182 91 34MB
Spanish; Castilian Pages 782 [574] Year 2007
Carlos García (ed.) Federico García Lorca/Guillermo de Torre Correspondencia y amistad
FEDERICO GARCÍA LORCA/ GUILLERMO DE TORRE CORRESPONDENCIA Y AMISTAD
CARLOS GARCÍA (ED.)
Iberoamericana • Vervuert • 2 0 0 9
GOBIERNO DE ESPAÑA
MINISTERIO DE CULTURA
Esta obra ha sido publicada con una subvención de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura para su préstamo público en Bibliotecas Públicas, de acuerdo con lo previsto en el artículo 37.2 de la Ley de Propiedad Intelectual.
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índice
Introducción
15
Intencionario Fuentes Criterios de edición Contextos Agradecimientos Abreviaturas utilizadas
18 22 23 24 27 28
I. 1921-1936 192 1 1. Tarjeta postal de G T a FGL; San Sebastián, 10-VIII-21
33 37
192 2
51
1923
59
2. Tarjeta postal de G T a FGL; Puertollano, 15-IX-23 1924
72 81
3. Tarjeta postal de G T y Norah Borges a FGL; Lisboa, 22-V-24
85
4. Carta de G T a FGL; Puertollano, 7-VII-24
87
1925 5. Carta de G T a FGL; Madrid, 13-111-25 192 6 6. Tarjeta postal de FGL, G T y otros a Francisco García Lorca; Valladolid, 8-IV-26
107 111 133 191
7. Tarjeta postal de G T a FGL; Niza, 5-IX-26 8. Carta de G T a FGL; Puertollano, 22-X-26 9. Carta de FGL a GT; Madrid, 5-XI-26 La imagen poética en don Luis de Góngora (anejo a carta 9) 10. Carta de G T a FGL; Madrid, 18-XI-26 192 7 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23.
24. 25.
205 209 213 215 248 251
Carta de FGL a GT; s/f [Granada, principios de enero de 1927] Carta de G T a FGL; [Madrid,] 16-1-27 Tarjeta postal de G T a FGL; s/f, Madrid, ca. 28-1-27 De FGL a GT; s/f [Granada, ca. 15-11-27] Tarjeta postal de G T a FG; [Madrid,] 18-11-27 Carta de FGL a GT; s/f [Granada, ca. 25-11-27] Carta de FGL a GT; s/f [Granada, fines de febrero de 1927] Tarjeta postal de G T a FGL; [Madrid,] 2-III-27 Tarjeta postal de FGL a GT; s/f [Granada, ¿primera quincena de marzo de 1927?] Tarjeta postal de FGL, Francisco García Lorca y Alfonso García Valdecasas a GT; s/f [Granada, marzo de 1927] Tarjeta postal de FGL y Francisco García Lorca a GT; s/f [Granada, segunda quincena de marzo de 1927] Tarjeta postal de FGL y otros a GT; s/f [Granada, finales de marzo de 1927] Carta de GT, Juan Chabás, Luis G. Bilbao, José Francisco Pastor y FGL a Gabriel Miró; s/f [Madrid, ¿segunda semana de abril de 1927?] Tarjeta postal de FGL a GT; s/f [Granada, mediados de abril de 1927] Tarjeta postal de FGL y Salvador Dalí a GT; s/f [Cadaqués o Figueras, mayo de 1927]
251 254 256 260 263 264 270 271 272 282 283 284
287 289 290
192 8
321
192 9
333
193 0
335
1931
337
193 2
341
193 3
343
193 4
345
1935
355
26. Dos cartas circulares de ADLAN (Madrid) / G T y otros a FGL; s/f [ca. fines de 1935/comienzos de 1936] 1936 A
365 369
27. Carta de G T a FGL; Madrid, 16-111-36
375
II. 1936-1972 1936 B
381
193 7
388
193 8
390
GUILLERMO DE T O R R E :
Federico García Lorca. Síntesis de su vida y de su
obra
390
193 9
406
194 0
407
194 2
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194 3
410
1945
412
194 6
413
194 7
414
194 8
416
Cartas y dibujos inéditos, poemas reencontrados de Federico García Lorca. Presentados por GUILLERMO DE T O R R E
416
194 9
429
195 0
431
1951
444
195 2
446
195 3
447
195 4
450
1955
453
195 6
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195 7
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1958
458
195 9
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196 0
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1961
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196 3
467
1964
468
196 5
470
196 6
471
196 7
482 Estela de Federico García Lorca.
GUILLERMO DE TORRE:
1.
Cartas y dibujos..
196 9
482
485 Evocación de un poeta. Lorca en color
GUILLERMO DE T O R R E :
485
197 0
488
1971
489
GUILLERMO DE T O R R E :
Federico y su presunta anomalía, más otros temas
lorquianos
489
197 2
492
Apéndices Apéndice
I:
FEDERICO
GARCÍA
LORCA:
(Manuscrito)
La imajen poética de Góngora 495
Apéndice II: Lorca y Alfonso Reyes
531
Bibliografía
535
índice onomástico
553
Für Claudia, wie Alles
Federico García Lorca/Guillermo de Torre Correspondencia y amistad
Introducción
En cierto sentido, podría decirse que este libro aparece con siete decenios de retraso. Aunque Guillermo de Torre fue uno de los primeros en dar a luz cartas de Lorca y en planear la edición de todo su epistolario, no llegó a realizar el proyecto de publicar un libro con ellas. No parece ya necesario explicar que el intercambio epistolar entre escritores es una pródiga fuente de información sobre la obra, la personalidad y la vida de los protagonistas, así como sobre el momento histórico y literario que les tocó vivir. A menudo permiten las cartas vislumbres en la trastienda de la producción, en los aspectos materiales de la creación o en los procesos editoriales, o bien suministran huellas que conducen al descubrimiento de textos perdidos. Son, por esas y otras razones, documentos irreemplazables al momento de pasar revista a una época literaria o de ocuparse de un autor. Así lo entiende desde hace tiempo la crítica especializada en García Lorca. Desde la segunda edición de Aguilar (1955) se incluyen las cartas en volúmenes de sus obras. No se hará aquí en detalle el historial de las ediciones de correspondencias lorquianas, porque ya fue hecho, entre otros, por Antonio Gallego Morell en la "Introducción" a García Lorca: Cartas, postales, poemas y dibujos (1968) y por Christopher Maurer en el "Prólogo" al Epistolario Completo (1997; citado a partir de ahora EQ. Pero algunos hitos merecen ser señalados. Entre 1938 y 1946 Guillermo de Torre dio a luz ocho tomos de Obras Completas de Lorca. No había en ellos cartas. Hacia 1947, a 15
16 más tardar, Torre comienza a acariciar el proyecto de publicar un volumen con cartas de Lorca. No parece haber hallado un eco favorable, ya que poco después será Rafael Santos Torroella quien se dedicará a reunir el primer epistolario de Lorca, que contendría, entre otras, diez misivas generosamente puestas a disposición por Torre (Cartas a sus amigos, 1950). Hacia 1950 Torre escribe a Jorge Guillén (carta citada fragmentariamente en EC 9-10; véase aquí abajo, capítulo "1950"): Le mando una [copia de una carta de Lorca]. No es que la haya mandado hacer para usted [...] es que la tenía hecha para complacer a un joven amigo de Barcelona, Rafael Santos Torroella. Este me había pedido copias de todas las cartas que yo conservo de Federico (despertada su curiosidad por un artículo que publiqué hace tiempo en una revista argentina, donde hablaba de ellas), para unirlas a un tomo que tiene en prensa, recogiendo las que dirigió a Sebastián Gasch. En realidad, somos nosotros, la Editorial Losada, quien debiera hacer esa publicación, como concesionarios de los derechos, pero desde aquí es más difícil reunir tal material. ¿Por qué no escribe usted a Santos Torroella [...], quien piensa continuar en otro volumen, remitiéndole copias de las que usted tiene? Parece una excelentísima persona, es hermano de la /10/ pintora Ángeles Santos, y creo que está entre los nuestros, entre los inmunes y no fanatizados.
Guillén no se adhirió a la idea de Torre, sino que persiguió ya desde 1950 un proyecto propio, que culminaría en 1959 en la publicación de su monografía Federico en persona. Semblanza, y epistolario. La carta de Lorca que Torre envió en copia a Guillén es precisamente la única que no fue recogida por Santos Torroella. Sólo se conocía, hasta ahora, la versión sin fecha reproducida en el Epistolario Completo {EC 388-390) en base a la copia mecanografiada remitida por Torre a Guillén. Una de las novedades del presente libro es que recoge por primera vez la versión original, que ostenta ligeras diferencias y es fechable con precisión (5 de noviembre de 1926).
17 La primera edición de Obras de Lorca que contuvo cartas fue la segunda edición de Aguilar (1955), a cargo de Arturo del Hoyo; su cantidad fue creciendo en cada nueva edición. Aunque el Epistolario Completo de Andrew A. Anderson y Christopher Maurer (Madrid: Cátedra, 1997) es un hito insoslayable, y ha sido de invaluable ayuda al compaginar este volumen, la edición que recoge el epistolario más amplio hasta hoy (julio de 2008) es la de Miguel García-Posada (OCG), que lamentablemente contiene pocas notas. El presente trabajo recoge un total de 27 cartas, a repartir cronológicamente como sigue: una de 1921, una de 1923, dos de 1924, una de 1925, cinco de 1926, quince de 1927, una de 1935 y una de 1936. Una de ellas fue remitida en conjunto por Lorca, Torre y otros a Francisco García Lorca (N° 6), y otra, a Gabriel Miró (N° 23). La N° 20 es una postal remitida a Torre por Lorca, su hermano Francisco y Alfonso García Valdecasas. La N° 26 es, en realidad, una carta doble, circular, remitida por Torre y otros firmantes en nombre de ADLAN a diversas personas, entre ellas a García Lorca, al filo de los años 1935-1936. Podría suponerse, en vista de la escasa cantidad de cartas conservadas, y de su exiguo tamaño, que la relación entre Lorca y Torre no fue muy estrecha. Sin embargo, para poner esos datos en relación, debe hacerse notar, por ejemplo, que sólo sobreviven seis cartas de Lorca a Gerardo Diego, aunque éste era, poéticamente, mucho más afín a Lorca que Torre.1 Por lo demás, las pocas misivas conservadas permiten vislumbrar que hubo otras, en ambas direcciones. Así, por ejemplo, Torre men1
Diego se queja a menudo de la falta de respuesta de Lorca, a quien moteja de "sordomudo epistolar" en carta a Manuel de Falla del 8-XI-26 (G. Morelli 2001, 147). En cuanto al no cumplimiento de promesas literarias, la lista de sus "víctimas" sería legión.
18
ciona en la N° 2 (15-IX-23) que ha remitido postales desde París, Ginebra, Lausanne y Berna; en la N° 8 menciona una postal desde Italia, y en la N° 18 alude a una misiva de Lorca: nada de ello parece haberse conservado. Ello sugiere que se hayan perdido muchas otras cartas en ambas direcciones. Sin embargo, considero que la repartición de misivas por años es, en líneas generales, sintomática y acertada: los contactos más intensos entre ambos escritores parecen haber tenido lugar hacia 1926-1927. Si bien es cierto que Torre nombra a Lorca a menudo y siempre elogiosamente, no escribió sobre él, después de su trabajo de 1926 y hasta el prólogo de 1938 a las Obras Completas, ningún ensayo de envergadura. La crítica de sus libros no puede medirse, ni en cantidad y tamaño ni por su calado con las que Torre escribió, por ejemplo, sobre Jorge Guillén o Pedro Salinas. Sin embargo, cabe a Torre el mérito de haber sido uno de los primeros en advertir el don personal y poético de Lorca, y de haber divulgado con fervor sus obras. En cuanto al aprecio que Lorca habría sentido por Torre, sólo podemos conjeturarlo a través de los indicios, que se transparentan en algunas de las misivas que aquí se presentan.
INTENCIONARIO
Conviene aclarar qué es lo que el lector encontrará en este libro, para que sepa qué es lo que no debe esperar. No se hará aquí la exégesis de la obra de uno u otro de los corresponsales. La intención es, apenas, tornar visible el marco en que surgieron los documentos reproducidos. Aplico, por ello, una lente de aumento a la época de las respectivas cartas, a fin de que se comprenda mejor el contexto en que cada una fue escrita o las alusiones a personas o hechos que contiene. El tronco principal del volumen está conformado, desde luego, por todas las cartas y postales conservadas del intercambio epistolar entre
19 ambos, las dos que escribieron en conjunto con otras personas (1926 y 1927), más aquellas en que alguno de ellos hablara sobre el otro. Asimismo, se incluyen informaciones acerca de todos los libros dedicados que intercambiaron: uno del granadino a Torre (1927), y cuatro de éste a aquél (1923, 1925, 1928 y 1931). En el marco de esa correspondencia se recupera una versión desconocida e inédita de la conferencia de Lorca sobre Góngora. Publico también el manuscrito inédito de la misma conferencia. Sería interesante y útil publicar una edición crítica y comentada de todas las versiones subsistentes. Ello no es posible en un libro como el presente, pero he hecho para mí ese trabajo; en el capítulo "1926" comunico al lector algunas de las reveladores conclusiones filológicas a sacar de ello. Se incluyen también algunos textos inéditos de Guillermo de Torre, como su "Memoranda estética" de 1924, y otros textos autobiográficos de escasa o nula circulación. Se recogen, asimismo, los poemas que Lorca dedicó a Torre (con interesantes revelaciones), así como varios de los textos dedicados por Torre a Lorca, entre ellos dos de 1924 en los cuales ambos participaron con sus firmas. Además se recogen y comentan varias actividades comunes, que no habían sido tenidas en cuenta hasta hoy, así como numerosos sueltos de Torre sobre Lorca en la prensa diaria. Se reúnen aquí por primera vez, pues, todos los testimonios subsistentes de ambos corresponsales, completos y debidamente entrelazados en orden cronológico. Entremezclados con esos materiales se recogen fragmentos de otras correspondencias de ambos o de terceros, relacionadas con la época o con los sucesos aludidos en el epistolario, así como otros materiales que profundizan temas o iluminan contextos. En especial, varias correspondencias inéditas de Guillermo de Torre han sido espigadas para los propósitos de este libro. Entre muchas otras, las principales son las siguientes:
20 —Jorge Guillen y Torre: hasta hoy he hallado, en tres archivos de dos países, 66 cartas y tarjetas intercambiadas entre Torre y Guillén, del período 21-V-25 (de GT a JG) a 12-XI-70 (de JG a GT), cuya edición comentada preparo en conjunto con María Paz Sanz Álvarez. —Melchor Fernández Almagro y Torre: un largo centenar de cartas en ambas direcciones, del período 1922-1966 (pero con largas interrupciones, sobre todo en la época de la Guerra Civil), se conservan en tres archivos. — Rafael Santos Torroella y Torre: 24 misivas del período 19491964. — Ernesto Giménez Caballero y Torre: 82 misivas del período 1925-1968, conservadas en tres archivos de dos países, cuya edición comentada he preparado en conjunto con María Paz Sanz Álvarez (en prensa). —Juan Guerrero Ruiz y Torre: 80 misivas en ambas direcciones, de entre 1925 y 1954. —Juan Guerrero Ruiz y Jorge Guillén: 46 cartas y postales de Guerrero a Guillén, del período 1929-1954. — Melchor Fernández Almagro y Jorge Guillén: 145 cartas, tarjetas y telegramas, del período 1924-1965 (el archivo, conservado en Madrid bajo la signatura JG/32/20-22, incluye una carta de Guillén a MFA y otra de un "Vicente", que parece ser Aleixandre, a Guillén). En todas las correspondencias mencionadas hay recurrentes alusiones a Lorca, de las cuales he escogido las que me parecieron más relevantes. Por lo demás, el epistolario entre Lorca y Torre es utilizado como pretexto u ocasión para algunos excursos y profiindizaciones relacionados con la literatura de la época. Así se examinan, por ejemplo, algunos entretelones de la revista Cosmópolis, en la cual Torre publicara en 1921 un trabajo sobre
21 Lorca (a ese fin, se publican misivas desconocidas remitidas a Torre por el gerente de la revista). En varios pasajes el texto conforma pues un collage, un mosaico de informaciones, una cantera de datos poco conocidos o que no fueron tenidos hasta hoy en cuenta a la hora de hacer historia literaria, y que el lector o investigador utilizará a discreción. Puesto que la relación de Torre con Lorca y su obra no concluyó con la muerte de éste, el libro se divide en dos partes: En la primera parte ("I. 1921-1936") se reproducen las cartas intercambiadas por los corresponsales y se ofrecen noticias de sus actividades comunes. En la segunda ("II. 1936-1972") se ofrecen en estilo casi telegráfico informaciones acerca de textos escritos por Torre sobre Lorca, o citas de otras correspondencia de aquél relacionadas con éste y/o con la edición de sus Obras Completas. Medio siglo duró la relación de Torre con Lorca, desde la primera postal de 1921 al último trabajo, publicado en 1971, poco antes de su muerte. De ese largo período se recogen los principales productos críticos o informativos. Otro de los fines de este libro es mostrar que no se puede dejar impunemente de lado a Guillermo de Torre al momento de estudiar la literatura española de la primera mitad del siglo xx. De su mano se puede recorrer todo el panorama de la literatura de vanguardia y algunas de sus concomitancias. Llamará la atención del lector la profusión de alusiones menudas a Federico García Lorca en otras correspondencias de Torre aquí recogidas en parte. Más necesitado de explicación es, a mi entender, el hecho de que sean francamente periféricas. Yo hubiera esperado más de ello cuando decidí hacer ese amplio relevo. Así, por ejemplo, se conservan cuando menos 66 cartas y postales de Torre a Jorge Guillén, de 1925 a junio de 1936, y de abril de 1940 a noviembre de 1970: en ninguna de ellas aparece siquiera una pala-
22 bra acerca del asesinato de Lorca. Salinas apenas menciona el tema una vez, de pasada. La situación es similar en otras correspondencias consultadas. Así, por ejemplo, la de Guerrero Ruiz se interrumpe en 1931, y retoma en diciembre de 1946, sin mencionar el asunto. ¿Autocensura? Es posible que muchos autores destruyeran textos y cartas durante la Guerra Civil (lo sabemos, en efecto, de Ramón Gómez de la Serna, de Ortega y Gasset, de Jorge Guillén y de otros, en ambos bandos). Sobre el tema podría (y debería) escribirse otro libro. Aquí me limito a deplorarlo, y a ver en ello una triste cifra de la época, época infame que asesina a uno de nuestros corresponsales e impulsa al otro al "autoexilio".
FUENTES
La procedencia de cada documento y su signatura es mencionada en el lugar idóneo, es decir, en el encabezado de cada misiva. Las cartas de Torre a Lorca proceden del Archivo de la Fundación Federico García Lorca (Madrid). Muchos de los textos citados provienen del Archivo de Torre conservado en la Biblioteca Nacional (Madrid). Las misivas N° 9 y N° 24, así como el texto Tde la conferencia de Lorca sobre Góngora, se encuentran en un archivo de Hamburgo (Alemania): Staats-und Universitätsbibliothek "Carl von Ossietzky" (SUB). Sobre esta colección, cuya edición preparo, es necesario perder algunas palabras. Al parecer, los manuscritos allí conservados fueron archivados por Torre en carpetas aparte, y por ello no fueron vendidos con el lote principal de correspondencias, que pasó en el año 1995 a la Biblioteca Nacional de Madrid (otros documentos, no relacionados con Lorca, fueron adquiridos en el año 2006). Hasta donde he podido comprobar, ese archivo alemán tiene la peculiaridad de cobijar varios textos que, de una manera u otra, fue-
23 ron ya dados a luz por Torre. Cuando menos, tal es el caso de algunas de las siguientes cartas conservadas en ese archivo: una de Unamuno, del 7-1-36, ya publicada en algunas revistas y luego recogida en el Epistolario americano de don Miguel; dos de las tres cartas de Juan Ramón Jiménez, así como algunos fragmentos de cartas de F. T. Marinetti, Tristan Tzara, Salvador Dalí y Max Jacob (reproducidos facsimilarmente en las láminas intercaladas en Historia de las literaturas de vanguardia, 1965, aunque de manera fragmentaria y no muy legible). De algunos de esos y otros materiales, en general relacionados con autores franceses (dadaístas o surrealistas)2, Torre envió, además, copia mecanografiada a algunos archivos (por ejemplo, al Getty Research Center de Estados Unidos, que sólo conserva copias —alguna incluso mal atribuida— poco y nada útiles, pues, para la investigación).
CRITERIOS DE EDICIÓN
Se regularizan los márgenes, los títulos de revistas y libros y los giros en lengua extranjera (todo ello en cursiva). Las fechas de las cartas, que, en tanto han podido ser establecidas, siempre se escriben completas (día, mes, año), se unifican y se las sitúa en el ángulo superior derecho, independientemente de la preferencia del corresponsal. Las rúbricas son situadas siempre en el ángulo inferior derecho, y en cursiva. Se corrige la ortografía sólo cuando parece no tratarse de una peculiaridad del autor (como el ocasional "laísmo" de Lorca), sino de un error causado por ligereza, según muestra, por ejemplo, el que en otro pasaje se utilice correctamente el vocablo en cuestión. 2
Preparo con Jacqueline Heuer (Bruselas) la edición comentada de esos testimonios. Véase una selección de algunas de esas cartas en Eddie Breuil (éd.): Guillermo de Torre. Ultra-Dada entre deux avant-gardes. París: les presses du réel, 2009.
24 Las erratas evidentes son corregidas; la acentuación se agrega cuando falta (lo cual ocurre a menudo en los manuscritos de Lorca) y se regulariza según el uso actual; asimismo, se completan los signos de admiración o interrogación cuando faltan. Se despliegan las abreviaturas unívocas (art. = artículo; edc. = edición; q. = que; Ud., V., Vd., Vd = usted; Uds., Vds. = usted, ustedes, etc.), pero no las usuales fórmulas de despedida ("affimo." y similares). Los agregados del editor van siempre entre corchetes ("[...]")• El esclarecimiento de momentos biográficos es sólo puntual. Los comentarios no aspiran a ser leídos como biografía de los corresponsales. Acerca de Lorca hay ya una excelente: la de Ian Gibson, que merece apenas una revisión y ligera actualización. Q u e d a por escribir la de Guillermo de Torre, para lo cual ofrecen materiales imprescindibles los títulos de Emilia de Zuleta recogidos en la Bibliografía, así como mis ediciones de otras correspondencias de Torre. Las someras noticias bio-bibliográficas sobre personas mencionadas en el epistolario o en las notas no aspiran a hacerles justicia, sino, meramente, a informar acerca de ellas en función de García Lorca, de Torre o de alguna de sus actividades comunes. Ello explica que se haya dado más peso a su obra temprana, presumiblemente menos conocida, ya que sus respectivas carreras no interesan aquí en detalle, y que se trate a algunos autores conocidos como si no lo fueran, para llamar la atención sobre algunas afinidades o divergencias entre éstos y los corresponsales. Las notas al pie contienen varias novedades, en general basadas en materiales inéditos, poco divulgados o mal interpretados hasta ahora.
CONTEXTOS
Este volumen forma parte de un vasto proyecto, cuya intención es el esclarecimiento paulatino y el estudio de la escena literaria española de la primera mitad del siglo xx, con especial atención a la época
25 de la llamada "vanguardia histórica", a través de la esmerada edición de cartas y documentos postumos de las personas seleccionadas. El proyecto se escinde, a su vez, en algunas vertientes a diferenciar entre sí, pero que conformarán, una vez publicados, un todo: por un lado, las relaciones entre miembros de la vanguardia española; por otro, sus relaciones con representantes clave de la generación anterior; por último, sus relaciones con autores hispanoamericanos (de vanguardia o no, de la misma generación o de la precedente). El proyecto (que incluye, en una vertiente a diferenciar analíticamente de las presentes, la edición de documentos relacionados con la escena literaria argentina de las décadas del 20 y del 30) ha sido diseñado y paulatinamente llevado a cabo por mí desde 1995. Seleccioné el corpus a estudiar en base a dos criterios fundamentales: Por un lado, la personalidad, la obra y, sobre todo, la influencia en la historia literaria de las personas elegidas. Por otro, los papeles postumos debían estar a disposición del estudioso, o ser localizables en archivos públicos o privados de España, Hispanoamérica y Europa, siquiera tras una búsqueda razonable. Entre las personas seleccionadas cabe mencionar a los españoles Ramón Gómez de la Serna, Juan Ramón Jiménez, Rafael Cansinos Assens, Guillermo de Torre, José Ortega y Gasset. Entre los autores hispanoamericanos sobresalen los argentinos Jorge Luis Borges y Macedonio Fernández, el mexicano Alfonso Reyes, el chileno Vicente Huidobro y el peruano Alberto Hidalgo. Todos los mencionados, y algunos otros de menor renombre, conformaron en el transcurso de varios decenios, sobre todo en la primera mitad del siglo xx, una tupida red de contactos e influencias mutuas. Es la ambición del proyecto en curso tornarla visible. Entre los epistolarios más importantes cuya edición ya tuvo lugar o se prevé, aparte del aquí presentado, figuran los siguientes: Ya aparecidos:
26 Jorge Luis Borges/Maurice Abramowicz/Jacobo Sureda (Barcelona, 1999). Macedonio Fernández/Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 2000). Rafael Cansinos Assens/Guillermo de Torre (Madrid, 2004). Alfonso Reyes/Guillermo de Torre (Valencia, 2005). Alfonso Reyes/Vicente Huidobro (México, 2005). Juan Ramón Jiménez/Guillermo de Torre (Madrid, 2006). Ramón Gómez de la Serna/Guillermo de Torre (Madrid, 2007; con Martin Greco). Vicente Huidobro/Guillermo de Torre (Edición de Gabriele Morelli, con la colaboración de Carlos García; Madrid, 2008). En prensa: Jorge Luis Borges/Alfonso Reyes (2009). En avanzado estado de gestación: Ramón Gómez de la Serna/Alfonso Reyes. José Ortega y Gasset/Guillermo de Torre. José Ortega y Gasset/Alfonso Reyes. José Ortega y Gasset/Ramón Gómez de la Serna. Guillermo de Torre: Epistolarios menores. Alfonso Reyes: Correspondencias del Plata. Macedonio Fernández (Argentina)/Alberto Hidalgo (Perú)/Alfonso Reyes (México). Como se habrá advertido, la tetralogía publicada entre 2 0 0 4 y 2 0 0 7 se ocupa de la relación de Torre con Rafael Cansinos Assens, Alfonso Reyes, Juan Ramón Jiménez y Ramón Gómez de la Serna, es decir, con los representantes más conspicuos de la generación anterior; a ello debe agregarse la correspondencia con José Ortega y Gasset, cuya edición estoy preparando. Era hora ya de tornar la mirada a los compañeros de generación. He trabajado en este volumen de manera paralela a la preparación de otros, entre ellos de uno que contiene la correspondencia de Torre
27 con Ernesto Giménez Caballero, que también arrojará nuevas e interesantes luces sobre ambos (preparé ese volumen con María Paz Sanz Álvarez). Elegí a Guillermo de Torre como uno de los principales catalizadores del proyecto porque él se prestaba a ello por diversos motivos: por su protagonismo en las gestas de la vanguardia histórica, por su talante curioso y movedizo, sus relaciones con el mundillo de las revistas y de las editoriales, su categoría de transterrado, la abundancia y el tipo de su producción y de sus contactos personales y literarios, pero también porque, gracias a su afán documental, Torre conservó mucho material. Aunque esos documentos están ahora desperdigados en varios archivos, es relativamente fácil acceder a ellos. Todo ello convierte a Torre en un eje ideal a partir del cual se puede atalayar e iluminar la época.
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar, mis gracias a los herederos de ambos corresponsales, representados respectivamente por la Sra. Laura García-Lorca de los Ríos (Presidenta de la Fundación FGL) y por el Sr. Miguel de Torre Borges (Buenos Aires). Por diversas ayudas prestadas en el marco de mis investigaciones, quedo muy reconocido a las siguientes personas: Patricia Artundo, Martín Greco, May Lorenzo Alcalá, Alejandro Vaccaro, Martín Casares (todos ellos en Buenos Aires). Rosa María Illán de Haro y Sonia González García (Fundación Federico García Lo rea), María José Rucio Zamorano (Biblioteca Nacional), Gustavo Salazar, José Luis Plaza Chillón, Jorge Urrutia, Juan Carlos Albert, Juan Manuel Bonet, Carlos Fernández (todos ellos en Madrid). Pilar García-Sedas (Barcelona). Andrea Puente (Fundación Gerardo Diego, Santander).
28 Christopher Maurer (Boston) y Andrew A. Anderson (Virginia). Marion Sommer (Staats- und Universitätsbibliothek, Hamburg). Gabriele Morelli (Milán/Bérgamo) y Margherita Bernard (Bérgamo). Daniel Attala (Lorient). Emilio J. Escoriza Escoriza y todo el gentil personal del Museo Casa de los Tiros (Granada). Hamburgo, 15 de julio de 2008
ABREVIATURAS UTILIZADAS
Obras Completas de Lorca: OCA 1-12 = Varios editores (Madrid: Alianza). OC7T-VIII = Ed. Torre (Buenos Aires: Losada). OCH= Ed. Hoyo (Madrid: Aguilar). OCGI-IV = Ed. García-Posada (Barcelona: Galaxia Gutenberg). Otros epistolarios utilizados: AR/GT:
EC\
EGC/GT:
García, Carlos: Las letras y la amistad. Correspondencia Alfonso Reyes-Guillermo de Torre, 1920-1958. Valencia: Pre-Textos, 2005. Epistolario Completo. Edición de Andrew A. Anderson y Christopher Maurer. Madrid: Cátedra, 1997. En varias ocasiones se recurre aquí a ese volumen, cuyas informaciones muy rara vez necesitan ser corregidas, ampliadas o actualizadas. Ernesto Giménez Caballero/Guillermo de Torre: Gacetas y meridianos. Correspondencia 1925-1968. Introducción de María Paz Sanz Alvarez. Edición y notas: Car-
29 los García y María Paz Sanz Álvarez. En prensa (82 misivas). FGL/MFA: Rafael Lozano Miralles: Crónica de una amistad. Epistolario de Federico García Lorca y Melchor Fernández Almagro (1919-1934). Edición, introducción y notas de Rafael Lozano Miralles. Granada: Fundación Federico García Lorca/Caja de Ahorros de Granada, 2006. JRJ/GT: Carlos García: Correspondencia Juan Ramón Jiménez/Guillermo de Torre, 1920-1956. Madrid/Frankfurt am Main: Iberoamericana/Vervuert, 2006. MFA/AGB: Melchor Fernández Almagro/Antonio Gallego Burín: Literatura y política. Epistolario 1918-1940. Edición, introducción y notas: Antonio Gallego Morell y Cristina Viñes Millet. Granada: Excelentísima Diputación de Granada, 1986. RCA/GT: Carlos García: Correspondencia Rafael Cansinos AssenslGuillermo de Torre, 1916-1955. Madrid/Frankfurt am Main: Iberoamericana/Vervuert, 2004. RGS/GT: Carlos García/Martín Greco: Escribidores y náufragos. Correspondencia Ramón Gómez de la Serna y Guillermo de Torre, 1916-1963. Madrid/Frankfurt am Main: Iberoamericana/Vervuert, 2007.
I 1921-1936
1921
Sería superfluo presentar a Federico García L o rea ( 1 8 9 8 - 1 9 3 6 ) , paradigma del poeta español de la primera mitad del siglo xx. Aunque en un sentido muy diverso y en menor medida, es conocido también Guillermo de Torre (1900-1971), el "poeta más joven", el eterno novio de la "mujer porvenirista", motor y adalid del ultraísmo, precoz historiador de las vanguardias europeas, temible corresponsal y luego, en la madurez, ágil periodista, incansable promotor de proyectos y asesor editorial. A pesar de algunos pocos trabajos a él dedicados recientemente, puede decirse que Guillermo de Torre no ha recibido aún la atención merecida, merecida siquiera en virtud de su ubicua presencia en todos los medios de vanguardia en la década del 2 0 , así c o m o su papel de difusor dentro y fuera del ámbito castellano. Su condición de exiliado voluntario, así como su tardía adopción de la nacionalidad argentina en febrero de 1942, parecen haber contribuido a que ninguna de sus patrias se ocupara dignamente de él o de su vasta obra, tanto propia como de divulgación. E n la historiografía literaria quedarán c o m o libros válidos sus Literaturas europeas de vanguardia ( 1 9 2 5 , precoz y d o c u m e n t a d o compendio en el cual abrevó la juventud literaria de España e Hispanoamérica), así como la versión revisada, corregida y aumentada de ese volumen, aparecida bajo el título Historia de las literaturas de vanguardia (1965). Pero también su labor como editor de la obra de otros autores es meritoria, como se verá luego, al tratar su edición de las Obras de García Lorca.
33
34 Se ignora a ciencia cierta cuándo se conocieron Lorca y Torre. Mora Guarnido (1958, 118-119) afirma: Fernández Almagro y yo lo introdujimos [a Lorca] en nuestras relaciones del Ateneo: Gerardo Diego, Pedro Salinas, Guillermo de Torre, el malogrado José de Ciria y Escalante...3 [...] A veces, los sábados en que nos reuníamos a cenar en la "Taberna de Eladio" (uno de los figones literarios de Madrid más dignos de la crónica conmemorativa) [Melchor] Fernández Almagro, Ángel del Río, Guillermo de Torre, Ciria, Montesinos y algunos otros, solía reunirse con nosotros, si otros compromisos más atrayentes no nos lo arrebataban. Según Mora, ello habría ocurrido en ocasión de la primera visita de Lorca a Madrid, lo cual nos remontaría a 1919. Los recuerdos de Torre, sin embargo, no confirman esa versión. Por el contrario, él sitúa el encuentro hacia 1921. Así, afirma en el prólogo al primer tomo de las Obras Completas (1938, 20; 1949, 18) que él fue "compañero de Federico en muchas horas y lugares, desde 1921". (Tampoco conozco, por lo demás, ninguna prueba fehaciente de que Lorca y Ciria se conocieran desde 1919, como a menudo se afirma. A mi modo de ver, ello no ocurrió antes de 1920.) El 12 de abril de 1921, García Lorca escribe a su familia { E C 1 0 9 y n. 283):
José de Ciria Escalante (Santander, 1903-Madrid, 1924): poeta español, miembro del movimiento ultraísta, afín al círculo creacionista de cufio huidobriano, con Gerardo Diego y Juan Larrea, amigo de García Lorca, a quien conoció en la Residencia de Estudiantes. Fue director de la efímera revista Reflector (un número aparecido a comienzos de diciembre de 1920) y colaboró en Ultra (Madrid). Véase la edición de sus Obras a cargo y con estudio preliminar de Francisco Javier Diez de Revenga. Santander: Universidad de Cantabria, 2 0 0 4 (incluye no sólo sus poemas, sino algunas prosas dispersas en diarios y revistas). 3
35 di una fiesta en mi cuarto con dulces, té, café y vino malo de dos pesetas la botella. Asistieron: Maroto, Barradas, Sáinz de la Maza, Tomás Borrás, Adolfo Salazar y dos o tres ultraístas, además de mis amigos de la Residencia. Fue una cosa estupenda. Sáinz 4 tocó la guitarra y el inconmensurable Barradas hizo dibujos de la escuela simultaneísta [...].
Se ha conjeturado que entre los ultraístas aludidos estuvieran Guillermo de Torre y Pedro Garfias {EC109 n. 283). Se puede descartar inmediatamente a Garfias, sin embargo, ya que, según su propio testimonio de octubre de 1922 (reproducido aquí abajo, en el capítulo dedicado a ese año), no conocía aún a Lorca personalmente. En cuanto a Torre, ¿qué se sabe acerca de su devenir por estas fechas? No hallo ningún testimonio que lo mencione en Madrid entre fines de marzo y junio de 1921, aunque es probable que estuviera allí, en su calidad de estudiante. Pero no puede descartarse, sin embargo, que estuviera en Puertollano, donde acostumbraba pasar varios meses al año.5 El párrafo arriba citado es, de todos modos, interesante, porque, además de la nota musical que distingue a ese grupo (el guitarrista Sáinz de la Maza y Adolfo Salazar) menciona a artistas plásticos, y entre ellos a un amigo común de Lorca y de Torre: el artista uruguayo Rafael Barradas. Este podría haber sido el nexo entre ambos, ya
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Los hermanos Regino y Eduardo Sáinz de la Maza eran dos grandes guitarristas españoles. Ernesto Giménez Caballero escribió: "Itinerarios jóvenes de España: Sáinz de la Maza": La Gaceta Literaria 51, Madrid, 1-II-29. Véase una foto de Lorca con Regino de la Maza y los hermanos Dalí en A. Rodrigo (1975, 153). 5 Puertollano, donde vivían sus padres, es una localidad de la provincia de Ciudad Real, en la región autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene hoy unos 50.000 habitantes. Hacia 1920 eran solamente unos 20.000, aunque hacia fines del siglo XDÍ ya había comenzado el ascenso industrial con el carbón. Luego serían el petróleo y últimamente la petroquímica. La ciudad ya no tiene el encanto que tuviera por estas fechas. Torre publicó a menudo en la prensa local, donde también se escribió sobre él y otros miembros de la familia (su padre era notario).
36 que Torre conocía a Barradas desde 1915 o 1916, cuando en Zaragoza publicaron en la revista Paraninfo (véase Concha Lomba Serrano: "Barradas en Aragón", en: Barradas. Zaragoza: Gobierno de Aragón, 1992, 65-82; acerca de Paraninfo, véase José Luis Calvo Carilla: El modernismo literario en Aragón. Zaragoza: Institución Fernando el Católico, 1989, 162-166).6 El primer testimonio de primera mano de la relación entre Torre y Lorca lo constituye una postal del primero al segundo, de agosto de 1921, que reproduzco a continuación:
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A la bibliografía conocida acerca de Lorca y Barradas agréguese Pilar GarcíaSedas: "De El 'beneficio'de la mariposa al vuelo de un Pegaso: Barradas-Lorea-Dalí": Catálogo-Exposición Salvador Dalí y Federico García Lorca. La persistencia de la memoria. Barcelona: Viena ediciones/Generalitat de Catalunya, 2005, 173-187.
37 [1] [Tarjeta postal de GT a FGL, manuscrita; San Sebastián, 10-VIII-21. Motivo: "41. — San Sebastián. — Bajada a la playa". COA-975:]
Sr. D. Federico G. Lorca Accra del Casino, 35. 7 (Granada) AsquerozíP San Sebastián, 10 de agosto de 1921 Un saludo cordial desde este bello mirador cantábrico.9 Un amigo me da su dirección en esa y aprovecho la ocasión para reiterarle mi deseo de recibir su Libro de Poemas, que comentaré en 7
Torre dirige esta misiva al número 35; las siguientes a esa calle serán dirigidas al número 33 (también mencionado en Tríptico del sacrificio, 1960, p. 63: "Acera del Casino, 33, dirección postal casi inútil, pues el poeta raramente respondía a las cartas"). En EC, sin embargo, figura siempre el número 31. 8 Propiamente "Asquerosa", desde 1941 Valderrubio. A este sitio se trasladó la familia de FGL en su niñez, en fecha imprecisa: Laffranque propone 1904, mientras que Gibson considera que fue hacia 1907 (I, p. 64). Otras fuentes ubican el traslado hacia 1906-1907. 9 El prolífico e inquieto Torre escribe durante su estadía en San Sebastián algunos trabajos, que se publican a lo largo de los siguientes meses: "El arte de Sonia [Delaunay] y la decoración de interiores": La Voz de Guipúzcoa, San Sebastián, agosto de 1921; "La vida teatral: La Compañía rusa de la Chauve-Souris en San Sebastián": Cosmópolis 34, Madrid, octubre de 1921, pp. 234-242; "Actualidad musical: Gran Casino de San Sebastián": Cosmópolis 35, noviembre de 1921, pp. 445-449 (el último trabajo bajo el seudónimo "Héctor", compartido con otros redactores de la revista). De una visita posterior a la ciudad dirá el diario Las Noticias (San Sebastián, 19-VII-23), no sin exagerar: "Guillermo de Torre, que es el poeta más joven y a pesar de ello fundador y director de todas las revistas ultraístas que se publican en España, estaba ayer en San Sebastián (...)".
38 la "Bibliografía" de Cosmópolis, donde tengo ya secretaría de Redacción.10 Grandes afectos Guillermo de Torre ***
Torre en Cosmópolis Guillermo de Torre menciona en su carta a Lorca de agosto de 1921 que ya tiene "secretaría de Redacción" de la revista Cosmópolis, aserto que merece ser matizado y contextualizado. La revista Cosmópolis había sido fundada a fines de 1918 por el escritor guatemalteco Enrique Gómez Carrillo (1873-1927), y comenzó a aparecer mensualmente en enero de 1919. Torre colaboró regularmente en ella entre agosto de 1920 y 1922. A partir de enero de 1922, la revista cambió de formato al asumir el puesto de director el cubano Alfonso Hernández Catá. Torre ocupó también al comienzo de esta nueva etapa la secretaría de redacción (al parecer, hasta fines del año). Hubo un intento de reflotar la revista a fines de la década, a cargo de la CLAP; también en esa fase colaboró Torre en ella, aunque ya no alcanzó la importancia y la irradiación que había tenido entre 1919 y 1921. La última publicación suya que encuentro es de 1930: "Un panorama de la literatura hispanoamericana": Cosmópolis, Madrid, septiembre de 1930 (texto similar ya en Síntesis 38, Buenos Aires, julio de 1930, 169-171). En Grecia 48, Madrid, l-IX-20, 16, se había comunicado lo siguiente: "Ha sido encargado de la Sección de crítica literaria
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Torre publicó efectivamente una reseña del libro en Cosmópolis, texto reproducido a continuación de la presente misiva. Acerca de la "Secretaría de redacción", véase el anejo "Torre en Cosmópolis".
39 moderna de la revista Cosmópolis nuestro entrañable compañero y crítico de vanguardia Guillermo de Torre". En cuanto a su papel en Cosmópolis, Torre dirá en Literaturas europeas de vanguardia (1925, 32 n. 1; 2002, 23) que los capítulos del libro comenzaron a publicarse en Cosmópolis, y agrega: para cuya sección de crítica moderna fui [sic\ requerido directa y espontáneamente por su director, Gómez Carrillo. Cometería un pecado de ingratitud si no dejase estampada, con letras indelebles, mi sincero y leal reconocimiento por tal solicitud, honrosa y grata no solo por venir de tal conducto, sino por demostrarme que mientras otras figuras, en cierto modo más obligadas —por cercanía de edades o direcciones— a favorecer mi tarea crítica se inhibían, Gómez Carrillo, perspicaz y generoso —al margen de toda cóterie mezquina— me facilitaba ocasión y libertad propicias para ello. En Historia de las literaturas de vanguardia (1965, 545 n. 31), Torre comentará: Cosmópolis era una copiosa publicación mensual de unas doscientas páginas cada número. Desde el primero insertó artículos críticos de Cansinos Assens; un año después, su director creó para mí una sección permanente, 'Literaturas novísimas', donde fueron apareciendo algunos de los estudios que luego —revisados, ampliados— formarían mi Literaturas europeas de vanguardia. Las informaciones de Torre se ven corroboradas, pero también matizadas por algunas cartas que le dirigieran Enrique Gómez Carrillo y José María Yagües, reproducidas a continuación.
40 [Carta de Enrique Gómez Carrillo a GT; 2 pp. manuscritas; Mss 22824/12):11
[Membrete:] Queens Hotel/Leicester Square
Londres, 17 de abril [de 1920] Mi querido compañero, Le agradezco su carta que he enviado al Liberal para que la publiquen como una exposición muy interesante del ultra modernismo español.12 Últimamente Pierre Reverdy me ha mandado todo lo más importante que el cubismo ha producido. La verdad, yo encuentro, entre mucho fárrago, páginas preciosas, raras, llenas de ingenio o de poesía. Pero esas páginas que yo saboreo, no difieren de las que se publicaban en 1893, cuando yo tenía 19 años como usted y vivía ya a la sombra de [Jean] Moréas y de los simbolistas.13 Me gustaría mucho que usted me diera para Cosmópolis un estudio sobre las nuevas escuelas, o las notas que me ofrece.14 Y si no fuera 11
Publiqué esta carta y otras informaciones sobre el caso en García/Greco (2007, 50-52). Se conservan en otro archivo otras dos cartas de Gómez Carrillo a Torre (de 1922 y 1927), sin relación con nuestro tema. 12 Pasaje marcado por Torre. Su aludida carta parece motivada por el artículo de Gómez Carrillo aparecido en El Liberal del 3 de abril de 1920: "El Dadaísmo", del cual se conserva un recorte en el archivo de Torre. Al tema se refiere Torre en dos cartas a Cansinos (N° 51, 9-IV-20, y N° 52, 19-IV-20, en C. García 2004/11). No he logrado ver, si es que existió, esa publicación de Torre en El Liberal 13 En 1893 Moréas publicó Autant en emporte le vent (Paris: Léon Vannier, 1893); del mismo año es, por ejemplo, Mesprisons, de Verlaine. 14 Torre había reseñado ya en 1919 un libro de Gómez Carrillo: "El libro de las mujeres. Tomo I de las Obras completas. Editorial Mundo Latino. Madrid, 1919": Cervantes, Madrid, agosto de 1919, 152-154. En 1921, reseñó otros dos libros suyos: Safo, Frinéy otras seductoras y En las trincheras: Cosmópolis 33, septiembre de 1921, pp.
41 porque desde principios de año ya no pagamos ninguna colaboración, le diría a usted que me gustaría pedirle una crónica de novedades literarias o un "correo del ultraísmo" con mucha frecuencia. Lo único que me indica que en España existe hoy algo que no ha habido nunca, es que por primera vez en el curso de la historia europea, una moda llega a Madrid antes de haber muerto en París. Diez años hacía que Moréas había publicado el manifiesto del simbolismo, 15 y aún no había un simbolista español... Le escribo a usted desde Londres, donde aún estaré más de un mes, en el Queens Hotel. Para Cosmópolis, mándele usted lo que quiera a mi amigo D. Alfonso de Sola,16 Villa Ángel, calle del Sagrado Corazón, Ciudad Lineal, Madrid. Él es quien se ocupa de nuestra pobre revista que no quiero dejar morir. Suyo affmo. compañero Gómez Carrillo ***
José María Yagües fue director de la editorial Mundo Latino, y cuñado del director de la Sociedad General Española de Librería.
162-165. En Hélices (1923, p. 115) le dedicaría el poema "Skating-Ring" (aparecido originalmente en Ultra 17, Madrid, 30-X-21). Torre conservó además los siguientes artículos de Gómez Carrillo en su archivo: "¿Sabéis lo que es el impulsionismo?": ABC, Madrid, 2-VII-23, 1-2; "¿Es un arte el cine'?": ABC, 31-VII-23, 7. 15 Apareció en Le Fígaro. Supplément littéraire, Paris, sábado 18-IX-1886. 16 Con Alfonso de Sola, Gómez Carrillo dio a luz en México un Diccionario ideológico para facilitar el trabajo literario y enriquecer el estilo (1925). Véase ya Émile Auguste Étienne Martin Deschanel: Las cortesanas griegas. Traducción de Alfonso de Sola. Introducción de E. Gómez Carrillo. Madrid: Editorial América, 1920. Sola traducía también teatro.
42 Fue él quien ofreció a Cansinos Assens "la dirección del sector español de Cervantes' (Novela de un literato I, 269). Esa estratégica posición permitió a Cansinos la publicación de la obra de varios autores jóvenes, además de sus propios trabajos y de la difusión de las teorías del chileno Vicente Huidobro. Torre también conoció a Yagües en el marco de la revista Cervantes, y tuvo con él alguna disputa, ya que el mayor consideraba que el joven se inmiscuía demasiado en los asuntos de la revista (véanse las menciones de la concurrencia entre Torre y Yagües en mi edición del epistolario entre Cansinos y Torre). Se conservan cuando menos tres cartas de Yagües a Torre, que reproduzco a continuación, por su interés documental: ayudan a comprender mejor y a ubicar en su marco idóneo su papel en la revista Cosmópolis. Como dato curioso, comento que la revista tenía sus oficinas en la Plaza del Cordón, 1: en esa misma calle había nacido Guillermo de Torre en 1900. [Carta N° 1 de José María Yagües a Guillermo de Torre, 1 p. mecanografiada. Mss 2 2 8 3 2 / 3 4 , 1:] [Membrete:] COSMÓPOLIS/Revista de literatura — Director: E. Gómez Carrillo. — 200 páginas mensuales. —Tirada: 10.000 ejemplares/Gerente: J. M. Yagües. — Oficinas: Plaza del/Cordón, 1. Bajo. — Apartado 502. — Teléfono 30-52 M.
[Madrid] Hoy, 15 de julio de 1920 Sr. D. Guillermo de Torre Libertad 2 Puertollano Querido amigo: He recibido su atenta postal del 10 y sin perjuicio de que más adelante conteste a ella, por el momento me limito, por la urgencia del
43 caso, a preguntarle si se compromete usted a hacerme todos los meses un artículo para Cosmópolisy que se titulara "Literaturas novísimas". Está usted en libertad absoluta y únicamente en bien de los cajistas se ruega o una letra muy clara o, mejor aún, escribir a máquina, puesto que veo que tiene usted una a su disposición. Por ausencia larga del Sr. Gómez Carrillo, me ocuparé directamente de la Revista Cosmópolis y en una de las últimas cartas recibidas de Carrillo me dice le proponga a usted el envío mensual de este artículo. Como no es cosa que trabaje usted completamente gratis, yo remitiré a usted al recibo de cada artículo 25 pesetas, que no es gran cosa, pero que, por lo menos, le puede ayudar a la compra de libros y revistas para orientarse, sin perjuicio de que yo también envíe a usted desde aquí todo lo que reciba de este género. El primer artículo debe estar en casa de Pueyo, Imprenta, Luna 29, antes del día 25 de este mes, pues debe aparecer en la revista de Agosto que se publicará en los primeros días de dicho mes. 17 Como usted ve, el amigo Carrillo le ha llamado a usted y ha preferido traer solo a usted al campo de la Revista en vez de llevarle al campo de honor. 18 Tengo muchísimo trabajo y no puedo ser más extenso; pero 17
Aunque Torre publicaba ya desde 1915, Cosmópolis parece haber sido la primera revista que retribuyó sus colaboraciones. En cuanto a la suma (25 pesetas) recuérdese que por la misma época se pagaba a Ramón Gómez de la Serna 75 pesetas por un trabajo. La primera contribución pagada de Torre apareció efectivamente en agosto de 1920: "La poesía creacionista y la pugna entre sus progenitores", sobre Huidobro y Reverdy. El dato se ve confirmado por unas fichas bibliográficas del joven Torre, del período 1915-1921, conservadas en el archivo familiar. 18
Yagües alude, conjeturo, a un texto de Torre aparecido sin firma (GT agrega una "T." en su ejemplar personal.): "Panorama ultraísta": Grecia 46, Madrid, 15-VII20, 15. Allí se critican dos textos de Gómez Carrillo aparecidos en El Liberal del 30VI-20 y del 3-VII-20. Se moteja en ellos a Gómez Carrillo de "chroniqueur desorientado y miope", en alusión a su artículo de abril sobre el Dadaísmo, y a sus recientes publicaciones sobre Reverdy y el cubismo.
44 le ruego me conteste a vuelta de correo diciéndome si acepta el encargo. De usted affimo. s.s. q.e.s.m J. M. Yagües ***
La alegría de Torre no duró mucho tiempo, ya que en marzo de 1921 se le envía esta mala nueva: [Carta N° 2 de José María Yagües a Guillermo de Torre, 1 p. mecanografiada. Mss 22832/34, 2:] [Membrete: como en N° 1]
[Madrid,] Hoy, 1 de Marzo de 1921 Y/S Sr. D. Guillermo de Torre Puertollano Mi querido amigo: Cosmópolis sufre el embate de la indiferencia del público y ha quedado reducida a menos de la mitad de tirada, hasta colocarla en una situación económica tan insostenible que verdaderamente impide por ahora pagar colaboración, así pues, le ruego tome nota de que a partir de este número no podré satisfacer su colaboración mensual, pudiendo, si así le place, retirar de Galo19 el original que le ha enviado.
19
Alusión a la imprenta de Galo Sáez.
45 Yo lo lamento tanto como usted, más que nada por la ausencia del amigo Carrillo y el deber moral que tengo de sostenerla hasta su regreso. Sabe puede disponer de su affmo. y amigo J. M. Yagües
A pesar del cambio de planes, Torre continuó colaborando asiduamente en la revista, tanto con ensayos como con reseñas bibliográficas. Llegamos así al cargo mencionado en la carta a Lorca: [Carta N° 3 de José María Yagües a Guillermo de Torre, 1 p. mecanografiada. Mss 22832/34, 3:] [Membrete: como en N° 1]
[Madrid,] Hoy, 6 de junio de 1921 Sr. D. Guillermo de Torre PRESENTE Querido amigo: Tengo el gusto de acompañarle un libro y una carta que se ha recibido para usted. Ya supongo que con motivo de sus conversaciones con el Sr. Gómez Carrillo estará usted enterado que le ha nombrado Secretario honorario de la Revista Cosmópolis, y digo honorario solo, porque por ahora no habrá dinero, lo que estoy seguro no le importará para tomarse por la Revista todo el interés posible y demostrar que su nombre en tal alto puesto se notará seguidamente en el aumento de suscripciones y ventas, en la corrección de pruebas, en la corres-
46 pondencia constante, en colaboraciones y en los mil detalles que pueden presentarse cuando se tiene interés en trabajar. Véngase por aquí cuando pueda, o vaya cualquier día, avisándolo con tiempo, de 12 a 1 al "Palas" para que allí hablemos con Gómez Carrillo y empecemos el trabajo seguidamente. Sabe le quiere su affmo, y buen amigo Q.E.S.M. J. M. Yagües
Aun a despecho de su comprensible decepción, Torre seguirá colaborando regularmente en la revista. Poco antes de fin de año publicará el siguiente texto sobre Lorca, una de las más tempranas reseñas críticas que se ocupan de la obra del poeta: [Guillermo de Torre: "Bibliografía: [...] Libro de poemas, por Federico G. Lorca [...]": Cosmópolis 35, Madrid, noviembre de 1921, 528-529. Reproduzco el texto con las correcciones manuscritas que Torre agregó en su ejemplar personal:]
Guillermo de Torre Libro de poemas, por Federico G. Lorca. Madrid, 1921. Federico García Lorca, joven auténtico y elegido, vacía en este su copioso primer libro poemático el manantial de su lirismo desbordante. El frondoso libro en su totalidad, y cada uno de los poemas, aisladamente, acusan en su autor un admirable temperamento lírico, predestinado a realizar obras de un valor íntegro y perdurable. Sin embargo, acéptesenos algunos reproches: El lirismo de Lorca no puede considerarse absolutamente moderno, pues los rasgos peculiares de sus poemas continúan una estela
47 tradicional, y en su raigambre romántica y novecentista prevalece la visión sentimental y el fondo silvestre. Lorca, poeta casi siempre ortodoxo respecto a la estructural formal, desenlaza, empero, con libertad algunos de sus ritmos asonantados, no perdiendo jamás el sentido de la euritmia verbal y de la canción melodiosa. Su Libro de poemas es unánime, pues posee una unidad temática, y las motivaciones análogas coordinan bellamente su identidad lírica en una serie de frisos paralelos: suscitaciones del paisaje campesino meridional, el silencio eglógico y las sugestiones eróticas. He ahí los motivos que llenan sus poemas y le confieren la significación de poeta bucólico, forjador de madrigales panteístas. Los paisajes descritos por Lorca, fundidos a sus emociones íntimas en una cordial fraternidad hilozoística, adquieren nueva fuerza expresional y se ornan de sugestivos matices inéditos. Bajo la mirada de este lírico meridional, la Naturaleza, tan sentida por él, se transfigura, adquiere nuevos aspectos y refracciones. Los objetos se transforman —dice el poeta— "teñidos del matiz que les prestara, al poseerlos, la vida palpitante, en torno recién nacida para su mirada". Evocan, en efecto, como él dice, prefacialmente, la imagen de sus días recientes de adolescencia y juventud; pues cada una de estas poesías "se hermanan con el propio nacer de un brote nuevo del árbol músico de mi vida en flor". Por virtud de su sensibilidad revificadora y /259/ su ritmo verbal, las sensaciones se desdoblan en imágenes originales:
La sombra de mi alma Huye por un ocaso de alfabetos, Niebla de libros Y palabras. El diamante de una estrella ha rayado el hondo cielo.
[De "La sombra de mi alma"]
De "El diamante"]
48 Cazadores extrahumanos están cazando luceros. Mi beso era una granada Profunda y abierta. Tu boca era rosa De papel. El fondo un campo de nieve.
[De "El diamante"]
[De "Madrigal"]
Por los anteriores versos transcritos podrá deducirse la calidad admirable del lirismo de Lorca, que a su abandono de abolidas estructuras y añejas motivaciones logrará vencer el límite de transición en que se encuentra, y aceptando los imperativos de su modernidad inminente, llegará a ser un genuino poeta de la nueva generación de vanguardia. 20 G. de Torre
Lorca según Mora Guarnido En nada interesa en este trabajo el tema de la homosexualidad de García Lorca, ni para ensalzarla ni para denostarla. Cito el siguiente párrafo, apenas, porque relaciona a Lorca y Torre. Mora Guarnido comenta, tras mencionar que él mismo y Lorca compartieron un cuarto en una pensión estudiantil en la calle San Marcos (1958, 228-229): Varios meses de convivencia tan estrecha no me dieron motivo para experimentar el menor recelo, y en cuanto a la vida de Federico en sus Según sabemos hoy, la esperanza de Torre, de que García Lorca se adhiriera al ultraísmo, no llegó a cumplirse. 20
49 relaciones con las demás personas, en ningún momento sus actos despertaron la menor suspicacia, en aquel Madrid tan dado al comentario, repulsa u ostentación cínica de toda clase de extravíos sexuales. [...] Por lo demás, Lorca no mantuvo la menor relación con las pandillas de estetas equívocos, en donde parte por snobismo y extravagancia literaria, parte por real desviación, se hacía culto a veces ostentoso de esas cosas. Además, las gentes que rodeaban al poeta, entonces y después, se caracterizaron generalmente por un común denominador de pulcritud en la conducta y de decencia. Ni don Fernando de los Ríos y don Manuel Falla, ni José Ortega Gasset, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Agustín Viñuales, 21 Guillermo de Torre, Pedro Salinas, Gabriel García Maroto, etc. hubieran mantenido estrecha amistad con persona tachada de posturas contrarias al decoro, por elevada que fuera su dotación poética.
Puesto que esta persona es la única que parece desentonar en la lista, anoto que Agustín Viñuales Pardo (fallecido en 1 9 5 9 ) fue profesor de Economía Política y Hacienda Pública en la Universidad de Granada y amigo de Lorca, quien le dedicó "San Gabriel", poema del Romancero gitano. Véase Antonio Baso Andreu: "Agustín Viñuales Pardo y Federico García Lorca, recuerdo de su amistad granadina": Argensola. Revista de Ciencias Sociales del Instituto de Estudios Altoaragoneses 104, Huesca, 1990, 197-222; del mismo: "La labor científica del profesor Agustín Viñuales Pardo durante su forzado exilio": Juan Carlos AraTorralba y Fermín Gil Encabo (coords.): La España exiliada de 1939. Actas tiel congreso "Sesenta años después" (Huesca, 2 6 - 2 9 de octubre de 1999). Zaragoza: Instituto "Fernando el Católico", 2001, 161-198. 21
1922
Lorca, Fernández Almagro y Torre En carta del 12 de julio de 1922 (COA 317) Melchor Fernández Almagro dirá a Lorca, en obvia alusión a charlas previas y a la tendencia de Torre a crear neologismos: "Ahora tangencializo (como diría Guill. de Torre), la tertulia de Eugenio d'Ors". El bonmot denota que ambos han hablado ya a menudo acerca de Torre, quizás sonriendo ante algunas tendencias idiomáticas suyas, pero Almagro se explaya más pocos días después, aclarando de antemano un eventual malentendido (carta del 4 de agosto de 1922, de MFA a Lorca; COA 318): 22 Dentro de poco aparecerá un libro de poemas de Guillermo de Torre, titulado Hélices.23 Tiene muchas y varias cosas. Claro que predominan los esdrújulos, pero te advierto que creo que ese muchacho es muy, mucho más inteligente de lo que la gente se cree.
22 EC171 n. 496 atribuye la carta al año 1921, probablemente por errata. El año correcto es 1922; el libro aludido, que sería reseñado por Fernández Almagro, salió a comienzos de 1923; véase abajo la reseña, en el capítulo "1923". 2 3 La información de MFA procede de una carta mecanografiada que Torre le remitió el 25-VII-22, junto con el poema "Ciudad": Allí dice Torre que el poemario Hélices ya está compaginado y que saldrá "este otoño". (Lo hizo, en realidad, a comienzos de 1923). En el libro, el poema se titula "Madrid", y está dedicado a Melchor Fernández Almagro.
51
52 E s t a n o c h e sale p a r a París, v a c o n t e n t o , c o m o te
figurarás,
con un
c o n t e n t a m i e n t o q u e a c e n t ú a s u a i r e i n f a n t i l . M e l o figuro l l e g a d o al Q u a i d ' O r s a y , b a t i e n d o p a l m a s y d a n d o s a l t i t o s , y q u e r i e n d o q u e el p a d r e le c o m p r e t o d o s los ú l t i m o s j u g u e t e s . ¡ C o n q u é g e s t o d e i n f a n t i l r e g o c i j o y d e o r g u l l o recorrerá t o d a s las i n t e l e c c i o n e s del g r a n d e y desp i s t a n t e Bazar
d e la l i t e r a t u r a v a n g u a r d i s t a ! 2 4
H a b l a m o s m u c h a s veces d e ti, y n o es p r e c i s o d e c i r t e q u e te t i e n e e n el c o n c e p t o q u e m e r e c e s . A h o r a b i e n , d i c e él, " c o m p u n g i d o " . " N o se atreve L o rea a h a c e r s e u l t r a í s t a del t o d o . . . " . Yo d e s p i d o a G u i l l e r m i t o c o n un abrazo cordial.25 C o m o t a m b i é n despediré a V a n d o , q u e va a M o n t e v i d e o , 2 6 y q u e es, sobre todo, u n e x c e l e n t e a m i g o . 2 7
2 4 La afición de Torre por los productos de la vanguardia, en especial la francesa, es sobradamente conocida. Lo que M F A no menciona aquí es que Torre le remitió el 2 de enero de 1922, adjunto a una misiva, una larga lista de revistas y libros franceses de vanguardia. He accedido a las cartas y postales de Torre a Melchor Fernández Almagro, conservadas en la Casa de los Tiros (Granada), gracias a la cordialidad de su conservador, Emilio J . Escoriza Escoriza. C o n esos documentos y los de Fernández Almagro conservados en otros archivos planeo la edición comentada del epistolario entre ambos. 2 5 A lo largo de su viaje, Torre remitió varias postales a Fernández Almagro: el 7 de agosto desde Biarritz, el 13 desde París (firmada "Le poète de la Tour"), y, al regreso, desde San Sebastián el 26. 2 6 En efecto, Isaac del Vando-Villar (ex director de las revistas Grecia y Tableros) marcharía en 1922 a Montevideo y Buenos Aires a dar conferencias. U n a nota sin firma aparecida en Nosotros 161, Buenos Aires, octubre de 1922, pp. 2 8 4 - 2 8 5 (que algunos comentaristas atribuyen erróneamente a Borges), dice: "Es nuestro huésped el señor Isaac del Vando-Villar, venido a estas tierras con el objeto de pronunciar varias conferencias a fin de divulgar las modernas tendencias literarias, de las cuales fue, en España, uno de sus principales propulsores". El viaje de Vando concluyó de manera diferente a la prevista. En carta del 2 0 - X I - 2 2 a Torre, Borges escribió: "Sabrás que [Isaac] se embarca el 2 de diciembre para España, con cargamento de odio para los compañeros argentinos y los de allá, árido de conferencias, con su —conjetural— elocuencia embotellada, sin haber logrado expelerla aquí. C o m o quien muestra una revista — Eldorado en Madrid, en la cual colaborará no sé quién y cuya finalidad es hun-
53 Lo rea dedica a Torre un poema C o n fecha " 2 9 diciembre 1922" al pie de la última página se conserva en el Archivo de la Fundación Federico García Lorca el manuscrito de un poema titulado "Diurno" (Ms 248-250, 3 páginas). Fue editado por primera vez por André Belamich en el Apéndice de su edición de Suites (1983, 277-279). Las tres cuartillas de que consta están escritas a lápiz; se trata de un borrador que contiene varias enmiendas y tachaduras. Aunque Belamich no lo menciona en la colación de su edición crítica, el título parece haber pasado por tres estadios: " D i u r n o " , "Diurnos" y, por fin, nuevamente "Diurno". El poema consta de dos partes, numeradas " I " y "II". En base a su ubicación al costado del título de la primera parte, puede colegirse que la dedicatoria a Torre sólo implica al poema "I". A falta de certeza, sin embargo, recojo aquí ambas partes. La dedicatoria a éste aparece, por lo demás sin la palabra "A" y no "encuadrada", como pretende Belamich, sino apenas entre paréntesis. N o queda claro de cuándo es la dedicatoria, ni tampoco si Torre llegó a recibir algún ejemplar del poema. Por lo pronto, la dedicatoria parece haber sido anotada más tarde, ya que el ductus de la letra y, al parecer (sólo conozco una fotocopia), el utensilio de escritura son diferentes a los del resto del manuscrito. El único rasgo similar se encuentra en el título de la segunda parte, también agregado, probablemente, con posterioridad y sin acento: "(Reacción)". dirte a ti, a los Panedas, a Adriano [del Valle], a Cansinos-Asséns, a Miguel Romero [Martínez], a [Eugenio] Montes, a [Enrique] Díez-Canedo, a Alfredo Bianchi, etc. N o se si estoy incluido en ese casi universal hundimiento, pero lo barrunto. Morir habernos. En La Razón ha publicado Isaac un artículo lustrándole las botas a Alvear de un m o d o indigno". Marcelo T. de Alvear era, por esas fechas, el presidente argentino. 2 7 En carta del 28-XI-22 Torre hace una larga mención, crítica e irónica, de Isaac del Vando-Villar.
54 García-Posada sugiere (OCGl, 976) que "Lorca parece haber añadido la dedicatoria en 1926, pero el poema no fue revisado". Por el contrario, la copia del original a que he tenido acceso sugiere que Lorca hizo primero una versión y que ésta fue luego corregida, en fecha imprecisable. La fecha 1926 sólo puede ser asertiva; García-Posada debe basar su hipótesis en que Lorca dice a Torre en misivas de ese año que le dedica "poemas". Desde mi punto de vista, esto es todo lo que puede decirse al respecto: la dedicatoria es de algún momento del período 1923-1926. Es por lo demás altamente probable que Torre no recibiera el poema. Lo reproduzco a continuación: Diurnos I Ciudad
(Guillermo de Torre)
La torre dice "hasta aquí" / « / ii /» d ciprés yo mas alia . Hombres y mujeres hacen la Babel de las palabras. Avanzan por los tejados violentos zig-zag elipses28 La ciudad adorna su frente con plumas de humo y silbidos. Todos buscan lo que no podrán encontrar jamás
La versión originaria decía: "los zig-zag y las paralelas/las elipses". Belamich trae "violentos zig-zags y elipses", pero la "y" fue claramente eliminada por Lorca. 28
55 y la hierba crece ante el pórtico del Allí.
2 II (Reacción) ¡Corazón mío vete con las sabias tortugas, corazón mío por un Sahara de luz! 2 9 Hélice para el cuerpo y alas para el espíritu. N o hacen falta. La tierra te lleva por los astros. 3 0 no te harán falta cuando sientas andar la tierra corazón mío, apaga tu vieja sed de límites D e pontifical con sus capas pluviales 3 1
La primera versión de estos dos versos decía: "Por un desconocido/ Sahara de luz!". Los cuatro versos están encerrados en un marco, pero no tachados. Nada autoriza la disposición de Belamich, que condena estos versos a una nota al pie. Al margen derecho, la siguiente anticipación, no tachada, de versos posteriores, escrita perpendicularmente: "con la que/impregnan el carey. // Corazón mío vete/con las sabias tortugas/Hélices para el cuerpo/y alas para el espíritu". 31 La primera versión de este verso era: "con sus grandes casullos". 29
30
56 Las tortugas enseñan lo inútil de los pies Saben las falsedades de horizontes celestes. 32 dedican su vida a estudiar una estrella 3 Una estrella con la 3 3 que impregnan el carey. Corazón mío sufres ante zarzas de ritmos. Vete al meditatorio ' ' 34 con corazon mío Corazón mío vete con las sabias tortugas. Hélice para el cuerpo y alas para el espíritu ¡No te harán falta cuando sientas andar la Tierra! Corazón mío, apaga tu vieja sed de límites. 2 9 Diciembre 1 9 2 2
32 33 34
La primera versión de este verso rezaba: "de cielos y horizontes]". La versión original de este verso: "Una estrella tan solo". Línea no considerada por Belamich.
57 Una misiva perdida De fines de 1922 debe ser una misiva perdida de Lo rea a Torre, sobre la cual éste dice en la década del 50: A través de años y continentes, sobrenadando en el trasiego de carpetas y domicilios, logré conservar, y he reencontrado últimamente, un documento que lo atestigua [entiéndase: la primera representación pública de una farsa de Lorca sobre Cristobica]: el prospecto anunciador del espectáculo que Federico me envió entonces desde su ciudad, con fotografías de varias escenas, inéditas hasta hoy. Se celebró en su casa el día de Reyes de 1923. {Las metamorfosis de Proteo. Madrid, 1967, 126. Torre recoge a continuación largos pasajes de ese prospecto, verosímilmente escrito por Lorca, "El dueño del teatrillo".) * * *
1923
La prueba de Hacienda en la Facultad de Granada. El 19 de enero, Melchor Fernández Almagro escribe a Antonio Gallego Burín (EC170 n. 495; MFA/AGB 67): De un día a otro llegará ahí [Granada] G. de la Torre [sic\. Ya le he escrito a Federico y a Mora [Guarnido] sobre mi deseo de que le acompañéis y le ayudéis en lo que sea menester. Por lo que a ti respecta, te encargo muy especialmente de que recabes de Lumbreras 35 (a quien he de escribir), el máximum de benevolencia posible. 36
3 5 Francisco Martínez Lumbreras: abogado español; por estas fechas auxiliar de la cátedra de Derecho, autor de Historia del Real Colegio de San Bartolomé y Santiago. Granada, 1913; El derecho consuetudinario en la provincia de Granada. Granada: s. e., 1922; etc. Miembro de la dirección de la Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino (Granada, 1911-1925). Melchor Fernández Almagro lo nombra a menudo en su correspondencia con Antonio Gallego Burín. C o m o se verá poco más abajo, y a trasmano de lo que se viene afirmando, Lumbreras no fue al fin quien examinara a Torre. 3 6 Melchor Fernández Almagro/Antonio Gallego Burín: Epistolario (1918-1940). Literatura y política. Edición, introducción y notas de Antonio Gallego Morell y Cristina Vifies Millet. Granada: Diputación Provincial de Granada, 1986, pp. 67, 193-194. Sobre Melchor Fernández Almagro y Lorca, véase Rafael Lozano Miralles: Crónica de una amistad: epistolario de Federico García Lorca y Melchor Fernández Almagro (19191934). Granada: Fundación Federico García Lorca/Caja de Ahorros de Granada, 2006.
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60 Torre viajaba a la Facultad de Derecho y Letras de Granada para rendir allí la última materia que tenía pendiente para concluir sus estudios de Derecho: Hacienda. Ya mediante carta mecanografiada del 28-VTI-22 agradece Torre a Melchor Fernández Almagro los "programas" universitarios que éste le ha remitido. Agrega que, según le informaron en la Facultad de Derecho de Madrid, hay que estar empadronado en Granada para poder cursar la materia allí. La "simulación" era, en la época, corriente; muchos estudiantes se empadronaban pro forma, sólo para poder cursar algún estudio. Torre buscaba por estas fechas quien le ayudara. En julio de 1922 aún no estaba claro si sería Fernández Almagro o algún contacto del padre de Torre (que era notario) quien le prestaría la ayuda necesaria. El problema parece haber sido resuelto positivamente, ya que a comienzos de 1923 los planes de Torre se vuelven más concretos. A ello alude una carta de Lorca a Fernández Almagro, escrita hacia el 15 de enero de 1923 {EC170; FGL/MFA 80): Queridísimo Melchor: Desde casa del maestro [Manuel de Falla]37 te envío un saludo cordial y un abrazo. Recibí tu carta. ¡Atenderemos a Guillermo de Torre! ¡Atenderemos a Guillermo de Torre! No tengas ningún cuidado, pero de Martínez Lumbreras no te respondo. Ya sabes que es inexorable. Como no sepa Hacienda, no creo que saldrá. ¿Por qué no ha ido a Murcia? Recibí una postal suya, con un retrato. Me ha causado profundo disgusto su manera de hacerse la propaganda (bastante antigua y vulgar). Adiós Melchor. Te quiere siempre y de verdad
Federico
37
Falla y Lorca se había conocido en 1920, en Granada.
61
Aunque Lorca no lo dice expresamente, y la gramática es algo enrevesada, el sujeto de las últimas oraciones de su carta es obviamente Torre, quien, en efecto, debía sólo la materia mencionada para concluir sus estudios. Interesa mencionar, en este contexto, que cuando Ernesto Giménez Caballero retomó años más tarde sus interrumpidos estudios de Derecho, lo hizo en Murcia, donde conocería a Ramón Sijé (véase Enrique Selva: Ernesto Giménez Caballero. Entre la vanguardia y el fascismo. Valencia: Pre-Textos, 2000, 31 n. 21). Jorge Guillén, por su parte, sería catedrático de esa universidad. En cuanto al retrato aludido, puede ser tanto el que hiciera de él Daniel Vázquez-Díaz, reproducido por Torre en Hélices, aparecido precisamente por estos días de 1923 (cf. también Torre, Historia de las literaturas de vanguardia, 1965, entre páginas 584 y 585), como una xilografía del "gran retratista grabador" (como lo denomina Torre en Tableros A, Madrid, 15-11-22) Pierre-Antoine Gallien, que Torre acostumbraba enviar en forma de postal (reproducida por ejemplo en Bonet 1996, 322); la remitió también a Fernández Almagro en 1922. Tal "manera de hacerse la propaganda" era usual por esas fechas. Cansinos, de quien Torre adopta la costumbre, comentará el retrato de Torre en carta de ca. 2 de noviembre de 1921 (RCA/GT 176). Poco antes remitió un retrato por ejemplo a Juan Ramón Jiménez, mediante postal del 24-X-21 (JRJ/GT 66). Torre había enviado su retrato también al dadaísta rumano-francés Tristan Tzara, a lo cual éste responde por carta del 2 de febrero de 1921: J'ai pris pour la partie documentaire [de Dadaglobe] quelques passages de vos articles, et je ferai paraître aussi le portrait que vous m'aviez envoyé l'année passée.
Y Gerardo Diego dirá en carta a Torre del 12-VTII-20: "Muy bien esas tarjetas-retrato. Hacían falta".
62 Bacarisse,38 por su parte, dirá a Torre en carta del 19 de noviembre de 1921: "Tu efigie de la tarjeta postal, muy suramericana — todos los cancilleres y cónsules de esas repúblicas latinas se retrataban en sus tarjetas de visita— me pareció muy recognoscible [sic\, y a decir de Bedoya, con quien topé al retirarlas de la vitrina, poco ultraísta.39 A pesar del disgusto expresado aquí por Lorca, las relaciones entre Torre y él evolucionarán favorablemente. En cuanto a la Licenciatura de Lorca en Derecho, festejada con sus amigos granadinos, véanse los expedientes escolares de la Facultad de Derecho, archivos de la Universidad de Granada, signatura 138-13. El expediente académico de Torre, a su vez, está archivado en la Biblioteca General de la Universidad de Granada bajo la signatura 519-541 (Gibson I, 646). Mora Guarnido (1958, 81) declara que Lorca "transitó por sus estudios de Derecho, hasta concluir, sin pena ni gloria, su carrera de 38
Mauricio Bacarisse (1895-1931): escritor español, colaborador de numerosas revistas de vanguardia {Alfar, Cosmópolis, España, La Gaceta Literaria, Grecia, Horizonte, Los lunes del Imparcial, Mediodía, Nueva España, Papel de Aleluyas, Plural, Revista de Occidente, Tobogán, Ultra, Verso y Prosa, etc.). Su primera obra, El esfuerzo (1917), fue elogiosamente comentada por Rafael Cansinos Assens. Fue amigo de Guillermo de Torre, quien posibilitó la publicación de un texto suyo en Martín Fierro (Buenos Aires); mantuvo con él correspondencia, cuya edición preparo. Vicente Huidobro, a quien había presentado cuando éste leyó su conferencia en el Ateneo de Madrid en 1921, publicó una semblanza suya el mismo día de su muerte: "Mauricio Bacarisse visto por sus amigos": Heraldo de Madrid 5-II-31. Al día siguiente apareció la necrológica escrita por Ramón Gómez de la Serna, otro amigo y admirador suyo. Su novela Los terribles amores de Agliberto y Celeelonia apareció póstumamente. Véase su Poesía completa. Edición de Roberto Pérez. Barcelona: Anthropos, 1989. 39 Torre y otros acostumbraban dejar correo, revistas o libros en la vitrina del Ateneo, para que fueran recogidos por los destinatarios. Torre menciona la vitrina del Ateneo, por ejemplo, también en su correspondencia con Vicente Huidobro, en carta del 28-XI-19 (véase la edición de ese epistolario que Gabriele Morelli ha preparado con mi colaboración; 2008).
63 abogado en el año 1923 (haciendo pareja con Guillermo de Torre)". Y en página 104, tras relatar c ó m o contribuyó a que Lorca pasara exámenes para los que nada lo calificaba, afirma: Debo anotar aquí el caso muy semejante de Guillermo de Torre —él mismo lo recuerda en su estudio biográfico sobre Lorca— que terminó igualmente en Granada una carrera hacia la que no lo empujaba una especial vocación, y más o menos en igual gozo de la comprensión de unos profesores, muy capaces de percibir en él otras calidades espirituales.
Torre arribaría a Granada el martes 23 de enero de 1923 por la noche, según surge de su carta del 25 del m i s m o mes y año a Melchor Fernández Almagro. Los exámenes tendrían lugar el sábado 27. Al revés de lo anunciado, le han comunicado que no será Lumbreras quien lo examine, lo cual, según también le han dicho, resulta favorable, pues forman el tribunal otras personas, menos 'puritanas' y más benévolas, entre ellos Caparros, 4 al que me presentará García Lorca. De todos modos, y puesto que esta tarde, presentado por Gallego Burín, he de hablar con Lumbreras, trataré de que éste haga eficaz tu mediación, transmitiéndola a tu sustituto. Granada le causa una impresión muy buena, mejor de la esperada: A esta agradable sensación contribuye sin dudas, el cordial ambiente amistoso y las casi continuas compañías del simpatiquísimo Federico García Lorca, que es mi guía más sagaz y compañero de aventuras universitarias, pues también quiere terminar ahora las asignaturas que le restan.
José María Caparrós Lorencio, profesor de Derecho, de la misma promoción que Fernando de los Ríos. Tanto él como Lumbreras fueron Auxiliares a partir de 1911. 40
64 Anoche conocí al jovial grupo del "Rinconcillo", saludando al ya tratado Mora Guarnido.
Mora Guarnido (1958, 60) confirmará en el capítulo que dedica a "El 'Rinconcillo' del Café Alameda" el paso de Torre por la tertulia granadina: [...] cabe recordar a los que podrían llamarse "rinconcillistas" transeúntes, algunos de los cuales dejaron honda huella de recuerdo. Guillermo de Torre, Ramón Gómez de la Serna, Enrique Diez-Canedo, el humorista Edgar Neville, el pintor Gustavo Bacarisas,41 pasaron breves temporadas entre nosotros.
Cuando años después Torre comience a escribir sus inacabadas memorias, preverá un capítulo, el X, que debía contener los siguientes temas: "Mi Literaturas. La Gaceta Literaria, Revista de Occidente, Cruz y Raya. Los años de la Dictadura. Final de la carrera en Granada. Federico, Dalí, Buñuel". Lamentablemente, Torre no dio fin a su plan. ***
Hélices A comienzos de 1923 Torre da a luz su primer y único poemario, el ya mencionado Hélices. Se conserva en el Archivo de la Fundación Federico García Lorca un ejemplar con dedicatoria del autor (Gibson I, 302): "A mi querido camarada Federico García Lorca — gran poeta de la sonrisa aérea. Con todo afecto. Guillermo de Torre. Granada, 23-1-1923".
41
Gustavo Bacarisas (1873-1971): Pintor español, nacido en Gibraltar, fallecido en Sevilla. Estudió en París, estuvo un tiempo radicado en Buenos Aires.
65 Una de las primeras reseñas del volumen fue la de Melchor Fernández Almagro, aparecida en febrero en la revista España. La reproduzco aquí por diversas razones: Fernández Almagro era amigo común de Lorca y de Torre; participó en las discusiones entre ambos acerca del ultraísmo, para el cual Torre quería ganar al granadino; la reseña ocasionó además una agria carta de Torre a Fernández Almagro, a la cual este responde con una del 26-11-23 (Mss 22822/56, 3). Imagino que Lorca alcanzó a percibir algún eco de la disputa. [Melchor Fernández Almagro] Libros Guillermo de Torre: Hélices. Poemas, 1923. Editorial Mundo Latino, Madrid [España, Madrid, 17-11-23] En estas Hélices con que Guillermo de Torre ha comenzado a batir el aire de los escaparates literarios, pueden apreciarse, bien diferenciados, varios giros o revoluciones. Los primeros —en orden al tiempo— han sido determinados, sin duda, por el viento ocasional del ultraísmo. Mas el ultraísmo, que hace dos años era un interrogante, es hoy simplemente un punto de referencia, con el que habrá que contar no más que para establecer la filiación de bastantes poetas recientes: en modo alguno para fijar su rumbo ulterior. Guillermo de Torre, propulsor del movimiento, ha dado fechas a los poemas que componen su libro, a fin de que el lector pueda, sin esfuerzo, reconstruir su trayectoria desde el "Versiculario ultraísta" que abre el volumen hasta los "Hai-kais" que lo cierran. La resistencia a la ascensión lírica está representada por un vocabulario enojoso, raptado a las terminologías científicas, no ciertamente para ungirlo —en lo posible— de gracia poética. A buen seguro que no faltará lector poco avisado que eche de menos la colaboración de un doctor en ciencias, para aclarar expresiones de este tipo: "En los laboratorios marcianos — los endocrinólogos — cultivan la partenogénesis astral...". Lo cierto es
66 que la palabra resta espontaneidad a la imagen, raras veces apta, para lanzar hacia nosotros su dardo patético. "Un síncope de esdrújulos — declara el propio autor— acelera mi vida mental". Cuando ceden tales accesos, el poeta logra imágenes de considerable fuerza descriptiva, gratas por su humor, su ternura, su agudeza o su bella exactitud. En el rosario que pudiéramos formar, figurarían estas buenas muestras: "La tempestad dispara sus pistolas automáticas; Los dedos de los árboles rasgan los últimos velámenes nocturnos; Los álamos sacuden sus melenas, donde nidifican estrellas olvidadas; A través de la ventana —bastidor del sol— el viento afina sus cordajes", etc. Probablemente serían "Inauguraciones" y "Kaleidoscopio" los segmentos de Hélices donde obtendríamos mayor y mejor rendimiento en punto a imágenes felices. Al mismo tiempo, yo quisiera hallar, aún más acentuadas, otras prendas que ya apuntan en las últimas composiciones: sentido total del poema, unidad de emoción, comunicatividad lírica. Hélices, primorosamente editado, muestra en su portada un bello dibujo bicolor de Barradas —artista siempre unido a toda empresa de renovación artística— y enriquece sus páginas con otro dibujo — muy dudoso éste— de Vázquez Díaz, y tres grabados en madera de Norah Borges. M. F. A. ***
Torre parece haber recriminado a Fernández Almagro algunos pasajes de la reseña; en su respuesta, con carta a Torre del 26 de febrero de 1923, el criticado cumple un deber de fiel amigo, llamando a Torre la atención sobre algunos defectos de su estilo (Mss 22822/56, 3): Recibí tu carta y leí tus reproches, o mejor, las observaciones que, lealmente, me hacías. No todas son justas: Así, por ejemplo: Yo escribía "viento ocasional del ultraísmo" y no casual, como tú interpretas. Y no
67 es lo mismo un vocablo que otro. Creo, como tú —y más de una vez te lo he dicho— que el ultraísmo vino a cumplir una función necesaria, en cuanto significaba una renovación total de nuestra lírica, que implicaba un corte de cuentas. Pero, cumplida su misión, el ultraísmo no tenía más que desaparecer. Puesto que estaba justificado y era un movimiento deliberado, no cabe calificarlo de casual. Pero en cuanto responde a una serie de circunstancias "temporales", sí era un movimiento ocasional. Y esto fue lo que yo escribí: ocasional, no casual. [...] Otra cosa: adjetivaba de enojoso tu vocabulario, porque hace falta que todos tus amigos hagamos hincapié en salvarte de la obsesión que a este respecto te posee. Tú mismo lo crees así, puesto que tiendes a depurar y clarificar tus expresiones. Los triunfos de expresión que logras en la segunda mitad de tu libro se deben a la limpidez y soltura verbal, y si tú, poco a poco, vas arrojando el lastre de los esdrújulos y los términos artificiales de las ciencias, ¿cómo me vas a reprochar que yo subraye como enojoso lo que va desapareciendo, por designio expreso tuyo, de tu Poesía? Que aspires a injertar en nuestra poesía los temas de la vida moderna, y que te crees un lenguaje poético lo más personal que puedas, me parece de perlas. La ciencia cabe en la Poesía, y cabe de tal suerte, que la ciencia es casi siempre Poesía pura. Por eso el lenguaje científico es lenguaje poético, pero no debe abusar de él ni erigir tales nomenclaturas —no siempre bellas— en sistemática fórmula expresiva [?].42 ***
4 2 A pesar de estas discusiones, Torre reseñó positivamente varios libros de Fernández Almagro: Vida y obra de Ganivet (Valencia: Sempere, 1925): Alfar 52, La Coruña, septiembre de 1925, pp. 27-28, y Orígenes del régimen constitucional en España (Barcelona/Buenos Aires: Editorial Labor, 1929): Síntesis 21, Buenos Aires, febrero de 1929, pp. 349-350 (ya anunciado por Torre en La Nación del 4-XI-28 y del 10-1129). Ello es buena muestra de lo que Torre hizo por muchos autores españoles en Argentina. Experimentado en lides editoriales, sabe qué resortes utilizar: primero anuncia en un suelto que el libro aparecerá, luego, en otro, que ya ha aparecido (y, a menudo, que pronto será comentado), y finalmente da a luz el comentario mismo. Igual esquema fue seguido en relación con libros de Benjamín Jarnés, Ernesto Giménez Caballero, Juan Chabás, Pedro Salinas y muchos otros.
68 Mediante carta del 9-III-23, remitida desde Puertollano, Torre se lamenta ante Fernández Almagro, tras aludir a las críticas que ha recibido su libro: "¡cuántos lectores reaccionarios tengo!". Decenios más tarde, al evocar los tiempos de Hélices, Torre dirá en 1969, enlazando su libro con un consejo de Lorca, de tenor similar al que le habrá dado Fernández Almagro (1970, 17-18): He escrito más de una vez que todo libro primigenio, máxime si corresponde a una edad tempranísima —y es de poesía— viene a ser como una tarjeta de presentación en el mundo de las letras. Mas sucedió, en mi caso, que como tal presentación en modo alguno se atenía a los usos vigentes, hubo de sufrir un rechazo. Hoy no me parece extraño. Exhibía aquel libro un carácter insolente y subversivo, delataba un radical disconformismo. Pretendían en suma aquellos poemas señalar una dirección divergente, dar un violento golpe de timón en la lírica postmodernista. Ambiciosamente intelectuales, querían romper con el sentimentalismo, la delicuescencia subjetiva, los motivos tradicionales del amor y afines; en suma, con toda la simbología romántica y simbolista, o más exactamente, con los rezagos del rubendarismo. Exaltaban, por el contrario, los motivos del mundo moderno que, entonces amanecientes, nos parecían deslumbrantes a algunos veinteañeros; concretamente, utilizaban derivados del mundo dinámico y maquinístico que acababa de instaurar el futurismo, cuya influencia sobre mí no vacilo en calificar de tan ingenua e inverosímil como avasalladora. A esto [...] se unían influjos formales del cubismo, del cine, de la arquitectura funcional... En lo visual y tipográfico se señalaba por la ruptura de la página habitual, la inclusión de poemas dibujados, palabras en libertad, inconexiones dadaístas, supresión de la puntuación y su remplazo por blancos o espacios... En definitiva, venía a ser un muestrario experimental de las últimas novedades. [...] Quizás lo que suscitó mayores objeciones —serias o burlescas— fue su léxico sacudido por un barroquismo difícilmente definible, superpoblado de esdrújulos, tecnicismos y neologismos a granel. Solamente presentaban un acceso más fácil algunas otras páginas, las que se avenían parcialmente con ciertos sentimentalismos de siempre, aunque mechados de humor o ironía. Fueron, por cierto,
69 los que me señaló Federico García Lorca, diciéndome (Granada, invierno de 1923): "Ahí tienes un camino que puedes seguir...". Gerardo Diego parece confirmar el aserto final, cuando dice en su necrológica de Torre ("Recuerdo ultraísta": Arriba, Madrid, 24-171), aunque quizás no sin ironía: "Por aquellos años, Guillermo escribía poemas que luego habría de recoger en su libro Hélices y que pronto Lorca aprendería de memoria". Torre conservó en su archivo personal numerosos avisos de propaganda de la aparición de Hélices, así como muchas reseñas críticas de España y del extranjero (Francia e Italia, en especial). Puesto que varios de ellos son importantes para la historia de la recepción, registro aquí algunos de esos títulos, la mayoría de los cuales no han sido considerados hasta ahora por la crítica o la historia literarias: Bertrán, Fernando: "La eterna Retórica, A propósito de un libro 'de avanzada' [Reseña de Hélices]": La Correspondencia de España, Madrid, 6111-23; Borges, Jorge Luis: "Guillermo de Torre. Hélices": Proa 3, Buenos Aires, julio de 1923. Braga, Dominique: "Guillermo de Torre: Hélices...": L'Europe Nouvelle, París, 28-IV-23. Cossío, Francisco de: "Ensayos. Preceptiva [Reseña de Hélices]": El Norte de Castilla, Valladolid, 9-II-23. Diez-Canedo, Enrique: "Concepto de la imitación": España, Madrid, 1011-23. Dotor, Ángel: "Publicaciones": La Región, Valdepeñas, 7-II-23; "Al margen de los libros": Vida Nueva, Puertollano, 17-11-23; "Guillermo de Torre y su libro Hélices": El Día, Zaragoza, 23-111-23. García Mercadal, J.: "Crónica de Informaciones. Floración lírica": Informaciones, 25-V-23 (viernes). [Garfias, Pedro]: "Hélices, por Guillermo de Torre": Horizonte 5, Madrid, XII-12.
70 González Ruano, César: [breve reseña de Hélices\ : Alma Ibérica, enero de 1924. Guerrero Ruiz, Juan: [comentario sobre Hélices]: La Verdad, Murcia, 2XII-23. Malespine, Emile: "Hélices": Manomètre 3, Lyon, marzo de 1923. Méndez, M.: "Hélices": [?], Vigo, mayo de 1923 (en el recorte falta el nombre del periódico). Montes, Eugenio: "Mieles del espíritu. Hélices, de GT": La Zarpa, Orense, 23-11-23. (Véase también "Horizonte. Cosmopolitismo y universalidad": La Tribuna, Madrid, 26-1V-23.) NN: [sin título]: Paris-Journal, París, 30-111-23. NN: [Reseña de Hélices\: La Región, Valdepeñas, febrero de 1923. NN: "Courrier des Letters Étrangères": Les Nouvelles Littéraires, París, 7IV-23. NN: "índice de Lecturas": ABC, Madrid, 14-V-23. NN: "Libros nuevos. Un mundo aparte. [Reseña de Hélices\": ?, La Coruña, 10-11-23 (sábado). Orazi, Vittorio: "Guillermo de Torre: Hélices...": Noi, junio de 1923. Ortelli, Roberto A.: "Hélices, por Guillermo de Torre": Inicial 1, Buenos Aires, octubre de 1923, 66-68. Puccini, Mario: [Sin título]: Nuova Antología, Roma, abril de 1923. Rivas Cherif, Cipriano: "Guillermo de Torre: Hélices...": La Pluma, Madrid, abril de 1923. Schneeberger, A.: "Hélices, par Guillermo de Torre": La Vie des Lettres, París, VI-12, 107-108. Segovia, Alberto de: "Libros y autores [Reseña de Hélices]": La Acción, ¿Madrid?, 7-II-23.
*** Ramón
El 12 de marzo de 1923, Lorca asiste en Madrid a dos banquetes casi simultáneos en honor de Ramón Gómez de la Serna: uno, de lujo, en Lhardy, y otro, menos suntuoso, en El Oro del Rhin.
71 Ramón reproduce la lista de asistentes a ambos banquetes, así como un discurso de Azorín, en Pombo II, 736-738 y una foto en la cual figura Lorca en página 735. Un recorte de El Sol del 14-111-23 se conserva en el archivo de Torre, quien no asistió a ninguno de los banquetes, pero sí envió su adhesión al homenaje (Mss 22841/5, 21). (Entre paréntesis: si se compara el contenido del recorte con el texto que Ramón atribuye a El Sol en Pombo, se ve que él ha sido el informante del diario.) Sobre el tradicional restaurante, cf. José Altabella Hernández: Lhardy. Panorama histórico de un restaurante romántico, 1839-1978. Madrid: s/n (Imprenta ideal), 1978, con mención del banquete a Ramón en página 251.
72 [2] [Tarjeta postal de G T a FGL, mecanografiada, con agregados manuscritos, Puertollano, 15-IX-23. Motivo: "Le massif du Mt. Blanc vu depuis Genève". Sin matasellos, indicio de que fue remitida en un sobre. AFFGL COA-976:] Puertollano (C. Real), Calzada, 1 9 1 5 de septiembre de 1 9 2 3 Q u e r i d o Federico: S u p o n g o habrá recibido alguna postal m í a desde París, G i n e b r a , Lausanne, Berne o alguna otra ciudad suiza, de las que he disfrutado más de u n mes. H o y le recuerdo n u e v a m e n t e c o n u n ruego. R o m piendo p o r u n a vez c o n su decisión heroica de n o contestar las cartas — y p u e s t o q u e esto es u n a p o s t a l — m e a g r a d a r í a saber si p i e n s a usted instalarse n u e v a m e n t e este o t o ñ o en la Residencia,43 pues y o p i e n s o p e d i r allí u n a h a b i t a c i ó n y m e a g r a d a r í a c o i n c i d i r e n el mismo pabellón.44 Hasta sus noticias, le abraza
Guillermo de Torre ***
4 3 FGL dirá en carta a sus padres (EC340): "la Resi es el mejor sitio de todo Madrid, y además yo estoy acostumbrado a vivir en ella. Se tiene la sensación de que está uno en casa". Lo rea comenzó sus estancias en la Residencia en la primavera de 1919; la última fue en 1928. Torre también alude a la Residencia de Estudiantes ( T r í p t i c o del sacrificio, 1960, 61): "Reconstruyendo, por mi parte, la imagen de aquellos días me reveo en una habitación de la Residencia, abierta sobre un fondo de árboles, cuyas ramas arañan los cristales y se entreveran con la hiedra que trepa por los muros. Dentro hay divanes, muebles claros, paños talaveranos en la pared; es decir, una atmósfera aséptica y tradicional simultáneamente: cifra del nuevo españolismo 'institucionista', con neta raigambre gineriana, una mezcla de Oxford y Alcalá".
73 En noviembre de 1923, Lorca, Torre y otros participan conjuntamente en un almuerzo del P.E.N. Club, según información recogida en una nota sin firma aparecida en La Voz, Madrid, 12-XI-23 (Mss 22841/5, 42): Asociación de Escritores La comida del P.E.N. Club La Asociación de Escritores presidida por Azorín se ha reunido esta tarde a almorzar en derredor de las mesas de Molinero. Con el autor de El chirrión de los políticos ocupó la presidencia de honor el ilustre novelista D. Armando Palacio Valdés, quien, a los postres, leyó unas admirables cuartillas ensalzando el espíritu de compañerismo en la clase literaria. Azorín, en unas breves palabras, y D. Armando Palacio Valdés fueron calurosamente aplaudidos por los socios del P.E.N. Club, entre los que recordamos a los Sres. Francisco Rodríguez, Ricardo León, Alfonso Reyes, Pérez de Ayala, Félix de Carvalho, Insúa, Diez-Canedo, Tenreiro, Gómez de Baquero, Baeza, Grau, Hernández Catá, Fernández Almagro, Botín, Aguilar Catena, Marichalar, d'Ors, Neville, maestro Vives, Fernández Shaw, Salvador Rivas Cherif, Guillermo de Torre, Castrovido, Tapia, Marquina, Solana, Precioso, Maeztu, García Lorca, Belda, Escrivá de Romaní, Gómez de la Serna, etc. La minuta, especialmente dispuesta por el Sr. Molinero, mereció por todos estilos los elogios de los concurrentes.
En diciembre de 1923 Lorca, Torre y otros firman una heterogénea convocatoria invitando a un homenaje a Julio J. Casal. Tal se desprende de un recorte de periódico desconocido (¿El Soü,), de poco antes del 12-XII-23 (sin firma), que se conserva en el archivo de Torre (Mss 22841/5, 43):
74 Agasajo al poeta uruguayo Julio J. Casal El poeta Julio J . Casal, cónsul del Uruguay en La Corufia, ha dado en la Residencia de Estudiantes una lectura de poesías elegidas entre las que forman su libro Árbol, próximo a publicarse. La emoción plena de sencilla ternura por los hombres y por la naturaleza que palpita en sus versos, fue hondamente sentida por el auditorio y acogida con vivo aplauso. Julio J. Casal añade a sus méritos de escritor otro singularísimo: es el fundador de un periódico que con el título, primero, de Casa América-Galicia, y después con el de Alfar, ha ofrecido y ofrece hospitalidad a las más vitales manifestaciones del arte actual. Entre sus amigos ha surgido la idea de obsequiarle, aprovechando su breve estancia en Madrid, con una comida íntima que se celebrará en el restaurante Molinero el miércoles, 12, a las diez de la noche. Firman la convocatoria Manuel Machado, Ramón G ó m e z de la Serna, Manuel Abril, [Rafael] Barradas, Guillermo de Torre, Pedro Garfias, Federico García Lorca, Benjamín Jarnés y Enrique Garrán. * * *
Sobre el tema se conserva una carta de Alfonso Reyes a Ramón Gómez de la Serna, sin fecha, que di a conocer en BoletínRAMÓN 13, Madrid, otoño de 2006, 31-32 (Mss 22568, 10): [Membrete:] Legación de México/en España Particular Madrid, Martes 11 de diciembre de 1923 Mi querido y admirado R A M Ó N : Mucho estimo a Julio J . Casal y soy el primero en aplaudir su esfuerzo en Alfar. La otra noche, la invitación para oír sus versos en
75 la Residencia [de Estudiantes] no me llegó a tiempo, porque no almorcé ni cené en casa. Bien quisiera mañana ir a esa cena, a la que me adhiero efusivamente. Pero no puedo, y le ruego que haga usted presente mis excusas, porque padezco un fuerte catarro, de que ya han hablado los periódicos, que me tiene recluido en casa. Lo abraza Alfonso Reyes ***
Acerca del banquete informará El Sol del 13-XII-23 en una nota sin firma en la cual ya no se menciona a Lorca: Agasajo al poeta uruguayo Julio J. Casal Anoche se reunieron en comida íntima en el restaurante Molinero los amigos y admiradores del poeta uruguayo y director de la revista Alfar, Julio J. Casal, que se halla en Madrid transitoriamente. Fue una fiesta de simpatía y cordialidad a la que asistieron el escritor italiano Darío Niccodemi, que tuvo, en correcto castellano, palabras de sincero amor a España y a su idioma; Eugenio d'Ors, Enrique Diez-Canedo, Manuel Machado, Ramón Gómez de la Serna, Guillermo de Torre, Barradas, Manuel Abril, Garfias, Paszkiewicz, Pérez de la Ossa, Jarnés, Garrán, Canal y muchos otros, Hubo adhesiones de Mercedes Pinto, Gabriel Miró, Castro Gil, Alfonso Reyes, Ardavín, Bores y otros. A la hora de los brindis, después de breves y bellas palabras de Gómez de la Serna y Eugenio d'Ors, leyó Manuel Machado la poesía siguiente: Yo te bauticé, Casal, el primer hijo en poesía.
[...]
76 García Lorca, Pedro Garfias y Horizonte En el quinto y último número de la revista post-ultraísta Horizonte aparece la única contribución de García Lorca: "La baladilla de los tres ríos (Popular)". La relación entre Lorca y Garfias comenzó hacia octubre de 1922, cuando el segundo escribió una carta, completada por Ciria y Escalante (la misiva es aludida en FGL/MFA 70): [Carta de Pedro Garfias y José de Ciria y Escalante a FGL, sin fecha; 3 páginas manuscritas; conservada en la Fundación FGL:] [Madrid, primera semana de octubre de 1922] [Letra de Pedro Garfias:] D. Federico García Lorca Distinguido y admirado amigo: Perdóneme que me dirija a usted sin conocerle. El día 10 sale el primer número de una revista de valoración: Horizonte, que aspira a acoger en sus páginas todo lo que en lo antiguo hay de puro y de siempre, y todo lo que hay en lo 121 nuevo de personal y de afirmativo. Revista amplia, sin "ismos", pero sin claudicaciones. Juan Ramón colaborará regularmente. D'Ors también publica algo en el número primero. ¿Quiere usted enviarnos su colaboración, tan preciosa para nosotros? Le saluda afectuosamente y le ofrece una /3/ buena amistad, su admirador y camarada Pedro Garfias
77 s/c Humilladero, 5. [Letra de José de Ciria y Escalante:]
Enterado por Garfias que te escribe sin conocerte personalmente, os presento epistolarmente. La revista va a ser algo interesante y espero que enviarás poemas. Está en manos de Garfias, y sabes que hemos hablado mucho de su pureza. [Continúa y finaliza en p. 1:] Me ha dicho Millares que vas a venir. ¿Será verdad? ¡Escríbeme! Te abraza Ciria ***
Ignoro cuándo remitió Lorca su poema. El texto del mismo, en todo caso, habría surgido entre enero y junio de 1922.45 El número 5 de Horizonte carece de fecha. Para datarlo se pueden ir descartando meses casi uno a uno: es, por ejemplo, posterior a febrero de 1923, cuando aparece el libro de Torre, Hélices, allí comentado por "P.G.", es decir, por Pedro Garfias: Hélices, por Guillermo de Torre.- Conocida es la forma en que el ultraísmo apareció en España, como respuesta de ciertos espíritus desembarazados a las palpitaciones convulsivas del espíritu contemporáneo en Europa. Los artistas que sentían enredadas sus alas en las redes antiguas ansiaban liberarlas y embriagarlas de azul. Ningún nuevo camino entrevían; pero preferían el caos a la fosilización, y al caos se entregaron con la trémula audacia de una flecha al vacío. [-]
45
Véase la edición crítica de Paepe (García Lorca 1986, 18), aunque se fecha allí mal la publicación en Horizonte.
78 Guillermo de Torre, arriscado ultraísta, nos saludó la primavera última con un libo de poesía: Hélices. No quiso Torre pasar esta época de vacilación, de tanteo, de captura, sin registrarla. Seguramente no se lo agradecerá el buen nombre de su futura historia poética. Libro inoportuno, para el autor, no es del todo inútil para el lector actual, que puede seguir por sus páginas, con un dedo asombrado, las laderas vertiginosas y peligrosísimas por que se precipitó el espíritu novecentista en las dos primeras decenas del siglo, a la busca de una nueva fórmula de claridad. El número es, igualmente, posterior a la inauguración, en abril de 1923, del Palacio del Libro de la editorial Calpe, que anuncia en él. Es, también, posterior al verano de 1923, ya que Garfias fecha su poema "Pueblo", aparecido en página [10]: "Osuna, verano 1923". Hay asimismo un indicio de que la revista es posterior a octubre de 1923: en la última página se menciona a la revista Alfar, recién en octubre de 1923 aparece la antigua Revista de Casa América-Galicia bajo el nuevo nombre. Que el número 5 de Horizonte puede ser de diciembre de 1923 lo sugiere, por fin, una carta de Juan Ramón Jiménez a Pedro Garfias, fechada el 26 de diciembre de 1923, a poco, imagino, de recibir la revista, ilustrada efectivamente por Ucelay (Selección de cartas, 18991958. Selección y prólogo: Francisco Garfias. Barcelona, 1973, 74): Querido amigo: gracias por el envío del segundamente renovado Horizonte y por su carta. La revista, a mi juicio, si en algún detalle de visualidad y proporción ha perdido, quizás, algo, en su conjunto ha ganado mucho. Los dibujos de Ucelay son sutilísimos de realidad y espiritualidad, y en el testo hay esparcida mucha belleza. Por último, otro indicio: en un texto firmado en diciembre de 1923 Juan Guerrero Ruiz dice en el Suplemento Literario de La Verdad, en la rúbrica "Tornavoz literario" (Murcia, 6-1-24, 2):
79 Después de largo silencio, vuelve otra vez la voz juvenil de la revista Horizonte a dejarse oír. El número 5 que acaba de publicar, se abre con una preciosa "Baladilla de los tres ríos" de Federico García Lorca.
Permítaseme un breve excurso aún en relación con Horizonte. Se la menciona en la correspondencia entre Melchor Fernández Almagro y Antonio Gallego Burín {Literatura y política. Epistolario, 19181940. Ed. Antonio Gallego Morell y Cristina Vifies Millet. Granada: Diputación, 1986, 194), concretamente en una carta sin fecha de Gallego Burín a Fernández Almagro: Recibí de Garfias 5 ejemplares de Horizonte. Está bien, pero no entiendo los precios de suscripción "10 números 8 pts., 20, 10, etc.". ¿Es que las suscripciones no se hacen por tiempo, sino por números? ¿Verdad? Mañana o pasado haré por escribirle y me suscribiré.
Gallego Burín cita incorrectamente los precios de suscripción mencionados en el número 5 de la revista ("10 números 8 pts. 20, 10, etc." en vez de "Diez números 8 pts., veinte números, 15 pts."), pero ello debe ocurrir, meramente, porque cita de memoria. Creo, pues, que a pesar de que los editores fechan esa carta en "1923", ella es de enero de 1924, según permite conjeturar la alusión a los Reyes Magos en página 197. Del mismo año y al mismo número será la mención siguiente, de septiembre de 1924, en página 199 del citado libro. Todo ello es importante, porque muestra que la revista "existía" aún a mediados del año, siquiera nominalmente, aunque no llegó a sacar más números. ***
1924
Carta abierta al dictador Lorca se encuentra en Madrid desde comienzos de año (véase, por ejemplo, la carta, fechada el 1 de febrero de Falla a Mora Guarnido en el libro de éste, 1958, 158). En marzo de 1924, y a raíz de las medidas de represión tomadas por la dictadura de Primo de Rivera en contra de la lengua catalana, numerosos escritores españoles dirigieron una carta abierta al jefe del "Directorio militar". Entre los firmantes se encuentran Lorca, Torre y varias de las personas mencionadas en este libro. EXCMO. SR. PRESIDENTE DEL DIRECTORIO MILITAR: Los abajo firmantes, escritores en lengua castellana, que sentimos profundamente los merecimientos históricos de nuestro idioma y que apreciamos en todo su valor como insuperable vehículo para la difusión del pensamiento a través del mundo civilizado, nos dirigimos respetuosamente a V. E. para expresarle nuestro sentir con ocasión de las medidas de gobierno que por razones políticas se han tomado acerca del uso de la lengua catalana. Es el idioma la expresión más íntima y característica de la espiritualidad de un pueblo, y nosotros, ante el temor de que esas disposiciones puedan haber herido la sensibilidad del pueblo catalán, creando para lo futuro un abismo de rencores imposible de salvar, 81
82 queremos, con un gesto fraternal, ofrecer a los escritores de Cataluña la seguridad de nuestra admiración y de nuestro respeto para el idioma hermano. El simple hecho biológico de la existencia de una lengua, obra admirable de la naturaleza y de la cultura humana, es algo siempre acreedor al respeto y a la simpatía de todos los espíritus cultivados. Nosotros debemos, además, pensar que las glorias de Cataluña son glorias españolas, y que los títulos históricos más altos que podemos presentar para ser considerados como potencia mediterránea se los debemos, en gran parte, al pueblo catalán, que hizo de la Barcelona medieval un emporio de riqueza capaz de competir con las repúblicas italianas, que creó una cultura admirable, que supo dar leyes de mar y cuya lengua inmortal resonó entre el fragor de las batallas ante las ruinas sagradas del Partenón, y sirvió para que en ella hablara por vez primera la filosofía nacional por boca de Raimundo Lulio, y fuesen cantadas las efusiones místicas del amor humano en los versos imperecederos de Ausías March. El renacer de las literaturas regionales, que se produce como una de las consecuencias de la ideología romántica, hizo florecer en Cataluña una literatura a la que pertenecen autores como [Jacinto] Verdaguer y Maragall, que son primeras figuras de la literatura española del siglo xix. Y nosotros no podemos tampoco olvidar que de Cataluña hemos recibido altísimas pruebas de comprensión y cariño, hasta el punto de que un insigne patriota catalán, amante fervoroso de la tradición española, el gran Milá y Fontanals, abrió con llave de oro el obscuro arcano de las manifestaciones artísticas más genuinas y características del pueblo castellano. Creemos cumplir un deber de patriotismo diciéndole a Cataluña que las glorias de su idioma viven perennes en la admiración de todos nosotros y que serán eternas mientras exista en España el culto del amor desinteresado a la belleza. Madrid, marzo de 1924.
83 Pedro Sáinz [Rodríguez], E. Gómez de Baquero, A. Bonilla San Martín, Gregorio Marañón. Angel Ossorio y Gallardo, Pedro Mata, Antonio Jaén, Tomás Borrás, Angel Herrera, Jaime Torrubiano Ripoll, R. Menéndez Pidal, Alvaro ele Albornoz, Concha Espina, Augusto Barcia, V García Martí, Conde de Vallellano, José Ortega y Gasset, Miguel Herrero, Luis de Zulueta, Domingo Barnés, Francisco Vighi, Pedro de Répide, León de las Casas, Joaquín Belda, José G. Alvarez Ude, Luis Giménez de Asúa, Luis Ruiz Contreras, Félix Lorenzo, Fabián Vidal, Gabriel Maura, Vicente Machimbarrena, Gregorio Martínez Sierra, Lorenzo Barrio y Morayta, Andrés González Blanco, José Toral, Luis Araujo Costa, Mercedes Gaibrois de Ballesteros, Fernando de los Ríos, Azorín, Manuel Pedroso, Luis Bello, José M.a Sacristán, Cristóbal de Castro, José Giral, Melchor Fernández Almagro, Ramón Gómez de La Serna, Manuel Bueno, Antonio Espina, Antonio Zozaya, F. García Lorca, F Rivera Pastor, Alberto Insúa, Honorato Castro, Luis de Tapia, Luis Araquistain, Gustavo Pittaluga, E. Paúl Almarza, Juan de la Encina, José García Mercadal, Angel Lázaro, Bernardo Acha, Artemio Precioso, F Escrivá, José Gutiérrez Solana, Jacinto Grau, Juan Pujol, José Ruiz Castillo, P. [¿José?] de Ciria Escalante, José Albiñana, Dr. García del Real, Gabriel Franco, Salvador Pascual, Eduardo Ortega Gasset, Carlos Pereira, Juan Guixé, Leopoldo Bejarano, José Canalejas, Guillermo de Torre, M. García Cortés, Adolfo A. Buylla, P. A Balbontín, Isaac del Vando-Villar, Cayetano Alcázar, Mauricio Paraísso, Rafael Urbano, Julio Cañada, Antonio Guisasola, Antonio Dubois, José Sánchez Rojas, José Antón, F. Madariaga, Luis de Hoyos Sáiz, Hipólito Jimeno, Luis G. Bilbao, Andrés Ovejero, Manuel Azaña, Claudio Sánchez Albornoz, Conde de las Navas, Luis Palomo, F Arévalo Salto, Luis G. Urbina, Luis G. Andrade, F. de Bustamante, A. Pérez Serrano, Tomás Elorrieta, Manuel Hilario Ayuso, Eduardo Barriovero, Manuel Antón, J. Jordán de Urries, Juan Hurlado, Ramón Pérez de Ayala, J. Villalba, Alvaro Calvo, Marqués de Lozoya, Angel Torres de Alamo, Francisco de Viu, Luis Fernández Adravín y Alberto Marín Alcalde. ***
84 Por las mismas fechas, Torre, que mantenía contacto y correspondencia con Miguel de Unamuno, fue encarcelado por sus actividades en contra del régimen. Él mismo lo relatará años más tarde, en una conferencia (España Republicana, Buenos Aires, 27-11-32): uno de tantos episodios de aquella época [de la Dictadura fue] —es para mí honroso recordarlo— el breve encarcelamiento que, junto con un grupo de ateneístas y universitarios, hube de sufrir en Marzo de 1924 por el delito de marchar en comitiva a la estación despidiendo al maestro Unamuno cuando fue deportado a Fuenteventura.
(No queda del todo claro, sin embargo, qué habría hecho Torre, y sobre todo, cuándo y dónde, porque Unamuno fue condenado el 20 de febrero; entre el 21 y el 25 de febrero se encuentra arrestado en Salamanca, de donde saldrá el 26 rumbo a Cádiz, de donde pasará a Fuerteventura.)
Giocondo Tanto Lorca como Torre formarán parte, también en 1924, de la larga lista de amigos de José de Ciria y Escalante (el "delicado Giocondo" del soneto lorquiano "En la muerte de José de Ciria y Escalante") que se incluye en la antología de sus poemas publicada en homenaje póstumo suyo (Ciria había fallecido el 4 de junio de 1924 a consecuencia de un ataque de tifus; véase El Heraldo de Madrid de ese día).
85 [3] [Tarjeta postal de GT y Norah Borges a FGL, manuscrita; Lisboa, 22-V24. Motivo: "Bilhete Postal". COA-977:]
Hespanha A Excmo. Sr. Federico García Lórca Residencia Estudiantes Pinar, 2 1
Madrid
[Lisboa,] 2 2 de mayo de 1 9 2 4 4 6 Hotel Internacional Querido Federico: Aunque dada tu falta de palabra, de decisión, etc. no merecerías que me acordase de ti, y Norah ha sido más generosa que yo, y me hace encabezar este cordial saludo
Guillermo
46 En una nota conservada entre los papeles póstumos de Torre dice Norah Borges: "Guillermo vino a Lisboa en mayo 21 y me despide en el barco el 26 de mayo. También visitamos juntos el palacio de Cintra" (al margen de "Proyecciones de Portugal": Independencia, Puertollano, 8-VI-24). La familia Borges retornaba a Argentina, tras una estadía de casi un año en Europa. Torre, que no era perezoso, logra dos publicaciones en la capital portuguesa, aunque breves (ambas sin firma): "Guilherme de Torre": Diario de Noticias, Lisboa, 28-V-24; "Intercambio. Fala ao Diario de Lisboa um 'ultraista' hespanhol": Diario de Lisboa, Lisboa, 29-V-24. Paralelamente apareció un breve suelto reseñando que Torre y Borges visitan Lisboa (una copia se conserva en el archivo de Melchor Fernández Almagro).
86 [Norah Borges:] ¡Qué divino el dibujo que envió!47 Mi amiga María Clemencia estaría feliz si usted le escribiese.48
Saludos de Norah Borges ***
4 7 M. Hernández (1998, 183) conjetura que el dibujo al cual alude aquí Norah sea el N° 63 en Dibujos (motivo: figura de la Virgen María en una ermita). Por si así fuera, hago constar que en el dorso del dibujo hay una dedicatoria en tinta azul: "A Pedro Salinas/Federico"; ésta fue tachada en rojo, y luego, con la misma tinta, pero en tamaño más pequeño, Lorca agregó otra dedicatoria: "Para Norah Borges/con la admiración de/Federico./Este dibujo no se lo doy a Guillermo sino a usted". En algún momento imprecisable, pero anterior a 1947, el dibujo de Lorca pasó a pertenecer a la familia Pombo. 48 Lorca parece no haberlo hecho. En todo caso, en el año 1948, cuando Torre publica las primeras cartas de Lorca en Cabalgata, reproduce un dibujo procedente de la colección de María Clemencia López Pombo — el mismo mencionado en la nota anterior. Ello sugiere que, a falta de comunicación directa entre el poeta y María Clemencia, Norah obsequió a ésta el dibujo de Lorca. Véase abajo el apéndice a continuación de la carta N° 4.
87 [4] [Carta de G T a FGL, mecanografiada, 1 página; Puertollano, 7-VII-24. COA-978:] [Membrete: ] MOVIMIENTO [Grabado, motivo: mujer con bandeja de frutas] 49 ULTRAÍSTA
[Sello:] Guillermo de Torre y Ballesteros Calzada, 19 PUERTOLLANO (Ciudad-Real) 7 de julio de 1924
Q u e r i d o Federico: H e aquí un párrafo, que te pertenece, de una carta de María-Clemencia: 5 0 [Retazo de carta manuscrita:] Estoy esperando los poemas de su amigo Lorca del cual Norah también me envía en su carta el verso "Guadalquivir, por tus aguas sólo reman los suspiros". 51 ¡Qué hermoso!
4 9 Véase una reproducción del m i s m o en M a y Lorenzo Alcalá y Sergio Baur: Norah Borges: Mito y vanguardia. Buenos A i r e s / N e u q u é n : F o n d o N a c i o n a l de las Artes/Museo Nacional de Bellas Artes, 2 0 0 6 , p. 28. Allí se data el membrete "c. 1920", sin fundamentar el aserto. M e inclino por una fecha algo posterior (¿1922?). 5 0 La carta de la cual se cita está dirigida a Torre. Se conservan dos cartas de la misma a Torre, que reproduzco a continuación de esta misiva, en un anejo dedicado a María Clemencia. Este pasaje no figura en ellas. 5 1 Cita inexacta de la famosa "Baladilla de los tres ríos", publicada en Horizonte 5, Madrid, ca. diciembre de 1923 (reedición facsimilar, a cargo de José María Barrera López: Horizonte. Revista de Arte. Director: Pedro Garfias, 1922-1923. Sevilla: Rena-
88 Reciba, amigo, la alta estima de
María
Clemencia
Si después de leer esto, no la escribes ya, hay motivo para calificarte con toda violencia adjetival... 52 Además, ahora no eres tú, sino Norah y yo los que estamos "quedando mal". Así pues, aunque esa lírica y remota admiradora no te interese, no logre despertar tu pasividad epistolar, creo que debes escribirla al menos una carta, adjuntándola tu libro y algún poema manuscrito. ¿Lo harás así? 53 Sentí no verte antes de que tú salieras de Madrid. Yo estoy aquí desde hace unos días y parto dentro de pocos para el Norte. Pero mi dirección sigue siendo la del sello. Y termino, antes de que me renueves el epíteto de "epistolómano". Te abraza cordialmente Guillermo * * *
cimiento, 1991) y luego recogido en Poema del cante jondo (edición crítica de Christian de Paepe. Madrid: Espasa-Calpe, 1986, pp. 149-153). 5 2 Torre parece parodiar aquí el "laísmo" de García Lorca. 5 3 Lorca parece haber remitido cuando menos una carta y un dibujo, ya que al reproducir algunas ilustraciones de Lorca dice Torre en "Cartas y dibujos inéditos, poemas reencontrados de Federico García Lorca": Cabalgata III. 18, Buenos Aires, abril de 1948, p. 3: "Incluyo finalmente otro dibujo, no ya ilustración, sino concebido autónomamente, perteneciente a la señorita María Clemencia López-Pombo". (El pasaje falta en "Estela de Federico García Lorca, 1, Cartas y dibujos": Las metamorfosis de Proteo, 1967, pp. 120-124.) Al parecer, Norah obsequió el dibujo a María Clemencia.
89 María Clemencia María Clemencia López Pombo fue una poetisa e ilustradora argentina, amiga de Norah Borges. Esta cercanía induce a pensar que Norah y ella tuviesen la misma edad, y María Clemencia no había cumplido en 1923 los 20 años, de modo que su nacimiento puede ubicarse hacia 1902. Como ilustradora contribuyó con viñetas y guardas a diversas revistas latinoamericanas: se conocen colaboraciones gráficas suyas en la argentina Proa (segunda época, números 9 y 11), en las peruanas Amauta y Boletín Titikaka y en las brasileñas Revista de Antropofagia (donde ilustró un capítulo de Macunaima, de Mario de Andrade) y Verde. En esta última se publicó un retrato de María Clemencia hecho por Norah Borges, ya publicado anteriormente en Proa 12 (julio de 1925) Igualmente en Verde le fue dedicado un poema por Martins Mendes (información que agradezco a Juan Manuel Bonet, quien además me informa que "Clemente de Charcas publicó en el número 9 de Aurea un artículo sobre sus grabados de inspiración religiosa, acompañado de varias reproducciones de los mismos"). María Clemencia aportó viñetas para dos libros del poeta uruguayo Ildefonso Pereda Valdés: La guitarra de los negros (Buenos Aires: Martín Fierro, 1925; el libro le está dedicado, igual que el poema "Canto a la mujer de agua y viento"), y Antología de la moderna poesía uruguaya (Buenos Aires: El Ateneo, 1927, con epílogo de Jorge Luis Borges y dibujos de su hermana Norah). Según me informa también Juan Manuel Bonet, María Clemencia fue además autora de la traducción, junto con E. G. Dubreuil, de los Cinq pobnes negres (1927) de Ildefonso Pereda Valdés. Como poeta publicó asimismo en varias revistas, seguramente por intermedio de los hermanos Borges y/o de Guillermo de Torre: La primera publicación suya que hallo son tres breve poemas aparecidos en Revista de Casa América-Galicia 29, mayo de 1923, 275 (con otros poemas de Norah Lange y Helena Martínez Murguiondo):
Deseo Suave, muy suavemente como un murmurio de pétalos me acercaré a tu lado, tomaré tus manos en las mías, y en una exhalación del alma estallarán mis labios en plenitudes de Amor. Invernal Cielos presentidos a través de brumas, horizontes descoloridos —sin oros ni púrpuras— crepúsculos lánguidos huérfanos de ofrendas, sombras perezosas henchidas de sollozos. Derrotero Llevando mi frente al cielo, he de recoger las hebras del sol en el cáliz de mi corazón. Y he de aprisionar entre mis manos implorantes guedejas de azul. MARÍA CLEMENCIA LÓPEZ POMBO
Buenos Aires, 1923
91 E n el m i s m o número de la revista predecesora de Alfar Torre publicó una glosa titulada "Tres nuevas poetisas argentinas", que comienza así (p. 274): Norah Lange y Helena Martínez Murguiondo y María Clemencia López-Pombo: He aquí los nombres impolutos de tres novísimas poetisas, aún inéditas, extremadamente jóvenes, surgidas ante la reverberación vital de Buenos Aires. Muy líricas y muy femeninas: esta sencilla calificación superlativa lleva en sí el mejor elogio que pueda hacerse de tal fragante tríptico primaveral. Pues la cualidad femínea, neta y desenfadadamente femenina, hasta los últimos límites audaces de la sinceridad erótica, es la que más resplandece en estas sentimentales cantoras porteñas. Tras aludir a las poetas uruguayas Delmira Agustini, J u a n a de Ibarbourou y Luisa Luisi, a Gabriela Mistral, Teresa Wilms y (críticamente) a Alfonsina Storni, Torre prosigue: [N]os atrevemos a presentar hoy a las tres poetisas argentinas aludidas, formadas bajo la égida de Norah Borges: El plural fervor estético de esta pintora ha prendido en el alma de estas aurórales poetisas, demasiado tiernas e imprecisas aún, mas para las que, solicitando la sonrisa comprensiva del lector, nos bastará solo insistir sobre su radiante juventud: ninguna de ellas rebasa todavía la línea meridional de los veinte años... GUILLERMO DE TORRE Madrid, 1923 En Alfar 33, octubre de 1923, López Pombo publicó "Resurrección (A Guillermo de Torre)", paralelamente a un poema de Norah Lange:
92 Resurrección A Guillermo de Torre El disco solar inicia su trayectoria inaugural El rocío de la mañana barniza de nuevo el jardín. Los árboles agitando sus ramas bendicen los senderos Los pájaros ensayan sus gorgeos como tiples ante el pathéfono En el horizonte se abren canales para la savianueva Y en mi alma hay un estreno de deseos MARÍA CLEMENCIA LÓPEZ POMBO
Buenos Aires, 1923 Poco después, César González Ruano dedicó un capítulo a López Pombo en Poetisas modernas (Madrid: Fernando Fe, 1924), donde también se ocupa de la obra de Juana de Ibarbourou, Gabriela Mistral y Alfonsina Storni, referencias obligadas al tratar la poesía americana del momento. Torre mantuvo correspondencia con María Clemencia, de la cual se conservan los siguientes testimonios en Madrid, de 1924 y 1925 (Mss 22826/43, 1 y 2). [Carta N° 1 de MCLP a GT, tarjeta postal (motivo: Buenos Aires. Palacio del Gobierno), Buenos Aires, 4-XI-24:] Sr. Guillermo de Torre Puertollano Esp.
93 Buenos Aires, 4 de noviembre de 1924 ¡Amigo! Perdón si no le envío fotografías de Norah, pero las que le saqué con toda ilusión hace unos días salieron mal. H a y sin embargo una que no está del todo mal, pero Norah se resiste a enviársela por no estar perfectamente bien y yo no puedo insistir más. Pronto sacaremos otras. Su amiga María
Clemencia
[Carta N ° 2 de M C L P a GT, 2 páginas manuscritas, Buenos Aires, 18VTII-25:] [Membrete a mano:] MCLP [GT:] C. el 21 sep 1925 Buenos Aires, 18 de julio de 1925 Estimado Guillermo, Acabo de enviarle, por indicación de Norah, unas viñetas que quizás pueda utilizarlas para alguna revista, si es que no las encuentra demasiado feas. Le advierto que por error de la sirvienta que las llevó al correo para certificarlas, figuran enviadas con el nombre de mi abuela: Clementina Saavedra de Pombo. 5 4
5 4 María Clemencia era bisnieta de Cornelio Saavedra (1759-1829) por parte de madre. También, según me informa May Lorenzo Alcalá, estuvo emparentada con el general Estanislao López (1786-1838), ambos próceres de la historia argentina: el primero fue jefe de la Primera Junta de gobierno surgida en Buenos Aires con ocasión de la Revolución de Mayo en 1810, al declararse la libertad de España; el segundo, caudillo de la provincia de Santa Fe, participó en las guerras intestinas del siglo xix que enfrentaron a "unitarios" y "federales" (López pertenecía al segundo bando).
94 Ahora que he leído todo su libro, no encuentro palabras para decirle lo hermoso que me parece. Usted ya se lo imaginará, pues sabe cómo me gusta 121 todo lo que usted escribe. Y aunque lo haya terminado, no pasa día sin que lea algún capítulo. En el último Martín Fierro hay un comentario de Jorge Luis55 y su retrato, ¡tan lindo! No sé si Norah se lo habrá enviado, seguramente que sí. ¿Y usted, Guillermo, qué hace? ¿No está escribiendo otra cosa? ¡Cuánto! deseamos leer esa novela que anuncia: El meridiano adolescente.56 En Plural leí un verso suyo, ¡divino! ("Poema sin engranajes"). 57 Creo que pronto me voy a suscribir a esa revista tan linda.58Reciba mis saludos más cordiales Su amiga María Clemencia
El poema aludido por María Clemencia figura en página 15 del tercer y último número de Plural, aparecido en junio de 1925 (un ejemplar del poema se conserva en la Colección Martín Casares, Buenos Aires): [A mano:] Tarde del revés 55
Jorge Luis Borges: "Guillermo de Torre, Literaturas europeas de vanguardia": Martin Fierro 20, Buenos Aires, 5-VIII-25. 56 En página [4] de Literaturas europeas de vanguardia (1925) se anuncia la publicación de los siguientes libros de Torre: "El meridiano adolescente. (Novela.)/Señales del semáforo. (Poemas.)/Escape libre. (Ensayos de crítica y de sátira.)". Ninguno de esos títulos llegó a salir. El plan de publicar una novela seguirá en pie dos años más tarde: poco antes de partir de Madrid a Buenos Aires dirá Torre en entrevista con Francisco Ayala {La Gaceta Literaria 16, Madrid, 15-VIII-1927, 1): "Seguramente abordaré la novela. Usted sabe lo que pienso de este género literario. Todos coincidimos en que hay que hacer una cosa distinta, nueva. Buscar el camino desconocido". 57 El poema es reproducido a continuación de esta misiva. 58 La revista dejó de aparecer a mediados de 1925.
95 POEMA SIN ENGRANAJES Esta tarde el libro del mar está cerrado Ninguna ola mueve las hojas del viejo infolio oceánico Sobre mis rodillas un libro áptero intenta elevarse inútilmente Y ser como esas cometas infantiles que alcanzan la cuarta dimensión del azul más inocente Marea baja Coronas de algas Mis sueños y las nubes desamarran El viento destrenza la melena de los pinos y besa con sus labios salinos las hojas escarchadas de los tamarindos La tarde usada se ha vuelto del revés y murmura a nuestras espaldas Baja la mar y ancla la noche triangular Cada picacho emergido es una lanza clavada en los flancos del Cristo sangrante del crepúsculo El faro inyecta su pupila Y una cuchillada de luz circuncisa el océano
96 El torrero [vigía] al cargar su pipa quema la última madeja de nubes Guillermo DE TORRE Guéthary, agosto 1924 [Amano:] Plural3/junio 1925 Extraña la tardía publicación del poema, ya que Torre apenas reincidió en la poesía tras la aparición de Hélices (1923). En una carta del 30 de noviembre de 1925, Norah Borges relata a Torre (Lorenzo Alcalá/Bauer 2006, 94; en el mismo volumen, una foto de ambas en página 79): "María Clemencia ha hecho la lista de sus libros para mandártela. Hoy leíamos juntas, en el balcón de la casa de ella, [...], Le baldu Conté d'Orgel".59 Más tarde, López Pombo publicó un grabado en Amauta 4, Lima, diciembre de 1926, 31 (allí figura, invertida, la palabra PROA), en la misma página que poemas de Ildefonso Pereda Valdés ("Destrucción", "Alegría y verdad", "El caminante"). Según May Lorenzo Alcalá (1994, 138), quien a su vez se basa en Raúl Antelo (Na Ilha de Marapatá. Sao Paulo: Hucitec, 1986), María Clemencia era novia de un joven brasileño, Rosario Fusco, quien parece haber sido su nexo con Brasil: fue colaborador de la revista Verde (allí publicó en diciembre de 1927 un comentario sobre el número 43 del periódico argentino de vanguardia Martín Fierro), a la cual envió colaboraciones de Ildefonso Pereda Valdés y de Norah Borges (quien publicó un dibujo en Verde, mayo de 1929). Norah, a su vez, remitió a Verde la colección completa de Proa, que apareció reseñada en el número de enero de 1928. 59
Le baldu Conté d'Orgel es una novela de Raymond Radiguet, autor también de El diablo en el cuerpo. En otra misiva a su madre, Norah Borges dirá el 12-IV-32 (Lorenzo Alcalá/Bauer 2006, 95): "Te mando este modelo [de tela con ilustración floral]. Muéstraselo a María Clemencia para que se inspire para algún bordado".
97 María Clemencia volvería a publicar poemas en Perú, por ejemplo (bajo la sigla "M. C.") : "Poema de las tardes que quedaron en el recuerdo": Boletín. Editorial Titikaka 33, Puno, agosto de 1929, [2], con reminiscencias de la poesía de Norah Lange y de su antiguo mentor, Jorge Luis Borges: Poema de las tardes que quedaron en el recuerdo Pasamos las tardes como cuentas de un rosario. Tardes en que era dulce el callar y el andar leve. Los caminos se abrían y se daban como brazos de amigo y el campo se tiraba como una promesa. Tardes en que mi querer se agrandaba y el corazón cantaba aleluyas mientras la luna nueva se empinaba sobre el campo. ARGENTINA
M.C.
En febrero de 1936, según me informa May Lorenzo Alcalá, Norah Borges remitió a María Clemencia una foto que le tomaron en el barco que la devolverá a España (Norah había estado en Buenos Aires desde noviembre de 1935, visitando a su familia); al dorso de la foto se lee: Adorada Clemencita! Q u é pena tuve cuando me dijeron que te habías ido. N o me conformo con no haberte visto más tiempo, eres mi mejor amiga! Te recuerdo y te mando todo mi cariño, que pronto pueda verte otra vez! Muchas gracias por el maravilloso mantelito. Q u e lo pases muy bien en la playa, te imagino feliz, a la orilla del mar. Cariños para Teresita y Clementina. Recibe un montón de besos de tu Norah para siempre.
98 Ese "mantelito" nos recuerda que tanto Norah como María Clemencia se dedicaron a hacer bordados y tapices, a veces en conjunto, según muestra el Catálogo de una Exposición de Norah Borges. Norah lo adjuntó a una carta que envió a Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez en diciembre de 1951 (carta N° 44 en Carlos García: Correspondencia Juan Ramón Jiménez-Guillermo de Torre, 1920-1956. Madrid, 2006). Se trata de los números 7 a 15 de dicho Catálogo, bajo la rúbrica "Tapicerías", cuyos títulos son los siguientes: "Las quintas" (1940); "Niña tocando una flauta" y "2 ángeles" (1948); "El balcón" y "La mandolina" (1949); "El concierto" (1950) y tres trabajos denominados "Tapiz amarillo" (1951). BIBLIOGRAFÍA DE Y SOBRE LÓPEZ POMBO
César: Poetisas modernas. Ensayos críticos. Delmira Agustini. Juana de Ibarbourou. Luisa Luisi. Gabriela Mistral. Luisa-Fernanda Inclán. Alfonsina Storni. Margarita Abella Caprile. Susana Montiel. Alcira Bonazzola. Dulce María Borrero. María Villar Buceta. Giana Valdés Roig. Norah Lange. María Clemencia López Pombo. Helena M. Murguiondo. Clotilde Luisi. Dulce María Loynaz. Madrid: Fernando Fe, 1924 (Literatura americana). LÓPEZ POMBO, María Clemencia: "Deseo": Revista de Casa América-Galicia 29, La Coruña, mayo de 1923. — "Resurrección (A Guillermo de Torre)": Alfar 33, la Coruña, octubre de 1923; arriba reproducido. — "Atardecer de Navidad": RonselA, Lugo, agosto de 1924, 12. — ["María Clemencia"]: "Grabado": Boletín. Editorial Titikaka 28, Puno, marzo de 1929, [1]. [María, niño Jesús, dos ángeles]. — ["María Clemencia"]: "La Sacra Familia [grabado]": Boletín Titikaka 32, Puno, julio de 1929, [l]. 60 GONZÁLEZ-RUANO,
60
En el número 19 de la misma revista, de febrero de 1928, un poema de Nicolás Fusco Sansone, Uruguay: "El viento del mar": ya en el núm. 17, noviembre de 1927, poema de Ildefonso Pereda Waldes [sic\: "Canto a la luna nutritiva".
99 — ["M. C.", Argentina]: "Poema de las tardes que quedaron en el recuerdo": Boletín Titikaka 33, Puno, agosto de 1929, [2]; arriba reproducido. LORENZO ALCALÁ, May: Vanguardia argentina y modernismo brasileño. Años 20. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano, 1994. LORENZO ALCALÁ, M a y / B A U R , Sergio Alberto: Norah Borges: mito y vanguardia. Exposición curada por May Lorenzo Alcalá y Sergio Baur. Neuquén/Buenos Aires: Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén y Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes, julio-octubre de 2006. PERCAS, Elena: La poesía femenina argentina (1810-1950). Madrid: Ediciones Cultura Hispánica, 1958, 501-502 (sólo la describe como bajo el influjo de Norah Lange). TORRE, Guillermo de: "Poetisas argentinas (Norah Lange. Helena Martínez Murguiondo, María Clemencia López Pombo)": Revista de Casa América-Galicia 29, La Corufia, mayo de 1923. ***
Manuscrito inédito Presento a continuación el texto de un manuscrito de Torre, titulado "Memoranda estética"; consta de 11 páginas de carácter autobiográfico, y lleva la fecha "24-VII-1924 1924 agosto" [í/V]. Como se verá, marca un capítulo decisivo en la biografía literaria de Torre (Mss 22843/22): Guillermo de Torre Memoranda estética Realmente, tras un período de sumisión a los demás, de "impersonalización" por reflejo, en que abdiqué blandamente de mis más caras y sentidas teorías, es ahora cuando vuelvo a reconquistarlas y reencontrarme a mí mismo. Esa general vague du retour que envuelve a la mayoría de mis compañeros, demasiado tímidos, «np indecisos, pesados por el lastre tra-
100 dicional — que no han acertado a arrojar 121 y poco valerosos para perforar la mina de las posibilidades irrealistas que los nuevos "ismos" nos revelan; esa ola estaba a punto de atropellarme a mí también. Por otra parte, el ejemplo de mis dos más caros cofrades: Eugenio Montes que vuelve a creer en las normas, en la tradición, en la necesidad de formarse una cultura predominantemente clásica y de seguir los modelos antiguos; y el ejemplo de Jorge-Luis /3/ Borges, sumido en un reaccionarismo hediondo, obsesionado por afanc3 de un clasicismo y un casticismo imposibles, nació y por un afán de dar a su estilo un ritmo, una sintaxis clásica, muy siglo XVII, llena de trasnochados barroquismos verbales copiados de Quevedo y Torres Villarroel; nacionalista, castellanísimo, xenófobo, desdeñoso de todo lo que signifique auras exóticas, estilo moderno y sensibilidad contemporánea; estos ejemplos, /4/ repito, habían comenzado a influir en mí. Hasta el punto de sentirme dispuesto a seguirles y a mirar con recelo mi obra anterior, mis más amadas y sentidas teorías vanguardistas — expuestas en mi libro crítico. Pero ahora, al encontrarme solo, aislado, únicamente frente al espejo implacable y verídico de mi mismo yo, he reaccionado rápida y valerosamente. Y he exclamado: 151 —¡No! Basta, basta de amables transigencias, del "dejarse llevar"; de las reacciones estúpidas, de los espejismos falaces! Je m'en fiche de la tradición, de las reverencias a lo pasado, del anhelo neoclasicista. No creo en las normas tradicionales, en los cánones perpetuos, en la Belleza eterna ("le monstre de la beauté n'est pas eternelle" — decía ya Apollinaire).61 No, no, francamente, yo no creo en nada de eso. No quiero dejarme /6/ engañar ni engañar a los demás. No siento ninguna de esas viejas instituciones. Padezco una feliz e ingénita incapacidad afectiva para sentirme arrastrado hacia todo lo que deslumhra ahora a mis compañeros. 61
Véase Apollinaire: Œuvres complètes en prose. Paris: Gallimard, La Pléiaide, 1991, II, p. 5. El texto procede de Les peintres cubistes. Méditations esthétiques.
101 Considero una necedad esforzarse por ser sensato, por adoptar un continente grave, una actitud respetuosa hacia las normas, los valores, las figuras que antes —intuitiva, pero sagacísima y certerísimamente— 171 habíamos desdeñado. Yo soy un actualista, un vitalista. Adoro la vida vibrante. Siento con todas las fibras de mi sensibilidad la emoción del momento que pasa. (Pero me deja frío, en la mayoría de los casos, una página clásica o un cuadro de museo.) Diciéndolo con el modismo porteño de un escritor transatlántico, "palpito el momento", percibo el "pálpito de lo venidero". Creo que tengo debe contarse "le /8/ vierge, le vivace et le bel aujourd'hui" 62 —como decía Mallarmé— y no otra cosa. En los momentos de exaltación me inspira una verdadera repugnancia esa "actitud pasadista" de Borges. Aunque otra cosa haya simulado, me desagrada su afán de inyectar al estilo una prestancia clásica, de recargarlo de arcaísmos y de giros pretéritos. ¡Y qué pueril el empeño de perseguir el galicismo como si fuese un 191 insecto dañino, la filoxera de la prosa! No comprendo cómo un hombre sudamericano, aunque de remoto abolengo español, sienta ese fervor por buscar las huellas de la tradición. Es un "rastacuerismo" al revés. Prefiero, me resulta más pintoresco —y siempre que esté en su punto, laudable— el "rastacuerismo" del que se deslumhra en principio ante todo lo nuevo europeo, para luego extraer y asimilarse sus esencias /10/ fundamentales. No me siento contagiado por el gusto anticuario de J.L.B. [Jorge Luis Borges] a buscar las ediciones clásicas, los libros antañones y apergamentados.63
62
Primer verso de un soneto de Stéphane Mallarmé, recogido en Oeuvres completes. Ed. Henri Mondor y G. Jean-Aubry. Paris: Gallimard, La Pléiade, 1945, p. 67. 63 A pesar de su repulsa, Torre enviará a Borges numerosos libros antiguos desde Madrid y desde Europa en general. Un ejemplo de 1935, entre otros posibles: Félix Lope de Vega y Carpió: Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Buguillos, no sacadas de Biblioteca ninguna (que en castellano se llama librería) sino de papeles de amigos y borradores suyos. Madrid: Cámara Oficial del Libro de Madrid, 1935 (facsímil de
102 Me parece una obsesión de viejo académico —tipo sin importancia— o de nuevo rico recién nacido, que gusta de pavonearse con el abolengo de los demás. / I I / Lo trágico y desorientador es que por lo visto soy uno de los pocos contemporáneos con sensibilidad genuinamente coetánea. ¿Será que, en efecto, me encuentro solo —como decía Cansinos— al modo de una isla en alta mar? ¿No habrá ningún otro espíritu afín y juvenil con el que yo pueda contrastar esta tendencia?64 ***
Un plan frustrado En el archivo de Torre se conserva un recorte de periódico de nombre ilegible debido a una mancha. Parece tratarse de El Sol. La misma mancha dificulta la lectura de la fecha anotada a mano por Torre: [?]-XII-24 (Mss 22841/5, 54). El artículo sin firma comenta la planeada publicación, en el periódico alemán Berliner Tageblatt, de un monográfico dedicado a "La nueva literatura española en Alemania".65 En el texto son mencionados tanto Lorca como Torre. las Rimas humanas y divinas de Fray Félix Lope de Vega Carpió, Imprenta del Reyno, Madrid, 1634). Dedicatoria en página 1: "Para George, con un abrazo de Guillermo/Madrid, 1935". El volumen se conserva en el Pan-Klub (Buenos Aires), bajo la signatura 3/24 (agradezco el dato a Patricia Artundo). 64 Con esta pregunta retórica concluye el manuscrito. Serán esa elucubraciones las que suscitarán los comentarios de Torre en su conferencia en el Ateneo de Valladolid el 7 de abril de 1926 (véase más abajo). 65 Paralelamente, en febrero de 1924 apareció en la revista francesa L'Ane d'Or (Montpellier) un número especial dedicado a la literatura española contemporánea, con textos de Unamuno, Azorín, Juan Ramón, Machado, Ortega, Gabriel Miró y Ramón Gómez de la Serna. De contenido más moderno sería la publicación dirigida por Valery Larbaud y Antonio Marichalar para la parisina Intentions. En ella aparecie-
103 Lamentablemente, el artículo tiene un error de imprenta precisamente al mencionar la que habría sido la colaboración de Lorca al planeado volumen, por lo cual no se reconoce el título en cuestión. La primera parte del texto es en parte ilegible en el recorte a mi alcance:
La nueva literatura española en Alemania El diario [?] Berliner Tageblatt\iz [?] iniciativa de vivo interés [?] que ha de producir [?] en el mundo literario [?] y que ya ha principiado a extenderse por algunos periódicos extranjeros. Esta iniciativa consiste en dedicar un número extraordinario de Nochebuena a la joven literatura de las diferentes naciones europeas, encomendando su selección a personas de máximo prestigio en sus respectivos países. El criterio seguido para esta selección es, según el deseo del diario berlinés, un criterio de absoluta independencia respecto a tendencias, escuelas, ideología general y filiación política, algo, en resumen, que procure dar la idea más aproximada posible de las directivas generales de la joven generación y de sus puntos más significativos en la novela, la poesía, el ensayo y la crítica. El número extraordinario del Berliner Tageblatt contendrá, junto a la traducción al alemán de tan diversas contribuciones, una nota biográfica y un retrato de cada autor. De bosquejar a los literatos españoles que figuran en esta vasta colaboración internacional ha sido encargado el joven pintor Francisco Bores.66 He aquí la lista de nuestros compatriotas que han de figurar en ese número, ordenados alfabéticamente: M. Fernández Almagro, "Del brazo de mí mismo" (poema en prosa); José Bergamín, "Tres escenas en ángulo recto"; Juan Chabás,
ron textos de Guillén, Lorca, Salinas, Bergamín, Chabás, Diego, Buendía y otros. Torre, que había sido previsto por Larbaud, fue eliminado por Marichalar. 6 6 Lamentablemente, el tema no es tratado en la correspondencia entre Torre y Bores llegada a mi conocimiento, que abarca el período 1926-1953.
104 "Vida de Teresa Beniatlá" (fragmento de novela); 67 Gerardo Diego, "El vendedor de crepúsculos" (poema en prosa); Antonio Espina, "El de delante" (poema); Pedro Garfias, "El ala del Sur"; Jorge Guillén, "Beato sillón" (poema); Benjamín Jarnés, "Ventana de Carlota" (fragmento de novela); Federico García Lorca, "Fe-/cia astral" (poema); Antonio Marichalar, "Epitafio"; [José] Rivas Panedas, "Retornelos"; 68 Alonso Quesada, "Calle solitaria" (poema); Ángel Sánchez Rivero, "España y su problema"; Adolfo Salazar, "Crítica formalista y crítica significativa"; Pedro Salinas, "El mar" y "Dulce y tranquila" (poemas); Ramón Gómez de la Serna, "Gustavo el incongruente" (fragmento de novela); Claudio de la Torre, "La ciudad de plata"; Guillermo de Torre, "Teorías de nuestra estética" [corregido a mano por GT: "Teoremas de nueva estética"];69 Moreno Villa, "Salutaciones y maldiciones gitanas".
Por carta del 2 de noviembre de 1924, el crítico alemán Máximo José Kahn70 había pedido a Lorca una colaboración para el Berliner Juan Chabás (Denia, 1900-La Habana, 1954): escritor español, autor de Espejos (1919-Verso-1920) 1921; Sin velas, desvelada (1927); Puerto de sombra (1928); Literatura española contemporánea, 1898-1950. La Habana: Cultural, 1952, etc. Véase Javier Pérez Bazo: Juan Chabás y su tiempo. De la poética de la vanguardia a la estética del compromiso. Barcelona: Ajuntament de Denia/Anthropos, 1992. Chabás mantuvo correspondencia con Torre, cuya edición preparo. Torre reseñó amistosamente varios libros de Chabás, y le facilitó publicaciones en Argentina. Se conocían cuando menos desde 1917, cuando ambos jóvenes firmaron un llamado "A los estudiantes españoles": El Parlamentario, 17-IV-17 (proclamación firmada "Por el Comité Estudiantil Central de la Liga Antigermanófila: Juan Chabás Martí, presidente.- Virgilio Beléndez, vicepresidente.- León Trilla, vocal.- Manuel Ciriquián, vocal.- Guillermo de Torre, secretario." Chabás publicó numerosas reseñas de obras de García Lorca, así como dos entrevistas con él (véase la Bibliografía). "Manuel Ciriquián" debe ser el "M. Ciriquián Gaiztarro" ultraísta que colaborara en Grecia. 68 El poema apareció en PluralX, Madrid, enero de 1925, p. 10. Sobre Rivas Panedas véase la monografía que hemos preparado Pilar García-Sedas y yo (en prensa). 69 Torre había publicado ya "Literaturas novísimas. Teoremas críticos de nueva estética": Cosmópolisll, Madrid, octubre de 1920, 284-296. 70 Máximo José Kahn (1897-1953): Escritor alemán, nacido en Frankfurt am Main, radicado en Toledo, desde donde escribió para varios órganos de Madrid (Revis67
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Tageblatt, y agregó (EC 251 n. 742): "Siendo necesario que acompañe a su trabajo un dibujo-retrato, le ruego que me ceda por unos días una fotografía suya, de la cual mi amigo, el pintor D. Francisco Bores, hará un dibujo". Se trata, obviamente, del mismo proyecto arriba enunciado. Sin embargo, no encuentro otros indicios de que se haya concretado.71 Véanse sendos retratos de García Lorca y de Torre en Eugenio Carmona (Comisario): Francisco Bores. El Ultraísmo y el ambiente literario madrileño 1921-1925. Madrid: Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 1999, 46 y 134 (dos de Lorca, fechados "19231925") y 123 (de Torre, reproducido en Alfar 54, La Corufia, noviembre de 1925). En el mismo volumen se reproducen varios otros dibujos de personas mencionadas en la lista del recorte periodístico, lo cual sugiere que se trate de obras hechas a ese fin.
ta de Occidente, La Gaceta Literaria, etc.). El gobierno de la República lo nombró cónsul en Salónica y luego embajador en Atenas. Tras la Guerra Civil se exilió en varios países americanos; en Buenos Aires, donde murió, publicó Año de noches. Editorial Imán, 1944. Fue autor de numerosas traducciones, entre ellas: Stefan Zweig: Fouché. Retrato de un político. Traducción de Máximo José Kahn y Miguel Pérez Ferrero. Barcelona: Juventud, s/a [1937]; Poemas sagrados y profanos de Yehuda Halevi, traducción, prólogo y notas de Máximo Kahn y Juan Gil Albert. México: Editorial Mensaje, 1943; Max Brod: Heinrich Heine. Buenos Aires: Ediciones Imán, 1945. Véase Rosa Chacel: "Una palabra de adiós. Máximo José Kahn (1897-1953)"; Jacobo Israel Garzón: "Redescubriendo a Máximo José Kahn a los cuarenta años de su partida": ambos textos en Raíces. Revista judía de cultura 17, Madrid, 1993. Leonardo Senkman: "Máximo José Kahn: de escritor español del exilio a escritor del desastre judío": Raíces. Revista judía de cultura 27, Madrid, 1996, 44 ss. 71 Hubo un incidente similar en 1926: la revista alemana Der Querschnitt iba a sacar un número dedicado a la literatura española, con cubierta de Juan Gris, pero el plan se frustró. Juan Larrea alude a ello en carta a Gerardo Diego del 4-V-26 (Larrea 1986, 199), y José Gutiérrez Solana en carta a Benjamín Jarnés del 16-11-26 (Jarnés 2003, 25). En el mismo volumen, carta de los coordinadores del planeado número, Máximo José Kahn y su mujer "Trudis" (Gertrud), de 1926 (Jarnés 2003, 26).
106 Torre mantuvo correspondencia con Kahn, de la cual subsiste un testimonio de 1934 (Mss 22826, 1). Entre las pertenencias postumas de Kahn se conserva un ejemplar dedicado de Hélices: "[ilegible] Khan [ízV]/esta gavilla de Hé-tlices inaugurales./Con un gesto amistoso/Guillermo de Torre/Madrid, 1924", es decir, quizás de esta misma época. (Ramón, por su parte, dedicó a Kahn un ejemplar de El doctor Inverosímil (1921): "A mi querido y gran/Máximo Kahn/con devoción literaria/y personal/Ramón".) Lorca parece haber mantenido el contacto con Kahn. El traductor Ramón de la Serna72 le escribe el 30 de junio de 1928 (Fundación FGL): "No deje de enviar un ejemplar del Romancero gitano a Máximo José Kahn."
Sobre la relación entre éste y Torre véase mi trabajo: "El otro Ramón. Cuatro cartas de Ramón de la Serna a Guillermo de Torre (1934-1943)": ínsula 702, Madrid, junio de 2005, 7-10. 72
1925
Homenaje a Sunyer En febrero de 1925, Lorca, Torre y otros participarán en el homenaje ofrecido por Eugenio d'Ors al pintor Joaquín Sunyer en festejo del éxito que éste había tenido con su exposición de 1924 en Madrid ( N N : "Banquete a un pintor": El Sol, Madrid, 7-II-25). Los demás participantes fueron: Manuel Abril, Enrique DiezC a n e d o , Melchor Fernández Almagro, Jorge Guillén, Victorio Macho, Antonio Marichalar, Vázquez Díaz y otros (véase José Francés: " L o s artistas ibéricos": El año artístico 1925-1926, Madrid, 1927, 220-221, según Jaime Brihuega 1981, 256). * * *
Lorca, Comet y Torre E n el archivo de Lorca se conserva una carta de César A. [Alvarez] C o m e t (Linares, Jaén, 1890-?), poeta ultraísta de la primera hora (fue, con Torre, uno de los firmantes del primer manifiesto ultraísta, aparecido en Grecia 11, Sevilla, 15-111-19), colaborador de varias revistas del movimiento ( Cervantes, Cosmópolis, Grecia, Los Quijotes y ambas Ultra). Cansinos, quien le procuró el encargo de traducciones 7 3 y le abrió las puertas a e La Alhambra (Granada), 7 3 La abultada nómina de traducciones hechas por C o m e t para la Editorial América puede verse en Yolanda Segnini: La editorial América de Rufino Blanco-Fombona. Madrid 1915-1933. Madrid: Asociación de Libreros de viejo, 2 0 0 0 .
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lo retrató en su Novela de un literato (Madrid: Alianza, 1985, II, 108-110). 74 Comet y Lorca compartieron página en el primer número de Grecia, Sevilla, 12 de octubre de 1918. Comet publicó allí el poema "Ideal" (p. 13); Lorca, la prosa "Divagaciones de un cartujo. La ornamentación" (pp. 13-15). El único libro de Comet, un poemario, se tituló Talismán de distancias (Madrid: Ferreira Impresor, 1934). Torre lo reseñó elogiosamente en "El mundo de los libros. Poesía y fórmula": Diario de Madrid Madrid, 5-XII-34: Aquí está César A. Comet, un nombre recatado, poco visible en los últimos años. Pero quienes leyeran las revistas ultraístas le recordarán al punto con su perfil propio. [...] la poesía de Comet se singularizaba ya por su afán de buscar profundidades y secretos. No vacilaba en encararse con los temas ingratos, en subir a los desvanes de lo inservible. Su lenguaje se enredaba —como el de muchos de nosotros— en neologismo, columpiándose entre lo grotesco y lo dadaísta. (Bellezas cotidianas y grotescas se titulaba, si la memoria no me es infiel, un libro que anunció hacia 1923 y que no llegó a publicar. [...]).75 El libro que hoy nos brinda no es una recopilación ni una nostalgia de aquel tiempo. Pero tampoco es su arrepentimiento. Es su trasunto purificado, traducido a visiones más serenas y decantadas. Incluso en la forma, que no teme acogerse muchas veces al romance, ya de vuelta, con gracias renovadas.76
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El contacto de Lorca con la revista surgió a través de Adriano del Valle. Véase Mercedes García Fernández: Adriano del Valle. Antología necesaria. Sevilla: Alfar, 1992, 12-13 y 27 (con listado de las cartas cruzadas entre Lorca y del Valle, entre ellas una del día anterior a la aparición de la revista). 75 Adelantos de ese libro de Comet habían aparecido ya 1919 en Grecia (Sevilla). La editorial Tobogán había anunciado igualmente Nieles, que tampoco apareció. 76 En una reseña de Agustín de Foxá: La niña del caracol (Madrid, 1933) aparecida en Luz, Madrid, 1 l-V-33, Torre dirá que una circunstancia temporal "influye más claramente en el aire de contemporaneidad, en la boga propicia que hoy torna a alcanzar al romance. Y es la extraordinaria difusión lograda por los romances gitanos de
109 Seguramente por mediación de Torre, Comet publicó más tarde en Buenos Aires una traducción de André Malraux: La condición humana (Sur, 1936), que Torre menciona en "Folletones de El Sol. En Busca del 'hombre nuevo'. Las novelas de Malraux": El Sol, Madrid, 7-VI-36. En enero de 1925 apareció Plural. Revista Mensual de Literatura, bajo la dirección nominal de Comet. El verdadero guía de la revista fue, sin embargo, Torre. Él fue, por ejemplo, quien redactó los propósitos de la revista publicados sin firma en el primer número bajo el título "Pretensión" (tal se desprende de su ejemplar personal, donde agregó "G. T." al final del texto). (Es mera fantasía la atribución que se hace aquí y allá a Benjamín Jarnés o a Valentín Andrés Álvarez de haber sido co-fundadores o co-editores de Plural) La revista fue impresa por Moliner y Compañía (Leganitos, 54, Madrid), es decir, en los mismos talleres que la madrileña Ultra entre los números 9 y 15, y Tableros. Las fuentes se contradicen acerca de la cantidad de números aparecidos: he visto el 1 y el 2 (enero y febrero de 1925); se dice aquí y allá que existió un tercero, que habría aparecido en junio, lo cual es cierto, según hemos visto más arriba, aunque apenas parece haber hallado difusión. 77 Hasta donde alcanzo a ver, Lorca no publicó texto alguno en la revista. Recojo la siguiente carta de Comet a Lorca, sin embargo, porque se menciona en ella a Torre:
Federico García Lorca y el inevitable contagio y proselitismo o emulación que han suscitado tanto en España como en América". 77 Inexplicablemente, la revista Plural no ha sido considerada en el por lo demás meritorio y monumental trabajo editado por Manuel J. Ramos Ortega: Revistas literarias españolas del siglo xx (1919-1975). Madrid: Ollero y Ramos, 2005.
110 [Carta de César A. Comet a FGL, 1 página manuscrita. COA 207:] [Membrete:] PLURAL/Juanelo, 13 y 15/Madrid 29 de febrero de 1925 Sr. Don Federico García Lorca Admirado poeta: En envío separado he remitido a usted un ejemplar del primer número de nuestra revista, que supongo en su poder. Por encargo de nuestro querido amigo Guillermo de Torre, me dirijo a usted para solicitarle su colaboración que le agradecería en extremo por cuanto con ella habrían de ganar las páginas de Plural. Rogándole me dispense las molestias que le ocasione y en espera de sus gratas noticias, me ofrezco a usted affmo. amigo y admirador César A. Comet ***
111 [5] [Carta de GT a FGL, mecanografiada, 1 página; Madrid, 13-111-25. COA-979:] Avenida Pi y Margall, 7, 8 o
Madrid, 13 de marzo de 1925 Querido Federico: Existe desde hace luengos años en Madrid una institución sobremanera meritoria denominada Correo Interior, merced a la cual uno puede corresponder con los amigos y cumplir todas las ofertas sin gran esfuerzo...78 Excusa esta introducción de solemnidad humorística. Quería decirte simplemente que lo mismo que yo te envío el dibujo prometido de María Clemencia (se apellida López-Pombo y vive en Charcas, 2185. Buenos Aires, Rep. Argentina; nada de confusiones; si quieres escribirla, ya sabes a dónde) y un retrato a lápiz, que yo tenía hace tiempo en una carpeta de dibujos de Norah, tú puedes igualmente remitirme los poemas para Proa.7 adolecían eran imperfectos, descuidados, hechos al desgaire. Y cansado de castellanos , leía su Virgilio con una fruición y ansia de hombre sediento de elegancia. Su sensibilidad le puso un microscopio en sus pupilas. Vio el idioma castellano lleno de cojeras y de claros, y con su instinto esté-
502 tico novísimo / Llamado a la paja cuna dorada de la pera y pálida tutora de la pera puesto que en su seno pálido se termina de madurar desprendida d todavía verde de su madre la rama. Pálida tutora que la niega avara y pródiga la dora 378 puesto que la cubre y le pone un vestido de oro esconde a la contemplación de la gente y4e pone un vestido de oro. N ¿No asombra la manera tan consciente de matizar y dar vida a un fruto? Y una vez comprendido, ¿no * conmueve profundamente,
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El término, de lectura difícil, parece escrito por otra mano, y lo fue seguramente con otro utensilio.
510 la ternura del Je poeta llamando a la paja "pálida tutora" de la fruta que madura? Otra vez escribe Montecillo las sienes laureado, Traviesos despidiendo moradores, de sus confusos senos. Conejuelos que el viento consultado salieron retozando a pisar flores.
[II 276-280]
Está expresado con verdadera gracia, esa parada seca y ese delicioso mohín que hace el hociquito del conejo al salir de la madriguera. Conejuelos que el viento consultado salieron retozando a pisar flores. ¿XXX?
Pero más significativos son estos versos, referentes a una abeja que tiene colmena en el tronco de un / I d bis < 1 2 quis>/ alcornoque y que era alcarzar [sic\ y dice Góngora que era alcázar de aquélla (la abeja) Q u e sin corona vuela y sin espada susurrante amazona, Dido alada, de ejército más casto, de más bella República ceñida, en vez de muros de cortezas: en esta pues Cartago, Reina la abeja, oro brillando vago O el jugo beba de los aires puros, o el sudor de los cielos cuando liba De las mudas estrellas la saliva.
[II 289-297]
511 Esto tiene una grandeza casi épica. Y es de una abeja y su colmena de que quien [sic\ habla el poeta. "República ceñida en vez de muros de cortezas" llama a la -colmena silvestre. ¥ achaca a la abeja que la abeja, "susurrante amazona", bebe el jugo de los aires puros, y llama al rocío "saliva de las estrellas". ¿No tiene aquí la misma grandeza que cuando nos habla del mar del alba y usa términos astronómicos? En cato consiste la grandeza de un poeta. Hace imágenes triples Dobla y triplica la imajen para llevarnos a planos diferentes que necesita para redondear la sensación y comunicarla con todos sus aspectos. Nada más sorprendente de poesía pura. G ó n g o r a tuvo una gran cultura clásica, y esto le dió fe en sí mismo. Estudió los viejos retóricos para pensar quizás de q manera distinta Él había leído el libro /13/ Esto mismo le escriben sus amigos.