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Spanish; Castilian Pages [73] Year 2008
ERIE DE ENSAYOS
¿ JORGE BRUCE NOS HABIÁMOS
CHOLEADO TANTO Pc ecismo
pol TO
2) SAN MARTIN DE PORRES FONDO EDITORIAL
Para María Laura, en versión original y sin el pluscuamperfecto.
Nos Habíamos Choleado Tanto Psicoanálisis y racismo Jorge Bruce Primera edición
0 2007 Jorge Bruce 0 2007 Universidad de San Martín de Porres Escuela Profesional de Psicología Avenida Tomás Marsano 242 Surquillo - Lira “Teléfono:(511) 513-6300 ISBN: 978-9972-54-172-8:
Depósito Legal N* 2007-12975: Reservados todos los derechos. Queda prohibida, si la autorización escrita de los tirlares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en la ley, l reproducción total o parcial de esta obra por cralquicr medio o procedimiento, incluidos reprograa y el tratamiento informático. Diseño/pcoducción de carátula: Felipe Herrera G. / Gustavo Bockos H. Diseño y Diagramación: Orlando Gonzales S. Fotografías interiores: Cortesía Archivo Perú 21 Oficina de Diseño y Multimedia dela Facultad de Ciencias dela Comunicación,Turismo y Psicología de la Universidad de San Marti de Porres. Impresión: Grafica Santa Fe SAL. Av: Santa Anita 650, Urb. Vila Marina - Chorrillos
Telís.: 254 0061 - 254 0083
E-mail: gerencia(Qgraficasantafecom
Es un grave error, cuando se habla de prejuicio racial y de prejuicio social, creer que estos solo se ejercen de arriba hacia
abajo; paralelo al desprecio que manifesta el blanco al cholo,
alindio y al negro, existe el rencor del cholo al blanco y al
indio y al negro, y de cada uno de estos tres últimos a todos
los otros, sentimientos pulsiones o pasiones, que se emboscan
entrena
detrás de las rivalidades políticas, ideológicas, profesionales,
culturales y personales, según un procesoal quenisiquiera se
puedellamarhipócrita, ya que rara vez eslúcido y desembozado. La mayoría delas veces es inconsciente, nace de un yo recóndito y ciego a la razón, se mama conla leche materna y empieza a formalizarse desde los primeros vagidos y balbuceos del peruano.
Mario Vargas Llosa Cuando los estudios culturales ignoran lo Realde la experiencia
dlínica, la víctima definitiva no son los propios estudios culturales,
sino la clínica que permanece atrapada en un determinismo pre-
OSCERANARAMA
teórico. Y, viceversa, cuando la clínica fracasa (en dar cuenta de sus presupuestos históricos), la víctima definitiva es la propia teoría cultural que, separada de la experiencia clínica, termina por ser un ejercicio ideológico vacío.
Odiar es una manera de autoconservarse, hasta la destrucción del otro, mientras que amar es una manera de hacer existir al otro.
Paul-Laurent Assoun Pero no se podrá erradicar el Mal: ahí está y siempre lo estará. A penas se puede limitar el daño, mediante el humanitario
ejemplo. Las barreras deben ser renovadasy retrabajadas permanentemente. El tabú no es suficiente. JonathanLittell
AGRADECIMIENTOS
Sin el apoyo del Decano Johan Leuridan, este libro, senci.
flamente, nunca hubiese existido. Va: pues para él y sui fatigable energía de promotorde la producción de libros de
calidad -espero estar a la altura de ese empeño- mi mayor agradecimiento. Igualmente, claro está, a la Universidad San Martín de Porres, cuya labor editorial se ha convertido en una suerte de oasis en el desértico panorama libresco de nuestro país. Debo a Ismael Pinto la suerte de haberme puesto en contacto con el decanoy la institución mencio-
nados. Siempre se lo agradeceré. Manuel Femácdez, di-
rector del Instituto de Investigación de Psicología, ha sido un acompañante atento y vigilante —en el buen sentido dela palabra- a lo largo de la gestación de este texto. Su presencia:también ha resultado determinante para llegar a
buen:puerto, Sin esta, es seguro. que habría:naufiagadiien:
el camino. Asimismo,el profesor Ramón León tuvo a bien hacer una lectura rigurosa de la primera versión, a la que
debo una serie de correccionesindispensables, que aprecio eh su justo valor. Enel tramofinal,el de la preparación del
libro comoobjeto, me topé con los artistas de la sección Multimedia de la Universidad, Guillermo Macchiavello,
Orlando Gonzales y Felipe Herrera. Con ellos el trabajo
se hizo más ligero y creativo. A todos, mi reconocimiento
y aprecio.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
11
CAPÍTULO:1 Una AlteridadPerturbada
23
CAPÍTULO 2 Racismo y Psicoanálisis
47
CAPÍTULO 3 La Racialización de la Cuestión Estética
65
CAPÍTULO 4 El Afecto Racial EPÍLOGO
107
ANEXO
119
Glosario de Términos psicoanalíticos Caja de Herramientas
BIBLIOGRAFÍA
83
123 130 135
INTRODUCCIÓN
LO MÁS RANCIO DEL PERÚ
El Perú está lejos de haber descolonizado su imaginario. Gonzalo Portocarrero
Durante las últimas elecciones presidenciales se hizo más evidente que nuncala fractura social de los peruanos. Pero
esa frontera traumática, que rebasa el ámbito de lo geográfico, estaba acompañada como una sombra por unas fronteras raciales, viejas e infectadas. Las tensiones propias de un proceso electoral en donde esas suturas amenazaron con estallar, hicieron brotar en los medios de comunica-
ción masivos excesos verbales que suelen estar confinados
al ámbito de las agresiones callejeras cotidianas. Así, supi-
mos que un Presidente del Congreso se había opuesto a la
realización de un referéndum en torno al Tratado de Libre
Comercio con los EEUU,alegando que “llamas y alpacas” no podían votar. Un conocido animadorde televisión explicó determinada opción electoral de los habitantes de las comarcas altoandinas, por la falta de oxígenú: propia
de esas regiones montañosas. El entonces presidente del
Consejo de Ministros también aludió al aire enrarecido de la sierra para referirse tanto a la oposición al TLC como a los resultados en las encuestas, demostrando que has-
ta en las metáforasel racismo delas elites es consensual! 1£a sanción a la que se hizo merecedor el presidente del congreso que equiparó con auquénidos a los habitantes de los Andes, con el Gobiemo electo, fue la de nombrarlo embajador del Perú, nada menos que ante la OEA. El animador no disminuyó en lo más mínimo el elevado rating de su programa, Incluidos los sectores presumiblemente concernidos con su despectivo comentario, es decir los C, D y E. En cuento al presidente del Consejo de Ministros, continuó su exitosa carrera como Político y lobbysta, Iimpertérrito.Los tres ejemplos demuestren fehacientemente la carencia de antidotos sociales poderosos contra la peste racista,
INTRODUCCIÓN Ninguna de esas expresiones discriminatorias era nueva ni
original. Más bien retomaban antiguas convicciones ideológicas —tal como se verá en el siguiente capítulo-, incluso con menor pudor quesus predecesores”, A pesar de que esas y otras muchas manifestacionesde dis-
criminación racial que se dan a diario en nuestro territo-
rio, cubren una gama muy amplia que responde a diversos
registros imaginarios, me ha parecido que el peruanismo “cholear”? es el que mejorlos integra a todos en el habla de los peruanos. Es una metáfora que funciona como la
cifra que condensa todas nuestras discriminaciones racia-
les. De hecho,el sustantivo “cholo”, que da lugar al verbo cholear, puede encontrarse ya en la prosa del Inca Garcilaso*, lo que le confiere una suerte de alcurnia histórica,
aunque paradójicamente infamante”. De ahí que lo haya incluido en el título de este trabajo dedicadoa la explora2 En su ensayo pionero acerca del racismo peruano, "República sin Ciudadanos”, el historiador Alberto Flores Galindo (1988) cita a Lorente, quien toma la precaución de atribuir a otros su cita denigrante: “Alguno ha dicho:los indios son llamas quehablan”. Tomado de Pensamientos del Perú Republicano del siglo XIX. 3 Esta es una idea tomada de un ensayo de Walter Twanema, al cual se hece referencia más detallada en el capítulo 2. 4A los hijos de español y española nacidos allá [en América] dicen criollo a criola, pordecirque-son nacidos en India. .Es nombre que inventaron los negros-yasí lo muestra la: obra. Quiere. decir negro nacido en Indias”. Inventáronlo para diferenciara los que van de: acá, nacidos en Guinea, de los que nacen allá. Porque se tienen pormás honrados y de más calidad porhabernacido en la patria, que no sus hijos porque nacieron en la ajena. Y los padres se ofenden si les llaman criolos... Los españoles, por la semejanza, han introducido este nombre en su lenguaje para nombrar a los nacidos alló, de manera que al español y al guineo nacidos allá les llaman erlollos y criollas... Al hijo de negro e india -o de criollo y de negra- dicen mulato y mulata. A los hijos de estos llaman cholo. Es vocablo de las islas de Barlovento, Quiere decir 'perro', na de los castizos sino de los muy bellacos gozcones. Y los españoles usan de él porinfamia y vituperio.” (1991:. 627) 5 Acaso no ses casual que el resentimiento, más específicamente en la variante del rencor, afecto que suele asociarse como contraparte de la discriminación, porparte de los discriminados, provenga de la raíz rancio, vocablo que condensa los sentidos de malogrado y linajudo. El psicoanalista argentino Luis Kancyper (1992) lo expresa así: "La palabra "resentimiento se expresa como el amargo y enralzado recuerdo de una injuria particular, Tee la cual desea uno satisfacerse. Su sinónimo es 'rencor. Rencorproviene dellatín, rancor (queja, querella, demanda). De la misma ralz latina deriva rancidus (rencoroso), y de ella, las palabras 'rancio"y 'rengo": (1991: 17). Es ocurrrente el genio de la lengua: el "rancio abolengo”de los aristócratas y los huachafos tendría la misma raiz que el “rencor”de los excluidos. 12
INTRODUCCIÓN ción psicoanalítica, tanto en nuestro vínculo social, como
en las dimensiones más íntimas de nuestro fuero interno, Cholear es algo que los peruanos sabemos y no podemos, aparentemente, dejar de hacer. Es tan nuestro como el ce-
biche, la cancha, el fútbol o la cultura chicha en cualquie-
ra de sus proteicas manifestaciones. Es parte integrante de nuestra esencia. Pero el hecho de que esté integrado a nuestra convivencia, no significa que esté exento de costos personales y sociales, por no hablar de daños,tan elevados como urgentes de erradicar. No obstante, he parafraseado
el título de la inolvidable película de Ettore Scola, Nos habíamos amado tanto, en alusión a los componentes afectivos del vínculo social peruanoque se encuentran subsumidos
en el neologismo cholear. No todo lo que integra ese vínculo corresponde a lo que André Green designa como el
trabajo de lo negativo: en ese huaype, en ese quipu, en esa trenza, en lo más recóndito del odio y el menosprecio ra-
cistas, yacen unos afectos cuya complejidad nos compele a
no conformarnos con el signo que Aparece en una primera lectura. El pretérito pluscuamperfecto —que recuerda a la célebre pregunta de Mario Vargas Llosa en Conversación en la Catedral- no está puesto ahí por vana retórica gra-
matical. Nada es estático en el mundode los afectos o las
pulsiones y eso es algo que espero haber tenido en cuenta a lo largo de este libro.
No debería: sorprendernos. —pero: sí nos ha sorprendidoque una de las consecuencias más impactantes del Informe Final de la Comisión de Verdad -y Reconciliación (2004),
haya sido la presencia determinante de la desigualdad
racial y émica en el período de veinte años de violencia
política analizado por la CVR. Es indispensable tener en
cuenta que esta reflexión atañe nosolo a los que participaron directamente en el conflicto, sino a todos aquellos
cuya indiferencia permitió que esto pudiera suceder duran-
te tanto tiempo, como si no nos concerniera. En un ensayo psicoanalítico acerca del Informe de la Comisión corresPondiente en Sudáfrica (The Sowh Africa Truth and Recon-
ciliation Comision), la intelectual inglesa Jacqueline Rose 13
INTRODUCCIÓN
comenta precisamente la apatía de muchos ciudadanos ordinarios en estos términos: “Pero la idea de apatía como
meramente pasiva debería hacernos sospechar. Tal como lo indica Freud en un célebre comentario, se requiere una gran cantidad de actividad para alcanzar un fin pasivo.” (2003: 218. Traducción propia). Podría, entonces, pensar quese trataba de unapasividad agresiva. El dato que prueba esto de manera más contundente, en esta era en donde
los números son sinónimo de concreción, es el de las cifras de muertos: se pensaba que eran alrededor de 20, 000 y descubrimos que fueron unos 70, 000,es decir tres o cuatro veces más. Solo que se trataba de los que Giorgio Agamben (2005) denomina homo sacer.
Los homo sacer eran los insignificantes del imperio romano, de cuya vida se podía disponer y a los que ni siquiera era
preciso enterrar. Aquí, en vez de esclavos se trataba en su
mayoría de campesinos quechuahablantes de las regiones
más pobres del Perú, muchos de ellos indocumentados,
como lo siguen estando hoy, en esta era de grandilocuentes cifras macroeconómicas. Edward Said (2003), en un texto
escrito poco antes de morir, evocaba el concepto de aluci-
nación negativa* de Freud, es decir el borrado activo de
una percepción, para describir la manera en que ciertos
grupos humanos —en este caso el gobierno de Ariel Sharon
respecto de! los palestinos, pero: si reemplazamos palestinosporindios o cholos será la misma violencia y la misma demencia- hacen como si otros no existieran, lo cual se engarza con el deseo de que no existan, con la presencia desimbricada* de la pulsión de muerte*. De un narcisismo de muerte, agregaría yo. Este es un deseo que se manifies-
ta explícitamente -aunque por ló general acompañado de
INTRODUCCIÓN
que esa voluntad de exterminio sea predominante, pero sí que existe condiversas graduaciones de intensidad en individuos ycolectividades. Una de las modalidade s más
plásticas que la sociedad ofrece para alojar esa pulsión de muerte es el racismo.
Si bien el trabajo de la CVR abarca dos décadas de la lla. mada “violencia política”, el hecho es que la sociedad ruana está recorrida por unas marcas de violencia socipedesde su fundación hasta el día de hoy. Tal como lo veremos en el primer capítulo de este trabajo, el racismoes una de las expresiones más sintomáticas de esas marcas, de esa violencia. Por eso mismo, es una de las que más se ha resistido a evolucionar, pese los sucesivos cambios que ha atravesado dicha sociedad a lo largo de los últimos cinco siglos. Invitado a participar como ponente en un conversatorio organizado por la Mesa de Trabajo para la No Discrimina . ción, de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, titulado “Discriminación, Racismo y Exclusión Social” (2004), inicié mi intervención haciéndome la siguiente
pregunta: ¿Qué puede decirnosel psicoanálisis acerc a de las causas de la discriminación, el racismo y la exclu sión
social en el Perú, tal como se desprenden: del informe dela
CVR? Me parece: una obligación ineludible para: un inte. lectual intentar responder a tan graves interrogantes, desde
su perspectiva particular. En mi caso se trata de la psicoanalítica, lo que no implica psicologizar una probl emática que obviamente rebasa el campo dela psicología o el psi-
coanálisis. Esta propuesta se inscribe en una perspectiva
una negación que no hace sino reafirmarlo- en textos de
interdisciplinaria, claro está, pero también en una suerte de humildad teórica. Comodice Montaigne, si no podemos
los cuales serán citados en el capítulo dedicado al racismo
varias, a ver si resulta queesta se encuentra entre ellas
intelectuales y políticos peruanos de antaño, algunos de y la sociedad peruana. Pero el hecho de que hoy nadie lo
diga en voz alta, no impidió que los hechos lo corrobo- , raran reciente y contundentemente. Lo cual no significa 14
estar seguros de la causa maestra, entonces amontonemos
El racismo y la discriminación son, ante todo, productos
ideológicos que funcionan en una lógica de dominación. 15
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN: == en un incesante proceso adaptativo a las diversas matrices de relaciones sociales que se han sucedido, desde la colonia hasta la actualidad poscolonial. Además,será preciso tener en cuenta -y este ha sido uno delos ejes de mireflexión-
Noobstante, en la actualidad hay toda una polémica en
curso alrededor del concepto marxista de ideología. Así,
Michele Barret (2005) nos llama la atención sobre el hecho que:
desde qué perspectiva hablamos delracismo:la que suele primar es la de los discriminadores, pero la otra, la de los discriminados no es menos relevante y, en esta sociedad,
“los modelos teóricos que intentan reconciliar conflictos
entre las demandas de clase y género, al menos tal y como emergen en las ciencias sociales, han resultado insuficientes para tratar con las cuestiones 'más nuevas” (para algunos) de etnicidad y racismo” (Barret 2005: 285).
es largamente mayoritaria. Esto último involucra tanto el situarse en la posición del discriminado, con todo lo que eso conlleva, y por otro lado,sin cancelar dicha posición, al mismo tiempo discriminar a otros, a los que se percibe aún más abajo —por así decirlo--en el mapeo*racista, concepto al que recurriremos con algún detalle más adelante.
En otras palabras, el clásico concepto de la ideología al
servicio esencialmente de la lucha de clases, está siendo cuestionado a la luz de los acontecimientos mundiales. Señaladamente, observan Laclau y Mouffe (1985: 159),
Sin embargo, sea cual fuere su estirpe linaje -el término
nuevos antagonismos sociales, en dondese agrupan luchas
noes casual- la impronta del racismo en el mundointerno y los vínculos humanoses primordial en una sociedad con
antiinstitucional, feminista, antirracista, ética, regional o
e identidad por esa ideología y por los afectos* concomi.
a partir de 1945. Para estos autores, la posguerra aporta
las características de la nuestra, tan marcada en su historia
tan variadas comolas “urbana, ecologista, antiautoritaria,
la de las minorías sexuales”. El racismo sería uno de esos
repliegues de la ideología que se sustraen al reduccionismo de los intereses de clase social.
El argentino Carlos Weisse (1988), desde unalectura lacaniana, define a la ideología racista como un punto de capitón* (también llamados puntos nodales, en referencia al point: de: capiton: de Lacan): un punto de abrochamien-
toque detiene el deslizamiento de los significantes y fija un significado determinado; en este caso el que lo fija es el significante de segregación. Por ello, afirma,la ideología racista dependerá de su conexión con otros elementos ideológicos: puede ser elitista, populista, nacionalista, colonialista o terrorista. En ese sentido, sugiere, acaso sería más exacto hablar de racismos. Como lo veremos, tal ha sido el caso en la Historia del Perú,recorrida porel racismo 6 Para una revisión bastante completa del estado de la cuestión resulta provechoso el volumen titulado Ideología: Un mapa dela cuestión, compllado por Slavoj Zitek, FCE de Argentina, 2005. 16
É
tantes. El psicoanálisis, en consecuencia, tiene que decir lo suyo,aportar su mirada y su palabra en respuesta a un desafío tan complejo que resulta de suyo, por definición, como queda dicho, interdisciplinario. Este reclamo ha sido efectuado explícitamente por los principales científicos sociales que han abordado en los últimos años la problemática delracismo, para quienes la dimensión subjetiva no
puede estar ausente de esta indagación, y hasta ahora lo ha
estado en gran medida. Por ello, el segundo capítulo abor-
dará la relación entre el psicoanálisis y el racismo.
Es preciso abordar el racismo en su cotidianeidad, en su banalidad, en sus expresiones más familiares, con toda la carga polisémica de esta denominación. Los peruanosesta-
mos tan habituados a las codificaciones y decodificaciones racistas que estas suelen pasarnos desapercibidas, en parti-
cular cuando nolas acompaña una violencia ostensible. Ya desde el período de la colonia, por lo demás, estas fronteras nosolo separan ricos de pobres. Flores Galindo ( 1988) ha observado que también funcionan entre las llamadas 17
INTRODUCCIÓN ———
N PTE OC
clases bajas", enfrentando, afirma, a indios y negros,.por ejemplo: os “De esta manera podemos decir que los distingos étic fueron interiorizados por los propios sectores populares.
un disEn esto radicó precisamente su eficacia, Antes que
curso ideológico,el racismo fue un componente de la vida cotidiana colonial” (1988: 240-241). cultuForman parte de nuestro hábitar, de nuestropaisaje erno . mundoint ral y social, de las coordenadas de nuestro
que Una de esas expresiones recurrentes y tan “normaley s”fulmi pasan inadvertidas es la evaluación, instantánea
el Perú, sobre la base nante, que hacemos unos de otros en
ados a la prode unoscriteriosestéticos íntimamente asoci de qué mativoy blemática racista. Quién es feo o atrac quese le valor el nera es feo o atractivo, así como cuáles
azo asigna en una escala personal e intransferible a ese rech ao atracción -con más fuerza aun a la hora de elegir parej
el racismo. De son criterios infiltrados y determinados por esto trata el tercer capítulo.
Ahora bien,al reflexionar en tornoa estos componentes cu como dramáticos de nuestra Historia tanto reciente
ar lar, me ocurrió que, en paralelo a mis esfuerzos por aport reseral gener lo por to na mirada psicoanalítica.a un ámbi vado entre nosotrosal trabajo de historiadores, sociólogos y antropólogos, todos aquellos que en sus investigaciones
fue 5 privilegian lo colectivo sobre lo individual, se
ca,
campo en mi mente otro espacio, otra encrucijada teóri
ligada a lo anterior, pero más específicamente enraizada en
el ámbito del psicoanálisis. Esto eslo que estoy llamando dela epto presencia del afecto racial", recurriendo a un concregio nes
Daniel Sibony, en el proceso analítico. En ciertas de su palabra, dice, el sujeto es afectado por una suerte de
inscripción única que excluye el d spliegue, la distancia, 18
la doble inscripción”, Esto es lo que abordará el cuarto capítulo. Unúltimo hito que quisiera mencionar para dar cuenta de la génesis de esta reflexión, es el siguiente. Hace tiempo incitado por mi maestro y amigo,el psicoanalista peruane Max Hernández- que me vengo preguntando acerca delc que los peruanos podemos aportar de propio, de específico,
en el campotanto del psicoanálisis como de la psicotera-
pia en general. Tal como lo han demostradolos científi os
sociales, con mayorénfasis desde la década de los sesentas en el siglo pasado, nuestro aporte estará necesariamente enlazado con la naturaleza de nuestra sociedad, con lo
que la caracteriza y diferencia; también, por supuesto, con
aquello que tiene en común con otras, pero poniendo el
acentoen aquello que nos singulariza y define como grupc humano.
Evidentemente, padecemos graves carencias en términos
de oportunidades académicas, en comparación con sociedades más desarrolladas que la nuestra, para lo cual ni si-
quiera hace falta compararse con las del Primer Mundo En cambio, pocas sociedades, incluyendo las de la región,
alcanzan los niveles de complejidad (en el sentido que Edgar Morin* da a este concepto) y diversidad de la nuestra
Paradójicamente, en la: magnitud de nuestras dificultades
de “integración y funcionamiento, radica: tanto un: desafíc
tiránico como un campode investigación de unainigualable riqueza. Este trabajo se inscribe, pues, en un proyecte de acercamiento a la especificidad de la cultura peruana con su esplendor y miserias, parafraseando a Balzac (aunque me temo que vamos a partir de las miserias, con la esperanza de encontrar sino esplendor, por lo menos algún fulgor, o siquiera esa caja de fósforos que, decía un poeta, se pasa de unageneración a otra en lo más oscurodeltúnel) La doble Inscripción alude a la coexistencia de una representación mental en dos registros: el conciente y el inconsciente. 8 "Necesitamos un método de conocimiento que traduzca la complejidad de lo real, reconozca la existencia de los seres, se spraximeal misterio de las cosas”. Para mayores referencias sobre el método del pensamiento complejo, visitarla página web, en francés, wwwmexapc.org. 19
INTRODUCCIÓN
endo a Quisiera aclarar de entrada que no meestoy refiri una por das asumi aquellas experiencias psicoterapéuticas en —y mas serie de colegas, quienes trabajaron con las vícti política algunos casos con los victimarios- dela violencia ión con quese desató durante esos años aciagos, en conex trabajos en exist ya punto el trabajo de la CVR. Sobre ese vivenos ángul os divers y publicaciones que encaran. desde por el dos cias y procesos clínicos, con frecuencia marca
me dolory el horror. Se les puede hallar en el propio infor
colegas dela CVR, por lo demás, en donde un conjunto de nsabirespo de do senti y d aportaron con gran generosida diagdel os camp los lidad social su experiencia clínica en trató se do nóstico y la psicoterapia, aun cuando a menu elo, sobre todo de la escucha y eventualmente del consu conseenfrentándose a una tragedia inimaginable, con e tuve porqu nsta Meco as. tador cuencias psíquicas devas ción redac la de ón la oportunidad de participar en la revisi pero le terrib es de esa parte del informe final, cuya lectura Aquí ineludible. Pero esas fueron circunstancias extremas. más nos confrontamos con aquellas más banales, y por ello,
asolapadamente malas.
RR
INTRODUCCIÓN
expresarse en un lenguaje que solo dominan —enprincipiolos iniciados. Lamentaría sobremanera ese sesgo sectario y excluyente, en un trabajo cuyo objeto es precisamente la exclusión en una de sus formas más generadoras de sufrimiento. Porotra parte, espero poderllevar el conocimiento psicoanalítico al alcance de una mayoría de lectores, sin sacrificar la riqueza que yace en esa audaz exploración con-
ceptual, que ha sido uno de los rasgos distintivos del psi-
coanálisis desde que Freud lo inventara, hace más de cien años. Fue su fundador quien nos enseñó, incluso con su
sitencio y hasta con sus fracasos, que jamás debía cejarse en
el reto de intentar desbrozar los caminos que conducen a los lugares más inaccesibles a nuestra comprensión. Sobre
todo cuandola verdad, como suele ocurrir, se aloja en una
zona rodeada por afectos instalados ahí para disuadirnos
o confundirnos. En el lugar donde, al caer las máscaras y desbaratar los estereotipos y prejuicios a los que nos aferramos, exhibiendo nuestros actos discriminatorios en su crudeza pulsional presimbólica, el sueño rosado -para decirlo con las palabras de Julio Ramón Ribeyro en su relato Alienación- se despliega en pesadilla infernal.
En el último capítulo de este trabajo propongo, a modo en de conclusión necesariamente provisional-, un texto de ca la el que intento reflexionar acerca de la problemáti identidad y la otredad, a través del prisma de la experiencia psicoanalítica. Para ello he utilizado como punto de partilo da la experiencia de mi propio gremio, específicamente
que he denominado elsíntoma del silencio de los psicoanalistas peruanos, respecto del racismo en nuestro país. Este
cuya síntoma se encadena en una serie mucho más vasta o: destin su amasa y origen su desembocadura coincide con que lo ave, másgr es la falta de democracia y, lo que acaso
Jacques Ranciere (2005) llama el odio de la democracia.
este libro Terminaréeste prólogo formulandoun deseo; que ca de nocaiga enla tradicional deformación psicoanalíti 20
21
CAPÍTULO1
UNA ALTERIDAD PERTURBADA
EA ERRONEA 1nl MA LOL
su hal INTERMAC.
yin
Las montañas en el repentino horizonte, negras y vividas y ceñudas como ún palsaje de un orden distinto, cuya verdadera geología no era la piedra sino el miedo.
Cormac Mc Carthy
la |]
UNA ALTERIDAD PERTURBADA
a escena transcurre duranteel verano del 2007, al atardecer, en un club exclusivo de un balneario tradicionalmente frecuentado porla clase
alta del Perú. Un grupode jóvenes de ambos sexos toma tragos sentados
a una mesa. El mozo que los atiende, un hombre de cierta edad que acaso ha atendido a los padres de esos muchachos y muchachas cuando tenían
la misma edad que estos, lleva por nombre de pila Domingo. Conforme avanza el consumo de licor y el estado de embriaguez consiguiente, una de las bromas que: surge en la mesa, consiste en solicitar al mozo a gritos para pedirle más trago; solo que en vez de llamarlo por su nombre, le dicen Viernes,y estallan en carcajadas (“¡Qué buena, brother!”). Una muchacha fue ella quienmerelatóelepisodio-no
encuentra divertida la chanza, pero no sabe cómo detenerla: Siente una angustia
y un fastidio crecientes. Trata de esgrimir un gesto de desagrado enel rostro, decir
algo que haga reaccionar a sus amigos, pero ellos la ignoran y cubren su protesta con sus risotadas. Todo indica que el mozo tampoco puede o no le interesa poner un límite a esa situación,a la que quizás ya está “acostumbrado”. Algo me dice que los bromistas no están aludiendo al personaje primitivo cuya huella en-
cuentra Robinson Crusoe en la isla donde ha naufragado. Y sin embargo -quizás
sin saberlo- lo están haciendo. Sin proponérselo, por la vía de una humillación
abusiva y probablemente inconsciente, están subrayando dos cosas esenciales: la
radical alteridad y su grado de perturbación histórica, cie marcada
por la desigualdad, en la sociedad peruana.
25
UNA ALTERIDAD PERTURBADA
O NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANT z
A
so
2005,
promovido una aceleración en el dinamismo económico, cultural y social. En opinión de Basadre, dicha migración es el acontecimiento social más relevante
E al publicada el d año 2005,:
uesta a nivel1 nacion (ONG Demus encargóó una enc
el Perú. El 80% de los ps ect> Z como a la discriminación social en resp muy negativa de nuestra sociedad
sonas fuertemente limitadas en aon son per tizos a a e nos, afrodescendientes y los mes de derechos. Y que los afroperua ponsable e res el i ulmont, DavidS derechos. limitados en elejercicio de dichos investigación, comenta:
desigualdad hace histórica entre las causas de la «Pareceexistir una continuidad 14). dos siglos y las de hoy en día” (2005:
exige- algunas Dicha continuidad histórica admite «incluso
precisiones.
y vocas. Tall como lo ú: ha dado lugara lecturas equi Í: colonial minada herencia conocido . rero (1995), durante el período y Ue Gonzalo Portocar Eo e la E abandona la doctrina racista = la República Aristocrática se res an cual te a la república de indios, la de la república de españoles fren obstante, dicha ideología cont e. acompatible con un proyecto nacional.e No ento il e invisibl (el concepto de fundam E o como un fundamento Cda vigente hasta hoy Es e Edo Portocarrero, 1995) que sigue da cs ncia here i a: las bases de ladenomjiinada icano cuestion ji smo republhe ese-raci A a que incorpora, por o se trata de una ideología propia, iales, le añade importaciones de Í si i conn l a las nuevasE ideoología funciona , a todo,es 7ide t pero en Europa,g vigentes e e y domin: la convivencia entre dominantes o sobre las que se articulaba Ñ ocarre-a Port con ¡ o científico” que, de acuerd ] Perú. Su base sería el “racismo ico árqu (1895. sustenta el moderno Estado olig E E diese implícita que . ierno del general Velasco Alvarado - 1968), el cúal concluye con el Gob puede apreiedad ha cambiado mucho, como Desdeentonces, sin embargo, la soc rantes de mig los de en donde la presencia ciarse en elpaisaje de las ciudades, - ha e ent -aré ejemplos clínicos sobr esto pro ias alejadas más adelante pres
2005. La riminación Social. Lima, 1Demus, ¿nal sobre Exclusión y Disc edad, en los de años 18 de más de ana peru n ació s deeTepresenitiva dela pobl personas, 1600per muestra fue de edo a ámbitos urbano y rural.
26
en el siglo XX en el Perú. Esto eslo quela propia investigación reconoce y por
ello retoma la idea de una ideología individualista del progreso. Lo que configura
una paradoja que podría engendrar unasituación de frustración y violencia. De
hecho, Hugo Neira (2006) considera a la anomia como la otra gran consecuenAAI O TRE
O nifestó una percepción negativa racismo. Enlo queresivida:ad, machismoy a lict j ar conf lictivid ít s, en particul de varijos os ítem e Cí i la encuesta ta demden uestra Y acinón raciracal, minació criimin iscr secta a la dis es sigu al tur cul dad queel origen émico o la identi a de peruanos perciben a orí ma] may acales. Así, unaa tancias soci inantes en la generación de dis de i a el o
la aldo así como su vertiente negarión> de ess proceso que ha módilicado tán
significativamentela fisonomía de nuestras urbes (y por ende la del campo). Este punto, por lo demás, ha dado lugar a un debate reciente en tomoal racismo, que
mencionaré más adelante en este capítulo. Lo cierto es que -acaso debido en parte a esa condición de substrato- el racismo ha atravesadolas etapas de la Historia del Perú colonial y republicano, adaptándose con asombrosaplasticidad a
las mentalidades hegemónicas en cada uno de esos períodos, hasta llegar a nues-
tro tiempo.Es, como lo decíamosal inicio, una sutura" infectada que recorrelos contornos de nuestra historia, mimetizándose conesta, ora invisibilizándose, ora
haciéndonoscreer que su presencia es tan natural comosi fuera geológica!!,
No obstante, tal como lo muestra la encuesta arriba citada, los cambios en el
paisaje demográfico y principalmente urbano, no corren parejos con las modifica-
ciones en el paisaje mental o emocional. De hecho, parece haber unaresistencia social generalizada a interiorizar esa evolución en el ámbito de las representa-
ciones mentales*. Es importante subrayar que dicha resistencia se observa no
solamente en quienes parecerían a primera vista los beneficiarios, es decir, los integrantes de las elites socioeconómicas tradicionales, para quienesla pertenen-
cia étnica se configura como un referente esencial, el cual debe ser preservado a como délugar; pues constituye una condición sine qua non y másallá del texto de la ley. El caso es que esta renuencia a internalizar* las nuevas representaciones
que cortesponderían a los cambios en la composición de la sociedad, se observa en mayor o menor medida en todos los grupos sociales y émicos. Como si la identificación con el paradigma dominante, en términos de lo que Delal denominala racialización*, continuara operando como un ingrediente indispensable en el funcionamiento del mundo interno de los peruanos, salvando las barreras de clase, género y etnia. Cabe anotar que, si bien este ingrediente puede rastrearse 10 Empleo el término “sutura”, de origen lacaníano, pero trasiadado al ámbito político por Jacques Derrida,
en el sentido de intentar cerrarlas huellas de lo pasado que permanecen como depósitos sedimentarios. Esta falta original, según Laciau y MoulTe, es precisamente lo que la práctica hegemónica trata de llenar.
11 Er su extraordinaria novela Meridiano de Sangre, en otro contexto pero con unaintuición universal de la violencia que subyace a lasrelaciones entre los humanos,el escritor norteamericano Cormac McCarthy
lo expresa con estas imágenes: "las montañas en el repentinohorizonte, negras y vividas y ceñudas como un paisaje de un orden distinto, cuya verdadera geología no era la piedra sino el miedo.” (2006: 65)
27
y
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO
En ese sentido, Nelson Manriqueasigna i i al reso i una ulibicación nuclear en e el
sostenimiento pS un orden estamental en el Perú. En dicho orden, el racismo funciona como un mecanismo fundamental de control: “En un orden estamental se supone que una persona nace en una condición y debe morir en la misma condición, Á diferencia de lo que os en un orden
moderno,un orden democrático,está excluida la movilidad social” (2006:177).
Para el historiador Manrique,el racismo permite que las po ias el orden estamental como uno natural.Él agrega los adjetivos “deseable” y “respetable”, lo cual me parece discutible, pero coincido plenamente con su argumento de la naturalización. En lo que respecta a los otros dos aspectos, = parece que
ahí ingresamos enotro terreno,el de la identificación con el agresor", que no im-
plica deseabilidad, no necesariamente. Pero este punto se discutirá más adelante,
A mi entender, dichoorden es percibido como natural a nivel consciente, pero mi hipótesis es que tanto en los discriminados como en los discriminadores miña
un malestar en la cultura*,para recurrir, perafraseándolo, a $ idea de Freud, que
se expresa de diversa manera: en unos como resentimiento*, en los otros como remordimiento*, grosso modo. il de estos afectos suele figurar en los discursos i en torno a la discriminadi po ia E CS a 1 0 el Agua, donde se:refiere:a::
“la enfermedad nacional por antonomasia, aquella que infesta todos los estratos y
familias del país y en todos deja un relente que envenena la vida de los peruanos: el resentimientoy los complejos sociales”. (1993: 11) Mencioné esta cita eh un artículo (Bruce, 1998), en donde comentaba que la expresión “resentido social”, muy común en el habla coloquial de los peruanos, particularmente en los sectores medios y altos, se me antojaba una cada de la injusticia, uno de los tantos garfios de fijación de un ordensocialinicuo”. Y me lo sigue pareciendo. % 28
S
UNA ALTERIDAD PERTURBADA A
A RO
en cualquier ja cultura del mundo,es'el coc eficiente. de incidencia x que posee en € el funcionamiento de la sociedad,lo que le proporciona su particular relevancia en el caso peruano.
————————————
Noobstante, sea cual fuere la interpre tación quese le dé, el hecho es que es uno de los sentimientos que vibran con mayo rintensidad en el lazo socialde los pe-
ruanos, loual es coherene con una Historia sign
ada por la injusticia
yla desigualdad En la medida queel resentimiento prov iene de la envidia, y esta es una manifestación de la pulsión de muerte, se engranae n la trampa de la compulsión de la repetición . En dicho esquemase congelanlos afectos, se instala la inercia psíquica, observa Kancyper en la obra citada, y el tiem po se estanca. En un artículo propio
citado, comentaba:
“El Yo y los objetos de sus afectos quedan apresados enla lógica 'vengativa de una agresividad que arde con la tenacidad de uma candela en el fondo de la basura (...) Para salir de
ese círculo infernal se requiere, paradójicame nte, una fuerte dosis de agresividad, pero al servicio de Eros, no de Tánatos. Este esfuerzo es el que perm
ite romper la lógica de la fijación obsesiva en el mismo objeto de odio (y amor); es decir, de resentimiento. Ese tránsito tiene un costo de dolor y de lucha.”
El racismo noes, en modo alguno, la caus a única de lo que
hemos denominado resentimientosocial. En última instancia, el racismo es una de las variantes de la exclusión,
pero acaso es la más dolorosa y agravian te. Es la que produce las peores injurias narcisísticas, en la medida que opera no como el producto de unas determinadas relacion
es con la generación de la riqueza, sino
que, al lado de estas, “constituye unajustificación ideológica —de las que puede luego independizar se Para continuar su trabajo lacerante y deni gratorio “por su cuenta”- para la perpetuación de ese status quo en dondela distribu
ción de los bienes
coincide con unas categorías estamentales que, a su vez, corr en parejas con una élasificación. racial,
Emica o cultural que la “legitima” y “naruraliza""Z. Es
plícito de la superioridad en términos econ
como si al'argumento im.
ómicos —“soy mejor que tú para ganar
dinero”- se añadiera otro que, tras cuernos palos, subraya
una jerarquía étnica y genética: “soy mejor que tú para ganar dinero porque pertenezco a una raza superior”. En elya citado texto de memorias de Vargas Llosa (1993), el escritor lo explica con una claridad tanto más desg arradora, en la medida Que su punto de partida sonlos sentimientos de su propio padre: “Enla variopinta sociedad Peruana, y acas o en
Y astronómicas desigualdades, blanco y chol
todas las que tienen muchas razas
o son términos que quieren decir más
12 Esto es lo que Antonio ltecriza con el término amplo de hegemonte..Lo Michele Barret (2003), ala£rmsc ón cohesiva (cementino) de la ideología y los modocual remite, observa Consentimiento sin violenciafunci s en que se obtiene el o coerción, S 29
UNA ALTERIDAD PERTURBADA
77 ÍAMOS CHOLEADO TANTO. o NOSHAB
E funda de los, conflictos y frustracionesde la vida peruan pro
miento, en dondeel resentido,el agraviado,es quien fija su tiempo, inmovilizándolo enel período traumático, repitiéndolo incesantemente, sin poder acceder al tiempo de la elaboración del duelo, única manera de trascender el tiempo del
dolor y la furia narcisistas a las que alude Kancyper. Pero para queello sea posible mida
j mente, y estos ica úan a la persona socii al y económ da A ible cosas que raza o etnia: ellos sit ació 5 e flex ifici ú ntes dela E determina los es vec has muc son es tor fac de los lestinos p: cunstanciasy a los vaivenes cambiante, supeditadaa las cir i. es míoñ ), porque siiempre énfassis holo de alguien (el énfa ie o : ante, O p re O import o menos pob : do que Otros, o se . es másA itua ql se está mejjor o peor situa cos asiáti os o africanos o 2d ales o mestizos O indi Side buena parte S los al de rasgos más o menos occident enclatura que dec otros, y toda esta selvática nom de prejuicii strucción e ont elfervescente con una a s i cia gra ne tie man se les dua indiviñ que que e £S, : nidiaa,, rencor, admiración, emulació , envidi 0 entimiús entos -desdééln, desprecioj 0 0 la , alores las ideologías, valores yrdesv » At Hitos veces, por debajo de 93: a. (19
te estará RS
erva Kancyper: más, en el resentimiento, obs
4
A
sienten víctimas de la discriminación, acaso su contraparte, el sentimiento do-
a
eeE de una temporalidad congelada,c
e ade ca ni, añadiría yo, elaborado o c pasado que no ha sido saldado A se ent(| 1991: 5), citadoo por SCallirgo dó,> con una observaciióón de Nug e : ia fundamental y ió a algo de importanc indio, “ “ocurrió is , respecto al indio, wien grupos sia a Acientemente estudiado: determinaasdos ' s justa, en tocante luce * Esta observación es a tod di ón racista de la que
en contraste con la denigraci mpo do glorioso del incanato, a del tie ulsiónn a dicha exp i ad. Pero es tamilbién útil cotejara j to enla actualid es obje mencionada enla des histórico social, con aquella 30
la existencia de grandes cantidades de peruanos, en particular entre quienes se 'minante a explorar entre los discriminadores -de las clases dominantes en particular- sea el remordimiento y su correlato, el sentimiento de culpa inconsciente* y la necesidad de castigo*. Mientras queal resentimiento, observa Kancyper,
E
nte, Una St ís cas parti¡culares; manifiestame cteristi a “la temporaliñ dad presenta cara halla o ir i i La perspectij va del prospectiva. e gular relación con su dimensión l e se . erra de un pasado “injusto”, del que ceninvadida por la reivindicación n ón de una inoSa s ici pos la ás i r antesíí mismi moy ante los dem para legaliza ido ha a por un objeto y/o una situación Ss 2 aia “maltratado un E . cesa no la memoria de un dolor que e! riado su sentimiento de sí, con: tem ien fic s que no ha desahogadosu icular de humillaciones inasimilable poral (...) El a e vigentes, congelan el fluir tem ea Dolor y furia, siempr rrado a un pasal o en la temporalidad, sino ama lad anc ece man per no o ad ” (1992: 34-35). cuyas cuentas aún no ha saldado.
Es interesante cotejar esta noción
conservación delos privilegios anexados a la posición de superioridad y dominio. Aquí también entran tallar afectos que es preciso tomar en cuenta para entender cabalmente el proceso discriminatorio racista en todos sus extremos. Sibien es cierto que el resentimiento es un afecto que parece, en efecto, corroer
amente vinculada a
gualdad estaría más direct Pp uesto que la desi
fijaciones en el tiempo, las que no obedecen tan solo a la lógica ideológica de la
Llosa puede des-
Vargas snada acertada lucid lez con que contraparte cala en laN no A a, uan iedad per s núcleos purulentoas de la soc estoa crib Yire
necesariamen de este proceso rencoroso, que
no es suficiente con que el agraviado se lo proponga y lo consiga, mal que bien. Hace falta -es indispensable, en realidad- la intervención dela parte agraviante, injuriante, discriminadora. Ahora bien, esta parte enfrenta sus propias trabas y
|
correspondela identificación con el agresor, el remordimiento corre parejo con la identificación reivindicatoria*, Entre ambos configuran un vínculo que el psicoanalista Bion podría llamarora fusional*, ora parasitario*, pero no comensal*,
Es decir que se perpetúa una dialéctica hegeliana de amos y esclavos, que en la
Historia peruana ha dado lugar a los más variados intentos de ruptura(y sutura), los cuales no han hecho sino perpetuar la tensión, la inestabilidad y el malestar en la cultura peruanas.
La conjunción de ambos sentimientos, el resentimiento y el remordimiento,im-
pide quese acceda a unasituación de elaboración del duelo* -característica de
la culpa depresiva*., a partir de la cual se pueden generar actividades sublimato-
rias* y reparatorias*. Por el contrario, mientras mayores sean la persecución la culpa, más complicada resultará la elaboración del duelo. Este entrampamiento encasilla a los diversos grupos que conforman la sociedad peruanaen un círculo
vicioso marcado porla frustración, el agravio y la violencia. El racismo, en tanto ideología aglutinante —en el sentido gramsciano antes mencionado-de esta situa»
ción quese resiste al cambio desde diversas entradas, funciona como unsíntoma
privilegiado que, por eso mismo, es preciso procurar atravesar, como nos insta Lacan,a fin de abrir el campodela historización. 31
Entretanto, el discurso que condensa esta situación inmovilizada, como fijada
en un tiempo deshistorizado,es el del mestizaje. Vale la pena detenernos un mo-
mento en esa suerte de condensación y desplazamiento de nuestra incapacidad para salir del síntoma ideológico de la racialización. El mestizaje funciona como una gigantesca coartada (aunquesu eficiencia esté disminuyendo, en la medida que la conciencia de la discriminación aumenta,tal como se aprecia en la citada encuesta nacional). En primer lugar, alude a la sexualidad, Mestizaje significa el resultado de un acercamiento entre personas de grupos étnica o racialmente considerados diferentes. En segundo lugar, suponela constitución de un melting pot, un entrecruzamiento étnico quedaríaal traste con la existencia del racismo. Al respecto, es usual que los peruanos se definan como mestizos. En cambio, es inusual que se autodefinan como cholos. Mestizo es una categoría aceptada o
incluso valorada, mientras que cholo, desde los tiempos del Inca Garcilaso, ha
conservado su carga de estigma y denigración.
En el encuentro aludido en la Introducción —Discriminación, Racismo y Exclu-
sión Social-, Guillermo Nugent” sostuvo la tesis de la inexistencia del racismo “de la cintura para abajo”, en el Perú,tal como lo comprobaríala existencia, precisamente, del mestizaje. Me parece quese están confundiendo dos dimensiones de la experiencia humana que pueden coincidir, eventualmente, pero pueden también transcurrir con una escisión menos invisible que escotomizada- de por medio. Es decir; el hecho de que se produzca un contacto sexual, no implica necesariamente un encuentro con el otro —de esto la violación es el ejemplo más
brutalmente elocuente. ni, por ende, es incompatible con la existencia del racis-
mo. Porel contrario, es habitual que en situaciones de poderla sexualidad sea uti-
lizada como un arma de dominación, que puedeestarfuertemente impregnada de racismo.El Informe de la CVR abunda en casos de sexualidad racista, en donde la única manifestación “de la cintura para abajo”es la de una violencia tanática, ahí el erotismo es una vaga referencia, más bien una coartada para ejercer una violencia racial y machista. Del mismo modo queel discurso del mestizaje puede funcionar como una coartada para encubrir relaciones sociales y sexuales, bajo el signo del racismo y la dominación. Otro caso habitual y análogo al anteriorsería el del abuso sexual practicado con las empleadas domésticas. Manrique observa, asimismo, queel discurso racista peruano se asienta en bases 13 Lamentablemente, su intervención fue oral exclusivamente y, porlo tanto, no hubo texto para ser publicado en el opúsculo antes citado, en el que figuran las intervenciones de Degregori, Ardito y del «suscrito. s 32
dl
ARANArtaER
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO
3
UNA ALTERIDAD PERTURBADA biológicas, en términos de superioridad e inferioridad, en donde los indígenas. particularmentelas mujeres, se encuentran en el lugar más bajo de la escala me ginaria (dato que se confirmaen la encuesta citada al inicio de este capítulo y que podrá ser “cartografiado” con mayor precisión con ayuda del concepto de “mapeo
racista”, que se presentará en el siguiente capítulo). Lo relevante, para los fines de este estudio, es quela interiorización de dicho discurso como “verda dero”, tanto por parte de los discriminadores pero sobre todo por parte de los discriminados,
hacede este un eficaz mecanismo de controlsocial. Este discur so adopta de manera asolapada un carácter esencialista, que podría constituir una supervivencia aggiormata del “racismo científico” importado de Europa, merce d a las “ideas” de autores como Gobineau o Le Bon, en el que se inspira la menci onada República
Aristocrática, según Portocárrero.
Dicha modalidad discriminatoria parte de una supuesta base genética para explicarla desigualdad entre las “razas”, Al respecto, son célebr es las explicaciones de Clemente Palma en su tesis de bachiller ( 1897), publicada cuand o tenía 25 años (citado por Portocarrero, 1995), el hijo del tradicionalista Ricardo Palma, cuyo *racismo radical”, según lo denomina Portocarrero, no deja de reflejar algunas de las posturas más recalcitrantes de hoyen día. En su prosase puede encontrarel explícito deseo de ejecutaresa pulsión de muerte que, no obstan te, el proyecto de
sociedad republicana hace inadmisible:
*(...) raza embrutecida por la decrepicud, es por su innata condición infeio, y
porlos vicios de embriaguez y lujuria, un factor inútil (+..) Los elemen tos inútiles deben. desaparecer y desaparecen. A medida quela civilización vaya internán-
dose en la:Sierra: y las montañas, el elemento indígena puro irá desapareciendo, como sucede en Estados Unidos con los pieles rojas (...) Habría un medio po ayudar a la acción evolutiva de las razas: el medio empleado en Estados Unidos; pero ese medio es cruel, justificable en nombre del progre so, pero censurable en nombre dela filantropía y del respeto a la tradición, algo arraigados en el espíritu peruano: ese medio es la exterminación a cañonazos de esa raza inútil de ese
desechoderaza.”
Pero ese discurso, que ya en su tiempo fue combatido por González Prada, representa las actitudes más extremas y, en cierto sentido, las más ingenuas y desprovistas de cinismo, como veremos.Es interesante, sin embargo, subrayar algo
sobre lo que Portocarrero llama nuestra atención, a saber la
apariencia de Palma:
era mestizo con fuerte ascendencia negra. La iconografía histórica, tal como ha 33
ado” o al
ar, ha “blanque ocurrido con el libertador Simón Bolív
es un síntoma. ideológico elocuente. tradicionalista y a otros personajes, lo cual si a sostener en su tesis sobre! las da que Contrario sensu, Clemente Palma llega cia ¡cien él y con el nivel de organización Manco Cápac pudo fundar un imperio ablemente por sus venas corría e del incanato,ello se debería a que prob un factor
to puede haber constituido aria. Dicha apariencia de zambo 0 mula tesis del joven Palma,así como en SS decisivo en el encono quese aprecia en la r un mecanismo que exploraremos E delusiones, lo cual nos permite adelanta tica: el denodado esfuerzo por e sar capítulo dedicado a la clínica psicoanalí esos rasgos que le proscribían el acceso de su autorrepresentación todatraza de
a las clases privilegiadas.
Ese desprecio y ese odio que llegan a
la fantasía del exterminio, Es las
ras, del arraigado conflicto con su propia
Ss
imagen. Es como si toda suel Ca
=.
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO ahí quese aloja la inhibición que nos interesa levantar, a in de podernos poner en contacto con esos fragmentos escindidos, negados, lo que el analista inglés Christopher Bollas llama lo sabido no pensado,the unthought known. Pero del lado delanalista, como lo señala Moss, hay queresistir a la tentación de desidentificarse y llegar incluso a identificarse con esos odios, como vía para su
reconocimiento y análisis y su eventual mutación en el sujeto que se independiza deese Yo Ideal plural, sea denigrado o denigrante. Esta operación identificatoria
es necesaria, entre otras razones, para que sea viable el proponer un proceso de reconstrucción*, tal comolo plantea, en un trabajo recientemente presentado en la Sociedad Peruana de Psicoanálisis, el analista norteamericano Robert Pyles: “Si recordamos que la raíz latina de la palabra “construir” es “construo”, “apilar un conjunto”, o “poner junto”, y en consecuencia “reconstruir” es “poner junto de nuevo” o reunir, se hace más claro que una interpretación reconstructiva es
aquella que la vez reúne al paciente con su experiencia pasada y también lo 6 la conecta con la experiencia de sentirse conocido y comprendido porel analis-
ta, También se aclara porqué el potencial poder curativo de una reconstrucción
EL AFECTO RACIAL porquele ofrecía ciertas garantías de que eso noiba a ocurrir, era
como
volver a caer en la trampa. Sin embargo,y esa es una de las grand es paradojas del psicoanálisis, esa es la única manera de atravesar el sínto ma, como diría Lacan: identificándose
con este, metiéndose en el callejón sin salida y encontrándola. Ésto requería que reviviéramos juntos el escenario de la segregación. Por mi parte, la dificultad radicaba en que debía ser capaz de
:rme
en lugar odioso del discriminador, sintiendo ese desprecio, ps daria y be
rechazo que esta personallevaba alojados en lo más protegido de su self*. Esta operación es una de las más desagradables en la prácti ca analítica, pues implica Ponerse en contacto conlas partes más denigradas de la persona, con sus relentes anales sin sublimar Para decirlo crudamente: era precis o coger la mierda y ponerla sobre el tapizón. De lo contrario nunca saldríamos del terrenoprotegido de la empatía, la escucha y la contención. La técnica analít ica =y el caso del racismo no tiene por queser una excepción- exige que el analis ta experimente esos afectos pestilentes, impresentables, excluidos, que corresponden punto por punto, tal comoel lector lo habrá advertido,a lo que venim os diciendo acerca de la ee perien
cia de la discriminación racista. Para retomar el hilo de Nuestras hipótesis inicial
exitosa es tan grande, ya que no solo ayuda a construir una narrativa afectiva útil y explicativa, sino que también ayuda al paciente a experimentar la diferencia
es: hacía falta que escenificáramos en el ámbito ad hoc del consultorio el drama delresentimiento y el remordimiento, sin seque dad ni lagrimeo.
primarios. Entonces, en vista de la discusión previa, podemos plantear que la
De modo que le propuse la siguiente reconstrucción:
(puesto junto) con el pasado, ideacionalmente con respecto a ese pasado y expe-
- Acaso usted sabía ya en su pueblo que su “blancura” , tal como la de su padre, eran tan relativas como la mía, aquí, frente a usted.
sanadora que puedeexistir entre la relación analítica y la relación con sus objetos “reconstrucción” es un recurso técnico a través del cual un paciente es reunido * riencialmente a: través de la relación analítica. "%
Aunque conocí el trabajo de Pyles bastante tiempo después de haber trabajado
con el citado paciente, su lectura del concepto freudiano de reconstrucción, in-
cluso a posteriori, me fue de suma utilidad para entenderlo que había sucedido en el trabajo y en el vínculo transferencial con esta persona. No mefuefácil lidiar con lasresistencias que poblaban el consultorio desde el instante en que él entraba y me saludaba ceremoniosamente, tratándome rigurosamente de usted (lo que;al cabo de unas cuantas sesiones, suele ser excepcional entre mis pacientes, en particular los de esa edad). Cuando digo resistencias, me refiero tanto a las
suyas como las mías, por supuesto. Las de él pueden haberlas intuido:revivir la experiencia dolorosa de la discriminación, con alguien a quien había acudido 44 El ttulo del trabajo de Robert Pyles, en la traducción provisional efectuada por Rosario de Cárdenas y presentado en la SPP, es: Volviendo a Visitar el Concepto de Reconstrucción. 9
sá
lo que él respondió:
- Siempre he sentido que hablaban de mí a mis espaldas.
Ya se lo he dicho a usted:
lo percibo constantemente en mi trabajo. Lo sentía en la universidad y Sí, ¿bla que lo pienso, también me parece quelo sentía allá en mi pueblo.Solo e lo que murmuraban en cada caso, en cadasitio, no era lo mismo.En el trabajo, como ya se lo hedicho, dicen que mi mujer mesacala vuelt a con unodelos ia de trabajo. Él mismo me mira de una forma extra ña, como preguntándose si yo sé.
En la Universidad decían: “ahí va el serrano con su caminar de serrano, su ce de serra
no (solía usar terno y corbata tódos los días en la universidad, lo de hasta cierto punto lo singularizaba y estereotipaba) y su acento de serrano”. Y en mi 97
po
_ NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO
Incluso decía estar preparando un software muysofisticado que daría cuenta de
los aires que se da.Se cre blanpueblo deben haber dicho: “Ahí va fulanito. Miren
.” co, como su viejo, solo porque es el administrador del banco
A A ECTS AGA
su expertise y pondría, una vez que se hiciese público, el gran desfase entre sus
(El énfasis es mío).
conocimientos que integraban los códigos y las interpretacionestradicionales del ámbito legal, con la más avanzada tecnología. Comprendí que la omnipotencia
nte un hilo conductor hecho Esta era la primera vez queesta persona unía, media iencias de sufrimiento que de murmullos y risas malévolas a sus expensas, exper pero con algo en común que correspondían a diferentes etapas de su existencia ba
queparecía asomardetrás de ese discurso reiterativo -en donde me era imposible,
y acasoirrelevante en ese período del tratamiento, decir cuánto había de realidad y cuántode fantasía- era un refugio que él se había acondicionado para soportar
de que la gente habla podría asimilarse al rasgo unario* de Lacan: la fantasía
los embates continuos, el asedio de
desvalorizante y desir _deélapenassealejaba,lo hacía siempre manera. encubría un anhelo le
cos
llaban desde su infancia. Ánte la magnitud
Sin embargo, esta fantasía, en su estructura paranoide,
i
histas que
frente que se había abierto como
mente, bajo la modalidad del reconocimiento, aunqueeste apareciera, paradójica amín (1988) explica cómo rechazo: cornudo,serrano, seudo blanco. Jessica Benj trasposición del deseo de el deseo de sumisión puede representar una particular , más bien lo integra, reconocimiento. Lo cual no excluye el caso del masoquismo comoprobablementeestaba ocurriendo en este caso.
consecuencia del proceso de reconstrucción, opté por dejar ese aspecto intocado
era la primera vez que recoPero lo más relevante para nuestro trabajo, es que Como
Voy a referirles no un caso sino un tipo de historia que he encontrado endiversas ocasiones en mi práctica psicoterapéutica. Se trata exclusivamente de hombres. “Tengo en este momento en mente a tres en particular, que tenían en común el
hasta más adelante, pues un remecimiento prematuro de esa estructura defensiva
parecía entonces contraproducente. Ya llegaría el tiempo de ponerjuntos el par omnipotenciafimpotencia y su relación con la experiencia discriminatoria. Ahora pongamos un segundo ejemplo:
il de ser blanco. nocía la existencia de una grieta en su convicción infant o de labores hubieran si las experiencias traumáticas de la universidad y su centr
manteneruna relación de amantes con mujeres varios años más jóvenes que
vivencia discriminatoria que reactivado, apres-coup,la dimensión negada de esa sierra, aunque con menor también había estado presente en aquellos años en la
intensidad. Durante todos estos años se había aferrado
ellos. Dos eran casados con otras mujeres y uno era soltero. Para nuestra presentación, lo relevante es que en todos los casos estas personas se conflicruaban
a la fantasía de haber sido
porque sentían que sus amantes eran mujeres muyatractivas pero de otra condi-
percepción, que en la asocia“blanco” en esa época. Esta negación de su propia murmuraban a sus espalción aparecía en bocade esos grupos 'maledicientes que que habíamos emprendido das, se había resquebrajado durante la reconstrucción revelado como coros de su juntos en el análisis. Y cuando esas voces se habían era un esbozo desu verdaido emerg propio universopersecutorio, lo que había dero self. Frágil, amenazado, inseguro, pero auténtico.
ción socioeconómica racial (subrayo una vez más el “pero” cargado de sentido racista implícito, disimulado, inconsciente). En todos estos casos, esa diferencia resultaba prácticamente invencible para estos caballeros, profesionales exitosos que, no obstante, retrocedían asustados ante el espectro deljuicio social, lo que,
por lo demás, los hacía sentir culpables e infelices.
ese falso self, que D-W. Lo cual implica que estaba viviendo bajo la primacía de ativa, que, tal como Winnicott describe como una entidad complaciente, adapt ción y
Hay un dato que meparece pertinente mencionar. Todos ellos tuvieron, en algún momento de su proceso terapéutico conmigo, la fantasía de traerme a sus amantes al consultorio, para que yo les dijera si tenía algún fundamento su angustia racial, por así llamarla. Necesitaban colocarme en el lugar de ese Otro a quien ellos le otorgaban el poder de decir si lo que estaban sintiendo era real o producto de una alucinación, En peruano, lo que querían queyo les diga es si las mujeres
caos aceptando la direc lo comenta Benjamin, “ha mantenido a raya al el objeto renunciando ala el control del otro, y ha mantenidola conexión con la traducción es mía). La exploración, la agresión y la separación” (1988, p. 72,
no es casual- de única excepción que pude encontrar a ese patrón —
situaciones penosas o humillantes, complaciéndose en estas.. Para Laplanche y
Pontalis (1967), lo que es irreductible en tales comportamientos debería, a fin de cuentas,ligarse a la pulsión de muerte. Negación
,
El término “negación”, o “renegación”, designa un proceso psíquico que permite al sujeto formular negativamente el contenido de un deseo inconsciente, El contenido del deseo encuentra una expresión consciente, pero el sujeto continúa pensando queese deseo nole pertenece. Neutralidad . : Los términos “neutralidad” y “neutralidad benévola”. caracterizan la actitud contransferencial que debe adoptar el psicoanalista durante la cura psicoanalítica. 125
— NOS HABÍAMOS OMOLEADO TANTO Freud no los utiliza y, más bien, Inslste en el clima de “abstinencia” en el cual
debe desarrollarse la cura, Owen Renik señala, significativ amente, que el término alemán que Freud emplea para neutralidad es Indifferenz, literalmente, indi-
ferencia.
Objeto
El término “objeto” es polisémico en psicoanálisis. No es una cosa ni una persona, ni el contenido fantasmático o una zona del cuerpo de esa persona. El concepto de objeto es un instrumento de compresión para el analista. Es el elemento in-
consciente que da una cierta continuidad a la investidura de las representaciones de diferentes órdenes.
La creencia en la omnipotencia mágica del pensamientoes típica'del modo de
pensamiento animista pero también del de la neurosis obsesiva, en donde la misma conducta mágica se encuentra en el síntoma. Consi ste en la certeza de ser capaz de transformar o influir en el mundo externo única mente mediante ideas. Posición esquizo-paranoide
En la posición esquizo-parancide, las experiencias primarias del bebé se
escinden
en dos: a las experiencias totalmente buenas correspond e el objeto “bueno”,a
las experiencias totalmente malas el “malo”. Para prote gerse contra los objetos malos, el Yo recurre a un mecanismo de escisión quese produceenelinterior del
mismo.
t
Designan dos modos de funcionamiento del aparato psíquico, antinómicos sin embargo complementarios. Los procesos primarios, directamente animados por
la pulsión, están al servicio del principio del placer y realiz an un flujo libre de la
energía psíquica; los procesos secundarios, que suponenla ligazón de esta ener-
gía, intervienen como sistemas de control y regulación y están al servicio del princi pio de realidad. Toda la vida psíquica está regida porel equili brio de estos
dos tipos de procesos, variable según los sujetos y los
movimientos.
Psicoanálisis aplicado
Serefiere a lo que concierne al trabajo con ámbitos diversos del de la cura, en
particular el análisis de textos literarios, obras de arte civilización.
126
Psicosis , E. Enfermedad grave que afecta globalmentela personalidad del pacientey justifica a menudoun tratamiento terapéutico intensivo, siendo a veces necesaria la hospitalización en contra de la voluntad del paciente.
Pulsión
Omnipotencia mágica del pensamie nto
Procesos primarios y secundarios
Psicopatía Perturbación permanente de la personalidad, que no es del orden de la neurosis ni de la psicosis y se caracteriza esencialmente por conductas antisociales impulsivas, por las cuales el sujeto no siente habitualmente sentimientos de culpabilidad.
o diversos fenómenos dela
5
ó
]
“La pulsión nos aparece como un concepto limítrofe entre lo somático y lo psíquico, como representante psíquico de los estímulos provenientes del interior del cuerpo quellegan al alma, como una medida dela exigencia de rrabajo impuesta al alma como consecuencia de su coherencia con lo corporal”. Sigmund Freud, Pulsiones y Destinos de las Pulsiones. Punto de capitón
.
y
Noción de Lacan. Es un punto de abrochamiento quedetiene el deslizamiento de los significantes y fija un significado determinado; puede ser, por ejemplo, el
significante de segregación.
Rasgo unario ] Según Jacques Lacan,el rasgo unario (trait unaire) es la forma elemental del sig" nificante como pura diferencia y soporte de la identificación simbólica. Es, por ejemplo, aquello de mí que encuentro —inconscientemente- en todas las parejas que hetenidoa lo largo de mi vida. Regresión tópica ' Z Freud distinguetres tipos de regresión: una tópica, en el sentido del sistema! es
quico, una regresión temporal cuandosetrata de retornar a formaciones psíquicas anteriores, una regresión formal cuando los modos primitivos de expresión y
figuración reemplazan a los modos habituales. Sin embargo, anota que los tres tipos se unen en la mayoría de los casos, ya que lo más antiguo en el tiempo es también lo más primitivo desde el punto de ista formal y está situado en la tópica psíquica más cercana al extremo de la percepción (o polo perceptivo, por * oposición al polo motor). 127
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO
ANEXOS
Representaciones mentales
El término “representación” tiene dos acepciones en psicoanálisis: un sentido
“A”, el de una evocación consciente o preconsciente en el espacio psíquico interno de un objeto o una persona, o bien de un acontecimiento que pertenece al
mundoexterno; un sentido “B”, en donde designa una de las dos expresiones (o
traducciones) de la pulsión en el nivel de los procesos psíquicos,siendoel otro el “quantum” o carga, de afecto. Sentimiento de culpa inconsciente
Transferencia , El término “transferencia” designa la transposición hacia otra persona —y prin-
cipalmente el psicoanalista- de sentimientos, deseos, modalidades relacioríales
antes organizadas o experimentadas en relación a personas muy significarivas en
la vida del sujeto en cuestión.
Vínculos fusional, parasitario y comensal
WR. Bion es el autorde esta teoría: “Por comensal” entiendo unarelación en que E
Elsentimiento de culpa inconsciente es un estado delYo, resultante del conflicto
inconsciente entre las aspiraciones del Superyó y las del Yo. Este sentimiento domina todala vida pulsional no solamente evitandola satisfacción de las pul siones, sino también aumentandola libido y causando así unasatisfacción masoquista. El masoquismo moral ha sido igualmente reconocido por el psicoanálisis
como un sentimiento de culpa inconsciente.
Síndrome
Conjunto de síntomas característicos de una enfermedad. Conjunto de fenómenos que caracterizan unasituación determinada. Superyó a El Superyó constituye una de las tres instancias en la segunda tópica (segundo
dos objetos comparten un tercero para ventaja delos tres. Por 'simbiótica' entiendo unarelación en que uno depende del otro para ventaja mutua. Por “parásita” denoto una relación en que uno dependede otro para producir un tercero que es
destructivo de los tres.” (Bion, 1970:95)
Viscosidad dela libido Freud evoca una “viscosidad libidinal” como explicación de ciertas dificultades encontradas en la cura psicoanalítica para el desplazamiento y la calidad de la energía libidinal, agregando que también se puede encontrar el tipo opuesto, es decir personas en quienes la libido posee una movilidad particularmente acentuada. De este modose lanzan bruscamente hacia nuevas cargas propuestas por el analista y abandonan las precedentes.
Yo y el Ello (1923), Esencialmente proviene de la internalización de la autoridad parental: “su rol es asimilable al de un juez o un censor con respecto al Yo” (Laplanche y Pontalis, 1967).
Yo En 1923(en ElYo y el Ello) Freudatribuye al Yo unlugar de instancia del aparato psíquico, como intermediaria de función reguladora entre el Ello, el Superyó y la realidad externa, En la actualidad su uso se divide en el interior del movimiento psicoanalítico- entre los integrantes de la escuela de la Psicología del Yo, quienes
Trabajo de lo negativo
tales comoself,sí mismoo sujeto.
modelo del aparato anímico) de Freud (expuesto por primera vez en su trabajo El
André Green propone reconsiderar el concepto de pulsión de muerte como “nar-
privilegian sus funciones de adaptación,y quienes prefieren recurrir a nociones
cisismo negativo”,es decir que no tiende hacia el Uno, comoen la visión freudia-
na clásica, sino hacia el cero, en donde la psique aspira a'su propia aniquilación en última instancia, tras el fracaso de las demás soluciones. Lo negativo no es entendido aquí comola inversa de lo positivo,sino comoel retornoa la nada.El trabajo de lo negativotiene unaestrecha relación con la alucinación negativa, en donde parecen estar en juego ciertos funcionamientos regresivos bajo el modo
alucinatorio, más que la alucinación propiamente dicha. 128
rs
129
ANEXOS
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO
CAJA DE HERRAMIENTAS Afecto racial Afecto racial, dice DanielSibony (1988), en el sentido en que esa palabra designa
el impase, el bloqueo de los pensamientos inconscientes, con diferentes niveles ciertas de represión, desde la originaria hasta la represión final del crimen. En inscripción de suerte regiones de su discurso, dice, el sujeto es afectado por una única que excluye el despliegue, la distancia, la doble inscripción. ; Desmentida en consiste que psíquica La desmentida o renegación dela realidad es una acción s traumática rechazar la realidad de una percepción debido a las significaciones que puede comportar.
Función objetalizante, función desobjetalizante “Defino entonces la función objetalizante como la transformación de las 'funciones' en 'objetos'. La función objetalizante constituye para mí la formulación mo-
dera de aquello que Freud llamó Eros, pulsiones de vida o amor. Correlativa-
es mente, la función desobjetalizante tiene que ver con la pulsión de muerte y ísticas caracter las sujeto perderal hacer la que desliga, la que desune, la que
específicas del objeto”. (Arídré Green, 2001: 26)
EE Discriminación nadiscrimi desde modalida otras existen: porque Enel contexto de este estudio
Identificación con el agresor
La identificación con el agresor es un mecanismo de defensa descrito por Anna
Freud, utilizado para protegerse de la emergencia de afectos dolorosos: “El sujeto, confrontado a unpeligro externo(representado típicamente por una crítica" que
emana de una autoridad), se identifica con su agresor, ya sea asumiendo por su
cuentala agresión tal cual, ya sea imitando psíquica o moralmentea la persona del agresor, o bien adoptandociertos símbolos de potencia que lo designan” (Laplanchey Pontalis, 1967).
Identificación reivindicatoria
“La identificación reivindicatoria es producto y consecuencia de la programación de un proyecto identificatorio; precedea las relaciones objetales posnatales y se articula con la estructura del sistema narcisista intersubjetivo al servicio de la regulación deese “otro' desconocido porel sujeto, y que lo instala en unrol unívoco dentro dela circularidad repetitiva de un destino inmutable”. (Kancyper, 1992: 97). Introyección La introyección es un proceso psíquico fundamental en el desarrollo psíquico del niño, en relación con los fantasmas de incorporación. Sandor Ferenczi insiste en las identificaciones con el agresor en los síndromes postraumáticos porintro-
yección del sentimiento de culpa del adulto. “El sujeto hace pasar, en un modo fantasmático, de “afuera” hacia “adentro” objetos y cualidades inherentes a esos
objetos” (Laplanche y Pontalis, 1967).
ción ajenas al racismo-la discriminación consiste en clasificar a los seres humanos en grupos “raciales” distintos.
Malestar en la Cultura
Enactments Es un término quesuele utilizarse en inglés en la lireratura analítica. Se refiere
la familia siempre el medio. Agresión y realidad son integrados en la dinámica de
a una acción cuyo objetivo, fuerza e intención son llevados a una elevada in-
tensidad. Dicha intensidad le proporciona concreción y actualidad a su impacto cuya sobre la otra persona en el campo de la acción. Se trata, pues, de un acto se intención es la de persuadir o forzar al otro a una acción recíproca. El mensaje lenguaje del través a también y acciones transmite mediante palabras, silencio,
corporal.
E
130
Es el título de un texto de Freud (1930), en el cual mejor defiendee ilustra la ana-
logía e incluso la identidad entre el desarrollo individualy el de la cúltura,siendo las psicologías individual y colectiva.Para ello identifica pulsión de muertey ten-
dencia a la destrucción y, casi, cultura y Eros (“la cultura es un proceso al servicio de Eros, proceso que tiende a agrupar individuos humanos aislados, más tarde familias, luego tribus, pueblos, naciones, en una gran unidad,la humanidad”). Mapeo
Donald Moss (2006) utiliza la metáfora del mapéo para ilustrar un fenómeno del pensamiento racista, que ubica al objeto degradadoa lo largo deejes verticales
se
131
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO
ANEXOS
y horizontales. Estos ejes establecen coordenadas de jerarquía y distancia. Una vezinstaladaslas coordenadas,el pensamientoracista parece comienza a parecer arraigado en un suelo natural. De este modo se consolida la identidad del otro. (Moss, 2006: 271)
muertese dirigen secundariamente hacia el exterior, manifestándose, entonces,
bajo la forma de la pulsión de agresión o de destrucción. Racialización
Prejuicio
“El racismo es la fabricación y utilización de la noción de raza. Es evidente que esta utilización privilegia la actividad; por lo tanto, diría que más útil que la no-
una significación extensa a los signos “raciales”. El color de la piel es considerado comoelsigno de otras diferencias más importantes. Clásicamente,se refieren a
énfasis en la actividad, una actividad que requiere nuestra continua cooperación)
Opinión previa y tenaz, representación mental en virtud de la cual se confiere cuestiones de capacidades. Las “razas” no blancas son, consideradas inferiores en el plano intelectual y superiores en el plano físico, sexual o musical. Existe igualmente un prejuicio ligado a un racismo “cultural” que considera a las demás “razas” no comoinferiores sino como naturalmente diferentes en sus costumbres, valores y maneras de vivir. Dichasdiferencias producirían entoncesdificultades e incluso violencia, si “razas” diferentes intentan vivir juntas. En consecuencia
deben ser controladas o excluidas. Proyección
* La proyección es un proceso intrapsíquico que crea o modela una percepción (o
un conjunto de percepciones) referida a un objeto del mundo externo, el que no obstante es percibido porel sujeto “objetivamente” según sus características propias; el caso más interesante es aquel en el que este objeto es una personareal
(a veces llamada “objeto externo”). Su función defensiva consiste en expulsar del
espacio intrapsíquico lo que produce displacer, amenaza, etc. Su función deela-
- boración instaura y consolida la indispensable diferenciación adentro/afuera. Si
la función defensiva prevalece,la proyecciónestá al servicio del desconocimiento
y el mundoasí construido se puebla de figuras hostiles. Pulsión de Dominio
La pulsión de dominio designa unapulsión orientada a la apropiación del objeto o su dominación por la fuerza. Es originalmente asexual. Puede serlibidinizada
ción de racismoes la de racialización: el proceso defabricar y utilizar la noción de raza en cualquiera de sus extremos. Sugiero que el término racialización (con su
captael sentido del fenómeno en discusión con mayorprecisión que el término
racismo (que tiene algo pasivo en sus connotaciones). (Dalal, 2006: 157). Remordimiento
El remordimiento, “es la inquietud que despierta la memoria de una culpa, cre-
cida clandestinamente en la oscuridad. Culpa singular, repetitiva, que se caracteriza por ser siempre pródiga en "nuevos desquites, revertidos sobre la propia persona” (Kancyper, 1992; 83). Resentimiento Elresentimiento “es la resultante de humillaciones múltiples, ante las cuales las rebeliones sofocadas acumulan sus “ajustes de cuentas', tras la esperanza depreci-
pitarse finalmente en actos de venganza” (Kancyper, 1992: 17).
Realidad Psíquica
El concepto de realidad psíquica fue forjado por Freud para designar el nivel de realidad específica de los procesos de la psique. De los tres tipos de realidad; a
saber, material, biológica y psíquica, esta última es el objeto privilegiado de la psicología. Designa el modo de realidad y la fuerza de la subjetividad, la objetividad psíquica de la acción de la subjetividad y su primacía en lo que concierne a la
inteligibilidad de los hechos psíquicos.
secundariamente,en alianza con el sadismo.
Pulsión de muerte
La pulsión de muerte es lo que hace que los seres vivos tiendan hacia un estado sin vida. No puede manifestarse sola; su trabajo se reconoce,en particular, a partir de la compulsión a la repetición, cuando se independiza de Eros. Orientadas
inicialmente hacia el interior y tendientes a la autodestrucción,las pulsiones de 12
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