Cervantes y el Mediterráneo hispano-otomano 9781617199363, 1617199362

The proceedings of a conference on Turkish-Spanish relations at the time of Cervantes.

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Spanish; Castilian Pages 296 Year 2019

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Table of contents :
ÍNDICE
INTRODUCCION
PRIMERA PARTE: LAS RELACIONES HISPANOOTOMANAS EN LA EPOCA DE CERVANTES
EL IMPERIO OTOMANO Y ESPAÑA EN EL MEDITERRÁNEO (1551-1571). LEPANTO EN LOS DOCUMENTOS OTOMANOS
LA CAMPAÑA DE ARGEL DE 1516: DOCUMENTOS SOBRE LA IMPORTANCIA GEOESTRATÉGICA DE ARGEL EN EL MARCO DEL ENFRENTAMIENTO TURCO-ESPAÑOL EN EL PRIMER CUARTO DEL SIGLO XVI
UNA VISION COMPARATIVA DE LAS RELACIONES TURCO-ESPAÑOLAS EN LOS SIGLOS XIV-XVI
EL IMPERIO OTOMANO EN LOS TEXTOS ESPAÑOLES DE LOS SIGLOS XV-XVII
LAS ULTIMAS FASES DE LA LUCHA POR EL DOMINIO DEL MEDITERRANEO ENTRE DOS SUPERPOTENCIAS: EL IMPERIO OTOMANO Y LA MONARQUIA HISPANA
LAS AGUAS DEL TERROR, EL TERROR DE LAS AGUAS: MEDITERRANEO Y BARBARROJA iMOROSENLACOSTA!
SEGUNDA PARTE: MIGUEL DE CERVANTES, ENTRE LA HISTORIA Y LA LITERATURA
ESTANCIAS ITALIANAS DE CERVANTES (1569- 1575) EL MEDITERRANEO EN TIEMPOS DE SELIMIIY FELIPE II
CERVANTES Y TURQUÍA
ARGEL: FUENTE LITERARIA Y LUGAR DE ESCRITURA DE MIGUEL DE CERVANTES
CERVANTES, LOS TURCOS Y LA GRAN SULTANA
LA IMAGEN DE DRAGUT EN EL PERSILES
EL ENGAÑO A LOS OJOS Y/O TROPELÍA COMO TÉCNICA NARRATIVA EN EL QUIJOTE
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Cervantes y el Mediterráneo hispano-otomano

Les Cahiers du Bosphore

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Les Cahiers du Bosphore is a series published by The Isis Press, Istanbul. Gorgias Press is joining with Isis to make these titles readily available in the western hemisphere.

Cervantes y el Mediterráneo hispano-otomano

Edited by

Pablo Martín Asuero Mukadder Yaycioglu Paulino Toledo

1 gorgías press 2010

Gorgias Press LLC, 954 River Road, Piscataway, NJ, 08854, USA www.gorgiaspress.com Copyright © 2010 by Gorgias Press LLC Originally published in 2006 All rights reserved under International and Pan-American Copyright Conventions. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system or transmitted in any form or by any means, electronic, mechanical, photocopying, recording, scanning or otherwise without the prior written permission of Gorgias Press LLC. 2010

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ISBN 978-1-61719-936-3 Reprinted from the 2006 Istanbul edition.

Printed in the United States of America

ÍNDICE

Prólogo

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-César Antonio Molina, Director del Instituto Cervantes I-Las relaciones hispano-otomanas en la época de Cervantes -Halil ínalcik (Universidad de Bilkent): El imperio Otomano y España en el Mediterráneo (1551-1571). Lepanto en los documentos otomanos -Paulino Toledo (Embajada de Chile en Turquía): La campaña de Argel de 1516: documentos sobre la importancia geostratégica de Argel en el marco del enfrentamiento turco-español en el primer cuarto del siglo XVI -Muzaffer Arikan (Universidad de Ankara): Una visión comparativa de las relaciones turco-españolas en los siglos XIV-XVI -Miguel Angel de Bunes: ( C.E.S.I.C.): El imperio Otomano en los textos españoles de los siglos XV-XVII -Bülent Ari (Universidad de £ankaya): Las últimas fases de la lucha por el dominio del Mediterráneo entre dos superpotencias: el imperio Otomano y la monarquía hispana -Ózlem Kumrular (Universidad de Bahi¿e§ehir): Las aguas del terror, el terror de las aguas: el Mediterráneo y Barbarroja ¡Moros en la costa!

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II- Miguel de Cervantes, entre la historia y la literatura 163 -Fernando Fernández Lanza (Universidad de Alcalá): Estancias Italianas de Cervantes (1569-1575) El Mediterráneo en tiempos de Selim II y Felipe II 165 -Emilio Sola (Universidad de Alcalá): Cervantes y Turquía 187 -Ahmed Abi-Ayad (Universidad de Orán): Argel: Fuente literaria de Miguel de Cervantes 201 -Metin And (Universidad de Ankara): Cervantes, los turcos y La Gran Sultana 213 -Ertugrul Ónalp (Universidad de Ankara): La imagen del Dragut reflejada en El Persiles 221 -Mukadder Yaycioglu (Universidad de Ankara): El engaño a los ojos y/o tropelía como técnica narrativa en el Quijote

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INTRODUCCION

Es para mí una alegría y una gran satisfacción como Director del Instituto Cervantes la publicación de este monográfico sobre Miguel de Cervantes y el mar que tan bien conoció nuestro escritor, especialmente por el hecho de que comprenden aportaciones de una docena de especialistas, turcos y españoles en su mayoría, pero también argelinos y chilenos. De esta manera el Instituto Cervantes de Estambul rinde homenaje al escritor en su cuarto centenario de la publicación del Quijote, demostrando que la rivalidad de antaño no existe y que tanto españoles como turcos avanzamos por la misma senda de paz y diálogo de civilizaciones. A lo largo de mi visita a Estambul, me pregunté en más de una ocasión que habría pensado Cervantes de este libro. El, que había sido herido en la batalla de Lepanto contra los turcos, que incluye figuras de trucos, renegados y cautivos no solo en el Quijote o en Los Baños de Argel, sino también en esa entrañable obra de teatro que es La gran sultana donde demuestra que el amor puede superar a las diferencias religiosas. Durante mi visita al Instituto Cervantes de Estambul, el pasado invierno, me he dado cuenta de que el español se va expandiendo también por Turquía, que la población y gobierno de este país van incluyendo nuestra lengua en los planes de estudios y que cada vez son más las universidades que ofrecen esta asignatura o tienen intención de abrir un departamento de filología española. En estas circunstancias, el Instituto Cervantes de Estambul con sus cursos, biblioteca, cursos de formación y actividades culturales se ha convertido en un referente de la cultura en español en Turquía, colaborando con instituciones públicas y privadas y delegaciones diplomáticas hispanoamericanas. De esta manera, en los cinco años de existencia, se ha convertido en una ventana hacia esta cultura que compartimos 450 millones de habitantes. Yo creo que nuestro escritor estaría orgulloso de ver que aquellas luchas acabaron hace mucho tiempo, que ya no nos peleamos por cuestiones religiosas y buena prueba de ello es la edición de este libro. Sólo me queda felicitar al equipo editor compuesto de Pablo Martín Asuero, Director del Instituto Cervantes de Estambul, la profesora Mukadder Yaycioglu de la Universidad de Ankara y a Paulino Toledo de la Embajada de Chile en Turquía. Cesar Antonio Molina.

PRIMERA PARTE: LAS RELACIONES HISPANOOTOMANAS EN LA EPOCA DE CERVANTES

EL IMPERIO OTOMANO Y ESPAÑA EN EL MEDITERRÁNEO (1551-1571). LEPANTO EN LOS DOCUMENTOS OTOMANOS Halil Í N A L C I K

I. DE BARBARROJA A LEPANTO Después de Barbarroja, Piyale Bajá y Dragut continuaron con éxito la lucha contra España en el Mediterráneo occidental. Dragut conquistó Trípoli (1551) que le fue entregado como una nueva provincia otomana del norte de África. En 1563 el rey de Francia solicitó la cooperación de la escuadra otomana para invadir Córcega y propuso el pago de tributos para la Isla. El Sultán autorizó que la flota comandada por Dragut se uniera a la francesa al tiempo que dio a conocer su satisfacción por las informaciones secretas que sobre estas operaciones facilitó el Embajador francés al gobierno otomano. Posteriormente, en razón que no se pudo concretar esta unión con la flota de Dragut, el Sultán expresó su disconformidad, aunque garantizó una vez más la amistad existente con Francia. El rey de Francia Henrique II (1547-1559) reiteró la primacía de la amistad insistiendo en la cooperación entre las escuadras. El coronel de origen corso Sampietro, colaborador de Francia, fue recibido en Estambul por el Sultán de quien obtuvo su apoyo 1 . El rey de Francia, que mantenía una alianza con los príncipes protestantes alemanes en contra de los Habsburgos, llevó a cabo una serie de iniciativas para lograr el establecimiento de una relación entre estos príncipes y el Sultán otomano. El Sultán, en una carta dirigida a los "Príncipes de Alemania" (Ferídun, Münse'átii's-Selátin, II, 503), les expresa que con motivo de la "amistad existente con el rey de Francia", "ha sido un honor confiar en vuestra sincera rectitud y beneficio" al tiempo que garantiza que "no se realizará ataque alguno por tierra o mar" mientras se mantenga la alianza con Francia. Al poco tiempo Dragut se apodera de la ciudad de Bastía en Córcega que entregó a los franceses. Cuando la isla fue devuelta a los genoveses en 1559, el Coronel Sampietro solicita la ayuda otomana y luego se subleva. Una poderosa escuadra cruzada (Papado, España y Malla) de unas 200 naves al mando de Andrea Doria, que

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E. Charriére, Negotiations de la France dans le Levant, II, Paris 1848,724-726.

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navegaba con el propósito de apoderarse de Trípoli, ocupa la Isla de Los Gelves (Djerba-14 de Mar/,o de 1560). Piyale Bajá logró sorprender y derrotar totalmente a la escuadra cristiana frente a Djerba. Después de esta victoria el Consejo imperial otomano tomará la decisión de apoderarse de la Isla de Malta en manos de los Caballeros de San Juan, punto de control entre el Mediterráneo oriental y occidental. En 1565, después de firmar las paces con el Emperador (25 de Julio de 1564) y de despejar los asuntos en Europa central, se iniciaron los preparativos para la campaña de Malta. El estado otomano reunía todas sus fuerzas en el Mediterráneo. Para la campaña de Malta todas las flotas del Mediterráneo, Argelia, Trípoli y Egipto se unieron a la escuadra imperial de 150 naves comandada por Piyale Bajá, que había zarpado de Estambul. En el asedio de Malta el ejército otomano tuvo veinte mil bajas y se vió obligado a suspender el sitio y retirarse (11 de Septiembre de 1565). Al año siguiente de la derrota, el anciano Sultán abandonó Estambul a la cabeza de su ejército con el fin de realizar su última campaña militar contra los Habsburgos (Zigetvar). Por esta época Francia se encontraba en una delicada situación como resultado de las presiones políticas de España que apoyaba a los católicos, de los conflictos políticos internos y de las guerras religiosas. Los calvinistas (hugonotes) que se oponían a las presiones españolas eran vistos como simpatizantes de los otomanos. La masacre de los protestantes en el día de San Bartolomé (1572) recibió el repudio de Estambul y el Diván amenazó con dejar sin efecto los privilegios comerciales. Ante el fracaso de Malta (1565) el proyecto de la conquista de Chipre pasó a primer plano. Este proyecto era apoyado por Lala Mustafá Bajá, cercano de Selim II y adversario del Gran Visir Sokollu. Para Sokollu era más importante obstaculizar el peligro ruso, es decir, evitar que la Rusia de los zares, mediante la invasión de los estados musulmanes de las zonas de la cuenca del Volga como los khanatos de Kazan (1552) y Astrajan (1554), sustituyera al Khanato de las Hordas de Oro (Altinordu) estableciendo una especie de imperio en Europa del este; evitar la suspensión de la ruta comercial y de peregrinaje Mar Negro-Asia Central; e impedir que Moscú estableciera relaciones diplomáticas con la Persia safávida en contra de los otomanos. Por todo ello Sokollu se oponía al proyecto de Mustafá Bajá, su competidor. El Mediterráneo o Europa del este era el tema de discusión entre el Gran Visir y Lala Mustafá Bajá. El proyecto de Sokollu de abrir un canal a través del DonVolga y apoderarse de Astrajan en poder de los rusos resultó en un fracaso (1569). Por este tiempo se aceleraron los preparativos para la conquista de Chipre y el ejército otomano tomó rumbo hacia la Isla al mando de Lala

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Mustafá Bajá. Por otro lado, Uluch Alí (Ochiali) expulsaría a los españoles de Túnez (1574). Durante las negociaciones para reiniciar las paces con Austria que se habían entablado con la llegada al trono de Selim II (1566), el Embajador francés al arribar a Estambul intentó, por un lado, oponerse a la concreción de esta paz; por otro, procuró incorporar a Francia en este pacto. Con la renovación de las paces con el Emperador comenzaron a correr rumores que el ejército otomano se desplazaría de Valona con la intención de ocupar el sur de Italia. Corrían rumores que Piyale Bajá llegaría a Otranto para invadir Italia 1 . El Diván, a raíz de su plan para invadir Chipre, debió tomar una serie de medidas respecto de sus relaciones con los estados europeos. En 1569 se concedió a Francia la primera capitulación, con vigencia en todo el imperio, además de reforzar los vínculos de amistad. En este momento los franceses se encontraban gestionando un préstamo de dos millones de ducados de oro ante el Sultán. Venecia, la propietaria de Chipre, perdía de esta manera el monopolio del comercio que había mantenido en Levante. Así podremos apreciar cómo después de la derrota de Lepante Francia efectuará un valioso apoyo de orden diplomático en favor de los otomanos. El Emperador dio a conocer que la tregua de ocho años con el Sultán no garantizaba la paz dado que su deseo era ver a los príncipes alemanes como adversarios de los otomanos 2 . Por indicación de Francia el Sultán despachaba cartas a los príncipes alemanes para darles las debidas garantías e intentar distanciarlos del Emperador.

Chipre y Lepanto (1570-1571) El Tratado de Cateau-Cambresis de 1559 ponía fin a la gran lucha en Europa en favor de España. Felipe II aparecía como el soberano de Europa. De esta manera en occidente se modificaban las condiciones políticas para los otomanos. El repliegue turco de Malta y la última campaña del Legislador a Hungría (1566) indicaban que las acciones otomanas declinaban en los dos frentes de Europa. Posteriormente, la crisis generada con la campaña de Chipre (primavera de 1570) constituyó un hito tanto para el estado otomano como para la política de Europa. En el caso de Chipre, los otomanos consideraban más bien las dificultades para frenar el avance de una escuadra cruzada proveniente de occidente. Debido al retraso que había tenido la preparación de las escuadras de España y el Papado, aliados de Venecia, la flota otomana había tenido éxito en transportar la infantería desde Finike a la isla sin ser atacados 1

Charriére, 111,59.

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Charriére, III, 26.

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(3 de Julio de 1570). Nicosia fue sometida pero la fortaleza de Famagusta (Magosa) resistirá todavía un año más, hasta el 1 de Agosto de 1571. Este año la flota otomana realizó algunas operaciones en el Adriático con el fin de interferir la ruta de la escuadra cruzada y luego a fines de la estación se retiró a Lepanto. Los aliados finalmente llegaron con una poderosa escuadra al mando de Don Juan y atacaron a la escuadra turca en Lepanto (ínebahti) el 7 de Octubre de 1571. La escuadra otomana fue destruida en esta gran batalla naval (participaron en los combates 438 barcos de guerra y de las 230 naves turcas sólo lograron salvarse 32. Ambos bandos tuvieron 59.000 bajas entre muertos y heridos). Conforme con el proyecto de alianza de tres años establecido entre los Cruzados se contemplaba para cada año el aprovisionamiento de 200 galeras con su respectiva fuerza ascendiente a cincuenta mil hombres. Pero el año siguiente, cuando los aliados se desplazaban en dirección a Chipre presenciaron con asombro el avance de una nueva escuadra turca, aunque no osaron entablar una nueva batalla. Venecia optó por la paz en el tercer año de la Liga (7 de Marzo de 1573), renunciando a todos sus derechos sobre Chipre, además de pagar una alta indemnización de guerra. La provincia de Chipre fue organizada de acuerdo con la política clásica de conquista aplicada por los otomanos. Los turcos sometieron totalmente a los señores feudales católico-latinos que se habían asentado como la clase dominante. Frente a la hegemonía católico-latina procedieron a la devolución de todos los antiguos privilegios y fundaciones de la iglesia ortodoxa. Tomaron una serie de medidas tendientes a desarrollar los recursos económicofinancieros para ganar el apoyo de la población. En el intertanto dejaron sin efecto la obligación de los campesinos gregochipriotas de trabajar dos días en las residencias de los señores feudales, en especial los pereikos. Desde Anatolia Central fueron transportados emigrantes turcos (según algunos datos más de 20 mil personas) con todos sus enseres y animales para ser establecidos en los territorios deshabitados. Estas operaciones de la conquista de Chipre, realizadas en gran medida con la cooperación entre el ejército y la armada, representan la cumbre del poder y genio militar alcanzado por los otomanos; junto con ello, en Lepanto se concretó el temor que siempre había embargado a los turcos, de que los estados cristianos del Mediterráneo eliminarían la escuadra turca mediante la organización de una gran Liga. Con posterioridad, los otomanos debieron conducir una política más prudente en Europa y dar fin a los proyectos universales de Sokollu conlra los portugueses en el Océano Indico y los zares rusos en Astrajan.

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LOS REGISTROS DEL CONSEJO OTOMANO (DIVÁN) II. SITUACIÓN ANTERIOR A LA DERROTA DE LEPANTO SEGÚN LOS REGISTROS DE ASUNTOS DE ESTADO (MÜHÍMME DEFTERÍ)

Lepanto en los documentos otomanos1 A continuación, conforme documentación de archivo, analizaremos la política otomana que condujo a la batalla de Lepanto y el efecto que esta derrota produjo entre los turcos. En Febrero de 1571 llegaron noticias al Diván, que provenían de los informes de espías 2 de los Beys de Klis y Delvino en Bosnia, que daban cuenta que los venecianos estaban reuniendo sus fuerzas navales en las cercanías de Corfú en espera de la armada española. Al mismo tiempo, el sanjaco de Morea informaba que la flota veneciana de 30 naves fondeada en Creta padecía de un grave desabastecimiento y que planeaba apresar los barcos turcos que transportaban víveres desde Egipto y Siria hacia Estambul. 3 Las noticias que llegaban sobre las fuerzas aliadas despertó un gran pánico en Estambul. Con el fin de enfrentar el peligro el Consejo imperial se vio en la necesidad de tomar medidas radicales. El Diván temía que la escuadra cristiana podía obstaculizar el asedio de Famagusta. Por esta razón los otomanos, con el fin de completar la conquista de toda la Isla, decidieron enviar refuerzos al comandante del ejército que se encontraba en Chipre y reunir todas las fuerzas navales turcas bajo un solo comando con el propósito de destruir e impedir la llegada de ayuda a las fuerzas de la escuadra cristiana que sufrían el asedio en Famagusta. La orden tomada por el Diván para de atacar la escuadra cruzada fue una resolución importante porque determinó en gran medida el desarrollo de los hechos posteriores. Entre dichas medidas se pueden considerar las que se indican a continuación. Al Bey de Rodas, que

Este artículo fue publicado en inglés bajo el título "Lepanto in the Ottoman Documents" en // Mediterráneo della seconda meta del 500 alia luce di Lepanto, Florencia, 1974, pág. 185-192. Los documentos utilizados en el presente trabajo son los siguientes: Registros de Asuntos de Estado (Muhimme Defteri), para esta serie véase Uriel Heyd, Ottoman Documents on Palestine, 1552-1615, Oxford, 1960, XV-XV1); Archivo Otomano Nr. XVI; Lokman, Selimnáme, Biblioteca del Palacio de Topkapi, Revan 1537; Ahmed Refik, "Documentos sobre la campaña de Chipre" ("Kibns Seferine Ait Vesikalar"), "Documentos sobre la campaña de Túnez" ("Tunus Seferine Ait Vesikalar"), Revista de la Facultad de Letras (Darülfünun Edebiyat Fakültesi Mecmuasi), 5 (Estambul 1927), 29-76; Safvet, "La escuadra derrotada" ("Singin Donanma"), Revista Tarih-i Osmani Encumeni, II, pág. 558; I. Hakki Uzun5ar§ili, "La conquista de Chipre y la batalla de Lepanto" (Kibns Fethi ile Lepanto (inebahti) MuharebesP), Revista Türkiyat, 3, (1935). 2 A. Refik, ibid, documento 9. - Ibid, documento 13.

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observaba las naves venecianas en Creta, le fueron enviados refuerzos de Estambul a mediados de Febrero, los que se componían de 20 naves al mando del sanjaco de Kocaili Ka>a Bey. El Bey de Alejandría, Shuluk Mehmed, fue designado como Comandante de la totalidad de las fuerzas navales que se reunirían en Rodas y se le dio la orden de atacar los barcos venecianos que intentasen ingresar a las aguas chipriotas 1 . A esta orden se le agregó la misión de transportar a Chipre las tropas asentadas en Trípoli de Siria. Se ordenó, asimismo, concluir con urgencia la construcción de todos los barcos que se encontraban en los arsenales de Estambul. Después del desastre de Lepanto, el retraso en las actividades de estos astilleros fue considerado como una de las razones fundamentales de la derrota. Müezzinzade Ali Bajá , designado Capitán General de la armada otomana, con fecha 21 de Marzo, se hizo a la mar desde Estambul con 30 galeras llegando a Chipre a finales de mes. Había recibido la orden de concentrar todas las naves que se encontraban en el mar Egeo y dirigirse a Chipre. El Capitán General transportó a Chipre desde Trípoli de Siria cerca de 18 mil soldados y municiones, participando también en el asedio de Famagusta. El 4 de Mayo de 1571, el Segundo Visir Pertev Bajá zarpó desde Estambul con el resto de la flota, al tiempo que era designado Comandante de la totalidad de la escuadra, que registraba un total de 124 naves. La orden señalaba que todas las fuerzas navales debían reunirse bajo el mando de su Comandante y atacar la escuadra aliada en donde sea que se encuentre. En la inspección realizada se constató que el total de galeras llegaba a 127, en 35 de las cuales se utilizaban esclavos como remeros. En el resto de las naves los remeros estaban constituidos por nativos recogidos de las provincias otomanas. 20 embarcaciones serían dejadas en Chipre con el objeto de realizar las labores de seguridad y transporte. La orden para atacar la escuadra cruzada transmitida a Müezzinzade era terminante y tenía el apoyo de todos los musulmanes 2 . Al leer con mayor detención este documento se puede observar que señala lo siguiente: "Cuando sea recibida la noticia del ataque de los cristianos, es razonable y necesario para los ulemas y todos los musulmanes, el proceder a localizar la escuadra infiel y atacarla en forma inmediata con el fin de proteger el honor del Islam y del Estado y asegurar las tierras de Califato". El mismo documento finaliza con las siguientes palabras del Sultán: "Cuando los musulmanes presentaron este requerimiento a los pies de mi trono lo juzgué correcto e indiscutible, resolviendo no cambiar mi decisión". Estas palabras reflejan en forma muy clara que los otomanos percibían la

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lbid.

Uzun?ar§ili, ibid, d o c u m e n t o 2 5 . A f i n e s de E n e r o 2 2 g a l e r a s i n g r e s a n al p u e r t o de Famagusta.

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importancia de este hecho en su más amplio sentido. Así, la guerra de Chipre, concebida como una guerra religiosa por ambas partes, había entrado en una nueva fase. Se puede apreciar claramente que los turcos hacían supremos esfuerzos y movilizaban todas sus fuerzas para esta lucha de vida o muerte. El Sultán designó al Tercer Visir Ahmed Bajá como Comandante de las fuerzas de tierra, un ejército que incluía 1500 jenízaros y 1500 espahíes de la Puerta junto a todas las fuerzas de espahíes comandadas por el Gobernador de Rumelia Huseyin Bajá. Este abandonó Estambul el 29 de Abril para dirigirse a Skopje con el fin de congregar sus tropas. Por otro lado, el 9 de Mayo Miiezzinzade deja Chipre para reunirse con Pertev Bajá 1 . Al llegar a Estambul la noticia de la indiferencia de la población griega de la Isla de Creta para alistarse en las fuerzas de Venecia y las bajas que se habían producido entre la tripulación de la escuadra veneciana a causa de la peste, el Consejo imperial remitió al Comandante en Jefe de la Armada turca, Pertev Bajá, una orden para atacar en forma inmediata al enemigo emplazado en Creta, realizar incursiones a las islas y fortalezas de la zona y, finalmente, arremeter las naves venecianas que se habían concentrado en Corfú. Si estas operaciones finalizaban con éxito Pertev Bajá debía continuar con el ataque de los castillos de las costas bajo hegemonía de Venecia y destruir la fortaleza de Parga. Para esta última operación los sanjacos de Yanina y Delvino debían colaborar poniendo a disposición las fuerzas terrestres bajo sus respectivos mandos 2 . Sobre esta operación marítima historiadores otomanos como Selánikí, Alt, Lokman y Zeyrek 3 entregan informaciones muy breves. Según Zeyrek la armada turca efectuó incursiones destructivas en Creta, Cerigo, Zanta, Cefalonia y Corfú, además de destruir los castillos de Sopot, Ulcinj, Bar y Budva en Albania. El gobernador de Argel Uluch Ali se unió a la flota con sus 20 galeras en las cercanías de Creta. En la obra Selimname de Lokman (esta extraordinaria obra ilustrada con miniaturas se encuentra en la Biblioteca del Palacio de Topkapi: No. 1537) se describe en miniaturas la forma en que Ahmed Bajá, en colaboración con las fuerzas navales comandadas por Pertev Bajá, arribó a Scodra y como se apoderó de la fortaleza de Ulcinj. La captura de la posesión veneciana de Ulcinj dio origen a grandes demostraciones de júbilo en Estambul y Ahmed Bajá fue recompensado por el Sultán. Junto con lo anterior es del caso hacer notar otro interesante punto como es la deserción de la gran mayoría de los soldados que desembarcaron a tierra y no regresaron a

' Uzuncar§ih, ibid, documento 31. A . Refik, documento 38. J

Tarihi-i Feth-i Kibris (Historia de la conquista de Chipre), manuscrito, Biblioteca Nacional, Viena.

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sus naves. Por esta razón es que, según lo que informa Selánikí, una considerable cantidad de naves quedó sin tripulación. Los Bajás Ahmed y Pertev, en momentos que se aprestaban a atacar la posesión veneciana de Cataro, fueron informados que la escuadra cruzada se encontraba en el Adriático, aunque había recibido orden de retirarse. A raíz de esto el Diván estimó que el enemigo tenía intenciones de atacar los territorios otomanos de las costas adriáticas, ante lo cual debió tomar enérgicas medidas. Según informaciones provenientes de Valona, en el mes de Julio la escuadra veneciana se había dirigido a Mesina. En el mes de Agosto se envió a los sanjacos y cadíes de Rumelia un mensaje de advertencia para que estuviesen preparados frente a un ataque enemigo. El Bey de Kostendil fue designado para la protección costera en Albania, desde Lesh hasta Drach. Al mismo tiempo a los cadíes de Rumelia se les ordenaba conseguir alimentos y materiales para el comandante de la escuadra, para su cuartel de invierno. Junto con estos detalles el documento que damos a conocer a continuación es interesante desde la perspectiva que muestra la situación de los turcos en el mes de Septiembre. El documento se inicia como sigue: "Orden a Ali Bajá, Comandante de la Escuadra Imperial, En vuestra carta enviada con fecha 9 de Septiembre de 1 5 7 1 , nos informáis que mi firmán concerniente al asunto de invernar en el puerto de Cataro junto con el gobernador de Argel lo habéis recibido en Lepanto y que Ali, uno de los capitanes de Argel que fue enviado a Mesina a investigar, le informó que la escuadra cristiana había ingresado al puerto de Otranto y que había apresado una nave pequeña perteneciente a esta flota. Conforme las informaciones obtenidas de los prisioneros, toda la escuadra, incluidas las naves españolas y las venecianas que se encuentran en Creta, fueron equipadas y bajo el mando de Don Juan, el hermano del rey de España, se les ordenó dirigirse a Corfú con el propósito de atacar nuestra escuadra o las costas de nuestro territorio. También agregáis que la situación será discutida en el consejo de guerra y que se tomará la decisión más favorable para nuestro estado y religión. Nos hemos informado de todas las materias que hacéis mención en vuestra comunicación. Además de lo anterior, según informaciones verbales traídas por mi ordenanza Mustafa y que provienen del Bey de Delvino Bayezit, la escuadra cristiana ha arribado a Corfú. También me ha informado de los asuntos que quería hacerme saber Pertev Bajá. Conforme con lo expuesto mi orden es la siguiente: Después de obtener informaciones confiables sobre el enemigo ordeno atacar la escuadra cristiana, confiando plenamente en Dios y su profeta. Tan pronto esta orden sea recibida os dirigiréis a Pertev B a j á y, junto con él, el gobernador de Argel y los otros señores, los zaim (propietarios de feudos, zeamet) y capitanes de la flota, y llevaréis a cabo un consejo de

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guerra, y conforme la resolución más conveniente deberéis actuar en la más completa unidad. C o m o he expresado en mis órdenes anteriores, quiera Alá que podáis resolver que la flota imperial pueda invernar en esas aguas, después de acordar con Pertev B a j á pueden decidir permanecer en Cataro u otro puerto. Después de presentarme las medidas que se tomarán al respecto podéis obrar en la forma que les sea más pertinente". Por una orden de fecha 17 de Septiembre dirigida al Capitán B a j á nos podemos informar que en momentos que la escuadra turca se dirigía a Valona 5 galeras enemigas habían arribado al Estrecho de Cataro. K a s i m , el B e y de Herzegovina, logró reprimirlas y tomar prisioneros. S e g ú n información obtenida de estos prisioneros la escuadra cruzada conformada de 130 naves españolas y otras tantas venecianas se había puesto en movimiento y navegaba con el propósito de asediar Castelnovo. En razón de lo anterior, mediante una orden de fecha 25 de Septiembre, se informaba al Capitán B a j á que debía invernar en el puerto de Cataro con las 230 naves de la escuadra imperial junto al gobernador de Argelia. S e suministrarían los víveres para la escuadra y Castelnovo por un período de 6 meses. El Comandante del ejército, Ahmed B a j á , recibió la orden según la cual todos los espahíes bajo el mando del gobernador de Rumelia, Huseyin B a j á , debían movilizarse con urgencia a un probable lugar de ataque. Para la seguridad de Castelnovo fue enviado el Bey de Kostendil. L o s sanjacos de Herzegovina y Scodra mantendrían comunicación con sus comandantes y participarían conjuntamente en estas operaciones. El 27 de Septiembre el ordenanza Mustafa informó que la escuadra cristiana había arribado a Corfú proveniente de Delvino. En Septiembre, Ahmed B a j á , junto con el gobernador de Rumelia llegó a Albania para reprimir la sublevación que había aflorado en Ohrida, oportunidad de la que se valió para reforzar con contingentes de espahíes las fortalezas de Preveza, Patras, Delvino, Valona y Drach. Ahmed B a j á entregó la misión de defender las costas de Albania a los sanjacos de Kostendil y Vidin, al m i s m o tiempo que supervisó todos los puntos de la región que se encontraban en peligro. Posiblemente, Ozkuroglu Mahmud, de la antigua familia albanesa de S g u r a s , le ofreció efectuar los servicios de la protección de las costas con 2000 voluntarios. Posteriormente, Ahmed B a j á informó al Sultán de la difícil situación en que se encontraba a causa de las lluvias y escasez de provisiones para sus tropas, expresando la necesidad de regresar a sus cuarteles debido a la estación. L o s comandantes designados para la protección de las costas presentaron también sus quejas por la escasez de víveres señalando la imposibilidad de permanecer en Albania. En una orden del Diván remitida a Ahmed B a j á y fechada el 10 de Octubre, es decir tres días después de la batalla de Lepanto, se informa que la escuadra cruzada se encuentra en Corfú y que se postergue el regreso de los

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espahíes (los espahíes de los sanjacados estaban obligados a prestar servicios en las campañas previstas entre la primavera y el otoño). En la misma orden se indica la necesidad de relevar las agotadas dotaciones de los barcos por fuerzas de tierra. En la comunicación entregada a Ahmed Bajá se ordena la provisión urgente de las f uerzas requeridas por la escuadra, la revisión de las guarniciones de las fortalezas y dirigirse con todas las fuerzas disponibles a su mando al punto en que se concretará el ataque enemigo. Conforme las informaciones recibidas en el Consejo a comienzos de Octubre las fuerzas cristianas comandadas por Don Juan se componían de 130 galeras, 70 galeras de diez bancos, 28 falúas y 6 barcazas. El 19 de Octubre el Diván aún no tenía noticias de la derrota de Lepanto y debido al término de las operaciones estacionales remitió la autorización para el regreso a sus hogares de las fuerzas de tierra y la orden para los preparativos de las campañas a iniciarse en primavera. Todas estas informaciones nos indican que el Consejo no esperaba un ataque en esta fecha. Por ello la noticia de la derrota fue una completa sorpresa. El historiador otomano Álí acota lo siguiente: "La escuadra navegó durante largo tiempo sin avistar al enemigo. Los otomanos llegaron a la conclusión que la escuadra cruzada carecía del valor para enfrentarse en una batalla. El invierno se avecinaba. Los corsarios y los comandantes de los sancajados de la costa solicitaron autorización del Consejo para regresar a sus tierras. De esta forma se disolvió el ejército". Cuando se tomó conocimiento que la escuadra cristiana avanzaba para concretar un ataque los comandantes turcos intentaron reunir precipitadamente gente para la tripulación de sus barcos reclutando soldados de las guarniciones de las fortalezas costeras, incluso de la población local. No poseemos informe otomano alguno que se explaye sobre la batalla que tuvo lugar en el puerto de Incirli en el Golfo de Lepanto. El informe de Pertev Bajá, que se menciona en un firmán no ha sido encontrado en los archivos turcos. Las crónicas sólo entregan informaciones muy breves sobre la batalla. En ese entonces el Sultán se encontraba en Edime (Andrinópolis) y tuvo conocimiento de los hechos el 23 de Octubre, gracias a un mensajero especial enviado por Uluch Ali Bajá (Ochiali). En un firmán enviado a Pertev Bajá el 28 de Octubre sólo se indica lo siguiente sobre este acontecimiento: "Una guerra puede conducir a la victoria o a la derrota. Ello pertenece al designio del Todopoderoso'. En realidad la confianza que los otomanos habían ganado durante el verano con la conquista de las fortalezas venecianas de Bar y Ulcinj en Albania y la conquista de Famagusta el 1 de Agosto de 1571, es decir mucho antes de la derrota de Lepanto, fueron factores que hicieron que este desastre naval tuviera el efecto de una verdadera conmoción. Según el

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cronista otomano Álí, la historia no registraba una catástrofe de esta naturaleza desde la creación del mundo y los tiempos del Arca de Noé. Los cronistas turcos argumentan las siguientes razones como causas de la derrota: zarpe de la escuadra de Estambul más temprano de lo acostumbrado; agotamiento de las tripulaciones como resultado de las extensas operaciones en el mar; la deserción de los espahíes; el ataque inusitado de la escuadra cristiana en momentos que los turcos daban por finalizadas las operaciones de la temporada; la orden categórica de Estambul de embestir la escuadra cristiana; la insistencia del Comandante en ejecutar la orden recibida; la desconsideración de las tácticas sugeridas por Uluch Ali Bajá; el fondeo en tierra de 40-50 embarcaciones y; la precipitación con que el Comandante decide atacar las líneas enemigas a pesar de la gran deserción de soldados. Pero al mismo tiempo todas estas crónicas después de enumerar las razones antes señaladas agregan que ello fue una advertencia de Alá por los pecados de los musulmanes. En el día posterior a la llegada del mensajero, hubo en el Consejo Imperial demostraciones de poder y de confianza en vías a reparar la situación. Los Registros de Asuntos de Estado (Mühimme Defteri) dan cuenta de una serie de enérgicas medidas tomadas con posterioridad a esta reunión del Consejo. Entre ellas se encuentran las remitidas al recién designado Capitán Bajá Uluch Ali (ahora Kilich), ex gobernador de Argel, para reunir todas las naves que se habían separado de la flota y permanecer en la vigilancia de las costas de Grecia y Quíos; al Gobernador de Rumelia Ahmed Bajá para concentrar tropas para las fortalezas de las costas, reprimir al enemigo en caso de desembarcar en el litoral, vigilar la zona de Preveza y dirigirse posteriormente con todas sus fuerzas a Morea. Debido a que la mayoría de las guarniciones de los castillos de Morea habían sido reclutados para la escuadra, la región se encontraba bajo un gran peligro. El Sultán repudia con las siguientes palabras a los soldados que desertaron de sus filas antes de la batalla: "No ha ocurrido una situación similar anteriormente. A pesar de la llegada del invierno no hay excusa para decir que la situación no era favorable mientras el enemigo estaba en camino para destruir nuestro país... Tales excusas muestran de vuestra parte, simplemente el carecer de valor y fervor religioso". Con fecha 24 de Octubre se despacharon órdenes a todos los cadíes de las costas del Mediterráneo solicitando destinar vigías en los puntos de mayor peligro, proteger a la población local en montañas de difícil acceso, completar las guarniciones de los castillos y aumentar el número de sus efectivos. A los comandantes de las fortalezas de los Estrechos, Rodas y Modón les fue remitido un firmán disponiendo mantenerse en armas y en estado de alerta permanente. Todo lo expuesto nos indica que el gobierno consideraba la posibilidad de un ataque enemigo en sus costas, incluso en Estambul.

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En especial se temía que se produjera un ataque a Chipre, la isla recientemente conquistada. En estos momentos llegó la noticia de que 42 embarcaciones venecianas se dirigían a Creta. Para la defensa de Chipre se fusionaron los sanjacos de í^el, Tarso, Alaiye y Teke con el señorío de Caramania y se ordenó que las tropas de estos sanjacados embarcaran prontamente hacia la isla junto a sus comandantes. A los capitanes que se encontraban en Bafa y Kirenia se les informó que debían permanecer con sus naves en Chipre. El 28 de Octubre, a su regreso a Estambul desde Edirne, el Sultán recibió con grandes ceremonias a Ahmed Bajá y Lala Mustafá Bajá, los conquistadores de Ulcinj y Chipre, respectivamente. De acuerdo con el cronista Álí, después de conocer la noticia de la "escuadra derrotada", el Sultán permaneció sumergido en una especie de melancolía. A mediados de Noviembre el Capitán Bajá informó al Sultán del arribo a Estambul con su flota. También estamos en conocimiento que Don Juan regresó a Mesina el 1 de Noviembre. De acuerdo a Selaníkí, un testigo contemporáneo de los hechos, Kilich Ali Bajá retornó a Estambul con sus 32 galeras el 19 de Diciembre. Probablemente, una parte de estos navios correspondían a los que se separaron de la escuadra después de la derrota. El Capitán Bajá tan pronto llegó a Estambul se dirigió al Arsenal para iniciar la construcción de una nueva flota. [Traducción de Paulino Toledo]

LA CAMPAÑA DE ARGEL DE 1516: DOCUMENTOS SOBRE LA IMPORTANCIA GEOESTRATÉGICA DE ARGEL EN EL MARCO DEL ENFRENTAMIENTO TURCO-ESPAÑOL EN EL PRIMER CUARTO DEL SIGLO XVI Paulino Toledo

Argel, en la costa norteafricana, más bien en las costas del Mediterráneo occidental aparece ocupando una situación geopolítica y geoestratégica sui generis. Más aún si desde este punto de vista consideramos que el Mediterráneo, en general, es un mar que une los continentes de Europa, Asia y África. De allí deriva que la importancia geoestratégica de Argel en el primer cuarto del siglo XVI está en relación con el control sistemático del Mediterráneo occidental por parte de dos potencias. Por un lado, España que, ante la amenaza turco-berberisca, proyecta hacer del Mediterráneo occidental una especie de 'lago español' mediante la conquista de la costa norteafricana; por otro, los turcos, que como una necesidad de su estrategia de desarrollo y expansión supieron aprovechar la coyuntura del momento para lograr, en pocos años, una mayor influencia en el Magreb. Por lo anterior, cabe indicar que el establecimiento de los otomanos en Argel no fue el resultado de una política de expansión deliberada, planeada y llevada a cabo por los turcos, sino que más bien una acción personal de los hermanos Barbarroja, Aruch y Jeredín, que tenían su propio proyecto político para el Magreb. El ingreso de Jeredín al servicio de la Puerta otomana se oficializa en Mayo de 1519 con el firmán que le otorga el gobierno de Argel y el privilegio para el reclutamiento de soldados desde Anatolia, quienes podrían gozar de "todos y cualesquier privilegios y libertades, que los Genízaros gozaban en toda Turquía" 1 . España, en cambio y como veremos más adelante, aplica en África un proyecto de expansión deliberado y planeado, que, hasta cierto punto, tiene el carácter de cruzada. Desde los albores del siglo XVI los españoles estructurarán una serie de guarniciones ubicadas en puntos estratégicos de la costa norafricana con comunicación directa por vía marítima. De esta manera se

' Fray Diego de Haedo, Topografía Españoles, Madrid, 1927, p. 249.

e Historia

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de Argel,

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impedía también la salida al mar de la población del interior 1 . Un doble control bastante efectivo hasta la llegada de los turcos. Esta ocupación hispana, que comienza en 1497 con Melilla y que continuará hasta la toma de Bugía en 1510, generará que los otomanos presten una mayor atención al Magreb. Posteriormente la conquista de Egipto en 1517 será otro factor que acentuará la influencia turca entre las comunidades norafricanas que profesan la religión del Islam. Asimismo, las insistentes solicitudes de ayuda de los musulmanes de España acelerará la intervención turca en la zona geográfica en comento 2 . Las primeras intervenciones turcas en el Magreb se llevarán a cabo a través de corsarios, que actúan como elementos de enlace entre Estambul y los líderes magrebíes. Un conocido ejemplo es Kemal Reis, que junto con atacar sistemáticamente las costas de España, transporta continuamente al norte de África a grupos de moriscos españoles. Los propios hermanos Barbarroja practicaban la piratería con el patrocinio de Korkud, el hijo de Bayaceto 3 , proyectando de esta manera el poder del Sultán hacia la Berbería. A partir de 1510 la misión de enlace antes señalada será cumplida por Píri Reis, que posteriormente llegará a ser almirante de la flota turca, fundamental en el caso del acercamiento de los hermanos Barbarroja con Selim I. Según sus Memorias, que el propio Jeredín Barbarroja dictó a su amigo el poeta y escritor Murad!, el año 1512 Píri Reis zarpó de Túnez rumbo a Estambul con seis galeras, llevando 200 esclavos elegidos y una considerable cantidad de mástiles "de buena madera" 4 para embarcaciones, como presentes para Selim I y como prueba de su lealtad hacia la casa otomana. El Sultán ratificó el pacto y entregó a Píri Reis "dos galeras artilladas de 27 bancos" 5 para Aruch y Jeredín, respectivamente, con la misión de utilizarlas para atacar los puntos españoles de África y prestar ayuda a los musulmanes de España. A su regreso a Túnez, Píri Reis, junto con portar sendos firmán para los hermanos Barbarroja, traía también un mandato imperial para el Sultán de Túnez en donde se le ordenaba "no escatimar esfuerzos ni ayuda para Aruch y Jeredín, mis servidores" 6 . Se sentaban así, por estas fechas, las bases del largo conflicto que, en nombre del Sultán, los hermanos Barbarrojas sostendrán con España hasta sus respectivas muertes: Aruch en 1518 y Jeredín en 1546.

1

A n n W i l l i a m s , " A k d e n i z Çatiçmasi" [El conflicto del M e d i t e r r á n e o ] , en Kanuni ve Çagi. Yeniçagda Osmanli Diinyasi, edit. por Metin Kunt y Christine W o o d h e a d , Tarih V a k f i Y u r t Y a y i n l a n , Istanbul, 2 0 0 2 , p. 4 5 - 4 6 . 2 Ann Williams, op. cit., p. 45. 3

Colin I m b e r , El Imperio

2004,p.64.

otomano.

4

1300-1650,

Ediciones V e r g a r a , B u e n o s A i r e s - B a r c e l o n a ,

Y i l m a z Ö z t u n a , Barbaros Hctyreddin Paça'nm Hatiralari Barbarroja], Bogaziçi Yayinlari, Estambul, 1989, p. 2 9 - 3 0 . 5 Yilmaz Ö z t u n a , op. cit., p. 31. 6

Yilmaz Ö z t u n a , op. cit., p. 32.

| L a s M e m o r i a s de J e r e d í n

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Con el objeto de lograr una efectividad real en el noroeste de Africa, Argel constituía el centro neurálgico, una pieza fundamental de dicho escenario como una base estratégica y comercial. Pírí Reis, uno de los mejores conocedores de la geografía del Mediterráneo de la época, volcó todos sus conocimientos náuticos en su Libro de la Marina, en donde describe con las siguientes palabras esta plaza que tanta importancia revistió para España: "Argel es una fortaleza cuya parte que está al oriente fue construida a orillas del mar, mientras que la otra se encuentra sobre una planicie de la ladera. En esta fortaleza vivía Jeredín, hermano del arraéz llamado Aruch, venido de Rumelia. A un tiro de flecha, más adelante, hay una pequeña isla. En tiempos en que llegamos a estas tierras, los árabes habían construido un torreón sobre la isla, para vigilancia. Posteriormente, el torreón f u e tomado por los infieles de España, que lo fortalecieron y transformaron en una fortaleza, en la que dejaron hombres y muchos cañones. Ahora, todos los días se producen combates entre esta fortaleza que se llama Argel y la isla. Pero el estrecho que existe entre la isla y Argel es poco profundo, incluso una persona puede pasar caminando al otro lado. Si un buque navega por el frente de la fortaleza de Argel, la isla quedará a su lado norte para anclar frente a la misma" 1 . Kátip Celebi,

otro

cronista otomano, pone de relieve también las excelentes condiciones del puerto de Argel 2 . En otras palabras, para Argel, al igual que Túnez y Trípoli, podríamos hablar de 'bases de avanzada' 3 de los turcos o "las indias otomanas" 4 , por ser territorios bastante alejados de la órbita otomana. La posesión de Argel permitirá a la vez extender dicho control a una región más amplia y aumentar las posibilidades y capacidades de movimiento. Recordemos que Argel se encuentra a aproximadamente 190 millas de las Islas Baleares y a 250 millas de la costa española (Cartagena, Alicante). Este aspecto es puesto en acotación por el Almirante Pírí Reis en su Libro de la Marina o de la Navegación en donde describe con extremada prolijidad y detalle las costas de España y Berbería 5 . 1 Pîrî Reis, Kitâb-i Bahriyve |E1 libro de la MarinaJ, Terciiman 1001 Temel Eser, 1973, Tomo II, p. 161. 9 Kâtip Çelebi, Deniz Sava¡lan Hakkinda Büyiiklere Armagan. Terciiman 1001 Temel Eser, Estambul, 1980, Tomo I, p. 44.

Selim Sirn Altier, Osmanli Bahriyesi'nin Yelken Devri ve Türk Korsanlari [La época de los veleros de ia marina otomana y los corsarios turcos], Bogaziçi Yayinlan, Istanbul, sin fecha p 87. 4

Miguel Ángel de Bunes lbarra, "La creación de una nueva frontera humana", en Renegados, Viajeros y Tránsfugas. Comportamientos heterodoxos y de frontera en el siglo XVI, Fugaz Ediciones, Madrid, 2000, p. 14.

5 Pîrî Reis, op. cit., p. 129-146 y 150-177; Robert Mantran, "La description des côtes de l'Andalousie dans le Kitâb-i Bahriye de Pîrî Reis", en Actas del XII Congreso de la U.EA.I., Madrid, 1986, p. 497-507; Ertugrul Ónalp, "Las costas españolas en el Kitâb-i Bahriye de Pîrî Reis", en Quadernos del Bosforo I, Ed. Pablo Martín Asuero, Editorial Isis, Estambul, 2003, p. 35-48.

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En la historiografía turca las campañas españolas del norte de Africa son vistas más bien como una lucha de liderazgo de los turcos frente a la Europa cristiana o como un conflicto por la hegemonía entre dos potencias asentadas en dos penínsulas a ambos extremos del Mediterráneo 1 . Otro ángulo presenta la acción española como la continuación del movimiento de pacificación iniciado en 1492 por los Reyes Católicos, que "intentaba terminar con los musulmanes en el norte de Africa y hacer de esta parte del continente africano un conglomerado católico y latino" 2 . Para Fuad Carim los otomanos, que habían constituido el estado musulmán más poderoso de la época, representaban los ideales comunes de los países musulmanes, la misión incuestionable de enfrentarse a los Cruzados y "de obstaculizar los objetivos de ocupación política y religiosa" 3 de los españoles en Africa. H. Inalcik resalta la importancia del hecho que los otomanos se consideraban los "protectores del mundo musulmán" 4 , lo que influyó en la intensidad del enfrentamiento con la monarquía hispánica en el siglo XVI. Otra tendencia apunta a que la llegada de los turcos al Magreb "detuvo el avance de la cristiandad y salvó el Islam en África" 5 . La política exterior triangular entre España, Italia y el norte de Africa, debía funcionar como un conjunto para mantener expeditas las vías marítimas que requería la constante circulación de tropas y material militar en el Mediterráneo occidental 6 . La seguridad de este mar fue siempre una preocupación mayor de las autoridades castellanas y aragonesas ante el continuo asedio que sufrían las islas Baleares, Córcega, Cerdeña y Sicilia de la actividad corsaria turco berberisca, en especial el depliegue de Aruch Barbarroja 7 . Los turcos trataron, en forma permanente, de obstaculizar la libertad de movimiento de la Ilota española. En este sentido Argel gozaba de una situación privilegiada para llevar a cabo este propósito. Posteriormente, con el fortalecimiento de los hermanos Barbarroja y su acercamiento y acuerdos de cooperación con la Puerta otomana, convertirán a Argel en un

1 Muzaffer Arikan, "XIV-XVI. Asirlarda Türk-lspanyol Münasebetlerine Toplu bir Baki§", en Ankara Üniversitesi Dil ve Tarih-Cograjya Fakiiltesi Dergisi,Tomo XXII, Nr. 3-4,1965, p. 239; "Una visión comparativa de las relaciones turco-españolas en los siglos XIV-XVI", en Actas del Congreso España y la Cultura Hispánica en el Sureste Europeo, Atenas, 2000, p. 99. 2 Mehmet Maksudoglu, Osmanli Tarihi 1299-1922 [Historia Otomana 1299-1922], Bogazifi Yaymlari, ístanbu!, 2001, p. 153. 3

Fuad Carim, Cezayir'de Türklcr |Los turcos en Argel], Sanat Basimevi, Istanbul, 1962, p. 17. 4

Halil Inalcik, The Ottoman En/pire. The Classical Age. 1300-1600, Phoenix, Londres, 1995, p. 34. G. Yver, "Cezayir", en Islam Ansiklopedisi, Tomo III, M.E.B., 2001, p. 136. 6 Juan F. Pardo Molero, La defensa del imperio, Carlos V, Valencia y el Mediterráneo, Sociedad Estatal Centenarios del Felipe II y Carlos V, Madrid, 2001, p. 690. 7 Jean-Pierre Soisson, Charles Quint, Grasset & Fasquelle, París, 2000, p. 295. 5

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hueso duro de roer para la monarquía española y especialmente para el programa de ios Reyes católicos respecto del norte de Africa. Diego de Haedo refiere que en 1514, dos años antes de la campaña, ya habían mil cien soldados turcos sirviendo en el ejército de Barbarroja, que ese año tomaron parte en el cerco de Bugia 1 . Asimismo, menciona la existencia de "quinientos moriscos andaluces de Granada, Aragón, Valencia", de profesión arcabuceros, que "cada día se iban recogiendo a vivir en la ciudad de Argel, por hallarse bien con los turcos, de los cuales recibían paga de soldados para la guerra" 2 . El propio Jeredín en sus Memorias acota que sus fuerzas estaban compuestas de árabes, magrebíes, andaluces y turcos 3 , siendo estos últimos los mejores soldados. Estos moriscos españoles, que Andrew C. Hess 4 tan acertadamente denomina la quinta columna otomana, fueron obligados a dejar la península ibérica y refugiarse en las costas de Berbería. Y en el Magreb pasarán a convertirse desde el principio en "aliados incondicionales" 5 de Barbarroja en su guerra contra España. Aruch Barbarroja había pasado a constituir el principal escollo político para la consolidación de los fines de la Monarquía hispánica en el Magreb. Si bien es cierto que se había tratado de evitar que Aruch, estando tan cerca de España "echase raíces y creciese tanto" 6 en Argel, los acontecimientos habían desembocado en el resultado contrario. Una carta de Pietro Martire d'Anghiera, un humanista italiano de la Corte española, del 31 de Agosto de 1516, ponía de relieve la preocupación de la Corte ante el fenomeno Barbarroja en Argel: "La ciudad de Argel le ha proclamado Rey; así, Barbarroja ya es llamado Rey en Africa" 7 . La observación de Martire d'Anghiera indicaba claramente la proyección africana de este éxito político que Aruch había logrado en Argel. Ante esta situación el Cardenal Ximenes de Cisneros estaba decidido a cortar de raíz esta "hinchazón del ala sur de España" 8 . No podía dejar sin castigo este atrevimiento contra el estado más poderoso de Europa que hacían un grupo de turcos y berberiscos liderados por Aruch y su hermano Jeredín. ' Fray D i e g o de Haedo, Topografía 2

Diego de Haedo, op. cit., p. 238.

3

Yilmaz Òztuna, op. cit., p. 3 7 .

e Historia

General de Argel, p. 224.

4

Andrew C. Hess, "The Moriscos: An Ottoman Fifth Column en Sixteenth-Century Spain", en The American Hislorical Review, LXXIV, 1 , 1 9 6 8 , p. 1-24. r c Emilio Sola. "Aruch Barbarroja, el corsario que llegó a ser rey", en Historialó, Junio 1989 p 86.

6 7

Diego de Haedo, op. cit., p. 237.

María Antonia Garcés, Cervantes Nashville, 2 0 0 2 , p. 21.

in Algiers.

A captive's

tale, Varderbild University Press

8

Ernie Bradford, The Sultan's Admiral. The Life of Barbarossa, Hodder & Stoughton, Londres, 1969. Versión turca: Sultamn Amirali Barbaros Hayrettin, £ev.: Zehra Agrali, Sander Yaymlan, Istanbul, 1970, p. 81. A pesar de ser un libro muy documentado sobre los hermanos Barbarroja ubica la campaña de D i e g o de Vera contra Argel en Mayo de 1517, posiblemente al tomar como base las fechas que aparecen en la obra de Diego de Haedo.

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La campaña de Argel de 1516 se concreta más que nada como uno de los dos grandes proyectos del Cardenal Ximenes de Cisneros, a saber, la institución de la gente o tropas de ordenanza' y la empresa de Argel. Sus proyectos representaban la continuación de la política militar e internacional del rey Católico en lo que respecta al control de Africa. Este proyecto del rey Católico puede sintetizarse como sigue: "La política mediterránea de Fernando el Católico le llevaba a tratar de adueñarse, como primer objetivo, de toda la costa Norte de Africa en el Mediterráneo occidental, de suerte que éste viniera a convertirse casi en un lago español; su segundo objetivo era el llegarse a Alejandría y derrotar al Soldán de El Cairo, para tener en sus manos, libre de todo peligro, el camino de los peregrinos que iban a Jerusalén; y el tercer objetivo, que coronaba aquella gigantesca concepción, era el intentar adueñarse de la península griega, con lo que España hubiera sido señora indiscutida de todo el Mediterráneo, librando sus costas de todo peligro de agresión por parte de los turcos, y sus navios, de todo temor de verse atacados por los corsarios" 2 . Este magno proyecto representa a su vez la continuación del que culminó en 1492 con la conquista de Granada en que la frontera sur de España lo pasó a constituir Gibraltar, es decir el litoral mediterráneo. Fernando el Católico buscaba de esta manera acabar con dos peligros que se cernían sobre España; el de la piratería berberisca y el de la expansión turca, el primero porque amenazaba la existencia nacional hispana, y el segundo porque era atentatorio de la civilización europea. La conquista de Granada generó el temor de que los miles de musulmanes que buscaron refugio en el Magreb se reorganizarían para volver y asaltar las costas españolas. Estos moriscos, como anteriormente hemos señalado, participaban también activamente como milicianos en las operaciones terrestres de Aruch Barbarroja. Además, el temor sicológico de una eventual 'reconquista islámica' de España produjo un fuerte impacto en la población. La guerra santa que estos exiliados declararon contra la corona española indujo a los gobiernos de Castilla y Aragón a ocupar el norte africano con el fin de tener a raya las actividades de los moriscos españoles que dejaron la península. El problema llegó a tener la aprobación papal en 1494 cuando Alejandro VI dio su beneplácito para la cruzada de África. La conocida cláusula del testamento de Isabel la Católica, otorgado en Medina del Campo el 12 de Octubre de 1504, y que dice "no cesen de la conquista de África e de pugnar por

' Juan F. Pardo Molero, op. cit.. p 690. Eduardo Ontiveros y Herrera. La política Estudios Africanos, Madrid, 1950 p. 12.

2

norteafricana

de Carlos I, CSIC, Instituto de

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la fe contra los infieles" 1 , reafirma la necesidad de extender la frontera hispana hasta los territorios norteafricanos. Pero si se considera el postulado geopolítico de que 'el mar no es una buena frontera', podremos explicarnos por qué la conquista de Melilla en 1497, dirigida por Don Pedro de Estopiñán, es el primer gran paso destinado a entregar seguridad a las costas de la península Ibérica mediante la ocupación del litoral norteafricano. El recrudecimiento de la actividad corsaria berberisca a partir de 1503, con el ataque a Cullera, será el punto de partida de la programación de una segunda ofensiva hispánica en Berbería. Esta se iniciará en 1505 con la ocupación sistemática de una serie de puntos estratégicos norteafricanos. El primero de ellos fue Mazalquivir (Mers-el-kebir), el antiguo Portus Magnus de los romanos, como indica Ranke 2 . Le seguirán el Peñón de Vélez de la Gomera (1508), Orán (1509), Bugía y Trípoli (1510). Sólo Argel y Bona no pueden ser totalmente ocupadas. La guarnición española en Argel deberá permanecer en la fortaleza construida sobre el llamado Peñón de Argel, hasta que Jeredín la conquista en 1529 ordenando a Salah Arráez su destrucción para construir con sus piedras el muelle del puerto. Según Mármol, "después que Salah Arráez hizo el muelle los turcos construyeron una fortaleza moderna donde reside un alcaide con trecientos turcos de guarnición". Aunque estas conquistas concretadas por Pedro de Navarro y el Cardenal Ximenes de Cisneros parecieron crear temporalmente un clima de tranquilidad y de generar una serie de príncipes magrebíes tributarios del Rey Fernando, la llegada de los turcos transformará el proyecto de asentamiento español en el norte de Africa. Una década más tarde, la muerte del Rey Católico será el pretexto 3 para romper o dejar sin efecto los pactos. Pero en 1516, Argel, que constituía un elemento de la primera fase del proyecto del Rey Fernando, era la única empresa que podía ofrecer un cierto grado de viabilidad. El 24 de Agosto de este año, el mismo día que el Capitán General Diego de Vera le escribía al Cardenal Ximenes de Cisneros sobre los preparativos de su escuadra para atacar Argel, Selim I derrotaba al Sultán mameluco Al-Ghawrí en la batalla de Marj Dábik en las cercanías de Alepo y, con ello, recibía en la mezquita de esta ciudad siria, el título de Servidor de la Meca y Medina. Este acontecimiento convirtió a los Sultanes otomanos no sólo en los protectores de las fronteras del imperio sino que también del Islam. Con la conquista de Palestina y Egipto en 1517 y, la consolidación del 1 J. Masiá Vilanova, "Una política defensiva mediterránea en la España del siglo XVI", en Actas del V Congreso de Historia de la Corona de Aragón, Vol. II, Zaragoza, 1956, p. 94. ^ Leopoldo Von Ranke, La Monarquía española de los siglos XVI y XVII, s/f., p. 259.

Fevzi, Türklerin Deniz ístanbul, 1932, p. 212.

Muharebeleri

[Guerras navales de los turcos], D e n i z Matbaasi,

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dominio turco sobre la península de Morea, el proyecto del Rey Católico quedaba circunscrito sólo al norte de África y al Mediterráneo occidental. ¿Cuáles habían sido las razones que debilitaron el proyecto español en el norte de África y que condujeron a la intervención en Argel? Un texto de Francisco López de Gomara nos ofrece un cuadro de la inestabilidad política reinante en Argel que abrió las puertas a Aruch Barbarroja para echar los cimientos de su proyecto político que posteriormente su hermano Jeredín, como el continuador de su obra, lo transformó en un estado: "Hay en Berbería un lugar muy grande y muy fuerte que llaman Argel, el cual ganó el conde Pedro Navarro: daban el Rey de este lugar y sus vasallos cierto tributo cada año al Rey Católico don Fernando; desde entonces hubo revuelta entre las parcialidades que había en Argel si se pagaría o no aquel tributo a españoles. El Rey que tenía el reino con aquella condición y estaba fuerte en el castillo que en aquella ciudad hizo el Conde, quería cumplir su palabra y juramento y darle parias al Rey de España, como acostumbraba y era obligado: los principales del pueblo y de la tierra no consintieron que se enviase. Por esta diferencia y revuelta estaba todo el reino muy alborotado. Los que tenían la parte contraria al Rey, como eran muchos y poderosos, acabaron con él que no enviase el tributo al rey don Fernando, y que ellos traerían a la tierra quien los amparase y defendiese de los españoles: éstos enviaron a Barbarroja. que sabían estaba en Guijar, su embajada, diciendo que todo aquel reino de Argel que no era pobre ni poco fuerte, acudía antes a él que a otra persona para eximirse del pecho que pagaban al rey de España, uno porque era de su misma ley, otro porque era mejor capitán que otro ninguno; por tanto que le rogaban que, oídos los embajadores, se fuese luego a Argel y tomase a cargo defenderle de poder de los españoles, pues podría y sabría hacerlo mejor que otro ninguno, y pues lo querría ni más ni menos ¡ror ser contra cristianos y españoles que tanto mal y daño le habían hecho" . López de Gomara pinta el complejo cuadro de relaciones políticas entre España y los reinos magrebíes, c o m o asimismo la lucha entre los diversos grupos de poder en Argel, dos elementos que conducirán a la campaña militar dirigida por D i e g o de Vera, c o m o un intento de estabilizar esa parte de la Berbería.

La campaña, sus preparativos y desenlace Las obras de la historiografía española más conocidas del período son muy parcas en sus referencias a la campaña de Argel del año 1516. Tal es el

1 Francisco López de Gomara, Crónica de los Barbarrojas, Memorial Histórico Español,Tomo VI, Madrid, 1853, p. 366; Crónico de los corsarios Barbarrojas, Ediciones Polifermo, Madrid, 1989, p. 49-50.

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caso de las obras de Prudencio de Sandoval 1 , Diego de Haedo o Francisco López de Gomara, donde se entregan muy escasos antecedentes de estos hechos. No es el caso de la obra de Luys de Marmol Carvajal, quien participará en la toma de Túnez en 1535 2 , donde se entregan los pormenores de la batalla y de cómo el Comandante Quint salva la vida de Diego de Vera. En la crónica La vida, y historia de Hayradin, llamado Barbarroja, aunque se habla de la campaña y de la batalla sostenida en Argel, se omite completamente el nombre de Diego de Vera, el Capitán General de la escuadra española 3 . Es un hecho que el Cardenal Ximenes de Cisneros hizo todo lo posible por ocultar la derrota de la opinión pública. Juan de Mariana (1536-1623), en los tres volúmenes de su Historia General de España, publicada en Madrid entre 1608-1616 no hará mención alguna de esta empresa 4 . Por esta razón, en el presente trabajo nuestro objetivo será presentar algunos antecedentes sobre el desarrollo de la campaña de Argel según una serie de documentos de archivo publicados en el Memorial Histórico Español en 1853 5 .

Situación general del Peñón en Agosto de 1516 Los documentos mencionados nos señalan que en el mes de Julio de 1516 la situación del Peñón de Argel era realmente crítica. El Alcaide del Peñón, don Nicolás de Quint, en una carta escrita desde Mallorca a los Gobernadores, informaba que ante la falta de agua y alimentos "se vio forzado a partir a Mallorca para proveerse de agua, galleta y otras vituallas, además de municiones" (Doc. I). La carta es una verdadera súplica y desesperado llamado a las autoridades para terminar con el abandono a que se ha reducido dicha importante plaza norteafricana. Subraya que las necesidades más importantes del Peñón son "vituallas, pólvora y dinero" para pagar los sueldos de los soldados. Expresa que no hay peor cosa que "ante tantos peligros se tenga a la i

Prudencio de Sandoval, Historia de la Vida y Hechos del Emperador Carlos V, Ediciones Atlas, Madrid, 1955. 2 Luys de Marmol Carvajal, Descripción General de Africa, Granada, 1573. 3

Miguel A. de Bunes y Emilio Sola, La vida, y historia de Hayradin, Universidad de Granada, 1997, p. 51-52.

llamado

Barbarroja,

4

Jean-Louis Belachemi, Barbaros Karde¡ler [Los hermanos Barbarroja], Trad. de Nihal Ónol AD Yaymeihk, ístanbul, 1997, p. 94.

^ Memorial Histórico Español. Colección de documentos, opúsculos y antigüedades, Tomo VI, Madrid, 1853, p. 443-487. Para la traducción en turco de estos documentos, Ver M. Ankan-P. Toledo, XIV. XVI. Yüiyillarda Türk-íspanyol íli¡kileri ve Denizálik Tarihimizle ilgili íspanyol Belgeleri /Las relaciones Turco-Españolas en los siglos XIV y XVI- Documentos Españoles relativos a la historia naval otomana], Deniz Kuvvetleri Komutanligi, Ankara, 1995, p. 145-183; OTAM Dergisi (Revista del Centro de Estudios e Investigaciones de Historia Otomana de la Universidad de Ankara), Nr. 1, Ankara, 1990, p. 356-372; OTAM, Nr. 2, Ankara, 1992, p. 279301.

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gente mal pagada y peor avituallada". En una segunda carta, esta vez dirigida al Secretario Real Juan Rui/, de Calcena, Quint le informa del abandono a que están sometidos y que desde "cinco meses no han tenido socorro alguno de vituallas, dinero y soldados" y que "hace mucho tiempo que la gente no es pagada". Le hace saber que sus gestiones personales han salvado la fortaleza "la cual sería gran pérdida para sus reinos si fuese perdida" (Doc. XIV). Otras cartas de los oficiales de esa guarnición, dirigidas al Comandante Diego de Vera, dan cuenta de la penosa situación de esta unidad militar y del peligro en que se encontraba la plaza, en momentos que Aruch consolidaba su posición política en Argel. El Capitán Juan Negrylli, que había combatido en Bugía, informa a Diego de Vera del estado de extrema necesidad de la fortaleza y "más de agua que de otras cosas". Según su testimonio sólo contaban con una provisión de quince barriles de agua. Señala que el retardo de Mosen Quint en regresar desde Mallorca agravó la situación y estuvieron a punto de perecer: "de aguar el vino con agua salada y amasar el pan, son muertos ciertos compañeros, y de la tercia parte de la gente de la poca que aqui estabamos han llegado á morir" (Doc. X). Los pozos de agua estaban en poder de Barbarroja y su gente, lo que hacía casi imposible su provisión desde el Peñón. Entre otras necesidades indicadas por Negrylli están las siguientes: "Hago saber á vuestra merged que la mayor necesidad que á la presente hay es de gente y de polvora, porque no hay quasi ninguna, porque en todo el mundo hay quatro quintales; y gente hay dozientos onbres, y destos dozientos no hazemos cuenta syno de los §iento y aun de menos, porque todos los otros son mallorquines pajeses que en tocando al arma no saben agujero donde meterse' (Doc. X).

Sugiere, asimismo, el envío de una avanzada de dos naves con gente y vituallas, para poder contrarrestar un inminente ataque de Aruch Barbarroja. Carpió, otro Capitán del Peñón, señala a Diego de Vera que "como hermitaños no hovieran pasado lo que hemos pasado y pasamos de mucha hambre y sed, y syn paga dos años ha". Indica que el buen trato del veedor hacia los soldados ha impedido que abandonen la fortaleza y regresen a España. Para Carpió cuatro son las necesidades urgentes de la fortaleza; artillería, pólvora, bastimentos y soldados profesionales: "En lo que cumple á la artillería que no tenemos tiros syno dos piezas, ni cosa que se pueda llamar artillería, synon un falconete y un cañón serpentino, y para esto no tenemos rrecabdo ninguno de pelotas ni polvora para ellos, ni para otro ninguno syno es quatro quintales de polvora para todo esto y uno de escopetas y de bastimentos de munición. Por otras cartas se informará V. md. todo por entero, que no hay bastimento para un mes, y esto es de §ebada y agua y vinagre, y juro á Dios que no hay en toda la ysla ochenta onbres que se puedan llamar de pelea" (Doc. XI).

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CAMPAÑA

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ARGEL

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Para Juan de Tudela, ex subalterno del Comandante Diego de Vera, la carencia de soldados profesionales y el retraso de 18 meses en el pago de los sueldos de la gente del Peñón, son los problemas que requieren de más urgente solución: "Le hago saber á V. md. que son al pie de dozientos honbres poco mas ó menos, en que todos estos no hay noventa que sean de guerra, porque todos los otros son honbres de trabajo. La qual gente está muy fatigada en no aver bastimentos en esta fortaleza, y de las malas camas que son las peñas, y en haber estado tanto tiempo syn paga; está la gente tan destruyda á cabo de diez é ocho meses que han servido, y no han sydo pagados, que V. md. habrie lastima de los ver" (Doc. XII).

Tudela, al igual que Negrylli es de la opinión de enviar una avanzada de mil hombres con el objeto de ejercer presión sicológica sobre Barbarroja, quien ya se encuentra informado de la preparación de la escuadra en Cartagena para atacar Argel. Por carta de la misma fecha, Agustín Velásquez, otro oficial del Peñón, al parecer relacionado con la Corte y el de más alto rango después del Comandante Quint, resalta que la guarnición posee bastimentos y municiones para un máximo de cuarenta días: "Por V. md. para la saber, y es que en esta fortaleza ay muy pocos bastimentos y municiones; especialmente de vyno no hay ninguno, y de polvora no hay mas de quatro quintales y de todo lo rrestante no hay para quarenta dias tasadamente" (Doc. XIII). El documento señala que cuatro naves viscaínas que se encontraban fondeadas en Argel al servicio del Rey serán enviadas a Cartagena para ser incorporadas a la escuadra. Velásquez subraya que los servicios prestados por estas naves en Bugía fue fundamental; "que si por ellos no hubiera sido se hubiera perdido todo". Todos los testimonios citados coinciden en señalar que la fortaleza del Peñón de Argel sufría una especie de confinamiento que se prolongaba por cerca de cinco meses. Al abandono del gobierno central debían sumarse la carencia de víveres, agua y el excesivo retraso del pago de sus sueldos. En el plano militar, la carencia de pólvora, municiones y soldados profesiones mantenía a la guarnición en una posición en que difícilmente podría resistir un ataque enemigo. Este abandono de las guarniciones norteafricanas puede explicarse por la desconexión de los asuntos de África que se produjo con la muerte del Rey Fernando en Enero de 1516. El problema comenzará a dilucidarse unos meses después cuando el Cardenal Ximenes de Cisneros retomó la dirección de los asuntos africanos. Aunque con Carlos se mantuvo la actividad en el norte de África, los resultados fueron totalmente diferentes de los obtenidos por el Rey Católico. Con Carlos se produce una alteración de las bases de la política

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militar y exterior 1 aplicada por el Rey Fernando, con que algunos capítulos más importantes de las relaciones exteriores y de la defensa peninsular pasaron a segundo o tercer plano. En el otro extremo Aruch, conocedor de las dificultades que enfrentaba la guarnición española y de la preparación de la escuadra en Cartagena, dio inicio a la fortificación de la ciudad con el fin de reprimir este eventual ataque.

Aruch Barbarroja y su situación en Argel Los mismos documentos nos entregan un cuadro de la posición adquirida por Aruch en Argel en el mes de Agosto de 1516, poco después que se autoproclamó rey. Las tartas de los oficiales del Peñón coinciden en señalar que Aruch se va robusteciendo y afianzando día a día, que cuenta con el control de la ciudad de Argel y que está fortaleciendo sus relaciones y vínculos con los notables de la población árabe. Además, recalcan el hecho que Barbarroja ha reestablecido sus relaciones políticas con los hijos de Selim Eutemi. He aquí los testimonios de los capitanes Negrylli, Carpió y Tudela. -Por carta del 27 de Agosto el Capitán Juan Negrylli informa lo siguiente: "De Barbarroxa hago saber á vuestra md. que él se fortalece cada dia quanto puede, y tiene hasta