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REVISTA kl INS1'Il'U'FO k

OCTUBRE DICIEMBRE 1984

€ULTlJRA PlJERTC>RRIQUEÑA

No.S6

Antropologfa

Historia Literatura

Artes Plásticas Teatro

Arquitectura

Música

San Juan.

Puerto Rico

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DEL INSTITUTO DE CULTURA PUERTORRIQUE.ÑA JUNTA DE DIRECTORES Ing. José Luis Capaeete, Presidente Ledo, Víctor R. González Mangual . Arq, Carlos Sanz Dr. Alexis Fernández Dr. Enrique Lugo Silva Dra, Pilar Barbosa Ledo. José G. González Sr. Jesús María Sanromá

Directora Ejecutiva: Carmen T. Ruiz de Fisehler Directora de la Revista: Yudit de Ferdinandy Asistente de In. Directora: Sylvia Enid ATOeho Apartado 4184

SAN JUAN DE PUERTO RICO úm.86

Atila XXIII 1984 OCTUBRE-DICIEMBRE

SUMARIO Prefacio .

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In Memoriam Jesús María Sanromá Concha Meléndez Madeline Willemsen Lidio Cruz Monclova Adolfo de Hostos 'o

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La primera rebelión de esclavos negros en Puerto Rico y en América por jalil Sued Badillo o,

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El pleito de Pedro Carmona sobre su libertad por Jalil Sued Badillo o

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Ramón Emeterio Betances: Padre de la medicina puertorriqueña por Juan Rafael Iturregui 13 o

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Un texto del Abate Raynal: El proyecto económico y político para Puerto Rico por Manuel Cárdenas 17 o

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Bm,quejo histórico de los juegos florales en Puerto Rico por Tomás Sarramía 23 Nuevos descubrimientos arqueológicos en la isla de Vieques por Luis A. Chanlatle Baik 29 o

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Los heraldos negros de César Vallejo: Apreciación de conjunto y análisis formal de algunos poemas por María Arrillaga 37 Uslar Pietri: La idea de América por Rafael Castro Pereda

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Tres temas esenciales en la lírica de Francisco Lluch Mora por Eduardo Cautiño Jordán .... . . . . . . . .. 45 El surrealismo en la pintura por Luis Raymundo OrtÍ'l. Aponte

Viñeta de la portada:

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Antonio Martorell

Separata - Amuletos-Bimorfos. Cóndor andino con una cabela humana y cóndor andino con un pichón atrapado en las garras.

Impreso en República Dominicana Printed in Dominican Republic

© 1984 Instituto de Cultura Pu.ertorriqueña

Aparece Trimestralmente Suscripción anual o................................ $6.00 Precio por ejemplar o.............................. $2.00 (Application for second c1ass mail privilege pending at San Juan, Puerto Rico) ISSN: 0020-3815 DEPOSITO LEGAL: B. 3343-1959 Impreso en Editora Corripio Santo Domingo, República Dominicana Composición y diagramación: NOVOGRAPH

COLABORADORES

LUIS A. CHANLATIE BAIK. Arqueólogo. Realizó sus primeros estudios de arqueología en el Institut~ de Investigaciones Antropológicas de la Universidad de Santo Domingo. En el año 1963 hizo estudIOS especializados sobre metodología de clasificaciones líticas en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). En el año 1964 realizó un entrenamiento de campo auspiciado por la UNESCO y el Institute of Jamaica. En el 1962 cursó un seminario de museografía en el Instituto de AntropOlogía de la Universidad de México. Ha dirigido importantes investigaciones arqueológicas en la República Dominicana y en Puerto Rico. En la República Dominicana descubrió un gran fraude arqueológico conocido como Cultura de los Paredores. En Puerto Rico descubrió en la isla de Vieques una nueva cultura aborigen, que ha revolucionado las clasificaciones indígenas y es creador de un nuevo esquema clasificatorio basado en dos migraciones agroalfareras, para los desarrollos aborígenes antillanos. Desde hace diecinueve años dirige el Centro de Investigaciones Arqueológicas de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Es miembro de la Academia Dominicana de Ciencias, es miembro Correspondiente de la UNESCO, miembro correspondiente de la Comisió.n de Historia del Instituto Panamericano de Geografía e Historia, de la OEA, de la Asociación de Arqueología de Jamaica. PUBLICACIONES: Espátulas Vómicas Sonajeras de la Cultura Taina; Investigaciones Arqueológicas eJ;l Guayanilla; Primer Adorno Corporal de Oro (N arigu~ra) en la Arqueología Indoantillana. La Hueca y Sorcé (Vieques, Puerto Rico): Primeras Migraciones Agroalfareras Antillanas. Arqueología de Vieques (Monografía-Catálogo); Vieq ues-Puerto Rico. Asiento de una Nueva Cultura Aborigen Antillana. PONENCIAS EN CONGRESOS INTERNACIONALES: 1978 - Reunión Técnica sobre Rescate Arqueológico (OEA) celebrado en Panamá. 1979 - Congreso de Arqueología de la Antillas, celebrado en San Kitts. 1981 - Congreso de Arqueología de las Antillas, celebrado en Santo Domingo. 1983 - Congreso de Arqueología de las Antillas, celebrado en Martinica.

MANUEL CARDENAS RUIZ. Profesor de teoría política en el Departamento correspondiente de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Es autor de Las Crónicas Francesas de los Indios Caribes.

TOMAS SARRAMIA RONCERO es titulado del Magisterio español. Obtuvo su maestría en Educación en la Universidad de Puerto Rico y cursó estudios en Tecnología de la Comunicación y Estudios Hispánicos en la Universidad de Nueva York y en la del Estado de Nueva York en Albany, de la que se doctoró en Filosofía. En los últimos años ha participado activamente en congresos internacionales celebrados en Estados Unidos, Canadá, Alemania y España. Sus artículos literarios y educativos han aparecido en Renacimiento, El Mundo, USF Language Quarterly, Papeles de la India, Educación, Inter-American Bibliographical Review, Faro y en otras publicaciones de interés Reneral. Es miembro de varias asociaciones profesionales europeas y americanas. En la actualidad el doctor Sarramía es catedrático de la Universidad de Puerto Rico y consultor en comunicación.

MARIA ARRILLAGA nació en Mayagüez, Puerto Rico el 18 de abril de 1940. Poeta, ensayista y narradora ha publicado extensamente en diversas revistas y periódicos nacionales e internacionales. Tres de sus colecciones de poesía han merecido honores. Frescura 1981, primer premio del Instituto de Literatura Puertorriqueña, 1981; Poemas 747, mención de honor, 1977, también del Instituto de Literatura. Vida en el tiempo, su primer poemario publicado, recibió primer premio del Ateneo Puertorriqueño en 1972. "Luis Palés Matos: poeta de resistencia antillana", ensayo, mereció mención de honor en certamen auspiciado por el semanario Claridad en 1980. "La mujer en La sataniada de Alejandro Tapia y Rivera", ensayo, recibió primer premio en certamen auspiciado por el Instituto Comercial de Puerto Rico, recinto de Mayagüez en 1982; institución que asimismo premiara, en diciembre de 1983, !--os silencios de María Bibiana Benítez. Tiene una novela inédita, Mañana Valentina. Es Catedrática Auxiliar en el Departamento de Español, Facultad de Estudios Generales, Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras.

RAFAEL CASTRO PEREDA. Nació en Humacao, Puerto Rico en 1954. Estudió el Bachillerato en Artes y Humanidades en la Universidad de Puerto Rico. En el Middlebury College, la Maestría en Estudios Hispánicos. Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, España. Actualmente estudia el Doctorado en Historia con la Universidad de Valladolid. Periodista activo, ha colaborado en periódicos de América y España, desempeñándose, además, como profesor de Literatura Hispanoamericana en el Colegio Universitario de Cayey y la Universidad del Turabo.

EDUARDO CAUTlfilo JORDAN, puertorriqueño, profesor de Literatura Puertorriqueña en el Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana. Es autor de varios ensayos literarios publicados en revistas y periódicos del país y el extranjero.

LUIS RAYMUNDO ORTIZ ApONTE, nació en San Juan de Puerto Rico. Estudió en la Escuela Superior Central. Comenzó sus estudios de arte en la Escuela de Bellas Artes del Instituto de Cultura Puertorriqueña, donde obtuvo su Bachillerato en Artes. Fué el primer profesor en representar la Escuela de Bellas Artes del Instituto de Cultura Puertorriqueña, enseñando escultura y pintura en la Escuela Modelo Luchetti de Artes Visuales del Departamento de Instrucción Pública. Enseñó Humanidades en el Puerto Rico Junior College y fué Conferenciante en Historia del Arte y Estética en la Universidad Interamericana del Recinto de Fajardo. Continuó sus estudios en arte en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y sus estudios en Museología. Museografía y Comunicaciones Visuales y Conservación y Restauración de los objetos de Arte en la Universidad Internazionalle Dell' Arte en Florencia. Obtuvo la Maestría en Artes, con concentración en Bellas Artes. Prosigue sus estudios hacia el doctorado en Historia del Arte en la Universidad Nacional Autónoma de México donde fué becado con la beca Benito Juárez y Abraham Lincoln. Actualmente trabaja en la División de Museos y Parques del Instituto de Cultura Puertorriqueña.

Prefacio

Durante veintiséis años, el Instituto de Cultura Puertorriqueña publicó cuatro • volúmenes al año de la Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña. La Revista ue mstrumento muy Importante para a IVU gaclon e a o ra e nuestros escritores, investigadores y artistas. Con gran desilusión para los muchos leales lectores y contribuyentes, hace cuatro años, desde que Don Ricardo Alegría puso fin a su dirección de la Revista, ésta no ha sido publicada. Una de las metas que me propuse al aceptar la dirección del In~tituto de Cultura Puertorriqueña fue volver a publicar los cuatro volúmenes anuales de la Revista. Antiguos y nuevos colaboradores nos han ofrecido su más decidida cooperación y así, pues, se ofrece el primer resultado de esta labor. Esperamos que la Revista. pueda continuar dándoles una oportunidad de publicctción a los muchos escritores, artistas, e investigadores que tanto la desean. Esperamos además, que con la cooperación de todos, contribuyentes al igual que lectores, podamos volver a dar al pueblo de Puerto Rico y a los suscriptores en el extranjero este servicio que tan importante papel tuvo en el campo intelectual del quehacer cultural puertorriqueño. CARMEN

T.

RUlZ DE FISCHLER

Directora Ejecutiva

In Memoriat:n

JESUS MARIA SANROMA ESUS

MARIA

SANROMA

NACIO EN

C\ROLlNA.

J Puerto Rico, el 7 de noviembre de 1902. Sus padres,

José Maria Sanromá y Ripoll y María Torra de la Riba, ambos catalanes, se establecieron en Puerto Rico en 1890. Desde niño "Chuchú" mostró su aCidón y disposiciqn por el piano. El padre, convenddo de que su hijo era un talento fuera de lo común, se dedicó a fomentar en él sus dotes artísticas y a asegurarle una carrera. A los once años, el 22 de enero de 1913, debutó en el Teatro Municipal de Fajardo. En 1917 el Gobierno de Puerto Rico envió a Sanromá a completar sus estudios en educación musical y piano en el Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra. Se graduó en 1920. obteniendo el grado de educación musical y solista y ganó la competencia anual de piano con el premio "Mason and Hamlin". Hizo su debut con la Orquesta Sinfónica de Boston en 1926 y poco después fue nombrado solista, cargo que ocupó por veinte años. El Maestro Sanromá enseñó en el Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra aproximadamente diez años y formó parte de la facultad del Centro de Música de Berkshire, Tanglewood, como profesor de música de cámara y piano. La Universidad de Puerto Rico le nombró Asesor Musical del Rector y desde 1952 inició una brillante serie de temporadas de conciertos donde se presentaba a los artistas del país. y se ofrecía gran apoyo a los compositores. En 1956 fue nombrado miembro de la Comisión Asesora de Música del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Sanromá comenzó a ofrecer sus servicios al O:mservatorío de Música de Puerto Rico desde su apertura en diciembre de 1959. Fue JeCe del Departamento de Piano hasta enero de 1980. Debido a su brillante carrera como pianista concertista y su vasta experiencia como educador' fue designado ProCesor "Emeritus" y Asesor Especial del Conservatorio en la dirección del Departamento de Piano.

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Emprendió en 1957 la grabación de las danzas de Juan Morel Campos para la Casa Balseiro. En 1970, el Instituto de Cultura Puertorriqueña compró los derechos a la serie, llegándose a producir 13 volúmenes. Su disco~afia en RCA, Everest y otras marcas internacionales es la más extensa de cualquier artista puertorriqueño. El Maestro Sanromá recibió siete grados doctorales honoríficos de la Universidad de Miami. Boston College. Sto Peter's College, Universidad de Puerto Rico, Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra, Universidad Católica de Puerto Rico y de la Universidad Mundial. La Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico le

otorgó en 1967 el Gran Premio Puertorriqueño en Música. Desde el 1972 fue miembro de la Junta de Directores del Instituto de Cultura Puertorriqueña. En 1977 Cue investido por S.S. Pablo VI con la Orden de Comendador Ecuestre de San Silvestre. La Primera Competencia de Piano de Puerto Rico "Jesús Maria Sanromá" se celebró en 1980 con el propósito de premiar y estimular a la juventud puertorriqueña a continuar estudios avanzados de piano. El mismo año se estableció la Fundación Sanromá como organización sin fines de lucro para beneficiar con becas a artistas puertorriqueños. OCreció más de 11.000 concienos en 21 países. Su biografía aparece en "Who's Who in America", "Thompson's Music Encyclopedia", "Baker's Biographical Dictionary oC Musicians" y "La Gran Enciclopedia de Puerto Rico". Con su esposa Mercedes Pasarell formó una familia de cuatro hijas. Su exitosa carrera puede resumirse mencionando dos importantes criticas americanas: "Igualado por muy pocos y superado por nadie". Olin Downes, The New York Times; "Uno de los más grandes pianistas de América", AlCred Frankestein. The San Francisco Chronicle.



CONCHA MELENDEZ

N ACIO EN CAGUAS EN 1892. GRADUADA DE LA UNIVER· sidad de Puerto Rico con un Bachiller en Artes en 1922. donde más tarde fue catedrática en el Departa·

mento de Estudios Hispánicos. Prosiguió estudios en la Universidad de Columbia en Nueva York y en la Universidad de Méjico, donde obtuvo su Doctorado en Filosofía y Letras. Realizó innumerables investigaciones sobre la litera· tura hispanoamericana, críticas de escritores de América, además de escribir varios libros de poesía propia. Fue objeto de un sinnúmero de reconocimientos por su aportación a la literatura puertorriqueña. Donó su residencia así como su biblioteca al Instituto de Cultura Puertorriqueña. Mujer de letras que logra reconocimiento por su dedicación al estudio e interés en fomentar la literatura puertorriqueña, de la que fue gran critica y colaboradora.

MADELINE WILLEMSEN MA YAGUEZ, MU· riendo el 9 de mayo de 1982. Durante su niñez vive en distintas dudades norteamericanas realizando sus estudios universitarios en el Oberlin College. Ohio. A su regreso a Puerto Rico trabaja para el Departamento de Instrucción Pública realizando tareas de supervisión y enseñanza del inglés. Es en la estación radial de este departamento (WIPR). donde comienza su carrera artistica en un programa llamado la Escuela del Aire. Más tarde trabaja como libretista y asesora literaria en WIPR·TV. Laboró en diversas áreas del campo artístico tales como traductora de poesías, teatro y cine. animadora.

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ACE EL 28 DE SEPTIEMBRE DE 1911! EN

productora. directora y actriz logrando reconocimiento por su dedicación y excelencia profesional. Su vida estuvo vinculada al teatro puertorriqueño. para el que trabajó con gran entusiasmo. s.iendo consi· derada como una de sus primeras figuras.

LIDIO CRUZ MONCLOVA

EL 20 DE JUNIO DE

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FALLECI.O LIDIO CRUZ MON-

clova. Nació el13 de agosto de 1899 en Río Piedras. Abogado. Periodista. escritor y destacado profesor univer.o;itafÍo. Para el 1923 comienza su cátedra de his· toria V literatura en la Universidad de Puerto Rico. se

aparta brevemente y regresa en 1933 distinguiéndose por sus trabajos tanto de historia como de li teratura. 105 cuales poseían tanto calidad literaria como cientifica. Estos le merecieron innumerables reconocimientos. Su vida fue un incesante buscar, indagar, investigar sobre nuestra historia. preocupado por la cultura y acontecimientos que afectan el destino histórico y polí· tico de la isla. . Con su muerte se ha perdido un historiador de incalculable caudal literario e histórico.

ADOLFO DE HOSTOS

H

lJO DEL GRAN HUMANISTA Y EDUCADOR PUERTO·

rriqueño Eugenio María de Hostos. Adolfo J. de Hostos nace el 8 de enero de 1887 en la República Dominicana donde realiza estudios que luego prosigue en Chile, Estados Unidos y Europa. Para el año 1930 ocupa la Secretaría de la Junta Insular para la conservación de valores históricos. En 1936 es nombrado historiador de la Oficina del Indice Histórico de Puerto Rico a la vez que dirige trabajos arqueológicoli sobre excavaciones realizadas en Capa·' rra y las ruinas de la casa que fue construída por Juan Ponee de León. Cuenta con innumer-lbles publicaciones que son gran aporte al estudio histórico de nuestra isla, entre éstas: Investigaciones históricas (1938). Indice hemero.bibliográfico de Eugenio María de Hostos (1940). Al servicio de Clío (1942) e Historia de San Juan ciudad-murada. Su muerte ocurrida el 29 de octubre de 1982. le impide terminar otros trabajos. Fue don Adolfo de Hostos un gran servidor público y un leal colaborador del Instituto de Cultura Puertorriqueña.

La primera rebelión de esclavos negros en Puerto Rico y en América POR JAUL SUED BADILLO

L CIMARRON: (bN ESTE NOMBRE SE CONoelO al esclavo fugitivo. No importaba la ,duración de su ausencia; el abandono de sus labores le arrojaba inmediatamente al ámbito de la ilegalidad y ponía en march~ toda una maquinaria generadora de castigos y de temores. Cimarrón era sinónimo de asesino en fuga, aunque sólo lo fuera potencialmente, o de ladrón dañino aunque sólo se apropiara de frutos silvestres. El cimarrón, indio o negro, porque a ambos les aplicaron el mote, fue sin lugar a dudas el temor omnipresente en las colonias europeas del Caribe. Y en nuestra tierra, colonizada por una sociedad peninsular en forma rfgida y estamental, donde el origen yel color determinaron la ubicación social y la participación en los beneficios, contrario al modelo metropolitano, también se estructuró sobre una inmensa plataforma esclava. Pero esa base esclava, que fue el sostén de los privilegios, de la riqueza y el bienestar de los pocos, también constituía su talón de Aquiles. El cimarrón, con sus amagos sediciosos fue el llamado a poner a prueba la solidez o la fragilidad de todo el ordena· miento colonial haciendo correr por sus arterias y recodos el temor a que esas fugas individuales e irritantes se pudieran un día transformar en insurrección terrible que diera al traste con todo. De ahí, que desde el principio la intención del legislador esclavista no guardó mesura entre la pena cometida y el castigo recomendado. Lejos de guiarse por un sentido justo, el legisladar colonial propuso el castigo ejemplar como la norma. El Nuevo Mundo exigió nuevos mecanismos para sostener en el poder las viejas formas de la iniquidad. Por eso no podemos hablar categóricamente de transplantes culturales sin darle un vistazo a las innovaciones. El temor fue guía más consecuente del colonizador que la costumbre que traía consigo y en eso radicó la violencia que tanto caracterizó el proceso de poblamiento y ocupación del espacio americano.

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LOS PRIMEROS ESCLAVOS: Los primeros en traerse al Caribe fueron de condición ladina, importados mayormente de Sevilla, la ciudad castellana de mayor población africana a fines del siglo 15. Y vinieron a trabajar dentro de una economía minera groseramente organizada, alejada de los centros urbanos a que ya se habían acostumbrado. La esclavitud citadina, con sus contradicciones, en particular la modelada en España, permitía un cierto margen de libertad individual de movimiento. Los esclavos solían ser alquilados para diversos menesteres dentro de la misma ciudad o se les permitía deambular buscando sus propias formas de sustento e ingresos, que luego compartían con sus propietarios. Entraban así los esclavos africanos de la península en temprana competencia y muchas veces en abierto conflicto con libertos, con esclavos blancos de diversas nacionalidades y con pobres libres, todos tratando de sobrevivir en un ambiente social y económicamente difícil. (Morales Padrón, 1977; Pike, 1978). En ciertos barrios de la ciudad del Guadalquivir. eran frecuentes las violaciones a la ley y los desórdenes en los cuales participaban esclavos. Habían conocido éstos pues, el rostro del orden del sistema que les oprimía. y también la cara de su debilidad. Muchos esclavos ladinos sucumbieron temprano en su experiencia al alcoholismo y al descontrol personal, prácticas altamente reñidas con el comportamiento que esa misma sociedad dominante exigía de sus oprimidos. Es fácil comprender entonces, que entre los primeros ladinos embarcados a las islas de la Española y San Juan se encontraran los que eran considera;}

dos por sus amos como "casta de negros soberbios, inobedien tes, revolvedores e incorregibles ... " (H.D.I.:127). Esta reputación posiblemente se la habían ganado muchos grupos étnicos africanos pero eran los gelofes los más acusados por consliluir uno de los grupos más nutridos en algunas ciudades españolas. (Cortes, 1963). El cimarronaje en las Antillas comienza pues, con esta dificultad del ladino para adaptarse a la vida en la frontera agreste de nuestras islas mineras; su libertad fue más restringida y las exigencias del trabajo infinitamente mayores, casi inhumanas. En 1503, el comendador Nicolás de Ovando recomendaba que se deluviese la introducción a la isla Española de esclavos negros .....porque se huían entre los indios y los enseñaban malas costumbres y nunca podían ser havidos". (Herrera 11:35) Pronto reaccionó la corona con su real orden del 1506 ordenando la expulsión a todos los esclavos "berberiscos o criados con moriscos", claramente identificando las etnias más inadaptables. (Saco, 1974: 164). La noción tan baladí que tanto hemos visto repetida en nuestra historiografía de que la razón para traer ladinos a las Indias fue para ayudar a cristianizar al indio no solamente es absurda sino falsa también. Habían venido originalmente por recomendación de la corona misma para intensificar la extracción minera, pero los ladinos embarcados a las Indias en esa primera década, a partir de la llegada de Ovando se convirtieron en un problema social en la colonia como lo habian sido en la peninsula. Quizás, más prontamente. potque su habituación al trabajo urbano dificilmente se podia reproducir en una economía minera tan torpemente estructurada como la de las Antillas. Por eso, tan pronto sintieron los primeros rigores de las tareas mineras, optaron por huir con el único aliado que pudo ayudarles. el indio. Los primeros esclavos negros que entraron a Puerto Rico provenían de la Española y pertenecían al mismo grupo de ladinos que ya habian inquietado a las autoridades previamente. La conquista y colonización de nuestra isla fue realmente una coÍuinuación del proceso iniciado en la isla vecina salvo que en condiciones más difíciles. Por un lado. porque la situación administrativa y económica de las nuevas tierras. porencontrarse en litigio. era caótica. Sólo recordemos los muy serios encuentros entre Juan Ponce de León y los emisarios de Diego Colón: Miguel Díaz y Juan Cerón. Y por otro lado, porque la empresa. en lo que a planificación y recursos económicos se refiere, fue sumamente precaria. El panorama se agravó por el afán desmedido de muchos colonos por enriquecerse en corto tiempo precipitando una situación muy penosa para la población indígena. La penuria de la colonización castigó al negro tanto como al indio, aún cuando aquél solamenle representó un bajo número inicialmente. El horario de trabajo minero era muy largo, según hemos podido constatar en los cuadernos de minería del archivo de Indias (Palronato 198), y la producción de alimentos para sostener en los montes las cuadrillas mineras había sido irresponsablemente desalendida. Durante esa primera década de 1510-19, la isla se vió

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forzada a abastecerse de pan casabe desde la Española y Jamaica y de pescado barato de Sevilla. Los libros de contaduría señalan también hacia la importación de lizas saladas del litoral de tierra firme. Esa falta de planificación económica durante el transcurso de la conquisla y colonización del Boriquén fue notable· mente señalada por observadores de la época. En 1517, en el Interrogatorio conducido por los padres Jerónimas en la Española apuntaron: "En las islas Femandina e San Juan úenen en esto alguna excusa porque has la agora no aavido ganados y de pan cazabi se proveen por la mayor parte de acarreto, porque al principio de poblar aquellas islas ovo yerro en la población, que antes de hacer labranzas comenzaron a coger oro, ydespues la codicia desto no les ha dejado hazer las dichas labranzas ~uales convenía..... (Rodrlguez Demori7' 1971: ~22l La resistencia indígena a la conquista fue un factor importante también en la incapacidad de los españoles para organizar su infraestructura alimenticia. Así lo anotó la real cédula del 12 de agosto de 1512 a los oficiales de la Casa de la Contratación de Sevilla:

.....a los maestres y marineros y contramaestres que fueren a las Indias. que toquen continuamente en la isla de San Juan con los navíos y caravelas que llevaren para sí... los cual diz que hasta agora no se haze y lo susodicho es causa que los pobladores yestantes en la dicha isla padezcan mucha hambre y necesidad porque no tienen mantenimientos ni donde se proveer a causa de la continua guerra que lÍenen con los indios". (CED 1:14!l) El drculo vicioso lo completaba el continuo mal· tratO a los indios. como 10 acusó el tesorero Andrés de Haro en carta al rey, señalando como culpables a los que administraban en nombre de Diego Colón. En 1513 los indios reaccionaron al hambre y a los maltratos atacando la hacienda real de Toa y quemando la capitai administrativa de Caparra. Todavía en 1517. Las Casas. en memorial a Adriano, hada referencia a la "excepcional dureza de los oCiciales (de San Juan) reales" y el incumplimiento en la isla de las leyes de Burgos tocante a la alimentación de los indios. (Giménez Femández, 1953, 1:126) La economia minera producía crecientemente pero a un costo humano genocida. Por eso, Fray Tomás Infante, O.F:M. escribfa cándidamente. pero con acierto, que los borincanos huían a las guaridas de los supuestos caníbales antes que permanecer en compañía de los cristianos: "Yten, que viniendo por la mar los marineros nos mostraron una ysla donde muchos indios de la isla de San Juan fuyeron por los desafueros que les hadan los cristianos que se llama donde están los caribes, que es gente que comen los hombres y estos indios quieren más ver comer sus hijos que estar en su isla con los cristianos". (Giménez Fdez. I1:12!l7) A esa isla de San Juan llegaban progresivamente los negros ladinos desde la Española y desde Castilla. La

vida distaba mucho de ser atractiva aún para el hombre libre. Y entonces vino un aconJecimiento nuevo a empeorar la situaci6n: la tormenta del año de 1514. Era la primera tormenta tropical que experimentaba la mayoría de los cólonos. Destruy6 los mermados cultivos, ahog6 numerosos indios y desat6 un periodo de mayor estrechez y penuria. Años después, recordaba el Obispo Manso los estragos del 14: "hen. si saben... que el año siguiente de 14 vino muy gran huracán que llevó todos los frutos de las labran· zas y dejó todas las heredades destruidas y destrozadas, que no dieron los años siguientes casi nada de fruto y porque le constó lo susodicho al rey católico mandó dar al dicho obispo !lOO pesos para su mantenimiento y a la iglesia 200 para ayudar a reedificarla..,'· (Justicia 987)

Dentro de ese panorama de agudas dificultades para la naciente colonia de San Juan se di6 un acontecimiento que ha permanecido ignorado hasta el presente: la primera sublevaci6n de negros esclavos en PueTlO Rico y por fuerza cronol6gica, la primera sublevaci6n de esclavos negros en América también. LA PRIMERA SUBLEVACION: Estos hechos, de tanta trascendencia y signiricaci6n para la historia del colonialismo en Puerto Rico, y para la historia del negro en América han permanecido ignorados por diversos factores. En primer lugar, los acontecimientos que ocupaban prioritariamente la atenci6n gubernamental en el año de 1514 eran la sublevaci6n de los caciques borincanos con sus aliados los barloventeños y las dificultades en estabilizar el proceso colonizador. El número de esclavos africanos en la isla para entonces no debía sobrepasar la cifra de un centenar. Claramente, como grupo no era de temer. O al menos así lo habían estimado 105 propietarios. El año de 1514 fue particularmente agitado en los meses anteriores a la tormenta por ser el último año de gobierno de los representantes de Diego Co16n. La inminencia del cambio político en la administraci6n de la isla gener6 un aumento en el abuso contra 105 indios que parece haber intensificado la rebeli6n indígena. La llegada del nuevo gobierno de Sancho Vehi'zquez implicaba un nuevo repartimiento de indios y 105 colonos querían asegurarse de utilizar al máximo sus encomendados ante el temor a perderles. Eso explica también por qué durante el año de 1514, prácticamente no hubo tiempo de descanso entre t~poradas mineras, forzando a las . cuadrillas a retornar al trabajo sin el tiempo que reglamentariamente se les concedía. Este tiempo de descanso coincidía con el tiempo que se tomaba en fundir el oro de la temporada. La fundici6n de oro en San Juan, durante ese año, por ejemplo, corrió desde el 6 de septiembre hasta el 5 de octubre. Y la de San Germán. fue escasamente de un mes (Patronato 198). Esto quiere decir, que después de casi un año de estar recogiendo oro, solamente se tuvo un mes de descanso antes de comenzar otro ciclo de intenso laboreo y mala alimen-

tación. La tormenta parece haber atacado justamente cuando las descontentas cuadrillas regresaban a la nueva jornada minera. Los esclavos negros, como era de esperarse. sufrían igual que los indios el desbarajuste de la situación. Tenemos pues. que la rebelión de 105 negros se perdi6 dentro de los hechos más alarmantes y de mayores implicaciones al momento de suceder. Los negros no representaban una amenaza todavía. pero los indios sí. Sin embargo. puede que su escasa mención pueda haber respondido a otro cuerpo de circunstancias tam. bién. Acusar esta sublevación. más allá del inevitable informe rutinario, como 10 hizo Velázquez, en una época cuando la alta tasa de mortandad indígena comenzaba a reconocer en los negros su potencial como sustitutos de la fuerza obrera, era arriesgarse a perder tal opci6n. En 1516. en Santo Domingo, solamente quedaban 25.540 indios. (Muñoz, 1981:159) La catástrofe demográfica hada tiempo que buscaba nuevas al ternativas para las islas mineras Antillanas. En 1518. cuando la opci6n africana recién comenzaba a cuajarse, Fray Bernardino de Manzanedo, favorecedor de la esclavitud negra. alertaba sobre la seguridad que había en traer negros a la Española, mientras que cuestionaba la medida para Cuba y San Juan: "En la Espailola poco es el peligro que hay en que vayan los dichos negros, siendo la cantidad deBas moderada. pero en la isla de Cuba y San Juan hay mucho más peligro, según lo que yo pienso: porque en Cuba hay mucha copia de indios y en la isla de San ]uan, pueden entrar caribes todas las veces que quieren," (Inchaustegui, 1958: 1:47)

¿Qué le hada pensar al fraile negrero que la introducción de esclavos africanos podía resultar peligrosa en Puerto Rico? Creemos que pudo ser la rebelión del 1514. Porque 'hasta entonces ningún acontecimiento había ocurrido en las islas como para ameritar tal cautela y así 10 aseguraba el licenciado Suazo en la Española en carta al rey de ese mismo año de 1518: "...Es vano el temor de que los negros puedan alzarse; vida hay en las islas de Portugal, muy sosegada con 800 esclavos. Todo está como son gobernados: YD hallé al venir aquf algunos negros ladrones, alTOS huidos a los montes; azoté unos, coné las orejas a otros y ya no ha venido más queja". (Inchaustegui, 1958, 1:68)

El influyente licenciado Suazo confirmaba con su carta que en la isla Española. hasta 1518 no habia acaecido todavía alzamiento o amenaza seria por parte de esclavos negros. Pero una habia ocurrido en 1"uerto Rico. Del acontecimiento nos enteramos por la real cédula del 22 de agosto de 1515 dirigida al Justicia Mayor de San Juan, Sancho Velázquez, el nuevo hombre fuerte en el gobierno insular. En dicha cédula el monarca se daba por enterado del alzamiento y de las medidas punitivas tomadas por Velázquez:

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"...el dai'lo que decís que han hecho los negros que andan alzados en la isla me ha desplacido; y pues ya habéis castigado a los culpables, de ahl adelanre haced que en esa isla pongan a recaudo los dichos negros, que razan seda que ahl hiciesen menos dai'lo los esclavos aue en la Espai'lola. pues es menos tierra y pues allá no se ha hecho lo que en esa isla, bien parece que es por mal recaudo...... (Indiferente General 419. l. 5)

La real cédula era contestación a comunicaciones desde la isla fechadas el 2g de noviembre y 20 de diciembre de 1514 y de 15 de enero de 1515. En los meses anteriores de febrero, marzo y abril de 1514, los oficiales reales habian escrito extensamente a la corte V no mencionaban asunto alguno relativo a los negros. El26 de julio de 1514, el Tesorero Andrés de Haro cursó una muy extensa relación al rey sobre la situación en la i\la e:n 26 apartados, sin mencionar el alzamiento de los negros, aunque si mencionaba el maltrato que estaban recibiendo los indios por alargáTseles la jornada de trabajo en las minas. (CED l:28!1-90) Esto quiere decir que el alzamiento ocurrió entre el 26 dt= julio y el 2!1 de noviembre de 1514. Acortando aún más ese periodo, señalemos que Sancho Velázquez, a quien la corona enviaba como Juez de Residencia y nuevo Repartidor de los indios, no llegó hasta el 22 de s6ptiembre de 1514 (Murga, 1971: 169) y siendo el oficial que reprimió la rebelión, eso la sitúa entre fines de septiembre V mediad,..._de novipmbre. anroximadamente. Esas fechas coinciden también con los días más propensos en la temporada de huracanes en el Caribe Oriental. Lo que nos lleva a pensar que la tormenta de ese año pudo haber' influenciado en la determinación de los africahos de alzarse. Cinco años después de los sucesos, en su Juicio de Residencia, Sancho Velázquez fue demandado porcuatro vecinos prominentes cuya causal nos brinda el complemento informativo del alzamiento. Los demandantes fueron Juan Ortiz de Miono. Pedro Garda. el veedor Diego de Arce y Diego de Torres. Todos se quejarqn porque Velázquez ordenó la horca de un esclavo de cada uno "y sin guardar orden de juicio". es decir, aplicando la justicia sumaria y ejemplarmente. (HD JI.) Con los datos a la mano reconstruyamos las circunstancias. Un Justicia Mayor. recién llegado a la isla. ordena la pena de muerte para cuatro valiosos y escasos esclavos negros, propiedad de cuatro prpminentes vecinos. uno de ellos oficial real, sin que mediara un proceso judicial. ¿Qué motivos de envergadura explicarian tal comportamiento de todo un fiscal de la Audiencia? Solamente un acontecimiento de carácter sedicioso dispensaba del debido proceso de ley. La aplicación de la justicia era deber de las autoridades gubernamentales. aún cuando cuando las faltas las cometieran los esclavos. Este hecho llevó a muchos propietarios a ocultar numerosos crímenes y delitos cometidos por sus esclavos ante el temor de perderles en mano de los agentes de la autoridad. Y cuando ésta intervenfa los procesos normales podian ser marginados, si los acontecimientos eran de carácter grave y

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envolvían a esclavos o plebeyos. Esa fue la práctica durante todo el siglo y se aplicó mayormente en asos de alzamielltos de esclavos indios o negros. Un siglo después, en tiempos de Felipe tercero, todavfa se dispensaba de los formulismos legales en tales casos según consta por la real orden de 1916: ' "Porque en casos·de motines, y rebe1dias con actos de salleamientos y de famosos ladrones que suceden en las Indias con negros cimarrones. no conviene hacer proceso criminal Y, se debe castigar las cabezas ejem. plarmente, YredUCIr a los demás a esclavitud y servi· dumbre pues son de condición esclavos fugítivos de s~s amos, haciendo justicia en la causa y excusando tiempo y proceso..... (Dras Soler, 1974: 20n)

Si aplicamos el dictamen, los cuatro negros ejecutados por Velázquez debieron ser los cabecillas del alzamiento de 1514. Los restantes inculpados tendian a recibir penas menores y se les devolvían a sus dueños, aunque en siglos posteriores se acostumbró a deportarloe Fue norma de la Audiencia antillana en tiempos del presidente FuenJeal castigar con la vida los alzamientos donde se habían cometido homicidios. (Herrera, 1945:V:!S02). Todo lo cual induce a pensar que durante el alzamiento se cometieron delitos graves contra la propiedad y la vida de los colonos blancos. Asi se justificarfa la intervención de la 1usticia y las graves penas impuestas. ¿Y quiénes fueron los insurrectos? En los años inmediatamente después de los sucesos, la discusión y la legislación en torno a la necesidad de ordenanzas para Te~lamentar a Jos esclavos negros solamente se alude a negros gelofes de condición ladinos. Por tal razón creemos que fueron miembros de esta etnia los que se vieron involucrados no solamente en el alzamiento de 1514 sino también en los acaecidos en La Española en 1522 yen el posible alzamiento de 15!11 en Puerto Rico. Los geJofes abundaban en los mercados peninsulares a principio de siglo y su inadaptación y rebeldfa llevó a sus propietarios a venderles para las nuevas colonias. Por tales motivos, fray Bemardino de Manzanedo, el fraile jerónimo favorecedor de la esclavitud negra en las islas, recomendaba la importación de negros bozales y no de ladinos. (Deive, 1980: 1:62). Argumentaba el fraile contra estos "criados en Castilla, porque salen muy belJacos". Los geloCes eran oriundos del Senegal y poseedores de cultura musulmana. Como tal eran un grupo étnico cultural más complejo y contrastante si los comparamos con los africanos más ecuatoriales que posteriormente dominaron el mercado de esclavos. Hasta el momento, la rebelión de esclavos negros tenida como la primera en ocurrir en América, ha sido la de los gelofes en Santo Domingo ocurrida en el año de 1522. Esta ha recibido mayor atención histórica por razones comprensibles. En primer lugar, los hechos sé iniciaron en la propiedad del virrey Diego Colón y los daños a la propiedad y a la vida fueron de consideración. En se~ndo lugar, y de mayor importancia. porque la rebelión de Jos negros coincidió con el alza-

miento del cacique Enriquillo creando una situación altamente amenazante para la colonia. Contrario a lo ocurrido en Puerto Rico en 1514, en el Santo Domingo de 1522, los negros eran un importante segmento de la fuena de trabajo lotal y constituían \Ina clara amenaza al orden colonial. Más tarde en el siglo volverían losnegros a rebelarse en la vecina isla en hechos de gran envergadura y dramatismo. Los sucesos del 1514 en Puerto Rico no parecen haber sido de tal magnitud ni. de tanta consedlencia pero fueron los primeros en presagiar que la presencia africana en América no habrfa de ser ni pasiva ni inconsecuente.

BIBLIOGRAFIA:

Archivo de Indias: Indiferente General 419 Pauonalo 198 Justicia 987 (Nota del autor: La real cédula que anuncia el alzamienlO de los esclavos negros en Puerto Rico en 1514 se encuentra unida al reslO de las cédulas que compil6 el historiador español Vicente Murga Sanz para su importante obra Cedulario Puertorriqueño, que publicara en dos lOmos cubriendo el periodo de 1505 a 1525. No comprendemos la omisi6n de esta cédula. cuando publicó todas las demás. Y la misma no pudo haberse extraviado porque el cedulario original está cosido a una carpeta de cuero. Esta lamentable omisión ha privado a nuestra historiografia de un importante documento en las décadas cuando mayor relevancia ha lomado el lema y no podemos menos que preguntarnos cuántas om!siones más habrán. de descubrirse en obras que han pretendido agotar la matena).

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El pleito de Pedro Carmona sobre su libertad POR JALlL SUED BADlLLO

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N LA SECCION JUSTICIA DELARCHIVO GENERAL DE

Indias, en Sevilla, oculto durante más de cuatrocientos treinla y lantos años, se encuentra un expediente con el siguiente titulo: "Pedro de Carmona, de color prieto y esclavo con Juan de Almodóvar, vecino de la ciudad de Puerto Rico, sobre su liberlad. 1547". Es un pleito perteneciente a la jurisdicción del Consejo Real de Indias, máximo organismo judicial y político de la corona española. ¿Cómo era posible que los asuntos de un simple esclavo negro en la remota isla de San Juan hubiese llegado ante la atención del más alto tribunal imperial? ¿Quién era Pedro de Carmona? Del extenso documento se nos fue revelando el drama de un joven liberto pugnando contra toda una cruel confabulación por coarlarle de su libertad. La historia comenzó en Puerto Rico. Pedro de Carmona habia sido esclavo de un vecino de la ciudad de San Juan llamado Juan de Almodóvar. Afortunadamente hemos podido localizarle en otros cuerpos documentales que nos han de permitir ampliar el área de acción contemporánea. Almodóvar aparece en el censo de propietarios redactado por Francisco Manuel de Landa en 1539. Es listado como morador, soltero y dueño de 21 es lavas negros -17 varones y 4 hembras- y de 6 esclavos indios. (Sto. Dgo. 155). En 1534 aparece Almodóvar nuevamente, como testigo en una Información que a petición del obispo Manso se presentó ante las autoridades locales. De la fuente obtenemos imporlantes datos: que era vecino de San Juan desde hada 18 años, lo cual lo sitúa llegando a la isla en los tempranos años de 1516. Se había establecido como estanciero en la ribera del do Leiza desde donde orientaba sus principales esfuerzos hacia la mineria. En ese mismo año de 1534 fue asaltado por una banda de españoles deseosos por abandonar la isla y le robaron un barco. (HD. 1:64) Eran tiempos malos y el endeudamiento de muchos de los vecinos generó numerosos actos de violencia. Dato aparte, Almodóvar no sabia escribir. Entre sus esclavos 10

tenia un mozo guineano llamado Pedro que había casado con otra esclava de nombre Isabel Hernández o Isabel de Carmona. A Pedro lo describían como "negro atezado. alto. de treinta y pico de años". Su propietario Juan de Almodóvar murió alrededor del año de 1540 y en su testamento había dejado instrucciones para la manumisión tanto de Pedro como de su mujer. Además, nos enteramos que les legó un negrillo. dos yeguas y ciento veinte pesos de oro de minas. Como albacea de los bienes de Almodóvar habla quedado a cargo un rico mercader, también vecino de San Juan, llamado Garda de Villadiego. Este había sido en tiempos del gobernador Pedro Moreno encargado de "beneficiar las rentas del almojarifazgo", o sea, que el albacea era una persona económicamente muy prominente. (Justicia 710). De Villadiego era representante en la isla de importantes mercaderes sevillanos y en 15!18 había recibido poder de uno de éstos -Alonso Gómez de la Sema- para que en su nombre cobrara a Jos oficiales de San Juan una fuerte partida de dinero que doña María Colón, hija de don Diego y de doña Maria de Toledo. virreyes de las Indias, le habían cedido. (APS 11:61). El albacea testamentario, como podíamos esperar se quedó con la herencia, no concedió la carta de ahorría y vendió a Pedro e Isabel como esclavos. El nuevo propietario lo fue Hemando Alegre. vecino de San Juan, quien junto a su hijo Francisco había logrado fortuna en la mineTÍa. Así lo confirma el hijo en Probanza que presentara el 20 de junio de 1548: "lten, si saben, que siempre el dicho Hernando Alegre, mi padre y y~, desde que estamos en esta isla habemos traído esclavos negros en las minas sacando oro". (SO 10). Hernando Alegre ocupaba también el cargo de alcalde de la Inquisición. (SO 175 No. 9). Pero al poco tiempo murió y Pedro Carmona y su mujer pasaron a manos de su hijo Francisco. Este hada poco había casado con Mari Mansa. sobrina del obispo Manso e Inquisidor General de las Indias. Pocos años después ocupó el importante cargo de

Alguacil Mayor de San luan, cargo que desempeñó por más de dos décadas. Con esta visión del panorama social que rodeaba a Carmona entenderemos las dificultades que le sobrevinieron. De alguna forma llegó Pedro a Santo Domingo y se quejó ante el alcalde ordinario Alonso de la Peña: "y abo pleito sobre ello". Pero el alcalde le falló en su contra y le declaró "cautivo" a ser devuelto a su dueño. Carmona logró apelar a la Audiencia, sin que sepamos las circunstancias que le otorgaron la apelación. Era Presidente de la Audiencia entonces el obispo Alonso de Fuenmayor y actuaba como Oidor el licenciado Badillo, datos que Carmona mismo mencionaría años después. Y añadió otros pormenores que nos ayudan a precisar la fecha de los sucesos: .....más de dos meses antes que fuera ellicenciado Cerrato". Se referia a Alonso López de Cerrato, quien llegó a Santo Domingo como luezde Residencia de Fuenmayor alrededor del mes de abril de 1543 para luego sucederle como presidente de la Audiencia. (Utrera, 1978.11:86). De 10 sucedido próximamente hay dos versiones: una alega que la Audiencia ratificó el fallo del alcalde ordinario declarando a Pedro esclavo y retornándolo a su dueño; la otTa, la versión de Carmona declara que la Audiencia le concedió la apelación y le otorgó cierto tiempo para volver a Puerto Rico en busca de la evidencia documental de su libertad. Pero ocurrió lo que ocurría en las tierras donde un negro pobre se enfrentaba a blancos poderosos. Veamos como lo describió el propio Pedro Carmona: "tomando yo a pedir mi justicia ante el dicho licenciado Cerrato, no teniendo quien me ayudase con sinceridad, y como deblan a cristianos, porque el dicho Melchor de Torres como tiene opresos a todos los más de aquella ciudad, por las deudas que le deben, no osaba nadie favorecerme, por manera que mi justicia padeció detrimento, y el dicho licenciado Cerrato dió licencia contra mi adjudicándome por esclavo del dicho Melchor de Torres; de la cual sen tencia por mi parte fue apelado y suplicado y 'me fue otorgada la apelación y mandado que dentro de cierto tiempo truxese probanza de la dicha isla de San Juan o mostrase el testamento del dicho mi patrón por el cual parecia haberme dejado por. libre. Dentro del cual tiempo, pasados cuatro o cinco dlas. el dicho Melchor de Torres, con poco temor de dios, como 105 pasados, una noche háceme echar en grillos y juntamente con mi mujer métenme en un navio y dan con nosotros en Honduras".

Habia ocurrido que, mientras Carmona se envolvía en los procedimientos de su apelación, Francisco Alegre le vendía al mercader Melchor, de Torres. Este era uno de varios hermanos, mercaderes todos, principalmente en el tráfico de esclavos, cuya red comercial se conocía en Lisboa, donde operaba Alonso de Torres, en Sevilla, donde estaba Gaspar, Jurado de la ciudad y cabeza de la familia, hasta Honduras, donde actuaba como representante un tal Alonso del Castillo. Los Torres, demás está señalarlo, ejerdan fuerte influencia sobre las autoridades dominicanas de su tiempo. Por

eso, incomodado ya por la insolencia de un esclavo, e indiferente al proceso judicial en curso. Melchor de Torres, ordenó la captura y venta de Pedro e Isabel hada la ciudad de Cabo de Honduras. En las tierras centroamericanas pasaron los esclavos a la tutela de Alonso del Castillo. Pero la obstinación de Carmona era grande. Le tomó algún tiempo orientarse y descubrir donde podia solicitar ayuda sin ser delatado. Así lo depondría ante el Consejo años después, recordando el episodio: "E este que depone se quejó al cura e a otros e todos pusieron remedio para que se fuese treinta y tantas leguas a Gracias a Dios. en la Audiencia ReaI. .."

Nuevamente confiaba en los recursos de la ley, esta vez ante la Audiencia de los Confines. Pero los recursos de los Torres llegaron alli también y "le alargaban el pleito". Entonces, de casualidad. llegó a la ciudad Bartolomé de las Casas, Obispo de Chiapas y se enteró de la situación de Carmona. Corría el año de 1547. Las Casas habia estado desde hacia un año en la ciudad de México, asistiendo a un importante sinodo de obispos. Ese año el emperador regresaba a España y el fraile se afanaria por ir a su presencia a plantearle los graves problemas que le inquietaban. (Pérez Fernández, 1981). Para la época que el sinodo terminó, ya comenzaba la temporada de huracanes en el golfo de México y no partirian ese año más barcos a la pentnsula. Pero Las Casas, como impulsado por un presagio, tuvo noticias de bartos portugueses que más al sur tomarian el derrotero deseado. Y no perdió tiempo. Llegó a Gracias a Dios, de prisa, buscando camino y se topó con Pedro de Carmona. Honduras era entonces atractivo para los negrerds, por las minas de oro en el territorio y por el fin de la economia minera antillana. Era buen negocio revender los esclavos allf, Asi que Carmona no debió constituir rareza sino todo 10 contrario, tipificación de la nueva esclavitud que recién se entronizaba en la región centroamericana. Haciendo las Casas de Pedro su protegido, no tardó en convencerle que le acompañara a Castilla y presentase su caso ante el más alto tribunal del imperio, el Real Consejo de Indias: .....e asi asentó con el dicho obispo para venirse e vino solo a esta corte a pedir justicia", El Consejo se encontraba entonces en la ciudad de Aranda del Duero, cercana a Valladolid, que era a su vez capital momentánea de la corte itinerante. El 22 de agosto de 1547, Pedro de Carmona presentó su primera petición ante el Consejo de Indias, asesorado y financiado por Bartolomé de Las Casas: "Pedro de Carmona. de color prieto. cristiano ycriado desde nifto en estos reinos de Castilla. beso los pies y manos de vuestra alteza. a la cual suplico y plego saber como tuve un amo que me tenia por esclavo en la isla de San Juan, aunque fue hurtado y traido de mi tierra a los pechos de mi madre, el cual se llamaba Juan de Almodóvar, vecino de la ciudad de Puerto Rico. Este. por derscargo de su conciencia y por 105 buenos servi-

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cios que le hice y mucho provecho que acarreé a su hacienda. en el tntamento que hizo antes que muriese me dejó por libre asolutamente, sin imponermc. condición o limitación alguna; el cual asimismo, como me quería bien, en tiempo de su vida me daba lugar a que yo tuviese y g¡:anjease en lugar de peculio algunos dineros con los cuales y con los que él más me ayudó, con su licencia, compré una negra muy ladina y buena mujer, ·quc se llama Isabel Hernándcz, para casarme como me casé con clla en haz de la santa madre iglesia, y ha lrece años que estamos casados y hemos vivido como cristianos en toda paz y amor dando buen ejemplo a todos los de nuestra color cn la dicha isla de San Juan. como en ella es público y notorio.....

Adviértase que esta presentaclOn, obviamenle redacta por Las Casas. con los detalles suministrados por Carmona, al aludir al hecho del esclavo haber sino originalmente "hurtado y traído de mi tierra a los pechos de mi madre" retaba el justificativo principal sobre el que descansaba la esdavización del africano, que era "habido de buena guerra" o vendido como esclavo por su propia gente. Las Casas denunciaba la esclavitud negra como' resultado del asalto y el rapto, ilícitamente sobrellevado por españoles o portugueses. Pero no sabemos cuánlo prosperó ese iutentoantiescla- . vista a favor de la condición del africano. AlH en Aranda del Duero. según se acercaba el cruento invierno, se reiniciaba una larga batalla legal entre el negro Carmona y los procuradores de los hermanos Torres. Usaron todas sus influencias para encarcelar primero, y alargar cruelmente la gestión de libertad. Sólo el apoyo incondicional de Bartolomé de las Casas y un grupo de amigos, que también gozaban de amistades influyentes en la corte lograron una brecha en la contienda. Después de un largo litigio, el Consejoacordó, previo el pago de una fuerte fianza -que fue garantizada con los bienes del propio Las Casas- remitir el caso a la Audiencia centroamericana, donde aparentemente el caso había quedado inconcluso. Pero más importante aún, más indicativo de lo que podría ser la

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disposición final del tribunal, se le permitió a Carmona ir a buscar la evidencia de su libertad a Puerto Jl.íco. Tendría un' plazo de dos años pata hacerlo. y ahí termina la documentación. No sabemos qué ocurrió después. Posiblemente, en los papeles de la Audiencia de los Confines esté el desenlace de esta intensa y heroica historia de Pedro Carmona, y su lucha por recobrar su libertad que tanlO nos llena de regocijo, por haberse iniciado en nuestra isla la más certera reivindicación de quien no sólo defendió al indio ejemplarmente y ahora, también al africano, lo cual equivaldrfa a decir que defendió a la humanidad oprimida. Y no menos importanle, es la reafirmación implícita de que en la historia de América, la España que siempre será reverenciada y respetada, es la Españajustidera y libertaria y no la España guerrerista y opresora. (Justicia

978) BIBLlOGRAFlA MINIMA Fuentes primarias inéditas:

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Ramón Emeterio Betances padre de la Medicina Puertorriqueña

POR JUAN RAFAEL IroRREGUI PAGAN, M.O. DEPARTAMENTO DE UROLOGIA CENTRO MEDICO DE MAYAGUEZ

Latamendi dijo: "El Médico que a la vez no es filósofo, no es ni siquit!1a Médico". Betances diría: "El Médico que a la vez no siroe a la humanidad no es ni siquiera Médico"

RAMON EMETERIO BETANCES MEDICO ABOLICIONISTA. ESCRITOR Y POLlTICO HA SIDO MAS AMPLIAMENTE ESTUDIADO COMO ESCRI· TOR y POLlTICO QUE COMO EL EXTRAORDlNA· RIO PROFESIONAL QUE FUE. "EL PENSAMIENTO MEDICO DEL DocrOR BETANCES TIENE COMO BASE LA OBSERVACION CLlNICA y EL EST 010 ANATOMOPATOLO· GlCO... BETANCES ES SIN DUDA EL PADRE DE LA MEDICINA MODERNA PUERTORRIQUE~A".l

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A MEDICINA DEL SIGLO XIX COMIENZA CON LA LLE-

gada del doctor Francisco 011er y sus vacunaciones contra la viruela; más importante aún es el inicio de nuestra primera Escuela de Medicina por el Dr. Espai11at en el 1816. Todo este avance científico impulsado por el liberalismo francés y los gobiernos constitucionales españoles es truncado rápidamente con el reinicio de los gobiernos absolutistas y el vaivén político que sufre España. El cierre de la Escuela de Medicina en 1845 y la prohibición de entrada de libros e información, sumió a la Isla en un letargo intelectual. Existian muy pocos médicos con titulas universitarios y estaban concentra1. VeTaY. Francisco: Don Ramón Em~II!1I'o Betanus - Médico y Cirujano. Manuscrilo - Página 21.

dos en la Capital; la mayoría pertenecía a la Sanidad Militar y por tanto, eran fieles adictos al sistema imperante. 2 La medicina en Puerto Rico continuó siendo ejercida en forma irregular, a menudo por prácticos, curan· deros y charlatanes. Desgraciadamente, la Subdelegación de Medicina y Cirugía que fue creada el 28 de febrero d~ 18119 para ponerle fin a estas prácticas, se convirtió con el tiempo en una institución de vigi· lancia política.'

Su Formación: Na~ Ramón Emeterio Betances el8 de abril de 1827, siendo sus padres Don Felipe y Doña Maria del Carmen Alacán. Es bautizado en la Iglesia San Miguel el21 del mismo mes y sus padrinos son Francisco y Ana Betances. 4 Cuando el joven contaba con nueve años, ellO de rebrero de 18!17, muere su madre; y su padre decide enviarlo a estudiar a Tolosa, Francia. AlU termina su bachillerato en letras en 1846 y su bachillerato en ciencias en el 1848. Ese mismo año entra a la Facultad de Medicina de la Universidad de París. En ésta estudia bajo la tutela de Aristide Augusle Vemeuil, autor del texto de cirugía; Pierre Paul Broca, estudioso de la anatomíá del cerebro y Louis Julio Béhier, internista quien practicó por primera vez con éxito las transfusiones de sangre. Es compañero de Paul Lorain, uno de los primeros en hacer uso de los liquidas endovenosos en el tratamiento del cólera; de León Labbé, uno de los primeros en practicar gaslrostomías en Francia y de Jean

2. • 3. Punto 4.

Veray. Francisco: Op. cil. página 3. Quevedo Báez. M.; Historia d~ la Medicina y Cirugía 1m Rico. Tomo 1- AMPR. San Juan (l946~ Páginas 120-121. Partida de bautismo; Libro 610" Folio 70, vuelto.

III

Martin Charcot, el renombrado anatomista del sistema nervioso. Para el 1855, Betanées termina su carrera, defendiendo exitosamente su tesis doctoral "Las Causas del Aborto" y al siguiente año hace su práctica médica en los hospitales de París. Regresa entonces a Puerto Rico yel 19 de mayo de 1856, después de aprobar el examen requerido por la Sulxlelegación de Medicina y Cirugía, presenta su útulo de Ayuntamiento de Mayagüez. Betances es nombrado Cirujano de Sanidad Interino bajo Francisco Basara. quien es el médico titular. Su Obra:

A su llegada a Puerto Rico, se encuentra Betances con la epidemia de cólera que se inició en el oriente boricua 4. Todd. Roberto H.:Don Ramón Em~tt:rjo Bt:lanus - 2nda. Edición EdiloriallnlCl'americana. Madrid (1967) Página 49.

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en 1855. Esta se presenta, según el doctor Block, de manera fulminante en la ciudad de Mayagüez en el 1856. Durante esta emergencia Betances mostró sus grandes doles de médico y humanista. Aunque al principio se le asignó la calle de la Candelaria (hoy McKin· ley), llegó el momento en que quedó solo para atender toda la población. El Ayuntamiento de Mayagüez dice de él: "La conducta digna de todo encomio que el Cuerpo lo vió observar durante la epidemia del cólera morbo que sufrió esta villa... en cuyo perlado, siendo cono el número de [acultativos, no dejó un solo instante de ser útil al vecindario ysobre todo a la clase menesterosa, prestándole con la mayor actividad y Jos mejores deseos de acierto, los servicios de su profesión a cualquier hora del dla y de la noche, sin atender al grande riesgo a que exponla su persona con tan continuas fatigas, que crecieron en proporción por el mes de octubre último, en que las cir· cunstancias le dejaron único facuhativoexpedito en este vasto territorio, no exigiendo entonces, por su

propia voluntad. más retribuciones que la asistencia que prestaba a las personas acomodadas".~

Del doctor Betances dice Carreras: "Cuando todos huyen despavoridos temblando de pánico, la figura del joven médico se levanta dando (rente a la epidemia".6 "El Pais" de Madrid deliro. de julio de 18S7 dice que lo llamaban "El Padre de los Pobres". 1 En el 1880 Betances publica en Paris sus experiencias y recomendaciones sobre el tratamiento del cólera. Abogaba por los eméticos como la ipecacuana y el detener la diarrea con medicamentos como el láudano, polvo de opio y elixir paregórico. Recomendaba el hielo y la champaña para detener el vómito, limonada sulfo-carbón como anti·microbiano y el uso de liquidas endovenosos. Propuso conceptos revolucionarios para la época, sugiriendo el aislamiento a los enfermos de la ~ente sana como medida preventiva. En el 1858 (unda con Don Antonio Blanes la Casa de Salud de San Antonio, situada entre las calles Mirasol y de la Rosa. Es éste el actual Hospital Municipal, el más antiguo en funciones en esta Ciudad y uno de los primeros de su tipo en la Isla. Junto al Dr. José Francisco Basara y al Ledo. Segundo Ruiz Belvis Cunda una sociedad abolicionista. Es en esta sociedad que, usando los procedimientos anteriormente decretados por el General Pezuela,libera niños esclavos en la pila bautismal mediante el pago de veinticinco pesos. Por estos esfuerzos es desterrado por Don Fernando Cotoner, Conde de Cernia, y se dirige a la ciudad de su juvl:ntud. París. Allí se reconoce como un clínico hábil. Es aqui donde sufre uno de los dolores más grandes de su vida: la muerte por fiebre tifoidea el 22 de abril de 1859 de su sobrina y prometida María del Carmen Betances. Con la ayuda de Don Segundo Ruiz Belvis. logra regresar a la Isla en 1860 y se establece en Mayagüez. Nuevamente sobresale como médico e investigador científico: hace estudios sobre la difteria, la disepteria, la fiebre tifoidea y el tétano. El doctor Pecholier de la Universidad Montpellier de Francia 10 Celicita por sus trabajos sobre la neumonia. Betances es una vez más desterrado. Esta vez fue por Don Félix Maria Messina en el186SalcriticaraEspaña por su guerra contra el pueblo dominicano. Regresa de nuevo a Francia destacándose por su agudeza clínica e investigación científica. El 8 de marzo de 1864 Léon Labbé presenta ante la Sociedad Quirúrgica de París el trabajo sobre la osqueotomía en el tratamiento de la elefantiasis escrotal recopilado por Betances durante su

5. Suárez Oiaz. Ada: Obras del doctor Ramón Emetnio Betances -11-. Epislolario. Editorial Huracán. Rlo Piedras (1978) Página 7. 6. Carrera. Carlos N.: Betances. el Antillano Proscrito, Edición Club de Prensa. San Juan (1961) Página 12. 7. BonaCoux. Luis: Betances. InsúlulO de Cultura Puerlorri· quena. San Juan (1970) Página XXV.

primer año en Francia. El profesorado lo felicita por su competencia científica y los nuevos conocimientos que trae sobre el tratamiento de esta enfermedad. Este importante trabajo es publicado el 28 de septiembre en la literatura francesa. 8.9 Los casos allí descritos fueron re-estudiados más tarde por Dumont quien afirma que Betances dirigió el equipo que administró por primera vez en Puerto Rico el cloroformo como anestésico. Dumont sitúa a Betances a la altura de cirujanos mundialmente reconocidos como Dominique Larrey, Jaques Delpech, Morin y Clot Bey. 10.11 Betances regresa a la Isla en el 1865 después de dos años de destierro y se establece nuevamente en Mayagüez. Por su habilidad médica y humanismo no tiene dificultad en hacerse rápidamente de una clientela. Dice su adversario político y ultra conservador Don José Pérez Morris: "en opinión de los profanos era Betances el mejor médico que existía en la Isla y a él acudía la mayoría de los enfermos con preferencia, los peninsulares lo mismo que los demás" .12 Añade Pérez Morris: "observando una rígida exactitud en los deberes de un buen médico y prodigando a los enfermos de la clase pobre y desvalida no sólo su asistencia facultativa, sino también los socorros pecuniarios de que careo dan, llegando su filantropía hasta el extremo de establecer un hospital en su propia casa, en la cual eran admitidos y asistidos todos los pobres".u El 7 de junio de 1867 estalla en San Juan un motín de los artilleros. Por este hecho, y sin tener causa ni culpa, son desterrados por el General José Marchesi todos aquellos con cualquier relación con ideas liberales. Tanto Betances como Segundo Ruiz Belvis huyen por el Puerto de Guánica e inician un peregrinar, que lleva a Ruiz Belvis a su muerte en Valparaíso, Chile en noviembre de 1867. Betances va de lugar en lugar -San Tomas, Nueva York. Santo Domingo, Haití- y finalmente de vuelta a París, donde con facilidad establece una posición respetable entre los médicos más destacados de la capital Francesa. la Ciudad Luz y fuente de la medicina científica de la época. En París triunfó como médico insigne, ClTuJano de nota e investigador afortunado. El periódico "L'Epoque" comenta que Betances era un médico muy distin~ guido que tenia una clientela numerosa en las colonias española y americana. Era gran amigo y médico de Don Miguel Ruiz ZDrrilla, Ex·Primer Ministro del Rey Amadeo I de España, bajo cuyo gobierno fue presen·

8. Arana Soto. S.~ Historia de la MedicinD Puntorriqu~;¡a, AMPR. San Juan (1974) Página 446. 9. BonaCoux. Luis~ Op. cit. Página U - LlI. lO. Veray. Francisco: Op. cit. Página 9. 11. Arana Sola. S.: Op. cit. Página 490. 12. Suárez Diaz. Ada: Op. cil. Página 9. I!J. Pérez Morris. J o5é:Historia de {a Insurrección de Lares. Edi· torial Edil. Rlo Picmas (1975) Página 57.

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tado el proyecto de la abolición de la esclavitud para Puerto Rico. Durante este periodo publica estudios de historia natural junto a Dujardin y Geoffrey Saint Hilaire, quien lo felicita por sus comunicaciones a la "Societé D'Acclimatation"14. Con Vemeuil hace estu· dios sobre el tétano y junto al Coronel Artola y el ingeniero Cancio crea un método de aerear el agua hervida dado a conocer ante la Academia de Medicina de Paris. En el 1887 publica su tratado sobre la Uretrotomia Interna como tratamiento de la estrechez uretral (la causa más común de ésta era entonces las enfermedades venéreas). Ese mismo año recibe, por orden del Presidente de la República, la más alta condecoración confe· rida por el gobierno francés: la Cruz de Caballeros de la Orden Nacional de la Legión de Honor; distinción rara vez otorgada a extranjeros. Es el doctor Betances el primer puertorriqueño en recibir este galardón. u En el número del 20 de diciembre de 1891, la revista "L'Echo Polyglote"16 cita obras de Betances sobre la vacuna yel tratamiento de la tuberculosis. Otros de sus escritos son sobre Salud Pública y sus esfuerzos para fundar en París un hospital latino-americano. El "Progreso" de Madrid señala que Betances era uno de los médicos que más honraban el nombre español en el extranjero y que habia obtenido un mereddq triunfo.u Betances continúa su vida durante esta década dividiendo esfuerzos entre la práctica médica y su lucha por la liberación de las Antillas, A las 10:00 P.M. de16 de septiembre de 1898, meses después de estallar la Guerra Hispanoamericana y la invasión por tropas norteame· ricanas de las Antillas que tanto amó, muere en París el doctor Ramón Emeterlo Betances y Alacán. Luis Bona· foux, su biógrafo, lo describe as1: "El amarillento marfil de la fisonomia de Betances destacábase de la blancura del almohadón donde reposaba su marchita cabeza de hombre triste y resignado y con su larga barba blanca parecióme un Cristo muy viejo agonizando sobre los escombros de todo cuanLO habla amado, .. ", •••y asl solo. angustiado y pobre hombre que no puso reparo en hacer los más humildes oficios en provecho de la revolución antillana... "&1 murió el hombre cuya norma de conducta en todo tiempo fue este aforismo de uno de sus libros: "Trabajar es producir y producir es servir a la ~uma­ nidad, producir cuanto uno pueda y hacer VIda de un ciudadano y de un hombre de bien"."

Bonafoux. Luis: Op. aL Página U. Bonafoux. Luis:lbid. Página XXIX. BonaCoux. Luis:lbid. Página XXV. Bonafoux, Luis: lbid. Página LI. Bonafoux. Luis: lbid. Página LXXXIX. NOIa: Agradecemos al Dr. José Ramlrez Rivera la revisión de esle manuscrilo. 14. 15. 16. 17. 18.

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Estado Libre Asociado de Puerto Rico DEPARTAMENTO DE SALUD San Juan, Puerto Rico PROCLAMA DR. RAMON EMETERlO BETANCES PADRE DE LA ME.DICINA PUERTORRIQUE~A POR CUANTO: Don Ramón Emeterio Betances nació en Cabo Rojo el 8 de abril de 1827; PoR CUANTO: Betances, graduado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Parfs. Introdujo en Puerto Rico las ideas de la Escuela Francesa de mediados del siglo 19 y plantó aquí la semi· lla de la medicina anatomopatológica; PoR CUANTO: Betances demostró sus grandes cualida· des de clínico y médico durante la epidemia de cólera que azotó a la Isla en 1855. luchando sin temor al contagio para arrebatarle muchas víctimas a la muerte; POR CUANTO: En ,el 1887 Betances recibió uno de los más grandes honores que contiene el gobierno de Francia: La Cruz de Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor. y se le consi· deraba uno de los mejores médicos de París . cuando a esta ciudad se le conoda como la capital mundial de la medicina científica; POR CUANTO: Betances también se distinguió por sus ideas politicas y su lucha por la abolición de la esclavitud; PoR TANTO; Yo, Ernesto Colón Yordán, Secretario de Salud del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, en conmemoración del natalicio de este ilustre galeno puertorriqueño proclamo el dfa 8 de abril de 1972 como OlA DEL DR. RAMON EMETERlO BETANCES, PADRE DE LA MEDICINA PUERTORRIQUE~A, y exhorto a mis conciudadanos a participar en las actividades que llevarán a cabo el cuerpo estudiantil del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico y otras entidades que se unan a la celebración de esta fecha. Dada en San Juan, Puerto Rico, hoy 4de abril de 1972. ERNESTO CoLON YORDAN. M.D. Secretario de Salud

Un texto del Abate Raynal: El proyecto económico y político para Puerto Rico POR MANUEL CARDENAS

G U1LLAUME THOMAS RAYNAL NACIO EN SAINT·GE.... nier, pequeño pueblo de Rouergue, en Aveyron, en 1718 y murió en París en 1796. Educóse en el colegio de los jesuítas en Pézenas e ingresó en la Compañía de Jesús distinguiéndose como predicador y profesor en provincias. Abandonó la Compañía y se estableció en París (1747) donde fue vicario de San Sulpicio,llevando una vida miserable. Poco después es expulsado de aquella comunidad parroquial e inicia una rica vida intelectual, pasando a ser redactor del Mercure de France donde se da a conocer inmediatameme por lo avanzado de sus opiniones. Mantuvo relación tamo con el grupo de los enciclopedistas como con las corrientes pre-revolucionarias de la Francia de su tiempo. Asistió a los salones de Helvecio y el barón d'Holbach de quienes recibió claras influencias así como de Diderot quien colaboró en la redacción de la gran obra de Raynal, Hístoire Philosophique et politique des etablissements el du commerce dans les deux Indes. Cuando esta obra apareció en 1772 -la primera edición de 1770 no llevaba el nombre del autor- fue acogida extraordinariamente sucediéndose las ediciones en el espacio de cuatro años. Los ataques comra la política de los colonizadores, contra el clero y la Inquisición hizo que se prohibiese en Fran~ia. Una disposición del Consejo, datada en 1779, prohibió su imroducción en el país, lo que sólo sirvió para dar más popularidad a la misma. Raynal preparó entonces la edición definitiva, más atrevida que las precedemes, y en ella se atacaba al ministro Maurepas. De vuelta a Francia procedente de Ginebra, donde se hizo tal edición, fue prevenido de que la obra había sido condenada por el Parlamento (1781) y quemada frente al palado de justicia de París, ordenándose la detención de Raynal y la confiscación de sus bienes. Pudo así huir de Francia, dirigiéndose a Berlín donde fue recibido fríameme por Federico 11; en vista de ello se trasladó a San Petersburgo y alli fue bien acogida su presencia por

Catalina 11. En 1787 se le permitió regresar a FranCIa, aunque privándole de residir en París, y se estableció primerameme en su pueblo natal y después fue a vivir a Talan, en casa del imendente Malouet. El tercer estado de Marsella le nombró diputado a los Estados Generales, pero Raynal no quiso aceptar aquel cargo a causa de su edad avanzada, y consiguió que se nombrase a Malouet para ocupar su puesto. No puede negarse que su Histoire Phílosophique tuvo su importancia en el movimiento que preparó la Revolución Francesa, pero al estallar ésta, el anciano Raynal se arrepintió de la parte que con su libro había tenido en aquel suceso, y escribió una carta a la Asamblea Nacional que es una crítica muy dura de los actos de la Consútuyente; esta carta que fue publicada por el conde de Guibert con el tílulo..Lettre de l'abb¿ Raynal a l'Assemblée nationale, sólo sirvió para que Raynal fuese calificado de cobarde y de senil por los elememos revolucionarios que tanto le habían ensalzados ameriormente. Residió durante el Terror en Pasay yen Momhery, sin que fuera molestado, y durante el Directorio fue nombrado miembro del InstitulO, pero la muerte le impidió tomar asiemo en aquella docta corporación. La Histoire Philosophique el Politique de Raynal es la obra más ambiciosa del siglo XVIII acerca de la colonización europea en América. "Obra dirigida contra la religión y el despotismo", según dijese Michelet, en ella se intenta lijar los beneficios y perjuicios que el descubrimiemo de América ha deparado a la humanidad. Raynal reconoce que tal descubrimiemo ha provocado una verdadera revolución en el comercio. en el poderío de los estados y en la misma concepción del poder, siendo su interes primordial analizar dicha revolución y el hecho colonial en que parece que ésta se ha traducido y descansa; hecho que en la mayoría de sus manifestaciones el autor rechaza (al ser éstas perjudiciales), fundamentalmente la esclavitud que, en sus palabras, "repugna a la humanidad, a la razón y a la

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justicia". La Histoire Philosophique ti Politique es el documento anti·esclavista más importante de su tiempo, y en la misma el autor se nos muestra como filósofo y reformador en Unea con los sensualistas más notorios de su tiempo, amén de historiador. En esta tarea, Raynal se guia por la hipótesis apun· tada más arriba -heneficios y perjuicios que el descu· brimiento de América ha reportado a la humanidad-, a decir verdad más apropiada para un moralista justiciero o un contable que para un historiador. Ydebido a ello es que su obra se resiente, ya que la cantidad ingente de materiales consultados para la misma necesariamente tienen que J1esultar en hechos históricos beneficiosos o perjudiciales 10 que le lleva a simplificaciones arriesgadas y a un sentido critico a veces no confiable. No obstante lo anteriormente indicado, la actividad colonizadora de Francia en el Caribe esestudiada por Raynal cuidadosamente, en especial el establecimiento de los franceses en la Española que es "el más hermoso elltabl~cimientode los franceses en América", la "joya del imperio colonial francés", en palabras del autor, dándonos una clara idea de la trama social, politica, financiera y económica de aquella isla, tocando aspectos tan especificas como el régimen ali· menticio de los habitantes, la ordenación de las hacien· das, informes sobre esclavos y colonos, etc. La referencia a Puerto Rico en la Histoire Philosophique el Polilique es breve pero sustanciosa. sobre todo si consideramos que el "plan" Raynal es el primero de una serie de "planes" que como expresión ideológica han persistido en la historia de Puerto Rico hasta el presente. Comienza dicha referencia con unos datos históricos elementales sobre el origen de la colonización de la isla, para dar paso a las alabanzas del pa's, indicar la población que lo habita y apuntar la condición económica lamentable en que ésta se desenvolvió hasta 1765, fecha en que 105 ilustrados de Carlos 111 prestan su atención a Puerto Rico. Las reformas que entonces se efectúan tienen rápidamente efecto, y as' para 1778, como puede apreciarse en el texto más abajo, la situación de la isla es halagüeña, esperándose grandes avances con la ley de enero de 1778 mediante la cual se establece el derecho de propiedad privada sobre la tierra en Puerto Rico. Aunque Raynal reconoce la trascendencia de tal ley, la considera insuficiente si no va acompañada con el establecimiento de libre comercio entre Puerto Rico y los demás poderes establecidos en América, cosa que los puertorriqueños parcialmente lograban por via del contrabando. Con todo, Raynal no cree que la transformación jurldica por si misma pueda producir grandes transformaciones en la isla. As', partiendo de un postulado sensualista -"el hombre no sufre sino porque ignora los medios de hacer cesar su dolor"- se pregunta cuál es el medio de abreviar la duración de la ociosidad del hombre, de su estupidez, de su miseria. La respuesta no se hace esperar: "mostrarle seres activos, ponerlo en comunicación continua con pueblos laboriosos". Esta pedagogfa para el progreso 18

se concreta, como puede verse más abajo, en un programa de activación económica y social -de "fomento", como declan los ilustrados del siglo XVIII- cuyos puntos principales son: reparto de tie· rras a hombres emprendedores de todas las naciones "con fondos suficientes (el capital de nuestros días) para establecer cultivos .en ellas"; exención contributiva sobre tierras y producciones durante 50 años; libre acceso mercantil a todas las naciones; leyes simples convenientes a un estado agrlcola o mercantil. Todo ello dirigido a "que la propiedad, esta primera y gran base de toda sociedad poUtica, sea establecida sobre fundamentos inquebrantables". Como puede verse, todo dentro de la concepción social y económica bur· guesa que subyace todo el planteamiento del despo· tismo ilustrado y que en ese tiempo era un planteamiento de avanzada. Tal programa de "fomento" es de todos conocido que no se puso en práctica en el Puerto Ricq de aquellas fechas. Sin embargó, al plan que nos acabamos de referir le falta la dimensión poUtica, que por cierto Raynal no descuidó, ya que aquel está predicado en una modificación sustancial de la relación entre Puerto Rico y la corona española. Asi la condición polhica de la isla de Puerto Rico es parte de la reflexión de nuestro autor que inaugura la lista de los "solucíonadores" a tal condición. En este caso la solución se basa en que la corona española declare a la isla neutral, neutralidad que seria reconocida por todos los poderes que tienen posesiones en América, es decir, en la terminologia de nuestros días, no se niega la soberania de la corona española aunque la supremada quedaría claramente restringida por cuanto no debe haber "alH más que las tropas necesarias para el orden público y las mismas han de ser extranjeras". En algún sentido parece apun· tarse el concepto contemporáneo de territorio bajo rideicomiso. En lo referente al gobierno interno de la isla Raynal propone lo siguiente: "que los mismos ciudadanos sean los magistrados o quienes los elijan", lo que parece apuntar al concepto de gobierno propio de nuestros días, si es que podemos utilizar tales términos para aclarar las ideas de nuestro autor. Asi nuestro buen abate resuelve el problema del "atraso" económico de la isla, todo ello en un plazo de 50 años. Una vez obtenido el progreso "entonces ella podrá volver a ser, sin inconveniente, una posesión verdaderamente nacional". Pasemos al texto del abate Raynal. V. Aunque esta isla (Puerto Rico) fue descubierta y explorada por Colón en 1495, ella no atrajo la atención de los españoles sino en 1509; fue el reclamo del oro lo que les hizo trasladarse a ésta desde Santo Domingo bajo las órdenes de Ponce de León. Esta nueva conquista debla costarle cara. Nadi~ ignora que el uso de las armas envenenadas se remonta a los tiempos más lejanos. En la mayor parte

de los lugares precedió a la invención del fuego. Cuando los dardos armados de piedras. huesos o raspas fueron considerados armas demasiado débiles para repeler las bestias feroces. se recurrió a un jugo mortal. Este veneno, pensado en un primer momento para la caza, si~vió después para las guerras de pueblos conquistadores o salvajes. La ambición y la venganza no conocieron límites a sus excesos más que después de haber ahogado durante siglos a naciones enteras en dos de sangre. Cuando se reconoció que esta sangre no producía nada, o que a medida que aumentaba su caudal despoblaba las tierras y no dejaba más que desiertos sin vida y sin cultivo, se convino entonces en moderar un poco la sed de expandirla. Se estableció el llamado derecho de guerra, es decir. la injusticia dentro de la injusticia, o el interés de los reyes en la masacre de los pueblos. No se asesina a todos a la vez; se reservan algunas cabezas de este ganado para repoblar la manada de nuevas víctimas. Este derecho de la guerra o de gentes hace que se prefieran ciertos abusos en el uso de matar. Cuando se tienen armas de fuego. se prohiben las armas envenenadas; cuando las balas de cañón son suficientes se prohiben las balas machacadas. Raza indigna del cielo y de la tierra, ser destructor y tiránico. hombre o demonio ¿no cesarás de atormentar este globo donde vives un momento? ¿No acabará la guerra más que con la aniquilación de tu especie? ¡Puesl si quieres apresurarlas ven a buscar los venenos del Nuevo Mundo. De todas las reglones fértiles en plantas venenosas ninguna lo fue tanto como la América meridional. Ella debía esta fecundidad desgraciada a su territorio generalmente fétido como si hubiese sido asolado por el cieno de un diluvio.

Eran estas lianas muy abundantes en los lugares húmedos y pantanosos las que suministraban al continente el veneno que era de uso universal. Se las cortaba en trozos que se hadan hervlT en agua hasta que la cocción había adquirido la consistencia de un jarabe. Entonces se mojaban en él las flechas que se impregnaban de un jugo mortal. Durante varios siglos fue con estas armas que en general los salvajes se hicieron la guerra. Posteriormente algunas de estas débiles naciones sintieron la necesidad de renunciar a un medio tan destructor y lo reservaron para usarlo contra las bestias. grandes y pequeñas. a las que no se podía alcanzar o vencer. Todo animal muere un minuto después sin ningún signo de convulsión o dolor. Esto no se debe a que su sangre se haya detenido como se ha creído durante largo tiempo. Las experiencias recientes han dejado saber que este veneno mezclado con sangre recién extraída y caliente le impide coagularse e incluso retarda su putrefacción. Parece que es sobre el sistema nervioso que este veneno actúa. Algunos viajeros han atribuido el origen del mal venéreo al uso existente en el Nuevo Mundo de alimentarse con animales matados con estas armas envenenadas. Todo el mundo sabe hoy

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día que se puede hacer uso habitual de estas viandas sin inconvenien te. ~n las islas de la América el veneno se extrae menos de lianas que de árboles: sin embargo de todos los árboles que producen la muerte el más peligroso es el manzanillo. Este árbol es bastante alto y crece- comúnmente al borde de las aguas. Tiene la forma y las hojas de un peral. Su tronco de una madera compacta. pesada. veteada. apropiada para los trabajos de marquetería, está recubierta de una corteza lisa y tierna. Echa dos tipos de flores. Unas macho, dispuestas en forma de espiga en los extremos de los ramos. No tienen en cada caliz más que un estambre culminado por dos anteras. Las hembras se encuentran aparte. Su pistilo se convierte en un fruto carnoso, derecho. en forma de higo o de pera que contiene un hueso muy duro el cual encierra cinco o seis semillas en otros tantos compartimentos. En todas las partes del árbol Yprincipalmente entre la corteza y el tronco se encuentra un jugo lechoso considerado como un veneno muy sutil que hace que su explotación e incluso el aproximársele sea algo muy peligroso. No se reposa impúnemente bajo su sombra; el agua que escurre de sus hojas después de la lluvia ocasiona ampollas sobre la piel y excita un fuerte picor. El jugo del manzanillo es recogido en conchas distribuídas alrededor de incisiones que se le han hecho al tronco. Cuando este licor está un poco espeso se mojan en él la punta de las flechas que adquieren la propiedad de llevar una muerte pronta a todo ser sensible aunque no se le haya herido más que muy ligeramente. La experiencia confirma que este veneno conserva su actividad incluso durante más de un siglo. De todos los lugares donde se encuentra este funesto árbol. Puerto Rico es donde se da mejor y donde es más abundante. ¿Por qué los primeros conquistadores de la América no naufragarían todos en esta isla? La desdicha de los dos mundos ha querido que ellos la hayan conocido dernasiado tarde y no hayan encontrado la muerte correspondiente a su avaricia. El manzamUo parece no haber sido funesto más que a los americanos. Los habitantes de la isla que 10 produce se servían del mismo para rechazar al caribe acostumbrado a .hacer incursiones en sus costas. Podían haber empleado las mismas armas contra los europeos. El español que ignoraba que la sal aplicada sobre la herida en el momento del golpe es el remedio infalible quizás habría sucumbido a los primeros ataques de este veneno, más no sufrió la menor resistencia por parte de estos salvajes insulares. Conocedores de lo que habla pasado en la conquista de las islas vecinas, miraban a estos extranjeros como seres superiores. Así que ellos mismos se arrojaron a los hierros. Sin embargo, no tardaron en desear romper el yugo insoportable que se les había impuesto. Sólo que antes de intentarlo quisieron saber si sus tiranos eran o no eran inmortales. La comisión de ello le fue dada a un cacique llamado Broyoán. 19

Una circunstancia favorable a sus designios condujo a su casa a Sabedo, joven español que iba de paso, al cual recibió con grandes muestras de consideración dándole a su partida algunos indios para que le aliviasen en su viaje y le sirviesen de guías. Uno de estos salvajes que lo montó sobre sus espaldas para atravesar un río, lo arrojó al agua y allí lo retuvo con la ayuda de sus compañeros hasta que no se movió más. Se sacó a continuación su cuerpo a la orilla. Ante la duda de si estaba muerto o todavia vivía, se le pidió mil veces, perdón por la desgracia que le había ocurrido. Esta comedia duró tres dias. Por último la hediondez del cadáver convenció a los indios que los españoles podian morir y se cayó por todas partes sobre los opresores. Cien fueron masacrados. Ponce de León reunió inmediatamente a todos los castellanos que habian escapado de la conspiración. Sin pérdida de tiempo embistió a los salvajes que quedaron desconcertados por este brusco ataque. Su terror aumentó a medida que sus enemigos se multiplicaban. Este pueblo tuvo la simplicidad de creer que los nuevos españoles que llegaban de Santo Domingo eran los mismos que habían sido matados quienes resucitaban para combatir. Con este tonto convencimiento, desanimados para continuar la guerra contra hombres que renacían de sus cenizas se volvieron a poner bajo el

yugo. Se les condenó a las minas donde perecieron en poco tiempo bajo los trabajos de la esclavitud. VI. Puerto Rico tiene treinta y seis leguas de largo, dieciocho de ancho y cien de circunferencia. Podemos asegurar que es una de las mejores islas y, quizás, en proporción a su extensión, la mejor isla del Nuevo Mundo. El aire es allí sano y bastante temperado. Un gran número de pequeños ríos la riegan con sus aguas puras. Sus montañas están cubiertas con árboles útiles o preciosos y sus valles son de un fertilidad que raramente se encuentra en otras partes. Todas las producciones propias a la América prosperan en este suelo profundo; un puerto seguro, radas cómodas y costas fáciles son otras de sus ventajas. Sobre esta tierra privada de sus salvajes habitantes por las ferocidades que tres siglos no han hecho olvidar, se formó sucesivamente una población de cuarenta mil ochocientos ochenta y tres hombres blancos o de razas mezcladas. La mayor parte estaban desnudos. Sus casas eran chozas. La naturaleza sola, o casi sola, proveía su subsistencia. Era con tabaco, ganado y con lo que el gobierno enviaba de dinero para sostenimiento de un estado civil, religioso y militar que la colonia pagaba las telas y algunos otros objetos de poco valor que las islas vecinas y extranjeras le suministraban clandesti-

namente. No veía llegar anualmente de su metrópoli más que un pequeño barco cuyo cargamento no pasaba de diez mil escudos el cual volvia a tomar la ruta de Europa cargado de cueros. Tal era la situación de Puerto Rico cuando en 17651a corte de Madrid puso su atención sobre San Juan, puerto excelente incluso para las flotas reales y el cual es de envidiar aunque no sea más que por su extensión. Se rodeó de fortificaciones la ciudad que lo domina. Las obras se muIttplicaron sobre todo hacia una lengua de tierra estrecha y pantanosa, el único lugar por donde la plaza puede ser atacada del lado de tierra. Dos batallones y una compañía de artilleros pasaron la mar para ir a defenderla. En esta época una posesión que no recibia por rentas más que 378.000 libras costaba 2.631.133 que llegaron regularmente de Méjico. Este numerario alentó la reali· zación de algunos trabajos. Al mismo tiempo. la isla que habia estado hasta entonces en los laros del monopolio pudo recibir a todos los navegantes españoles. Los dos medios juntos dieron un comienrode vida a un establecimiento cuya penuria asombraba a todas las naciones. Su diezmo. que antes de 1765 no rendia más que 81.000 libras se ha elevado a 230.418 libras. Al primero de enero de 1778 Puerto Rico contaba con ochenta mil seiscientos sesenta habitantes, de los cuales seis mil quinientos treinta solamente eran esclavos. Contaba con setenta y siete mil trescientas ochenta y cuatro cabezas de ganado vacuno, veintitrés mil ciento noventa ycinco caballos, mil quinientos quince mulos. y cuarenta y nueve mil cincuenta y ocho cabezas de ganado menor. En las plantaciones cuyo número era de cinco mil seicientas ochenta y una, se recolectaban dos mil setecientos treinta y siete quintales de azúcar, mil ciento catorce quintales de algodón, once mil ciento sesenta y tres quintales de café, diecinueve mil quinientos cincuenta y siete quintales de arroz, quince mil doscientos dieciseis quintales de maiz, siete mil cuatrocientos cincuenta y ocho quintales de tabaco, y nueve mil ochocientos sesenta quintales de melaza. En los pastizales, cuyo número era de doscientos treinta y cuatro, la reproducción anual era de once mil trescientos sesenta ycuatro vacas, cuatr9 mil trescientos cuatro caballos, novecientos cincuenta y dos mulos y treinta y un mil doscientos cincuenta y cuatro cabezas de ganado menor. VII. Todo eso es bien poca cosa, pero se espera mucho de un acuerdo que acaba de ser realizado. Ningún ciudadano de Puerto Rico era verdaderamente el dueño del suelo que ocupaba. Los ordenamientos que se han sucedido no habían acordado jamás más que el usufructd. Este desorden inconcebible ha cesado al fin. Una ley del 14 de enero de 1778 asegura a los poseedores la propiedad de lo que se encontrase en su dominio sujeto a la condición de un canon anual de un real y un cuarto o dieciseis soles con seis denarios y medio por

cada porción de tierra de veinticinco mil setecientas ocho toesas que se ponga en cultivo. y de trescuartos de real o diez soles con un denario y medio por ésta Que se destine a pastos. Este ligero tributo debe servir para vestir a las milicias compuestas por mil novecientos hombres de infanteria y doscientos cincuenta de caballería. De acuerdo a las mismas cláusulas, eJ resto de la isla será distribuido a éstos que tienen poca o ninguna tierra. Estos últimos, designados con el nombre de agre· gados. hacen un número de siete mil ochocientos treinta y cinco. Este plan no operará la revolución que el consejo de España espera del mismo a menos que. contra la disposición formal de las leyes, todo colono que quiera establecer un ingenio azucarero esté autorizado a llamar a los extranjeros que pudieran enseñarle esre cultivo. Seria necesario autorizar a estos colonos el vender libremente a los franceses. holandeses. ingleses y daneses el ganado que hasta el presente no se les ha provisto más que por medio del contrabando. El hombre no sufre sino porque ignora los medios de hacer cesar su dolor. Si languidece en la desdicha es por imbecilidad. Imaginarlo en el estado primitivo de igual manera que se le ve en el estado civil. actuando, obser· vando sin cesar y haciendo toda clase de ensayos, seria un grosero error. La experiencia confirma que le son necesarios siglos para salir de su torpeza natural; que su industria. una vez cautiva bajo una rutina estrecha y circunscrita por el pequeño número de sus necesidades. jamás se despertará por sí misma. ¿Cuál es pues el medio de abreviar la duración de' su ociosidad. de su estupidez. de su miseria? No es otro sino mostrarle seres activos; ponerlo en comunicación continua con pueblos laboriosos. Pronto abrirá los ojos asombrado. Sentirá que él también tiene braros. Tendrá dificultad en concebir cómo no se habia dado cuenta antes de hacer uso de los mismos. El espectáculo de bienes que se obtiene del trabajo le inspirará el deseo de compartirlos y trabajará. Es por imitación que todas las cosas raras llegan. y llegarán, a ser comunes. Es esta predisposi· ción que la corte de Madríd debería emplear. si no por humanidad, al menos con la esperanza de las ventajas políticas que podría prometerse de ello. ' .. Se podría, se deberia. ir quizás más lejos. Que España declare a Puerto Rico una isla neutral y que esta neutra· lidad sea reconocida por todas las potencias que tienen posesiones en América; .que las tierras que no están todavia en producción sean distribuidas a hombres emprendedores de todas las naciones que tuvieren fono dos suficientes para establecer cultivos en ellas; que durante cincuenta años. o más. las personas, las tierras y las producciones estén exentas de toda tributación, que las radas sean abiertas indiferentemente a lodos los navegantes. sin aduanas, sin sujeciones. sin formalida· de$; que no haya alU más que las tropas necesarias para el orden público; que estas tropas sean extranjeras; que se. redacte un código de leyes muy simples convenientes a un estado agdcola o mercantil; que los mismos duda· 21

danos sean los magistrados o quienes los escojan; que la propiedad, esta primera y gran base de toda sociedad política, sea establecida sobre fundamentos inquebrantables. Antes de medio siglo Puerto Rico será muy ciertamente una de las más florecientes colonias del Nuevo Mundo. Entonces ella podrá volver a ser, sin inconveniente, una posesión verdaderamente nacional. Sus abundantes producciones que no habrian costado ni cuidados, gastos, inquietud o guerra a la España, engrosarlan la masa de sus riquezas nacionales y los ingresos públicos. Sin embargo este plan de administración que seria una inspiración de la !ijlbiduria misma; que el interés mejor entendido lo habria dictado, y cuyo éxito estaria demostrado geométricamente, no se ejecutará ¿por qué eso? Porque a la cabeza de un indigena no se le ocurre suponer el concurso de los extranjeros. Por una vanidad detestable, por una ridicula puerilidad no se puede hacer nada y se desearla hacerlo todo por sí mismo; se está ciego y se rechaza la luz exótica. En los estados monárquicos un medio de excluir a un hombre hábil de un puesto importante, medio que el odio ó la envidia no dejan apenas de emplear, es anticiparse a la nominación de la corte mediante la elección popular. El mismo medio tendria éxito también entre las cortes. Para apartar a un ministro de una buena operación, otro minisuo no tendrá más que apropiarse de la gloria diciendo que a él se le ocurrió primero, divulgándolo para impe-

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dir que aquélla se lleve a cabo. Nada más raro entre los ministros de una misma corte que ver uno lo bastante grande, lo suficientemente honesto y buen ciudadano como para continuar un proyecto comenzado por su predecesor. Es así que el abuso se eterniza dentro de la misma nación. Es así que todo se empieza y nada se acaba por un loco orgullo cuya influencia fatal se expande por todas las ramas de la administración y detiene los progresos de la civilización, y habrla mantenido a los pueblos en el estado bárbaro si sus jefes hubiesen permanecido constantemente y en todos los tiempos igual de obstinados. No obstante, si la combinación que se intenta proponer a la corte de Madrid le pareciese susceptible a inconvenientes que se nos hubiesen escapado, ella podrla lograr de su propio seno una parte de las ventajas que nos seria grato verle conseguir. La navegación a las Indias Españolas ésta prohibida a los vizcaínos. Como sus radas está exentas a la entrada y a la salida de todos los derechos de los cuales todas las otras aduanas están sobrecargadas, el gobierno ha temido que éstos lograsen una superioridad demasiado grande sobre los súbditos de la monarquía que no disfrutan de semejantes prerrogativas. Que se abra Puerto Rico a estos hombres activos donde su concurrencia no perjudicará a rivales que no se han ocupado de éste jamás y pronto esta isla tendrá alguna importancia. El mismo orden de cosas podría extenderse a Santo DominRo.

Bosquejo histórico de los

Jue~os

florales en Puerto Rico POR TOMAS SARRAMIA

L RESTAURARSE LOS JUEGOS FLORALES EN C\. A laluña, la antigua tradición de Provenza se dHunde

con rapidez en el resto de las regiones españolas l e inicia un insospechado rumbo de esplendor al ser adoptada por los pueblos hispanos de América. Los certámenes literarios en Puerto Rico se inician a partir de 1851. Antes de ese año, las fuentes documentales que relatan la conmemoración en la Isla de acontecimientos vinculados a la Corona española! -a lo largo del siglo XvIII y primera mitad del XIX- nada informan de convocatorias a certámenes o a premios literarios. Al iniciarse la segunda mitad del pasado siglo se cierra una época de preludios culturales y literarios en la vida puertorriqueña para ir concretando un periodo que se caracterizará por una toma de conciencia ideológica y arústica. Los certámenes literarios convocados por instituciones de índole cultural, clvica o social, contribuirán definitivamente al desarrollo de dicha conciencia, que repercutirá en una positiva evolución de las letras patrias. En esta trayectoria inicial sobresa!en: la Academia Real de Buenas Letras de Puerto Rico que convocó a un concurso literario en 1851, conmemorando la defensa de San Juan durante el asedio británico de 1791; la Real Sociedad Económica de Amigos del País que organizó un certamen en 1862, al 1. En 1878 50bresalm por su esplendor los convocados por el Ayuntamiento Constitucional de Madrid para celebrar el regio enlace de AUon50 XII con Dila. Maria de las MerCfties de Orlcans. 2. Las juras reales, bodas, nacimimtos y deCunciones egregialse celebraban públicammte en Puerto Rico y servlan de Cuente de inlpiración a los poetas residentes en la i.la. Las composiciones recogidas en R~Lacíón... y Noticia.... escritas anónimamente en 1747, relatan "lo acaecido en la Isla de Puerto Rico" por la deCunción de Felipe V y la subsiguimte exaltación al trono de Fernando VI; mál tarde, las que aparecen en Fiestas Rel21~s de Punlo Rico (1844) que aluden a la jura de Isabel 11.

cumplirse los ciento diez años del nadmiento del pintor José Campeche; y el Ateneo Puertorriqueño que convocó su primer certamen arústico, cienúfico y literario en 1877, con motivo de celebrar el primer aniversario de su fundación. La función de estas instituciones ha prestado un servicio inestimable a la historia de Puerto Rico. siendo la última citada la que más vida y prestigio ha alcanzado. de cuyo influjo dirá el poeta: ...y doquiera que Cijo las miradas me parece que veo de bronce en caracteres eSlampadas eslas voces: "CERTAMEN" - "ATENEO". y sin cesar mi mente se imagina y sin cesar el pensamiento crea...J

El Ateneo se constituirá en sede de los primeros Juegos Florales en Puerto Rico, adaptando la esencia del consistorio e impulsando su arraigo en la tradición cultural del país. Por otro lado, el motivo que propició la introducción de dichos Juegos podría localizarse en algún punto de la relación comercial. social o intelectual entre Cataluña y Puerto Rico.• 5. Fragmento de la oda "Borinquen" de Manuel Padilla Dávila, SmritívAS, Vega Baja, P.R. (Bayamón: Tip. El ProgrelO, • .f.), p. 55. 4. Como bctores probables podrlan seftalane: a) El incremento comercial catalán con Cuba y Puerto Rico, tras el rudo golpe experimentado por la industria textil barcelonesa, a rab de la ~rdida de las colonias americanas durante el primer cuarto del siglo XIX. b) El bito del poema ~pimL'Allánlidl2, premiado en losJuegos Florales barceloneses en 1877, con cuyo lriunCo su autor Jacinto Verdaguer-obluvO resonancia universal. e) La amistad penanal exiltente entre Manuel ElzabUlu y Josi Yxan (laureado en 101 Juegos Florales de Barcelona de 1879), comunicación que estaba fortalecida por diversas circunstancia. paralelal l' adnes. Ambos eran escritores, abogados y presidentes atenlstas en sus respectivas ciudades.

Se ha dicho que las corrientes literarias han llegado tal;de a Puerto Rico. Su justificación se fundamenta en un cierto aislamiento o falla de un contacto inicial con otros pueblos, la llegada retardada de la imprenta (1806) y la fundación tardía de la Universidad (1903). Sin embargo, mientras otros países hispanoamericanos inician la actividad cultura de los Juegos Florales durante el siglo actual 5 , el Ateneo Puertorriqueño los convocó -por vez primera en la 151a- en 1888. . Las dos últimas décadas del siglo XIX puertorri. queño se caracterizan por su efervescencia política, su incertidumbre e inestabilidad. Una época "de tránsitos y de traurnas "6, acertadamente denominada por Manri·

que Cabrera. "En estos mismo años [escribe el citado autor] el mundo hispano parlante se hallaba sacudido por la renovación modernista. Nosotros no podíamos acariciar lan benéficos aires, pues andábamos preguntándonos algo más serio y radical: ¿qué va a ser de nosotros individual, colectiva e históricamente? Ante tan primordial y radicalisima pregunta, los planteamientos puramente estéticos o literarios, huyen o se diluyen"7. No obstante, los Juegos Florales, además de su innegable eficacia como vehículo de popularización literaria, serán portavoces del sentir ideológico del momento. A este respecto, resultan interesantes las palabras vertidas por Manuel Elzaburu, presidente del Ateneo, en el discurso inaugural de los primeros Juegos celebrados -al año siguiente de su convocatoria- el 9 de marzo de 1889:

5. En Uruguay, Horario Quíroga funda su crnáculo "Consistoriodel Gay Saber" en 1900; 105 Juegos FloraJesen Bolivia se inieían a partir del 19\1; 10slmerantiJlanos se convocan en 1915 y los Centroamericanos -en Guatemala- en 1916. 6. Francisco Manrique Cabrera, Historia de la Literatura Puerlorriquma (lUo Piedras, P&.: Cuhural, 1977), p. 159.

...Hoy, señoras y señores, debiera ser eSIa solemnidad de puro recreo y regocijo no más, dejando la ocasión

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