Poderosos y privilegiados : los Caballeros de Santiago de Jaén (siglos XVI-XVIII): Los Caballeros de Santiago de Jaén (siglos XVI-XVIII) 8400088530, 9788400088538

Este libro analiza las principales características de las pruebas para la obtención del hábito de Santiago en la ciudad

126 109 13MB

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Table of contents :
ÍNDICE
ÍNDICE CD
SIGLAS Y ABREVIATURAS
INTRODUCCIÓN
BALANCE HISTORIOGRÁFICO Y PERSPECTIVAS DE INVESTIGACIÓN. Las órdenes militares en el reino de Jaén durante la Edad Moderna (Siglos XV-XVIII)
LOS EXPEDIENTES DEL HÁBITO DE SANTIAGO DE LA CIUDAD DE JAÉN (SIGLOS XVI-XVIII): PERSPECTIVAS Y ANÁLISIS DE ESTUDIO
UNA LECTURA DESDE LA PERSPECTIVA DE LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA: PRIMERAS APROXIMACIONES Y RESULTADOS
CONCLUSIONES
APÉNDICE DOCUMENTAL
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE ONOMÁSTICO
ÍNDICE TOPONÍMICO
ÍNDICES DE TABLAS Y GRÁFICOS
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Poderosos y privilegiados : los Caballeros de Santiago de Jaén (siglos XVI-XVIII): Los Caballeros de Santiago de Jaén (siglos XVI-XVIII)
 8400088530, 9788400088538

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PODEROSOS Y PRIVILEGIADOS LOS CABALLEROS DE SANTIAGO DE JA ÉN (SIGLOS XVI-XVIII)

BIBLIOTECA DE HISTORIA: 71

Director

Carlos Estepa Díez (CSIC)

Secretario

Francisco Fernández Izquierdo (CSIC)

Comité Editorial

Alfredo Alvar Ezquerra (CSIC) Carlos Ayala Martínez (UAM) Manuel Espadas Burgos (CSIC) Eduardo Manzano Moreno (CSIC) Octavio Ruiz Manjón-Cabeza (UCM) José Ignacio Ruiz Rodríguez (Universidad de Alcalá) José Ramón Urquijo Goitía (CSIC)

Consejo Asesor

Antonio Fernández García (UCM) Antonio Furió Diego (Universidad de Valencia) José Ángel García de Cortázar y Ruiz de Aguirre (Universidad de Cantabria) Juan Ignacio Gutiérrez Nieto (UCM) María Victoria López-Cordón Cortezo (UCM) Pascual Martínez Sopena (Universidad de Valladolid) María de los Ángeles Pérez Samper (Universidad de Barcelona) Guido Pescosolido (Universidad de Roma) Ofelia Rey Castelao (Universidad de Santiago de Compostela) Luis Ribot García (UNED) Pedro Ruiz Torres (Universidad de Valencia) Manuel Sáncliez Martínez (CSIC)

JOSÉ MIGUEL DELGADO BARRADO MARÍA AMPARO LÓPEZ ARANDIA

PODEROSOS Y PRIVILEGIADOS LOS CABALLEROS DE SANTIAGO DE JAÉN (SIGLOS XVI-XVIII)

CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTíFICAS MADRID 2009

Reservados todos los derechos por la legislación en materia de Propiedad Intelectual. Ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, puede reproducirse, al­ macenarse o transmitirse en manera alguna por ningún medio ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, informático, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo por escrito de la editorial. Las noticias, asertos y opiniones contenidos en esta obra son de la exclusiva responsablidad del autor o autores. La editorial, por su parte, sólo se hace responsable del interés científico de sus publicaciones.

Catálogo general de publicaci ones oficiales http://www.060.es

GOBIERNO DE ESPAÑA

MINISTERIO DE CIENCIA E INNOVACiÓN

I!CSIC

© CSIC © José Miguel Delgado Barrado y María Amparo López Arandia NIPO: 472-09-124-5 ISBN: 978-84-00-08853-8 Depósito Legal: M-33.156-2009 Preimpresión, impresión y encuadernación: Sociedad Anónima de Fotocomposición Talisio, 9 - 28027 Madrid Impreso en España. Printed in Spain En esta edición se ha utilizado papel ecológico sometido a un proceso de blanqueado ECF, cuya fibra procede de bosques gestionados de forma sostenible.

La realización de este libro ha sido posible gracias al apoyo del pro­ yecto de investigación «Los caballeros jiennenses de órdenes militares del reino de Jaén en la Edad Moderna (siglos XVI-XVIII). Los hábitos de la Orden Militar de Santiago», financiado por el Instituto de Estudios Giennenses, y dirigido por el Dr. José Miguel Delgado Barrado, en el Área de Historia Moderna, del Departamento de Antropología, Geogra­ fía e Historia, de la Universidad de Jaén.

«Si

VM

quiere honrar no tiene con que si no ennoblece

con un habito, porque nadie quiere otro premio sin honra, ni nadie es considerado mientras no tiene un habito, y a VM no le engrandece tanto muchos millones como poder repartir gran cantidad de su honra».

Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, a Felipe

rv.

ÍNDICE

SIGLAS

Y ABREVIATURAS

...................................

17

INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

19

BALANCE HISTORIOGRÁFICO Y PERSPECTNAS DE INVESTIGACIÓN. LAS ÓRDENES MILITARES EN EL REINO DE JAÉN DURANTE LA EDAD MODERNA (SIGLOS XV-XVIII). . . . . . . . . . . . .

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Un balance historiográfico local: desequilibrios y viejas metodologías . Primeros planteamientos. Sobre límites territoriales y jurisdiccionales de las órdenes militares en el reino de Jaén . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Las encomiendas como objeto de estudio: complejidades y resultados Los castillos y fortalezas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

31 38 46

LOS EXPEDIENTES DEL HÁBITO DE SANTIAGO DE LA CIUDAD DE JAÉN (SIGLOS XVI-XVIII): PERSPECTNAS y ANÁLISIS DE ESTUDIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

49

Fuentes documentales y algunos rasgos metodológicos del trabajo Nuestra base de datos: simplicidad y manejabilidad . . . . . . . . . . . . Espacio geográfico y cronología de acontecimientos . . . . . . . . . . . . Descripción de expedientes e interrogatorios: un modelo común . . Descubriendo a los protagonistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . .

49 51 55 66 73

Los pretendientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los testigos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los informantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

73 95 115

La estructura interna de los expedientes. El protagonismo de los infor­ mantes y testigos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

143

De la concesión del hábito hasta el inicio del expediente . . . . . . . . El inicio y desarrollo del interrogatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

143 145

. . . . .

. . . . .

29

12

PODEROSOS YPRNILEGIADOS. LOS CABALLEROS DE SANTIAGO DE JAÉN

UNA LECTURA DESDE LA PERSPECTNA DE LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA: PRIMERAS APROXIMACIONES Y RESULTADOS. .

163

Las pruebas de hábito en Jaén: un universo apenas descubierto y poco aprovechado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los tiempos de realización de las pruebas: hipótesis y sugerencias . . . Los índices de alfabetización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La imagen de la «posesión» de nobleza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Una aproximación al patrimonio: los bienes materiales. . . . . . . . . . . . . ¿Un mundo sólo de hombres? La mujer en los procesos . . . . . . . . . . . Las pruebas documentales. Una vía para la falsifi Los poderosos: violencia y ascenso social en el seno de las oligarquías urbanas giennenses durante la Edad Moderna . . . . . . . . . . . . . . . . . Rumor vs. silencio. ¿Dos recursos para ejercer el control social? . . . . Algunos ejemplos de permisividad en la condición social . . . . . . . . . .

205 213 222

CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

235

APÉNDICE DOCUMENTA L . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

243

1. 2. 3.

4.

5. 6.

7.

8. 9. 10. 11.

Declaración de Cristóbal de Arnedo, retractándose de sus dichos (15� . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Memorial sobre las cualidades de Juan de Gamiz Biedma para merecer el hábito de la orden de Santiago (¿1589?) . . . . . . . . . . . Carta de don Gonzalo MessÍa Carrillo, caballero veinticuatro, a Felipe Il, defendiendo sus calidades para gozar de un hábito (1590). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Segunda petición de don Gonzalo MessÍa Carrillo, caballero vein­ ticuatro, a Felipe II, reclamando la concesión de un hábito de Santiago (1590) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ratifci ación Carrillo, caballero veinticuatro (1590) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Escrito a don Francisco de Contreras, del Consejo de Órdenes, denunciando la incapacidad del hijo del conde del Villar para tener un hábito de Santiago (¿1594?) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Memorial de don Jerónimo de Portugal y Córdoba al marqués don Martín de Córdoba, de fendiéndose de las acusaciones que lo consideraban incapaz para poseer un hábito (1595) . . . . . . . . . . . Memorial anónimo remitido a los infOlmantes de las pruebas de don Juan Cerón (1614) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Segundo memorial anónimo entregado a los infOlmantes de las pruebas de don Juan Cerón, en la ciudad de Córdoba (1614). . . . Memorial anónimo recibido por los infOlmantes de las probanzas de don Juan Cerón, en Úbeda (1614). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Informe final

163 165 179 180 186 199 202

W

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258

259 267 268 271

13

ÍNDICE

12.

Traslado de la certificación armas de la familia Suárez (1627) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Memorial anónimo remitido al Consejo de Órdenes, denunciando la falsificación Gu=án Quesada (1630). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sambenitos existentes en la iglesia de San Pablo, de Baeza (1631). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Listado de sambenitos existentes en la parroquia de la Santa Cruz, de Jaén (1631) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sambenitos localizados en la iglesia mayor de Hellín (1631). . . . Carta de Cristóbal de Billalta a don Juan García León, del Consejo de Órdenes, sobre la incapacidad del pretendiente don Antonio de Talavera, para ingresar en la orden de Santiago (1645) . . . . . . . . Carta de don Fernando de Bilches Robles a don Pedro Ordóñez de la Real, del Consejo de Órdenes, en relación a las irregularidades en las pruebas realizadas a don Antonio de Talavera, así como a la falta de calidades del pretendiente para ser nombrado caballero de Santiago (1645) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Parecer del Consejo de Órdenes, considerando que el pretendiente don Antonio de Talavera reUlÚa las cualidades para ingresar en la orden de Santiago (1645) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Memorial remitido al Consejo de Órdenes por don Fernando Suárez de la Caballería y don Diego de Molina, en relación a las irregularidades en las pruebas de don Diego de Villalta (1656) . . Informe de los informantes don Antonio de Veryono y Diego de Reina Corbalán, al Consejo de Órdenes, sobre su labor en las pruebas relativas a don Diego de Villalta y Aguilera (1656) . . . . Memorial remitido por don Diego de Villalta al Consejo de Ór­ denes, clamando por la concesión del hábito de Santiago (Sin fecha) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

307

BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

311

13.

14. 15. 16. 17.

18.

19.

20.

21.

22.

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289 291 292 293

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ÍNDICE CD

EXPEDIENTES DE CABALLEROS DE LA ORDEN DE SANTIAGO EN JAÉN (EDAD MODERNA . SIGLOS XVI-XVIII) DINASTÍA DE LOS AUSTRIAS REINADO DE CARLOS V (1516-1556) Pedro de Arquellada (1542) Luis de Berrio (1549) Juan Hurtado y Álvarez Guerrero (1539) Luis Hurtado de Mieres (1532) Hemando MessÍa y Ponce de León (1536) Me1chor MexÍa y González de la Cueva (1549) Alonso Narváez y Mírez (1533) Alonso Pérez de Arquellada (1535) Francisco de Ulloa y López de Molina (1535) Gaspar Vélez de Mendoza (1533) REINADO DE FELIPE II (1556-1598) Diego de Berrio (1559) Antonio Córdoba y Mendoza (1560) Pedro de Córdoba MessÍa (1579) Juan Gamiz y Biedma (1579) Juan Hemández de Biedma y Baltodano (1559-1585) Juan Hurtado de Mendoza (1560) Gonzalo MessÍa Carrillo y Chinchilla (1587-1590) Hemán MessÍa de la Cerda Mercadillo (1577) Hemando de Torres Portugal y Carvajal (1560) Jerónimo de Torres de Portugal y Carrillo (1594-1608) Fernando de Torres Portugal y MessÍa (1584) Rodrigo de Torres y de Torres (1592) REINADO DE FELIPE III (1598-1621) Juan Cerón de la Cerda Benavides (1615) Cristóbal Cobaleda Nicuesa (1616) Juan Coello de Contreras (1614) Cristóbal de Rojas y Sandoval de Mendoza (1617) Manuel de Torres Portugal y Carrillo (1613)

ÍNDICE

REINADO DE FELIPE IV (1621-1665) Diego de Biedma (1647) Gaspar de Biedma Hurtado (1625) Gaspar de Biedma Narváez (1621) Me1chor Contreras Arellano (1661) Fernando de Contreras Molina (1625) Fernando de Contreras Salto y de Mo1ina (1647) Rodrigo Contreras de Soria y Vera (1640) Lins de Contreras Torres (1629) Mendo de Contreras de Vera (1631-1640) Francisco de Córdoba Mendoza (1649) Lins Fajardo y de Biedma (1653) Gabriel Femández de Córdoba (1624) Antonio Fernández de Córdoba y Mendoza (1649) Alonso de Gu=án Quesada (1629-1631) Rodrigo Mesía Ponce de León (1629) Francisco de Pareja Suárez (1627) Juan Luis Ponce de León (1625) Antonio de Talavera y Moya (1646) Luis de Villalbos Nicuesa (1629) Diego de Villalta y Aguilera (1658) REINADO DE CARLOS II (1665-1700) Fernando Coello Vilches (1671) José Francisco de Córdoba Mendoza y Grimau (1672) Juan Manuel de Sotomayor y Cobo (1691) DINASTÍA DE LOS BORBONES REINADO DE FELIPE V (1700-1746) Gabriel de Cevallos y López de Villalbos (1702) REINADO DE FERNANDO VI (1746-1759) Juan de Morales y de Pineda (1752) REINADO DE CARLOS III (1759-1788) Cristóbal Cehegín Vélez (1760) BIas José García de Quesada (1767) Ignacio Rodríguez del Campal y Vargas Machuca (1775)

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SIGLAS Y ABREVIATURAS

A.H.D.J. A.H.N. B.N.M. OO.MM. exp./exps. fol.! fo1s. op. cit. p. I pp. r. v.

Archivo Histórico Diocesano. Jaén Archivo Histórico Nacional Biblioteca Nacional. Madrid Órdenes militares expediente / expedientes folio I folios obra citada página I páginas recto vuelto

INTRODUCCIÓN

Poderosos y privilegiados fueron los pretendientes que obtuvieron el hábito de Santiago en Jaén durante la Edad Moderna. Poderosos porque sus redes familiares y fortunas les permitieron recibir el placet del Rey para la inicial concesión del hábito, un fenómeno todavía no muy bien conocido para el caso giennense y, posteriormente, previo pago de una fianza para iniciar el proceso, embarcarse en las siempre inquietantes aguas de los interrogatorios, el informe final, aprobación, reprobación, pruebas adicionales y un sinfín de vericuetos administrativos para obte­ ner el beneplácito del Consejo de las Órdenes y el fiat del Monarca. Y privilegiados porque antes y después del proceso era el privilegio uno de los elementos más estimados y representativos de los pretendientes. La historiografía se ha encargado de señalar repetitivamente que el pri­ vilegio representaba uno de los motores de estas elites y de la relación entre las diversas capas sociales, es decir, un signo evidente de distínción social característico del Antiguo Régimen. Como en todo proceso creativo la génesis de este libro arranca de tiempo atrás. Nuestro interés por despertar en la Universidad de Jaén una historia local de hondo calado, con temas más allá de localismos caracterizados por la falta de imaginación y, sobre todo, de metodolo­ gías modernas, nos hizo pensar en un proyecto de investigación de larga duración, interdisciplinar, en el sentido de fij arnos no sólo en la historia social sino política, cultural, de mentalidades, etc., y que presentamos al Instituto de Estudios Giennenses bajo el título «Los caballeros de órde­ nes militares del Reino de Jaén en la Edad Moderna (siglos XVI-XVIII). Los hábitos de la Orden Militar de Santiago en Jaén». Los integrantes del

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PODEROSOS YPRNILEGIADOS. LOS CABALLEROS DE SANTIAGO DE JAÉN

mismo fuimos Francisco Juan Martínez Rojas, José Fernández García, María Amparo López Arandia y José Miguel Delgado Barrado. Durante tres años realizamos las tareas de desbrozar el monte documental, fo­ tocopiando los expedientes que ahora presentamos, consensuando una ficha modelo para la obtención de la información, dando respuesta a numerosos interrogantes metodológicos y conceptuales y componiendo lo que ahora se presenta como libro y que ofrecemos a los lectores. Es lógico, por lo tanto, que un producto así no sea de fácil presen­ tación en cuanto a objetivos, metodología y oportunidad. En las si­ guientes líneas intentaremos aproximarnos a sus objetivos, estructura, condicionantes y algunas observaciones para futuras investigaciones, que seguramente enriquecerán el panorama que aquí ofrecemos, y que sólo constituye la punta de un iceberg mucho más complejo e intrincado. El objetivo del presente libro era repasar pormenorizadamente los periplos de estos pretendientes y sus expedientes, un total de cincuenta y cinco casos sólo en la ciudad de Jaén para nuestra etapa de estudio, hasta obtener el reconocimiento y prestigio de un hábito de caballero de la orden militar de Santiago. Y hemos utilizado bien el pasado como tiempo verbal, ya que según avanzábamos en el análisis nuestros objeti­ vos se fueron ampliando, con la única intención de dar respuestas a los numerosos interrogantes que se nos planteaban a cada paso de nuestra investigación. Constatamos que los expedientes representaban mucho más que una extensa documentación administrativa y que debíamos aprovechar, con las precauciones críticas propias de cualquier documen­ to, hasta sus últimos detalles. La cronología de los acontecimientos es de larga duración. Nos hemos movido en la artificial Edad Moderna, que por las limitaciones documentales de este estudio abarca principalmente los siglos XVI a XVIII, y más concretamente desde 1 532, con el expediente de Luis Hurtado de Mieres, hasta 1775, con el de Ignacio Rodríguez del Campal. Conforman, por lo tanto, doscientos cuarenta y tres años de la historia de estos protagonistas y sus espacios personales, familiares y de relación con el resto de la sociedad, dentro del marco geográfico de la capital del reino de Jaén. Marco geográfico que muchas veces hemos sobrepa­ sado a la hora del interrogatorio de testigos y nos hemos desplazado, por ejemplo, a diversos territorios de la Corona de Aragón, incluyendo capitales tan importantes como Zaragoza, Valencia y Barcelona, e inclu­ so hemos ido más allá de nuestras fronteras, en los casos de Perpiñán y Rosellón (aunque los testigos interrogados testificasen en Barcelona por los impedimentos de las autoridades galas a realizar las pesquisas

INTRODUCCIÓN

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en su territorio). Así, por estas páginas, haremos una radiografía de la sociedad giennense del período, siempre desde la óptica de la generosa documentación de los expedientes de concesión de hábito. Nuestro trabajo se encuentra dividido en tres grandes bloques me­ todológicos y analíticos, todos ellos complementarios, pero con una estructura cerrada que permite al lector una información detallada e independiente, y con la posibilidad de leer por donde se considere opor­ tuno sin perder el hilo argumental. El primer bloque está compuesto, a su vez, por tres capítulos a modo de una larga introducción al estudio de los procesos. Es la parte más interpretativa del estudio. El estado de la cuestión historiográfica resultaba importante plan­ tearla porque representaba la justificación ideal para nuestro trabajo de investigación. En este caso para llamar la atención sobre el vacío histo­ riográfico de los estudios sobre caballeros de órdenes militares del Reino de Jaén durante la Edad Moderna. Vacío, en sentido laxo del término, ya que recogemos las principales aportaciones tanto de la temática centra­ da en encomiendas, castillos, fortalezas, como de aquellas dedicadas a genealogías, pruebas específicas de caballeros, etc. Sin embargo, no es exagerado hablar de un verdadero erial historiográfico en relación a lo que nosotros queríamos realizar con los expedientes y sus protagonistas. La oportunidad de nuestro trabajo se encontraba así justificada. Esta realidad contrasta con los fondos documentales que poseemos a nuestro alcance, una verdadera montaña de expedientes, tanto de San­ tiago como de Calatrava y Alcántara, y no sólo para la ciudad de Jaén, sino para casi todas las villas y ciudades del reino de Jaén. Todo ello está pendiente de un futuro estudio. Tal vez la distancia entre Jaén y Madrid, dónde están depositados los expedientes de órdenes militares en los fon­ dos del Archivo Histórico Nacional, haya sido un freno suficientemente importante para el investigador individual. Por ello hay que destacar la importante labor de universidades, diputaciones, ayuntamientos, cen­ tros de investigación y otros organismos, como el Instituto de Estudios Giennenses, que financian proyectos de investigación para salir airosos de estos avatares archivísticos. Por lógica, nuestro interés se centró en los expedientes de hábito de Santiago conservados en el Archivo Histórico Nacional de Madrid. Como ya hemos señalado, en total hemos trabajado cincuenta y cuatro expedientes -de los cincuenta y cinco existentes- con la siguiente asignación de casos por reinado: diez con Carlos V; doce con Felipe II -dos de ellos tramitados al unísono para dos hermanos-; cinco con Felipe III; veinte con Felipe IV; tres con Carlos II; uno con Felipe V; uno con Fernando VI y, por último, tres con Carlos III. En los fondos

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PODEROSOS YPRNILEGIADOS. LOS CABALLEROS DE SANTIAGO DE JAÉN

documentales de este Archivo no se conserva, por otra parte, ningún expediente reprobado perteneciente a naturales de la ciudad de Jaén, como en su día señalaron Lambert-Gorges y Postigo 1 Vemos como casi por obligación hemos prestado mayor espacio de análisis al reinado de Felipe IV, uno de los más jugosos por el número y complejidad de los procesos, aunque lo hemos intentado equilibrar con el estudio del resto de reyes y cronologías. Independientemente de la valoración de estos datos, que en el capítulo pertinente nos hemos encargado de escudriñar, podemos comentar que constituyen un número suficientemente representativo como para poder plantear numerosas y sugerentes hipótesis de trabajo con la pretensión de llegar a conclusiones más o menos cerradas. ¿El caso de Jaén sigue pautas de comportamiento detectadas por la historiografía generalista? ¿Se parece a otros casos estudiados, por ejemplo Toledo, en cuanto a cronología de acontecimien­ tos, valoración de la realidad, etc.? Incluso preguntas tan sencillas como ¿Quiénes eran los pretendientes? ¿Formaron parte de las oligarquías urbanas o bien de una nobleza media titulada? ¿Hubo freno u oposición a sus pretensiones o fueron procesos caracterizados por la sintonía? Evidentemente el reino de Jaén, integrado en la Corona de Castilla, participó como el resto del territorio peninsular en parecidas coyunturas en las que se vieron inmersos los procesos de concesión de hábitos. Sus alzas y bajas, estudiadas en el segundo capítulo, fueron eco, como no podria ser de otra manera, de los avatares políticos de la Monarquía Hispánica, con sus períodos de guerras, necesidades dinerarias para sufragarlas, fases de avances y retrocesos en los procesos de venta de ofic ios, de imposiciones, etc. De igual manera, el protocolo para la concesión del hábito, si se nos permite la expresión, participó de igual fórmula que en el resto de expedientes del ámbito castellano. No por ello hemos desatendido la descripción y análisis del procedi­ miento para la obtención del hábito, desde aquellos detalles más nimios próximos al fimcionamiento interno del proceso, es decir, con la conce­ sión del hábito pasando por el pago de la fianza, entrega de la genealogía familiar, elaboración del formulario de preguntas a los testigos, elección, aceptación y traslado de los informantes, hasta los procesos relacionados con el inicio de los interrogatorios, las peripecias de estos personajes, el protagonismo de los testigos, los resultados finales con la redacción del informe final y su traslado al Consejo de Órdenes para su aprobación, 1 LAMBERT-GORGES, M. y POSTIGO, E.: «Santiago et la porte feIDlée: les candidatures malheureuses al 'habit», en VVAA.: Les sacietésfennées dans le monde iberique (XVI­ XVIII e s)' Définitions el problémalique. CNRS, París, 1986, pp. 139-168.

INTRODUCCIÓN

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reprobación, pruebas adicionales y un sinfin de procedimientos admi­ nistrativos consustanciales al expediente. Pero el caso de Jaén también aportó algunas particularidades, o mejor dicho tendencias, que hemos detallado en el segundo capítulo, algunas de ellas relacionadas con el mayor o menor número de expedientes por reinados, la complejidad o sencillez de los mismos, dependiendo de una coyuntura específica, la introducción de elementos como la «patria común» en el siglo XVII, o los «abonos» en el siglo XVIII, etc. Dentro de lo conocido, Jaén presentó algunas peculiaridades y características propias que hemos resaltado en nuestro trabajo. No obstante, si hemos de destacar algún elemento que específicamente nos haya interesado desentrañar en todo este estudio ha sido -junto al clásico y lógico papel protagonista de los pretendientes y sus familiares, obviamente porque eran los más interesados en el proceso de concesión del hábito-, el lugar ocupado por los informantes y testigos en los ex­ pedientes. Los primeros fueron unos personajes minoritarios cuantitativamente en los procesos -lo normal era el nombramiento de dos informantes por cada expediente-, pero de un protagonismo esencial, es decir, cualitativamente importante en el devenir final de las pruebas. Estos individuos actuaron en numerosas ocasiones como cirujanos por la precisión de su labor y, en otras tantas, sus trabajos se convirtieron en verdaderas acciones detectivescas, no sólo en la consulta de archivos y documentos de variada categoría, sino ejerciendo estas dotes en pre­ guntas con trampa o doble intención, improvisando nuevas preguntas fuera del cuestionario inicial, anotando comentarios al margen de los testimonios, siendo implacables en la localización de testigos, incluso persiguiéndolos fuera de la ciudad para averiguar su verdadera identidad, al mejor estilo doyliano. Los segundos, los testigos, representaron una ingente masa de perso­ najes, la mayoría desconocidos para el historiador, que protagonizaron no sólo las horas de trabajo de los informantes y, por lo tanto, de cada uno de los expedientes, sino que fueron básicos para la evolución y el resultado final del proceso. Ellos, con sus respuestas facilitaron o no la concesión del hábito, a veces paralizando las diligencias, otras obsta­ culizándolas y ralentizándolas, y las más siendo testigos de la historia, de las historias que ahora presentamos, sin proponérselo. Son miles de testigos los que inundan los expedientes consultados, y no es un decir, ya que nosotros hemos computado un total de dos mil ciento treinta y seis testigos en los cincuenta y cuatro expedientes revisados, y de cada uno de ellos tenemos, como mínimo, sus datos básicos de identidad

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(nombre, apellidos, edad, naturaleza y vecindad, de algunos poseemos referencias sobre la colación donde residían, su profesión, la fecha de su declaración, etc.), pero también, en otro casos, notas marginales con las declaraciones más jugosas, tanto si fueron actos positivos o nega­ tivos de la condición del pretendiente o de algunos de sus familiares, elemento fundamental para poder acceder o no al hábito de Santiago, o más bien para ralentizar o dinamizar su tramitación. De aquellos testigos que fueron familiares del Santo Oficio hemos anotado la referencia que Martínez Bara nos brinda en su trabajo sobre las informaciones genea­ lógicas de la Inquisición. La mayoría de estos personajes eran conscientes de su destacado papel en estos procesos y que sus declaraciones, bien de primera mano o de oídas -escuchadas a padres, abuelos, vecinos, etc.-, eran traslada­ das del interrogatorio oral al papel escrito -y con firma de informantes y testigos-, lo que también facilitó el caldo de cultivo del rumor o el silencio como generador de dudas. Pero lo escrito quedaba escrito. Así surge una categoría de testigo que se caracteriza por erigirse en pro­ fesional del bulo y la difamación, y que aparece en la documentación con nombres y apellidos. Igualmente, por ello hay una amplia variedad en el comportamiento de los testigos, algunos haciéndose de rogar para testificar, estando ilocalizables por días y días; otros no firmaron sus dichos; aunque la mayoría cumplieron con su función sin mayor pena ni gloria. Frente a esta realidad, hay que presentar la otra cara de la moneda: los testigos asaeteados a preguntas por los informantes, que llegan incluso a solicitar una pausa en los interrogatorios por agotamiento, o bien porque se hacía tarde para comer o para dormir; aquellos que tuvieron que de­ clarar desde sus casas, incluso desde la cama por encontrarse enfermos; los que declararon pero no fumaron por estar ciegos o sufrir alguna en­ fermedad degenerativa; y aquellos amenazados o presionados por otros testigos, familiares del pretendiente o los propios informantes, con el objetivo de dirigir sus respuestas hacia un fin determinado. Ellos mismos sintiéndose presionados denunciaron algunos de estos hechos con memo­ riales que han llegado hasta nosotros. Un papel ciertamente desagradable, y más en las pequeñas villas donde todos se conocían bien, y donde re­ sultaba más fácil recibir presiones pero también no olvidarlas. Son, por lo tanto, estos procesos generadores de una cierta violencia en el seno de las villas y ciudades donde se recibían a los informantes. Una pieza más que nutría a una sociedad urbana caracterizada por el conflicto. Era más que evidente que tanta información, desde la más sencilla y evidente como la emanada de lecturas entre líneas, nos obligase a crear

INTRODUCCIÓN

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un espacio específico para tratarla. Así elaboramos un tercer capítulo, de­ dicado más a la interpretación de los datos que a la descripción, aunque el lector encontrará ambas cosas con la inclusión de textos describiendo escudos, capillas funerarias, etc. El principal resultado de nuestro estu­ dio, bajo nuestro punto de vista, amén de presentar los datos hasta ahora señalados, es aprovechar la información facilitada entre líneas por los expedientes. Y hemos tenido muchas líneas para leer. Nada es fortuito en el proceso de concesión de un hábito militar. y nada debe escapar a la atenta mirada del lector: la diligencia o ralenti­ zación del proceso, la creación de uno o varios equipos de informantes, cambios y sustituciones de los primeros informantes, el mayor o menor número de testigos, los apéndices documentales que se presentan en el expediente y, lógicamente, el trabajo de los informantes, la declaración de los testigos y el resultado final del mismo. Todo lo dicho, y algún otro detalle más, lo hemos esbozado en este tercer capítulo dentro de unas lineas principales de interpretación. Hemos considerado que los expedientes no sólo constituían simples documentos administrativos, sino que desentrañan historias de nuestro pasado llenas de acontecimientos, entre los que destacan el poder, el privilegio, la influencia social, pero también manifestaciones como el ascenso social y efectos colaterales como violencia, enfrentamiento generalizado, no ya sólo entre facciones enfrentadas dentro de las oligarquías urbanas o nobleza media titulada, sino entre integrantes de unas mismas familias, en el sentido extenso del concepto, entre , Sumuntán, 15 (2001), pp. 59-74; ídem, Breve historia de Bedmar. Diputación Provincial de Jaén. Área de Cultura. Jaén, 1998. 14 AHuMADA, 1.: Breve historia de Higuera de Arjona. Diputación Provincial de Jaén. Área de Cultura. Jaén, 1995, pp. 25-26. 15 MONTES NIETO, F.: La Orden de Calatrava en la villa de Porcuna (1515-1558). Ayuntamiento de Porcuna, Porcuna, 1993. >6 Ibidem, pp. 109-128.

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El estudio de Martos realizado por López Molina nos abre la posi­ bilidad de observar un amplio panorama de aspectos políticos y eco­ nómicos de una villa bajo la jurisdicción de la orden de Calatrava 17 El autor, frente al resto de trabajos, hace hincapié en una visión de conjunto de la historia marteña, en especial destacando la intromisión de la Corona en el señorío y describiendo las funciones y actuaciones de los comendadores, gobernadores y oficios municipales (regidores, alcaldes mayores, alguaciles, alférez mayor, etc.). En el apartado de la economía nos esboza el típico retrato de una villa agraria andaluza del siglo XVI 18. Es meritorio el esfuerzo realizado porque todas las actas de cabildo y documentos parroquiales desaparecieron durante la Guerra Civil, por lo que ha tenido que reconstruir esta realidad a través de otras fuentes documentales. Y, por último, encontramos los trabajos más específicos de territorios. Éstos se centran mayoritariamente en época medieval, dejando a la Edad Moderna en un vacío historiográfico casi sin precedentes. Así aparecen las aportaciones del ya citado Troyano sobre Bedmar 19; Santiago sobre Lopera 20 ; Rivas sobre Alcaudete 21; Navarro sobre Segura de la Sierra 22; entre otros, pero que sólo se aproximan en el mejor de los casos, para nuestros intereses, hasta el siglo xv. Es por ello necesario descender hacia otros posibles temas de estudio para comprobar si al menos en ellos aparecen reflejados los siglos del XVI al XVIIL

Las encomiendas como objeto de estudio: complejidades y resultados

Lógicamente dentro de los posibles temas de estudio sobre prio­ ratos, encomiendas y fortalezas, así como de todas las posibilidades 17 LÓPEZ MOLINA, M.: Historia de la villa de Martas en el siglo XVI. Universidad de Jaén. Cajasur Publicaciones, Jaén, 1996. ,g Ibidem, pp. 177-244. 19 TROYANO VIED:MA, 1. M.: «La villa de Bedmar... », op. cit., pp. 59-74. 20 SANTIAGO lIARO, J.: «Sobre los límites de las posesiones calatravas en la zona de Lopera (Jaén). Algunas sugerencias», en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 188 (2004), pp. 365-396. 21 RrvAS MORALES, A.: «La Orden de Calatrava en Alcaudete, 1225-1313», en VVAA.: Actas del 1 Congreso de Cronistas de la provincia de Jaén. Diputación Pro­ vincial de Jaén, Jaén, 1991, pp. 9-28. 22 NAVARRO, G.: «La Orden de Santiago y Segura de la Sierra. Nuevos apuntes para la historia de la villa», en el Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 52 (1967), pp. 9-14.

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investigadoras de estas materias de las órdenes militares, han sido las encomiendas las que mayor atención han recibido por parte de la his­ toriografía giennense. Una atención desequilibrada, como veremos, por los contenidos y cronologías analizadas. No existe un análisis general sobre las encomiendas de las órdenes militares en el reino de Jaén, sólo el estudio de Porras sobre las enco­ miendas giennenses de la orden de Santiago, ya mencionado 23, Y varios artículos sobre Segura de la Sierra, Bedmar y Albanchez. El caso de Calatrava se encuentra abordado sólo por el estudio de Porcuna y algún artículo y libro sobre Martos 24 ¿Qué cabe destacar de este panorama general? Evidentemente la vi­ sión general, por ejemplo de las encomiendas de Santiago en Jaén, nos facilita las pistas fundamentales para iniciar un estudio más detallado de estas realidades. Ya hemos visto como Porras nos ilustra de las posesiones territoriales de Santiago en Jaén, así como algunas pistas para saber la cronología de las donaciones y transformaciones de estas encomiendas. De menor intensidad resultan los datos facilitados para el estudio de las propiedades no urbanas e inmobiliarias de las encomiendas, y menos aún de las rentas de las mismas, los encomendadores y sus adscripciones fami­ liares. Noticias sucintas pero básicas para nuestro erial historiográfic025 En el trabajo de Ballesteros sobre Segura de la Sierra 26, el autor reflexiona sobre las funciones de la encomienda: militares, fiscales y económicas. Es interesante porque junto a la ya conocida función militar de los territorios de las órdenes militares en la defensa del territorio, y que lógicamente con el avance de los siglos desaparecería, encontramos los beneficios fiscales (rentas de carácter territorial y jurisdiccional) y económicos (agricultura, pastos, ganadería y maderas). Lástima que sólo represente un esquema metodológico y no una fuente importante de información y análisis. Dentro de este panorama general habría que incluir las aportacio­ nes al estudio de la encomienda de la Torre del Cañaveral en Porcuna, realizada por Montes Niet027 Éste divide metodológicamente el trabajo 23

PORRAS ARBOLEDAS, P. A.: La Orden de Santiago... op. cit. Para el caso de Martas, GARCÍA CABALLERO, A.: «La encomienda de La Peña de Martas en el siglo XVIII » , en Aldaba, 1 2 (2002), pp. 29-34. " Ibidem, pp. 255-261. 26 BALLESTEROS LINARES, M.: «Funciones de la encomienda de Segura de la Sie­ rra» , en TORO CEBALLOS, F., y RODRÍGUEZ MOLINA, 1. (Coords.): V Estudios de Frontera. Funciones de la red castral fronteriza. Diputación Provincial de Jaén, Jaén, 2004, pp. 57-68. 27 MONTES NIETO, F.: La Orden de Calatrava... , op. cit., pp. 109-128. 24

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en tres bloques donde analiza los aspectos militares (elemento más tradicional); el estudio de los órganos administrativos y gobierno; y el económico. Todos ellos se encuentran presididos por la escasez de fuentes documentales. También podemos descender a los trabajos más específicos sobre al­ gunas encomiendas del reino de Jaén. Éstos se encuentran agrupados en dos bloques de estudios: aquellos dedicados a algunos aspectos sociales de la encomienda, es decir, por ejemplo los estudios sobre los comen­ dadores, sus orígenes sociales, funciones, etc., y el estudio y análisis de las visitas de las encomiendas. Existe, a nuestro juicio, un peligroso predominio de los estudios genealógicos dentro de las encomiendas giennenses. Peligroso no por el hecho en sí, es decir, el estudio genealógico, sino por la metodología empleada y los resultados obtenidos. En esta ocasión seguimos con una abrumadora mayoría de trabajos sobre Santiago y muy pocos sobre Cala­ trava; pero hay más, existe un destacado grupo de trabajos santiaguistas que analizan la realidad de Bedmar y, por ejemplo, Montizón y Chic1ana, pero apenas disponemos de los que lo hacen sobre Beas y Segura de la Sierra. El desequilibrio continúa. El aprovechamiento de la prosopografía para los estudios de histo­ ria social no debe llevarnos a pensar que se resuelve con la elabora­ ción de listas de personajes, breves reseñas biográficas y transcripción de documentos sin un análisis más detallado y completo. Todo lo facilitado por estos trabaj os son informaciones útiles, pero para ser aprovechadas por un investigador avezado y que presente todos estos resultados en un conjunto global de descripción, análisis e interpre­ tación 28 Los comendadores, señores y marqueses de Bedmar hasta el siglo XX ha sido un trabajo realizado por Torres Navarrete y Troyano Viedma 29 con el principal objetivo de elaborar una lista completa de estos linajes y protagonistas, y que, por ejemplo, ha servido posteriormente a Troya28 MESA FERNÁNDEZ, N.: «La Encomienda de Bedmar y Albanchez en la Orden de Santiago», en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 14 (1957), pp. 79-102; Y TROYANO CmCHARRO, 1. M.: «Evolución histórica de la heráldica del linaje de los Cuevas en Bedmar» , en Sumuntán, 8 (1997), pp. 309-319. 29 TORRES NAVARRETE, G. de la 1., y TROYANO VIED:MA, 1. M.: «Comendadores, señores y marqueses de la villa de Bedmar (1227-1927)>>, en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 101 (1980), pp. 27-61. Ya existía una primera aproximación ge­ nealógica realizada por MESA FERNÁNDEZ, N.: «La encomienda de Bedmar y Albanchez de la Orden de Santiago», en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 14 (1957), pp. 79-102.

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no Chicharro para realizar un estudio específico sobre algunos de estos señores, como Alonso de la Cueva-Benavides ( 1 574- 1655) 30 o Isidro de la Cueva Benavides ( 1 625- 1 723) 31, con una metodología más moderna y útil a nuestros propósitos. La mejor aportación del trabajo de Torres Navarrete y Troyano es descubrir las vicisitudes de la encomienda de Bedmar y Albanchez a lo largo de los siglos XIII-XVI, aunque algunos datos comprenden hasta el siglo XVIII, precisamente en la presentación de los señores de Bed­ mar. Entre 1 529 y 1 537 se debilita el poder de las órdenes militares, un proceso ya imparable en el siglo XVL Así observamos cómo por ejemplo Bedmar de ser uno de los núcleos principales de la encomienda se vendió en 1 562 (aunque el proceso se inició en 1 556) a la familia Cueva, concretamente a Alonso de la Cueva y Benavides, linaje que dirigía desde hacía tiempo los destinos de la encomienda de Bedmar y Albanchez. Con la venta se iniciaban los primeros problemas del des­ linde y amojonamiento de Bedmar, por ejemplo frente a Garcíez, pero también los primeros pasos del marquesado con nuevas ordenanzas y directrices. No por ello la encomienda desapareció, aunque mermaron considerablemente sus ya casi simbólicas posesiones. Para el caso de Montizón y Chiclana, el trabajo de Mercado 32 sobre los comendadores constituye casi una mera transcripción de los estudios genealógicos de Salazar y Castro sobre los comendadores de la orden de Santiago, Vidania y otras fuentes y crónicas relacionadas con dicha encomienda y sus comendadores. La otra parcela de análisis la han representado las informaciones ge­ neradas por las visitas de las encomiendas. Aquí las visitas de Calatrava han sido más estudiadas que las de Santiago. En relación a las visitas de las encomiendas calatravas, los análisis se han centrado en los casos de Arjonilla, la ermita de San Miguel de 30 TROYANO CmCHARRO, 1. M.: «Don Alonso de la Cueva-Benavides y Mendoza­ Carrillo (Granada, 1574-Málaga, 1655»>, en Chronica Nova, 24 (1997), pp. 273-314; idem: «Don Alonso de la Cueva Benavides y Bedmar (1574-1614)>>, en Sumuntán, 8 (1997), pp. 309-320; idem: «Don Alonso de la Cueva-Benavides, tercer señor y primer marqués de la villa de Bedmar (1574-1655)>>, en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 168 (1998), pp. 123-160; Y sobre todo, idem: Don Alonso de la Cueva­ Benavides y Mendoza-Carrillo (1574-1655). Tesis doctoraL Universidad de Granada, Granada, 2002 (inédita). 31 TROYANO CmCHARRO, 1. M.: «La casa de la Cueva en el Bedmar del s. XVIII», en Sumuntán, 14 (2001), pp. 63-74. 32 MERCADO EGEA, 1.: «Los comendadores de Montizón y Chiclana. Orden de San­ tiago», en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 157 (1995), 91-176.

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Martos 33, Torredonjimeno y Lopera. El ejemplo de Arjonilla 34 es intere­ sante, porque al menos ha comparado las informaciones de las visitas de 1499 y 1 5 14. Eso sí, se trata de una visita particular. Parece comprobarse que la segunda es más completa que la primera, pero hay temas que se repiten y que nos pueden hablar de una despreocupación o imposibilidad de reparar los daños y observaciones de la primera. En la visita de 149935 los temas principales fueron la situación del castillo y las defensas de Aljonilla; preocupación por los daños que pu­ dieran ocasionar las lluvias en determinadas calles de la villa; velar por el control del patrimonio de la Orden, para que no sea robado, apropiado o vendido; y, por último, el estado de las cuentas de los propios, de los arrendamientos, etc. En la visita de 1 5 1 4 36 el principal interés radica en el control de las instalaciones industriales, entendidas éstas como molinos de aceite; la actualización de las cuentas de propios y alcabalas; el estado del castillo­ fortaleza; estado de las fuentes, pozos y demás elementos relacionados con el ramo de las aguas; atención a los daños causados por las lluvias; interés por las instalaciones de carácter comercial como carnicerías y hornos de pan; la creación de un hospital; y, por último, la adscripción jurisdiccional eclesiástica de Aljonilla al obispado de Jaén y sus polémicas. Desde luego algunos elementos conocidos (castillo-fortaleza, cuentas, etc.), pero apari­ ción de nuevos temas acordes con nuevos tiempos: el agua como símbolo de privilegio; interés del control patrimonial de las propiedades; atención a ingenios y molinos; y los asuntos de jurisdicción, que abrirán las puertas a una fuente inagotable de litigios y, por lo tanto, de documentación. Un ejemplo de visita en el siglo XVII se localiza en la villa de Lope­ ra, concretamente en 1625 37• Se trata de una visita particular y creemos que incompleta porque todos los datos facilitados se refieren exclusi­ vamente al urbanismo de la villa. El primer y único punto de control 33 RECIO VEGANZONES, A.: «Visita de inspección que la Orden de Calatrava hizo en 1595 a la ennita de San Miguel de Martas, y a su cofradía», en Aldaba, 1 5 (2003), pp. 17-22. 34 RUEDA lÁNDULA, 1.: «Las visitas de la Orden de Calatrava al lugar de Arjonilla (1499-15 14» >, en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 182 (2002), pp. 187211. » Ibidem, pp. 191-198. ;6 Ibidem, pp. 198-2 1 1 . 3 7 PANTOJA VALLEJO, 1. 1.: «Visita general de las cosas públicas del concejo de la villa de Lopera por la Orden de Calatrava en 1625», en VV.AA.: IX Jornadas sobre Historia de Lopera, Lopera, 26 al 29 de diciembre de 1997. Cámara de Comercio e Industria de Jaén, Jaén, 1998, pp. 83-93.

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serían los edificios municipales, las casas del ayuntamiento: el propio ayuntamiento, la carnicería, el puente del arroyo del Estanco, la fuente del Pilar. Los desperfectos detectados y los mandados de los visitadores no tienen gran trascendencia. Y, por último, tenemos un ejemplo de visita del siglo XVIII en Torre­ donjimeno, que desgraciadamente completa el panorama historiográfico de estas visitas para los territorios de la orden de Calatrava en Jaén. Parece ser que fue una visita general del partido de Martos en 1 7 1 9, aunque los datos analizados por el autor se centran en el caso concreto de Torredonjimeno 38• El objetivo de la visita era principalmente revisar el « ... concejo, sus propios y pósito, casas capitulares, arbitrios y demás puestos y oficinas públicas ... » 39. Así el primer paso fue inspeccionar las cuentas de propios, compuestas por tierras, tabernas, carnicería, etc. El resultado fue descubrir una situación de abandono y mala administración, que en algunas situaciones llegaban casi hasta a ser delictivas, como la apropiación indebida de algunas partidas. Lógicamente las entradas se generaban por el arrendamiento de las tierras. Menor importancia tuvo la visita de los edificios públicos y la parroquia de San Pedro. Para el caso de Santiago sólo contamos con la descripción analizada por Mercado para Montizón y Chic1ana en 174040. Resulta de interés este trabajo por varios motivos: señala varias visitas a lo largo del tiem­ po, como la de 1478, otra a finales del siglo XV, y diversas descripcio­ nes en 1609, 1649, 1 7 1 1 , 1 7 1 9 Y 1740, esta última es la que finalmente analiza en primer lugar. El autor llama la atención sobre la importancia no sólo de las visitas sino de las tomas de posesiones para localizar descripciones detalladas de la situación de las encomiendas. y, por úl­ timo, nos transcribe casi íntegra la visita de 174041 El autor, partiendo de la descripción de la visita de 1740, complementa los huecos o vaCÍos temáticos con las anteriores visitas. Finaliza el trabajo con la transcrip­ ción de un proceso fechado en torno a 173 5 contra el administrador de la encomienda, Vicente Rore, que para él representa un ejemplo de las luchas emancipadoras y de poder en el siglo XVIII 42 38 llLLEZ ANGUITA, F. 1.: «Una visita de la Orden de Calatrava a Torredonjimeno en 1719», en Actas del 1 Congreso Jaén. Siglos XVIII-XIX Escuela Universitaria del Profesorado de E.G.B. Universidad de Granada, Jaén, 1989, volumen 11, pp. 590-598. ;9 Ibidem, p. 592. 40 MERCADO EGEA, 1.: «La encomienda de Montizón y Chiclana. Orden de Santia­ gm}, en Boletín Instituto de Estudios Giennenses, 156 (1995), pp. 115-194. " Ibidem, pp. 124-165. 42 Ibidem, pp. 182-194. Otros ejemplos de litigios y conflictividad social entre co­ mendadores y villas, autoridades eclesiásticas y órdenes militares son algunos trabajos

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No es nuestro ánimo analizar pormenorizadamente tal cantidad de folios transcriptos, pero sí llamar la atención sobre las posibilidades que esta documentación puede ofrecer al historiador. ¿Cuáles son los intereses de la descripción de 1 7 40? ¿Qué aspectos faltan y que al autor del trabajo le llaman la atención? En la descripción de 1740, realizada para el comendador infante car­ denal don Luis, se pasa revista a los siguientes aspectos, amén de los do­ cumentos jurídicos relacionados con la llegada de un nuevo comendador (poderes, pedimentos, etc.): estado de las fábricas e iglesia parroquial; descripción de los hornos de pan cocer; descripción y señalamiento, es decir, amojonamiento y deslinde de la dehesa de Montizón; descripción de Montizón con especial interés por el sitio del Toril de Montizón y su casa cortijo; otras propiedades; deslinde de la Serna; descripción de la villa de Chiclana, con el castillo, casa tercia, hornos y graneros; otras pertenencias de la villa de Chiclana, diezmos; pertenencias en Castellar de Santisteban; pertenencia en Villamanrique; y las cargas anuales (lan­ zas, medias lanzas, subsidio y escusado por valor de 4.0 1 0 reales y 30 maravedíes de vellón). Mercado observa que en 1 740 falta la descripción de las ermitas; fortalezas; castillos; y principales rentas. Una posible explicación de este hecho es que la utilización de dos fuen­ tes documentales parecidas para analizar una misma realidad no significa, en ningún caso, que sus objetivos fueran iguales. Nos explicamos. En la descripción realizada para la toma de posesión de un nuevo comendador lógicamente prevalecen los criterios de delimitación del territorio, con un especial cuidado de recopilar cualquier «... instrumento y títulos tocantes a dicha Encomienda y derechos de cualquier calidad que sean y los reciba por inventario...» 43, Y no tanto las rentas como el límite de las posesiones y la descripción de las tierras, fundamental para garantizar su posesión y evitar futuros pleitos, fenómeno teruido por la Corona, pero también para un futuro arrendamiento, uno de los principales ingresos de las encomiendas. Por otro lado, no hay que olvidar la realidad del siglo XVIII frente a los anteriores siglos. La defensa interior de la Península deja de repre­ sentar lógicamente un interés prioritario para la Monarquía, los castillos y fortalezas dejan de tener un interés exclusivamente defensivo, cuando e infonnaciones facilitadas por Alfredo Cazabán, como por ejemplo «Nuestros concejos en el siglo Xv. El comendador Mendoza y la capitulación de Torres», en Don Lope de Sosa. Crónica mensual de la provincia de Jaén, 6 (191 3), pp. 162-164; ídem, «El obispo de Jaén y la Orden de Calatrava», en Don Lope de Sosa. Crónica mensual de la provincia de Jaén, 76 (1919), p. 108. 43 MERCADO EGEA, 1.: "La encomienda..., op. cit., p. 1 3 1 .

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todavía existen. Por ejemplo el caso del castillo de Chic1ana, donde « ... sólo se encontraron unos pedazos de muralla como de media vara de alto, sin haber más fragmentos de edificio y por ellos no se puede venir en conocimiento de su formación ni hay memoria de cómo fue ... » 44 . En las visitas el primer paso son las averiguaciones de las rentas y el control administrativo de la encomienda. Así, los detalles económicos son más completos que en las tomas de posesión. En este último sentido los trabajos relacionados con los aspectos econó­ micos de las encomiendas son casi inexistentes. Hay que realizar dos ob­ servaciones. La primera que no debemos confundir las propiedades de los linajes que controlaron buena parte de las encomiendas, como los Cuevas en Bedmar, con las propiedades de las encomiendas propiamente dichas, sobre todo en los siglos XVII Y XVIIL Segundo, que una de las fuentes más aprovechadas y utilizadas en el siglo XVIII, las averiguaciones del catastro del marqués de la Ensenada, para realizar la historia de Jaén, sólo cuenta con un estudio dedicado a Beas de Segura realizado por De la Fuente45 ¡Qué lástima de tanta información todavía no bien aprovechada! Y, por último, el gran vaCÍo historiográfico de la historia de las órde­ nes militares en el reino de Jaén durante la Edad Moderna: los caballeros de hábito de las distintas órdenes militares. No queremos decir que no existan trabajos sobre, por ejemplo, los caballeros de órdenes militares de Torreperogil46, o el estudio del proceso para la obtención del hábito de Alonso de la Cueva-Benavides en tiempos de Felipe III 47, ni que en estudios genealógicos de las principales familias señoriales del reino de Jaén no se hagan referencia a señores que obtuvieron un hábito de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa. Nos referimos que falta por realizar el resto del trabajo, es decir, un estudio y análisis completo de todos los expedientes de caballeros de órdenes militares del reino de Jaén, no sólo para conocer el cómputo provisional de caballeros, cuántos pertenecieron a tal o cual orden, por siglos o localización geográfica, sino analizar la riquísima información p. 1 6 1 . DE LA FUENTE ROMERO, A . M.: «Economía agraria y fiscalidad d e una encomienda de la Orden de Santiago. Beas de Segura entre 1748 y 1752» , pp. 87-93. Existe algún dato interesante para el siglo XVIII en el trabajo de GÓMEZ CARRERAS, M.: «Las propie­ dades de la casa de la Cueva en Bedmar», en Sumuntán, 22 (2005), pp. 55-76. 46 MUÑ'OZ-COBO MUÑ'OZ-COBO, D.: «Caballeros de Órdenes Militares de Torrepero­ gil», en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 2 (1954), pp. 69-82. 47 'TROYANO CmCHARRO, 1. M.: «Proceso seguido para el nombramiento de Don Alonso de la Cueva-Benavides, señor de Bedmar, como caballero de la Orden Militar de Alcántara por orden del rey Felipe I1I» , en Sumuntán, 9 (1998), pp. 271-286. ..., Ibidem, 45

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contenida en los expedientes que nos hablan de una multitud de posibi­ lidades de estudio: quiénes fueron los informantes, quiénes los testigos, duración de los procesos, gastos de las diligencias, evolución y resultado con el consiguiente conocimiento de los problemas y dificultades de los mismos, luchas entre linajes, entre familias, presiones a los testigos, etc. Un mundo todavía pendiente de analizar y que generará numerosas hipótesis de trabaj048

Los castillos y fortalezas

Y, por último, los castillos y fortalezas 49 Ya hemos anunciado algu­ nos primeros resultados aportados por la historiografía. Los castillos se hallan estrechamente vinculados a la organización de la frontera entre los siglos XIII-XV, pero el casi vaCÍo historiográfico es patente para los siglos XVI, XVII Y XVIII. En todo caso, los autores aprovechan las re­ laciones topográficas de tiempos de Felipe II para describir el lamentable estado de los castillos y fortalezas, cuando no llegan a los siglos XVIII y XIX con las descripciones de Ponz y Madoz. El estudio del caso de Porcuna ha demostrado cómo vinculada a la fortaleza había una serie de derechos y rentas de carácter judicial (pe­ nas y calumnias de los fuegos, penas de sangre, penas de los tableros y casas de juegos, diezmo de pollos, etc.), ciertas preeminencias (no esperar turno para moler la aceituna, el trigo, comprar la carne, etc.) y propiedades, mayoritariamente tierras 50 . Pero también podemos con­ siderar una fuente de estudio la sucesión de alcaides de los castillos y fortalezas, aprovechándonos de la prosopografia, para responder a las preguntas de quiénes fueron, si hubo familias que ocuparon el cargo a lo largo de las centurias, etc. 48 Sirva como referencia fuera de nuestro ámbito regional pero metodológicamente muy interesante el trabajo y reflexiones de ARANDA PÉREZ, F. 1.: «Caballeros de hábito y oligarquías urbanas», en LÓPEZ-SALAZAR PÉREZ, 1. (Coord.): Las 6rdenes Militares en la Península Ibérica, tomo 11. Edad Moderna. Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, 2000, pp. 2049-2088. 49 Sólo como visión general podemos consultar ESLAVA GALÁN, 1.: Los castillos de Jaén. Universidad de Jaén-Papiro ediciones Osuna, Granada, 1999. Más acorde a nuestra visión es el trabajo de CASTILLO ARMENTEROS, J. C.: «Las fortificaciones de las Sierras Orientales del Alto Guadalquivir según las relaciones histórico-geográficas de Felipe II (1575-1578» >, en SALVATIERRA CUENCA, V. Y GALERA ANDREU, P (Editores): De la Edad Media al siglo XVI. Jornadas históricas del Alto Guadalquivir. Universidad de Jaén, Jaén, 2000, pp. 197-235. 50 MONTES NIETO, F.: La Orden de Calatrava... , op. cit. , pp. 129-142.

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En otros casos se propone como posibilidad de estudio el análisis de las transformaciones del castillo en palacio renacentista, como por ej emplo Sabiote y Canena, y se utiliza así el concepto «símbolos de pres­ tigio», que generará un nuevo modelo del castillo-palacio, es decir, un espacio mixto entre los sectores defensivos y domésticos 5 1 . Lógicamente el abandono de los castillos y fortalezas de Jaén a partir del siglo XVI es evidente, pero también hubo determinadas transformaciones, ya sea porque unas veces fueron utilizados como viviendas rurales, otras como residencias señoriales e incluso como graneros, cementerios, tinglados industriales, etc.

Castillo de Canena Fotografía de Juan Carlos Castillo

No compartimos la hipótesis de que sólo con los trabaj os arqueoló­ gicos se puedan observar estas transformaciones, porque no existen des­ cripciones de su estructura interna y de cómo sus nuevos usos llegaron a

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CASTIllO ARMEN1EROS, J. C. y CASTILLO ARMENTEROS, J. L.: «Aportaciones arqueo­

lógicas al estudio de las fortificaciones señoriales del Alto Guadalquivir (Jaén) entre los siglos XV y XVI», en Mil Anos de Fortificar;í5es na Península Ibérica e no Magreb

(500-1500), Actas do Simposio Internacional sobre Castelos. Edis;6es Colibrí/Cámara Municipal de Palmela, Lisboa, 200 1 , pp. 7 1 9-732. Siguiendo la estela de COOPER, E . : Los

castillos señoriales en la corona de Castilla. Junta de Castilla y León, 1 99 1 .

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PODEROSOS YPRNILEGIADOS. LOS CABALLEROS DE SANTIAGO DE JAÉN

transformar las fortificaciones; aunque tampoco pensamos que sólo con el material escrito se reconstruya este espacio de poder y prestigio. En la mayoría de los casos olvidamos consultar otras fuentes docu­ mentales que facilitan una cronología más continuada, más descriptiva y rica de matices. Por ejemplo, las fuentes señoriales depositadas en los fondos del Archivo Histórico Nacional, sección Nobleza de Toledo; la información depositada en el Archivo General de Simancas sobre el estado de las fortalezas del reino en 1 592 y la tenencias de fortalezas entre 1488 y 1 60 1 . No quiero señalar con esto que se descubra una rea­ lidad hasta ahora desconocida, pero sí habrá más información y mayor diversidad de fuentes para su estudio y análisis.

LOS EXPEDIENTES DEL HÁBITO DE SANTI AGO DE L A CIUDAD DE JAÉN (SIGLOS XVI-XVIII): PERSPECTIVAS y ANÁLISIS DE ESTUDIO

Fueutes documeutales y alguuos rasgos metodológicos del trabajo

Una de las misiones que tiene el historiador es prestar atención a todos los aspectos relacionados con la documentación, base primordial de nuestro estudio. La buena localización, ubicación y accesibilidad del material analizado ha facilitado desde primer momento nuestra investigación, aunque con algunas dificultades que luego presentare­ mos. El fondo documental principal de este trabajo se localiza en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, en la sección de órdenes mili­ tares, especialmente en los expedientes de hábitos y, concretamente para este estudio, la orden militar de Santiago. De este material existe un catálogo de sala e información parcial en distintos catálogos y traba­ jos realizados por diversos investigadores 1, a los que nosotros también hemos añadido el manejo de la base de datos informatizada disponible 1 ÁLVAREZ-COCA GONZÁLFZ, M.a 1.: «La concesión de hábitos de caballeros de las Órdenes Militares: procedimiento y reflejo documental (siglos XVI-XIX)>>, en Cuadernos de Historia Moderna, 14 (1993), pp. 277-297; CADENAS y VICENT, V. de: Caballeros de la Orden de Santiago: siglo XVIII. Hidalguía, Madrid, 1977-1996, 9 vols.; LóPEZ-SAIAZAR PÉREZ, 1.: «La Sección de Órdenes Militares y la investigación en Historia Moderna», en Cuadernos de Historia Moderna, 15 (1994), pp. 325-373; Y MONTERROSO LóPEZ, M.; PATO CALLEJA, M.a de las M.: