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PRIMERA PARTE
METODOLOGIA PARA UNA HISTORIA DE LA FILOSOFIA ESPAfiDLA
HISTORIA CRITICA DEL PENSAMIENTO ESPAl'IOL TOMO 1
1\1. Aff
JOSÉ LUIS ABELLÁN
~.l. ~so !> IZ :SO.!.
HISTORIA CRÍTICA DEL PENSAMIENTO ESPA:f\¡OL TOMO 1
METODOLOGIA E INTRODUCCIÓN HISTÓRI CA
lllHll~llDHHll 1080162
ESPASA-CALPE, S. A. MADRID 1979
~JoW.Luis AtuU•n-Garda, Madrid, Espa-a·Cal~.
l979
S. >. .. Madrid, 1979
Jm11ruo en &paila Printtd i11 Spaio O.:póJitolegal: M. IU29- l9'19 IS8N8' -l39~1-8(0tirac"noamCtica., en O~. """"""' FilMefra. MCJtico. 1970. Ar{J1fola.
ll>id.. !. pág.
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en R•>'im1 Europto. ~- 11 - 1 876_ Cf. la Ck~clo
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• P. l.ain Entralgo, oEJ problemad~ E'l"' h en el 1 igl~•~•.•0Espaiiacomvprobwm~
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Josg LUIS ABELLÁN
3) Los católicos integristas y ultramontanos, a! que Laín llama «reaccióncontrarrevolucionaria>1, y cuyosprotagonistasserianAlejandro Pida! y Mon y el padre Fonseca Gumersindo Laverde y Marcelino Menéndez Pelayo son, en realidad, los verdaderos protagonistas de toda la polémica, y lo que llama la atención o provoca la incomprensión de sus adversarios es precisamente la novedad de sus actitudes; ello requiere lógicamente que dediqu emos un apartado especial a su aportación en este punto. Aquí, pues, nos limitaremos al análisis de los otros dos grupos. El de los !lamados 1, aunque no todo s lo eran ya en el momento de la polémica, viene caracterizado por las notas liberal y progresista, de donde e xtrae Laín su de nominación. El progresismo -su nota indudab le me nte predominante- les llevará, por un lado, a ne· gar el valor histórico de la cultura española, y por otro, a !a necesidad de implantar en nuestro paisunacu!turamodernaque parta de cero y haga, en consecue ncia, tabla rasa de todo lo anterior, ya sea mediante la incorporación de! krauSismo o bien mediante Ja ac e ptación del positivismo, nu e vas id eologías con futuro e n la España finisecular. En lo qu e toca a! primer punto de negación del valor históricocultura! de España, las actitudes son muy distintas. Laín cita cuatro: - ladelosqueconsideranque !acu!tura española seríaunaquimera,con la consigui ente negación de la existencia de !a filosofía española, Recordemos a Manuel de la Rcvilla calificando de «mito• a esa «decantada filosofía española~. - lade quienes considerannuestraculturacomocultura deteólogos ymisticos. ~in valor hi~tórico actual, - losque!aconsiderancomoexpresiónauténticayvaliosa,peromistificadaporelmedio,y sinduda, fundamentalmcntepor!alnq1.1mci6n(habría que citaraquí -Lain lo hac c-a !os que se aprox1man a unarntc:rprctación marxista de Fuemeovejuna); - porúltimo, laposturadclosqu e afirmanla cxistenciade_!ac~lturacspa ño!a,sibien,comounainterpretaciónveladacontralatustonade España, unejemplocaracterístícoserialosq_ue proponen la ínterpretac.ión izquierdista del Quijote:.ladcl Unamuno¡oven d~. " ¡Muera don QuiJM en la mcd ievalización de nuestr.i cultura clásica, por verdadera ignorancia de la misma. Los a11anzad os piensan que no es posible una alianza entre el pe nsamiento mod ern o y la fe católica, y habi t ndose decidido vital y existe ndalmente por 11.quel, arrojan a C ~ta por Ja borda. Los reac cionarios, al contrario, pie ns:rn que el ser católico implica la aceptación de l tomismo medieval, con lo qu e se ven ob ligados a renegar de todo el pe nsamien to moderno. J . Moral de impotencia, que se traduce en una común falta de capacidad creadora. Heviir.do\os a copiar o imitar lo extranjero. Mcnénde1: ~layo lo afi rmó taja nte mente, con su agudo se ntido histórico, cuando dijo que 10:ambos fanatismos - la e¡¡ageración innovadora y la e:rngeración reaccionari a- se impira n en libros e¡¡tranjeros». De hecho, ambos buscaban su inspiración fuera de España. Los progresistas en un «europeismoio a ultranza. palabra que no se les cae de la boca cuando se trat a de rege nerar a la patr ia: la fórmula de «e uropeizar a España» se reitera con monotonía en sus programas. Los re acciona rios busc an tambíén en Ja Europa cristiana y medieval su fuente de ins pira"
P. Lain Enlralio.
~El prob~""'
d o &pah u el 1i¡¡loKix•. en
EJper ~~a lan."' po< el ¡>en13mitn to innav:tdre Ja ciencia española es1á aquí. En Valladolid va, sin embargo, a recibir quici su iníl uencia inicial· mente más du radera. Me refiero a! co nocimie nto y magisterio de su paisano Gumersindo Laverde, qu e lo estimolará desd e el primer momento para que se dediqu e al estudiodcla his toriacientíficayfilosótic11 de nllestra patria. Como sa bemos. el impulso de Lavcrde fue decisivo en el comienzo y en la conlinuación de la polé mic11; ta mbién en la pu blícación de los lib ros sobre historia de l pensamiento C$paño l, que ocuparán la primera partedesu vida,hastaelp untod cqoc 1890,Fecha de la muerte de Lavc rde, marca un hi to decisivo en la labor investigadora de Me néndei Pelayo. Al mori r Lavcrde en aquel ano, do n Mar· celino abandona sus tareas de cri1ica filosófica para enlregarse ple · namente a la inves1igación sobre li teratura y critica literaria. Asl lo reco noce su discipulo Bonilla y San Martln : -oc 1874 hasta 1890, Menéndcz Pe!ayo es. casi únic ame nte, unhu man istayunhistoriadorde la filosofía ... Pe ro desde ! 890 en adelante. la pocsia, los clásicos y la filow· fí a ocu pan en su vida un lugar secundario ... y se ocupa preferentemente en la ilustració n de la historia lite ra ri a española• "· Alquedu,acanteen 1878 1 a c ttedr1d•Lit e r at11 r~up lli: OrittOY Gau~r m laftla.rofla ts¡wñala. T•ma•. Madrid, 1%7. Mietlln. J~é Lui>: ~"":lfüi~ de la maduru psi.:o!OgKh. on Af'O'fu. n~ms. 1-8, !%6 Adl•r. Alfr•d : c-.;m{.mf.Qlhlhomb.t. BacnocAirq, 15M7 Adler. Monimcr: i..1 ro11dkí~ dt lafilmoj"w. Mhiro, 1969. AdQmo, Theodor: J~11i{K'l>dn: Mürxism uridfwm. Pril'liJJ4'1\oles, doce; e El que los vnn- man1cnMlo< a 1ravh de io..~iglos nosijnlílca que sun lnmllla.bkf._ No 1< lnla de ningún dc1trmim1mo ooniJ1ko o racial. tino de ap1 il udc~ y htbi100 hindricot que pueden y habr~ de variar con el u mbio dc iUI fandamenlou (~. U ). Sinembargo.mktlargodol bl)roparcce olvid1m dctale1 pa!•b r:u. a1enio!ndose1una especie de dtlcrminisr"? p•icoló¡ico, por el eu1l el e•paiiol Apuccc: como un 1c:1 inmu· lllble al.,l• rgo dc: los ..¡loi. E1 más, al fin•l del libro vienc: aconfirmarloul eonuna• p1labr..•quov iTlllente : •Al•uprimi• ui-¡Nl C1'h• de Ju ¿poca y lu TaMzs mm>•••>· mi«Js fuuon ntudi•d.u por 1i¡Jat u todo el CQn\Íncnlc, has1a poj¡, I ~. "()p.n wruumadod11ru le
la .Edad Moderna y $u• implicacion u reli¡ios:u y pclitka¡;, cf. Goganen, Dmi"" y tspm:mza d1/ mlUldo mo.h.n católicos. y especialmente en El;paña, y que la ex.altadón evangClka de la pobreza ha prod uc ido una verdadera ~u!tu ra de la pobreza, man ifiesla en una «mitologia de! pobre" "· por un lado, y en una concepción estática de la sociedad, por otro. Según esta última, hay una fatalid ad qu erida por Dios en el hecho de nace r en un a da.se dclenn inada, lo q ue i;o rivie rte a las clases sociales en una es pecie de castas, o por Jo me nos en grupos sociales que mantienen los caracte res del comportam iento eSlanco. '"
Ell• omítolog;,, de! pobru ha lle pdo prlctk•ment• halla nue &tros dlu; oo c.ián
rnn lcj ono1 lt.>• ti.:m pos en q•• ¡~hadan campaibs naclona lcs con el lema de • Sic n10 un p~brc " ! U mesu . o «G Uc llas riesta1 que oc ccl cbo>t, /fr0/11»•iiaySi;ci~daJ, I_, F": C. E., Mé•ieo. !964. pá¡¡:. 479 " W. _Sombllrt. El b~"l,11é:, A han_t~ Ed otor¡al, 1-t adrod. 1972, pág. 252. !in HUI~ !du> Smnt>..rt •igue en f».Mc 1111 nvern1ac>0nt 1 de Funz l(•lk>r. Un1tmdm'"'tl ~m1 Jtlthr.m'1 Einr -«dol(Jfi Ml~o. Mftdrid. 1963 Somban. Worner: El burrui•, M ~drid, 1971. T1wuy. R. H.: La rdirión ,,. •I orlo del a1pirallm.•, hay un abismo. Si se destaca por $U saber encic\opCdico, que abarca prácticame nte toda la ciencia de su tiem po, no deja de revelar en todo momento sentido cri1ico y capacidad de asimilación. San 8raulio, el más fie l disc í· pulo y continuador de su obra, ex presa una opinión, que venía a ser compartida por todos sus contemporáneos, cuando dice: offú diste luz a los anales de la patria, tú a la cronología, tú a los oficios eclesiásticos y a lti costumbres públicas y domésticas, tú a la situación de las
f!i~~~!1ra c~~~~e~,ot~~ r~n~~e~~~i: ~~igi~!~~~t¡~~~; ~~~~:~:
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mo mento para ella; se trataba de rescatar del olvido una cultura en peligro de perderse. y en esa función nadie puede negar que íue un gigante. Nada más expresivo para terminar que reproducir unas palabras de Santiago Montero Diaz, al frente de la traducción española de las E1imo/oglas:«San lsidoro esunode los grandesmaestros de lacultura medieval...; la huella isidoriana es colosal en la Alta Edad Media y profunda en la Baja. Ante la Alta Edad Media es el transmisor máximo de l saber antiguo; el nexo del .sabio universal romano - al e~ií!o de Varrón- con el medieval - al estilo de Beda o Alcuino-. El pensamiento teológico, canónico, naturalista, filosófico, estáimpreg· nado de isidorismo hasta el siglo Xll. Es decisiva su influencia en la evolución teológica, en la concepción del mundo. en Jos orígenes del mé todo escol:btico. Ptlede considerársele como el último Padre de la "leclereq.L"EspgMWilieMe, Parill. 1906,p&¡l.308·310. " Citado por Guillermo Fraile. HIJ1«/a ü la F//1m1fla .Espaífola. Ymagrm.
~~'~/:n'.:':~i'*rr!~!:,~·c~~=~:~C:.~~l~r~,ACo:~·ct'~c~a~i:'. " Sp~'olnd~ (•igl o OllHX), continuad or de la tradición isidoriana en Córdoba, au!or de_ un escrito >Ol:>r< la Trinidlld y de un Aplotifko con!~ el mahometismo. que oc 1Lapenlido.tins.i.csct1ei.~ronnóSanE ulosio .
" s.... E11/0fi.o (m. 859) ruc ponidariodel maniño voluntnio rrcnle a lo decidido ero ol Corw:ili?deCórefta Mdbr;. Escribió uo ~tttlou conlni Hosiegu;.,.. obii(>O de Milap, que cul• que Dios 1enO. íttura humana y rc$id[a en b pa"< más al1n del rtdut:en o lo demostrociOn de los arlÍCtl/Os dt la fe, etc. Enuc los libros de medicina se hiw muy ramoso el Kulli}"lll (libro sabff las gefJtralidades de la medicina). En su li bro de comcntarista hay que d istinguir !os Comentarios menores (Ya.,.Jml}. los Comentarios medios (taljis} y los Comentarios mayores (taftiral }. El significado de Ja obra fil osófica dc Avcrroes cx:upa un lugar lras· cendentc en el desarrollo de Ja filosofía árabe, pues representa el resultado final de su propiadialtc1ica interna.Averroesrompe con el magisterio universal de Avicena enlre Jos árabes para vincular su investigación a la obra aristotélica, siguiendo en esto tendencías que ya estaban en A vcmpace e Ibn TufayJ, como vimos, pero qu e en ellos no suponían romper con la inílucncia de Avicena. Averrocs dedica la mayor parte de su esfuerzo filosófico a interpretación y comentario de AriUó1eles. con Jo que prepara, por un lado, la muerte definitiva de la filosofía árabe. y. por otro, el resu rgir de la escolástica latina en el mundo medieval. En este sentid o, Ave rrocs abre el camino a Ja filo· soíía y la ciencia europea a tnwés del contacto cultural permanente entre los reinos cristianos y el Islam español: la iníluencia di:! ave· rroismo, sobre la que luego hablaremos, hay que buscarla en esta di· rección. En lo que sc refiere al problema de las rclacioncs entre filosofía y revelación, se coleO del mundo es etemo. y necesaria. El mundo ba exisiido siempre. si bien esa existencia no la liene por e.ttncia, sino recibida de íuera. Por eso sólo Dios es Acro puro, mientras tod os !os demás seres tienen algo de potencial, y de aquí su cankter co ntingente. En otras palabras, su 11creación» es necesaria, pero su eser» es contingente. El concepto de creación es, pues, básko en la filosofía averroísta. Dios creó el mundo desde toda la eternM:lad, pues la volun tad divina no podia .ser detenninada por ninguna causa extrínseca. El mundo íue posi ble desde sie mpre, y desde siempre fue creado por Dios; eso explica que la 11creación» sea necesaria, aunque los seres creados sean contingentes. La matería es también eterna, pero no pudo ser creada por Dios, pues es pura potencia o no-ser, y el no-ser no puede ser térm ino de la acción divina. Para Averroes iodos los seres, menos Dios, están compuestos de mate ria y forma, si bien hay que disti ngui r dos materias: la de los cuerpos celestes. donde está absorbida por su form a. y la de los seres terrestres, dond e la materia es potencia. La concepción del mundo de Averroes tiene carácter jerárquico y procede de una combinación de ideas aristotélicas, neoplatónicas y ptolemaicas. Hay un ordende38 esferasconcéntricasgiratorias,animada cada una de clhu por un alma inteligente y en 1.as que se encuen lran los ast ros. La primera es el cielo de las estrellas fijas, que procede directamente de l Primer Motor; después vienen las esferas de Saturno.IUp.iter, Marte,etc .. has.tallegaraladela Lu na, cuya forma es el Entendimiento agente, del cual proceden todos los movimientos que se originan en el mundo terrestre. En el centro está la Tierra, compuesta por los cuatrn elementOll, que so n producto de! movimie nto eircular universal, el cual a su vel produce lodos los fenómenos de ge neración y corru pción. Pero la cues1ión de l Entendimiento age n1e es de primordial importancia en Ave1Toes. y esto re quiere que ledediquem011especial11.tención. Su doctrina arranca de una peculiar interpretación del De anima (Libro lll ) aristotélico, según la cual Averrocs distingue tres tipos de
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
'"
entendimientos: dos entendimientos -ilgenrt y maltriuf- de carácter eterno, separado e inmortal, propios de la especie humana y, por lo tanto, comunes a todos los hombres; y un entendimiento individua l, que aparece como facultad en potencia, temporal y perecedera, a la que da el nombre de v/rtus imaginativa. l.os dos primeros se corres· po nden con los entendimientos activo y pasivo señalados por AristÓ· teles, que, combinados con la distinción entre ac to y potencia, darian el e nte ndimien10 en acm o en hábito. En cuanto a la virtus imugi11C1tivo, por medio de la cual cada hombre recibe pasivamente el influjo del entendimiento agente separado, no puede confu ndirse con tste ni tampoco con e! entendimiento material com\Ín a tcxlos los hombres. En resu men, Averroes complica la ya difícil problemática del entendí· miento agente y posible en Aristóteles, dan do pábulo a las polémicas de la escolástica medieval sob re este tema. El.
5.
ÚLTIMO PEM.!000: l 8N JALDUN
En general, los historiadores de la rílosolla española consideran que, despuCs de Avcrroes, el pensamiento musulmán entra en un período de franca y rápida decadencia, sin ningún interés. Los pocos pensadoresqueencontramosenelsiglo Xlllvienena continuarlalínea
~i~~b~:t~¡;~cra a4 ~~ ~fg~¡~~:~~ t;Nr~~~B~st~~~~~'.r~1~~~;~~~1~~c~2~n2): que hi:w muy joven profesiónde:sufi, y al que se deben una gran R espuestas >"tmtriín a fas cuestiones siciliana:r; IBN A BAD DE RONDA (IJJ2.IJS9), mistico de la escuela sadi11 y autor de un comen· tario a las S emcricias de Jbn Al/u Aflah de Alejandría. considerado por Asin Palacios como un precursor de San Juan de la Cruz:, por sus COIM· cide ncias doctrinales y hasta de vocabulario eo n éste " Sin embargo, ningún historiador suele citar dentro de este marco a ISN JALDúN (Túnez, 1332-EI Cairo, 1406), a pt$8.r de sus fuerte s impli· caciones familíares y biográíicas con el mundo es pañol. Era hijo de una familia ycmenita q ue Se estableció en Sevilla desde los primeros años de la conquista, y que a mediados de l 5igio XIII paW al norte de Áf.rica ante la presión crístiana. Con todo, lbn hldún no perdió sus co ntactos con la Península; en 1362 pasó a Granada, cuyo visi r lo envió como embajador dos años despu és ante Pedro el Cruel. rey de Castilla; más tarde se vio obligado a abandonar Granada, vivien"
M. Asín l":dall. •Un precuroor bispano-musulm•n
Obr..,EJcvtlidlU. Madríd, l946,vol. l,pigs.24l-·H6
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San Juan de la Cn.iz•. en
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JOSt LUIS ABEWN
do 5Uccsivame ntc en Bujía, Baskara. Fez, Orlln y El Cairo, donde murió. Es famoso por ser el autor de un a Historia unil'f!rsal (Kitiib al-JbDrJ, dividida en una Jn1rod ucción y tres li bros, de los cuales la Introducción y el libro 1, conocidas como Muqaddlmah o Prolegómenos. vienen a co nstituir la primera formulación teóri ca de una fílosofh1 y sociología de la historia con pretensiones cíendficu. Aunque el pro_pósito de este hisloriador-filówfo es ofrecernos una historia del Islam. el rcsu!iado c:s una íilosoila de la cultura estructu rada sobre los siguientes princ ipios: 1) la necesidad asociat iv;i del hom bre; 2) la d i.\t ribución de la cultora sobre la Tierra; J) el fundamento lisico-gcogr:ifico de la culwr,i, desarrollando los conceptos de zonas benigna¡ y rigurosas, as! co mo la influencia del clima sobre Ju características füicu de los $eres huma nos; 4) lu infl uencia del clima sob re los hábitos morales del hombre; 5) la influencia de la escasez y abundancia de alimen tos sobre el cuerpo del hom bre y sus hábitos; 6) las clases de hombres que percibe n lo invisible por disposición natural o por esfuerzo. Nos ha pa· recido inte re$3nte dar es tas breves noticiu sobre este fi lósofo, puesto que normalmente su estudio no entra en otro ti po de historias; por otro lado, la filosofia :irabe cie rra con CI su ciclo bajo un di gno broche de oro 6, EL JNF l.UJO DEL PENSAMIENTO MUSUL MÁN EN LA ESCOLÁ STICA CRISTIANA
A través de las vers iones latinas hechas por pensadores cristianos italianos, ingleses, holandeses) de la obra de Jos filósofos mu...ulmanes. se transmitió gran pane del saber griego, que se había prácticamen te perdido en Occi. Madrio;l.
JOSt L UIS ABEl.LAN
Cristóbal Cuevas, q ue ha hecho una interesante exposición de! tema que nos ocupa, cree que no debe buscarse una influencia dirccla de t ipo libres.;:o .. tNOi l:"arece -al: El ¡muamünra drl Islam, Madrid, 1972 OSO, p.¡1 . ...
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JOS~ LUIS ABELLÁN
La •ciencia cxteriorn o «ciencia de los deberes de los miembros,., y Ja «ciencia interior• o«cie nciadc los deberes de los corazoneu. A ésta es a la que el autor presta toda su atención, bas.ando Jos deberes del corazó n en la razón. No hay idcntfficación ab$oluta en tre la cicnci11 de
la religión y !a cteoriu; la primera sólo se refiere a la religión reve· lada, pe ro la segunda tampoco se agota en el estudio del libro de Dios, sino en Dios mismo, los inteligibles y el alma. lbn PaqOda trata de fondir ambas.
Una de las cosas con la que se enfrenta de forma decidida es la deplorable falta de esíucno personal en la asimilación de los prim:::i·
pios de la religión. De acuerdo con esta crítica, el nervio de su «ciencia interior,. está en la icaria de las relaciones entre Dios y hombre. Si dich a ciencia presenta tres aspectos de m á~ima importanc ia: Dios, rel aciones entre Dios y hombre y relación de Jos hombres entre si. la fundamen tal de Bahya es Ja segunda; de aquí que su principal estudioso haya insistido en el concepto de teología asd1ira, que da título al libro citado ant eriormente. En esa teología. el concepto básico es el de .. abandono,.. y por eso se la ha calificado de mística. Sin embargo , esta interpretación debe tomarse Cllm grano sali:s, pues. si en lbn Paqüda se da la ví a purgativa y la ilumínal iva, falta por completo la vfa unitiva, básica e n todo misticismo auténlico. YtHU OA HA-LEll l
4.
Es impo5ible hacer una mlnima excursión por la lí teruura reíle11iva de los hispano-j udíos sin aludir de algún modo al poeta Yt;:HUDA H A· LElll (Tudela, 107~-Jemsalén, 116.'i?), que vivió de niño en el ambiente cultural de Jos reinos de taifa ; así en Zaragoza, donde se formó. Ejerció la profesión de médico en Andaluda. residiendo sobre todo en Sevilla y Lucena. Durante algún tiempo la invasión almnrávide le obligó a refu· giuse en Toledo. Tenia un profundo sentimiento sionis1a; sobre éste se ha montado la kyenda de su viaje a Tie rra Santa, de! que nada sabemos documentalmente, y su muerte a IH puertu de Jerusalén, a manos de un árabe. En realidad. YC'huda Ha-Levi destaca como poeta religioso, !o cual le llevó a esi.:ribir un Himno a la crt odó11 (Qut dwa ). qu e fue iraducido por Menénde z Pelayo ' . Desde el punto de vista filosófico, te ha dado fama universal su libro El Kuzari, apologfa del judaísmo, escrita en árabe con el título de Libro de argumentación y demostración de una reli· gldn mtnosprecladu; se tradujo al hebreo en 1167 por lbn Tibbon, al latln en 1660 por Juan Buxtorf, y al castellano en 1663 por Jacob A bendana. El libro es un diálogo en tre el rey de los Kuzares. conver'
M. MenOndn Pd1yo. Odiu. tpimliu y 1,.,,,nlliu, Madrid. 1906.
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
tido a! judaismo, y un doctor judío. La tesis central que corre a lo largo del libro es que el pueblo judío es el elegido por Dios, y por tanto, las relaciones de los judíos con su Dios no son sólo espirituales, sino también materiales y directas, hasta el punto de que Ja gloria de Israel y la divina se implican mutuamente. El libro es no sólo una e:i:.al· tación mesiánica del pueblo israelita, sino también de su religión, en la medida en qu e las instituciones, !os sacrificios y el culto mosaicos fomentan la conciencia de unidad entre Dios y su pueblo elegido. En el aspecto filosófico, esta doctrina se mueve dentro de un fideísmo que desconfía de !a razón y que se mueve contra el racionalismo aristotélico profesado por otros judíos, como Ibn Gabiro!, por ejemplo •. 5. MAIMÓNIDES Pero sin duda el 11\ósofo por antonomasia entre los hispano-judíos es MAIMÓNIDES (Córdoba, 1135-Alejandria, 1204), que recibió una esmerada educación en matemáticas, astronomía, medicina y filosofía. En 1148, siendo todavía un niño, Córdoba fue conquistada por los almohades, y la familia de Maimónides fingió convertirse al mahometismo Ante la acusación de hipocresía y deslealtad, e! futuro filósofo defendió a su familia con el argumento de que una conversión impuesta por la violencia es nula. Sie ndo ya joven, anduvo errante por varias ciudades andaluzas, teniendo muchas veces que practicar el culto islámico para salvar la vida. En 1160 pasó a Fez, pero no terminaron por eso las persecuciones de los almohades, que le obligaron a huir a Egipto en 1!65. Al fin se estableció en Alejandría; después abrió una escuela de filosofía en Fusta! (El Cairo), donde escribió la mayor parte de sus obras en lengua árabe . Como médico fue muy famoso, hasta el punto de que Saladino le mandó llamar para que prestase sus servicios en la corte. El prestigio de Maimónides fue inmenso; !legó a jefe de las comunidades judías de Egipto, muriendo a !os setenta años. Su cadáver fue trasladado a Alejandría, dond e su tumba se convirtió en centro de peregrinaciones La obra de Maimónides fue inmensa, y su prod.ucción puede clas_ifica~se en tres grandes ~rupos: !) Teoh?gía; 2) Filosofía; 3) Ciencia (casi toda de tema médico). Aquí nos mteresa, sobre todo, su obra filosófica, en la que destacaremos los siguientes: Libro de los preceptos. Compendio de lógica. Tratado .tobre la unidad de Dio.t, Tratado sobre la felicidad. Carta sobre la apostasía o Ensayo sobre la santificación de Dios, Epístola al Sur o Puerta de la Esperanza ' Unaexp(uición~etenida de!avida ydoctrinadeYEhudaHa - Lev i puedev e rs ee n ellibrodeJ01éM.'M1llá•Vallicro1a Yi?hadaHa-Le,.,·dre1,perono•neuo oon1rario.
JNTRODUCCJÓN HJSTÓRTCA
Bonilla San Martín: Op. di., ll. págef"' dJ'