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LA BATALLA DE DIEN BIEN PHU Y LA PERDIDA HEGEMONICA DE FRANCIA EN INDOCHINA
Por David Odalric de Caixal i Mata Profesor de Historia y Protocolo Eclesiástico de la ESPRI-IDEC Universidad Pompeu Fabra Historiador colaborador del Centro de Historia y Cultura Militar del Ejército Historiador del Museo Militar de Barcelona National Museum Military of Day-D (New Orleáns University- EEUU) National Museum United States Army & the Army Historical Foundation. (Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército de EEUU) Association des Amis de la Fondation Saint-Cyr (Ecoles Militaires de Saint-Cyr) Strategic Studies Institute of the Us Army War College (Instituto de Estudios Estrategicos de West Point) Imperial War Museum (London) United States Marine Corps Heritage Foundation National Military Museum United States Marine Corps. (Museo Nacional Militar del Cuerpo de Marines de los EEUU) Veterans Vietnam US Army Foundation (Fundación de los Veteranos de Vietnam del Ejército de EEUU) Memorial des Guerres in Indochine (Museo Memorial Militar de las Guerras de Indochina) Miembro de la Asociación Catalana de la Milicia Universitaria (ACMU) Miembro de la Asociación de Reservistas Españoles (ARES) Miembro de la Real Hermandad de Veteranos de las FAS y la Guardia Civil Miembro de la Asociación Nacional de Militares. Miembro de HABECU (Hermandad de Amigos del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil
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INDICE
INTRODUCCIÓN: ........................................................................Pagina 5 CAPITULO I: Antecedentes históricos..........................................Pagina 14 CAPITULO II: Inicio de las hostilidades.......................................Pagina 23 CAPITULO III: Política norteamericana en Vietnam....................Pagina 27 CAPITULO IV: La Batalla de Dien Bien Phu...............................Pagina 36 CONCLUSIONES:.........................................................................Pagina 52 BIBLIOGRAFÍA............................................................................Pagina 58
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LA BATALLA DE DIEN BIEN PHU Y LA PERDIDA HEGEMONICA DE FRANCIA EN INDOCHINA
1.INTRODUCCIÓN Indochina era la región más rica y hermosa del Imperio colonial francés. Ocupaba solamente el 6 por 100 de su superficie global; sin embargo, con sus veinticuatro millones de habitantes representaba aproximadamente un tercio de la población del Imperio. Los annamitas -vietnamitas- constituían la mayor parte de la población. Inteligentes, laboriosos y tenaces, eran también herederos de una larga historia y de una civilización hondamente marcada por la influencia china. Los franceses estaban orgullosos de la forma en que habían engrandecido y revalorizado el país: construyeron bellas ciudades y magníficas obras públicas, desbrozaron las selvas, extendieron los cultivos, levantaron un sistema sanitario y escolar y crearon plantaciones y minas. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, figuraba Indochina entre los primeros exportadores mundiales de arroz (con millón y medio de toneladas) y de caucho (con sesenta mil toneladas). Prácticamente la mitad de su comercio exterior se realizaba con Francia y en torno a cuarenta mil franceses -funcionarios, colonos y militares con sus familias- habitaban en Indochina. Bajo la autoridad de un gobernador general directamente dependiente de París, Indochina se componía de cinco territorios: una colonia, Cochinchina, al sur; una semicolonia, Tonkín, al norte, y tres protectorados: Annam, Camboya y Laos. Pero la mayoría de las provincias de Laos eran administradas directamente. En París se felicitaban de la lealtad de los reyes y pueblos de su protectorado. Al amparo de la bandera tricolor, estas gentes se entregaban a sus quehaceres en la seguridad que les ofrecía la paz francesa. Había, sin duda, dificultades económicas y sociales, amenazas políticas y militares. Pero Francia consideraba su deber resolverlas: formaba parte del Mandato, esa misión civilizadora que decía asumir en Asia como en cualquier lugar y para la que el país galo no había fijado término. No le faltaban a la colonia problemas políticos y en la década previa a la guerra mundial conoció ciertos trastornos: los más serios fueron la rebelión de Yen Bay y las de campesinos comunistas de 1930. Pero fueron rápidamente sofocadas. Desde principios de siglo, una Administración vigilante impidió que la llamada agitación antifrancesa alcanzara niveles peligrosos. Esta se atribuyó casi siempre a factores externos: agentes alemanes, japoneses, chinos o rusos. Desde 1920 se insistió en que el Komintern pretendía sublevar las colonias contra Francia para debilitar a Occidente. Se consideraba a los comunistas como los principales enemigos del régimen colonial. En la misma Francia, la izquierda -socialistas y comunistasdenunciaba la explotación de la población indochina y las violaciones de derechos humanos imputables a la Administración colonial. En la metrópoli, la opinión pública, los medios políticos y la prensa estimaban que solamente un puñado de intelectuales resentidos odiaba en Indochina a los franceses. En cambio, la población laboriosa les quería, vivía feliz bajo su protección y confiaba en ellos para mejorar sus condiciones materiales, políticas y sociales. Evidentemente, la metrópoli tenía una imagen más bien distorsionada de Indochina, imagen que no se alteró cuando la colonia pasó en 1940 a órbita japonesa -aunque bajo administración 5
francesa- y que no se alteró después de la Segunda Guerra Mundial. Francia desconocía la realidad política indochina. Ante todo, Indochina no era un territorio homogéneo. Si Camboya y Laos apenas suscitaban inquietudes especiales, no ocurría lo mismo con los tres países annamitas (Cochinchina, Annam y Tonkín), es decir, Vietnam. Indochina era un feudo de la Administración y de los hombres de negocios, mas no de los indochinos. Un abismo separaba el poder de la sociedad autóctona. Una Administración francesa todopoderosa, secundada por auxiliares generalmente mediocres, presidía un desarrollo económico que favorecía, en primer término, los intereses franceses metropolitanos y locales. Las condiciones de trabajo eran duras y la explotación, sin duda más que descontrolada. La vigilante y omnipresente Policía política, la Súreté, mantenía sumiso y callado al pueblo vietnamita. Era sospechoso quien formulase la más mínima oposición. Sometida a censura la prensa indígena, quedaban reservadas las libertades democráticas para los ciudadanos. Es decir, la exigua minoría de cinco mil funcionarios y ocho mil colonos blancos que tenían el poder. Esta sociedad colonial, en la que participaban de algún modo tres mil annamitas nacionalizados, bloqueó siempre el desarrollo político: en ocho décadas, no se celebraron unas elecciones libres donde contendieran los auténticos representantes de la opinión vietnamita. Todos los dirigentes indígenas eran seleccionados e impuestos por los franceses y no se consentían expresiones de nacionalismo. El régimen colonial no admitía válvula de escape alguna. La aversión de Administración y colonos a las reformas fue constante. Al revés de lo que ocurrió en India con los ingleses o en Filipinas con los norteamericanos, ninguna perspectiva de cambio o de evolución política se abrió. Nunca se habló de autogobierno para los vietnamitas; cuanto más, de asociados, llegado el momento, a la Administración francesa de su país. Por eso, solamente en la clandestinidad, y con grandes dificultades, pudieron desarrollarse. las fuerzas de la oposición. Fueron las dos principales el Partido Nacional Vietnamita (Vietnam Quoc Dan Danv, partido nacionalista, inspirado en modelos chinos y japoneses, y el Partido Comunista, fundado en 1930 por Nguyen Ai Quoc. La represión y el modo de enfrentarse a ésta hicieron del Partido Comunista el amo de la clandestinidad y la fuerza política autóctona más importante. En la seguridad de que jamás abandonarían Indochina, los franceses no fomentaron la creación de políticos indígenas llamados a sucederles, sino que se dedicaron a asustar a la gente con el fantasma del comunismo como única alternativa al dominio colonial. De ahí la fragilidad de este poder, carente de base popular o democrática y a merced de las oscilaciones internacionales. Serían sus herederos los nacionalistas (pro-japoneses o pro-chinos) o los comunistas. Ambos grupos, ávidos de dejar la clandestinidad y derrocar el régimen colonial con ayuda extranjera. La administración vichysta del almirante Decoux procuró aguantar el conflicto mundial con el mínimo desgaste y sin provocar a Japón. Para los gaullistas, se trataba de saber cuándo reintegrar a Indochina en la guerra a fin de participar en la victoria sobre Japón. Tanto gaullistas como vichystas creían contar con la fidelidad de los indochinos. La metrópoli no sospechaba un cambio político en el país y únicamente tenía temor de un ataque nipón o de los aliados anglosajones. El ataque se produjo el 9 de marzo de 1945: antes de que fueran removidas las autoridades francesas, en una sola noche, el Ejército nipón se apresuró a tomar el poder en Indochina. París interpretó el hecho como el último coletazo previo a la derrota final y confió en recuperar la soberanía tras 6
la victoria aliada. Celebraría entonces la lealtad e inquebrantable adhesión de los indochinos a la Madre Patria. Para estimular a la población de la colonia, el Gobierno francés de Charles de Gaulle anunció el 24 de marzo de 1945 un nuevo estatuto para la Indochina liberada: cada uno de los países de la Federación Indochina sería autónomo y Francia ejercería de árbitro entre ellos. El Alto Comisario francés dirigiría el Gobierno Federal, que estaba controlado por una asamblea elegida. Francia conservaría la responsabilidad en materia de defensa, relaciones exteriores, economía y acuñación de moneda. Se concedería este estatuto una vez restaurada la soberanía gala en Indochina, donde Francia -que ignoraba o minusvaloraba los sucesos de la colonia- esperaba ser recibida como libertadora. Sin embargo, ya desde el día 9 de marzo de 1945, Indochina, según afirma Paul Mus, sabía vivir sin, los franceses. El 11, Bao Dai, emperador de Annam, denunciaba los tratados que ligaban a Vietnam con Francia y reclamaba la independencia. Al día siguiente le secundaba N. Sihanouk, el rey de Camboya. Se constituía con nativos un Gobierno vietnamita que reformaba la enseñanza, atacaba el mandarinato y reunificaba el país en el mes de agosto, dando la impresión, quizá falsa, de que la etapa francesa había concluido. Antes de que los aliados desembarcaran en Vietnam o de que se derrumbara Japón, este Gobierno quiso crear una situación irreversible para los franceses. Con un gran alivio confirmó que los nacionalistas vietnamitas instalados en China recibían apoyo aliado, sin lugar a dudas norteamericano o chino. Huyendo de la represión francesa, los comunistas vietnamitas habían Creado en mayo de 1941, en la región limítrofe de China, el Vietminh (liga para la independencia de Vietnam =Viet-Nam Doc-Lap Dong-Minh). Lo encabezó con el nombre de Ho Chi-minh, Nguyen Ai Quoc, que había regresado de la hoy extinta Unión Soviética, donde vivía desde 1940. En un momento dado, los comunistas se presentaron como la única fuerza capaz de actuar sobre el terreno, adelantándose a los nacionalistas pro Japón o pro China y sorprendiendo a franceses, japoneses y aliados. Una semana después de la explosión de la bomba atómica en Hiroshima, Ho Chi-minh ordenó la insurrección a las organizaciones del partido. El Vietminh se adueñó de Hanoi el 19 de agosto y, siete días más tarde, de todo el país, hasta la entonces Saigón. El Vietminh aprovechó el desconcierto general y el vacío de poder subsiguiente a la capitulación nipona para obtener la abdicación del emperador, formar un Gobierno provisional y proclamar el 2 de septiembre de 1945 la independencia de Vietnam, convertida en República Democrática de Vietnam (RDVN). Este importantísimo hecho consumado no ocupó demasiado espacio en la prensa gala. De Gaulle había recibido seguridades de Estados Unidos, Gran Bretaña y China de que la soberanía francesa en Indochina era incontestable. Con el derecho a su favor, Francia juzgó la revuelta una maniobra de última hora extremistas nipones y agitadores annamitas a sueldo, y gracias a la ayuda americana consiguió llevar tropas a Indochina a fines de octubre. Entre tanto, la tarea de desarmar a los japoneses vencidos era confiada en la conferencia de Potsdam a chinos y británicos. Aquellos al norte y éstos al sur del paralelo 16. Ahora bien, mientras los ingleses toleraban que un cuerpo expedicionario galo conquistara Saigón el 23 de septiembre, los chinos, que saqueaban el país y venían sosteniendo a partidos vietnamitas de derecha, lograban un modus vivendi con el Vietminh. Esperaban indudablemente la ocasión de sustituir a Ho Chi-minh en la cúspide de la RDVN y al Vietminh por equipos pro-chinos. Francia temía la consolidación de la RDVN con el Vietminh o con otro poder vietnamita aliado de China. El general Leclerc, jefe del cuerpo expedicionario galo, restableció rápidamente la autoridad francesa en el sur, sobre Cochinchina, sur de Laos y sur de Annam. Expulsado de las ciudades, el Vietminh se lanzó a la guerrilla. Animada por el éxito militar, Francia puso en práctica su declaración del 24 de marzo: por mediación de su alto comisario Thierry D´Argenlieu, concedió autonomía a la Camboya de Sihanouk en enero de 1946 y un nuevo estatuto político a Cochinchina, principal base económica por su arroz, caucho y comercio. 7
Simultáneamente, se negó a aceptar el hecho consumado de Hanoi. Pretendía implantar su soberanía y después negociar, mostrándose liberal. Para volver al norte, recurrió a la diplomacia. Por un tratado firmado el 28 de febrero de 1946 con la China de Chiang Kai-chek, prometió ventajas económicas a Tonkín a cambio de que las tropas francesas sustituyeran a las chinas. Los chinos aceptaron, siempre y cuando los franceses se pusieran de acuerdo con el Gobierno de Hanoi. Ante la presión china y los saqueos realizados por el Kuomintang, el Gobierno de Hanoi comprendió que no había otra manera de deshacerse de los chinos que negociando con los franceses. Como éstos parecían dispuestos a efectuar concesiones, se veía posible el acuerdo. La RDVN descubría las ventajas de apostar por la Francia democrática y su Gobierno de demócratas-cristianos, socialistas y comunistas. El Vietminh, pues, esperaba conseguir unos amigos. El 6 de marzo de 1946, Ho Chi-minh pactó con el representante galo J. Sainteny: la RDVN aceptaba el relevo de tropas chinas por francesas a cambio de que Francia reconociera a la República de Vietnam como un Estado libre que formaba parte de la Federación Indochina y de la Unión Francesa. Acerca de la unidad de Vietnam, es decir, la suerte de Cochinchina, Francia se comprometía a respetar la voluntad popular expresada en referéndum. En Cochinchina cesarían las hostilidades y París y Hanoi negociarían el estatuto definitivo de Vietnam. Asia acogió el acuerdo como una muestra francesa de realismo y lucidez. Así, el hecho consumado era asumido y superado. Vietnam abandonaba la órbita china y, aunque no proclamada solemnemente, la soberanía francesa se implantaba en todo Vietnam e Indochina. Muy pronto se observó que el acuerdo no se había firmado con el mismo espíritu por ambas partes. Vietnam esperaba llegar a un entendimiento con los franceses. Esto, en una Indochina sin definir todavía, le permitiría realizar su unidad y luego la independencia de hecho. Tendría con Francia una alianza militar, política e incluso económica, pues la RDVN se disponía a marchar hacia el socialismo. Para Francia, el acuerdo se enmarcaba en la Unión Francesa, dentro de una estructura federal que le permitiría controlar Indochina y donde se daba carácter especial a Cochinchina para no cedérsela al Vietminh. Los más cínicos decían que el acuerdo del 6 de marzo favorecía la introducción pacífica del ejército francés en el norte y asegurarse una posición óptima al aislar a la RDVN de China. Los franceses de Indochina, enemigos de los comunistas y recelosos de la amenaza del Vietminh sobre sus intereses económicos, hicieron República autónoma a Cochinchina el l de junio de 1946. D´Argenlieu temía, sin embargo, que el Gobierno de París, con mayoría de izquierda, se plegara a las exigencias de la República Democrática de Vietnam. De hecho, la opinión gala desconocía la fuerza del nacionalismo vietnamita. Convencida de que el futuro de su país dependía de conservar el Imperio en forma de Unión Francesa, no estaba dispuesta a una independencia en Indochina que provocaría repercusiones en África. Ni políticos ni militares pensaban en la descolonización. A lo más, en un retoque de los protectorados, con mayor participación política y reformas democráticas. Con todas estas premisas, las conferencias franco-vietnamitas de Dalat y Fontainebleau (verano de 1946) estaban abocadas a un callejón sin salida. D´Argenlieu, además, hipotecó su desarrollo al organizar una conferencia paralela con Cochinchina, Camboya y Laos, a fin de relativizar la importancia de Vietnam. Sin embargo, el 14 de septiembre de 1946, Ho Chi-minh firmaba un modus vivendi con el Gobierno galo, confirmando el acuerdo del 6 de marzo. Por este pacto, la RDVN aceptaba la Federación Indochina y la Unión Francesa –aunque estuvieran por definir- y el alto el fuego en Indochina, donde habría libertades democráticas un próximo referéndum. A primeros de 1947, una vez resuelto por Francia su problema constitucional, se reanudaría el diálogo. Hoy todavía nos seguimos preguntando por qué estalló el conflicto antes de comenzar la negociación, si ambas partes coincidían en lo esencial. Pues aunque París no parecía proclive a 8
importantes concesiones, se hubiera llegado seguramente a compromisos decisivos. La razón estriba en que la mayoría francesa de Indochina -civil y militar- rechazaba un acuerdo con la República Democrática de Vietnam y la posibilidad de que el Gobierno de París firmase. A su vez, una importante facción Vietminh extremaba las precauciones desconfiando de los dirigentes de Saigón. Saigón veía con alarma que Vo Nguyen Giap, número 2 de la RDVN, constituía un ejército y adquiría armas a China. Desde septiembre de 1946, los franceses vigilaban las aduanas vietnamitas en aplicación de los acuerdos sobre la estructura federal del país. A primeros de noviembre, cuando Hanoi controlaba las guerrillas del sur, empezaba la desestabilización de Cochinchina y se vislumbraba el triunfo de Ho Chi-minh en el referéndum, d'Argenlieu decidió forzar al Gobierno de Hanoi. Este debería plegarse a las exigencias francesas, dividirse entre moderados y extremistas o recurrir a las armas. Pero si desencadenaba la violencia, sería responsable de romper las negociaciones. Hubo incidentes aduaneros en el puerto de Haiphong el 20 de noviembre. Tras el bombardeo de la ciudad por buques galos, la tensión llegó a Hanoi. Tres semanas después, el 19 de diciembre de 1946, los vietnamitas atacaron y, al día siguiente, replicaron los franceses. Expulsado de la capital norvietnamita el Gobierno Vietminh y sin acceso a la opinión mundial -con lo que se le podría culpar de los incidentes-, D´Argenlieu dedujo que resultaba imposible negociar con él. Excluido Ho Chi-minh por agresor, resultaba viable la Federación Indochina. El Ejército francés, de 75.000 hombres, parecía capaz de golpear donde se le indicara. Controlaba las grandes ciudades de Annam y Tonkín y las principales vías de acceso a China. Si únicamente se trataba de pacificar un territorio de la Unión Francesa, era factible conseguir, con unas armas modernas, lo que se logró hace un siglo. Grande era el reto de combatir a los comunistas en Vietnam, frontera de una China en guerra civil. Mas también había que buscar interlocutor para aplicar a Annam y Tonkín la declaración del día 24 de marzo. D´Argenlieu sugirió el nombre de Bao Dai, ex emperador de Annam. D´Argenlieu estaba seguro de que un Vietminh sin deserciones ni enfrentamientos era un poderoso rival. Por ello, planteó vietnamizar el conflicto, atraerse a los vietnamitas que fueran enemigos del Vietminh para combatir contra los comunistas, lo que conduciría a la guerra civil. En una época anterior a la guerra fría, esta idea era sorprendente. Gran Bretaña y EE UU se extrañaron de que los franceses, que tan bien habían empezado en marzo de 1946, se metieran en un conflicto colonial mientras se negociaba en Birmania, India e Indonesia. La opinión pública francesa también se inquietó. Por más que repudiara el ataque traidor del Vietminh, no se encontraba preparada para un suceso semejante en plena campaña electoral y con tantas convulsiones internas. La opinión pública francesa confiaba en que París evitase la guerra. Pero el Gabinete Ramadier estaba dividido en este punto: socialistas y comunistas querían negociar con Ho Chiminh, mientras el MRP y los gaullistas, no. Aislada frente a un enemigo superior, la República Democrática de Vietnam buscaba, primero, sobrevivir a una guerra relámpago, y luego, negociar. Como revelan los archivos diplomáticos, todas las propuestas de cese de
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hostilidades y reanudación de negociaciones que la RDVN dirigió a Francia en los ocho primeros meses de 1947 fueron desestimadas. Fácil le hubiera resultado al Gobierno galo reanudar la negociación interrumpida a fines de 1946. Habría logrado un acuerdo satisfactorio, pues se hallaba en posición favorable. Pero n existía esa voluntad política. Francia, que había reemplazado a D´Argelieu por un civil, Bollaert, optó por negociar con las familias ideológicas de todo el Vietnam -incluyendo al Vietminh- que podrían conformar un Gobierno de coalición. Al cabo de unos meses se desestimó esta coalición, ya que acabarían dominándola los comunistas. y con la excusa de que Ho Chi-minh había rechazado los ofrecimientos franceses de paz, se inclinó por negociar únicamente con Bao Dai, que tras actuar como consejero en el Gobierno de Ho Chi-minh se había refugiado en HongKong. En octubre de 1947, Francia lanzó una ofensiva al norte de Tonkín para capturar al Gobierno de la RDVN, pero fracasó. El Gobierno de Ho Chi-minh entonces se dio cuenta de que su supervivencia dependía de montar una resistencia prolongada que desgastara al Ejército galo e incitara a - su Gobierno a terminar la guerra. París no quería hablar de descolonizar, sino de mantener su preponderancia en lndochina. Mas la pacificación militar debía sustentarse en una mejor plataforma política. París y Saigón habían entendido que el fuerte espíritu nacional vietnamita impedía jugar la baza del separatismo cochinchino. Quizá fuera posible la autonomía de Cochinchina, aceptando el principio de un Vietnam unido. Pero lo que fundamentalmente se debía procurar era reconstruir un Estado vietnamita al amparo de Francia, borrando la República de Ho Chiminh. La Unión Francesa no admitía un Estado comunista y ante la debilidad de la clase política vietnamita adicta a Francia, el emperador Bao Dai aparecía como la única alternativa frente a Ho Chi-minh. Se pensaba que Bao Dai conservaba prestigio en el campo y en los medios urbanos tradicionalistas. Francia había implantado comités administrativos sin base política en Hue y Hanoi, en los territorios ocupados del norte y del centro. La solución proyectada consistía en utilizar al emperador Bao Dai con el objetivo de renovar el protectorado, reconociendo aparentemente unas legítimas aspiraciones nacionales. Francia ofrecía prestigio, honores, funciones e independencia a los más dóciles conservadores de Vietnam. Al proponer a estos clientes -por supuesto, en el sentido romano de dicho término- compartir el poder, Francia salvaguardaba sus propios intereses. En diciembre de 1947, el Alto Comisario Bollaert se entrevistaba con Bao Dai en un buque de guerra fondeado en la bahía de Along y le persuadía a firmar un acuerdo con lo que Francia estaba dispuesta a conceder. Cuando el emperador Bao Dai volvió a HongKong, sus partidarios le hicieron ver que el acuerdo era del todo inadmisible. Y mientras en París los demócrata-cristianos y los socialistas moderados instaban al Gobierno a suscribir la solución Bao Dai éste, furioso por el engaño, prometía ser mucho más cauto en adelante. Sabiendo que su credibilidad como pacificador de Vietnam dependía sobre todo de arrebatar a los franceses la unidad e independencia del país, Bao Dai, ante la cerrazón gala, optó por contemporizar. Lo primero que hizo Bao Dai fue confiar la realización de la unidad a la gente del sur. Bajo su consentimiento, a finales de
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mayo se constituyó en Saigón un Gobierno central provisional de Vietnam dirigido por el presidente del Gobierno cochinchino, general Xuan. Con ello, Bao Dai procuraba averiguar la voluntad francesa de liquidar separatismos y transferir competencias, al tiempo que se presentaba como mediador entre las facciones vietnamitas en lucha. Nuevamente en la bahía de Along, el 5 de junio de 1948, Bao Dai, Xuan y Bollaert firmaron una declaración en la que Francia reconocía la independencia de Vietnam y la responsabilidad de los vietnamitas en realizar su unidad. Vietnam se adhería así a la Unión Francesa. Pero los franceses, que desconfiaban de Xuan por considerade oportunista, demasiado demócrata y proclive a negociar con el Vietminh, no le transfirieron poderes, con lo que la independencia resultó un fraude para la opinión pública. En realidad, Francia quería un Gobierno Bao Dai, porque creía manejarle mejor, y tenía prisa en conseguirlo ante los progresos comunistas en China. En ese momento Bao Dai quiso llegar a un arreglo con los franceses. Bao Dai intentaba edificar un Vietnam nacional con un papel en el mundo libre. Y confiaba en que la lógica evolución de las cosas -y quizá el apoyo norteamericano- abocaran finalmente al país a una independencia efectiva. En las negociaciones emprendidas en el mes de octubre de 1948, Bao Dai obtuvo concesiones de Francia. Un acuerdo de base entre Auriol y Bao Dai se firmó en el palacio de El Elíseo el 8 de marzo de 1949. Bao Dai afirmó que no regresaría a Vietnam hasta que Francia devolviera Cochinchina, que seguía considerándose jurídicamente como colonia. Tras una apresurada consulta, la votación fue favorable a la unificación -abril de 1949- y Bao Dai volvió a Vietnam. Bao Dai no iba a desempeñar un papel mediador. En el mes de agosto de 1949 presidió el Estado de Vietnam, ese segundo Estado vietnamita que había tardado dos años y medio en conseguir de los franceses. Muy pronto quedó claro que no sería un Estado no alineado, como India o Indonesia, pues no procuraría un arreglo con Ho Chi-minh. Se le encargaba a Bao Dai una misión prioritaria: vencer o llevar a la rendición al Vietminh antes de que éste recibiera ayuda de la China comunista: La ciudad de Shanghai había caído en abril y Chiang Kai-chek se había refugiado en Taiwan. Después de analizar concienzudamente los pormenores de los antecedentes de la ocupación francesa de Indochina, deberíamos abrir el capítulo del conflicto bélico que abrió el telón de uno de los enfrentamientos entre una potencia europea por mantener sus posesiones coloniales y el nacionalismo vietnamita que luchaba por su independencia. La 1a Primera Guerra de Indochina fue librada entre Francia (que era la primera potencia colonial en aquella región antes de la 2a. Guerra mundial) y el Vietminh (Liga por la Independencia de Vietnam), fundado y dirigido por el líder revolucionario Ho Chi Minh. Durante la Segunda Guerra Mundial, Japón ocupó la Indochina francesa, estableciendo bases en 1941. En Marzo de 1945 ocuparían todo el territorio. Sin embargo el Vietminh se centró en los ataques a guarniciones francesas, cayendo la primera en diciembre de 1944, cuando Giap ya había formado las primeras brigadas. El Vietminh era el más poderoso de los grupos nacionalistas que combatieron a los ocupantes japoneses de la Indochina francesa durante la II Guerra Mundial, el Vietminh estaba determinado a oponerse al restablecimiento del dominio colonial francés y llevar a cabo reformas sociales y políticas. Con la rendición de Japón en agosto de 1945, la liga tomó el control del país y Ho Chi Minh proclamó la
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independencia el 2 de septiembre. Pero ¿Qué hay del líder de la República Democrática de Vietnam (Vietnam del Norte)? El personaje que tomó el liderazgo del Vietminh y representó al frente comunista en las dos guerras de Indochina fue uno de esos raros hombres que no se dejaba guiar por los convencionalismos de la época. Ho Chi minh procedía de origen humilde y desde joven viajó por el mundo. Estuvo en Inglaterra, Francia, China, Rusia; trabajando como sobrecargo, traductor, maestro y posteriormente líder comunista. Los viajes realizados por Ho Chi Minh le dieron la oportunidad de enterarse de cómo era la vida fuera del ambiente de su nación: guerrillero y dominado por las armas. A su vez, pudo acercarse al movimiento comunista y tomar un papel activo dentro del mismo. Poco a poco fue alcanzando puestos dentro del comunismo, no sin antes pasar por duras pruebas para merecerlos hasta que de pronto se encargaba de dirigir el Vietminh para lograr la independencia de su país. Hoy, Ho Chi Minh cuenta con un mausoleo erigido al estilo de los grandes líderes comunistas y su figura y nombre son respetados y reverenciados entre los Vietnamitas y el comunismo en general. Japón se rindió en 1945 y posteriormente el Vietminh ocupó la capital del país, Hanoi, forzando la abdicación del emperador BaoDai. El 2 de septiembre la guerrilla proclamó la independencia de la República Democrática del Vietnam (Vietnam del Norte), bajo la presidencia de Ho Chi Minh. Francia reconoció el nuevo estado pero las infructuosas negociaciones hicieron que las hostilidades se reanudaran en 1946. Así, Francia se sirvió del emperador derrocado Bao-Dai para que apoyara su causa imperialista, instaurando el reino de Vietnam (Vietnam del Sur) en 1949 fijando su nueva capital en Saigón (la actual ciudad de Ho Chi Minh). En 1945 ya no quedaban soldados franceses en Indochina. Las mejores tropas habían huido hacia China y el resto había sido internado por los japoneses. Al firmarse la paz el día de la victoria en oriente, fueron los ingleses y los chinos nacionalistas los encargados de mantener la paz en el territorio francés. Así, en Postdam se acordó dividir el territorio por el paralelo 16. Al norte, los 180.000 chinos del General Li Han cedieron prácticamente la administración al tío Ho. Al sur, quedaban las fuerzas del general Gracey, rápidamente relevadas por las del General Leclerc, que llegó el 2 de septiembre a Saigón. Tuvo que enfrentarse a la resistencia del viet minh en toda la ruta hasta la zona de demarcación china...pero no fue nada comparado con lo que se encontraría en el norte. El Viet-Mihn se había hecho fuerte con el apoyo chino y las armas japonesas, pero los franceses fueron más inteligentes: Cedieron a los chinos nacionalistas todos sus derechos y privilegios en territorio chino a cambio de una aceleración de su retirada, y Ho chi minh sé vio obligado a pactar con los franceses. Ninguno de los dos era lo bastante fuerte como para vencer en aquel momento. Ho aceptó la instalación de 15.000 franceses en el norte, y un tratado que convertiría a Vietnam en una republica libre asociada a la Unión francesa. Ho ayudó incluso a los franceses a contener a las guerrillas nacionalistas que no dependían de su movimiento. Leclerc le correspondió con la promesa de que en 1952 se celebraría un plebiscito que decidiría el destino de Vietnam. Por su parte, en la metrópoli, la amargura y la humillación de la guerra mundial no facilitaba las soluciones de compromiso que podían entenderse como debilidad o falta de resolución. Al principio los nuevos lideres de Francia negociaron con tranquilidad con los nacionalistas locales, tratando de llegar a acuerdos...Pero estos se hicieron imposibles cuando ambas partes se dieron cuenta de que cada uno quería exactamente lo que el otro deseaba: El control absoluto de la zona. Desde 1945, los países de Indochina (Vietnam, Laos y Camboya) han disfrutado de poco momentos de paz en su historia. Lo que comenzó como una lucha nacionalista/ comunista revolucionaria contra el gobierno colonial francés en los años 40, se acabó convirtiendo en una guerra civil entre Vietnam del Norte y Vietnam del Sur, después de la derrota 12
francesa en 1954. Esto fue exacerbado por la intervención de potencias externas, bien directamente como el caso de EEUU o indirectamente como fue el caso de China y la URSS, lo cual, acabaría por reflejar la confrontación aún mayor de la Guerra Fría. La violencia tampoco terminaría con la victoria de los comunistas en 1975, con la caída de Saigón, ya que los conflictos se diversificaron en acciones locales, basadas en rivalidades territoriales y nacionalistas. Para los franceses, la necesidad de mantener el control de Indochina se basaba en una mezcla de prestigio y ganancias económicas y para los americanos, era la tarea de detener lo que consideraban una extensión global del comunismo; para los pueblos indígenas, fue siempre una cuestión de nacionalismo y autodeterminación, soslayada en años más recientes para la influencia de formas rivales de comunismo. Bajo el dominio francés y el norteamericano, se manifestó en un deseo de impedir el control comunista de una zona que enlazaba a China y el subcontinente Indio o Pacífico Occidental; para las superpotencias comunistas era y sigue siendo una cuestión de quien controla el sudeste asiático. Si los soviéticos aumentaban su influencia, China quedaba arrinconada y si era China quien dominaba la escena, el acceso soviético al Océano Indico quedaba cerrado. Tanto Francia, como Estados Unidos han tenido que enfrentarse a la realidad de una derrota en Indochina a manos de un enemigo relativamente poco sofisticado, provocando períodos de profunda búsqueda de identidad y afectando a la autoestima nacional. Entre 1945 y 1954, hubo muy poco apoyo público a la guerra en Francia, lo que provocó crisis políticas e incluso intentos de golpes militares, mientras una amenaza similar surgía en Argelia (1954-1962). La situación nunca llegó a ser tan extrema en Estados Unidos, pero hubo una pauta de oposición pública y lucha política contra la guerra entre 1965 y 1973. Al considerar el aspecto militar de las guerras de Indochina, emergen varios puntos generales que ayudan a explicar las derrotas occidentales. Hay pocas dudas de que los ejércitos occidentales o las fuerzas armadas al estilo occidental desplegadas en Vietnam eran poco adecuadas para la naturaleza de la amenaza. Los métodos de guerra de los comunistas (que se basaban en una mezcla de subversión política, acciones de guerrillas y batallas campales) fueron pobremente comprendidas, o en el caso de los americanos, cuyas Fuerzas Especiales habían llevado a cabo estudios detallados de las guerras revolucionarias y contrarrevolucionarias, deliberadamente malintencionadas. La consecuencia de ello, fue el despliegue de fuerzas convencionales usando técnicas militares estándar contra ejércitos comunistas inicialmente no convencionales, que utilizaban tácticas de guerra de guerrillas y contrainsurgencia. Los comandantes norteamericanos creían que el ejército del Vietnam del Norte representaba la mayor amenaza al sur después de 1964. Como resultado, muchas batallas se libraron en la frontera; aunque la mayoría fueron un éxito para los aliados, ya que cada vez que los soldados vietnamitas del norte se enfrentaban a la maquinaria militar americana a campo abierto, el resultado siempre era la aniquilación de los soldados comunistas. Aunque en términos militares no lograron impedir el resultado final de la guerra. Este hecho no fue reconocido por los franceses, que consideraban al Viet Minh como una organización puramente militar y reacciono como si así lo fuera. Pero las fuerzas aliadas no lucharon mal. Los soldados franceses, desde el Delta del Río Rojo en 1951 a Dien Bien Phu tres años más tarde, actuaron con valentía y habilidad dentro de los parámetros trazados por su gobierno; mientras los americanos, ya fuera patrullando el Valle de Ia Drang o sobrevolando el Norte, demostraron su valor en incontables ocasiones. Además los norteamericanos desplegaron grandes innovaciones técnicas, introduciendo métodos de guerra que afectarían a conceptos futuros. La idea de la movilidad aérea y los procesos de vigilancia electrónica usados en Vietnam se han convertido en parte de la Air Land Batlle, la doctrina aérea diseñada para colocar a los americanos y a sus aliados en el siglo XXI
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CAPITULO I ANTECEDENTES HISTORICOS Utilizando como pretexto la defensa de los católicos indochinos contra la represión de Minh-mang los franceses tomaron Saigón y sus alrededores en 1859, Camboya en 1863, la Conchinchina en 1867, Annam y Tong-Kin en 1883 y finalmente Laos, estableciendo uno de los regímenes coloniales más duros de la historia. Cualquier signo de rebelión era salvajemente aplastado. La Indochina Francesa se formó en octubre 1887 con Annam, Tong-Kin y Conchinchina, y la República de Khmer; Laos se agregó en 1893. La federación duró hasta 1954. La capital de Indochina era Hanoi. Estaba gobernada por Emperadores, pero el real poder lo tenía Francia. A mediados de los años 20, se formó un Partido Nacionalista Vietnamita, sobre todo en Tonkín y en el Norte de Annam. Aunque el partido fue destruido después de un levantamiento abortado en Yen Bay en 1929, ayudó a establecer una pauta de resistencia, centrada en la zona norte de Vietnam. Esta pauta fue heredada y explotada por el Partido Comunista Indo-Chino, fundado por el revolucionario annamita Nguyen ai Qoc (“Nguyen el Patriota”) en 1930. Este hombre, que el mundo conocería como Ho Chi Minh, supervisó el establecimiento de células políticas clandestinas, principalmente en Tonkín y Annam. La situación cambio drásticamente en 1940, cuando Francia cayó ante los alemanes. Aunque la administración de Indochina permaneció en manos francesas, lo hizo bajo el régimen colaboracionista de Vichy. Esto permitió a los japoneses (aliados de Alemania en el Lejano Oriente) a presionar a Hanoi para que cerrara la ruta de suministros a través de Tonkín hasta China, con lo que Japón estaba en guerra desde 1937. La clara debilidad francesa impulsó a los nacionalistas vietnamitas, y en marzo de 1941 Ho Chi Minh les unió a todos bajo el control comunista, creando la Viet Nam Doc Lap Dong Minh Hoy, “Liga para la Independencia de Vietnam”, o, más abreviado, el Viet Minh. Las actividades de la resistencia aumentaron, atrayendo el apoyo de fuerzas 14
aliadas del Lejano Oriente. Pero para entender y clarificar la situación francesa y como se orientaran los acontecimientos en Indochina, tendríamos que analizar el proceso de la ocupación japonesa en su expansión por Asia y la guerra que llevaron a cabo los franceses contra el Imperio japonés. En el momento en que el país entra en guerra con la Alemania nazi, en 1939, la Marina francesa de la colonia de ultramar está formada por dos fuerzas navales con bien diferentes misiones. La primera, la Marina en Indochina, se encuentra bastante limitada y se halla bajo el mando del contralmirante Jules Terraux (1883-1951). Está formada por cañoneras fluviales, navíos de la misión hidrográfica (esencial en un país atravesado por la rica red de cursos de agua que constituye el Mekong y su laberinto inextricable de brazos secundarios), un petrolero, algunos pequeños buques, así como por algunas bases en tierra (arsenales de Saigón, bases navales, aeronáutica naval y acuartelamientos). La segunda, modesta igualmente, está constituida por las Fuerzas navales en Extremo Oriente (FNEO). Éstas comprenden un único submarino, dos cruceros (entre ellos el célebre Lamotte-Picquet), cinco avisos (entre los cuales cuatro avisos coloniales) y varias cañoneras fluviales en China. Bajo el impulso del primer ministro, el general Hideki Tojo, y de su Gobierno militarista, Japón continúa con una política expansionista iniciada en 1910 con la anexión de Corea, si no antes incluso. Tras ocupar la provincia china de Manchuria en 1937 (reconvertida en el país teóricamente independiente de Manchukuo, 1937-1945), como adelanto de su expansión por China, ataca a la China de Chiang-Kai-Shek (Segunda Guera ChinoJaponesa, con la toma dePekín, luego de Shanghai y de Nanjing Con la vista puesta en una toma de control progresiva sobre el conjunto de las colonias europeas en Asia, Japón decide tomar el control de la Indochina francesa. No obstante, sus tropas encuentran dificultades en el sur de China. Como consecuencia de la derrota francesa en junio de 1940, Francia había firmado con Alemania un armisticio que le permitía la conservación de sus colonias, que no presentaban el más mínimo interés a los ojos de Adolf Hitler. La situación en la Francia ocupada deja a las colonias alejadas todavía más lejanas y, por ende, más vulnerables. Ello permite a Japón albergar esperanzas, así que planifica una primera instalación en Tonkín, como primer peldaño de una ulterior expansión al resto de la colonia francesa, con o sin el asentimiento francés. De este modo, el 19 de junio de 1940, el general George Catroux (1877-1969), gobernador general de Indochina, recibe un ultimátum exigiendo especialmente el cierre de la frontera con China y paso libre para las tropas japonesas. Catroux estima que, por estar físicamente allí, dispone de mejores condiciones para apreciar la situación que su propio Gobierno, en esos instantes refugiado en Burdeos (antes de trasladarse a Vichy con el mariscal Philippe Pétain). Asume pues la carga de aceptar efectuar para con los japoneses concesiones extremadamente graves e irreversibles. Sus iniciativas, que el Gobierno juzga como incorrectas, comportan su inmediata destitución. Para relevarle es designado el almirante Jean Decoux (1884-1963). Nombrado comandante en jefe de las Fuerzas Navales de Extremo Oriente (FNEO) en 1939, Decoux había tomado posesión de su mando a bordo del Lamotte-Picquet en Saigón el 12 de mayo de ese mismo año. El 25 de junio de 1940, es nombrado gobernador general de Indochina, aunque no toma posesión hasta el 20 de julio, y se mantendrá en el cargo casi cinco años. Poco tiempo después, se disuelven las FNEO, lo que comporta que sus buques pasan a depender de la Marina Indochina, en ese momento bajo el mando del contralmirante Terraux. El 30 de agosto de 1940, el Gobierno de la Francia de Vichy, ante el hecho consumado, acepta reconocer los «intereses predominantes del Japón» y le concede importantes facilidades militares en el Tonkín. El 22 de septiembre se firma un primer convenio en aplicación de esta política, pero ello no satisface del todo al comandante japonés en China, que lanza una ofensiva esa misma noche. Su división del Kwang Si, en la provincia de Guangzhou, atraviesa la frontera china y ataca a las guarniciones de Lang Son (Lang Son) y otros puestos fronterizos. Caído al frente de su destacamento motorizado, el 15
teniente coronel Louvet es el primer muerto francés de la guerra del Pacífico. Los enfrentamientos durarán hasta el 25 de septiembre. El emperador japonés, Hirohito, ordena finalmente el alto el fuego y la liberación de los prisioneros. Expresa además que «lamenta profundamente el inesperado incidente de Lang Son» y se compromete al respeto de la soberanía francesa en Indochina; promesa que, a despecho de los acontecimientos posteriores (ataque a Pearl Harbour y entrada del Japón en la Segunda Guerra Mundial), será íntegramente respetada hasta el golpe de mano del 9 de marzo de 1945. Ciertamente, la Indochina francesa sufrió la presencia de tropas japonesas en su territorio, pero se trataba de tropas allí estacionadas y no de ocupación, y la Administración francesa conservó la totalidad de sus prerrogativas y de sus medios, tanto civiles como militares. Hay que hacer notar que en Indochina no podía esperarse ningún tipo de socorro de los aliados de Francia. Opuesto a toda forma de colonización, el presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, rechaza conceder ayuda. El 3 de noviembrede 1940, da la orden a Edward Stettetinius, su secretario de Estado, de «abandonar a los franceses [de Indochina] a su suerte». Roosevelt subraya que el Gobierno estadounidense no les debe entregar «ni armas, ni municiones, ni ningún apoyo para cualquier tipo de misión militar y bajo ninguna circunstancia». Probablemente ello se debía al hecho de que desde las recién adquiridas posiciones en Indochina, tanto la aviación como la Marina Imperial Japonesa disponían de bases desde les que podían amenazar la presencia estadounidense en las Filipinas, y la británica en Malasia y Singapur, como luego efectivamente sucedió. La guerra FrancoThailandesa Siam, que tiene la particularidad de ser el único país no colonizado de la península de Indochina, había pasado de ser una monarquía absoluta a ser una monarquía constitucional a raíz del golpe de Estado del 24 de junio de 1932. Pero todo cambia en 1938 cuando, como consecuencia de un segundo golpe, el mariscal Phibun Songkhram (1897-1964) se arroga las funciones de primer ministro e instaura de hecho un régimen dictatorial y militarista a semejanza del de Japón, convirtiéndose en aliado de los japoneses. En 1939, el país toma el nombre de Tailandia (tierra thai). Phibun Songkhram aspira, mediante la unificación de todos los territorios de lengua y etnia thai de la península de Indochina, a la creación de una "gran Thailandia", al igual que Alemania pretende la construcción de un gran Reich, "panthaismo" que supone un eco al pangermanismo nazi. En junio de 1940, Thailandia negocia un pacto de no agresión con Francia. Pero, bajo presión japonesa, decide recuperar sus antiguas provincias del siglo XVI (el antiguo reino khmer) y pone fin bruscamente a las conversaciones. El rechazo por parte de los franceses de modificar las fronteras de Laos y Camboya, territorios bajo protectorado francés, desencadena una serie de escaramuzas a lo largo del río Mekong en septiembre de 1940, seguida por un recrudecimiento de las hostilidades tanto en Laos como en Camboya. Es lo que el contralmirante Paul Romé llamará la «drôle de paix» (la paz en broma). La batalla naval de Koh Chang (17 de enero de 1941) Con la finalidad de acabar con esta situación en la zona fronteriza, el almirante Decoux reúne a su Estado Mayor y planifica una ofensiva contra Thailandia, que es preparada de común acuerdo por el contralmirante Terraux y el capitán de navío Régis Berenguer (1888-1971). El 16 de enero, Bérenger efectúa la orden de operaciones gracias a las informaciones aportadas por uno de los hidroaviones franceses, que había indicado la presencia de buques tailandeses en una bahía al sur de Kog Chang es decir en aguas territoriales enemigas. La acción ofensiva se lleva a cabo con brío, y así, al mando Bérenger a bordo del Lamotte-Picquet, la marina francesa obtendrá ante la flota tailandesa una decisiva victoria. Durante el combate, las fuerzas francesas se hallan compuestas tan sólo de cinco buques: el crucero Lamotte-Picquet, los avisos coloniaales Dumont d'Urville y Amiral-Charner, además de los avisos Tahure y Marne (un superviviente de la Primera 16
Guerra Mundial. Al alba del 17 de enero de 1941, los cinco buques se reúnen en el archipiélago de Poulo-Condor (hoy Côn Đảo], al sudoeste del cabo de Camau. Luego atraviesan el Golfo de Siam en absoluto silencio radio para sorprender, en la rada de Koh Chang, a la fuerza naval enemiga. Frente al heterogéneo grupo de barcos franceses, Thailanda possee una flota superior: dos guardacostas acorazados, fuertemente armados y blindados, así como varios torpederos completamente nuevos. Existía también un riesgo de tipo puramente hidrográfico ya que, como escribe JeanRené Tréhard, que entonces formaba parte de la tripulación del aviso Tahure, los mapas no eran demasiado fiables y no indicaban todos los arrecifes de la región. Sorprendiendo a la flota enemiga en su fondeadero y bloqueándole sus posibles vías de escape, los buques franceses hunden dos torpederos tailandeses, y luego dañan gravemente a uno de los dos guardacostas (el Dombhuri), que se retira del combate para embarrancar ardiendo en la costa. El combate durará cerca de dos horas (1h y 40’), en sus diferentes fases. Durante su regreso a Saigón, los cinco buques franceses sufren los ataques de la aviación tailandesa, pero, protegidos por la artillería antiaérea francesa (la DCA), alcanzan la ciudad intactos. Es de destacar que no hay, salvo algunos heridos, ninguna baja por parte francesa. Sin embargo, subraya Casimir Guillerm, cañonero en el Lamotte-Picquet, «el combate fue de una extraña violencia». Por su parte, los tailandeses habrían perdido unos 300 hombres. El capitán de navío Bérenger es ascendido a contralmirante a raíz de esta victoria, que pone fin a las repetidas agresiones tailandesas, logrando así el objetivo de la operación. Por otra parte, la victoria hace que Japón decida entenderse con Francia y dejar en manos de ésta la administración de Indochina. Sin embargo, Indochina ve cómo se le amputan algunos territorios laosianos y camboyanos (la rica provincia deBattambang, así como Siem Reap, Kompong Thom, Champassak) en beneficio de Tailandia, convertida mientras tanto en aliada del Japón. Una placa conmemorativa en recuerdo de Koh Chang se colocó en el memorial de Mont Feron, en Tolón, y, en 2001, con ocaasión del 60 aniversario, en el fuerte de Montbarey, a la salida de Brest. Existe, desde 1995, un bulevard Koh Chang en Cancale ( departamento de Ille-Et-Vilaine), un square Koh Chang que cae a pico sobre el mar en Perros-Guirec (departamento de Côtes-d’Armor) desde el año 2000, una plaza con igual nombre inaugurada en SaintJean-de Monts(departamento de Vendée) en 1999, y placas o estelas en varios municipios franceses en honor del protagonista de esta victoria, el almirante Bérenger: Dinard (en Ille-Et-Vilaine, 1992), Lagord (en Charente-Maritime, 1994) y Seignosse (Landes, 1994). En sus Memorias de guerra, el general de Gaulle evoca «la brillante victoria naval del 17 de enero de 1941 durante la que el crucero Lamotte-Piquet y algunos pequeños auxiliares franceses echaron a pique a la flota del Siam ». Sin embargo, ya que se obtuvo bajo el régimen de la Francia de Vichy, ningún presidente francés —de de Gaulle a Chirac— quiso nunca homenajear esta victoria. Ningún sello o medalla la ha conmemorado jamás, ningún barco lleva su nombre y no hay una calle Koh-Chang en París. Los convoyes costeros de Annam (1942-1944) A partir de finales de 1940, el Gobierno de Vichy ya no tiene prácticamente ninguna relación marítima con Indochina. Con la entrada en guerra del Japón el 8 de diciembre de 1941, la Indochina francesa se encuentra completamente aislada del resto del mundo. Ni la metrópolis ni sus aliados no le suministraban víveres, armas ni cualquier otro material, quedando obligado el territorio a vivir en autarquía. En el curso de los tres años siguientes, son los esfuerzos de su marina los que le permiten sobrevivir. En efecto, porque ya no pueden ser objeto de mantenimiento (hay penurias en material, aún más serias que en la metrópolis) o, peor aún, porque son blanco de bombardeos estadounidenses, las comunicaciones por 17
carretera o por ferrocarril no permiten asegurar una comunicación efectiva y frecuente. Es pues gracias a las rutas navales —los convoys costeros de Annam entre 1942 y 1944 — que los intercambios de materias primas entre el norte (en Tonkín principal productor de carbón) y el sur del país (Conchinchina y Camboya, grandes productores de arroz) pueden mantenerse. Estos constantes intercambios comerciales entre Saigóin y Haiphong, vitales para el funcionamiento de las fábricas y catedrales —y en consecuencia para la supervivencia de la población se hacen con ayuda de antiguos barcos de cabotaje, ya que los mejores cargueros de la Marina nacional francesa han sido requisados por los japoneses y por los británicos. Estos barcos de cabotaje son, en su mayor parte antiguos carboneros, período heroico, respecto del que el contralmirante Paul Romé, entonces simple oficial, habla con justeza de una «armada heteróclita»&: el Song-Giang, ¿no había sido una chalana en el río Rin?, y el Tai-Poo-Sek, ¿no había sido un correo ruso?. En otoño de 1942, la contraofensiva estadounidense hace claramente más agresiva: los aviones y submarinos estadounidenses con base en China tienen la misión de atacar sistemáticamente a todo barco en el mar. Los convoyes que viajan a lo largo de las costas de Annam deben pues ser debidamente escoltados por patrulleras de la Marina, esencialmente para misiones de salvamento. Pero debido a los estadounidenses, de los once cargueros y siete escoltas que aseguraban esos convoyes, ya sólo sobreviven a finales de 1944, cuatro cargueros y dos escoltas. Las pérdidas humanas ascienden a más de un tercio de los efectivos. El golpe de mano japonés del 9 de marzo de 1945 A finales de 1944, las tropas japonesas se baten en retirada en el conjunto del Pacífico: Filipinas, Birmania, Guam. Tokio está cada vez más amenazado por las "fortalezas volantes" (B-29) estadounidenses, unos bombarderos destructores que diezman sus escuadrillas. Para el acorralado Gobierno japonés, Indochina representa, más que nunca, un territorio de la mayor importancia estratégica, ya que es la única base viable que le permite efectuar un reagrupamiento de sus tropas dispersas en diversos frentes: Singapur, Tailandia, Malasia . Para garantizar la seguridad de las comunicaciones y de las maniobras de repliegue, el Japón prepara una segunda ofensiva. Pero, contrariamente a la de 22-25 de septiembre de 1940, ésta será de envergadura, ya que su objetivo es la supresión de la presencia francesa en Indochina. Así, entre enero y marzo de 1945 los efectivos japoneses pasan de 8.000 a 60.000 hombres. El Ejército japonés ataca el viernes 9 de marzo de1945, tomando por sorpresa al conjunto del país: en el sur, Saigón, en el norte, Hanói, la ciudadela de Lang Son (Lạng Sơn), cerrojo de la puerta de China, y Dong Dang, lugar clave de la frontera del Tonkín. Con unos efectivos totales de tan sólo 12.000 soldados europeos, las guarniciones, fuertes y acuartelamientos donde ondea la bandera tricolor no resisten mucho tiempo estos constantes ataques. Los combates desiguales (más de diez contra uno) acaban en ocasiones con atrocidades (prácticas de bayoneta con les prisioneros, evisceración, decapitación). En Lang Son, el Estado Mayor japonés había invitado a las autoridades civiles y militares a una cena a las 18h. Los invitados son hechos prisioneros una vez acabada la comida. Dos caen abatidos: el teniente coronel Amiguet y el jefe de batallón Leroy. Mientras tanto, en la ciudadela de Lang Son, las tropas francesas intentan romper las oleadas de asalto japonesas durante varias horas. Como se ha negado a rendirse, el general Émile Lemonnier será decapitado, al igual que el residente Auphelle. El coronel Robert conocerá la misma suerte dos días más tarde. Los 400 supervivientes serán salvajemente ejecutados. Todos les barcos franceses sufren similares ataques. Cuando no han sido hechos prisioneros antes, los marinos sabotean sus buques, abren fuego sobre sus propios barcos o los hunden a cañonazos para evitar que caigan en manos de los japoneses. Así desaparecen: en la Cochinchina, el Paul-Bert, el Mytho, el Avalanche y el Amiral-Charner en Mytho [My Tho], el Marne, el Lapérouse y el Capitaine-Coulon en Cantho [Can Tho]; en Camboya, el 18
Francis-Garnier en Kratié; en el Tonkín, el Commandant-Bourdais en Haiphong, así como el Vigilante. Únicamente dos pequeñas cañoneras del Toníin, Frézouls y Crayssac, podrán escapar y refugiarse en China. Las tripulaciones naufragadas se unen a los combates en tierra, sea en grupos organizados como el del capitán de corbeta Mienville que, en el Transbassac (llanuras occidentales del delta del Mekong), contiene a los japoneses durante tres semanas, sea en elementos dispersos que buscan refugio en la selva. Como tantos otros, el contramaestre mecánico Raymond Cordier huye a la selva sin víveres ni mapas. Encuentra allí a otros compañeros de infortunio, que deben dispersarse para poder sobrevivir. Caída la noche, van en busca de alimentos a los escasos pueblos de las altas planicies. Uno de los camaradas de Cordier muere, otro pierde la razón (debe atársele por la noche), un tercero queda afectado de disentería y debe entregarse…Tras una retirada hasta las Tres Fronteras, el teniente de navío Romé y sus hombres huyen a la selva, debiendo abrirse camino a golpe de machete en una vegetación densa en la que abundan las colonias de sanguijuelas. Tras unas tribulaciones increíbles, a base de esfuerzos, son denunciados por un jefe de aldea que les había ofrecido hospitalidad. En la misma región, el grupo del capitán de corbeta Moreau logrará mantenerse tres meses en un lugar casi inaccesible en la orilla derecha del Donnai (hoy Dong Nai),pero será igualmente traicionado por los autóctonos. Sin embargo, no se conocerá jamás la suerte exacta de todos aquellos, demasiado numerosos, que perecieron, sea por causa del enemigo, sea por el hambre o la miseria en el interior de un país muy salvaje y hostil. En sus memorias, Claire Lee Chennault (1893-1958), mayor general del ejército estadounidense, al mando de la 14ª USAAF, explica el objetivo que se le había confiado. Añade: «Las órdenes del Cuartel General precisaban que las unidades francesas no debían recibir ni armas ni municiones. Apliqué las órdenes al pie de la letra, sin poder hacerme a la idea de que dejaba a los franceses siendo masacrados en la jungla, cuando se me obligaba a ignorar oficialmente su suerte». [I carried out my orders to the letter, but did not relish the idea of leaving Frenchmen to be slaughtered in the jungle while I was forced officially to ignore their plight.] A pesar de su amplitud y de su inaudita crueldad, el asalto del 9 de marzo no provoca excesivas reacciones en la metrópolis, demasiado ocupada en ese momento en recuperarse de su propia situación. Jacques de Folin destaca que Le Monde fue el único diario en publicar un editorial sobre la aniquilación de las tropas francesas por parte del Ejército japonés. Sin embargo, más de un historiador considera que «la guerra de Indochina comienza el 9 de marzo de 1945». Los campos de deportados . Tras su captura, numerosos marinos son internados en los campos de prisioneros, como el de Thu-Dau-Mot, al norte de Saigón (antiguo cuartel de Vassoigne) o el de Virgile (antiguo cuartel del 5º Regimiento de artillería colonial]], en Saigón. Alojados en las cuadras, se veían devorados por las chinches y por los mosquitos y dormían literalmente en el suelo, acurrucados en los adoquines. Un número todavía mayor de marinos fue internado en el campo de Martin-desPallières, antiguo cuartel militar del 11º RIC (Regimiento de infantería colonial), también en Saigón, desde donde podían verse las cúpulas de la catedral. Este vasto campo de concentración, que se hallaba bajo el mando del coronel Masuda, reagrupaba, en su período final, a unos 4.500 prisioneros franceses que se encontraban anteriormente en Annam, en Cochinchina y en Camboya. Los vietnamitas que se habían unido al Ejército francés eran enrolados a la fuerza en el Ejército japonés, aunque muchos de ellos escapaban. Estos prisioneros dormían donde podían: en planchas de madera, en esteras de juncos o, a falta de algo mejor, directamente en el suelo, sin ninguna cobertura. A la larga, la falta de espacio obligó a algunos a compartir las habitaciones en las que se había aislado a los enfermos contagiosos (varios casos de tuberculosis e incluso uno de lepra). Cada mañana, los guardianes elegían un 19
contingente de 500 a 600 soldados para prestaciones de trabajo en el exterior del campo: trabajos de aplanamiento, excavación de trincheras, transportes de agua, cortar bambú (para proteger las rejas del cuartel de las miradas indiscretas), etc., normalmente bajo un sol de justicia. El segundo de a bordo Maurice Amant, que fue radiotelegrafista a bordo del Lamotte-Picquet,explica que se le había obligado a hacer agujeros de 60 cm por 60 cm, con un metro de profundidad y separados de dos en dos metros, en el interior de un patio rodeado por un muro y posteriormente cerrado. Sólo tras su liberación supo el objeto de su trabajo: los japoneses habían plantado minas en cada uno de dichos agujeros y, en caso de un desembarco aliado, habrían reunido a todos los prisioneros en el patio para ser ejecutados. En Haiphong, el radiotelegrafista Georges Vellard fut internado, como algunos otros marinos, en la escuela Henri-Rivière, donde ya habían sido recluidos unos 200 civiles. Consiguió evadirse y alcanzar Hanoi a bordo de un camión gracias a la intervención de un miembro de la Cruz Roja. Fue encargado de un emisor de radio clandestina, primero en Hanoi y luego en Haiphong, con un emisor conectado con las estaciones terrestres de Indochina y las estaciones móviles de la Marina en extremo Oriente. Algunos prisioneros, como los contramaestres Marius Besselièvre y Pierre Le Peuch, cayeron en las manos de la temible Kempetai, policía política —y secreta— comparada frecuentemente con la Gestapo nazi. Tras el fusilamiento del 9 de marzo en Hanoi, Le Peuch fue acogido por un tonkinés compasivo que le escondió en su granero durante dos días y dos noches. Pero tuvo que entregarse cuando los japoneses, tras establecer la ley marcial, amenazaron con la pena de muerte a cualquier vietnamita culpable de albergar a militares franceses. Pocos detenidos sobrevivieron al tratamiento inhumano en las prisiones de la Kempetai. Los hombres sufrían allí torturas (bastonazos, asfixia por absorción de agua), y luego eran encajonados en grupos de siete u ocho en jaulas de bambú durante varios días. Por la noche, además de las incesantes picaduras de los mosquitos, los gritos de los centinelas y los chillidos de otros prisioneros les mantenían despiertos. Privados de sueño, de alimentos dignos de ese nombre, de ejercicio y de la más elemental higiene, sus cuerpos tumefactos se cubrían rápidamente de gusanos y de heridas permanentemente infectadas. La Kempetai controlaba igualmente campos de trabajos forzados que agrupaban cerca de 4.000 prisioneros en la región particularmente insalubre de Hoa Binh en el límite del delta del Tonkin. En estos siniestros "campos de la muerte lenta", la única agua que los hombres podían beber provenía de los pantanos circundantes, de olor nauseabundo. La disentería y el paludismo provocaron muchas muertes. Aquellos que intentaban huir morían por un disparo en la espalda o decapitados. A su regreso a la metrópolis, a pesar de las sevicias de que habían sido víctimas, los marinos y otros supervivientes de esos campos no recibieron ni los honores ni los títulos ni las pensiones militares de invalidez a que deberían haber tenido derecho. Sus solicitudes no estaban justificadas, a ojos de la Administración. Los veteranos de la Marina Indochina multiplicaron los intentos durante largos decenios para que un proyecto de ley les reconociese por fin el estatuto de "prisionero de guerra internado por los japoneses tras el golpe del 9 de marzo de 1945" —pero sin éxito (y ello, contrariamente a los prisioneros del Viêt Minh). El Gobierno francés esperó medio siglo antes de reconocer oficialmente los acontecimientos —que no siempre aparecen en los manuales de Historia— y de hacer justicia en parte a la Resistencia francesa en Indochina. No fue, en efecto, sino con ocasión del 50º aniversario del golpe japonés en Indochina que el Ministerio de Veteranos y de Víctimas de Guerra se decidió a cumplir lo que se conoce como "deber de la memoria". De este modo, Philippe Mestre, que en ese momento era el ministro del ramo, se encargó, el 9 de marzo de 1995, de inaugurar en el Jardín de las Tullerías, en París, una placa conmemorativa en honor de «los 2.650 soldados y resistentes muertos por Francia en Indochina». La lenta liberación de los marinos de Indochina. Gracias a un receptor clandestino, los prisioneros del campo de Martin-des20
Pallières, en Saigón, podían escuchar las noticias. Fue así como a principios del mes de agosto de 1945, como el resto del mundo, supieron, estupefactos, que un nuevo tipo de armas, las "bombas atómicas", lanzadas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki habían obligado al emperador Hirohito a la capitulación incondicional. Incluso conocieron esta extraña nueva —inmediatamente gritada en bretón a través de todo el campo— antes que sus guardianes, gracias a Radio-Delhi, que no censuraba las informaciones como sí lo hacía la radio japonesa. Tras que el Japón hubiera "aceptado lo inaceptable", la Segunda Guerra Mundial acaba oficialmente el día 2 de septiembre de 1945, con la firma de la rendición de Japón a bordo del acorazado USS Missouri, en la bahía de Tokio, bajo la presidencia del general Douglas MaC Arthur y el presencia de Philippe de Hautecleclerc (es decir, del general Leclerc), que firma en nombre de Francia. Sin embargo, los miembros de la Marina Indochina siguen, en su mayor parte, prisioneros hasta el 12 de septiembre. En lugar de ser rápidamente liberados, se encuentran en una situación que se hace difícil de creer: la de seguir no solamente prisioneros, sino además bajo la custodia de los japoneses, es decir, son vencedores paradójicamente cautivos de los vencidos. En casi todos los casos, su liberación demuestra ser una larga y penosa odisea. Algunos delos prisioneros, como el segundo de a bordo Maurice Amant, secretario del Estado Mayor, el radio Jean Morel, los mecánicos René Goudeau, Raymond Cordier, Henri Chentrier y el segundo de a bordo André Kernevez son liberados por fuerzas francesas en el campo de Martin-desPallières, en Saigón, o bien en el cuartel de Calmette del 11º RIC, como el torpedista René Reynaud. Algunos otros son liberados por tropas angloindias llegadas de Singapur, como fue el caso para el mecánico Gaston Estebénet. Por lo que respecta al marino fusilero Pierre Le Peuch, prisionero en la ciudadela de Hanoi, no será liberado hasta el 25 de octubre, y ello tras de un acuerdo con la misión chino-americana. El personal naval es autorizado, con escolta china, a abandonar el campo de la ciudadela de Hanói y a dirigirse, en un convoy ferroviario, al puerto de Haiphong. Allí, deben ocupar, —sin armas— los locales en ruinas de la escuela Henri Rivière, donde son mantenidos bajo vigilancia por el Ejército chino. Deben esperar al 3 de marzo de1946— día del desembarco armado de tropas francesas llegadas de Saigón — para ser verdaderamente liberados (no sin pérdidas humanas para los franceses, ya que los chinos disparan sobre la flota de Leclerc). Como homenaje a los soldados de Indochina, el general Charles de Gaulle escribe, en sus Memorias de guerra, que «en el capital moral de un pueblo, nada se pierde de las penas de sus soldados». En 1944, el Viet Minh proporcionaba a los agentes de la OSS información sobre los pilotos y aviadores derribados, además de la protección que podían brindarles hasta China. Por su parte los agentes de la OSS entrenaban a los soldados y futuros oficiales del Ejército Popular de Vietnam, entrenando a los guerrilleros en la utilización de armas de fuego, explosivos, lanzallamas y en muchas ocasiones soldados y oficiales del OSS participaban en combates guerrilleros apoyando a las fuerzas de Ho contra los japoneses. Aquellos mismos vietnamitas, ahora aliados de los EEUU, derrotarían a los franceses en Dien Bien Phu y a los norteamericanos en 1975 con la caída de Saigón. Cuando los japoneses se hicieron con el control de Indochina en marzo de 1945, derrotando a las fuerzas francesas que ahora debían obediencia al nuevo gobierno del General De Gaulle en París, el Viet Minh estaba en un sitio ideal para llenar el vacío de poder en el país. Su oportunidad se produjo cuando los japoneses se rindieron a los aliados. El 2 de septiembre de 1945, Ho entró en Hanoi y, con el apoyo de EEUU, declaró la fundación de la República Democrática de Vietnam. A la administración norteamericana no le interesaba la hegemonía de potencias coloniales europeas en el Sudeste Asiático, por ello apoyó a Ho Chi Minh, el mismo con el que combatirían durante 10 años, una vez los franceses fueran derrotados en Dien Bien Phu. Pero su 21
éxito fue breve. Ya en julio, en la Conferencia de Potsdam, las fuerzas aliadas decidían que, si se producía una súbita rendición japonesa, Indochina sería liberada por las tropas nacionalistas chinas del Kuomintang, liderado por Chiang-Kai-Shek. El Partido Popular Nacional de China, fue fundado tras la revuelta de Xinhai en 1911, la cual derrotó a la dinastía Quing o Manchú y estableció una república en China. Las fuerzas nacionalistas chinas serían apoyadas por el sur por el ejército británico, reuniéndose en la línea del Paralelo 16. A principios de 1946, unidades francesas llegaron de Europa, la mayoría de las ciudades al sur del paralelo 16 había sido liberadas por las fuerzas aliadas (franceses, británicos, japoneses y chinos nacionalistas) de toda oposición, y se había entrado tanto en Laos comoen Camboya.
CAPITULO II INICIO DE LAS HOSTILIDADES
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En febrero de 1946, Ho solicitó ayuda a los franceses, accediendo a tener independencia restringida para Vietnam dentro de una Federación Indochina controlada por los franceses, a cambio de apoyo para obligar a que se retiraran los nacionalistas chinos y los japoneses. Un mes más tarde, cuando se retiraron los chinos y los franceses entraron en Hanoi, se enfrentaron inevitablemente al Viet Minh. El 20 de noviembre, una escaramuza menor entre oficiales de aduanas franceses y soldados del Viet Minh en Haiphong hizo que los franceses dieran un ultimátum para que el pueblo fuera entregado. Ocho días más tarde tropas francesas tomaban Haiphong por la fuerza y, mientras el General Giap retiraba a sus fuerzas a bases seguras en el campo, los franceses derrocaban el gobierno de Ho en Hanoi los días 19 y 20 de diciembre de 1946. Había empezado la “Primera Guerra de Indochina”, que se alargaría durante 8 años, hasta 1954. Al principio los franceses mantuvieron la ventaja, controlando las ciudades principales y líneas de comunicación del norte. De octubre a noviembre de 1947, incluso montaron operaciones de búsqueda a gran escala al norte de Hanoi para capturar a los líderes comunistas. Cuando estas incursiones fracasaron, los franceses adoptaron medidas policiales, estableciendo guarniciones y avanzando en la zona afectada. Durante un año la estrategia pareció funcionar, pero en realidad el General Giap reconstruía sus fuerzas y aumentaba el control comunista en las aldeas remotas, sobre todo en Viet Bac, una zona al noroeste de Vietnam. En abril de 1949, mandaba unos 300.000 guerrilleros y estaba listo para actuar. Giap decidió atacar primero los puestos aislados, concentrando una fuerza superior contra cada uno de ellos y forzando gradualmente a los franceses a la defensiva. En la llamada “Guerra de los Puestos”, las pérdidas francesas fueron importantes; pero el verdadero golpe se produjo en 1950, cuando Giap dirigió su atención a las guarniciones más importantes cercanas a la frontera China. Para entonces los franceses se enfrentaban a un dilema estratégico, pues la victoria de los comunistas de Mao Tse-Tung en China había abierto la frontera al Viet Minh, proporcionándoles un refugio seguro y suministros ilimitados en armas, municiones, alimentos etc... Si los franceses intentaban bloquear la frontera, dejarían a Vietnam sin protección contra la subversión comunista; y si se congregaban a lo largo de todo el territorio de Vietnam se enfrentaban a una imparable acumulación de tropas del Viet Minh. Giap inició su ofensiva en febrero de 1950, apartándose de la vulnerable guarnición de Lao Khe, cerca de la frontera comunista. Se dirigió entonces al este para atacar las montañas de Cao Bang-Long Son al noroeste de Tonkín. Dang Khe fue ocupado por el Viet Minh y Cao-Bang fue evacuada por los franceses el 3 de octubre. Fue una decisión desastrosa por parte de los franceses, el abandonar Cao Bang, la guarnición en retirada, desplegada a lo largo de la Ruta Colonial 4, fue atacada por la guerrilla y junto con una fuerza de socorro que se dirigía al norte desde That Khe, fue dispersada por los comunistas. Las fuerzas francesas fueron aniquiladas y Lang Son fue tomado por el Viet Minh. Pero cuando el resto de guarniciones de montaña alcanzaron la seguridad del Río Rojo (alrededor de Hanoi y Haiphong) se habían perdido 6.000 soldados franceses. Convencido de que los franceses estaban cerca de la derrota. Giap actuó con rapidez para atacar Hanoi, transformando sus unidades guerrilleras en un ejército regular dispuesto para la batalla. Pero los franceses, al mando del General Jean Lattre de Tasigny, fueron igualmente rápidos en recuperarse, ocupando una serie de posiciones de defensa alrededor de Hanoi (conocidas por “La Línea De Lattre”). Con el apoyo de la artillería, de la aviación y una reserva aerotransportada, los franceses pudieron reconquistar el terreno perdido. Cuando el 13 de enero de 1951 las divisiones 308 y 312 de Giap dejaron las montañas, trataron de tomar Vinh Noi, a 70 km al noroeste de Hanoi, entraron en una trampa, con lo cual las fuerzas del Viet Minh tienen que retirarse siendo derrotados por los franceses. A finales de marzo Giap, lo volvió a intentar, enviando tres divisiones, cada una de ellas con 11.000 hombres, contra la posición de Mao Khe, a 30km al norte de Haiphong. En la lucha cuerpo a cuerpo, con el 23
apoyo de los cazabombarderos franceses abatiéndose lanzando toneladas de Napalm y cohetes contra las fuerzas del Viet Minh, las cuales tuvieron que retirarse con más de 4.000 bajas en cinco días. De Lattre paso entonces a la ofensiva. El 14 de noviembre de 1951, los paracaidistas franceses tomaron Hoa Binh, a 40 km al oeste de la Línea De Lattre, y fueron rápidamente reforzados con unidades de la Legión Extranjera. Pero el General Giap, no estaba del todo derrotado. Tras desplegar fuerzas para cortar a los franceses la salida de Hanoi, causo tales daños que el General Raoul Salam (el sucesor del General De Lattre), ordenó la retirada de Hoa Binh el 22 de febrero de 1952. La guerra de Indochina todavía no había acabado, miles de soldados franceses y de otras nacionalidades de la Legión Extranjera darían sus vidas para combatir y derrotar a los comunistas vietnamitas, para mantener la colonia bajo dominio francés. Una vez más los paracaidistas franceses fueron enviados a salvar las columnas de soldados que se retiraban de las guarniciones y, ya que ahora Giap controlaba la mayor parte del norte de Vietnam más allá de la Línea De Lattre, la situación era bastante crítica. El General Salam respondió lanzando un fuerte contraataque (La Operación Lorraine) a lo largo del Río Claro, para obligar a Giap a aliviar la presión sobre los restantes puestos militares de Nglia Lo. El 29 de octubre 40.000 soldados franceses, de los cuales 8.000 son excombatientes alemanes de la Wehrmacht y de las Waffen SS, ahora alistados en la Legión Extranjera combatirán avanzando hacia los depósitos provisionales de suministros del Viet Minh en Phu Doan y Phu Yen. Giap llevó a cabo la preparación para invadir el norte de Laos, acción que comenzó el 9 de abril de 1953, ampliando la guerra y obligando a los franceses a enviar reservas a la llanura de los Jarros para proteger la capital laosiana. Mientras se establecían posiciones “erizo” con apoyo aéreo, el Viet Minh se retiró, tras haber asegurado la cosecha anual de opio y haber reforzado la moral de las guerrilleros locales del Pathet Lao. A la Legión Extranjera que tuvo un destacado papel durante la Guerra de Indochina, y sobre todo a los que combatieron en Dien Bien Phu. Hay que recordar que la Legión Francesa fue creada por orden del Rey Luis Felipe de Orleáns, el 9 de marzo de 1831. Para agrupar a todos los extranjeros que en ese momento servían en las fuerzas armadas francesas. La Legión fue una pieza importante en la política colonial de Francia, que lucho en Indochina y Argelia. Fue utilizada principalmente para proteger y expandir el Imperio Colonial francés, durante el siglo XIX. Aunque también combatió en la I Guerra Carlista, en 1835, apoyando a los liberales de Isabel II, en México, en 1863, combatiendo en la Batalla de Camarón o Camerone, donde 62 legionarios se enfrentaron a 2.000 juaristas. En la Guerra Franco-Prusiana en 1870, en las guerras coloniales de 1885 en el Norte de África, en la I y II Guerra Mundial, 1914-1918 y 1939-1945. En la Guerra de Indochina de 1946-1954 y en la Guerra del Golfo en 1990. La creación de la Legión Extranjera francesa fue una emulación de la Legión Extranjera Holandesa creada en 1830, a la cual aglutinaba a todos los miembros de las colonias holandesas. La Koninklijk Nederlandsch-Indische Leger, o Ejército de los Países Bajos- Indio Real, en referencia a las Indias Orientales Holandesas; Indonesia. La Legión Holandesa fue disuelta en 1949 tras la emancipación de Indonesia, como colonia holandesa. Y la Legión Española fue una emulación de la Legión Francesa, la española fue creada en 1920, y tuvo un papel significativo en las guerras coloniales, en Marruecos y durante la Guerra Civil Española. Al comienzo del verano de 1953, Indochina entraba en su 8° año de guerra Después de 8 años el Vietminh mantenía una lucha tenaz y se esforzaba sin tregua en contrarrestar las ofensivas del cuerpo expedicionario francés. Se podía constatar que el esfuerzo del enemigo no se debilitaba. Sus fuerzas eran muy superiores con respecto al comienzo de la rebelión y claramente más organizadas. Evolucionaban sobre el terreno a escala de división. Estaban animados por una feroz voluntad de vencer, ayudados por la población que, por obligación o ideología, participaban del esfuerzo de guerra contra los franceses. El enemigo, con gran movilidad, mostró pruebas de un dinamismo 24
asombroso. Sus tropas eran de una gran fluidez y adaptadas síquica y humanamente al ambiente en el cual evolucionaban. Sus cuerpos de batalla eran superlativamente más numerosos que los del cuerpo expedicionario. Estaban beneficiados con la ayuda sin reservas de China, liberada de sus compromisos con la guerra de Corea después del armisticio de julio de 1953. Desembarazados de su asistencia a los norcoreanos contra las Naciones Unidas, Pekín consagró su ayuda al Vietminh y lo equipó con material moderno. Se temía que esta ayuda pesara en los combates por venir y se traduzca, para el otoño de 1953 durante las opraciones en Dien Bien Phu, en operaciones aéreas en beneficio del Vietminh. Es en este contexto, en mayo de 1953, más precisamente el 7, un año antes de la caída de Dien Bien Phu, es confiado al General Navarre por parte de M. René MAYER, Presidente del Consejo, el comando en jefe de Indochina, en remplazo del General SALAN. Más, algunos días más tarde, el gobierno de René MAYER cae. De la misma forma caen el Ministro de Defensa, Pleven y el Ministro de Estado encargado de la relaciones con los Estados Asociados (Laos,Camboya), Letourneau, responsable este de las acciones de Navarre en Indochina.Después de un vals de presidentes "presumidos", Guy MOLLET, André DIETHEL, M. Paul REYNAUD, Pieere MENDES FRANCE, PINAY, BIDAULT, finalmente el 24 de junio, después de 36 días de crisis, Joseph LANIEL, convocado por Vincent AURIOL, Presidente de la República, es investido con el cargo. PLEVEN recobra el cargo de Ministro de Defensa y Marc JACQUET asume las relaciones con los Estados Asociados. NAVARRE, ya instalado en Saigón, asume los deberes de su nuevo cargo. Visita los estados mayores, las bases de retaguardia, las unidades operacionales sobre el terreno, los fuertes del Delta, los pequeños puestos de las Tierras Altas, los puntos de apoyo, las planicies del sur, la Tierras Altas del centro y sobre todo el campo atrincherado de NA SAN, con 10.000 hombres, comandado por el General GILLES y producto de una inspiración de SALAN para barrer la ruta Vietminh al oeste, en dirección del país Thaï protegiendo Laï Chau. El General GIAP, comandante en jefe del Vietminh, ensaya un ataque a NA SAN. Deja 1.544 muertos en las alambradas. Se retira con 1.932 heridos y se contenta con dejar una guarnición de algunos batallones para hacer más difícil una posible evacuación. Esto fue un suceso táctico para los franceses, pero NA SAN constituía una pesada carga para la aviación, la cual debía abastecerla. Desde su arribo a Indochina, NAVARRE decide evacuar NA SAN, pues de mantenerla quedaría expuesta a una nueva ofensiva del Vietminh. Es necesario evocar NA SAN como un referente para Dien Bien Phu. Los responsables militares de Indochina, decidirán, en noviembre de 1953, la operación en Dien Bien Phu procurándole la misma función que Na San a la cual se hacía referencia muchas veces. NAVARRE, mientras pensaba la creación de la base de Dien Bien Phu a partir de junio de 1953, consideraba imposible el mantenimiento de la misma sin la evacuación de Na San. Se sumaba a esta la de Laï Chau, más al norte, la cual movilizaba importantes cantidades de material. NAVARRE tenía un gran principio: "No se puede vencer sin atacar". El decidirá atacar Dien Bien Phu y crear una base aero terrestre para golpear al Vietminh en su ruta a Laos y proteger ese país, Estado Asociado, que venía de declarar su independencia. En Na San, los vietnamitas habían tenido un sangriento fracaso. Por qué no recomenzar en Dien Bien Phu? Para la defensa de Laos, NAVARRE consideró crear un punto de interdicción fijo en el país Thaï. Pretendía de esta forma atraer a las incontables fuerzas del Vietminh y controlar una ruta esencial para su adversario. Dien Bien Phu devino entonces en una poderosa base aeroterrestre desde la cual se lanzarían ofensivas en la región. Antes de 1953, Dien Bien Phu no era un nombre desconocido para la historia militar francesa. En efecto, en abril de 1945, en este pueblo tuvo lugar una batalla entre una columna francesa que se replegaba a China contra tropas japonesas que la perseguían. París mismo consideró establecer en Dien Bien Phu la nueva capital de la Indochina libre, 25
luego que el golpe de fuerza de los japoneses el 9 de marzo de 1945, había removido a los franceses de Indochina. El término Dien Ben Phu es una denominación administrativa, que se puede traducir como: "Jefatura Mayor local de la administración fronteriza". La región es habitada por los Meos, rudos montañeses que cultivan amapolas y participan en el comercio del opio y por los Thaïs que trabajan en los arrozales del valle y en la crianza de animales. En ese mes de noviembre de 1953, la cuveta ofrece un aspecto muy verde que no tiene nada en común con las fotos del campo atrincherado al momento del asedio y que serán las imágenes vistas en las primeras planas. Es entonces un verde valle acogedor, con arrozales, vegetación, árboles, selvas en los vértices de las colinas y montañas circundantes. La llanura está salpicada de casas sobre pilotes, lo que da un aspecto sereno, campestre y agradable a los ojos. El pequeño pueblo que se encuentra al centro de la cuveta se llama en realidad Muong Manh. Está atravezado en el sentido Norte-Sur por dos rutas más o menos paralelas a la costa del río que atravieza el valle, el Nam Youm, teniendo al Nam Co como afluente desde el norte. El eje del valle norte-sur es de 17 km de largo. El esteoeste varía entre 5 y 7 km. En la parte este y noreste se encuentra un nudo montañoso con alturas de 1000 a 1300 metros. Con respecto al valle, que se encuentra a 400 metros sobre el nivel de mar, el desnivel es de 600 a 700 metros. Dien Bien Phu está unido al resto del país por la ruta provincial (R.P.) 41 que conduce a Hanoi pasando por Tuan Ciao, Co Ndi, Na San, Moc Chau, Hoa Binh y, en dirección a China, hacia el norte por la ruta Auguste Pavie, pasando por Laï Chau, capital del país Thaï.
CAPITULO III LA POLÍTICA NORTEAMERICANA EN VIETNAM Para comenzar el debate sobre esta problemática, sería conveniente e interesante preguntarse acerca del por qué de la intervención de los norteamericanos en Vietnam. Por qué los Estados Unidos iniciaron y profundizaron tamaña aventura en el Sudeste asiático. Inmediatamente surgen posibles respuestas: Después del fracaso en Corea es seguro que la estrategia del Pacífico debe haber sido un factor importante en las decisiones norteamericanas, ya que la liberación de los países de Indochina podía tener una influencia tal en el Sudeste asiático que significara el repliegue norteamericano hasta Hawai, es decir, al punto a que llegaba su poder en el Pacífico antes de la Segunda Guerra Mundial. Si se tiene en cuenta lo que los Estados Unidos empeñaron entre 1940 y 1945 por ampliar ese poder, y lo que el océano Pacífico representaba en su estrategia mundial, se comprende que la “necesidad” de estar en Asia fuera intrínseca a la voluntad de dominación imperial La política oficial de EEUU hacia el Viet Minh 26
cambió dramáticamente a finales de los años 40. Mientras continuaba la guerra contra Japón, Ho Chi Minh fue considerado por los norteamericanos un aliado y un luchador de la resistencia que se enfrentaba a las fuerzas enemigas, que en ese momento eran las tropas japonesas, lejos de las zonas de guerra del Pacífico. Se le proporcionó desde la administración del Presidente Truman consejeros militares y armas y, cuando Ho declaró la independencia de Vietnam el 2 de septiembre de 1945, el mismo día que se rendía Japón, había presentes en aquella declaración oficiales del ejército de EEUU. Para entonces el futuro valor estratégico de Indochina en términos de arroz, caucho y estaño había persuadido a la administración del Presidente Harry Truman de que una restauración del gobierno colonial francés (y la crisis que ello crearía) no eran aconsejables, al igual sucedió con los holandeses en Indonesia y con los británicos en Malasia. Esta política iría cambiando a medida que el mundo entraba de lleno en la Guerra Fría. La invasión de Corea del Sur en 1950 por parte de Corea del Norte, de inspiración comunista, simplemente aumentó la creencia de que Pekín estaba detrás de los ataques, sobre todo cuando el ejército chino reforzó a los soldados de Corea del Norte en octubre de 1950. En esas circunstancias, pasaran rápidamente a ser opresores coloniales a convertirse en luchadores por la defensa de los valores cristianos de occidente, ante la amenaza comunista de Asia, que ahora se creía firmemente estaban controlados por Pekín. Lo primero que resulta necesario advertir es que, frente a lo que pensaron y dijeron los estudiantes protestatarios en Europa y América, no puede atribuirse en absoluto al imperialismo económico la presencia norteamericana en Vietnam. En 1969 tan sólo el 1% de la exportación norteamericana iba a este país. Indochina podía haber sido importante para Francia por materias primas como el caucho y el estaño en los años cuarenta, pero todo eso había perdido su sentido en los años sesenta. La actitud norteamericana respecto a la zona era, por el contrario, de indiferencia: sólo un puñado de profesores norteamericanos sabían hablar el vietnamita a inicios de los sesenta. Lo que caracterizó a la posición norteamericana, sobre todo, más que "la indigencia moral" -de la que habló Carter- fue "una buena causa" inicial, como aseguró Reagan, pero, eso sí, pésimamente servida. En efecto, como escribe Kissinger, "todo empezó con las mejores intenciones y rara vez las consecuencias de las acciones de una nación han resultado tan distintas de su propósito original". Lo que guió a la intervención norteamericana en Vietnam fue un enfoque universalista e ideológico: vieron la necesidad de detener una agresión totalitaria como no se había hecho en Munich en los años treinta, pero erraron por completo en el paralelismo. En el caso del conflicto del Vietnam se trataba de un problema de nacionalismo relacionado con su pasado colonial y en él no estaban involucrados intereses estratégicos decisivos. Además, los Estados Unidos siempre se comprometieron lo bastante como para que les afectara, incluso muy gravemente, pero nunca lo suficiente como para obtener la victoria. Ya en los cincuenta, la Indochina francesa había sido considerada importante por sus materias primas pero, sobre todo, por el efecto que tendría su caída. Estados Unidos resultó un dubitativo participante en las conversaciones de Ginebra y no quiso firmar los acuerdos de 1954, probablemente como consecuencia de su política respecto a China en estos momentos. El resultado de los acuerdos de 1954 fue que se internacionalizó la paz pero sin ninguna garantía efectiva. En consecuencia, los vietnamitas del Norte pudieron tener la sensación de que se les dejaba la posibilidad de acabar conquistando el Sur. Por otro lado, fue el nacionalismo y no ninguna consigna de Moscú el que produjo la sublevación allí. Cuando Kennedy llegó al poder el número de norteamericanos en Vietnam era de apenas 685. Vietnam del Sur tenía 14 de los 25 millones de habitantes del país y la mayor parte de los recursos alimenticios, pero nunca tuvo conciencia de ser una nación. La conclusión a la que llegó el presidente norteamericano fue, sin embargo, que si los Estados Unidos tenían que luchar por el Sudeste asiático limitando el avance comunista 27
lo debían hacer por Vietnam del Sur. En consecuencia, pronto el país se convirtió en el quinto país del mundo en recibir ayuda norteamericana. Eso, no obstante, no mejoró su dirección política: Ngo Dinh Diem su presidente, era uno más del millón de personas que había abandonado el Norte en el momento de la victoria de los comunistas, mucho más un enemigo de éstos que un nacionalista. Déspota y católico, en un país en que esta religión recordaba al pasado colonial, mantuvo a 50.000 personas en la cárcel. Al principio Diem dio la sensación de ser un gestor eficaz pero, rodeado de una especie de corte imperial, acabó por exasperar a sus aliados. Kennedy dijo de él: "Diem es Diem y es lo mejor que tenemos", pero en el momento en que el número de norteamericanos en Vietnam llegaba a 18.000 y se había producido una revuelta budista tuvo lugar el derrocamiento de Diem (noviembre de 1963). El propio embajador norteamericano apoyó el golpe, iniciando un proceso por el que los Estados Unidos se involucraron en exceso en la política de aquel a quien querían proteger. A partir de este momento, cuanto más aumentaba la presencia norteamericana en Vietnam más insistían desde Washington en la reforma política, llegando a intromisiones inaceptables y, al mismo tiempo, más se americanizaba la guerra. De otro lado, cuanto mayor era la inseguridad de los sudvietnamitas en el poder, al mismo tiempo más autoritario se volvía el Gobierno de Saigón. En 1964 hubo nada menos que siete Gobiernos, lo que es lógico si tenemos en cuenta que la expulsión de Diem había producido un profundo vacío político. Kahn, el sucesor de Diem, fue un personaje simplemente cómico. Nunca hubo, por parte norteamericana, una evaluación del adversario ni del hecho de que las guerras largas, igual que la de Corea, acaban quebrando el consenso interno de las democracias. Cuando surgieron dificultades a medio plazo, los mismos que habían defendido la necesidad de intervención cambiaron radicalmente y hablaron de la necesidad de una retirada. El adversario acabó por ver los signos de buena voluntad como testimonios de debilidad. Johnson había dicho que no era su intención enviar a muchachos norteamericanos a miles de kilómetros a hacer algo que debían hacer los vietnamitas, pero las circunstancias mismas favorecieron que incrementara la intervención. En agosto de 1964 el incidente del "Maddox" -un buque norteamericano atacado por los norvietnamitas-, muy probablemente exagerado, pareció justificarla y de cualquier modo el adversario demostró estar dispuesto a intervenir en el Sur sin hacer mucho caso a los soviéticos ni a los chinos: en 1964 ya enviaron 10.000 soldados a través de la porosa frontera occidental y tres años después enviaban ya 20.000 al mes. En un principio, el legislativo norteamericano estuvo al lado del Gobierno. Una resolución tras el incidente del "Maddox" superó la prueba parlamentaria con una enorme ventaja (88-2 en el Senado y 416 a 0 en el Congreso). Johnson no necesitó subterfugio alguno para intervenir más en el Vietnam: nunca pensó que los bombardeos sobre el Norte, que inmediatamente se produjeron, dieran la victoria, pero podían ser un procedimiento para evitar multiplicar la intervención en tierra. Pero, como en el caso de la Segunda Guerra Mundial, se demostró que los bombardeos no eran capaces de producir la ruptura de la resistencia adversaria, sino que tan sólo aumentaron la capacidad antiaérea de los vietnamitas gracias a la ayuda soviética. Desde los comienzos, los norvietnamitas enviaron tropas regulares a combatir al Sur. Cada año podían enviar a 200.000 más y no tenían ningún problema para infiltrarlos a través de la frontera occidental. Cuando Johnson ganó las elecciones en 1964 ya las fuerzas norteamericanas en Vietnam habían alcanzado los 25.000 hombres. Mientras tanto, los aliados occidentales no mostraban interés alguno por la Guerra de Vietnam, aunque reaccionaron mucho mejor los de la SEATO. La oposición interior inicial más fuerte a la política de Johnson en Estados Unidos no fue la de las palomas sino la de los halcones. Pero, a diferencia de lo sucedido en Corea, nunca se pensó -ni se mencionóen la posibilidad de utilizar el arma atómica. Siempre se controló la posibilidad de una guerra generalizada. La aparente imposibilidad de resolver el conflicto produjo como 28
consecuencia que desde octubre de 1967 hubiera más norteamericanos contrarios a la intervención que favorables a ella. En ello no influyó el costo, porque fue tan sólo una cuarta parte de lo que costó Corea; mucho más decisiva fue la idea de que se estaba llevando a cabo una guerra errada. Ese año, en las elecciones, el presidente sudvietnamita Thieu no obtuvo más que el 35% de los votos, en unos comicios muy corruptos que dieron un 17% a los partidarios de pactar con el Vietcong. La economía sudvietnamita, mientras tanto, se convertía en todavía mucho más dependiente de los Estados Unidos de lo que lo había sido hasta el momento. En enero de 1968 el Vietcong y los norvietnamitas llevaron a cabo la ofensiva del Tet (un mes del calendario vietnamita) que supuso una derrota total para ellos pero que significó también una abrumadora victoria psicológica. Hué, una de las principales ciudades, fue ocupada durante veinticinco días, pero el mayor daño de cara a la opinión mundial fue causado por la imagen de un general sudvietnamita ejecutando de forma sumaria a un Vietcong. Los norvietnamitas pudieron haber ejecutado a 5.000 personas en Hué, en ocasiones por procedimientos tan bárbaros como enterrarlos vivos, pero, al mismo tiempo, sufrieron 40.000 muertes. A partir de este momento la guerra fue ya definitivamente impopular en los Estados Unidos, al mismo tiempo que los medios de comunicación se manifestaban por completo opuestos a la participación en el conflicto. El verdadero campo de batalla fue, pues, la opinión norteamericana y a este respecto no hay que olvidar que lo que se vio por la televisión fue unidimensional porque no aparecieron, por razones obvias, las atrocidades cometidas por los norvietnamitas. Uno de cada tres norteamericanos cambió de opinión acerca de la Guerra de Vietnam en los meses iniciales de 1968. En realidad, nunca hubo una genuina iniciativa de paz de los vietnamitas. Desde 1964 hubo, sin embargo, intentos por parte norteamericana de llegar a ella que no encontraron verdadero apoyo en los soviéticos, los cuales, pese a la distensión, no querían presionar demasiado a los vietnamitas, pues temían que éstos se lanzaran a los brazos de los chinos. Sólo en octubre de 1968 se iniciaron las conversaciones de paz en un momento en que se habían suspendido los bombardeos en el Norte. Los sudvietnamitas se negaron a participar en ellas. Siempre durante la administración Johnson, se partió de la base de que cualquier acuerdo debía suponer la retirada de las tropas nordvietnamitas. Como les había sucedido a los franceses en Argelia, se necesitó un largo período de tiempo para que los Estados Unidos pudieran desembarazarse del problema de Vietnam y se hizo con un grave problema para la conciencia nacional. El problema fundamental para los norteamericanos fue que su opinión pública pedía dos cosas por completo contradictorias, como eran poner fin a la guerra sin, al mismo tiempo, capitular. Lo más grave, sin embargo, era que se sentía una profunda sensación de malestar, pues daban la sensación de ser penosamente conscientes de que estaban en malas compañías. Nixon había defendido llevar a cabo un programa de "vietnamización", que sirvió para formar un Ejército sudvietnamita de un millón de personas con un armamento muy moderno, mientras reducía los 550.000 hombres propios a los que se había llegado a tan sólo a 20.000 y las bajas del 28 al 1% del total. Al mismo tiempo, no tuvo el menor inconveniente en dar la sensación de no pararse en barras en cuanto a los medios de actuar a la hora de liquidar la guerra. Incluso no tuvo inconveniente en aparecer como un enloquecido agresor, peligroso precisamente por serlo. La invasión de Camboya en 1970 no sirvió para otra cosa que para trasladar al interior de este país los santuarios guerrilleros, pero les hizo a los norteamericanos, además, incrementar su presencia política y militar en la región, dando la sensación que imponían sus Gobiernos. En 1971 los sudvietnamitas intervinieron también en Laos. A su vez, en marzo de 1972 se produjo una invasión de tropas regulares de Vietnam del Norte acompañadas por tanques rusos. Se produjo entonces, como réplica, una escalada de bombardeos norteamericanos acompañada también del minado de los puertos norvietnamitas. Ninguna de ambas acciones tuvo un resultado decisorio. 29
Mientras tanto, tenían lugar en París las negociaciones entre norvietnamitas y norteamericanos. En sus escritos, Kissinger ha dejado clara la dificultad para llegar a un acuerdo. Después de una intervención carente de justificación, los norteamericanos "no podíamos retirarnos de una empresa que implicaba a dos administraciones, cinco países y decenas de miles de muertos como quien cambia de canal". Pero, al mismo tiempo, la oposición causaba graves problemas: "las palomas demostraron ser una malvada especie de pájaros" porque no parecían ver las dificultades objetivas existentes para llegar a una solución y sólo servían para deteriorar la propia postura. En la negociación, los norteamericanos se encontraron con un enemigo absolutamente implacable sin ningún interés en llegar a un acuerdo que implicara cesión alguna o sin preocupación por sus bajas, lo que era por completo inédito en la diplomacia norteamericana. "El leninismo de Le Duc Tho -ha escrito Kissinger- le había convencido de que él comprendía mis motivaciones mucho mejor que yo mismo". Al acuerdo se llegó tan sólo en enero de 1973 pactando el abandono de los norteamericanos, la formación de un Gobierno provisional y elecciones. Cuando los norteamericanos lo trataron de llevar a la práctica se enfrentaron con Thieu: los sudvietnamitas pretendieron nada menos que 69 cambios en lo ya suscrito. Hasta tal punto había llegado la sustitución por los norteamericanos de aquellos a quienes habían querido ayudar. Mientras tanto, en Laos los comunistas se habían hecho ya con el poder y los norvietnamitas no hacían nada ni remotamente parecido a mantener la fidelidad a lo acordado, lanzando ataques que motivaron sucesivos bombardeos norteamericanos. El mismo día del alto el fuego violaron los acuerdos 29 veces y argumentaron que los carros de combate con los que cruzaban la frontera servían, en realidad, para transportar alimentos. Las perspectivas eran, pues, malas y se confirmaron cuando el legislativo norteamericano ató las manos del ejecutivo. "Perdimos el bastón por Indochina y la zanahoria por la cuestión de la emigración judía", escribió luego Kissinger. Aludía a que el presidente Nixon perdió la posibilidad de actuar en el terreno militar y además se vio impedido de poder hacerlo de forma indirecta a través del comercio con los soviéticos. En la práctica, pues, lo acordado no sirvió para otra cosa que para establecer un plazo antes de la reanudación de los combates, ya sin la participación de los norteamericanos, que en marzo de 1973 habían evacuado Vietnam. Lo que vino a continuación fue comparado por un dirigente de la CIA, Colby, con un derrumbamiento como el de Francia en 1940. Thieu llegó a controlar el 85% de la población sudvietnamita, pero en 1974 padeció un virtual abandono absoluto por sus antiguos aliados: al votar el legislativo norteamericano una cantidad de ayuda que era la mitad de lo propuesto por el Gobierno, el resultado fue el desmoronamiento moral de Vietnam del Sur. En abril de 1975 los Khmers rojos se apoderaron de Camboya. El ataque realizado por los norvietnamitas y el Vietcong a continuación supuso la sorpresa para los atacantes de concluir con una victoria absoluta cuando la ofensiva final estaba preparada para un año después. En poco tiempo se implantó un régimen comunista que tuvo muy poco en cuenta a buena parte de los que habían combatido por la liberación. El resultado de la guerra sólo puede entenderse dadas las peculiaridades de la misma. En primer lugar, una forma de combate aparentemente primitiva demostró su validez. En una guerra de guerrillas la absoluta seguridad en tres cuartas partes del país es mejor que tres cuartas partes de seguridad en todo el país y los guerrilleros siempre ganan con tan sólo evitar la derrota total (Kissinger). Pero, al margen de lo sucedido en Vietnam del Sur, los norteamericanos subestimaron por completo la capacidad de resistencia de los nordvietnamitas: el número de sus bajas fue parecido a como si los Estados Unidos hubieran tenido diez millones de muertos. La dureza del adversario nordvietnamita difícilmente puede ser exagerada: Giap decía que si le mataban diez soldados pero él 30
conseguía matar uno lo consideraba como una victoria. Hay motivos para considerar que, como escribió un izquierdista norteamericano, la guerra fue "el más largo y más sostenido esfuerzo revolucionario en la Historia contemporánea". Claro está que tuvo detrás a un poder totalitario para sostenerla. La guerra probó, por tanto, que no siempre los medios técnicos son capaces de producir el desenlace de un conflicto bélico. Así se aprecia, sobre todo, en lo que respecta al arma aérea: es posible que los Estados Unidos gastaran diez dólares en sus bombardeos por cada dólar de pérdida que le causaban al adversario. En realidad, emplearon este procedimiento más en el Sur que en el Norte, pero allí perdieron unos 950 aviones merced a los antiaéreos soviéticos. En 1965-1967 los aviones norteamericanos lanzaron más bombas que en todos los combates de la Segunda Guerra Mundial. En 1970 se habían arrojado ya más bombas que en cualquier guerra anterior. En tierra las tropas norteamericanas se impusieron allí donde combatieron en condiciones normales, pero su inconveniente principal fue siempre la desmoralización. Una descripción sarcástica de los soldados norteamericanos los presentó como "los implicados a pesar suyo dirigidos por incompetentes cumpliendo una tarea inútil para una gente ingrata". Algún dato sirve para dar cuenta de en qué consistió la guerra de guerrillas: una cuarta parte de las bajas norteamericanas fueron causadas por trampas o por minas y entre el 15 y el 20% lo fueron por fuego amigo. La tensión sufrida y el momento explican que el consumo de drogas se generalizara entre los soldados. En cambio sólo murieron cuatro generales y tres de ellos en accidentes de helicóptero. Los oficiales tan sólo se mantenían en combate seis meses, lo que hacía imposible que las unidades permanecieran apegadas a ellos. Pero, como quiera que sea, no fue de una importancia decisiva que la victoria militar no la obtuvieran los norvietnamitas. Lo que es significativo, en cambio, es que el mismo día en que acabó la guerra fue liquidado también el servicio militar obligatorio en Estados Unidos. Estratégicamente siempre los norteamericanos estuvieron a la defensiva y nunca quisieron crear una psicología bélica en la retaguardia. Hubo 58.000 muertos norteamericanos frente a los 33.000 de la Guerra de Corea. Al margen de estas cifras, las restantes resultan mucho más incompletas y contradictorias de acuerdo con las fuentes. Es posible que los muertos sudvietnamitas fueran 100.000 y medio millón los norvietnamitas y del Vietcong. Las cifras de civiles muertos oscilan entre 400 y 1.300.000. Parece evidente que, a pesar de su brutalidad, en esta guerra se procuró evitar en mayor grado que en la Segunda Guerra Mundial los daños a la población civil. Otro dato importante es que 278 soldados norteamericanos fueron condenados por sus propios tribunales por las atrocidades cometidas. Sin embargo, el sargento Calley, responsable de haber asesinado a un niño y condenado por ello a veinte años de cárcel en 1971, salió de ella en 1974. Las consecuencias de la Guerra de Vietnam fueron muchas y, sobre todo, muy paradójicas. Vietnam quedó convertido en una dictadura comunista que ejecutó de forma inmediata a algunas decenas de millares de personas. En los años ochenta todavía había cuarenta campos de concentración con 100.000 prisioneros. Por entonces, casi un millón de personas pretendieron huir y unos millares murieron al hacerlo por mar (fueron los "boat-people" que motivaron la solidaridad de los intelectuales occidentales). Vietnam fue también, pese a la ayuda soviética, uno de los doce países más pobres del mundo, pero con un Ejército que proporcionalmente era el cuarto. La visión favorable que muchos intelectuales habían tenido de Vietnam del Norte se demostró carente de cualquier fundamento: Susan Sontag había dicho que aquélla era "una sociedad ética" y Grass que Estados Unidos al atacarla había perdido todo derecho a hablar de moral en el futuro. En otros sitios, la situación en la posguerra fue todavía peor. En Camboya los porcentajes de la población eliminados por quienes ahora ocuparon el poder rondaron entre el 15 y el 25% del total. Vietnam desapareció muy pronto del horizonte de la política norteamericana, prueba 31
evidente de que los norteamericanos habían pretendido al final librarse de este conflicto como fuera. Ni siquiera hubo ninguna discusión colectiva como la provocada por la caída de China en manos de los comunistas. Pero, en cambio, en la conciencia de muchos de los participantes en la toma de las decisiones fundamentales hubo una auténtica obsesión retrospectiva por lo acontecido. El ex secretario de defensa norteamericano Robert S. Mac Namara escribió todo un libro en el cual enumeró hasta once causas de lo sucedido desde la ignorancia del país o la falta de percepción del peligro del adversario hasta el olvido del papel del nacionalismo. Dean Rusk el secretario de Estado, escribió sus memorias rememorando el conflicto que había tenido con su propio hijo por su diferente percepción acerca de lo sucedido. "Aún hoy no puedo escribir sobre Vietnam sin sentir dolor y tristeza", asegura Kissinger en sus Memorias. El deseo de olvidar la guerra pareció dominar largo tiempo el panorama en los medios de comunicación más populares. En la cinematografía, el excombatiente del Vietnam fue retratado con frecuencia como un drogadicto enloquecido mientras que los prisioneros norteamericanos de la Embajada de Teherán eran considerados como héroes. Sólo en los años ochenta se mitificó al excombatiente de Vietnam. Tardaron mucho las interpretaciones exentas libres de la carga del recuerdo propio. Si la Guerra de Vietnam fue la primera en ser televisada y a nada pueden compararse sus imágenes, al mismo tiempo su complejidad no puede ser explicada sólo con ellas. Finalmente, al margen del impacto que la Guerra de Vietnam tuvo en la política interna americana, las consecuencias más destacadas en la política exterior fueron las aventuras soviéticas y cubanas en África y en Etiopía, favorecidas por la parálisis producida en la norteamericana. La lección más importante fue para ella que una democracia debe guardar siempre determinados requisitos a la hora de intervenir un conflicto exterior y que debe actuar con una moderación que estuvo por completo ausente en este caso. La Guerra de Vietnam llamada también Segunda Guerra de Indochina, fue un conflicto bélico que enfrentó entre 1958 y 1975 a los estados de Vietnam del sur, apoyados por el intervensionismo de la Doctrina Truman de los Estados Unidos, hasta su retirada en 1973, y Vietnam del norte, apoyado por el bloque comunista, en el contexto general de la guerra fría. Las facciones en el conflicto fueron, por un lado la república Democrática de Vietnam con el apoyo de movimientos guerrilleros norvietnamitas como el Viet Cong o Frente de Liberación Nacional :(NLF, por sus siglas en inglés) y de suministros soviéticos y chinos. Por el otro lado, la República de Vietnam con el apoyo militar y logístico de los Estados Unidos. En ayuda de los estadounidenses también participaron tropas de combate de Australia, Corea del Sur, Filipinas, Nueva Zelanda y Tailandia. Otros países como Alemania, Irán, Marruecos, Reino Unido y Suiza contribuyeron con suministros materiales y equipamiento médico. Contingentes testimoniales en apoyo de los EE.UU. fueron enviados por Taiwan y España, que movilizó a un reducido grupo de médicos militares en misión sanitaria. La guerra se distinguió por transcurrir sin la formación de las tradicionales líneas de frente, salvo las que se establecían alrededor de los perímetros de las bases o campos militares, de manera que las operaciones se sucedieron en zonas no delimitadas, proliferando las misiones de guerra de guerrillas o de "búsqueda y destrucción", junto con acciones de sabotaje en las retaguardias de las áreas urbanas, el uso de la fuerza aérea para bombardeos masivos y el empleo extensivo de agentes y armas químicas, constituyendo estas últimas operaciones violaciones de diversas convenciones internacionales de guerra que prohíben la utilización de armas químicas y biológicas. La cobertura del conflicto realizada por los medios de comunicación permitió la denuncia de las frecuentes violaciones y abusos de los derechos humanos cometidos por los dos bandos, pero autores como Luciano Garibaldi afirman que atraían mucho más la atención las 32
perpetradas por Estados Unidos , alimentando así la creciente oposición de la opinión pública occidental hacia la intervención estadounidense. Ante la contestación y división de la sociedad estadounidense, los acuerdos de paz de París en 1973 supusieron la retirada de las tropas estadounidenses y el cese de su intervención directa, pero no lograron poner fin al conflicto. Este prosiguió hasta que, en 1975, tras la toma de Saigón, se forzó la rendición incondicional de las tropas sudvietnamitas y la unificación del país, bajo el control del gobierno comunista de Vietnam del Norte, con el nombre de la República Socialista de Vietnam, el 2 de julio de 1976. La guerra habría causado la muerte, según el gobierno de Hanoi de entre 2 y 5,7 millones de personas, la mayoría de ellas civiles, y graves daños medioambientales. Para los Estados Unidos, el conflicto resultó ser la confrontación más larga en la que se han visto envueltos. Surgió el sentimiento de derrota o “Síndrome de Vietnam” en muchos ciudadanos, lo que se vio reflejado en el mundo cultural y la industria cinematográfica, así como en un repliegue de la política exterior hasta la elección de Ronald Reagan en 1980. Pero tras analizar concienzudamente el aspecto social y político del conflicto deberíamos analizar también el militar. El 27 de febrero de 1950, se estableció el Memorándum 64 del Consejo de Seguridad Nacional que “se debía evitar a toda costa la expansión del comunismo por el Sudeste Asiático” Tal y como decía Clark Clifford, consejero presidencial de Eisenhower y futuro Secretario de Defensa, argumentando la “Teoría del Dominó”. Si cae Vietman, le seguirá Laos, Camboya, Birmania y todo el subcontinente, luego las Filipinas, e incluso Australia y Nueva Zelanda. Por lo tanto se tenía que hacer todo lo posible para ayudar a los franceses a mantener a los comunistas a raya. Los suministros americanos volaron a Saigon, controlados por el MAAG (Military Assistance Advisory Group) En 1954, la ayuda norteamericana alcanzaba los mil doscientos millones de dólares, que representaba el equivalente al 78 por ciento del esfuerzo de guerra francés. Claro esta, que la derrota francesa no pudo evitarse ( y como bien sabemos una oferta de apoyo aéreo por parte de EEUU a los soldados franceses situados en Dien Bien Phu, fue rechazada por el General Navarre), argumentando de que las tropas francesas eran suficientemente numerosas en armas y hombres para vencer a los vietnamitas. La soberbia francesa al desprestigiar a sus oponentes, les llevo a una derrota humillante. Pero los EEUU, aunque no participó directamente en la Guerra de Indochina, ya estaban profundamente comprometidos en dicho conflicto. Los norteamericanos empezaron a enviar más asesores militares a través del MACV (Mando de Ayuda Militar en Vietnam) y en 1961 ya tenían 4.000 asesores del ejército y las fuerzas especiales. Dos años más tarde, ese número había ascendido a casi 20.000 hombres. El Mando de Ayuda Militar a Vietnam se creó el 8 de febrero de 1962, principalmente para actuar como enlace entre el gobierno de Vietnam del Sur y el Cuerpo de Consejeros Militares del MACV. Emplazado en Saigón, el cual existiría hasta la retirada final de las tropas norteamericanas en 1973. Los vietnamitas la denominaron: "Chien Tranh Chong My Curu Nuoc" o "la guerra contra los norteamericanos para salvar la nación". En esta guerra unos 58.000 soldados estadounidenses murieron en combate y otros 304.000 resultaron heridos. Pero el significado de estas cifras palidece cuando se comparan con las bajas sufridas por los vietnamitas. Casi 1.400.000 vietnamitas del sur y el norte murieron durante la guerra. Además hay que añadir otros 2.100.000 heridos. Fue una de las guerras más sangrientas de la historia y se cobró un número especialmente elevado de bajas civiles. El número total de vietnamitas muertos en este conflicto nunca se sabrá pero, probablemente, no bajó de los 3 millones, y el número total de heridos no fue inferior a los 8 millones. El número de soldados norteamericanos en Vietnam pasó de 23.300 en 1963 a 184.000 en 1966. En enero de 1969 el número de soldados estadounidenses en Vietnam alcanzó su máximo nivel: 542.000. A pesar de ello, el ejército norteamericano fue incapaz de someter a Vietnam. Fue la primera vez en la historia que EEUU terminaba derrotado en 33
una guerra (Corea quedó en tablas). En agosto de 1963 el nuevo presidente, Lyndon B. Johnson, ordenó el primer bombardeo de Vietnam del Norte, la operación "Rolling Thunder". El objetivo era romper la voluntad de lucha de los vietnamitas mediante una campaña de "conmoción y terror". El número de bombas arrojadas sobre Vietnam sólo en esta campaña fue mayor que el total arrojado durante toda la Segunda Guerra Mundial: el equivalente a aproximadamente 15 kilogramos de bombas por cada hombre, mujer y niño vietnamita. Las armas químicas defoliaron el 10 por ciento de la superficie del país. Pero el número de muertos y heridos no explica toda la historia. El país quedó devastado debido a los años de bombardeos y arrasamiento. Miles de kilómetros cuadrados fueron reducidos a cenizas y se despilfarraron miles de millones de dólares. Miles de acres de bosque fueron destruidos debido al efecto de los productos químicos venenosos arrojados por la fuerza aérea norteamericana ("defoliantes"). Este hecho, en inglés llano, se conoce como guerra química. Muchos soldados estadounidenses desarrollaron enfermedades serias debido al contacto con estos agentes químicos. Pero para un número mucho mayor de vietnamitas significó generaciones de niños deformados, abortos, cáncer y todo tipo de enfermedades espantosas.
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CAPITULO IV BATALLA DE DIEN BIEN PHU En mayo de 1953, el General Henri Navarre tomó el mando de las fuerzas francesas en Vietnam, en un momento en que éstas se encontraban a la defensiva. Puso a punto un plan para atraer a los Viet Minh a una batalla abierta, en el curso de la cual la capacidad de fuego francesa debía aniquilar a las fuerzas de Giap. El lugar elegido por el General Navarre era Dien Bien Phu, un pueblo situado en un pequeño valle, aproximadamente a 300km al oeste de Hanoi. Cuando los mandos franceses deciden ocupar Dien Bien Phu, sabían que esa región estaba ocupada por fuerzas regulares del Vietminh de la División 316, del Regimiento 146 y del batallón 910 desde octubre de 1952. El General NAVARRE consideraba el valle de Dien Bien Phu como el más grande de la Alta Región (16x7 km) y como el paso hacia Laos, Tailandia, Birmania y China. Era un pasaje obligado por el Vietminh, que dificilmente podía contornearla por caminos accidentados de jungla y montaña. El aeródromo existente construido en 1920 era susceptible de mejoras y extendiéndolo considerablemente permitiría el aterrizaje de aviones pesados. Además, el fondo de la cuveta era una llanura de más de 100 km2 que permitiría un excelente terreno para los blindados. Estos fueron los argumentos en favor de la operación en Dien Bien Phu. El comando francés consideró en el otoño de 1953 que el Vietminh, a 500 km de sus bases, no intervendría con más de dos divisiones. Concluyeron que sólo podrían mantener breves combates con una artillería limitada que sería rápidamente destruida. El Coronel Piroth, comandante de la artillería del campo atrincherado, aseguraba al comienzo de 1954 que sus cañones neutralizarían rápidamente cualquier intento del Vietminh de bombardear el valle. Son reunidas todas las condiciones para un nuevo Na San y, del lado francés, se aprestaba a volver a tirar las cartas. Más, los inconvenientes Más, los inconvenientes de semejante operación, no escapaban al conocimiento de los responsables: La distancia entre las bases aéreas de Hanoi y Dien Bien Phu representarían una pesada carga para su avituallamiento. -La posición del punto de apoyo estaba en un "agujero" más esto no se podía cambiar, solo quedaba aceptarlo. -Las tropas en tierra dependían de la aviación: las rutas aéreas eran el cordón umbilical entre la base y Hanoi. -Las condiciones meteorlógicas eran muy variables en la Alta Región pudiendo impedir las operaciones aéreas. -El radio de acción de los aviones cazas con base en Hanoi era de 350 km, siendo esto una importante limitación. A pesar de todo, "ocupar Dien Bien Phu y presentar batalla" era ante los ojos del comandante en jefe como la mejor solución para que, con las fuerzas disponibles, salvar a Laos. La “Operación Castor” se inició el 20 de noviembre de 1953: primero se lanzó una vanguardia de casi 2.000 paracaidistas, los cuales prepararon con rapidez dos aeródromos para permitir la creación de un puente aéreo. A las 5 de la mañana, un Dakota equipado como puesto de comando decoló de Hanoi. A bordo se encontraban tres generales: el General Gilles comandante de las tropas aerotransportadas, el General 35
Dechaux comandante del grupo aéreo táctico y el general Bodet adjunto del estado mayor del General Navarre. Los tres tenían como misión sobrevolar el valle de Dien Bien Phu y decidir, en función de las condiciones meteorológicas, la ejecución o la cancelación de la operación Castor. Ellos notaron sobre Dien Bien Phu una ligera bruma, la cual se disiparía en la mañana. A las 07:20 hs., desde su puesto aéreo de comando, dieron luz verde para la operación. Esta sería la mayor operación aerotransportada en la historia de la guerra de Indochina. A la 08:45 hs., las tropas en posición de alerta en los dos aeropuertos de Hanoi terminaron de abordar 65 Dakotas los cuales, dos horas más tarde, lanzaban sobre el valle el primero de los dos batallones encargados de ocupar Dien Bien Phu: 6° BPC, (6° Batallón de Paracaidistas Coloniales) a las órdenes del Mayor Bigeard, lanzados sobre la zona de salto denominado en clave "Natacha", en la parte noroeste de Dien Bien Phu; 2/1 RPC, (2° batallón del 1er regimiento de cazadores paracaidistas) del Mayor Brechignac, lanzados sobre la zona de salto denominada "Simone", al sur de Dien Bien Phu, con una compañía reducida de Ingenieros y el P.C. del GAP 1. Algunos elementos del 6° BPC y los Ingenieros hicieron un lanzamiento demasiado largo, tocando el suelo en las proximidades de una compañía Vietminh con los cuales se entabló combate. Perteneciente a esta unidad, el Capitán Médico Jean RAYMOND, no logró terminar su primer salto operacional, pues es muerto durante su descenso: el primer muerto de Dien Bien Phu. El balance, al fin del primer día es por el lado de los franceses 15 muertos y 34 heridos en combate y 1 muerto y 13 heridos en el salto. Las pérdidas del Vietminh ascendieron a 115 muertos y 4 heridos capturados. Unas cuarenta armas fueron recuperadas. Pocas horas más tarde, arribaron refuerzos lanzados por 41 aviones: 1er BPC, 1er batallón de Paracaidistas Coloniales (750 hombres). 35° RALP, 2 baterías de cañones de 75 mm sin retroceso.1 Compañía de morteros de 120 mm. 1 puesto de cirugía. El 21 de noviembre fueron lanzados sobre la DZ Natacha mediante dos rotaciones de 29 y 28 aviones (57 Dakotas en total) otros dos batallones paracaidistas (el 1er BEP con 675 hombres y el 8° BPC con 700 hombres), elementos de ingenieros y el P.C. de la operación (General Gilles) con 25 hombres. A pesar de su edad (49 años) y de su estado de salud (era cardíaco), el General Gilles saltó con sus hombres. Junto a él, el Teniente Coronel LANGLAIS, 44 años, quien se torció un tobillo en el aterrizaje. Ellos eran los oficiales al mando. Durante la mañana del 22 de noviembre, el 5° Batallón de paracaidistas vietnamitas (antiguamente el 3er BPC, "Amarillos") llamado "Bawouan" es lanzado sobre Dien Bien Phu. En la noche del 22 de noviembre de 1953, había 4.195 hombres en la célebre cuveta. La guarnición, estaba bajo el mando del Coronel Christian de Castries, el cual acabaría disponiendo de 18.000 hombres, con 60 cañones, 10 carros ligeros M-24 Chaffee y seis aviones de ataque armados con Napalm. Durante las jornadas siguientes, los efectivos de la guarnición se dedicaron a mejorar el estado del terreno de aviación dañado por el Vietminh. Un primer bulldozer lanzado en paracaídas se estrelló en el suelo. Un segundo bulldozer y su herramental fue lanzado en las horas siguientes. Al 23 de noviembre, fueron lanzados 240 toneladas de material en 248 vuelos El 22 de noviembre, una primer franja de pista permite aterrizar a un Morane. El General COGNY, comandante en jefe de las fuerzas del Tonkín, aterrizó el 23 de noviembre a bordo de un Beaver. El 25 de noviembre, la pista queda homologada para el aterrizaje de los aviones Dakota (denominación inglesa para el Douglas C47, versión militar del DC3) y ese mismo día aterriza un avión de ese tipo a las 11:45 hs., siendo que no se esperaba hasta los primeros días de diciembre que la pista estuviera en condiciones de recibir aviones de este tipo. Luego, el envío de 22.850 placas metálicas y 15.450 pernos de fijación, cuyo peso representaba 510 toneladas, permitió el aterrizaje de todo tipo de aeronaves. A partir del 26 de noviembre, Dien Bien Phu quedó unida convenientemente 36
a Hanoi y la base aeroterrestre tomó forma. La reparación de la pista permitió el arribo de tropas no paracaidistas: tiradores marroquíes y argelinos, africanos, legionarios, infantería, ingenieros, personal de servicio, artilleros, transmisores, tanquistas y aviadores (sección de apoyo en tierra). La base comandada por el General GILLES tomó el 30 de noviembre el nombre de GONO (Grupo Operacional del NorOeste). El General Gilles fue elegido para comandar Dien Bien Phu en función de su experiencia adquirida en Na San. Sus funciones exactas eran la de comandante de todas las tropas paracaidistas en Indochina y no podía permanecer largo tiempo fuera de Hanoi donde estaba su cuartel general. Después de la instalación del campo atrincherado él previó el pase de su comando a un sucesor. Este fue el Coronel Christian de la CROIX de CASTRIES, designado por el General NAVARRE. Asumió el comando el 8 de diciembre. El General GILLES, con su salud siempre preocupante, regresó a Hanoi y desde allí a Francia el 2 de marzo. Más, entre esas dos fechas, él regresó a la base en visitas de inspección junto con el General NAVARRE y el General COGNY. El Coronel de CASTRIES, de la caballería, era muy apreciado por el General NAVARRE, quien lo tuvo bajo su mando en la campaña de Alemania, en donde conoció sus grandes cualidades militares. Era uno de los "Mariscales" del General de LATTRE. Para el fin de diciembre de 1953, la guarnición tenía dos preocupaciones: -Preparar, reforzar y fortificar el campo atrincherado y organizar los centros de resistencia (Eliane, Dominique, Huguette...) y sus puntos de apoyo (Eliane 1, 2, 3, 4....Dominique 1, 2...etc...) Los centros de resistencia fueron bautizados por razones prácticas con nombres femeninos por orden alfabético: Anne-Marie, Beatrice, Claudine, Dominique, Eliane, Françoise, Gabrielle, Huguette, Isabelle, Junon; -Efectuar reconocimientos alrededor del
campo atrincherado para sondear y localizar al enemigo, evaluar sus fuerzas y espíritu combativo e identificar sus unidades. El 29 de noviembre, satisfechos por la premura de los aprestos y la organización de Dien Bien Phu, los Generales NAVARRE y COGNY realizaron una visita de inspección y felicitaron a la guarnición por las tareas cumplidas en la primer fase de la operación. El 15 de diciembre, el Estado Mayor decidió crear, por razones tácticas, balísticas y prácticas, otro centro de resistencia 6 km al sur de Dien Bien Phu, con un pequeño terreno de aviación de emergencia, en el margen derecho del Nam Youm. Un área fortificada y organizada a la imagen de Dien Bien Phu, pero de dimensiones más modestas. Este punto de resistencia, cuyo rol era el de dar fuego de apoyo a la parte central, se denominó Isabelle. Dos batallones, un pelotón de tres carros, un grupo de dos baterías de 105 mm (luego tres), siendo afectados a las órdenes del General LALANDE. Eran 1.809 hombres en total. Dos rutas (Pavie y la RP41) unían a Isabelle con Dien Bien Phu y el Nam Youm. La ruta Pavie fue prolongada hasta Isabelle por los ingenieros. El mayor inconveniente de Isabelle: su posición era llana. Ningún accidente del terreno. Esta vulnerabilidad y aislamiento sería aprovechada más tarde por la artillería Vietminh. La vida en el campo atrincherado no cesaba en su organización. La tierra fue removida, cambiada, remodelada. Entre los reconocimientos en el exterior del campo, los combatientes se dedicaban a cortar la maleza, construir, aplanar, fortificar. Dien Bien Phu era en diciembre de 1953 una gigantesca cantera, donde no se cesaba de mejorar las posiciones, construir bunkers, reforzar los sistemas defensivos y extender los alambres de púa. Todo esto sin respiro. Reinaba un ambiente febril. El cielo era el teatro de un desfile incesante de aviones. Con la intención de crear inseguridad en la retaguardia del Vietminh, obtener información a través de los prisioneros capturados y destruir las instalaciones enemigas, las tropas multiplicaron las salidas y los ataques punitivos. El 5 de diciembre, un grupo paracaidista ( 8º BPC, 1er BPC y 2/1 RCP) se internaron en la RP41 a más de 5 km al norte de los centros de resistencia. Ellos fueron 37
severamente rechazados y sufrieron grandes pérdidas ( 14 muertos y 26 heridos). El 13 de diciembre, un nuevo enfrentamiento fue sufrido por un grupo de paracaidistas ( 1er BEP y 5º BPVN) que actuaba en apoyo sobre la ruta Pavie de los evacuados de Laï Chau. Las pérdidas fueron muy importantes. Los paracaidistas pagaron un precio muy alto, con decenas de muertos y heridos, para comprobar lo sólido de las posiciones Vietminh en las crestas dominantes de la cubeta. Eran las divisiones 358 y 316. El 20 de diciembre, otro grupo compuesto por el 8º BPC y el 1er BEP partieron hacia el sudoeste para enlazar con un Grupo Móvil (Mayor VAUDREY) proveniente de Luang Prabang. La misión de esta operación era probar que la guarnición de Dien Bien Phu conservaba siempre la libertad de movimientos y que sus elementos podían moverse a voluntad. La marcha fue penosa y larga. El enlace se realizó en la región de Sop Nao. El regreso fue más sangriento aún, lleno de emboscadas preparadas por el Vietminh en el eje de progresión de la columna francesa. Para evitar esto, la columna cambió de itinerario, sobre caminos difíciles y desconocidos, pero no menos letales. La columna regresó a Dien Bien Phu, no sin antes pasar la Nochebuena en las crestas, en medio de una niebla fría y tenaz, sin poder acampar y hacer fuego para evitar ser localizados por el Vietminh. El Vietminh estaba muy atento a lo que había pasado en Na San, donde la evacuación de la base se había realizado sin que pudieran impedirlo. Testimonio de esto, fue un mensaje emitido por elementos del servicio de inteligencia desde el frente dirigido al Alto Mando Vietminh, el cual fue interceptado. Su contenido era significativo: "Si el enemigo se retira sin que nos demos cuenta, seremos responsables delante del Delegado General del Ejército". Durante diciembre y a partir de enero de 1954 varios batallones paracaidistas fueron progresivamente relevados por tropas aerotransportadas, quedando así disponibles para otras operaciones o intervenciones en el delta del Tonkín. Tanto fue así, que durante diciembre de 1953, la 17ª compañía de Ingenieros aerotransportados (el 8/12), el 2/1 RCP (el 10/12), el 6º BPC (11/12), el 1er BPC (16/12) y el 35º RALP (el 27/12), volvieron vía aérea a sus bases en Hanoi. El 5º BPVN no fue relevado hasta el 28 de enero de 1954. Más todas estas unidades fueron llamadas y lanzadas nuevamente en paracaídas sobre Dien Bien Phu después del ataque del 13 de marzo de 1954. Si bien Dien Bien Phu se había convertido en una poderosa fortaleza, los vietnamitas avanzaban, al mismo tiempo, realizando un círculo alrededor de la cuveta en forma más o menos continua, manteniéndose fuera del contacto de las fuerzas francesas. Los únicos choques registrados en esos días fueron por iniciativas de los franceses, deseosos de localizar y evaluar la presencia enemiga. Entre el 6 de diciembre de 1953 y el 24 de enero de 1954, cinco divisiones Vietminh convergieron sobre Dien Bien Phu y tomaron posiciones sobre las alturas que dominaban el centro de resistencia. La 316 fue la primera el 6 de diciembre. La 308, 351 y 312 se instalaron entre el 24 y el 28 de diciembre de 1953. La división 304 arribó el 24 de enero de 1954. Los mandos franceses fueron advertidos en numerosas ocasiones, a partir del fin de diciembre de 1953, de un inminente ataque Vietminh. El Coronel de Castries multiplicó los reconocimientos ofensivos en derredor de Dien Bien Phu. Los paracaidistas se mantenían en estado de alerta. Todos ellos se enfrentaban a unidades vietnamitas muy compactas. Desde hacía unos días, un cañón del Vietminh supuestamente de origen japonés, abría fuego contra el campo atrincherado. Impactaban aquí y allá en forma azarosa. La mayoría de los impactos daban sobre el campo de aviación. Para intentar localizar y neutralizarlo, se decidió una operación el 6 de febrero sobre la cota 781 donde se suponía estaba emplazado. ¡En vano! Un nuevo reconocimiento sobre el sudeste, realizado el 12 de febrero con el 1er BEP, 8º BPC, el 3º RTA, el 3º REI y el apoyo de carros "Chaffe" se tradujo en un serio enfrentamiento que obligó a un repliegue. Esta ofensiva fue repetida el 15 y 16 de febrero siempre con el 1er BEP, 8º 38
BPC y el 3º RTA reforzados. El saldo fue mediocre: los franceses hicieron replegar a los vietnamitas encontrados a su paso, ocuparon el terreno (cotas 561 y 674) al precio de sensibles pérdidas (15 muertos y heridos entre los tiradores) más no se pudo ubicar el cañon japonés que hostigaba el campo. El 20 de febrero el 1er BEP y el 8º BPC descubrieron al norte de Gabrielle, un emplazamiento de artillería Vietminh, el cual probaba que la amenaza se volvía más precisa y reforzada. Se intentó un nuevo y último reconocimiento el 11 de marzo sobre la cota 553 a 3 km apenas del campo atrincherado. Las pérdidas del lado francés volvieron a ser severas. En total, las pérdidas registradas en los tres meses de esta etapa ofensiva de ocupación del 20/11/53 al 12/3/54 (día anterior del ataque Vietminh) fueron muy serias: 151 muertos, 798 heridos y 88 desaparecidos, esencialmente en las tropas paracaidistas, las cuales eran muy solicitadas para las salidas a larga distancia, los reconocimientos de la periferia de la cuveta y las emboscadas. El 1er BEP, el 5º BPVN, el 6º BPC, el 1er BPC y el 8º BPC se llevaron la peor parte. Se confirmó el incremento de la ayuda china. Se evidenciaba en el Tonkín el despacho desde China de materiales y municiones. Un ejército de 75.000 obreros repararon 200 km de ruta en la Alta Región para el uso vehicular, más 100 km mejorados. Así, el Vietminh dispuso de 350 km de ruta desde la frontera china hasta Tuan Ciao, a sólo 55 km al nordeste de Dien Bien Phu por la RP 41, instalando una gran base logística destinada a sostener y alimentar las unidades dispuestas para el asedio. Más los daños eran reparados más rapido de lo que se producían. Los camiones, los convoyes en bicicleta y los porteadores se movían en la noche o cuando el clima no permitía las operaciones aéreas. En París, el reporte enviado por el General Navarre acerca de la situación se lo calificó como una "Novela negra". El demandó refuerzos que nunca obtuvo y aviones suplementarios que llegaron demasiado tarde para ser eficaces. Se realizaron otras operaciones con las unidades que quedaban disponibles (operación "Atlante" y otras...). A comienzos de marzo de 1954, algunos días antes del ataque, la fortaleza se encontraba en su punto máximo: 12.000 hombres, carros, artillería, enormes reservas de municiones, fueron repartidos en los centros de resistencia (Anne Marie, Beatrice, Claudine, Dominique, Eliane...) juiciosamente para cubrir la entrada norte (Gabrielle) y nordeste (Beatrice) de la cuveta, defender el acceso noroeste (Anne Marie), proteger el terreno de aviación por el norte (Huguette) y detener los ataques por el flanco montañoso del este (Dominique y Eliane situadas en las colinas dominantes de la cuveta). El punto de apoyo Isabelle, 6 km al sur, con un terreno de aviación de emergencia, ocupada por 1.809 hombres, con carros y artillería, estaba destinada a dar apoyo a la parte central. El General Navarre consideraba que Dien Bien Phu era la fortaleza más poderosa construida en Indochina. Era inimaginable que el Vietminh pudiera instalar sus cañones de grueso calibre en las montañas próximas a la cuveta, cuyo acceso se consideraba impenetrable. De todas maneras, de poder logarlo, se consideraba que la artillería y aviación francesas los destruirían, según las palabras de los especialistas. El Vietminh disponía de 33 batallones, 27 rodeando el campo atrincherado y 6 para barrer los intentos de intervención desde el exterior. Como armamento pesado, disponían de 20 cañones de 105 mm, de 20 cañones de 75 mm y un gran número de morteros y cañones sin retroceso. Además: 100 ametralladoras de 12,7 de artillería antiaérea (AA) 16 cañones de 37 mm (AA) que fueron reforzados por 4 batallones armados con cañones rusos, modernos, de 37 mm (64 piezas en total) arribados de China.
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La reserva de obuses de todos los calibres era de 100.000 piezas, (reservas susceptibles de ser renovadas y aumentadas por los envíos desde China). En efecto, durante los 57 días que duró la batalla, el Vietminh lanzó 200.000 proyectiles. Entre noviembre de 1953 y comienzos de marzo de 1954, Dien Bien Phu recibió la visita de un gran número de personalidades VIP's, ocupantes de altos cargos: -Mr PLEVEN, Ministro de Defensa -Mr de CHEVIGNE, Secretario de Guerra -Mr Marc JACQUET, Secretario de los Estados Asociados -El General ELY, Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas -El General BLANC, Jefe del Estado Mayor del Ejército -El General FAY, Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea -El General HINH, Jefe del Estado Mayor del Ejército Vietnamita -Sir O'DANIEL, Jefe de la Misión Americana de Asistencia Militar, por nombrar a los más importantes. Todos se mostraron impresionados y ninguno mostró la menor inquietud. Mr de CHEVIGNE fue particularmente perentorio, dijo: "Esto es impenetrable". El General BLANC declaró: "Esto es Verdún". La guarnición fue reforzada en diciembre de 1953 por un escuadrón de los Carros Chaffee, equipados con un cañón de 75mm y una ametralladora pesada, estos carros llegaron desmontados en 180 piezas que se armaron en la pista. El 20 de enero de 1954 el escuadrón ya estaba en condiciones de operar. En el transcurso del asedio, cada M-24 disparó una media de 1.500 proyectiles. En el momento de la avalancha vietnamita, quedaban aún cuatro en servicio, para el 7 de mayo sus dotaciones las inutilizaron justo antes de la caída del último bastión. Hay que recordar que Francia fue el mayor usuario del carro de combate M-24 Chaffe, descontando a EEUU. Tras la finalización de la II Guerra Mundial, Francia recibió 1.200 unidades, excedentes de la guerra. Estos carros se emplearon para dotar a las nuevas divisiones acorazadas del desmantelado ejército francés tanto en la metrópoli como en las colonias. Y el bautismo de fuego con las tropas francesas lo recibió en Indochina. La llegada del M-24 Bison, para los americanos y Chaffe para los franceses, supuso una sensible mejora respecto a su antecesor, el Stuart M-3 y el M-5. Los planes franceses para el desarrollo de esta acción incluyeron el empleo de estos 10 carros M-24, para defender el perímetro de Dien Bien Phu, a todas luces eran insuficientes para defenderse de la avalancha de tropas enemigas que se les iban a venir encima. Los franceses hubieran necesitado no 10 sino 100 carros para aplastar al Viet Minh durante el cerco. Estos carros pertenecían al “Escuadrón de Marcha del 1er. Regimiento de Cazadores a Caballo”, la primera y última unidad en emplear los carros M-24 en Indochina. Al carecer los franceses de medios para transportarlos hasta la zona de combate, al no disponer de helicópteros pesados de transporte, a diferencia de los EEUU, que utilizó el helicóptero para transportar hombres, armas, municiones, piezas de artillería, y carros ligeros y medios en los helicópteros CH-47 Chinook o el CH-54 Sikorsky de transporte, durante la guerra de Vietnam. Los franceses tuvieron que desmontarlos en varios componentes principales, y enviarlos a Dien Bien Phu, para que se montaran una vez llegados a la base de combate. Los Bisón o Chaffe desempeñaron un papel fundamental en la resistencia en Dien Bien Phu, actuando como artillería móvil en asistencia de las fortificaciones o de unidades aisladas bajo fuego enemigo y como principal fuerza en los contraataques. Intervinieron casi a diario y fueron alcanzados en numerosas ocasiones. Aquellos vehículos que no pudieron ser reparados, se emplazaron como puntos estáticos de defensa de las bases. Cuando la situación fue desesperada, las tripulaciones optaron por destruir los carros que seguían operativos. Aún hoy perduran los restos de alguno de estos carros en el valle de Dien Bien Phu. Pese a todo, el Chaffe rindió un servicio excepcional con las fuerzas destacadas en Indochina que concluyó en 40
el enfrentamiento que significaría, también, el final de la presencia francesa en Vietnam. De Castries tenía a los hombres, pero le faltaban carros como apoyo artillero para proteger el perímetro, helicópteros de ataque y transporte, cazas y sobre todo artillería pesada. Pero el ejército guerrillero del Vietminh estaba en principio equipado sólo con armas ligeras. Pero al finalizar la guerra de Corea, en julio de 1953, China comenzó a proporcionarle armas más poderosas, desde artillería de campaña ligera y mediana, a cañones antiaéreos y lanzagranadas. La puesta en acción de armas tales como el cañón de 150mm, cuyo alcance sobrepasaba los 11km, estas armas sorprendieron a los franceses en Dien Bien Phu. Estos cañones, e igualmente otros más ligeros, habían sido desmontados y transportados a través de la Jungla para ser ensambladas y empleadas en las colinas que dominaban el campo fortificado. El ataque se esperaba inminentemente, debido a que el Vietminh había evacuado a todos los habitantes del valle, los que vivían allí y los que cumplían sus tareas campestres. El campo fortificado de Dien Bien Phu estaba dividido en 9 reductos que recibieron el nombre de mujeres, se decía que eran los nombres de las amantes del Coronel De Castries; se organizaron alrededor de las pistas de aterrizaje: “Eliane” que albergaba el cuartel general del Coronel De Castries; este puesto rodeaba Dien Bien Phu al este del aeródromo principal; “Claudine” protegía el sur, “Huguette” y “Françoise” al oeste, y “Dominique”, al norte. Más arriba en el valle, al otro lado de “Dominique”, se encontraban tres reductos menores; “Anne-Marie”, “Gabrielle”, y “Béatrice” los cuales formaban una línea de defensa exterior. Al sur de “Claudine”, se encontraba el puesto de “Isabelle” que protegía el pequeño aeródromo anexo. El ejército de Giap había experimentado grandes cambios, que Navarre se paso por alto, menospreciando al enemigo. Un entrenamiento eficaz y la recepción de un considerable material chino hacían de los guerrilleros una fuerza impresionante. En lugar de las dos divisiones que los franceses esperaban ver en acción en Dien Bien Phu, llegaron cuatro divisiones con 200 cañones, entre ellos algunas piezas antiaéreas. El sábado 13 de marzo de 1954, después de una intensa preparación artillera, particularmente sobre Béatrice (al nordeste) y Gabrielle (al norte). El fuego de la artillería enemiga fue extremadamente denso, el Viet Minh disparó más de 9.000 proyectiles de artillería sobre el campo francés, el ataque se prolongo durante toda la noche. El puesto de mando de Béatrice, en el que ser encontraba el Teniente Coronel Gaucher y otros cuatro oficiales, fueron muertos en las primeras horas por el fuego de los obuses del Viet Minh. Obligados a un combate encarnizado y sangriento, al precio de pesadas pérdidas deuno y otro bando, el punto de apoyo Beatrice fue conquistado por el Vietminh en algunas horas. Una infortunada coincidencia de circunstancias favoreció al Vietminh para obtener esta rápida victoria: los cuatro oficiales y el Teniente Coronel GAUCHER, responsables de la defensa de Beatrice, fueron muertos durante la primer hora por dos obuses vietminh que impactaron en su refugio. Esta unidad, la 3/13 DBLE no contaba con todos sus efectivos esa noche (450 en vez de 517) en razón que el personal asignado en el centro del campo no llegó a ocupar sus puestos. En la noche del 14 de marzo, el escenario se repite con el centro de resistencia de Gabrielle (norte) como blanco. Defendido por el 5/7, regimiento de tiradores argelinos, este centro de apoyo es rodeado y atacado a las 20 hs. después de un intenso y muy letal ataque artillero. El combate fue extremadamente violento. A las 2:30 hs, del 15 de marzo, el enemigo tenía tomada la ladera nordeste. A las 5:00 hs, el Vietminh copó la posición, los defensores yacían muertos o heridos. El contraataque francés, en la mañana del 15 de marzo, fracasó. El 18 de marzo, el 3er batallón Thaï abandonó el centro Anne Marie que defendía el acceso noroeste. Este centro fue reorganizado: se abandonó una parte y el resto se enlazó con Huguette, que defendía el terreno de aviación en la parte norte y noroeste. Las condiciones de vida en Dien Bien Phu, machacados sin cesar por la artillería, se volvieron difíciles. El Vietminh se esforzaba por cortar la ruta a Isabelle y así aislar este 41
centro de apoyo. Las evacuaciones sanitarias eran cada vez más precarias. La pista de aviación era bombardeada sin tregua. CENTROS DE RESISTENCIA: ANNE-MARIE Esta posición fue ocupada desde el 22 de noviembre hasta el 8 de diciembre de 1953 por el 1er. Batallón Paracaidista Extranjero (BEP). El relevo de esta unidad fue realizado por el 301º Batallón Paracaidista Vietnamita, procedente de Laï Chau. Que a su vez será relevado el 23 de diciembre de 1953 por el 3º Batallón de Fusileros/ Tiradores de Thaï (3/BT). Mientras que otras dos compañías del (BEP-2) Batallón Paracaidista Extranjero bajo el mando del Capitán Guillemot se encuentran en “AnneMarie 1 y 2”. Las otras compañías se reparten por “Anne-Marie 3 y 4”. “Anne-Marie 3” es reforzada por una compañía del 3º Batallón del 2º Regimiento Extranjero de Infantería (3/2 REI) del Teniente François. Mientras que, “Anne-Marie 4”, es reforzado por una compañía del 5º Batallón de Paracaidistas Vietnamitas (5/BPVN) del Teniente Rondeaux. Estos dos puntos de apoyo, serán asignados a las defensas de “Huguette” y cambiaran sus nombres por el de “Huguette-6” y “Huguette-7” HUGUETTE Los centros de apoyo “Huguette 1-2-3-4-5” estaban defendidos por el 1er. Batallón Extranjero de Infantería (1/2 REI) del Comandante Clemençon. El 18 de marzo “Huguette-6” es reforzado por una Compañía de Marcha de la Legión (1/2 REI), bajo el mando del Capitán Walenszky (un antiguo oficial de la caballería polaca), que reforzara a la compañía del Teniente François. Y el puesto de “Huguette-7”, por la 1ª Compañía del 5º Batallón de Paracaidistas Vietnamitas del Teniente Rondeaux. “Huguette-7” es atacado el 30 de marzo. El punto de apoyo resistirá hasta el 7 de abril por la mañana. “Huguette-1”, que esta defendido por la 4ª Compañía del 1er. Batallón de la 13 DBLE (Semi-Brigada de la Legión Extranjera), llegará el 19 de abril y releva a la compañía del Capitán Rastouil del (1/2REI). El Comandante Chevalier manda la posición hasta el 23 de abril, cuando la unidad es aniquilada en el último asalto. “Huguette-5” es defendido por la 2º Compañía de Marcha del Batallón Extranjero Paracaidista, bajo el mando del Teniente Stabenrath, esta unidad será también atacada. La posición de “Huguette” sucumbe la noche del 1 al 2 de mayo. “Huguette 2 y 4” resisten hasta el día 7 de mayo. BÉATRICE El centro de resistencia Béatrice esta formado por un conjunto de tres colinas, situadas a 3km al noroeste de la posición central, sobre Ban Him Lan. Ocupado durante los últimos días de diciembre de 1953 por el 3º Batallón de la 13ª Semi-Brigada, el centro de resistencia “Béatrice” estaba bajo el mando del Comandante Pégot. • • •
“Béatrice1” (la colina más al norte) estaba organizada y defendida por la 9ª Compañía del Teniente Platevin y luego por elTeniente Carrière. “Béatrice 2” Estaba defendida por la 10ª Compañía del Capitán Nicolás y la Compañía de Mando del Batallón del Capitán Sandrelli. “Béatrice 3” (la colina del suroeste), organizada y defendida por la 11ª Compañía del Teniente Bedeaux, relevado más tarde por el Teniente Turpin.
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“Béatrice 4” con la 2ª Compañía y Puesto de Mando bajo la dirección del Teniente Madelain.
La posición sufre el primer ataque el 13 de marzo a las 17:30. A medianoche “Béatrice 1-3” son conquistadas por los Regimientos 141º y 209º del Viet Minh. A las 02.00 de la madrugada caerán “Béatrice 2-4”. ELIANE “Eliane 1-2” se encuentran situados en las colinas que cierran la llanura de Dien Bien Phu por el este, inmediatamente al sur de la posición de “Dominique”. Estas colinas son ocupadas en diciembre de 1953 por el 1er. Batallón del 4º Regimiento de Tiradores Marroquíes (1/4 RTM). El puesto de mando del batallón se sitúa en “Eliane-2” junto con dos compañías. Las otras dos se situaran en “Eliane-1”. A partir del mes de febrero, se crea en la llanura una tercera posición “Eliane-3” El 14 de marzo es lanzado el 5º Batallón de Paracaidistas Vietnamitas (BPNV) al mando del Mayor Botella, el cual se instalará en una nueva posición denominada “Eliane-4”. También allí se instalarán sucesivamente el 6º BPC (Batallón de Cazadores Paracaidistas), bajo el mando del comandante Bigeard. Más tarde será lanzado el 2º Batallón del 1er. Regimiento de Cazadores Paracaidistas del Comandante Bréchignac. “Eliane 1-2” son atacados la noche del 30 al 31 de marzo de 1954. Por el contrario “Eliane-2”, será defendido por un refuerzo de legionarios paracaidistas, excombatientes de las SS y del ejército británico; algunos de ellos excombatientes del RLDG del Desierto y de la 50º División Northumberland. Aquellos valientes veteranos, curtidos en las batallas más feroces de la II Guerra Mundial, combatirían con gran coraje rechazando los ataques del Viet Minh. Tras 107 horas de combates, los viets se retiran el 4 de abril por la mañana. “Eliane-1” es reconquistado el 10 de abril por dos compañías del 6º BPC, mantenido hasta el 1 de mayo por dos compañías del 2/1 RCP que se relevaron cada 48 horas. “Eliane-1” cae definitivamente la noche del 1 al 2 de mayo. “Eliane-2” cae en poder de los Viets el 7 de mayo a las 02.00 de la madrugada, tras ser dinamitado. Sus defensores se han quedado sin municiones. “Eliane-4” cae el 7 de mayo a las 10.00 horas de la mañana, al igual que “Eliane-3”. Mientras que “Eliane-10” resistirá hasta el alto el fuego, del 7 de mayo a las 17:30 de la tarde. El Ejército Popular de Vietnam eligió “Eliane-2” para erigir allí un monumento conmemorativo de la Batalla de Dien Bien Phu. DOMINIQUE El centro de resistencia Dominique se ha confiado al 3er. Batallón del 3er. Regimiento de Tiradores Argelinos (3/3RTA). Este batallón, presente en Indochina desde 1951, pertenece al Grupo Móvil nº 9, también integrado por otros dos batallones de la 13ª DBLE, presentes en Dien Bien Phu. El centro de resistencia se compone de 3 puntos de apoyo: • •
“Dominique-1”, al norte de la carretera y al oeste de Nam Youm. Esta posición esta ocupada por la 11ª Compañía del 3/3 RTA. “Dominique-2”, al sur de la carretera, en la colina más alta de Dien Bien Phu, esta ocupada por la 9ª, 10ª y 11ª Compañías. En ellas también se encuentran el Puesto de Mando del Batallón. El 30 de marzo serán reforzados por una compañía de auxiliares católicos vietnamitas de Phat Diem. En “Dominique-2” también se encuentran hasta el 1 de marzo, una sección de 6 tubos de la Compañía Extranjera Paracaidista de Morteros Ligeros (CEPML), bajo el
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mando del Capitán Schleischer, ex-oficial del 1er. Regimiento Paracaidista de la Luftwaffe, que combatió en Montecassino. “Dominique-3” Este punto de apoyo se instaló en la llanura, en el eje principal de la carretera, fue ocupado por la 12ª Compañía del Teniente Fileudeau. Esta unidad estuvo apoyada por una batería de artillería de 105mm, bajo el mando del Teniente Brunebraucke y una batería de morteros pesados bajo el mando del Teniente Van Hayden. Más tarde se crearán dos posiciones suplementarias: “Dominique-5”, al sur de “Dominique-2” es ocupada por una Compañía de Thaïs bajo el mando del Teniente La Malène y será abandonada el 1 de abril. “Dominique-6”, punto de apoyo efímero ocupado el 26 de marzo y abandonado el día 29. Esta defendido por una compañía de infantería paracaidista bajo el mando del Teniente Von Haepften del 2ºBatallón de Cazadores Paracaidistas de la Legión.
Las dos colinas, “Dominique 1” y “Dominique-2” son atacadas y tomadas durante la noche del 30 de marzo. “Dominique-3”, defendida por el Teniente Filaudeau, resiste hasta el 2 de mayo de 1954. GABRIELLE Esta posición esta situada a 5km al norte del punto de apoyo central y de la localidad de Dien Bien Phu. La colina es conocida por el nombre de “Torpedero” por sus defensores, primero los soldados legionarios paracaidistas del BEP y los legionarios del 3/3 REI. En la Terminología Viet Minh esta colina lleva el nombre de “Doc Lap” (Independencia). Esta ocupada desde el 10 de enero de 1954 por el 5º Batallón del 7º Regimiento de Tiradores Argelinos, llegando a Indochina en 1951, el 5º/7 RTA fue primero asignado al Grupo Móvil Norteafricano (GMNA) y luego destinado al sector de Bac Ninh. Este batallón llega a Dien Bien Phu el 27 de diciembre de 1954. Atacado el 14 de marzo de 1954, a las 17.00 horas, el 5/7RTA combate durante toda la noche. Mientras que un contraataque llevado por el GAP (Grupo de Artillería Paracaidista) no podrá salvar la posición que se considera perdida el 15 de marzo a las 08.00 horas. La noche del 14 de marzo se repite el mismo ataque sobre la posición de Gabrielle, que es defendida por el 5º Batallón del 7º Regimiento de Tiradores Argelinos, este centro de apoyo es rodeado y atacado a las 20:00 hrs. Entre el 14 y 15 de marzo son enviados como refuerzo el 5º BPVN (Batallón de Paracaidistas vietnamitas), bajo el mando de un oficial de origen español, el Mayor Botella y el 6º BPC (Batallón de Paracaidistas Cazadores) es lanzado sobre Dien Bien Phu. Mientras, el 18 de marzo, el 3er. Batallón Thaï abandonó el centro Anne-Marie que defendía el acceso noroeste. Este centro fue reorganizado: se abandonó una parte y el resto se enlazó con Huguette, que defendía la pista de aviación en la parte norte y noroeste. Los hombres de De Castries, en sus refugios, quedaron desconcertados por la violencia del bombardeo del Vietminh. En primer lugar, la infantería vietnamita se lanzó al asalto de la línea externa de defensa y “Béatrice” no tardó en caer; “Gabrielle” se rindió dos días después, y más tarde, el 18 de marzo, se rindió “Anne-Marie” Las condiciones de vida en Dien Bien Phu eran terribles, machacados sin cesar por la artillería, las continuas lluvias que convertían las trincheras en barrizales, los incesantes ataques de la infantería del Viet Minh, hacían que la vida en las posiciones fuera algo difícil. Pronto los aterrizajes diurnos se volvieron imposibles, debiéndose realizar de noche, con todas las complicaciones que eso implicaba. Después de algunos días, hubo de renunciar a cualquier intento El último helicóptero fue abatido al despegar el 23 de marzo y el último avión que logró sacar algunos heridos fue el 26 de marzo. En aquellos momentos, y con los acontecimientos
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que estaba tomando la situación de las tropas francesas, el Coronel Piroth, al mando de la artillería se suicidó; sus baterías resultaron ineficaces ante la aplastante superioridad de la artillería comunista. La pérdida de las defensas periféricas, sumada a los disparos de la artillería y los ataques de la infantería, hicieron inutilizable el aeródromo principal. Desde entonces, las municiones y los refuerzos debían ser lanzados en paracaídas. Más de 70 aviones fueron destruidos durante el cerco. Pero los Vietminh pagaron caro su éxito; en el primer ataque tuvieron 3.000 bajas. El 30 de marzo volvieron los bombardeos intensivos de la artillería del Vietminh, seguidos inmediatamente de ataques en masa de la infantería. En ocho días de violentos combates cuerpo a cuerpo, los Vietminh llevaron a cabo numerosas incursiones. Los puestos de “Dominique” y “Françoise” cayeron junto a una parte importante de “Huguette”, junto con algunas secciones de “Claudine” y “Eliane” que fueron aniquiladas. Las pérdidas vietnamitas eran cuantiosas y entonces Giap se replegó para reagrupar a sus fuerzas. El 1 de mayo de encontraba alrededor de Dien Bien Phu, con una fuerza de combatientes de 50.000 hombres, que se lanzaron sobre una debilitada guarnición. Aunque las tropas francesas demostraron su valor y coraje, ante esta aplastante superioridad en armas, hombres, no pudieron aguantar mucho tiempo. Las trincheras estaban destinadas a aislar los centros de resistencia y a servir como punto de partida, protegidos de los disparos, para realizar los asaltos a los centros de apoyo. El Viet Minh no cesó en sus esfuerzos, hostigando y bombardeando cada día las posiciones francesas. El 28 de marzo, una acción ofensiva fue eficazmente llevada a cabo por el 2º GAP (Grupo de Artillería Paracaidista) sobre las posiciones de AA del Viet Minh al oeste de Dien Bien Phu. Las pérdidas fueron muy severas por ambas partes en dicho contraataque francés. 20 muertos (entre ellos 2 oficiales) y 76 heridos (entre ellos 5 oficiales) del lado francés. Así como un 1.350 bajas entre muertos y heridos por el lado vietminh. Los franceses pudieron requisar gran cantidad de armas, y municiones; entre ellas 22 ametralladoras, 2 bazookas y 150 fusiles. El enemigo intento en varias ocasiones con el lanzamiento de panfletos sobre las posiciones francesas que estos desertaran, estos panfletos estaban dirigidos a los legionarios, conocidos por ser un grupo de aventureros y porque entre los combatientes de Dien Bien Phu, había cerca de 4.000 soldados de la Legión Extranjera muchos de ellos excombatientes de la División Pazer SS Viking y de 1ª División Leibstandarte SS Adolf Hitler, del Afrika Korps, Fallschmirjäger (Paracaidistas) de la Luftwaffe, Granaderos Panzer, entre otras unidades. En total hubo unos 8.000 soldados alemanes encuadrados en la Legión Extranjera destinados en Indochina, soldados que habían combatido como enemigos durante la II Guerra Mundial, ahora combatían como hermanos codo a codo en las selvas de Vietnam. Entre otros muchos combatientes como (británicos, italianos, españoles, belgas, holandeses austriacos, polacos y de otras nacionalidades). Pero esos panfletos también estaban dirigidos principalmente a los soldados coloniales norteafricanos y vietnamitas que había en Dien Bien Phu. Estas acciones tuvieron poco efecto. Tras un nuevo ataque de la artillería comunista, el Viet Minh se lanzó a un nuevo asalto de los principales puntos de apoyo que dominaban y protegían el este de la base aeroterrestre. Rápidamente, Dominique 2 y Eliane 1, cayeron en manos del adversario que se detuvo delante de Dominique 3 y Eliane 2 estableciendo una batalla que duraría varios días. El 31 de marzo Dominique 2 y Eliane 2 fueron recuperadas. El 2 de abril fue lanzado el 2º Batallón del 1er. Regimiento de Cazadores Paracaidistas, con el 3º Batallón del RALP (Regimiento Artillería Ligera Paracaidista), para poder reforzar a la guarnición. Los lanzamientos quedaban cada vez más expuestos al fuego del enemigo. Las pérdidas eran muy importantes y los heridos colmaban los puestos quirúrgicos donde los cirujanos bajo el mando del mayor Grauvin, responsable del equipo médico militar, operaban en condiciones increíbles. Los impactos de artillería del Viet Minh 45
continuaban y se concentraban sobre el perímetro reducido de la guarnición. Un cuarto batallón de paracaidistas, el 2º BEP, es lanzado del 9 al 11 de abril, permitiendo un ataque sobre el lado este. En los primeros días de abril, la lluvia hizo su aparición. Transformó las trincheras en ciénagas y barrizales, lo cual derrumbó varios refugios. Los obuses enemigos provocaban aludes de lodo con efectos devastadores. Del lado francés, el refuerzo de 4.306 paracaidistas entre el 14 de marzo y el 6 de mayo no compensó las pérdidas sufridas entre estas dos fechas (1.500 muertos y más de 4.000 heridos). Entre los refuerzos lanzados figuraban más de 700 hombres que no eran paracaidistas, pero que esta era la única forma de hacerles llegar los refuerzos. Ya que por tierra se hacía casi imposible, debido a que el Viet Minh había copado a los defensores y los tenía completamente rodeados, sin posibilidad de escapar y de que estos no pudieran recibir refuerzos de las columnas de socorro, ya que las emboscadas hubieran diezmado a los franceses que acudían en su ayuda. Para fines de abril de 1954, los hospitales subterráneos estaban llenos y los puntos de apoyo repletos de heridos no evacuados, quedando en el barrizal de los puestos de combate. Finalizando el mes de abril, los lanzamientos de refuerzos cada vez eran menos efectivos, perdiéndose tras las líneas del Viet Minh, hombres y suministros. Del 2 al 5 de mayo, 388 hombres del último batallón paracaidista de reserva, el 1er. Batallón de Cazadores Paracaidistas saltaron sobre Dien Bien Phu. El Coronel De Castries mantenía siempre la esperanza de resistir y prolongar el mayor tiempo posible la batalla hasta que, en la Conferencia de Ginebra, iniciada el 26 de abril, se estableciera un acuerdo para el cese del fuego en Indochina. El 4 de mayo se realizaron los últimos lanzamientos de paracaidistas; más de 400 hombres del 1er. BPC (Batallón de Cazadores Paracaidistas), seguidos, al alba del 6 de mayo, de los 91 hombres restantes de la unidad. El 5 de mayo, la guarnición disparó más de 4.000 proyectiles contra las posiciones del enemigo. Pero en ese momento, para contrarrestar el fuego de la artillería francesa, entraron en acción los famosos Órganos de Stalin, con sus impactos letales en forma de ráfaga, provocaron enormes daños en los refugios ya dañados por la lluvia. Su efecto moral fue terrible. Sus lanzadores de 6 tubos ya habían sido probados durante la Segunda Guerra Mundial 1939-1945 y permitió a los soviéticos hacer estragos entre las líneas alemanas, sobre todo durante la batalla de Berlín, donde fueron lanzados sobre la ciudad y sus defensas miles de esos terroríficos cohetes. El 6 de mayo la aviación militar francesa realizó el mayor lanzamiento de pertrechos de los últimos 8 días; 196 toneladas cargadas por 50 aviones C-119 y C-47, llevaron a cabo su última misión para intentar abastecer a la los defensores, pero la llegada de nuevos suministros ya era demasiado tarde para cambiar las cosas. Y una gran parte de esos lanzamientos cayeron fuera del perímetro francés, que cada vez se hacía más pequeño, y como tal caía en manos del enemigo. El buen tiempo del 6 de mayo llevó a una ataque coordinado de la aviación francesa contra las posiciones comunistas; en dicho ataque participaron un total de 154 aviones; 67 bombarderos B-26 Maurader, excedentes norteamericanos de la II G.M. vendidos a Francia, 28 cazas Corsairs, 36 cazas Bearcat, 18 cazas Helldiver y 5 cazas Privateer. Ante esta semejante fuerza la AA enemiga prefirió mantenerse callada para no dar su posición al enemigo, por lo tanto las bombas lanzadas por los bombarderos franceses no hicieron el daño esperado. Una salida de las fuerzas francesas de la posición sitiada era imposible y no existía ningún medio de poder hacer llegar una columna de refuerzo o el apoyo aéreo necesario para repeler a los vietnamitas. En este caso, unos años más tarde, tendríamos una situación muy parecida, durante la Guerra de Vietnam, entre 1965 y 1975, cuando los Marines fueron cercados en la base de combate de Khe Shan, entre el 21 de enero y el 7 de abril de 1968; las fuerzas norteamericanas quedaron cercadas en dicha base de combate, situada en la Ruta 9, en la DMZ (Zona Desmilitarizada), la cual se encontraba 46
en la Línea McNamara. Resulta fácil trazar paralelismos entre Khe Shan y Dien Bien Phu. En ambos casos un ejército occidental fue rodeado por tropas comunistas con la aparente intención de librar una batalla decisiva. En Dien Bien Phu, los franceses fueron derrotados, pero en Khe Shan las cosas fueron muy diferentes. En Khe Shan había 6.680 marines y unidades de las Fuerzas Especiales del ejército norteamericano, con el apoyo de una importante fuerza artillera y de los helicópteros de ataque, junto con la aviación aplastaron a los vietcongs, y a las fuerzas del EVN (Ejército de Vietnam del Norte). Los comunistas sufrieron una aplastante derrota, perdieron más de 15.000 hombres, frente a los 205 norteamericanos muertos y 852 heridos. En este caso, las fuerzas americanas sitiadas en la base de combate, eran inferiores en número a las francesas, que oscilaban en los 20.000 hombres en Dien Bien Phu. Pero fue la maquinaria de guerra americana, con el apoyo de su artillería y los ataques de la aviación, los que salvaron a los sitiados Marines en Khe Shan. Las tropas de EEUU lanzaron sobre las posiciones del EVN y el VC que sitiaban Khe Shan más de 100.000 toneladas de bombas y dispararon más de 150.000 proyectiles de artillería. Esta derrota frustró un segundo Dien Bien Phu, por parte de los vietnamitas. Pero lo que es seguro, es que los americanos contaron con una potencia de fuego en artillería y apoyo aéreo, que no tuvieron los franceses. Y otra de las diferencias abismales que separaban la forma de combatir y de llevar la guerra, dato que fue una de las consecuencias directas de la derrota francesa, fue la logística militar, la debilidad y falta de recursos por parte de Francia de poder llevar hombres, armas, suministros, aviones, a Indochina. Los norteamericanos llevaron sus provisiones a 16.000kmde distancia, sólo entre 1965 y 1969 los EEUU suministró un total de 30 millones de toneladas de carga y 15 millones de toneladas de petróleo. Los norteamericanos establecieron una red de suministro a sus tropas a través del 1er. Mando Logístico del Ejército, desde Saigón. Los franceses por su parte no disponían de estas infraestructuras para poder abastecer a sus fuerzas y, claro esta, tras acabar la guerra mundial, Francia estaba arruinada económicamente y su ejército desmantelado, empezaba a resurgir de nuevo. Los norteamericanos llevaron a cabo un tipo de guerra que los franceses no pudieron ejecutar, debido a la falta de helicópteros. Fue denominada como “Guerra de Movilidad Aérea” El ejército de EEUU ya había usado los helicópteros para evacuaciones médicas y misiones de transporte ligero en la Guerra de Corea (1950 y 1953). A partir de ese momento se crearon 15 batallones de helicópteros que podían ser utilizados para transportar a las unidades de infantería hasta la zona de combate. Se creo por tanto el “Consejo de Requerimientos de Movilidad Táctica” bajo el mando del Teniente General Hamilton Howze. Este consejo aceptó la creación de la 11ª División de Asalto Aéreo a las órdenes del Brigadier General Harry Kinnard, esta formación que entraría en Vietnam en 1965 como 1ª División de Caballería Aérea (Aeromóvil) La primera unidad aeromóvil en entrar en combate en Vietnam, fue el 1º Batallón, del 7º Regimiento de Caballería, bajo el mando del teniente coronel Hal Moore. Realmente el helicóptero está íntimamente asociado con la guerra de Vietnam. Aunque no todas las unidades americanas eran helitransportadas, era rara la operación que no incluyese a los helicópteros de algún modo: para transportar tropas sobre terreno difícil o a zonas de combate, proporcionar apoyo artillero, evacuar a los heridos, o transportar suministros. El helicóptero fue la mejor arma que utilizaron los norteamericanos en Vietnam. Gracias al MEDEVAC, a las ambulancias militares aéreas de evacuación de heridos, el 57º Destacamento Médico (Halicopteros-Ambulancias) al final de la intervención americana en 1973, habían evacuado a 500.000 heridos norteamericanos y aliados (sudvietnamitas, coreanos, tailandeses, australianos, filipinos y neocelandeses). Los EEUU consiguieron, lo que los franceses no pudieron en su momento, el apoyo de otras naciones que enviaron tropas a la zona de combate; como fue el caso de Corea con 50.000 combatientes; Australia y Nueva Zelanda (con 46.000 combatientes); Filipinas 47
(con 5.000 combatientes); Tailandia (con 10.000 combatientes) y España que envió un cuerpo médico militar. El trabajo era muy peligroso, y cientos de pilotos murieron en aquellas misiones. En total EEUU dispuso de más de 5.000 helicópteros durante la guerra, más de dos millones de norteamericanos sirvieron en Vietnam, 57.000 murieron, 300.000 resultaron heridos y 2.500 fueron dados por desaparecidos. Podríamos considerarlas unas bajas aceptables si tenemos en consideración que durante el Primer día de la batalla del Somme en julio de 1916, murieron 57.000 británicos, y los norteamericanos sufrieron las mismas bajas en 10 años de conflicto. Al contrario de los franceses, los norteamericanos vieron la utilidad del helicóptero en aquella guerra y lo utilizaron profundamente. Pero volviendo a la desesperada situación de los franceses en Dien Bien Phu, la única esperanza residía en una incursión masiva sobre las posiciones vietnamitas realizado por los aviones estadounidenses desde los portaviones fondeados en el Mar de la China Meridional; Aunque EEUU, hubiera podido proporcionar armas y aviones a los franceses, no quisieron intervenir directamente, y el General Navarre desestimó la ayuda militar aérea americana, creyendo que las fuerzas francesas, podrían derrotar a los vietminh, sin la ayuda de EEUU. Las posiciones francesas fueron cayendo una detrás de otra, bajo los asaltos masivos del Vietminh. El 7 de mayo de 1954 fue dominado el último foco de resistencia. La grave derrota de Dien Bien Phu significó en la práctica el fin de las posiciones francesas en el sudeste asiático después de más de 100 años de dominio. El ejército francés que había empeñado sus mejores tropas en la región, partió de Indochina con una amargura sólo aliviada por el convencimiento de que, pese a haber sido derrotados por unas fuerzas implacables, habían combatido con valor y determinación. Quizá fue esta impresión la que propició aires de cambio en el seno de las Fuerzas Armadas de Francia, que ahora se vieron envueltas en un nuevo conflicto colonial, Argelia. Finalmente a las 21:30 del 6 de mayo los comunistas se lanzaron al asalto final, todas las armas del Viet Minh se desencadenaron a la vez. El campo francés respondió al asalto con todas sus armas, los carros que le quedaban, su artillería, ametralladoras, morteros y fusiles. El centro Isabelle informó que, salvo uno, todos sus obuses habían destruidos. Sólo quedaba en toda la posición un cañón de 105mm con 2.000 proyectiles. A las 23hrs fue el Apocalipsis, el Viet Minh intentó volar el punto de apoyo de Eliane 2 con una carga de 1.000 kilos de TNT, deslizándose por debajo de los defensores franceses a través de un túnel de 47 metros de lago. Los puntos de apoyo de Dominique y Eliane había caído. Las trincheras estaban llenas de muertos y heridos de ambos bandos. A las 07.00 del 7 de mayo el Viet Minh se preparaba a descubierto en Eliane 1 para atacar en el último y definitivo asalto. En el puesto de mando del ya ascendido General De Castries, se veía resignado, ante un final desesperante para sus fuerzas, pero mantenía su calma. A las 10.00 de la mañana, ya no quedaban ni municiones ni reservas de hombres del lado francés para soportar un último asalto. El General De Castries, recibió un último mensaje del General Cogny en el cual le decía que combatiera hasta el final, no puede haber ni rendición ni capitulación. Mantenga la posición hasta el final. La orden de alto el fuego llegó a las 17:00hrs. tras la destrucción por parte de los soldados franceses de todo el material que disponían, para evitar que cayera en manos de los comunistas. Minutos más tarde los soldados del Viet Minh entraron en el puesto de mando del General De Castries y ocuparon las trincheras adyacentes. Una bandera roja con la estrella dorada fue izada en Dien Bien Phu. Pero durante ese tiempo, la posición de Isabelle, 6km al sur, continuaba luchando con la bandera tricolor ondeando en su posición y retando a los soldados comunistas, que quedaron impresionados por el gran coraje y determinación con el que combatieron los legionarios. El responsable de aquella heroica defensa, el Teniente Coronel Lalande intento salvar a sus hombres, una vez agotadas las municiones, para sacarlos de aquella trampa y de una muerte segura. El Teniente Coronel Lalande estableció la orden para llevar a cabo el Plan Albatros: una salida hacia el sur, 48
intentando alcanzar las líneas francesas con el resto de los hombres válidos. La salida se intento la noche del 7 al 8 de mayo. Sirvió de poco, la mayor parte de los elementos fue interceptada. Sólo algunos lograron atravesar las líneas del Viet Minh alcanzando los puestos franceses tras una marcha agotadora, que duraría varias semanas a través de una jungla hostil ocupada por el Viet Minh. El 8 de mayo a la 13.00hrs., en el punto de apoyo de Isabelle había cesado el fuego. Dien Bien Phu, había dejado de existir como base de combate francesa. “Tras 20 horas de lucha cuerpo a cuerpo, el enemigo se ha infiltrado en nuestro reducto central. Nuestras municiones escasean. Nuestras posiciones están a punto de ser copadas. Los comunistas se hallan a sólo pocos metros del puesto de radio desde el cual estoy hablando. He dado la orden de destruir todo el equipo” Con estas palabras, el ya ascendido General de Brigada Christian de Castries comunicó al alto mando francés la caída de la estratégica fortaleza de Dien Bien Phu, el 7 de mayo de 1954, tras una agonía de 56 días en la que los defensores resistieron, oleada tras oleada, los feroces ataques de los rebeldes del Viet Minh, que luchaban por la independencia y la instauración de un Estado comunista en la entonces Indochina francesa. Las últimas palabras de De Castries desde Dien Bien Phu no sólo anunciaron el final de una batalla sangrienta, sino que también sellaron la suerte de Francia en su colonia y se convirtieron en el presagio de las derrotas que otros poderosos ejércitos sufrirían a manos de las guerrillas comunistas en Vietnam, y en otros continentes, durante aquel proceso de descolonización. Desde el punto de vista bélico el legado más importante de Dien Bien Phu fue haber demostrado lo costoso que puede ser subestimar la determinación y la habilidad militar de un movimiento insurgente, tal vez peor equipado, pero con fuertes convicciones y un liderazgo comprometido con la victoria. Poco más de una década después de Dien Bien Phu, en 1965, Estados Unidos envió 200.000 soldados a Vietnam del Sur con el objetivo se frenar la amenaza comunista, esta vez representada por el temible vietcong, heredero del Viet-Minh. La presencia militar de EEUU creció hasta llegar a los 500.000 soldados en 1967. Pero, como sucedió con Francia, tampoco el extraordinario esfuerzo bélico de EEUU no pudo con la determinación de las guerrillas comunistas. Fustigadas y acorraladas por una guerra asimétrica, cuyas dimensiones no pudieron prever, las fuerzas norteamericanas debieron, por momentos, apelar incluso a las mismas tácticas utilizadas por la guerrilla: operaciones secretas de contrainsurgencia, golpes de mano y el uso del terror y de la tortura para obtener la información. Pero hay que matizar que la posición francesa fue capturada, pero no había capitulado, sus soldados lucharon hasta el final con gran valentía y sacrifico. El honor de Francia se había salvado. Políticamente fue un auténtico desastre pues la victoria del Viet Minh marco el comienzo del fin del imperio colonial francés. Al día siguiente de la caída de Dien Bien Phu, en la conferencia de Ginebra, Francia pidió el armisticio. Entre el 20 de noviembre de 1953 y el 7 de mayo de 1954, el campo atrincherado absorbió un total de 20 batallones, un total de 18.185 hombres. El 7 de mayo, día de la finalización de la batalla, los efectivos de la guarnición eran de 11.133 hombre en Dien Bien Phu y 1.588 en Isabelle, dando un total de 12.732 hombres, de los cuales 5.234 estaban heridos. Por lo tanto, las tropas hábiles para el combate eran de 7.487 hombres. El resto, hubo unos 2.000 muertos, 2.300 desaparecidos y 1.164 desertores. El total de bajas fue de 10.698 entre muertos, heridos y prisioneros. Francia realizó un gran esfuerzo económico y militar al desplegar a su ejército en Indochina para combatir durante 8 años contra los insurgentes comunistas del Viet Minh. En total, entre 1946 y 1954 500.000 soldados fueron destinados a Indochina. De los cuales más de 40.000 eran voluntarios, excombatientes de otras nacionalidades, que una vez terminada la II Guerra Mundial, deseaban continuar combatiendo en el Teatro de Operaciones del Sudeste Asiático, alistándose en la Legión Extranjera. Las fuerzas francesas, incluyendo los voluntarios 49
extranjeros tuvieron 94.581 muertos, 78.127 heridos y 50.000 cayeron prisioneros de los comunistas. Por el contrario las bajas de los guerrilleros del Viet Minh se calculan en 300.000 muertos, 500.000 heridos y otros 150.000 cayeron prisioneros, con un total de casi un millón de bajas. Las muertes son bastante menores si las comparamos con las bajas del Vietcong y el Ejército de Vietnam del Norte (EVN) que se calculan en más de un millón de muertos entre 1965 y 1975.
CONCLUSIONES Los acuerdos de Ginebra sólo supusieron un breve período de paz en la península asiática. Como se ha dicho la lucha se reanudaría cuatro años después y nuevamente las fuerzas guerrilleras del Vietcong y del EVN (Ejército de Vietnam del Norte) comenzaron a tomar la iniciativa y a tomar el control del territorio de su vecino del sur. Los acuerdos de Ginebra, fueron diseñados para permitir a los franceses retirarse de Indochina tras los resultados de Dien Bien Phu, los cuales crearon más problemas de los que resolvieron, sobre todo en Vietnam. Esta conferencia resultaba de vital importancia para las pretensiones francesas de seguir dominando Vietnam dentro de la Unión Francesa. Por la misma razón era de gran valor para Ho Chi Minh, presidente de Vietnam, y sus aspiraciones independentistas. Se celebró tras la derrota en la Batalla de Dien Bien Phu y por este motivo la posición de Francia era muy débil, porque no pudo presentarse ya con una victoria contundente sobre el Viet Minh, como era su objetivo inicial, ni tan poco con la batalla aún por decidir. En esta conferencia se aprobaron los Acuerdos de Ginebra que tenían, entre otros, los siguientes puntos: • • •
• • •
La total independencia de Camboya de la Unión Francesa. La total independencia de Laos de la Unión Francesa. La partición de Vietnam en dos estados por el paralelo 17 el del norte con capital en Hanoi y con presidente Ho Chi Minh; y el del Sur con capital en Saigon y jefe del estado el emperador Bao Dai y primer ministros Ngo Dingh Diem La independencia total de estas dos naciones. La progresiva descolonización de Francia hasta entregar todo el poder a las autoridades locales de los respectivos países en 1957. La celebración de un referéndum en los dos Vietman para decidir por voto popular su separación definitiva o su reunificación.
Después de años de lucha, era improbable que Ho Chi Minh aceptara como permanente la división de su país a lo largo del paralelo 17, mientras que era igualmente improbable que los Estados Unidos aceptaran la unificación si había la menor posibilidad de que se produjera un dominio comunista. Para empezar, la República Democrática del Vietnam 50
del Norte no se encontraba en estado para continuar el conflicto. Era pues esencial un período de recuperación y consolidación. Al mismo tiempo, la promesa de elecciones libres por todo Vietnam dos años después de Ginebra ofrecía la perspectiva de una victoria comunista pacífica, basada en la popularidad de Ho como líder nacionalista. Esto dio a Estados Unidos la oportunidad de apoyar un gobierno fuerte en el Sur que actuara como bastión contra la expansión comunista. Francia por su parte, trato de aplicar las lecciones aprendidas y sofocó las rebeliones en Madagascar y Argelia. París abandonó muchos de los territorios de la Unión Francesa y se concentró en su gran posesión norteafricana con la intención de conservarla. Pero aunque Francia, gracias a lo aprendido en Indochina, gano la batalla militar en Argelia, pero la independencia era ya inevitable. Estados Unidos por su parte continuo apoyando el régimen dictatorial del Sur, con asesores, material militar y grandes sumas de dinero. El miedo a convertirse en realidad la Teoría del dominó ofrecía escasa resistencia dentro del país para enviar todo tipo de fondos hacia Asia. El presidente Dwight D. Eisenhower, elegido en 1952 en la cúspide de la Guerra Fría, estaba convencido de que los países del Sudeste Asiático eran como una fila de fichas de dominó: si una caía ante el comunismo, las demás seguirían. Por lo tanto no estaba dispuesto a permitir “elecciones libres” si Ho tenía alguna posibilidad de victoria. Lo que necesitaba era una alternativa a Ho en el Sur, un líder cuya fuerza (respaldada por los Estados Unidos) atrajera al pueblo de “Vietnam Libre” y proporcionara un foco no-comunista para su nacionalismo. La talla pareció darla Ngo Dinh Diem, nombrado primer ministro por el presidente títere pro-francés Bao Dai el 7 de julio de 1954, incluso antes de que se firmaran los acuerdos de Ginebra. Diem tenía claras ventajas. Había elegido el exilio antes de colaborar con los franceses, así que no estaba manchado por el “colonialismo” y su catolicismo lo convertiría en un oponente natural al comunismo. En abril de 1955, Diem actuó contra sus más poderosos rivales en el Sur (las sectas religiosas Cao Dai y Hoa Hao, así como contra las bandas de piratas del Bihn Xuyen ), y cuando celebró un plebiscito en octubre, resultó que el 98 por ciento del pueblo le apoyaba. Diem se autonombró presidente y se negó a aceptar las proyectadas “elecciones libres”. En realidad, Diem resulto ser un desastre, en un país que era predominantemente budista, su catolicismo le aisló del pueblo. Los católicos fueron los más favorecidos con diversos cargos políticos, y se entregó la tierra confiscada a los franceses a aquellos que eran leales al régimen. Como muchos de los católicos eran norteños que habían huido al Sur en 1954, su presencia fue especialmente repudiada por la clase campesina, cuyo apoyo era esencial. A finales de los años cincuenta, Vietnam del Sur había degenerado en un estado represivo y antidemocrático donde la gran masa del pueblo se sentía aislada y furiosa. Los problemas empezaron ya en 1957, con aquellos ataques guerrilleros a agencias gubernamentales en zonas rurales; hay pocas dudas de que los ataques fueran organizados por grupos “de retaguardia” del Viet Minh (ahora denominados como Viet Cong, o comunistas viernamitas), que habían pasado a la clandestinidad en 1954. En respuesta, el Partido de los Trabajadores Vietnamitas del Norte pidió apoyo y, a partir de 1959, inició una política de infiltración a gran escala de grupos armados en el Sur por la que pronto sería llamada Ruta Ho Chi Minh. A finales de 1960 se estableció un Frente de Liberación Nacional, dedicado a la reunificación de Vietnam por la familiar combinación de subversión, ataques guerrilleros y guerra abierta. Explotando el resentimiento creado por Diem, los comunistas ganaron rápidamente el control de partes importantes del Sur. A esta situación se enfrentaba el presidente Kennedy cuando juró el cargo en enero de 1961. Estaba convencido de que la renovada insurgencia en Vietnam del Sur era parte de una campaña chino-soviética para asegurar la expansión del comunismo y, aunque era consciente de las limitaciones de Diem, se vio obligado a apoyar al régimen de Saigón. Se proporcionaron helicópteros y aviones, junto con pilotos y mecánicos americanos para entrenar en su uso a los survietnamitas; las Fuerzas Especiales norteamericanas 51
(Boinas Verdes) y los consejeros militares se enviaron para relanzar la capacidad del Ejército de la República de Vietnam (ERVN). A finales de 1961, más de 3.160 miembros del personal del servicio americano estaban en el Sur; dos años después, el número había ascendido a casi 20.000, administrado todo ello a través del Mando de Ayuda Militar en Vietnam (MACV). Este organismo militar fue creado el 8 de febrero de 1962, principalmente para actuar como enlace entre el gobierno survietnamita y el creciente cuerpo de consejeros militares norteamericanos que se desplegaba entonces. Emplazado en Saigón, existiría hasta la retirada final de las tropas americanas en 1973. El MACV fue oficialmente descrito como un “mando unificado subordinado”, lo que constituyó una de sus principales debilidades. Cuando en 1965 se desplegaron unidades de combate americanas, habría sido sensato tener un mando independiente en el teatro de Vietnam que respondiera directamente al presidente a través del secretario de Defensa en Washington. Éste no fue el caso. El MACV siguió subordinado al Comandante en Jefe del Pacífico (CinCPac) en Hawai, que se mostraba reluctante a delegar responsabilidades en los generales del ejército en Saigón, con el resultado de que estos últimos nunca disfrutaron de la iniciativa para librar la guerra como mejor consideraban. El MACV no tenía control directo sobre operaciones navales o aéreas fuera de Vietnam del Sur, ni sobre las tropas aliadas o el Ejército de la República del Vietnam. Cuerpos civiles como la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID), y el Apoyo de Operaciones y Desarrollo Rural (CORDS) (todos los cuales jugarían un papel crucial en el aspecto político del conflicto) informaban directamente a sus superiores en los Estados Unidos, pasando por alto el MACV. Comandantes como Westmoreland y su sucesor en 1968, el general Creighton W Abrams, no tuvieron por tanto ninguna oportunidad para coordinar una respuesta estratégica o incluso operativa a la agresión comunista: a pesar de mandar a medio millón de soldados, fueron poco más que coordinadores de campo. En 1964 comenzaron a llegar tropas de combate para luchar, sobre todo, alrededor de las bases estadounidenses, hasta que en 1965 el poder legislativo estadounidense dio permiso para comenzar las operaciones militares, dando inicio oficialmente a la Guerra del Vietnam. Pero habría que considerar que esta fue una de las batallas más importantes del siglo XX, ya que Dien Bien Phu dejó importantes lecciones de estrategia militar, algunas de las cuales incluso podrían ser de utilidad para Estados Unidos en Irak. Cuando Estados Unidos había financiado ya la mitad de los costes de guerra colonial francesa, emprendió una lucha contra la ulterior expansión comunista una vez que los franceses se retirasen; lo hizo únicamente bajo la perspectiva de la “política de contención”. Hay quien sostiene que en esta aventura estaba completamente ausente la fuerza impulsora del afán de lucro económico. ¿Es esto completamente creíble para la potencia más poderosa del inundo? Un testimonio demuestra lo contrario. Una misión investigadora informó: “El área de Indochina es inmensamente rica en arroz, caucho, carbón y mineral de hierro. Su posición la convierte en un punto estratégico para el resto del sudeste asiático.” El memorando del Departamento de Estado decía. que: “si los franceses decidieran realmente retirarse, Estados Unidos tendría que considerar seriamente asumir el control en esa área” Así, poco a poco, se comienzan a poner a flote las verdaderas intenciones norteamericanas La. asamblea en Ginebra supuso, como he mencionado en párrafos anteriores, la paz entre Francia y el Vietminh. Ante la división de Vietnam en dos regiones y a la espera para su unificación, Estados Unidos actuó rápidamente para evitar la unificación, convirtiendo a Vietnam del Sur en una zona de influencia norteamericana. Instalo como jefe de gobierno en Saigón a un ex-funcionario vietnamita, Ngo Dinh Diem, quien instauró un gobierno dictatorial y anunció su rechazo a la celebración de las elecciones acordadas. La respuesta fue el surgimiento del Vietcong, fuerza guerrillera que comenzó a operar en el sur. En 1964,año clave, 52
Estados Unidos se había metido en una guerra que él solo decidió crear Tras un incidente confuso entre norvietnamitas y estadounidenses en el Golfo de Tonkin, en la costa norte de Vietnam, se lanzó una ofensiva, a gran escala contra Vietnam. Johnson, ya presidente, y el Secretario de Defensa Mc.Namara anunciaron al público americano que hubo una serie de ataques contra los destructores norteamericanos. El episodio en Tonkín era falso. Las máximas autoridades habían mentido a su propio público. ¿Es esto concebible en una gran potencia? El falso incidente contra el “Madox”, sin embargo, provocó una resolución en el Congreso que fue aprobada inmediatamente por la Cámara y con sólo dos votos disidentes en el Senado, dando a Johnson el poder para tomar las medidas necesarias en el sudeste asiático. En el transcurso de la guerra varios solicitantes apelaron al Tribunal Supremo para que declarase el carácter inconstitucional de la guerra, pero este pedido fue en vano. Luego del supuesto escenario en Tonkin. los aviones de guerra norteamericanos comenzaron a bombardear Vietnam del Norte. Hacia. 1965, más de 200.000 soldados fueron enviados a Vietnam del Sur; en 1968, 500.000 soldados americanos se encontraban en suelo vietnamita y las Fuerzas Armadas lanzaron bombas a un ritmo sin parangón en la historia. Este breve recorrido nos lleva a pensar en la guerra desde otra mirada, la de aquellos que llevaron en sus hombros la ardua tarea de combate. ¿Quienes eran estos soldados americanos? ¿Estaban convencidos de la tarea que llevaban a cabo? ¿ Por qué se rebelaron? Y en la sociedad norteamericana ¿qué sucedía en aquel entonces? Desde 1964 hasta 1973, 27 millones de hombres llegaron a la edad de conscripción. Una buena parte de ellos no fueron conscriptos debido a excepciones educativas, profesionales o a su enrolamiento en la Guardia Nacional. 2.5 millones fueron enviados a Vietnam. El grupo estaba compuesto básicamente por jóvenes de la clase obrera, cuyas. edades promediaban los 19 años. El 85% eran hombres enrolados, el 15% restante eran oficiales. Por lo genera1, estos hombres que tenían por obligación prestar servicios tenían una educación elemental, pero muchos de ellos carecían de la misma. La clase alta no combatió en lo más mínimo. Los estudiantes de los colegios eran usualmente asignados a unidades de no combatientes, de apoyo o servicio. Aquellos estudiantes provenientes de las escuelas elementales corrían los mayores riesgos de ser enviados a las unidades de combate. Estos soldados de infantería incluían, en un numero desproporcionado entre sus tropas, a miembros de la clase obrera negra. En esta breve descripción de la conformación del ejercito se puede leer entre líneas lo siguiente: era una masa de sumamente heterogénea en cuanto a sus orígenes sociales e intereses cotidianos; de manera que la conflictividad social estadounidense característica de los años sesenta, se vio trasladada y encuadrada. al ejercito que luchó en la guerra. No se puede evitar prestar atención a lo que sucedía en el interior de la sociedad americana en aquellas décadas. Durante la guerra, Estados Unidos asistió al mayor movimiento pacifista que la nación hubiese visto jamás. Éste, de hecho, jugo un papel indiscutible en la finalización de la guerra. Pero, al mismo tiempo, no se pueden olvidar las reivindicaciones llevadas a cabo por la gente de color, en búsqueda de una igualdad civi1 y social. Poco después de que comenzara la guerra, el radicalismo comenzó a alcanzar importancia entre los jóvenes trabajadores. Las ideas de izquierda del movimiento estudiantil estaban alcanzando a los jóvenes obreros a través del movimiento antiguerra. Entre 1967 y 1968 muchos se habían radicalizado antes de su entrada en el ejercito; Otros lo hicieron antes de ser embarcados hacia Vietnam. Estos grupos pronto se alzaron contra la cruel realidad de que los oficiales veían a las tropas de la clase obrera como algo consumible. Mientras que las tropas de combate iban al frente cumpliendo con su deber para con su patria, los oficiales sólo consideraban sus propios intereses, ya que muchos dieron la bienvenida a la guerra de Vietnam como oportunidad para revigorizar sus carreras. El camino para conseguir el ascenso militar era el comando de 53
combate, Pero dado que había una excesiva cantidad de oficiales de alto rango, se desató una intensa competencia. El comandante de las fuerzas armadas en Vietnam, Gral. Westmoreland, trató de aflojar la tensión entre los oficiales por medio de la creación de unidades de apoyo excesivas y rotando, cada seis meses, a los oficiales de los comandos de combate, mientras que ordenó un servicio de un año de trabajo para los hombres alistados. Las unidades de apoyo crecieron en un 86%, mientras que sólo el 14% fueron realmente asignadas al combate. Estos oficiales de apoyo vivían lejos del peligro, habitando bases en las retaguardias; unas millas más lejos, los soldados de combate experimentaban la pesadilla. Era demasiada la distancia entre ambos grupos para que la confianza en los oficiales y en la guerra sobreviviera de manera incuestionable. El breve periodo de seis meses se veía recortado aun más debido a la promoción, relevo u heridas. Esta brecha que separaba a los oficiales y a los hombres de combate, se vio incrementada a partir de que los ascensos de los oficiales dependían de la cuota de muertos enemigos por medio de la estrategia “busca y destruye”. Aquellos comandantes que no proveían inmediatos y altos recuentos de cuerpos, veían comprometidas sus carreras. Estas misiones de "busca y destruye" provocaban enormes bajas entre los soldados de infantería, sin embargo, esto era un detalle menor para los oficiales que buscaban su propia gloria, pues iniciarían un pedido de abastecimiento de soldados de reemplazo de nunca acabar. El 99% de las unidades de combate eran unidades de “busca y destruye”. Su misión era ir dentro de la jungla, atacar bases y expulsar a las tropas del FLN. En este juego de combate los helicópteros jugaron un papel clave para cubrir la retirada y librar un masivo poder de fuego; sin embargo, el FLN, podía evitar más fácilmente el avance del enemigo dado su mayor conocimiento del terreno, convirtiéndose el "busca y destruye" en emboscadas. Las tropas de tierra se convirtieron en la carnada viva para la emboscada y el bombardeo, un cuarto de los muertos americanos fueron alcanzados por “fuego amigo”. La posición política y militar de Estados Unidos no tenía esperanzas desde el momento que entro en la guerra, pues esta nación altamente militarizada luchaba por proteger su imperio y al capitalismo, mientras que los vietnamitas luchaban por reunificar su país y librarse del control extranjero. Las fuerzas eran distintas, sus motivaciones y conciencia también lo eran. Esta brecha queda expresada de manera clara en los escritos del Giap: “La historia de la lucha y la creación de las fuerzas armadas de Vietnam, es la de una pequeña nación sometida a la dominación colonial, que no disponía ni de un amplio territorio ni de una numerosa población, que tuvo que alzarse contra las fuerzas de agresión de una potencia imperialista, para triunfar finalmente, liberando la mitad del país (... ...)” “Efectivamente, el ejército vietnamita era débil desde todos los puntos de vista y carecía de todo (... ...) pero aunque materialmente muy débil, era un ejército del pueblo; la guerra de Vietnam no enfrentaba sólo a dos ejércitos (... ...) toda la nación vietnamita se había alzado contra los colonialistas agresores.”“Nuestra guerra de liberación fue una guerra del pueblo, una guerra justa.” La llamada “Ofensiva Tet” fue un punto culminante de la Guerra de Vietnam y a su vez la rebelión abierta de los combatientes. Si bien no significó la victoria desde el punto de vista militar, ya que hubo un salvaje contraataque norteamericano, estaba claro que, más de las bajas del FLN, el imperialismo norteamericano había perdido políticamente la guerra El Tet mostró el abrumador apoyo de la población vietnamita, y que toda la potencia de fuego vertida sobre Vietnam por Estados Unidos no había servido para destruir al FLN, ni su moral, ni el apoyo militar, ni su voluntad para luchar. Esto causo un replanteamiento por parte del gobierno americano y tuvo sus repercusiones en el campo de batalla. ¿Cuál era entonces la razón de la guerra? Las fuerzas armadas comenzaron a dispersarse y a desobedecer ordenes de sus superiores, el motín se convirtió en una actividad cotidiana al interior del ejercito. El poder de castigo y la disciplina 54
comenzaban a desaparecer, los operativos de “busca y destruye” fueron revocados desde abajo. La rebelión abierta consistía en sobrevivir y dejar de exponer sus propios cuerpos frente a una guerra que carecía de sentido. A la desobediencia y a la falta de castigo se le sumó otro condimento: la “fragmentación”, es decir el asesinato (usando granadas de fragmentación, que no dejaban rastro) de oficiales cuya incompetencia o irresponsabilidad había expuesto o amenazado la vida de sus hombres. La “fragmentación” era el pago que daban las tropas de tierra por ser utilizadas como cebos vivientes. El objetivo la misma no era la venganza, sino cambiar la conducta de combate. La fragmentación, la perdida de disciplina, lealtad y respeto hacia las altas jerarquías, minó la capacidad de los boinas verdes para funcionar como cuerpo de combate. Los motines y las fragmentaciones expresaban el enorme enojo, amargura y desilusión que sentían los soldados de combate, por ser usados como carnadas para matar comunistas. Esto llevó a las tropas a considerar quién era el verdadero enemigo. Tras la invasión de Camboya, en 1970, que alargó la guerra, la desmoralización de las tropas se incrementó. Además esta ofensiva, llevo a la sociedad norteamericana a un profundo cuestionamiento de la guerra, y a la necesidad de ponerle fin. Estudiantes, excombatientes, profesionales y oradores llevaron a cabo un indiscutible programa de lucha frente a las decisiones tomadas por el gobierno, y muchos miembros del mismo dejaron de lado su simpatía por esta guerra impopular. En suma, la guerra de Vietnam fue un desastre innegable, una larga guerra de humillación que dejó marcada a una generación que creía en el imaginario de que Estados Unidos era invencible. La lucha por la democracia era una simple fachada encubridora de apetitos imperialistas. Los soldados en Vietnam padecieron una guerra injustificada, vergonzosa y arbitraria. A partir de lo dicho, la hipótesis de Joel Geier parece cobrar lógica: “Una contradicción de los ejércitos imperialistas modernos es que sirven a las guerras de conquista de la clase dominante, mientras se sostienen con tropas de la clase trabajadora que no tienen ningún interés material en la conquista. Esta contradicción tiene el potencial para destruir ejércitos”. También la de Howard Zinn: “Cuando Estados Unidos luchó en Vietnam, fue una confrontación entre tecnología moderna organizada y seres humanos organizados. Y vencieron los seres humanos.”
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