Braulio Caesaraugustanus: Renotatio librorum domini Isidori, Redemptus clericus: Obitus beatissimi Isidori Hispalensis, Vita sancti Isidori ab auctore anonymo saeculis xi-xii exarata

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CORPVS CHRISTIANORVM Series Latina

CXIII B

CORPVS CHRISTIANORVM Series Latina

CXIII B

SCRIPTA DE VITA ISIDORI HISPALENSIS EPISCOPI

TURNHOUT BKEPOLS ffi PUBLISHERS 2006

SCRIPTA DE VITA ISIDORI ^HISPALENSIS EPISCOPI

BRAVLIONIS CAESARAVGVSTANI EPISCOPI RENOTATIO LIBRORVM DOMINI ISIDORI

REDEMPTI CLERICI HISPALENSIS OBITVS BEATISSIMI ISIDORI HISPALENSIS EPISCOPI

VITA SANCTI ISIDORI AB AVCTORE ANONYMO SAECVLIS XI-XII EXARATA

cura et studio

Jose Carlos Martín

TURNHOUT BREPOLS 9 PUBLISHERS 2006

*//3S

CORPVS CHRISTIANORVM Series Latina in Abbatia Sancti Petri Steenbrvgensi a reuerendissimo Domino Eligio Dekkers fundata nunc sub auspiciis Vniuersitatum Universiteit Antwerpen Vrije Universiteit Brussel Universiteit Gent Katholieke Universiteit Leuven Université Catholique de Louvain edita

editionibus curomdis praesunt Fernand Bossier Rita Beyers Georges Declercq Luc De Coninck Albert Derolez Jean Goossens Mathijs Lamberigts Paul Tombeur Marc Van Uytfanghe Paul Verdeyen pararíais operam dant Luc Jocqué Roland Demeulenaere Bart Janssens Christine Vande Veire

This book has been printed on paper according to the prevailing ISO-NORMS. © 2006 BR.EPOLS ffl PUBLISHER5 (Turnhout - Belgium) All rights reserved. No part of this publication may be reproduced. stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means, electronic, mechanical, photocopying, recording, or otherwise, without the prior permission of the publisher.

AGRADECIMIENTOS Esta edición crítica ha sido realizada en el marco del Proyecto «Ramón y Cajal» de la DGICYT (España). Agradezco a F. Dolbeau, C. Codoñer, J. Elfassi y Ma.A. Andrés-Sanz sus amables observa ciones sobre distintos aspectos de este trabajo. Asimismo, agra dezco a C. García Turza, Director del Área de Investigación Fi lológica de la Fundación San Millán de la Cogolla, la amabilidad con la que me ha permitido reeditar en la Seríes Latina del Cor pus Christianorum el estudio y la edición crítica de la Renotatio librorum domini Isidori de Braulio de Zaragoza, aparecidos en la colección Scríptorium de la citada Fundación en 2002. La ver sión de este estudio incluida en este volumen ha sido, no obs tante, revisada, corregida y aumentada. Asimismo, en ella se ha puesto al día la bibliografía más relevante relacionada con Brau lio de Zaragoza e Isidoro de Sevilla aparecida desde el año 2002 y hasta la fecha. No es, en fin, menor mi deuda con la Fundación San Millán de la Cogolla, que durante dos años patrocinó el estudio en torno a Braulio de Zaragoza y su obra, y acogió benévolamente la pri mera publicación de este trabajo.

INTRODUCCIÓN GENERAL* En este volumen se estudian y editan críticamente tres opús culos de una gran relevancia para todos aquellos que se intere san, por un lado, por la vida y obras de Isidoro de Sevilla, y, por otro, por la recepción de la imagen de esta figura señera de la cultura y la Iglesia hispana del s. vn a lo largo de la Edad Media, tanto en su faceta de hombre de letras como en la de santo va rón objeto de veneración entre los cristianos. Así, de las numerosas Vitae isidorianas recogidas en el catá logo de la Bibliotheca Hagiographica Latina, y dejando a un lado la noticia consagrada a Isidoro por Ildefonso de Toledo en su De uiris illustribus (bhl 4484), se incluyen en este trabajo las dos más antiguas, elaboradas poco después de la muerte del hispa lense, sin duda, en el a. 636: la llamada Renotatio librorum domini Isidori de Braulio de Zaragoza (bhl 4483, cpl 1206°), y el de nominado Liber de transitu sancti Isidori o, con más propiedad, Obitus beatissimi Isidori Hispalensis episcopi de Redempto de Sevilla (bhl 4482, cpl 1213). Estos dos textos, pese a constituir, junto con algunas cartas intercambiadas entre el propio Isidoro de Sevilla y Braulio de Zaragoza, las dos fuentes más importantes tanto sobre el trans curso vital del obispo hispalense y los últimos momentos de su vida, como sobre su producción literaria, y ser, en consecuencia, reiteradamente citados en los numerosos estudios que todos los años suscita el autor de las Etymologiae, han venido siendo uti lizados, sin embargo, en ediciones que no pueden considerarse críticas: la Renotatio en la edición de P. Galindo (Madrid, 1950), sobre la base tan sólo de León, Archivo-Biblioteca de la Santa Iglesia Catedral, 22, o incluso en la de la Patrologia Latina (pl 8i,15D-17B, o bien pl 82,65"-68A), que reproduce la de F. Arévalo (Roma, 1797); y el Obitus, en general, en las de la Patrologia La tina, ya sea la del vol. 81 (pl 8i,3o"-32h), es decir, la de F. Arévalo (Roma, 1797), ya sea la del vol. 82 (pl 82, 68"-7oc), siendo ésta la dej. Grial (Madrid, 1599). Esta situación se vio parcialmente modificada gracias a la pu blicación en 2002 de la primera edición crítica de la Renotatio brauliana, elaborada por quien escribe estas líneas y aparecida

* Este trabajo se inscribe dentro de las líneas de investigación de los Pro yectos BFF-2003-07912 (Dgcyt) y SA103A05 Qcyi).

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al amparo de la Fundación San Millán de la Cogolla (Logroño). Este trabajo, consistente, por un lado, en un estudio detallado de la vida y obras de Braulio de Zaragoza, con especial atención a la Renotatio librorum domini Isidori y a los lazos de amistad que en vida unieron a Braulio e Isidoro de Sevilla, y, por otro, en una edición crítica del inventario de los libros escritos por el obispo hispalense, constituye la base de la primera parte de las tres que conforman el presente volumen. Así, la gran novedad de esta nueva edición, al margen de la amplia labor de revisión, reescritura y puesta al día bibliográfica que ha experimentado el estudio aparecido en 2002, reside en el hecho de publicar de forma conjunta la Renotatio de Braulio con el Obitus b Isidori de Redempto, algo que, sin duda, los espe cialistas en Isidoro de Sevilla apreciarán de inmediato, pero que será del interés, igualmente, de cualquier estudioso de los géne ros biográfico y hagiográfico, pues no es algo frecuente que po damos disponer de dos textos contemporáneos dedicados a un mismo personaje y elaborados por dos autores diferentes, que conocieron al protagonista de sus relatos y escribieron inmedia tamente después de los hechos narrados en sus obras, fundán dose en buena medida en su propio conocimiento de lo ocurrido (noticias biográficas) o descrito (noticia bibliográfica). A ello se une el que, en la medida en que estas dos obras es tán consagradas a un mismo personaje, han sido transmitidas, en parte, por los mismos manuscritos, y han encontrado una difu sión común en diversas Vitae medievales dedicadas, como ellas, a Isidoro de Sevilla. Esto permite trazar un rico panorama de la tradición manuscrita conjunta de las obras estudiadas, permi tiendo percibir, así, fácilmente a partir de qué momento se busca reunir un expediente lo más completo posible sobre la figura del sabio, o, más bien, del santo-sabio Isidoro de Sevilla, así como observar de qué modo estas obras antiguas, de forma individual o conjunta, son reelaboradas y reutilizadas a lo largo de la Edad Media, en qué regiones y en qué épocas. Precisamente, junto a la Renotatio librorum d. Isidori de Brau lio de Zaragoza y al Obitus b Isidori Hispalensis ep. de Redempto de Sevilla, se presenta aquí una de estas reescrituras medievales: una Vita s. Isidori inédita, elaborada a modo de centón a partir de las dos obras ya señaladas y de la noticia de Ildefonso de To ledo sobre Isidoro de Sevilla en su De uiris illustribus (cap. 8). El interés de esta edición es doble, pues, no sólo estamos ante una editio princeps, sino también ante el primer estudio de una obscura Vita s. Isidori que hasta ahora había pasado desaperci

INTRODUCCIÓN GENERAL

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bida a los investigadores y, en consecuencia, no había sido ob jeto de noticia alguna ni en la Bibliotheca Hagiographica Latina ni en otros repertorios al uso, en especial, el extraordinario In dex scriptorum Latinorum Medii Aevi Hispanorum de M.C. Díaz y Díaz. Del estudio de la tradición manuscrita de esta obra se deduce, además, que se trata de una de las Vitae isidorianas, propiamente dichas, más antiguas de las que tenemos noticia hasta el mo mento, pues puede situarse con gran verosimilitud a finales del s. xi o comienzos del xn, siendo, por lo tanto, contemporánea de la Adbreuiatio de uita s. Isidori (bhl 4486, cpl 1215) y claramente anterior a la Laudatio s. Isidori de Martino de León (bhl 4485), de finales del s. xn, y a la anónima Vita s. Isidori de origen leonés (bhl 4486, cpl 1214), de finales del s. xn o comienzos del s. xm. Dado su más que probable origen leonés y que su autor parece haberse servido entre sus fuentes de un códice que contenía, además del Obitus b Isidori de Redempto, la Translatio s. Isidori Legionem an. 1063 (bhl 4488), anterior, sin duda, a nuestra obra, quizás deba de considerarse elaborada en una fecha y en un lu gar próximos a aquellos en los que ha de situarse la redacción de esta Translatio. Un segundo aspecto que justifica la inclusión de esta tercera Vita s. Isidori en este volumen es el hecho de que el autor de la misma se sirvió por extenso como fuentes de su obra tanto de la Renotatio de Braulio como del Obitus de Redempto, lo que es de un extraordinario interés a la hora de conocer la difusión ma nuscrita de estas dos últimas obras, al tiempo que nos sitúa en una región y en un período concretos de revalorización de la fi gura y del culto de Isidoro de Sevilla en la España de la Recon quista. En tercer lugar, esta Vita s. Isidori no sólo es un testimonio de una gran relevancia en lo que se refiere a la recepción de la li teratura latina hispana del s. vn a finales del s. xi, sino que cons tituye asimismo una de las fuentes primordiales de la que es, probablemente, la Vita isidoriana más curiosa que ha llegado hasta nuestro conocimiento, me refiero a la Vita ss. Leandri, Isi dori Hispalensis, Fulgentii Astigitani et Braulionis Caesaraugustani ep. (bhl 4810), especie de sermón elaborado en Zaragoza en la segunda mitad del s. xm en honor del obispo visigótico de esa ciudad, Braulio (ca. 631 - ca. 651), y por desgracia aún hoy iné dita. Precisamente, el descubrimiento y estudio de la Vita s. Isi dori aquí editada permite concluir que el autor de la Vita-BHL 4810 no conoció de primera mano ni la Renotatio de Braulio ni el

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Obitus de Redempto, sino a través de la reelaboración y refun dición de estas obras que encontramos en nuestra misteriosa Vita s. Isidori Así pues, podemos decir, a modo de conclusión, que sólo la aparición de nuevos estudios y ediciones críticas de aquellos textos menores, carentes de unos y otras, o incluso inéditos, en forma de trabajos como el que aquí proponemos, podrá permi tirnos, con el tiempo, tener una idea más precisa de la literatura tardoantigua y medieval, tanto desde el punto de vista de la composición literaria, como desde el de la circulación de los textos, haciendo, así, secundariamente, que podamos situar con mayor precisión aquellas obras anónimas de difícil localización y datación, merced a su difusión manuscrita, a su utilización de las fuentes antiguas y a su recepción literaria entre la posteridad.

BRAVLIONIS CAESARAVGVSTANI EPISCOPI RENOTATIO LIBRORVM DOMINI ISIDORI

I. INTRODUCCIÓN. ESTUDIO DEL TEXTO

i. INTRODUCCIÓN Junto a Isidoro de Sevilla (t 636), Ildefonso de Toledo (t 667) y Julián de Toledo (t 690), Braulio, obispo de Zaragoza desde el año 631. aproximadamente, y hasta su muerte, acaecida hacia el año 651, es uno de los máximos exponentes de la cultura hispá nica del s. vil. Heredero espiritual de Isidoro de Sevilla, su im portancia es doble en la historia de la literatura latina hispana del final de la Antigüedad Tardía, pues, al margen de su propia producción escrita, desempeñó un papel decisivo en la difusión de las obras del obispo hispalense, que no sólo contribuyó a dar a conocer, sino que incluso reelaboró parcialmente en algún caso, como las Etymologiae (cpl 1186), o amplió con un capítulo añadido, como el De uiris illustribus (cpl 1206). Precisamente, esta continuación del De uiris illustribus, que consiste en una noticia bio-bibliográfica de Isidoro de Sevilla, conocida en nuestros días bajo el título impropio de Renotatio librorum domini Isidori, constituye el testimonio antiguo más importante a la hora de fijar el canon de las obras auténticas que pueden atribuirse sin el menor género de duda a Isidoro (dieci siete, en el inventario brauliano). Al mismo tiempo, en la tradi ción de los estudios isidorianos, la Renotatio Braulionis es aún hoy en día el pilar fundamental sobre el que se asienta en buena medida la datación de los numerosos tratados elaborados por Isidoro de Sevilla. E, inevitablemente, cualquier datación influye de un modo decisivo en la percepción del devenir literario de un autor, de su formación, de la evolución de sus intereses, de la finalidad de sus escritos, y del contexto histórico en el que éstos deben situarse y a cuya luz han de ser, acaso, interpretados. Por todo ello, cualquier estudio de la Renotatio Braulionis constituye igualmente una reflexión sobre la carrera literaria de Isidoro de Sevilla. Éstos son los dos objetivos fundamentales del presente trabajo. i.A. VIDA Y OBRA DE BRAULIO DE ZARAGOZA Tres fuentes antiguas nos proporcionan información sobre la vida de Braulio de Zaragoza (gm 591): los propios escritos de este autor, el poema 21 de su discípulo Eugenio II de Toledo (gm 248), y las breves noticias biográficas que Ildefonso de Toledo (gm 249) consagró a Juan de Zaragoza (gm 590), el hermano mayor de Braulio, así como a éste último, en su De uiris illustribus (cpl 1252) (capp. 5 y n, respectivamente).

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BRAVLIONIS CAESARAVGVSTANI RENOTATIO

Además de ellas, han llegado hasta nosotros dos biografías de Braulio, ambas inéditas, en otros tantos manuscritos, uno del s. xiv y copiado en Zaragoza: Paris, BNF, lat. 2277, que, en los ff. ir-3or, transmite la Vita ss. Leandri, Isidori Hispalensis, Fulgentii Astigitani et Braulionis Caesaraugustani ep. (bhl 4810)', com puesta, sin duda, en Zaragoza hacia la segunda mitad del s. xm, y en la que se hace hermanos a los obispos citados en el título de la misma, e hijos todos ellos del rey Leovigildo (a. 568-586); y otro del s. xv y originario también de Zaragoza: El Escorial, Bi blioteca del Real Monasterio de San Lorenzo, P.UI. 5, ff. 6j'-jf, elogio del obispo en su calidad de santo de la Iglesia católica, elaborado a modo de sermón probablemente en Zaragoza, como la anterior, de la que depende2. Sin embargo, estas dos biogra fías tardías no son más que historias fabulosas de carácter legen dario y tono hagiográfico y encomiástico, y por ello de ningún crédito. En este estudio biográfico serán desestimadas.

' Sobre este manuscrito, que habría llegado a Francia procedente de la Biblioteca del Papa Benito XIII (t 1423) en Peñíscola, vid. el Catalogus codicum hagiograpbicorum... in Bibliotheca Nationali Parisiensi. t. 1, pp. 106108; Lauer, Catalogue géneral, t. 2, p. 382; Lynch - Galindo, San Braulio, p. 8 (Lynch) y pp. 323-333 (Galindo); Díaz y Dfaz, Index scriptorum, vol. 1. nota 84 de la p. 54, Ibid., vol. 2, p. 261. n° 1214, y pp. 285-286. n" 1352-1354; y DolbEau, 'Anciens possesseurs...', p. 190. Sus contenidos se reducen a tres obras, todas ellas anónimas y elaboradas, probablemente, por un mismo autor (o al menos, las dos primeras): la ya citada Vita ss. Leandri, Isidori, Fulgentii et Braulionis (Díaz 1353) (ff. ra-30™); la denominada Legenda Caesaraugustana (bhl 4774. Díaz 1354) (ff. 3o'b-32va), sin título en el códice: y el De reuelacione beati Braulii ep. Caesaraugustani in limine ecclesie beate Mane iacentis ( bhl 1448ii1, Díaz 1352) (ff. 32va-33rh). que se presenta en el manuscrito como un simple capítulo del opúsculo precedente. Sobre la Vita-Hhi 4810, vid. Lambert, La famille de Saint Braulio...', p. 84: Pérez de Urbel, 'Braulio', cols. 441-442: Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, p. 8, e Ibid., Galindo, pp. 323-333; y Domínguez del Val, Historia de la Antigua Literatura Latina, vol. 4, pp. 7-8; J.C. Martín, La Renotatio, p. 17. Galindo editó algunos fragmentos de esta obra en Lynch - Galindo, San Braulio, pp 325-332, 341-347 y 357-361. ' Sobre el manuscrito PlII. 5 del Escorial, vid. AntolIn. Catálogo, vol. 3, pp. 318-322; y Galindo en Lynch - Galindo, San Braulio, pp. 333-334. Sobre esta Vita Braulionis, vid. Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, p. 9, e Ibid., Galindo, pp. 333-334 y 353-355; Domingo Pérez. 'Aportaciones...', p. 725; y Domínguez del Val, Historia de la Antigua Literatura Latina, vol. 4, p. 8 Galindo y Domingo Pérez advierten asimismo que la citada Vita Braulionis ha sido elaborada a partir no sólo de la Vita-bhl 4810 transmitida por Paris, Bnf, lat. 2277, sino también a partir de los otros dos opúsculos copiados en dicho códice: la Legenda Caesaraugustana o Legenda de ss. Laurentio, Va lerio et Vicentio (bhl 4774, Díaz 1354); y el De reuelacione beati Braulii ep. Cesaraugustani in limine ecclesie beate Mane iacentis (bhl 1448ii1. Díaz 1352).

INTRODUCCIÓN

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1.A.1 FECHAS DE NACIMENTO Y ÓBITO Si empezamos por la pequeña noticia que Ildefonso de Toledo dedica a Braulio de Zaragoza en su catálogo de escritores ecle siásticos, ésta es la siguiente, Ildef. uir. ill n : «Braulio, frater Iohannis in Caesaraugusta decedentis adeptus est locum. Vir sicut germanitate coniunctus, ita non nimium ingenio minoratus. Clarus et iste habitus canoribus et quibusdam opusculis. Scripsit uitam Aemiliani cuiusdam monachi, qui et memoriam huius et uirtutem Mh1s sancti uiri suo tenore commendat pariter et inlustrat. Habuit sacerdotium ferme uiginti annis, quibus expletis clausit diem uitaepraesentis. Durauit in regimine temporibus Sisenandi, Chintilae, Tulganis et Chindasuinti regum». Esta noticia nos proporciona ya las primeras fechas aproxima das que debemos tener en cuenta en este trabajo: Braulio fue obispo de Zaragoza entre el reinado de Sisenando (a. 631-636) y el de Chindasvinto (a. 642-653). Ello implica necesariamente que los «ferme uiginti annis» de su obispado deben situarse entre los años 631-633 y 651-653, pues de otro modo no es posible obtener la cifra de veinte años. Esto se ve confirmado además por el he cho de que Braulio firma ya como obispo en el Concilio IV de Toledo del a. 633 (5 de diciembre): «Ego Braulio in Christi no mine ecclesiae Cesaraugustanae episcopus subscripsi»'. Un segundo testimonio confirma estas primeras fechas, la no ticia de Ildefonso de Toledo sobre Juan, el hermano mayor de Braulio y el predecesor de éste en la silla episcopal de Zaragoza, vid. Ildef. uir. ill 5, lín. 12-14: «Duodecim annis tenuit sedem honoris. adeptus uitam gaudio ad quam anhelauit desiderabili uoto. Substitit in sacerdotio temporibus Sisebuti et Suinthilanis regum». De acuerdo con Ildefonso, Braulio sucedió a su hermano Juan en el episcopado de Zaragoza sin que entre ambos mediase nin gún otro obispo, y Juan habría muerto en tiempos de Suintila (a. 621-631). Curiosamente, Ildefonso sitúa los comienzos del epis copado de Braulio en tiempos de Sisenando y no de Suintila, a quien aquél sucedió en el trono de Toledo. Creo que, al margen de cualquier otro razonamiento, de ello debe deducirse que, con toda probabilidad, Juan murió a finales del reinado de Suintila y, al cabo de un breve lapso de tiempo, Braulio, conforme al deseo de su hermano, probablemente, fue confirmado en el episco-

Vid. Conc. Tolet. IV, subscr. lín. 344-345.

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pado de Zaragoza al comienzo ya del reinado de Sisenando (26-III-631)4. Una vez fijada con bastante certeza la fecha de la ascensión al episcopado de Braulio de Zaragoza en el año 631, puede dedu cirse secundariamente la de su muerte en el año 651, en el que se cumplen los veinte años de su obispado señalados por Ildefonso de Toledo. Otra fecha importante que se extrae de la noticia de dicada por Ildefonso de Toledo a Juan de Zaragoza es que éste último hubo de ser nombrado obispo de esta ciudad en el año 619, en tiempos de Sisebuto, resultando, así, la cifra de doce años de su episcopado indicada por su biógrafo. Si para los últimos años de la vida de Braulio de Zaragoza dis ponemos de fechas bastante seguras, por el contrario, descono cemos por completo en qué año pudo nacer. Contamos única mente con algunas fechas que nos permiten establecer unos márgenes temporales relativos. En primer lugar, de los datos que nos proporciona Ildefonso de Toledo se deduce que Braulio era menor que su hermano Juan, de ahí que éste fuese nombrado antes obispo y muriese también antes que aquél. Pero, al mar gen de la noticia de Ildefonso, el propio Braulio escribe en su Vita s. Aemiliani (bhl 100) que Juan era mayor que él, vid. Bravl. Aem. 1, p. 22 lín. 5-6: «Tempore piae recordationis domini mei et germani maioris natu, communis ac sanctae uitae doctrinaeque institutoris Iobannis episcopi..». Pues bien, por el poema 21 de Eugenio II de Toledo, conocido como el «epitafio de Juan de Zaragoza», sabemos que éste mu rió a la edad de cincuenta años, Evgen. carm. 21,17-23: «nobilis hunc (sc. lohannem episcopum) genuit clara de matre sacerdos / factis egregius, nomine Gregorius. / (b)issenis praesul primatus gessit in annis / mercedem sanctis adcumulans meritis. / (h)ic decimum reuoluit agens in tempora lustrum, / mox animum caelo, membra dedit tumulo. / (i)ura sacerdotii germano liquit amato (sc. Braulioni)»\ En consecuencia, si, como hemos esta blecido previamente, Juan murió con toda probabilidad a co

4 Así García Moreno, Prosopografta, n° 590 (Juan de Zaragoza) y 591 (Braulio de Zaragoza), pp. 206-207. ' Sobre el uso de «sacerdos» con la acepción de 'obispo', vid. SÁnchez Salor, Jerarquías eclesiásticas, p. 20, e Ibid., pp. 72-84; y cfr González Gar cía, 'La Iglesia desde la conversión de Recaredo...', pp. 498 y 585. De este mismo problema se ocupa Valcárcel, La Vita Emilianí..', nota 59 de la p. 390, con el propósito de confirmar dicho significado en el poema citado.

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mienzos del año 631, hubo de nacer en el año 581, siendo éste, por tanto, el terminus post quem del nacimiento de Braulio. En fin, dado que Braulio fue nombrado obispo en el a. 631, es también evidente que no pudo nacer después del a. 601, puesto que el canon 19 del Concilio IV de Toledo establece que «no de ben ser promovidos al episcopado... los que no han cumplido to davía los ¡0 años»6. Así pues, las únicas fechas seguras entre las que puede situarse el nacimiento de nuestro autor son los a. 581601. Estas dos fechas son susceptibles, no obstante, de recibir ma yores precisiones, si bien aquí entramos ya en el terreno de las conjeturas probables. De la carrera eclesiástica de Braulio sabe mos asimismo que antes de ser nombrado obispo fue arcediano, según leemos en la dedicatoria de las primeras epístolas que le dirigió Isidoro de Sevilla, vid. Isid. epist. i: «In Cristo karissimo et dilectissimofratri Braulioni arcediano Isidorus», y epist. 2: «In Cristo domino et dilectissimo filio Braulioni arcediano Isidorus». Tradicionalmente se cree que Braulio fue nombrado para este cargo por su hermano Juan al obtener éste último la dignidad episcopal de Zaragoza en el a. 619, sin que se tenga, no obstante, ninguna certeza de ello. Del hecho de que Braulio substituyese a su hermano Juan en el episcopado por expreso deseo de éste, como se lee en el citado poema 21 de Eugenio II de Toledo, se deduce que nuestro escritor debía de hallarse en Zaragoza y desempeñar en la Iglesia de esta ciudad un importante puesto en estrecha colaboración con su hermano. De ahí la suposición de que durante algunos años, al menos, Braulio desempeñase el cargo de arcediano de su hermano Juan, pues el arcediano era el principal colaborador del obispo7. Esto se ve confirmado, a mi juicio, por la introducción de la Vita s. Aemiliani, donde Braulio escribe que ya en tiempos del episcopado de Juan él comenzó a redactar esta obrita, vid. Bravl. Aem. 1, p. 22 lín. 5-12: «Tempore piae recordationis domini mei et germani maioris natu, communis ac sanctae uitae doctrinaeque institutoris Iohannis episcopi, tam eius iussis quam tuis

6 Vid. Conc. Tolet. IV, c. 18 lín. 654-669: «5ed ne perturhatio quamplurima ecclesiae oriretur, praeteritis omissis deinceps qui non promoueantur ad sacerdotium, ex regulis canonum necessario credimus inserendum . idest... qui nondum ad triginta annos peruenerunt...». Cfr al respecto. Madoz, Epistola rio, p. 11; Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, p. 20; Domínguez del Val, Historia de la Antigua Literatura Latina, vol. 3, p. 26. 7 Sobre las responsabilidades del arcediano, vid. Sánchez Salor, Jerar quías eclesiásticas, pp. 148-150.

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oboediens praeceptis, intenderam... uitam... beati Aemiliani presbiteri.. stilo praestringere». En efecto, todo este pasaje pa rece indicar la estrecha relación que durante el episcopado de Juan unió a éste con su hermano menor Braulio. La fecha de 619 es más difícil de establecer, aunque, como Lynch ha señalado con acierto, Juan, antes de ser nombrado obispo, debía de ejercer precisamente el cargo de arcediano de la Iglesia de Zaragoza, dignidad con la que el obispo honraba en la época al sacerdote que, tras su muerte, había de sucederlo en su puesto8. Es razonable pensar, en consecuencia, que Juan des empeñó el cargo de arcediano durante el episcopado de Máximo de Zaragoza (gm 589), y que, a la muerte de éste, una vez nom brado Juan obispo y vacante el cargo de arcediano, éste desig nase para dicha función a su hermano Braulio, en cuyas cuali dades tenía fundadas esperanzas, como se deduce del hecho de que le confiase, por ejemplo, la redacción de la Vita s. Aemiliani El nombramiento de Braulio como arcediano depende asi mismo en buena medida de la datación que se atribuya a las dos primeras epístolas incluidas en el corpus de nuestro autor, escri tas por Isidoro de Sevilla, pues ello nos ha de proporcionar un terminus ante quem. Desgraciadamente, la datación de las mis mas no está nada clara. Veamos lo que sabemos sobre lo que nos queda de la correspondencia entre Braulio e Isidoro, es decir, sobre las siete primeras cartas conservadas en el Epistularium (cpl 1230) del obispo de Zaragoza (epist. 1-6 y 8). Lo primero que debe decirse es que el estudio de las mismas parece indicar que, en general, en el códice que nos conserva el Epistularium com pleto, han sido ordenadas de acuerdo con un criterio cronoló gico que comienza con las más antiguas y termina con las más recientes9.

* Vid. Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, p. 43. 9 El manuscrito es el de León, Archivo-Biblioteca de la Santa Iglesia Ca tedral. 22, del s. ix (nuestro L) - cfr al respecto esp. Madoz, Epistolario, p. 28. el orden de estas cartas en el códice es: epist. 2 - epist. 1 - epist. 8 - y epist. 3 a 6 -. También encontramos este orden en los manuscritos de las Etymologiae que incluyen estas primeras seis cartas, por ejemplo: El Escorial, Biblio teca del Real Monasterio de San Lorenzo. TU. 24. también del s. ix (y es el orden que mantiene W.M. Lindsay en su edición de las Etymologiae). El or den en el que aparecen en las ediciones del Epistularium de Braulio se debe al primer editor del mismo: M. Risco. España Sagrada, vol. 30, Madrid, 1775, pp. 318-395. Los tres mejores estudios sobre la cronología de estas epístolas son los de Aldama, Indicaciones...', pp. 65-71, que tiene el gran mérito de sentar las bases de la datación de las epístolas 3 a 6 y parece haber influido mucho sobre Madoz. que mantiene la datación de 610-620 propuesta por Al

INTRODUCCIÓN

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Los investigadores que con mayor detenimiento han estudiado la cronología de estas cartas son Aldama, Lynch y Madoz, coin cidiendo todos ellos en la datación de la mayor parte de las epístolas: - epist. i, de Isidoro a Braulio, fechada hacia el a. 620 por Lynch, y entre 610 y 620 por Aldama y Madoz ; - epist. 2, de Isidoro a Braulio, entre 620 y 624 por Lynch, y entre 610 y 620 por Aldama y Madoz ; - epist. 3, de Braulio a Isidoro, fechada por todos ellos en el a. 625; - epist. 4, de Isidoro a Braulio, fechada por Aldama entre 631 y 632, y por Lynch y Madoz en 632; - epist. 5, de Braulio a Isidoro, fechada por todos ellos ese mismo a. 632; - epist. 6, de Isidoro a Braulio, fechada en 632 por Lynch, y en 633 por Aldama y Madoz ; - epist. 8, de Isidoro a Braulio, fechada en 631 por Aldama, en tre 634 y 636 por Lynch, y entre 635 y 636 por Madoz. En general, hoy día se está de acuerdo con las dataciones pro puestas por Aldama y confirmadas por Lynch y Madoz para las epist. 3-6, y con la datación de Lynch y Madoz para la epist. 8. Por lo que a las dos primeras epístolas se refiere, se acepta de preferencia la datación de Lynch frente a las de Aldama y Ma doz. Creo, por mi parte, que lo único que puede decirse con se guridad es que estas dos epístolas deben fecharse entre 619 y 620, el período en que verosímilmente Braulio fue nombrado arce diano por su hermano, y la época de redacción de la epist. 3, que es claramente posterior a las dos primeras. Más adelante vere mos cómo la fecha más probable de redacción de esta tercera epístola son los a. 626-627. No cabe hoy duda a nadie, creo, de que las dataciones de las epist. y6 y 8 han sido establecidas con argumentos convincentes por Lynch y Madoz, y de que del estudio de estas cartas se de

dama para las dos primeras epístolas; Madoz, Epistolario, pp. 39-56; y Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, pp. 39-64 y 240-243 (el útil cuadro compa rativo entre las dataciones de Lynch y Madoz para el conjunto del Epistularium que se encuentra en las pp. 241-242 se debe a Galindo). En la exposi ción que ofrezco a continuación sigo en líneas generales los argumentos con los que estos tres investigadores defienden las dataciones que proponen cuando me parecen adecuados, introduciendo en todo momento las preci siones oportunas, principalmente por lo que a las dos primeras epístolas se refiere.

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duce el relativo orden cronológico en el que fueron agrupadas'°. En efecto, en las epist. 4, 6 y 8, Isidoro se dirige a Braulio otor gándole el título de 'obispo'. Todas ellas han de fecharse, por tanto, entre los años 631 (fecha en la que, como hemos visto, Braulio alcanzó esta dignidad) y 636 (muerte de Isidoro). Por el contrario, en las epist. 1-2, Braulio es aún arcediano. Éstas son, por tanto, anteriores al a. 631. Pasando a la datación de cada una de ellas, la epist. 6 es muy fácil de fechar por la alusión que contiene a un concilio de To ledo, sin duda, el Concilio IV de Toledo, celebrado el 5 de di ciembre del 633", epist. 6. p. 74 lín. 2-6: «Tue sanctitatis epistole me in urbem Toletanam inuenerunt, nam permotus fueram causa concilii Sed quamuis iussio principis in itinere positum remeare me admonuisset, ego tamen, quia propinquior eram presentie ipsius quam regressionis, malui potius cursum itineris non intercludere». La epístola alude a una primera convocatoria del Concilio IV de Toledo, que, por razones que desconocemos, el rey Sisenando hubo de posponer para más adelante. Podemos situar esta carta, por lo tanto, entre la segunda mitad del a. 632 y la primera mitad del a. 633. En esta misma epist. 6, Isidoro añade, p. 74 lín. 12-14: «...codicem Etymologiarum cum aliis codicibus de itinere transmisi et licet inemendatum prae ualitudine, tamen tibi modo ad emendandum studueram offerre, si ad destinatum concilii locum peruenissem». Ello permite establecer sin la menor duda que la epist. 7, la dedicatoria de las Etymologiae, es contemporánea de la epist. 6, y por tanto debe ser también fechada entre 632 y 633. Al mismo tiempo, la epist. 6 de Isidoro parece ser una res puesta a la epist. 5 de Braulio de acuerdo con lo que el hispa lense dice en ella, vid. epist. 6, p. 74 lín. 6-8 y 15-17: «l'eni ad presentiam principis; inueni diaconem presentem tuum; pereum eloquia tua suscipiens amplexus sum et legi et de salute tua Deo gratias egi.. De constituendo autem episcopo Tarraconensi non eam quam petitis sensi sententiam regis, sed tamen et ipse adhuc ubi certius conuertat animum, illi manet incertum». En efecto,

'° Me refiero a las epist. 1-6 y 8, pues, como ya advierte Madoz, el recopi lador del Epistularium de Braulio no incluyó en dicho corpus la epist. 7, de Isidoro a Braulio, la dedicatoria de las Etymologiae (su posición actual como n° 7 es el resultado de una convención de los editores del citado Epistula rium. Vid. Madoz. Epistolario, nota 18 de la p. 43. Esta epist. 7 es fechada en 632 por Lynch, y no recibe fecha precisa en los trabajos de Aldama y Madoz. " En efecto, el Concilio V de Toledo se celebró el 30 de junio del año 636. muerto va Isidoro de Sevilla (en abril de ese mismo año).

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en su epist. 5, Braulio se interesa por la opinión del rey al res pecto de la sucesión del difunto obispo de Tarragona, Eusebio (Gm 565), vid. Bravl. epist. 5, pp. 72-74 lín. 114-121: «Speciali quoque gratiafretus speciali domino, in quo uires sancte eclesie consistunt, suggero ut, quia Eusebius metropolitanus noster decessit, babeas misericordiae curam et hoc filio tuo, nostro domino, suggeras ut illum illi loco preficiat, cuius doctrina et sanctitas ceteris sit uitae forma. Hunc autem filium presentem beatissimae potestad uestre per omnia commendo et tam de bis que hic suggessimus quam etiam de bis que supra questifuimus eloquio uestro per eum inlustrari mereamur». La vacante en el episcopado de Tarragona confirma la datación que se propone para estas epístolas, pues en el Concilio IV de Toledo firma ya el nuevo metropolitano Áudax (gm 566)'2. En consecuencia, la epist. 5 de Braulio a Isidoro ha de fecharse un poco antes que la epist. 6 de Isidoro a Braulio, pero por la misma época que ésta última. Del mismo modo que la epist. 6 de Isidoro parece una contes tación a la epist. 5 de Braulio, también ésta última parece una contestación del de Zaragoza a la epist. 4 de Isidoro, lo que lleva a fechar igualmente la epist. 4 por la misma época que las ante riores. En efecto, en su epist. 5, Braulio escribe, p. 68 lín. 14-20: «Septimum, nifallor, annum tempora girant, ex quo memini me libros a te conditos Originum postulasse et uario diuersoque modo et presentem mefrustratum esse et absenti nil inde uos rescripsisse, sed subtili dilatione modo necdum esse perfectos, modo necdum scriptos, 'modo meas litteras intercidisse' aliaque multa opponens ad hanc usque diem peruenimus et sine petitionis effectu manemus». El pasaje entre comillas debe ponerse en re lación con las siguientes palabras de Isidoro en su epist. 4, p. 66 lín. 3-12: «Quid autem mihi euenit pro peccatis meis manifestabo, quia non fui dignus tuaperlegere eloquia. Statim enim ut accepi pittacium tuum, puer regius ad me uenit. Dedi cubiculario meo illud pittacium et confestim ambulaui ad principem, ut postea perlegerem et rescriberem. Reuersus de palatio regis, non solum scripta tua non inueni, sed etiam et quidquid aliut in cartisfuit. periit. Et idcirco, scit Dominus, luxi meritum meum, quia non perlegi eloquium tuum. Sed rogo ut, quecumque occasio uenerit, rescribe mihi et gratiam uerbi tui non auferas, ut quod ex meo delicto perdidi, iterum gratia tua recipiam». La epist. 4 de Isidoro " Vid. Conc. Tolet. IV. subscr. lín. 250-251: «V7. Ego Audax in Chrísti no mine ecclesiae Terraconensis metropolitanus episcopus haec statuta subscripsi».

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debe fecharse, por tanto, hacia 632, dando origen a la respuesta de Braulio que se nos ha conservado en la epist. 5. A su vez, Isi doro responde con su epist. 6 a esta última carta del de Zaragoza, enviándole el códice de las Etymologiae que contiene la epístola dedicatoria de dicha obra (epist. 7). Otras dos epístolas de este corpus son relativamente fáciles de fechar. La epist. 8 de Isidoro ha sido situada con verosimilitud hacia el final de la vida del obispo hispalense. En ella, Isidoro escribe a Braulio que le gustaría volver a verlo antes de morir y suplica a éste que entretanto ruegue por él a Dios, pues parece sentir que no le resta mucho tiempo de vida, epist. 8, p. 76 lín. 2-3: «Omni desiderio desideraui nunc uiderefaciem tuam et utinam aliquando impleret Deus uotum meum, antequam moriar. Ad praesens autem deprecor ut commendes me Deo orationibus tuis, ut et in hac uita spem meam impleat et in futura beatitudinis tue consortium mihi concedat». Es evidente, entonces, que esta carta ha de fecharse hacia finales del a. 635 ó comienzos del a. 636, puesto que Isidoro murió en abril de ese año. Por su parte, la epist. 3 de Braulio a Isidoro se fecha indirecta mente a partir de la epist. 5, también de Braulio, en la que lee mos, p. 68 lín. 14-15: «Septimum, nifallor, annum tempora girant, ex quo memini me libros a te conditos Originum postulasse». En efecto, es muy probable que la epist. 3 de Braulio sea la primera en la que éste solicitó a Isidoro una copia de las Etymologiae, vid. epist. 3, p. 64 lín. 17-22: «Suggero sane et omnimoda supplicatione deposco ut librum Etymologiarum, quem iamfabente Do mino audiuimus consummatum, promissionis uestrae memores, seruo uestro dirigere iubeatis. quia, ut mihi sum conscius. magna ibi ex parte serui tui postulatione sudasti Et ideo in me primum existe munificus'»''. Resalto las últimas palabras entre comillas para llamar la atención del lector sobre el adverbio «pri mum». De él se deduce que estamos ante la epístola en la que por primera vez Braulio pide a Isidoro una copia de las Etymo logiae. En consecuencia, si la epist. 5 se fecha hacia los a. 632-633, y la epist. 3 ha de fecharse seis años antes, pues, cuando la escribe,

" Me pregunto qué recensión de las Etymologiae era ésta de cuya finali zación había oído hablar Braulio. Durante algún tiempo pensé que debía de tratarse de la misma que Isidoro dedicó a Sisebuto, o de una muy próxima a ésta. Hoy creo que no, y me inclino a pensar, más bien, que debía de ser una versión muy reelaborada, próxima a la que Isidoro envía a Braulio hacia 631/3.

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Braulio dice que se está cumpliendo en esos momentos el sép timo año, estamos con toda probabilidad hacia 626-627. Éste es el argumento de mayor peso a la hora de fechar la epist. 3. A mi entender, no debe utilizarse para ello un segundo argumento: la referencia a un concilio celebrado por esas fechas y en el que Isidoro tomó la palabra para enfrentarse a un tal Sintario, proba blemente un obispo hereje, una copia de cuyas actas Braulio so licita al hispalense, vid. epist. 3, p. 64 lín. 22-26: «Gesta etiam sinodi, in quo Sintharius examinis uestri igne etsi non purificatus inuenitur tamen decoctus, quaeso ut uestro instinctu afilio uestro domno rege nobis dirigatur cito. Nam et nostra eius sicflagitauit gloriam suggestio, quia multum in concilio pro inuestiganda opus est ueritate». La noticia de Braulio hace pensar que se trata de un concilio celebrado en Sevilla. Éste no puede ser el Concilio II de Sevilla, del a. 619, cuyas actas han llegado hasta nosotros y en las que no existe referencia alguna al tal Sintario. Estamos ante un concilio cuyas actas se habrían perdido al no haber sido incluidas en la Colección Canónica Hispana. Todos los que se han ocupado del problema coinciden en identificar este sínodo con un Concilio III de Sevilla que se habría celebrado hacia 624. Sin embargo, di cha fecha no sirve como terminus post quem para la datación de la epist. 3 de Braulio, sino que es precisamente dicha epístola el testimonio que se utiliza como terminus ante quem para la da tación del citado concilio de Sevilla'4. Como hemos visto hasta ahora, las epist. 3-6 siguen un estricto orden cronológico en el único códice que nos las ha conservado (León, Archivo-Biblioteca de la Santa Iglesia Catedral, 22)". Ello lleva a pensar que, del mismo modo, las dos primeras epístolas son con toda probabilidad anteriores a la epist. 3. Si se acepta esta argumentación, la epist. 3 nos proporciona un terminus ante quem para las epist. 1 y 2: los a. 626-627. De ello resulta que el '4 Sobre los problemas planteados por este supuesto Concilio III de Sevi lla y el enigmático Sintario, vid., por ejemplo, Madoz, Epistolario, nota 26 de la p. 77; Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, p. 126; Martínez DIez, La Colección Canónica Hispana, t. I. pp. 318-321 ; Orlandis - Ramos-Lissón, His toria de los Concilios, pp. 253 y 259-260; Orlandis, Tras la huella...'; Stocking, 'Martianus, Aventius and Isidore...'; Drews, 'Jews as Pagans?...'. pp. 190 y 205-206; Sotomayor Muro, Sedes episcopales hispanorromanas...'. pp. 474 y 485-486. " Pues, como ya he señalado, el recopilador del Epistularium de Braulio no incluyó en dicho eorpus la epist. 7, la dedicatoria de las Etymologiae. La única epístola que escapa a esta ordenación cronológica general es la epist. 8, situada en el códice de León entre las epist. 1-2 y las epist. 3-6.

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nombramiento de Braulio como arcediano de la Iglesia de Zara goza ha de ser anterior a estas mismas fechas. Si, como he seña lado con anterioridad, es razonable pensar que dicho nombra miento hubo de producirse con posterioridad al año 619, ello nos proporciona el terminus post quem-. dichas epístolas han de fe charse entre el a. 619, es decir, el nombramiento de Juan como obispo de Zaragoza, y los a. 626-627. Esta conclusión me lleva a rechazar la datación propuesta por Aldama y Madoz para estas dos cartas (epist. 1-2) y señalada con anterioridad: el periodo comprendido entre los años 610 y 620. AI mismo tiempo, encuentro escasamente convincentes los argu mentos por los que Lynch fecha la epist. 1 hacia 620. Según este estudioso, dicha epístola sería la primera escrita por Braulio a Isidoro después de haber regresado a Zaragoza desde Sevilla, donde habría completado su formación junto al hispalense. Como Braulio debió de ser nombrado arcediano hacia 619-620, ello nos proporcionaría la fecha más probable en la que debió de redactarse dicha epístola'6. Aunque ello hubiese sido así - lo que estoy lejos de creer, pues soy de la opinión de Díaz y Díaz de que la supuesta estancia de Braulio en Sevilla para completar su formación bajo la vigilancia de Isidoro no es más que un mito (sobre el que volveré más adelante)'7 -, sólo nos proporcionaría un terminus post quem. Si resumimos lo visto hasta aquí, puede darse por seguro que Braulio fue obispo de Zaragoza entre los a. 631 y 651, y que an teriormente desempeñó el cargo de arcediano de la Iglesia de Zaragoza durante el episcopado de su hermano Juan, al menos desde los a. 626-627, y muy probablemente desde el a. 619/20. También sabemos que, dado que Juan nació hacia el a. 581, Brau lio hubo de nacer algunos años después. Podemos precisar ahora algo más la fecha de nacimiento de nuestro autor. De acuerdo con el canon 1 del Concilio II de To

'6 Vid. Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, pp. 42-44. '7 Vid. Díaz y Díaz, La cultura de la España visigótica...', pp. 42-43; y so bre todo, Id., Isidoro en la Edad Media hispana', pp. 146-147; y de nuevo Id., 'Introducción general', p. 97, y nota 24 de la p. 173. Tampoco Vázquez de Parga. Sancti Braulionis, pp. vii-vín, cree probada esta convivencia de Brau lio e Isidoro en Sevilla. Que Braulio pasó algún tiempo junto a Isidoro antes de que éste le enviase sus dos primeras epístolas se deduce de los siguientes pasajes; Isid. epist. 1, p. 62 lín. 7-8: «Dum pariter essemus. postulaui te ut mihi decadam sextam sancti Agustini transmitteres...»; y epist. 2, p. 62 lín. 8-10 «...inspiret tibi Dominus ut merear adhuc in hac uita uidere te et quem mestificasti abeundo aliouando iterum laetifices te praesentando».

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ledo del año 527, los jóvenes que se forman para ser clérigos han de ser ordenados subdiáconos a partir de los 21 años y diáconos, si son considerados dignos de ello, a los 25'8. Si a esto añadimos que Sánchez Salor en su estudio sobre las jerarquías eclesiásticas en época visigoda señala que el arcediano era en realidad un simple diácono'9, debemos concluir de ello que, si hacia 619/20 Braulio era arcediano de Zaragoza, es decir, diácono, debía te ner al menos 25 años, y de ahí que puedan fijarse como probable terminus ante quem para su nacimiento los a. 594-595. Al mismo tiempo, nos consta que Braulio era también más jo ven que su hermano Frunimiano2°, según se deduce de la epís tola 14 de Braulio, dirigida a Frunimiano, vid. epist. 14, p. 92 lín. 12-14: «Set queso ut, si quid hoc neclegenter dixero, ad te respiciat causa, quia ultra iubes querere quam dedisti et magis uis exigere quam informaste . En efecto, Braulio recuerda aquí a su hermano Frunimiano que su formación se la debe en buena me dida a él, lo que implica que aquél era mayor que Braulio. Si Frunimiano, a su vez, hubiese sido menor que Juan, eso nos permitiría establecer un nuevo terminus post quem para el naci miento de Braulio: Juan nació hacia 581, Frunimiano, en conse cuencia, como pronto, lo habría hecho hacia 582/3, y Braulio, entonces, a partir de esta fecha, es decir, de los años 584-585. Sin embargo, no podemos afirmar con seguridad que Frunimiano fuese menor que Juan. Domínguez del Val lo cree así cuando es cribe: «Frunimiano, (s. vn), abad. Hermano tal vez de San Brau lio, aprendió de su hermano Juan las primeras ideas sobre la vida religiosa, que luego siguió»2'. Ignoro, no obstante, en qué se funda para ello, pues no proporciona testimonio alguno en

'8 Vid. Conc. Tolet. II, c. 1 lín. 35-40: «tí.. primum subdiaconatus ministerium habita probatione professionis suae a uicesimo anno suscipiant; quod si inculpabiliter ac inqffense uicesimum et quintum annum aetatis suae peregerint, ad diaconatus officium, si scienter implere posse ab episcopo comprobantur, promoueri». Así lo ha señalado ya González García, La Iglesia desde la conversión de Recaredo...', p. 591. " Vid. Sánchez Salor, Jerarquías eclesiásticas, p. 148. 2° El parentesco entre Frunimiano y Braulio está confirmado por la dedi catoria de la Vita s. Aemiliani, vid. Bravl. Aem. p. 22 lín. 3-4: «Dei uiro dominoque meo et germano Frunimiano presbitero Braulio inmerito episcopus salutem». Que el Frunimiano de la Vita s. Aemiliani es el mismo al que van dirigidas las epist. 13-14 de Braulio es generalmente aceptado por la crítica, vid., al respecto, Valcárcel, '¿Uno o dos Frunimianos...'. " Vid. U. Domínguez del Val, Frunimiano', en Dhee, vol. 2, pp. 963-964: P 963

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apoyo de su argumentación. Pese a todo, es cierto que Juan pa rece el mayor de los tres. En primer lugar. Juan fue el primero en morir, en 631. Frunimiano sobrevivió a Isidoro de Sevilla, pues la epístola 14 que le dirige su hermano Braulio presupone la muerte del hispalense e implica, en consecuencia, que dicha carta fue escrita con poste rioridad al año 6}6'Z. Por otro lado, por la dedicatoria de la Vita s. Aemiliani, sabemos que, al tiempo de la composición de esta obra, Frunimiano era tan sólo presbítero (en las epist. 13-14 es ya abad)2', mientras que, como se deduce del prefacio siguiente, Juan ya había muerto, vid. Bravl. Aem. p. 22 lín. 3-4: «Dei uiro dominoque meo et germano Frunimiano presbitero Braulio inmerito episcopus salutem». Igualmente, en el prefacio de esta misma Vita, Braulio parece conceder a Juan la primacía sobre sus otros dos hermanos, atri buyendo principalmente al deseo de aquél la redacción de la ci tada obra y nombrándolo, así, en primer lugar, por delante de Frunimiano, vid. Bravl. Aem. 1, p. 22 lín. 5-7: «Tempore piae recordationis domini mei et germani maioris natu, communis ac

" Vid. Bravl. epist. 14, p. 92 lín. 16-18: «...quod neque aput nosfit. neque ubicumque fieri uidimus, nec aput prestantissime memorie domnum meum Isidorum». Para los problemas planteados por la datación de las epístolas in cluidas en el corpus de Braulio, vid. supra la nota 9 del presente estudio. A las referencias bibliográficas allí indicadas, debe añadirse ahora Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, pp. 64-100, sobre las cartas intercambiadas entre Braulio y sus otros corresponsales al margen de Isidoro de Sevilla (so bre las epist. 13 y 14, vid. esp. pp. 81-85). En cuanto al estudio de Madoz, Epis tolario, vid. en concreto las pp. 46-47, dedicadas a estas dos epístolas. Ma doz las fecha entre 640 y 645, mientras que Lynch, de forma más prudente, se limita a señalar el a. 636 como terminus post quem de la epist. 14, y cree que la epist. 13 pudo haber sido escrita hacia 632, aunque sin muchos argu mentos. Aldama, por su parte, no se ocupa de ellas, pues sólo le interesan las intercambiadas entre Isidoro y Braulio. 2' Vid. Bravl. epist. 13, p. 88 lín. 1-2: «Domno meo Frunimiano presbitero et abbati, Braulio seruus inutilis sanctorum Dei»; e Id., epist. 14, p. 90 lín. 1: «Domno meo Frunimiano presbitero et abbati, Braulio». Ésta es la tesis, al menos, del mayor especialista actual en la Vita s. Aemiliani, vid. Valcárcel, ¿Uno o dos Frunimianos...', esp. p. 370 y nota 19; e id, La Vita Emilianí..', nota 56 de la p. 390. Creo que. en efecto, las epístolas 13 y 14 han de fecharse con posterioridad a la Vita s. Aemilianí Ésta es fechada hacia 639/40 por Valcárcel, La Vita Emilianí..'. esp. pp. 377-380. Ello daría la razón a Madoz. que fechó ambas epístolas entre 640 y 645, frente a Lynch. No obstante, como diré más adelante, cuando me ocupe de la posible fecha de redacción de la Vita s. Aemiliani. creo que esta obra hubo de ser redactada entre 639 y 646. siendo su fecha más probable los primeros años del reinado de Chindasvinto (a. 642-653), antes, desde luego, del nombramiento de Eugenio, el diácono de Braulio, como obispo de Toledo, en 646.

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sanctae uitae doctrinaeque institutoris Iobannis episcopi, tam eius iussis quam tuis oboedienspraeceptis. intenderam...». En fin, la expresión «communis ac sanctae uitae doctrinaeque institu toris» puede entenderse tanto en el sentido de que Juan fue ins tructor de Braulio en la formación religiosa de éste así como en su educación eclesiástica, como en el de que Juan fue el instruc tor 'común' de Braulio y Frunimiano en los dos terrenos citados. Si Braulio hubiese escrito en la línea precedente «domini nostri» en lugar de «domini mei», no habría dudas de la acepción que debe concederse a «communis». Dado que no es así, la duda subsiste, aunque me inclino a pensar que la segunda acepción, la de 'instructor común' de Braulio y Frunimiano es la más pro bable en el pasaje citado. En consecuencia, si Juan es el mayor de los tres, Frunimiano el intermedio, y Braulio el más joven, de acuerdo con el razona miento anteriormente expuesto, las fechas más razonables entre las que debe situarse el nacimiento de nuestro escritor son los años 585 a 594/52*. i.A.2. FAMILIA Ya se ha dicho que Braulio tuvo dos hermanos mayores: Juan, obispo de Zaragoza hacia los a. 619-631 (gm 590), y Frunimiano (ka 167), abad de un monasterio sin localización precisa, pero que ha de identificarse con toda probabilidad con el fundado en La Rioja por el monje Emiliano (ka 132) protagonista de la Vita s. Aemiliani, es decir, San Millán de la Cogolla, donde Frunimiano era presbítero en la época de redacción de esta Vita". Tenemos asimismo noticia de dos hermanas de nuestro escri tor: Pomponia (ka 248), abadesa de un monasterio sin identificar (aunque es probable que no se encontrase lejos de Zaragoza, la zona de influencia de la familia)26, no sabemos si mayor o me nor por su edad que Braulio; y Basila (ka i1), sin duda la más joven de todos ellos, quien, tras casarse, quedó muy pronto viuda (hacia 633), retirándose a continuación al monasterio re M La fecha tradicionalmente aceptada es la de hacia 585, pero la tradición no parece un argumento de mucho peso, al menos para un científico. " Vid. Bravl. Aem. 1, 2, 7 y 11. Cfr García Moreno, Prosopografía. p. 206, nota 2 del n° 590. Por una extraña inadvertencia, este hermano de Braulio aparece citado siempre como Fruminianus' en el, por lo demás, excelente trabajo de García Moreno. 26 Coincido en esta creencia con Pérez df, Urbfl, Los monjes españoles. pp. 364-365.

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gido por su hermana mayor Pomponia, donde moriría poco des pués (hacia 634/5)27. Estos pocos datos biográficos sobre las dos hermanas de Brau lio pueden extraerse de las siguientes fuentes: la epist. 18 de Braulio nos permite conocer el parentesco existente entre éste y Pomponia. así como la condición de abadesa de ésta última, vid. Bravl. epist. 18, p. 10o lín. 1-2: «Domine et in Cristo filie Pompunie abbatisse, Braulio seruus inutilis sanctorum Dei», e Ibid., p. 102 lín. 47-48: «...nihil enim extraneum facis, si me diligis, cuius et qualitatem nosti mentis et quem consortem abes sanguinis». En segundo lugar, dado que la epist. 18 ha sido fechada con buenos argumentos hacia 634/5, esto nos proporciona un termi nus post quem para la muerte de Pomponia28. Asimismo, esta epístola nos da noticia del parentesco entre Pomponia y Basila, y de la reciente muerte de ésta, así como sugiere que, en el mo mento de producirse el óbito, Basila vivía en el monasterio re gido por Pomponia. Los pasajes que apoyan todo esto son, res pectivamente: Bravl. epist. 18, p. 100 lín. 9-10: «...fateorenim, mi domina, quotienscumque uolui aliquid tibi de transitu sancte memorie germane tue domne Bassille scribere...» (sobre el pa rentesco y la muerte), e Ibid., pp. 100-102 lín. 38-39: «...quapropter adibe anime tue solamen sanctarum scribturarum meditatione et per te consolentur sorores cetere...» (la estrecha relación que mantenía con el resto de las mujeres recluidas en el monas terio dirigido por Pomponia, de ahí la más que posible estancia de Basila en el mismo). En fin, la datación antes señalada de la epist. 18, hacia 634/5, nos proporciona una fecha segura para la muerte de Basila. Otras dos fuentes nos confirman, por un lado, que Basila era hermana de Braulio y que aquélla, a la muerte de su esposo, se retiró del mundo, entregándose a la vida monacal: son respectivamente la epist. 15 de Braulio dirigida a la propia Basila y el poema 22 de Eugenio II de Toledo (uno de los dos epitafios de Basila que he

'7 Sobre Pomponia y Basila. cfr asimismo García Morfno, Prosopografía, p. 206, nota 2 del n° 590. '8 Sobre la datación de la epist. 18 de Braulio, vid., sobre todo, Madoz, Epistolario, pp. 47-48; e igualmente Lynch en Lynch - G alindo. San Braulio. p. 97. El principal argumento es que Nonito, obispo de Gerona (gm 617). que había firmado en 633 el Concilio IV de Toledo y que. según Ildefonso de To ledo (Ildef. uir. ill 9), falleció en tiempos de Sisenando (que murió, a su vez, el 12 de marzo de 636). acababa de morir, según cuenta Braulio en su carta (vid. Bravl. epist. 18, p. 100 lín. 13-16).

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mos conservado compuestos por este autor)29, vid. Bravl. epist. 15, p. 96 lín. 37-38 : «...te (sc. Bassillam) autem quam maxime, do mina filia germana, exortans precor ut...»'°, y Evgen. carm. 22,13-14: «...tu (sc. Basilla) priuata uiro primaeuo flore iuuentae / ad Christum celeri religione uenis». Asimismo, el primero de estos dos versos deja ver claramente que Basila enviudó de su esposo siendo muy joven, sin duda, más que Braulio, que debía de tener entre 35 y 40 años por esas fechas. Por lo que a los padres de Braulio se refiere, no se nos ha con servado ninguna información sobre su madre, salvo que era de noble linaje de acuerdo con el poema 21 de Eugenio II de To ledo citado anteriormente, Evgen. carm. 21,17-18: «...nobilis hunc (sc. Iohannem episcopum) genuit clara de matre sacerdos /factis egregius, nomine Gregorius». Estos mismos versos nos dan a co nocer el nombre del padre de Braulio: Gregorio, y que éste al canzó la dignidad episcopal. Este Gregorio ha sido identificado con buenos argumentos con el obispo de Osma (gm 324) que en el a. 610 firmó un concilio provincial en Toledo. Dichos argumentos son principalmente tres, de acuerdo con el resumen del problema que hace García Moreno: en primer lugar, el hecho de que el tal Gregorio no pudo haberse consagrado a la vida eclesiástica mucho antes de esta fecha, pues recordemos que Braulio nació entre 585 y 594/5 y que Basila era incluso más joven que él, por lo que el a. 610 se ajusta bien a los márgenes temporales en los que nos movemos'';

29 El otro es el hermoso y breve poema 23 de este mismo escritor, sobre el que volveré más adelante, pues nos confirma el aristocrático linaje de la fa milia de Braulio. '° Esta epístola ha sido fechada hacia 633, aunque sin muchos argumen tos, por Madoz, Epistolario, p. 48; y Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, p. 85. Dado que en la época en la que la escribió Braulio era ya obispo, esto nos proporciona como terminus post quem el a. 631. Por otro lado, el que sea anterior a la epist. 18, que nos informa de la muerte de Basila, y que puede ser fechada con mejores argumentos hacia 634/5, esta última fecha debe ser considerada como el terminus ante quem. Así pues, todo lo que se puede decir sobre la datación de la epist. 15 de Braulio es que debió ser escrita en tre 631 y 634/5. " En efecto, como ya señala González García. La Iglesia desde la conver sión de Recaredo...', p. 606: « ...en la Iglesia visigoda se podía llegar al sa cerdocio después de haber estado casado y viviendo aún la esposa. El estar casado no era impedimiento. Ésta es la razón por la que se exige a los sa cerdotes que están casados que vivan castamente y no usen del matrimonio. No debían vivir en la misma casa, y, en el caso de que vivieran juntos, debía vivir con ellos algún familiar como testigo de su castidad»; y Collins. España, p. 95: «Braulio, al igual que su maestro san Isidoro, pertenecía a lo que po

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en segundo lugar, el que por esas mismas fechas no nos haya llegado noticia de ningún otro obispo de nombre Gregorio; y, finalmente, el que la ciudad de Osma no se halle lejos ni de Za ragoza ni de la región de San Millán de la Cogolla, donde vivie ron al menos Juan, Frunimiano y Braulio, y desempeñaron los tres importantes cargos eclesiásticos, lo que pone de manifiesto una importante influencia de su padre en aquella zona'2. No se tiene certeza absoluta sobre si esta familia era hispanorromana o goda, aunque, en general, se piensa más bien en lo primero. Un buen resumen de los argumentos que apoyan la te sis de un origen hispanorromano lo proporciona Lynch. Éste se ñala que, aunque no puede determinarse si el nombre de Brau lio es godo o romano, los nombres del padre y de los hermanos de éste son todos romanos: Gregorio, el padre, y sus cuatro her manos: Juan, Frunimiano, Pomponia, y Basila; que el hecho de que Gregorio, Juan y Braulio fuesen obispos, Frunimiano abad, y Pomponia abadesa, indica que estamos probablemente ante una de esas familias nobles de origen romano de gran influencia dentro de la Iglesia católica hispana (como, por ejemplo, la de Isidoro de Sevilla)"; y que a ello se suma el hecho de que Gre gorio, en el momento de la conversión oficial de los godos al ca tolicismo en 589, ya era católico, pues Juan y Frunimiano que na

dríamos llamar una dinastía clerical, hecho nada inhabitual en la Iglesia oc cidental en esa época. Su padre, Gregorio, era obispo, posiblemente de Osma. En esta época el derecho canónico no prohibía a un obispo tener hi jos, pues no existía una prohibición formal de que el clero pudiera contraer matrimonio y. como ocurría en la Galia del siglo V, un hombre de rango so cial elevado podía abandonar su vida secular y el matrimonio al llegar a la mediana edad, para adoptar una vida ascética o clerical. Fueron varios los concilios celebrados en España en los que se abogó cada vez más por la creación de un clero totalmente célibe y hay que decir que, ciertamente, se esperaba del clérigo casado que llevara una vida totalmente casta después de haber sido ordenado». Gregorio pudo consagrarse a la vida eclesiástica quizás aún en vida de su esposa, o acaso a la muerte de ésta, pero, desde luego, no pudo hacerlo antes del nacimiento de su último hijo. " Vid. García Moreno, Prosopografia, p. 138. nota 2 del n° 325. " Que la familia de Braulio pertenecía a la nobleza lo indica el ya tantas veces citado poema 21 de Eugenio II de Toledo, vid. Evgen. carra. 21,17-18: «nobilis hunc (sc. Iohannem episcopum) genuit clara de matre sacerdos / factis egregius, nomine Gregorius». Ello se deduce de la expresión «clara de matre», pues «nobilis... sacerdos», hace alusión al rango de obispo de Gre gorio, y no al linaje de éste. También Eugenio en su poema 23 dedicado a Basila. la hermana menor de Braulio, tras la muerte de ésta, escribe. Evgen. carm. 23,3-4: «hic dilecta deo recubans Basilla quiescit, / clara parentatu. clarior et merito».

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cieron sin duda antes de esta fecha fueron educados en la fe católica'4. A estos argumentos, ha de sumarse aún otro debido en este caso a Ortiz García, quien advierte que la clara relación de la fa milia de Braulio con la Provincia Tarraconense (de la que me ocuparé a continuación) es un indicio más del linaje hispanorromano de la misma, pues esta región era en la época una zona de población predominantemente hispanorromana". Por lo que al origen geográfico de la familia de Braulio se re fiere, frente a la antigua tesis de A. Lambert, que defendía Ge rona como enclave de la misma, y que gozó de un cierto predi camento en su tiempo, creo que hoy día existe un acuerdo generalizado entre la crítica especializada en situar dicho origen en la zona del valle medio del Ebro, dentro de los límites mar cados por el triángulo constituido por Osma (probable sede epis copal del cabeza de familia, Gregorio), San Millán de la Cogolla (monasterio en el que vivió durante largos años Frunimiano, y del que finalmente fue abad) y Zaragoza (sede episcopal primero de Juan y luego del propio Braulio)'6.

'4 Vid. Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, pp. 6-7. Prácticamente los mismos argumentos se encuentran en Madoz, Epistolario, pp. 7-8. No obstante, los estudiosos que abogan por el origen godo de la misma han de ser tenidos en cuenta: Galindo en Lynch - Galindo, San Braulio, p. 310, donde señala que, en virtud de su posible etimología, el nombre de Fruni miano es, sin duda, de origen godo y quizás el del propio Braulio; y esp. Dfaz y Díaz, Problemas culturales...', p. 22: «Otra familia similar, más de se ñalar si cabe por ser germánica altamente romanizada, fue la de Braulio de Zaragoza», y en la nota 46 de esa misma página añade: «...Nadie ha señalado hasta ahora el origen visigodo de esta familia del Ebro, que me parece inne gable por razones que daré pronto». Desgraciadamente, el gran investigador español no desarrolla su argumentación en el estudio citado, y, en la medida de mis conocimientos, no ha llegado a escribir nada más al respecto (cfr del propio Díaz y Díaz, 'Escritores...', p. 115, donde insiste en el origen visigodo de esta familia, aunque sin mayores explicaciones). De lo que no puede ca ber duda alguna es de que Díaz y Díaz ha de tener buenas razones para ex presarse con semejante rotundidad respecto al origen de la familia de Brau lio contra la opinión más generalmente admitida hasta el momento (y creo que con buenos argumentos). " Vid. Ortiz GarcIa, San Braulio...', p. 460. '6 Los únicos que conozco que insisten (bastante gratuitamente) en el ori gen gerundense de la familia de Braulio son Ayala. Escritores eclesiásti cos...', p. 25; Domínguez del Val, Historia de la Antigua Literatura Latina, vol. 4, p. 8; y, sobre todo, Amich i Raurich, Algunes informacions...'. Debo prevenir al lector contra el último de los tres trabajos citados, por ser éste un estudio reciente y porque uno podría esperar encontrar en él algo de interés. Estamos, por el contrario, ante un estudio poco original y poco crítico. En efecto, sin ningún argumento nuevo, el autor del artículo retoma la vieja te

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El hecho de que la vida de todos los miembros varones de la familia (de las mujeres apenas tenemos alguna información)'7 se desarrollase en esta zona es, por tanto, el primero y principal de los argumentos aducidos en favor de situar allí el origen de la misma. Otro argumento que me parece de peso lo proporciona Collins, quien considera sumamente significativo el que los tres hermanos varones fuesen profundamente devotos del culto, re cién instituido, del monje Emiliano (san Millán), muerto hacia el a. 580 (ka 132): en primer lugar, como ya se ha dicho con ante rioridad, Frunimiano pasó la mayor parte de su vida como monje en el monasterio fundado por Emiliano, del que terminó siendo abad; y en segundo lugar, como también hemos visto, Juan y Frunimiano solicitaron insistentemente a Braulio que escribiese una Vita en honor del fallecido, considerado muy pronto como un hombre santo en esa zona, lo que dio origen a la Vita s. Aemiliani que conservamos'8. En opinión de Collins, esto sugiere

sis de 1933 de A. Lambert, en 'La famille de Saint Braulio...' (aceptada, es cierto, por Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, pp. 14-19. y hasta por Madoz, Epistolario, pp. 9-10). en favor de un origen gerundense para la fa milia de Braulio. Digamos, en primer lugar, que dicha propuesta fue ya re chazada en 1938 por Pérez de Urbel, Braulio', cois. 442-443; en 1943 por Váz quez de Parga, Sancti Braulionis. p. vi; en 1974, por García Moreno. Prosopografía, p. 206, n° 590; en 1986, por Collins, España, p. 96; y en 1993 por Díaz y Díaz, 'Problemas culturales...', nota 46 de la p. 22. Todos estos estudiosos se mostraron en su momento favorables a situar el origen de esta familia en el valle del Ebro - y no señalo sino los que me parecen más dig nos de consideración. Sin embargo, ninguno de ellos se encuentra citado en la bibliografía de Amich i Raurich. Pero es todavía más incomprensible la au sencia del artículo fundamental hoy día sobre el problema; Valcárcel. 'Sobre el origen geográfico...', aparecido en 1991, en el que este estudioso sitúa di cho origen en el valle medio del Ebro (entre Osma y Zaragoza) con argu mentos inatacables en el estado actual de nuestros conocimientos de la vida de Braulio y de la familia de éste. Sorprendentemente, en su reciente pre sentación general de la literatura visigoda, Díaz y Díaz escribe, no obstante, que, aunque Braulio nació probablemente en Zaragoza o en sus alrededo res, su familia era quizás de origen gerundense. vid. Díaz y Dfaz, 'Escrito res...', p. 115. '? Madoz, Epistolario, p. 9, señala con luminosa inteligencia que el cono cimiento que en sus poemas (22 y 23) Eugenio II de Toledo, a la sazón arce diano de Braulio en Zaragoza, demuestra tener de Basila deja ver que ésta debió de residir con toda probabilidad en esta ciudad, al menos hasta reti rarse al monasterio de su hermana Pomponia. '8 Cfr asimismo Collins. España, p. 96, quien añade un tercer argumento: Juan, siendo obispo, habría dedicado una basílica a este santo en Zaragoza. y a dicha basílica haría precisamente alusión uno de los poemas de Eugenio II de Toledo (Evgen. carm. n). No obstante, Valcárcel advierte con razón que la existencia de dicha basílica no está suficientemente probada, por lo que

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que la familia podría haber sido originaria de la región en la que se desarrollaron las actividades de Emiliano, en La Rioja, y que el desarrollo de ese culto debió de haber sido impulsado por los tres hermanos'9. i.A.3. INSTRUCCIÓN RELIGIOSA Y CARRERA ECLESIÁSTICA ANTERIOR AL OBISPADO Es éste, sin duda, el período más obscuro de la vida de Braulio y sobre el que más controversias existen. Si comenzamos por el período de la vida de Braulio anterior a su nombramiento como arcediano de la Iglesia de Zaragoza hacia 619/20, lo único que sabemos con certeza es que su formación corrió principalmente a cargo de sus dos hermanos mayores Juan y Frunimano. Así lo afirma el propio Braulio al comienzo de la Vita s. Aemiliani a propósito de Juan, y en su epist. 14 a propósito de Frunimiano,

vid. Bravl. Aem. 1, p. 22 lín. 5-6: «Tempore piae recordationis domini mei et germani maioris natu, communis ac sanctae uitae doctrinaeque institutoris Iohannis episcopi..», e Id., epist. 14, p. 92 lín. 12-14: «Set queso ut, si quid hoc neclegenter dixero, ad te respiciat causa, quia ultra iubes querere quam dedisti et magis uis exigere quam informasti». Dado que Juan era el mayor de los tres y que una de sus pri meras medidas como obispo fue el nombramiento de su her mano menor Braulio como su arcediano, parece razonable pen sar que la relación entre estos dos hermanos fue mucho más estrecha que la que Braulio pudo mantener con Frunimiano, quien debió de retirarse muy pronto al monasterio de San Millán de la Cogolla, dejando en Zaragoza a sus otros dos hermanos. En efecto, la inmediata elección de Braulio por parte de Juan como arcediano suyo deja ver la firme confianza que el recién nombrado obispo tenía depositada en su hermano menor. Ello sólo puede explicarse por el hecho de que Juan, a quien el pro pio Braulio llama su 'instructor tanto en su formación religiosa como eclesiástica', debió de haber seguido muy de cerca los es

excluyo de mi exposición este argumento de Collins, vid. Valcárcel. La Vita Emilianí..', nota 45 de la p. 387. " Vid. Collins, España, p. 96. De una opinión parecida es Valcárcel, 'La Vita Emilianí..', p. 388: «allí mismo - es decir, en su artículo 'Sobre el origen geográfico...' - defendíamos el muy probable origen de la familia de Braulio en el valle medio del Ebro, quizá en un lugar más cercano a San Millán que la propia Zaragoza».

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tudios de su hermano desde la infancia de éste hasta el a. 619. Si tenemos, entonces, en cuenta que Ildefonso de Toledo nos dice a propósito de Juan que antes de ser obispo fue abad de un mo nasterio, ello nos lleva a pensar que en dicho monasterio debió de desarrollarse la formación eclesiástica de Braulio, vid. Ildef. uir. ill 5, lín. 1-3: «lohannes in pontificatu Maximum secutus, ecclesiae Caesaraugustanae sedem ascendit. Primo pater monachorum, ex hoc praesulfactus in regimine populorum». Este monasterio ha sido identificado tradicionalmente con el de los XVIII Mártires de Zaragoza, que se hallaba unido a la igle sia de santa Engracia, pues en su breve biografía de Juan, Ilde fonso parece establecer una continuidad entre el rango de abad de aquél y su nombramiento como obispo, como si todo ello se hubiese producido en la misma ciudad de Zaragoza4°. A esta misma identificación llevan, sin duda, las siguientes pa labras de Ildefonso de Toledo sobre Eugenio II de Toledo, vid. Ildef. uir. ill 13, lín. 2-5: «Hic cum ecclesiae regiae clericus esset egregius, uitam monachi delectatus est. Qui sagaci fuga urbem Caesaraugustanam petens, illic martyrum sepulchris inhaesit ibique studium sapientiae et propositum monachi decenter incoluit»*'. Eugenio (gm 248) acudió a Zaragoza llevado por la fama de Juan y de Braulio42, quien, siendo ya obispo, lo nombró arcediano suyo y lo tenía con toda certeza destinado a sucederlo

40 Así ya Lambert, 'La famille de Saint Braulio...', p. 76. Esta identificación ha sido posteriormente aceptada por todos los estudiosos. Citaremos, a modo de ejemplo, a los siguientes: Pérez de Urbel, Los monjes españoles, pp. 353354; Madoz, Epistolario, pp. 9 y 12; Lynch en Lynch - ¿alindo, San Braulio. pp. 17 y 206-207; Díaz y Díaz, 'La cultura de la España visigótica...', p. 28; Valcárcel, 'Sobre el origen geográfico...', p. 338; Aznar Tello, San Braulio...', p. 139; y Ayala, 'Escritores eclesiásticos...', p. 25. Como probable, lo acepta U. Domfnguez del Val, 'Juan de Zaragoza', en Dhee, vol. 2, pp. 1251-1252: p. 1251. García Moreno, por su parte, lo hace entre signos de interrogación, vid. Prosopografia, p. 206, nota 3 del n° 590. 4' Y cfr asimismo Evgen. carm. 9, poema en honor de este monasterio. Así ya Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, p. 67; y Orlandis, 'Zaragoza visigótica', p. 26. 42 Sobre la relación entre estos dos personajes, cfr Díaz y Díaz, 'La cultura de la España visigótica...', pp. 43-44, quien escribe en la p. 43: «Eugenio, sa lido del monasterio Agaliense. marchó a Zaragoza para ponerse, evidente mente, en contacto con Braulio cuya cultura y cuya ciencia eran conocidas ya en toda España» (y más recientemente, cfr Díaz y Díaz, 'Escritores...', pp. 118-121). Y cfr asimismo Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, p. 67: «Eu genio en sus poemas no menciona al obispo Máximo (ob 619); y, en cambio, muestra una gran devoción a la familia de Braulio: ello nos hace pensar que su llegada no fue anterior al 620. Por las mismas razones sospechamos que, además de los motivos señalados por Ildefonso para su huida a Zaragoza,

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en su cargo de obispo a su muerte. El propósito de Braulio se vio frustrado, sin embargo, por el nombramiento de Eugenio como obispo de Toledo en el a. 646 por deseo expreso del rey Chindasvinto4'. Que Eugenio, al acudir a Zaragoza, eligiese entrar como monje en el monasterio de los XVIII Mártires es prueba de la influencia que Braulio tenía en la formación de los jóvenes de este monas terio, así como de la importancia de esta escuela en esa ciudad. Todo ello da a entender que existía una estrecha relación entre Braulio y dicho monasterio, sin duda, por haberse formado él mismo en él y haber sido regido éste durante largos años por su hermano Juan. Además de la participación segura de Juan y Frunimiano en la educación de Braulio, Díaz y Díaz señala que bien pudo haber tenido asimismo parte en ella Juan de Biclaro, siendo ya éste obispo de Gerona (hacia 592-620)44. Esta hipótesis explicaría la tan debatida alusión de Braulio a su conocimiento de la liturgia de Gerona, vid. Bravl. epist. 14, p. 92 lín. 16-18: «...quod neque aput nosfit, neque ubicumquefieri uidimus, nec aput prestantissime memorie domnum meum Isidorum, denique nec Toleto quidem uel Gerunda»; así como a su íntima amistad con Nonito (gm 617), obispo de esta ciudad durante los a. 621-636, y anterior mente abad del monasterio edificado sobre el sepulcro de san Félix, también en Gerona, vid. Bravl. epist. 18, p. 100 lín. 15-16: «...reuerende memorie domni mei Nunniti episcopi exitus mici existit exitiosus». En efecto, reconozco que la relación con Nonito es evidente, y me parece que, a través de éste, debe explicarse la alusión de Braulio a Gerona. Creo, por el contrario, que dichas relaciones no deben plantearse en sentido inverso, es decir, entendiendo que la primera relación de Braulio es con Gerona, y que su amistad con Nonito se deriva del hecho de que aquél pasó allí algún tiempo, ya fuese en su niñez (y de ahí la hipótesis del ori gen gerundense de su familia), ya en su adolescencia o juven

sentíase atraído por el nuevo obispo. Juan..., y por el ascendiente de su jo ven hermano...». ." Vid. principalmente: Bravl. epist. 31 y 33; Chind. epist. 32; e Ildef. uir. 1II. 13. 44 Vid. Díaz y DIaz, La cultura de la España visigótica...', p. 42; e Id., 'Isi doro en la Edad Media hispana', p. 148. Sin embargo, como el propio Díaz y Díaz, La cultura de la España visigótica...', nota 56 de la p. 42, reconoce: «...se trata de una hipótesis, por el momento indemostrable».

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tud, esto es, durante su formación eclesiástica (y de ahí la hipó tesis de Díaz y Díaz). Téngase en cuenta, por un lado, que, como he señalado ante riormente, la epist. 18 debe fecharse hacia los años 634/5, y que la epist. 14 es posterior a abril del a. 636, pues presupone la muerte de Isidoro de Sevilla; y que, por otro, tenemos constan cia de que Braulio y Nonito coincidieron en Toledo en 633 con motivo del Concilio IV celebrado en esta ciudad, donde pudie ron trabar amistad, si es que no se conocían de antes. Sabemos, en efecto, que con frecuencia los obispos viajaban a Toledo a tratar asuntos de importancia con el rey, o, si no podían hacerlo personalmente, enviaban a sus arcedianos4'. Por ello, es proba ble que, siendo Braulio arcediano ya hacia 619/20, y Nonito obispo desde el a. 621, aproximadamente, hubiesen coincidido alguna vez en la sede regia. Es posible también que, de camino a Toledo, Nonito hubiese pasado por Zaragoza. Además, en su epist. 14, Braulio demuestra hacia Nonito el mismo cariño que, en esta misma epístola y en las epist. 3 y 5, manifiesta hacia Isi doro, sin que ello presuponga una estancia de nuestro escritor en la ciudad de Sevilla"6, a lo que se oponen firmemente, por el contrario, algunos indicios de los que me ocuparé más adelante. Pues bien, como ha quedado establecido más arriba, hacia 619/20, cuando Braulio contaba entre 25 y 35 años, Juan, recién nombrado obispo de Zaragoza, designa a su hermano menor como su arcediano. Entre estos años y 626/7, en que debe fe charse la epist. 3 de Braulio, Isidoro de Sevilla dirige a éste sus dos primeras epístolas, que nos advierten de la estrecha amistad que ligaba ya por entonces a estos dos personajes, a la que ya he aludido y sobre la que volveré.

4' Citemos, por ejemplo, el caso de Isidoro de Sevilla, que en su epist. 6 escribe a Braulio que se ha encontrado en Toledo con su diácono, es decir, con su arcediano, quizás Eugenio II (cfr Madoz, Epistolario, nota 7 de la p. 86; y Lynch en Lynch - Galindo, San Braulio, p. 68 y nota 21 de esa página), vid. Isid. epist. 6, p. 74 lín. 6-7: «Ueni ad presentiam principis; inueni diaconem presentem tuum». De diácono' califica también a Eugenio el propio Braulio al comienzo de su Vita s. Aemiliani, vid. Bravl. Aem. 3, p. 23 lín. 2526: «...dilecto filio meo Eugenio diacono». 46 En la que no cree, por ejemplo, el propio Díaz y Díaz (vid. supra la nota 17 de este mismo estudio).

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i.A.4. EPISCOPADO A continuación, a comienzos del a. 631, tras la muerte de su hermano Juan, Braulio es designado obispo de Zaragoza. Su vida a partir de este momento nos es mucho más conocida gracias a la abundancia de las epístolas que tanto suyas como de sus co rresponsales han llegado hasta nosotros en su Epistularium. Por ello, dado que su biografía durante los últimos años de su vida no plantea graves problemas, me ocuparé con rapidez de ella, resaltando únicamente aquellos aspectos de la misma que me parecen más interesantes y reveladores de su personalidad. Así pues, desde su nombramiento como obispo y hasta su muerte en 651, asistió a los Concilios IV, V y VI de Toledo, en los años 633, 636 y 638, respectivamente. Otro dato digno de interés es que, tras el fallecimiento de Isidoro de Sevilla en 636, se con virtió, por su gran cultura y su preclara inteligencia, en la figura más destacada de la Iglesia visigoda, adquiriendo una gran in fluencia ante el trono de Toledo, en especial en tiempos de Chintila (a. 636-640) y Chindasvinto (a. 642-653). Prueba de ello es que en nombre del Concilio VI de Toledo (9 de enero de 638) redactó la dura carta (se trata de la epist. 21) en la que los obispos visi godos respondían al Papa Honorio I por las críticas que éste les había dirigido en otra epístola, debidas probablemente a lo que el Papa entendía como una excesiva benevolencia de la Iglesia visigoda para con los judíos y de ahí una falta de celo en la re presión de éstos