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Spanish Pages 166 [168] Year 2009
Traducción y periodismo
María José Hernández Guerrero es Profesora Titular del Departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad de Málaga. Es autora de numerosos trabajos de investigación, especialmente en el ámbito de la traducción periodística.
María José Hernández Guerrero
ISBN 978-3-0343-0096-4
Peter Lang
La información circula de manera continua a escala mundial en una cantidad que, lejos de disminuir, no deja de incrementarse día tras día. Se difunde por todos los países y sus medios de comunicación la reproducen para la audiencia nacional de un modo específico. En el actual contexto mediático, la traducción está llamada a desempeñar un papel cada vez más importante. Esta obra pretende contribuir a la reflexión sobre este fenómeno mediante el análisis de la actividad traductora de los periódicos españoles. La traducción en estos medios es un instrumento indispensable para obtener y generar nueva información y este hecho la convierte en una de las piezas clave en la cadena de producción periodística. Estas páginas analizan los mecanismos que rigen este proceso y aportan datos sobre el uso de la traducción en los principales diarios españoles, ofreciendo una visión global de la actividad traductora que desarrollan.
María José Hernández Guerrero
TRADUCCIÓN Y PERIODISMO
Peter Lang
TRADUCCIÓN Y PERIODISMO
María José Hernández Guerrero
TRADUCCIÓN Y PERIODISMO
PETER LANG Bern · Berlin · Bruxelles · Frankfurt am Main · New York · Oxford · Wien
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La presente edición ha contado con una ayuda a la publicación de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía.
Cover illustration: Francisco José Carrera Hernández Cover design: Eva Rolli, Peter Lang Bern ISBN 978-3-0343-0096-4 (hardcover) ISBN 978-3-0351-0404-2 (eBook) © Peter Lang AG, International Academic Publishers, Bern 2009 Hochfeldstrasse 32, CH-3012 Bern [email protected], www.peterlang.com, www.peterlang.net All rights reserved. All parts of this publication are protected by copyright. Any utilisation outside the strict limits of the copyright law, without the permission of the publisher, is forbidden and liable to prosecution. This applies in particular to reproductions, translations, microfilming, and storage and processing in electronic retrieval systems. Printed in Germany
A la memoria de mi hermano Dioni
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Índice
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 Capítulo I La traducción en los medios de comunicación . . . . . . . . . . . . . . 13 1. La traducción del caudal informativo: el proceso de globalización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Prensa y traducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1. Prensa traducida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2. Traducción en la prensa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Medios impresos y medios digitales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Periodistas traductores: la doble mediación . . . . . . . . . . . . . .
13 15 16 22 25 28
Capítulo II La traducción periodística . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 1. Características de la traducción periodística . . . . . . . . . . . . . . 1.1. Condicionantes lingüísticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.2. Condicionantes informativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. La calidad lingüística de las traducciones . . . . . . . . . . . . . . . . 3. El material periodístico: fuentes estables e inestables . . . . . . .
31 33 38 41 43
Capítulo III El flujo informativo global: la traducción de noticias . . . . . . . . . 47 1. La noticia traducida: de lo global a lo local . . . . . . . . . . . . . . 47 2. La traducción en las agencias de noticias . . . . . . . . . . . . . . . . 49 3. Proceso de selección de la información . . . . . . . . . . . . . . . . . 54 7
4. La transedición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 5. La localización de la noticia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 Capítulo IV La traducción en la sección de Internacional . . . . . . . . . . . . . . . 65 1. 2. 3. 4.
Los despachos de agencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Las noticias de los corresponsales en el extranjero . . . . . . . . Las noticias traducidas de otros medios impresos . . . . . . . . . Producción externa y traducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
66 71 73 78
Capítulo V Las reescrituras periodísticas basadas en la traducción . . . . . . . . 83 1. 2. 3. 4.
La traducción compilada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La reescritura stricto sensu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La traducción fragmentada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Autoría y fidelidad en la traducción periodística . . . . . . . . .
86 90 94 99
Capítulo VI La traducción en la sección de Opinión . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103 1. 2. 3. 4.
La traducción de artículos de opinión . . . . . . . . . . . . . . . . . Recepción de las traducciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Volumen de traducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Política de traducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
104 107 112 118
Epílogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125 Anexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131 Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
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Introducción
Traducir es una actividad tan compleja que, a pesar de los intentos registrados, sobre todo durante este siglo, sigue resistiéndose a definiciones y a formalizaciones que, sin tomar en consideración esa complejidad de los hechos, pretendan encuadrarla dentro de cualquier marco teórico unitario (no múltiple). (Peña 1999: 78)
No es difícil encontrar en el mercado títulos que profundicen en la relación entre el periodismo y otros ámbitos sociales o científicos –periodismo y política, periodismo y derecho, periodismo y literatura…–, pues son muchos los interesados en la proyección social del periodismo. Sin embargo, resulta más complicado hallar algún estudio que se adentre en la relación que mantienen periodismo y traducción, dos ámbitos mucho más interconectados de lo que a simple vista pueda parecer. Desde sus inicios en el siglo XVIII, el periodismo surge estrechamente vinculado a la traducción, bien en forma de publicaciones que son auténticos periódicos traducidos, bien en publicaciones que alternan la traducción de artículos con la producción periodística propia –ambas formas, por lo demás, perduran en la actualidad–. Por esta razón, resulta más llamativo, si cabe, el silencio que ha prevalecido sobre el estrecho vínculo que une a la actividad periodística con la traductora. Vínculo que no ha hecho más que intensificarse con el transcurso del tiempo para convertirse en lo que, sin temor a exagerar, podríamos denominar una auténtica relación de dependencia, pues en la actualidad sería muy difícil concebir el periodismo sin la traducción. Con la internacionalización de la información se produce un continuo trasvase de los flujos informativos, que en la actualidad atraviesan fronteras a lo largo de todo el globo en un complejo proceso de 9
comunicación transcultural sólo posible gracias a la traducción. La globalización no ha hecho más que acentuar esta tendencia, agilizada por el auge de las nuevas tecnologías de la información, que afecta de manera general a todo el sector periodístico, independientemente del soporte técnico que se utilice para difundir la información (periodismo impreso, audiovisual y digital o multimedia). La traducción periodística, nombre que recibe la actividad traductora en este sector, constituye un tipo de traducción especializada con rasgos distintivos y cierta especificidad dependiendo del soporte del que se sirven los medios para transmitir la información y las prácticas propias de cada sociedad. Analizar el uso de la traducción en el conjunto del sector periodístico español es una tarea no sólo ardua, sino imposible de realizar en todas sus dimensiones, salvo que la tomara a su cargo una institución con medios suficientes. De ahí que el propósito de este libro sea llevar a cabo un análisis de la utilización de la traducción en un área concreta: la prensa escrita, un vasto campo de análisis, apenas explorado. Las publicaciones del sector son muy numerosas; baste con mencionar la existencia de decenas de diarios de información general de tirada provincial, regional o nacional, de diarios especializados (económicos, deportivos…); la diversidad de sus suplementos semanales y el gran número de revistas de información general o especializada, entre los muchos productos del sector. Esta cantidad y variedad de publicaciones de las empresas de comunicación, junto a los múltiples formatos empleados, nos ha obligado a acotar nuestro campo de estudio, que se ha centrado en la prensa española de prestigio, especialmente en dos cabeceras emblemáticas: los diarios de información general El País y El Mundo, como muestra representativa de medios en los que el recurso a la traducción periodística, además de constante, presenta gran variedad de usos y formas. Esto no será óbice para que hagamos referencia a otros rotativos. Nuestro objetivo es analizar cómo el periodismo impreso se sirve de la traducción desde un enfoque amplio que comprende aspectos sociales, políticos, profesionales, lingüísticos…, con el fin de obtener una visión más completa de esta actividad. Partimos del convencimiento de que se debe prestar una mayor atención al hecho de que el caudal 10
informativo global atraviesa fronteras gracias a la traducción, y esa labor traductora, desconocida, además de silenciada, la llevan a cabo en gran medida los propios profesionales de los medios de comunicación. Ellos se encargan de trasvasar la información a un contexto social diferenciado y a sus nuevos destinatarios: los lectores de la prensa española. La atención prestada hasta la fecha a la compleja relación entre prensa y traducción ha sido más bien escasa, de ahí que la bibliografía sobre el tema, muy dispersa, no abunde. Sorprende especialmente la ausencia de reflexiones por parte del ámbito periodístico, que si bien incide en la labor de mediación de la prensa entre los acontecimientos y el público, descuida el análisis de la doble mediación que se produce al traducir la información. La Traductología –o Estudios de Traducción–, por su parte, hasta fechas muy recientes no ha empezado a mostrar interés por una de sus manifestaciones –la traducción periodística– más singulares y con más implicaciones teórico-prácticas. Este vacío investigador resulta aún más paradójico si se considera que la prensa escrita española, en formato papel o en formato digital, llega a un considerable número de lectores, lo que le otorga una inmensa proyección social. El papel crucial de la traducción en los medios de comunicación impresos permanece, pues, oculto para el gran público, pese a que la prensa española es una de las grandes prensas europeas que traduce. Este trabajo pretende contribuir a la reflexión sobre este fenómeno y paliar la escasez de análisis y de datos sobre el uso de la traducción en los medios escritos, un pilar fundamental del mundo de la comunicación. Lo que aquí se ofrece es una mirada a ese espacio poco conocido realizada con la intención de poner en contacto dos ámbitos, el periodismo y la traducción, que hasta la fecha han vivido de espaldas. La premisa de partida es que toda traducción surge necesariamente en un contexto social dado. El acto de traducir, en sus distintas etapas, es realizado por profesionales que pertenecen a un determinado sistema social y, además, el fenómeno de la traducción en general, y de la traducción periodística en particular, está vinculado a instituciones sociales (los periódicos, en este caso), que son las que determinan la selección, producción y distribución de la traducción y, por tanto, 11
las estrategias que se aplican para traducir. Esta perspectiva implica una aproximación a la política de traducción de los medios de comunicación, a los mecanismos que regulan el funcionamiento de la traducción y al impacto de esto en las prácticas de traducción observadas. Perspectiva, por lo demás, que presenta interesantes implicaciones desde el punto de vista periodístico, traductológico y sociológico. En el actual contexto mediático, con un constante trasvase de la información entre culturas, la traducción está llamada a desempeñar un papel cada vez más importante. El caudal informativo circula de manera continua a escala planetaria, en una cantidad que, lejos de disminuir, no deja de incrementarse día tras día. Esa información se difunde por todos los países, incluida España, y sus medios de comunicación la reproducen para la audiencia nacional de un modo específico, ya que cada sociedad dispensa a la información traducida acogidas muy diversas que obedecen a factores culturales propios. Parece, pues, necesaria la elaboración de un estudio que analice los mecanismos que rigen este proceso y sus implicaciones. Desde estas páginas se pretende ofrecer una visión global de este fenómeno centrada en la descripción del uso que el sector periodístico hace de la traducción en las secciones de Internacional y de Opinión. Partimos del convencimiento de que la prensa escrita española constituye un excelente observatorio para el estudio del comportamiento de la traducción en un ámbito sociocultural específico. Fruto de este planteamiento es un libro fundamentalmente descriptivo y analítico, que surge con la intención de ayudar a entender mejor el complejo fenómeno del trasvase transcultural de la información. Sus contenidos se dirigen en general a todos los interesados por esta realidad social donde confluyen la actividad periodística y la actividad traductora, pero, sobre todo, a estudiantes e investigadores de Traducción e Interpretación y de Ciencias de la Información, así como a profesionales de los medios y traductores.
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Capítulo I
La traducción en los medios de comunicación
1. La traducción del caudal informativo: el proceso de globalización El material traducido que la prensa precisa para sacar adelante sus ediciones no deja de aumentar día tras día. La entrevista del corresponsal en Nueva York al secretario general de Naciones Unidas, las últimas noticias de agencia que llegan sobre el conflicto afgano, el artículo de opinión del último Premio Nobel de Economía o la reproducción de algún reportaje procedente de otro medio europeo o norteamericano, son sólo muestras de producción periodística que no habría sido posible sin recurrir a la traducción. La actividad traductora en la prensa escrita española es constante. Su presencia, sin embargo, no es visible, pues el flujo incesante de material traducido se diluye y se entremezcla, en el proceso de generación de nueva información, con el material periodístico que se produce en las redacciones, pasando a formar parte de la producción propia de los medios. Además, las maneras de servirse de la traducción no son uniformes, lo que da lugar a prácticas traductoras variadas que engloban desde el tradicional texto traducido que reproduce fiel e íntegramente el contenido del original, a otros usos de la traducción más difusos donde la noción clásica del término resulta difícil de aplicar. La utilización por parte del periodismo de prácticas traductoras muy flexibles ha recibido escasa atención de los profesionales e investigadores de esta área, así como de los dedicados al estudio de la traducción, y ello a pesar del papel crucial que desempeña la traducción en la transmisión de los mensajes periodísticos. En las últimas décadas hemos asistido al nacimiento de una nueva forma de periodismo, con características como la continua cascada de 13
noticias, el acceso global a la información, la cobertura instantánea, etc. Con su asombrosa proliferación, su omnipresencia y su carácter global, este caudal informativo está transformando paulatinamente nuestra visión del mundo. Los medios de comunicación son uno de los más determinantes agentes de expansión y refuerzo del proceso de globalización de la información; una parte de la realidad internacional es producida por los medios de comunicación de masas que están configurando un modo de organización novedoso, una nueva fase de apertura al mundo, de integración mundial. Surge, así, un flujo noticioso continuo que está generando una opinión pública a la vez fragmentada y global, lo que Lozano Bartolozzi denomina “opiniones públicas transnacionales” (2006: 155). En esta situación, se afianza una industria de la comunicación que controla los flujos internacionales de la información en todas sus manifestaciones. Las noticias se han convertido en un producto global, parte de un sistema comercial internacional, que se rige por las leyes del mercado y que se elabora para ser vendido. En el engranaje de su producción, la traducción es una pieza clave que permite ampliar mercados, constituyendo uno de los pilares básicos de todo este proceso. Es el mecanismo de mediación, la condición sine qua non, que permite el discurrir incesante del flujo informativo global y, sin embargo, apenas si ha surgido una reflexión en torno a la influencia y el papel específico de la práctica traductora en el fenómeno de la globalización de la información. Para Bielsa (2005: 4), entre las razones de la invisibilidad del proceso de traducción en la comunicación a escala mundial se encuentran las teorías actuales sobre la circulación de los flujos globales, que insisten en el hecho de la comunicación instantánea, algo estrechamente relacionado, a su vez, con otra de las causas que oscurece el papel de la traducción: la mayor parte de esas teorías se sitúan en la esfera de la circulación y excluyen cualquier aproximación a las condiciones previas necesarias para que ésta se produzca, entre las que destaca la traducción. A la invisibilidad de la traducción hay que unir su transparencia, entendida ésta como una manera de enfocar la mediación en la que los textos se adaptan a las normas de la cultura receptora, minimizando las 14
diferencias lingüísticas y culturales en aras de la fluidez en las relaciones entre distintas comunidades. Sin embargo, la transparencia, idealizada por la tradición, no es una opción neutral o ética, es una estrategia al servicio de ciertos intereses: oculta la mediación entre original y traducción y eclipsa la labor de traducción. Así pues, invisibilidad y transparencia definen la naturaleza de la traducción en la transmisión del flujo informativo global y crean la sensación de que la información puede circular inalterada entre comunidades lingüísticas y culturales diferentes. Paradójicamente, a mayor globalización, mayor demanda de traducción. Hay que facilitar la transmisión del caudal informativo, por una parte, y su recepción por parte de un determinado contexto nacional y cultural, por otra. La necesidad de traducir se ha visto incrementada con el fenómeno de la globalización porque las distintas audiencias prefieren recibir la información en su propia lengua y de la forma en que convencionalmente la han recibido. La globalización nos sitúa, pues, ante la paradoja de que lo que es global no lo es por ser lo mismo en todas partes, sino porque ha sido adaptado a gran número de contextos sociales y culturales (Orengo 2005: 169).
2. Prensa y traducción La transmisión de la información en las últimas décadas ha experimentado un constante aumento en todo el mundo; ese flujo informativo global atraviesa fronteras gracias a la traducción. El sector de los medios impresos españoles, con un impacto social considerable, muestra un alto de grado de utilización de la actividad traductora. Sin embargo, no todos estos medios se sirven de la traducción de una manera similar, apreciándose dos tipos de publicaciones diferenciados, con una política de traducción distinta. Por un lado, la prensa traducida, que consiste en la traducción total o parcial de los contenidos de una publicación matriz. Y, por otro, la prensa que genera sus propios conteni15
dos, pero que utiliza la traducción para producir información a partir de material periodístico procedente de fuentes externas. Estos dos tipos de medios presentan grandes diferencias en lo que respecta al papel que asignan a la traducción –el grado de dependencia es enorme en el caso de la prensa traducida– y a las estrategias que aplican al traducir. Analizamos ambas modalidades en los siguientes apartados.
2.1. Prensa traducida El fenómeno de la prensa traducida se inició con las revistas. Como apunta Mattelart (1998: 71), la Segunda Guerra Mundial favoreció una mayor presencia de Time y Newsweek en la esfera internacional. En 1946, Time contaba con catorce ediciones y Newsweek, cinco; todas estaban hechas en inglés. Sólo el Reader’s Digest optó por publicar sus ediciones en las lenguas de los diferentes países en donde se distribuía y fue considerado durante mucho tiempo como un modelo de producción editorial transnacional. El Reader’s Digest adaptó los contenidos a la diversidad de los ámbitos nacionales con una hábil dosificación entre los artículos suministrados por un centro mundial de coordinación, con sede próxima a Nueva York, las adaptaciones a los intereses y a la cultura local, y el material producido regional o localmente. Cuarenta años después de que fuese publicada su primera edición extranjera, circulaban más de treinta millones de ejemplares, en cuarenta ediciones, en unos veinte idiomas. A partir de los años sesenta otras revistas, como Scientific American, Cosmopolitan, Family, Playboy, etc., se internacionalizan y lo hacen siguiendo el sistema de franquicia. La sociedad propietaria de la cabecera cedía a un editor nacional el derecho de utilizar ese título con arreglo a unas condiciones muy precisas, mediante el pago de royalties. Se reservaba, además, un cierto control del contenido y orientación para mantener el concepto. Con esta fórmula, quien obtenía la franquicia pasaba a conectarse con una red, que contaba con un fondo común de artículos, una agenda de direcciones de anunciantes, y, a veces, con sesiones de cruce de ideas con los equipos editoriales de otras versiones 16
locales de la publicación, en una estrategia de fusión de lo nacional con lo internacional. Posteriormente, la concentración de grandes grupos de comunicación y las alianzas mediáticas han intensificado este fenómeno que se ha extendido de las revistas al resto de la prensa escrita. En la actualidad, las grandes empresas del sector se extienden por todo el globo en un afán de ampliar mercados, obtener rentabilidad y llegar a una mayor audiencia. En este contexto, la traducción es una pieza indispensable para la circulación de los mensajes periodísticos a escala global. La prensa ha recurrido a la traducción desde sus inicios y esta realidad no ha hecho más que intensificarse con el paso del tiempo. Los acuerdos existentes entre los diferentes grupos mediáticos a lo largo del planeta han supuesto un incremento exponencial del número de traducciones. Las actuales publicaciones periódicas traducidas reflejan diferentes grados de utilización de la traducción, y vuelcan total o parcialmente los contenidos de una publicación preexistente. Esta prensa tal vez constituya la forma más evidente, más visible, de utilización de la actividad traductora por el modo de presentarse ante la nueva audiencia (algunas publicaciones mantienen el título original del periódico o revista traducido y un formato similar). Publicaciones de este tipo abundan en el mercado periodístico mundial y, por supuesto, en el español. A las numerosas versiones españolas de conocidas revistas foráneas (Muy interesante, Elle, Cosmopolitan, National Geographic…o Vanity Fair, una de las más recientes), hay que sumar el fenómeno de los periódicos traducidos (la edición en catalán de El Periódico de Calalunya, la edición española de Le Monde Diplomatique, la edición en inglés del diario SUR –SUR in English– para la colonia de lengua inglesa asentada en Andalucía…) y la creciente presencia de suplementos fruto de la traducción de otras publicaciones (El País English Edition, que se distribuye junto a la edición española del International Herald Tribune; el suplemento informativo de The New York Times en español publicado por El País con contenidos exclusivos de dicho diario…). Esta lista no pretende ser exhaustiva, se trata únicamente de algunas muestras de publicaciones traducidas; muestras variadas, que no siguen un único patrón y presentan 17
entre ellas significativas diferencias que responden a las políticas de difusión de las empresas que las editan y a las adaptaciones introducidas para sus respectivas audiencias. Así, por ejemplo, El Periódico de Calalunya sale a la calle diariamente en una edición castellana y otra catalana independiente y paralela, desde octubre de 1997. Este rotativo se decantó por la publicación diaria de una edición en catalán clónica de la castellana; ambas ediciones son absolutamente idénticas, se trata exactamente del mismo periódico y la versión catalana se traduce íntegramente todos los días a partir de la castellana. La experiencia ha resultado ser un éxito y, con unos 60.000 ejemplares catalanes diarios (Montoliu 1998), El Periódico ha ampliado su audiencia y se ha situado actualmente muy por delante de cualquier otro rotativo en catalán. SUR in English, en cambio, es un periódico semanal. La versión en inglés del diario malagueño SUR, perteneciente al grupo Vocento, se edita desde julio de 1984 y se ha convertido en el periódico en lengua inglesa de mayor difusión en España gracias al sistema de suscripción (Taillefer de Haya 2005: 261). Dirigido en un principio a la colonia de habla inglesa internacional asentada en la Costa del Sol, el periódico ha ido aumentando su audiencia a medida que crecía el número de residentes extranjeros en la provincia de Málaga y en el resto de la región. Los contenidos de esta publicación se centran especialmente en informaciones sobre Andalucía, aunque también se hacen eco de los principales acontecimientos a nivel nacional e internacional. Este periódico tiene que competir con las principales cabeceras en lengua inglesa que llegan a los quioscos de la costa y lo ha conseguido gracias a la selección de sus contenidos: publica preferentemente noticias que afectan a la comunidad de habla inglesa residente en España. Dado su carácter semanal, SUR in English no reproduce la totalidad de los contenidos del diario matriz; es una mezcla de una selección de artículos traducidos de SUR (de manera total o parcial) con contenidos propios redactados directamente en inglés. Le Monde diplomatique, por su parte, es un periódico mensual. Esta publicación francesa cuenta con versiones en numerosas lenguas, entre las que se halla la edición española. Los cambios que se producen entre el 18
mensual francés y su versión española son significativos, tal y como documentan con detalle Cortés Zaborras y Turci Domingo (2005): muchos artículos del periódico francés desaparecen en la edición española, pasan de un mes a otro, provienen de otras publicaciones del mismo grupo editorial francés o son exclusivos de la edición española. Es frecuente, asimismo, que el contenido de los textos se reorganice y que se lleven a cabo ampliaciones u omisiones. Algunas secciones se han adaptado a la audiencia española, como es el caso de la agenda de actividades culturales, reseñas de libros y revistas: Desaparecen del español las actividades tales como representaciones teatrales, coloquios, debates, etcétera que se celebran en Francia, así como las críticas de libros publicados en ese país. En España, las referencias a actividades culturales o de discusión son muy escasas, pero se mantienen las secciones dedicadas a los libros y a las revistas, obras en su mayoría publicadas en España, aunque también se hallan esporádicas referencias a títulos extranjeros (2005: 302).
El fenómeno de la prensa traducida no se limita a las cabeceras, sino que también lo encontramos en los suplementos que ofrecen algunos periódicos. Uno de los casos más visibles es el suplemento informativo en español editado por The New York Times que se distribuye los jueves con El País desde 2004. Este suplemento, de doce páginas, con contenidos exclusivos del rotativo neoyorquino, es fruto de la alianza mediática establecida entre el diario español y el norteamericano y permite a los lectores de El País acceder en su propia lengua a noticias y reportajes sobre el mundo desde la perspectiva de The New York Times, que mantiene su estilo de composición y tipografía. The New York Times distribuye el mismo suplemento a través de veintiséis cabeceras de los cinco continentes, pero no siempre traducido. En el caso del diario alemán Suddeutsche Zeitung o el francés Le Monde, por ejemplo, el suplemento aparece en inglés; en cambio, el suplemento de The New York Times que se entrega con La Repubblica se traduce al italiano. En todos los casos incluye la cobertura de noticias, opinión, fotos en color y gráficos a lo largo de sus secciones: mundo, dinero y negocios, ciencia y tecnología, vida americana y arte y estilo. Cada edición la prepara en Nueva York un equipo de redactores del New York 19
Times News Service en contacto con las cabeceras asociadas. De esta manera, los contenidos del rotativo norteamericano circulan a escala internacional a través de las audiencias que le proporcionan prestigiosos diarios repartidos por otros continentes. Otra experiencia en este sentido, relacionada igualmente con las alianzas mediáticas que mantienen los grupos de comunicación, es el suplemento en inglés El País English Edition que, desde octubre de 2001, se distribuye de lunes a sábado junto a la edición para España y Portugal del International Herald Tribune, diario internacional de lengua inglesa que forma parte de The New York Times Company. Este suplemento, de ocho páginas, se nutre fundamentalmente de artículos periodísticos ya publicados por El País y pretende ser un complemento del rotativo norteamericano, suministrando contenidos de ámbito nacional o local. De hecho, el International Herald Tribune, con base en París, se vende en más de 180 países y también se distribuye a escala global con suplementos en inglés que reproducen el contenido de prestigiosos periódicos locales. Los textos que publica El País English Edition, tal y como documenta Frías Arnés (2005), son fundamentalmente fruto de la traducción de artículos, reportajes, crónicas y entrevistas redactados originalmente en español y que proceden de números atrasados de El País y de sus distintos suplementos. Sólo un porcentaje minoritario de estos textos se redacta originalmente en inglés, aunque las fuentes son notas de agencia en español de la red de recursos del diario madrileño. Debido a motivos de espacio –hay que incluir los artículos originales en las ocho páginas del suplemento–, los redactores se ven en la necesidad de resumir o recortar el contenido de los textos por lo que aúnan la labor de traducción con la de edición. Los casos aquí descritos son sólo algunas muestras de prensa traducida presente en la actualidad en el mercado periodístico español. Los ejemplos mencionados presentan importantes diferencias entre ellos; El Periódico de Calalunya es un caso singular al tratarse de un rotativo cuya traducción al catalán va dirigida a la misma comunidad cultural que el original en castellano: los lectores catalanes que, según su preferencia lingüística, eligen una u otra versión (ambas idénticas) de esta publica20
ción, lo que permite a la empresa periodística posicionarse en ambos mercados y aumentar su distribución. En el resto de los casos estamos ante estrategias mediáticas que se basan en la comunicación transcultural: publicaciones que, gracias a políticas de difusión a gran escala basadas en alianzas entre grandes grupos de comunicación, llegan a otras audiencias que lingüística y culturalmente difieren de la audiencia a la que iba destinada la publicación original. Estas versiones –aunque algunas mantengan el mismo nombre– ya no ofrecen un producto idéntico al original, sino más bien un producto adaptado, en el que se ha llevado a cabo una selección en los contenidos, una reorganización de éstos o una síntesis, añadiéndose otros especialmente concebidos para sus nuevos destinatarios. Aún así, todas presentan un punto en común: la traducción está en el centro de su proceso de producción. Pese al importante número de medios traducidos, este hecho ha despertado muy poco interés, tanto en el ámbito periodístico como en el traductológico. Una de estas publicaciones, sin embargo, sí ha sido objeto de una atención preferente: la edición española de Le Monde diplomatique. Los trabajos publicados en los últimos años (Reque de Coulon 2002, Cortés Zaborras y Turci Domingo 2005 y Andujar Moreno 2006), desde diferentes enfoques, han analizado cómo funciona la traducción en este periódico. Una de las conclusiones más interesantes es la que concierne a las estrategias de traducción utilizadas, pues se observan traducciones más literales y la clara finalidad de reproducir las peculiaridades de los textos originales (convenciones textuales, formato y elementos tipográficos similares, etc.) para intentar ser un fiel reflejo de la publicación matriz. Entre los dos polos básicos señalados por Toury (1994: 98), adecuación y aceptabilidad, es decir, privilegiar las normas de la cultura del original o las normas de la cultura receptora, en la edición española del mensual francés se opta abrumadoramente por lo primero. Resulta arriesgado, sin embargo, extender estas conclusiones al resto de la prensa traducida. Sería necesario contar con otros estudios que analizasen un número representativo de estas publicaciones para poder extraer conclusiones fiables.
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2.2. Traducción en la prensa La actividad traductora no se reduce a la prensa traducida, está igualmente presente en esas otras publicaciones que, como la prensa de información general, elaboran sus propios contenidos, aunque aquí su presencia sea menos evidente, menos visible, y hasta cierto punto encubierta. La escasez de reflexiones o estudios sobre el papel que desempeña la traducción en el proceso de generación de nueva producción periodística no ha hecho más que aumentar la creencia de que al leer la prensa nacional accedemos a contenidos originales, propios del medio, cuando ciertamente, en una parte importante de los mismos, ha mediado la labor de traducción. La falta de datos sistemáticos sobre la proporción de textos traducidos que aparece en nuestros diarios hace difícil cuantificar el volumen de traducciones que mueve el sector y la cantidad de información traducida que publica. En ello influye notablemente la dificultad para llevar a cabo esa tarea. Los periódicos no siempre indican las fuentes de las que se sirven y la mayor parte de las traducciones se presentan sin las marcas de traducción necesarias para su identificación (nombre del traductor, procedencia del original, lengua de la que se ha traducido…). Además, los textos traducidos en la prensa adoptan generalmente un formato distinto al del texto de partida y con cierta frecuencia presentan importantes modificaciones que dificultan la localización e identificación de los originales. Los únicos datos disponibles hasta la fecha se reducen a estudios centrados en publicaciones concretas y durante periodos de tiempo relativamente breves. Tal vez el más completo de todos sea el de González Rodríguez (1999): La traducción en la prensa: “El País, 1995”, que presenta la primera aproximación cuantitativa que permite analizar el peso de la actividad traductora en un periódico generalista de prestigio durante un año. Mediante datos tangibles, recogidos en un laborioso y detallado seguimiento diario de todas las secciones de El País, este investigador, además de cuantificar el volumen de traducciones, ofrece una visión bastante certera de la importancia de la traducción en este medio. Una primera dificultad en esta labor, ante la falta de marcas de traducción, es identificar los textos que se son claramente fruto de la 22
traducción. González Rodríguez (1999: 208) considera los siguientes: los despachos de agencias (excepto la agencia Efe), las entrevistas con personalidades extranjeras, los artículos escritos por personalidades extranjeras y los artículos firmados con el nombre de un periódico o una revista extranjera. Esta selección excluye necesariamente otros textos que, en parte o en su totalidad, se han elaborado mediante la traducción, como es el caso de noticias que llevan la firma “agencias”, textos que no presentan firma y otros tipos de reescrituras que se sirven de la actividad traductora. Su estudio viene a establecer que las traducciones representaron un 12,61% del total de artículos del diario y las secciones que más traducciones publicaron en 1995 fueron, por orden de importancia, las siguientes: Resumen del año 1995: Año 1995 Agencias Periódicos Colaboraciones Entrevistas Internacional Revista de prensa Opinión Sociedad Cultura Deportes Economía Última página Salud Futuro Debates Comunicación Educación Domingo Negocios
Total artículos 35359
7038 369 581 3985 4269 6871 7352 363 505 532 135 304 472 722 1736
No de traducciones 4459 3168 953 266 72 2085 358 114 507 155 395 391 24 76 123 32 19 11 31 95
% 12,61 8,95 2,69 0,75 0,20 29,62 97,01 19,62 12,72 3,63 5,74 5,31 6,61 15,04 23,12 23,70 6,25 2,33 4,29 5,47
Fuente: González Rodríguez (1999: 240).
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Se trata de datos parciales, referidos a un único año (1995) y un único periódico (El País), por lo que hay que considerarlos con la debida cautela. Sólo un seguimiento más amplio permitiría generalizar sobre ese 12,61% de traducciones publicadas en dicho medio, que en el tiempo transcurrido desde 1995 puede haber aumentado sustancialmente. Sin embargo, se trata de una cuantificación única y rigurosa, y supone un punto de arranque para establecer el volumen de traducciones en la prensa generalista española. Este último aspecto, además, se revela de sumo interés si consideramos que en ocasiones ni siquiera las propias empresas periodísticas poseen datos sobre la cantidad de textos traducidos que publican o al menos así lo manifiestan1. En lo referente al diario El Mundo, se han publicado igualmente trabajos que ofrecen datos parciales sobre la cantidad de información traducida (Hernández Guerrero 2008a, 2008b y en prensa). Los datos recabados muestran el uso de la traducción en las secciones de Opinión, Ciencia e Internacional a lo largo de uno o varios años, así como análisis descriptivos de cómo se lleva a cabo el trasvase transcultural de la información en este periódico. Estos estudios ponen de relieve que en la prensa española de información general la traducción forma parte del proceso de generación de contenidos de prácticamente todas las secciones, si bien se observa un peso mayor en algunas secciones concretas, en especial la de Internacional y Opinión, que analizaremos en detalle en los capítulos IV y VI, respectivamente. La utilización de la actividad traductora en los diarios generalistas se enmarca en un contexto muy distinto al observado en la prensa traducida. La política de traducción en estos medios responde a criterios de rentabilidad económica: resulta menos costoso recurrir a fuentes externas para obtener la información que producirla con medios propios, y esa primera opción implica traducir. En estas publicaciones la 1
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El estudio de González Rodríguez incluye una entrevista de 1997 con el entonces responsable de Relaciones Externas de El País, Miguel Ángel Bastenier, quien, a la pregunta de: “¿Tiene su diario estadísticas sobre el porcentaje de artículos traducidos?”, responde con un escueto “no” (1999: 304).
traducción se inclina claramente hacia la aceptabilidad (Toury 2004: 98), pues se adoptan de un modo manifiesto las normas de la cultura receptora. Las estrategias de traducción van orientadas a conseguir la transparencia, limando diferencias lingüísticas y culturales en aras de la fluidez en la comunicación2.
3. Medios impresos y medios digitales El soporte papel ha constituido hasta fechas muy recientes la manera determinante y única de acceso a los medios impresos, situación que ha dado un vuelco sorprendente con la irrupción de Internet En la actualidad un gran número de publicaciones impresas vuelca sus contenidos en la web, que se ha convertido en soporte del llamado periodismo digital. Al mismo tiempo se viene observando un trasvase constante de lectores de uno a otro formato, hasta tal punto que algunas voces han alertado de que este fenómeno creciente pone en peligro la existencia misma de la prensa escrita. Lo cierto es que la era de Internet está produciendo cambios en las tendencias de uso de los medios de comunicación. Hoy los periódicos impresos se complementan mediante ediciones digitales por Internet, que se actualizan con mayor periodicidad que la diaria (hecho que se indica con la hora y el minuto de la versión actualizada), y permiten una difusión mundial. Los medios impresos, al colgarse en la red e ir actualizando continuamente sus contenidos, se han metamorfoseado en periódicos para internautas, con ediciones electrónicas. Algunos únicamente se presentan en ese formato electrónico, sin el soporte papel. 2
Las políticas de traducción que aplican los medios de comunicación y sus estrategias traductoras varían sustancialmente de unos medios a otros. Las diferencias que se aprecian entre los medios impresos son extensibles a otros tipos de canales. En este sentido, resultan muy ilustradores los estudios sobre los canales de noticias en español de la CNN y la BBC llevados a cabo por Valdeón (2005a, 2005b y 2005c).
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Las grandes cabeceras de la prensa escrita siguen incluyendo en su web, como base sobre la cual asentar toda la información que va llegando durante el día a la redacción, una versión digital de la edición impresa. Los estudios llevados a cabo en España comparando los contenidos de las ediciones en papel y digitales muestran que se produce un máximo aprovechamiento de los contenidos de las ediciones en papel en las versiones digitales de los principales diarios. Nos interesa aquí destacar este hecho por la razón de que amplía considerablemente el número de receptores finales a los que llegan los contenidos de la prensa escrita, tanto los de producción propia como los traducidos. A ello hay que sumar que muchos rotativos, en su búsqueda de rentabilidad, han abierto nuevas vías para comercializar su edición impresa a través de la red, consiguiendo, así, nuevos lectores. Para ello ofrecen, mediante suscripción, el acceso al periódico en formato PDF, que reproduce íntegramente el formato periodístico de la edición en papel. Los receptores finales de los contenidos propios y traducidos que ofrece la prensa escrita son, por tanto, mucho más numerosos de lo que a simple vista pudiera parecer. Según la primera oleada de 2009 del Estudio General de Medios (http://download.aimc.es/aimc/02egm/ resumegm109.pdf [Consulta: 7 de mayo de 2009]), los diarios españoles de información general tienen una audiencia de 14.721.000 de lectores. Entre las cabeceras más leídas se encuentran: El País El Mundo ABC La Vanguardia
2.182.000 1.337.000 730.000 709.000
Si nos remitimos a las cifras existentes sobre la audiencia de las ediciones online, Comscore, empresa especializada en la medición digital a nivel internacional, en los datos correspondientes a España de febrero de 2009, atribuye 8,4 millones de usuarios únicos a la lectura de la prensa digital, es decir, el 46% de la audiencia de Internet, 18,3 millones. Elmundo.es y Elpais.com encabezan el ranquin. Elmundo.es fue el diario online más seguido con 3,5 millones de usuarios únicos, que 26
representan el 19,2% de la audiencia total. En segunda posición se sitúa Elpais.com, que roza los 3,3 millones de seguidores, el 18% del total. A continuación, Abc.es, con 1,2 millones y Lavanguardia.es, con 825.000. Estas cifras ponen de manifiesto el verdadero alcance de estos medios y su enorme proyección social. Albornoz (2006: 201), en su análisis de los contenidos de los diarios digitales en español, apunta a los géneros informativos, en especial la noticia, como los que generan un mayor volumen de información y los que se renuevan con mayor periodicidad. Este hecho le lleva a considerar la noticia –al igual que ocurre en la prensa de información general impresa– como el núcleo central de los diarios online analizados, en los que confluyen tres flujos de contenidos informativos con frecuencias de actualización diferenciadas: a) Por un lado, están aquellos contenidos producidos exclusivamente para el sitio, los cuales se renuevan a lo largo del día. Se trata de un flujo de actualización permanente integrado principalmente por información provista por las redacciones digitales de los respectivos diarios (producción propia) y las agencias de noticias (producción externa). b) Por otro, encontramos contenidos informativos derivados de la edición impresa, que se actualizan a diario. Éstos, a su vez, suelen estar presentes en dos formatos: 1) el HTML, propio de la Red, que suele alimentar las diferentes secciones del diario online, y 2) el formato PDF, que permite mostrar los contenidos tal cual fueron diseñados para la edición impresa, y es comercializado por separado (suscripción de pago). c) Finalmente, están aquellos contenidos informativos provenientes de los suplementos impresos que suelen acompañar la edición papel. Éstos tienen una frecuencia de actualización semanal o mensual (Albornoz, 2006: 201).
Un hecho relevante en este nuevo marco del periodismo es la importancia cada vez mayor que adquieren las fuentes externas frente a la producción propia de los medios. Uno de los estudios más recientes, centrado en las diferencias en cuanto a contenido y tratamiento de la información entre los medios escritos españoles y sus versiones digitales (Diezhandino 2008), viene a subrayar este fenómeno. En concreto, advierte del progresivo abandono de las fuentes propias, que puede 27
convertir a los periodistas en meros clasificadores del caudal informativo suministrado por otras fuentes. Esas fuentes son variadas, pero las grandes agencias de noticias internacionales ocupan un lugar preponderante; los despachos que suministran a los medios impresos de nuestro país están redactados en otras lenguas (principalmente, inglés y francés) o se ofrecen traducidos al español; de una u otra manera la traducción se revela como el mecanismo necesario para la transmisión y difusión de ese caudal informativo. Los grandes diarios, tanto en su edición impresa como en la digital, se sirven de las mismas fuentes, abordan las mismas temáticas y aplican las mismas rutinas profesionales. Con todo, este fenómeno es mucho más acusado en las ediciones digitales; la desaparición del concepto de cierre, hasta confundirse en un proceso continuo, y la ausencia de redacciones suficientes, dificulta la producción de contenidos propios y obliga a recurrir a contenidos ya elaborados que, dado el escaso tiempo disponible para su publicación, en ocasiones se reproducen tal cual se reciben, sin el procesamiento previo habitual.
4. Periodistas traductores: la doble mediación En el marco profesional de la prensa, la actividad periodística se presenta idealizada: constituye la actividad primaria, auténtica, la labor de creación. Sin embargo, no encontramos idealizado el perfil del traductor, más bien al contrario, la actividad traductora es vista como secundaria, devaluada, marginal, invisible, mera reproducción. La traducción, aunque esencial, se concibe como una tarea menos prestigiosa que otras labores de edición y goza de un estatus más bajo en la jerarquía editorial. Existe la creencia de que se trata de una mera operación de transcodificación. Al traducir, los propios periodistas no consideran esa labor como actividad traductora, sino que la perciben como labor de edición o elaboración de una noticia a partir de un texto en otra lengua. No ven 28
que en la generación de información con fuentes en otras lenguas se produzcan dos actividades distintas, la traductora y la periodística, sino que ambas están integradas. Se ven como periodistas haciendo su trabajo y se consideran periodistas más que traductores. Probablemente influya en ello la ya mencionada conexión con el prestigio: la edición se ve como un proceso que comprende toma de decisiones y creatividad, mientras que la traducción se percibe como una tarea pasiva o una imitación. Además, persiste la lógica de que la producción de un artículo es una operación periodística sujeta a factores comunicativos, mientras que la traducción –el concepto tradicional de traducción que manejan– es una operación más preocupada por el respeto del texto original que por el valor funcional del nuevo producto. En resumidas cuentas, lo que hacen los profesionales de los medios, desde esta óptica, no es traducción, es periodismo. Leer y quizá traducir un despacho, por poner un ejemplo, forma parte de la tarea cotidiana de un redactor. El periodista se define a sí mismo como un intermediario, un mediador, entre los acontecimientos y el público en una tarea compleja que le lleva a seleccionar, filtrar, reorganizar, valorar, jerarquizar y distribuir las informaciones. Este estado de cosas no puede ocultar, en cambio, que una parte importante de profesionales del periodismo realiza tareas basadas de forma única y exclusiva en la traducción; en otras palabras, el trabajo del periodista consiste llanamente en traducir. Esto sucede, en mayor medida, con los profesionales de los grandes grupos de comunicación transnacionales que, en una política de rentabilización de costes y aprovechamiento máximo de recursos, ofrecen contenidos únicamente traducidos. En menor grado, simultaneando traducción y producción propia, también ocurre en el resto de los medios. Con todo, estos profesionales rara vez se consideran traductores. Las denominaciones más aproximadas que encontramos para referirse a ellos en el marco periodístico son del tipo “periodista traductor” o “redactor traductor”. En la jerga profesional, sin embargo, lo habitual es que se les denomine periodistas, redactores o editores. Suele ser usual en la prensa española que sistemática o esporádicamente, según el medio, se recurra a traductores independientes, a los 29
que se les encarga la traducción de ciertos artículos. Estos textos sí se presentan como traducciones y, siempre dependiendo de los usos de cada periódico, suelen incluir un pie de texto con la firma del traductor o algún tipo de marca que deje ver la procedencia del original (caso del copyright). Los medios escritos recurren, pues, a traductores autónomos para el trasvase de ciertos textos, que sí ofrecen a la audiencia marcas que permiten identificarlos como traducciones. Lo cierto es que la acelerada transformación que experimenta la prensa, con un incremento ingente de la información disponible, exige nuevos roles del periodista: tiene que ser alguien que criba y no sólo que transmite, un organizador y un traductor, así como alguien que reúne y hace accesible los hechos. Además de saber cómo redactar informaciones de prensa o cómo contarlas para un determinado medio, también debe saber cómo llevar a cabo el trasvase transcultural. El caudal informativo fluye incesante y parte de él está redactado en otras lenguas, lo que implica la necesidad de traducir. Estos profesionales no sólo median entre el acontecimiento y el público, su labor es más especializada, pues comprende igualmente la mediación cultural. Sin olvidar que en el contexto periodístico la labor de transformación del texto en lengua extranjera no es arbitraria, sigue una lógica específica, tiene sus propios objetivos y su motivación: los textos son vehículos para la información y se opera sobre ellos mientras dura el largo proceso de su periplo vital, desde el sujeto emisor hasta sus receptores últimos. Los sujetos que llevan a cabo esta labor son mediadores especializados; desempeñan un papel determinante en todo este ciclo, sólo comparable al de las empresas periodísticas que, iniciadoras del proceso, influyen en él de manera igualmente decisiva. Por esta razón sorprende aún más que la atención prestada a este tema por parte del ámbito periodístico sea mínima.
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Capítulo II
La traducción periodística
1. Características de la traducción periodística La actividad traductora en los medios de comunicación ha recibido la denominación de traducción periodística debido al campo profesional en el que se desarrolla. Es necesario considerar que en esta modalidad de traducción los variados soportes que vehiculan la información (medios impresos, audiovisuales, digitales…) influyen en el proceso de transferencia y en cómo se reformulan los mensajes periodísticos para una determinada sociedad. La prensa escrita constituye un ámbito profesional específico en el que las necesidades de los medios de comunicación determinan las reglas de uso de la traducción. El recurso a la actividad traductora para la producción de contenidos es muy frecuente y no se considera como una ocupación distinta de la periodística, sino como una parte más de ésta; el trabajo de los redactores consiste en generar información y, si para ello han de servirse de la traducción, lo hacen de formas muy variadas que en ocasiones no coinciden con el concepto tradicional que se tiene de este término: su finalidad a veces no es reproducir un determinado original, sino producir una nueva información para un marco comunicativo muy concreto. Por esta razón, bajo la denominación de traducción periodística se engloban prácticas traductoras de muy diversa índole y usos de la traducción muy flexibles que responden a las necesidades funcionales de cada medio de comunicación. Las primeras reflexiones, más o menos sistemáticas, sobre las características que definen la práctica de la traducción periodística (Tapia 1992, Gutiérrez de Terán 1997, Martínez 2001, Stinson de Quevedo 2001, Gallardo Camacho 2005, Vidal 2005) proceden casi todas ellas 31
de la experiencia profesional de sus autores. La facilitada por Tapia (1992), una de las más completas, destaca los siguientes puntos: 1. El primer objetivo del traductor periodístico es transmitir información. Por tanto, es su obligación recurrir a todos los mecanismos capaces de brindar mayor claridad a la información que se está transmitiendo. 2. El traductor periodístico traduce para una audiencia masiva. En consecuencia, deberá usar un lenguaje claro y directo. 3. El traductor periodístico traduce para un ámbito geográfico, temporal y cultural específico. Su labor también estará condicionada por el medio para el cual trabaja. 4. El traductor periodístico está sometido a importantes limitaciones de tiempo y espacio. 5. El traductor periodístico suele ser también retraductor y corrector de estilo.
Martínez (2001) completa la enumeración de Tapia con otros aspectos que son necesarios para la traducción periodística. Así, destaca la ductilidad, entendida como la versatilidad del traductor periodístico, que lo mismo ha de traducir un texto de contenido económico, que político o deportivo, teniendo que conocer la “jerga” característica de la sección y de quienes la leen. Otra regla del traductor periodístico es la capacidad de síntesis, que va unida a los problemas de espacio que surgen en los diarios y que obligan, en ocasiones, a acortar o resumir algunos originales. Apunta, igualmente, las características propias del tipo de texto en cuestión, que hacen que tanto periodista como traductor tengan como objetivo la precisión, la claridad, la veracidad y la rigurosidad. Esta autora subraya que la concepción del texto periodístico varía entre países, por lo que el traductor no sólo tiene que interpretar y transmitir el sentido del texto original, sino que debe adaptarlo a las características de los textos periodísticos del sistema cultural receptor. Otras descripciones de la traducción periodística se basan en los rasgos de tipo textual. Es el caso de la propuesta de Gutiérrez de Terán (1997: 19), para quien: Las características de la traducción de prensa son básicamente las mismas que la de la confección del lenguaje periodístico, si bien el traductor ha de enfren-
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tarse a un problema añadido: la depuración de fórmulas y mecanismos característicos de la lengua base que la receptora no puede aceptar tal cual.
De ahí que la traducción periodística requiera de intervenciones para lograr: sencillez (utilización de frases cortas, de estructura simple…); economía (decir las cosas de la forma más breve y concisa posible); globalización (recurso a utilizar términos que faciliten la transmisión); neutralización del estilo (consecución de un sistema de expresión homogéneo, de un código continuado y estable); continuidad del significado (componentes distribuidos según un orden de importancia, tronco argumental y de estilo). Por último, Vidal (2005: 386) pone especial acento en el proceso de reescritura que supone toda traducción periodística y en el papel determinante de los géneros periodísticos: El traductor de prensa es, quizás por la propia naturaleza del medio para el que traduce, un recreador, un escritor, delimitado por la idea que debe recrear y el por el género periodístico en el que tiene que verter su traducción.
En un intento de sistematizar y aunar criterios, podemos afirmar que la traducción periodística es una práctica profesional fuertemente marcada por los modos y exigencias que rigen en el ejercicio del periodismo y por el marco lingüístico propio de cada comunidad cultural –que se concreta en sus géneros periodísticos y en el estilo que establece cada publicación–, factores estos que influyen en el modo en que se utiliza y se lleva a cabo la traducción. Siempre con una particularidad: la labor puramente lingüística se ve supeditada a la labor informativa.
1.1. Condicionantes lingüísticos En la producción de textos periodísticos, las formulaciones estilísticas y retóricas se organizan de un modo específico. La confección de un artículo periodístico se rige por unos principios que guían, por ejemplo, la disposición de la estructura textual, de los argumentos, la sin33
taxis, etc. Cuando se habla de textos periodísticos se alude, en realidad, a un conjunto de tipos textuales que no es uniforme. Nos encontramos ante diferentes tipos de discurso o géneros. Los géneros periodísticos españoles han sido ampliamente estudiados y clasificados en el ámbito académico y contamos con excelentes obras para su análisis y descripción (Casasús y Núñez Ladevéze 1991, Martínez Albertos 1989 y 2000, Gomis 1991, Núñez Ladevéze 1993 y 1995, entre otros). Existen varias clasificaciones dependiendo del enfoque de los distintos autores. Siguiendo la propuesta simplificadora de Casasús (1991: 88), podemos distinguir tres grandes categorías: géneros informativos, interpretativos y argumentativos, que englobarían las variedades textuales presentes en la prensa escrita1. Los géneros se diferencian entre sí por su estilo y la utilización de los recursos lingüísticos, su finalidad y la disposición psicológica del autor. Además de la estructura interna, contamos con su exterior, su imagen, que también es una parte fundamental de la información que los medios y los periodistas ofrecen a sus receptores. La percepción del texto periodístico (ubicación, extensión, formato, etc.) proporciona igualmente una información visual adicional. Cada uno de estos géneros presenta unas convenciones textuales ya establecidas, una manera de comunicar con unas estructuras determinadas, características de la producción periodística del español peninsular. Sin embargo, los géneros periodísticos varían entre lenguas y culturas diferentes. Así, si tomamos como ejemplo la noticia, variedad 1
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Aunque con diferentes denominaciones, hay plena coincidencia al señalar la existencia de estos tres géneros periodísticos. No se puede decir lo mismo en lo relativo a los subgéneros. Basta con echar un vistazo a la bibliografía sobre el tema para comprobar que algunas variedades textuales son híbridas y figuran, según el investigador consultado, en un género u otro. Lo mismo ocurre en los libros de estilo de los principales periódicos nacionales. Así, por ejemplo, en el Libro de estilo de El Mundo (1996: 23) leemos a propósito de la entrevista: “Se puede considerar como un subgénero de la información básica o noticia. En este caso, su único objetivo es informar de las opiniones de alguien”. Sin embargo, Martínez de Sousa (2003: 39), en el Libro de estilo de Vocento, incluye este subgénero dentro de los géneros interpretativos.
textual del género informativo, veremos que presenta en español una estructura convencional, en la que destaca un tipo de titular extenso, que informa al lector de lo que ocurre sin necesidad de que éste deba recurrir al resto de la información, la entrada, que incluye lo más significativo de la información, y a continuación el cuerpo de la noticia que explica, amplia y respalda lo que dice la entrada. Tradicionalmente, el contenido de la noticia se estructura siguiendo las pautas de la pirámide invertida, que supone colocar el material informativo más importante al principio y el menos relevante al final. Esta técnica se sigue aplicando, aunque convive con otras, como la estructura cronológica o narración natural de los hechos. La noticia tiene como finalidad reflejar con la mayor exactitud posible la realidad a la que ha tenido acceso el periodista. Martínez Albertos (2000: 263) destaca su estilo sobrio y escueto, rigurosamente objetivo. Estos rasgos vienen marcados culturalmente; se trata de una serie de convenciones textuales que los periodistas, por un lado, conocen y aplican, y los lectores del diario, por otro, esperan encontrar. Los patrones que rigen la confección de una variedad textual en un sistema sociocultural determinado no tienen por qué coincidir con los patrones textuales de otros sistemas. Volviendo al ejemplo anterior de la noticia, si bien es cierto que los rasgos que presenta en español se encuentran igualmente en la noticia de países de nuestro entorno, también se aprecian diferencias. Por ejemplo, no es extraño que las noticias publicadas en la prensa francesa incluyan notas a pie de página al final del artículo para ampliar algún dato, algo completamente inusual en las noticias españolas. El peso de las convenciones textuales se observa especialmente en la manera de titular los artículos traducidos en la prensa escrita. La traducción de los titulares es uno de los aspectos de la traducción periodística que ha despertado una mayor atención en el ámbito académico (Moya 1993, Samaniego Fernández 2003, Hernández Guerrero 2004)2.
2
Sobre la traducción de titulares en otros medios de comunicación, como los canales de noticias online, véase Valdeón (2005d).
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Los titulares resultan especialmente interesantes por sus múltiples funciones. Estos segmentos breves incitan a leer el texto, proporcionan una visión sucinta de la información y poseen una clara función identificadora. Núñez Ladevéze (1991: 240) señala que el título no funciona sólo como un rótulo, es un rótulo que está ligado semánticamente a la información y a su contexto. Sin embargo, el titular, aunque unido al texto que acompaña, funciona de manera independiente. La lectura de muchos artículos periodísticos comienza por los titulares y, en ocasiones, termina ahí, pues el lector por razones diversas (interés, tiempo…) no sigue adelante. De ahí que pueda ser interpretado por sí mismo mediante el saber contextual del destinatario y sin necesidad de recurrir al desarrollo textual de la información. En el caso de la prensa española de información general, la traducción de los titulares está sujeta a las convenciones que rigen para los distintos géneros periodísticos (Hernández Guerrero 2004). Así, por ejemplo, en el caso de las noticias, se redactan con amplitud y detalle, incluyendo todos los elementos gramaticales de una frase normal. Deben transmitir, además, gran parte de la información que contiene el texto. De ahí que en las traducciones al español se produzcan importantes modificaciones para adaptarlos a la norma propia. Junto con las convenciones, influye la adaptación del contenido de la noticia a los intereses de la audiencia receptora, o la nueva orientación que puede recibir su contenido según el sesgo ideológico del medio. Y ello independientemente de la lengua de la que se traduzca, como se puede apreciar en estos ejemplos procedentes de noticias traducidas en el diario El Mundo:
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TITULAR ORIGINAL 1
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El fundamentalismo dispara la polio infantil en Pakistán
DECLAN WALSH. The Guardian 15-02-2007
DECLAN WALSH. The Guardian / EL MUNDO 16-02-2007
NHS will offer heart ‘wonder drug’ to all
Polémica en el Reino Unido ante la masiva prescripción de fármacos anticolesterol
SARAH-KATE TEMPLETON. The Sunday Times 24-06-2007 3
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TITULAR TRADUCIDO
Polio cases jump in Pakistan as clerics declare vaccination an American plot
SARAH-KATE TEMPLETON. The Sunday Times / EL MUNDO 25-06-2007
Vienne hérite de la patate chaude constitutionnelle
Austria asume la Presidencia de la UE en un momento crítico
JEAN QUATREMER Libération 02-01-2006
JEAN QUATREMER Libération / EL MUNDO 02-01-2006
Le bras d’honneur du japonais Koizumi
Koizumi visita el polémico santuario de Yasukuni antes de dejar el poder
MICHEL TEMAN Libération 16-08-2006
MICHEL TEMAN Libération / EL MUNDO 16-08-2006 5
Minacce a Mieli, de Bortoli e Mauro A. BERTICELLI / P. FOSCHINI Corriere della Sera 30-01-2008
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Scontro sul kit antidroga gratis alle famiglie ROSSELLA VERGA Corriere della Sera 05-03-2008
Los directores de varios diarios italianos reciben cartas con una bala dentro A. BERTICELLI / P. FOSCHINI Corriere della Sera / EL MUNDO 30-01-2008
La alcaldesa de Milán declara la guerra a la ‘cultura del colocón’ ROSSELLA VERGA Corriere della Sera / EL MUNDO 07-03-2008
Las convenciones que rigen la confección de una variedad textual en un sistema sociocultural determinado no tienen por qué coincidir con los patrones textuales de otros sistemas. Por esta razón, la labor de traducción en la prensa se centra en producir nuevos textos periodísticos; estos se insertan en una tradición lingüística y cultural específica, que se rige por parámetros diferentes a la del original. Además, en la producción y presentación de estos textos influye igualmente la norma propia para cada medio, recogida en los diferentes libros de estilo de los que se han dotado los diarios de prestigio. Su función principal es definir la personalidad de una publicación. Secundariamente, hacen hincapié en el uso correcto del idioma y previenen contra las infracciones más frecuentes de la norma aceptada, aportando las opciones que se han de aplicar en el periódico. Los textos que se generan mediante traducción, al igual que el resto de la producción original, deben plegarse a las normas establecidas en los libros de estilo, que determinan, por ejemplo, el sistema de trascripción de sustantivos procedentes de otros alfabetos, la actitud ante los préstamos, etc. (cf. Hernández Guerrero, 2005b). 37
1.2. Condicionantes informativos Los periódicos tienen como misión informar; es forzoso, pues, que expliquen, que precisen, que aclaren el sentido de una información. No se limitan a una simple transmisión de acontecimientos, su papel es mucho más activo: seleccionan lo que debe publicarse, determinan la forma en que debe hacerse (presentar la información eficaz y sugestivamente al público) y así difunden determinadas imágenes de la noticia que pueden condicionar actitudes y opiniones. La información puede transmitirse con diferentes estilos o con diferente intención, pero siempre ha de resultar fácilmente comprensible para los lectores. De ahí las recomendaciones de claridad, concisión, precisión, fluidez y sencillez a la hora de construir un texto periodístico. La directriz dominante es la fluidez en la información. Las traducciones periodísticas también siguen esa máxima. Se traduce borrando las diferencias lingüísticas y culturales en aras de la fluidez. Esta estrategia de traducción busca lograr la transparencia –naturalidad que no delate el proceso traslativo–, que, unida a la ausencia de elementos paratextuales en su recepción, no hace más que acentuar el efecto de que no hay traducciones y no se ha realizado ningún proceso de mediación. Esta estrategia, como señalábamos en el capítulo anterior, no es una opción neutral, está al servicio de ciertos intereses: la transparencia oculta la doble mediación y eclipsa la labor de traducción. El texto que originalmente surgió en un marco espacio-temporal determinado, con una función y unos destinatarios específicos, sufre una serie de transformaciones en su trasvase transcultural y atraviesa diferentes etapas de reelaboración hasta llegar a sus receptores finales en el nuevo marco comunicativo. El lector, destinatario último del periódico, determina en gran medida el tratamiento que recibe toda la información que se publica, incluida la traducida. Como empresa de comunicación, el diario busca su rentabilidad y una de sus fuentes de ingresos es la venta de ejemplares. En el complejo mapa de la prensa española, los lectores tienen a su disposición una amplia oferta y la elección de uno u otro producto viene determinada por distintos fac38
tores: económicos, ideológicos, culturales, lingüísticos… En un mercado tan competitivo, las cabeceras luchan por atraer a nuevos compradores y fidelizarlos; entre sus estrategias se encuentra la defensa de una determinada línea editorial, de un cierto posicionamiento político, que, más allá de la tan cacareada independencia, atrae a grupos de lectores que se identifican con ese modo de pensamiento y ven refrendado su sistema de valores o creencias. Esos receptores finales, afines a la política editorial del medio, determinan en gran medida el proceso de selección de la información, el contenido de ésta y qué políticas de traducción se llevan a cabo, como tendremos ocasión de analizar más adelante. Relacionado con lo anterior, están las alianzas mediáticas. El surgimiento de grandes grupos de comunicación internacionales que controlan empresas periodísticas a lo largo del globo es una realidad incuestionable; estos grupos buscan rentabilizar sus productos y la mejor forma es compartir contenidos; para ello han de servirse de la traducción. Existe igualmente otro tipo de alianzas que sólo atañe a ciertas cabeceras; se trata de acuerdos puntuales con medios extranjeros para compartir corresponsales en ciertas zonas, por ejemplo, o para la utilización conjunta de sus contenidos, siempre en la línea de reducción de costes y siguiendo una cierta afinidad ideológica3; la traducción permite reproducir esos contenidos. Las nuevas necesidades de la empresa periodística determinarán el tratamiento que recibirá la información procedente de fuentes externas y el modo en que se presentará a la audiencia. Cada medio sigue su propia política en lo que a la traducción se refiere. El periódico, como 3
Estos acuerdos son de sobra conocidos, pues los propios medios se encargan de hacerlos públicos. En la página web del grupo PRISA, por ejemplo, en el enlace Prensa, podemos leer: “En el plano internacional, el periódico mantiene acuerdos con The New York Times y Le Monde, a cuyo accionariado pertenece PRISA. Con The New York Times elabora un suplemento en español con contenidos exclusivos del rotativo norteamericano. Por otra parte, The Internacional Herald Tribune incluye en su edición diaria en España una versión inglesa de los contenidos más importantes de El País. Consulta: 18 marzo 2009.
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institución, es el responsable último de las actuaciones y decisiones de los profesionales que trabajan traduciendo; establece qué se traduce, cómo se ha de hacer, quién se encargará de hacerlo y cómo se ha de editar el material traducido. Los usos difieren enormemente dependiendo del periódico que se analice. En lo referente a la recepción de las traducciones, por ejemplo, hay medios que presentan la información traducida como tal, es decir, incluyendo marcas que indican al lector que está leyendo una traducción; algunos adoptan posturas intermedias y sólo incluyen esas marcas en el caso de algunos géneros periodísticos; otros, de manera sistemática, ocultan esa información. El formato de cada periódico también influye en el tratamiento que recibe la información traducida. Los medios ofrecen la información con un diseño formal propio, un conjunto en el que la forma y el contenido aparecen estrechamente unidos y que constituye un punto de referencia para su público. El formato de un periódico refleja el valor que otorga a la información que publica en una especie de código interno que sus lectores han aprendido a interpretar. En lo que respecta a las traducciones, afecta a cuestiones como la extensión (los textos tienen asignados espacios determinados), dando lugar en ocasiones a cambios relevantes. Pero más importante aún es la función que el nuevo canal otorga al artículo traducido. El texto puede mantener o variar la función con la que fue concebido. Al mismo tiempo, de esa función dependerá su ubicación (puede permanecer en la misma sección del diario o no). Además, una información relevante que fue cubierta de manera extensa por la cultura emisora puede tener una extensión menor en la cultura receptora, donde el tema no se considere de tanto interés o, todo lo contrario, una información breve puede ser ampliada. Los originales se utilizan, pues, para producir nueva información en español que se ha de presentar como artículo periodístico a un público diferente y ha de acomodarse a la línea editorial del medio que lo acoge. Todo ello da lugar a prácticas traductoras muy variadas (cf. Capítulo V), pues en el ámbito de la prensa escrita se lleva a cabo un uso de la traducción muy flexible, que da repuesta a las necesidades e intereses de los medios en la transmisión de la información.
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2. La calidad lingüística de las traducciones No se ha realizado hasta la fecha ningún estudio que se centre en la calidad lingüística de las traducciones que se publican en la prensa escrita española. Los únicos estudios existentes analizan la calidad de los textos periodísticos de los diarios sin distinguir la producción original de la producción traducida. Es el caso, por ejemplo, de uno de los más recientes (Ballesta Ferrer 2008). Ciertamente toda la producción traducida que incluye la prensa no deja de ser producción propia de nuestra cultura, que pasa a formar parte integrante de la misma, y que, como el resto de traducciones, la enriquece. El sector periodístico español no hace, pues, distinciones entre un tipo de producción y otro, pero lo cierto es que muestra cierto interés en la calidad de los productos que vende, y la ve supeditada, en parte, a su calidad lingüística. La prensa es consciente de su influencia sobre los usos lingüísticos y se muestra bastante exigente a este respecto, como se puede observar en los libros de estilo de los que se han dotado los principales medios escritos nacionales, y que constituyen una norma propia que rige el estilo de cada periódico y que condiciona a redactores y demás colaboradores. Estas obras orientan al periodista a la hora de confeccionar su texto, tanto desde el punto de vista textual (recomendaciones para la elaboración de los diferentes géneros periodísticos, convenciones de titulación, extensión de los párrafos, características del lenguaje, etc.), como desde el punto de vista sintáctico y léxico (evitar ciertos galicismos, construcciones pasivas, la introducción de préstamos que cuentan con un equivalente, etc.). Además, en lo que respecta a la preocupación por el idioma en los medios, en España se produce un fenómeno singular, que no tiene parangón en otros países: una agencia de noticias, Efe, ha asumido una función muy activa en su defensa. Tal y como señala Brumme (2006: 1498), Efe se sitúa “entre las instituciones cuya tarea principal no es el cultivo de la lengua, pero que ha asimilado un papel importante en la promoción del uso adecuado y correcto del español”. Con el objetivo de aportar criterios para evitar la dispersión lingüística y la invasión 41
indiscriminada de neologismos, ha venido publicando las numerosas ediciones del Manual de español urgente, pensado como recurso para el periodista en su labor diaria. La Agencia Efe cuenta también con un Vademécum de español urgente, redactado y compilado por Gómez Font, un repertorio de comentarios lingüísticos y aclaraciones de dudas sobre el uso de neologismos, transcripciones, traducciones, etc., que se puede consultar a través del portal de la agencia en Internet. Gran parte de las recomendaciones que se recogen en estos manuales van dirigidas a evitar las numerosas interferencias que se producen al redactar textos en los que, en diferente grado, interviene la traducción. “La traducción rápida al castellano, a la que obliga el periodismo, genera una lengua sin suficiente coherencia semántica y por tanto falsa y sin arraigo”, advierte Muro Benayas (2006: 208). Muchos de los periodistas que trabajan en español usan construcciones e incluso términos tomados como préstamos del material periodístico en otras lenguas del que se sirven en su quehacer diario. Y aunque en estos manuales las referencias a la actividad traductora suelen brillar por su ausencia, en realidad parecen dirigidos al profesional que, por razones funcionales de trabajo, tiene que traducir. Sin embargo, pese a que los medios son conscientes de su responsabilidad en este sentido y hayan habilitado medidas de control y corrección, los textos periodísticos traducidos al español provocan transformaciones en nuestra lengua. No añadimos nada nuevo cuando decimos que las traducciones producen cambios en el sistema que las acoge (Toury 2004). Tampoco, cuando afirmamos que el lenguaje periodístico, por la importancia de la actividad traductora en la transmisión de la información, es desde hace tiempo una de las principales vías de entrada de formas y usos propios de otras lenguas. La traducción actúa como un factor de introducción de cambios, y nos referimos específicamente a cambios lingüísticos, más allá de las ideas que vehiculen los textos que se traducen y de su hipotético impacto en los lectores. En los textos traducidos se cuelan elementos procedentes de otros ámbitos, convenciones de otras lenguas…, y ello a pesar de la política preventiva de los medios y del control que éstos ejercen. Desde siempre el lenguaje periodístico ha sido un camino de entrada para 42
usos lingüísticos procedentes de otros sistemas, medie o no la traducción. Como afirma Hurtado González (2003: 19): Todo lo cambiante halla su reflejo en los periódicos, y en este sentido se puede decir que la prensa escrita es escaparate de las tendencias lingüísticas actuales y laboratorio de experimentación lingüística a un tiempo.
De todos esos trasvases, los más conocidos y analizados son los que afectan al léxico. García Suárez (2005: 187) compara a las agencias de noticias con la primera línea del frente en la traducción de términos, pero ese frente continúa abierto en los periódicos. Lo cierto es que muchas palabras que acaban pasando al sistema receptor, con mayor o menor fortuna, llegan frecuentemente a través de la traducción. Pero este fenómeno no sólo afecta al léxico, el lenguaje de la prensa es permeable a todo tipo de influencias, filtrando un gran número de innovaciones, aunque no todas ellas tienen el mismo carácter ni son de igual importancia; actúan en distintos niveles, como en el caso de las convenciones no respetadas o las nuevas construcciones sintácticas que se transfieren al sistema receptor (Hernández Guerrero 2008c). La actividad traductora está en el origen de gran parte de estas transferencias.
3. El material periodístico: fuentes estables e inestables M. A. Bastenier, responsable de relaciones externas de El País, entrevistado en 1997 por González Rodríguez (1999: 303), revela que la redacción del diario distingue entre dos tipos de material periodístico para traducir: el material instantáneo y el material no instantáneo4. El material instantáneo –aclara– es aquel que se inscribe dentro de una actualidad de 48 horas como máximo y se traduce en la propia sección. 4
González Rodríguez (1999: 153) apunta que esta distinción se asemeja a la propuesta de Cancio Pastor (1995: 145–148), quien habla también de dos tipos de documentos: los documentos no acabados y los documentos acabados.
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Es también un material bruto, que, de manera general, no se publica como tal. El periodista se vale de este material y de otras fuentes de información para redactar un artículo, de acuerdo con el espacio de que dispone. El material no instantáneo sí se publica como tal. Es un artículo que ya no sufre ninguna modificación; por su contenido no obedece a la inmediatez del primero. El plazo de publicación es mucho más amplio. Esa distinción entre material instantáneo y no instantáneo en la prensa escrita está estrechamente relacionada, en nuestra opinión, con la variedad textual, y, en especial, con la noción de género periodístico. El material periodístico que se traduce comprende variedades textuales diversas: noticias, despachos de agencias, entrevistas, reportajes, crónicas, artículos de opinión… Adoptando la forma de los diferentes géneros periodísticos, ese flujo informativo circula a escala global y está a disposición de los medios, que lo seleccionan y traducen en función de sus necesidades e intereses. Sin embargo, la manera de trasvasar esa amplia gama de variedades textuales al medio receptor no es uniforme; el análisis de las traducciones periodísticas en la prensa permite observar un enfoque diferente de su proceso de traducción, dependiendo de la naturaleza del texto original. Teniendo en cuenta este hecho, distinguimos en la traducción del material periodístico dos tipos de fuentes, que hemos denominado fuentes inestables y fuentes estables. Cuando el original es una fuente inestable5 no se considera como texto definitivo; en sus diferentes fases de producción, pasa por varios 5
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Tomamos los términos fuente estable e inestable de Pym (2004: 174–176), quien asocia la unstable source a los textos producidos en esta era de comunicación electrónica, constantemente sujetos a actualizaciones y adaptaciones, en una situación semejante a la vivida antes del descubrimiento de la imprenta, cuando los textos originales eran manuscritos que se transformaban con cada nueva copia, cuando los traductores gozaban de gran libertad para introducir notas, glosas, en un constante proceso de reescritura que iba dejando huella en los textos. Queremos aclarar que el concepto de fuente estable, tal y como aquí se plantea, no tiene relación alguna con el uso de este concepto en el ámbito periodístico (fuentes estables son aquellas que mantienen relaciones fijas con el medio, frente a las fuentes temporales, de uso esporádico).
mediadores que cuentan con gran libertad para ponerlo al día y actualizarlo. Es habitual que en este periplo el quehacer traductor implique que los textos se abrevien o se amplíen, se les añada información o se les suprima, en un proceso de reescritura que termina por adaptarlos a las necesidades informativas de los medios, con todas las implicaciones que ello conlleva. Esto sucede con los géneros que se centran en la exposición de los hechos –géneros informativos e interpretativos–, restando protagonismo al autor; transmiten la actualidad informativa centrándose en responder a las cuestiones qué, quién, cuándo y dónde (Borrat 1989). El autor o los autores pasan a un segundo plano y prima la información que vehiculan sobre otras consideraciones, por lo que en el quehacer periodístico adquieren el estatus de fuente inestable, susceptible de transformación y manipulación en la medida en que los acontecimientos se suceden vertiginosamente, la información no deja de fluir y ampliarse y en su selección y trasvase priman los intereses informativos del medio. Desde el punto de vista traductológico, estas prácticas dan como fruto traducciones en las que el texto de llegada frecuentemente no es equivalente al original, pues no estamos ante una reproducción fiel. Cuando el original es una fuente estable, el texto de llegada lo reproduce fielmente, si bien se adapta al nuevo marco comunicativo. Se trata, por lo general, de textos fijos, artículos firmados, con unos determinados derechos que restringen la libertad de acción del mediador. Esto se produce normalmente en el caso de los géneros argumentativos, centrados en presentar el cómo y el por qué de los acontecimientos. Sirven para dar a conocer las ideas y los juicios de valor suscitados a propósito de hechos que han sido noticia más o menos reciente. Los autores aquí cobran un especial protagonismo, se trata de personas que ya han alcanzado una cierta posición en sus profesiones: firmas de prestigio. Nos hallamos, en líneas generales, ante textos que estilísticamente están más elaborados, escritos por firmas conocidas y cotizadas, cuya opinión se valora. En el proceso de traducción, estos textos reciben la consideración de fuente estable: se respeta su contenido y su integridad, se reproducen fielmente. El producto resultante suele ser equivalente al original, dando lugar a traducciones stricto sensu. Su estatus, además, 45
suele ser el de una traducción; por ello, en algunos medios, es frecuente que incluya ciertas marcas que permiten reconocerlo como tal y que así se reciba en el nuevo sistema cultural. Estos textos responden a la idea tradicional de lo que es una traducción6. Esta clasificación simplifica en exceso las diferentes formas de uso de la actividad traductora que se observan en la prensa escrita. Con todo, puede servirnos como punto de partida para el estudio del fenómeno traslativo en estos medios. Los análisis realizados en los diarios españoles (Hernández Guerrero 2005a) muestran estas dos maneras de llevar a cabo la transferencia del material periodístico, y cómo la naturaleza de los diferentes géneros –que define su función, entre otros muchos aspectos– determina su consideración como fuente estable o inestable. Por esta razón, los distintos géneros periodísticos no reciben el mismo tratamiento en su trasvase transcultural. El análisis de las fuentes inestables resulta especialmente interesante porque con ellas se llevan a cabo prácticas traductoras variadas, de las que nos ocuparemos en los próximos capítulos.
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El material periodístico que se considera como fuente estable o inestable en los medios impresos varía con respecto a otros medios de comunicación. En lo referente a los canales de noticias online, véase Valdeón (2009).
Capítulo III
El flujo informativo global: la traducción de noticias
1. La noticia traducida: de lo global a lo local Los cambios tecnológicos, económicos, culturales y sociales de las últimas décadas han contribuido a una mutación en el panorama informativo a nivel internacional. En un mundo cada vez más interdependiente y globalizado, ya no existen fronteras para el flujo informativo, que no ha dejado de crecer en las últimas décadas. La información se ha convertido en un objeto más de consumo, sometido a las reglas del mercado y su valor, por lo demás, ha adquirido un peso fundamental en el mundo de hoy. El acceso al caudal informativo global resulta imprescindible para la prensa escrita; una parte nada despreciable de sus contenidos se nutre de esa información que llega del exterior. En este contexto, las agencias de noticias tienen un papel determinante. En palabras de Muro Benayas (2006: 21), distribuyen dos terceras partes de las noticias publicadas en todo el mundo, en un trabajo que se caracteriza por la objetividad y la neutralidad de su mensaje. Su producto es información en estado puro, preocupado sólo por los hechos y los protagonistas, el acontecer diario contado en tiempo real con un lenguaje plagado de sustantivos, sin adjetivar, sin opinión.
En el tortuoso camino desde la agencia de noticias hasta el periódico la información es escrita y reescrita por profesionales que actúan, a la vez, como periodistas, traductores, editores, escritores, reporteros y expertos en software. La noticia de agencia es, tal vez, el más claro 47
ejemplo de fuente inestable, pues esta modalidad de texto se concibe como una obra inconclusa, susceptible de ampliación a medida del devenir de los acontecimientos. En su amplio periplo desde el lugar de los hechos hasta sus receptores finales, experimenta toda una serie de transformaciones que terminan por convertirla en un producto adaptado al sistema cultural que la reproduce. La estrategia de las agencias pasa por generar productos homogéneos, artículos culturalmente aceptables para todos los públicos. Como tendremos ocasión de comprobar, si bien las agencias producen información para un mercado global, lo que implica homogeneizar los contenidos y las fórmulas1, los acontecimientos globales se trasvasan a nivel nacional de diferente forma, siguiendo estrategias propias de cada sistema cultural. En otras palabras, aunque la información que se transmite a nivel global es la misma, su interpretación es distinta en los diferentes contextos sociales y culturales. El flujo informativo, a través de las prácticas de producción propias de la prensa nacional, es domesticado2 y reconducido hacia el lector español, por razones culturales y políticas; es decir, se le otorga un significado local. Así, el material distribuido por las agencias permite que los medios nacionales construyan sus propias noticias internacionales. El material de agencias se edita, se integra y se ilustra con imágenes, o se mezcla con material generado por corresponsales o enviados especiales, para ofrecer un producto local, propio de nuestro sistema cultural, diferenciado, siguiendo fórmulas de producción propias. La línea editorial del periódico y sus estrategias para competir influyen en la presentación y en el contenido de la noticia tal y como llega a los lectores.
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Como señala Orengo (2005), la noticia es quizás el primer producto textual, exceptuando tal vez los textos sagrados en el pasado, que se ha estandarizado a través del mundo en forma, estructura, códigos de práctica y normas de funcionamiento. Utilizamos el término domesticar, método de traducción introducido por Venuti (1995), aplicado a la producción de noticias a escala internacional tal y como propone Clausen (2003): un proceso consistente en hacer que la información sea comprensible para la audiencia de una determinada cultura.
Este proceso de domesticación implica diferentes etapas en las que intervienen aspectos como la selección de la información, la transedición o la localización, pero el trasvase a otra lengua, en este caso el español, es sin lugar a dudas la primera herramienta de asimilación del flujo informativo global.
2. La traducción en las agencias de noticias La globalización de la información se inicia con el surgimiento de las primeras agencias internacionales de noticias a comienzos del siglo XIX, en un proceso que ha ido acelerándose con la expansión del ciberespacio. Las agencias son organizaciones globales con una amplia presencia a escala planetaria y constituyen el canal por el que se distribuyen dos tercios de la información publicada en el mundo. El caudal informativo que éstas proporcionan no ha dejado de crecer en las últimas décadas, pero el número de productores sigue prácticamente inalterado, y ha aumentado su poder y peso en el mercado. Son tres las que lideran en la actualidad el comercio de noticias globales: Reuters, Associated Press y France Presse. Producen sus despachos en las principales lenguas europeas y, en el caso de las dos primeras, en árabe. La cuarta en esta lista es la Agencia Efe3. Surten de noticias a todos los periódicos del mundo, en idiomas ajenos al del propio país que sirve de sede a estas grandes compañías. Aunque suelen facilitar sus productos en la lengua de los clientes, no es extraño que éstos también asuman la tarea de traducir la información servida por las agencias. La objetividad y neutralidad que caracterizan a las noticias de agencias no impide, en cambio, que los enfoques que ofrecen estas organi-
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La Agencia Efe, por ejemplo, cuenta con servicios en inglés y en portugués (para Brasil); en 2006 lanzó el servicio de noticias en árabe, con sede en Egipto.
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zaciones diverjan, condicionados por su origen lingüístico y cultural. Como apunta Muro Benayas (2006: 23): Cada una de ellas mantiene una posición diferente que las lleva a poner el foco en las comunidades en donde se asientan. Su enfoque condiciona su despliegue de redes y de medios por el mundo, más intensa en un espacio, menos en otro.
El reto de suministrar la información en la lengua de las empresas que se suscriben a estos servicios, hace que la traducción sea una pieza crucial en la actividad de las agencias. Sin embargo, éstas no contratan a traductores –tal y como señala Bielsa (2007) en un estudio pionero acerca del papel de la traducción en estas organizaciones–, pues no conciben la tarea de traducción como algo distinto a la tarea periodística de producción y edición de noticias, y el trabajo lo llevan a cabo profesionales de la redacción, que escriben, traducen y envían la noticia. La labor de estos profesionales abarca todo el proceso de producción, es decir, implica la tarea de selección, traducción, corrección, verificación, acabado, desarrollo o reducción hasta proporcionar al texto la forma con la que será transmitido. Las empresas prefieren servirse de periodistas, en vez de traductores, porque ya poseen la formación específica necesaria para este trabajo: la experiencia en el sector periodístico y el conocimiento de los géneros y el estilo propio. La integración de la traducción en la producción de noticias aumenta la eficiencia de las agencias que, desde sus comienzos, se han visto obligadas a manejar la diversidad lingüística y la comunicación transcultural. La fuerza y la velocidad del proceso de globalización imponen a sus trabajadores formas de actuación que implican cambios en su relación con los textos. Por ejemplo, la elección de frases y palabras no por su adecuación sino por su adaptabilidad para un determinado medio, en este caso, la prensa escrita. El reto es producir artículos culturalmente aceptables para todos los públicos. Así, el proceso de globalización de la información implica redactar textos que puedan utilizarse por una amplia base de clientes globales. A pesar de las catastróficas predicciones que venían vaticinando que culturas y lenguas se verían diluidas por la cultura y el poder dominantes, lo cierto es que la globalización está funcio50
nando a través de la diversificación lingüística (Schäffner 2000). El choque entre lo global y lo local no está conduciendo a una monocultura, sino que la intensificación de la circulación de los flujos culturales está creando un mundo cada vez más mestizado. Las nociones de hibridación y de mestizaje dan cuenta de la combinación y asimilación de los flujos culturales transnacionales por parte de las culturas locales. Este fenómeno es fácil de observar en el modo en que los diarios españoles reproducen las noticias de agencia. Para realizar con éxito su tarea, las agencias han desarrollado unas estructuras que facilitan el flujo informativo y minimizan la necesidad de traducir. Bielsa y Bassnett (2008) han descrito el modo en que estas poderosas organizaciones del mercado internacional de la información conciben y emplean la traducción. Una red global les permite distribuir la información a nivel mundial con la máxima eficiencia y en el menor tiempo posible, saltando barreras idiomáticas. Estas agencias contratan para sus sedes centrales a periodistas, británicos en el caso de Reuters, y franceses en el de France Presse, que producen noticias en su propia lengua, que en ocasiones son traducidas por otros servicios. Además, se sirven de periodistas locales en las sedes que mantienen por todo el globo; éstos escriben en su propia lengua y se encargan igualmente de traducir de otros servicios para el mercado local. Bielsa (2007) pone como ejemplo de este tipo de estructura, el funcionamiento de la sede de la agencia Reuters en Madrid, que cuenta con periodistas españoles que producen artículos en español y traducen para el mercado local los generados en inglés por otros servicios, y, al mismo tiempo, periodistas extranjeros producen en inglés artículos sobre España para el servicio en inglés. Esta estructura dual reduce la necesidad de traducir y permite acortar el tiempo necesario para la distribución a escala global en diferentes lenguas y para diferentes mercados. El caso de France Presse es diferente, con un mayor volumen de traducción que realizan las redacciones de las distintas sedes. Por ejemplo, la sección iberoamericana de la sede central de París es responsable de las traducciones al español de las noticias relativas a Europa, Oriente Medio y África. Las noticias sobre América se traducen al español en la redacción regional de Montevideo. 51
La traducción, pues, forma parte desde el principio del proceso de transmisión del caudal informativo internacional que, a menudo, sirve de punto de partida a los periodistas que escriben en las secciones de otros medios de comunicación. Su peso es enorme en el caso de la sección de Internacional; el perfil medio de estas secciones en ciertos medios está generalmente limitado a dar noticia de lo que cuentan las agencias extranjeras en un progresivo abandono de las fuentes propias, aspecto que constituye una realidad cada vez más evidente, denunciada dentro y fuera de nuestras fronteras4. Tanto es así que los grandes polos de interés de la información internacional –la agenda-setting 5– los marca un puñado de agencias de prensa. Los temas que aparecen en las agendas de los medios con mayor relevancia o con mayor capacidad multiplicadora, como las agencias de prensa, “actúan a su vez en la formación de agendas de los otros medios, con una especie de efecto bola de nieve” (Lozano Bartolozzi 2006: 40– 41). Con todo, la dependencia de las noticias de agencia no es igual para todos los medios. Muro Benayas (2006: 71–72) distingue diferentes usos de 4
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Una investigación encargada a especialistas de la Universidad de Cardiff (Gran Bretaña) que examinaron 2.000 informaciones en cuatro diarios de calidad –Times,Telegraph, Guardian, Independent– y Daily Mail llegó a la conclusión, al rastrear las fuentes de los “hechos”, de que sólo el 12% de las informaciones contenían material que los propios periodistas hubieran investigado por completo. Con un 8% no podían estar seguros y con el restante 80% descubrieron que eran noticias elaboradas total o parcialmente con material de segunda mano, procedente de agencias de noticias y despachos de relaciones públicas. Léase al respecto, la tribuna “Una visita a Fleet Street” de José Miguel Larraya en El País 17/02/2008. La teoría de la agenda-setting o del “establecimiento de la agenda” postula que los medios de comunicación de masas tienen una gran influencia sobre el público al determinar qué historias poseen interés informativo y cuánto espacio e importancia se les da. El punto central de esta teoría es la capacidad de los medios para graduar la importancia de la información que se va a difundir, dándole un orden de prioridad para obtener mayor audiencia, mayor impacto y una determinada conciencia sobre la noticia. Del mismo modo, deciden qué temas excluir de la agenda. Más claramente, la teoría dice que la agenda mediática, conformada por las noticias que difunden los medios informativos cotidianamente, influye en la agenda del público.
esos productos según el tamaño de los diarios. Los grandes medios se caracterizan por una escasa publicación de las noticias de agencias, que se sitúa entre el 5 y el 10% de lo publicado; la utilidad básica atribuida a las agencias es alertar sobre acontecimientos y facilitar las primeras respuestas hasta que el que medio obtiene nuevos datos fruto de sus iniciativas y sus propios recursos. En los diarios medianos la presencia supera el 35% y en los pequeños, entre el 60 y el 80% de lo publicado. La manera de procesar la información de las agencias también difiere según el tamaño del diario. Los grandes medios tienen mayor capacidad de reelaborar lo recibido, que es considerado como materia prima para procesar nueva información. Muestran más reparos a la hora de reconocer de una manera clara que sus fuentes son las agencias. En los diarios medianos y pequeños, por el contrario, el grado de reelaboración es menor y el reconocimiento de las fuentes, mayor; les viene bien, pero sólo hasta cierto punto, indicar que se nutren de determinadas agencias, que aportan credibilidad a lo publicado sobre acontecimientos lejanos a su entorno. Esta realidad salta a la vista con sólo ojear las páginas de información internacional de los diarios nacionales. En ellos encontramos dos formas de utilización del caudal informativo que distribuyen las agencias. Por un lado, la reproducción total o parcial de la noticia suministrada y, por otro, la utilización de su contenido para generar otra información. Esta segunda modalidad da lugar a diferentes de tipos de reescritura periodística que parten de material traducido para elaborar nuevas noticias de producción propia, como pueden ser la inclusión de fragmentos en otros artículos, la utilización de datos de los despachos, o, la reconstrucción de los hechos y su actualización a través de la creación de una nueva noticia que se basa en los relatos suministrados por varias agencias6. Esta última modalidad es, tal vez, la más visible 6
Muro Benayas (2006: 85) describe explícitamente este proceso: “Cada redactor recibe en su PC, alimentado desde un único dispositivo concentrador, todas las noticias de agencia que afectan a su sección, las selecciona, lee e incorpora a su noticia casi sin percibir cuál es la fuente. No percibe ninguna identidad abstracta, no ve un servicio de noticias, sólo ve noticias”.
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para los lectores, pues la prensa española acostumbra a firmar estos artículos con la denominación “Agencias”. Aquí el periodista elabora una información partiendo de fuentes diversas y en distintas lenguas, lo lee todo, señala las cosas que le parecen más interesantes y hace una información en español con material de agencias. Aunque tome los hechos de muchas agencias en varios idiomas, no deja de hacer una información en español. Este tipo de actuación, muy extendido en nuestros periódicos, ni siquiera plantea problemas éticos, cuando, como señala Muro Benayas (2006:73), “la ocultación del crédito es, en los casos más flagrantes, una verdadera apropiación indebida del producto de las agencias, es decir, del fruto del trabajo colectivo de mucha gente”.
3. Proceso de selección de la información Los periódicos actúan necesariamente sobre la información que hacen llegar a sus públicos; la seleccionan, la elaboran, la ilustran, le dedican mayor o menor relevancia, la acompañan de valoraciones interpretativas. El consumidor de estos medios no lo aceptaría de otro modo. No hay que olvidar que la prensa escrita presenta rasgos diferenciadores que responden a unos principios editoriales, a un estilo comunicativo, a un diseño y a una identidad empresarial. Los periódicos, por tanto, hacen una selección de los hechos que son noticia, actúan de filtro. En este proceso el público es un factor determinante para la selección, elaboración y presentación de los mensajes: la prensa selecciona unas noticias u otras y les da un tratamiento, estilo y lenguaje determinado en función del público al que se dirige. La doble función selectiva y difusora de los medios implica que el contenido de los mensajes es el resultado de un escalonamiento de decisiones y de una estructura de filtros y tamización, a la que se alude a través de la metáfora del gatekeeping. Introducida por Kart Lewin en sus trabajos de psicología social durante la Segunda Guerra Mundial, 54
se aplicó al ámbito periodístico por parte de White (1950). Se utiliza como símil del complejo recorrido que sigue una noticia desde su producción inicial hasta sus usuarios finales, con la selección y modificaciones que tienen lugar a lo largo de ese camino. El gatekeeping, o proceso de selección de la información, puede ser definido como el proceso de control del flujo informativo a través de los canales de comunicación. El papel de controlador lo asumen los gatekeepers (porteros) emplazados en áreas estratégicas –gates (puertas)– del canal de información. Ellos deciden qué mensajes o fragmentos de la información pueden atravesar su particular barrera y seguir su periplo y con qué forma se les autoriza a pasar. Esa ruta es aún más tortuosa en el caso de las noticias redactadas en otras lenguas, tal y como señala Vuorinen (1997: 161). El despacho de una agencia de noticias que acaba publicado en las páginas de Internacional de un periódico (español, por ejemplo) atraviesa diferentes fases procesadoras en una larga cadena que comienza en la redacción regional de una agencia internacional; se envía posteriormente a la oficina central y viaja después a su sede en España para, por último, llegar al periódico. En este periplo pasa por las manos de varios redactores, siendo el producto final resultado de una compleja secuencia de procesamiento textual. Este proceso deja entrever que se produce un cierto grado de manipulación a lo largo del viaje de los textos. Existe un escaso conocimiento sobre el papel que desempeña la traducción en la transmisión del flujo informativo global, a pesar de ser una pieza clave en todo este proceso. Los trabajos publicados sobre los medios de comunicación o la internacionalización de la información generalmente ignoran este aspecto o, a lo sumo, lo mencionan de pasada. No abundan las reflexiones sobre el peso y las implicaciones de la actividad traductora en el quehacer periodístico, pese a constituir un eslabón ineludible y de crucial importancia en ese proceso de transmisión. Cuando en las etapas de elaboración de la noticia interviene la traducción, el periodista traductor produce un nuevo mensaje para un nuevo grupo de receptores en el que se ha seleccionado, añadido o eliminado contenido pensando en la nueva audiencia. La tarea que 55
lleva a cabo este profesional va más allá de la mera traducción y se sitúa plenamente en la labor periodística propia de un determinado sistema social, ideológico y cultural, y en el marco de una empresa de comunicación. La traducción es una parte inseparable de este proceso y se ve condicionada por la multitud de factores internos y externos que gobiernan estas operaciones de elaboración textual. Tal y como señala Hursti (2001), en este proceso influyen las decisiones personales de los periodistas implicados en la selección, las decisiones que la organización empresarial impone a sus trabajadores y el entorno cultural en el que se inscribe dicha organización, que exige que el material procedente de otras culturas se adapte y sea culturalmente aceptable, aunque “los criterios de selección no sólo dependerán de si los artículos o detalles de los artículos son culturalmente aceptables, sino también de si son culturalmente deseables”7. En el proceso de selección del material que se va a traducir pesan las decisiones de la empresa de comunicación y las alianzas mediáticas a las que aludíamos en apartados anteriores. Los acuerdos que se establecen entre medios y la existencia de grandes compañías con presencia global determinan la procedencia de las fuentes, que no se eligen tan libremente como en un principio pudiera pensarse. En el mercado de la información priman los pactos previos y los beneficios económicos que reportan; cada medio recibe sus suministros de caudal informativo internacional a través de unos proveedores concretos. Una vez seleccionada la información que se va a publicar, hay que traducirla. Dependiendo de las nuevas necesidades comunicativas que surgen en el contexto de llegada, y de la consideración de los originales como fuente estable o inestable, el material informativo recibe distintos tratamientos: se puede traducir toda la información o sólo parte de ella para la creación del nuevo texto que va a funcionar como noticia en el medio receptor. Lo habitual en las noticias traducidas en la prensa escrita española es que los textos vayan más allá de la
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En este volumen, todas las traducciones del inglés son nuestras, excepto las de las obras que citamos por su traducción española.
traducción y se adapte el mensaje al nuevo receptor y al nuevo canal emisor (Hernández Guerrero 2005a y en prensa). En todo caso, el producto final es siempre un producto local, al que se le han aplicado las fórmulas de producción de mensajes periodísticos propias de nuestro sistema cultural.
4. La transedición Para un número importante de profesionales que trabajan con textos, la traducción y la edición van parejas y han de ser realizadas en el mismo proceso8. Las tareas de traducción siempre han comprendido una cierta dosis de edición: hay que ocuparse de cuestiones como qué modificar, añadir o quitar, cómo aumentar la claridad; llevar a cabo la reorganización del texto, una determinada adaptación ideológica o cultural, o introducir los cambios necesarios para que se respeten las convenciones textuales. El término transedición, acuñado por Stetting (1989), designa la combinación de traducción y edición cuando la actividad traductora “se centra específicamente en las necesidades de los receptores de la traducción”, que, por supuesto, depende en cierta medida de la función que deben cumplir los textos traducidos. Este 8
Como señala Muro Benayas (2006: 185), la palabra editor se utiliza para describir realidades distintas: por un lado se refiere a personas. Así, son editores los que adaptan un texto a las normas de estilo de su empresa, y, en las agencias, los que validan y dan salida a una noticia de acuerdo con los planteamientos requeridos para cada destino. Por otro, la misma palabra se aplica a los sistemas informáticos y denomina el programa o conjunto de programas que permiten procesar y gestionar un sistema complejo de informaciones y, dentro de él, con más precisión, un conjunto de funciones específicas que incluye copiar, cortar, pegar, borrar, seleccionar o reemplazar. Por último, se refiere a empresarios u organizaciones dedicadas a la publicación de obras de contenidos informativos, culturales o de entretenimiento mediante la impresión u otros medios. En este apartado, utilizamos el término editor o edición en el primer sentido.
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tipo de tarea requiere del profesional una mayor competencia y le hace asumir otro tipo de responsabilidad en el proceso de transferencia. En ciertos ámbitos profesionales, como es el caso del periodismo, la transedición resulta una práctica muy corriente. Los redactores tienen que manejar material en otras lenguas y procesar esa información para los artículos que escriben. En otras ocasiones, tienen que traducir artículos; conocen de antemano el espacio del que disponen y la función que deben cumplir los textos y en esta tarea tienen que emplear grandes dosis de edición para adaptarlo al nuevo medio y a los nuevos receptores, algo que en el quehacer periodístico es habitual que se realice en un único proceso. Para Stteting (1989: 377), la transedición cubre estas tres áreas: (1) Adaptación al estándar de eficiencia en la expresión. (2) Adaptación a la función establecida para el texto traducido en el nuevo contexto social. (3) Adaptación a las necesidades y convenciones de la cultura de llegada. En el ámbito periodístico, la transedición es una tarea corriente. El mensaje debe tomar forma mediante su concreción en un género periodístico. En el proceso de transedición se elabora la información de acuerdo con un código lingüístico y en función del estilo que marca cada medio. Pero no todo son cuestiones de tipo formal, una parte importante de esta labor de intervención textual viene condicionada por factores externos. El medio, soporte del mensaje, opera como modificador decisivo: selecciona qué se traduce, establece con qué función y lo transmite con el sello de su línea editorial; todo el proceso está supeditado a sus necesidades en materia de información. La labor de transedición implica reorganizar, añadir información adicional, suprimir pasajes que no se consideren relevantes para el nuevo receptor, introducir los elementos de titulación, etc. En definitiva, otra etapa más del proceso de domesticación. Se trata de una única labor en la que resulta difícil señalar las fronteras entre traducción y edición. Sin embargo, estas tareas no son exclusivas de la traducción periodística, como señala Vuorinen (1997: 170), para quien todas estas operaciones (la omisión, la adición, substitución o reorganización), son parte de las operaciones textuales normales que se llevan a cabo en 58
cualquier traducción con la finalidad de producir textos de llegada adecuados a la función asignada. En definitiva, la transedición es una parte más de la labor de traducción.
5. La localización de la noticia El término localización en español puede llevar a confusión, porque su significado original se refiere a la determinación del lugar en que se halla alguien o algo. Pero tiene otra acepción menos conocida. La Localization Industry Standards Association, más conocida por sus siglas LISA, en su Guía de introducción al sector de la localización (2003: 3) afirma lo siguiente: La localización es el proceso de adaptación y fabricación de un producto para que presente el aspecto y el funcionamiento de un artículo fabricado en un país en concreto. Así pues, la localización es la pieza de un rompecabezas comercial mundial que permite que las empresas mantengan negocios en mercados ajenos al suyo original.
Para Arevalillo (2004), en esta definición se pueden atisbar referencias a otros dos aspectos que se integran en ese proceso: la internacionalización y la globalización. La primera hace referencia a un paso previo a la localización y busca un diseño de producto lo más neutro posible para que su adaptación técnica y lingüística a un idioma dado no presente problemas. Por otro lado, la globalización, despojada de connotaciones económicas, pretende rodear ese producto adaptado de cuantas funciones y apoyos sean necesarios para que se encuentre presente en el mayor número posible de países o idiomas de los usuarios. En un principio, la localización se confundía con un tipo de traducción especializada y se asociaba a la traducción informática. Si bien en sus albores esta creencia podía tener su fundamento, con el desarrollo de la informática esa suposición no tiene razón de ser. Aunque la 59
localización remita en la mayoría de las ocasiones a un contexto informático, los productos sometidos a este proceso son variopintos: desde el programa que controla una sofisticada maquinaria médica hasta el más simple de los juegos de ordenador o los mensajes de un teléfono móvil, y la informática no es más que el soporte en el que se asientan dichos productos. En cualquier caso, la localización es adaptación local, pero con un componente indudablemente comercial, ya que el texto forma parte del propio producto y no es sólo un accesorio. Para Pym (2004: 4), los textos son también productos materiales que constantemente se están distribuyendo en el tiempo y en el espacio. Las noticias internacionales que leemos en la prensa local pueden considerarse legítimamente como una localización de textos en otras lenguas, transformados en cierta medida por las agencias internacionales, y transformados de modo que van más allá de las nociones endémicas de traducción.
Profundizando en esta idea, Orengo (2005) defiende que las noticias constituyen el primer producto de información global que ha sido localizado, es decir, distribuido en múltiples lenguajes de forma simultánea. Además, este proceso se hace a medida del nuevo perfil social, cultural y político de la audiencia local. El mercado de noticias implica la traducción y la adaptación a otras lenguas como requisito previo para que la agencia de noticias surta de su producto a las empresas locales. Por eso Orengo habla de “localización de noticias” utilizando como ejemplo la prensa italiana, a través del análisis de la difusión de una información en distintos periódicos. Sustenta su tesis en que las noticias sufren una transformación y un proceso de distribución similar al de otros productos que también se localizan y se adaptan sistemáticamente a audiencias específicas. En la sociedad de la información, la naturaleza del caudal informativo fluctúa entre dos polos: su carácter global y la necesidad de su localización. La dinámica entre globalización y localización puede representarse a través del modo de actuar de las empresas de comunicación: entre la naturaleza global de las agencias internacionales de noticias y el carácter local de los periódicos nacionales. Las estrategias de localización son visibles en la distribución masiva, en la comercialización 60
de las noticias y en la brevedad de los ciclos de producción. “El proceso de adaptación de un texto de una agencia de noticias a un artículo periodístico se corresponde con el paso de un producto global a una versión localizada de la prensa local” (Orengo 2005: 175). Lo que ocurre en el proceso de localización de noticias está muy relacionado con el fenómeno de la tribalización, descrito recientemente en el ámbito del marketing; este concepto resulta interesante para dar cuenta de cómo se localizan las noticias en un marco cultural concreto, dando cuenta de la diferenciación que se lleva a cabo dentro de una misma audiencia que habla la misma lengua. Las políticas editoriales que se siguen, por ejemplo, en las distintas redacciones adaptan los mensajes de acuerdo con las líneas ideológicas propias y de la audiencia. Orengo ilustra este fenómeno con el caso concreto de la prensa italiana, demostrando cómo las tendencias políticas que defienden las diferentes cabeceras se reflejan en la transmisión y reorientación del contenido de los mensajes. La propuesta de este investigador consiste en extender la noción de localización al ámbito de la traducción periodística. Al igual que otros productos, como los libros, la noticia es un producto que se disemina a través de una red global de empresas de comunicación a un número infinito de contextos locales. Los cambios que implica este proceso no se limitan a los que se producen en el trasvase lingüístico, que sólo constituyen una parte de ese complejo proceso. La globalización implica hacer local un producto global; que las lenguas difieran es el principal obstáculo, pero también una parte del proceso. Así, las diferencias lingüísticas están inevitable y paradójicamente unidas a la globalización, puesto que distribuir un producto a escala global no implica uniformidad, sino la diferenciación que supone su adaptación a innumerables contextos locales. Este hecho se puede aplicar a cualquier proceso en el que se transmitan textos, y especialmente a los textos producidos por las empresas de comunicación. La localización, pues, transforma el mensaje y lo adapta a las condiciones que marcan sus nuevos usuarios, que no comparten el marco lingüístico y cultural del emisor. La distribución de noticias constituye un excelente ejemplo de emisión global de textos en el que la 61
globalización depende de la traducción para poder funcionar a lo largo y ancho del mundo. Para Orengo (2005: 177), uno de los hechos clave en el trasvase de estas noticias es que se lleva a cabo en dos etapas: en primer lugar, se realiza una traducción interlingüística (Jakobson 1959) cuando se traduce el texto procedente de una agencia de noticias internacional. Luego se produce una traducción intralingüística cuando ese producto localizado se transforma en un artículo de un periódico concreto. En ocasiones, los dos procesos pueden ocurrir de manera simultánea en el caso de que el texto de agencia llegue sin traducir al periódico. Sin embargo, el proceso de localización de noticias que describe Orengo no se produce exclusivamente con las noticias que distribuyen las agencias internacionales, sino que se aprecia en la traducción de noticias en general, independientemente de que procedan de esos grandes distribuidores o de otros medios de comunicación. Además, se lleva a cabo de diferentes maneras y no sólo a través de las citas textuales traducidas incrustadas en los artículos periodísticos de la cultura de llegada (y que se señalan de manera más o menos establecida: entre comillas, en cursiva, entre corchetes…), como indica en su trabajo este investigador. La localización se realiza mediante procedimientos diversos que comprenden desde el cambio de los titulares a la reorganización de la estructura textual, desde la omisión de fragmentos del original a la inclusión de otras fuentes, por sólo mencionar algunas estrategias. Los ejemplos son abundantes en la prensa escrita española. Como muestra, nos serviremos de una entrevista al presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, publicada el 22 de abril de 2008 en el periódico italiano Gazzetta dello Sport, con motivo de las 100 victorias conseguidas por la escudería italiana desde que él asumiera la presidencia. Se trata de un texto extenso donde el periodista va formulando preguntas que repasan la trayectoria profesional de Montezemolo desde sus comienzos hasta llegar al éxito actual. El titular, como es norma en las entrevistas, es una frase extraída del texto, habitualmente la que el periodista considera como más relevante, y que da cuenta en buena medida de su contenido: “Le mie 100 vittorie cominciarono con 400 mila lire al mese”. El diario El Mundo tradujo esta entrevista en su 62
edición del 23 de abril, en la sección de Deportes. La tituló “No veo posibilidades para Alonso en Ferrari”, frase que corresponde a la respuesta de Montezemolo a una de las preguntas que le formulan ya casi al final. A este respecto, se observa en la traducción española una redistribución del orden de las preguntas: parte de las relacionadas con la trayectoria profesional del entrevistado, que en el original aparecen al principio, se trasladan al final del texto español. Y las preguntas referidas a Fernando Alonso, del final pasan a la posición central. El interés que despierta el piloto entre la audiencia y el seguimiento tan continuo del que es objeto por parte de la prensa española hacen que cualquier información relacionada con él se cubra de manera sistemática y tenga enorme repercusión en los medios. La estrategia de El Mundo pasa, por tanto, por localizar el texto italiano, de manera que una información poco relevante para los receptores del original se convierte en el aspecto central de la entrevista española. Las noticias se localizan, pues, en las redacciones de los periódicos a través de un complejo procesamiento de la información en el que influyen aspectos como el interés y la comercialización, además de otros condicionantes sociales, políticos e ideológicos. El concepto de localización de noticias permite explicar parte de las importantes transformaciones que experimenta la información traducida en la última fase de su recorrido –los medios de comunicación de la cultura receptora– y que no pueden atribuirse al mero proceso de transedición. La traducción a escala global implica, pues, la distribución de textos, a menudo de manera simultánea, por todo el globo, adoptando estrategias homogeneizantes que los hagan válidos en numerosos sistemas culturales. A escala local es diferente, porque la traducción de la información se lleva a cabo en un marco específico: los medios de comunicación locales, que llevan a la práctica sus propias políticas traductoras, encaminadas a adaptar la información a sus propias expectativas e inclinaciones ideológicas, que suelen compartir con sus receptores. Ello implica la utilización de determinadas prácticas traductoras que tendremos ocasión de analizar en el capítulo IV.
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Capítulo IV
La traducción en la sección de Internacional
Producir noticias internacionales supone trabajar en un espacio intermedio entre lo global y lo local, aplicando determinadas estrategias en la selección y producción de este tipo de información. Tal y como señala Clausen (2003), para ello es necesaria una doble competencia: por un lado, conocer la realidad internacional y saber lo que la audiencia receptora considera importante en el marco de la información internacional; por otro, dominar el proceso de presentación de los acontecimientos a la audiencia nacional. Los periodistas domestican las noticias con la finalidad de hacer familiar a sus lectores la información internacional, y ello a través de fórmulas de producción periodística específicas de la cultura receptora. Cuando las noticias internacionales se traducen de otros medios, su trasvase transcultural se ve determinado por las necesidades informativas del periódico receptor y de su audiencia. Además, la propia noción de lo que es una noticia internacional merece ser revisada, pues va más allá de las creencias generales; en palabras de Lozano Bartolozzi (2006: 160), no es cualquier noticia que se produzca en el extranjero, entendiendo por extranjero el Estado situado más allá del territorio nacional del medio, sino todo lo contrario. Noticia internacional es aquella que “desextranjeriza lo externo y lo hace interno”, que relaciona con su relato a todos los hombres, precisamente por sus características de ser relevante, actual e interesante a escala supranacional. Desde este punto de vista, no influye la cercanía o lejanía geográfica de la información, sino que el lector sienta su contenido como próximo aunque se haya producido a miles de kilómetros de distancia. Su elaboración, en este sentido, requiere una mayor dosis de explicación que otras informaciones que se sitúan en contextos que resultan familiares a la audiencia. Otro dato paradójico en cualquier reflexión sobre el término reside en el nuevo escenario de los medios: 65
la globalización, que implica cambios tan serios como la metamorfosis de buena parte de la información de extranjero en información casi doméstica… En el actual contexto mediático, la traducción es el motor generador de gran parte de los contenidos que se publican en las secciones de Internacional de la prensa española. Los escasos trabajos que han analizado el volumen de traducción en estas secciones muestran una importante cantidad de información traducida. Así, el estudio de González Rodríguez (1999) establece en un 29,62% el porcentaje de artículos traducidos en dicha sección de El País. El análisis de la procedencia de las noticias publicadas en las páginas de Internacional apunta principalmente a tres fuentes: las noticias de agencia, las redactadas por los corresponsales del periódico en distintas capitales extranjeras y las noticias traducidas de otros medios impresos. En los tres casos la traducción desempeña un importante papel, aunque en diferentes grados y formas, que vamos a analizar separadamente en los siguientes apartados.
1. Los despachos de agencias El caso de las noticias de agencia, como señalábamos en el capítulo anterior, es complejo. Estos textos en ocasiones sufren un doble proceso de traducción/adaptación: el que se lleva a cabo en las redacciones de las propias agencias, por una parte, y el que tiene lugar en el periódico que decide publicar esos despachos, por otra. Éste último se sirve de estos textos de formas muy diversas que van desde su publicación completa o parcial, pasando por la ampliación de la noticia con otras fuentes o su utilización para la confección de otras informaciones. Como antes indicábamos, existen muy pocos estudios que cuantifiquen el volumen de traducción en las secciones de Internacional de la prensa escrita española. En el caso del diario El Mundo, en el año 2006, y sólo en dicha sección, se publicaron un total de 252 noticias de agen66
cia (Hernández Guerrero, en prensa), procedentes exclusivamente de Reuters, France Presse y Efe1. Esto supone una cifra nada despreciable, pues, dejando al margen las noticias redactadas por los diferentes corresponsales, se puede afirmar que las agencias de noticias están entre las principales proveedoras de información de esta sección del diario. En El País, el 71,04% de las traducciones publicadas durante el año 1995 eran despachos de las agencias internacionales (González Rodríguez, 1999). Se trata de datos parciales, en el marco de investigaciones con diferente enfoque, pero que, a título orientativo, resultan de utilidad para calibrar la importancia del recurso a material procedente de agencias. El estudio de González Rodríguez (1999: 157–160), con datos obtenidos en la redacción del periódico, proporciona además una interesante descripción del modo en que el diario El País procesa la información suministrada por las agencias de noticias. Detalla, entre otros aspectos, como los despachos de Reuters llegan en inglés y los de la agencia France Presse (AFP), en francés2. Por lo tanto, en el diario se traduce de estas dos lenguas al español. Pero al tener estas agencias oficinas en múltiples países, algunos despachos llegan en español, como los procedentes de Reuters América Latina y los de France Presse América Latina. Entre todos los despachos que recibe una sección, se hace una selección de lo que interesa. Después, hay dos modos de procesar esa información. El primero consiste en publicarla tal cual: el periodista de la sección traduce al español total o parcialmente unos despachos que previamente, en las agencias, han pasado por una compleja fase de
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Sin embargo, el número total de noticias de agencia publicadas fue mayor, pues sólo incluimos las que indicaban expresamente la firma y muchas no lo hacen. El libro de estilo de El Mundo (1996: 73) avala expresamente esta práctica: “Las noticias procedentes total o parcialmente de agencias informativas aparecerán sin firma y con la data que corresponda”. Las noticias de AFP llegan a El País en francés, dado que este diario, al igual que la mayoría en España, está suscrito al hilo europeo que transmite información en francés.
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producción. Así, los de AFP, enviados en francés a través del hilo europeo, están redactados directamente en francés o son traducciones del inglés. En Oslo, por ejemplo, trabajan dos corresponsales de AFP: uno es angloparlante y el segundo es francófono. Si el periodista angloparlante trabaja por la mañana y sucede algo, enviará a París su teletipo en inglés y allí lo traducirán al francés. Si el acontecimiento de por la mañana colea hasta la noche, le tocará al periodista francés redactar su despacho. Si ocurre algo importante en Jerusalén, la sede de AFP recibirá varios despachos en inglés y en francés. Un periodista de la casa se valdrá de estos datos para preparar una información que se enviará al extranjero. Con lo cual, cuando un periodista español traduce un despacho, está vertiendo una información que ya ha sido previamente traducida. La segunda opción es acumular información suministrada por diferentes fuentes para recomponer un artículo. Ante un acontecimiento internacional de importancia, El País recibirá despachos o teletipos de distinta procedencia redactados por Reuters, AFP y Efe. También, las informaciones enviadas por sus corresponsales. Al final, se encontrará con información en inglés, francés y español. Si el periódico, por ejemplo, quiere dedicar a este acontecimiento sólo una página, el redactor lo leerá todo, escribirá una entradilla e irá colocando por orden de importancia de más a menos, según la pirámide invertida, lo que quiere contar. Puede coger párrafos de Reuters, porque piensa que explica mejor parte del suceso, y seguir con otro de AFP. Añadirá frases propias para ir dando forma a la crónica. Para terminar elegirá un titular que no se corresponderá necesariamente con el de los despachos. El jefe de la sección puede considerar que el redactor ha insistido demasiado en unos aspectos, por ejemplo, y no en otros. Se cortará y se añadirá. Luego, la crónica pasará a confección, donde el título puede sufrir cambios por motivos tipográficos u otros. Todo este trabajo recibe el nombre de editing. Estas prácticas dan lugar a un tipo específico de reescritura periodística muy común en la prensa escrita española: los textos que se presentan con la firma de “Agencias”. En resumidas cuentas, los despachos de las agencias llegan redactados directamente en una lengua extranjera o son traducciones reali68
zadas en la sede de las agencias. Los periódicos los traducen al español, salvo que la noticia sea de gran interés para España en cuyo caso la propia agencia enviará la información en español. Siempre es un periodista quien traduce este material informativo. El tratamiento que reciben las noticias procedentes de las agencias en las redacciones de los periódicos es el de fuente inestable, textos polivalentes, abiertos, manipulados una y otra vez por los informadores, adaptados a las exigencias propias de cada medio y reescritos de continuo. Este uso de la traducción en la prensa escrita española implica, pues, un doble y complejo proceso de mediación cultural. Primero, en las agencias de noticias, que básicamente trabajan para otros periodistas, suministrando un tipo de noticia estándar, pensado para el vasto mercado internacional. Segundo, en los medios de comunicación escritos, que se establecen como intermediarios entre las agencias y la sociedad receptora de los mensajes informativos. En esta segunda fase, la información traducida es reelaborada para que responda a las exigencias que impone la nueva audiencia, pero al mismo tiempo queda marcada por el sello editorial de la empresa de comunicación. Cuando llega a sus receptores finales, después de un complejo y vertiginoso proceso de trasvase transcultural, los cambios introducidos y la reorientación recibida modifican sensiblemente el mensaje. La opacidad que envuelve todo este proceso (no figuran las firmas en estas informaciones o no se indican las fuentes) hace verdaderamente difícil el rastreo del origen último de unos textos que se han ido reescribiendo constantemente a lo largo de su trasvase. Pese a las adaptaciones culturales e ideológicas, la información traducida se transmite generalmente de manera fiable. Sin embargo, la velocidad con la que se elabora y la complejidad de su producción pueden dar lugar a errores, que sólo se conocen cuando, por su repercusión, exigen una aclaración expresa por parte de las fuentes o… de los propios afectados, como en el caso que reproducimos a continuación que, si bien resulta extremo y anecdótico, no deja de ser ilustrativo del funcionamiento de la maquinaria informativa. El escritor Juan Manuel de Prada (2008) exponía en su columna del suplemento XL Semanal como la prensa internacional se hizo eco de unas afirmaciones 69
suyas publicadas en L’Osservatore Romano, el periódico del Vaticano, para el que escribe colaboraciones con regularidad. Trataba en su artículo el asunto de los ornamentos litúrgicos y de la atención primordial que les presta Benedicto XVI con la intención de recuperar el espíritu más esencial de la liturgia y de la tradición. Quería desmentir algunos bulos, aclarando que el color rojo de los zapatos que el Papa suele calzar tiene una significación martirial y que, naturalmente, dichos zapatos no estaban confeccionados por una célebre marca milanesa; “El Papa no viste de Prada”, afirmó en algún pasaje, parafraseando el título de una película reciente. Explica el escritor: El artículo y, sobre todo, esta afirmación humorística captaron la atención de las agencias internacionales, que enseguida redactaron despachos divulgándolo. En apenas unas horas, los noticiarios televisivos y radiofónicos, los portales de Internet, los periódicos del universo mundo lanzaban la proclama: «El Papa no viste de Prada». Y añadían: «Molesto ante las especulaciones que afirman que el Papa calza zapatos de Prada, el periódico oficial del Vaticano ha calificado de frívolos estos rumores». También se recogían fragmentos de mi artículo –que había sido escrito en castellano y traducido al italiano para su publicación en L’Osservatore; y que luego las agencias internacionales tradujeron a su vez al inglés, para que por último cada medio de comunicación lo vertiese a la lengua de su respectivo país–; fragmentos ya irreconocibles, entre tanto trasiego lingüístico…
Es un episodio ocasional, que en absoluto se puede extrapolar a la precisión habitual con la que funciona el sistema de transmisión de noticias a escala global. Aún así, nos puede hacer reflexionar en el hecho de que la información no viaja inalterada en su raudo y largo periplo.
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2. Las noticias de los corresponsales en el extranjero En el caso de las noticias escritas por los corresponsales en el extranjero no se debe infravalorar el peso de la traducción, ya que gran parte de la información que transmiten estos profesionales es información traducida. Los artículos de los corresponsales de prensa apenas si han recibido atención desde el punto de vista traductológico, pues, al tratarse de textos redactados por periodistas nacionales enviados a otros países para que informen a la audiencia de sus periódicos, se han considerado como producción original y no como información traducida. Sin embargo, la realidad es bien distinta. Gran parte de la labor de estos profesionales implica traducir; sus crónicas, además, reproducen mucho material foráneo traducido (citas textuales, declaraciones, comunicados de prensa…). Hasta la fecha, sólo se ha publicado un estudio que se centre en el trabajo de estos redactores desde la perspectiva de la traducción. Se trata de una investigación realizada por S. Hautanen (2008), quien durante una semana llevó a cabo un estudio de caso con la corresponsal en París del diario finlandés Helsingin Sanomat. Hautanen tuvo acceso al modo de trabajo de esta periodista y a los artículos que produjo durante ese espacio de tiempo, un corpus de textos en el que analizó las fuentes de procedencia de la información y el modo en que se procesó, entre otros aspectos. Para analizar el contexto de producción, Hautanen se propuso responder a una serie de interrogantes: ¿De dónde proceden los textos que se utilizan como fuente? ¿Cuál es su naturaleza? ¿En qué situaciones y de quién obtiene la periodista ese material? ¿Qué información selecciona, resume o reelabora para utilizarla en un nuevo texto informativo? ¿Cómo se lleva a cabo este proceso? Un primer aspecto que revela su investigación es que la mayoría de la información empleada en la producción de los textos de la corresponsal había sido tratada previamente: informes, declaraciones, entrevistas, reuniones, conferencias de prensa, información de otros medios, comunicados de prensa, etc. Los acontecimientos le llegaban a 71
través de textos ya interpretados por alguien, como, por ejemplo, las agencias de prensa. Por tanto, en la producción de nueva información, parte de la labor de esta corresponsal consistía en procesar gran cantidad de fuentes externas. El material que constituía la base de sus fuentes, al ser una información ya elaborada, contenía opiniones, actitudes, perspectivas, además de una determinada forma estilística y retórica. Los modos de utilizar ese material eran variados. En ocasiones, la redactora reelaboraba esa información; también copiaba o traducía el discurso que le servía de fuente, como sucedía, por ejemplo, en el caso de las citas textuales. Los textos que empleaba no se reproducían de manera completa por razones muy diversas, entre las que se encontraban el tiempo disponible para elaborar la información o el espacio asignado. Su labor, por tanto, comprendía la selección de parte de esos textos, que podían ser resumidos, copiados, citados… y a los que añadía otras informaciones, obtenidas por otros canales (entrevistas, llamadas de teléfono, etc.). El análisis de los textos redactados por la corresponsal durante la semana de estudio permitió a Hautanen establecer que las fuentes principales utilizadas para la elaboración de sus artículos fueron entrevistas, artículos de prensa y despachos procedentes de agencias de noticias. En lo que respecta al peso de la traducción, los datos de su estudio le llevan a afirmar que en el caso de esta corresponsal un 62% de la producción periodística era resultado de la transedición (traducción y edición llevadas a cabo de manera simultánea), un 8% directamente traducción y el 30% restante era producción original. Con todos los datos obtenidos, Hautanen llega a la constatación de que el 70% de la producción de esta corresponsal era fruto de la traducción. Lo cierto es que el seguimiento de la utilización de la actividad traductora en estas reescrituras se revela sumamente difícil: se trata de textos que se insertan en el discurso periodístico producido por la cultura receptora, donde la presencia de la traducción queda enmascarada por completo o, como mucho, se deja vislumbrar mediante esporádicas menciones a las fuentes de información, del tipo: “según la agencia France Presse”, “en declaraciones al rotativo The New York Times”, etc. 72
No hay duda de que la traducción forma parte del trabajo de los periodistas, más aún si estos trabajan en una sección de noticias internacionales o en el extranjero como corresponsales, pero esta evidencia apenas si es conocida y no está lo suficientemente estudiada. El trabajo de Hautanen abre una vía en este sentido, pero son necesarios más estudios para contrastar los resultados y poder llegar a afirmaciones más generales; sin embargo, esta primera aproximación pone de manifiesto esa realidad y saca a la luz el papel que ocupa la traducción en el quehacer diario de los corresponsales.
3. Las noticias traducidas de otros medios impresos Otra de las fuentes a la que recurren los diarios españoles son los artículos de otros medios impresos. En su política de rentabilizar costes, les resulta de gran interés servirse de la producción periodística de publicaciones extranjeras con las que forman parte del mismo grupo de comunicación o con las que han establecido alianzas mediáticas. Las traducciones de textos periodísticos procedentes de diarios extranjeros son frecuentes en la prensa escrita española, sin embargo, se trata de un fenómeno que no ha recibido la atención debida por parte de los estudios periodísticos, y muy poca por parte de los estudios traductológicos. En este hecho influye, entre otros aspectos, la escasa transparencia con que los medios presentan estas traducciones, creando la impresión, totalmente errónea, de que en los periódicos no se publica información traducida. La escasez de estudios sobre este fenómeno nos obliga a recurrir, de nuevo, a los datos disponibles sobre El País proporcionados por González Rodríguez (1999: 211), quien constató que un 21,37% de las traducciones publicadas en este diario (en todas sus secciones) en 1995 procedía de periódicos extranjeros. La mayoría de los originales eran de The New York Times (271 artículos) y Le Monde (156). En lo referente a El Mundo, nuestro seguimiento de la sección de Internacional en los últimos años nos ha permitido establecer el nú73
mero de noticias traducidas de otros medios, que reflejamos en la siguiente tabla3: Número de noticias traducidas de otros periódicos en la sección de Internacional de El Mundo Año de publicación Número de noticias traducidas
2004 77
2005 65
2006 56
2007 78
2008 78
Fuente: elaboración propia.
Se trata de una cifra más o menos estable, salvo pequeñas fluctuaciones, que demuestra que la traducción de noticias de otros medios impresos es un recurso habitual en esta cabecera. El análisis de estos textos muestra que las noticias traducidas en el diario El Mundo no se distinguen del resto de noticias publicadas en sus páginas. Al igual que los textos procedentes de agencias, los que utilizan como fuente otros medios de comunicación escrita no presentan elementos distintivos que indiquen que se han traducido. El formato tipográfico responde al que habitualmente utiliza el diario, sin ningún tipo de marca que informe al lector del hecho de que se encuentra ante una traducción. El único elemento que permite distinguir estos textos al lector atento es que el nombre de los autores es extranjero (algo no determinante para dilucidar que se trata de una traducción) y bajo él figura el nombre del diario del que procede el original separado por una barra del nombre del diario español. La obligatoriedad de indicar la fuente se convierte así en el elemento clave que permite detectar la presencia de artículos traducidos y ha sido el criterio que hemos seguido en su recuento. Si profundizamos en nuestro análisis, constatamos que se trata de traducciones procedentes en su totalidad de ciertos rotativos europeos, en concreto, de dos diarios británicos –The Times y The Guardian, y sus respectivas cabeceras del 3
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Queremos indicar que sólo hemos contabilizado las noticias traducidas: no incluimos en este recuento entrevistas, artículos de opinión, reportajes, etc. traducidos de otros diarios extranjeros, también presentes en la sección de Internacional de este diario, por lo que en realidad el número de artículos traducidos de otros medios es mucho mayor.
domingo, The Sunday Times y The Observer–; de un diario francés, Libération; y del Corriere della Sera, italiano. Los acuerdos de asociación que mantiene el periódico con estos medios europeos le permiten acceder a sus contenidos, que los periodistas de la casa traducen y editan. Para mayor detalle, desglosamos a continuación el número de noticias traducidas de cada uno de estos periódicos: Número de noticias traducidas de cada periódico en la sección de Internacional del diario El Mundo entre 2004 y 2008. 2004 2005 2006 2007 2008 Total
The Guardian The Observer The Times The Sunday Times Libération Corriere 56 1 7 11 2 36 1 11 6 8 3 22 1 19 4 6 4 35 30 6 3 4 44 16 12 2 4 193 3 76 35 30 17
Fuente: elaboración propia.
Estas cifras ponen de manifiesto que El Mundo, cuando traduce información de otras publicaciones impresas, se decanta claramente por los dos diarios británicos. Un total de 196 noticias proceden de The Guardian y su cabecera dominical, The Observer. The Times y The Sunday Times suman 111. Entre los dos rotativos alcanzan las 307 noticias, que, frente a las 30 procedentes de Libération y las 17 de Il Corriere della Sera, muestran de forma nítida la preferencia por fuentes de origen anglosajón. Es de destacar, igualmente, que los acuerdos de asociación que mantiene con estas cabeceras europeas están por encima de las distintas líneas editoriales que representan. En principio, la tendencia de centro derecha que viene manteniendo El Mundo en el contexto de la prensa generalista española le situaría, por afinidad ideológica, en la estela de Il Corriere della Sera y The Times, lejos de la inclinación hacia la izquierda que muestran The Guardian y Libération. Sin embargo, esto no es óbice para que el diario español traduzca un importante número de informaciones procedentes de estas dos últimas cabeceras. El proceso de transedición que se lleva a cabo en la redacción del perió75
dico español permite limar las diferencias ideológicas y reorientar las informaciones para que encajen en la línea editorial del medio y las expectativas de su audiencia. Como apunta Lozano Bartolozzi (2006: 24): “Las noticias internacionales suelen ser las más manipuladas, comercializadas y multiplicadas”. En el caso de las noticias traducidas el grado de manipulación es alto. Para hacernos una idea, hemos utilizado el método descriptivo, basado en la comparación de originales y traducciones, para analizar lo que sucede en el proceso de transferencia de la información. El estudio de un corpus formado por las 56 noticias traducidas de otros diarios europeos que publicó El Mundo en su sección de Internacional durante el año 2006 (cf. Hernández Guerrero, en prensa), permite comprobar que sólo un pequeño porcentaje de estos artículos (13 traducciones, el 23% del total) reproducía totalmente el contenido del original. El 77% restante, una proporción bastante elevada, presentaba algún tipo de manipulación, consistente en: (1) la inclusión de información de carácter explicativo no presente en el original (amplificación), (2) la presencia de fragmentos de otros textos, especialmente de agencias u otros medios de comunicación (compilación), (3) la transferencia de sólo parte del original, (4) textos reproducidos parcialmente en los que se compilan fragmentos de otros textos y, por último, (5) lo que hemos clasificado como reescrituras, textos que presentaban un contenido y una orientación tan distinta a la del original que difícilmente podía hablarse de traducción. Los porcentajes de cada modalidad quedan recogidos en la siguiente tabla: Tipos de transferencias y su cuantificación en las noticias traducidas de otros rotativos de la sección de Internacional de El Mundo en 2006 Transferencia Transferencia Transferencia Transferencia Transferencia Reescritura
completa simple completa con amplificación completa compilada parcial parcial compilada
Fuente: elaboración propia.
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13 2 6 24 5 6
23% 3% 11% 43% 9% 11%
En el actual contexto mediático no es de extrañar que la prensa española se sirva de la información de otros medios impresos y que la seleccione preferentemente de ciertas cabeceras. En los diarios españoles se importa información de una manera selectiva: en la mayoría de los casos procede de otros medios con los que se mantienen vínculos económicos, empresariales e ideológicos. De este modo, se traducen con frecuencia artículos procedentes de cabeceras próximas con las que existen proyectos de colaboración, cierta afinidad en la línea editorial o con las que se está integrado en grandes empresas internacionales de comunicación. Es el caso de la empresa editora de El Mundo, RCS MediaGroup, propietaria también de Il Corriere della Sera y con acuerdos de asociación con The Guardian y Libération; posee acuerdos igualmente con News International, empresa editora del diario británico The Times, perteneciente al grupo mediático de Rupert Murdoch, que le permiten compartir contenidos editoriales y otras facilidades. De ahí que muchos de los textos traducidos que encontramos en las páginas de El Mundo procedan de dichos medios. En este caso, en el proceso de selección de la información priman los intereses económicos de la organización empresarial que impone determinadas fuentes para reducir costes. Al igual que ocurre con la traducción de las noticias de agencia, en la traducción de noticias procedentes de diarios extranjeros nos situamos en un proceso de generación de nueva información periodística, en el que el contenido de los originales se utiliza con gran libertad para producir una noticia en español que responde a las exigencias del nuevo sistema cultural, del nuevo medio que la transmite y de la nueva audiencia. El periódico actúa como iniciador de este proceso, en primer lugar seleccionando, entre la ingente cantidad de información disponible, las noticias que se van a traducir. No es un proceso baladí, pues la elección de unas y el silencio sobre otras es algo estrechamente relacionado con su postura ideológica y las expectativas de su audiencia. Tal y como veíamos en el capítulo anterior, en este proceso –gatekeeping– influyen tanto las decisiones personales de los periodistas implicados en la selección, como las decisiones que la organización empresarial impone a sus trabajadores. Una vez decidida la información que se va a transmitir, ésta es sometida al proceso de transedición, que le va a dar la forma y el con77
tenido definitivos con que se presentará a la audiencia, siguiendo los modelos de producción periodística propios de la cultura receptora. El material periodístico del día se traduce en la propia sección, que sabe de antemano el producto que quiere y cómo lo quiere. El redactor que trabaja con ese material conoce el espacio del que dispone y la función que debe cumplir el artículo que va a producir. En este proceso el grado de manipulación es alto. Según las nuevas necesidades comunicativas que surgen en el contexto de llegada, se puede traducir toda la información o sólo parte de ella para la creación del nuevo texto que va a funcionar como noticia para la nueva audiencia. Se le puede añadir información de otras fuentes y se puede reorientar su contenido. La localización de noticias es un fenómeno universal, que en el caso de las noticias internacionales adquiere una dimensión particular en cada país. Estas noticias se presentan dentro del marco de interpretación de una audiencia local, lo que produce variaciones significativas en cada contexto cultural.
4. Producción externa y traducción Se puede afirmar, de manera un tanto esquemática, que los periódicos tienen esencialmente dos formas de producir una noticia para su publicación: crear el contenido informativo a partir de una página en blanco (producción propia) o adaptar la información que suministran otras fuentes (producción externa). Lógicamente, generar información periodística partiendo de cero supone un mayor esfuerzo productivo que generar productos utilizando un material previamente elaborado, puesto que en el primer caso todo el peso de la inversión en recursos recae exclusivamente sobre el medio de comunicación. En este sentido, contar con fuentes de información mediante una relación comercial permite incrementar la rentabilidad de la labor periodística, porque ahorran a las redacciones de los diarios recursos humanos y materiales que de otro modo serían necesarios para cumplir con las exigencias que establece el proceso de producción. 78
En la sección de Internacional de los diarios generalistas españoles una parte importante de la información procede de fuentes externas: las agencias de noticias que distribuyen a escala global y otros medios de comunicación. En ambos casos, como hemos analizado en los apartados anteriores, se trata de noticias ya elaboradas, pero que necesitan un proceso de transedición que las adapte a las necesidades de los periódicos. Además, el modo de procesar este material resulta muy variado: se puede traducir total o parcialmente, utilizar sólo fragmentos para la generación de otras noticias, efectuar una especie de refrito con la información suministrada por varias fuentes o reescribir esa información para generar otra noticia desde un ángulo diferente. Las posibilidades son muchas, pero en todas ellas subyace un proceso de traducción que, realizado previamente o en el momento de la edición, implica una recontextualización cultural. Como proceso de mediación para la producción de textos periodísticos, la traducción es un fenómeno bastante desconocido, pero indispensable en la difusión de la información. La hace accesible a los receptores de otras culturas, mediante un complejo proceso de intermediación. El destino de la información que se distribuye a escala global suele ser otro medio de comunicación –la prensa escrita en este caso– que la adquiere ya procesada. Pero la prensa, como el resto de los medios, también actúa de intermediaria determinante entre la información y su audiencia, y esta mediación nos ofrece una realidad ya interpretada. Una serie de figuras se interponen entre los acontecimientos y sus distintos destinatarios a lo largo de la ruta comercial por la que viajan las noticias. Son tantas las mediaciones que tienen lugar en el proceso, que, de no ser por su opacidad, podría provocar en los lectores cierto escepticismo y desconfianza. Sin embargo, el desconocimiento general de esta realidad y la ilusión de la inmediatez de la transmisión hacen que prime la creencia de que los medios nos proporcionan un acceso directo a los acontecimientos. Además de las fuentes externas ya comentadas, las secciones de Internacional se nutren de producción propia a través de los artículos que envían los corresponsales que los periódicos mantienen en el extranjero. Aquí también la traducción desempeña un papel determi79
nante: la breve aproximación a su labor presentada en el apartado segundo pone de manifiesto que las noticias generadas por estos profesionales se sustentan en gran parte en el procesamiento de información ya elaborada, con un porcentaje elevado de transedición. Podemos concluir, pues, que en la sección de información internacional de los periódicos españoles la actividad traductora forma parte diariamente de la labor profesional de sus trabajadores. Es más, una parte considerable de su trabajo consiste en traducir y editar información a partir de material periodístico en otras lenguas, suministrado por fuentes externas. El factor económico pesa enormemente en todo este proceso. Las empresas periodísticas persiguen su rentabilidad en un mercado cambiante y muy competitivo. Generar información a partir de un material ya elaborado reduce los costes empresariales, al igual que compartir contenidos con otras publicaciones estableciendo acuerdos de asociación. Esta política empresarial implica traducir, pues la traducción resulta económicamente más ventajosa que la producción de nuevos contenidos. Observando la cobertura que reciben los acontecimientos internacionales, es fácil percibir la importancia que tienen las fuentes externas y la traducción. Si tomamos como ejemplo las informaciones publicadas por El País, El Mundo y La Vanguardia con motivo de las protestas que se produjeron en Belgrado el 30 de julio de 2008 por la extradición de Radovan Karadzic al Tribunal de La Haya, los lectores españoles recibieron las siguientes noticias (reproducimos el titular de los artículos publicados y las fuentes declaradas que se utilizaron en su producción): 15.000 ultranacionalistas marchan en Belgrado contra la entrega de Karadzic Agencias/P. Rusiñol El País, 30-07-2008. Miles de serbios apoyan a Karadzic y desafían al Gobierno David Charter The Times/El Mundo El Mundo, 30-07-2008. Belgrado da la espalda a Karadzic Agencias La Vanguardia, 30-07-2008.
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Ante la ausencia de un corresponsal en la zona, cada uno de ellos obtuvo la información por distintos canales. El País presentó un artículo confeccionado con material de agencias, reelaborado por un redactor en Madrid, Pere Rusiñol. El Mundo recurrió a la traducción del artículo que David Charter publicó en el diario británico The Times. La Vanguardia, por su parte, elaboró una información a partir de noticias de agencias. En todos los casos el lector recibió información traducida.
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Capítulo V
Las reescrituras periodísticas basadas en la traducción
La política editorial de los periódicos españoles y sus estrategias para competir influyen en la presentación y en el contenido de las noticias; y, por ende, en los mecanismos que regulan la traducción. Como venimos señalando, la actividad traductora se integra dentro de la labor periodística como una tarea más en el proceso de producción de nueva información. Su utilización en este ámbito profesional se rige por los objetivos y las necesidades de la empresa periodística, que recurre a la traducción con la finalidad de generar información a partir del material foráneo que suministran otras empresas de comunicación (producción externa). Ese material se procesa de formas diversas, dependiendo de su consideración como fuente estable o inestable. En consecuencia, las prácticas traductoras que se observan en la prensa escrita muestran usos de la traducción muy diversos que, en ocasiones, tienen como fruto textos alejados de lo que tradicionalmente se ha considerado como una traducción, es decir, un texto que reproduce fielmente el original. En la producción de noticias a partir de material en otras lenguas, es poco frecuente que el periódico se centre en un solo texto y en su traducción completa. Los periódicos rara vez ofrecen versiones íntegras de las noticias traducidas que puedan ser consideradas como textos equivalentes. Lo habitual es que la traducción propiamente dicha apenas se perciba, pues los textos de partida sólo son el medio para configurar otros textos que, para funcionar como noticia en el marco social y cultural receptor, necesitan ser adaptados al nuevo molde periodístico. En este proceso de recontextualización cultural no es extraño que la empresa periodística, que actúa como iniciadora, imponga sus decisiones y aplique una determinada política que establecerá, por 83
ejemplo, las fuentes de las que hay que traducir, quién llevará a cabo la selección de la información, quiénes traducirán (personal de la propia empresa o externo), cómo se procesará esa información y cómo se presentará a la audiencia. A ello hay que sumar, en no pocas ocasiones, una reorientación de tipo de ideológico a la que tampoco escapa la producción periodística original. En el marco periodístico la actividad traductora no siempre produce textos traducidos fácilmente identificables como tales, sino que con cierta frecuencia se traduce para crear nueva información que, total o parcialmente, se genera a partir de otros textos. En estos casos, el producto resultante pierde su estatus de traducción y pasa a engrosar el amplio abanico de reescrituras que se observa en este ámbito socioprofesional. Esta realidad se aprecia especialmente en el caso de la noticia, fuente inestable por excelencia, en constante proceso de reelaboración. El material informativo que se traduce en las redacciones de los periódicos se ve sometido a un nuevo proceso de reescritura que tiene como meta la creación de una noticia pensada para una determinada audiencia, actualizada, adaptada a sus intereses y marcada con el sesgo ideológico del medio que la reproduce. Sin alejarnos del concepto de reescritura expuesto por Lefevere (1997)1, debemos aclarar que el uso que hacemos de este término también se corresponde con el empleado en el ámbito periodístico: un caso de producción colectiva, en el que uno o varios redactores reescriben las informaciones sobre la base de los datos de otros periodistas (Hernando 1990: 57). Las reescrituras constituyen una práctica frecuente en el periodismo, con y sin intervención de la traducción. Como sostienen Bielsa y Bassnett (2008: 57), las reescrituras periodísticas permiten que la información llegue a los receptores de todo el mundo. En este marco, las reescrituras que se sirven de la traducción desempeñan un papel crucial en la creación de nueva información, no sólo en artículos traducidos que gozan de dicho estatus, sino también 1
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Lefevere agrupa bajo el término reescritura operaciones como la traducción, la edición, la crítica, la preparación de antologías literarias, historias de la literatura, etc., aludiendo, en especial, al ámbito literario.
en infinidad de noticias donde la actividad traductora ha sido la fuente generadora de información; el producto resultante, entremezclado o no con otro material informativo, da lugar a un nuevo texto que se integra en la producción propia de la cultura receptora. Estos tipos de reescritura, variados y complejos, vienen a cubrir las necesidades de las empresas periodísticas y sirven a su fin último: la transmisión de la información. La detección y análisis de estas prácticas no resulta fácil. Los periódicos no siempre indican las fuentes que utilizan y el uso de la traducción resulta a menudo invisible. Además, los textos traducidos en la prensa adoptan generalmente un formato distinto al del texto fuente y con cierta frecuencia presentan importantes modificaciones que dificultan la identificación del original. Nos hemos referido en apartados anteriores a los textos que se presentan con la firma “Agencias”, uno de los casos de reescritura más representativos; se trata de textos generados a partir de la información (a veces traducida, a veces por traducir) procedente de varias agencias de noticias. El producto resultante es una noticia en español pensada para la nueva audiencia, que cumple los requisitos del género. No es el único caso, otras reescrituras que parten de la traducción –como el caso ya comentado de los textos redactados por los corresponsales en el extranjero– están en el origen de muchas de las noticias que publican los periódicos españoles. En este capítulo nos vamos a centrar en la descripción de otros casos representativos de reescrituras en las que interviene la actividad traductora, como son (1) la traducción compilada, (2) lo que hemos denominado reescritura stricto sensu y (3) la traducción fragmentada, para analizar el funcionamiento de la traducción en el ámbito periodístico.
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1. La traducción compilada La traducción compilada, tal y como la define Toury (2004: 76), es una traducción “que recopila o aúna más de un original”. En el ámbito de la prensa escrita su empleo resulta especialmente frecuente, sobre todo en géneros informativos como la noticia, y responde a unas necesidades concretas, que en el marco de la traducción periodística siempre vienen determinadas por la función principal de los medios: transmitir información actualizada a una determinada audiencia. A las redacciones de los periódicos llega un flujo informativo constante que se va modificando con el paso de las horas y el discurrir de los acontecimientos. Cuando se traduce una noticia procedente de otros medios o de agencias, en ocasiones se hace necesario ponerla al día, completarla con datos de otras fuentes o introducir información adicional, para poder transmitir la actualidad informativa de una manera fidedigna y fácilmente comprensible por el nuevo receptor. Se produce entonces un nuevo texto que, al compilar fragmentos de otros, adquiere una nueva identidad y empieza a diferenciarse del original primero del que partía. En su producción se ha recurrido a otros textos, material informativo de diversa procedencia que se selecciona, se sintetiza o se fragmenta para que se integre en él. En este proceso de reescritura, no es extraño que la noticia se trate desde un nuevo ángulo o que reciba una nueva orientación que la haga más atractiva o más próxima a la cultura receptora (lo que muchas veces queda reflejado en el cambio del titular) y, al mismo tiempo, más difícil de identificar con el original del que partía. La traducción compilada es una modalidad de reescritura periodística que surge para hacer frente a necesidades concretas de los medios escritos; se debe, por una parte, a la exigencia de actualizar el flujo informativo y, por otra, a la necesidad de adaptarlo a la norma periodística del sistema y del medio receptor. La línea editorial de cada periódico influye igualmente en la recontextualización de la información. Se manifiesta, por ejemplo, en el proceso de selección, donde se decide, en primer lugar, entre el ingente caudal de información que va 86
llegando a la redacción, las noticias que se publicarán; la elección de unas y el silencio sobre otras es algo estrechamente relacionado con la postura ideológica del medio y las expectativas de su audiencia. Los periodistas traductores operan ante todo en interés del medio para el que traducen, sea cual sea el modo en que se conciba dicho interés. De hecho, la utilización del texto original para su traducción (su elección, qué se mantiene, qué no se mantiene…) es algo que viene impuesto por la organización empresarial. Facilita esta tarea que el material informativo se considere como fuente inestable, un producto transcultural, en constante distribución y susceptible de continuas modificaciones, que precisa ser adaptado, localizado para la audiencia del periódico. Ayuda, igualmente, la finalidad con la que se utiliza la traducción: no para reproducir un texto previo, sino para generar otro. En consecuencia, los medios receptores actúan con enorme libertad, no dudan en alterar el contenido, e incluso manipularlo, para adaptarlo a sus necesidades en la producción de nueva información. El recurso a la traducción compilada es bastante común en la prensa española pero resulta difícil de cuantificar debido a la poca atención que ha recibido la traducción periodística, en general, y, esta práctica traductora, en particular. A título ilustrativo, el estudio de un corpus formado por las 56 noticias traducidas de otros diarios europeos que publicó El Mundo en su sección de Internacional durante el año 2006 (cf. Hernández Guerrero, en prensa), permite constatar que 11 respondían a este tipo de reescritura, lo que representa un 19% del total. En 6 de estos textos, que denominábamos “transferencias completas compiladas”, se reproducía íntegramente el original, y se habían introducido fragmentos de otros textos, en su mayoría procedentes de agencias de noticias y de otros medios de comunicación. En los 5 restantes se había intervenido de un modo más complejo: por una parte, mutilando el original (faltaban porciones de éste) y, por otra, introduciendo fragmentos con información de otras fuentes. Son “transferencias parciales compiladas”. En este tipo de reescritura se da primacía al texto de llegada: las transformaciones efectuadas para adaptar el original a las necesidades del periódico tienen como consecuencia traducciones en las que puede 87
resultar difícil reconocer el texto de partida, que, guillotinado en ocasiones, sintetizado o ampliado en exceso, se ve afectado en su identidad. El producto resultante no se diferencia del resto del discurso periodístico español; es un texto totalmente aceptable, que puede pasar por cualquier original del periódico, a lo que contribuye, sin duda, la invisibilidad de la traducción. Como primer ejemplo de este tipo de actuación, proponemos los textos recogidos en el anexo 1. El original es una información publicada por el corresponsal en Nueva York del diario británico The Guardian el 6 de octubre de 2007; su título “I am creating artificial life, declares US gene pioneer”. La noticia revela que Craig Venter, polémico científico estadounidense, ha conseguido crear un cromosoma sintético en su laboratorio, paso previo para la creación de la primera forma de vida artificial en la Tierra. El diario El Mundo tradujo el artículo en su edición del 7 de octubre con el título: “El ‘padre del genoma’ Craig Venter anuncia que ha creado un cromosoma artificial en su laboratorio”. El texto reproduce el original prácticamente de manera íntegra; sólo se observan algunas omisiones (las referencias al periódico The Guardian, una extensa frase al comienzo del texto y el párrafo final), que pasamos a analizar. En la versión española se omite el hecho de que se trate de declaraciones de Venter al diario británico y la noticia se presenta como si este científico hubiera hecho un anuncio mundial. El segundo párrafo del original desaparece en parte; su traducción literal sería la siguiente: El anuncio, que es esperado en cuestión de semanas, y que incluso podría llegar el próximo lunes en la reunión anual de su instituto científico en San Diego, California, supondrá un salto gigantesco hacia adelante en el desarrollo de genomas diseñados.
En su lugar, encontramos que se ha añadido un nuevo párrafo con información de Pablo Pardo –corresponsal de El Mundo en Washington– que, citando como fuente a la portavoz de Venter, matiza que aún pasarán varios meses antes de que el anuncio sea oficial y el hallazgo se publique en una revista científica. Este párrafo va entre corchetes, convención habitual en el lenguaje periodístico español para encerrar da88
tos de diversa índole que se añaden a un artículo (Hernández Guerrero 2006: 230–231). El último párrafo del original no se reproduce. En él, Venter dice no estar preocupado por las reacciones que provoquen sus hallazgos, y añade: “Cuando se tratan temas de este calado, no se puede esperar que todo el mundo los acoja con alegría”. La traducción española no recoge estas opiniones del científico. En su lugar, se introduce una información totalmente ajena al contenido del original, que menciona reacciones críticas a este anuncio, en concreto, la opinión de un genetista católico italiano, una elección que deja entrever el peso que otorga el rotativo español a determinadas opiniones. Se trata del siguiente párrafo: El anunció de Venter ya suscitó ayer algunas reacciones críticas. El genetista católico italiano Angelo Vescovi aseguró que el investigador estadounidense «no ha descubierto absolutamente nada nuevo» y que «no ve un Frankenstein a las puertas». En declaraciones a Radio Vaticano, este experto explicó que «lo que ha logrado es un organismo genéticamente modificado de algo que ya existía, no se trata de la creación de un nuevo organismo».
Las dos intervenciones que se observan en el texto traducido son de índole diferente. La primera se justifica en la necesidad de matizar una información con nuevos datos. La segunda tiene como objetivo introducir apreciaciones de tipo ético que reorientan por completo el final del texto, produciendo un giro inesperado: lo que en un principio era un anuncio de considerable importancia para la ciencia se ve reducido a un hallazgo sin trascendencia (“no ha descubierto absolutamente nada nuevo”). Esta valoración final no ha sido elegida de manera arbitraria entre todas las reacciones a la noticia; de hecho, es la única que se reproduce. Se trata de una manipulación del original difícilmente clasificable y que responde exclusivamente a los intereses del medio, de conocido perfil conservador. No todas las traducciones compiladas responden a esta finalidad. El segundo ejemplo que proponemos muestra el objetivo más frecuente de este tipo de reescritura: completar la información que proporciona el original con fragmentos de textos procedentes de otras fuentes. El artículo “Saddam deputy follows his leader to the gallows”, de James 89
Hider, publicado en The Times el 21 de marzo de 2007, informa de la ejecución del vicepresidente de Sadam Husein. El Mundo reprodujo esa información en su edición impresa de misma fecha (véase anexo 2). La tituló “Irak ahorca al ‘número tres’ de Sadam” y la completó con otra información de diversa procedencia. Esos fragmentos se encuentran en la parte final de la versión española y como fuentes se menciona a la agencia Efe, la policía iraquí, el Ejército estadounidense y la organización de Naciones Unidas para los Refugiados. El resultado de esta intervención es una noticia más extensa, en la que se han incluido otros datos relacionados con los hechos, y que informa, además, del continuo goteo de muertes que se produce diariamente en el país y del drama de los refugiados. La traducción compilada es un tipo de reescritura que se sirve de la adición de información para recontextualizar las noticias. En las redacciones de los periódicos se recurre con cierta frecuencia a esta práctica que ayuda a completar y actualizar desde el punto de vista informativo los nuevos artículos que se producen. De hecho, este tipo de actuación no está muy alejado del que se observa en las noticias que se presentan con la firma “Agencias”, que no dejan de ser una compilación de fragmentos procedentes de despachos de agencias. Todas estas reescrituras se prestan fácilmente a la manipulación de los contenidos; la elección de qué se añade y en qué lugar puede reorientar el contenido de las informaciones en la dirección que marca la línea editorial del medio.
2. La reescritura stricto sensu De todas las reescrituras que se observan en la traducción periodística, la que muestra un mayor grado de alejamiento con respecto al original es la que hemos denominado reescritura stricto sensu. En esta práctica periodística, la traducción de un original sirve como punto de arranque para la creación de un nuevo texto que difícilmente puede ser considerado como su traducción. La detección de esta práctica sólo es posible 90
mediante la comparación de originales con traducciones, y cuantificar su utilización en la prensa española resulta difícil ante las grandes lagunas en la investigación sobre la traducción periodística; en consecuencia, debemos remitirnos de nuevo al estudio antes citado (Hernández Guerrero, en prensa). Los análisis realizados permiten comprobar que 6 de los 56 textos del corpus corresponden a este tipo de reescritura, es decir, un 11% aproximadamente. Para describir esta práctica, vamos a servirnos de los ejemplos utilizados en dicho trabajo. El diario El Mundo publicó el 16 de septiembre de 2006 una noticia procedente del periódico francés Libération. El artículo en cuestión, lleva por título “La alusión del Papa a Mahoma indigna a millones de musulmanes”. Firma esta información Marc Semo, redactor de Libération; no hay data y tras su nombre figura la indicación habitual de la fuente: Libération /EL MUNDO (véase anexo 3). El original, procedente de Libération, “L’islam crie à l’offense papale”, y también publicado el 16 de septiembre en la sección de Internacional del diario francés, informa sobre la polémica suscitada por el discurso de Benedicto XVI en Ratisbona. En la exposición de los acontecimientos adopta una postura crítica hacia el pontífice, que ya resulta patente desde el antetítulo, que traducimos: “El Vaticano molesto ante la salida de Benedicto XVI, quien ha hablado más como teólogo que como Papa”. La primera parte del texto (los tres primeros párrafos) pone en antecedentes al lector, muestra la reacción del mundo musulmán y los intentos, infructuosos, del Vaticano de matizar y contextualizar las palabras del Papa. La segunda parte del artículo comienza con un ladillo bastante significativo: Maladresse (torpeza), que introduce dos párrafos extensos donde se acusa abiertamente a Joseph Ratzinger de “torpeza diplomática y política” y se expone su trayectoria ultraconservadora. La última parte del artículo, separada con otro ladillo (Peu en commun), hace alusión a su hostilidad a la entrada en la Unión Europea de Turquía, país que debía visitar en noviembre de ese año, aunque, en las circunstancias del momento, se especula con una posible anulación. El artículo de El Mundo, “La alusión del Papa a Mahoma indigna a millones de musulmanes”, presenta un nuevo enfoque en la información, al centrarse en las reacciones del mundo musulmán ante las pala91
bras pronunciadas por Benedicto XVI, consideradas insultantes para el islam y su profeta. Los elementos de titulación (títulos, antetítulos, subtítulos) se han modificado como suele ser habitual en la traducción de noticias. El cotejo del original con la versión española depara sorpresas: únicamente se han traducido los tres primeros párrafos –la herramienta “contar palabras” del procesador de texto muestra cómo de las 624 palabras del artículo francés, sólo se han utilizado 280, es decir, menos de la mitad del texto original–, con evidentes amplificaciones, que se pueden justificar en la contextualización de la noticia, y alguna reorganización textual (el posible aplazamiento de la visita a Turquía se traslada al primer párrafo). El resto del artículo de El Mundo nada tiene que ver con el de Libération: desaparece la parte crítica con Ratzinger y, en su lugar, encontramos una enumeración de las reacciones y protestas que se han sucedido a lo largo del mundo musulmán. Además, la versión de El Mundo incluye un recuadro con el extracto del polémico discurso del Papa. De las 603 palabras de la noticia española (excluyendo elementos de titulación y el despiece) sólo 282 reproducen contenido de la noticia francesa. El artículo español no presenta, por tanto, ni el contenido, ni el tono, ni la intención del artículo francés escrito por Marc Semo. La posición contraria a la postura papal desaparece. Es una reescritura totalmente reorientada en una dirección más acorde con la línea editorial del periódico español, que a lo largo de esa crisis defendió a través de editoriales y columnas de opinión el derecho del Papa a poder expresarse libremente, aún cuando su pensamiento resulte ofensivo para el islam (léase, por ejemplo, el editorial publicado el día 17 de septiembre: “El Papa no tiene que disculparse por haber expresado una opinión”; o algunas de sus columnas: “De rodillas ante los matones” de Luís María Ansón y “La razón del islam” de Arcadi Espada, el 19 de septiembre; “Yihad contra yihad”, tribuna de Gustavo de Arístegui el día 20; “En territorio islamista” de Martín Prieto el 21, etc.). Estas reescrituras, tal y como se observa en otros textos analizados, implican servirse de un texto previo en otra lengua para acabar creando un artículo que poco tiene en común con éste. Se trata más bien de reescribir una nueva noticia traduciendo parte de la información obte92
nida de otro texto. Dicho de otro modo, se trata de utilizar la actividad traductora para generar nueva información periodística recontextualizada según los intereses del medio. En ese proceso los originales son objeto de una serie de manipulaciones importantes, que pasan totalmente desapercibidas a sus receptores finales. No estaríamos, siquiera, ante un caso de traducción libre, sino en un terreno indefinido donde la reescritura se utiliza para generar un texto con enfoque y contenido distintos. Los artículos en español reciben una nueva orientación que no sólo responde a cuestiones ideológicas; también se observa la intención de adaptar su contenido a los intereses de la audiencia local. Así, hay casos en los que el cambio de eje temático responde a la atención que despiertan ciertos temas en la sociedad receptora. Por ejemplo, el artículo publicado en El Mundo el 22 de agosto de 2006, de título “Prodi afirma que Italia «está lista» para liderar la fuerza de la ONU en el sur del Líbano”, ilustra claramente este tipo de actuación. Lo firma Davide Frattini, redactor del Corriere della Sera. El original, “Le truppe Onu potranno sparare sugli Hezbollah”, publicado en el diario italiano el 21 de agosto, centra la atención principalmente en que las tropas de la ONU que se desplieguen en el Líbano estarán autorizadas a disparar contra los milicianos de Hizbulá (véase anexo 4). El texto de El Mundo presenta un contenido mucho más amplio: la información del original aparece recogida en el cuarto párrafo. El resto del artículo presta atención a la creación de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para el Líbano (FINUL), en la que participarán tropas españolas, e incluye información procedente de la rueda de prensa ofrecida en la Casa Blanca por el presidente Bush, en la que descarta el envío de soldados estadounidenses. La herramienta “contar palabras” del procesador de texto indica que de las 718 palabras del artículo español, sólo 156 proceden del texto del Corriere. La noticia de Davide Frattini, datada en Jerusalén, informa a la audiencia del Corriere de la importancia de que el mandato de Naciones Unidas autorice el uso de la fuerza. Basa su relato en informaciones recogidas por los diarios israelíes Haaretz y Yedioth Ahronoth, y reproduce declaraciones del portavoz del secretario general de la ONU y de 93
expertos militares, que explican el alcance de esta decisión. El eje temático de esta noticia es muy distinto al de la publicada en El Mundo. Este último muestra a la nueva audiencia, interesada en el tema por la participación de tropas españolas, la compleja situación política internacional, con una Italia dispuesta a comandar la FINUL, apoyada por Israel, y unos Estados Unidos que se inclinan por Francia. La autorización de la ONU para usar la fuerza queda relegada a un segundo plano en este nuevo contexto. El Mundo se ha servido de la información del Corriere, pero también de otras fuentes como Reuters y la conferencia de prensa de Bush. El resultado es una noticia con un contenido distinto, reescrita mediante la traducción y reorientada mediante un giro temático a los intereses del nuevo contexto. Estas variaciones entre los originales y sus supuestas traducciones son de bastante calado. En el caso de las reescrituras stricto sensu resultan extremas, hasta el punto de poder cuestionar la existencia de un producto traducido. Desde el punto de vista periodístico, se trata de una práctica habitual en la redacción de noticias: el material informativo generado por las agencias o por otros medios se considera como fuente inestable y, por tanto, se utiliza con total libertad para elaborar nueva información. Sin embargo, la manera de presentar estas noticias no deja de plantear problemas éticos ligados a cuestiones como la autoría o la fidelidad, que abordaremos en el apartado 4 de este capítulo.
3. La traducción fragmentada Traducir de forma parcial artículos de otros medios de comunicación es una práctica que se observa con frecuencia en la prensa. El motivo principal suele ser el espacio, más reducido en el medio receptor cuando la noticia no despierta el mismo interés en la cultura receptora. En estos casos la norma periodística imperante, que establece que la información se estructure de mayor a menor relevancia (pirámide invertida), obliga a reproducir principalmente los primeros párrafos del artí94
culo y que, si hay que omitir, se haga con el final. El espacio es determinante, sin embargo no hay que excluir otras razones en este tipo de prácticas, como el interés en reproducir ciertas partes y omitir otras. Las traducciones periodísticas basadas en la elisión facilitan en gran medida la manipulación del discurso, más aún en unos medios que, en general, además de transmitir información transmiten ideología. En este apartado nos vamos a centrar en un ejemplo representativo, las revistas de prensa, un tipo de reescritura basado en la elisión. La revista de prensa es un género menor dentro de los textos de opinión. En estos artículos, el medio de comunicación recoge fragmentos de opiniones, columnas o editoriales de otros periódicos. Se trata de una variedad textual nada uniforme que presenta prácticas diferentes dependiendo del medio. Los hay que publican un único fragmento de un texto procedente de otra cabecera, de extensión variable (en algunos diarios se trata de un único párrafo, en otros, de una columna o dos…) y los hay que publican el texto completo con importantes elisiones. Las revistas de prensa se basan ampliamente en la reescritura y, si el texto fuente procede de rotativos en otras lenguas, estamos ante una reescritura basada en la traducción. Como tónica general, se proporciona al lector la fuente de la que procede el texto original, y, en ocasiones, el nombre de su autor, aunque casi nunca el nombre del traductor. No todos los grandes diarios españoles incluyen en sus páginas estos artículos, y lo que es más, se aprecia una tendencia a su desaparición. Así ha ocurrido en el caso de La Vanguardia y, más recientemente, en El País 2, aunque pervive en rotativos de otros grupos de comunicación escrita. Martín Ruano (2003) denomina traducción fragmentada a este tipo de reescritura periodística. En un trabajo documentado en la revista de prensa de la sección de opinión de El País, analiza esta variedad de 2
El 21 de octubre de 2007 El País llevó a cabo una renovación de su formato y contenidos, incluyendo toda una serie de reformas en su edición impresa. A partir de entonces dejó de publicarse de manera sistemática la revista de prensa. En la actualidad se incluye de manera muy esporádica.
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texto que se compone de fragmentos; en su elaboración se procede a la suma lineal de extractos de un texto aparecido en otro medio. Tal y como señala esta investigadora, aunque la elisión es el procedimiento básico en la configuración de estos artículos, el producto resultante se presenta con coherencia; en la estructuración de los fragmentos se cuida que los segmentos seleccionados guarden una relación argumental y que el resultado tenga solvencia por sí mismo, que actúe como un texto autónomo. Esa prioridad de la cohesión se manifiesta con procedimientos tales como la reordenación de los elementos existentes o la introducción de referencias anafóricas cuyos antecedentes se han omitido. La fluidez conseguida oculta toda una serie de discontinuidades y cambios. Al mismo tiempo, y de manera paradójica, se percibe la presencia de los autores de estos textos a través del uso del corchete3, que separa los distintos fragmentos indicando que se ha producido una omisión. Los corchetes recuerdan la existencia de otra voz distinta a la del autor, que la modifica al cercenarla; el lector sabe, por tanto, que accede a un texto modificado. Así, desaparece la invisibilidad del traductor y su presencia consigue justamente el efecto contrario: Y es que el lector, a la vez que constata, quizá sorprendido, la presencia del reescritor cuando aparecen los corchetes, enseguida se reafirma en su tranquilidad, por cuanto razona que no es sino una prueba de lealtad más que éste marque su intervención en el texto (a todas luces debida a razones de espacio), su inevitable injerencia (2003: 147).
La revista de prensa, en palabras de Martín Ruano (2003: 149), como no podía ser de otra manera dado su carácter de reescritura, en lugar de transcribir el texto original, a la fuerza lo trasforma y lo ajusta, no sólo en términos formales, sino también (o a la par) en el nivel de la ideología.
Y es que toda elección implica selección; la información que se difunde no es gratuita, sólo se transmite lo que interesa. Las reescrituras siempre se realizan al servicio de un determinado discurso: “En este 3
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Las revistas de prensa actuales que publica El País han sustituido los corchetes por los paréntesis.
sentido, las revistas de prensa no reproducen opiniones ajenas; proyectan como tales una pequeña parte y una particular visión de ellas” (2003: 150). En los ejemplos analizados, la autora muestra la sutil manipulación a la que se presta este tipo de reescritura, que goza de cierto peso e importancia dentro de la sección de opinión; en concreto, en El País, se presenta bajo los editoriales. A menudo, cuando el medio así lo decide, suele mostrar cómo se percibe la realidad española desde el exterior, pero no siempre es así. La línea editorial del periódico se manifiesta precisamente en el doble proceso de selección de las opiniones que se van transmitir: primero, al elegir el artículo y, segundo, las partes visibles de este. Al publicar esos fragmentos, el medio de comunicación da una imagen de apertura hacia posiciones que no son las propias o, al menos, esa es la impresión que pretende producir. Así lo reconoce, por ejemplo, Juan C. Blanco García, jefe de la sección de Documentación de El País, encargada de la confección de estos artículos, en un fragmento que reproducimos en su totalidad por su interés: La revista de prensa pretende ofrecer un espacio de opinión ajena que contraste con la que en la misma página ofrecemos como opinión de nuestro diario. El criterio de selección lo marca la actualidad, tratando de ofrecer distintos puntos de vista si es posible y en todo caso, ofreciendo editoriales de diarios publicados en los países donde ocurren las noticias de interés. Documentación es la sección responsable de su selección, traducción, edición y publicación. […] El traductor de los textos, siempre un documentalista, escoge los párrafos más significativos que forman parte de la revista de prensa, eliminando otras partes del editorial en cuestión. […] No se busca en absoluto la coincidencia de línea editorial de la revista de prensa con la de EL PAÍS, de hecho suele verse fuerte contraste en ocasiones (Guerrero Moral 2005: 20).
Paradójicamente, en una investigación donde analiza un corpus de textos traducidos en dicha sección sobre la actualidad española, Guerrero Moral (2005) demuestra que la línea de opinión del periódico se hace notar en la traducción. Los textos fragmentados omiten la mayor parte de las ideas que se apartan de la línea habitual de El País. No sólo eso, además, los textos que mejor recogen la totalidad de los 97
argumentos del texto original son aquellos que coinciden con las opiniones del diario. Como apuntábamos al principio, la revista de prensa muestra formas diversas dependiendo de las cabeceras. Si en El País la fragmentación del discurso original queda patente a través del uso de corchetes o paréntesis, otros medios no presentan ningún signo que indique al lector que accede a una traducción fragmentada, como en el ejemplo que proponemos (véase anexo 5). Nos hemos fijado en las revistas de prensa que aparecen diariamente en un periódico de información general de ámbito local, Málaga hoy, que presentan un alto porcentaje de traducciones. El artículo seleccionado, “Remodelación”, publicado en la edición del 18 de marzo de 2009, es una traducción cuyo original, “Espagne : l’‘annus horribilis’ de José Luiz Rodriguez Zapatero” (sic), de Jean-Jacques Bozonnet, procede de la edición impresa del 17 de marzo del rotativo Le Monde. La herramienta contar palabras de nuestro procesador muestra que de las 805 palabras del original se han utilizado 195. Se han traducido los dos primeros párrafos del texto francés, un fragmento del tercero y otro del cuarto (omitiendo los incisos explicativos presentes en el original que resultan redundantes para el lector español), con lo cual el autor sólo ha seleccionado información del principio del texto. El artículo español se presenta como un único párrafo, sin separación de los distintos fragmentos que lo componen, en línea de continuidad. Únicamente al final, un paréntesis encerrando los puntos suspensivos indica al lector que sólo accede a una fracción del original. El artículo de Le Monde especula, entre otros asuntos, con una posible remodelación del Gobierno español, tema que se introduce a partir del quinto párrafo. Curiosamente, el artículo del diario malagueño se titula “Remodelación”, aunque no reproduzca partes con ese tema. Se queda, más bien, en el mal momento político del presidente español y su Gobierno, debido a la crisis económica y al mal resultado obtenido por el PSOE en las elecciones gallegas, que ha dado alas a la oposición. Su falta de estabilidad hace peligrar las reformas prometidas, mencionando únicamente la del aborto (y omitiendo la de la eutanasia y la ley de libertad religiosa). Los fragmentos elegidos no pasan 98
de ahí, pero el artículo francés va más allá, dejando entrever el negro panorama político al que se enfrentará el país en los meses siguientes y poniendo en duda la capacidad del Ejecutivo para lidiar con esta situación. Esta última valoración, muy negativa para el partido gobernante, no llega a los lectores. La elección de unas partes concretas del texto y la omisión de otras transmiten una imagen parcial y dirigida de las opiniones emitidas en otro medio. Por esta razón, la traducción fragmentada es un tipo de reescritura periodística que se presta enormemente a la manipulación del discurso. Cortar información y presentarla de forma fragmentada a una audiencia que no tiene acceso al texto completo beneficia claramente al medio transmisor y le sitúa en posición de ventaja para crear corrientes de opinión o para reafirmar las propias.
4. Autoría y fidelidad en la traducción periodística Para quienes no tienen la posibilidad de cotejar el artículo traducido con el original –es decir, la inmensa mayoría de los lectores–, la traducción es simplemente el original. Sin embargo, la comparación de los originales con las traducciones publicadas en los rotativos españoles permite observar que los textos traducidos frecuentemente no se corresponden con los originales, debido a que en el proceso de recontextualización cultural han sido objeto de considerables manipulaciones, algunas de las cuales hemos descrito. Queremos incidir en que la traducción, en el marco periodístico, se utiliza con la finalidad de producir información para la audiencia de un determinado medio. De este modo, traducir es una parte más de la labor periodística. La actividad traductora en la prensa escrita genera a menudo productos que se alejan bastante de lo que se ha venido considerando como una traducción fiel o equivalente al original. Las prácticas descritas ilustran, muy al contrario, operaciones de manipulación textual para adaptar los originales a las nuevas necesidades comunicativas 99
que surgen en el sistema receptor, en general, y en el periódico, en particular. En principio, esas prácticas se justifican por necesidades funcionales e ideológicas. Se trata de modos de actuación corrientes en el ámbito periodístico, pero no exclusivos, ni mucho menos, de este marco profesional. No obstante, estos usos de la traducción por parte del periodismo presentan interesantes implicaciones desde el punto de vista traductológico y replantean algunos conceptos clave en la teoría de la traducción. En primer lugar, se establece una nueva relación en el binomio texto original/texto traducido. Así, en la traducción periodística, el original no es el texto cerrado, inviolable o protegido que se observa en otros ámbitos, como el literario o el religioso. Es una fuente inestable, sólo material informativo que llega al medio de comunicación y que se puede utilizar libremente para generar otra noticia. Es la materia prima que utiliza la empresa periodística para crear un producto propio, dirigido a su mercado. En el proceso de transmisión de la información resulta imposible dilucidar el origen último de unos textos que se reescriben constantemente en el transcurso de su producción. Esto implica un replanteamiento de la noción de fidelidad y de equivalencia con respecto al original tal y como se ha venido concibiendo por parte de la teoría de la traducción: transmisión fiel y equivalente del mensaje. La realidad de la traducción periodística ha llevado a algunos investigadores de este campo, como Bielsa (2007: 144), a hablar de fidelidad no al original, sino a los hechos narrados. Para esta investigadora, la reorientación que reciben estos artículos en el contexto de llegada hace que la equivalencia se tambalee, pero precisamente esa reorientación consigue que estas traducciones funcionen. En segundo lugar, hay que reconsiderar el binomio autor/traductor. El proceso de producción colectiva de la información que tiene lugar en agencias de noticias y otros distribuidores, por un lado, con su continuación, por otro, en las empresas periodísticas, hace que el concepto de autoría también se diluya. Los profesionales del periodismo que traducen rebasan el papel tradicional asignado al traductor y asumen un protagonismo extremo –y, curiosamente, anónimo– en el proceso de transferencia y localización de la información. Además, no esta100
mos ante la obra singular de un redactor, sino ante una obra colectiva en la que participan varios profesionales (reporteros, redactores, traductores, editores…) que van dejando su huella a lo largo de toda la fase de producción. A nivel individual, no existen unos derechos de propiedad intelectual. El medio compra la información mediante su suscripción a agencias, o mediante acuerdos de asociación con otros grupos de comunicación, y puede disponer de ella con libertad. La puede seleccionar, traducir, modificar, completar… En este contexto la noción de autoría se revela intranscendente. Esta realidad implica una nueva perspectiva; los tradicionales presupuestos traductológicos no funcionan aquí. Aún considerando las características propias del marco periodístico, el importante grado de manipulación que se observa en los textos de llegada lleva inexorablemente a cuestionar hasta qué punto puede atribuirse a los autores del original la autoría de estas reescrituras o, lo que es lo mismo, si ellos pueden figurar como únicos responsables de artículos reescritos donde sólo figura su firma. Tal y como estos textos se editan (firmados por el autor del original y sin la presencia de otras firmas) no cabe ninguna duda de que los autores de los originales aparecen como responsables de la información publicada en el noticia. Ellos son las firmas reconocibles, quienes en principio asumen la autoría. Además, por extensión, se supone que el lector accede a sus textos, unos textos preexistentes (publicados en otro diario, cuyo nombre también se indica) en la confianza de que reproducen su contenido, al abrigo de cualquier sospecha de manipulación. Suposiciones, sin embargo, erróneas. Cuando las noticias traducidas se amplían con medios propios o externos, cuando se introducen modificaciones que afectan al contenido de la información, no tiene justificación, a simple vista, que se sigan atribuyendo en exclusividad al autor del original. ¿Quién asume la responsabilidad de todos esos cambios? Si nos fijamos en los artículos en español de los anexos 3 y 4, por ejemplo, el proceso de reescritura que han experimentado no permite su atribución a los redactores que los firman, ni tampoco dejar creer a la nueva audiencia que se trata de los textos que se publicaron en los diarios europeos mencionados. Este modo de actuar supone una falta de transparencia del medio con res101
pecto a sus lectores. “A los consumidores de traducciones apenas se les reconocen derechos”, señala Peña (1999: 86) y en este contexto resulta más que evidente. En este marco profesional, el protagonismo de los autores y los traductores de la información es mínimo, siendo más significativa la indicación de las fuentes. Si nos fijamos en la data, el nombre de los diarios europeos aparece separado por una barra del nombre del diario español (The Guardian/EL MUNDO, por ejemplo), lo que quiere decir, desde el punto de vista periodístico, que en la redacción de esa información se han utilizado dos fuentes principalmente: la cabecera extranjera (cuya sola mención ya es motivo de credibilidad) y el periódico español, que, a través de medios propios o externos, no se contenta con reproducir y editar ese material, sino que lo reescribe para su audiencia marcándolo con su sello editorial.
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Capítulo VI
La traducción en la sección de Opinión
Las empresas periodísticas, aunque informativas, persiguen objetivos persuasivos e ideológicos; buscan influir en la opinión pública. Los medios españoles, al igual que en el resto de países desarrollados, responden siempre a intereses muy concretos. Más que a un proceso informativo asistimos a la reconversión del mensaje informativo en mensaje persuasivo en el sentido de que no sólo se pretende compartir el mensaje con el receptor sino provocar en él una actitud. Con frecuencia, la opinión pública es una consecuencia de la función mentalizadora de los medios, es fruto de la difusión de ideas, críticas, comentarios y puntos de vista. Además de cumplir sus funciones informativas, los medios participan decisivamente en la generación de la opinión pública, son agentes persuasivos y de influencia política y económica. Día a día elaboran una imagen del mundo para sus audiencias. Como el resto de las empresas de comunicación, la prensa desempeña un papel básico e insustituible en la formación de la opinión pública y en el control del poder político. Los periódicos se han convertido en una gran tribuna de expresión de la comunidad acerca de la vida política, económica, cultural, etc. No sólo la prensa española, también la prensa mundial muestra un interés creciente por los géneros de opinión; al abrir cualquiera de las principales cabeceras de referencia encontraremos sus páginas más plagadas que nunca de opiniones de voces de renombre. Esas voces, además de los periodistas, las forman un conglomerado de escritores, profesores, artistas, investigadores, filósofos, políticos, científicos, etc., que utilizan las páginas que los medios les ofrecen para ejercer la crítica en cuestiones específicas. De esta manera, las secciones de Opinión de los distintos medios escritos se han convertido en auténticas tribunas, en el lugar apropiado 103
para el debate de ideas, y ahí acuden toda una serie de sabios especializados, que exponen sus opiniones sobre los temas más variados: desde el terrorismo hasta los fundamentos jurídicos de una decisión gubernamental, desde la educación hasta el conflicto palestino-israelí… Estas tribunas no sólo están abiertas a los intelectuales nacionales, sino que una gran parte de los artículos de opinión que se publican en la prensa mundial tiene como autores a figuras internacionales, que llegan a la nueva audiencia a través de la traducción.
1. La traducción de artículos de opinión Una parte importante de la labor traductora en la secciones de Opinión de los diarios de prestigio españoles se concentra en una variedad textual muy concreta: el artículo de opinión de colaboradores externos, también llamado tribuna, que, junto a otras variedades como el editorial, la columna, el análisis o las cartas al director, forma parte de un género textual que en el periodismo español ha recibido diferentes denominaciones: género argumentativo, género de opinión, género editorializante o género de solicitación de opinión1. Santamaría (1990: 46) lo define así: Conjunto de formas de expresión periodística destinadas a conseguir la labor de convencimiento y persuasión con vistas a la creación de opinión, que efectúan los medios de comunicación por medio de la fuerza probatoria del pensamiento y de los hechos.
La tribuna presenta unos rasgos propios frente a otras variedades textuales próximas, como el editorial o la columna. El editorial es la opinión del periódico y su objetivo es profundizar argumentalmente
1
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Véase al respecto Casasús y Núñez Ladevéce (1991), Martín Vivaldi (1987), Martínez Albertos (1992) o Santamaría (1990).
en un problema; desde el punto de vista estilístico, como señala Martínez Albertos (1992: 363–406), ha de ser digno e incluso algo mayestático. La columna, por su parte, es un artículo de opinión que está mucho más próximo a la tribuna, siendo la principal diferencia entre ambos los autores. En el caso de la columna se trata de manera habitual de periodistas contratados o pertenecientes a la plantilla del diario, que exponen diaria o periódicamente sus opiniones sobre la información; el columnista es un comentarista que interpreta o explica lo sucedido y suele ser un periodista de prestigio, que goza de la confianza del director. El autor de la tribuna, en cambio, no es un periodista habitual, sino más bien un colaborador esporádico que se selecciona por motivos diversos: por su destreza literaria, por ser un especialista en los temas que se traten o por ser una personalidad política o culturalmente representativa. La mayoría de diarios españoles, en sus secciones de Opinión, tiene un espacio dedicado a las tribunas, en el que se invita a diferentes especialistas a opinar sobre un acontecimiento más o menos actual. Como señala Moreno Espinosa (2002) refiriéndose a El País, estos artículos cumplen una doble función: prestigio y reforzamiento de la línea editorial del periódico, de ahí que conserven un espacio privilegiado dentro de las páginas del diario. La tribuna es una de las variedades textuales de los géneros argumentativos más traducidas en la prensa española. Los estudios llevados a cabo sobre la traducción de estos textos (Hernández Guerrero 2005a: 121–130 y Ramírez 2005) subrayan la dificultad que presentan desde el punto de vista lingüístico. Estilísticamente, se caracterizan por su riqueza expresiva, en casos concretos muy próxima al lenguaje literario. La persona que escribe impone su estilo con total libertad, dentro del decoro exigido, en una combinación de habilidad para articular un desarrollo de las ideas convincente y de fluidez expositiva. La variedad de esquemas que podemos encontrar es tan numerosa como sus autores, personas que ya han alcanzado una cierta posición en sus profesiones, es decir, firmas de prestigio, que se sirven de elaboradas técnicas discursivas para sustentar su capacidad de análisis, su expresividad literaria y su coherencia discursiva. 105
Cabe destacar la existencia de una norma en el tratamiento de estos textos, recogida expresamente en los libros de estilo2: el respeto del estilo del autor. Por lo general, las traducciones están más cuidadas que las que se ofrecen en otras secciones; además, dependiendo del medio, sus traductores suelen escapar de la presión del tiempo y la premura con la que se trabaja en otras secciones del periódico. Se trata, en líneas generales, de textos estilísticamente elaborados, en algunas ocasiones muy próximos a los textos literarios; de temática muy variada, que puede rozar a veces la especialización; muy imbricados en la realidad social o política de la cultura de partida, lo que exige cierta labor de exégesis. La suma de estos y otros factores hace necesario un amplio bagaje de conocimientos lingüísticos y extralingüísticos para afrontar con éxito su traducción. Como el resto de los géneros periodísticos, estos artículos de opinión no escapan a las transformaciones impuestas por el nuevo medio que los publica, aunque, eso sí, en menor medida. Es poco frecuente que sufran mutilaciones por motivos de espacio (esto rompería la argumentación y dificultaría la comprensión del texto), si bien en ocasiones se producen. Los mayores cambios vienen de las adaptaciones debidas al nuevo receptor, a la nueva situación espacio-temporal y, por supuesto, a su nuevo canal: el diario que lo publica. Éste amolda los textos a su formato y suele ocurrir que se modifiquen los elementos de titulación, la extensión de los párrafos y las convenciones de escritura para adaptarlas a la norma del español y al sistema tipográfico que rige en el periódico (cf. Hernández Guerrero 2005a). Pero en líneas generales estos artículos, en su proceso de traducción, son considerados como una fuente estable y el producto resultante suele ser una traducción stricto sensu. Son artículos firmados, con unos determinados derechos (copyright) que restringen la libertad de acción del mediador. Funcionan en un nuevo marco comunicativo, pero continúan siendo fiel reflejo del original. Dependiendo del medio, su estatus es el de una traducción. Cuando incluyen ciertas marcas que permiten reconocerlo como tal (nombre del traductor, procedencia del original, etc.), así son recibidos en el nuevo sistema cultural. 2
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En el caso de El País (1996: 53) se recomienda el respeto extremo del estilo del autor, algo en lo que también insiste El Mundo (1996: 62).
2. Recepción de las traducciones Los diarios nacionales difieren a la hora de presentar a sus lectores los textos traducidos. Unos muestran una mayor predisposición que otros a facilitar la información paratextual necesaria para que el lector tome conciencia de que se halla ante un artículo traducido. El espacio limitado del formato periodístico, aspecto determinante en la prensa escrita, obliga frecuentemente a reducir al mínimo la presencia de los elementos paratextuales, que en la mayoría de las ocasiones se limitan a los datos sobre el autor del original –siempre presentes–, y, como mucho, al nombre del traductor y alguna alusión a la procedencia del original. Pero incluso la presencia de estos dos últimos elementos no está asegurada, pues los medios no actúan de una manera sistemática al suministrar esta información. Si nos ceñimos al caso de El País y El Mundo, podemos observar posturas contrapuestas: el primero suele indicar mediante un pie de texto alguna información de este tipo, mientras que el segundo no lo suele hacer, proporcionando únicamente los datos del autor del original. Estas posturas están igualmente relacionadas con las diferencias a la hora de asignar las tareas de traducción: en El País se encargan a traductores autónomos y en El Mundo las realizan los periodistas de la redacción. En general, los lectores de estos textos se encuentran con referencias y datos diversos, que no siguen un patrón preestablecido. Esto dificulta en gran medida la visibilidad de las traducciones, que suelen pasar por originales, pues la ausencia de marcas específicas impide que estas cumplan su papel contextualizador. El País, por ejemplo, incluye en las tribunas un pie de texto donde, además de los obligados datos del autor, suministra cierta información paratextual sobre la traducción, que hemos clasificado en los siguientes apartados de menor a mayor contenido: a.
Únicamente los datos del traductor
La presencia del nombre del traductor es, en el marco periodístico, el dato que más claramente revela al lector que se halla ante una traducción. Es la opción más frecuente en este diario, aunque no siempre se 107
cumple. A título orientativo, de las 191 tribunas traducidas en 2008, 19 no incluían esta información. El ejemplo típico de este tipo de pie de texto sería el siguiente (incluimos igualmente en cursiva el título del artículo y su fecha de publicación, aunque esta información no se ubica en el pie de texto): “La globalización y sus quejas en 2004” (06-01-2004) Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia
Una variación dentro de este tipo sería la que incluye la nacionalidad del autor, que normalmente proporciona datos sobre la lengua de partida: “Una resistencia liberal” (06-06-2004) Claudio Magris es escritor italiano Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia
En contadas ocasiones encontramos un pie de texto que haga alusión específicamente a la lengua de la que se traduce: “En cada uno de nosotros hay algo de Arafat” (21-11-2004) Mahmud Darwish es el más destacado poeta palestino, autor, entre otros libros, de Menos rosas y Mural. Cuenta con galardones como el Lannan Cultural Freedom Prize y el Príncipe Claus de Holanda. Traducido del árabe por María Luisa Prieto
b.
Los datos del traductor junto con los del propietario de los derechos del original
Otros pies de autor amplían la información con que se presenta el texto traducido, proporcionando a través del copyright información sobre el propietario de los derechos del original: “Los malos tratos a prisioneros en Irak” (18-05-2004) Michael Walzer es profesor de Ciencias Sociales en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton y autor de Guerras justas e injustas: un razonamiento moral con ejemplos históricos Traducción de News Clips © Global Viewpoint, 2004
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Esta información permite en ocasiones averiguar la procedencia del texto traducido y su probable publicación en otros medios: “Fundamentalismo: enemigo a la vista” (29-03-2004) Richard Rorty, filósofo, especialista en literatura y profesor en la Universidad de Stanford-California Traducción de News Clips © Die Zeit, 2004
Ocasionalmente, el copyright incluye otros datos que suministran información adicional sobre el original, como es su contexto de producción o quién lo ha distribuido, como vemos en estos dos ejemplos: “Tony Blair e Irak: una tragedia pública” (11-02-2004) David Marquand, autor de Decline of the Public: The Hallowing-Out of Citizenship (Polity Press, 2004) Traducción de News Clips © Este artículo fue originalmente publicado como parte de un debate sobre periodismo y guerra en www.opendemocracy.net ¿Arde Pakistán? (21-11-2007) Selig S. Harrison es director del Programa Asia del Centro de Política Internacional (Washington); se ha ocupado como periodista y académico de Pakistán desde 1951. © Selig S. Harrison, 2007. Distribuido por The New York Times Syndicate. Traducción de Jesús Cuéllar Menezo.
Así pues, en el caso de El País se observa, en general, una voluntad expresa de presentar los textos traducidos como tales, incluyendo algunos datos al respecto que avisan al lector de que tiene entre manos una traducción3. La situación en el diario El Mundo es bien distinta, pues de manera sistemática este rotativo evita los elementos paratextuales necesarios para contextualizar sus tribunas. El pie de texto habitual que acompa3
Hay que aclarar que no siempre ha sido así en la trayectoria de este medio. Cf. Alonso 2004 y Hernández Guerrero 2005b.
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ña a las traducciones en este periódico únicamente facilita información sobre el autor del artículo, creando la impresión en el lector ajeno a estos temas de que se halla ante el original. He aquí un ejemplo: Ojalá fuera España la octava economía del mundo (17-01-2008) Henry Kamen es historiador. Su último libro publicado es Los Desheredados. España y la Huella del Exilio (Editorial Aguilar).
En muy raras ocasiones, facilita el nombre del traductor. Como muestra indicativa, de las 71 traducciones publicadas en 2008 bajo la rúbrica Tribuna libre únicamente 2 (los artículos de Gianni Vattimo) indicaban el nombre de su traductora, tal vez por tratarse de una persona ajena a la redacción: Consideraciones sobre la esperanza (12-01-2008) Gianni Vattimo es filósofo y político italiano. (Traducción de Teresa Oñate, catedrática de Filosofía en la UNED).
En algunas ocasiones, incluye datos que permiten vislumbrar la procedencia del original, el diario The Guardian en el siguiente ejemplo: Todo lo que podemos hacer por Zimbabue es enviar comida (27-06-2008) Simon Jenkins es uno de los periodistas más reconocidos del Reino Unido, columnista habitual del diario The Guardian y un gran experto en Historia militar.
En muy contadas ocasiones indica expresamente la procedencia del original: Por qué me convierto del islam al catolicismo (24-03-2008) Magdi Cristiano Allam, escritor de origen egipcio, es vicedirector del Corriere della Sera y especialista en temas de Oriente Próximo. Su último libro es Viva Israel (2007). (Este artículo es la reproducción íntegra del texto publicado ayer en ‘Corriere della Sera’ enviado por el autor al director del periódico italiano con ocasión de su bautismo por el Papa).
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Cuando recurre a textos procedentes de otros medios, en ocasiones suministra esa información, pero no siempre, como se observa en el caso de estas dos traducciones de una misma autora: El fin de la intervención (12-06-2008) Madeleine K. Albright fue secretaria de Estado de Estados Unidos desde 1997 a 2001. New York Times Op. Ed. Carta al presidente electo, Barack Obama (07-11-2008) Madeleine K. Albright fue secretaria de Estado de EEUU entre 1997 y 2001, con el presidente Bill Clinton. Es autora de Memorando al presidente: cómo podemos restaurar la reputación y el liderazgo de Estados Unidos.
Salvo contadas excepciones (La Vanguardia y El País), se observa en la prensa escrita española una clara falta de transparencia con los lectores, que leen un buen número de artículos traducidos sin percatarse de ello; por un lado, porque tanto traductores como editores –los propios diarios– aplican estrategias de domesticación en el procesamiento de estos textos; por otro, porque la escasez o ausencia de elementos paratextuales impiden a sus destinatarios contextualizarlos e, incluso, les inducen a engaño. Aún así, los dos casos analizados muestran posturas bien distintas: los lectores de El País y El Mundo reciben sus tribunas de modo desigual. Si bien tipográficamente los artículos traducidos muestran bastante uniformidad con respecto al resto de la producción propia de ambos diarios –recuadrados, título (en cursiva), mismo tipo y cuerpo de letra, inclusión, tras la última línea, de un pie de autor (por conocido que éste sea) donde se indica su ocupación principal–, se diferencian en cómo estas tribunas, presumiblemente iguales a las demás, son recibidas por sus destinatarios. El País ha optado, no sin ciertas presiones por parte de las asociaciones profesionales de traductores (cf. Alonso 2004 y 2006), por incluir en sus tribunas traducidas unas marcas mínimas que permiten que estos artículos se reciban como tales por parte de sus lectores; esto no impide que los datos que se mencionan no siempre sean exhaustivos y que, por desconocimiento de esta realidad, muchos lectores no 111
sean conscientes de que lo que leen es una traducción. El Mundo adopta la postura contraria. De manera sistemática renuncia a introducir y presentar a sus lectores estos textos como traducciones. No considera una información relevante para el lector el hecho de que el texto sea una traducción. Por tanto, en la mayoría de las ocasiones, estas traducciones, perfectamente adaptadas a la norma periodística durante su fase de producción, se confunden con el resto de las tribunas, pasando totalmente desapercibida la labor de mediación de la que han surgido.
3. Volumen de traducción La sección de Opinión es una sección fija del periódico, con un peso específico y con un formato característico en cada medio. En El País comprende varias páginas que, bajo la rúbrica Opinión, suelen recoger un número de tribunas variable, que ha ido en aumento en los últimos años, hasta situarse en las tres colaboraciones diarias de articulistas externos al periódico que publica en la actualidad. En El Mundo aparece diariamente una única colaboración de lunes a sábado (en contadas ocasiones figuran dos), bajo la rúbrica Tribuna libre, que los domingos es sustituida por la Carta del Director, por lo que el número de tribunas publicadas es menor4. En general, los colaboradores son especialistas en la materia sobre la que escriben –política, economía, educación, sociología, cultura, medicina, etc.– y, por lo tanto, autoridades en el tema. Los asuntos 4
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A partir del 11 de enero de 2009 el diario El Mundo sale a la calle remodelado. Los cambios introducidos suponen, entre otros aspectos, más color en su edición impresa y afectan especialmente a la sección de Opinión, que se reduce a dos páginas y presenta un único editorial (frente a los dos anteriores). La Tribuna Libre se desplaza a una nueva sección, “Otras voces”, que incluye estos artículos de análisis de grandes firmas bajo la rúbrica “Tribuna”. Estas tribunas sólo se publican de lunes a viernes, lo que supone una reducción de su número (de lunes a sábado, antes de la remodelación).
tratados suelen tener su inspiración u origen en hechos o acontecimientos de rigurosa actualidad, con una clara preferencia por los temas nacionales, lo que no excluye que se trate la actualidad internacional, aunque en menor medida. La temática es enormemente variada con un predominio de lo intelectual, lo cultural, lo político y lo ideológico. Para cuantificar el volumen de traducción que mueven estos dos periódicos, hemos utilizado los datos procedentes exclusivamente de las páginas de Opinión, excluyendo las tribunas que pueden aparecer en otras secciones del periódico (Economía, Deportes…). Estos datos se refieren a 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008, cinco años continuados de los que hemos extraído información sobre el número total de tribunas publicadas, cuántas de ellas son traducciones y qué porcentaje representan, lo que permite observar la evolución del volumen de traducción durante un periodo más o menos extenso y reciente. La primera tabla que presentamos recoge los datos referentes a El País5: Porcentaje de tribunas traducidas en la sección de Opinión del diario El País Total tribunas Tribunas en español Tribunas traducidas Porcentaje de traducciones
2004 2005 2006 2007 2008
770 750 1072 1043 1074
620 618 858 816 883
150 132 214 227 197
19,48% 17,6% 19,96% 21,76% 18,34%
Fuente: elaboración propia.
En líneas generales, el volumen de tribunas traducidas en la sección de Opinión de este diario se ha mantenido estable a lo largo de los años analizados, con sólo ligeras oscilaciones. Se puede afirmar que, aproximadamente, vienen a representar una quinta parte del total de tribunas publicadas. Si comparamos estos datos con los proporcionados por González Rodríguez (1999: 211) para el año 1995 –un 19,62% de 5
Queremos aclarar que hemos excluido de nuestro recuento las tribunas publicadas por el defensor o la defensora del lector en los años analizados, que también se incluyen en las páginas de Opinión.
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traducciones–, podemos aventurar que más de diez años después El País sigue manteniendo un volumen de traducción estable en su sección de Opinión. En lo que respecta a El Mundo, presentamos los datos correspondientes en la siguiente tabla: Porcentaje de tribunas traducidas en la sección de Opinión del diario El Mundo Total tribunas Tribunas en español Tribunas traducidas Porcentaje de traducciones
2004 2005 2006 2007 2008
315 313 312 311 312
229 256 248 238 241
86 57 64 73 71
27,30% 18,21% 20,51% 23,47% 22,75%
Fuente: elaboración propia.
Aquí las oscilaciones son un poco mayores, entre el 27,30% de 2004 y el 18,21% de 2005, para estabilizarse posteriormente en torno al 20%. Resulta paradójico que, aunque el número de artículos de opinión publicados es menor, el volumen de traducción es ligeramente superior al que se observa en El País. Estas cifras corroboran que los dos principales diarios españoles de información general reservan un espacio más o menos estable y constante a la traducción de tribunas de opinión. Una vez establecido el volumen de traducción que maneja la sección de Opinión de ambos medios, hemos procedido a realizar el desglose por lenguas. Queremos aclarar previamente que los datos que proporcionamos a continuación deben considerarse a título orientativo, pues, a diferencia de las prácticas que se observan en los periódicos de prestigio europeos y estadounidenses, la prensa escrita española nunca ha considerado necesario indicar al lector el idioma del que se han traducido los originales. Por esta razón, para determinar su lengua de procedencia, nos hemos guiado por otros criterios, como son el copyright de las agencias de distribución o de otros medios impresos y, cuando no figuraba esa información, por la nacionalidad del autor, aspecto este menos fiable dado el importante número de traducciones 114
indirectas o retraducciones (es decir, a partir de otras lenguas) que se observa. En algunas ocasiones, nos ha sido imposible determinar el idioma del que se ha traducido, por lo que hemos incluido esos textos en el apartado “sin identificar”. La siguiente tabla presenta los datos correspondientes a El País: Distribución por lenguas de las tribunas de opinión traducidas en El País Inglés
2004 2005 2006 2007 2008
87 96 164 159 135
Francés Italiano Alemán Portugués Árabe Ruso Sin identificar
37 30 30 32 36
8 6 10 9 11
3 5 4 4 1
2 5 13 9
3 1 1 4
2
8
6 5
Fuente: elaboración propia.
Por lenguas, hay que destacar el predominio del inglés, pues una gran parte de los articulistas son norteamericanos y, en menor medida, británicos; seguido del francés, del italiano y otras lenguas como el alemán, el portugués, el árabe o el ruso. Los datos referentes a El Mundo, revelan igualmente el predominio absoluto del inglés, con una presencia testimonial del francés y del italiano: Distribución por lenguas de las tribunas de opinión traducidas en El Mundo 2004 2005 2006 2007 2008
Inglés 68 42 52 55 51
Francés 6 7 7 8 8
Italiano 4 3 3 6 5
Sin identificar 8 5 2 4 7
Fuente: elaboración propia.
Desde nuestro punto de vista, para analizar el predominio de unas lenguas sobre otras resulta mucho más revelador centrarse en la procedencia de los originales. Las tribunas de opinión traducidas en los pe115
riódicos españoles vienen principalmente de dos fuentes: por un lado, los servicios de venta de artículos, también conocidos por su denominación en inglés: syndicate; y los acuerdos puntuales que los medios establecen con determinados colaboradores, por otro. González Rodríguez (1999: 161) explica el funcionamiento de los primeros. Además de editar un periódico, los grandes grupos de prensa actúan como servicios de venta de artículos, es decir, venden paquetes de noticias a los otros diarios. Estos syndicate firman acuerdos con periódicos, revistas y personalidades del mundo entero para hacerse con los artículos que más les interesan. De no venir en inglés, los traducen a esta lengua y después venden este material informativo dentro de un paquete diario, semanal o mensual a los periódicos suscriptores6. En el caso de los diarios españoles, reciben los artículos en inglés y los traducen al español. Pero muchos de estos textos ya se habían traducido previamente en dichos servicios: la lengua del artículo es, pues, la lengua del medio que lo envía. Algunos artículos pueden pasar por varios canales de información, por lo que resulta muy difícil saber cuántos procesos de traducción han experimentado. Este fenómeno presenta interesantes implicaciones desde la perspectiva de la selección de la información y nos sitúa ante un proceso apenas conocido, que analizaremos en detalle más adelante: una parte importante de la opinión que se traduce en nuestros diarios experimenta un doble proceso de selección, en primer lugar, por parte los poderosos syndicate estadounidenses, que distribuyen a escala global unas determinadas corrientes de pensamiento y opinión. Posteriormente, por parte de cada diario, que elige de los paquetes suministrados las firmas de prestigio que traducirá para sus tribunas, algo que no se produce de manera arbitraria sino que más bien responde a sus criterios editoriales. 6
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“Los dos más grandes syndicate son The Los Angeles Times Syndicate y The New York Times Syndicate. El País tiene un syndicate, Newservice, y Le Monde también, pero son mucho más pequeños que los dos norteamericanos. Esto significa que El País no sólo compra noticias sino que las vende. Más de 50 periódicos o revistas latinoamericanas le compran las noticias a El País” (González Rodríguez, 1999: 162).
La otra fuente de las tribunas de opinión traducidas son los acuerdos puntuales que un rotativo establece con un determinado articulista. No son nada nuevo en el panorama periodístico; desde siempre prestigiosos intelectuales han colaborado con los medios impresos. Si se trata de firmas extranjeras, redactan sus tribunas en su propia lengua y éstas son traducidas al español. También existe la posibilidad de que sus artículos se hayan publicado previamente en algún medio con el que se mantengan acuerdos de colaboración y se tomen de allí para su traducción. Esta otra fuente explica la presencia de traducciones de otras lenguas distintas al inglés, que, tal y como se observa en las tablas anteriores, son relativamente numerosas en El País, mientras que en el caso de El Mundo se reducen al francés y al italiano. Lo anteriormente expuesto es fácil de ejemplificar en este último periódico. El Mundo se sirve en gran parte de los syndicate estadounidenses para nutrir de tribunas su sección de Opinión, de ahí el elevado número de traducciones del inglés, a las que se unen las procedentes de The Guardian, cabecera con la que mantiene acuerdos de asociación. Esos acuerdos se extienden a otros rotativos, como Libération y Corriere della Sera, lo que explica las traducciones del francés y del italiano. Al igual que El País, colabora de manera sistemática con determinadas firmas en busca del prestigio que estas proporcionan. Tal vez el caso más visible y conocido sea la estrecha y duradera relación que mantiene con el filósofo francés Bernard-Henri Lévy. En la década de los noventa del siglo pasado, llegó a publicar una columna semanal bajo la rúbrica “El bloc de notas de Bernard-Henri Lévy” (el mismo título que la que mantiene este intelectual en el semanario francés Le Point), que posteriormente El Mundo dejó de publicar, aunque sus trabajos siguieron apareciendo en otras secciones –principalmente en Internacional y Opinión–. En estos últimos años se han incluido numerosas traducciones de sus artículos en la sección Tribuna Libre. En 2008, por ejemplo, fueron 6 las tribunas publicadas, que, unidas a sus frecuentes artículos de opinión en la sección de Internacional, convierten a este filósofo francés en un asiduo de las páginas de este rotativo, muy por delante del historiador británico Henry Kamen, del que se reprodujeron 9 tribunas en el mismo periodo. 117
4. Política de traducción Es un hecho que los diferentes medios siguen una determinada política de traducción, entendido este concepto como “los factores que regulan la elección de tipo textual, o de cada texto en particular, que se van a imponer mediante traducción a una cultura o lengua concreta en un momento determinado” (Toury 2004: 100). Es fácil, pues, comprobar que El País y El Mundo importan textos de una manera selectiva y se inclinan por invitar a escribir en sus páginas de opinión a intelectuales, políticos, escritores, etc., siguiendo criterios que generalmente vienen marcados por su línea editorial. La prensa española no contempla con neutralidad la realidad política o social del país, sino que se posiciona ideológicamente. Esos valores que defienden nuestras cabeceras están detrás de gran parte de la manipulación de la información: en España hay una clara identificación partidista de los periódicos que distorsiona y devalúa la calidad informativa. Así, la prensa de Madrid se define por su cargado perfil ideológico, hasta el punto de que los compradores se decantan por tal o cual diario por su sesgo ideológico, más que por su calidad. La postura que adopta cada cabecera se refleja en la selección del material publicado, la ausencia de determinadas noticias, la orientación que reciben las informaciones, etc. Actúan de igual manera en el caso de los textos que se van a traducir. Las traducciones que aparecen en las páginas de opinión cumplen el mismo cometido que el resto de colaboraciones y sirven de apoyo a la línea ideológica de los distintos medios. Como hemos analizado en otro lugar (Hernández Guerrero 2008a), tenemos un claro ejemplo en las opiniones que se tradujeron en los días siguientes a los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. En el caso del diario El País, cuya inclinación ideológica es sobradamente conocida, se mantuvo en una línea editorial crítica a las decisiones del Partido Popular (apartado del poder tras las elecciones del 14 de marzo), especialmente en lo referente a su apoyo a Estados Unidos en la guerra de Irak. Las opiniones traducidas a raíz del 11-M vienen a reforzar de manera clara la línea defendida por el periódico, 118
como podemos comprobar a través de los explícitos titulares de estos artículos: “¡Ánimo, señor Zapatero!” (Norman Birnbaum, 22-032004), “Lecciones españolas para Estados Unidos” (Philip H. Gordon, 23-03-2004), “España regresa a Europa” (Alain Touraine, 26-03-2004), “El declive de Estados Unidos” (Jeffrey D. Sachs, 4-04-2004), entre otros. El Mundo, por su parte, desligó el atentado del apoyo español a los estadounidenses y puso un mayor énfasis en los peligros de la amenaza integrista. Las tres colaboraciones traducidas publicadas con posterioridad al atentado en la Tribuna Libre se presentaron con los siguientes titulares: “Terrorismo más allá de Al Qaeda” (Ian Bremmer, 18-032004), “Irak revitaliza el extremismo islámico” (Ian Buruma, 20-032004), “Los cuerdos deben unirse contra los fanáticos del Islam” (Frederick Fortsyth, 22-03-2004). Además del componente ideológico, y relacionado con éste, se encuentra el componente económico. En las páginas de estos periódicos se traducen con frecuencia artículos de opinión procedentes de otros medios próximos con los que se mantiene cierta afinidad en la línea editorial o con los que se está integrado en grandes empresas internacionales de comunicación. Recurrir a ese material y traducirlo supone una reducción de los costes de producción. A través del grupo PRISA, empresa editora de El País, y de RCS MediaGroup, propietaria de El Mundo, estos rotativos están asociados a otros grupos de comunicación, con los que mantienen vínculos que han hecho públicos. El hecho de importar opiniones foráneas es un indicador de la importancia que estos periódicos conceden a los acontecimientos internacionales y a su interés por obtener otros puntos de vista, de diversa procedencia, que en líneas generales son seleccionados porque se hallan próximos a las posturas defendidas en sus páginas. Es cierto que la solicitación de opinión a “voces internacionales” supone un posicionamiento de apertura al exterior, que contrasta, por ejemplo, con la de otros diarios nacionales (ABC, La Razón) donde muy esporádicamente se recurre a la traducción de artículos de opinión. Pero hay que tener muy presente al mismo tiempo que los periódicos actúan conforme a convicciones de orden superior, que se pueden manifestar, 119
por ejemplo, en los criterios de selección de las voces que hablarán en sus páginas. Como muy bien señala Martín Ruano (2003: 144): De hecho, si puede evitarlo, nadie da voz a quien con sus opiniones puede restar adeptos y credibilidad a las propias. Y, cuando se trata de ganar adeptos para cierta visión del mundo o una ideología determinada, resulta más efectivo reclutar voces para el propio bando que rebatir o tratar de acallar las antagónicas.
La política de traducción que siguen los medios permite evaluar otros muchos factores subyacentes, como hasta qué punto unas culturas influyen sobre otras, por qué se produce el trasvase transcultural de la opinión, cuáles son las sociedades exportadoras de opinión, etc., aspectos que veremos a continuación. Dada la opacidad antes comentada del diario El Mundo, hemos centrado nuestro análisis en las traducciones de El País que, al ir acompañadas de algunos elementos paratextuales, aunque no sea de manera sistemática, permiten efectuar cierto rastreo de las fuentes. Si observamos, por ejemplo, los datos referentes a 2008, de las 197 tribunas que se tradujeron en la sección de Opinión, únicamente 69 indicaban el copyright del original: 39 procedían de Project Syndicate 7, 15 de Tribune Media Services, 1 de Opendemocracy y 14 de otras publicaciones periódicas (The New York Times, The Washington Post, The Nation, Le Monde y La Repubblica). Otras responden a acuerdos puntuales que el rotativo establece con determinados articulistas; como muestra, las 8 tribunas de Sami Naïr, las 7 de Nicole Muchnik, las 4 de Barbara Probst Solomon o las 2 de Jean Daniel, por sólo citar algunos. El resto de las colaboraciones también procede de agencias de distribución y de acuerdos puntuales pero, al no presentar la suficiente información paratextual, resulta imposible de determinar. Son casos como los que reproducimos a continuación: 7
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En ocasiones, ante la ausencia de criterios sistemáticos, hemos incluido en este recuento tribunas de un mismo autor que unas veces incluían el copyright y otras no. Por ejemplo, de los 8 artículos de Shlomo Ben-Ami, 6 indicaban que procedían de Project Syndicate y 2 no.
Sobre la moral y el mercado (13-7-2008) Gabriel Jackson es historiador estadounidense. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia. El largo y complejo problema del Sáhara (28-8-2008) Peter van Walsum es diplomático holandés y fue enviado personal del secretario general de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental. Traducción de Jesús Cuéllar Menezo.
Detrás de gran número de estas tribunas, aunque el medio no lo especifique a través del copyright, se adivinan las grandes agencias de distribución de noticias. Estadounidenses en su mayoría, son el primer filtro y hacen la primera selección del material que luego se distribuirá a escala global. Su ideología se impone a través del proceso de selección de las firmas colaboradoras. Durante el año 2008, y basándonos únicamente en los artículos traducidos que indicaban su procedencia, El País reprodujo 15 colaboraciones de Global Viewpoint, agencia de distribución periodística perteneciente a Tribune Media Services, filial a su vez de la empresa de comunicación norteamericana Tribune Company, editora, entre otras cabeceras, de Los Angeles Times. Tal y como anuncia en su página web, proporciona artículos “de algunos de los líderes políticos e intelectuales de más amplio reconocimiento mundial”8, indicando que también están disponibles en español. El copyright de 39 colaboraciones indica que proceden de Project Syndicate, asociación internacional formada por 404 periódicos de 148 países, con una circulación total de 46.229.388 ejemplares, a la que pertenece El País. Tiene entre sus objetivos “traer a voces distinguidas de cualquier procedencia a las audiencias locales de todo el mundo”9. Project Syndicate ofrece los textos de estos colaboradores en inglés, español, ruso, francés, alemán, checo, chino y árabe. En su página web se puede leer: Todos los artículos están redactados por hombres y mujeres que merecen ser oídos por una audiencia global y que saben que sólo Project Syndicate lleva 8 9
www.tmsinternational.com/global.htlm [Consulta: 19 mayo 2006]. www.project-syndicate.org [Consulta: 5 marzo 2009].
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siempre su mensaje a la dirección correcta. Los colaboradores de Project Syndicate –con una infinita variedad de profesiones, de procedencia nacional y cultural y de perspectivas políticas– representan el mundo tal cual es.
Otra de las agencias a las que acude El País es Opendemocracy, que se presenta como un distribuidor independiente que tiene entre sus objetivos “asegurarse de que se oigan puntos de vista de voces marginadas. Creemos que proporcionar argumentos y comprensión más allá de las fronteras geográficas es vital para evitar la injusticia”10. Ofrece análisis críticos y promueve el diálogo y el debate sobre temas de importancia que preocupan a ciudadanos de todo el mundo. Se ofrece a los medios como fuente donde obtener análisis sobre cuestiones globales con una red de más de 1.000 colaboradores, que incluye “profesores, filósofos, políticos, líderes empresariales, escritores, periodistas y artistas de todo el espectro político”. El País también recurre a Agence Global, una agencia especializada en la distribución de noticias, reportajes y opinión. En su página web anuncia que los autores que distribuye son líderes en sus áreas de especialización y ofrecen puntos de vista que a menudo divergen de las líneas generales establecidas por los medios de comunicación internacionales y estadounidenses.
Etiqueta las opiniones que distribuye de “poco corrientes”11. El País se sirve, por tanto, de un variado número de distribuidores, desde los grandes syndicates estadounidenses a otros servicios de venta de artículos, que actúan como contrapunto pues entre sus objetivos declarados se encuentra la difusión de análisis y comentarios de firmas de prestigio alternativas, dando voz a otros especialistas. Sin embargo, esta variedad de fuentes no debe esconder una realidad velada, que planea a escala mundial: la existencia de un poderoso e influyente sistema externo de distribución de opinión, que condiciona en parte a los propios medios y sus contenidos. 10 11
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www.opendemocracy.net [Consulta: 5 marzo 2009]. http://www.agenceglobal.com/about.asp [Consulta: 20 marzo 2009].
Pese a que no todas las tribunas traducidas incluyen información sobre su procedencia, lo que impide dibujar un panorama preciso de la influencia de estas distribuidoras y el peso específico de cada una de ellas en el periódico analizado, se puede vislumbrar que desempeñan un papel preponderante como suministradoras de opinión. Volvemos a insistir en que estos servicios de venta de artículos llevan a cabo un primer proceso de selección de la información que determina qué contenidos llegan a la audiencia de los diarios suscriptores. Posteriormente, estos llevan a cabo otro filtrado, seleccionando entre los análisis y comentarios recibidos aquellos que finalmente traducirán y publicarán; además, solicitarán opinión a determinados intelectuales extranjeros. En este segundo proceso los medios no siguen criterios profesionales o éticos, sino más bien políticos e ideológicos: seleccionan lo que, según ellos, es relevante y debe ser difundido. La traducción está al servicio de la política que aplica la empresa de comunicación (una tribuna publicada en el periódico debe reflejar la ideología y apoyar los intereses del medio). Los profesionales que traducen se deben al periódico y a las prioridades que este les marque; tanto cuando actúan como gatekeepers como cuando traducen, anteponen los intereses de la empresa informativa a cualquier otro tipo de interés. No sólo el proceso de selección de la información, también las prácticas traductoras se ven fuertemente condicionadas por las políticas que siguen las empresas de comunicación. Hay que tener presente algo que puede parecer muy obvio: los artículos traducidos son traducciones, es decir, textos recontextualizados culturalmente. Como traducciones, tienen su propio cometido, derivado de las decisiones que el grupo empresarial impone a sus productores (periodistas, traductores, editores…), quienes trabajan en un marco específico. Estos textos surgen, pues, en un nuevo contexto social e ideológico de producción y recepción. Sus traductores no sólo aplican estrategias para adaptarlos a las convenciones textuales de la nueva cultura o para compensar las lagunas de conocimientos de los nuevos destinatarios, sino que también se mueven en un contexto sociopolítico específico produciendo textos con una finalidad determinada. El uso de terminología tendenciosa es, quizás, la herramienta más frecuente para estos fines, también 123
la más visible y la que mejor refleja esta realidad. Sirva de muestra el siguiente ejemplo descrito por Peña (1994): durante la Guerra del Golfo en 1991, los medios de comunicación occidentales tradujeron el lema árabe utilizado por Sadam Husein “ummu lmacâriki” como “la madre de las batallas”. Lo que en su lengua original constituía una soflama solemne, en otras lenguas occidentales se convertía en una expresión risible. Cabían otras traducciones más adecuadas (“la gran batalla” o “la batalla decisiva”), pero intencionadamente se recurrió a una traducción que resultaba lesiva para su emisor. Como explica Peña (1994: 529), los medios de comunicación utilizaron el lema en cuestión en su propio provecho: para ridiculizar al enemigo, lo que a su vez seguramente servía para engrosar la lista de justificaciones de la agresión y tal vez también para infundir moral en sus propias filas.
Se trata de un tipo de manipulación del discurso muy sutil a la vez que efectivo. La influencia del contexto sociopolítico e ideológico en la política de traducción de las empresas de comunicación resulta aún más evidente en la politizada prensa española, donde el discurso traducido, al igual que el discurso original, se utiliza para transmitir una ideología y crear estados de opinión.
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Epílogo
Como decíamos al inicio de este trabajo, en la prensa escrita la traducción es un instrumento indispensable para obtener y generar nueva información y este hecho la convierte en una de las piezas clave en la cadena de producción periodística. Pese a esta realidad, la actividad traductora que desarrollan los medios de comunicación ha pasado prácticamente inadvertida para el mundo del periodismo y de la traducción. La finalidad de este estudio ha sido abrir una primera vía entre estos dos mundos que, centrados en la comunicación, paradójicamente permanecen incomunicados. La traducción periodística en la prensa española de información general se presenta como una modalidad de traducción con unas características propias, que vienen determinadas por la función que le otorgan las empresas del sector y la finalidad última con que se utiliza la traducción en los medios: producir información y opinión en español a partir de contenidos proporcionados por fuentes externas. En este ámbito se observan usos de la traducción muy flexibles, que dan entrada a la amplia gama de prácticas traductoras aquí descritas. Se trabaja, pues, con un concepto de traducción mucho más elástico y multiforme. Gran parte de los textos traducidos en la prensa escrita no persigue meramente representar a otro texto previo, no es esa su finalidad. Los profesionales que los elaboran no actúan como simples intermediarios en el trasvase transcultural, sino que adoptan un papel más activo y actúan como productores. Sus miras están puestas en la nueva función que debe cumplir el texto que están generando y para ello no sólo filtran, traducen y editan la información sino que en el mismo proceso la recontextualizan para un periódico local y su audiencia. En esta labor recurren a una amplia gama de transformaciones que va más allá del trasvase lingüístico para situarse en el terreno de la producción periodística propia de nuestro sistema cultural, fuertemente marcada
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por el sesgo ideológico de los medios. No muestran fidelidad a los textos de los que parten, sino a lo que hay que hacer con el texto que están produciendo. La actividad traductora en los medios de comunicación debe ser vista, pues, como una pieza más en el complejo proceso de elaboración de la información y la opinión, ya que el objetivo final de los medios al servirse de la traducción no suele ser presentar textos traducidos en el sentido tradicional del término, sino la producción de artículos periodísticos. No podemos disociar el proceso analizado del contexto cultural en el que se produce: la prensa generalista española presenta un alto de grado de permeabilidad a los flujos de información internacionales, que intensifica el recurso a la traducción y que condiciona el modo en que esta se lleva a cabo. El nuevo contexto sociocultural, especialmente el contexto mediático nacional, explica las políticas de traducción que se aplican, los mecanismos que regulan el funcionamiento de la traducción y las prácticas de traducción analizadas, entre otros aspectos. Somos conscientes de que lo extenso del terreno estudiado no permite abarcar todas las coordenadas y los datos que serían necesarios para obtener resultados más completos. Nuestro análisis del uso de la actividad traductora en la prensa generalista española presenta una aproximación a un tipo de canal y de soporte muy concreto; sin embargo, una gran parte del amplio y complejo mundo de los medios de comunicación continúa inexplorada. Son necesarias, por tanto, más investigaciones que se ocupen de la actividad traductora en el ámbito periodístico español y se extiendan a otros soportes y canales de comunicación. De esta forma, se podría componer un panorama más preciso del funcionamiento de la traducción periodística. En lo que respecta a la prensa escrita española, en estas páginas hemos apuntado someramente algunas cuestiones en las que habría que incidir. Las enumeramos a continuación de manera esquemática: –
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Son necesarios más estudios que analicen el papel de la traducción en las numerosas publicaciones del sector y que establezcan el volumen de traducción que mueven.
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Escasean estudios que aborden cómo se reciben las traducciones periodísticas por parte de sus destinatarios –los lectores españoles de tal o cual publicación– y qué efectos producen en estos y en el nuevo sistema cultural.
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Desde el punto de vista profesional, no hay duda de que la traducción forma parte de la labor periodística, pero esta evidencia no está lo suficientemente documentada. Es preciso, pues, analizar qué tipo de profesional asume esta labor y qué papel ocupa la traducción en su quehacer diario.
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Ante la ausencia de trabajos que se ocupen de la calidad lingüística de las traducciones periodísticas, hay que estudiar este aspecto de un modo diferenciado, analizándolas separadamente del resto de la producción periodística.
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En el terreno de las ideologías los medios de comunicación constituyen un vasto campo de análisis. Hay multitud de aspectos (políticos, culturales, religiosos…) en los que buena parte de la información llega a los receptores locales a través de traducciones. Puesto que la traducción es un fenómeno bastante habitual en la difusión de las ideas, es necesario analizar cómo se utiliza en la prensa.
Queda, por tanto, un amplio camino que recorrer para poder componer un panorama completo del peso de la actividad traductora en los medios escritos españoles. Estas páginas, no obstante, muestran que la traducción ha de ser entendida como parte integrante del proceso de producción periodística y ofrecen una primera aproximación global, orientada a la cultura receptora e interesada en sacar a la luz los mecanismos que regulan la producción de estas traducciones, sin disociarlas del contexto cultural en el que se producen. Los hechos de traducción aquí analizados permiten establecer las siguientes conclusiones: –
En el ámbito periodístico se traduce con la finalidad de generar nueva información y opinión que responda a las expectativas de la 127
audiencia local y a las líneas ideológicas marcadas por el medio de comunicación. La prioridad es siempre informativa, y a ella se supedita la labor lingüística. –
El recurso a la traducción es muy frecuente aunque, a menudo, invisible. Las estrategias de traducción van orientadas a conseguir la transparencia, limando diferencias lingüísticas y culturales para conseguir la fluidez en la comunicación. Las traducciones se inclinan claramente hacia la aceptabilidad, frente a la fidelidad al original, pues se adoptan de un modo manifiesto las normas de la cultura receptora.
–
La utilización de la actividad traductora es muy flexible y comprende desde el concepto clásico que se le asigna a esta práctica a variados tipos de reescrituras que, en diferentes grados, se sirven de la traducción. En este último caso, resulta llamativo el proceso de manipulación al que son sometidos los originales que, guillotinados en ocasiones, ampliados en exceso o reescritos, se ven afectados en su integridad.
–
Esto es así porque el material periodístico que se traduce se procesa de modo distinto dependiendo de su consideración como fuente estable o inestable. En la prensa escrita española esa distinción viene dada por la naturaleza del original, que adopta la forma de un determinado género periodístico, lo que define su finalidad y su función.
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Las prácticas profesionales exigen un proceso simultáneo de traducción y edición (transedición), subordinado a las necesidades informativas de los medios, a lo que se suma una compleja labor periodística de recontextualización de la información para hacerla local, adaptándola a los intereses del medio y de su audiencia.
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Hay claros motivos económicos en el aumento de la utilización de la actividad traductora puesto que incrementa la rentabilidad de la
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labor periodística. Traducir ahorra a las redacciones de los diarios recursos humanos y materiales que de otro modo serían necesarios para cumplir con las exigencias que establece el proceso de producción. –
Los intereses económicos de la organización empresarial también priman en el proceso de selección de la información. La pertenencia a grandes grupos de comunicación, los acuerdos de asociación para compartir contenidos o la suscripción a los servicios de ciertos distribuidores determinan las fuentes de suministro. Se produce, por tanto, una importación selectiva de la información que se va a traducir (mayoritariamente de origen anglosajón) en la que pesan, junto a los motivos económicos, otros criterios, como la afinidad ideológica o las decisiones empresariales.
Resulta evidente que en el mundo de la información de comienzos del siglo XXI la relación entre el periodismo y la traducción es cada vez más estrecha y necesaria. Hemos ofrecido aquí datos que ayudan a conocer y a explicar mejor esta realidad, con el propósito explícito de poner fin a la invisibilidad de la actividad traductora y mostrar su influencia real en los medios escritos españoles.
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Anexos
Los cinco anexos aquí incluidos ofrecen los textos que han servido de ejemplo en el capítulo V. Cada uno de ellos contiene la versión completa del original publicado en un medio europeo y el texto resultante en español. Para facilitar su lectura y consulta, no se reproduce el formato en columnas de la edición impresa. Los artículos que recogen estos anexos son los siguientes: Anexo 1 “I am creating artificial life, declares US gene pioneer” The Guardian (6-10-2007) “El ‘padre del genoma’ Craig Venter anuncia que ha creado un cromosoma artificial en su laboratorio” El Mundo (7-10-2007) Anexo 2 “Saddam deputy follows his leader to the gallows” The Times (21-03-2007) “Irak ahorca al ‘número tres’ de Sadam” El Mundo (21-03-2007) Anexo 3 “L’islam crie à l’offense papale” Libération (16-09-2006) “La alusión del Papa a Mahoma indigna a millones de musulmanes” El Mundo (16-09-2006)
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Anexo 4 “Le truppe Onu potranno sparare sugli Hezbollah” Corriere della Sera (21-08-2006) “Prodi afirma que Italia «está lista» para liderar la fuerza de la ONU en el sur del Líbano” El Mundo (22-08-2006) Anexo 5 “Espagne: l’‘annus horribilis’ de José Luiz Rodriguez Zapatero” Le Monde (17-03-2009) “Remodelación” Málaga hoy (18-03-2009)
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Anexo 1
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The Guardian Saturday 6 October 2007
I am creating artificial life, declares US gene pioneer Ed Pilkington in New York Craig Venter, the controversial DNA researcher involved in the race to decipher the human genetic code, has built a synthetic chromosome out of laboratory chemicals and is poised to announce the creation of the first new artificial life form on Earth. The announcement, which is expected within weeks and could come as early as Monday at the annual meeting of his scientific institute in San Diego, California, will herald a giant leap forward in the development of designer genomes. It is certain to provoke heated debate about the ethics of creating new species and could unlock the door to new energy sources and techniques to combat global warming. Mr Venter told the Guardian he thought this landmark would be “a very important philosophical step in the history of our species. We are going from reading our genetic code to the ability to write it. That gives us the hypothetical ability to do things never contemplated before”. The Guardian can reveal that a team of 20 top scientists assembled by Mr Venter, led by the Nobel laureate Hamilton Smith, has already constructed a synthetic chromosome, a feat of virtuoso bio-engineering never previously achieved. Using lab-made chemicals, they have painstakingly stitched together a chromosome that is 381 genes long and contains 580,000 base pairs of genetic code. The DNA sequence is based on the bacterium Mycoplasma genitalium which the team pared down to the bare essentials needed to support life, removing a fifth of its genetic make-up. The wholly synthetically reconstructed chromosome, which the team have christened Mycoplasma laboratorium, has been watermarked with inks for easy recognition.
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El Mundo Domingo, 7 de octubre de 2007 CIENCIA
El ‘padre del genoma’ Craig Venter anuncia que ha creado un cromosoma artificial en su laboratorio ED PILKINGTON. The Guardian / EL MUNDO WASHINGTON. – Craig Venter, el polémico investigador del ADN implicado en la carrera para descifrar el código genético humano, ha conseguido engendrar un cromosoma sintético a partir de elementos químicos en su laboratorio, como paso previo a la creación de la primera forma de vida artificial de la Tierra. [Una portavoz del centro de investigación del científico, Heather Kowalski, matizó ayer a EL MUNDO que «no estamos preparando ningún anuncio sobre vida sintética. Cuando este trabajo haya terminado, se escribirá un artículo científico y entonces haremos un anuncio público. Es probable que todavía pasen meses hasta que el doctor Venter realice ese anuncio», informa Pablo Pardo desde Washington.] Una vez que el hallazgo se publique oficialmente, no cabe duda de que despertará un acalorado debate sobre la ética relacionada con la creación de nuevas especies, y podría abrir las puertas a nuevas fuentes de energía y técnicas para combatir el calentamiento global. Venter explicó que pensaba que este hito histórico sería «un paso muy importante en la historia de nuestra especie. Vamos a pasar de la lectura de nuestro código genético a la capacidad de escribirlo, algo que nos facilita la hipotética capacidad de hacer cosas jamás imaginadas hasta el momento». De momento, un equipo de 20 de los mejores biólogos moleculares reunidos por Venter, y dirigido por el galardonado premio Nobel Hamilton Smith, ya ha creado un cromosoma sintético, una hazaña de virtuosa bioingeniería jamás lograda hasta ahora. Mediante el uso de sustancias químicas fabricadas en el laboratorio, han conseguido coser minuciosamente los fragmentos de un cromosoma de 381 genes de longitud, y que contiene 580.000 pares de bases de código genético. La secuencia de ADN está basada en la bacteria Mycoplasma genitalium, que el equipo redujo a los elementos básicos necesarios para constituir vida, eliminando una quinta parte de su constitución genética. El cromosoma de reconstrucción genética
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It is then transplanted into a living bacterial cell and in the final stage of the process it is expected to take control of the cell and in effect become a new life form. The team of scientists has already successfully transplanted the genome of one type of bacterium into the cell of another, effectively changing the cell’s species. Mr Venter said he was “100% confident” the same technique would work for the artificially created chromosome. The new life form will depend for its ability to replicate itself and metabolise on the molecular machinery of the cell into which it has been injected, and in that sense it will not be a wholly synthetic life form. However, its DNA will be artificial, and it is the DNA that controls the cell and is credited with being the building block of life. Mr Venter said he had carried out an ethical review before completing the experiment. “We feel that this is good science,” he said. He has further heightened the controversy surrounding his potential breakthrough by applying for a patent for the synthetic bacterium. Pat Mooney, director of a Canadian bioethics organisation, ETC group, said the move was an enormous challenge to society to debate the risks involved. “Governments, and society in general, is way behind the ball. This is a wake-up call – what does it mean to create new life forms in a test-tube?” He said Mr Venter was creating a “chassis on which you could build almost anything. It could be a contribution to humanity such as new drugs or a huge threat to humanity such as bio-weapons”. Mr Venter believes designer genomes have enormous positive potential if properly regulated. In the long-term, he hopes they could lead to alternative energy sources previously unthinkable. Bacteria could be created, he speculates, that could help mop up excessive carbon dioxide, thus contributing to the solution to global warming, or produce fuels such as butane or propane made entirely from sugar. “We are not afraid to take on things that are important just because they stimulate thinking,” he said. “We are dealing in big ideas. We are trying to create a new value system for life. When dealing at this scale, you can’t expect everybody to be happy.”
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total, que el equipo ha bautizado como Micoplasma laboratorium, fue marcado con tinta para su fácil reconocimiento. A continuación, se trasplantó en la célula de una bacteria viva, y en la fase final del proceso, se espera que tome el control de la célula, y que por tanto se convierta en una nueva forma de vida. El equipo de científicos ya ha logrado transplantar con éxito el genoma de un tipo de bacteria en la célula de otra, cambiando así la especie de la célula. Venter aseguró tener «confianza al 100%» en que la misma técnica funcionará en el cromosoma creado de manera artificial. La nueva forma de vida dependerá de su capacidad de replicarse por sí misma y de metabolizar en la maquinaria molecular de la célula en la que haya sido inyectada, y en ese sentido, no será una forma de vida totalmente sintética. Sin embargo, su ADN será artificial, y es el ADN lo que controla la célula, y se cree que es la parte constructora de la vida. Venter afirmó haber llevado a cabo una detallada revisión bioética antes de completar el experimento. «Creemos que se trata de buena ciencia», explicó. Además, ha acentuado la controversia que rodea a su potencial descubrimiento mediante la solicitud de una patente para la bacteria sintética. Pat Mooney, director de la organización de bioética canadiense Grupo ETC, considera que este avance es un desafío inmenso para que la sociedad debata los riesgos implicados. «Los gobiernos y la sociedad en general están muy atrasados en este tema. Esta es una voz de alarma: ¿qué significa crear nuevas formas de vida en una probeta?». Explicó también que Venter estaba formando un «chasis sobre el que construirlo prácticamente todo. Podría ser una contribución a la Humanidad, mediante el desarrollo de nuevos fármacos, o una grave amenaza, si se utilizara para construir armas biológicas mortíferas». Venter cree que los genomas de diseño tienen un enorme potencial si se controlan adecuadamente. A largo plazo, espera que puedan constituir fuentes de energía alternativa antes impensables. Según especula, podría ser posible crear bacterias sintéticas que ayudarían a limpiar el exceso de dióxido de carbono, contribuyendo así a solucionar el problema del calentamiento global, o producir combustibles como el butano o el propano, completamente a partir del azúcar. El anunció de Venter ya suscitó ayer algunas reacciones críticas. El genetista católico italiano Angelo Vescovi aseguró que el investigador estadounidense «no ha descubierto absolutamente nada nuevo» y que «no ve un Frankenstein a las puertas». En declaraciones a Radio Vaticano, este experto explicó que «lo que ha logrado es un organismo genéticamente modificado de algo que ya existía, no se trata de la creación de un nuevo organismo».
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Anexo 2
The Times March 21, 2007
Saddam deputy follows his leader to the gallows James Hider in Baghdad Iraq hanged its former Vice-President before dawn yesterday, as the country marked the fourth anniversary of the US-British invasion. Taha Yassin Ramadan, a brutal and influential lieutenant, who had been in Saddam Hussein’s inner circle for decades, was executed for his part in the killing of 148 Shia men in Dujail in 1982, after a failed assassination attempt on Saddam. He was originally sentenced to life imprisonment but was condemned to death last month after a petition from the prosecution. The execution took place at 3.05am, officials said. It was not clear how much notice was given to the 69-year-old, who used to travel the world meeting state leaders. “We gave him enough time to pray. He refused to eat, he drank some water and went to the bath-room and wanted to speak with his attorney,” said a court official. “About 20 minutes later he was ready.” The US military also allowed Ramadan to call his family. “He asked his family and friends to pray for him and said that he was not afraid of death,” his lawyer said. The execution was the fourth of a senior member of Saddam Hussein’s regime and came almost three months after the death of the former dictator. Anxious to avoid the damaging scenes that marked previous executions – Saddam was heckled by his guards as they put a noose around his neck; his halfbrother Barzan Ibrahim al-Tikriti had his head ripped off when he fell through the trap door – Ramadan’s executioners weighed him and carefully calculated the length of the rope to be used. The Sunni’s execution was criticised by rights groups. “Ramadan was convicted in an unfair trial, and increasing his punishment from life imprisonment to death reeks of vengeance,” said Richard Dicker, of Human Rights Watch.
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El Mundo Miércoles, 21 de marzo de 2007 MUNDO
Irak ahorca al ‘número tres’ de Sadam El Gobierno de Nuri Maliki conmemora el cuarto aniversario del comienzo de la guerra ejecutando a uno de los colaboradores más influyentes y sanguinarios de la dictadura JAMES HIDER. The Times / EL MUNDO BAGDAD. – Irak conmemoró en la madrugada de ayer el cuarto aniversario de la guerra ejecutando al vicepresidente de Sadam Husein de la misma manera en que murió su jefe, en la horca. Taha Yassin Ramadan, influyente y sanguinario teniente que perteneció al círculo íntimo del tirano durante décadas, fue ejecutado por su papel en la matanza de 148 hombres chiíes en 1982, tras un fallido intento de asesinato de Sadam. En un principio el ex alto cargo fue condenado a cadena perpétua, pero su condena aumentó hasta la pena capital el mes pasado a petición de la Fiscalía. La ejecución tuvo lugar a las 3.05 horas de la madrugada, hora local, según funcionarios iraquíes. No estaba claro ayer con cuánta antelación fue advertido el reo, de 69 años y que durante su etapa en el poder solía viajar por el mundo para reunirse con jefes de Estado, como uno de los dirigentes más destacados del Gobierno iraquí. «Le dimos tiempo suficiente para rezar. No quiso comer, bebió algo de agua y fue al baño. También quiso hablar con su abogado. Unos 20 minutos más tarde estaba listo», señaló un funcionario judicial. Los militares estadounidenses también le permitieron llamar a sus parientes. «Pidió a su familia y sus amigos que rezaran por él y les dijo que no tenía ningún miedo a la muerte», declaró su abogado. Juicio «injusto» Se trata de la cuarta ejecución de un alto cargo del régimen de Sadam Husein y llega casi tres meses después de la muerte del antiguo dictador. Ansiosos por evitar las dañinas escenas que marcaron las anteriores ejecuciones y dieron la vuelta al mundo –Sadam fue increpado por los guardias mientras le ponían la soga alrededor del cuello y a su medio hermano, Barzan Ibrahim al Tikriti, la cuerda le segó la cabeza mientras caía por la trampilla– los ejecutores de Ramadan pesaron cuidadosamente al condenado y calcularon la longitud de la cuerda.
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Ramadan was indignant at the new penalty and declared to the court: “May God take revenge against everyone who rendered me injustice.” He has been buried next to Saddam and the two other men hanged for the Dujail killings at the former leader’s village of Ouja, outside Tikrit, where hundreds of members of the al-Tikriti tribe gathered. One said: “We had the honour to bury him next to his comrades, as he was a freedom fighter.”
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Su muerte –el preso era suní– fue muy criticada por los grupos de Derechos Humanos. «Fue condenado en un juicio injusto, y aumentar su castigo desde la cadena perpétua a la condena a muerte apesta a venganza», señaló Richard Dicker, de Human Rights Watch. Ramadan se mostró indignado al conocer la nueva pena y declaró al juzgado: «Que Dios se vengue contra todo aquel que cometa injusticia contra mí». Su cadáver fue trasladado por un helicóptero estadounidense al pueblo natal de Sadam, Awja, a las afueras de Tikrit, y enterrado cerca de su antiguo jefe y de otros dos funcionarios colgados por las matanzas de Dujail. Envuelto en una bandera, el cuerpo fue recibido como el de un mártir por cientos de personas. Hombres armados dispararon al aire para rendirle honores. Zaki Ahmed aseguró: «Tenemos el honor de enterrarle cerca de sus camaradas, dado que era un luchador por la libertad». El número tres de Sadam, uno de los más duros del régimen, tenía el 10 de diamantes en la baraja de los más buscados, y fue arrestado en agosto de 2003 cuando se escondía en algún lugar de su ciudad natal, Mosul, según Efe. Fueron los milicianos de la Unión Patriótica del Kurdistán los que dieron con su paradero y quienes entregaron al detenido al Ejército estadounidense, que sólo permitió que saliera de su custodia para entregarlo al Gobierno iraquí y enviarlo al patíbulo. El mismo día de la ejecución, al menos siete personas murieron y otras 17 resultaron heridas por el estallido de bombas de mortero y un ataque registrados en el sur y el oeste de Bagdad, según la policía. El Ejército norteamericano anunció la muerte de dos de sus soldados, mientras la organización de Naciones Unidas para los refugiados condenaba la «abyecta negación [internacional] del impacto humanitario de la guerra, el enorme desplazamiento de hasta 1,9 millones de personas dentro de Irak».
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Anexo 3
Libération Samedi 16 septembre 2006 Monde Le Vatican gêné par la sortie de Benoît XVI, qui a parlé plus en théologien qu’en pape.
L’islam crie à l’offense papale Marc SEMO Le monde musulman clame, unanime, son indignation comme il y a six mois, lors de la publication de caricatures de Mahomet. Cette fois, la colère se concentre sur des propos du pape Benoît XVI, jugés insultants pour l’islam et le prophète. Les appels se multiplient pour obtenir des excuses, une rétractation ou au moins une clarification. C’était pourtant juste quelques mots dans une conférence donnée mardi en Allemagne sur les liens entre foi et raison. Le pape y avait cité les propos tenus par un empereur byzantin du XIVe siècle, Manuel II Paléologue, discutant avec un savant perse sur le jihad (la guerre sainte) et affirmant que Mahomet n’amenait rien de nouveau sinon «des choses mauvaises et inhumaines comme le droit de défendre par l’épée la foi qu’il prêchait». «Amis». Le Vatican est pour le moins embarrassé. «Ce qui tient à coeur au pape est une claire et radicale réfutation de la motivation religieuse de la violence», a déclaré le père Federico Lombardi, nouveau directeur de la salle de presse, assurant que Benoît XVI «n’avait pas la moindre intention d’offenser la sensibilité des croyants musulmans». Le cardinal Paul Poupard, en charge du dialogue interreligieux, a appelé, dans une interview au Corriere della Sera, «les amis musulmans de bonne volonté» à lire le discours «dans son entier» avant de se prononcer. Le nouveau ministre des Affaires étrangères, le Français Mgr Mamberti, a rappelé que le dialogue entre les religions est «une question cruciale». Ces laborieuses mises au point ne suffisent pas à calmer les esprits dans les capitales du monde arabo-musulman tentées, pour satisfaire leurs opinions publiques, de surenchérir face à ce qu’elles présentent comme des propos «ignorants», voire «blasphématoires».
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El Mundo Sábado, 16 de septiembre de 2006 MUNDO
La alusión del Papa a Mahoma indigna a millones de musulmanes Autoridades civiles y religiosas de medio mundo le piden que se retracte y tachan su discurso de «blasfemo», «ignorante» y «digno de un cruzado» MARC SEMO. Libération / EL MUNDO La indignación entre los musulmanes es casi unánime. Como hace seis meses, cuando la publicación de la caricaturas de Mahoma, la cólera ha vuelto a estallar entre los fieles de esta religión tras las palabras pronunciadas en Ratisbona por el papa Benedicto XVI, consideradas insultantes para el islam y su profeta. De Pakistán a Turquía (un país que el Pontífice debe visitar en noviembre, aunque ya se especula con un posible aplazamiento del viaje) pasando por las asociaciones musulmanas de gran parte de los países occidentales, las reacciones contra Joseph Ratzinger se multiplican, pidiéndole que se retracte, se disculpe o, al menos, clarifique sus palabras. Durante el discurso sobre los vínculos entre la fe y la razón, pronunciado el pasado día 12 en Ratisbona, Benedicto XVI utilizó una cita de Manuel II Paleólogo, emperador bizantino del siglo XIV, que afirma que Mahoma no ha traído al mundo más que «cosas malvadas e inhumanas». El Vaticano reaccionó ayer a la ola de protestas en el mundo islámico. «El Papa no tenía ninguna intención de ofender la sensibilidad de los creyentes», declaró el padre Federico Lombardi, nuevo director de la oficina de prensa de la Santa Sede. «Lo que está en el corazón del Papa es un rechazo meridiano y radical de la motivación religiosa de la violencia». Mientras, en una entrevista al Corriere della Sera, el cardenal Paul Poupard, responsable del Diálogo Religioso, pidió a los musulmanes «de buena voluntad» que lean «íntegramente» el discurso de Benedicto XVI. Pero ninguno de estos esfuerzos ha servido para mermar la indignación de las autoridades civiles y religiosas de los países musulmanes, que califican de «blasfemas» y «dignas de un cruzado» las palabras del Sumo Pontífice. En Pakistán, el Parlamento aprobó una resolución que «exige que el Papa se retracte en interés de la armonía entre las religiones del mundo». Al mismo tiempo, el Gobierno convocó al embajador de la Santa Sede para expresarle su malestar.
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Maladresse. Pour un pape qui parle à la fois en tant que chef de l’Eglise catholique et chef d’Etat, il s’agit certes d’une maladresse diplomatique et politique majeure. L’excardinal Ratzinger semble avoir oublié, lors de cette conférence, qu’il n’était plus seulement le brillant professeur théologien ultraconservateur qui fut l’inflexible gardien du dogme au côté de Jean Paul II. Ses conceptions sur l’islam comme sur le dialogue interreligieux se fondent sur une vision du monde marquée par un pessimisme imprégné de Saint-Augustin et par une critique radicale de la modernité. Le nouveau pape se voit toujours plus comme un missionnaire dans une Europe dominée par l’incroyance. A ses yeux, dialoguer signifie certes être à l’écoute de l’autre mais tout en restant soi-même. Ainsi à propos de l’islam. «C’est un défi positif pour nous que cette ferme foi en Dieu des musulmans et la conscience que nous sommes tous sous le jugement de Dieu [...]. Mais nous pouvons offrir le concept de liberté religieuse à une religion où est déterminant le poids de la théocratie, c’est-à-dire l’indivisibilité entre le pouvoir de l’Etat et la religion. Nous pouvons leur montrer un Dieu qui donne plus de liberté à l’homme et lui laisse de nouveaux espaces», déclarait en 2004 au quotidien Repubblica celui qui n’était encore que le cardinal Ratzinger. La même année, dans une conférence à Rome, il saluait aussi «la renaissance de l’islam», soulignant qu’elle s’alimente du fait que «l’islam est en mesure d’offrir une base spirituelle vitale pour la vie des peuples, une base spirituelle qui semble bien avoir échappé des mains de la vieille Europe». «Peu en commun». Mais il souligne aussi les différences, d’où son hostilité à l’entrée de la Turquie dans l’Union européenne. Peu avant d’être pape, il répétait encore: «Historiquement et culturellement, la Turquie a peu en commun avec l’Europe […]. Il serait mieux qu’elle devienne un pont avec le monde arabe ou qu’elle forme avec lui son propre continent culturel.» Cette nouvelle polémique risque de compliquer encore plus, voire d’entraîner l’annulation de son voyage en Turquie prévu pour novembre.
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El primer ministro palestino, Ismail Haniya, afirmó que el Papa «ha ofendido a todos los musulmanes». El ministro egipcio de Exteriores dijo que las palabras del Sumo Pontífice «pueden obstaculizar el acercamiento entre religiones». «Queremos que el Papa exprese sus disculpas porque ha agredido nuestra religión sin motivo», aseguró por su parte el jefe de la Liga Mundial de Sabios Islámicos, Yusef Qaradaui. Durante la jornada de ayer se celebraron manifestaciones de protesta en decenas de ciudades de medio mundo como Islamabad, Lahore, Ankara y El Cairo. En Gaza, un grupo de desconocidos lanzó con una bomba de fabricación casera una iglesia ortodoxa, sin provocar víctimas. Las autoridades paquistaníes tuvieron que proteger los templos cristianos. Los clérigos islámicos aprovecharon también el día de oración para criticar las palabras de Benedicto XVI. «Si el Papa está tan en contra de la violencia, ¿por qué se ha quedado callado ante la violencia de Israel contra el Líbano y Palestina… ante los abusos a los detenidos en Abu Ghraib... ante la violencia contra Afganistán…?», se preguntó Shahi Imam en la Mezquita de Yama, de Nueva Delhi, la más grande de la India. Imam recordó que «los musulmanes no son responsables de las actividades terroristas» y que «el primer yihad es el yihad al nafs, la guerra contra uno mismo[para imponerse al mal]». En la mezquita cairota de Al Azhar los oradores pidieron la expulsión de los embajadores del Vaticano en los países islámicos. La Comisión de Ulemas iraquí afirmó que las palabras de Ratzinger «avalan la guerra de los cruzados de EEUU». En Europa, las mayores organizaciones islámicas del Reino Unido o Francia arremetieron también el discurso «mal informado» e «intolerante» de Benedicto XVI. DECLARACIONES TEXTUALES Extracto del discurso pronunciado por el Papa en la Universidad de Ratisbona. «‘Muéstrame aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y sólo encontrarás cosas malvadas e inhumanas, como el derecho a defender con la espada la fe que predicaba’. El emperador bizantino [Manuel II Paleólogo] explica así las razones por las que la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. ‘Dios no goza con la sangre. La fe es fruto del alma, no del cuerpo’».
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Anexo 4
Corriere della Sera 21 agosto 2006 *** REGOLE D’INGAGGIO ***
«Le truppe Onu potranno sparare sugli Hezbollah» DAL NOSTRO CORRISPONDENTE GERUSALEMME – «Le truppe Onu nel Sud del Libano saranno autorizzate ad aprire il fuoco sui miliziani Hezbollah. Se i militari della forza multinazionale si imbattono in uomini armati che rifiutano di deporre le armi, hanno il permesso di usare la forza». Poche parole di Stéphane Dujarric, portavoce del segretario generale Kofi Annan, sentito dal quotidiano Haaretz. Poche parole che rischiano di avere un grande peso. Dujarric si è affrettato a precisare che il giornalista israeliano lo ha male interpretato e di non aver detto nulla di più rispetto a Mark Mallock Brown, vice di Annan, quando ha annunciato di aver inviato il documento con le regole d’ingaggio ai Paesi disposti a partecipare. Ma le sue dichiarazioni sembrano delineare una missione in cui i soldati italiani e delle altre nazioni si potrebbero trovare a dover disarmare gli estremisti sciiti. Anche una fonte diplomatica a Gerusalemme – citata dal sito del giornale Yedioth Ahronoth, il più venduto nel Paese – è convinta che il mandato Onu garantirà ai Caschi Blu «il diritto di aprire il fuoco». «Stiamo definendo le regole d’ingaggio – spiega Vijay Nambiar, consigliere speciale di Annan – e credo che i dettagli verranno fuori nei prossimi giorni». Nambiar, che ieri è arrivato in Medio Oriente, spera che un mandato per l’operazione ben chiaro e regole precise «spingeranno le nazioni che hanno dato la loro disponibilità a impegnarsi più concretamente». Il governo israeliano preme perché la forza internazionale abbia un mandato «robusto» e le parole di Dujarric sembrerebbero andare in quella direzione. Il dossier ricevuto dal ministero della Difesa italiano – raccontato ieri dal Corriere – descrive i compiti dei militari come una sorta di azione di polizia, ma parla di reazione con la forza solo in presenza di atti ostili. Il problema degli armamenti dei miliziani fondamentalisti dovrebbe essere lasciato all’esercito regolare libanese, che sta continuando a dispiegarsi nelle zone abbandonate dagli israeliani. Il premier Fouad Siniora aveva annunciato nei giorni scorsi di avere ottenuto dai leader Hezbollah l’assicurazione di non far girare uomini armati per le strade. Il documento ricevuto da Roma mantiene i limiti del mandato nella definizione di «peace keeping», le frasi del portavoce di Annan ad Haaretz la sposterebbero verso il «peace enforcing». Una distinzione che gli analisti militari, e il governo italiano, considerano fondamentale. Tammy Farrenkopf, esperto del Royal
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El Mundo Martes, 22 de agosto de 2006
Prodi afirma que Italia «está lista» para liderar la fuerza de la ONU en el sur del Líbano DAVIDE FRATTINI. Corriere della Sera / EL MUNDO JERUSALÉN. – «Es importante que Italia dirija la fuerza multinacional en el Líbano», explicó el primer ministro israelí, Ehud Olmert, a su colega italiano, Romano Prodi en una conversación telefónica. Durante el diálogo, el jefe del Gobierno israelí enfatizó el papel «crucial» que en su opinión debe jugar Italia para que pueda aplicarse la resolución 1701 de Naciones Unidas y expuso su deseo de que «los militares lleguen cuanto antes» y que «los soldados italianos controlen los valles que marcan la frontera entre Siria y el Líbano». A última hora de ayer, el propio Romano Prodi anunció formalmente al secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, que Italia está preparada para liderar esta fuerza, cuya composición definitiva podría quedar cerrada esta misma semana, informa Reuters. El acercamiento de Olmert a Prodi se produce horas después de que el Ministerio de Exteriores israelí hiciese público su disgusto por la decisión francesa de limitar a 200 efectivos hasta la fecha su contingente militar con destino al Líbano, tras evocar la posibilidad de enviar miles de soldados. Coincidiendo con los contactos entre Ehud Olmert y Romano Prodi, además, la prensa israelí especulaba con el alcance que, a juicio de Tel Aviv, debe tener la misión de la FINUL. «Las tropas de la ONU en el sur del Líbano serán autorizadas a disparar contra los milicianos de Hizbulá… Si éstos se niegan a deponer las armas, los militares de la fuerza multinacional tienen permiso para emplear la fuerza», aseguraba Haaretz atribuyendo esta declaración a Stéphane Dujarric, portavoz de Kofi Annan. El propio Dujarric, sin embargo, desmintió inmediatamente estas afirmaciones. La página web de Yedioth Ahronoth también informaba de que el mandato de la ONU garantizará a los Cascos Azules «el derecho a disparar» contra las milicias del Partido de Dios. El Gobierno israelí, en todo caso, presiona para que la fuerza de la ONU tenga un mandato «robusto» y asuma el control de la frontera entre el Líbano y Siria para debilitar a Hizbulá. Coincidiendo con la petición de Ehud Olmert a Prodi, el Ministerio de Exteriores francés recordó ayer que la composición de la Fuerza Interina
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United Services Institute for Defense Studies, importante centro studi britannico, ricorda che la missione a Beirut del 1983 era stata chiamata di «mantenimento della pace». «Il comando americano aveva deciso all’inizio delle regole d’ingaggio molto restrittive – spiega – e l’uso della forza era previsto solo per autodifesa e in risposta ad atti ostili. In sostanza, ai marines era stato detto che per rispondere al fuoco prima qualcuno doveva sparargli contro». Progressivamente – continua l’analista britannico – i militari americani si ritrovarono coinvolti, vittime di imboscate degli Hezbollah, senza che le regole d’ingaggio venissero modificate. «La situazione sul terreno divenne precaria, dopo l’attentato all’ambasciata Usa che uccise oltre 60 persone. Solo allora i comandanti sembrarono capire che gli ordini andavano cambiati». La lezione da trarre, secondo Farrenkopf: «Senza regole d’ingaggio chiare, robuste e modificabili in fretta, la forza multinazionale nel Sud del Libano rischia di incorrere in numerose perdite tra i suoi uomini». Frattini Davide
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de Naciones Unidas para el Líbano (FINUL) «no ha sido aún decidida definitivamente». «Estamos en contacto con nuestros socios europeos, incluida Italia, para precisar la aportación de cada uno», precisó su portavoz Agnes Romatet-Espagne. Dentro de la Unión Europea, hasta ahora, los gobiernos de España, Finlandia, Dinamarca, Lituania, Alemania, Bélgica, Grecia y Portugal –además de Francia e Italia– se han mostrado dispuestos a aportar tropas a este contingente, que deberá alcanzar los 15.000 efectivos, según el contenido de la resolución 1710. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, descartó ayer el envío de soldados norteamericanos al Líbano, y señaló que limitará su contribución a ayuda logística y a labores de inteligencia para la fuerza multinacional. Bush reclamó ayer el despliegue urgente de esta fuerza, encargada de vigilar el cumplimiento del alto el fuego en el Líbano. «La comunidad internacional debe designar el liderazgo de este contingente, darle reglas sólidas de compromiso y desplegarla lo antes posible para asegurar la paz», declaró Bush en una rueda de prensa celebrada en la Casa Blanca. Todos las partes implicadas en el conflicto coinciden en señalar la fragilidad del alto alcanzado el pasado día 14, que ha sido violado ya en distintas ocasiones por las fuerzas israelíes. Ayer mismo, tropas de este país dispararon contra milicianos de Hizbulá en Shama, al suroeste del Líbano. Al menos dos de ellos resultaron muertos. La tardanza en el despliegue de la FINUL, sin embargo, se produce como consecuencia de la indefinición de los detalles de la misión, que deben ser precisados en una próxima resolución de la ONU. «Habrá otra resolución que dé instrucciones a la fuerza multinacional», insistió Bush. El presidente norteamericano no se refirió ayer a quién debería estar al frente de esa fuerza, pero sí pidió a Francia un «esfuerzo mayor» en el proceso. «Francia tiene una relación muy estrecha con Líbano… Hay lazos históricos muy fuertes» entre ambos países, recordó el presidente de EEUU. Por otra parte, Bush afirmó que la prioridad de la FINUL debe ser garantizar la seguridad en el sur del Líbano. «Esta fuerza permitirá crear una franja, una franja de seguridad, y esperemos que, con el tiempo, Hizbulá se desarmará», concluyó.
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Anexo 5
Le Monde 17.03.09 Analyse
Espagne: l’“annus horribilis” de José Luiz Rodriguez Zapatero La crise, mais pas seulement. Les mois écoulés depuis sa réélection, le 9 mars 2008, ont constitué une annus horribilis pour José Luis Rodriguez Zapatero. Au moment de boucler une année qui a vu l’Espagne plonger plus vite et plus profondément que les autres pays européens dans la récession, le chef du gouvernement espagnol a subi son premier échec électoral depuis 2004 lors des élections régionales du 1er mars. Ces jours-ci, au palais de la Moncloa, le siège du gouvernement, l’humeur n’était pas à célébrer le premier anniversaire de la seconde législature, trop occupés que sont les socialistes espagnols à scruter les augures peu rassurants des prochains mois. Le Parti socialiste ouvrier espagnol (PSOE) a rendu la Galice au Parti populaire (PP, droite) après une parenthèse de quatre ans. La défaite en terre conservatrice n’est pas infamante en soi, puisque le PSOE y a toujours été minoritaire, n’ayant pu gouverner cette région qu’avec l’appoint du parti nationaliste BNG. Mais cet échec a redonné un crédit inattendu au PP, pourtant miné par une crise interne et des affaires de corruption. Dans la perspective des élections européennes du 7 juin, M. Zapatero voit son adversaire de droite, Mariano Rajoy, brusquement requinqué. Le verdict favorable des urnes au Pays basque où, pour la première fois depuis la démocratie, un socialiste, Patxi Lopez, est en mesure de s’asseoir à la place d’un nationaliste dans le fauteuil de lehendakari (chef du gouvernement autonome) est à peine une consolation. Cette “première” annonce surtout un casse-tête politique au niveau national. Le Parti nationaliste basque (PNV) était le meilleur allié du gouvernement aux Cortes, la Chambre des députés, où le PSOE ne dispose pas de la majorité absolue. Si le Parti socialiste confisque le pouvoir à Vitoria, la capitale politique basque, il ne devra plus compter sur le renfort nationaliste à Madrid. Sans doute faudra-t-il négocier des soutiens ponctuels avec d’autres nationalistes, catalans ceux-là, mais qui ne seront pas exempts d’arrière-pensées à dix-huit mois d’élections régionales en Catalogne. Le groupe socialiste à la Chambre des députés affiche ouvertement “inquiétude et incertitude”. Privé de stabilité, le gouvernement socialiste pourrait être contraint à renoncer à nombre de ses promesses de campagne. Notamment ses réformes sur l’avortement, l’euthanasie, voire la loi sur la laïcité, qui devaient être les moments
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Málaga hoy Miércoles, 18 de marzo de 2009 REVISTA DE PRENSA
Remodelación Le Monde (Francia) No es solamente la crisis. Los meses transcurridos desde su reelección, el 9 de marzo de 2008, han constituido un annus horribilis para José Luis Rodríguez Zapatero. Al cabo de un año que ha visto cómo España se sumerge más rápida y profundamente que otros países en la recesión, el jefe del Gobierno español ha sufrido su primera derrota electoral desde 2004 en las elecciones autonómicas del pasado 1 de marzo. Durante estos días, en el Palacio de La Moncloa, sede del Gobierno, no había ganas de celebrar el primer aniversario de la segunda legislatura, estando los socialistas españoles demasiado ocupados en escrutar los augurios poco tranquilizadores de los próximos meses. El fracaso del PSOE en las elecciones gallegas ha vuelto a dar un crédito inesperado al PP, minado, no obstante, por una crisis interna y por temas de corrupción. En la perspectiva de las elecciones europeas del 7 de junio, Zapatero ve a su adversario de la derecha, Mariano Rajoy, repuesto de manera repentina. Apenas es un consuelo el veredicto favorable de las urnas en el País Vasco. Falto de estabilidad, el Gobierno socialista podría verse obligado a renunciar a algunas de sus promesas electorales. Especialmente a sus reformas sobre el aborto. […]
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forts du second mandat de M. Zapatero. Le président espagnol pourra-t-il poursuivre au même rythme les réformes sociales auxquelles il disait, en début d’année, n’avoir pas renoncé malgré la crise économique? El Pais, pourtant proche des socialistes, s’interroge sur “le début de la fin du cycle politique de Zapatero”. Pour le quotidien catalan El Periodico, “Zapatero affronte le pire de la crise sans alliés stables ni plan B”. La Moncloa songerait à un remaniement ministériel en profondeur. L’équipe constituée en mai 2008, alors que s’achevait la période euphorique d’une croissance à plus de 3 %, était taillée pour un retour en pente douce vers une réalité économique moins rose, mais sûrement pas pour affronter la pire tempête de l’histoire espagnole récente. Des ministres jeunes, souvent issus de la société civile, choisis pour leurs qualités de techniciens, ne font pas un commando de choc. Comment maintenir le moral des troupes quand celui qui est censé conduire la riposte économique, Pedro Solbes, le ministre de l’économie, semble arrivé au bout de ses idées et de son envie de lutter? Après s’être laissé convaincre par M. Zapatero de rempiler pour deux ans, M. Solbes ne cache pas sa lassitude. Il pourrait être le premier visé par un changement d’équipe dirigeante, dans la perspective de la présidence espagnole de l’Union européenne au premier semestre 2010. Reste à définir le meilleur moment. Pourquoi griller cette cartouche maintenant, demandent ceux qui souhaitent attendre le résultat des élections européennes, surtout s’ils sont défavorables au PSOE? Précisément, répondent les autres, un signe fort donné dès à présent éviterait peut-être de les perdre. Le Parti populaire revigoré n’exclut pas de demander des élections anticipées, voire une motion de censure, en cas de revers socialiste aux européennes. C’est pourquoi les éditorialistes espagnols estiment que José Luis Rodriguez Zapatero doit “remettre de l’ordre dans la maison” pour emporter l’adhésion sur ses réformes anticrise, y compris en cherchant un consensus national comme pour la lutte antiterroriste. Les nombreuses mesures économiques prises depuis août 2008, en particulier le plan d’investissements publics censé créer 300 000 emplois, devraient donner des résultats avant l’été. C’est-à-dire au moment des élections européennes, mais aussi au moment où le nombre des chômeurs approchera les 4 millions. Bousculé politiquement, le gouvernement espagnol dispose pourtant d’un atout: une paix sociale entretenue pour l’instant par les syndicats. En dépit de l’hémorragie des emplois, la rue reste silencieuse. Même quand le socialiste José Montilla, président de la Catalogne, appelle à une politique de “sacrifices” qui suppose de “travailler plus, et pas nécessairement pour gagner plus”. Jean-Jacques Bozonnet (Correspondant à Madrid)
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Traducción y periodismo
María José Hernández Guerrero es Profesora Titular del Departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad de Málaga. Es autora de numerosos trabajos de investigación, especialmente en el ámbito de la traducción periodística.
María José Hernández Guerrero Peter Lang
La información circula de manera continua a escala mundial en una cantidad que, lejos de disminuir, no deja de incrementarse día tras día. Se difunde por todos los países y sus medios de comunicación la reproducen para la audiencia nacional de un modo específico. En el actual contexto mediático, la traducción está llamada a desempeñar un papel cada vez más importante. Esta obra pretende contribuir a la reflexión sobre este fenómeno mediante el análisis de la actividad traductora de los periódicos españoles. La traducción en estos medios es un instrumento indispensable para obtener y generar nueva información y este hecho la convierte en una de las piezas clave en la cadena de producción periodística. Estas páginas analizan los mecanismos que rigen este proceso y aportan datos sobre el uso de la traducción en los principales diarios españoles, ofreciendo una visión global de la actividad traductora que desarrollan.
María José Hernández Guerrero
TRADUCCIÓN Y PERIODISMO
Peter Lang