2 Propiedades sinticticas idiosincdsicas y lbicamente condicionadas de las construcciones con verbos de elisi6n 3.16 Locuciones verbales con propiedades de nombres predicativos Capitulo IV 4. El concepto depredicado en la tradicidn gramatical y lexicogrcifia 4.1 Introducci6n 4.2 El concepto de adjetivo y nombre predicativos en la RAE (1796, 1931) 4.3 La estructura argumental de 10s nombres deverbales de None11 (1909) 4.4 Los predicados no verbales en Benot (1888-1891) 4.5 Clases de predicados no verbales en funci6n de su estructura argurnental en Kramer (1711) 4.6 El concepto de "verbo vacio" en Lenz (1920) 4.7 El estudio de 10s predicados nominales en el lbico de Cuervo (1886-1893) 4.8 Los verbos de elisi6n en la lexicografia espaiiola NotacMn indice de autores Referencias bibliogrlficas

En este libro presentamos una aplicaci6n a1 espaiiol de un modelo sintrictico que parte de la base de que la redundancia sinthctica que se rnanifiesta-en las restricciones que inducen 10s predicados sobre las clases de construcciones en las que pueden aparecer constituye el soporte formal que permite vehicular la informaci6n en las lenguas naturales. En el marco de este modelo, las reglas gramaticales carecen de valor regularizador y son Cnicamente un medio para determinar dicha redundancia. Por ello, el objetivo de la sintaxis se centra en la determinacibn en el lCxico espaiiol de las clases de redundancia sintictica, que, en general, estrin integradas por un solo predicado. Desde esta perspectiva, el estudio de la sintaxis requiere una proyecci6n en el I6xico y, en la medida en que no se puede separar del ICxico, la sintaxis se convierte en sintaxis lbxica. La sintaxis lexica del espaiiol, que se fundamenta en una extensibn de la teoria de predicados de Zellig S. Harris (1991), amplia el concept0 de predicacibn, de forma tal que, dentro de las grandes clases ICxicas de predicados, no se incluyen s610 10s verbos, sino tambikn 10s nombres, 10s adjetivos y 10s gmpos preposicionales predicativos. La sintaxis lexica del espaiiol parte de la base de que la lengua es un medio de transmisi6n de informaci6n, cuya conformaci6n se puede determinar a partir de las relaciones entre predicados y argumentos, las cuales crean jerarquias en las que 10s predicados operan sobre sus argumentos. Los elementos Mxicos que forman parte de estas jerarquias estiin determinados por el requerimiento argumental de 10s predicados y por su selecci6n, que determina la probabilidad de que un elemento perteneciente a la clase de argumentos de un predicado pueda concurrir como un argument0 de dicho predicado. Las proyecciones oracionales de las jerarquias que satisfacen el requerimiento argumental y la selecci6n de sus predicados constituyen un subconjunto de oraciones, a1 que denominamos la base. A partir de las oraciones que integran la base, se pueden derivar las restantes oraciones del espaiiol mediante transformaciones -fundamentalmente reducciones-, que no alteran el contenido informativo de las oraciones, puesto que no afectan sus relaciones de predicacibn. En la medida en que las transforrnaciones no alteran la informaci6n oracional, las oraciones de la base contienen toda la informaci6n que se puede transmitir en espaiiol. En relaci6n con el significado de 10s elementos ICxicos, proponemos su formalizaci6n con aut6matas semrinticos en el marco de relaciones de predicaci6n mediante un subconjunto de predicados que permiten sistematizar

la hiponimia, la meronimia, etc. Asi, las relaciones que se crean entre 10s aut6matas semiinticos de 10s elementos lCxicos que integran las jerarquias de predicaci6n determinan el contenido informativo de las oraciones. De esta forma, el significado de 10s elementos lkxicos se estructura dentro de un subconjunto de relaciones de predicaci6n y la integraci6n de 10s significados de 10s elementos lCxicos -definidos en funci6n de relaciones- en jerarquias de predicaci6n determina la informaci6n oracional. Este libro tiene cuatro capitulos: En el Capitulo I, se cuestiona la posibilidad de asignar juicios inequivocos de aceptabilidad a oraciones descontextualizadas. Asimismo, se pone en cuesti6n el concepto regularizador de las reglas gramaticales y se cuestiona el concepto de explicaci6n en sintaxis. En el Capitulo II, presentamos el modelo te6rico que fundamenta la sintaxis lexica del espaiiol, centriindonos biisicamente en las relaciones de predicaci6n, en sus proyecciones oracionales y en las relaciones que dichas proyecciones mantienen con otras clases de construcciones parafdsticas. Asimismo, se explica la aplicaci6n de la sintaxis ICxica a la creaci6n de bases de conocimiento lingiiistico en soporte electr6nic0, diseiiadas para el desarrollo de aplicaciones para el tratamiento automltico de la informaci6n textual en espaiiol. En el Capitulo III, se hace un estudio de las caracten'sticas sintsicticas de las clases de predicados, biisicamente, 10s verbs, 10s nombres, 10s adjetivos y 10s grupos preposicionales predicativos. Asimismo, se aborda la definici6n del concepto de predicado en relacidn con la polisemia y se estudia la distinci6n entre las locuciones verbales y 10s nombres predicativos con v e r b de soporte; a su vez, se examinan las intersecciones que se dan entre ciertas clases de predicados. En el Capitulo IV, realizamos una revisi6n hist6rica del concepto de predicado en la gramiitica y la lexicografia espaiiolas; dicha revisi6n pone de manifiesto que, a pesar de que el planteamiento que ha prevalecido en la gramiitica traditional identifica el concepto de predicado con el de verb, existe una importante tradici6n que ha propuesto un concepto de predicaci6n miis amplio y miis cercano a las propuestas de la sintaxis lexica. Quisiera expresar mi agradecimiento a Ma Teresa Fuentes; sus miiltiples observaciones y criticas, asi como sus valiosos comentarios me han permitido

corregir y mejorar esta obra en innumerables aspectos. Tarnbitn quiero darle las gracias a Marc Ortega por las interminables conversaciones que he podido mantener con 61 a prop6sito de la aplicaci6n de la teoria de aut6matas a1 analisis automfitico del discurso. Asimismo, quisiera agradecerles a Eulhlia de Bobes y a Paloma Garrido 10s comentarios y observaciones que hicieron a1 leer las Gltimas versiones de este libro. Finalmente, quisiera manifestar mi agradecimiento a las estudiantes y a 10s estudiantes de la Universidad Aut6noma de Barcelona que cursaron mi asignatura de Lengua Espcuiola III durante 10s cursos acad6micos de 1997-1998 y 1998-1999; sus preguntas, sus dudas y sus objeciones me obligaron a replantear y a reformular algunas propuestas del modelo sinthctico y de sus aplicaciones a1 espaiiol. El modelo sinthctico que presentamos en esta obra se estii utilizando para el desarrollo de aplicaciones infodticas de extracci6n autodtica de informaci6n textual en espaiiol. La investigaci6n que ha posibilitado la redacci6n de este libro se ha llevado a cabo en el marco de dos proyectos de investigacibn, que se han desarrollado bajo nuestra direcci6n y que han sido financiados por la Comisi6n Interministerial de Ciencia y Tecnologia (CICYT) del Ministerio de Educaci6n de Espafia: (1) TIC96-0804: Ancilisis lbxico y sinthctico automa'ticos de la lengua espaiiola; (2) PB92-0635: Autdmatas y transductores en el desarrollo de aplicaciones del Sistema de Diccionarios Electrdnicos del Espaiiol para el tratamiento automritico de la lengua espaiiola. Carlos Subirats Riiggeberg Carlos.Subirats@ uab.es http:Nseneca.uab.eslcsubiratsllali.html

1.1 Indeterminaci6n de la aceptabilidad de discursos descontextualizados Dado el conjunto de todas las secuencias finitas posibles construidas sobre el lCxico de una lengua, no es posible determinar de forma inequivoca cufil es el subconjunto que contiene s610 las secuencias aceptables. El problem que surge para determinar cufiles son las secuencias de palabras que pertenecen a1 subconjunto de 10s discursos aceptables, no lo plantean las secuencias que estAn clararnente en dicho subconjunto, ni tampoco las que estAn claramente fuera de 61, sino aquellas secuencias de palabras, que se aceptan parcialmente y que constituyen casos "marginales", en las que existe una gradaci6n variable en cuanto a su aceptaci6n como enunciados lingiiisticos. En consecuencia, la especificaci6n de la pertenencia de determinadas secuencias de palabras a1 conjunto de las oraciones de la lengua no se puede expresar en terminos binarios mediante dos valores tinicos, como p. ej., 'si, no', '+, -', '1,0', etc., sino mediante una gradaci6n de valores que indique su grado de aceptabilidad. La indeterminaci6n que provoca la imposibilidad de precisar en tCrminos binarios y, por lo tanto, de forma absolutamente inequivoca, 10s fen6menos que estudia la sintaxis y la semhtica de las lenguas naturales no es un hecho que afecte realmente a la comunicaci6n lingiiistica, sino que se trata de un fen6meno inducido por el hecho de estudiar las lenguas naturales en el marco casi exclusivo de oraciones descontextualizadas, analizadas a1 margen del discurso y del context0 de su enunciacibn. La idea de que existe realmente un proceso de decisi6n para indicar de f o m inequivoca las secuencias de palabras "grarnaticales" y separarlas de las "agramaticales" parte del supuesto de que existe un procedimiento formal I

La primera versidn de este capitulo aparecerh publicada en Beatrice Bagola, ed. La lingiiistica espaiiola en la kpora de 10s descubrimientos.Actas del Coloquio en honor del profesor Hans-Josef Niederehe. Trkveris, 16 a 17 de junio de 1997. Hamburg: Helmut Buske.

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de decisibn, con el cual se puede determinar inequfvocamente si una secuencia de palabras descontextualizada pertenece o no a1 conjunto de oraciones de la lengua. La creencia en este procedimiento formal suele estar fundamentada en una magnificaci6n implicita del aspect0 puramente formal de la comunicaci6n lingiiistica, a1 que se considera el elemento central de la comunicaci6n. Sin embargo, 10s discursos no existen fuera de la enunciaci6n y, por ello, las oraciones descontextualizadas constituyen tinicamente modelos posibles de formas que pueden ser utilizadas en la comunicaci6n. Desde esta perspectiva, la determinaci6n de la "gramaticalidad" de discursos descontextualizados constituye una extrapolaci6n, qlie puede resultar necesaria -0 incluso imprescindible- en el estado actual de nuestro conocimiento de la sintaxis para determinar las construcciones posibles que permiten transrnitir la informacidn en las lenguas naturales. Sin embargo, la determinaci6n de la "gramaticalidad" de una construcci6n formal y semhnticamente bien formada, como p. ej., una determinada configuraci6n de dependencias construida de acuerdo con sus respectivas restricciones de selecci6n, no constituye la especificaci6n de una propiedad inherente de dicha construcci6n, sino la determinaci6n -necesariamente subjetiva y, en algunos casos, imprecisa- de si dicha construcci6n puede o no ser utilizada en una situaci6n comunicativa real. El problem que se plantea es que la comunicaci6n verbal incluye tambiCn enunciados "desviados" -al menos, en relaci6n con las restricciones que determina la teoria lingiiistica-, que no se dan tinicamente en el lenguaje coloquial, sino incluso en la lengua literaria2;sin embargo, la "desviacibn" de dichos enunciados no dificulta su utilizacih efectiva en la comunicaci6n para vehicular significados. Ello demuestra que no existen discursos "gramaticales" o "agramaticales" a1 margen de la comunicaci6n, sino que lo que realmente existe son discursos que pueden resultar d s o menos operativos a1 integrarse en el proceso comunicativo entendido globalmente. Desde esta perspectiva, la "gramaticalidad" no se puede considerar como una propiedad inherente de determinados discursos, sino como una indicaci6n -en ocasiones imprecisa- de la posibilidad o imposibilidad de que dichos discursos puedan ser utilizados o no en un context0 comunicativo real para vehicular significados. En la sintaxis ICxica, utilizamos el tCrmino aceptabilidad e inaceptabilidad -en lugar de gramaticalidad y agramaticalidad- para hacer referencia a la gradacidn, que permite especificar la posibilidad o imposibi2. Cf. Mayoral (199444 passim).

lidad de que un enunciado -en general, una oraci6n- pueda formar parte de la comunicaci6n real. El hecho de que no podamos determinar la aceptabilidad de algunos enunciados no significa que su formaci6n no est6 sujeta a determinadas restricciones, como p. ej., el requerimiento argumental, la selecci6n, etc. En realidad, el hecho de que no todas las secuencias posibles de palabras construidas sobre el lCxico de una lengua constituyan enunciados aceptables muestra la existencia de determinadas restricciones, que eskin lexicalizadas. Por ello, no se trata de negar la existencia de dichas restricciones o de negar su condicionarniento en la determinacibn de la forma de 10s enunciados, sino. que de lo que se trata realmente es de incorporar en la teoria lingiiistica 10s limites difusos de la determinacibn de dichas restricciones, cuando se establecen a1 margen de la comunicaci6n. Aunque la sintaxis l6xica se centra en el estudio de las restricciones formales y sednticas lexicalizadas, trata de evitar la magnificacibn del aspect0 puramente formal del lenguaje -y del reduccionismo simplista que acompaiia dicha magnificacibn-, y, asimismo, trata de fundamentar su investigacibn sobre unas bases que permitan la incorporaci6n de sus resultados a una concepci6n global de la comunicaci6n.

1.2 Inexistencia de "reglas"gramaticales Partiendo de la hip6tesis de que existe realmente un procedimiento de decisi6n para determinar cuiles son 10s enunciados aceptables de una lengua, se ha considerado que las "reglas grarnaticales" tienen una distribuci6n regular y precisa en el lCxico y, por ello, se les ha atribuido la posibilidad de "regularizar" las formas que transmiten la informaci6n en las lenguas. Desde esta perspectiva, el concepto de "regla" se entiende como un principio regulador, a partir del cual se pueden explicar la forma o incluso aspectos del significado de 10s discursos. La diferencia entre la gradtica tradicional y la estructural o la generativa en relaci6n con este concepto de "regla" no es conceptual, sino meramente metodo16~ica'.La gradtica tradicional parte de la hip6tesis no explicita de que existe una relaci6n entre propiedades de forrna y propiedades de significado, y asume implicitamente que, a partir de dicha 3. "Originally prescriptive, [grammatical rules] are now provided with conjured-up 'structural facts' to which they can stand as 'descriptions'." Cf. R. Hams (1987:130).

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Capitulo I

relacibn, es posible formular reglas "explicativas". A su vez, la gramitica estructural y el generativismo parten de una separaci6n previa de las propiedades formales y semiinticas, y desarrollan la hipdtesis -no verificada- de que existe un conjunto de estructuras o reglas independientes del lCxico -0 con una proyecci6n trivial en 61- que permiten regularizar las estructuras formales que vehiculan la informaci6n. Pero a pesar de las diferencias en relacidn con el formalismo utilizado para formular las "reglas grarnaticales", la gradtica tradicional, la estructural y la generativa coinciden en atribuirles a priori un valor regularizador. En consecuencia, la diferencia no reside en el concept0 de "regla", sino 6nicamente en su formulacidn: la gramhtica tradicional mezcla criterios formales y nocionales, y el estructuralismo o el generativismo separan forma y significado para potenciar un reduccionismo formalista. El estudio del requerirniento argurnental, de la selecci6n, del significado, y del dominio de aplicaci6n de las reducciones y de las transformaciones de 10s predicados en el marco de la sintaxis lexica ha puesto de manifiesto la existencia tanto de clases de propiedades como de clases de predicados. Sin embargo, la distribuci6n global en el lCxico de las propiedades sintsicticas y seminticas presenta un grado de interseccibn tal que no existen en las lenguas naturales dos predicados que tengan exactamente la misma caracterizacidn sedntica y sintsictica4. Asimismo, el estudio s i s t e d tic0 de las propiedades de selecci6n y el dominio de aplicaci6n de las reducciones y de las transformaciones -y en un grado mucho menor, el estudio de las propiedades de dependencia- han mostrado que su distribucibn en el lCxico presenta un cierto grado de "indeterminaci6n",ya que, en ciertos casos, no es posible especificar con precisi6n si las oraciones -descontextualizadasresultantes de las verificaciones de determinadas propiedades formales o semsinticas son o no aceptables (1.1)~. La complejidad de la distribuci6n en el lCxico de las propiedades de dependencia, de selecci6n, de reducci6n y de 4. "Deux ClCments (i.e. deux entdes) appartiennent A la mCme classe lorsqu'ils possMent les mCmes propriCtt-5~syntaxiques. Pour notre ensemble de 3.000 entrks (i.e. verbes), cette relation fournit un ensemble de 2.000 classes. Une classe contenant en moyenne 1,5 verbe, on peut affirmer qu'en gCnCal, il n'existe pas deux verbes qui ont les mCmes propriCtts syntaxiques." Gross (1975214). 5. Las referencias numbicas entre parkntesis remiten a capitulos y apartados de este libro.

Introduccidn

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transformaci6n, junto al car6cter difuso que presentan en algunos casos, imposibilita considerar dichas propiedades -0 su reformulaci6n en forma de "reglas gramatica1es"- como un medio para "regularizar" las estructuras formales que vehiculan la informaci6n en las lenguas. Por tanto, si por "regla" -independientemente del formalismo utilizado para formularla- entendemos un mecanismo de "regularizaci6n", podemos afirmar que no existen "reglas" en las lenguas naturales: el estudio sistedtico de la sintaxis y la sedntica en el ICxico ha puesto de rnanifiesto la falacia de su presunta funci6n regularizadora. La utilidad pdctica del concepto regularizador de "regla" grarnatical, p. ej., para crear una norma lingiiistica con objeto de establecer las bases de la lengua "culta", para el desanollo de ciertas aplicaciones que no requieren un alto grado de precisi6n en el iimbito del tratamiento autodtico de las lenguas naturales, para facilitar el aprendizaje de segundas lenguas, etc., no se debe confundir con la validez te6rica de dicho concepto, que como ya hemos seiialado, carece de todo fundamento empirico. El hecho de que la sintaxis lCxica niegue la existencia de "reglas regularizadoras" no constituye una forma de "caotizaci6nU de la teoria lingiiistica, ya que tambitn la sintaxis ICxica trata de deteminar regularidades en las lenguas naturales, pero, en esta btisqueda, no intenta imponer condiciones reduccionistas carentes de base empirica, sino que trata de delimitar las propiedades reproducibles d e las lenguas, centrsindose en aquellas que estiin ICxicamente condicionadas, como p. ej., el requerimiento argumental, la seleccibn, las relaciones entre oraciones parafdsticas, etc. Sin embargo, el objetivo de la sintaxis ICxica no consiste en fundamentar con mktodos "deductivos" las "reglas" que las teorias especulativas -como p. ej., el generativismo- han intentado formular infructuosamente mediante mCtodos hipotktico-deductivos: no se trata de desarrollar un d t o d o empirico para fundamentar con " d s ejemplos" las "reglas regularizadoras" de las teorias especulativas, puesto que ya hemos seiialado que dichas "reglas" simplemente no existen. Obstrvese que, al referirnos a la distribuci6n en el ltxico de las propiedades formales y las de seleccibn, no hemos utilizado el tCrmino "complejidad" en un sentido tknico, sino en mera contraposici6n con el reduccionismo simplista de teorias que proponen el uso de "reglas grarnaticales" como una forma -inverificable- de regularizar la estructura formal de las Ienguas naturales. La sintaxis lexica ha constatado que dichas "reglas" tienen unas caracteristicas que estin en clara contradiccibn con su presunta

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funci6n regularizadora y, a su vez, ha puesto de manifiesto que la supuesta "complejidad" de la distribuci6n de las propiedades sint6cticas y seminticas ICxicamente condicionadas no es un hecho caracteristico de una lengua determinada o de aspectos especificos de su sintaxis o de su semintica, sin0 que constituye, como hemos seiialado anteriormente, una propiedad general de las lenguas, ya que no existe ninguna lengua, entre todas las que han sido estudiadas por la sintaxis lCxica, en la que se haya obsewado la existencia de dos predicados con significados distintos, que tengan exactamente las mismas propiedades de dependencia, de seleccidn, de reducci6n o de transformaci6n. Asimismo, el estudio de 10s argumentos o sus clases, en funci6n de 10s predicados que pueden operar sobre ellos, ha mostrado una complicada red de intersecciones. Todo ello nos induce a pensar que la supuesta "complejidad" no es sino una propiedad caractenstica de las lenguas naturales, puesto que no se conoce la existencia de lenguas en las que haya predicados que tengan significados distintos y que compartan las mismas propiedades de dependencia, de seleccibn, de reducci6n y de transformaci6n. La correlaci6n sistedtica entre la diferenciacibn formal y sedntica de 10s predicados permite proponer, en primer lugar, que el significado de un predicado no solo no es independiente de su selecci6n (2.2). sino que tampoco es independiente de sus propiedades formales, de manera tal que son sus distintas propiedades de forma, las que permiten delimitar su diferenciacibn sedntica, no solo en el caso de formas morfofonol6gicas polidmicas, que constituyen varias entradas -y, por lo tanto, varios predicados-, sino entre todos 10s predicados del 1Cxico. Desde esta perspectiva, se puede explicar el hecho de que no haya dos predicados que tengan las mismas propiedades formales y/o la misma selecci6n como un procedimiento para mantener su diferenciacibn sedntica. Es decir, si la funci6n de las propiedades ICxicas de 10s predicados es acotar su diferenciacibn sedntica, teniendo en cuenta que no hay dos predicados que Sean absolutamente sin6nimos, s610 si cada uno de dichos predicados forma parte de una clase linica de diferencias, se puede mantener, a su vez, su diferenciacibn semintica. En segundo lugar, la correlaci6n entre diferenciacibn formal y sedntica que se observa en 10s predicados pone de manifiesto que las formas sinticticas que vehiculan la informaci6n se caracterizan por ser redundantes, es decir, por no utilizar todas sus posibilidades combinatorias, y estas restricciones sobre su combinatoria crean una red de redundancias que restringe el niimero de construcciones sinticticas (o concatenaciones de elementos 16xicos) que pueden vehicular

informaci6n. En consecuencia, la redundancia sintictica, determinada por predicados que constituyen clases de redundancia integradas por un solo elemento, constituye el soporte que vehicula la informaci6n. Por ello, la determinaci6n de las clases de redundancia en el ICxico de predicados aporta la informaci6n que se requiere para dar una representaci6n del contenido informativo de 10s enunciados. La problemitica que acabamos de seiialar determina el objeto de estudio de la sintaxis Mxica, que se centra bisicamente en la determinacibn de 10s medios sinticticos y seminticos que permiten, por un lado, delimitar las diferencias sednticas entre predicados y, por otro, crear las formas sinticticas que transmiten la informaci6n. La mayoria de las teorias de la gramitica y del aprendizaje de lenguas han partido siempre de planteamientos "analogistas", sin investigar si realmente un "sistema regular" -no verificado en las lenguas naturales- seria mucho mis dificil de aprender y menos adaptado para vehicular 10s significados que se pueden transmitir con las lenguas naturales, que un medio, como las lenguas que conocemos, que mantiene la individualizaci6n semintica de 10s predicados a partir de la diferenciacibn de propiedades formales y seminticas ICxicamente condicionadas. La forma de mantener la diferenciacibn sedntica entre 10s predicados del lCxico que se obsema en las lenguas naturales no se puede comprender, tratiindola como una mera cuesti6n de "complejidad". En efecto, la funci6n diferenciadora de las propiedades de 10s predicados permite definir la funci6n de las "reglas" desde una nueva perspectiva. Asi, no solo no existen reglas "regularizadoras", como hemos seiialado repetidamente, sino que, en el marco de nuestro planteamiento, la funcibn de las propiedades ICxicas de 10s predicados es crear un sistema de diferencias que sima para delimitar seminticamente a dichos predicados y, quizis, tambiCn a 10s argumentos, aunque, el estado actual de las investigaciones sobre esta cuesti6n no permite adelantar conclusiones precisas. Posiblemente, la caracterizaci6n de 10s argumentos en el marco de la s e d n tica Ibxica, es decir, el estudio sistedtico en el lCxico de la selecci6n de predicados o combinaciones de predicados que pueden actuar sobre determinadas clases de argumentos, permita dar un explicaci6n de su diferenciacibn sedntica y, quids, entonces sea posible precisar de forma global la diferenciaci6n semintica de todos 10s elementos que integran el lCxico, tanto predicados como argumentos.

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1 3 RelacMn entre forma y significado: a profisito de las completivas El intento de proporcionar explicaciones, estableciendo relaciones entre propiedades de fonna y propiedades de significaci6n tiene una larga tradicibn, tanto en la gramitica tradicional como en la lingiiistica. Asi p. ej., en la gradtica tradiciona16, se ha intentado explicar la posibilidad o imposibilidad de reducci6n de la completiva, relacionando dicho proceso formal con el significado del verbo; para ello, se han establecido clases semsinticas de verbs, como p. ej., 10s verbos de "entendimiento", 10s de "voluntad" y 10s de "pasi6n", y se han especificado reglas de reducci6n de la completiva en funci6n de la pertenencia de un v e r b a una de dichas clases sednticas. Este intento de explicaci6n tiene un cierto fundamento empirico, ya que, en algunos casos, la posibilidad de reducci6n de la completiva se da en clases de verbs que parecen presentar una cierta homogeneidad desde el punto de vista semintico. TambiCn dentro de la lingiiistica espaiiola actual7,se han intentado explicar algunos fen6rnenos formales, intentando relacionarlos con propiedades sednticas de 10s elementos lCxicos afectados. Asi p. ej., se ha intentado explicar la posibilidad de que un verbo admita una subordinada, partiendo de las propiedades sednticas del verbo principal. Tampoco esta explicaci6n carece por completo de fundamento empirico, ya que es cierto que 10s predicados de segundo nivel, es decir, aquellos que admiten otros predicados como argumentos, tienen, en general, propiedades seminticas diferenciales -aunque no se correspondan con las que se han seiialado en 10s intentos explicativos mencionados anterionnente8-: en efecto, en general, 10s 6. Cf. Subirats (1994:332-335; 1990; 1987:12-32) para un estudio de esta cuestidn en la tradicidn gramatical espaiiola y en la de otras lenguas romhnicas. 7. Cf. p. ej., Bosque (1991:86 ss.). 8. Los problemas que plantea la propuesta de Bosque (1991:86 ss.) son bfisicamente 10s siguientes: 1. A pesar de que Bosque utiliza 10s timinos "predicado" y "argumento", no fundamenta su definicicin en una teorfa de la predicacidn, por lo que, en la prhctica, su concept0 de predicado se reduce al de verbo, con lo cual se sit6a dentro de una concepci6n absolutamentetradicional. 2. Aunque, aparentemente, Bosque (1991) aborda el tratamiento de la subordinacidn con el prop6sito de revisar propuestas innovadoras, en la prhctica recurre a 10s conceptos imprecisos del estructuralismo lingiifstico, es decir, estudia la

predicados de segundo nivel, como p. ej., gustar, posibilidad, dificil, etc., tienen un significado d s "abstracto" que 10s predicados de primer nivel, es decir, 10s que no admiten predicados como argumentos, como p. ej., saponijkar, sulfuroso, etc. Sin embargo, la propuesta de explicar las propiedades formales de 10s elernentos ltxicos a partir de caracterizaciones s e d n ticas generales carece de c d c t e r predictive y, por tanto, no es reproducible en el Itxico. En realidad, estos intentos de explicaci6n ocultan la verdadera naturaleza del sistema de diferenciaciones formales y sednticas que se manifiesta en el ltxico y contribuyen indirectamente a mantener la falacia de la existencia de "reglas" regularizadoras en las lenguas naturales. Los intentos de explicaci6n de la subordinaci6n sobre una base sedntica a 10s que nos hemos referido anteriormente plantean ademis otro problema, que consiste en que parten de una reducci6n del problema de la subordinaci611, limit6ndolo exclusivarnente al tratarniento de 10s predicados verbales, es decir, se limita el estudio de la subordinacibn a la subordinaci6n verbal. Sin embargo, el estudio sint6ctico de 10s predicados de segundo nivel requiere un anilisis global, que debe tener en cuenta por lo rnenos las siguientes cuestiones: 1. Los predicados verbales de segundo nivel pueden ser verbos predicativos, pero, tarnbitn, nombres, adjetivos predicativos, preposiciones predicativas, etc., 10s cuales admiten, a su vez, predicados -no 6nicamente verbos- como argumentos. 2. Hay predicados que no admiten predicados como argumentos, aunque si admiten como argumentos grupos nominales, cuyos n6cleos son nombres predicativos; asi p. ej., el verbo presentar o la preposici6n predicativa sobre 'acerca de', no admiten predicados como argumentos, p. ej., ?*El abogado presentd que su defendido era inocente, ?*El abogado no habM sobre que su defendido era inocente, aunque admiten como argumento un grupo nominal, cuyo ndcleo sea un nombre predicativo como prueba o hecizo, p. ej., El abogado present6 la prueba de que su defendido era inocente, El abogado no hub16 sobre el hecho de que su defendido era inocente (3.9). 3. Hay una clase de locuciones verbales en espaiiol, como p. ej., llegar a la conclusidn, cuyo argumento lexicalizado es un nombre predicativo de subordinaci6n como casos de oraciones que admiten otras oraciones como sujetos o complementos.

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segundo nivel P,, cuyo argumento oracional se puede incorporar a dicho Npred tras una relativizacidn y una reduccidn del verbo de soporte, las cuales convierten el argument0 oracional del Npred lexicalizado en un argumento derivado introducido por el marcador de (3.12):

Max llegd a una conclusidn; que esto es mcis complicado es una conclusidn [Rel] +Max llegd a una conclusidn, que es que esto es mcis complicado [Red Vsop] + Max llegd a la conclusidn de que esto es mcis complicado De hecho, tambiCn en el marco de la sintaxis ICxica, se podria hacer el intento de proporcionar explicaciones, poniendo en relacidn las propiedades formales y semiinticas de 10s predicados, pero esta relacidn careceria de valor explicative o "regularizador", en la rnedida en que tendria un carhcter tinico para cada uno de 10s predicados del 1Cxico. La explicaci6n sinkictica de la subordinacidn o de cualquier otro fendmeno no debe consistir en limitar su alcance sinkictico y en buscar algunas coincidencias entre forma y significad0 sino en la delimitacidn de su extensidn en el ICxico, con objeto de determinar la organizacidn de las diferenciaciones que permite vehicular la informaci6n. En efecto, dado que las propiedades lexicalizadas de 10s predicados -y, posiblemente, de 10s argumentos- tienen una funcidn fundamentalmente diferenciadora (1.2), el objetivo de la sintaxis se debe centrar en la determinacidn de su extensidn en el 1Cxico.

2.1 Relaciones de dependencia entre predicados y argurnentos Partiendo de un procedimiento sistedtico que nos permita deterrninar las palabras que integran el 16xico de una lengual, podemos constatar que no todas las secuencias finitas de palabras construidas sobre dicho lCxico constituyen enunciados aceptables, es decir, enunciados que 10s hablantes nativos utilicen realmente en la comunicaci6n lingiiistica o que dichos hablantes reconozcan como enunciados posibles. La gradtica generativa, a1 igual que la gradtica estructural, ha partido de la hip6tesis de que existen reglas o estructuras -cuya determinacibn se puede efectuar con independencia del 1Cxico- que permiten dar una caracterizaci6n general de las secuencias de palabras que constituyen 10s enunciados lingiiisticos de las lenguas naturales. La constataci6n de la complejidad de la distribucibn de las reglas gramaticales en el 1Cxico y el hecho de que no se haya podido dar una caracterizaci6n global de 10s procesos sintiicticos y semiinticos de las lenguas naturales con independencia de su determinaci6n en el lCxico han sido la causa del abandono de las hip6tesis generativistas y del creciente interCs por el estudio de 10s condicionamientos lCxicos que determinan la semintica y la sintaxis de las lenguas naturales. A lo largo de este proceso de cambio, se ha ido configurando el marco te6rico y metodol6gico de la sintaxis ICxica, cuyo objetivo biisico es el estudio de las restricciones ICxicamente condicionadas, que estructuran formal y semhticamente 10s enunciados y que determinan la fonna de vehicular la informaci6n en las lenguas naturales. Los enunciados lingiiisticos, tanto en su forma oral como escrita, se presentan como una sucesi6n lineal de palabras, per0 no es posible dar una caracterizaci6n de dichos enunciados a partir de la mera observaci6n de sus formas superficiales. Por ello, no existe ninguna teoria global que haya podido dar cuenta de las regularidades del conjunto de enunciados de una lengua, utilizando Cnicamente criterios estadisticos o distribucionales. La sintaxis lexica trata de dar una caracterizaci6n de 10s enunciados mediante la determinaci6n de las restricciones formales y seminticas subyacentes que se 1. Cf. Harris (1991: 17 1 ss.; 1968:24 ss.).

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establecen entre 10s elementos lCxicos que integran dichos enunciados, ya que parte de la hip6tesis de que son dichas restricciones las que configuran la forrna de 10s enunciados. Asi, el modelo de la sintaxis lCxica, que est6 fundamentado en la teoria de predicados de Z.S. ~ a r r i sparte ~ , de la hip6tesis de que el conjunto de oraciones de una lengua esta; constituido por proyecciones lineales de la relaci6n de dependencia que se establece entre 10s elementos lCxicos que constituyen dichas oraciones. Esta relaci6n de dependencia se manifiesta de forma explicita en el subconjunto de oraciones que constituye la base (2.5), en las cuales la presencia de determinados elementos lCxicos simples o compuestos depende a su vez de la presencia de otros elementos lCxicos pertenecientes a una determinada clase. Asi p. ej., en (1) y (2), la presencia de abrir y echar una mano depende, respectivamente, de la aparici6n de Max y compuerta, y de Eva y amigo en un orden determinado con respecto a abrir y echar una mano: (I) Max abre una compuerta (2) Eva echa una mano a un amigo En (3), la presencia de peligro depende de la aparici6n del verbo abrir y de todas las palabras que concurren con dicho verbo: (3) Que Max abra una compuerta es un peligro

En el subconjunto de oraciones, a1 que denominamos base, para cada palabra simple o compuesta, como p. ej., abrir, echar una mano, compuerta, etc., existe una clase de palabras -o ninguna-, cuyos rniembros reciben el nombre de argumentos, tal que cada una de dichas palabras no puede aparecer en una oracibn, si no aparece en ella en una posici6n determinada una palabra perteneciente a cada una de las clases a las que pertenecen sus argumentos. Las palabras que no tienen requerimiento argumental, es decir, aquellas cuya presencia no requiere la concurrencia de otras palabras, como p. ej., el nombre 'concrete' compuerta, Max, Eva, etc., las denominamos argumentos de nivel cero y las representamos por N. Las palabras que tienen un requerimiento distinto de cero, como p. ej., abrir, echar una mano o peligro, las denominamos predicados; 10s predicados, 10s representamos por P y sus argumentos se especifican en min6sculas como subindices del predicado correspondiente. 2. Cf.Harris (1970:612-692; 1981:291-435; 1982; 1991).

Los predicados, como abrir o echur una mano, que solo admiten argumentos de nivel cero N como argumentos, es decir, 10s predicados P...,.., reciben el nombre de predicados de primer nivel. Los predicados, como p. ej., peligro, que pueden admitir por lo menos un predicado como argumento, es decir, 10s predicados P..,.., reciben el nombre de predicados de segundo nivel. Por tanto, en 10s anteriores ejemplos (1) y (2), podemos decir que abrir y echar una mano requieren la presencia de 10s pares Max, compuerta y Eva, amigo, respectivamente, que operan sobre dichos pares o que dichos pares constituyen su requerimiento argumental; asimismo, en (3), peligro requiere u opera sobre abrir, que es su argumento y, a su vez, abrir requiere u opera sobre Max y compuerta, que constituyen sus argumentos. El requerimiento argumental de un predicado no se define en funcidn de clases de argumentos definidos morfol6gica o distribucionalmente, sino en funcidn de las propiedades de dependencia de 10s argumentos de 10s que depende dicho predicado. Asi p. ej., 10s predicados a6rir y echur una mano en (1) y (2) no se caracterizan por depender de un conjunto de palabras pertenecientes a la clase distribucional de 10s nombres, sino por depender de 10s argumentos de nivel cero N, Max y compuerta, y Eva y amigo, respectivamente, que, a su vez, se caracterizan por no depender de otras palabras, ya que su requerimiento argumental es cero; por ello, consideramos que abrir y echar una maw son predicados de primer nivel P,. Asimismo, un predicado, como p. ej., peligro en nuestro anterior ejemplo (3), se caracteriza por incluir en su requerimiento argumental el predicado abrir, el cual, a su vez, tiene su propio requerimiento argumental; por ello, consideramos que peligro es un predicado de segundo nivel P,. El hecho de definir la dependencia de un predicado en relacidn con las propiedades de dependencia de las palabras que pueden concurrir con 61 para formar una oraci6n y no en relacidn con listas de palabras que poseen determinadas propiedades distribucionales nos pennite dar una caracterizacidn formal de dicha dependencia. En efecto, la relacidn de dependencia entre predicados y argumentos induce un orden parcial (L, I )en el lCxico, ya que para todo a, b, c perteneciente a L, a I a, si a I b y b I a, entonces a = b, si a I b y b I c, entonces a I c, y hay elementos a, b de L que no son comparables y, para ellos, ni a I b, ni b I a. Este orden parcial, que tiene tres niveles, determina una relaci6n de equivalencia en el ICxico, que induce su partici6n en tres clases, integradas por argumentos de nivel cero N, por predicados de primer nivel P.,. y por predicados de segundo nivel P., y, a su vez, induce una particidn de la clase de predicados de primer nivel en las subclases de

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requerimiento argumental P,,, P, y P, y, una partici6n de la clase de 10s predicados de segundo nivel en las subciases P, P, P,,,,, etc. La partici6n del lCxico en tres clases de equivalencia bisicas est6 motivada lingiiisticamente desde el punto de vista del proceso de creaci6n de oraciones a partir del1Cxico. En efecto, 10s argumentos de nivel cero N pueden entrar en el proceso de formaci6n de una oraci6n a partir de las bases de conocimiento lCxico y sintiictico-semintico (2.13 y Fig. 2.5), sin requerir la presencia de otros elementos, mientras que la entrada de un predicado depende de la entrada previa de otras palabras, ya Sean estas N o P. En consecuencia, 10s argumentos N con un requerimiento argumental nulo son necesarios para que, en el proceso de formaci6n de oraciones, se creen las condiciones que permitan la entrada de un predicado. Los predicados de primer nivel P...,.., cuyo requerimiento argumental incluye hicamente argumentos de nivel cero, resultan imprescindibles, ya que de otro modo despuCs de 10s argumentos N, no podria entrar ningtin predicado para completar la formaci6n de una oraci6n. A su vez, la existencia de predicados de segundo nivel P..,.., cuyo requerimiento argumental incluye uno o miis predicados, es necesaria para que se puedan formar construcciones sintiicticas recursivas.

La dependencia de un predicado con respecto a una clase de argumentos indica que cualquier elemento de dicha clase tiene una probabilidad positiva de aparecer con dicho predicado para formar una oracibn, per0 dicha dependencia no especifica la probabilidad de aparici6n de 10s elementos de la clase y, a su vez, dicha probabilidad puede no ser idCntica para todos sus elementos. En general, la posibilidad de que un predicado tenga un determinado N -o una determinada clase de N- como su argumento o, a la inversa, la posibilidad de que un N aparezca como argumento de un determinado predicado -o de una determinada clase de predicados- constituye una gradaci6n, que, a pesar de no admitir una caracterizaci6n precisa, se puede establecer en tCrminos comparativos: para un determinado predicado, se puede precisar la posibilidad de que un determinado N sea su argumento, compar6ndola con la posibilidad que tienen otros argumentos N. Las palabras que pertenecen a la clase de argumentos de un predicado y que, en tCrminos comparativos, tienen una posibilidad de aparici6n normal como argumentos de este, a1 margen de un context0 oracional o de un tipo de discurso especificos, constituyen la

seleccidn de dicho predicado en relaci6n con dichos argumentos. Observemos algunos ejemplos. No todas las unidades ICxicas que pertenecen a la clase de 10s argumentos N tienen la misma posibilidad de aparecer como primer argumento del predicado P,, dormir. En efecto, dormir admite de forma natural Max o gato como argumentos, p. ej., Max duerme o El gato duerme; por el contrario, la aparici6n de cirboles o montaiia como argumentos de dormir en Los cirboles duermen en invierno y Las montaiias duermen bajo una espesa capa de nieve se puede considerar menos natural, aunque ambas oraciones se pueden interpretar en un sentido metaf6rico; sin embargo, el nombre koncreto' pared como argumento de dormir, p. ej. en La pared duerme, daria lugar a una oraci6n de dificil interpretaci6n semlntica. Asi, en relaci6n con 10s ejemplos que hemos considerado anteriormente, la selecci6n de dormir incluiria Max, gato y, posiblemente, a'rbol o montaiia, pero no pared. Obs6vese, no obstante, que una oraci6n dudosa, como p. ej., Hasta las paredes bostezaban, puede resultar natural e incluso puede adquirir una interpretaci6n semlntica precisa, si se encuentra en un context0 oracional que facilite su interpretacibn metafbrica, como p. ej., Sus clases eran tan solemnemente aburridas que, en ellas, hasta las paredes bostezaban. En este liltimo ejemplo, la posibilidad de aparici6n de pared como argumento de bostezar no se puede determinar en el marco oracional en el que se proyecta su relaci6n de dependencia, sino que es necesario tener en cuenta su entomo. Este ejemplo pone de manifiesto que existe un tip0 de oraciones -que se suelen considerar 'marginalesl-, que solo pueden adquirir una interpretaci6n semintica precisa en un discurso determinado y, asimismo, pone de relieve 10s limites imprecisos de la determinacibn de la selecci6n de un predicado y la imposibilidad de determinar la interpretacidn semlntica de la proyecci6n lineal de ciertas jerarquias de dependencias en el marco exclusivo de la oraci6n que crea dicha proyecci6n. Cuando el argumento de un predicado es un grupo nominal derivado, el significado de cuyo nlicleo -al que podemos denominar argumento inmediato- esti condicionado por sus modificadores, por el hecho haber 'heredado' algunas de las caracteristicas semlnticas de dichos modificadores, no es posible determinar la selecci6n del predicado en funci6n del nlicleo de dicho GN. Asi p. ej., una oraci6n como (4) La niiia se comid una casita resulta poco natural, mientras que las oraciones (5) La niiia se comid una casita, que era de chocolate o (5') La niiia se comid una casita de chocolate, en las que el argumento casita recibe el modificador que era de chocolate o su reduccidn de chocolate, constituyen oraciones aceptables, que se podrian derivar a partir de

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(6) La niiia se comic5 una casita; dicha casita es de chocolate, mediante una relativizacidn y una reduccidn de la oraci6n de relativo. El problema que plantea derivar (5) o (5') a partir de (6) es que (6) incluye la oracidn (4), cuya interpretacidn, como hemos seiialado anteriormente, es dudosa. Teniendo en cuenta que, en (5) y en (57, la seleccidn del segundo argumento de comer no se puede establecer en funci6n de la clase de selecci6n a la que pertenece su argumento inmediato, es decir, casita, sin0 en funci6n de la clase semhtica del grupo nominal derivado, la cual esti condicionada por el significado del modificador que es de chocolate o por su reduccidn, de chocolate, tenemos que derivar (5) o (5') mediante una reduccidn algo/alguien que ser, que convierte, respectivamente, una casita, que es de chocolate, en (7), o una casita de chocolate, en (8), -pero nunca casita- en el segundo argument0 de comer. La huella que dejan estas derivaciones en la oracidn resultante es justamente el hecho de que un argumento como casita, que no pertenece a la clase de selecci6n del segundo argumento de comer, pueda constituir su argumento inmediato:

'La

niiia se comic5 algo; una casita es algo; una casita es de chocolate [Re11 +La niiia se comic5 algo; una casita, que es de chocolate, es algo [Re11 (7) +La niiia se comic5 algo, que es una casita, que es de chocolate [Red algdalguien, que ser] +La n i k se comid una casita, que es de chocolate [Red ORel] +La niiia se comic5 una casita de chocolate [Red ORel] de (7) (8) + La niiia se comid algo, que es una casita de chocolate [Red algo/dguien, que ser] +La niik se comic5 una casita de chocolate

Esta derivaci6n muestra que la seleccidn no siempre depende del argumento inmediato de un predicado, sino que puede estar determinada por otro predicad0 que puede modificar a dicho argumento inmediato. Asi, adem6s de una subclase de elementos ICxicos, el segundo argumento de comer 'ingerir' puede ser cualquier grupo nominal derivado, como p. ej., casita de chocolate, etc.,

que pertenece a la clase semintica 'alimento', porque esti modificado por el predicado P,,,, ser de 'estar formado o compuesto port, que transfiere el significado'alimento', que posee su segundo argumento, es decir, chocolate, a su primer argumento, o sea, casita. En consecuencia, la selecci6n de un predicado con respecto a sus argumentos N no solo incluye las subclases de elementos ICxicos pertenecientes a las clases seminticas que determinan dicha selecci6n, sino que puede incluir cualquier grupo nominal derivado -aunque su n6cleo no pertenezca a ninguna de dichas subclases ICxicas-, cuando dicho GN ha 'heredado' el significado perteneciente a dichas clases semhnticas debido a la acci6n de sus modificadores. El significado de un predicado determina en parte su seleccibn, pero dicha selecci6n contribuye tambiCn a delimitar su significado. Asi p. ej., no es solo la diferencia de significado de 10s distintos predicados peinar en (9) y (lo), donde son dos P, con la misma proyecci6n lineal NI peinar N2, lo que determina su distinta selecci6n, sino que es tambiCn dicha selecci6n lo que permite diferenciar sus significados: en efecto, en (9) Eva peino', su cabellera, peinar] significa 'pasar el pine por el pel0 o cualquier cosa semejante para alisarlo' y selecciona segundos argumentos que se refieran a 'pelo o cosas semejantes', mientras que en (10) La policia peindz la zona, peinar2 significa 'rastrear cuidadosamente una zona' y selecciona segundos argumentos que se refieran a 'zonas, espacios, etc.'. Es justamente la distinta selecci6n de estos dos predicados, tal como se manifiesta en (9) y (lo), lo que permite diferenciar sus distintos significados. Asimismo, tampoco es 6nicamente el distinto significado de 10s tres predicados plantar de (11-13), que tienen el mismo requerimiento argumental P,, y la misma proyecci6n lineal N, plantar Nt, lo que determina su selecci6n, sino que es la distinta selecci6n que imponen 10s distintos predicados plantar sobre sus segundos argumentos, lo que permite delimitar sus significados respectivos. Asi, en (ll), plantarl 'meter en tierra una semilla, esqueje, etc., para que arraigue' requiere que su segundo argumento pertenezca a la clase semintica 'vegetal'; en (12), plantar2 'fijar o poner enhiesta una cosa' requiere que su segundo argumento sea un N 'inanimado' y, en (13), plantar3 'abandonar a alguien' selecciona segundos argumentos 'humanos': (1 1) Max planto'] un cfrbol (12) Los obreros plantaron210s postes de telkgrafos (13) Eva plant63 a Max

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La extensi6n lexica de la clase de predicados que puede operar sobre un argumento tambiCn puede determinar caracten'sticas de su significado. Observemos un ejemplo. Alguien y algo, cuando son N,pueden ser argumentos de cualquier predicado. Es justamente la extensi6n lexica de la clase de predicados que pueden operar sobre ellos, -clase que incluye pricticamente a todos 10s predicados del ICxico-, o, visto desde una perspectiva inversa, es la falta de especificidad en relaci6n con 10s predicados que pueden operar sobre dichos argumentos, lo que induce su significado 'indefinido'. Por tanto, dicho significado se puede considerar como una funci6n de la capacidad indiscriminada de alguien y algo para ser argumentos de cualquier predicado. En realidad, solo un argumento 'vacio' de significado puede acomodarse a todas las restricciones sednticas que imponen 10s predicados sobre sus argumentos. En suma, la selecci6n constituye una gradacibn, que solo adrnite una determinacibn comparativa; asimismo, la selecci6n puede contribuir a precisar el significado de 10s predicados y a mantener su diferenciacibn sedntica con respecto a otros predicados del ICxico.

23 Oraciones de base Las oraciones son proyecciones lineales de la relaci6n de dependencia que se establece entre las palabras que las integran. La relaci6n de dependencia entre predicados y argumentos induce un orden parcial en la oracibn, ya que para todo a, b, c perteneciente a una oracih 0 , a < a, si a 5 b y b < a, entonces a = b, si a < b y b < c, entonces a < c, y hay elementos de 0 que no son comparable~.Dado que las oraciones tienen una organizaci6n lineal, es necesario determinar la proyecci6n del orden parcial en la estructura lineal de la oraci6n. El orden parcial que crea la dependencia entre predicados y argurnentos constituye una relaciQ entre un predicado y la concurrencia de un conjunto ordenado de palabras pertenecientes a la clase de sus argumentos, puesto que el orden de 10s coargumentos tiene un valor semintico, como podemos observar en oraciones, como p. ej., El cacique desprecia a 10s investigadores y Los investigadores desprecian a1 cacique, en las cuales la distinta ordenaci6n de 10s dos argumentos del P, despreciar 'no considerar digno de aprecio' da lugar a dos oraciones seminticamente distintas. El orden parcial de 10s elementos que integran una oraci6n 0 constituye un semirreticulo, es decir, un orden en el que, para cualquier par de palabras a, b de 0, hay una de ellas que constituye una cota superior minima.

Modelo sintdctico y semdntico

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Las oraciones de base son proyecciones canhicas de jerarquias de predicaci6n, a las que no se les ha aplicado ninguna transformaci6n. En la proyecci6n can6nica de una jerarquia de dependencias en una oraci6n, el predicado aparece, en general, despuCs de su primer argumento, como p. ej. en Eva duerme o Max tiene mania a la vicerrectora, donde 10s predicados P, dormir y P, mania aparecen despuCs de sus primeros argumentos. El subconjunto de oraciones integrado por oraciones de base constituye lo que denominamos la base. Cuando hay dos segundos argumentos, de 10s cuales uno de ellos lleva preposici6n, el argumento con preposici6n va detr6s del argumento sin prepsici6n en las oraciones de la base, ya que este constituye el orden no marcado en espaiiol. Asi p. ej., en la oraciones de base Max regala libros a 10s estudiantes o La sacerdotisa absuelve a Max de sus pecados, 10s argumentos preposicionales a 10s estudiantes y de sus pecados van detr6s de libros y a Max, ya que libros es un argumento sin preposici6n y, asirnismo, la preposici6n a de a Max se asigna a la oracidn de base en funci6n del significado humano o definido de dicho argumento, p. ej., Max vio a Eva, Max vio una piedra o Eva busca secretaries eficaces. ObsCrvese que, en algunos casos, se puede reducir la preposici6n de un objeto directo humano y definido; asi, p. ej., el segundo argumento de presentar 'dar a conocer a alguien' en las siguientes oraciones es un objeto directo definido y humano, que requiere obligatoriamente la preposicidn a: Pepe present6 a su novia, ?*Pepe present6 su novia. Sin embargo, cuando se especifica el tercer argumento de presentar, que es un objeto indirecto, que tiene que ser humano, se reduce la preposici6n que introduce el segundo argumento, a pesar de ser un objeto diiecto humano y definido, como hemos seiialado anteriormente: Pepe present6 su novia a sus padres, *Pepe present6 a su novia a sus padres. Este tipo de reducciones no se da con argumentos preposicionales, que desempefian la funci6n sintsictica de objeto indirecto o preposicional. Cuando hay dos segundos argumentos con preposicibn, como p. ej., en Max hub16 a Eva de sus intenciones, el objeto indirecto precede al objeto preposicional en la oraci6n de la base, ya que este es el orden no marcado. En espaiiol, no hay predicados que admitan dos segundos argumentos, que sean ambos objetos preposicionales; sin embargo, si existen predicados cuyos segundos argumentos no llevan preposici6n, como p. ej., Max nombr6 a Eva rectora de la Universidad. En estos casos, damos prioridad al objeto d i i t o , que, en la oraci6n de base, va delante del otro segundo argumento sin preposici6n.

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Capitulo I1

Las oraciones de la base satisfacen de forma explicita la relaci6n de dependencia entre predicados y argumentos, ya que no han sufrido la aplicacih de transformaciones, que pueden ocultar la relacitin de predicaci6n o pueden introducir ambigiiedades en las oraciones derivadas. La transparencia de las oraciones de base con respecto a las relaciones de predicaci6n permite fundamentar una definici6n de oraci6n. En efecto, una oraci6n es cualquier concatenaci6n de elementos ICxicos en la que se satisfaga de forma explicita la relaci6n de dependencia entre predicados y argumentos. Asimismo, desde el punto de vista del proceso de formaci6n de una oracibn, un enunciado constituye una oraci6n cuando cada elemento ICxico de dicho enunciado, except0 el 6ltimo predicado procesado, es un argument0 de un predicado superior". Mediante la aplicaci6n de transformaciones al subconjunto de oraciones que integran la base, se pueden derivar las restantes oraciones de la lengua (Fig. 2.5). Dado que las transformaciones no alteran la relaci6n de dependencia entre predicados y argumentos, que es la que vehicula la informaci6n oracional, toda la informaci6n de las oraciones derivadas tiene que estar en las oraciones de la base, que constituyen sus imigenes inversas. En consecuencia, toda la informaci6n que se puede transmitir mediante las oraciones de una lengua tiene que estar contenida en el subconjunto de oraciones que constituye la base. Por ello, el requerimiento argumental y la selecci6n son las restricciones ICxicamente condicionadas de 10s predicados que determinan la transmisi6n de informaci6n en las lenguas naturales. En consecuencia, el estudio del dorninio de aplicacidn de las transformaciones no determina el potencial que poseen las lenguas para transmitir informaci6n; de hecho, dicho estudio caracteriza Gnicamente las distintas formas sintiicticas semhticamente parafriisticas que pueden vehicular alternativamente la rnisrna informaci6n. Dado que las oraciones de la base son construcciones no ambiguas que contienen la informaci6n que se puede vehicular en las lenguas naturales, en el marco de la sintaxis lCxica, la simulaci6n inform6tica de la capacidad que poseen 10s hablantes para comprender discursos consiste en la reconstrucci6n de la historia derivacional de las oraciones de un texto, con objeto de transducir dichas oraciones en sus correspondientes oraciones de base. En el caso de oraciones en las que la forma ICxica correspondiente a1 predicado es polisCrnica, la transducci6n tiene que ir ligada a la identificaci6n de la entrada 3. Cf. Johnson (198752).

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a la que pertenece dicha forma polidmica y, tras ello, es necesario transducir el significado de dicha entrada por una parifrasis semintica no ambigua. Desde esta perspectiva, la simulaci6n informitica de la comprensi6n de un texto consiste en su transducci6n en otro texto, en el que se ha eliminado la ambiguedad: las ambiguedades ICxicas se eliminan transduciCndolas en par& frasis no ambiguas construidas a partir de un sublenguaje semintico y las ambiguedades sinticticas se elirninan transduciendo las oraciones derivadas por las oraciones de base correspondientes, en las que se restituye de forma explicita la jerarquia de dependencias que transmite la informaci6n.

2.4 Marcas de persona y niimero de 10s predicados Las marcas de persona y numero, que estin asociadas a las desinencias del presente de indicativo o a las del presente de subjuntivo de las oraciones subordinadas, que dependen de predicados que seleccionan dicha modalidad, se unen a 10s predicados de las oraciones de la base para indicar su condici6n de predicados. Estas marcas estin determinadas por las caracten'sticas de ndrnero y persona del primer argumento del predicado que incorpora dichas desinencias, y, por tanto, dependen de si su primer argumento es una primera, una segunda o una tercera persona del singular o del plural, respectivamente. Asi p. ej., las marcas de persona y ndmero de 10s predicados consumir, tener aversidn y ser capaz en El coche consume gasolina, Los vampiros tienen aversidn a 10s espejos o Tu' eres capaz de convencer, estin determinadas por las correspondientes marcas de sus primeros argumentos, coche, vampiros y tu': dichas marcas son, respectivamente, tercera persona del singular, tercera persona del plural y segunda persona del singular. En el caso de 10s predicados verbales, como p. ej., consumir, las marcas de ndmero y persona (junto con las de tiempo y modo), se unen directamente a1 predicado, ya que 10s verbos poseen una morfologia que les permite incorporar las marcas de tiempo, modo, persona y nlimero. Los predicados no verbales, como p. ej., aversidn, capaz, etc., reciben indirectamente las marcas de persona y ndmero -y las marcas temporales- a travCs de sus correspondientes verbos de soporte, es decir, tener, en el caso del nombre predicativo aversibn, y ser, en el caso del adjetivo predicativo capaz. Las marcas de persona y nlimero de las locuciones cuyo primer argumento esti lexicalizado y coincide, por tanto, con la parte conexa de la locuci6n, estin determinadas tambiCn por las correspondientes marcas de

dicho argumento, aunque este est6 lexicalizado. Asi p. ej., la locuci6n verbal caerse 10s anillos en:

(14) A1jefe no se le caen 10s anillos por llevar paquetes cuyo niicleo verbal es caerse, aparece siempre en tercera persona del plural, porque recibe las marcas de niimero y persona de su argumento lexicalizado, 10s anillos, que esd en tercera persona del plural. Observese la inaceptabilidad de *A1jefe no se le cue 10s anillos por llevar paquetes, *A m i no se me caigo 10s anillos por llevar paquetes, etc. De hecho, las marcas de persona y niimero de estas locuciones en las oraciones de la base son invariables, ya que e s t h determinadas por un argumento lexicalizado. El primer argumento lexicalizado de esta clase de locuciones en las oraciones de base ocupa el mismo lugar que el de 10s primeros argumentos libres, es decir, se encuentra a la izquierda del predicado, p. ej., Los anillos no se le caen a1 jefe por llevar paquetes; en algunos casos, las oraciones de base resultantes pueden ser estilisticamente dudosas, p. ej., ??Duds de que esto es asi no me cube: este tipo de locuciones constituyen casos rnarginales. N6tese que, en el caso de locuciones verbales, como p. ej., correr la voz o no caber dud@ etc., en Ha corrido la voz de que han dado un golpe de estado, A Max no le cube duda de que son unos fascistas, que son, respectivamente, predicados P,, y P,,,,, cuya proyecci6n lineal es la voz de que PI correr y duda de que PI no caber a Nz, su primer argumento libre, es decir, que han dado un golpe de estado y que son unos fascistas, son, respectivamente, complementos adnominales del primer argumento lexicalizado voz y duda, que son 10s que determinan las marcas de persona y niimero de dichas locuciones. En el caso de locuciones que poseen dos niicleos verbales, las marcas de persona y nGmero (junto con las rnarcas temporales) se deben asociar a 10s dos niicleos verbales; asi p. ej., la locuci6n verbal vkrselas y desea'rselas en Max se las ve y se las desea para hucerfrente a la degradacidn de su entomo tiene dos niicleos verbales, es decir, ver y desear; por ello, las marcas de persona y niimero ('unto con las marcas temporales) se asocian a ambos niicleos verbales. Este tipo de locuciones constituyen casos muy marginales. Las marcas de persona y numero de las oraciones derivadas en las que ha habido inversi6n de argumentos estin determinadas igualmente por las correspondientes marcas de sus primeros argumentos, independientemente de que estos Sean derivados. Asi p. ej., en las oraciones pasivas con ser o con estar, Vosotrosfuisteis utilizados por esa gentuza, La venta de d r o p legales

no estb controlada por las autoridades, las marcas de persona y ndmero de 10s predicados utilizar y controlar estin determinadas por sus sujetos derivados, vosotros y la venta de drogas legales, que son segundos argumentos en las correspondientes oraciones activas, es decir, Esa gentuza os utilizo' y Las autoridades no controlan la venta de drogas legales. Esto implica que 10s cambios que introducen las transformaciones que invierten el orden de 10s argumentos, como p. ej., las pasivas con ser o con estar -que convierten 10s segundos argumentos en primeros argumentos-, tienen que incluir una operaci6n que ajuste la concordancia a las caracten'sticas del primer argumento derivado. En efecto, 10s cambios en la concordancia entre el predicado y su primer argumento, provocados por la inversi6n de argumentos en una oraci6n derivada, deben estar especificados como un proceso formal asociado a1 conjunto de cambios introducidos por la transformaci6n correspondiente. Algunas locuciones verbales admiten transformaciones, que convierten su parte conexa en un primer argumento derivado; asi p. ej., hinchar las narices en (15) o remorder la conciencia en (16) admiten la transformacirjn de se medio (que, a su vez, requiere la aplicaci6n posterior obligatoria de la transformaci6n de reduplicaci6n del clitico), que convierte sus partes conexas, es decir, las narices y la conciencia, en primeros argumentos derivados, que son 10s que determinan las marcas de persona y ndmero de las locuciones verbales en las correspondientes oraciones derivadas4: (15) Algo hinchd las narices a Max [Se medio] + *LQS narices se hincharon a Max [Redupli cli] + Las narices se le hincharon a Max [Permutaci6n] (15') + A Max se le hincharon las narices (16) Algo remuerde la conciencia a Max [Media] + ?*La conciencia remuerde a Max [Redupli cli] + La conciencia le remuerde a Max [Permutacibn] (16') + A Max le remuerde la conciencia

4. Cf. Subirats (1987:94-96).

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Las marcas de persona y niimero de las locuciones verbales hinchar las narices en (15'), remorder la conciencia en (16') o caerse 10s anillos en (14) esthn determinadas por un argumento lexicalizado, concretamente, las narices, la conciencia y 10s anillos, respectivamente. Sin embargo, hinchar las narices y remorder la conciencia son predicados de dos argumentos P,, que han sufrido la conversi6n de su parte conexa en un sujeto derivado y una reduccidn de su primer argumento, mediante la transformaci6n de se medio y la transformaci6n media respectivamente, mientras que caerse 10s anillos es un predicado P,, en el que la parte conexa, 10s anillos, es un argumento lexicalizado no derivado. Es decir, tanto en (14), en (IS), como en (16') la concordancia esta determinada por las marcas de persona y niimero del primer argumento, per0 en (14) la concordancia se establece con un argumento lexicalizado de la oracidn de base, rnientras que en (15') y (16') se establece con un argumento lexicalizado derivado. En resumen, las marcas de persona y niimero de un predicado estiin determinadas por las correspondientes marcas de su primer argumento, independientemente de que dicho argumento est6 o no lexicalizado, y de que sea un argumento de la oraci6n de base o un argumento derivado.

2.5 Proyecciones lineales Las proyecciones lineales son representaciones de requerimientos argumentales de clases de predicados o de predicados concretos, representaciones en las que 10s argumentos (sin dar su especificaci6n lixica) se ordenan en relacidn con su predicado de acuerdo con la posici6n que ocupan en las oraciones de la base. En una proyecci6n lineal se indica: 1. el predicado, ya sea mediante la especificacidn de la clase a la que pertenece, p. ej., Vpred, Npred, etc. o mediante su especificaci6n lixica, en infinitivo, p. ej., regalar, no dejar titere con cabeza, etc.; en el caso de 10s predicados no verbales, su especificacibn ICxica se da con su correspondiente forrna can6nica; 10s nombres predicativos van precedidos por el determinante por defect0 en las oraciones de la base, es decir, el articulo indeterminado; 2. las clases de dependencia a las que pertenecen 10s argumentos del predicado correspondiente, es decir, N o P, 10s cuales llevan un subindice numirico, que especifica si se trata de un primero, de un segundo o de un tercer argumento;

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3. 10s verbs de soporte que seleccionan 10s predicados no verbales, ya sea con la especificacibn genirica Vsop o con su especificaci6n lexica, p. ej., ser, dar, etc.; 4. 10s marcadores de argumento que imponen determinados predicados sobre sus segundos argumentos; asi p. ej., el P,,,,,, absolver en La sacerdotisa absolvid a Max de sus m&iples pecados impone el marcador de argumento de a su tercer argumento; 5. el marcador que, que 10s predicados de segundo nivel imponen sobre 10s predicados que integran su requerimiento argumental; asi p. ej., el PPn importar en Que digas eso de mi no me importa impone el indicador que sobre su primer argumento, que es el predicado decir junto con sus argumentos. Analicemos algunos ejemplos: (a) Podemos dar una representaci6n mis detallada del requerimiento argumental de la clase de predicados verbales P,, que introducen su tercer argumento con la preposicidn a (sin dar la especificaci6n lexica de sus argumentos) mediante la proyecci6n lineal: (17) N, Vpred N2 a NJ; asimismo, la proyecci6n lineal del requerimiento argumental del v e r b predicativo P,,,,,,regular, que constituye un representante de la clase que determina la proyecci6n de (17), es (18) Nl regalar N2 a NJ; (18) es una proyecci6n aniloga a (17): la 6nica diferencia entre ambas reside en que, en (18), en lugar de referirnos genericamente a la clase de 10s verbos predicativos Vpred, se da la especificaci6n lexica del predicado verbal regular. (b) La proyecci6n lineal de 10s nombres predicativos P,, que admiten un predicado P como 6nico argumento, se puede expresar con la proyecci6n lineal (19) que PI Vsop Npred; asimismo, la proyecci6n de 10s nombres predicativos P,, cuyo verbo de soporte es ser, es (20) que PI ser Npred y la proyecci6n lineal del requerimiento del Pp peligro con la especificacih lexica del v e r b de soporte es (21) que PI ser un peligro, y, sin dicha especificacibn, es (22) que PI Vsop un peligro; en las proyecciones lineales de (19-22), correspondientes a predicados de segundo nivel, el rnarcador que indica que el predicado P es un argumento del predicado superior, es decir, de Npred o de peligro. En suma, una proyecci6n lineal es una representaci6n del requerimiento argumental de un predicado, que incluye una informaci6n sint6ctica que no est4 presente en su especificaci6n en forma de subindice, concretamente, la clase de predicado, el v e r b de soporte de 10s predicados no verbales, el orden

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de 10s argumentos en relaci6n con el predicado, 10s marcadores de argumento y el marcador que. Como hemos seiialado anteriomente en 2.1, la relaci6n de dependencia entre predicados y argumentos constituye un orden parcial, que induce una partici6n del ICxico en clases de equivalencia que est6n integradas por todos 10s predicados que tienen el mismo requerimiento argumental (3.2). Las proyecciones lineales inducen una partici6n de las clases de predicados establecidas en funci6n de su requerimiento argumental, en nuevas clases de equivalencia, que esGn integradas por predicados que tienen la misma proyecci6n lineal. Analicemos tres ejemplos: (a) Estilarse y probable, en Ya no se estila que 10s hombres sean galantes con las mujeres, Es probable que 10s sectarios pierdan 1as elecciones, son dos predicados Pp y, por tanto, pertenecen a la misma clase de requerimiento argumental; no obstante, el primero es un v e r b predicativo y el segundo, un adjetivo predicativo, y, por tanto, dichos predicados son representantes de las clases de proyecciones lineales (23) que PI Vpred y (24) que PI Vsop Apred, respectivamente. Las proyecciones lineales (23) y (24) determinan una partici6n de la clase de predicados P, (que agrupa a todos 10s predicados que tienen la misma proyecci6n que estilarse o probable) en dos nuevas clases. (b) Desagradar y repercutir, en A1 electorado le desagrada que sean urns sectarios, Que sean unos sectarios repercute en el electorado, son dos predicados Pp,, y, por lo tanto, pertenecen a la rnisma clase de requerimiento argumental; sin embargo, dado que desagradar y repercutir introducen su segundo argumento con marcadores distintos, a y en, respectivamente, son representantes de clases de proyecciones lineales distintas: que PI Vpred a N2 y que PI Vpred en Nz, lo cual induce una partici6n en la clase de predicados P,,. (c) Cansado y partidario, en Mar estci cansado de aguantar a esa gentuza, Mis amigos son partidarios de que se plantee el tema abiertamente, son dos adjetivos predicativos P,, que introducen su segundo argumento con el mismo marcador de; sin embargo, cansado selecciona el v e r b de soporte estar, rnientras que partidario selecciona ser, por lo cual pertenecen a las clases de proyecciones lineales Nl estar Apred de que P2 y N, ser Apred de que P2, respectivamente, lo cual determina, a su vez, una nueva partici6n la clase de predicados P.,, El conjunto cociente de predicados P y proyecciones lineales PL, P/PL, que est6 formado por las clases de proyecciones lineales del ICxico de predicados,

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determina bisicamente la estructuraci6n de la base de conocimiento sintzictico (2.13 y 3.2). Esta estructuraci6n esti motivada por necesidades relacionadas con la utilizaci6n de dicha base de conmimiento para el tratamiento automitico de la informaci6n textual. En efecto, dado que la simulaci6n inford t i c a de la comprensi6n de un texto consiste en su transducci6n en oraciones de base no ambiguas, la base de conocimiento sintzictico se estructura en funci6n de las clases de proyecciones lineales de 10s predicados del lexico, ya que constituyen las representaciones abreviadas de requerimientos argumentales formalmente mis cercanas a las oraciones de la base. Es importante tener en cuenta que las proyecciones lineales no son representaciones de oraciones mediante clases distribucionales de palabras (como las oraciones nucleares del modelo transformacional clrisico, cf. 2.9), sino que constituyen, como hemos seiialado anteriormente, representaciones lineales abreviadas de jerarquias de dependencias y, por tanto, en ellas, N y P representan clases de dependencias, Vsop, ser, estar, etc., verbos de soporte, y a, que, etc., marcadores de argumentos. Las oraciones nucleares del modelo transformacional clisico, que se definian a partir de clases distribucionales, no existen en la sintaxis lexica, dado que las oraciones de la base no se forman a partir de oraciones nucleares mediante prmesos de inserci6n lexica, sino que se crean directamente a partir del lexico, concretamente, a partir de las propiedades de dependencia y de selecci6n de 10s predicados. 2.6 Proyecciones oracionales de las relaciones de predicaci6n

La informaci6n de las jerarquias de predicaci6n que se crean en funci6n del requerimiento argumental y de la selecci6n de sus predicados no s610 se puede actualizar mediante oraciones de base (que constituyen proyecciones cancinicas de dichas jerarquias), sino, a d e d s , mediante otras construcciones sintsicticas, que constituyen realizaciones sintzicticas alternativas de las jerarquias de predicaci6n de las oraciones de base correspondientes y que, por tanto: 1. son sednticamente parafristicas con las oraciones de base; 2. poseen 10s mismos elementos lexicos que las oraciones de base correspondientes, a excepci6n de una clase de elementos previamente especificados, como p. ej., verbos de soporte, preposiciones (siempre que no constituyen marcadores de argumento), etc.;

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3. las diferencias seminticas (en el caso de que existan) ylo las diferencias formales en relaci6n con las oraciones de base son siempre sistemsiticas y productivas en el Iexico. Dado que tanto las oraciones de base como las oraciones parafr6sticas relacionadas con ellas constituyen realizaciones sinticticas de la mismas relaciones de predicacibn, las oraciones parafristicas se derivan mediante transformaciones a partir de las oraciones que constituyen proyecciones can6nicas de dichas relaciones de predicaci6n, es decir, a partir de las oraciones de base correspondientes. En el conjunto de las oraciones, la uni6n de cada una de las oraciones de base con las oraciones transformadas relacionadas con ellas constituyen clases de equivalencia, que estin fonnadas por las oraciones que tienen la rnisma jerarquia de predicaci6n. Las transformaciones permiten sistematizar las relaciones que existen entre las oraciones que pertenecen a una misma clase de equivalencia, es decir, entre oraciones de partida (que no deben ser necesariamente oraciones de base) y las oraciones derivadas, que poseen las rnismas relaciones de predicaci6n que las correspondientes oraciones de partida. Analicemos algunos ejemplos. La jerarquia sorprender (tolerante (nacionalista),me), que constituye un semirreticulo (2.3):

tolerante nacionalista

I

me

est6 integrada por el predicado verbal P,, sorprender 'causar sorpresa', cuya proyecci6n lineal es que PI sorprender a N2: sorprender opera sobre el predicad0 adjetivo Pn tolerante, que a su vez opera sobre nacionalista, y sobre me. La proyecci6n can6nica de (25') en una oraci6n de base es: (25) Que un nacionalista sea tolerante me sorprende Sin embargo, la actualizaci6n oracional de (25') no s610 se puede llevar a cabo mediante la oraci6n de base de (25), sino tambiCn mediante otras construeciones sinticticas:

(25.1) Yo me sorprendo de que un nacionalista sea tolerante (25.2) Yo estoy sorprendido de que un nacionalista sea tolerante (25.3) Que un nacionalista sea tolerante es sorprendente para mi Las oraciones (25.1), (25.2) y (25.3) cumplen 10s tres requisitos seiialados anteriormente, por lo cual se pueden relacionar transformacionalmente con (25). En efecto, en primer lugar, (25.1), (25.2) y (25.3) son parifrasis de (25) y, por tanto, vehiculan la misma informaci6n que (25). En segundo lugar, en (25.1), (25.2) y (25.3), no se ha aiiadido ningGn elemento ICxico en relaci6n con (25), a excepci6n de elementos pertenecientes a una clase previamente establecida, concretamente, las preposiciones de y para, en (25.1) y en (25.3), y 10s verbos de soporte estar y ser, en (25.2) y (25.3), respectivamente; obsCrvese que yo, en (25.1) y (25.2), y la forma pronominal mi, en (25.3), no son elementos aiiadidos, sino formas pronominales tbnicas, que se comesponden con el pronombre clitico me de (25); asimismo, sorprendido y sorprendente, en (25.2) y (25.3), tampoco constituyen elementos ICxicos aiiadidos, sino un participio adjetivo y un adjetivo deverbal derivados de sorprender. En tercer lugar, las diferencias seminticas entre la oraci6n de base (25) y las construcciones (25.1), (25.2) y (25.3) estin ligadas a diferencias formales de las respectivas construcciones y tanto las diferencias formales como las diferencias seminticas ligadas a ellas son productivas en el ICxico: (a) La diferencia semsintica entre (25) y (25.1) esti ligada bisicamente a la inversi6n de argumentos que presenta (25.1) en relaci6n con (25) y a la conversi6n del predicado verbal sorprender de (25) en el verbo pronominal sorprenderse de (25.1), p. ej., *Yo solprendo de que un nacionalista sea tolerante. Tanto las diferencias formales seiialadas como las diferencias seminticas ligadas a ellas afectan a otros predicados verbales, que pertenecen a la rnisma clase de requerimiento argumental y de proyecci6n lineal que sorprender; asi p. ej., el P,, alegrar 'causar alegria', cuya proyecci6n lineal es que PI alegrar a Nz,puede actualizar la informaci6n de una jerarquia como alegrar (tolerante (nacionalista),me), que se distingue de (25') Gnicamente en que el verbo predicativo es alegrar en lugar de sorprender, mediante una oraci6n de base formalmente ansiloga a (25):

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(26) Que un nacionalista sea tolerante me alegra o mediante una construcci6n sintActica como (26.1), que es formalmente aniloga a (25.1): (26.1) Yo me alegro de que un nacionalista sea tolerante En (26.1), observamos 10s mismos cambios formales y sednticos en relaci6n con (26), que 10s que observamos en (25.1) en relaci6n con (25): en efecto, en (26.1), ha habido una inversi6n de argumentos en relaci6n con (26), el verbo predicativo alegrar de (26) se ha convertido en el v e r b pronominal alegrarse de (26.1), p. ej., *Yo alegro de que un nacionalista sea tolerante, y, entre (26) y (26. I), existen las mismas diferencias s e d n ticas que entre (25) y (25.1). (b) Anilogamente, las diferencias seminticas entre (25) y (25.2) estrin ligadas bisicamente a la inversi6n de argurnentos que se da en (25.2) en relaci6n con (25) y a 10s cambios aspectuales que conlleva la conversi6n del verbo predicativo sorprender de (25) en un participio adjetivo acompaiiado del v e r b de soporte estar en (25.2). es decir, estar sorprendido; estas diferencias seminticas que acabamos de seiialar, ligadas a 10s mismos cambios formales, se manifiestan en otros predicados del 1Cxico; asi p. ej., el P,, encantar 'gustar mucho', un v e r b predicativo que tiene el mismo requerimiento argumental y la misma proyecci6n lineal que sorprender, es decir, que PI encantar a Nz,puede actualizar la informaci6n de: (27') encantar (tolerante(nacionalista)me) (que se distingue de (25') en que el predicado es encantar en vez de sorprender),mediante una oraci6n de base aniloga a (25) -y a (26)-: (27) Que un nacionalista sea tolerante me encanta pero, tambiCn, mediante una construcci6n como (27. I), formalmente aniloga a (25.2): (27.1) Yo estoy encantado de que un nacionalista sea tolerante

(c)Asimismo, las diferencias semanticas entre (25) y (25.3) esthn ligadas bisicamente a 10s cambios aspectuales que implica la conversi6n del verbo predicativo sorprender de (25) en un adjetivo deverbal acompaiiado del verbo de soporte ser en (25.3), es decir, ser sorprendente. Estas diferencias semanticas se manifiestan de la misma forma en relaci6n con otros predicados verbales; asi p. ej., el P,, reconfortar, que pertenece a la misrna clase de requerimiento argumental y de proyecci6n lineal que sorprender, puede actualizar la informaci6n de la jerarquia: (28') reconfortar (tolerante (nacionalista) me) (que se distingue de (25) en que sorprender ha sido sustituido por reconfortar), a travCs de una oraci6n de base formalmente anhloga a (25) y a (26): (28) Que un nacionalista sea tolerante me reconforta o mediante una construcci6n sinkictica como (28.1), que es forrnalmente aniloga a (25.3): (28.1) Que un nacionalista sea tolerante es reconfortante para mi La formalizaci6n de las relaciones entre las oraciones pertenecientes a la rnisma clase de jerarquias de predicaci6n, como p. ej., las oraciones que hemos analizado anteriormente, estructuran el modelo transformacional de la sintaxis 1Cxica. En el marco de este modelo, las jerarquias de dependencias se proyectan, por un lado, en oraciones de base, que constituyen proyecciones can6nicas del requerimiento argumental de sus predicados; por otro lado, las oraciones que actualizan las mismas relaciones de predicaci6n y que, por ello, mantienen relaciones formales y semanticas sistedticas con las oraciones de base, se derivan a partir de las oraciones de base mediante transformaciones. Asi p. ej., consideramos que las jerarquias (25'), (27') y (28') se proyectan en las oraciones de base (25), (27) y (28); por el contrario, consideramos que (25.4) y (26.1) se derivan transfotmacionalmente a partir de (25) y (26) mediante la transformaci6n de pasiva se-de, que (25.2) y (27.1) se derivan a partir de (25) y (27) mediante la transformaci6n de pasiva estar-de5 y, final5. Cf. Subirats (1987:76-79).

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mente, que (25.3) y (28.1) se derivan a partir de (25) y (28) mediante una transformaci6n de adjetivaci6n deverbal con el verbo de soporte estar, respectivamente (cf. Fig. 2.1); las oraciones (25), (25.1), (25.2) y (25.3), las oraciones (27), (27.1) y (27.2), y las oraciones (28) y (28. l), pertenecen a tres clases de equivalencia distintas, cuyas oraciones poseen la misma jerarquia de dependencias, es decir, (25'), (27') y (28'), respectivamente: cada una de las oraciones que integran estas clases de equivalencia constituyen formas alternativas de proyectar sintiicticamente sus correspondientes jerarquias de dependencias. Que un nacionalista sea tolerante me sorprende

[Pasiva se-de] + Yo me sorprendo de que un nacionalista sea tolerante [Pasiva estar-de] + Yo estoy sorprendido de que un nacionalista sea tolerante [Adj deverbal] +Que un nacionalista sea tolerante es sorprendente para mi Fig. 2.1 Pmyecci6n de la jerarquia sorprender (tolerante (nacionalista),me) en distintas construcciones sinticticas, que pertenecen a la misma clase de jerarquias de predicaci6n y que estan relacionadas transformacionalmente.

En principio, podriamos intentar estabiecer una relaci6n directa entre una jerarquia de dependencias y la clase de construcciones sinticticas parafdsticas, que comparten las mismas relaciones de predicaci6n. Partiendo de este supuesto, 10s predicados proyectarian directamente su requerirniento argumental en la clase de construcciones sinticticas parafristicas (que incluiria tanto las oraciones de base como las oraciones transformadas), que tienen las mismas relaciones predicativas. Sin embargo, este planteamiento limitm'a el alcance explicativo de la sintaxis 1Cxica. En primer lugar, impedirfa sisternatizar las regularidades que se obseman en relaci6n con la proyecci6n del requerimiento argumental de 10s predicados en las oraciones de la base. En segundo lugar, se perderia la posibilidad de relacionar las oraciones (entre las que existe una relaci6n formal y sem6ntica sistemAticas), que forman parte de clases de equivalencia, cuyos elementos comparten la misma jerarquia de dependencias; por tanto, se perderia la posibilidad de relacionar las oraciones de la base y las oraciones derivadas. En consecuencia, resultaria imposible desarrollar la hip6tesis constructivists de la sintaxis ICxica, seg6n la cual las

oraciones de una lengua se pueden explicar tanto formal como semtinticamente a partir de otras oraciones. Con objeto de evitar las limitaciones que acabamos de seiialar, la sintaxis ICxica considera que las jerarquias de, dependencias se proyectan en oraciones de base y deriva mediante transformaciones la clase de construcciones sindcticas, que tiene la misma jerarquia de predicaci6n que las oraciones de base y que esd formal y seminticamente relacionadas con ellas. Anilogamente, podriamos intentar proyectar directamente las relaciones semtinticas que configuran el significado de 10s predicados, como p. ej., la sinonimia, la meronimia, la antonimia, etc., en 10s distintos significados que adquieren dichos predicados en sus distintas realizaciones ICxicas tanto en las oraciones de la base, p. ej. sorprender en (25), como en las oraciones derivadas, p. ej., sorprenderse en (25.1), estar sorprendido en (25.2) o ser sorprendente en (25.3). Sin embargo, una propuesta de estas caracteristicas impediria caracterizar las regularidades semtinticas que permiten relacionar 10s significados que adquieren 10s predicados en las oraciones derivadas en relaci6n con el significado que tienen en las oraciones de la base, y, asirnismo, impediria relacionar dichas regularidades sembticas con las construcciones sintacticas que las vehiculan. Por ello, tal como hemos hecho en la sintaxis, las relaciones que determinan el significado se proyectan tinicamente en 10s predicados de las oraciones de la base; 10s cambios seminticos sistemiticos que pueden sufrir 10s significados de dichos predicados en sus realizaciones ICxicas en las oraciones derivadas se consideran una funcidn de las respectivas transformaciones. Como hemos seiialado en 1.2, uno de 10s aspectos que caracteriza a las lenguas naturales como medios de transmisi6n de informaci6n es su redundancia. En el marco de la sintaxis, la redundancia se rnanifiesta en las restricciones que imponen 10s predicados en relaci6n con las construcciones que pueden vehicular la informaci6n. Estas restricciones se traducen en que no todos 10s predicados pueden vehicular la informaci6n por medio de las mismas construcciones sinticticas, lo cual contribuye a crear clases de redundancia ICxicamente condicionadas, que pueden estar integradas por un solo predicado. Asi p. ej., sorprender, alegrar y encantar pueden materializar la informaci6n de una jerarquia de dependencias por medio de oraciones de base, como (25), (26) y (27), que son anilogas desde el punto de vista sintictico; no obstante, sorprender admite la pasiva se-de, la pasiva estar-de y una adjetivacibn deverbal con el verbo de soporte ser, como hemos observado en (25.1), (25.2), (25.3) y en la Fig. 2.1, mientras que encantar admite la pasiva

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estar-de, como se vio en (27.1), y la adjetivacidn deverbal con el verbo de soporte ser. [Adj deverbal] de (27) (27.2) -+ Que un nacionalista sea tolerante es encantadorpara mi pero, a diferencia de sorprender, no admite la pasiva se-de, p. ej., *Yo me encanto de que un nacionalista sea tolerante. Por su parte, alegrar, a diferencia de solprender y encantar, adrnite la pasiva se-de, como se vio en (26.1), per0 no admite ni la pasiva estar-de, *Yo estoy alegrado de que un nacionalista sea tolerante, ni una adjetivaci6n deverbal con verbo de soporte, z ?Que un nacionalista sea tolerante es alegre para mi.Por tanto, desde un punto de vista transforrnacional, solprender, encantar y alegrar forman parte de tres clases de redundancia distintas. Dado que la redundancia sint6ctica constituye el soporte formal que permite que las lenguas naturales vehiculen la informaci6n, el objetivo de la sintaxis lexica se centra en detectar la red de relaciones interoracionales productivas en el Mxico, que configuran la redundancia sint6ctica que determina las formas sint6cticas que pueden transmitir la informaci6n. 2.7 Transfonnaciones

Las transformaciones definen cambios formales, que est6n ICxicamente condicionados o no y que, en general, se pueden aplicar opcionalmente a una oracicjn, en funci6n de caracteristicas ligadas a uno o m6s de sus predicados. El resultado de aplicar una transformaci6n a una oracidn es otra oraci6n, a la que denominamos oraci6n derivada, que es sednticamente paraMstica en relaci6n con la primera. Las oraciones transformadas son par6frasis que vehiculan la misma informaci6n que sus respectivas oraciones de partida, puesto que 10s cambios sistem6ticos que introducen las transformaciones en las oraciones derivadas no alteran la relaci6n de dependencia entre predicados y argumentos, que es la que determina la informaci6n oracional. En el marco de la implementaci6n inform6tica de nuestro modelo sintictico, una transformaci6n es una transducci6n6,que se aplica a una oracibn, que previamente se ha convertido en un autbmata, cuyas transiciones han sido etiquetadas con informaci6n morfol6gica, categorial y Itxica, procedente de una base de conocimiento 6. Cf. Ortega (1998).

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16xico7. La transduccibn se realiza intersectando la oraci6n convertida en un aut6mata con un transductor que formaliza restricciones sintgctico-semgnticas de un predicado procedentes de una base de conocimiento sintictico. El resultad0 de la transducci6n es otro autbmata, que constituye una representacibn formalizada de la oraci6n derivada. Cuando el dominio de aplicaci6n de una transformaci6n esti determinado por caracteristicas formales de una construcci6n sintictica, independientemente del predicado que determina dichas caracteristicas, considerarnos que la transformaci6n no esti 16xicamentecondicionada. Asi p. ej., todos 10s predicados que tienen un predicado como primer argumento (independientemente de que sea derivado o no) admiten una permutaci6n de dicho argumento o su inversi6n con un segundo argumento, cuando el argumento oracional se encuentra a la izquierda del predicado en la oraci6n de partida, independientemente de cuAl sea dicho predicado, p. ej., Que alin no haya contestado me impacienta +Me impacienta que aun no haya contestado, Recuperar el dinero le resulta imposible a Max + A Max le resulta imposible recuperar el dinero, Que se hundieran politicamente fie provocado por su falta de estrategia + Fue provocado por su falta de estrategia que se hundieran politicamente, etc. Anglogamente, todos 10s segundos argumentos que tienen las propiedades de pronominalizaci6n que caracterizan a 10s objetos indirectos admiten opcionalmente su reduplicaci6n pronominal8, independientemente del predicado del que Sean argumentos, p. ej., Max regal6 unaJlor a Eva -+ Max lei regal6 una jlor a Evai; Max hizo esta observacidn a su contrincantei -+ Max lei hizo esta observacidn a su contrincantei; Resulta grato a nuestro caudilloi que ames a su patria -+ Lei resulta grato a nuestro caudilloi que ames a su patria, etc. Cuando el dominio de aplicaci6n de una transformaci6n esti determinado por caracteristicas formales de una construcci6n sintictica y la posibilidad de que un predicado acepte o no su aplicaci6n constituye una propiedad idiosincdsica del predicado, que ni esti ligada, ni se puede predecir a partir de otra u otras propiedades de dicho predicado, decimos que la transformaci6n 7. Cf. Subirats (1998). 8. Excluimos 10s casos de reduplicacidn obligatoria provocados por la aplicaci6n de transformaciones de inversidn de argumentos, p. ej., Que Max hablase de vampiros sorprendid a Marta [Inversidn]+ ?*A Marta sorprendid que Max hablase de vampiros [Redupli cli] obligatoria + A Marta le sorprendid que Max hablase de vampiros (cf. Subirats 1987:79-83).

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est6 ltxicamente condicionada. Dentro de este conjunto de transformaciones, cabe incluir, p. ej., la pasiva se-de, la pasiva estar-de, la adjetivacibn, etc. (cf. 2.6 y Fig. 2.1). Las transformaciones ltxicamente condicionadas determinan la partici6n del Mxico de predicados en clases de redundancia sintictica (en general, de un solo elemento), que estin integradas por 10s predicados que admiten las mismas transformaciones. Algunas transformaciones 1Cxicamente condicionadas afectan a clases completas de predicados; asi p. ej., la reducci6n de la oraci6n de relativo afecta a la clase de 10s predicados no verbales (independientementede que Sean aut6nomos o derivados), que admiten marcas de predicado, es decir, a 10s nombres, a 10s adjetivos, a 10s participios, a 10s grupos preposicionales, a 10s adverbios, a las conjunciones de subordinacibn y a las preposiciones predicativas, p. ej., que digas eso, lo cual es un peligro para nuestra comunidud + que digas eso, un peligro para nuestra comunidad; El campedn fie eliminado de la competicidn, lo cual fie porque se cometid un error +El campednfie eliminado de la competicidn, porque se cometid un error, etc. Otras transformaciones Iexicamente condicionadas afectan a subclases de predicados; asi p. ej., la reducci6n de la completiva afecta (entre otros) a un subconjunto del lCxico de predicados de segundo nivel, ya que hay predicados de segundo nivel, como p. ej., calcular, que aceptan la reducci6n de la completiva, Maxi calcula que bli llegard maiiana + Max culculu llegar maiiana, mientras que otros predicados, como p. ej., soriar, no la admiten, Maxi soiid que dihablaba con la virgen, *Max so% hablar con la virgen. Asimismo, el dominio de aplicaci6n de la atracci6n del pronombre es (entre otros) un subconjunto del subconjunto de predicados verbales de segundo nivel, que acepta la reducci6n a infinitive de su segundo argument0 oracional, p. ej., Max quiere hacerlo -+ Max lo quiere hacer, per0 Esto signij?ca rendirse, *Esto se sign$ca rendir, etc. Las transformaciones dejan marcas formales (que pueden ser nulas) en las oraciones derivadas. Las huellas de las transformaciones permiten invertitsu aplicaci6n, de forma tal que dada una oraci6n es posible reconstruir su proceso derivacional y restituir la oraci6n de base, y, a partir de ella, se puede deteminar la jerarquia de predicaci6n, que es la portadora de la informaci6n oracional. En el caso de las transformaciones que provocan una reestructuraci6n global en la oraci6n derivada, como p. ej., las transformaciones pashas, las nominalizaciones, etc., la huella de su aplicaci6n son justamente 10s cambios m~ltiplesque aparecen en la oraci6n derivada. La huella de las transformaciones de reducci6n (0 reducciones) puede ser nula, cuando el resultado de la transformacih es cero, o no nula, cuando dicha huella formal

en la oraci6n derivada es distinta de cero. Asi p. ej., la reducci6n de la oraci6n de relativo (3.7) constituye una reducci6n nula, ya que el resultado de su aplicaci6n, es decir, el resultado de elidir el pronombre de relativo y el verbo de soporte, es cero, p. ej.: este nuevo error, que es otra prueba de su incompetencia profesional +este nuevo error, otra prueba de su incompetenciaprofesional; una mujer, que es simpcitica + una mujer simpritica; las bombas, que heron utilizadas en el ataque +las bombas utilizadas en el ataque; un local, que estci en venta + un local en venta, etc. Por el contrario, la relativizaci6n es un ejemplo de reduccibn no nula, ya que la huella de su aplicacibn, es decir, la reducci6n de la repetici6n del antecedente en la oraci6n de relativo, no es cero, sino un pronombre relativo, p. ej., una especie; dicha especie estci en peligro de extincidn + una especie, que estci en peligro de extincwn, etc. Anailogamente, la reducci6n del verbo de soporte, que se puede aplicar en oraciones en las que el predicado es un nombre predicativo que se ha relativizado, constituye otro ejemplo de reducci6n no nuul, ya que su aplicaci6n, es decir, la elisi6n del pronombre de relativo y del verbo de soporte deja como huella la preposici6n de,.que introduce el primer argumento del nombre predicativo, el cual se convierte en un adjunto de dicho nombre, p. ej., el primer paso que el gobiemo da para solucionar el problem +el primer paso del gobiemo para solucionar el problem, etc. La huella de las reducciones no nulas no tiene que ser necesariamente un elemento ICxico, como en 10s casos que hemos analizado anteriormente, es decir, un pronombre relativo, en el caso de la relativizaci6n, una preposicibn, en la caso de la reducci6n del verbo de soporte, etc., sino que puede ser tambiCn un afijo. Asi p. ej., 10s adverbios derivados en -mente se forman a partir de adjetivos mediante una reduccibn de sufijaci6n; esta reducci6n es el resultado de reducir de una forma, cuando opera sobre una repetici6n secundaria de un predicado y cuando forma es el primer argumento del adjetivo correspondiente. Tras la reducci6n de sufijaci6n, de una foma se convierte en el sufijo -mente, que, a su vez, se adjunta por sufijacidn a1 adjetivo, forrnando asi un adverbio derivado en -mente; analicemos la derivaci6n completa:

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Eva hablo'; hublar Evafue de urnfoma; dichuformafue brillante [Rel] + Eva hublo'; hablar Evafue de urnforma, quefue brillante [Red ORel] +Eva hablo'; hublar Evafue de unaforma brillante -7) Eva hablo', lo cualfue de una forma brillante [Re11 [Red ORel] + Eva hablo' de unafoma brillante -+ Eva hublo' brillantemente [Red sufij] Las transformaciones de reducci6n (0, simplemente, reducciones) se caracterizan por ser operaciones de elisih que afectan a elementos 16xicos de una oraci6n a la que no aportan ninguna informaci6n, ya sea porque dichos elementos constituyen repeticiones o porque el conocimiento lingiiistico del hablante posibilita su restitucibn, aunque no est6n presentes en la oraci6n. Dadas sus caracteristicas, las reducciones nunca introducen cambios de significad0 en la oraci6n derivada y, de hecho, se pueden considerar como meros procesos de compresi6n de las construcciones sintiicticas que vehiculan la informaci6n oracional. Dado que las transformaciones de reducci6n, como p. ej., la relativizacibn, la reducci6n de la oraci6n de relativo, etc., son operaciones m5s simples que las transformaciones que provocan reestructuraciones masivas de una oracibn, como p. ej., la pasiva con ser o con estar, etc., desde el punto de vista de la simplicidad del modelo transformacional, las reducciones son preferibles a las transformaciones de reestructuraci6n. Por este motivo, siempre que ello es posible, se intenta descomponer una reestructuraci6n en un producto de reducciones, es decir, en una aplicaci6n sucesiva de reducciones. Asi p. ej., las oraciones (29) y (29') se podrian relacionar mediante una transformaci6n de reestructuraci6n, concretamente, una pen'frasis de relativo: (29) Un meteorito cayo'

(29') [Per Rel]

+ Un meteoritofue lo que cay6

Sin embargo, la perifrasis de relativo se puede descomponer en la aplicaci6n sucesiva de dos reducciones, concretamente, una relativizaci6n y la reducci6n de algo, que en lo que, dado que ambas reducciones resultan necesarias independientemente de la descomposici6n de la perifrasis de relativo en un producto de reducciones. En efecto, la relativizacibn constituye uno de 10s procesos que permiten crear estructuras recursivas en las lenguas naturales y,

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por tanto, resulta imprescindible en una sintaxis transformacional. Asimismo, la reducci6n de algo, que en lo que tambien resulta necesaria en espaiiol para derivar las oraciones de relativo sin antecedente, p. ej., Max detesta algo; el caudillo ensalza algo [Rel] +Max detesta algo, que el caudillo ensalza [Red algo/alguien, que] +Max detesta lo que el caudillo ensalza. Por todo ello, en lugar de derivar la oraci6n (29') a partir de (29) mediante una reestructuracibn, la derivamos a partir de (30), mediante una relativizaci6n, que reduce la repetici6n del antecedente en la oraci6n de relativo y la convierte en un pronombre de relativo, y otra reduccibn, que convierte algo, que en lo que: (30) Un meteorito es algo; algo cay6 [Re]] + Un meteorito es algo, que cay6 [Red algo/alguien, que] + Un meteorito es lo que cay6 Las transformaciones definen clases de relaciones interoracionales y, por tanto, no es posible relacionar transformacionalmente oraciones y grupos nominales, o grupos nominales entre si. Asi p. ej., a pesar de que la oraci6n (31) La vicerrectora tiene aires de suficiencia y el grupo nominal (32) 10s aires de suficiencia de la vicerrectora poseen la misma jerarquia de predicaci6n, concretamente, aires de suficiencia (vicerrectora), y son, por tanto, parafisticos, no se pueden relacionar directamente mediante transformaciones, ya que (31) es una oraci6n y (32) es un grupo nominal. Aniilogamente, tampoco se puede derivar (32) a partir de otro grupo nominal, ya que no se pueden relacionar grupos nominales entre si. Por ello, la derivaci6n de grupos nominales, como p. ej. (32), cuyo n6cleo es un nombre predicativo y cuyo primer argumento es un complemento adjunto introducido por la preposici6n de, se realiza partiendo de una oracibn, en la que el nombre predicativo se ha convertido en un argumento de un predicado. De ese modo, un grupo nominal, como p. ej. (32), se crea a partir de una reducci6n de una oraci6n de relativo adjunta a1 nombre predicativo que se ha convertido en un argumento de un predicado superior; esta reduccibn, a la que llamamos reducci6n del verbo de soporte, elide el pronombre de relativo, el verbo de soporte y deja como residuo la preposici6n de, que encabeza el primer argumento del nombre predicativo en la oraci6n derivada:

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(33) Max criticaba 10s aires de suficiencia; la vicerrectora tiene aires de suficiencia [Rel] +Max criticaba 10s aires de suficiencia, que la vicerrectora tiene [Red Vsop] +Max criticaba 10s aires de suficienciade la vicerrectora Dado que la derivaci6n de grupos nominales, como p. ej. (32), no depende del predicado del que dicho grupo pueda ser argumento en la oraci6n de partida, como p. ej. criticar en (33), con objeto de simplificar las derivaciones, omitimos la especificacibn de dicho predicado; de todos modos, siempre que se deriva un grupo nominal a partir de otro grupo nominal, se sobrentiende que las transformaciones se aplican a un grupo nominal que es un argumento de un predicado, aunque no estC explicito. En el conjunto de oraciones 0, la relaci6n transformacional constiI),ya que, para toda oraci6n a, b, c de 0,a& tuye un orden parcial (0, (reflexiva), es decir, toda oraci6n a se puede considerar una transformada de si misma; si a-0 y b&, a=b (antisimetrica), es decir, si a es una transformada de b y b es una transformada de a, entonces a y b son iguales; si a_+ y b e , entonces, a 9 (transitiva), es decir, si a es una transformada de b y b es una transformada de c, entonces, a es una transformada de c; finalmente, hay oraciones a, b de 0, que no esta'n relacionadas (conexa), como p. ej., las oraciones de base. Este orden parcial determina una relacitin de equivalencia en el conjunto de oraciones, que induce su partici6n en clases, entre las cuales cabe destacar las siguientes: 1. La clase que esth integrada por las oraciones que no han sufiido ninguna transformaci6n; 10s miembros de esta clase son las oraciones de base. 2. Las clases integradas por las oraciones que contienen la misma jerarquia de dependencias; 10s elementos que pertenecen a cada una de dichas clases son oraciones parafristicas (puesto que comparten la misma jerarquia de dependencias), que esthn relacionadas transformacionalmente. 3. Las clases de las oraciones que han sufrido la rnisrna transformaci6n. En el conjunto de oraciones transformadas 0, si R es la relaci6n que define haber sufrido la aplicaci6n de la misma transformaci6n, el conjunto cociente O/R proporciona las clases de transformaciones del espaiiol. La intersecci6n de las clases de equivalencia de las oraciones que tienen la misma jerarquia de predicacihn, con las clases de equivalencia de las

oraciones que han sufrido la misma transformaci6n es el conjunto formado por las clases de redundancia sintiictica que estiin integradas por todas las oraciones derivadas mediante transformaciones ICxicamente condicionadas que acepta una determinada clase de predicados tque puede estar formada por un solo elemento). 4. La clase de las oraciones que han sufrido la aplicaci6n sucesiva de las mismas transformaciones, es decir, que son el resultado de la aplicaci6n del mismo producto transformacional. Si R es la relaci6n que define el hecho de ser el resultado del mismo producto transformacional, el conjunto cociente O/R nos da las clases de productos transformacionales. Estas clases pueden resultar interesantes para determinar tanto 10s productos de transformaciones posibles, como aquellos que no son posibles en espaiiol. Dado que a partir de las oraciones de la base se pueden derivar todas las oraciones de la lengua mediante transformaciones y, asimismo, dado que partiendo de las oraciones derivadas se pueden restituir sus correspondientes oraciones de base a partir de las cuales se han derivado mediante transformaciones, podemos concluir que todas las oraciones de la lengua son susceptibles de ser descompuestas transformacionalmente. Esta circunstancia nos permite ofrecer una nueva definici6n de oraci6n (2.3):un enunciado es una oraci6n, si puede mantener una relaci6n transformacional con otra oraci6n.

2.8 Transformaciones e informaci6n oracional Las transformaciones de reducci6n son operaciones de elisi6n de elementos ICxicos que no aportan ninguna informaci6n a una oraci6n (2.7) y, por tanto, no introducen cambios semiinticos en las oraciones derivadas. En efecto, dado que las reducciones son procesos de compresi6n de las construcciones sinticticas que vehiculan la informaci6n oracional, no tienen ningiun efecto sedntico sobre las oraciones derivadas. Ademis de las reducciones, hay transformaciones de movimiento, como p. ej., la atracci6n del pronombre -una operaci6n de desplazamiento de cliticos, que puede estar o no ICxicamente condicionada-, que tampoco introducen cambios sednticos en las oraciones derivadas, ni siquiera cambios de registro estilistico, p. ej., Max quiere tenninarlo pronto +Max lo quiere tenninar pronto, A1 haber estado robdndonos durante tanto tiempo, pudimos jinalmente identijicar a1 ladrdn +A1 habernos

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estado robando durante tanto tiempo, pudimos finalmente identijicar a1 ladrdn. Por el contrario, las transformaciones que provocan cambios formales mtiltiples en las oraciones derivadas introducen en ellas cambios s e h t i c o s . Asi p. ej., las pasivas con ser o con estar conllevan una reestructuraci6n global de la oraci6n derivada, concretamente, (1) la inversi6n del primer0 y del segundo argumento del predicado sobre el que se aplican, (2) el cambio de la forma morfol6gica del predicado verbal -0 del verbo de soporte de 10s predicados no verbales-, que se convierte en un participio, que concuerda con el sujeto derivado de la oraci6n pasiva en gCnero y ntimero, (3) la introducci6n del verbo auxiliar ser o estar en el rnismo tiempo verbal del predicado de la oraci6n activa y (4) la introducci6n de la preposici6n por, encabezando el segundo argumento derivado en la oraci6n pasiva. La reestructuraci6n que provocan las transformaciones pasivas en las oraciones derivadas va acompaiiada ademhs de cambios seminticos sistemiticos. Asi p. ej., las pasivas que se aplican a determinados nombres predicativos con verbos de soporte transitivos, como p. ej., hacer un llamamiento en (34), introducen un cambio temhtico en las oraciones derivadas, como en (35) y (36), que esti provocado por la inversi6n de argumentos, que se da en la oraci6n pasiva en relaci6n con la activa correspondiente:

(34) Un grupo de profesionales hizo aquel llamamiento a la poblacidn [Pasiva ser] (35) +Aquel llamamiento a la poblacidn fue hecho por un grupo de profesionales [Pasiva estar] de (34) (36) + Aquel llamamiento a la poblacidn estuvo hecho por un grupo de profesionales Anhlogamente, las pasivas que se aplican a verbos predicativos, como p. ej., respaldar en (37), a d e d s de 10s cambios tedticos provocados por la inversi6n de argumentos, introducen un cambio sedntico aspectual del predicado, que esti ligado a la conversi6n del v e r b predicativo en un participio acompaiiado del v e r b de soporte ser o estar, como p. ej., en (38) y (39):

(37) La derecha cato'lica ha respaldado el nacionalismo [Pasiva ser] (38) + El nacionalismo ha sido respaldado por la derecha cato'lica [Pasiva estar] de (37) (39) +El nacionalismo ha estado respaldado por la derecha cato'lica Tanto el cambio temfitico que provoca la inversi6n de argumentos, como 10s cambios aspectuales que afectan al significado del predicado, tienen un carficter sistedtico, ya que estajl ligados a la aplicaci6n de las transformaciones pasivas; es decir, las pasivas introducen siempre 10s mismos cambios -tanto temhticos como aspectuales (cuando se aplican a predicados verbales)en las oraciones derivadas y dichos cambios no alteran la informaci6n oracional, aunque puedan matizar determinados aspectos de ella, porque no alteran las relaciones de predicaci6n de la oraci6n de partida. Por ello, consideramos que las activas y las pasivas tienen la misma jerarqufa de predicaci6n y establecemos entre ellas una relaci6n transformacional. Los cambios semhnticos que introducen las transformaciones de reestructuraci6n pueden ser mis complejos que 10s que introducen las pasivas, cuando van ligados a la elisi6n de argumentos, que no se pueden restituir directamente en la oraci6n derivada. Asi p. ej., la reducci6n del segundo argumento dei P,, hablar, cuando es un pronombre indefinido, p. ej., Max habld a alguien de que lo hank -+ Max habld de que lo haria, implica 6nicamente su elisi6n de la oraci6n derivada, pero dicha elisi6n no altera la construcci6n sinkictica de la oraci6n de partida. En consecuencia, la recuperaci6n del argumento reducido a partir de la oraci6n derivada implica 6nicamente restituir un argumento, que completa el requerimiento argumental del predicado sobre el que se ha aplicado la reducci6n. Sin embargo, la reducci6n de argumentos de algunas transformaciones de reestructuraci6n va ligada a la alteracidn sinttictica de la construcci6n de la oraci6n de partida. Analicemos algunos ejemplos: hewir 'hacer entrar en ebullici6n' en (40) Algo hierve el agua y hundir 'hacer que algo se sumerja' en (41) Algo hundid el barco son dos predicados P,,; pero, en (42) El agua hiewe [por si sola] y en (43) El barco se hundid [por si solo] 9, hewir y hundirse parecen ser dos predicados de un solo 9. Dado que la interpretaci6n semdntica de las construcciones medias cuyos predicados primarios aceptan la pasiva con se puede resultar ambigua, puesto que dichas construcciones se pueden interpretar, ademis, como construcciones pasivas con se, en las que

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argumento, que tienen, ademis, significados distintos a 10s que adquieren en (40) y (41) respectivamente: en efecto, hervir, en (42), significa 'entrar en ebullici6nty hundir, en (43), significa 'sumergirse'. Por ello, podriamos pensar que, por un lado, hervir en (40) y en (42), y, por otro, hundir, en (41), y hundirse, en (43), constituyen cuatro predicados distintos con propiedades de dependencia y significados distintos. ObsCrvense, sin embargo, las regularidades formales y seminticas que existen entre 10s pares de oraciones (40)-(42) y (41)-(43). En primer lugar, el primer argumento del predicado verbal de (40) y (41), que es seminticamente un agente, se reduce a cero y su segundo argumento se convierte en un primer argumento derivado en (41) y (43). En segundo lugar, 10s predicados verbales de (40) y (41) pierden su valor causativo: el significado de 10s verbos de (42) y (43) consiste en una circunstancia, que se rnanifiesta en el primer argumento derivado, sin que se pueda hacer referencia a1 agente (el primer argumento de la oraci6n de partida) como un argumento del predicado. El agente se puede mencionar en una oraci6n adverbial, per0 esta es el resultado de reducir una oraci6n de relativo, cuyo predicado primario actCa sobre una repetici6n secundaria de la construcci6n media, p. ej., El barco se hundid [por si solo]; hundirse el barco [por si sololfie debido a unfallo humano [Rel] + El barco se hundio' [por si solo], lo cualfie debido a unfallo humano [Red ORel] + El barco se hundid [por si solo] debido a un fallo humano. De hecho, la Cnica diferencia entre (42) y (43) es de caricter formal: el predicado se mantiene formalmente inalterado en el caso de hervir en (42), mientras que, en (43), hundirse requiere un se con cara'cter obligatorio, p. ej., *El barco hundw [por sisolo]. Tanto las diferencias formales como sema'nticas que se dan entre 10s pares de oraciones (40)-(42) y (41)-(43) son productivas en el lCxico, ya que hay otros predicados que pueden aparecer en pares de oraciones que presentan las mismas diferencias formales y seminticas, como p. ej., engordar, en Algo engorda 10s cerdos del cacique, LQS cerdos del cacique engordan [por si solos], obstruir en Algo obstruyo' el conducto, El conducto se obstruyo' [por si solo], etc. La regularidad formal y sedntica de las relaciones interoracionales que hemos analizado junto con su productividad en el lCxico nos permiten se ha permutado la posicidn del sujeto derivado (Subirats 1987:140-143). inh-oducimos por si solo, para realzar la interpretaci6n semintica caracteristica de las construcciones medias y para bloquear su posible interpretacidn como una construcci6n pasiva con se; por sisolo va entre corchetes, ya que su presencia en la oraci6n no esti determinada ni por la derivacidn, ni por el requerimiento argumental del predicado.

establecer una relaci6n de transformaci6n entre las construcciones transitivas y las decausativas. La transformaci6n media relaciona las oraciones en las que el predicado verbal permanece inalterado y la transformaci6n de se medio relaciona las oraciones en las que el verbo predicativo de la oraci6n derivada requiere la presencia de se con caricter obligatorio: Algo hierve el agua [Media] + El agua hierve [por si sola] Algo engorda 10s cerdos del cacique [Media] + Los cerdos del cacique engordan [por sisolos] Algo hundid el barco [Se medio] + El barco se hundid [por sisolo] Algo obstruyd el conducto [Se medio] + El conducto se obstmyd [por sisolo] En el marco de las relaciones transformacionales que definen la transformaci6n media y la transformaci6n de se medio, la p6rdida del significado causativo de 10s predicados de las oraciones derivadas en relaci6n con la construcci6n transitiva de partida Cjunto con la elisi6n del agente) constituye un cambio senfintic0 sistemitico ligado a la aplicaci6n de las transformaciones medias. Por ello, consideramos que la alternancia entre el valor semintico causativo y el decausativo constituye una forma alternativa de realizaci6n del significado de 10s correspondientes predicados, que se da en el marco de oraciones que comparten la misma jerarquia de predicacidn; en consecuencia, ambas construcciones transmiten la misma informaci6n y se pueden relacionar transformacionalmente. Existen predicados, como p. ej., surgir 'brotar' en (44) Este manantial surgib [por si solo], salirse 'rebosar un liquid0 del sitio en el que est6 contenido', en (45) La leche se salid del cazo [por si sola], etc., que tienen unas caracteristicas formales y seminticas aparentemente anilogas a las que tienen 10s predicados de las construcciones medias derivadas. En efecto, surgir y salirse en (44) y (45) son dos predicados con un solo argumento y, seminticamente, expresan una circunstancia que se manifiesta en el primer argumento, sin que el predicado admita otro argumento que permita hacer referencia a un agente. Asirnismo, surgir en (44) no admite un se, p. ej., *Este manantial se surgib [por sisolo], al igual que hervir en (42), p. ej., ?*El agua se hierve [por sisola]; a su vez, el se de salirse, al igual que el se de hundirse, etc., tiene un caricter obligatorio: asi, aunque La leche salib del cazo [por si

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sola] es aceptable, el significado de salir en la oraci6n anterior no es el mismo que el de salirse en (43, sino que significa 'manar, fluir'. Existe una diferencia fundamental entre 10s predicados hervir y hundirse de (42) y (43), y surgir y salirse de (44)y (45): surgir y salirse no pueden formar parte de una construcci6n causativa formalmente equivalente a (40) y (41), p. ej., *Algo surgio' el manantial, *Algo salio' la leche del cazo, mientras que hervir y hundirse si pueden formar parte de una construcci6n causativa, como hemos podido observar en (40) y (41), respectivamente. Por ello, a pesar de que surgir y salirse en (44) y (45) tienen similitudes formales y sednticas con construcciones medias, consideramos que son dos predicados verbales no derivados P,,, puesto que no se pueden derivar transformacionalmente a partir de una construcci6n causativa. A 10s cambios seminticos decausativos, que introducen las transformaciones medias, se les pueden superponer las alteraciones semfinticas introducidas por otras transformaciones de reestructuraci6n; asi p. ej., la adjetivaci6n deverbal se puede aplicar despuCs de las transformaciones medias, dindole a1 significado del adjetivo predicativo derivado un valor sedntico mis durativo, en relaci6n con el del correspondiente verbo decausativo del que se han derivado. Asi p. ej., madurar en (46) y llenar en (49) admiten la media y el se medio respectivamente y, a su vez, tras la aplicaci6n de dichas transformaciones (con 10s cambios decausativos que introducen), madurar en (47) y llenarse en (50) admiten una adjetivacibn deverbal, que les otorga a 10s correspondientes adjetivos derivados de (48) y (51), es decir, estar maduro y estar lleno, un valor semintico d s durativo que el de 10s predicados verbales de 10s que se derivan: (46) Algo madura lafncta (47) [Media] + Lafncta madura [por si sola] (48) [Adj deverbal] + Lafncta estd madura

Modelo sintictico y semantic0

(50) [Se medio]

(49) Algo llena las estanterias de polvo'O

+ Las estanterias se llenan de polvo [por s i solas]

(5 1) [Adj deverbal]

+ Las estanten'as esta'n llenas de polvo

A partir de las oraciones (48) o (51), no se puede restituir directamente su jerarquia de predicacibn, pero si se puede restituir a partir de las oraciones no derivadas (47) y (50), puesto que existe un producto transfonnacional, concretamente, la aplicaci6n sucesiva de la transformaci6n media y la adjetivacibn deverbal, o la transformaci6n de se medio y la adjetivaci6n deverbal, que perrnite derivar las oraciones (48) y (51) a partir de (46) y (49) respectivamente y, a su vez, dichos productos de transformaciones son productivos en el lkxico, p. ej., Algo envejece sus cklulas +Sus caulas envejecen [por s i solas] +SUScklulas estcin envejecidas, Algo cubrid el suelo de hojas + El suelo se cubrid de hojas" +El suelo esta' cubierto de hojas. En general, a partir de una oraci6n en la que no se pueden observar de forma directa las relaciones de predicacibn, si existe una oracibn parafristica no derivada, en la que se pueden restituir dichas relaciones de predicaci6n, y las diferencias entre la oraci6n dada y la oraci6n no derivada se pueden explicar mediante la aplicaci6n de un producto de transformaciones, que es productivo en el lkxico, consideramos que la oraci6n parafristica y las correspondientes oraciones derivadas transrni10. Observese la elisidn del primer argumento junto con la inversidn del tercer argumento que se da en El polvo llena las estanterias en relacidn con Algo llena las estanterias de polvo (cf. Palacios 1996:69-70). Dado que la aplicacidn de las transformaciones de se medio tiene un fuerte componente pragmatico, a partir de determinadas oraciones de partida, como p. ej., Alguien llen6 las estanterias de libros, la aplicacidn del se medio puede resultar poco natural desde un punto de vista pragmitico (fuera de un contexto adecuado), p. ej., ?Las estanterias se llenaron de libros [por si solas]. Nbtese, sin embargo, la mayor naturalidad de Poco a poco, con el tiempo las estanterias se mejheron llenando de libros [por si solas]. 11. A1 igual que llenar (cf. Nota anterior), cubrir admite la elisidn del primer argumento junto con la inversidn de su tercer argumento, p. ej., Algo cubria el suelo de hojas, Las hojas cubrian el suelo; observese que la aplicacidn de la transformacidn de se medio sobre cubrir (a1 igual que en el caso de llenar) puede resultar dudosa (fuera de un contexto especifico) por motivos pragmiticos, p. ej., ??El suelo se cubrid de lingotes de oro [por si solo].

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ten la misma informaci6n, porque comparten la misma jerarquia de predicaci6n y, por tanto, relacionamos dichas oraciones transformacionalmente.

2.9 El modelo transformacional clPsico y la teoria de predicados El modelo transformacional clisico de Z.S. ~ a r r i spartia ' ~ de la hip6tesis de que las oraciones estaban formadas por otras oraciones y, en consecuencia, el estudio de las oraciones de una lengua consistia en su descomposici6n en las oraciones que las integraban; dicha descomposici6n se realizaba mediante derivaciones, que se establecian cuando se detectaban diferencias formales constantes entre conjuntos de oraciones parafristicas. Las oraciones que no eran susceptibles de ser descompuestas en oraciones mis sencillas se denominaban oraciones nucleares e integraban un subconjunto, a partir del cual se podian derivar las restantes oraciones de la lengua mediante la aplicaci6n de transformaciones. Partiendo de este planteamiento, se definia una relaci6n de transformaci6n entre dos conjuntos de oraciones parafristicas A y B como una funci6n f tal que cada elemento ai de A era igual a su imagen bi = flui) en B, except0 en algunos cambios formales constantes, que estaban asociados a dicha funci6nf. El uso de transformaciones en el estudio de la sintaxis signific6 un abandon0 del procedimiento distribucional, que consistia en descomponer una oraci6n en constituyentes que no eran oraciones y estos, a su vez, en sus constituyentes, y asi, sucesivamente, hasta determinar su equivalencia distribucional con palabras, de las que se habia determinado previamente su pertenencia a una determinada clase distribucional. Por el contrario, en el modelo transformational cliisico, una oraci6n no se descomponia en constituyentes que no eran oraciones, sino en oraciones y estas, a su vez, en otras oraciones, hasta llegar a las oraciones nucleares, que no eran susceptibles de ser derivadas mediante operaciones transfonnacionales, a partir de oraciones d s sencillas que ellas. Sin embargo, el modelo transformacional clisico planteaba dos problemas fundamentales, cuya resoluci6n motiv6 el desarrollo por parte de Z.S. ~ a r r i sde ' ~la teoria de predicados, que es la que fundamenta el modelo de la sintaxis Mxica. En primer lugar, el modelo clisico partia de la existencia 12. Cf. Harris (1968:49-113; 1981:107-290); cf. Ryckman (1986:339-371) para una revisi6n de la teoria transformacional de Z.S. Harris. 13. Cf. Harris (1981:292-435; 1982; 1991).

previa de unas oraciones nucleares, que, dado que no adrnitian una reducci6n transforrnacional, solo se podian analizar distribucionalmente. Este problema no se plantea en la teoria de predicados, ya que en dicha teoria no se derivan las oraciones a partir de un conjunto de oraciones preexistentes, que no admiten un analisis dentro de la propia teoria, sino que, partiendo de la relaci6n de dependencia y de la selecci6n de 10s predicados del ICxico, se generan las oraciones de la base y, a partir de ellas, se generan las oraciones derivadas mediante la aplicaci6n de transformaciones. En segundo lugar, el modelo transformacional cldsico no permitia ofrecer una explicaci6n sintictica del hecho de que se mantuviese el mismo significado entre las oraciones parafrasticas, que estaban relacionadas transformacionalmente. Por el contrario, en el marco de la teoria de predicados si se puede dar una explicaci6n a este hecho. En efecto, las transfohciones no alteran la informaci6n que vehicula una oracibn, puesto que 10s cambios formales que provocan en una oraci6n no afectan a las relaciones de dependencia entre predicados y argumentos, que son las que determinan la informaci6n oracional. Por tanto, el hecho de que se mantenga la informaci6n que transmiten las oraciones parafhticas que esth relacionadas transformacionalmente es una consecuencia de que, en dichas oraciones, se mantienen las rnismas jerarquias de predicaci6n. La teoria de predicados permite dar una caracterizaci6n ma's precisa del contenido inforrnativo de una oraci6n que el modelo transformacional cldsico, lo cual tiene una incidencia directa en el desarrollo de aplicaciones que traten de simular con medios infodticos la capacidad lingiiistica que poseen 10s hablantes, coqo p. ej., las aplicaciones de extracci6n automitica de informaci6n textual. En efecto, en el modelo cldsico, una oraci6n derivada se representaba por un reticulo de descomposici6n, que mostraba su historia derivacional, en la cual quedaba reflejada c6mo un determinado nGmero de oraciones nucleares se combinaban entre si por medio de transformaciones para forrnar una oraci6n derivada; per0 en dicha historia derivacional, no se podia especificar globalmente la informaci6n que vehiculaba una oraci6n derivada, ya que las oraciones nucleares solo podian reflejar de forma fraccionada y parcial su contenido informativo. Por el contrario, en la teoria de predicados'4 -que fundamenta el modelo de la sintaxis lexica-, una oraci6n 14. Bosque (1991:102) sostiene que Subirats (1987) se habria realizado en el marco -citamos textualmente- de "la linea de estudios de la escuela gramatical distribucionalista" (sic). Tildar dicho trabajo de estar fundamentado en un modelo de 10s aAos cuarenta (cf. el articulo de Harris de 1946 From morpheme to utterance,

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derivada se puede representar de forma global en una 6nica jerarquia de dependencias, que determina las relaciones de dependencia entre redicados y argumentos, que son las que determinan la informaci6n oracionalI .

P

2.10 Aplicaci6n de transformaciones En general, la aplicaci6n de las transformaciones tiene un c d c t e r optional. En el caso de las transformaciones ICxicamente condicionadas, lo que determina su posibilidad de aplicaci6n sobre un determinado predicado es si dicho predicad0 se encuentra o no en su dominio lCxico de aplicaci6n. En el caso de las transformaciones que no e s h ICxicamente condicionadas, lo que permite su aplicaci6n son determinadas condiciones formales de la oraci6n a la que se aplican, que son independientes de cualquier condicionamiento 1Cxico. Los productos de transfomciones (independientemente de que se trate de transformaciones ldxicamente condicionadas o no) no esdn ordenados. En efecto, el orden de aplicaci6n de las transformaciones que integran un producto esd determinado 6nicamente por el hecho de que, en un estado determinado de una derivaci6n- se cumplan o no sus condiciones de aplicaci6n, ya sea porque el predicado sobre el que se aplican est6 o no en su dominio de aplicaci6n, o porque una oraci6n satisfaga o no determinadas condiciones formales. Asi p. ej., el producto de transformaciones (que no esdn lCxicamente condicionadas) de la derivaci6n de (52) no esd ordenado: se puede permutar la posici6n del primer argumento del P,, sorprender, y, despuCs de ello, se puede reduplicar su segundo argumento mediante un reeditado en Harris 1970:lOO-125 y tambiCn en Harris 1981:45-70) puede interpretarse como un ejercicio de ignorancia o de mala fe, especialmente, teniendo en cuenta que, en el desarrollo del modelo que fundamenta la teoria de predicados, 10s planteamientos sintaicticos distribucionales se abandonaron a partir de 1952, cuando Harris, en su articulo titulado Discourse analysis, reeditado en Harris (1970:313348) y tambiCn en Harris (1981:107-142), desarroll6 las lineas te6ricas que permitieron fundamentar la lingiifstica transformational. Asimismo, el concept0 de clase de palabras definida en tCrminos distribucionales se abandon6 definitivamente en 1969 (cf. el estudio titulado Two systems of grammar: report and paraphrase, reeditado en Harris 1970:612-692 y en Harris 1981:293-351), lo que permiti6 erradicar incluso la utilizaci6n marginal de criterios distribucionales en la teoria sintaictica. 15. Cf. Johnson (1987:23).

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pronombre clitico, o, a la inversa, como en la derivaci6n de (53), se puede reduplicar el segundo argumento y, luego, se puede posponer el primer argumento:

Que el mcis caro sea el peor no sorprende a Carlos [Permutacibn] +No sorprende a Carlos que el m6s caro sea el peor [Redupli cli] +No le sorprende a Carlos que el mris caro sea el peor Que el mcis caro sea el peor no sorprende a Carlos [Redupli cli] +Que el mcis caro sea el peor no le sorprende a Carlos [Permutaci6nI +No le sorprende a Carlos que el mris caro sea el peor El hecho de que, en (52) y (53), la reduplicaci6n y la permutaci6n del argumento oracional no est6n ordenadas entre si es debido a que el dorninio de aplicaci6n de la reduplicaci6n no esd restringido por la permutaci6n y a la inversa. En consecuencia, 10s 6rdenes de aplicaci6n de (52) y de (53) son equivalentes. Por el contrario, cuando la aplicaci6n de una transformaci6n crea o restringe la aplicaci6n de otra (u otras), su orden de aplicaci6n en una derivaci6n puede determinar la posibilidad o imposibilidad de obtener una determinada oraci6n derivada. Asi p. ej., el P, invitar e s en~ el dorninio de aplicaci6n de la reducci6n de su tercer argumento oracional, cuando el sujeto prirnario de dicho argumento oracional es correferente con el segundo argumento de invitar: (54) El sulth invitd a Maxi a que bli visitase su palacio [Red que PI (55) + El sultcin invitd a Maxi a visitar su palacio Tras la reducci6n de la completiva con elisi6n del sujeto de la subordinada, se puede aplicar la pasiva con ser, ya que invitar esd en el dorninio de dicha transformaci6n:

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[Pasiva ser] de (55) (56) + Maxjke invitado por el sulthn a visitar su palacio Sin embargo, si se aplica la pasiva con ser a la oraci6n (54) antes de reducir la completiva: [Pasiva ser] de (54) -+ Mar,fie invitado por el sulthn a que kli visitase su palacio se bloquea la posibilidad de reducir la completiva, ya que tras la aplicaci6n de la pasiva, el sujeto de la subordinada ya no es correferente con el segundo argumento de invitar, sino con el sujeto derivado de la oraci6n pasiva. En consecuencia, dado que la aplicaci6n de la pasiva con ser restringe la aplicaci6n de la reducci6n7su orden de aplicaci6n en relaci6n con la reducci6n determina la posibilidad o imposibilidad de obtener la oraci6n derivada de (56). Pero obsCrvese que la pasiva con ser y la reducci6n de la completiva no e s t h ordenadas entre si, ya que hay derivaciones en las que la posibilidad de reducir la completiva estri condicionada por la aplicaci6n previa de la pasiva con ser, como p. ej., en la derivaci6n de (57): s610 tras la aplicaci6n de la pasiva con ser se crean las condiciones que requiere querer para que se pueda reducir su completiva; en efecto, s610 tras la pasiva, el sujeto de su segundo argumento oracional es correferente con el primer argumento de querer y se puede reducir su completiva:

(57)

i

Maxi no quiere que el partido lei utilice [Pasiva ser] + ?*Maino quiere que kli sea utilizado por el partido [Red que PI -+ Max no quiere ser utilizado por el partido

En resumen, no hay orden en la aplicaci6n de las transformaciones, sino satisfaccidn de unas condiciones de aplicacibn, que, en algunos casos, pueden estar creadas o restringidas en una derivaci6n por la aplicaci6n de otras transformaciones. En el marco de la implementaci6n informritica del modelo de la sintaxis lexica, la derivaci6n transformacional de una oraci6n a partir de una oraci6n de base o, a la inversa, la restituci6n de la oraci6n de base a partir de una oraci6n derivada se representa en un aut6mat.a finito determinista, en el

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que las transiciones estin etiquetadas con representaciones de oraciones en forma de aut6matas y en el que la funci6n de transicibn, que permite pasar de un estado a otro, ademis de leer un simbolo, que es una oracibn, cuya representaci6n esti formalizada en un aut6mata (Fig. 2.2), realiza una transducci6n de dicha oraci6n. El resultado de la transducci6n es otro autbmata, que constituye una formalizaci6n de la oraci6n derivada. Ni la parte de lectura ni la parte de escritura de 10s transductores que formalizan las transformaciones 4ndependientemente de que se trate de reducciones o de reestructuraciones, o de que estCn o no ICxicamente condicionadas- se etiquetan con clases distribucionales de palabras o de construcciones, sino que se definen mediante clases de dependencia, como p. ej., N, P, etc., y marcadores de argumentos, como p. ej., a, que, etc., que definen proyecciones oracionales altemativas de jerarquias de dependencias. Asi p. ej., en el transductor que formaliza la transformaci6n de nominalizaci6n deverbal del P,, venficar, es decir, (58) NIverificar si P2 e NI hacer una verijicacidn de si Pz, p. ej., Max verifica si alguien cierra la puerta +Max hace una verijicacidn de si alguien cierra la puerta, N y P son clases de dependencia, y de y si son marcadores de argumento, que determinan la jerarquia venficar (N,, P2). ObsCwese que, en (58). N no es ni una vanante notational de GN, ni una variable que se refiere a una clase distributional de construcciones, concretamente, a 10s grupos nominales, sino que es una clase de dependencias. En consecuencia, el transductor que formaliza la nominalizacidn no puede operar directamente sobre una oracicin, como p. ej., (59) Los empleados de la empresa hacen una verijicacidn de si alguien cierra la puerta -con objeto de restituir la oraci6n de base a partir de la cual se ha nominalizado verzficar-, puesto que, en realidad, el primer argumento de hacer una verifcacidn en (59) no es 10s empleados de la empresa, que es un grupo nominal derivado que ha sufrido un proceso transformacional de reduccidn, sino empleados. En consecuencia, para realizar una transduccicin sobre la oraci6n (59). previamente, es necesario identificar sus relaciones de predicaci6n, lo cual implica poner de manifiesto las jerarquias de predicaci6n de todos sus predicados, no s610 de 10s predicados verbales verificar y cerrar, sino tambiCn del predicado no verbal ser de, cuyas relaciones de dependencia con sus respectivos argumentos quedan ocultas, a causa de las reducciones que han operado sobre este predicado. En efecto, como podemos obsewar en (60), el primer argumento del predicado ser de es una repetici6n de empleados y su segundo argumento es empresa;tras la relativizaci6n de (60) y la reducci6n de la oraci6n de relativo en (61), de la empresa se convierte en (62) -que es

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idkntica a (59)- en un adjunto del primer argument0 de hacer una ver@cacibn; la derivaci6n completa seria la siguiente: (60) Los empleados hacen m a ver@cacidn de si alguien cierra la puerta; 10s empleados son de la empresa [Rel] + (61) Los empleados, que son de la empresa, hacen una verificaci6n de si alguien cierra la puerta [Red ORel] + (62) Los empleados de la empresa hacen una verificacidn de si alguien cierra la puerta. Partiendo de ( a ) , si se puede restituir la oraci6n de base a partir de la cual se ha derivado, es decir, Los empleados verifican si alguien cierra la puerta; 10s empleados son de la empresa, puesto que (60) es una oraci6n derivada, en la que sus relaciones de predicaci6n son explicitas. Lo que determina la informaci6n en las lenguas naturales es el significad0 de las palabras que estin insertas dentro de las redes de relaciones que crean las jerarquias de predicaci6n. Asi p. ej., la informaci6n que vehicula la oraci6n Las niiias juegan no es meramente la yuxtaposici6n del significado de niiias y jugar en un tiempo deterrninado, sino el significado de dichas palabras en el marco de unas relaciones, que e s t h determinadas por una jerarquia de predicacibn, es decir, por jugar (niiias). Dado que son estas jerarquias, junto con el significado de 10s elementos lkxicos que las integran, las que determinan la informaci6n oracional, solo a partir de la identificacibn de dichas relaciones se puede operar sobre la informaci6n; por tanto, una aplicaci6n infodtica que desee generar o extraer la informaci6n oracional no puede operar sobre clases de palabras o clases de construcciones de definici6n distribucional imprecisa, sino que debe actuar necesariamente sobre las clases de dependencia que definen las proyecciones oracionales de las relaciones de predicacibn. Los productos transformacionales conmutativos, como p. ej. (52) y (53), o parcialmente conmutativos, como p. ej., (7') y (8'), que se dan por el hecho de que las transformaciones no esthn ordenadas, son la causa de que, para derivar una tinica oracibn, pueda haber d s de una derivaci6n posible y, por tanto, d s de un aut6mat.a derivational. Por ello, 10s aut6matas derivacionales que comparten la misma oraci6n de partida, la misma oraci6n derivada y las mismas transformaciones, y que s61o se distinguen entre si por el orden de aplicacih de algunas transformaciones, se consideran equivalentes. Las oraciones derivadas, cuyas ambigiiedades semiinticas tienen un origen sintictico, son el resultado de la confluencia en una tinica oraci6n derivada de dos (o d s ) oraciones de base distintas, que ha sufrido procesos derivacionales diferentes. En efecto, las transformaciones de reducci6n o de reestructuraci6n introducen cambios fonnales en las oraciones derivadas, que

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pueden provocar que productos transformacionales integrados por transformaciones distintas, que se aplican a oraciones de partida diferentes, generen oraciones derivadas formalmente idCnticas y sednticamente ambiguas. En efecto, la oraci6n derivada es ambigua, puesto que constituye una proyecci6n oracional de dos (o m6s) jerarquias de predicacibn, con lo cual resulta imposible identificar de forma inequivoca sus relaciones de predicci6n. Asi p. ej., en la Fig. 2.2, podemos observar el aut6mata que forrnaliza dos derivaciones distintas, cuyas oraciones de partida son distintas, (63) La mafia hizo que alguien 10s matase y (64) La mafia hizo que ellos matasen a alguien, y cuyos productos transformacionales incluyen transformaciones distintas, per0 que, a pesar de ello, convergen en una misma oraci6n derivada, La mafia 10s hizo matar. Ello es debido a que la aplicaci6n sucesiva en (63) de la reducci6n de la completiva sin elisi6n del sujeto, la reducci6n del argumento indefinido de matar, es decir, alguien, y la atracci6n del pronombre, o bien, la aplicaci6n en (64) de la reducci6n de la completiva sin elisi6n del sujeto y la reducci6n del argumento indefinido de matar, dan como resultado la misma oraci6n derivada. Tanto las derivaciones de oraciones no ambiguas (formadas por aut6matas planos, que aceptan una linica derivaci6n) como las oraciones ambiguas se pueden formalizar en un aut6mata y, por tanto, no s610 las oraciones, sino incluso sus derivaciones se pueden representar en aut6matas finitos deterministas, que formalizan la aplicaci6n de las transformaciones.

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La mafia hizo que alguien 10s matase [Red que PI sin elisi6n

La mafia hizo que ellos matasen a alguien

La mafia hizo matarlos a alguien [Red que PI sin elisi6n

La mafia hizo matarlos [Atraccibn]

La mafia 10s hizo matar a alguien [Red]

La mafia 10s hizo matar

Fig. 2.2 Representaci6n en forma de aut6mata finito determinists (AFD) de dos derivaciones transformacionales distintas, que confluyen en una misma oraci6n derivada ambigua. En este AFD derivational, las transiciones estin etiquetadas con oraciones y especificaciones de transformaciones; en la aplicaci6n informhtica, las oraciones son aut6matas y las transformaciones, transductores.

2.11 Derivacibn transformational de la modalidad oracional y del tiempo del predicado Las caracteristicas formales de las oraciones declarativas, interrogativas, imperativas o negativas, es decir, la ausencia de marcas, la entonacibn, las desinencias verbales del imperativo o la presencia del adverbio no precediendo a1 predicado, son la huella que deja la reducci6n de 10s predicados metalingiiisticos decir, preguntar, ordenar y negar, respectivamente, cuando operan sobre la oraci6n a la que asignan las correspondientes marcas rn~dales'~. A su 16. Cf. Harris (1991:137-144).

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vez, el tiempo del predicado es la huella que deja la reducci6n de la repetici6n secundaria de la oracibn que recibe el tiempo, cuando la oraci6n receptora y su repetici6n son argumentos de predicados bioracionales, que definen el tiempo en funci6n de relaciones de anterioridad, posterioridad, etc., entre ambas oraciones. En el marco de este planteamiento, por tanto, el tiempo del predicado se asigna en funci6n de una relaci6n entre dos predicados. Ni las desinencias del presente de indicativo, ni las desinencias del presente de subjuntivo de las oraciones subordinadas Aesinencias que estin seleccionadas por 10s predicados de 10s que dependen dichas subordinadasespecifican un tiempo concreto" y, por tanto, no aportan ninguna informacibn a la oraci6n. Por ello, las desinencias del presente de indicativo y las del subjuntivo se consideran meros marcadores sinticticos, concretamente, rnarcas que se unen por defecto a 10s predicados de las oraciones de base para indicar su identidad como tales predicados. Las desinencias del presente (a1 igual que las de 10s demiis tiempos personales) dependen en espaiiol de las caracteristicas de n6mero y persona del primer argumento del predicado que incorpora dichas desinencias, es decir, dependen de si dicho argumento es una primera, una segunda o una tercera persona del singular o del plural, respectivamente (2.4). El tiempo de un predicado (except0 el presente de indicativo y el de subjuntivo) se puede derivar mediante transformaciones de reduccibn, a partir de oraciones -cuyos predicados estiin en presente-, en las que el tiempo se determina en funci6n de relaciones temporales, que se organizan sinticticamente alrededor de predicados Ppp, como p. ej., antes, despuks, etc., cuyos argumentos oracionales son, por un lado, el predicado que recibe el tiempo y, por otro, su repetici6n secundaria, que se convierte en el predicado que asigna el tiempo en virtud de la relaci6n que determina el Ppp En el caso de 10s predicados de segundo nivel que seleccionan el subjuntivo en la subordinada, la derivacibn del tiempo simplemente se superpone a la seleccibn ICxicamente condicionada del subjuntivo. Asi p. ej., el tiempo del predicado superior de una oraci6n, como p. ej. (69), se puede derivar mediante la reduccibn de su repetici6n secundaria, cuando estii unida a la oracibn receptora de las marcas de tiempo mediante el Ppp antes, si dicho Ppp opera sobre el predicado metalingiiistico que determina la modalidad oracional declarativa y sobre el predicado superior de la oracidn receptora. En efecto, las marcas de tiempo de saber en (69), se pueden derivar, relativizando y reduciendo una oracibn, en la 17. Cf. Alarcos (1994:156-157).

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que la conjunci6n predicativa antes opera sobre el predicado metalingiiistico decir y la repetici6n de la oraci6n receptora, es decir, saber Max que algunos deportistas toman drogas. De esta forma, se le asigna el tiempo a saber en funci6n de la relaci6n temporal, que se establece mediante el Ppp antes, entre decir y saber y, por tanto, el tiempo del predicado superior se deriva a partir de su relaci6n temporal con una repeticidn de si mismo. El proceso es el siguiente: la relativizaci6n de (65) y la reducci6n de la oraci6n de relativo de (67), que elide el pronombre de relativo lo cual y el verbo de soporte tener lugar, convierte a la oraci6n de relativo en un complemento adjunto de la oraci6n receptora del tiempo en (68); la reducci6n a un afijo de dicho adjunto asigna las rnarcas temporales del pretkrito imperfect0 de indicativo a1 verbo saber en (68) y la reducci6n del predicado metalingiiistico decir asigna la modalidad declarativa a (69): Yo digo: Max sabe que algunos deportistas toman drogas; saber Max que algunos deportistas toman drogas tiene lugar antes de que yo diga tal cosa [Re11 (66) + Yo digo: Max sabe que algunos deportistas toman drogas, lo cual tiene lugar antes de que yo diga tal cosa [Red ORel] (67) + Yo digo: Max sabe que algunos deportistas toman drogas antes de que yo diga tal cosa [Red afij] (68) + Yo digo: Max sabia que algunos deportistas toman drogas [Redl + Max sabia que algunos deportistas toman drogas (69)

(65)

El tiempo asignado transformacionalmente a un predicado (en el caso de que haya habido una derivaci6n del tiempo) puede ser, a su vez, el punto de partida para la asignaci6n de marcas de tiempo a otros predicados de la rnisrna oraci6n. Asi p. ej., en (70), el pasado compuesto del verbo predicativo tomar, que es un argument0 de saber, se puede derivar a partir de la relaci6n temporal, que se establece mediante el Ppp despubs, entre el predicado saber (que ha recibido sus marcas de tiempo transfonnacionalmente) y tomar; la relativizaci6n de la repetici6n secundaria de la oraci6n receptora y la posterior reduccih de dicha oraci6n de relativo, la convierte en un complemento adjunto de la oraci6n receptora del tiempo; a su vez, la reducci6n de dicho

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adjunto, a1 igual que en la derivaci6n de (65)-(69), deja como huella las rnarcas del pasado compuesto de tomar en (70):

+ + (70)

Max sabia que algunos deportistas toman drogas; saber Max que algunos deportistas toman drogas tiene lugar antes de que Max sepa tal cosa [Re11 Max sabia que algunos deportistas toman drogas, lo cual tiene lugar antes de que Max sepa tal cosa [Red ORel] Max sabia que algunos deportistas toman drogas antes de que Max sepa tal cosa [Red afij] + Max sabia que algunos deportistas tomaban drogas

Asimismo, en (71), el futuro simple de conseguir, que es el argument0 oracional de calcular (que no ha recibido marcas de tiempo transformacionalmente), se puede derivar, a1 igual que en 10s casos anteriores, rnediante un proceso, en el que se le asigna el tiempo, a partir de la relaci6n temporal, que determina el Pppdespuks, entre conseguir y calculac

+

+ (7 1)

Max calcula que Eva consigue su objetivo; conseguir Eva su objetivo tiene lugar despub de que Max calcule eso [Re11 Max calcula que Eva consigue su objetivo, lo cual tiene lugar despuks de que Max calcule eso [Red ORel] Max calcula que Eva consigue su objetivo despuis de que Max calcule eso [Red afij] + Max calcula que Eva conseguira' su objetivo

En el marco de esta propuesta, las desinencias temporales (except0 las del presente de indicativo y de subjuntivo, que se consideran marcas de predicado) se derivan transformacionalmente y, por tanto, el tiempo no constituye un predicado en si mismo, sino que se deriva a partir de una relaci6n entre predicados, que est6 determinada por conjunciones predicativas. Por consiguiente, resulta innecesario tener que recunir a predicados temporales, con objeto de

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que estos operen sobre predicados sinticticos para asignarles las marcas de tiempo, ya que tanto las formas oracionales como el tiempo de 10s predicados que las integran se pueden determinar en el marco de las relaciones de dependencia entre predicados y argumentos.

2.12 Significado y clases de relaciones El significado de 10s elementos ICxicos no se puede descomponer en un conjunto finito de rasgos seminticos elementales y, por tanto, no es posible dar una caracterizaci6n componencial de su significado; a su vez, el dominio de referencia de 10s elementos lCxicos es difuso y no se puede determinar sus limites con precisi6n. Por ello, no es posible dar una definici6n intensional o extensional precisa del significado de 10s elementos Mxicos, lo cual crea una ambiguedad inherente en el estudio del significado. Sin embargo, la transmisi6n de significados en la comunicaci6n linguistics no se realiza mediante elementos ICxicos aislados, sino mediante su integraci6n en discursos, que estin compuestos por oraciones (aunque dichas oraciones puedan estar forrnadas por una sola palabra). En consecuencia, la imposibilidad de delimitar el significado de las palabras descontextualizadas no es d s que una consecuencia del hecho de que es en un contexto donde 10s elementos ICxicos adquieren un significado especifico. Por ello, la semiintica lexica estudia el significado en su contexto, concretamente, en el marco de relaciones de predicacibn, en las que 10s elementos ICxicos estudiados son argumentos de una clase de predicados, que es la que determina las relaciones semiinticas en el ICxico. Para llevar a cab0 un estudio del significado, la sedntica lexica podria establecer un paralelismo con la sintaxis, en la cual se parte de la base de que las oraciones tal como aparecen en 10s discursos son transformaciones de un subconjunto de oraciones parafristicas pertenecientes a la base. El hecho de aplicar a la semintica un planteamiento anilogo a1 de la sintaxis implicaria definir el significado de 10s elementos ICxicos mediante parifrasis establecidas a partir de un subconjunto de elementos del propio 1Cxico. Este procedimiento permitiria poner de manifiesto las regularidades, que se pudieran dar en el interior de las definiciones y ello, a su vez, posibilitaria establecer clases de definiciones seminticas en funci6n de dichas regularidades. Asi p. ej., todos 10s predicados de la Fig. 2.3, es decir, matar, asesinar y cometer un genocidio,

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incluyen 'causar la muerte' en su definicibn, lo cual permitiria determinar la inclusi6n del significado de matar en asesinar y cometer un genocidio. matac 'causar la muerte' asesinac 'causar la muerte con premeditaci6nt cometer un genocidio: 'causar la muerte a un grupo de personas por motivos raciales, religiosos o politicos' Fig. 2.3 Definiciones del significado de 10s predicados verbales matar y asesinar, y del predicado nominal genocidio.

El primer problema que plantea esta.forma de abordar el estudio del significad0 es que, cuando hay varias definiciones parafristicas posibles del significado de un elemento lbxico, no existe un procedimiento sistemitico para determinar su elecci6n. Asi p. ej., 'causar la muerte', 'dar muerte' o 'quitar la vida' son tres definiciones posibles de matar, que, a d e d s , pueden figurar indistintamente en la definicibn de 10s predicados que incluyen la definici6n de matar, es decir, asesinar y cometer un genocidio, y, en realidad, no existe ning6n criterio sistemitico para elegir entre dichas definiciones. Otro problema de mayor importancia se plantea igualmente, en la medida en que el subconjunto de elementos lbxicos que se utiliza en las definiciones no se puede analizar dentro del propio modelo sednticol'. De hecho, este problema es anilogo a1 que plantean las oraciones nucleares en la teoria transformacional clisica, ya que dichas oraciones (a1 igual que el sublenguaje semintico de las definiciones) no admiten un anilisis dentro del propio modelo (2.9). Por ello, en lugar de derivar las oraciones a partir de otras oraciones, la sintaxis lbxica trata las oraciones como proyecciones de las relaciones de predicaci6n que las subyacen; de este modo, ning6n subconjunto de oraciones queda fuera del alcance explicativo del modelo sintictico. La soluci6n que adopta la sintaxis Mxica se puede aplicar a la semintica: en 18. En relacidn con el posible problema de circularidad que podria suponer la definicidn de predicados, cuyo significado no se puede definir en funcidn de otros predicados, Dik (1989:85)seiiala: "[...I [the] danger of circularity is advanced against the very idea of defining lexical items in terms of other lexical items. That counter-argument only hold, however, if it is assumed that all lexical items should be provided with a meaning definition, but not if it is assumed that in every language there is a set of lexical predicates the meaning of which cannot be defined in terms of the meanings of other predicates of the same language. These will be the semantically most basic predicates of the language."

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efecto, el significado se puede considerar como una proyecci6n de las relaciones que contraen 10s elementos ltxicos, en tanto que argumentos de una clase de predicados, cuyos miembros definen clases de relaciones sednticas en el Idxico. Asi p. ej., la inclusi6n del significado de matar en asesinar y cometer un genocidio en la Fig. 2.3 est6 determinada por la relaci6n que mantienen dichos predicados entre si, cuando forman parte del conjunto ordenado de 10s argumentos de 10s predicados ser y ser una forma: (72) Asesinar es matar, ???Matar es asesinar, Asesinar es una forma de matar, ???Matar es una fonna de asesinar, Cometer un genocidio es matar, ?*Matar es cometer un genocidio, Corneter un genocidio es una forma de matar, ???Matar es una foma de cometer un genocidio. En el rnarco de este planteamiento, la relaci6n de hiponirnia, p. ej., se puede definir en funci6n de una clase de predicados y del conjunto ordenado de sus argumentos: en efecto, un argumento cualquiera Argl (independientemente de que sea un N o un P) es un hip6nimo de Arg2, en primer lugar, si Argl puede ser el primer argumento de ser y ser una forma y Arg2, su segundo argurnento, per0 no a la inversa, es decir, si {Arg,, Arg2) constituye el conjunto ordenado de argumentos sobre el que opera ser y ser una foma, y, en segundo lugar, si Argl y Arg2 pertenecen a la misma clase de dependencia. Anilogamente, las relaciones de mer~nimia'~ se pueden sistematizar en el rnarco de las relaciones de predicaci6n. En efecto, Argl es un mer6nimo de Argz: (1) si (Argl, Arg2) es el conjunto ordenado de argumentos de la locuci6n verbal predicativa formar parte, (2) si {Arg2, Argl) es el conjunto ordenado de argumentos del verbo predicativo tener y (3) si Argl y Arg2 pertenecen a la misma clase de dependencia. Asi p. ej., (1) dedo es un mer6nimo de mano y mano es el hol6nimo de dedo, (2) mano es un mer6nimo de brazo y brazo un hol6nimo de mano, y (3) codo es un mer6nimo de brazo, que es un hol6nimo de mano, porque, en las siguientes oraciones, se cumplen las relaciones de predicaci6n que definen la meronimia y porque dedo, mano y codo son tres argumentos N y, por tanto, pertenecen a la misma clase de dependencia: Los dedos forman parte de la mano, *La manoforma parte de 10s dedos, La mano tiene dedos, *Los dedos tienen mano; La rnano forma parte del brazo, *El brazo fonna parte de la mano, El brazo tiene una mano, *La mano tiene un brazo; El codo forma parte del brazo, ???El brazo forma parte del codo, El brazo tiene un codo, *El codo tiene un brazo. Asi, en el marco de la s e d n tica Itxica, el significado es la proyecci6n de una red de relaciones que se 19. Cf. Diez Orzas (1999).

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establecen entre elementos lCxicos, en el marco de relaciones de predicaci6n determinadas por un subconjunto de predicados, cuyos miembros definen clases de relaciones semfinticas. La inclusi6n de la sedntica lexica en el marco de las relaciones de predicaci6n evita, en primer lugar, 10s problemas seiialados anteriormente, en relaci6n con una sedntica basada en definiciones, establecidas sobre un subconjunto de elementos del propio 1Cxic0, y, en segundo lugar, permite prescindir de 10s "marcos de diagn6stic0"~~ y de 10s "tests de s~stituci6n"~'-una herencia del modelo inicial de la semiintica 1Cxica-, que e s t b fundamentados, aunque no sea de forma explicita, en conceptos distribucionales, que, debido a su imprecisibn, se han mostrado inoperantes para construir una teoria explicativa de las lenguas naturales. En la medida en que todos 10s elementos del lexico pueden formar parte de relaciones predicativas como argumentos de la clase de predicados semhnticos, la predicaci6n permite determinar con precisi6n las relaciones semhnticas que se establecen entre ellos. De hecho, las diferencias entre la sintaxis y la semhntica esthn determinadas por la clase de predicados que configuran las relaciones que las caracterizan y por las distintas proyecciones de dichas relaciones. En el marco de la sintaxis, una jerarquia de predicaci6n se puede crear a partir de cualquier predicado del ICxico, siempre que se construya de acuerdo con su requerimiento argumental y su selecci611, y dicha jerarquia se proyecta en construcciones oracionales. En el marco de la semhntica, las jerarquias solo se pueden construir sobre una subclase de predicados, que es la que determina las relaciones semainticas, pero -a diferencia de las jerarquias sinticticas- se proyectan a travCs de las construcciones oracionales, es decir, requieren dichas construcciones para transmitir su significado. La integraci6n de la sintaxis y la sedntica posibilita que, a partir de las propiedades de dependencia y de la selecci6n de 10s predicados, no s610 se puedan generar las oraciones de la base, que contienen toda la informaci6n que se puede vehicular en las lenguas naturales (2.5), sino, ademhs, que se puedan estructurar las relaciones que configuran el significado de 10s predicados y 10s argumentos. Por ello, la integraci6n de la semhtica y la permite desarrollar una teoria lingiiistica de las lenguas naturales, fundamentada en el estudio de las relaciones sinthcticas y semiinticas de 10s elementos que integran el ICxico. 20. Cf. Climent, Rodriguez y Gonzalo (1996:s) y Cruse (1986:13-14). 21. Cf. Climent, Rodriguez y Gonzalo (1996:8). 22. Cf. Rios (1999:$5.1), donde se define un modelo de fonologia lexica.

Capitulo I1

En la medida en que el estudio del significado se establece en el marco de relaciones de predicaci6n formalizables, la sedntica se puede implementar informiiticamente. En efecto, las relaciones semhticas que se determinan a partir de la predicaci6n se pueden formalizar en aut6matas finitos deterministas (AFD) semiinticos, que se caracterizan por el hecho de que la funci6n de transicibn, que permite pasar de un estado a otro, lee siempre 10s mismos simbolos, 10s cuales coinciden con predicados que determinan una relaci6n semiintica especifica; asi p. ej., en el aut6mata sedntico de la Fig. 2.4 (a), la funci6n de transici6n lee siempre 10s mismos simbolos, concretamente, 10s predicados ser y ser una f o m , que son 10s que determinan la relaci6n de hiponimia; anilogamente, en 10s AFD de la Fig. 2.4 (b) y (c), la funci6n de transici6n lee 10s simbolosformar parte y tener, respectivamente, que son 10s predicados que determinan la relaci6n de meronimia y holonimia. Los elementos lCxicos, como codo, dedo, mano, etc., pueden formar parte de miis de un aut6mata semiintico, como p. ej., (a) y (b) en la Fig. 2.4, en funci6n de la clase de predicados sednticos que pueden operar sobre ellos (o del conjunto ordenado de argumentos de predicados semiinticos de 10s que puede formar part@. La inversi6n de determinadas relaciones semiinticas, como p. ej., la meronimia o la hiponimia -en contraposici6n con otras relaciones, como p. ej., la sinonimia o la antonimia- determina nuevas relaciones, concretamente, la holonimia y la hiperonimia. A partir de la formalizaci6n en un aut6mata de una relaci6n semiintica reversible, se puede obtener el inverso de dicha relaci6n mediante una funci6n de inversi6n del aut6mata correspondiente, que convierta 10s estados finales en iniciales y a la inversa, y que asigne un nuevo simbolo de lectura a la funci6n de transici6n. Asi p. ej., en la Fig. 2.4, (b) y (c) son aut6matas inversos, ya que uno se puede obtener a partir del otro y a la inversa, mediante una inversi6n del aut6mata correspondiente. En consecuencia, s610 (b) o s610 (c) resulta necesario, per0 no ambos, ya que (c) se puede generar a partir de (b) y a la inversa. La generaci6n de relaciones sednticas reversibles a partir de la inversi6n de un AFD permite reducir el numero de aut6matas que se requiere para formalizar las relaciones semsinticas que se dan en el 1Cxico. En el marco de la implementacibn informitica de la sintaxis lCxica (2.13), las oraciones y las derivaciones se representan por medio de AFD. Por ello, la representacidn de las relaciones que configuran el significado en autbmatas, que formalizan las relaciones de predicaci6n que configuran el significado, permite integrar la semiintica y la sintaxis en un formalismo

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tinico, concretamente, posibilita realizar un integraci6n de 10s autdmatas seminticos y 10s aut6matas sinticticos en un 6nico aut6mata sinthcticosemintico. De esta forma, las oraciones se pueden representar mediante autbmatas, en 10s que las transiciones correspondientes a predicados y argumentos (pero no las que corresponden a marcadores de argumento, verbos de soporte, predicados derivados, etc.) son aut6matas seminticos, que caracterizan las relaciones que configuran su significado. De hecho, tanto el significado de 10s predicados y 10s argumentos, como las construcciones sinticticas en las que se integran, se pueden representar con el mismo formalismo, concretamente, con autbmatas, porque esthn configurados por el mismo tipo de relaciones, es decir, por relaciones de predicaci6n.

brazo asesinar mano cod0 brazo

dedo

Fig. 2.4 Aut6matas sem6nticos que representan: (a) una relaci6n de hiponimia (ser y ser una formu), (b)una relaci6n de meronimia Cfonnar parte) y (c) una relaci6n de holonimia (tener);(b) y (c) son aut6matas inversos. En el marco de nuestro modelo, la informaci6n se crea a partir de las relaciones que se establecen entre 10s significados de 10s predicados y argumentos que integran una jerarquia de predicaci6n (2.10). La integraci6n de la representacidn de las relaciones que configuran la semintica y la sintaxis en aut6matas permite dar una definici6n formalizada de la informaci6n

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oracional. En efecto, en el aut6mata sintictico-semintico que representa una oracibn, la informaci6n esti determinada por las relaciones jerfirquicas que se establecen entre aut6matas seminticos, que forman parte de una jerarquia de predicacibn, que esti formalizada en un aut6mata sintiictico; por tanto, la informaci6n es la relaci6n resultante de una jerarquia de autbmatas, jerarquia que esti determinada por las dependencias que define el aut6mata que formaliza la construcci6n sintictica. Desde el punto de vista del tratamiento automitico de la informaci6n, la unificaci6n de 10s formalismos de representaci6n de las construcciones sinticticas y del significado de 10s elementos ICxicos que las integran pernite operar sobre ellos, utilizando 10s mismos algoritmos. Asi, al igual que 10s transductores sinticticos, que formalizan las transformaciones, operan sobre aut6matas oracionales, que transducen en otros autbmatas, que constituyen una representacibn formalizada de la oraci6n derivada (2. lo), el desarrollo de transductores seminticos permitiri operar de forma aniloga sobre aut6matas seminticos con 10s mismos algoritmos de intersecci6n de aut6matas que se utilizan en sintaxis. Dado que es posible desarrollar transductores que incorporen tanto informaci6n sintictica como semintica, se puede operar simultiinea o alternativamente sobre las relaciones sinticticas ylo seminticas de un aut6mata oracional. En consecuencia, la integraci6n de la sintaxis y la semtintica en un lenguaje formal Gnico desde el punto de vista de su representacidn tendri una incidencia crucial en el tratamiento automtitico de la informaci6n lingiiistica, en la medida en que supondri una integraci6n real del tratamiento del significado de 10s elementos ICxicos, de la informaci6n oracional y de las formas sinticticas que la vehiculan. Los cambios de significado que experimentan 10s predicados de las oraciones derivadas (en relacidn con el significado de 10s predicados de la oraciones de partida), cambios que surgen como resultado de procesos transformacionales, como la nominalizaci6n, la adjetivacibn, etc., son regulares y productivos en el 1Cxico. En consecuencia, resulta innecesario estudiar las redes de relaciones seminticas en las que pueden integrarse 10s predicados derivados, puesto que dichas relaciones se pueden predecir a partir del predicad0 aut6nomo del que se derivan en funcidn de la transformacidn aplicada. Por ello, 10s predicados derivados se estudian linicamente en la sintaxis, en el marco de las relaciones interoracionales regulares que determinan sus cambios seminticos. Asi p. ej., las relaciones de hiponimia que mantiene con otros elementos del ICxico cometer un asesinato, que es un nombre predicativo deverbal, p. ej., Alguien asesina a alguien +Alguien comete un

asesinato, no tienen inter& desde el punto de vista sedntico, porque son las mismas que las que mantiene, en (72), el predicado verbal del que se deriva, es decir, asesinac Cometer un asesinato es matar, ???Matar es cometer un asesinato, Cometer un asesinato es una forma de matar, ???Matar es una forma de cometer un asesinato. Anilogamente, asesinar puede ser el segundo argumento del nombre predicativo llevar a cab0 una accidn, cuando, a su vez, accidn es el primer argumento de cometer un asesinato, p. ej., Uevar a cab0 la accidn de asesinar es cometer un ase~inato~~. Sin embargo, la relaci6n sedntica que determina el predicado llevar a cab0 la accidn en relaci6n con asesinar, y asesinato en relaci6n con estos dos predicados, hicamente corrobora 10s cambios de significado regulares y productivos, que introduce la nominalizaci6n deverbal sobre el v e r b predicativo de la oraci6n de partida; obs6rvese p. ej., Alguien falsijka algo +Alguien hace una falsijicacidn de algo, Uevar a cab0 la accidn de falsificar es hacer unafalsificacidn, Alguien trajca con drogas +Alguien hace trcijco de drogas, Uevar a cab0 la accidn de trajcar con drogas es hacer trcijco de drogas, etc. Anilogamente, asesinar o genocidio pueden ser el primer argumento del predicado ser alguien, cuando, a su vez, el predicado bioracional punto y coma (;) opera sobre alguien, y sobre asesinar o cometer un genocidio, respectivamente, p. ej., Un asesino es alguien; alguien asesina a alguien, y tras la relativizaci6~1, Un asesino es alguien, que asesina a alguien, Un genocida es alguien; alguien comete un genocidio + Un genocida es alguien, que comete un genocidio. De nuevo, esta relaci6n carece de inter& para la semaintica 16xica, puesto que dnicamente corrobora 10s cambios de significado del predicado derivado que provoca la nominalizaci6n deverbal con el verbo de soporte ser, p. ej., Alguien asesina a alguien +Alguien es un asesino, o la norninalizaci6n denominal con ser, p. ej., Los nazis cometieron un genocidio+ Los nazis fueron unos genocidas; dichos cambios a d e d s de ser regulares son productivos en el 16xic0, puesto que afectan a otros predicados: Alguien falsifica algo [Nom deverbal] +Alguien es unfalsijicador, Unfalsijicador es alguien; alguien falsifica algo + Un fdsijicador es alguien, que falszjica algo, Alguien trafica con drogas [Nom deverbal] +Alguien es un traficante de drogas, Un trajcante de drogas es alguien; alguien trajica con drogas + Un trajcante de drogas es alguien, que trajca con drogas, Alguien comete 23. La oraci6n del texto es el resultado de reducir 10s argumentos indefinidos de Llevar alguien a cab0 la accibn de asesinar alguien a alguien es un asesinato.

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un crimen [Nom denominal] + Alguien es un criminal, Un criminal es alguien; alguien comete un crimen + Un criminal es alguien, que comete un crimen, etc. En consecuencia, las relaciones seminticas establecidas en el marco de la predicacibn, que determinan cambios de significado regulares, que estin asociados a la aplicaci6n de transformaciones, carecen de inter& para la semintica lexica, puesto que linicamente constatan procesos semiinticos regulares, que tienen una base sintictico-semintica, y que, por tanto, se deben explicar transformacionalmente.

2.13 Base de conocimiento lingiiistico Las construcciones sinticticas que vehiculan la informaci6n en las lenguas naturales se caracterizan por su red~ndancia~~, es decir, por no agotar las posibilidades combinatonas de las formas que las integran. Estas restricciones combinatorias, que esth determinadas por 10s predicados del Mxico, condicionan las construcciones sintacticas que pueden vehicular la informaci6n. Dado que pricticamente no existen dos predicados que proyecten sus jerarquias de predicaci6n exactamente mediante las mismas construcciones sinticticas, la mayoria de las clases de redundancia sintictica estin integradas por un solo predicado (1.2). Por tanto, la redundancia sintictica constituye el vehiculo formal que permite transmitir la informaci6n en las lenguas naturales. Anilogamente, no hay dos elementos lCxicos que formen parte de las mismas redes de relaciones sednticas y, por tanto, no existen dos elementos lCxicos que tengan exactamente el mismo significado. Asi, por un lado, la informaci6n se transmite mediante construcciones sinticticas redundantes, cuyas caracteristicas estin determinadas por predicados que, en general, integran clases de redundancia de un solo elemento y, por otro lado, el significado se sustenta en elementos Itxicos, que forman parte de redes de relaciones seminticas diferenciadas, que son linicas para cada elemento Ibxico. Por ello, el objetivo de la sintaxis y de la semintica lCxicas es construir una base de conocimiento lingiiistico en la que se dC una representacidn formalizada de las clases de construcciones sinticticas -determinadas por 10s predicados- que permiten 24. La redundancia no es exclusiva de las formas sintticticas, sino que se da tambiCn en la formacidn del lCxico de formas simples a partir de un nlimero finito de clases de sonidos, en la formacidn del ICxico de locuciones a partir del ICxico de formas simples, etc.

Modelo sintictico y semdntico

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transrnitir la informacibn y de las clases de relaciones seminticas que determinan el significado. Dadas las caracteristicas de las aplicaciones infodticas que acceden a la informaci6n sintictica y semintica que contiene la base de conocimiento, dicha representaci6n se formaliza mediante transductores sintiicti~os~~ y autbrnatas sednticos (2.10). La base de conocimiento esti constituida por un m6dulo ICxico y un m6dulo sin~ctico-sedntico(cf. Fig. 2.5). El m6dulo 1Cxic0~~ estA integrado por formas pertenecientes a1 ICxico general de la lengua espaiiola: por un lado, formas simples, es decir, cadenas de caracteres entre dos espacios en blanco consecutivos, independientemente de que se puedan analizar o no morfolbgicamente, como p. ej., nomlizar,. nucionaEsocialismo, anticonstitucionalmente, aqui, contra, etc., y, por otro lado, formas compuestas (o locuciones), es decir, elementos ICxicos integrados por mis de una forma simple, como p. ej., vendedor ambulante, marxismo-leninismo, madre de alquiler, de a m a s tomur, en contra, etc. El m6dulo ICxico estii integrado basicamente por formas ICxicas que corresponden a argumentos, y a predicados autbnomos o derivados. Los argumentos van acompaiiados de una especificacibn, concretamente, de N, la cual indica su clase de dependencia; a su vez, 10s predicados van acompaiiados de una especificacibn, como p. ej., Vpred, Npred, Apred, etc., que ademis de mostrar su clase de dependencia, indica la clase de predicado a la que pertenecen. El m6dulo sintiictico-~ernintico~~ estii integrado por una particibn en clases del ICxico de predicados, establecida, en primer lugar, en funcibn de la clase de dependencia de dichos predicados, p. ej., P, P,, P,, etc., y, en segundo lugar, en funci6n de la clase de predicados a la que pertenecen (3.1). Cada uno de 10s predicados que integra dichas clases va acompaiiado de una especificacibn formalizada de su requerirniento argumental, de su seleccibn y de las transformaciones que acepta. Asimismo, el m6dulo sintiictico-sedntico debe incluir una especificaci6n formalizada de la red de relaciones semhticas, es decir, de las clases de dependencia sedntica, de las que forrnan parte todos 10s argumentos y 10s predicados aut6nomos del 1Cxico.

25. Cf. Ortega (1998). 26. Cf. Subirats (en prensa). 27. Cf. Garrido (1999). Palacios (1996), Mogorr6n (1995) y Subirats (1987); cf. tambitn el estudio de fonologia ltxica del espaiiol de Rios (1999).

Base & conocimiento MMulo 16xico

MMulo sintictico-semgntico Clases de oracwnes Oraciones de base Clases de dependencia semhtica

-

Dorninio de aplicaci6n de las transformaciones

4-

---+ Derivaciones

Oraciones derivadas

Fig. 2.5 Base de conocimiento lingiiistico, integrada por un m6dulo Iexico y un m6dulo sinactico-semhtico, y clases de oraciones que se pueden analizar o a partir de ella.

Modelo sintictico y semintico

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La base de conocimiento linguistico especifica las clases de dependencia sintkticas y seminticas, y la selecci6n de 10s predicados; en consecuencia, posee la informaci6n lingiiistica necesaria tanto para extraer automiticamente la informaci6n te~tual*~, como para proyectar la informaci6n de una jerarquia de dependencias en una oracibn, es decir, para generar oraciones. Por ello, la base de conocimiento puede ser utilizada por aplicaciones infodticas que simulen la capacidad de transmitir y comprender la informaci6n que poseen 10s hablantes. En primer lugar, la especificaci6n de las clases de dependencia sintiictica y la selecci6n de 10s predicados (junto con la especificaci6n de las clases de selecci6n de 10s argumentos) proporcionan la informaci6n necesaria para generar las oraciones de la base. En segundo lugar, las clases de dependencia semintica permiten asignar una representacihn formalizada del significado de 10s predicados aut6nomos y de 10s argumentos de las oraciones de base. En tercer lugar, la especificaci6n del dominio de aplicaci6n de las transformaciones permite generar todas las oraciones derivadas a partir de las oraciones de la base. Anrilogamente, mediante un proceso inverso, la base de conocimiento puede ser utilizada por aplicaciones infodticas para extraer automsiticamente la informaci6n de las oraciones de un texto. En efecto, la especificaci6n del dominio de aplicaci6n de las transformaciones permite detectar las huellas que estas dejan en las oraciones derivadas; asi, a partir de cualquier oraci6n se puede reconstruir su historia derivacional y se puede restituir la oraci6n de base a partir de la cual se ha derivado. Asimismo, a partir de dicha oraci6n de base, se puede restituir su jerarquia de dependencias, que condiciona las relaciones entre 10s significados de sus componentes ICxicos, relaciones que, a su vez, determinan la informaci6n oracional. Aunque la base de conocimiento linguistico incluye tanto informacih sintiictica como semrintica, su estructura gravita fundamentalmente en torno a las propiedades de forma de 10s predicados que la integran. Por ello, las aplicaciones informiticas, cuyo objetivo es, p. ej., recuperar automiticamente la informaci6n oracional, utilizan, en primer lugar, la informaci6n sintsictica de la base de conocimiento, con objeto de identificar las construcciones sintsicticas de las oraciones procesadas, ya que la identificacibn de dichas construcciones fundamenta el proceso de recuperaci6n de la informaci6n oracional. En realidad, tanto el hecho de fundamentar la base de conocimiento en las propiedades de forma de sus predicados, como las caracten'sticas de la utilizaci6n de dicha base de conocimiento por parte de las aplicaciones 28. Cf. Subirats y Ortega (en prensa).

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Capitulo I1

informiiticas, responden a la relaci6n que existe entre la sintaxis y la semiintica en el marco de nuestro modelo lingiiistico. En efecto, la sintaxis estudia agrupaciones iinicas de diferencias sindctico-semiinticas, que estiin ligadas a predicados especificos, y la forma de estudiar dichos predicados parte de la identificacibn de las formas sindcticas que adoptan las relaciones entre 10s predicados y sus argumentos; ello esd motivado por el hecho de que son dichas formas sindcticas las que posibilitan la transmisi6n de la infonnaci6n. En consecuencia, las aplicaciones informiticas utilizan inicialmente la informaci6n del mcidulo sindctico para reconocer las construcciones de un texto que sirven de soporte para vehicular la informaci6n.

3. Clases de predicados

3.1 Predicados verbales y no verbales 3.1.1 Marcas temporales Los predicados se caracterizan por recibir marcas de tiempo y, por ello, dichas marcas constituyen marcas de predicado (2.1 1). En espaiiol, 10s predicados verbales poseen una morfologia flexiva que les permite incorporar las marcas temporales directamente; por el contrario, 10s predicados no verbales reciben las marcas temporales indirectamente, puesto que solo poseen una flexi6n morfol6gica de gCnero ylo nbmero, y, por tanto, no pueden incorporar directamente dichas marcas. Por ello, la diferencia fundamental entre 10s predicados verbales y 10s no verbales, en relaci6n con la forma de incorporar las marcas de tiempo, consiste en que 10s predicados verbales las reciben directamente en 10s tiempos verbales simples, y directa e indirectamente en 10s tiempos compuestos, mientras que 10s predicados no verbales las reciben siempre de forma indirecta. Asi p. ej., las desinencias -a e -ird de 10s tiempos simples de 10s predicados verbales ama y unird en (1) Max ama la mlisica y (2) El odio comu'n les unird constituyen, a la vez, marcas temporales y marcas de predicado, que se unen directamente a las raices verbales am- y un-, puesto que, en (1) y (2), amar y unir son, por un lado, predicados y, por otro, verbos, que poseen una flexih morfol6gica que les perrnite incorporar de forma directa sus marcas de tiempo. Los predicados verbales en tiempos compuestos, como p. ej., habia llorado y he estado investigando en ( 3 ) Max habia llorado y (4) Yo he estado investigando este tema, reciben las marcas de tiempo directamente sobre el verbo predicativo a traves de desinencias, como p. ej., -ado y -ando, que se unen por sufijacibn a llor- e investig- en (3) y (4), e indirectamente a travbs de verbos auxiliares, como p. ej., habia en (3) y he estado en (4); cuando hay miis de un auxiliar, estos preceden a 10s predicados verbales en un orden determinado, como podemos observar en (4), donde he debe preceder necesariamente a estado: *Yo estado he investigando este tema. Por el contrario, las marcas de tiempo de 10s predicados no verbales, como p. ej., 10s nombres predicativos sintoma en (5), experiencia en (8), competencia en (9), golpe de estado en (10) o decisidn en (1 I), el adjetivo

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Capitulo 111

predicativo dificil en (6) o el grupo prepositional predicativo de moda en (7) no se unen directamente como sufijos a dichos predicados, puesto que estos -a diferencia de 10s verbs predicativos- no poseen una morfologia flexiva que les perrnita incorporar directamente sus marcas temporales, sino que se unen a una clase de verbos semhnticamente vacios, que precede a dichos predicados, como p. ej., ser en (5) y (6),estar en (7), tener en (8), hacer en (91, dar en (10) o tomnr en (1 1): son estos verbs vacios 10s portadores de las marcas de tiempo que 10s predicados no verbales de (5-1 1) no pueden incorporar por sufijaci6n: (5) Que no le hayan llamado es un sktoma de que ya no cuentan con 61 (6) Es dificil que lo consigas (7) El lhico estci de moda (8) Sara tiene experiencia en organizar campaiias electorales (9) Japdn le hace la competencia a Europa (10) Los militares espaiioles dieron un golpe de estado (1 1) Max tomb una decisidn arriesgada Los verbos portadores de las marcas de tiempo de 10s predicados no verbales en 10s anteriores ejemplos (5-ll), es decir, ser, estar, tener, hacer, dar o tomar, son morfofonol6gicamente idCnticos a 10s verbs predicativos ser 'existir', estar 'hallarse en cierto lugar', tener 'poseer', hacer 'producir, fabricar', dar 'entregar' y tomar 'comer o beber', p. ej., Dios es, Estamos todos, Max tiene nuestro coche, El carpintero hizo una silla, Max le dio unaflor a Eva y Tomaremos un cafe' con leche. A pesar de su similitud morfofonol6gica, cuando ser, estar, tener, hacer, dar y tomar no son predicados, sino meros portadores de las marcas de tiempo de un predicado no verbal, presentan tres caracteristicas bhsicas, que permiten diferenciarlos de 10s verbos predicativos correspondientes: en primer lugar, 10s verbs portadores de marcas temporales no son ni predicados ni argumentos, sino marcas de predicado; en segundo lugar, preceden a 10s predicados no verbales en las oraciones de la base y, en tercer lugar, su significado es fundamentalmente aspectual. Dado que estos verbos sirven iinicamente de soporte de las marcas temporales de 10s predicados no verbales, 10s denorninamos verbos de soporte. De hecho, 10s verbos de soporte se pueden considerar como variantes supletivas de 10s sufijos temporales, que 10s predicados no verbales seleccionan, dado que no

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pueden incorporar marcas de tiempo por sufijaci6n, como hemos seiialado anteriormente. Desde el punto de vista de su significado aspectual, 10s predicados verbales pueden adquirir un valor menos durativo que 10s predicados no verbales, lo cual se puede poner de manifiesto con determinadas expresiones temporales; compirese, p. ej., la aceptabilidad de Maria estudia por la maiiana con la dudosa aceptabilidad de ??Max tiene un coeficiente intelectual alto por la maiiana, ???Sara es alta despuks de comer o ???Esta jlauta travesera es de madera antes del atardecer. Sin embargo, en algunos casos, las diferencias aspectuales no presentan contrastes claros, como en las oraciones de las siguientes derivaciones, en las que 10s predicados verbales y sus correspondientes adjetivos deverbales derivados -tanto en las oraciones aceptables como en las inaceptables- no parecen presentar diferencias en relaci6n con la duratividad: (12) Un do sostenido equivale a un re bemol en la escala temperada + Un do sostenido es equivalente a un re bemol en la escala temperada, ???Un do sostenido equivale a un re bemol por la maiiana + ???Un do sostenido es equivalente a un re bemol por la maiiana AnBlogamente, el derivado nominal sin verbo de soporte de (12), la equivalencia entre un do sostenido y un re bemol en la escala temperada, presenta las misrnas caracteristicas de duratividad que (12). Obs6~ese,ademis, que la aceptabilidad de la interpretacibn durativa o no de un predicado no verbal puede estar pragdticamente condicionada; asi p. ej., ??Max tiene colmillos despuks del atardecer es una oraci6n dudosa, mientras que Drcicula tiene colmillos despuks del atardecer puede resultar aceptable, si se interpreta en un sentido metaf6ric0, p. ej., si el hecho de 'tener colmillos', se asocia a1 momento 4 s decir, el 'atardecer8- en el que 'Dricula despierta' y puede 'utilizar sus colmillos'. Los ejemplos que hemos analizado ponen de manifiesto que las diferencias de significado aspectual entre 10s predicados verbales y 10s no verbales en relaci6n con la duratividad no tienen caracteristicas claramente delimitadas y, por tanto, no permiten separar de forma determinante ambas clases de predicados.

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3.1.2 Predicados de requerirniento argumental nulo Los verbos predicativos simples como llover, nevar, etc., en (13) Ha estado lloviendo toda la maiiana, (14) No nieva desde hace un aiio, o las locuciones verbales predicativas, como volver las aguas a su cauce, volverse la tortilla, caber una posibilidad (3.12), etc., en (15) Tras varios meses de enfrentamientos, las aguas volvieron a su cauce, (16) iC~cind0querrci el Dios del cielo que se vuelva la tortilla?, (17) Cube esa posibilidad, poseen marcas de tiempo, que 10s caracterizan como predicados, per0 no pueden tener argumentos. Por ello, les atribuimos un requerimiento argumental nulo, que representamos mediante E (la cadena vacia), y consideramos que se trata de predicados P, Entre 10s P, se encuentran 10s denominados verbos 'meteoro16gicos', como p. ej., llover o nevar en (13) y (14), a 10s que se han hecho mliltiples referencias en las gramiticas espaiiolasl. Sin embargo, la clase de 10s P, no estii circunscrita exclusivamente a 10s verbos 'meteorol6gicos', puesto que hay locuciones verbales como volver las aguas a su cauce, volverse la tortilla o caber una posibilidad en (15), (16) y (17). que son P, y, a pesar de ello, no se pueden incluir en dicha clase de verbos. Oraciones, como p. ej., Es demasiado pronto para empezar el curso o Es muy tarde para mi, en las que 10s adjetivos predicativos pronto y tarde aparecen sin argumentos, podrian inducirnos a pensar que existen predicados no verbales P, Sin embargo, pronto y tarde son dos predicados P, como podemos apreciar en Las seis de la maiiana es demasiado pronto para empezar el curso y Las tres y media de la madrugada es muy tarde para mi. Su linica posible diferencia, en relaci6n con otros predicados de requerimiento argumental anilogo, es que seleccionan argumentos que se refieren a expresiones temporales. En realidad, resulta imposible documentar ejemplos de predicados no verbales P, lo cual nos permite concluir, en primer lugar, que 10s P, constituyen una subclase de predicados verbales -que incluye verbos simples como llover, etc.- y locuciones verbales como caber una posibilidad, etc.) y, en segundo lugar, que el requerimiento argumental de 10s predicados no verbales debe contener como minimo un argumento.

1. Cf., p. ej., Alarcos (1994:274-275, $329).

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3.13 Marcas de niimero y persona de 10s predicados de requerimiento nulo Los verbos predicativos simples de requerimiento argumental nulo P, seleccionan la tercera persona del singular, p. ej., Llueve mucho, Ha nevado, per0 no *Llueven mucho, *Hun nevado. En 10s casos en 10s que estos verbos son argumentos de predicados de segundo nivel, que adrniten la reduccibn de la completiva, se comportan como si tuvieran un argumento implicit0 en tercera persona del singular, que desencadenara la aplicacibn de la reducci6n de la completiva. Asi p. ej., el P, querer admite la reduccibn de su argumento oracional, cuando el primer argumento de querer es correferente con el primer argumento del predicado superior, que integra su operando. Andlogamente, 10s P, soler o parar exigen la correferencia obligatoria entre su primer argumento y el primer argumento del predicado que constituye su operando, y, a su vez, requieren la reduccibn obligatoria de su argumento oracional. Aparentemente, 10s predicados de requerimiento nulo P, no deberian admitir una reduccibn, cuando son argumentos de verbos como querer, soler o parar, ya que, en principio, no podrian darse las condiciones de correferencia que determinan la posibilidad de aplicar la reduccibn y, por tanto, s610 deberian ser aceptables oraciones sin reduccibn. como p. ej., Los campesinos quieren que llueva. Sin embargo, construcciones en las que ha habido una reduccibn, como p. ej., (18) Parece que quiere llover, (19) Suele llover mucho en esta ciudad, (20) No ha parado de llover en tres dias, etc., resultan aceptables de forma natural. Estas construcciones parecen sugerir que la reducci6n de la completiva se da a partir de oraciones en las que el primer argumento de querer, soler o parar, a1 igual que el de llover, es un argumento en tercera persona del singular sin una realizacibn lkxica explicita, puesto que, cuando llover es el operando de querer, soler o parar, estos verbos deben aparecer necesariamente en tercera persona del singular, como p. ej. en (18), (19) o (20); obskrvese la inaceptabilidad de *Parece que quieren llover, *Suelo llover mucho en esta ciudad, *No habe'is parado de llover en tres dias, etc. Pero obskrvese que algunos predicados verbales de requerimiento no nulo, como p. ej., el P, haber, seleccionan invariablemente -a1 igual que llover, nevar, etc.- la tercera persona del singular; asi p. ej., resulta aceptable Habia muchas personas en la calle, pero no *Habian muchas personas en la

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calle2. Asimismo, haber -a1 igual que llover, nevar, etc.- selecciona la tercera persona del singular, cuando es un argumento de un verbo como soler, p. ej., Suele haber muchas personas en la calle, per0 no *SueZen haber muchas personas en la calle. De hecho, aunque haber tenga un requerimiento argumental no nulo, se caracteriza -a1 igual que llover, nevar, etc.- por el hecho de que su requerimiento argumental no incluye ning6n argumento que le imponga sus marcas de nGmero y persona. Por tanto, parece que la selecci6n invariable de la tercera persona del singular o la imposici6n de la tercera persona del singular a1 predicado, del que constituyen su argumento, no es una propiedad relacionada exclusivamente con predicados verbales Pa como llover, nevar, etc., sino que constituye una caracteristica ligada a aquellos verbos predicativos (independientemente de la naturaleza nula o no nula de su requerimiento argumental) que no poseen un argumento que mantenga con su predicado la relaci6n de concordancia que caracteriza a 10s sujetos gramaticales en espaiiol. A diferencia de lo que sucede con 10s verbos simples de requerimiento nulo P, (llover, nevar, etc.), las locuciones verbales P, (volver las aguas a su cauce, volverse la tortilla o caber una posibilidad, etc.) poseen un argumento -que esti lexicalizado y constituye la parte conexa de la locuci6n-, que impone las marcas de persona y nfirnero a1 n6cleo verbal de la locuci6n (2.4). Asi p. ej., en (16) y (17), y (15), la tortilla, esa posibilidad y las aguas imponen las marcas de tercera persona del singular y del plural, respectivamente, sobre 10s n6cleos verbales de las correspondientes locuciones, es decir, volverse, caber y volver. Por ello, no resultan aceptables oraciones, como p. ej., * , j C ~ r i d querrri o el Dios del cielo que la tortilla se vuelvan?, *Caben esa posibilidad, *Trm varios rneses de enfrentamientos, las aguas volvid a su cauce, etc., ya que las marcas de persona y n6mero del n6cleo verbal de la locuci6n no coinciden con las del argumento lexicalizado que le impone dichas marcas.

2. En el lenguaje coloquial, son frecuentes oraciones, como p. ej., Habhn muchas personas en la calle, en las que el verbo concuerda en ndmero y persona con su dnico argumento. Si este tipo de construcciones se considera aceptable, haber se debe tratar como un predicado terciopersonal de un argumento y, a su vez, dicho argumento tiene que ser considerado como un sujeto, ya que impone sus marcas de persona y ndmero a haber.

CIases de predicados

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En suma, dentro de la clase de 10s verbos predicativos simples existe una subclase, cuyos miembros, como p. ej., llover, nevar, haber, etc., no poseen un argumento que determine sus marcas de niimero y persona. Por el contrario, dentro de la clase de 10s predicados no verbales, no podemos documentar la existencia de una subclase de caracteristicas sintricticas anrilogas, lo cual nos permite afirmar que el requerimiento argumental de 10s predicados no verbales incluye necesariamente un argumento, que impone sus marcas de ndmero y persona a1 correspondiente verbo de soporte. No hay que olvidar que existen predicados no verbales, como p. ej., menos mal, ojalci, etc., en Menos ma1 que se ha ido ya, Ojalci no vuelva nunca mcis, que carecen de verbo de soporte (y no admiten la negaci6n) y, por tanto, sus argumentos no pueden imponer sus respectivas marcas de niimero y persona al portador de sus marcas temporales, puesto que dicho portador simplemente no existe. Sin embargo, estos predicados constituyen una clase muy marginal en el ICxico espafiol. 3.1.4 Niimero de argumentos Los verbos predicativos pueden admitir hasta tres argumentos como mhimo en su requerimiento argumental; asi p. ej., hay verbos predicativos con tres argumentos de primer nivel, como el P,,,,,, regular en Max le regald unaflor a Eva, o de segundo nivel, como el P,, invitar en Max invitd a Eva a tomar una copa. Aparentemente, la existencia de ejemplos como Los politicos le echaron la culpa de la crisis a la economia global podria hacernos pensar que existen predicados verbales de mris de tres argumentos. Sin embargo, en la caracterizacih del ntimero de argumentos de una locuci6n verbal predicativa, como p. ej. echar la culpa, no se deben mezclar 10s argumentos lexicalizados, como la culpa -que constituye la parte conexa de la locuci6n-, con sus argumentos propiamente dichos, es decir, politicos, crisis y economia global, ya que son estos dltimos 10s que constituyen su requerimiento argumental. Por ello, la determinaci6n del requerirniento argumental de las locuciones verbales se realiza en funci6n de sus argumentos no lexicalizados. Dejamos la parte conexa de las locuciones verbales a1 margen, puesto que Csta configura dnicamente su estructura interna: lo que intentamos determinar realmente son clases de dependencia y no tipologias

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de locuciones basadas en clases distribucionales de palabras. Asi, partiendo de 10s argumentos no lexicalizados, observamos que echar la culpa es un P,, es decir, una locuci6n verbal predicativa de segundo nivel con tres argumentos, que es el n6mero mhximo de argumentos que admiten 10s predicados verbales independientemente de que sean locuciones o no. ObsCrvese que tambiCn podemos hallar locuciones verbales de primer nivel con tres argumentos, como p. ej., el PnM pedir la mano en Max pidid la mano de Eva a su padre. Aunque existen nombres predicativos de tres argumentos, como el P,,, entrega en Max hizo entrega del material a la empresa, no hallamos otros predicados no verbales cuyo requerimiento argumental incluya mhs de dos argumentos. Asi, existen predicados adjetivos de dos argumentos, como p. ej., el PM ser idbntico en Esta propuesta es idkntica a la anterior o el Ppn grato en Que 10s politicos se mezclen con el pueblo les resulta grato a 10s electores; anhlogamente, encontramos grupos preposicionales predicativos de primer nivel cuyo requerimiento argumental incluye dos argumentos, como 10s P,, de acuerdo en Max estd de acuerdo con Eva en relacidn con este tema y, tambiCn, de segundo nivel, como el P, en condiciones en Nuestro partido no esta' en condiciones de contraatacar, pero, como hemos seiialado, no encontramos predicados no verbales, a excepci6n de 10s nombres predicativos, que tengan mhs de dos argumentos. En consecuencia, la diferencia entre 10s verbos y 10s nombres predicativos, por un lado, y las restantes clases de predicados, por otro, en relaci6n con su numero mhximo de argumentos, es que, mientras 10s primeros pueden tener hasta tres argumentos, 10s segundos s61o pueden incluir dos argumentos como mhximo en su requerimiento argumental.

3.1.5 Funciones sinticticas La concordancia de las marcas de persona y n6mero del primer argument0 y las de su correspondiente predicado, la pronominalizaci6n de 10s segundos argumentos mediante clases disjuntas3 de pronombres cliticos de tercera persona y la selecci6n ICxicamente condicionada de 10s marcadores de 10s 3. Prescindimos ahora de la pronominalizaci6n por le o les de 10s objetos directos rnasculinos y hurnanos.

Clases de predicados

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segundos argumentos constituyen tres propiedades formales, que permiten identificar, respectivamente, 10s sujetos, objetos directos, indirectos y preposicionales en espaiiol. En general, la funci6n sintactica de sujeto esta ligada a1 primer argumento de un predicado y las funciones de objeto directo, indirecto y preposicional esdn vinculadas a 10s segundos argurnentos. El sujeto es un primer argumento, que impone sus marcas de niimero y persona al predicado que opera sobre 61. El objeto directo es un segundo argumento, que no lleva preposici6n en la oraci6n de base -aunque pueda llevarla en oraciones derivadas- y que, en funci6n de sus marcas de g6nero y ntimero, pronominaliza con 10s cliticos lo, los, la o las. El objeto indirecto es un segundo argumento, que requiere ~bli~atoriamente la preposici6n a como marcador y que, en funci6n de sus marcas de niimero, pronominaliza iinicamente con 10s cliticos le o les. El objeto preposicional es un segundo argumento, que va encabezado obligatoriamente por un marcador lexicamente condicionado y no admite pronominalizaci6n. Los argumentos que desempeiian la funci6n de sujeto, objeto directo y preposicional pueden ser N o P. Por el contrario, 10s argumentos que desempeiian la funcidn de objeto indirecto s610 pueden ser P, cuando son argumentos de verbos de elisi6n (3.15.1); asi p. ej., en Max no dio importancia a que no se hubieran disculpado, a que no se hubieran disc~lpadoi,-que es el argumento oracional del Pp importancia (Que no se hubiera disculpado tiene importancia)- pronominaliza como un objeto indirecto en relaci6n con el verbo de elisi6n dar, p. ej., Max no lei dio importancia [a que no se hubieran di~culpadoli. Aunque, tanto en las oraciones de base como en las derivadas, existen argumentos que no desempeiian ninguna de las funciones sindcticas mencionadas anteriormente, como p. ej., rectora en la oraci6n de base La Universidad nombra a Eva rectora, llorar en la oraci6n derivada Eva vio a Max llorar, que es una reducci6n de Eva vio que Max lloraba, etc., no existen predicados que tengan dos (o mas) argumentos con la rnisma funci6n sindctica. Asi p. ej., un predicado puede tener dos segundos argumentos introducidos por una preposicibn, pero dichos argumentos deben tener funciones sintacticas distintas; asi, el P,,,,,, hablar, cuya proyecci6n lineal es N, hablar a N2 de que P3, p. ej., Max le hablo' a Eva de que ya estaba harto, introduce su segundo argumento con la preposici6n a y el tercero con de, per0 dichos argumentos tienen funciones sindcticas distintas: el segundo argumen-

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to de hablar es un objeto indirecto, Max lei habld a Evai de que ya estaba harto, y su tercer argumento es un objeto prepositional, que no admite pronominalizaci6n. En sum, dado que no existen predicados cuyos argumentos dupliquen una misma funci6n sintiictica y, a su vez, dado que 10s objetos indirectos coinciden invariablemente con argumentos N, la identificacibn de las funciones sinticticas que desempeiian 10s argumentos permite delimitar algunas caracteristicas generales relacionadas con el requerirniento argumental de 10s predicados.

3.1.6 Marcadores de argumento y funciones sinticticas Los nombres y 10s adjetivos predicativos, y 10s grupos preposicionales predicativos, que, en conjunto, constituyen las grandes clases lCxicas de predicados no verbales, se distinguen de 10s predicados verbales en que, si tienen un segundo argumento, este tiene que ir necesariamente introducido por un marcador. Por ello, 10s Npred, como p. ej., partidario, reparos, etc., en Max es partidario de que se denuncien 10s hechos, Eva no tuvo reparos en decirle lo que pensaba, 10s Apred como exento, rico, etc., en Esta actividad estd exenta de impuestos, Espaiia es rica en tradiciones, y 10s GPpred como estar a punto, etc., en Max estuvo a punto de conseguir el premio, s610 tienen segundos argumentos preposicionales. Sin embargo, s610 10s Npred y 10s Apred pueden tener un segundo argumento introducido por la preposici6n a, que sea, a su vez, un objeto indirecto, como p. ej., a la politica econdmica del gobiemo en Los empresarios lei dieron el si [a la politica econdmica del ]~, gobiemoli, a su esposa en Max leifiefie1 [a su ~ s ~ o s uetc. Por el contrario, las preposiciones y las conjunciones predicativas, que constituyen clases de predicados no verbales integradas por un niimero muy reducido de miembros, tienen segundos argurnentos sin preposici6n. Asi p. ej., el segundo argumento de las preposiciones predicativas ser del 'proceder' o ser dez 'estar compuesto port en Esta guitarra jlamenca es del Andalucia, La mesa es de2 madera o el segundo argumento de la conjunci6n predicativa porque en Esas cosas ocurren porque hay mucha gentuza por el mundo no llevan marcador. Posiblemente, se podria considerar que el segundo argumento de acerca de en No me habld acerca de ello o de a pesar de en Les votare' a pesar de lo que digan va introducido por el marcador de, pero la discusi6n sobre si dichos predicados introducen o no su segundo argumento

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con un marcador resulta irrelevante, si partimos de la base de que acerca de y a pesar de son, respectivamente, una locuci6n prepositiva y una locuci6n conjuntiva, y, por tanto, en ellas, de no es un marcador, sino una forma morfofonol6gica que integra la locuci6n. Los Npred, 10s Apred y 10s GPpred no pueden tener segundos argumentos que Sean objetos directos, puesto que, como hemos seiialado con anterioridad, dichos segundos argumentos requieren necesariamente un marcador en las oraciones de base (y en las derivadas) y 10s segundos argumentos que desempeiian la funci6n de objeto directo no pueden llevar marcadores en las oraciones de la base (aunque 10s puedan llevar en las oraciones derivadas). Obskmese, sin embargo, que algunos verbos de soporte, como p. ej., tener, dar, hacer o tomar, admiten la pronominalizaci6n de su correspondiente Npred con 10s cliticos propios del objeto directo en espafiol, es decir, con lo, los, la o las; en funci6n del tiempo del predicado, dichos cliticos se convierten en pronombres procliticos del verbo de soporte correspondiente, como p. ej. en (22), (23) y (25), o en encliticos como en (24): (22) Max le tiene maniai a la vicerrectora y Eva tambiin se lai tiene (23) El presidente dio un ultimdtumi a 10s terroristas y 10s terroristas se 10i dieron a1 presidente (24)Sara quiere hacerle una ofertai a1 PSOE, pero Max quiere hackrselai a1 PP (25) Ellos han tomado la decisibni por la maiiana y nosotros lai tomaremos por la tarde A la luz de 10s ejemplos (22-25), podriamos plantearnos si el hecho de que 10s Npred no admitan argumentos que tengan la funci6n de objeto directo puede tener una explicaci6n en tkrrninos sinta'cticos. En efecto, podriamos pensar que, en la medida en que un predicado no puede tener dos argumentos con la misma funcidn sintbtica (3.1.5), el hecho de q e m b r e predicativo sea el objeto directo en (22-25) impide que pueda haber otro argument0 que duplique dicha funci6n sinta'ctica. Sin embargo, esta explicaci6n esti ma1 planteada, puesto que ignora que 10s Npred de (22-25) no son argumentos, sino predicados, y, en consecuencia, confunde la situaci6n que se plantea en (22-25) con la que se plantea en la predicaci6n verbal, en

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la que un objeto directo es, en efecto, un argument0 del predicado verbal. En realidad, 10s nombres predicativos de (22-25) son objetos directos en relaci6n con su verbo de soporte, puesto que esta funci6n sintbctica se determina en relaci6n con una pronominalizaci6n, que convierte un grupo nominal en un clitico dependiente del verbo de soporte. Por ello, en el caso de la predicaci6n no verbal, nuestro razonamiento no deberia girar en torno a la imposibilidad de que haya dos argumentos con la misma funci6n sintiictica, sino de que haya dos grupos nominales que tengan la mismas propiedades de pronominalizaci6n en relaci6n con el verbo de soporte. La funcidn sintbctica de objeto directo s610 estii ligada a segundos argumentos en el marco de la predicaci6n verbal; en el marco de la predicaci6n nominal, el objeto directo estb desligado de las relaciones de predicacibn, ya que puede ser el propio Npred, como en (22-25). La misma situaci6n se plantea, en el marco de la predicaci6n no verbal, en relaci6n con 10s objetos indirectos, puesto que la distinci6n entre objetos indirectos, como p. ej. a 10s espejos en Drcicula lei tiene aversio'n [a 10s espejosli, y 10s objetos preposicionales introducidos por a, como p. ej. a ser el lider en Max tiene tendencia a ser el lider, se establece en funci6n de propiedades positivas -y negativas- de pronominalizaci6n, que se manifiestan en relacidn con un verbo de soporte, como tener en nuestros anteriores ejemplos. En suma, en el marco de la predicaci6n no verbal, las funciones de objeto directo e indirect0 (y solo de forma indirecta en el caso del objeto prepositional) son propiedades de pronominalizaci6n, que se manifiestan en relaci6n con un verbo de soporte. La argumentaci6n sinttictica que hemos propuesto para explicar la imposibilidad de que 10s nombres predicativos tengan argumentos que Sean objetos directos resulta del todo insuficiente en el caso de 10s nombres predicativos que seleccionan el verbo de soporte ser, puesto que -a diferencia de lo que sucede en (22-25)- dichos Npred no pueden pronominalizar como un objeto directo en relaci6n con ser y, a pesar de ello, no adrniten argumentos que Sean objetos directos. Asi p. ej., la reducci6n pronominal de la repetici6n del Npred posibilidades (y su adjunto) en Aquellas son posibilidades remotas, per0 estas no son posibilidades remotas no se puede realizar con los, tal como sucederia si fuera un objeto directo, *Aquellas son posibilidades remotas, pero estas no 10s son, sino con lo, Aquellas son posibilidades remotas, pero estas no lo son, al igual que 10s adjetivos predicativos o 10s participios independientemente de su gCnero ylo nlimero; compbrese, p. ej., Lucia es muy buena, per0 Maria no

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lo es con *Lucia es muy buena, pero Maria no la es, etc. Podriamos llegar a pensar, incluso, que 10s verbos de soporte 'heredan' las propiedades del verbo predicativo correspondiente y que esta 'herencia' podrfa explicar alguno de sus comportamientos sinta'cticos en relaci6n con la pronominalizacidn. Pero ello tampoco podria constituir una explicacibn, puesto que, p. ej., el verbo predicativo ser 'existir', Dios es, no admite pronombres de objeto indirecto, *Dios le es, y, sin embargo, el verbo de soporte ser puede admitir la pronominalizaci6n de un argumento de su correspondiente predicado con 10s cliticos de objeto indirecto, como p. ej., a nuestros socios en Estas condiciones lesi son adversas [a nuestros S O C ~ OEn S ] ~consecuen. cia, la inexistencia de objetos directos como argumentos de nombres predicativos posiblemente tenga una explicaci6n sinta'ctica en el caso de 10s Npred cuyo verbo de soporte es tener, dar, hacer o tomar, per0 no la tiene en 10s casos en 10s que el verbo de soporte es ser. Sin embargo, las cuestiones que hemos revisado en relacidn con la pronominalizaci6n ponen de manifiesto que el verbo de soporte, ademls de ser portador de las marcas de tiempo de 10s predicados no verbales, puede condicionar la pronominalizacidn de 10s nombres predicativos y la de algunos de sus argumentos.

3.1.7 Marcadores de argumento oracional Los predicados de segundo nivel imponen marcadores de argumento sobre 10s predicados que constituyen sus operandos; dichos marcadores constituyen un indicador de que un predicado -con sus argumentos, si no ha habido una reduccidn- se ha convertido en el argumento oracional de otro predicado. Las diferentes caracteristicas de 10s marcadores que imponen 10s predicados de segundo nivel sobre sus argumentos oracionales permiten realizar particiones sobre el lCxico de dichos predicados, las cuales dan lugar a las tres siguientes clases: 1. Los predicados que imponen el marcador que a su argumento oracional, como p. ej., el Vpred comunicar en Le cornunique' que estaba harto de e'l, el Npred opcidn en Que dimitan es una opcidn, el Apred interesante en Es interesante que lo investiguen, etc. 2. Los predicados que imponen el marcador si a su operando oracional, como p. ej., investigar en La policia investigd si sus declaraciones

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eran ciertas, pregunta en La pregunta crucial es si existe realmente una industria espaiiola, etc. Los verbos predicativos que imponen la elisi6n del verbo de soporte de su segundo argumento, que tiene que ser necesariamente un predicado no verbal (3.15.1); el marcador de argumento oracional de 10s verbos de elisi6n es justamente la elirninacidn del verbo de soporte. Asi p. ej., el marcador de argumento oracional del verbo de elisi6n poner, cuando opera sobre Max y sobre el lkxico esta' de moda, consiste en la elisi6n del verbo de soporte estar del grupo preposicional predicativo de moda, como p. ej., en Max puso el lhico de moda. En este ejemplo, la elisi6n de estar es la marca que indica que de moda es un predicado que se ha convertido en el argumento oracional deponer.

3.2 Clases de proyecci6n lineal 3.2.1 Predicados con formas morfofonol6gicasdistintas Las clases de proyecci6n lineal esdn integradas por conjuntos de un n6mero variable de predicados, que comparten la misma proyecci6n lineal y, en ciertos casos, alguna propiedad sintictica en relaci6n con sus segundos argumentos (3.2.2). La jerarquia de propiedades que determina las clases de proyecci6n se establece en funci6n de su capacidad para inducir particiones sucesivas en el lexico de predicados, que permitan finalmente delimitar clases de predicados que compartan la misma proyecci6n lineal. Analicemos a continuaci6n dicha jerarquia: 1. La forma de recibir 1as marcas de tiempo (3.1.1) induce una partici6n del lCxico de predicados en predicados verbales y no verbales. 2.1 Las propiedades de dependencia de 10s predicados, concretamente, el nivel de predicacidn (2.1) permite inducir particiones de las clases de predicados verbales y no verbales de 1. en clases de predicados de primer nivel P .,. y de segundo nivel P...,.... 2.2 El requerimiento argumental (2.1) permite realizar nuevas particiones de las clases P ..,.. y P..,... de 2. en clases de dependencia, P,, P,,, P,, etc. 3. La proyeccidn lineal (2.5) de 10s predicados (con la especificaci6n lexica del predicado y, en algunos casos, del verbo de soporte de 10s

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predicados no verbales) induce nuevas particiones de las clases de dependencia de 2.2. Analicemos ahora algunos ejemplos, que muestran aplicaciones concretas de la jerarquia de restricciones de 1.-3. seiialada anteriormente: 1. Despreciar, posibilidad y rico en Max desprecia a esa gentuza, Max tiene la posibilidad de conseguir el primer premio, Nuestro pais es rico en tradiciones, se distinguen entre si por el hecho de que despreciar incorpora sus marcas temporales directamente por sufijacibn, mientras que posibilidad y rico lo hacen indirectamente mediante 10s verbos de soporte tener y ser, respectivamente. Por ello, despreciar se incluye en la clase de 10s predicados verbales, y posibilidad y rico en la de 10s predicados no verbales (3.1.1). 2.1 Originario y partidario en Esta mrisica es originaria de esta regidn, (26) Max es partidario de que expedienten a 10s ladrones de libros son dos predicados no verbales, concretamente, dos adjetivos predicativos con dos argumentos. Sin embargo, originario no admite predicados como argumentos, p. ej., *Que sean unos nacionalistas sectaries es originario de esta regio'n, *El nacionalismo sectario es originario de que desean esta regio'n, mientras que partidario admite un predicado como segundo argumento, como hemos podido observar en (26). La posibilidad o no de que el requerimiento argumental de un predicado incluya un predicado como argumento permite separar 10s predicados de primer nivel P...,..., como p. ej. originario, de 10s predicados de segundo nivel P..,..., como p. ej. partidario (2.1). 2.2 Digno y consciente en Que un politico reconozca 10s me'ritos de sus adversaries es digno de admiracio'n, Max era consciente de que habia cometido un error son dos adjetivos predicativos de segundo nivel con dos argumentos, per0 pertenecen a clases de dependencia distintas, puesto que, como se puede observar en 10s anteriores ejemplos, digno es un Ppn, mientras que consciente es un Pw. 3. Oponerse y tratar en (27) Max se opone a que Eva salga con otros hombres y (28) Eva trato' de que Max no se enterase son dos verbos predicativos con el mismo requerimiento argumental P,. Sin embargo, oponerse y tratar introducen sus segundos argumentos con marcadores distintos; en efecto, el marcador del segundo argumento de oponerse en (27) es a,

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mientras que el de tratar en (28) es de y, por tanto, ambos predicados tienen proyecciones lineales distintas, concretamente, NI oponerse a que PZ y NI tratar de que Pz, y, por tanto, pertenecen a distintas clases de proyeccidn lineal. La homogeneidad sintictica -en relaci6n con Ias propiedades de dependencia- de 10s predicados que integran las clases de proyecci6n facilita la sistematizacibn del estudio exhaustivo de sus propiedades de selecci6n y de transformaci6n, que son las que determinan su pertenencia a una clase de redundancia sintictica determinada (3.3). Ademis de ser un punto de partida para el estudio sintictico del ICxico de predicados, las clases de proyecci6n deterrninan la estructuraci6n en clases del m6dulo sintictico de la base de conocimiento lingiiistico (2.5 y 2.13).

3.2.2 Particiones de las clases de proyecci6n lineal La funci6n sintictica de 10s segundos argumentos precedidos por a o por de, y la posibilidad de reestructurar 10s segundos argumentos introducidos por el marcador de inducen nuevas particiones en algunas clases de proyecci6n lineal. En efecto, dado que 10s segundos argumentos precedidos por a pueden ser objetos indirectos u objetos preposicionales, y 10s argumentos precedidos por de pueden ser objetos preposicionales u objetos concordados, 10s predicados que son del mismo tipo y nive], tienen el mismo requerimiento argumental, pertenecen a la misma clase de dependencia y tienen sus segundos argumentos introducidos por 10s marcadores a o de, se integran en clases distintas, si dichos segundos argumentos tienen una funci6n sinthctica distinta (3.1.5). Analicemos, en primer lugar, ejemplos de argumentos precedidos por a. Dedicar y destinar en (29) Max dedico' el primer toro de la tarde a Eva, (30) Max destino' la produccio'n de naranjas a1 mercado exterior son dos predicados verbales P,,, con un tercer argumento preposicional, cuya proyecci6n lineal es la misma, concretamente, NI Vpred NZ a N3. Sin embargo, el tercer argumento de dedicar es un objeto indirecto, Max lei dedicd el primer toro de la tarde [a Evu]~,mientras que el tercer argumento de destinar es un objeto preposicional y, por tanto, no admite pronorninalizaci6n. En consecuencia, a pesar de que dedicar y destinar tienen la

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misma proyeccidn lineal, se integran en clases distintas, dado que la funcidn sintictica de su tercer argumento no es la misma. Anilogamente, ultimcitum y acceso en El gobiemo dio un ultirna'tum a 10s terroristas, LQS periodistas tuvieron acceso a esta informacidn son dos predicados verbales P,,,, que introducen su segundo argumento con el marcador a y, por tanto, tienen la rnisma proyeccidn lineal NI Vsop Npred a Nz.Sin embargo, el segundo argumento de ultima'tum es un objeto indirecto, El gobiemo lesi dio un ultimdtum [a 10s terroristasli mientras que el segundo argumento de acceso es un objeto preposicional, que no admite pronominalizaci6n. Por ello, aunque ultima'tum y acceso -al igual que dedicar y destinar en (29) y (30)- tengan la misma pr&ecci6n lineal, forman parte de clases distintas, dado que las funciones sinticticas de sus segundos argumentos no son las mismas. Un ejemplo anilogo, lo brindan 10s adjetivos predicativos P, jiel e idkntico en Maxfiefiel a su esposa, Esta propuesta es idkntica a la anterior, cuya proyecci6n lineal es Nl ser Apred a N2. A pesar de las similitudes seiialadas, ambos adjetivos pertenecen a clases distintas, puesto que el segundo argumento de $el es un objeto indirecto, Max lei f i e jiel [a su ~ s ~ o s u mientras ]~, que el segundo argumento de idkntico es un objeto preposicional. Analicemos ahora segundos argumentos de predicados verbales precedidos por de. Absolver y tratar en (31) La sacerdotisa absolvid a Max de sus mu'ltiples pecados, (32)Eva tratd a Pepe de cretino son dos predicados verbales , , , , , , ,P que introducen su tercer argumento con el marcador de y su proyeccidn lineal es Nl Vpred N2 de Nj. Sin embargo, el tercer argumento de absolver en (31) es un objeto preposicional, que no admite pronominalizacidn, mientras que el tercer argumento de tratar en (32) es un objeto concordado en ginero y nGmero con su segundo argumento4, como ponen de 4. ObsCrvese que Eva tratd a Pepe de cretino no se puede derivar mediante una relativizacidn a partir de *Eva tratd a Pepe; Pepe es un cretino. Ndtese que en algunos casos, 10s objetos concordados pueden ser derivados transformacionalmente. Asi p. ej., el segundo argumento de fama es un objeto concordado, ya que resulta aceptable (1) Sara tiene fama de seductora per0 no *Sara tiene fama de seductor. Sin embargo, la aceptabilidad de oraciones como (2) Sara tiene fama de ser seductora o, incluso, (3) Sara tiene fama de que es seductora permiten establecer una relaci6n transformacional entre (3), (2) y (1) mediante una reducci6n.

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manifiesto *Eva tratd a Pepe de cretina, *Eva tratd a Pepe de cretinos, etc. Por ello, a pesar de tener la misma proyecci6n lineal, absolver y tratar forman parte de dos clases distintas. Observemos ahora el comportamiento de segundos argumentos precedidos por el marcador de, en relaci6n con su posibilidad de reestructuraci6n. Las locuciones verbales secar el cerebro y tomar posesidn en (33) La Inquisicidn secd el cerebro de 10s espaiioles, (34) Max tomb posesidn de su cargo son dos P, que tienen la misma proyecci6n lineal NI LocVpred de N2 y sus segundos argumentos son dos objetos preposicionales. Sin embargo, el segundo argumento de secar el cerebro admite una reestructuraci61-1,que lo convierte en un objeto indirecto, [Reestructur N2] de (33) + (35) La inquisicidn [lesi] secd el cerebro a 10s espaiiolesi, mientras que el segundo argumento de tomar posesidn no admite una reestructuraci6n de estas caracten'sticas, *Max tomb posesidn a su cargo. La reestructuraci6n del segundo argumento que presentan algunas locuciones verbales NI LocVpred de N2, como p. ej. secar el cerebro, es aniloga a la que se plantea en el caso de algunos predicados verbales no locutivos. Asi p. ej., el grupo nominal (36') las piernas de Eva en (36) Max vio las piernas de Eva admite una reestructuracibn, que es formalmente aniloga a la que admite el cerebro de 10s espaiioles en (35): [Reestructur GN] de (36) +Max [lei] vio las piernas a Evai. Dado que, a su vez, (36) es una oraci6n derivada de (37) Max vio las piernas; Eas piernas eran de Eva mediante una relativizacidn y una reducci6n de la oraci6n de relativo, [Rel] de (37) +Max vio las piernas, que eran de Eva [Red ORel] +Max vio 1as piernas de Eva, podriamos intentar derivar de forma aniloga la formaci6n del segundo argumento de locuciones, como p. ej. secar el cerebro: (38) La inquisicidn secd el cerebro; el cerebro es de 10s espaiioles [Rel] -;, (38') La inquisicidn secd el cerebro, que es de 10s espaiioles [Red ORel] + La inquisicidn secd el cerebro de 10s espaiioles. Asimismo, podriamos tratar de explicar la imposibilidad de reestructurar el segundo argumento de tomar posesidn, a partir de su imposibilidad de aparecer en una derivaci6n como la que ejemplifica (38) y (38'). En efecto, tomar posesidn no puede aparecer en una oraci6n como (38), *Max torno posesidn; la posesidn es de su cargo, ni esta liltima oracibn, que es formalmente analogs a (38'), admite una relativizaci611, *Max tomo posesidn, que era de su cargo; en consecuencia, (34) no se puede derivar transformacionalmente. Por todo ello, podriamos pensar, en primer lugar, que la reestructuraci6n de grupos

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nominales como (36'), que son argumentos de predicados verbales no locutivos y, en segundo lugar, la reestructuraci6n de segundos argumentos precedidos por de de locuciones verbales, s610 es posible en el caso de que dichos grupos nominales o dichos segundos argumentos admitan una derivaci6n transformacional. Sin embargo, la posibilidad de reestructurar grupos nominales como (367, cuando son argumentos de un verbo, depende, por un lado, de la relacidn de inalienabiblidad que exista entre el argumento direct0 del predicado verbal y su adjunto derivado; asi, cuando dicha relaci6n de inalienabilidad no existe, no se puede dar una reestructuraci6n, aunque el grupo nominal sea derivado: Max vio la piedra; la piedra es de Eva [Rel] + Max vio la piedra, que es de Eva [Red ORel] + Max vio la piedra de Eva [Reestructur GN] + *Max vio la piedra a Evai. Pero, por otro lado, la reestructuraci6n de grupos nominales como (36') depende tambiCn del predicado que opera sobre ellos. Asi p. ej., cuando las piemas de Eva es un argumento de un verbo como admirar, Max admiro' las piemas de Eva, la reestructuracidn no es posible, ?*Max lei admiro' las piemas a Evai. Desde esta perspectiva, las locuciones verbales, como p. ej., secar el cerebro, etc., constituyen casos en 10s que ha habido una lexicalizaci6n -de un n6cleo verbal y de una parte conexa-, que es la que deterrnina globalmente la posibilidad de reestructuracidn del segundo argumento. Por tanto, la reestructuracih del segundo argumento es una propiedad Mxicamente condicionada por la locuci6n verbal y determina una partici6n de la clase NI LocVpred de N2 en dos clases distintas. Por el contrario, aunque las oraciones que integran la derivaci6n del segundo argumento de secar el cerebro en (38) y (38') Sean aceptables, la derivaci6n constituye una falacia, puesto que opera sobre la parte conexa de dicha locuci6n, es decir, sobre el cerebro, como si se tratara de un argumento libre. En consecuencia, el segundo argumento de locuciones como secar el cerebro no se puede derivar transformacionalmente y, por tanto, debe formar parte de su requerimiento argumental. La particidn de determinadas clases de proyecci6n en funci6n de las caracteristicas sintacticas de 10s segundos argumentos de 10s predicados que las integran tiene fundamentalmente una importancia metodol6gica tanto para la sistematizaci6n del estudio de las propiedades de selecci6n y de transformaci6n de 10s predicados, como para la estructuraci6n del mddulo

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sintictico de la base de conocimiento lingiiistico (2.13).

3.2.3 Predicados con formas morfofonol6gicasidenticas El significado de 10s predicados -y, en general, de todos 10s elementos 1Cxicos- se puede estudiar de forma mis precisa (y sin necesidad de tener que recurrir exclusivamente a criterios intuitivos5) en el marco de la proyecci6n oracional de sus relaciones de dependencia, dado que son las distintas formas sinticticas que adoptan dichas relaciones, las que configuran el soporte que permite vehicular la .inforrnaci6n. Es decir, 10s predicados concretan su significado cuando se integran en la proyeccibn oracional de la jerarquia de predicacibn, que estructura el significado de sus componentes. En efecto, aunque a las palabras descontextualizadas se les puede asignar un significado, 10s elementos ICxicos adquieren un significado mis precis0 en el marco de la proyecci6n oracional de las relaciones de dependencia entre predicados y argumentos, es decir, en la oraci6n. Asi p. ej., antes de que el context0 nos permita delimitar 10s distintos significados de caso en (39)-(42): (39) Fue un caso de emergencia y no supimos cdmo actuar (40) Estos casos de neurosis no plantean problemas de diagndstico (41) Dejinitivamente, Pepe es un caso perdido (42) A juzgar por el caso, o mejor dicho, por el poco caso que te hace, no creo que este' muy enamorada de ti

dicha forma es portadora potencial de todos 10s significados que adquiere, cuando es un predicado, como p. ej. en (39), donde caso 'situaci6n, eventualidad' es un nombre predicativo P,,, cuya proyecci6n lineal es NI ser un caso, o, en (40), donde caso 'realizaci6n particular' es un nombre predicativo P,,,,, cuya proyeccidn lineal es NI ser un caso de N2, o cuando contribuye a conformar el significado de una locuci6n, como en (41) y (42), donde caso forma parte, respectivamente, de la locuci6n nominal predicativa 5. "El lexic6grafo. pues, ha de tener siempre presente la posibilidad de que el vocablo sometido a su analisis se descomponga en varias acepciones que requieran tratamiento especial, y que serh muchas o pocas segfin el vocablo de que se trate y segfin tambiCn el criterio subjetivo del lexicdgrafo [el subrayado es nuestro]." Casares (195058).

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caso perdido, que es un P,, y de la locuci6n verbal hacer caso, que es un P,,. La posibilidad de relacionar las diferencias seminticas entre predicados con sus diferencias de proyecci6n lineal nos permite sistematizar un procedimiento de identificacibn de predicados, que se puede aplicar tanto para diferenciar predicados polidmicos, como p. ej. en (39-42), como para identificar predicados que tengan formas morfofonol6gicas distintas, como 10s que hemos tratado en 10s ejemplos 1.-3. de 3.2.1. Analicemos otros ejemplos relacionados con predicados polidmicos: 1. Desde un punto de vista intuitivo, podemos apreciar que el significado que tiene advertir en (43) Max advirtid que se habia cometido una injusticia es distinto del que tiene en (44) Max le advirtio' a Eva que se habia cometido una injusticia. En el marco de nuestro planteamiento, lo interesante es que las diferencias de significado que muestra advertir en (43) y (44) estin asociadas a distintas propiedades de dependencia, puesto que, en (43), advertir significa 'notar, darse cuenta' y es un P,, cuya proyecci6n lineal es NI advertir que P2, mientras que, en ( a ) , advertir significa 'avisar, prevenir' y es un P,, cuya proyecci6n lineal es NI advertir que P2 a N3. La posibilidad de vincular las diferencias de significado de advertir en (43) y en (44) a dos clases de dependencia distintas y, por tanto, a dos proyecciones lineales distintas, posibilita la identificacibn de dos predicados polis6micos. Utilizamos subindices num6ricos para diferenciar 10s predicados polidmicos; asi p. ej., asigndndole dos subindices distintos a advertir, podemos diferenciar 10s predicados polisCmicos Pnpadvertirl 'notar, darse cuenta' de (43) y P, advertirz 'avisar, prevenir' de (44). 2. Mania en (45) Max le tiene mania a1 cacique y en (46) Castro tiene la mania de no afeitarse la barba tiene significados distintos: en (43, equivale a 'ojeriza', mientras que, en (46), se podria parafrasear por 'atracci6n extravagante o caprichosa'. Estas diferencias de significado estin asociadas a distintas propiedades de dependencia, puesto que, en (43, mania es un P,,, cuya proyecci6n es NI tener una mania a N2 rnientras que, en (46), es un Pnpcon la proyecci6n NI tener una mania de que P2. La posibilidad de vincular las diferencias de significado que muestra mania en (45) y (46) con sus distintas proyecciones lineales nos permite identificar el P, mania1 'ojeriza' de (45) y el Pnpmania2 'atracci6n extravagante o caprichosa' de (46).

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3. Sobre en (47) El avi6n pas6 sobre]la ciudad significa 'por encirna de' y, en (48) No hizo comentarios sobre2 si discrepaba o no de lafilologia oficial, significa 'acerca de' y estas diferencias de significado e s t h asociadas a propiedades diferenciales de requerimiento argumental de sobre en dichas oraciones: en efecto, en (47), que se deriva a partir de No hizo comentarios; no hacer comentarios es sobre si discrepaba o no de lafilologia oficial mediante una relativizaci6n y una reducci6n de la oraci6n de 6 relativo, sobre es un Ppn, cuya proyecci6n es que PI ser sobre N2, mientras que, en (48), sobre es un Ppp,cuya proyecci6n es que PI ser sobre que P2. Las diferencias de significado asociadas a sus diferentes propiedades de dependencia nos permiten identificar dos preposiciones predicativas, concretamente, la preposici6n predicativa Ppnsobre] 'por encirna de' y la Pppsobre2 'acerca de', que pertenecen, respectivamente, a distintas clases de proyecci6n lineal. Existen ademzis otras diferencias sinticticas entre ambas preposiciones predicativas. Asi p. ej., s61o el segundo argument0 de sobre2 puede ser un predicado introducido por el marcador si, per0 no un predicado introducido por que, p. ej., el comentario sobre si discrepaba o no de la jilologia oficial, ???el comentario sobre que discrepaba de la filologia oficial, aunque admite como argumentos directos nombres predicativos o adjetivos predicativos nominalizados (3.5.1), como p. ej., hecho, peligro, miedo, lo peligroso, etc., el comentario sobre el hecho de que discrepaba de lafilologia oficial, el comentario sobre (el peligro de, el miedo a, lo peligroso de) que discrepase de la filologia oficial. Estas diferencias sint6cticas que acabamos de seiialar sirven para determinar la clase de redundancia sintictica (3.3) a la que pertenecen sobrel y sobrez, per0 resultan innecesarias para determinar su clase de proyecci6n lineal. Los criterios sintacticos que hemos utilizado en 10s ejemplos 1.-3. de este apartado para identificar 10s predicados polisCmicos y para integrarlos en distintas clases de proyecci6n son idCnticos a 10s que hemos usado en 3.2.1 para determinar las clases de proyecci6n de predicados con forrnas 6.

No hizo comentarios; no hacer comentarios es sobre si discrepaba o no de la filologia oficial [Rell + No hizo comentarios, lo cualjke sobre si discrepaba o no de lafilologia oficial [Red ORell +No hizo comentarios sobre si discrepaba o no de lafilologia oficial

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morfofonol6gicas distintas, ya que, en ambos casos, las distinciones se han establecido en funcidn de las propiedades de dependencia de 10s predicados. En realidad, la diferencia entre la determinaci6n de clases de proyecci6n de 10s predicados que tienen distinta forma morfofonol6gica o de 10s predicados polisCmicos reside 6nicamente en que, en el primer caso, la distinci6n morfofonol6gica y semantics que existe entre 10s predicados facilita su ulterior caracterizacibn sintictica, mientras que, en el segundo caso, la identificaci6n de 10s predicados polisCmicos surge como resultado de un procedimiento de anilisis, que esti determinado por nuestro modelo sintictico y, en consecuencia, es dicho procedimiento el que permite detectar 10s objetos de estudio de la sintaxis ICxica, es decir, 10s predicados. Si todos 10s elementos ICxicos (tanto predicados como argumentos) tuvieran una forma morfofonol6gica distinta, o a la inversa, si todas las formas morfofonol6gicas correspondieran a un elemento Mxico distinto, el conjunto de elementos lCxicos y el de formas morfofonol6gicas serian idCnticos y, en consecuencia, la distinci6n entre forma morfofonol6gica y elemento lCxico careceria de justificaci6n. Dado que existen predicados (y argumentos) polisCmicos, el conjunto de formas morfofonol6gicas y el conjunto de elementos lCxicos no son idCnticos: 10s elementos del primer conjunto, ya Sean estos formas simples o locuciones, son todos ellos morfofonol6gicamente distintos, mientras que 10s elementos ICxicos polisCmicos del segundo conjunto, aunque son sintictica ylo seminticamente distintos, tienen la misrna forma morfofonol6gica. La distinci6n entre forma y predicado se refleja en la estructuraci6n de la base de conocimiento lingiiistico (2.13 y Fig. 2.5): Por un lado, su maul0 ICxico esti integrado por formas morfofono16gicas simples y compuestas, todas ellas formalmente distintas entre si (independientemente de que se correspondan o no con predicados y argumentos polidmicos), acompaiiadas de la especificaci6n de sus respectivas propiedades de flexi6n morfol6gica ylo de la especificaci6n de su clase de dependencia. Por otro lado, su maulo sintictico esti integrado por predicados, que pueden ser formalmente idCnticos entre si, puesto que, cuando son polidmicos, tienen la misma forma morfofonol6gica.

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3.3 Clases de redundancia sintsictica La redundancia sintictica, que se manifiesta en las restricciones que imponen 10s predicados en sus proyecciones oracionales, constituye el soporte formal que posibilita la transmisi6n de informaci6n en las lenguas naturales. Dado que el conjunto de restricciones sinticticas que afectan a 10s predicados del ICxico es 6nico para cada predicado, estos constituyen clases de redundancia sintictica, que estin integradas por un s610 elemento (1.2). Por ello, la delimitacidn sintictica de un predicado consiste en la identificaci6n de su clase de redundancia, lo cual equivale a enumerar el conjunto Gnico de restricciones, que estin ltxicamente condicionadas por dicho predicado. En la medida en que no existen dos elementos ICxicos -ya Sean estos predicados o argumentos- que tengan el mismo significado, las clases de relaciones seminticas (2.12) que configuran el significado de 10s predicados (o de 10s argumentos) tienen que ser necesariamente dnicas. En consecuencia, la identificaci6n sintictico-semintica de un predicado consiste en asociar su clase de redundancia sintictica con la clase de relaciones seminticas que delimita su significado, teniendo en cuenta que ambas clases tienen un 6nico elemento, que es justamente el predicado que definen sintictica o seminticamente. Las clases de redundancia son el resultado de particiones sucesivas que se llevan a cab0 en las clases de proyecci6n lineal -0 eventualmente, sus particiones (3.2.2)- a partir de propiedades de seleccibn o de transformaci6n ICxicamente condicionadas por un predicado. Por ello, la determinaci6n de la clase de redundancia de un predicado define las diferencias sinticticas 6nicas ICxicamente condicionadas que le distinguen de todos 10s demis predicados (independientemente de que se trate de predicados polisCmicos o no) que pertenecen a su rnisma clase de proyecci6n. Analicemos algunos ejemplos: 1. Adivinar y presentir son dos verbos predicativos semhnticamente distintos, que tienen el mismo requerimiento argumental P,, y la misma proyecci6n lineal NI Vpred que P2 y, en consecuencia, pertenecen a la misma clase de proyecci6n lineal. Tanto el segundo argument0 de adivinar como el de presentir pronominalizan con 10s mismos cliticos, [Que Laura tenia veinte aiios]; lo; adivinamos todos a1 verla, [Que 10s nacionalistas llevarian el pais a1 desastre]; lo; presentimos todos tras las elecciones, lo cual pone de manifiesto que tienen la misma funci6n

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sintictica. Asimismo, tanto adivinar como presentir seleccionan un primer argumento humano y un segundo argumento no humano: (49) Alguien adivind que Laura tenia veinte aiios, *El armario adivind que Laura tenia veinte aiios, (50) Alguien presentia que 10s nacionalistas llevarian el pais a1 desastre, *La estaca presentia que 10s nacionalistas llevarian el pais a1 desastre, Max adivind a Eva, ?*Eva presentia a ax^. Ademhs, tanto adivinar como presentir admiten un predicado introducido por el marcador si como segundo argumento: Max nunca podrd adivinar si realmente le hemos engaiiado o no, Max no podia presentir si iba a haber o no una gran catdstrofe. Y tanto presentir como adivinar admiten la pasiva con se y la pasiva con ser: [Pasiva se] de (49) -+ Se adivind que Laura tenia veinte aiios, [Pasiva se] de (50) + Se presentia que 10s nacionalistas llevarian el pais a1 desastre, (51) Ellos adivinaron eso [Pasiva ser] + Eso fie adivinado por ellos, (52) La poblacidn presintid el desastre [Pasiva ser] -+ El desastre fie presentido por la poblacidn. En relaci6n con propiedades transformacionales negativas, obsCrvese que ni adivinar ni presentir admiten la reducci6n de la completiva: ?La~raiadivind que ellai tenia veinte aiios [Red que PI -+ *Laura adivind tener veinte aiios, Los nacionalistasi presentian que ellosi llevarian el pais a1 desastre [Red que PI -+ *Los nacionalistas presentian llevar el pais a1 desastre; a su vez, ninguno de estos dos verbos admite la pasiva con estar: [Pasiva estar] de (51) -+ *Eso estuvo adivinado por ellos, [Pasiva estar] de (52) + *El desastre estuvo presentido por la poblacidn. A la luz de las similitudes sinthcticas existentes entre predicados como adivinar y presentir, 10s cuales, por un lado, tienen el mismo requerimiento argumental, la misma proyecci6n lineal y segundos argumentos con la misma funci6n sintictica, y, por otro lado, comparten la misma selecci6n, admiten la pasiva con se y la pasiva con ser, per0 no admiten ni la reducci6n de la completiva, ni la pasiva con estar, podriamos pensar que pueden existir clases de redundancia sintictica integradas por mis de un predicado; en efecto, podriamos pensar que adivinar y presentir forman parte de la misma 7. Esta tiltima oraci6n podria resultar aceptable si la entendemos como una reduccidn contextual de Eva presentia la llegada de Max,etc.; la restricci6n de selecci6n que

sefialamos se refiere, por supuesto, a oraciones en las que no ha habido reducciones de este tipo.

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clase de redundancia sinttictica, dado que comparten las mismas propiedades de dependencia, la misma selecci6n y las mismas transformaciones. Pero n6tese que s6lo presentir admite una nominalizaci6n deverbal con el verbo de soporte tener:

Max presentia que Eva fomaria parte de la vanguardia [Nom deverbal] 4 Max tenia el presentimiento de que Eva formaria parte de la vanguardia Por el contrario, adivinar en Majr adivinb que Laura tenia veinte aiios no adrnite una nominalizaci611, pues, aunque existen 10s derivados morfol6gicos adivinacidn y adivinanza, estos no esthn relacionados semintica y sinticticamente con adivinar y, por tanto, no se pueden considerar como derivados sinticticos mediante nominalizaciones con o sin verbo de soporte: *Max tenia la adivinacidn de que Laura tenia veinte aiios, *Max tenia la adivinanza de que Laura tenia veinte aiios, *Max hizo la adivinacidn de que Laura tenia veinte aiios, *Max hizo la adivinanza de que Laura tenia veinte aiios, *la adivinacidn de Max de que Laura tenia veinte aiios, *la adivinanza de Max de que Laura tenia veinte aiios. En consecuencia, adivinar y presentir son dos predicados que pertenecen a la misma clase de proyecci6n lineal y son sus distintas caracteristicas transformacionales en relacibn con la nominalizaci6n, las que permiten diferenciarlos entre si y delimitar sus respectivas clases de redundancia sinttictica. 2. Celebrar en (53) Max celebra que 10s progresistas han ganado las elecciones, significa 'festejar', mientras que en (54) Max celebra que 10s progresistas hayan ganado las elecciones equivale a 'alegrarse'. Sin embargo, las diferencias de significado de celebrar en (53) y (54) no est6n asociadas a diferencias de propiedades de dependencia, puesto que, tanto en (53) como en (54), celebrar es un PW, cuya proyeccidn lineal es NI celebrar que Pz. En este caso, a diferencia de lo que sucede en 10s ejemplos 1.-3. de 3.2.3, no es posible determinar la existencia de dos predicados polisimicos en funci6n de su pertenencia a dos clases de proyecci6n lineal distintas; por ello, es necesario deterrninar si celebrar en (53) y (54) pertenece a clases de redundancia distintas para poder

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verificar sintlcticamente si su diferencia de significado en (53) y (54) implica realmente la existencia de dos predicados polisCmicos distintos. ObsCrvese, en primer lugar, que celebrar en (53) selecciona el indicativo para su argument0 oracional, mientras que, en (54), celebrar selecciona el subjuntivo. Aunque solo existiera esta diferencia sintsictica entre dichos predicados, ya podriamos fundamentar sintiicticamente la existencia de dos predicados polisCmicos celebrar~'festejar' y celebrarz 'alegrarse'. Sin embargo, existen otras diferencias sintlcticas que permiten configurar las clases de redundancia a las que pertenecen dichos predicados: celebrar~ no admite la reduccidn de la completiva, p. ej., Los progresistasi celebran1 que [los progresistasi] han ganado las elecciones [Red que PI + *Los progresistas celebram haber ganado las elecciones, mientras que celebrarz si la admite, Maxi celebraz que [Maxi] haya podido vivir este momento histdrico [Red que PI +Max celebraz haber podido vivir este momento histdrico; celebrar~ admite la pasiva con ser y la pasiva con se, Los progresistas celebraron~por todo lo alto este acontecimiento [Pasiva ser] + Este acontecimientofue celebrado~por todo lo alto por 10s progresistas, Alguien celebrdl este acontecimiento por todo lo alto [Pasiva se] + Se celebrdl este acontecimiento por todo lo alto, mientras que celebrarz admite la pasiva con se En general, alguien celebraz que la derecha nacionalista haya perdido Eas elecciones [Pasiva se] + En general, se celebraz que la derecha nacionalista haya perdido las elecciones, per0 no admite la pasiva con ser, Los progresistas celebranz este acontecimiento [Pasiva ser] + *Este acontecimiento es celebradoz por 10s progresistas. Las propiedades diferenciales de seleccidn y de transformaci6n a las que hemos hecho referencia con anterioridad, concretamente, la selecci6n de la modalidad de la completiva y la pasiva con ser, permiten fundamentar sintlcticamente la existencia de dos predicados polisCmicos celebrar~ 'festejar' y celebrarz 'alegrarse', que tienen la misma proyecci6n lineal y, a su vez, permiten delimitar sus respectivas clases de redundancia sintlctica. 3. Finalmente, es interesante considerar un caso extremo, en el que la determinaci6n de la clase de redundancia sintlctica resulta imprescin-

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dible para la identificaci6n de predicados. En efecto, en 10s casos en 10s que existen dos propuestas alternativas en relaci6n con un predicado y cuando dichas propuestas permiten considerar el predicado, respectivamente, como polisCmico y como no polisCmico, aunque existan proyecciones lineales distintas asociadas a cada uno de 10s posibles predicados polisCmicos, s610 se puede fundamentar una decisi6n por una de ambas propuestas tras la especificaci6n de la clase de redundancia sintictica de 10s predicados identificados. Quizis un ejemplo pueda clarificar el problema que intentamos exponer. (55) El abogado probd que su defendido era inocente y (56) Que no hayan aparecido sus huellas en el arma prueba que es inocente se podrian considerar, en una primera propuesta, distintas proyecciones oracionales determinadas por un iinico predicado probar Ppp,cuyo significado equivaldria a 'hacer patente'. Sin embargo, una segunda propuesta posible seria considerar que probar en (55) es un Pnp,que significa 'acreditar, demostrar' y que, en (56), es un P,, cuyo significado es 'constituir una prueba'. Para descartar la primera propuesta, es necesario verificar sinticticamate la existencia de dos predicados probar, para lo cual es necesario analizar si, ademas de las diferencias de proyecci6n lineal, existen otras propiedades sintacticas diferenciales. En este caso -a diferencia de 10s ejemplos analizados en 3.2.3-, las diferencias de proyecci6n lineal no son suficientes para identificar 10s dos predicados probar, puesto que no se trata iinicamente de fundamentar su existencia, sino que, ademis de ello, tenemos que descartar la primera propuesta que hemos formulado anteriormente. Para ello, es necesario identificar -si es que existen realmente- las clases de redundancia sintactica del Pnpprobar de (55) y del P,, probar de (56), ya que ello seria la prueba inequivoca de que existen dos predicados probar distintos. ObsCrvese que, ademis de las diferencias de requerimiento argumental, existen otras diferencias sintacticas entre el Pp,,probar de (56) y el Pnpprobar de ( 5 3 , ya que s610 el primer0 admite una nominalizaci6n deverbal, mientras que el segundo no la admite:

Que no hayan aparecido sus huellas en el arma prueba que es inocente [Nom deverbal] + Que no hayan aparecido sus huellas en el arma es una prueba de que es inocente

Clases de predicados El abogado probd que su defendido era inocente [Nom deverbal] # *El abogado es una prueba de que su defendido era inocente

Esta diferencia transforrnacional, junto con las diferencias de significado y de requerimiento argumental seiialadas anteriormente, nos permite identificar la existencia de un predicado P,, probarl 'acreditar, demostrar' en (55) y un predicado P,, probar2 'constituir una prueba' en (56); asimismo, la verificaci6n sintictica de la existencia de dos predicados probar nos permite descartar inequivocamente la primera propuesta. ObsCrvese, sin embargo, que existe otra diferencia que permite especificar con mis precisidn las clases de redundancia sintictica de probar, y de probar2. En efecto, s610 probarl admite una interpretaci6n agentiva de su primer argumento, mientras que probar2 solo admite su interpretaci6n no agentiva, lo cual se puede poner de manifiesto mediante el adverbio derivado voluntariamente, p. ej., El abogado probd2 voluntariamente que su defendido era inocente, *Que no hayan aparecido sus huellas en el arma pruebal voluntariamente que es inocente. En suma, para identificar 10s predicados probar, y probarz, hemos tenido que precisar algunas de las propiedades sinticticas que determinan sus clases de redundancia, puesto que sus diferentes proyecciones lineales no nos permiten identificarlos como predicados y, al mismo tiempo, descartar la primera propuesta que hemos formulado al principio. 3.4 Polisernia y clases de predicados

La polisemia afecta de forma irregular a las distintas clases de predicados e, incluso, dentro de ellas, a sus distintas subclases de dependencia. En principio, la distribucidn de la polisemia en el lCxico de predicados parece estar determinada, en parte, por el caricter idiomitico o no de 10s elementos 16xicos8, de forma tal que suele ser mis frecuente encontrar predicados polis6micos en el ICxico de formas simples que en el de locuciones. No -

-

8. Cf. Tercedor (1999), donde se pone de manifiesto que la polisemia afecta a tambiCn a 10s lenguajes de especialidad.

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obstante, esta observaci6n constituye el reflejo de una tendencia muy general, que plantea, como veremos, miiltiples excepciones. No todas las clases de predicados ni sus correspondientes subclases de dependencia presentan comparativamente la misma proporci6n (aunque sea aproximada) de elementos polisCmicos. Asi p. ej., dentro de la clase de 10s predicados verbales, que es la que muestra el indice de polisemia m6s alto, la proporci6n de verbos polisCmicos de primer nivel es superior a la de verbos polisCmicos de segundo nivel. En principio, parece existir una correlaci6n directa entre la proporci6n de elementos polisCmicos que se dan en una clase y el niimero de predicados que pueden converger en una misma forma rnorfofono16~ica~, de forma tal que dicho niimero parece ser superior en las clases con una mayor proporcidn de polisemia. Por ello, es entre 10s verbos predicativos de primer nivel, donde el niimero de predicados que pueden converger en una rnisrna forma morfofono16~ica'~ es mayor. Sin embargo, las diferencias en cuanto a la proporci6n de elementos polisCmicos que observamos en las distintas clases y subclases de predicados, a las que hemos hecho referencia anterionnente, constituyen iinicamente tendencias generales, que no esdn libres de excepciones. Asi p. ej., a pesar de que la proporci6n de predicados verbales polisCmicos de segundo nivel es inferior a la de 10s de primer nivel, podemos encontrar casos en 10s que tres predicados distintos de segundo nivel confluyen en una iinica forma morfofonol6gica, como p. ej., el PnPcontan 'enumerar' en El pastor contdl si le faltaba alguna oveja, el P, contarz 'prever' en La direccidn no contabaz con que se descubriese la estafa, y el P,, contar3 'relatar' en Max le contd3 a Eva que lafiesta habia sido divertidisima A su vez, las intersecciones entre predicados polisCmicos de distinto nivel dificultan la cuantificaci6n de la polisemia en las distintas clases de predicados. Asi p. ej., en algunos casos, son dos predicados verbales de distinto nivel 10s que coinciden en una rnisma forma morfofonol6gica, como p. ej., el P,, encontrar~ 'hallar' en Max encontrd, el libro y el P,, encontrarz 'considerar' en Encuentroz que esta's muy pcilida. Y aGn en otros casos, pueden ser dos predicados verbales de primer nivel y dos de segundo nivel, 10s que coinciden en una misma forma morfofonol6gica, como p. ej., 10s dos verbos de primer nivel pensar~'idear', cuya proyecci6n es NI Vpred N2, en Los ingenieros pensaronl una solucidn 9. Cf. Kohler (198657 y ss.) para un tratamiento cuantitativo de este fenbmeno. 10. Cf. Moya (1999),Palacios (1996) y Subirats (1987).

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para el problema y pensan 'reflexionar', cuya proyecci6n es NI Vpred en N2, en Max pens62 en ello, y 10s dos predicados de segundo nivel pensan 'considerar, creer' en Los ingenieros pensaronj que la solucidn era demasiado complicada y pensar4 'tener la intenci6n' en Los ingenieros piensan4 resolver el problema, que son ambos predicados Pap, que se distinguen entre si por el hecho de que pensar4 requiere la reducci6n obligatoria de su segundo argumento. La proporci6n de elementos polisCmicos que se da entre 10s predicados nominales y adjetivos" es comparable a la que se observa entre 10s predicados verbales de segundo nivel, cuya proporci6n de polisemia, como hemos seiialado, es inferior a la que se puede apreciar entre 10s de primer nivel. A su vez, 10s verbos predicativos de segundo nivel, y 10s nombres y 10s adjetivos predicativos poseen una proporci6n de predicados polisCmicos superior a la que obsemamos entre las locuciones verbalesI2 y nominales predicativas, y 10s grupos preposicionales predicativos'3. De hecho, en estas tres 6ltimas clases de predicados, es decir, 10s LocVpred, 10s LocNpred y 10s GPpred, encontramos muy pocos elementos polidmicos. Ello puede ser debido a que las locuciones predicativas se pueden haber formado a partir de una lexicalizaci6n de una relaci6n de predicaci6n y, por ello, su significado ha quedado fijado a esa lexicalizaci6n, que, por supuesto, no admite una interpretaci6n componential. Pero esta observaci6n plantea excepciones importantes, puesto que algunas locuciones se podrian llegar a interpretar como el resultado de una lexicalizaci6n de otra locuci6n verbal. Asi p. ej., la locuci6n verbal dar vueltas la cabeza en A Max le daba vueltas la cabeza se podria considerar como el resultado de la lexicalizaci6n de la locuci6n verbal dar vueltas y de su primer argumento formado por el grupo nominal la cabeza de Max. Siguiendo este planteamiento, podriamos proponer incluso una reconstrucci6n derivational del proceso de lexicalizaci6n: *La cabeza de Max da vueltas [Reestructur GNJ -+ *La cabeza da vueltas a Max [Redupli cli] + La cabeza le da vueltas a Max [Inversibn] + A Max le da vueltas la cabeza. ObsCrvese que la derivaci6n que proponemos como una reconstrucci6n, se da realmente con verbos predicativos, p. ej., Este relato conmovid el rinimo del pu'blico [Reestructur] 11. Cf. FernBndez (1994). 12. Cf. Bobes (1999). 13. Cf. Garrido (1997) y Mogorr6n (1995).

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+ ?Este relato conmovid el cinimo a1 pu'blico [Redupli cli] +Este relato le conmovid el cinimo a1 pu'blico [Inversi6n] +A1 pliblico le conmovid el cinimo

este relato, y tambiCn con locuciones cuyo segundo argument0 admite una reestructuraci6n (3.2.2), p. ej., Tanta chuleria agota la paciencia de cualquiera [Reestructur] + Tanta chuleria agota la paciencia a cualquiera [Redupli cli] +Tanta chuleria le agota la paciencia a cualquiera [Inversi6n] + A cualquiera le agota la paciencia tanta chuleria. Pero obsCrvese que, a pesar de 10s pocos elementos polisCmicos que hallamos en el ICxico de formas compuestas, tal como hemos seiialado anteriormente, existen locuciones verbales predicativas polisCmicas, como p. ej., llamar la atencidnl 'reprender', cuya proyecci6n es NI LucVpred a Nz, en El cacique le llamd la atencidnl a su pajecillo por haber desobedecido sus drdenes y llamar la atencidnz 'atraer o captar la atenci6n1,cuya proyecci6n es NI LocVpred de Nz, en Greenpeace trata de llamar la atencidnz de la comunidad intemacional. Asimismo, tambiCn existen grupos preposicionales predicativos polidmicos, como p. ej., el P, estar en condiciones] 'poseer las caracten'sticas requeridas' en Los alimentos que he comprado no estcin en condiciones y el P, estar en condicionesz 'tener capacidad para algo' en Nuestro equipo estd en condicionesz de llevar a cab0 este proyecto, o el grupo preposicional predicativo P,, estar a punto] 'preparado, listo' en Todo estaba a punt01 para que nos largcisernos de alli y el P, estar a punt02 'estar algo pr6ximo a suceder' en Max estuvo a punt02 de hacer una tonteria. En suma, aunque posiblemente se le podria intentar dar una explicaci6n al hecho de que las locuciones Sean menos polisCrnicas que las formas simples, seria dificil explicar en tCrminos exclusivamente lingiiisticos el hecho de que 10s predicados verbales de primer nivel integren la clase de dependencia con la mayor proporci6n de predicados polisCmicos de todo el ICxico de predicados del espaiiol.

3.5 Relaciones entre predicados 3.5.1 Predicados aut6nomos y predicados derivados Los predicados que no se pueden derivar a partir de otros predicados m6s sencillos mediante reducciones o transformaciones se denominan predicados aut6nomos o, simplemente, predicados. Por el contrario, 10s predicados que surgen como resultado de procesos derivacionales, a partir de oraciones que

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contienen dichos predicados, generalmente, bajo formas que pertenecen a clases distribucionales distintas, reciben el nombre de predicados derivados. Analicemos algunos ejemplos. El nombre predicativo peligro en (57) El caciquismo acadkmico espaiiol no es un peligro, lo consideramos un nombre predicativo autbnomo, puesto que no se puede derivar transformacionalmente a partir de otro predicado mhs sencillo. Es cierto que existe el predicado verbal peligrar, p. ej., (58) El caciquismo acadkmico espaiiol no peligra, que esth relacionado rnorfolbgicamente con peligro; sin embargo, peligrar no se puede relacionar transformacionalmente con peligro, puesto que las oraciones, como p. ej. (57) y (58), que podrian sewir como punto de partida para establecer una derivacibn transformacional, no son parafrhsticas. Tampoco podemos relacionar transformacionalmente peligro con estar en peligro, puesto que las oraciones que podrian ser utilizadas para establecer una relacibn de derivacibn, como p. ej., (57) y (59) El caciquismo acadkmico espaiiol no estci en peligro, no son parafristicas. En este sentido, es irrelevante que estar en peligro se pueda derivar transformacionalmente a partir de peligrar mediante la transformacibn de formacibn de un grupo preposicional predicativo deverbal, p. ej., El caciquismo acadkmico espaiiol no peligra [GPpred deverbal] + El caciquismo acadkmico espaiiol no estci en peligro, puesto que esta relaci6n no afecta en ning6n aspect0 la condicibn de predicado autbnomo de peligro. Asimismo, aunque existe el adjetivo predicativo peligroso, peligro no se puede derivar transformacionalmente a partir de peligroso, sino que la derivacidn se tiene que establecer en un sentido inverso, puesto que siempre tomamos como punto de partida de una derivacibn la construccibn mis simple, que, en este caso, es la que tiene el predicado mhs simple; por ello, derivamos peligroso a partir de peligro y no a1 revCs, ya que, morfolbgicamente, peligroso se forma por sufijaci6n a partir de peligro: Que Max abra una compuerta es un peligro [Adj denominal] + Que Max abra una compuerta es peligroso. En suma, peligro es un nombre predicativo autbnomo, mientras que estar en peligro y ser peligroso son predicados derivados de peligrar y de peligro, respectivamente, puesto que surgen como resultado de procesos derivacionales. En consecuencia, solo peligro y peligrar forman parte del m6dulo l6xico de la base de conocimiento linguistic0 (2.13), per0 no estar en peligro y ser peligroso, puesto que son predicados derivados que surgen como resultado de procesos transformacionales 16xicamente condicionados por 10s predicados de 10s que se derivan.

Capitulo I11 Por ello, no se incluyen en el ICxico, sino que forman parte de las especificaciones de las transformaciones de derivaci6n de 10s correspondientes predicados. Analicemos ahora el nombre predicativo llamamiento en (60) El gobiemo hizo un llamamiento a la poblacidn. Aunque llamamiento esti relacionado morfol6gicamente con llamar, llamamiento no se puede derivar a partir de llamar, puesto que no se puede establecer una relaci6n transformacional entre (60) y una oraci6n como (61) El gobiemo llamd a la poblacidn, ya que, entre (60) y (61), no existe una relaci6n de parhfrasis:, en efecto, hacer un llamamiento en (60) significa 'hacer una peticibn, una convocatoria', rnientras que en (61) llamar equivale a 'dirigirse a alguien para captar su atenci6n'. Ademhs, la diferencia de significado que existe entre llamar en (61) y hacer un llamamiento en (60) no se puede atribuir a un cambio semhntico sistemhtico introducido por la nominalizaci6n deverbal. En consecuencia, entre llamar y llamamiento existe una mera relacidn morfoIbgica, que no se puede sistematizar en el marco de una derivacicin transformacional y, por ello, consideramos que llamamiento es un nombre predicativo aut6nomo. Evidentemente, el hecho.de que no exista una relacicin sinthctica entre las formas llamar y llamamiento no excluye que otros elementos 16xicos, entre 10s que se d6 una relaci6n morfol6gica formalmente anhloga, si pueda existir ademis una relaci6n sinthctica; este es el caso, p. ej., de plantear y planteamiento, que si se pueden relacionar transformacionalmente: Max planted el problema a 10s ingenieros [Nom deverbal] +Max hizo un planteamiento del problema a 10s ingenieros'4. Algunos predicados pueden integrarse en d s de un proceso de formacicin de predicados derivados; asi p. ej., relacionar admite una nominalizaci6n con el verbo de soporte tener y, ademhs, una adjetivaci6n con estar:

(62) Estas dimisiones se relacionan entre si [Nom deverbal] j Estas dimisiones tienen una relacidn entre si [Adj deverbal] de (62) +Estas dimisiones estcin relacionadas entre si

14. Un, una, unos, unas son 10s determinantes por defect0 de las oraciones de la base y de 10s procesos de nominalizaci6n; 10s determinantes el, la, los, etc., se derivan transformacionalmente(Hams 1982:237-243).

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Andlogamente, causar admite dos nominalizaciones distintas con el verbo de soporte ser: (63) El viento causd el desastre [Nom deverbal] +El vientofue una causa del desastre [Nom deverbal] de (63) +El vientofue un causante del desastre Los procesos transformacionales de formaci6n de predicados derivados se dan tanto entre predicados simples como locutivos, ya que dichos procesos no dependen de que la forma lexica de 10s predicados sea una forma simple o una locuci6n. Asi p. ej., locuciones verbales, como p. ej., remorder la conciencia, suspender pagos o meter la pata admiten nominalizaciones deverbales con 10s verbos de soporte tener, hacer y cometer, respectivamente, en las que su n6cleo verbal se convierte en un nombre derivado y su parte conexa, en un complemento adjunto introducido por la preposici6n de; de este modo, las mencionadas locuciones verbales se convierten en las locuciones nominales deverbales LocVn remordimientos de conciencia, suspensidn de pagos y metedura de pata:

A Max le remuerde la conciencia [Nom deverbal] +Max tiene remordimientos de conciencia La empresa suspendid pagos [Nom deverbal] -+ La empresa hizo suspensidn de pagos El presidente metio' la pata [Nom deverbal] +El presidente cometid una metedura de pata Andlogamente, la locucicin verbal hacer pedazos admite una adjetivacibn deverba! con una reducci6n de su primer argumento, que la convierte en la locucicin adjetiva deverbal LocVa estar hecho pedazos:

Alguien hizo pedazos el sistema [Adj deverbal] + El sistema estci hecho pedazos En la medida en que las locuciones nominales y adjetivas de las anteriores derivaciones (a1 igual que 10s derivados no locutivos analizados anterior-

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mente) surgen en el marco de 10s cambios introducidos por nominalizaciones y adjetivaciones, no son 10s LocVn remordimiento de conciencia, suspensidn de pagos, metedura de pata o el LocVa estar hecho pedazos, 10s que forman parte del m6dulo lCxico de la base de conocimiento lingiiistico (2.13), sino 10s respectivos predicados verbales de 10s que se derivan, es decir, rernorder la conciencia, suspender pagos, meter la pata o hacer pedazos. Las LocVn, LocVa, etc., forman parte de la especificaci6n de las correspondientes transformaciones de derivaci6n dentro de la base de conocimiento, concretamente, en su m6dulo sintiictico, donde se especifican las propiedades transformacionales de 10s predicados.

3.5.2 Predicados polidmicos aut6nomos y derivados Cuando un predicado polisCmico se puede relacionar transformacionalmente con un predicado derivado (o con mis de uno) tenemos que especificar cuil es el predicado o predicados que inducen la formaci6n de derivados, puesto que dicha formaci6n no constituye una propiedad morfol6gica derivativa ligada a una forma morfofonol6gica, sino que es una propiedad transformacional, que esti ICxicamente condicionada por un predicado, y, por tanto, 10s distintos predicados asociados a una misma forma morfofonol6gica pueden tener caracteristicas sinticticas diferenciales con respecto a la formaci6n de predicados derivados. Asi p. ej., el Pnnintervenirl 'tomar la palabra' admite una nominalizaci6n deverbal con el verbo de soporte hacer: El representante europeo intervinol en la reunidn [Nom deverbal] + El representante europeo hizo una intervencidnl en la reunidn Por el contrario, el Pn intervenirz 'tener una actuaci6n1 no admite una nominalizaci6n del mismo tipo:

#

La Unidn Europea intewinoz en el conjlicto *LaComunidad Europea hizo una intewencidn2 en el conjlicto

En algunos casos, la polisemia esti provocada por el hecho de que un predicad0 aut6nomo y otro derivado convergen en una misma forma morfofono-

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16gica. Asi p. ej., (64) Max estaba dispuesto~a contactar con el jefe del Vaticano no se puede considerar una oraci6n derivada de (65) Max se disponial a contactar con el jefe del Vaticano -a pesar de que en (64) se dan 10s cambios formales que caracterizarian una adjetivacibn deverbal de (65)-, puesto que (64) y (65) no son parafristicas debido a la diferencia de significad0 de sus predicados: en efecto, disponersel en (65) significa 'prepararse para hacer algo' y estar dispuesto~en (64) equivale a 'decidido a hacer algo'. Por ello, dado que dispuestol no admite una derivaci6n transformacional, consideramos que se trata de un adjetivo predicativo aut6nomo. Pero obdrvese que el P,,, disponerz 'preparar' admite una adjetivaci6n con el verbo de soporte estar, que conlleva la reducci6n de su primer argumento; el resultado de dicha adjetivacibn es que disponerz se convierte en el adjetivo derivado estar dispuestoz: Alguien lo disponiaz todo para la inauguracibn [Adj deverbal] (66) -+ Todo estaba dispuestoz para la inauguracibn N6tese que estar dispuestoz en (66) no se puede considerar una forma de la pasiva con estar, puesto que (66) no admite un complemento agente introducido por por, ?*Todo estaba dispuesto~por alguien para la inauguracidn y, por tanto, no es una construcci6n pasiva. En suma, la adjetivaci6n deverbal de disponerz crea el adjetivo derivado estar dispuestoz de (66), que coincide con el adjetivo aut6nomo estar dispuesto~de (64) y, a partir de esa confluencia, surge la polisemia. Aun en otros casos, un predicado polisCmico puede tener un derivado morfol6gico asociado, sin que este dltimo se pueda poner en relaci6n transformacional con dicho predicado. Asi p. ej., advertir~'darse cuenta' en (67) Max advirtid~que habia habido un fraude en su Universidad y advertirz 'avisar, prevenir' en (68) Max advirtibz a1 rector que denunciaria el fraude estiin relacionados morfol6gicamente con el nombre predicativo advertencia en (69) Max le hizo una advertencia a1 rector; sin embargo, aunque exista dicha relaci6n formal, (69) no es una parifrasis ni de (67) ni de (68), puesto que el significado de hacer una advertencia 'amonestar' no se puede relacionar con 10s significados de advertir~o advertirz en (67) y (68).

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El estudio sistematico en el lCxico de las relaciones entre predicados aut6nomos y derivados en el marco de la predicaci6n permite sustituir el estudio de las relaciones derivativas entre formas morfofono16gicas por el estudio de las relaciones entre clases de predicados en el marco de relaciones interoracionales. Asi, en la medida en que la morfologia derivativa queda absorbida por la sintaxis, se puede eliminar como un componente independiente. Desde el punto de vista de la construcci6n material del m6dulo sintictico de la base de conocimiento (2.13), el estudio de las relaciones entre predicados permite reducir de forma controlada el ndmero de predicados (aut6nomos) que debe estudiar la sintaxis lexica y, en consecuencia, evita la redundancia que entraiiaria estudiar 10s predicados aut6nomos y, ademis, sus derivados, teniendo en cuenta que estos iiltimos simplemente heredan las propiedades de 10s predicados de 10s que se derivan.

Una oraci6n de relativo no restrictiva (o explicativa) se forma a partir de una oraci6n secundaria 0 2 , en la que se repite una palabra (o una secuencia de palabras) de una oraci6n primaria 01,a la que 0 2 esta unida mediante el predicado punto y coma, que representamos con el signo ortogrifico La relativizaci6n reduce la palabra repetida de 0 2 a un pronombre relativo que pasa a ocupar una posici6n inicial en la oraci6n de relativo, y Csta, a su vez, se sittia justo a1 lado de la palabra de 01que el pronombre relativo reemplaza en 0 2 . La palabra o palabras repetidas de 0 2 pueden ser un argument0 con o sin adjuntos derivados (3.7), un predicado sin marcas de tiempo con o sin sus argumentos (3.6.1), o bien una oracibn. Llarnamos oraci6n de relativo a una oraci6n 0 2 con un pronombre de relativo en posicidn inicial que reemplaza a una palabra o a una secuencia de palabras de 01.Observemos un ejemplo. La relativizaci6n reduce documentacidn de 0 2 en (70) a1 pronombre relativo que de (70'), el cual encabeza la oracidn de relativo, y, a su vez, la oraci6n de relativo se sitiia justo a1 lado de la palabra de 01que se repite con un pronombre de relativo en 02, es decir, junto a documentacidn. La relativizaci6n tiene lugar, en primer lugar, porque, en (70), la oraci6n secundaria 02, la documentacidn se habia perdido, repite la palabra documentacidn de la oraci6n primaria 01, Eva entregd la documentacidn a sus dueiios, y, en I;'.

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segundo lugar, porque 0 2 se encuentra unida a 0 1 mediante el predicado ';' : (70) Eva entregd la documentacidn a sus duerios; la documentacidn se habia perdido (70') [Rel] -+Eva entregd la documentacidn, que se habia perdido, a sus dueiios Como podemos observar en (70), el predicado punto y coma ';' ni admite rnarcas de predicado ni impone marcadores a sus dos argumentos. En realidad, el predicado ';' no es autbnomo, sino que -a1 igual que la modalidad oracional (2.11)- es el resultado de la reducci6n de un predicado meta1in~8istico'~, concretamente, de alguien subordina, que opera sobre dos oraciones. Asi, el predicado punto y coma de (70) se forma a partir de la reducci6n de alguien subordina, que opera sobre las dos oraciones Eva encontrd la documentacidn y la documentacidn se habia perdido, es decir, (70) es una reduccihn de Yo subordino: Eva encontrd la documentacidn, la documentacidn se habia perdido. Las oraciones de relativo restri~tivas'~ (o especificativas) se forman bisicamente mediante el rnismo proceso que da lugar a las relativas no restrictivas. De hecho, la diferencia entre la formaci6n de ambos tipos de construcciones relativas depende de si el predicado de la oraci6n primaria y el de la secundaria operan sobre el mismo elemento ICxico o si, por el contrario, el predicado de la oraci6n primaria opera sobre el elemento lCxico repetido, cuando el predicado de la oraci6n secundaria ya ha operado sobre 61. Analicemos un ejemplo de relativizaci6n no restrictiva y otro de relativizaci6n restrictiva. En (71), tanto el predicado mandar de la oraci6n primaria, es decir, LQS padres mandan a sus hijos a una Universidad privada, como el predicado tener dinero de la oraci6n secundaria, es decir, 10s padres tienen dinero, operan sobre padres, sin que exista ning6n tipo de restricci6n sobre padres, y, en consecuencia, el resultado es la oraci6n de relativo no restrictiva (7 1'):

15. Cf. Harris (1982:lOl). 16. Cf. Harris (1982:124 ss.).

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Los padres mandan a sus hijos a una Universidad privada; 10s (71) padres tienen dinero [Re]] (7 1') 4 Los padres, que tienen dinero, mandan a sus hijos a una Universidad privada Por el contrario, en (72), el predicado mandar de la oraci6n primaria Alguien manda a sus hijos a una Universidad privada opera sobre padres, despu6 de que el predicado tener dinero haya operado sobre padres; asi, mandar no opera sobre padres en general, sino sobre 10s padres que tienen dinero, es decir, sobre la restriccidn que tener dinero impone sobre padres. En consecuencia, el efecto restrictivo de la relativizaci6n estii determinado por el orden en el que el predicado primario mandar, y el predicado secundario tener dinero operan sobre padres. Nbtese que las comas que se utilizan para distinguir las oraciones de relativo restrictivas de las no restrictivas se eliden, cuando la oraci6n de relativo se encuentra dentro de otra oraci6n de relativo. Por ello, en (73), las comas que indican que 10s padres, que tienen dinero es una no restrictiva se eliminan, puesto que dicha construcci6n esth ubicada dentro de otra oraci6n de relativo, concretamente, dentro de la oraci6n de relativo que subrayamos en el ejemplo: Alguien, aue son 10s padres, que tienen dinero. Finalmente, la reduccibn algo/alguien, que ser en (73) elide alguien, que son y, de esta forma, 10s padres que tienen dinero se convierte en un argument0 direct0 de mandar en (74):

Alguien manda a sus hijos a una Universidad privada; 10s padres son alguien; 10s padres tienen dinero

(72) [Re11

-+ Alguien rnanda a sus hijos a una Universidad privada; 10s padres, que tienen dinero, son alguien

[Re11 (73) + Alguien, que son 10s padres que tienen dinero manda a sus hijos a una Universidadprivada [Red algo/alguien, que ser] (74) +Los padres que tienen dinero mandan a sus hijos a una Universidad privada

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Los adjetivos restrictivos y no restrictivos se forman, respectivamente, a partir de oraciones de relativo restrictivas y no restrictivas. Asi p. ej., el adjetivo no restrictivo h e m s o en (75"), se forma a partir de una oracicin de relativo no restrictiva, que, a su vez, se crea a partir de (73, donde acariciar en 01y hermoso en 0 2 operan sobre cabellera, sin que se le imponga ninguna restriccicin a este argumento; el resultado, por tanto, es la oraci6n de relativo no restrictiva (75'); tras la reducci6n de la oracicin de relativo en (757, que borra el pronombre relativo y el v e r b de soporte, se forrna el adjetivo no restrictivo hermoso de (75'7, que puede ir antepuesto a su argumento:

Eva acariciaba su cabellera; su cabellera era hermosa (75) (75') [Rel] + Eva acariciaba su cabellera, que era h e m s a (75") [Red ORel] -+ Eva acariciaba su hermosa cabellera Por el contrario, el adjetivo restrictivo delictivas de (80) se forma a partir de la oraci6n de relativo restrictiva de (78), las actividades que son delictivas; en efecto, tras su reduccibn en (79), se convierte en actividades delictivas, donde el adjetivo delictivas restringe el alcance de actividades 6nicamente a las actividades delictivas. Asi, tras la reduccibn alguien/algo, que ser en (79), castigar no opera sobre actividades en general, sino 6nicamente sobre las actividades delictivas y, por tanto, delictivas adquiere un valor restrictivo: (76) La ley castiga algo; las actividades son algo; las acttt?iciactes son

delictivas [Re11 (77) -+La ley castiga algo; las actividades, que son delictivas, son algo [Re11 (78) +La ley castiga algo, que son las actividades que son delictivas [Red ORel] (79) + La ley castiga algo, que son las actividades delictivas [Red algo/alguien, que ser] (80) -, La ley castiga las actividades delictivas

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La relativizacidn constituye una reduccidn bisica dentro de la sintaxis ltxica del espaiiol, puesto que permite formar construcciones sinticticas recursivas, que, a diferencia de las que crea la predicaci6n de segundo nivel, no estin ICxicamente condicionadas. Asirnismo, las construcciones relativas, que surgen como resultado de la relativizacidn, tienen tambiCn una importancia bisica, puesto que, a partir de su reduccidn (3.7), se origina un gran nfimero de construcciones derivadas, como p. ej., 10s adjetivos complementos del nombre, como hemos podido observar en la anterior derivacidn, 10s complementos adnominales, 10s llamados complementos circunstanciales, etc.

3.6.1 Relativizaci6n de predicados norninales y adjetivos Los nombres predicativos de un argumento que seleccionan el verbo de soporte ser, como p. ej., el Ppser un peligro en Que digas eso es un peligro, admiten su relativizacidn: [Rell

el peligro; que digas eso es el peligro el peligro, que es que digas eso

+

Por el contrario, 10s nombres predicativos de mis de un argumento que seleccionan el verbo de soporte ser, como p. ej., el Pppser una consecuencia en Que sobre mercancia eS una consecuencia de no haber planijicado la produccidn o el nombre predicativo derivado motivo en La nueva politica econdmica fie el motivo de que se recuperase la economia, que es una nominalizaci6n deverbal de La nueva politica econdmica motivd que se recuperase la economia, no adrniten su relativizaci6n independiente:

una consecuencia; que sobre mercancia es una consecuencia de no haber planijicado la produccidn [Re11 (81 ) z *una consecuencia, que que sobre mercancia es de no haber planijicado la produccidn

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el motivo; la nueva politica econdmica es el motivo de que se haya recuperado la economia [Re11 (82) z *el motivo, que la nueva politica econdmica es de que se haya recuperado la economia aunque si admiten su relativizaci6n junto a su segundo argumento:

una consecuencia de no haber planijicado la produccidn; que sobre mercancia es una consecuencia de no haber planijicado la produccidn [Re11 + una consecuencia de no haber planijicado la produccidn, que es que sobre mercancia el motivo de que se haya recuperado la economia; la nueva politica econdmica es el de que se haya recuperado la economia [Re11 + el motivo de que se haya recuperado la economia, que es la nueva politica econdmica Se podria pensar que la inaceptabilidad de (81) e s motivada ~ estilisticamente por la repetici6n de que, tal como sucede, p. ej., en *la consecuencia, que que se desintegrd el pais es, donde, si evitamos la repeticibn de que mediante la posposicidn de la oraci6n que se desintegrd el pais, obtenemos el grupo nominal aceptable la consecuencia, que es que se desintegro' el pais. Pero obsCrvese que, aunque en (81) se posponga la oraci6n que sobre mercancia, con objeto de evitar la repetici6n de que, el resultado sigue siendo un grupo nominal inaceptable: *una consecuencia, que de no haber planijicado la produccidn es que sobre mercancia. ObsCmese, a d e d s , que (82) es inaceptable, sin que en dicha oraci6n haya ninguna repetici6n de que. El comportamiento de 10s nombres predicativos que seleccionan el verbo de soporte ser en relaci6n con la relativizacibn contrasta con el que tienen 10s nombres predicativos de dos o m6s argumentos que seleccionan otros verbos de soporte, ya que estos 6ltimos -a diferencia de 10s primerosadmiten su relativizaci6n independiente y, tambiCn, su relativizacibn junto con sus segundos argumentos. Asi p. ej., el nombre predicativo P,, aversidn

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en Drcicula tiene aversidn a 10s espejos, el P,, tener una garantia en Nosotros tenemos la garantia de que respetarcin el trato o el predicado derivado de tres argumentos planteamiento en (83) Max hizo un planteamiento del problema a 10s ingenieros, que es una nominalizaci6n deverbal con el verbo de soporte hacer de Max planted el problema a 10s ingenieros, admiten su relativizaci6n independiente: aversidn; Drcicula tiene aversidn a 10s espejos [Rel] -+ la aversidn, que Drcicula tiene a 10s espejos la garantia; nosotros tenemos la garantia de que aceptarcin el trato [Re11 + la garantia, que nosotros tenemos de que aceptarcin el trato el planteamiento; Max hizo el planteamiento del problema a 10s ingenieros [Re11 (84) -+ el planteamiento, que Max hizo del problema a 10s ingenieros el planteamiento; Max hizo el planteamiento a 10s ingenieros del problema [Re11

(84') +el planteamiento, que Max hizo a 10s ingenieros del problema y, tambiCn, su relativizaci6n junto a sus segundos argumentos:

aversidn a 10s espejos; Drcicula tiene aversidn a 10s espejos [Rel] + la aversidn a 10s espejos, que Drcicula tiene la garantia de que aceptarcin el trato; nosotros tenemos la garantia de que aceptardn el trato [Rel] +la garantia de que aceptarcin el trato, que nosotros tenemos

ObsCrvese que planteamiento se puede relativizar junto a cualquiera de sus segundos argumentos:

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el planteamiento del problema; Max hizo el planteamiento del problem a 10s ingenieros [Re11 (85) + el planteamiento del problema, que Max hizo a 10s ingenieros el planteamiento a 10s ingenieros; Max hizo el planteamiento a 10s ingenieros del problema [Re11 (86) + el planteamiento a 10s ingenieros, que Max hizo del problem y, tambikn, junto a su segundo y tercer argurnento en cualquier orden:

el planteamiento del problema a 10s ingenieros; Max hizo el planteamiento del problem a 10s ingenieros [Re11 (87) +el planteamiento del problema a 10s ingenieros, que Max hizo el planteamiento a 10s ingenieros del problema; Max hizo el planteamiento a 10s ingenieros del problema [Re11 (88) +el planteamiento a 10s ingenieros del problema, que Max hizo Algunos adjetivos predicativos admiten su relativizacibn, pero para ello requieren su nominalizacidn previa con el determinante neutro lo. Asi p. ej., tras nominalizar el adjetivo difcil con el determinante lo, se puede relativizar lo difcil, como podemos observar en la siguiente derivaci6n:

lo difcil; que consigan todos sus objetivos cientficos es lo difcil [Re11 + lo difcil, que es que consigan todos sus objetivos cientficos En algunos casos, es posible incluso la relativizacibn de adjetivos predicativos de dos argumentos, per0 estos s610 suelen admitir su relativizaci6n junto a su segundo argumento:

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#

+

lo posterior; el golpe de estado fue lo posterior a la proclamacidn de la independencia [Re11 *lo posterior, que el golpe de estado fue a la proclamacidn de la independenciaI7 lo posterior a la proclamacidn de la independencia; el golpe de estado fue lo posterior a la proclamacidn de la independencia [Re11 lo posterior a la proclamacidn de la independencia, que fue el golpe de estado [Rel]

lo coherente; actuar asi es lo coherente con sus ideas *lo coherente, que actuar asi es con sus ideas

#

lo coherente con sus ideas; actuar asi es lo coherente con sus ideas [Rel] + lo coherente con sus ideas, que es actuar asi La relativizaci6n de adjetivos constituye una propiedad marginal, dado que esd muy restringida ICxicarnente y ello limita, en consecuencia, las construcciones que se pueden derivar a partir de la reducci6n de oraciones con adjetivos predicativos relativizados (3.9).

3.6.2 Pasivizaci6n de predicados nominales y adjetivos La nombres predicativos que admiten su pronominalizaci6n con 10s cliticos lo, 10s. la o las, y que, en relaci6n con su v e r b de soporte, constituyen, por tanto, objetos directos (3.1.6) pueden admitir una pasiva, que les puede convertir en sujetos de la oracih derivada. En general, 10s nombres predicativos pueden aceptar la pasiva, cuando seleccionan verbs de soporte, como p. ej., dar, hacer, tomar, etc., pero no cuando seleccionan soportes como tener, aunque el nombre predicativo sea tambiCn su objeto directo; asi p. ej., aunque es aceptable la oraci6n Tu jefe tiene una mentalidad retrdgradai y sus 17. ObsCrvese asimismo la inaceptabilidad de *lo posterior, que fue el golpe de estado a la proclamacidn de la independencia.

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subordinados tambikn lai tienen, en la que mentalidad retrbgrada pronominaliza con la y es, por tanto, un objeto directo de tener, la pasiva *Una mentalidad retrdgrada es tenida por tu jefe resulta inaceptable. Analicemos algunos ejemplos. El nombre predicativo ultimcitum en (89) y el nombre predicativo derivado planteamiento en (83), que tienen una funci6n sintfictica de objeto directo, como podemos comprobar, respectivamente, en (23) y en Max hizo un planteamientoi a 10s ingenieros y 10s ingenieros se 10i hicieron a Max, admiten su pasivizaci6n: (89) El gobiemo dio el ultim6tum a 10s terroristas [Pasiva ser] + El ultimcitumfie dado a 10s terroristaspor el gobiemo (90) Max hizo el planteamiento a 10s ingenieros [Pasiva ser] (90') + El planteamientofie hecho a 10s ingenieros por Max Es interesante observar que, a1 igual que la relativizaci6n (3.6.1), la pasivizaci6n permite aglutinar el nombre predicativo y sus segundos argumentos, que, de esta forma, pasan a ocupar una posici6n inicial a la izquierda del predicado en la oraci6n derivada: [Pasiva ser] de (89) + El ultimcitum a 10s terroristasfie dado por el gobiemo [Pasiva ser] de (90) + El planteamiento a 10s ingenierosfie hecho por Max N6tese que la aglutinaci6n que estamos estudiando no se puede dar con segundos argumentos de predicados verbales, Una bandera lefie entregada a Max por Rambo, ?*Una bandera a Max le fie entregada por Rambo, aunque pueda darse en construcciones como (91) La bandera anarquista, a Max le fie entregada por la CNT y a Eva, por la FAI; per0 obskrvese que (91), a diferencia de (89) y (90), es una construcci6n contrastiva que requiere una entonaci6n enf5tica para que resulte aceptable. En el caso de nombres predicativos de tres argumentos, la pasivizaci6n -al igual que la relativizaci6n en (88)- permite que el nombre

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predicativo junto con su segundo y su tercer argumento pasen a ocupar una posici6n inicial en la oraci6n pasiva: (92) Max hizo el planteamiento del problema a 10s ingenieros [Pasiva ser] + El planteamiento del problema a 10s ingenierosfie hecho por Max Asimismo, la restricci6n que hemos seiialado con anterioridad en (8 1) y (82), en relaci6n con la relativizaci6n independiente de 10s nombres predicativos que seleccionan el verbo de soporte ser (3.6.1), se manifiesta tambiCn en la pasivizacibn, aunque con algunas diferencias. Asi p. ej., planteamiento admite su relativizaci6n independiente, como hemos podido obsewar en (84), e incluso admite su pasivizaci6n independiente, cuando se ha elidido su argumento introducido por el rnarcador de, como en (907, pero no admite su pasivizaci6n independiente, cuando no se ha elidido su argumento introducido por de: [Pasiva ser] de (92) # *El planteamiento fie hecho del problema a 10s ingenieros por Max [Pasiva ser]

Max hizo el planteamiento del problem

+ *El planteamientojke hecho del problema por Max

Las pasivas con ser o estar, a diferencia de la pasiva con se y las pasivas sede o estar-de'*, son transformaciones que requieren como condici6n necesaria para su aplicaci6n -aunque no suficiente- que el predicado al que se aplican tenga un argumento que posea las propiedades de pronominalizaci6n caracteristicas de 10s objetos directos, es decir, que admita una pronominalizaci6n con lo, los, la o las (3.1.6). Es cierto que 10s adjetivos predicativos, 10s participios e, incluso, 10s grupos preposicionales predicativos admiten una pronominalizaci6n con lo, p. ej., (93) Eva es buenai per0 Sara no 10i es, (94) Max estaba detenidoi por la policia politica per0 Eva no 10i estaba, Max estci en manos de esta chusmai y Eva no 10i estci, pero, en estas pronominalizaciones, lo es una forma invariable que no concuerda con 18. Cf. Subirats (1987:76-79).

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el adjetivo predicativo o con el participio que pronominaliza; comphrese, p. ej., la aceptabilidad de (93) y (94) con la inaceptabilidad de *Eva es buena pero Sarai no la; es o *Max estaba detenido por la policia politica, pero Evai no lai estaba, en las que se ha concordado el clitico con el adjetivo o con el participio que dicho clitico pronominaliza. Por ello, las construcciones con adjetivos, participios derivados, grupos preposicionales y preposiciones predicativos nunca cumplen las condiciones necesarias que les permitirian admitir la pasiva con ser o con estar y, en consecuencia, no admiten su aplicaci6n en ningiin caso; sin embargo, estos predicados si pueden admitir la pasiva con se, puesto que su aplicaci6n no exige que el predicado afectado tenga un argument0 que sea un objeto directo. Asi p. ej., el Apred bueno en (93, el GPpred de moda en (96) o la Prepred ser de 'proceder' en (97) admiten la pasiva con se:

(95) Uno es bueno, cuando uno hace todo lo que le dice el jefe [Se pasiva] -, Se es bueno, cuando uno hace todo lo que le dice el jefe (96) Cuando uno estd de moda, sale uno mucho en la tele [Se pasiva] -, Cuando se estd de moda, sale uno mucho en la tele (97) Cuando uno es de un pais subdesarrollado, uno tiene muchos problemas [Se pasiva] -, Cuando se es de un pais subdesarrollado, uno tiene muchos problemas

ObsCrvese que incluso 10s participios derivados de las construcciones pasivas con ser como (98) o pasivas con estar como (100) admiten la aplicaci6n de la pasiva con se, con lo cual las oraciones resultantes (99) y (101) han sufrido la aplicaci6n consecutiva de dos pasivas distintas:

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(98) La venganza es lo u'nico en lo que uno piensa, cuando la policia politica le ha torturado a uno [Pasiva ser] +La venganza es lo u'nico en lo que uno piensa, cuando uno ha sido torturado por la policia politica [Pasiva se] (99) + La venganza es lo u'nico en lo que uno piensa, cuando se ha sido torturado por la policia politica (100) Uno puede cometer estas irregularidades, cuando el gran jefe le autoriza a uno para ello [Pasiva estar] + Uno puede cometer estas irregularidades, cuando uno estd autorizado por el gran jefe para ello [Pasiva se] (101) + Uno puede cometer estas irregularidades, cuando se estci autorizado por el gran jefe para ello En suma, existe una diferencia fundamental entre 10s adjetivos predicativos, 10s participios derivados, 10s grupos preposicionales y las preposiciones predicativos, por un lado, y 10s nombres predicativos, por otro, pues, aunque ninguna de dichas clases de predicados poseen segundos argumentos que tengan la funci6n sintictica de objeto directo, en el caso de 10s nombres predicativos, es el propio nombre predicativo el que puede tener la funci6n de objeto directo en relaci6n con su verbo de soporte transitivo, como p. ej., hacer, dar, etc., y, por tanto, en las construcciones con nombres predicativos, se pueden crear las condiciones para aplicar la pasiva con ser 0 con estar.

3.7 Reducci6n de la oraci6n de relativo La reducci6n de la oraci6n de relativo es una transformaci6n que elide el pronombre de relativo y el verbo de soporte ser o estar de construcciones relativas en las que se ha relativizado el primer argument0 de un predicado perteneciente a una de las siguientes clases:

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1. predicados nominales, que seleccionen el verbo de soporte ser, como p. ej., peligro en (102); 2. adjetivos predicativos, independientemente de que su verbo de soporte sea ser o estar, como p. ej., serjiel en (103) o estar cansado en (104); 3. participios resultantes de pasivas con ser o con estar, como p. ej., ser utilizado en (105) y estar controlado en (106), respectivamente; 4. grupos preposicionales predicativos, como p. ej., en venta en (107); 5. preposiciones predicativas, como p. ej., sobre en (108) o conjunciones predicativas, como p. ej., porque en (109). Las elisiones que provoca la Red ORel no entrafian la p6rdida irrecuperable de informaci6n oracional, puesto que, por un lado, la elisi6n del pronombre relativo no elimina elementos ICxicos, sino su repetici6n pronominal en una oraci6n de relativo y, por otro lado, la elisi6n del verbo de soporte borra unas marcas temporales de presente, que se asignan por defect0 a 10s predicados de las oraciones de la base (2.11): (102) la epidemia, que es un peligro para la poblacibn [Red ORel] (102') 4 la epidemia, un peligro para la poblacidn (103) las personas que son jieles a sus convicciones [Red ORel] (103') -+ las personasfleles a sus convicciones (104) las becarias, que estcin cansadas de aguantar a su jefe [Red ORel] (104') -+ las becarias, cansadas de aguantar a su jefe (105) el proletariado, que es utilizado por sus explotadores [Red ORel] (105') + el proletariado, utilizado por sus explotadores (106) la venta de drogas ilegales, que estci controlada por la policia local [Red ORel] (106') -+ la venta de drogas ilegales, controlada por la policia local

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(107) 10s locales que estcin en venta desde principios de aiio [Red ORel] (107') j 10s locales en venta desde principios de aiio (108) 10s estudios que son sobre la mezquindad humana [Red ORel] (108') j 10s estudios sobre la mezquindad humana (109) M a f i e rnuy agresivo, lo cual es porque no soporta su prepotencia [Red ORel] (109') j M a f i e rnuy agresivo, porque no soportaba su prepotencia A partir de la reducci6n de la oraci6n de relativo, se origina un gran ndmero de construcciones derivadas: 1. las aposiciones, que, en realidad, constituyen reducciones de oraciones de relativo no restrictivas, como p. ej., un peligro para la poblaci6n en (102'), cansadas de aguantar a su jefe en (104'), utilizado por sus explotadores en (105') o controlada por la policia local en (106'); 2. 10s adjetivos complementos del nombre, comofieles a sus convicciones en (103'); 3. 10s complementos adjuntos, como p. ej., en venta desde principios de aiio en (107') y sobre la mezquindad humana en (108'); 4. 10s llamados complementos circunstanciales, como porque no soportaba su prepotencia en (109'). Dado que, en el marco de nuestro modelo, 10s modificadores de (1.-4.) se pueden derivar a partir de reducciones de construcciones de relativo mediante la Red ORel, dichos modificadores no constituyen construcciones sinticticas aut6nomas y, por tanto, tampoco les podemos atribuir una funci6n sintactica (3.6.1). Analicemos un ejemplo relacionado con 10s llamados complementos circunstanciales, que tienen una larga tradicibn en la sintaxis espaiiola. Para nosotros, porque no soportaba su prepotencia en (109') no tiene una funci6n sintiictica de complemento circunstancial, puesto que se puede derivar a partir de una oraci6n como (110) Max fie rnuy agresivo; ser Max rnuy agresivo fie porque no soporta su prepotencia, en cuya oraci6n secundaria el Pppporqueopera sobre Maxfue rnuy agresivo y no

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soporta su prepotencia: en efecto, la relativizaci6n de (1 10) genera (109) y la reducci6n de (109) mediante Red ORel crea el "complemento circunstancial" de (109'). Dado que este proceso derivational se puede extender a todos 10s complementos circunstanciales, carece de sentido asignar una funci6n sintictica para una construcci6n que es el resultado de una reduccibn, especialmente, cuando dicha reducci6n es necesaria en la sintaxis lCxica del espaiiol a1 margen del problema que estamos tratando. Asimismo, dado que no solo 10s complementos circunstanciales sin0 todos 10s modificadores de (1.-4.) se pueden derivar transformacionalmente, como hemos podido obsewar en (102109'), la derivaci6n que proponemos nos permite llevar a cab0 una reducci6n controlada del ndmero de construcciones y de funciones sinkicticas del espaiiol. 3.8 Reducci6n del verbo de soporte

La reducci6n del v e r b de soporte es una transformaci6n que se puede aplicar tras la relativizacidn de predicados nominales y de ciertos predicados adjetivos nominalizados; su aplicaci6n introduce 10s siguientes cambios en la construcci6n derivada: 1. elide el pronombre relativo y el v e r b de soporte del predicado relativizado; 2. el primer argumento del predicado relativizado se convierte en su complemento adjunto introducido por la preposici6n de, formando un grupo nominal cuyo ndcleo es dicho predicado, y sus segundos argumentos se integran a dicho grupo nominal. La reducci6n del verbo de soporte incluye 10s cambios formales propios de la reducci6n de la oraci6n de relativo, concretamente, la reducci6n del pronombre de relativo y la del verbo de soporte ser y estar, per0 mantiene algunas diferencias fundamentales con la Red ORel: 1. la Red Vsop se aplica a oraciones en las que se ha relativizado la repetici6n de un nombre o un adjetivo predicativos, mientras que la Red ORel se aplica a oraciones de relativo en las que se ha relativizado la repetici6n del primer argumento de un predicado no verbal que selecciona el verbo de soporte ser o estar;

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2. la Red Vsop puede elidir cualquier verbo de soporte, pues, aunque su aplicaci6n estii circunscrita a dos clases de predicados, concretamente, a 10s nombres y 10s adjetivos predicativos, no esd restringida en funci6n del v e r b de soporte que seleccionan dichos predicados; por el contrario, la Red ORel solo puede elidir el verbo de soporte ser o estar, y su aplicaci6n esd restringida a las clases de predicados que seleccionan dichos Vsop. La Red Vsop convierte el primer argumento del Npred relativizado en su complemento adjunto introducido por la preposicidn de, mientras que, en el caso de la Red ORel, esto no puede suceder, puesto que el primer argumento es justamente el antecedente de la oraci6n de relativo. Analicemos algunos ejemplos. Los nombres predicativos de un solo argumento, como p. ej., el P, importancia, adrniten una 6nica relativizacibn del predicado, tras la cual se puede aplicar la reduccidn del v e r b de soporte; asi p. ej., a partir de (1 1I), la Red Vsop convierte el argumento oracional de importancia, es decir, identificar 10s fallos de esta propuesta, en un complemento adjunto de dicho Npred introducido por la preposicidn de: (1 11) la importancia, que tiene identijicar 10s fallos de esta propuesta [Red Vsop] (1 11') + la importancia de ident8car 10s fallos de esta propuesta Por el contrario, 10s predicados nominales de m8s de un argumento admiten una relativizaci6n miiltiple (3.6.1) y cada una de dichas relativizaciones puede admitir la Red Vsop; asi p. ej., el P, seguridad de Sara tiene una gran seguridad en simisma admite una relativizacidn independiente en (1 12), pero tambiCn una relativizacibn junto a su segundo argumento en (113), y tanto (1 12) como (1 13) se pueden reducir mediante la Red Vsop, dando lugar, por un lado, a (1 12'), donde el primer argumento derivado, es decir, de Sara, se adjunta directamente a dicho predicado y, por otro lado, a (113'), donde de Sara se adjunta tras el segundo argumento de seguridad (1 12) la gran seguridad, que Sara tiene en si misma [Red Vsop] (1 12') -+ la gran seguridad de Sara en si misma

Clases de predicados (1 13) la gran seguridad en simisma, que Sara tiene [Red Vsop] (113') + la gran seguridad en si misma de Sara Anilogamente, 10s predicados de tres argumentos pueden admitir la Red Vsop de cada una de sus relativizaciones; asi p. ej., el Vn derivado de tres argumentos planteamiento admite seis relativizaciones distintas, como hemos podido observar en (84), (84') y (85-88), y cada una de ellas admite su correspondiente Red Vsop tal como podemos observar a continuaci6n: [Red Vsop] de (84) + el planteamiento de Max del problema a 10s ingenieros [Red Vsop] de (84') + el planteamiento de Max a 10s ingenieros del problema [Red Vsop] de (85) + el planteamiento del problema de Max a 10s ingenieros [Red Vsop] de (86) + el planteamiento a 10s ingenieros de Max del problema [Red Vsop] de (87) + el planteamiento del problema a 10s ingenieros de Max [Red Vsop] de (88) + el planteamiento a 10s ingenieros del problema de Max Los adjetivos predicativos precedidos por el determinante neutro lo que admiten su relativizacibn pueden llegar a adrnitir la Red Vsop, aunque la posibilidad de aplicaci6n de esta reducci6n esti muy restringida y, en consecuencia, tiene un caricter marginal desde el punto de vista de su productividad 1Cxica:

lo triste; que Eva se haya ido es lo triste + lo triste, que es que Eva se haya ido [Rel] [Red Vsop] + lo triste de que Eva se haya ido lo molesto; verificar una hipdtesis en el lkxico es lo molesto [Rel] -+ lo molesto, que es verificar una hipdtesis en el lkxico [Red Vsop] -+lo molesto de ver$car una hipdtesis en el lbico

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3.9 Nombres predicativos sin marcas temporales como argumentos de otros predicados Aparentemente, 10s argumentos de nivel cero y 10s nombres predicativos sin marcas temporales se pueden convertir de forma aniloga en argumentos de otros predicados. Asi p. ej., el predicado analizar parece aceptar de la misma forma tanto el argumento N piedra como el Npred idea: ( 1 14) Max analiza una pi&, ( 1 15) Max analiza una idea. Sin embargo, la forma que tienen los$&dicados de incorporar un N o un Npred como argumento es distinta. En efecto, ( 1 14) es una oraci6n de base, que se ha formado a partir de las propiedades de dependencia y de selecci6n de analizar; por el contrario, ( 1 1 5 ) -que repetimos en (116")- es una oraci6n derivada de ( 1 16): 1. en la oraci6n primaria de ( 1 16), el verbo predicativo analizar tiene el pronombre indefinido algo como segundo argumento en la misma posici6n en la que va a recibir el Npred idea como argumento; a su vez, en la oraci6n secundaria, el argumento de idea (que es el Npred que se va a convertir en argumento de analizar) repite el pronombre indefinido algo de la oraci6n primaria; asi, la relativizaci6n reduce la segunda ocurrencia de algo en (116') a un pronombre relativo y convierte la oraci6n de relativo en un modificador de su antecedente algo. 2. En ( 1 16"),la reducci6n algo/alguien, que ser elide: (a) el antecedente de la oraci6n de relativo, es decir, algo. (b) el pronombre relativo que, (c) el verbo de soporte ser y convierte el Npred idea en el segundo argumento de analizar. ( 1 16) Max analiza algo; algo es una idea ( 1 16') [Rel] + Max analiza algo, que es una idea [Red algo/alguien, que ser] ( 1 1 6 ) + Max analiza una idea

En suma, la incorporaci6n de un N por parte de un predicado es un proceso directo, que esti determinado por su requerimiento argumental y su selecci6n. Por el contrario, para que un Npred sin marcas temporales se convierta en un argumento de otro predicado tiene que haber un proceso derivational en el que se tiene que aplicar una relativizaci6n y una

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reduccidn algo/alguien, que ser. En la medida en que 10s nombres predicativos no pueden convertirse directamente en argumentos, la presencia de un predicado como un argumento de otro predicado se puede considerar como la huella (2.7) que deja la aplicacidn de la reducci6n de algo/alguien, que ser. En efecto, la aplicaci6n de esta reducci6n s610 puede tener lugar en el caso de que algo/alguien, que ser preceda a un nombre predicativo'9 y, por tanto, solo se aplica, cuando la huella que deja es la conversidn de un nombre predicativo en un argumento de otro predicado. En el marco de este planteamiento, careceria de sentido que en (1 14) -que repetimos en (1 17')propusiCramos una reducci6n algo/alguien, que ser para convertir el N piedra en un argumento de analizar: Max analizd algo; algo es una piedra (1 17) [Rel] + Max analizd algo, que es una piedra [Red algo/alguien, que ser] (1 17') + Max analizd una piedra pues, dado que piedra se puede convertir directamente en un argumento de analizar, en (117'), no quedaria ninguna huella de la aplicaci6n de la reducci6n algo/alguien, que ser; por ello, (1 17) no admite una reducci6n; por el contrario, cuando la huella que deja es un Npred como en (116), dicha reducci6n permite explicar c6mo un Npred puede aparecer como un argumento directo de otro predicado. Dado que 10s nombres predicativos -a1 igual que 10s demris predicados- aparecen en las oraciones de base con sus marcas de tiempo y su requerirniento argumental satisfecho, la aparici6n de un Npred sin marcas temporales y sin argumentos como un argumento de otro predicado es justarnente la huella de que ha habido una elisi6n de sus marcas de tiempo y de sus argumentos. En el caso de 10s nombres predicativos de un solo argumento -P, o P,-, ambas elisiones se llevan a cab0 con la transformaci6n que inserta el Npred en posici6n de argumento en la oraci6n receptora, es decir, mediante la reducci6n algo/alguien, que ser, como 19. La reducci6n algo/alguien, que ser tambiCn puede darse marginalmente con adjetivos predicativos, como veremos a1 final de este apartado.

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hemos podido observar en (1 16"). Pero cuando se trata de nombres predicativos de ma's de un argumento, su inserci6n como argumento de otro predicado entraiia adema's la reducci6n de uno o dos argumentos. Asi p. ej., el Pan padre es un argumento derivado de quejarse en (118'), pero, en la oraci6n de base (118), padre aparece con sus marcas de presente de indicativo y su requerimiento argumental satisfecho (con el pronombre indefinido alguien como primer0 y segundo argumento); dado que la reducci6n algo/alguien, que ser s610 elide el primer argumento de padre (junto con sus marcas de presente), es necesaria la reducci6n de su segundo argumento, que puede tener lugar indistintamente en cualquier punto de la derivacibn, es decir, antes o despu6s.de la relativizacidn o de la reducci6n alguiedalgo, que ser: (1 18) Alguien se quejd a la direccidn; alguien es un padre de alguien [Rel] +Alguien, que es un padre de alguien, se quejd a la direccio'n [Red Arg] +Alguien, que es un padre, se quejd a la direccidn [Red algo/alguien, que ser] (1 18') + Un padre se quejd a la direccidn Cuando el nombre predicativo que se convierte en un argumento lleva todos sus argumentos explicitos y estos no son elidibles, no se puede realizar la derivaci6n como en (116-116") o en (118-118'), puesto que el Npred no puede tener un pronombre indefinido como argumento y, por tanto, dicho Npred no se puede insertar directamente en la oraci6n receptora mediante una relativizaci6n y una posterior reduccidn algo/alguien, que ser. No obstante, como sea que todos 10s nombres predicativos, independientemente de su requerimiento argumental y del verbo de soporte que seleccionen, pueden aparecer como predicados P,, en construcciones que tienen un verbo de soporte ser con un valor ecuativo, introducimos en la derivaci6n una oraci6n en la que el predicado que se inserta aparece con un verbo ser ecuativo y un pronombre indefinido algo o alguien como argumento, en funci6n de la clase de selecci6n del predicado en relaci6n con el rasgo humano o no humano. Analicemos un ejemplo. El P,,, aversidn en Drricula tiene una aversidn a 10s espejos en (1 19) tiene su requerimiento argumental satisfecho con dos argumentos (Drricula y espejos), que no se pueden elidir; en consecuencia, el grupo nominal formado por aversio'n y sus argumentos transformados en complementos adjuntos no se podria convertir en el

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primer argumento del adjetivo predicativo ser comprensible de la oraci6n primaria de (119); sin embargo, si le aiiadimos a la derivaci6n la oraci6n algo es una aversidn, en la que ser tiene un significado ecuativo y algo coincide con la misma clase de seleccibn de aversidn, podemos llevar a cab0 dicha insercibn: la relativizaci6n convierte la repetici6n de aversidn en (119) en el pronombre relativo que de (120); la reducci6n del verbo de soporte convierte a Drdcula y a 10s espejos de (120) en complementos adjuntos de aversidn en (121); la relativizacibn convierte la repeticibn de algo en (121) en el pronombre relativo que de (122); finalmente, la reducci6n algo/alguien, que ser convierte el grupo nominal derivado la aversidn de Drdcula a 10s espejos en un argumento del adjetivo predicativo comprensible en (123). (1 19) Algo es comprensible; algo es una aversidn; Drdcula tiene una aversidn a 10s espejos [Re11 (120) +Alga es comprensible; algo es una aversidn, que Drdcula tiene a 10s espejos [Red Vsop] (121) +Alga es comprensible; algo es la aversidn de Drdcula a 10s espejos [Re11 (122) 4 Algo, que es la aversidn de Drdcula a 10s espejos, es comprensible [Red algo/alguien, que ser] (123) 4 La aversidn de Drdcula a 10s espejos es comprensible Cuando el iinico argumento elidible del nombre predicativo que se va a insertar es un pronombre indefinido, que no pertenece a la misma clase de selecci6n -en relaci6n con el rasgo humano o no humano- que dicho predicado, resulta necesario (a1 igual que en la derivaci6n anterior), introducir una oracibn en la que el predicado aparezca con un verbo ser ecuativo y un argumento algo o alguien, que corresponda a la clase de seleccidn de dicho predicado. Asi p. ej., no seria posible derivar (124) La oposicidn critic6 el llamamiento a 10s sindicatos a partir de la relativizaci6n

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de (125) La oposicidn criticd a alguien; alguien hizo un llamamiento a 10s sindicatos, es decir, (126) La oposicidn criticd a alguien, que hizo un llamamiento a 10s sindicatos, porque: (124), y (125) y (126) no son oraciones parafrtisticas; el primer argumento de llarnamiento en (124) es alguien y, por tanto, no pertenece a la misma clase de selecci6n de llamamiento, ya que alguien es humano y llamamiento es no humano; (126) no admite la reducci6n algo/alguien, que ser, dado que el verbo de soporte es hacer y no ser. Por todo ello, es necesario introducir 'en la derivacidn una oraci6n en la que llamamiento aparezca con un verbo ser ecuativo y tenga algo como argumento, es decir, Algo es un llamamiento. De esta forma, la derivaci6n resulta antiloga a la de (119-123); solo hay que aiiadir una transformaci6n que reduzca el segundo argumento de llarnamiento, teniendo en cuenta que dicha transformaci6n se puede aplicar indistintamente en cualquier punto de la derivaci6n:

La oposicidn criticd algo; algo es un llarnamiento; alguien hizo un

llamamiento a 10s sindicatos [Rel] +La oposicidn criticd algo; algo es un llamamiento, que alguien hizo a 10s sindicatos [Rel] +La oposicidn critic6 algo, que es un llamamiento, que alguien hizo a 10s sindicatos [Red Vsop] +La oposicidn criticd algo, que es el llarnamiento de alguien a 10s sindicatos [Red Arg] +La oposicidn criticd algo, que es el llarnamiento a 10s sindicatos [Red algo/alguien, que ser] + La oposicidn criticd el llamamiento a 10s sindicatos

TambiCn 10s nombres predicativos derivados sin verbo de soporte pueden convertirse en argumentos directos de otros predicados. La derivaci6n es esencialmente la misma que en 10s casos anteriores. La iinica diferencia reside en que, en la oraci6n de partida, el predicado del que se deriva el nombre predicativo tiene que ser un argumento de un nombre predicativo

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que tenga una selecci6n muy poco restrictiva, como p. ej., acto, accidn, etc., con objeto de que mediante una reducci6n de sufijaci6n (2.7) se forme el nombre predicativo derivado sin que se pierda informaci6n oracional. Asi p. ej., destruccidn en (127) se puede derivar mediante una reducci6n de sufijaci6n a partir de act0 de destruir, puesto que la reducci6n de acto crea el Vn sin verbo de soporte destruccidn:

Los romanos criticaron algo; algo es el acto de destruir Roma por parte de 10s ba'rbaros [Red sufij] (127) +Los romanos criticaron algo; algo es la destruccibn de Roma por parte de 10s bcirbaros A partir de (127), la derivaci6n se puede realizar de forma aniloga a las anteriores, es decir, [Rel] de (127) + Los romanos criticaron algo, que es la destruccidn de Roma por parte de 10s bbrbaros [Red algo/alguien, que ser] + Los romanos criticaron la destruccidn de Roma por parte de 10s ba'rbaros. Los adjetivos predicativos nominalizados con el determinante neutro lo pueden ser tambien argumentos directos de otro predicado. Sin embargo, este tipo de construcciones esti restringido por las limitaciones que imponen 10s adjetivos predicativos en relaci6n con su propia relativizaci6n (3.6.1). El proceso que convierte el adjetivo nominalizado en un argumento de otro predicado es esencialmente el mismo que el que afecta a 10s nombres predicativos: A Max le atrae algo; algo es lo misterioso [Rel] + A Max le atrae algo, que es lo misterioso [Red algo/alguien, que ser] + A Max le atrae lo misterioso En general, 10s predicados que admiten nombres predicativos sin marcas de tiempo como argumentos suelen ser de segundo nivel. Asi p. ej., analizar en (115) y (116-116"), comprensible en (1 19-123), criticar en (127) o atraer en la derivaci6n anterior, son predicados de segundo nivel que aceptan un Npred como argumento. Sin embargo, hay algunos predicados

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de primer nivel que admiten excepcionalmente nombres predicativos sin marcas temporales como argumentos. Asi p. ej., utilizar en Los sindicatos utilizaron todas sus amzas es un predicado de primer nivel Pnn y, sin embargo, admite el Npred capacidad como argumento, p. ej., Los sindicatos utilizaron su capacidad. Pero este no es un caso dnico: en efecto, 10s P,,, recibir o presentar en Max present6 el dossier a la direccidn, Eva recibid una citacidn del juzgado, a pesar de ser de primer nivel, admiten nombres predicativos, como p. ej., infomzacidn, teoria, etc., como argumentos: Max recibe la infomzacidn del cuartel general, Los cientij5cos presentaron esta teoria. Este es uno de 10s motivos que impediria derivar 10s nombres predicativos que son argumentos directos de otro predicado a partir de la reducci6n de una completiva en la que dichos Npred fueran sus predicados superiores.

3.10 Verbos predicativos simples y formas verbales locutivas: nominalizaci6n deverbal y sinonimia 16xica En algunos casos, las relaciones de sinonimia que podemos establecer intuitivamente entre verbs predicativos simples y formas verbales locutivas se pueden sistematizar en el marco de 10s cambios que introducen las norninalizaciones deverbales. Sin embargo, es necesario analizar las oraciones parafdsticas en las que se dan 10s cambios que caracterizan fonnalmente las norninalizaciones deverbales, con el fin de determinar cuiles son las oraciones entre las que existe una verdadera relaci6n transfonnacional y cuiles son aquellas entre las que se da una relaci6n de parifrasis no formalizable sinticticamente, porque est6 causada por una relaci6n de sinonimia entre un v e r b simple y una locuci6n verbal. Para ello, tenemos que delimitar las propiedades sinticticas que caracterizan a 10s nombres deverbales, con objeto de determinar sus diferencias en relaci6n con las propiedades de la parte conexa de las locuciones verbales. Esta verificacibn es bisica, puesto que es la que permite diferenciar, por un lado, las relaciones de derivacibn que se establecen entre verbos predicativos y nombres deverbales con Vsop y, por otro lado, las relaciones de sinonimia que se pueden dar entre verbos predicativos simples y locuciones verbales cuyas caracteristicas lkxicas desde el punto de vista formal coinciden con las de nombres deverbales con Vsop.

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Analicemos algunos ejemplos. Aparentemente, tanto entre (128) y (129), como entre (130) y (131), se dan 10s cambios formales que caracterizan las nominalizaciones deverbales con el v e r b de soporte dar: existe una relacibn de sinonimia, respectivamente, entre 10s verbos predicativos abrazar en (128) y cobijar en (130), y las formas verbales locutivas dar un abrazo en (129) y dar cobijo en (131); tanto abrazar como cobijar se convierten en formas locutivas integradas por el v e r b dar y una palabra que coincide formalmente con un nombre deverbal, concretamente, abrazo y cobijo; tanto el segundo argument0 de abrazar como el de cobijar se convierten en objetos preposicionales de las formas locutivas correspondientes. (128) Max abrazd a1 cacique (129) Max dio un abrazo a1 cacique (130) Pepe cobijd a gente vil (131) Pepe dio cobijo a gente vil Sin embargo, como veremos a continuacibn, las relaciones sinticticas entre 10s pares de oraciones (129)-(130) y (130)-(131) presentan importantes diferencias. En efecto, en (129), tanto abrazo como abrazo a1 cacique admiten su relativizacibn, como podemos obsemar en (132) y (134), respectivamente; asimismo, se puede elidir el verbo dar de las construcciones de relativo de (132) y (134), ya que ambas aceptan la reduccibn del verbo de soporte, como se puede apreciar en (133) y (135): (132) el abrazo, que Max dio a1 cacique (133) [Red Vsop] + el abrazo de Max a1 cacique (134) el abrazo a1 cacique, que Max dio (135) [Red Vsop] + el abrazo a1 cacique de Max

La posibilidad de elidir el verbo dar mediante Red Vsop tras la relativizacibn nos permite concluir que dar es un verbo de soporte y que abrazo es un nombre predicativo deverbal. Por el contrario, en (131), ni cobijo ni cobijo a gente vil admiten una relativizacibn, como podemos apreciar en (136) y (138), y, asimismo, a partir de dichas oraciones de relativo, no es posible elidir el verbo dar mediante la reduccidn del verbo de soporte, ya que, en ambos

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casos, su aplicaci6n da como resultado las construcciones inaceptables de (137) y (139): (136) ???el cobijo, que Pepe dio a gente vil (137) [Red Vsop] + *el cobijo de Pepe a gente vil (138) ?*el cobijo a gente vil, que Pepe dio (139) [Red Vsop] # *el cobijo a gente vil de Pepe En consecuencia, en (131), dar no es un verbo de soporte, ya que no es posible su elisi6n mediante la Red Vsop, y, por tanto, cobijo no es un Vn. Ello nos permite concluir que dar cobijo es una locuci6n verbal, lo cual explica que su parte conexa cobijo no se comporte como un nombre predicativo en relaci6n con la relativizacibn y, asimismo, que su n6cleo verbal dar, aunque coincida morfofonol6gicamente con un verbo de soporte, no se comporte como un Vsop y no admita, por tanto, su elisi6n. Asi, aunque entre (130) y (131) existan las mismas diferencias formales que entre (128) y (129), y, aunque ambos pares de oraciones Sean parafristicas, s610 la relaci6n entre (129) y (130) se puede sistematizar en el marco de una nominalizaci6n deverbal con el verbo de soporte dar. Por el contrario, no se puede establecer una relaci6n transformacional entre (130) y (131), puesto que en (131) cobijo es la parte conexa de una locuci6n y, por tanto, no se origina como resultado de una nominalizaci6n; en realidad, entre (130) y (131), hay una relaci6n de parifrasis, que esti determinada por la sinonimia ICxica que existe entre el predicado verbal cobijar y la locuci6n verbal dar cobijo. Analicemos otros ejemplos. Entre 10s pares de oraciones (140)-(141) y (142)-(143) se da la relacidn formal que caracteriza la nominalizaci6n deverbal con el verbo de soporte hacer, que 6nicamente se distingue de las nominalizaciones con dar por el hecho de que su verbo de soporte es distinto: (140) Los fachas boicotearon las elecciones (141) Los fachas hicieron un boicot a las elecciones (142) Los investigadores afrontaron la situacibn (143) Los investigadores hicieronfrente a la situacibn ObsCrvese que tanto boicot como boicot a las elecciones adrniten su relativizacibn, como podemos ver en (144) y (146) y, en ambas oraciones de relativo, se puede elidir hacer mediante una reducci6n del verbo de soporte,

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como se puede apreciar en (145) y (147): (144) el boicot, que 10s fachas hicieron a las elecciones [Red Vsop] (145) + el boicot de 10sfachas a las elecciones (146) el boicot a las elecciones, que 10sfachas hicieron [Red Vsop] (147) -+ el boicot a las elecciones de 10sfachas

Todo ello nos permite concluir que en (141) hacer es un verbo de soporte y boicot, un nombre predicativo deverbal. Por el contrario, hacerfrente no admite ningiin tipo de relativizaci6n como muestra la inaceptabilidad de (148) y (150), y la aplicaci6n de la reducci6n del verbo de soporte a dichas oraciones de relativo da como resultad0 las construcciones inaceptables de (149) y (15 1): (148) *elfrente, que 10s investigadores hicieron a la situacidn [Red Vsop] (149) # "elfrente de 10s investigadores a la situacidn (150) *elfrente a la situacidn, que 10s investigadores hicieron [Red Vsop] (15 1) *elfrente a la situacidn de 10s investigadores

Ello pone claramente de manifiesto que hacer no es un verbo de soporte, que frente no es un Vn y que, por tanto, hacerfrente es una locuci6n verbal. En consecuencia, no se puede sistematizar en el marco de una relaci6n transformacional la relaci6n de sinonimia que se puede establecer intuitivamente entre afrontar y hacerfrente. La misma problemitica se plantea de nuevo en 10s pares de oraciones (152)-(153) y (154)-(155). Desde un punto de vista estrictamente formal, tanto (153) como (155) parecen oraciones derivadas mediante una nominalizacidn deverbal con el verbo de soporte tener a partir de (152) y (154), respectivamente: (152) A Max le consta que la propuesta ha sido aceptada (153) Max tiene constancia de que la propuesta ha sido aceptada

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(154) Eva presiente que va a ocurrir algo (155) Eva tiene el presentimiento de que va a ocurrir algo Sin embargo, la relativizaci6n de constancia y de constancia de que la propuesta ha sido aceptada da como resultado construcciones muy dudosas, que ademas no admiten la elisidn de tener mediante la reducci6n del verbo de soporte:

??la constancia, que Max tiene de que la propuesta ha sido aceptada [Red Vsop] # *la constancia de Max de que la propuesta ha sido aceptada ??la constancia de que la propuesta ha sido aceptada, que Max tiene [Red Vsop] # *la constancia de que la propuesta ha sido aceptada de Max Por tanto, podemos concluir que tener no es un Vsop, que constancia no es un Vn y que, por tanto, tener constancia es una locuci6n verbal que mantiene una mera relaci6n de sinonimia con constar. Por el contrario, presentimiento admite una relativizaci6n m6ltiple y cada una de dichas relativizaciones admite la elisi6n de tener mediante la reducci6n del verbo de soporte:

el presentimiento de que va a ocurrir algo, que Eva tiene [Red Vsop] + el presentimiento de que va a ocurrir algo de Eva el presentimiento, que Eva tiene, de que va a ocurrir algo [Red Vsop] + el presentimiento de Eva de que va a ocurrir algo En consecuencia, consideramos que tener es un verbo de soporte y que presentimiento es un Vn derivado. Dado que 10s predicados derivados, como p. ej., dar un abrazo en (129), hacer un boicot en (141) o tener un presentimiento en (155) surgen en el marco del conjunto de cambios que introduce la nominalizaci6n deverbal en la oraci6n derivada, no son dichos nombres predicativos derivados 10s que figuran en el mdulo sintictico de la base de conocimiento lingiiistico (2.13, 3.5.1), sino 10s verbos predicativos de 10s que se derivan, es decir, abrazar en

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(128), boicotear en (140) y presentir en (154). En el m6dulo sintktico, estos liltimos predicados esttin marcados positivamente en relaci6n con la posibilidad de sufrir una nominalizaci6n deverbal y es justamente en la formalizaci6n de dicha transformaci6n donde se incluye la especificaci6n lexica del nombre deverbal correspondiente. Por el contrario, dada la imposibilidad de establecer una relaci6n transformacional entre cobijar y dar cobijo en (130)-(131), afrontar y hacer frente en (142)-(143) o constar y tener constancia en (152)-(153), estos seis predicados constituyen entradas independientes del m6dulo singctico. La formalizaci6n transfonnacional de las relaciones que existen entre verbos predicativos y nombres deverbales con verbos de soporte permite sistematizar el estudio de la extensi6n lexica de dicha relaci6n y, asimismo, ofrece un criterio reproducible para delimitar las relaciones de sinonimia en el 1Cxico.

3.11 Predicados nominales y argumentos lexicalizados de locuciones verbales 3.11.1 Nombres predicativos y locuciones verbales con tener, hacer y dar En 3.10, hemos utilizado la posibilidad de aplicar la relativizaci6n y la reducci6n del verbo de soporte para diferenciar 10s nombres deverbales y la parte conexa de las locuciones verbales, lo cual nos ha permitido delimitar sinthcticamente: 10s nombres deverbales con verbo de soporte (dar un abrazo, hacer un boicot, tener un presentirniento) que adrniten la relativizacicin mliltiple y la reducci6n del verbo de soporte; las locuciones verbales (cuya parte conexa coincide con nombres deverbales, p. ej., cobijo, frente, constancia, y cuyo n6cleo verbal coincide formalmente con verbos de soporte, p. ej., dar hacer, tener), que no admiten ni la relativizaci6n de su parte conexa, ni la elisi6n de su n6cleo verbal. En este apartado, vamos a estudiar, por un lado, 10s nombres predicativos aut6nomos que seleccionan 10s verbos de soporte dar, hacer o tener y, por otro, las locuciones verbales cuyos n6cleos verbales son dar, hacer o tener. La sirnilitud formal entre 10s predicados que vamos a analizar incrementa

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las intersecciones de sus respectivas propiedades sinticticas, lo cual complica -en relaci6n con 10s casos que hemos revisado en 3.10- la determinaci6n de sus caracteristicas diferenciales. Para tratar de delimitar las diferencias formales entre 10s nombres predicativos y las locuciones verbales con tener, hacer y dar estudiaremos diversos casos, cuyas caracteristicas sinticticas bisicas en relaci6n con la problemitica que nos ocupa, se recogen en la Fig. 3.1. Analicemos, en primer lugar, el nombre predicativo muestras 'dar un indicio, una seiial' en Sus colegas dieron muestras de apoyo a la propuesta, que es un P,,, que selecciona el verbo de soporte dar. N6tese en primer lugar que muestras no esti relacionado ni con el Pppmuestral 'ser una prueba, una seiial' en Esto es una muestra de que estcin acabados, No invitarle es una muestra de desprecio, ni con el P,,, muestraz 'dar un ejemplo, hacer una demostraci6n1en h s militares dieron una muestra de su poder a1 mundo, y, a su vez, ninguno de 10s tres nombres predicativos mencionados anteriormente esti relacionado con el P,,,, mostrar 'dejar ver algo a alguien intencionadamente o no' en Los militares mostraron su poder a1 mundo, puesto que las diferencias de significado entre 10s cuatro predicados mencionados e s t h lixicamente condicionadas. ObsCrvese ahora que el nombre predicativo muestras admite su relativizaci6n junto a sus segundos argumentos, como en (158) y (160), pero no es posible su relativizaci6n independiente, como en (156); asirnismo, s61o es posible la aplicaci6n de una reducci6n del verbo de soporte a partir de oraciones de relativo aceptables; por ello, resultan aceptables (159) y (161), per0 no (157): (156) ?*las muestras, que sus colegas dieron de apoyo a la propuesta [Red Vsop] (157) z *las muestras de sus colegas de apoyo a la propuesta (158) las muestras de apoyo, que sus colegas dieron a la propuesta [Red Vsop] (159) + las muestras de apoyo de sus colegas a la propuesta (160) las muestras de apoyo a la propuesta, que sus colegas dieron [Red Vsop] (161) 4 las muestras de apoyo a la propuesta de sus colegas

Fig. 3.1 Propiedades diferenciales de: (1) 10s nombres predicativos con 10s verbos de soporte tener, hacer y dur; ( 2 ) la parte conexa de las locuciones verbales cuyo n~jcleoverbal es tener, hacer y dar. El signo '+' indica que el predicado pose la propiedad especiticada y el signo '+I-' indica que la propiedad se cumple s610 parcialmente. Ref Npred/N, Prep N2 es una abreviaci6n de relativizacidn del nombre predicativo Npred y su segundo argumento Prep N2, o de la parte conexa N, de una locucidn verbal y de su segundo argumento prepositional Prep N2.A su vez, Re1 Npredm es una abreviaci6n de relativizaci6n de Npred o de N,.

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Dado que dar muestras acepta su relativizaci6n -aunque sea con restricciones- y la reducci6n del verbo de soporte, consideramos que dar es un verbo de soporte y muestras, un nombre predicativo. De hecho, la restricci6n de muestras con respecto a la relativizaci6n en (156) y la consiguiente imposibilidad de aplicar la reducci6n del verbo de soporte en (157) no ponen en cuesti6n su condici6n de predicado; simplemente ponen de manifiesto que muestras comparte con otros nombres predicativos ciertas restricciones con respecto a la relativizacibn (3.6.1,3.6.2). Analicemos un nuevo ejemplo. Hacer una entrega 'entregar una cantidad de cosas de una vez' en La empresa hizo una entrega de material a sus clientes no admite su relativizaci6n independiente, como podemos observar en (162), sino que s610 se puede relativizar junto a sus segundos argumentos, como en (165) y (168). Pero obsCrvese que las oraciones de relativo aceptables s610 aceptan una reducci6n del verbo de soporte, cuando el primer argumento de hacer una entrega se convierte en un adjunto derivado introducido por la locuci6n prepositiva porparte de como en (166) y (169); por el contrario, cuando su primer argumento se convierte en un adjunto introducido por de -como en todos 10s casos de reducci6n del verbo de soporte que hemos estudiado hasta ahora- el resultado son construcciones inaceptables como (167) y (170): (162) ?*la entrega, que la empresa hizo de material a 10s clientes [Red Vsop] (163) + ?*la entrega por parte de la empresa de material a 10s clientes (164) # *la entrega de la empresa de material a 10s clientes (165) la entrega de material, que la empresa hizo a 10s clientes [Red Vsop] (166) +la entrega de material por parte de la empresa a 10s clientes (167) + ?*la entrega de material de la empresa a 10s clientes (168) la entrega de material a 10s clientes, que la empresa hizo [Red Vsop] (169) +la entrega de material a 10s clientes porparte de la empresa (170) g *la entrega de material a 10s clientes de la empresa

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La imposibilidad de relativizar entrega de forma independiente en (162) -y la consiguiente imposibilidad de reducir el verbo de soporte en (163) y (164)constituye otro ejemplo de las restricciones sobre la relativizacibn que presentan algunos nombres predicativos, restricciones a las que hemos hecho referencia anteriormente a1 analizar el Npred muestras. Al igual que en el caso de muestras, dichas restricciones no ponen en cuesti6n la condici6n de predicado de entrega: se trata de un nombre predicativo, dado que adrnite la relativizaci6n y la reducci6n del verbo de soporte con porparte de. La cuesti6n que se plantea en relaci6n con 10s nombres predicativos que admiten la reducci6n del verbo de soporte con por parte de es si resulta posible derivar dicha reducci6n a partir de la pasivizaci6n de la oraci6n de relativo; asi p. ej., en el caso de entrega, se trataria de determinar si la reducci6n de (166) y (169) se puede derivar, respectivamente, a partir de una pasiva con ser de (165) y (168) en la que el complemento agente est6 introducido por por parte de en lugar de de, es decir, la entrega de material, que fie hecha a 10s clientes por parte de la empresa y la entrega de material a 10s clientes, que fie hecha por parte de la empresa, puesto que ello permitiria derivar el complemento adjunto con por parte de de (166) y (169) a partir del complemento agente de la pasiva correspondiente. En principio, es posible proponer una derivaci6n de estas caracteristicas, ya que parece haber una cierta coincidencia enh-e el dominio de aplicaci6n de la reducci6n del verbo de soporte con por parte de y el de la pasiva con ser y por parte de. Pero obskrvese que hay predicados, como p. ej., meter la pata, que adrniten indistintamente una nominalizaci6n deverbal sin verbo de soporte con de y con por parte de, p. ej., el act0 de que el presidente meta la pata -+ la metedura de pata (de, por parte de) el presidente y que, sin embargo, no admiten la pasiva con ser, p. ej., El presidente metid la pata + *L.u patafie metida (por, por parte de) el presidente; por tanto, meter la pata pone de manifiesto que, en algunos casos, el dominio de aplicaci6n de la pasiva con ser y el de la reducci6n con por parte de no coinciden. Pero n6tese que, aunque meter la pata no admite la pasiva con ser, si admite la pasiva con se, p. ej., Alguien metid la pata +Se metid la pata. Por consiguiente, se podria intentar derivar la metedura de pata del presidente, a partir de la reducci6n de por parte de en la metedura de pata por parte del presidente, y, a su vez, esta nominalizaci6n se podria derivar a partir de una reduccibn de una construcci6n pasiva con se, en la que el sujeto de la oraci6n activa se

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convirtiera en un complemento agente introducido por la locuci6n prepositiva por parte de, p. ej., el act0 de que el presidente metiera la pata +el act0 de que se metiera la pata por parte del presiden'te. El problema de esta soluci6n es que engendraria, a su vez, un nuevo problema, puesto que implicaria redefinir la pasiva con se, de manera tal que las construcciones derivadas mediante dicha transfonnaci6n tuvieran un complemento agente introducido por por parte de, que se correspondiera con el sujeto de la oraci6n activa. Pero posiblemente una derivaci6n de estas caracteristicas permitiria establecer una relaci6n entre las nominalizaciones con por parte de y la pasiva con se. No obstante, si derivamos todos 10s casos de nominalizaci6n con por parte de a partir de oraciones pasivas con se, tendriamos que derivar (166) y (169) a partir de una pasiva con se de (165) y (168); sin embargo, aunque la pasiva con se de estas dos dltirnas construcciones genere dos construcciones derivadas distintas, concretamente, la entrega de material, que se hizo a 10s clientes por parte de la empresa y la entrega de material a 10s clientes, que se hizo por parte de la empresa, la aplicaci6n de la Red Vsop a estas dos dltimas construcciones daria como resultado el mismo grupo nominal derivado, es decir, (171) la entrega de material a 10s clientes por parte de la empresa; dado que (171) coincide con (169), nos veriamos entonces obligados a derivar (166) a partir de una permutaci6n de (171), lo cual tendria un cierto caricter ad hoc. Asimismo, 10s predicados como muestras que admiten indistintamente nominalizaciones con de, como p. ej., en (159) y en (161), y con por parte de, como p. ej., las muestras de apoyo por parte de sus colegas a la propuesta y 1as muestras de apoyo a la propuesta por parte de sus colegas, requeririan dos derivaciones distintas, una para las nominalizaciones con de y otra para las nominalizaciones con por parte de, a menos que decidiCramos derivar la Red Vsop con de'a partir de una reducci6n de una Red Vsop con por parte de. ObsCrvese ademis que existen nombres deverbales con y sin verbo de soporte que admiten indistintamente la Red Vsop con de o con por parte de, cuando se han elidido sus segundos argumentos, per0 no en 10s demis casos. Asi p. ej., muestras s61o admite una Red Vsop con por parte de, cuando lleva sus segundos argumentos explicitos como en (166) y (169), per0 admite indistintamente una Red Vsop con de o con por parte de, si ha sufrido una reducci6n previa de sus segundos argumentos, p. ej., la entrega, que la empresa hizo de a2go a alguien [Red Arg] +la entrega, que la empresa hizo de algo [Red Arg] + la entrega, que la empresa hizo [Red Vsop] + la

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entrega (de, por parte de) la empresa. Anilogamente, concesidn, un nombre deverbal sin verbo de soporte derivado del P,,, conceder 'dar cierta cosa alguien que tiene autoridad para ello', admite una reducci6n con de o por parte de, cuando no lleva sus segundos argumentos, p. ej., la concesidn (de, por parte de) el Ayuntamiento; por el contrario, cuando concesio'n lleva sus segundos argumentos especificados, como en 10s siguientes ejemplos, solo admite una reducci6n con por parte de, como en (172) y (173), per0 no una reducci6n con de, como se observa en (174) y (175): la concesidn de una ayuda porparte del Ayuntamiento la concesidn de una ayuda a 10s ecologistas por parte del Ayuntamiento *la concesio'n de una ayuda, del Ayuntamiento (174) (175) *la concesidn de una ayuda a 10s ecologistas, del Ayuntamiento (172) (173)

De hecho, solo un estudio de estos problemas sinticticos en el lCxico permitiri precisar la relaci6n entre las pasivas y las'nominalizaciones con por parte de. En cualquier caso, la posibilidad de reducir el verbo de soporte de hacer una entrega en (166) y (169) con por parte de confirma que entrega es un nombre predicativo. Si analizamos ahora hacer daiio en Las actitudes sectarias hacen daiio a la nacidn, observamos que admite una relativizaci6n mGltiple en (175) y (178); sin embargo, el resultado de la reducci6n de hacer a partir de las construcciones relativas aceptables es una oraci6n inaceptable como (179), o una construcci6n de una aceptabilidad muy dudosa como (177). Por ello, aunque hacer daiio adrnite una relativizaci6n mGltiple, la imposibilidad de elidir hacer muestra que no es un verbo de soporte y que, por tanto, dafio no puede ser un nombre predicativo: (176) el daiio, que las actitudes sectarias hacen a la nacidn [Red Vsop] (177) z ???el daiio de las actitudes sectarias a la nacidn (178) el daiio a la nacidn, que las actitudes sectarias hacen [Red Vsop] (179) z ?*el daiio a la nacidn de las actitudes sectarias

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Todo ello nos permite concluir que hacer daAo es una locuci6n verbal que mantiene una relaci6n de sinonimia con daAar, per0 dicha relaci6n tiene un carsicter meramente intuitivo, puesto que no es susceptible de ser formalizada en el marco de una relaci6n transformational. La frontera que separa 10s nombres predicativos de las locuciones verbales constituye un continuum y, por ello, en muchos casos, no es posible delimitar su separaci6n de forma precisa (1.1). Asi p. ej., hacer unflaco favor en Esas declnraciones le hacen un flaco favor a1 partido parece ser una locuci6n verbal, pues, a pesar de que flaco favor acepta su relativizacibn e inclusoflaco favor a1 partido -aunque sea de forma dudosa-, las construeciones de relativo resultantes no admiten la elisi6n de hacer mediante una Red Vsop:

elflacofavor, que esas declaraciones le hacen a1 partido [Red Vsop] *elflacofavor de esas declaraciones a1 partido ??eljlaco favor a1 partido, que esas declaraciones le hacen [Red Vsop] # ? *elflaco favor a1 partido de esas declaraciones Sin embargo, hay ejemplos documentados con reduccibn, como p. ej., "El flaco favor a quienes sustentan en el poder a 10s socialistas podria tener consecuencias en la gobemabilidad del Estado [...I" ABC, 13.11.94, p.32. Considerar esta oraci6n docurnentada como 'desviada', 'incorrecta', 'propia del lenguaje periodistico', etc., solo serviria para ocultar, mediante consideraciones normativistas carentes de todo valor explicativo, la indeterminabilidad que se plantea en algunos casos a1 intentar establecer la linea divisoria entre predicados nominales y locuciones verbales. Observemos ahora dur un giro en (180) El presidente dio un giro a la polz'tica econdmica. La inaceptabilidad de *El presidente gird la polz'tica ecom'mica indica que no existe una relaci6n sintsictica entre girar y giro, aunque entre ambas formas haya una relaci6n mramente morfol6gica. Asimismo, la inaceptabilidad de ?*La politica econdmica tiene un giro impediria considerar el v e r b dur de (180) como un verbo de elisi6n del v e r b de soporte (3.15.1). N6tese que dar un giro admite una relativizaci6n mtiltiple en (181) y (183), pero, en cambio, no admite la reducci6n de dar en (182) y (184):

Clases de predicados (181) el giro a la politica econcimica, que el presidente dio [Red Vsop] (182) # ?*el giro a la politica econcimica del presidente (183) el giro, que el presidente dio a lapolitica econcimica [Red Vsop] (184) z ?*el giro del presidente a la politica econdmica En consecuencia, aunque dar un giro admita una relativizacibn miiltiple, consideramos que es una locuci6n verbal, puesto que no es posible elidir su niicleo verbal dar. Pero dar un giro admite la transformaci6n media, p. ej., (185) Alguien dio un giro a la politica ecodmica + (186) La politica econdmica dio un giro [por si sola] y, en (186), giro acepta una relativizacibn, (187) el giro, que dio la politica econdmica y, a su vez, dicha relativizacibn admite una reducci6n del verbo de soporte, (188) el giro de la politica econcimica. El problema que se plantea es que, en (182) y (184), dar un giro se comporta como una locuci6n verbal, mientras que, en la construeci6n media derivada de (186), parece ser un nombre predicativo con un Vsop, puesto que admite una relativizaci6n en (187) y una reduccidn del verbo de soporte en (188). Por ello, se podria pensar incluso que dar un giro en (185) y en (186) constituyen dos predicados distintos y que, por tanto, (185) y (186) no se pueden relacionar transformacionalmente. Pero esta propuesta no seria coherente con nuestros propios planteamientos, dado que la diferencia de significado de dar un giro en (185) y (186) tiene un caricter sistemitico, que esd determinado por la transformaci6n media. Al margen de la soluci6n especifica que se le dC a1 problema que estamos analizando, soluci6n que se deberi adoptar en funci6n de las decisiones que se hayan tomado a1 estudiar la extensi6n lexica de otros casos semejantes, 10s ejemplos que hemos tratado anteriormente ilustran una vez mis la compleja problemitica que se plantea a1 intentar delimitar las propiedades sinticticas diferenciales de 10s nombres predicativos con Vsop y las locuciones verbales. Las locuciones verbales en general -y, por tanto, tambiCn las que estamos estudiando en este apartado-, no tienen un comportamiento homog6neo en relaci6n con la relativizaci6n de su parte conexa, puesto que se trata de una propiedad lkxicamente condicionada y, en consecuencia, no es la misma para todas las locuciones. Asi p. ej., tener la culpa en Supermcin tiene

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la culpa de que haya ocurrido esta desgracia -a diferencia de hacer daiio y dar un giro- no admite una relativizaci6n mliltiple, sino linicamente una relativizaci6n independiente de su parte conexa culpa. Por supuesto, dicha relativizaci6n no admite la elisi6n de tener, dado que tener la culpa es una locuci6n verbal y, por tanto, tener no es un verbo de soporte, sino que es el n6cleo verbal de dicha locuci6n: la culpa, que Supemtcin tiene de que haya ocurrido esta desgracia *la culpa de Supem'n de que haya ocurrido esta desgracia *la culpa de que haya ocurrido esta desgracia, que tiene S u p e d n Aniilogamente, hacer mella en Esta cacicada hizo mella en kl o dar una leccidn en Eva le dio una leccidn a Pepe s610 admiten la relativizaci6n independiente de su parte conexa, pero no su relativizacibn cuando est6 junto a 10s segundos argumentos de la locuci6n; a1 tratarse de locuciones verbales, las correspondientes relativizaciones aceptables no admiten la elisi6n del nlicleo verbal hacer o tener: la mella, que esta cacicada hizo en d ?*la mella de esta cacicada en dl ??la mella en 61, que esta cacicada hizo *la mella en 61 de esta cacicada la leccidn, que Eva le dio a Pepe *la leccidn de Eva a Pepe *la leccidn a Pepe, que Eva le dio *la leccidn a Pepe de Eva Asimismo, hay algunas locuciones, como p. ej., tener visos en Esta situacidn tiene visos de ser una amenaza para la seguridad national, hacer oidos sordos en El rector hizo oidos sordos a las peticiones estudiantiles o dar pie en Esta actitud dard a pie a que hagan todo tip0 de comentarios, que no adrniten la relativizacibn independiente de su parte conexa, ni tampoco su relativizaci6n junto a sus segundos argurnentos:

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*los visos, que esta situacidn tiene de ser una amenaza para la seguridad nacional *los visos de ser una amenaza para la seguridad nacional, que esta situacidn tiene ?*los oidos sordos, que el rector hizo a las peticiones estudiantiles *los oidos sordos a las peticiones estudiantiles, que el rector hizo *elpie, que esta actitud dard a que hagan todo tip0 de comentarios *el pie a que hagan todo tip0 de comentarios, que esta actitud darci En conclusi6n, para que un nombre que pertenece a una forma verbal locutiva en la que su nlicleo verbal es tener, hacer o dar se considere sinticticamente como un nombre predicativo, no es necesario que admita una relativizaci6n mliltiple y una reducci6n del verbo de soporte a partir de todas las construcciones de relativo resultantes, como p. ej., tener aversi6n, hacer un llamamiento o dar un ultimcitum, sino que basta con que se pueda dar la relativizaci611, ya sea del nombre, o de dicho nombre junto a 10s segundos argumentos de la forma locutiva, como p. ej., hacer entrega en (165) y (168) o dar muestras en (158) y (160), y, asimismo, basta con que una de dichas relativizaciones admita una reducci6n del verbo de soporte. De hecho, las caracteristicas seiialadas constituyen una formalizaci6n de la definici6n sintictica de nombre predicativo: 1. En efecto, si se puede relativizar el componente nominal de una forma verbal locutiva y si se puede formar un grupo nominal parafrsstico con la construcci6n relativa mediante una Red Vsop que elida el verbo que precede a dicho componente nominal, se pone de manifiesto que el verbo elidido es un verbo de soporte, que no aporta ninguna informaci6n a la construcci6n y que constituye, por tanto, un mero portador de las marcas temporales de un predicado, lo cual explica que pueda ser elidido. 2. Por el contrario, cuando se puede relativizar el componente nominal de una forma verbal locutiva, pero, tras dicha relativizaci6n, no se puede aplicar una Red Vsop que elida el verbo que precede a dicho componente nominal, como p. ej., en el caso de hacer da5o (177) y (179) o dar un giro en (182) y (184), y, por tanto, no se puede formar un grupo nominal aceptable parafristico con la correspondiente oraci6n de relativo, se pone de manifiesto que el nlicleo verbal de dicha forma

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locutiva no es el portador de las marcas de tiempo del componente nominal, lo cual explica que no admita su elisi6n. En consecuencia, cuando concurren las circunstancias sintacticas seiialadas, consideramos que la forma verbal locutiva constituye una locucidn verbal; asi p. ej., consideramos que hacer dafio o dar un giro son locuciones verbales en las que hacer o dar constituye su niicleo verbal y dafio o giro es su parte conexa. Aniilogamente, cuando el componente nominal de una forma verbal locutiva no admite ning6n tipo de relativizaci611, como p. ej., tener visos, hacer oidos sordos o dar pie, consideramos que se trata de una locuci6n verbal; en efecto, dado que la imposibilidad de aplicar una relativizaci6n bloquea la aplicaci6n posterior de una Red Vsop -ya que esta reducci6n no se puede aplicar a oraciones de relativo inaceptables, como hemos podido constatar en (157), (163), (177), (179), (182) y (184)- se pone de manifiesto indirectamente, en primer lugar, que el niicleo verbal de la forma locutiva no es un verbo de soporte, puesto que no admite su elisibn, y, en segundo lugar, que el elemento nominal que le sigue no es un nombre predicativo. 3.11.2 Nombres predicativos y locuciones verbales con ser

Hay una clase de nombres predicativos que seleccionan el verbo de soporte ser, como p. ej., ser una misidn en (189) Acabar con ellos es nuestra misio'n, ser una hipo'tesis en (190) Que estas actitudes estdn motivadas es la interesante hipo'tesis de Max, etc., que admite una reducci6n del verbo de soporte tras su relativizaci611, como se puede observar en (191) y (192): la misidn, que es acabar con ellos

(191) [Red Vsop]

+ la misidn de acabar con ellos

la interesante hipo'tesis de Max, que es que estas actitudes estdn motivadas [Red Vsop] (192) 4 la interesantehipdtesis de Max de que estas actitudes estdn motivadas

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Por el contrario, hay otra clase de nombres predicativos que selecciona ser, como p. ej., ser unafuente en (193) La lujuria es unafuente de placer, ser fruto en (194) Este fracaso es fruto de una politica equivocada, etc., que admite su relativizaci6n junto a su segundo argumento, como p. ej., en (195) y en (197) -aunque no admiten su relativizacidn independiente en (199) y (200)-, pero que no admite una reducci6n del verbo de soporte de sus respectivas relativizaciones aceptables, como se puede apreciar en (196) y (198): (195) lafuente de placer, que es la lujuria (196) [Red Vsop] g *lafuente de placer de la lujuria (197) el fruto de una poli'tica equivocada, que es este fracaso [Red Vsop] (198) g *elfruto de una politica equivocada de este fracaso (199) *unafuente, que la lujuria es de placer (200) *elfruto, que este fracaso es de una politica equivocada Otros predicados, como p. ej., ser obra en (201) Esta accio'nfie obra de un enfermo mental, ser objeto en (202) El ministro fue objeto de un nuevo atentado o ser pasto en (203) El bosquefie pasto de las llamas no admiten ninglin tip0 de relativizaci6n, es decir, ni su relativizaci6n independiente ni su relativizacidn junto a su segundo argumento, y, por tanto, no pueden admitir una reduccidn del verbo de soporte: *la obra, que este atentado es de un enfermo mental *la obra de un enfermo mental, que este atentado es *el objeto, que el ministrofue de un nuevo atentado *el objeto de un nuevo atentado, que el ministrofie *el pasto, que el bosque f i e de las llamas *el pasto de las llamas, que el bosque fue De acuerdo con lo que hemos seiialado en 3.11.1, deberiamos concluir que 10s predicados ser una fuente en (193) y ser fruto en (194) serian locuciones verbales, puesto que no admiten la reducci6n del verbo de

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soporte a partir de las correspondientes construcciones de relativo de (195) y (197). Asimismo, ser obra, ser objeto y ser pasto en (201), (202) y (203), respectivamente, se deberian considerar tambiCn como locuciones verbales, puesto que ni siquiera admiten la relativizacibn, que es la construcci6n a partir de la cual se aplica una reducci6n del verbo de soporte. Sin embargo, no es 6nicamente la Red Vsop, la reducci6n que perrnite elidir el verbo de soporte ser a partir de una construcci6n de relativo, sino que la reducci6n de la oraci6n de relativo tambiCn puede hacerlo (3.7), aunque esta 6ltima reducci6n -a diferencia de la Red Vsop- se aplica a construcciones en las que se ha relativizado el primer argumento del predicado -y no el Npred como en el caso de las construcciones de relativo a partir de las cuales se aplica la Red Vsop-. Hay una clase de nombres predicativos con el Vsop ser que aceptan tanto la Red Vsop como la reducci6n de la oracidn de relativo. Asi p. ej., misidn o hipdtesis aceptan la Red Vsop, como hemos podido observar en (191) y (192), pero tambiCn admiten la Red ORel, a partir de una construeci6n de relativo en la que se haya relativizado su primer argumento: acabar con ellos, lo cual es nuestra misidn principal [Red ORel] +acabar con ellos, nuestra misidn principal que estas actitudes estcin motivadas, lo cual es la interesante hipdtesis de Max [Red ORel] + que estas actitudes estcin motivadas, la interesante hipdtesis de Max

Por el contrario, hay otra clase de nombres predicativos con ser que acepta la reducci6n de la oraci6n de relativo, per0 no acepta la Red Vsop. Por ello, cuando una forrna verbal locutiva integrada por el verbo ser y un nombre no acepta una Red Vsop, como p. ej. ser unafuente, ser fruto, etc., o no admite ning6n tipo de relativizacibn, lo que implica que no puede admitir la Red Vsop, como p. ej., ser obra, ser objeto o serpasto, en primer lugar, teaemos que relativizar el primer argumento de dicha forma verbal locutiva y, en segundo lugar, tenemos que verificar si dicha construcci6n admite una reducci6n de la oraci6n de relativo, ya que ello constituye la prueba formal de si ser es o no un verbo de soporte, lo cual permite determinar, a su vez, si el nombre que le acompaiia es un nombre predicativo o es la parte conexa

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de una locuci6n verbal. En consecuencia, lo que nos permite caracterizar, por un lado, 10s predicados nominales que seleccionan el verbo de soporte ser y, por otro, la parte conexa de las locuciones verbales cuyo ndcleo verbal es el verbo ser es la posibilidad de reducir o no el verbo ser mediante la reducci6n de la oraci6n de relativo, a partir de construcciones en las que se ha relativizado el primer argumento del predicado. ObsCrvese que tras la relativizaci6n del primer argumento de ser obra, ser unafuente, ser fruto, ser objeto y ser pasto en (204),(206),(208), (210) y (212), s610 ser obra, ser unafuente y serfruto admiten la elisi6n de ser mediante una reduccidn de la oraci6n de relativo en (205), (207) y (209);por el contrario, ser objeto y ser pasto en (211) y (213) no aceptan dicha reducci6n: (204) este atentado, que es obra de un enfemzo mental [Red ORel] (205) + este atentado, obra de un enfemzo mental (206) la lujuria, que es unafiente de placer (207) [Red ORel] +la lujuria, unafiente de placer (208)este fracaso, que es fruto de una politica equivocada [Red ORel] (209) +este fracaso, @to de una politica equivocada (210) el ministro, quefue objeto de un nuevo atentado [Red ORel] (211 ) z ?*el ministro, objeto de un nuevo atentado (212) el bosque, quefue pasto de las llamas [Red ORel] ( 21 3) # *el bosque, pasto de las llamas

Estas derivaciones permiten concluir que ser obra, ser una fuente y ser fruto son nombres predicativos, ya que admiten la elisi6n de ser mediante la reducci6n de la oraci6n de relativo, mientras que ser objeto y ser pasto son locuciones verbales, cuyo ndcleo verbal es el verbo ser y, por ello, dicho

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ndcleo no admite su elisi6n. ObsCrvese asimismo que las restricciones sobre 10s determinantes y la pluralizaci6n de objeto y pasto ponen de manifiesto tambiCn que son elementos lexicalizados~pertenecientesa una locuci6n: ??El ministro puede ser el objeto de un nuevo atentado, *El ministro puede ser un objeto de un nuevo atentado, ???Los ministros del interior pueden ser objetos de un nuevo atentado, ?*El bosque puede ser el pasto de las llamas, *El bosque puede ser un pasto de las llamas, *Los bosques pueden ser pastos de las llamas. Por el contrario, no existen las rnismas restricciones sobre 10s deterrninantes y la pluralizaci6n de obra,fuente o fruto en ser obra de, ser una fuente de y ser fruto de, ya que podemos decir Este trabajo es una obra de titanes, Este trabajo es la obra de titanes, La lujuria es la fuente de placer, Este fracaso es el fruto de la politica equivocada de 10s liltimos aiios, o incluso en plural, Estas actuaciones son las obras de personas andnimas, La lujuria y el rock and roll son fuentes de placer, Estos fiacasos son 10s frutos de las politicas equivocadas de 10s liltimos aiios. Aunque no hemos podido documentar nombres predicativos que seleccionen el verbo de soporte estar, existen algunas construcciones marginales, como p. ej., estar pez en Max estci pez en matemciticas, sobre las que deberiamos poder dilucidar si pez es un predicado o la parte conexa de una locuci6n verbal. N6tese que, aunque pez pertenece a la clase distribucional de 10s nombres, estar pez admite un comparativo, p. ej., Max estci mris pez en maternciticas que Eva, aunque este no sea un hecho determinante, pues hay nombres predicativos como riesgo que tambiCn lo admiten, p. ej., Trabajar en una mina tiene mcis riesgo que hacer de chupatintas; per0 obsCrvese que pez puede ir precedido de un lo intensificador, p. ej., lo pez que estci Max en matemdticas, lo pez en matemciticas que estci Max, lo cual no es propio de 10s nombres predicativos. Sin embargo, la prueba concluyente estd ligada a la reducci6n de estar; en efecto, tras la relativizacibn del primer argument0 de estar pez, la construcci6n resultante no admite la elisidn de estar mediante una reducci6n de la oraci6n de relativo: Max, que estci pez en matemciticas [Red ORel] j *Max, pez en matemciticas. Ello pone de manifiesto que estar es el n6cleo verbal de la locuci6n estarpez, por lo cual no admite su elisidn, y que, por tanto, pez es la parte conexa de dicha locuci6n. En resumen, la elisi6n de ser mediante la reducci6n de la oraci6n de relativo con la consiguiente formaci6n de un grupo nominal en

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aposici6n, que es una parifrasis de la construcci6n de relativo correspondiente, pone de manifiesto que ser es un verbo de soporte y que el nombre que le sigue es un predicado nominal. Por el contrario, las construcciones en las que no es posible la reducci6n de la oraci6n de relativo, ya sea porque el grupo nominal no es una pariifrasis de la oraci6n de relativo o, simplemente, porque el resultado es una construcci6n inaceptable, pone de manifiesto que ser es el ndcleo verbal de una locuci6n verbal y que el elemento nominal que le sigue es su parte conexa (cf. Fig. 3.2).

3.12 Nombres predicativos como argumentos lexicalizados de locuciones verbales Hay una clase de locuciones verbales cuya parte conexa es un nombre predicativo, que, a pesar de ser un argumento lexicalizado que forma parte de la locuci6n, sigue manteniendo algunas de las caracteristicas sinticticas que posee en tanto que Npred; en efecto: el Npred lexicalizado de esta clase de locuciones verbales puede ser el antecedente de una oraci6n de relativo en la que se repita dicho Npred; tras la aplicacidn de una Red Vsop a la oraci6n de relativo resultante, el Npred que forma parte de la locuci6n puede aceptar el primer argumento de la repetici6n de dicho Npred en la oraci6n secundaria como un complemento adjunto derivado. Analicemos algunos ejemplos. Aparentemente, las locuciones verbales caber una posibilidad en (214) Cube la posibilidad de que se reproduzcan o caer en una tentacidn en (215) Sara cay6 en la tentacidn de hacerlo son un P, y un PW,respectivamente. Sin embargo, de que se reproduzcan en (214) y de hacerlo en (215) se pueden derivar transformacionalmente, si consideramos que son, respectivamente, el primer argumento de la repeticicin: de posibilidad en Que se reproduzcan es una posibilidad en la oraci6n 2 de (216) y secundaria 0 de tentacidn en Hacerlo era una tentacidn en la 0 2 de (219).

R e l

R e l

R e d

R

N P r e d

N P r e d

V S o P

O R e l

Nc

Nc

+

+

-

+ + +

(-)

/

e

d

/

P

r e P

N2

Npred

LocV

ser un peligro ser unafuente, serjiuto ser obra ser objeto, ser pasto, estar pez

-)

+

-

Fig. 3.2. Propiedades diferenciales de: (1) 10s nombres predicativos con el verbo de soporte ser; (2) la parte conexa de las locuciones verbales cuyo nlicleo verbal es ser. Las especificaciones entre par6ntesis corresponden a propiedades redundantes. La especificaci6n '+I-' indica que la propiedad se cumple s610 parcialmente. Re1 Npredmr, Prep N2 es una abreviacidn de relativizacidn del nombre predicativo Npred y su segundo argumento Prep N2,o del argumento constante Nc de una locuci6n verbal y de su segundo argumento preposicional Prep N2.A su vez, Re1 Npred/N, es una abreviacidn de relativizacibn de Npred o de N,.

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En efecto, la relativizaci6n convierte la repetici6n de 10s Npred posibilidad y tentacidn de las 0 2 de (216) y (219) en el pronombre relativo que de (217) y (220); a su vez, la Red Vsop transforma 10s primeros argumentos de 10s Npred de las 0 2 correspondientes, es decir, que se reproduzcan y hacerlo, en adjuntos derivados introducidos por la preposici6n de del Npred que integra la parte conexa de caber una posibilidad y de caer en una tentacidn en (218) y (221). (216) Cabe una posibilidad; que se reproduzcan es una posibilidad [Re11 (217) +Cabe una posibilidad, que es que se reproduzcan [Red Vsop] (218) + Cabe la posibilidad de que se reproduzcan (219) Sara cay6 en una tentacidn; hacerlo era una tentacidn (220) [Rel] + Sara cay6 en una tentacidn, que era hacerlo (221) [Red Vsop] +Sara cayd en la tentacidn de hacerlo Asi, en el marco de esta propuesta, caber una posibilidad no es un P,, sin0 un P, cuyo requerimiento argumental es nulo (3.1.2), dado que el complemento adjunto de que se reproduzcan de (218) no es un argumento de la locuci6n, sin0 que es un argumento de la repetici6n de posibilidad en 0 2 . AnBlogamente, caer en una tentacidn no es un P,,, sino un P,, -cuya proyecci6n lineal se podria detallar como NI [V Npred]hv,,,n -, dado que de hacerlo en (221) no es su argumento, sino que es un argumento de la repetici6n de tentacidn en 0 2 . ES decir, 10s Npred lexicalizados posibilidad y tentacidn de caber una posibilidad y caer en una tentacidn admiten adjuntos derivados, en funci6n de las caracteristicas de requerimiento argumental de dichos Npred, per0 no en funci6n del requerimiento argumental de las locuciones verbales de las que forman parte. El inter& de esta propuesta es que las reducciones que intervienen en la derivaci6n del complemento adjunto de 10s nombres predicativos lexicalizados de locuciones verbales, como p. ej., caber una posibilidad, caer en una tentacidn, etc., son necesarias en la sintaxis lexica del espafiol independientemente del proceso que estamos estudiando y, por tanto, no hay ning6n proceso ad hoc en las derivaciones de (216)-(218) y (219)-(221). Asimismo,

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en la medida en que algunas propiedades sinta'cticas de la locucibn verbal est6n determinadas por el Npred que integra su parte conexa, el analisis que proponemos evita la incongruencia que implicaria asignar propiedades de requerimiento argumental a una locucibn verbal, como p. ej., considerar err6neamente caber una posibilidad o caer en una tentacidn como predicados de segundo nivel de uno y de dos argumentos respectivamente, cuando, en realidad, el hecho de que estas dos locuciones admitan un segundo argumento oracional esta determinado por el Npred que integra su parte conexa, es decir, por posibilidad y tentacidn. El analisis que proponemos permite integrar la sintaxis de 10s verbos predicativos -tanto simples como locutivos- con la de 10s nombres predicativos, en la medida en que algunos aspectos de la sintaxis de las locuciones verbales con Npred lexicalizados se pueden comparar con la de 10s verbos predicativos que tienen Npred sin sus marcas temporales como argumentos. La diferencia fundamental entre (1) 10s Npred que integran la parte conexa de las locuciones verbales y (2) 10s Npred que constituyen argumentos sin marcas de tiempo de predicados verbales (3.9) reside basicamente en el hecho de que la incorporaci6n por parte del nticleo verbal de una locucibn verbal del Npred que integra su parte conexa no se puede derivar transformacionalmente (a1 menos desde el punto de vista sincr6nico), puesto que se trata de una fijaci6n idiomiitica que constituye un hecho Mxico. Por el contrario, 10s Npred que constituyen argumentos sin marcas de tiempo de verbos predicativos se pueden derivar transformacionalmente, porque su conversi6n en argumentos es un hecho sintdctico. Sin embargo, tanto las locuciones [V Npred]rocv,,en como 10s Npred sin marcas temporales que son argumentos de verbos predicativos admiten la incorporacibn de adjuntos derivados mediante una relativizacibn y una reduccibn del verbo de soporte, aunque existe una diferencia entre ambos procesos. En efecto, en la medida en que las locuciones [V Npred]rocvpredno admiten objetos preposicionales, si el Npred de la 0 2 adrnite segundos argumentos, estos se deben elidir para poder realizar la relativizacibn. Asi p. ej., posibilidad es un P,,, cuya proyeccibn es que PI ser una posibilidad de N2. Sin embargo, en (216), se ha elidido el segundo argumento de posibilidad en la 0 2 de Cabe una posibilidad; que se reproduzcan es una posibilidad de alguien, con objeto de que se dC la identidad entre el Npred de la [V Npred]kvpredy el Npred de la 0 2 y se pueda dar, por tanto, una relativizacibn. Anilogamente, tentacidn es un P,,, cuya proyecci6n lineal es

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que PI ser una tentacidn de Nz; en consecuencia, (219) es una oraci6n derivada a partir de la reducci6n del segundo argumento de tentacidn en la 0 2 de Sara cay6 en una tentacidn; hacerlo es una tentacidn de Sara. La 0 2 de esta 6ltima oraci6n tiene que sufrir necesariamente una reducci6n de su segundo argumento, ya que de otro modo no se puede dar la relativizacibn. En este caso, la elisi6n de Sara es posible, dado que repite el primer argumento de caer en una tentacidn en la 01; es decir, se trata de la misma reducci6n que relaciona Sara canta y Sara baila con Sara canta y baila. Por el contrario, dado que 10s Npred sin marcas de tiempo que son argumentos de otros predicados no estsin lexicalizados, no presentan las restricciones que acabamos de mencionar en relaci6n con 10s Npred de las locuciones verbales [V Npred]kv,,,a. Las locuciones que admiten Npred como argumentos lexicalizados no comparten las rnisrnas propiedades con respecto a la relativizaci6n de dicho Npred. Asi p. ej., correr un riesgo en (222) o hacerse una ilusidn en (223) son predicados P,,, cuya proyecci6n lineal es NI [V Npred]hvpre,iy, en dichas locuciones, ilusidn y riesgo son Npred que incorporan, respectivamente, de que no nos devuelvan el dinero en (222) y de que Eva volveria en (223) mediante una relativizaci6n y una reducci6n del verbo de soporte -al igual que caber una posibilidad en (216)-(218) o caer en una tentacidn en (219)(22I)-: Corremos un riesgo; que no nos devuelvan el dinero es un riesgo [Rel] +Corremos un riesgo, que es que no nos devuelvan el dinero [Red Vsop] (222) + Corremos el riesgo de que no nos devuelvan el dinero

Max se hizo una ilusidn; que Eva volven'a era una ilusidn [Rel] +Max se hizo una ilusidn, que era que Eva volveria [Red Vsop] (223) + Max se hizo la ilusidn de que Eva volveria

Sin embargo, tanto riesgo como riesgo de que no le devuelvan el dinero, es decir, riesgo junto a su adjunto derivado, aceptan una relativizacibn:

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el riesgo, que corre Max de que no le devuelvan el dinero el riesgo de que no le devuelvan el dinero, que Max corre Por el contrario, s610 es posible relativizar ilusidn, per0 no ilusibn junto con su adjunto derivado, es decir, ilusidn de que Eva volveria:

la ilusidn, que Max se hizo de que Eva volveria ?*la ilusidn de que Eva volveria, que Max se hizo a pesar de que tanto riesgo en (224) Que no nos devuelvan el dinero es el riesgo de esta inversidn, como ilusidn en (225) Que Eva vuelva es la ilusidn de Max, son dos Npred Ppn,que solo aceptan su relativizaci6n junto a su segundo argumento (3.6.1): *el riesgo, que que no nos devuelvan el dinero es de esta inversidn el riesgo de esta inversidn, que es que no nos devuelvan el dinero *la ilusidn, que que Eva vuelva es de Max la ilusidn de Max, que es que Eva vuelva Asimismo, tanto el Npred riesgo en la pasiva con tener de (224), Esta inversidn tiene el riesgo de que no nos devuelvan el dinero, como el Npred ilusidn en la pasiva con tener de (225), Max tiene la ilusidn de que Eva vuelva, admiten indistintamente su relativizaci6n independiente o su relativizacidn junto a su segundo argumento derivado:

el riesgo, que esta inversidn tiene de que no nos devuelvan el dinero el riesgo de que no nos devuelvan el dinero, que esta inversidn tiene la ilusidn, que Max tiene de que Eva vuelva la ilusidn de que Eva vuelva, que Max tiene Las diferencias entre correr un riesgo y hacerse una ilusidn en relaci6n con la relativizaci6n ponen de manifiesto, en primer lugar, que no todas las locuciones verbales con nombres predicativos como argumentos lexicalizados admiten una relativizacibn mGltiple de dicho Npred. Pero en segundo lugar, se pone de manifiesto que la posibilidad de relativizaci6n del Npred de las locuciones verbales [V Npred]~,~,,,,,no esti determinada por las propiedades de relativizaci6n del Npred, sino que constituye una propiedad

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idiosincrisica de la locucidn verbal correspondiente. En algunos casos, la relativizaci6n del Npred de locuciones [V Npred]hvprCd da como resultado oraciones muy dudosas; asi p. ej., llegar a la conclusidn, que es un Pa, en el que conclusidn constituye un Npred lexicalizado, como podemos observar en la siguiente derivacidn:

Max llegd a una conclusidn; que eran unos miserables es una conclusidn [Rel] +Max llegd a una conclusidn, que es que eran unos miserables [Red Vsop] + Max llegd a la conclusidn de que eran unos miserables admite de forma dudosa la relativizaci6n independiente de conclusidn y no admite la relativizacidn de conclusidnjunto a su adjunto derivado:

?la conclusidn, a la que Max llegd de que eran unos miserables ?*la conclusidn de que eran unos miserables, a la que llegd Max En otras locuciones, como p. ej., sacar la conclusidn, en la que conclusidn es tambiCn un Npred, como se puede observar en la siguiente derivaci6n:

Max sac6 una conclusidn; que habian cometido un error era una conclusidn [Re11 + Max sacd una conclusidn, que era que habian cometido un error [Red Vsop] + Max sacd la conclusidn de que habian cometido un error la relativizaci6n del Npred lexicalizado resulta imposible:

?*la conclusidn de que habian cometido un error, que Max sac6 ?*la conclusidn, que Max sac6 de que habian cometido un error En el caso de ciertas locuciones [V Npred]hvpred,resulta dificil precisar la aceptabilidad de las oraciones de relativo resultantes; asi p. ej., molestia en tomarse una molestia es un Npred y, en consecuencia, 10s complementos con de de molestia se pueden derivar transformacionalmente:

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Max se tomb una molestia; hacerlo es una molestia [Rel] + Max se tomb una molestia, que es hacerlo [Red Vsop] +Max se tomb la molestia de hacerlo Sin embargo, la relativizacidn de molestia o de molestia de hacerlo resultan dudosas:

?la molestia, que Max se tomb de hacerlo ?la molestia de hacerlo, que Max se tom' No debemos confundir las locuciones [V Npred]hvpredcon otra clase de locuciones formalmente aniilogas, como p. ej., correr la voz (226) Ha corrido la voz de que han dado un golpe de estado, dar pie en (227) Su actitud dio pie a que se hicieran todo tip0 de comentarios o tener la culpa en (228) Supemtcin tiene la culpa de que haya ocurrido esta desgracia 0, en las que el elemento nominal que sigue al n6cleo verbal de la locuci6n, es decir, voz, pie o culpa, no son nombres predicativos. En efecto, dado que voz, pie o culpa no son predicados, no pueden admitir el segundo argumento de correr la voz, dar pie o tener la culpa como un argumento propio, como pone de manifiesto la inaceptabilidad de *Que han dado un golpe de estado es la voz, *Que se hicieran todo tip0 de comentarios es un pie o *Que haya ocurrido esta desgracia es una culpa. En estos casos, es imposible una derivaci6n transformacional del segundo argumento de la locuci6n verbal. Por tanto, consideramos que: correr la voz en (226) es un Pp cuya proyecci6n lineal es [V N]hvpred de que PI; dar pie en (227) es un P, cuya proyecci6n es NI [V N]hvpreda que P2, y tener la culpa en (228) es un P,, cuya proyecci6n es NI [V N]~oc~pred de que P2. N6tese asimismo que voz y pie no admiten su relativizaci611, mientras que culpa acepta su relativizaci6n independiente:

*la voz, que ha corrido de que han dado un golpe de estado *la voz de que han dado un golpe de estado, que ha corrido *el pie, que su actitud dio a que se hicieran todo tip0 de comentarios *el pie a que se hicieran todo tip0 de comentarios, que su actitud dio

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la culpa, que Supenntin tiene de que haya ocurrido esta desgracia *la culpa de que haya ocurrido esta desgracia, que Supenntin tiene En suma, las locuciones [V Npred]hvpredpueden aceptar el primer argumento del Npred de una 0 2 como un adjunto derivado tras una relativizacibn y una reducci6n del verbo de soporte, y, en consecuencia, las caracteristicas de dicho argumento no esan determinadas por la locuci6n, sino por el requerimiento argumental del Npred. Por el contrario, no podemos establecer una implicaci6n entre la presencia de un Npred o un N en la parte conexa de locuciones [V Npred]hvpredo [V N]hvpred,y la posibilidad o imposibilidad de que se pueda relativizar el Npred o' el N de la parte conexa, ya que estas relativizaciones esan lkxicamente condicionadas por la locuci6n verbal.

3.13 Grupos preposicionales predicativos cuyo nhcleo coincide morfofonol6gicamentecon un Npred Los grupos preposicionales predicativos no lexicalizan nombres predicativos tal como lo hacen las locuciones verbales que hemos analizado anteriormente en 3.12. En efecto, la coincidencia entre 10s niicleos nominales de ciertos grupos preposicionales predicativos y 10s nombres predicativos es meramente morfofonol6gica, y, por tanto, no se traduce -como en el caso de las locuciones verbales de 3.12- en la inducci6n de propiedades sinticticas. Analicemos de forma comparativa la situacibn que se plantea en relaci6n con la palabrafavor, cuando aparece ( 1 ) como un nombre predicativo lexicalizado en una locuci6n verbal o (2) como una forma lexicalizada de un GPpred, que coincide morfofonol6gicamente con el Npred favor: (I) La locuci6n hacer un favor en Pepe le hizo un favor es un predicado P,, cuya proyecci6n lineal es NI [V Npred]hvprp,,a N2; en dicha locuci6n, el nombre predicativo Ppfavor admite un adjunto derivado en funci6n de las caracteristicas de requerimiento argumental de dicho Npred: Pepe me hizo un favor; no hablar mtis de nacionalismo es unfavor [Re11 + Pepe me hizo unfavor, que es no hablar mcis de nacionalismo [Red Vsop] + Pepe me hizo el favor de no hablar mtis de nacionalismo

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(2)Por el contrario, la formafavor del grupo preposicional predicativo estar a favor en (229) Max estd a favor de que nombren a Eva rectora no constituye un Npred dentro de dicho GPpred, sino que es una forma lexicalizada, que simplemente mantiene una coincidencia morfofonol6gica con el Npred favor; prueba de ello es que el segundo argument0 oracional de estar a favor en (229) no se puede derivar transformacionalmente mediante una relativizaci6n y una reducci6n -tal como hemos hecho anteriormente en el caso de hacer un favor-, puesto que la oraci6n de relativo a partir de la cual se deberia poder aplicar la reducci6n del verbo de soporte no resulta aceptable: *Max estd a favor, que es que nombren a Eva rectora. Por tanto, estar a favor es un predicado P, cuya proyecci6n lineal es NI estar afavor de que P2, y, en dicho GPpred, a favor constituye un grupo conexo inanalizable. La lexicalizaci6n del determinante cero y del niimero singular de favor, p. ej., *Max estd a (un, el) favor de que nombren a Eva rectora, *Max estd a (& unos, 10s)favores de que nombren a Eva rectora, confirman el andisis de favor como una forma lexicalizada que pertenece a1 grupo conexo inanalizable afavor. Asimismo, el niicleo nominal condiciones del GPpred estar en condiciones en (230) Espaiia no estd en condiciones de cumplir 10s criterios de convergencia coincide morfofonol6gicamente con el Npred condicidn, que es un P,, p. ej., Cumplir 10s criterios de convergencia es la condicibn; sin embargo, condiciones en estar en condiciones no funciona como un Npred, sino como una forma lexicalizada, tal como podemos comprobar a partir de la imposibilidad de derivar transformacionalmente el complemento adnominal de (230); en efecto, la inaceptabilidad de la oraci6n de relativo, a partir de la que se deberia poder aplicar la reduccidn del verbo de soporte, bloquea toda posibilidad de derivaci6n transformacional: Espaiia no estd en condiciones; cumplir 10s criterios de convergencia son las condiciones # *Espaiia no estd en condiciones, que son cumplir 10s criterios de convergencia. En consecuencia, en condiciones -al igual que a favor- constituye un predicado conexo, que no es analizable. En algunos casos, la verificaci6n de que el nhcleo nominal de 10s GPpred sin segundos argumentos es una forma lexicalizada aunque coincida morfofonol6gicamente con un Npred- se fundamenta en la imposibilidad de que dicha forma lexicalizada tenga el complemento adnominal que aeberia poseer en funci6n de su requerimiento argumental

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si realmente fuera un Npred. Asi p. ej., la forma peligro de estar en peligro en La lengua espaiiola estd en peligro coincide morfofonol6gicamente con el nombre predicativo peligro, que es un P,, p. ej., Desaparecer de Intemet es un peligro; sin embargo, como sea que, en dicho GPpred, peligro es un argumento lexicalizado y no un Npred, no admite segundos argumentos oracionales como complementos adnominales, tal como deberia suceder de acuerdo con su requerimiento argumental si realmente fuera un Npred:

La lengua espaiiola estd en peligro; desaparecer de Internet es un peligro [Re11

# *La lengua espaiiola estd en peligro, que es desaparecer de Intemet [Red Vsop] z ???La lengua espaiiola estd en peligro de desaparecer de Internet

La lexicalizaci6n del determinante cero y del singular de peligro en estar en peligro muestran el cadcter conexo de en peligro, p. ej., ???La lengua espaiiola estd en (un, el) peligro, *La lengua espaiiola estd en (& unos, 10s)peligros. Los n6cleos nominales de 10s GPpred no siempre coinciden forrnalrnente con nombres predicativos y, por tanto, no siempre se plantean 10s problemas que hemos analizado en relaci6n con la parte conexa de estar a favor, estar en condiciones o estar en peligro. Asi p. ej., el n6cleo nominal coronilla del GPpred estar hasta la coronilla en (231) Max estd hasta la coronilla de sus cacicadas es un argumento N y, por tanto, la derivaci6n transfonnacional del segundo argumento de estar hasta la coronilla en (23 1) resulta evidentemente imposible, puesto que el N coronilla no puede admitir el segundo argumento de estar hasta la coronilla como su propio argumento, p. ej., *Sus cacicadas son una coronilla; de esta forma, la derivaci6n transfonnacional de (231) queda bioqueada desde su inicio. Anilogamente, el n6cleo nominal punto del GPpred estar a punto en (232) Estuve a punto de cometer una estupidez es un argumento N y, por tanto, la derivaci6n transformacional del segundo argumento oracional de estar a punto queda excluida de entrada, ya que punto no puede admitir el segundo argumento de estar a punto en (232) como su propio argumento, p. ej., "Cometer una estupidez fie un punto. En conse-

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cuencia, hasta la coronilla en estar hasta la coronilla o a punto en estar a punto constituyen partes conexas de estos GPpred, que no admiten un aniilisis mediante una descomposici6n sinkictica. En el caso de locuciones prepositivas predicativas, como p. ej., estar en contra de en Estarnos en contra de que no hayan nombrado a Eva, no se puede ni plantear la posibilidad de una derivaci6n transformacional de su segundo argumento, ya que las locuciones prepositivas no admiten su relativizaci6n y, por tanto, tampoco pueden admitir una reducci6n del verbo de soporte. En resumen, 10s grupos preposicionales predicativos cuyo niicleo nominal coincide formalmente con un Npred no admiten un aniilisis componencial -andogo a1 que hemos realizado en el caso de locuciones verbales con nombres predicativos lexicalizados en 3.12, ya que dichos nbcleos, cuyos deterrninantes est4n lexicalizados, no poseen las propiedades lCxicas de 10s Npred con 10s que coinciden bnicamente desde un punto de vista morfofonol6gico; por tanto, la parte conexa que integra 10s GPpred es inanalizable. En consecuencia, la posibilidad de lexicalizar nombres predicativos que siguen manteniendo algunas de sus propiedades sintiicticas parece ser una caracten'stica exclusiva de ciertas locuciones verbales. 3.14 Reducci6n de argumentos oracionales que P La reducci6n del argumento oracional que P de un predicado de segundo nivel: (1) elide el primer argumento del predicado P de que P, (2) convierte las rnarcas temporales de P a1 infinitive y (3) elimina el marcador de argumento oracional que (3.1.7).

La reducci6n que P esta: 16xicamente condicionada y, en consecuencia, su actuaci6n divide el lCxico de predicados de segundo nivel en clases. Hay una clase de predicados que acepta opcionalmente la reducci6n de que P, cuando existe una identidad entre el primer argurnento del predicado superior y el de su operando. Asi p. ej., el Vpred calcular en (233) o el Npred certeza en (234) adrniten una reducci6n opcional de que P, dado que sus primeros argumentos, es decir, tzi y nosotros, son tambiCn 10s primeros argumentos de sus operandos ver y ser victima, respectivamente:

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(233) Tu' calculabas que tu' la verias por la tarde [Red que PI + Tu' calculabas verla por la tarde (234) Nosotros tenemos la certeza de que nosotros hemos sido victima de un engaiio [Red que PI + Nosotros tenemos la certeza de haber sido victima de un engaiio Hay otra clase de predicados para 10s que consideramos que la reducci6n de que P es obligatoria, puesto que no resultan aceptables las oraciones en las que el argumento del predicado superior que controla la reduccibn de que P -que puede ser su primer argumento, como en (235), o un segundo argumento, como en (236) o (237)- es correferente con el primer argumento de su operando. Asi p. ej., en (235) *Yo quiero que yo le de' la bienvenida a la princesa, en (236) *A Maxi le apetece que bli sejkme un canuto o en (237) *Me es grato que yo estudie este problema consideramos que la reducci6n de que P es obligatoria, puesto que dichas oraciones no resultan aceptables, lo cual lo atribuimos a1 hecho de que el primer argumento de querer en (235), es decir, yo, o el segundo argumento de apetecer o ser grato en (236) y (237), es decir, Max y me, son, respectivamente, 10s primeros argumentos de 10s operandos oracionales de querer, apetecer y ser grato, es decir, dar una bienvenida en (235), fumar en (236) y estudiar en (237): en efecto, s610 resultan aceptables las oraciones en las que ha habido una reducci6n de que P, es decir, Yo quiero darle la bienvenida a la princesa, A Max le apetece jkmarse un canuto, Me es grato estudiar este problema. La. aplicaci6n de la reducci6n de que P no siempre se da a partir de la correferencia de un argumento del predicado superior con algdn argumento de su operando -como en 10s casos que hemos examinado anteriormente-, sino que, en el caso de predicados, como p. ej., atentar en (238) o importancia en (239), se puede dar a partir de la elisi6n del primer argumento de P en que P, cuando este es un pronombre indefinido, como p. ej., alguien, etc.: (238) Que alguien haga eso atenta contra la moral [Red que PI + Hacer eso atenta contra la moral

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(239) Que alguien diga eso tiene una importancia [Red que PI + Decir eso tiene una importancia Nbtese, sin embargo, que no todos 10s predicados que admiten un argumento oracional que P aceptan, a su vez, la reducci6n de dicho argumento, incluso cuando se da una identidad entre un argumento del predicado superior y el primer argumento de su operando; asi p. ej., resulta aceptable Ellos opinan que ellos no tienen la culpa, oraci6n en la que el primer argumento de opinar, es decir, ellos, es el mismo que el de su operando tener la culpa; sin embargo, la oraci6n reducida *Ellos opinan no tener la culpa no es aceptable. Hay una clase de verbos predicativos que adrnite la reducci6n de su segundo argumento oracional que P sin elidir el primer argurnento de P; dicha reducci6n introduce 10s siguientes cambios en la oraci6n derivada: (I) convierte el primer argumento del predicado P de que P en un segundo argumento derivado del predicado superior; (2) reduce las marcas temporales de P al infinitivo; (3) el predicado P junto a sus segundos argurnentos (si 10s tiene) se convierte en un complemento derivado del predicado superior. Asi p. ej., la reducci6n del argumento oracional que P de dejar en (240) sin elidir el primer argumento ella de su operando lanzarse introduce 10s siguientes cambios en (241): en primer lugar, convierte ella en el objeto direct0 la de dejar, en segundo lugar, reduce las marcas temporales de se lanzase a1 infinitivo lanzarse y, finalmente, lanzarse sin paracaidas se transforma en un complemento derivado de dejar, el cual no posee las propiedades de pronominalizaci6n de 10s objetos directos ni tampoco las de 10s objetos indirectos: (240) Max no dejd que ella se lanzase sin paracaidas [Red que P sin red Argl de PI (241) + Max no la dejd lanzarse sin paracaidas Asimismo, hay una clase de verbos que admite una reducci6n de que P sin elisi6n del primer argumento de P, per0 dicha reduccibn, en lugar de reducir las marcas temporales de P a un infinitivo -como en (241)-, las convierte en un gerundio. Asi p. ej., la reducci6n de que P de ver en (242) introduce 10s mismos cambios que la reducci6n de que P de dejar en (240), per0 el predicado tocar de que P junto con sus argumentos se convierte en el

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gerundio tocando de (243) -mientras que el predicado P de que P en (242) se convierte en un infinitive-: (242) Max vio que Eva tocaba la guitarra [Red que P sin red Argl de PI (243) + Max vio a Eva tocando la guitarra Hay una pequeiia clase de verbos predicativos que acepta la reduccibn de su primer argumento que P sin elidir el primer argumento de P; dicha reduccibn introduce 10s siguientes cambios en la oracibn derivada: 1. convierte el primer argumento del predicado P de que P en un sujeto derivado del predicado superior; 2. reduce las marcas temporales de P al infinitivo; 3. convierte el predicado P junto con sus segundos argumentos (si 10s tiene) en un complemento derivado del predicado superior, que no pronominaliza ni como un objeto direct0 ni tampoco como un objeto indirecto. Asi p. ej., tras la reducci6n de (244), fieras, que es el primer argumento de devorar -que a su vez es el primer argumento de parecer- se convierte, en (245), en el primer argumento derivado de parecer y, a su vez, haber devorado a 10s cristianos se transforma en un complemento derivado de parecec (244) Parece que lasfieras han devorado a 10s cristianos [Red que P sin red Argl de PI (245) +LasJieras parecen haber devorado a 10s cristianos Aunque desde un punto de vista estilistico no siempre resulta muy aceptable, 10s predicados de segundo nivel que aceptan una reduccibn de que P pueden admitir ademis una reduccibn de que P sin elidir el primer argumento de P; dicha reduccibn tiene las siguientes caracteristicas: 1. convierte las marcas de tiempo de P a1 infinitivo; 2. elide el marcador de argumento oracional que; 3. el primer argumento de P no se elide y permanece junto a P en la oraci6n derivada. Asi p. ej., la aplicacibn de este tipo de reducci6n en (246) conlleva, en (247), la conversibn del tiempo de cometiese a1 infinitivo cometer, la elisibn de que,

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toda vez que el primer argumento de cometer, es decir, Pepe, permanece junto a cometer en la oraci6n derivada: (246) Que Pepe cometiese ese error agravd la situacidn [Red que PI (247) +Cometer Pepe ese error agravd la situacidn A pesar de que este tipo de reducciones, como hemos seiialado, pueden dar lugar a oraciones estilisticamente dudosas, resultan necesarias en el marco de nuestro modelo para derivar algunas construcciones, como p. ej., 10s llamados komplementos circunstanciales' (2.7,3.6).

3.15 Verbos de elisi6n 3.15.1 Verbos predicativos de elisi6n del verbo de soporte Los verbos predicativos de elisi6n del verbo de soporte, a 10s que podemos llamar simplemente verbos de elisi61-1,son predicados de segundo nivel cuyo segundo argumento tiene que ser necesariamente un predicado no verbal. El marcador oracional (3.1.7) que imponen 10s verbos de elisi6n consiste en la elisi6n de las marcas temporales del predicado no verbal que constituye su segundo argumento, lo cual implica la elisi6n de su verbo de soporte. Asi p. ej., cuando 10s verbos de elisi6n poner y dejar operan respectivamente sobre 10s GPpred estar a1 mando en Eva estd a1 mando de las tropas y estar en buenas manos en Eva estci en buenas manos en (248) y (250), y en (249) y (25 l), su marcador de argumento oracional es la elisi6n del verbo de soporte estar de 10s respectivos GPpred sobre 10s que operan: (248) Max puso a Eva a1 mando de las tropas (249) M u dejd a Eva a1 mando de las tropas (250) Max puso a Eva en buenas manos (25 1 ) Max dejd a Eva en buenas manos

Son justamente las caracteristicas del marcador de argumento oracional de la clase de verbos a la que pertenecen poner, dejar, etc., 4 s decir, la elisidn del verbo de soporte- las que determinan el tCrmino con el que designamos dicha clase.

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Los verbos de elisi6n le asignan el marcador de argumento a o cero a1 primer argumento del predicado no verbal que constituye su operando, en funci6n de si dicho predicado no verbal posee o no un grupo nominal que tenga las propiedades de pronominalizaci6n que caracterizan a 10s objetos directos (3.1.6): 1. En efecto, cuando un v e r b de elisi6n opera sobre un nombre predicativo que tiene una funci6n sintictica de objeto directo en relaci6n con su v e r b de soporte (3.1.6), el verbo de elisi6n le asigna la preposici6n a al primer argumento del Npred y dicho argumento adquiere las propiedades de pronominalizaci6n de 10s objetos indirectos, toda vez que el Npred sigue manteniendo su funci6n de objeto directo. Asi p. ej., el nombre predicativo restricciones en (252) La venta de alcohol tiene restricciones es un objeto directo en relaci6n con el verbo de soporte tener, La venta de alcohol las; tiene [restricciones;].Por ello, cuando (252) es el segundo argumento de poner -tras elidir el verbo de soporte tener de restricciones, lo cual constituye la marca de argumento oracional- poner asigna la preposici6n a en (253) a1 primer argumento de restricciones, es decir, la venta de alcohol, y a la venta de alcohol se convierte entonces en un objeto indirecto en relaci6n con poner, La mafia lei puso restricciones [(a la venta de alcohol);],mientras que restricciones es un objeto directo, La mafia las;puso a la venta de alcohol [restriccionesi]: (253) La majia puso a la venta de alcohol restricciones

Anilogamente, en (254) Esta cuestidn tiene importancia, el nombre predicativo importancia es un objeto directo del v e r b de soporte tener, Esta cuestidn la; tiene [importanciai].Asi, cuando el v e r b de elisi6n dar opera sobre (254) -tras la imposici6n del marcador de argumento oracional, que consiste en la reducci6n del Vsop tener de importancia- le asigna la preposici6n a al primer argumento de importancia en (255), es decir, esta cuestidn, y a esta cuestidn pronominaliza entonces en relaci6n con dar como un objeto indirecto, La oposicidn lei da importancia [a esta cuestidn;], mientras que importancia pronominaliza como un objeto directo, La oposicidn lai da [importancia;]a esta cuestidn: (255) La oposicidn da a esta cuestidn importancia

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Las caracteristicas que acabamos de analizar, en relaci6n con la funci6n sinta'ctica que desempefia el primer argumento del predicado que constituye el segundo argumento de un verbo de elisibn, son analogas a las que presentan 10s verbos de reducci6n de que P sin reduccibn del primer argumento de P, como p. ej., hacer o dejar en las derivaciones de (256)(259). En efecto, cuando el predicado que constituye el segundo argumento oracional de hacer o dejar no tiene un argumento que desempefie la funci6n sintictica de objeto directo, como p. ej., llorar en (256) y (258), la reducci6n de que P convierte el primer argumento de llorar, es decir, ella, en un objeto directo derivadoMde hacer o dejar en (257) y (259), respectivamente:

Pepe hizo que ella llorase [Red que P sin red Argl de PI + Pepe la/*le hizo llorar (257) (256)

Pepe dejd que ella llorase [Red que P sin red Argl de PI + Pepe la/*le dejd llorar (259) (258)

Por el contrario, cuando el predicado que constituye el segundo argumento oracional de hacer o dejar, como p. ej., pagar en (260) y (262), tiene un argumento que es un objeto directo, como p. ej., factura en Ella lai paga [lafachtrai], su primer argumento, es decir, ella, se convierte en un objeto indirect0 derivado tras la reducci6n de que P en (26 1) y (263):

Pepe hizo que ella pagase la factura [Red que P sin red A r g ~de PI (26 1) +Pepe le/? *la hizo pagar lafactura (260)

(262) Pepe dejd que ella pagase la factura [Red que P sin red Argl de PI (263) -+ Pepe le/??la dejo' pagar la factura 20. Femfindez Ramirez (1951:203-204)sefiala la variabilidad que existe en espaiiol en relaci6n con la funcidn sintfictica del sujeto del predicado subordinado; cf. tambiCn Subirats (1987:195-198).

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Sin embargo, existe una diferencia fundamental entre el proceso que acabamos de seiialar y la formaci6n de las oraciones con verbos de elisi6n, puesto que, en el primer caso, se trata de un proceso transformational, mientras que, en el segundo, se trata de la formaci6n de una oraci6n de base a partir del Mxico. Y existe a6n otra diferencia importante. Tras la reducci6n de que P, el objeto directo del operando de hacer, dejar, etc., como p. ej., factura en (260) y (262), que es el objeto directo de pagar, mantiene su funci6n sinttictica; en efecto, factura sigue siendo el objeto directo de pagar en (261) y (263) tras la reducci6n de que P, como muestran Pepe le hizo pagarlai [la fact~rai]y Pepe le dejd pagarlai [la facturai]. Por el contrario, en el caso de 10s verbos de elisi6n, el objeto directo del verbo de soporte, como p. ej., restricciones en (252) o importancia en (254), se convierte en un objeto directo del verbo de elisi6n; en efecto, restricciones e importancia se convierten en objetos directos en relaci6n con poner y dar en (253) y (255), como muestran las pronominalizaciones que hemos seiialado anteriormente, es decir, La oposicidn lai da [importanciai] a esta cuestidn y La mafia lasi puso a la venta de alcohol [restriccionesi]. 2. Cuando un verbo de elisi6n opera sobre un predicado no verbal que no posee ninglin grupo nominal que desempeiie la funci6n de objeto directo, el verbo de elisi6n le asigna el marcador cero al primer argumento del predicado no verbal y dicho argumento adquiere entonces las propiedades de pronominalizaci6n de 10s objetos directos. La asignaci6n o no de la preposici6n a a dicho objeto directo estti determinada entonces por las restricciones generales que determinan las marcas de argumento de 10s objetos directos en espaiiol. Observemos dos ejemplos. En (265), el segundo argumento de poner es (264) El jefe estd nervioso. Dado que nervioso en (264) no posee ning6n grupo nominal que desempeiie la funci6n de objeto directo, su primer argumento, es decir, jefe, pasa a ser el objeto directo de poner, Los escotes de Sara 10i ponen [a1 jefei] nervioso; el hecho de que jefe tome la preposici6n a esta determinado por las caracteristicas semanticas de dicho objeto directo, concretamente, por tratarse de un nombre hurnano y definido: (265) Los escotes de Sara ponen a1jefe nervioso

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Anilogamente, el segundo argumento deponer en (267) es (266) El motor estd en marcha; dado que el GPpred en marcha en (266) no tiene un objeto directo, el primer argumento de en marcha, es decir, motor, pasa a ser el objeto directo deponer y no toma la preposici6n a, puesto que es un nombre no humano: (267) El meccinico puso el motor en marcha El primer argumento del predicado no verbal que constituye el operando de 10s verbos de elisi6n puede aparecer inmediatamente a la derecha de dicho verbo de elisibn, como p. ej., en (248)-(251), (253), (255), etc., per0 puede permutar su posici6n para situarse inmediatamente despuCs del predicado no verbal (cuando este no tiene segundos argumentos), como p. ej. en (268) o (269), o bien tras 10s segundos argumentos de dicho predicado no verbal, como p. ej. en (270) o (27 1): [Permutaci6n] de (253) La mafia puso restricciones a la venta de alcohol [Permutaci6n] de (255) (269) + La oposicibn da importancia a esta cuestidn [Permutaci6n] de (248) (270) j Max puso a1 mando de las tropas a Eva [Permutaci6n] de (249) (27 1) + Max dejd a1 mando de las tropas a Eva

(268)

-+

La permutaci6n puede resultar obligatoria, cuando el primer argumento del predicado no verbal que constituye el operando del verbo de elisi6n es una oraci6n. Analicemos algunos ejemplos. Cuando 10s verbos de elisi6n hacer, ver, dar, considerar, etc., operan respectivamente sobre predicados no verbales, como p. ej., imposible, dificil, importancia y necesario en (272), (273), (274) y (275), cuyo primer argumento en las mencionadas oraciones no es oracional, sino que esti formado por grupos norninales, como p. ej., el acuerdo con esta chusma, lo sucedido o la investigacidn, la permutaci6n tiene un caricter opcional -a1 igual que en 10s casos que hemos examinado en (268)-(271)-, como podemos observar en las siguientes derivaciones:

Clases de predicados (272) Eso hizo el acuerdo con esta chusma imposible [Permutaci6n] +Eso hizo imposible el acuerdo con esta chusma (273) El gobiemo ve el acuerdo con esta chusma difcil [Permutaci6nl +El gobiemo ve difcil el acuerdo con esta chusma (273) La oposicidn da a lo sucedido importancia [Permutaci6n] +La oposicidn da importancia a lo sucedido (275) Max consider6 la investigacidn necesaria [Permutaci6n] -+ Max considerd necesaria la investigacidn Por el contrario, cuando estos rnismos verbos de elisidn, es decir, hacer, ver, dar, considerar, etc., operan sobre 10s rnismos predicados no verbales que en (272)-(275), es decir, imposible, difcil, importancia y necesario, per0 el primer argumento de dichos predicados es oracional, la aplicaci6n de la permutaci6n tiene un caricter obligatorio. En efecto, 10s segundos argumentos de 10s verbos de elisi6n en (276), (278), (280) y (282) son, respectivamente, Que se llegara a un acuerdo es imposible, Llegar a un acuerdo con esa chusma es dificil, Que se investigue lo sucedido tiene importancia y Continuar la investigaci6n es necesario; dado que, en estas iiltimas oraciones, 10s primeros argumentos de imposible, difcil, importancia y necesario son oracionales, las oraciones en las que el primer argumento del predicado no verbal se encuentra inmediatamente a la derecha del verbo de elisi6n, como p. ej., (276), (278), (280) y (282) son inaceptables. Asi, como sea que s610 las oraciones (277), (279), (281) y (283) en las que ha habido una permutaci6n resultan aceptables, consideramos que la permutaci6n tiene un car6cter obligatorio:

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*Eso hizo que se llegara a un acuerdo imposible [Permutaci6n] +Eso hizo imposible que se llegara a un acuerdo (277) (276)

(278) *El gobierno ve llegar a un acuerdo con esta chusma difcil [Permutaci6n] (279) + El gobierno ve difcil llegar a un acuerdo con esta chusma (280) *La oposicidn da a que se investigue lo sucedido importancia [Permutaci6n] (281) +La oposicibn da importancia a que se investigue lo sucedido

?*Max consider6 continuar la investigacibn necesario [Permutaci6n] +Max consider6 necesario continuar la investigacidn (283) (282)

En este aspecto, el comportamiento de 10s verbos de elisi6n es anilogo a1 del verbo causativo hacer, ya que, tras la reducci6n de que P, hacer requiere la permutaci6n obligatoria del primer argumento del predicado P, que se convierte en su segundo argumento derivado: La vida hizo que Max fuera rebelde [Red que P sin red Arg~de PI + *Lavida hizo a Max ser rebelde [Permutaci6n] -+ La vida hizo ser rebelde a Max

A pesar de las similitudes seiialadas entre 10s verbos de elisi6n y 10s verbos predicativos que admiten la reducci6n de que P sin reducci6n del primer argumento de P, obskrvese que estos tiltimos predicados, como p. ej., hacer y ver en (284) y (287), no admiten una reducci6n de que P, cuando el primer argumento de P es una oraci6n2', como podemos observar en (285) y (288); por ello, no se pueden plantear casos de permutaci6n formalmente anilogos a 10s que hemos analizado anteriormente en (276)-(283): obskmese que la permutaci6n de 10s argumentos oracionales de fortalecer y arruinar de las 21. Cf. Subirats (1987:191 ss.).

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oraciones inaceptables (285) y (288) -a diferencia de lo que sucede en (277), (279), (28 1) o (283)- crea dos oraciones igualmente inaceptables: (284) Los bancos hicieron que bajar 10s interesesfortaleciera la economia [Red que P sin red Argl de PI (285) ;t *Los bancos hicieron bajar 10s interesesfortalecer la economia [Permutaci6n] (286) z *Los bancos hicieronfortalecer la economia bajar 10s intereses (287) Los politicos vieron que potenciar esta politica econdmica arruinaria el pais [Red que P sin red Argl de PI (288) + *Lospoliticos vieron potenciar esta politica econbmica arruinar el pais [Permutaci6n] (289) ;t *Lospoliticos vieron arruinar el pais potenciar esta politica econbmica Los verbos de elisi6n imponen restricciones sobre la clase de predicados que pueden ser sus segundos argumentos, ya que s610 pueden serlo 10s predicados no verbales, concretamente, adjetivos, grupos preposicionales, nombres y preposiciones predicativos. Sin embargo, 10s verbos de elisi6n no admiten como segundos argumentos a todos 10s elementos de las clases de predicados no verbales mencionadas anteriormente, ya que no todos 10s miembros pertenecientes a dichas clases pueden constituir sus argumentos. Por tanto, 10s verbos de elisi6n imponen una restricci6n sobre 10s elementos de las clases de predicados no verbales que pueden constituir sus argumentos. Asi p. ej., tanto poner como dejar pueden operar indistintamente sobre estar a1 mando en (248) y (249) o sobre estar en buenas manos (250) y (251). Sin embargo, poner puede operar sobre tener un ojo a lafunerala, Max puso a1 cacique un ojo a la funerala, per0 no dejar, ?*Max dejb a1 cacique un ojo a la funerala, mientras que dejar puede operar sobre estar con las rnanos libres, Max dejb a Eva con las manos libres, mientras que poner no puede, ?*Max puso a Eva con las manos libres. Asimismo, 10s verbos de elisi6n hacer, ver, dar o considerar no pueden operar sobre ninguno de 10s predicados no verbales que acabamos de utilizar para mostrar la selecci6n que imponen

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poner y dejar sobre su argument0 oracional, es decir, estar a1 mando, estar en buenas manos, tener un ojo a la finerala o estar con las manos libres. Sin embargo, hacer, ver y dar pueden operar sobre adjetivos predicativos, como p. ej., imposible, difcil o necesario en (277), (279) y (283), y dar puede operar sobre nombres predicativos, como p. ej., importancia en (255), (271) o (281), toda vez que ni poner ni dejar pueden operar sobre ninguno de estos dltimos adjetivos y nombres predicativos mencionados. Cuando las formas morfofonol6gicas poner, dar, dejar, etc., que coinciden con 10s verbos de elisibn, forman parte de un predicado que no admite una descomposici6n que permita analizarlo como un verbo de elisi6n que opera sobre un predicado no verbal, consideramos que poner, dar, dejar, etc., constituyen el ndcleo de una locuci6n verbal. Asi p. ej., en la oraci6n Max puso en prcictica sus teorias, el predicado poner en prcictica no admite una descomposici6n sinthctica que pennita considerar poner como un verbo de elisi6n, puesto que en prcictica no es un grupo preposicional predicativo, p. ej., *Sus teorias estcin en prcictica; por ello, consideramos que poner en prcictica es una locuci6n. cuyo ndcleo verbal es poner y cuya parte conexa es en prcictica. Anhlogamente, en Todos estos problemas dieron a1 traste con nuestros proyectos, no podemos considerar dar como un verbo de elisibn, puesto que a1 traste no se comporta como un grupo preposicional predicativo, p. ej., *Nuestros proyectos estcin a1 traste, de lo cual concluimos que dar a1 traste es una locuci6n, cuyo ndcleo verbal es dar. Y lo mismo sucede en Max dejd en ridiculo a 10s etnonacionalistas; no podemos descomponer sinthcticamente dejar en ridiculo, puesto que en ridiculo no es un predicado, p. ej., *Los etnonacionalistas estcin en ridiculo, por lo cual consideramos dejar en ridiculo como una locuci6n verbal. 3.15.2 Propiedades sintaicticas idiosincrrisicas y 16xicamente condicionadas de las construcciones con verbos de elisibn Las construcciones con verbos de elisi6n pueden adquirir restricciones idiosincr5sicas en relaci6n con la aplicaci6n de ciertas transfomciones, como p. ej., la pasiva con ser, la pasiva con se, el se medio o las nominalizaciones, de forma tal que algunas construcciones admiten dichas transforrnaciones y otras no, sin que ello se pueda atribuir a propiedades sinthcticas del verbo de elisi6n o de su predicado no verbal. Es justamente debido a la

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imposibilidad de explicar dichas restricciones a partir de las propiedades ICxicamente condicionadas de 10s predicados que integran las construcciones con verbos de elisibn, por lo que consideramos que estas restricciones son caracteristicas idiosincrfisicas que adquieren dichas construcciones. Veamos algunos ejemplos. Las construcciones con el verbo de elisi6n poner de (290) y (292) aceptan la pasiva con ser: (290) Alguien puso a 10s violadores a disposicidn de la justicia [Pasiva ser] (291) +Los violadoresfieron puestos a disposicidn de la justicia por alguien (292) Alguien puso a 10s violadores en libertad [Pasiva ser] (293) +Los violadoresfieron puestos en libertad por alguien Asimismo, (290) y (292) admiten una nominalizaci6n sin verbo de soporte con por parte de (3.11.1), p. ej., la puesta de 10s violadores a disposicidn de la justicia por parte de alguien, la puesta en libertad de 10s violadores por parte de alguien. Sin embargo, la posibilidad de (290) y (292) de aceptar la pasiva con ser o la nominalizaci6n sin verbo de soporte no constituye una propiedad inducida por el verbo de elisi6n poner, puesto que, en otras construcciones, como p. ej., en (294) y (296), poner no adrnite ni la pasiva con ser, como podemos observar en (295) y (297), ni tampoco la norninalizaci6n sin verbo de soporte con por parte de, *la puesta de Eva de buen humor por parte de alguien, *la puesta de un ojo a la finerala a1 cacique por parte de alguien: (294) Alguien puso a Eva de buen humor [Pasiva ser] (295) + *Evafie puesta de buen humor por alguien (296) Alguien puso un ojo a lafinerala a1 cacique [Pasiva ser] (297) + *Un ojofie puesto a1 cacique a la finerala por alguien

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Capitulo I11

El comportamiento de poner en relaci6n con la pasiva con ser tampoco se puede explicar a partir de las propiedades sinticticas de su predicado no verbal, ni tampoco a partir de las propiedades de la construcci6n sintsictica en la que aparece poner. En efecto, tanto 10s predicados no verbales estar a disposicidn o estar en libertad de (290) y (292), que aceptan la pasiva con ser, como 10s predicados no verbales estar de buen humor o tener un ojo a la funerala de (294) y (296), que no aceptan las pasivas, constituyen predicados no verbales que no admiten segundos argumentos con las propiedades de 10s objetos directos (3.1.6) y, por tanto, todos 10s predicados pertenecientes a dicha clase rechazan sistedticamente la pasiva con ser. Asimismo, tanto las construcciones (290) y (292), que aceptan la pasiva con ser, como las construcciones (294) y (296), que no la admiten, poseen objetos directos y, por tanto, son construcciones que tienen las mismas posibilidades sinticticas de admitir una pasiva con ser; obsCrvense las siguientes pronominalizaciones de 10s objetos directos de (290), (292), (294) y (296), respectivamente: Alguien 10si puso [a 10s violadoresi] a disposicidn de la justicia, Alguien 10si puso [a 10s violadores;] en libertad, Alguien la;puso [a Eva;]de buen humor, Alguien se; lo, puso [un ojoj] a lafunerala [a1 cacique;].En consecuencia, dado que el comportamiento de las construcciones con poner en relaci6n con la pasiva con ser -a1 igual que en relaci6n con la nominalizaci6n- no se puede explicar a partir de las propiedades sinkicticas de poner, de su predicado no verbal o de la construccidn formada por poner, consideramos que dicho comportamiento sintictico constituye una caracteristica idiosincrsisica que adquiere la conespondiente construcci6n. Las construcciones con verbos de elisi6n presentan tambiCn restricciones idiosincrisicas con respecto a1 se medio, aunque dichas restricciones se mezclan a menudo con aspectos de tipo pragmitico. Asi p. ej., resulta aceptable una oraci6n, como p. ej., [Se medio] de (294) + Eva se puso de buen humor [por si sola] o, incluso, [Se medio] de (290) +Los violadores se pusieron a disposicidn de la justicia [por si solos], per0 resultaria p r a g d ticamente dudosa [Se rnedio] de (293) + ?Los violadores se pusieron en libertad [por si solos] y, tambiCn, [Se medio] de (296) + ???Un ojo a la finerala se le puso a1 cacique [por si solo] (0, incluso, su inversi6n con reduplicaci6n del objeto indirecto, ???A1 cacique se le puso un ojo a la finerala [por si solo]).

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En contraposici6n con lo que hemos seiialado anteriormente en relaci6n con las propiedades idiosincrisicas de las construcciones con verbos de elisi6n, en algunos casos, parece ser realmente el verbo de elisi6n el que induce deterrninadas propiedades sinticticas de la construcci6n. Asi p. ej., el verbo de reducci6n dejar no admite la pasiva con ~ e ? ~indepen, dientemente de las caracteristicas de su operando no verbal; en efecto, las construcciones en las que el verbo de elisidn dejar opera sobre estar a disposicidn o estar en libertad en (298) y (300) no aceptan la pasiva con ser, -a diferencia de lo que ocurre en (290) y (292), cuando poner opera sobre dichos GPpred, ya que entonces si es posible aplicar una pasiva con ser, como hemos podido observar en (291) y (293)-:

(298) Alguien dejd a 10s violadores a disposicidn de la justicia [Pasiva ser] (299) z*Los violadoresfueron dejados a disposicidn de la justicia por alguien (300) Alguien dejd a 10s violadores en libertad [Pasiva ser] (301) # *Los violadoresfueron dejados en libertad por alguien ObsCrvese finalmente que tanto las construcciones con poner de (290) y (292), que admiten la pasiva con ser y la nominalizaci6n, como las de (294) y (296), que no aceptan dichas transformaciones, admiten indistintamente la pasiva con se: [Pasiva se] de (290) + Se puso a 10s violadores a disposicidn de la justicia [Pasiva se] de (292) j Se puso a 10s violadores en libertad [Pasiva se] de (294) +Se puso a Eva de buen humor [Pasiva se] de (296) +Se [lei] puso a1 caciquei un ojo a la funerala 22. Cf. Cuervo (1954:862).

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Asimismo, las construcciones con el verbo de elisitin dejar de (298) y (300), que no admiten la pasiva con ser, como hemos seiialado anteriormente, aceptan tambikn la pasiva con se: [Pasiva se] de (298) + Se dejo' a 10s violadores a disposicio'nde la justicia [Pasiva se] de (300) +Se dejo' a 10s violadores en libertad

3.16 Locuciones verbales con propiedades de nombres predicativos Hay una clase de locuciones verbales con el ndcleo verbal tener, que posee ciertas propiedades sinticticas de 10s nombres predicativos que seleccionan el verbo de soporte tener, ya que las locuciones que pertenecen a dicha clase pueden ser segundos argumentos oracionales de verbos de elisitin, con lo cual su parte conexa se comporta como un nombre predicativo y su ndcleo verbal tener como un verbo de soporte. Dado que dicha clase de predicados no acepta la reducci6n del verbo de soporte -y, en general, tampoco suele aceptar la relativizacibn de su n6cleo nominal- consideramos que se trata de locuciones verbales cuyo ndcleo verbal es la forma verbal tener. Examinemos algunos ejemplos. El predicado tener las manos libres en El presidente tiene las manos libres para machacar a esos miserables puede ser el argument0 oracional de un verbo de elisibn, como p. ej. dejar en (302), y, por tanto, tener las manos libres se comporta como si fuera un nombre predicativo con el verbo de soporte tener: (302) Los sectarios no le dejan las manos libres para acabar con esos miserables Ademis, tener las manos libres admite una reducci6n de la oraci6n de relativo con con, que es una transformaci6n que, en principio, s610 admiten 10s nombres predicativos que seleccionan el verbo de soporte tener, como p. ej., tener aires de suficiencia, en la vicerrectora, que tiene aires de suficiencia [Red ORel con] + la vicerrectora, con aires de suficiencia; obskrvese que tener las manos libres -a1 igual que el Npred aires de

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suficiencia- acepta tambiCn una reducci6n de la oraci6n de relativo con con: el presidente, que tiene las manos libres para machacar a esos miserables [Red ORel con] j el presidente, con las manos libres para machacar a esos miserables Sin embargo, tener las manos libres no puede adrnitir una reducci6n del verbo de soporte, como podemos apreciar en (304), puesto que no acepta una relativizacibn de las manos libres en (303):

(303) ?*las manos libres, que el presidente tiene para machacar a esos miserables [Red Vsop] (304) + *las manos libres del presidente para machacar a esos miserables Dado que tener las manos libres no admite la reduccidn del verbo de soporte, consideramos que se trata de una locuci6n verbal, cuyo n6cleo es tener -que coincide morfofonol6gicamente con el verbo de soporte tenery cuya parte conexa es las manos libres. La locuci6n verbal tener la cabeza como un bombo presenta un comportamiento anilogo a1 de tener las manos libres. En efecto, este predicado puede ser un argument0 de un verbo de elisibn, como p. ej. poner, Max me puso la cabeza como un bombo; asimismo, tener la cabeza como un bombo admite una reducci6n de la oraci6n de relativo con con, p. ej., Max, que tiene la cabeza como un bombo, acudio' a1 trabajo +Max, con la cabeza como un bombo, acudid a1 trabajo. Sin embargo, tener la cabeza como un bombo no admite la relativizacibn, ???la cabeza, que Max tiene como un bombo, *la cabeza como un bombo, que Max tiene, y, por tanto, no puede aceptar la reducci6n del verbo de soporte, *la cabeza de Max como un bombo, *la cabeza como un bombo de Max, por lo cual consideramos que se trata de una locuci6n verbal. Existen otros predicados verbales en 10s que la negaci6n esti lexicalizada, como p. ej., no tener pelos en la lengua, que no pueden ser argumentos de verbos de elisibn, pero, sin embargo, pueden admitir una reducci6n de la oracidn de relativo con sin, que, en principio, es una

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reducci6n que s61o aceptan 10s nombres predicativos con el verbo de soporte tener en oraciones negativas. Asi p. ej., el nombre predicativo efecto en La marihuana no tiene 10s efectos nocivos del alcohol admite una reducci6n de la oraci6n de relativo con sin: la marihuana, que no tiene 10s efectos nocivos del alcohol [Red ORel sin] + la marihuana, sin 10s efectos nocivos del alcohol. ObsCrvese que no tener pelos en la lengua -a1 igual que el Npred efecto- admite tambiCn una reducci6n de la oracidn de relativo con sin, p. ej., las personas que no tienen pelos en la lengua se desenvuelven mejor [Red ORel sin] + las personas sin pelos en la lengua se desenvuelven mejor. Sin embargo, dado que no tener pelos en la lengua no admite una reducci6n del verbo de soporte, ya que no acepta la relativizaci611, ?*los pelos, que Max no tiene en la lengua, ?*los pelos en la lengua, que Mar no tiene, consideramos que se trata de una locuci6n verbal.

4. El concepto de predicado en la tradicibn gramdcal y lexicogrdjicaz

En contraposici6n con la idea central de la gramltica tradicional, que ha identificado la predicaci6n con el verb, la sintaxis lCxica ha ampliado el concepto de predicacibn para dar cabida en 61 tanto a 10s predicados verbales como a 10s no verbales, entre 10s que se incluyen, blsicamente, 10s nombres predicativos, 10s adjetivos predicativos y 10s grupos preposicionales predicativos. Asi p. ej., en el marco de la sintaxis lkxica, el predicado de una oracibn, como p. ej., (1) El presidente hizo un llamamiento a la poblacibn civil, no es el v e r b hacer, sino llamamiento, ya que, desde un punto de vista sintiictico, es este nombre predicativo -y no el verbo de soporte hacer-, el que determina la proyecci6n oracional de su requerimiento argumental y, desde un punto de vista sedntico, es llamamiento el elemento ICxicamente pleno, mientras que el v e r b hacer es un v e r b sednticamente "vacio". Asi p. ej., el verbo hacer se puede elidir en la formaci6n de un grupo nominal cuyo n6cleo sea llamamiento mediante una reducci6n del v e r b de soporte, sin que por ello se pierda informaci6n oracional, p. ej., el llamamiento del presidente a la poblacidn civil o el llamamiento a la poblacidn civil del presidente. Anllogamente, 10s n6cleos predicativos de (2) Es imposible que Sean tan miserables y (3) Max estd a la espera de que le comuniquen 10s resultados no son sus respectivos niicleos verbales, es decir, ser en (2) y estar en (3), sino el adjetivo predicativo imposible y el grupo preposicional predicativo a la espera. En (2) y (3), ser y estar son verbos de soporte -a1 igual que hacer en (1)- y, por tanto, son 10s portadores de las marcas temporales que 10s predicados no verbales de (I), (2) y (3) no pueden incorporar como una rnarca morfol6gica propia. La sintaxis lCxica no solo ha ampliado el concepto de predicado, sino que ha estudiado las relaciones transformacionales entre las distintas 1. La primera versi6n de este capitulo apareci6 publicada en M. FernBndez, F. Garcia y N. VBzquez, eds. 1999. Actas del ICongreso International de la Sociedad Espaiiola de Historiografia Lingiiistica. Madrid: Arco Libros, pp. 645-661.

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Capitulo IV

clases de predicados. Asi p. ej., influencia en (5) es un nombre predicativo derivado, que surge como resultado de la nominalizaci6n con el verbo de soporte tener, del verbo predicativo influir de (4). En consecuencia, influencia no se considera un predicado aut6nom0, sino que se deriva transformacionalmente a partir de influir mediante una transformaci6n de nominalizaci6n deverbal: (4) Los politicos injluyeron en la decisibn del defensor del pueblo [Nom deverbal] (5) +Los politicos tuvieron una injluencia en la decisibn del defensor del pueblo. Asirnismo, sorprendente en (7) y en peligro en (9) se consideran, respectivamente, un adjetivo y un grupo prepositional predicativos derivados, ya que se pueden derivar transformacionalmente a partir de 10s predicados sorprender en (6) y peligrar en (8): (6) No me sorprende que 10s nacionalistas actrien como fascistas [Adj deverbal] + (7) No es sorprendente para mi que 10s nacionalistas actu'en como fascistas, (8) La democracia peligra [GPpred deverbal] +(9) La democracia estci en peligro En realidad, la ampliaci6n del concept0 de predicado no ha sido exclusiva de la sintaxis ICxica, sino que se ha planteado de forma aniiloga en el marco de otras teorias lingiiisticas, como p. ej., el modelo funcional de Dik (1989:161-182). De hecho, resulta curioso comprobar que, en el marco de la linguistics espaiiola actual, incluso Alarcos (1994:257), que reivindica la exclusividad del verbo como predicado: [La] forma verbal es el nlicleo de la oracibn, y en 61 se cumple la relaci6n predicativa [...I Los dem6s componentes que en la oraci6n pueden aparecer en torno del ndcleo son ttrminos adyacentes, cuya presencia no es indispensable para que exista la oracidn [...I El ndcleo de la oraci6n es, pues, un verbo en forrna personal.

menciona las relaciones de equivalencia formal y sedntica entre las construcciones con verbos predicativos y las construcciones "atributivas" -tal como hemos seiialado anteriormente, p. ej., en (6) y (7)-, lo cual implica que equipara dichas construcciones, a pesar de considerar el verbo como linico nficleo oracional: En envejectis, la relaci6n predicativa une el sujeto gramatical ccsegunda persona plural>>(expresado por la terminaci6n tis) con la noci6n Mxica de ccenvejecern; en Sois viejos, el mismo sujeto gramatical (combinado con la noci6n lexica existencial de ccser,,) establece la predicaci6n con el signo

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lixico del atributo ccviejo>>.De este modo, las construcciones atributivas vienen a ser como el resultado del desglose de otros verbos no copulativos, segdn se puede apreciar en casos de equivalencia semintica como 10s siguientes: Un duke nunca es amargo. Un dulce nunca amarga. Aqui es abundante la uva. Aqui abunda la uva. Eran escasos 10s viveres. Escaseaban 10s viveres. La maleta es muy pesada. La maleta pesa mucho. (Alarcos 1994:302)

En este capitulo, queremos mostrar que el concepto de predicado, tal como se ha planteado en la sintaxis ICxica, tiene antecedentes en nuestra tradicibn gramatical y lexicogrfifica.

4.2 El concepto de adjetivo y nombre predicativos en la RAE (1796,1931) La Grama'tica castellana de la Real Academia Espaiiola (1796:328-329) reconoce implicitamente la naturaleza de predicado de 10s adjetivos, primero, al tratar de caracterizar las distintas preposiciones que pueden introducir sus segundos argumentos y, segundo, a1 intentar determinar las caracten'sticas sinticticas de dichos argumentos, es decir, a1 precisar si pueden ser grupos nominales -cuyo nticleo sea un nombre-, infinitivos, etc.: [Los] adjetivos admiten tambien otros sustantivos con su rkgimen intes del verbo, como: El hombre lleno de dinero quiere mas Los pueblos distantes del mar comercian poco y aun con r6gimen diverso, con acusativos regidos de la preposition ci, v.g. Los pueblos cercanos ci la Corte venden bien sus frutos Los hombres prouensos ci la ambicion nunca sosiegan. Otras llevan despues de si el infinitivo de un verbo, regido de la preposicidn que le pertenece Bntes del verbo de la oracion, v.g. Lu fruta buena de comer, y fdcil de dinerir, no hace daiio.

Asirnismo, el hecho de que la RAE (1796) especifique en una misma lista alfaMtica (pp. 377-446) el rkgimen prepositional de 10s verbos y el de 10s adjetivos constituye tambiCn una forma de equipararlos como predicados,

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ejemplo ilustrativo del procedimiento que acabamos de describir: la RAE (1931) explica la ambiguedad de dicho grupo, relacion6ndola con dos oraciones de relativo distintas, cuyo antecedente es el ndcleo de dicho grupo, es decir, amor; en dichas oraciones de relativo, Dios es, respectivamente, segundo argumento de amor -y objeto directo del verbo de soporte tener- y primer argumento de amor -y sujeto de tener-. Es decir, tal como hemos seiialado anteriormente, la explicaci6n que propone la RAE supone explicar la ambiguedad de el amor de Dios, partiendo de la proyecci6n de la estructura argumental del ndcleo de dicho grupo nominal, es decir, de amor, en dos oraciones de relativo, en las que Dios es, respectivamente, el primer0 y el segundo argumento de dicho ndcleo. De hecho, la explicaci6n que propone la RAE supone implicitamente tratar amor como un predicado y derivar 10s "complementos del nombre" a partir de reducciones de una oraci6n de relativo: El complemento en genitivo [...I puede tener, a veces, una doble significacicin. Asi, por ejemplo, cuando decimos el amor de Dios, podemos significar el amor que tenemos a Dios, o el amor que Dios tiene a las criaturas. En el primer caso el genitivo de Dios se llama objetivo, porque es el objeto de la significacidn del substantivo amor; y seria el objeto directo de la oraci6n si substituy6ramos dicho complemento por una oracidn de relativo; ask el amor que tenemos a Dios. En el segundo caso se llama genitivo subjetivo, porque haciendo la dicha substituci611, el mismo complemento se convertiria en sujeto; ask el amor que Dios tiene a 10s hombres. (RAE 1931 :179)

Seria aventurado atribuir a la RAE la originalidad de esta explicaci6n, especialmente, teniendo en cuenta que, despuCs del siglo XVIII, la originalidad no ha sido precisamente una de las caracteristicas m6s notables de esta rancia institucibn. En efecto, la explicaci6n que propone la RAE (1931) para tratar la ambiguedad de el amor de Dios, la encontramos ya en Caro y Cuervo (1867:425-426), a1 abordar la explicaci6n de la ambiguedad de timorpopuli:

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Capltulo IV [...I timor populi (Cic.) significa, se@n la intencidn del que habla, el temor que el pueblo tiene y el [temor] que se tiene a1 pueblo. El genitivo en el primer caso se denomina subjetivo (por corresponder al sujeto de una proposicidn equivalente: populus timet); y en el segundo, objetivo (por corresponder al objeto o acusativo: populum timemus).

Resultan interesantes las observaciones que hace la RAE (1931:351-352) en relaci6n con las oraciones subordinadas que pueden ser "complementos" de nombres, adjetivos o verbos, ya que, aunque sea de forma implicita y Gnicamente en relaci6n con las preposiciones que pueden introducir dichos complementos, equipara 10s nombres y 10s adjetivos con 10s verbos en tanto que predicados: [Las] oraciones substantivas que hacen oficio de complemento con preposicidn [...I pueden [...I ser complemento de un nombre o adjetivo y de un verbo. Cuando son complemento de un nombre o adjetivo llevan la preposicidn de; cuando lo son de un verbo llevan la preposicidn que corresponde a la clase de complemento circunstancial [sic] a que la oracidn sea equivalente. Ejemplos: a ) De un nombre o adjetivo: el temor de que se hagan usurpaciones [...I donde la oracidn de que se hagan [usurpaciones] es genitivo objetivo complemento de temor. [...I confirmd en ellos mds la sos~echade que aquel que hula era el duefio [...I [donde la oracidn de que aquel que hula era el duefio es] genitivo objetivo tambiCn. Temeroso de que no habia de ser creido 6)De un verbo: [...I Conocila [...I g z que true 10s mismos vestidos que traia [...I Su corazdn se azoraba a1 pensar en aue la boda pudiera desvanecerse como un sueiio [...I

Es evidente que la RAE yerra a1 seiialar que s610 la preposicicin de puede introducir complementos oracionales de nombres y adjetivos predicativos; asi p. ej., el segundo argument0 oracional del nombre predicativo inconveniente en (10) y del adjetivo predicativo conforme en (11) van introducidos por preposiciones distintas de de, concretamente, por en y con, respectivamente: (10) No tenemos ningu'n inconveniente en que venga con nosotros

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(1 1) No estoy confome con que se asurnan estos riesgos En realidad, la afirmaci6n de la RAE (1931:351-352) en relaci6n con la exclusividad de la preposici6n de como introductora de 10s complementos oracionales dependientes de nombres y adjetivos entra incluso en contradicci6n consigo rnisma: la propia RAE (1931:180) seiiala que "el substantivo puede llevar por complemento un nombre con cualquiera otra preposici6n que no sea dew y no tendria ningtin sentido -ni siquiera dentro de la propia doctrina de la RAE admitir que el r6gimen preposicional vm'a en funci6n de la naturaleza oracional o no del complemento. Asirnismo, la RAE (1931:188189) seiiala las distintas preposiciones que pueden introducir 10s segundos argumentos de 10s adjetivos, bisicamente, a, de y en. Incluso, esboza una clasificaci6n semintica de 10s adjetivos para explicar las preposiciones que pueden introducir sus segundos argumentos: asi p. ej., en opini6n de la RAE (1931), "10s adjetivos que denotan cariiio, adhesi6n y dependencia" (p. 189) introducen su objeto preposicional con la preposici6n a y "10s que significan ciertas cualidades fisicas, morales o abstractas" (&id.) se construyen con la preposici6n de. Al margen de la problemitica seiialada en relaci6n con las preposiciones que introducen 10s segundos argumentos de nombres y adjetivos, 10s ejemplos de la RAE (1931:351-352) citados anteriormente, en 10s que aparecen oraciones que constituyen complementos de un nombre, como p. ej., "eltemor de que se hagan usurpaciones" y "lasosuecha de que aquel que huia era el dueiio",y las consideraciones que hace la RAE sobre la funci6n de 'genitivo objetivo' de "deque se hagan usurpaciones" y "deque aquel que huia era el dueiio" presuponen -estableciendo un paralelismo con la propuesta de la RAE (1931) para explicar la ambigiiedad de el amor de Diosque dichas oraciones son, respectivamente, segundos argumentos de temor y sospecha en las correspondientes oraciones de relativo, cuyos antecedentes son dichos nombres, es decir: el temor, que tiene de que se hagan usurpaciones la sospecha, que tiene de que aquel que huia era el dueiio El inter& de la explicaci6n de la RAE (1931) reside bisicamente en que asume, aunque sea de forma indirecta, que temor y sospecha son predicados con su propia estructura argumental.

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Capitulo IV

4 3 La estructura argumental de 10s nombres deverbales de Nonell (1909) Nonell (1909:~)intenta sistematizar 10s planteamientos de la Academia, aplicando al estudio de 10s nombres predicativos 10s mismos criterios que la Academia habia aplicado con anterioridad a1 tratamiento de 10s adjetivos: "lo que aqui observa la Academia respecto del regimen del adjetivo es aplicable a1 del nombre, del verbo, y de toda parte de la oraci6n susceptible de regimen". De hecho, Nonell trata de sistematizar la especificaci6n de 10s objetos preposicionales de todos 10s predicados susceptibles de admitirlos y, por tanto, sitfia en un mismo plano a 10s verbos, 10s nombres y 10s adjetivos. El inter& de 10s planteamientos de Nonell (1909) reside bisicamente en que aborda el tratamiento de 10s nombres como predicados, no solo en relaci6n con el regimen de sus segundos argumentos, sino en relaci6n con su estructura argumental global. En el capitulo que lleva por titulo "Regimen del sustantivo", Nonell (1909: 110) analiza la herencia de propiedades de 10s predicados derivados en relaci6n con 10s predicados de 10s que se derivan, centrhdose, inicialmente, en el regimen prepositional de sus segundos argumentos: Muchos sustantivos derivados, 6 de 10s cuales se derivan verbos 6 adjetivos, suelen llevar la misma preposici6n de sus primitives 6 de 10s adjetivos y verbos que de ellos se derivan. I...] la inclinacibn, que 6 la poesia siernpre he tenido [...I Seglin la correspondencia que tienen entre si 10s [lunares] del rostro con 10s del cueipo.

Los ejemplos que cita Nonell (1909: 110) corresponden a nominalizaciones deverbales con verbos de soporte; asi p. ej., inclinacidn o correspondencia son nombres predicativos deverbales con el verbo de soporte tener, derivados, respectivamente, de 10s verbos predicativos inclinarse y corresponderse, como podemos observar en las siguientes derivaciones, en las que retomamos 10s ejemplos de Nonell: Siempre me he inclinado a la poesia [Nom deverbal] + Siempre he tenido una inclinacidn a la poesia, Los lunares del rostro se corresponden con 10s del cuerpo [Nom deverbal] + Los lunares del rostro tienen una correspondencia con 10s del cuerpo. Pero Nonell(1909: 114) no se limita a estudiar 10s complementos de 10s nombres deverbales, sino que tambiCn tiene en cuenta la conversi6n global de 10s argumentos verbales en

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10s argumentos del derivado deverbal. Asi p. ej., a1 analizar 10s nombres deverbales con un solo argumento explicito, seiiala que dicho argumento puede ser el complemento o el sujeto de la correspondiente construcci6n verbal : El nombre, que precedido de la preposici6n de acompaiia 6 un sustantivo verbal, suele referirse a1 complemento del verbo correspondiente d dicho sustantivo: El remedio & las cuitas, el socorro & las necesidades [...I el consuelo & las viudas [...I (esto es, el remediar las cuitas, el socorrer las necesidades, etc.) [...I El nombre precedido de la preposici6n de puede tambikn representar el

sujeto del verbo a1 cual corresponde el sustantivo verbal:

Se agrada mucho [Dios] del buen deseo & nuestro corazbn Los cuepos y reliquias de 10s santos, con aprobacidn y licencia & nuestra santa madre Iglesia[ ...I Sufrimos las injurias, las humillaciones, la pobreza, el desamparo y hasta el abandon0 &l gobiemo.

Es cierto que, en la medida en que Nonell se interesa hnicamente por la estructura argumental de 10s nombres deverbales, no otorga a 10s nombres el rango de predicados independientes: Cnicamente analiza la estructura argumental de 10s nombres deverbales en relaci6n con la del verbo del que se derivan. Sin embargo, al analizar 10s nombres deverbales que llevan sus dos argumentos explicitos -sin referirse exclusivamente a1 segundo argumento o a sus posibles ambigiiedades- Nonell (1909: 115) esti analizando de forma global su estructura argumental, con lo cual se acerca, incluso m6s que la propia RAE (193 l), a tratarlos como verdaderos predicados: Puede en una misma oracidn hallarse un nombre precedido de la preposici6n de, que se refiera a1 sujeto del verbo, y otro que represente a1 complemento. [...I 10s testimonios y aprobaciones que tenia &lcielo y de la tierra, & su fundacidn.

La oraci6n a la que se refiere Nonell, en la que el cielo y la tierra y de su findacidn son, respectivamente, el sujeto y el complemento de 10s nombres

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Capitulo IV

predicativos de dos argumentos testimonio y aprobacidn, que seleccionan el verbo de soporte tener, es el cielo y la tierra tienen 10s testimonios y aprobaciones de su fundacibn. Nonell (ibid.) ofrece ademBs ejemplos de nombres deverbales, que introducen su segundo argumento con una preposici6n distinta de de, p. ej., "Seiial de amor 4 10s trabajos [...Iu o "el anhelo de Bonaparte E r enseiiorearse de Espaiia. "

4.4 Los predicados no verbales en Benot (1888-1891) El estudio que realiza Benot de 10s predicados no verbales no se centra ni en un anblisis parcial de sus complementos -0 en la resoluci6n de sus posibles ambigiiedades- ni en el estudio de la estructura argumental de 10s derivados deverbales en relaci6n con 10s predicados de 10s que se derivan, como hacen la RAE (1931) y Nonell (1909), respectivamente, en las obras que hemos revisado anteriormente. Lo que caracteriza el planteamiento de Benot (18881891) es justamente el hecho de tratar de forma conjunta y con 10s mismos procedimientos tanto 10s predicados verbales, como 10s no verbales. En efecto, a1 estudiar, primero, la estructura argumental y, segundo, la selecci6n de la modalidad de la completiva, Benot trata de forma conjunta 10s predicados verbales y 10s no verbales, y les aplica el mismo tratamiento sintbctico. Al estudiar tanto 10s predicados que admiten una oraci6n o su reducci6n a un infinitivo, ya sea como primer argumento o como segundo argumento introducido por una preposici6n, Benot analiza 10s predicados verbales junto con 10s adjetivos y 10s nombres predicativos. Asi, entre el gran nfimero de ejemplos que ilustra su anblisis de 10s predicados que admiten una oraci6n o su reducci6n a infinitivo en posici6n de sujeto, incluye verbos como "doler"o "constar",junto con adjetivos y nombres predicativos con el verbo de soporte ser, como p. ej., "molesto,difcil" y "vergiienza,deseo",etc.: Me &que... (Benot 1888-1891,vol. 11, p. 295) Consta habe'rselos remitido. (ibid., vol. 111, p. 454) Es molesto que... (fbid., vol. 11, p. 295) Presentarlo rzosotros era (fbid., vol. 111, p. 454) Es una verniienza que... (fbid., vol. 11, p. 295) Rendirlo ci tifie' mi &. (fbid., vol. 111, p. 454)

w.

El concept0 de predicado en la tradici6n gramatical

21 1

A su vez, entre 10s m6ltiples ejemplos que ilustran el anilisis sintictico de 10s predicados que admiten oraciones o sus reducciones a infinitivo como segundos argumentos preposicionales, Benot incluye verbos, como "confiar, abstenerse", etc., adjetivos predicativos, como "encantado, distante", etc., y nombres predicativos, como "interis, necesidad", etc.: Confia en que le mandardn d tiempo el dinero. (Benot 1888-1891, vol. 11, p.327) Me abstendre' de verla. (fbid.) Estantos encantados de que haya venido. (fbid.) No estoy distante de creerlo. (fbid.) Tengo intere's en que llegue. (ibid.) Yo tenia necesidad de habe'rmelos llevado. (Benot 1888-189 1, vol. 111, p. 454)

Asimismo, a1 estudiar la selecci6n de la modalidad de la completiva, Benot trata tambiCn de forma conjunta 10s predicados verbales y 10s no verbales, y les aplica a todos ellos 10s mismos criterios de anilisis. En el marco de la propuesta de Benot, la modalidad de una completiva esti determinada por la pertenencia del predicado del que depende dicha completiva a la clase semintica de 10s predicados de "voluntad", de "pasi6n" o de "entendimiento". Bisicamente, la idea de Benot (1888-1891, vol. III,pp. 105-173) es que 10s predicados que pertenecen a la clase semintica de "voluntad" y "pasi6nW seleccionan el subjuntivo en la completiva, mientras que 10s que pertenecen a la clase semintica de "entendirniento" seleccionan el indicativo, except0 en las oraciones negativas e interrogativas. Al mostrar ejemplos de predicados de "voluntad" y "pasi6n" que seleccionan el subjuntivo en completivas de sujeto o de objeto directo, Benot (ibid., p. 106) incluye, por un lado, predicados verbales, concretamente, verbos "impersonales", como p. ej., "conviene que... , basta que...", etc., y verbos de "voluntad" y "pasi6n", como p. ej., "exigir", "temer", etc., y, por otro lado, predicados no verbales, concretamente, "complexes" o "verbos-conjunto en que entra el verbo ser" (es decir, adjetivos y nombres predicativos con el verbo de soporte ser), p. ej., "es lcistima que...", "es probable que...", "es una verniienza que...", "es una milanro que...", etc. Anilogamente, al estudiar la seleccibn de la modalidad de las subordinadas de objeto prepositional, Benot estudia tambiCn de forma conjunta la modalidad de predicados verbales y no verbales. Asi, entre 10s ejemplos que cita Benot (ibid., 168-173), se incluyen tanto verbos, como p. It

,I

212

Capitulo IV

ej., "conjiar, guardarse", etc., como predicados no verbales acompafiados de sus correspondientes verbos de soporte, concretamente, adjetivos predicativos, como "seguro", etc., y nombres, como "seguridad, precauci6n", etc.: Confiemosen que ahora no surgira ninguna nueva dificultad. Guardaos de que os alucine con su elocuencia. Estoy senuro de que me recomendarci. No estoy senuro de que me recomiende. Quiero tener la senuridad de que me pagard. No tengo senuridad de que me pagarci (de que me pague). Toma la precaucibn de que nadie te dirija cartas ci tu nombre.

En relaci6n con la modalidad y la funci6n sinkictica, Benot (ibid., p. 127) recalca que la selecci6n de la modalidad no depende de la funci6n sintictica de la completiva, sino de la clase semiintica a la que pertenece el predicado de la que depende: La conjugacidn de lo inseguro no depende de 10s casos en que se encuentren las oraciones-sustantivo. Asi, lo mismo se aplica esa conjugaci6n B las oraciones-nominativo que B las oraciones-acusativo6 B las que se encuentren en alguno de 10s otros casos.

Es interesante observar que Benot no s610 utiliza las clases semgnticas de predicados de "voluntad", "pasi6nWy "entendimiento" para explicar la selecci6n de la modalidad de la completiva, sino ademiis para explicar las condiciones de aplicaci6n de las reglas de reducci6n de las completivas a un complemento infinitivo (cf. Benot 1910:304-3112). Por ello, las clases semiinticas que propone Benot tienen un valor explicative general, del que carecen muchas explicaciones nocionales que se proponen en gramiiticas tradicionales, en las que se crean clases semiinticas ad hoc para tratar de explicar fen6menos gramaticales muy especificos, sin que dichas clases se utilicen luego para dar una explicaci6n de otros hechos.

2. Cf. Subirats (1987:20-28),donde se analizan las reglas de reducci6n de la completiva que propone Benot (1910).

El concept0 de predicado en la tradici6n gramatical

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Los planteamientos de Benot en relaci6n con el estudio conjunto de la modalidad de las completivas de 10s predicados verbales y no verbales fueron recogidos por Giirnez (1910), quien, en el pr6logo de su Gramcitica, reconoce a Benot como maestro y le dedica su obra:

[...I dedico la Granuitica Razonada del Idioma Castellano a la memoria inmortal del que fue eminente maestro [...I Don Eduardo Benot en cuyas obras incomparables aprendi a discurrir las leyes y m6todos del hablar. Asi, a1 estudiar la seleccihn de la modalidad de las completivas, Giimez (1910:254) analiza conjuntamente 10s predicados verbales y 10s no verbales e ilustra su propuesta con ejemplos .que incluyen dos verbos, ver y pretender, dos adjetivos predicativos, seguro y probable, y dos nombres predicativos, seguridad y desconfianza, 10s cuales seleccionan respectivamente el indicativo y el subjuntivo en sus completivas:

Veo que me entienden. -

Pretendo que me entiendan. Estov senuro de que me entienden. Es roba able que me entiendan Tenno la seguridad de que me entienden Abriso la desconfianza de que me entiendan A1 igual que Benot, GQmezconsidera que la selecci6n de la modalidad de la completiva esd determinada por el significado del predicado del que depende dicha completiva. Sin embargo, Giimez (1910:253-254) no basa su analisis en las mismas clases semiinticas que Benot, puesto que considera que la modalidad estQdeterminada por el "concepto de certidumbre" o de "duda" relacionado con el significado del predicado que rige la completiva:

[...I el conglomerado oracional ird forzosamente en 10s tiempos de indicativo si se relaciona con palabras de certidumbre, 6 ird inexcusablemente en 10s tiempos de subjuntivo si hace la correlacidn con las palabras de duda.

214

Capitulo I V

GBmez (1910:253) ofrece un cuadro con un amplio niimero de ejemplos (cf. Fig. 4.1), que agrupa, por un lado, en funci6n de la pertenencia del predicado que deterrnina la modalidad a la clase de 10s nombres, 10s adjetivos o 10s verbos predicativos y, por otro lado, en funci6n del "concepto de certidumbre" o de "duda" asociado a1 significado de dichos predicados.

Fig. 4.1. "Los conceptos de certidumbre 6 de duda pueden estar embebidos en vocablos substantives, adjetivos y verbos." GAmez (1910:253)

Pero 10s innovadores planteamientos de Benot en relacidn con el estudio de la modalidad de las completivas sentaron unas bases tebricas, que dejaron sentir su influencia mucho despuCs de la obra de GBmez. Asi p. ej., Togeby (1963) -a1 igual que Benot- no se limit6 a estudiar la modalidad que seleccionan 10s verbos con completiva, sino que analiz6 tambiCn la de 10s nombres y 10s adjetivos predicativos con argumentos oracionales:

El concept0 de predicado en la tradici6n gramatical

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La construction la plus repandue de la syntaxe modale est l'influence qu'exerce la presence d'une racine sur le mode d'une proposition subordonnee [...I La racine peut &re une racine verbale, nominale ou pronominale. I1 faut y ajouter I'influence des adverbes, surtout de la negation. (p. 32)

Dentro de la "racine nominale", Togeby incluye tanto las "racines de substantifs" (pp. 44-48) como las "racines d'adjectifs" (pp. 49-51). Asimismo, el estudio sobre la modalidad verbal de Fernindez Ramirez (1986:312-356) se desarroll6 igualmente dentro de la linea te6rica iniciada por Benot (18881891), en la medida en que Fernhndez Ramfrez estudi6 conjuntamente la modalidad de 10s predicados verbales y la de 10s no verbales.

4.5 Clases de predicados no verbales en funci6n de su estructura argumental en Kramer (1711) La Syntaxis Hispanicae de Kramer (1711) constituye una obra excepcional, en la que se aborda de forma radical el estudio de 10s predicados no verbales junto con 10s predicados verbales. Sin embargo, el estudio conjunto de 10s predicados por parte de Kramer no estii determinado por el aniilisis de la modalidad, como en el caso de Benot, sino por la deterrninaci6n de las clases de predicados que admiten un infinitivo como primero o como segundo argumento. Kramer, al igual que muchas gramiticas tradicionales, atribuye la alternancia entre la completiva y el complemento infinitivo a las distintas relaciones de correferencia entre el sujeto de la oraci6n principal y el de la subordinada (cf. Subirats 1990; 1994:332 ss.). Pero Kramer no establece clases seminticas de verbos -como suelen hacer las gramiiticas tradicionales-, con objeto de definir las condiciones de correferencia que determinan la aplicaci6n de la reducci6n de la completiva en dichas clases, sino que considera la posibilidad de que un predicado, es decir, un verbo, un adjetivo o un nombre, admita un complemento infinitivo, como una propiedad idiosincriisica y, por lo tanto, indisociable de dicho predicado. En consecuencia, su forrna de explicar la distribuci6n de 10s complementos infinitivos en Syntaxis Hispanicae (1711) consiste en determinar las clases de predicados que admiten dichos complementos, en funci6n de criterios exclusivamente formales. Concretamente, Kramer utiliza el marcador que introduce el complemento infinitivo, es decir, cero y las preposiciones a y de, como criterio

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Capitulo IV

para determinar la partici6n en clases formales del lCxico de predicados que admiten un infinitivo subordinado. Las subclases de predicados que establece Kramer en Syntavis Hispanicae (pp. 368 ss.), junto con una breve seleccidn de ejemplos ilustrativos de su uso, son las siguientes: (1) verbos y adjetivos con verbo de soporte que admiten un complemento infinitivo sin preposici6n, p. ej., "osar, bueno", etc.: Ninguno de 10s discipulos le osavapreguntar Bueno seria a1 hombre no tocar muger

(2) predicados que admiten un complemento infinitivo introducido por la preposici6n a: (a) verbos, p.ej., "ensefiar,salir", etc.: (...) enseiiar a uno a leer &c. g r a hablar, a recebir &c. a alguno

(b) adjetivos predicativos con verbos soporte, p. ej., "proprio, inclinado", etc.: Lus enferrnedadesson muy provrias a mortiJicarel hombre viejo Dizen que 10s espafiolesson inclinados a hurtar [robar] (c) nombres predicativos con verbos de soporte, p. ej., "disposicidn, honra", etc.: Tener dis~osicionnatural a hazer algo Ay poca &(...) a proceder en esta manera (3) predicados que admiten un complemento infinitivo introducido por la preposici6n de: (a) verbos, p.ej., "dexar, correr peligro", etc.: El no dexara de hazerlo, de amarla &c. Corre velinro de perder la vida (b) adjetivos con verbos de soporte, p.ej., "impossible, digno", etc.: Es imuossible (de)poder passar por este Reyno sin comunicacion con otros Haze cosas tan feas que son dinnas de reprender, y mucho mas de castigar (c) nombres predicativos, p. ej., "costumbre",etc.: Que os parece deste costumbre que tenemos en Francia de besarnos unos a otros; y de besar 10s hombres a las mugeres publicamente?

El concept0 de predicado en la tradici6n gramatical

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Kramer realiz6 una propuesta innovadora dentro de la tradici6n gramatical espaiiola, ya que al estudiar la estructura argumental de 10s predicados que admiten un infinitivo subordinado, consider6 que no solo 10s verbos son predicados, sino tambien 10s adjetivos y 10s nombres predicativos.

4.6 El concepto de "verbo vacio" en Lenz (1920) En la tradicidn gramatical espaiiola, se suele aceptar, en general, que, en las construcciones en las que 10s verbos ser y estar van acompaiiados de adjetivos predicativos, son dichos adjetivos 10s portadores del significado ICxico, mientras que ser y estar son elementos de relaci6n 'vacios' desde el punto de vista semintico. Sin embargo, en nuestra tradici6n gramatical, este rnismo criterio de anilisis no se ha aplicado, en general, al abrdar el estudio de 10s nombres predicativos que van acompaiiados de verbos de soporte. Al no dar una caracterizaci6n gramatical de 10s verbos de soporte que seleccionan 10s nombres predicativos, 10s estudios tradicionales tampoco se han visto en la necesidad de tener que establecer una diferenciacibn entre verbos de soporte, corno p. ej., tener, hacer, dar, etc., y 10s correspondientes verbs predicativos con 10s que coinciden en tanto que formas morfofonol6gicas. Lenz (1920:78-79) fue el primer0 en seiialar de forrna explicita la existencia de verbos sednticamente "vacios", que "no encierra[n] un concepto" -es decir, verbos de soporte-, que acompaiian a adjetivos y a nombres predicados, que son 10s que realmente vehiculan el significado ICxico del conjunto formado por el v e r b "vacio" y el predicado:

[...I entre el sujeto y el atributo predicativo - adjetivo o sustantivo - se puede intercalar la c6pula, que forrnalmente es una tercera palabra, pero no encierra un concepto. Lo rnismo podria decirse de ciertos verbos transitivos con sus cornplernentos acusativos; verbos corno hacer [...I indican 5610 vagamente que ha de seguir un acusativo, que expresa lo que se hace [...I. (op. cit., p. 78) Lenz no solo incluye ser, estar y hacer dentro de la clase de 10s verbos de soporte, sino a d e d s tener, a1 que considera tambien un verbo "vacio" y "descolorido" desde el punto de vista semintico:

Capitulo IV El verbo tener [...I es igualmente un verbo vacio, que tiene por objeto relacionar una cosa o una cualidad con un substantivo sujeto. [...I tener no solo expresa posesi6n. sin0 tambiCn pertenencia, la relaci6n de la parte a1 entero: Esta casa tiene seis ventanas El ledn tiene melena. (Op cit., pp. 352-353) Los dos verbos [tener y hacer] son descoloridos y se refieren a la actividad en general; su valor especifico se les da por la aiiadidura de substantivos concretos o abstractos u otros modificativos. (Op. cit., p. 354)

Asirnismo, Lenz (hid., p. 353) seiiala la equivalencia sem6ntica y formal entre las construcciones de nombres predicativos con verbos de soporte, como p. ej. tener, y las correspondientes construcciones con adjetivos o con grupos preposicionales predicativos: Con substantivos abstractos equivale siempre a juicios m5s o menos atributivos: Este cuadro tiene mucho valor = [Este cuadro] es muy valioso Los soldados siempre deben tener valor = [Los soldados siempre] deben ser valientes El niiio tenia fiebre = [El niiio] estaba con jiebre o [El nifio estaba] febril.

Las observaciones que hace Lenz (1920:78-79) en relaci6n con las equivalencias sednticas entre clases de predicados formalmente distintos, le llevan a replantearse la distinci6n tradicional entre "oraciones atributivas" y "predicativas", y entre "oraciones transitivas" e "intransitivas": Asi desaparecen a rnenudo 10s lirnites entre la oracidn con abibuto predicativo y la oraci6n verbal intransitiva, e igualmente 10s que hay entre la intransitiva y la transitiva: Los patos son nudadores = Lns patos nadan Juan trabaja = Juan hace su trabajo. (Op. cit., p. 78)

En realidad, cuando el ndcleo de la oraci6n ya no es el verbo -como en 10s planteamientos d s tradicionales- sino el predicado, la diferencia entre "atibuci6n" y "predicaci6n" deja de ser una distinci6n basica en la sintaxis, ya que determina dnicamente distintas formas de estructurar las relaciones de predicaci6n. Asimismo, la distincibn entre "oraciones transitivas" e "intransi-

El concept0 de predicado en la tradici6n gramatical

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tivas" puede resultar secundaria desde el punto de vista de la predicaci611, cuando el n6cleo verbal de la "oraci6n transitiva" es un verbo de soporte y su objeto direct0 es un nombre predicativo, como p. ej., "trabajo"en "Juanhace su trabajo",y cuando dicha "oraci6n transitiva" es una nominalizaci6n de una "intransitiva" que vehicula las mismas relaciones de predicacihn, como p. ej. "Juantrabaja". Dentro de la linguistica espaiiola, Lenz culmina un proceso que ha llevado a la sintaxis a desarrollar un nuevo concepto de predicacibn, que parte de la base de que el n6cleo de la oraci6n no es el verbo, sino el predicado, que puede ser, a su vez, un verbo, un nombre o un adjetivo predicativos.

4.7 El estudio de 10s predicados nominales en el lCxico de Cuervo (18861893) El Diccionario de constmccibn y rkgimen de Cuewo (1886-1893) se puede considerar como la primera sintaxis lexica de la lengua espaiiola3, en la medida en que define el significado de 10s predicados del lexico en relaci6n con las construcciones sint6cticas de las que pueden formar parte y, por tanto, -al igual que la sintaxis lexica- asocia definiciones seminticas a clases de redundancia sintictica. Posiblemente, una de las diferencias entre el Diccionario de Cuervo y la sintaxis lexica reside en que Cuervo -por influencia de la tradici6n filol6gica- documents sus clases de redundancia sint6ctica a partir de ejemplos extraidos de un corpus, mientras que la sintaxis lexica fundamenta la definici6n semfintica y sint6ctica de 10s predicados partiendo de la competencia linguistica. Sin embargo, tanto Cuewo como la sintaxis lexica parten de la base de que 10s predicados pueden ser verbos, nombres y adjetivos predicativos. Es posiblemente en las entradas correspondientes a nombres predicativos, donde se pone de manifiesto de forma mris patente el modelo gramatical en el que Cuewo fundament6 su estudio del Kxico. Tanto al estudiar 10s nombres predicativos aut6nomos como 10s derivados, Cuewo analiza su estructura argumental, ofreciendo ejemplos que determinan, primero, las caracteristicas de sus argumentos y, segundo, si 3. Martin Mingorance (1994:31-32)lo considera "el primer diccionario de valencias propiamente dicho, tanto por la descripci6n de 10s tipos de complementacidn como por la justificacidn lingiiistica."

Capitulo IV

220

admiten complementos oracionales. Asi p. ej., en las entradas de 10s nombres predicativos aut6nomos aflcidn y aversidn (vol. I, pp. 232-233 y 809-810), asi como en la del nombre derivado deseo (vol. 11, pp. 1063-low), nos ofrece ejemplos -con y sin verbo de soporte- que ilustran el rkgirnen prepositional de su segundo argumento y si dicho argumento puede ser una oraci6n: AficMn. [...I Disposicidn 6 hallar gusto en alguna cosa [...I Con a', para expresar el objeto en que se halla gusto.

[Ejemplos con verbos de soporte] Tiene [...I aficidn 4 bienes sensibles [...I [Ejemplos sin verbos de soporte]

I...] por aficidn 4 las cosas humanas I...] I...] por la ajicidn gl ridiculofilosofimo con que ha caracterizado sus obras [...I I...] La aficidn 4 la cam I...] La aficidn 6 unos mismos estudios [...I [...I la aficidn 9 las diversiones dramtiticas [...I

[Ejemplos con un segundo argumento oracional]

Esta aficidn a' cabalnar [...I [...I la aficidn d leery comDoner libros de caballerias I...]

AversMn. [...I Sentimiento que mueve B apartarse de lo que daiia, disgusta 6 contraria. Con a', para expresar el objeto del desvio.

[Ejemplos sin verbos de soporte]

[...I no encubria su aversidn 4 Mina. [...I mengud y faltd casi la aversidn 9 10s espafioles. [...I por [...I aversidn 4 10s negocios [...I [...I tedio y aversidn 4 unos estudios en que se siente envejecer sin provecho. [...I su aversidn gl trabajo [...I [...I aversidn gl estado de matrimonio I...] [...I aversidn a1 nuevo rigimen [...I Su aversidn 9 mi trono, 4 mi persona [...I la inflexible aversidn 9 la injlcsticia Deseo. Movimiento enbgico de la voluntad hacia el conocimiento, posesidn 6 disfrute de una cosa. Con genittivo] objetivo. [...I &llas tuviese un continuo y encendido deseo!

El concept0 de predicado en la tradicidn gramatical LQS deseos tan vivos & Dios [...I [Ejemplos con un segundo argumento oracional] Con un infin[itivo]. [Con verbo de soporte]

[...I el deseo que tenian de destruir aauella nacibn im~ia.

El rey don Fernando tenia por todas estas causas un encendido deseo & a~oderarsedesta ciudad. [...I tiene deseo de ser vista.

[Sin v e r b de soporte]

[...I creci6 el deseo en 10s pastores, de escuchar lo aue Mireno cantaba. Se levantaron 10s dos con deseo de ver a Constanza [...I [...I me vino el deseo de abrazame con vuestra maiestad [...I El deseo de alcanzar fama [...I [...I el deseo de ver mundo.

Cuervo establece una distincibn entre 10s segundos argumentos de nombres predicativos no derivados, como p. ej., aficidn y aversidn, y 10s de nombres deverbales, como p. ej., deseo. En el primer caso, introduce 10s ejemplos que documentan su estructura argumental con referencias, como p. ej., "con ci, para expresar el objeto en que se halla gusto", "con d, para expresar el objeto del desvio", etc. Por el contrario, 10s ejemplos que ilustran las caracteristicas de 10s segundos argumentos de nombres deverbales, como p. ej., deseo, 10s considera "genitivos objetivos". La terminologia de Cuervo tiene un significad0 muy preciso, como podemos observar en la explicaci6n de la ambigiiedad de 10s complementos con de del nombre predicativo amor (vol. I, p. 438): El compl[emento] con de que suele acompaiiarle adrnite dos sentidos opuestos: [...I Es sujetivo, 6 sea, corresponde a1 sujeto del verbo amar, si se pusiera en el lugar del sustantivo; v.g. amor de padre = el padre ama [...I Es objetivo, 6 sea corresponde a1 acusativo de amar: el amor de la vida = amamos la vida.

En su inequivoca terminologia, Cuervo considera, por tanto, que el segundo argumento de deseo es el "acusativo" del v e r b predicativo del que se deriva, es decir, de desear. La similitud de las definiciones semtinticas del verbo desear y del derivado deverbal deseo ponen de manifiesto que, para Cuervo, se trata de dos predicados semintica y formalmente relacionados:

Capitulo IV

Desear. Moverse con instancia la voluntad 6 la posesibn, disfrute, conocimiento 6 ejecuci6n de algo. (vol. 11, p. 1042) Deseo. Movimiento enkgico de la voluntad hacia el conocimiento, posesi6n 6 disfrute de una cosa. (vol. 11, p. 1063)

En general, 10s ejemplos que ilustran las caracteristicas de 10s primeros argumentos de 10s nombres predicativos, tanto aut6nomos como derivados, suelen ser grupos nominales, que han sufrido una reducci6n del verbo de soporte y, en consecuencia, el primer argumento del nombre predicativo se ha convertido en un complemento adjunto con la preposici6n de. Cuervo denomina "genitivos subjetivos" a dichos adjuntos, porque, sin duda, considera que la preposici6n de que 10s introduce no es un marcador de argumento, sin0 una preposici6n derivada: [aversi6n]

Con genitivo sujetivo. El primer principio de la aversidn de 10s reinos y de las mudanzas de las repu'blicas es el odio. Unos sercin dignos de la vigilancia, y otros de la aversidn del gobierno. [deseol Con genit[ivo] sujetivo. [...I el deseo del clero [...I

Cuervo incluye, ademiis, ejemplos, en 10s que el nombre predicativo lleva todos sus argumentos explicitos y, a su vez, ha sufrido una reducci6n del verbo de soporte: [aficibn]

Con genitivo sujetivo y d para denotar el objeto de la afici6n. [...I la aficidn I...] de 10s grandes y magnates ci 10s libros caballerescos. I...] la aficidn del pueblo ci esa clase de composicidn [...I

[aversibn]

Con genitivo sujetivo [...I Con ci, para expresar el objeto del desvio. [...I la aversidn de 10s conquistadoresa1 cultivo y ci toda buena industria.

El concept0 de predicado en la tradicibn gramatical

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Es interesante observar que Cuervo ya se dio cuenta de la existencia de "locuciones" formadas por dar y un nombre, cuyos significados estaban determinados por dicho nombre y que, a su vez, eran parhfrasis de verbos predicativos, con 10s que el nombre estaba relacionado morfol6gicamente: Llevando por acus[ativo] un nombre generalmente de accibn, [dar] forma locuciones cuyo sentido se determina por el de dichos nombres, y que suelen corresponder B un verbo significativo de la acci6n denotada por ellos. Asi, dar un abrazo, un beso = abrazar, besar dar ayuda, consejo = ayudar, aconsejar dar principio [...I = principiar [...I (Cuervo 1886-1893, vol. 11, p. 732)

A su vez, Cuervo se percat6 ya de que el sujeto de dichas "locuciones" era, en realidad, sujeto del nombre y no del verbo, ya que, en dichas "locuciones", dar no es mhs que un verbo de soporte: El suj[eto] de dar representa la persona que ejecuta el act0 denotado por el sust[antivo] (Cuervo 1886-1893,vol. 11, p. 735)

Asimismo, Cuervo observ6 que el segundo argumento de determinados nombres predicativos adrnitia una sustituci6n por 10s pronombres cliticos le, les, cuando iban acompaiiados de "ciertos verbos" -y, por tanto, mostraba las propiedades de pronominalizaci6n que caracterizan a 10s objetos indirectos o "dativosn-, mientras que, cuando dichos nombres predicativos eran argumentos de verbos predicativos, su segundo argumento no mostraba las mismas propiedades de pronominalizaci6n: Cuando aficidn es acusativo de ciertos verbos, el compl[emento] con ci se considera como dat[ivo]. [...I la aficidn que [lei] tenkis d vuestra lenguaril. [Con variante de verbo de soporte] [...I para que les cobre aficidn. (Cuervo 1886-1893, vol. I, p. 233)

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Capitulo IV Cuando aversibn es acus[ativo] de ciertos verbos, el compl[emento] con ci se considera como dat[ivo]. [...Ila aversibn que [lei] tenian a' don Berenguellil. [...I [...I[lei] tiene una natural y absoluta aversibn a1 malril.[...I [...Ino por tenerle aversibn [...I [Con variante de verbo de soporte] [...IMe han cobrado aversibn. (Cuervo 1886-1893,vol. I, p. 810) Siendo este sust[antivo] [compasibn] acus[ativo] de ciertos verbos tiene cabida el dat[ivo] en lugar del genitivo objetivo. Ninglin respeto se [lesi] tenia a' 10s ancianos, ni compasidn a' 10s niiioslil. [...I [lesi] tendriamos compasidn a' muchoslil. [...I la compasibn que le tuvo [...I (Cuervo 1886-1893, vol. 11, p. 257)

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Como hemos podido observar, Cuervo se refiere a "ciertos verbs", aunque no especifica exactamente de quC verbs se trata. Sin embargo, en 10s ejemplos que ilustran sus referencias a "ciertos verbos" aparecen invariablemente verbos de soporte o sus variantes. De hecho, Cuervo constat6 que, cuando un nombre predicativo, como p. ej., aversidn, va acompaiiado de su v e r b de soporte, su segundo argumento admite una sustituci6n (o una reduplicaci6n) pronominal por le o les, p. ej., (12) Max lei tiene aversibn a esa gentuzai, rnientras que, cuando el nombre predicativo sufre la reducci6n del v e r b de soporte y se convierte en el nticleo de un grupo nominal, como p. ej., en (13) la aversidn de Max a esa gentuza, y, a su vez, dicho grupo nominal se convierte en un argumento de un verbo predicativo, como p. ej., conocer, en Todos conociarnos la aversidn de Max a esa gentuza, a esa gentuza ya no puede pronominalizar con le o les como en (12), como podemos observar, p. ej. en (14), Todos (*lei ) conociarnos la aversidn de Max [a esa gentuzali, puesto que, en (14), a esa gentuza no es un objeto indirecto de conocer, sino que forma parte del grupo nominal de (13), el cual es el segundo argumento de dicho verb. En otras palabras, a esa gentuza s610 puede pronominalizar como un objeto indirecto, cuando aversidn va acompaiiado de su v e r b de soporte como en (12), a pesar de que tanto en (12) como en (13), a esa gentuza es un segundo argumento de aversidn. Las observaciones de Cuervo ponen de rnanifiesto que intuy6 la existencia de verbs de soporte, aunque no 10s defini6 de forma explicita, tal como hizo posteriormente Lenz (1920). Sin embargo, Cuervo hizo referencia de forma indirecta a1 concept0 de verbo de soporte, a1 seiialar que el segundo argument0 de ciertos nombres predicativos

El concept0 de predicado en la tradici6n gramatical

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admitia una pronominalizaci6n como un objeto indirecto, cuando iba acompaAado de "ciertos verbs" 4 s decir, de su correspondiente v e r b de soporte-, pero no la admitia, cuando dicho nombre predicativo se habia convertido en un argumento de otro predicado.

4.8 Los verbos de elisibn en la lexicografia espaiiola Los verbs de elisi6n son predicados de segundo nivel cuyo segundo argumento tiene que ser necesariamente un predicado no verbal; el marcador de argumento oracional(3.1.7) que impone el verbo de elisi6n sobre dicho predicad0 no verbal consiste en la elisi6n de su verbo de soporte (3.15.1). Asi p. ej., cuando el verbo de elisi6n poner opera sobre Max y sobre el GPpred estar de moda en El lhico estd de moda, el marcador que le impone poner a su segundo argumento oracional es la elisi6n del verbo de soporte estar del GPpred estar de moda, p. ej., Max puso el lbxico de moda. En relaci6n con 10s verbos de elisibn, es interesante observar que la lexicografia tradicional espaiiola ha hecho un reconocimiento implicit0 de la existencia de este tip0 de predicados. Asi p. ej., en la segunda acepci6n de la entrada correspondiente al verbo poner, Moliner (1975, vol. 11, p. 800) define el significado de dicho v e r b en funci6n de sus segundos argumentos oracionales, es decir, en funci6n de (1) adjetivos predicativos, entre 10s que incluye moreno, bueno y colorado, y de (2) "innumerables modismos con

o ", entre 10s que incluye de ma1 humor y en un apn'eto, que corresponden a grupos preposicionales predicativos que seleccionan el v e r b de soporte estar (estar de ma1 humor, estar en un aprieto): Hacer que algo o alguien est6 de cierta manera que se expresa con un adjetivo o alguno de 10s innumerables modismos con c> o