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Spanish Pages [465]
LA
CALDEA
Tip.
de E l . P R O G R E S O E D I T O R I A L , Pasaje de la Alhambra, i y 3 .
HISTORIA
DE C A L D E A desde los tiempos más remotos hasta el origen do Asiría OBRA E S C R I T A E N I N G L E S
PARA
SERVIR
DE INTRODUCCIÓN &ENERAL DE LA HISTORIA
AL
ESTUDIO
ANTIGUA
ZENAIDA A. RAGOZIN DE
L A «SOCIEDAD DEL
ETHNOLÓGICA»
D E T A R I S , D E L A « SOCIEDAD A M E R I C A N A » ,
« A T H É N É O O R I E N T A L » D E P A R Í S , AUTORA D E « A S I R Í A » , « M E D I A » , E T C .
versión española anotada por
D. J U A N DE DIOS D E L A RADA Y DELGADO DIRECTOR
Y CATEDRÁTICO D E L A ESCUELA SUPERIOR D E DIPLOMÁTICA, INDIVIDUO D E NÚMERO D E L A S R E A L E S ACADEMIAS D E L A HISTORIA Y D E B E L L A S A R T E S DE SAN F E R N A N D O , E T C .
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J|£
« L a historia es poesía, si pudiéramos entender'a b i e n . » - - E M E R S O N . « D a mihi, Domine, scire quod sciendum est.»—IMITACIÓN DE CRISTO. « Concédeme, Señor, toda la ciencia que hay necesidad de teoer.»
MADRID E L
PROGRESO 1889
EDITORIAL
F.S P R O P I E D A D
E N
L A
como cariñoso recuerdo
C I E N C I A
de muchas
horas
felices,
dedica este volumen y los que subsiguen afectuosamente,
PLANTACIÓN DE ILDEWILD ; SAN ANTONIO.
NDICE GENERAL S U M A R I O
D E
L O S
C A P Í T U L O S
I N T R O D U C C I Ó N
Págs.
MESOPOTAMIA.— Los TERRAPLENES Ó MONTÍCULOS. LOS PRIMEROS INVESTIGADORES § i . Destrucck'n completa de Nínive.—§§ 2-4. Xenofonte y la cRetirada de los Diez m ; b . Los Griegos atraviesan por las ruinas de Cal a h y Nínive, sin cono;erlas.—§ 5 . Paso de Alejandro por la Mesopotamia.—§ 6 . Invasión y dominación árabe. —§ 7. Dominación y mala administración turca.—§ 9. Actual estado de desolación de aquel país.—§ 10. Las llanuras sembradas de montículos ó terraplenes. Su curioso aspecto.—§ n . Fragmentos de obras de arte entre los escombros.—§ 12. Indiferencia y superstición de los Turcos y Árabes.—§ 1 3 . A b sorción exclusiva de los sabios europeos en la Antigüedad clás i c a . — § 14. Imponente aspecto de los tearaplenes, en c o m p a ración con otras ruinas.—§ 1 5 . Rich, primer explorador.— § 16. Trabajo s n éxito de Botta.—§ 1 7 . Gran descubrimiento de Botta.—§ 18. Gran sensación que produce.—§ 19. P r i m e ra expedición de Layard. :
II
LAYARD Y SU OBRA § 1. Llegada de Layard á Nimrud. Su excitación. Sus sueños.
19
VIII
ÍNDICE GENERAL Págs.
—§ 2. Empiezan las dificultades. El bajá, mejor dicho el Ogro de Mossul.—§ 3. Descubrimiento de una cabeza gigantesca. § 4. Susto de los Árabes, que afirman ser Nemrod.—§ 5 . E x trañas ideas de los Árabes sobre las esculturas.—§ 6 . Vida de Layard en el desierto. — § 7. Terrible calor del verano. — § 8. Tempestades de arena y huracanes de calor. — § 9. Miserable habitación de L a y a r d . — § 10. Tentativas inútiles para m e j o rarla.—§ 1 1 . En qué consiste allí la tarea del explorador.— § 1 2 . Diferentes maneras de llevar adelante las excavaciones. III
LAS RUINAS. , § 1. L a cultura y el arte de cada país varían según sus condiciones geográficas.—§ 2. Ausencia absoluta demadera y piedra en Caldea.—§ 3. Gran abundancia de barro conveniente para la fabricación de ladrillos, y de aquí la arquitectura especial de Mesopotamia. Antiguas ruinas explotadas como canteras para las modernas construcciones. Comercio de ladrillos antiguos en H i l l a c k . — § 4 . Diversas argamasas e m p l e a d a s . — § 5 . Construcción de plataformas artificiales.— § 6 . Ruinas de Ziggurats; forma particular y destino de aquellos edificios.—§ 7. Cifras que indican la cantidad de trabajo empleado en estas construcciones.—§ 8. Arquitectura caldea adoptada sin variación por los Asirios.—§ 9. L a piedra usada para el adorno y revestimiento dé las paredes. Transporte por agua en los tiempos antiguos y modernos. — § 10. Aspecto imponente de los palacios.—§ 1 1 . Restauración del palacio de Sennacherib por F e r g u s s ó n . — § 1 2 . Pavimentos de las salas de un palacio.— § 1 3 . Portadas y losas esculpidas á lo largo de las paredes. Frisos de azulejos. —§ 14. Dimensiones de las salas de un p a l a c i o . — § 1 5 . Alumbrado de ellas.—§ 16. Causas del afán de los reyes por las construcciones — § 1 7 . Desagüe de los palacios y plataformas.—§18. Manera de d e s t r u c c i ó n . — § 1 9 . L o s terraplenes como protección de las ruinas que encierran. N e cesidad de rellenar de nuevo las excavaciones.—§ 20. Falta de tumbas antiguas en Asiria.—§ 2 1 . Abundancia y extensión de los cementerios en Caldea.—§ 22. Warka (Erech) la Gran N e crópolis. Descripción de Loftus.—§ 2 3 . «Ataúdes en forma de j a r r a s » . — § 24. Ataúdes con «cubierta en forma de platos».— § 25. Bóvedas sepulcrales.—§ 26. Ataúdes «en forma de bab u c h a s . » — § 27. Desagüe de terraplenes sepulcrales. — § 28. Adorno de las paredes con conos de barro pintado.—§29. Descubrimientos de Sarzec en T e l l - L o h
35
ÍNDICE
GENERAL
IX Págs.
I V
E L LIBRO EN LA ANTIGÜEDAD.
LA BIBLIOTECA DE N í -
NIVE
85
§ 1. Objeto de escribir un libro.—§ 2. Los libros no son siempre de papel.—§ 3 . Ansiedad universal por inmortalizar el nombre. — § 4. Deficiencia del material escriptorio. Deseo universal de conocer lo pasado más remoto. — § 5 . Documentos monumentales.—§ 6 . Ruinas de palacios y templos; t u m bas y cuevas. El libro de lo pasado.—§§ 7 - 8 . Descubrimiento por Layard de la Bibl oteca real de Nínive.—§ g. Trabajo de Jorge Smith en el Brit^sh Museum.—§ 10. Su expedición á Nínive, su éxito, su muerte.—§ 1 1 . Valor de la Biblioteca.—• § § 1 2 - 1 3 . Su contenido.—§14. L a s tablillas.—§15. Los cilindros y las tablillas de los cimientos.
C
A L.D E
A
i NÓMADAS Y POBLADORES.—CUATRO PERÍODOS DE CULni
TURA § 1. Nómadas.—§ 2. Primeras emigraciones.—§ 3. Vida pastoril. Segundo período.—\ 4. Vida agrícola; principios del E s tado.—§ 5 . Edificación de ciudades; dignidad real.—¡j 6 . E m i graciones sucesivas y sus causas.—g 7 . Formación de naciones. II
LAS GRANDES RAZAS. — CAPÍTULO X DEL « G É N E S I S » . %\. S h i n a r . — § 2 . B e r o s o . — § 3 . ¿Quiénes fueron los pobladodores de Shinarí—§ 4. El diluvio probablemente no universal. — 5 - 6 . Las razas benditas, según el Génesis. — § 7 . F o r m a geneológica del capítulo X del G é n e s i s . ' — § 8 . E p ó n i m o s . — l 9 . Omisión de algunas razas blancas en el capítulo X . — \ 1 0 . Omisión de la raza negra.—§ 1 1 . Omisión de la raza amarilla. Señales características de los Turanios.—\ 1 2 . Los C h i n o s . — % 1 3 . ¿Quién [eran los T u r a r n o s ; ¿Qué fué de los Cainitasí — § 1 4 . Identidad posible de ambos. — § 1 5 . Los pobladores de Shinar y Turania.
123
X
ÍNDICE GENEPAL III
CALDEA, TURANIA. — SHUMIR Y A C C A D . — L o s PIOS DE SU RELIGIÓN
PRINCI-
g i . Shumir y Accad.—g 2. Idioma y nombre.—g 3. E m i g r a ciones y tradiciones turanias. — § 4 . Colección de textos s a grados.—g 5 . «La religiosidad», carácter esencialmente h u m a no. Sus primeras sugestiones y manifestaciones.—§ 6 . L a c o lección mágica y la obra de F . Lenormand.—£ 7. L a teoría del mundo entre los Shumio-Accadios.—g 8. Los encantos de los siete Maskimes.—g g. Los malos espíritus.—g 10. El Arali.— § 1 1 . Los hechiceros. — g 1 2 . El arte de conjurar y los conjuradores.—g 1 3 . L o s espíritus benéficos. É a . — § 14. Meri-dug. —g 1 5 . Conjuro contra k s hechizos.—g 16. Las enfermedades cons'deradas como malos demonios.—g 17. Talismanes. El Kerubin.—g 18. Más talismanes.—g 19. El demonio del viento del Sudoeste.—§20. Los primeros dioses.—§21. TJd, el Sol.—• g 2 2 . Nin-dar, el Sol nocturno.—g 2 3 . Gibil, el fuego.—g 24. Aurora de la conciencia moral.—g 25. La conciencia del h o m bre divinizada.— gg 26-2S. Salmos penitenciales. — g 29. Carácter general de las rel'giones turanias.
APÉNDICE AL CAPÍTULO I I I Versión poética por el profesor L. Dyer, del conjuro contra los sietes Maskimes. I V
CUSHITAS Y SEMITAS.—HISTORIA PRIMITIVA DE CALDEA. § 1. Oannes.—§ 2. Los segundos pobladores ;eran Cushitas ó S e m i t a s í — § 3 . Hipótesis cushita. Las emigraciones más prim i t i v a s . — § 4. Los Etíopes y los Egipcios.—§ 5. Los Cananeos.—§ 6 . Posible estación Cushita en las islas del golfo P é r sico.—•§ 7. Posible colon zaeión de Caldea, por Cushitas.— § 8. Vaguedad de la remotís ma cronología.—§ g. F e c h a s primitivas.— § 10. Exorbitantes cifras de Beroso.—§ n . Caldea primitiva. Vivero de n a c i o n e s — § 1 2 . Tribus semít cas nómad a s . — § 13. L a tribu de Arphaxad.—§ 14. U r d é l o s Caldeos.—§ 1 5 . Los sabios divididos entre las teorías cushitas y semitas. — § ib. L a historia empieza con la cultura semítica.—§ 1 7 . Gobierno sacerdotal. Los Palesis.—§§ 1 8 - 1 9 . Sharrukin I (Sargón I ) de Agade.—§§ 2 0 - 2 2 . Trabajos literarios del segundo Sargón. —§§ 2 2 - 2 3 . Ciencia popular, máximas y c a n t a r e s . — § 2 4 . Descubrimiento de la época del Sargón más :
:
:
ÍNDICE GENERAL
XI
antiguo (3800 años antes de J . C . ) — § 2 5 . Gudéa de Sirgulla y UivÉa de U r . — § 26. Predominio de Shumir. U r - É a y su hijo Dungi primeros reyes de « t h u m i r y A c c a d . » — § 27. Sus inscripciones y edificios. L a invasión elam'ta.—§ 2 8 . E l a m . — §§ 9 " 3 - — K u d u r - L a g a m a r y Abraham.—§ 32. Dureza de la dominación elamita.—§ 33. Origen de Babilonia.— § 34. Hamm u r u b i . — § 3 5 . Invasión de los Kasshi. 2
I
V
RELIGIÓN BABILÓNICA
241
§ 1 . Calendario babilónico.—§2. L a astronomía conduciendo al sentimiento religioso.—§3. Sabeísmo.— § 4. Superioridad sacerdotal y astrología.— § 5 . Transformación de la antigua religión.—§ 6 . Vago albor de la idea monoteísta. Emanaciones divinas.—§7. La triada suprema.—§ 8. La segunda triada.— § 9. Las cinco divinidades planetarias.—§§ 1 0 - 1 1 . Dualidad de la naturaleza. P r n c p"os masculinos y femeninos. Las dios a s . — í¡ 1 2 . Los doce grandes dioses y sus templos.— % 13. El templo de Shamash en Sippar y descubrimiento de Mr. R a s sam. — % 1 4 . Sobreviven las antiguas supersticiones turanias.—•§ 1 5 . Adivinación, rama de la «ciencia» caldea.— §2 1 6 - 1 7 . Colección de unas c'en tablillas sobre la adivinación. E j e m p l o s . — § 1 8 . Las tres clases de «hombres sabios.» «Caldeos» en tiempos más recientes, conocidos también por «magos» y «astrólogos».— \ 19. Nuestra herencia de los Caldeos; el reloj solar, la s e m a n a , el calendario. V I
LEYENDAS É HISTORIAS ¡¡ 1. Las cosmogonías de varias naciones.— § 2 . La antigüedad d é l o s libros sagrados de Babilonia.—% 3. L a leyenda de Oannes, referida por Beroso. Descubrimiento por Jorge Smith de las tablillas de la creación y del diluvio. — ¡¡¡i 4 - 5 . Relato caldeo de la creación.— {¡6. El cilindro con la pareja humana, el árbol y la serpiente.—\ 7. Relato de Beroso, sobre la creación. — ¡¡ 8. El árbol sagrado. Carácter sagrado del símbolo.— § 9. Significado del árbol simb/lico. El árbol c ó s m x o . — § 10. Conexión del árbol simbólico y de los Ziggurats con la leyenda del Paraíso. — § r.i. El Ziggurat de Borsippa. — ¡¡ 1 2 . Se le ha identificado con la torre de Babel. —%?• I 3 - I 4 - Orientación e s pecial de los Ziggurats. — \ 1 5 . Huellas de leyendas sobre el
273
XII
ÍNDICE GENERAL
bosque ó jardín sagrado.—g 16. M u m m u - T i a m a t , el enemigo de los dioses. Batalla de Bel y T i a m a t . — g 1 7 . La rebelión de los siete malos espíritus, primitivamente mensajeros de los dioses. — g 18. L a gran torre y la confusión de lenguas. V I I
MITOS.—HÉROES Y EPOPEYA MÍTICA g 1. Definición de la palabra m i t o . — g 2. Los H é r o e s . — g 3. Las edades heroicas y los mitos heroicos. L a epopeya nacional.—g 4. L a epopeya más antigua conocida.— g 5. Relato de Beroso sobre el diluvio.—g 6 . Descubrimiento por Joige Smith del primitivo relato caldeo.— g 7 . L a epopeya dividida en libros ó tablillas.—g 8. Izdubar el héroe de la epopeya.— g g. Humillación de Erech por la conquista elamita. Sueño de Izdubar.— g 10. Eabáni, el profeta. Invitación y promesas que le hace Izdubar. Su llegada á E r e c h . — g 1 2 . Victoria de Izdubar y Éab&ni sobre el tirano K h u m b a b a . — g 1 3 . Mensaje de amor de Ishtar. Su mala acogida y cólera de Ishtar. Victoria de los dos amigos sobre el t o r o . — g 14. Venganza de Ishtar. Viaje de Izdubar hacia la desembocadura de los ríos.— g 1 5 . Izdubar navega sobre las aguas de la muerte y es curado por su inmortal antepasado Hasisadra. — g 16. Vuelta de Izdubar á E r e c h y llanto por la pérdida de Eabáni. El profeta es trasladado al cielo entre los dioses. — § 17. El relato del diluvio en la tablilla once de la epopeya de Izdubar.—gg 1 8 - 2 1 . Carácter mítico y solar de la epopeya. — g 22. Sol-Mito del hermoso joven, su muerte malograda y su resurrección.—gg 2 3 - 2 4 . D u m u z i - T a m m u z , esposo de Ishtar. Las fiestas de Dumuzi en Junio. — g 25. Rápido viaje de Ishtar á la tierra de los m u e r tos.-— g 26. Universalidad de los mitos solares y chtónicos.
V I I I
RELIGIÓN Y MITOLOGÍA. — IDOLATRÍA Y ANTROPOMORFISMO. — LA LEYENDA CALDEA Y EL LIBRO DEL GÉNESIS.— OJEADA RETROSPECTIVA g 1. Definición de la Mitología y de la religión, como distintas una de otra.—gg 2-3. Ejemplos de puro sentido religioso en la poesía de Shumir y Accad.—g 4. L a religión sustituida con frecuencia por la Mitología.—gg 5 - 6 . L a concepción de la inmortalidad del alma sugerida por la carrera del sol.—g 7 .
ÍNDICE
GENERAL
Expresada en los Mitos Solares y Chtónicos.— g 8. Idolatría. — g g. Los Hebreos, primitivamente politeístas é idólatras, atraídos por sus caudillos al monoteísmo —g 10. Sus relaciones con las tribus de Canaán ocasionadas árecaídas.—g 1 1 . El matrimonio con hijas de aquéllos severamente prohibido por este motivo. Sorprendente paridad entre el libro del Génesis y las antiguas leyendas caldeas.—g 1 3 . Comparación entre los dos relatos de la creac'ón.—g 14. Antropomorfismo, diferente del politeísmo y de la idolatría, pero que conduce á ellas. — gg 1 5 - 1 7 . Continuación del paralelo.—gg 1 8 - i g . Ojeada retrospectiva.
XIII
PRINCIPALES OBRAS ESTUDIADAS Ó CONSULTADAS
PARA LA P R E P A R A C I Ó N D E E S T E
VOLUMEN
B A E R , Wilhem, Der Vorgeschichtliche Mensh. U n vol. Leipzig,
1874.
B A U D I S S I N , W . von, Studien zur Semitischen Retígions-Geschichte. 2 volúmenes. BUDGE,
E. A.
WALLIS.
Babylonian Life and History (Bypaths of Bi-
ble Knowledg'e». Serie V ,
1 8 8 4 . Londres. T h e Religions T r a c t
Society. U n vol. History of Esarhaddon. U n vol. B U ^ S E N , Chr. Cari. J o s . Gott in der Geschichte, oder Der Fortschrit. des Glaubsns an eine sittliche Weltordnung. 3 vóls. Leipzig, 1 8 5 7 . C A S T R E N , Alexander, Kleinere Sc'hriften. San Petersburgo. 1 8 6 2 . U n volumen. CORY.
Ancient Fragments. L o n d r e s , 1 8 7 1 . U n vol.
D E L I T Z S C H , D r . Friedich. Wo lag das Paradles}
eine Biblisch- Assy-
riologische Studie. Leipzig , iSS l. U n vol. i
Die Sjrache der Kossaer. Leipzig. 1885 ó 1 8 8 4 ? . U n vol.
D T J N - C K E R , Max. Geschichte des Alterthums. Leipzig, [ 8 7 8 . Un vol. F E R G Ü S S O N , James. Falaces of Niniveh and Persepolis Restored. U n volumen. H A P * > E L . Julius. Die Altchinesische Reichsreligion, vom Stadpunkte der Verghichenden Religionsgesch'ichte. 4 6 páginas. Leipzig, 1 8 8 2 . H A U P T , P a u l . Der Keilinschriftliche Sintflutbericht, eine Episode des Babylonischen Nimrodepos. 36 páginas. Góttinga,
1881.
H O M M E L . D r . Fritz. Geschichte Babyloniens und Assyriens. ( P r i m e r a p a r te,
160 páginas, 1 8 8 5 ; segunda p a r t e , 160 páginas, 1 8 8 6 . ) (Alge-
OBRAS ESTUDIADAS Ó CONSULTADAS
XVI
meine Geschichte in einzelnen Darstellüngen. Abtheilung, 9 5 y 117.) H O M M E L , D r . F r i t z . Die Vorsemitischen Kulturen en Mgipten und Babylonien. Leipzig, 1882 y 1 8 8 3 . L A Y A R D , Austen H . Discoveries among the ruins 0/ Niniveh and Babylon, (Edición americana) New Y o r k , 1 8 5 3 . U n vol. Nineveh and its Remains. L o n d r e s , 1 8 4 9 . 2 vol. L E N O R M A N T , F r a n c o i s . Les premieres civilisations. Études d'Histoire et d'Archeologie. 1 8 7 4 . P
a r
i i Maisonneuve et Cié. 2 vols. s
Les origines de l'Histoire, d'aprés la Bible et les Traditions des Peuples Orientaux. P a r i s , Maisonneuve et Cié. 3 vols. P r i m e r volumen, 1 8 8 0 ; segundo, 1 8 8 3 ; t e r c e r o , -—
1884.
La Genise, Traduction d'aprés l'Hébreu. P a r i s . 1 8 8 3 . U n volumen. Die Magie und Wahrsagehunst der ChaldSer. J e n a , 1 8 7 8 . U n vol. II Mito di Adone-Tammuz.
nei documenti cuneiformi. 3 2 pá-
ginas, Florencia, 1 8 7 9 , Sur le nom de Tammouz. ( E x t r a i t des Mémoires du Congrés international des Orientalistes). 1 7 p á g i n a s , P a r i s , 1 8 7 3 . A Manual 0/ the Ancient History of the East. Translated by E . Chevallier. Edición americana. Filadelfia, 1 8 7 1 . 2 vol. L O F T U S Chai dea and Susiana. U n vol. Londres, 1 8 5 7 . L O T Z , Guilelmus ,Quastiones de Historia Sabbati, Leipzig,
i883.
M A U R Y , Alfred L. F. La Magie et l'Astrologie, dans l'antiquité et en Moyen Age. P a r i s , 1 8 7 7 . U n vol. Cuarta edición. M A S P E R O , G. Histoire Ancienne des Peuples, de l'Orient. T e r c e r a edic i ó n , 1 8 7 8 . P a r i s . Hachette et Cié. U n vol. M É N A N T , Joachim. La Bibliotheque de Palais de Ninive. U n vol. ( B i bliothéque Oriéntale Elzéverienne). P a r i s
1880.
M E Y E R E d u a r d . Geschichte des Alterthums. Stuttgart, 1 8 8 0 . M ü L L E R , Max. Lectures on the Se'unce of Language. 2 vol. Edición amer i c a n a . New Y o r k ,
1875.
M Ü R D T E R , F . Kurzcefasste Geschichte Babyloniens und Assiryens, mit. besonderer Berücksicht'gung des Alten Testaments. Stuttgart, 1 8 8 2 . U n vol. O P P E R T , Jules. L'Inmortalitt
de l'Ame chez les Chaldéens. 28 páginas.
( E x t r a i t des Annales de Phiiosophie Chrétienne, 1 8 7 4 . ) Perrot et Chipiez. Q U A T R S F A G S E , A. de. L'Espice ris,
1880.
Humaine, Sexta edición. U n vol. Pa-
OBRAS ESTUDIADAS Ó CONSULTADAS
XVII
R A W L I N S O N , George. The Five Great Monarchics of the Ancient Eastern World. Londres, i 8 6 5 . i y 2 vols. R E C O R D S O F T H E P A S T . Published under the sanction of trie Society of Biblical Archseology. Vols. I. I I I . V . V I L I X . X I . SAYCE,
A. H . Fresh Light from Ancient Monuments. ( « B y - P a t h s of
Bible Knowledge», serie I I , tercera edición. i 8 8 5 , Londres. U n volumen. The Ancient Empires of the East. U n vol. Londres, 1 8 8 4 . Babylonian Literature. U n vol. Londres, 1 8 8 4 . S C H R A D E R , E b e r h a r d . Keilinschriften, und Geschichtsforschung. Giesen, 1 8 7 8 . U n vol. Die Keilinschriften, und das Alte Testament. Giessen,
i883.
U n vol. Istár's Hollenfahrt. U n vol. Giessen, 1 8 7 4 . Zur Frage nach dem Ursfrung des Altbabylonischen Kultur. Berlín, 1884. S M I T H , George. Assyriaírom
the Earliest T i m e s t o t h e pall of Nineveh
(«Ancient History from the M o n u m e n t s » ) . Londres. U n vol. T Y L O R , Edward B . Primitive Culture. Segunda edición
americana.
2 vols. New York, 1 8 7 7 . Z I M M E R N , Heinrich. Bcibyloniscke Busspsalmen, umschrieben, übersetzt und erklárt. 17 páginas. Leipzig, i 8 8 5 . Y numerosos ensayos por Sir Henry Rawlinson, Friedr. Delitzsch, E.
Schrader y o t r o s , Geo. Rawlinson, traducción
Calwer Bibellexikon, y varios periódicos como los y Transactions»
de la «Society of Biblical
de Herodoto, «Proceedings»
Archseology», «Jahr-
bücher für Protestantische Theologie,» «Zeitschrift für Keilschriftforschung», «Gazette Archéologique», y otros.
C
C A L D E A
L O N D R E S : T . FISHER U N W I N , 2 6 ; P A T E R N O S T £ R
SpuARE,E.C.
LIC.
dMMetteu,btryuüio.&.Mwr,*:
ÍNDICE
DE GRABADOS
PÁGINAS
Representación del dios Sol en el templo de Sippar
5
de la
( portada.
Caracteres cuneiformes Cono de tierra cocida, elemento de la escritura cuneiforme, con caracteres grabados en él Paisaje del E u f r a t e s , al Sur de Babilonia La colina de Birs Nemrod, cerca de Babilonia (Restauración según Layard ) Templo de É a en Eridhu (Abu-Shahrein): Escalinata ( H o m mel) Excavaciones en Mugheir (Ur) Disco de bronce Otro disco ó plato de bronce Sección de otro disco de bronce Ladrillo babilónico, según Cavaniol Montículo de Mugheir (Antigua Ur) «Zigguratj restaurado. (Perroty Chipiez) Balsa sobre odres ó pellejos inflados (Kaulen)
10 n 14 18 23 31 32 33 34 38 42 43 48
Balsa ó a l m a d í a s o b r e odres ó pellejos i n f l a d o s , usada en la
actualidad Construcción de odres para una a l m a d í a . (Bajo relieve de K o r sabad) según Place) Base de c o l u m n a Base de otra columna hallada en T e l l - L o h . (Colección de Sarzec) León de piedra en la entrada de un templo. Nimrud. (Perrot y Chipiez) Friso formado con azulejos de colores Otro friso formado con azulejos de colores Fragmento de azulejo ó ladrillo esmaltado (Perrot y Chipiez).
48 40 51 52 54 57 57 58
XX
ÍNDICE DE GRABADOS PÁGINAS
La piedra Michaux
64
Tenedor y cuchara de bronce. (Perrot y Chipiez) Peine de ébano. (Perrot y Chip'ez) Cabeza de carnero esculpida en alabastro. ('British Museum). Ladrillo de W a r k a con inscripción, según Loftus Frente de las ruinas de W u s w a s en Warka, según Loftus Vasijas de barro para ataúdes. (Taylor) Ataúd con tapa descubierta en Mugheir. (Taylor) Interior del m'smo. (Taylor) Cámara.sepulcral abovedada de Mugheir. (Taylor) Vasijas de piedra halladas en las sepulturas. ( L a r s a m ) (Hommel) Sarcófago de tierra cocida barnizada, de W a r k a , según Loftus. Tapa de uno de los sarcófagos dibujados en la página anterior,
66 66 67 70 71 72 74 74 75 75 74 76
según Loftus Tubos de desecación en los terraplenes sepulcrales. (Perrot y Chipiez Cono de tierra cocida, tamaño natural. (Loftus) Muro con dibujos de conos de tierra cocida, en Warka. (Loftus) Estatua de Gudéa,' con inscripción, hallada en T e l l - L o h (Sirbula ó Sirgulla). Colección Sarzec. (Hommel) Cabeza de una estatua caldea encontrada en T e l l - L o h (Sirgu-
77
lla). Colección Sarzec. (Perrot y Chipiez) L a misma cabeza vista de perfil Estatua hallada en T e l l - L o h . (Colección Sarzec) Tipos caldeos. Colección de Sarzec en el Museo del L o u v r e . Ladrillo de Uruk ( E r e c h ) con una inscripción summeriana del rey Lik-Bagus Inscripción cuneiforme en caracteres arcaicos. (Perrot y Chipiez Tableta de arcilla ó ladrillo completamente escrito ( S m i t h ) . . . Cilindro de bronce con inscripción Cilindro asirio y su impronta desarrollada. (Perrot y Chipiez) Cilindro asirio: impronta desarrollada. (Perrot y C h i p i e z ) . . . . Tableta de arcilla en su caja. (Hommel) Prisma de Sennacherib, también llamado cilindro Taylor Cilindro con inscripción en forma de tonel. ( B o r s i p ) El Tell Amran ibn Alí, en el E u f r a t e s , según Rich Escena agrícola en un cilindro caldeo •
78 79 79 81 82 82 83 87 93 96 97 100 100 102 103 105 107 111 113
Fragmento de una estela caldea arcaica
119
Fragmento de otra estela caldea a r c a x a Demonios y seres fantásticos, según Layard Demonio del viento Sudoeste. (Perrot y Chipiez)
122 126 129
ÍNDICE DE GRABADOS
XXI PÁGINAS
Cabeza de demonio Lucha de demonios. (Museo Británico) Representación de los demonios, según un bajo relieve de una estela caldea, que se conserva en el Museo Británico Tableta de tierra cocida de Sinkara, según Loftus Impronta desarrollada del cilindro de Sargón. (Hommel) La cabra simbólica. (Museo Británico) Uranografía caldea Géminis, según Layard Cilindro caldeo, según A . Menant Pastor babilónico Escenas pastoriles representadas en un cilindo caldeo Labores agrícolas representadas en un cilindro caldeo, según A . Menant Vasos hallados en las tumbas caldeas. (Museo Británico) Cilindro caldeo, según Layard Otro cilindro caldeo, según Layard Cilindro caldeo , según Menant Cilindro caldeo, según Layard La recolección del dátil, según Layard Templo y jardines pensiles de Koyunjik, según Menant Cilindro de Gamil-Sin, según A . Menant Estatuirá de una mujer : primitivo arte caldeo. ( Museo del Louvre) Estatuitas caldeo-arcaicas en bronce. Colección de Sarzecen el Museo del Louvre Estatuita caldeo-arcaica, en bronce. Colección de Sarzec en el Museo del Louvre Sacrificio á la «Gran Diosa», representado en un cilindro, según A . Menant Canéfora de bronce, con el nombre del rey Kudur-Mapuk. (Museo del Louvre) Oannes. (Smith. Génesis caldea) Sacrificio del pescado, según un cilindro dado á conocer por Layard Cilindro de sellar babilónico Sacrificio. (Tomado de una antigua representación caldeoasiria) Adoración del gallo. (De un cilindro babilónico antiguo, existente hoy en el Museo Británico) Cilindro asirio con el ojo solar Representación de los planetas Ladrillo de Naramsin con una inscripción cuneiforme en lengua antigua babilónica
136 i37 139 141 146 149 152 154 157 159 160 161 164 165 167 if¡Q 173 174 177 178 179 182 183 186 191 192 196 197 200 203 204 206 208
XXII
ÍNDICE DE CRABADOS PÁGINAS
Gavilán y Esfinge '. Mujeres babilónicas ante el árbol sagrado Cilindro caldeo, que se cree alude á la torre de Babel. (El original se encuentra en la Biblioteca Nacional de París).
209 211
Lucha con un león Estatua dé Gudéa con inscripción, hallada en la antigua Sir-
217
bula El rey Uruk de U r • Plano de un templo, grabado en la estatua de Gudéa Rey caldeo Impronta del cilindro de Urzana, rey de Musasir Antiguo templo babilónico Fragmento de un plano de la ciudad de Babilonia Jardines pensiles de Babilonia atribuidos áSemíramis. Reconstrucción.
223 227 229 230 232 235 237
Representación
del pecado
214
241
original según Smith , Génesis
caldea La diosa Vull El dios Merodach Busto de alabastro con inscripción, en que se lee el nombre de Nebo (British Museum)
245 250 253 254
Cilindro de Mardakuddua, rey vasallo de Dungi, según A. Menant El rey Merodoch-Iddin-Alahi Representación de un carruaje babilonio Figuras de mujeres con alas ante el árbol sagrado. (Museo tánico)
25') 259 262 rri-
Bajo relieve caldeo-arcaico representando unos músicos. (Museo del Louvre, colección de Sarzec) Espíritus ante el árbol sagrado Sargón de Asiría ante el árbol sagrado Placa de tierra cocida, conteniendo parte de la tradición caldea del diluvio .-. • • • Lucha de. Bel con el dragón. (Cilindro babilónico) Otra representación de la lucha de Bel con el dragón. (Cilindro babilónico) ,
267 273 274 277 8o 283 2
284
Figura humana con cuatro alas ante el árbol sagrado Plano de un Ziggurat (Perrot y Chipiez) Sacrificio humano. (Cilindro asirio dado á conocer por A.
289 292
Menant Prisioneros conducidos á la presencin del rey Izdubar y. el león
301 304 314
ÍNDICE DE GRABADOS
XXIII PÁGINA S
Lucha de Izdubar y Éabani con el toro de Isthar. Izdubar l u chando con el león de Éabani. C'lindro babilónico Izdubar y Éabani. Cilindro babilónico. (Perrot y C h i p i e z ) . . . . El escorpión hombre Objeto de piedra descubierto en Abu-habba (Sippar), por Mr. Rassam, que presenta entre otros dibujos míticos al hombre escorpión ó alacrán Lucha entre Merodach y el dragón Genio con cabeza de gavilán Ruinas de Babilonia. Expedición científica á M e s o p o t a m i a . . . Peso caldeo-asirio en forma de oca, según Layard Disco mágico caldeo-hebraico que se conserva en el Museo Británico León saliendo de la jaula. Antigua representación babilónica, según L a y a ' d Piedra grabada babilónica con el retrato de Nabucodonosor. (Consérvase en el Museo Británico) Ladrillo de las construcciones llevadas á cabo por Nabucodonosor, con una inscripción en seis líneas Sello del rey Kurigabzu. (Museo B r i t á n x o ) Representación del gallo simbólico. (De un sello babilónico, según Layard) Anat-Astarté
315 317 318
323 529 334 341 342 349 355 360 365 369 371 374
INTRODUCCIÓN
M E S O P O T A M I A . - L O S
MONTÍCU L O S . - L O S
PRIMEROS
INVESTIGADORES
1. Hacia el año 606 a. de J . C , fué destruida Ninive, la gran ciudad que durante siglos había desplegado su orgulloso esplendor. Sus elevados palacios dominaban el Tigris, reflejándose en la rápida corriente de las aguas. Por sus puertas habían salido ejércitos tras ejércitos, volviendo cargados con despojos de las naciones vencidas; sus monarcas habían llegado á ofrecer sacrificios en los elevados santuarios , conducidos en carros que arrastraban reyes cautivos ; pero á pesar de tanta grandeza también le llegó su última hora. L a s naciones se reunieron y la rodearon. L a tradición popular refiere que el asedio duró más de dos años, saliendo hasta el mismo rio de madre para batir sus murallas, hasta que un día llama de inmensa hoguera subió al cielo, y el último vastago de un poderoso linaje de reyes, antes que entregarse á sus enemigos, librábase de esta manera á si mismo, y con él á su capital y á sus tesoros y vasallos de la vergüenza de la esclavitud. Después ninguna otra ciudad debía reaparecer donde fué Nínive. 2 . Han transcurrido dos siglos y grandes cambios c 1
INTRODUCCIÓN 2 tienen lugar sobre la tierra. L o s reyes de Persia ostentan el cetro del Asia. Pero su grandeza toca también á su decadencia, y discordias de familia minan su poder. Un príncipe joven se rebeló contra su hermano mayor, resolviendo arrancarle la corona por la fuerza. Con este propósito, levantó un ejército y llamó en su auxilio Griegos mercenarios. Acudieron éstos en número de 13.000, bajo la conducta de valientes y afamados generales, y cumplieron á su lado como héroes, pero su valor no pudo salvarlo de la derrota y de la muerte. S u mismo jefe cayó en una emboscada, y tuvieron que emprender la retirada en las más tristes circuntancias y con pocas esperanzas de salvación. 3 . Sin embargo la llevaron á cabo. Rodeados por enemigos declarados ó falsos amigos, acosados y perseguidos á través de desiertos arenosos y de montañas intransitables, abrasados unas veces por el sol, entorpecidos otras por el frió, alcanzaron al fin el pacífico Helesponto resplandeciente de luz. F u é una larga y pesada marcha desde Babilonia por la orilla del Eufrates, en cuyas cercanías se había librado la gran batalla. Hubieran perecido si no hubieran tenido al frente un grande y valiente jefe: Xenofonte, noble ateniense, cuya fama como sabio y escritor iguala á la reputación que merece como soldado y general. P o cos libros son más interesantes que la viva relación que dejó de sus trabajos y de sus sufrimientos, y de los de sus compañeros en esta expedición conocida en la historia bajo el nombre de «La Retirada de los Diez m i l » , pues á este número habían quedado reducidos los 13.000 griegos, por las batallas, las privaciones y las enfermedades. Un principe de tanta ilustración no podía dejar, aun en medio del peligro y del cuidado
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que sobre él pesaba, de observar todo cuanto era objeto de atención en las extrañas tierras que iba atravesando. Asi nos cuenta que un dia su pequeño ejército, después de una marcha forzada en las primeras horas de la mañana y de un encuentro con tropas ligeras de sus perseguidores, habiendo rechazado el ataque y por consiguiente asegurado un corto intervalo de seguridad, siguió adelante hasta que alcanzó las orillas del Tigris. E n aquel paraje había una ciudad desierta. S u muralla tenia 25 pies de ancho, 100 de alto y cerca de 7 millas de circunferencia. Aquella muralla estaba construida con ladrillos sobre un basamento de piedra de 20 pies de altura. Cerca de la ciudad existía una pirámide también de piedra de 100 pies de ancho y 200 de alto. Xenofonte agrega que el nombre de aquella ciudad era Larisa, y que en lo antiguo había sido habitada por los Medos; que el rey de Persia cuando se apoderó de la soberanía sobre los Medos, la sitió, pero de ninguna manera pudo tomarla, hasta que habiendo oscurecido el sol una nube, los habitantes abandonaron la ciudad, aprovechándose de aquel incidente atmosférico, apoderándose entonces los Persas de ella después de abandonada. 4 . Cerca de ocho millas más lejos, los Griegos encontraron otra gran ciudad desierta, que Xenofonte llama Mespila. Tenía una muralla parecida, pero aun más alta. Esta ciudad, dice, fué habitada por Medos, y tomada también por el rey de Persia, y aquellas peregrinas y curiosas ruinas era todo lo que quedaba de Kalah y Nínive, las dos capitales asirias. En el corto espacio de dos siglos, los hombres no habrían perdido seguramente la memoria de la existencia y del Imperio de Nínive, y sin embargo pisaban el sitio
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INTRODUCCIÓN
mismo donde se había levantado, no la reconocían, y daban á sus ruinas un nombre griego sin significado histórico, legándonos acerca de ella, una tradición absurdamente compuesta de detalles verdaderos y ficticios, unidos á una intrincada confusión. Ninive había sido la capital del Imperio asirio, mientras los Medos eran una de las naciones que le atacaron y lo destruyeron. Y aunque no tuviera lugar un eclipse de sol (la nube que oscureció el sol, no puede significar otra cosa), que produjo gran confusión y dio importantes resultados, este suceso se verificó mucho más tarde y en una ocasión muy diferente. E n cuanto al «rey de Persia», jamás tal personaje tuvo que ver en la catástrofe de Ninive, pues los Persas no estaban conocidos todavía como un pueblo poderoso, y su comarca no era más que un principado pequeño é insignificante, tributario de los Medos. ¡De tal modo la soberbia ciudad había sido barrida de la superficie de la tierra! 5. Otros cien años trajeron nuevos y aun mayores cambios. L a monarquía persa, siguió el movimiento de los Imperios que la habían precedido, y que cayeron ante Alejandro, el joven héroe de Macedonia. Como la armada del conquistador, compuesta de barcos griegos ligeramente construidos bajara el Eufrates hacia Babilonia, vióse detenida con frecuencia en su marcha por inmensas presas de piedra, construidas al través del río. L o s Griegos, aunque con pesar, deshicieron varias para poder seguir su navegación, y lo mismo hicieron en otros ríos, sin presumir que estaban destruyendo los últimos restos que quedaban de la civilización de un gran pueblo, pues aquellas presas estaban destinadas á conservar las aguas- y distribuirlas entre numerosos canales,
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que cubrían el árido país con su red fertilizadora. Hubiera podido decírseles, como los Árabes dicen en nuestros días á los viajeros, que aquellas presas habían sido construidas por Nemrod, el Rey Cazador. Algunas de ellas muestran todavía sobre las aguas, antes que suban éstas á consecuencia de las lluvias, rectangulares y gigantescos sillares fuertemente unidos por grapas de hierro. 6 . Más de veintiún siglos han pasado desde entonces sobre el inmenso valle con razón llamado Mesopot a m i a — « L a Tierra entre los Ríos» — y cada uno le ha ido llevando más cambios, más guerras, más desgracias, con raros intervalos de paz y prosperidad. S u situación entre el Oriente y el Occidente, sobre el camino principal de los ejércitos y de las tribus errantes, le ha designado siempre como uno de los campos de grandes batallas en el mundo. Cerca de mil años después de la rápida y efímera conquista de Alejandro, los Árabes invadieron el país y se establecieron en él, llevando consigo una nueva civilización, y la nueva creencia religiosa que les dio su profeta Mahoma, y que creyeron les imponía el deber de extenderla por medio de la espada ó de la palabra hasta los extremos de la tierra. Allí por lo tanto establecieron uno de los principales centros ele su soberanía, y Bagdad no fué ni con mucho inferior en magnificencia y poderio á la antigua Babilonia. . 7. E l orden, las leyes y la ciencia florecían hace siglos en aquel país, cuando nuevas hordas de pueblos bárbaros procedentes del Oriente le invadieron, y uno de ellos, los Turcos, fijaron al fin su residencia en él, siguiendo dominándole en la actualidad. E l valle del Tigris y del Eufrates es una provincia del Imperio otomano ó turco, cuya capital es Constan-
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INTRODUCCIÓN
tinopla; y gobernado por bajas, enviados por el gobierno de la «Sublime Puerta» como se la denomina generalmente, el trato, la ignorancia, la opresión .abrumadora á que está sometido aquel territorio desde hace siglos, lo ha reducido al último grado de desolación. S u riqueza agotada, su industria destruida, han hecho desaparecer las antes prósperas ciudades ó las han reducido casi á la nulidad. Mossul mismo, construida por los Árabes en la orilla derecha del Tigris, frente al lugar donde existió Ninive, Mossul, una de sus más hermosas ciudades, famosa por •las manufacturas del delicado tejido de algodón, á que dio nombre—moselina ó muselina — hubiera perelido toda su importancia, si no tuviera el honor de ser la capital de un distrito turco y la residencia de un bajá. Bagdad, aunque conservando la capitalidad de toda la provincia, apenas conserva una sombra de su primitiva importancia, y sus lanzaderas no suministran ya á los mercados del mundo, los asombrosos pañuelos y tapices, ni los tejidos de oro y plata con •maravillosos dibujos que tanto la enaltecieron. 8 . Mesopotamia es una región que por sus condiciones especiales tiene que sufrir por el descuido y por el mal gobierno mucho más que otras; pues, aunque ricamente dotada por la naturaleza , su situación especial exige un cuidado constante y una administración inteligente para sacar de ella todo el producto de que es susceptible. Este cuidado debe consistir principalmente en distribuir las aguas de los dos grandes ríos y de sus afluentes sobre la tierra por medio de complicado sistema de canales, regulados por un conjunto completo y bien cuidado de presas y compuertas, con otros más sencillos para las últimas ramificaciones. L a s inundaciones anuales producidas
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por el Tigris y el Eufrates, que rebosan de sus orillas, no bastan, pues sólo las aprovecha una estrecha faja de tierra á cada lado. E n las tierras bajas, hacia el golfo Pérsico, hay otro inconveniente: siendo el país en aquel punto completamente llano, las aguas se acumulan y se estancan, formando grandes pantanos pestilenciales, en donde deberían existir ricos pastos y campos de trigo y donde existieron en la antigüedad. E n una palabra, abandonadas á si mismas, la Mesopotamia Alta (antigua Asiría) es improductiva por la esterilidad de su suelo, y la Mesopotamia Baja (antigua Caldea y Babilonia) corre á su desolación, á pesar de su extraordinaria fertilidad, por falta de canales para dar salida á sus aguas. 9 . Tal es el estado actual de aquel valle, en otro tiempo populoso y floreciente, debido á los malos principios del gobierno que mantienen los Turcos, sus dominadores. Consideran éstos á sus provincias remotas como simples fuentes de rentas para el E s tado y para los que las recaudan; pero aun para conseguir su propósito lo hacen de una manera poco inteligente y nada previsora. L a población vive sometida á un verdadero y descarado pillaje, y nada de lo que se le saca se aplica á usos de utilidad local pública, como caminos, riegos, protección al comercio, ni á la industria, ni nada que á esto se parezca. L o que no se envía al Sultán de Constantinopla va á parará los bolsillos del bajá y de sus numerosos oficiales subalternos, lo cual puede decirse que es sacarle la leche sin dar de comer á la vaca. L a consecuencia de tal conducta es, que los particulares, perdido todo interés en sus trabajos, no hacen el menor esfuerzo para mejorar las propiedades que no les permiten disfrutar, y se resignan á la más denigrante degra-
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INTRODUCCIÓN
elación con estólida apatía, que no puede mirarse sin profunda pena. L a tierra ha llegado á tal grado de empobrecimiento, que actualmente no produce ni el trigo necesario para la población fija. Se cultiva solamente en determinados parajes á lo largo de los ríos, donde fertilizan el suelo las inundaciones anuales, produciendo casi sin solicitarlas moderadas cosechas , y se ocupan en estas escasas faenas agrícolas principalmente las tribus errantes de Árabes ó de Kurdos de las montañas hacia el Norte, que levantan sus tiendas y abandonan el sitio donde han vivido, tan pronto como recogen su pequeña cosecha, si es que antes no ha sido presa de algún recolector de contribuciones del bajá ó de alguna partida errante de beduinos, tribus de ladrones de los vecinos desiertos de Siria y de Arabia, que, montados en sus incomparables caballos recorren los limites abiertos con tanta facilidad, como las nubes de arena en el desierto, tan temidas por los viajeros. E l resto de la comarca está abandonado á los cuidados de la naturaleza y, donde no está entrecortada por montañas y lineas de rocas, ofrece el doble aspecto bien conocido de las pampas: una excelente vegetación de hierbas durante una tercera parte del año, y un desierto tostado y árido en el resto de él, excepto en la temporada de las lluvias de invierno y las inundaciones de primavera. 10. ¡ Qué aspecto de salvaje desolación! Imponente por su grandeza, entristece el ánimo, que meditando sobre él encuentra que es el que corresponde á una tierra que puede llamarse la sepultura de los imperios y de las naciones. L a monotonía del paisaje seria uniforme, sin ciertas elevaciones ó colinas de formas extrañas y variadas, que se levantan sobre la llanura en todas direcciones: algunas son altas, de
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forma cónica ó piramidal; otras más bien extendidas y aplastadas en su cumbre; alguna vez largas y bajas! y todas extrañamente separadas una de otra como una línea de colinas ó de montañas. Esto sorprende doblemente en la Mesopotamia Baja ó Babilonia por la igualdad de su llana superficie. L a s pocas aldeas que subsisten, compuestas de chozas formadas con barro ó cañas trenzadas, generalmente construidas sobre aquellas eminencias, sirviendo otras de cementerios, y levantándose de vez en cuando sobre alguna la cubierta de una mezquita, forman agradable perspectiva en la hermosa estación de primavera, cuando los campos de trigo ondean en su cumbre, y sus declives y todas las llanuras que las rodean se ven revestidas con hierba espesa y verde, salpicada de flores sin número de todos matices, hasta el punto de que la superficie de la tierra parece desde lejos ó desde una altura rico y variado tapiz de Persia. Pero al acercarse á aquellas colinas ó montículos sorprenden al viajero ciertos caracteres distintivos y especiales que en ellas encuentra. L a masa que los forma es blanda y deleznable, y las lluvias del invierno al caer con excesiva violencia, surcan sus vertientes con barrancos excavados por las aguas, las cuales arrastran gran parte de la materia que forma el montículo, llevándola á lo lejos en la llanura, donde yace esparcida en la superficie, completamente distinta del suelo. Fácilmente se comprende por ésto que aquellos depósitos no están formados de tierra ó arena, sino de escombros, parecidos á lo que queda amontonado cuando se construye ó derriba una casa, hallándose entre ellos innumerables fragmentos de ladrillos, cerámica y piedra evidentemente labrada á cincel y mazo, llevando muchos de estos fragmentos
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INTRODUCCIÓN
inscripciones con caracteres complicados, de una con• figuración extraña, parecida al hierro de una saeta, colocadas en variadas y múltiples combinaciones, como se ve en el ejemplo siguiente: A
Tí w H K ^ T ^ Í Í CARACTERES CUNEIFORMES
11. E n las quiebras ó barrancos, habiendo las aguas arrastrado masas de estos escombros disgregados, quedan al descubierto restos de murallas de sólida construcción de ladrillos, á veces un trozo escultural de cabeza ó de miembros humanos, ó un ángulo de losa esculpida, siempre de colosal tamaño y de ejecución atrevida y sorprendente. Todo esto refiere su propia historia, y la conclusión aparece por si misma; es decir, que aquellas eminencias no son colinas ó accidentes naturales, sino montones de tierra y materiales de construcción, que estuvieron colocados en artísticos monumentos, los cuales, destruidos y cubiertos por el polvo de los siglos, se han revestido con manto de verdura, tomando engañosamente todas las apariencias de colinas naturales. 12. L o s Árabes no pensaron nunca en explorar aquellos montículos. L o s pueblos mahometanos, por regla general, toman poco interés hacia las reliquias de la antigüedad; sin embargo, son muy supersticiosos , y como sus leyes religiosas les prohiben terminantemente representar la forma humana en pintura ó escultura, por temor de que tal reproducción pudiera llevar otra vez al pueblo ignorante y mal guiado á las prácticas de la idolatría, consideran las reliquias de la estatuaria antigua con prevención que raya en
MESOPOTAHIA
miedo, creyendo existen conexiones entre ellas, a magia y la brujería. Así no es extraño que digan á los viajeros, con un respeto no desprovisto de horror, que aquellas colinas ó montículos encierran pasos subterráneos, frecuentados no solamente por animales salvajes, sino también por malos espíritus. ¿No han visto algunas veces extrañas figuras esculpidas en piedra, aparecer en las quebradas de aquellos montecillos ? Con m e j o r acuerdo, h a c e mucho tiempo que los extranjeros sospechaban, que en aquellos terraplenes podían estar sepultados los únicos restos de grandes ciudades que existieron en lejanas épocas. L a circunstancia de ser muy numerosas, no podía oponerse á este pensamiento, pues sabido escuán poblado estuvo aquel valle en los días de su esplendor, y que, además de varias famosas ciudades, -podía vanagloriarse de un gran número de aldeas, con frecuen(Colección Sarzec.) cia separadas sólo una de otra por corta distancia de algunas millas. Puede suponerse con razón, que los terraplenes ó montículos largos y bajos representan las antiguas murallas, y que los otros más altos y más extensos responden al lugar donde estuvieron los palacios y los templos. L o s Árabes, aunque completamente ignorantes de cuanto se relacione con la historia, han conservado en su religión algunas tradiciones de la Biblia, y así es que, á pesar de los naufragios de los siglos, conserCONO
DE TIERKA
MENTO
DE
NEIFORME,
LA
COCIDA,
ESCRITURA
CON
GRABADOS
ELE-
CU-
CARACTERES
EN
ÉL
INTRODUCCIÓN 12 van algunos nombres bíblicos. Cualquiera cosa, cuyo origen ignoran, la atribuyen á N e m r o d ; y la menor de las dos colinas, situadas enfrente de Mossul, que marca el sitio en que estuvo Ninive, la llaman « Colina de J o n á s » , y creen firmemente que la mezquita que la corona, rodeada por una aldea relativamente próspera, encierra la tumba del mismo J o n á s , el profeta que fué enviado para reprender y avisar á la ciudad culpable. Como los Mahometanos honran á los profetas hebreos, la colina entera es mirada por ellos como sagrada. 13. Aunque los viajeros conocieran estos datos generales respecto á los montículos, pasó mucho tiempo antes que su curiosidad y su afán se sobreexcitasen, hasta el punto de llevarlos á tomarse la pena de acometer costosas excavaciones, para descubrir lo que realmente contuvieran. Hasta los principios del último siglo, próximamente, no sólo el público en general, sino los hombres de esmerada instrucción y sabios distinguidos, comprendían sólo en las palabras de «Estudio de la Antigüedad», el de la que se llama «Antigüedad clásica», es decir, del idioma, historia y literatura de los Griegos y Romanos, al mismo tiempo que de las ruinas, obras de arte y restos de toda clase que dejaron aquellas dos naciones. E l conocimiento de otros imperios y pueblos, lo tomaban en las obras de los historiadores y escritores griegos y romanos, sin poner en duda sus afirmaciones, ó—como decimos ahora—sin someterlo á la más ligera crítica.
L o s sabios europeos, por lo tanto, absorbidos en sus estudios clásicos y en su devoción hacia ellos, hallábanse demasiado inclinados á seguir el ejemplo de sus autores favoritos y á clasificar los pueblos del
MESOPOTAMIA
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resto del mundo, tales como los conocían los antiguos, bajo el apodo odioso y despreciativo de «Bárbaros», concediéndoles así una importancia muy secundaria, y apenas digna de su atención. 14. L a s cosas empezaron á cambiar en gran manera hacia el fin del último siglo, sin embargo de lo cual se dejaba á los terraplenes de Asiría y de Babilonia conservar su secreto sin revelarlo. E s t a falta de interés hacia aquellos restos, se explica en parte por su naturaleza especial. ¡ Son tan diferentes de otras ruinas! Hiladas de pilares macizos ó de majestuosas columnas destacándose en el azul del cielo, con el desierto al rededor y el mar á sus pies; un arco roto, ó una losa sepulcral envuelta por la hiedra ó colgantes plantas trepadoras, con las montañas purpúreas y azuladas por último término de perspectiva, son objetos sorprendentes que desde luego cautivan la mirada por su belleza, é invitan después á estudiarlos por la facilidad que ofrecen para acercarse á ellos. Pero en estos inmensos é informes montículos ¡ qué trabajo para mover solamente una parte de su masa! y cuando se haya conseguido, ¿quién sabe si lo que se obtenga compensará el trabajo y el gasto? 15. E l primer Europeo cuyo amor á la ciencia fué bastante fuerte para llevarle á despreciar todas estas dudas y dificultades, fué un Inglés, Mr. Rich. No obtuvo gran éxito, ni fueron sus investigaciones muy extensas, hallándose limitado á sus recursos personales; sin embargo su nombre se repetirá siempre con respeto, pues fué el primero que se puso a.1 trabajo con la pala y la pica, que tomó hombres á sueldo para excavar, quien midió y describió algunos de los principales terraplenes de las orillas del Eufrates, echando así los cimientos de todas las exploracio-
INTRODUCCIÓN
nes m á s recientes y m á s p r o v e c h o s a s . C o r r í a el año de 1 8 2 0 , y era entonces M r . R i c h r e p r e s e n t a n t e de la C o m p a ñ í a de l a s Indias orientales en B a g d a d . E x p l o ró también el m a y o r de los d o s m o n t í c u l o s enirente de M o s s u l , alentado p o r la noticia de q u e , poco antes de su l l e g a d a , se h a b í a encontrado u n a e s c u l t u r a , r e p r e s e n t a n d o h o m b r e s y a n i m a l e s . P o r d e s g r a c i a no p u d o ni a u n p r o p o r c i o n a r s e u n solo l r a g m e n t o de
T A I S A J E DEI- F U F R V T E S . A L SUR DE B A B l L u M A -
a q u e l tesoro, p u e s el pueblo de M o s s u l . excitado p o r su ulema—doctor de la l e y — q u e h a b í a declarado q u e a q u e l l a s e s c u l t u r a s eran «ídolos de los i n f i e l e s » , h a bía atravesado el río en tropel d e s d e la c i u d a d , y l a s h a b í a reducido p i a d o s a m e n t e á p o l v o . M r . R i c h no tuvo la b u e n a suerte de encontrar p o r sí m i s m o otras e s c u l t u r a s , y d e s p u é s de a l g u n o s n u e v o s esfuerzos a b a n d o n ó el p a í s c o m p l e t a m e n t e d e s c o r a z o n a d o , llev a n d o á I n g l a t e r r a las p o c a s r e l i q u i a s q u e había p o d i do recoger. E r a n éstas sin e m b a r g o m u y intereasntes.
MESOPOTAMIA
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pues consistían en inscripciones, objetos de cerámica, piedras, ladrillos y trozos de otros ladrillos grabados. Después de su muerte todos estos objetos se colocaron en el British Museum, donde forman la base de la notable colección caldeo-asiria, que enriquece aquel gran establecimiento. Después no se hizo ninguna otra tentativa, de manera que puede decirse con toda verdad y literalmente, que hasta 1842 «un estante de tres pies cuadrados encerraba todo lo que se había conservado, no solamente de la gran ciudad de Ninive, sino de la misma Babilonia» . 16. E l que siguió á Mr. Rich en aquella interrumpida campaña, fué Mr. Botta, nombrado cónsul de Francia en Mossul el año 1842. Empezó sus excavaciones á fines del mismo año, y naturalmente se fijó especialmente en el mayor de los dos montículos enfrente de Mossul, llamado KOYUNJIK, que corona una pequeña aldea. Este terraplén es el Mespila de Xenofonte. Principió los trabajos con entusiasmo y los continuó por espacio de más de tres meses, pero repetidos desengaños empezaban á producirle desaliento, cuando un día un labrador de una aldea distante, se paró mirando una pequeña cuadrilla de trabajadores. Divertíale mucho el observar que cada fragmento—• para él sin valor—de alabastro, cerámica ó ladrillo, era sacado con esmero de entre los escombros, separándolo con cuidado, y sonriendo les dijo, que su trabajo sería mucho más fructífero, si lo emplearan en el terraplén sobre el cual estaba edificada su aldea, pues habían removido muchos de aquellos escornbros al hacer los cimientos de sus casas. I
17. Monsieur Botta á la sazón hallábase más animado en sus investigaciones, pero no se atrevió á des• 1
Layard «descubrimientos en N i n i v e » , Introducción.
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INTRODUCCIÓN
preciar la indicación, y mandó algunos hombres al terraplén indicado, el cual, como la aldea que está en su cumbre llevaba el nombre de KHORSABAD. E m pezáronse las operaciones desde la cumbre, abriendo un pozo en el monticulo, y muy pronto los trabajadores tropezaron con la parte superior de un muro que, después de cavar un poco m á s , se encontró limitado en toda la longitud de su base por losas esculpidas hechas de un mármol blando muy parecido á la piedra de yeso ó de cal. Este descubrimiento atrajo pronto la atención de Mr. Botta hacia aquel paraje con febril interés. Mandó abrir una trinchera desde el exterior al interior del terraplén, ancha y profunda, en dirección hacia el sitio que se habia descubierto ya por la cumbre; y cuál sería su asombro al ver que había penetrado en una sala completamente cerrada por todas partes, excepto en los puntos donde las interrupciones indicaban el sitio de las puertas que conducían á otros cuartos, con losas esculpidas semejantes á las primeramente descubiertas, y representando escenas de batallas, sitios y otras análogas. Todo aquello parecíale un sueño. E r a un nuevo y maravilloso mundo que aparecía de repente, pues aquellas esculturas recordaban sin duda las acciones del que las mandó labrar, que debió ser algún poderoso conquistador ó rey. Y aquellas largas y apretadas líneas grabadas en la piedra á lo largo de las losas, en los mismos caracteres especiales que las cortas inscripciones de los ladrillos esparcidos en la llanura, debían seguramente contener el texto de tan importante composición escultural. Pero ¿quién podría leerlas? No se parecían á ninguna escritura conocida en el mundo y podían permanecer como un libro sellado.
MESOPOTAMIA
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i Quién fué pues el constructor? ¿A que siglo pertenecían aquellas construcciones? ¿ A cuál de las guerras conocidas se referían aquellos relieves? A ninguna de estas cuestiones, que tuvieron que agitar su ánimo de una manera extraña, Mr. Botta hubiera podido contestar en aquel momento. Pero no por eso se amengua su gloria de haber sido el primero de los hombres de la E d a d presente, que penetró en el palacio de un rey asirio. • 18. Desde aquel instante Mr. Botta se dedicó exclusivamente al montículo de Khorsabad. S u descubrimiento produjo inmensa sensación en Europa. L a indiferencia científica no pudo resistir á choque tan imprevisto, y el espíritu de investigación y de empresa se manifestó sin decaer. E l cónsul francés recibió de su gobierno amplios subsidios para continuar las excavaciones en grande escala. S i el primer éxito puede considerarse como resultado de buena fortuna, los siguientes fueron debidos al trabajo inteligente é incansable y á la verdadera ciencia. L o s resultados se encuentran en la obra voluminosa de Botta «Monumentos de Nínive» y en la hermosa colección del Louvre, en la primera sala del cual está colocado, como oírenda de justicia, el retrato del hombre á cuyos esfuerzos y abnegación se deben. 19. E l gran investigador inglés Layard, entonces joven y sabio entusiasta, en sus viajes á Oriente, al pasar por Mossul en 1842, encontró á Mr. Botta empeñado en sus primeros y poco halagüeños ensayos de Koyunjik, y después le escribió desde Constantinopla, exhortándole á perseverar y no abandonar sus esperanzas de éxito. Fué uno de los primeros que supo la sorprendente noticia de Khorsabad, y sin demora resolvió llevar á cabo uno de sus proyectos que c 2
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INTRODUCCIÓN
acariciaba desde mucho tiempo hacia: el.de explorar un gran terraplén, conocido entre los Árabes con el nombre de NIMRUD , y situado poco más bajo sobre el T i g r i s , cerca de la confluencia de este rio con unode sus principales tributarios, el Zab. Ni los administradores del British Museum, ni el gobierno inglés, quisieron desde luego costear tan considerable gasto para empresa que ofrecia dudoso éxito; y en t a l situación, un caballero particular, Sir Stratford Canning, á la sazón ministro en Constan ti nopla, generosamenL A COLINA D E B I R S N E M R O D , CERCA D E B A B I L O N I A te le ofreció sufra(Restauración según Layard.) gar los gastos hasta cierto límite, mientras se lograba vencer las contrariedades que se habían presentado para obtenerla protección de la madre patria. Así Mr. Layard encontró recursos para empezar las operaciones en el terraplén que había escogido especialmente para si mismo, en el otoño de 1845, al año siguiente en que los edificios de Khorsabad quedaban definitivamente descubiertos por Mr. Botta. L o s resultados de su expedición son tan grandes, vastos é importantes, y los detalles de su obra sobre las llanuras asirias son de tanto interés, que bien merecen ser tratados, con los amplios materiales que nos suministran, en capitulo aparte.
II
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1. E n los primeros días de Noviembre de 1845 encontramos al sabio y joven entusiasta y emprendedor, en el campo de sus futuros trabajos y de sus triunfos. S u primera noche que pasó en el desierto,, en una aldea árabe arruinada en medio de las últimas ondulaciones del terraplén de Nimrud, la describe vivamente él mismo: «Dormí poco durante la noche. L a cabana en que nos albergábamos y sus habitantes, no invitaban á descansar: pero tales escenas y compañeros no eran nuevos para mi; y si hubiera podido olvidarlos, mi imaginación habría estado menos excitada. Esperanzas, acariciadas mucho tiempo hacía, estaban á punto de realizarse, ó iban á concluir por un desengaño. Visiones de palacios subterráneos, de gigantescos monstruos, de figuras esculpidas, y de inscripciones sin fin, flotaban delante de mis ojos. Después de formar planes, uno después de otro, para remover la tierra y aislar aquellos tesoros, me imaginaba á mí mismo errante en un laberinto de habitaciones, del cual no podía encontrar la salida. T
Entonces todo quedaba enterrado otra vez, y me
INTRODUCCIÓN 20 encontraba de pie encima del terraplén cubierto de hierbas.» 2 . Aunque no condenadas á un desengaño final, tales esperanzas debían encontrar mil contrariedades antes de que las visiones de aquella noche se realizasen , pues muchas y diversas eran las dificultades con las cuales hubo de luchar Mr. Layard durante los meses siguientes , como también durante su segunda expedición de 1848. L a fatiga material de una vida constante de campamento, en un clima poco favorable, sin ninguna de las comodidades más sencillas de la vida, las fiebres y las enfermedades consecuencias de la exposición á las lluvias de invierno y al calor del verano, deberían quizás contarse entre las menores de ellas, pues tuvieron sus compensaciones. Pero no sucedió lo mismo con la oposición ignorante y de mal género, ya encubierta, ya descarada de las autoridades turcas. Esta era una contrariedad para cuyo sufrimiento no era posible tener bastante filosofía. E l conjunto de ellas forman una divertida colección. Felizmente, la primera fué también la peor. E l bajá que encontró instalado en Mossul, Mr. Layard, tenía más de ogro que de hombre, en aspecto y temperamento. Era el terror del país; su rapacidad y sus crueldades no conocían límites. Cuando mandaba á sus recaudadores de contribuciones para que realizasen su espantosa tarea, tenía costumbre de despedirlos con esta corta y enérgica instrucción: «¡Id, destruid y comed!» (es decir, saquead); y por su provecho personal había restablecido varias clases de impuestos que ya estaban en desuso, especialmente uno llamado «el dinero de las muelas», que es una contribución por el derecho de masticar. 3. L a s cartas de que iba provisto Layard le pro-
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porcionaron una buena recepción por parte de aquel amable personaje, que le permitió empezar las operaciones en el gran terraplén de Nimrud con la partida de trabajadores árabes que tomó á sueldo para este objeto. Algún tiempo después llegó á los oídos del bajá que se habían encontrado fragmentos de hojas de oro en los escombros, y aun se procuró una pequeña partícula como muestra; de donde dedujo, como lo había hecho el jefe de los trabajadores árabes, que el viajero inglés estaba buscando un tesoro, cosa mucho más inteligible para ellos que la de desenterrar y llevarse algunas piedras rotas. Este incidente, al excitar la rapacidad del gran hombre, hubiera podido suspender toda investigación ulterior, si Layard, que sabía muy bien que tal tesoro no podía encontrarse en las r u i n a s , no hubiera propuesto inmediatamente á su Excelencia que estableciese un agente en el terraplén, para hacerse cargo de todos los metales preciosos que pudieran descubrirse en el curso de las excavaciones. E l bajá no puso reparos por el momento; pero algunos días más tarde anunció á Layard, que con gran sentimiento suyo, creía de su deber el impedir la continuación de los trabajos, pues acababa de saber que los excavadores estaban revolviendo un cementerio musulmán. Como las tumbas de los verdaderos creyentes son consideradas como sagradas é inviolables por los Mahometanos, esto hubiera sido un obstáculo fatal, si uno de los oficiales mismos del bajá no hubiera avisado confidencialmente á Layard que las tumbas eran simuladas , que él y otros hombres á sus órdenes las habían hecho secretamente, y que durante dos noches habían llevado piedras con tal objeto de las aldeas cercanas. «Hemos destruido más tumbas de verda-
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INTRODUCCIÓN
deros creyentes», dijo el A g á — (oficial) — para hacer estas tumbas fingidas, que todas las que usted puede haber violado ni violará nunca. Nos hemos .matado á nosotros mismos y á nuestros caballos •para traer estas malditas piedras. Afortunadamente •el bajá, cuyas malas acciones no podían ya ser toleradas ni aun por el gobierno turco, fué relevado por Navidad, y reemplazado por un oficial de carácter completamente opuesto; un hombre cuya reputación de justicia y de benevolencia le habían precedido, y cuya llegada fué, por tanto, motivo de justas aclamaciones y de público regocijo. L o s trabajos en él terraplén adelantaron entonces durante algún tiempo con rapidez y éxito. Pero este éxito fué al mismo tiempo fuente de nuevas dificultades para nuestros exploradores. 4 . Un día al volver Layard de una excursión al terraplén, se encontró con dos Árabes que habían salido á su encuentro á todo el correr de sus caballos, los cuales desde lejos empezaron á gritar con la más extraña excitación: «¡Acudid, señor! ¡acudid á los excavadores, pues han encontrado al mismo Nemrod! ¡Parece maravilloso, pero es verdad! ¡ L e hemos visto con nuestros propios ojos! ¡No hay más Dios que Dios!» Perplejo corrió al lugar que le indicaban, y bajando á la excavación encontró que los trabajadores habían descubierto una cabeza gigantesca, cuyo cuerpo estaba aún sepultado entre la tierra y los escombros. Esta cabeza hermosamente esculpida en alabastro, procedente de las colinas cercanas, era mayor que el hombre más alto de los que allí había. Sus grandes facciones simétricas, en su majestuosa tranquilidad parecían guardar algún secreto importante, y desconcertar la bulliciosa curiosidad
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•de los que las contemplaban con temor y asombro.» Uno de los trabajadores, apenas v i o la colosal figura tiró su espuerta y echó á correr á todo escape hacia Mossul.» 5. L o s Árabes acudieron en tropel de los campamentos circunvecinos, y apenas podian persuadirse de que aquella figura fuese de piedra, pretendiendo que no era obra de mano de hombres, sino de gigan-
TEMPI.O
DE
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(.4BU-SIIAHREIN )
ESCALINATA
(Hommel.'
tes infieles de los tiempos antiguos. L a emoción se propagó rápidamente en Mossul, donde el trabajador aterrado «penetrando jadeante en los bazares, anunciaba á todos los que encontraba , que Nemrod habia aparecido. » L a s autoridades de la ciudad se alarmaron, se reunieron en consejo, y decidieron que aquellos trabajos idolátricos eran un ultraje á la religión. En consecuencia Mr. Layard fué invitado por su ami-
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INTRODUCCIÓN
go Ismael Bajá á suspender las operaciones por algunos dias, hasta que la sobreexcitación se calmase, invitación que juzgó más conveniente admitir sin oposición, por miedo de que el vecindario de Mossul saliera en masa y tratara su precioso descubrimiento como habia tratado otras esculturas en tiempo de Richen Koyunjik. L a alarma, sin embargo, duró poco. Árabes y Turcos se familiarizaron con los extraños hallazgos que veian salir de la tierra, y aprendieron á discutirlos con gran calma y gravedad. L o s colosales toros y leones, con alas y cabezas humanas, de los cuales se descubrieron varias parejas, algunos en estado de perfecta conservación, fueron especialmente objetos de asombro y de suposiciones, que generalmente concluían por una maldición «sobre todos los infieles y sus obras», concluyendo con que «tales ídolos debían mandarse á Inglaterra para adornar las puertas principales de los palacios de la reina.» Y cuando algunos de aquellos gigantes, que ahora se conservan en British Museum, eran removidos con infinita pena y trabajos para ser arrastrados hasta el Tigris y embarcados en balsas para bajar el río, los sencillos amigos de Layard no ponían limites á su asombro. E n cierta ocasión, un árabe, Sheikh, ó caudillo, cuya tribu había sido invitada á asistir al acto de remover uno de los toros alados, «en nombre del Altísimo, le dijo, decidme, oh B e y , qué vais á hacer con estas piedras. ¡Tantos millares de dineros gastados para tales cosas! ¿Sería posible, como decís, que vuestra nación saque la sabiduría de ellas? O como dice su reverencia el cadi, ¿será que van al palacio de vuestra reina que, como los demás infieles, adora los ídolos? E n cuanto á la sabiduría, estas figuras no os enseñarán á fabricar mejo-
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•vasta y apenas legible, y aun su configuración es grosera y el material muy inferior, los del último período de Babilonia ( 6 0 0 a. de J . C.) son hermosos y hechos con limpieza E n cuanto á la calidad, todos los exploradores convienen en decir que es completamente igual á la de los mejores ladrillos ingleses modernos. L a calidad superior de estos ladrillos, como materiales de construcción, es un hecho tan conocido, que hace 2 . 0 0 0 años, después de la destrucción de Babilonia, sus derruidos templos y palacios se emplean como canteras para la construcción de ciudades y aldeas. E l pequeño pueblo de HILLAH, •edificado muy cerca del sitio de la antigua capital, está construido casi por entero con los ladrillos de un solo terraplén, el de K A S R , en otro tiempo el delicado y famoso palacio de Nabucodonosor, cuj^os nombres y títulos adornan las paredes de las habitaciones árabes y turcas de última clase. Todos los demás terraplenes sirvieron para usos semejantes; y tan lejos •está de quedar exhausta la rica mina, que es objeto hasta en nuestros días de un comercio activo y floreciente. Mientras unos trabajadores se ocupan en cavar buscando los preciosos ladrillos, otros los transportan hasta Hillah, en cuyo punto los embarcan y los llevan por el Eufrates, allí donde se necesitan materiales de construcción; y después de desembarcarlos, los cargan sobre burros que los conducen á muchas millas de distancia en el interior, llegando algunos hasta B a g d a d , donde se les emplea desde hace siglos. L o mismo acontece en todas partes donde hay terraplenes y ruinas. Tanto Layard como sus sucesores 1
E n el Museo Arqueológico Nacional tenemos en Madrid dos de
estos ladrillos babilónicos, traídos de su importante expedición á P e r " s i a p o r el malogrado orientalista D. Adolfo Rivadeneyra.—(N. del X .
¿JO
INTRODUCCIÓN
tuvieron que permitir á sus trabajadores árabes que construyesen sus viviendas, de tal suerte, contentándose con vigilar estrechamente que no rompiesen alguna reliquia de precio al hacerlas, ó no empleasen los ejemplares más hermosos y mejor conservados. 4 . Ninguna clase de ladrillos cocidos al fuego ó sin cocer, hubiera podido tener, sin embargo, solidez suficiente, sin el auxilio de argamasa, que los hiciera adherirse firmemente los unos á los otros. Y también las tierras bajas de Caldea y Babilonia la suministraban en cantidad suficiente y de varias clases. Mientras en los edificios primitivos se empleaba una especie de arcilla ó tierra de greda pegajosa y rojiza, mezclada con paja picada, se sustituía el betún ó la resina en el último periodo, y esta sustancia, aplicada en caliente, se adhiere con tal firmeza á los ladrillos, que trozos de éstos se rompen cuando se hace un esfuerzo para proporcionarse un fragmento de aquel cemento. Este importante articulo se llevaba por el rio desde Is en las orillas del Eufrates (llamado ahora H I T ) , en donde abundantes manantiales de betún continúan produciéndole hasta el día. L a tierra calcárea, es decir, la tierra mezclada con cal en gran proporción, siendo muy abundante en el Occidente del bajo Eufrates, hacia la frontera árabe, permitió á los Babilonios de los últimos tiempos hacer con ella uria argamasa blanca, cuya blancura y fuerza no. se han tenido'después superiores. 5. Pudiendo proporcionarse en el sitio mismo ó en parajes cercanos todos los materiales para las construcciones sencillas, pero duraderas, lo principal era la elección de lugares convenientes para levantar las. que debían servir para obras de defensa, edificios del culto, y los destinados á la majestad real. Una emi-
LAS
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nencía peñascosa, inaccesible por uno ó varios lados, ó al menos una colina, una cumbre que se elevase sobre la llanura que la rodeara, se hubiera escogido generalmente en cualquiera parte donde se hubiera hallado. Pero no podía realizarse esto en Caldea. Allí, hasta el último alcance de la vista, ni la menor ondulación rompe la monótona llanura; y sin embargo, más que en parte alguna, debía desearse en aquellos parajes una posición elevada, aunque no fuese más que como protección contra las exhalaciones insalubres de una inmensa fila de pantanos, y contra la intolerable persecución de enjambres de insectos agresivos y venenosos, que infectan toda la región del rio durante la larga estación de verano. L a protección y defensa contra los ataques de las numerosas tribus errantes que saqueaban el país en todas direcciones, antes que éste quedase definitivamente poblado y organizado, no eran también una de las últimas consideraciones para buscar aquellas alturas que el país no presentaba; y lo que la naturaleza había negado tenía que reemplazarlo la habilidad y el trabajo del hombre. Se construyeron pues colinas ó plataformas artificiales de enorme tamaño y gran altura— de 20 á 50 y aun 70 pies—y en la planicie de su cumbre se establecieron los edificios. Aquellas plataformas no sustentaban á veces más que un palacio, y otras, como en los inmensos terraplenes de Koyunjik y Nimrud en Asiria, su superficie tenía bastante espacio para contener varias de aquellas moradas regias, edificadas por diversos reyes al sucederse en el trono. Naturalmente aquellos inmensos montículos no podían construirse en absoluto con sólida manpostería ni aun con ladrillos no cocidos, y para formarlos, se mezclaba á los últimos generalmente
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INTRODUCCIÓN
1
tierra y toda clase de escombros, en capas más ó menos regulares y alternas, descansando los ladrillos sobre la arcilla. Pero el frente exterior era siempre de ladrillos cocidos. L a plataíorma que marca el sitio del antiguo U R (llamado ahora MUGHEIR) tiene un muro de frente de 10 pies de espesor, formado con ladrillos rojos cocidos al fuego, y cimentados con betún. E n Asiría, donde la piedra no era rara, la pla1
MONTICLT.O
DI! M l . ' U H E I K
¡ANTIGUA
IR
taforma estaba muy á menudo «protegida por una mamposteria maciza de piedra, elevada desde el suelo perpendicularmente hasta una altura á veces mayor que la de la plataforma, y terminada sencillamente por una linca de piedra cortada en escalones» . 6. Algunos terraplenes son considerablemente más altos que otros, y de una forma particular, casi parecida á una pirámide, es decir, terminando en un pun2
1
U r de los Caldeos, de donde salió Abraham.
2
Rawlinson: Cinco Monarquías, vol., I , pág. 349.
(Pemil
5 Lliipn
)
LAS
RUINAS
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to, desde el cual tiene un declive rápido por todos los lados. Tal es el terraplén piramidal de Nimrud, que Layard describe como objeto sorprendente, y nada más pintoresco á medida que se adelanta hacia las ruinas desde cualquier punto de la llanura. Tal es también el terraplén más pintoresco aun de B O R S I P (hoy B I R S NIMRUD), cerca de Babilonia, el mayor de su clase. Estos terraplenes son los restos de construcciones especiales, llamadas ZIGGURATS , compuestas de varias plataformas, unas encima de otras, todas de planta cuadrada, y cada una algo más pequeña que la precedente; levantándose sobre la más alta, un templo ó santuario, que de esta manera se elevaba muy por encima de las viviendas de los hombres, como un recuerdo constante hacia la divinidad, no menos elocuente que la exhortación de otros oficios religiosos. «¡Elevad vuestros corazones! Estas torres que se levantaban gradualmente hacia el cielo, servían también de observatorios á los Caldeos, grandes cultivadores de la astronomía; el más elevado era el de Borsip, que estuvo compuesto de siete pisos, midiendo cerca de 150 pies de altura perpendicular. 7. E s evidente que aquellas colinas artificiales no pudieron elevarse sino á costa de increíble trabajo. L a s medidas cuidadosamente tomadas de los principales terraplenes han permitido á los exploradores hacer un cálculo cabal de la cantidad de trabajo empleado en cada uno de ellos; y el resultado causa espanto, por más que el ánimo esté preparado á lo extraordinario. E l gran terraplén de Koyunjik—donde se alzaron los palacios de Ninive—ocupa una superficie de 100 acres, y alcanza una altura de 95 pies en su cumbre. Para amontonar tal cantidad de ladrillos y de tierra «se necesitarían los esfuerzos de 10.000 hom-
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bres durante 12 años, ó 20.000 durante seis» . Sólo después de tal cúmulo de trabajo podría empezarse la construcción de los palacios. E l terraplén de Nebbi-Yunus, que no ha sido explorado aún, ocupa una superficie de 40 acres y es más alto y más escarpado que su vecino: «su construcción hubiera dado trabajo cumplido á 10.000 hombres durante un espacio de cinco años y medio.» E s evidente que sólo los monarcas victoriosos que hacían millares de prisioneros en las batallas y se llevaban á su país una parte de la población de cada comarca que conquistaban, pueden haber empleado tales huestes de trabajadores en sus edificios—no de una sola vez, pero continuamente—pues parece haber tomado á punto de honra los reyes asirios edificar cada uno para sí un nuevo palacio . 8. Cuando se reflexiona sobre el aspecto del territorio á lo largo del curso superior del Tigris, donde habitaban los Asirios, no puede menos de extrañarse que construyesen terraplenes y no empleasen más que ladrillos en su construcción, pues la naturaleza no les obligaba á ello. L a s ciudades de Asiría, N Í N I VE (Koyunjik), KALAH (Nimrud), A R B E L A , DURSHARRUKIN (Khorsabab), fueron construidas en medio de una región montañosa abundante en piedras de varias clases, desde la blanda de cal hasta el duro basalto, y actualmente algunas de ellas se ven establecidas sobre terreno peñascoso, y sus cimientos están cavados en la roca. S i hubieran necesitado piedra de mejor calidad, no tenían más que sacarla de la linea de montañas de Zagros, que bordea toda la Asiría I
2
1
Rawlinson: Cinco Monarquías,
2
E s t a costumbre es muy general en Oriente, y puede encontrar-
vol. I , págs. 3 1 7 y 3 i 8 .
se confirmada con sólo v i s i t a r á Constantinopla.—(N. del T.)
l.AS
RUINAS
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hacia el Este y la separa de Media. Sin embargo nunca se aprovecharon de estos recursos, que hubieran introducido grandes mejoras en su arquitectura, y reservaron casi completamente el uso de la piedra para la parre ornamental; lo cual parece demostrar que los Asirios no se distinguían por su genio inventivo. Habían salido errantes hacia el Norte de las tierras bajas, en donde habían vivido durante siglos como parte de la nación caldea. Cuando se separaron de ésta y fueron más allá á fundar ciudades para si mismos, se llevaron ciertas artes y prácticas de arte mecánica que habían aprendido en su antigua residencia, y no pensaron en introducir en ellas ningún cambio. Ni aun parece que les ocurriera que con la elección de una altura peñascosa se hubi •ran ahorrado la necesidad de hacer una plataforma artificial, y de una cantidad inmensa de trabaj >• y de tiempo. 9 . Hemos visto ya que no emplearon la piedra más que para un uso práctico, el de revestir la parte exterior de sus murallas y plataformas; debiendo haber extraído para ello los sillares de las montañas de Zagros, llevándolas en balsas flotando por el Zab ó algún otro rio que, naciendo en las montañas, confundiera sus aguas en el Tigris. Este procedimiento está representado con perfecta claridad en algunas de sus esculturas. L o s dibujos que á continuación acompañamos son de gran interés, como muestra de este modo especial de transporte, que consiste en balsas sujetas á pellejos inflados, sistema que en la actualidad es de un uso general y constante, como parece haberlo sido también hace 3.000 años ó más. Cuando Layard quiso mandar los toros y los leones que había sacado de Nimrucl y Koyunjik, bajando
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INTRODUCCIÓN
por el Tigris á Bagdad y Busrah, de donde habían de ser embarcados para Europa, acudió á este modo de
B A L S A S O B R E ODRES Ó P E L L E J O S I N F L A D O S
{ Kaulen.)
transporte, pues no se conoce otro para realizar semejantes proyectos. He aquí cómo describe esta pri-
B A L S A Ó A L M A D I A S O B R E O D R E S Ó P E L L E J O S I N F L A D O S , U S A D A EN L A
ACTUALIDAD
mitiva pero ingeniosa invención: «Los pellejos de ovejas y cabras en su completo desarrollo, separados
LAS
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RUINAS
•del animal con las menos incisiones posibles, se dejan secar y se preparan, dejando una abertura, por la cual se introduce el aire, que se sopla en ellos á fuerza de pulmones. Un armazón de ramas de álamos, del tamaño que se quiere dar á la balsa, se ata •á los pellejos hinchados,, por medio de varillas de mimbres. Con esto la balsa está completa, y se bota al agua, debiendo tener cuidado de colocar los pellejos ú odres con la abertura hacia arriba, para que
CONSTRUCCIÓN
DE ODRES
PARA
UNA
ALMADÍA
(Bajo relieve de Korsabad, según Place.)
si una dejase escapar el aire y hubiera necesidad de inflarla de nuevo, pudiera fácilmente conseguirse. Sobre el armazón se amontonan los fardos de géneros y otros objetos de los mercaderes y viajeros... L o s encargados de la balsa dan movimiento á estas toscas embarcaciones con largos palos, á la extremidad de los cuales están atados algunos fragmentos de caña rajada. Durante las inundaciones de primavera, ó después de una gran lluvia, pequeñas balsas pueden flotar desde Mossul hasta Bagdad, atravesando esta disc 4
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tancia próximamente en 4 8 horas; pero las mayores gastan generalmente 6 0 7 días para llevar á cabo este viaje. E n verano, y cuando las aguas del río están bajas, se necesita á menudo cerca de un mes para realizarlo. Descargadas las balsas ó almadias, se deshacen, y las maderas y los mimbres se venden con considerable ganancia. Se lavan los pellejos y después de untarlos con una preparación para impedir que se rajen ó se corrompan, se llevan á hombros ó con burros á Mossul y Tekrit, donde residen habitualmente los hombres dedicados á esta navegación.» Numerosas esculturas nos enseñan el empleo que también hicieron de estas odres para atravesar las aguas, nadadores que van montados sobre ellas, lo cual harían probablemente cuando tuvieran intención de recorrer á nado, una distancia mayor que la que pudieran haber recorrido nadando sin aquel auxilio. 10. L a imaginación se complace en reconstituir aquellos gigantescos montículos, que debían sorprender al que los contemplase alzando su elevada masa sobre la llanura, con la que estarían en comunicación probablemente por varias escaleras, ó á lo menos por una rambla bastante suave para que pudieran tener fácil acceso hasta la cima los caballos y los carros. ¡Imponente debía ser, por ejemplo, el palacio de Sennacherib, levantándose sobre su plataforma con alamedas (terraplén de Koyunjik) por encima de las aguas del Tigris (llamado en el antiguo idioma «la Saeta» por la rapidez de su corriente), y destacándose sobre la aureola dorada y carmesí de una puesta del brillante sol de Oriente! Aunque la monotonía y la poca elegancia del material empleado fuera poco á propósito para la belleza arquitectónica del exterior,
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no cabe duda en que el resultado general debía ser de grandeza y majestad, por el efecto del conjunto realzado con la profusión de ornatos que enriquecían el edificio. Desgraciadamente el trabajo de construcción casi queda á cargo de la imaginación del viajero, que pocos recursos encuentra para conseguirlo en aquellos montones informes de ruinas y de tierra, en que el tiempo ha trocado los antiguos y majestuosos salones de aquellos palacios.
B A S E D E COLUMNA
11. Fergusson, explorador y sabio inglés, cuyos trabajos sobre asuntos que tienen relación con el arte y principalmente la arquitectura, ocupan un puesto tan alto, ha tratado de reconstruir el templo de Sennacherib, tal como en su fantasía se lo representaba, con arreglo á los datos que las excavaciones le ofrecían, obteniendo un resultado sorprendente y del mayor efecto, pero el cual, sin embargo, más de la mitad es completamente inventado. Toda la parte inferior—plataforma revestida de sillería y almena-
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cía, con anchas escaleras, explanada con hermoso pavimento de losas con dibujos, y la parte más baja del palacio con su revestimiento esculpido y sus portales guardados por toros con alas — se halla en estricta armonía con los datos positivos, suministrados por las excavaciones. Para lo demás, no se encuentra comprobación alguna. No sabemos ni aun si los palacios asinos tenían otro piso. No se han encontrado huellas de escaleras interiores, y el remate mismo de los muros de la planta baja, fué derribado ó destruido por el fuego. E n cuanto á las columnas, es imposible averiguar hasta qué punto y con qué objeto se emplearon. L a s que usaron fueron por lo regular de madera—troncos de grandes árboles cortados y alisados con el hacha—y de consiguiente, todo vestigio de ellas ha desaparecido, aunque se hayan encontrado algunas bases redondas de columnas de piedra *. Las mismas observaciones se aplican á la restauración de un patio del palacio asirio, también hecha por Fergusson, si bien la de una sala del palacio, según L a y a r d , no se presta á ellas, estando en un todo conforme con los actuales descubrimientos. Por consiguiente, sin detenernos mucho tiempo en examinar suposiciones más ó menos justificadas, tratemos más bien de reproducir en nuestra inteligencia un concepto claro de lo que podía ser la sala de audiencia de un rey asirio, según lo que podríamos llamar conocimiento positivo, resultado de los datos que poseemos. 12. A l entrar en esta sala, la primera cosa que nos sorprende-ría seria probablemente el piso de anchas i
No h a y más que una excepción hallada en exploraciones re-
cientes , en las que se ha encontrado un pedazo sin compañero de fuste de columna.
LAS
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losas de alabastro, delicadamente grabadas con graciosos dibujos, como también las arqueadas, que conducen á los departamentos adyacentes cubiertas con largas filas de inscripciones, cuyos caracteres, profundamente grabados y llenos después con una sustancia metálica derretida, como cobre ó bronce, darían á todo el suelo la apariencia de estar cubierto con inscripciones de caracteres dorados, y al conjunto, con las formas extrañas de la escritura cuneiforme, la apariencia de un dibujo enredado y caprichoso. 13. Bien pronto cautivarían nuestra atención los toros y leones colosales, con alas y cabezas humanas, colocados en guardia silenciosa de dos en dos á cada uno de los lados de las puertas, y notaríamos con asombro que los artistas les han concedido una pierna más, llegando asi su número á cinco en vez de'cuatro, lo cual no se hizo arbitrariamente, sino con un objeto artístico, perfectamente calculado, que era el de que el monstruo apareciera siempre con su número cabal de piernas, ya le mirase el espectador de frente, ya de perfil, pues en uno y otro caso, una de las tres piernas delanteras queda oculta por las otras. Visto de frente, el animal aparece parado; y en actitud de andar viéndole de perfil. L o s muros son dignos de tales guardianes de piedra. L a mamposteria de ladrillos no cocidos, desaparece hasta la altura de 12 á 15 pies desde el suelo, bajo losas de alabastro blando y ligeramente pardo, engastadas sólidamente en la pared, y unidas unas con otras por fuertes grapas de hierro. A veces, un personaje ó una gigantesca figura de rey ó divinidad, se ven representadas en una de estas losas de revestimiento, y con frecuencia el mismo
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INTRODUCCIÓN
asunto ocupa varias losas, extendiéndose á veces á lo largo de la pared entera. E n este caso, las lineas empezadas en una losa pasaban á la cercana con tanta finura y con tal falta de solución de continuidad, que hacen presumir, con bastante fundamento, que las losas se esculpieron después de estar colocadas en su sitio, y no antes. Huellas de pintura prueban que el color se empleaba para animar aquellas representaciones, usándolo con oportuna discreción. Asi se encuentra en varios puntos, en los ojos, las cejas, el pelo, las sandalias, los paños , las mitras de los reyes, los arreos de los caballos, los carros, las flores que llevan los criados, y á veces en los árboles. Donde se representaba un asedio, las llamas del incendio que salen de las ventanas y los tejados, estaban pintadas de rojo. Hay motivos para creer, sin embargo, como hemos indicado, que el color se empleaba con parsimonia en las esculturas, y por consiguiente debían presentar curioso contraste con la riqueza de adornos que corría á lo largo de los muros, por la parte superior de ellos, y que consistían en ladrillos muy cocidos, de gran tamaño, pintados y esmaltados al fuego, formando un friso de 3 á 5 pies de anchura. A veces en éstos se representaban figuras humanas y escenas diversas; á veces también figuras con alas de divinidad ó animales fantásticos; y en tales casos, estaba limitado generalmente por encima y por debajo con sencillo, pero gracioso dibujo; ó consistía todo él en un dibujo' continuo, más ó menos complicado, que tenia á veces significación religiosa. Hasta los más insignificantes restos que se han descubierto en varias ruinas de aquellos ladrillos tan hermosamente concluidos y
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RUINAS
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e s m a l t a d o s , d e m u e s t r a n que se usaban los m i s m o s colores que en nuestros dias se e m p l e a n p a r a los or-
FjíISO
Koü.MADo
C O N \/n.KJOS
DE
CÜLOIÍES
c r e m a , el verde b a j o , a l g u n a vez el de n a r a n j a y el lila, l i g e r a m e n t e azul y e n c a r n a d o ; el verde olivo y el oscuro eran los colores favoritos p a r a los p i s o s . « D e
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INTRODUCCIÓN
vez en cuando aparece un azul intenso ó un brillante encarnado, viéndoseles generalmente reunidos; pero estos colores decididos son raros, y el gusto de los Asirios parece haber preferido mejor para los adornos de sus muros, matices pálidos y oscuros... E l tono general de su colorido es apagado, por no decir sombrío. E l artista asirio trató de obtener el efecto de sus obras, mejor por la elegancia de las formas y
FRAGMENTO
DE A Z U L E J O
Ó LADRILLO
ESMALTADO
(Perrot y Chipiez.)
la armonía de los matices, que por la contraposición de colores brillantes y contrapuestos» . 14. Pero aquellas salas ¿cómo estaban cubiertas y alumbradas? Cuestiones son estas que han dado origen á mucha discusión y que apenas pueden resolverse de una manera positiva, pues no hay un solo ejemplo en que la parte superior de los muros ó parte de las cubiertas se hayan conservado. Sin embarg o , la forma y las dimensiones especiales de las principales salas de aquellos palacios, ayudan mucho I
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*G. Rawlison: Cinco Monarquías, vol. I , páginas 467 y 468.
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á establecer una especie de evidencia, deducida de las condiciones de su construcción. Son invariablemente largas y estrechas, hasta el punto de que algunas más parecen corredores que habitaciones; aspecto, sea dicho de paso, que debió perjudicar mucho á su belleza arquitectónica. L a sala mayor del palacio de Asshur-nazir-pal en la plataforma del terraplén de Nimrud (explorada por L a y a r d , que le llama, por su posición, «el palacio Noroeste»), tiene 160 pies de largo por 40 no cabales de ancho. De las cinco salas del palacio de Khorsabad la mayor mide 1 1 6 pies por 33; la menor 87 por 2 5 , mientras que la más imponente en extensión de todas, que todavia se conserva descubierta, la gran sala de Sennacherib en Koyunjik, mide 180 pies cabales de longitud por 40 de anchura. Parece incomprensible que los antiguos arquitectos asirios, que en otras partes de sus obras demostraron gusto verdaderamente artístico, escogieran aquella forma uniforme y desagradable para las habitaciones de sus palacios, á no verse obligados á ello por los materiales de que disponían. Que sabían emplear proporciones más agradables en su efecto general, lo vemos en los patios abiertos, de los cuales hay varios en cada palacio, y que, en figura y dimensiones, son muy parecidos á los de nuestros palacios y castillos, casi cuadrados; unos de 180 á 120 pies por cada lado, ó ligeramente oblongos, 93 pies por 84, 124 por 90, 150 por 125. No se han encontrado más que dos patios que se inclinen á la forma larga y estrecha, uno de 250 pies por 1 5 0 , y el otro de 220 por 100. Pero aun esta proporción difiere mucho de aquellas galerías parecidas á corredores, y cuya estrechez se explica sólo por la dificultad de cubrirlas con apropiada techumbre. E s imposible ha-
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INTRODUCCIÓN
cer un techo plano sólo con ladrillos, y aunque los. Asirios supieran construir arcos, no empleaban este sistema sino para bóvedas estrechas ó portales y puertas, y no lo aplicaban en gran extensión. Tenían, pues, que acomodar la anchura de la sala á la longitud de las vigas de madera: ningún árbol, ni aun el soberbio cedro del Líbano ni el alto ciprés de Oriente, podían suministrar á aquellos artistas un madero con igual grueso de un extremo á otro, que pasara ni aun que llegase á 40 pies. No había medio de dominar ó salvar esta dificultad, y quedaba el vencerla fuera del alcance de los .deseos de aquellos constructores. Esto explica también el gran valor que daban los Asirios vencedores á las maderas finas, exigiéndolas á menudo como tributo, siendo apretadísimas más que cosa alguna como regalo, y organizándose á menudo expediciones á los lugares apartados y montañosos del Líbano con objeto de obtenerlas. L a dificultad del techo desaparecía naturalmente para los cuartos más pequeños, y por lo tanto en ellos se empleaba libremente la planta rectangular, completamente cuadrada, y estas últimas tenían generalmente 25 pies de cada lado, á veces menos, pero nunca más. Había muchísimas de estas habitaciones en los palacios, pues se han descubierto por lo menos 68 en el palacio de Sennacherib en Koyunjik, y sabido es que una parte importante del mismo no se ha explorado aún por completo. Algunos de estos cuartos estaban adornados con tanto lujo como las grandes salas, otros revestidos con macizas losas, y otros que no tenían absolutamente adorno alguno, presentaban los ladrillos sin cocer al descubierto. Estas diferencias indican probablemente los distintos rangos en el gobierno de la casa.
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real de las personas á quienes estaban destinados. 15. L a cuestión de la luz ha sido discutida por eminentes exploradores, L a y a r d , Botta, Fergusson, con mayor amplitud y alarde de ingenio que la del techo. L o s resultados de esta discusión científica pueden resumirse en estos términos: desde luego puede afirmarse que las salas debían estar muy alumbradas, pues los arquitectos no hubieran desplegado en ellas tanta profusión de ornatos, trabajo tan artístico, si no hubieran creído que S L I S obras podían verse en todos sus detalles. Esto no podía conseguirse más que por uno de tres medios, ó ele dos combinados: ó dejando numerosas y pequeñas ventanas abiertas á trechos iguales por encima del friso de ladrillos esmaltados entre este último y el techo, ó con una ancha abertura en el techo de madera, como lo proponía La} ard en su restauración, ó por pequeños y frecuentes vanos en el mismo. Esta última disposición se usa actualmente en las casas armenias, y Botta, que la llama un louvre, nos da dibujo de ella. E s muy ingeniosa y tendría la ventaja de no dejar penetrar gran cantidad de luz solar y de calor, y de rechazar la lluvia, por la facilidad con que s? cubre con alfombras ó paños groseros de fieltro. E l segundo método, aunque indudablemente el más grandioso bajo el punto de vista del efecto, no presentaría ninguna de estas ventajas y seria sobre todo inadmisible, teniendo en cuenta las lluvias torrenciales, durante semanas enteras, de aquellos países. L a s pequeñas ventanas laterales abiertas inmediatamente bajo el techo, darían luz suficiente. ¿ Quién sabe si pudieran combinarse eon el sistema de louvre, y obtener de este modo la solución del problema? r
16. Los reyes de Caldea, Babilonia y Asiría pare-
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INTRODUCCIÓN
cen haber estado dominados completamente por la manía de construir. Rara vez faltó uno de ellos en dejar inscripciones, diciendo que construyó tal palacio ó tal templo en una ú otra ciudad, y con frecuencia en varias ciudades. Pocos se contentaban con reparar los edificios que les dejaron sus antecesores, y aun esto puede fácilmente saberse, pues siempre mencionaban también cuanto hacían en este sentido. L a vanidad, que parece haber sido, al mismo tiempo que el amor al botín de la guerra, su pasión dominante, entra en esto por mucho. Pero existían también otras causas, la principal de las cuales era la índole perecedera de las construcciones, á pesar de su pesada masa. Edificadas, con materiales relativamente blandos y deleznables, su propio peso obligaría á los terraplenes á contraerse y abombarse por los lados en algunos sitios, produciendo grietas en algunos otros, y naturalmente, perturbando el equilibrio de la mamposteria espesa, pero móvil, de los muros construidos en su cumbre. No se podían impedir estos accidentes con una aplicación exterior de sillería ó de ladrillos cocidos, ni aun con los fuertes contrafuertes que usaban desde los períodos primitivos para sostener aquellas pesadas masas: la presión que avanzaba del interior era muy grande para poder resistirla. 17. Otro agente exterior contribuía también á su destrucción de una manera segura y constante: las lluvias prolongadas y abundantes del invierno. E l ladrillo sin cocer, cuando está expuesto á la humedad, se disuelve fácilmente, y aun el ladrillo cocido no puede resistir á la larga y continua exposición de las aguas. L o s terraplenes estaban compuestos en parte, con escombros disgregados. Una vez penetra-
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dos por la humedad, nada podía preservar aquellas inmensas masas de la destrucción. L o s arquitectos conocían bien el peligro, y luchaban contra él con todos los recursos de su habilidad, empleando un sistema de desecación, dispuesto con mucha arte y ejecutado admirablemente en todas direcciones, á través de los terraplenes, arrojando á la llanura las aguas acumuladas, por medio de aberturas' admirablemente construidas en forma de bóveda y tubos de desecación. Debajo del suelo de la mayor parte de las salas, se han encontrado canales de esta clase, que se dirigen al centro del terraplén y después se inclinan rápidamente hacia un conducto en uno de los ángulos, que llevaba las aguas á una de las principales alcantarillas. 18. Pero todas estas precauciones eran, con el largo transcurso de los años, insuficientes, puesto que resultaba para los reyes más sencillo y menos costoso construir un nuevo palacio, que estar continuamente reparando y apuntalando el viejo. A veces, cuando abandonaban una de aquellas antiguas construcciones , la derribaban para llevarse los materiales y aprovecharlos en la nueva que ellos levantaban, probablemente, no tanto por economía, como con objeto de activar la obra, pues era siempre operación larga la de extraer la piedra de las canteras y transportarla por el río. Esto explica por qué, en algunos de los últimos palacios, se han encontrado losas con su cara esculpida vuelta hacia el muro, y la otra alisada y preparada por el artista, ó con las esculturas á medio borrar, ó amontonadas contra la pared, dispuestas para ser colocadas en su sitio. L a s causas que hacían arruinar los antiguos edificios y perder su forma, están fielmente descritas en una inscripción del rey babilóni-
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INTRODUCCIÓN
c o N e b u c h a d n e z z a r , en la cual relata cómo c o n s t r u y ó el Z i g g u r a t de B o r s i p , en el sitio de u n a a n t i g u a c o n s t r u c c i ó n , que estuvo c o n s e r v a n d o cuanto le fué
LA
PIEDRA
MICHAUX
p o s i b l e . He aqui lo que dice: « E l t e m p l o de las S i e t e E s f e r a s , la torre de B o r s i p , que un a n t i g u o rey const r u y ó . . . pero que no llegó á c o n c l u i r , h a b í a caido
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en ruinas desde tiempos remotos. Los canales para sacar las aguas al exterior no estaban convenientemente dispuestos: la lluvia y las tempestades habían desecho ó arrastrado sus ladrillos; los del techo estaban rotos, y los del edificio se habían convertido en montones de escombros.» Todo esto nos explica el aspecto particular que ofrecen las ruinas de Mesopotamia. Cualquiera que hubiera sido la causa de la destrucción de aquellos edificios, natural ó violenta, por manos de conquistadores, por el fuego ó ppr las injurias del tiempo, la parte superior seria la primera que hubiera sufrido, pero no desaparecería á causa de la naturaleza del material, si no hubiera sido combustible. L o s ladrillos sin cocer, en todo el enorme espesor de los muros, una vez completamente humedecidos, desalojados, desecados ó convertidos en barro, perderían su consistencia y caerían dentro de los patios y de las salas, llenándolos con escombros y rebosando por los lados, formando esos declives que á distancia imitan las colinas naturales de una manera tan engañosa. E l tiempo, acumulando las arenas del desierto sobre aquellos muros y las partículas de tierra fértil, hace el resto, y viste los terraplenes con el adorno verdoso y florido que constituye las delicias de los Árabes. 19. Á tal manera de destrucción aluden los re yes asirios en sus anales, con esta frase que repiten continuamente: «He destruido sus ciudades, las he enterrado, las he abrasado con el incendio.» Por penoso que sea rescatar los tesoros que yacen ocultos en estos «montones» , no debemos arrepentimos del trabajo empleado para conseguirlo, cuando encontramos debida su completa conservación á las masas blandas de tierra, arena y escombros sueltos, que los c 5
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INTRODUCCIÓN
han protegido por todos lados del contacto del aire, de la lluvia y de ignorantes saqueadores, guardándolos con tanta seguridad, si no de una manera tan .transparente, como una nuez envuelta en azúcar cristalizado. L o s exploradores conocen tan bien todo esto, que cuando abandonan las ruinas tienen mucho cuidado en volver á llenar los espacios excavados
TENEDOR Y CUCHABA DE BRONCE
(Perrot y Chipiez.)
PEINE DE
ÉBANO
(Perrofc y Chipien.
con los mismos escombros que han sacado de ellos á costa de grandes esfuerzos y de tiempo. Hay algo de imponente, que inspira respeto , en el acto de enterrar otra vez aquellas reliquias, de épocas y naciones que no existen, á quienes conviene más la misteriosa oscuridad de sus tumbas, que ellas mismas se formaron, que el esplendor de la profusa luz del día. Cuando L a y a r d , antes de su salida, después de an-
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dar errante con algunos amigos por los cortos túneles y pasadizos del terraplén de Nimrud , para echar su última mirada de admiración sobre las maravillas que ningún hombre había visto antes que él, se encontró de nuevo en la plataforma desnuda y mandó á los trabajadores que las cubriesen otra vez, se sintió profundamente conmovido por el contraste: «Mirábamos inútilmente, dice, al rededor para encontrar algunas huellas de los maravillosos restos que acabamos de contemplar, y estábamos inclinados ácrcer que salíamos de un sueño ó que habíamos escuchado algún cuento de ficción oriental. L o s que más tarde vayan á pisar aquellos p a r a j e s , llenos nuevamente de hierba que cubren los palacios asirios, podrán, fundadamente , sospechar que mi relato ha sido el de una v i sión de mi fantasía.» CABE'A
DE CARNERO EN
ESCULPIDA
ALABASTRO
2 0 . E s observación cu(British Museum.) riosa la de que en Asiría las minas no hablen más que de los vivos, y que no quede traza alguna de los muertos. Pudiera creerse que aquella gente no debía morir. Y sin embargo, es cosa bien sabida que todas las naciones pusieron tanto cuidado en la sepultura de sus muertos y en el adorno de su última morada, como en la construcción de sus viviendas—y aun á veces más—como sucedía entre los Egipcios. A esta tierna veneración hacia los muertos, la historia debe la mitad de sus
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INTRODUCCIÓN
descubrimientos; no tendríamos, en verdad, casi ningunos datos seguros sobre las antiguas razas, que vivieron antes de la invención de la escritura, á no ser por sus tumbas y por los objetos encontrados en ellas. Por esto, es muy raro que no se encuentre nada de ello en Asiría, país que tuvo tan alta cultura, pues los numerosos sepulcros que se han encontrado en el interior de algunos terraplenes, á cierta profundidad, pertenecen, como está probado por su posición misma, á las últimas razas, y principalmente aun á los modernos Turcos y Árabes. E s t a particularidad es tan extraña, que los sabios se inclinan á suponer que los Asirios se deshacían de sus muertos de un modo para nosotros desconocido, ó que los llevaban á alguna otra parte para enterrarlos. Esta última sospecha, aunque no completamente desprovista de fundamento, como luego veremos, no está apoyada por ningún hecho positivo, y por lo tanto, nunca fué objeto de discusión formal. L a cuestión queda , pues , en suspenso , hasta que nuevos datos derramen alguna luz sobre ella. 21. Sucede precisamente lo contrario en Babilonia, que no puede vanagloriarse de hermosas ruinas escultóricas. L a s plataformas y los muros principales de muchos palacios y templos han sido conocidas por los nombres estampados en los ladrillos y cilindros encontrados en los cimientos, pero presentan solamente masas informes, de las cuales ha desaparecido todo trabajo artístico; en cambio no hay país en el mundo donde se hayan descubierto más numerosos y extensos cementerios. Parece que la tierra de Caldea—quizás porque ha sido la cuna délas naciones que después llegaron á ser grandes, como los Asirios y los Hebreos—era considerada como de es-
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pecial santidad por sus propios habitantes y probablemente por las naciones vecinas, lo que explicaría la manía que parece haber dominado durante varios siglos, de enterrar en aquel punto sus muertos en número indecible. E s muy curioso que aun hoy se considere como sagrada cierta parte de aquel territorio. Hay lugares en Kerbela y Nedjif (hacia el Occidente de Babilonia) donde caravanas de romeros llevan de Persia para sepultarlos centenares de cadáveres en sus ataúdes forrados de fieltro, conduciéndolos á lomo de caballo ó de camello. A uno y otro lado del animal cuelga un ataúd, irrespetuosamente pisado por los pies desnudos de los jinetes. Aquellos ataúdes, como si fuera cualquiera otra mercancía, se descargan durante la noche—y á veces esperan algunos días—en las posadas ó caravanseras, en que hombres y animales descansan reunidos. F á cilmente se comprende cuál será el resultado de tal costumbre bajo aquel clima tropical, atribuyéndose, entre otras causas, á tan asquerosas prácticas la gran mortalidad de las caravanas, la quinta parte de las cuales deja sus huesos en el desierto durante las estaciones saludables. Pero sea de esto lo que quiera, lo cierto es que las gigantescas proporciones de los cementerios caldeos, sorprendió aún á los antiguos viajeros griegos, y algunos de ellos afirman positivamente que era costumbre enterrar á los reyes asirios en Caldea. Si los reyes se enterraban allí, i por qué no sus vasallos más nobles y más ricos ? E l transporte por los rios no presentaba dificultades para ello; sin embargo, como dijimos más arriba, todo esto no son más que meras suposiciones. 2 2 . É n t r e l a s ciudades caldeas, ERECH (hoy War-
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INTRODUCCIÓN
ka), estaba considerada desde los tiempos más remotos como la más santa. Tenia varios templos extremadamente antiguos, un colegio de sacerdotes instruidos, y al rededor una inmensa «ciudad de muertos ó necrópolis que se había ido formando gradualmente.)) El explorador ingles Loftus ( 1 8 5 4 á 1 8 5 5 ) fijó principalmente su atención en esto, y su relato es aterrador. Desde luego quedó asombrado ante la majestuosa desolación del paraje. W a r k a y algunos
LADRILLO
DI¡ W A R K A
COM
INSCRIPCIÓN
según Loftus.
otros terraplenes están construidos en un espacio ligeramente elevado del desierto, por encima del nivel de las inundaciones anuales, y accesibles solamente desde Noviembre hasta Marzo, pues todo el resto del año la llanura que las rodea no es más que un lago ó un pantano. « L a desolación y la soledad de W a r k a , dice Loftus, son más sorprendentes aún que la escena que se presenta en Babilonia misma. No hay vida en muchas millas al rededor. Ningún río se desliza al pie de sus terraplenes; ningún bosque de pal-
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meras florece cerca de sus rumas. E l chacal y la hiena parecen evitar el triste aspecto de sus tumbas. Nunca •se ve al rey de los pájaros cernerse sobre aquella desierta devastación; ni pequeño insecto ni ligera planta e n c u e n t r a n vida en aquel sitio. Sólo el rugoso liquen agarrado á la SLiperficie agrietada de los ladrillos rotos, parece vanagloriarse de su dominio sobre aquellos estériles muros. Warka excede á todos los cuadros de d e s o l a c i ó n que he visto.» Y bien puede asegurarse que allí las apariencias no engañan, pues t o d o aquel paraje y mucho más es sólo un cementerio; pero ¡qué cementerio! « E s difícil, dice más adelante Loftus, poder dar u n a idea cabal de los montones sobre montones derestos humanos que verdaderamente asustan al espectador. Si se exceptúa solamente un espacio triangular entre las tres principales ruinas, todo
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INTRODUCCIÓN
el resto de la plataforma, todo el espacio entre los muros y una porción desconocida del desierto más allá de ellos, están llenos por todas partes de huesos y sepulcros. No hay probablemente otro sitio en el mundo que pueda compararse á Warka bajo este punto de vista»; debiendo añadirse, que los ataúdes no yacen sencillamente uno al lado del otro, sino en capas de una profundidad de 30 á 60 pies. Se reconocen en ellos diferentes épocas por diferentes sistemas de sepulturas, entre los cuales los cuatro siguientes son los más notables. 2 3 . E l ataúd quizás más extraño, por su forma, es S
VASIJAS
DE BARRO PARA
ATAÚDES
(Taylor.)
el que está compuesto de dos piezas de barro á manera de jarras ó pucheros (ayb), que se adaptan exactamente, de las cuales una se ajusta á la otra penetrando ligeramente en ella, cubriéndose la unión con un betún que se endurece al aire (d, g). E l cuerpo puede sólo colocarse en este ataúd doblándole ligeramente las rodillas. A una de las extremidades (c) hay un agujero, para que puedan salir los gases que se forman durante la descomposición del cuerpo, y que hubieran podido, en otro caso, romper el barro, precaución que probablemente les enseñaría la experiencia. A veces son de una sola pieza, de tamaño mucho mayor, pero de la misma forma, con
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una tapa, adherida también con betún , ó cerrada con ladrillos. Este es el sistema esencialmente propio de aquella región, quizás el más antiguo de todos, y cuyo uso debió conservarse por mucho tiempo. E s de notar, que aquellas piezas de barro tienen exactamente la misma forma que las jarras para agua que hoy se ven en las calles de B a g d a d , y que son bien conocidas de todos los viajeros. 2 4 . No menos original es el llamado «ataúd con. tapa en forma de fuente», también muy antiguo é indígena. L o s grabados que acompañamos demuestran bien su forma y su disposición. E n aquellos ataúdes se han encontrado á veces dos esqueletos, demostrando que cuando una viuda ó un viudo moría, abrían el féretro para introducir el recién fallecido al lado del primer difunto. L a tapa es de una sola pieza, y obra muy concluida de alfarería. En Mugheir (antiguo Ur), se ha encontrado un terraplén completamente llena con esta clase de ataúdes. 2 5 . Mucho más acabada, y por consigiente probablemente reservada por los nobles y los ricos, es la bóveda sepulcral de ladrillos, á la altura aproximada de un hombre. E n estos sepulcros, como en algunos de los precedentes, se encuentra siempre el esqueleto colocado en la misma situación, evidentemente dictada por alguna idea religiosa. L a cabeza descansa sobre un gran ladrillo, generalmente cubierto por un trozo de paño ó de alfombra. E n los desgarrados fragmentos de ellos, que á veces existen, se han reconocido más de una vez ricos bordados y tejidos con oro, y algunos esqueletos de mujer conservaban hermosos peinados de pelo, reunidos dentro de delicadas redecillas. E l cuerpo descansa sobre una estera de cañas; hacia la izquierda, la mano derecha se ex-
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INTRODUCCIÓN
tiende como p a r a alcanzar con el extremo de los dedos u n a t a z a , generalmente de cobre ó b r o n c e , á
ATAl'-D
CON T A P A
DESCUIIIEKTI)
EX
MIV.HEIH
(Taylor.)
veces de a d m i r a b l e e j e c u c i ó n , de ordinario colocada sobre la p a l m a de la mano izquierda. A l rededor
INTERIOR DEL
MISMO
(Taylor.)
están c o l o c a d o s varios o b j e t o s , como h u e s o s de d á t i l e s , j a r r a s p a r a a g u a , l á m p a r a s , etc. A l g u n o s es-
LAS
75
RUINAS
queletos llevan anillos de oro y plata en las muñecas y tobillos. Estas bóvedas eran evidentemente sepulcros de familia, pues se encuentran por lo general
CÁMARA
SEPULCRAL
ABOVEDADA
DE MUGHEIR
(Taylor.)
varios esqueletos en ellas: en una se hallaron hasta once. 2 6 . Todas estas clases de sepulturas y ataúdes son
VASIJAS DE PIEDRA H A L L A D A S EN LAS S E P U L T U R A S
(LARSAM
(Hommel.)
muy antiguos y especialmente caldeos. Pero hay otros de tiempos más recientes y que alcanza aún á Jos primeros siglos después de J . C , que pertenecen
LAS
RUINAS
á raza distinta y extranjera: la de los Partos, una de las que á su vez se apoderaron del país, estableciéndose en él por algún tiempo, y desapareciendo luego. L o s ataúdes de estas gentes son, por su forma curiosa, conocidos bajo el nombre de «ataúdes en forma de babucha». Están barnizados, de verde por el exterior y de azul en el interior, pero son de ínfima fabricación y de arcilla muy grosera, mezclada con paja y apenas cocida, resultando, por consiguiente, muy frágiles. Se cree que los colocaban vacíos en su sitio, y que se llevaba después el cuerpo, poniendo la tapa y dejando al viento el cuidado de cubrirlos con arena. L a tapa está pegada con la misma argamasa empleada en el cerco de ladrillos que rodea el T A P A D E UNOD I BDEU J ALDOOS SS A R C Ó F A G O S E N L A PÁGINA A N T E R I O R ataúd, aunque con más frecuensegún Loftus. cia están colocados sin orden, separados solamente por capas delgadas de arena suelta. Hay terraplenes que, por decirlo así, están formados con ellos ; en cualquiera parte que se haga un corte, aparecen apretadamente unidos. E n estos ataúdes se colocaban también con los muertos diferentes objetos, algunos de ellos de valor. L o s Arabes lo saben, y cavan la arena con las manos, rompen los ataúdes, los abren con sus lanzas , y buscan en ellos, á tientas, su botín. L a consecuencia de tal costumbre, es que difícilmente se encuentra un ataúd intacto. Sin embargo , Loftus logró enviar algunos al British Museum, después de haber-
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INTRODUCCIÓN
les pegado al rededor varías capas de papel fuerte, pues sin esta precaución no hubieran podido soportar el transporte. 2 7 . En resumen, las antiguas sepulturas caldeas, de las tres primeras clases, se distinguen por su mayor esmero y solidez. Están no sólo separadas por tabiques de ladrillos , sino también protegidas por encima y por debajo con delgadas capas del mismo material, habiendo tenido mucho cuidado de preservarlas contra la humedad. L o s terraplenes sepulcrales están atravesados de parte á parte, desde la cumbre hasta el fondo, por tuberías de desecación, compuestas de una serie de caños, sólidamente unidos con betún, de cerca de un pie de diámetro. Estos caños son de barro cocido : la ¡Darte superior se parece á un embudo, cuya extremidad está provista de pequeños agujer o s , para recibir las filtraciones de la humedad. TUBOS
DE
DESECACIÓN PLENES
EN
LOS
SEPULCRALES
(Perrot
y
chipiez.)
TERRA-
AdeiTláS ,
todaS CStaS tubC" ,
.
.
.
r í a s , que están estableci-
das de dos en dos, se encuentran rodeadas de restos de vasijas rotas. C u a n ingenioso y práctico fuera este sistema, lo demuestra el hecho de que aquellos ataúdes y su contenido se encuentran secos y perfectamente conservados. 2 8 . E n realidad los Caldeos, si no alcanzaron tanta perfección en esculpir las losas, por no tener piedra en su país de fácil adquisición, sacaron variedad de adornos arquitectónicos de su material inagotable, la
LAS
RUINAS
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arcilla cocida. Ejemplo de ello vemos en los restos, por desgracia muy pequeños, de algunos muros per-
CONO D E T I E R R A
COCIDA. TAMAÑO
MURO CON D I B U J O S D E CONOS D E
NATURAL
T I E R R A COCIDA, D E W A R K A
(Loftus.)
(Loftus.)
tenecientes á la misma ciudad de Erech. E n uno de los terraplenes, Loftus quedó confundido ante la
•SO-
INTRODUCCIÓN
inmensa cantidad de pequeños conos de barro cocido, enteros ó en fragmentos, esparcidos al rededor sobre el suelo. S u base plana estaba pintada de encarnado, negro ó blanco; y su asombro fué mayor •cuando tropezó con un trozo de muro de algunos 7 pies de altura por no menos de 30 de longitud, que le enseñó el uso que se hacia de ellos. Estaban agrupados formando variedad de dibujos para adornar todo el muro, y fijos ó clavados por su extremidad •delgada en una capa de arcilla blanda. Todavia más original y aun más incomprensible es otro adorno de pared, que consiste en varias fajas, compuesta cada una de tres filas de pequeños vasos ó copas de unos cuatro pies de diámetro, fijados en la arcilla blanda •con la boca hacia fuera. Loftus encontró este muro, y por desgracia no nos d i o su dibujo. 2 9 . E n lo que se refiere al arte escultural babilónico, ó más bien caldeo, está por decir la última palabra. L o s descubrimientos se multiplican, conduciendo á las conclusiones más inesperadas. Así, durante mucho tiempo, fué ua hecho admitido que Asiría tenía muy pocas estatuas y Babilonia ninguna absolutamente, cuando hace algunos años (1881) un •explorador francés, Mr. De Sarzec, cónsul francés en B a s r a , se llevó á su país nueve magnificas estatuas labradas en una piedra oscura, casi negra, tan dura como el granito, llamada diorita. Por desgracia están todas sin cabeza; pero, como para hacernos olvid a r esta mutilación, se encontró una cabeza por separado, cabeza sin barba y con turbante admirablemente conservado y de notable trabajo, hallándose en tal estado de conservación el dibujo de la tela de -que supone hecho el turbante, que se podría reproducir en un telar. Estas grandes esculturas esta-
LAS
RUINAS
8l
h a n a c o m p a ñ a d a s de otras representando h o m b r e s y •animales, de un d i b u j o altamente artístico, y a l g u nas de ellas de una ejecución e s m e r a d a y acabadís i m a . T a n a s o m b r o s o h a l l a z g o , r e s u l t a d o de v a r i o s
ESTATUA
DE
CiUDEA .
CON I \ N r
l> IITWtN . H.IM.ini E N COI.KÜCHIN S A l l Z E C :
TEU.-LOH (
SIR-ÜUIil.A
() S i i i l l i ' l . l . A )
.Hommel.)
a ñ o s ele un trabajo i n c a n s a b l e , enriquece h o y las salas asirías del L o u v r e en P a r í s , y procede de uno de l o s terraplenes de P>abilonia que no se h a b í a e x p l o r a d o a n t e s , r u i n a s de un m a j e s t u o s o t e m p l o en el sitio C
6
INTRODUCCIÓN
denominado T E L L - L O H , y que se supone ser el lugar donde estuvo S I R - B U R L A Ó S I G U R L L A , una de las ciudades más antiguas. nfÍ$É®¡s deCaldea.Esta «colección Sarzec», pues así ha venido á llamársela generalmente, no sólo trastorna por completo las ideas que se tenían acerca del antiguo arte c a l deo, sino que es de
una inmensa i m portancia histórica (Perrot y Chipiez.) por las inscripciones que tienen las estatuas (sin contar los cilindros y otros pequeños objetos), y las cuales, combinadas con los monumentos de otras ruinas, han permitido álos sabios fijar, al menos a p r o x i m a d a mente, la fecha en que florecía la ciudad y en que vivieron sus habitantes, que tan notables recuerdos dejaron de su talento artístico. Unos la fijan hacia CABEZA
DE UNA ESTATUA
TELL-LOH
(SIRGULLA).
CALDEA
ENCONTRADA
COLECCIÓN
EN
SARZEC
LA
MISMA
CABEZA, VISTA
DE
PERFIL
el año 4 5 0 0 antes de J . C , y otros hacia el 4 0 0 0 . P o r
más extraños que aparezcan estos cálculos, no están destituidos de fundamento, existiendo datos para
ESTATUA
HALLADA
EN
TELL-LOH
(Colección de Sarzec.)
LAS
RUINAS
83
probar que los arquitectos y escultores de Sirgulla no pudieron haber vivido y trabajado sino 4000 años antes de J . C. E s imposible indicar en pocas líneas todos los puntos, todas las conjeturas, todas las cuestiones discutidas, acerca de las cuales este descubrimiento ha dado luz más ó menos directa, más ó menos-decisiva; lo cual ocurre continuamente á medida que el estudio de estos siglos remotos adelanta, y pasarán muchos años antes de que las discusiones motivadas por la colección Sarzec estén agotadas.
IV
EL
LIBRO
EN
LA
ANTIGÜEDAD.—LA DE
BIBLIOTECA
NÍNIVL
1. Cuando queremos conocer las grandes acciones de los siglos pasados, de hombres poderosos que dejaron de existir hace mucho tiempo, abrimos un libro y leemos. Cuando deseamos dejar á las generaciones venideras, que vivirán mucho después que nosotros, un recuerdo de las cosas que hemos hecho ó que se han realizado en nuestro tiempo, tomamos pluma, tinta y papel, y escribimos un libro. L o que hemos escrito se manda á la imprenta, y se sacan centenares , ó miles de ejemplares, y se esparcen rápidamente por todos los países del mundo para las personas que se dedican desde la infancia á pensar y estudiar. Así tenemos la satisfacción de saber que los hechos ó pensamientos que hemos tratado de conservar, podrán conocerse años y siglos, después de nuestra vida, sin otro trabajo que el de sacar un libro de los estantes de una biblioteca pública ó privada. Esto es sencillísimo, y no hay niño que no conozca un libro por su aspecto, y que no tenga una idea bastante correcta de la manera de hacer un libro y de su uso.
86
INTRODUCCIÓN
2 . Pero los libros no han tenido siempre el tamaño, y no han sido hechos con los materiales que nos son tan familiares. E l metal, la piedra, el ladrillo, los muros y pilares, y aun la roca, producto propio de la naturaleza, pueden ser libros é instruirnos también como nuestros volúmenes de hojas de papel manuscritas ó impresas. Basta saber leerlos, y su conocimiento y la habilidad necesaria para conseguirlo, se puede adquirir con procedimientos tan sencillos como los del arte ordinario de escritura y lectura, aunque á costa de un poco más de tiempo y de trabajo. 3. Existen dos deseos naturales, que viven profundamente arraigados en todo espíritu que no se halle absorbido por el trabajo diario que exige el sustento, y por la ansiedad para proporcionarse este trabajo. Estos son, el deseo de conocer lo que hacían los hombres que vivieron antes que nosotros, y el de transmitir nuestros propios nombres y la memoria de nuestras acciones á los que vendrán después. No estamos satisfechos con la vida presente; necesitamos extenderla hacia atrás y hacia adelante, vivir en lo pasado y en lo porvenir, si fuese posible. E s t a curiosidad y esta ambición no son más que partes del afán de inmortalidad, que nunca falta en el alma humana. En nuestro siglo, tales deseos se satisfacen completamente con los libros; y fueron en verdad, en un principio, la principal causa que impulsó á hacerlos. Pero, ¡cuan fácil es satisfacer estos deseos en nuestro tiempo, en que los objetos necesarios para escribir son tan comunes como el alimento, y mucho más baratos; en que se puede aprender á leer por nada ó casi por nada; en que por muy poco dinero puede un escritor adquirir todo el papel que
EL
LIBRO
EN
LA
ANTIGÜEDAD
87
necesite gastar en un año; en que las bibliotecas públicas, las bibliotecas de lectura á domicilio y las de los colegios y las salas de lectura, hacen del estudio un objeto de afición y perseverancia más que de dinero!
4 . Si la fabricación del papel y la prensa para imprimir fuesen la única ayuda material para nuestras investigaciones en lo pasado, estas investigaciones quedarían bien pronto interrumpidas, pues el arte de imprimir fué inventado en Europa hace apenas 4 0 0 años, y el papel sólo se conoce desde hace
88
INTRODUCCIÓN
poco más de seis siglos. Cierto es que se habían empleado otros materiales para escribir antes del p a pel: la corteza de los árboles ,¡las pieles de los animales (pergamino), hebras de plantas hábilmente preparadas (papiro), aun tablillas de madera cubiertas con una ligera capa de cera, sobre la cual se grababan los caracteres con un instrumento agudo ó «estilo», invenciones todas que nos han conservado documentos anteriores en muchos siglos á la introducción del papel. Pero nuestra curiosidad, una vez. excitada, es insaciable, y el transcurso de 20, 30 ó 40 siglos nos parece estrecho campo. Y sin embargo, ninguna clase de documento escrito nos lleva más. allá, encontrando al mundo pasmosamente parecido á lo que es ahora. Con algunas diferencias en el vestido, en las costumbres, y aunque mayor en el grado del conocimiento, encontramos á los hombres viviendo más ó menos como vivimos, llevando á cabo las mismas escenas: las naciones existen en familias apiñadas dentro de las ciudades; están gobernadas por leyes, ó mandadas por monarcas; cultivan el comercio y hacen la guerra; extienden sus limites por la conquista; y sobresalen en toda clase de artes útiles y de adorno. Notamos solamente que hay mayor número de regiones desconocidas, y partes extensas de la tierra más pobladas que lo están hoy. L a conclusión de estos hechos se impone claramente. Organización tan complicada y tan perfecta de la vida pública y privada, condiciones de sociedad que implican tales descubrimientos y tan larga práctica del pensamiento y de las artes, no ha podido ser estado primitivo de nuestra existencia. Hay horizontes á gran distancia apenas visibles, en un pasado mucho más expenso que el pequeño espacio abierto ya ante núes-
EL
LIBRO
EN
LA
ANTIGÜEDAD
89
tros ojos, y deseamos con ansiedad penetrar en esta oscuridad que nos produce un suplicio de Tántalo. E n ella queremos rastrear los principios de las razas, cuyas hazañas admiramos ó imitamos, sobrepujándolas á veces; y si pudiéramos arrojar un rayo de luz; en esta oscuridad de los siglos, encontraríamos la solución de problemas sin número que se plantean por si mismos á medida que adelantamos: ¿De dónde vienen estas razas? ¿ Cuál es la primitiva historia de otras con las cuales las vemos luchando, tratando y comerciando ? i Cuándo aprendieron sus artes, sus cantos, sus formas de culto? Pero aquí nuestro fiel guia, la literatura escrita, nos abandona; entramos en un período en que ninguno de los objetos que la reemplazan se habia inventado. Pero había piedras que no se tenían que inventar, sino cortarlas ó trabajarlas con el cincel. 5. Afortunadamente, los hombres hace 2 5 , 40 y 50 siglos, estaban agitados por los mismos sentimientos , las mismas aspiraciones que lo están en la actualidad, y entre estas aspiraciones, el deseo apasionado de perpetuar sus nombres y la memoria de sus actos fué siempre una de las más poderosas. Este deseo iba unido á las dos cosas que eran más grandes y sagradas á sus ojos: su religión y el poder de sus reyes. Asi edificaron con ladrillos ó con piedra, á fuerza de tiempo, de trabajo humano y de vidas humanas palacios y templos. E n tan inmensas obras acumulaban ocultos tesoros, todos los recursos de su invención y de su habilidad artística, mirándolas con triunfante orgullo, no sólo porque las creían, por su magnitud y su esplendor, como lugares propios para el culto público ó moradas dignas de sus reyes, sino también porque aquellas construcciones, con su dominante
- EE=Q_ p u e r t o y arsenales. L a s aguas del G o l f o avanzaban m u c h o más h a cia el i n t e r i o r que en la a c t u a l i d a d . Había entonces u n a d i s t a n cia de varias m i l l a s entre el T i g r i s y el E u f r a t e s , y U r estaba sit u a d a m u y cerca de la desembocadura del ú l t i m o de estos ríos. C o m o todas las ciudades comerciales y m a r í t i m a s , era el p u n t o de cita, no sólo de todas las difeLADRILLO DE NA RAM SIN CON rentes razas que v i v í a n en la tieUNA INSCRIPCIÓN CUNEIFORME E N LENGUA ANTIGUA B A B I rra m i s m a , sino t a m b i é n de los LÓNICA comerciantes forasteros. L a v i d a i n t e l e c t u a l y activa de u n a capital que era al m i s m o t i e m p o g r a n centro religioso y la residencia de u n a poderosa c o m u n i d a d de sacerdotes, debió necesar i a m e n t e favorecer el c a m b i o de ideas y ejercer u n a g r a n i n f l u e n c i a sobre aquella t r i b u semítica, de la c u a l nos dice la B i b l i a que «salió de U r de los C a l deos para entrar en la t i e r r a de Canaán» bajo la c o n d u c t a del p a t r i a r c a T e r a h y su h i j o A b r a h a m (Génesis, X I , 3 1 ) . E l h i s t o r i a d o r del Génesis a q u í , como e n t o d a su n a r r a c i ó n , no da fecha a l g u n a de los acon-
CUSHITAS
Y
SEMITAS
20Q.
t e c i m i e n t o s que r e l a t a , n i consigna la m e n o r a l u s i ó n á los m o t i v o s de esta salida. Sobre el p r i m e r o de estos p u n t o s el estudio de los m o n u m e n t o s cuneifor-mes caldeos ha derramado considerable luz, m i e n t r a s q u e acerca del segundo no p e r m i t e más que suposiciones, de las cuales nos ocuparemos más adelante. 15. Tales s o n , á grandes r a s g o s , las principales líneas divisorias de la t e o r í a , según la c u a l , i n m i g r a ciones cushitas precedieron á la llegada de los S e m i tas en la tierra de S h u m i r y A c c a d . L o s que la de-
GAVILÁN
Y
ESFINGE
f i e n d e n d a n varias razones en apoyo de su o p i n i ó n , t a l como la de que la B i b l i a m e n c i o n a , varias veces u n C u s h establecido en O r i e n t e , diverso con t o d a evidencia del C u s h que ha sido i d e n t i f i c a d o con el epónim o de la E t i o p i a ; la de que en el c a p i t u l o X del Génesis (8-12), N i m r u d , el héroe l e g e n d a r i o , cuyo i m p e r i o estuvo al p r i n c i p i o en «la tierra de S h i n a r » , y d e l cual se dice que «salió de esta tierra á A s i r í a » , es l l a m a d o h i j o de C u s h ; que los poetas más a n t i g u o s griegos conocieron « E t i o p e s » en el extremo O r i e n t e , en oposición á los del S u r , y muchas otras. L o s sabios que i m C
14
2 10:
HISTORIA
DE
CALDEA
p u g n a n esta teoría la rechazan en absoluto. N o q u i e r e n a d m i t i r la existencia de u n elemento cushita ó sea •ninguna e m i g r a c i ó n hacia el O r i e n t e , y consideran las expresiones de la B i b l i a como simples equivocaciones ó de los autores ó de los copistas. S e g ú n ellos, no h u b o más que una i n m i g r a c i ó n en la t i e r r a de S h u m i r y A c c a d , la de los S e m i t a s , llevada á cabo d u r a n t e varios s i g l o s , y en numerosas instalaciones. L a lengua que reemplazó el a n t i g u o i d i o m a s h u m i o accadio, es para ellos u n a lengua semítica en el s e n t i d o más directo y más e x c l u s i v o ; la c u l t u r a i m p l a n tada sobre la de la p o b l a c i ó n más p r i m i t i v a , la l l a m a n p u r a m e n t e « s e m í t i c a » , m i e n t r a s que sus c o n t r i n c a n tes usan frecuentemente de la palabra compuesta « c u s h i t o - s e m í t i c a » , para i n d i c a r los dos elementos, q u e , á su j u i c i o , la c o m p o n e n . Debemos confesar que la o p i n i ó n a n t i c u s h i t a va ganando terreno. S i n e m b a r g o , la teoría c u s h i t a no debe considerarse como desechada, sino como « n o p r o b a d a » — ó no bastantemente p r o b a d a — y de consiguiente en espera de r e v i s i ó n , á la vista de nuevos datos. C o n esta observación p r e v i a , adoptaremos la palabra « sem í t i c a » como la más sencilla y más generalmente usada. 16. C o n la aparición de la c u l t u r a semítica en la Mesopotamia meridional-, es sólo como podemos ent r a r en u n período que p o r más r e m o t o , nebuloso y lleno de lagunas que se h a l l e , p u e d e , sin e m b a r g o , llamarse en a l g ú n m o d o « h i s t ó r i c o », p o r q u e h a y cierto n ú m e r o de hechos de que d a n t e s t i m o n i o evidente m o n u m e n t o s contemporáneos. C i e r t o es que la c o n e x i ó n entre estos h e c h o s , m u c h a s veces no es más que aparente; sus causas y sus efectos no p u e d e n c o n frecuencia d e d u c i r s e , sino p o r conjeturas más ó m e -
CUSHITAS
Y
SEMITAS
211
nos atrevidas; pero h a y , sin e m b a r g ó , numerosos p u n tos principales de hechos p r o b a d o s , y con ellos e m pieza la verdadera h i s t o r i a . Poco i m p o r t a que queden anchos huecos abiertos ó llenos p r o v i s i o n a l m e n t e con
meras suposiciones. Nuevos descubrimientos están revelando casi d i a r i a m e n t e inscripciones y textos, que cuando menos se espera vienen á s u p l i r ya u n eslab ó n que falta, y a á c o n f i r m a r ó d e s t r u i r u n a suposic i ó n , ó á c o r r e g i r fechas que h a b í a n sido d u r a n t e
212
HISTORIA
DE
CALDEA
m u c h o t i e m p o enigmas, ó h a b i a n ofrecido datos i n s u ficientes. E n u n a p a l a b r a , los detalles p o d r á n no conseguirse sino á retazos y con escasez, pero el bosquejo general de la c o n d i c i ó n de Caldea puede r e hacerse hasta el siglo X L antes de J . C. 17. H a y u n a cosa que no puede ponerse en d u d a , y es, que la p r i m e r a ojeada sobre l a c o n d i c i ó n p o l í t i c a de Caldea nos m u e s t r a el país d i v i d i d o en numerosos y pequeños E s t a d o s , teniendo cada u n o á su cabeza u n a g r a n c i u d a d , poderosa y célebre p o r el santuario ó t e m p l o de a l g u n a d i v i n i d a d peculiar, y gobernad a p o r u n fiatesi, t í t u l o que se cree significaba sacerdote-rey, es decir, sacerdote y r e y a l m i s m o t i e m p o . N o puede e x i s t i r la m e n o r d u d a acerca de que el p r i n c i p i o de l a c i u d a d fué en todas partes el t e m p l o , con su colegio de sacerdotes para su servicio, y que el establecimiento ó p u e b l o que le rodeaba se form ó g r a d u a l m e n t e p o r peregrinos y adoradores. Q u e el p o d e r real t u v o su desarrollo en el cuerpo sacerd o t a l es cosa ' t a m b i é n más que p r o b a b l e , y debe haber sido en su p r i m i t i v o p e r í o d o , u n a f o r m a del gobierno sacerdotal, y , en alto g r a d o , sometido á esta influencia. Después viene u n a época en que al t i t u l o de •patesi s u s t i t u y e el de « r e y » , cambio que probablem e n t e i n d i c a l a r e s o l u c i ó n p o r p a r t e de los reyes de t o m a r u n a a c t i t u d más i n d e p e n d i e n t e , de la clase en la cual b r o t ó en u n p r i n c i p i o su poder. E s notable que l a d i s t i n c i ó n entre los recién venidos Semitas y los indígenas S h u m i o - A c c a d i o s c o n t i n ú a dejando p o r m u c h o t i e m p o huellas en los n o m b r e s de los edificadores reales de t e m p l o s , a u n después que el nuevo i d i o m a s e m í t i c o , que l l a m a m o s a s i r i o , desposeyó completamente a l a n t i g u o ; cosa que debió r e q u e r i r u n t i e m p o considerable, pues parece, y con m u c h a
CUSHITAS Y SEMITAS
2I3
r a z ó n , que los recién v e n i d o s , p a r a asegurarse la i n fluencia que t a n t o anhelaban y p r o p a g a r su p r o p i a c u l t u r a , a p r e n d i e r o n desde luego á c o m p r e n d e r y á usar generalmente ellos m i s m o s el i d i o m a d e l p u e b l o entre el cual v i v i a n , p o r lo menos en sus d o c u m e n t o s p ú b l i c o s . A s i se explica que tantas inscripciones y tab l i l l a s a r c i l l o s a s , aunque escritas en el dialecto de S h u m i r - A c c a d , sean semíticas en el e s p í r i t u y en el grado de c u l t u r a que d e m u e s t r a n . A d e m á s , l a o b servación más l i g e r a enseña, que el a n t i g u o lenguaje y los n o m b r e s a n t i g u o s sobrevivieron m u c h o más en S h u m i r — e l S u r . — D e esto se puede d e d u c i r c o n poco p e l i g r o de error, que el N o r t e — l a t i e r r a de A c c a d — fué la p r i m e r a m e n t e s e m i t i z a d a , que los i n m i g r a n t e s Semitas se establecieron desde luego en aquella parte del p a i s , y que su p o d e r y su i n fluencia se d i f u n d i ó desde este p u n t o hacia el S u r . 18. C o n c e r t a n d o en u n t o d o con estas i n d i c a c i o nes , la p r i m e r a g r a n f i g u r a h i s t ó r i c a que encontramos en los comienzos de la h i s t o r i a caldea, oscurecida p o r las sombras de los siglos y fabulosas t r a d i c i o nes, pero i n d u d a b l e m e n t e con todos los visos de v e r d a d , es la del semita SHARRUKI'N, rey de A c c a d ó A G A D É , como v i n o á l l a m a r s e l a g r a n c i u d a d septent r i o n a l , más generalmente conocido en la h i s t o r i a con el vocablo m o d e r n o derivado de SARGÓN, l l a m á n d o l e S a r g ó n I , para d i s t i n g u i r l o de o t r o m o n a r c a d e l m i s m o n o m b r e que se h a descubierto reinó m u c h o s s i glos después. E n cuanto á l a c i u d a d de A g a d é , ésta no es o t r a sino la de A c c a d m e n c i o n a d a en el Génesis X , 10. E s t a b a situada cerca del E u f r a t e s sobre u n ancho canal precisamente enfrente de S i p p a r , de m a nera que con el t i e m p o las dos ciudades v i n i e r o n á ser consideradas como u n a doble c i u d a d , y los Hebreos
214
HISTORIA DE CALDEA
siempre la l l a m a b a n «las dos S i p p a r s » , SEPHARVAIM, m e n c i o n a d a con frecuencia en la B i b l i a . E n ella fué d o n d e S h a r r u k í n estableció su i m p e r i o , y donde se le levantó después u n a estatua con u n a i n s c r i p c i ó n q u e ,
haciendo h a b l a r al personaje que aquélla representa, s e g ú n ; c o s t u m b r e en p r i m e r a p e r s o n a , empieza con esta o r g u l l o s a d e c l a r a c i ó n : « Y o soy S h a r r u k i n el rey p o d e r o s o , el rey de A g a d é » . S i n e m b a r g o , a u n q u e sus reformas y conquistas fuesen de i m p o r t a n c i a d u -
CUSHITAS
Y
SEMITAS
21 5
T a d e r a , y quedase como u n o de los héroes favoritos •de la t r a d i c i ó n caldea, aparece haber sido u n aventurero y u n u s u r p a d o r . Acaso p o r esta m i s m a r a z ó n , el más p o p u l a r de todos aquellos reyes, á falta de datos positivos sobre su o r i g e n y n a c i m i e n t o , vióse rodeado p o r la i m a g i n a c i ó n p o p u l a r con una aureola novelesca, a p l i c á n d o l e una lej-enda casi t a n a n t i g u a como el género h u m a n o , pues se ha repetido y repetido en m u chas naciones y m u c h o s s i g l o s , refiriéndose á m u d í s i m o s reyes y héroes famosos. L a de S h a r r u k i n es la más a n t i g u a de sus versiones conocidas, y la i n s c r i p c i ó n que adorna su estatua la pone en la boca m i s m a del rey. L e hace decir ésta que no conoció á su p a d r e , y que su m a d r e , u n a p r i n cesa , le dio á luz en u n paraje ó «inaccesible sitio », cerca del E u f r a t e s , pero que sus parientes eran los •dominadores de la t i e r r a . « M e colocó en u n a cesta de j u n c o » , dice además el r e y , «con a l q u i t r á n cerró la puerta de m i cuna. Me echó al r i o , que no me ahogó. E l r i o me a r r a s t r ó , llevándome á A k k i el b a r q u e r o . A k k i , en la t e r n u r a de su corazón, me llevó consigo; A k k i , el b a r q u e r o , me crió como su p r o p i o h i j o . A k k i , el b a r q u e r o , me hizo su j a r d i n e r o . Y en m i s •ocupaciones de j a r d i n e r o me quiso la diosa I s h t a r . . . 19. Cualesquiera que fuesen su o r i g e n y los medios •de que se valió para alcanzar el p o d e r , S a r g ó n fué u n g r a n m o n a r c a . Dicese que e m p r e n d i ó varias, expediciones coronadas p o r feliz éxito en S i r i a , y u n a c a m paña en E l a m ; que con los cautivos de las razas vencidas , p o b l ó en parte su nueva capital A g a d é , donde c o n s t r u y ó u n palacio y u n m a g n í f i c o t e m p l o ; que en u n a ocasión estuvo ausente d u r a n t e tres años , en los cuales adelantó hasta las orillas m i s m a s del m a r M e :
2IÓ
HISTORIA
DE
CALDEA
d i t e r r á n e o , que l l a m a «el m a r del sol p o n i e n t e » , d e jando allí m o n u m e n t o s conmemorativos de sus hazañ a s , y v o l v i ó á su p a l a c i o , llevando consigo inmensob o t í n . L a i n s c r i p c i ó n contiene sólo la siguiente n o t i c i a , en v e r d a d m o d e s t a , acerca de sus expediciones g u e r r e r a s : « P o r espacio de cincuenta y seis años hed o m i n a d o el r e i n o , y he gobernado la raza de cabeza oscura ( A c c a d i a ) . C o n m u c h o s carros de bronce heatravesado las tierras montañosas. Tres veces me h e adelantado hasta el golfo P é r s i c o . . . 1
2 0 . N o se debe c o n f u n d i r este S h a r r u k i n con otrorey del m i s m o n o m b r e , que r e i n ó t a m b i é n en A g a d é , algunos 1.800 años más tarde (unos 2.000 a. de J . C . ) en t i e m p o del cual se completó y se llevó á cabo u n a vasta r e f o r m a r e l i g i o s a , que había i d o elaborándosep o r sí m i s m a , desde que los elementos semíticos y accadios empezaron á combinarse en materias de especulación e s p i r i t u a l y de c u l t o . E l resultado de esta c o m b i n a c i ó n será objeto del c a p i t u l o siguiente. B a s t e decir a q u í , que la r e l i g i ó n caldea, en la f o r m a q u e t o m ó en t i e m p o del segundo S h a r r u k i n , quedó establecida de una manera estable, y cuando se habla de la r e l i g i ó n b a b i l ó n i c a , es la conocida bajo este n o m bre. L a g r a n obra teológica exigía u n a empresa l i t e r a r i a n o menos grande. L o s conjuros y formas m á g i cas del p r i m e r período p u r a m e n t e t u r a n i o , tenían q u e ser recogidos y puestos en o r d e n , como t a m b i é n los. h i m n o s y rezos del segundo período, compuestos bajóla influencia de u n s e n t i m i e n t o religioso más elevadoy más e s p i r i t u a l . Pero toda esta l i t e r a t u r a estaba en el i d i o m a de la p o b l a c i ó n más a n t i g u a , m i e n t r a s que. la clase d o m i n a n t e — la de las casas reales y cuerpo s a c e r d o t a l — h a b í a llegado á ser casi exclusivamente r
1 » Versión del profesor A. H . Sayce.
CUSHITAS
Y
SEMITAS
217
semítica. F u é necesario, p u e s , que estudiaran el a n t i g u o i d i o m a y lo aprendieran de u n a manera c o m p l e t a , no sólo para leerlo y c o m p r e n d e r l o , sino para p o d e r h a b l a r l o y escribirlo. C o n t a l o b j e t o , S a r g ó n m a n d ó que los a n t i g u o s t e x t o s , después de r e u n i d o s y clasificados, se copiaran en tabletas de a r c i l l a , con la t r a d u c c i ó n — y a i n t e r l i n e a l , ya en columnas al f r e n t e — en el i d i o m a semítico m o d e r n o , generalmente a d o p tado á la sazón, y que podemos empezar á l l a m a r p o r
L U C H A CON U N L E Ó N
su n o m b r e u s u a l , a s i r i o ; y dio ordenes para la c o m p i l a c i ó n de gramáticas y v o c a b u l a r i o s , que son las mismas obras que h a n p e r m i t i d o á los sabios del día llegar á la i n t e l i g e n c i a de aquella lengua p r o d i g i o s a mente a n t i g u a , que s i n este a u x i l i o h u b i e r a quedado como u n l i b r o sellado para siempre. 2 1 . T a l es el o r i g e n de la g r a n colección en tres l i bros y doscientas t a b l i l l a s , cuyo contenido ha f o r m a do el objeto del capítulo precedente. A esta debe agregarse o t r a gran o b r a , de setenta t a b l i l l a s , en asirio, sobre la a s t r o l o g i a , es decir, l a supuesta i n f l u e n c i a
3l8
HISTORIA
DE
CALDEA
d e los cuerpos celestes, según su p o s i c i ó n ó c o n j u n ciones, en el destino de los pueblos y de los h o m b r e s y la m a r c h a de las cosas sobre la t i e r r a en general, influencia en la que se creía sin género de d u d a ; y p r o b a b l e m e n t e u n a tercera o b r a , sobre agüeros, p r o d i g i o s y a d i v i n a c i ó n . P a r a llevar á cabo estos largos trabajos l i t e r a r i o s , p a r a atesorar los resultados de u n a m a n e r a d i g n a y segura, S a r g ó n I I f u n d ó ó a u m e n t ó considerablemente la b i b l i o t e c a del colegio sacerdotal e n U r u k h ( E r e c h ) , de manera que esta c i u d a d v i n o á ser l l a m a d a « l a c i u d a d d é l o s L i b r o s » . Este depósito llegó á ser el más i m p o r t a n t e de t o d a la C a l d e a , y c u a n d o catorce siglos más tarde el asirio A s s h u r b a n i p a l m a n d ó sus comisionados p o r t o d o el país para r e u n i r copias de todos los antiguos textos sagrados y científicos eon destino á su biblioteca en N i n i v e , en E r e c h fué donde recogieron la mies más a b u n d a n t e , viéndose allí favorecidos especialmente p o r los sacerdotes, que estaban en m u y buenas relaciones con el r e y , desde que t r a j o de S h u s h á n y les devolvió la estatua de su diosa N a n a . A g a d é llegó así á ser el centro de la i n f l u e n c i a y r e f o r m a semít i c a s , que se d i f u n d i ó desde ella hacia el S u r , form a n d o u n a contracorriente á la c u l t u r a del S u r , que había progresado con rapidez desde el Golfo hacia el Norte. 2 2 . E s m u y posible que la colección de S a r g ó n debiera haber c o m p r e n d i d o t a m b i é n trabajos de diversa índole que aquellas i m p o r t a n t e s obras sobre la m a g i a y la a s t r o l o g í a : á lo menos se h a encontrado u n a obra de a g r i c u l t u r a , que se cree fuera c o m p i l a d a p a r a la m i s m a l i b r e r í a del rey *, y que contiene t r o zos de poesía p o p u l a r ( m á x i m a s , e n i g m a s , cantares, "i
A. H .
Sayce.
CUSHITAS
Y
SEMITAS
219
cantos rústicos) del género que l l a m a m o s h o y «folklore» . De la e x a c t i t u d de esta suposición no h a y , sin e m b a r g o , n i n g u n a p r u e b a a b s o l u t a , pero como a l g u nos de estos f r a g m e n t o s , de los cuales p o r desgracia no se h a n p o d i d o recuperar más que unos pocos, son m u y interesantes y de graciosa f o r m a , creemos oport u n o insertarlos. L o s cuatro siguientes p u e d e n llamarse « M á x i m a s » , y el p r i m e r o es e x t r a o r d i n a r i a m e n t e enérgico y está m u y b i e n expresado: t
1 . Como un horno antiguo Has de ser contra tus enemigos resistente y fuerte. 2 . Que sufra venganza Que recaiga sobre E l que provoca. 3. Si obras m a l , irás de seguro al m a r eterno. 4 . Fuiste y asolaste la tierra del enemigo; el enemigo vino y asoló tu tierra, y aun tu casa.
2 3 . C o m o se v e , el n ú m e r o 3 sólo expresa u n sent i m i e n t o m o r a l de p r o f u n d o s e n t i d o , y es claramente semítico en el e s p í r i t u , e s p í r i t u que está expresado •de u n a manera más elevada y más i n t i m a m e n t e r e l i g i o s a , y en una f o r m a más poética en u n o de los « S a l m o s P e n i t e n c i a l e s » , en el que se d i c e : E l que no teme á su D i o s , será tronchado como una c a ñ a . E l que no honra á su diosa, verá desaparecer su fuerza corporal. •Como una estrella del cielo, se desvanecerá su l u z ; como aguas de la noche desaparecerá.
A l g u n o s f r a g m e n t o s p u e d e n considerarse como cantares de u n l a b r a d o r , que los r e p i t e á su y u n t a , en n o m b r e de la cual h a b l a á veces: • 1
Esta frase de difícil traducción puede interpretarse libremente
« s a b e r p o p u l a r » ; ciencia del pueblo.
HISTORIA DE CALDEA
220
5 . B e c e r r a soy, á la vaca'estoy unida. E l hierro del arado p e s a ; ] álzalo ! ¡ álzalo! 6. Mis rodillas andan; mis pies no descansan; Con ninguna de tus riquezas, produces beneficio para mí i .
2 4 , Nuevo y g r a n interés hacia el a n t i g u o S a r g ó n se h a despertado hace p o c o , con m o t i v o de u n e x t r a o r d i n a r i o d e s c u b r i m i e n t o , que se relaciona con é l , y q u e ha p r o d u c i d o u n a sorprendente r e v o l u c i ó n en la c r o n o l o g í a caldea, aceptada hasta el día. L a cuestión de fechas es siempre m u y enredada y penosa, cuando se t r a t a de las antiguas naciones orientales, p o r q u e éstas no cuentan sus años, á p a r t i r de a l g ú n acontecim i e n t o especial, como hacemos n o s o t r o s , é h i c i e r o n los M a h o m e t a n o s , los Griegos y los R o m a n o s . E n las inscripciones se dice que las cosas sucedieron en el año t a l ó cual del reinado de t a l r e y ; el p r i m e r p r o b l e m a que hay que resolver, consiste en la fecha ó época á que corresponde ésta, p r o b l e m a que no puede d e c i d i r s e , á menos que p o r v e n t u r a , en la m a y o r p a r te de los casos, nos ofrezca u n dato ó t e s t i m o n i o l a c a s u a l i d a d ; ó á veces aparezca en otro linaje de investigaciones. A s í , si se menciona u n eclipse, la fecha puede determinarse fácilmente p o r m e d i o de la astron o m í a , que puede calcular t a n t o p a r a el t i e m p o p a sado como para el v e n i d e r o ; y si se alude á u n a persona ó acontecimiento que pertenece á o t r a r e g i ó n , y que conocemos p o r o t r a clase de d a t o s , en ellos podemos encontrar u n g r a n a u x i l i o . L a s coincidencias ( l l a m a d a s SINCRONISMOS), son del m a y o r i n t e r é s , y podemos fiarnos generalmente de las fechas que establecen. P o r d i c h a , las fechas que se refieren á los reyes asirios y b a b i l o n i o s d e l ú l t i m o p e r i o d o , están i
Versión de A. H . S a y c e , en su artículo «Babylonian Folke-
L o r é » , en el
Folhe-Lore Journal,
Vol. I , E n e r o , i 8 8 3 .
CUSHITAS Y SEMITAS
221
fijadas y establecidas fuera de t o d a d u d a , p o r q u e t e n í a n la buena c o s t u m b r e en sus inscripciones h i s t ó r i c a s , de m e n c i o n a r acontecimientos que se h a b í a n realizado antes de su t i e m p o , y de i n d i c a r el n ú m e r o de años que h a b í a n t r a n s c u r r i d o , y a u n el m o n a r c a en cuyo reinado t u v i e r o n l u g a r . E s t a es la guía más segura y preciosa de t o d a s , pues además de consignar u n h e c h o , nos ofrece segura senda p a r a l l e g a r á o t r o s m u c h o s . E l famoso m e m o r á n d u m de A s s h u r b a n i p a l , á que nos hemos referido ya tantas veces, sobre la diosa Nana (es d e c i r , su e s t a t u a ) , que fué arrebatada de su t e m p l o en E r e c h , es una p r u e b a de e l l o . T o d a fecha que n o tenga en su apoyo a l g u n o de estos datos como base, n o es d i g n a de f e , y n i n g ú n sabio verdadero t r a t a r á de p r e s e n t a r l a , sino como u n a suposición m o m e n t á n e a , que espera verse ó n o c o n f i r m a d a p o r investigaciones u l t e r i o r e s . A s í sucedió con S a r g ó n I , de A g a d é . N o había n i n g u n a i n d i c a c i ó n p o s i t i v a respecto á la época en que v i v i ó , fuera de la p r o b a b l e c o n j e t u r a , de que no era posible q u e existiera después d e l año 2000 a. de J . C . L o s sabios c o n v i n i e r o n en asignarle" esta fecha a p r o x i m a d a , creyendo que no p o d í a n equivocarse m u c h o al hacerlo. G r a n d e , p o r c o n s i g u i e n t e , fué la sorpresa p r o d u c i d a p o r el d e s c u b r i m i e n t o del c i l i n d r o de N a b o n i d u s , ú l t i m o rey de B a b i l o n i a ( c u y a fecha es 550 antes de J . C . ) , en que h a b l a de las reparaciones que hizo en el g r a n t e m p l o del S o l en S i p p a r , y declara haber cavado p r o f u n d a m e n t e en sus cimientos para e n c o n t r a r los c i l i n d r o s d e l f u n d a d o r , describiendo asi el h e c h o : « S h a m a s h (el dios S o l ) , el g r a n señor... me p e r m i t i ó c o n t e m p l a r el c i l i n d r o de la f u n d a ción de NARAM-SIN, h i j o de S h a r r u k i n , el c u a l , ha-
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HISTORIA
DE
CALDEA
eia 3.200 años n o había visto n i n g u n o de los r e yes q u e v i v i e r o n antes q u e y o . » L a s i m p l e s u m a de 3 . 2 0 0 + 550, da 3.750 antes de J . C , c o m o la época de N a r a m - S i n , y 3.800 para su padre S a r g ó n , a t r i b u y e n d o u n largo reinado á éste ú l t i m o . U n c a m b i o de escena de 1.800 años en u n m o m e n t o , parecía t a n e x t r a o r d i n a r i o , que se vaoiló m u c h o en aceptar el t e s t i m o n i o , p o r más incontestable q u e pareciera, y se creyó en l a p o s i b i l i d a d de u n a equivocación de parte d e l grabador. O t r o s d o c u m e n t o s , sin embargo, se e n c o n t r a r o n independientes u n o de o t r o y e n diferentes s i t i o s , q u e c o r r o b o r a b a n la a f i r m a c i ó n d e l c i l i n d r o de N a b o n i d u s ; y l a fecha, e x t r e m a d a m e n t e r e m o t a de 3800 antes de J . C . , se aceptó a l f i n generalmente para el p r i m e r S a r g ó n de A g a d é ; f e cha auténtica, quizá la más a n t i g u a encontrada h a s t a el día. 2 5 . C u a n d o consideramos y t r a t a m o s de recoger y clasificar los materiales que tenemos para u n a « h i s t o r i a p r i m i t i v a de C a l d e a » , hasta parecería p r e suntuoso darle este t í t u l o . L o s p u n t o s p r i n c i p a l e s son t a n p o c o s , y t a n separados entre s í , t i e n e n t a n poca c o n e x i d a d , y h a y tanta i n c e r t i d u m b r e acerca de ellos, especialmente para darles colocación, quees d i f i c i l í s i m o c o o r d i n a r l o s . L o s cálculos acerca de S a r g ó n de A g a d é n o h a n alentado l a c r o n o l o g í a c o n j e t u r a l ; s i n e m b a r g o con estos datos debemos contentarnos en m u c h o s casos, hasta que más afortunados hallazgos aparezcan, para ponernos en e l verdadero c a m i n o . ¿ C u á l es, p o r e j e m p l o , la época de GUDÉA, el ftatesi de SIRBURLA (léase t a m b i é n S I R GÚELA, SIRTILLA, ó ZIRLABA), cuya m a g n i f i c a estatua encontró M r . de Sarzec en la sala p r i n c i p a l d e l t e m p l o , donde los l a d r i l l o s llevaban su sello? (Véase
ESTATTA
D E GL'DKA ,
CON
INSCRIPCIÓN,
HALLADA
EN
LA
ANTIGUA
SIRBURLA
CUSHITAS
Y
SEMITAS
22 5
p á g i n a 81 » \ E l t í t u l o de patesi ( n o r e y ) , i n d i c a u n a g r a n a n t i g ü e d a d , y se p u e d e a d m i t i r con bastante f u n d a m e n t o , que viviera hacia los años 4000 ó 3000 antes de J . C. Q u e no era p r í n c i p e s e m i t a , sino a c c a d i o , lo p r u e b a no solamente la l e n g u a de sus inscripciones y l a l e t r a , que es de carácter más arcaico, sino t a m b i é n el hecho de que la cabeza que se encontró c o n las estatuas es s o r p r e n d e n t e m e n t e t u r a n i a en su f o r m a y en sus facciones, estando afeitada t a m b i é n y llevando el t u r b a n t e al estilo usad o todavía en el A s i a c e n t r a l . F á c i l m e n t e h u b i e r a p o d i d o tomarse p o r la de u n m o g o l ó t á r t a r o m o d e r n o . E l d e s c u b r i m i e n t o de este f u n d a d o r y p r o tector d e l arte h a eclipsado la g l o r i a de o t r o que v i v i ó algo más tarde, U r - É a , r e y de U r , que d u r a n t e m u c h o t i e m p o t u v o l a fama de ser el más a n t i g u o e d i f i c a d o r de t e m p l o s . Q u e d a , p u e s , éste como el p r i m e r monarca poderoso de que o i m o s h a b l a r a l . S u r d e l a Caldea, de la cual U r parece haber sido en cierto m o d o la c a p i t a l , ó al menos haber t e n i d o la s u p r e m a cía sobre las otras grandes ciudades de S h u m i r . z
3
2 6 . S h u m i r tenia varías ciudades, a u n más venerables que las de A c c a d p o r su r e m o t o o r i g e n y el respeto que i n s p i r a b a n ; pues el S u r era el país n a t a l d e la a n t i g u a raza y de la más r e m o t a c u l t u r a , que avanzó desde allí hacia el N o r t e . C o n este m o t i v o e l a n t i g u o linaje fué más resistente en este p u n t o , 1
Damos también aquí otro dibujo de la misma estatua tomado
•de otro punto de vista, para que pueda formarse completa idea de •ella. — (N. del T.J 2
Véanse los dibujos de las páginas 8 2 y 8 7 .
3
E s t e nombre fué leído primero U r u k h , después Likbabi, luego
Likbagash, más tarde U r b a g a s h , después U r b a ' u , y ahora el profes o r F r i e d r . Delitzsch dice que la manera definitiva de leerlo es según toda probabilidad Ure-a ó Arad-ea. C
i5
226
HISTORIA DE CALDEA
quedó más t i e m p o con su i d i o m a , r e l i g i ó n y n a c i o n a l i d a d , y fué más lento en ceder á la contracorriente semítica de raza y c i v i l i z a c i ó n , que, como consecuencia n a t u r a l , o b t u v o p r e d o m i n i o más p r o n t o y con más suerte en el N o r t e , d o m i n a n d o en toda la M e s o p o t a m i a . A l l í estaba ERIDHU , á orillas del m a r «en la desembocadura de los r í o s » , el i n m e m o r i a l santuario de E a ; allí estaba SIRGULLA, desconocida hasta estos ú l t i m o s t i e m p o s , y h o y la m i n a m á s llena de esperanzas p a r a f u t u r a s investigaciones; allí LARSAM , famosa con las glorias de su « Casa d e l S o l » (E-Babbara en lo a n t i g u o ) , la r i v a l de U r , l a c i u d a d del d i o s - l u n a , cuyos reyes U R - E A y su h i j o DUNGI f u e r o n , según parece, los p r i m e r o s en t o m a r el t í t u l o ambicioso de «reyes de S h u m i r y A c c a d » y «reyes de las cuatro regiones». B a b i l o n i a , la o r g u l l o sa B a b i l o n i a , considerada d u r a n t e t a n t o t i e m p o c o m o el p r i n c i p i o de la v i d a nacional y gobierno p o l í t i c o de C a l d e a , ó no existia, ó empezaba modestamente á v i v i r bajo el n o m b r e accadio de TIN-TIR-KI («el Palacio de la V i d a » ) , y poco más tarde de KA-DIMIRRA ( « P u e r t a de Dios»), cuando ya las ciudades qu¿ acabamos de mencionar tenían cada u n a u n t e m p l o célebre con u n colegio de sacerdotes para servirle, y , p r o b a b l e m e n t e , cada una su biblioteca para su rey. E l p o d e r p o l í t i c o estuvo centralizado m u c h o t i e m p o en U r . L o s p r i m e ros reyes de U r auténticamente conocidos son, U r - E a y su h i j o D u n g i , habiendo dejado abundantes h u e l l a s de su existencia en los numerosos t e m p l o s que const r u y e r o n . N o sólo en U r sino en la m a y o r p a r t e de las ciudades se h a n reconocido é i d e n t i f i c a d o sus l a d r i l l o s , en L a r s a m ( S e n k e r e h ) , y en S i r b u l a ( T e l - L o h ) , en N i p u r ( N i f f e r ) , y en U r u k h ( E r e c h . W a r k a ) ; . y c o m o las dos ú l t i m a s ciudades pertenecían á A c c a d ,
CUSHITAS
Y
SEMITAS
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resulta que d o m i n a r o n , al menos en p a r t e , aquella reg i ó n , justificándose asi el ostentoso t í t u l o que t o maron. 2 7 . Se h a notado que los l a d r i l l o s con el n o m b r e de U r - E a «encontráronse en u n a capa i n f e r i o r á la de los o t r o s , en los cimientos m i s m o s de los e d i f i c i o s » ; que «son de u n a fabricación r u d a y basta, de varios tamaños y m a l ajustados unos en o t r o s » ; que entre ellos es raro encontrar l a d r i l l o s cocidos; que estaban u n i d o s p o r el p r o c e d i m i e n t o más a n t i g u o empleado en
E L REY URUKH DE UR
l u g a r de la a r g a m a s a , el b a r r o y el a l q u i t r á n , y que sus inscripciones son e x t r a o r d i n a r i a m e n t e bastas é imperfectas *. P e r o a u n q u e los m o n u m e n t o s arquitecturales del rey U r - E a sean deficientes en perfección, d o m i n a n p o r cierto en i m p o r t a n c i a y n ú m e r o , pues los que él no p u d o c o n c l u i r , los c o n t i n u ó su h i j o D u n g i ; siendo de n o t a r que estos grandes edificadores parecen haber dedicado sus esfuerzos e x c l u s i vamente á objetos r e l i g i o s o s , y t a m b i é n q u e , m i e n tras sus n o m b r e s eran S h u m i o - A c c a d i o s , y sus i n s I
Geo. Rawlinson,
oriental
Cinco Grandes Monarquías del Antiguo Mundo
( 1 8 6 3 ) . Volumen I , páginas 1 9 8 y sig.
228
HISTORIA
DE
CALDEA
cripcion.es se h a l l a n con frecuencia en este i d i o m a ; los t e m p l o s que edificaban están dedicados á varias d i vinidades de la nueva r e l i g i ó n , ó acaso m e j o r d i c h o r e f o r m a d a . C u a n d o vemos los príncipes del S u r , seg ú n L i n a ingeniosa observación de M r . L e n o r m a n t , empezar asi u n a especie de p r e d i c a c i ó n práctica de la r e l i g i ó n s e m i t i z a d a , podemos encontrar en ello u n a p r u e b a i n d u d a b l e de la influencia del N o r t e , asi p o l í t i c a como religiosa. C u r i o s í s i m o hallazgo a r q u e o l ó g i c o , perteneciente a l rey U r - E a , fué su p r o p i o c i l i n d r o — que se p e r d i ó p o r accidente y fué encontrado o t r a v e z — h a l l á n d o s e h o y en el B r i t i s h M u s e u m . Representa su grabado a l d i o s - L u n a , sentado en u n t r o n o — c o m p o s i c i ó n e m pleada solamente p a r a el rey de la c i u d a d especial d e l d i o s - L u n a — c o n sacerdotes presentándole adorad o r e s . N o se puede asignar fecha fija á U r - E a y á la i m p o r t a n t e época de la h i s t o r i a caldea que represent a . P e r o se puede llegar á u n a p r o b a b l e m e n t e m u y a p r o x i m a d a , merced al dato que nos ofrece el m i s m o N a b o n i d u s , ú l t i m o rey de B a b i l o n i a , que f i j ó la cuest i ó n de u n a manera inesperada. E s t e m o n a r c a era t a n celoso en reparar los t e m p l o s , como sus antecesores lo fueron para c o n s t r u i r l o s . T e n í a m o t i v o s personales para buscar la p o p u l a r i d a d , y no p o d í a hacer para conseguirlo nada más á p r o p ó s i t o que la restauración de los santuarios d e l p a i s , venerables p o r su a n t i g ü e d a d . E n t r e otros reparó el t e m p l o del S o l ( E - B a b b a r a ) , en L a r s a m , de l o cual nos da n o t i c i a u n c i l i n d r o especial. Dice en él que encontró otro c i l i n d r o del rey H a m m u r a b i , debajo de la p i e d r a a n g u l a r de su h a b i t a c i ó n , cuyo . c i l i n d r o consigna que el t e m p l o fué f u n d a d o 700 años antes del t i e m p o de H a m m u r a b i ; y como U r - E a
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era el f u n d a d o r , queda sólo el d e t e r m i n a r la fecha del r e y H a m m u r a b i , para conocer la d e l otro más antiguo . A q u í p o r desgracia los' sabios d i f i e r e n , y no se e n cuentra a u t o r i d a d decisiva para resolver la d u d a . A l gunos colocan á H a m m u r a b i 2000 a. de J . C ; otros algo más t a r d e ; de donde se deduce que U r - E a debió haber v i v i d o , ó m u c h o antes de 2800, ó m u c h o después de 2500 años a. de J . C. De c u a l q u i e r m o d o , z
PLANO D E UN T E M P L O , G R A B A D O E N L A E S T A T U A D E GUDÉA
d e b i ó necesariamente e x i s t i r hacia 2300 años antes de J . C , pues p o r este t i e m p o t u v o l u g a r l a i n v a s i ó n e l a m i t a , recordada p o r A s s h u r b a n i p a l ; i n v a s i ó n que, según este r e y , asoló la t i e r r a de A c c a d y p r o fanó sus t e m p l o s , evidentemente, los t e m p l o s que U r - E a y D u n g i habían construido con tanta piedad. N o fué esta u n a i n v a s i ó n pasajera ó correría de m o n tañeses e n busca de b o t í n . . F u é u n a verdadera c o n 1 Geo. Smith, in Records ofrüe Past, vol. V, p. 75. Fritz. Homm e l , DitSemiten, p . 2 1 0 y nota 1 0 1 .
23O
HISTORIA DE CALDEA
q u i s t a . K h u d u r - N a n k h u n d i y sus sucesores que dáronse en la Caldea m e r i d i o n a l , se l l a m a r o n á si m i s m o s reyes de la c o m a r c a , y r e i n a r o n , varios de ellos p o r sucesión, de manera que esta serie de d o m i n a d o r e s extranjeros llegó á ser conocida en la h i s t o r i a p o r « l a dinastía e l a m i t a » . N o hay l u g a r p a r a u n a dinastía poderosa y constructora de t e m p l o s , c o m o la de los reyes de U r , más que en la época q u e la hemos asignado. 2 8 . E s la p r i m e r a vez que encontramos d o c u m e n tos m o n u m e n t a l e s auténticos de u n país que estaba destinado, d u r a n t e los seis siglos s i g u i e n t e s , á estar en c o n t i n u o contacto, aunque frecuentemente h o s t i l , así con B a b i l o n i a como con su r i v a l septentrional A s i r í a , hasta su completa destrucción p o r la ú l t i m a . S u capital era SHUSHAN ( p r o n u n c i a d o después Susa p o r los extranjeros), y su n o m b r e o r i g i n a l SHUSHUNAK. S U p o b l a c i ó n de raza t u r a n i a ; su l e n g u a casi relacion a d a con la de S h u m i r y A c c a d ; pero fuese en u n a ú o t r a época, los Semitas se establecieron en S h u s h i n a k ; y aunque pocos en n ú m e r o para c a m b i a r la l e n gua d e l país ó sus c o s t u m b r e s , la s u p e r i o r i d a d de su raza les a f i r m ó en é l , y l l e g a r o n á ser la nobleza de la t i e r r a , la aristocracia d o m i n a n t e , de la cual salían los reyes, los generales y los altos f u n c i o n a r i o s . Q u e la masa t u r a n i a de la p o b l a c i ó n estuviese s o m e t i d a y despreciada, y que la nobleza semítica evitase a l i a n zas con ellas, es m u y v e r o s í m i l , y sería d i f í c i l e x p l i car de otro m o d o la diferencia de t i p o entre las dos clases, como se ve en la representación de cautivos y guerreros de u n a y o t r a , en las esculturas asirías.
CUSHITAS Y SEMITAS
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E l rebaño c o m ú n ele prisioneros empleados en los trabajos p ú b l i c o s y conducidos p o r guardas b l a n d i e n d o p a l o s , tienen u n t i p o i n d i s c u t i b l e m e n t e t u r a n i o , d e p ó m u l o s en extremo p r o m i n e n t e s , y cara ancha 3 ' a p l a s t a d a , m i e n t r a s que los generales, m i n i s t r o s y nobles presentan los rasgos de d i g n i d a d y belleza d e l más hermoso t i p o j u d í o . « E l a m » , n o m b r e bajo el cual es más conocida la r e g i ó n así en la B i b l i a como en los m o n u m e n t o s posteriores, es u n a palabra t u r a n i a , que s i g n i f i c a , como « A c c a d » , « t i e r r a alta» , con c u y o n o m b r e la menciona sólo el h i s t o r i a d o r del cap i t u l o X del Génesis, en la lista d é l a s naciones; y s i g u i e n d o de u n a manera persistente en su o m i s i ó n de t o d o s los m i e m b r o s de la g r a n f a m i l i a a m a r i l l a , sólo t r a t a de la aristocracia s e m í t i c a , y hace de E l a m u n h i j o de S h e m , h e r m a n o de A s s h u r y A r p h a k h s h a d . (Gen. X , 2 2 ) . 2 9 . U n o de los i n m e d i a t o s sucesores de K h u d u r N a n k h u n d i , KHUDUR-LAGAMAR, no quedó satisfecho c o n la anexión de Caldea á su reino de E l a m . T u v o la a m b i c i ó n y la táctica de u n c o n q u i s t a d o r p o r t e m p e r a m e n t o . E l capítulo X I V del G é n e s i s — q u e lo llam a C h e d o r l a o m e r — es el único d o c u m e n t o que tenem o s acerca de este rey, y nos describe sus expediciones m i l i t a r e s , dándonos u n a p i n t u r a sorprendente de •ellas, y p o r la cual podemos c o m p r e n d e r que se trata d e u n n o t a b l e carácter. A y u d a d o p o r tres reyes aliad o s y p r o b a b l e m e n t e t r i b u t a r i o s , el de S h u m i r ( S h i n e a r ) , el de L a r s a m ( E l l a s s a r ) y el de GO'ÍM (en la vers i ó n p r i m i t i v a de la B i b l i a , «rey de naciones»), es dec i r , las t r i b u s nómadas que vagaban p o r las fronteras y los países a u n no p o b l a d o s , y más distantes de C a l d e a , K h u d u r - L a g a m a r llevó su ejército 1 . 2 0 0 m i l l a s á través d e l d e s i e r t o , hasta los valles fértiles,
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HISTORIA
DE
CALDEA
ricos y populosos del J o r d á n , y al lago ó m a r d e S i d d i m , l l a m a d o después m a r M u e r t o , en d o n d e cinco grandes ciudades, S o d o m a , G o m o r r a y otrast r e s , estaban gobernadas p o r sus respectivos reyes. N o sólo sometió á éstos i m p o n i é n d o l e s su l e y , sinoque arregló las cosas de manera que, aun después de su vuelta al golfo P é r s i c o , m a n t u v o sobre ellos s u p o d e r de t a l m o d o , que d u r a n t e doce años le sirvier o n , es decir, le p a g a r o n t r i b u t o con r e g u l a r i d a d , y
IMPRONTA
DEL
CILINDRO DE
URZANA,
REY
DE
MUSASIR
sólo al c u m p l i r s e el trece, alentados p o r la ausencia p r o l o n g a d a , se atrevieron á rebelarse. P e r o la v i g i lancia y a c t i v i d a d de K h u d u r - L a g a m a r desbarató sus planes. E l año siguiente estaba entre ellos o t r a vez, con sus tres fieles a l i a d o s , los encontró en el v a l l e de S i d d i m y los d e r r o t ó h u y e n d o aquéllos á la desbandada. E s t a fué la batalla de los «cuatro reyes contra cinco». E n cuanto al t r a t o á que sometió el vencedor la comarca c o n q u i s t a d a , se h a l l a c l a r a m e n t e descrito en pocas palabras: « Y t o m a r o n las riquezas de S o d o m a y G o m o r r a , y todos sus víveres, y se marcharon.»
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3 0 . A la sazón vivía en S o d o m a u n h o m b r e de raza extranjera y de grandes riquezas, L o t , sobrino de A b r a h a m ; pues A b r a h a m y su t r i b u h a b í a n abandonado á Caldea y n o v o l v i e r o n á v i v i r en U r . E l c a m b i o de a m o s , y p r o b a b l e m e n t e la dureza de los nuevos d o m i n a d o r e s , ya que no su p o s i t i v a opres i ó n , consecuencia de la conquista e l a m i t a , los había arrojado de a l l í ; y entonces fué cuando adelantaron hacia la t i e r r a de Canaán, conducidos p o r T e r a h y su h i j o A b r a h a m , y cuando T e r a h m u r i ó , A b r a h a m fué el patriarca y jefe de la t r i b u , cuyos i n d i v i d u o s , desde este m o m e n t o , empiezan á llamarse en la B i b l i a Hebreos, á causa de su antepasado e p ó n i m o , Heber ó E b e r , cuyo n o m b r e alude al paso del E u f r a t e s , ó q u i z á s , en u n sentido más a m p l i o al paso de la t r i b u p o r la t i e r r a de Caldea . P o r espacio de algunos años a n d u v o la t r i b u u n i d a sin d i v i d i r s e , de pradera en p r a d e r a , p o r la vasta t i e r r a que h a b i t a b a n los Cananeos, siendo b i e n vistos y a u n favorecidos p o r ellos, hasta que la contienda o c u r r i d a entre los pastores de A b r a h a m y de L o t (véase Génesis, capítulo X I I I ) , d i o m o t i v o á la p r i m e r a separación, escogiendo L o t la l l a n u r a del J o r d á n , y p l a n t a n d o su t i e n d a bacia S o d o m a , m i e n t r a s que A b r a h a m se quedó en la t i e r r a de Canaán, como antes, con su f a m i l i a , sus servidores y sus ganados, en la l l a n u r a de M a m r e . H a l l á n dose de este m o d o en a m i s t a d y estrecha alianza con los principes de la t i e r r a , u n o de los que h a b í a n escapado de la b a t a l l a en el valle de S i d d i m , v i n o á d e c i r á A b r a h a m que, entre los cautivos que K h u d u r T
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N o debe olvidarse, sin embargo, que los sabios se inclinan
desde antiguo á ver en este nombre una alusión al paso del Jordán, e n tiempo de la conquista de C a n a á n , por Israel, después de la esclavitud de Egipto.
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HISTORIA
DE
CALDEA
L a g a m a r se había llevado de S o d o m a , estaba L o t , h i j o de su h e r m a n o , con todas sus riquezas; y e n t o n ces A b r a h a m a r m ó á sus servidores, nacidos en su p r o p i a casa, en n ú m e r o de 318; llevó consigo á sus amigos de M a m r e y sus h e r m a n o s , con sus criados; y saliendo en persecución del ejército v i c t o r i o s o , que volvía descuidado á su país en demanda del desierto, con su g r a n convoy de cautivas y c a u t i v o s , lo sorp r e n d i ó cerca de Damasco, d u r a n t e la n o c h e , cuando n o se podía descubrir lo poco n u m e r o s o de sus fuerzas, y le p r o d u j o t a l pánico con su repentino y v i g o roso a t a q u e , que lo d e r r o t ó , rescatando á L o t con sus riquezas y sus m u j e r e s , y apoderándose de todos los tesoros que aquél había arrebatado y de la gente que llevaba. E l rey de S o d o m a agradecido le s u p l i c ó se quedase con las riquezas, devolviéndole los caut i v o s ; pero A b r a h a m sólo aceptó que sus amigos t o masen u n a parte de las riquezas rescatadas, negándose á a d m i t i r todos los regalos que se le ofrecían, con estas soberbias palabras: «He j u r a d o con la m a n o l e v a n t a d a , delante del S e ñ o r , D i o s todopoderoso, dueño del cielo y de la t i e r r a , que no aceptaré u n h i l o , n i a u n u n lazo de calzado, y no t o m a r é n a d a de lo que es t u y o , para que no puedas d e c i r : he h e cho rico á A b r a h a m . » 3 1 . K h u d u r - L a g a m a r , de q u i e n el a n i m a d o relato de la B i b l i a nos ofrece t a n claro bosquejo, existía, según los cálculos más p r o b a b l e s , hacia el año 2200 antes de J . C. E n t r e las pocas formas vagas, cuyas facciones, m a l delineadas y borradas se entrevén en el crepúsculo de estos siglos oscuros y llenos de d u das , se encuentra la figura de este c o n q u i s t a d o r , p r o bablemente el p r i m e r o de q u i e n el m u n d o ha c o n servado recuerdo a u t é n t i c o ; pues el E g i p t o , la ú n i c a
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•comarca que rivaliza en a n t i g ü e d a d con los p r i m i t i v o s Estados de M e s o p o t a m i a , aunque, á esta fecha h u b i e r a alcanzado la a l t u r a de su civilización y p r o s p e r i d a d , estaba todavía r e d u c i d o p o r sus g o b e r n a n tes á los l i m i t e s d e l valle del N i l o , y no había e m p r e n d i d o la carrera de guerras en el extranjero y de c o n q u i s t a s , que unos 1.000 años después i n s p i r a b a t e r r o r desde el Mediterráneo hasta el golfo Pérsico. 3 2 . L a invasión elamítica no fué u n a ocupación pasajera. F u é u n a verdadera c o n q u i s t a , y estableció una d o m i n a c i ó n extraña y pesada, en u n pais p o r ext r e m o próspero y floreciente—dominación que, según
ANTIGUO TEMPLO B A B I L Ó N I C O
las apariencias, d u r ó cerca de tres siglos. — Q u e el p u e b l o , agobiado p o r ella estuviese, ya t r i s t e m e n t e desalentado, y a m o v i d o p o r la n a t u r a l i n d i g n a c i ó n y la r e b e l d í a , h a y abundancia de pruebas en su l i t e r a t u r a para d e m o s t r a r l o . Se cree con g r a n p r o b a b i l i d a d q u e las poesias r e l i g i o s a s , llamadas «Salmos p e n i t e n ciales», nacieron de los p a d e c i m i e n t o s de aquel largo período de e s c l a v i t u d y h u m i l l a c i ó n n a c i o n a l ; y si, c o m o parece p r o b a d o p o r el hallazgo reciente de a l g u nos f r a g m e n t o s interesantes, estos salmos se cantab a n siglos después en los t e m p l o s a s i r i o s , en ocasiones p ú b l i c a s , tristes ó m u y solemnes, debía hacerse así para perpetuar la m e m o r i a de l a g r a n c a l a m i d a d
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HISTORIA DE CALDEA
nacional que cayó sobre la m a d r e p a t r i a , como l o s salmos hebreos, á los craales sirvieron de m o d e l o s , conservan la m e m o r i a de los extravíos d e l rey D a v i d y de las t r i b u l a c i o n e s de Israel. 3 3 . Pero parece que existía u n a casa real s e m i t i c a que conservó cierta independencia y recogió t r a n q u i lamente el poder cuando v i n i e r o n mejores t i e m p o s . P a r a l o g r a r l o debió o b r a r con d i s i m u l o , p r e s t a n d o aparente h o m e n a j e a los bárbaros vencedores, obedeciéndolos ciegamente para tener más s e g u r i d a d , m i e n t r a s fortificaba su gobierno i n t e r i o r . Esta dinast í a , destinada á la gloriosa tarea de devolver al país su independencia y de f u n d a r u n a nueva m o n a r q u í a , era la de T i n - t i r - k i ó K a d i m i r r a , n o m b r e t r a d u c i d o en la semítica palabra BAB-ILU ( p u e r t a de D i o s ) : r e i nó en el extenso é i m p o r t a n t e d i s t r i t o de KARDUNYASH, i m p o r t a n t e p o r su posición c e n t r a l , y p o r n o haber pertenecido n i á A c c a d n i á S h u m i r , sino conservado v i d a i n d e p e n d i e n t e . A u n para los H e b r e o s , B a b i l o n i a está en la tierra de S h i n a r , y se supone con bastante f u n d a m e n t o que el « A m r a p h e l , rey de S h i n a r » , que m a r c h ó con K h u d u r - L a g a m a r , como su a l i a d o , contra los cinco reyes del J o r d á n y del m a r M u e r t o , era u n rey de B a b i l o n i a , m e n c i o n a d o con el n o m b r e AMARPAL, m i e n t r a s que « A r i o k h de E l l a s sar» era e l a m i t a , E R I - A K U , h e r m a n o ó p r i m o de K u d u r - L a g a m a r , y rey de L a r s a m , en donde los vencedores h a b í a n establecido u n a poderosa dinastía, estrechamente aliada p o r la sangre con la de aquel m o n a r ca qvie hizo de la venerable U r su cuartel general. E s t e A m a r p a l , con más frecuencia mencionado con su o t r o n o m b r e de SIN-MUBALLIT, se cree fuera el p a dre de HAMMURABI, el l i b e r t a d o r de Caldea y f u n d a d o r del nuevo I m p e r i o .
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3 4 . L a s inscripciones que dejó H a m m u r a b i son numerosas y nos s u m i n i s t r a n a m p l i o s medios para juzgar de su i m p o r t a n c i a como guerrero , h o m b r e de E s t a d o y a d m i n i s t r a d o r . D u r a n t e su l a r g o reinado de cincuenta y cinco años, t u v o t i e m p o de hacer m u c h o , y m u c h o h i z o , en v e r d a d . N o se nos dice cómo se m a nejó para arrojar á los extranjeros, pero sí que la vic-
FRAGMENTO
DE
UN P L A N O
DE LA
CIUDAD
DE
BABILONIA
t o r i a decisiva fué la que ganó sobre el rey e l a m i t a de L a r s a m , s i g u i e n d o á ella la e x p u l s i ó n sucesiva de la raza odiada en todos los p u n t o s que ocupaba, q u e d a n do t o d o el país bajo su m a n o , y siéndole así posible r e u n i r l o completamente t r a n s f o r m á n d o l o en u n solo I m p e r i o , i n c l u s o A c c a d y S h u m i r , con todas sus ciudades y santuarios consagrados p o r el t i e m p o , y dándoles á todas p o r c a p i t a l á B a b i l o n i a , cuna de
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HISTORIA
DE
CALDEA
sus antepasados. Este rey fué bajo todos conceptos u n grande y sabio g o b e r n a n t e ; p u e s , después d e l i b r a r al p a í s , cuidó de f o m e n t a r sus riquezas, atento á desarrollarlas, sobre t o d o en sus intereses a g r í colas. C o m o los otros reyes, restauró templos y const r u y ó otros m u c h o s ; pero dedicó g r a n energía á las obras públicas de u t i l i d a d más general. D u r a n t e los p r i m e r o s años de su r e i n a d o , las i n u n d a c i o n e s debieron ser frecuentes y desastrosas, á consecuencia del descuido en que h a b í a n estado los canales y otras obras de i r r i g a c i ó n , en t i e m p o de la d o m i nación extranjera. L a s inscripciones h a b l a n de u n a c i u d a d que fué d e s t r u i d a « p o r u n g r a n d i l u v i o » , y m e n c i o n a n « u n a g r a n m u r a l l a á lo largo del T i g r i s », p r o b a b l e m e n t e u n dique que fué c o n s t r u i d o p o r H a m m u r a b i como-protección para la c i u d a d c o n t r a el rio. Pero encontrando p r o b a b l e m e n t e el r e m e d i o i n eficaz, e m p r e n d i ó y llevó á cabo u n a de las mayores obras p ú b l i c a s que r e g i s t r a la h i s t o r i a , y que c o m o ella no la h a realizado nación a l g u n a ; la excavación de u n canal g i g a n t e s c o , que llevó su n o m b r e , a u n que después fué conocido y famoso con el de « C a n a l real de B a b i l o n i a » , y del cual i n n u m e r a b l e s r a m i ficaciones llevaban las aguas fertilizadoras p o r t o d o el país. T a n colosal obra causaba todavía quince siglos después el asombro de los extranjeros que v i s i t a b a n á B a b i l o n i a . S u c o n s t r u c t o r no exageraba el beneficio que había p r o d u c i d o , cuando decía en una i n s c r i p c i ó n : « H e m a n d a d o cavar el N a h r - H a m m u r a b i , que es u n a b e n d i c i ó n para el p u e b l o de S h u m i r y A c c a d . He d i r i g i d o sus aguas y las he esparcido p o r las l l a n u r a s desiertas; las he o b l i g a d o a c o r r e r p o r acequias y he dado aguas seguras al p u e b l o . . . H e cambiado los desiertos en tierras bien regadas. L e s
CUSHITAS Y SEMITAS
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he dado f e r t i l i d a d y a b u n d a n c i a , haciéndolas la m o r a d a de la felicidad.» 3 5 . T a l es la i n s c r i p c i ó n d e l h i j o de H a m m u r a b i . P e r o después de él u n a nueva catástrofe h u b o de t r a s t o r n a r á Caldea. Sucedió á t a n g r a n m o n a r c a u n a serie de reyes extranjeros que debieron apoderarse del pais p o r c o n q u i s t a . E r a n príncipes de u n a raza de montañeses feroz y g u e r r e r a , los KASSHI, que v i vían en las tierras altas de la parte Noroeste de E l a m , en donde p r o b a b l e m e n t e empezaban á encontrarse estrechos p o r falta de espacio. A q u e l p u e b l o fué l l a m a d o p o r los geógrafos griegos posteriores COSSAEANOS, ó CISSIANOS, y es más conocido p o r u n o ú o t r o de estos n o m b r e s . S u l e n g u a , de la que pocos restos h a n s o b r e v i v i d o , no se entiende t o d a v í a ; parece m u y senc i l l a y m u y diferente del i d i o m a semítico de B a b i l o n i a y d e l de S h u m i r y A c c a d , de m a n e r a que los n o m bres de los principes K a s s h i se d i s t i n g u e n fácilmente unos de otros. N i n g ú n d e s m e m b r a m i e n t o d e l I m p e r i o siguió á aquella c o n q u i s t a , si la h u b o . L o s reyes de la nueva dinastía parecen haberse sucedido pacíficamente en B a b i l o n i a . L o s días de guerras invasoras h a b í a n pasado para Caldea. Y a no se hablaba de expediciones á las llanuras de S i r i a , y hacia el « M a r d e l S o l P o n i e n t e » ; pero entretanto u n nuevo p o d e r se f o r m a b a en el N o r o e s t e , que p r o n t o se cambió en f o r m i d a b l e r i v a l ; d u r a n t e varios siglos A s i r í a o b l i g ó á los gobernantes del reino m e r i d i o n a l á ocuparse en g u a r d a r sus fronteras y en rechazar las i n c u r s i o nes, para p e r m i t i r l e s pensar en conquistas del exterior.
V
RELIGIÓN
BABILÓNICA
1. A l relatar la leyenda del H o m b r e - P e z d i v i n o , que salió del G o l f o , y fué seguido á i n t e r v a l o s , p o r o t r o s seres semejantes, Beroso nos asegura, que éste «enseñó á l a gente todas las cosas que f o r m a n la c i vilización» , de m o d o «que no se i n v e n t ó nada después.» P e r o s i , como se s u p o n e , «este, m o n s t r u o s o O a n n e s » , es realmente u n a personificación de los extranjeros que fueron á aquella t i e r r a , y que estand o dotados de u n a c u l t u r a más elevada, empezaron á enseñar á la p o b l a c i ó n t u r a n i a , la p r i m e r a p a r t e de sus a f i r m a c i o n e s , es u n a exageración t a n manifiesta c o m o la segunda. U n p u e b l o que había i n v e n t a d o el arte de e s c r i b i r , que sabía edificar, hacer canales, t r a b a j a r los m e t a l e s , y que había salido del p r i m i t i v o y más grosero estado de concepciones r e l i g i o s a s , p o d í a tener m u c h o que aprender, pero en v e r d a d noera u n p u e b l o c u a l q u i e r a . L o que los recién l l e g a d o s — C u s h i t a s ó Semitas—-les e n s e ñ a r o n , fué u n a maner a más ordenada de organizar l a sociedad y r e g i r l a p o r m e d i o de leyes y gobierno c o n s t i t u i d o , y sobre t o d o la astronomía y las m a t e m á t i c a s , ciencias en q u e los S h u m i o - A c c a d i o s estaban poco adelantados, c 16
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HISTORIA
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CALDEA
y en las que los invasores y después los Caldeos mezclados con ellos, alcanzaron a l t í s i m a perfección, h a s t a el p u n t o de que varios de sus descubrimientos y los p r i m e r o s p r i n c i p i o s que establecieron, h a n llegado hasta n o s o t r o s , como datos d e f i n i t i v a m e n t e aceptados y confirmados p o r l a ciencia m o d e r n a . A s i , l a d i v i s i ó n d e l año en doce meses, correspondiendo á otras tantas constelaciones conocidas, como «los doce signos d e l Z o d i a c o » , les era f a m i l i a r . L o s doce meses de su a ñ o , s i n e m b a r g o , no tenían más que t r e i n t a d í a s , p o r l o que se v i e r o n obligados á agregar u n mes e x t r a o r d i n a r i o , u n mes i n t e r c a l a r , h a b l a n d o científicamente cada seis a ñ o s , pues conocían en qué p u n t o de su cálculo estaba el error. T o d a s estas e n señanzas las debían los S h u m i o - A c c a d i o s , á los e x tranjeros que al m i s m o t i e m p o t o m a r o n de ellos su manera de contar. L a s razas t u r a n i a s hasta e n t o n ces no e m p l e a r o n el sistema d e c i m a l en a r i t m é t i c a , sino que contaban p o r docenas y sesentenas p r e f i r i e n do los n ú m e r o s que pueden d i v i d i r s e p o r doce ó sesenta. L o s C h i n o s a u n en la a c t u a l i d a d no m i d e n su t i e m p o p o r siglos ó períodos de cien años, sino p o r u n ciclo ó período de sesenta años. T a l es probablem e n t e el origen de l a d i v i s i ó n , adoptada en B a b i l o n i a , de l a carrera d e l sol en 360 partes iguales ó grad o s , y la d e l día en doce kabsus, ú horas dobles,, puesto que el k a b s u correspondía á dos de nuestras h o r a s , y estaba d i v i d i d o en 60 partes, que podríamos, l l a m a r «dobles m i n u t o s » , los cuales á su vez estaban d i v i d i d o s en 60 «dobles segundos.» L a d i v i s i ó n n a t u r a l d e l año en doce meses p r o d u j o este sistema especial aplicado a l cálculo l l a m a d o «docenal» y « s e x a g e s i m a l » que después se aplicó á medidas d e p e s o , d i s t a n c i a , capacidad y v o l u m e n .
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2 . L a astronomía es u n a ciencia p o r extremo fascin a d o r a , con dos aspectos m u y d i s t i n t o s y aparentem e n t e c o n t r a d i c t o r i o s , t a n a p r o p i a d a para desarrollar p r o f u n d o s p e n s a m i e n t o s , como ideas de fantástica especulación. S i p o r u n lado el estudio de las m a t e máticas, s i n las cuales no puede existir la a s t r o n o m í a , d i s c i p l i n a el e s p í r i t u y le conduce á operaciones exactas y c o m p l i c a d a s , p o r o t r a , la observación de los astros , en la soledad y el silencio de u n a noche del M e d i o d í a , nos lleva i r r e s i s t i b l e m e n t e á u n m u n d o m á s elevado, en el que aspiraciones poéticas, suposiciones y fantasías reemplazan á las figuras con sus demostraciones y pruebas. P r o b a b l e m e n t e á aquellas h a b i tuales contemplaciones debieron los Caldeos de los ú l t i m o s tiempos la elevación de su pensamiento r e l i gioso, que los d i s t i n g u í a de sus predecesores t u r a nios. B u s c a b a n la d i v i n i d a d en el cielo y no en l a t i e r r a . N o se acobardan n i t i e m b l a n ante u n ejército de malvados d u e n d e s , creación de u n a i m a g i n a c i ó n aterrorizada. L o s espíritus que adoraban vivían y d i r i g í a n los m u n d o s b r i l l a n t e s y h e r m o s o s , cuyos m o v i m i e n t o s armónicos y concertados observaban con a d m i r a c i ó n y respeto, p u d i e n d o calcularlos exactam e n t e , aunque sin c o m p r e n d e r l o s . L a s estrellas, f u e r o n para ellos manifestaciones y agentes del poder d i v i n o , con especialidad los siete cuerpos celestes más n o t a b l e s : la l u n a , que h o n r a ban de u n a manera especial, como la reina de l a n o c h e , y la m e d i d o r a d e l t i e m p o ; el s o l , y los cinco planetas conocidos entonces, y que l l a m a m o s Sat u r n o , J ú p i t e r , M a r t e , V e n u s y M e r c u r i o . L a percepción de las cosas divinas en la belleza de las estrellas, no era desconocida para los S h u m i o - A c c a d i o s . E s t o r e s u l t a p r o b a d o a m p l i a m e n t e , p o r q u e en su es-
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HISTORIA DE CALDEA
•critura más r e m o t a , el signo de u n a estrella se ve e m pleado para expresar, no la idea de a l g ú n dios ó diosa e n p a r t i c u l a r , sino la del p r i n c i p i o d i v i n o , la d i v i n i d a d en general. E l n o m b r e de cada d i v i n i d a d está precedido p o r u n a estrella, significando «el dios t a l ó c u a l » . E m p l e a d o de esta m a n e r a , el signo se leía en el antiguo i d i o m a : « D i n g i r » «dios, d i v i n i d a d » . L a l e n g u a semítica de B a b i l o n i a , que l l a m a m o s «asiría», m i e n t r a s adaptaba la escritura a n t i g u a á sus p r o p i a s necesidades, conservaba este uso del signo «estrella», y se leia ilu « D i o s » . E s t a p a l a b r a — I L U Ó E L — l a e n c o n t r a m o s en todos los i d i o m a s semíticos, a n t i g u o s ó m o d e r n o s , en los nombres que se d a n á D i o s , en el árabe ALLAH , como t a m b i é n en el hebreo ELOHIM. 3 . Basada esta r e l i g i ó n y t e n i e n d o su centro en l a a d o r a c i ó n de los cuerpos celestes, fué l l a m a d a Sabeísmo, y era c o m ú n á la m a y o r parte de las razas semíticas, cuya v i d a p r i m i t i v a y n ó m a d a en los i n mensos pastos desiertos, remotos y sin m o n t a ñ a s , c o n las v i g i l i a s de la noche para c u i d a r los grandes r e b a ñ o s , les llevaba á la c o n t e m p l a c i ó n y á la observación de los astros. E s de n o t a r que los Semitas daban el p r i m e r puesto al s o l , y no como los S h u m i o Accadios á la l u n a , p r o b a b l e m e n t e p o r su s e n t i m i e n to cercano al t e r r o r , al sentir su d e s t r u c t o r a i n f l u e n cia en las frecuentes sequías y el calor sofocante del desierto . x
4 . Carácter m u y saliente del nuevo o r d e n de cosas, era el g r a n p o d e r y la i m p o r t a n c i a del cuerpo sacerdot a l . E l estudio provechoso de l a ciencia exige dos cosas: s u p e r i o r i d a d i n t e l e c t u a l , y t i e m p o bastante para el e s t u d i o ; es decir, estar l i b r e de los cuidados diarios i
Véase A. H . Sayce. Los Antiguos Imperios del Oriente ( i 8 8 3 ) , pá-
gina 389.
RELIGIÓN
BABILÓNICA
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para procurarse las necesidades de la v i d a . E n los a n t i g u o s y remotos t i e m p o s , los pueblos en general reconocían s u p e r i o r i d a d en aquellos h o m b r e s que sab í a n más que e l l o s , que p o d í a n enseñarles y ayudarles con sus juiciosos consejos, y les atendían con vol u n t a r i a s c o n t r i b u c i o n e s , para darles el t i e m p o necesario á sus estudios. Nada más n a t u r a l que u n a raza, para q u i e n la ciencia y la r e l i g i ó n era u n a m i s m a cosa, honrase á los h o m b r e s que f o r m a b a n como u n a g r a n r a m a a p a r t e , impuestos en las cosas celestes, y les concediese u n a g r a n influencia en los asuntos p ú b l i -
REPRESENTACIÓN
DEL PECADO
ORIGINAL
según Smith, Génesis caldea.
eos y p r i v a d o s , creyéndoles, como lo creían, en com u n i c a c i ó n directa con la d i v i n i d a d ; y de esto, á que aquellos h o m b r e s tenidos p o r superiores tomasen para si el g o b i e r n o entero de la n a c i ó n como sus directores n a t o s , n o había más q u e u n paso. H u b o otra c i r c u n s t a n c i a , qLie a y u d ó á realizar este resultad o . L o s Caldeos eran devotos creyentes en l a astrol o g i a , f o r m a de s u p e r s t i c i ó n , en que u n a r e l i g i ó n a s t r o n ó m i c a como el sabeismo, fácilmente p o d i a degenerar, u n a vez a d m i t i d o que las estrellas son seres d i v i n o s , dotados de i n t e l i g e n c i a , v o l u n t a d y poder. ¿Qué cosa más n a t u r a l , que i m a g i n a r s e p u e d a n d i r i g i r y arreglar el destino de los h o m b r e s p o r u n a
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HISTORIA
DE
CALDEA
misteriosa influencia? Suponíase que esta i n f l u e n c i a dependía de sus m o v i m i e n t o s , su posición en el cielo, sus combinaciones c o n t i n u a m e n t e v a r i a d a s , y sus relaciones m u t u a s ; con esta suposición, t o d o m o v i m i e n to de u n astro — su s a l i d a , su ocaso ó su paso p o r el c a m i n o de otro—-el más ligero cambio en el aspecto d e l t i e m p o , t o d o fenómeno i n u s i t a d o — u n eclipse, p o r ejemplo — debían tener a l g ú n sentido m u y p r o f u n d o , presagiando bien ó m a l para los h o m b r e s , c u y o destino debía estar constantemente escrito en el a z u l del cielo, t a n claramente como en u n l i b r o . ¡ S i fuese posible, aprender su lenguaje y leer sus signos! Se creía que esta i n t e l i g e n c i a estaba al alcance de los h o m b r e s , pero que p o d í a n a d q u i r i r l a sólo a l g u n o s sabios dotados de talento excepcional, aquellos á quienes éstos j u z g a b a n d i g n o s de r e c i b i r sus i n s p i r a c i o n e s , que n a t u r a l m e n t e h a b í a n de ser t a m b i é n sacerdotes. E l l o s m i s m o s eran fervientes p a r t i d a r i o s de la ast r o l o g í a , que consideraban como u n a ciencia t a n verdadera como la a s t r o n o m í a , y asi llegaron á ser los intérpretes reconocidos de la v o l u n t a d d i v i n a , copartícipes , d i g á m o s l o a s í , de los secretos acuerdos d e l cielo. T a l p o s i c i ó n a u m e n t ó n a t u r a l m e n t e su p o d e r , y p r o p i o t a m b i é n de la naturaleza h u m a n a era a b u sasen de éste p a r a robustecer su i n f l u e n c i a sobre el e s p í r i t u p ú b l i c o , y favorecer sus propias y ambiciosas m i r a s . S i n e m b a r g o , siendo los más hábiles é i n s t r u i d o s de la n a c i ó n , eran al m i s m o t i e m p o los más aptos para g o b e r n a r l a , y así lo h i c i e r o n . C u a n d o l a c u l t u r a semítica se extendió p o r S h u m i r , que avanzó g r a d u a l m e n t e desde el N o r t e , es d e c i r , la t i e r r a de A c c a d , establecieron en cada g r a n c i u d a d — U r , E r i d h u , L a r s a m , E r e c h — u n magnífico t e m p l o , c o n
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sus sacerdotes, su b i b l i o t e c a , su Ziggurat ú observat o r i o . L a s ciudades y todo el t e r r i t o r i o de l a comarca que dependían de e l l o s , estaban gobernadas p o r sus respectivos colegios; y cuando con el transcurso •del t i e m p o , el poder se centralizó en manos de u n o s ó l o , éstos f u e r o n t a m b i é n sacerdotes, reyes, fiatesis, cuya a u t o r i d a d real debió estar en g r a n manera m e r m a d a y l i m i t a d a p o r la de sus colegas en el sacerd o c i o . Se conoce esta f o r m a de g o b i e r n o bajo el n o m b r e de teocracia, compuesto de dos palabras griegas, q u e significan « g o b i e r n o d i v i n o » . 5 . E s t a r e f o r m a religiosa representa u n a r e v o l u c i ó n c o m p l e t a , aunque p r o b a b l e m e n t e pacífica, en l a c o n d i c i ó n de la « T i e r r a entre los R í o s » . L a nueva y más elevada c u l t u r a se había a f i r m a d o completamente como p r e d o m i n a n t e en sus dos grandes pro^ v i n c i a s , pero en nada t a n t o como en la r e l i g i ó n n a c i o n a l , que, puesta en contacto con las concepciones de los S e m i t a s , se vio m o d i f i c a d a p o r cierta direcc i ó n más n o b l e , u n sentido m o r a l más p u r o , que p a rece fué p a r t i c u l a r m e n t e s e m í t i c o , aunque destinado á elevarse á su más alta perfección p o r l a r a m a hebrea de l a raza. E l sentido m o r a l es u n a influencia s u t i l , que se abre camino en los corazones y pensam i e n t o s de los h o m b r e s , de u n m o d o m u c h o más seg u r o é i r r e s i s t i b l e que cualquiera p r e d i c a c i ó n ó m a n d o , pues el h o m b r e se i n c l i n a hacia l o que es bueno y h e r m o s o , cuando se le presenta. A s i los a n t i g u o s m o r a d o r e s de aquel p a í s , los S h u m i o - A c c a d i o s p a r a •quienes su grosera y h o r r i b l e creencia en los duendes n o p o d í a servirles de m u c h o consuelo, no t a r d a r o n en s e n t i r aquella saludable y benéfica i n f l u e n c i a , y de seg u r o á ella debemos los hermosos rezos é h i m n o s que i n d i c a n el más alto grado de su r e l i g i ó n . L a concien-
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HISTORIA
DE
CALDEA
~cia del pecado, el sentimiento de la c o n t r i c i ó n , de l a sujeción á u n poder ofendido y á pesar de esto m i s e ricordioso , t a n sorprendente y claro en lo que l l a m a m o s « L o s Salmos penitenciales» (véase p á g . 184), l a poesía en algunos de los ú l t i m o s h i m n o s , p o r ejemp l o el del S o l (véase p á g . 185), son caracteres t a n dist i n t a m e n t e semíticos que nos sorprenden p o r su semejanza con ciertos trozos de la B i b l i a . S i n e m b a r g o , u n a nación no o l v i d a jamás ó n o abandona enteramente sus creencias p r i m i t i v a s y sus prácticas r e l i g i o sas. L o s hábiles gobernantes sacerdotales de S h u m i r y A c c a d , no t r a t a r o n de o b l i g a r al p u e b l o á que abandonase sus antiguas creencias, sino que al i n t r o d u c i r y p r o p a g a r la nueva r e l i g i ó n , les p e r m i t i e r o n c o n t i n u a r creyendo en sus huestes de espíritus m a l i g n o s , y sus seres benéficos, en sus conjuros y adivinaciones, y en el arte de echar y rechazar los encantos y h e c h i zos. A u n m á s ; con el transcurso del t i e m p o los sacerdotes i n s t r u i d o s estudiaron de cerca las creencias é ideas más a n t i g u a s , y q u e d a r o n asombrados de la belleza de a l g u n a de sus concepciones, especialm e n t e la del siempre benévolo y v i g i l a n t e E s p í r i t u de la T i e r r a , E a , y su h i j o M e r i d u c , el m e d i a d o r , el a m i go de los h o m b r e s ; y creyendo que estas concepciones y las de algunas otras divinidades nacionales favoritas del p u e b l o , eran dignas de ser adoptadas, las i n t r o d u j e r o n en su p r o p i o sistema r e l i g i o s o , r e s u l t a n d o con ello más c o m p l i c a d o , pues g r a n n ú m e r o de espíritus y demonios r e c i b i e r o n colocación en el nuevo sistema, aunque con el rango de «espíritus i n feriores d e l cielo y de la t i e r r a » . C o n el t i e m p o transc u r r i d o de cerca de m i l a ñ o s , la f u s i ó n llegó á h a cerse de t a l m o d o , que realmente h u b o u n a nueva r e l i g i ó n . y u n nuevo p u e b l o , resultado de u n l a r g o
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trabajo de amalgama y de u n i ó n . L o s S h u m i o - A c c a dios de raza i n f e r i o r pero p u r a , no subsistieron a ú n m u c h o t i e m p o , n i los Semitas conservaron existencia aparte; fundiéronse en otra n a c i ó n de razas mezcladas , cuyos i n d i v i d u o s en el ú l t i m o p e r i o d o f u e r o n conocidos bajo el n o m b r e genérico de C a l d e o s , y cuya r e l i g i ó n m i r a d a con respeto p o r su p r o d i g i o s a a n t i g ü e d a d , era sin embargo r e c i e n t e , siendo el resultado de dos creencias i n f i n i t a m e n t e más a n t i g u a s , como acabamos de ver. C u a n d o H a m m u r a b i estableció su residencia en B a b e l , c i u d a d que habia t o m a d o en los ú l t i m o s tiempos i m p o r t a n c i a , hizo de ella la capital d e l I m p e r i o , p o r p r i m e r a vez c o m p l e t a m e n te u n i d o bajo su m a n d o . De aquí el n o m b r e de B a b i l o n i a dado p o r los a n t i g u o s escritores á la tierra de S h u m i r y A c c a d , a u n con más frecuencia que el de C a l d e a , l l a m a n d o á su sistema religioso i n d i s t i n t a m e n t e b a b i l ó n i c o ó caldeo, y no pocas veces caldeobabilónico. 6 . E s t a r e l i g i ó n d e f i n i t i v a m e n t e establecida y c o n servada sin alteraciones á través de veinte s i g l o s , ten i a u n doble carácter que es preciso conocer bien para c o m p r e n d e r su n o r m a y sentido. P o r u n l a d o , como a d m i t í a la existencia de varios poderes d i v i n o s , que c o m p a r t í a n entre sí el g o b i e r n o del m u n d o , era decididamente POLITEÍSTA Ó sea « r e l i g i ó n de m u c h o s dioses». P o r o t r a p a r t e , como p r o b a b l e resultado de la observación de los m o v i m i e n t o s estrictamente r e gulares de los a s t r o s , habia llegado á c o m p r e n d e r l a existencia de Un Poder supremo rey y soberano ú n i co. H o m b r e s dedicados al estudio de la astronomía, no p o d í a n menos de n o t a r que todos aquellos seres b r i l l a n t e s que creían d i v i n o s y poderosos, no eran a b s o l u t a m e n t e i n d e p e n d i e n t e s ; que sus m o v i m i e n t o s
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y combinaciones estaban demasiado armonizados, eran demasiado exactos, regulares siempre en sus p e riódicas repeticiones, para que t o d o ello p u d i e r a ser v o l u n t a r i o , que p o r consiguiente obedecían, obedecían á u n a L e y , á u n Poder superior á e l l o s , super i o r a l cielo m i s m o , i n v i s i b l e , insondable é inaccesible a l pensamiento ó a l ojo h u m a n o . L a percepción de esta idea era u n g r a n paso en d i r e c c i ó n recta h a cia el MONOTEÍSMO, es decir l a creencia en u n solo D i o s ; pero aquella percepción era m u y vaga y r e m o t a , para verse c o m p l e t a m e n te realizada y expuesta. L o s sacerdotes que, p o r su l a r g o ejercicio en l a reflexión y pensamiento abstractos p o d i a n p r o f u n d i z a r en t a l idea y l l e g a r m á s cerca de l a v e r d a d que l o s o t r o s , se esforzaron en expresar su p e n samiento p o r m e d i o d e l lenguaje y de imágenes, que al f i n acababan p o r oscurecer el concepto o r i g i n a l en vez de p o n e r l o más en claro. A d e m á s no i m a g i n a b a n el m u n d o como creado p o r D i o s , hecho p o r u n acto de su v o l u n t a d , sino como u n a de sus f o r m a s , u n a m a n i f e s t a ción s u y a , parte d e l m i s m o , de su p r o p i a s u s t a n cia. P o r consiguiente en el g r a n t o d o d e l universo, y en cada u n a de sus p a r t e s , en las misteriosas fuerzas que t r a b a j a n en é l — l a l u z , el calor, l a v i d a y el d e s a r r o l l o — a d m i r a b a n y adoraban no el p o d e r de D i o s , sino su presencia m i s m a ; u n a de las maneras i n n u m e r a b l e s é i n f i n i t a m e n t e variadas en que se d a á conocer y se hace v i s i b l e á los h o m b r e s , en u n a p a l a b r a una emanación de Dios. L a palabra «emanación fué adoptada como la ú n i c a que en cierto m o d o p o d r í a expresar aquella idea s u t i l y c o m p l i c a d a . U n a
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«emanación no es completamente la cosa m i s m a , sino u n a p o r c i ó n de ella, que sale de ella y se separa de •ella, y que s i n embargo no puede e x i s t i r sin e l l l a . A s í el p e r f u m e de u n a flor no es la flor, es u n desa r r o l l o ó a u m e n t o de ella; sin embargo la flor lo p r o d u c e , y no puede existir p o r sí m i s m o s i n la f l o r . L o m i s m o puede decirse de la n e b l i n a que se levanta •de la tierra cálida en sitios bajos y h ú m e d o s en u n a tarde de v e r a n o ; es u n a emanación de la t i e r r a . 7. L o s sacerdotes caldeo-babilónicos conocían varias emanaciones d i v i n a s , que t r a n s f o r m a b a n en otras tantas personas d i v i n a s , dándolas t a m b i é n n o m b r e s y a t r i b u y é n d o l e s funciones d e t e r m i n a d a s . De éstas colocaban algunas en u n rango más elevado, otras en u n o más b a j o , relación que expresaban á veces p o r las h u m a n a s de «padre é h i j o » , y las arreglaban en g r u p o s , científicamente dispuestos. Sobre todas ellas •establecieron dos triadas ó « g r u p o s de tres». L a primera triada comprendia á A N U , E A y B E L , los dioses s u p r e m o s , y procedentes de la a n t i g u a ser i e de d i v i n i d a d e s shumio-accadias. A N U es A N A «Ciel o » , y los epítetos que se le dan en varios textos, p r u e b a n de u n a manera suficiente el concepto que se h a b r á n f o r m a d o de é l ; asi se le l l a m a « e l señor de los cielos e s t r e l l a d o s » , «el señor de la o s c u r i d a d » el p r i m o g é n i t o , el más a n t i g u o , el padre de los dioses». É A , conservando sus antiguas atribuciones como « señor del abismo » , el e s p í r i t u p r e e m i n e n t e , sabio y b e n é f i c o , representa la i n t e l i g e n c i a d i v i n a , el f u n d a d o r y conservador del o r d e n y de la armonía. L a m i s i ó n de separar los elementos del caos, dándoles la f o r m a que c o n s t i t u y e el m u n d o , t a l como l o conocem o s , y p o n e r en orden los cuerpos celestes, asignándoles su camino y d i r i g i é n d o l o s en é l , fué a t r i b u i d a
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á la tercera persona de la t r i a d a , á B E L , h i j o de E A . B e l ó B a l es u n n o m b r e s e m í t i c o , que significa senc i l l a m e n t e «señor». 8 . P o r su naturaleza y sus a t r i b u c i o n e s , claro es que á esta t r i a d a debieron dar cierta vaguedad y alej a m i e n t o . N o así para la segunda t r i a d a , en que l a d i v i n i d a d se m a n i f i e s t a , hallándose en relación más estrecha y más directa con el h o m b r e , ejerciendo m á s i n m e d i a t a i n f l u e n c i a sobre él en su v i d a diaria. L a s personas de esta t r i a d a eran la L u n a , el S o l , y e l p o der de l a a t m ó s f e r a , S I N , SHAMASH y RAMAN, n o m b r e s semíticos que corresponden á los shumio-accadios U R U - K I Ó NANNAR, U D Ó B A R B A R , é IM Ó MERMER. Sin
es
c o n frecuencia l l a m a d o de u n a m a n e r a m u y característica «el dios T r e i n t a » , a l u d i e n d o á sus funciones de m e d i r el t i e m p o y p r e s i d i r a l mes. L o s s e n t i m i e n tos que i n s p i r a b a al s o l , y las cualidades benéficas y espléndidas que se le a t r i b u í a n , nos las d a n á c o n o cer bastante los hermosos h i m n o s citados en el c a p i t u l o I I I . E l dios RAMAN, c o n frecuencia representado en las t a b l i l l a s y c i l i n d r o s , p o r su signo característico, la flecha del rayo en dos ó tres direcciones, era c o n s i derado como el dispensador de l a l l u v i a , el señor de los t o r b e l l i n o s y de la t e m p e s t a d , todo lo c u a l le hacía m u y p o p u l a r , i m p o n i e n d o á l a vez t a n t o t e m o r como g r a t i t u d ; y como las mieses dependían d e l a g u a que daban los riegos p o r m e d i o de los canales, y éstos á su vez no p o d í a n llenarse sin abundantes l l u v i a s , no puede causar m a r a v i l l a que se le llamase especial « p r o t e c t o r y señor de los canales» , « d i s p e n sador de la a b u n d a n c i a » y «señor de la f e r t i l i d a d » . E n su p o d e r t e m i b l e se le describe así: L o s t í t u l o s que le d i s t i n g u e n son: « m i n i s t r o del cielo y de l a t i e r r a » , «señor del a i r e » , «el que l l a m a y e n f u r é c e l a
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t e m p e s t a d » . Se le considera c o m o el d e s t r u c t o r de las cosechas, el que arranca los á r b o l e s , el asolador de l a m i e s . E l h a m b r e , la carestía, y a u n su consecuencia, la peste, estaban entre sus a t r i b u t o s . D e cian que en su m a n o tenía u n a «espada de l l a m a s » , c o n l a c u a l realizaba sus trabajos de d e s t r u c c i ó n , y «esta espada de f u e g o » , que p r o b a b l e m e n t e representa el r a y o , viene á ser su e m b l e m a en las t a b l i l l a s y cilindros . I
9 . L a s nuevas tendencias astronómicas de l a r e l i g i ó n r e f o r m a d a , se a f i r m a n en e l tercer g r u p o de d i v i n i d a d e s . E s t a s son los cinco planetas e n t o n ces conocidos é identificadas con varios dioses de la a n t i g u a creencia. A s í N I N DAR ( l l a m a d o t a m b i é n NINIP Ó N I N B É , originariamente nombre y forma d e l Sol), viene á significar el que gobierna el p l a n e t a más r e m o t o , que l l a m a m o s Sat u r n o ; el a n t i g u o MERIDUG, con el n o m bre semitizado de MARDUK, d i r i g e el planeta J ú p i t e r ; es el m i s m o que los escritores Hebreos l l a m a n M E R O D A C H , n o m b r e que encontramos en la B i b l i a . E l planeta M a r t e corresponde á N E R G A L , el dios guer r e r o , y M e r c u r i o á N E B O , con más p r o p i e d a d N E B U , e l « mensajero de los dioses» , y p r o t e c t o r especial de l a a s t r o n o m í a , m i e n t r a s que el planeta V e n u s estaba bajo el m a n d o de u n a d i v i n i d a d f e m e n i n a , l a diosa ISHTAR , u n a de las más i m p o r t a n t e s y populares de l a serie, que da u n carácter esencial y característico á la r e l i g i ó n caldeo-babilónica, c o m ú n sin embargo á todas las religiones paganas del O r i e n t e , especialmente á las semíticas. • I
Ravvlinson, Chico Monarquías, vol. I , pág. 1 6 4 .
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CALDEA
10. A q u í encontramos u n a d i s t i n c i ó n — l a d i s t i n c i ó n de s e x o s — q u e se extiende p o r toda la n a t u r a l e za a n i m a d a , d i v i d i e n d o todas las cosas que tienen v i d a en dos mitades distintas — machos y h e m b r a s — mitades m u y diferentes en sus cualidades, con f r e cuencia opuestas, casi hostiles, y sin embargo dependientes eternamente u n a de o t r a , no siendo t a m p o c o completas ó perfectas, capaces de existir p o r sí solas.
BUSTO
DE
ALABASTRO
CON INSCRIPCIÓN
EN
QUE
SE L E E EL
NOMBRE
DE
NEBO
(British Museum.)
Separadas p o r el contraste, y s i n embargo arrastradas á v i v i r j u n t a s p o r u n a irresistible s i m p a t í a , que da p o r resultado la u n i ó n más estrecha, la del a m o r y afección, ambos sexos atraviesan la v i d a j u n t o s , y j u n t o s realizan la obra del m u n d o . L o que no tiene u n o ó tiene en u n grado deficiente, l o encuentra en el o t r o , y esta u n i ó n hace del m u n d o u n a cosa total-, c o m p l e t a , perfecta y a r m ó n i c a . L a naturaleza
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m a s c u l i n a , a c t i v a , fuerte y algo severa, a u n cuando clemente y b o n d a d o s a , i n c l i n a d a á lo t u r b u l e n t o , á la v i o l e n c i a , y á veces á la c r u e l d a d , se c o m p l e t a y m o d e r a p o r la naturaleza f e m e n i n a , no menos activa, pero con más c a l m a , dispensadora de suaves i n f l u e n cias, de modales más d u l c e s , más u n i f o r m e s en el sentimiento y en sus manifestaciones. 11. E n n i n g u n a relación de la v i d a h a y , sin embarg o , a r m o n í a de acción m a s c u l i n a y femenina t a n c o m p l e t a , como la que existe entre m a r i d o y m u j e r , p a d r e y m a d r e . N o hay necesidad de grandes esfuerzos de i n t e l i g e n c i a para c o m p r e n d e r l o . Más allá de los l í m i t e s de la Naturaleza a n i m a d a en el m u n d o general, para los h o m b r e s que consideraban cada parte ó fuerza del Universo dotada como u n a p a r t í c u l a de la naturaleza y poder d i v i n o s , había m u c h a s cosas que les parecían u n i d a s en opuesta acción y sin e m bargo c o m ú n , á manera de los sexos. S i el i n m e n s o y distante cielo era el r e g u l a d o r y señor u n i v e r s a l , m a n a n t i a l de todas las cosas, el padre de los dioses, de seguro la hermosa t i e r r a , buena n o d r i z a , a l i m e n t a d o r a y conservadora de t o d o lo que tiene v i d a , p o día ser l l a m a d a la m a d r e u n i v e r s a l . S i el t e r r i b l e sol de verano y del M e d i o d í a p o d í a considerarse c o m o el c o n q u i s t a d o r i r r e s i s t i b l e , el t e m i b l e rey del m u n d o , llevando la m u e r t e y la enfermedad en su m a n o , ¿no era la t r a n q u i l a y amable l u n a de luz apacible y r e p a r a d o r a , l l e v a n d o consigo el consolador descanso de su frescura y sus saludables r o c í o s , su dulce reina? N o h a y p o d e r n i fenómeno en la naturaleza que n o presente á u n a i m a g i n a c i ó n poética doble aspecto, correspondiente á las cualidades y p a r t i c u l a r i d a d e s d i versas del género m a s c u l i n o y f e m e n i n o . L o s a n t i g u o s pensadores, sacerdotes, que t r a s l a d a r o n las vagas
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conjeturas d e l espíritu investigador á proyectos y sistemas de p r o f u n d a s i g n i f i c a c i ó n , expresaban este sent i d o de la doble naturaleza de las cosas, adorando u n
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d o b l e ser ó p r i n c i p i o d i v i n o , m a s c u l i n o y f e m e n i n o . A s i cada dios tenía esposa en todas las series de emanaciones y manifestaciones divinas. Y como todos los dioses no eran en r e a l i d a d más que diferentes n o m -
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bres y formas del S u p r e m o é insondable UNO, así t o das las diosas representan solamente á B E L I T , el g r a n p r i n c i p i o femenino de la n a t u r a l e z a — f e c u n d i d a d , m a t e r n i d a d , t e r n u r a — c o n t e n i d a s t a m b i é n , como t o d o , e n aquella UNIDAD y emanando de ella en u n a suces i ó n sin fin. De aquí resulta que las diosas de l a r e l i g i ó n caldeo-babilónica, a u n q u e diversas en n o m b r e y aparentemente en a t r i b u c i o n e s , r e s u l t a n a d m i r a b l e m e n t e i g u a l e s , si se consideran de más cerca. E r a n todas más ó menos repeticiones de B E L I T , m u j e r de B E L Ó B a l . S u n o m b r e , que no es más que la f o r m a femenina del n o m b r e del dios, significando « l a Señ o r a » como B e l significa «el S e ñ o r » , nos p r u e b a de u n a manera suficiente que ambos no eran en r e a l i d a d más que u n o . De las otras diosas las más notables s o n ANAT Ó NANA ( T i e r r a ) , m u j e r de A N U ( C i e l o ) , ANUNIT ( l a L u n a ) , esposa de S h a m a s h (el S o l ) , y ú l t i m a m e n t e ISHTAR, regente del planeta V e n u s p o r su p r o p i o derecho, y p o r m u c h o s conceptos l a más atract i v a y más interesante de l a serie. E r a u n a g r a n favor i t a , adorada como la reina del a m o r y de la belleza, y t a m b i é n como la reina g u e r r e r a , que lleva los h o m b r e s á actos de valor, los a n i m a y protege en las batallas, quizás p o r q u e los h o m b r e s h a n l u c h a d o á m e n u d o y hecho l a g u e r r a p o r a m o r de m u j e r e s , y p r o b a b l e m e n t e t a m b i é n p o r q u e el planeta V e n u s , su p r o p i a e s t r e l l a , aparece no sólo p o r l a tarde i n m e d i a t a m e n t e después de l a puesta del s o l , sino t a m b i é n antes del d e s p u n t a r del d í a , y asi parece i n v i t a r á los h o m b r e s á renovar sus esfuerzos y su a c t i v i d a d . I s h t a r no p o d í a ser u n a excepción d e l p r i n c i p i o general y quedar soltera. P e r o su m a r i d o DUMUZ ( u n n o m b r e del S o l ) , estaba á su lado en u n a p o s i c i ó n enteramente subord i n a d a , y en v e r d a d , sería poco conocido á no ser p o r C
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u n hermoso cuento que se refiere de ellos en u n poem a m u y a n t i g u o y que se colocará entre otros en los capítulos siguientes. 12. Sería enojoso é i n ú t i l dar aquí nombres de dioses y d i o s a s , aunque haya u n b u e n n ú m e r o , y aparezcan más y más á m e d i d a que se descubran y lean nuevas t a b l i l l a s . L a m a y o r parte de ellos no son en r e a l i d a d más que diferentes nombres para las m i s mas supuestas d i v i n i d a d e s ; y el p a n t e ó n caldeo-babil ó n i c o — ó asamblea de personas divinas — está s u f i cientemente representado p o r los que se l l a m a n «los doce grandes dioses», que f u e r o n u m v e r s a l m e n t e reconocidos p o r estar á la cabeza de los demás, y de los cuales repetiremos aquí los n o m b r e s : A N U , E A y B E L , SIN,
SHAMASH y R A M Á N , NINDAR, MARUDUK, N E R G A L ,
NEBO , B E L I T é ISHTAR.
Cada u n o tenía numerosos t e m p l o s p o r t o d a la com a r c a ; pero no había c i u d a d que no adoptase su especial f a v o r i t o , cuyo t e m p l o creía era el más a n t i g u o , más grande y más suntuoso, y de cuya adoración era especialmente devota desde tiempos i n m e m o r i a l e s . É a , el dios más q u e r i d o de la a n t i g u a S h u m i r , t e n i a su p r i n c i p a l s a n t u a r i o , que c o m p a r t í a con su h i j o M e r i d u g , en ERIDHU ( h o y A b u - S h a h r e i n ) , c i u d a d la más m e r i d i o n a l , y quizás la más a n t i g u a de S h u m i r , situada cerca de la desembocadura del E u f r a t e s , puesto que el golfo Pérsico avanzaba hasta este p u n to en el año 4000 antes de J . C . , y aquella era de seg u r o u n a estación conveniente para el g r a n « S e ñ o r del a b i s m o » , el Pez-dios O a n n e s , que salía de las aguas p a r a enseñar al género h u m a n o . U R , como h e m o s v i s t o , era la residencia consagrada p o r el t i e m p o , de la diosa L u n a . E n E R E C H , A n u y A n a t ó N a n a — C i e l o y T i e r r a — e r a n especialmente honrados desde
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la más r e m o t a a n t i g ü e d a d , siendo adorados j u n t o s en el t e m p l o l l a m a d o « l a Casa del Cielo» ; lo cual puede haber sido causa del carácter especialmente sagrado a t r i b u i d o á las cercanías de E r e c h , como lo p r u e b a la fatiga increíble con que aquellas gentes se esforzar o n d u r a n t e siglos en enterrar sus d i f u n t o s en dichas cercanías, como si con ello estuviesen bajo la p r o t e c ción i n m e d i a t a de la diosa de la tierra . (Véase el cap. I I I . ) !
L a r s a m t r i b u t a b a u n homenaje especial á S h a m a s h , y era célebre p o r su a n t i q u í s i m a «Casa del S o l » . E l S o l y la L u n a — Shamash y A n u n i t — t e n í a n sus santuarios en SIPPAR, á la o r i l l a del « C a n a l R e a l » , que corría casi paralelo al Eufrates , y en AGADÉ , la c i u d a d de S a r g ó n , situada precisam e n t e enfrente á la otra o r i l l a d e l canal. E l n o m b r e de A g a dé se abandonó con el transcurso del t i e m p o , y ambas ciuEL REY MERODOCH-IDDIN-AKHI dades f o r m a r o n u n a , d i s t i n guiéndose sólo p o r las adiciones « S i p p a r d e l S o l » y « S i p p a r de A n u n i t » . L o s Hebreos l l a m a b a n á la c i u d a d u n i d a «los dos S i p p a r s » , SEPHARVAIM, n o m b r e que encontramos en la B i b l i a . 13. E l l u g a r donde estuvo esta i m p o r t a n t e c i u d a d , fué d u r a n t e m u c h o t i e m p o d u d o s o ; pero en 1881, 1
L a estatua de esta misma diosa N a n a , fué la que según hemos
visto, se llevó el conquistador elamita Kudhur-Nankhundi,
en el
año 2280 antes de J . C . , volviendo á colocarla en su sitio Asshurba" nipal en 645 antes de J . C.
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HISTORIA
DE
CALDEA
otro de los más hábiles é infatigables investigadores, M r . H o r m u z d R a s s a m , que empezó su carrera como ayudante de L a y a r d , hizo u n d e s c u b r i m i e n t o que resolvió d e f i n i t i v a m e n t e la cuestión. E s t a b a cavando en u n t e r r a p l é n conocido p o r los Árabes con el n o m b r e de A b u - H a b b a y llegó á las salas de u n a vasta const r u c c i ó n que reconoció ser u n t e m p l o . Pasó de cuarto en cuarto hasta llegar á u n o más pequeño, con p a v i m e n t o de asfalto, que i n m e d i a t a m e n t e supuso ser el archivo del t e m p l o . «Hasta la f e c h a » , dice M r . R a s sam en su r e l a c i ó n , «todas las construcciones asirías y babilónicas se encontraban generalmente con p a v i m e n t o de p i e d r a ó l a d r i l l o , p o r lo que este nuevo desc u b r i m i e n t o me s u g i r i ó la idea de r o m p e r el asfalto para e x a m i n a r l o . A l hacerlo, encontramos, sepultado en u n r i n c ó n del cuarto á unos tres pies debajo de la superficie, u n cofre de barro con i n s c r i p c i ó n , en el i n t e r i o r del cual estaba depositada u n a t a b l i l l a de p i e d r a . . . » Rassam había encontrado el archivo del famoso t e m p l o del S o l , como resultó p r o b a d o , no sólo p o r la t a b l i l l a sino p o r los numerosos documentos que la acompañaban, y que d i e r o n los n o m b r e s de los constructores y restauradores del t e m p l o . E n cuanto á la t a b l i l l a , es l a obra de arte más h e r m o s a y m e j o r conservada en su clase que hasta el día se h a encont r a d o ; fué depositada cerca del año 88o ( a . de J . C.) con m o t i v o de una r e s t a u r a c i ó n , y representa al dios m i s m o sentado en u n t r o n o , recibiendo el h o m e n a j e de sus adoradores, m i e n t r a s encima el disco del sol está suspendido p o r dos fuertes cuerdas, como u n a l á m p a r a gigantesca p o r dos seres que le s i r v e n , y que p u e d e n p r o b a b l e m e n t e pertenecer al ejército de I g i g i ó espíritus d e l cielo. L a i n s c r i p c i ó n en caracteres a d m i r a b l e m e n t e claros y perfectamente conser-
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v a d o s , nos i n f o r m a de que aquella es « l a i m a g e n de S h a m a s h , el g r a n Señor, que vive en la Casa del S o l , (E-Babbara)""la cual se h a l l a en la c i u d a d de S i p p a r » * (Véase el f r o n t i s p i c i o ) . E r a este u n hallazgo verdaderamente m a g n i f i c o é irrecusable para fijar el sitio d e l t e m p l o de A n u n i t , y de consiguiente de l a venerable c i u d a d A g a d é . E n cuanto á B a b i l o n i a , fué colocada desde su o r i g e n bajo la protección d i v i n a en general, como l o i n d i c a su p r o p i o n o m b r e s e m í t i c o , BABILU, que s i g n i f i c a , como hemos visto y a , «la P u e r t a d e D i o s » , y corresponde exactamente al n o m b r e s h u m i o - a c c a d i o de la c i u d a d (KA-DINGIRRA Ó K A - D I M I R R A ) ; pero más tarde eligió u n protector especial e n la persona de MARUDUK , el a n t i g u o M e r i d u g . C u a n d o B a b i l o n i a llegó á ser la capital de l a m o n a r q u í a u n i da de S h u m i r y A c c a d , su d i v i n i d a d p r o t e c t o r a , bajo el n o m b r e de B E L - M A R U D U K ( e l señor M a r u d u k ) se elevó á u n rango más alto que el que había ocupado antes; su t e m p l o eclipsó á todos los demás, y fué u n a m a r a v i l l a del m u n d o p o r su riqueza y esplendor. T u v o o t r o , algo menos e s p l é n d i d o , y f u n d a d o p o r el m i s m o H a m m u r a b i en B o r s i p . De esta manera l a r e l i g i ó n i b a estrechamente u n i d a á l a p o l í t i c a ; pues en los días que precedieron á l a r e u n i ó n de las grandes ciudades bajo el m a n d o de H a m m u r a b i , c u a l q u i e r a de ellas que á l a sazón se encontraba más poderosa, veía á sus sacerdotes reclamar la preeminencia p a r a su d i v i n i d a d local extendiéndola más allá de los l i m i tes de l a c i u d a d m i s m a . A s i l a manera de proceder de los a n t i g u o s reyes de U r , Ur-éa y sus descendientes, no l i m i t á n d o s e a l culto de la L u n a - d i o s nacional, * L o s tres círculos que se ven encima del dios representan el diosL u n a , el Sol-dios, é Ishtar. Así nos lo dicen dos líneas de escrituras, que se leen por encima del dosel.
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HISTORIA DE CALDEA
sino edificando t e m p l o s , en varios lugares y para v a rios dioses, era quizás u n signo de p o l í t i c a general de c o n c i l i a c i ó n t a n t o como de sentido religioso l i b e r a l . 14. P o d r í a creerse que semejante sistema r e l i g i o s o , basado en u n orden tan alto y t a n noble de ideas, h u biera d e b i d o reemplazar al grosero m a t e r i a l i s m o y á las prácticas de conjuros propias de la creencia en los duendes de los p r i m i t i v o s pobladores t u r a n i o s . S i n embargo no sucedió así n i m u c h o menos. Y a hemos
REPRESENTACIÓN
DE UN
CARRUAJE
BABILÓNICO
v i s t o que la nueva r e l i g i ó n acogió, aunque lo hiciese d e u n a m a n e r a que podemos calificar de despreciat i v a , á los espíritus de la a n t i g u a creencia, a g r u p á n dolos sin c u i d a d o , en masa como u n a especie de reg i m i e n t o compuesto de trescientos IGIGI, Ó espíritus d e l cielo, y seiscientos ANUNNAKI , ó espíritus de la t i e r r a . L o s a n t i g u o s exorcistas y hechiceros f u e r o n a d m i t i d o s en el cuerpo sacerdotal, pero en u n a c o n d i c i ó n i n f e r i o r , y p r o b a b l e m e n t e tolerados sólo p o r
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necesidad, pues sabido es cuan aferrado es el p u e b l o á sus antiguas creencias y prácticas. Pero si su posición oficial era s u b o r d i n a d a , su poder efectivo n o era m e n o r , p o r q u e el favor p ú b l i c o y la c r e d u l i d a d estaban de su p a r t e , y de seguro, p o r p u n t o gen e r a l eran más populares que los sabios sacerdotes, consejeros y casi iguales de los reyes, cuyo pensam i e n t o v i v i a en las estrellas, que buscaban en el cielo revelaciones de la v o l u n t a d y la sabiduría d i v i n a s , y que p o r su constante y cuidadosa observación y su cálculo m a t e m á t i c o u n i d o s con las más extrañas i m a g i n a c i o n e s , hacían de la a s t r o n o m í a y astrología conf u s i ó n inextricable de verdad científica y especulación fantástica, que vemos en la g r a n obra (compuesta de setenta tablillas) preparada p a r a la biblioteca de Sarg ó n I I en A g a d é . Que el a n t i g u o sistema de los conj u r o s quedó en toda su fuerza y en uso g e n e r a l , lo p r u e b a n bastante el contenido de las dos p r i m e r a s partes de la g r a n colección de 2 0 0 t a b l i l l a s c o m p i l a das d u r a n t e el reinado del m i s m o rey, y el cuidado c o n que la obra fué copiada u n a y otra vez, comentada y t r a d u c i d a en los ú l t i m o s s i g l o s , como vemos p o r u n a copia hecha para la B i b l i o t e c a R e a l en N í n i v e , la ú n i c a que ha llegado hasta nosotros. 15. P e r o todavía e n c o n t r a r o n u n a tercera r a m a de supuesta « c i e n c i a » , que ocupaba m u c h í s i m o los esp í r i t u s de los Caldeo-Babilonios desde sus t i e m p o s más p r i m i t i v o s hasta los postreros de su v i d a : el arte de la a d i v i n a c i ó n , es decir, de a d i v i n a r y predecir acontecimientos f u t u r o s p o r señales y agüeros, s u perstición nacida de la a n t i g u a creencia, en que cada objeto de la naturaleza i n a n i m a d a estaba poseído ó h a b i t a d o p o r u n e s p í r i t u , y la p o s t e r i o r en u n alto poder r e g u l a d o r del m u n d o y de t o d o lo h u m a n o hasta
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en los más insignificantes d e t a l l e s , manifestándose p o r m e d i o de todas las cosas de la naturaleza, como sus agentes secundarios , de m a n e r a que nada p o día suceder s i n que t u v i e r a oculta s i g n i f i c a c i ó n , la cual p o d í a n descubrir é i n t e r p r e t a r i n d i v i d u o s especialmente dotados y favorecidos. Tratándose d e profecías atmosféricas relativas á la t e m p e r a t u r a y las cosechas, p o d í a n hacerse p o r la observación deL cielo, de la l u n a , la fuerza y la dirección de los v i e n t o s , etc. Pero claro es que si esto se elevase p r i n cipio hasta sus ú l t i m a s consecuencias y se aplicara sin criterio á cualquiera cosa, resultaría u n a i n s i g ne l o c u r a . A s í sucedió á los C a l d e o - B a b i l o n i o s , l o s cuales no sólo n o t a b a n cuidadosamente y explicab a n los sueños, echaban la suerte en casos d u d o sos p o r m e d i o de saetas con inscripciones, i n t e r p r e t a b a n el c r u j i d o de los á r b o l e s , el salto de las f u e n tes y el m u r m u l l o de los a r r o y o s , la dirección y f o r m a de los r e l á m p a g o s , los cambiantes de las l l a m a s que c o n s u m í a n l a s ofrendas, y el h u m o que se escapaba de ellas, sino que evocaban y h a b l a b a n con los espír i t u s de los m u e r t o s , y deducían presagios y agüeros adversos ó felices del vuelo de los p á j a r o s , de las e n trañas de los animales ofrecidos en sacrificio y abiertos al p r o p ó s i t o , de los defectos ó m o n s t r u o s i d a d e s de niños ó animales pequeños; en u n a p a l a b r a , de t o d o y de cualquiera cosa que p o d í a n someter á l a observación. 16. E l más r i d í c u l o de estos extravíos se r e d u j o á sistema en apariencia ordenado y c i e n t í f i c o , desde la p r i m e r a a p a r i c i ó n de la astrologia y de l o s encantos, y f o r m a el asunto de u n a tercera colecc i ó n , de 100 t a b l i l l a s , poco más ó m e n o s , p r o b a b l e m e n t e c o m p i l a d a s p o r aquellos m i s m o s incansables
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sacerdotes de A g a d é , para S a r g ó n , que m a n d ó recop i l a r todas las tradiciones y prácticas relacionadas con cualquiera r a m o que fuese de la ciencia religiosa, para fijarlas en u n m a n u a l de reglas perfectamente clasificadas, como g u i a de los sacerdotes para los s i glos venideros. E s t a colección ha llegado hasta n o s otros más i n c o m p l e t a y en peor estado que las otras; pero l o bastantemente conservada para enseñarnos que u n Caldeo-Babilonio de ideas rectas y dado á las prácticas religiosas, debía pasar su v i d a en r e g i s t r a r las más absurdas n i ñ e r í a s , y en consultar los a d i v i nos y sacerdotes sobre ellas, para no caer en escrúpulos p o r la m a l a i n t e r p r e t a c i ó n de los signos, t o m a n d o c o m o agüero favorable lo que i n d i c a b a t e r r i b l e calam i d a d , ó en otros t é r m i n o s , haciendo ó dejando de hacer las cosas en u n m o m e n t o m a l o ó de m a l a m a nera. L o que produce más sorpresa y verdadero asombro es el a b s u r d o llevado hasta el extremo de los incidentes que gravemente consignaban como relacionados con el bienestar, n o sólo de los i n d i v i d u o s , sino de t o d o el país. ¿Qué d i r e m o s , p o r ejemplo, de l a i m p o r t a n c i a dada á los actos de los perros errantes? V a m o s á referir á nuestros lectores a l g u n a de estas verdaderas locuras referidas p o r M . F r . L e n o r m a n t en su notable l i b r o sobre la a d i v i n a c i ó n caldea: « S i u n p e r r o gris e n t r a en el palacio, será éste c o n s u m i d o p o r las l l a m a s . — S i u n p e r r o a m a r i l l e n t o e n t r a en el palacio, perecerá éste en u n a v i o l e n t a catást r o f e . — S i u n perro m o r e n o entra en el palacio, se c o n c l u i r á la paz con los enemigos. — S i u n p e r r o e n t r a en el palacio y no se le m a t a , la paz del palacio se verá t u r b a d a . — S i u n perro e n t r a en el t e m p l o , los dioses no t e n d r á n p i e d a d de la t i e r r a . — S i u n p e r r o blanco entra en el t e m p l o , sus cimientos s u b s i s t 1-
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HISTORIA
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r á n . — S i u n perro negro entra en el t e m p l o , vacilar á n sus c i m i e n t o s . — S i u n p e r r o gris entra en u n t e m p l o , perderá éste sus b i e n e s . — S i entran r e u n i d o s perros en u n t e m p l o , todos p e r d e r á n su a u t o r i d a d . — S i u n perro v o m i t a en u n a casa, m o r i r á su amo.» 17. E l c a p i t u l o relativo á los nacimientos m o n s truosos es extenso. No solamente se registra toda anomalía p o s i b l e , desde u n dedo más en las manos ó los pies hasta u n a oreja más pequeña que o t r a , con su correspondiente presagio bueno ó m a l o p a r a el país, el rey ó el ejército, sino que las más i m p o s i b l e s m o n s truosidades se enumeran g r a v e m e n t e , relacionándolas con las condiciones políticas de que se suponía eran signos. P o r e j e m p l o : « S i u n a m u j e r da á luz u n n i ñ o con orejas de l e ó n , u n rey poderoso m a n d a r á al país... S i saca pico de p á j a r o , habrá paz en la t i e r r a . . . S i u n a r e i n a da á luz u n n i ñ o con cara de l e ó n , el rey n o t e n d r á r i v a l . . . S i da á luz u n a c u l e b r a , el rey será poderoso... S i u n a yegua da á luz u n p o t r o con melen a de l e ó n , el señor de la t i e r r a a n i q u i l a r á á sus enem i g o s . . . S i tiene patas de p e r r o , la t i e r r a se a u m e n t a r á . . . S i u n a oveja da á luz u n l e ó n , h a b r á g u e r r a y el rey no encontrará r i v a l . . . S i u n a yegua da á luz u n p e r r o , h a b r á desgracia y hambre.» 18. L a s tres grandes ramas de la ciencia religiosa — a s t r o l o g í a , encantos y a d i v i n a c i ó n — estaban r e presentadas p o r sus correspondientes clases de «sab i o s » , que pertenecían todos en diferentes grados al cuerpo sacerdotal: los observadores de las estrellas ó a s t r ó l o g o s ; los magos ó hechiceros; y los a d i v i n o s ó entendidos en sortilegios. L o s ú l t i m o s , á su vez, estaban d i v i d i d o s en m u c h o s g r u p o s , según la clase de a d i v i n a c i ó n que practicaban. Dedicábanse unos especialmente á la i n t e r p r e t a c i ó n de los sueños, o t r o s
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á la d e l vuelo de los p á j a r o s , ó de los signos de la atmósfera, ó de los signos accidentales y agüeros en general. T o d o s estaban c o n t i n u a m e n t e solicitados, así p o r los reyes como p o r los p a r t i c u l a r e s , y todos procedían en estricta c o n f o r m i d a d con las reglas y p r i n c i p i o s sentadas en las grandes obras d e l t i e m p o de S a r g ó n . C u a n d o el I m p e r i o babilónico cesó de e x i s t i r , y los Caldeos no f u e r o n ya n a c i ó n , aquellas artes ocultas c o n t i n u a r o n practicándose, y el n o m b r e de « Caldeo» llegó á ser u n a p o d o , u n s i n ó n i m o de « h o m b r e sabio d e l O r i e n t e » — a s t r ó l o g o , m a g o ó a d i v i n o . — Se dispersaron p o r todo el m u n d o , llevando su ciencia falaz c o n s i g o , p r a c t i c á n d o l a y enseñándol a , y siendo bien recibidos en todas partes p o r los crédulos y supersticiosos, agasajados á veces con a l tos h o n o r e s , y siempre ricamente recompensados. De los Caldeos y sus predecesores los S h u m i o - A c c a d i o s , la creencia en la a s t r o l o g i a , l a b r u j e r í a y toda clase de buenaventura, se d i f u n d i ó entre las naciones de E u r o p a , al m i s m o t i e m p o que las prácticas anejas á ellas, muchas de las cuales encontramos esp a r c i d a s , a u n en en nuestros días, entre las clases poco i l u s t r a d a s . L a s palabras m i s m a s « m á g i c o » y « m a g o » , son probablemente u n a herencia de la más r e m o t a a n t i g ü e d a d . U n o de los vocablos que s i g n i f i ca « sacerdote» , en la a n t i g u a l e n g u a t u r a n i a de S h u m i r era imga, que en el i d i o m a semítico más reciente fué mag. E l Rab-mag, « g r a n sacerdote», ó quizás «jefe de los a d i v i n o s » , era u n f u n c i o n a r i o elevado de la corte de los reyes asirios. De aquí «mago » , « m á g i c o » , « m a g u s » , en todos los i d i o m a s europeos, desde el l a t í n hasta h o y *. 1
« L o s astrónomos, estrelleros, astrólogos, matemáticos,
magos
y caldeos ( q u e tantos nombres llevaron los de aquella s e c t a ) , s a b e -
27O
HISTORIA DE CALDEA
19. E n verdad que no tenemos m o t i v o s para agradecer semejante herencia v i n c u l a d a , que llega hasta nosotros u n i d a á u n g r a n c o n j u n t o de supersticiones, que t a n t o m a l h a n p r o d u c i d o en el m u n d o y que l o p r o d u c e n todavia. Pero no podemos desconocer que al lado de esto los descubrimientos más i m p o r t a n t e s de la astronomía y de las matemáticas en el m u n d o a n t i g u o que h a n llegado hasta nosotros, t i e n e n el m i s m o r e m o t o o r i g e n . A los a n t i g u o s C a l d e o - B a b i lonios debemos no sólo nuestra d i v i s i ó n del t i e m p o , sino la i n v e n c i ó n del reloj de s o l , y la semana de siete d í a s , dedicados al S o l , la L u n a y los cinco p l a n e tas , siendo los nombres de nuestros días meras t r a ducciones de los nombres caldeos. T e n í a n t a m b i é n días señalados, que g u a r d a b a n como fiesta, como días de descanso, t o d o lo cual se r e m o n t a b a hasta los t i e m pos de S a r g ó n de A g a d é . P o r los Semitas de B a b i l o n i a —quizás de los Chaldeos de U r — a q u e l l o s n o m b r e s pasaron á la r a m a hebrea de la raza, la t r i b u de A b r a h a m . mos por Cicerón haberse introducido en R o m a aun antes de que extendiese la ciudad sus conquistas á Grecia y Asia ( 2 1 3 - 1 6 7 antes, de J . C ) . Acarreóles pronto su nocivo y poderoso influjo un decreto de expulsión, que hubo de promulgar el pretor Cayo Cornelio H í s palo, 1 3 9 años antes de nuestra E r a , mandándoles salir de Italia en término de diez días. M a r c o Agripa hizo lo propio siendo edil ( 3 3 ) . Augusto prohibió ( 1 1 años después de C.) que los matemáticos r e s . pondiesen á preguntas sobre los años-de vida y clase de muerte reservados á tal ó cual persona, castigando esta curiosidad i m p í a , reprendida mucho antes por Horacio. Y Tiberio, á pesar de haberse iniciado en las artes caldeas, cuando fué á Rodas, procuró que desterrase d e Italia el Senado á los matemáticos y magos, y que perecieran algunos con afrentosa muerte. P e r o ni los astrólogos se descorazonaron, ni el mismo Tiberio se desligó de la secta, como lo patentiza el haber sorprendido las aspiraciones del cónsul G a l b a , y anunciándole q u e reinaría tarde y p o c o . » — ( N . del T., nandez Guerra.)
tomada de D. Aureliano F e r -
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George S m i t h encontró u n calendario a s i r i o , que e x p l i c a , que el d i a l l a m a d o Sabattu ó Sabaltuv, significa «cesación de t r a b a j o , dia de descanso del esp í r i t u » . E n este día no estaba p e r m i t i d o p r e p a r a r a l i m e n t o s , c a m b i a r de v e s t i d o , ofrecer sacrificios; n o podía el rey h a b l a r en p ú b l i c o , salir en carruaje ó c u m p l i r con a l g ú n deber c i v i l ó m i l i t a r , y n i a u n t o m a r medicinas . T o d o esto era sin d u d a a l g u n a , g u a r d a r el sábado t a n estrictamente como p o d r í a e x i g i r l o el más o r t o d o x o j u d í o . H a y s i n e m b a r g o a l g u n a diferencia. L o s B a b i l o n i o s g u a r d a b a n cinco sábados cada m e s ; de m o d o q u e , eran más de u n o p o r semana; después v o l v í a n p e r i ó d i c a m e n t e á ciertas fechas del m e s , i n d e p e n d i e n t e m e n t e d e l d i a de la semana: el 7, 1 4 , 19 y 28, c o s t u m b r e que parece s i g u i e r o n los A s i r i o s , existiendo indicaciones que r o bustecen la suposición de que t a l sistema fué t a m b i é n seguido p o r otras naciones relacionadas con los J u díos, los B a b i l o n i o s y los A s i r i o s , como sucedió, p o r e j e m p l o , á los F e n i c i o s . J
1
Friedrich Delitzsch, Beigaben (apéndice) á la traducción ale-
Génesis caldeo, de Smith. ( 1 8 7 6 ) , p . Antiguos Imperios delOriente ( i 8 8 3 ) , p. 402. la Historia del Sábado. mana del
Los Qucestiones sobre
3 o o . A. H . S a y c e , W . Lotz,
BAJO RELIEVE CALDEO AívCAICO KEPRESENTANDO yNOS MÚSICOS
(Museo del Louvre, colección de-Sarzec.)
VI
LEYENDAS É HISTORIAS
1. E n la v i d a de todos los n i ñ o s , llega u n m o m e n t o e n que cesan de t o m a r el m u n d o y cuanto en él ven como se les p r e s e n t a , y comienzan á asombrarse y hacer p r e g u n t a s . L a p r i m e r a , l a más n a t u r a l y s i n e m b a r g o l a más i m p o r t a n t e , es: ¿ Q u i é n hizo t o d o esto ? E l s o l , las estrellas, el m a r , los r i o s , las flores y los árboles, ¿de dónde vienen? ¿ q u i é n los creó? A esta p r e g u n t a se encuentra siempre preparada l a contestación: « D i o s l o hizo t o d o . E l Único, el Dios t o d o poderoso creó a l m u n d o , y t o d o l o que está en é l , p o r s u soberana v o l u n t a d . » C u a n d o el n i ñ o sigue p r e g u n t a n d o : «¿Y E l cómo l o hizo ?», le leemos la h i s t o r i a de la creación que es el p r i n c i p i o de l a B i b l i a , nuestro l i b r o sagrado, s i n n i n g ú n c o m e n t a r i o , ó p r e v i n i é n d o l e que para c o m p r e n d e r l o c o m p l e t a m e n t e se necesitan años y conocimientos de m u c h a s clases. Pues las m i s mas p r e g u n t a s h a n hecho los "niños y h o m b r e s en t o dos los siglos; Desde q u e el h o m b r e apareció sobre la t i e r r a , desde que empezó en los cortos intervalos de descanso que le deja la d u r a tarea y l a penosa l u c h a p o r l a existencia, p a r a conseguir a l i m e n t o y calor, á levantar l a cabeza, m i r a r fuera de si y penetrar en las C 18
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HISTORIA DE CALDEA
maravillas que le r o d e a b a n , m e d i t ó é hizo a q u e l l a p r e g u n t a de la m i s m a manera. Y á esta p r e g u n t a t o dos los pueblos h a n dado la m i s m a contestación, en sustancia y espíritu (pues es la sola p o s i b l e ) , reconociendo la i n t e r v e n c i ó n de u n poder d i v i n o , para l l e n a r el m u n d o de v i d a y ordenar las leyes de la naturaleza, aunque con frecuencia presentándola diversa en la f o r m a , pues no p u d i e r o n llegar á la más alta concepción religiosa, á la de la d i v i n i d a d única, i n d i v i s i ble y todopoderosa, a t r i b u y e n d o la creación á « v a rios d i o s e s » , no á u n solo Dios. E s t o n a t u r a l m e n t e dio l u g a r á i n n u m e r a b l e s y más ó menos ingeniosas
ESPÍRITUS
ANTE EL
ÁRBOL
SAGRADO
fantasías y divagaciones, relativas al papel desempeñado en el acto creador p o r esta ó aquella d i v i n i d a d . A s i todas las razas, naciones y a u n t r i b u s , f o r m a r o n para su uso u n a COSMOGONÍA especial, es decir, t r a d u j e r o n como les fué posible sus ideas propias sobre e l o r i g e n del m u n d o . L a m a y o r p a r t e , no habiendo conseguido llegar á u n a esfera de c u l t u r a m u y elevad a , ó á a d q u i r i r conocimientos l i t e r a r i o s , conservab a n las enseñanzas de sus sacerdotes en la m e m o r i a , , y las t r a n s m i t í a n de padres á h i j o s ; de la m i s m a m a n e r a q u e sucede h o y en m a y o r n ú m e r o de p u e b l o s de l o que creemos, con todas las t r i b u s indígenas d e l Á f r i c a , los isleños'de A u s t r a l i a y d e l Pacífico, y otros.
LEYENDAS
É
HISTORIAS
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m u c h o s . Pero las naciones que m a r c h a b a n intelect u a i m e n t e á la cabeza del género h u m a n o y tenían influencia sobre las demás razas menos adelantadas, consignaban en l i b r o s las conclusiones que h a b í a n f o r m u l a d o acerca de la g r a n cuestión que ha agitado siempre el corazón y el e s p í r i t u del h o m b r e ; c o n c l u siones que g u a r d a b a n como tesoro precioso, c o p i á n dolas de t i e m p o en t i e m p o para la i n s t r u c c i ó n de las nuevas generaciones. A s í v a n o s de los grandes p u e blos antiguos t u v i e r o n l i b r o s sagrados que h a b í a n sido escritos en la a n t i g ü e d a d más r e m o t a p o r sus sabios antecesores, y eran repetidos no sólo como cosa santa, sino como superiores á la i n t e l i g e n c i a h u m a n a , revelados directamente p o r la m i s m a d i v i n i d a d , y p o r consiguiente que debían aceptarse, sin disc u s i ó n , como u n a v e r d a d absoluta. C l a r o es que en ello iba el interés de los sacerdotes, conservadores y maestros de toda ciencia r e l i g i o s a ; el alentar y mantener en el pueblo aquella creencia fuera de t o d a d i s c u s i ó n . 2 . De todos estos l i b r o s que h a n llegado hasta nosotros, n i n g u n o s de t a n t o interés é i m p o r t a n c i a como los l i b r o s sagrados de la a n t i g u a B a b i l o n i a , no sólo p o r q u e son los más a n t i g u o s que se conocen, sino p o r haberse atesorado en las bibliotecas sacerdotales de A g a d é , S i p p a r , C u t h a , e t c . , en u n a fecha i n c r e í b l e mente r e m o t a . 3 . E l o r i g i n a l de los sagrados l i b r o s se a t r i b u í a al m i s m o dios E a , personificación de la i n t e l i g e n c i a d i v i n a y preceptor del género h u m a n o bajo la f o r m a d e l p r i m e r hombre-pez, O a n n e s , cuyo n o m b r e es solamente una c o m p o s i c i ó n griega de la palabra accadia E a - H a n « E a el Pez» . A s i nos dice Beroso después !
1
Véase F r . L e n o r m a n t ,
dder, pág. 377.
Die Meagie und Wahrsagekunst der Chal-
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HISTORIA
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CALDEA
de describir á Oannes y sus medios de proceder, que «escribió u n l i b r o sobre el o r i g e n de las cosas y los p r i n c i p i o s de la c i v i l i z a c i ó n , y lo dio á los h o m b r e s » . « E l o r i g e n de las cosas» es la h i s t o r i a de la creación d e l m u n d o , la C o s m o g o n í a , pues según el m i s m o Beroso e x p o n e , citando directamente el l i b r o , empie" za éste: « H u b o u n t i e m p o en que t o d o era o s c u r i d a d y a g u a » . Después sigue u n f r a g m e n t o de m u c h o m é rito, pero p o r desgracia solamente u n f r a g m e n t o , u n o de los pocos conservados p o r los escritores griegos posteriores que c i t a n al a n t i g u o sacerdote de B a b i l o n i a . E s t o s fragmentos contienen cortos bosquejos de varias de las más i m p o r t a n t e s leyendas; pero p o r p r e ciosas que sean, no s u m i n i s t r a n más que u n a i n f o r m a c i ó n de segunda m a n o , c o m p i l a d a , en v e r d a d , de las fuentes originales p o r u n escritor i n s t r u i d o y de conciencia, pero para el uso de u n a raza extranjera; c o m p i l a c i ó n extremadamente condensada, y con los n o m b r e s p o r completo alterados para acomodarlos a l i d i o m a de esta raza. D u r a n t e t o d o el t i e m p o que estuvieron s i n conocerse las fuentes originales, h a l l á banse verdaderas lagunas en el estudio de la r e l i g i ó n de B a b i l o n i a , que n i n g u n a i n t e l i g e n c i a , p o r h á b i l que fuese, podía llenar. Grandes, p o r consiguiente, f u e r o n l a alegría y l a excitación que se p r o d u j o entre los asiriologistas y los sabios conocedores de la B i b l i a , cuando George S m i t h , al clasificar los m i l l a r e s de pedazos de t a b l i l l a s que d u r a n t e años h a b í a n c u b i e r t o el suelo de varias habitaciones apartadas d e l M u seo B r i t á n i c o , encontró p o r acaso algunos que eran evidentemente fragmentos de las leyendas sagradas o r i g i n a l e s , t r a d u c i d a s en p a r t e p o r B e r o s o . L a invest i g a c i ó n de todos los fragmentos de t a n preciosos documentos , y relacionarlos unos con o t r o s , llegó á ser
SARGÓN
DE ASIRÍA
ANTE
EL
ÁRBOL
(Perrot y Chipiez.}
SAGRADO
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l a tarea absoluta de la v i d a de S m i t h ; y como casi todos los que encontró pertenecían á copias sacadas de la B i b l i o t e c a R e a l de N í n i v e , con objeto de enc o n t r a r la colección e m p r e n d i ó su p r i m e r viaje á los terraplenes a s i r i o s , de los cuales t u v o la buena suerte de traer m u c h o s f r a g m e n t o s que faltaban y que pertenecían á copias diferentes, de manera que con frecuencia los unos c o m p l e t a b a n á los otros. A s i las más remotas leyendas de Caldea f u e r o n en g r a n parte r e c o n s t i t u i d a s , aunque p o r desgracia, m u y pocas están en condiciones tales de conservación, que pueda sacarse de ellas u n relato completamente i n t e l i g i b l e y no i n t e r r u m p i d o . N o sólo faltan todavia partes enteras, sino que de las que se h a n e n c o n t r a d o , recompuesto y coleccion a d o , no hay n i u n a en que sus columnas dejen de estar destrozadas, de t a l m o d o , que no falte el p r i n cipio ó el fin de todas las lineas, ó en que éstas se e n c u e n t r a n rotas ó b o r r a d a s , q u e d a n d o sólo algunas palabras de trecho en trecho. C u a n penosa y hasta desesperada á veces debió ser esta tarea para los pacientes i n v e s t i g a d o r e s , puede comprenderse por la m u e s t r a que damos en el grabado a d j u n t o , f r a g m e n t o compuesto de diez y seis t r o zos, que George S m i t h copia en su l i b r o . E s u n a de las llamadas « T a b l i l l a s del D i l u v i o » , es decir, de las que contienen la versión caldea'del d i l u v i o . P o r vent u r a se h a n encontrado más copias de esta h i s t o r i a que de cualquiera de las o t r a s , sin lo cual h u b i é r a mos t e n i d o que contentarnos todavía con la corta reseña de B e r o s o . 4 . Se v e , p o r l o t a n t o , que si h e m o s consignado las antiguas leyendas babilónicas acerca de los p r i n cipios del m u n d o en u n a f o r m a ordenada y c o m p l e -
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t a , no es p o r q u e ele este m o d o haya llegado hasta n o s o t r o s , sino p o r q u e hemos r e u n i d o el resultado d e l l a r g o y paciente trabajo de i n v e s t i g a c i ó n y restaurac i ó n de m u c h o s sabios, t r a b a j o que todavía c o n t i n ú a , y que cada a ñ o , casi cada m e s , descubre nuevos m a teriales, que adicionan ó c o r r i g e n los a n t i g u o s . S i n e m b a r g o , tales como se encuentran estos trabajos, bastan para j u s t i f i c a r nuestro aserto, de que el á
PLACA
DE TIERRA
COCIDA CONTENIENDO PARTE DE L A TRADICIÓN CALDEA D E L DILUVIO
conocimiento de esta m a r a v i l l o s a a n t i g ü e d a d es acaso el más completo y más auténtico que conocemos, dado su alejamiento y su distancia. 5 . L a relación cosmogónica que f o r m a la p r i m e r a parte de lo que S m i t h h a l l a m a d o con g r a n p r o p i e d a d « e l Génesis c a l d e o » , está contenida en cierto n ú m e r o de t a b l i l l a s n u m e r a d a s , en las que se consig-
na que son «Propiedad
de Asshurbanipal,
rey de na-
ciones, rey de Asiría».
L a s p r i m e r a s lineas están i n -
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tactas: — « C u a n d o el cielo a r r i b a y la tierra.abajo n o tenían n o m b r e » — (es decir, según las ideas s e m í t i cas, no existían)—APSU ( e l « A b i s m o » ) y MUMMUTIAMAT (el « M a r a g i t a d o » ) « f u e r o n el p r i n c i p i o de todas las cosas; sus aguas se c o n f u n d í a n » ; frases con las que se da á conocer el caos p r i m i t i v o , que c o n tenía los gérmenes de la v i d a ; pero «la o s c u r i d a d n o se había separado de las aguas, y p o r c o n s i g u i e n te nada b r o t a b a ó crecía, p o r q u e n i n g ú n desarrollo ó v i d a era posible s i n la luz. L o s dioses tampoco exist í a n ; n o tenían n o m b r e n i presidían á los destinos. Entonces aparecieron los grandes dioses, y v i v i e r o n en el cielo y en la t i e r r a (los espíritus del cielo y de l a t i e r r a ) . «Y f u e r o n los días, y el dios « A n u » ( C i e l o ) . . . A q u í se i n t e r r u m p e bruscamente el t e x t o ; es p r o b a ble, sin e m b a r g o , que d i j e r a , cómo después de u n largo transcurso de t i e m p o , los dioses A n u , E a y B e l , la p r i m e r a y suprema t r i a d a existieron. E l f r a g m e n t o s i g u i e n t e , que se h a conservado bastante b i e n p a r a p o d e r conseguir u n relato s e g u i d o , nos h a b l a de la aparición de los cuerpos celestes: « A n u , cuyos dom i n i o s p r o p i o s eran los cielos más elevados ( p o r l o que con frecuencia se les l l a m a « cielo de A n u ) , m a r có las moradas de los grandes dioses (signos d e l Z o d í a c o ) , estableció las estrellas, ordenó los meses y el a ñ o , d e t e r m i n ó su p r i n c i p i o y su fin, y arregló los planetas de manera que n i n g u n o se apartara de su c a m i n o . A s i g n ó como m o r a d a á B e l y E a la suya p r o p i a , abrió t a m b i é n las grandes puertas d e l cielo, fijando firmemente sus cerrojos á derecha y á izquierda» { O r i e n t e y O c c i d e n t e ) ; hizo á N a n n a r ( l a L u n a ) para q u e brillase y le asignó la n o c h e , d e t e r m i n a n d o el t i e m p o de sus m e n g u a n t e s que m i d e n los días, d i ciéndole que «saliese y se p u s i e r a , y se sometiese á
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esta l e y » . O t r a t a b l i l l a , de la cual sólo es i n t e l i g i b l e el p r i n c i p i o , nos dice cómo los dioses ( e n p l u r a l esta vez) crearon los seres vivientes que p u e b l a n l a t i e r r a , el ganado d e l campo y de la c i u d a d y los animales salvajes d e l c a m p o , y las cosas que en él y en l a c i u d a d e x i s t e n ; en u n a p a l a b r a , todas las criaturas v i vientes. 6 . H a y algunas t a b l i l l a s , que se supone t r a t a n de la creación d e l h o m b r e , y acaso d a n a l g u n a n o c i ó n acerca de su desobediencia y caida, análoga á l a que encontramos en el Génesis; pero desgraciadamente se h a l l a n en t a n m a l a conservación, que no se puede aceptar esto con entera c e r t i d u m b r e , y hasta la fecha no se h a encontrado n i n g u n a otra copia. S i n embargo h a y p r o b a b i l i d a d e s de que la sospecha sea exacta, y se apoya t a m b i é n en u n c i l i n d r o de fabricación b a b i l ó n i c a m u y a n t i g u o , que h o y se conserva en el M u seo B r i t á n i c o , c i l i n d r o demasiado i m p o r t a n t e para que h u b i é r a m o s dejado de r e p r o d u c i r l e *. E l á r b o l en m e d i o , la pareja h u m a n a alargando las manos para coger la f r u t a , la serpiente detrás de la mujer, casi puede decirse en a c t i t u d de h a b l a r con e l l a ; t o d a la c o m p o s i c i ó n es bastante elocuente p o r si m i s m a . Y l a a u t o r i d a d de esta representación artística que cabe de u n a manera sorprendente en el vacío que deja el relat o de las t a b l i l l a s , se c o n f i r m a p o r el hecho de que los grabados de los c i l i n d r o s están t o m a d o s i n v a r i a b l e m e n t e de asuntos que se relacionan con la r e l i g i ó n , ó á l o menos con las tradiciones y creencias religiosas. E n c u a n t o á la creación d e l h o m b r e , podemos s u p l i r en p a r t e los detalles que f a l t a n , p o r el f r a g m e n t o de Beroso y a c i t a d o . N o s dice acerca de e l l a — y u n esc r i t o r t a n bien i n f o r m a d o debió h a b l a r con c o n o c i i
"Véase en la pág.
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m i e n t o de c a u s a — q u e B e l dio su p r o p i a sangre para amasarla con el barro de que fueron formados los h o m b r e s , siendo este el m o t i v o de que estén dotados de razón y de que haya en ellos parte de la naturaleza d i v i n a ; manera p o r cierto m u y ingeniosa de expresar la mezcla de elementos terrenos y d i v i n o s , que h a n hecho de la naturaleza h u m a n a u n p r o b l e m a t a n p r o f u n d o y complejo para los más abstrusos pensadores de todos los siglos. 7. E n cuanto al resto de la creación, el relato de Beroso (sacado del l i b r o que se dice dio á los h o m -
LUCHA
DE B E L
CON
EL
DRAGÓN
(Cilindro babilónico.)
bres el fabuloso Oannes) concierta con lo que e n c o n t r a m o s en los textos o r i g i n a l e s , a u n q u e imperfectos, que poseemos. Dice que en la t i n i e b l a del c a o s — cuando t o d o era o s c u r i d a d y agua — el p r i n c i p i o de vida que allí estaba c o n t e n i d o , o b r a n d o sin cesar, pero s i n o r d e n , t o m ó f o r m a en i n n u m e r a b l e s y m o n s t r u o sas p r o d u c c i o n e s : que había seres parecidos á h o m b r e s , algunos con alas, con dos cabezas, otros con pies y cuernos de c a b r a , y algunos con la p a r t e post e r i o r de caballos; toros con cabezas h u m a n a s , perros con cuatro cuerpos y colas de pez, caballos con cabezas de p e r r o ; en una p a l a b r a , toda suerte de c o m b i naciones repugnantes y fantásticas de formas a n i m a -
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l e s , antes que la d i v i n a v o l u n t a d las h u b i e r a separado y clasificado en o r d e n y a r m o n í a . T o d o s estos seres m o n s t r u o s o s perecieron en el m o m e n t o en que B e l apartó los cielos de la t i e r r a creando la l u z , pues eran los h i j o s de la o s c u r i d a d y del desorden, y no p o d í a n resistir al nuevo reino de la l u z , de la ley y de la d i v i n a razón. E n m e m o r i a de la destrucción de aquel a n t i g u o m u n d o caótico y de la p r o d u c c i ó n de otro nuevo, armonioso y b e l l o , las paredes del famoso t e m " p í o de B e l - M a r d o u k , en B a b i l o n i a , estaban cubiertas
OTRA
REPRESENTACIÓN
DE
LA
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DE B E L
CON
EL
DRAGÓN
(Cilindro babilónico.)
con p i n t u r a s representando la i n f i n i t a variedad de monstruosas y variadas f o r m a s , con que u n a exuberante i m a g i n a c i ó n había p o b l a d o el p r i m i t i v o caos; Beroso era sacerdote de este t e m p l o , y nos h a b l a de aquellas representaciones que todavía existían en su t i e m p o ; y aunque n o h a y a quedado n a d a de ellas entre sus r u i n a s , las tenemos de la m i s m a clase en m u c h o s de los c i l i n d r o s que se usaban como d i s t i n tivos personales y como t a l i s m a n e s , empleo que frecuentemente c o m p r u e b a el hallazgo de estos c i l i n d r o s en los sepulcros. * 8 . E l que hace poco nos o c u p a b a , que contiene
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la pareja h u m a n a y l a serpiente, nos conduce á la c o n sideración de u n objeto de la m a y o r i m p o r t a n c i a en la a n t i g u a r e l i g i ó n b a b i l ó n i c a ó caldea, el á r b o l sagrado , el á r b o l de vida. — Q u e este fuera u n símbolo r e l i g i o s o , nos l o demuestra su r e p r o d u c c i ó n casi c o n t i n u a en c i l i n d r o s y e s c u l t u r a s ; y en el q u e nos o c u p a , p o r r u d o que sea el d i b u j o , parece pertenecer el á r b o l á a l g u n a especie de las coniferas, ciprés ó p i n o . P e r o el arte se apoderó p r o n t o de él y empezó á r e cargarlo c o n d i b u j o s s i m é t r i c o s , hasta que p r o d u j o u n á r b o l de trazado enteramente c o n v e n c i o n a l , en que unas veces parece se quiso representar u n a c o n i fera y otras u n a especie de p a l m e r a E s probable que estos árboles se arreglaran asi a r t i f i c i a l m e n t e en los t e m p l o s , c o n ramas de p a l m e r a y de ciprés, atándolos y a d o r n á n d o l o s con c i n t a s , á manera de los a n t i g u o s árboles de M a y o , y colocándolos en aquellos edificios como recuerdos d e l símbolo sagrado; de donde t o m ó o r i g e n el t i p o q u e quedó i n v a r i a b l e en las obras babilónicas q u e h a n llegado hasta nosotros, y en las esculturas asirías, en que el á r b o l , ó parte de é l , aparece n o sólo en los adornos q u e decoran las paredes, sino t a m b i é n en los c i l i n d r o s p a r a sellos, y en los bordados de los vestidos de los reyes. E n éstos , teniendo en cuenta su fe en los talismanes, q u e los A s i r i o s h a b í a n heredado con la r e l i g i ó n de l a m a dre p a t r i a C a l d e a , n o sólo se emplearía como p r o p i o d e l caráter sagrado de la persona r e a l , sino á m a n e r a de adorno consagrado y protector. L a s a n t i d a d d e l s í m b o l o parece además evidente p o r la a c t i t u d h u m i l de de los animales que á veces l o a c o m p a ñ a n , y la de adoración de las figuras h u m a n a s , ó espíritus alados que le s i r v e n , p o r e l p r e d o m i n i o d e l n ú m e r o sagrado, i
Véanse las páginas 2 6 7 y 2 7 7 .
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siete, de sus partes c o m p o n e n t e s , y p o r hallarse r e p r o d u c i d o en m u c h í s i m o s de aquellos ataúdes de bar r o barnizados, t a n abundantes en W a r k a ( a n t i g u a E r e c h ) . E s t e ú l t i m o dato demuestra claramente, que el árbol s i m b ó l i c o no significa sólo la v i d a en gener a l , la v i d a en la t i e r r a , sino la esperanza de la v i d a eterna, más allá de la t u m b a , p o r q u e , á no ser así, no lo h u b i e r a n aplicado á los m u e r t o s . L o s ataúdes de W a r k a pertenecen, es v e r d a d , á u n p e r i o d o reciente, p r ó x i m a m e n t e dos siglos después de J . C ; pero las antiguas tradiciones y su s e n t i d o , i n d u d a b l e m e n t e se h a b í a n conservado. O t r o detalle significativo es que m u y á m e n u d o se ve la pina en las manos de h o m bres ó e s p í r i t u s , y siempre de una manera relacionada con la adoración ó con u n a protección benéfica; á veces aparece como presentada ante la nariz del rey, para que aspirase su aroma p o r ios espíritus p r o t e c tores que le sirven ( y que se conocen p o r sus alas), notándose en el r o s t r o del m o n a r c a inequívoca expres i ó n , que recuerda aquellas frases de los a n t i g u o s i d i o m a s , según la c u a l , la aspiración de las narices es s i n ó n i m a de «respiración para la v i d a » . 9 . N o puede existir asociación de ideas más n a t u r a l que la de la v e g e t a c i ó n , representada p o r u n árb o l , con la idea de la v i d a . P o r su creciente y p e r p e t u o d e s a r r o l l o , p o r su riqueza de ramas y f o l l a j e , su eflorescencia y su p r o d u c c i ó n de f r u t o s , es u n adorno n o b l e y sorprendente del m u n d o en el sentido más extenso—el U n i v e r s o , el C o s m o s — m i e n t r a s que la savia, que corre i g u a l m e n t e p o r el tronco y pollas venas de la más i n s i g n i f i c a n t e h o j a , arrastrada por u n incomprensible procedimiento, por invisibles raíces desde la t i e r r a que lo a l i m e n t a , sugiere a ú n con"más fuerza el misterioso p r i n c i p i o de la v i d a , que
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creemos c o m p r e n d e r , p o r q u e vemos sus efectos y lo sentimos en n o s o t r o s , pero cuyos manantiales no se p o d r á n alcanzar j a m á s , n i p o r la i n v e s t i g a c i ó n de l a ciencia e x p e r i m e n t a l , n i p o r las meditaciones de l a especulación c o n t e m p l a t i v a : v i d a permanente t a m b i é n — p u e s los trabajos de la naturaleza son p e r m a n e n t e s — y el á r b o l negro y sin v i d a h o y , sabemos p o r experiencia que no está m u e r t o , y que volverá á v i v i r con la p l e n i t u d del t i e m p o , b r o t a n d o y d e s a r r o l l á n dose para p r o d u c i r o t r a vez. Todas estas cosas sabemos que son efectos de leyes n a t u r a l e s , pero los antiguos las a t r i b u í a n á poderes v i v i e n t e s , los PODERES CHTHONICOS, de la palabra griega CHTHON ( « T i e r r a , suelo»), poderes que f u e r o n llamados más tarde. « L a s madres» que trabajan en la p r o f u n d i d a d del silencio y de la o s c u r i d a d , i n v i s i b l e s , inaccesibles é inagotables en su p r o d u c c i ó n . ¿Qué símbolo más perfecto p a r a representar estos poderes que el á r b o l , e m b l e m a de la vegetación, u n o para t o d o , y t o d o para u n o ? Este p e n s a m i e n t o se desarrolló de m a n e r a , que p r o d u j o la majestuosa concepción del á r b o l cósmico, que tiene sus raices en la t i e r r a , y el cielo p o r c o p a , m i e n t r a s que sus f r u t o s son las manzanas de oro — las estrellas y el f u e g o — y el r e l á m p a g o r o j o . 10. T o d a s estas fantasías é imágenes poéticas bastarían p o r si solas, p a r a hacer el á r b o l s i m b ó l i c o favorito de p u e b l o t a n pensador como los a n t i g u o s caldeos. Pero h a y algo más. V a í n t i m a m e n t e u n i d o á o t r a t r a d i c i ó n , c o m ú n , en esta ó la otra f o r m a , á todas las naciones que alcanzaron suficiente grado de c u l t u r a para dejar sus huellas en el m u n d o ; la de u n a m o rada p r i m o r d i a l , h e r e d i t a r i a , hermosa, feliz y aparta-da, u n Paraíso. Se le concibe generalmente como u n a
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g r a n m o n t a n a , regada p o r manantiales que l l e g a n á ser grandes ríos, llevando u n o ó más árboles de m a r a villosas p r o p i e d a d e s , y de carácter sagrado, y se le considera como la residencia de los dioses. Cada n a c i ó n la coloca en u n s i t i o , según sus especiales conocim i e n t o s de geografía y sus recuerdos vagos ó m e d i o borrados. V a r i o s textos, ya en el i d i o m a accadio ya en el asirio, p r u e b a n sobradamente que la r e l i g i ó n caldea t u v o u n a idea clara y respetuosa de este m o n t e y le colocó en el extremo N o r t e ó Nordeste l l a m á n d o l e « P a d r e d é l a s regiones» a l u d i e n d o evidentemente á la p r i m e r a residencia del h o m b r e : « L a m o n t a ñ a ó el m o n t e de las Regiones » , es decir, la m o n t a ñ a p r i n c i p a l del m u n d o , y t a m b i é n A R A L L U , pues a l l í , d o n d e v i v í a n los dioses, i m a g i n a b a n que estaba la entrada d e l A r a l i , la t i e r r a de los m u e r t o s , y que allí t a m b i é n debían v i v i r los héroes y los grandes h o m b r e s p a r a s i e m p r e , después de su m u e r t e . E n aquel fantástico l u g a r decían que había una t i e r r a con cielo de p l a t a , suelo que p r o d u c í a mieses s i n necesidad de c u l t i v o , a b u n d a n c i a de a l i m e n t o y placeres, que alcanzarían los reyes como recompensa de su p i e d a d , después de haber d i s f r u t a d o de todos los bienes terrestres d u r a n te su v i d a \ E n u n a n t i g u o h i m n o accadio, al m o n t e s a g r a d o , que se i m a g i n a b a como u n p i l a r que u n í a el cielo con la t i e r r a , y á cuyo alrededor g i r a b a n las esferas celestes, se le l l a m a «la m o n t a ñ a de B e l , en e l O r i e n t e , cuya doble cabeza llega á los cielos; p a reciéndose á u n poderoso búfalo en descanso, cuyos cuernos chispean como u n r a y o d e l s o l , como u n a e s t r e l l a » . T a n viva era la idea en el e s p í r i t u p o p u l a r , t a n grande el respeto que se le t e n í a , que se t r a t ó de r e p r o d u c i r el t i p o de la m o n t a ñ a santa en los p a l a r i Francois L e n o r m a n d : Origines de VHistoire, vol. I I ; pág. i 3 o .
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cios de los reyes y los templos de sus dioses, siendo este u n o de los m o t i v o s p o r que se construían unos y otros en colinas artificiales. Consérvase en el M u seo B r i t á n i c o u n a escultura procedente de K o y u n j i k , que representa u n t e m p l o ó u n p a l a c i o , en la c u m bre de u n t e r r a p l é n , convertido en j a r d í n y regado p o r u n a corriente que sale de « u n j a r d í n elevado» á la derecha, t o d o c o n s t r u i d o en u n a p l a t a f o r m a de m a m p o s t e r i a sostenida p o r arcos; el agua se elevaba p o r m e d i o de u n a m a q u i n a r i a . E s u n ejemplo perfecto de u n «Paraíso» como l l a m a b a n á estos parques artificiales los Griegos que t o m a r o n la palabra ( q u e significa «parque» ó « j a r d í n » ) de los Persas, quienes á su vez la h a b í a n recibido de los A s i r i o s y B a b i l o n i o s , cuando c o n q u i s t a r o n el I m p e r i o de estos ú l t i m o s . E l Ziggurat ó construcción p i r a m i d a l , con el t e m p l o ó santuario en la c u m b r e , debía t a m b i é n su f o r m a especial á la m i s m a idea de que los dioses h a b i t a b a n las cumbres de l a M o n t a ñ a d e l M u n d o , p o r lo que sus santuarios debían ocupar posición p a recida, d e n t r o de l o que p e r m i t í a n los débiles medios de que dispone el h o m b r e . Q u e esto no es u n a vana i m a g i n a c i ó n , l o p r u e b a el n o m b r e m i s m o de « Z i g g u r a t » , que significa pico de montaña, y t a m b i é n el de algunos de estos t e m p l o s : u n o de los más a n t i g u o s y en v e r d a d más famosos en la c i u d a d de A s s h u r , se l l a m a b a « l a Casa de la M o n t a ñ a de las Regiones.» Tenemos u n a excelente representación de u n Z i g g u r a t , c o n su bosque de palmeras rodeado p o r u n r í o en u n l a d r i l l o e s c u l p i d o , procedente t a m b i é n de K o y u n j i k . E l Z i g g u r a t en él representado es de pequeñas d i m e n s i o n e s , p r o b a b l e m e n t e de cinco pisos ade1
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1
Véase el grabado de la pág. 1 7 7 .
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Véase el grabado de l a pág. 43.
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m á s ele la plataforma en que está c o n s t r u i d o , con d o s sendas simétricas para la s u b i d a . A l g u n o s , como el g r a n templo de U r , no tenían m á s que tres p i s o s , otros siete, pero siempre uno ele los tres n ú m e r o s s a g r a d o s : ¿res, correspondiente á la triada divina; C I N C O , á los cinco p l a n e t a s ; S I E T E á los p l a n e t a s , y el
(PERROT Y CLIIPIEZ.)
sol 3' la luna. E l famoso templo cíelas S i e t e E s t e r a s en B o r s h i p (el B i s - N i m r u d ) , de que r e p e t i d a m e n t e hem o s h a b l a d o , y que fué reconstruido p o r X e b u e h a d nezzar 600 años p r ó x i m a m e n t e antes de J . C. en el m i s m o l u g a r donde h u b o otra construcción m u c h o m á s a n t i g u a , fué p r o b a b l e m e n t e el m a y o r y m á s adornado y el único de que tenemos detalladas y s e g u r a s
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descripciones y medidas que creemos deber dar á conocer á nuestros lectores siguiendo casi l i t e r a l m e n te á George R a w l i n s o n *. 11. E l t e m p l o está c o n s t r u i d o en u n a p l a t a f o r m a , p o r excepción baja, pues apenas se levanta pocos pies sobre el n i v e l de la l l a n u r a ; la a l t u r a t o t a l , i n c l u y e n d o la p l a t a f o r m a , era de 1 5 6 pies en linea v e r t i c a l . L o s p i s o s , de los cuales los cuatro superiores eran más bajos que los tres p r i m e r o s , i b a n d i s m i n u y e n d o e n la m i s m a p r o p o r c i ó n p o r tres l a d o s , pero doble en el c u a r t o , p r o b a b l e m e n t e con el objeto de que p r e sentasen u n aspecto más i m p o n e n t e desde la l l a n u r a . E l adorno resultaba p r i n c i p a l m e n t e en el color. A las siete esferas, en que se m o v i a n , según la a n t i g u a ast r o n o m í a caldea, los siete planetas, se había a t r i b u i d o desde m u y a n t i g u o u n t i n t e ó color especial. E l S o l ( S h a m a s h ) era de o r o ; la L u n a ( S i n ó N a n n a r J de p l a t a ; el lejano S a t u r n o ( A d a r ) casi más allá de la r e g i ó n de la l u z , era n e g r o ; J ú p i t e r ( M a r d u k ) de col o r de n a r a n j a ; el fiero M a r t e , encarnado; V e n u s ( I s h t a r ) de u n a m a r i l l o p á l i d o ; M e r c u r i o (Nebo ó N a b u , c u y o santuario estaba en el piso s u p e r i o r ) de azul oscuro. E l piso de la base asignado á S a t u r n o , estaba p i n t a d o de negro con u n a capa de b e t ú n esparcida sobre toda la superficie de la m a m p o s t e r i a ; el segund o p i s o , asignado á J ú p i t e r , tenía u n color anaranjado que resultaba p o r el de los l a d r i l l o s cocidos, de este c o l o r ; el tercer p i s o , el de M a r t e , tenía color de sangre o b t e n i d o con l a d r i l l o s á m e d i o cocer de arcilla r o j a ; el cuarto p i s o , asignado al S o l , debia estar cubierto con delgadas chapas de verdadero o r o ; el q u i n t o , el piso de V e n u s , tenía color a m a r i l l o , que era el de los m i s m o s l a d r i l l o s para él e m p l e a d o s ; el sexto,. Cinco Monarquías, vol. I I I ; págs. 38o, 387.
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ó de M e r c u r i o , resultaba con u n t i n t e azulado p o r la v i t r i f i c a c i ó n de sus m a t e r i a l e s ; el séptimo p i s o , el de la L u n a , estaba revestido con chapas verdaderas de p l a t a . Y asi el edificio se alzaba con bandas de variado color, dispuestas casi de la m i s m a manera con que la m a n o h á b i l de la naturaleza presenta los colores d e l arco i r i s ; p r i m e r o tonos encarnados, seguidos p o r u n a ancha banda a m a r i l l a , seguida p o r otra a z u l ; y después la de p l a t a desapareciendo en la luz b r i l l a n t e del cielo... L a t o r r e debe suponerse que m i r a ba hacia el Nordeste, lado más fresco, y el menos expuesto á los rayos del sol tan pesados en B a b i l o n i a . P o r aquel lado estaba la s u b i d a , que consistía probablemente en u n a ancha escalera que se extendía p o r t o d a la fachada d e l edificio. L a s p l a t a f o r m a s lateral e s , al menos las del p r i m e r o y segundo p i s o , y p r o bablemente las de t o d o s , estaban ocupadas p o r u n a serie de habitaciones, en las que sin d u d a v i v í a n los sacerdotes y otros servidores adscritos al servicio del templo. 12. E l interés que despierta este m a r a v i l l o s o t e m p l o , se h a a u m e n t a d o en extremo p o r la c i r c u n s t a n cia, de que sus r u i n a s d u r a n t e m u c h o s siglos se h a n considerado como las de la t o r r e de B a b e l , edificada de la m i s m a m a n e r a , mencionada en la B i b l i a . L o s escritores judíos que v i a j a r o n p o r aquel país en la E d a d M e d i a echaron esta idea á volar, esparciéndose c o n g r a n rapidez p o r t o d o el Occidente. Supónese q u e esta idea fué sugerida p o r los fragmentos v i t r i f i cados de la capa azul del sexto piso ( e l de M e r c u r i o ó N e b o ) , cuya v i t r i f i c a c i ó n se a t r i b u í a al rayo que der r i b ó el edificio. 13. L o s Z i g g u r a t s de Caldea no debían tener sólo u n d e s t i n o r e l i g i o s o , sino que d e b i e r o n t a m b i é n servir
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de observatorios para los astrónomos, sacerdotes y a s t r ó l o g o s , lo cual está de acuerdo con la intensa conf u s i ó n d e l c u l t o de los astros que se encuentra en la r e l i g i ó n más a n t i g u a de aquel p a í s , y con el poder a t r i b u i d o á los cuerpos celestes sobre los actos y los destinos de los h o m b r e s . A q u e l l a s construcciones p o r l o t a n t o eran apropiadas para los usos astronómicos p o r la colocación exacta de sus ángulos hacia los cuat r o p u n t o s cardinales, N o r t e , S u r , E s t e y Oeste. Sólo se h a n encontrado dos excepciones á esta r e g l a , u n a en B a b i l o n i a y otra en el Z i g g u r a t asirio de K a l a h ( N i m r u d ) , explorado p o r L a y a r d , cuyos l a d o s , no los á n g u l o s , m i r a b a n á los p u n t o s cardinales. L o s A s i r i o s , p u e s , que llevaron t o d a su c u l t u r a y su r e l i g i ó n hacia e l N o r t e de su a n t i g u o asiento, conservaron t a m bién esta f o r m a consagrada de a r q u i t e c t u r a , con la diferencia de que p a r a ellos los Z i g g u r a t s e r a n , no t e m p l o s y observatorios á la vez, sino solamente o b servatorios anejos á los t e m p l o s , que estaban const r u i d o s con arreglo á p r i n c i p i o s más independientes y en m a y o r escala, ocupando con frecuencia u n área i g u a l á la de u n palacio. 14. L a extraña o r i e n t a c i ó n d é l o s Z i g g u r a t s caldeos (conservada después p o r los A s i r i o s ) , es decir, la m a nera en que estaban colocados, con sus ángulos m i r a n d o á los cuatro p u n t o s c a r d i n a l e s , y n o sus fachadas , como están las p i r á m i d e s de E g i p t o , ' á excepción de u n a s o l a , h a sido p o r m u c h o t i e m p o u n e n i g m a que n i n g u n a explicación astronómica p o d i a resolver. P e r o m u y recientemente, en 1883, M r . P i n ches, sucesor de George S m i t h en el Museo B r i t á n i c o , encontró u n a pequeña t a b l i l l a en que habia listas de s i g n o s , eclipses, e t c . , con relación á varias comarcas, las cuales contenían la siguiente y corta n o t i c i a geo-
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gráfica de la posición asignada á los p u n t o s cardinales: « ( E l S u r es E l a m , el Norte A c c a d , el O r i e n t e S u e d í n y G u t i u m , el Occidente F e n i c i a ; á la derecha está A c c a d , á la izquierda E l a m , enfrente F e n i c i a , detrás S u e d í n y G u t i u m . » P a r a apreciar este trozo de topografía en la cuestión de que t r a t a m o s , es preciso examinar u n m a p a a n t i g u o , y veremos en él que la dirección dada p o r l a t a b l i l l a a l Sur ( E l a m ) corresp o n d e á nuestro Sudoeste; el Norte ( A c c a d ) á nuest r o N o r d e s t e ; mientras que el Oeste ( F e n i c i a , es decir, la costa d e l Mediterráneo casi hasta E g i p t o , r e emplaza nuestro Sudoeste, y el Este ( G u t i u m , las tierras altas en que las montañas armenias llegan a l Zagros ( h o y montañas K u r d i s h ) , es nuestro Nordeste. S i colocamos el mapa de manera que el golfo Pérsico caiga en línea perpendicular debajo de B a b i l o nia, p r o d u c i r e m o s el efecto deseado, y hallaremos que los Z i g g u r a t s presentan sus frentes á los p u n t o s cardinales de la geografía caldea, y que el d e s c u b r i m i e n to de la pequeña t a b l i l l a , como se d i j o cuando se d i o cuenta de su d e s c u b r i m i e n t o , «resuelve la d i f i c u l t a d de la diferencia de orientación entre los m o n u m e n t o s asirios y e g i p c i o s » . Después se pensó en que «los dos sistemas de p u n t o s cardinales provenían sin d u d a de dos razas d i f e r e n t e s , y que su d e t e r m i n a c i ó n p r o b a b l e m e n t e se debía á la posición geográfica de la patria primitiva de cada raza». A s í el Sudoeste está l l a m a d o «el f r e n t e » , y las emigraciones por lo tanto deben haberse efectuado desde el Nordeste hacia el S u d oeste \ E s t o concierta de u n a m a manera a d m i r a ble c o n la hipótesis ó c o n j e t u r a , relativa á la direcI
Véase Proceedings of the Society of Biblical Archcslogy, Febre-
r o , i 8 8 3 , páginas 74-76, y Journal of the Royal Asiatic Society. Volumen X V I , 1884 , pág. 3o2.
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c i ó n que s i g u i e r o n los S h u m i o - A c c a d i o s para entrar e n las tierras bajas de las orillas del G o l f o . y sin e m b a r g o , nos conduce á la cuestión de saber si el G r a n Z i g g u r a t de las siete esferas de B o r s h i p , presentando a l Nordeste su fachada, puede relacionarse con la s a n t i d a d a t r i b u i d a á aquella r e g i ó n como la cuna p r i m i t i v a de la raza, y el sitio de aquella m o n t a ñ a sag r a d a mencionada con t a n t a frecuencia, con el n o m b r e de «la G r a n M o n t a ñ a de R e g i o n e s » , como l u g a r de r e u n i ó n de los dioses y p u n t o p o r donde se entra e n el « A r a l l u » ó « M u n d o S u p e r i o r » . %
15. Es de n o t a r que la idea del bosque d i v i n o con s u á r b o l sagrado de vida estaba algunas veces separ a d a de la referente á la santa y p r i m i t i v a m o n t a ñ a , t r a n s p o r t a d o p o r la t r a d i c i ó n á parte más i n m e d i a t a y asequible. Q u e la c i u d a d y d i s t r i t o de B a b i l o n i a pued a haber sido el centro de esta t r a d i c i ó n , seria p o s i ble d e m o s t r a r l o p o r el a n t i g u o n o m b r e de la p r i m e r a TIN-TIR-KI que significa «sitio de v i d a » en t a n t o que el ú l t i m o era d e n o m i n a d o GAN-DUNYASH Ó K A R DUNYASH «el J a r d í n del Dios D u n y a s h » ( p r o b a b l e m e n t e u n o de los nombres d e l dios E a ) d e n o m i n a c i ó n que a q u e l d i s t r i t o situado en la t i e r r a de A c c a d ó C a l dea A l t a , conservó hasta los ú l t i m o s t i e m p o s como d i s t i n t i v o especial. Se h a b l a de o t r o bosque sagrado que había en E r i d h u . E s t a c i u d a d estaba situada e n la embocadura entonces del E u f r a t e s , en la parte más baja y llana de las tierras bajas, como u n a especie de faja llana entre la t i e r r a y el m a r , y por 1
L a sola excepción á la regla más arriba indicada de orienta-
ción entre los Ziggurats de Caldea, es la del templo de B e l , en Babilonia. ( E - S A G G I L A en idioma a n t i g u o ) , que está orientado de la manera ordinaria, mirando sus lados al Norte, Sur, Oriente y Occidente verdaderos.
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consiguiente se la consagraba con m u c h a p r o p i e d a d al g r a n espíritu de u n a y o t r o , el dios E a , el anfibio Oannes. Estaba tan i d e n t i f i c a d a con é l , que en los h i m n o s shumios y c o n j u r o s , su h i j o aparece invocado con frecuencia como « H i j o de E r i d h u » . Debió ser donde antes que en n i n g u n a otra parte se r i n d i e r a c u l t o á la adoración de los e s p í r i t u s , y donde residier a el cuerpo sacerdotal de hechiceros, que encontramos mencionados en los l i b r o s sagrados más p r i m i tivos s h u m i o - a c c a d i o s . E s t a p r o d i g i o s a a n t i g ü e d a d nos lleva p r ó x i m a m e n t e á 5.000 años antes de J . C , lo que explica que las r u i n a s , cerca del pueblo árabe A b u - S h a h r e i n , estén ahora t a n lejos del m a r , existiendo una considerable distancia de él a u n t o m a d a desde la r e u n i ó n de los dos ríos que f o r m a n el S h a t eb-arab. E l bosque sagrado de E r i d h u se m e n c i o n a con frecuencia, y su relación con la t r a d i c i ó n del árb o l de v i d a , la veremos en u n f r a g m e n t o de u n h i m no m u y a n t i g u o que habla de « u n p i n o n e g r o , que crece en E r i d h u , nace en u n sitio p u r o , con raíces de cristal l u m i n o s o extendiéndose p o r abajo á u n a g r a n p r o f u n d i d a d i n d i c a n d o el centro de la t i e r r a , en el m o n t e oscuro hasta el corazón, en el cual el h o m b r e no h a p e n e t r a d o » . ¿No p o d r í a ser esta la causa de que la madera de p i n o t u v i e r a t a n t o uso en los encantos y c o n j u r o s , como la más segura salvaguardia c o n t r a las malas i n f l u e n c i a s , siendo considerada com o sagrada hasta su m i s m a sombra? Pero v o l v a m o s á las leyendas de la creación y del m u n d o p r i m i t i v o . 16. M u m m u - T i a m a t , la personificación del caos, el poder de la o s c u r i d a d y de la c o n f u s i ó n , no desaparece de la escena cuando B e l pone fin á su reinado , destruye p o r la fuerza p u r a de la luz y del o r d e n su r e p u g n a n t e progenie de m o n s t r u o s , y l i b r a de su
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c o n f u s i ó n los gérmenes y formas r u d i m e n t a r i a s de l a v i d a , q u e , p o r m e d i o de la nueva y d i v i n a d i s t r i b u c i ó n , deben extenderse y combinarse para f o r m a r este m u n d o a d m i r a b l e m e n t e v a r i a d o , en m e d i o de su u n i d a d , en que v i v i m o s . T i a m a t era el enemigo j u r a d o de los dioses, y representaba el g r a n p r i n c i p i o de oposición y destrucción. C u a n d o los textos que falt a n aparezcan, si a l g u n a vez aparecen, p r o b a b l e m e n t e se verá que la serpiente, que aparece tentando ala m u jer en el famoso c i l i n d r o , no es más que u n a f o r m a d e l rebelde y vengativo T i a m a t , l l a m a d o á veces « D r a g ó n » y otras « l a G r a n Serpiente». A l fin la h o s t i l i d a d no puede dejar de conocerse, y las cosas t o m a n u n g i r o f a t a l . L o s dioses d e t e r m i n a n en consejo que u n o de ellos debe c o m b a t i r el m a l d i t o d r a g ó n ; se const r u y e una a r m a d u r a completa y la presenta el m i s mo A n u , siendo sus piezas principales la espada en f o r m a de hoz y el arco b i e n encorvado. B e l se adelanta á c o m b a t i r al d r a g ó n en u n carro de guerra que no t u v o i g u a l , a r m a d o con la espada y el arco, y con su g r a n a r m a , el r a y o , con r e l á m p a g o s , y saetas que dispara al rededor. T i a m a t , el d r a g ó n d e l m a r , sale á su e n c u e n t r o , desplegando su i n m e n s o c u e r p o , llevando la m u e r t e y la destrucción y asist i d o p o r sus secuaces. E l dios se p r e c i p i t a sobre el m o n s t r u o con t a l violencia que lo d e r r i b a y l o g r a p r i n c i p i a r á encadenarlo, cuando éste dio u n g r a n g r i t o , se puso de pie y atacó al v i r t u o s o campeón de los dioses, á la vez que los estandartes se desplegaban p o r ambas partes como en u n a b a t a l l a encarnizada. M e r i d u g sacó la espada y lo h i r i ó ; al m i s m o t i e m p o que viento i m p e t u o s o azotó su rostro. A b r i ó las fauces para tragarse á M e r i d u g , pero antes de que p u d i e r a c e r r a r l a s , dio t i e m p o al viento p a r a penetrar en su
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c u e r p o . E n t r ó éste y lo llenó con t a l v i o l e n c i a , que sacudió su corazón, desgarró sus entrañas y d o m i n ó •su v a l o r . Entonces el dios lo sujetó y puso fin á sus o b r a s , m i e n t r a s que los secuaces del dragón, se qued a r o n espantados, y dispersándose se escaparon l l e nos de t e r r o r , viendo que T i a m a t , su jefe, estaba vencido. A l l í q u e d a r o n sus armas r o t a s , su espada p o r el s u e l o , s u m i d o en la oscuridad y en la esclavit u d , reconociendo su v e n c i m i e n t o con g r a n d o l o r , y s u poder r e p e n t i n a m e n t e d e s t r u i d o . 17. L a batalla de B e l - M a r d u k y el d r a g ó n fué u n episodio f a v o r i t o de la t r a d i c i ó n caldea, á juzgar p o r el g r a n n ú m e r o de representaciones que tenemos de ella en los c i l i n d r o s b a b i l ó n i c o s , y aun en las escult u r a s parietales asirías. L o s textos que á él se refier e n están sin embargo en u n h o r r o r o s o estado de m u t i l a c i ó n , y sólo el ¡último f r a g m e n t o , describiendo el combate final, puede leerse y traducirse de una m a manera que parece c o m p l e t a . C o n él c o n c l u y e n las series que t r a t a n de la cosmografía ó p r i n c i p i o s d e l m u n d o . Pero se puede completar con algunas otras leyendas del m i s m o carácter p r i m i t i v o , conservadas en t a b l i l l a s aisladas, con doble t e x t o , como de cost u m b r e , accadio y assirio. A éstas pertenece u n poem a que refiere la r e b e l i ó n , de que y a hemos h a b l a d o en el final del c a p i t u l o I I I , de los siete espíritus m a los , al p r i n c i p i o sostenedores del t r o n o de los dioses y después en guerra c o n t r a la l u n a , en lo cual p u e de verse u n relato fantástico de u n eclipse. A q u e l l o s malos dioses, los espíritus rebeldes, u n o se parecia á u n l e o p a r d o , otro á una serpiente y los demás á otros a n i m a l e s , t o m a n d o sus formas caprichosas de las n u bes, puesto que se dice que el rabioso viento del S u r empezó el ataque « c o n u n a m a l d i t a t e m p e s t a d , u n
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v i e n t o funesto, y q u e salieron de ella como el r a y o de lo más p r o f u n d o d e l cielo». L a r e g i ó n i n f e r i o r d e l cielo quedó r e d u c i d a a l p r i m i t i v o caos, y los dioses celebraron consejo. E l dios L u n a ( S i n ) , el dios S o l ( S h a m a s h ) y la diosa I s h t a r f u e r o n designados p a r a gobernar en estrecha a r m o n í a el cielo i n f e r i o r y m a n d a r l o s ejércitos del c i e l o ; pero cuando el dios L u n a se vio atacado p o r los siete espíritus d e l m a l , sus c o m pañeros lo a b a n d o n a r o n c o b a r d e m e n t e , retirándose el sol á su s i t i o , y refugiándose Ishtar en el cielo m á s alto ( e l cielo de A n u ) . Enviase á Nebo cerca de E a ,
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HUMANO
(Cilindro asirio dado á conocer por A . Menant.)
el cual m a n d a á su h i j o M e r i d u g c o n estas i n s t r u c ciones: « ¡ V e , h i j o m i ó M e r i d u g ! la luz d e l cielo, h i j o m í o , el dios L u n a está oscurecido gravemente en la r e g i ó n etérea, y va á desaparecer de ésta q u e d a n d o eclipsado. L o s siete malvados e s p í r i t u s , las serpientes de m u e r t e que nada t e m e n , sostienen desigual guerra c o n t r a el dios L u n a que se encuentra en estrecho a p u r o . » M e r i d u g obedece á su p a d r e , y derrota á los siete poderes de.la o s c u r i d a d . %
18. H a y o t r a l e y e n d a , conocida p o r los f r a g m e n tos q u e quedan de B e r o s o , y q u e se supone t a m b i é n i
Véase A. H . S a y c e ,
Babylonian Literature,
pág. 3 5 .
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HISTORIA
DE
CALDEA
derivada de antiguos textos accadios: la de la g r a n t o r r e , y la c o n f u s i ó n de lenguas. E l incansable George S m i t h encontró u n t e x t o , pero lo que de él queda sirve sólo para i m p o n e r n o s el s u p l i c i o de T á n t a l o , y n o conseguir resultado a l g u n o satisfactorio. E l relato de Beroso se reduce á esto: que los h o m b r e s o r g u l l o sos y arrogantes l l e g a r o n hasta el p u n t o de creerse superiores á los dioses, y e m p r e n d i e r o n la construcc i ó n de u n a t o r r e inmensa para escalar el c i e l o ; que los dioses, ofendidos p o r esta p r e s u n c i ó n , m a n d a r o n huracanes violentos que la d e r r i b a s e n , cuando había alcanzado ya u n a g r a n a l t u r a , d i s p o n i e n d o al m i s m o t i e m p o que los h o m b r e s hablasen lenguas d i f e r e n t e s , para sembrar la discordia entre e l l o s , é i m p e d i r que se r e u n i e r a n otra vez en u n a empresa t a n atrevida é i m p í a . E l sitio fué i d e n t i f i c a d o con el de la m i s m a B a b i l o n i a , y t a n arraigada estuvo la creencia aneja á la l e y e n d a , que los judíos que v i n i e r o n más t a r d e , la a d o p t a r o n s i n escrúpulo, y siglos después, c o m o hemos visto más a r r i b a , señalaron las r u i n a s d e l más grande délos Z i g g u r a t s , el de B o r s h i p , como las de la torre de la confusión de las lenguas. Cierto es, que la t r a d i c i ó n , con todos sus detalles fantásticos, contiene f u n d a m e n t o evidente de hecho h i s t ó r i c o , puesto que en las llanuras de Caldea fué desde donde varias de las principales naciones d e l a n t i g u o O r i e n t e , diferentes en raza é i d i o m a , se dispersaran hacia el N o r t e , el Oeste y el S u r , después de haber v i v i d o allí largos siglos como en una p a t r i a c o m ú n , y u n i d o s como en u n solo p u e b l o .
VII
MITOS.-HÉROES
Y EPOPEYA
MÍTICA
1. L a s historias con que t r a t a u n p u e b l o de e x p l i carse los misterios de l a c r e a c i ó n , para explicar t a m b i é n el o r i g e n d e l m u n d o , se l l a m a n , en t é r m i n o c i e n t í f i c o , MITOS COSMOGÓNICOS. L a p a l a b r a m i t o se usa c o n s t a n t e m e n t e , pero de u n a manera t a n vaga é i n c o r r e c t a , que i m p o r t a m u c h o d e f i n i r su s i g n i f i c a c i ó n p r o p i a . M i t o quiere decir fenómeno de la natura-
leza, que se presenta no como resultado de una ley natural, sino como acto de personajes divinos, ó al menos sobrehumanos, de poderes buenos ó malos ( p o r e j e m p l o , el eclipse de l u n a , descrito en l a f o r m a de u n combate entre los dioses y los siete espíritus r e beldes). Hay varias clases de m i t o s , de orígenes diferentes; pero n i n g u n o , que si se analiza, describe y define con p r o p i e d a d , deje de estar c o m p r e n d i d o en esta d e f i n i c i ó n . Se ha dicho t a m b i é n que u n m i t o es u n a leyenda en relación más ó menos estrecha con a l g u n a creencia religiosa, en sus p r i n c i p a l e s rasgos, llegada hasta nosotros de los tiempos p r e h i s t ó r i c o s . N o h a y más que dos cosas que p u e d a n i m p e d i r que la c o n t e m p l a c i ó n de la naturaleza y la especulación
3°4
HISTORIA
DE
CALDEA
sobre sus m i s t e r i o s , p u e d e conducir á la m i t o l o g í a : el conocimiento de las leyes físicas de la naturaleza, como lo presenta la ciencia experimental m o d e r n a , ó la creencia estricta, i n q u e b r a n t a b l e en la u n i d a d de D i o s , absoluto é i n d i v i s i b l e , como fué definida y afirm a d a p o r los Hebreos en las p á g i n a s de los l i b r o s s a g r a d o s : « E l S e ñ o r es D i o s , no h a y n i n g ú n otro en
PRISIONEROS
CONDUCIDOS
A LA
PRESENCIA
DEL
REV
su p r e s e n c i a . » « E l S e ñ o r es D i o s ; en el cielo y en la tierra no h a y otro.» « S o y el S e ñ o r , y no h a y n i n g u no fuera de m í . » « S o y D i o s , y no h a y otro. » P e r o la. ciencia e x p e r i m e n t a l es m u y m o d e r n a , datando apen a s de a l g u n o s s i g l o s , y el m o n o t e í s m o , h a s t a la prop a g a c i ó n del c r i s t i a n i s m o , no se profesaba m á s q u e p o r u n a p e q u e ñ a n a c i ó n , los J u d í o s , a u n q u e algunosp e n s a d o r e s de otras naciones se h a y a n elevado hasta, la m i s m a concepción en varios p a í s e s , tierras y si-
MITOS.
HÉROES
Y
EPOPEYA
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glos. L a gran masa del género h u m a n o creyó siemp r e en la i n d i v i d u a l i d a d personal de todas las fuerzas de la n a t u r a l e z a , es d e c i r , en varios dioses; t o d o l o que sucedía en el m u n d o era para ellos la manifestac i ó n de los s e n t i m i e n t o s , v o l u n t a d y actos de estos dioses, y de aquí los m i t o s . C u a n t o más remotos son los t i e m p o s , t a n t o más i n d i s c u t i b l e es la creencia y , c o m o consecuencia n a t u r a l , t a n t o más exuberante l a creación de los m i t o s . 2 . P e r o dioses y espíritus no son los únicos actores de los m i t o s . A l lado de sus tradiciones sagradas sobre el o r i g e n de las cosas, todos los pueblos atesor a n acariciados pero vagos recuerdos, de sus orígen e s ; vagos p o r su a n t i g ü e d a d , ó p o r q u e no se fijaron p o r escrito, y por consiguiente sujetos á las alteraciones y aumentos que sufre i n v a r i a b l e m e n t e t o d a h i s t o r i a al ser repetida varias veces p o r diferentes p u e b l o s , es d e c i r , cuando se t r a n s m i t e n de generac i ó n en generación p o r t r a d i c i ó n o r a l . Estos recuerdos generalmente se centralizan al rededor de algunos - n o m b r e s de los p r i m i t i v o s héroes nacionales, de los p r i m e r o s gobernantes, legisladores y conquistadores q u e , con su genio s u p e r i o r , f o r m a r o n las n a c i o n a l i d a d e s , elevando á ella las t r i b u s ó grandes f a m i l i a s , dándoles o r d e n social y artes ú t i l e s , s e g u r i d a d c o n t r a sus vecinos, ó l i b e r t a d de sus opresores e x t r a n j e ros. E n su a d m i r a c i ó n agradecida para estos héroes, cuyas hazañas aparecían cada vez más m a r a v i l l o s a s , á m e d i d a que se sucedían las generaciones que h a b l a b a n de e l l o s , los h o m b r e s no p o d í a n creer que h u b i e r a n p o d i d o ser m o r t a l e s t a n imperfectos como e l l o s , y los consideraron como i n s p i r a d o s d i r e c t a mente p o r la d i v i n i d a d en a l g u n a de las m i l f o r m a s q u e revestían, ó como semidioses p o r su p r o p i a n a c 20
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turaleza. L a conciencia de la imperfección i n h e r e n t e á la h u m a n i d a d y las l i m i t a d a s facultades que le est á n concedidas, s u g i r i ó siempre esta explicación p a r a las hazañas de i n d i v i d u o s , adornados con especiales dotes, en cualquiera orden de ideas en que sus excepcionales talentos se h u b i e r a n desplegado. A d e m á s , si puede ser molesto á la v a n i d a d h u m a n a tener que someterse á las órdenes de u n a razón superior y al m a n d o de u n poder s u p e r i o r , cuando proviene de simples mortales de carne y hueso, es p o r el c o n t r a rio m u y lisonjero y halagüeño p a r a la m i s m a v a n i d a d , la idea de haber sido objeto especial de la p r o tección y s o l i c i t u d de los poderes d i v i n o s . P o r eso todos los pueblos i n s i s t i e r o n de una manera decidida en creer devotamente en el o r i g e n d i v i n o de sus g o bernantes, y en l a i n s t i t u c i ó n d i v i n a de sus leyes y costumbres. A d m t i ó s e i m p l í c i t a m e n t e que el m u n d o estaba lleno de espíritus y dioses, q u e , no contentos con atender á sus esferas y departamentos peculiares, i b a n y venían á su placer, paseaban p o r la t i e r r a , y se mezclaban en los negocios h u m a n o s , s i n que dejara de recibirse como verídico t o d o acontecimiento, p o r m a r a v i l l o s o que f u e r a , con t a l de que hubiese acaecido m u c h o t i e m p o atrás. 3 . A s í , en las tradiciones de todos los pueblos a n t i g u o s , h a y u n vasto y oscuro espacio de t i e m p o , expresado, cuando se expresa, p o r cifras de espantosa m a g n i t u d — c e n t e n a r e s de m i l e s , qué d i g o , m i l l o n e s de a ñ o s — e n t r e la o s c u r i d a d i m p e n e t r a b l e de u n p a sado eterno, y la g r a n luz de la h i s t o r i a de que conservan recuerdos escritos. E n esos lejanos períodos t o d o es s o m b r í o , gigantesco, s o b r e h u m a n o : se m u e ven dioses, sin embargo de ser oscuros, v i s i b l e s , envueltos en una n u b e de o r o , de m i s t e r i o y de respe-
.MITOS.
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t u o s o t e m o r ; á su lado aparecen otras formas t a n indecisas, pero más f a m i l i a r e s , h u m a n a s , pero s i n e m b a r g o más que h u m a n a s — los héroes, p a d r e s . d e razas, fundadores de naciones, los c o m p a ñ e r o s , los q u e r i d o s de los dioses y diosas, sus propios hijos — llevando á cabo actos de audacia y de p o d e r que solamente los i n m o r t a l e s pueden i n s p i r a r y favorecer; siendo todos estos los eslabones entre la c o m ú n y m u d a b l e h u m a n i d a d y los seres superiores; entre el cielo y la t i e r r a , y de a q u i el m i t o , la ficción y la f á b u la. B i e n p r o n t o á los héroes, empezaron á a t r i b u i r s e las m i s m a s historias que á los dioses, modificadas en su f o r m a y convertidas en escenas f a m i l i a r e s . P a r a n o h a b l a r más que de una de las más comunes t r a n s formaciones, si el dios S o l sostenía la guerra contra l o s demonios de la o s c u r i d a d y los derrotaba en el cielo, el héroe cazaba los animales salvajes ylos m o n s t r u o s e n la t i e r r a , saliendo siempre victorioso. Este ú n i c o tema sufría diversas variaciones p o r los poetas nacionales, t r a n s f o r m á n d o l e en m i l historias diversas que p u e d e n p r o p i a m e n t e calificarse de « m i t o s » . Así nació cierto n ú m e r o de ellos l l a m a d o s MITOS HEROICOS, que á fuerza de ser r e p e t i d o s , a d o p t a n cierta f o r m a n a c i o n a l d e f i n i d a , lo m i s m o que los cuentos de hadas t a n conocidos de nuestras n o d r i z a s , que son en todas partes los m i s m o s y referidos en todos los pueblos con pequeñas modificaciones. T a n p r o n t o como el arte de escrib i r se hizo de uso g e n e r a l , aquellas historias favoritas y consagradas p o r el t i e m p o , que el p u e b l o aceptaba como v e r d a d incontestable, se conservaron escritas; y , como este trabajo lo hacían n a t u r a l m e n t e sacerdotes y escritores, es decir, h o m b r e s de c u l t u r a , de más ó menos h a b i l i d a d l i t e r a r i a , y con frecuencia t a m b i é n poetas, los fueron t r a n s f o r m a n d o , relacionándolos
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entre si, y amoldándolos en armonioso c o n j u n t o . L o s . m i t o s separados, ó aventuras de u n o ó más héroes p a r t i c u l a r e s recitados al p r i n c i p i o separadamente, como aconteció con los a n t i g u o s romances y baladas, se c o n v i r t i e r o n en capítulos y l i b r o s , de l a r g o y bien ordenado poema, en que aparecían i n t r o d u c i d o s y dist r i b u i d o s , frecuentemente con m u c h o a r t e , y con expresión de g r a n belleza poética. E s t o s p o e m a s , de los cuales h a n llegado varios hasta n o s o t r o s , se l l a m a n POEMAS ÉPICOS ; el c o n j u n t o de materiales esparcidos que se habia ido c o m p o n i e n d o en el transcurso d e l t i e m p o , asociando la r e a l i d a d h i s t ó r i c a de u n m o d o casi i m p e r c e p t i b l e con la ficción m í t i c a , los cuales f o r m a n la EPOPEYA NACIONAL de u n a raza, sus grandes tesoros intelectuales, su poesía y g r a n parte de su sentido religioso y p o l í t i c o . P u e b l o s que no tengan epopeya n a c i o n a l , están p r i v a d o s de grandes recuerdos, y son incapaces de alta c u l t u r a y de desarrollo p o l í t i c o , sin que h a y a n conseguido elevarse á la a l t u r a de los que m a r c h a n á la cabeza de la h u m a n i d a d . T o d o s los que alcanzan elevado puesto en c u a l q u i e r período de la h i s t o r i a del m u n d o , t u v i e r o n sus siglos m í t i c o s y heroicos, llenos de m a r a v i l l a s y de creaciones fantásticas. 4 . De t o d o esto resulta claramente, que los dos ó tres capítulos que preceden t r a t a n de lo que p u d i é r a mos l l a m a r con p r o p i e d a d , los m i t o s religiosos y cosmogónicos s h u m i o - a c c a d i o s y b a b i l ó n i c o s , así c o m o que el presente capítulo está dedicado á sus m i t o s épicos ó epopeya m í t i c a , personificada en u n poema épico, conservado en gran p a r t e , y que es el más a n t i g u o que se conoce en el m u n d o , elevándose su a n t i g ü e d a d hacia el año 2000 antes de J . C. y acaso m á s .
MITOS. — H É R O E S
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5 . L o s pocos fragmentos que tenemos de Beroso n o contienen n i n g u n a i n d i c a c i ó n de este poema. H a b l a n solamente de u n g r a n d i l u v i o que acaeció en el reinado de aquella fabulosa serie de reyes, que según •dicen empezó 259.000 años después de l a a p a r i c i ó n d e l h o m b r e d i v i n o - p e z , O a n n e s , y que reinó const a n t e m e n t e p o r espacio de 432.000 años. S u descripc i ó n h a excitado siempre g r a n interés p o r su extraord i n a r i a semejanza con la que d a l a B i b l i a . B e r o s o cuenta que XISUTHROS, el ú l t i m o de los diez reyes f a b u l o s o s , t u v o u n sueño en que la d i v i n i d a d le d i j o , que cierto d i a todos los h o m b r e s perecerían en el d i l u v i o de las aguas, y le m a n d ó que t o m a r a todos los -escritos sagrados y los enterrase en S i p p a r , l a c i u d a d - d e l S o l , que después construyera u n b u q u e proveyéndole de abundantes provisiones de a l i m e n t o y b e b i d a , y que entrase en él con su f a m i l i a y sus m á s q u e r i d o s amigos, y con animales, cuadrúpedos y aves -de todas clases. X i s u t h r o s hizo l o que se le ordenab a , y cuando las olas empezaron á bajar, el tercer d i a •después que la l l u v i a cesó de caer, soltó algunos p á j a r o s , p a r a ver si encontraban t i e r r a , pero los p á j a r o s , no h a b i e n d o encontrado sitio para descansar, v o l v i e r o n a l b u q u e . Pocos días después, X i s u t h r o s soltó o t r a vez los p á j a r o s , que esta vez v o l v i e r o n c o n los pies llenos de b a r r o , y habiéndoles soltado p o r tercera vez no v o l v i e r o n m á s . X i s u t h r o s conoció e n tonces que ya l a t i e r r a había quedado descubierta r e tirándose las aguas, abrió la c u b i e r t a d e l b u q u e , y vio que estaba parado en la c u m b r e de u n a m o n t a ñ a . S a l i ó d e l b u q u e c o n su m u j e r , su h i j a y el p i l o t o , - c o n s t r u y ó u n ara, sacrificó á los dioses, y después •desaparecieron t o d o s . C u a n d o sus compañeros fuer o n á buscarle n o l o e n c o n t r a r o n , pero u n a voz d e l
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HISTORIA
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cielo les i n f o r m ó de q u e había sido recibidos entre los dioses para v i v i r e t e r n a m e n t e , como recompensa de su p i e d a d y r e c t i t u d . L a m i s m a voz m a n d ó á los que sobrevivieron q u e volviesen á B a b i l o n i a , desenterrasen las escrituras sagradas y las diesen á conocer á los h o m b r e s . Obedecieron, y t a m b i é n c o n s t r u y e r o n varias ciudades y restauraron á B a b i l o n i a . • 6 . P o r interesante que fuera este r e l a t o , al fin p r o cedía de segunda m a n o y p o r consiguiente le f a l t a ba c o n f i r m a c i ó n y más a m p l i o desarrollo. A d e m á s , faltaba en él t o d o i n d i c i o q u e p u d i e r a d a r l u z acerca de l a i m p o r t a n t e cuestión sobre cuál de las dos t r a d i c i o n e s — l a r e p r o d u c i d a p o r Beroso ó la bíblica — debía considerarse como l a más a n t i g u a ; y de nuevo George S m i t h t u v o la buena suerte de d e s c u b r i r el relato o r i g i n a l (en 1872), cuando estaba ocupado en e x a m i n a r y clasificar los fragmentos de t a b l i l l a s d e l Museo B r i t á n i c o « S m i t h encontró la m i t a d de u n a t a b l i l l a de arcilla a m a r i l l e n t a , que tenia cada cara d i v i d i d a en tres c o l u m n a s . E n l a tercera d e l anverso leyó las palabras siguientes: « E n el m o n t e N i z i r se quedó quieto el b u q u e . T o m é entonces u n a p a l o m a y l a solté. L a p a l o m a voló p o r acá y p o r a l l á , pero n o encontrando sitio para descansar v o l v i ó a l b u que. » S m i t h reconoció i n m e d i a t a m e n t e que había descubierto u n f r a g m e n t o d e l relato cuneiforme d e l d i l u v i o . C o n incansable perseverancia puso manos á la obra para investigar entre los miles de fragmentos de t a b l i l l a s asirías, amontonadas en el Museo B r i t á n i c o , los trozos donde aquella relación continuase, y sus esfuerzos se v i e r o n coronados p o r feliz é x i t o . N o encontró á la verdad u n trozo que completase l a m i t a d de la p r i m e r a t a b l i l l a d e s c u b i e r t a , pero sí f r a g 1
• I
Paul Haupt,
Der Keilinsclmfiliche Silndfiuñericht,
1881.
MITOS.
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MÍTICA
¿II
mentos de d o s , otras copias del m i s m o r e l a t o , quefelizmente completaban el texto y s u m i n i s t r a b a n v a rias i m p o r t a n t e s variaciones del m i s m o . U n o de estos d u p l i c a d o s , reconstruido con 16 pequeños f r a g m e n tos llevaba l a i n s c r i p c i ó n a c o s t u m b r a d a a l pie: «prop i e d a d de A s s h u r b a n i p a l , rey de los ejércitos, r e y de la t i e r r a de A s s h u r , y contenía la noticia de que el relato d e l d i l u v i o era la u n d é c i m a t a b l i l l a de u n a serie, varios fragmentos de la cual S m i t h había y a r e g i s t r a d o . C o n gran trabajo r e u n i ó todos estos fragm e n t o s , y encontró que la h i s t o r i a d e l d i l u v i o no era más q u e u n i n c i d e n t e de u n gran-poema épico, poe m a escrito en doce l i b r o s , que contenía en t o t a l i d a d 3 . 0 0 0 líneas, y en el cual se celebraban las h a zañas de u n a n t i g u o rey de E r e c h . 1
. 7 . Cada l i b r o ó c a p i t u l o ocupaba n a t u r a l m e n t e u n a ' t a b l i l l a separada. N o están t o d a s , y a l . c o n t r a r i o dist a n m u c h o de estar, en b u e n estado de conservac i ó n . F a l t a n algunas partes y otras están t a n m u t i l a das que dejan lagunas é i n t e r r u p c i o n e s e n . e l r e l a t o , s i n q u e se haya p o d i d o encontrar l a p r i m e r a t a b l i l l a . S i n e m b a r g o , c o n todas.estas o m i s i o n e s , puede formarse u n i n t e l i g i b l e bosquejo de la t o t a l i d a d de la h i s t o r i a , puesto que la u n d é c i m a t a b l i l l a h a podidocasi, reconstruirse. 8 . E l poema épico nos lleva a l t i e m p o en que E r e c h era capital de S h u m i r , y en que el país estaba d o m i nado p o r los conquistadores e l a m i t a s , sufriendo su d o m i n a c i ó n de m a l grado y t r a t a n d o v i r i l m e n t e de sac u d i r l a . L a l u c h a para conseguirlo fué d i r i g i d a . y capitaneada p o r los reyes i n d í g e n a s , cuya m e m o r i a había de conservarse c o n a g r a d e c i m i e n t o p o r las generaciones p o s t e r i o r e s , y cuyos grandes hechos d e 1
Véase el grabado de la pág. 2 8 0 .
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HISTORIA DE CALDEA
b i a n ser el tema de las tradiciones de f a m i l i a y de las composiciones de los poetas. E n esto consiste la base p u r a m e n t e histórica d e l p o e m a , siendo fácil d i s t i n g u i r l e entre el rico adorno de f i c c i ó n y aventuras m a ravillosas, con que se ha revestido, el a m p l i o fondo de m i t o s y leyendas nacionales acumuladas al r e d e d o r del n o m b r e de u n héroe, GISDHUBAR Ó IZDUBAR \ q u e se supone ser h i j o de la a n t i g u a c i u d a d de MARAD y descendiente directo del u l t i m o rey a n t i d i l u v i a n o HÁSISADRA, el m i s m o que Beroso l l a m a X i s u t h r o s . 9 . E s l á s t i m a que la p r i m e r a t a b l i l l a y la p a r t e s u p e r i o r de la segunda f a l t e n , pues así perdemos el p r i n cipio del poema que nos daría p r o b a b l e m e n t e interesantes indicaciones históricas. L a segunda t a b l i l l a nos presenta á la c i u d a d de E r e c h lamentándose bajo la t i r a n i a de los conquistadores e l a m i t a s . ' E r e c h había :sido gobernada p o r el d i v i n o D u m u z i , esposo de l a diosa I s h t a r . H a b i e n d o perecido con trágica m u e r t e , le reemplazó Ishtar, que no p u d o , sin e m b a r g o , r e sistir á los invasores e x t r a n j e r o s , ó , como expresa pintorescamente el siguiente t e x t o : «sostener e r g u i d a s u cabeza contra el e n e m i g o » . Izdubar, conocido hasta la fecha solamente como cazador poderoso é i n c a n sable, vivía en E r e c h y t u v o u n extraño sueño. L e p a reció que las estrellas del cielo se caían y le d e r r i b a b a n de espaldas, al m i s m o t i e m p o que sobre él se l a n zaba u n ser t e r r i b l e , de fiera y amenazadora figura con garras de l e ó n , cuya vista le paralizó de m i e d o . 10. P r o f u n d a m e n t e i m p r e s i o n a d o p o r este sueño, que le parecía p r o n o s t i c a r cosas e x t r a ñ a s , I z d u b a r i
H a y dificultades en la manera de leer este n o m b r e , y los sa-
bios no están seguros de que sea esta su verdadera pronunciación; pero la conservan hasta que un nuevo hallazgo venga á resolver l a dificultad.
MITOS.
HÉROES Y EPOPEYA MÍTICA.
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m a n d ó l l a m a r á todos los a d i v i n o s más sabios y f a m o s o s , p r o m e t i e n d o real recompensa a l que lo i n t e r p r e t a s e : le ennoblecería con toda su f a m i l i a ; o c u paría el más elevado puesto en los festines reales; estaría revestido con alhajas y o r o ; t e n d r í a siete m u jeres h e r m o s a s , y d i s f r u t a r í a de t o d a clase de d i s t i n ciones. Pero no se encontraba n i n g u n o con bastante sabiduría para que i n t e r p r e t a r a el sueño. P o r fin supode u n sabio e x t r a o r d i n a r i o , l l a m a d o EABÁNI, c o n o c i d a p o r «su sabiduría en todas las cosas y su c o n o c i m i e n to de ellas, fuesen visibles ú o c u l t a s » , pero que v i vía separado del género h u m a n o , en u n y e r m o r e m o t o , en u n a cueva, entre las bestias d e l m o n t e . «Con los gamos tomaba su.alimento por la noche; con las bestias del campo se acompañaba durante el dia; con los seres vivientes de las aguas se regocijaba su corazón.» A q u e l extraño ser aparece siempre representado en los c i l i n d r o s babilónicos c o m o el H o m b r e - T o r o , con cuernos en la'cabeza, c o n pies y cola de t o r o . N o era de acceso f á c i l , n i se le podía p e r s u a d i r á que fuese á E r e c h , a u n cuando el m i s m o dios S o l , S h a m a s h «abriera sus labios y le h a b l a r a desde el cielo» , h a c i e n d o grandes promesas en favor de I z d u b a r : «Te revestiré de vestiduras reales, te harán poderoso; Izdubar será tu amigo, y te colocará en un magnífico asiento á su izquierda; los reyes de la tierra besarán tus pies; te hará rico y obligará á los hombres de Erech á guardar s i lencio en tu presencia.» E l e r m i t a ñ o estaba á p r u e b a de toda a m b i c i ó n y se negaba á a b a n d o n a r su y e r m o . E n t o n c e s e n v i a r o n á u n servidor d e c i d i d o de I z d u b a r , ZAIDU, el cazador, p a r a que lo llevase; pero se v o l v i ó solo, r e f i r i e n d o q u e , c u a n d o se había acercado á la cueva del a d i v i n o , s i n -
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tióse embargado de m i e d o y no p u d o p e n e t r a r e n ella. 11. I z d u b a r envió entonces en su busca á las servidoras de I s h t a r SHAMATU («Gracia») y HARIMTU ( « P e r s u a s i ó n » ) , y salieron éstas al desierto bajo la escolta de Z a i d u . S h a m a t u fué la p r i m e r a que se a p r o x i m ó a l e r m i t a ñ o ; pero éste apenas la escuchó, volvióse
IZDUBAR Y E L LEÓN
hacia la otra c o m p a ñ e r a , y se sentó á sus p i e s ; y cuando H a r i m t u ( « P e r s u a s i ó n » ) h a b l ó , i n c l i n a n d o su cara hacia é l , la escuchó atentamente. H a r i m t u le d i j o : . «Famoso eres, Eabáni, tanto como puede serlo un dios.