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ÁREA I: Hacia una Iglesia comunitaria / 2
Cómo compartir la Biblia en grupo, 1 Dos métodos de lectura bíblica 1) Los siete pasos 2) Observar - Escuchar Amar
Colección: COMUNIDAD DE COMUNIDADES
Oswald Hirmer - Alfonso Guerrero ÁREA II: Cómo compartir la Biblia en Grupo, 1 /2
COMO COMPARTIR LA BIBLIA EN GRUPO, 1 — El método de los siete pasos — El método observar-escuchar-amar
Contenido Introducción Titulo original: The pastoral use oí the Bible Autor: Oswald Hirmer © Lumko, P.O. Box 5058, Domenville 1403, South África IMPRIMATUR Andrew Zolile Brook Bishop of Unitata. 6 de enero de 1991
Edición Latinoamericana Adaptada y ampliada por: Alfonso Guerrero Colección: Comunidad de comunidades Coordinada por: Bernardo Favaretto Equipo Asesor:
Mons. Diego Padrón Elena Alvarez Juan Briceño Jesús de la Torre Alfonso Guerrero Ángel Vagnoni
© Por América Latina: SAN PABLO, 1995 Edificio Doral Plaza, Local 1 Ferrenquín a la Cruz de Candelaria Apartado 14.034, Caracas 1011-A Telfs. (02) 573.63.46 - 576.76.62 - 573.64.75 Fax (02) 576.93.34 Adaptación de los dibujos: Genaro Pérez Diagramación y Montaje: Dora Paulina Nicholls Impresión: SAN PABLO
6 DIVERSAS MANERAS DE LEER LA BIBLIA
La Biblia en nuestra Vida Metas de los diversos métodos Indicaciones prácticas
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EL MÉTODO DE LOS SIETE PASOS A. Motivación Inicial Los Siete Pasos B. Dinámica Primer Paso: Invitamos al Señor Segundo Paso: Leemos el texto Tercer Paso: Seleccionamos palabras y meditamos sobre ellas Cuarto Paso: Guardamos silencio dejando que Dios nos hable Quinto Paso.- Compartimos con los demás los que hemos escuchado en nuestros corazones Esquema de autoevaluación Sexto Paso: Discutamos alguna tarea que nuestro grupo pueda realizar 41 Séptimo Paso: Rezamos juntos espontáneamente
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HACIA UNA IGLESIA DIFERENTE A. Modelos de la Iglesia en el pasado B. La Iglesia en la Biblia C. La Iglesia en el Vaticano II D. Compartir bíblico y nueva iglesia Explicación Sumaria del Método de los Siete Pasos
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EL MÉTODO OBSERVAR-ESCUCHAR-AMAR Metas del Método Pasos del Método Primer Paso: Observar la Vida Segundo Paso: Escuchar a Dios Tercer Paso: Amar Finalización del encuentro
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Introducción
Los últimos años se caracterizan en la Iglesia por una revalorización de la Sagrada Escritura como modo de presencia de Dios en la comunidad cristiana. En los días del Concilio Vaticano II, cada mañana se celebraba la "entronización del Evangelio". La Biblia ¡levada en procesión no se colocaba en el pulpito sino que se instalaba en un trono. Así se recuperaba una antigua costumbre que encontramos, por ejemplo en el Concilio de Nicea (año 431). San Cirilo de Alejandría se expresaba así a propósito de esa entronización: "el santo sínodo constituyó a Cristo como a uno de sus miembros o más bien, como su jefe; en efecto, en el trono sagrado fue colocado el venerable Evangelio". Hoy la Iglesia gusta hablar del sacramento de la palabra para indicar que la Escritura es un modo sensible y audible a través del cual el Padre "sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos" (Sac. Conc. 21). Los cristianos consideramos que "Cristo está presente en su Palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura El es quien habla" (Sacrosantum Concilium). En esta línea sacramental habla la Iglesia también de el pan de la Palabra que debemos ingerir junto con el Pan de la Eucaristía: "La Iglesia siempre ha venerado la Sagrada Escritura como ¡o ha hecho con el cuerpo de Cristo, pues, sobre todo en la Sagrada Liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo" (Sacrosantum Concilium 21). Jesús y su proyecto de hermandad son una buena noticia para las personas, para las comunidades y para el pueblo. Esta noticia buena nos ha llegado a nosotros a través de los santos Evangelios. También nosotros, como ¡os discípulos de Emaús, cuando las cosas no nos salen bien, estamos tentados de considerar lo posible como imposible, abandonando la lucha, regresando a etapas superadas o dedicándonos a pasarlo bien. Necesitamos sentir a Jesús resucitado como el compañero del viaje de nuestra vida y de nuestra historia. Necesitamos que la escucha de la Escritura haga arder nuestros corazones y reanime nuestra esperanza. "Mientras ¡os discípulos de Emaús desconcertados y tristes caminaban de regreso a su aldea, el Maestro se ¡es acerca para acompañarlos en su camino. Jesús busca ¡as personas y camina con ellas para asumir las alegrías y esperanzas, ¡as dificultades y tristezas de ¡a vida... La Buena nueva que oyeron de Jesús transmitía el mensaje recibido de 6
su Padre... ExpHcándoIes ¡as Escrituras, les ilumina su situación y ¡es abre horizontes de esperanza" (Santo Domingo, Mensaje 14-19). Pero no basta compartir juntos la Palabra de Dios. Hay que compartir también ¡os bienes, ¡as capacidades y las oportunidades. Sin fracción del pan no hay fe cristiana: "...la explicación de las Escrituras no fue suficiente para abrirles los ojos y hacerles ver ¡a realidad desde la perspectiva de la fe. Es cierto que hizo arder sus corazones pero el gesto definitivo para que pudieran reconocerlo vivo y resucitado de entre los muertos fue el signo concreto de partir el pan. En Emaús se abrió un hogar para Alguien que estaba peregrino. Cristo reveló su intimidad a los compañeros de camino y en su actitud de compartir reconocieron al que durante su vida no hizo más que darse a ¡os hermanos y quien seüó con su muerte en ¡a cruz ¡a entrega de toda su vida" (Santo Domingo, Mensaje 23-24). Lo mismo debemos hacer sus discípulos. La Biblia es la norma suprema de la vida del seguidor de Jesús. Que sea norma quiere decir que es obligatoria. Que sea suprema quiere decir que es más importante que otras normas: "La Iglesia ha considerado siempre como norma suprema de su fe la Escritura unida a la Tradición, ya que, inspirada por Dios y escrita de una vez para siempre, nos transmite inmutablemente ¡a Palabra del mismo Dios; y en las palabras de los apóstoles y profetas hace resonar, ¡a voz de¡ Espíritu Santo. Por tanto, toda la predicación de la Iglesia, como toda la religión cristiana, se ha de alimentar y regir con la Sagrada Escritura" (Sacrosantum Concilium 21). Los seres humanos nos comunicamos a través de ¡a Palabra. A través de ella nos damos a conocer. En nuestra palabra ¡os demás descubren quiénes somos, qué queremos, qué planeamos, qué sentimos. También Dios ha querido utilizar ¡a Pa¡abra para dársenos a conocer. La Biblia nos dice lo que Dios siente por nosotros (ternura, amor, preocupación), ¡o que Dios planea para nosotros (liberación de todas las esclavitudes para una vida de comunión con Dios, con los otros y con ¡as cosas), lo que Dios es su misterio más profundo (total unidad de tres diferentes: Padre, Hijo y Espíritu Santo), ¡o que a E¡ le agrada y le desagrada (su voluntad). En este sentido afirma el Vaticano II: "Quiso Dios, en su bondad y sabiduría, revelarse a Sí mismo y manifestar el Misterio de su voluntad (Cf Ef 1,9): por Cristo, la Palabra hecha carne, y con el Espíritu Santo, pueden los hombres llegar hasta el Padre y participar de la naturaleza divina (Cf Ef 2,18; 2 Pt 1,4). En esta revelación, Dios invisible (Cf Col 1,15; 1 Tim 1,17), movido de amor, habla a los hombres como amigos (Cf Ex 33,11; Jn 15,14-15) y trata con ellos (Cf Bar 3,38) para invitarlos y recibirlos en su compañía" (Dei Verbum 2). 7
VENERACIÓN POR LA ESCRITURA EN LA VIDA DE LA IGLESIA "La Iglesia siempre ha venerado la Sagrada Escritura, como lo ha hecha cotí «1 cuerpo de Cristo, pues, sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fíeles el pan de vida que ofrece la mesa de la Palabra de Dios y del cuerpo de Cristo* La Iglesia ha considerado siempre como suprema norma de su fe la Escritura unida a la Tradición, ya que inspirada por Dios y escrita de una vex para siempre, nos transmite inmutablemente ta palabra del mismo Dios; y en las palabras de los Apóstoles y los Profetas hace resonar ta voz del Espíritu Santo. Por tanto, toda la predicación de la Iglesia, como toda la religión cristiana, se ha de alimentar y regir con la Sagrada Escritura. En los libros sagrados, el Padre* que está en el cielo, sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos, Y es tan grande el poder y la fuerza de la palabra de Dios, que constituye sustento y vigor de la Iglesia, firmeza de fe para sus hí>os« alimento del alma, fuente litnpida y perenne de vida espiritual. Por eso se aplican a ta Escritura de modo especial aquellas palabras: La palabra de Dios es viva y enérgica (Hebr 4,12), puede edificar y dar ta herencia a todt consagrados {Act 20,32; Cf 1 Thess 2,13)" {Concilio cano II, DV 21).
I Diversas maneras de leer la Biblia
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ueridos facilitadores y miembros de grupos que quieren compartir juntos la Biblia:
Este folleto busca dos cosas: 1) Ayudar a facilitadores en su labor de coordinar talleres de trabajo en parroquias donde propondrán diversos métodos para interpretar y meditar la Biblia; 2) Ofrecer material de "Auto-aprendizaje" que pueda ayudar a los grupos a profundizar y mejorar su práctica de leer juntos la Palabra de Dios. A continuación resumimos brevemente algunos puntos importantes relacionados con los métodos de compartir juntos la Biblia.
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1. La Biblia en nuestra Vida Nuestra experiencia ha demostrado que para usar adecuadamente la Biblia en la Pastoral se requiere diferentes métodos que capten las diferentes dimensiones del mensaje bíblico y que expresen las diversas dimensiones de nuestra existencia humana tanto personales y grupales como comunitarias y sociales. Por ello, cuando leemos la Biblia debemos hacernos las siguientes preguntas: —En este texto, frase o palabra ¿qué quiere decirme Dios a mí como persona? ¿qué quiere decirnos Dios como grupo cristiano y como comunidad? ¿Qué dice Dios de nuestros problemas sociales, económicos y políticos? Un solo método para compartir la Biblia no puede adaptarse a todas las dimensiones de nuestra vida. El sentido común nos dice, además, que no podemos encargarnos de todo al mismo tiempo y que hay que ir por partes. Por esto necesitamos varios métodos o maneras de interpretar la Biblia. Cuando leemos juntos la Biblia lo hacemos desde la convicción de que en ella encontramos orientación para vivir y convivir mejor. La Biblia es una luz que alumbra el camino de nuestra vida personal, comunitaria y social. Se trata de hacer oración con la Biblia preguntándonos y respondiéndonos qué es lo que Dios quiere de nosotros, de 10
EL INSTINTO DE F DE LOS CREVENTT *