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A I fredo Figueroa Navarro
DOMINIO Y SOCIEDAD EN EL PANAMA COLOMBIANO (1821-1903)
Alfredo Figueroa Navarro
DOMINIO Y SOCIEDAD EN EL PANAMA COLOMBIANO (1821-1903 (Escrutinio sociológico)
Impresora Panamá, S .A. Ciudad de Panamá 1978
Derechos reservados por el autor según las disposiciones establecidas por el Ministerio de Educación Nacional .
"que una voluntad secreta te acompañase a lo largo de la vida, que siguieses un punto, una palabra, que tuvieses siempre una obsesión que te llevase a buscar lo que se manifiesta y lo que se oculta . Una obsesión que nunca destruyese las cosas, que buscase en lo manifestado lo oculto, en lo secreto lo que asciende para que la luz lo configure".
José Lezama Lima : Paradiso, p . 245 .
INTRODUCCIÓN Panamá es considerado como la caricatura de los países latinoamericanos . Definido como "nación artificial" o "república de opereta", por infinidad de intelectuales, quienes ignoran su historia -aun a finales del siglo XX-, el Istmo pareciera estar destinado a encarnar una suerte de deus ex machina. (1) Con todo, tales pareceres son falsos . El nacionalismo panameño precede a la creación del estado en 1903 . La "teoría nacional" panameña es expuesta, brillantemente, desde 1855, es decir, cuarenta y ocho años antes de la independencia de Colombia, por el jurisconsulto justo AROSEMENA, en su obra El Estado Federal de Panamá . Hay más . Incluso en el transcurso de la primera mitad del decimonono, emerge el sentimiento nacional . Refrendada la independencia de España (1821), unas intentonas separatistas jalonan los dos decenios siguientes (1826, 1830, 1831, 1840) . El Estado del Istmo (1840-1841) -república efímera- demuestra la efervescencia del autonomismo panameño (sesenta y tres años antes de 1903) . Por ochenta y tres años, el Istmo forma parte, pues, sucesivamente, de la Gran Colombia (1821-1832), de la República de la Nueva Granada (1832-1857), de la Confederación Granadina (1857-1863), de los Estados Unidos de Colombia (1863-1886), y, finalmente, de la República de Colombia (1886-1903) . (1)
Ver, por ejemplo, JULIEN, Claude, L'empire américain, Editions Bernard Grasset, París, 1968, pp . 95-96 . Ver, asimismo, CHAUNU, Pierre, L'Amérique el les Amériques, Collection Destins du Monde, Librairie Armand Colin, París, 1964, p . 320. Un punto de vista norteamericano : FAGG, John Edwin, Latin America . A General History, Second Edition, The Macmillan Company, CoMerMacmillan Limited, London, 1969, p . 610 . 7
La historia panameña decimonónica es, de hecho, la historia del distanciamiento de Panamá respecto de Bogotá . Tal circunstancia trae a colación, en efecto, la problemática de las relaciones entre el centro y la periferia, desarrollada por el sociólogo Karl Wolfang DEUTSCH . Por cierto, Bogotá, antigua capital del Virreinato de la Nueva Granada, conviértese en capital del estado colombiano . Sede cultural, política y administrativa, (2) se opone, desde un principio, al remoto istmo . Región periférica, no posee caminos que la liguen a Colombia . Pues bien, según DEUTSCH, la ausencia de rutas es factor que contribuye al nacimiento del nacionalismo . (3) Por lo demás, la economía de la Ciudad de Panamá, eje de una burguesía comercial harto dinámica, depende de los nexos con los mercados de las Antillas inglesas y danesas, por una parte, y de los puertos sudamericanos del Atlántico y del Pacífico, de otra . Ningún vínculo mercantil, por consiguiente, entre el Istmo y Bogotá.(4) Puestas así las cosas, la periferia cuestiona, casi desde su anexión a Colombia, la autoridad del centro, principalmente por lo que respecta a su política proteccionista a ultranza . La incapacidad en que se encuentra Bogotá, de imponer sus designios, signa las primeras décadas de la república .(5) Sin cesar, Panamá sugiere el advenimiento del federalismo cual régimen político que mitigue los efectos del "funesto" centralismo santafereño . La conciencia nacional de la periferia aumenta, progresivamente, a medida que el centro decide no escuchar. La burguesía comercial urbana constituye el leading group (si utilizamos la terminología de DEUTSCH) del sentimiento nacional panameño .(6) Al escoger el examen de la formación de la oligarquía panameña ., sabemos que semejante tema -inédito y oscuro- es bien arduo . Sin embargo, su estudio parece indispensable para comprender el aflorar del nacionalismo en aquella distante comarca de Colombia . En efecto, primeramente, la oligarquía citadina, liberal y comercial, (2)
(3)
Sobre este, ver, con provecho, DEUTSCH, Karl Wolfang, Nationalism and Social Communication . An Inquiry into the Foundations of Nationality, Second Printing, The M .I .T . Press, Cambridge, Massachusetts, 1962, pp . 21-23 . Ibidem, p . 25 .
(4)
Ibidem, p . 32 . Las relaciones comerciales y la nación .
(5)
Ibidem, p . 56 . La problemática del poder y de la integración .
(6)
Sobre el papel que juega el Ieading group, ver op . cit ., p. 75 .
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segrega los más ilustres teóricos del nacionalismo ístmico (Mariano AROSEMENA, José de OBALDIA, Tomás HERRERA y Justo AROSEMENA) . Varones que fundamentan el separatismo panameño durante grande porción del siglo XIX . Arquitecturan la utopía de la "feria comercial" según la cual la patria futura será, ante todo, un "emporio" . Frente a la oligarquía urbana, los grupos dominantes rurales, conservadores, estigmatizan, firmemente, tales enfoques, al menos en la primera mitad de la aludida centuria . Luego, veremos cómo adhieren a la idea nacional panameña . En la primera parte de este trabajo, hemos pretendido ofrecer un retrato bien detallado de la oligarquía urbana y de sus relaciones con los grupos marginales urbanos y con los grupos rectores rurales . Además, tratamos de contemplar su relativa modernidad (ante Bogotá y ante los núcleos dominantes agrarios) y las dimensiones de su nacionalismo . En punto al primer capítulo, la utilización de los protocolos notariales, conservados en los Archivos Nacionales de Panamá, urgía, habida cuenta de la pobreza del acervo bibliográfico atinente a la primera mitad del decimonono. Su lectura fue sumamente difícil . El clima tropical húmedo -y tórrido- conspira contra su existencia . Por último, compulsamos plurales diarios panameños coetáneos, perfectamente preservados en la Biblioteca Nacional de Colombia, en Bogotá . En el segundo, consagrado a los grupos marginales urbanos, los datos bibliográficos permitieron incoar un enfoque más textual . Sin embargo, mencionamos documentos valiosísimos estudiados en el Archivo Histórico Nacional, de Madrid . Algunas deleznables fojas notariales, relativas a la Provincia de Veraguas, sirvieron a confeccionar el tercer capítulo, además de la apasionante correspondencia consular francesa, que leyéramos, hacia 1974, en el Palacio de Orsay, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, en París . Debe bastante el cuarto capítulo al Archivo Histórico Nacional de Colombia, ubicado en Bogotá . Toda la parte alusiva a la burocracia panameña fue redactada, esencialmente, a la luz de tal fuen9
te . Con todo, la sección relativa al parentesco emana de los datos coleccionados en los Archivos parroquiales de La Merced, templo localizado en la Ciudad de Panamá . Felizmente, el material bibliográfico fue abundante por lo que respecta a los capítulos sobre las mentalidades y sobre la eclosión del sentimiento nacional . En la segunda parte de este libro, acentuamos el papel de los factores exógenos que obran en el Istmo . De hecho, dos períodos parecen decisivos : el Gold Rush californiano (1849-1869) y el canal francés (1880-1903) . Integran la temática de dos capítulos . No obstante, consagramos plurales páginas a unos asuntos endógenos capitales : el federalismo y las tensiones sociales urbanas . Los elementos bibliográficos y las fuentes en los cuales se apoya esta segunda parte fueron, por supuesto, más numerosos y asequibles que los acumulados en la primera, habida cuenta del interés manifestado por la potencias mundiales en la construcción de una vía interoceánica . París, 20 de mayo de 1976 . Ciudad de Panamá, 25 de junio de 1978 .
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CAPITULO PRIMERO LA OLIGARQUÍA URBANA Nosotros vamos a definir a la oligarquía urbana en función de cinco criterios susceptibles de informarnos sobre su riqueza : 1) la propiedad inmueble urbana ; 2) la propiedad de las haciendas suburbanas ; 3) el comercio con el extranjero ; 4) los préstamos, las hipotecas y las deudas ; 5) las dotes . El escogimiento de dichos indicadores es, evidentemente, arbitrario, pero su pluralidad y complementaridad contribuirían a bosquejar un retrato más o menos detallado de la clase dirigente . El resumen que pretendemos ofrecer, relativo a los primeros veintiocho años del período de anexión a Colombia, está basado en los protocolos notariales que se conservan en los Archivos Nacionales de Panamá . Recordemos que el primer catastro urbano, consagrado a la capital, no es publicado sino en 1854 . Entonces, el examen de los documentos notariales, anteriores a esa fecha, constituye, en efecto, una tarea previa cuya pertinencia salta a la vista . Además, el estudio, a que aludimos, importa en la medida en que revela las transacciones realizadas por una ínfima parte de la población urbana, a saber, aquella que detenta propiedades y que efectúa negocios dignos de semejante nombre . Mas, se impone, de golpe, que describamos el estado deplorable en que se encuentran los protocolos, afectados a la vez por los rigores de un clima tropical en extremo húmedo y por la falta secular de cuidados . No pocos documentos son ilegibles . La lectura de un contrato de venta, de una donación o de un testamento, fechados durante la primera mitad del siglo XIX, representa una maniobra bien ardua, a causa de la mala conservación del papel, el cual se desmorona con facilidad asombrosa, y de las tachaduras - voluntarias o accidentales - que dificultan su comprensión . En efecto, es corriente descubrir borrados los precios . Hecho que impide, por cierto, la confección de series completas . 11
Empero, los cuadros, que elaboramos, tratan de hacer más diáfanas unas cantidades elocuentes . Por último, con miras a enriquecer y a afinar una gama de datos recogidos en los Archivos Nacionales de Panamá, consultamos algunos legajos guardados en el Archivo Histórico Nacional de Colombia, en Bogotá, papeles provistos de sumo interés en materia de aduanas, comercio y burocracia . En fin, la mayoría de los periódicos panameños coetáneos están celosamente almacenados en la Biblioteca Nacional de Colombia, con sede en Bogotá . Examinamos, con especial denuedo, esa prensa utilísima para el estudio a que nos abocamos . I. LA PROPIEDAD INMUEBLE URBANA Habida cuenta de la ausencia de plantaciones considerables en los aledaños de la Ciudad de Panamá, y vista la función de cuartel y de fortaleza que se le atribuye en las postrimerías del coloniaje, resulta patente que la propiedad inmueble urbana permite calcular, de modo más o menos exacto, la fortuna habida por quienes realizan transacciones inmobiliarias . Del cuadro 1, se podrían desprender unas conclusiones que nos parecen pertinentes . Con todo, antes de desarrollar este punto, juzgamos conveniente explicar sus modalidades y origen . En primer término, escogimos las veinticinco ventas o donaciones inmobiliarias más saltantes que ocurren desde la independencia de Panamá de España (el 28 de noviembre de 1821) hasta el ocaso del año de 1848 . Se comprenderá, fácilmente, ese proceder, ya que nuestro trabajo no pretende englobar sino el período de anexión a Colombia (1821-1903) . El cuadro termina a fines de 1848 en virtud de un motivo histórico : el descubrimiento del oro californiano, que sacude la vida económica y social de Panamá y produce un encarecimiento inmediato de los precios de los inmuebles y del costo de la vida. A partir de esta fecha, un cambio significativo irrumpe en la estructura de la propiedad inmobiliaria . Mutación que favorece la penetración, de suyo sensible, de multitud de capitalistas extranjeros . El interés del cuadro 1 emana del hecho de que, salvo excepción, los actores sociales, que se comprometen en las ventas inmobiliarias, son ora criollos, con intereses locales, ora españoles . Los extranjeros, de origen anglosajón, no figuran en demasía, como veremos acaecerá a partir de la segunda mitad del decimonono . Semejante situación ayudará a comprender los nexos tradicionales 12
CUADRO 1 VENTAS 0 DONACIONES DE INMUEBLES URBANOS (1821-1848) COMPRADOR 0 DONATARIO
VENDEDOR 0 DONADOR
1) Juan Bautista FERAUD
Manuel BERGUIDO
2) Ana AROSEMENA de GARCÍA DE PAREDES
Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA
3) Vicente QUESADA de MORRO
Josefa ÍBARBURU
4) José Pablo JIMENEZ 5) Manuela DÍEZ de FERAUD
Francisco de Paula DUCER
6) José CANEVARO
Josefa SORDA de QUESADA
7) Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA
Ana AROSEMENA de GARCÍA DE PAREDES
8) Juana María PÉREZ 9) El P. Ramón GARCÍA DE PAREDES
Ramón ARIAS El Gobierno eclesiástico
Luis y Remigio LASSO DE LA VEGA
Manuela SOPARDA ARCE de DIEGO 10) Pedro PÉREZ 11) Clara María GUERRERO Jacoba OREJUELA de OBALDÍA 12) Manuel QUESADA Blas Mariano AROSEMENA DE
13) Josefa SORDA de QUESADA
LA BARRERA ; Tomás MIRO : Joaquín MORRO ; Nicolás REMON SOPARDA ; Juan Antonio DÍEZ . Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA
14) Ramón ARIAS
Gregorio GOMEZ MIRO
15) Juan Bautista FERAUD
Manuel QUESADA
16) José GARCÍA DE PAREDES ARCE
Antonio PLANAS
17) Josefa QUESADA
Manuel QUESADA
18) Ramón María de ¡CAZA
José AROSEMENA QUESADA
19) Ramón ARIAS
Manuel AMOR
20) Clara CORREA
José María de URRIOLA Y VALDES
21) José Faustino de ALBA
El Colegio Provincial
22) Luis Antonio de ¡CAZA
Juan AROSEMENA DE LA BARRERA
23) Antonia de ¡CAZA y Esteban ORTÍZ
Bernardo José de ARCE
24) Antonia de ¡CAZA y Esteban ORTÍZ
Bernardo José de ARCE
25)
Blas y
Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA
José María JOVANE
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merced a los cuales el patriciado urbano mantiene su coherencia y refuerza su solidaridad . Discutiremos, ulteriormente, dichos temas . En lo atinente al precio de los inmuebles, su valor es indicado en pesos . Por razonable prurito de claridad, omitimos agregar las cifras relativas a los reales y a los cuartillos . Lugar de tránsito y pasillo que conduce a los mercados del Pacífico, la Ciudad de Panamá atrae, desde los albores del período de anexión a Colombia, a bastantes mercaderes que poseen los capitales necesarios para comprar inmuebles . La venta más importante, consignada en el cuadro 1, es concluida por Juan Bautista FERAUD, mercader de origen franco-cubano, quien compra una casa a Manuel BERGUIDO, comerciante local . Este último exige la suma de 21,500 pesos (1) . Posteriormente, FERAUD se convertirá en uno de los hombres más afortunados de Panamá . (2) Por su matrimonio con Manuela DIEZ, se liga a una familia criolla que dispone de plurales propiedades urbanas y rurales, amén de consagrarse, como él, a los negocios . Durante el período estudiado, FERAUD compra muchos inmuebles, personalmente (3), o por intermedio de su cónyuge, (4) operaciones que figuran en el cuadro 1 . (5) No mencionamos las ventas y las compras, en las cuales participa, pero cuyo valor es inferior a aquel de las primeras veinticinco ventas o donaciones escogidas . En el caso particular de FERAUD, no debemos olvidar que está integrado, en virtud de su maridaje, a la sociedad urbana y a la clase dirigente . Pero a partir de la segunda transacción, observamos un mecanismo, que se repite con frecuencia, y que tiene por objeto el parentesco directo o político . .F.n efecto, el contrato reúne dos personas : (1) (2)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1825, protocolo n- 2, instrumento S0, f. 167 (reverso) . Fue Gobernador de Panamá de 1833 a 1834 . Ver, al respecto, ALBA CARRANZA, Manuel María, Cronología de los gobernantes de Panamá, 15 10 .1967, Ediciones del Ministerio de Educación, Dirección Nacional de Cultura, Imprenta Nacional, Panamá, 1967, p . 156 . Hacia 1836, era Cónsul de los Estados Unidos en Panamá. Consultar, con provecho, RIVAS, Raimundo, Relaciones internacionales entre Colombia y los Estados Unidos, 1810-1850, Imprenta Nacional, Bogotá, 1915, p . 54 .
(3)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n° 1, Panamá, 1848, protocolo n° 2, instrumento 89, ff . 386-387 .
(4)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n° 1, Panamá, 1826, protocolo n° 3, instrumento 103, ff . 390-396 .
(5)
Ver las ventas 5 y 15 del Cuadro 1 .
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a saber, el donador, o sea el prócer (6) Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA, y su hermana, la donataria, Ana AROSEMENA DE GARCÍA DE PAREDES, a propósito de una casa, evaluada en 18,941 pesos. (7) Esta donación es notable en virtud de dos razones esenciales . Primeramente, relaciona a dos entes de la misma sangre, los cuales emanan del patriciado urbano, y cuya vocación inmobiliaria luce vivaz, a la luz del cuadro 1 . (8) En segundo lugar, el precio -bastante elevado- del inmueble llama la atención . En una sociedad tradicional, las ventas inmobiliarias ocurren más entre parientes o vecinos que con personas poco conocidas . Entonces, es posible detectar, a través de ellas, toda una serie de nexos intrafamiliares e interfamiliares que se imbrican contribuyendo a exacerbar la solidaridad grupal . En este sentido, evoquemos la venta de una casa, operación realizada entre una hermana (Ana AROSEMENA DE GARCÍA DE PAREDES) y su hermano (Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA) . La primera enajena un edificio, a favor del segundo, y exige le pague la suma de 14,325 pesos . (9) Caso similar acontece entre Josefa y Manuel QUESADA, hermanos . (10) Aparte de las transacciones contraídas entre hermanos, repasemos, siquiera brevemente, aquellas concluidas entre parientes políticos . Esto permitirá dilucidar las alianzas que surgen en virtud de los (6)
Utilizaremos el giro prócer como un sinónimo de firmante del acta de independencia de 1821.
(7)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ . Notaría pública n° 1, Panamá, 1831, protocolo n° 1, instrumento 25, ff. 228-232.
(8)
Por ejemplo . ver las ventas 7 y 12 del Cuadro 1 . Exceptuadas aquéllas, incluidas allí, Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA intercambió unas casas con su mujer, Dolores QUESADA de AROSEMENA : ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1826, protocolo n° 2, instrumento 56, ff. 195-197 . El mismo individuo compró, donó y vendió plurales inmuebles . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1825, protocolo n- 2, instrumento 86, ff . 259-262 ; 1826, protocolo n- 2, instrumento 38, ff. 128-132 ; 1827, protocolo n- 1 (B), instrumento 44, ff . 20-23 ; 1841, protocolo n- 1, instrumento 40, ff. 277-283 .
(9)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública o- 1, Panamá, 1843, protocolo n° 2, instrumento 28, ff. 197-199 . Caso similar : cuando el prócer Bernardo José de ARCE vendió una casa, que costaba 1,000 pesos, a su hermana Manuela de ARCE . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública o- 1, Panamá, 1827, protocolo n- 1 (B), instrumento 23, ff. 91-97 . El mismo vendedor intervino en las transacciones 23 y 24 del Cuadro 1, habidas en 1827 .
(10)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública m 1, Panamá, 1847, protocolo n- 1, instrumento 42, ff . 93-96. La venta 17 del . Cuadro 1 . 15
matrimonios . En 1841, Manuel QUESADA compra dos casas, evaluadas en 11,700 pesos, a sus cuñados, Blas y Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA, Tomás MIRÓ, Juan Antonio DÍEZ, Nicolás REMÓN SOPARDA, y Joaquín MORRO . (11) Esa venta esclarece, fulgurantemente, los pactos familiares que existen en el seno del patriciado urbano . Prescindiendo de documentos como los que acabamos de citar, sería bastante laborioso que captásemos el juego de relaciones sociales solidarias, nacidas del parentesco político, el cual determina, también, infinidad de negocios . La exigüidad misma de la urbe, por una parte, y el pequeñísimo número de familias criollas que participan en la vida económica, (12) por otra, son contingencias susceptibles de facilitar nuestra faena . Paralelamente a la conclusión relativa al parentesco directo o político, precisa no desdeñar el peso de la propiedad eclesiástica dentro y fuera de la ciudad . Acaso por única vez, en el período de anexión a Colombia, exista correlación positiva entre los miembros del patriciado urbano y el clero . En efecto, entre las altas dignidades religiosas, encontramos algunos varones que pertenecen a familias criollas dedicadas al tejemaneje comercial . (13) Hemos hallado, por ejemplo, una donación de inmueble, hecha por el gobierno eclesiástico a favor del sacerdote Ramón GARCÍA DE PARE(11) (12)
(13)
16
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n° 1, Panamá, 1841, protocolo n° 1, instrumento 40, ff . 277-283 . La venta 12 del Cuadro 1 . Ver DENAIN, Adolphe, Considérations sur les intérets politiques el commerciaux qui se rattachent á l'isthme de Panama el aux différents isthmes de I'Amérique centrale ; relation directe de ces isthmes ayer celo¡ de Suez, Chez tous les marchands de nouveautés, París, 1845, p . 214. Según este autor, no había sino "quelque soixante ou quatre- ingts personnes assez su courant des choses de ce mondo ." Ver, con provecho, MOLLIEN, Gaspard-Théodore, Voyage dans la république de Colombia en 1823, tome 2, Chez Arthur Bertrand, libraire, rue Hautefeuille n- 23, París, 1824, p . 129 ; y LE MOYNE, Auguste, Voyages el séjours dans I'Amérique du Sud . La Nouvelle Grenade, Santiago de Cuba, la jamaique el I'Isthme de Panama tome 2, A . Quantin, Imprimeur-Editeur, 7 rue Saint Benoit, París, 1880, pp . 274-275 . ¿Es necesario recordar que el clero criollo estaba directamente emparentado con las familias mercantiles más dinámicas? (AROSEMENA, DE LA BARRERA, GARCÍA DE PAREDES, JOVANÉ, REMON), Cf . MEGA, Pedro, Noticias históricas de la Iglesia de la Merced, de la antigua y nueva Panamá y de panameños notables del siglo XVIII y XIX, Talleres de la Estrella de Panamá, Panamá, 1946 . Sobre el poder y riqueza de la iglesia panameña, al principio del decimonono, ver . con provecho, BANCROFT, Hubert Howe, History of Central America, Volume III, 1801-1887, (en la obra) The Works of Hubert Howe Bancroft, Volume VIII, The History Company, Publishers, San Francisco, 1887, p . 491 .
DES . (14) El valor de la casa otorgada no es para nada despreciable (12,900 pesos), prueba de la relativa riqueza de la iglesia paname-
ña, la cual interviene en una gama de ventas inmobiliarias, no comprendidas en el cuadro 1, pero que atisbamos a lo largo de nuestras pesquisas. Otra conclusión que se desprende, de la lectura del cuadro 1, es inherente a la manera cómo la clase comerciante urbana vende sus inmuebles a los mercaderes advenedizos, provistos de caudales . Evocamos ya aquella en la que participa Juan Bautista FERAUD . Sintomáticamente, concluye la venta más apreciable registrada durante el período estudiado . Al enajenar inmuebles en provecho de algunos negociadores foráneos, la burguesía comercial embrionaria cosecha beneficios evidentes . Su conciencia inmobiliaria va a perdurar muy nítida en el siglo XIX . Una de las fuentes cardinales de su riqueza es, a no dudarlo, la propiedad inmobiliaria urbana y el alquiler de sus casas . (16) En el cuadro 1, vemos no pocas ventas que confirman la hipótesis que acabamos de esbozar . Por ejemplo, aquella de una casa perteneciente a Josefa SOROA DE QUESADA, comprada por el magnate limeño José CANEVARO, quien paga la gruesa suma de 14,566 pesos . (17) Añadamos, asimismo, la venta perfeccionada por el prócer Gregorio GÓMEZ MIRÓ a favor del mercader gallego Ramón ARIAS por la suma de 11,288 pesos . (18) Este último vende, a su turno, una casa evaluada en 14,198 pesos, (19) y compra otra, al negociante extranjero Manuel AMOR, pa(14)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública o- 1, Panamá, 1847, protocolo n° 3, instrumento 115, ff . 37-46 .
(15)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n- 1, Panamá, 1843, protocolo n- 2, instrumento 67, ff . 291-297 : José AROSEMENA DE LA BARRERA compró una casa, evaluada en 5,000 pesos, al "gobierno eclesiástico" . El doctor Joaquín MORRO adquirió una casa, de 556 pesos, del Colegio Seminario . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n- 1, Panamá, 1848, protocolo n° 2, instrumento 69, ff. 337-340 . Ver ARCHIVOS DEL . MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 2, 1852-1862, "Carta de Ch . de CAZOTTE, cónsul en Panamá, a su excelencia el señor Marqués de TURGOT, Ministro de Relaciones Exteriores en París", Panamá, 14 de abril de 1852, p. 36 (reverso) y p . 37 (anverso). Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n- 1, Panamá, 1846, protocolo n- 1, instrumento 3, f£ 322-331 . La venta 6 del Cuadro 1 .
(16)
(17) (18) (19)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública o- 1, 1829, protocolo n- 2, instrumento 95, ff . 214-218 . La venta 14 del Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n- 1, 1829, protocolo n- 2, instrumento 119, ff . 293-294 . La venta 8 del
Panamá, Cuadro 1 . Panamá, Cuadro 1 . 17
gando 7,711 pesos . (20) El mecanismo por el cual un mercader extranjero vende una propiedad inmobiliaria, a otro camarada, revelaría la situación particularísima en que se encuentra la Ciudad de Panamá, utilizada a guisa de trampolín destinado a la reexportación de frutos y productos sudamericanos, por una parte, y a la reimportación de mercancías europeas, principalmente británicas, de otra. Exceptuando los casos de ventas de inmuebles consumadas privativamente por extranjeros, observemos que, de ordinario, son los comerciantes panameños, propietarios citadinos, quienes venden sus inmuebles a los extranjeros, mercaderes o civiles . Muchas ventas, no comprendidas en el cuadro 1, dan fe de dicha práctica. (21) Pese a otras efectuadas a favor de los extranjeros, no pocas poseen móviles de carácter familiar, (22) aspecto al cual consagramos algunas disquisiciones más arriba . Solidaridad familiar y cohesión de los linajes muy aguda, exigüidad considerable de los propietarios urbanos, conciencia grupal desarrollad 1 sima, xenofilia principalmente en las ventas inmobiliarias en que participan mercaderes extranjeros, tales son las principales conclusiones a que conducen las páginas precedentes . (20)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n° 1, Panamá, 1839, protocolo m 2, instrumento 68, ff . 356-360 . La venta 19 del Cuadro 1 .
(21)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n- 1, Panamá, 1826, protocolo n- 2, instrumento 57, ff. 198-202 : El prócer Mariano AROSEMENA vendió una casa al mercader extranjero Carlos PLICET . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n° 1, Panamá, 1828, protocolo n- 2, (A), instrumento 22, ff . 134-137 : El prócer Narciso de URRIOLA vendió la acción que tuviera en una casa al tratante foráneo Juan Bautista FERAUD, mediante la suma de 1,203 pesos .
(22) De ese modo, Mariano y Blas AROSEMENA, albaceas de su progenitor, Pablo AROSEMENA LOMBARDO, obsequian una casa a los herederos de su hermano, Manuel AROSEMENA LASSO DE LA VEGA, es decir, sus sobrinos Juan de Dios y Bernardino AROSEMENA de ICAZA . Ver, con provecho, ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n° 1, Panamá, 1827, protocolo n- 1, (B), instrumento 44, ff. 20-23 . Luego, el prócer Luis LASSO DE LA VEGA ofrece la acción que tiene en una casa a sus hijos Bárbara, Luis y Manuel LASSO DE LA VEGA Y JIMÉNEZ, acción evaluada en 2,35b pesos . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n- 1, Panamá, 1828, protocolo n- 5, instrumento 162, ff. 153-160 . Manuel de AYALA Y GUDIÑO vende una finca urbana (500 pesos) a su mujer, Josefa Rita AROSEMENA de AYALA. Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n° 1, Panamá, 1832, protocolo n • 1, instrumento 21, ff. 61-65 . Fenómeno corriente, por las mismas razones, en Costa Rica a la sazón . Ver STONE, Samuel Z ., "Los cafetaleros", en Revista de Ciencias Jurídicas, n- 13, Universidad de Costa Rica, Escuela de Derecho . San José, junio de 1969, p . 192 . 18
I I . L A PROPIEDAD
SUBURBANA
En las ventas de las haciendas suburbanas, la posibilidad de evaluar el contenido de las propiedades aumenta, sensiblemente, respecto a aquel de los inmuebles urbanos . Casi siempre, el vendedor indica la naturaleza, la extensión y la cantidad de bienes muebles o inmuebles que componen la enajenación . En la sección precedente, relativa a la propiedad inmobiliaria urbana, el investigador que se engolfa en los legajos notariales conocerá, eventualmente, con cuáles materiales tal casa es edificada y la cantidad de pisos que contiene. En ocasiones, sabrá donde se encuentra el edificio (si en la ciudad o si en el arrabal) . La originalidad de las ventas de haciendas consiste en la precisión con que el propietario enumera cada uno de los bienes qué vende . Además, la distancia entre la capital del Istmo y el lugar donde está situada la hacienda constituye un dato indispensable que nos permite medir, aproximadamente, el dominio que ejerce el patriciado urbano sobre el espacio suburbano y rural de la Provincia de Panamá . Desde el principio del período de anexión a Colombia, la miseria de los hacendados y el estado rústico, en que yace la agricultura suburbana y rural, son denunciados por la prensa panameña de inspiración liberal . (23) Como veremos posteriormente, la agricultura de plantación no priva en las haciendas suburbanas y rurales de la Provincia de Panamá, las cuales no producen sino estrictamente lo necesario para satisfacer las magras necesidades de los habitantes locales . (24) Podríamos colocarlas, en efecto, bajo el imperio de una agricultura de subsistencia . (25) (23)
Ver, con provecho, el diario denominado El Vijía del Istmo, Trimestre 2, Número 18, p . 3, columna 1, Panamá, domingo 26 de octubre de 1834 : " . . .los hacendados jimen, en medio de la abundancia, bajo el peso de la miseria más lamentable" . Respecto del siglo XVIII, ver LA CONDAMINE, Charles-Mario de, Journal du voyage fait par ordre du mi, á l'Equateur, servant d'introduction historique á la mesure des trois premias degrés du méridien . . ., Imprimerie Royale, París, MDCCLI, pp . 6-8 ; JUAN, Jorge, y ULLOA, Antonio de, Voyage historique de l'Amérique méridionale. . ., tome 1, Chez Charles-Antoine Jombert, París, MDCCLII, p . 105 .
(24)
(25)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 1, 1843-1851, "Carta de C . de VALLAT, cónsul en Panamá, a su excelencia el Ministro Secretario de Estado en el Departamento de Relaciones Exteriores", Panamá, 17 de diciembre 1845, p . 126 (anverso) . Un malogrado estudioso panameño los apoda "anémicos latifundios" . Ver PORRAS, Hernán Francisco, Papel histórico de los grupos humanos de Panamá, Impresora Panamá, S .A., Panamá, 1973, p . 23. 19
Según el cuadro 2, la venta más espectacular de una hacienda -evaluada en 28„847 pesos- relaciona a un rico comerciante y prócer (José María HERRERA), albacea del doctor Manuel de URRIOLA, (26) también prócer y suegro del primero, y Pedro MIRO. (27) Ambos pertenecen a unas familias, coloniales desembarcadas en Panamá en el siglo XVIII . Sus apellidos saturan los protocolos relativos a la compra o a la venta de inmuebles urbanos. El vendedor describe, detalladamente, los bienes de "Hato en medio", ubicada en Pacora, región localizada cuarenta kilómetros al este de la Ciudad de Panamá . (28) Además de las tierras, posee 2,078 reses, una casa, una cocina y tres bohíos destinados a los esclavos que allí trabajan . Se trata, en efecto, de una propiedad suburbana, típicamente colonial, comprada antaño por el doctor Manuel de URRIOLA a José María AROSEMENA . Deslumbra su precio y la cantidad de reses que abriga . Con ese ganado, la Ciudad de Panamá lograría abastecerse regularmente . De hecho, he aquí la importancia de las haciendas suburbanas que producen solamente para el consumo local . En ellas encontramos, fundamentalmente, algunos trapiches, árboles frutales y bestias . En suma, la noción de plantación no se aplicaría en este caso . (29) Ligeramente inferior a la venta que acabamos de comentar, aun cuando englobe dos haciendas ("Paso Blanco" y "Hato Nuevo"), situadas en Pacora, y evaluadas en 28,822 pesos, la segunda tran(26)
Ver Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Número 39, Panamá, del domingo 28 de septiembre de 1823, p . 156, columna 2 : "Mortuoria del Dr . Manuel de Urriola" . A más de la hacienda "Hato en medio" y un hato llamado `El Cangrejo", el doctor Manuel de URRIOLA dejo una casa de dos pisos, de cal y canto, en el barrio interior de la Ciudad de Panamá .
(27)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n' 1, Panamá, 1825, protocolo n' 1, instrumento 10, ff . 22-28.
(28)
A propósito de las haciendas coloniales sitas en Pacora, ver REQUEJO SALCEDO, Juan, "Descripción de Panamá y su Provincia" (Año 1607) en SERRANO y SANZ, Manuel, Relaciones históricas y geográficas de America Central,
a
Colección de libros y documentos referentes la historia de América, "Pomo VIII, Librería General de Victoriano Suárez, Calle de Preciados, Núm . 48, Madrid, 1908, p. 171 y p. 203 . (29)
20
Pensamos, naturalmente, en el libro de Richard PARES, Merchants and Planters, The Economic History Review Supplements, 4, Published for the Economic History Society by Cambridge University Press, Cambridge, 1970, que describe el sistema de las plantaciones jamaicanas . o en la obra de Francois GIROD, La vie quofidienne de la société créole :' Saint-Domingue au XVIlléme siécle, Hachette, París, 1972, p . 43 y siguientes .
CUADRO 2 VENTAS 0 DONACIONES DE HACIENDAS SUBURBANAS (1821 - 1848) COMPRADOR 0 DONATARIO 1) Pedro MIRO 2) Manuel José HURTADO 3) 4) Manuel LOBE 5) José María de URRIOLA 6) José María AVILA 7) Bernardo ARCE MATA 8) A .S .A . GAUTIER y E .C . GUYS 9) José María AYALA 10) Julián SOSA 11) Antonia de ¡CAZA 12) Luis Antonio de ¡CAZA 13) Antonio GONZALEZ 14) Carlos de ICAZA AROSEMENA 15) Francisco PICON 16) Francisco GARCIA 17) Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA 18) Manuel María DIAZ 19) Manuel de LEON Y SOUSA 20) Pedro de ¡CAZA y Julián SOSA
21) Tomás MIRO 22) Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO 23) José Isidoro NORIEGA 24) María de Jesús LASSO 25) Isidro de ]CAZA
VENDEDOR 0 DONADOR José María HERRERA Juan de Jesús DUTARI Teodora de URRIOLA El P . Manuel José CALVO José María HERRERA Luis MIRO Juana de la MATA Juan Bautista FERAUD José María de URRIOLA Sabina TROYANO Francisco PICON Pedro Juan de ¡CAZA Antonio PLANAS José PIZANO Carlos de ICAZA AROSEMENA El P. Ramón GARCIA DE PAREDES Narciso de URRIOLA Luis Antonio de ¡CAZA Francisco PICON Micaela del BARRIO de ¡CAZA, María de la Asunción del BARRIO de SOSA, María Jacinta del BARRIO, Rita LOPEZ de PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO Clemente PINEDA María Josefa MIRO María Jacinta del BARRIO José GARCIA DE PAREDES
NOMBRE DE LA HACIENDA "HATO-EN-MEDIO" "PASO BLANCO" y "HATO NUEVO" "JUAN DIAZ CABALLERO - y "GUADALUPE" "CAIMITO" "EL BERMEJAL" "LA BOCA" "CARRASQUILLA"y"ESPABE" "SAN VICENTE DE BIQUE" "UTI BE" "SAN ANTONIO DE TAPIA" "PAN DE AZUCAR" "EL CANGREJO" "BERNARDINO" "PAN DE AZUCAR" "PAN DE AZUCAR" "MIRAFLORES" "EL CANGREJO" "EL CANGREJO" "LOMAS DE SAN MIGUEL" y "UTIBE" "JUAN LANAS"
PRECIO (en pesos) 28.847 28 .822 11 .700 9 .004 8 .000 6 .903 6 .523 6 .051 6 .000 4 .620 4.078 4.000 3 .900 3 .600 3 .600 3 .000 3 .000 3 .000 2 .700 2 .254
"EL TORO"
2 .250
"COCOLI" y "VELASQUEZ" "MATA REDONDA" "JUAN FRANCO" "JUAN FRANCO"
2 .190 2 .000 1 .900 1 .811
sacción sobreviene entre el propietario Juan de Jesús DUTARI y el prócer Manuel José HURTADO, abogado, comerciante bien próspero, y antiguo embajador de Colombia en Londres . (30) Comportan 1,269 reses, 304 caballos, unas casas, unos muebles domésticos, unos árboles frutales y seis esclavos . A partir de esos dos ejemplos de ventas de haciendas suburbanas, se desprenden dos conclusiones provisorias . La primera dice relación con la débil productividad de aquellas propiedades cuya importancia inmediata depende, en esencia, de la cantidad de ganado . La segunda ansía poner 'énfasis sobre el muy reducido número (le esclavos incluidos en las estancias que se venden . Además, la presencia de casas, adentro de las haciendas, destinadas a sus propietarios, dejaría entrever la posibilidad -habida cuenta de la proximidad (le la Ciudad . de Panamá- de que ellos efectuasen estadías prolongadas allá . El ausentismo no sería, entonces, absoluto . Exceptuando dos haciendas vendidas por unos eclesiásticos que pertenecen, ambos, a familias consagradas a los negocios (el Padre Manuel José CALVO y el Padre Ramón GARCÍA DE PAREDES) (31), la mayoría de los vendedores y de los compradores son reclutados entre los miembros de la burguesía comercial urbana . Así, el comerciante y prócer José María HERRERA vende la hacienda más costosa del cuadro 2 ("Hato en medio"), y, además, la propiedad "El Bermejal" (32), en Pacora, y evaluada en 8,000 pesos, la quin(30)
(31)
(32) 22
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública o- 1, Panamá, 1834, protocolo n- 3, instrumento 108, ff . 297-303 . Cf. sobre el prócer Manuel José HURTADO el folleto francés Considérations sur l'état présent de l'Amérique du Sud el sur l'arrivée á Paris de M . Hurtado, Agent de Colombie, Chez C .J . Trouvé, Irnprimeur-libraire, París, 1824, p . 8. Nació en Popayán (Colombia) y mantuvo nexos económicos, políticos y humanos con su departamento seminal y Bogotá . Sobre su linaje payanés, ver ARBOLEDA, Gustavo, Diccionario biográfico general del antiguo departamento del Cauca : colonia-independencia-república, Casa editorial de J .I . Gálvez, Quito, 1910, p . 63 . P7 primero, Manuel José CALVO, prócer y sacerdote, vende la hacienda "Caimito" a Manuel LOBS quien paga 9,004 pesos . Dicha propiedad, ubicada al oeste de la capital, en la región de La Chorrera, disponía de una casa, de 210 reses, de 28 caballos y de árboles frutales . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública m 1, Panamá, 1848, protocolo n- 2, instrumento 79bis, ff. 360-364 . Constituye la venta 4 del Cuadro 2 . El segundo presbítero, R am ón GARCIA DE PAREDES, vende el trapiche "Miraflores" a Francisco GARCIA, pidiéndole 3,000 pesos . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE. PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1843, protocolo n° 2, instrumento 32, f . 204-209. Es la venta 16 del Cuadro 2 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1829, protocolo u^ 2, instrumento 7, ff . 172-173 . La estancia "El Bermejal''
ta del cuadro 2 . Asimismo, Carlos de ICAZA AROSEMENA,'prócer y comerciante, compra y vende, posteriormente, "Pan de Azúcar", evaluada en 3,600 pesos, situada en Pacora . (33) Esta comporta una casa, una capilla, una cocina, un establo, unos árboles frutales y un esclavo . Tres años más tarde, el comprador la venderá al coronel venezolano Francisco PICON, mediante el pago del mismo precio . (34) Precisemos, igualmente, que el prócer y comerciante Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA (primo hermano del prócer Carlos de ICAZA AROSEMENA) compra, en 1825, "El Cangrejo" y paga, a su turno, 3,000 pesos . (35) Agrupa una casa, útiles de labranza, 135 reses, 22 caballos y las tierras . En relación con las haciendas más distantes (las de Pacora, por ejemplo), esa propiedad está relativamente próxima a Panamá . Actualmente, el Cangrejo es uno de sus barrios . El comerciante Bernardo ARCE MATA compra dos haciendas ("Carrasquilla" y "Espabé") a su madre, Juana DE LA MATA, a quien paga 6,523 pesos . (36) La primera integra, hoy por hoy, uno de los barrios de la urbe capitalina . Lo que ilustraría la propincuidad relativa de algunas haciendas "rurales" (consideradas como tales durante la primera mitad del decimonono) respecto de la ciudad, Vale añadir que las tierras, compradas por Bernardo ARCE MATA, contienen 248 reses y 88 caballos. Además, el comerciante Julián SOSA adquiere "San Antonio de Tapia", en Pacora, evaluada en 4,620 pesos . Comporta una casa, una cocina, unos muebles, unos árboles frutales, 94 reses y caballos, y 8 cerdos . (37) Y obtiene, de su cuñado, Pedro Juan de
(33)
incluye una casa y una cocina, unos muebles, 350 cabezas (le ganado y caballos, 7 reses, 5 esclavos, 7 "bestias mulares'' y las tierras, Añádase que el vendedor y el comprador -José María de URRIOLA- son parientes políticos . Constituye la venta 5 del Cuadro 2 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DF PANAMÁ, Notaría pública n- 1, Panamá, 1826, protocolo n' 2, instrumento 44, fi` . 143-148 . La venta 14 del Cuadro 2 . Carlos de ICAZA AROSEMENA fue Gobernador de Panamá en 1823 y en 1840 . Ver ALBA CARRANZA, Manuel María, op . cit ., pp . 141-142 y pp . 158-160.
(34)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n' 1, Panamá, 1829, protocolo n' 3, instrumento 248, ti . 310-316 . La venta 15 del Cuadro 2 .
(35)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1825, protocolo n' 1, instrumento 30, fi' . 103-106 . La venta 17 del Cuadro 2 .
(36)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DI . PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1828, protocolo n' 4, instrumento 104, ff . 248-255 . La venta 7 del Cuadro 2 .
(37)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DI', PANAMÁ, Notaría pública n' 1, Panamá, 1843, protocolo n' 3, instrumento 115, ff . 332-334 . I a venta 10 del Cuadro 2 . 23
ICAZA, la hacienda "Juan Lanas", sita en la aldea de San Juan de Chagres, al norte de la Ciudad de Panamá, entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico, mediante la suma de 2,254 pesos, pagados a sus esposas y a su cuñada . (38) Posee un "trapiche", un "fondo y trapiche de bronce desmontado", 133 reses, 3 mulas y 4 esclavos . Es fácil probar que el número de comerciantes que disponen de haciendas no es desdeñable . Sin embargo, querríamos agregar otros casos significativos que reiteran la correlación entre la calidad de comerciante y la de hacendado suburbano . Tratemos de ceñirnos a los casos de los comerciantes Manuel José HURTADO, citado precedentemente, Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO, José GARCÍA DE PAREDES, Tomás MIRO y Juan Bautista FERAUD . Aun cuando sean respetables tratantes citadinos, participan en la compra y venta de haciendas suburbanas y rurales. Elucidada con antelación la compra del señor HURTADO, (39) estudiemos aquélla realizada por Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO, negociante conspicuo . Este adquiere unas tierras aledañas a la Ciudad de Panamá pagando 2',190 pesos . (40) El segundo, José GARCÍA DE PAREDES, vende "Juan Franco" (en la actualidad barrio de la urbe), evaluada en 1,811 pesos . Contiene una casa, una capilla, unos árboles frutales, 10 vacas y 3 caballos . (41) En tercer lugar, Tomás MIRO compra la propiedad "El Toro" en Chame, provista de 450 reses . (42) Y tiene quintas cerca de Panamá, por ejemplo en La Chorrera . (43) Por último, Juan Bautista FERAUD (38)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1836, protocolo n° 1, instrumento 33, fi` . 237-244 . La venta 20 del Cuadro 2 . Venden la hacienda "Juan Lanas" María de la Asunción DEL BARRIO de SOSA, Micaela DEL BARRIO de ICAZA y Jacinta DEL BARRIO . Todas albaceas de su padre, Felipe DEL BARRIO . Las dos primeras casan con Julián SOSA y Pedro Juan de ICAZA .
(39)
Ver la nota 30 .
(40)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública u' 1, Panamá, 1844, protocolo n' 1, instrumento 14, ff. 36-43 . Esas propiedades se encontraban en Cocolí y en Velásquez según los protocolos consultados . La venta 22 del Cuadro 2.
(41)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1834, protocolo n- 2, instrumento 34, ff . 42-46 . La venta 25 del Cuadro 2 .
(42)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1846, protocolo n° 4, instrumento 122, ff . 396-404 . La venta 21 del Cuadro 2 .
(43)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1844, protocolo n° 1, instrumento 43, ff . 137-140, por lo que respecta a la hacienda "E1 Caimito" . Ver ARCHIVOS NACIONALES DI? PANAMA, Notaría
24
vende su hacienda y trapiche "San Vicente de Bique", evaluada en 6,051 pesos, situada en Arraiján, a unos ciudadanos franceses, (44) Todos estos ejemplos permiten entrever una confusión más bien pronunciada entre el estatuto de comerciante urbano y el de hacendado suburbano. Si es notorio que la clase comerciante urbana prueba su solidaridad en lo atinente a la enajenación de casas, idéntico fenómeno se registra en materia de haciendas suburbanas y rurales . Algo semejante ocurre, simultáneamente, en Costa Rica, en el seno de la élite cafetalera . (45) Pero los motivos que explican la solidaridad grupal divergen . En Panamá, la economía de plantación, repetimos, no existe en las inmediaciones de la capital . Sin embargo, la posesión de las tierras aledañas a la urbe es codiciada en la medida en que auspicia y facilita la ganadería . En virtud de semejante razón, esencial, urge conservar el dominio del espacio suburbano de la zona de tránsito, comprendida entre Panamá y Chagres, región que se extiende a lo largo de las sabanas vecinas (al este o al oeste (te la ciudad capital) . A la luz del cuadro 2, y de las ventas ele haciendas no incluidas allí, las relaciones de parentesco -directo o político- pueden ser clasificadas, grosso modo, como sigue : 1) venta por una madre a favor de su hijo (46) ; 2) venta concluida entre hermanos (47) ; 3) venta por un hermano en nombre de su publica n° 1, Panamá, 1845, protocolo o' 3, instrumento 109, ff. 229-231 : Tomás MIRO vende un terreno, en La Chorrera, a su pariente político Luis LASSO DE LA VEGA Y JIMENEZ . Un año después, es decir, hacia 1846, su hermano, Luis MIRO, vendió la estancia "La Boca" (en la Chorrera), evaluada en 6,903 pesos, y provista de una casa, las tierras del trapiche, un alambique, unos árboles frutales, 444 cabezas de ganado, 86 caballos y 3 asnos . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública o' 1, Panamá, 1846, protocolo n' 3, instrumento 119, ff. 305-312 . La venta 6 del Cuadro 2 . (44)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaria pública n° 1, Panamá, 1847, protocolo n' 1, instrumento 38, ff' . 82-86. La venta 8 del Cuadro 2.
(45)
Ver STONE, Samuel Z ., "Los cafetaleros", en Revista de Ciencias Jurídicas, n° 13, Universidad de Costa Rica, Escuela do Derecho, San José, junio (le 1969, p . 192 .
(46)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1828, protocolo u' 4, instrumento 104, Ir . 248-255..Juana ele la MAPA vende las haciendas "Carrasquilla" y "Espabé" a su hijo Bernardo ARCE MATA .
(47)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública Ir l, Panamá, 1845, protocolo n- 3, instrumento 95, ff . 177-181 . Pedro Juan de ICAZA vende la hacienda "El Cangrejo" a Luis Antonio de (CAZA . Ver, además, ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1844, 25
hermana (48) ; 4) venta realizada por dos hermanas (49) ; 5) venta efectuada por tres hermanas de las cuales dos están casadas con dos de los compradores (50) ; 6) venta de un hermano a favor (le su hermana (51) ; 7) venta entre cuñados (52) ; 8) venta por un cuñado a favor de un sobrino de sus cuñadas (53) ; 9) venta por un yerno como albacea de su suegro (55) . La floresta de nexos interfamiliares e intrafamiliares, que se hilvanan, sugiere la existencia de una conciencia grupal muy firme . Salvo excepción, los propietarios de haciendas no son recién llegados . (56) Ellos prefieren vender sus tierras a los miembros de su familia extensa o a pobladores del Istmo .
(48)
protocolo n- 1, instrumento 22, ff . 61-64 . Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA vende una hacienda, a su hermano Juan AROSEMENA DE LA BARRERA . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1838, protocolo n- 1, instrumento 24, ff. 53-54. Manuela ARCE MATA confiere un poder a su hermano, Bernardo ARCE MATA, para que venda los dos tercios de una hacienda en el Cantón de David,
(49)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública a' 1, Panamá, 1824, protocolo n' 1, instrumento 3146, ff . 36-37 . María del Rosario y Rafaela JIMENEZ DE LA BARRERA venden las haciendas "Caimito" y '"tranquillas" ubicadas en La Chorrera .
(50)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1836, protocolo n' 1, instrumento 33, ff. 237-244 . Jacinta DEL BARRIO, Micaela DEL BARRIO de ICAZA y María de la Asunción DEL BARRIO de SOSA, venden la hacienda "Juan Lanas" a Pedro de ICAZA y a Julián SOSA .
(51)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1829, protocolo a' 5, instrumento 244, ff . 288-293 . Pedro JIMENEZ DE LA BARRERA vende la hacienda "Mata Redonda" a su hermana, María Eusebia JIMENEZ de MIRO .
(52)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1829, protocolo n' 2, instrumento 78, ff . 172-173 . José María HERRERA vende la hacienda "El Bermejal" a su cuñado José María de URRIOLA . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1844, protocolo n- 1, instrumento 43, ff, 137-140 . Tomás MIRO vende la hacienda "El Caimito" a Rafaela JIMENEZ, hermana de María Eusebia JIMENEZ de MIRO . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notada pública n° 1, Panamá, 1845, protocolo n' 3, instrumento 109, ff . 229-231 . Tomás MIRO vende un terreno a Luis LASSO DE LA VEGA Y JIMENEZ . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública u- 1, Panamá, 1825, protocolo n' 1, instrumento 10, ff . 22-28. José María HERRERA, albacea del doctor Manuel de URRIOLA, vende la hacienda "Hato en medio" a Pedro MIRO . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE. PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1847, protocolo a' 1, instrumento 38, ff . 82-86 . Que dos franceses hayan
(53)
(54)
(55)
(56)
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Hasta ahora, acentuamos la problemática de las transacciones habidas por los comerciantes urbanos en la Provincia de Panamá . En verdad, la compra de tierras localizadas en provincias es excepcional . Con todo, no resulta accidental encontrar apellidos de encumbradas familias urbanas que enajenan haciendas rurales . Citemos, por ejemplo, los casos de Manuela ARCE MATA y Pedro de OBARRIO . La primera vende dos terceras partes de una estancia que posee en el Cantón de David (hoy Provincia de Chiriquí), en las antípodas de la Provincia de Panamá (aproximadamente a 486 kilómetros al suroeste de la capital), y limítrofe con la República de Costa Rica . (57) El segundo compra una finca, que contiene 1,640 reses, en Chiriquí . (58) Poco corrientes, tales contratos revelan la amplitud de los intereses de la clase dirigente urbana . El dominio del espacio suburbano y rural de la Provincia de Panamá, por los criollos citadinos, se consolida progresivamente . Sería cándido pensar que éstos permanecen recluidos, pasivamente, dentro de las murallas de la Ciudad de Panamá, aun cuando sean comerciantes afortunados . Su movilidad, en el seno de un territorio huérfano de caminos, y su propensión por adquirir tierras provinciales, no urbanas, probaría lo contrario . Escapa, constantemente, a las observaciones legadas por los viajeros ocasionales, el monopolio que ejercen los comerciantes urbanos sobre las haciendas suburbanas y rurales de su provincia (a excepción de las propiedades que pertenecen a la iglesia) . (59) Ignorar semejante realidad nublaría la problemática de la constitución y de la formación de la oligarquía urbana .
comprado una hacienda en Panamá, hacia 1847, constituye más bien una excepción . (57)
Ver la nota 48 . Ella es hermana del Gobernador Bernardo ARCE MATA .
(58) Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1839, protocolo n- 2, instrumento 75, ff . 390-401 . Pedro de OBARRIO gobierna a Panamá de 1836 a 1840 . Ver, al respecto, ALBA CARRANZA, Manuel María, op . cit., pp . 157-158 . (59)
LLOYD y RECLUS exceptuados . Ver, igualmente, la excelente obra anónima, publicada en Londres, Colombia: being a Geographical, Statistical, Agricultural, Commercial, and Political Account of that Country, Adapted for the General Reader, the Merchant, arad the Colonist, Volume 1, Published by Baldwin, Cradock, and Joy, London, 1822, p . 307 . Sobre las haciendas de la Provincia de Panamá : "9n the province of Panama there are many villages and farros, some of which are inhabited by the Europeans, and their descendants, and others by the Indians who have been converted" . 27
Si la compra de tierras fuera de la Provincia de Panamá constituye más bien una excepción rarísima en lo atinente a los comerciantes urbanos, ellos triunfan, sin mayores esfuerzos, en apropiarse de las tierras que circunscriben la capital donde fincan sus intereses económicos, políticos y humanos . Ora obtienen terrenos bastante próximos a la urbe, (60) ora acaparan haciendas más distantes . (61) III . EL COMERCIO CON EL EXTRANJERO Situar el patriciado urbano a la luz de la concentración de la propiedad es el primero de nuestros fines . En efecto, se impone probemos el grado de sedimentación testimoniado por dicha clase, circunstancia que le permite urdir diversos proyectos de definición nacional desde el principio del período de anexión a Colombia . Si los criterios precedentes permiten delinear un retrato bastante local del patriciado urbano, éste nos llevará a profundizar las relaciones que dicha clase cultiva con el extranjero . Clase comerciante por excelencia, su proyecto nacional está ligado, desde temprano, a la concreción de una utopía : la feria comercial. Hacer del Istmo un emporio, a la imagen de los puertos antillanos florecientes (Kingston y Saint Thomas), constituye un voto expresado de modo obsedente . Los escritos elaborados por los ideólogos, quienes propugnan por ese proyecto nacional . están cargados de una fe desmesurada en el liberalismo . Merced al laissez-faire, el Istmo se convertiría en uno de los centros más prósperos del globo. Precisa aprovechar, pues, la posición geográfica "providencial" de ese territorio . La noción de patria y de terruño surge de una toma de conciencia del mito geográfico según el cual dicho país está llamado a desempeñar una misión mercantil . La zona de tránsito del Istmo conserva mayor importancia en contraste con las regiones rurales de Panamá . En efecto, las mer(60)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1829, protocolo n- 1, instrumento 41, ff . 44-53 . Miguel QUESADA compra las tierras de Curundú, vecinas de la Ciudad de Panamá, al gobierno del estado .
(61)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n> 1, Panamá, 1841, protocolo n- 2, instrumento 89, ff . 98-109 . En el testamento -felizmente descifrable- del prócer Narciso de URRIOLA, cuya fortuna data del coloniaje, el finado enumera las tres haciendas que lega a su familia : dos en Pacora ("San José" y "San Diego") y una más próxima a la capital, "Juan Díaz Caballero' (contemporáneamente es un barrio de Panamá) . Las dos primeras estancias comprenden unas casas campestres, unos esclavos y 3,173 cabezas de ganado (bueyes, vacas y caballos) .
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canelas extranjeras, provenientes del Océano Atlántico, llegarían al puerto de Chagres . Atravesarían el Istmo y entrarían, de inmediato, a la Ciudad de Panamá, desde donde serían reexportadas hacia los puertos de la América Central o de la América del Sur . Ese esquema favorece los intereses económicos del patriciado urbano, el cual extendería y diversificaría sus contactos con el exterior mediante el tránsito de géneros . Por oposición a los grupos dominantes rurales, distanciados de la zona de pasaje, la oligarquía urbana podría establecer, más fácilmente, transacciones con multitud de mercaderes foráneos y obtendría, par¡ passu, la propiedad de innúmeros efectos . También, alquilaría sus casas a dichos viandantes . Los miembros de la oligarquía urbana fungirían a guisa de comisionados, representantes y apoderados de compañías europeas -británicas, francesas, danesas- que poseyeran intereses en la América Central o en Sudamérica . De tal suerte, redoblarían las relaciones comerciales con los agentes de los susodichos organismos dispersos en varios puntos del subcontinente . Por otra parte, habida cuenta del conjunto de ventajas enumeradas, los comerciantes urbanos dominarían, fácilmente, el giro con las comarcas interiores y los puertos secundarios del Istmo, ejerciendo un efecto de dominación, asaz ostensible, sobre los grupos dominantes rurales, desparramados e incapaces de alcanzar una cierta coherencia en sus reacciones . Debido al hecho de su unidad urbana, la oligarquía del pasillo transístmico dispondría de un leadership político indefectible, lo cual contrastaría con la atomización de los grupos dominantes rurales . En resumen, aunque dependiente del comercio extranjero, la clase comerciante generaría una suerte de colonialismo interno en relación con los sectores provinciales . Dualista por convicción, el patriciado urbano concibe el desarrollo como un proceso merced al cual la modernidad, importada de Jamaica o de Saint Thomas, bajo la especie de mercancías y de una nueva Weltanschauung (62), invadiría, progresivamente, todas las regiones atrasadas del Istmo . Mas, este proceso emanaría de la Ciudad de Panamá, "polo de crecimiento", y se extendería, paulatinamente, hacia el agro . De hecho, su proyecto nacional es, anacrónicamente, partidario de las teorías caviladas por Robert REDFIELD . No habrá progreso sin influencia de la ciudad, ni mutacio(62)
El optimismo liberal de los comerciantes criollos es magníficamente descrito por COCHRANE, Charles Stuart, Journal of a Residente and Travels in Colombia, during the Years 1823 and 1824, Volume II, Printed for Henry Colburn, New Burlington Street, London, 1825, p . 496 . 29
nes en el seno de la sociedad folk sin intervención de la sociedad urbana . En suma, la patria, que habrá de edificarse, reviste una finalidad comercial bastante acentuada . La oligarquía urbana, cuyas haciendas suburbanas no son comparables con plantaciones, no puede sino ser hostil a la formación de un proyecto nacional basado en una economía agraria de exportación . ¿Cuáles son las imágenes esenciales que definen la noción de patria? Si leyésemos las dos primeras estrofas de un poema célebre, debido a la pluma del prócer Mariano AROSEMENA, relativo a la efemérides de la independencia, (63) hallaríamos, sin mayor contratiempo, algunos de los símbolos a los cuales la oligarquía urbana adhiere con fervor . En la primera estrofa, el autor invoca, de plano, a su "patria amada" . De inmediato, se esfuerza por compararla con una feria n la vez excepcional y poblada por visitantes extranjeros ("feria peregrina") . (65) En ese segundo verso, Mariano AROSEMENA alude, nostálgica y tácitamente, a las ferias de Portobelo, las cuales coinciden con el período dorado de la época colonial, causando un fausto inusitado en las ciudades terminales de la zona de tránsito (Portobelo y Panamá) . (66) La elección de semejante paralelo indica dos cosas : de una parte, el retraimiento del sentimiento nacional dentro de los linderos de la zona de tránsito, abierta a los viajeros, y, por otra, la vocación mercantil a ultranza de aquel territorio . Continuemos nuestro análisis . En el tercero y cuarto versos, el prócer precisa más las particularidades y detalla las ventajas inherentes a la geografía de su país, situado entre los océanos Atlántico y Pacífico ("por do se camina de uno al otro mar") . Pero, reitera, (63)
Esas dos estrofas las publica, a título de epígrafe, el diario Comercio Libre, número 11, Panamá, domingo 23 de febrero de 1834 . Consultamos el ejemplar en la Biblioteca Nacional de Colombia, en Bogotá . (Fondo Pineda, n' 467) .
(64)
La palabra peregrino, en español, tiene varios sentidos figurativos . Es sinónimo de excepcional y, también, de pasajero .
(65)
Etimológicamente, el giro peregrino, pelegrinus, significa (en latín eclesiástico) extranjero, viajero .
(66)
Ver CHAUNU, Pierre, Séville et l'Atlantique (1504-1650), deuxiéme partie : partie interprétative, Structures el conjoneture de l'Atlantique espagnol et hispano-américain (1504-1650), Tome VII, Les struetures, struetures géographiques, Ecole pratique des hautes études-Vle section, Centre de recherches historiques, S .E .V .P .E .N ., París, 1959, p . 904 .
30
de nuevo, su regionalismo, vale decir, su localismo, al poner énfasis sobre aquella faja de tierrra a través de la cual se efectúa, regularmente, el periplo transístmico (Chagres, Cruces, Panamá) . En fin, continúa augurando que el universo logre ver reunidos sus frutos y tejidos en Panamá, nación que debe encarnar el depósito de todo cuanto sea de vena comercial. En la segunda estrofa, el prócer, aunque compruebe los beneficios que emanarían de la posición geográfica de su terruño, invita a la patria a extender sus manos "francas" y "tolerantes" a los mercaderes de todo el mundo . A despecho del carácter laudatorio del poema, la utopía forjada por el prócer Mariano AROSEMENA expresa una conciencia de clase bien definida : aquella de la oligarquía urbana. En efecto, los versos atrás evocados excluyen toda referencia bucólica . Los latifundios rurales y la campiña panameña no son realzados ni ensalzados . La patria pareciera ser una suerte de enclave : el estrecho pasillo transístmico en el que el modelo comercial, importado de Kingston o de Saint Thomas, ha de ser injertado . No cuajaría el desarrollo sino merced a la "modernización" de la zona de tránsito por obra de la construcción de un camino de macadam, de un ferrocarril o de un canal interoceánico ("vía intermarina") . Esa conciencia clarísima que subordina el progreso a la desaparición de las vías de comunicación arcaicas es descrita por BALZAC en la Francia de la primera mitad del decimonono . (67) Visión optimista y liberal, desdeña una parte considerable del Istmo a favor de una franja exigua del territorio . Es más : de una ciudad ubicada en el seno de dicha garganta . El progreso y la difusión de innovaciones, si utilizamos el vocabulario de REDFIELD, estarían focalizados en la ciudad-patria : arcadia y feria comercial . La urbe difundiría los efectos benéficos del progreso a las regiones atrasadas . Dilucidado el punto precedente, pasemos, ahora, al examen de los negocios comerciales que tienen lugar con Jamaica y Saint Thomas de 1821 a 1848 . Se impone una salvedad a propósito del papel atribuido al Istmo por el sistema capitalista . Panamá es integrado, no como país productor de materias primas, sino, más bien, como lugar de tránsi(67) "sans circulation, il ne saurait exister ni commerce, ni industrie, ni échange d'idées, aucune espéce de richesse" . Estas frases del Curé de village, de BALZAC, son citadas por PALMADE, Guy, Capitalisme et capitalistes frangais au XIXéme siéele, Armand Colin, París, 1961, p . 67 . 31
to por el cual las mercancías europeas circulan rumbo a los mercados centroamericanos y sudamericanos . Luego, las materias primas de esos países serían transportadas (por la vía panameña) hasta las naciones metropolitanas . En lo tocante a los protocolos notariales, precisa insistir que, en ocasiones, alguna luz es arrojada sobre las operaciones realizadas entre comerciantes panameños y compañías británicas (u otras de distinta nacionalidad) erigidas n Kingston o en Saint Thomas, pero se ignora la naturaleza y el objeto de esos contratos mercantiles . Tratamos de paliar esos silencios al estudiar la prensa local . En los diarios de la época, los comerciantes incluyen anuncios -ocasionalmente ingenuos y cándidos- en que precisan el arribo de mercancías extranjeras . Merced a semejantes propagandas, es factible reconstruir, aunque de modo parcial, su práctica y vida cotidiana . Desde el siglo XVIII, el istmo está ligado, comercialmente, a Jamaica, ora mediante relaciones legales admitidas por España, ora gracias al contrabando . (68) Florecen los intercambios con Saint Tomas, posesión danesa . (69) Ambas islas antillanas son conside-
(68)
Ver, al respecto, BALEATO, Andrés, "La ciudad de Panamá y su distrito, puerto, producciones e historia", en CUERVO, Antonio Basilio (compilador), Colección de documentos inéditos sobre la geografía y la historia de Colombia, 'romo II, costa pacífica, provincias litorales y campañas de los conquistadores, Casa Editorial de J .J . Pérez, Bogotá, 1892, p . 363 . El texto de BALEATO data de 1817 . Un parecer panameño : AROSEMENA, Mariano, Apuntamientos históricos (1801-1840), Publicaciones del Ministerio de Educación, Biblioteca de autores panameños, 1, Imprenta Nacional, Panamá, 1949, p . 17 . Un punto de vista francés : ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 2, 1852-1862, "Notes sur le mouvement du commerce et de la navigation de I'lsthme de Panama, pendant l'annóe 1856, par Jules DOAZAN, consul de France ú Panamá", Panamá, 25 de diciembre de 1857, pp . 334 (reverso) y 335 (anverso) . Respecto del contrabando entre Jamaica y las colonias españolas, ver DROUIN de BERCY M ., Histoire civile et commerciale de la Jamaique, suivie du Tahleau général des Possessions Anglaises el Frangaises dans les DeuxMondes, el de Réflexions commerciales et politiques relativas á la France el á l'Angleterre, Chez Rosa, Libraire, Grande Cour du Palais-Royal, n , 9, Inrprimerie de Migneret, rue du Dragon, F .S : g, m 20, París, 1818, p . 105 .
(69)
32
Ver AROSEMENA, Mariano ; LEWIS, Luis ; REMON, Damián ; Memoria sobre comercio presentada a la Sociedad de Amigos del País . . . en la sesión del 1' de diciembre de 1834, Imprenta de Jayme Bousquet, Panamá, 1834, p . 1 . En torno a la riqueza de Saint Thomas, ver, con provecho, GRANIER de CASSAGNAC, Adolphe, Voyage aux Antilles frangaises, anglaises, danoises, espagnoles, á Saint-Domingue el aux Etats-Unis d'Amérique, Volume 2, Au Comptoir des Imprimeurs-Unis, 15, Quai Malaquais, Imprimerie de Gustavo
radas como sólidos emporios por los panameños . Según MOLLIEN, el puerto de Kingston es comparable con el de Londres . Allí existen varias compañías británicas cuyos negocios con los puertos hispanoamericanos del Pacífico no cesan de multiplicarse . Utilizan el Istmo a guisa de pasillo para conducir sus mercancías . Importan, por Panamá, materias primas provenientes de la América Central y de la América del Sur . (70) Al decir del eximio viajero francés, la oligarquía urbana se viste a la inglesa en los albores del período republicano . (71) Panamá es, hasta 1849, el istmo de Jamaica . (72) Mejor dicho el lugar a través del cual Inglaterra introduce sus productos que destina a algunas plazas centroamericanas y sudamericanas, en una red que se extiende desde Jamaica hasta Valparaíso (y que comprende los puertos de Chagres, Panamá, Buenaventura, Tumaco, Guayaquil, Tumbe,., Paita, Trujillo y Lima) . En 1823, el comerciante Ramón ARIAS, establecido .en Panamá, tiene deudores en Kingston . (7) Los nexos que existen entre los tenderos istmeños y las compañías inglesas, domiciliadas allá, son copiosos . (74) A menudo, desempeñan el papel de conservadores de mercaderías importadas de Jamaica . Comisionados o agentes, las reexportan ulteriormente (hacia las ciudadelas centroameri-
Gratiot, rue de la Monnaie, 11, París, 1844, p . 165 . Ver, asimismo, ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Saint-Thomas, Tomo 1, 1831-1864, p . 12 ; "Lettre de Mr . d e CHASSERIAU, Agent á St Thomas", París, 1- de octubre de 1831 : "Déclaré port franc par sa métropole, I lle do St Thomas est devenue . . . un vasto entrepot approvisionné par lentes les nations commercantes du monde . Hilo alimente, selon leurs besoins immédiats, soit par un actif cabotage, soit par un commerce interlope, les marchés du continent américain et dos Antilles avoisinantes" . (70)
Sobre las materias primas exportadas por la América Central, ver TORRES RIVAS, Edelberto, Interpretación del desarrollo social centroamericano : procesos y estructuras de una sociedad dependiente, 2a edición, Colección Seis, Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA), San José, Costa Rica, 1971, p .44 .
(71)
Ver MOLLIEN, Gaspard-Théodore, op. cit., p . 130.
(72)
Ibidem, p . 123 : "Los Anglais de la Jamaique, qui font le monopole de I'isthme de Panama, y onvoient, dit-on, pour deux millions de piastres de marchandises", Y en la página 125 : "ici, il n' y a qu'un commerce de transit, el les Anglais seuls en sont maltres" .
(73)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1823, protocolo n° 2, instrumento 3065, f . 1 .
(74)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría publica n- 1, Panamá, 1826, protocolo n- 1, instrumento 28, ff . 85-87 : Tadeo PEREZ DE OCHOA Y 33
canas o sudamericanas) . A despecho del mercado interno bastante restringido, venden una parte de los efectos británicos en su patria . Los protocolos notariales, relativos a las transacciones efectuadas por agentes panameños, en contacto con Kingston y los puertos sudamericanos, abundan . Así, José María DIEZ COLUNJE, (75) está en relación directa, por una parte, con un establecimiento de comercio sito en Kingston, y, de otra, con unos mercaderes de Guayaquil . (76) Desde miradores metropolitanos, éste último no es sino un simple intermediario . Ya en 1832, justo GARCÍA DE PAREDES, apoderado de MORRIS, HAMILTON, y Compañía, de Kingston, confiere un poder a los hermanos Juan y Domingo de ANZOATEGUI, oriundos de Panamá, a fin de que cobren 2,249 pesos a su colega Manuel HERRERA, de Paita . (77) Ambos ejemplos ilustran, de golpe, la existencia de una red que termina en el puerto peruano de Paita, y que pasa por Guayaquil, Panamá y Kingston . Sin embargo, aunque comunique a algunos criollos, es concebida por compañías de Jamaica . (78) SEVILLANO ofrece fianza a los comerciantes Maximino y Antonio PEREZ a favor de CAMPLAND y Compañía, de Jamaica . En el mismo sentido, respecto de Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO y la Casa CAMPLAND y Compañía, ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n^ 1, Panamá, 1828, protocolo n- 2, instrumento 41, ff . 222-226 . Ese mismo año, James SCOTT, comerciante de Kingston, incorpora recibos en la Notaría de Panamá . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1828, protocolo n> 2, instrumentos 39 y 40, ff . 215-218 y ff. 218-222 . A propósito de las deudas habidas por los comerciantes José Antonio DURAN y Francisco MATA con MACOLAM y Compañía, de Jamaica, cuyo representante en Panamá es el cónsul británico Malcom MacGREGOR, ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1830, protocolo o- 1, instrumento 51, ff . 137-143 . (75)
Ver Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Número 48, del domingo 30 de noviembre de 1823, p . 192 (columna 2) . El comerciante anuncia que vende "ochenta quintales de clavasón bien surtida a precios muy cómodos" en su almacén . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n° 1068) .
(76)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1826, protocolo n= 3, instrumento 87, ff . 327-328 .
(77)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n^ 1, Panamá,
(78)
A veces, la función de intermediario es ofrecida por una firma británica . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1848, protocolo n^ 3, instrumento 134, ff. 212-213 : MICKLE y Compañía, de Guayaquil, emplea al panameño Manuel María CAJAR para que se encargue del transporte de mercancías, destinadas al puerto de Kingston . Estas atravesarían el Istmo . La función de intermediario resulta más oculta cuando dos mercaderes
1832, protocolo n° 1, instrumento 48, ff . 131-132 .
34
En ocasiones, algunos tratantes no británicos, avecindados en Kingston, venden esclavos a sus homólogos panameños . (79) A la sazón, franceses, quienes viven en Panamá y Cartagena, pasan a ser deudores de compañías kingstonianas, (80) o de Saint Thomas . (81) Pero, volvamos a los comerciantes nuestros . Vemos cómo actúan en carácter de intermediarios a favor de casas británico-jamaicanas . Además de ese papel, sedentario, tienen deudores en Kingston, ora extranjeros -ingleses o de origen hispanoamericano (82) ora compatriotas encontrados y frecuentados en Jamaica, (83) y endeudados en las Antillas . (84) Los viajes de negocios a Kingston
panameños celebran un contrato con el gobierno departamental con objeto de asegurar el transporte del correo británico y francés que cruce el Istmo. Es el caso de José María GARCIA DE PAREDES y Juan de ANZOATEGUI . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n< 1, Panamá, 1848, protocolo n° 2, instrumento 81, ff . 366-368 . (79) Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1829, protocolo n- 3, instrumento 129, ff . 294-297 . Pedro Nolasco CASIS vende un esclavo a Manuela SOPARDA de DIEGO . (80) Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1829, protocolo n= 4, instrumento 202, ff. 179-183 : Gustavo Napoleón LEMAITRE hipoteca algunos bienes en favor de DEMISTORON, SLOAVIZ y Compañía, de Kingston . Su hermano, Juan Bautista LEMAITRE, concentra sus negocios en Cartagena de Indias . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1829, protocolo n- 3, instrumento 135, ff . 322-323 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n> 1, Panamá, (81) 1829, protocolo o- 3, instrumento 161, ff . 413-415 : Juan Bautista FERAUD, deudor de DESCASLAS e Hijo, de Saint Thomas . Ver, igualmente, Gaceta del Istmo de Panamá, Semestre 7-, Número 115, Panamá, del domingo 13 de marzo de 1825, p . 4 (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n • 1068) . Juan Miguel LABARRIERE, comerciante, declara que parte rumbo a la isla de Saint Thomas a bordo de una goleta danesa. (82)
(83)
(84)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1838, protocolo n • 1, instrumento 9, ff . 16-18 . Por ejemplo, Domingo y Antonia JIMÉNEZ ARCE -comerciantes e hijos de Antonio JIMENEZ DE LA BARRERA- autorizan a un homólogo residente en Kingston (Francisco GONZALEZ QUIJANO) con miras a que reciba 7,110 pesos de la sucesión de José María VERA . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1838, protocolo n- 1, instrumento 21, ff. 48-51 . Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA recibe 2,000 pesos prestados por María del Carmen ARCE en Jamaica . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n= 1, Panamá, 1841, protocolo n° 1, instrumento 4, ff. 126-134, Bien en Jamaica, bien en Saint Thomas . El comerciante panameño Manuel QUESADA compra mercancías, en Kingston, a sus colegas Tadeo PEREZ AROSEMENA y Justo GARCIA DE PAREDES . 35
y a Saint Thomas no languidecen . (85) Su movilidad y sus continuas estancias en el Caribe constituyen hechos susceptibles de dilucidar los nexos estrechos que se hilvanan entre ellos y las compañías británicas . En rigor, esas relaciones pueden revestir ora un carácter efímero -compra y venta de mercancías en Kingston-, ora un matiz más duradero -los cargos de agentes, de apoderados o de comisionados en Panamá . Aunque menos importantes que aquellos relativos a Jamaica, los negocios habidos con la isla danesa de Saint Thomas no están faltos de interés . Generalmente, ligan a los comerciantes panameños con plurales países de Hispanoamérica, a veces diametralmente opuestos, como el Ecuador y México . (86) Notamos la tasa de participación elevada de que da prueba la oligarquía urbana en sus intercambios con las Antillas británicas y danesas . Comisionados, agentes, apoderados, representantes, compradores, los comerciantes de Panamá propugnan por el desarrollo y el fortalecimiento de las relaciones mercantiles con dichas islas, depósitos de mercancías europeas destinadas en su mayoría a los puertos del Pacífico . Antes de abordar el examen de los negocios existentes entre las regiones centroamericanas y sudamericanas con el Istmo, vamos a consignar unas breves consideraciones a propósito del estado del comercio en la Ciudad de Panamá .
(85)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1847, protocolo n- 4, instrumento 157, ff . 113-124 . El comerciante panameño Francisco ARIAS crea una compañía en unión de Manuel Antonio GAVIRIA, de Popayán (Colombia) . Compran, con antelación, mercancías en Kingston .
(86)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMÁ, Notaría pública n' 1, Panamá, 1832, protocolo n^ 1, instrumento 45, ff . 122-127 . Por ejemplo, el negocio que tiene lugar entre el comerciante panameño Pedro de OBARRIO y José CANEVARO, domiciliado en Saint Thomas, pero quien compra plurales casas en Panamá, transacción que engloba a Panamá, Guayaquil, México, Jamaica y Saint Thomas. Además, ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1841, protocolo n' 3, instrumento 106, ff . 72-75 : trátase del poder otorgado por Andrés MAGGIOLI, comerciante y capitán avecindado en Saint Thomas, en favor de su homólogo panameño José GARCIA DE PAREDES . Sobre la función comercial de Saint Thomas, ver la obra anónima, atribuida al Barón de MONTLEZUN, según Antoine BARBIER, Souvenir des Antilles: Voyage en 1815 et 1816, aux Etats-Unis, el dans l'arehipel caráibe ; Aperqu de Philadelphie el New-York ; Description de la Trinidad, la Grenade, Saint-Vincent, Sainte-Lucie, Martinique, Guadeloupe, Marie-Galante, Saint-Christophe, Sainte-Croix et Saint-Thomas, tome second, Chez Gide Pils, Libraire, ruc SaintMarc, n- 20, Imprimerie do Mme Hérissant Le Doux, París, 1818, p . 270 .
36
La prensa del período inmediatamente posterior a la independencia (87) suministra noticias valiosísimas sobre los artículos vendidos en los almacenes pertenecientes a los comerciantes panameños. Al enumerarlos, no deseamos permanecer al nivel de lo pintoresco . En cambio, ansiamos captar la práctica cotidiana de la oligarquía urbana a la luz de su conciencia tendera . Estudiemos algunos ejemplos . En el almacén del "ciudadano" Remigio LASSO DE LA VEGA, se consiguen raso y seda . (88) En el de Manuel de ALEMAN, véndense obras relativas a las artes militares, a la artillería, a la guerra, a la administración de batallones, y a la geometría práctica . (89) En la tienda de justo GARCIA DE PAREDES, los compradores eventuales hallarían "aguardiente de rom", anís, licores, vinagre y azúcar . El mismo compra "botellas vacías" y "barriles chicos" . (90) Manuel HERRERA vende "aguardientes superiores", "tocuyos", "loza" y "cristales" . (91) El prócer José María HERRERA ofrece mil barriles de harina norteamericana . (92) Gregorio MIRO
(87)
La imprenta es introducida en Panamá al principio de 1821 . Desdichadamente, los diarios coetáneos no pueden consultarse sino en la Biblioteca Nacional de Colombia, sita en Bogotá . Sobre el ímpetu mercantil que impera en Panamá a la sazón, ver la obra anónima titulada Colombia : being a Geographical, Statistical, Agricultural, Commercial, and Political Account of that Country, Adapted for the General Reader, the Merchant, and the Colonist, Volume 1, p . 302 : "Such is the spirit of trade ni this place that every person is engaged in bartering" . Ver, igualmente, SUSTO, Juan Antonio (editor), 2 relaciones de viajes al Istmo de Panamá en 1835 por J .H . Gibbon, médico norteamericano, y P . Campbell Scarlett, viajero inglés, Impresora Panamá, S .A ., Panamá, 1961, p . 38 .
(88)
Ver Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Número 39, Panamá, del domingo 28 de septiembre de 1823, p . 156 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n° 1068) .
(89)
Ver Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Número 39, Panamá, del domingo 14 de diciembre de 1823, p . 200 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n- 1068) .
(90)
Ver Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Número 73, Panamá, del domingo 23 de mayo de 1824, p . 292 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n • 1068) .
(91) Ver Gaceta del Istmo de Panamá, Semestre 7-, Número 105, Panamá, del domingo 2 de enero de 1825, p . 4 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n> 1068) . (92)
Ver Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Semestre 6-, Número 80, Panamá, del domingo 11 de julio de 1824, p . 322 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n- 1068) . 37
RUBINI ostenta noventa quintales de brea del Chocó . (93) En el puesto de Domingo de OBALDIA, se consiguen calendarios para el año de 1826 . (94) El prócer Mariano AROSEMENA, directamente relacionado con Jamaica, Saint Thomas y Burdeos, dispone de una tienda bien surtida en la que los productos lujosos y suntuarios fulguran . El consumo ostentoso es practicado corrientemente por la minúscula burguesía comercial . (95) ¿Cuáles son las principales mercancías vendidas por Mariano AROSEMENA? Grosso modo, ofrece "platillas hamburguesas superiores", "ruanes de la corona finos", "bretañas", "creas de León", "cotines de hilo", "listados guingas", "estopillas", "medias de algodón de señoras superfinas", "cera blanca", "mahones amarillos", "cintas de raso", y "menudencias de moda" procedentes de Cartagena . Seis meses más tarde, anuncia la llegada de "efectos de lino", "sedas", y "fruslerías de lujo" importadas de Francia . (97) En 1823, venderá vinos, licores y calzado inglés . Posteriormente, cultivará relaciones comerciales con la compañía bordelesa GALOS E HIJOS . (98) En 1826, vende "cuatro órganos de Ceguiñuela de excelentes voces, y piezas de mu-
(93)
Ver Gaceta del Istmo de Panamá, Semestre 7-, Número 119, Panamá, del domingo 10 de abril de 1825, p . 4 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n^ 1068) .
(94)
Ver Gaceta del Istmo de Panamá, Semestre 8', Número 156, Panamá, del domingo 25 de diciembre de 1825, p . 4 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n' 1068) .
(95)
Ver, con provecho, MIRO, Rodrigo, El periodismo en Panamá durante la década 1831-1841 . "Los Amigos del País" y el aflorar de la conciencia nacional, Impresora Panamá, S .A ., Panamá, 1966, p . 10, nota 2 . Para los años de 1840 a 1841, ver LE MOYNE, Augusto, op . cit., pp . 276-277 . Por lo que respecta a las sociedades industrializadas, ver VEBLEN, Thorstein, Théoric de la ciasse de loisir, traduit de l'anglais par Louis Evrard, précédé de "Avez-vous tu Veblen?" par Raymond Aron, Bibliothéque des sciences humaines, NRF, Editions Gallimard, París . 1970, pp . 47-67-
(96)
Ver Gaceta del Istmo de Panamá, Semestre 7', Número 109, Panamá, del domingo 30 de enero de 1825, p . 4 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colom bia, Bogotá, Fondo Pineda, n° 1068) .
(97)
Ver Gaceta del Istmo de Panamá, Semestre 8°, Número 132, Panamá . del domingo 10 de julio de 1825, p . 4 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n' 1068) .
(98)
Ver TELLO de UGARTE, Argelia, "Estudio preliminar sobre la vida y obra de Mariano Arosemena" (en la obra de) AROSEMENA, Mariano, Historia y nacionalidad : (testimonios éditos e inéditos), Editorial Universitaria, Imprenta de la Universidad de Panamá, Panamá, 1971, p . XII .
38
cho gusto venidos últimamente de Francia" (99), oferta decididamente ostentosa y suntuosa si sabemos que la Ciudad de Panamá no frisa con los 5,000 habitantes . (100) Es fácil aprehender la extensión de ese consumo suntuario a la luz de los anuncios periodísticos más baladíes, Un ejemplo : al "ciudadano" Tomás MIRO se le extravía su "relox de oro y sinta tricolor" . (101) Este último promete otorgar una recompensa a quien recupere dicha prenda . Citamos esos ejemplos individuales a fin de clarificar la dimensión cotidiana e íntima de las actividades mercuriales en el seno de la Ciudad de Panamá. Primeramente, algunas islas de las Antillas merecieron les consagrásemos plurales páginas . Hicimos abstracción de la realidad panameña a fin de demostrar su dependencia respecto de los mercados antillanos . Luego, liemos descrito las particularidades del comercio urbano en Panamá, la naturaleza y calidad de las mercancías vendidas, y el peso del consumo ostentoso en el seno de la burguesía comercial . Ciertamente, la prensa local permite observar, más de cerca, la dinámica de la oligarquía urbana y su devoción total al comercio . Conocemos sus gustos y sus límites . Sin embargo, cabe distinguir dos grupos que se agitan dentro de la Ciudad de Panamá . El primero ha sido analizado : el de los comerciantes autóctonos . El segundo comprende a todos los mercaderes extranjeros que utilizan el Istmo como pasillo que conduce hacia los mercados del Pacífico, o como punto de partida de las exportaciones dirigidas a las metrópolis . En su seno, hay dos clases de individuos : los que tienen vínculos familiares y humanos con los comerciantes panameños, y los que se distancian del criterio que acabamos de enunciar . La diferencia que separa, por una parte, a los comerciantes autóctonos de los extranjeros establecidos en Panamá, y, de otra, a los mercaderes foráneos (99)
Ver Gaceta del Istmo de Panamá, IX Semestre, Número 165, Panamá, del domingo 26 de febrero de 1826, p . 4 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n° 1068) .
(100)
Ver SUSTO, Juan Antonio, Censos panameños en el siglo XIX : legislación colombiana e istmeña (1821-1903), Palabras liminares de Luisa E . Quesada, Publicaciones de la Revista "Lotería", n- 15, Imprenta de la Academia, Panamá, 1960, p . 18 . Según el censo de 1843, la Ciudad de Panamá posee 4,897 almas (el barrio acomodado de San Felipe cuenta con 2,168 habitantes, y el arrabal de Santa Ana con 2,729 moradores) .
(101)
Ver Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Número 37, Panamá, del domingo 14 de septiembre de 1823 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, o- 1068) . 39
integrados y aquéllos no asimilados a la oligarquía urbana, por obra de matrimonios, reviste capital importancia . En las páginas que siguen, esa dicotomía coadyuvará a capturar el juego de alianzas que surgen, progresivamente, entre la oligarquía urbana y los mercaderes extranjeros . Luego, la preponderancia inmediata que toma una serie de mercaderes extranjeros, en detrimento del comercio autóctono, será explicitada . Impresiona . cuando estudiamos los protocolos notariales de a 1848, el aspecto menor, irrisorio, de las relaciones comerciales entre el Istmo y las ciudades interiores de Colombia (Bogotá, Popayán, Medellín, por ejemplo) . (102) En desquite, los nexos con Cartagena son más frecuentes en razón de la propincuidad y debido a que esa ciudad está humedecida por el Atlántico. Los criollos utilizan los servicios de mercaderes extranjeros, residentes allá, para cobrar sus deudas. (103) Esto probaría su lealtad al grupo comercial, que reside ocasionalmente en Panamá, y al cual, por ejemplo, confieren poderes . A veces, los entrelazamientos con Cartagena no emanan sino de extranjeros provistos de intereses pecuniarios a la vez en la Ciudad de Panamá y en ese puerto del Atlántico colombiano . (104) No debe, pues, sorprender la presencia y el frenesí manifestados por los mercaderes británicos, franceses, escandinavos 1821
(102)
(103)
(104)
40
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1832, protocolo n^ 2, instrumento 100, ff . 108-114 . Un caso sobremanera excepcional, relativo a Bogotá, acaece en 1832 . En efecto, el comerciante Santiago MacKAY, apoderado de Juan y de Jorge CAMPBELL, establecidos en Liverpool, tiene negocios, en Bogotá, con su colega José Joaquín GORI . Se imponen dos salvedades : la primera apunta al carácter extranjero, respecto de Panamá, de semejante transacción ; menos ostensible es la segunda . Queremos decir que GORI, aunque vecino de los Andes, es un comerciante de Cartagena, o sea, de una urbe costeña. En otro sector, a saber, la adquisición de casas, es excepcional encontrar a un panameño que compre inmuebles en Bogotá . Ver, al respecto, ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1826, protocolo n- 1, instrumento 37, ff . 113-127 . Pedro LASSO DE LA VEGA compra dos residencias en Bogotá . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1828, protocolo n° 1, instrumento 17, ff . 89-90 . Así, Manuela SOPARDA ARCE viuda de DIAZ otorga poder al comerciante Juan DANGLADE, fijado en Cartagena, para que cobre 600 pesos (por lo menos) . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n • 1, Panamá, 1829, protocolo n- 3, instrumento 135, ff . 322-323 : sobre Gustavo Napoleón y Juan Bautista LEMAITRE, el primero vecino de Panamá y el segundo de Cartagena . A la sazón, el primero endéudase respecto de una casa comercial sita en Kingston . En 1830, Gustavo Nicolás LEMAITRE da poder a su hermano Grégoire LEMAITRE, vecino de Cartagena : ver ARCHIVOS NACIONALES DE
y norteamericanos en Panamá . Aspiran a dominar el monopolio de los mercados centroamericanos y sudamericanos . Son concientes de la fragilidad estructural de las economías comerciales costeñas . (105) Bien pronto, superan el ritmo al que sus colegas criollos están acostumbrados. Puesto que examinamos el comercio que florece con los puertos colombianos, pasemos a circunscribir la costa del Pacífico . Un intenso tráfico de productos existe entre Panamá y los puertos colombianos del Mar del Sur (Buenaventura y Tumaco) . Desde los albores del período republicano, observadores ultramarinos subrayan el aspecto "ávido e interesado" (106) de los traficantes del Pacífico (de Lima hasta Panamá) . En lo tocante al puerto de Buenaventura, su comercio no está ayuno de "cierta importancia" . (107) Importa sal, cebollana y ajo, provenientes de Palta (108), sombreros de paja y hamacas . Exporta oro, tafia, azúcar y tabaco . (109) Los tejidos ingleses, venidos de Panamá y de Jamaica, llegan a Buenaventura, de donde se encaminan hacia Cali, Popayán y Bogotá . (110) El oro y las materias primas del Chocó
PANAMÁ, Notaría pública n° 1, Panamá, 1830, protocolo n^ 1, instrumento 25, ff. 69-70. Por lo que respecta a los mercaderes foráneos avecindados en Cartagena, ver BOSSA HERAZO, Donaldo, Cartagena independiente : tradición y desarrollo, Notas introductorias de Martín Alonso Pinzon y Rodolfo Segovia, Ediciones Tercer Mundo, Bogotá, 1967, pp . 95-96 ; y SAFFORD, Frank, "Foreign and National Enterprise Nineteenth Century Colombia", en Business History Review, Volume XXXIX, Number 4, Boston, Winter, 1965, pp. 508-509 .
ni
(105)
La modestia de los comerciantes criollos en relación con los mercaderes europeos o norteamericanos, arraigados en Colombia, es percibida por los viandantes anglosajones que deambulan por sus lares . Ver, con provecho, HALL, Francis (Coronel), Colombia : Its Present State, in Respect of Climate, Soil, Productions, Population, Government, Commerce, Revenue, Manufactures, Arts, Literatura, Manners, Education, and Inducements lo Emigration with Itineraries, Partly from Spanish Surveys, Pardy from Actual Observation, A. Small, E . Parker, E . Littell, and Marot & Walter, William Brown, Printer, Philadelphia, 1825, p . 37 : "The business of a Creole merchant is more strictly that of a first-rate shop-keeper, than of what would be called a merchant in Europe . . ."
(106)
Ver MOLLIEN, Gaspard-Théodore, op . cit., p . 126 .
(107)
Ibidem, p . 103 .
(108) Ibidem, p . 104 . (109)
ídem .
(110)
Ver LAFOND de LURCY, Gabriel (Capitán), Voyages autour du monde el naufrages célébres . Voyages nazis les Amériques, volume 11, Pourrat Fréxes, Editeurs, 26, rue Jacob, París, 1843, p . 89 . 41
son codiciados por Inglaterra . (111) Los británicos toman, en intercambio de sus telas, maderas tintóreas de esas comarcas . (112) No es extraordinario compulsar negocios que relacionan a varios ingleses, residentes en Panamá y en los puertos colombianos del Pacífico . (113) Los comerciantes panameños continúan desempeñando el papel de intermediarios al servicio de intereses internacionales . (114) En fin, son acreedores, a título personal, de individuos fijados en dichas factorías . (115) Nos esforzamos, en el párrafo precedente, por examinar las relaciones comerciales que florecen entre Panamá y los puertos del Atlántico y del Pacífico colombianos . Constatamos la participación creciente de los extranjeros en ese Cabotaje . Nos percatamos de las (111)
Ver TIRADO MEJIA, Alvaro, Introducción a la historia económica de Colombia, Dirección de Divulgación Cultural ; Imprenta Nacional de Colombia, Bogotá, 1971, pp . 113-114 .
(112)
Ver MOLLIEN, Gaspard-Théodore, op . cit ., p . 218 . Verifícase proceso similar en la América Central . . Ver CARDOSO, Fernando Henrique, y FALETTO, Enzo, Dependencia y desarrollo en Amériea Latina: ensayo de interpretación sociológica, 6a edición, el mundo del hombre, Sociología y Política, Siglo veintiuno editores, sa, México, 1972, p . 97 .
(113)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n^ 1, Panamá, 1832, protocolo n- 1, instrumento 15, ff. 45-48 . Maleolm MacGREGOR, cónsul británico en Panamá, declara que no es responsable de las deudas contraídas por Luis Edmund GOURGUES en Tumaco . A la sazón, el comerciante Juan Bautista FERAUD exige el pago de una deuda al cónsul inglés en Panamá . En todo caso, es verosímil creer que el cónsul británico sea un individuo consagrado al tejemaneje mercurial . Garantiza los intercambios mercantiles existentes entre Jamaica-y los puertos hispanoamericanos del Pacífico .
(114)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1838, protocolo o- 1, instrumento 30, ff . 73-74 . El comerciante panameño Damián REMON recibe un poder de Andrés COSTA . Damián REMON habrá de divisar el Chocó . COSTA es deudor de Manuel de ANZOATEGUI al que debe 1,500 pesos pagaderos a la Compañía BUCHANANS, Mac ADAMS, de Jamaica .
(115)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1839, protocolo n- 1, instrumento 28, ff. 252-254 . Benito PEREZ, residente en Tumaco, apoderado del comerciante Manuel AMOR, domiciliado en Panamá, debe, a éste último, la suma de 5,037 pesos . AMOR dispone de almacén en Panamá . Ver, igualmente, ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1841, protocolo n- 3, instrumento 92, ff . 4-6 : el Coronel Tomás HERRERA otorga poder al comerciante José BLACK, residente en Tumaco, para que obtenga una deuda relativa a unas mercancías, por él vendidas, en aquel puerto colombiano . Finalmente, ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n> 1, Panamá, 1831, protocolo n° 1, instrumento 34, ff . 260-262 : Luis LASSO DE LA VEGA da poder al comerciante José María DIEZ a fin de que éste último cobre unas deudas en el Chocó (Colombia) y en los puertos de Colombia y del Ecuador .
42
alianzas que se enhebran entre los comerciantes criollos y los forasteros . Estos últimos se especializan, de buen grado, en el cabotaje y cuentan con conocimientos marítimos y navales más profundizados que los criollos . Sus fortunas, sus nexos incontables con las metrópolis, y su ímpetu, facilitan el dominio que ejercen, en efecto, sobre el comercio costeño . En desquite, los comerciantes autóctonos padecen de un "want of capital", al decir de un avezado espectador: - (116) Las compañías inglesas comprenden en seguida que urge designar apoderados y agentes británicos en vez de criollos . Así, observamos la posición preponderante conquistada por los cónsules ingleses y los funcionarios diplomáticos en el desenvolvimiento de las operaciones comerciales en Panamá y otras regiones . (117) Finalmente, el ansia de los mercaderes extranjeros, por los metales preciosos (118) y las materias primas de la América Central y de la América del Sur, contrasta con la ausencia de espíritu práctico y de innovación que caracteriza a sus socios indolentes criollos. Algunos miembros de familias panameñas urbanas son comerciantes domiciliados en Guayaquil . (119) Esa ciudad ecuatoriana es, al principio del período republicano, el puerto "más importante del Gran Océano" (120) . Los mercaderes extranjeros encuentran allá (116)
Ver HALL, Francis (Coronel), op . cit., p . 36 .
(117)
Los archivos consulares británicos (del Foreign Office) contienen informaciones utilísimas al respecto .
(118)
Sobre el comercio de perlas panameñas, dominado por los ingleses, ver MOLLIEN, Gaspard-Théodore, op . cit., p . 219 . Por ejemplo, los AROSEMENA, los DE ICAZA y los ARCE . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1827, protocolo n° 2, instrumento 34, f . 301 . Así, Eduardo AROSEMENA, hermano del prócer Mariano AROSEMENA, recibe un poder del último para cobrar unas deudas en el Departamento de Guayaquil y en el Perú . A propósito de las relaciones con Guayaquil, ver ESTRADA YCAZA, Julio, El puerto de Guayaquil :crónia portuaria, Tomo 2, la edición, XVII-358 p ., Publicaciones del Archivo His-tórico del Guayas, Litografía e Imprenta Ernesto E . Zeval os Jijón, Guayaquil, 1973 . Sobre Martín de ICAZA (1756-1830), ver op . cit., pp . 226-227 . Respecto de la riqueza de sus herederos latifundistas y comerciantes, ver HAMERLY, Michael T ., Historia social y económica de la antigua provincia de Guayaquil: 1763-1842, Versión castellana de Walter R . Spurrier, la edición, Publicaciones del Archivo Histórico del Guayas, Colección Monográfica, Publicación n- 3, Impreso en Artes Gráficas Sonefelder, Guayaquil-Ecuador, 1973, p . 103,
(119)
(120)
Ver MOLLIEN, Gaspard-Théodore, op . cit., p . 124 . 43
"cacao, café, maderas de diversas especies y cocos" (121) . Sus principales importaciones son telas de algodón provenientes de Jamaica y Panamá . (122) La cantidad de deudores habidos por los comerciantes panameños n la región costeña, y hasta en los Andes del Ecuador actual (Quito y Loja, por ejemplo), sorprendería a cualquier investigador . (123) Frecuentemente, los comerciantes panameños viajan a Guayaquil a fin de surtirse n mercancías (124) . Esos contactos son tan continuos que resulta palmario ver criollos panameños quienes enajenan sus casas (en virtud de poderes) a favor de comerciantes establecidos en Guayaquil . (125) Además, algunos negociantes extranjeros, domiciliados en Panamá, multiplican sus vínculos con el Ecuador . Ellos reexportan mercancías provenintes de las Antillas inglesas o danesas hacia Sudamérica e importan, desde allá, materias primas, destinadas a Europa y a América del Norte . (126) (121)
Idem .
(122)
Ver LAFOND de LURCY, Gabriel (Capitán), Etudes sur l'Amérique espagnole, sous le rapport du commerce maritime de France . De L'Equateur, Imprimerie Ed . Proux et Ce, rue Neuve-des-Bons-Enfans, 3, París, 1848, p . 18 .
(123)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1827, protocolo n° 1 (B), instrumento 32, fi`. 149-150 . Los esposos Bernardo José de ARCE y Juana de la MATA de ARCE confieren un poder, a un comerciante de Quito, para que cobre deudas allá . En el mismo sentido, pero a propósito de Guayaquil, los hermanos Blas y Mariano AROSEMENA : ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1829, protocolo n° 5, instrumento 250, ff. 318-321 ; Ramón ARIAS : ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1830, protocolo n° 1, instrumento 48, ff . 131-132 ; Luis LASSO DE: LA VEGA : ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1831, protocolo n° 1, instrumento 34, ff. 260-262 . Sobre los negocios relativos a tejidos ingleses, reexportados de Panamá y destinados a la ciudad andina de Loja (Ecuador), ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1843, protocolo n° 1, instrumento 17, ff. 56-59.
(124)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1829, protocolo n° 5, instrumento 247, ff . 302-310. Juan JIMENEZ confiere poderes a Bernardo y a José Manuel ARCE MATA - quienes viajan rumbo a Guayaquil - para que compren mercancías que le urgen .
(125)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1838, protocolo n° 1, instrumento 39, ff . 86-91 . Damián REMON vende, por procuración, una casa, en Panamá, al comerciante Juan PALMERI, de Guayaquil .
(126)
Ver ARCHIVOS NACIONALES D1 PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1828, protocolo n- 2 (B), instrumento 35, ff. 197-200 . Juan Bautista FERAUD da poder al comerciante Mateo FERAUD - sin duda de su sangre -, avecindado
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Un paralelo puede ser bosquejado entre los puertos colombianos del Pacífico y Guayaquil . En ambos casos, se impone el peso de los intereses metropolitanos, ora en virtud de la presencia física de los mercaderes ultramarinos que residen en esas latitudes, ora a causa de los intermediarios de las compañías inglesas o de otra nacionalidad El Istmo es utilizado, repetimos, como filtro que permite el transporte de mercancías europeas despachadas a los puertos del Pacífico. Subsidiariamente, las transacciones realizadas por comerciantes panameños ilustran la existencia de una red coherente que une los puertos del Mar del Sur con algunas ciudades situadas dentro de Colombia y del Ecuador actuales . Desde el principio del período de anexión a Colombia, encontramos panameños que negocian con varias ciudades del Perú : Lima (127), Trujillo, Piura y Paita . (128) Esas relaciones pueden ser de índole personal u obedecer a un móvil exterior, como, por ejemplo, el otorgamiento de un poder . Evocamos, anteriormente, el caso del negociante istmeño justo GARCIA DE PAREDES, apoderado de MORRIS, HAMILTON y Compañía, de Kingston . Este último concede un poder a los hermanos Juan y Domingo de ANZOATEGUI, oriundos de Panamá y residentes en Paita y Piura, con el objeto de que cobren 2,249 pesos debidos por Manuel HEen Guayaquil, para que cobre deudas y firme recibos . Un año más tarde, Juan Bautista FERAUD concede poderes a la Compañía BARTELETT y SWETT, establecida en Guayaquil, para que expida recibos y administre sus bienes . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1829, protocolo n° 3, ff. 289-291 . Encontramos, ocasionalmente, los nombres de los capitanes anglosajones quienes navegan en las goletas que efectúan el trayecto de Panamá a Guayaquil y a Paita . Por lo que atañe a Guillermo CLARK, ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1828, protocolo n° 2, instrumento 37, ff. 203-206 . Unos comerciantes panameños venden azúcar importada de Guayaquil . Por lo que respects a Antonio JIMENEZ, ver Gaceta del Istmo de Panamá, IX Semestre, Panamá, del domingo 1 de enero de 1826, p . 4 (columna 2). (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n- 1068) . (127) Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n= 1, Panamá, 1826, protocolo n- 3, instrumento 85, ff . 323-325 . Manuela SOPARDA ARCE de DIAZ da un poder a un comerciante limeño con objeto de que cobre deudas en el Perú y en Bolivia . (118)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1828, protocolo n= 1, (A), instrumento 15, ff. 85-87 . El mercader panameño Nicolás REMON tiene deudores en aquel puerto peruano . Para una descripción detallada de Paita, ver, con sumo provecho, PAZ SOLDAN, Mariano Felipe, 45
RRERA . En tal conyuntura, no obra sino a guisa de intermediario al servicio de una compañía británica . Contingencia que esclarecería, nuevamente, las alianzas concluidas entre Kingston y Panamá a propósito de los puertos del Pacífico . ¿Por qué atrae Paita a los panameños? Además de la compra de vino, sal, cebollas, ajo y cebollana (129), adquieren naves, construidas allá, y mulas de Piura . Tres salvedades se imponen a propósito de sus exportaciones . En primer lugar, los navíos comprados coadyuvan a ensanchar el cabotaje y hacer perdurar el tráfico marítimo . En segundo término, las mulas son un medio de locomoción indispensable para atravesar el Istmo, el cual, desde el coloniaje, importa bestias procedentes de Piura, cuyo puerto es Paita . En tercer lugar, la economía panameña depende de los productos alimenticios extranjeros . En rigor, sus exportaciones son mínimas . (130) El Istmo debe importar la casi totalidad de esos abarrotes de Paita, Guayaquil y los puertos colombianos . Los habitantes de Paita se dedican "abiertamente al contrabando" . (131) Introducen tejidos ingleses, hierro, acero y quincalla . Es probable que sus amistades panameñas hayan estado inmiscuidas en fraudes . En todo caso, compran, a menudo, navíos peruanos (goletas y bergantines) armados allá . (132) La burguesia mestiza de Paita es descrita, favorablemente, por los viajeros del Diccionario geográfico estadístico del Perú, Imprenta del Estado, Calle de la Rifa n- 58, Lima, 1877, pp . 681 (columna 2) - 684 (columna 1) . (129)
Ver MOLLIEN, Gaspard-Théodore, op. cit ., pp . 123-124 . (130) Cf la obra anónima, ya citada, Colombia being a Geographical, Statistical, Agricultural, Commercial, and Political Account of that Country, Adapted for the General Reader, the Merchant, and the Colonist, p . 301 . (131) Ver LAFOND de LURCY, Gabriel (Capitán), Voyages autour du monde el naufrages célébres-voyages daos les Amériques, Volume II, p . 424 . (132) Sobre la compra de barcos peruanos por comerciantes panameños, ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1836, protocolo n- 1, instrumento 38, ff . 249-253 . Damián REMON compra la goleta "Perú" a GARCIA Hermanos, de Paita. Para ese mismo año, ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, 1836, protocolo n- 1, instrumentos 29 y 52, ff. 229-232 y ff. 287-291 . El comerciante panameño Ramón de OBARRIO adquiere unas goletas . El segundo documento concierne a la compra de la goleta "Fama" al limeño Juan Bautista VALDEAVELLANO . Ramón de OBARRIO obtiene, asimismo, el bergantín "Guadalupe" de Blas ROMAN, ciudadano peruano . Ver protocolo n° 1, instrumento 55, ff . 298-301 . Finalmente, Juan DIAZ SOPARDA compra la goleta "Rosa" a GARCIA, URRUTIA, y Compañía, de Paita . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1836, protocolo n • 1,, instrumento 53, ff. 291-295 . 46
Viejo Mundo . Es bien emprendedora . (133) Los intereses anglosajones no mengüan, a la sazón, en aquel puerto peruano . (134) Limitándonos a las relaciones con Panamá, la cantidad de los deudores de los comerciantes panameños, domiciliados en Paita, es, diciente . (135) Una serie de conclusiones se desprenden del comercio marítimo que se efectúa entre Panamá y los puertos del Pacífico (Buenaventura, Tumaco, Guayaquil, Tumbez, Paita) . La primera es atinente a la dependencia económica sufrida por la Ciudad de Panamá hacia los puertos cuyos frutos y productos alimenticios -azúcar, sal, tabaco, aguardiente, cebollas, cebollanas, ajo, café, cacao- son codiciados en el Istmo . La segunda conclusión es relativa al tráfico de cabotaje -muy intenso- que se desarrolla en diversos puertos . La estructura de las deudas es susceptible de dilucidar las modalidades del comercio vigente. La compra de navíos, por los panameños, en Paita, indicaría la extensión tomada por ese cabotaje . La tercera conclusión apunta a la extrema dependencia de ese comercio con relación a los intereses británicos cuyo auge es ostensible en los puertos del Pacífico . La existencia de agentes panameños, al servicio de las compañías inglesas instaladas en Kingston, demuestra las dimensiones de esa penetración económica. Pese a la presencia de pequeños núcleos "burgueses" -muy dispersos- en Panamá, Guayaquil y Paita, conviene señalar su fragilidad estructural frente a los mercaderes británicos y extranjeros cuyos capitales superan sensiblemente las escuálidas fortunas criollas . A veces, la acepción puerto no sería sino un eufemismo . Utilizaríamos, de buen grado, la noción de factoría. En fin, la red de comunicaciones, que se perfilan entre Panamá y los puertos del Pacífico, excluiría a la (133)
Ver MOLLIEN, Gaspard-Théodore, op . cit., pp . 123-124 . LAFOND de LURCY, Gabriel (Capitán), Voyages autour du monde et naufrages célébres-Voyages dans les Amériques, Volume II, p . 424 .
(134)
Vimos cómo el Capitán Guillermo CLARK viaja, hacia 1828, en su goleta que ancla en los puertos de Panamá, Guayaquil y Paita .
(135)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1832, protocolo n- 1, instrumento 24, ff . 68-70. Manuela SOPARDA ARCE de DIEGO otorga poder, a Domingo de ANZOATEGUI y Manuel HERRERA, con destino a Paita, para que reciban 300 pesos de la sucesión de Juan Eloy ARCE . A propósito de Trujillo, Carmen JIMENEZ DE LA BARRERA autoriza, al comerciante Juan C . Mac PHERSON, a cobrar una deuda allá . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n• 1, Panamá, 1845, protocolo n • 2, instrumento 77, ff. 54-57 . 47
América Central cuyas transacciones lucen más bien insignificantes . (136) Pero la penetración de los capitalistas ingleses no se reduce exclusivamente a los centros urbanos del Istmo . Desde el principio del período republicano, recorren el hinterland panameño . (137) Comprobamos hasta qué punto el comercio está dominado por los intereses británicos . En Panamá, mercaderes ingleses desempeñan el papel de comisionados de las compañías fundadas en Kingston, Londres, o Nueva York . Estas exportan materias primas regionales, como oro, carey, perlas, maderas tintóreas . En lo referente a este último producto, el caso del mercader inglés Benjamín W. DAWSON es ejemplar . En 1833, es el comisionado de cien toneladas de palo mora, en Panamá, destinadas a las compañías J .J . SHEBEL (Kingston) y HUSSEY and MacKAY (Nueva York), (138) al tiempo que tiene negocios en Paita (Perú) con unos mercaderes anglosajones . (139) Y compra, personalmente (140) o en unión de un compatriota (141), unas propiedades en el puerto de Chagres (Panamá), situado frente al Atlántico . Sin duda, tales contratos obedecen a las necesidades engendradas por la conservación de las materias -sudamericanas o panameñas- las cuales exportaría a las Antillas inglesas, a la América del Norte y a Gran Bretaña . Además, (136)
Excepcionalmente, hallamos documentos notariales que nos ilustran sobre los negocios habidos con la América Central . El comerciante Pedro de OBARRIO concede poder a su compatriota Manuel José DUTARI para que expida recibos en Centroamérica . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1830, protocolo n° 1, instrumento 52, ff . 143-146 . (137) Para una descripción sumaria del hinterland panameño, ver LASSERRE, Guy, Les Amériques du centre : Mexique-Amérique centrale-Antilles-Guyanes, Magellan, La géographie el ses problémes, collection dirigée par Pierre George, 29, Presses Universitaires de France, París, 1974, pp . 216-219 . William MARCH, antes de abandonar la Ciudad de Panamá, rumbo a los "pueblos del Interior", concede poder al comerciante británico Benjamín W . DAWSON, domiciliado en Panamá. Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n • 1, Panamá, 1832, protocolo n• 1, instrumento 28, ff. 76-78 . (138)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n, 1, Panamá, 1833, protocolo o- 3, instrumento 195, ff . 284-288 .
(139)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1832, protocolo n- 1, instrumento 57, ff . 149-150 .
(140)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1839, protocolo o- 2, instrumento 61, ff . 333-340 .
(141) Trátase de Federico Guillermo BYRNE, mercader sumamente próspero radicado en Panamá. Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n• 1, Panamá, 1841, protocolo n- 2, instrumento 53, ff . 27-30 . 48
recibe efectos ingleses (procedentes de Jamaica) que ha de vender ora a los comerciantes urbanos, ora a los habitantes provinciales, por ejemplo, algunos pobladores de Veraguas . La existencia de deudores rurales, cuyos acreedores son comerciantes británicos, supone la importancia de ese tráfico . Esos mercaderes utilizan el poder y el prestigio, ostentados por los latifundistas de Veraguas (142) y de Natá (143), y confieren poderes a fin de que éstos recuperen sus deudas. Extrapolando, se relacionan también con notables del Cantón de Los Santos, al sudeste de Veraguas, principalmente en lo relativo a la exportación de maderas tintóreas como el dividivi . (144) Algunos ingleses fijan, definitivamente, su residencia en las ciudades secundarias del hinterland panameño (como Penonomé) en que venden mercancías europeas a la par que exportan productos locales a los mercados anglosajones . (145) Además, la compra de islas en el Golfo de Panamá, por comerciantes ingleses, indicaría
(142)
Así, Benjamín W . DAWSON obra autorizando al hacendado Diego GARCIA BAENA (domiciliado en Santiago de Veraguas) a cobrar 653 pesos a su deudor, José Concepción MEDINA (residente en La Mesa) . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública a' 1, Panamá, 1839, protocolo n' 1, instrumento 18, ff. 214-215 .
(143)
El comerciante Santiago Mac KAY autoriza al latifundista Juan de Dios CONTE a recuperar los denarios debidos por Juan Francisco GONZALEZ . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1841, protocolo n' 2, instrumento 87, ff. 93-94 .
(144)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1842, protocolo n- 1, instrumento 25, ff . 49-90 . A la sazón, ocurre un proceso entre la Casa DAWSON y Compañía y el comerciante panameño José Maria GOYTIA, urbano de origen, pero poseedor de tierras en Los Santos . Se había comprometido, precedentemente, a suministrar una cantidad determinada de dividivi, destinada a dicha compañía . En 1841, la misma casa de comercio encomienda a Lucas ANGULO, de Los Santos, a que incoe un proceso contra José María GOYTIA . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1841, protocolo n' 1, instrumento 74, ff . 65-67 .
(145)
El caso de Daniel GEORGE . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1841, protocolo n' 3, instrumento 107, If. 75-77 . Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia` comercial, Panamá, Tomo 1, 1843-1851, "Informe del Sr . HELLER al Sr . JACQUEMONT, cónsul en Panamá", Panamá, 12 de julio de 1844, p . 58 (anverso). En la página 53 (reverso), se lee : "A Penonomé en fabriquait des chapeaux, des nattes et des boites (sic) en paille, du sucre el de l'eau-de-vie qu'on exporte á Panama, en échange d'articles d'Europe ." La frecuencia e importancia del contrabando, realizado por los ingleses, se desprenden de este precioso documento . 49
su dominio del comercio de perlas, conchas, concha nácar, carey, cuya exportación garantizan . (146) Percibimos dos clases de intereses que mueven a los súbditos ingleses estacionados en Panamá . Por una parte, existen unos simplemente comerciales sobre los cuales ya insistimos hasta el hartazgo . Esbozamos, asimismo, la diferencia, útil, entre los mercaderes extranjeros enraizados en el Istmo y aquellos cuyos vínculos poseen carácter efímero . Entre quienes se avecindan aquí, no pocos contraen nupcias con criollas urbanas y rurales . (147) Merced al matrimonio, son asimilados a la sociedad panameña, diversificando sus relaciones . Como ejemplo de mercader inglés, nacido en Jamaica e integrado en virtud de sus nupcias a la sociedad urbana, tenemos a Louis LEWIS . Podría clasificársele dentro de la esfera llanamente comercial de los intereses ingleses . En Panamá, está ligado, por su matrimonio, a la próspera familia comerciante HERRE- .RASimultánea gocisenJam,(148)sutiera natal, y deudores en Costa Rica (149) y en diversas regiones de Panamá . (150) Por oposición a los intereses simplemente comerciales, existen, a su vez, otros más estratégicos de índole marítima y naval . Por ejemplo, cuando el cónsul de su Majestad Británica, William PERKY (cuya hija desposa con un miembro de la riquísima familia HURTADO) compra unas tierras en el puerto de Chagres y en Cruces, al ser nombrado agente de la Real Compañía de (146)
(147)
El mercader inglés Federico Guillermo BYRNE se complace en comprar la isla "Pedro González" al riquísimo fideo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1841, protocolo n- 2, instrumento 81, ff . 78-83 . Un año más tarde, BYRNE vende la mitad de aquella ínsula a James GALT . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1842, protocolo n- 2, instrumento 89, f. 145 . El caso de Juan Bautista FERAUD, Louis LEWIS, Federico Guillermo BYRNE, Daniel GEORGE, Carlos ZACHRISSON, Clemente ORILLAC, Pedro Teodoro BRIN, Isidoro HAZERA, Guillermo NELSON, corrobora esta práctica .
(148)
Ver LE MOYNE, Augusto, op . cit ., p . 249 . Ver CLARE LEWIS, Horacio, "La familia Lewis de Panamá", en Revista Lotería, 2a época, Volumen X, n° 120-121, Panamá, noviembre-diciembre, 1965, pp . 27-35 .
(149)
Su apoderado, en San José de Costa Rica, es Eduardo WALLERSTEIN . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, protocolo n° 2, instrumento 57, ff. 248-252 . (1843) . El notable de Parita, José María GOYTIA, debe hipotecar algunos bienes en favor del comerciante Louis LEWIS . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PA-
(150)
50
Paquetes de Vapor, con sede en Londres . (151) Si hay transacciones directas con Londres, en lo atinente al escogimiento de apoderados, (152) a veces los intereses ingleses --de vena minera en el Darién, por ejemplo- se disimulan bajo la apariencia (le los servicios de una compañía norteamericana, (153) El antagonismo diplomático virulento, tal como se expresa en las capitales metropolitanas, no obsta a la eclosión de una cierta colaboración y connivencia entre los mercaderes ingleses y sus colegas norteamericanos, cuya lengua y costumbres no difieren sensiblemente . Forzando más ese argumento, notamos una cierta cordialidad que anima las relaciones que existen entre comerciantes franceses, vecinos de Panamá, y anglosajones dedicados a los mismos menesteres . (154) Discretamente, las transacciones con los Estados Unidos surgen . Cuando las nuevas repúblicas hispanoamericanas son aún colonias, intercambian productos con los Estados Unidos . (155) En 1806, NAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1845, protocolo n- 1, instrumento 14, ff. 237-241 . (151)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1846, protocolo n> 3, instrumento 111, ff. 279-282 .
(152)
El mercader inglés Benjamín W . DAWSON confiere un "poder general" a STIEBEL y hermanos de Londres . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública o- 1, Panamá, 1846, protocolo o- 3, instrumento 113, ff. 283-288 .
(153)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1847, protocolo o- 4, instrumento 153, ff. 105-107 .
(154)
Louis LEWIS, mercader inglés, y Clemente ORILLAC, tratante francés, ofrecen fianza cuando el ciudadano galo Juan HOURQUET compra una goleta al gobierno de Panamá . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1846, protocolo n- 2, instrumento 56, ff. 135-137 . Además, la solidaridad, que une a los extranjeros, es susceptible de ser observada a la luz de las hipotecas que efectúan para garantizar el monopolio de los empleos aduaneros en favor de individuos no autóctonos . Así, el francés Alfonso MOREL constituye hipoteca, a favor del gobierno departamental, con objeto de garantizar el puesto de Administrador de Aduanas al marino escandinavo Pedro Santiago ESKILDSEN. Ver, al respecto, ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1845, protocolo n< 2, instrumento 62, ff. 10-23, A propósito de ESKILDSEN, ver, con provecho, SCHOTT, Joseph L ., Rails Across Panama . The Story of the Building of the Panama Railroad, 1849-1855, The Bobbs-Merrill Company, Inc ., A Subsidiary of Howard W. Sams and Co ., Inc ., Publishers, Indianapolis, New York, Kansas City, 1967, p . 3 .
(155)
Ver MOLLIEN, Gaspard-Théodore, op . cit., p . 268, sobre Jamaica, El comercio entre Jamaica y los Estados Unidos, antes de 1776, es estudiado por PARES, Richard, Yankees and Creoles . The Trade between North America and the West 51
la colonia panameña importa víveres y armas de los Estados Unidos, Jamaica y Saint Thomas (156) En 1835, controlan ya el 60% del comercio del Pacífico . (157) En Panamá, lo liemos visto, comerciantes ingleses desempeñan, simultáneamente, la función de comisionados al servicio de las compañías británicas y norteamericanas . Estas se especializan en la exportación de maderas tintóreas . (158) Ciudadanos norteños son acreedores de algunos comerciantes establecidos en Panamá, dado que transportan mercancías a través de la zona de tránsito . (159) El Gobernador de Panamá -Juan Bautista FERAUD- es nombrado Cónsul de los Estados Unidos . (160) Su elección no es fortuita . En efecto, ese mercader acaudaladísimo multiplica sus negocios con Nueva York, Kingston, Saint Thomas, Cartagena, Buenaventura, Tumaco, Guayaquil, Paita, Lima y Valparaíso . A esas relaciones aludimos en páginas precedentes . Navíos norteamericanos son vendidos a los comerciantes panameños . (161) Habitantes ístmicos confieren poderes a plurales compañías comerciales con el objeto de que cobren sus deudas en .CGVbI,orHen-fdL1i68sagmpthAcnRevoluti, London . New York . Toronto, 1956 . Sobre Saint Thomas, ver la obra anónima, ya citada, Souvenirs des Antilles . . ., p . 285 . Los Estados Unidos exportan - harina, meros y otros peces, e importan azúcar no refinada y siropes . (156)
Ver OTS CAPDEQUI, José María, Las instituciones del Nuevo Reino de Granada al tiempo de la independencia, Edición realizada en colaboración con el Instituto Gonzalo Fernández de Oviedo, de Bogotá, y el Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto "Gonzalo Fernández de Oviedo", Imprenta "Selecciones Gráficas", Madrid, 1958, p . 180.
(157)
Ver RUBIO, Angel, La Ciudad de Panamá : Biografía Urbana. Funciones. Diagnosis de la Ciudad . Paisaje . Callejero, Banco de Urbanización y Rehabilitación, Publicación n- 17, Imprenta "El Independiente", Colón, República de Panamá, 1950, p . 51 .
(158)
Ver la nota 138 . Consultar CARDOSO, Fernando Henrique, y FALETTO, Enzo, op . cit ., p . 97 .
(159)
El ciudadano norteamericano Adolfo Víctor LE GRIS -seguramente de origen francés- pide se lo pague una suma de dinero que le debe el comerciante Juan Bautista FERAUD por el transporte de unas mercancías . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1834, protocolo n- 2, instrumento 61, ff. 150-155 .
(160)
Consultar, con provecho, RIVAS, Raimundo, op . cit ., p . 47 . Hacia 1836, es Cónsul de los Estados Unidos en Panamá .
(161)
Isidoro HAZERA, francés, vende un bergantín norteamericano, anclado en Chagres, al comerciante Ramón de OBARRIO, quien, a su vez, adquiere plurales buques peruanos en 1836 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1838, protocolo n= 1, instrumento 31, f . 75 .
2
Nueva York. (162) Redactan poderes, destinados a mercaderes neoyorquinos, para que compren goletas construidas en aquel puerto de América del Norte . (163) Compañía estadounidenses (164)- concluyen importantes negocios en Panamá, por ejemplo, multiplicando las transacciones con mercaderes sudamericanos . En efecto, Carlos ZACHRISSON --agente de una firma neoyorquina- tiene clientes en las aldeas provincianas de Panamá, ubicadas cerca del Pacífico -San Carlos, Parita, David- adonde envía mercancías utilizando el cabotaje. (165) De inmediato, habitantes rurales son deudores de ZACHRISSON, NELSON y Compañía . (166) Simultáneamente, la misma entidad importa y reexporta, hacia Nueva York,manufacturas que compra en Guayaquil : sombreros, por ejemplo . (167) Sabedora de que existen minas de oro en el Darién, encarga a unos apo(162)
En 1841, hay varios casos . Manuel QUESADA, Damián REMON y Joaquín MORRO . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n^ 1, Panamá, 1841, instrumento 2, ff . 111-113 (Manuel QUESADA) ; protocolo n^ 3, instrumento 94, ff. 22-24 (Damián REMON) ; protocolo n^ 1, instrumento 95, ff. 24-26 (Joaquín MORRO) .
(163)
Víctor PLICET respecto de Cornelius VANDINE . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1841, protocolo n • 1, instrumento 116, ff. 104-105 .
(164)
El cónsul británico en Panamá describe la situación de aquella compañía en 1849 : "Name of Firm : ZACHRISSON and NELSON Number of Partners : 3 Place of Residence : Panama Nature of Business: General Commission Merchants Branch Houses at : Agency at Chagres Observations: Agents of the American Mail Company" . Ver PUBLIC RECORD OFFICE, London, FOREIGN OFFICE 55, Volume 84, New Granada, Consuls at Panama, Santa Martha, January to December 1849, p . 86 (reverso) .
(165)
Autoriza a Salomé PINILLA, oriundo de Parita, a que venda unas especies . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1845, protocolo o- 1, instrumento 33, ff . 293-294 .
(166)
Es el caso de Martín Alonso DONADO quien vive en San Carlos . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n^ 1, Panamá, 1845, protocolo n° I, instrumento 28, ff. 283-286 . En David, Isidoro HAZERA, comerciante francés, recibe cuentas enviadas por P . HARMONY and Co . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1847, protocolo n° 1, instrumento 37, ff . 81-82 .
(167)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1847, protocolo n^ 4, instrumento 153, ff . 105-107 . 53
derados británicos de explorarlas . (168) En fin, ZACHRISSON y NELSON contraen nupcias con criollas panameñas, (169) factor que permite ser admitido, de un modo más íntimo, en el seno de la sociedad urbana y rural y que facilita la extensión de sus operaciones comerciales y relativas a los bienes raíces . Compran no pocos inmuebles en Panamá . La cantidad de sus deudores -nacionales y extranjeros- aumenta . (170) . Generalmente, Francia no está representada sino por comerciantes de paso que suministran productos de lujo y pacotilla a los burgueses panameños . Las únicas relaciones directas con París son entabladas por Manuel José HURTADO, prócer y antiguo Embajador de Colombia en Londres . Confiere varios poderes a LAFFITE y Compañía . (171) Al finalizar la etapa tratada, Francia, como Inglaterra y los Estados Unidos, proyecta explotar las riquezas mineras de Panamá . Un consulado galo es instalado en 1843 allí . Clemente ORILLAC es nombrado contador de la COMPAGNIE DES MINES D'OR DANS L'ISTHME DE PANAMA . (172) Incrementa relaciones comerciales con el Ecuador, Colombia y Jamaica . (173) En virtud de su matrimonio con una criolla urba(168)
Andrés HOSSACK, ciudadano inglés, parte rumbo al Darién . Es portador de un poder otorgado por la susodicha compañía .
(169)
Ver los archivos parroquiales de la Iglesia de La Merced en Panamá .
(170)
Por
(171)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' ¡,Panamá, 1830, protocolo n' 1, instrumento 28, ff . 73-75 . Sus sucesores le cundan . Ver, por ejemplo, ARCHIVOS NACIONALES DI( PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1845, protocolo n' 3, instrumento 91, ff . 168-170 .
(172)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- I, Panamá, 1848, protocolo n' 2, instrumento 99, ff . 410-412 .
(173)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DL; PANAMA, Notarla pública n' I, Panamá, 1847, protocolo n- 1, instrumento 33, ff . 77-78 . Tiene relaciones con la Casa POLHEMUS, MICKLE, y Compañía, de Guayaquil . Dicha entidad exporta materias primas hacia Jamaica por Panamá. Ver, al respecto, PUBLIC RECORD OFFICE, London, FOREIGN OFFICE, 55, Volume 84, New Granada, Consuls at Panama . Santa Martha, January to December 1849 . p . 86 (anverso y reverso) :
ejemplo, Juan JANSON hipoteca su fonda en favor de ZACHRISSON, NELSON y Compañía . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' l, Panamá, 1848, protocolo n' 3, instrumento 109, ff . 140-143 .
'Name of Firm : CLEMENTE ORILLAC Number of Partners : 2 Place of Residence : Panama 54
na (174), es integrado, de golpe, al grupo de la burguesía comercial autóctona . Los proyectos de canalización, de inspiración francesa, cunden en el istmo . (175) Si los mercaderes británicos, cuando tienen deudores en provincias, aprovechan tal contigencia para fortalecer sus nexos económicos con los latifundistas y los notables regionales (176), similar fenómeno acaece con los negociantes del Hexágono . Ellos conocen el indiscutible dominio ---político, económico, social y humano- ejercido por los gamonales sobre su clientela indígena, negra, mulata y mestiza . Al solicitar sus servicios -mediante el otorgamiento (le poderes-- los mercaderes extranjeros ratifican el poder y el prestigio de los hacendados a nivel local . (177) La solidaridad que existe entre los mercaderes de sangre gala, domiciliados desde mucho tiempo en Panamá (Juan Bautista FERAUD) y los recién llegados franceses -cónsules, comerciantes o inmigrantes-- se cristaliza, principalmente, a nivel de las ventas que tienen por objeto haciendas suburbanas (178) o a nivel del endeudamiento (179) . Las transacciones efectuadas por FERAUD dan
Nature of Business : General Merchants Branch Houses at : Observations : Import their goods from Jamaica," (174)
Ver los archivos parroquiales de la Iglesia de La Merced en Panamá.
(175)
Ver DENAIN, Adolphe, op . cit.
(176)
La imaginería según la cual los notables rurales permanecen inmóviles dentro (le sus kilométricas haciendas, desdeñando las relaciones comerciales con el exterior, es sumamente impresionista e inexacta .
(177)
Así, el prepotente hacendado Francisco de FABREGA, de Santiago de Veraguas, recibe un poder despachado por el comerciante Miguel LABARRIERE, domiciliado en la Ciudad de Panamá, con objeto de que aquel latifundista incoe un proceso contra Domingo de ALCALA, quien viaja a Santiago con mercancías que debe vender en nombre de Miguel LABARRIERE . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1843, protocolo n' 2, instrumento 74 . ff. 316-317 .
(178)
Venta relativa a "San Vicente de Bique", hacienda situada en Arraiján, cuyo propietario es Juan Bautista FERAUD . Vende las tierras al cónsul francés GUYS y a GAUTIER . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' l, Panamá, 1847, protocolo n° I, instrumento 38, ft. 82-86 .
(179)
Pedro BRIN, comerciante francés, es acreedor de Desiree LELEN y de Eugene FRIQUE . Y deudor de Clemente ORILLAC . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaria pública n' 1, 1848, protocolo n- 2, instrumento 96, ff. 402-404 . 55
fe de su fortuna -compra de varias casas que pertenecen a comerciantes nacionales, como Manuel QUESADA (180), venta de una goleta peruana a un ciudadano norteamericano (181), luego venta de algunas haciendas- y revelan, de tal suerte, la diversidad de medios de que disponen los comerciantes extranjeros, avecindados en Panamá, y que favorece su éxito económico . Observamos el peso innegable de los mercaderes extranjeros en la economía de la zona de tránsito . Asimilados o no integrados en el seno de la sociedad urbana (la Ciudad de Panamá), cuentan con influencia no despreciable sobre las opciones de sus pares autóctonos . (182) En cierta forma, su intrepidez y habilidad ejemplifican un nuevo modelo, una vía, que precisa seguir para triunfar . El cumplimiento de la utopía de la "feria comercial", idea movilizadora por excelencia, depende de un cuestionamiento radical del sistema de valores que prevalece . (183) A los valores de pasividad y de conservadurismo, heredados del coloniaje, se opondrían el individualismo, la recepción de la modernidad, el liberalismo económico, el anticlericalismo y la ética utilitarista . La adopción de la masonería, como anti-norma, resulta de todo ello . Por una parte, presupone un ideal laico de fraternidad universal . De otra, estigmatiza el poder temporal y espiritual que ejerce la iglesia católica sobre las almas . (184) Los comerciantes panameños, quienes firman el acta
(180)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública o- 1, Panamá, 1848, protocolo n° 2, instrumento 89, ff . 386-390 .
(181)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública o- 1, Panamá, 1848, protocolo n° 2, instrumento 105, ff . 446-448 .
(182)
Para una crítica mexicana, de 1842, al comercio controlado por los extranjeros y al contrabando, ver OTERO, Mariano, Ensayo sobre el verdadero estado de cuestión social y política que se agita en la república mexicana (en la obra) Obras, recopilación, selección y estudio preliminar de Jesús Reyes Heroles, Tomo I, Biblioteca Porrúa, 33, Editorial Porrúa, S .A ., México, 1967, pp . 49-51 .
(183)
Necesidad claramente expresada por Mariano AROSEMENA en plurales párrafos de sus Apuntamientos históricos . Las observaciones críticas y sarcásticas que añade en punto al fanatismo y a la supersticiosa religiosidad, observables a fines del coloniaje, pretenden mitigar el poder material de la iglesia en la urbe . Preconiza la liquidación del oscurantismo colonial mediante la inmigración extranjera y la tolerancia,
(184)
56
Sobre la popularidad de las ideas masónicas en los albores de la república en Colombia, ver BUSHNELL, David, The Santander Regime in Gran Colombia, University of Delaware Monographs Series, Number Five, University of Dela-
de independencia, comulgan, salvo excepción, con el liberalismo . El triunfo de la masonería, a nivel de las ideas, podría ser índice susceptible de medir el auge de la conciencia liberal, principalmente cuando las logias panameñas calcan el rito escocés importado de Jamaica . El progreso de las anti-normas (como la masonería) es tildado de apocalíptico en el seno de ciertas familias criollas urbanas . (185) Históricamente, ha sido probado que la introducción de la imprenta en Panamá se debió a la iniciativa de un masón criollo, José María GOYTIA . La participación de masones liberales en la prensa de los años liminares del período republicano es multitudinaria . (186) En Bogotá, el utilitarismo de BENTHAM enséñase en las escuelas desde 1826 . SANTANDER, Presidente de la Gran Colombia, es amigo personal de BENTHAM . Aun cuando el utilitarismo académico no atraiga, directamente, a los comerciantes criollos, cuyos asuntos prácticos impiden la lectura exhaustiva de BENTHAM, éstos sufren el impacto de las nuevas ideas por conducto de las sociedades secretas y por sus múltiples contactos con los mercaderes anglosajones . Una nueva ética, que acepta la acumulación de riquezas y estimula el libre cambio de mercancías, emerge. El utilitarismo y la masonería son, a no dudarlo, dos reflejos que permiten asir los cambios que se producen a nivel de las conciencias . Pero los avatares cualitativos que irrumpen a nivel espiritual -avance de los valores laicos e individualistas, primacía del liberalismo económico, anticlericalismo virulento- obedecen a transfor-
ware Press, Newark, Delaware, 1954, p . 212. Desde miradores sociológicos, la masonería es interpretada por PALS BORDA, Orlando, Subversion and Social Change in Colombia, Translated by Jaqueline D . Skiles, Institute of Latin American Studies, Columbia University, Columbia University Press, New York and London, 1969, pp . 76-77 . Ver, asimismo, FERRER BENIMELI, José A ., Masonería e inquisición en Latinoamérica durante el siglo XVIII, Universidad Católica "Andrés Bello", Instituto de Investigaciones Históricas, Caracas, 1973, pp . 8-9 . (185)
Ver OBARRIO de MALLET, Lady Matilde María de, Bosquejo de la vida colonial de Panamá, traducción de Agustín Ferrari, edición de Juan Antonio Susto, edición ordenada por la Cruz Roja Nacional de Panamá, Impresora Panamá, S .A„ Panamá, 1961, p . 45 . Esta obra publicase, originalmente, en inglés, con el título de Sketches of Spanish Colonial Life in Panamá, 1672-1821, X-81 p ., Sturgis & Walton Company, New York, 1915 .
(186)
Ver CARNICELLI, Américo, La masonería en la independencia de América, Tomo I, Secretos de la Historia, Cooperativa Nacional de Artes Gráficas, Ltda ., Bogotá, 1970, pp . 262-264 . 57
maciones cuantitativas . Leyendo algunos informes de aduana que datan de la década de 1830, impresiona la presencia preponderante de los mercaderes extranjeros, avecindados en Panamá, cuyos negocios con las metrópolis y las nuevas repúblicas hispanoamericanas aumentan . Pese a la poca fidedignidad de semejantes informes, habida cuenta del contrabando frecuente, el investigador puede informarse sobre la cantidad de bultos introducidos por los mercaderes extranjeros y por los comerciantes locales . Subsidiariamente, se indica, en ocasiones, el número de bultos destinados al consumo local . Luego, aquéllos cuya reexportación es inminente . Es fácil notar, de plano, el desnivel importante que separa a los comerciantes autóctonos de los extranjeros . Si, en los albores del período republicano, los comerciantes panameños parecieran controlar el comercio, si su riqueza pareciera florecer más y más, incluso en comparación con los mercaderes extranjeros, (187) la situación cambia a partir de los años 1830 . Cierto, los comerciantes panameños no pierden su prestigio de "sujetos pudientes" (188) en la medida en que desempeñan cargos administrativos y puestos burocráticos señeros y se definen aún como los "más respetables comerciantes del país" . (189) Sin embargo, los mercaderes extranjeros introducen y reexportan, grosso modo, más mercancías que sus homólogos nacionales . (187) Ver Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Número 36, del domingo 7 de septiembre de 1823, p . 144 (columna 2), (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n° 1068). En un "Emprésito de Setiembre del vecindario de esta capital", quienes contribuyen con las sumas de dinero más elevadas son : Blas AROSEMENA (200 pesos) y Mariano AROSEMENA (200 pesos) . Se adelantan, por 50 pesos, a los mercaderes extranjeros Ramón ARIAS (150 pesos) y Juan Bautista FERAUD (150 pesos), y por 100 a los comerciantes criollos Gregorio MIRO RUBINI (100), Miguel QUESADA (100), Nicolás REMON (100) y Pedro de OBARRIO (100) . Finalmente, existen colegas de los precedentes cuyas donaciones no frisan con el centenar de pesos : Tomás HERRERA (70), Antonio JIMENEZ (60), José María BELIZ (50), Luis LASSO DE LA VEGA (40), Carlos de (CAZA (35), Juan de ANZOATEGUI (35), Domingo de OBALDIA (35), Juan HERRERA (35), Bernardo ARCE MATA (35), Manuel BERGUIDO (30), José María CALVO (25), Juan GARCIA DE PAREDES (20), José María HERRERA (20), Manuel ARCE MATA (15), Francisco DUCER (15) . (188) Sobre una lista de "sujetos pudientes", ver Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Número 49, Panamá, del domingo 7 de diciembre de 1823, p . 186 (columnas 1 y 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n- 1068). Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Goberna(189) ción de la Provincia de Panamá, Tomo II (diciembre 1832 - julio 1833), ff. 58
Vamos, pues, a analizar informes de aduana que demuestran la veracidad de nuestra hipótesis . Escojamos el año de 1836, por ejemplo . En el mes de enero, el mercader extranjero Carlos PLICET recibe 548 bultos provenientes de Nueva York . Además, funda una compañía con sus sobrinos (CARLOS PLICET y Compañía), la cual recibe, en enero de 1836, cuatro bultos de Nueva Orleans. (190) Juan Bautista FERAUD es consignatario, en Panamá, de 254 bultos destinados a Chile . (191) Este guarda 17 cajas provenientes de Baltimore . (192) En desquite, el afamado comerciante criollo Manuel QUESADA no recibe sino nueve de Jamaica . (193) En el mes de febrero de 1836, Juan Bautista FERAUD permanece aún como consignatario de 254 bultos destinados a Chile, mientras que el mercader británico Benjamín W . DAWSON importa 709 de Guayaquil, 106 de Realejo (Nicaragua), y 100 de Paita . (194) Carlos PLICET importa la misma cantidad de mercancías que durante el mes de enero, ora a título personal, ora actuando como miembro de la compañía que instala con sus sobrinos . (195) Benjamín W . DAWSON recibe, en el mes de febrero, fardos provenientes de diversos puertos del Pacífico (Paita, Guayaquil y Realejo), y 81 cajas de Jamaica . (197) Manuel AMOR, extranjero, importa 99 bultos de Jamaica . (198) El venezolano Esteban FEBRES CORDERO introduce 87 cajas de Jamaica (199) y Andrés MAGGIOLI 17
527-529 . Entre los comerciantes m á s respetables quienes suplican, a Bogotá, declare, a Panamá, un "puerto de depósito", encontrarnos a : Mariano AROSEMENA, Pedro de OBARRIO, Domingo de OBALDIA, Nicolás REMON, Manuel José HURTADO, Julián SOSA, Juan DIAZ, A, BRAJIMO, José Antonio BERMUDEZ, Luis Salvador DURAN, Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO, Carlos PLICET, y Juan Bautista FERAUD . (190)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Torro V (octubre 1835 - septiembre 1836), Panamá, enero 31 de 1836, ff . 274-275 .
(191)
Ibídem, ff. 272-273 .
(192)
Ibidem, ff . 274-275 .
(193)
Idem .
(194)
Ibídem, Panamá, febrero 29 de 1836, ff. 413-414 .
(195)
Ibídem, ff. 414-415 .
(196)
Ibídem, ff. 413-414 .
(197)
Ibidem, ff. 414-415 .
(198)
ídem .
(199)
Idem . 9
de Saint Thomas. (200) En marzo de 1836, Benjamín W . DAWSON importa 100 de Paita, 709 de Guayaquil, 196 de Realejo y 81 de Jamaica . (201) Juan Bautista FERAUD es el consignatario de 254 destinadas a Chile . (202) Carlos PLICET importa 536 cajas de Nueva York . (203) En abril de 1836, el comerciante panameño Juan DIAZ importa 90 de Jamaica . (204) Otro comerciante autóctono, Manuel de ANZOATEGUI, introduce 3 cajas de Nueva York . (205) Sin embargo, las importaciones efectuadas por los comerciantes panameños no son comparables con aquellas de los mercaderes extranjeros domiciliados en Panamá . En efecto, no existe comparación posible entre los 548 bultos importados por Carlos PLICET, provenientes de Nueva York, y las tres cajas introducidas por su colega panameño Manuel de ANZOATEGUI . En mayo de 1836, la disparidad continúa en la medida en que Carlos PLICET recibe 437 cajas de Nueva York, por oposición a Manuel de ANZOATEGUI quien no importa sino tres bultos . (206) Plurales comerciantes panameños reciben mercancías exportadas desde Jamaica : Juan DIAZ (90 bultos), Pedro CHIARI (15 bultos), Nicolás REMON (17 bultos), la compañía de Julián SOSA y de los hermanos ANZOATEGUI (143 bultos), Damián REMON (12 bultos), Manuel QUESADA (164 bultos), Maximino PEREZ (20 bultos), Ramón de OBARRIO (11 bultos), Ramón ARIAS (12 bultos) . (207) Sin embargo, durante dicho mes, el mercader extranjero Juan Bautista DASORY importa 436 fardos provenientes de la isla de Saint Thomas, cifra que supera todas las importaciones panameñas que tienen lugar en mayo de 1836 . (208) El mes de junio no aporta cambios significativos en lo relativo a las mercancías importadas . Notemos que en julio de 1836 un latifundista rural de Penonomé, Serafín CONTE, importa 32 cajas de Saint Thomas. (209) (200)
Idem .
(201)
Ibidem, Panamá, 31 de marzo de 1836, ff . 520-521 .
(202)
Idem .
(203)
Idem .
(204)
Ibídem, Panamá, 30 de abril de 1836, ff. 592-593 .
(205)
Idem .
(206)
Ibídem, Panamá, 31 de mayo de 1836, ff. 738-739 .
(207)
Idem .
(208)
Idem .
(209)
Ibidem, Panamá, 31 de julio de 1836, f. 828 .
60
Hemos visto, atrás, cómo, en mayo de 1836, Pedro CHIARI, cuya familia guarda importantes intereses en Los Santos, región rural, importa 15 bultos de Jamaica . Semejante hecho prueba la penetración palpable de los intereses ingleses en las regiones costeñas y en el hinterland panameños, y pone de relieve la holgura relativa de los latifundistas rurales (los CHIARI y los CONTE, por ejemplo), que les permite comprar mercancías exóticas y venderlas en la campiña. Consagraremos, ulteriormente, algunas, reflexiones a los caciques de provincias cuyos nexos comerciales con el extranjero son múltiples . En lo que respecta al mes de septiembre de 1836, el único hecho extraordinario sería la importación de 1,030 bultos, de Nueva York, por el mercader extranjero Carlos PLICET, (210) en rigor : el doble de sus importaciones habituales . En octubre del mismo año, Serafín CUNEE, criollo rural, recibe 280 bultos de Saint Thomas, (211) cantidad realmente considerable si la comparásemos con las importaciones de sus compatriotas durante ese mes (SOSA y ANZOATEGUI reciben 93 de Jamaica ; Nicolás REMON, 17) . (212) Nada memorable ocurre en el mes de noviembre de 1836 salvo la importación de 196 bultos, provenientes de Jamaica, por José de ALBA, comerciante criollo . (213) En fin, en diciembre de 1836, Carlos PLICET aumenta aún más sus importaciones de origen neoyorquino (1,349 bultos) . (214) Los comerciantes autóctonos SOSA y ANZOÁTEGUI reciben productos procedentes de Palta (408 bultos) . (215) Hemos intentado bosquejar las características más saltantes del comercio panameño con el extranjero en el transcurso de 1836 . A la luz de las estadísticas de aduana de la Ciudad de Panamá, luce claro que los negociantes de fuera importan más mercancías que sus colegas domésticos . Sus relaciones frecuentes con los puertos del Pacífico (Realejo, Buenaventura, Guayaquil, Paita, Lima, Valparaíso), además de los nexos que instauran con las economías metropolitanas (Saint Thomas, Kingston, Nueva Orleans, Baltimore, (210)
Ver ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL D4: COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo VI (octubre 1836 - julio 1837), f. 39 .
(211) (212)
Ibidem, Panamá, 31 de octubre de 1836, f . 43 . Idem .
(213)
Ibidem, Panamá, 30 de noviembre de 1836, f. 145 .
(214)
Ibídem, Panamá, 31 de diciembre de 1836, f . 248 .
(215)
Idem . 61
Nueva York) superan, sensiblemente, la actividad desplegada por los istmeños . Además, vemos cómo el hinterland es valorizado por los negociantes extranjeros . Algunos latifundistas introducen mercancías europeas y exportan, a su turno, materias primas (oro, maderas tintóreas) . Pero, faltan dos cosas en los informes de aduana de 1836 : 1) la cantidad de carga destinada al consumo local ; y 2) la carga reexportada . Semejantes datos nos parecen esenciales para determinar la vocación local o internacional de los comerciantes autóctonos y extranjeros. Partamos de una serie de ejemplos susceptibles de ilustrar más claramente dicha alternativa . En julio de 1837, el latifundista Diego GARCÍA, quien reside en Santiago de Veraguas, población situada a aproximadamente 253 kilómetros al sudoeste de Panamá, importa 71 bultos consagrados al consumo local . (216) José Lorenzo GALLEGOS, latifundista de David, a 486 kilómetros al sudoeste de la capital, obra del mismo modo al introducir 17 fardos que destina al consumo interno . (217) Los comerciantes urbanos Damián REMON y José Antonio BERMÚDEZ no importan sino en servicio del istmo (el primero recibe 46 bultos y el segundo 12 nada más) . (218) Por oposición a los individuos cuyas importaciones absorbe Panamá, hay quienes reexportan una porción de éstas : Manuel AMOR, mercader extranjero, introduce 26 bultos de los cuales la mitad solamente es destinada al consumo local, (219) Ramón ARIAS : 98 de los cuales solamente 4 permanecen en Panamá . (2L0) Nicolás REMON : 13 cajas de las cuales sólo 3 no abandonan el Istmo . (221) Pedro de ÍCAZA y hermano : 346 bultos de los cuales 84 permanecen en su patria . (222) Manuela DÍEZ de FERAUD : 50 cajas de las cuales solamente 10 están (216)
Ver ARCHIVO HISTORICO N ACIONAL . D E COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, lomo VII (agosto 1837 - marzo 1838), Panamá, 31 de julio de 1837, ff . 28-29 . En septiembre de 1837, Francisco de FABREGA, grande latifundista de Veraguas, introduce 284 bultos . Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo VII, f . 319 .
(217)
Idem .
(218)
Idem .
(219) Idem . (220)
Idem .
(221) Idem . (222) 62
Idem .
destinadas al consumo local . (223) En abril de 1838, para escoger otra fecha, hay, por un lado, comerciantes cuyas importaciones están destinadas al consumo local (Juan Miguel LABARRIERE, José PLICET, por ejemplo), y, de otro, aquéllos que reexportan una parte de sus importaciones . Así, Diego AROSEMENA recibe 168 cajas de las cuales 73 solamente permanecen en Panamá . Andrés MAGGIOLI importa 280 bultos de los cuales 80 están vocados al consumo local . (224) Como vimos precedentemente, algunos latifundistas agrarios (Francisco de FABREGA, Félix CALVIÑO) figuran como importadores en esos informes de aduana . (225) Si existe una diferencia sensible entre las importaciones de los mercaderes extranjeros respecto a aquellas realizadas por los comerciantes autóctonos, idéntica disparidad surge en lo atinente a la ayuda pecunaria dispensada por los dos grupos a los diarios que comparten las ideas liberales . Escojamos un ejemplo al azar : el periódico Comercio Libre cuya aparición data de 1833 . El riquísimo mercader francocubano Juan Bautista FERAUD ofrece 20 pesos para el sostén del diario . Es el primero que encabeza la lista del comité patrocinador . (226) Y el segundo que facilita más dinero (el Coronel Tomás HERRERA da una suma similar), si exceptuamos a los comerciantes autóctonos Juan de ANZOATEGUI hermanos y Julián SOSA -parientes políticos- quienes obsequian, colectivamente, 50 pesos . Sin embargo, esa donación -la más elevada- es obra de tres personas, pormenor que no aminora la importancia del aporte monetario hecho por FERAUD . Luego, la suma de dinero más importante, después de la que acabamos de evocar, la da el mercader británico Benjamín W . DAWSON (16 pesos) cuyas relaciones con Londres, Nueva York, Realejo, Guayaquil, Paita y el hinterland panameño, han sido esclarecidas con antelación. Siguen, (223)
Idem .
(224)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo VIII (abril 1838 - enero 1839), Panamá, 30 de abril de 1838, ff. 141-142 .
(225)
Francisco de FABREGA importa 284 bultos en septiembre de 1837 . Cf. Tomo VII, Panamá, 30 de septiembre de 1837, f. 319 ; Wenceslao de FABREGA importa 148 bultos, y Félix CALVIÑO : 88 . CL Tomo IX, Panamá, 30 de junio de 1839, f. 643 .
(226)
Ver Comercio Libre, Número 3, Panamá, domingo 29 de diciembre de 1833, p . 5 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda n^ 467) : "Lista de los contribuyentes para el sostenimiento de este periódico ." 63
en orden decreciente, los mercaderes extranjeros Carlos PLICET y sobrinos y Alejandro RUDEN, quienes contribuyen con 10 pesos cada uno . Finalmente, Luis LEWIS colabora con 8 pesos . En suma, contamos plurales extranjeros entre quienes forman el comité patrocinador del diario criollo vocado a la difusión del laissez-faire económico : Juan Bautista FERAUD (20 pesos), Benjamín W . DAWSON (16 pesos), Carlos PLICET y sobrinos (10 pesos), Alejandro RUDEN (10 pesos), y Luis LEWIS (8 pesos) . Entre los mercaderes extranjeros que sostienen el diario Comercio Libre, dos contraen nupcias con criollas panameñas, a saber, Juan Bautista FERAUD, ligado en virtud de su matrimonio, con la familia comerciante DIEZ de la cual uno de sus miembros -su cuñado- forma parte del comité aludido (Juan Antonio DIEZ quien ofrece 4 pesos), y Luis LEWIS, cuñado del Coronel Tomás HERRERA (quien da 20 pesos) . Incluso los matrimonios concluidos por los mercaderes extranjeros obedecen a una lógica de índole comercial . Ambos ejemplos demuestran la veracidad de esta hipótesis . Cierto es que los comerciantes autóctonos se amalgaman a fin de sostener el diario que defiende su ideología . Así, algunos desembolsan 10 pesos (Blas AROSEMENA, Mariano AROSEMENA, Carlos de ICAZA AROSEMENA, Manuel QUESADA, Pedro de OBARRIO, justo GARCIA DE PAREDES y Manuel José HURTADO) . Consignemos que, en el grupo de criollos que ofrecen 10 pesos, los dos primeros son hermanos, el tercero es primo hermano y cuñado de los anteriores, el cuarto es cuñado de los dos primeros, el quinto casa con una sobrina de los últimos, el sexto es, también, su cuñado . Analicemos el grupo más breve de los criollos que suministran 8 pesos . Dos : a saber, Diego AROSEMENA y Pablo AROSEMENA . Es decir : dos hermanos . Naturalmente, están emparentados con los dos primeros donatarios de la lista precedente. Los cuatro son hermanos . Además, son primos hermanos del tercer individuo (Carlos de ICAZA AROSEMENA) . El primero de la segunda lista (Diego AROSEMENA) es cuñado del cuarto ente de la primera lista (Manuel QUESADA) . Finalmente, los cuatro hermanos AROSEMENA son cuñados de justo GARCIA DE PAREDES y tíos de la mujer de Pedro de OBARRIO . Tres personas contribuyen dando 6 pesos : Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO, cuñado de los cuatro comerciantes AROSEMENA enumerados y suegro de Pedro de OBARRIO ; Damián REMON, pariente político de Manuel QUESADA (quien facilita 10 pesos), a su 64
Vez cuñado de tres AROSEMENA ; y, por último, Manuel MORALES . Sólo un señor ofrece 5 pesos : Juan DIAZ SOPARDA, cuñado de Manuel José HURTADO, quien colabora con 10 . Entre quienes dan 4 pesos, registremos a : Nicolás REMON SOPARDA, hermano de Damián REMON, primo hermano de Juan DIAZ SOPARDA, y cuñado de Manuel QUESADA y de Diego AROSEMENA ; Juan Antonio DIEZ, cuñado de Manuel QUESADA y de Juan Bautista FERAUD ; Joaquín MORRO, cuñado de Manuel QUESADA ; Pedro de ICAZA AROSEMENA, hermano de Carlos de ICAZA AROSEMENA, primo hermano de Blas, Diego, Mariano y Pablo AROSEMENA, y pariente político de Julián SOSA ; Ramón VALLARINO JIMENEZ, pariente político de justo GARCIA DE PAREDES ; y, finalmente, José CUCALON, yerno del prócer Manuel José de ARCE, y pariente político de las familias mercantiles GARCIA DE PAREDES, DIEZ, JIMENEZ y LASSO DE LA VEGA . Entre quienes donan únicamente 2 pesos, enumeremos a Manuel María AYALA AROSEMENA, pariente directo de Blas, Diego, Mariano y Pablo AROSEMENA y de su primo hermano Carlos de ICAZA AROSEMENA ; Carlos de FABREGA, cuñado de Juan DIAZ SOPARDA ; Juan Manuel BERGUIDO, pariente político de los LASSO DE LA VEGA ; Domingo y José de OBALDIA, suegro y cuñado de Juan DIAZ SOPARDA . Entre quienes colaboran con 1 peso : Bartolomé GARCIA DE PAREDES, sobrino de justo GARCIA DE PAREDES y yerno del prócer Luis LASSO DE LA VEGA, quien suministra idéntico óbolo ; éste último es cuñado de Juan Manuel BERGUIDO ; Tomás MIRO, cuñado de Manuel QUESADA y de Luis LASSO DE LA VEGA, y pariente político de Blas y Mariano AROSEMENA ; Manuel DIAZ GARCIA DE PAREDES, hijo de Juan DIAZ SOPARDA, yerno de Domingo de OBALDIA, cuñado de José de OBALDIA . sobrino de justo GARCIA DE PAREDES, y primo de Bartolomé GARCIA DE PAREDES ; y, para concluir, el prócer José de ALBA, casado con una sobrina del comerciante Justo GARCIA DE PAREDES, hermana de la mujer de Ramón VALLARINO JIMENEZ . Tres conclusiones han de desprenderse del ejemplo, tomado al azar, relativo a las alianzas que existen entre los mercaderes extranjeros y los comerciantes vernáculos, de un lado, y en el seno de la oligarquía urbana vocada al comercio, del otro . La primera quiere corroborar la progresiva e importante infiltración de los negociantes foráneos dentro de la clase dirigente criolla. Su poder de decisión y 65
riqueza sorprenden, de golpe, habida cuenta de la cantidad de las sumas obsequiadas. Multiplican sus transacciones con las diversas economías metropolitanas y latinoamericanas . Utilizando la zona de tránsito como sede de sus negocios, escogen la ruta más fugaz que les comunique con los puertos del Pacífico . En efecto, el trayecto que liga a las Antillas británicas y danesas del Caribe y los puertos norteamericanos del Atlántico, con aquellos del Pacífico, es penoso y caro . Se impone aprovechar la estrechez del Istmo para transportar las mercancías británicas, europeas y norteamericanas, destinadas a los mercados del Pacífico (Realejo, Buenaventura, Guayaquil, Paita, Lima y Valparaíso) . A través de Panamá, las materias primas sudamericanas y centroamericanas llegarían a las metrópolis . La feroz defensa del liberalismo comercial y económico no dice contradicción con los intereses de los mercaderes de otras latitudes, irritados por las leyes proteccionistas promulgadas por Bogotá. Tales disposiciones jurídicas prohiben el libre tránsito de mercancías . A nivel local, los aliados de los negociantes ultramarinos son, por supuesto, los comerciantes lugareños . Perciben los efectos funestos engendrados por las leyes proteccionistas en la economía de la zona de tránsito e inclusive de su ciudad . De continuo suplican el otorgamiento de franquicias comerciales al gobierno central . (227) Por ministerio del matrimonio, los negociantes extranjeros refuerzan sus nexos con los homólogos locales suyos . Las reivindicaciones comerciales, preconizadas por éstos, son idénticas a las de aquéllos. El grupo extranjero aprueba, de buen grado, el programa liberal criollo sosteniendo, monetariamente, la publicación y difusión de la prensa adicta al laissez-faire . Una segunda conclusión es relativa a la solidaridad familiar bien pronunciada, observable en el seno de la oligarquía urbana, la cual convierte al grupo aludido más en una familia extensa que en un cúmulo heterogéneo de individuos . Las relaciones de parentesco -sanguíneo o político- son tan variadas y numerosas, entre los comerciantes raizales, que su entrecruzamiento repetidísimo causa multitud de problemas al investigador . Con todo, la recia solidaridad manifestada por la oligarquía urbana, esclarece, de plano, la diáfana conciencia que posee de su proyecto nacional . Los concep(227)
66
Es corriente, a laa sazón, enviar peticiones, al gobierno, bajo forma poética . Ver, al respecto, el poema "Al Istmo", escrito por Mariano AROSEMENA . Su autor desea se establezca una legislación que favorezca al laissez-faire en Panamá . Ver Comercio Libre, Número 6 . Panamá, domingo 19 de enero de 1834, p . 4 (columna 2) . (Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n- 467) .
tos de patria y de comercio nunca fueron tan paralelos . La acuidad, con la cual los comerciantes expresan su ideología, es fulgurante. Una tercera conclusión apunta a las sumas facilitadas por los patrocinadores del diario Comercio Libre . Permiten clasificar dos cosas : la riqueza de los comerciantes, por una parte, y el interés otorgado a la publicación de un diario liberal, de otra . Comprobamos la abrumadora participación de los negociantes extranjeros, en materia de óbolos, habida cuenta del número elevadísimo de sus importaciones y reexportaciones . Mas, cabe ponderar las contribuciones que dimanan de sus colegas nacionales . Existe una escala cuantificable susceptible de permitirnos asir la riqueza probable y la inquietud cívica de los comerciantes lugareños . (228) Respecto de los criterios precedentes -la propiedad inmueble urbana y la propiedad de las haciendas suburbanas y rurales-, el comercio con el extranjero posee un carácter, a primera vista, menos particularista y más universalista . En efecto, deseamos, aquí, definir la oligarquía urbana en función de las relaciones que sustenta con el exterior . Luego, seguidamente, fuerza es que explicitemos las relaciones cultivadas por el grupo de los negociantes extranjeros con Panamá . Traducen una vocación doble : implican la importación y exportación de mercaderías exóticas sin más, o la importación de productos destinados al consumo local y regional (dentro de Panamá) y a la exportación de materias primas panameñas . Constantemente insistimos en la red de comunicaciones que ligan las Antillas inglesas y danesas a los puertos sudamericanos y. centroamericanos del Pacífico con Panamá . Constatamos que existe una pluralidad de rutas que convergen en el istmo, a partir de Londres, de Nueva York, de Baltimore y de Nueva Orleans, verbigracia . Empero, los vínculos antillanos son, a la sazón, más frecuentes . Tales ínsulas representan depósitos de bienes traídos de Inglaterra, de Dinamarca, de Francia, de Holanda, de Bélgica, de Alemania y de los Estados Unidos, La noción de patria difundida por la oligarquía urbana es, evidentemente, centrífuga y mimética . Centrífuga en el sentido de que confiere ancha importancia al exterior . Efectivamente, los teóricos del nacionalismo subrayan, insistentemente, su vocación de tierra de tránsito . Mimética, puesto que su modelo son las (228)
Disponemos de una serie de cuadros similares extraídos de la prensa coetánea . Constituyen, invariablemente, elementos valiosísimos cuando tratamos de definir los parámetros del grupo vacado al comercio . 67
colonias inglesas (Jamaica) y danesas (Saint Thomas) de las Antillas, vale decir, las antítesis más flagrantes (y más próximas) -desde miradores geográficos- del Istmo . De allí se desprende el carácter movilizador de la utopía de la feria comercial, luengamente evocada. Esta contiene un tema en germen : resulta mejor transformarse en próspero "protectorado", bajo la égida inglesa, a semejanza de Jamaica, en vez de seguir atado a Colombia como departamento remoto y pobre . Tratamos de demostrar las influencias ejercidas por cada una de las naciones metropolitanas en Panamá . A la luz de las transacciones habidas, podemos descubrir el peso de los negociantes ingleses, franceses, escandinavos y norteamericanos . En veces, esos intereses son antitéticos ; ocasionalmente, idénticos . Sus relaciones con los comerciantes autóctonos fueron consideradas brevemente . Participan, plenamente, en la difusión y publicación de la prensa amiga del laissez-faire . En la sección siguiente, cuando estudiemos las deudas, los préstamos y las hipotecas, percibiremos, nuevamente, las dimensiones de tales alianzas . IV. LOS PRESTAMOS, LAS HIPOTECAS Y LAS DEUDAS Este criterio recorta, en parte, el precedente, en la medida en que existe una correlación entre el comercio exterior y el endeudamiento, por ejemplo . Por tanto, exige menores esclarecimientos . Multitud de comerciantes ya citados serán evocados en los párrafos que siguen . Los mercaderes no autóctonos poseen, frecuentemente, más capitales que sus homólogos locales . Dado que abren almacenes en la urbe, sus deudores panameños abundan . Además, eminentes comerciantes criollos, provistos de clientes -citadinos y provinciales- múltiples, se endeudan hacia ellos . Este criterio permite estudiar la repartición geográfica de los deudores y de medir su dependencia respecto a los comerciantes establecidos en la Ciudad de Panamá. Como ocurre en los casos anteriores, el endeudamiento tiende a acontecer entre los miembros de familias urbanas emparentadas . Entre los mercaderes extranjeros más ágiles y adinerados, citamos a Juan Bautista FERAUD . Analicémosle a nivel de sus clientes istmeños . Ya en 1826, Francisco de Paula DUCER débele 1,500 pesos (por "efectos de almacén") . (229) FERAUD presta 1,200 (229)
68
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1826, protocolo n° l, instrumento 7, ff . 29-30 .
pesos al prócer Luis LASSO DE LA VEGA por esas calendas . (230) El susodicho deudor es, a su vez, acreedor de una gama de individuos en Colombia (Chocó) y en el Ecuador . Suplica FERAUD el pago de una deuda de 3,000 pesos al Cónsul Británico en Panamá . (231) Simultáneamente tiene deudores en Guayaquil a la par que debe denarios al comerciante Guillermo GILBERT, quien reside en Saint Thomas . (232) Semejante ejemplo ilustra, de nuevo, la impetuosa actividad mercurial, desplegada por un forastero, quien aprovecha la insustituible posición geográfica dcl Istmo con objeto de extender sus negocios con los puertos del Pacífico y con los florecientes mercados de las Antillas danesas e inglesas . Ulteriormente, FERAUD será, reiteramos, gobernador del departamento de Panamá y cónsul de los Estados Unidos allí . En la vertiente terrígena, existen, por cierto, presurosos comerciantes dotados de deudores -urbanos y provinciales- variados, esparcidos en plurales sitios del Istmo . Pormenor que (la fe de una capacidad de emprender asaz diciente . Sólo el cabotaje permite el giro con las comarcas rurales . Ello supone que los interesados posean buques . El futuro gobernador Pedro de OBARRIO abre su almacén en Panamá . Y obtiene muchas hipotecas de parte de sus clientes . Precisemos algunos casos . Antonio CALANCHA, de Sari trago de Veraguas, suscribe una en favor de OBARRIO, pues compra bienes evaluados en 9,911 pesos en la tienda de éste . (233) Rafael CARRIZO, de Chiriquí, llamado antaño el Cantón de Alanje, debe a DE OBARRIO menor suma que el precedente (1,657 pesos y 7 reales) . (234) Melchor MÉNDEZ„ vecino ele Panamá, obtiene un préstamo por 1,710 pesos, dado que compra vituallas en su almacén . (235) Y la deuda de José SOTO REY asciende a 258 pesos . (236) Los ejemplos enumerados revelan la existencia de una amplia red de negocios dominada por panameños . Maravilla, a (230)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° I, Panamá, 1826, protocolo n- 3, instrumento 99, ff. 382-383 .
(231)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1832, protocolo n° 1, instrumento 19, ff . 56-59 .
(232)
De 1828 a 1829 a la luz de los protocolos notariales .
(233)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notada pública u° I, Panamá, 1826, protocolo n° 1, instrumento 1, ff . 1-2 .
(234)
Ibídem, instrumento 19, ff. 61-62 .
(235)
Ibidem, protocolo o- 2, ff. 133-134 (instrumento 39) .
(236)
Ibídem, protocolo n- 1, instrumento 11, ff. 42-43 . 69
primera vista, la dispersión geográfica de los deudores de Pedro de OBARRIO . En la sección precedente, constatarnos la penetración comercial extranjera en el Interior . Con todo, el lugar conquistado por un puñado de criollos en el cabotaje parece significativo . Merced a los endeudamientos vistos, adquirimos plena conciencia de ello . De otra naturaleza es el endeudamiento que tienen los comerciantes, bien con otros colegas o vecinos de la Ciudad de Panamá, bien respecto de compañías o negociantes ingleses de Jamaica . Limitémonos al examen del primer caso . Corrientemente encontramos tenderos deudores de citadinos . Firman hipotecas a favor del prestamista quien entrega una suma mediante el pago de un interés anual, (237) por ejemplo . O, simplemente, devienen deudores de otras personas . (238) La segunda posibilidad no es menos frecuente : el endeudamiento de los comerciantes panameños respecto de las compañías o de sus agentes jamaicanos . (239) El parentesco -sanguíneo o político- condiciona, asimismo, la eclosión de préstamos, de deudas y de hipotecas urbanos . Modali(237) El comerciante (y prócer) José María HERRERA constituye hipoteca en favor de Joaquina de ECHEVERS . Esta le presta 6,000 pesos al 6% anual . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública m 1, Panamá, 1826, protocolo n° 1, instrumento 17, ff . 56-58 . (238) En 1832, Pedro de OBARRIO debe 3,000 pesos a Juana de la Cruz y Manuela AROSEMENA. Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1832, protocolo n- 1, instrumento 36, ff. 95-102 . En 1838, Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA debe 2,000 pesos a María del Carmen ARCE. Esta deuda, ya citada, emana cuando ambos se encuentran en Jamaica . En 1848, Juan Bautista FERAUD debe 3,150 pesos a Clemente ORILLAC . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1848, protocolo n- 2, instrumento 98, ff . 409-410. Finalmente, Mariano AROSEMENA debe 14,000 pesos a Justo GARCIA DE PAREDES . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1831, protocolo n- 1, instrumento 24, íf. 225-228 . (239)
70
Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO debo 22,696 pesos a CAMPLAND y Compañía de Jamaica . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1826, protocolo n- l, instrumento 28, ff . 85-87 . Francisco MATA y José Antonio DURAN deben 25,710 pesos a unos comerciantes de Jamaica . Ya citamos la referencia relativa al caso aludido . Finalmente, Fernando BARSALLO debe 2,006 pesos a BUCHANANS, Mac ADAMS y Compañía, de Jamaica . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1838, protocolo n° 1, instrumento 26, ff . 57-59 . Andrés COSTA debe 1,500 pesos a la misma entidad . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1838, protocolo n° 1, instrumento 30, ff . 73-74 .
dad que coadyuva a captar las alianzas intrafamiliares e interfamiliares que acaecen en el seno de la oligarquía urbana a propósito de las deudas . Tal, el comerciante Bernardo José de ARCE debe 8,000 pesos a su mujer, Juana de la MATA . (240) Tienen intereses en el Ecuador a la sazón . (241) Hermanos se endeudan y expiden hipotecas entre sí . (242) Y pasan a ser deudores (243) o acreedores (244) de otro ente . Las deudas entre parientes políticos son de lo más corrientes, (245) Que hay relaciones comerciales entre la Ciudad de Panamá y el resto del Istmo queda explayado en las páginas precedentes . Las deudas e hipotecas que emanan del hinterland corroboran tal hipótesis . (246) Hecho que plantea dos series de problemas al investigador . La primera apunta a las alianzas que surgen entre notables rurales y urbanos ; la segunda es relativa a las dificultades debidas a la falta de una infraestructura que permita intercambios continuos entre la (240)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n • 1, Panamá, 1827, protocolo n° 1, instrumento 35, ff. 158-170.
(241)
Ver la nota 123 .
(242)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1829, protocolo n° 5, instrumento 223, ff. 238-239 . Juan de AROSEMENA respecto a sus hermanos Blas y Mariano AROSEMENA . Estos últimos tienen, como vimos, deudores en el Ecuador, Perú, México y Cuba .
(243)
Por ejemplo, Pedro y Antonio PEREZ son deudores de María Antonia REMON . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, protocolo n° 3, instrumento 101, ff. 385-388 (1826) .
(244)
Blas y Mariano AROSEMENA son acreedores de José Vicente JAEN quien les debe 1,696 pesos y 6 reales . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1826, protocolo n° 2, instrumento 51, ff . 166-170. Juana de la Cruz y Manuela AROSEMENA prestan 3,000 pesos a Pedro de OBARRIO . Ver la nota 238 . Domingo y Antonio JIMENEZ ARCE son acreedores de la sucesión de un deudor, avecindado en Jamaica, por la suma de 7,110 pesos . Ver la nota 82 .
(245)
Así, Juan GARCIA DE PAREDES crea hipoteca en favor de María del Carmen JIMENEZ (Viuda) de GARCIA DE PAREDES . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1829, protocolo n° 4, instrumento 211, f. 206 . En 1831, Mariano AROSEMENA debe 14,000 pesos a su cuñado Justo GARCIA DE PAREDES . Ver la nota 238 . Ambos son acreedores de personas establecidas en el Ecuador y en el Perú .
(246)
El latifundista José Vicente JAEN, oriundo de Penonomé, es deudor de los comerciantes urbanos Blas y Mariano AROSEMENA . Ver la nota 244 . Mariano AROSEMENA acepta una hipoteca de Ramón DE LA GUARDIA, fijado en Parita . El segundo debe 402 pesos y 4 reales. Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1829, protocolo n° 5, instrumento 224, ff. 240-242 . 71
capital y los burgos rurales . Dicho obstáculo vial precipita la penetración de mercaderes foráneos en el Interior por obra del cabotaje . (247) Así, plurales criollos provinciales endéudanse hacia extranjeros (británicos, franceses, (248) y norteamericanos) (249) . E, inclusive, comerciantes ingleses, fijados en el hinterland, deberán dinero a sus compatriotas residentes, de modo provisorio, en Panamá . (250) Las regiones rurales engloban villorrios esparcidos, habitados por algunas familias de origen español, las cuales monopolizan los cargos burocráticos y administrativos . Dicha minúscula capa de la población (251) detenta, generalmente, considerables latifundios y conságrase a la ganadería . El resto : mestizos, mulatos, negros e indios, quienes viven bajo el imperio de una economía de autosubsistencia. (252) Al compulsar la lista de los deudores rurales comprobamos que son notables lugareños (los JAEN y los CONTE en Penonomé, los DE LA GUARDIA y los GOYTIA en Parita, los CHIARI en Los Santos, los FABREGA, los GARCIA y los CALVIÑO en Santiago de Veraguas, y los GALLEGOS en David) . Tales linajes agrarios pueden adquirir mercancías europeas habida cuenta (247)
En 1839, José Concepción MEDINA, de La Mesa, en Veraguas, debe 653 pesos al mercader británico Benjamín W . DAWSON . Ver la nota 142 . Hacia 1845, José María GOYTIA, de Parita, crea hipoteca en favor del mercader inglés Luis LEWIS . El primero debe 2,437 pesos. Ver la nota 150 . LEWIS tiene deudores en San José de Costa Rica .
(248)
Hacia 1843, Juan Miguel LABARRIERE otorga poder a Francisco de FABREGA, de Santiago de Veraguas, donde el primero dispone de deudores . Ver la nota 177 .
(249)
Hacia 1845, Martín Alonso DONADO, residente en el villorrio de San Carlos, crea hipoteca en favor de ZACHRISSON, NELSON y Compañía, establecimiento comercial al que debe 152 pesos. Ver la nota 166 .
(250)
Daniel GEORGE, vecino de Penonomé, debe 1,214 pesos y 7 reales al comerciante Emanuel ABRAHAM a quien compra unas mercancías en Chagres . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1841, protocolo n° 3, instrumento 107, ff. 75-77 .
(251)
Cf. DORSINFANG-SMETS, Annie, "Aspects particulicrs du métissage culturel en Amérique latino", en Cahiers internationaux de sociologic, Volume XLIV, cahier double, nouvelle serie, quinziéme année, Presses Universitaires de Franco, París, janvierjuin 1968, p. 81 .
(252)
REDFIELD habla utilizado, de buen grado, la noción de sociedad folk respecto de las aldeas rurales panameñas. Para una definición de ese concepto, ver, con provecho, MINTZ, Sidney W ., "The Folk-Urban Continuum and the Rural Proletarian Community", en The American Journal of Sociology, Volume LIX, Number 2, The University of Chicago Press, Chicago, Illinois, September, 1953, p . 137 (columna 1) .
72
de su riqueza relativa . Revenden parte de los efectos a los campesinos, proceder que exacerba tanto su poder como su prestigio a nivel comarcano . Sin embargo, no constituyen auténticas burguesías agrarias . La ausencia de un real mercado interno, el ínfimo número de habitantes que negocian con los mercaderes extranjeros y panameños, confieren, a los endeudamientos de los notables aldeanos, evidentes relieves . En la sección inherente al comercio exterior, anotamos la importante cantidad de deudores extranjeros habida por los comerciantes panameños . Reiteramos, acaso, unos datos similares a fin de subrayar su primacía . Limitémonos a mencionar, en unas notas al pie de página, las deudas, hacia comerciantes panameños, surgidas en diversos puntos de Colombia, (253) del Ecuador, (254) del Perú, (255) de Bolivia, (256) de México, (257) y de Cuba . (258) Aun cuando el criterio relativo al endeudamiento y a las hipotecas linde con aquel del comercio exterior, coadyuva a elucidar relaciones personales ignoradas hasta ahora . Así descubrimos los vínculos entre los comerciantes urbanos y sus clientes rurales . Estos últimos gozan, salvo excepción, de cierta holgura a nivel regional . El hinterland y los puertos secundarios del Istmo son codiciados, igualmente, por los mercaderes extranjeros cuyos deudores cunden . En el seno de la Ciudad de Panamá, vemos cómo endeudamiento y parentesco coinciden . Solidaridad bien firme ratifican las deudas existentes entre comerciantes .
(253)
A propósito de Colombia, señalamos, por ejemplo, las deudas contraídas respecto de los comerciantes panameños Luís LASSO DE LA VEGA y Tomás HERRERA . Ver la nota 115 .
(254)
Por lo que respecta al Ecuador, están, verbigracia, las deudas contraídas respecto de los comerciantes Mariano AROSEMENA, Bernardo José de ARCE, Juana de la MATA, Juan Bautista FERAUD, Blas AROSEMENA, Ramón ARIAS y Luis LASSO DE LA VEGA . Ver las notas 123, 124, 125 y 126 .
(255)
Sobre el Perú, señalemos, entre otros, a Mariano AROSEMENA, Manuela SOPARDA, Nicolás REMON y Justo GARCIA DE PAREDES . Ver las notas 127-135,
(256)
Sobre Bolivia, evoquemos, por ejemplo, a Manuela SOPARDA . Ver la nota 127 .
(257)
Respecto de México, recordemos a Blas y a Mariano AROSEMENA hacia 1828 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1828, protocolo n- 3, instrumento 65, ff . 55-57 .
(258)
En torno a Cuba, idem . 73
V. LAS DOTES En el Istmo, el matrimonio es, guardadas las proporciones, una excepción en el decimonono . La unión consensual constituye, pues, la norma. De hecho, el matrimonio es, a decir verdad, el privilegio de las capas dominantes de la población . (259) Con todo, parejas pobres suelen, ocasionalmente, contraer . La Ciudad de Panamá reproduce el fenómeno de la baja nupcialidad sin mayores variaciones . El criterio basado en las dotes es altamente restrictivo y minoritario . Y esclarece, por cierto, un ángulo íntimo de la sociedad criolla urbana. Encontramos algunas dotes en el curso de nuestras pesquisas . Conciernen, mayoritariamente, a esposas de comerciantes prósperos y de hacendados suburbanos . Salvo excepción, integran, en virtud de sus orígenes, la burguesía comercial urbana . Felizmente, la suma de dinero, ofrecida en señal de dote, es precisada en los protocolos notariales consultados . Tal criterio ayudará a mensurar, directamente, la riqueza de las cónyuges e, indirectamente, aquella de sus esposos, presumiblemente emanados de la misma categoría económica. Resulta fácil elaborar una lista razonada de las dotes vistas . Impresionará la estrecha correlación entre el estatuto de hija de comerciante y la cantidad de la dote . Tal, la más cuantiosa es entregada por Dolores QUESADA de AROSEMENA, hija de conspicuo negociante y mujer del prócer Mariano AROSEMENA. Evaluada en 7,839 pesos, (260) cifra que contrasta con la dote más modesta consignada aquí, a saber la obsequiada por Antonia RODRIGUEZ de DUTARI al unir su vida a la del hacendado Juan de Dios DUTARI (1,000 pesos) . (261) La susodicha no nace en el seno de un hogar vocado al comercio . La distancia que separa su dote de la dispensada por Dolores QUESADA de AROSEMENA es de 6,839 pesos . Detrás de aquélla aparece una tajante diferencia : la que divide a los hacendados suburbanos venidos a menos . Hipótesis demostrable, por cuanto Juan de Dios DUTARI no participa en los diarios liberales instituidos por los (259)
Por lo que atañe a las dotes provinciales, ver, con provecho, JAEN SUÁREZ, Ornar, El hombre y la tierra en Natá de 1700 a 1850, Editorial Universitaria, Panamá, 1971, p. 58 .
(260)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n • 1, Panamá, 1833, protocolo n- 2, instrumento 123, ff . 219-224 .
(261)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1828, protocolo n° 1, instrumento 14, ff . 82-85 .
74
citadinos . El peligro que rodea a los hacendados de los aledaños, no comerciantes, frente al porvenir, exacérbase . (262) Mostramos, más atrás, cómo los comerciantes compran estancias suburbanas . Ser sólo hacendado, sin más, comporta riesgos enormes . Combinando las actividades mercuriales con la propiedad de las haciendas, los comerciantes superan, económicamente, a los señores de la tierra de las sabanas contiguas . A nivel de las dotes, ello salta a la vista. La segunda dote considerada es cedida por Petra Gregoria PEREZ AROSEMENA de PEREZ (6,000 pesos) . (263) Hija del riquísimo negociante madrileño Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO y esposa del comerciante urbano Nicolás PEREZ . Dos salvedades se imponen . La primera : sobre la riqueza del linaje de la casada, cuyo padre ejerce desenfrenadas transacciones . En efecto, posee acreedores en Jamaica y deudores en los puertos sudamericanos del Pacífico . Sus propiedades inmuebles urbanas y suburbanas son considerables. Por su maridaje, Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO está vinculado a la poderosa gente de los AROSEMENA. La segunda acotación apuntará al parentesco . Constatamos los lazos sanguíneos que unen a la dama que suministra la segunda dote y al esposo de quien despacha la más elevada, esto es, Mariano AROSEMENA . Las tercera y cuarta dotes emanan de dos hermanas : Micaela DEL BARRIO de ICAZA (5,981 pesos), (264) quien casa con Pedro Juan de ICAZA, y María de la Asunción DEL BARRIO de SOSA (5,800 pesos), (265) cónyugue de Julián SOSA. Sus maridos son perfectos comerciantes . Y ellas son dueñas de heredades suburbanas . Venderán su hacienda "Juan Lanas" a los aludidos . Tal ejemplo ilustra cómo ciertos comerciantes de la plaza adquieren propiedades no urbanas por ministerio de sus alianzas maritales .
(262)
Ver la nota 23 .
(263)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1828, protocolo n • 3, instrumento 83, ff . 114-117 .
(264)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1826, protocolo n- 2, instrumento 59, ff . 204-207 .
(265)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n • 1, Panamá, 1846, protocolo n- 3, instrumento 117, ff . 299-304 . Julián SOSA casa con María de los Angeles ANZOÁTEGUI . Encontramos el documento relativo a su dote (fechado en 1830) . Desgraciadamente, es ilegible . 75
La quinta dote pertenece a Antonia Fernanda Rosalía PEREZ AROSEMENA de PLANAS (5,550 pesos), (266) quien contrae con Antonio PLANAS, oriundo de Barcelona. Ella es hermana de Petra Gregoria PEREZ AROSEMENA de PEREZ cuya dote de 6,000 pesos evocamos precedentemente . Ambas son hijas del opulento madrileño mentado . En punto a la quinta dote, diremos algo . Quien la otorga es hija de un comerciante madrileño . Casará, en Panamá, con un barcelonés . Empero, por el costado de su madre, forma parte de una de las más influyentes estirpes del Istmo . Aun a la luz de las dotes, asimos, de golpe, la índole excesivamente permeable de un grupo en vías de consolidarse merced a unos aportes internos y alógenos, La sexta dote es ofrecida por la hija de un funcionario colonial, Ramona de URRIOLA de OBARRIO, esposa de Tomás HERRERA, tendero y militar panameño, futuro presidente de Colombia . Aporta 5,314 pesos y 7 reales. (267) Por su cuna, emerge de una acomodada familia de comerciantes, de propietarios y de burócratas coloniales . La séptima es entregada por Tomasa JOVANÉ ARCE de ORILLAC (3,254 pesos), (268) cuando desposa con el comerciante francés Clemente ORILLAC . Ya evocamos la octava, la más modesta del conjunto (1,000 pesos), dada por Antonia RODRÍGUEZ de DUTARI, al unirse al hacendado Juan de Dios DUTARI . A pesar de la pequeña cantidad de dotes halladas, ninguno de los documentos niega el carácter demográficamente excepcional del indicador en cuestión . Estimamos que su validez perdura, aunque no englobe tantos individuos como los criterios concernientes a la propiedad inmobiliaria urbana y suburbana o al comercio exterior . Las familias mercuriales concluyen alianzas por los matrimonios cuyas dotes representan la expresión económica . Intensifican, de tal suerte, su solidaridad . No pocos nombres, evocados más arriba, (266)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1826, protocolo n• 2, instrumento 66, ff. 221-223 .
(267)
Ver ARCHIVOS N ACIONALES . D E PANAMA, Notaría pública n • 1839, protocolo o- 1, instrumento 38, ff . 277-282 .
(268)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública o- 1, Panamá, 1846, protocolo n- 2, instrumento 54, ff . 124-127 .
76
1,
Panamá,
figuran nuevamente, bajo el rubro de las dotes . A su luz, la oligarquía urbana manifiesta un rostro inédito, más furtivo, más concéntrico, es decir, más inner directed . Evidentemente, el otorgamiento de dotes y la propiedad van juntos . Símbolos de riqueza, las dotes auxilian a elucidar los mecanismos que sostienen e inspiran la dinámica matrimonial propia a la oligarquía urbana .
77
C
T
7 1 O G
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SEGUNDO CAPITULO LOS GRUPOS MARGINALES URBANOS
En un capítulo precedente, la oligarquía urbana fue definida en función de cinco criterios, los cuales brillan por su ausencia, naturalmente, cuando intentamos analizar los grupos marginales urbanos . Digamos que éstos se definen por una ausencia . En primer término, la propiedad inmueble urbana y suburbana pertenece, como vimos con antelación, al patriciado citadino . En segundo lugar, el comercio con el extranjero es ejercido por negociantes criollos, cuyos nexos con mercaderes foráneos se multiplican . Tercera característica : los préstamos, las deudas y las hipotecas tienen lugar, consuetudinariamente, ora en el seno de los linajes criollos, ora con personajes de otras latitudes . En cuarto lugar, aun a nivel de las dotes, los intercambios se efectúan dentro de un patriciado en extremo cerrado . Los grupos marginales están desposeídos . Sus relaciones mercantiles con el exterior no existen . Y viven en la inopia al lado de una plutocracia urbana relativamente próspera y dominante . Resulta arduo examinar los grupos arrabaleros a la luz de los archivos notariales nada más . En efecto, solamente a los miembros del patriciado urbano y a los súbditos extranjeros interesa autentificar sus contratos . Subsidiariamente, la compra y la venta de esclavos permiten vislumbrar, de un modo tangencial y aproximativo, las relaciones de dominación que perviven en el seno de una sociedad jerárquica y desigualitaria . Los instrumentos culturales, "capaces de traducir, en formas durables, una visión del mundo" (1), (1)
Ver DUBY, Georges, "Histoire sociale et idéologies des sociétés", en LE GOFF, Jacques, y NORA, Pierre, (compiladores), Faire de l'histoire, premiere partie, tome 1, Nouveaux problémes, Bibliothéque des histoires, NRF, Editions Gallimard, París, 1974, p . 154 .
79
recaen en la oligarquía urbana . Felizmente, disponemos de algunos testimonios escritos por miembros del patriciado, relativos a los grupos marginales urbanos . Pero conviene leer tales documentos con cierta prudencia . De resto, casi no quedan opiniones, publicadas en folletos u opúsculos, que emanen de arrabaleros . Hemos dividido este capítulo en dos partes . En la primera, las estructuras dualistas de la Ciudad de Panamá son dilucidadas en breve . Analizamos, en la segunda, las visiones del mundo, compartidas por los criollos y por las gentes de color del extramuros, valiéndonos de un enfoque textual . I. UNA ESTRUCTURA URBANA DUALISTA A. INTRAMUROS Y ARRABAL No insisistir en la estructura netamente dualista de la Ciudad de Panamá, dividida por unas murallas y un foso, que separan el intramuros del arrabal, sería incorrecto si deseásemos estudiar las relaciones sociales que florecen entre los propietarios blancos de la urbe propiamente dicha y los habitantes negros o mulatos del barrio exterior . Impresiona a MOLLIEN el corte brutal entre "alta y baja ciudad" (2), que divide espacios urbanos y establece diferencias tajantes entre los hombres . El arrabal es la parte "más poblada" de la ciudad, y en la que "sólo se encuentran gentes de color" . (3) En desquite, en el interior de la urbe, los comerciantes burgueses ofrecen, en sus tiendas, mercancías británicas de origen jamaicano (4) y muchos productos estado unidenses .(5) Sus familias se "visten a la inglesa" . (6) Generalmente, habitan en casas de tres pisos . (7) Y acumulan fortunas considerables . Hacia 1841, vale decir, una veintena de años después de la memorable estancia de MOLLIEN, otro diplómatico francés comprueba la permanencia de esa misma estructura urbana . Según LE MOYNE, siempre cáustico y en todo momento detallista, la Ciudad de Panamá "se dividía en dos partes : una murada, donde vivían las altas clases de la población, los negociantes, los funcionarios civiles y militares y los cónsules extranjeros ; la otra parte formaba, afuera de las fortificacio(2)
Ver MOLLIEN, Gaspard-Théodore, op . cit., p . 129 .
(3)
Idem .
(4)
Ibidem, p . 123 .
(5)
Ibidem, p . 128 .
(6)
Ibidem, p . 130 .
(7)
Ibidem, p . 127 .
80
nes, un arrabal y no estaba poblada sino por gentes de color consagradas a trabajos agrícolas o dedicadas al alquiler de mulas y a la pesca ." (8) El texto, a que aludimos, ilustra el dualismo de una ciudad tradicional, de lo más típica, en la que el primer barrio es aquel ocupado por los comerciantes opulentos, los propietarios de bienes raíces, los diplomáticos y la alta burocracia, y cuya segunda sección no aloja sino hombres de color vocados a actividades rústicas . La población arrabalera no disfruta, por así decirlo, de los magros beneficios urbanos . Pese a su importancia numérica (9), está como arrinconada y marginalizada en la miseria . El medio ecológico, en que se desarrolla, es inhóspito . (10) El pragmático y metalizado Adolphe DENAIN lo describe con sombrías pinceladas cuando alude a sus habitantes enclenques : "Por el momento, esos desgraciados viven como en Africa. Poco o en nada vestidos, se alimentan con bananos, pescado y cerdo cocido, viven en ranchos de tierra y en bohíos construídos en un día, no pagan impuesto alguno, no necesitan dinero sino para comprar, de vez en cuando, tabaco, aguardiente o algo nuevo . Sobreviven con veinte o veinticinco francos anuales ." (11) Mientras que, repetimos, el entusiasmo tendero reina, con pompa y con fausto certeros, en el barrio criollo, los negros y los mulatos arrabaleros se hallan en un estado calamitoso . (12) Esas clases inferiores ("lower classes") (13), a los ojos de un viajero científico inglés, ejercen un artesanado las más veces precario . (14) (8) (9)
Ver LE MOYNE, Augusto, op . cit ., p . 271 . Ver SUSTO, Juan Antonio (editor), 2 relaciones de viajes al Istmo de Panamá en 1835 por J .H. Gibbon, médico norteamericano, y P . Campbell Scarlett, viajero inglés, Impresora Panamá, Panamá, 1961, p . 39 .
(10)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, tomo 1, 1843-1851, "Carta de C . de VALLAT, cónsul en Panamá, al Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 17 de diciembre de 1845, p . 126 .
(11)
Ver DENAIN, Adolphie, op . cit., pp . 215-216 .
(12)
Ibidem, p . 216 . Los archivos parroquiales de la Iglesia de Santa Ana, relativos a las defunciones, ofrecen datos que confirman una altísima mortalidad .
(13)
Ver LLOYD, John Augustus, "Notes respecting the Isthmus of Panama . . . Extracts from them read 28th February, and 14th Match, 1831", en journal of the Royal Geographical Society of London, Volume The First, John Murray, Albemarle-Street, London, MDCCCXXXII, p . 100 .
(14)
Idem . 81
Es evidente que el mantenimiento de esa estructura urbana dualista permite el aflorar de relaciones de casta que se entrelazan con las de clase, llanamente económicas . Hasta aquí, hemos acentuado la dicotomía que surge entre los dos barrios de la Ciudad de Panamá . Expresa, en su materialidad, diferencias de estratificación en extremo límpidas . B . CASTA Y CLASE Por casta entendemos, en lo atinente a la sociedad colonial y post-colonial panameña, "un grupo social estratificado y unido por el origen étnico, por el estatus jurídico idéntico y por el mismo tipo de oficio y de actividades económicas y profesionales, heredadas a través de las generaciones ." (15) Conviene anotar, de golpe, que la palabra castellana casta difiere de la acepción francesa caste . Durante el período que nos incumbe, se denominan castas (en plural) todos los habitantes de color. (16) En la sociedad colonial, el hombre blanco es el modelo ideal . Según un manido adagio de la época, " todo blanco es caballero" . HUMBOLDT hace una clasificación de la sociedad colonial hispanoamericana en la que el primer lugar es ocupado por los españoles peninsulares (gachupines) . Luego, siguen los criollos, los mestizos, los mulatos, los zambos, los indios y los negros africanos . Su nomenclatura da fe de dos cosas : la rigidez de la sociedad de castas y la omnipotencia del prejuicio del color . (17) Según Charles MINGUET, americanista de fuste, sería anacrónico hablar de clases en lo que respecta a la sociedad hispanoamericana durante el coloniaje . Esta estaría compuesta por castas sin más . (18) (15)
A propósito de esta definición, ver BRITO FIGUEROA, Federico, Historia económica y social de Venezuela . Una estructura para su estudio, Tomo 1, Colección Humanismo y Ciencia, Volumen 2, Dirección de Cultura, Universidad Central de Venezuela, Imprenta Universitaria de Caracas, 1966, p . 182, nota 165 .
(16)
Ver MINGUET, Charles, Alexandre de Humboldt, historien el géographe de I'Amérique espagnole, 1799-1804, Université de Paris, Travaux & Mémoires de l'Institut des Hautes Etudes de l'Amérique latine, 23, Librairie Frangois Maspero, París, 1969, p . 223, nota 22 .
(17)
Ibidem, p . 223 .
(18)
Ibidem, p . 222 .
82
No utilizaremos la palabra en su sentido clásico, vale decir, cuando se aplica a la India tradicional . (19) Por lo demás, añadamos que la definición nominalista de dicho concepto, bosquejada por ciertos antropólogos norteamericanos (Melvin M . TUMIN, por ejemplo), valoriza, sobre todo, el aspecto de "casta racial" . (20) Finalmente, la "sociedad de castas" no desaparece al pronunciarse la independencia formal (1821) de Panamá de España . Y se prolonga sensiblemente después de esa efemérides . Resumiendo, la burguesía comercial embrionaria de la Ciudad de Panamá es, pues, una clase dotada de conciencia de casta . Si la casta es un elemento de distancia social, ¿cómo se exterioriza en Panamá? Escojamos algunos ejemplos . En primer término, la imposibilidad en la que se encuentran los blancos de desposar o de trabajar al servicio de las gentes de color . (21) En segundo lugar, en virtud de cierta idea relativa a la impureza causada por el contacto físico . MOLLIEN observa que, con ocasión de un baile al cual asistiera en Panamá, después de la independencia, las esposas de los oficiales criollos temían danzar con los militares mulatos y negros . Por semejante proceder, la casta introduce un elemento adicional de distancia social cuando los motivos de desigualdad son muy débiles . (22) En tercer término, la convicción de que los de (19)
Ver BETEILLE, André, "Caste in a South Indian Village", en BETEILLE, André (editor), Social Inequality : Selected Readings, Penguin Modern Sociology Readings, Penguin Books, Richard Clay (The Chaucer Press) Ltd, Bungay, Suffolk, 1972, p . 274 . Una interpretación culturalista de la palabra casta: BOURRICAUD, Francois, Changements á Pane: étude de sociologic andine, Travaux et Mémoires de l'Institut des Hautes Etudes de l'Amérique latine - XI, Institut des hautes études de l'Amérique latine, Imprimerie Jouve, Paris, 1962, p . 67 .
(20)
Ver TUMIN, Melvin M ., Caste in a Peasant Society : A Case Study in the Dynamics of Caste, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, 1952, p . 293 . Una crítica a la terminología de este autor: PITT-RIVERS, Julian, "Race in Latin America: The Concept of `raza' ", en Archives européennes de sociologic, tome XIV, numéro 1, París, 1973, p. 26 . Ver, asimismo, DUMONT, Louis, Homo hicrarchicus : essai sur le systéme des castes, Bibliothéque des sciences humaines, NRF, Editions Gallimard, París, 1967, p . 306 (Apéndice A) .
(21)
Ver AROSEMENA, Mariano, Apuntamientos históricos (1801-1840), op. cit., p 34 .
(22)
Ver MOLLIEN, Gaspard-Théodore, op . cit ., p . 129 . En lo que atañe a Cartagena, ver RAMOS, Jorge Abelardo, Historia de la nación latinoamericana, Biblioteca de Estudios Americanos, A . Peña Lillo, editor, Buenos Aires, 1968, p . 155 . A propósito de la idea de superioridad racial en las sociedades de castas, 83
color son biológicamente inferiores a los blancos . (23) Un cuarto criterio : la prohibición implícita de movilidad vertical . (24) En quinto lugar, la casta representa un medio por el cual los criollos conservan la posición que ostentan en la jerarquía económica -aun después de la independencia de España- en la medida en que los blancos -hasta el 1° de enero de 1852- tienen cl privilegio de poseer esclavos . (25) Veremos cómo esta noción engendra tensiones y conflictos . C . CASTA Y CONFLICTO Hacia 1790, el 66°6 de la población de la Ciudad de Panamá está compuesto por negros libertes quienes viven en el extramuros . (26) Además, el 22% está constituido por esclavos teóricamente alojados en las residencias de sus amos . Por último, los blancos frisan con el 12% restante . La acentuadísima disparidad étnica y económica, que separa el grupo de propietarios blancos respecto de los desposeídos, provoca no pocos conflictos dentro de aquella alterada sociedad de castas . (27) Durante la segunda mitad del siglo ver BAGU, Sergio, Estructura social de la colonia . Ensayo de historia comparada de América Latina, Librería "TI Ateneo", Editorial Artes Gráficas Bartolomé U. Chiesino, Buenos Aires, 1952, p . 54 . (23)
(24) (25) (26)
(27)
84
Ver RESTREPO, José Manuel, Historia de la revolución de la República de Colombia, Tomo Primero, Librería Americana, Calle del Temple, n- 69, París, 1827, p . 104 . Ver DUMONT, Louis, op . cit ., p . 311 . Ver TIRADO MEJIA, Alvaro, op. cit ., p . 53 . Ver JAEN SUAREZ, Ornar, "La Ciudad de Panamá en cl siglo XVIII . Propiedad y propietarios del Intramuros en 1756", en Anales de ciencias humanas, n° 2, Universidad de Panamá, Editorial Universitaria, Panamá, 1972, p . 26 . Para un resumen de la situación del extramuros un siglo después, ver FIGUEROA NAVARRO, Alfredo, "Tensiones sociales en cl arrabal según la correspondencia consular francesa (1850-1880)", en la revista Tareas, No . 39, Panamá, julioseptiembre 1977, pp . 87-95 . Ver JARAMILLO URIBE, Jaime, Ensayos sobre historia social colombiana, Biblioteca Universitaria de Cultura Colombiana, Universidad Nacional de Colombia, Dirección de Divulgación Cultural, Publicaciones, Bogotá, 1968, p . 13 . Sobre la esclavitud urbana, ver MORNER, Magnus, La mezcla de razas en la historia de América Latina, Biblioteca América Latina, 5, Serie Mayor, Editorial Paidós, Buenos Aves, 1969, p . 117 . Ver, con provecho, GIL FORTOUL, José, Historia constitucional de Venezuela, quinta edición, Tomo Primero, La Colonia . La Independencia . La Gran Colombia, Talleres Eosgraf, S .A ., Madrid, 1967, pp . 95-96 . En torno a ese tipo de conflicto, ver COSER, Lewis A ., The Functions of Social Conflict, First Free Press Paperback Edition, A Free Press Paperback, The Free Press of Glencoe, Collier-Macmillan Limited, London, 1964, p . 118 .
XVIII, mulatos y negros libertos pretenden comerciar al por menor, hecho que enardece al patriciado español y criollo . A su turno, el gremio de los de color ansía gozar del privilegio los frutos de la venta de géneros de Castilla ( y no solamente de y de los productos locales) . (28) A ten insólita petición (si nos situemos en el seno de une sociedad de castas), la burguesía embrionaria responde negativamente reiterando argumentos que legitiman la superioridad de la "esfera" social a le que elle pertenece, en detrimento de las "esferas" inferiores (29), cuyos papeles "mécanicos" (herreros, carpinteros, peluqueros, sastres, orfebres, plateros, etcectera) son incompatibles con el oficio de comerciante . (30) Luego, critica el patriciado el exacerbado prurito de lujo que percibe en los mulatos, amén de su modesto espíritu de ahorro . (31) De otra parte, el cabildo civil arguye, en efecto, que el ejercicio del comercio debiera -excluir a las gentes de color en la medida en que son los comerciantes españoles, establecidos en Panamá, quienes desposan con las doncellas criollas, contribuyendo, de tal suerte, a la formación de nuevas familias blancas en aquel istmo despoblado . (32) Ese institución municipal (el cabildo civil) considera, en suma, que la desigualdad entre las castas y sus oficios respectivos debe ser formalmente mantenida . Más allá de todas les racionalizaciones (28)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL, Madrid, Sección Consejos, Legajo 20627 : "E1 gremio de los del color, de la ciudad de Panamá, con los individuos del Comercio de Españoles de dicha ciudad, sobre que no se les impida comerciar en mercaderías de Castilla i tener tiendas públicas" . (1762-1765)
(29)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL, Madrid, Sección Consejos, Legajo 20627 : "El Comisario del Comercio de Panamá informa a V .M . de los incombenientes que hay en que los Mulatos i demás Gente del Color se introduzcan en el Comercio, cuyas grandes razones de utilidad de la causa pública, i honor que de ellos se sigue a esta Capital ; hace presente a la piedad de V .M . particularmente con el motivo del recurso interpuesto por el mulato libertino Ascensio María Carrasquilla", Panamá, 21 de julio de 1764 .
(30)
En lo tocante a los privilegios otorgados a los comerciantes, ver ALVAREZ F ., Mercedes M ., Comercio i comerciantes, i sus proyecciones en la independencia venezolana, segunda edición, Tipografía Vargas, S.A. ., Caracas, 1964, p . 46 .
(31)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL, Madrid, Sección Consejos, Legajo 20627 : "El Comisario del Comercio de Panamá informa a V.M
(32)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL, Madrid, Sección Consejos, Legajo 20627 : "El Cabildo Justicia i Reximiento de Panamá informa a V .M, sobre los gravísimos inconvenientes que tiene el que los Mulatos, i demás Gente del Color, se introduzcan en el Comercio, como representa a V.M .", Panamá, 1- de julio de 1764 . 85
inimaginables, témese que la Ciudad de Panamá se convierta en una "miscelánea república de mulatos" (33) y que las hijas de los mercaderes contraigan con mozuelos de color . ( 34) Se trataría de uniones poco dignas desde el punto de mira de una sociedad estratificada en castas . Inclusive el cabildo eclesiástico de la Catedral de Panamá (36) juzga inaceptables las súplicas formuladas por los mulatos . Y adhiere, también, a la idea según la cual los mercaderes citadinos siempre ofrecen sus hijas en matrimonio a sus homólogos blancos . (37) Si la reproducción de tal ciclo fuere interrumpida, por virtud de matrimonios mixtos, entonces los europeos cesarían de ejercer sus menesteres en Panamá y abandonarían, apocalípticamente, el país . (38) Acompaña, a esa amenaza, una dolorosa denuncia : la de la movilidad social ascendente de los mulatos, (39) su "orgullo" e "intrepidez" . (40) De resto, las autoridades gubernamentales estigmatizan el ansia inmedible de triunfo (41)-en jerga sociológica (33)
Idem .
(34)
Idem .
(35)
ídem . Ver, al respecto, BENEDETTI, Carlos, Historia de Colombia, segunda edición, Imprenta del Universo de Carlos Prince, Calle de la Veracruz, n • 71, Lima, 1887, p . 328, y COX, Oliver C ., Caste, Class and Race : A Study in Social Dinamics, Introduction by Dr . Joseph S . Roucek, Modem Reader Paperbacks, New York and London, 1970, p . 444 .
(36)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL, Madrid, Sección Consejos, Legajo 20627 : "El Cabildo eclesiástico de la Santa Iglesia Cathedral de Panamá expone a V.M. los motibos que se le ofrecen para que se prohiba a los Pardos el exercicio de Mercaderes a pedimento del Consejo del Comercio", Panamá, 28 de mayo de 1764 .
(37)
Idem.
(38)
Idem .
(39)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL, Madrid, Sección Consejos, Legajo 20627 : "El Obispo electo de Panamá informa a V .M . sobre el restablecimiento de] Comercio de esta Ciudad, i el exceso que se ha experimentado de haberes introducido en él personas del color pardo . . .", Panamá, 26 de mayo de 1764 .
(40)
Idem . Criterios reiterados por BUNGE, Carlos Octavio, en la Argentina, a principios del presente siglo, en su libro titulado Nuestra América (ensayo de psicología social), cuarta edición, Arnoldo Moen y hermano, editores, Buenos Aires, 1911, p . 141 .
(41)
Ver ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL, Madrid, Sección Consejos, Legajo 20627 : "El Gobernador de Panamá informa a V .M . de los gravísimos incon-benietsqu leosMuat,ydemásGnlCorseintduzca en el Comercio, i por consecuencia de las grandes razones públicas de utilidad, y conveniencia que resultan de no permitir se mezclen en él", Panamá, 25 de enero de 1764 .
86
actual: motivación al logro- que se manifiesta en las gentes de color. A la luz del susodicho conflicto, el cual opone, judicialmente, a dos castas coloniales, por espacio de medio siglo, (42) se desprenden algunas características axiales del sistema aludido tal como se expresa a nivel del discurso . Los mercaderes panameños conciben la sociedad como dividida en "esferas" constantes e inmóviles . Una división del trabajo cristaliza en el cuerpo social a partir de éstas . Porque son blancos, pertenecen a la "esfera" superior que puede dedicarse al comercio al por mayor y al por menor . Las "esferas" inferiores, compuestas por negros y mulatos libres, deben consagrarse a oficios "mecánicos" (léase manuales) . Cualquiera tenue movilidad vertical de los de color amenaza, de plano, el sistema . Al patriciado criollo ir i a, evidentemente, su avidez . Los negros y los mulatos quieren ostentar y sobresalir . Están henchidos de orgullo y de audacia, siendo "gente tan baja ." (43) Además de los argumentos basados en la especificidad de las "esferas", cuyos miembros cumplen funciones diferentes, el patriciado criollo recurre a otro de índole endogámica . En efecto, éste se horroriza ante la perspectiva de posibles matrimonios, concluidos entre mulatos y negros, virtualmente enriquecidos, e hijas de criollos . En primer término, esos individuos pertenecen, desde su cuna, a una "esfera" mecánica, es decir, inferior . En segundo lugar, ellos son de color. Por tanto, la noción de casta es refractaria, por (42)
Sobre los fundamentos demográficos de ese conflicto, ver CASTILLERO CALVO, Alfredo, "Proceso de desarticulación del régimen de castas en Panamá durante el siglo XVIII", en INSTITUT PANAMERICAIN DE GEOGRAPHIE ET D'HISTOIRE, COMMISSION D'HISTOIRE, Colloque sur les institutions coloniales dans les Amériques au XVIIIe siécle, Colloque organisé par la section nationale de Canada, Université Laval, du 6 mars au 10 mars 1972, Editorial Libros de México, S .A., México 1974, pp . 274-275 .
(43)
Cabe añadir que, en los albores del período republicano, los motines protagonizados por gentes de color se radicalizan en Venezuela i en Cartagena . Ver, con sumo provecho, RESTREPO, José Manuel, Diario político y militar . Memorias sobre los sucesos importantes de la época para servir a la Historia de la Revolución de Colombia y de la Nueva Granada, desde 1819 para adelante, tomo primero, comprende el tiempo corrido desde el 28 de julio de 1819 hasta fin de 1834, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, Imprenta Nacional, Bogotá, 1954, p . 222 . Además, desde el siglo XVIII, no pocos levantamientos de negros y mulatos estallaron en Venezuela, de los cuales fueron los más importantes aquéllos ocurridos en 1732, 1749 y 1795 . Ver, al respecto, ROSENBLAT, Angel, La población indígena y el mestizaje en América, tomo I, La población indígena: 1492-1950, Biblioteca Americanista dirigida por Luis Aznar, Editorial Nova, Buenos Aires, 1954, p . 196 . 87
definición, a los maridajes mixtos . En síntesis, mutándose en "miscelánea república de mulatos", merced a indecorosas uniones, la sociedad colonial, fundada en la desigualdad de las castas, periclitaría . Todas las instituciones coloniales y, por supuesto, los dignatarios más conspicuos (el cabildo civil, el cabildo eclesiástico de la Catedral de Panamá, el comisario del comercio, el obispo de Panamá) preconizan la conservación del modelo jerárquico inherente a la sociedad de castas . Asediado internamente, subsiste pese al triunfo judicial de los mulatos en aquel pleito luengo . Si dicho modelo se deteriora, demográficamente, en la Ciudad de Panamá, su carácter permanece casi inalterable en el siglo XIX . En el ánimo de quienes declaran la independencia, los llamados próceres, (44) la noción de patria posee un sentido restrictivo en la medida en que no abarca sino a los criollos y a los blancos . (45) Es más : en los escritos de sus más lúcidos descendientes, (46) educados en renombradas universidades y, mayoritariamente opuestos a la esclavitud, se registra, fácilmente, cierto desdén hacia la"indolencia "„la"somnolencia", la "pereza", las "malas pasiones" y los "feroces instintos" de la gente de color . Sostienen ciertas corrientes historiográficas panameñas que los conflictos sociales, que oponen la urbe al arrabal, no llenan al paroxismo sino hacia 1830, cuando el general mulato José Domingo ESPINAR toma el poder, durante varios meses auxiliado por las masas populares, y declara la separación del Istmo de Colombia . (47) Se exalta, por cierto, aquel hecho notorio, pero sus causas pretéritas se olvidan . Si dicho evento conlleva, en efecto, suma trascendencia, existen ostensibles antecedentes de rebeldía arrabalera desde el siglo XVIII . Asimismo, el conflicto analizado esclarece (44)
Por ejemplo, Mariano AROSEMENA (1794-1868) . Sobre la noción de patria, ver MINGUET, Charles, "El concepto de nación, pueblo, estado i patria en las generaciones de la Independencia", en Recherches sur le monde hispanique au dix-neuviéme siécle, Editions Universitaires, Lille, 1973, p . 68 .
(45)
Ver MINGUET, Charles, "Le créole amóricain á travers quelques écrits frangais et espagnols da XVIIIéme siécle", en Cahiers de l'Institut des Hautes Etudes de l'Amérique Latine, número 6, Six études historiques (de la découverte á la veille de l'indépendance), París, 1964, p . 83 .
(46)
Justo AROSEMENA (181 .7-1896) .
(47)
Ver CASTILLERO CALVO, Alfredo, "E1 movimiento de 1830", en Tareas, n° 5, Año 1, pp . 12-56, Panamá, agosto-diciembre, 1961 . Este autor ha revisado sus hipótesis ulteriormente . Ver, también, SOLER, Ricaurte, Formas ideológicas de la nación panameña, cuarta edición, Colección Seis, Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA), San José de Costa Rica, 1972, pp . 59-60 .
88
y profetiza las actitudes y las conductas asumidas por el patriciado
criollo, ante el arrabal, en el transcurso del decimonono y del presente siglo . (48) Es que la rigidez institucional tiende a reproducirse aun si la sociedad de castas sufre profundos avatares . D. DE LA MOVILIDAD SOCIAL DE LOS MULATOS Continuamente reiteramos que la sociedad panameña de castas se resquebraja desde el siglo XVIII . En efecto, los negros y los mulatos libres integran las "milicias de pardos" . (49) En la ausencia de blancos, ellos acceden, en veces, a cargos burocráticos en las notarías y en las receptorías . (50) Algunos ingresan a las órdenes eclesiásticas . Otros cursan estudios universitarios en los claustros de Panamá, de Bogotá, de Quito y de Lima . (51) Ellos osan competir con los comerciantes criollos y anhelan, como vimos, practicar el comercio al por menor, lo cual obtienen en 1765 . A partir de las guerras de independencia, el ejército favorece, auspicia y precipita la tendencia a la movilidad vertical ascendente . En realidad de verdad, el general mulato José Domingo ESPINAR, a la vez médico, ingeniero y secretario privado de Simón BOLIVAR -genuino intelectual del arrabal- separa el Istmo de Colombia, por vez primera . Durante buena parte del siglo XIX, los empleos burocráticos urbanos, como veremos ulteriormente, son codiciados por los negros y los mulatos . Sin embargo, el arrabal sigue visiblemente distanciado de la urbe . Pese a la en exceso tímida movilidad de las gentes de color, la riqueza y el prestigio son monopolio de las familias criollas y de los extranjeros . Se impone una salvedad en punto a la movilidad social de la gente de color . Su carácter es más bien individual en vez de colecti(48)
Ver PORRAS, Camilo A ., Retazos de mi vida, Litho-Impresora Panamá, S .A., Panamá, 1975, p . 27 .
(49)
Consultar ESCALANTE, Aquiles, El negro en Colombia, Monografías sociológicas, n- 1, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Sociología, Imprenta Nacional de Colombia, Bogotá, 1964, p . 141 . Ver, además, ARCHER, Christon 1 ., "Pardos, Indians and the Armi of New Spain : Inter-Relationships and con-fl2P6J1,ao7iru8ct0n-slf"LeAmricanStudes,Volm Cambridge Universiti Press, Cambridge, November 1974, p . 232,
(50)
Ver (ASTILLERO CALVO, Alfredo, Los negros y mulatos libres en la historia social panameña, Impresora Panamá, S.A ., Panamá, 1969, p . 5 .
(51)
Ver CASTILLERO CALVO, Alfredo, La sociedad panameña : historia de su formación e integración, Dirección general de planificación i administración, Comisión de estudios interdisciplinarios para el desarrollo de la nacionalidad, Estudios especiales, n- 1, Editora Lemaria, Panamá, mayo, 1970, p . 104 . 89
ve . En el siglo XIX, cada generación comporta una serie de mulatos o de negros que logra, manu militar¡ o por tenaz iniciativa propia y alacridad perseverante, obtener puestos políticos, administrativos o burocráticos de nota . Mas, tal proceso excepcional no acelera para nada el mejoramiento del nivel de vida de las masas . Esto explica, parcialmente, por una parte, la avinagrada agresividad del arrabal durante la segunda mitad del decimonono, y de otra parte, la eclosión de inéditas formas de caudillismo urbano . II . LAS VISIONES DEL MUNDO DE LOS GRUPOS RIVALES A . ¿COMO VEN LOS CRIOLLOS A LAS GENTES DE COLOR? ¿Qué interés poseerá un enfoque textual relativo a los grupos marginales urbanos? Creemos, en verdad, que se justificaría plenamente, ya que la visión tic] mundo de los 'criollos es toscamente diáfana. Los escritos éditos de Mariano AROSEMENA describen, con apreciable minucia, las convicciones, los sentimientos, las sospechas y los pavores del patriciado en lo tocante a los grupos marginales . Actor egregio y tardío historiador, simultáneamente, sus apuntes traslucen fineza . Observa el crecimiento demográfico del extramuros e intuye, asimismo, el desencanto político y la frustración social experimentados por lo que él conceptúa como populacho . Además el examen de un texto, ya centenario, actualiza, en efecto, una visión del mundo su¡ generis y la rinde más asequible, más vivaz, más candente . Aunque salido de la imprenta a principios de este siglo, el inocente ensayo de Matilde María de OBARRIO de MALLET aspira a relatar, con pasmosa subjetividad, las metamorfosis que se producen, en el seno de la sociedad urbana, a lo largo, en esencia, de la centuria precedente. Crónica familiar y sarmentosamente anecdótica, su libro no está ayuno de contenido sociológico . Y su autora es nieta de Pedro de OBARRIO, acaudalado comerciante y gobernador del departamento colombiano de Panamá . Finalmente, los juicios emitidos por Ricardo Joaquín ALFARO, también biznieto de distinguido comerciante criollo (José María JOVANE), corroboran la visión del mundo destilada por el patriciado urbano . Ofrecen balance y panorama bastante completos estos tres testimonios . A la inversa, las páginas suscritas por el general mulato José Domingo ESPINAR constituyen palmario ejemplo de la visión de las gentes de color . Intelectual y adalid, él expone las causas que conducen a la anomía en que se encuentran postradas las masas . 90
Si la sociedad de castas cesa de funcionar, teóricamente, proclamada la independencia, si ella es incluso vituperada por los criollos liberales (52), su vigencia cala a lo largo del decimonono . Evócase, de modo consuetudinario, a la "clase negra" (53) y al crimen "horrible" cometido contra los franceses blancos de Haití por DESSALINES . (54) El miedo a presenciar la instauración de una república mulata en Panamá, que emule a la de Haití, es patente . (55) DESSALINES luce como un verdadero "monstruo" . (56) La oligarquía urbana fulge como la "porción civilizada" que puebla el Istmo . (57) Frente a ésta última, el grupo humano indígena (la "porción indígena"), muy remoto, es esbozado con generosa simpatía y cortés desapego, por cuanto sus contactos con la ciudad son harto accidentales . (58) En desquite, los grupos marginales urbanos suscitan comentarios iracundos e innegable pavura . (60) Al tope del grupo, figuran los artesanos ("maestros de arte") (61), votados al ejercicio de tareas manuales . En 1821, éstos son mediatizados por la oligarquía urbana con el objeto de difundir las ideas revolucionarias, en el arrabal, utilizando el recurso que brindan las sociedades patrióticas . (62) Mas, el análisis de aquel out-group, (52)
Ver AROSEMENA, Mariano, Apuntamientos históricos (1801-1840), op . cit .,
(53)
Ibidem, p . 20 .
(54)
Ibidem, p . 15 .
(55)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, Historia contemporánea de Colombia (desde la disolución de la república de ese nombre hasta la época presente), segunda edición, Tomo I, (fines de 1829-principios de 1841), Editorial América, Cali, MCMXXXIII, p . 84 .
(56)
Ver AROSEMENA, Mariano, op . cit ., p . 21 .
(57)
Ibidem, p . 148 .
(58)
Ibidem, p . 34 .
(59)
Ibidem, p . 148 .
(60)
Ibidem, p . 127 . Ibidem, p . 26 . Trae a la memoria la lectura de este relato las observaciones de FREYRE, Gilberto, Maitres et esclaves : la formation de la société brésilienne, traduit du portugais par Roger Bastide, préface de Lucien Febvre, nouvelle édition, Bibliotheque des histoires, NRF', Editions Gallimard, París, 1974, p . 322 .
p . 33 .
(61)
Sobre los artesanos de Guayaquil, ver HAMERLY, Michael T ., Historia social y económica de la antigua provincia de Guayaquil : 1763-1842, Versión castellana de Walter R . Spurrier, primera edición, Publicaciones del Archivo Histórico del Guayas, Colección Monográfica, Publicación n- 3, Impreso en Artes Gráficas Senefelder, Guayaquil, 1973, p. 145. (62)
Ver AROSEMENA, Mariano, op . cit ., pp . 126-127, y, del mismo autor, cl ensayo Independencia del Istmo, introducción y notas de Rodrigo Miró, 91
particularmente levantisco y belicoso, no es realmente profundizado sino en períodos de crisis . Entonces, erizan, por cierto, los "hombres en pelotón", (63) sus "vítores escandalosos, criminales y alarmantes", (64,) su palpitante y creciente pugnacidad . (65) A guisa de un conjunto de "buenos ciudadanos", (66) favorables a la conservación de la "seguridad individual" (67) y amigos de la "tranquilidad pública" (68), el patriciado se define . Estos burgueses beneméritos viven angustiados (69) ante la efervescencia originada por perturbadores que "a nada pueden aspirar" (70) ni "nada tienen que perder" . (71) Ellos detestan las "asonadas" (72) que se verifican en el arrabal . Los "alborotos" exasperan sus mentes . (73) Tales desórdenes y tumultos conducen, piensan, a excesos deplorables . (74) Oponen al espíritu de contienda (75), reinante, en las "turbas del arrabal", (76) unos ideales de concordia social y de fraternidad civil . Rememoran los miembros del patriciado, con cierta nostalgia, los liminares años de la época republicana, cuando todas las "clases sociales" se comprendían (77) y formaban una especie de solidaria familia . (78) Por oposición, ellos atisban, en la violencia Cuadernos de Historia Patria, m 1, Universidad de Panamá, Instituto de Investigaciones Históricas, Ediciones del Ministerio de Educación, Departamento de Bellas Artes y Publicaciones, Panamá, 1959, p . 43 . (63) (64)
Ver AROSEMENA, Mariano, Apuntamientos históricos (1801 .1840), p . 193 . Ibidem, pp . 192-193 .
(65)
Ibidem, p . 193 .
(66)
Idem.
(67)
Idem .
(68) (69) (70) (71) (72) (73)
Idem. Idem . Idem . Idem . Idem . Idem . Idem .
(74) (75) Ibidem, p . 227 . (76)
(77) (78) 92
Ver ALFARO, Ricardo Joaquín, Vida del General Tomás Herrera, prólogo de Guillermo Andreve, Universidad de Panamá, Edición Conmemorativa del XXV Aniversario, Imprenta Nacional, Panamá, 1960, p . 76 . Ver AROSEMENA, Mariano, op. cit ., p . 149 . Idem.
avasalladora, el ocaso de aquel entendimiento social y el advenimiento de una crisis que minaría (79) los basamentos mismos de la sociedad toda . A sus ojos, el caudillo mulato José Domingo ESPINAR (1791-1862), quien se apodera, momentáneamente, de las riendas de la cosa pública, en 1830, merced al apoyo dispensado por el arrabal, sacude el orden social, pues disloca las"clases sociales" . (80) Constatamos, de pasada, que las palabras clase, raza y casta son casi sinónimos en el léxico de los criollos . Así, el general blanco panameño José de FABREGA, acérrimo enemigo de ESPINAR, afirma que su contrincante "cuenta con gente de su clase" (81), o sea, de su "escala social" (82), de su casta, de su raza . Una visión jerárquica de la sociedad, basada en las antiguas castas coloniales, surge cuando el arrabal trata de dominar el conjunto del cuerpo social . De golpe, para contrarrestar semejantes brotes impetuosos, el único medio de que se dispone es la liquidación de quienes protestan, (83) "gente desafecta" . (84) No se soportan las "ofensas" perpetradas contra el general José de FABREGA y contra la "clase blanca" . (85) Sospechan los patricios que un motín estallaría en cualquier momento . (86) El patriciado blanco considérase elemento pedagógico por excelencia . Es mayéutica su función, pues dirige la dinámica social . Este anima, como vimos, las sociedades patrióticas destinadas a difundir los ideales de libertad, de igualdad y de fraternidad en el seno de las masas . (87) En el fondo, el patriciado criollo es un agente de aculturación, a la vez innovador y conciente de su posición de casta que detenta en la urbe . (88) Aunque, teóricamente, vilipendia el sistema colonial de las castas, como "escala social ingenio(79)
Idem .
(80)
Ibidem, p . 201 .
(81)
Ibidem, p . 206 .
(82)
Ibidem, p . 33 .
($3)
Ibidem, p . 206 .
(84)
Idem .
(85)
Idem .
(86)
Ibidem, p . 214 .
(87)
Ver la nota 12 .
(88)
Ver, al respecto, WACHTEL, Nathan, "L'acculturation", en LE GOFF, Jacques, y NORA, Pierre (compiladores), Faire de l'histoire, tome 1, Nouveaux problémes, Bibliothéque des histoires, NRF ; Editions Gallimard, París, 1974, p . 125 . 93
sa", (89) fundamentada en cl "color" del individuo (90), y dotada de una serie de prohibiciones referentes, por ejemplo, al matrimonio, al servicio doméstico y al escogimiento de ciertas profesiones civiles y eclesiásticas, (91) éste propone, en la práctica, su supervivencia, de la cual está conciente . Las costumbres coloniales (92) se perennizan después de la independencia dado que están muy "arraigadas" (93) en la sociedad . Pese a su apresurada profesión de fe filantrópica y humanitaria -los criollos citadinos suelen denominarse "amigos de la humanidad"- (94), ellos se jactan de ser los descendientes de los conquistadores . (95) En suma, existe siempre una barrera infranqueable, la cual los separa de las castas inferiores . Según la ideología oficiosa, los "sujetos más influyentes" (96) son quienes deben monopolizar la cosa pública y las castas mulatas y negras obedecerán sus designios . Un paternalismo elementalísimo traspasa su visión del mundo . Las escaramuzas del arrabal emanan "por solidaridad de raza" (97), estiman los criollos, quienes execran la "terrible asonada" (98), urdida por las castas, cuyo único norte es "humillar a los blancos" . (99) No olvidará el lector, empero, que los habitantes del extramuros son mulatos y negros libres . En el interior de la ciudad, la institución de la esclavitud rige hasta 1852 . (100) Una nieta del inmensamente rico comerciante Pedro de OBARRIO ofrece una imagen dulcificada de lo que ocurre en el intramuros donde negro es sinónimo de esclavo . Ella evoca, con insistente melancolía, la (89)
Ver AROSEMENA, Mariano, op . cit., p . 33 .
(90)
Ibidem, p . 34 .
(91)
Idem .
(92)
Ibidem, p . 39 .
(93)
Idem .
(94)
Ibidem, p . 109 .
(95) Ibidem, pp . 149-150 . (96)
Ibidem, p . 278 .
(97)
Ver ALFARO, Ricardo Joaquín, op . cit ., p . 76 .
(98)
Idem .
(99)
Idem .
(100) Consultar DL LA GUARDIA, Roberto, "El fenómeno de la esclavitud en la civilización panameña", en Hombre y Cultura, Revista del Centro de Investigaciones Antropológicas de la Universidad de Panamá, Tomo 2, Número 3, Diciembre de 1972, Imprenta Universitaria, Panamá, 1973, pp . 27-73 . 94
"cortesía" de las costumbres coloniales, (101) que se dilatan en las décadas posteriores a la independencia . En la urbe viven, a saber, el patriciado, al que apellida, hiperbólicamente, "nobleza" (102), con sus numerosos esclavos, y, en el arrabal, el "pueblo" hormiguea . Su abuelo materno -Ramón VALLARINO JIMENEZ- funge como el "amo" (104), con quien la autora se identifica plenamente . Los múltiples esclavos cumplen tareas domésticas (105) : limpian los pisos, (106) cocinan, (107) conducen las hijas de sus amos a la escuela, (108) acompañan los niños patricios a la playa y les bañan, lavan la ropa, (109) y cosen . (110) Aquí, el texto antedicho no traduce sino relaciones de fidelidad y de obediencia por parte de los esclavos, de lleno integrados a la familia criolla . En resumen, los esclavos son manipulados por sus amos y asimilados al hogar criollo, cuyos miembros oran y danzan al unísono . (111) Tan cándido relato es fraccionado por el "caos" que acarrean las ideas "de igualdad e independencia" (112) en el ánimo de los esclavos, quienes abandonan la morada de sus amos y, en ocasiones, les atacan clamando porque sus bienes sean confiscados . (113) La abuela materna de la autora -Josefa BRAXIMO de VALLARINO- es desaten(101)
Ver OBARRIO de MALLET, Lady Matilde María de, Bosquejo de la vida colonial de Panamá, traducción de Agustín Ferrari, edición de Juan Antonio Susto, Impresora Panamá, S .A ., Panamá, 1961, p . 16 .
(102)
Idem .
(103)
Idem .
(104)
En torno a la esclavitud doméstica, ver ARBOLEDA, José Rafael,H istoire et anthropologie du noir en Colombie, traduction de I'espagnol par Marie-Christine Chazelle et André Ahandegbe, ronéotypé, Centre de llantos Etudes afro-ibéroaméricaines de I'Université de Dakar, o- 4, Dakar, 1968, p . 25 .
(105)
Ver OBARRIO de MALLET, Lady Matilde de, op . cit ., p . 24 .
(106)
Ibidem, p . 19 .
(107)
Ibidem, p . 20 .
(108)
Idem .
(109)
Ibidem, p . 28 .
(110)
Ibidem, p. 22 .
(111)
Ibidem, p . 26 . Trae a la memoria la lectura de este relato las observaciones de FREYRE, Gilberto, Maitres et enclaves : la formation de la société brésilienne, traduit du portugais par Roger Bastide, préface de Lucien Febvre, nouvelle édition, Bibliothéque des histoires, NRF, Editions Gallimard, París, 1974, p . 322 .
(112)
Ver OBARRIO de MALLET, Lady Matilde María de, op . cit., p . 36 .
(113)
Idem . 95
dida por sus antiguos esclavos, de los cuales dos solamente le permanecen adictos . (114) Por vez primera en su existencia, "tuvo que barrer ella misma". (115) En la prensa del periodo republicano inicial, los criollos anuncian, con asiduidad, la venta de sus esclavos . (116) Con ocasión de la celebración de efemérides nacionales, los "sujetos pudientes" otorgan libertad a un limitado número de esclavos . (117) Tales prácticas dan fe de una ideología que reitera la sumisión del elemento negro al patriciado y el florecimiento del paternalismo . B . ENCONO Y TEMOR RECIPROCOS
Cuatro conclusiones se desprenden de la visión del mundo del patriciado criollo . La primera alude a la óptica de casta que priva en las relaciones sociales inter-raciales . En efecto, los criollos hablan, de suyo, de una clase negra opuesta a una clase blanca (Mariano AROSEMENA) . Ellos respetan la dicotomía que separa a los habitantes del intramuros de las turbas del extramuros (Ricardo Joaquín ALFARO) . E, inclusive, dentro de la pequeña ciudad, las relaciones de casta lucen incólumes (Matilde María de OBARRIO de MALLE'!'). Al patriciado criollo incumbe la dirección del poder político y el goce del prestigio social, pues continúa, mutatis mutandis, ejerciendo un mandato colonial . Descuella como agente de aculturación y de dominación. Corrobora la segunda conclusión la índole extremadamente violenta de la definición relativa a los arrabaleros, quienes vehiculan significantes negativos . En efecto, el patriciado criollo y las castas expresan, en sus contactos, encono y temor recíprocos . El paternalismo del primero es flagrantemente (114)
Idem .
(115)
Idem,
(116)
Ver, por lo que respecta a Juan Evangelista CALVO, Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Número 51, Panamá, del domingo 21 de diciembre de 1823, p . 204 (columna 2) . Sobre José María HERRERA, ver Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Semestre 6-, Número 91, Panamá, del domingo 23 de septiembre de 1824, p . 366 (columna 2) . En torno a Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO, ver Gaceta del Istmo de Panamá, Semestre 6', Número 101, Panamá, del domingo 5 de diciembre de 1824, p . 406 (columna 2) . Y, finalmente, en lo tocante a José María CHIARI, ver Gaceta del Istmo de Panamá, Semestre 7-, Número 109, Panamá, del domingo 30 de enero de 1825, p . 4 (columna 2) .
(117)
Ver Gaceta Oficial del Departamento del Istmo, Número 49, Panamá, del domingo 7 de diciembre de 1823, p . 186 (columnas 1 y 2).
96
cuestionado por el bando adverso, presa de anomía bien ostensible . Por lo demás, trátase de dos grupos cuyas disparidades económicas son demasiado acentuadas, y que viven casi juntos . (118) La tercera conclusión pone de relieve el rechazo a la movilidad social de los arrabaleros, expresado, hasta el hartazgo, por cl patriciado . Esa negativa contrasta con la concepción meritocrática ensalzada por la élite criolla in abstracto . La cuarta conclusión es inherente a la diversidad de términos de estratificación . social empleados por los burgueses istmeños cuando discuten a propósito de la legitimidad de su posición en cl cuerpo social .
C. ¿COMO LOS ARRABALEROS VEN A LOS CRIOLLOS? Si las páginas elaboradas por los ideólogos criollos permiten bosquejar un retrato bastante fehaciente de las castas mencionadas y de los esclavos, es engorroso hallar documentos que provengan del grupo adverso, relativos a la burguesía del intramuros . Habida cuenta del pobrísimo nivel intelectual de las masas, de su analfabetismo, los textos debidos a la pluma de los criollos están provistos de capital interés . Muy frecuentemente, sus prejuicios nublan lo que manifiestan . Mas, a veces, sus observaciones reflejan los estados de ánimo de sus contendientes . Así, cuando cl prócer Mariano AROSEMENA precisa que algunas hojas sueltas circulan en el extramuros, entre las gentes de color, quienes firman utilizando el seudónimo de "plebeyos" (119), o cuando Matilde María de OBARRIO de MALLET se refiere al antiguo esclavo de su abuelo materno, quien pide se confisquen sus propiedades (120), aprehendemos actitudes y conductas propias de las castas . Sin embargo, esos textos no son obra de negros o mulatos . Disponemos de un insustituible pliego, factura del caudillo ESPINAR, (121) en el que expone sus puntos de vista sobre la virulencia de las masas hacia 1830 . Cabe añadir que dicho texto data del 25 de febrero de 1851, o sea, aproximadamente veintiún (118)
Ver ANDERSON, Charles W. `"The Concepts of Race and Class and the Explanation of Latin American Politics", en MORNER, Magnus (editor), Race and Class in Latin America, Institute of Latin American Studies, Columbia University Press, New York and London, 1970, p . 236 .
(119)
Ver AROSEMENA, Mariano, op . cit., p . 206 .
(120)
Ver OBARRIO de MALLET, Lady Matilde María de, op . cit ., p . 36 .
(121)
Ver ESPINAR, José Domingo, "Resumen histórico . La cuestión de castas", en Boletín de la Academia Panameña de la Historia, Año V, Número 14, pp . 261-280, Julio de 1937, Imprenta Nacional, Panamá, 1937 . 97
años después de acaecidos los sucesos . De ahí su aparente serenidad . ESPINAR pone énfasis en que, durante el coloniaje, la población del Istmo estaba dividida en "tres rangos sociales" . (122) En el primero, clasifica. a las familias de los conquistadores, sus descendientes, los "empleados de hacienda" (123), los militares (124), los comerciantes y los propietarios adinerados . (125) En el segundo, incluye a las "familias del estado llano" que se acercan más a la raza española y que fungen como empleados subalternos en las finanzas y en la municipalidad . ESPINAR inserta, en ese segundo rango, a los artesanos europeos . En el tercero, están los artesanos criollos, los criados europeos, los libertes (126) y los otros artesanos negros . (127) Por último, los esclavos están excluidos de los tres rangos . Es fama que, a partir de las guerras de independencia, comienza la mezcla -jurídica- de los tres rangos (128), pero, de hecho, todo permanece inmóvil . (129) Juzga ESPINAR que el proceso de fusión de los grupos marginales urbanos no es sino "lento e imperfecto" . (130) En su concepto, la clave que abriría el camino a la integración sería, a no dudarlo, la educación adecuada del pueblo . Comprueba, además, que los progresos alcanzados, desde 1830, no cunden . Las masas, compuestas por esclavos recientemente liberados y por la gente de color, crecen, hacia 1851, prescindiendo de cultura intelectual y de principios morales . (131) Nada ha cambiado, pues, en aquellos primeros veinte años de vida independiente. Según ESPINAR, ese estancamiento crónico impide, ciertamen(122)
Ibidem, p . 265 .
(123)
Ibidem, p . 265-266 .
(124)
Ibidem, p . 266 .
(125)
Idem.
(126)
Idem .
(127)
Idem.
(128)
Idem . Cf . SHARP, William F ., "E1 negro en Colombia : manumisión y posición social", en Razón y fábula, Revista de la Universidad de los Andes, Número 8, Bogotá, julio-agosto, 1968, p . 96 (columna 1) . Cf., asimismo, AGUIRRE BELTRAN, Gonzalo, "The Integration of the Negro into the National Society of Mexico", en MORNER, Magnus (editor), op . cit ., p . 27 .
(129)
Ver ESPINAR, José Domingo, op . cit., p . 266 .
(130)
Idem .
(131)
Idem .
98
te, el "ensanche de la ciudadanía" (132) a favor de negros y mulatos . El veterano guerrero teme que el pueblo retorne a la barbarie . Partidario del artesanado, descree del desarrollo subordinado a las relaciones estrictamente comerciales con los extranjeros . En efecto, esos nexos, en vez de "desarrollar los instintos sociales" (134), provocan la anomía . (135) Y conducen, desgraciadamente, hacia la desmoralización, por cuanto los artesanos autóctonos saben que serán reemplazados, en los talleres, por sus homólogos extranjeros, "más morales e inteligentes" . (136) En seguida advierte ESPINAR que, con la introducción del maquinismo, las artes y oficios languidecerían en Panamá . (137) Xenofobia, defensa feroz del artesanado, pesimismo en lo atinente al estado económico e intelectual de los negros y de los mulatos, crítica implícita al sistema social colonial de las castas y a su perduración hacia la mitad del siglo XIX, fracaso de la movilidad vertical anhelada : tales son las conclusiones que derivan del opúsculo de ESPINAR . ¿Cómo difiere éste último de Mariano AROSEMENA? Si ambos constatan la subsistencia de la sociedad de castas, ESPINAR se indigna, corajudamente, ante la lentitud y ante los obstáculos que posponen su definitiva liquidación ; mientras que Mariano AROSEMENA se complace en mantener vivaz la dicotomía clase negra - clase blanca, aun cuando aplauda las virtudes del sistema meritocrático, corolario utópico del orden republicano . Paradójicamente, las palabras de ESPINAR parecen menos procaces y más fragmentarias que los giros de Mariano AROSEMENA . En efecto, éste último escribe un futuro libro de historia (editado casi un siglo después), libro que abarca los primeros cuarenta años del siglo XIX, y en el que justifica las proezas realizadas por el patriciado al cual pertenece . El arrabal es siempre considerado como out-group. En desquite, ESPINAR abriga ambiciones más modestas, (132)
Idem .
(133)
Idem .
(134)
Idem .
(135)
Idem .
(136)
Ibidem, p. 267 .
(137)
Idem . Para concluir, sobre la fortuna del patriciado, consultar el artículo de FIGUEROA NAVARRO, Alfredo, "L'oligarchie de la ville de Panama et le commerce avec l'étranger (1821-1849)", en la revista Civilisations, Volume 25, No. 1-2, Bruxelles (Belgique), 1975, pp . 99-116 . 99
es decir, menos apologéticas . En su alegato, pretende probar cómo las cosas no han cambiado en su patria chica por espacio de dos décadas . Su vehemencia apunta, no únicamente al patriciado criollo, sino, parí passu, a los extranjeros (artesanos u otros) avecindados en Panamá . Incluso el maquinismo es, a su juicio de misoneísta, una hecatombe que frustrará al arrabal .
100
TERCER CAPITULO LOS GRUPOS DOMINANTES RURALES Impresiona, al estudiar los grupos dominantes rurales, constatar su extremada dispersión por la campiña panameña . En segundo término, salta a la vista la falta de comunicaciones terrestres y de rutas que liguen la Ciudad de Panamá con los villorrios y aldeas . (1) En el siglo XIX, tres provincias actuales escapan casi al dominio estatal y no se integran a la nacionalidad : por una parte, cl Darién y San Blas, y, de otra, Bocas del Toro, limítrofe con Costa Rica . Además las restantes están aisladas, cortadas de la capital y del mundo exterior. Solamente el cabotaje, en el Pacífico, permite el giro penoso de los productos hacia la cabecera del Istmo y viceversa . Salvo la hoy denominada Provincia de Los Santos, donde los minifundios proliferan desde la época colonial (2), inmensos latifundios colman los espacios rurales . En el seno de esas extensas heredades, una sociedad piramidal su¡ generis germina . Relaciones sociales muy jerarquizadas se implantan . Una ínfima capa de familias blancas monopoliza los cargos burocráticos, administrativos, políticos, militares y religiosos . Ese manojo de linajes detenta vastas propiedades agropecuarias . Ante él, se perfila una considerable población indígena, mestiza, mulata y negra . Si los indios no constituyen un grupo marginal homogéneo en la Ciudad de Panamá, donde negros y mulatos privan como out-group, respecto de la oligarquía urbana, su peso demográfico es determinante en el campo . Numerosos son, en efecto, los villorrios exclusivamente poblados por indios . Cabe agregar que los mestizos rurales forman un grupo apreciable, el cual está en posición de inferioridad respecto de los latifundistas . Que aquella sociedad agraria es cerrada y autárquica, se patentiza . Aun durante coyunturas cíe crisis económicas, que transforman la Ciudad de Panamá en un "cúmulo de ruinas", los vínculos que los Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo I, 1843-1851, "Carta de C . de VALLAT, cónsul en Panamá, a su excelencia señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 27 de diciembre de 1845, p . 128 (anverso), (2)
Ver RUBIO, Angel, Esquema geográfico de Panamá, Colecao "Manual de Geografía", Instituto Pan-Americano de Geografía e Historia, Comissao de Geografia, Publicacao n° 136, Gráfica Taveira, Río de Janeiro, 1961, p . 29 . Ver, además, PORRAS, Hernán Francisco, Papel histórico de los grupos humanos de Panamá, Impresora Panamá, Panamá, 1973, p . 12 . 1o1
comerciantes cultivan con el extranjero lucen diversos . En desquite, la economía del latifundio es centrípeta . Implica desigualdades y unos nexos de dominio local y regional bien profundos . La omnipotencia del señor de la tierra, ante los campesinos desposeídos, engendra, a nivel político, relaciones de gamonalismo y de caciquismo, primeramente, y, a nivel social, expresiones de corte señorial, por último . Ello explica, pues, la estabilidad de que dan prueba las elites políticas latifundistas de Panamá tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de Bogotá . Algunos apellidos se repiten, por espacio de décadas, sin que haya cambios sustanciales . Dado que los latifundistas perciben el poder que esgrimen en el campo, fuerza es que rivalicen con los comerciantes urbanos, principalmente cuando la Ciudad de Panamá sufre los efectos ominosos de la recesión económica . Desde los albores del período republicano, desconfianza palpable sacude y divide a ambas clases dirigentes . Conservadores por excelencia, los grupos dominantes rurales pugnan por el mantenimiento del statu quo en la campiña . Preconizan la prolongación de las formas de vida heredadas del coloniaje . Su fidelidad al latifundio, inclusive baldío, es corolario definitorio de semejante sistema . Mas tal norma supone, de golpe, la eclosión de relaciones sociales desigualitarias con el campesinado minifundista o desposeído . Todos los aspectos de la religiosidad tradicional son utilizados, por los latifundistas, con el objeto de preservar el statu quo, de modo que ellos se convierten incluso en diezmeros y compradores de ganado a la iglesia católica . Por falta de documentos múltiples y en ausencia de elementos historiográficos innúmeros, abordaremos el examen de los grupos dominantes a partir de dos ejemplos en extremo precisos : por una parte, la ciudad de Santiago de Veraguas y su región, y, de otra, la ciudad de Penonomé y su comarca contigua . Es evidente que, de tal suerte, obviamos, por ejemplo, el estudio de otras zonas presumiblemente latifundistas, como la actual Provincia de Chiriquí y las ciudades de David y de Alanje . Sin embargo, ambos casos revelan, a las claras, la especificidad de las sociedades latifundistas panameñas tal cual eran en la primera mitad del decimonono . I . SANTIAGO DE VERAGUAS Y SU REGION Ubicada en el centro mismo del hinterland istmeño, Santiago de Veraguas, a 253 kilómetros al sudoeste de la Ciudad de Panamá, figura como una de las ciudades interioranas más afamadas . Al 1 02
principio de la época de anexión a Colombia, cuenta con 4,568 habitantes . (3) El ganado abunda . (4) Es considerable la población indígena (5), la cual puebla algunas aldeas de aquella enorme provincia . (6) Santiago de Veraguas alberga una oligarquía agraria notoria cuyos intereses están en contradicción, desde el principio, con los proyectos de los comerciantes que moran en la Ciudad de Panamá . (7) En efecto, hacia 1821, su cabildo no refrenda la independencia, pronunciada por Panamá, sino con frialdad . (8) Proclámala, a su turno, elaborando una declaración plena de fervor religioso, que contrasta con el acta de la Ciudad de Panamá, sumamente pragmática y dotada de contenido económico bien preciso . (9) Santiago de Veraguas se opone a los designios de la capital, a partir de aquella proclamación, a tal punto que aun Bogotá se percata de las divergencias que separan a ambas ciudades incorporadas a Colombia . (10) ¿Cómo reconstruir la vida de la oligarquía agraria de Santiago de Veraguas, en el transcurso de la primera mitad del siglo XIX, si los catastros rurales no son publicados, sistemáticamente, sino des(3)
Ver LLOYD, John Augustus, "Notes respecting the Isthmus of Panama . . . Extracts from them read 28th February, and 14th March, 1831", en The Journal of the Royal Geographical Society of London, Volume The First, John Murray, Albemarle-Street, London, MDCCCXXXII, p . 90, columna 1 .
(4)
Ver, con provecho, la obra anónima Colombia: being a Geographical, Statistical, Agricultural, Commercial, and Political Account of that Country, Adapted for the General Reader, the Merchant, and the Colonist, Volume l, Published by Baldwin, Cradock, and Joy, London, 1822, p . 309 .
(5)
ídem .
(6)
Ibidem, p . 310 .
(7)
En torno a la falta de infraestructura y al aislamiento de los hacendados, ver HOETINK, Harry, "The Dominican Republic in the Nineteenth Century : Some Notes on Stratification, Immigration, and Race", en MORNER, Magnus (editor), Race and Class in Latin America, Institute of Latin American Studies, Columbia University, Colombia University Press, Now York and London, 1970, p . 106 .
(8)
Ver CASTILLERO CALVO, Alfredo, `Fundamentos económicos y sociales de la independencia de 1821", en Tareas, n- 1, Ario I, Panamá, octubre, 1960, p . 28 .
(9)
El acta de independencia de Santiago de Veraguas figura en la obra de NICOLAU, Ernesto J ., El grito de la Villa (10-Noviembre-1821), Capítulo de Historia de Panamá, Imprenta Nacional, Panamá, 1961, p. 85 y siguientes .
(10)
Ver RESTREPO, José Manuel, Diario político y militar. Memorias sobre los sucesos importantes de la época para servir a la Historia de la Revolución de Colombia y de la Nueva Granada, Tomo primero, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, Imprenta Nacional, Bogotá, 1954, p . 151 . 108
pués de 1870? Además, los protocolos notariales, tocantes a tal provincia, nos parecen, sin disputa, netamente inferiores a los de Panamá. Con todo, de vez en cuando, en éstos últimos existen documentos alusivos a Veraguas, mas son insuficientes . Aparte de las fuentes susodichas, el acta de independencia de Santiago de Veraguas es susceptibi - de auxiliarnos a denominar los principales miembros de esa élite agraria en la medida en que sus firmantes son los más conspicuos personeros del grupo aludido . De plano, la élite veragüense cuenta, naturalmente, menos individuos que la oligarquía urbana . A diferencia de ésta, sus miembros son reclutados en el seno de la provincia, vale decir que los extranjeros (comerciantes o mercaderes) no ingresan a ella, como es el caso en la Ciudad de Panamá. Las fuentes de la riqueza y del poder son la propiedad latifundista y la posesión de reses . Esa élite agraria monopoliza, sin mayor esfuerzo, los cargos administrativos, burocráticos, políticos, militares y religiosos . En la campiña, la dicotomía élite-masas se acentúa profundamente . Frente a las poblaciones indígenas, mestizas, mulatas y negras, ostensiblemente analfabetas, las cuales sufren de un nivel intelectual muy inferior, irrumpe una élite blanca, propietaria de la tierra y guardiana de extensas heredades . A. CASTA Y TIERRA En Santiago de Veraguas, la oligarquía agraria es en extremo hermética . Y expresa un comportamiento de casta bien delineado . (11) Un número reducidísimo de familias blancas, de origen peninsular, avecindadas allá a lo largo del siglo XVIII (FABREGA, DEL BAL, GARCIA, SOSA, CALVIÑO, LOPEZ, DUTARI), rige la dinámica del poder. Encontramos, en efecto, la mayoría de esos apellidos en el acta de independencia suscrita por el cabildo santiagueño en 1821 . Entre los linajes cuyos nexos endogámicos se renuevan continuamente, la familia FABREGA goza de un poder extraordinario . El prócer José de FABREGA, el último gobernador de Panamá durante el coloniaje y general militar, firma la proclama(t1)
104
Sobre la naturaleza del comportamiento de casta, en América Latina, manifestado por los latifundistas blancos, ver, con provecho, BRITO FIGUEROA, Federico, Historia económica y social de Venezuela . Una estructura para su estudio, Colección Humanismo y Ciencia, Volumen 2, Dirección de Cultura, Universidad Central de Venezuela, Imprenta Universitaria de Caracas, Caracas, 1966, p . 170 . Sobre la dicotomía élite- oligarquía, ver GRACIARENA, Jorge, Poder y clases sociales en el desarrollo de América Latina, Biblioteca América Latina, 5, Paidós, Buenos Aires, 1967, pp . 56-58 .
ción de independencia de la Ciudad de Panamá, donde vive a la sazón y posee parientes políticos . (12) Es el más grande propietario agrario de Veraguas (13), descrito como un "señor feudal" . (14) Los liberales urbanos, amigos del auge comercial del Istmo, le ven cual aristócrata incapaz de aceptar las instituciones republicanas, (15) Critican su "orgulloso temperamento" . (16) El fanatismo religioso de las familias latifundistas de Veraguas es constantemente vilipendiado . (17) Con ocasión de las elecciones senatoriales, el General José de FABREGA colecciona los sufragios de los cholos y de los mestizos, los cuales cumplen "ciegamente" con su deber electoral obedeciendo las órdenes de su parentela . (19) El comportamiento de casta está tan acentuado, allá, que frisa con un cariz claramente señorial . Así, el General José de FABREGA exige a los cholos y a las clases modestas que le llamen amo . Perpetúan sus hijos esa costumbre . (20) Los comerciantes urbanos les definen como una "oligarquía" . (21) Contrariamente a la efervescencia continua de los grupos marginales urbanos, las familias dominantes rura(12)
Ver AROSEMENA, Mariano, Apuntamientos históricos (1801-1840), Publicaciones del Ministerio de Educación, Biblioteca de autores 'panameños, 1, Imprenta Nacional, Panamá, 1949, p . 155 .
(13)
Ver ARCE, Enrique Juan, "Don José de Obaldía (1806-1889)", en Boletín de la Academia Panameña de la Historia, Año I, Número 1, Enero 1933, Imprenta Nacional, Panamá, 1933, p . 81 .
(14)
Idem.
(15)
Ibidem, p . 77 .
(16)
Idem .
(17)
Ver NICOLAU, Ernesto J ., op . cit., p. 82 .
(18)
Ver ARCE, Enrique Juan, op . cit., p. 81 . La persistencia de vínculos de dependencia personal, dentro del latifundio, es característica saltante del sistema . Ver LAMBERT, Jacques, Amérique latines structures sociales et institutions politiques, deuxióme édition mire á jour, "Thémis", manuels juridiques, économiques el politiques, collection dirigéc par Maurice Duverger, Presses Universitaires de France, París, 1968, pp. 93-97 . Ver, más recientemente, el hermoso libro de SOTELO, Ignacio, Sociología de América Latina . Estructuras y problemas, Semilla y surco, Colección de Ciencias Sociales, Serie de Sociología, Editorial Ternos, Madrid, 1972, pp . 70-71 .
(19)
Ver ARCE, Enrique Juan, op . cit., p . 81 .
(20)
Ibidem, p . 81 (nota 2) . La perpetuación de las relaciones de casta después de la independencia ha sido estudiada por AGUIRRE BELTRAN, Gonzalo, "The Integration of the Negro into the National Society of Mexico", en MORNER, Magnus (editor), op. cit ., p . 21 .
(21)
Ver AROSEMENA, Mariano, Historia y nacionalidad (testimonios éditos e inéditos), Editorial Universitaria, Panamá, 1971, p . 176 . 105
les suelen controlar y manipular las masas mestizas y los cholos rurales, cuya movilidad, mutatis mutandis, no es para nada comparable con la de los mulatos urbanos . Este fenómeno sedimenta y acrece la idea de casta que nace paralela a la de no participación de las masas en el poder . B. UN EJEMPLO DE DOMINACION LOCAL Y REGIONAL Partamos de un ejemplo bien simple : los diezmeros de Veraguas . Nuestra hipótesis es la siguiente : la casi totalidad de quienes recolectan los diezmos forman parte de su oligarquía agraria . Cabe anotar, igualmente, la fianza del diezmero . Consuetudinariamente, éste último es un señor de la tierra notorio . Merced al método propuesto, determinaremos, en la ausencia de catastros rurales, el dominio que ciertas familias latifundistas (o aun medianos propietarios) proyectan sobre los espacios rurales . Tomemos, por ejemplo, el año de 1847 como punto de referencia . ¿Quiénes alquilan el derecho de colectar diezmos en Santiago? Por una parte, tenemos al latifundista Eustacio de FABREGA BARRERA, hijo del General José de FABREGA . Alquila el derecho en cuestión por lo que respecta a tres veredas con la fianza de su madre : María del Carmen DE LA BARRERA DE FABREGA. (22) Luego, otro prestante propietario, Diego GARCIA, alquila el derecho de recolectar diezmos tanto en la quinta como en la sexta vereda de Santiago, gracias a la fianza dada por otro señor de la tierra, Santiago DEL BAL . (23) Este último ofrece fianza a otro individuo que alquila derecho semejante en otras veredas de aquella capital provincial hacia 1847 . (24) A la sazón, Eustacio de FABREGA BARRERA, ya citado, deviene, a su vez, diezmero en el villorrio de La Mesa, situado al noroeste de Santiago, bajo fianza de los notables José María DUTARI, avecindado en Soná, al sudoeste de Santiago de Veraguas, y José de la Concepción MEDINA, vecino de La Mesa . (25) Vemos cómo diversos notables regionales participan en esas transacciones . Solidaridad evidente les aglutina. Se establecen alianzas . Para esa época, el mismo Eusta(22)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 2, instrumento . . . (sin número), ff. 6-8 .
(23)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 1, instrumento 17, ff. 43-45 .
(24)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 1, instrumento 9, ff . 27-30 .
(25)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 1, instrumento 5, ff . 13-16 .
106
cio de FABREGA BARRERA deviene diezmero en la primera y tercera veredas de San Francisco de la Montaña . (26) Allá, Francisco de FABREGA BARRERA, hermano del anterior, ofrece fianza a un diezmero lugareño . (27) En Calobre, aldea situada al norte de Santiago y de San Francisco de la Montaña, otro hermano de los precedentes, a saber, José de FABREGA BARRERA, da fianza a José Calixto PALMA, el cual asciende a diezmero en las seis veredas de la parroquia de Calobre . (28) PALMA es, asimismo, diezmero en San Francisco de la Montaña merced a fianza dispensada por Eustacio de FABREGA BARRERA . En Cañazas, poblado sito al noroeste de Santiago, José de FABREGA BARRERA accede al cargo de diezmero de dos veredas bajo fianza de Isidro ROMERO . (29) Innúmeros notables locales monopolizan el derecho al diezmo . Así, en Soná, pueblo situado al sudoeste de Santiago, el acaudalado latifundista Santiago DEL BAL, quien reside en la capital provincial, se convierte en diezmero de la primera vereda . (30) Marcos GARCIA lo es de la segunda y tercera veredas merced a la fianza obsequiada por Diego GARCIA, latifundista domiciliado en Santiago de Veraguas . (31) Este último recolecta diezmos, hacia 1847, en la quinta y sexta veredas de allá, gracias a fianza ofrecida por Santiago DEL BAL, también hacendado conspicuo . (32) En Río de Jesús, villorio ubicado al sudoeste de la capital veragüense y al este de Soná, José María DUTARI, latifundista, es diezmero de la parroquia toda, bajo fianza de José Felix CALVIÑO . Ambos residen en Soná . (33) Vimos, con antelación, a José María DUTARI dando su fianza a Fustacio de FA(26)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 1, instrumento 13, ff . 32-35 .
(27)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 1, instrumento 8, ff . 25-27 .
(28)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 1, instrumento 14, ff . 35-37 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 1, instrumento 16, £f . 40-43 .
(29) (30)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas 1847, protocolo n- 1, instrumento 12, f£ 30-32 .
(31)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n• 1, instrumento 2, ff. 6-8 .
(32)
Ver la nota 23 .
(33)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 1, instrumento 1, ff . 3-6 ;e instrumento 33, ff. 122-125 .
1 07
BREGA BARRERA a fin de que funja como diezmero en La Mesa. (34) El primero ofrece igualmente fianza a Manuel Anselmo ALVARADO, diezmero de Las Palmas, aldea ubicada al oeste de Santiago y al noroeste de Soná . (35) Exceptuando las diversas fianzas prestadas, en punto a los diezmos, cabe añadir que José María DUTARI alquila el derecho a la venta y a la destilación del "aguardiente de caña y sus compuestos", en Soná, por espacio de dos años, a partir de 1847, bajo la fianza de José de FABREGA BARRERA . (36) Este último alquila derecho similar, en Las Palmas, merced al apoyo pecunario de José María DUTARI . (37) Ambos ejemplos demuestran, claramente, las alianzas que se esbozan entre los diversos hacendados de Veraguas . Solidaridad bien marcada liga a esos grupos dominantes rurales dispersos por el hinterland panameño . Las relaciones de sangre y de parentesco político auspician y rigen infinidad de contratos perpetuando, en verdad, el poder local y regional de las mismas familias . Así, Wenceslao de FABREGA obtiene el derecho a la venta y a la destilación del aguardiente, en Santiago, mediante fianza obsequiada por José de FABREGA BARRERA. (38) Finalmente, en Montijo, poblado sito al sudoeste de tal villa, Juan Paulino ORTIZ SOSA deviene diezmero gracias al auxilio monetario de su propia madre : Manuela SOSA . (39) Pasma, al ojear los protocolos notariales de Veraguas, el exiguo número de individuos que suscriben contratos . Son, de hecho, miembros de un puñado de familias latifundistas provinciales, auténticos landlords a los ojos del viajero científico británico John Augustus LLOYD. No caricaturizamos la estrechez social que signa a Veraguas durante la primera mitad del siglo XIX . Mas, constatamos
(34)
Ver la nota 25 .
(35)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n • 1, instrumento 3, ff. 8-11 .
(36)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 2, instrumento . . . (desprovisto de número), ff. 3-6 .
(37)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 2, instrumento . . . (desprovisto de número), ff . 3-6 .
(38)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n • 2, instrumento . . . (desprovisto de número), ff . 12-13 .
(39)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 1, instrumento 6, ff . 16-19.
108
que, en efecto, la palabra oligarquía define ampliamente la naturaleza de un grupo dominante, más que reducido, que controla una sociedad agraria cerrada sobre ella misma . (40) En la Ciudad de Panamá, aun en períodos de crisis, constituye el comercio la actividad económica por excelencia. En los archivos notariales, los apellidos de negociantes extranjeros abundan . No ser tan sólo hacendado o diezmero, allá, comportaría riesgos económicos enormes y sumaría en la inopia a los hombres . Si el diezmo es recolectado en la zona de tránsito, en las inmediaciones de la Ciudad de Panamá, quienes monopolizan su cobro son, ante todo, connotados comerciantes . (41) Mas, no debemos subestimar, por lo pronto, el peso ejercido por las propiedades eclesiásticas en Panamá . De costumbre, los hacendados de Veraguas, y aun aquéllos que viven en otras regiones del Istmo, compran ganado a la iglesia católica cuyos latifundios no son insignificantes . (42) En 1826, Juan de AROSEMENA, residente en Panamá y sacerdote, compra 868 cabezas a la iglesia, denominada por los protocolos notariales, "gobierno eclesiástico" . Esas reses "eclesiásticas" pastan en Santiago de Veraguas en haciendas religiosas . (43) Por otra parte, el propietario latifundista Santiago DEL BAL, ya mencionado, domiciliado en Santiago de Veraguas, compra 551 bestias vacunas a la iglesia el año siguiente . (44) A la sazón, (40)
(41)
Las ventas de ganado, efectuadas entre parientes, abundan en el seno de dicho grupo dominante . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1848, protocolo u- 1, instrumento 7, if. 11-14 . Los matrimonios endogámicos son, asimismo, harto frecuentes . Ver, por ejemplo, ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, protocolo n• 2, instrumento 13, 1850, ff . 182-187 . En 1833, el comerciante Ramón de OBARRIO . En 1847, Bernardo ARCE MATA . En 1848, Ramón DIAZ y Antonio PLANAS . Ver, al respecto, los protocolos de la Provincia de Panamá .
(42)
Ver BANCROFT, Hubert Howe, History of Central America, Volume III, 1801-1887, (en la obra) The Works of Hubert Howe Bancroft, Volume VIII, 'The History Company, Publishers, San Francisco, 1887, p . 491 . En punto a la América Central, ver, con provecho, SQUIER, Ephraim George, Compendio de la historia política de Centro-América escrito en inglés por Mr. .. y traducido al castellano por un centro-americano, Imprenta de G . Gratiot, Calle Mazarine, 30, París, 1856, pp . 40-41 .
(43)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1826, protocolo n• 1, instrumento 4, f£ 10-19 .
(44)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n• 1, Panamá, 1827, protocolo n- 1, instrumento 14, ff . 80-110 . 1 09
Manuel de Jesús URRIOLA adquiere 80 reses, del "gobierno eclesiástico", las cuales pacen en heredades de Calobre . (45) Incluso los hacendados establecidos cerca de la Ciudad de Panamá compran ganado acumulado por el clero. (46) Mas, en Veraguas, semejante operación se multiplica y satura, constantemente, los protocolos notariales . La élite latifundista cultiva, pues, ataduras cotidianas con la iglesia . Tres ejemplos clarísimos confirmarán nuestra hipótesis . El primero alude al poderoso señor de la tierra Francisco de FABREGA BARRERA . Compra, a la fábrica de Río de Jesús, 126 reses evaluadas en 4 pesos cada una . (47) El segundo ejemplo : Santiago DEL BAL, evocado más arriba, alquila, en Santiago, una hacienda eclesiástica, "Jesús Nazareno", la cual frisa con las 537 reses evaluadas, unitariamente, en 5 pesos . (48) En fin, José María DUTARI, otro finquero, compra 335 reses a la fábrica de la capital de Veraguas . Cada cabeza cuesta 4 pesos . (49) Los tres últimos ejemplos demuestran, en verdad, la recurrencia de vínculos económicos crecientes entre los grupos dominantes rurales y la iglesia católica . Además, luce claro que los diezmeros enumerados son grandes hacendados regionales cuyas transacciones con aquélla proliferan . Se reclutan en el seno de una pequeña camarilla agraria bien cerrada (FABREGA, DEL BAL, GARCIA, DUTARI, por ejemplo), consolidada y unida en virtud de incontables nexos de parentesco y de amistad . Manejan las riendas del poder, de la riqueza y del prestigio a nivel local y regional . Una respuesta, sin embargo, quede formulada : ¿ejercen, igualmente, los latifundistas veragüenses poder alguno en el seno del cuerpo político nacional? Trataremos de dar respuesta, a esa inquisición, en las líneas que siguen .
(45)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1827, protocolo n° 3, instrumento 39, ff . 341-363 .
(46)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1828 . protocolo n- 2, instrumento 18, ff . 90.125 .
(47)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas,1849, protocolo n- 1, instrumento 29, ff . 104-110 .
(48)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1847, protocolo n- 2, instrumento . . . (desprovisto de número), ff . 15-18 .
(49)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría del Circuito de Veraguas, 1849, protocolo n- 1, instrumento 31, ff. 112-122 .
1 10
C. LOS NOTABLES RURALES DE VERAGUAS EN EL SENADO Y EN LA CAMARA DE REPRESENTANTES DE BOGOTA Caciquismo, gamonalismo y propiedad de los latifundios rurales condicionan la representación en las instancias legislativas a nivel nacional . En Bogotá, los senadores y los representantes de la Provincia de Veraguas asisten, anualmente, a las sesiones del Congreso . Su élite política (50) es, visiblemente, lo que denomina Jacques LAMBERT una fuerza pre-estatal . (51) Si leyésemos la lista de sus senadores y de sus representantes cerca del congreso, distinguiríamos, sin mayor esfuerzo, los apellidos latifundistas de Veraguas . Utilizando una frase feliz de Jaques LAMBERT, podríamos sostener que las "luchas políticas se desarrollan entre señoríos, clanes, aldeas y bandos que disponen de la ciega fidelidad de sus miembros ; ellos no tienen otro objeto que el de probar la fuerza de esos grupos y de sus jefes y de asegurar el goce del poder político en su provecho particular" . (52) La validez de tal observación será puesta de relieve en seguida . Tomemos el período de 1833 a 1850 (53) y veamos, en detalle, las listas de senadores y de representantes que ocupan escaños en el Congreso de Bogotá . Según la constitución de 1832, los "sirvientes" y los "jornaleros" no son ciudadanos . Deben ser los senadores propietarios de inmuebles o de tierras evaluadas en 4,000 pesos y cuya renta anual sea de 500, o titulares de un empleo, de una industria o de una profesión, que produzcan, anualmente, 800 pesos . (54) Además, los representantes deben ser propietarios de (50)
Consultar, a propósito de la definición (le élite política, el libro de BOTTOMORE, T .B ., Elites el société, traduit de l'anglais par Gérard Montfort, Stock, París, 1967, passim .
(51)
Ver LAMBERT, Jacques, op . cit., p . 209 .
(52)
Ibidem, p . 214 .
(53) Durante el período de 1821 a 1830, correspondiente a la Gran Colombia, la cual engloba a Venezuela, Ecuador, Colombia y Panamá, Veraguas es representada, ante el Congreso, por personalidades las más veces extranjeras a dicha provincia . En 1832, nace la Nueva Granada, formada por Colombia y Panamá . Nueva constitución es promulgada . (54)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, Historia contemporánea de Colombia (desde la disolución de la república de ese nombre hasta la época presente), 2a edición, Tomo I, (fines de 1829 - principios de 1841), Editorial América, Cali, MCMXXXIII, p . 126 . 111
inmuebles o de tierras evaluados en 2,000 pesos, o titulares de un empleo, una industria o de una profesión, que suministren, anualmente, 400 pesos . (55) Jurídicamente, los esclavos son considerados como cosas. Esclarecido ese asunto, la familia FABREGA obtiene el máximo puntaje por lo que respecta a la representación en el Congreso de Bogotá. Durante diecisiete legislaturas, trece de sus miembros viajan a la andina capital, sede de la asamblea susodicha . De 1833 a 1836, ningún FABREGA, que sepamos, asiste al Congreso . En 1837, empero, el General José de FABREGA es senador por Veraguas . (56) Es reelegido en 1838 . (57) En 1839, figura como representante por Veraguas . (58) I-lacia 1840, ocupa el mismo cargo . (59) Panamá se independiza de Colombia en 1840 y permanece autónomo hasta 1841 . A la sazón, José de FABREGA BARRERA, hijo del militar citado, es electo diputado por Veraguas a la Asamblea Constituyente del Estado del Istmo . (60) En 1843, Francisco de FABREGA BARRERA, hermano del precedente, es representante por su provincia en Bogotá . (61) Hacia 1844, los hermanos Wenceslao y Francisco de FABREGA BARRERA moran en Bogotá en carácter de representantes por Veraguas . (62) Y, en 1846, Francisco de FABREGA BARRERA es representante (63) . En 1848, su hermano José ostenta el mismo honor (64) e ingresa, un año después, al Senado (65) cuando su otro hermano se desempeña en calidad de diputado . (66) Finalmente, en 1850, José de FABREGA BA(55)
Ibidem, p. 127 .
(56)
Ibidem, p. 281 .
(57) Ibidem, p . 310 . (58) Ibidem, p . 330 . (59)
Ibidem, p . 365 .
(60) Ibidem, p . 473 . (61)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, Historia contemporánea de Colombia, Tomo II (Administraciones de Herrán y de Mosquera), 1841-1849, Librería Colombiana de Camacho Roldán & Tamayo // Casa Editorial de Arboleda & Valencia, Bogotá, MCMXIX, p . 132.
(62)
Ibidem, p . 167 .
(63)
Ibidem, p . 237 .
(64)
Ibidem, p . 356 .
(65)
Ibidem, p . 418 .
(66)
Ibidem, p . 416 .
112
RRERA es elegido senador (67) y Luis de FABREGA, representante. (68) En segundo lugar, después de la familia FABREGA, el apellido GARCIA figura siete veces en el Congreso (Jerónimo GARCIA) . Viaja, invariablemente, como senador . En 1833, (69) en 1834, (70) en 1835, (71) en 1836, (72) en 1842, (73) y en 1844 . (74) Envía, a su turno, la familia LOPEZ, en tres ocasiones, a Pablo José LOPEZ, a título de representante : en 1834, (75) en 1835, (76) y en 1836 . (77) Dos veces manda la familia DEL BAL a Casimiro DEI, BAL, firmante del acta de independencia de Veraguas, en 1821, al Congreso reunido en Bogotá . Y funge a guisa de senador tanto en 1839 (78) como en 1840 . (79) Por lo demás, Veraguas destina a la Cámara de Representantes, al Padre Ramón GARCIA DE PAREDES, en 1837, (80) y en 1838, (81) y a Luis GARCIA DE PAREDES, en 1845 . (82) Aunque oriundos de la Ciudad de Panamá, los GARCIA DE PAREDES estaban, a la vez, directamente emparentados y por alianzas matri-
(67)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, Historia contemporánea de Colombia, Tomo III (Administraciones de López y Obando), 1849-1853, Imprenta del Departamento, Popayán, MCMXXX // Camacho Roldán & Cía, Bogotá-Cali, p . 56 .
(68)
Ibidem, p . 57 .
(69)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit., Tomo I, p . 167 .
(70)
Ver AROSEMENA, Mariano, op . cit., p. 246 .
(71)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit., Tomo 1, p . 233 .
(72)
Ibidem, p . 254 .
(73)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit., Tomo II, p . 76 .
(74)
Ibidem, p . 166 .
(75)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit, Tomo I, p . 209 .
(76)
Ibidem, p . 233 .
(77)
Ibidem, p . 255 .
(78)
Ibidem, p . 239 .
(79)
Ibidem, p . 364 .
(80)
Ibidem, p . 281 .
(81)
Ibidem, p . 310 .
(82)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit., Tomo II, p . 201 . 113
moniales con la familia FABREGA . (83) El escogimiento de un sacerdote, en tanto que representante de Veraguas, en Bogotá, esclarece los pactos que cristalizan entre el grupo dominante de Veraguas y la iglesia católica . Cabe añadir que, durante los años de 1837 y de 1838, cuando el Padre Ramón GARCIA DE PAREDES es representante, en Bogotá, el senador por Veraguas es el General José de FABREGA . En 1847, aquella provincia elige como heraldo al Padre Pedro ADAMES . (84) Tales ejemplos prueban, a todas luces, el carácter pre-estatal de las élites políticas de Veraguas a nivel local, regional y nacional . Generalmente, trátase de propietarios latifundistas o de eclesiásticos, los cuales viajan a los Andes como diputados . Entre los linajes latifundistas de Veraguas, hay tres, a saber, los ROMERO, los DUTARI y los ADAMES, quienes no asisten sino una sola vez a Bogotá . En efecto, Escolástico ROMERO es elegido representante en 1834 . (85) Y, José María DUTARI, hacendado y diezmero, forma parte del Senado sólo en 1847 . (86) A la sazón, el suplente que le acompaña es el Padre Pedro ADAMES, (87) evocado en el párrafo precedente . Si existe, por una parte, alianza entre los propietarios agrarios y los clérigos de Veraguas, en las instancias legislativas bogotanas, si florece aun, de otra, la connivencia entre los latifundistas y los sacerdotes de la Ciudad de Panamá, emparentados sanguínea o políticamente con los hacendados rurales, los nexos que privan con otros señores de la tierra abundan . (88) Así, el poderoso hacendado de Parita -Ramón DE LA GUARDIA- es elegido representante de Veraguas, en Bogotá, por 1837, (89) siendo el General José de (83)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 114, pp . 106-107 . El 22 de mayo de 1842, José de FABREGA BARRERA, hijo del General José de FABREGA, contrae nupcias con su prima Margarita GARCIA DE PAREDES JIMENEZ . Ambos son dispensados del impedimento de tercer grado de consanguinidad .
(84)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit., Tomo II, p . 295 .
(85)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op. cit., Tomo 1, p . 209 .
(86) Ver ARBOLEDA, Gustavo, op. cit ., Tomo II, p . 295 . (87)
Idem.
(88)
En lo atinente a las alianzas entre latifundistas, ver, con provecho, KAPLAN, Marcos, La formación del estado nacional en América Latina, Estudios Internacionales, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1969, p . 182.
(89)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op. cit ., Tomo I, p . 281 .
1 14
FABREGA senador por esas calendas . Su homólogo es el Padre Ramón GARCIA DE PAREDES . Las relaciones que cultiva el propietario Ramón DE LA GUARDIA, con la iglesia, son vivaces . (90) Compra ganado perteneciente a la fábrica de Parita . (91) Sus parientes establecidos en las sabanas del nordeste (Natá y Penonomé) son latifundistas de bulto, y, en veces, presbíteros notorios . (93) Es evidente que las elites políticas agrarias, que representan a Veraguas, en Bogotá, y partícipes del poder legislativo, defienden puntos de vista conservadores, esto es, del todo favorables al mantenimiento del statu quo . Cosa palmaria habida cuenta del reclutamiento del elenco político (propietarios agrarios y eclesiásticos) . En el seno del Congreso de Bogotá, la clase política de los otros departamentos colombianos comporta, salvo excepción, infinidad de hacendados y de levitas . Nota excepcional constituye la elección de un extranjero, naturalizado colombiano, al puesto de senador por Veraguas . En efecto, Juan Manuel LABARRIERE, francés de origen, ocupa el escaño de senador tres veces : en 1845, (94) en 1846, (95) y en 1848 . (96) Sin embargo, este capitán de navío y comerciante está ligado por lazos de matrimonio a la Provincia de Veraguas y, además, mantiene negocios mercantiles importantes con varios miembros de la familia FABREGA . Así, no causa sorpresa ver elegidas dos personas portadoras del apellido acabado de citar, como representantes por Veraguas, en Bogotá, a saber, Francisco de FABREGA BARRERA, hacia 1846, y José de FABREGA BARRERA, en 1848, cuando LABARRIERE funge como senador . Finalmente, ausentes ambos hermanos, el representante electo, al mismo (90)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública m 1, Panamá, 1829, protocolo n° 3, instrumento 140, ff. 336-337 .
(91)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1827, protocolo m 2 y n° 3, instrumento 38, ff. 306-338 .
(92)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1827, protocolo m 3, instrumento 49, ff. 398-410 . Eduardo DE LA GUARDIA compra 335 cabezas de ganado ala fábrica de iglesia de Natá .
(93)
(94)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1833, protocolo n- 1, instrumento 101, ff. 191-192 . El Padre Fernando DE LA GUARDIA es diezmero en Penonomé . Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit ., Tomo II, p . 201 .
(95)
Ibidem, p . 237 .
(96)
Ibidem, p . 343 . 115
tiempo que el francés, es Luis GARCIA DE PAREDES, pariente, repetimos, de aquella acaudalada familia de Veraguas . Una última salvedad concierne a los linajes veragüenses cuyos miembros casi no concurren al Congreso en el transcurso del período examinado (los ROMERO, los DUTARI y los ADAMES) . Aunque menos poderosos, a nivel legislativo que los FABREGA, conservan nombradía local y regional asaz extensa . El hecho de haber viajado, siquiera una sola vez a Bogotá, capital montañosa y remota, cuyo acceso por vía fluvial y terrestre es penosísimo, confirma, nítidamente, el poder de que disponen en casa y permite bosquejar la red de alianzas que se entretejen entre los diversos clanes de Veraguas . Comparadas con los FABREGA, esas - gerites no son sino medianos propietarios . Mas, al lado de los campesinos parvifundistas, la diferencia es ancha . Por último, la ausencia en las sesiones del Congreso de Bogotá no significa, para nada, pérdida de poder local. Plurales miembros de familias menos "legislativas" copan sucesivamente el puesto de gobernador . (97) En resumen, tanto el poder como la riqueza están excesivamente concentrados, en Veraguas, en manos de algunas células latifundistas . El monopolio de los cargos que desempeñan, a nivel local, regional y nacional, está provisto de una constancia y de una continuidad sin paralelos . Del diezmero al senador y al gobernador provincial, los empleos son acaparados por un haz de hacendados . Al poder incuestionable detentado por los núcleos latifundistas, corresponde, por una parte, una estructura política de dominación basada en el caciquismo y en el gamonalismo, y, de otra, la indigencia e inopia del campesinado veragüense . Veremos, ulteriormente, cómo el grupo dominante rural de Veraguas se opondrá a los intereses de la burguesía comercial de la Ciudad de Panamá al tiempo que concluirá alianzas políticas y sociales con los finqueros de las regiones limítrofes . II. PENONOME Y SU REGION El examen de Santiago de Veraguas y de su región permite visualizar, guardadas las proporciones, la diferencia entre el Panamá profundo y el Panamá útil, vale decir, la zona de tránsito . Dentro (97) Así, Escolástico ROMERO, antiguo representante por Veraguas al Congreso (en 1834), deviene gobernador de aquella provincia de 1845 a 1846 . Ver BANCROFT, Hubert Howe, op. cit ., p . 156 . 1 16
de los vastos latifundios, casi siempre baldíos, en ocasiones votados a la ganadería intensiva, los grupos dominantes agrarios emergen a guisa de antítesis de los comerciantes urbanos . Aquí, lo que cuenta son las tierras acumuladas y el ganado que pace en sus contornos . Allá, lo esencial y definitorio son las relaciones comerciales con el exterior, mejor dicho, por una parte, Jamaica, posesión británica, Saint Thomas, isla danesa de las Antillas, los Estados Unidos del Norte, Londres, Liverpool, París, Burdeos, y, de otra, los puertos hispanoamericanos del Pacífico . En Veraguas, región limítrofe, el poder de los propietarios raizales es incuestionado . Ellos mantienen su hegemonía económica y su poder político durante la primera mitad del siglo XIX . Mientras tanto, la oligarquía urbana es más asediada que los grupos dominantes rurales . Ella tiene tres enemigos en la arena política . Dos viven en el Istmo, a saber, los grupos marginales urbanos, asaz violentos, y, luego, los grupos dominantes rurales, de los cuales el establecido en Santiago de Veraguas fulge como ejemplo cardinal . Además, el adversario, a nivel nacional colombiano, es, a no dudarlo, el centralismo de Bogotá, el cual no otorga las franquicias comerciales propuestas por los parlamentarios panameños al Congreso reunido anualmente en la altiplanicie . Pese a la existencia de tres enemigos, próximos o remotos, la oligarquía urbana cuenta con un aliado de primera línea : el grupo de los mercaderes y de los negociantes foráneos . Ella moldea su ideología liberal, e incluso sus utopías, al compás de los contactos que bosqueja, sin cesar, con el extranjero . De allí arranca, de hecho, su carácter innovador y centrípeto propio a los grupos dominantes rurales, resueltamente nostálgicos de la "arcadia" colonial, o, mejor dicho, sumidos en la "siesta" colonial en pleno período republicano . En otro ensayo destacamos, con ahínco, el dominio ostensible perpetuado por los grupos rectores rurales sobre las poblaciones indígenas, negras, mulatas y mestizas de la campiña . Tal caso no es parangonable con las tensiones y con los conflictos que se manifiestan y germinan, en la Ciudad de Panamá, entre el patriciado criollo y las masas populares urbanas, que cohabitan casi cara a cara. Si, en verdad, las relaciones de casta perduran en la capital, éstas tienden a radicalizarse en el agro . Estudiemos, brevemente, un grupo dominante rural, menos importante que el veragüense : el de Penonomé y su región (Antón, Natá) . Esta investigación es susceptible de servirnos para ensayar comparaciones fructuosísimas entre las diversas oligarquías agrarias 1 17
del Istmo . Prescindiendo de un enfoque semejante, el juego de alianzas, refrendadas por propietarios latifundistas, quienes residen en varias zonas panameñas, podría ser injustamente ignorado . A. LA CIUDAD DE PENONOME Situada a 150 kilómetros al sudoeste de la capital panameña, Penonomé es la ciudad más poblada del Istmo (después de Panamá) . A veces, tiene más habitantes que ésta última . (98) Un miembro detallista de la Sociedad de Estadística de París describe, en curiosísimo documento confidencial que tuvimos la suerte de ubicar en el Palacio de Orsay, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, la ciudad y el distrito de Penonomé así : " . . .el distrito de Penonomé, más la ciudad del mismo nombre, frisa con las 14 6 las 15,000 almas, de las cuales un quinceavo son blancos ; el resto : mulatos de origen indio, indígenas y algunos negros . Fabrícanse allí sombreros, petates y cestas de paja, azúcar y aguardiente, productos que son exportados a Panamá e intercambiados por artículos de Europa . La cría de bestias y de caballos, el lavado del oro, el cultivo del maíz, del banano, del ñame y de la yuca, ocupan a una pequeña parte de la población activa que podría evaluarse en un cuarto del total ; el resto vive dependiendo de los indígenas vecinos . La caña de azúcar cultivada aquí es de extremada belleza y da, no obstante procedimientos muy rústicos, un azúcar bastante blanco y bien cristalizado . Todo indígena siembra lo necesario para su supervivencia y algunos saben refinarlo y lo venden en barras disformes . . . El río de Penonomé hormiguea con peces que nadie atrapa sino algunos indios" . (99) En relación con la capital, maravilla, a primera vista, el peso demográfico y el dinamismo de los indígenas, cuyas tierras comunales circunscriben la ciudad de Penonomé . En Panamá, el elemento precolombino no es determinante . En efecto, las luchas urbanas oponen los criollos a las gentes de color . Los indígenas no son evocados por los cronistas citadinos -como Mariano AROSEMENA, por ejemplo- sino de una manera asaz folclórica e (98)
Ver SUSTO, Juan Antonio, Censos panameños en el siglo XIX: legislación colombiana e istmeña, Imprenta-de la Academia, Panamá, 1960, p . 19 .
(99) Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 1, 1842-1851, "Informe confidencial del señor Heller (miembro de la Sociedad de Estadística de París) al señor Jacquemont, cónsul de Francia en Panamá", Panamá, 12 de julio de 1844, pp . 53-54 . 118
inclusive con cierta simpatía, pues no encarnan, por cierto, una amenaza demográfica ni un peligro inminente para los criollos de la zona de tránsito . (100) Según el prócer Mariano AROSEMENA, aquella "porción indígena" intercambia, frecuentemente, sus manufacturas en Penonomé, en Santiago de Veraguas, en David, y, ocasionalmente, aun en Panamá . (101) Está conciente, por tanto, de la importancia que reviste la población precolombina en el hinterland . Escojamos, por ejemplo, el caso de Penonomé . Frente a los blancos (9%), a los esclavos negros (1 .1%), alas gentes de color libres (24 .8%), se perfila, macizo, el grupo humano indígena (65 .1%) . (102) Ese conglomerado homogéneo y multitudinario es netamente superior a los otros grupos étnicos que pueblan aquella urbe provinciana . El patriciado blanco latifundista, muy minoritario, se define invariablemente en oposición a los indios, así como la incipiente burguesía criolla de la Ciudad de Panamá tiende a definirse negativamente en lo que concierne a los negros y mulatos del arrabal de 'Santa Ana. De modo que la élite dirigente penonomeña trata de ejercer una suerte de "colonialismo interno" avant la lettre cuando exige a la indiada, por ejemplo, que pague el diezmo hasta los albores del siglo XX . (105) Así, hacia 1833, el sacerdote y hacendado Fernando DE LA GUARDIA funge como diezmero, en su Penonomé, merced a la fianza dispensada por los propietarios latifundistas jacinto BERNAL y Vicente POLO . (104) A semejanza de Veraguas, observemos cómo las instituciones religiosas conservan su poder y de qué manera los señores de la tierra multiplican e incrementan sus nexos con la iglesia católica . En breve, la perpetuación de las relaciones coloniales, en la campiña panameña, no sufre modificaciones de monta después de proclamada la independencia formal. Por último, aquel miembro de la Sociedad de Estadística de París anota, de pasada, en su original e inédito informe sobre la región de Penonomé, sutiles impresiones referentes a la astucia y a (100)
Ver AROSEMENA, Mariano, Apuntamientos históricos (18014840), Publicaciones del Ministerio de Educación, Biblioteca de autores panameños, 1, Imprenta Nacional, Panamá, 1949, p . 34 .
(101)
Ibidem, p. 148.
(102)
Ver JAEN SUÁREZ, Omar, El hombre y la tierra en Natá de 1700 a 1850, Editorial Universitaria, Panamá, 1971, p . 43 .
(103)
Ver JAEN AROSEMENA, Agustín, Rasgos biográficos de Don Laurencio Jaén Guardia, Imprenta "Acción Católica", Panamá, 1945, p . 55 .
(104)
Ver, al respecto, ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Ciudad de Panamá, Notaría pública n • 1, Panamá, 1833, protocolo n • 1, instrumento 101, ff . 191-192 . 119
la viveza con que los criollos rurales lidian a los indios (105) al comerciar con ellos . (106) B. CASTA Y LINAJES En definitiva, el patriciado latifundista de Penonomé posee, como la clase dirigente de Veraguas, una conciencia de casta y de conquista muy cimentada . Le enorgullece y exalta la "misión civilizadora" que se le asigna . Sus antepasados forzaron los indígenas a agruparse en aldeas con el objeto de que fuesen integrados a la sociedad colonial . Un historiador de la comarca zaratina, don Agustín JAEN AROSEMENA (1880-1967), evoca las funciones administrativas y militares encomendadas a su lejano pariente, Tomás Esteban DE LA GUARDIA Y AYALA, en las postrimerías del siglo XVIII . Subraya el analista lugareño que, en efecto, aquel funcionario de su estirpe, oriundo de la Ciudad de Panamá, había sacado "innumerable porción de indios" (107) quienes vivían en las montañas aledañas a Penonomé, a fin de que se civilizasen . (108) El fallecido cronista recuerda -pues es instrumento de la memoria colectiva de su estamento- que, a finales del siglo XVIII, moraban en Penonomé familias "distinguidas" (109), como los DE LA GUARDIA, los JAEN, los MIRO, los CONTE, los GRIMALDO y los LASSO DE LA VEGA, et caetera . Particulariza, en seguida, los méritos que exornan a cada clan hogareño al describir las virtudes inherentes a sus miembros . Menciona a su abuelo, don Laurencio JAEN, al tiempo que añade, en su luenga recordación, a don Tomás GRIMALDO, en su concepto padre de familia honorable, (110) (105)
En la copia que encontré en cl ARCHIVO DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, hacia 1974 .
(106)
Ver, con provecho, STAVENHAGEN, Rodolfo, Les classes sociales dans les sociétés agraires, Sociologic et tiers monde, Editions Anthropos, París, 1969, p . 303 .
(107)
Ver JAEN AROSEMENA, Agustín, Nociones históricas de Coclé (desde el descubrimiento hasta la independencia de España) 1502-1821, Tomo I, Ediciones del Ministerio de Educación, Departamento de Bellas Artes y Publicaciones, Imprenta Nacional, Panamá, 1956, p . 176 .
(108)
Idem .
(109)
Ibidem, p . 123 . Ver, con provecho y desde miradores comparativos, las observaciones relativas a las familias de Arequipa, en BOURRICAUD, Francois, Pouvoir el société dans le Pérou contemporain, Cahiers de la Fondation Nationale des Sciences Politiques, 149, Librairie Armand Colin, París, 1967, pp . 37-39 .
(110)
Ver JAEN AROSEMENA, Agustín, op . cit., Tomo I, p . 123 .
1 20
y no vacila en rememorar a su distante tío, don Víctor DE LA GUARDIA y AYALA, "hombre acción", (111) "gobernante integérrimo", (112) alcalde de Natá y de Los Santos, el primer panameño que redactara una tragedia en verso, La política del mundo, (113) estrenada en Penonomé, hacia 1809, con posterioridad oidor en Guatemala . Finalmente, elogia a don José Antonio MIRO, nacido en Penonomé -año de 1792-, teniente coronel, héroe en las batallas de Matará, de Junín y de Ayacucho . (114) De manera luminosa, la apología de los linajes locales, perpetrada por el historiador Agustín JAEN AROSEMENA, dilucida, cabalmente, las estructuras de la sociedad criolla ruralizada . Es hermética, particularista, intransigentemente conservadora y profundamente católica e hispanizante . El caballero cristiano, el militar conciente de su papel "civilizador", el funcionario colonial honesto, el austero y devoto padre de familia, el héroe corajudo en las épicas campañas peruanas, e inclusive el versificador talentoso que maneja los artificios del idioma castellano : tales son los modelos culturales a los cuales todo criollo bien educado de Penonomé debería aspirar. (115) Ninguno se inspira en la tradición indígena . Todos se enraízan en el molde hispánico del coraje y del honor . Mas, detrás de los ideales anhelados, irrumpe la legitimación de una sociedad agraria plena de desigualdades . Esos founding fathers locales disponen de anchurosas haciendas, ganado y trapiches .(116) Esos landlords monopolizan, simultáneamente, los cargos militares, administrativos, políticos, sociales, intelectuales y religiosos . (117) Parece como (111)
Idem .
(112)
Idem .
(113)
Ver, al respecto, MIRO, Rodrigo, La cultura colonial en Panamá, Editorial B . Costa-Amic, México, 1950, p . 62 y p . 69 . La segunda edición de esta obra, corregida y notablemente adicionada, data de 1976 . Sobre la tragedia de don Víctor DE LA GUARDIA Y AYALA (1772-1827), ver SUSTO LARA, Juan Antonio, Panorama de la bibliografía en Panamá (1619-1971), Prólogo de Carlos Manuel Gasteazoro, Editorial Universitaria, Panamá, 1971, p . 16 .
(114)
Consultar el libro de MIRO-QUESADA SOSA, Aurelio, Don José Antonio Miró Quesada (1845-1930), Imprenta Torres Aguirre, S .A ., Lima-Perú, s .f., p. l6 .
(115)
Para una crítica implícita de esos modelos culturales, ver WILLIAMS, Edward J ., "Secularization, Integration and Rationalization : Some Perspectives from Latin American Thought", en journal of Latin American Studies, Volume 5, Part 2, Cambridge University Press, London, November 1973, p . 200 .
(116)
Ver JAEN SUAREZ, Omar, op . cit., pp . 74-75 .
(117)
Idem . 121
si la riqueza de los individuos se midiera en función de la tierra y de las reses detentadas . Así, hacia 1823, unos ganaderos penonomeños, "deseosos de acreditar" su patriotismo, (118) obsequian bestias vacunas, al gobierno grancolombiano, a fin de alimentar las tropas oficiales . Entre quienes ofrecen diez vacas, hay dos miembros de la familia JAEN : los "ciudadanos" José de los Santos y Laurencio JAEN . Luego topamos a Pascual VIETO, pariente político de los notables precedentes (119), y Manuel PONCE . Solamente María Gregoria PONCE dona seis vacas al gobierno republicano . Proporcionan, a su vez, cinco reses : Jorge JAEN, Tomás GRIMALDO y Ambrosio - QUIROS, Y contribuyen dando cuatro : Andrés Narciso VEGA, Francisco QUIROS, Fulgencio JAEN, Inocencio POLO, Florentino MARQUEZ, Juan de DIOS HERRERA, José María DE LA GUARDIA y Manuela de GALVEZ (120) El antedicho documento es importante en virtud de tres razones . En primer lugar, ilustra la continuidad del sistema colonial después de registrada la independencia . Los ganaderos de raigambre hispana no vacilan en probar, con creces, su fidelidad al gobierno republicano . En segundo término, obrando de semejante manera, ellos reiteran el sentimiento que tienen de ser notables regionales ante el gobierno nacional . Por último, la fuente de su fortuna no es de orden monetario . En vez de suministrar dinero, como hubiesen hecho los comerciantes urbanos, ellos se limitan a regalar cabezas de ganado . Mas, cabe anotar que, en efecto, las disparidades étnicas, en el seno de la región estudiada, abundan . En Penonomé, la población indígena es mayoritaria (65 .1%) . Siguen, luego, las gentes de color libres (24 .8 ;6), los blancos (9;6), y, finalmente, los esclavos (1 .1%) . Otra distintísima estructura étnica existe en Ola, villorrio situado al sudoeste de Penonomé, y en el que la población es casi, en su totalidad, india (99 .7%), insignificantemente blanca (0.31), sin esclavos ni gentes de color libres . En desquite, en Antón, aldea localizada al sudoeste de Penonomé, privan los individuos libertos de color (76 .1%), frente a los blancos (1256), a los esclavos (6 .7°6) y a una minoritaria población precolombina (5 .2%) . En fin, Nata, poblado ubicado al sudoeste de Penonomé, como Antón, arroja mayor porcentaje de antiguos esclavos libertos (79%),pero, por oposición a (118)
Ver JAEN AROSEMENA, Agustín, op. cit ., p . 293 .
(119)
Ver JAEN SUAREZ, Omar, op. cit ., p . 58 .
(120)
Ver JAEN AROSEMENA, Agustín, op. cit ., p . 293 .
122
Antón, los indios ocupan el segundo lugar (10%), seguidos por los blancos (6 .2%) y por los esclavos (4.7%) . (121) En suma, contrariamente a la Ciudad de Panamá, esta región del hinterland es más demográficamente india que la zona de tránsito . Los libertes negros constituyen, en ocasiones, el grueso de la población de algunos villorrios . La población blanca no es considerable al tiempo que los esclavos lucen bien minoritarios . C. ENDOGAMIA Y EXOGAMIA ¿Cómo mantienen su hegemonía los grupos dominantes rurales? La respuesta es simple . Existen redes endogámicas y exogámicas en extremo tupidas y arborescentes que unen a los propietarios latifundistas . Por una parte, la endogamia permite acumular las haciendas y el ganado, aumentando, del mismo modo, la solidaridad de los linajes dominantes . De otra, habida cuenta de la exigüidad de esas oligarquías agrarias esparcidas y atomizadas, el escogimiento del cónyugue puede efectuarse fuera del grupo de origen, principalmente con ganaderos o con propietarios latifundistas regionales, o, inclusive, con miembros ruralizados del patriciado oriundo de la Ciudad de Panamá, quienes desempeñan funciones administrativas en la campiña . Esa lógica matrimonial es doblemente positiva . En efecto, las alianzas inter-regionales, concluidas por las familias latifundistas del hinterland, renuevan su apego a la tierra y exacerban su conciencia agraria . Además, los maridajes realizados con funcionarios blancos urbanos -provincializados- coadyuvan a aumentar los nexos, las más veces precarios, con la capital del istmo, y son susceptibles de diversificar las fuentes de la riqueza y del poder de los propietarios latifundistas . Ellos personifican un símbolo de prestigio por cuanto las familias acaudaladas regionales son, en cierta medida, reconocidas por los miembros de la oligarquía comercial avecindada en la Ciudad de Panamá . Puestas así las cosas, los matrimonios efectuados con los criollos urbanos ruralizados merecen algunas acotaciones de cuño histórico . En 1739, la ruta marítima a través del Istmo es suprimida y suplantada por la del Cabo de Hornos . La economía panameña citadina tambalea y agoniza . Para subsistir, no pocas familias urbanas abandonan las urbes portuarias cuyo comercio languidece . Es cierto que, antaño, colonos de origen hispano se habían establecido (121)
Ver MEN SUAREZ, Omar, op. ciL, p . 43 . 1 23
en el interior de Panamá . Sin embargo, la segunda parte del siglo XVIII inaugura un proceso notorio de arraigo de los criollos urbanos y de súbditos peninsulares en las zonas rurales del Istmo. En resumen, los antiguos comerciantes se convierten, por la fuerza de las cosas, en señores de la tierra . (122) Depresión económica y ruralización (o "pastoralización") de los criollos urbanos jalonan la segunda mitad del siglo XVIII . Fenómeno axial . En efecto, esa dispersión de familias criollas y españolas, que se cristaliza en la campiña panameña, débilmente poblada, aunque producida por factores exógenos, engendra una novísima red de relaciones sociales que ligan a sus miembros, aun si viven en regiones diametralmente opuestas . Su calidad de blancos, amén de las honorosas funciones militares, administrativas, económicas, u otras, que cumplen, en el seno del sistema colonial, contribuyen a la formación definitiva de los grupos dominantes rurales . (123) Generalmente, esos criollos logran, con presteza, controlar la actividad económica provincial al concluir matrimonios con las familias prósperas de las comarcas agrarias . Adquieren, es cierto, mucho prestigio político a nivel de los cabildos rurales . Asimismo, aumenta su nombradía social, pues son blancos que viven en medio de un espacio geográfico en el que privan, con generosidad, indios, negros, campesinos mestizos o mulatos . Puesto que la Ciudad de Panamá es pobre y cara (124) y viven (en el ocaso del coloniaje) los siete octavos de su población "en la mayor estrechez y miseria" (125), sin industrias, ni agricultura, con un comercio deleznable (126), (122)
Ver, con provecho, GASTEAZORO, Carlos Manuel, Introducción al estudio de la historia de Panamá . Fuentes de la época hispana, Tomo I, Primer Premio de la sección ensayos del concurso Ricardo Miró, 1954, 'Publicaciones Cultural Panameña", Editorial Azteca, S .A ., México, 1956, p. 143 . Ver, asismismo, P0RRAS, Hernán Francisco, Papel histórico de los grupos humanos de Panamá, Impresora Panamá, Panamá, 1973, p. 23 .
(123)
Consultar, a propósito de los grupos dominantes rurales, coloniales, el hermoso libro de BAGU, Sergio, Economía de la sociedad colonial . Ensayo de historia comparada de América Latina, Librería "El Ateneo" Editorial, Artes Gráficas Bartolomé U . Chiesino, Buenos Aires, 1949, pp . 206-207,
(124)
Ver BALEATO, Andrés, "La ciudad de Panamá y su distrito, puerto, producciones e historia", en CUERVO, Antonio Basilio (compilador), Colección de documentos inéditos sobre la geografía y la historia de Colombia, Tomo Il, Costa pacífica, provincias litorales y campañas de los conquistadores, Casa Editorial de J .J . Pérez, Bogotá, 1892, p . 360 .
(125)
Idem .
(126)
Idem, p . 365 .
1 24
ésta es abandonada por multitud de sus habitantes, quienes prefieren sentar sus reales en el Ecuador, en el Perú, en Chile o en el hinterland, donde, a despecho de su modesto estilo de vida, mantienen incólume su rango . Para elucidar, de modo más preciso, el fenómeno de ruralización que sufren los criollos urbanos, en parte empobrecidos por la falta de comercio de antaño, conviene enunciemos algunos ejemplos reveladores que ilustren, palmariamente, dicha tendencia . (127) El caso de la familia AROSEMENA, de origen vasco, es patente al respecto . Ella cuenta con ciertos miembros fijados en la Ciudad de Panamá, donde ejercen esclarecidas funciones comerciales y políticas (dentro del cabildo) . Estos burgueses, en el sentido etimológico del término, atesoran haciendas y fincas en los aledaños de la urbe marina . Sin embargo, la misma familia está esparcida en la provincia de Veraguas donde sus miembros fungen, al principio, como militares, siendo, a la postre, respetables señores de la tierra en Santiago de Veraguas, en San Francisco de la Montaña y en Soná . Hay hacendados apellidados AROSEMENA no únicamente en la antedicha región (128) sino asimismo en Penonomé . Finalmente, además de contar con comerciantes de buena laya y latifundistas de peso, esa familia criolla reúne, en sus filas, a sacerdotes y a funcionarios castrenses ennoblecidos . (129) De resto, la familia DE LA GUARDIA ejemplifica, ciertamente, síndrome similar a la ruralización y a la dispersión por inconta(127)
Tendencia a la cual la más reciente historiografía panameña ha consagrado adm irables ensayos . Ver, por ejemplo, JAEN SUAREZ, Omar, "La Ciudad de Panamá en el siglo XVIII . Propiedad y propietarios del Intramuros en 1756", en Anales de ciencias humanas, n • 2, Universidad de Panamá, Editorial Universitaria, Panamá, 1972, p . 31 . Ver, además, CASTILLERO CALVO, Alfredo, Estructuras sociales y económicas de Veragua desde sus orígenes históricos, siglos XVI y XVII, Editora Panamá, Panamá, 1967, p . 83 .
(128)
Pablo de AROSEMENA, padre del prócer Mariano AROSEMENA, nace en San : Francisco de Veraguas el 30 de junio de 1755 . Ver, con provecho, LOHMANN VILLENA, Guillermo, Los americanos en las órdenes nobiliarias (1529 .1900), Tomo Il, 'Clatrava-Alcántara.Montesa-Carlos I11-Malta, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto "Gonzalo Fernández de Oviedo', Talleres de Estados, Artes Gráficas, Madrid, 1947, p . 274 .
(129)
Entre los sacerdotes que pertenecieron a esa familia, podríamos enumerar a Juan de AROSEMENA, a Francisco José de AROSEMENA y a Francisco de Borja AROSEMENA . En torno a éste último, ver MEGA, Pedro, Noticias históricas de la Iglesia de la Merced, de la antigua y nueva Panamá, y de panameños notables del siglo XVIII y XIX, Talleres de la Estrella de Panamá, Panamá, 1946, p . 43 . 1 25
bles comarcas del Istmo . En Chepo, la representa el clérigo Juan DE LA GUARDIA Y SAN MILLAN . (130) En la Ciudad de Panamá, sus miembros son burgueses casatenientes y eclesiásticos muy connotados, como el canónigo José Rudecindo DE LA GUARDIA Y SAN MILLAN, dignidad de la Catedral . (131) En Penonomé, Natá y Parita, otras personalidades del mismo tronco triunfan en capturar cargos militares y puestos políticos y administrativos de fuste . Y se transforman, paulatinamente, en poderosos landlords, al tiempo que algunos de sus hijos ingresan, de buen grado, al sacerdocio . (132) D. IGLESIA Y GANADO Se impone una salvedad inherente a las alianzas habidas entre los hacendados rurales y la iglesia católica, a su vez latifundista provincial y guardiana de infinidad de inmuebles urbanos . En efecto, los señores de la tierra coclesanos compran, consuetudinariamente, ganado a las fábricas de iglesia locales y participan, a guisa de diezmeros, en la institucionalización del poder temporal eclesiástico . Es fama que algunos de sus descendientes abrazaron los hábitos sin ser despojados de sus anchurosas heredades . A continuación, mencionaremos una serie de ejemplos atinentes a compras de ganado efectuadas por hacendados regionales a favor de la iglesia católica . En 1827, Eduardo DE LA GUARDIA, hijo de Penonomé, obtiene 335 cabezas -cada una cuesta 9 pesos y 2 reales- a la fábrica de la iglesia de Nata . (133) Por esas calendas, Manuel de Jesús PONCE compra, asimismo, 1,557 reses a la fábrica de iglesia de Antón. (134) Un año después, Miguel MIRO, vecino de Penonomé, adquiere 215 bestias, unitariamente evaluadas en 10 pesos, de (130)
Ver, con sumo provecho, ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Ciudad de Panamá, Notaría pública n• 1, Panamá, 1805, protocolo n • 1, instrumento del 745 al 837 .
(131)
En torno a la dama propietaria de esclavos, Manuela DE LA GUARDIA, ver el sugestivo artículo redactado por DE LA GUARDIA, Roberto, "El fenómeno de la esclavitud en la civilización panameña", en Hombre y cultura, Revista del Centro de Investigaciones Antropológicas de la Universidad de Panamá, Tomo 2, Número 3, Diciembre de 1972, Imprenta Universitaria, Panamá, 1973, p . 54 .
(132)
Ver JAEN SUAREZ, Omar, op. cit ., p . 51 .
(133)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Ciudad de Panamá, Notaría pública n • 1, Panamá, 1827, protocolo n- 3, instrumento 49, ff. 398-410 .
(134)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Ciudad de Panamá, Notaría pública n- 1, Panamá, 1827, protocolo n- 2, instrumento 22, ff . 211-247 .
126
la fábrica de iglesia de San Carlos . (135) En 1827, Ramón DE LA GUARDIA, fijado en Parita, compra 67 cabezas de ganado, evaluadas en 10 pesos cada una, a la fábrica de iglesia de aquella aldea . (136) Fácil resulta trazar un paralelo, pues, entre los hacendados arraigados en zonas más próximas de la Ciudad de Panamá y aquéllos de Veraguas a la luz de las relaciones económicas que les vinculan a la iglesia . Tal parámetro no define al grueso de los tenderos urbanos liberales cuyo anticlericalismo aumenta día a día . En efecto, los comerciantes citadinos están aliados con los mercaderes foráneos, establecidos o no en Panamá, y son más sensibles al movimiento de secularización que los señores hacendados del hinterland . Además, last but not least, la fuente de riqueza no es la ganadería en la Ciudad de Panamá, cuyos predios suburbanos son, a no dudarlo, bien anémicos . E. LAS ALIANZAS POLITICAS ENTRE LOS HACENDADOS RURALES En realidad de verdad, los latifundistas regionales no ignoran el lugar que ocupan en la jerarquía social del Istmo . De costumbre ligados por continuos parentescos y en virtud de matrimonios endogámicos y exogámicos, ellos reúnen los tres criterios definitorios de toda élite, según James H . MEISEL, a saber, conciencia de grupo (group consciousness), coherencia (coherence) y connivencia (conspiracy) . (137) Así, a título de ejemplo luminoso, Ramón DE LA GUARDIA, latifundista residente en Parita, logra ser diputado por Veraguas ante el Congreso de Bogotá, al lado del senador José de FABREGA. Y Manuel A . JAEN, hacendado de Penonomé, representa a Veraguas, en Bogotá, hacia 1834 . Ambos landlords no forman parte de la hermética élite agraria veragüense . Semejantes alianzas electorales suponen, entre los latifundistas regionales, identidad de intereses económicos y políticos por defender, antitéticos en relación con las ambiciones de los comerciantes urbanos . En síntesis, nota que caracteriza, simultáneamente, a los grupos domi(135)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Ciudad de Panamá, Notaría pública n • 1, Panamá, 1828, protocolos n • 1 y n • 2, instrumento 18, ff. 90-125 .
(136)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Ciudad de Panamá, Notaría pública n- 1, Panamá, 1827, protocolos n • 2 y n• 3, instrumento 38, ff. 306-338 .
(137)
Consultar PARRY, Geraint, Political Elites, Third Impression, Studies in Political Science, Edited by Dr . Malcolm Anderson, University of Warwick, 5, George Allen and Unwin Ltd, London, 1971, p . 32. 127
nantes rurales y a la oligarquía urbana, es la pequeñez de los dos elencos, de las dos clases políticas, si utilizamos el concepto dei Gaetano MOSCA . Sus dimensiones realmente microscópicas favorecen la capacidad de organización de que dan prueba . (138) Varias conclusiones se desprenden a propósito de los grupos' dominantes rurales . Su examen obligante luce indispensable para comprender las minucias del Panamá profundo opuesto al Panamá' útil de la zona de tránsito . En primer lugar, los grupos dominantes' rurales se definen negativamente por lo que respecta al comercio con el extranjero, el cual constituye actividad cardinal de la oligarquía urbana . Frente a las utopías centrífugas que profetizan la quía inminente transformación del Istmo en una suerte de "feria comercial", la visión del mundo, destilada por los hacendados, es resuel- , tamente centrípeta, a tal punto que el ganado pareciera suplantar el dinero en las más peregrinas transacciones . En segundo término, ante una oligarquía urbana henchida de jacobinismo, de anticlericalismo y de masonería, los modelos culturales, preconizados por los grupos dominantes rurales, no difieren de aquéllos injertados por el colonizador peninsular . Una tercera conclusión : tanto los grupos dominantes rurales como la oligarquía urbana se agitan ante unas masas, compuestas por indios, mulatos, mestizos y negros, manipulados a su albedrío (circunstancia que tiene lugar de modo más o menos apacible en la campiña), o con menor fortuna (en el arrabal) de la Ciudad de Panamá) . Allá, el peligro que espanta y eriza al patriciado son las turbas negras y mulatas que viven cerca de las murallas, en el populoso barrio de Santa Ana . En desquite, los grupos dominantes rurales pugnan, más que todo, con poblaciones indias, superiores a la mitad de la población de los villorrios aludidos (65 .1% en Penonomé ; 99.7% en Olá) . La adopción de intransigentes actitudes de casta, por parte de los ínfimos núcleos blancos, diseminados en la campiña, o establecidos en la capital, es obvia, habida cuenta de las disparidades demográficas que separan a los grupos dominantes, flagrantemente minoritarios, de los grupos dominados, aplastantemente mayoritarios . Con todo, el riesgo de rebeldía es mayor en la Ciudad de Panamá donde dos grupos antagónicos habitan en un espacio urbano casi cerrado . En cuarto lugar, contrariamente a los grupos dominantes rurales de la actual Colombia y de otros países latinoamericanos, que arribaron a sus respecti(138) 1 28
Ibidem .
vos predios desde el siglo XVI, la mayoría de las grandes familias latifundistas panameñas no se enraízan en el hinterland sino durante la segunda mitad del siglo XVIII . Esa reciente sedimentación redobla, en efecto, su conciencia agraria acentuando su comportamiento de casta hacia las masas indígenas, mestizas, mulatas y negras, que pueblan el campo, por cuanto los recién llegados están atiborrados de un espíritu colonizador, y aun de conquista, el cual brilla por su ausencia entre los utilitarios comerciantes de la Ciudad de Panamá . Transcurridas una o dos generaciones, las familias urbanas ruralizadas viven un acontecer estrechamente agrícola y no se identifican para nada con sus parientes citadinos, consagrados a menesteres mercantiles, a despecho de portar apellidos similares .
129
Doncellas panameñas del antiguo Intramuros y afrancesamiento en la moda del último cuarto del siglo diecinueve . 1 30
CAPITULO CUARTO
LA OLIGARQUIA URBANA : PODER LOCAL, PODER REGIONAL Y PODER NACIONAL En el primer capítulo, la describimos recalcando la fortuna suya . Escogimos cinco indicadores, a saber, la propiedad inmobiliaria urbana, la propiedad suburbana, el comercio con el extranjero, las deudas, los préstamos y las hipotecas, y, por último, las dotes . No obstante, nos abstuvimos de concretar, con minucia, en qué medida riqueza y poder estaban correlacionados . A lo largo del segundo capítulo, consagrado a los grupos marginales, constatamos la provisoria endeblez de la oligarquía frente a las masas negras y mulatas del arrabal . Aunque rica respecto de los marginados, tambalea su poder durante el período de 1830 a 1832 . En efecto, dos caudillos -ESPINAR y ALZURU- logran prevalecer . Ambos impugnan los designios de la clase dominante . Moviliza el primero las masas populares, demográficamente superiores, por supuesto, al patriciado. De cuna modesta, pero partícipe en las guerras de independencia, antiguo secretario de Simón BOLIVAR, este general mulato impera durante dos meses y medio . Un año después, el segundo despotiza por espacio de un mes y diez días. Con todo, propondremos una hipótesis : el monopolio del poder, en la Ciudad de Panamá y su región, está en manos de un minúsculo grupo . Para demostrar la conjetura, precisará adoptar el siguiente método . En primer lugar, examinaremos los apellidos de los notables quienes firman las actas de independencia de 1821, de 1830, de 1831 y de 1840 . Naturalmente, no todos ellos son patricios . Mas, la selección de varias declaraciones permitirá circunscribir, con mayor estrictez, la población oligárquica . En efecto, existen prohombres que no suscriben sino una sola proclamación . En cambio, otros estampan su rúbrica cuatro veces (1821, 1830, 1831, 1840) . Además, el mérito, que poseen la segunda y tercera proclamaciones, reside en la particularidad de que los puestos, ocupados por los firmantes más cons131
picuos, se añaden . Esto coadyuva a medir cl poder local de los notables citadinos . Estudiaremos, asimismo, la composición de los dos últimos cabildos coloniales, vale decir, los de 1820 y de 1821, habida cuenta del carácter eminentemente plutocrático de la institución . Con miras a afinar la imagen que abrigamos del poder local y regional, detentado por el blanquerío, trataremos de multiplicar los ejemplos concernientes a su dominio de los empleos públicos y municipales . Por lo que respecta a los últimos, las fianzas dispensadas son susceptibles de contribuir a elucidar los mecanismos de solidaridad familiar . En segundo término, vamos a inventariar los gobernadores de la Provincia de Panamá que formen parte de la élite, es decir, los que no envíe directamente Bogotá o quienes no sean extranjeros a la provincia que rijan . Tal lista permitirá inspeccionar el poder departamental usufructuado por ésta . Tercera operación : nos engolfaremos en el repertorio de los senadores y de los representantes elegidos por la Provincia de Panamá, para asistir al Congreso de Bogotá . Merced a semejante procedimiento, el influjo -a nivel nacional- de la clase dirigente habrá de ser contemplado . Una vez más, aspiramos a delimitar los nexos de parentesco que anuden a sus miembros . I . FAMILIA Y PODER LOCAL Antes de ceñir los aspectos del poder local, algunas reflexiones se imponen a propósito del patriciado y de su acaparamiento de la cosa pública . A la oligarquía urbana define, concisamente, un cónsul francés, en tanto que una "camarilla unida por vínculos de familia" . (1) La variable del parentesco explicará, en efecto, el otorgamiento de plurales oficios burocráticos y políticos . Ya constatamos esta tendencia por lo que respecta, verbigracia, al personal legislativo destinado por la Provincia de Veraguas al Congreso . A la meritocracia formal, teórica, se contraponen opciones particularistas, basadas en relaciones de parentesco -sanguíneo o político- que amalgaman a los ductores . El escogimiento de personajes emparentados, en el seno del cabildo capitalino, es sumamente constante al finiquitar el coloniaje (2) : síndrome que indica la conciencia de sí experimentada por el grupo dominante en ciernes . (1)
(2)
1 32
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 1, 1843-1851, "Carta de A . FAUVERT de MEAN, cónsul en Panamá, al Señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 15 de septiembre de 1848, p . 238 (verso) . CE OTS CAPDEQUI, José María, Las instituciones del Nuevo Reino de Granada al tiempo de la independencia, op. cit., p . 138 . Un caso asaz llamativo que
La creencia en virtud de la cual algunas familias -excluido el resto del cuerpo social-están predestinadas a desempeñar las funciones públicas superiores, dentro de la sociedad panameña, la reitera el prócer Mariano AROSEMENA . El llega aun a legitimar el derecho que posee su familia extensa a ocupar las posiciones claves del sistema económico y político, por cuanto sus hermanos, en compañía suya, pagaron, con sus denarios, a las tropas españolas, para que abandonasen el istmo, maniobra que posibilitó la independencia incruenta de 1821 . El miope y terco particularismo de tal razonamiento contradice la meritocracia formal preconizada por Mariano AROSEMENA en sus papeles . Incluso dentro de una sociedad tradicional -la urbe istmeña- en la primera mitad del decimonono, la cual no frisa con los 5,000 habitantes, habría sido arduo que un solo núcleo familiar ampliado controlase todos los empleos burocráticos, políticos y legislativos . Iniciada la era republicana, Mariano AROSEMENA se percata del hecho a la luz de dos situaciones típicas . La primera sería el nombramiento de un gobernador o de un alto funcionario respaldados por Bogotá . No vacilará el prócer, a veces, en manifestar sus celos y estupor a raíz de nominaciones, conceptuadas poco gratas e indeseables, que emanen del poder central . (3) La segunda circunstancia : da fe de los nexos de parentesco, existentes a nivel de la clase política criolla, a fines de 1813, es decir, ocho años antes de la independencia del Istmo, está plasmado en una carta dirigida por el Cabildo de la Ciudad de Panamá, en la que quedan explicitadas las alianzas familiares de los funcionarios municipales elegidos a la sazón . Evidentemente, el Cabildo suplicaba la anulación de esas elecciones . En todo caso, el texto es más que diáfano : "Don Nicolás REMON, Alcalde ; Don Ramón DIAZ DEL CAMPO ; y Don Juan JIMENEZ, Regidores, son hermanos políticos por hallarse casados con tres hermanas(las SOPARDA) . Don Justo (GARCIA DE PAREDES), Regidor, está casado con una prima hermana de las antecedentes (Ana María de ARCE Y DELGADO) . Don Juan Pablo CALVO Y DELGADO es primo hermano de Doña Tomasa DELGADO, suegra de Don Justo (GARCIA DE PAREDES), y además es también hermano del Regidor saliente y Secretario Don Juan José CALVO . El otro Alcalde, Don Lino DE LA BARRERA, y Don Miguel QUESADA, Regidor, son hermanos políticos por estar igualmente casados con la hija política de Don Escolástico LOPEZ, también Regidor . . ." Lo subrayado es nuestro . Ver ARCHIVO GENERAL DE INDIAS, Sevilla, "Testimonio del Expediente promovido sobre la nulidad de las elecciones de los empleos municipales del Ayuntamiento de la Ciudad de Panamá, año de 1814", Expedientes de cabildos seculares, Audiencia de Panamá, Legajo 272, años 1774-1815 . La epístola citada data del 12 de diciembre de 1813 . (3)
Ver AROSEMENA, Mariano, Historia y nacionalidad, op . cit., p . 13, 1 33
cuando se llama a un funcionario panameño, urbano, a un puesto codiciado por el prócer o por su parentela . Entonces, el argumento, que invoca contra su rival, comulga con las racionalizaciones particularistas, propias a la consanguinidad, con las cuales había justificado la preeminencia de su linaje . Así, acusa, a tal o cual funcionario, de nepotismo, porque favorece el reclutamiento oligárquico por oposición a la opción llanamente meritocrática (4) . Vemos cómo la noción de patria es, de hecho, reducida a un territorio en el que algunas familias detentarían los empleos más envidiados en función de criterios simplistas . (5) Mas, la mera estrechez de semejante definición excluye el advenimiento de la utopía . Sin embargo, la oligarquía de la Ciudad de Panamá, por lo menos en la primera parte del decimonono, está penetrada por una vocación anti-universalista a ultranza . En el leal saber y entender de los observadores foráneos, constituye más una "tribu", o una "camarilla", que una clase social (desde miradores europeos) . Por añadidura, es una oligarquía multifuncional . Tomamos esta noción del sociólogo José Luis de IMAZ . (6) La élite citadina no está compuesta, exclusivamente, por comerciantes . Los clanes mercantiles disponen, también, de sacerdotes, de hacendados suburbanos, de militares, de abogados, de burócratas y de intelectuales . Pueden engendrar, simultáneamente, unos filósofos sociales, unos negociantes y unos teólogos . Parece útil adelantar estas salvedades elementales antes de abordar la problemática del poder local . II. L A OLIGARQUIA URBANA Y EL PODER LOCAL : LOS DOS ULTIMOS CABILDOS COLONIALES Partamos de los dos últimos cabildos coloniales, es decir, los que se congregan en 1820 y en 1821 . Ambos engloban a la clase política lugareña . Antes de examinar su contextura, convendría determinar la naturaleza y el funcionamiento de la entidad en cuestión . (4)
Ibidem, p . 26 .
(5) Esto no escapa al ojo avizor de un cónsul francés según el cual " . . .les families de race espagnole sont toutes liées de parenté ; aussi forment-elles une vaste tribu" . Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia política, Panamá, Nueva Granada, Tomo 24, 1857 (enero-julio), "Carta de Tules DOAZAN, cónsul en Panamá, a su excelencia el señor Conde de WALFWSKI, Ministro de Relaciones Exteriores en París", Panamá, 23 de julio de 1857, p . 336 (anverso) . (6)
1 34
Ver IMAZ, José Luis de, Los que mandan, 7a edición . Informes y Monografías de Eudeba, Editorial Universitaria de Buenos Aires, Buenos Aires, 1968, pp . 238-239 .
No intentaremos investigar, exhaustivamente, el cabildo . Nuestra meta es más modesta . Deseamos inquirir por la participación de la oligarquía en su seno . Lacónicamente, BOLIVAR suele definir los ayuntamientos preindependentistas a guisa de unas "tiranías domésticas, activas y dominantes" . El futuro horno oligarchicus republicano figurará allí en germen . De fundamentalmente "democrático" que era en el siglo XVI, devino resueltamente plutocrático al despuntar los siglos XVIII y XIX . Bajo su techo, una proto-clase se desarrolla y emerge . Los criollos prósperos no aceptarán, de buen grado, la presencia de españoles allí . Y anhelarán administrar los asuntos urbanos prescindiendo de la ingerencia de terceros nacidos en la Península . Sedimentados en un determinado territorio, su inquietud municipal tomará harto vuelo. En su admirable libro, titulado El cabildo en Chile colonial . Orígenes municipales de las repúblicas hispanoamericanas, el historiador julio ALEMPARTE asegura que éstos tienen que desempeñar una cincuentena de funciones (políticas, económicas, militares, judiciales, sanitarias, educativas, administrativas, de obras públicas, e incluso ceremoniales y protocolares) . (7) A su juicio, serían nuncios de los futuros estados latinoamericanos . Similar idea es igualmente expresada por el especialista estadounidense John Preston MOORE en su ensayo sobre el cabildo peruano en la época de los Borbones . (8) Tres clases de funcionarios preponderantes componen la institución analizada : 1) los alcaldes ordinarios ; 2) los regidores ; 3) los síndicos personeros . ¿Cuáles son las atribuciones de los primeros? Laboran como jueces de primera instancia en los asuntos civiles y penales . (9) Luego, los regidores están votados a abastecer la ciudad, (7)
Ver ALEMPARTE, Julio, El cabildo en Chile colonial. Orígenes municipales de las repúblicas hispanoamericanas, Segunda edición (Aumentada con un Apéndice), Editorial Andrés Bello, Santiago de Chile, 1966, capítulo S .
(8)
Ver, con provecho, MOORE, John Preston, The Cabildo in Peru under the Bourbons. A Study in the Decline and Resurgence of Local Government in the Audiencia of Lima, 1700-1824, Duke University Press, Durham, North Carolina, 1966, p . V.
(9)
Ver, al respecto, OTS CAPDEQUI, José María, Instituciones, Ilustrado con 190 grabados intercalados en el texto, Primera edición, Historia de América y de los pueblos americanos dirigida por Antonio Ballesteros y Beretta, Tomo XIV, Salvat Editores, S .A ., Barcelona-Madrid-Buenos Aires-México-Caracas-Bogotá-Río de Janeiro, 1959, p . 272 . 1 35
a intervenir, también, en las obras públicas y a inspeccionar las prisiones . (10) Finalmente, los síndicos personeros defienden la comunidad ante el cabildo y permanecen, por ende, a todas las comisiones concernientes al abastecimiento y a la policía de la urbe . (11) Entre los dos alcaldes ordinarios del cabildo de 1820, encontramos, por una parte, a Mariano AROSEMENA, y, de otra, a su lejano primo, Luis LASSO DE LA VEGA . Y los regidores son : Manuel de ARCE DELGADO, Juan Manuel BERGUIDO, Pedro JIMENEZ, José Pablo JIMENEZ, Carlos de ICAZA AROSEMENA, Juan José CALVO, Remigio LASSO DE LA VEGA y Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO . ¿Son o no parientes? Optamos por la primera interrogante . Efectivamente, el primer regidor, Manuel de ARCE DELGADO es primo del sexto, Juan José CALVO . Por otro lado, como casa, en 1817, con Micaela LASSO DE LA VEGA, (12) es, por consecuencia, pariente político del segundo alcalde ordinario, Luis LASSO DE LA VEGA, y del séptimo, Remigio LASSO DE LA VEGA . Tanto el tercero como el cuarto regidor apellídanse JIMENEZ . Y sabemos que José Pablo JIMENEZ es primo del primer alcalde ordinario, Mariano AROSEMENA, pues sus madres se llaman DE LA BARRERA . Es, asimismo, el cuñado del segundo alcalde ordinario, Luis LASSO DE LA VEGA, quien desposa, por 1808, con la hermana del primero, Josefa JIMENEZ DE LA BARRERA . (14) Es el quinto regidor, Carlos de ICAZA AROSEMENA, primo hermano del primer alcalde ordinario, Mariano AROSEMENA, por lo demás, cuñado suyo . (15) Igualmente, el primero es remoto primo de Remigio LASSO DE LA VEGA y su cuñado . (16) El séptimo regidor, Remigio LASSO DE LA VEGA es hermano del segundo, Luis LASSO DE LA VEGA, y distante primo del primer alcalde ordinario, Mariano ARO(10)
Ibidem, pp. 275-276 .
(11)
Ver OTS CAPDEQUI, José María, Historia del derecho español en América y del derecho indiano, Biblioteca Jurídica Aguilar, Aguilar, Madrid, 1969, p . 145 .
(12)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 159, p . 160 .
(13)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 131, pp . 129-130.
(14)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 100, pp. 94-95 .
(15)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 177, pp . 178-179 .
(16)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 170, pp . 170-171 .
1 36
SEMENA, y del quinto regidor, Carlos de ICAZA AROSEMENA . Por último, el octavo y último regidor, Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO, es pariente político (17) del primer alcalde ordinario, Mariano AROSEMENA, y también del primo hermano .del último, Carlos de ICAZA AROSEMENA, quinto regidor . Dos síndicos personeros hay en el cabildo de 1820 : el primero, Blas AROSEMENA, hermano del primer alcalde ordinario, Mariano AROSEMENA . Es, adicionalmente, repetimos, primo del segundo alcalde ordinario, Luis LASSO DE LA VEGA, y del sexto regidor, Remigio LASSO DE LA VEGA . Además, es primo hermano del cuarto regidor, Carlos de ICAZA AROSEMENA, y su cuñado . Finalmente, está emparentado, en virtud de alianza matrimonial, (18) con el octavo regidor, Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO . Añadamos, en efecto, que el secretario del cabildo, Manuel María de AYALA, es pariente político -al casar con una AROSEMENA- (19) del primer alcalde ordinario, Mariano AROSEMENA, y de su primo hermano y cuñado, Carlos de ICAZA AROSEMENA, quinto regidor . Las relaciones de afinidad son a tal punto numerosas, entre quienes integran el cabildo de 1820, que luce arduo localizar varios individuos totalmente extraños . Si, según Karl Wolfang DEUTSCH, los lazos auspiciados por la amistad son susceptibles de provocar la cohesión de una élite nacional, (20) el parentesco, por lo que respecta al Istmo, reviste trascedencia particularísima en la formación de la oligarquía urbana. Naturalmente, el cabildo de 1821, el último del coloniaje, goza de características similares al de 1820 . Así, los primos cunden (Gaspar AROSEMENA y Remigio LASSO DE LA VEGA) . Y el parentesco político subsiste (Narciso de URRIOLA y Gregorio MIRO (21) ; Narciso de URRIOLA y José María HERRERA (22) ; Manuel de ARCE y Antonio ESCOBAR (23)) . (17) (18) (19) (20) (21) (22) (23)
Como viudo de Martina AROSEMENA . Véase la nota 17 . Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 53, pp . 51-52. Ver DEUTSCH, Karl Wollang, Nationalism and Social Communication. An Inquiry into the Foundations of Nationality, op . cit ., p . 19 . Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonias, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 91, p . 84 . Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 156, p . 157. Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 174, p . 175 . 137
¿Qué utilidad tendrá el análisis de los dos postreros cabildos de la colonia? Estimamos que, mediante el estudio de su composición, habremos de vislumbrar el carácter netamente oligárquico del acta de independencia de 1821 . Realmente, casi la totalidad, de quienes participan en ambos cabildos, refrenda la proclamación . Hay más : registramos esos mismos apellidos en las actas de 1821, 1830, 1831 y 1840 . La época republicana no cancelará, pues, el predominio de la élite colonial, ya conciente de su hegemonía, reemplazándola por otra clase política novísima . Las familias coloniales dominantes consolidarán, mutatis mutandis, la potestad que heredan del antiguo régimen . III . EL ESTUDIO DE LOS FIRMANTES DE LAS SUCESIVAS ACTAS DE INDEPENDENCIA. A. ALGUNAS CONSIDERACIONES PRELIMINARES A diferencia de la proclamación de independencia de Lima (Perú), la cual data de 1821, respaldada por 3,504 personas, (24) el acta de Panamá, escrita el 28 de noviembre de 1821, contiene sólo 31 firmas . La cantidad -asaz reducida- de individuos facilita, en efecto, su identificación . Así, entre quienes estampan sus rúbricas, encontramos a cuatro españoles (Víctor BELTRAN, Antonio BERMEJO, Antonio PLANAS y José Antonio ZERDA), dos peruanos (José Higinio DURAN, Obispo de Panamá, y Antonio ESCOBAR, oriundo de Lima) y un colombiano (Manuel José HURTADO, hijo de Popayán) . El 23% son, pues, extranjeros . Luego, los criollos panameños -comerciantes, casatenientes y hacendados suburbanos, burócratas de alto rango, e inclusive sacerdotes- ennegrecen el pergamino . Conturba, en el acta de 1821, su idiosincracia elitista . En efecto, los linajes criollos dominantes manifiestan sus votos de libertad lustrosamente siendo muy solidarios (tres CALVO, dos ARCE, dos AROSEMENA, dos LASSO DE LA VEGA y dos DE URRIOLA) . En suma, el grupo de los comerciantes y de los casatenientes expresa, indiscutiblemente, su prepotencia . En cambio, el acta de 1830 comprende 89 firmas, es decir, casi tres veces más que el documento precedente . El 9% de los antiguos (24)
138
Ver, con sumo provecho, ANNA, Timothy E ., "The Peruvian Declaration of Independence : Freedom by Coercion", en journal of Latin American Studies, Volume 7, Part 2, Cambridge University Press, London, November 1975, p . 221 .
próceres la suscriben . Si es cierto que los linajes criollos hegemónicos demuestran, nuevamente, su cohesión (entre los infrascritos distínguense tres ARCE, tres GARCIA DE PAREDES, dos AROSEMENA, dos DIAZ, dos JIMENEZ y dos MIRO), la cantidad de personas, extrañas al núcleo de notables, supera, en más de la mitad, a los que rubrican . Se trata, ante todo, de partidarios de ESPINAR (militares, algunos empleados públicos, artesanos, gente del pueblo) . Felizmente, los cargos públicos, detentados por las relevantes personalidades que intervienen, están incluidos, pormenor que auxilia a medir el peso de las capas inferiores, adictas a ESPINAR, por 1830 . En el acta siguiente -año de 1831-, hazaña del patriciado urbano, adverso al adalid del extramuros, :la situación inédita oscila en favor del grupo de los comerciantes y de los casatenientes citadinos . De los 51 individuos, el 14% son veteranos próceres del 1821 (contrariamente al acta de 1830 en la que no suman sino el 9% del total) . Por otra parte, los notables superan, sensiblemente, la mitad, suceso que no acontece en 1830 . Como de costumbre, algunos linajes urbanos fulguran (cuatro GARCIA DE PAREDES, tres ARCE, dos REMON y dos VALLARINO) . Como ocurre en 1830, el acta del 1831 suele precisar los cargos de monta . En 1840, 104 personas emborronan la última proclamación que acaece durante la primera mitad del decimonono . Su número es el más elevado de todas (104 en 1840, 51 en 1831, 89 en 1830 y 31 en 1821) . Cual la de 1831, expresa las voluntades de comerciantes y caseros citadinos . El 9% son viejos próceres de 1821 . Reiteran su supremacía las familias locales imperantes (ocho AROSEMENA, tres ARCE, tres DIAZ, tres GARCIA DE PAREDES, tres DE ICAZA, tres REMON, dos DE ALBA, dos ANZOATEGUI, dos BERMUDEZ y dos CALVO) . Desdichadamente, el documento no comporta los cargos ostentados por quienes actúan . Urge consignar una salvedad a propósito de los citados que participan . Frecuentemente, los próceres de antaño -1821- no aparecen en las declaraciones sucesivas . En efecto, 31 individuos intervienen en la primera fecha . No obstante, hacia 1830, 8 firmantes pretéritos retornan . Y, en 1831, nada más suman 6 . Finalmente, en 1840, 9 próceres de 1821 manifiestan su sentir soberano . ¿Cómo explicar estas fluctuaciones? Plurales hipótesis pudieran adelantarse . Primeramente, la muerte, inexorable . En segundo lugar, la ausencia física (emigración, viajes de negocios, estancias en el hinterland o en las 1 39
haciendas suburbanas) . Una tercera causa posible : el exilio político (sobre todo en 1830) . Por último, el rechazo voluntario a firmar (verbigracia, en 1830, cuando el patriciado citadino se opone a la independencia urdida por ESPINAR) . En fin, la ruralización o la pauperización . B. EL ACTA DE INDEPENDENCIA DE 1821 ¿Quiénes la suscriben? Infinidad de acreditados cabildantes cuyos apellidos acabamos de memorar : los hermanos Mariano y Gaspar AROSEMENA; su primo hermano y cuñado, Carlos de ICAZA AROSEMENA ; su pariente político, Manuel María de AYALA ; sus primos, Luis y Remigio LASSO DE LA VEGA ; su pariente político, José de FABREGA . (25) Topamos, por igual, a Manuel de ARCE y Manuel José de ARCE, hijo y padre respectivamente . El primero es primo hermano de tres otros firmantes, a saber, los hermanos José María CALVO, Juan José CALVO y el Padre Manuel José CALVO . Además, Manuel de ARCE es pariente político de los hermanos Luis y Remigio LASSO DE LA VEGA . Observamos, asimismo, que Manuel María de ARCE y Manuel de ARCE son, a su vez, suegro y cuñado del prócer, nacido en Lima, Antonio ESCOBAR, quien casa, en 1819, con Ramona de ARCE . (26) Por añadidura, suscriben, también, Manuel y Narciso de URRIOLA . El primero es cuñado del prócer Gregorio MIRO y, por lo demás, de su homólogo José María HERRERA . Los hermanos Luis y Remigio LASSO DE LA VEGA son, ambos, yernos del prócer Manuel GARCIA DE PAREDES . En efecto, el primero contrae segundas nupcias con Vicenta GARCIA DE PAREDES JIMENEZ (en 1821) . (27) Y es viudo de una de las primas de ésta última, o sea, Josefa JIMENEZ DE LA BARRERA . (28) El segundo, Remigio LASSO DE LA VEGA, enmarida, en 1817, con Antonia GARCIA DE PAREDES . (29) Y el prohombre Antonio PLANAS es, por cierto, pariente político de los hermanos LASSO DE LA VEGA, pues desposa, justamente en 1821, con Ma(25)
En efecto, cl General José de FABREGA casa con una dama apellidada DE LA BARRERA .
(26)
Ver la nota 23 .
(27)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 182, pp. 181-182 .
(28)
Ver la nota 14 .
(29)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida, 160, p . 161 .
140
nuela LASSO DE LA VEGA . (30) De otra parte, el prócer José de ALBA está emparentado, en virtud de sus bodas, con su colega Manuel GARCIA DE PAREDES, dado que matrimonia, en 1815, con María de las Nieves BRAJIMO GARCIA DE PAREDES . (31) Finalmente, el prócer José VALLARINO JIMENEZ es primo de las esposas de sus homólogos Luis y Remigio LASSO DE LA VEGA, a saber, Josefa JIMENEZ DE LA BARRERA y Antonia GARCIA DE PAREDES JIMÉNEZ . Esta luenga enumeración permitirá visualizar, a todas luces, la cohesión urdida por lazos de parentesco, de que da fe la oligarquía urbana en los albores del período republicano . En la ausencia de semejantes consideraciones que acabamos de rematar, sería engorroso aprehender el monopolio de los puestos burocráticos y políticos que despliega la élite circunscrita .
CUADRO 3 APELLIDOS DE LAS FAMILIAS CRIOLLAS MAS REPRESENTADAS (ACTA DE INDEPENDENCIA DE 1821)
1) CALVO
- José María - Juan José -- Manuel José
- Manuel de 2) ARCE
2 firmantes
- Mariano
- Luis 4) LASSO DE LA VEGA
2 firmantes
- Manuel José de
- Gaspar 3) AROSEMENA
3 firmantes
2 firmantes
- Remigio
- Manuel de 5)
URRIOLA
2 firmantes - Narciso de
(30) Ver ARCHIVOS P ARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 183, p . 182. (31)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 150, p . 151 . 14 1
C. EL ACTA DE INDEPENDENCIA DE 1830 Si el acta de 1821 contiene, grosso modo, los apellidos de quienes conforman la oligarquía urbana, ya presentes en el seno de los dos últimos cabildos coloniales, la declaración de 1830 abarca, guardadas las proporciones, la misma clase política y algunos recién llegados . Fuerza es que escojamos una serie de ejemplos saltantes . El "alcalde primero municipal" es Bernardo ARCE MATA, (32) quien brilla por su ausencia en 1821, aun cuando dos de sus consaguíneos participen a la sazón (a saber, Manuel de ARCE y Manuel José de ARCE) . Y es pariente político de los AROSEMENA . (33) El "segundo alcalde municipal" es Manuel de ARCE, quien suscribe el instrumento de 1821 . A guisa de "juez letrado de hacienda" (vale decir : juez de los asuntos económicos relativos al tesoro nacional) labora Pedro JIMENEZ, quien copa, con antelación, plurales cargos burocráticos de monta . Y el "coronel secretario de la Comandancia General" José María CHIARI, militar criollo ya mencionado, ligado, por virtud de su enlace, con la familia JIMENEZ . (34) El "cura del Sagrario" es el burgués Pablo José DEL BARRIO . Y como "síndico personero del común" estampa su nombre el negociante Ramón ARIAS . El "administrador de aduanas" es Manuel GARCIA DE PAREDES, firmante en 1821, al tiempo que el "administrador de correos" es Juan de HERRERA Y TORRES, a su vez gestor del acta precedente . Y el "vista de aduana" es, nada menos, que Carlos de FABREGA, hijo del General José de FABREGA, prócer de 1821 . En carácter de jefe del ejército funge el militar venezolano Francisco PICON, cuyas hijas casarán con prestantes oligarcas urbanos . El segundo oficial de la Prefectura, José GARCIA DE PAREDES, del mismo tronco de Manuel GARCIA DE PAREDES, actuante en los sucesos de 1821, como vimos más arriba . Presta los servicios de intérprete del gobierno Gregorio MIRO hijo, cuyo padre -homónimo suyo-firma la primera acta . Es dable anotar que, en efecto, el traductor es pariente político
(32)
Ver MIRO, Rodrigo, (editor), Documentos fundamentales para la historia de la nación panameña, Edición de la Junta Nacional del Cincuentenario, Imprenta Nacional, Panamá, 1953, p . 14 .
(33)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Bautismos, Libro 8, 1834-1844, Partida 88, p . 40 . En efecto, Bernardo ARCE MATA casó con Dominga AROSEMENA DE LA BARRERA .
(34)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 136, pp . 135-136 .
142
de la influyente familia AROSEMENA . (35) El "oficial segundo de tabacos" es el criollo citadino Manuel María DIAZ GARCIA DE PAREDES, y, por último, el primer "ayudante mayor de milicias" : Manuel ALEMAN . Esta lista de individuos, que colman los más descollantes puestos públicos, revela, a las claras, una estabilidad, en vez de una ruptura, en el seno de la clase política a nivel local . Cierto es que multitud de apellidos de funcionarios colombianos y venezolanos lucen al lado de los oligarcas panameños . Los primeros son heraldos del poder central . Mas, en todo caso, los últimos conservan su hegemonía, por cuanto logran desempeñar, con brío, actos políticos, burocráticos, militares, judiciales, e inclusive eclesiásticos, en la urbe . Entre los firmantes del instrumento de 1821, muchos figuran, nuevamente, a título de servidores públicos, en 1830 (por ejemplo, Manuel de ARCE, Manuel GARCIA DE PAREDES y Juan de HERRERA Y TORRES) . Otros próceres de antaño firman, igualmente, aunque las funciones que ejercen no sean detalladas (Mariano AROSEMENA, Antonio PLANAS, Luis Salvador DURAN y José Antonio ZE RDA) . No obstante, de quienes emergen por vez primera en un acta de independencia -exceptuando a los prosélitos de ESPINAR-, el contigente de personas, egresadas de la oligarquía urbana, sorprende por su cantidad y vigor : Blas AROSEMENA, hermano del prócer Mariano AROSEMENA ; José María JIMENEZ ; José María DIEZ, ligado, por su matrimonio, a los ARCE (36) ; Pedro Juan de ICAZA AROSEMENA, primo hermano de los dos AROSEMENA aludidos, y cuñado de los DEL BARRIO, (37) uno de quienes -el Padre Pablo José DEL BARRIO- signa el acta ; Manuel GARCIA DE PAREDES Y JIMÉNEZ, hijo de Manuel GARCIA DE PAREDES, suscritor en 1821 ; Ramón DIAZ ; José María de URRIOLA Y VALDES, del tronco de Narciso de URRIOLA, actor en la primera gesta ; Bernardo José de ARCE, pariente de Manuel y de Manuel José de ARCE, ambos vivaces en 1821 ; José María JOVANE ; Julián SOSA, ligado, por su matri(35)
Por cierto, éste contrae con una AROSEMENA de Santiago de Veraguas . Su hijo, Gregorio MERO AROSEMENA, deviene Gobernador de Panamá durante la segunda mitad del decimonono.
(36)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 209 B, pp . 203-204 .
(37)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 201, pp. 194-195 . 143
monio, a la familia mercantil de los ANZOATEGUI (38) ; el poderosísimo comerciante Carlos PLICET ; Pedro MIRO, hijo de Gregorio MIRO, firmante de la declaración de 1830, y pariente, por virtud de sus nupcias, de los criollos JIMENEZ DE LA BARRERA (39) ; Joaquín MORRO, pariente político de la familia QUESADA, (40) y, por tal circunstancia, de los AROSEMENA (pues tres hermanos de ese apellido desposan con tres hermanas de aquél), de los MIRO, de los DIEZ, y de los REMON ; seguidamente, Juan Manuel BERGUIDO, primo de los DE URRIOLA y de los GARCIA DE PAREDES, y pariente político de los LASSO DE LA VEGA, dado que contrae, hacia 1814, con Juana Segismunda LASSO DE LA VEGA . CUADRO 4 APELLIDOS DE LAS FAMILIAS CRIOLLAS MAS REPRESENTADAS (ACTA DE INDEPENDENCIA DE 1830)
1) ARCE
- Bernardo José de - Manuel de - ARCE MATA, Bernardo
3 firmantes
2) GARCIA DE PAREDES
- José - Manuel - GARCIA DE PAREDES Y JIMENEZ, Manuel
3 firmantes
3) AROSEMENA
- Blas - Mariano
2 firmantes
4) DIAZ
- Manuel María - Ramón
2 firmantes
5) JIMENEZ
- José María - Pedro
2 firmantes
6) MIRO
- Pedro - MIRO RUBINI, Gregorio
2 firmantes
(38)
En verdad, Julián SOSA, oriundo de Santiago de Veraguas, es viudo de María de los Angeles ANZOATEGUI .
(39)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 202, pp . 195-196 .
(40)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 206, p . 198 .
1 44
Sin riesgo a duda, este nuevo acervo de oligarcas transforma el acta de 1830 en la repetición de 1821 . A despecho de la circunstancia de que la proclamación de 1830 haya sido faena de ESPINAR, el peso de los notables urbanos, participantes, parece inusitado . Es evidente que existen inéditas fuerzas vivas que no se reclutan en las filas del patriciado . En efecto, la mayoría de los funcionarios amantes de ESPINAR y, por lo demás, hostiles al programa de la oligarquía del intramuros, aprovechan el evento para manifestar su desacuerdo . Por vez primera, durante el período de anexión a Colombia, infinidad de istmeños, de cuna popular, firman, a su turno, el acta . D . EL ACTA DE INDEPENDENCIA DE 1831 Nueva secesión se verifica en 1831 cuando -el militar venezolano Juan Eligio ALZURU derroca a ESPINAR . Estudiemos, en detalle, a la clase política envuelta en esta separación. El "jefe superior civil accidental" es justo GARCIA DE PAREDES, quien, en verdad, no firma el instrumento de 1821, pero uno de su linaje -Manuel GARCIA DE PAREDES- lo hace . Además, es yerno y cuñado de Manuel José y de Manuel de ARCE, ambos firmantes del documento seminal . (41) En fin, su allegado, Manuel GARCIA DE PAREDES, firma, en 1830, en tanto que administrador de aduana . Y su hijo -Manuel GARCIA DE PAREDES Y JIMENEZ- también . El "alcalde segundo municipal" es Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO, pariente político de los hermanos AROSEMENA. El "alcalde segundo municipal" Manuel de AYALA, está emparentado, por su matrimonio, con los últimamente citados, y firma, a la vez, en 1821 .' Añadamos que tanto PEREZ DE OCHOA como AYALA colaboran en los postreros cabildos coloniales de 1820 y de 1821 . Entre los "consejeros municipales" está Pedro Juan de ICAZA AROSEMENA, primo hermano de los AROSEMENA, y firmante en 1821 ; José Antonio ZERDA, actuante tanto en 1821 como en 1830 ; José Angel SANTOS, natural de Cartagena ; Maximino PEREZ, pariente político de los REMON (42) ; y Bartolomé GARCIA DE PAREDES Y JIMENEZ, del mismo linaje del "jefe civil", es decir, justo GARCIA DE PAREDES, partícipe en .1831, e hijo del (41)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 89, p . 82 .
(42)
En efecto, Maximino PÉREZ casó con Juana REMON . 145
prócer de 1821 y de 1830, Manuel GARCIA DE PAREDES, y hermano de Manuel GARCIA DE PAREDES Y JIMENEZ, firmante en 1830 . Por último, el Bartolomé, a que aludimos, casado con su prima, Bárbara LASSO DE LA VEGA Y JIMENEZ, es, por consiguiente, pariente político (43) del prócer de 1821 Luis LASSO DE LA VEGA . El Padre de la Catedral ("cura rector del Sagrario") es el criollo Pablo José DEL BARRIO, ya evocado en 1830 . Este levita es cuñado de Pedro Juan de ICAZA AROSEMENA, consejero municipal, y firmante, simultáneamente, en 1830 y 1831 . (44) El jefe del tribunal de comercio ("prior del consulado"), Nicolás REMON, es pariente político de los QUESADA criollos, (45) y, por ende, ligado a los AROSEMENA, a los MIRO, a los DIEZ, y a los MORRO, quienes casan con doncellas nombradas QUESADA . El segundo juez comercial ("cónsul'), Pedro de OBARRIO, es yerno de Tadeo PEREZ DF; OCHOA Y SEVILLANO, porque enmarida, hacia 1821, con su hija Estefanía PEREZ AROSEMENA . Y está, pues, entroncado, por matrimonio, con los miembros de la familia AROSEMENA . El secretario del consulado es José de OBALDIA . Y el "tesorero departamental' : José CUCALON, oriundo de Cartagena, pero yerno y cuñado, respectivamente, de Manuel José y de Manuel de ARCE, próceres de 1821 . Precisemos, en efecto, que Manuel de ARCE es el "alcalde segundo municipal" en 1830, amén de rubricar el acta de 1831 . Finalmente, el suegro de CUCALON firma el instrumento del año antedicho a guisa de "consejero municipal" . Manuel GARCIA DE PAREDES sigue siendo, como en 1830, "administrador de aduana", a la par que Carlos de FABREGA obra como inspector del mismo ramo, cargo que sirve en 1830 . El "interventor de correos" es Eduardo AROSEMENA, cuyos hermanos expresan sus sentimientos en 1821, 1830 y 1831 . Ramón VALLARINO, "administrador de tabacos", es primo de los funcionarios JIMENEZ y pariente político de los GARCIA DE PAREDES . (46) Su hermano, José VALLARINO JIMENEZ, interviene en el acta de 1821 . Nicolás PEREZ, "oficial tercero de Tesorería", es yerno del "alcalde primero municipal", (43)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 86, p . 82 .
(44)
Ver la nota 37,
(45)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 40, pp . 38-39 .
(46)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro I, Blancos, 1781-1825, Partida 154, pp . 155-156 .
1 46
Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO, pues desposa con su hija, Petra PEREZ AROSEMENA . (47) El intérprete del gobierno continúa siendo Gregorio MIRO hijo, tal cual en 1830 . Este último es hermano de Pedro MIRO, firmante del acta precedente . El juez de asuntos económicos ("juez letrado de Hacienda") sigue siendo, como en 1830, Pedro JIMENEZ, y el "protector de indígenas" : José Isidro NORIEGA . Espigando el personal político que insurge en 1831, sorprenderá la continuidad de los apellidos que ostentan los cargos públicos más encumbrados . Inclusive entre quienes suscriben, y cuyos puestos ignoramos, sería fácil de encontrar firmantes ya registrados . Así, Bernardo ARCE MATA (1830) y José GARCIA DE PAREDES (1830) . Manuel de ARCE y Luis Salvador DURAN (1821 y 1830) . Blas AROSEMENA (1830) . José VALLARINO (1821) . Miguel José BORBUA (1830) . De quienes refrendan, por vez primera, un acta de independencia, se destacan, entre otros, los comerciantes Pedro Nolasco CASIS y José PIZANO, oriundo de Cádiz, y pariente político de los LASSO DE LA VEGA . (48) Para terminar, hallamos a los funcionarios mulatos Pedro y Miguel José BORBUA . Todos los protagonistas sucesivos no son notables, En ocasiones, trátase, llanamente, de funcionarios o de comerciantes que atraviesan el Istmo . Sin embargo, la frecuencia, con que los emanados de algunos linajes estampan sus nombres, constituye parámetro indispensable para medir la cohesión y el poder local de la élite dominante, liemos insistido, quizá demasiado machaconamente, en toda una serie de mecanismos por los cuales la oligarquía urbana amaestra el tejemaneje del poder local, a despecho de la crisis económica que sacude al Istmo después de la independencia y hasta 1849 . Y es que, probablemente, por virtud de las calamidades -y merced a su endeblez demográfica- ella exacerba su propensión a la endogamia y deviene más conciente de sí aumentando, sensiblemente, el particularismo con miras a retar las amenazas exógenas,
(47)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DF LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 10, p. 255, Trátase del matrimonio de su hija, Isabel PEREZ PEREZ, con Agustín ARIAS PEREZ, celebrado en 1857 .
(48)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 176, pp. 177-178 . 1 47
CUADRO 5 APELLIDOS DE LAS FAMILIAS CRIOLLAS MAS REPRESENTADAS (ACTA DE INDEPENDENCIA DE 1831)
1) GARCIA DE PAREDES
- Bartolomé - José - Justo - Manuel
4 firmantes
2) ARCE
- José Manuel - Manuel de - ARCE MATA, Bernardo
3 firmantes
3) REMON
- José Damián - Nicolás
2 firmantes
- José 4)
VALLARINO
- Ramón
2 firmantes
E. EL ACTA DE INDEPENDENCIA DE 1840 En este documento, una respuesta, a las hipótesis bosquejadas más arriba, aflorará de plano . El Estado del istmo nace y dura hasta 1841 . Cuaja, por consiguiente, la vocación estatal de la oligarquía urbana . Lamentablemente, los cargos desempeñados no son especificados, como ocurre en 1830 y en 1831 . Mas, comprobamos que se trata de antiguos oligarcas quienes renuevan sus quereres de autonomía . Así, se apresuran a suscribir el acta de 1840 : Mariano AROSEMENA (presente en 1821, en 1830 y en 1831) ; su hermano José AROSEMENA (por vez primera) ; sus hermanos Pablo y Blas AROSEMENA (1830, 1831) ; su hermano Eduardo AROSEMENA (1831) ; y su hermanastro Juan AROSEMENA LASSO DE LA VEGA ; sus primos hermanos, Carlos de ICAZA AROSEMENA (1821) y Pedro Juan de ICAZA AROSEMENA (1830, 1831) ; Ramón María de ICAZA, pariente político de los AROSEMENA y de Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO (1831), con cuya hija, María del Carmen PEREZ AROSEMENA, desposa, en 1837 (49) ; Remigio LASSO DE LA VEGA (1821), primo de los AROSEMENA, pariente político de los ICAZA AROSEMENA, por sus primeras nupcias, y, luego, de los (49)
1 48
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 72, p.73 .
GARCIA DE PAREDES (50) ; Bernardo ARCE MATA (1830, 1831), . emparentado, maritalmente, con los AROSEMENA ; su hermano, Manuel ARCE MATA ; Sebastián de ARCE ; su familiar, José María GAR-CIADEPRSC,futroyendBlasAROSEMN,pue casará, en 1842, con Catalina AROSEMENA QUESADA . (51) Además, es hijo de justo GARCIA DE PAREDES (1831), a la sazón "jefe superior civil accidental" . Seguidamente, José GARCIA DE PAREDES (1830, 1831) ; Bartolomé GARCIA DE PAREDES (1831) ; José de ALBA (1821), suegro de Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA ; su hijo, José Manuel de ALBA BRAJIMO ; Ramón de OBARRIO, del mismo linaje del comerciante Pedro de OBARRIO (1831) ; el General Tomás HERRERA, hijo de Juan de HERRERA Y TORRES (1821, 1830), y pariente político de las familias DE URRIOLA y DE OBARRIO, pues desposa, en 1839, con Ramona (le URRIOLA de OBARRIO (52) ; José María HERRERA (1821), ligado, por el matrimonio, con los DE URRIOLA, ya que contrae, en 1816, con María del Rosario de URRIOLA ; el Padre Pablo José DEL BARRIO (1830, 1831), cuñado ele Pedro de ICAZA AROSEMENA (1830, 1831, 1840) y del comerciante . Julián SOSA (1830) ; Nicolás REMON MURILLO, pariente político de las familias criollas SOPARDA y ARCE, (lado que une sus destinos, en 1807, con los de María de Jesús SOPARDA ARCE (53) ; su hijo, el negociante Nicolás REMON SOPARDA (1831), antiguo jefe del tribunal comercial (consulado), pariente político de la familia QUESADA, y, por consiguiente, ligado con los tres hermanos AROSEMENA, con Tomás MIRO, con Juan Antonio DIEZ y con Joaquín MORRO, casados, igualmente, con las otras hermanas QUESADA ; Damián REMON (1831) ; José Agustín ARANGO, oriundo de La Hahana, yerno de Nicolás REMON MURILLO y cuñado de Nicolás REMON SOPARDA (54) ; Manuel María DIAZ GARCIA DE PAREDES (1831), pariente político (50)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1862, Partida 118, pp . 111-112 .
(51)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 118, pp . 111-112 .
(52)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 85, pp . 85-86 .
(53)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro I, Blancos, 1781-1825, Partida 96, pp . 88-89 .
(54)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 63, p . 62 . 1 49
de los DE OBALDIA, pues casa, en 1834, con Isabel de OBALDIA (55) ; José María CHIARI (1830), por sus bodas emparentado con el linaje criollo de los JIMENEZ, ya que contrae, hacia 1814, con María Concepción JIMENEZ, y, posteriormente, al enviudar, con la familia REMON ; Ramón VALLARINO (1831), pariente político de los BRAJIMO y de los GARCIA DE PAREDES, como que desposa, 1816, con Josefa BRAJIMO GARCIA DE PAREDES ; Manuel ALEMAN (1830) ; Manuel José HURTADO (1821), pariente político de los DIAZ (56) ; el Padre Manuel José CALVO (1821), entroncado con los AROSEMENA ; Antonio PLANAS, español, (1821, 1830), pariente político de los LASSO DE LA VEGA, pues es marido, desde 1821, de Manuela LASSO DE LA VEGA ; también peninsular, Joaquín MORRO (1830), aliado de los QUESADA en virtud de su maridaje, por 1823, con Vicenta QUESADA ; Manuel de ANZOATEGUI, pariente político de la familia criolla DIEZ, por cuanto casa, en 1836, con Teresa DIEZ (57) ; su hermano, Juan de ANZOATEGUI ; Vicente BERGUIDO, hermano de Juan Manuel BERGUIDO (1830), marido de una doncella apellidada DIAZ (58) ; José del Carmen PLICET, hijo del comerciante Carlos PLICET (1830) . Añadamos que, en efecto, el primero será, en un futuro, pariente político de las familias LASSO DE LA VEGA y GARCIA DE PAREDES, como que une su vida, hacia 1849, con María Antonia LASSO DE LA VEGA GARCIA DE PAREDES (59) ; José Isidoro NORIEGA (1831) ; José Angel SANTOS (1831) ; José Antonio BERMUDEZ (1830) ; Ramón DIAZ (1830) ;Manuel José BORBUA (1830) ;y Nicolás PEREZ (1831) .
(55)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, bro 3, 1830-1862, Partida 44, pp, 42-43 .
(56)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Pimamá, Bautismos, Libro 8, 1834-1844, Partida 146, p . 66 . Trátase del bautizo de su hijo, Buenaventura HURTADO DIAZ, el 2 de febrero de 1837 .
(57)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 61, p . 60.
(58)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 1, Blancos, 1781-1825, Partida 112, pp . 106-107 .
(59)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 54, p . 171 .
150
CUADRO 6 APELLIDOS DE LAS FAMILIAS CRIOLLAS MAS REPRESENTADAS (ACTA DE INDEPENDENCIA DE 1840)
1) AROSEMENA
- Blas - Eduardo - José - Juan - Mariano - Pablo - AROSEMENA QUESADA, José - AROSEMENA QUESADA, Mariano
8 firmantes
2) ARCE
Sebastián de - ARCE MATA, Bernardo -- ARCE MATA, Manuel
3 firmantes
3) DIAZ
- Manuel María - Ramón - Vicente
3 firmantes
4) GARCIA DE PAREDES
- Bartolomé - José - GARCIA DE PAREDES Y ARCE, José María
3 firmantes
5) ICAZA
-- Carlos de - Pedro Juan de - Ramón María de
3 firmantes
6) REMON
- Damián - REMON MURILLO, Nicolás - REMON SOPARDA, Nicolás
3 firmantes
7) ALBA
- José de - José Manuel de
2 firmantes
8) ANZOATEGUI
- Juan de - Manuel de
2 firmantes
-
9) BERMUDEZ
- José Antonio - José María
2 firmantes
10) CALVO
- Manuel José - Miguel
2 firmantes
11) NORIEGA
- José Isidoro - Juan Antonio
2 firmantes 15 1
Maniobra denodadamente antropológica, el párrafo precedente aspira a enumerar, detalladamente, los firmantes de 1840 . Algunos aparecen en 1821, en 1830 y en 1831 . Finalmente, plurales personalidades entran en escena de repente . Insistimos, hasta el paroxismo, en los nexos de parentesco, múltiples y diversos y arborescentes, que unen a los forjadores del acta aludida . La indefectible influencia de que disfrutan ciertos clanes criollos, en punto a la lógica del parentesco, conmociona (por ejemplo, los AROSEMENA, los ARCE y los GARCIA DE, PAREDES) . Merced al examen de las sucesivas proclamaciones lograremos esbozar una estatificación de los linajes dominantes en el seno de la ciudadela y a medir, por tanto, el poder que practican a nivel lugareño y parroquial. Cada acta presencia la ascención de nuevos oligarcas, ora descendientes directos del núcleo activo en 1821, ora ulteriormente adicionados en virtud, por regla general, de los matrimonios que les sueldan con damas de la oligarquía urbana. Dado que, en este capítulo, hemos definido a la oligarquía urbana desde el punto de vista de las actas de independencia cíe 1821, de 1830, de 1831 y de 1840, amén de los puestos precisados allí, nos pareció útil y aprovechable profundizar, siquiera tangencialmente, la problemática de los empleos públicos . En efecto, aunque los datos arrojados sean valiosos, corren el albur de resultar fragmentarios en la medida en que no incorporan sino a los funcionarios más conspicuos del momento . Para ensanchar nuestra visión de las cosas, habremos de ojear los protocolos notariales coetáneos de la Provincia de Panamá. En verdad, comportan infinidad de noticias referentes a los empleos públicos . En ocasiones, las fianzas de los servidores son agregadas . Lo que permite captar la solidaridad que existe entre los que mandan .
152
CUADRO 7 FIRMANTES - ACTAS de 1821, 1830, 1831, 1840 .
N O M B R E S
1821
1830
ACHURRA, José del Carmen
X
AIZPURU, Manuel
x
ALBA, José de
1831
1840
Cargos en 1831
x
x
x
ALBA, José Manuel de ALEMAN, Manuel
x
X
ALVARADO, Francisco
x
X
Ayudante mayor de milicias
x
ALVAREZ, Juan
x
ALZAMORA, José
x
ALZURU, Juan Eligio
Comandante de Armas
x
ANZOATEGUI, Juan de
x
ANZOATEGUI, Manuel de
x x
APONTE, Antonio
Jefe Superior Militar
Capitán
x
ARANGO, José Agustín
x
ARANZAZUGOITIA, Agustín
ARAUJO, José F .
Cargos en 1830
X
X
Oficial pri Oficial primero de mero de tabacos tabacos Inspector general del Hospital Militar
153
FIRMANTES - ACTAS DE 1821, 1830, 1831, 1840 . N O M B R E S
1821
1830
1831
Cargos en 1830
Cargos f n 1831
x
ARCE, Bernardo José de ARCE, José Manuel
ARCE, Manuel de
1840
x x
x
Consejo¡ 0 municipal
segunda
x
municipal
x
ARCE, Manuel José de ARCE, Sebastián de
x x
ARCE MATA, Bernardo
X
X
ARDILA, Francisco
x x
ARGOTE, Tomás
x
ARCE MATA, Manuel
ARIAS, Ramón
x
AROSEMENA, Blas
x
AROSEMENA, Gaspar
Síndico personar o del comí n X
x
AROSEMENA, Eduardo
X
x
x
AROSEMENA, José
x
AROSEMENA, Juan
x
1 54
Alcalde primera municipal
Intervo or de corres s
FIRMANTES- ACTAS de 1821, 1830, 1831, 1840 .
N O M B R E S
1821
1830
AROSEMENA, Mariano
x
X
1831
1840
Cargasen 1830
Cargos en 1831
X
AROSEMENA, Pablo
x
AROSEMENA QUESADA,
x
José
x
AROSEMENA QUESADA, Mariano
x
ASPRILLA, Francisco
AYALA, Manuel María
Alcalde
x
X
primero
de
municipal
x
BARRANCO, José
X
X
Narciso
BARUCO, José del Carmen
X
BELIZ, José María
X
Cabo de resguardo
Cabo de resguardo
de aduana
de aduana
X
Jefe poliX
tico muni-
Jefe de pocía
cipal BELTRAN, Víctor
x x
BERGUIDO, Juan Manuel
x
BERGUIDO, Vicente BERMEJO, Antonio
BERMUDEZ, José Antonio BERMUDEZ, José María
x x
X
x
155
FIRMANTES -ACTAS de 1821, 1 83 0 , 1831, 1840 . N O M B R E S
1821
1830
1831
1840
x
BLANCO, José María
x x
BLANCO, Santiago BORBUA, Manuel José
X X
X
x
BORBIJA, Pedro BORREL, Manuel
x
CABARCAS, Juan José
x
Administrador del tabaco Goberna . dar del Obispado
X
Segundo comandante de milicias
x
CADENAS, Manuel
CALVO, José María
x
CALVO, Juan José
x
CALVO, Manuel José
x
x x
CALVO, Miguel
CARRANZA, Manuel
x x
CASANOVA, Antonio
x
CARTAS, Francisco
1 56
Cargos en 1831
x
BER ROA, Juan Manuel
CASIS, Pedro Nolasco
Cargos en 1830
x
Gobernadar del Obispado
FIRMANTES- ACTAS de 1821, 1 83 0 , 1831, 1840 .
N O M B R E S
1821
1830
1831
1840
Cargos en 1830
cargos en 1831
x
CASORLA, Leocadio
Coronel secretario de
x
CHIARI, José María
la Comandancia gene ral
CORREOSO, José de
Ayudante de campo
x
COLUNJE, Manuel
x
X
X
los Santos COSTA, Andrés
x
CUCALON, José
x
Escribano público
Segundo cónsul departa mental
x
DE LA BARRERA, Manuel
DEL BARRIO, Pablo
x
X
X
Cura del sagrario
José
Cura rector del Interior
x
DENIS, José Saturnino
Oficial seDIAZ, Manuel María
x
gundo de
X
tabacos
DIAZ, Vicente
x x
DIEZ, José María
x
DIAZ, Ramón
X
Primer co-
DURAN, Francisco
x
mandante del regimiento de Milicias de caballería
DURAN, José Antonio
x. 15 7
FIRMANTES - ACTAS de 1821, 1 83 0 , 1831, 1840 . N O M B R E S JURAN, Luis Salvador
1821
1830
1831
x
X
X
ESCARTIN, José Pablo
x
X
Vista de aduana
x
FALMARC, Mauricio
Comandante de ingenieros
x
FRAY MARCOS de SAN FRANCISCO DE ASIS
X
GAMBOA, Ramón
x
GARCIA DE PAREDES, Bartolomé
x
GARCIA DE PAREDES, Justo
158
Vista de aduana
x
FABREGA, Carlos de
GARCIA DE PAREDES, Manuel
Cargos en 1831
x x
ESCALA, José María
FABREGA, José de
Cargos en 1830
x
DUTARI, Esteban
ESCOBAR, Antonio
1840
x
x
X
x
x
X
X
Consejero municipal Oficial segundo de la Prefectura Administrador de Aduana
Administrador de Aduana
FIRMANTES -ACTAS DE 1821, 1830, 1831, 1840 .
N O M B R E S
1821
1830
1831
1840
Cargos en 1830
GARCIA DE PAREDES
Cargos en 1831
x
V JIMENEZ, Manuel GARMENDIA, José
x
María
x
GOMEZ, Rito
Secretario
x
GONZALEZ, Agustín
de la Prefectura Adminis-
GONZALEZ, Diego
x
X
Interventor de Correos
Santiago
Correos
x
GUILLEN, Fernando HERRERA, José María
trador de
x
X
HERRERA, Mariano
x
HERRERA, Tomás
x Adminis-
HERRERA Y TORRES,
x
X
trador de
Juan de HURTADO, Manuel José
(CAZA, Carlos de ICAZA, Pedro Juan de
Correos
x
x
x
X
x
Consejero X
¡CAZA, Ramón María
municipal
x
de
(SALVE, José Ciriaco
x
X
Chantre de la Catedral
Chantre de la Catedral
159
FIRMANTES-ACTAS de1821, 1 83 0 , 1831, 1840 NOMBRES
1821
1830
1831
1840
ITURRADO, Cipriano
x
ITURRALDE, Francisco
x
IZQUIERDO, Pedro Antonio
x
JAEN, Manuel
x
JIMENEZ, José María
x
JIMENEZ, Pedro
x
JO VAN É, José María
x
Juez letra- Juez letra do de Ha- do de Hacienda cienda
X
x x X x
LARA, Manuel LAROQUE, Alejo
x
LASSO DE LA VEGA, Luis
x
LASSO DE LA VEGA, Remigio
x
x
LEDESMA, Pedro
x
LOPEZ, Domingo
x
1 60
Cargos en 1831
Inspector de Milicias
JOVANÉ, Rito José Higinio (Obispo de Panamá) Juan (Obispo de Panamá)
Cargos en 1830
Síndico Personen del común Colector e alcabalas del cantó
FIRMANTES - ACTAS de 1821, 1 830 , 1831, 1840 .
N O M B R E S
1821
1830
1831
1840
LOPEZ, Pedro
x
LOSADA, F .P . de
x x
LUZCAN DO, Agustín
x
MACIAS, Ciriaco
x
MALDONADO, José
x
MARTINEZ, José Valentin
x
x
MEJIA, Andrés
x
MELENDEZ, Manuel
x
X
Contador de aduana
Contador de aduana departamental
X
x
Oficial primero de la Prefectura
x
MENDOZA, Antonio
MIRO, Tomás
Oficial mayor interventor
X
X
MAYTIN, Pedro Antonio
MIRO, Pedro
Tesorero departamental
X
MACIA, Encarnación
MIRO, Gregorio
Cargos en 1831
x
LOPEZ, Francisco
MARTINEZ, Juan José
Cargos en 1830
x x x
16
FIRMANTES - ACTAS de 1821, 1 83 0 , 1831, 1840 NOMBRES
MIRO RUBINI, Gregorio
1821
1830
1831
x
X
MORALES, Dámaso
x
MORILLO, Pedro Pablo
x
MORRO, Joaquín NARVAEZ, Juan Francisco
x
Cargos en 1830
Cargos en 1830
Intérprete de¡ gobierno
Intérprete del gobierno Alcalde del sitio de la Boca
X
x x
NAVAS, Francisco Luis NORIEGA, José Isidoro
1840
x
X
Protector de los indígenas .
x
NORIEGA, Juan Antonio OBALDIA, José de
x
Secretario del consulado
OBARRIO, Pedro de
x
Segundo cónsul
OBARRIO, Ramón de 0 RELLANA, José del Carmen
x x
OSPINO, Saturnino Castor
x x
PACHECO, Damián José
x
PALMA, Magdaleno
x
0ROZCO, Nicolás
162
FIRMANTES -ACTAS de 1821, 1 830 , 1831, 1840 NOMBRES
1821
1830
1831
1840
Cargos en 1830
Cargos en 1831
x
PATIÑO, Francisco PATIÑO, José de los Santos
x
PELOSA, Juan José
x x
PEREZ, Juan de la Cruz
x Consejero municipal
X
PEREZ, Maximino PEREZ, Nicolás
x
x
Oficial Tercero de tesorería
E L AENOOCHOA Y SEVILL
X
X
Alcalde primero municipal
PICON, Francisco
x
PICOTA, Juan José
x x
PIZANO, José PLANAS, Antonio PLICET, Carlos
Jefe del Ejército de milicianos departamentales
x
X
X
x
PLICET, José del Carmen
x
POMAR, Francisco
x
QUIROZ, Manuel
x
163
FIRMANTES- ACTAS de 1821, 1839, 1 83 1 , 1840 NOMBRES
RAMIREZ, Antonio
1821
1830
1831
1840
REMON, José Damián
x
X
REMON MORILLO, Nicolás
x
x
REMON SOPARDA, Nicolás
x
REY, Manuel José
x
RIVAS, Manuel
x x
RODRIGUEZ, José María _
x
Prior del Consulado
Oficial segundo de aduana
X
x
RUATA, José Manuel RUIZ, Pedro
x
SANTIZO, José
x
SANTORREY, Joaquín
x
X
SANTOS, José Angel
x
x
SOBENES, Martín
x
SOSA, Julián
x
SOTO, José Victorino
x
1 64
Cargos en 1831
Capitán adjunto al Ejército de Milicias departamentales
x
ROBLES, Trinidad
Cargos en 1830
Oficial tercero de la Prefectura
Consejero municipal
FIRMANTES-ACTAS de 1821, 1 83 0 , 1831, 1840 N O M B R E S
1821
1830
1831
TUÑON, Manuel Demetrio
x
URRIOLA, Narciso de
x
URRIOLA Y VALDES, José María
x
X
x
VEGA, José Seferino
x x x
VILLALOBOS , Pío
X
VILLAMAR Y ORNA, Bernardino
X
x
VILLANUEVA, Andrés Salvador de
x
VILLANUEVA, Domingo de
x
IILLAVERDE, José Antonio
x
ZORRILLA, Bonito
Administrad r de Tabacos
X
x
VICTORIA Y ECHEVER RIA, Juan José
ZERDA, José Antonio
Cargos en 1831
x
VALLARINO, Ramón
VICTORIA, Juan Pío
Cargos en 1830
x
URRIOLA, Manuel de
VALLARINO, José
1840
x
X
x
Subteniente Consejero municipal
X
x
165
IV. BUROCRACIA Y PODER LOCAL Y REGIONAL Los años posteriores a la independencia (1821) están hipotecados por una recesión económica que perdura, grosso modo, hasta 1849 . La falta de franquicias comerciales aumenta las dimensiones de la crisis . Muchas fortunas, de cuño colonial, se disipan . Los comerciantes urbanos disponen de poquísimos capitales, comparados con los negociantes foráneos -británicos, franceses, norteamericanos- que residen en el Istmo donde son bienvenidos . Habida cuenta de los riesgos inherentes al ejercicio del comercio, en una república ávida de proteccionismo, los oligarcas urbanos están impelidos a saturar, a más del comercio, los empleos burocráticos . Reciben honorarios de Bogotá y pueden, así, asegurar el sustento de sus prolíficas familias . Esto no les ofusca en lo absoluto, ya que son los herederos de una tradición burocrática colonial, aún vivaz . En efecto, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, y hasta 1821, la economía de la Ciudad de Panamá es, esencialmente, una economía de cuartel . Por regla general, los oligarcas citadinos son los hijos o los nietos de los militares y de los burócratas avecindados a la sazón. Esta tradición colonial se prolonga en el transcurso de la etapa estudiada (18211849), y veremos, ulteriormente, cómo la empleomanía subsistirá a través de la segunda mitad del decimonono . En la zona de tránsito, y mas particularmente en la capital, los empleos burocráticos, aureolados de genuino prestigio, son codiciadísimos por los criollos . Puesto que la agricultura agoniza y el desdén por el trabajo manual persiste, la burocracia encarna una de las válvulas que les permite conservar, guardadas las proporciones, el relativo fausto de antaño . A. LOS EMPLEOS ADUANEROS En los protocolos notariales, ya aludidos, encontramos multitud de apellidos oligárquicos que laboran y privan en diversas entidades . Es el Istmo región marítima . Desde el coloniaje, reviste la administración aduanera singular importancia . Por añadidura, las tarifas aduaneras constituyen primigenia fuente de ingresos para Bogotá durante los primeros, convulsivos decenios de la república . Mantiene Colombia, por tanto, una política proteccionista intransigente (hasta 1849) . Numerosos son quienes trabajan en las aduanas de la franja transístmica . El monopolio de los puestos no dice contradicción con la vocación comercial de la oligarquía urbana . En realidad de verdad, 166
los comerciantes criollos necesitan acaparar los destinos del ramo en la medida en que el contrabando surge como el único medio de mitigar las restricciones proteccionistas santafereñas . (60) Estudiaremos, a estas alturas, algunos casos dicientes . En 1826, José AROSEMENA DE LA BARRERA es nombrado "guarda almacén" de la Aduana de Panamá . (61) ¿Quiénes le otorgan fianza? Los respetables comerciantes Pedro de OBARRIO y Maximino PEREZ . El primero es su pariente político, pues contrae, en 1821, con la prima del burócrata, Estefanía PEREZ AROSEMENA . El segundo está ligado, por su matrimonio, a la familia mercante REMON . Por 1828, Carlos de FABREGA ocupa el mismo puesto, mediante fianza ofrecida por el emprendedor hombre de negocios Ramón ARIAS (62), cuyas transacciones comerciales con Jamaica se multiplican . Hacia 1829, es Manuel GARCIA DE PAREDES Administrador de Aduana Departamental . (63) Y, en 1832, Antonio BRAJIMO GARCIA DE PAREDES funge a guisa de cobrador en la Aduana de Cruces, aldea ubicada en el centro de la zona de tránsito, entre el Atlántico y el Pacífico, merced a la fianza dispensada por el riquísimo negociante Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO . (64) Importa añadir, en efecto, que Antonio BRAJIMO GARCIA DE PAREDES forma parte del mismo tronco clánico del señor administrador de aduana . Isidro de ICAZA AROSEMENA es, en 1833, "guarda almacén" de la Aduana de Panamá, merced a fianza dada por dos holgados comerciantes, por lo demás parientes políticos suyos, a saber, Pedro (60)
Ver, con provecho, ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 1, 1843-1851, "Carta de F. JACQUEMONT, cónsul en Panamá, al señor Ministro Secretario de Estado en el Departamento de Relaciones Exteriores", Panamá, 5 de abril de 1844, p . 6 (anverso) .
(61)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n •1 , Panamá, 1826, protocolo n°1, instrumento 13, ff . 45-50.
(62)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1828, protocolo n°3, instrumento 64, ff. 52-55 .
(63)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública m1, Panamá, 1829, protocolo n° 4, instrumento 62, ff . 284-288 .
(64)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n-1, Panamá, 1832, protocolo n°1, instrumento 62, ff . 166-169 . 1 67
de OBARRIO y Julián SOSA. (65) A la sazón, continúa siendo Manuel GARCIA DE PAREDES el Administrador de Aduana de Panamá, favorecido por generosa fianza prestada por el comerciante Ramón ARIAS. (66) En 1834, torna a ser cobrador, en la Aduana de Cruces, Antonio BRAJIMO GARCIA DE PAREDES, a quien obsequia fianza el traficante Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA, casado, en 1833, con una prima del funcionario en cuestión, Ramona de ALBA BRAJIMO. (68) Y Mariano AROSEMENA deviene, en 1836, Administrador de Aduana (69), cargo que ostenta, por 1842, Ramón VALLARINO (70), pariente del precedente, pues desposa con Manuela AROSEMENA QUESADA, (71) sobrina del prócer . En ese año, Bernardo ARCE MATA es administrador principal de la Aduana de Panamá . (72) También es pariente político de los AROSEMENA . Cosa curiosa, en 1845, el marino escandinavo Pedro ESKILDSEN deviene administrador del ramo, con fianza suministrada por el súbdito francés Alphonse MOREL . (73) No obstante, ese mismo año, Luis LASSO DE LA VEGA labora como guarda almacén de la Aduana de Panamá . (74) Este, como vimos, es pariente político de los GARCIA DE PAREDES quienes desempeñan, frecuentemente, destinos aduaneros, y, por lo demás, lejano primo de los AROSEMENA . (65)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1833, protocolo n-3, instrumento 163, ff. 209-213 .
(66)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1833, protocolo n°1, instrumento 81, ff . 131-132 .
(67)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1834, protocolo n°1, instrumento 29, ff . 408-413 .
(68)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 39, pp . 39-40. Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1836, protocolo n° 1, instrumento 66, ff. 323-325 .
(69) (70)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1842, protocolo n° 1, instrumento 30, ff. 58-75 .
(71)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 131, pp . 122-123 .
(72)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1842, protocolo n° 1, instrumento 31, ff. 75-88 .
(73)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1845, protocolo n° 2, instrumento 62, ff. 10-23 .
(74)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1845, protocolo a° 2, instrumento 80, f£ 58-60 .
1 68
A excepción del caso -realmente excepcional- del marino escandinavo Pedro ESKILDSEN, respaldado por un ciudadano galo, el monopolio de los destinos aduaneros, por los oligarcas urbanos, salta a la vista . Los vendedores prósperos de Panamá -Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO, Ramón ARIAS, Pedro de OBARRIO, ver bigracia- no vacilan en otorgar sus fianzas, a los funcionarios del ramo susodicho, en atención a dos razones saltantes . La primera : el parentesco sanguíneo o político . La segunda obedecería a intereses de orden comercial, en la medida en que el contrabando sería más facilitado si se efectuase con la connivencia y el apoyo de los empleados de aduana . Indirectamente, resulta poco arduo medir la riqueza de los mercaderes a la luz de las fianzas que proporcionen . B. LOS EMPLEOS POSTALES Seguidamente, monopoliza la oligarquía urbana los cargos dentro de la administración de correos, sector clave desde miradores comerciales . Traigamos a colocación algunos ejemplos . En 1833, Manuel María de AYALA AROSEMENA es Administrador de Correos mediante fianza del acaudalado negociante Juan Bautista FERAUD . (75) Y obtiene, asimismo, el puesto de "interventor principal de correos" por la iniciativa del mismo fiador . (76) Hacia 1841, Bartolomé GARCIA DE PAREDES Y JIMENEZ es interventor . (77) Un año más tarde, pasará a ser contador . (78) En 1845, Ramón DIAZ labora en carácter de interventor con la fianza de su madre, Manuela SOPARDA DE DIAZ . (79) Y, por 1847, Manuel María DIAZ GARCIA DE PAREDES deviene Administrador de Correos y Tesorero de Diezmos . (80) Finalmente, por esas calendas, Pedro Bartolomé de ICÁZA ocupa el cargo de interventor de la Pro(75)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1833, protocolo n- 3, instrumento 167, ff. 223-228,
(76)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1833, protocolo n^ 1, instrumento 80, ff. 129-130.
(77)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1841, protocolo o- 1, instrumento 3, ff. 113-126 .
(78)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n • 1, Panamá, 1842, protocolo o- 1, instrumento 56, f£ 161-166 .
(79)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n • 1, Panamá, 1845, protocolo n • 3, instrumento 134, ff. 294-297 .
(80)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública o- 1, Panamá, 1847, protocolo n° 1, instrumento 13, ff . 37-42. 169
vincia de Panamá, en virtud del auxilio pecuniario de su padre, Pedro Juan de ¡CAZA AROSEMENA . (81) C. LOS EMPLEOS DE HACIENDA Veamos cómo los notables urbanos logran ceñir el sector de las finanzas . Una considerable gama de ejemplos servirá a confirmar nuestra hipótesis . En 1829, Manuel María GARCIA DE PAREDES Y JIMENEZ, cuyos parientes hemos atisbado desempeñando funciones prestigiosas tanto en las aduanas como en los correos, deviene segundo redactor de la Tesorería Departamental . (82) Un año más tarde, encontramos a Remigio LASSO DE LA VEGA, cuñado del funcionario precedente, como interventor de la Tesorería, en Chagres, puerto humedecido por el Atlántico . (83) Hacia 1832, Manuel de ARCE es tesorero de las rentas municipales, como que apoyado por fianza de su pariente político Justo GARCIA DE PAREDES (84), y, en 1833, Isidro de ICAZA AROSEMENA ocupa aquel cargo, por obra de la munificencia del comerciante Julián SOSA, también pariente político suyo. (85) Por 1834, José María GARCIA DE PAREDES Y JIMENEZ funge como tesorero municipal y para ello obtiene la fianza del riquísimo negociante Ramón ARIAS . (86) A su vez, Miguel MIRO, hacendado suburbano, se desempeña como tesorero municipal, en el villorrio de La Chorrera, en 1835 . (87) Sebastián de ARCE es, hacia 1836, tesorero de rentas (88), y, en 1839, Nicolás REMON SOPAR(81)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública o- 1, Panamá, 1847, protocolo n- 1, instrumento 31, ff. 73-76 .
(82)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública m 1, Panamá, 1829, protocolo n • 2, instrumento 115 bis, ff. 276-279 .
(83)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1830, protocolo n • 1, instrumento 38, ff . 95-98 .
(84)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n . 1, Panamá, 1832, protocolo n- 1, instrumento 38, ff . 95-98 .
(85)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1 . Panamá, 1833, protocolo n- 3, instrumento 160, ff . 200-202 .
(86)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1824, protocolo o- 1, instrumento 15, ff . 356-357.
(87)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n • 1, Panamá, 1835, protocolo n- 1, instrumento 8, If. 15-18 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1836, protocolo o- 1, instrumento 36, ff. 247-248.
(88)
170
DA es "recaudador" de las rentas municipales, auspiciado por fianza de su padre, Nicolás REMON MURILLO . (89) En 1849, José María GARCIA DE PAREDES ARCE es "interventor de la Tesorería de Hacienda" . (90) En 1843, el burgués Fernando de ALBA es tesorero de las rentas provinciales . (91) Y promediando el año de 1846, Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA luce como "Tesorero interino de Hacienda" . (92) Una vez más, corroboramos que existen múltiples relaciones de parentesco que aglutinan a plurales funcionarios superiores . Así, por ejemplo, el interventor de finanzas, en 1842, es decir, José María GARCIA DE PAREDES ARCE, es pariente político (ya que casa, en 1846, con Catalina AROSEMENA QUESADA) del tesorero provisorio del ramo, a saber, Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA, tío de la doncella . En 1846, Miguel MORALES ejerce la administración de los fondos municipales con la garantía del venturoso comerciante Juan de ANZOATEGUI . (93) Y Manuel QUESADA brega a título de "tesorero cantonal" mediante la caución de Joaquín MORRO (94), ambos parientes políticos . En 1847, Ramón DIAZ funge como tesorero de finanzas en la Provincia de Panamá (95) por obra de una hipoteca, a tiempo que Luis LASSO DE LA VEGA JIMENEZ es "colector de Hacienda" con la caución de una dama de su sangre : Rafaela JIMENEZ . (96) Por esas calendas, un primo del último funcionario es "contador de tesorería" (97), y Nicolás PEREZ, marido de Petra PEREZ AROSEMENA, practica la contabili(89)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1839, protocolo n- 1, instrumento 35, ff . 274-275 .
(90)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1842, protocolo n- 1, instrumento 43, ff . 110-119 .
(91)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n^ 1, Panamá, 1843, protocolo n- 3, instrumento 116, ff . 334-336 .
(92)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1846, protocolo n • 3, instrumento 82, ff. 212-217 .
(93)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública u- 1, Panamá, 1846, protocolo n- 3, instrumento 98, ff . 242-243 .
(94)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1846, protocolo n- 1, instrumento 22, ff . 393-394 .
(95)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1847, protocolo n- 1, instrumento 7, ff. 21-23 .
(96)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1847, protocolo n- 2, instrumento 73, ff . 148-166 .
(97)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1847, protocolo n- 2, instrumento 55, ff . 114-119 . 1 71
dad en la Administración General . (98) Finalmente, hacia 1848, los comerciantes José María REMON SOPARDA y Ramón VALLARINO laboran, por una parte, como cajero de la Tesorería General (99) y, de otra, en carácter de Administrador General de Finanzas . (100) D. LOS EMPLEOS EN EL SECTOR DE LOS TABACOS A nuestros ojos, es indispensable multiplicar los ejemplos que demuestren el dominio ejercido por la élite urbana en punto a los empleos públicos . En la ausencia de casos concretos, arriesgamos caer en imprecisiones y en peticiones de principio . La palabra oligarquía no significa nada si no probamos, a la luz de los hechos, el monopolio del poder por una pequeña minoría . Hasta aquí, sorprende la continuidad y la cohesión del núcleo criollo . Tales características subsisten en la burocracia del tabaco . (*) Antes de 1849, su venta no es libre monopolizándola el gobierno . Una serie de ejemplos demostrará la participación efectiva de los criollos panameños dentro del ramo . En 1833, Tomás MIRO es "oficial de libros e interventor de venta" mediante caución de Joaquín MORRO . Ambos desposan con dos hermanas QUESADA : por consiguiente, son parientes políticos . (101) Juan Pablo CALVO, criollo en vías de ruralización, deviene, en 1839, "estanquero proveedor", en La Chorrera, e intercede, pecuniariamente, a su favor, el comerciante y hacendado Juan Bautista FERAUD . (102) Asimismo, en 1841, Ramón VALLARINO, cuyos cargos burocráticos en las aduanas y en las finanzas evocamos, es admi(98)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1847, protocolo n- 3, instrumento 114, ff. 24-37 .
(99)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1848, protocolo n- 2, instrumento 72, ff . 345 .347 .
(100)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1848, protocolo n- 2, instrumento 88, fi` . 379-386 .
( * )
Sobre la importancia del tabaco en la economía colombiana decimonónica, ver, con provecho, SIERRA, Luis F ., El tabaco en la economía colombiana del siglo XIX, 174 p., Dirección de divulgación cultural, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1971 .
(101)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1833, protocolo n- 1, instrumento 94, ff . 183-184 .
(102)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1839, protocolo n- 2, instrumento 72, £f . 370-375 .
172
nistrador del tabaco . (103) Un año después, el mercader Pedro de OBARRIO ocupa ese cuesto (104), siendo Manuel QUESADA "proveedor" del producto en Panamá, Portobelo y Darién . (105) Citemos tres ejemplos últimos que corresponden casi al final del período contemplado, es decir, a 1847 . El hombre de negocios José María JOVANE deviene administrador de la oficina de Tabacos . Antonio JIMENEZ ARCE es "estanquero proveedor" en Panamá, Portobelo y Darién, por obra de la devoción de su suegro, Joaquín MORRO . (107) Finalmente, Tomás MERO, ya citado, torna a ser "interventor" y obtiene el cuesto de "estanquero proveedor" merced al concurso de sus parientes políticos, Manuel QUESADA y Joaquín MORRO .(108) E . LOS EMPLEOS EN LA OFICINA DEL AGUARDIENTE Aquí encontramos, ordinariamente, a oligarcas urbanos que poseen bien haciendas suburbanas, bien predios rurales . Salta a la vista( que cultivan caña de azúcar y disponen de trapiches . Por regla general, no son comerciantes prósperos . Añadiremos algunos ejemplos que corroboren nuestra hipótesis . En 1828, Juan GARCEA DE? PAREDES y José de ALBA, burgueses y hacendados, alquilan la venta de los "aguardientes de caña y sus compuestos" durante cinco años . (109) Y el propietario suburbano Manuel María DUTARI está empleado, hacia 1829, en la oficina del aguardiente de Checo . (110) Simultáneamente, Miguel MERO, hacendado de La Chorrera, labora como "expendedor" de alcoholes . (111) (103)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DI . PANAMA, Notaría pública o- 1, Panamá, 1841, protocolo n° 4, instrumento 128, ff . 122-130.
(104)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública o- 1, Panamá, 1842, protocolo o- 1, instrumento 46, ff. 126-136 .
(105)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1842, protocolo n- 1, instrumento 71, ff . 185-191 .
(106)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública o- 1, Panamá, 1847, protocolo o, 1, instrumento 5, ff . 14-17 .
(107)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1847, protocolo n- 1, instrumento 10, ff . 25-28 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, panamá, 1847, protocolo n- i, instrumento 48, ff . 104-106 .
(108) (109) (110) (111)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1828, protocolo o- 3, instrumento 75, ff . 89-92. Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1829, protocolo o- 1, instrumento 67, ff . 144-146 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1829, protocolo n° 2, instrumento 76 . f£ 169-171 . 173
Nuevamente, alquila, en 1830, el derecho de venta de ese líquido en su comarca . (112) Y José León CHIARI, quien pertenece a una familia de militares, convertidos, ulteriormente, en latifundistas y burócratas pastoralizados, alquila, en 1844, el derecho de colectar el "impuesto de aguardiente de caña" en los villorios de Las Tablas, Pocrí y Pedasí, bien distantes de la zona de tránsito . (113) A la sazón, Juan Antonio DIEZ, hacendado suburbano, pariente político del riquísimo negociante Juan Bautista FERAUD, alquila el derecho de destilación del aguardiente en el Cantón de La Chorrera . (114) Finalmente, hacia 1846, Plácido JIMENEZ URRIOLA y Juan de la Cruz PEREZ, criollos citadinos, obtienen la adjudicación de alcoholes en los barrios de la capital (San Felipe y Santa Ana), en Pacora y en la isla de Taboga . (115) V. EL MONOPOLIO DE DERECHOS MUNICIPALES A. EL MONOPOLIO DE DERECHOS MUNICIPALES RELATIVOS AL GANADO A semejanza de los empleos atinentes a la venta del aguardiente, los derechos municipales, que conciernen a la introducción de ganado a la Ciudad de Panamá, son, por regla general, detentados por burgueses acreedores de haciendas en los aledaños de la urbe . Frecuentemente, son a la vez comerciantes y hacendados, o propietarios agrarios sin más, ligados, por sus matrimonios, a familias mercantiles citadinas. Trataremos de precisar algunos casos . De tal suerte, en 1827, a José Félix DUTARI, latifundista, residente en Chepo, se le adjudica el derecho de introducción de "ganado vacuno y cerduno" en el Cantón de Panamá merced a la fianza que le dispensan los comerciantes burgueses Pedro de OBARRIO y José Pablo JIMENEZ . (116) Y, en 1831, Miguel MIRO, notable (112)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1830, protocolo n- 1, instrumento 34, ff . 89-91 .
(113)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n' 1, Panamá, 1844, protocolo n- 1, instrumento 31, ff. 104-105 .
(114)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n• 1, Panamá, 1844, protocolo o- 1, instrumento 38, ff. 127-129 .
(115)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública a' 1, Panamá, 1846, protocolo n- 2, instrumento 65, ff . 149-152 .
(116)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n• 1, Panamá, 1827, protocolo n- 3, instrumento 55, ff. 463-467 .
174
suburbano, gana la adjudicación de los derechos de matanza de reses en La Chorrera, (117) al tiempo que Ramón de OBARRIO adquiere el derecho de introducción de cerdos . (118) Este forma parte de una de las familias comerciales más prósperas de Panamá. Por 1833, en Bartolomé GARCIA DE PAREDES Y JIMENEZ, funcionario de aduanas precitado, recae el derecho de matanza mediante caución ofrecida por su pariente José GARCIA DE PAREDES ARCE, burócrata del ramo de Hacienda y comerciante . (119) Un año después, el primero deviene cobrador del mismo derecho, ahora respaldado por la buena voluntad de Bernardo ARCE MATA, su pariente político . (120) Durante el año de 1834, Ramón de OBARRIO es cobrador del derecho de introducción de cerdos, por obra de la fianza de su hermano, Pedro de OBARRIO . (121) Y, en 1835, sigue atesorando el privilegio . (122) Aún por 1838, lo copa gracias a la connivencia del comerciante José Antonio BERMUDEZ . (123) B. EL MONOPOLIO DE CIERTOS DERECHOS MUNICIPALES Para rematar, los oligarcas urbanos también figuran en ciertas esferas municipales relativas a las actividades que ejercen (el comercio) o a los intereses que son suyos (la propiedad de las tierras) . Ocasionalmente, no se interesan sino indirectamente en el goce de ciertos derechos municipales menudos, por conducto de las fianzas que obsequian . Así, hacia 1838, al comerciante Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA se le otorga el "ramo comunal" de "almacenes y tiendas de mercancías" de la Ciudad de Panamá, merced a la caución de su hermano Diego AROSEMENA DE LA BARRE(117)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública m 1, Panamá, 1831, protocolo n° 1, instrumento 1, ff . 158-162.
(118)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1831, protocolo n- 1, instrumento 29, ff . 243-247 .
(119)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública m 1, Panamá, 1833, protocolo n• 3, instrumento 205, ff . 313-317 .
(120)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1834, protocolo n- 1, instrumento 22, ff . 375-379.
(121)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1834, protocolo n- 1, instrumento 26, ff . 397-401 .
(122)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1835, protocolo m 1, instrumento 37, ff . 100-104.
(123)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública m 1, Panamá, 1838, protocolo n- 1, instrumento 56, ff . 153-158 . 1 75
RA . (124) En 1824, Juan Bautista FERAUD deviene colector del derecho del paso por el Río Grande . (125) Este aventajado negociante dispone de heredades suburbanas cerca de sus riberas, al tiempo que Gregorio DIAZ es adjudicatario del "juego de gallos", (126) prebenda a la que arriba con el concurso del notorio mercader Tadeo PEREZ DE OCHOA Y SEVILLANO . (127) Accidentalmente, en el campo de los derechos municipales menores, unos individuos quienes no emanan del meollo oligárquico los practican, con el aval de comerciantes y de hacendados citadinos . Por ejemplo, en 1845, Raimundo ITURRALDE, para nada oligarca, desempeña el derecho municipal relativo a "piraguas y canoas" que encallan en el puerto de la capital y cuyos propietarios deben pagar un impuesto . Evidentemente, no se trata de un derecho primordial que exija de su titular niveles intelectuales elevados . Consuetudinariamente, antiguos esclavos libertos, negros, mulatos y mestizos del arrabal y blancos pobres, logran aspirar a ellos . Por lo que respecta a Raimundo ITURRALD, accede al derecho aludido, alrededor de 1845 y de 1846, por el' desprendimiento y esplendidez del comerciante urbano y hacendado José de ALBA . (128) En 1845, a Domingo CAJAR, tampoco oligarca, se le concede el pintoresco derecho de "introducción de mieles" mediando el apoyo pecunario de José de ALBA, señor de estancias suburbanas donde, normalmente, cultivaría caña de azúcar . (129) Es fácil relacionar ambos individuos e inferir que el primero trabajaría en provecho del segundo . El caso contrario puede darse . Un oligarca es susceptible de ser el adjudicatario del diezmo en una región próxima a la ciudadela mediante la caución de (124) (125)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1838, protocolo n° 1, instrumento 13, ff. 25-30 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1842, protocolo n° 1, instrumento 60, ff . 172-180.
(126)
Sobre la importancia de tal diversión en la Ciudad de Panamá, desde el siglo XVIII, ver, con sumo provecho, OTS CAPDEQUI, José María, Nuevos aspectos del síglo XVIII español en América. Régímen municipal Organización judicial Régimen fiscal Régimen económico, Editorial Centro-Ins . Graf., Bogotá, 1946, p . 165 .
(127)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1842, protocolo n- 1, instrumento 12, f . 22 .
(128)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1845, protocolo n- 3, instrumento 133, ff . 291-293 ; 1846, protocolo n° 3, instrumento 104, If. 259-260 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1845, protocolo o- 3, instrumento 127, ff. 275-279 .
(129)
1 76
un hacendado venido a menos . Así, Tadeo PEREZ AROSEMENA, tendero urbano, colecta los diezmos, en Pacora, ofreciéndole fianza el señor de la tierra (en franca decadencía) Fernando de URRIOLA . (130) Es evidente que, para un comerciante panameño, el monopolio de semejantes impuestos, en una región de su provincia, no constituye actividad asaz rentable . Mas urge no olvidar que los negociantes urbanos son dueños de predios suburbanos . Por ende, la recolección del diezmo reviste particular trascendencia, pues viene a fortalecer el poder local del propietario agrario, pormenor que comprobamos al examinar los grupos dominantes rurales . Que un comerciante urbano consagre parte de su tiempo, acumulando tal impuesto-, demuestra, de golpe, la perpetuación de las instituciones coloniales en el transcurso de la primera mitad del siglo XIX, y, por lo demás, arroja luz sobre la fragilidad del comercio panameño coetáneo . En todo caso, incluso en lo que concierne al ejercicio de los derechos municipales menores, encontramos a los oligarcas de la ciudad . Estimamos, en resumen, que los empleos burocráticos en las aduanas, en los correos y en las finanzas, poseen mayor prestigio que aquellos de las oficinas del tabaco y del aguardiente . Efectivamente, los tres primeros destinos están inextricablemente conectados al comercio, primigenia fuente de riqueza del patriciado urbano . Por supuesto, los comerciantes criollos laboran en esos sectores a los cuales penetran gracias a la caución de sus homólogos locales . El monopolio de los derechos municipales es signo de la sedimentación de los criollos e índice de su poder local . VI . EXAMEN DE ALGUNAS CARRERAS BUROCRATICAS Hasta aquí, hemos puesto énfasis en el monopolio de los empleos públicos de que disfruta una minúscula élite . No obstante, obviamos estudiar, detalladamente, las carreras personales . Su escrutinio parece indispensable para aprehender el mero espíritu de la burocracia panameña. Nos hemos consagrado a atisbar, más arriba, una serie de sectores donde la oligarquía urbana privaba con pujanza . Esforcémonos, ahora, por contemplar varias carreras saltantes a la luz de los archivos colombianos, sigilosamente conservados en Bogotá . La exploración de las hojas de servicios de los funcionarios, reclutados en el seno de la oligarquía urbana, aportará inéditas luces al problema que nos inquieta . (130)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1847, protocolo n° 2, instrumento 81, ff. 192-194 . 1 77
En efecto, habremos de conocer los empleos desempeñados por cada individuo, su duración y, entre veces, los honorarios que recibe como burócrata . Además, en el curriculum vitae de cada funcionario, hay, frecuentemente, una sección confidencial, destinada al gobierno de Bogotá, en la que se enumeran, con suma minucia, sus cualidades, sus méritos y defectos . Por añadidura, precísase el partido político al que pertenece (o la tendencia política que acusa) . Inquiere Bogotá, naturalmente, por la adhesión del burócrata al "sistema republicano" . En ocasiones, las hojas de servicios, a que aludimos, encarnan auténticas biografías . La subjetividad, de quien redacta esos documentos, emerge, continuamente, esencialmente en la parte teóricamente confidencial . Destinada al gobierno central, vale como instrumento que permite destituir personalidades reputadas torpes o ineficaces ; aquellas juzgadas incapaces de aceptar el "orden republicano" ; o quienes no compartan las opiniones políticas de Bogotá . Evidentemente, las intrigas cunden saturando infinidad de folios. Escogimos trece carreras : doce conciernen a notables urbanos y una sola alude a un funcionario mulato . Esta es radicalmente excepcional . Nos parece del todo interesante en la medida en que auxilia a realizar fructuosas comparaciones . Sin embargo, todos los notables escogidos no son susceptibles de ubicarse en la misma categoría . Algunos ocupan puestos prestigiosos y concluyen carreras felices . Otros trabajan en ramos más pedestres . Además, los documentos aludidos no describen sino un período de su existencia . La carrera más larga comporta cuarenta y dos años y la más sumaria engloba sólo uno . a) La carrera del funcionario Ramón VALLARINO JIMENEZ (1821-1844) Selección de una familia de servidores coloniales, (131) y pariente político, asimismo, de otros linajes criollos que engendran a burócratas y a militares (los BRAJIMO y los GARCIA DE PAREDES), Ramón VALLARINO JIMENEZ sintetiza el mero tipo del funcionario panameño superior coetáneo . Desempeña empleos antes de la independencia de Panamá de España . En 1844, arriba a la edad de cincuenta años . Es Administrador de la Aduana de Panamá . La hoja no precisa los honorarios que percibe . Enumeramos los cargos buro(131)
1 78
Ver OTS CAPDEQUI, José María, Las instituciones del Nuevo Reino de Granada al tiempo de la independencia, op . cit., p . 32 .
cráticos a los que accede, desde 1821 hasta 1844, precisando la duración de sus funciones . (132)
EMPLEOS
DURACION años
1) Ministro Tesorero de Portobelo (1°de marzo de 1821)
2
2) Ministro interino de la Tesorería de Veraguas (27 de febrero de 1823)
-
meses
días -
5
25
3) Contador de la renta de tabacos (30 de septiembre de 1823)
5
29
4) Administrador interino de la misma (29 de marzo de 1824)
1
21
5) Administrador en propiedad de la misma (19 de mayo de 1824)
18
1
14
6) Administrador de aduana (4 de julio de 1842)
1
10
28
Total hasta fin de mayo de 1844
23
1
27
(132)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo XIII (abril 1843-mayo 1844), ff . 132-133 . 1 79
Sirve en Portobelo, en Veraguas y en Panamá . Comprende veintitrés años su carrera : casi la mitad de su vida hasta esa fecha . Funge como Administrador de Tabacos por dieciocho años, privilegio realmente excepcional . Y, por dos, es Administrador de la Tesorería de Portobelo . Cuando el documento es redactado, ya ha ocupado, a lo largo de un año, la jefatura de la Aduana de Panamá . Entre los cargos burocráticos que no superan los doce meses, VALLARINO JIMENEZ ha sido contador en la oficina del tabaco, administrador provisorio de la Tesorería de Veraguas y de la penúltima institución . Se adjunta su "biografía burocrática" que le loa . De plano es descrito como defensor de las ideas republicanas . Y patriota . Tiene lo que el documento citado denomina "interés patrio" . Es, además, devoto de Colombia . Precisa registrar que se trata de un pliego destinado a Bogotá, en el que resulta imperativo enunciar, escrupulosamente, las virtudes y los méritos que nimban a semejantes varones . Exceptuando los cargos burocráticos, fuerza es que luzcan sus hazañas individuales, no inherentes al ejercicio de los empleos que desempeña . Así, par¡ passu, plurales actos heroicos del burócrata son rememorados con atino . Finalmente, el documento evoca que fue diputado por la Provincia de Panamá al Congreso de Bogotá, en diversas legislaturas, amén de haber sido enviado a La Habana en misión militar . Por último, VALLARINO JIMENEZ fue nombrado diputado por el Cantón de Portobelo en la Cámara de la Provincia de Panamá, hacia 1832, donde fungió como vicepresidente . Hasta estas alturas, nada sabemos sobre su riqueza ni sobre sus rasgos psicológicos . Otra foja, más confidencial, sin duda escrita por un enemigo político, le pinta de una manera menos generosa . (133) Es tachado de partidario de BOLIVAR ("Bolivero") y absolutista . Siguiendo la misma fuente, se muestra amigo de las dictaduras en razón de su carácter ("su genio') y a causa de sus intereses públicos y domésticos . Inteligente y diligente ("laborioso") en su oficina, donde "manda con aspereza" . Rico ("se le reputa caudal"), mas se insinúa que su fortuna proviene, probablemente, del dinero que extrae del despacho en que trabaja. Presta denarios a los gobiernos que le favorezcan . Es "esencialmente . . . orgulloso y egoísta" . No goza del (133)
1 80
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo I (enero 1832-octubre 1832), "Relación de los empleados principales de la Provincia de Panamá y de sus cualidades con respecto al Gobierno y sus destinos", f. 4 (reverso).
apoyo popular ("sin partido alguno en el pueblo") . Todas sus amistades son absolutistas . El curriculum es completado, pues, con un enfoque más íntimo y secreto del burócrata . En un estilo teóricamente neutro, es, simultáneamente, encomiado y estigmatizado . Se percibe, de suyo, un equilibrio que surge entre los elogios y los vejámenes, aun cuando éstos sean intensamente iconoclastas . Prescindiendo de semejantes folios, el espíritu mismo de la burocracia panameña habría sido escamoteado .
b) La carrera del funcionario Manuel GARCIA DE PAREDES (1790-1832) Comparado con el primero de los vistos, principia a bregar desde las postrimerías del siglo XVIII . Es más un funcionario colonial que un verdadero burócrata republicano . En 1832, frisa con los sesenta años . Casado, gana, anualmente, 1,800 pesos . Conocemos, por consiguiente, su "biografía burocrática" de los veintidós a los sesenta años. (134) Ha vivido sensiblemente más que el promedio de los panameños . Ser sexagenario, aquí, en 1832, es demográficamente excepcional . Examinemos sus empleos sucesivos : (134) Sirve solamente en Panamá . Su carrera abarca cuarenta y dos años de su vida de escritorio . Administrador de Correos durante los veintiún postreros años del coloniaje (1800-1821) : ¡ tamaña proeza! Trabaja en la Administración de Correos, a título de oficial, desde 1791 hasta 1800 . Comienza su pública faena en la Oficina de Tabacos (1790-1891) . Al principio del segundo año que acabamos de indicar, es nombrado Administrador de Aduana . Ninguna ruptura, por ende, entre la época hispana y el aflorar de la república . En la sección consagrada a las cualidades que le exornan, dícese que, en 1816, fue nombrado Administrador de Correos (te Bogotá, en atención a su "antigüedad y servicios" . No obstante, las autoridades (134)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, "Pomo I (enero 1832-octubre 1832), f . 55 (anverso y reverso) . 18 1
EMPLEOS
DURACION años
meses
1) Oficial segundo de la Administración de Tabacos (1° de junio, de 1790)
1
5
27
2) Oficial interventor de correos (27 de noviembre de 1791)
8
1
21
3) Administrador interino de id . (17 de enero de 1800)
1
I) Administrador en propiedad (22 de marzo de 1801)
20
11
26
` 1
2
8
Idem (26 de mayo de 1823)
5
7
16
7) Administrador de Aduana (12 de enero de 1829)
3
5
18
Total hasta el 30 de junio de 1832
42
1
5) Administrador con nombramiento del Presidente de la República (18 de mayo de 1822)
1 82
días
5
desconfiaron de su persona, pues era considerado como un "americano sospechoso de patriota" . Hacia 1820, tuvo que emigrar a la Provincia de Veraguas, con su mujer y ocho hijos, por ser amante del sistema republicano . Allá sufriría "mil privaciones" . Políticamente : "bolivero y absolutista" . Consolida su cargo, a través de múltiples administraciones, merced a su astucia ("se acomoda. .. a cualquier gobierno que le conserve su destino") . Poco labora, pero es honesto . De salud precaria ("es valetudinario"), permanece pobre .
c) La carrera del funcionario Tomás MIRO (1826-1842) Poseemos dieciocho años de sus andanzas burocráticas . Por oposición a los individuos citados más arriba -a saber, Ramón VALLARINO JIMENEZ y Manuel GARCIA DE PAREDES-, inicia su batallar durante el período republicano (en 1826) . Y terminará en 1844 . Tiene cuarenta y tres años . Casado . Trabaja en la oficina de tabacos por espacio de esos años posteriores a su ingreso . Ignoramos sus honorarios . Examinemos sus empleos sucesivos : (135) Contrariamente a los dos primeros burócratas, Tomás MIRO no ocupa sino esporádicamente la dirección del ramo . Y deviene siempre administrador provisorio : en 1835 y en 1842 . La primera vez : por dos meses y dieciséis días. La segunda ocasión : durante tres meses y tres jornadas . En desquite, desempeña tareas subalternas en su carácter de redactor, de interventor y de contador, variadamente . Ha sido, según su curriculum vitae, consejero municipal, diputado suplente en la Cámara Provincial y juez. Participó en la represión del contrabando del tabaco cerca de la Ciudad de Panamá . Civilista, se opuso al caudillo ALZURU, el "tirano" , nutriendo el ejército formado por el General José de FABREGA, hostil al primero . En lugar confidencial, se le apoda patriota que "no se compromete" . Honesto, mas "de poca inteligencia y actividad" . Se esfuerza por adelantar intelectualmente .
(135)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo XIV (junio 1844-diciembre 1844), f . 145 (anverso y reverso) . 183
EMPLEOS
DURACI ON meses días años
1) Oficial mayor interino de la Contaduría (1° de septiembre de 1826)
3
2) Contador accidental (31 de agosto de 1829)
I
3) Oficial mayor interino (31 de diciembre de 1830) 4) Contador interino (12 de noviembre de 1831)
1
5) Oficial de libros interventor interino (2 de agosto de 1833) 6) Oficial de libros (16 de diciembre de 1833)
I
7) Administrador accidental (15 de mayo de 1835) 8) Oficial de libros interventor en propiedad (1° de agosto de 1835)
Total hasta el 8 de junio de 1844 1 84
10
11
8
19
4
14
5
2
7
9) Administrador accidental (6 de julio de 1842) 10) Oficial de libros interventor (7 de septiembre de 1842)
4
16
5
2
3
1
9
1
17
10
9
d) La carrera del funcionario José CUCALON (1822-1832) Aunque oriundo de Cartagena, está ligado, por su matrimonio, a influyentes familias criollas de la capital . En efecto, desposa, en 1823, con Manuela de ARCE Y DELGADO, hija del Administrador de la Aduana de Panamá, Manuel José de ARCE . En 1832, tiene cuarenta y siete años . Anualmente, gana 1,800 pesos . Son los siguientes sus empleos (136) :
EMPLEOS
DURACI ON años meses días
1) Tesorero Administrador de la Aduana de Portobelo (10 de febrero de 1822)
I
2
12
2) Ministro Contador de la Tesorería Departamental del Istmo (22 de abril de 182 3 )
1
7
15
3) Tesorero Principal de la misma (6 de diciembre de 1824)
2
10
25
4) Tesorero Departamental del Magdalena (Colombia) (1° dé noviembre de 1827)
1
3
2
5) Tesorero Departamental del Istmo (3 de febrero de 1829)
3
4
26
10
4
20
Total hasta fin de junio de 1832
(136)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo I (enero 1832-octubre 1832), f . 832 (anverso y reverso) . 1 85
Sirvió en Portobelo, Panamá y Cartagena . Ha sido representante de la Provincia de Panamá al Congreso de Bogotá (en 1827) y diputado (en 1830) . En papel secreto, se le define como "bolivero y absolutista" . Muy astuto . Y "adula con bajeza" a todas las administraciones, pues desea conservar su empleo costare lo que costare . Trabaja bien y asiste puntualmente a su despacho . Probo . De salud débil . Pobre . "Sin partido en el pueblo" . Jefe de una familia numerosa y honesta que moriría sin su ayuda . He aquí el ejemplo de un funcionario quien no nace en el istmo, pero integrado a la oligarquía por sus nupcias . Su salario, sus funciones burocráticas y legislativas, de buena laya, le convierten en empleado particularmente respetable . Consignemos, por cierto, que es hijo de Cartagena, cuyas relaciones comerciales y humanas, con el Istmo, son considerables . e) La carrera del funcionario Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA (1821-1837) Data el informe de 1838 . Tiene cuarenta y cinco años su titular . Casado . Anualmente gana 1,800 pesos . Administrador de la Aduana de Panamá. Conocemos casi catorce años de sus avatares de bufete . Cabe agregar, en efecto, que este antiguo adalid civil monopoliza plurales cargos políticos, castrenses y de escritorio durante el coloniaje. Veamos su empleos sucesivos (137) : Labora en Panamá, en La Chorrera y en Bogotá. En la parte relativa a las virtudes, su categoría de prócer es rememorada . Hacia 1822, viste a los soldados de un batallón militar con denarios de su "peculio" . De 1823 a 1826, imprime la Gaceta de Gobierno en la que sostiene y defiende la Constitución y las leyes de la República de Colombia . Por 1827, viaja al Cantón de Los Santos a restablecer el orden legal convulsionado por el cobro de los impuestos directos . Es, por consiguiente, un "patriota" . Fundador de la asociación Gran Círculo Istmeño, la cual vela por las "libertades públicas" . Funda varios tabloides liberales (entre 1828 y 1830) en los que combate la 'ominosa dictadura"implantada por BOLIVAR . En 1831, libera, al país, de la "tiranía" del caudillo militar ALZURU, siendo teniente coronel y secretario del General José de FABREGA, con quien crea (137)
186
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo VIII (abril 1838-enero 1839), f . 358 (anverso y reverso) .
DURACION ON
EMPLEOS
años 1) Capitán de milicias (18 de noviembre de 1821)
meses
días
5
2) Primer comandante del escuadrón "Dragones del Istmo" ( 27 de agosto de 1822)
5
3
8
3) Agente del Crédito Público del Departamento del Istmo (30 de enero de 1828)
1
5
5
3
23
4) Diputado al Congreso de Bogotá (7 de diciembre de 1831) 5) Jefe político, representante y senador (3 de febrero de 1833)
3
9
27
6) Administrador interino de Aduana (6 de marzo de 1837)
I
3
29
Total hasta el 30 de junio de 1838
13
6
7
18 7
un ejército, en Veraguas, para derrocar al primero . En resumen : civilista auténtico . Provisto de mucha "aptitud" y de talento . Buena conducta . No poca probidad y constancia . Su adhesión al sistema republicano es "decidida" . Pese a ser "prócer", su carrera burocrática es menos lustrosa, al principio, si la comparamos con las de algunas personalidades precitadas (por ejemplo, Ramón VALLARINO JIMENEZ) . Sorprende, en verdad, el carácter militar de sus faenas de 1821 a 1828 (teniente coronel ; capitán y comandante) . De hecho, no es sino en 1828 cuando deviene Agente del Crédito Público del Departamento del Istmo, posición en la que dura un año y medio . A fines de 1831 : diputado en Bogotá. Y, al principio de 1833, Jefe Político (es decir : agente local del poder ejecutivo nacional), representante y senador, cargos que conserva por cuatro años . Finalmente, a partir de 1837, es Administrador de la Aduana . Esta semblanza invita a formular algunas observaciones . La primera : atisbamos a un prócer próspero, quien puede permitirse no codiciar destinos burocráticos importantes en el transcurso de los primeros siete años posteriores a la independencia . Hijo del Coronel Pablo de AROSEMENA, y heredero de una cuantiosa fortuna, lleva a cabo funciones militares al principio . Y las combina con la práctica del comercio. En segundo lugar : su movilidad burocrática es enorme . Diputado, senador y jefe político en brevísimo lapso . Si parangonásemos la carrera de Tomás MIRO con la suya (ambos son parientes políticos, por lo demás), comprobaríamos, en seguida, la disparidad que existe entre la movilidad progresiva y tímida del primero y la ascensión vertiginosa y plurisectorial del segundo, En efecto, de 1826 a 1842, Tomás MIRO labora únicamente en la Oficina del Tabaco, donde rige rarísimamente (en 1835 y en 1842) . En desquite, el comerciante Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA, luego de monopolizar empleos militares (1821-1828), deviene, de repente, Agente del Crédito Público del Departamento del Istmo (1828-1829), y, posteriormente, diputado en Bogotá (1831), jefe político, representante y senador (1833-1837) y, en fin, Administrador de Aduana (1837) . Por una parte, divisamos a un funcionario quien hace carrera en la Oficina del Tabaco . De otra : a un comerciante multifácetico quien aglutina destinos militares, fiscales, legislativos, políticos y aduaneros . 1 88
A medida que la fortuna de Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA disminuye, comienza a ejercer, a más del comercio, tareas burocráticas (138) : medio utilizado, por los comerciantes venidos a menos, para asegurar su supervivencia en etapas de crisis económica . Paulatinamente, se convierte en oficinista abandonando el quehacer mercantil. Gradualmente, es tildado más de "animal político"(139) que de simple negociante . Conlleva la burocracia, empero, riesgos evidentísimos . Precisa ser astuto y sagaz para mantenerse dentro del engranaje . (140) Al consagrar sus ímpetus a la política, los comerciantes criollos arruinados provocan un vacío en los oficios mercuriales . Este será llenado, en parte, por los mercaderes extranjeros, quienes detentan mayores capitales que los criollos y poseen más nexos económicos con los países metropolitanos . Prosperan alianzas, por ende, entre los tenderos de riqueza menguante -funcionarios y políticos- y el grupo de los hombres de negocios foráneos . Por regla general, a éstos no atrae el afán oficinesco . Y no sufren de empleomanía . Evidentemente, sus transacciones coadyuvan a que almacenen unas sumas de dinero copiosas . Siendo el enriquecimiento su único norte, no necesitan de la burocracia para subsistir . f) La carrera del funcionario José GARCIA DE PAREDES (1821-1844) Frisa con los cuarenta y un años en 1844 . Presenta el informe la "vida pública" del aludido desde la edad de diecisiete años . Contrae nupcias con Dolores DE LA BARRERA Y DE URRIOLA, rica criolla . Comerciante, gana, anualmente, 900 pesos en la Tesorería de Hacienda donde trabaja . Precisemos sus empleos sucesivos (141) : (138)
Leamos las palabras escritas, hacia 1836, por el político panameño José de OBALDIA, a propósito del empobrecimiento sufrido por Mariano AROSEMENA : "Yo estoy cierto que si Arosemena conservase la mitad de su antigua fortuna, ni 61 aceptada destinos lucrativos, ni sería recomendado por mí en esta ocasión ; pero sus notorios atrasos, y la necesidad de sostener una larga y virtuosa familia harán que admita cualquiera de los destinos que usted 1e presente, y dado este paso renunciará a la idea de trasladarse al Perú, con objeto de continuar su capera mercantil" . El subrayado es nuestro . Fragmento citado por MIRO, Rodrigo, Mariano Arosemena (el político, el periodista, el historiador), Imprenta Nacional, Panamá, 1960, p . 9 (nota 1) .
(139)
Según el historiador panameño Rodrigo MIRO . A propósito de la astucia del funcionario Mariano AROSEMENA, ver, con provecho, AROSEMENA, Mariano, Historia y nacionalidad, op. cit., p . XLIV .
(140)
(141)
Ver ARCHIVO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogota, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo XIV (junio 1844-diciembre 1844), f . 129 (anverso y reverso) . 189
DURACION ON
EMPLEOS
años
meses
días
1) Miliciano (28 de noviembre de 1821)
2
1
12
2) Teniente mayor de caballería (9 de enero de 1824)
3
6
18
3) Capitán de caballería (2 de junio de 1827)
I
4
18
4) Oficial segundo de la Secretaría de la Gobernación de Panamá (12 de enero de 1830)
2
7
4
5) Administrador interino de Correos del Istmo (3 de septiembre de 1831 6) Tesorero de Diezmos de la Diócesis (11 de enero de 1836)
13
I
7) Secretario de la Gobernación de Panamá (17 de junio de 1842)
20
2
29
5
8) Interventor de la Tesorería de Hacienda (25 de mayo de 1842)
2
1
9) Tesorero de rentas municipales del Cantón de Panamá y diputado a la Cámara de la Provincia (reelecto tres veces) ( 22 de julio de 1834)
6
3
Total
190
19
29
Como vemos, la carrera de este comerciante-funcionario irrumpe con responsabilidades castrenses. Miliciano durante dos años . Teniente por espacio de tres años y medio . A decir verdad, de 1821 a 1830, José GARCIA DE PAREDES sigue fungiendo como militar, circunstancia que le asemeja al caso de Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA. A partir de 1830, el sesgo de su carrera cambia por completo . Progresivamente más burocrática . En efecto, ocupa el cargo de segundo secretario en la Gobernación de Panamá, por dos años y medio . En 1831, durante trece jornadas, es Administrador Provisorio de Correos del Istmo . Hacia 1834 : Tesorero de las Rentas Municipales y diputado en la Cámara Provincial (reelegido tres veces) por seis años . En 1836: tesorero de diezmos de la diócesis (un año y días) . Luego, en 1842 : secretario de la Gobernación de Panamá e interventor de la Tesorería de Hacienda . Su curriculum vitae enuncia que José GARCIA DE PAREDES ha trabajado en Panamá y en Veraguas . Fue juez en la Parroquia de San Felipe (barrio acomodado de la capital) en el transcurso, alrededor, de un año y medio . Defensor de indigentes por dos años consecutivos . Nombrado, por el gobierno provincial y el arcediano de la Catedral de Panamá, criticador ("glosador") de las cuentas relativas al diezmo -dieciocho años . Elector en varias parroquias y miembro de consejos electorales, trabajó -en 1841- con "firmeza", con "determinación" ("resolución") y con "suceso" por el restablecimiento del orden constitucional en Colombia . El papel en cuestión lo firma el funcionario Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA, Tesorero de Hacienda, el 30 de junio de 1844 . José GARCIA DE PAREDES es pariente político del primero . La sección atinente a las notas morales del burócrata no está llena . Asimismo falta su retrato confidencial . g) La carrera del funcionario Manuel ALEMÁN (1816-1844) Cuarenta y cuatro años en 1844 . El documento engloba su vida desde los dieciséis . Criollo y soltero . Tesorero de los diezmos en 1844, no gana sino el 2% del producto coleccionado . Precisaremos sus empleos sucesivos (142) :
(142)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo XIV (junio 1844-diciembre 1844), f. 147 (anverso y reverso) . 191
DURACION EMPLEOS años
ON días meses
1) Oficial escribiente del ramo de cuenta y razón de artillería (1° de 1816)
4
7
15
2) Oficial primero de id . (15 de julio de 1821)
5
8
26
3) Teniente primero de Ejército y Ayudante mayor del batallón milicias (6 de junio de 1829) 4) Interventor de la Tesorería de diezmos (12 de enero de 1836)
3
1
8
1
11
7
3
21
21
11
9
5) Interventor y Tesorero interino de id . (29 de enero de 1837) 6) Tesorero efectivo de id . (9 de marzo de 1837) Total hasta el 30 de junio de 1844
18
1
Ante todo : un militar autóctono quien inicia a bregar -adolescente- en las postrimerías del coloniaje . Según su curriculum vitae, no sirvió sino en Panamá . Secretario de la Comandancia General bajo el imperio del General José de FABREGA . Por último, catedrático de español, en el Colegio del Istmo, seis años y ocho meses (del 1° de mayo de 1827 al 31 de diciembre de 1835) . No es ejemplar su movilidad . Teniente, deviene, después, Tesorero de Diezmos . En tanto que profesor de castellano, pasa casi siete años de su vida en el Colegio del Istmo . Manuel ALEMAN no es un 1 92
funcionario burocrático elevado . Sin aureola esplendente . Sin embargo, es blanco (aun cuando pobre) y forma parte de la oligarquía urbana . Es síntesis : es más burócrata que comerciante . Otro punto . Ser instructor de español, en el seno de una sociedad vocada al comercio, significa retroceso en el plano económico . Evidentemente, semejante tardanza la mitiga el prestigio social del cargo pedagógico . En efecto, el aludido profesa la enseñanza de la lengua del antiguo colonizador, idioma del patriciado . Por lo demás, ignórase su salario anual como Tesorero de diezmos . Recibe, eso sí, el 2% del producto almacenado, vale decir, una suma fluctuante y aleatoria . h) La carrera del funcionario Bernardo ARCE MATA (1828-1844) Emanación de una prestante familia local, este tendero oligarca se estrena, como militar (teniente) durante seis años . De repente, pasa a ser, por 1833, jefe Político provisorio, cargo afamadísimo . Un año después, se encarga de derecho : Luego, torna a un destino resueltamente castrense (Capitán de la Guardia Nacional), el que conserva por siete años . En 1835, es jefe ("clavero") de las rentas provinciales a lo largo de una docena de meses . Finalmente, asciende, en 1842, a Administrador de Correos . Combatió la "tiranía" de ALZURU en 1831 . Civilista. El 9 de enero de 1832, es nombrado, por el Tribunal de Asuntos Comerciales (Consulado) de Cartagena, "diputado consular" por Panamá (dos años) . Alcalde municipal y juez de primera instancia en 1834 . Elector de la Parroquia de San Felipe dos años a partir de 1836 cuando es elegido representante por la Provincia de Panamá a Bogotá . En 1837, escogido, por la Asamblea Electoral del Cantón de Panamá, diputado principal de la Cámara Provincial (dos años) . Juez en 1838 . Y "alcalde parroquial" del barrio pudiente de San Felipe hacia 1839 . Por fin, en 1842, es consejero municipal y juez . Meditemos, ahora, sobre las calificaciones éticas de Bernardo ARCE MATA . Tiene mucha disposición natural ("aptitud") . Mas, su talento es "regular" . En desquite, mantiene bonísima conducta . De completa probidad . Su perseverancia ("constancia") : suficiente . Y su adhesión al sistema republicano es "conocida y pública" . (143)
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo I (enero 1832-octubre 1832), f . 140 . 193
Resumiendo : la cantidad de puestos, a los cuales arriba Bernardo ARCE MATA, ratifica el valer de su carrera . Combina, hábilmente, la profesión mercantil con la burocracia . Si comparamos, verbigracia, la carrera precedente -el discurrir de Manuel ALEMAN- con cl curriculum de quien examinamos, observamos, de golpe, que la movilidad del segundo es superior a la del primero . Efectivamente, ARCE MATA es, ante todo, un comerciante - burócrata . En cambio, ALEMAN sólo es un militar cuya vocación oficinesca es netamente menos dichosa que la del negociante criollo evocado . Ambos integran el patriciado urbano a despecho de que su nivel de fortuna difiera rotundamente . ARCE MATA será Gobernador de Panamá ulteriormente . i)
La carrera del funcionario Vicente José BORBUA (1794-1832)
Sesenta y ocho años en 1832 . Segundo redactor de la Tesorería . Viudo . Recibe, anualmente, 400 pesos . Precisemos, pues, sus empleos sucesivos (144) :
DURACI ON
EMPLEOS 1) Oficial supernumerario (5 de marzo de 1794) 2) Oficial tercero efectivo (1° de enero de 1817)
años
meses
10
10
2
8
3) Oficial segundo (1° de septiembre de 1819) 4) Oficial primero interino (1° de enero de 1820)
días
4 1
12
5) Oficial primero en propiedad (12 de febrero de 1824)
9
18
6) Oficial segundo (6 de diciembre de 1824)
4
25
7) Portero de la Tesorería (1° de septiembre de 1829) Total hasta fin de junio de 1832 194
4
2
9
22
10
25
Funcionario colonial mulato . (145) Su carrera, ilustra movilidad asaz trémula . En efecto, por espacio de once años, es redactor "supernumerario" de la Tesorería (1794-1805) . Es, pues, un antiguo servidor público nacido en la segunda mitad del siglo XVIII . En 1817, ya cincuentón, deviene únicamente tercer redactor casi tres años . Mas, desde los albores de la república, Vicente José BORBUA es nombrado segundo redactor, cargo que guarda un año y medio . Finalmente, en 1829, pasa a ser -irónicamente- "portero" de la Tesorería. En el documento hallado, dícese que es oriundo de Portobelo donde funge como redactor supernumerario de la Administración de Correos en 1786 (a los 22 años) . Redactor supernumerario de la Oficina de Aguardientes de Panamá, en 1787, año y medio . El salario que devenga, en las postrimerías de su existencia (400 pesos) no es elevado . Pese a su avanzada edad (sesenta y ocho años), BORBUA yace en la inopia . Cosa curiosa, su movilidad fue superior en el coloniaje . Por vez primera, hemos mencionado los pormenores de un burócrata que no emana de la oligarquía urbana . Además, no ésta integrado al patriciado de la ciudad . Su curriculum vitae es valiosísimo porque demuestra, con atino, los avatares y las vicisitudes de la parábola vital de un servidor público de color, incapaz de surgir avante después de proclamada la independencia de España . Sin embargo, aún antes de 1821, el hecho de haber sido, frecuentemente, un supernumerario pone de relieve el carácter marginal de su posición .
(144) Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo I (enero 1832-octubre 1832), f . 850 (anverso y reverso) . (145)
Ver, con provecho, OTS CAPDEQUI, José María, Las instituciones del Nuevo Reino de Granada al tiempo de la independencia op. cit, p . 59 . 195
La carrera del funcionario José AROSEMENA DE LA BARRERA (1821-1832)
j)
Hermano del prócer Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA, cumple treinta y cinco años en 1832 . Primer redactor de la Aduana de Panamá, gana 500 pesos anualmente . Casado . Precisemos sus empleos sucesivos (146) :
DURACION ON
EMPLEOS
años 1) Oficial tercero de Aduana (6 de noviembre de 1821) 2) Oficial segundo de id . (1° de noviembre de 1824)
2
3) Guarda Almacén interino (31 de enero de 1826)
1
meses
días
11
25
3 16
4) Oficial primero de Aduana (16 de febrero de 1827)
7
13
5) Guarda Almacén interino (1° de de 1827)
3
16
6) Guarda Almacén con aprobación del gobierno central (17 de enero de 1828) 7) Oficial primero de Aduana (1° de mayo de 1828)
3
14
4
8) Guarda Almacén interino (1° de septiembre de 1828)
4
11
9) Oficial primero de Aduana (12 de enero de 1829)
3
5
19
Total hasta el 30 de junio de 1832
10
7
24
(146)
196
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo I (enero 1832-octubre 1832), f . 69 (anverso y reverso).
No sirve sino en Panamá, su urbe natal . Conocemos sus calificaciones morales . Son suministradas por Manuel GARCIA DE PAREDES, uno de los burócratas criollos mayores y cuyo compacto curriculum vitae inspiró un comentario anterior . Su disposición natural ("aptitud") es suficiente . Su talento : mediano . Y su conducta : buena. Innegable su probidad . Demuestra perseverancia . Su adhesión al "sistema republicano" es conocida . Contrariamente a su hermano (Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA), cuyos empleos militares son numerosos de 1820 a 1830, el precitado denuncia una vocación "burocrática" acentuada desde el principio de su carrera aduanera, incoada al finalizar la época hispana, el 6 de noviembre de 1821, es decir, veintidós días antes de la independencia . . Primeramente, ocupa el puesto de tercer redactor de la Aduana de Panamá tres años . En 1824, es segundo redactor . Guarda almacén, hacia 1826, es nombrado primer redactor de la Aduana de Panamá en 1827 . Con todo, retorna, siete meses más tarde, al previo destino . Finalmente, por 1829, es primer oficial de la Aduana de Panamá . Pese a su talento "regular", logra ascender, progresivamente, en el ramo ele las aduanas . Ciertamente, sus honorarios (500 pesos) son más de tres veces inferiores a los dineros recibidos por su hermano (1,800 pesos) cuando fuera Administrador de Aduana . Empero, de tercer redactor, en 1821, al iniciar sus quehaceres, ocupa, en varias ocasiones, el cargo de primer redactor (en 1827, 1828 y 1829) . No es buena su movilidad, pero parece constante. Por oposición al mulato Vicente José BORBUA, José AROSEMENA DE LA BARRERA trepa, sensiblemente más rápido, la escala burocrática . En efecto, deviene primer redactor de la Aduana de Panamá cinco años después de su primera nominación . Entretanto, BORBUA debe esperar treinta años para atrapar ese cargo en la Tesorería . Uno es primer redactor a la edad de treinta años . En cambio, el segundo lleva cumplidos los sesenta años cuando accede a ese puesto . Frisar tamaña edad para ser promovido a un rango superior no constituye para nada un índice de movilidad . Ciertamente, aquélla, demográficamente excepcional en Panamá, por lo menos en el decimonono, no es, particularmente, la época de los ascensos . Una ostensible barrera crece, pues, entre las hojas de servicios frecuentemente fulgurantes de los criollos y las vidas, más bien penosas, de los burócratas mulatos . El parangón recién esbozado, más arriba, reviste cardinal importancia para comprender las desigualdades que florecen en la burocracia panameña . 197
k) La carrera del funcionario Carlos de FABREGA DE LA BARRERA (1826-1838) Unidad urbana de la familia FABREGA, ruralizada y latifundista. En efecto, es hijo del General José de FABREGA. Contador en la Aduana de Panamá, casado, con treinta y cuatro años en 1838 . Recibe anualmente, 1,200 pesos . Precisemos sus empleos sucesivos (147) :
EMPLEOS
DURACION años
meses
días
1) Oficial en el Ministerio de Relaciones Exteriores en Bogotá (1° de junio de 1826)
2
26
2) Administrador de impuestos directos en Veraguas (6 de septiembre de 1826)
6
3) Secretario de gobierno en Veraguas ( 6 de marzo de 1827)
-
9
4) Oficial primero de gobierno en Veraguas (15 de marzo de 1834)
2
6
4
5) Administrador interino de la Aduana de Panamá (4 de octubre de 1836)
2
29
6) Contador interino de la Aduana de Panamá ( 2 de enero de 1837) 7) Contador de la Aduana de Panamá (6 de marzo de 1837)
2
4
3
25
Total hasta el 30 de junio de 1832
(147)
1 98
1
11
9
13
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación (le la Provincia de Panamá, Torno VIII (abril 1838-enero 1839), f. 359 (anverso y reverso) .
Trabajó en Bogotá, Panamá y Veraguas. Por añadidura, profesor de lenguas en el Colegio del istmo a partir del mes de junio de 1836 . Intérprete del gobierno, "sirve . . . gratis" . Antes de 1834, dona sus honorarios a Colombia . En 1836, en tanto que administrador provisorio de la Aduana de Panamá, obra del mismo modo . Hechos semejantes prueban, a todas luces, que es individuo dotado de caudales . Expulsado por el caudillo mulato José Domingo ESPINAR, hacia 1830, a causa de sus "opiniones liberales" . Y, en 1831, por Juan Eligio ALZURU . Combatirá en su contra cerrando filas con el ejército formado, en Veraguas, para derrocarle . ¿Sus calificaciones morales? Mucha disposición natural ("aptitud") . Talento "mediocre" . Buena conducta . No poca probidad y "constancia" . La evolución -feliz- del burócrata Carlos de FABREGA DE LA BARRERA impone ciertas salvedades . Primeramente, la inicia en Santa Fe de Bogotá, en el seno del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde no permanece sino tres meses . La circunstancia de haber estrenado su labor de escritorio en Bogotá, a la sombra de una entidad estatal prestigiosísima, constituye parámetro excepcional por lo que respecta a un funcionario panameño . Luego, deviene, ese mismo año (1826), administrador de impuestos directos de Veraguas, provincia en la que dispone de infinidad de parientes poderosos y pastoralizados . Por 1827, ya es secretario del gobierno provincial de Veraguas . En 1834 : redactor de tal gobierno dos años y medio . Administrador provisorio de la Aduana de Panamá, en 1836, deviene contador, allá, en 1837. En definitiva, es procelosa y movida su carrera, pues sirve, repetimos, tanto en Bogotá como en Veraguas y en Panamá. Su movilidad horizontal y vertical no es menos evidente . Gana, insistimos, 1,200 pesos al año (suma considerable) . Además, su riqueza personal le permite desdeñar el cobro de su salario burocrático . Con frecuencia -sobre todo en la década de 1820 a 1830- lo regala, graciosamente, al gobierno colombiano : gesto hidalgo apreciadísimo por Bogotá . Pero, sólo emanará el ademán de algunos vástagos de linajes criollos acomodados . Desde su primer nombramiento, Carlos de FABREGA ocupa, estrictamente, cargos burocráticos, en contraste con la mayoría de sus homólogos criollos cuyos primeros destinos son castrenses . Aunque sea hijo de insigne general latifundista, conserva, invariablemente, puestos en sectores no militares . A semejanza de multitud de 199
funcionarios, cae en desgracia de 1830 a 1831 con ocasión del interregno de ESPINAR y ALZURU . 1)
La carrera del funcionario Manuel María DIAZ GARCIA DE PAREDES (1829-1838)
Fruto de una familia "burocrática" y encumbradísima, casado, futuro gobernador del Istmo, tiene veinte y seis años en 1838 . "Guarda mayor" de la Aduana de Panamá, devenga, anualmente, 800 pesos . Precisemos sus empleos sucesivos (148) :
DURACION
EMPLEOS
años 1) Oficial segundo interino de la renta de tabacos (21 de septiembre de 1829) 2) Oficial segundo de id . (7 de noviembre de 1829) 3) Oficial primero interino de id . (15 de septiembre de 1831)
1
meses
días
1
16
10
8
1
27
4) Juez primero cantonal de asuntos económicos 5) Jefe de obras municipales (8 de octubre de 1834) 6) Juez segundo cantonal de asuntos económicos
1
7) Jefe de obras provinciales (22 de octubre de 1835) 8) Guarda Mayor de la Aduana de Panamá (8 de marzo de 1837) Total hasta el 30 de junio de 1838
1
4
14
1
3
22
6
5
15
(148)
2 00
-
Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Tomo VIII (abril 1838-enero 1839), f. 360 (anverso y reverso) .
Trabaja a partir de sus diecisiete años en la Ciudad de Panamá . Combate, según su curriculum vitae, contra el "traidor" ALZURU en 1831 . Restaura la Gobernación en 1836 . ¿Sus prendas morales? Suficiente "aptitud" . Talento "regular" . Buena conducta . Probidad completa . Denuncia mucha "constancia" . Por último, su adhesión al "sistema republicano" de la Nueva Granada es indiscutible . A pesar de sus mocedades, copa puestos diversos en instituciones diferentes . Comienza en la Oficina del Tabaco . De juez cantonal de asuntos económicos transita hacia los trabajos públicos municipales y provinciales . Luego, se le nombra guarda mayor de la Aduana de Panamá . Comerciante-funcionario, consecuencia mera de una tradición burocrática por los cuatro costados, provisto de influjos decisivos a nivel de la maquinaria dirigente urbana, Manuel María DIAZ GARCIA DE PAREDES ignora las chocantes, múltiples y perennes vicisitudes que obstaculizan, tan despiadadamente, las biografías de otros funcionarios blancos y mulatos de la ciudad . Por oposición a Manuel ALEMAN (oficinista de origen hispano cuya carrera es azarosa) y a Vicente José BORBUA (mulato dotado de una hoja de servicios regresiva), este oligarca logra, desde un principio, descollar y en breve tiempo . Además, es persona plena de recursos comerciales variadísimos. No se trata, por tanto, de un simple empleado . Dispone de una fortuna en bienes raíces (urbanos y suburbanos) compacta . Este paralelo entre funcionarios-negociantes y funcionarios más bien desposeídos, quienes viven de sus salarios, nos parece a un tiempo esencial y capital . m) La carrera del funcionario Remigio LASSO DE LA VEGA (1830-1832) Pertenece a una estirpe respetabilísima de funcionarios coloniales urbanos, posteriormente ruralizados . (149) Declarada la independencia de España, el linaje va decayendo, por lo menos económicamente . En 1832, Remigio LASSO DE LA VEGA festejará sus treinta y seis años . Viudo y padre de varios infantes . Primer redactor de la Tesorería del Puerto de Chagres, gana 800 pesos . Precisemos sus empleos sucesivos (150) : (149)
(150)
Ver CASTILLERO REYES, Ernesto Jesús, Dr. Rafael Lasso de la Vega - Prelado, Legislador y Prócer.(1764.1831), Panameños Ilustres, 5, Imprenta Nacional, Panamá, 1952, passim . Ver ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DL COLOMBIA, Bogotá, Gobernación de la Provincia de Panamá, Torno 11 (diciembre 1832-julio 1833), f . 731 (anverso) . 20 1
EMPLEOS
DURACION años
meses
días
1) oficial primero de la Tesorería de Chagres (27 de agosto de 1830)
9
4
2) Tesorero accidental
3
20
3) Tesorero -administrador interino .
9
10
10
4
Total hasta junio de 1832
1
Impresiona, en grado sumo, la mediocridad de sus destinos . El aludido suscribe el acta de 1821 . Mas su riqueza decrece, sensiblemente, repetimos, a partir de la era republicana . En pliego confidencial, se le describe de la siguiente manera : falso patriota, sin "aptitudes" ni asiduidad ("aplicación") . Es, por lo demás, un beodo . Inferiremos, a la luz del documento furtivo, las causas personales y psicológicas de la desazón burocrática que corroe al antiguo prócer . Ninguna de las personalidades circunscritas posee un curriculum vitae tan escuálido . Contribuye su carrera, sin embargo, a elucidar el problema de la ruina de las familias coloniales adineradas que no logran conservar sus puestos ulteriormente . Los honorarios recibidos (800 pesos anualmente) son bien escasos . Por añadidura, no nos enfrentamos con un comerciante notorio . El ejercicio de un cargo burocrático de segunda, en el oscuro puerto de Chagres, no va enriquecer a este criollo viudo y padre de familia. (151) (151)
202
Paradójicamente, algunos parientes suyos obtendrán puestos brillantísimos en Colombia y en Venezuela, por ejemplo . Así Rafael LASSO DI : LA VEGA, Obispo de Mérida (Venezuela) y de Quito (Ecuador), asistirá a plurales sesiones legislativas habidas en Bogotá .
A despecho de la pauperización creciente, de que son presas algunas familias criollas, antaño hegemónicas, sus miembros suelen, momentáneamente, aspirar a empleos subalternos en la nueva administra-ción .Ciertamn,lpeoaíqudcen,olstade medios adecuados para vivir como antes . Sabrán de la indigencia y de las privaciones en plena república . Con todo, la situación de los burócratas mulatos -por excelencia Vicente José BORBUA- se deteriora más y más . En efecto, gana, anualmente, sólo 800 pesos . A primera vista, la diferencia puede parecer sensible, porque el criollo venido a menos devenga el doble de lo que recibe el añejo empleado de color . De hecho, plurales varones citados poseen salarios de 1,800 pesos, superiores, más de una vez, a la pitanza de Remigio LASSO DE LA VEGA . En suma, su salario, asaz bajo, permite apreciar la dimensión de la decadencia económica suya agravada por el hecho de no ser negociante .
VII . CONSIDERACIONES EN TORNO A LA BUROCRACIA URBANA 1) A excepción del servidor mulato, los doce notables asediados emanan de la burguesía comercial urbana . Contrariamente a la segunda mitad del siglo XIX, la burocracia permanece aún como privilegio del patriciado blanco y de quienes sean enviados por Bogotá . 2) Las personalidades evocadas son hombres nacidos bien durante la segunda mitad del siglo XVIII (Ramón VALLARINO JIMENEZ ; Manuel GARCIA DE PAREDES ; José CUCALON ; Mariano AROSEMENA DE LA BARRERA ; José AROSEMENA DE LA BARRERA ; Vicente José BORBUA ; Remigio LASSO DE LA VEGA), bien en la aurora del decimonono (Tomás MIRO ; José GARCIA DE PAREDES ; Manuel ALEMAN ; Bernardo ARCE MATA; Carlos de FABREGA DE LA BARRERA ; Manuel María DIAZ GARCIA DE PAREDES) . Entre ellos, pululan no pocos criollos, hijos o nietos de militares o de oficinistas españoles . (152) Estos burócratas heredan, de su tradición ancestral, el gusto por los cargos públicos . Conocen las limitaciones cíe la (152)
Respecto del sistema burocrático español en la América Latina, ver SARFATTI, Magali, Spanish Bureaucratic-Patrimonialism in America, Foreword by David E . After, VII-l29 p ., Politics of Modernization Series, N- 1, Institute of International Studies, University of California, Berkeley, 1966 . 2 03
agricultura en la zona de tránsito . Coadyuva la burocracia a sobrevivir sin que tengan que ejercer unos oficios "mecánicos" . Y perpetúa su desdén por el trabajo manual contribuyendo a exacerbar su parasitismo y aquello que los filósofos sociales, egresados de la oligarquía urbana (Justo AROSEMENA, por ejemplo), apellidan "empleomanía" . 3) El débil nivel de especialización de los burócratas es susceptible de ser medido a la luz de sus carreras . Cambian de funciones de un modo brusco y continuo . Saber leer y escribir permite, a los criollos, acceder a los empleos burocráticos locales . (153) 4) La burocracia urbana está basada más en el nepotismo y en el personalismo que en los méritos intelectuales de los funcionarios . A partir de las vidas apreciadas, constatamos cómo varios burócratas no están dotados de las cualidades inherentes a las funciones que desempeñan . El carácter particularista del reclutamiento engendra un clima, sin precedentes, de intrigas, de maquinaciones y de estratagemas . Los retratos confidenciales, adjuntos a las hojas de servicios, constituyen piezas indispensables para caracterizar el espíritu seminal de la burocracia panameña . Confeccionados en un estilo teóricamente neutro, definen, a los funcionarios, a partir de sus opciones políticas, de su riqueza, de sus rasgos y manías psicológicos e intelectuales, e inclusive de su física salud . Gracias a esas radiografías morales comprobamos que cl sistema de escogimiento no es en nada meritocrático . 5) En el Istmo, los sectores más prestigiosos de la burocracia son las aduanas, los correos y las finanzas . En el interior de cada uno, el puesto mejor cotizado es el de administrador (1,800 pesos al año) . Salta a la vista que el de tercer redactor es uno de los menos remunerados (400 pesos anuales) . En ciertos ramos de menor alcurnia (la Tesorería de los Diezmos, por ejemplo), los funcionarios no son asalariados y reciben sólo un porcentaje del producto coleccionado . 6) Una última salvedad apuntará al carácter local y regional de la burocracia . Salvo excepción, los funcionarios laboran en el Istmo . (153)
2 04
Contrariamente a muchas oligarquías latinoamericanas, la panameña no es ex , elusivamente universitaria . Infinidad de sus miembros son autodidactas o individuos apenas egresados de la escuela primaria . Ver, en cambio, AGULLA, Juan Carlos, Eclipse de una aristocracia : una investigación sobre las elites dirigentes de la ciudad de Córdoba, 156 p ., Ediciones Líbera, Buenos Aires, 1968 .
Mas, sus empleos extienden, por cierto, un dominio a la vez sobre la zona de tránsito y sobre una serie de regiones panameñas . Merced al riguroso examen de diversas carreras burocráticas y de los cargos multifacéticos enarbolados por patricios urbanos, estimamos haber demostrado el radio del poder local y regional suyo . La solidaridad testimoniada -a nivel de las cauciones- es compacta . En resumen, vemos emerger un grupo en extremo conciente de sí mismo . Sucintamente habremos cíe abordar el poder que esgrime la oligarquía urbana, a nivel de la Provincia de Panamá, al ojear los gobernantes procedentes de su órbita . VIII . OLIGARQUIA URBANA Y PODER PROVINCIAL Entre quienes mandan en Panamá (de 1821 a 1849), encontramos a prominentes oligarcas citadinos . Aparte de algunos individuos de cepa colombiana, catapultados por Bogotá, la élite lugareña dice presente . Enumeremos, por tanto, a los gobernantes provinciales . En primer término, el General José de FABREGA, arrullado en la Ciudad de Panamá, quien deviene, posteriormente, latifundista ruralizado, rige los destinos del Istmo de 1821 a 1822 . (154) En 1823, Carlos de ICAZA AROSEMENA, jurista y comerciante, le reemplaza . En el transcurso de 1831 a 1832, ostenta el cargo el Coronel Tomás HERRERA, futuro presidente de Colombia . Y, en 1832, toca al funcionario criollo Pedro JIMENEZ, cado, pasar por la Gobernación .
ya
evo-
El opulento negociante Juan Bautista FERAUD asciende a la palestra de 1833 a 1844 . Aunque francés de abolengo, está ligado, por su matrimonio, a riquísima familia de la comarca (los DIEZ) . Nacido en Popayán, antiguo embajador de Colombia en Londres y en París, el acomodado comerciante Manuel José HURTADO ARBOLEDA, gobierna de 1834 a 1836 . Por sus bodas, es pariente político de la influyente familia DIAZ . Renueva sus pruritos de poder Carlos de ICAZA AROSEMENA de 1838 a 1840 . (154)
Ver VALDES, Ramón María, Geografía de Panamá, 4a edición, notablemente corregida y aumentada . Casa Editorial Rita 1 . de Andreve, Benedetti Hermanos, Librería "La Unión", Panamá. 1914, p. 152 . 2 05
Proclama Panamá su independencia de la Nueva Granada en 1840 y permanece secesionado hasta 1841 . A la sazón, es jefe del Estado del istmo Tomás HERRERA . Y en 1842, Miguel CHIARI, selección de un linaje criollo pastoralizado, pasa por la Gobernación . Le sigue, un tanto más tarde, en 1845, Manuel QUESADA, burócrata y comerciante . De 1845 a 1849, recae el privilegio en Tomás HERRERA, a quien suplanta Manuel María DIAZ GARCIA DE PAREDES, mercader y varón de escritorio, cuya hoja de servicios repasamos con antelación . Y, finalmente, José de OBALDIA asume las riendas de la cosa pública por 1849 a 1850 . En definitiva, además del poder local y regional, la oligarquía urbana disfruta de un poder provincial considerabilísimo . La mayoría de los gobernantes son, antes que nada, tenderos, o funcionarios anuentes a la política liberal preconizada por los negociantes de la ciudad . IX. L A OLIGARQUIA URBANA Y EL PODER A NIVEL NACIONAL Oligarcas urbanos asisten, asiduamente, al Congreso habido en Bogotá, ora como senadores, ora a título de representantes. En el precedente capítulo, constatamos cómo un puñado de familias rurales de Veraguas monopoliza, de hecho, los escaños legislativos de su provincia . Propensión similar tiende a reproducirse en Panamá . A pesar de la enorme distancia que separa a esta urbe costeña del Pacífico de la capital andina, sus notables no vacilan en viajar anualmente rumbo al páramo, periplo bien arduo y, a veces mortal (155), el cual dura tres meses . Tomemos el período que va de 1833 a 1850 y aboquémonos a espigar la composición del personal legislativo escogido, por la Provincia de Panamá, para escalar la montaña granadina. Estando incompletos los datos que conciernen al lapso de 1822 a 1832, partamos, (155)
2 06
Ver BUSHNELL, David, The Santander Regime in Gran Colombia, University of Delaware Monographs Series, Number Five, University of Delaware Press, Newark, Delaware, 1954, p . 51,
pues, de la década siguiente, tal como hicimos en el capítulo relativo a Veraguas . Salta a la vista que conocemos algunos senadores y diputados elegidos por Panamá durante los años liminares de la república . Tales datos no contradicen, sin embargo, nuestras hipótesis en torno al elenco legislativo que habremos de investigar . Obtiene la familia AROSEMENA el máximo de asientos en el ágora santafereño . En diecisiete legislaturas, asisten sus miembros trece veces . Accidentalmente, los FABREGA, de Veraguas, arriban al mismo resultado . Entre 1822 y 1832, el primer linaje presencia las sesiones bogotanas de un modo multitudinario (así, Blas AROSEMENA DE LA BARRERA, es elegido senador en 1826 ; y su primo hermano, Carlos de ICAZA AROSEMENA, diputado en 1829) . Mas, repetimos, no disponemos de las series completas relativas a esa década. (156) Principiemos, pues, por el año de 1833 . Senador por Panamá: Blas AROSEMENA . (157) Sigue siéndolo en 1834 (158) y en 1835, amén de presidente del Senado . (159) Su hermano Mariano actúa como representante en 1835 . (160) Hacia 1836, Blas redeviene senador y vicepresidente del organismo al que pertenece, (161) puesto que guarda en 1838 (162) y en 1839 . (163 ) Durante esos dos años, preside, nuevamente, el Senado . Independízase Panamá de 1840 a 1841 . Y la Asamblea Constituyente del Istmo, reunida en 1841, tiene por vicepresidente a Mariano AROSEMENA, uno de los diputados por el Cantón de Panamá . (164) Su hijo, el médico Mariano AROSEMENA QUESADA, figura en carácter de diputado por el (156)
(157)
Respecto, por ejemplo, del año de 1825, ver, con provecho, CORTAZAR, Roberto, y CUERVO, Luis Augusto (compiladores), Congreso de 1825 . Cámara de Representantes . Actas, XXXII-378 p., Biblioteca de Historia Nacional, Volumen LXXVIII, Editorial Cromos, Bogotá, 1947 ; Congreso de 1825 . Senado . Actas, XXIII-791 p., Imprenta Nacional, Bogotá, 1952 . Los que compilan anotan los temas de las intervenciones del senador panameño Blas AROSEMENA . Hemos topado estos invaluables volúmenes en la Biblioteca Nacional de París . Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit., Tomo I, p. 166 .
(158)
Ibidem, p . 209 .
(159)
Ibidem, p . 233 .
(160)
Idem .
(161)
Ibidem, p . 254 .
(162)
Ibidem, p . 310 .
(163)
Ibidem, p . 329 .
(164)
Ibidem, p . 473 . 2 07
Cantón del Darién (zona despobladísima y selvática) . (165) Al promediar 1846, uno de los representantes por el departamento de Panamá, en Bogotá, es Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA, (166) hermano de los antiguos senadores Blas y Mariano AROSEMENA . En 1847, los dos representantes electos son : Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA y su sobrino Domingo AROSEMENA QUESADA. (167) Por último, alrededor de 1849 y 1850, el primer representante de 1847 retorna a la altiplanicie . En segundo lugar, intrépido político liberal panameño, José de OBALDIA -futuro presidente de Colombia- asciende siete veces a Bogotá . Por un azar, el tronco familiar latifundista GARCIA, de Veraguas, envía, a su turno, siete de sus satélites al Congreso . Con todo, José de OBALDIA asiste, solo, proeza excepcional . En efecto, es representante por Panamá en 1834, (168) 1835, (169) 1836, (170) 1837, (171) y 1838 . (172) Presidente de la Asamblea Constituyente del Istmo y diputado por el Cantón de Panamá en 1841 . En fin : senador por el departamento de Panamá en 1849 (173) y en 1850 . (174) Asiduo colaborador y amigo íntimo de Mariano AROSEMENA, defiende, ante el Congreso, unas tesis caras a los liberales istmeños, a saber, el otorgamiento de franquicias comerciales (175) y los diversos proyectos de canalización interoceánica, por ejemplo . Como vimos, funge como Gobernador de Panamá de 1848 a 1850 . En tercer lugar, José Angel SANTOS -oriundo de Cartagena-, pero aliado a los comerciantes panameños, observa siete veces -a semejanza de José de OBALDIA- las sesiones santafereñas . Elegido (165)
Idem .
(166)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit., Tomo II, p . 236 .
(167)
Ibidem, p. 294 .
(168)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit., Tomo l, p . 209 .
(169)
Ibidem, p. 233 .
(170) Ibidem, p. 255 . (171)
Ibidem, p . 280.
(172)
Ibidem, p . 310 .
(173)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op. cit., Tomo II, p. 418 .
(174)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op. cit ., Tomo III, p . 56 .
(175)
Sobre las diversas leyes proteccionistas, promulgadas por Bogotá a partir de 1821, ver, con provecho, OSPINA VASQUEZ, Luis, Industria y protección en Colombia, 1810.1930, Editorial Santafé, Medellín, 1955, pp . 96-98 y siguientes .
2 08
representante por Panamá en 1839 (176) y en 1840 . (177) Senador en 1844, (178) en 1845, (179) en 1846, (180) en 1847 (181) y en 1848 . (182) Dispone de intereses mercantiles en el istmo, donde residirá larguísimas temporadas . En cuarto término, plurales señores panameños se reúnen dos veces en las asambleas cordilleranas . El futuro gobernador Miguel CHIARI, burócrata ruralizado, viaja, a guisa de representante, en 1835 (183) y en 1836 . (184) El General Tomás HERRERA le imita en 1837 (185) y en 1840, (186) Este último fue, repetimos, Gobernador de Panamá (1831-1832) y jefe del Estado del Istmo (1840-1841) . Será asesinado en Bogotá siendo Presidente de la República . El Padre Ramón GARCIA DE PAREDES es representante por Panamá en 1843 (187) y en 1844 . (188) Fue también por Veraguas, cosa explicable en atención a su espíritu conservador . Los liberales panameños eran abiertamente hostiles a este levita . (189) Oficinista y comerciante criollo, José María VALLARINO CHIA- RI, repres nta Pan má en 1843 (190) y en 184 . (19 )
(176) (177) (178) (179)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit,, Turno 1, p. 330 . Ibídem, p . 365 . Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit., l omo II, p . 166 . Ibidem, p . 201 .
(180)
Ibídem, p. 237 .
(181)
Ibídem, p. 295.
(182)
Ibidem, p . 343 .
(183) (184)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op. cit., Tomo 1, p . 233 . Ibidem, p . 255 .
(185)
Ibidem, p . 280 .
(186)
Ibídem, p . 365 .
(187)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op . cit., Tomo 11, p . 132 . Ibidem, p. 167 .
(188)
(189) Ver CUERVO MÁRQUEZ, Carlos, Vida del doctor José Ignacio de Márquez, Tomo 11, Biblioteca de Historia Nacional, Volumen XVIII, Imprenta Nacional, Bogotá, 1917, p . 86 . (190) (191)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op. cit., Tomo II, p . 132 . Ibídem, p . 167 . 2 09
Y Juan Bautista FERAUD, como vimos, antiguo Gobernador de Panamá (1833-1834), sube a Santa Fe como representante tanto en 1844 (192) y en 1845 . (193) De origen cubano, el negociante José Agustín ARANGO, ligado, por su matrimonio, a mercantil familia de la plaza (los REMON), asiste, a la Cámara, en 1845 (194) y en 1846 . (195) Y Francisco ASPRILLA : en 1848 (196) y en 1849 . (197) En quinto lugar, ciertas personalidades ingresan sólo una vez a las salas del Congreso, a despecho de ser afamadas a nivel lugareño . Así, el ágil comerciante y reputado hombre de escritorio Bernardo ARCE MATA -próximo gobernador de Panamá- alcanza a ser representante en 1837 . (198) Luego, los tenderos José María REMON y Juan A . DIAZ le emulan en 1838 . (199) El primero es diputado por el Cantón de Panamá en la Asamblea Constituyente de 1841 . (200) Veterano Gobernador de Panamá y comerciante de nota, Pedro de OBARRIO, es senador por Panamá en 1842, (201) al tiempo que Pablo DEL BARRIO, criollo urbano y propietario de bienes raíces, se estrena, en la Cámara, en 1839 . (202) En este libro no habremos de incluir, por cierto, todos los apellidos de los senadores y diputados, nacidos en la actual Colombia, que reemplazan, en las bancas del Congreso, a los legisladores panameños (salvo, evidentemente, a José Angel SANTOS, avecindado por muchos años en el Istmo) . Urgen algunas consideraciones a propósito de la clase política vocera del departamento en la meseta bogotana .
(192)
Idem.
(193) (194)
Ibidem, p . 200 . Idem .
(195)
Ibidem, p. 236 .
(196)
Ibidem, p. 343 .
(197)
Ibidem, p. 416 .
(198)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op. cit., Tomo 1, p. 280 .
(199)
Ibidem, p. 310.
(200)
Ibidem, p. 473 .
(201)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op. cit, Tomo II, p . 76.
(202)
Ver ARBOLEDA, Gustavo, op. cit., Tomo 1, p. 330.
210
Primeramente, choca el carácter oligárquico del reclutamiento . En efecto, de 1833 a 1850, los AROSEMENA asisten, corroboramos, trece veces . Cosa curiosa, también los FABREGA . No obstante, el primer clan supera, al segundo, a lo largo de 1822 a 1830 . Lo arquitecturan juristas, teólogos, negociantes y casatenientes . En cambio, el personal legislativo de la familia FABREGA está menos diversificado . Nos explicamos : no abarca sino al General José de FABREGA, grande latifundista y gamonal, a más de sus hijos, landlords provinciales . En resumen, existe una ventaja de orden intelectual denunciada por los AROSEMENA -a nivel de la nación- desde que despunta la iniciación de la república . Efectivamente, el senador Blas AROSEMENA, jurisconsulto y teólogo, educado en el Bogotá virreinal, dispone de incontables amistades allá, pues perfecciona los estudios a la sombra de sus claustros a fines del coloniaje . Deviene, en variadísimas ocasiones, presidente del Senado . Es, por consiguiente, más un santafereño de adopción que un mero notable comarcano . En seguida, su hermano, Mariano AROSEMENA, instruido en Lima, es prestigioso comerciante y funcionario, incansable editor de diarios, libelos y pasquines liberales . A otro hermano suyo, Pablo AROSEMENA DE LA BARRERA, formado en Baltimore, se le reputa como donoso hombre de negocios y perenne burócrata . Finalmente, su sobrino, Domingo AROSEMENA QUESADA, estudiado en Bogotá, apasionadamente clerical, revelase plumífero y autor del fervoroso libro Sensaciones en Oriente, (203) salido a la luz en Nueva York, en 1859, donde relata sus peregrinaciones por la Tierra Santa, desde París, cual fidelísimo epígono del Vizconde Francois-René de CHATEAUBRIAND. En Bogotá, el hacedor del Itinéraire de Paris á Jerusalem es leidísimo con rara avidez . Cabe añadir, por último, que Mariano AROSEMENA QUESADA, celebre galeno, (204) asume el cargo de diputado por el Cantón del Darién, hacia 1841, en el seno de la Asamblea Constituyente del Estado del Istmo . Intelectualmente, los AROSEMENA brillan, en demasía, por lo menos en la primera mitad del decimonono . Y crece su impronta en Bogotá . En desquite, los (203)
Ver MIRO, Rodrigo, La literatura panameña (origen y proceso), 2a. edición, Imprenta Trejos Hermanos, San José, Costa Rica, 1972, p . 318 .
(204)
Dictó Anatomía en la Universidad de San Marcos (Lima) . Ver BASADRE, Jorge, Historia de la república del Perú, 1822-1933, 6a, edición aumentada y corregida, tomo V, segundo período, 1842 a 1866, La prosperidad falaz, Editorial Universitaria, Lima, 1969, p . 28 . 211
FABREGA veragüenses son, ante todo, señores de la tierra, notables parroquiales, sin aureola mental alguna . A esta primacía del cerebro de los cuadros urbanos, cabría adicionar su arraigo en la Ciudad de Panamá y en la zona de tránsito . Percibimos, desde un principio, una suerte de "colonialismo interno" ejercido por la capital ístmica sobre el hinterland . Así, apenas instaurado el Estado del Istmo, oligarcas urbanos suelen ser ungidos diputados por una amplia gama de cantones rurales . Por ejemplo, corroboramos, al boscoso e híspido Darién personifica ( ¡oh ironía! ) el facultativo Mariano AROSEMENA QUESADA . Al africano Portobelo : Ramón VALLARINO . Y el urbano José GARCIA DE PAREDES resulta diputado por la campestre Parita . Con vigor coruscante, su vocación de dominación política y territorial, su libido imperandi, se bosqueja fuera de la zona de tránsito . Una segunda advertencia corresponde al legislador José de OBALDIA, siete veces presente ante el Congreso . Ningún señor es elegido siete veces, individualmente, en Veraguas . Constatamos, más arriba, que los latifundistas veragüenses GARCIA ocurren, a Bogotá, por espacio de siete legislaturas . Aquí, también, se plantea el problema del nivel intelectual propio a los cuadros seleccionados por Panamá y por Veraguas . Hijo de comerciante vasco y de criolla panameña, José de OBALDIA nacerá al caducar la época hispana (1806) . Incoará los estudios de Derecho en la Universidad de Salamanca . (205) Por lo demás, se le conoce, de sobra, en los corrillos políticos de Bogotá . Muy por el contrario, los GARCIA son, a lo sumo, pasivos dueños de heredades bucólicas . Lustros más tarde, José de OBALDIA habrá de encargarse de la presidencia de Colombia . En definitiva, no personifica únicamente un oscuro notable local . Finalmente, sus relaciones de amistad, mantenidas, con el centro rector, multiplícanse sin cesar . Y prueba esta aseveración, contundentemente, la interminable correspondencia del Presidente Francisco de Paula SANTANDER . (206) (205)
Ver MIRO, Rodrigo, La literatura panameña (origen y proceso), op . cit., p . 120 .
(206)
Al particular, ver, por ejemplo, MENDOZA PEREZ, Diego ; HENAO, Jesús María ; y ARRUBLA, Gerardo, (directores), Archivo Santander, Volumen XXI, Aguila Negra Editorial, Carrera 7 .a, 540, Bogotá, MCMXXV, p . 343 . José de OBALDIA despacha una carta, al General Santander, escrita en Panamá, el 10 de octubre de 1835 . Critica allí la política conservadora adoptada por el General José de FABREGA . Ver, igualmente, MENDOZA PEREZ, niego ; HENAO, Jesús María ; ARRUBLA, Gerardo, (directores), Archivo Santander, Volumen XXII, Aguila Negra Editorial, Carrera 7 .a, 540, Bogotá, MCMXXV, p . 256 . En
212
Una tercera acotación incumbe al cartagenero José Angel SANTOS, en siete oportunidades diputado por el departamento de Panamá, sede de sus asuntos materiales . Privilegiado intermediario, participará, en los debates, defendiendo el programa económico y político de la oligarquía-urbana . Merced a sus cuantiosas relaciones bogotanas, facilitará los nexos entre los comerciantes panameños y el poder central. Asimismo, registramos la elección de burócratas istmeños, quienes residen en Santa Fe, en carácter de representantes (Miguel CHIARI, por ejemplo) . Habida cuenta del distanciamiento geográfico, la oligarquía urbana juzga, a ratos, preferible comisionar a un panameño, medianamente conocido en Bogotá, en vez de un candidato cuyo prestigio no supere los linderos locales . Mas, no cesa de sorprender, sin embargo, ver elegir (dos veces) a un sacerdote criollo en tanto que representante del Departamento de Panamá,. Nos referimos, naturalmente, a Ramón GARCIA DE PAREDES, de estirpe mercantil y burocrática . Elemento por excelencia conservador, es urticantemente vilipendiado por políticos liberales de la talla de un Mariano AROSEMENA . Al presbítero ultramontano compara, implícitamente, con TORQUEMADA . (207) Poderosa permanece aún la iglesia . Asiste este religioso con los tenderos, a Bogotá, carta escrita, en Cartagena, el 17 de agosto de 1836, José de OBALDIA pide un puesto burocrático para su "amigo íntimo" Mariano AROSEMENA, al General Santander. Añade, además, una súplica, formulada por Blas AROSEMENA, quien desearía ver nombrado el joven Luis GARCIA DE PAREDES conserje en el Palacio de la Gobernación de Panamá . Por lo que respecta al cariño acendrado experimentado por SANTANDER relativo a José de OBALDIA, ver, con provecho, CORTAZAR, Roberto, (compilador), Cartas y mensajes del General Francisco de Paula Santander, Volumen X, 1837-1840 y apéndice general, Librería Voluntad Ltda ., Bogotá, 1956, p . 171 . En efecto, exhorta, al militar istmeño Tomás HERRERA, a que envíe al Congreso, que debe reunirse en 1840-1841, unos senadores y diputados "inmejorables" como el "impertérrito' OBALDIA . La epístola fue escrita en Honda (Colombia), el 23 de enero de 1839 . (207)
Ver la carta, confeccionada por Mariano AROSEMENA, destinada al General SANTANDER, fechada en Panamá, a 10 de enero de 1838 . El descollante político liberal declara : "Va para allá el memorable padre (Ramón García de) Paredes a ser nuevamente el ludibrio de la Cámara de Representantes, y a atormentar los oídos del Poder Ejecutivo con las comisiones que lleva del partido revistero . Si éste algún día se alza en este país, no dude usted que renacerán los tiempos de Torquemada", Carta compilada por MENDOZA PEREZ, Diego ; HENAO, Jesús María ; y ARRUBLA, Gerardo, (directores), Archivo Santander, Volumen XXIII, Aguila Negra Editorial, Carrera 7 .a, 540, Bogotá, MCMXXVII, p. 371 . 213
mas, evidentemente, expone y apoya tesis hostiles a sus coterráneos . Concluyamos poniendo énfasis en el escogimiento del negociante, de ascendencia gala, Juan Bautista FERAUD, representante por el Departamento de Panamá. Veraguas elige, repetidamente, al comerciante y capitán de navío Juan Miguel LABARRIERE, a Bogotá . Existe, sin embargo, una diferencia entre ambos . En efecto, FERAUD fue Gobernador del Departamento, al tiempo que LABARRIERE era, más bien, un vendedor andarín aliado a los latifundistas de Veraguas . De nuevo, constatamos la aguda permeabilidad de la clase política panameña . La oligarquía urbana acepta, de mejor grado que los grupos dominantes rurales, ser representada por extranjeros en Bogotá . Sean ellos cartageneros (José Angel SANTOS), cubanos exilados (José Agustín ARANGO), o comerciantes portadores de sangre francesa (Juan Bautista FERAUD), la oligarquía urbana atestigua su cosmopolitismo e imaginación frente, esencialmente, al equipo veragüense . Constituido por señores de la tierra y presbíteros, carece de modernidad si se le compara con los fogosos legisladores del Departamento de Panamá cuyo liberalismo brilla como arista saltante . Este capítulo, dedicado al problema del poder local, regional y nacional de la oligarquía urbana, facilita personalizar aún más el panorama trazado . La solidaridad, la cohesión, que testimonia, de 1821 a 1849, son ejemplares . Ya es un grupo bien conciente de sí mismo . El minucioso examen de la burocracia raizal constituye útil indispensable para aprehender y comprender el haz de alianzas que germina en el seno de la ciudadela . Las carreras de una gama de funcionarios -con su arsenal de cargos, de fechas y de evaluaciones éticasobsequian informaciones cuantitativas y cualitativas valiosísimas . Gracias a su paciente lectura, reconstruimos, fácilmente, la vida cotidiana de los burócratas criollos (y mulatos), sus destellos y sombras, sus luchas y sus cualidades morales y psicológicas . Para terminar, la oligarquía urbana detenta, además, poder regional y provincial extenso . No le satisface portar una vocación llanamente municipal . En Bogotá, dispone de aliados múltiples y temibles . Pese a la distancia geográfica, logra establecer redes de comunicaciones sólidas y perdurables y compactas con la capital de Colombia . Su elenco legislativo parece menos arcaico que el veragüense, aun cuando ambos permanezcan fundamentalmente "oligárquicos" desde miradores relativos al reclutamiento . 2 14
CAPITULO QUINTO TRANSFORMACION URBANA
DE MENTALIDADES Y OLIGARQUIA
Principiaremos estas reflexiones bajo la forma de unas preguntas . ¿En qué cavilan los panameños durante la primera mitad del siglo XIX? Y, más exactamente, ¿cuáles son sus esquemas de pensamiento? ¿Cómo los ideólogos de la oligarquía urbana habrán de transformar la sociedad? ¿Cuáles obstáculos conspiran contra su metamorfosis? Trataremos de abordar esta problemática estudiando, principalmente, los escritos de algunos miembros del patriciado . Modificar las mentalidades constituye empresa de suyo ardua en la medida en que la lentitud se opone a su variación . (1) Con todo, los ideólogos criollos conciben el cambio como un proceso merced al cual el sistema de valores, herencia del coloniaje, basado en el animismo, cuyas normas son la estabilidad comunitaria, el providencialismo, la rigidez consagrada por los usos y la moral acrítica, sufrirá desdibujamientos ostensibles . Gracias a la introducción de contra-valores -como el mecanicismo, la ética "industrial" y el nacionalismo- y de contra-normas concomitantes -el liberalismo y la democracia formal-, la oligarquía urbana aspirará a edificar una nueva sociedad . (2) Expondremos, sucintamente, algunos temas cardinales y axiales que fundamentan la filosofía de los ideólogos civilistas, residentes en la Ciudad de Panamá .
(1)
(2)
Ver LE GOFF, Jacques, "Les mentalités : une histoire ambiguo", en LE GOFF, Jacques, y NORA, Pierre, (compiladores), Faire de l'histoire, tercera parte, Tomo 3, Nouveaux objets, 'Bibliothéque des histoires, NRF, Editions Gallimard, París, 1974, p . 82, y, asimismo, BOUTCHOUL, Gasten, Les mentalités, quinta edición, "Que sais-je? ", le point des connaissances actuelles, n' 545, Presses Universitaires de France, París, 1971, p . 32 . En torno al problema del cambio de valores y de normas en Colombia desde el coloniaje hasta nuestros días, ver, con provecho, FALS BORDA, Orlando, Subversion and Social Change in Colombia, Translated by Jacqueline D . Skiles, Institute of Latin American Studies, Columbia University, Columbia University Press, New York and London, 1969, p . 209 . 215
I. ALGUNOS TEMAS A. LA MODIFICACION DE LA TEMPORALIDAD COLONIAL Cosa curiosa, ningún historiador panameño ha notado, en libros, el afán, visible en los ideólogos nativos, por liquidar la temporalidad colonial que subsistía después de la independencia de 1821 . Esa idea, progresiva e iconoclasta, es bien constante en la pluma de Mariano AROSEMENA, Implícitamente, percibe que existe correlación entre el tiempo social y el desarrollo . (3) Una de las críticas más incisivas alude al ocio de la población panameña, incluso criolla . Al finalizar la época hispana, el año posee más de cien días de asueto . (4) Huérfanos de una ética del trabajo, los panameños dilapidan sus vidas en diversiones frívolas . (5) Harto lúdica es su visión del mundo . (6) Impresionan, al prócer, la desidia y la molicie de los istmeños . (7) La holgazanería engendra infinidad de vicios en sus coterráneos . La bebida, el baile, las carreras hípicas, las peleas gallísticas, la tauromaquia, los naipes, los torneos, absorben sus días, (8) situación que persiste luego de proclamada la independencia formal . (9) Pues bien, urge iniciar el proceso de transformación de mentalidades mutando esa temporalidad vacía, problema aún vigente en Panamá, donde el tiempo sigue impregnado de bastante imprecisión . Lo cual prueba la durabilidad de una peculiar frame of mind . (3)
(4)
Ver, passim, REZSOHAZY, Rudolf, Temps social et développement Le¡ róle des facteurs socio-culturels dans la croissance, 248 p., La Renaissance du Livre, Bruxelles, 1970, y, también, passim, el ambicioso libro de CORTEN, André, Valeurs sociales et économies au seuil de la croissance . Essai de sociologic de la connaissance, 235 p ., Editions Nauwelaerts, 2, place Mgr Ladeuze, Louvain, Béatrice-Nauwelaerts, 4, rue de Fleurus, París VIc, 1967 . Consultar, por último, ISAMBERT, Francois-André, "Compte-rendu de la Vocation actuelle de la sociologic . Tome II : Antécédents et perspectives, de Georges Guwiteh", en Revue francaise dc sociologie, Volume IV, n° 4, París, octubre-diciembre de 1963, pp . 455-456 . Ver AROSEMENA, Mariano, Apuntamientos históricos (1801-1840), PublicacioI1adEnm,ueptlsrocMióBbñea Nacional, Panamá, 1949, p . 11 .
(5)
ídem .
(6)
Ibidem, p . 10 .
( 7)
Ibidem, p . 38 .
(8)
Ihidem, pp . 38-39 .
(9)
Ibidem, p. 39 .
216
A los ojos de Mariano AROSEMENA, ningún progreso sería viable si la temporalidad colonial permaneciera incólume . En 1834, se deleita cuando el Papa Gregorio XVI reduce las jornadas festivas a doce al año, exceptuando los domingos . (10) El ocio, por fin, será vencido .
B. EL ANTICLERICALISMO Y LA MASONERIA Como vemos, hay un nexo entre la temporalidad colonial y la resignación preconizada por la religión católica . Desde el principio, el prócer civilista Mariano AROSEMENA advierte la lógica de tal correlación . Estigmatiza las "prácticas religiosas fanáticas" y la ignorancia . (11) En efecto, las supersticiones múltiples, la "ceguedad fanática" (12), la creencia en brujas, fantasmas, aparecidos, hechizos, constituyen los pilares de semejante religiosidad, basada, fundamentalmente, en ritos exteriores (13), considerados como ridículos y extravagantes . Por oposición al protestantismo, que permite la eclosión del espíritu de tolerancia, cuyo auge celebra -al igual que TOCQUEVILLE- en los Estados Unidos del Norte, Mariano AROSEMENA ve, en la versión ultramontana del catolicismo, un obstáculo al desarrollo de la sociedad panameña . De resto, la autoridad temporal y espiritual de la iglesia católica es cuestionada por la prensa de la Ciudad de Panamá . (15) El hombre debe ser juez único de sus actos . Vale decir : es menester convertir al caballero cristiano en horno oeconomicus . (16) (10) (11)
Ibídem, p . 246 . Ibidem, p . 10 .
(12)
Ibidem, p . 28 .
(13)
Idem .
(14)
Ibidem, p . 16,
(15)
Ver "Alcance al Número 18 del Comercio Libre", Panamá, domingo 13 de abril de 1834, p. 2, columna primera . Ejemplar consultado en la Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, hacia agosto de 1974 .
(16) Ver JARAMILLO URIBE, Jaime, El pensamiento colombiano en el siglo XIX, Editorial Temis, Bogotá, 1964, p . 23, Desde el principio de la era republicana, los conservadores colombianos se oponen a la modernidad . Consultar, a guisa de ejemplo, CUERVO, Luis Augusto (editor), Epistolario del doctor Rufino Cuervo (1826-1840), Tomo I, Biblioteca de Historia Nacional, Bogotá, 1918, p . 107 . 21 7
No obstante, el anticlericalismo de los criollos no excluye su deísmo y confianza en la Providencia . En Panamá, éstos citan, simultáneamente, a VOLTAIRE, a BOSSUET y a LAMMENAIS, asimilando el espíritu de la Ilustración con un siglo de retraso . Conviene anotar que, en efecto, las logias masónicas, de inspiración británica, se multiplican en Colombia . (17) En el Istmo, el rito escocés es importado de Jamaica . No pocos comerciantes, criollos y extranjeros, animan las logias . El 14 de julio de 1821, fúndase "La Mejor Unión" en Panamá . (18) Entre los firmantes del acta de independencia de 1821, encontramos varios masones : Manuel María de AYALA, José VALLARINO JIMENEZ y José Antonio ZERDA . (19) En documento que data de 1822, leense los nombres de algunos masones que residen en la capital . Criollos : Ramón VALLARINO JIMENEZ, José María GOYTIA, introductor de la imprenta en Panamá, hacia 1821, Manuel María de AYALA, Manuel José DUTARI y José Antonio ZERDA . (20) Extranjeros : Marcos RADONICICH, yugoeslavo de origen, cuyos vínculos con el Consejo Supremo de Francia, en París, son diversos (21) ; el negociante Carlos PLICET, el militar irlandés Francis Burdett O'CONNOR, su homólogo español Pedro RUBIAL, y el médico peninsular Joaquín MORRO . (22) La logia panameña, a que aludimos, acoge a todos los prosélitos que arriban aquí, procedentes del Atlántico o del Pacífico . (23) En 1824, cuando el teniente panameño José María ALEMAN es nombrado "maestro", su certificado masónico es firmado por el "venerable maestro" Ramón VALLARINO JIMENEZ, por el "primer zelador" José Antonio ZERDA, por el "segundo zelador" Bartolomé GARCIA DE PAREDES, por el "orador" Manuel María de (17)
Ver BUSHNELL, David, The Santander Regime in Gran Colombia, University of Delaware Monographs Series, Number Five, University of Delaware Press, Newark, Delaware, 1954, p . 211 .
(18)
Ver CARNICELLI, Américo, La masonería en la independencia de América, Tomo 1, Secretos de la Historia, Cooperativa Nacional de Artes Gráficas, Ltda ., Bogotá, 1970, p. 260.
(19)
Ibidem, p . 255 .
(20)
Ibidem, p . 262,
(21)
Ibídem, p . 260 .
(22)
Ibidem, p . 262 .
(23)
Ibidem, p . 263 .
2 18
AYALA, por el "guarda sellos" Juan Bautista FERAUD, acaudaladísimo negociante, por el médico español Joaquín MORRO, pariente político de próspera familia burguesa, y por el "secretario" José Luis MUÑOZ, militar . (24) Casi todos los masones citados son comerciantes muy vinculados a Jamaica . Pero, ¿por qué esa ínsula? La respuesta es simple . Las primeras logias del Caribe surgen allá, en 1739 (Kingston), en 1742 (Port Royal), en 1771 (Kingston), en 1773 (Kingston) . (25) Los comerciantes panameños viajan, de seguido, a Jamaica a fin de comprar mercancías europeas . Se impregnan, progresivamente, de las ideas masónicas . Políticamente, éstas no contradicen los ideales de libertad, de democracia y de tolerancia por los cuales luchan . Además, la masonería permanece vivaz en las Antillas francesas . Entre los negociantes más afortunados, establecidos en Panamá, contamos con varios extranjeros de origen galo (Juan Bautista FERAUD, Carlos PLICET, Juan Miguel LABARRIERE) . En Martinica, la primera logia data de 1739 y llámase "La Perfecta Unión" . Las siguientes son fundadas en 1771, 1777, 1803, 1814, 1820 y 1821 . Finalmente, en Haití, la primera es creada en 1748 . La segunda mitad del siglo XVIII presencia la eclosión de nuevos círculos en esa colonia francesa (1763, 1765, 1767 y 1772) . (26) Al fin y al cabo, los comerciantes de las ciudades costaneras colombianas (Panamá, Cartagena) acceden a la modernidad por intermedio de Jamaica y de las Antillas no españolas . Geográficamente, esas islas son los únicos "polos innovadores" próximos al continente . Semejante coyuntura une no solamente las ciudades marinas colombianas a Jamaica, por ejemplo, sino, también, a Panamá y Cartagena . Así, a partir de 1833, la masonería panameña depende del Consejo Supremo de Cartagena . (27) Aun en Bogotá, capital andina, la masonería, de vena británica, es importada de Jamaica por el comerciante colombiano Francisco (24)
Ibidem, p . 263-264 .
(25)
Ibidem, p . 38 .
(26)
Ibidem, p . 39 .
(27)
Ver HOENIGSBERG, Julio, Influencia revolucionaria de la masonería en Europa y América. Esbozos históricos, Editorial ABC, Bogotá, 1944, p . 252 . 2 19
de URQUINAONA, hacia 1820 . (28) Su fortuna, entre los militares granadinos, es tan grande que un autor se atreve a afirmar que las logias se asemejan a unos clubes castrenses (a escala continental) . (29) Mas, entre civiles --liberales y anticlericales- los masones abundan . Así, tanto el presidente colombiano, Francisco de Paula SANTANDER, como su gabinete íntegro, adhieren a las logias . (30) En fin, los sacerdotes radicales les imitan, (31) Teóricamente, la sociedad secreta masónica puede provocar el cambio de mentalidades . En verdad, el criollo masón rechaza, de golpe, las formas ideológicas coloniales en nombre de la modernidad . Sin embargo, trátase de un instrumento manipulado por una pequeña camarilla criolla o ultramarina . Su carácter secreto, furtivo, la convierte en institución de clase . Además, representa medio de movilidad social ascendente utilizado por ciertos civiles y milita res . (32) No pocos eruditos consideran a la masonería a título de moda pasajera . Porque pregona unos ideales de fraternidad universal y un culto a la humanidad, su popularidad aumenta en los círculos criollos urbanos . Habida cuenta de su índole minoritaria y exclusiva, su prestigio no cesa de crecer . (33) Con todo, a despecho de ello, articula una serie de anti-normas y de anti-valores . Y se desarrolla bajo el influjo de Inglaterra . En las postrimerías de la primera mitad del decimonono, el comerciante panameño José VALLARINO JIMENEZ, inaugura la logia "Estrella del Tequendama", en Bogotá (1849), la cual practica el rito escocés y obedece los designios del Gran Oriente de París . En Santa Fe, la masonería labora, activamente, contra los (28)
Ver, con provecho, GROOT, José Manuel, Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada, escrita sobre documentos auténticos, Torno 111, Imprenta i Estereoti- .pi2a1deMroRvs,Bgtá1870p
(29)
Ver BUSHNELL, David, op. cit ., pp . 211-212 .
(30)
Ibidem, p . 212 .
(31)
Ver GROOT', José Manuel, op. cit., p . 223 .
(32)
Ver BUSHNELL, David, op . cit., p . 212 .
(33)
Ver, entre otros, a FERRER BENIMELI, José A ., Masonería e inquisición en Latinoamérica durante el siglo XVIII, Universidad Católica "Andrés Bello", Instituto de investigaciones Históricas, Caracas, 1973, pp . 8-9 . Ver, asimismo, SAMPER, José María, Historia de un alma, 1834 a 1881, Volumen primero, Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, Editorial Kelly, Bogotá, 1946, pp . 220-221 .
220
jesuitas, según observa el político liberal José María SAMPER . Esa orden religiosa es expulsada en 1850 . Aparte de su tono aparentemente pintoresco, persigue el debilitamiento del poder temporal de la iglesia católica . La expulsión de los jesuitas débese al dinamismo y denuedo de las logias . Es significativo el que masones panameños, miembros de la oligarquía urbana (por ejemplo, José VALLARINO JIMENEZ), hubiesen instituido logias en Bogotá, venero clerical por excelencia . C. LA XENOFILIA En realidad de verdad, el Istmo no progresará sino a condición de que abra sus puertas a los extranjeros . Merced a los contactos con éstos últimos, Panamá se enriquecerá humanamente, a semejanza de los Estados Unidos de América . (34) Xenofilia y comercio se complementan a la luz de semejante proyecto . Las relaciones mantenidas con empresarios británicos u otros de las Antillas son altamente apreciadas (35), pues favorecen, económicamente, a los miembros de la oligarquía urbana . De otra parte, aumentan el intercambio de ideas inéditas . Así, como vimos más arriba, la masonería, calcada de Jamaica, representa arma eficaz con que abolir la intolerancia religiosa, de raigambre colo-ni .al Asimismo, el extranjero -europeo o norteamericano- es juzgado como aliado indispensable para promover reformas varias y consolidar las balbucientes naciones . Urge, pues, fomentar su inmigración a toda costa . (36) Al prócer Mariano AROSEMENA le place la llegada de incontables súbditos foráneos a partir de los primeros años del período de anexión a Colombia . (37) Estratégicamente, la debilidad demográfica de los blancos urbanos -ante las gentes de color- explica, en parte, la obsesiva xenofilia de los criollos . (38) Por otra parte, éstos no son económicamente poderosos . En efecto, los proyectos de construcción de un ferrocarril transístmico o de un canal interoceánico surgen, casi (34)
Ver AROSEMENA, Mariano, op . cit., p . 16.
(35)
Ibidem, p . 47 .
(36)
Ibidem, p . 150 .
(37)
Ibidem, p . 153 .
(38)
Ver BUSHNELL, David, op . cit, p . 144 . 22 1
siempre, de cerebros no autóctonos . Los comerciantes lugareños dependen, desde el principio, de los capitales metropolitanos . (39) Nacionalizar los colonos recién desembarcados, moralizar la población merced a esa nueva inyección demográfica : tal es la política que debe ser adoptada . (40) En toda Colombia, la necesidad de inmigrantes es percibida como condición favorable al desarrollo . (41) D. LA BUSQUEDA DE LO CONCRETO Y DE LO PRACTICO Ante las actitudes de resignación y de pasividad, de cuño hispánico tradicional, el criollo urbano aspira a instaurar un sistema de valores centrado en lo concreto . Al definir su siglo llamándolo "del comercio, de las luces, de lo positivo y de lo útil" (42), desdeña el ocio y las especulaciones idealistas . Liberal y comercial, la oligarquía urbana concibe el modelo anglosajón como el que permitirá el progreso y la holgura de la sociedad panameña . La anglomanía y la exacerbada admiración por los Estados Unidos del Norte marcan la mente del criollo . (45) Solamente, por ende, las actividades "útiles y lucrativas" coadyuvarán al avance seguro del país . (44) El espíritu utilitarista, combinado con el de la Ilustración, más antiguo, inspira infinidad de reformas . Las "sociedades de amigos (39) Ver, con detenimiento, SAFFORD, Frank, "Foreign and National Enterprise in Nineteenth-Century Colombia", en Business History Review, Volume XXXIX, Number 4, Boston, Winter 1965, p . 509, y además, FIGUEROA NAVARRO, Alfredo, "L'oligarchie de la ville de Panama et le commerce avec l'étranger (1821-1849)", en revista Civilisations, Volume 25, n- 1-2, Bruxelles, Belgique, 1975, pp . 99-102. (40)
Ver MENDEZ PEREIRA, Octavio, justo Arosemena, Imprenta Nacional, Panamá, 1919, p. 23 y p . 111 .
(41)
Ver JARAMILLO URIBE, Jaime, op . cit., p. 37 .
(42)
Ver AROSEMENA, Mariano, Historia y nacionalidad : (testimonios éditos e inéditos), Editorial Universitaria, Imprenta de la Universidad dc Panamá, 1971, p . 51 . En lo atinente al carácter conservador de la cultura en Colombia, ver,, passim, PORRAS TROCONIS, Gabriel, Historia de la cultura en el Nuevo Reino de Granada, X-555 p ., Publicaciones de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones ¡Científicas, . Sevilla, 1952, y RIVAS SACCONI, José Manuel, El latín en Colombia . Bosquejo histórico del humanismo colombiano, Publicaciones del Instituto Caro y Cuervo, 111, Talleres Editoriales de la Librería Voluntad, S .A ., Bogotá, 1949, capítulos X y XI .
(43)
Ver JARAMILLO URIBE, Jaime, op . cit., pp . 38-39 .
(44)
Ver AROSEMENA, Mariano, op. eit ., p . 113 .
22 2
del país", novedosas instituciones que florecen en España, desde el siglo XVIII, posteriormente injertadas, por los criollos, en el Nuevo Mundo, son asociaciones "reformistas" . Proclaman la adopción de una serie de medidas concretas a fin de enaltecer la agricultura, el comercio, la educación y la burocracia . (45) A sus miembros interesan los problemas locales y regionales . Están imbuidos de un entusiasmo civil bien pronunciado . Redactan luengos informes sobre la situación comercial, agrícola, económica y financiera del Istmo . Finalmente, aceptan, con sumo optimismo, todos los proyectos emanados de capitalistas extranjeros, concernientes a la construcción de una vía interoceánica . Importa añadir que el sentido práctico de la vida impele a los criollos urbanos a educar sus hijos en los Estados Unidos, en Inglaterra o en Francia . (46) Las carreras técnicas -química, ingeniería civil (47), contabilidad (48)-- adquieren prestigio creciente frente a las polvorientas carreras teóricas coloniales (teología, filosofía, derecho) . La crisis de las vocaciones sacerdotales, en el seno de la oligarquía urbana, no tarda en cundir . El desprecio hacia la literatura pura emana de esa búsqueda de lo práctico y de lo material . Así, es una unidad piadosa y conservadora de la familia AROSEMENA (Domingo AROSEMENA QUESADA), fallecido en París, quien escribe el primer libro panameño no utilitario -Sensaciones (45)
Ver MOSCOTE, José Dolores, y ARCE, Enrique Juan, La vida ejemplar de Justo Arosemena, Imprenta Nacional, Panamá, 1956, p . 42, y SARRAILI1, Jean, L'Espagne éclairée de la seconde moitié du XVIlle siécle, 2e tirage de l'édition originale, Témoins de l'Espagne, Série historique -1-, Librairie C . Klincksieck, Paris, 1964, p . 225 . Ver, por último, SHAPER, Robert Jones, The Economic Societies in the Spanish World (1763 .1821), Syracuse University Press, Book Craftsmen Associates, Inc ., New York, 1958, pp . 272-274 .
(46)
Ver, con sumo provecho, SAFFORD, Frank, "In Search of the Practical : Colombian Students in Foreign Lands", en The Hispanic American Historical Review, Volume 52, Number 2, Duke University Press, Durham, North Carolina, May 1972, p . 234 .
(47)
Consultar, a propósito de los estudios de ingeniería, perfeccionados en Inglaterra y en Francia por Manuel José HURTADO, el opúsculo de SUSTO LARA, Juan Antonio, Manuel José Hurtado, padre de la instrucción pública (1821-1887), Panameños Ilustres, 6, Cincuentenario de la República, Imprenta Nacional, Panamá, 1953, p . 16 .
(48)
Leopoldo José AROSEMENA (1845-1895) redactó varios tratados de contabilidad, publicados en Lima, Perú . Al respecto, consultar MIRO, Rodrigo, La literatura panameña (origen y proceso), 2a edición, Imprenta Trejos Hermanos, San José, Costa Rica, 1972, pp . 179-181 . 223
en Oriente, ó impresiones bíblicas de un granadino en la Tierra Santa (Nueva York, 1859)-, en el que describe sus andanzas de peregrino por el Medio Oriente . (49) Rarísima excepción . En efecto, la mayoría de los opúsculos, publicados por autores panameños, versan sobre temas tediosamente comerciales y comarcanamente políticos . (50) La literatura panameña es pobrísima en el siglo XIX . E. UNA NUEVA PEDAGOGIA Hasta aquí, la transformación de mentalidades, bosquejada por la oligarquía urbana, no apunta sino indirectamente al vulgo . Sin embargo, los notables citadinos estiman que ningún cambio cuajará sin la previa educación de las masas . Además, el nivel intelectual del criollo urbano promedio es muy deficiente . (51) Se impone, pues, establecer escuelas e introducir unos métodos pedagógicos adecuados . A la sazón, el método lancasteriano de aprendizaje mutuo congrega adeptos . Según la prensa panameña, en las escuelas lancasterianas, se aprende, anualmente, lo que, normalmente, tomaría cinco o seis años . (52) El materialismo y el sensualismo de BENTHAM y de DESTUTT DE TRACY influyen en el sistema escolar colombiano . (53) Aunque la "aritmética moral" de BENTHAM fuera criticada por los ideólogos conservadores, en tanto que "egoísta" (54), el utilitarismo juega papel preponderante a nivel de las reformas didascálicas en Colombia . En Panamá, las novísimas ideas deslumbran . El atraso cultural y la postración educativa (55) preocupan a los ideólogos de la oligar(49)
Ver MIRO, Rodrigo, op . cit ., p . 316. Me refiero, naturalmente, al libro Sensaciones en Oriente, ó impresiones bíblicas de un granadino en la Tierra Santa, VIII-373 p ., Imprenta de Robert Craighead, Nueva York, 1859 .
(50)
Ver, passim, SUSTO LARA, Juan Antonio, Panorama de la bibliografía en Panamá (1619 .1971), Prólogo de Carlos Manuel Gasteazoro, XIX-102 p ., Editorial Universitaria, Panamá, 1971 .
(51)
Ver AROSEMENA, Mariano, Apuntamientos históricos, op. cit ., p . 233 .
(52)
Ver BUSHNELL, David, op . cit., p . 185 .
(53)
Ver GROOT, José Manuel, op . cit., p . 414 . Ver, además, MONTAÑA CUELLAR, Diego, Colombia : país formal y país real, Editorial Platina, Buenos Aires, 1963, p. 71 .
(54)
Ver GROOT, José Manuel, op . cit., pp . 470-471 .
(55)
Ver, al respecto, ROBINSON, Tracy, Panama : A Personal Record of Forty-Six Years, 1861-1907, The Star and Herald Company, New York and Panama, 1907, p . 1 .
224
quia urbana . La molicie, la pereza y la ignorancia (le las masas populares, conmueven a los viandantes extranjeros que moran en la zona de tránsito . (56) En definitiva, los criollos urbanos propugnan por una educación basada en nociones "industriales" . (57) El jurisconsulto panameño Justo AROSEMENA (1817-1896) enumera algunas materias esenciales que integran la inédita pedagogía : química, física, historia natural, agronomía, mecánica, geología . (58) E insinúa el cierre provisorio de ciertas carreras universitarias (filosofía, jurisprudencia, medicina, por ejemplo) . (59) Explica, asimismo, la existencia de pasiones "rapaces", en las "clases inferiores" y en el "proletario", a la luz de la falta de "instrucción industrial" . (60) Mas, ese intelectual clarividente acusa a la "parte superior" (61) de dar malos ejemplos a las masas populares . Para vencer la "indolencia", la "apatía", los "vicios" y la "modorra" de las turbas, una educación práctica se impone a nivel de los desposeídos . Pero, ella debe, a su vez, ser aplicada a la clase dirigente . Justo AROSEMENA esboza un alegato contra la empleomanía que pulula en Colombia . Vitupera las profesiones improductivas (62), bizarra autocrítica a la élite del poder, esgrimida por el filósofo social panameño (63), cuyo prestigio jurídico y político se agiganta en Colombia, (64) (56)
Ver DENAIN, Adolphe, Considérations sur les intéréts politiques et commerciaux qui se rattachent á l'Isthme de Panama et aux différents isthmes de l'Amérique centrale ; relation directe de ces isthmes aves celo¡ de Suez, Chez tous les marchands de nouveautés, París, 1845, p . 215 .
(57)
Ver MENDEZ PEREIRA, Octavio, op. cit., p . 71 .
(58)
Ibidem, p . 73 .
(59)
Idem.
(60)
Ibidem, p . 71 .
(61)
Idem .
(62)
En Bogotá, Miguel SAMPER, filósofo social liberal, piensa lo mismo . Al respecto, ver JARAMILLO URIBE, Jaime, op . cit., p . 69 .
(63) Ver, al particular, GERMANI, Cine, La sociología en la América Latina : problemas y perspectivas, Temas/Sociología, Eudeba, Editorial Universitaria de Buenos Aires, Buenos Aires, 1964, p . 21 . (64)
Consultar LOPEZ DE MESA, Luis, Escrutinio sociológico de la historia colombiana, Academia Colombiana de Historia, Biblioteca Eduardo Santos, Volumen X, Editorial ABC, Bogotá, 1955, p . 211 . 225
Hacia 1842, Miguel CHIARI, Gobernador de Panamá, propone reforma de la enseñanza en el Istmo . A sus ojos, los profesores de filosofía deberían impartir cursos especiales de "aritmética comercial" y de "contabilidad" . (65) En vez de asignaturas jurídicas, se abriría el paso a la mineralogía, a la química, a la botánica y a la ingeniería . (66) Mediante esa reforma, que consulta las necesidades verdaderas del país, se explotarían las "minas ricas y abundantes" y serían conquistadas sus "selvas magníficas" . Finalmente, merced a la difusión de esas nuevas disciplinas, se examinarían y analizarían los productos minerales . Tales riquezas naturales constituirían una nueva fuente de prosperidad gracias al "trabajo" y a la "industria" de los istmeños . Así, los jóvenes encontrarían nuevas fuentes de trabajo . Y se aplacaría, por ende, la funesta empleomanía, verdadera "enfermedad social" . (67) Durante el período de 1843 a 1845, cuando el coronel colombiano Anselmo PINEDA rige los destinos de Panamá, éste se dedica a la educación de los "obreros" analfabetos . Instala "escuelas obreras dominicales" y "escuelas de zapatería" (68) en Panamá y en Parita . Erige "escuelas de sombrería" (69) en Panamá, en Penonomé y en Los Santos . Ese mandatario crea una "Sociedad Filantrópica" cuyo objeto es morigerar el estado calamitoso de las clases populares, cultivar su educación intelectual, moral y religiosa, extirpar sus vicios, elevar la situación económica a escala provincial y propagar el hábito del ahorro y el amor al trabajo . (70) Tal voluntarismo pedagógico invade el Colegio del Istmo, plantel secundario fundado, en Panamá, hacia 1824 . En efecto, esa institución se separa del Seminario en 1846 . A la sazón, cuenta con setenta y ocho alumnos . Anotemos, no obstante, que la mayoría no es de origen modesto . El contenido de la enseñanza se laiciza . Díctanse, entonces, cursos de "organización política de la república, español, inglés, francés, aritmética, dibujo, contabilidad, geogra(65)
Ver MÉNDEZ PEREIRA, Octavio, Historia de la instrucción pública en Panamá (Obra premiada por el Instituto Nacional), Tipografía Moderna, Panamá, 1916, p . 19 .
(66)
Idem .
(67)
Idem .
(68)
Idem .
(69)
Idem .
(70)
Idem .
226
fía, las dos geometrías, agricultura, arquitectura práctica, mecánica, agricultura tropical, minería, ganadería, farmacia y rudimentos de cirugía práctica" . (71) Paulatinamente, la máxima utilitarista "teach what is useful", tan citada por el filósofo social justo AROSEMENA, resurrecciona . En suma, la nueva pedagogía profundiza dos aspectos novedosos . En primer término, favorece la implantación de una educación "industrial" cimentada en disciplinas empíricas . La transformación del medio constituye su corolario rector . En segundo lugar, pretende mitigar la ignorancia de los humildes al instituir talleres temporales de artes y oficios . La mutación de toda la sociedad, por obra de la educación, es la más urgente de las misiones . Pese a las reformas auspiciadas, la educación superior y universitaria es privilegio de las familias más pudientes, capaces de mandar sus hijos a Bogotá, a los Estados Unidos o a Europa . En 1821, el patriciado urbano patrocina "sociedades patrióticas" a fin de popularizar las ideas independientes . (72) Estas cumplen una misión de propaganda en el seno de las capas inferiores de la población . Están animadas por artesanos anuentes a la gesta . El patriciado urbano aprehende el papel "pedagógico" y mayéutico que posee en la urbe diminuta . Moviliza, pues, a las "clases peligrosas" por conducto de las susodichas asociaciones raizales . A fines de la primera mitad del siglo XIX, el lumpenproletariado santanero -a pesar de las tímidas reformas delineadas- es aún analfabeto . No obstante, los ideólogos criollos se aferran en la "salvación" de los indigentes merced al establecimiento de algunos talleres y de algunas efímeras "sociedades filantrópicas" . Aunque ambas soluciones son paternalistas, la segunda luce más pedagógica (y menos política) que la primera, pues ambiciona aliviar la zozobra del indigente . Desafortunadamente, la primera solución -más inmediata- surte efectos . Mientras que, por el contrario, la segunda confronta obstáculos que frenan su realización durante todo el siglo XIX . F . EL CIVILISMO Y LA CRITICA DEL MEDIO Pero el criollo urbano no está desprovisto de defectos, ya que, en veces, elabora su autocrítica . Cosa excepcional en la generación de quienes firman el acta de independencia de 1821, sus hijos (71)
Ibidem, p . 19.
(72)
Ver AROSEMENA, Mariano, Apuntamientos históricos, op. cit ., pp . 126-127 22 7
captan, por vez primera, realmente, los ángulos negativos que exornan su sociedad . Universitarios educados, con frecuencia, en Bogotá, duchos en benthamismo y en utilitarismo, son, ante todo, realistas sociales, como les califica, acertadamente, el sociólogo Gino GERMANI . (73) Así, el jurisconsulto istmeño justo AROSEMENA, hijo del prócer Mariano AROSEMENA, ansía fundar una nueva ciencia de los hechos sociales, a la que denomina praxiología. En Nueva York, publica una obra, Apuntamientos a las ciencias morales y políticas (1840), en la que expone sus fundamentos . (74) En rigor, su cientismo va a permitirle comprender, de un modo más objetivo, la sociedad . En la generación de los hijos de los próceres, el ingenuo optimismo anterior decae y palidece . Precisa, pues, construir una sociedad civil, administrada por ciudadanos y no por militares . Tal voto es corroborado aun por Mariano AROSEMENA quien descree y desconfía de los sables . (75) El mismo afirma que Panamá carece de espíritu público . La ignorancia del vulgo aumenta las probabilidades de triunfo de los caudillos militares . No obstante, su hijo, justo AROSEMENA, urde un vejamen feroz de la clase dirigente, incapaz de dar buenos ejemplos a las "clases inferiores" y al "proletario". La élite, repite, no ha ofrecido una "educación industrial" al pueblo . Las utopías pedagógicas se multiplican . Pero su aplicación práctica jamás cristaliza . Justo AROSEMENA señala la ausencia de comunicación entre el puñado de intelectuales ilustrados, que regenta el acontecer de Colombia, y el pueblo que no entiende su lenguaje . (76) Y explica el desarrollo del subdesarrollo, de que sufre el istmo, a la luz de varias causas . Enumeraremos, someramente, aquellas que nos parecen esenciales . En primer lugar, trae a colación el problema de la raza . En su concepto, las razas española, india y negra son las "más indolentes del mundo" (77) . Estas encarnan los basamentos de la población (73)
Ver GERMANI, Gino, op . cit., p . 20 .
(74)
Consultar, al respecto, SOLER, Ricaurte, Formas ideológicas de la nación panameña, 4a edición, Colección Seis, Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA), San José de Costa Rica, 1972, pp. 43-46 .
(75)
Ver AROSEMENA, Mariano, op . cit., p . 214 .
(76)
Ver MENDEZ PEREIRA, Octavio, justo Arosemena, op . cit., p . 111 .
(77)
Idem .
2 28
panameña y colombiana . Con todo, los miembros de dichas razas (o de su entrecruzamiento) no se distinguen por su "fuerza de voluntad" ni por su espíritu laborioso . (78) AROSEMENA las compara con los anglosajones cuya voluntad de superación es considerable . (79) Leyendo la tirada precedente, se deduce que la raza española -a la que pertenece el autor aludido- es tildada de "ardiente", "rencorosa", "verbosa", "lujuriosa" y "muelle" . (80) No obstante, las razas india y negra tienen las mismas propensiones "al cuadrado" . (81) En segundo término, el clima influye en el comportamiento del hombre . El calor tórrido causa pereza . Pero la indolencia es generada, asimismo, por las necesidades reducidísimas de los ''proletarios" (82), quienes sobreviven alimentándose frugalmente y consagran su vida al "sueño" y a los "vicios" . (83) Una tercera causal : la religión papista, la cual impele a la resignación, a la ignorancia y a la falta de tolerancia . En cuarto lugar, hay penuria de capitales y de caminos . Además, justo AROSEMENA se pronuncia, como vimos, refractario a la empleomanía, estimulada por la falta de instrucción, la ausencia de capitales e, inclusive, la pereza . (84) obrando así, critica -tácitamente-- a los miembros de la clase social a la que pertenece, incluso a sus propios parientes, quienes detentan, continuamente, flamantes puestos burocráticos . Finalmente, este filósofo social rechaza las profesiones improductivas -derecho, teología, medicina- las cuales frenan el desarrollo económico de Colombia . Liberal, suele arquitecturar una reforma de la propiedad agraria susceptible de eliminar los latifundios. A su juicio, el gran hacendado debería cultivar sus tierras . En el caso contrario, merecería ser (78)
Idem .
(79)
Idem .
(80)
Ibidem, p . 176 .
(81)
Idem .
(82)
Ibídem, p. 114 .
(83)
Idem .
(84)
Ibídem, p . 83 .
(85)
Ibídem, p . 177 . 22 9
expropiado . Y el "proletario" agrícola cosecharía, en su beneficio, los productos del campo . (86) En síntesis, la transformación de mentalidades se efectúa, en justo AROSEMENA, mediante un enjuiciamiento exhaustivo del medio y (le la sociedad . Sus análisis abarcan, simultáneamente, a los criollos y a las masas populares, y poseen mayor rigor que las disquisiciones expresadas por los próceres autodidactas -y, a veces, cándidos- de la generación precedente . Sin embargo, los ideólogos de la oligarquía- urbana son, fundamentalmente, civilistas, y se oponen, con ahínco, a la hegemonía de los caudillos militares y a la anarquía (en nombre de la Ley) . Ellos desean la germinación del espíritu público en todas las capas de la sociedad civil . Desafortunadamente, éste no se manifiesta cual hubiesen anhelado . Su voluntarismo ferviente se topa con obstáculos innumerables . II. LAS MENTALIDADES EN EL INTERIOR PANAMEÑO Habida cuenta de la pobreza que caracteriza a la literatura panameña decimonónica, los recuentos a propósito de la vida rural son casi inexistentes . Con todo, habremos de resumir las líneas de fuerza de una pequeña monografía, debida a un notable agrario, en la que aspira a describir el villorrio en que transcurre su parábola vital . Refiérese a Soná, en Veraguas, situado a 300 kilómetros al sudoeste de la capital . Doble interés tiene el opúsculo . De plano, es obra de una unidad ruralizada de la familia AROSEMENA . Ello permitirá aprehender el desfase que priva entre la mentalidad conservadora de un criollo pastoral y la otra, más adelantada, de sus primos urbanos e ilustrados . En segundo lugar, la transformación de las mentalidades no pareciera tarea urgente, en la campiña, donde las formas ideológicas coloniales perduran sin mayores sobresaltos ni traspiés . El autor del relato -Manuel Higinio AROSEMENA- afirma que arriba a Soná en mayo de 1828 . (87) Alójase en casa de su tío, el Padre Feliciano ESPINOSA . Su madre y dos hermanos ya viven allá . El autor nace en la Provincia de Veraguas en la que su gente, de origen vasco, vive desde el siglo XVIII . (86)
Ibídem, p . 1 12 .
(87)
Ver AROSEMENA, Manuel Higinio, Apuntes de datos de la historia de Soná desde mayo de 1828 a 1897, Imprenta S .N . Ramos, Panamá, 1899, p . 6 .
230
Inicialmente, le impresiona la iglesia local, la cual pormenoriza minuciosamente . De golpe, subraya la extremada religiosidad de los moradores, quienes asisten, casi todos, a la misa dominical. (88) Tales salvedades brillarán por su ausencia entre los ideólogos de la oligarquía urbana cuyo anticlericalismo ardentísimo cuestiona el poder temporal y espiritual de la iglesia católica (a la sazón) . Luego, Soná -prototipo de la aldea rural panameña- es descrita sumariamente . Conjunto de casi ochenta cabañas y bohíos desprovistos de taburetes y de mesas . (89) Las cocinas son raras . No hay carpinteros . Por consiguiente, ni muebles, ni baúles . Tampoco zapateros . Sólo calzan los sonaeños con ocasión de los matrimonios o cuando asisten a la confesión . Los atuendos son confeccionados en la localidad . Provienen los sombreros de Penonomé y los tejidos de Ocú . El aguardiente es importado del villorrio vecino de La Atalaya. La cría de cerdos y el cultivo del maíz son las principales actividades económicas de Soná . El ganado porcino es vendido a ciertos habitantes de la Ciudad de Panamá. Por lo demás, es utilizado, a guisa de moneda, en toda suerte de transacciones . (90) No pocos capítulos del texto susodicho aluden a la detalladísima y precisa descripción de las festividades religiosas (Corpus Christi, Cuaresma, Semana Santa) . Sobrino del párroco de Soná, Manuel Higinio AROSEMENA participa, en carácter de sacristán, en tales efemérides donde los fieles y él oran con harta devoción . (91) Además, fungirá como secretario de la parroquia redactando, desde sus quince años, las actas de bautizos, de matrimonios y de defunciones. Respecto de los empleos públicos, el autor observa que, en veces, tanto el alcalde como el juez no saben leer . (92) La respuesta a las misivas es penosa y tardía a causa de la falta de comunicaciones con la capital provincial, esto es, con Santiago de Veraguas . El juez falla caprichosamente y de memoria . (93) (88)
Ibidem, p . 7 .
(89)
Idem .
(90)
Ibidem, p . 8 .
(9L)
Ihidem, p. 10 .
(92)
Ibidem, p . 11 .
(93)
Ibidem, p . 12 . 23 1
¿Cómo explicará el autor los cambios que acaecen en su aldea? Enumera, llana y escuetamente, una serie de menudas reformas auspiciadas por los notables sonaeños . Así, por 1838, constrúyense tres casas con tejado, muros de tierra y puertas de madera, Por esas calendas, los tres hermanos AROSEMENA y José Félix CALVINO son nombrados como autoridades locales . A partir de 1844, las "reformas" cunden . En 1846, el alcalde -José Félix CALVINOprohibe la construcción de bohíos en la plaza de Soná . El nuevo burgomaestre -Manuel María AROSEMENA- empiedra las calles . Luego, por 1848, los hermanos Manuel Higinio y Manuel María AROSEMENA instalan el primer almacén de artículos procedentes de Costa Rica. A la sazón, nuevas familias veragüenses establécense en Soná (los DEL BAL, los DUTARI) . Enriquecen la élite local formando una sociedad cortés y "moral" . (94) Los jóvenes pobres de las familias fundadoras conságranse al "trabajo" aumentando las relaciones con su provincia . Ulteriormente, el alcalde Manuel María AROSEMENA funda una escuela elemental . Hacia 1850, los tres hermanos de aquella familia crean una compañía comercial e introducen el primer barco hasta Soná . Hasta la fecha, los barriles y las cajas son ignorados allá. Algunas conclusiones se desprenden de esta monografía, algo cándida . Dicen relación con la problemática de las mentalidades . Primeramente, respecto de los ideólogos de la oligarquía urbana, quienes preconizan la adopción de anti-valores y de anti-normas para alcanzar la modernidad, los grupos dominantes rurales pretenden conservar el sistema axiológico basado, fundamentalmente, en el animismo, en el espiritualismo y negación del mundo, en la solidaridad familiar, en el naturalismo, cuyas normas son la estabilidad comunitaria, el providencialismo, la rigidez consagrada por el uso y la moralidad acrítica . Segundamente, la temporalidad colonial, despreciada por los oligarcas urbanos (Mariano AROSEMENA, verbigracia), subsiste, en el Interior, no sufriendo avatares proclamada la independencia . Las pequeñas ciudades y los burgos provinciales no entablan nexos sino con grande dificultad . Sus habitantes están aislados del universo . Viven en una economía autárquica . (95) (94)
Ibidem, p . 14.
(95)
Ver, al respecto, PORRAS, Belisario, Memorias de las campañas del Istmo : 1900, 2a edición, Dirección del Patrimonio Histórico, Instituto Nacional de Cultura y Deportes, Editora de la Nación, Panamá, 1973, p . 52 . La visión de
2 32
Terceramente, cl anticlericalismo -asaz desarrollado entre los comerciantes de la Ciudad de Panamá- no suele manifestarse en la campiña donde los notables colaboran, cotidianamente, con los clérigos católicos, sus aliados . La religión marca todos los actos de la vida rural, Contrariamente a sus parientes urbanos, cl autor no vacila en referir, piadosamente, todas las festividades religiosas que ocurren en su comarca y a las cuales brinda generoso concurso . (96) Cuartamente, la xenofilia no pareciera privar en el hinterland, cortado del mundo exterior. Más buscada es la solidaridad familiar . Algunas estirpes locales (AROSEMENA, CALVINO, DEL BAL, DUTARI) harán la historia . Forman, efectivamente, una sociedad "cortés" y "moral" . (97) Tales linajes -en particular los dos primeros- fomentan leves reformas en Soná : edificación de algunas viviendas, empedrado de las calles, establecimiento de una escuelita rudimentaria, apertura de un almacén . El tono apologético del opúsculo citado pone de relieve la devoción y virtudes que nimban a aquellas familias blancas . En desquite, cl extranjero no es visto como panacea (tal cual ocurre por lo que respecta a la oligarquía urbana) . De hecho, cl notable rural no introduce sino los cambios que le plazcan . Quintamente, la nueva pedagogía, de inspiración utilitarista, no tiene razón de ser en cl hinterland, donde el analfabetismo arrollador, casi total, y la rusticidad misma de la sociedad impiden la inmediata eclosión de una "educación industrial" cuya utopía no cristalizará inclusive en la capital panameña . este autor respecto del campesino azuereño hállase compendiada en su célebre ensayo "El orejano" (1882) reproducido en la obra de SISNESTT, Manuel Octavio, Belisario Perras o la vocación de la nacionalidad, 2a edición, Obra premiada con el primer premio en el concurso de biografía del centenario del Dr . Belisario Porras, Imprenta de la Universidad Nacional de Panamá, Panamá, 1972, pp . 443-453 . Por lo que respecta a las mentalidades campesinas panameñas, ver, con provecho, el grueso libro de DE LA GUARDIA, Roberto, Mitología panameña, Colección Dabaibe, N- 2, Ediciones del Instituto Nacional de Cultura, Editora de la Nación, Panamá, 1976, passim . (96) Semejante rasgo es reproducido en la literatura escrita por algunos latifundistas panameños, nacidos durante la segunda mitad del decimonono. Ver, por ejemplo, PONCE AGUILERA, Salomón, De la gleba. Colección de cuentos de la tierra, Buigas, Pons y Ca, Barcelona, 1914, p . 67 y p . 68 . El autor elogia al diezmo y a los eclesiásticos . (97)
Ver AROSEMENA, Manuel Higinio, op. cit., p . 14 . 233
Sextamente, la crítica del medio y la autocrítica del criollo -ya insinuadas por los ideólogos de la oligarquía urbana- están ausentes del todo en la campiña, donde la rigidez consagrada por la costumbre y la moralidad acrítica obstaculizan toda toma de conciencia que riña con la tradición . En vez de incoar un examen racional de la sociedad donde se agita, el criollo rural dominante se enclaustra en un estrechísimo particularismo . Y nunca logra asir la sociedad en su conjunto . En su leal saber y entender, la sociedad es, acaso, una decena de familias blancas ruralizadas . El exclusivismo y el nepotismo a ultranza se deducirán de lo dicho . (98) III . DIFERENCIAS ENTRE PANAMA Y BOGOTA Ante Bogotá, señorial y conservadora por excelencia, donde la tradición perdura sin mayores contratiempos (según sus cronistas locales), la oligarquía de la Ciudad de Panamá, liberal y comercial, asimila, con más premura, la modernidad, es decir, los contra-valores y las contra-normas . Tal, primeramente, la critica de la temporalidad colonial es intentada -de modo rudimentario, por cierto- por los ideólogos del patriciado urbano, a tiempo que, en Bogotá, dicha temporalidad persiste y no es percibida negativamente . En su hermosa obra intitulada Reminiscencias de Santafé y Bogotá, el escritor colombiano José María CORDOVEZ MOURE pinta, con suma fineza, aquel inmovilismo temporal y cultural que pareciera circunscribir a su ciudad andina, antigua sede del Virreinato de la Nueva Granada . Según este autor, Bogotá vivirá en una suerte de siesta colonial que se prolongará hasta 1849, cuando una revolución liberal trastoca las cosas . Extrapolando, confiesa que tal situación reprodúcese en toda Colombia . (99)
(98)
Ver, con provecho, ROMERO, Escolástico, Di pero escucha Contestación a la carta impresa, que el señor Francisco Fábrega dirijió desde Bogotá, a Escolástico Romero, Imprenta de José Angel Santos, Por José María Bermúdez, . Panamá, 1849, p. 10. El autor, notable rural veragüense, demuestra el nepotismo de la familia latifundista FABREGA allá. A propósito de problemática semejante en Colombia, ver, asimismo, TAMAYO, Joaquín, Don Tomás Cipriano de Mosquera (1798-1878), Editorial Cromos, Bogotá, MCMXXXVI, p . 24 .
(99)
Ver CORDOVEZ MOURE, José María, De la vida de antaño, Biblioteca Aldeana de Colombia, Selección Samper Ortega de literatura colombiana, Historia y leyendas, N- 34, Publicaciones del Ministerio de Educación Nacional, Editorial Minerva, S .A ., Bogotá, 1936, p . 19 .
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Segundamente, el anticlericalismo y la masonería no irritan en Panamá cuyos comerciantes publican diarios amantes del liberalismo, donde critican, mordazmente, el poder temporal y espiritual de la iglesia católica . En cambio, a la sazón, Bogotá cultiva un catolicismo triunfante, exterior y "supersticioso" . (100) Una reacción clerical en detrimento de la masonería germina. (101) Terceramente, la xenofilia de los comerciantes panameños contrasta, de golpe, con la xenofobia de los bogotanos, cuyas fuentes de riqueza no provienen del comercio exterior . El aislamiento de Bogotá, cortada del mundo por la ausencia de caminos, y situada sobre una meseta a 2,600 metros de altura, muy lejos del mar, la convierte en otro planeta . (102) De hecho, semejante situación topográfica peculiar es susceptible de explicar, en parte, la xenofobia de sus hijos e, incluso, su indiferencia por los asuntos del universo . A los ojos de un historiador lugareño, Bogotá constituye una especie de "tierra prometida" para quienes nazcan allí . (103) En otras palabras, tal ciudad es el centro del orbe . Todas las circunstancias antedichas contribuyen a esclarecer las diferencias, bien nítidas, entre Bogotá y Panamá . La primera no cesa de extrañarse ante los extranjeros, inclusive diplomáticos europeos, tildados de "espías" . (104) Teme Bogotá que la religión desaparezca, en Colombia, a su arribo . (105) Entretanto, en Panamá, bañada por ambos mares, los mercaderes son siempre bienvenidos . Si Bogotá es centrípeta, la Ciudad de Panamá es, al revés, centrífuga . Basada está su economía en las relaciones comerciales con las Antillas y con los puertos del Pacífico . Sus lazos económicos con Bogotá no existen . Progresivamente, los comerciantes panameños juzgan las leyes proteccionistas, promulgadas por la capital, perfectamente no-
(100) Ver CORDOVEZ MOURE, José María, Reminiscencias de Santafé y Bogotá, edición, prólogo y notas de Elisa Mújica, con 87 ilustraciones, Aguilar, Madrid, 1957, p. 64 . Sobre las alianzas entre los hacendados de Bogotá y la iglesia católica, ver, con sumo provecho, VILLAMARIN, Juan A ., Haciendas en la sabana de Bogotá, Colombia, en la época colonial, 1539-1810, XL Congreso internacional de americanistas, 11 Simposio de historia económica, Roma, 1972 . (101) Ver RESTREPO, José Manuel, Diario político y militar . .., Tomo 1, 1819-1828 . . ., op. cit, p . 277 . (102)
Ver CORDOVEZ MOURE, José María, De la vida de antaño, op. cit., p . 103 .
(103)
Ibidem, p . 108 .
(104)
Ver RESTREPO, José Manuel, op . cit, p . 259 .
(105)
Ibidem, p . 277, 235
civas . Serían obra de una urbe lejana, andina, ignorante, en efecto, de los problemas materiales y reales del Istmo . De aquello deriva, de hecho, esa suerte de plasticidad que caracteriza los pareceres de los oligarcas urbanos . Su flexibilidad y apertura de espíritu, frente a la modernidad, contrastan con el etnocentrismo y rigidez de Bogotá donde el extranjero encarna un riesgo de subversión para el sistema imperante . Cuartamente, constatamos, de continuo, el sentido de lo concreto y de lo práctico, bien patente, entre los comerciantes de la Ciudad de Panamá . Por su profesión, están impelidos a manifestar una actitud utilitarista y pragmática en sus negocios . No exageramos al palpar una especie de "utilitarismo autóctono" que invade los espíritus de los tenderos, a despecho de que todos no lean las obras solicitadísimas de BENTHAM . Contrariamente al misoneísmo, esparcido en Bogotá y al horror a lo práctico y a lo concreto, (106) el criollo liberal, capitalino, estima que el cambio no cuajará sino mediante unas reformas materiales y palpables . En efecto, la construcción de un ferrocarril transístmico o de un canal interoceánico es, a sus ojos, el primero de los nortes . Cambio, por consiguiente, inmediato, fugaz y visible, que transformará, a corto plazo, las estructuras del Istmo, e inclusive su topografía . El énfasis puesto en la realización de tamaña obra demuestra el espíritu práctico que anima a los comerciantes panameños . La utopía de la "feria comercial" está basada en la cristalización de semejante idea . Quintamente, el debate pedagógico, que corroe a Colombia, en punto a la adopción de las obras de BENTHAM, adquiere graves, delicadísimas proporciones en Bogotá. (107) Su "aritmética moral" es criticada, por los ideólogos conservadores colombianos, en tanto que "egoísta" . La iglesia católica se opone, naturalmente, a tales enseñanzas . En cambio, las ideas pedagógicas nuevas son bien acogidas en Panamá . Tal, el método lancasteriano es ensalzado por la prensa . BENTHAM no es zaherido sistemáticamente . El deseo imperioso de una "educación industrial", votada a la mutación efectiva y material de la sociedad, campea bien claramente . Los pensadores de la oligarquía urbana proponen la suspensión de las antiguas (106)
Ver CORDOVEZ MOURE, José María, De la vida de antaño, op . cit., p . 111 .
(107)
Ver RESTREPO, José Manuel, op . cit., Tomo 111, p. 58 . Ver, también, ORTIZ, Juan Francisco, Reminiscencias, Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, 102, Prensas de la Biblioteca Nacional, Bogotá, 1946, p . 110 .
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carreras de cuño colonial (teología, derecho) sugiriendo la implantación de inéditas materias (química, agronomía, geología, física) en los programas de los planteles secundarios . Sin desear dictaminar, parécenos innegable que el recibimiento dispensado a la "nueva pedagogía" es más entusiasta en Panamá que en Bogotá, donde los dicterios contra tales inusitados métodos son bien vehementes . (108) Con todo, señalamos, de continuo, el aspecto bastante voluntarista de las reformas propuestas, siempre aplazadas en verdad . Finalmente, una crítica al medio irrumpe por parte de los ideólogos de la oligarquía urbana de los cuales algunos son auténticos realistas sociales . Semejante reflexión se inscribe en el pensamiento hostil al conservadurismo . La enumeración de los obstáculos que impiden el progreso de la sociedad : a) ausencia de comunicación entre la élite ilustrada y el pueblo, b) frivolidad y cinismo de la clase dirigente, c) empleomanía, d) constitución étnica, e) religión, f) falta de capitales y de caminos, g) problemas agrarios, h) clima, supone una toma de conciencia de los problemas sociales escamoteados por los grupos conservadores de Bogotá . En resumen, pese a sus perennes traspiés y desilusiones, los ideólogos de la oligarquía de la Ciudad de Panamá demuestran, a través de sus exposiciones, mayor dinamismo y modernidad que aquellos de Bogotá . Y es que los primeros pertenecen a una clase cuya prosperidad depende de las relaciones comerciales con el extranjero . Asimilan, de mejor grado, las ideas contemporáneas . Su profesión misma les impide manifestar una actitud misoneísta ante los cambios que acaecen en toda Colombia . En suma, aceptan más las innovaciones que sus homólogos de Bogotá . Parécenos útil incluir estas salvedades que prueban, brevemente, la existencia de profundos antagonismos, a nivel de las mentalidades, entre la Ciudad de Panamá y Bogotá, desde la primera mitad del decimonono .
(108)
Ibidem, p . 73 . 237
238
CAPITULO SEIS EL SENTIMIENTO NACIONAL Y LAS "INDEPENDENCIAS" EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX En el capítulo anterior, ilustramos el dinamismo que atestigua la oligarquía urbana por transformar la "mentalidad colonial", si se nos permite utilizar la expresión del filósofo argentino José INGENIEROS . Este entusiasmo -comparado con el letargo manifiesto de los grupos dominantes rurales- la predispone para ejercer, igualmente, un liderazgo político en el istmo . Velozmente, refrendada la independencia de España, en 1821, plurales intentonas autonomistas cundirán . Cada una reviste singular importancia en la medida en que la oligarquía urbana expresa, a través de los hechos, su vocación "federalista" o su propensión estatal respecto de Colombia . Los intereses económicos de la oligarquía urbana serán contradictorios, desde un principio, con los de Santa Fe . A lo largo de la primera mitad del decimonono, suplica, al gobierno central, conceda franquicias comerciales, las cuales serán rechazadas hasta en 1849 . La construcción de un camino terrestre, de un ferrocarril transístmico o de un canal interoceánico, constituye uno de los temas más obsedentes de la prensa panameña coetánea . La creencia, arraigadísima, en un destino "comercial" es ratificada a través de las sucesivas actas de independencia . Con antelación, nos interesamos en los firmantes de las diversas declaraciones sin ahondar en su contenido . Intentaremos, ahora, incoar el examen suyo con el objeto de aprehender el sentimiento nacional y autonomista que se perfila . Son los comerciantes de la Ciudad de Panamá, al finalizar el coloniaje, la clase social más próspera del Istmo, (1) cuya riqueza depende de las relaciones comerciales con el extranjero . Habida cuenta de su opulencia y de su relativa modernidad -contrariamen(1)
Ver, con provecho, CASTILLERO CALVO, Alfredo, "La independencia de Panamá de España : factores coyunturales y estructurales en la capital y el Interior", en Revista Lotería, n- 192, Panamá, noviembre, 1971, p . 10 . 23 9
te a los grupos dominantes rurales-, logra delinear la más coherente de las "teorías nacionales" que obtempera a sus intereses económicos . De modo que su antonomismo está invariablemente saturado de un cariz liberal y federal . Trataremos de demostrar esta hipótesis analizando los movimientos de 1821, 1826, 1830, 1831 y 1840. I. LA INDEPENDENCIA DE 1821 0 LA APOTEOSIS DE LA OLIGARQUIA URBANA Ya sabemos que el 28 de noviembre de 1821, la Ciudad de Panamá se independiza de España . Mencionamos el documento al aludir, páginas atrás, a los parentescos de los distintos próceres . Sin embargo, no investigamos su contenido . Contrariamente a las actas, redactadas en los villorrios del hinterland, la capitalina es la más pragmática y la más "económica" de todas . Efectivamente, el pueblo de Los Santos, ubicado a 528 kilómetros al sudoeste de Panamá, e implantado en una región rural minifundista, es el primero en manifestar sus votos de libertad, dieciocho días antes que la primera . Mas, su proclamación está 'desprovista de toda finalidad económica . (2) La oligarquía urbana, por lo demás, se apresura en criticar tal proceder demasiado apresurado, irregular y deficiente. (3) De hecho, el documento no precisa la forma de gobierno, ni la finalidad exacta de la "transformación política" . (4) En consecuencia, define la oligarquía urbana, a los santeños, como meros "novicios" . (5) En cambio, Santiago de Veraguas, ciudad localizada a 253 kilómetros al sudoeste de Panamá, y sede de poderoso grupo rector rural, formado por latifundistas, se manifiesta después de la capital . El cuerpo de su acta es extremadamente religioso y pío . (6) Invoca a la divinidad, a la "santa cruz", a los "santos Evangelios", a la "religión católica cristiana" y a la "pureza de la Santísi(2)
(3)
Ver Fuentes escritas sobre la independencia de Panamá de España . CL Aniversario (1821-1971), Instituto Nacional de Cultura y Deportes, Dirección de Patrimonio Histórico, Editora de la Nación, Panamá, noviembre, 1971, pp . 59-61 . Ver AROSEMENA, Mariano, Apuntamientos históricos (1801-1840), op . cit ., p . 125 .
(4)
Ibidem, p . 126 .
(5)
Idem .
(6)
Ver Fuentes escritas sobre la independencia de Panamá de España, op . cit ., pp .64-65 .
24 0
ma Virgen" . La historiografía panameña no permanece insensible a su tono fanático . (7) Efectivamente, incluso la proclamación de Los Santos no está impregnada de religiosidad . En suma, las actas suscritas por esas dos aldeas rurales no poseen finalidad económica precisa. Por una parte, aquella de Los Santos es en extremo prematura y cándida . Por consiguiente, la oligarquía de la Ciudad de Panamá la estigmatiza vehementemente . Por otra, el acta de Santiago de Veraguas -tardía- es casi dictada por la fuerza de los eventos . Su contenido piadoso y su ausencia de definición política chocan . ¿Cuáles son las características del acta de Panamá? Contiene doce artículos de los cuales el primero, el segundo y el noveno importa resaltar . (8) Llanamente proclama el primero la independencia. Precisa el segundo que, en efecto, Panamá forma parte de la Gran Colombia (estado constituido por Colombia, por Venezuela y por el Ecuador contemporáneos) . Por último, afirma el noveno, de plano, la autonomía económica y política del Istmo dentro de la Gran Colombia . Serán los representantes istmeños quienes habrán de elaborar los "reglamentos económicos propios a su gobierno interior" . (9) Reviste este acápite evidente trascendencia . Está en los orígenes del federalismo panameño . (10) Ninguna otra declaración formula principio semejante . De allí su originalidad . Evidentemente, el autonomismo, preconizado, con frenesí, por la oligarquía urbana, sirve los intereses económicos de los comerciantes citadinos, quienes juzgan, ingenuamente, que, consolidada la independencia, podrán transformar, de inmediato, al Istmo en un emporio, a semejanza de Jamaica . (11) (7)
Ver, en este sentido, NICOLAU, Ernesto J ., El grito de la Villa (10-Noviembre-1821), Capítulo de historia de Panamá, Imprenta Nacional, Panamá, 1961, p . 82 .
(8)
Ver Fuentes escritas sobre la independencia de Panamá de España, op . cit., pp . 62-63'.
(9)
Ibidem, p . 63 .
(10)
Ver con provecho, ARROCHA GRAELL, Catalino, Historia de la independencia de Panamá, sus antecedentes y sus causas, 1821-1903, 3a edición, Ediciones Librería Cultural Panameña, Litho-Impresora Panamá, S.A ., Panamá, 1973, p .32 .
(11)
Sobre la dependencia económica de los negociantes panameños respecto de Jamaica y de Inglaterra, ver, con provecho, HALL, Basil, Voyage su Chili, su Pérou el su Mexique pendant les années 1820 par le capitaine . . . officier 24 1
La autonomía expresada dota, además, al grupo dirigente de un poder de decisión considerable a tal grado que mediatiza, de tal suerte, a los grupos dominantes rurales, de obediencia conservadora. Por lo demás, la oligarquía se jacta de ser el central motor de la independencia panameña de 1821 en virtud de tres razones . Primeramente, el patriciado de la Ciudad de Panamá, amante de las ideas republicanas, instala, hacia 1820, unos "círculos" de patriotas en el Interior : en Portobelo, en La Chorrera, en Penonomé, en Los Santos y en David . (12) Estos, animados por notables rurales, verdaderos agentes (13) de las nuevas ideas, difundirán el "espíritu de libertad" . (14) Mas, están, en cierta medida, teleguiados por la oligarquía . En segundo término, ésta organiza tres o cuatro "sociedades patrióticas", en la capital, para popularizar los proyectos de independencia (15) a nivel de los artesanos y del pueblo . (16) Moviliza, así, los grupos marginales urbanos como hizo, anteriormente, con las gentes influyentes del agro . En tercer lugar, son los miembros de la oligarquía quienes "pagan" la independencia por cuanto logran hacer desertar a los soldados de los ejércitos hispanos, acantonados en Panamá, obsequiando denarios . (17) Con todo, la independencia de 1821 constituye un triunfo cosechado por la oligarquía citadina, en la medida en que dominará, momentáneamente, el evento . Contiene su proclamación, in ovo, todo un programa autonomista y federalista, el cual no cesará de enriquecer a lo largo de la primera mitad del decimonono y ulteriormente . (18)
de la marine royale ; entrepris par ordre du gouvemement anglais, omé de la carte de ces pays, tome second, Arthus Bertrand, libraire, me Haute-Feuille, n° 23, París, 1825, p . 158 . (12)
Ver AROSEMENA, Mariano, Apuntamientos históricos (1801-1840), op. cit .,
p . 110. (13)
ídem.
(14)
Idem .
(15)
Ibidem, pp . 126-127 .
(16)
Ibidem, pp . 127-128 .
(17)
Ibidem, p . 127 .
(18)
Sobre la orientación liberal y comercial de esta independencia, ver HALL, Basil, op . cit., pp. 156-157 .
242
II . LA TENTATIVA DE INDEPENDENCIA DE 1826 : URBANA Y ANSEATICA Estrenada la república, promulga Bogotá unas leyes proteccionistas que limitarán, anchamente, los planes liberales de la oligarquía . (19) En 1823, los comerciantes panameños exhortan, al Congreso, ofrezca franquicias mercuriales al Istmo, habida cuenta de su posición geográfica y de la inopia de su agricultura . (20) Pedirán, asimismo, la construcción de un canal interoceánico . Más tarde, algunos proyectos, relativos a la implantación de un camino o de un ferrocarril transístmico, arribarán a la altiplanicie . Pero no son seriamente considerados allá . Paulatinamente, la oligarquía ve cuestionados sus ideales autonomistas . En efecto, la constitución colombiana de 1821 es rigurosamente centralista . (21) Solamente legislará el Congreso . Los departamentos no tienen sino un carácter escuetamente administrativo y están colocados bajo la férula de un intendente . No existen las asambleas departamentales . Las funciones conferidas a los intendentes ha de definirlas el poder legislativo . Bogotá se intranquiliza, por consiguiente, y teme las tendencias autonomistas que florecen en Panamá . A los ojos de Simón BOLIVAR, Presidente de Colombia, demagogia, anarquía y autonomismo se dan la mano . (22) Contra el proyecto de constitución centralista, concebido por el libertador caraqueño, la oligarquía reacciona en 1826 . Efectivamente, en el cuarto artículo del acta del 13 de septiembre de aquel
(19)
Ver, a propósito de las leyes proteccionistas colombianas, OSPINA VASQUEZ, Luis, op . cit., pp . 96-98 . Ver, además, al particular, GALINDO, Aníbal, Historia económica i estadística de la hacienda nacional desde la colonia hasta nuestros días, Imprenta de Nicolás Pontón i Compañía, Bogotá, 1874, p . 38 .
(20)
Ver CASTILLERO CALVO, Alfredo, "El movimiento anseatista de 1826 . La primera tentativa autonomista de los istmeños después de la anexión a Colombia", en Tareas, n- 4, Panamá, mayo julio de 1961, pp. 9-10 .
(21)
Ver GIBSON, William Marion, The Constitutions of Colombia, Duke University Press, Durham, North Carolina, 1948, p . 37 . Ver, asimismo, DE LA VEGA, José, La federación en Colombia (1810-1912), Biblioteca de Ciencias Políticas y Sociales, Editorial-América, Madrid, 1916, p . 103 .
(22)
Ver PERU de LACROIX, Luis, Diario de Bucaramanga o vida pública y privada del Libertador Simón Bolívar, Edición del Centenario de Ayacucho, Biblioteca de autores célebres, Editorial-América, Madrid, 1924, pp . 214-215 . 24 3
año, queda expresado que el Istmo se convertirá en un "país anseático" . (23) ¿Qué significado conferiremos a ese adjetivo? Proviene de la acepción ansa que equivale a decir asociación de ciudades comerciales . Consolidando una especie de confederación, protegida por las grandes potencias, el Istmo cumplirá, fácilmente, su misión mercantil . Semejante fórmula es, evidentemente, de cuño autonomista en la medida en que Panamá no obtempera a las leyes proteccionistas ni al centralismo a ultranza de Bogotá . Con singular ímpetu reafirma su derecho a la autonomía, consignado en el artículo noveno del acta de 1821 . No obstante, el auxilio por parte de las grandes potencias (de hecho, Inglaterra) es considerado como una medida que posibilitaría la modalidad anhelada . Acaudalados mercaderes, partidarios del modelo anseático, engendran el acta de 1826 (Mariano AROSEMENA, Juan Bautista FERAUD, Domingo de OBALDIA, Pedro de OBARRIO) . Este experimento de "independencia" lo acuerpan, fundamentalmente, los negociantes citadinos . Una vez más, atisbamos un conato provisto de un contenido de clase bien preciso, a semejanza de 1821 . Contrariamente a la secesión de 1830, el pueblo no interviene . Sin embargo, la autoridad de Bogotá es, en cierta medida, cuestionada por Panamá . La toma de conciencia de los particularismos emerge, con celeridad, dentro de la oligarquía, la cual habrá de pronunciarse, en el mismo sentido, varias veces en el transcurso de la primera mitad del decimonono . Organiza, verbigracia, la sociedad Gran Círculo Istmeño, encargada de difundir las ideas liberales en todas las capas de la población . Resumiendo, esta asociación política divulga los pensares y sentires de autonomía . De plano, Bogotá rechaza la eclosión de tales instituciones lugareñas que se mofan, abiertamente, del poder central . Con todo, los militares leales a BOLIVAR logran obtener, a la fuerza, en 1826, la aceptación por la oligarquía al regimen dictatorial del Libertador .
(23)
244
Ver CASTILLERO CALVO, Alfredo, "El movimiento anseatista de 1826 . La primera tentativa autonomista de los istmeños después de la anexión a Colombia", op . cit., p . 5 .
III . L A INDEPENDENCIA DE 1830: ARRABALERA Y POPULISTA En 1830, tanto Venezuela como el Ecuador se desmiembran de la Gran Colombia . El General José Domingo ESPINAR, Comandante General del Istmo y satélite de BOLIVAR, de quien fuera secretario privado, proclama la independencia de Panamá con el apoyo y beneplácito del arrabal . Este caudillo precisa, en efecto, que su patria no será reintegrada a la república sino cuando el primero se encargue de su gobierno . Mas, como vimos, a la oligarquía irrita el centralismo auspiciado por el Libertador . Civilista, le repugnan, asimismo, los tiranuelos castrenses . En cambio, el pueblo del extramuros no esconde su simpatía y empatía por el estadista de Caracas y por el mulato ESPINAR, hijo del barrio exterior, quien conoce la quimera, acariciada por algunos negociantes citadinos, de desvincular el Istmo' de la Gran Colombia, merced al concurso brindado por el Almirante de Jamaica . (24) Contiene el acta de 1830 unos argumentos que explican la separación cristalizada . En primer término, el Istmo no tiene relaciones comerciales con los departamentos del centro de la Gran Colombia, es decir, con la actual República de Colombia . (25) Una segunda causal : los departamentos del sur de la Gran Colombia (Venezuela y el Ecuador) no aceptan comerciar con Panamá al que tratan como estado extranjero . Además, el Istmo no dispone de compromisos particulares con la Nueva Granada . (26) En tercer lugar, anhela Panamá evitar la hecatombe que despedaza a la Gran Colombia . (27) Pues bien, ESPINAR obra contra la oligarquía movilizando, por vez primera en la historia panameña, a las masas desposeídas . Es fama que la clase dirigente juega tal papel en 1821 cuando anima unas "sociedades patrióticas" destinadas a convencer a los negros y (24)
Ver AROSEMENA, Mariano, op . cit., p . 202 .
(25)
Ver ARROCHA GRAELL, Catalino, op . cit., p. 41 .
(26)
Idem.
(27)
Idem . 24 5
a los mulatos de la legitimidad de la gesta . En desquite, el caso contrario ocurre en 1830 . Los firmantes del acta son, casi en su totalidad, incondicionales a BOLIVAR y empleados públicos . (28) A los oligarcas obliga ESPINAR a suscribir el pliego . Y condena al ostracismo a varios ciudadanos decididamente liberales . Colecciona impuestos caprichosamente . Se apodera de las rentas eclesiásticas . Otorga grados militares superiores . Finalmente, invade la Provincia de Veraguas, gobernada por el General José de FABREGA, famoso latifundista, quien no adhiere al movimiento espinariano . Señor de la tierra y militar harto conservador, a FABREGA aterra la hegemonía política de su contrincante, refractario a la "clase blanca" . Cuatro consideraciones se imponen en torno a 1830 . Para comenzar, es factura de un caudillo de cuartel quien logra manejar, con atino, las masas arrabaleras . Segunda salvedad : trátase de una independencia anti-oligárquica en la medida en que ESPINAR -aliado al centralismo bolivariano- da al traste con las tesis autonomistas y federalistas defendidas por los negociantes liberales y anglófilos de Panamá . En tercer lugar, ESPINAR sabe que debe dominar el hinterland -y, ante todo, la Provincia de Veraguas- si desea mantener su hegemonía en el Istmo . Sospecha la posibilidad de una alianza provisoria entre la oligarquía urbana y los latifundistas del Interior . Por oposición a las independencias de 1821 y de 1826, los eventos de 1830 deben ser comprendidos a la luz del caudillismo militar . Los notables, urbanos y rurales, no participan de buen grado . En cuarto término, el desmembramiento de la Gran Colombia y la anarquía concomitante favorecen el interregno de los caudillos que descreen de la legitimidad de los grupos dominantes locales, de ancestro hispano, apoyándose en el pueblo para conservar su poder . El acta de 1830 da fe del caos que cunde en la antigua República de la Gran Colombia . Y comprueba la falta de comunicación de Panamá respecto de aquella entidad . IV. LA INDEPENDENCIA DE 1831 : URBANA Y OLIGÁRQUICA ESPINAR es derrocado por el Coronel venezolano ALZURU . Al principio, éste último recibirá el apoyo de la oligarquía . El autonomismo civilista marca, pues, el acta de 1831, documento más explícito y elaborado que la precedente proclamación . Concre-
(28) 24 6
Ibidem, p . 40 .
tamente, defiende unas tesis desarrolladas por los negociantes liberales de Panamá . En un primer artículo, afírmase que el Istmo no debiera reintegrarse a la Nueva Granada con la cual no tiene relaciones comerciales, siendo imposible que existan . (29) Luego, en el segundo, evócase la creación reciente de tres estados, antaño integrantes de la Gran Colombia (Venezuela, el Ecuador, Nueva Granada) . Habida cuenta de su posición geográfica "importante", fuerza es que el Istmo imite a los otros antiguos departamentos de la Gran Colombia constituyéndose en estado independiente a fin de obtener los bienes inmensos a los cuales está destinado por la "naturaleza" y por la "sociedad" . (30) He aquí una manifestación del mito geográfico que liga el bienestar del Istmo al comercio universal . Más pragmático es el tercero . Asigna una misión específica a Panamá si la Gran Colombia fuera reconstituida mediante el modelo federal . Se convertirá el país en el centro del "comercio lucrativo" que atravesará la zona de tránsito cuando un camino transitorio sea trazado por una "compañía de capitalistas" .(31)Enresu-, men, la oligarquía proyecta realizar, en breve, su utopía anheladísima : la "feria comercial" . Sin embargo, la cristalización del proyecto dependerá, ineluctablemente, de la construcción de una vía transístmica, inclusive extranjera de factura. Comporta una defensa del federalismo como sistema gubernamental el cuarto acápite . Obedece a una idea-fuerza de la oligarquía urbana : el autonomismo y el rechazo del miope centralismo . Aparece el liberalismo en el quinto párrafo . Desea el Istmo establecer el comercio libre ("relaciones francas") con todos los países del orbe, (32) a los cuales invita a cruzar su territorio, bañado por ambos mares, franja que une a Europa, América y el Asia . Finalmente, sugiere a la "nueva confederación colombiana" cambie las leyes proteccionistas, en Panamá, en atención a su "situación topográfica" . (29)
Ibidem, p . 50 .
(30)
Idem .
(31)
Ver AROSEMENA, Mariano, op . cit., p . 216 .
(32)
Idem . 24 7
Por último, el sexto artículo menciona la soberanía reconquistada por el Istmo al desmembrarse la Gran Colombia . (33) Por su virtud, los panameños pueden tener un gobierno particular ("administración propia") en el seno de la renovada entidad . Sin duda, la independencia de 1831 -contrariamente a la de 1830- favorecerá los intereses económicos de la oligarquía . Liberalismo, federalismo y autonomismo reclama, vivamente, el patriciado . Merced al laissez-faire, el Istmo pasará a ser, según ALZURU, el centro comercial del continente ("el emporio de la América") . (34) Teme, pues, Bogotá semejante ardid "anseático" por pavor a que las otras provincias colombianas lo emulen . (35) Con todo, el Coronel ALZURU, a semejanza del General ESPINAR, incoa, ulteriormente, una campaña contra los notables locales . Destierra a multitud de autoridades civiles y castrenses y deviene, al entender de los liberales urbanos, un perfecto "tirano" . (36) Una vez más, el General latifundista José de FABREGA -exilado por ALZURU- organiza, en Santiago de Veraguas, un ejército con el certero aval de los oligarcas citadinos . Para -rematar, al venezolano se le fusilará a fines de 1831 . Es significativo el que la Provincia de Veraguas, regida por FABREGA, se haya opuesto a las dos independencias proclamadas por ESPINAR y ALZURU . Unas rivalidades múltiples surgen entre esos jefes militares denominados supremos en Colombia . Cada uno pretende gobernar y no acepta la ingerencia de terceros hostiles . Generalmente, son los supremos veteranos oficiales quienes basan su nombradía en las hazañas que efectúan con ocasión de las guerras de independencia . Estudiaremos tres ejemplos bien saltantes . José de FABREGA, criollo, hijo de peninsular, landlord veragüense y firmante del instrumento de 1821, desempeñará funciones de cuartel en el tramonto del coloniaje . Encarna el espíritu del oficial aristocrático . (33)
Idem .
(34)
Ver ARROCHA GRAELL, Catalino, op. cit ., p . 54 .
(35)
Ver RESTREPO, José Manuel, Diario político y militar . Memorias sobre los sucesos importantes de la época para servir a la historia de la revolución de Colombia y de la Nueva Granada, desde 1819 para adelante, Tomo II, Comprende el tiempo corrido desde 10 de enero de 1829 hasta fin de 1834, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, Imprenta Nacional, Bogotá, 1954, p . 209 .
(36)
Ver AROSEMENA, Mariano, op . cit., p . 222 .
248
En cambio, ESPINAR, mulato, es guerrero cuya fama proviene, sin más, de las contiendas de independencia . Finalmente, con ALZURU acaece lo mismo . En suma, el primer supremo es un militar propietario, a tiempo que tanto el segundo como el tercero son solamente hombres de sable desposeídos quienes ansían capturar el poder . Tal fenómeno debe correlacionarse con la dificultad que sufre el débil poder central (Bogotá) de imponer sus designios . Mal que empeora cuando la Gran Colombia periclita en 1830 .
V. LA INDEPENDENCIA DE 1840 : URBANA Y OLIGARQUICA De 1831 a 1840, existen dos proyectos separatistas bien definidos . Concebido por Mariano AROSEMENA, el primero propugna por la anexión al Ecuador cuyas relaciones comerciales con Panamá son más fáciles . El segundo, urdido por el político José de OBALDIA, excita a la creación de un estado independiente bajo la protección de las grandes potencias, a saber, Inglaterra, Francia y los Estados Unidos del Norte . (37) Desde 1832, Panamá forma parte de la Nueva Granada (la actual Colombia) . La constitución del antedicho año es más bien centralista. Suplica la oligarquía urbana, con esmero, el obsequio de franquicias comerciales y la construcción de una vía transístmica al gobierno de Bogotá, el cual avanza intransigente política proteccionista . (38) Examinando la prensa panameña, publicada de 1830 a 1840, localizable en la Biblioteca Nacional de Colombia, en Bogotá, las tematizaciones del laissez-faire y de la vía transístmica atiborran incontables columnas . Los títulos mismos de los diarios istmeños (Comercio Libre, verbigracia) indican los sentires prácticos que inflaman a los oligarcas urbanos . (39) No pocas producciones líricas remiten, al Congreso santafereño, los negociantes panameños, quienes piden amplias franquicias . El
(37)
Ver MARTINEZ DELGADO, Luis, Panamá . Su independencia de España . Su incorporación a la Gran Colombia . Su separación de Colombia . El canal interoceánico, Ediciones Lemer, Bogotá, 1972, p . 60 .
(38)
Ver, con provecho, AROSEMENA, Mariano, op . cit ., p . 240 .
(39)
Ver MIRO, Rodrigo, La literatura panameña (origen y proceso), op . cit., p . 106 . 249
soneto titulado "Al Comercio Libre", salido a la luz en 1834 e impreso en el tabloide Comercio Libre, probará el aserto : (40) Quiera el sabio Congreso del Estado a nuestra petición dar acogida, haciendo la provincia más florida de este país desvalido, abandonado . A su munificencia es reservado prestarle nuevo ser, o nueva vida, al expedir la ley apetecida y que el comercio libre sea planteado . Este es la llave de oro venturosa que de Ceres el templo nos abriera la riqueza fijando presurosa . ¡Quién el ancho camino lograr viera! Objeto suspirando, obra famosa, que la dicha del istmo todo hiciera . Varios temas cultivan los versos consignados . Primeramente : la fe en la libertad comercial a cuyo influjo el Istmo "desvalido" se convertirá en un provincia "más florida" . Mas la realización de ese ensueño, idolatrado por los negociantes autóctonos, dependerá, a la postre, de la sabiduría del Congreso colombiano . Mediante su esplendidez potencial, el Istmo renacerá, figurativamente, en virtud de una ley que sancione el laissez-faire. En segundo término, el leit-motiv de la especificidad regional está claramente formulado, esencialmente en los dos primeros cuartetos del soneto . En efecto, una lejana provincia invoca al poder legislativo a fin de mejorar su suerte . Aun cuando reconozca, gentilmente, las cualidades que exornan al Congreso colombiano, no cesa el poema de recordar la miseria en que yace esa región, causada por las leyes proteccionistas, promulgadas por Bogotá . Por una parte, aflora una súplica cortés, dulcísima . De otra, percibimos enojo, descontento y desencanto ante la indolencia de Bogotá . Terceramente, el tema de la construcción de un camino o de un ferrocarril transístmico, o bien de un canal interoceánico, se perfila . Ciertamente, la vía aportará ti(40)
25 0
Ver Comercio Libre, número 11, Panamá, domingo 23 de febrero de 1834, p. 4, columna 2 .
queza y bienandanza al Istmo . El poema aludido sale a la luz después de las "independencias" de 1821, de 1826, de 1830 y 1831 . Condensa las esperanzas de los comerciantes panameños quienes se ofuscan por la testarudez de la capital colombiana . Ellos no obliteran sus intenciones autonomistas y separatistas . La independencia de 1840 habrá de reiterar, nuevamente, sus quereres . Por lo demás, el epígrafe del diario Comercio Libre, en el que figura el soneto analizado, vehicula el mismo programa . Y es factura del comerciante Mariano AROSEMENA : (41) Salve, patria amada, tierra peregrina, por do se camina de uno al otro mar : plegue que en tu seno vea el mundo reunidos sus frutos, tejidos, cuanto hay comercial . Y entonces gozando de lo que natura brindó con usura a tu posición : extiende tus manos francas, tolerantes, a los traficantes de toda nación . La posición geográfica del Istmo, región de tránsito ("peregrina") y patria amadísima, humedecida por ambos océanos, merece ser explotada convenientemente . Merced al laissez-faire, Panamá será una radiante "feria comercial". Aquí, el mensaje es más directo, menos elíptico que en la composición precedente . No obstante, esos dos textos revelan, a las claras, los temas del sentimiento nacional y del liberalismo e insisten en las diferencias profundas que existen entre la situación "marítima" de Panamá y aquella, tan distinta, de la altiplanicie .
(41)
Ibidem, p . 1 . 25 1
Además, quede claro de que, en Colombia, hay individuos que temen ocurra una nueva independencia istmeña de no modificar Bogotá su política antiliberal . (42) En 1839, estalla una guerra civil en la Nueva Granada . El 18 de noviembre de 1840 proclama Panamá su independencia, la cual dura un año . Disuelta la república, Panamá considera, que las obligaciones contraídas con la Nueva Granada finiquitan . (43) He aquí, pues, el contenido del primer artículo del acta de 1840 . En el segundo, afirmase que Panamá habrá de ser un "estado soberano" compuesto por las provincias de Panamá y de Veraguas . (44)
Constituye el federalismo condición sin la cual Panamá no adheriría a la Nueva Granada . Formúlase tal voto en el tercer artículo del instrumento . ¿Cuáles causas se invocan para justificar la gesta? Resumiendo plurales mensajes, debidos a la pluma del General Tomás HERRERA, jefe del Estado del Istmo (1840-1841), emergen varios motivos . Primeramente, existen causas geográficas . La falta de comunicación con el hinterland de la Nueva Granada (y, sobre todo, con Bogotá, capital andina) es la primera razón alegada por el caudillo blanco de la oligarquía urbana . En efecto, Panamá tiene más relaciones con otras ciudades, ubicadas en los "dos hemisferios" que con Bogotá . (46) Las relaciones postales entre Panamá y la capital colombiana demoran tres meses . Tales argumentos geográficos serán invocados, por los diversos teóricos separatistas, hasta 1903 . Así, posteriormente, en los albores del siglo XX, el jurisconsulto Pablo AROSEMENA insiste en la ausencia de comunicación terrestre entre Panamá y Colombia para justificar la última y definitiva independencia . Constata la existencia de un mero nexo "moral" que
(42)
En 1824, el senador colombiano Francisco SOTO manifiesta tal aprensión . Ver ARROCHA GRAELL, Catalino, op . cit ., p . 60.
(43)
Ibidem, p . 61 .
(44)
Idem .
(45)
Ideen .
(46)
Ibidem, p . 73 .
25 2
liga su patria a los otros departamentos de la república colombiana. (47) Segundamente, existen causas comerciales . Tomás HERRERA amplía el tema de la misión providencial del istmo, destinado a ser el "emporio del comercio de toda la tierra" . (48) Ya, en 1831, el Coronel ALZURU sostiene que Panamá habría de convertirse en el centro comercial del continente . Según HERRERA, tal destino es frenado, por una parte, por el gobierno español y, de otra, por el desdén del Congreso grancolombiano y neogranadino, el cual legislará a favor del proteccionismo . La suerte del Istmo no cambiaría, durante siglos, si permaneciese atado a la Nueva Granada . Privilegiado por la "divinidad", (49) Panamá se mutará en una vasta factoría abierta a todas las naciones al construirse una vía transístmica . Terceramente, alude a causas políticas . Diluida la república, Panamá recupera su soberanía : argumento presente en el acta de 1831 . Desea el Istmo una forma de gobierno de inspiración federalista . Y es ya hostil al centralismo bogotano . Merced al federalismo, Panamá obtendrá una adecuada legislación capaz de resolver . sus problemas particulares . De resto, Tomás HERRERA evoca las independencias de Venezuela y del Ecuador, antiguas provincias grancolombianas . Estas quisieron escapar al centralismo de Bogotá constituyendo estados libres . Panamá calcará sus voluntades . Un cuarto argumento : la historia . Durante parte del coloniaje, Panamá es una capitanía general dotada de una Audiencia, a semejanza de Venezuela y de Quito . Puesto que, ahora, tanto Venezuela como el Ecuador forman estados independientes, posee Panamá el derecho histórico de separarse de la Nueva Granada . (50) Por oposición a las efímeras independencias de 1830 y de 1831, el conato de 1840 durará un año (1840-1841) . Una repúbli(47)
Ver AROSEMENA, Pablo, "La LLERO REYES, Ernesto Jesús pendencia del Istmo de Panamá, má, Imprenta Nacional, Panamá,
(48)
Ver ARROCHA GRAELL, Catalino, op . cit., p . 73 . Sobre el tema de la "misión providencial" en los diversos nacionalismos, ver, con provecho, DOOR, Leonard W ., Patriotism and Nationalism . Their Psychological Foundations, Yale University Press, New Haven and London, 1964, pp . 163-164 .
(49)
Ver ARROCHA GRAELL, Catalino, ibidem, p. 85 .
(50)
Ibidem, p . 87 .
secesión de Panamá y sus causas", en CASTI(editor), Documentos históricos sobre la indePublicaciones del Instituto Nacional de Pana1930, p. 242 .
253
ca libre -el Estado del Istmo- cuaja. El 1° de marzo de 1841, la Asamblea Constituyente reúnese en Panamá . La mayoría de los diputados -a veces, inclusive, los de los cantones rurales- se reclutan en el seno de la oligarquía urbana . Tal, el médico Mariano AROSEMENA QUESADA es uno de los representantes del Cantón del Darién . José GARCIA DE PAREDES, burgués, funge como personero del Cantón (rural) de Parita . Y Ramón VALLARINO, comerciante urbanizado, es uno de los diputados del Cantón (rural) de Portobelo. Finalmente, los negociantes citadinos Bernardo ARCE MATA y Juan Bautista FERAUD asisten al cónclave como diputados por el Cantón (también bucólico) de La Chorrera . La asamblea declarará, en efecto, que el Istmo no será reintegrado a la Nueva Granada bajo la égida centralista . (51) De añadidura, el General Tomás HERRERA, adalid de la nueva entidad e hijo de un prócer de 1821, nombra al comerciante José Agustín ARANGO como Ministro de Estado y designa, a Mariano AROSEMENA, Ministro de Relaciones Exteriores y Económicas . Ambos pertenecen, por cierto, a la oligarquía . Reconocido estado soberano por Costa Rica, el gobierno panameño manda un agente confidencial, a Wáshington, con el objeto de que obtenga el reconocimiento de los Estados Unidos, relativo a la neutralización del primero . (52) En punto a economía, modifícanse las tarifas aduaneras . La única escuela secundaria existente -el Colegio del Istmo- deviene universidad en 1841 . Todas estas medidas apuntan hacia el autonomismo . La vocación estatal de la oligarquía se manifiesta con peculiar brillo a la sazón . Por vez primera, después de 1821, Panamá es reconocido como estado independiente por otras repúblicas . Una Asamblea Constituyente logra instaurar los basamentos del Estado del Istmo . Nunca como entonces los comerciantes panameños realizarán, en la práctica, sus más entrañables votos . El sentimiento nacional se apoya en fundamentos geográficos, históricos, económicos y políticos bien determinados . El General Tomás HERRERA -citadino y oligarca, por oposición a ESPINAR y ALZURU-expondrá sus principios en varias alocuciones . (51)
Ibidem, p . 66 .
(52)
Ibidem, p . 70 .
254
Mas, en 1842, Panamá adhiere a la Nueva Granada, la cual adopta, desde 1843, una constitución fuertemente centralista . Los ensueños federales, caros a los comerciantes panameños, se disipa-rán de nuevo . Pero hay algo más . Desea conservar la Nueva Granada su hegemonía en Panamá . Le horroriza el excesivo separatismo istmeño y el imperialismo británico, muy actuante por América Central y alrededores . En efecto, las grandes potencias ansían, vivamente, construir una vía interoceánica y transístmica . Y codician los países centroamericanos cuya posición geográfica es bien interesante (Panamá, Nicaragua) . Por ende, la Nueva Granada tratará de asegurarse la propiedad y neutralidad de Panamá . El 12 de diciembre de 1846 fírmase, en Bogotá, el tratado MALLARINO-BIDLACK, por el Ministro de Relaciones Exteriores de la Nueva Granada, Manuel María MALLARINO, y Benjamín A . BIDLACK, encargado de negocios de los Estados Unidos . Según el artículo 35 del convenio, la Nueva Granada otorga, a los Estados Unidos, el derecho de libre tránsito por el Istmo a condición de que éstos aseguren la neutralidad con miras a que el libre tránsito no sea interrumpido . A su turno, los Estados Unidos reconocen la soberanía y la propiedad de la Nueva Granada respecto de Panamá . (53) En virtud del tratado MALLARINO-BIDLACK, -el gobierno y los habitantes de los Estados Unidos están exentos de pagar tarifas aduaneras al atravesar el Istmo . Es una limitación importante al proteccionismo colombiano . Geopolíticamente, los Estados Unidos necesitan semejante acuerdo por cuanto desean obviar las apetencias expansionistas de la Gran Bretaña en la América Central . Por lo demás, ya conocen las riquezas minerales californianas . Para poblar aquel territorio del Pacífico, los inmigrantes, provenientes del Este de los Estados Unidos, cruzarán el Istmo arribando, luego, al Oeste . Cosa curiosa, la promulgación del tratado, en 1848, coincide con el descubrimiento del oro en California . De golpe, beneficia a los Estados Unidos, los cuales realizarán, mutatis mutandis, su poblamiento del Oeste por Panamá hasta 1869 . (53)
Ver REBOLLEDO, Alvaro, Reseña histórico-política de la comunicación inter . oceánica, con especial referencia a la separación de Panamá y a los arreglos entre los Estados Unidos y Colombia, Editorial Hispano-América, San Francisco, California, 1930, pp . 101-102 . 25 5
Mas, el convenio mencionado reviste no poca importancia para los panameños . En efecto, asegura la soberanía colombiana en el Istmo merced a la protección estadounidense . No obstante, es un precedente que podrá ser utilizado, por los istmeños, cuando querrán proclamar su independencia con el auxilio brindado por la norteña nación . (54)
VI . ALGUNAS CONCLUSIONES
Desde la primera mitad del decimonono, el sentimiento nacional panameño existe . Los ideólogos del nacionalismo se reclutan en el seno de la oligarquía urbana . Las "independencias" de 1821, 1826, 1830, 1831 y 1840, son, todas, refrendadas, prácticamente, en la Ciudad de Panamá . Desde el principio, es decir, a partir de 1821, la oligarquía citadina redacta la declaración dotada del más explícito contenido económico . Y clama por un gobierno autónomo en el seno de la Gran Colombia . El conato de independencia de 1826 es una respuesta diseñada por la oligarquía al centralismo de Bogotá . Constituye, asimismo, el génesis de la idea anseática según la cual el Istmo habrá de convertirse en protectorado, reconocido por las grandes potencias (sobre todo Inglaterra) . De hecho, tal fórmula autonomista supone la ingerencia de un tercero que promueva su fulguración . En cambio, las independencias de 1830 y de 1831 son pronunciadas por dos caudillos militares, nacidos fuera de la oligarquía . Ocurren cuando la Gran Colombia principia a desmembrarse . Con todo, los negociantes urbanos participan en dichas efemérides estampando sus rúbricas . En 1830, ESPINAR moviliza el pueblo arrabalero logrando dominar, momentáneamente, el núcleo dirigente criollo . En 1831, ALZURU, inicialmente, asciende al poder merced a la connivencia de la oligarquía . A la sazón, el autonomismo, el federalismo y el liberalismo son exigidos, con bastante ardor, por Panamá . La misión comercial del Istmo es memorada insistentemente . Ambas independencias no son aceptadas por la Provincia de
(54)
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Ver, al respecto, ARROCHA GRAELL, Catalino, op. cit ., p . 108 .
Veraguas, gobernada por el general latifundista José de FABREGA . Este último desconoce la autoridad de los supremos militares, habida cuenta de sus planes "populistas" . La más prolongada de las independencias acaece en 1840 . Aflora cuando la guerra civil cunde en la Nueva Granada . El Istmo será un estado libre por un año (1840-1841) . El General Tomás HERRERA, jefe de la novísima entidad, es, simultáneamente, caudillo y oligarca . Sintetiza el nacionalismo panameño, en sus alocuciones, señalando sus fundamentos geográficos, históricos, económicos y políticos . En su entender, la misión comercial del Istmo posee envergadura ecuménica . Mas, Panamá no será emporio si sigue uncido al yugo de la Nueva Granada . La ausencia de integración efectiva de Panamá en el seno de la Gran Colombia, y luego de la Nueva Granada, la creciente disparidad de sus intereses económicos, la fragilidad de las estructuras políticas -canceladas las guerras de independencia-, el débil poder de Bogotá comparado con aquel ejercido por los caudillos comarcanos y por los grupos dominantes locales, la indiferencia con que la capital colombiana observa los problemas concretos del remotísimo Istmo : he aquí unas causas susceptibles de explicar la eclosión del sentimiento nacional panameño y los movimientos separatistas que jalonan la primera parte del siglo XIX . Cada examinada proclamación suministra unos argumentos que justifican la autonomía en vano suplicada . En resumen, el nacionalismo panameño brota desde la primera mitad del siglo de las luces . Sería inexacto considerar la república, instaurada en 1903, como una institución de "opereta", forjada ex nihilo por el mero capricho de una potencia extranjera . Los antecedentes, a que aludimos, demuestran la superficialidad de semejantes interpretaciones .
257
25 8
SEGUNDA PARTE (1849 - 1903) INTRODUCCION GENERAL En la primera parte de este trabajo, ninguna mutación brusca e irreversible de la sociedad panameña fue tratada ni evocada . Nos ceñimos a abordar algunos aspectos de la estructura social del Istmo -oligarquía urbana, grupos marginales urbanos, poder local, regional y nacional de la élite, mentalidades y, finalmente, el aflorar del sentimiento nacional panameño, a la luz de las tentativas de "independencia" que jalonan la primera mitad del decimonono . De plano, lo que podría captar la atención del lector, en esa primera parte, es la extremada estabilidad de una sociedad tradicional cuyo ritmo de crecimiento permanece, ciertamente, colonial . En efecto, la independencia política formal no está acompañada de una real autonomía o de un creciente desarrollo . De 1821 a 1849, la sociedad panameña pareciera estar estancada en todos sus niveles (económico, social, político, demográfico, técnico, sanitario) . Pese a la vitalidad y al entusiasmo, demostrados por la minúscula burguesía comercial, avecindada en la Ciudad de Panamá, ese período, de casi treinta años, marca la evaporación de multitud de fortunas de origen colonial y clausura, por supuesto, una década particularmente halagüeña en materia comercial (1810-1820) . Paradójicamente, la recesión económica surge cuando la independencia política es proclamada. Los primeros treinta años del período republicano no aportan la riqueza inmediata, tanto soñada por los negociantes panameños, ni la paz social . A despecho de tan funestas circunstancias, y, quizás, a causa de todos esos problemas, la oligarquía urbana se aísla y enclaustra, refuerza su cohesión, ya sólida a finales del coloniaje, multiplica su propensión a la endogamia (transformando los matrimonios entre primos en moneda corriente), adquiere conciencia, progresiva y lúcidamente, de los particularismos propios de la zona donde reside, a 2 59
saber, el pasillo transístmico . Los teóricos del nacionalismo provienen de esa clase, formada, principalmente, por comerciantes criollos cuya desconfianza al centralismo y al proteccionismo, ensalzados por Bogotá, aumenta . Ellos claman, con reiterado empeño, por un estatuto particular de self-government que favorezca a su provincia natal, llamada por la "divinidad", por la "geografía", por la "historia" y por el "comercio", a jugar un papel preponderante en el mundo . La miopía de Bogotá exacerba ese nacionalismo embrionario, expresado por los conatos de independencia de 1821, 1826, 1830, 1831 y 1840 . Ante tamaña fiebre separatista, los grupos dominantes rurales, en extremo esparcidos por la campiña panameña, encarcelados en el seno de sus latifundios enormes (frecuentemente baldíos), son incapaces de proponer una "teoría nacional" coherente y viven, consuetudinariamente, en una realidad parroquial lugareña y autárquica . En suma, el hecho nacional no cala en aquellos señores de la tierra, divorciados del mundo exterior . Son los negociantes criollos urbanos, xenófilos, liberales y dependientes de la relaciones comerciales con el extranjero, quienes conciben la posibilidad de un régimen autónomo (en el seno de Colombia o fuera de ella) que beneficie al Istmo . Desde el principio, sus intereses materiales son contradictorios con los de Bogotá . En la prensa liberal panameña, destilan, con amplio frenesí, sus votos de autonomía, aplaudiendo, en veces candorosamente, todos los proyectos relativos a la construcción de un camino transístmico de tierra o de hierro, o a la excavación de un canal interoceánico . La mera utopía de la "feria" depende del acto antedicho . A lo largo de la primera mitad del decimonono, los ideólogos de la oligarquía urbana ligan la noción de bienestar a la realización de una vía transístmica que comunique el Atlántico con el Pacífico . Estiman, asimismo, que, merced al transporte de mercancías e individuos, a través de esa estrecha franja de 80 kilómetros, el Istmo se enriquecería mecánicamente, engrosando su población y su "civilización" . En breve, pareciera como si ignoraran los peligros de semejante empresa, habida cuenta de que seríafactura de capitalistas extranjeros . Tal eventualidad no signa sus escritos, decididamente optimistas y quiméricos . Veremos, luego, cómo, la utopía de la "feria comercial" finge cristalizarse, varias veces, durante la segunda mitad del siglo XIX, mas sin que produzca, por tanto, la bienandanza calculada. 2 60
Dos cambios capitales revolucionan el Istmo en 1849 . El primero, de orden interno : el obsequio de franquicias comerciales por Bogotá y el triunfo del partido liberal . Exógeno el segundo : la llegada multitudinaria de los primeros inmigrantes que atraviesan la zona de tránsito rumbo a California . Ambos hechos históricos- triunfo del liberalismo, en Colombia, y descubrimiento del oro californiano- inauguran una era de "prosperidad falaz" (1849-1869), si se nos permite utilizar la expresión del historiador peruano Jorge BASADRE, lapso en el cual la anciana utopía de la "feria comercial" cuaja . Luego de tres décadas de angustiosa recesión económica, habrá veinte años de intenso auge mercantil . En su transcurso, una compañía norteamericana construye el ferrocarril transístmico ( terminado en 1855 ), el primero del mundo que permite viajar del Atlántico al Pacífico, o viceversa, en algunas horas . El largo de la vía es de 80 kilómetros . Esta nueva coyuntura (1849-1869) integra el Istmo, al mercado capitalista mundial, como país proveedor de servicios, en vez de región agroexportadora . La posición geográfica excepcional de Panamá será explotada por las potencias metropolitanas (los Estados Unidos, Inglaterra y Francia ). Desde el inicio de la coyuntura, los intereses norteamericanos no cesan de multiplicarse en Panamá . Con todo, la presencia comercial francesa no disminuye . En adelante, la dependencia del Istmo, respecto de los Estados Unidos, crecerá anchamente en la medida en que el ferrocarril panameño es construido con capitales provenientes de Nueva York . Resumiendo, Panamá se transformará en el istmo de Nueva York y cesará de ser el istmo de Jamaica . El proceso de americanización no cala, ciertamente, sino en la zona de tránsito . En efecto, la ciudad portuaria de Colón (llamada, en un principio, Aspinwall, por los americanos) es fundada por los directores de la compañía norteamericana, encargada de erigir el ferrocarril . En segundo lugar, el dólar y el oro americanos reemplazan la moneda colombiana en infinidad de transacciones comerciales . En tercer término, no pocos negociantes, norteamericanos de origen, se establecen en Panamá y aprovechan, más que sus homólogos panameños, la coyuntura californiana . En cuarto lugar, plurales diarios de lengua inglesa aparecen, a la sazón, en las ciudades terminales . Defienden, naturalmente, intereses norteños y critican, en ocasiones, con 261
saña, a las autoridades colombianas y panameñas o vilipendian las gacetas locales redactadas en castellano . Construido el ferrocarril, la zona de tránsito deviene el punto más codiciado de aquella porción de la Nueva Granada . En las ciudades marinas las mayores fortunas se aglutinan . Los espacios del hinterland sufren desequilibrios notorios respecto del pasillo transístmico, el cual sale enriquecido, demográficamente, merced a la ola de poblaciones foráneas diversas que se arraigan allá . El inflamiento de las ciudades terminales, a lo largo de esos cuatro lustros particularmente fastos (1849 - 1869), transforma, en efecto, las estructuras urbanas de la zona de tránsito . Así, la Ciudad de Panamá pasa de 4,897 habitantes, en 1843, a 13,311 almas, en 1864 . El comercio, el transporte de pasajeros, su hospedaje y sustento (principalmente durante el período que precede al funcionamiento de la vía férrea : 1849 1855 ), constituyen fuentes de enriquecimiento tangible en favor de los miembros de la oligarquía urbana . A pesar de su ausencia de espíritu de empresa, éstos últimos parecen explotar esa etapa excepcional de prosperidad . Por desgracia, el ferrocarril transcontinental americano es inaugurado en 1869 . De inmediato quiebran multitud de comerciantes nacionales y foráneos . Un apreciable número de capitalistas extranjeros, fincados, provisoriamente, en Panamá, con el objeto de disfrutar de la coyuntura californiana, abandona, de plano, el Istmo . La década, que transcurre de 1869 a 1879, está signada por una recesión profunda . Mas, los trabajos de excavación, iniciados por los franceses (1880), reaniman la economía de la zona de tránsito . Ese nuevo ciclo de holgura relativa arranca después de diez años calamitosos (1869 - 1879) que cancelan la bonanza californiana (1849 1869) . El Istmo deviene más y más vulnerable a las coyunturas externas . Así, pasados treinta años de inopia (1821 - 1849), que acompañan el inicio de la república, irrumpen veinte de prosperidad artificiosa (1849 - 1869), en seguida una depresión económica, más bien efímera (1869 - 1879), en relación con aquella de la primera mitad del siglo XIX, y, finalmente, la primera euforia del canal francés (1880 - 1888) . Cada ciclo de florecimiento acentúa la preeminencia de la estrecha franja de tránsito (de hecho, las urbes portuarias de Panamá y de Colón) sobre todo el territorio panameño, en la medida en que el ferrocarril y, ulteriormente, los trabajos del canal interoceánico, tienen lugar dentro de dicha región . 2 62
Aceleración de los ciclos económicos favorables y desfavorables, realización, en cierto modo decepcionante, de la utopía de la "feria comercial" durante la segunda mitad del decimonono, extrema dependencia del Istmo respecto de factores exógenos que determinan su economía, explotación creciente de su posición geográfica insustituible por las compañías concesionarias, bien americanas, bien francesas, recrudescencia de los movimientos sociales y de la inestabilidad política, intervencionismo imperialista constante, fracaso de una modernización integral, aun urbana, laxitud de los comerciantes criollos ante el fulgurante dinamismo de los negociantes extranjeros : tales son las características saltantes del período que habremos de estudiar (1849 - 1903) . Si, en la primera parte, pretendimos examinar la sociedad panameña, más bien desde miradores internos, esta segunda tratará de dilucidar los mecanismos externos que modificarán, sensiblemente, sus estructuras . La cohesión familiar, la lógica matrimonial, el particularismo, el sistemático nepotismo, el monopolio efectivo de los principales cargos públicos por una minúscula élite, las actitudes de "casta", el incuestionado control ejercido por los grupos dominantes rurales en los espacios débilmente poblados de la campiña panameña, la eclosión del sentimiento nacional : he aquí unos temas que justifican el escogimiento de un enfoque interno de la sociedad asediada . Pues, inclusive, las sociedades "periféricas" poseen una historia y no se reducen a ser fiel reflejo de las metrópolis . De allí deriva, en efecto, la importancia de que dotamos a las fuentes inéditas -archivos parroquiales, protocolos notariales, diarios locales- susceptibles de auxiliarnos a comprender esa sociedad . Reconstruimos sus líneas de fuerza recurriendo a tales fuentes . Quizá con demasiada insistencia. Mas tal abundancia de datos es indispensable, en nuestro concepto, a fin de obviar peticiones de principio . Además, no debemos caer en la tentación, hoy frecuentísima, de explicar cuanto ocurra, en la sociedad panameña, en función de Londres, de París y de Nueva York . Sin embargo, en la primera parte, registramos, insistentemente, la aguda dependencia comercial del Istmo frente a los mercados metropolitanos . Sería candoroso si nos resistiésemos a reconocer el peso de las influencias externas . Estas tienden a adelantar en el transcurso de la segunda mitad del siglo XIX .
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CAPITULO SEPTIMO
EL IMPACTO DE LA FIEBRE DEL ORO CALIFORNIANO, LA CONSTRUCCION DEL FERROCARRIL Y LA OLIGARQUIA URBANA (1849 - 1869) .
En este primer capítulo de la segunda parte, trataremos de aprehender las transformaciones que sufre la oligarquía urbana con ocasión de la fiebre del oro en California, evento por cierto imprevisto e inesperado, cuyas consecuencias son a la vez positivas y funestas . En efecto, el descubrimiento fortuito del metal provoca, en seguida, un movimiento migratorio considerable . Infinidad de inmigrantes provenientes del Este y del Sur de los Estados Unidos, no pocos . europeos -irlandeses, ingleses, franceses, belgas, alemanes, suizos, austríacos, escandinavos, italianos, españoles y portugueses-- atraviesan la zona transístmica panameña con objeto de pisar pronto la tierra prometida . Además, aun sudamericanos -ante todo chilenos, peruanos y ecuatorianos- residen en Panamá, humedecida por el Pacífico, antes de que arriben a ese territorio aurífero del Oeste norteamericano . Como ocurre antaño, la privilegiada posición geográfica de este istmo centroamericano es vendimiada por los países metropolitanos . De hecho, cuatro rutas principales pueden ser elegidas por los viandantes europeos o norteamericanos que anhelan llegar a California . La primera es la del Cabo de Hornos, la cual supone descender toda la América del Sur, por el Océano Atlántico, y subir, luego, por el Pacífico hasta la región septentrional del Nuevo Mundo . Para el viajero europeo, dicha ruta marítima es la más segura, pero también la más larga y costosa . La segunda es la de México cuyo hinterland se impone cruzar . Mas este derrotero resulta asaz largo y peligroso a la postre . El tercero y cuarto itinerarios incluyen el tránsito por la] América Central (Nicaragua o Panamá) . Ambas alternativas son, evi26 5
dentemente, las más rentables y las menos caras fundamentalmente para los americanos que viven en el noreste y en el sudeste de los Estados Unidos. Ellos constituyen el grueso de los inmigrantes durante el período considerado (1849 - 1869), circunstancia en nada extraordinaria . El fortuito descubrimiento del oro californiano precipita el poblamiento de aquella región, por los estadounidenses, los cuales la convierten en nuevo estado de la Unión (1850) . El expansionismo de esa "república imperial" (si utilizamos el lenguaje del sabio Raymond ARON) es fortísimo . (1) Desde 1845, Tejas es incorporada a los Estados Unidos, nación que ansía tener costas en el Pacífico . Mas, el poblamiento de California no puede efectuarse, directamente, por los habitantes norteños, en la medida en que no existen vías de comunicación que liguen el Este al Far West . Además, el periplo luce en extremo penoso, por una parte, en virtud de la ardua geografía del Oeste norteamericano, y, de otra, en razón de la hostilidad manifestada por las tribus indígenas que moran en esa porción del continente . Puestas así las cosas, las dos posibilidades restantes son : el cruce por Nicaragua o por Panamá, a saber, dos istmos centroamericanos . Ahorrarían, de tal suerte, tiempo (factor importante para los buscadores de oro) y dinero (contrariamente a la ruta del Cabo de Hornos) . Desde los inicios de la coyuntura, unas compañías marítimas norteamericanas triunfan en monopolizar el transporte de pasajeros por Nicaragua y Panamá. Empero, antes de la inauguración del ferrocarril transístmico (1855), los viajeros deben atravesar esa franja estrecha utilizando, para su consecución, canoas, gracias a las cuales suben por el río Chagres, y, luego, alquilan mulas o caminan a pie hasta la Ciudad de Panamá, donde aguardan la llegada del barco, propiedad de la compañía americana, que les conduciría a California . La elección de la ruta panameña no tiene absolutamente nada de filantrópico en el ánimo de los veloces inmigrantes . Es, por tanto, una decisión de lo más práctica y utilitarista . Atisbar a California en el acto : he allí su lema . Recorriendo el más estrecho istmo centroamericano economizarían bastante . La construcción del ferrocarril, iniciativa perfeccionada por una compañía de Nueva York, obedece, ciertamente, a tan pragmático designio . La tecnología norteamericana es, a la sazón, capaz de construir la vía férrea . En verdad, el extraordinario atraso técnico y tecnológico de Colombia imposibilita la feliz terminación de semejante empresa . (1)
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Ver, al particular, DE LA PEÑA, Sergio, El antidesarrollo de América Latina, 3a edición, Economía y Demografía, Siglo veintiuno editores, México, 1974, p . 146 .
Evocamos, al final de la primera parte, la trascendencia del Tratado MALLARINO - BIDLACK, firmado en Bogotá, el 12 de diciembre de 1846, por Manuel María MALLARINO, Ministro de Relaciones Exteriores de la Nueva Granada, y Benjamín A . BIDLACK, encargado de negocios de los Estados Unidos . Temiendo el fortalecimiento del imperialismo británico en la América Central, la Nueva Granada ansía conservar para sí la garganta ístmica . Sus relaciones con Inglaterra no son del todo dichosas . En efecto, Londres reconoce el reino indio de Mosquitia (en Nicaragua) a guisa de estado soberano . Entonces, Bogotá suscribe un tratado con Washington, en el que la Nueva Granada se compromete a abolir las tarifas diferenciales, impuestas a los Estados Unidos . Ofrece, al gobierno y a los sujetos americanos, el derecho de libre transito por el , Istmo . Tales medidas violan y mitigan el rígido proteccionismo colombiano . Empero, los Estados Unidos deben garantizar los derechos de soberanía y de propiedad de la Nueva Granada sobre el Istmo . La nación anglosajona debe, por último, asegurar la neutralidad de Panamá y velar por el libre transito interoceánico . Merced a tal tratado, la Nueva Granada piensa limitar las tendencias expansionistas inglesas . Mas, por lo visto, los Estados Unidos obtienen ostensibles ventajas . Aprobado hacia 1848, el Tratado MALLARINO-BIDLACK coincide con el descubrimiento del oro en California . En otras palabras, el pacto bilateral parece en exceso favorable a los Estados Unidos, los cuales pueden, desde un principio, conquistar a California, por Panamá, sin pagar derechos de aduana . Triunfo indiscutible de la diplomacia washingtoniana en la América Central, tal acuerdo, concluido entre los Estados Unidos y la actual Colombia, es seguido por el Tratado CLAYTON-BULWER, firmado, en 1850, por John M. CLAYTON, Secretario de Estado americano, y Henry Lytton BULWER, representante de la Gran Bretaña . En efecto, los Estados Unidos temen el espectro del imperialismo británico en la América Central, sumamente vivaz principalmente en Nicaragua . En síntesis, las dos potencias se comprometen a no disfrutar, individualmente, de la propiedad exclusiva del canal que excavarían en Centroamérica. Aquí, los Estados Unidos tratan, por procedimientos diplomáticos, de frenar y mediatizar el expansionismo inglés en aquella región . 2 67
Ambos tratados -MALLARINO-BIDLACK (1846) y CLAYTON-BULWER (1850)- encarnan, a todas luces, dos victorias ganadas por los Estados Unidos . La primera es debida, ciertamente, a la desigualdad que separa una nación en ciernes, paupérrima e impotente de la América Latina (la actual Colombia) de los Estados Unidos del Norte, en vías de industrialización y ya inquietamente absorbentes . Comparativamente, salta a la vista que éstos últimos aprovechan ese convenio más que Colombia . La segunda victoria diplomática, de los Estados Unidos, prestos a tomarse a California, es haber aplacado el imperialismo británico en la América Central . Aquí, vemos un acuerdo refrendado entre dos potencias rivales . Mientras tanto, el primero lo rubrican dos países intrínsecamente desiguales . En nuestro humilde concepto, los dos pactos evocados revisten singular trascendencia para comprender, cabalmente, el período apodado "californiano" de la historia panameña (1849 - 1869) y con vistas a explicar las múltiples intervenciones norteamericanas en el Istmo . Aparte de los acuerdos citados, cabe anotar, en efecto, que el gobierno colombiano firma un contrato con un grupo de capitalistas estadounidenses, dirigido por William A . ASPINWALL, hacia 1848, en Washington . Ratificado por Bogotá, en 1850, el Contrato STEPHENS-PAREDES otorga, a esa compañía, el privilegio exclusivo de trazar un ferrocarril, a través del Istmo, durante cuarenta y nueve años . El gobierno colombiano podría comprarlo de nuevo, después de veinte años, mediante la suma de 5,000,000 de dólares ; transcurridos treinta, gracias a 4,000,000, y, en fin, pasados cuarenta, por sólo 2,000,000 . Al finalizar el lapso dispensado por el gobierno colombiano, éste se convertiría en el propietario de la obra con todos sus efectos . Mas, Colombia hace demasiadas concesiones a la compañía norteamericana . Le da las tierras indispensables al establecimiento del ferrocarril y los puertos marítimos y fluviales, amén de los baldíos de la isla de Manzanillo, punto terminal de la vía férrea en el Atlántico . (2) Ofrece, gratis y a perpetuidad, 150,000 fanegadas, o sea, 300,000 acres, a la compañía, la cual puede tomar esas tierras en las provincias de Panamá y de Veraguas o en otras provincias colombia(2)
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Ver, al respecto, ORTEGA, Alfredo, Ferrocarriles colombianos . Resumen histórico, Tomo 11, Biblioteca de Historia Nacional, Volumen XXVI, Imprenta Nacional, Bogotá, 1923, p . 156 .
nas . Bogotá no recibiría sino el 3% de los beneficios netos cosechados por la compañía . (3) Antes de continuar, precisaremos una cosa . Los precedentes proyectos, relativos a la construcción de un ferrocarril transístmico, fracasan . Hay, en efecto, tentativas inglesas y francesas anteriores a 1848. Así, por 1847, Mateo KLEIN, representante de banqueros y de comerciantes del Hexágono, concluye un contrato, con el gobierno colombiano, a fin de ensamblar una vía férrea por Panamá . Los privilegios y las concesiones son en extremo ventajosos para la compañía gala, lo cual provoca la turbación de Bogotá . Con todo, habida cuenta de las dificultades y del costo considerable de semejante obra, la compañía no materializa su proyecto . (4) Malogrado el sueño de KLEIN, los intereses franceses, atinentes a la vía transístmica, parecen decaer hasta 1880 . Cabe agregar, antes de rematar este párrafo, que Francia se interesa, bien temprano, en la construcción de un canal ístmico . En efecto, la Compañía SALOMON (animada por el banquero del mismo apellido y por los hermanos JOLY de SABLA, oriundos de Guadalupe) obtiene, hacia 1838, el privilegio de abrir un canal por Panamá . Esa entidad cuenta con el apoyo del Ministro GUIZOT y desea conquistar la ayuda del rey Luis Felipe para finiquitar dicha empresa. (5) Finalmente, algunos proyectos de excavación, ingleses, franceses, holandeses y norteamericanos, periclitan en la primera mitad del decimonono . Enumeremos, brevemente, a quienes intentan construir una vía transístmica, por Panamá, en el transcurso de la primera mitad del siglo XIX : D'EVEREUX y COCHRANE en 1824 ; HISLOP en 1825 ; LLOYD y FALMARC en 1827 ; el Baron de THIERRY en 1833 ; BIDDLE en 1835 ; SALOMON y JOLY de SABLA en 1838 ; GARELLA en 1843 ; y KLEIN en 1847 . (6) (3)
Sobre dicho contrato, ver, con provecho, REBOLLEDO, Alvaro, Reseña histórico-política de la comunicación inter-oceánica - con especial referencia a la separación de Panamá y a los arreglos entre los Estados Unidos y Colombia, op . cit ., pp . 122-123 .
(4)
Ibidem, pp . 121-122.
(5)
Ibidem, p . 68 .
(6)
En torno a ese asunto, ver, con provecho, CASTILLERO CALVO, Alfredo, "El oro de California en la vida panameña", en Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos, Volumen 3, Biblioteca Nuevo Panamá, Ministerio de Educa269
El acotamiento de todos esos proyectos no obedece a móviles llanamente eruditos . Tales fracasos, británicos, franceses, holandeses, incluso norteamericanos, prueban el interés que demuestran las metrópolis por el alzamiento de una vía transístmica . De tantas tentativas, la de los Estados Unidos plasma . Sumamente favorecidos en virtud de la conclusión de dos tratados internacionales y de un contrato, que les autoriza plantar un ferrocarril, los Estados Unidos jugarán un papel preponderante, en Panamá, a partir de esas calendas . Tal circunstancia es muy saltante en la medida en que la utopía de la "feria comercial" supone, para su efectiva realización, que un ferrocarril o un canal sean edificados . Después de tantas expectativas vanas, la obra anheladísima será realizada por una compañía de Nueva York. En verdad, su construcción es ardua . Primeramente, a causa de la falta de obreros panameños . En efecto, la fiebre del oro californiano' suscita una demanda, sin cesar creciente, de bogas, muleros y cargadores, los cuales conducen los pasajeros del Atlántico al Pacífico y viceversa . Sus salarios aumentan en seguida de modo exorbitante y los adjudicatarios deciden no emplear obreros panameños . Se ven obligados a invitar, en un principio, a naturales de Jamaica, Cartagena y los Estados Unidos, (7) luego a irlandeses, coolies de la India, chinos, ingleses, franceses, alemanes y austríacos . (8) En suma, la compañía del ferrocarril importa más de 7,000 extranjeros . Desgraciadamente, la mayoría -sobre todo los de origen europeo- no resisten las inclemencias del temple panameño ni se adaptan . Son expatriados por la Compañía, la cual introduce 1,000 chinos . Con todo, 800 perecen pasado un mes . No toleran las condiciones de trabajo ni 1PdUIc9aenmi7po23vlr4,ást .V er, asimismo, LEMAITRE, Eduardo, Panamá y su separación de Colombia: una historia que parece novela, Prólogo por Abelardo Forero Benavides, Biblioteca Banco Popular, Editorial Kelly, Bogotá, 1971, pp . 41-46 . Ver, por último, SIEGFRIED, André, Suez, Panama et lea routes maritimes mondiales, avec 33 cartes et graphiques, nouvelle édition revue et augmentée, Librairie Armand Colin, París, 1948, pp . 167-168 . (7)
Ver, al respecto, OTIS, Fessenden Nott, Illustrated History of the Panama Railroad ; together with a traveler's guide and business man's handbook for the Panama Railroad and its connections with Europe, the United States, the North and South Atlantic and Pacific Coasts, China, Australia and Japan, by sail and steam, Second Edition, Revised and Enlarged, Harper & Brothers, Publishers, New York, 1862, p . 31 .
(8)
Ibidem, p . 35 .
2 70
soportan con suceso el clima tórrido del Istmo . Muchos se suicidan . (9) En fin, la Compañía reemplaza los remotos obreros con trabajadores de cuna jamaicana o cartagenera, capaces de superar los rigores del clima istmeño . (10) Así las cosas, solamente en 1853, la Compañía importa alrededor de 2,000 varones negros de Jamaica a fin de adelantar las obras .(11) Por 1854, continúa el ingreso de los obreros antillanos exacerbándose la tendencia . Mas, estrenado en ferrocarril, casi todos se reintegran a su ínsula natal . (12) En síntesis, la Compañía resuelve, con indudable fortuna, el problema de la escasez de mano de obra autóctona utilizando brazos provenientes de las Antillas inglesas y de las regiones costaneras de Colombia. Barata mano de obra, formada por antiguos esclavos liberados . Esa población flotante, de proletarios antillanos, mal integrados a la sociedad panameña, engendra un alza de la criminalidad y de la patología social en la zona de tránsito, principalmente cuando lidia con los hoscos buscadores de oro norteamericanos que cruzan el Istmo . (13) Tales tensiones crecientes son captadas por viajeros que transitan por Panamá . (14) (9)
Para una interpretación psicoanalítica y culturalista de esos suicidios, ver, con provecho, COHEN, Lucy M ., "The Chinese of the Panama Railroad : Preliminary Notes on the Migrants of 1854 Who "Failed"' ;en la revista Etnohistory, Volume 18, Number 4, American Society for Etnonistory, Tucson, Arizona, Fall 1971, p. 317 .
(10)
Ver OTIS, Fessenden Nott, op . cit., p . 36 .
(11)
Ver, con provecho, EISNER, Gisela, Jamaica, 1830-1930 . A Study in Economic Growth, Manchester University Press, Manchester, 1961, p . 147 .
(12)
Al respecto, ver ibidem, pp . 147-148 .
(13)
Por lo que respecta al tema de la patología social a la sazón, ver SCHOTT, Joseph L ., Rails Across Panama . The Story of the Building of the Panama Railroad, 1849-1855, The Bobbs-Merrill Company, Inc ., A Subsidiary of Howard W . Sams & C°., Inc ., Publishers, Indianapolis, New York, Kansas City, 1967, p. 58 .
(14)
Ver, al particular, HOLINSKI, Alexandre, La Californie et les routes interocéaniques, 2e édition, A . Labroue et Compagnie, imprimeurs, Bruxelles, 1855, p . 47 . Ver, seguidamente, CASTILLERO REYES, Ernesto de Jesús, El ferrocarril de Panamá y su historia, Investigaciones Históricas, Serie Primera, Imprenta Nacional, Panamá, 1932, p . 12 ; y BIESANZ, John y Mavis, Panamá y su pueblo, versión al español de Victorino Pérez, primera edición en español, Editorial Letras, S .A ., México, D .F ., 1961, p . 28 . 271
Exceptuada la falta de mano de obra nativa, la Compañía confronta otros obstáculos (topográficos, sanitarios, climatológicos) . Mas, el ferrocarril funciona desde 1855 . Aun antes de su definitiva apertura, la compañía neoyorquina comienza a recibir dineros . Efectivamente, hacia 1853, 34 .5 kilómetros (23 millas) de la ruta son ya utilizables y 32,111 pasajeros recurren al tren . En 1854, 46 .5 kilómetros (31 millas) están terminados, y la Compañía transporta 30,108 pasajeros . Instaurado el ferrocarril, hacia 1855, ya gana más de un millón de dólares . En 1859, el total de los ingresos supera los 8,000,000 . (15) El ferrocarril, hechura de la Panamá Railroad Company, es una de las empresas más prósperas del orbe . Aun cuando cueste casi 8,000,000 de dólares, o sea, aproximadamente 169,000 dólares por milla (una milla equivale a un kilómetro y medio), resulta sumamente rentable desde sus orígenes . Sus tarifas son las más elevadas e inmódicas del universo (para un trayecto de 80 kilómetros) . En verdad, el boleto de cada pasajero cuesta 25 dólares . Los infantes menores de seis años no pagan sino la mitad de dicha suma . Hay que proporcionar diez centavos por el transporte de cada kilo de efectos personales y 1 .80 dólares por cada pie cúbico de bulto expreso (un pie equivale a 0 .324 metros) . Por lo que respecta a los dividendos anuales de la Panama Railroad Company, de 1856 a 1870, son siempre superiores al 12`70 y ascienden hasta el 44% en 1868 . La Compañía distribuye, en total, 37,798,840 dólares de dividendos hasta 1904, cuando la compra el gobierno de los Estados Unidos . (17) Además, el oro transportado por el ferrocarril transístmico, de 1855 a 1867, supera la suma de 750,000,000 de dólares . (18) (15)
Al respecto, ver MACK, Gerstle, La tierra dividida . Historia del Canal de Panamá y otros proyectos de Canal Istmico, Prólogo de Carlos Manuel Gasteazoro, Primera edición en español, Tomo 1, Editorial Universitaria, Panamá, 1971, p . 174 .
(16)
Sobre esas cifras, ver ibidem, pp . 173-174 . Ver, igualmente, HOWARTH, David, Panama. Four Hundred Years of Dreams and Cruelty, Me Graw-Hill Book Company, New York - Toronto - London, 1966, p . 185 . Ver, además, KRAENTZEL,
(17)
F., Le canal de Panama, Travaux du Sóminaire de Géographie de l'Université de Liege, Fascicule IV, D . Cormaux, Editeur, 22, rue Vináve d'lle, 22, Liege, 1905,p . 24 . En torno a las cifras mencionadas, ver MACK, Gerstle, op . cit., p . 174 .
(18)
Ibidem, pp . 174-175 .
272
Cabe consignar, finalmente, que los dividendos tocan su cumbre en 1868 (44%) . A partir de 1869, comienzan a declinar (26%) . En 1870, la caída va a consolidarse (12 .5%) . Por último, hacia 1871, son aún más débiles (3%) . (19) Después de 1869, en otras palabras, concluido el ferrocarril transcontinental americano, la Panama Railroad Company pierde, evidentemente, casi todos sus pasajeros estadounidenses, aunque continúe transportando bultos y objetos . Varias conclusiones se desprenden de lo expresado a propósito de la Compañía . Primeramente, su extraordinaria capacidad de aprovechar la coyuntura californiana . Es, repetimos, una de las empresas más prósperas y rentables del mundo por espacio de cuatro lustros . Luego decae rápidamente . Con todo, explota, muy hábilmente, la posición geográfica de la zona de tránsito (20) usufructuando, más que los negociantes panameños, el auge del Gold Rush . Sus ganancias, para nada reinvertidas en Panamá, son inmensas. Y sus dividendos quedan repartidos en Nueva York . Por ende : total fracaso de la modernización del Istmo, que ve atravesar el oro californiano por su cintura sin cosechar unos rendimientos concretos . En segundo lugar, el poder mismo ostentado por la Panama Railroad Company luce considerable aquí . Por una parte, en virtud de los tratados internacionales sancionados por los Estados Unidos y por la actual Colombia, los cuales favorecen más los intereses norteamericanos en relación con aquellos de esa balbuciente república sudamericana. (21) En efecto, reiteramos, los Estados Unidos logran firmar acuerdos sumamente ventajosos para sí, no sólo con Colombia, sino con Inglaterra, cuyo dinámico expansionismo, en la América Central, se permiten yugular . (22) De otra, merced al Contrato STEPHENSPAREDES (1850), suscrito por Colombia y por tal asociación, (19)
Ibidem p . 177 .
(20)
Respecto de la "función geográfica" de Panamá, ver, con provecho, GOYTIA, Víctor Florencio, La función geográfica del Istmo : estudio jurídico-político, Casa Editorial La Moderna, Panamá, 1947, p. 1. Ver, al particular, WILLIAMS, Mary Wilhelmine, Anglo-American Isthmian Diplomacy, 1815-1915, Russell & Russell Inc ., New York, 1965 p . 53 .
(21) (22)
Ver, con provecho, URIBE, Antonio José, Colombia y los Estados Unidos de América . El canal interoceánico . La separación de Panamá Política internacional económica. La cooperación, Imprenta Nacional, Bogotá, 1931, pp . XV-XVI . 273
esta última puede fundar la ciudad terminal de Colón, de cara al Atlántico, y denominada, en sus orígenes, Aspinwall por los americanos, a fin de honrar la persona de William H. ASPINWALL, hombre de negocios neoyorquino y fundador de la Pacific Steamship Company. (23) El hecho de haber arquitecturado, de la nada, una urbe portuaria prueba el ímpetu de la compañía monopolista. La novísima Colón es, simple y llanamente, una aglomeración "americana", (24) plena de obreros antillanos y de forasteros . (25) Además, el antiguo puerto colonial de Chagres, en el Atlántico, se "americaniza" exabruptamente surgiendo una ciudadela estadounidense al lado del añejo villorrio . (26) Las menudas aldeas coloniales de la zona de tránsito (Cruces, Gorgona) son invadidas por inmigrantes del Gold Rush y los principales hoteleros : sujetos norteamericanos . (27) Es evidente que
(23) (24)
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(26)
(27)
274
Ver SCHOTT, Joseph L ., op . cit., p . 10. Ver, con provecho, TOMES, Robert, Panama in 1855 . An Account of the Panama Rail-Road, of the cities of Panama and Aspinwall with sketches of life and character on the isthmus, Harper & Brothers, Publishers, New York, 1855, pp . 58-59 . Ver LISBOA, Miguel María, El Istmo de Panamá en 1853, transcripción, introducción y notas de Juan Antonio Susto, Impresora Panamá, Panamá, 1962, p . 15 . Sobre la "americanización" de Chagres, ver, con provecho, DUNLOP, Alexander, Notes on the Isthmus of Panama with Remark on its Physical Geography and its Prospects in Connection with Gold Regions, Gold Mining, and Washing, Printed by Joseph Thomas, 1, Finch - Lane, Comhill, London, January, 1852, pp . 4-5 . Ver, igualmente, AUGER, Edouard, Voyage en Californie . . . (1852-1853), Bibliothéque des Chemins de For, deuxiéme série, Histoire et Voyages, Librairie de L. Hachette et Cie, rue Pierre -Sartazin, n° 14, París, 1854, p . 35 . Ver HOLINSKI, Alexandre, op . cit ., p . 47 . Ver, además, LACHAPELLE, A. de (editor), Le comic de Raousset . Boulbon et l'expéditon de la Sonore . Correspondance Souvenirs et oeuvres inédites, E . Dentu, Libraire-Editeur, Palais-Royal, 13, Galerie d'Orléans, París, 1859, p . 43 . Ver, asimismo, dos obras más recientes : KEMBLE, John Haskell, The Panama Route : 1848-1869, University of California Publications in History, Volume 29, University of California Press, Berkeley and Los Angeles, 1943, p . 167 ; et LEMONNIER, Léon, La ruée vets I'or on Californie, cinquiéme édition, "La suite des temps" - 11, NRF, Gallimard, París, 1944, p . 194 . Ver, al particular, BORTHWICK, J .D ., Three Years in California .. .With Eight Illustrations by the Author, William Blackwood and Sons, Edinburgh and London, MDCCCLVII, p . 21 . Un parecer francés : SAINT-AMANT, Pierre-charles de, Voyages en Californie et dans l'Orégon, Librairie L . Maison, 17, me de Tournon, París, 1854, p . 48 . Un punto de vista panameño : PORRAS, Belisario, Trozos de vida (impresiones), Imprenta Alsina (Sauter, Arias & C'), San José de Costa Rica, 1931, p . 36 .
la Ciudad de Panamá cede al influjo yanqui en el acto . (28) La copiosa literatura, legada por plurales viandantes, convalida dicha hipótesis . Terceramente, la Panama Railroad Company no transporta únicamente personas, sino, además, barras de oro californiano . En el transcurso de la guerra civil americana, el ferrocarril moviliza tropas, a través del Istmo, del Atlántico al Pacífico, y viceversa . A partir de esas fechas, Panamá es considerada más y más como punto estratégico y geopolítico capital para asegurar la hegemonía de los Estados Unidos . Así, según el Presidente GRANT (1869), el canal interoceánico debería ser excavado por el pueblo americano, pero pertenecería al mismo y serviría a sus propios intereses . (29) En cuarto término, cabe destacar, en efecto, la sagacidad especialísima propia de las compañías marítimas aliadas a la Panama Railroad Company, principalmente la Pacific Mail Steamship Company, cuyos dividendos anuales frisan, en veces, con el 25% y el 30% . (30) Ambas asociaciones norteamericanas suplantan y ponen, en cierta medida, fuera de borda, a la británica Royal Mail Steam Packet Company, la cual inaugura, hacia 1846, un circuito mensual de vapores al puerto de Chagres manteniendo un sistema de transporte fluvial y por tierra (utilizando mulas) en la zona de tránsito . (31) Una quinta salvedad : la inauguración del ferrocarril transístmico se inscribe en el fenómeno de la revolución de los medios de transporte y de locomoción en el siglo XIX . En efecto, la locomotora de vapor es inventada en Inglaterra a principios del decimonono . La implantación de la novedad provoca un aumento sin precedente de la (28)
Citemos cinco obras que nos parecen interesantes al particular . GRISWOLD, Chauncey D ., The Isthmus of Panama and What I Saw There, Dewitt and Davenport, New York, 1852, p . 44. Una opinión colombiana : MOSQUERA, Tomás Cipriano de, Compendio de geografía general, política, física y especial, de los Estados Unidos de Colombia, dedicado al Congreso General de la Unión, Imprenta Inglesa y Extranjera de H .C . Panzer, 93, London Wall, E .C., Londres, 1866, p . 261 . Otro libro : PIM, Bedford, and SEEMANN, Berthold, Dottings on the Roadside, in Panama, Nicaragua, and Mosquito, Chapman and Hall, 193, Picadilly, London, 1869, p. 13 . Un parecer norteamericano : ROBINSON, Tracy, Panama : A Personal Record of FortySix Years, 1861 .1907, The Star and Herald Company, New York and Panama, 1907, p . 87 . Finalmente, RUBIO, Angel, Callejero de la Ciudad de Panamá, primera parte, Banco de Urbanización y Rehabilitación, Editora Panamá América, S .A., Panamá, 1948, p . 14 .
(29)
Ver REBOLLEDO, Alvaro op . cit ., p . 116 .
(30)
Ver MACK, Gerstle, op . cit., p . 157 .
(31)
Ibidem, p . 146 . 2 75
productividad del pasillo transístmico . Antaño, el cruce -laborioso y lento- de los 80 kilómetros hácese en tres o cuatro días . Utilizan los viajeros, a la vez, canoas y mulas . La calidad de la antigua ruta colonial es mala y la cantidad de viajeros, deseosos de cruzar, simultáneamente, la estrecha franja no supera el centenar . A partir de 1855, el viaje dura cuatro horas merced al ferrocarril . Centenas de individuos efectúan la travesía sin peligro alguno . El tránsito de mercancías y de bienes, por el Istmo, es, por consiguiente, más fácil y más veloz . (32) La fe norteamericana en los ferrocarriles, como instrumentos que permiten el desarrollo económico, es tema harto difundido en el transcurso de los años que preceden a la guerra civil americana . (33) Sin embargo, paradójicamente, el ferrocarril transístmico no coadyuva a que Panamá progrese . LA OLIGARQUIA URBANA DURANTE LA CALIFORNIA : CONTINUIDAD Y CAMBIOS INTRODUCCION ¿Contribuyen la fiebre del oro californiano y el ferrocarril a desarrollar el Istmo? ¿Deviene el subdesarrollo aún más ostensible cancelada la etapa de prosperidad falaz? Según cierta versión historiográfica norteamericana, el ferrocarril es inusitada fuente de progreso, de prosperidad y de bienestar que enaltece al Istmo . Acuerpa, en efecto, una tendencia decididamente optimista . Autores como BANCROFT, ROBINSON y SEEMAN son susceptibles de ser clasificados cual corifeos de tal interpretación positiva de las cosas . (34) Los tres autores moran en el Istmo . A guisa de viajero el primero, en calidad de funcionario de la Compañía del (32)
Ver el hermoso ensayo de JAEN SUAREZ, Omar, "Presencias imperialistas y dependencia ístmica en la segunda mitad del siglo XIX", en Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos, op . cit., p . 167 .
(33)
Ver, al respecto, FISHLOW, Albert, American Railroads and the Transformation of the Ante-Bellum Economy, Harvard Economic Studies, Volume CXXVII, Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts, 1965, p . 263 .
(34)
Ver BANCROFT, Hubert Howe, California inter pocula, en The Works of Hubert Howe Bancroft, Volume XXV, The History Company Publishers, San Francisco, 1888, p . 179 . Ver SEEMANN, Berthold, Historia del Istmo de Panamá, traducción de Santiago D . Me Kay, Publicaciones de la Revista "Lotería", N° 6, Imprenta "La Academia", Panamá, 1959, p. 91 .
276
Ferrocarril el segundo, y el tercero en su carácter de periodista . Salta, empero, a la vista que la prensa norteamericana, salida a la luz en Panamá, a la sazón, -por ejemplo, la Panama Star (fundada en 1849), la Star & Herald (1849), el Panama Herald (1851) y el Aspinwall Courier (1853) -difunde pareceres igualmente entusiastas . (36) A más de los norteamericanos, quienes juzgan que el ferrocarril brindará riquezas mil al istmo, encontramos, asimismo, unos autores ingleses, franceses, brasileños, verbigracia, los cuales piensan igual . Citemos la obra del británico MINOT, presunta historia de Panamá, la cual no es, de hecho, sino la crónica de los inmigrantes extranjeros establecidos, esencialmente, durante el Gold Rush californiano (1849-1869) . (37) Evoquemos, por añadidura, el libro del sutil diplomático francés LE MOYNE, asaz mencionado, en el que comprueba los indubitables cambios que se producen edificado el ferrocarril . (38) En fin, la obra del ministro brasileño LISBOA se complace en describir la nueva "prosperidad" de que goza la Ciudad de Panamá . (39) Luego, incluso plumíferos colombianos meditan sobre los innúmeros avances que cristalizarán aquí por gracia del ferrocarril. La urbe terminal de Panamá es asimilada a una nueva "Babilonia", (40) donde el oro se dilapida alegre y despreocupadamente . Geógrafos granadinos, de la talla de un Felipe PEREZ, cuyo tratado celebérrimo publícase en París, ansían, ya, que un canal divida el istmo para que aumente la "civilización" y la "riqueza" de ese "punto céntrico" . (41) Finalmente, infinidad de oligarcas panameños creen, desde un principio, en el advenimiento de la utopía de la "feria comercial" mediante la línea férrea. (35)
Sobre la historia de esos diarios, ver, con provecho, RECUERO, María T ., Breve historia del periodismo en Panamá, Editorial La Estrella, Panamá, 1935, pp. 16-18 y p . 28. Para un crítica de tal prensa, ver MIRO, Rodrigo, "Una década crítica del periodismo nacional : (del Estado del Istmo al Estado Federal)", en Revista Lotería, 2a época, n° 201, Panamá, agosto de 1972, p . 23 .
(36)
Ver, por ejemplo, el artículo "Prosperity of Panama. Railroad Across the Isthmus", publicado en The Panama Star, Volume 111, Number 66, Panamá, N.G ., September 23, 1851, p . 2, columnas 2 y 3 .
(37)
Ver MINOT, George S ., The History of Panama . . . containing interesting occurrences from 1849 to 1891, Panama, December 31st, 1891, Mortimer C . De Souza, Printer, Kingston, 1892, p . 8 y siguientes .
(38)
Ver LE MOYNE, Auguste, op . cit., Tomo II, p . 281 .
(39) (40)
Ver LISBOA, Miguel María, op. cit ., p. 25,
(41)
Ver PEREZ, Felipe, Geografía de los Estados Unidos de Colombia, Librería de Rosa y Bouret, París, 1865, p. 329.
Ver REBOLLEDO, Alvaro, op . cit. p . 127 .
277
No obstante, versiones pesimistas del fenómeno existen . En primer lugar, emanan, paradójicamente, de ciertos cerebros de la antigua oligarquía urbana, los cuales exteriorizan su amargura ante la "voracidad" de los americanos trashumantes . (42)
Así, justo AROSEMENA, filósofo social y jurista, teme la inminente anexión de Panamá a los Estados Unidos (como ocurriera con Texas) . Desde 1845, el grande sabio critica, con vehemencia firme, la "confianza perezosa" de sus coterráneos citadinos en los trofeos que suministre el comercio transístmico . (43) Su ruina es la calamidad de todos los panameños . Muy lúcidamente, constata justo AROSEMENA que el giro de mercancías, por el Istmo, no enriquecerá, por arte de malabarismo, a sus compatriotas . Conviene añadir, ciertamente, que la antigua oligarquía urbana no prevé la "prosperidad falaz" siendo, de repente, circunscrita por una población flotante de viajeros (44) y de bisoños negociantes extranjeros, quienes, instalados, aprovechan, más que el veterano patriciado, la coyuntura . En suma, la oligarquía urbana, cuya xenofilia es una de sus más relevantes características, antes de trazado el camino de hierro, comienza a desconfiar de las poblaciones externas atraídas por el precioso metal . Estas no dejan sino migas de sus fortunas en Panamá . Además, su estancia genera, en ocasiones, violentos incidentes a lo largo de toda la zona de tránsito . (45) En segundo término, una interpretación melancólica de la coyuntura es diseñada por los cónsules ultramarinos -especialmente los franceses- quienes son nuncios de unas potencias que rivalizan con los Estados Unidos . A sus ojos, la influencia americana no cesa de proliferar y sospechan, apenas iniciada la California, que Panamá pase a ser intendencia de los Estados Unidos, (46) o mero (42)
Ver MENDEZ PEREIRA, Octavio, Gusto Arosemena, op . cit ., p . 194 . ,
(43)
Ibidem, p. 114.
(44)
Sobre tal población flotante, ver, con provecho, por ejemplo, MONAGHAN, Jay, Chile, Peru, and the California Gold Rush of 1849, University of California Press, Berkeley, Los Angeles, London, 1973, p. 113 .
(45)
Ver, verbigracia, SOLER, Ricaurte, Pensamiento panameño y concepción de la nacionalidad durante el siglo XIX (Para la historia de las ideas en el Istmo), Prólogo de Rodrigo Miró, Imprenta Nacional, Panamá, 1954, p. 95 .
(46)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 1, 1843-1851, "Carta de A . FAUVERT de MEAN, cónsul en Panamá, al señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 28 de enero de 1849, p . 260 (anverso) .
278
"arrabal californiano" . (47) Finalmente, una interpretación a un tiempo desilusionada (y realista) la insinúan algunos historiadores panameños contemporáneos, quienes corroboran la extremada dependencia de la zona de tránsito respecto de las economías metropolitanas y la imposibilidad del Istmo de valerse del auge . (48) En todo caso, claramente un nuevo período de la historia panameña se perfila al establecerse la vía férrea . La sociedad panameña será momentáneamente sacudida . A despecho de los conflictos y de las crisis que estallan, nada es como antaño . Los años de angustiosa recesión, que golpean a Panamá, proclamada su primera independencia, quedan atrás . (49) No obstante, la inédita coyuntura no desarrolla, sostenemos de nuevo, la estrecha faja de tránsito . La Ciudad de Panamá no goza sino de pasajera bonanza . Mas, el oro californiano deambula por allí sin que transforme, realmente, la sociedad . I. LA PROPIEDAD INMUEBLE URBANA De 1849 a 1869, la oligarquía de la Ciudad de Panamá conserva y aprovecha uno de sus bienes amadísimos, a saber, la propiedad inmueble urbana . Bien poco emprendedora, a nivel de las inversiones, (50) conoce la magnitud y el prestigio que le otorgan la propiedad y la renta de las casas y de los terrenos citadinos . De suerte que una de las fuentes de su enriquecimiento, durante aquel lapso dorado, es el alquiler o la venta de bienes inmuebles . (47)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 1, 1843-1851, "Carta de A. FAUVERT de MEAN, cónsul en Panamá, al señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 28 de enero de 1849, p . 260 (anverso) .
(48)
Ver, por ejemplo, los recientes trabajos, ya citados, de CASTILLERO CALVO, Alfredo, "El oro de California en la vida panameña", y de JAEN SUAREZ, Omar, "Presencias imperialistas y dependencia ístmica en la segunda mitad del siglo XIX", publicados en Panamá hacia 1973 .
(49)
Acerca de esos años de recesión, ver BEHRENDT, Richard F ., "Aspectos Sociales y Económicos del Istmo de Panamá durante la Epoca del Tráfico Interoceánico Primitivo (1519-1848)", en Revista Mexicana de Sociología, Año V, Volumen V, Número 1, México, primer trimestre, 1943, pp . 59-60.
(50)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 2, 1852-1862, "Carta de Ch. de CAZOTTE, cónsul en Panamá, al señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 4 de enero de 1852, p . 3 (reverso) y p. 4 (anverso) 279
Desde los albores de 1849, el alza de los precios de los víveres, causado por el multitudinario desembarque de los forasteros, es considerable . (51) Por otro lado, los alquileres ascienden "de manera extravagante", (52) en opinión de un cónsul francés, quien, efectivamente, debe pagar 50 pesos de alquiler cuando al precedente funcionario diplomático no se le exigía sino la suma de 20 pesos por la misma morada . (53) Los propietarios de residencias no vacilan en doblar o triplicar sus alquileres por 1850, o sea, un año después del despegue californiano . (54) Hacia 1852, otro cónsul galo explica el fausto experimentado por el patriciado a la luz del "tránsito de inmigrantes", el cual confiere un "grande precio a las casas y a los edificios sin valor" . (55) Con todo, los burgueses criollos no invierten sus caudales prefiriendo "guardar su dinero, antes de exponerlo a los movimientos de la industria" . (56) Conviene aclarar, asimismo, que el vertiginoso enriquecimiento no incumbe, de hecho, sino a los casatenientes de la urbe, por oposición a las "clases pobres", a las cuales faltan, de continuo, las "cosas indispensables a la vida". (57) Irónicamente, la coyuntura favorece, claramente, a los antiguos ricos, empobreciendo a los indigentes de siempre . En este sentido, el término de "prosperidad falaz" bien caracteriza a esos lustros . Dos acontecimientos explican, pues, el aumento de los alquileres : por una parte, la apreciable cantidad de viandantes, y, de otra, los hábitos parasitarios de los propietarios, quienes no desean edificar lucrando de tal contingencia . (58) (51)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 1, 1843-1851, "Carta de A. FAUVERT de MEAN, cónsul en Panamá, al señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 10 de enero de 1849, p . 251 (reverso) .
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá 1, 1843-1851, "Carta de Alphonse de la FOREST, cónsul en Panamá al Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 20 de febrero de 1849, p . 266 (anverso y reverso) . Idem . (53) (54) Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 1, 1843-1850, "Carta de Léon LECONTE, cónsul en Panamá, al Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 24 de agosto de 1850, p. 364 (anverso) . (55) Ver la nota 50. (56) Idem . (57) Ibidem, p . 4 (anverso y reverso) . (58) Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 2, 1852-1862, (52)
28 0
Varios autores -británicos, colombianos y de otras nacionalidades- quienes habitan en Panamá, adhieren a nuestras hipótesis . (59) El examen de los protocolos notariales, que reposan en los Archivos Nacionales de Panamá, ayudará a comprender el proceso de enriquecimiento experimentado por la oligarquía, que sabrá valorizar, de plano, sus propiedades urbanas y suburbanas . De modo que no vacila en vender sus viejas casonas, frecuentemente vetustas, a los capitalistas extranjeros, pero a unos precios exorbitantes . (60) En ocasiones, sus miembros alquilan almacenes y kioscos a los norteamericanos . (61) A poco, las ventas de inmuebles, poseídos por negociantes foráneos, cunden . Precisemos que sus nombres están hispanizados en los documentos notariales . En este sentido, hacia 1851, Luis BAYER e Isaac MacKim COOKE arriendan una casa a los comerciantes italianos Gio de BERNARDI y Jorge FERRARI . (62) Luego, en 1853, los ciudadanos galos Luciano GAUTIER y Luis SARLANDE venden a Enrique KESER el "United States Hotel", evaluado en 4,000 pesos . (63) Por 1861, Bernardo ANDREVE, comerciante francés, compra una residencia a su compatriota, Pedro BRIN, pagando 6,000 pesos . (64) Otro colega francés, Augusto CLEMENT, posee la mitad del Hotel "Aspinwall", cifrado en 10,000 pesos . (65) Instantáneamente, los extranjeros copan la hotelería en la zona de tránsito . Evocamos, más arriba, la compra de un mesón, efectuada - 'Carta
(59)
(60) (61)
de Ch . de CAZOTTE, cónsul en Panamá, a su excelencia el señor Marqués de TURGOT, Ministro de Relaciones Exteriores en París", Panamá, 14 de abril de 1852, p. 36 (reverso) y p . 37 (anverso) . Ver, por ejemplo, BIDWELL, Charles Toll, The Isthmus of Panama, Chapman and Hall, London, 1865, p . 169. Ver, igualmente, CAMACHO ROLDAN, Salvador, Notas de viaje (Colombia y Estados Unidos de América), tercera edición, introducción de Ricardo Becerra, Gamier Hermanos, París, 1897, p . 309 . ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1849, protocolo n° 3 -4, instrumento 135, ff. 301-311 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1849, protocolo n° 1, instrumento 35, ff . 354-360 .
(62)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1853, protocolo n° 6, instrumento 295, ff . 870-873 .
(63)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1853, protocolo n° 5, instrumento 203, ff . 631-635 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1861, protocolo n° 6, instrumento 226, ff . 864-868 .
(64) (65)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1862, protocolo n° 3, instrumento 71, f . 384 . 281
por William HOLLEMBECH, a varios patricios hacia 1849 . Dos años más tarde, Enrique KESER adquiere una posada -cuyo precio es de 5,000 pesos- de manos de Eugenio FRIQUE . (66) En 1851, el sujeto americano Ran RUNNELS compra dos moteles (el primero en Cruces y el segundo en Gorgona, villorrios situados en el corazón de la zona de tránsito), evaluados en 12,000 pesos, a su paisano Adrian B . MILLER . (67) En 1853, RUNNELS vende el "American Hotel", ubicado en Cruces, tasado en 2,500 pesos, a S .L. ISAACS, británico de origen . (68) Hacia 1861, Martín MARTINETTI vende, a su hermano, Juan MARTINETTI, el "Hotel de Europa", (69) equivalente a 1,400 pesos, propiedad de los hermanos PAPI en 1865 . (70) El monopolio de la hotelería, por los extranjeros, es invocado por múltiples autores . (71) La mayoría de los dueños de pensiones abandona el Istmo cuando merman los negocios . Prueba dos cosas dicho acaparamiento : la ausencia de espíritu de empresa en los miembros del patriciado criollo urbano y la facilidad con la cual los capitalistas foráneos disfrutan, en Panamá, del auge al detentar cuantiosos hostales, restaurantes, billares, casas de juego y establecimientos diversos . Mas la presencia forastera no mitiga el goce de la propiedad inmueble por la oligarquía, la cual se especializa, por así decirlo, en la venta o en el alquiler de terrenos urbanos y suburbanos a los transeúntes espigando tangibles ganancias . Algunos ejemplos rinden verosimilitud a nuestras hipótesis . En 1849, José Antonio BERMUDEZ (66)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n• 1, Panamá, 1851, protocolo n- 1, instrumento 31, ff . 79-83 .
(67)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1851, protocolo n- 2, instrumento 114, f£ 361-365 .
(68)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1853, protocolo n- 3, instrumento 122, ff. 368-372 .
(69)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1861, protocolo n- 2, instrumento 49, ff . 465-468 .
(70)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n- 1, Panamá, 1865, protocolo n- 2, instrumento 58, ff . 234-237 .
(71)
Ver, verbigracia, SAINT-AMANT, Pierre-Charles de, op . cit ., p . 48 ; HOLINSKI, Alexander, op. cit., p . 71 ; BORTHWICK, JE ., op . cit ., pp . 28-29 ; PIM, Bedford, and SEEMANN, Berthold, op . cit., p . 13 ; BANCROFT, Hubert Howe, op . cit., p . 181 ; PORRAS, Belisario, op . cit., p . 36 .
28 2
compra una huerta en 90 pesos . (72) Transcurrido un año, vende la propiedad, al francés Pedro ROY, mas evaluándola en 1,000 pesos . (73) Como vemos, es considerable la plusvalía de los terrenos citadinos . Semejantes componendas no son excepcionales . Así, hacia 1854, el negociante panameño Ramón ARIAS PEREZ hace suya una finca de 500 pesos, (74) propiedad que vende, ese mismo año, a la Compañía del Ferrocarril, exigiendo la suma de 10,000 pesos . (75) Por lo demás, la venta de terrenos, realizada por los miembros del patriciado urbano, a la Panama Railroad Company, que necesita una serie de tierras próximas a la ciudad terminal de Panamá, ilustra, nuevamente, el espíritu especulador de los criollos propietarios . Sabiendo que lidian con una asociación norteña prospera, aumentan, a su guisa, el precio de los mismos . Así, los comerciantes istmeños José Antonio BERMUDEZ y Manuel José HURTADO venden una huerta a esa entidad en 1853 . El primero pide la suma de 1,232 pesos por la parte que ostenta y el segundo exige 1,150 pesos por la suya . (76) Hacia 1854, el anteriormente citado José Antonio BERMUDEZ vende, a la Panama Railroad Company, otra propiedad, evaluada en 14,000 pesos, precio elevadísimo . (77) En fin, Manuel José HURTADO, negociante autóctono, vende dos solares, situados en el arrabal de Santa Ana, a la mencionada compañía, mediante el pago de 578 pesos y 55 centavos . (78) Habida cuenta del hecho de que los suelos del arrabal de Santa Ana son más baratos que los de la minúscula Ciudad de Panamá, los patricios tratan de procurarse más propiedades situadas en el extramuros con el objeto de especular sobre el precio de reventa . En (72)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1849, protocolo n° 3, instrumento 104, f£ 204-206 .
(73)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1850, protocolo n° 3, instrumento 106, ff. 326-329 .
(74)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1854, protocolo n° 3, instrumento 119, ff. 330-333 .
(75)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1854, protocolo n° 3, instrumento 158, ff . 430-431 .
(76)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1853, protocolo u° 4, instrumento 172, ff . 529-532 .
(77)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, panamá, 1854, protocolo n° 2, instrumento 109, ff . 292-294 .
(78)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1849, protocolo n° 3, instrumento 120, ff . 261-264 . 28 3
efecto, dado que la urbe está saturadísima de inmigrantes, infinidad de extranjeros prefieren comprar lotes en el arrabal a fin de establecer sus almacenes y depósitos . Con todo, principiada la California, los notables adquieren, con suma celeridad, esos terruños, en ocasiones detentados por arrabaleros . Evoquemos algunos ejemplos seminales . En 1849, José AROSEMENA QUESADA, oligarca urbano, compra la huerta " Algandona", ( 79 ) que revenderá, un año después, al colombiano Francisco DE LA OSSA . (80) Un primo del primer comprador, llamado Domingo AROSEMENA QUESADA, a quien aludimos en la primera parte, cuando escribimos que había compuesto el libro Sensaciones en Oriente ó impresiones de un granadino en la Tierra Santa (Nueva York, 1859), adquiere varios solares en el arrabal de Santa Ana hacia 1850 . (81) El comerciante panameño José Manuel de ALBA acopia, asimismo, propiedades arrabaleras en 1854, (82) y 1855 . (83) Progresivamente, el patriciado tomará conciencia de la importancia que tienen dichas parcelas exteriores en un burgo que comienza a crecer incoada la fiebre del oro . Merced al primer catastro del barrio acomodado de Panamá ( San Felipe), el cual data de 1854, podremos medir la riqueza inmobiliaria de los linajes citadinos . (84) Efectivamente, el documento enumera a los propietarios urbanos, al número y la longitud de los edificios que poseen en las calles en que moran . Impresiona, si leyésemos la lista de los principales caseros, el extraordinario dominio sobre la propiedad que demuestra la élite . Exceptuada la residencia (de 60 metros) del cónsul británico (William PERRY), cuya hija desposa con uno de los venturosos llego(79)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1849, protocolo m 3, instrumento 120, ff. 216-264 .
(80)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1850, protocolo n° 2, instrumento 57, ff . 184-189 .
(81)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1850, protocolo n° 5, instrumento 198, ff . 637-640 ; instrumento 212, ff. 672-674 .
(82)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1854, protocolo n° 1-2, instrumento 47, ff . 125-128 .
(83)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n° 1, Panamá, 1855, protocolo m 4, instrumento 215, ff. 567-571 .
(84) Ese catastro fue publicado por el diario El Panameño, Año VI, Bimestre 27, Número 458, Panamá, 21 de mayo de 1854 . (Ejemplar consultado en la Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Fondo Pineda, n° 1,109, Pieza la) . 2 84
ciantes panameños de apellido HURTADO, y excluidas las casas en que viven dos riquísimos hombres de empresa foráneos, ligados, en virtud de sus matrimonios, también, a prestantes familias del patriciado [ Luis LEWIS, oriundo de Jamaica (48 metros) y Carlos ZACHRISSON, ciudadano sueco (40 metros) ], los más conspicuos propietarios se reclutan en el seno de la oligarquía urbana . En este sentido, encontramos una persona ( Manuela DIEZ de FERAUD), quien detenta, sola, 204 metros de propiedad inmueble (tres casas) en la central vía de la Ciudad de Panamá (Calle de San Ramón y de la Merced), una de las cuales abriga al "Hotel Louisiana" . Además, dicha burguesa tiene bodegas en la Calle de la Compañía . En total, posee, ciertamente, 220 metros de propiedades dentro del sereno barrio de San Felipe . Otro individuo, Ramón ARIAS, negociante de nota, acumula 76 metros de propiedad inmueble ( dos casas) en la rúa vertebral de la urbe ( Calle de San Ramón y de la Merced) . No obstante, dispone, por añadidura, de 120 metros ( dos casas) en la Calle de San Juan de Dios, de 52 metros ( dos casas ) en otra arteria ( Calle del Postigo de San Juan de Dios hasta la Plaza del Triunfo ), y de 24 metros ( una casa) en otra calzada (Calle de Doña Juana Pérez hasta la Carnicería) . En suma, Ramón ARIAS aglutina 272 metros de propiedad en el intramuros resguardado de San Felipe . Aunque sus inmuebles, localizados en la más concurrida carrera panameña, valgan menos que los coleccionados por Manuela DIEZ de FERAUD, él es el propietario individual más insigne de la ciudadela . En tercer lugar, María DEL BARRIO de SOSA, burguesa, esposa del negociante Julián SOSA, atesora 108 metros de propiedad urbana ( dos casas ) en la calle mayor, y 16 metros suplementarios ( una casa) en la Calle de la Compañía . En síntesis, posee 124 metros en San Felipe . En cuarto término, el abogado José AROSEMENA QUESADA, típico burgués, tiene, como la precedente, 108 metros de propiedad en la calle principal (dos casas), pero no dispone de inmuebles en las demás arterias del barrio mentado. Un quinto burgués raizal, José Manuel de ARCE se jacta de amasar 84 metros (una casa) en la avenida mayor, más 24 metros (otra casa) en la Calle de San Juan de Dios . De hecho, amontona, pues, 108 metros, a semejanza del rentista anterior . 2 85
Dos otras personas hacinan, por separado, 84 metros . A saber, el comerciante Pedro Nolasco CASIS y la burguesa panameña Ramona de ALBA de AROSEMENA, esposa de un mercader local . Mas ambos carecen de edificios en las restantes vías públicas de San Felipe . Si deseásemos calcular el peso que detentan ciertos linajes oligárquicos sobre la propiedad, bastaría con examinar el catastro de 1854 . Varios ejemplos esclarecerían nuestras palabras . Tomemos el caso de un haz de familias criollas urbanas (AROSEMENA, ARCE, DE ALBA, DE ICAZA, GARCIA DE PAREDES, REMON ), de raigambre colonial . Estas bien podrían ser consideradas como fundadoras del nacionalismo panameño incipiente y la élite en el seno del patriciado . En primer renglón, la familia AROSEMENA detenta 356 metros de propiedad en San Felipe . Es el clan que posee la cantidad más elevada de metros dentro de esas manzanas relativamente apacibles . Así, Mariano AROSEMENA tiene 72 metros ( una casa ) en la Calle de San Juan de Dios . Su sobrino, José AROSEMENA QUESADA : 108 metros ( dos casas ) en la Calle de San Ramón y de la Merced . Otro sobrino suyo, Domingo AROSEMENA QUESADA, acumula 24 metros ( una casa ) en la Calle de la Compañía . Luego, Manuela AROSEMENA DE LA ROSA dispone de 24 metros ( una casa) en la calle del Postigo de San Juan . Y Ana AROSEMENA : 48 metros ( una casa) en la Calle del Comercio . Y Diego AROSEMENA : 72 metros (una casa) en la Calle de Puerta de Mar . Finalmente, Leandra AROSEMENA : unas bodegas que miden 8 metros en la Calle del Sol . Adicionando esas cantidades, llegamos a los 356 metros de propiedad habidos por dicha célula familiar en aquel barrio . En segundo plano, la familia ARCE arriba a los 352 metros de propiedad, o sea, 4 menos que los AROSEMENA. Tiene José Manuel de ARCE 24 metros (una casa) en la Calle de San Juan de Dios . Además, en la Calle de San Ramón y de la Merced, Ana ARCE de GARCIA DE PAREDES ostenta 24 metros ( una casa) ; José Manuel de ARCE y hermanas : 84 metros ( una casa) ; las hermanas ARCE MATA : 36 metros ( una casa ) ; y Bernardo ARCE MATA : 56 metros (una casa) . En la Calle de la Compañía, Carmen ARCE posee 48 metros ( una casa ) . Bernardo y José Manuel de ARCE tienen 56 metros ( una casa ) en la Calle desde el Consulado Británico hasta la 28 6
Muralla de San Francisco . Finalmente, Carmen ARCE es dueña de 24 metros ( una casa ) en la Calle del Sol . Salta a la vista que los ARCE reúnen fortuna inmueble en extremo vasta . En tercer escaño, la familia DE ICAZA frisa con los 188 metros de propiedad urbana, es decir, 168 metros menos que los AROSEMENA y 164 metros menos que los ARCE . Así, Carlos de ICAZA concentra 48 metros ( una casa ) en la Calle de San Juan de Dios . Y Ramón de ICAZA : 36 metros ( una casa ) en la Calle de San Ramón . Y Pedro de ICAZA : 48 metros ( otra casa) en la Calle de la Compañía . Finalmente, Ramón de ICAZA : 24 metros ( un edificio y unas bodegas ) en la Calle del Comercio, e Isidro de ICAZA : 32 metros (una casa) en esa misma rúa . A semejanza de los núcleos familiares criollos precedentes, los DE ICAZA disponen, naturalmente, de haciendas suburbanas y ejercen, asimismo, faenas mercuriales . En cuarto término, la familia DE ALBA reúne 132 metros de propiedad en San Felipe . Efectivamente, Ramona de ALBA de AROSEMENA tiene 84 metros (una casa) en la Calle de San Ramón y de ; la Merced . Y José Faustino de ALBA : 48 metros ( una casa) en la Calle de las Calaveras . De hecho, esa estirpe criolla ostenta 224 metros menos que los AROSEMENA, 220 menos que los ARCE, 56 metros menos que los DE ICAZA . No obstante, administran sus miembros haciendas suburbanas y rurales de valía, detalle que contribuye, por cierto, a mitigar su aparente ausencia de fortuna inmobiliaria . En quinto puesto, la familia REMON pertenece, a la par que las anteriores, a la antigua élite de cuño colonial . Sus propiedades, en San Felipe, son aun menores que las del clan acabado de atalayar . Realmente, sólo domina 128 metros, vale decir, 228 metros menos que los ARCE, 60 metros menos que los DE ICAZA, y 4 metros menos que los DE ALBA . Pese a su posición aparentemente inferior, trátase de una cepa criolla adinerada habida cuenta de sus heredades suburbanas y de su devoción mercantil . Por último, habremos de mencionar, en sexto lugar, a la familia GARCIA DE PAREDES . Según el catastro de 1854, no maneja sino 100 metros de propiedad, o sea, 256 metros menos que los AROSEMENA, 252 metros menos que los ARCE, 88 metros menos que los REMON . Con todo, los GARCIA DE PAREDES dirigen plu28 7
rales fincas suburbanas vocándose a menesteres comerciales, pormenores que coadyuvan a acrecentar su peculio y prestigio citadino . Se impone una salvedad en punto a las seis progenies extensas estudiadas . Concierne a su cohesión . Esos linajes son definidos, en 1848, por un cónsul francés, como una " camarilla unida por lazos de familia" . (85) Pensamos haber probado su dominio sobre la propiedad urbana . De golpe, resultará fácil argüir, en efecto, que son ellas las que lucran, con mayor suceso, de la conyuntura californiana en materia de alquiler y venta de las propiedades urbanas . Más exacto y completo, el catastro de 1871 está provisto de insustituible valor para quienes deseen cavilar sobre la evolución de la propiedad inmueble urbana en la Ciudad de Panamá . ( 86 ) Enumera a los propietarios de los dos barrios : San Felipe, tradicionalmente pudiente, como recalcamos con harta frecuencia, y Santa Ana, zona popular. Igualmente, da fe de las transformaciones urbanas que se registran durante la California (1849-1869), etapa que acaba de fenecer . A primera vista, maravilla observar la relativa estabilidad de los mentados linajes contemplados desde miradores atinentes al goce de la propiedad inmueble urbana . En ese sentido, la familia AROSEMENA que, según el catastro de 1854, controla, ya, la cantidad más elevada de metros en el seno del opulento San Felipe, no parece perder su haber inmobiliario . Si es cierto que, en el transcurso de los dieciocho años, que distancian al primer catastro del segundo, algunos de sus miembros fallecen, es evidente que sus herederos cuidan ese espléndido patrimonio sumándole novísimas propiedades en el arrabal . En suma, ese clan posee siete propiedades urbanas y debe pagar, anualmente, 328 .90 pesos de impuesto inmobiliario, Los ARCE siguen, muy de cerca, según el catastro de 1854, al linaje antedicho . La tendencia se repetirá, en realidad de verdad, (85)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 1, 1843-1851, "Carta de A . FAUVERT de MEAN, cónsul en Panamá, al señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 15 de septiembre de 1848, p . 238 (reverso).
(86)
Ese catastro fue publicado por la Gaceta de Panamá, Año II, Número 69, Estados Unidos de Colombia, Panamá, 6 de enero de 1872, p . 1 (columnas 2 y 3) y p . 2 (columna 1) . Refiérese al barrio de San Felipe . El de Santa Ana figura en la Gaceta de Panamá, Año II, Número 71, Estados Unidos de Colombia, Panamá, 26 de enero de 1872, p . 2 (columnas 2 y 3) y p . 3 (columna 1).
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hacia 1871 . Sin embargo, contrariamente a los AROSEMENA, los primeros se dispersan más por lo que respecta a la propiedad inmueble urbana. En otras palabras, la familia ARCE acumula veinte casas y no paga sino 270 .60 pesos de impuesto inmobiliario anualmente . Ciertamente, posee más construcciones que la otra, pero su valor es menor . Para terminar, la cantidad de sus edificios, ubicados en Santa Ana, es inmensa . Si esos dos primeros linajes parecen mantener los rasgos que les eran propios al irrumpir la coyuntura, el tercero, a saber, la familia DE ICAZA, es superada por la cuarta de antaño ( 1854 ) , o sea, los DE ALBA, al tiempo que tanto el quinto como el sexto no sufren modificaciones patentes . La familia DE ALBA rige diez propiedades urbanas y paga 201 .10 pesos de impuesto . Como los ARCE, dispone de plurales casas en Santa Ana . Supera, en punto al tributo, al tronco de los DE ICAZA, antaño . más conspicuo que el precedente, cuyas residencias están localizadas, en su inmensa mayoría, dentro de la historiada ciudadela, y que no tiene sino una sola casa en el arrabal . Dicha prosapia administra nueve propiedades pagando 104 .60 pesos de contribución anual . Finalmente, los REMON y los GARCIA DE PAREDES son susceptibles de clasificarse en los quinto y sexto lugares, como en 1854 . No disfrutan los primeros sino de cinco medianas residencias y pagan 66 .60 pesos de impuesto . Los segundos hacen gala de tres casas y desembolsan sólo 52 .80 pesos . De la lectura de estos datos emerge, más bien, una sensación de permanencia en lo que atañe al goce de la propiedad inmueble urbana por los antiguos apellidos citadinos . La parte del catastro, relativa al popular barrio de Santa Ana, revela desigualdades acentuadísimas entre los propietarios del intramuros y el pueblo humilde del extramuros . El valor de los inmuebles es sensiblemente más empinado dentro de la plurisecular villa que afuera . Por ende, el impuesto grava, con mayor energía, a los burgueses que a la sencilla población santanera . Mas, sería acto de imperdonable candor barruntar que, exclusivamente, los veteranos linajes monopolizan, a sus anchas, la propiedad urbana de 1849 a 1869 . Proclaman los catastros novedosas realidades . Efectivamente, existen otras familias provistas de cuantiosas viviendas . En veces, pagan más impuestos que las ya indicadas . Cabe 28 9
precisar, por supuesto, que esos "nuevos ricos" están ligados, en virtud de alianzas matrimoniales, a las estirpes más herméticas del patriciado . Clarificarán algunos ejemplos nuestras aseveraciones . En tal sentido, la familia criolla DE OBARRIO, la cual no figura en el catastro de 1854, a despecho de que sea de origen colonial tardío, detenta ocho casas y paga 295 .70 pesos de impuesto inmobiliario en 1871 . Adinerada en el pretérito, y enriquecida durante la California, supera, en asuntos tributarios, a cinco de los seis troncos memorados más arriba . Caso similar acaece a propósito de la familia ARIAS, igualmente rica en los albores del Gold Rush . Esta posee diez edificios, en 1871, y paga 281 .30 pesos de impuesto . En otras palabras, como ocurre con los DE OBARRIO, los ARIAS eclipsan a cinco de los seis linajes citados por lo que respecta a la contribución . Luego, el negociante panameño Gregorio MIRO, cuya gente ruralizada y expatriada, no está incluida en el catastro de 1854, tiene hacia 1871, cuatro casas y paga 211 .20 pesos de impuesto . De modo que aventaja a cuatro de los seis ramales hogareños analizados, cosa curiosa, en la medida en que no se trata, de hecho, sino de un solo individuo . Su movilidad vertical ascendente es absolutamente notable . De otra parte, los PLANAS, dueños de cuatro casas en San Felipe, desembolsan 195 .75 pesos, sobrepasando, por consiguiente, a tres de las seis estirpes susodichas . Mercaderes burgueses, los HURTADO acumulan siete casas en San Felipe y en Santa Ana . Pagan casi el mismo impuesto que los PLANAS - 195 .60 pesos -, venciendo, por lo que respecta a la propiedad inmueble, a tres de los seis linajes . Por último, Ramón GAMBOA, burgués urbano, posee seis edificios y remite al fisco 175 .20 pesos de contribución en 1871 . En realidad de verdad, debe pagar, a semejanza de los PLANAS y los HURTADO, tributo mayor que el de los seis antiguos núcleos rectores . Sin excepción, esos "nuevos ricos" dimanan de familias criollas que se valen de la California para ascender en la escala social colectando nuevas construcciones y vocándose al comercio . Sus nexos con el tradicional patriciado son innúmeros . En modo alguno le 290
son extrañas . Y, desde luego, se les considerará como pertenecientes a la oligarquía urbana, la cual asimilará, sin mayores reparos, esos self-made men . (87) Pero el catastro de 1871 está dotado de otras cualidades no menos descollantes . Da fe, efectivamente, de la presencia -arrolladora- de una burguesía de negociantes extranjeros fijados en la Ciudad de Panamá . Heterogénea, heteróclita y ecuménica, engloba a ciudadanos colombianos, fundamentalmente de la urbe costera de Cartagena ( PANIZA, RECUERO ), ecuatorianos ( MERINO ), norteamericanos (BOYD, COOKE, RICE), italianos (DE BERNARDI, DELLATORRE, FERRARI ), franceses (ANDREVE, BRIN, DE ROUX, FERY, HOURQUET, JOLY de SABLA, LOEW, POYLO), alemanes (SCHUBER), y aun judíos (PIZA), Todos adquieren inmuebles en Panamá y logran, por regla general, contraer nupcias con damas patricias . A ellos nos referimos, ulteriormente, cuando incoemos la problemática del comercio . Contrariamente al catastro de 1854, el padrón de 1871 manifiesta, de plano, la efectiva "internacionalización" de la Ciudad de Panamá y su carácter aparentemente "cosmopolita" . No obstante, "cosmopolitismo" no equivale a prosperidad generalizada . Tiene la virtud el catastro de 1871 de indicar los crecientes desniveles que separan a los ricos de los pobres . A lo largo de la páginas precedentes, tratamos de efectuar el balance de las grandes fortunas inmobiliarias a la luz del impuesto . Ante los propietarios de la ciudadela, el pueblo - negro, mulato y mestizo- de Santa Ana vive en condiciones miserables . (88) Y no paga sino contribuciones irrisorias, comparadas con aquellas de los "de adentro" . Así, encontramos, fácilmente, arrabaleros que entregan al fisco 1 .70 pesos anualmente. No pocos pagan 3 pesos . Generalmente, son antiguos esclavos libertes o sus descendientes . Inclusive los negociantes extranjeros, quienes sientan reales en el arrabal, están obligados a proporcionar diez veces más de tributo que las masas santaneras . En suma, los grupos marginales urbanos son los que menos se benefician de la coyuntura . (87)
Ver CAMACHO ROLDAN, Salvador, op . cit ., p . 312.
(88)
Ver, verbigracia, ZELTNER, Arthur de, La vole et le port de Panama, Typographic de Henri Plon, París, 1868, p . 12. Ver, asimismo, RECLUS, Armand, Panama et Darien . Voyages d'exploration (1876 .1878), Librairie Hachette et Cie, París, 1881,p . 65 . 291
Como veremos más adelante, sus "malas pasiones" y "feroces instintos" jalonan buena parte de la segunda mitad del decimonono . Varias salvedades se imponen en punto al catastro de la ciudad marina de Colón, documento confeccionado en 1871 . (89) Cabe comprobar que tal urbe es hechura norteamericana . El patriciado criollo de la Ciudad de Panamá no figura, pues, en ese listado. Los principales propietarios son de sangre norteamericana y hebrea . Trátase, por cierto, de negociantes israelitas, nacidos en las Antillas inglesas (Jamaica), danesas (Saint Thomas) u holandesas (Curazao) . (90) Bien poco integrados a la sociedad panameña están . Estudiemos algunos casos de monta. El señor W . FIELD, extranjero, posee veinte casas y tres terrenos en Colón . Paga 808 .50 pesos de impuesto inmobiliario, anualmente, y supera, a las claras, en materia fiscal, a todos los linajes citadinos de Panamá . Por otra parte, en el párrafo anterior atisbamos a un solo ser que acumula veinte casas, auténtica rareza en la Ciudad de Panamá . Luego, Manuel de ALCAZAR, negociante, probablemente de Cartagena, detenta, solo, trece edificios y contribuye con 328 .50 pesos al fisco, vale decir, con una suma mayor a la que facilitan todos los linajes urbanos de Panamá . Siguen, después, incontables norteamericanos ( Tracy ROBINSON) y judíos ( DONALISIO, E . NOBLE, T.R . COWAN, S .L. ISAACS, Rachael DELEVANTE, Leha PENSO, Nathaniel BRANDON) . Al repasar el catastro de 1871, constatamos que Colón, a despecho de hallarse situada en territorio panameño, es una aglomeración extranjera, poblada por una burguesía comercial su¡ generis carente de ligazones con el Istmo. Tales mercaderes son sensiblemente más ricos que los oligarcas nativos desde miradores relativos a la propiedad urbana . En Panamá, como vimos, el grupo de los casatenientes no autóctonos es, también, muy crecido, aunque me(89)
Tal catastro vio la luz en la Gaceta de Panamá, Año 1, Número 32, p . 3 (columnas 1, 2 y 3), Panamá, 16 de marzo de 1871 .
(90)
Ver, al respecto, KARNER, Frances P ., The Sephardics of Curagao . A Study of Socio-Cultural Patterns in Flux, Foreword by Professor H . Hoetink, Universidad de Puerto Rico, Yan Gorcum & Comp . N.V . - Dr . J .J . Prakke & H . M .G . Prakke, Assen, The Netherlands, 1969, p . 28 . Ver, por añadidura, MONK, Abraham, e ISAACSON, José (compiladores), Comunidades Judías de Latinoamérica, Oficina Latinoamericana del Comité Judío Americano, Instituto de Relaciones Humanas, Editorial Candelabro, Buenos Aires, 1968, p . 102 .
2 92
nos hegemónico que a orillas del Atlántico . He aquí uno de los efectos que engendra la construcción del ferrocarril transístmico . Los nacionales capitalizan menos que los extranjeros, quienes absorben y exportan, generalmente, las mejores ganancias . II. LA PROPIEDAD DE LAS HACIENDAS SUBURBANAS Poco codiciadas por los tratantes extranjeros, ávidos de forjar, velozmente, sustanciosas fortunas, las haciendas suburbanas permanecen, las más veces, en manos de los panameños raizales, a la vez rentistas y comerciantes . No son plantaciones esas heredades, las cuales abrigan, ocasionalmente, trapiches y árboles frutales . O, por el contrario, monótonos terrenos baldíos . Merced a otro catastro de las haciendas suburbanas, publicado en 1854, podremos conocer los apellidos de sus dueños y la cantidad de ganado que pace en aquellas fincas . ( 91 ) En verdad, las tierras aledañas a la capital no son generosas en reses . Ello se explica, en parte, por la fortísima démanda de carne, causada por los forasteros itinerantes . Así, la hacienda más importante, al particular, se denomina "Carrasquilla", propiedad del comerciante panameño Bernardo ARCE MATA . Contemporáneamente, es un barrio de la Ciudad de Panamá . A la sazón, dicho predio contiene 300 reses . En segundo lugar, la estancia "Hato Pintado" , del tendero José María REMON, encierra solamente 250 cabezas de ganado . En seguida, "Lo de Cáceres", del burgués José GARCIA DE PAREDES, contiene 200 bestias . Añadamos que dos explotaciones más arrojan la suma de 100 reses ("Matías Hernández" y "Paitilla"). Una sola ("Algarrobo") frisa con las 80 . Cuatro amalgaman, unitariamente, 50 vacas ("Cangrejo" "Locería" ; "Cerro Pelado" ; y "Corozal") . Finalmente, las quintas menos agraciadas comprenden de 20 a 30 cuadrúpedos . Varía, grandemente, la situación en Pacora, región suburbana localizada a 30 kilómetros al noreste de la capital . Desde el coloniaje, provee de carne a la urbe . Allá encontramos, pues, extensiones más ubérrimas . En efecto, cinco tendrán 1,000 y pico de reses . La primera, "Paso Blanco", prenda de Carmen DIAZ de HURTADO, burguesa local, cuya familia se consagra con denuedo a menes(91)
Ver el diario El Panameño, Año VI, Bimestre 30, Número 547, p .3 (columna 1), Panamá, 15 de diciembre de 1854 .
29 3
teres mercantiles, aloja 2,500 reses . La segunda, "Juan Díaz de Pacora", del mercante citadino José Antonio BERMUDEZ, abraza 1,000 bestias . Similares, cuantitativamente, a ésta última, surgen tres : "Tocumen", manejada por el banquero y hombre de negocios Antonio PLANAS ; "San José", de Manuel José HURTADO ; y, últimamente, "Hato en Medio" del burgués José Faustino de ALBA. Entre las haciendas "medianas" de Pacora, que superan las 300 reses, enumeraremos varias : "Naranjal", de P . SANTA CRUZ e hijo, provista de 600 cuadrúpedos ; "Cabra", de Manuel María DIAZ, dotada de 500 mamíferos ; "Bermejal", orgullo de Carlos de ICAZA, y "Piñuelita" , de Fernando de ALBA, agrupan, unitariamente, 400 animales . Por último, "Tapia", de María DEL BARRIO de SOSA, oscila con los 350 rumiantes . Por lo demás, los burgueses disponen, igualmente, de un puñado de haciendas ubicadas a 30 kilómetros al noroeste de la ciudad, en la comarca designada La Chorrera . En el catastro de aquella zona, topamos varios comerciantes que se codean con los señores de la tierra lugareños. En este sentido, el principal propietario es José GARCIA DE PAREDES ARCE, quien domina la finca "Aguacate", solar de 1,000 reses . Los traficantes urbanos Carlos y Pablo E . de ICAZA rigen, en La Chorrera, los destinos de la célebre estancia "Bique", exornada con 800 cabezas de ganado . Seguidamente, la heredad "Limón ó Caimito", de Ramón ARIAS PEREZ y aquella nombrada "Cerro de Cabra", regentada por José Manuel de ALBA, abarcan, cada una, 500 reses . Cosa curiosa, un francés dedicado al tejemaneje mercantil, Sylvain JOLY de SABLA, apodérase del predio "Bernardino" (130 reses) allá . Cabe detallar, asimismo, que plurales células familiares panameñas detentan fincas tanto al noreste de Panamá ( en Pacora ) como al noroeste (en La Chorrera) . De estas luengas enumeraciones catastrales, relativas a la propiedad de las haciendas suburbanas, en los albores de la California, conviene extractar una serie de conclusiones . La primera atañe a su cuasi monopolio por el patriciado de Panamá . Las mejores revierten a los prístinos apellidos ( ARCE, DE ALBA, DE ICAZA, GARCIA DE PAREDES, REMON) o a una gama de familias más recientes ligadas, por ministerio del parentesco, al primer meollo ( ARIAS, HURTADO, MORRO, PLANAS) . Esas estirpes controlan, asimismo, buena porción de las moradas citadinas . Ningún negociante norteamericano compra haciendas en los aledaños de la capital. Los 29 4
intereses estadounidenses parecen concentrarse en los puertos ( Panamá y Colón) y en el seno de la estrechísima franja transístmica . Asaz alejadas de la Ciudad de Panamá, las tierras suburbanas no les embelesan. Apunta la segunda conclusión a la riqueza y al prestigio que confiere la propiedad de las fincas aludidas a los patricios . Así, varios troncos engolillados, cuyas casas no impresionarían al investigador (GARCIA DE PAREDES, REMON), le sorprenden por cuanto continúan gozando del usufructo de numerosas heredades en las inmediaciones . La tercera conclusión concierne a las ganancias efectuadas por los mayores hacendados suburbanos a la sazón . En efecto, proveen y nutren a la capital y venden parte de su ganado a los forasteros . ¿ Se perfilan considerables mutaciones, en punto a las haciendas, difuminada la California? No lo creemos . Por lo que respecta a las fincas más próximas, siguen siendo tan insignificantes como antaño en materia de reses. Así, por 1872, (92) "Carrasquilla", la mejor dotada en 1854 (300 reses), cuenta únicamente con 350 . Justamente después : "Hato Pintado" engloba 280 bestias, es decir, 30 más que en 1854 . Y "Juan Franco" no tiene sino 200 . Exceptuando las susodichas estancias, toparemos trece con menos de 50 cabezas, cosa impensable por 1854 . En veces, los propietarios cambian de apelativos . Mas el porcentaje de hacendados foráneos persiste siendo mínimo . La mayoría son, reiteramos, burgueses de Panamá . Como en 1854, las más pobladas haciendas suburbanas ubícanse (en 1871) en la comarca de Pacora . (93) A la sazón, contamos cuatro provistas de 1,000 reses y más . La primera : "Paso Blanco", propiedad del negociante Buenaventura HURTADO . Pertenece ya a sus progenitores en 1854 . Entonces comprende 2,500 cuadrúpedos, y, en 1871, no abriga sino 1,400 . Las tres siguientes incorporan, unitariamente, 1,000 reses : "Juan Díaz", del banquero Ricardo PLANAS (con el mismo número de bestias que antaño) ; y "Hato en Medio", de José Manuel de ALBA (sin variación alguna asimismo), Causa impresión, al leer la lista de los hacendados pacoreños, constatar el dominio de que disfruta el patriciado sobre aquellas fincas al finiquitar la California . Los añejos criollos controlan, con (92)
Ver la Gaceta de Panamá, Año II, Número 97, p . 3, Panamá 17 de agosto de 1872.
(93)
Ver la Gaceta de Panamá, Año II, Número 117, p . 3, Panamá, 28 de marzo de 1873 . 29 5
inveterada y rutinaria querencia, esos espacios de los antepasados (AROSEMENA, DE ALBA, DE ICAZA) . Además, otras familias panameñas, tenuemente más bisoñas, que salen bien adineradas de aquel ciclo de bonanza, están brillantemente representadas en Pacora (DE OBARRIO, HURTADO, PLANAS) . En el patrón de los hacendados, no figura sino un solo francés (Bernardo ANDREVE), comerciante, ligado, por vínculo matrimonial, a la élite . En definitiva, la propiedad de las haciendas no sufre transformaciones de monta . Contrariamente a la propiedad inmueble urbana, codiciadísima por los negociantes extranjeros, quienes necesitan edificios para establecer sus almacenes e instalar sus depósitos, las anémicas fincas, poco distantes de la capital, no les cautivan . Por otra parte, last but not least, su posesión supone una mínima estabilidad o arraigo geográficos, e inclusive una integración profunda o simbiosis respecto de la sociedad en que se agitan . No es, pues, por azar que localizamos a muchos apellidos coloniales en los catastros a que aludimos . En desquite, los negociantes foráneos no tienen, generalmente, la intención de fijarse en el istmo . Entre quienes permanecen largo tiempo en Panamá (Sylvain JOLY de SABLA, Bernardo ANDREVE ), topamos a los únicos europeos dueños de heredades suburbanas . Mas, en realidad de verdad, constituyen auténtica excepción . A la inversa, en Colón, urbe cuasi norteamericana, el patriciado autóctono carece de bienes . Trátase, repetimos, de una factoría extranjera, dominada por una burguesía internacional . Al contrario, el patriciado capitalino triunfa en mantener su hegemonía sobre los espacios urbanos. III. LA PROPIEDAD DE LAS ISLAS EN LA BAHIA Y EN EL GOLFO DE PANAMA . Si las haciendas suburbanas permanecen, ciertamente, en manos del patriciado de Panamá, en el trancurso de la California, las islas situadas frente a la marina capital escapan, con inusitada celeridad, a su potencia. En efecto, las grandes naves no pueden llegar hasta el puerto, habida cuenta de las malas condiciones morfológicas de la bahía, poco profunda. Anclan los barcos cerca de un rosario de islas del Pacífico, harto visibles desde la Ciudad de Panamá (Flamenco, Naos, Perico, Taboga ). De lo expresado se desprende que éstas son ambicionadas por los traficantes extranjeros y por las compañías marítimas, esencialmente norteamericanas y británicas . Puertos, depósitos e inmuebles son construidos por los recién llegados . 296
Compulsando los protocolos notariales, salta a la vista la inmediata penetración de los capitalistas extranjeros en esas ínsulas . Compran los agentes de las compañías marítimas estadounidenses numerosos terrenos . Así, Guillermo NELSON, hombre de negocios y representante de una entidad marítima norteña, la cual asegura el periplo de Panamá a California, logra adquirir muchos terrenos baratos en la isla de Taboga hacia 1849, ( 94 ) es decir, al despuntar la bondadosa coyuntura. En 1850, compra allá unos terrenos sensiblemente más caros . ( 95 ) Un tabogano le alquila unas parcelas por espacio de diez años . (96) La Compañía ZACHRISSON y NELSON tiene, por lo demás, intereses comerciales (relativos a la concha nácar ) en aquellas islas del Golfo de Panamá . Hacia 1850, Juan MATHISON, representante de la Compañía de Navegación de los Barcos del Pacífico, pide alquilar el islote El Morro, por quince años, a Guillermo NELSON y Elisa JOYCE . Desembolsa la suma - considerable - de 30,000 pesos . (97 ) Tal cual vemos, la transacción une a dos extranjeros. Sólo su objeto - a saber, el islote - es panameño . Esa misma institución compra la isleta de Flamenco, hacia 1853, pagando 10,000 pesos. (98) Por esas calendas, no es engorroso ver extranjeros que reciban porciones insulares . Así, por 1853, Andrés B . FORBES compra una parte de Perico, Culebra y Naos por la suma de 8,288 pesos y 4 reales. ( 99 ) Por último, unos hostales son edificados por sujetos norteamericanos y del Viejo Mundo (fundamentalmente en Taboga) con objeto de alojar a los febriles del Gold Rush (100) . Los datos traídos a colación auxilian a comprender el interés estratégico de que están investidas aquellas islas para las sociedades marítimas y a los ojos de los capitalistas extranjeros . (94)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notarla pública n°l, Panamá, 1849, protocolo n°3, instrumento 148, ff. 340-346 .
(95)
Ver, por ejemplo, ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, 1850, protocolo n°2, instrumento 43, ff . 129-133 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1850, protocolo n-2, instrumento 54, ff. 175-177 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1850, protocolo n°4, instrumento 87, ff . 262-265 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1853, protocolo n°2, instrumento 87, ti . 262-265 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1853, protocolo n°5, instrumento 217, ff. 673 .675 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1849, protocolo n°1, instrumento 31, Pf . 79-83 .
(96) (97) (98) (99) (100)
29 7
Irónicamente, el sedentario patriciado no parece afanarse por aquellas tierras insulares cuya envergadura naval los norteamericanos valorizan . Ante la relativa estabilidad de la propiedad inmueble urbana, ante el "inmovilismo" de la propiedad de las haciendas suburbanas, las islas padecen, exabruptamente, muy visibles metamorfosis . Se refuerza, repentinamente, la presencia alógena . A semejanza de Colón, se "americanizan". IV. LA COMPRA Y VENTA DE GANADO CIVIL O ECLESIASTICO Antes de abordar la problemática del comercio y de las sociedades comerciales, que nos sea permitido elucidar el tema de las transacciones relativas al ganado de que la capital ha menester para nutrir a la población . Cuestión apasionante y bien poco estudiada . Efectivamente, los negociantes panameños - y , en ocasiones, algunos magnates extranjeros - se esforzarán por conseguir el ganado que escasea y cuyo precio no cesa de ascender . Las haciendas suburbanas no son, como sostenemos más arriba, generosas en rumiantes . Dos posibilidades fulgen . La primera : procurarse ganado costoso cerca de la ciudad . Y la segunda : importarlo del hinterland, donde su precio no varía de modo palpable . Por lo que respecta a las compras, son susceptibles de tener lugar entre civiles, pero, asimismo, relacionar a los negociantes con la iglesia católica, inveterada latifundista, que dispone de reses baratas en la campiña . Estudiemos, en primer lugar, algunas transacciones habidas entre civiles . Quien obtenga ganado puede ser bien extranjero, bien panameño . En lo que concierne a los forasteros, bastará un ejemplo . Hacia 1849, Carlos ZACHRISSON, sueco de origen, establecido en Panamá, centro de sus intereses comerciales y marítimos, hace suyas 196 reses (vacas y caballos) pertenecientes al hacendado panameño José María BERGUIDO . (101) Las bestias pacen en Capira, región situada a 55 kilómetros al sudoeste de la capital . Su precio, en aquella comarca rural, con todo asaz próxima de Panamá, es menor que en la urbe . Carlos ZACHRISSON transporta, también, mercancía y personas a través de la zona de tránsito . Le urgen, para ello, equinos que consigue, naturalmente, en los actuales distritos campesinos, donde cuestan menos . Este ciudadano sueco revenderá las bestias cosechando beneficios apreciables . 2 98
Respecto de las transacciones entre criollos, abundan a la sazón . Frecuentemente, mercaderes citadinos compran reses a caciques agrarios . (102) A partir de la década de 1850, unas alianzas unen, pues, el patriciado urbano a ciertas familias rurales dominantes ( CHIARI, DE LA GUARDIA, FABREGA) de las cuales varios retoños residirán, provisoriamente, y luego de manera definitiva, en la Ciudad de Panamá. Los grupos rectores del campo anhelan participar, en la conyuntura californiana, monopolizando el mercado de la carne interiorana . Su fortuna terrígena ofusca cuando examinamos los protocolos notoriales y los catastros rurales . No nos cansamos de corroborar que aquellas "aristocracias" aldeanas son, grosso modo, linajes urbanos ruralizados a fines del siglo XVIII . En consecuencia, no son totalmente extrañas al patriciado de Panamá . Si, antes de 1850, yacen, por así decirlo, aisladas, encarceladas, enclaustradas dentro de sus estancias, a partir de la fiebre del oro, no vacilan en enriquecerse y remozarse emigrando . Por ministerio de los maridajes, refrendados con patricios citadinos, aquellos antiguos señores de la tierra blancos formarán parte, desde ya, de la oligarquía urbana que les hospeda y mima . Nuevamente "urbanizados" devienen rentistas y comerciantes . No obstante, custodia aún no pocas haciendas y ganado la iglesia hacia 1850 . Perderá tales bienes en la próxima década . Por ende, las transacciones se multiplican entre los negociantes citadinos, deseosos de adquirir reses baratas, y la iglesia, bastante rica y poderosa en provincias. Incluso los hombres de negocios norteamericanos o foráneos, avecindados en Panamá, se comprometen en ventas con la iglesia . Así, hacia 1850, Carlos ZACHRISSON y Guillermo NELSON compran 700 reses a la iglesia de Parita, villorrio situado a 214 kilómetros al sudoeste de la capital . (103) Sabemos que ambos regentan una compañía vocada al transporte de mercancías y de personas por la zona transístmica . Venden, por tanto, carne a toda suerte de forasteros . Los burgueses capitalinos - aun liberales y anticlericales - obrarán del mismo modo . En este sentido, por 1851, Ramón ARIAS - egregio (101)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1849, protocolo n°3, instrumento 107, ff . 212-216 .
(102)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1852, protocolo n°2, instrumento 45, ff . 120-122 .
(103)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n-I, Panamá, 1850, protocolo n -S, instrumento 226, f. 713 . 29 9
mercader - compra 300 cabezas de ganado (vacas y caballos) a la iglesia de Natá, región localizada a, aproximadamente, 184 kilómetros de Panamá. ( 104 ) Y paga sólo 6 pesos por cabeza, al tiempo que, en la urbe, el precio oscila, a la sazón, entre 15 y 30 pesos . Otro comerciante, Juan José MENDEZ, deviene dueño de 300 cuadrúpedos de la iglesia de Nata, por 1851, a la que suministra 6 pesos por cada bestia . ( 105 ) A poco se apresura a obtener 291 reses suplementarias, pertenecientes a la iglesia de Calobre, aldea de Veraguas, ubicada, aproximadamente, a 240 kilómetros al sudoeste de Panamá . (106) Mas la iglesia le exige que pague 6 pesos y 4 reales . Estudiemos algunas transacciones que ocurren en 1852, año en que el flujo de inmigrantes aumenta y asciende la demanda de carne . José Antonio GARCIA DE PAREDES, burgués istmeño, solicita 542 reses a la iglesia de San Francisco de la Montaña, a 274 kilómetros al sudoeste de Panamá . (107) Tal venta es considerable . El comprador sólo paga 6 pesos por cabeza . Finalmente, Manuel de Jesús PEREZ, comerciante urbano, adquiere 178 reses, evaluadas, unitariamente, en 6 pesos . (108) Semejante ganado pertenece a la iglesia de San Carlos . En ocasiones, los grandes latifundistas, que se "urbanizan" para lucrar de la California, efectúan importantes compras de reses eclesiásticas . Por ejemplo, Santiago DE LA GUARDIA, señor de la tierra, oriundo de Parita, pero residente en Panamá, compra, primeramente, 449 reses, evaluadas, cada una, en 5 pesos, (109) a la iglesia de su aldea . Posteriormente, obtendrá 141 suplementarias al mismo precio . (110) Típico latifundista ausentista, instálase en la urbe . Con todo, DE LA GUARDIA -conservador- cultiva-nexos privilegiados con la iglesia de su zona natal cuyo ganado baratísimo compra e importa a Panamá . (104) (105) (106) (107) (108) (109) (110)
3 00
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1851, protocolo n°3, instrumento 103, ff . 133-142 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1851, protocolo n°3, instrumento 106, ff . 148-157 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1851, protocolo n°3, instrumento 126, ff. 213-221 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DF PANAMA, Notaría pública n°I, Panamá, 1852, protocolo n°6, instrumento 269, ff . 811-819 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1852, protocolo n°5, instrumento 205, ff. 644-652 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1852, protocolo n°3, instrumento 129, ff. 396-406 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1852, protocolo n-3, instrumento 159, ff . 495-502 .
Habida cuenta de la fortísima demanda de carne y del monopolio que desean tener los latifundistas "urbanizados" sobre el mercado del ganado, los comerciantes citadinos buscarán reses en otros sitios, es decir, en los territorios rurales donde aquellos señores carezcan de estancias ( por ejemplo, en Chiriquí ) . Estos se relacionarán aun con la iglesia. Así, José María GOYTIA, liberal y masón, contrincante de los conservadores DE LA GUARDIA, compra 525 cuadrúpedos, evaluados, unitariamente, en 8 pesos, a la iglesia de los villorrios de David y Dolega, sitos, por cierto, a 486 kilómetros al sudoeste de la capital . (111) Tales poblados están sumamente alejados de Panamá . El transporte del ganado, procedente de Chiriquí, provoca cantidad de problemas en un país desprovisto de caminos . Solamente el cabotaje permite su arribo expedito . Mas es la única manera de mediatizar el monopolio que ansían imponer los latifundistas . De modo que es corriente ver a negociantes, propietarios de buques, enajenando ganado eclesiástico en Chiriquí . A guisa de ejemplo, hacia 1853, Víctor PLICET compra 1,044 reses, evaluadas, unitariamente, en 8 pesos, a la iglesia de Chiriquí . ( 112 ) Este se consagra al cabotaje y logra, por consiguiente, importar ganado a Panamá . Empero, los latifundistas de zonas más próximas a la capital, principalmente los veragüenses ( DEL BAL, FABREGA ), y herreranos y santeños ( CHIARI, DE LA GUARDIA ), entre quienes algunos residen en Panamá, experimentan una especie de edad de oro . Como anotamos más arriba, unos matrimonios sellarán esas alianzas entre hacendados provinciales y burgueses . ( 113 ) Mas, al principiar la década de 1860, violentas jacqueries ( de inspiración liberal) eclipsarán, bruscamente, aquella preponderancia de los gamonales . De todos los datos relativos a la compra y venta de ganado civil o eclesiástico, aprendimos mucho sobre las relaciones entre la ciudad y el hinterland . En efecto, la fiebre del oro californiano y la construcción del ferrocarril hacen sentir sus efectos inclusive en el (111)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1853, protocolo n°2, instrumento 63, ff . 192-194 .
(112)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1853, protocolo n°3, instrumento 126, ff . 380-395 .
(113)
Ver, al respecto, VICTORIA JAEN, Nicolás, "Inés Arosemena de Fábrega (1840-1887)", en Revista Lotería, 2 a época, Volumen IX, n° 98, Panamá, enero, 1964, pp . 36-39 . 301
agro istmeño acercando a los burgueses de los señores de la tierra, antaño antagónicos . Los primeros necesitan ganado rural para subsistir y nutrir el flujo de los viandantes . Los segundos desean aprovechar la espléndida coyuntura . Una efímera alianza soldará a ambos grupos dominantes . Provisoriamente, sus intereses parecieran similares . Por vez primera, la oligarquía urbana - liberal - aprehende y capta el peso del Interior en su "teoría nacional" . Ella va a ensayar, pues, de "integrarlo". Pero, los latifundistas - conservadores apoyan a la iglesia católica cuya riqueza agraria rural desconcierta . Inevitables choques acompañarán, en efecto, a tal experimento de afinidad . V. EL COMERCIO Y LAS SOCIEDADES COMERCIALES Incoada la California ( 1849 ), la presencia de los comerciantes extranjeros redoblará su continente . Según una lista, publicada aquel año, en la prensa panameña, (114) entre los grandes negociantes importadores - exportadores de la capital, hay seis alógenos ( de sangre norteamericana, británica y francesa ) y un panameño . Cuatro forasteros dirigen establecimientos denominados de "primera clase" y pagan, cada uno, por tanto, 120 pesos de impuesto (ZACHRISSON, NELSON y Compañía, SMITH y LEWIS, W . TURNER, y Juan Bautista FERAUD ). Los quinto y sexto negociantes extranjeros ( W .C. LACY y Compañía y F.W . HART ) están incluidos en la "segunda clase" y su impuesto es menos elevado (100 pesos) . Finalmente, la única compañía panameña, que figura allí, es un establecimiento de "segunda clase" (Maximino y Pedro PEREZ) . Por lo que respecta a los almacenes, están divididos en tres categorías . Entre los denominados de "primera clase" encontramos a dos extranjeros (ORILLAC y HOURQUET y José NAVARRO ) y tres panameños (Tadeo PEREZ AROSEMENA, Ramón ARIAS y Antonia PLICET) . Todos pagan 80 pesos de tributo . La cantidad de propietarios nacionales crece en los almacenes de "segunda clase" . En efecto, en aquellos de "segunda", los criollos superan, proporcionalmente, a los comerciantes no autóctonos . Allí, los ex(114)
3 02
Vér el diario Crónica oficial, Trimestre 1, Número 4, Panamá, 23 de diciembre de 1849, pp. 1-3 . Consultamos un ejemplar en la Biblioteca Nacional de Colombia (Bogotá) .
tranjeros suman dos, de sangre francesa (Pedro BRIN, y GAUTIER, MORA y Compañía ), en tanto que podemos enumerar a cuatro panameños (DENIS y PEREZ, Ramón ARIAS PEREZ, Ramón de ICAZA, y José Gil PEREZ ) . Todos ellos pagan 60 pesos . Como acabamos de precisar, los comerciantes criollos son más numerosos en los almacenes de "tercera clase", cuya contribución frisa con los 40 pesos . Dentro de ese compartimiento, sólo hay un propietario, francés de origen, por cierto ( Clemente LEBRUN ) . En desquite, distinguimos a tres istmeños ( HURTADO y Hermanos, Julián SOSA y Agustín PEREZ) . Hasta aquí, la preponderancia de los forasteros es patente en punto al comercio de importación y exportación y a los almacenes de "primera clase" . Mas ella se perfila aun harto avasalladora en el giro de la hotelería. Cual acaece con los almacenes, están divididas las posadas en tres clases . Ningún panameño posee albergues de "primera clase" . En cambio, dos extranjeros, un norteamericano y un francés (W .M. HOLLEMBACK y J . MATOSSY y Compañía) administran, en 1849, dos de "primera clase" (el Hotel Americano y el Hotel Francés) . Y abonan, respectivamente, 80 y 60 pesos . De seguido, dos ciudadanos estadounidenses (W . HANCE y S .B. SMITH) manejan, personalmente, paraderos de "segunda clase" (el Hotel de Nueva York y el Mansión House), por oposición a un solo hotelero panameño (José GARCIA DE PAREDES ). Los tres suministran, al fisco, 60 pesos . Por último, ningún criollo panameño ostenta pensiones de "tercera", mientras que dos alógenos (Matilde Hill y A.B. MILLERI) disponen de dos mesones dentro de ese rango (el Hotel de Filadelfia y el Hotel de Estados Unidos) . Esa abrumadora hegemonía hotelera por parte de los extranjeros es evocada, precedentemente, cuando aludimos a la propiedad inmueble urbana . Confírmase, igualmente, en lo que atañe a los restaurantes de la Ciudad de Panamá, los cuales se dividen en locales de "primera" y de "segunda" . En la primera categoría, topamos a cinco restauradores extranjeros, frente a un solo criollo ( José GARCIA DE PAREDES ). Esos comedores de "primera clase" pertenecen a sujetos norteamericanos e, inclusive, sus nombres recuerdan las procedencia de los patronos (Franklin's Restaurant, Dime's Restaurant, New England Eating House, The Mississippi, United States Restaurant ). En la segunda esfera, podríamos catalogar a cuatro restauradores, de simi3 03
lar origen, cuyos establecimientos llevan apelativos ingleses (Falcon Restaurant, Union Coffee House, Miner's Restaurant, Our Restaurant ). Empero, constatamos la ausencia total de ciudadanos istmeños . Estrenada la California, el patriciado urbano parece aislarse dentro de las tiendas, fundamentalmente las de "segunda", "tercera" y "cuarta" clases. Realmente, en aquellas de "primera", tres extranjeros - dos franceses - (Eugenio FERY y Compañía, Pedro PERIGAULT y Compañía) fungen como dueños . En cambio, un solo panameño tiene una de "primera clase" (Mariano AROSEMENA QUESADA) . Pero, en las de "segunda" lo inverso ocurrirá (un solo extranjero frente a ocho notables istmeños) . Con todo, los más rancios apellidos del patriciado criollo figuran allí, esencialmente bajo la especie de damas burguesas (Margarita AROSEMENA, Dolores GARCIA DE PAREDES, Petra PEREZ AROSEMENA) . Finalmente, en las boticas de "cuanta clase", tres unidades de la . antigua élite colonial están representadas y enfrentan a un solo forastero . De más está decir que, en esta última jerarquía, se recluta casi un centenar de pequeños tenderos modestos, frecuentemente arrabaleros de cuna. A propósito de farmacias, cuatro son poseídas por panameños y una pertenece a un sujeto galo . En cambio, todo los salones de billar son herencia de la élite . Entre las once panaderías, solamente dos pertenecen a personas nacidas en otras latitudes . La lista de 1849 revela, pues, el peso de los intereses foráneos, en Panamá, al irrumpir la California . La preeminencia de los negociantes no autóctonos en las casas de importación y exportación, en los más esplendentes almacenes, en el sector hotelero, en los restaurantes, e inclusive en las tiendas más gravadas, salta a la vista . El patriciado urbano, señor de inmuebles y de haciendas suburbanas, prefiere, salvo excepción, dedicarse a actividades tenderas . Bien vergonzante luce su espíritu de empresa . No piensa arriesgar su fortuna en especulaciones osadas . Treinta años de recesión económica han mitigado, en cierta forma, sus ímpetus . En desquite, los mercaderes - más que todo norteamericanos y franceses - no cesan de circunscribir el alto comercio, amén del sector terciario de la economía . 3 04
En la prensa panameña de aquellas calendas, consultada en Bogotá, constatamos, asimismo, esa persistencia de la conciencia tendera del patriciado criollo . Innegablemente, aprovecha, como los tratantes metropolitanos, la coyuntura halagüeña . Según tales diarios, los negocios de los comerciantes istmeños se multiplican . (115) No vacilan en asociarse con sus colegas de afuera (116) o entre sí. (117) Aun los latifundistas rurales (DE LA GUARDIA, FABREGA) publican, con frecuente diligencia, anuncios comerciales en los tabloides . Pero las propagandas pagadas por los recién llegados saturan, también, multitud de fojas . A medida que los lustros transcurren, el alto comercio estará más y más cercado por los extranjeros . Así, siete años después de 1849, es decir, por 1856, en el censo de los comerciantes capitalinos, ( 120 ) la presencia internacional es muy dominante . Tomemos los veinte primeros negociantes, en otras palabras, aquellos que enriquecen más generosamente el fisco . Entre ellos, tres panameños se destacan solamente, en el tercer puesto ( HURTADO y Hermanos), en el duodécimo (Antonio PLANAS e Hijo), y en el décimo octavo (Antonia PLICET) . Los demás son alógenos . La primera y segunda posiciones están ocupadas por la Agencia de Vapores Americanos y por la Agencia de Vapores del Pacífico . Ambas empresas son, naturalmente, estadounidenses . El séptimo lugar lo alcanza la Agencia de Vapores Británicos del Atlántico. Forman el resto, mayoritariamente, mercaderes de origen ecuatoriano (Pedro N . MERINO, en el cuarto escaño), francés (CABRERO, HOURQUET y Compañía, en el quinto ; Fabián GOGORZA, en el octavo ; BAZAR FRANCES, en el noveno ; Mauricio LACAZZETE, en el décimocuarto ; y H . de BERMINGHAM, en el decimosépti(115)
Ver, al particular, el periódico El Panameño, Año V, Trimestre 19, Número 285, Panamá, 23 de marzo de 1853, p . 3, columna 4 .
(116)
Ver El Panameño, Año V, Trimestre 18, Número 259, Panamá, 12 de enero de 1853, p. 3, columna 4.
(117)
Ver El Panameño, Año VI, Bimestre 2, Número 496, Panamá, 18 de agosto de 1854, p. 3, columna 3 .
(118)
Ver El Panameño, Año V, Trimestre 18, Número 260, Panamá 16 de enero de 1853, p . 3, columna 4. Ver, asimismo, El Panameño, Año V, Trimestre 21, Número 323, Panamá, 21 de junio de 1853, p. 3, columna 3 .
(119)
Ver, verbigracia, El Panameño, Año V, Trimestre 20, Número 311, Panamá, 22 de mayo de 1853, p . 1, columnas 2 y 3 .
(120)
Ver Gaceta del Estado, Trimestre 6, Número 67, Panamá, 11 de diciembre de 1856, p. 4, columnas y 2.
1
305
mo), alemán (Joseph KRATOCHWILL, en el vigésimo), y judío de origen antillano y americano (Lucas BELINFANTE y Compañía, en el sexto lugar ; A . MAYER, en el décimo, y Jacob PIZA y Compañía, en el undécimo) . La situación comercial de Colón, hacia 1856, es aquella de una urbe totalmente extranjera a Panamá . (121) De las cinco agencias, mencionadas en la lista de los primordiales comerciantes, no encontramos sino una sola que pertenezca a patricios criollos ( AROSEMENA & CUCALON ) . Es la más modesta sucursal de Colón y sus fundadores pagan nada más que 6 pesos de tributo, contrariamente a la primera oficina consignada en el documento aludido ( la de los Vapores Americanos) cuya contribución asciende a 100 pesos . En punto a los almacenes, únicamente un propietario panameño (HURTADO y Hermanos) sitúase, excepcionalmente, en el primer puesto . Los restantes son mercaderes norteamericanos, franceses, alemanes y judíos . Las más afamadas tiendas pertenecen, asimismo, a forasteros, principalmente a judíos sefarditas (Moses TAVARES, MADURO & Son). Ya nos cercioramos, en la parte relativa a la propiedad inmueble de Colón, de la penetración extranjera en aquella especie de factoría estadounidense . ¿ Hubo cambios notorios al agonizar la California ? No lo creemos. El catálogo de los comerciantes de la Ciudad de Panamá, hacia 1870, desenmascara, aun más crudamente, la avanzada de los negociantes de otras latitudes y el ostensible, parasitario atraso de los criollos . (122) Escojamos los veinte primeros comerciantes que brillan, como hicimos, con antelación, para el año de 1856 . Hallamos meramente a dos istmeños que ocupan la séptima ( PLANAS, ARANGO y Compañía ) y la decimoséptima posiciones ( AROSEMENA y Hermanos) . Los otros son de cepa francesa (HOURQUET, POYLO & Compañía, en el primer escaño ; HUE, MERINO & Compañía, en el cuarto ; Maxime HEURTEMATTE, en el décimo tercero ; Henry EHRMAN, en el décimo sexto), italiano ( FERRARI & DELLATORRE, en el segundo y en el sexto), y judío (Samuel PIZA y Compañía, en el quinto ; J . FURTH y Compañía, en el octavo ; PIZA, (121)
Ver Gaceta del Estado, Trimestre 3, Número 30, Panamá, 9 de febrero de 1856, p . 3, columnas 2 y 3 .
(122)
Ver Gaceta de Panamá, Año I, m26, Panamá, 2 de febrero de 1871, p. 3, columnas 4 y 5 .
3 06
PIZA y Compañía, en el noveno ; LUNAU, SASSO y Compañía, en el undécimo ; DELVALLE y Hermanos, en el duodécimo ; D . GOLDSMITH, en el décimo cuarto ; ISAACS & ASCH, en el décimo octavo ; y LYONS & Compañía, en el décimo noveno) . Urge, pues, trasladarse abajo del vigésimo a fin de ubicar individuos que emanen del patriciado . Así las cosas, el trigésimo tercero es Gregorio MIRO y el trigésimo noveno, DIAZ & Hermanos . Mas se impone descender aún para reconocer unidades de los antiguos linajes urbanos cuya fortuna inmobiliaria es cuantiosa ( Manuel María de ICAZA es el hombre de negocios número cuarenta y seis ; José Juan de ICAZA, el cincuenta y cuatro ; Antonio de ALBA, el cincuenta y nueve ; Francisco Antonio HURTADO, el sesenta y cuatro ; Fabio AROSEMENA, el cien ; Ramona de ARCE, la ciento una) . En otras palabras, no existe correlación alguna entre el hecho de ser conspicuo casateniente urbano y la calidad de comerciante . Como justamente vemos, el alto comercio escapa, salvo excepción rarísima, a la élite criolla. En los protocolos notariales, conservados en los Archivos Nacionales de Panamá, los datos, atinentes a las sociedades comerciales, abundan . Encarnan una fuente apasionante e inédita que auxiliaría a vislumbrar la participación del patriciado en los asuntos mercuriales, sus alianzas con los capitalistas ultramarinos, y, finalmente, la multitudinaria preponderancia de éstos últimos . Comencemos, por tanto, examinando el frenesí que demuestran los raizales . Desde un principio, varios burgueses panameños fundan "sociedades mercantiles" . Algunos se especializan en el sector del transporte de pasajeros y mercancías (HURTADO y Hermanos (123) ; JIMENEZ ARCE y Hermanos, (124) por ejemplo) . Otros devienen consignatarios (ARCE & Compañía) . (125) Irrumpe, a su vez, un núcleo de banqueros (HURTADO (126) ; PLANAS & (123)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n-l, Panamá, 1852, protocolo n-2, instrumento 209, ff. 208-210 .
(124)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n-l, Panamá, 1854, protocolo n4, instrumento 13, ff . 35-37 .
(125)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1854, protocolo n°8, instrumento 388, ff . 1089-1093 . Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n-1, Panamá, 1851, protocolo n°4, instrumento 179, ff . 367-371 .
(126)
307
DE OBARRIO (127) ). Pero la mayoría de los varones acomodados consagran sus energías a quehaceres llanamente comerciales . Las coaliciones entre panameños y capitalistas no locales, en el seno de las susodichas sociedades, resultan moneda corriente . Pueden ser colombianos ( el caso de MOSQUERA y Compañía, entidad consagrada al transporte transístmico, ideada y constituida por un ciudadano de Colombia ( MOSQUERA ) y sus primos de Panamá (los HURTADO) ), (128) franceses (ANDREVE & SOSA (129) ; DANOUILLE & BERGUIDO), (130) y de otras nacionalidades . Con todo, sí deslumbra percibir, desde el principio, numerosísimas sociedades establecidas y administradas, exclusivamente, por sujetos extraños a Panamá . Estos son incluso colombianos, casi invariablemente oriundos de la ciudad costeña de Cartagena (J .N . RECUERO y Hermanos, compañía vocada al comercio de perlas), (131) o de la ciudad de Popayán (HURTADO & OLANO, compañía de exportación y de importación) . (132) Como sucede siempre, figuran, naturalmente, estadounidenses . Judíos de las Antillas o de los Estados Unidos del Norte instauran plurales "sociedades mercantiles" ( Nathaniel BRANDON y Compañía, ( 133) LUNAU, SASSO y Compañía, (134) FURTH & MADURO) . (135) . Hay, (127)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1861, protocolo n-i, instrumento 1, ff . 1-5 .
(128)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1855, protocolo n°4, instrumento 236, ff. 648-650 .
(129)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1862, protocolo n°2, instrumento 44, ff . 266-274 .
(130)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n-I, Panamá, 1863, protocolo n°3, instrumento 100, ff. 348-350 .
(131)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n4, Panamá, 1867, protocolo n°l, instrumento 8, ff . 22-27 .
(132)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1866, protocolo n°4, instrumento 77, ff . 425-433 .
(133)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1863, protocolo n°6, instrumento 196, ff. 763-767 .
(134)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n-l, Panamá, 1867, protocolo n°4, instrumento 148, ff. 604-607 .
(135)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1868, protocolo n°10, instrumento 314, ff . 1433-1438.
308
además, ciertos italianos (DEBERNARDI y Compañía, (136) PAPI y Hermanos, (137) hoteleros, FERRARI & DELLATORRE, (138) comerciantes) . Sin embargo, Francia resplandece, en Panamá, por virtud de infinidad de recién desembarcados que se dedican al comercio (Ph . LEFEVRE, E . ROUSSEL y Compañía, (139) HEURTEMATTE y Compañía, (140) JOLY de SABLA & FABRE, (141) JOLY de SABLA y Compañía, (142) sociedad de exportación y de importación, HOURQUET, POYLO y Compañía, (143)TOURNIE de TOURNIEL & JOLY de SABLA, (144) EHRMAN & DE ROUX). (145) Todas esas compañías citadas son factura original de personas no nacidas aquí, cuya inmensa mayoría abandonará el Istmo clausurada la conyuntura propicia . Algunos, no obstante, desposarán con criollas vinculadas al patriciado, al cual, por ende, se asimilan . Del apreciable venero de datos inherentes al comercio y a las sociedades, se desprenden, evidentemente, ciertas conclusiones . La primera dice relación con el incontrovertible monopolio del alto comercio por los capitalistas alógenos que arriban a Panamá justamente al despuntar la California . Si los arcaicos linajes urbanos conservan la propiedad inmobiliaria urbana y las haciendas suburba(136)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1859, protocolo n°l, instrumento 5, ff . 17-19 .
(137)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1865, protocolo n-2, instrumento 58, ff . 234-237 .
(138)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1869, protocolo n-I, instrumento 37, ff . 160-165 .
(139)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n-I, Panamá, 1854, protocolo n4, instrumento 1, ff . 47-49.
(140)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1862, protocolo n°l, instrumento 38, ff . 128-131 .
(141)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1862, protocolo n°6, instrumento 251, ff . 1005-1011 .
(142)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1863, protocolo n°3, instrumento 116, ff . 409-413 .
(143)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°l, Panamá, 1864, protocolo n°7, instrumento 273, ff . 1143-1153 .
(144)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n-l, Panamá, 1866, protocolo m1, instrumento 21, ff, 87-94 .
(145)
Ver ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA, Notaría pública n°1, Panamá, 1866, protocolo n-I, instrumento 21, ff . 86-92 . 30 9
nas, el comercio superior escápase de sus manos, a partir de 1849 . Al cotejar las listas de los comerciantes avecindados en Panamá y Colón (tanto en 1856 como hacia 1870), tal fenómeno tiende a intensificarse. La segunda conclusión alude a la fortísima conciencia tendera del patriciado cuya fuente adicional de riqueza son los almacenes y el mediano y pequeño comercio . En cambio, los advenedizos se adueñan, velozmente, del transporte de pasajeros a través del istmo, la hotelería y los restaurantes . Una tercera conclusión es relativa a la cristalización de la' utopía de la " feria comercial" . Ciertamente cuajará entonces . Corroboran los datos citados su coruscante aflorar . Panamá no había sido tan "cosmopolita" antaño . El examen del comercio y de las sociedades nos convence con largueza . Pero el repentino advenimiento de la bonanza provocará, paradójicamente, fricciones a las cuales nos referiremos ulteriormente . VI . EXOGAMIA Y ENDOGAMIA El tema de la exogamia y de la endogamia recorta, de hecho, la problemática del comercio y de las sociedades . En efecto, resulta necesario que partamos del hecho de que la oligarquía urbana posee un espíritu comercial en extremo desarrollado . Asimila, de inmediato, a los recién desembarcados, blancos y ricos, a fin de preservar su poder económico . A veces, acepta, en su seno, a compatriotas, menos afortunados, pero blancos, en la esperanza de mantener su riqueza y su hegemonía racial . Pese a la inevitable endogamia que tiende a persistir dentro del patriciado, maravilla, al hojear los archivos parroquiales de la Iglesia de La Merced, el ancestro no autóctono de los cónyuges masculinos que desposan con las burguesas istmeñas . Utilicemos, a guisa de punto, de partida, los años que preceden al comienzo de la fiebre del oro californiano (1845 - 1848) . A la sazón, unos agentes de compañías navales británicas y norteamericanas se instalan en Panamá . Y comerciantes metropolitanos les siguen . Tales momentos "pre-californianos" inauguran una ruptura, en punto a los matrimonios . Una cierta permeabilidad del patriciado despréndese a la luz de los maridajes . A excepción de dos colombianos, quienes casan con doncellas burguesas, varias uniones son celebradas con comerciantes españoles, franceses, ingleses y suecos . Todos ellos habrán de aprovechar la ya próxima coyuntura favo3 10
rable . Frente a los demás inmigrantes, están privilegiados en virtud de las alianzas que concluyen con los linajes apergaminados . Plurales ejemplos clarificarán nuestras hipótesis . Escojamos el grupo de los europeos que contraen nupcias con jóvenes burguesas (para poner énfasis sobre el carácter realmente "exogámico" de las bodas ) . En 1845, Clemente ORILLAC, oriundo de Bayona ( Francia ), negociante provisto de intereses en Sudamérica y agente de una compañía minera gala en Panamá, casa con Tomasa JOVANE ARCE, hija de una familia de tenderos locales . ( 146 ) Dos años más tarde, Pedro Teodoro BRIN, natural de la Isla de Re (Francia), desposa, a su turno, con la burguesa Margarita AROSEMENA. (147) Sus descendientes acrisolarán el críptico núcleo del patriciado de la Ciudad de Panamá y participarán en el gobierno de la urbe desde la segunda mitad del decimonono . Hacia 1848, el español Juan José MENDEZ, nacido en Algeciras (Andalucía), se convierte en el marido de una criolla de vetustísima prosapia ( Mercedes GARCIA DE PAREDES DE LA BARRERA ). ( 148 ) Ulteriormente, el súbdito hispano aludido gozará de magnífica posición mercantil detentando inmuebles urbanos y haciendas en los aledaños . Finalmente, los dos últimos ejemplos revisten particular valor, pues trátase, quizás, de los forasteros que adquieren las más jugosas fortunas en el transcurso de la California . Ambos reciben el sacramento del matrimonio en marzo de 1847 . El primero, Carlos ZACHRISSON, sueco y luterano, agente de una compañía marítima estadounidense, quien casa con una notable de la más pura raigambre colonial ( Manuela VALLARINO BRAJIMO ) . ( 149 ) El segundo, Guillermo NELSON, oriundo de Edimburgo y calvinista, esposo de la viuda panameña Dolores PALAZUELOS Y ROBLES . (150) Ellos van a reunirse estableciendo una compañía de transporte transístmico y plurales sociedades . (146)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 6, pp. 136-137 .
(147)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 37, pp . 159-160 .
(148)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 31, pp. 154-155 .
(149)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 27, p . 151 .
(150)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 28, pp . 151-152. 31 1
Puede explicarse la ostensible filtración del patriciado invocando varias causas . La primera, sin duda : su violenta decadencia comercial después de 1821 . Necesita colegas prósperos para corregir tamaña postración . La segunda : su recia conciencia estamental y racial - de casta - la cual proscribe la posibilidad de maridajes con mestizos y mulatos, aun bien comidos . Se preferirá, con creces, un comerciante europeo modesto en vez de su versión panameñizada . Finalmente, reiteramos, el patriciado esta constituido, en cierto modo, por tenderos, muy concientes de su oficio . Xenófilos, no son refractarios a los matrimonios con advenedizos, cuyas relaciones mercantiles favorezcan sus intereses materiales . Mas la California (1849 - 1869) acentúa y redobla semejante propensión a la exogamia, propia de la élite mentada . Por ello tales uniones lucen cual indicadores de los vínculos comerciales que dicho grupo bosqueja con el extranjero . Puestas así las cosas, habida cuenta de la extremada dependencia de la faja transístmica respecto de la economía norteamericana, los archivos parroquiales del barrio acomodado de la capital expresan el fugaz avance de los estadounidenses que unen sus vidas con muchachas burguesas . Estos ven la luz en puntos diversos de la Unión ( Boston, Baltimore, Washington, Nueva Orleans ) . Ocasionalmente, no son mercaderes. A veces : meros inmigrantes enceguecidos por el brillo del Gold Rush o sedentarios funcionarios de la Compañía del Ferrocarril . En lo que atañe a sus bodas, son susceptibles de dividirse en dos categorías . En primer término, los casamientos con criollas relativamente venidas a menos . En segundo lugar, los desposorios con personas mas acaudaladas, cuyos linajes están nimbados de mayor prestigio . Repasaremos algunos ejemplos que auxlien a comprender la distinción a que aludimos . Principiemos, pues, analizando los enlaces efectuados con patricias un tanto venidas a menos . Nos limitaremos a evocar tres casos que conciernen a la familia citadina blanca ALEMAN DUTARI, de vena colonial, ciertamente, pero asaz modesta al promediar el decimonono . Tres doncellas de dicha estirpe desposan, en (151)
312
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 1, p . 173 .
efecto, con inmigrantes norteamericanos . La primera, María de los Angeles ALEMAN DUTARI, casa, en 1850, con Robert Rubin WALLACH, natural de Washington . Por 1851, la . segunda, Amalia ALEMAN DUTARI, lo hace con Hoster Eduardo HICKS, vecino de Nueva Orleans . ( 152 ) Por último, hacia 1867, María de los Angeles ALEMAN DUTARI, viuda católica, ya citada, contrae nuevamente nupcias con el ciudadano norteño Edgar CHIPMAN, "protestante" . (153) Ninguno de los cónyuges masculinos mencionados es asimilado, de modo definitivo, al patriciado . Pero aquellas damiselas venidas a menos mejorarían, con todo, su situación uniéndose a blancos procedentes de los Estados Unidos del Norte . Puestas así las cosas, rememoremos otros matrimonios habidos con burguesas ricas de la capital . Cinco casos nos parecen saltantes por cuanto ilustran las alianzas que se bosquejan entre una de las estirpes dominantes y los forasteros de la América Septentrional . El primer maridaje tiene lugar en 1851 y liga al comerciante "protestante" Francis Warren RICE, venido al mundo en el Estado de Maine, con Josefa AROSEMENA QUESADA . (154) En 1867, el mismo personaje vuelve a contraer, esta vez con su cuñada, Carmen AROSEMENA QUESADA . (155) El ciudadano estadounidense asediado acumula inmuebles, tanto en Panamá como en Colón, donde edita diarios en lengua inglesa . Otro negociante, alumbrado en Baltimore, Isaac Mac Kim COOKE, únese a Carmen AROSEMENA MERINO, prima de las consortes precedentes, hacia 1853 . ( 156 ) El bostoniano Joseph HAWES deviene, un año después, marido de una hermana de quien acabamos de nombrar, a saber, Josefa AROSEMENA MERINO .(157) Finalmente, hacia 1869, es decir, a fines de la coyuntura bondadosa, (152)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 23, p . 19.
(153)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 4, 1862-1870, Partida 56, pp . 47-48 .
(154)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 27, p . 191 .
(155)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 4, 1862-1870, Partida 58, pp. 49-50 .
(156)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 1, p . 204 .
(157)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 2, p . 220 . 3 13
un "protestante" norteamericano - Henry MITCHELL - festeja sus nupcias con una rica criolla, Juana AROSEMENA MEDINA. (158) Los cinco desposorios evocados no son susceptibles de elucidarse a partir de la hipótesis cándida del amor romántico . Transando con unas células familiares lugareñas sumamente acomodadas, tales extranjeros están, desde ya, integrados a la élite . Por consiguiente, adquirirán, más facilmente, propiedades citadinas gozando de un hermoso porvenir en casa . Repetimos, hasta el hartazgo, que los matrimonios exogámicos son indicadores de las relaciones comerciales sostenidas por el patriciado con el exterior y reflejan, asimismo, la presencia de una población flotante en Panamá . Exceptuados aquellos contraídos con varones anglosajones, los cuales se explican por la dependencia extremada del pasillo transístmico respecto de los Estados Unidos, existen enlaces que patentizan el influjo francés y británico . Bien plantada Francia, durante la California, en Panamá, puesto que la fiebre del oro atrae a multitud de sus súbditos, quienes anhelan probar suerte en el suroeste de los Estados Unidos . Un puñado permanece en Panamá pasando a ser comerciantes notorios . Desde el principio, el patriciado hospeda, con cariño y cortesanía, esa colonia gala . Así, por 1850, Pablo Eugenio FERY, de París, casa con una burguesa ( María de las Mercedes ESCOBAR ARCE ) cuya gente posee inmuebles y haciendas . (159) El de Lutecia permanece en Panamá donde se consagra a los afanes mercuriales . En 1851, Luis Eugenio BARBÉ y Carlos Domingo LECONTE escogen por mujeres a damas patricias . Hacia 1857, Pedro Teodoro BRIN, comerciante originario de la isla de Ré ( Francia ), vuelve a contraer, ahora con la burguesa Ramona GARCIA DE PAREDES . (160) Es BRIN viudo de una joven bien acomodada de la localidad . Casi en las postrimerías de la California, el mercader francés Juan Bautista POYLO une sus destinos con Francisca HERRERA de URRIOLA, (158)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 4,1862-1870, Partida 73, p . 67 .
(159)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 4, 1862-1870, Partida 73, p . 67 .
(160)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 4, pp. 248-249 .
314
propietaria panameña. ( 161 ) En fin, en 1869, Luis de ROUX, mercante de origen francés , deviene esposo de Teresa GARCIA DE PAREDES . ( 162 ) Todas esas alianzas acendran, naturalmente, la antigua élite criolla, cuya esponjosidad se consolida . Algunos matrimonios entre burguesas panameñas y ciudadanos británicos ocurren . Los cónyuges varones son, generalmente, bien comerciantes, bien cónsules . Mas, su cantidad es ligeramente inferior a las uniones habidas con sujetos norteamericanos y franceses . Un pequeño cuadro dará fe de los principales matrimonios que unen a varones metropolitanos con patricias istmeñas . Partamos, no obstante, del año de 1845 : 1) 2) 3) 4) 5)
1845 : 1847 : 1847 : 1847 : 1848 :
Clemente ORILLAC Pedro Teodoro BRIN Carlos ZACHRISSON Guillermo NELSON Juan José MÉNDEZ
(francés) (francés) (sueco) (inglés) (español)
6) 1850 : Pablo Eugenio FERY
(francés)
7) 1850 : Robert Rubin WALLACH 8) 9) 10) 11) 12)
1850 : S . JAMOCATTA 1851 : Jaime LEWIN 1851 :Hoster Eduardo HICKS 1851 : Luis Eugenio BARBE 1851 : Francisco W . RICE
(americano) María de los Angeles ALEMAN DUTARI (inglés) María Concepción PICON HERRERA (inglés) Felicia ALEMAN DUTARI (americano) Amalia ALEMAN DUTARI (francés) Amalia ESCOBAR ARCE (americano) Josefa Dolores AROSEMENA QUESADA
13) 1851 : Carlos Domingo LECONTE (francés) 14) 15) 16) 17) 18) 19)
1853 : Isaac MacKim COOKE 1853 : George FLETCHER 1854 : José HAWES 1857 : Pedro Teodoro BRIN 1866 : Juan Bautista POYLO 1867 : Edgar CHIPMAN
20) 1867 : Francisco W . RICE 21) 1868 : George Edwin Henry L . LEFEVRE 22) 1869 : Luis de ROUX 23) 1869 : Henry A . MITCHELL
Tomasa JOVANE , ARCE Margarita AROSEMENA Manuela VALLARINO BRAJIMO Dolores PALAZUELOS Y ROBLES Mercedes GARCIA DE PAREDES DE LA BARRERA Mala de las Mercedes ESCOBAR ARCE .
(americano) (inglés) (americano) (francés) (francés) (americano) (americano) (inglés) (francés)
Adelaida ALBURQUERQUE de OBARRIO Carmen AROSEMENA MERINO María Teresa PLICET Josefa AROSEMENA MERINO Ramona GARCIA DE PAREDES Francisca HERRERA de URRIOLA María de los Angeles ALEMAN DUTARI Carmen AROSEMENA QUESADA
Emilia Teresa DE LA (americano) Juana
Luisa DE LA OSSA ESCOBAR GARCIA DE PAREDES BARRERA AROSEMENA MEDINA
(161)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 4, 1862-1870, Partida 40, pp . 32-33 .
(162)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 4, 1862-1870, Partida 72, pp . 66-67 . 315
Más de la mitad de los consortes residirán, definitivamente, en Panamá y formarán parte, de golpe, del patriciado . Su prole alimentará las filas de la gran burguesía comercial urbana . Por oposición a los múltiples matrimonios registrados con europeos o con norteamericanos, poquísimos atañen a ciudadanos colombianos propiamente tales . En efecto, las alianzas con varones de cuna bogotana constituyen excepción rarísima . La Ciudad de Panamá no mantiene relaciones crematísticas con la capital de Colombia. Frecuentemente, los santafereños, que unen sus vidas a jóvenes del patriciado, laboran a guisa de funcionarios enviados por el poder central . Cual ocurriera antaño, los matrimonios con señores de Cartagena son un poco más acostumbrados, habida cuenta de la proximidad geográfica y de los intereses económicos análogos . Antes de concluir, consignaremos dos palabras a propósito de los enlaces exogámicos que aproximan los burgueses panameños a los latifundistas rurales o viceversa. Dichos maridajes cunden a medida que aquellos grupos dominantes adquieren conciencia de la semejanza de sus intereses materiales. Hacia 1860, Pantaleón DE LA GUARDIA, gamonal "urbanizado", vecino de Parita, casa con Matilde GARCIA DE PAREDES AROSEMENA, hija de la Ciudad de Panamá. (163) DE LA GUARDIA suministra carne a la capital y, con el correr del tiempo, abraza la carrera de comerciante. Un segundo caso : las bodas celebradas, en 1861, entre José Manuel FABREGA LOPEZ, conservador, cacique de Santiago de Veraguas, e Inés AROSEMENA DE LA BARRERA, lúcida citadina e hija de afamado filósofo social liberal . ( 164 ) En ambos engarces, la exogamia contribuye a enriquecer el patriciado por ministerio de las alianzas establecidas con las "aristocracias" rurales . Mas, la exogamia, en extremo corriente, no difumina, repentinamente, las uniones endogámicas . En efecto, los desposorios entre primos perduran durante los años de prosperidad falaz . No obstante, la propensión a la endogamia decae en razón de la existencia de una población extranjera flotante . (163)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 6, pp . 275-276.
(164)
Ver ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA MERCED, Panamá, Matrimonios, Libro 3, 1830-1862, Partida 1, pp . 278-279.
316
ALGUNAS CONCLUSIONES El período "californiano" (1849-1869) estremece, en efecto, a la oligarquía urbana y al Istmo . La utopía de la "feria comercial" adviene en la práctica . Progresivamente, el alejamiento de Panamá, respecto de Colombia, deviene ostensible a medida que el influjo norteamericano progresa . Si la oligarquía retiene y aprovecha la propiedad inmobiliaria, si almacena, fácilmente, las haciendas suburbanas, el alto comercio escapa a su dominio desde el principio . Y, asimismo, la hotelería . Por añadidura, las ínsulas de la Bahía y del Golfo de Panamá se "americanizan" con presteza . Y la ciudad portuaria de Colón es una suerte de factoría alógena, donde la élite no dispone de metas palpables . Finalmente, por vez primera, un pacto provisorio entre comerciantes citadinos y latifundistas irrumpe . Ambos grupos ductores desean lucrar del ciclo feliz . La inusitada exogamia del patriciado es índice de sus relaciones mercantiles con el exterior y prueba su incesante e inquietante porosidad . Pese a su carácter centrífugo y su creciente dependencia respecto de los Estados Unidos, la burguesía perfeccionará, nuevamente, su "teoría nacional" en el transcurso de aquellas dos décadas tumultuosas . El próximo capítulo aspirará a ofrecer su balance .
31 7
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318
OCTAVO CAPITULO NACIONALISMO Y FEDERALISMO Construido el ferrocarril (1850-1855) e incoada la coyuntura californiana (1849-1869), el Istmo se separa, más y más, de Colombia. En el capítulo precedente, el influjo extranjero es ostensible a nivel de la propiedad inmueble urbana, de la compra de islas en la Bahía de Panamá, del comercio y de las sociedades comerciales y, finalmente, de la exogamia . Con todo, paradójicamente, el pensamiento nacionalista panameño no cesa de acrisolarse durante aquellos lustros convulsivos . Colombia cambiará de apelativo, varias veces, en el transcurso de la segunda mitad del siglo XIX [República de la Nueva Granada (1843-1858) ; Confederación Granadina (1858-1863) ; Estados Unidos de Colombia (1863-1886) ; y República de Colombia (1886)7 . (1) Mas, en relación con la primera mitad del decimonono, dominada por el centralismo, las ideas federalistas privan ampliamente allá, donde el liberalismo triunfa desde 1849 . (2) El Istmo obtendrá, por fin, unas franquicias comerciales a la sazón . Los primeros años de bonanza, engendrados por los albores de la California (1849-1855), afinan y despiertan el sentimiento nacional entre los miembros de la oligarquía urbana . A medida que se alejan de Bogotá, les inquieta la "voracidad" manifestada por los norteamericanos en Panamá . Por una parte, execran, cual antaño, el miope centralismo de Bogotá . De otra, preocupan las tendencias absorbentes de los Estados Unidos . En suma, la creación de un estado federal de Panamá luce inminente . De tal suerte, el Istmo logrará gobernarse, resolviendo (1)
Ver . al respecto, LOPEZ de MESA, Luis, De cómo se ha formado la nación colombiana, Bolsilibros Bedout, Volumen 65, Editorial Bedout, Medellín, 1970, p . 165 .
(2) Ver, con provecho, NIETO ARTETA, Luis Eduardo, Economía y cultura en la historia de Colombia, 3a edición, Tomo II, Editorial La Oveja Negra, Medellín, 1970,p . 10 . 31 9
us problemas particulares, prescindiendo del beneplácito bogotano . Tal descentralización será bienhechora habida cuenta de las disparidades (económicas, políticas, sociales) crecientes que existen entre Colombia y este departamento periférico, literalmente invadido por unas poblaciones extranjeras . Mas, el proyecto federalista contiene además, un indudable cariz nacionalista y autonomista . En efecto, durante la independencia de 1840, Panamá sostiene que no se unirá a Colombia sino federalmente . Idea ulteriormente adoptada y singularmente enriquecida por los teóricos del nacionalismo panameño en la década siguiente . I.
EXAMEN DE LA OBRA EL ESTADO FEDERAL DE PANAMA (1855) DE JUSTO AROSEMENA
Publicado en Bogotá -año de gracia de 1855-, a poco de la inauguración del ferrocarril transístmico, El Estado Federal de Panamá es la obra maestra del nacionalismo panameño decimonónico . El ensayo está dirigido a la Cámara de Representantes de Colombia con objeto de que apruebe el esbozo de estado federal sugerido y propuesto por el jurista eminente acabado de evocar . Este expone las causas que justifican la implantación del inédito regimen político en aquella región . Utiliza y perfecciona ciertos argumentos esgrimidos por otros cerebros del nacionalismo istmeño . No obstante, les supera en virtud de su rigor jurídico y de la amplitud de sus conocimientos históricos . Cristalizados sus propósitos, Panamá es, por consiguiente, el primer estado federal de Colombia . En el transcurso de los treinta años siguientes (1855-1885), el Istmo vive la experiencia del self-government y un inesperado proceso de acrisolamiento del nacionalismo . Mas urge situar el personaje de justo AROSEMENA . Ante todo, es uno de los más célebres jurisconsultos de Colombia . (3) Sus tratados de filosofía social y de derecho constitucional son reproducidos por las prensas editoriales de Nueva York y de París. (4) Segundamente, integra la fracción más "izquierdista" del partido (3)
Ver LOPEZ de MESA, Luis, Escrutinio sociológico de la historia colombiana, Bolsilibros Bedout, Volumen 58, Editorial Bedout, Medellín, 1970, p . 167 .
(4)
En 1840, sus Apuntamientos a las ciencias morales y políticas son publicados en Nueva York . Sus Constituciones políticas de la América meridional (dos volúmenes) datan de 1870 (Havre) . Finalmente, sus Estudios constitucionales sobre los gobiernos de la América Latina (dos volúmenes) ven la luz en París hacia 1878 .
820
liberal . Cabe advertir que la formal organización de los partidos liberal y conservador data de 1849 en Colombia . (5) En lo atinente a los amantes del laissez-faire, divídense en dos grupos : 1) los gólgotas, quienes preconizan la total libertad de la industria y del comercio y quienes exteriorizan los intereses de los comerciantes ; 2) los draconianos, voceros de las aspiraciones de los artesanos y quienes ansían el aflorar de un estado proteccionista . (6) Pertenece Justo AROSEMENA, de suyo, al ramal gólgota, influidísimo por la cercana revolución francesa de 1848 . (7) En tercer lugar, justo AROSEMENA, emanación, por los cuatro costados, de familias vocadas a los negocios, es el teórico por excelencia de su clase . Encarna, eso sí, un espíritu especulativo a ultranza . Ninguna de sus empresas comerciales florece . (8) Con todo, redacta infinidad de constituciones y de códigos . Forma parte de la ilustre generación liberal colombiana que cree en los poderes, cuasi mágicos, de las constituciones . (9) Por último, pese a su inflamado nacionalismo, propone la creación de una confederación de estados latinoamericanos que se oponga a los Estados Unidos del Norte . (10)
(5)
Sobre la prehistoria de estos dos partidos, ver, con provecho, SAFFORD, Frank, "Social Aspects of Politics in Nineteenth-Century Spanish America : New Granada, 1825-1850", en Journal of Social History, Volumen 5, Number 3, Transaction Periodicals Consortium, Rutgers University, New Brunswick, New Jersey, Spring 1972, pp . 344-345 . Una crítica : SANTA, Eduardo, Sociología política de Colombia, la edición, Ediciones Tercer Mundo, Bogotá, 1964, capítulo II, "Procesos históricos de nuestros partidos tradicionales", pp . 39-70 .
(6)
Ver MOLINA, Gerardo, Las ideas liberales en Colombia : 1849-1914, Universidad Nacional de Colombia, Dirección de Divulgación Cultural, Ediciones Tercer Mundo, Bogotá, 1970, p. 64 .
(7)
Ver, al respecto, CAMACHO ROLDAN, Salvador, Memorias, Tomo II, Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, Editorial ABC, Bogotá, 1946, p . 223 . Ver, además, VARGAS MARTINEZ, Gustavo, Colombia 1854 : Melo, los artesanos y el socialismo . (La dictadura democrático-artesanal de 1854, expresión del socialismo utópico en Colombia), la edición, Editorial La Oveja Negra, Bogotá, 1972, pp . 37-38 . Ver, al respecto, PEREIRA JIMENEZ, Bonifacio, Historia de Panamá . Texto para uso de los colegios oficiales y particulares de la República, 3a edición, Editorial Litográfica, S .A., Panamá, 1969, p . 283 .
(8)
(9) (10)
Ver MOLINA, Gerardo, op .cit., p . 122 . Ver su ensayo, publicado en Lima, hacia 1864, Estudio sobre la idea de una liga americana, reproducido en la revista panameña Tareas, n • 26, Panamá, junio-noviembre de 1973, pp . 5-105 . 32 1
El atomismo social nominalista, defendido por Justo AROSEMENA, supone, en efecto, que el municipio sea la verdadera sociedad y la nación una simple abstracción . (11) Se colige que el municipio (o la comuna) puedan gobernarse siendo libres . Cuando integra una nación, obsequia una parte de su soberanía a aquélla . La nación no es titular de la soberanía . Los diversos estados federales "sacrifican" la suya en aras de la nación . (12) Por añadidura, el autor ansía ver levantadas unas asociaciones de pueblos libres, es decir, de pueblos cuyos asociados puedan disfrutar de un gobierno particular . Merced a su confederación, la nación germina . Desde el principio de su alegato, AROSEMENA elabora una crítica del centralismo . Apela a la historia universal . Parte de la antigua . Constata la tendencia merced a la cual los pueblos veteranos están constituidos por pequeñas nacionalidades . (13) Evoca a Grecia, a Cartago y a Roma (en la época de Numa) y a las colonias del Asia Menor . A sus ojos, la nación es, burdamente, una ciudad y sus aledaños . (14) Considera a los imperios (griego, romano) en tanto que resultados de la "conquista" y de la "violencia", pues no emanan de la voluntad deliberada de las partes que los componen . Instalado el feudalismo, las pequeñas naciones no derivan de la voluntad de los pueblos . Empero, posteriormente, el poder real transforma los estados feudales en naciones más considerables . Pese a semejante propensión, algunos pueblos no desean perder su independencia (Portugal respecto de España ; Bélgica con relación a Holanda) . En suma, la unidad nacional cala mediante la fuerza del poder de las coronas . Según Justo AROSEMENA, el sistema federal se opone al centralismo, el cual es inherente a la monarquía y al despotismo . (15) Entonces, centralismo armado y autoridad absoluta van juntos . El centralismo liquida las libertades municipales . En cambio, el federa(11)
Ver AROSEMENA, Justo, El Estado Federal de Panamá, Editorial Universitaria, Imprenta Universitaria, Panamá, 1974, p. 14 .
(12)
Ibidem, p . 15 .
(13)
Ibidem, p . 8 .
(14)
Ibidem, p . 9 .
(15)
Ibidem, p . 11 .
32 2
lismo las respeta (el autor cita los casos helvético y norteamericano). Vilipendiado el centralismo sensu lato, AROSEMENA regresa a la historia de la América Latina colonial a fin de estigmatizar el sistema centralista, impuesto por los españoles . Orden que "sacrifica" las libertades de los territorios descubiertos en favor del poder monárquico . (16) Antes de la conquista, Colombia abriga plurales tribus indígenas . El autor deplora que los colonos no hayan respetado esas diferencias locales . (17) De obrar así, habrían estructurado un modelo federal en el Nuevo Mundo . Luego, el eximio jurisconsulto formula una ingeniosa pregunta histórica : ¿quién hubiese sospechado, durante la primera mitad del siglo XVI, que las leyes relativas a un pueblo "esencialmente marítimo y mercantil" (18) serían confeccionadas en el corazón de los Andes (en Bogotá), a más de 200 leguas del mar? Históricamente, Panamá tiene el derecho de convertirse en un estado federal . En efecto, en el transcurso del coloniaje, el Istmo no es siempre gobernado por el Virreinato de la Nueva Granada (con sede en Bogotá) . De 1539 a 1749, alberga Panamá una Audiencia, institución colonial dotada de funciones políticas, administrativas y judiciales de bulto . No es sino de 1740 a 1810 cuando el Istmo integra el Virreinato . Durante los diez años que preceden a su independencia de España (1810-1820), es directamente regido por la Península y no por Bogotá . En suma, Colombia no puede justificar su dominio en el Istmo en virtud del principio de uti possidetis, el cual riñe, según el tratadista, con el precepto de la "soberanía popular" . (19) Seguidamente, el autor repasa algunas de las "independencias" panameñas -(aquellas de 1821, 1831 y 1840), omitiendo la de 1830, obra del caudillo ESPINAR, en las cuales encuentra que el Istmo manifiesta su "querer soberano" . (20) Analizamos esos documentos en el sexto capítulo . Por lo que respecta a la primera, (16)
Ibídem, p . 13 .
(17)
Ibídem, p . 17 .
(18) Ibídem, p . 23 . (19)
Ibídem, p . 31 .
(20)
ídem. 32 3
Justo AROSEMENA afirma que es proclamada por los panameños, sin el auxilio de Colombia, merced a la "diplomacia" y al "espíritu mercantil" del patriciado urbano . (21) Contrariamente a la gesta colombiana, la independencia istmeña no es sangrienta, habida cuenta de la habilidad propia a la burguesía comercial panameña . Ella exige, en el artículo noveno de tal proclamación, un "gobierno propio", vale decir, un estatuto federal dentro de Colombia . Desde aquellas calendas, según justo AROSEMENA, comienza la lucha entre el federalismo panameño y' el "funesto" centralismo colombiano . Como acabamos de sostener, el autor no menciona la declaración de 1830, factura de ESPINAR, caudillo mulato y adalid del arrabal, a la par que enemigo de su familia extensa, pese a la trascendencia de aquel hecho histórico, analizado en un capítulo precedente . No obstante, se detiene, prolongadamente, en aquella de 1831, urdida por ALZURU, cuyo "despotismo" (22) critica, pero quien fuera, al principio, aliado de la oligarquía urbana . Según Justo AROSEMENA, la independencia de 1831 atestigua, nuevamente, la existencia del autonomismo del pueblo panameño y su derecho a la soberanía . La patria es, en rigor, la "tierra natal" y la autonomía no constituye un "delito" sino una "virtud" . (23) Finalmente, el filósofo social rememora la independencia de 1840, la última durante la primera mitad del decimonono y la más sólida . Con ella adviene un estado soberano, el cual dura un año (1840-1841) . Todos esos movimientos separatistas prueban, en efecto, la permanencia y la vitalidad de las ideas autonomistas panameñas desde el despuntar del período republicano . Con los argumentos relativos a la "autonomía" de la colonia panameña respecto del Virreinato de la Nueva Granada, el concepto sobre las "independencias" clausura el aspecto histórico de las causas que justifican, según Justo AROSEMENA, el escogimiento del federalismo por Panamá . Mas, existen unas causas geográficas que refuerzan el autonomismo y, por ende, la creación de un estado federal de Panamá . Primeramente, la "naturaleza" misma prueba que el Istmo forma parte (geográficamente) de la América Central, en vez de Suda(21)
Ibidem, p . 32 .
(22)
Ibidem, p . 37 .
(23)
Idem .
324
mérica, (24) a la que Colombia está ligada . Segundamente, emerge el problema de la distancia con relación a Bogotá . Tres meses de viaje se requieren para arribar a la capital . Y los diputados panameños dilapidan la mitad del año en travesías que trastocan sus asuntos personales y sus negocios mercantiles . (25) Las condiciones mismas del periplo son de lo más calamitosas . Los diputados panameños elegidos deben sufrir el rigor de los climas variados que existen entre el tórrido litoral y los gélidos páramos andinos . Cinco representantes perecerán en el trayecto . Terceramente, el autor evoca el problema del aislamiento geográfico . Efectivamente, el Istmo no tiene relaciones "físicas, morales e industriales" con Colombia . (26) No hay ruta alguna que lo una al territorio colombiano (situación hoy por hoy análoga) . Todos los nexos ocurren y se efectúan marítimamente . Sería, entonces, "mezquino" desear que Panamá fuera regido por las mismas leyes que imperan en Colombia . (27) Todas las causas históricas y geográficas aludidas preconizan la adopción del federalismo, por lo que respecta al Istmo, si Colombia ansía conservar su dominio allí . Pero hay mas . Justo AROSEMENA propone que el Istmo tenga unas instituciones políticas particulares, habida cuenta de la indiferencia e ineficiencia del Congreso bogotano . Expone, entonces, cuatro quejas, bien concluyentes, relativas al poder legislativo colombiano cuyo engranaje e imperfecciones conoce por experiencia personal . Un primer vejamen : al Congreso no interesan las leyes locales . Los proyectos atinentes a los asuntos lugareños de los departamentos son vistos con "repugnancia" o "indiferencia" por los diputados . (28) En segundo lugar, los congresistas carecen de los conocimientos indispensables para legislar a propósito del Istmo, comarca nunca avizorada cuyas particularidades ignoran . (29) En el leal saber y (24)
Ibidem, p . 26 .
(25)
Ibidem, p . 44 .
(26)
Ibidem, p . 42 .
(27)
Ibidem p . 43 .
(28)
Ibidem, pp . 43-04 .
(29)
Ibidem, p . 44 . 3 25
entender de justo AROSEMENA, la creación de una legislatura federal, arraigada en Panamá, eliminaría semejante problema . Terceramente, los reglamentos del Congreso consagran sólo una hora a la discusión de los asuntos comarcanos . Con todo, el Istmo necesita nuevos códigos . El factor cronológico constituye otro argumento que justifica el advenimiento del federalismo . (30) En cuarto término, AROSEMENA reitera la tesis relativa a la distancia que separa a Panamá de Bogotá . El viaje de los diputados istmeños, hacia Santa Fe, es faena penosa, luenga y, en veces, mortal . (31) Las leyes promulgadas, por la capital, no producen sus efectos sino muy tarde en Panamá . (32) Todos esos defectos del poder legislativo centralista desaparecerán instaurado un régimen federalista . Además, el repúblico citado declárase partidario de una legislatura federal que mejore el "caos" (33) de la legislación civil y penal mediante la creación de nuevos códigos, más acordes con las realidades de la vida moderna . Efectivamente, declarada la independencia de España, las vetustas normas civiles y penales hispánicas permanecen casi incólumes en Colombia . El Congreso no innova en punto a la confección de códigos menos arcaicos y fosilizados . Cada venidero estado federal habrá de instituir unos códigos civiles, penales y comerciales peculiares, en atención a sus necesidades y urgencias específicas . Habida cuenta de la situación especial del Istmo, desde 1849, literalmente invadido por poblaciones extranjeras diversas, se impone que nuevos códigos sean adoptados . La tasa de criminalidad habiendo aumentado, inéditas leyes judiciales, que difieran de las sancionadas por Bogotá, debieran de inmediato ser refrendadas por la futura legislatura federal istmeña . (34) Si Colombia no dotara el Istmo de un gobierno federal, perdería aquel departamento, el cual aspiraría a independizarse . (35) (30)
ídem.
(31)
Ibidem, pp . 44-45 .
(32)
Ibidem, p . 60 .
(33)
Ibidem, p . 63 .
(34)
Ibidem, p . 65 .
(35)
Ibidem, p . 68 .
326
Muy lúcidamente, justo AROSEMENA evoca la brusca "americanización" del Istmo, secuela del ferrocarril . Innumerables intereses económicos extranjeros existen, en Panamá, a partir de 1849 . (36) Urge un gobierno federal severo que organice una policía y administre justicia para que las propiedades de los forasteros sean respetadas . Merced al federalismo, habrá de evitarse la absorción del departamento, codiciado por las potencias comerciales (de hecho, los Estados Unidos del Norte) . De resto, el autor bosqueja una crítica a la "prosperidad falaz" suscitada por la California . Es cierto que la postración del Istmo, por 1849, es ostensible . Mas el oro californiano cruza el Istmo sin que desarrolle su agricultura ni su economía . Quienes pueden trabajar en el campo prefieren consagrarse a menesteres terciarios (principalmente el transporte de los viandantes) olvidando los oficios "campestres", más arduos y menos rentables . (37) Quienes se enriquecen, vertiginosamente, no invierten, por incuria, sus capitales en la agricultura . (38) Declina la producción panameña . No pocos bienes, antaño producidos en el Istmo, son importados aumentando, considerablemente, su precio . Más tarde, muchos inmigrantes escogen la ruta nicaragüense . Quienes atraviesan el Istmo permanecen poquísimo tiempo y dejan menos dinero . La riqueza "artificial y precaria", (39) engendrada por la California, se difumina . Sus albores dorados generan malas costumbres en el seno de la sociedad panameña, esto es, "hábitos de semi-ociosidad y de despilfarro" (40) que impiden el restablecimiento de la economía y el desarrollo del Istmo .
(36)
Ibidem, p . 69 .
(37)
Ibidem, pp . 75-76 .
(38)
Ibidem, p . 75 .
(39)
Ibidem, p . 76 . El subrayado es nuestro.
(40)
Ibidem, pp . 78-79 . Sobre la importancia de ese ferrocarril para las potencias comerciales de la época, ver, con provecho, MOUNCIE THORNTON, M. de, De la Califomie et des cotes de l'Océan Pacifique au point de vue de la production de For, du commerce et de l'agriculture, par. . . . ancien marin - aver carte-, Au Comptoir des Imprimeurs-Unis, Comon, éditeur, Quai Malaquais, 15, París, 1849, p . 23 . Ver, además, LEVY, Daniel, Les Francais en California, Grégoire, Tauzy et Cie, Libraires-Editeurs, 6, rue Post, San Francisco, 1885, p . 30 . Ver, asimismo, LEWIS, Oscar, Sea Routes to the Gold Fields . The Migration by Water to California in 1849-1852, Alfred A . Knopf, New York, 1949, pp . 188-189 . Ver, finalmente, TAYLOR, Bayard, Eldorado or Adventures in the Path of Empire . Comprising a Voyage to California, via Panama, Life in San 327
Finalmente, a los ojos de justo AROSEMENA, el ferrocarril transístmico no aportará prosperidad a Panamá, aunque termine siendo fuente de riquezas para los miembros de la compañía norteamericana que lo ideara . La velocidad con que los pasajeros y las mercancías atraviesan la zona de tránsito, el monopolio ejercido por la entidad aludida en los almacenes y hoteles de las ciudades terminales, la facilidad que tendrán los bultos de llegar a su destino sin ser depositados en el Istmo, la falta de productos domésticos exportables merced a la vía férrea : he aquí unas circunstancias que impiden el desarrollo panameño a pesar de la "modernización" del pasillo . (41) Una última cuestión digna de esclarecimiento apunta a las restricciones efectuadas a la soberanía del estado federal respecto de la nación colombiana . A Bogotá competen una serie de atribuciones, a nombre de Panamá . Justo AROSEMENA enumera ocho : 1) las relaciones exteriores ; 2) las finanzas nacionales ; 3) la bandera y el escudo de la República ; 4) los asuntos relativos al ferrocarril de Panamá ; 5) el ejército de guerra ; 6) el sistema de pesos y de medidas ; 7) la naturalización de los extranjeros ; 8) los terrenos baldíos propios de la nación . (42) En cambio, el Estado Federal de Panamá tendrá su constitución particular, su jefe de estado, su asamblea, sus códigos civil, penal, comercial, procesal y de policía, a más de un ejército . (43) El examen de El Estado Federal de Panamá, obra cumbre del nacionalismo panameño del decimonono, resulta indispensable antes de abordar, brevemente, el período en cuestión, el cual engloba
(42)
(43)
3 28
Francisco and Monterey, Pictures of the Gold Region, and Experiences of Mexican Travel, by . ..with Illustrations by the Author, Introduction by Robert Glass Cleland, Alfred A. Knopf, New York, 1949, passim . Sobre la arquitectura de la Ciudad de Panamá durante la California, ver BERMUDEZ, Ricardo J ., "La arquitectura de la Ciudad de Panamá hace un siglo (1858) y su concepción actual", en Revista Lotería, 2a época, Volumen III, o° 31, Panamá, junio de 1958, pp . 12-19 . Ver AROSEMENA, Justo, El Estado Federal de Panamá, op . cit ., p . 83 y siguientes . Ver, asimismo, GOYTIA, Víctor Florencio, Las constituciones de Panamá, Prólogo de Manuel Fraga Iribarne, Ediciones Cultura Hispánica, Madrid, 1954, p . 151 . Ver, con provecho, DE LA VEGA, José, La Federación en Colombia (1810-1912), Biblioteca de Ciencias Políticas y Sociales, Editorial-América, Madrid, 1916, p . 205 .
treinta años (1855-1885) procelosos de nuestra historia . El proyecto, presentado por el benemérito sabio justo AROSEMENA, es aprobado por el Congreso . Y Panamá se convierte, pues, en el primer estado federal de Colombia, cuando otras regiones siguen regidas por otro sistema (el régimen centro-federal) hasta 1858 . De la abstracta "teoría nacional", un paso es dado hacia la práctica . He aquí la trascendencia de la obra cuyas líneas de fuerza resumimos . II. EL FEDERALISMO PANAMEÑO EN LA PRACTICA (185 5-1885) A la belleza de la teoría federalista, expuesta por AROSEMENA, el teórico por excelencia del nacionalismo panameño (44) y primer presidente del Estado Federal de Panamá, corresponde una realidad menos feliz . Los treinta años contemplados presenciarán una inestabilidad política sin precedentes y el encrudecimiento de los conflictos internos e inclusive internacionales. El Istmo es uno de los estados federales menos gobernables . De 1863 a 1886, Panamá tendrá veintiseis presidentes . Unicamente cuatro finiquitan su mandato . Mas la anarquía y las guerras civiles cunden en toda Colombia . (46) Transcurridos más de treinta años bajo la égida firmemente centralista, el país deviene, bruscamente, federalista . Los teóricos del federalismo colombiano aprecian el modelo político estadounidense . Con todo, desde el coloniaje, las trece provincias conocieron el self-government . Además, allí el feudalismo nunca prospera . De resto, la nación norteña atrae a legiones de inmigrantes quienes aportan unos capitales, unas técnicas y unas costumbres de tolerancia inexistentes en Colombia . (47) Por lo demás, la idea misma de federación, practicada por los juristas colombianos, sufre una interpretación ignorada por el derecho público . En efecto, en los regímenes federales, la nación es (44)
Ver, al respecto, SOLER, Ricaurte, Formas ideológicas de la nación panameña, 4a edición, op . cit., p . 59.
(45)
Ver NUÑEZ, Rafael, La reforma política en Colombia, Imprenta de la Luz, Bogotá, 1885, p . 680.
(46)
Ver SOLER, Ricaurte, Panamá en el mundo americano . Programa analíticoalegato, 2a edición, Ediciones Librería Cultural Panameña, S.A ., Panamá, 1973, p .40 .
(47)
Ver MOLINA, Gerardo, op . cit ., pp . 122-123 . 3 29
siempre titular de la soberanía y los estados miembros sólo detentan una de segundo grado . En cambio, según la constitución colombiana de 1863, la cual organiza los Estados Unidos de Colombia, lo contrario ocurre . Reside la soberanía en los estados que conceden, al poder central, ciertas atribuciones . La debilidad de Bogotá, respecto de los estados soberanos, es evidente . El poder central no puede mantener el orden público . Existen, en Colombia, nueve códigos civiles, nueve códigos penales y nueve códigos comerciales . (48) Ese tipo de organización federal conduce a la anarquía . En lo atinente al federalismo económico, incumbe el desarrollo a los estados soberanos . El papel de la nación es secundario . Unicamente ejerce algunas atribuciones : la jurisdicción de los ríos navegables que atraviesen diversos estados, todo poder en las costas, puertos y bahías, y la reparación de las vías interoceánicas . Por añadidura, la nación puede intervenir, pero no exclusivamente, en lo que atañe a la instrucción pública y los correos . Los teóricos del federalismo temen que la nación actúe y liquide la autonomía de los gobiernos locales . Sus poderes, en lo económico, son, pues, limitadísimos . (49) Durante la época federal, las oligarquías colombianas, regionales y aldeanas, aprovechan la endeblez de Bogotá para acrecer su poder y riqueza . El federalismo resucita el antiguo espíritu cantonal . (50) En Panamá, las luchas entre los comerciantes urbanos liberales y los latifundistas conservadores se intensifican desde un principio . No obstante, unas alianzas surgen ulteriormente entre esos dos grupos dominantes . Infinidad de añejos señores de la tierra se "urbanizan" siendo asimilados por el patriciado de la Ciudad de Panamá . Devienen comerciantes y enriquecen las filas de la burguesía citadina. Cosa curiosa, el liberalismo colombiano pasa a ser más conservador habida cuenta de tales alianzas . Finiquitado el federalismo, no pocos veteranos liberales de "izquierda" -prósperos- adhieren al partido conservador. Exceptuados los gobiernos controlados por los caudillos del arrabal o por otras personalidades, la vieja oligarquía urbana está bien representada a nivel de los presidentes del Estado Federal de (48)
Ibídem, p . 124 .
(49)
Ibidem, pp . 124-125 .
(50)
Ver DE LA VEGA, José, op . cit., p . 205 .
3 30
Panamá . Todos pertenecen a unas familias comerciales notorias . (51) Veámosles : Nombre
Profesión
Período
Justo AROSEMENA Ramón GAMBOA José de OBALDIA Manuel María DIAZ Juan José DIAZ Julián SOSA Carlos de ICAZA AROSEMENA Gregorio MIRO Pablo AROSEMENA Pablo AROSEMENA
abogado comerciante propietario comerciante comerciante comerciante médico y comerciante
1855 1858 1858-1860 1862-1863 1868 1871 1871
comerciante abogado abogado
1873-1875 1875 1885
Además, encontramos algunos miembros de los grupos dominantes rurales fungiendo como presidentes del Estado Federal de Panamá, esencialmente al principio de la etapa examinada : Nombre
Profesión
Período
Francisco de FABREGA Santiago DE LA GUARDIA Pedro GOYTIA
hacendado conservador hacendado conservador hacendado liberal
1855 1860-1862 1863
Aunque conservadores, el primero y el segundo están vinculados, por la sangre, a la burguesía comercial liberal de la Ciudad de Panamá . Desde el ocaso de la California (1849-1869), y sobre todo de 1870 a 1880, etapa signada por ostensible depresión económica, los caudillos arrabaleros, o sus aliados, gobiernan sin mayores contratiempos (52) : (51)
Ver, sobre estos presidentes, CARLES, Rubén Darío, A .150 años de la independencia de Panamá de España, 18211971, Editora de la Nación, Panamá, 1971, capítulos IV y V.
(52)
Sobre el caudillo Buenaventura Correoso, ver CONTE PORRAS, Jorge, Los caudillos a través de la historia nacional, Impresora Panamá, Panamá, 1973, capítulo VI. 331
Nombre
Profesión
General Buenaventura CORREOSO caudillo liberal Juan MENDOZA aliado General Rafael AIZPURU caudillo liberal caudillo liberal General Buenaventura CORREOSO aliado José Ricardo CASORLA aliado Gerardo ORTEGA
Período 1868-1871 1871 1875-1877 1878-1879 1879 1879
Como vemos, el arrabal "liberal" rige sensiblemente más que los antiguos grupos dominantes rurales -conservadores- a la sazón . Es el primordial contrincante de la oligarquía urbana . La combatividad y agresividad de las masas arrabaleras jalonan aquellos años . Si el Estado Federal es hechura de la oligarquía liberal urbana, los caudillos del extramuros o sus epígonos toman el poder en varias ocasiones . Contrariamente a la primera mitad del siglo XIX, el arrabal -demográficamente avasallador- impone su voluntad con brillantez . El pueblo codicia los empleos públicos (ante todo burocráticos), antaño monopolizados por los patricios . (54) III . FEDERALISMO COLOMBIANO Y ANGELISMO (1863-1886) Los radicales -vale decir, los liberales de "izquierda" que acceden al poder en Colombia durante la etapa federal (1863-1886)forman una generación de teóricos, muy respetuosa de las constituciones y de los códigos . El jurisconsulto justo AROSEMENA se agita bajo su sombra . Admiradores de los Estados Unidos del Norte, creen, cándidamente, en el federalismo . Piensan, en efecto, que las constituciones tienen poderes mágicos . Intelectuales, su óptica es urbana . E insuficientes sus conocimientos relativos a los problemas rurales . Individualistas, desconfían del poder público y preconizan las libertades absolutas, el federalismo, la separación de la iglesia y del estado . Desean desarrollar a Colombia mediante la construcción de ferrocarriles y gracias a la instrucción pública . Sus lauros son, fundamentalmente, de vena educativa y pedagógica . Pese a su angelismo, sacuden la teocracia colombiana al promover el renacimiento y auge de la instrucción, del civilismo y de la fe en la (53)
Ver BANCROFT, Hubert Howe, op. cit ., pp . 534-535 .
(54)
Ver PORRAS, Hernán Francisco, op . cit., p. 29 .
332
razón . En suma, el radicalismo colombiano instaura un lapso de las luces . Pese a la anarquía incesante . (55) IV . EL INTENTO DE INDEPENDENCIA DE 1861 Cabe comprobar que las separaciones respecto de Colombia disminuyen en la segunda mitad del decimonono . Efectivamente, aunque tumultuoso, el federalismo permite la eclosión del self-government mitigando los excesos del centralismo . En 1860, estalla una guerra civil en Colombia . El Estado Federal de Panamá desea conservar su neutralidad en aquel conflicto . De nuevo, las ideas autonomistas renacen . El Presidente del Estado, José de OBALDIA, declara, hacia 1860, que el Istmo dispondrá de su suerte, por cuanto es soberano, convirtiéndose en un protectorado de los Estados Unidos, de Inglaterra y de Francia . (56) Por lo demás, cabe mencionar, en efecto, que José de OBALDIA fue siempre partidario de la tesis del protectorado (desde la década de 1820) .(57) Mas la originalidad de estas ideas autonomistas reside en que germinan tanto en el Interior como en la Ciudad de Panamá . Así, el Cabildo de Santiago de Veraguas aprueba un acta, en marzo de 1861, en donde los notables locales expresan sus sentimientos separatistas con relación a Colombia . Condenan la guerra civil oponiéndose al reclutamiento de los panameños quienes perecerán en tierra extraña por causas que no comprenden y que no les interesan . (58) Además, la ciudad de David redacta un documento en el que estigmatiza las guerras civiles colombianas que "paralizan" el "comercio" y la "industria" impidiendo que el Istmo se transforme en el grande emporio de la América del Sur . Propone David que el Istmo sea un protectorado de las grandes potencias (Estados Unidos, In(55)
En torno a los radicales colombianos, ver, con provecho, RODRIGUEZ PIÑERES, Eduardo, El olimpo radical : ensayos conocidos e inéditos sobre su época, 1864-1884, Talleres Editoriales de Librería Voluntad, Bogotá, 1950, passim .
(56)
Ver ARROCHA GRAELL, Catalino, Historia de la independencia de Panamá, sus antecedentes y sus causas, 1821-1903, op . cit ., p . 140 .
(57)
Ver MARTINEZ DELGADO, Luis, Panamá . Su independencia de España. Su incorporación a la Gran Colombia . Su separación de Colombia . El canal interoceánico, op . cit., p . 60 .
(58)
Ver ARROCHA GRAELL, Catalina, op . cit ., p . 141 . 33 3
glaterra y Francia) . (59) Tal declaración es firmada e ideada por el político liberal José de OBALDIA, antiguo Presidente de Colombia y amante de la tesis del protectorado . Colombia desdeña semejantes conatos secesionistas . Su presidente provisorio -el General Tomás Cipriano de MOSQUERAexige al gobernador panameño, Santiago DE LA GUARDIA, latifundista conservador, que se una a la patria grande . Entonces, fírmase un acuerdo, en 1861, -el Convenio de Colón- según el cual el Estado Soberano de Panamá incorpórase a Colombia a condición de que ésta respete la neutralidad del Istmo con ocasión de las guerras civiles . (60) Restaurada la paz, el pacto es irrespetado . En 1862, MOSQUERA envía un batallón a Panamá . Santiago DE LA GUARDIA transfiere su gobierno a Santiago de Veraguas . Morirá defendiendo la soberanía del Istmo en el campo de batalla . Sorprende, en el autonomismo panameño coetáneo, el carácter global de su fuerza . Efectivamente, las ciudades provinciales manifiestan sus quereres separatistas a Colombia . Antaño, los intentos de independencia son factura del patriciado de la Ciudad de Panamá (1821, 1826, 1831 y 1840) o del extramuros (1830) . Hacia 1861, el hinterland dice presente . El Gobernador del Istmo es un señor de la tierra "urbanizado", Santiago DE LA GUARDIA, conservador de inspiración liberal, según se proclama . A partir de la California, ciertos latifundistas rurales ansían monopolizar el mercado de la carne en Panamá (los DE LA GUARDIA, de Parita, y los FABREGA, de Santiago de Veraguas) . Dos presidentes del Estado Federal de Panamá emanan de aquellas "aristocracias" regionales (a saber, Francisco de FABREGA (1855) y Santiago DE LA GUARDIA (1860-1862) .) Unas alianzas cristalizan entre la burguesía comercial urbana y los grupos dominantes rurales . En 1862, el primer mártir del nacionalismo panameño es Santiago DE LA GUARDIA, cacique campestre . El sentimiento nacional no desaparece más allá del historiado intramuros . (59)
Ver SOLER, Ricaurte, Forens ideológicas de la nación panameña, op . cit., p . 56 . Ver, por lo demás, MANIGAT, Leslie, L'Amérlque ¡atine au XXe siéde: 1889-1929, Publications de l'Université de 1Parinsthéo-Sbe,Instiu o'Histoire des Relations Internationales, l'univers contemporain, Editions Richelieu, París, 1973, p . 125 .
(60)
Ver ARROCHA GRAELL, Catalino, op . cit., p. 146 . Sobre el Convenio de Colón, ver AROSEMENA, Justo, y Colunje, G8, Teoría de la nacionalidad, edición e introducción de Ricaurte Soler, Prólogo de Rodrigo Miró, Ediciones de la Revista "Tareas", Imprenta Cervantes, Panamá, 1968, passim .
834
Obra de un teórico de la oligarquía urbana, el Estado Federal de Panamá será regido, principalmente, por varones egresados de la burguesía comercial criolla de la Ciudad de Panamá y, en veces, por sus satélites latifundistas . No obstante, esencialmente a partir de los años 1870, es decir, cancelada la California, los caudillos arrabaleros, o sus émulos, impondrán su hegemonía . Finalmente, los moradores del extramuros ingresan, multitudinariamente, a los empleos burocráticos a la sazón .
3 35
336
CAPITULO NOVENO TENSIONES SOCIALES Desarrollaremos, muy brevemente, tres puntos en este escrito relativo al arrabal de Santa Ana . En páginas anteriores, lo estudiamos como un grupo marginal urbano, cuya violencia atemoriza al patriciado criollo, pero que permanece más o menos dominado . Sin embargo, en el transcurso de la coyuntura californiana (1849-1869) y del período federal (1855-1885), los negros, los mulatos y los mestizos arrabaleros, manifiestan, con mayor insistencia, su desazón y descontento . Ellos triunfan en acceder al poder por conducto de sus caudillos (AIZPURU, CORREOSO) o de sus aliados . Además, ocupan empleos públicos, principalmente cuando sus dirigentes gobiernan . Una burocracia negra y mulata surge . Asimismo, un partido liberal "negro", que representa los intereses de los arrabaleros, fortalece su base . La xenofobia cunde en esos años procelosos . Y el sentimiento antinorteamericano priva, en el extramuros, desde el comienzo de la California . I.
ARRABAL Y VIOLENCIA
En la primera parte de esta obra, el problema del arrabal fue examinado, en rigor, a la luz de la noción de casta (1) y de su perduración durante la primera mitad del decimonono . Ante el patriciado citadino, los negros y los mulatos están desprovistos de todo poder . Si el arrabal permanece pobre, durante aquellos años de prosperidad falaz, su poder se multiplica considerablemente . A tal punto que logra imponer sus adalides a través de buena parte de la segunda mitad del siglo XIX . (1)
Sobre las particularidades de dicho concepto, ver BOURRICAUD, Francois, Changements á Puno : étude de sociologic andine, Travaux et mémoires de l'Institut des hautes études de l'Amérique latine -IX, Institut des hautes de l'Amérique latine, Imprimerie Jouve, París, 1962, p . 67 ; DUMONT, Louis, Homo hierarchicus: essai sur le systéme des castes, Bibliothéque des sciences humaines, NRF, Editions Gallimard, París, 1967, p . 306 . Una interpretación nominalista atinente a Guatemala: TUMIN, Melvin M ., Caste in Peasant Society : A Case Study in the Dynamics of Caste, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, 1952 . 3 37
Demográficamente relevante (pues engloba dos tercios de la Ciudad de Panamá), (2) sumamente combativo y levantisco en la arena política, (3) el arrabal desempeña papel de nota . Semejante hecho -inédito antaño- es observado inclusive por extranjeros que residen en el Istmo .(4) La violencia del arrabal apunta hacia dos enemigos . El primero es, naturalmente, el patriciado urbano, rico, vocado al comercio, mayoritariamente liberal y xenófilo . Como vimos en otro lugar, las actitudes agresivas del extramuros son definidas como "malas pasiones y feroces instintos" por miembros de la clase dirigente panameña . Su segundo enemigo son, a no dudarlo, los extranjeros, aliados al patriciado urbano o llanamente viandantes .Salta a la vista que los estadounidenses constituyen el grueso de la población extranjera que cruza la zona de tránsito . Frecuentes riñas (sangrientas) estallan entre éstos y los arrabaleros desde los albores de la coyuntura californiana . Cabe añadir, de golpe, que la mayoría de los goldseekers norteamericanos son aventureros . Sus relaciones con la población autóctona lucen de suyo tensas .(5) En ocasiones, los inmigrantes norteños laboran como remeros y rivalizan con sus homólogos negros y mulatos, oriundos del arrabal o de sus aledaños . Lo que provoca el estupor y el odio de éstos últimos .(6) Finalmente, desde la inauguración del ferrocarril transístmico (1855), no pocos habitantes del extramuros -cargadores, arrieros de mulas, remerosquedan cesantes . (2)
Ver ZELTNER, Arthur de, La vile et le port de Panama, Typographie de Henri Plon, París, 1868, p . 6 .
(3)
Ver PEREIRA, Ricardo S ., Les Etats-Unis de Colombie. Précis d'histoire et de géographie physique, politique et commerciale, C. Marpon et E. Flammarion, éditeurs, París, 1883, p . 220 .
(4)
Ver, por ejemplo, BIZEMONT, Vizconde de, "La vile de Panama', en Bulletin du canal interocéanique, 3e année, Número 57, París, dimanche ler janvier 1882, p . 49, columnas 1 y 2 . Ver, asimismo, RECLUS, Armand, Panama et Darien. Voyages d'exploration . . . (1876-1878), Librairie Hachette et Cie, 79, Boulevard Saint-Germain, París, 1881, p . 65 .
(5)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia política, Nueva Granada, tomo 20, 1850-1851, "Carta de León LECONTE, cónsul en Panamá, al señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 24 de mayo de 1850, p . 47 (anverso) .
(6)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia política, Nueva Granada, tomo 20, 1850-1851, "Carta de Ch . de CAZOTTE, cónsul en Panamá, al señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 10 de febrero de 1é51, pp . 118 (reverso) 119 (anverso) .
338
Todas estas fricciones menores prefiguran uno de los eventos más trágicos de la historia panameña decimonónica, provisto de repercusiones nacionales e internacionales diversas . En la historia diplomática colombiana, es conocido como el asunto del "melón de Panamá" . Nuestros anales aluden al incidente de la "tajada de sandía" . El 15 de abril de 1856, un negro panameño vende rebanadas de aquella fruta a los viajeros que arriban a la Estación de Panamá . Un ciudadano norteamericano toma un pedazo de esa mercancía sin pagar . Discusión violenta irrumpe . El Conde Auguste de NOTTENT, cónsul francés residente en Panamá, culpa a los norteamericanos por haber iniciado el tiroteo .(7) Ellos intervienen contra las autoridades istmeñas, contra las dignidades diplomáticas, y contra las masas populares .(8) Mas, la "barbarie" del arrabal exaspera, es lo cierto, al funcionario galo .(9) Entonces, ese miembro de la nobleza de Francia, avecindado aquí, ofrece una interpretación, racista a primera vista, de los sucesos, basada en los "malos instintos" de los negros . Empero, el cónsul francés estigmatiza, bizarramente, la población norteamericana flotante. Traducimos algunos renglones de la carta, debida a la pluma de Auguste de NOTTENT, la cual tuvimos el deleite de leer en el Palacio de Orsay, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, hacia la primavera de 1974 : "Los americanos están, casi todos, armados con puñales y revólveres de seis y siete tiros, los cuales llevan en la cintura. El insolente despotismo y la brutalidad de esos hombres superan los límites de las apreciaciones europeas .. . Es necesario haber vivido mucho tiempo cerca de esos aventureros para hacerse una idea exacta . . . de sus costumbres salvajes . Para ellos, la vida de un hombre tiene menor precio que la de un animal" .(11) (7)
(8)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia política, Nueva Granada, tomo 23, 1855-1856, "Carta del Conde Auguste de NOTTENT, cónsul en Panamá, al señor Conde de WALEWSKI, Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 21 de abril de 1856, pp . 223 (reverso) - 224 (anverso) . Ibidem, p . 224 .
(9)
Idem .
(10)
ídem .
(11)
Ibidem, p . 223 . 889
A la luz del testimonio citado, parece factible comprender las tensiones sociales que germinan entre el arrabal, empobrecido por la cesación de los trabajos del ferrocarril, y los ciudadanos norteamericanos itinerantes . Pese a la interpretación racista, esbozada por el cónsul francés, concerniente a la "barbarie" de negros y mulatos panameños, ese mismo diplomático se apresura a agregar cuán culpables fueron los norteamericanos en tal hecatombe . Auguste de NOTTENT conoce las causas económicas que engendran la "animadversión" de los negros, huérfanos de las "ganancias a las que estaban acostumbrados a partir de 1848" .(12) Sus sucesores consulares reiterarán las mismas causales con el objeto de dilucidar la anemia y la violencia del arrabal .(13) Pero el incidente de la "tajada de sandía" conlleva ramificaciones internacionales . En efecto, los acontecimientos, a que aludimos, producen diecisiete muertos (quince norteamericanos) y veintinueve heridos (dieciséis norteamericanos) . (14) Los Estados Unidos piden, a Bogotá, que otorgue indemnizaciones . Pese al rechazo de Colombia, la convención HERRAN-CASS es firmada el 10 de septiembre de 1857 . En virtud de tal acuerdo, la Nueva Granada reconoce su culpabilidad . Mas, los Estados Unidos del Norte proponen insertar una cláusula según la cual los dos países firmantes gozarían del mismo derecho de paso por la zona transístmica . Además, Wáshington desearía obtener un territorio de veinte millas de ancho, a lo largo del ferrocarril, en cuyo seno tendrá derechos de propiedad, al tiempo que respetaría la soberanía de Bogotá . En fin Washington sugiere que las ciudades de Panamá y de Colón sean urbes libres, bajo la protección de los Estados Unidos .(15) Esa cláusula es negada por Bogotá . Las negociaciones continúan hasta el 19 de agosto de 1865, es decir, por espacio de casi una década . (12)
ídem .
(13)
Ver, por ejemplo, ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia política, Nueva Granada, tomo 24, 1857 (enero-julio), "Carta de Tules DOAZAN, cónsul en Panamá, a su excelencia señor Conde de WALEWSKI, Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 23 de julio de 1857, p . 331 (anverso y reverso) .
(14)
Ver RIVAS, Raimundo, Historia diplomática de Colombia (1810-1934), Ministerio de Relaciones Exteriores, Imprenta Nacional, Bogotá, 1961, p . 360 .
(15)
Ver ACUÑA de MOLINA, Dalva, "Repercusiones del incidente de la tajada de sandía", en la obra Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos, Volumen 3, Biblioteca Nuevo Panamá, Ministerio de Educación, Imprenta de la Universidad de Panamá, Panamá, 1973, p . 133 .
34 0
Los Estados Unidos exigen que Bogotá pague 195,410 dólares de indemnizaciones, relativas a los motines de Panamá, 67,070 dólares de gastos de comisión, y 142,637 dólares de intereses .(16) En este párrafo, hemos evocado las repercusiones internacionales que produjera el incidente de la "tajada de sandía" . En todo caso, los eventos luctuosos de 1856 poseen significación axial por lo que respecta a la cristalización del nacionalismo panameño . Si, durante la primera mitad del siglo XIX, el sentimiento nacional arranca a guisa de reacción contra el rígido centralismo de Bogotá, si el nacionalismo -cándidamente xenófilo- emana de la proto-burguesía comercial urbana, vemos emerger, desde los albores de la coyuntura californiana, una "teoría nacional" en la que la crítica a la prepotencia yanqui adquiere harta amplitud . Dicha crítica es obra del arrabal y de algunos burgueses nativos . En la literatura de aquellos años, encontramos plurales y elocuentes muestras de lo que acabamos de aseverar . En primer término, la anexión a los Estados Unidos es temor constante . El poeta romántico panameño Tomás Martín FEUILLET expresa, diáfanamente, dicha aprensión .(17) En segundo lugar, proliferan las sátiras dirigidas a la eclosión del espíritu mercantil excesivo, provocado por el Gold Rush .(18) En tercer término, el sentimiento antiamericano es susceptible de ser captado inclusive en la poesía popular . FEUILLET, en el célebre poema "A un amigo" (1860), intercala un pintoresco diálogo habido entre dos damas negras de Panamá . Una de las interlocutoras califica la llegada de los norteamericanos de verdadero apocalipsis . El escritor imita su dialecto africano-español cuando anota : "En verdá que ya la tierra a perdé toita se ha echao desde que de Engalaterra tantos gringos han llegao . ¡Arre! ¡Vaya! No hay cristiano que no se aya echao a, perdé, ya toos son americano, (16)
Ibidem, p . 134 .
(17)
Ver MIRO, Rodrigo, Tomás Martín Feuillet, prototipo romántico . (Estudio y selección), Imprenta Nacional, Panamá, 1962, p . 29 . Ver el poema "¿Cuánto tiene? "(1856), debido a la pluma de Tomás Martín Feuillet, en la obra citada de D . Rodrigo Miró, p . 62 . 341
toitos quieren hablá inglé . ¡Esos yankees : No mandara Dios pior peste ni pior guerra! ¡Cómo se abriera la tierra y a toitos se los tragara! " (19) Los cuatro últimos versos citados expresan virulencia extrema hacia la población norteamericana flotante . Condensan, pues, el rencor y el encono de los arrabaleros en aquel período de falsa riqueza y despilfarro a ultranza . Sin embargo, el poema en cuestión es factura de un blanco, cuyos nexos con el patriciado criollo de la Ciudad de Panamá abundan . Por otra parte, ese autor redacta varias invectivas contra el influjo yanqui en su patria . En suma, el nacionalismo panameño se refuerza a medida que Wáshington consolida su dominio en el Istmo . II. EL PARTIDO LIBERAL "NEGRO" Paradójicamente, impresiona percibir, en la segunda parte del siglo XIX, la capacidad de organización política del arrabal frente a la relativa debilidad del patriciado blanco de la capital . Los pronunciamientos se transforman en moneda corriente cuando el federalismo rige en Panamá (1855-1885) . Si la idea federal embelesa a la burguesía comercial urbana, creemos que ella sirve más al arrabal, cuyo dinamismo y vigor sorprenden, simultáneamente, a los burgueses citadinos y a los espectadores extranjeros . En la correspondencia diplomática francesa, celosamente conservada en el Palacio de Orsay, en París, hallamos excelentes y detalladísimos documentos e informes que corroboran la efervescencia popular. Triunfante el federalismo, los negros obtienen el derecho al sufragio y pueden elegir al presidente del Estado Soberano de Panamá y a otros eminentes funcionarios . Esa nueva circunstancia les permite demostrar su hostilidad a los candidatos del patriciado e imponer sus caudillos.(20) Cuando éstos últimos acceden al poder, los empleos burocráticos son acaparados por negros y mulatos del (19)
Ver MIRO, Rodrigo, op . cit., pp . 91-92 .
(20)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia política, Nueva Granada, tomo 25, julio de 1857-diciembre de 1858, "Carta de Jules DOAZAN, cónsul en Panamá, a su excelencia señor Conde de WALEWSKI, Ministro de Relaciones Exteriores",
3 42
arrabal .(21) El monopolio episódico (pero constante) de la burocracia, ejercido por el antiguo extramuros, constituye, pues, un signo de su movilidad vertical ascendente .(22) Los negros y los mulatos de Santa Ana no adhieren, evidentemente, al partido conservador . Enriquecen, eso sí, las filas del partido liberal . Empero, se oponen, con frecuencia, a los liberales blancos del intramuros . Puestas así las cosas, la correspondencia diplomática francesa alude al "partido liberal negro" . Los extranjeros interpretan el susodicho fenómeno en tanto que "guerra de razas" .(23) Y tienen razón . En efecto, las relaciones de casta subsisten, en el Istmo, incluso a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX . La existencia de un partido liberal "negro" arrabalero, opuesto a los blancos -conservadores y liberales- del patriciado urbano, lo prueba ampliamente . Ese conflicto de castas es descrito hasta por súbditos franceses que moran en la Ciudad de Panamá : "Es la guerra de los negros contra los blancos, la guerra de quienes no tienen nada y desean vivir sin trabajar contra quienes poseen algo y viven honorablemente de su trabajo . . . Los negros no tienen por norte sino el robo y el pillaje, y han adoptado el homicidio y el incendio como medios" .(24) Panamá, 23 de julio de 1858, p . 369 (anverso y reverso) . Ver, además, FIGUEROA, Dalva, y BARAHONA, Lisandro, "Las luchas políticas en Panamá durante la segunda mitad del siglo XIX", en revista Tareas, n • 16, Panamá, julio-noviembre de 1965, p . 15 . (21)
Ver BIDWELL, Charles Toll, The lsthmus of Panama, Chapman and Hall, London, 1865, p . 181 .
Una visión algo candorosa : WHITE, Mrs . Rhoda Elizabeth (Waterman), Memoir and Letters of Jenny C. White del Bal. By her mother, Rhoda E. White, P. Donahoe, Boston, 1868, p . 179 . (22) Sobre ese tema, ver PEREIRA de QUEIROZ, María Isaura, en Cahiers du monde hispanique et luso-brésilien, 22, Université de Toulouse-Le Mirail, Toulouse, 1974, p . 111 . (23)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia política, Panamá-Santa Marta, tomo 1, 1859-1861, "Carta del Vizconde Roger de SAINT SAUVEUR, cónsul en Panamá, a su excelencia señor Conde de WALEWSKI, Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 18 de abril de 1859, p . 27 (anverso y reverso) .
(24)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia política, Panamá-Santa Marta, tomo 1, 1859-1861, "Carta de los súbditos franceses al señor Roger de SAINT SAUVEUR, cónsul de Francia en Panamá", Panamá, 18 de abril de 1859, p . 30 (anverso y reverso) . 34 3
La situación diagnosticada no varía durante la época federal . Y parece, más bien, radicalizarse en aquellos años de opulencia efímera. La tradición de "desobediencia" arrabalera aumenta día a día . El extramuros no reconoce y cuestiona los gobiernos citadinos .(25) A los ojos de otro cónsul francés, la "lucha de razas", de que es testigo, se opone al progreso del istmo . Con todo, no vacila en comprobar la supremacía de la "raza negra", hacia 1871, y la "ruina de las fortunas comerciales y particulares" desde el ocaso de la coyuntura californiana .(26) Al finalizar la década de los años setenta del siglo pasado, el arrabal permanece "bien poderoso"(27) y sus habitantes armados de "fusiles Remington" .(28) Este hecho, inverosímil en la primera mitad del siglo XIX, ilustra las transformaciones que se efectúan en el seno de las masas populares, más y más concientes de su fuerza política en la urbe . III . LAS INTERVENCIONES NORTEAMERICANAS (1856, 1860, 1862,1865)
Plurales intervenciones norteñas ocurren en el transcurso de la segunda mitad del decimonono . Son susceptibles de clasificarse como sigue : 1) intervenciones armadas de hecho (1856, 1865) y 2) (25)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia política, Panamá-Santa Marta, tomo 3, 1865-1869, "Carta de Arthur de ZELTNER, cónsul en Panamá, a su excelencia señor DROUYN de LHUYS, Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 20 de abril de 1865, p . 16 (anverso) .
(26)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, tomo 5, 1868-1874, "Informe sobre la situación general del Estado Soberano de Panamá durante el año de 1870, por el señor cónsul de Francia, P . CHEVREY-RAMEAU, a su excelencia el señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 15 de febrero de 1871, p . 234 (anverso y reverso) .
(27)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia política, Panamá-Barranquilla-Santa MartaColón, tomo 4, 1870-1885, "Carta del señor LE BRUN, cónsul en Panamá, a su excelencia el señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 31 de diciembre de 1878, p . 173 (anverso y reverso) .
(28)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia política, Panamá-Barranquilla-Santa MartaColón, torno 4, 1870-1885, "Carta del señor LE BRUN, cónsul en Panamá, a su excelencia el señor Ministro de Relaciones Exteriores", Panamá, 19 de abril de 1879, p . 185 (reverso) .
(29)
Ibidem, pp . 185-186 .
34 4
intervenciones armadas solicitadas por las autoridades del istmo (1860, 1861) o por Colombia (1862) . Por añadidura, existe una intervención diplomática de derecho : la convención HERRANCASS (1857) cuyos términos limitan la soberanía granadina .(30) La primera intervención armada tiene lugar el 19 de septiembre de 1856 . Los Estados Unidos envían dos buques de guerra . Un batallón de 160 hombres desciende tomando posesión de la estación ferroviaria . Tres días después, parte . Los Estados Unidos justifican sus procederes invocando el Tratado MALLARINO-BIDLACK (1846) por el cual éstos deben garantizar la neutralidad del istmo . Si es cierto que ésta no está amenazada, el libre tránsito queda interrumpido . A partir de aquellas jornadas, establécese un precedente : los Estados Unidos tienen derecho a intervenir con objeto de permitir el libre tránsito a través del pasillo transístmico, no únicamente en caso de agresión de una potencia extranjera y enemiga de Colombia, sino, inclusive, cuando la interrupción emane de la incompetencia e irresponsabilidad del último país . La segunda intervención armada ocurre el 27 de septiembre de 1860 . Un incidente contra el gobierno colombiano provoca quince defunciones . El Intendente del Istmo suplica, a los comandantes de las naves de guerra "St . Mary's" (americana) y "Clío" (inglesa), desembarquen sus tropas con miras a restablecer el orden . Contrariamente a la primera "entrada", ésta es solicitada por las autoridades de Colombia para morigerar el descontento de los panameños . La tercera acaece en 1861 . Una guerra civil desangra a Colombia . Estallan desórdenes políticos . Témese una invasión de las fuerzas rebeldes desde Cartagena . El Intendente del istmo solicita, ante los cónsules de los Estados Unidos, de Inglaterra y de Francia, la protección de la franja transístmica para mantener el orden. Sólo los Estados Unidos responderán afirmativamente . Hacia 1862, la cuarta intervención es pedida . Colombia exige la ayuda de Washington para aplacar los brotes impetuosos que irrumpen en el Istmo . Sugiere que fuerzas navales y terrestres norteamericanas aseguren el libre paso transístmico . Mas, los Estados Unidos responden que urge el acuerdo de Inglaterra y de Francia para realizar una ocupación colectiva . Sin embargo, estas dos últimas potencias no se comprometen . Resolverá Colombia, sola, aquellas rebeldías. (30)
Ver ACUÑA de MOLINA, Dalva, op . cit., p . 141 . 345
Finalmente, el 9 de marzo de 1865 presencia la quihta intervención . Deséase derrocar al presidente del Estado Soberano de Panamá . Las tropas del barco estadounidense "St . Mary's" colman la Ciudad de Panamá . Pide Bogotá, al batallón, que prolongue su estancia en la plaza . Con todo, los Estados Unidos replican que no desean participar en las guerras intestinas colombianas . Originalmente, esta "invasión" es factura de Washington, mas Colombia acéptala . De continuo le horroriza la potencial separación del Istmo .
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DECIMO CAPITULO EL PERIODO DEL CANAL FRANCES (1880- 1903) I.
CANAL Y FELICIDAD
Para los franceses, esta etapa significa escándalo y fracaso . Para ciertos panameños, los lustros aludidos aportan prosperidad inusitada luego del decenio francamente mediocre (1869-1879) que acaece finalizada la coyuntura californiana . Contrariamente a los coruscantes años del Gold Rush, éstos acusaran la impronta, en un principio, de Francia, mas que de los Estados Unidos . Los trabajos, más arduos, mas penosos que los del ferrocarril, serán incoados por la Compañía Universal del Canal Interoceánico . Pese a la hostilidad de Washington, aquella compañía francesa, presidida por el Vizconde Ferdinand de LESSEPS, artífice del Canal de Suez (1869), aspira a construir una vía marítima a través del istmo . Crece el entusiasmo y cunde la algarabía entre los panameños . Renace, asimismo, la utopía de la feria comercial, bien palpable en la literatura de los años 1880 . (1) Merced a la excavación del Canal, que generara la dicha de los istmeños, el progreso, la riqueza y la "civilización" (2) invadirán esa región periférica de Colombia . Una confianza abrumadoramente cándida en las bondades de la futura maravilla cala . La presencia francesa no tiene el cariz violento de las "hordas" norteamericanas precedentes . A los temibles gold-seekers, quienes atraviesan el Istmo con miras a enriquecerse en California, suplantan unos ingenieros y unos técnicos europeos, bien hospedados por la población autóctona . Diarios redactados en la lengua de Gustave FLAUBERT insurgen . El influjo cultural galo domina, A primera vista, el Canal pareciera ser una fuente de opulencia mas segura y bienhechora que el ferrocarril transístmico, forjado por una compañía estadounidense . Los años que transcurren de 1880 a 1889, anteriores a la bancarrota de la Compañía Universal del Canal Interoceánico, tienen, (1)
Ver el poema "Del Canal", debido a la pluma de José María ALEMÁN (1830-1887), en la obra de MIRO, Rodrigo, (ed.), Cien años de poesía en Panamá (1852-1952), 2a . edición, Viñeta de Eudoro Silvera, Librería Avance S .A ., Panamá, 1966, pp . 28-29 .
(2)
Ver al respecto, GARCON, Augustin, Histoire du Canal de Panama, lettrepréface de M . Ferdinand de Lesseps, Challamel Amé, Editeur, París, 1886, p . 80 . 347
para los panameños, singular importancia . (3) Las obras pertinentes coadyuvan a saturar las urbes terminales de Panamá y de Colón . El crecimiento, que experimenta la primera, es enorme . De 12,000 habitantes, en 1880, pasará a 20,000 almas en 1883 . (4) A más de los franceses que arriban -principalmente directores y cuadros de la Compañía- vendrán millares de obreros, oriundos de Jamaica, (5) de las Antillas y de Cartagena . (6) Por ejemplo, hacia 1886, 12,875 jornaleros ocurren al Istmo . Se subdividen, según Jules-Charles ROUX, en : (7) Jamaicanos Cartageneros De Barbados
9,005
142 1,344 495 De Santa Lucía 272 ' Venezolanos 800 Martiniqueños 275 Cubanos 542 De Nueva Orleans 12,875
(3)
Sobre la evolución financiera del escándalo de Panamá, ver, con sumo provecho, SIEGFRIED, André, Suez, Panama et les routes maritimes mondiales, Librairie Armand Colin, París, 1948, p . 192 .
(4)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 6, 1875-1889, "Extension de la vile de Panama ." Carta de L . THIBAUDIER, Cónsul en Panamá, a su excelencia el señor Ministro de Relaciones Exteriores en París, Panamá, 16 de noviembre de 1883, p . 286 (anverso y reverso) .
(5)
Ver, al respecto, EDGAR-BONNET, Georges, Ferdinand de Lesseps: Aprés Suez . Le pionnier de Panama, Librairie Plon, París, 1959, p . 169 . Ver, además, MARECHAL, Henry, Voyage d'un actionnaire á Panama, E . Dentu, LibraireEditeur, París, 1885, p . 32 . Ver, por añadidura, "La main-d'oeuvre", en Bulletin du canal interocéanique, 2e Année, Numéro 39, París, Vendredi 1er avril 1881, p . 347 (segunda columna) . Ver, con aprovechamiento, "Les Jamaicains daos 1'Isthme", en Bulletin du canal interocéanique, 4e Année, Nú- .(JPmpeaVr7ui3dío0s,815cln)p. último, "Les ómigrants Jamaicans", en Bulletin du canal interocéanique, 4e Année, Numéro 95, París, Mercredi 1er Aoút 1883, p . 813 (segunda columna) .
(6)
Ver, por ejemplo, "Travailleurs", en Bulletin du canal interocéanique, 4e Année, Numéro 96, París, Mercredi 15 Aoút 1883, p . 820 (segunda columna). Ver, además, "Ouvriers pour lo Canal", en Bulletin du canal interocéanique, Se Année, Numéro 110, París, Samedi 15 . Mars 1884, p . 951 (segunda columna) .
(7)
Ver ROUX, Jules-Charles, "Le Canal de Panama en 1886", en (Suplemento al) Bulletin dú canal interocéanique, 7e Année, Numéro 176, París, Mercredi 15 Décembre 1886, p . 9 (segunda columna) .
3 48
Por 1886, 40,000 obreros negros laboran aquí . (8) Tan considerable masa humana constituye el doble de la población de la Ciudad de Panamá (20,000 habitantes) . Colón es casi un barrio de Jamaica . (9) En la capital, las "profesiones de sastre, de zapatero, de cochero, de cocinero, de criado" (10) son ejercidas por jamaicanos . Según un cónsul francés, no cabe duda de que éstos ocuparán, más tarde, un "lugar importante" en el Istmo, (11) profecía que habrá de cumplirse ulteriormente . Exceptuada la invasora población obreril antillana, atraída por las faenas de canalización, encontramos una pequeña burguesía comercial de origen chino, que se establece en la zona de tránsito, (12) y una floresta de negociantes extranjeros, quienes anhelan aprovechar el balbuciente lapso afortunado . (13) A semejanza de lo ocurrido en el transcurso del Gold Rush, el alto comercio (y aun la industria incipiente) son monopolizados por éstos últimos . (14) La preponderancia de los mercaderes metropolitanos, respecto de los tenderos emanados del patriciado citadino y, excepcionalmente, de los grupos dominantes rurales, es una de las características saltantes (8)
Ver SIEGFRIED, André, op . cit., p . 186 .
(9)
Ver ARCHIVOS DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE FRANCIA, París, Correspondencia comercial, Panamá, Tomo 6, 1875-1889, "Au sujet du Canal de Panama" Carta de L . THIBAUDIER . Cónsul en Panamá, a su excelencia el señor Ministro de Relaciones Exteriores en París , Panamá, 12 de noviembre de 1883, p . 284 (anverso) y p . 285 (reverso) .
(10)
Idem .
(11)
Idem .
(12)
Ver, al respecto, MIMANDE, Paul, Souvenirs d'un échappé de Panama, Librairie Académique, Libraires-Editeurs, París, 1893, p . 48 . Ver, por ejemplo, CERMOISE, Henry, Deux ans á Panama . Notes et récits d'un ingénieur du canal, 2e édition, C . Marpon el F. Flammarion, París, 1886, p . 54 . El tema de la eclosión de la burguesía judía en Panamá, desde hace un siglo, lo sintetizan, con inesperada fortuna, FIDANQUE, E . Alvin ; DE LIMA VALENCIA, Ralph ; SASSO MADURO, Eugene ; PERKINS, Eleanor D .L . ; y MELAMED, Dr. Joseph ; Kol Shearit Israel : Cien años de vida judía en Panamá : 1876-1976 . Kol Shearit Israel : A Hundred Years oí Jewish Life in Panama, XXVIII-487 p ., Panamá MCMLXXVII, Edición Conmemorativa del Contenario de Kol Shearit Israel, Conmemorative Edition of the Centennial, Industrial Gráfica, S.A ., Panamá, junio de 1977 . Ver AUTIGEON, Ch . Numa, De Bordeaux á Panama et de Panama a Cherbourg, Augusto Ghio, Libraire-Editeur, París, 1883, p . 75 . Ver, por ejemplo, el periódico denominado El Istmo de Panamá, Bisemanario de intereses generales del Istmo, Año I, Número 25, Panamá, 3 de Mayo de 1895, p . 97 .
(13)
(14)
34 9
de las décadas de 1880 y de 1890 . (15) Semejante rasgo perdurará agravándose, por supuesto, en el siglo XX. (16) Ante la incansable y pujante burguesía internacional -hebrea, francesa, alemana, italiana, española e, inclusive, colombiana-, fijada tanto en Panamá como en Colón, frente a la pequeña burguesía china, la cual monopoliza el comercio al por menor, frente al populoso y mohíno y descontento proletariado negro importado, ante todo, de Jamaica, el patriciado urbano se enclaustra en la custodia de uno de sus bienes más rentables : la propiedad inmueble urbana . Los alquileres domésticos se triplicarán a la sazón . Y las ciudades terminales se inflan . Entonces, un "apartamento que valdría apenas 2,000 francos, en los barrios elegantes de París, cuesta 6,000 prescindiendo del agua y del gas." (17) La antigua oligarquía citadina aprovecha, nuevamente, los alquileres para acrecer sus caudales . No edifica casas adicionales ni repara las ya existentes . Es que, en el leal saber y entender de un observador francés, los "capitales y la mano de obra cuestan caro, y que se dice, no sin razón, que la sobreabundancia de inquilinos podría finiquitar al cesar los trabajos del Canal ." (18) En todo caso, como sucede durante el Gold Rush, el patriciado panameño logra disfrutar de aquella "prosperidad falaz" aumentando el alquiler de sus casas y ejerciendo el mediano y pequeño comercio sin mayor ambición . (19) Por lo demás, sus miembros suelen especializarse a guisa de intermediarios al servicio de las agencias foráneas, curiosamente alemanas, británicas, italianas y norteamericanas (agentes marítimos, agentes de seguros, burócra(15)
Ver, al respecto, JAEN SUAREZ, Omar, "Presencias imperialistas y dependencia ístmica en la segunda mitad del siglo XIX", en la obra colectiva Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos, op . cit., pp . 181-182 . Ver, además, POSADA, Francisco, Directorio general de la Ciudad de Panamá y reseña histórica, geográfica, &, del departamento, Año 11, Imprenta Star and Herald, Panamá, 1898, passim .
(16)
Ver, sobre la primera década del siglo XX, EDWARDS, Albert, (seudónimo), Panama the Canal, the Country, and the People, The MacMillan Company, New York, 1911, p . 55 .
(17)
Ver MOLINARI, G. de, A Panama: I'Isthme de Panama - la Martinique - Haití, Librairie Guillaumin et Cie, rue Richelieu, 14, París, 1887, p . 117 .
(18)
Ibidem, pp . 114-115 .
(19)
Ver, por ejemplo, CERMOISE, Henry, op . cit., p. 54 . Ver, además, BOVALLIUS, Carl, Viaje al Istmo, 1881-1883, traducido del sueco por Abel Lombardo Vega, Volumen No. l, Biblioteca Nuevo Panamá, Ministerio de Educación, Litho-Impresora Panamá, S .A ., Panamá, 1972, p . 27 .
35 0
tas), o copan, en parte, las profesiones prestigiosas (abogados, médicos, boticarios), aun cuando no brillen nunca como industriales ni hoteleros (sectores controlados, desde ya, por sujetos alógenos) . La ruina de la Compañía Universal del Canal Interoceánico (1889), seguida del célebre escándalo de Panamá, en Francia, provocarán el cese brutal de las obras . El último decenio del decimonono es, por cierto, aquel del desencanto en el Istmo . Hacia 1894, la Nueva Compañía del Canal de Panamá (francesa) emerge, pero se sabe que no concluirá el canal, dado que sus medios son asaz restringidos . (20) En Francia, 1,434,522, 281 francos se evaporan en el asunto de Panamá . Por último, 21,000 franceses perecen en el Istmo, de los cuales 16,000 a causa de la fiebre amarilla . II. EL RETORNO DEL CENTRALISMO Y LA AGONIA DEL FEDERALISMO EN COLOMBIA (1886) En medio de los años dorados del canal francés, la constitución centralista de 1886 es promulgada por Bogotá . El presidente conservador colombiano, Rafael NUNEZ, sostiene que la insurrección es una verdadera profesión en su país . En su concepto, el antiguo Estado Soberano de Panamá ejemplifica, claramente, la anarquía durante la época federal . La nueva constitución crea la República de Colombia sepultando los efímeros Estados Unidos de Colombia (1863-1886) . Los precedentes estados soberanos se transforman en departamentos . La religión católica es el credo nacional . El Presidente de la República nombra y destituye los gobernadores, meros agentes del poder central . (21) Restablécense las aduanas . Con la carta centralista de 1886, la experiencia autonomista panameña, incoada desde 1855, cuando nace el Estado Federal de Panamá, cesará bruscamente . Para los comerciantes panameños, el centralismo golpea y debilita la economía del pasillo transístmico, por cuanto instaura las aduanas, suprimidas desde 1849 . A partir de 1886, el liberalismo panameño se opondrá, sistemáticamente, a la nueva estructura política . Unas sociedades literarias, cívicas y patrióticas germinan aquí . Recuerdan los círculos que (20)
Ver SIEGFRIED, André, op. cit ., p . 211 .
(21)
Ver HENAO, Jesús María, y ARRUBLA, Gerardo, Historia de Colombia para la enseñanza secundaria, Octava edición, corregida y aumentada, Talleres Editoriales de Librería Voluntad, Bogotá, 1967, p . 784 . 35 1
anuncian y preparan la independencia de las naciones latinoamericanas a fines del XVIII y en los albores del XIX . III . LAS CAUSAS DE LA INDEPENDENCIA DE 1903 A. LAS CAUSAS ENDOGENAS La primera es, naturalmente, la geografía . (22) No existen caminos que liguen el Istmo a Colombia . Razón evocada continuamente, en el transcurso del decimonono, por los diversos teóricos del nacionalismo panameño . La segunda, más inmediata, es el centralismo colombiano, reinstaurado por la Constitución de 1886 . De estado soberano, el Istmo deviene mero departamento . En los dieciocho años que preceden a la independencia definitiva, solamente dos gobernadores autóctonos son nombrados por Bogotá . Además, repetimos, el poder central restablece las aduanas . La lucha contra el centralismo colombiano arriba a su paroxismo durante la Guerra de los Mil Días (1899-1902), la cual deja un saldo de 100,000 muertos . El Istmo, que nunca participa en las luctuosas guerras civiles colombianas, se estrena como el teatro de las más sangrientas batallas . Todo el departamento toma las armas bajo los pendones del partido liberal . Cuando, en Colombia, el liberalismo claudica, sus fuerzas aún dominan a Panamá . Cabe señalar, en efecto, que la economía agraria local es destruida a la sazón . (23) En suma, el conflicto bélico, a que aludimos, es el prefacio a la independencia de 1903 . Inclusive más contigua, la tercera : el rechazo del Tratado HERRAN-HAY por el gobierno colombiano hacia 1903 . ¿Cuál es su contenido? La Nueva Compañía del Canal de Panamá (francesa) es autorizada a transferir, a los Estados Unidos, todos sus derechos, privilegios, propiedades y concesiones, y el Panama Railroad . Colombia cede una franja de tierra de nueve kilómetros y medio, sobre la cual conserva su soberanía, pero el concesionario recibe un derecho de control administrativo y policial en semejante zona, (22)
Ver, sobre semejante causa, AROSEMENA, Pablo, "La secesión de Panamá y sus causas', en CASTILLERO REYES, Ernesto de Jesús (ed.), Documentos históricos sobre la Independencia del Istmo de Panamá, op . cit., p . 241 .
(23)
Ver, al respecto, CAREES, Rubén Darío, Honrar y paz en el Istmo, 1899-1902, la edición, Editora Panamá América, S .A., Panamá, 1950, pp . 87-88 .
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doblado de la autorización de crear tribunales especiales allí. A título de indemnización, el gobierno colombiano recibirá 10,000,000 millones de dólares de inmediato y, nueve años después de la ratificación, 250,000 dólares anualmente . El Senado colombiano rechaza unánimemente el convenio . Con todo, la burguesía comercial panameña ve, en su aprobación, el inicio de un porvenir brillantísimo a nivel económico . Y experimenta estupor y amargura . B. LAS CAUSAS EXOGENAS El imperialismo americano es, por supuesto, la de bulto . A partir de la Guerra Civil, los Estados Unidos ansían trazar un canal norteamericano, en territorio estadinense, administrado por Washington . Estos miran con malos ojos el intento francés, que, a la postre, fracasará . La guerra contra España, hacia 1898, precipita, para los Estados Unidos, la necesidad de controlar una vía que les permita la movilización fugaz de sus flotas del Atlántico y del Caribe . La construcción de una vía marina se impone . Después del conflicto de 1898, los Estados Unidos dominan a Puerto Rico, Cuba y las Filipinas . Son ya una potencia marítima en el Atlántico y en el Pacífico . A 18 de noviembre de 1901, los Estados Unidos firman acuerdo con Inglaterra (el Tratado HAY-PAUNCEFOTE), el cual modifica el Tratado CLAYTON-BULWER, rubricado en 1850 . Los Estados Unidos, solos, construirán y explotarán el Canal, abierto, de manera igualitaria, a los navíos de comercio o de guerra del planeta. ¿Cómo explicar la actitud británica? Albión no desea encontrarse en una situación militar embarazosa en América cuando la Guerra de los Boers le demuestra cómo su ejército sería incapaz de mantener una contienda lejana y, precisamente, cuando el imperialismo alemán comienza a extender su flota de combate . Después de haber firmado el Tratado HAY-PAUNCEFOTE (1901) con Inglaterra, los Estados Unidos deben transar con Colombia, por cuanto la transferencia de la concesión francesa necesita la aprobación de la potencia concedente . No nos cansamos de repetir que la impresión causada, en Bogotá, por el Tratado HERRAN-HAY, ratificado por Washington en 1903, es bien álgida . La actitud norteamericana hacia Colombia deviene hiriente . El 353
Presidente Teodoro ROOSEVELT define, a los miembros del poder legislativo colombiano, de la manera siguiente : "Contemptible little creatures, jack rabbits, foolish and homicidal corruptionnists, greedy little anthropoids ." Aun el ministro norteamericano, residente en Bogotá, amenaza al gobierno . Entonces, el Senado rechaza, por unanimidad, el tratado aludido . El Presidente ROOSEVELT piensa ocupar el Istmo y emprender la realización del Canal . Mas, existe una solución menos violenta : la participación de la burguesía comercial panameña -muy secesionista-, agriada y ofendida por el rechazo del Tratado HERRAN-HAY (1903) cuya aprobación hubiese aportado bonanza infinita . Los Estados Unidos establecen parlamentos con los "rebeldes" de Panamá, quienes envían un agente oficioso a Nueva York, en la persona del doctor Manuel AMADOR GUERRERO, antiguo médico del Panama Railroad . (24) En la víspera de la independencia, el Nashville, navío norteamericano, llega a Colón . Un día después, el General TOVAR, de Colombia, arriba acompañado de 500 hombres y pide a la Administración del Ferrocarril que transporte sus tropas a Panamá . Esta no obedece y sólo manda a los jefes . Al bajar a la Estación, TOVAR es prendido y la revolución proclamada . El 4 de noviembre, el Comandante del Nashville se opondrá al viaje de los batallones colombianos, en nombre de la libertad de transito (y evocando el Tratado MALLARINO-BIDLACK, de 1846) . El 6 de noviembre, la República de Panamá es reconocida por los Estados Unidos del Norte . La segunda causa exógena de la independencia de 1903 son los intereses de la Nueva Compañía del Canal de Panamá (francesa) . Esta desea que el Canal sea construido por Panamá (en vez de Nicaragua) . Así, podrá negociar con los Estados Unidos . Y venderá los materiales abandonados a Washington . El antiguo ingeniero en jefe, Philippe BUNAU-VARILLA, accionista de aquella entidad, efectúa una gira de conferencias a los Estados Unidos con objeto de convencer a los legisladores norteamericanos de la importancia (24)
La versión zafia y entreguista de 1903 es explayada, polémicamente, por TERAN, Oscar, Del tratado Herrén-Hay al tratado Hay-Bunau Varilla . Panamá. Historia crítica del atraco yanqui mal llamado en Colombia la pérdida de Panamá, y en Panamá nuestra independencia de Colombia, 2a edición, Culos Valencia Editores, Bogotá, 1976 .
354
que tiene el escogimiento del canal panameño . Y triunfa . La Nueva Compañía pide 109, 141,500 dólares . Recibe una oferta de 40 millones de dólares, confirmada por el Senado, en 1901, y aceptada, por la corporación, en 1902 . De resto, BUNAU-VARILLA, conocidísimo en los corrillos de Washington, prepara, en unión de AMADOR GUERRERO, el movimiento del 3 de noviembre de 1903 . Incluso facilita la suma de 100,000 dólares para pagar a la tropa colombiana local, la cual sostendrá la separación . Empero, BUNAU-VARILLA exige, a AMADOR GUERRERO, ser nombrado ministro plenipotenciario de la República de Panamá cerca de Washington . Sancionada la independencia, los panameños se inquietan al haber escogido aquel ingeniero galo . El 11 de noviembre de 1903, una delegación parte desde Colón para discutir el nuevo tratado con Washington . Mas, el plenipotenciario concluye pronto . El 18 de noviembre de 1903 es firmado el tratado leonino HAYBUNAU VARILLA . El equipo panameño llega a la capital estadinense después de su firma . A la luz del acuerdo, Washington recibe una "zona del canal" de diez millas de ancho en la cual gozara de derechos de soberanía . Toma todas las tierras y aguas que necesite para el Canal . Suplantara, al gobierno istmeño, bien en Panamá, bien en Colón, respecto de las medidas atinentes al mantenimiento del orden o a la preservación de la higiene pública . Los Estados Unidos garantizan la independencia de la República de Panamá, la cual recibe una indemnización de 10 millones de dólares . Nueve años después de la firma del tratado, otra -anualde 250,000 dólares habrá de añadirse . Finalmente, nace la República, pero totalmente dependiente de los designios de Washington .
35 5
Historiado rincón del intramuros : las ruinas de la Universidad dieciochesca regentada por los Jesuitas, la Iglesia de San José, los balcones extrovertidos, los tímidos faroles, las residencias soñolientas, a semejanza de las calles despobladas, y el Cerro Ancón al fondo . "Patria que me estremeces dulcemente" (Ricardo Miró) .
CONCLUSION Y PERSPECTIVAS La República de Panamá nace, finalmente, el 3 de noviembre de 1903, fecha que clausura la época de unión a Colombia . No obstante, depende totalmente de los Estados Unidos . Estos construyen el Canal, inaugurado en 1914 . La participación de fuerzas extranjeras, en la independencia de 1903, es, por consiguiente, una realidad . Con todo, desde el principio de la época colombiana, plurales conatos separatistas suponen la hipótesis del auxilio que brindarían las potencias coetáneas para realizar la autonomía del Istmo . Pensamos, por ejemplo, en el intento anseático de 1826, urdido por unos negociantes panameños anglófilos . Por añadidura, la fórmula del protectorado, reconocido por las principales potencias (Inglaterra, Estados Unidos, Francia), permanece vigente en el pensamiento de los teóricos del nacionalismo decimonónico . El nacionalismo panameño debe mucho a la utopía de la "feria comercial", dotada de grande eficacia, pero altamente peligrosa . Merced al cumplimiento de su misión mercantil, el Istmo habrá de enriquecerse . Está llamado por la "naturaleza", por la "geografía", por la "topografía", por la "divinidad", a ser un emporio universal . Esta visión de las cosas otorga al pasillo transístmico (y a la Ciudad de Panamá) papel de primer orden . Tal nacionalismo expresa, pues, las aspiraciones de la burguesía comercial urbana, que efectúa la independencia de 1821 . Ella no cesará de depurar su programa autonomista merced a las intentonas de 1826, de 1830, de 1831 y de 1840 . En la prensa liberal, el patriciado urbano manifiesta sus votos con meridiana claridad . Mas, para que cristalice la "feria comercial", urge un ferrocarril o un canal . Desde los albores de la república, la clase dirigente local adquiere conciencia de la imposibilidad en que se encuentra Bogotá de concluir la vía intermarina . Entonces, apelará a diversos capitalistas extranjeros (británicos, franceses, norteamericanos, suecos) . Por espacio de treinta años, el patriciado urbano aguarda la concreción de sus proyectos, invariablemente aplazados . Un evento fortuito, la fiebre del oro californiano, impele a los americanos a trazar el camino de ruedas, termina-
do en 1855 . La utopía de la "feria comercial" pareciera florecer durante la California (1849-1869), pero, por vez primera, constata el patriciado los ángulos negativos de su prosperidad falaz . De hecho, los negociantes extranjeros y la Compañía del Ferrocarril aprovechan, más que los panameños, el Gold Rush. De resto, a los años dorados suplanta una profunda recesión (1869-1879) . Luego, las obras del canal francés (principalmente de 1880 a 1889) provocan una suerte de segunda "feria comercial", asaz efímera, por cierto, bruscamente suspendida por la quiebra de la Compañía Universal del Canal Interoceánico . A semejanza del Gold Rush, los negociantes advenedizos superan, más y más, a la pasiva burguesía autóctona, a nivel de los beneficios . Además, ella debe competir con la pequeña burguesía china que monopoliza el comercio al por menor . Como antaño, el patriciado se enclaustra en el goce de la propiedad inmueble urbana, su inveterada fuente de riqueza, y en las faenas de intermediarios y de cónsules de intereses alemanes, británicos, italianos, españoles, franceses, estadounidenses y latinoamericanos. Finalmente, luego de la independencia de Colombia, el Canal, repetimos, será obra norteamericana . En 1914, una tercera "feria comercial" irrumpe . En suma, esta utopía adviene plurales veces, pero no desarrolla al istmo ni a las ciudades de Panamá y de Colón . "Centro bancario" y "paraíso fiscal" (según Denis-Clair LAMBERT), Panamá continúa siendo, hoy, subdesarrollado, pese al Canal . Según cierta filosofía de la historia, casi oficial, el Istmo es "país y nación de tránsito" . El distanciamiento de Panamá con relación a Bogotá no cesa de acentuarse en el transcurso del período de anexión a Colombia . Por una parte, la experiencia del federalismo panameño (1855-1885) agrava tal propensión . La lucha contra la centralista constitución colombiana (1886) será encarnizada aquí . El retorno del centralismo, en Bogotá, es una de las causas endógenas de la independencia de 1903 . Ausencia, pues, de integración espiritual con Colombia, existencia de un mero nexo moral con aquel país, relaciones penosas y lentísimas con Santa Fe, extremada dependencia de la economía panameña respecto de los mercados no colombianos : he aquí las causas que explicarían las dimensiones de semejante alejamiento . A medida que el Istmo se distancia de Bogotá, será codiciado por las potencias extranjeras (Inglaterra, Estados Unidos, Francia) . Contrariamente a la inocencia y al irrealismo de la diplomacia bo358
gotana, los procederes de Washington impresionan por su pragmatismo y osadía . Cabe añadir que, en efecto, el interés de los Estados Unidos, por el Istmo, se manifiesta antes de la fecha que inaugura el auge de su hegemonía en el Caribe (1898) . Los tratados MALLARINO-BIDLACK (1846), CLAYTON-BULWER (1850) y HERRAN-CASS (1857) prueban el aserto . Atestiguan el dinamismo de Washington durante los años que preceden a la guerra civil americana. Es evidente que su diplomacia deviene mas agresiva luego de la guerra hispanoamericana de 1898 . Tal preponderancia es clara a la luz de los tratados HAY-PAUNCEFOTE (1901), HERRAN-HAY (1903), y HAY-BUNAU VARILLA (1903) . En el ocaso de la etapa de unión a Colombia, la oligarquía panameña esta compuesta por miembros de la burguesía comercial urbana, por latifundistas rurales "urbanizados" y por unos negociantes extranjeros aliados a la clase dirigente criolla . El patriciado citadino logra asimilar no solamente a los señores de la tierra, antaño refractarios al proyecto nacional, sino, también, a los inmigrantes europeos, judíos, norteamericanos y colombianos . Conservara, grosso modo, su poder hasta el año de 1968, fecha del golpe de estado militar . Los grupos marginales urbanos progresaran, socialmente, sobre todo al afirmarse el federalismo (1855-1885). Una burocracia negra y mulata nace . Además, el partido liberal "negro" impone sus caudillos insistentemente . Las relaciones de casta -lacra colonialtienden, pues, a desaparecer a fines del decimonono . No obstante, los años que transcurren de 1880 a 1900 presencian el arribo de un proletariado negro antillano, mal integrado a la sociedad panameña . La anemia y la enfermedad social golpean al novísimo grupo humano cuyo peso demográfico aumentara a partir del final del siglo XIX . Los problemas que habrá de resolver la República de Panamá, desde 1903, son enormes . Es en extremo dependiente de los Estados Unidos . Población casi analfabeta . Su economía agraria : destruida durante la Guerra de los Mil Días (1899-1902) . País desprovisto de caminos . En suma, Panamá hará, en pleno siglo XX, lo que las otras repúblicas latinoamericanas trataron de hacer en el siglo precedente . En realidad de verdad, los ochenta y dos años de anexión a Colombia no aportaron el progreso anhelado . Con todo, el Canal no desarrollara el Istmo . 359
FUENTES Y BIBLIOGRAFIA I. FUENTES MANUSCRITAS 1/ARCHIVES DU MINISTERE DES AFFAIRES ETRANGERES (París) A.
Correspondance commerciale (Panamá) Tome 1 (1843-1851) Tome 2 (1852-1862) Tome 3 (1863-1864) Tome 4 (1866-1867) Tome 5 (1868-1874) Tome 6 (1875-1889) Tome 7 (1890-septembre 1893) Tome 8 (octobre 1893-septembre 1895) Tome 9 (octobre 1895-1901)
B.
Correspondance politique (Nouvelle-Grenade) Tome Tome Tome Tome Tome Tome Tome
19 20 21 22 23 24 25
(1842-1849) (1850-1851) (1852-1853) (1854) (1855-1856) (1857 : janvier-juillet) (1857 : juillet-décembre-1858)
C.
Correspondance politique (Panamá-Sainte Marthe) Tome 1 (1859-1861) Tome 2 (1862-1864) Tome 3 (1865-1869)
D.
Correspondance politique (Panamá -BarranquillaSainte Marthe-Colón) Tome 4 (1870-1885) Tome 5 (1886-1893)
36 0
2/PUBLIC RECORD OFFICE (Londres) Foreign Office 55, Volume 84, New Granada, Consuls at Panama, Santa Martha, January to December 1849 . 3/ARCHIVO GENERAL DE INDIAS (Sevilla) Expedientes de cabildos seculares (Audiencia de Panamá, Cartas y Expedientes, Legajo 272, 1774-1815) 4/ARCHIVO HISTORICO NACIONAL (Madrid) Legajo 20627, Sección Consejos, (1760-1765) . 5/ARCHIVO HISTORICO NACIONAL DE COLOMBIA (Bogotá) Gobernación de la Provincia de Panamá Tomo I Tomo II Tomo III Tomo IV Tomo V Tomo VI Tomo VII Tomo VIII Tomo IX Tomo X Tomo XI Tomo XII Tomo XIII Tomo XIV Tomo XV Tomo XVI Tomo XVII Tomo XVIII Tomo XIX Tomo XX Tomo XXI
(enero 1832-octubre 1832) (diciembre 1832-julio 1833) (agosto 1833-septiembre 1834) (octubre 1834-septiembre 1835) (octubre 1835-septiembre 1836) (octubre 1836-julio 1837) (agosto 1837-marzo 1838) (abril 1838-enero 1839) (febrero 1839-noviembre 1839) (diciembre 1839-septiembre 1840) (octubre 1840 julio 1842) (agosto 1842-marzo 1843) (abril 1843-mayo 1844) (junio 1844-diciembre 1844) (enero 1845-septiembre 1845) (abril 1845-mayo 1846) (junio 1846-enero 1847) (febrero 1847-octubre 1850) (enero 1851-abril 1852) (enero 1852-marzo 1854) (abril 1854-mayo 1857)
6/ARCHIVOS NACIONALES DE PANAMA (Panamá) 36 1
-Notaría Pública Número 1 (Panamá) Protocolos notariales (años 1821-1903) -Notaría del Circuito de Veraguas (Veraguas) Protocolos notariales (años 1846-1854) 7/ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA IGLESIA DE LA MERCED (Panamá) Matrimonios Libro Libro Libro Libro Libro Libro Libro
1 : 1781-1825 (Blancos) 2 : 1786-1829 (Gente de Color) 3 : 1830-1862 4 : 1862-1870 5 : 1870-1888 6 : Extranjeros 7 : 1888-1908 II. BIBLIOGRAFIA CITADA
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39 2
INDICE
PRIMERA PARTE
Introducción
7
LA OLIGARQUIA URBANA I. ¡l .
La propiedad inmueble urbana La propiedad suburbana El comercio con el extranjero Los préstamos, las hipotecas y las deudas Las dotes
. Vi . V.
2 9 28 68 74
LOS GRUPOS MARGINALES URBANOS I.
A. B. C. D. II .
79 80
tina estructura urbana dualista Intramuros y arrabal . . . . . . . . . Casta y clase Casta y conflicto De la movilidad social de los mulatos . . . . . . . . . .
. .
Las visiones del mundo de los grupos rivales . . . . . . . . . .
90
A . ¿Cómo ven los criollos a las gentes de color? . . . . . . . . . . . . . . . B . Encono y temor recíprocos . . . . . . . . . . . . . . . . C . ¿Cómo los arrabaleros vena los criollos?
90 96 97
LOS GRUPOS DOMINANTES RURALES . . . . . . . . . . . . . . . . I.
80 82 84 89
0
Santiago de Veraguas y su región . . . . . . . . . . . . . . . .
02
A . Casta y tierra B . Un ejemplo de dominación local y regional C . Los notables rurales de Veraguas en el Senado y en la Cámara de Representantes de Bogotá . . . . .
04 06
395
. Penonomé y su región
6
A . La ciudad de Penonomé B . Casta y linajes C . Endogamia y exogamia D . Iglesia y ganado E . Las alianzas políticas entre los hacendados rurales . .
8 20 23 26 27
LA OLIGARQUIA URBANA : PODER LOCAL, PODER REGIONAL Y PODER NACIONAL I. l i, II .
IV .
3
Familia y poder local La oligarquia la urbana y el poder local : los dos últimos cabildos coloniales
32
A. B. C. D. E.
38 40 42
34 El estudio de los firmantes de las sucesivas actas de independencia 38 Algunas consideraciones preliminares El acta de independencia de 82 El acta de independencia de 830 El acta de independencia de 83 El acta de independencia de 840
45 48
Burocracia y poder local y regional
66
A. B. C. D. E.
66 69 70 72 73
Los Los Los Los Los
empleos aduaneros empleos postales empleos de hacienda empleos en el sector de los tabacos empleos en la oficina del aguardiente
V . El monopolio de derechos municipales A . El monopolio de derechos municipales relativos al ganado . . . . B . El monopolio de ciertos derechos municipales . . .
74
.
VI . Examen de algunas carreras burocráticas a) b) c) d) e)
La carrera del funcionario Ramón Vallarino Jiménez ( 82 - 844) . . . Le carrera del funcionario Manuel García de Paredes ( 790- 832) . . . La carrera del funcionario Tomás Miró ( 826 . 842) . . . . . . La carrera del funcionario José Cucalón ( 822- 832) . . . . La carrera del funcionario Mariano Arosemena de la Barrera ( 82 - 837) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
74 75 77 78 8 83 85 86
f) La carrera del funcionario José García de Paredes ( 82 - 844) . . . . 89 g) La carrera del funcionario Manuel Alemán ( 8 6- 844) 9 h) La carrera del funcionario Bernardo Arce Mata ( 828- 844) 93 i) La carrera del funcionario Vicente José Borbúa 794- 832) . . . . 94 ) La carrera del funcionario José Arosemena de le Barrera ( 82 - 832) 36 k) La carrera del funcionario Carlos de Fábrega de la Barrera ( 826- 838) I) La carrera del funcionario Manuel María Diez García de Paredes ( 829- 838) 396
98 200
m) La carrera del funcionario Remigio Lasso de la Vega ( 830- 832) . . . 20 VII .
Consideraciones en torno a la burocracia urbana 203
VIII .
Oligarquía urbana y poder provincial . , . . . . 205
IX .
La oligarquía urbana y el poder a nivel nacional . . . . . . 206
EL SENTIMIENTO NACIONAL V LAS "INDEPENDENCIAS" EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX . . La independencia de 82 o la apoteosis de la oligarquía urbana . . La tentativa de independencia de 8266 urbana y anseática La independencia de 830 : arrabalera y populista . La independencia de 83 : urbana y oligárquica . . . . . La independencia de 840 : urbana y oligárquica . . . . Algunas conclusiones . . . .
II . . IV . V. VI .
TRANSFORMACION DE MENTALIDADES Y OLIGARQUIA URBANA . . I.
. III .
Algunos temas
. . . . .
, 239 . . . . .
. . . . .
. . . . .
240 243 245 246 249 256
.2 5
, , , , , , , , , 2 6
A . La modificación de la temporalidad colonial B . El anticlericalismo y la masonería C . La xenofilia . . . . D . La búsqueda de lo concreto y de lo práctico . . . . E . Una nueva pedagogía . , . , F . El civilismo y la crítica del medio . . .
2 6 2 7 22 222 224 227
Las mentalidades en el Interior panameño
230
Diferencias entre Panamá y Bogotá
234
SEGUNDA PARTE Introducción general
259
EL IMPACTO DE LA FIEBRE DEL ORO CALIFORNIANO, LA CONSTRUCCION DEJ- FERROCARRIL V LA OLIGARQUIA URBANA ( 849- 869) 265 La oligarquía urbana durante la California : continuidad y cambios . Introducción
276
I . La propiedad inmueble urbana 279 I I . La propiedad de las haciendas suburbanas 293 . La propiedad de las islas en la Bahía y en el Golfo de Panamá 296 IV . La compra y venta de ganado civil o eclesiástico 298 V . El comercio y las sociedades comerciales 302 VI . Exogamia y endogamia 3 0 Algunas conclusiones 3 7 39 7
NACIONALISMO Y FEDERALISMO
3 9
I.
Examen de la obra El Estado Federal de Panamá ( 855), de Justo Arosemena l i, El federalismo panameño en la práctica ( 855- 885) III . Federalismo colombiano y angelismo ( 863- 886) . . IV . El intento de independencia de 86 TENSIONES SOCIALES
320 329 332 333 337
I . Arrabal y violencia 337 II . El partido liberal "negro 342 IlI . Las intervenciones norteamericanas ( 856, 860, 862, 865) 344 EL PERIODO DEL CANAL FRANCES ( 880- 903) I. l l,
Canal y felicidad El retorno del centralismo y la agonía del federalismo en Colombia ( 886) . Las causas de la independencia de 903 A . Las causas endógenas B . Las causas exógenas
CONCLUSION Y PERSPECTIVAS Fuentes y bibliografía I . Fuentes manuscritas II . Bibliografía citada Ill . Diarios consultados
898
347 347 35 352 352 353 357 360 360 362 392
Este libro se acabó de Imprimir en los Talleres de Litho Impresora Panamá, S .A. el 7 de octubre de 978.
Rastrear los orígenes a veces oscuros o inadvertidos- de la llamada "clase dirigente" panameña es lo que_ se propone el presente libro, fruto de largas investigaciones en diversos archivos y bibliotecas de Panamá, Colombia, Estados Unidos de América, España, Francia, Bélgica e Inglaterra . A partir de los instrurncntos conceptuales que brindan la Sociología y la hi storia, este ensayo pretende abordar el tema de la formación de un grupo ductor, no tan paupérrimo, congo las crónicas oficiosas dejarían entrever, muy consciente de su papel aglutinador desde el principio . Pero, contrariamente a las versiones tradicionales, desfilan, aquí, aque ¡los que olvidara la historia concebida desde- ciertas cuadras de la capital : los humildes arrabaleros del barrio de Santa Ana, los remotos gamonales de provincias, los indígena:; del Panamá profundo, opuesto al Panamá útil (le la zona de tránsito, los inmigrantes metropolitanos y los obreros de las Antillas . Además, la inquietante esponjosidad de la clase en cuestión es examinada, minuciosamente, de .82 a 903 . ¿Perdió Panamá el siglo diecinueve? ¿Le tocó improvisarse como pueblo en esta centuria? ¿Fue mediatizada la clase dominante por los avasalladores intereses foráneos que se dieron cita mucho antes de 850? ¿Los retó o los acogió con excesiva cortesanía? ¿Cristalizó su empeño por convertir el Istmo en una populosa "feria comercial"? Esta obra aspira a dilucidar tales interrogantes . Nacido en la Ciudad de Panamá, el 7 de r oc9t5u0b,red Alfredo Figueroa Navarro es Doctor en Sociología de la Universidad de París (Francia), Licenciado en Sociología de la Univer sidad de Lovaina (Bélgica) y Bachiller can Derecho de la Universidad Libre de Bruselas (Bélgica) . Ha creadse y dicta el curso de Sociología de la literatura en la Universidad Nacional de Panamá . Y en la Universidad Santa María La Antigua ha profesado las siguientes asignaturas : Introducción a la Sociología, Sociología del desarrollo, Sociología del cambio social, Sociología de América Latina, Sociología ele la educación, Sociología urbana y Sociología de la comunicación social . Desde 978 es miembro de la Academia Panameña (le la Historia .