Viajeros hispánicos en Estambul, de la cuestión de Oriente al reencuentro con los sefardíes (1784-1918) 9781463231910

A collection of papers on the discovery of Istanbul and the Sephardic Jews by Spanish travellers in the 19th century.

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Spanish; Castilian Pages 299 Year 2010

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Viajeros hispánicos en Estambul, de la cuestión de Oriente al reencuentro con los sefardíes (1784-1918)
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Viajeros hispánicos en Estambul, de la cuestión de Oriente al reencuentro con los sefardíes (1784-1918)

Les Cahiers du Bosphore

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Les Cahiers du Bosphore is a series published by The Isis Press, Istanbul. Gorgias Press is joining with Isis to make these titles readily available in the western hemisphere.

Viajeros hispánicos en Estambul, de la cuestión de Oriente al reencuentro con los sefardíes (1784-1918)

Pablo Martín Asuero

1 gorgias press 2010

Gorgias Press LLC, 954 River Road, Piscataway, NJ, 08854, USA www.gorgiaspress.com Copyright © 2010 by Gorgias Press LLC Originally published in 2005 All rights reserved under International and Pan-American Copyright Conventions. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system or transmitted in any form or by any means, electronic, mechanical, photocopying, recording, scanning or otherwise without the prior written permission of Gorgias Press LLC. 2010

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1

ISBN 978-1-61719-935-6 Reprinted from the 2005 Istanbul edition.

Printed in the United States of America

INDICE

PRÓLOGO

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INTRODUCCIÓN

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I- LA VISION DE ESTAMBUL

51

II-ESPAÑA Y LOS HABITANTES DE ESTAMBUL

147

APÉNDICE

273

BIBLIOGRAFIA

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PRÓLOGO

Manzanicas coloradas, las que vienen de Estambul: La antigua tonada sefardí que Elias Canetti aprendió a cantar en su infancia empieza con un pleonasmo. La ciudad que los judíos expulsos de España soñaban desde su exilio balcánico no era solamente el origen de las manzanicas coloradas. A ella misma se la conocía, en todas las riberas del Mediterráneo, como la Manzana Roja, el fruto deseado y prohibido del Paraíso. Desde la conquista de Constantinopla por los osmanlíes, la Europa católica lloró por el destino de aquella Segunda Roma que no supo o no quiso defender. Entre 1453 y 1580, España alimentó un ideal de Cruzada para arrebatar a los turcos los Lugares Santos de la primera cristiandad, pero, sobre todo, para reconquistar Bizancio, porque bizantina fue la España original, la visigótica, perdida en el año funesto de 711 a manos de los invasores musulmanes, árabes y beréberes. Al invadir los territorios del Imperio Romano de Oriente, los otomanos reproducían la tragedia histórica que había quedado fijada, como su gran mito de origen, en la memoria colectiva de los españoles. La caída de la ciudad de los Césares — la Tzarigrad de los eslavones — en poder del sultán golpeaba la conciencia de los cristianos occidentales y volvía a despertar el fantasma de Saladino arrancando Jerusalén a los francos. Pero el tiempo de los cruzados ya había pasado definitivamente. Pío II, aquel Papa humanista que trató de atraerse a Mehmet II con retórica teologal, moriría en Ancona esperando una flota cristiana que nunca zarpó de sus puertos y con la que esperaba en vano recobrar Constantinopla. Sólo un siglo después, la liga de las potencias católicas frenaría en Lepanto el expansionismo de los otomanos, dejando a Europa en una situación de equilibrio de fuerzas que no se modificaría sustancial mente hasta la segunda mitad del siglo XVIII. Durante esos tres siglos, muchos fueron los españoles que pasaron por Estambul, pero la mayoría de ellos lo hicieron como cautivos o renegados, tras años de residencia forzosa en Argel o Túnez. Algunos de ellos escribieron sus impresiones de Estambul, pero prestando una especial atención a la vida de los que, como ellos, aguardaban ser rescatados. En estas relaciones lacrimosas, así como en las que envían a España los agentes y espías de la monarquía católica (que mueven esa diplomacia secreta sobre la que tanto y tan bien ha escrito Emilio Sola), los fragmentos descriptivos del espacio y de la vida urbana son ocasionales y discretos. Más pobres, en cualquier caso, que las de otros visitantes y diplomáticos cuyos reyes mantenían tratados estratégicos y comerciales con la

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E S T A M B U L

Sublime Puerta. La Conslantinopla bizantina fue, en la Edad Media espaííola, una ciudad imaginada, de ficción, en las novelas de caballerías. No menos fantaseada resulta la Estambul otomana de nuestra literatura de los siglos XVI y XVII, la del Viaje de Turquía, la de Cervantes o la de Lope de Vega. Sólo a partir de finales del XVIII, cuando ya el Imperio otomano ha iniciado su irrefrenable declive, abundan los testimonios empíricos de marinos, militares y legatarios españoles que acuden, con distintas misiones, a la corte del Enfermo del Bosforo. Los viajeros curiosos como el doctor Pulido o los escritores c o m o Blasco Ibáñez llegarán mucho después, a tiempo aún de contemplar los últimos estertores del sultanato. Ninguno de los autores españoles nos ha dejado nada comparable a las ensoñaciones orientalistas de Gautier, Lamartine o Loti, ni al pathos

aventurero de Leigh, por ejemplo,

pero, en su conjunto, ofrecen una visión sorprendente del microcosmos otomano en la que, más allá de las muy perceptibles influencias de la literatura romántica y, en algunos casos, de los tópicos del modernismo, se percibe el deseo casi angustioso de descubrir una profunda afinidad con el que fue, siglos atrás, el enemigo por excelencia del Imperio hispánico. Lo curioso es que esa afinidad existe, no es un vago espectro del deseo, y no hay un solo turista español de nuestros días, por muy embotada que tenga la sensibilidad, al que no le haya asaltado durante su deambular por Estambul la intuición de una semejanza, quizá difícil de concretar, pero que nos hace a los turcos cordialmente próximos. En el caso de Pablo Martín Asuero, su opción por Turquía como objeto exclusivo de estudio nace de una sólida vinculación afectiva con Estambul que viene de muy lejos. Al término de su primera y prolongada estancia en la ciudad, hace ya muchos años, me rogó que dirigiera su tesis doctoral sobre los viajeros españoles a la capital otomana en la época moderna. Acepté al instante, porque descubrí, en el todavía jovencísimo aspirante al doctorado, a un conocedor maduro \ paradójicamente entusiasta del asunto de su investigación y comprendí que la relación académica que me proponía iba a resultar singularmente provechosa para mí. Aprendí mucho de Pablo en el curso de la elaboración de su tesis y no he dejado de aprender de él desde entonces. Le debo mis primeras nociones claras sobre la historia y la cultura turcas. Le debo una pasión por el pasado de los países del Imperio otomano que no me ha abandonado desde entonces. Y le debo, ante todo, una larga y entrañada amistad. No creo que nadie pueda representar más digna y eficazmente la cultura española a las orillas del Bosforo. El Instituto Cervantes tiene en Pablo Martín Asuero al mejor de los directores posibles de su centro

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P R Ó LO G O

de Estambul, que me cupo el honor de inaugurar j u n t o a los entonces presidentes del gobierno español y de la República de Turquía. Entre las muchas lenguas que Pablo domina, comenzando por el vascuence de nuestra común tierra natal, es el turco la que ha cultivado con más cariño y dedicación, hasta el punto de convertirse en un auténtico especialista de la literatura en dicha lengua, como lo demuestran los excelentes ensayos que ha dedicado, por ejemplo, a la poesía de la generación de Gallípoli o a la de la guerra de la independencia. A él le estaba reservada la tarea de componer esta gran summa de la literatura española de viajes a la Manzana Roja, que es c o m o el paradigma de toda meta del viaje literario (así lo han entendido los editores de la última antología canónica de la literatura de viajes, A Book of Lands Peoples,

and

de Eric Nevvby, en cuya portada campea la imagen de la Mezquita

Azul). Oriente, en el caso de Pablo Martín Asuero, no ha sido una carrera. Estambul constituye, para él, más que una vocación. Jon Juaristi

INTRODUCCION

ESPAÑA Y LA CUESTIÓN DE ORIENTE Tanto la historia turca como la española mantienen en común una evolución similar marcada por el desconocimiento mutuo. Ambos países se encuentran en una península que cierra el Mediterráneo sirviendo de paso entre los continentes que conectan. Así, desde esta estratégica situación, han conocido el esplendor y el ocaso de las diferentes culturas mediterráneas, colocándose a caballo entre tres mundos: al sur el Mare Nostrum trasmisor de la herencia grecolatina; al norte el mar Negro y el Atlántico facilitando la comunicación con el continente europeo y, por último, las colonias españolas en América y las turcas en Asia y Africa les hicieron punto de enlace con el mundo conocido. El caso de los imperios otomano y español es sorprendente por las semejanzas que hay en ellos. Se forman a partir de las fechas claves que separan la Edad Media de la Moderna, 1453 y 1492, dos conquistas, Constantinopla y Granada, que delimitarán las zonas de influencia de estos dos pueblos. Los llamados siglos de oro españoles coinciden con los otomanos donde Carlos V y Solimán el Magnífico nacen, suben al trono y mueren en fechas similares'. Es en este momento cuando la hostilidad entre ambos

Ranke, Leopold von: Los Imperios Otomano y Español en los siglos XVI y XVII. Madrid: 1857. Este texto conoció varias ediciones en Alemania y se tradujo no sólo al castellano sino también al francés, París 1832, e inglés, Filadelfia 1845. La obra de este autor (Wiehe 1795-Berlín 1866) obtuvo el reconocimiento internacional: el método de investigación y exposición del autor se halla exento de toda parcialidad, y no tiene a más que a poner en plena claridad las altas enseñanzas que los sucesos encierran en sí." Diccionario Enciclopédico Hispano Americano. Barcelona: Montaner y Simón, Obra compuesta de 28 tomos publicados entre 1887 y 1910. Tomo 17, p. 125. Esta enciclopedia encierra el saber español del siglo XIX y principios del XX. En adelante me referiré a esta obra como DEHA.

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imperios desembocará en la lamosa batalla de Lepanto 1 . A lo largo del siglo XVI se había producido un e n f r e n t a m i e n t o hispanoturco en las aguas del Mediterráneo d o n d e los corsarios otomanos, establecidos en Argel, T ú n e z y Trípoli, e n t o r p e c í a n la c o m u n i c a c i ó n entre E s p a ñ a y sus posesiones en Italia, ("arlos V y Felipe II mantuvieron entre sus principios un aspecto f u n d a m e n t a l del reinado de los Reyes Católicos: el fin del pluralismo religioso. Este hecho afectaba, durante el siglo X V I , tanto a los partidarios de la R e f o r m a de Lulero en Flandes c o m o a la persecución de los descendientes de los m o r o s y j u d í o s e x p u l s a d o s en 1492: los moriscos y los c r i p t o j u d í o s . Bn este c o n t e x t o tiene lugar la lucha contra el turco, protector de s e f a r d í e s y moriscos, y, rival de ios Austrias en el Mediterráneo. La piratería, una práctica c o m ú n a m u s u l m a n e s y cristianos, y las batallas n a v a l e s en M a l t a ( 1 5 6 5 ) , Lepanto (1571) y T ú n e z (1 >74) centraron en esta parte del m u n d o la atención de a m b o s imperios. Así, un a s u n t o político trascendió a la sociedad española reflejándolo una gran cantidad de obras escritas sobre el tema. Bstos textos, que se pueden d e n o m i n a r turquerías

p o r q u e a f e c t a n al m u n d o t u r c o - b e r b e r i s c o

íntimamente relacionado con el morisco, se pueden clasificar en d o s grandes grupos, dependiendo de si pertenecen o no a la ficción literaria. Los de carácter realista son obras de tipo geográfico, histórico o político y, también se pueden incluir, las crónicas de c a u t i v o s c o m o es el c a s o de Cautiverio de Diego

Galán o el Viaje ¡te Turquía2.

y

Trabajos

Otro singular testimonio es el de

' " L E P A N T O ( B A T A L L A DH): llist. Dada entre turcos y cristianos, en el g o l f o a que debió su nombre, a 7 de octubre de 1571 |. .| Según los cálculos más prudentes, los m u s u l m a n e s tuvieron 2 5 . 0 0 0 hombres muertos y 5 0 0 prisioneros. Doce mil cautivos encadenados al r e m o recobraron la libertad. Las pérdidas de los aliados | L a Santa Liga] no llegaron a 8.000 h o m b r e s ; de ellos 2.000 españoles, 8 0 0 romanos \ los demás venecianos, lo cual se explica por la superioridad de los cristianos en las armas de ruego y por el exclusivo uso que de ellas hacían sin servirse de a r c o s ni de f l e c h a s . Podía a f i r m a r s e q u e la a r m a d a m a h o m e t a n a estaba d e s t r u i d a : de 2 5 0 galeras que habían t o m a d o parle en la acción. 4 0 a lo m á s lograron e s c a p a r s e ; 130 f u e r o n c a p t u r a d a s y repartidas entre los vencedores, y las d e m á s e c h a d a s a pique o q u e m a d a s . Los aliados sólo perdieron 15 galeras, a u n q u e serían en m a y o r número las que sufrieron grandes averías. A bordo de las naves turcas se halló inmenso botín de oro, j o y a s y brocado, y se afirma que la galera capitana contenía I; considerable s u m a de 7 0 . 0 0 0 cequíes de oro. La batalla de Lepanto, a u n q u e debilitó g r a n d e m e n t e el poder marítimo de Turquía, no f u e tan f e c u n d a en resultados c o m o debiera por las causas q u e se dieron en las biografías de J u a n de A u s t r i a y Felipe II. En celebridad con esta batalla, la Iglesia instituyó la fiesta del Santo Rosario y a ñ a d i ó a la letra de su letanía el Auxiliiim Christianorum, y el insigne Tiziano, ya decrépito y casi ciego, c o g i ó de nuevo sus pinceles para c o n s a g r a s e a su última obra. R u f o Gutiérrez, poeta c o r d o b é s dedicó al triunfo de Lepanto el p o e m a intitulado La Austríada, y el d i v i n o Herrera escribió, para celebrar el m i s m o triunfo, la más hermosa de sus canciones y una oda a D. Juan de Austria." DEHA tomo 11, 1892. pp 793-794. 2

E 1 p r i m e r o se editó en Madrid en la Sociedad de Bibliófilos Españoles en 1913 con una excelente introducción de Manuel Serrano y Sanz que trata los siguientes temas: Los corsarios berberiscos y el cautiverio en la Ldad Media (pp V - X X I I ) los literatos españoles cautivos (pp X X I I I - X X X V I ) la redención de cautivos por los Trinitarios y Mercedarios en los siglos XVII y XVIII (pp X X X V I I - L X X V I ) y principales libros españoles del siglo X V I referentes a T u r q u í a (pp L X X V I I - X C V ) . En la actualidad el texto ha sido reeditado por Miguel Angel de Bunes y Matías Barchino en la Diputación de Toledo, 2001. Sobre el segundo, Viaje de Turquía, véase la edición de Fernando García Salinero en C á t e d r a , Letras Hispánicas, 1985 y la de Marie Sol Ortola en Castalia, 1999.

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Octavio Sapienza, un sacerdote siciliano que permaneció doce años en Turquía, Sapienza escribió un tratado sobre Turquía en español donde describe la capital otomana en profundidad con sus diferentes habitantes y costumbres 1 . H1 otro tipo de turquerías, las relacionadas con la ficción literaria, fueron popularizadas por las comedias de Lope de Vega y Cervantes que conoció la experiencia del cautiverio como sus personajes de Los Baños de Argel, La Gran Sultana o el cautivo de Don Quijote. Con la llegada de los Borbones al trono español la rivalidad hispanootomana adquiere una dimensión más imaginaria que política. Los dos imperios intentan mantener lo conseguido en épocas anteriores. A mediados del siglo XVIII la mayoría de las potencias europeas pactaron con los otomanos en la primera mitad del siglo, fracasando las negociaciones españolas de 1740. Habrá que esperar hasta 1783 para que Carlos III, quien había llegado a un acuerdo con los otomanos durante su estancia como rey de Nápoles, consiga la ansiada paz con Abdül-Hamid I. Turquía, tras el tratado de Kíi^ük Kaynarca de 1774 se había retirado del norte del mar Negro. La Rusia de Catalina la Grande se expandía y empezada a mirar hacia el Mediterráneo, era el principio de la Cuestión de Oriente, un periodo en el que Turquía figura c o m o el enfermo de Europa. En este contexto se entiende que la Sublime Puerta buscara nuevos aliados. Los principales asuntos del acuerdo hispanoturco tratan sobre el establecimiento de relaciones comerciales y el final de la esclavitud de ios prisioneros españoles, capturados por otomanos en las temibles cortes de Argel, Túnez y Trípoli 2 . Esta nueva situación acabará con

' S A P I E N Z A ( O C T A V I O ) : Biog. Escritor español de origen italiano. N. en Catania (Sicilia). Vivía en el primer cuarto del siglo XVII. Fue sacerdote. Residió en T u r q u í a doce años de ellos cinco c o m o cautivo y siete en libertad. Su cautividad c o m e n z ó en 22 de septiembre de 1604. La a p r o b a c i ó n de la obra que se cita m á s a b a j o está firmada por Fr. Lucas de M o n t o y a en Victoria de Madrid (sic) en 15 de Marzo de 1620. Al libro a c o m p a ñ a n sonetos de D. Diego de Vera y O r d ó ñ e z de Villaquirón, una d é c i m a de G o n z a l o de A y a l a . un e p i g r a m a latino del doctor siciliano D. Darío Costa y otro anónimo. Sapienza dedico a Felipe IV. rey de España, la obra que escribió en castellano con este título: Nuevo tratado de Turquía con una descripción del sitio y ciudad de Constan/inopia, costumbres del Gran Turco, de su modo de gobierno, de su palacio, consejo, martirios de algunos mártires, y de algunas otras cosas notables (Madrid. 1622 en 4 a ) Es libro Curioso. DEHA. tomo 18. 1896, pp 712-713. La Universidad de Valencia ha reeditado esta obra el año 2000. 2 ¿ P o r m e d i o de D. Juan de Bouligni entabló (Carlos III) una negociación con el Gran Señor, c o n c l u y é n d o s e un tratado en C o n s t a n t i n o p l a a 14 de Septiembre de! m i s m o año, ratificado p o c o s m e s e s d e s p u é s por a m b o s s o b e r a n o s , por el que se estableció: I o Q u e habría paz perpetua entre españoles y turcos. 2° Que el rey de España podría tener cónsules en todos los puertos del Imperio O t o m a n o , y enviar sus naves a todos los d o m i n i o s de este, pagando los m i s m o s derechos y gabelas que las otras naciones amigas. 3 o Que en Constantinopla podría tener i g u a l m e n t e un ministro d i p l o m á t i c o con el m i s m o carácter y h o n o r e s que las d e m á s potencias, y con otros m u c h o s privilegios. 4 a Que los subditos de S.M. Católica que quisiesen ir en p e r e g r i n a c i ó n a J e r u s a l é n no serían i n q u i e t a d o s ni m o l e s t a d o s por el contrario serían protegidos y defendidos. 5 a El Rey de España prometió por su parte admitir en sus puertos, y c s p c c i a i m c n i e cu A i i c a m c , las naves nieieaiHc;, lurcas d o Husillo m o u o que io cían lu.*. españolas en los suyos". A l e j a n d r o López Ranera: Compendio de la Historia de España, desde su origen hasta el reinado de Isabel II. Madrid: Imprenta de A l e j a n d r o G ó m e z Fuentenebro. 1844 (3 a ed).El tema del final de la hostilidad hispano turca ha recibido el interés de algunos investigadores m o d e r n o s como: B. C h a k i b Las relaciones entre España, el imperio Otomano y las regencias berberiscas en el siglo XVII!, tesis doctoral, Universidad C o m p l u t e n s e de Madrid. 1994. Véase también por Emilio Garrigues: Un desliz diplomático, la paz hispano-turca. Madrid. 1962. Helena Sánchez.- Turquía en la Conciencia española del siglo XVIII. Madrid. 1986.

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VIAJHROS

HISPÁNICOS

HN

ESTAMBUL

el enfrentamicnto anterior impulsando el entendimiento entre ambas riveras mediterráneas. Una de estas primeras aproximaciones sirvió al cartógrafo Tomás López para trazar el Plano Topográfico

de Constantinopla

en 1783,

uno de los pocos documentos que reflejan el estado de la ciudad tras los terribles incendios de 178?'. Los últimos años del siglo y los primeros del siguiente conocieron varias expediciones españolas como la de Aristizábal con Bouligny en 1784, las dos en las que participó José Solano en 1786 y 1787 y la de Dionisio Alcalá ( ¡ a l u n o en 1804 a bordo de la fragata Soledad

por

Grecia y Turquía. Las memorias de las primeras expediciones se publicaron y tuvieron una cierta difusión entre los ilustrados españoles de finales del siglo XVIII. De la expedición de Aristizábal, compuesta de los navios Triunfante San Pascual,

el bergantín Infante

y la fragata Clotilde,

y

se encargo de la

redacción José Moreno, secretario de la Real Academia de San Fernando, con el título de Viaje a Constantinopla

en el año 1784. Hsta expedición, cargada de

regalos para el sultán, se realizó con motivo de abrir la embajada española en Estambul al mando de Boi ligny. Kstá dedicada al conde de Floridablanca, Primer Secretario de Estado. artífice de las paces hispano-turcas. José Moñín había adquirido protagonismo en la política internacional representando a España en Roma durante la expulsión de los jesuítas en 1767. La política de Floridablanca y Carlos III se caracterizó por un r e f o r m i s m o ilustrado. Floridablanca fue partidario Je mantener relaciones comerciales con el Imperio Otomano enviado a Estambul en 1786 la fragata Santa Agueda y el navio el Miño y en 1787 al bergantín Infante que se detuvo cinco meses en la capital otomana. Sobre estas dos expediciones se publicó Idea del Imperio

Otomano,

obra del capitán de fragata de la Real Armada José Solano en 1793. Esta obra vio la luz un año después de la destitución de Floridablanca por Carlos IV en beneficio de Godoy que definió a su predecesor como "un viejo irresoluto" 2 , achacándole, entre otras muchas cosas, el ser enemigo de los jesuítas y amigo de los turcos. La dedicatoria de Idea del Imperio

Otomano

no podría ser otra que a Manuel de Godoy que había conseguido alejar del poder a Floridablanca resucitando nna forma política que recuerda la relación del

' l J n acontecimiento detuvo la a n ión de B o u l i g n y durante unos días, en que a su v e z e s t u v o paralizada toda la vida social de i "onstantinopla: un incendio destruyó las dos terceras partes de la ciudad c o n los barrios de IVra y Gálata y los tuvo en continuo trance de c o n g o j a a sus :r m a d o r e s . c o n s t e r n a d o s aula del !:i i:;;t:ís!rofc. \ de a l a r m a c é n t i m a : ;;:•:' obliga:'!." a estar apercibidos a rechazar les ataques de malhechores a quienes la inmensidad del estrago y el desamparo de sus víctimas excitaba el pillaje. D e s c o n o c i d o este siniestro en España y ya impaciente Floridablanca por la lentitud de la n e g o c i a c i ó n , reiteró a B o u l i g n i su orden de retirada a V e n e c i a en vista de que nada adelantaba y de que le traían entretenido, de lo que resultaba p o c o decoro y ninguna v entaja. Manuel Conrotte: España y los Países Musulmanes durante el ministerio de Floridahhnca. Madrid, 1909. pp 75-76. Conrotte, op. cit.. p. 19.

I NT R O D UC C I ON

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conde-duque de Olivares con Felipe IV: el valimiento. José Solano pertenecía a una importante familia de políticos y militares. Su hermano Francisco destacó como militar participando en la batalla de Trafalgar de 1805 contra los ingleses. Años más tarde fue nombrado Capitán General de los cuatro reinos de Andalucía y gobernador en Cádiz. Francisco Solano se mostró partidario del reinado de José Bonaparte, éste le mantuvo como gobernador de Cádiz donde moriría en la revuelta contra los franceses de 1808 a su llegada al trono español 1 . La monarquía otomana atraviesa en esas mismas fechas un periodo de crisis, tras el destronamiento y asesinato de Selim III en 1807 por los jenízaros. Su sucesor, Mustafa IV, sube al trono ese mismo año y, para ganarse el apoyo de las potencias, condecora a varios diplomáticos europeos como al marqués de Almenara, Embajador de España 2 . Con la vuelta de Fernando VII se produjo una campaña contra aquellos que habían colaborado con los franceses afectando a toda una serie de militares, pensadores o artistas como Goya, Jovellanos, Moratín o Meléndez Valdez. Se les confiscaron sus bienes y muchos tuvieron que exiliarse en Francia o Inglaterra 3 . Otro ejemplo de afrancesado es el de Domingo Badía-Ali Bey que tuvo que publicar sus libros de viajes en Francia antes que en España, a causa de la represión de la política absolutista de Fernando VII con los que habían sido colaboracionistas. Los testimonios de viajeros durante la primera mitad del siglo XIX son casi inexistentes en un momento en que la sucesión de Fernando VII producirá las guerras carlistas entre los partidarios de Isabel II y los de don Carlos. A la guerra civil en España se añadieron los conflictos en las posesiones americanas que terminarían con la emancipación de las colonias españolas. A pesar de que la primera mitad del siglo XIX está marcada por conflictos internos, el interés español en el Mediterráneo oriental no desaparece del todo. La firma en 1827 del segundo tratado turco-español 4 propugnó la aparición de dos textos de carácter descriptivo por parte de Roger Coma y de Fermín Caballero en 1827 y 1828 5 . Tienen en común la importancia concedida al ejército otomano 'üEHA, tomo 19, 1896, p. 410. Ethem Eldem: Pride and Privitege. A Hislory of Ottoman Orders, Medals and Estambul, Ottoman Bank Archives and Research Center, 2004. p 63.

o

Decorations.

Sobre los afrancesados véanse las pp 535-536 del tomo 1, 1887 del DEHA de H. Jurestschke: Los afrancesados en la Guerra de Independencia en 1962, recientemente reeditado. 4 Este acuerdo permitía a los barcos españoles la entrada en el mar Negro. Véase de Alejandro del Cantillo Tratados, Convenios y Declaraciones de paz y de Comercio que han hecho con las potencias extranjeras los monarcas españoles de la casa de borbón, desde el año de 1700 hasta el día. Madrid: Alegría y Charlain, 1843. ^Fermín Caballero: La Turquía Teatro de la Guerra Presente. Madrid, 1828. Roger y Coma: Descripción Geográfica, Política, Militar, Civil y Religiosa del Imperio Otomano. Madrid, 1827.

V 1 AJ HR O S

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HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

compuesto de los temidos jenízaros. Sin embargo, la abolición de este cuerpo en 1826, por medio de una ejecución en masa en la plaza del Atmeydan, no viene reflejada en estos dos textos. Ambos son bastante representativos del tipo de estudios españoles sobre el tema otomano. Están basados en fuentes anteriores, en muchos casos d e s f a s a d a s , y no tienen en cuenta

los

acontecimientos sucedidos en el pasado cercano. El caso de Fermín Caballero levantó una cierta polémica al ser acusado de plagiar a José Moreno que era cuarenta años anterior. La respuesta no tardaría en llegar con el nombre de La Turquía

victoriosa

la fraterna

de las sandeces, falsedades

corrección

e ignorancias

contenidas

en

del Dr. Miñano. Estas obras vieron la luz impulsadas

en parte por la Guerra de Independencia Helena (1821-1829) con la participación de Lord Byron y Chateaubriand. El acercamiento hispanootomano y la política absolutista de Fernando VII son dos factores que pueden explicar el hecho de que España se mantuviera al margen de esta contienda y de la escasa influencia del filohelenismo del cual apenas se tiene constancia de la presencia de José García de Villata y, de ser cierto lo que nos cuenta Pío Baroja, su antepasado Eugenio de Aviraneta. 1 Las relaciones hispano-turcas producen dos nuevos tratados, el primero en 1827 permitiendo el paso y el comercio del mar Negro a los buques mercantes españoles y el segundo de navegación y comercio en 1840 2 . En este momento España y Turquía se acercan a la Europa Liberal, representada por Gran Bretaña y Francia que apoyarán las reformas del otomanas de Mahmud II, creador del Edicto de Gül Hane de 1839, una Carta Magna donde por primera en la historia se limitaban los poderes del sultán. Foco antes Luis Felipe y Jorge IV habían reconocido a Isabel II en el llamado Manifiesto de Octubre de 1833, un mes tras el fallecimiento de Fernando VII. Meses más tarde se adherían Dinamarca, Suecia. Estados Unidos y, algo impensable hasta

' - V e o , por lo que m e ha contado - d i j o Lord Byron-, lo q u e ha s u f r i d o usted por la libertad. Usted ha a n d a d o por países civilizados, por países c o m o España, donde queda una gran cultura de sentimientos; a q u í no queda nada de la Grecia antigua. Soy de la opinión de San Pablo, que decía que no hay diferencia entre judíos y griegos. El carácter de los dos es i g u a l m e n t e vil. El griego actual no sólo es envidioso, malo y vengativo, sino que es a b a n d o n a d o y sucio. Es un d e g e n e r a d o . N o tiene fe en nada. Allá en España c o n f i a b a n ustedes en el c o m p a ñ e r o ; a q u í no se p u e d e confiar en nadie. A d e m á s de esto, los patriotas griegos sienten una gran hostilidad contra el extranjero, y hasta a nosotros mismos, que hemos venido a luchar por su libertad, nos odian. - N o me diga más su excelencia -contestó Aviraneta; si esto es así, me voy inmediatamente. - N o , -le c o n t e s t ó Byron - E s p e r e . Es usted el ú n i c o español que ha a c u d i d o a s e c u n d a r mi e m p r e s a y no q u i e r o que pueda decir que no he hecho por él todo lo que está en mi m a n o . Q u é d e s e usted a q u í algunos días en mi barco. S u p o n g o que le convendrá descansar. Pío Baroja, Aviraneta o la vida de un conspirador. Madrid, Espasa, 1931, p. 133. ^ A l e j a n d r o del Cantillo, Tratados, convenios y declaraciones de paz y de comercio que han hecho con las potencias extranjeras los monarcas españoles de la casa de Borbón desde el año de 1700 hasta el día. Madrid. Imprenta de Alegría y Charlaín, 1843, pp 842-3 y 887-90.

I N T R O I) U C

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entonces: Mahmud II también reconoció a la Reina Niña 1 . No ocurre lo mismo con las potencias conservadoras como Prusia y Austria que lo hacen en 1848, Roma con el Concordato de 1851 o Rusia, defensora de la causa carlista, que no la reconocerá hasta la llegada al trono de Alejandro II en 1857. A lo largo del XIX el Imperio Otomano se convierte en el destino de una serie de viajeros románticos, en su mayoría franceses. La abundante literatura de viajeros franceses por Oriente conoció varias traducciones al castellano de las obras de Chateaubriand 2 o I.amartine 3 de cuyo Viaje a Oriente hay por lo menos diez ediciones en español entre 1840 y 1924 4 probándose así el interés del público en esta clase de textos en este momento. Lamartine visitó dos veces Turquía, la primera en 1833 y la segunda en 1850, incluso tuvo la intención de establecerse en Tire, cerca de Esmirna. El sultán AbdülMecid le concedió 49.000 hectáreas y, aunque nunca volvió a Turquía, las rentas de estas tierras fueron su principal fuente de ingresos hasta su fallecimiento en 1869. Lamartine publicó las memorias de los dos viajes y una Historia de la Turquía que se editó en castellano en 1855 en México, a cargo de los redactores de El Heraldo y en París en la Imprenta Walder en 1855. Otro ejemplo significativo es, años más tarde, las dos ediciones de la Constantinopoli

de Edmundo Amicis 5 .

El Imperio Otomano emprende un proceso de reformas conocido como Tanzimat cuyo objetivo es acercarse a la Modernidad. Mahmud II muere poca antes de promulgar el Edicto de Gül Hane en 1839 y le sucede su hijo AbdülMecid, un adolescente de diecisiete años, el cual tuvo que hacer frente a la ocupación de Siria por parte de los Egipcios. Presionados por la Cuádruple Alianza, integrada por Gran Bretaña, Austria, Rusia y Prusia estos se retiran de Siria en 1840. 1.a cuestión de Oriente abría una nueva frontera en la cual

'Jerónimo Becker, Historia de las relaciones Madrid, Jaime Ratés, 1924, p 617.

exteriores

de España

durante

el siglo

XIX.

2

Nueva descripción de la Tierra Santa, formada según el itinerario del viage executado en el año IHOñ por J.A. Chateubriand de Paris a Jerusalem y de Jersusalem a Paris, vendo por Grecia y volviendo por Egipto, Berbería y España. Madrid, 2 vol. 1828, traducido por Pedro M a de Olive. Itinerario de París a Jerusalén y de Jerusalén a París. Madrid, 1848. Itinerario de París a Jerusalén. Madrid, 1874, traducción de Manuel M" Flamant. En adelante me referiré a la última al ser la utilizada por Laertes en su edición de 1982. ^Viaje a Oriente. Madrid, 1846, 2. vol. En adelante me referiré a esta. ^Córdoba, Noguer y Marte, 1840; París, Librería de la Rosa 1842 y 1845: Viaje a la Palestina, Valencia, Mateu y Cervera, 1844; Madrid, Madoz y Sagasti, 1846; México, Ignacio Cumplido, 1856; Zaragoza, Lucía y Calabia, 1858; Madrid, Manuel Guijarro, 1878; México, Miguel Guijarro, 1874; Valencia, Cervantes, 1918. Barcelona, Cervantes, 1924. ^Constantinopla. Traducción de Cayetano Vidal de Valenciano con ilustraciones de Cario Biseo, El Mundo Ilustrado. Barcelona, tomos I y II ( V y VI de la I a serie) 1881 Se reeditó en un volumen en Barcelona: Espasa, 1895. También existe la versión de Hermenegildo Giner de los Ríos. Madrid, 1883. En adelante me referiré a la de El Mundo Ilustrado.

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EN

E S T A M B U L

Francia, la primera en firmar las paces con los otomanos, quedaba al margen. España, aconsejada por Francia, envió a Antonio López de Córdoba, firmante del acuerdo de 1840 y Ministro Plenipotenciario en Estambul en 1842, a Siria para que realizara un informe sobre la zona. López de Córdoba tardó dos años en redactar un informe do más de sesenta páginas, aportando abundante información económica, social o religiosa sobre la zona y las relaciones de sus habitantes con las potencias. Este diplomático español concluye su exposición afirmando que ni británicos ni franceses serían capaces de dominar Siria ya que los católicos locales estaban más interesados en Roma que en París y los ingleses no tenían seguidores, según él Siria iba a continuar

siendo

musulmana y turca. Desaconseja que España interviniera en la cuestión Siria dada la inestabilidad de la región, el desconocimiento del medio y el hecho de que Inglaterra y Francia competían por tener un mayor control en la misma 1 . La aparición española en el escenario, tanto político como literario, se produce en el ecuador del siglo, durante la guerra de Crimea. F2s en este momento cuando la Europa liberal cerró filas a favor de los otomanos evitando que el mar Negro se convirtiera en un lago ruso, algo que ya había sucedido con el Caspio. La España de Isabel II participó en esta guerra enviando a las bocas del Danubio en 1853 al general Prim 2 como observador y participando, más adelante, en el asedio a Sebastopol. Esta famosa batalla contó con la presencia de O'Ryan y Vázquez cuya memoria y conferencias al respecto tuvieron una cierta d i f u s i ó n 3 . Otro interesante relato es el de Esteban Amengual que narra la participación de la fragata Tharsis en el invierno de 1854 sirviendo de apoyo logístico entre Kamiesch, Sebastopol, Estambul y Salónica transportando alimentos y heridos 4 . Las crónicas de Amengual se diferencian de las de Prim o de las de O'Ryan acercándose a la literatura de viajeros. El estilo sencillo > ameno, cargado de anécdotas, apenas hace hincapié en distancias, estrategias o modelos de armas. Una de las aportaciones fundamentales de este autor es la descripción de la comunidad judía de Salónica

'Caesar E. Farah, Arabs and Ouomans: a checked retationship. Estambul, Isis, 2002, "A Spanish Perspective of the Syrian Question in 1844", pp 254-277. 2 Memoria sobre el viaje militar n Oriente, por el Excmo. Sr. General D. Juan Prim, conde de Reus, jefe de la comisión de señores oficiales del ejército de España nombrada en 1853 para seguir y estudiar las operaciones de la guerra entre Rusia y Turquía. Madrid: Imprenta de Tejado," 1855. Reeditado por Ministerio de Asuntos Exteriores en 1995. 3 Memoria sobre el viaje milita' a la Crimea, presentada por los oficiales del cuerpo de ingenieros nombrada en 1855 para seguir y estudiar tas operaciones de la guerra entre Rusia, las potencias occidentales, Francia e Inglaterra auxiliando a la Turquía, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1858 > La guerra de Oriente (1854-1856), conferencias dadas en el Centro del Ejército y de la Armada por el Teniente General D. Tomás O'Ryan y Vázquez. Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1886. ^Esteban Amengual: Recuerdos de mis viajes a la Crimea durante el memorable asedio de Sebastopol. Barcelona: El Porvenir de Buenaventura, 1859.

IN

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compuesta en su mayoría de sefardíes. Los textos españoles encuentran en estos desheredados de los Reyes Católicos una realidad que les sorprende y fascina convirtiéndose en un elemento afín que no tienen el resto de las literaturas de viajeros. Fue en Crimea la primera vez que se utilizó la fotografía para mostrar a los lectores los horrores de la guerra. Fotógrafos y corresponsales de diarios y revistas ilustradas crearon una nueva imagen de los conflictos armados que tuvieron también repercusión en España 1 . Tres años más tarde la revuelta del 1860 en Siria y el Líbano supone un retroceso en la positiva imagen de los turcos ya que toda la prensa internacional trajo abundantes noticias sobre las masacres de cristianos y una literatura a la que posteriormente me referiré. Los diarios de Madrid como La España; La Correspondencia Ibérica; La Epoca; El Pensamiento Español o el Museo Militar se hicieron eco de las noticias, a través de la prensa extranjera . Los ánimos estaban bastante alterados y parece ser que España intentó acercarse a la liga capitaneada por Francia con escasos resultados, tal y como da fe de ello este editorial de La Ame'rica publicado en agosto de 1860: Los representantes de las grandes potencias han decidido en sus conferencias de París la intervención en Siria. Mucho se había hablado acerca de si el embajador de España sería o no llamado a esas conferencias. Decíase que lo sería porque la Europa, a consecuencia de las excitaciones de Luis Napoleón, nuestro padrino, había decidido considerarnos como nación de primer orden; pero hasta ahora parece que no hemos entrado en posesión de los honores y preeminencias que corresponden a este puesto. Ello es que el Congreso, para decidir la intervención en Siria, se ha compuesto solamente de los ministros de Francia, Inglaterra. Rusia, Austria, Prusia y Turquía. 2

El convento franciscano español fue destruido el 10 de julio y sus ocupantes, Manuel Ruiz, padre superior, Carmelo Bolta, párroco, Francisco Pinazo, sacristán, Juan Jacobo Fernández, cocinero, Engelberte Kolland, coadjutor, tres alumnos de árabe, Nicolás Alberca, Pedro Soler y Ascanio y '"Tantas veces hemos tenido que escribir en nuestro MUSEO DE FAMILIAS, especialmente en el año anterior (1855) al describir la gigantesca guerra de Oriente, el nombre de la Crimea, que creemos será grato a nuestros lectores una rápida descripción del teatro en donde se ha representado el último gran drama que ha tenido por actores a cinco grandes naciones y por espectadores a la humanidad entera", "La Crimea", Museo de las Familias. Madrid, 1856, p. 271. Por otra parte son varios los autores españoles y las traducciones que existen sobre esta guerra: Francisco Arrúe Guerras Contemporáneas. Estudios de Arte Militar. La Guerra de Crimea. Madrid, 1889. General Einem der Alliierten Streitkräfte Guerra de Oriente y la expedición a Crimea: dirigida al gobierno de S.M.l. Napoleón III por un general de los ejércitos aliados. Barcelona, 1855. 7 La Ame'rica, crónica hispano-americana, Madrid, 8 de agosto de 1860.

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B S T A M B U L

tres hermanos maronitas libaneses de ia familia Massabki, asesinados. Al margen de la campaña de prensa hubo otra en las iglesias y debieron de quedar bastante impresionados los feligreses, ya que dos años después se entregaron 64.956 reales de vellón en Li legación de Estambul para los cristianos de Siria, 13.586 procedían de la diócesis de T o l e d o 1 . Se puede afirmar que a partir de 1860 se produce un c a m b i o sustancial en las relaciones de las potencias europeas con el imperio O t o m a n o , a f e c t a n d o también a Hspaña, d o n d e la tradicional imagen negati\;i de los turcos imperaba. Napoleón III logró que el Líbano se convirtiera en mntasarrifiya un mustasarraf

o provincia autónoma gobernada por

cristiano n o m b r a d o por la S u b l i m e Puerta pero con el

b e n e p l á c i t o de las potencias. La penetración política era ya un hecho, especialmente en las presiones para que se agilizaran los cambios del periodo de r e f o r m a s c o n o c i d o c o m o Tanzimat.

A pesar de todo, se trata de un

m o m e n t o de estabilidad política que impulsa las inversiones en el imperio O t o m a n o , surgiendo en este m o m e n t o los primeros bancos c o m o la Banca Imperial Otomana nacida en 1863 con capital franco-británico. Otro hecho que hay que tener en cuenta en este cambio de percepción f u e la revuelta en Creta de 1866, apoyada por Grecia, que se saldó con una brutal represión por parte de las tropas otomanas. España, que había tenido una agencia consular en la isla entre 1842-1852, tuvo noticias de la insurrección a través de un i n f o r m e firmado por Cólogan y Cólogan, encargado del Consulado General en Atenas y del hecho de que los insurrectos no contaban con el beneplácito de Francia y Gran Bretaña. 2 Las masacres de griegos impresionaron a la opinión pública como en el caso de Castelar que les dedica un capítulo en sus Cartas europea

sobre

política

en el que s i m p a t i / a con la causa helénica: " N o hay que dudarlo ya.

Los fuertes candiotas han sido ya entregados al turco cual se entregan los mansos ganados al carnicero. Ya no tienen más remedio en el mundo que ceder a sus opresores, a los cuales esta vieja diplomacia sin corazón y sin conciencia les entrega c o m o un rebaño de hombres más que degollar en aras del equili brio europeo." 3

' A r c h i v o del Ministerio de A s u n t o s Extranjeros, T u r q u í a H - 2 6 9 2 , "Distribución de f o n d o s en Constantinopla en suscripción abierta en España para socorrer a los cristianos de Siria". ^Miguel Angel O c h o a Brun, España y las islas griegas, una visión histórica. Madrid, Ministerio de A s u n t o s Exteriores, 2001, pp 170-173. 3

E m i l i o Castelar, Cartas Vol I, p. 19.

sobre púítica

europea,

Madrid, Librería de A. De San Martín, 1876,

I NT R O 1) U C ( ' I O N

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La abundancia de noticias sobre el estado del Imperio Otomano hacen que los manuales de historia queden desfasados. El interés español se volvió hacia textos extranjeros. Un ejemplo de ello es la Colección de historias y memorias contemporáneas dirigida por César Cantú entre 1865 y 1863. El volumen segundo incluye la obra de B.C. Colas La Turquía desde la fundación de la casa de los se le ácidos hasta nuestros días. La Exposición Nacional de productos otomanos de 1863 en la plaza de Sultanahmed había permitido a los observadores extranjeros tener una idea realista de los productos agrícolas e industriales del Imperio Otomano. Este texto se diferencia de los anteriores en considerar más importante la situación presente que el pasado. Los textos de viajeros españoles en el Mediterráneo oriental son escasos y pertenecen en su mayoría al último tercio del siglo XIX 1 . El estudio más completo es el realizado por Juan de Dios de la Rada y Delgado en 1871 con el título de Viaje a Oriente de la fragata de guerra Arapiles. Esta obra en tres volúmenes con ilustraciones de Ricardo Velázquez es un resumen del saber español de esta zona que contó, en esta misma expedición, con una versión menos científica y más literaria de Vicente Moreno de la Tejera 2 autor de Diario de un Viaje a Oriente, Argel, Ñapóles, Pompeya v el Vesubio. Sicilia, Grecia, el archipiélago y Egipto. A partir de este momento el conocimiento del estado del Imperio Otomano empieza a manifestarse también en las memorias de diplomáticos que estuvieron destinados en la Sublime Puerta o sus posesiones en el cercano Oriente 3 . Los Balcanes se convertirán durante la guerra ruso-turca de 1876-1878 en el centro de atención de la opinión pública europea. Emilio Castelar en 1876 publicó La Cuestión de Oriente advirtiendo de los peligros del Paneslavismo. Las naciones que habían apoyado a los turcos en Crimea les dieron la espalda dejando que, tras los tratados de Berlín y San Estéfano, se independizaran las colonias balcánicas de Rumania, Serbia y Montenegro. De esta manera el Imperio Ruso y el Austro-Húngaro extendieron su órbita de influencia. Enrique Dupuy de Dome en 1877 se

'Somos tan pocos los españoles que salimos de España que cuanto sabemos de lejanas tierras tenemos que leerlo en libros escritos por extranjeros y casi siempre por franceses, cuyas obras, por cierto, no brillan por exactas, y retratan casi siempre el carácter impresionable de sus autores". Adolfo de Rivadeneyra: De Ceilán a Damasco, prólogo de Lily Litvak. Barcelona: Laertes, 1988. I a ed en 1871, véase también por este mismo autor: Viaje al Interior de Persia, Madrid, 1880. 2 M O R E N O DE LA TEJERA (VICENTE): Biog. Novelista español nacido en Madrid en febrero de 1848. Ha sido médico de la Armada y dejó el servicio para dedicarse a trabajos literarios. Entre sus muchas obras citaremos: Diario de un viaje a Oriente; Monarca, bandido y fraile; Las catacumbas de Ñapóles; Los hijos del Misterio; La Mina de Fuego; Los Mártires del Presidio, etc. DEHA tomo 28, (2 o apéndice) año 1910 p. 275.

^Antonio de O'Reilly: Viaje a Oriente, en Egipto. Madrid, 1876. En Tierra Santa: la Judea, la Samaría y la Galilea. San Sebastián, 1896. Jerusalén, la Semana Santa. Bayona, 1883. En el Líbano, cartas relaciones sobre la Siria. Bayona, 1883.

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V I A J HR O S

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EN

H S i A M B U L

manifiesta a favor de los rusos en Los eslavos y Turquía, sobre la cuestión

de Orieme.

estudio

histórico

Fin esta obra se perfila otro de los rasgos de la

visión española donde los observadores se identifican con los pueblos que han conocido el llamado "yugo musulmán". Las revistas ilustradas jugaron un importante papel informando a sus lectores de la evolución de esta guerra. Tres fueron los corresponsales enviados: el marqués del Valle de Tojo que colaboró con la Cruz Roja Belga, Saturnino Jiménez en La Academia

y José Luis Pellicer cuyos artículos y

grabados se publicaron en La Ilustración

Española

y Americana.

Es esta

última revista la que se muestra más interesada contando con Emilio Castelar, Enrique Dupuy de Dome. Manuel Becerra o Diego Coello Quesada. Las ilustraciones tuvieron también una gran importancia primero con grabados y posteriormente con fotografías. Raro es el número que no incluya retratos imperiales o de personalidades, palacios, mezquitas o vistas panorámicas. Estas imágenes creadas por la prensa entran en conflicto con las de los textos de viajeros al reproducir las escenas apartándose de los tópicos literarios. La visión romántica creadora de un mundo exótico coexistirá con otra más objetiva y menos pintoresca de periódicos y revistas. A finales del siglo pasado la llegada de los viajeros en masa produce una nueva mirada menos oficial. Los tres factores que impulsaron el nacimiento del turismo fueron la apertura del canal de Suez en 1869, que traería consigo la creación de la Agencia Cook, la primera agencia de viajes. La aparición de las máquinas portátiles Kodak y la aplicación del vapor a los medios de comunicación. I as Mensajerías Marítimas de Marsella enlazaron este puerto francés con Alejandría, Esmirna y Estambul pero, es en 1888, con la inauguración de la línea de ferrocarril entre Salónica y Estambul cuando la capital otomana se abre a los turistas. El Orient Express permitirá el acceso a la burguesía europea motivando la creación de hoteles y restaurantes adecuados para estos nuevos pasajero-;. Las crónicas de los turistas se alternan en los últimos años del siglo con las revueltas nacionalistas en los territorios otomanos de los Balcanes en la cuestión de Macedonia y en las masacres de a r m e n i o s en Anatolia. I a opinión española se mostrará a m b i g u a al comprender a esta minoría cristiana perseguida por un pueblo musulmán. Los valores cristianos de la Reslauración no podían, por el contrario, apoyar a una población que se mostraba a favor de los grupos violentos nacionalistas, al tener en Cuba bandas armadas que también buscaban liberarse de otro opresor.

I N T R O D U C

('ION

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Se puede afirmar que las relaciones hispano-turcas durante toda la Cuestión de Oriente fueron más que cordiales. España no se expandió a costa de los territorios otomanos, ni presionó políticamente ni se introdujo en las finanzas. Cabe señalar dos pequeñas crisis. La primera fue en 1875 a raíz del contacto directo con Carol de Rumania, vasallo del sultán con el cual no se podía tratar directamente por lo que la Sublime Puerta protestó formalmente y el segundo fue el intento de crear una base española en las costas otomanas del Mar Rojo, en el cual estaban británicos e italianos y que no llegó a prosperar 1 . El único interés real español en la Cuestión de Oriente es el referente a la utilización del Canal de Suez tras la ocupación británica, ya que facilitaba las comunicaciones con las posesiones en el Pacífico, especialmente con ¡as Filipinas pero también por otros tres archipiélagos que estaban bajo soberanía española: las Marianas, las Palaos y la Carolinas, por estas últimas hubo una guerra con Alemania en 1885 y les vendieron los tres archipiélagos por 25 millones de pesetas en 1899 2 . El Extremo Oriente sí estaba dentro de los intereses nacionales y, de hecho, España había participado en una expedición punitiva con Francia en Cochinchina y posterior toma de Saigón que no lograron retener, en 1850 3 . A finales del siglo XIX España había visto como sus posesiones americanas se reducían a Cuba y Puerto Rico, recuperado su papel con la conquista de Marruecos en 1860 y era una potencia en el Océano Pacífico tanto por las islas Filipinas c o m o por extensas posesiones en Micronesia descubiertas por Magallanes y muchos otros en el siglo XVI 4 . En este contexto la navegación a través del Canal de Suez afectaba a nuestros intereses y se logró que Angel Ruata, ministro en Japón, figurara como plenipotenciario español en la conferencia internacional para la regulación de la libre utilización del canal en 1885 en Londres, el mismo año que la guerra contra Alemania por la cuestión de las Carolinas. Las monarquías española y otomana intercambiaron condecoraciones recibiendo Alfonso XII, María Cristina y Alfonso XIII la Orden Otomana en 1881, la Orden de la Caridad en 1883 y la Alta Orden de distinción en 1891, respectivamente 5 . Tal y como había hecho Mahmud II con Isabel II, Abdül ^Sinan Kuneralp, "El intento de creación de una base militar española en el Mar Rojo y la reacción otomana (1885-1887)" en Pablo Martin Asuero (ed): España y Turquía, del enfrenamiento al análisis mutuo, Estambul, Isis, 2003. ^E. Pastor Santos: Territorios de Soberanía Española en Oceanía, Madrid, CSIC, 1950 pp 59-76. •^Manuel Espadas Burgos y José Ramón de Urquijo Goitia: Historia de España, Guerra de la Independencia y Epoca Constitucional (1808-1898), Madrid, Gredos, 1990, p 275. ^Magallanes (1521), Gonzalo Gomes de Espinosa (1522), Alvaro Saavedra (1528), Hernado de Grijalva (1537), Ruy López de Villalobos (1543), Miguel López de Legazpi (1564), Alonso de Arellano (1565), Pedro Sánchez Pericón (1566), Alvaro de Medaña (1568) o Pedro Fernández de Quirós en 1596 y 1606, E. Pastor y Santos, op. cit., pp 85-86. 5 Edhem Eldem, op. cit., pp 502-503.

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V I A J E R O S

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E S T A M B U L

H a m i d II r e c o n o c i ó a M a n a C r i s t i n a c o m o R e g e n t e y l e d i o l a e n h o r a b u e n a c u a n d o d i o a l u z a A l f o n s o XIII: Simpatías a España y a su Dinastía Faltaría a un d e b e r de gratitud no c o n s i g n a n d o la a c o g i d a simpática que ha t e n i d o a q u í la nue\ .1 de q u e la digna sucesora de María T e r e s a había dado un Rey a España. A p a r t e les felicitaciones q u e el S u l t á n se a p r e s u r o a enviar a la R e i n a C r i s t i n a , y de las f e l i c i t a c i o n e s q u e su p r i m e r e d e c á n , el M i n i s t r o d e N e g o c i o s e x t r a n j e r o s ;. los principales p e r s o n a l e s del palacio de la S u b l i m e Puerta, y del C u e r p o d i p l o m á t i c o y d e la s o c i e d a d de Pera, p r e s e n t a r o n al representante de E s p a ñ a , en la fiesta d a d a por los E m b a j a d o r e s de Inglaterra, y a la q u e asistía la E s t u d i a n t i n a E s p a ñ o l a de r e g r e s o a C o n s t a n t i n o p l a , d e s p u é s d e haber visitado las P i r á m i d e s de Egipto y el Partenón de A t e n a s , el s i m p á t i c o E m b a j a d o r T h o m t o n , q u e h a b l a el e s p a ñ o l c o m o n o s o t r o s , brindó, r o d e a d o de los m i e m b r o s de la Legación de E s p a ñ a y de los artistas estudiantes, por el porvenir de la Reina M a d r e y del Príncipe su h i j o . '

D u r a n t e la e s t a n c i a d e D i e g o d e C o e l l o c o m o H m b a j a d o r a n t e S u b l i m e P u e r t a ( 1 8 8 4 - 1 8 8 6 ) l o s l e c t o r e s d e La Española

y Americana

tuvieron

Epoca

E s t a m b u l y d e l o s t u r c o s q u e c o r r e s p o n d e c o n el Tanzimat. p u b l i c a d o s e n la La

Epoca

y d e la

gracias a sus crónicas

la

Ilustración

una imagen

de

De sus artículos

u n o d e l o s m á s r e p r e s e n t a t i v o s d e la r e l a c i ó n

h i s p a n o - t u r c a e s el t i t u l a d o ' F i e s t a e s p a ñ o l a d e l a c a r i d a d e n C o n s t a n t i n o p l a " e n el c u a l s e h a c e e c o del o v e n t o o r g a n i z a d o p a r a r e c a u d a r f o n d o s p a r a l o s d a m n i f i c a d o s e n el t e r r e m o i o d e A n d a l u c í a d e 1 8 8 4 . L a f i e s t a t u v o l u g a r e n el Palacio de A l e m a n i a , se recaudaron 10.000 f r a n c o s y f u e s e g u i d a d e cerca p o r la m o n a r q u í a o t o m a n a : Se n o s añade q u e . a p e n a s iniciado el c o n c i e r t o no s i e n d o c o s t u m b r e en T u r q u í a q u e la familia imperial asista a otras f i e s t a s q u e a las d a d a s en los palacios del Sultán, el c o n d e de C o e l l o recibió de A g h u p - B a j á , M i n i s t r o de la Lista civil, y de M u n i r - B a j á , Primer M a e s t r o de C e r e m o n i a s d e P a l a c i o c o m u n i c a c i o n e s s u m a m e n t e lisonjeras, diciéndole que sus altezas i m p e r i a l e s no h a b í a n p o d i d o a c e p t a r la i n v i t a c i ó n del e m b a j a d o r d e A l e m a n i a ; pero q u e q u e r i e n d o S. M. el S u l t á n , q u e ya r e c o r d a r á n n u e s t r o s l e c t o r e s inició c o n ¡00 l i b r a s t u r c a s los d o n a t i v o s d e los S o b e r a n o s e u r o p e o s , asociar los n o m b r e s de sus hijos a este f i e s t a de c a r i d a d , inscribía al p r í n c i p e imperial M e h e m e t - S e l i m - E v e n d i por 4 0 billetes, y p o r igual n ú m e r o a los príncipes C h e v i e t - E v e n d i , el T e w f i k - E v e n d i . 2

'Véase mi edición de Diego de Cuello Quesada y la Cuestión de Oriente (1882-1897) Artículos sobre Turquía, Egipto, Sudán, Rumania, Serbia, Bulgaria, Grecia y los patriarcas orientales. Estambul, Isis, 2003 p. 174. En adelante me referiré a esta obra como Martín Asuero (ed). 2 Ib. p. 122.

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1 N T R O D H C C I O N

El equilibrio greco-turco volvió a alterarse en 1897 a causa de ("reta donde se habían producido insurrecciones en 1841, 1858 y 1867-68. Un grupo de rebeldes apoyados por griegos del continente declararon la unión con Grecia en enero de 1897, siendo apoyados por un cuerpo de 10.000 soldados de Grecia bajo el mando del príncipe Jorge. El 3 de febrero que ocuparon la isla. En vista de la inestabilidad de la situación las potencias propusieron la autonomía de la isla y la retirada de las tropas otomanas, condiciones que no fueron aceptadas por el Sultán. Se produjo la declaración de guerra abriéndose un segundo frente en Tesalia, liderado por el príncipe Constantino. Una flota formada por navios procedentes de Rusia, Gran Bretaña, Francia, Austria-Hungría e Italia bloqueó la isla, acabando con el conflicto en marzo. En estas circunstancias forzaron el armisticio en el cual los turcos se retiraban de Tesalia. Grecia indemnizó a Turquía y permitió la salida de musulmanes, produciéndose un nuevo flujo de emigrantes hacia el imperio Otomano. En diciembre Abdül Hamit decretó la autonomía de la isla con bajo soberanía otomana pero gobernada por un cristiano designado por Estambul y aprobado por Atenas 1 . Si bien España se mantiene neutral en el conflicto el gobierno estaba a favor de Turquía, de hecho desde 1891 habían trasladado la Legación en Atenas a Estambul en 1892, dejando tan solo un encargado de negocios. Fue desde la capital otomana desde donde se enviaron informes a Madrid sobre la situación en Creta, destacando uno fechado el 3 de junio de 1896 donde se analiza la población de la isla, 300.000 habitantes, de ios que 204.000 eran griegos ortodoxos y 88.000 musulmanes, el fanatismo musulmán, el despotismo de los turcos y, en definitiva, el antagonismo de las dos razas. Si bien España se declara neutral en el conflicto las simpatías del pueblo estaban, lógicamente, del lado de los griegos, especialmente las de los catalanes que en 1897 llegaron a formular una proclamación a favor de la incorporación de Creta a Grecia 2 . Los lectores de La Ilustración Artísitica de Barcelona y La Española y Americana

Ilustración

de Madrid tuvieron varios artículos de este conflicto

con retratos de los militares y príncipes, fotografías del conflicto o mapas de la isla y de Tesalia. G. Reparaz publicó un artículo titulado "Campaña grecoturca. El teatro de la guerra" el 30 de abril donde dudaba del buen fin de la rebelión si no encontraban el apoyo de las potencias. Emilio Castelar analiza el fin del conflicto en esta misma revista haciendo hincapié en la diplomacia alemana en su acercamiento a Turquía y su deseo de que salga de la esfera de estos dos imperios: "Por esta y otras causas proclamo, no obstante, la tristeza ' S h a w y S h a w , H h t o r y of the Ottoman Empire and Madern Turkey, Cambridge University Press, 1977, Vol II, p. 207. Véase también de Bayram Kodaman, 1897 Türk-Yunan sava¡i. [La guerra turco-griega de 1897] Ankara, Türk Tarih Kurumu, 1993. Ochoa Brun, op.cit. pp 177-183.

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VIAJEROS

H I S V Á N I C OS

K N H S T A M B l) I.

de nuestros tiempos, que marchan Grecia y ("reta hoy mismo al triunfo de su reconstitución indispensable por la democracia y por la libertad."

1

Otro autor que trata sobre la cuestión de Creta es el literato y diplomático Antonio de Zayas, destinado en la legación española de Estambul en 1897. Zayas dedica dos capítulos de su libro, A orillas del Bosforo a este tema. Hay que tener en cuenta que en este momento se habían producido las primeras masacres armenias en Anatolia, las cuales habían conmocionado a la opinión pública internacional. Zayas analiza en el capítulo XXI la situación de la isla desde el punto de vista geográfico, histórico y social, sin demostrar demasiada simpatía por los isleños: "El cretense es por temperamento y costumbre pirata e indócil al yugo de la autoridad." 2 El capítulo XXII se centra en la guerra turco-griega \ las consecuencias del conflicto: Las extemporáneas arrogancias de los griegos no han conseguido otra cosa que evidenciar su carencia de previsión política y su completa falta de organización militar; poner en último e x t r e m o a su ya d e s m e d r a d a y comprometida hacienda; perder parte de su independencia con la inspección e u r o p e a de sus a s u n t o s e c o n ó m i c o s y parte de su territorio con la rectificación de la frontera de Tesalia; provocar el desprecio o la lástima de los demás pueblos cristianos de la península Ilírica; y empeorar la situación de su tráfico mercantil con T u r q u í a y la c o n d i c i ó n p r i v i l e g i a d a q u e disfrutaban sus subditos en el imperio O t o m a n o , merced al régimen de las capitulaciones, hoy modificado en provecho del vencedor.-'

A principios del siglo XX la campaña del senador Angel Pulido de revisión de la causa sefardí tuvo un cierto impacto en la España de la Restauración. El doctor Pulido conoció en 1903 a Enrique Bejarano, el cual sería el primer Gran Rabino de la República de T urquía, a bordo de un vapor que hacía el trayecto Vicna-Estambul. A raíz de este encuentro, y con el informe de Antonio de Za\ ís sobre los sefardíes otomanos, publicará en 1905 Españoles

sin patria y la raza sefardí.

A través de la prensa y del senado

Pulido pidió que se les dier;; la posibilidad de obtener la nacionalidad española, muchos de los cuales estaban en ese momento en territorio otomano. Gran parte de la opinión pública secundó la campaña y por medio de la Asociación de Escritores y Artistas si enviaron libros a bibliotecas de los Balcanes y otros lugares. Galdós. Valera, U n a m u n o o Pardo Bazán este

secundaron

movimiento, al igual q j e políticos como Castelar, creándose en 1910 la

' E m i l i o C a s t e l a r , " L a paz entre T u r q u í a y G r e c i a " , M a d r i d , La Ilustración Americana, 8 de agosto de 189"?. pp. 74. ^Antonio de Zayas, A orillas del Hrísforo. Madrid, Juan Pueyo, 1912, p. 354. pp 405-406.

Española

y

I N T R O DU C C I O N

29

Alianza Hispano-Israelita con el apoyo de Galdós, Blasco Ibáñez o Canalejas 1 . El f r u t o de esta c a m p a ñ a será el D e c r e t o de Primo de Rivera del 2 0 de Diciembre de 1924 que permitía la obtención de la nacionalidad española a los sefardíes. El Imperio O t o m a n o volvió a ser noticia con la revolución de los Jóvenes Turcos de 1908 que trajo la monarquía parlamentaria a la capital otomana. La opinión pública volvió a confiar en el deseo de los turcos de a d a p t a r s e al resto de las n a c i o n e s civilizadas a d o p t a n d o sus f o r m a s de gobierno 2 . Las guerras balcánicas, precedente de la Gran Guerra, acabaron con este espíritu con la participación en el conflicto mundial que acabaría con la derrota de las Potencias Centrales. Ibáñez de Ibero fue enviado desde Francia en 1915 c o m o corresponsal de guerra aprovechando la neutralidad española. El resultado es una serie de entrevistas y descripciones de la ciudad en otoño que c u e n t a con la g u e r r a c o m o

un e l e m e n t o o m n i p r e s e n t e ,

una

imagen

diametral mente distinta a la creada por viajeros o turistas. Durante la Gran Guerra España figura c o m o mediadora de los intereses aliados en T u r q u í a 3 . Si bien España se mantiene al margen de la contienda tuvo un cierto protagonismo, tal y c o m o pudieron apreciar los lectores del diario ABC el 15 de octubre de 1918: TURQUÍA PIDE LA PAZ POR MEDIACIÓN DE ESPAÑA UNA VISITA Y UNA NOTA. San Sebastián, 14,1 tarde. En la visita que anteayer hizo el encargado de Negocios de Turquía en España al ministro de Estado, entregó en nombre del Gobierno otomano una nota para que el Gabinete español la transmitiera al presidente de los Estados Unidos. Dicha nota dice así: "El Gobierno otomano ruega al presidente de los Estados Unidos que tome sobre sí la labor del restablecimiento de la paz, que informe de esta demanda a los Estados beligerantes y les invite a nombrar plenipotenciarios para entablar las correspondientes negociaciones, aceptando el Gobierno turco como base de las mismas el programa trazado por el presidente de los Estados Unidos en su mensaje al Congreso de 8 de Enero de 1918, y en sus manifestaciones anteriores, especialmente en el discurso del día 27 del pasado mes de Septiembre." ^Gonzalo Alvarez Chillida, El antisemitismo en España. Madrid, Marcial Pons, 2002, p. 264. Sobre 1908 Juan Pérez de Guzmán escribió en La Ilustración Española y Americana (22Agosto-1908, págs 99-108) "La Revolución Pacífica de Turquía" manifestando su apoyo a los Jóvenes Turcos que consiguieron acabar con el poder de Abdül-Hamid II a quien se le acusaba directamente de las matanzas de armenios y macedonios. Archivo del Ministerio de Asuntos exteriores, Turquía, H 3025, "Protecciones españolas en Turquía". España atendió los asuntos de Estados Unidos, Montenegro, Portugal e Italia en Turquía; la de los prisioneros rumanos y austríacos, la de los intereses turcos en Buenos Aires y en Rusia (Turquía H 2 7 0 3 ) . 2

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V IA J HR O S

H I S P Á N I C O S

EN

RSTAMB U

Hn esta nota el Gobierno o t o m a n o expresa también sus deseos de que para poner término a la e f u s i ó n d e sangre se llegue a la c o n c l u s i ó n inmediata de un armisticio general en tierra, en mar y en aire.

El armisticio de Modros se firmó el 31 por parte del vicealmirante Calthrop de la Marina Real Británica en nombre de los aliados. El paso del Mediterráneo al mar Negro a través de los estrechos del Bosforo y los Dardanelos se abría a la flota aliada y los prisioneros de guerra podían ser repatriados 1 . España llevaba tiempo ejerciendo de mediadora, sobre todo en Siria desde la entrada en el conflicto de Estados Unidos el 1 de abril de 1918.

VIAJEROS, LECTORES V TEXTOS En la actualidad, tanto la literatura de viajes como la historia carecen de un estudio profundo sobre la relación de España y el Imperio Otomano durante la última fase de éste 2 . Tradicionalmente se ha considerado a Estambul dentro del mundo oriental, aspecto que merece ser analizado en profundidad. Por Oriente se entiende, en primer lugar, una realidad geográfica cuyos límites abarcan desde el Magreb (más al Occidente de la península Ibérica) hasta Japón. Tiene también unas fronteras temporales dentro de las cuales se incluyen las culturas mesopotámicas, \ arios milenios anteriores a Jesucristo. Por si fuera poco existe un Oriente lile ¡ario como el del viaje a Persia de Goethe o Las Mil y una Noches,

contrario a una serie de estudios científicos franceses,

ingleses, rusos o alemanes de carácter histórico, político, económico, artístico o filológico. Un ejemplo de la indefinición del campo semántico del término 'oriente' se puede observar en el Diccionario Americano.

Enciclopédico

Hispano

En el último cuarto del siglo pasado la editorial Montaner y

Simón encargó a una sene de intelectuales españoles de primera fila la realización de esta enciclopedia. A Rodrigo A m a d o r de los Ríos 3 se le encomendó la arqueología hispano-mahometana; a José Ramón Mélida y ' " N o t i f i c a c i ó n oficial del armisticio con Turquía", Madrid, ABC, 01.11.1918, p. 9. ^Víctor Morales opina que en España no ha se p r o d u j o un movimiento de tipo orientalista sino más bien africanista: Africanism» v Orientalismo español en el siglo XIX. Madrid: U N E D , 1989. España y la Cuestión de Oriente. Madrid: Biblioteca Diplomática Española, 1992. Lily Litvak tiene varias obras sobre el tema: El Ajedrez, de estrellas, crónica de los viajeros españoles en el siglo XIX (IHOO-IVU). Madrid: 1 aurus, 1986. Geografías mágicas, viajeros españoles del siglo XIX por países exóticos < 1800-'VI3). Barcelona: Laertes, 1984. El sendero del tigre, exotismo en la literatura española de fmaies del siglo XIX (1800-1913). Madrid: T a u r u s , 1986. GarcíaRomeral Pe'rez: Bio-Bibliografni de Viajeros Españoles (Siglo XIX). Madrid: Ollero y R a m o s , 1995. Véase también mi libro. Estambul, los ejércitos otomanos y los sefardíes en textos en español. Estambul, Isis, 2003. 3 R o d r i g o A m a d o r de los Ríos había c o n o c i d o la f a m a a raíz de la publicación de Estudios Históricos, Políticos v Literarios sobre los judíos de España en 1848 y de Memorias de arte latino-bizantino de España y tu i coronas del Guarrazán en 1861. C o m p a g i n ó los e s t u d i o s científicos con la literatura y la decencia. DEHA t o m o 17, 1895, págs 695-696.

I N T R O D II C C I O N

31

Alinari la arqueología oriental y clásica, y a Francisco Fernández y González se le asignó lo siguiente: cultura oriental, con inclusión de la antigua egipcia y de la de hebreos y árabes, africanos y españoles. Es decir, todo, menos lo que era europeo o americano, un espacio geográfico donde se habían implantado formas y modelos europeos. Francisco Fernández González había obtenido la cátedra de Literatura General y Española de la Universidad de Granada en 1856 donde también enseñó griego, literatura clásica y árabe. Es en esta disciplina donde destacó como arabista en obras como Biblioteca de autores árabes españoles, España árabe, Los moros que quedaron en España después de los moriscos y la traducción de una novela de caballerías al castellano titulada Ben-Zeyyad-ben-Amir el de Quimera. Francisco Fernández y González fue también un conocido hebraísta autor de Instituciones jurídicas del pueblo de Israel en los diferentes estados de la península Ibérica (Madrid, 1880) y de la edición de una serie de textos en hebreo procedentes de la biblioteca de la Academia de San Fernando: Ordenamiento de las Aljamas hebreas. I .a elección de Francisco Fernández y González para el apartado cultura oriental se debía a su formación como arabista y hebraísta: dos culturas semíticas consideradas como orientales. Paradójicamente los estudios realizados por Fernández y González no salen de la península Ibérica. Este hecho será una característica fundamental de los estudios españoles de tipo orientalista. A diferencia de los investigadores franceses, ingleses o alemanes, los españoles para ir a Oriente no tuvieron que viajar porque en la península Ibérica lo tenían todo. Sin cruzar ninguna frontera pudieron realizar estudios de lengua y civilización árabe o hebrea en diferentes campos que van desde la historia o las bellas artes a la filología pasando por la filosofía. No hay que olvidar las figuras de dos filósofos cordobeses universales: Maimónides y Averroes, difusores del pensamiento de Aristóteles. Los intelectuales del siglo pasado pudieron también, desde España, adentrarse en el mundo clásico, en sus variantes griega, romana o bizantina, al igual que pudieron realizar estudios sobre otras culturas de la antigüedad como los iberos, fenicios, cartaginenses o vascos 1 . El Diccionario Enciclopédico Hispano Americano es un fiel reflejo del interés intelectual español del siglo XIX por la cultura en general y por el mundo islámico en particular. Dedica páginas enteras a sultanes, reyes y califas andaluces de la Edad Media frente a las escasas líneas de los sultanes otomanos contemporáneos. Sin embargo, será precisamente el resurgir de los estudios arabistas y hebraístas españoles uno de los motores que impulsarán a 'DEHA contó con el jesuíta catalán Fidel Fita como éuscaro en un momento en que se creía que los iberos y los vascos tenían el mismo origen. Fidel Fita defiende el origen caucásico del pueblo vasco basándose en afinidades antropológicas y lingüísticas entre el eusketa y el georgiano. Fita desdeña el origen bereber, africano o persa, realidades enmarcadas en el concepto de oriente del siglo pasado, de autores como Níebuhr. Véase DEHA términos 'Ibero' (pp 674-676 tomo 10, 1892) y 'Vasco', 'Vascón' y 'Vascuence' (pp 195-198 tomo 22, 1897).

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V I A J E R O S

H I S P Á N I C O S

EN

E S T A M B U L

los viajeros españoles o iberoamericanos a c o n o c e r el Imperio O t o m a n o , para poder c o n t e m p l a r in situ una civilización similar a la que h u b o en la península Ibérica. Hl clima c r e a d o a partir del r e d e s c u b r i m i e n t o de la herencia cultural e s p a ñ o l a m o t i v ó el contacto directo con el m u n d o o t o m a n o p o s e e d o r de tres escenarios históricos de vital importancia para Europa: Tierra Santa, Grecia y Egipto. Este es el c a s o del egiptólogo R a m ó n M é l i d a y Alinari q u e p u b l i c ó Viaje a Turquía

y Egipto

en 1899

En este c o n t e x t o hay que tener en cuenta

la utilización de la Historia de E s p a ñ a en tres m o v i m i e n t o s literarios: el R o m a n t i c i s m o , el M o d e r n i s m o y la Generación del 98. Eos tres corresponden a m o m e n t o s de crisis que impulsaron a escritores y lectores a la h u i d a de la realidad, mediante la recreación de momentos de esplendor localizados, muchas veces, en la Castilla medieval. Continuando con el concepto de oriente, éste no se puede explicar sin el de o c c i d e n t e . El s e g u n d o l é r m i n o de esta o p o s i c i ó n g e o g r á f i c a c o n s i d e r a o c c i d e n t a l , en p r i m e r lugar, a p a r t e de E u r o p a , c a r a c t e r i z a d a p o r una heterogeneidad cultural que hasta hace bien poco incluía a los pobladores de los Balcanes c o m o orientales2

>, p o s t e r i o r m e n t e , a N o r t e a m é r i c a , p u d i é n d o s e

aplicar en la actualidad el termino occidental a países c o m o Australia, Chile, N u e v a Z e l a n d a , Argentina o, incluso, al resto de Iberoamérica, ya que todos e s t o s p a í s e s llevan una m i p r o n t a e u r o p e a e v i d e n t e , y a s e a i b é r i c a

o

a n g l o s a j o n a . La realidad abarcada es tan a m p l i a y tan dispar q u e invalida el carácter g e o g r á f i c o e incluso cultural de la oposición oriental-occidental. El t é r m i n o ' o t o m a n o ' es más a d e c u a d o al d e s i g n a r con él a los p o b l a d o r e s d e dicho imperio y ' o t o m a n i s m o ' a la serie de estudios sobre este tema. ' O r i e n t a l ' p u e d e ser e m p l e a d o c o m o un t é r m i n o g e o g r á f i c o q u e c o r r e s p o n d e c o n la parte del Mediterráneo que iratan las del presente estudio. Puede ser utilizado con v a l o r e s t i l í s t i c o h a c i e n d o r e f e r e n c i a a la visión, la m a y o r í a d e las veces simplista, de los viaieros e intelectuales que se ha m a n t e n i d o hasta la actualidad. 1.a diferencia entre oriental y occidental conlleva una serie de

' j o s é R a m ó n Mélida fue un desiacado a r q u e ó l o g o español interesado por el m u n d o clásico, etrusco y egipcio. Sobre este último aspecto publicó obras científicas c o m o Historia del Arte Egipcio (1899), La Religión Egipcia (1884) y n o v e l a s arqueológicas c o m o El Sortilegio de Karnak o Salomón en que se vale de la A r q u e o l o g í a para resucitar una p á g i n a del m u n d o a n t i g u o . D E H A t o m o 25, 1899. p 386. Este autor y su obra han sido analizados por Ricardo O l m o s en "Lecturas del Arte Antiguo en la Literatura Española del siglo XIX", Historiografía del Arte Español en los siglos XIX y XX. Madrid: A l p u e r t o , 1995 pp 174-175 "José R a m ó n Mélida, padre de la arqueología clásica en España y f r u s t r a d o iniciador de la egiptología entre nosotros, tiñe de erudición t e m p r a n a sus excursiones literarias por el pasado. Sus a n h e l o s de Egipto se p l a s m a n , primero, en la narrativa, y sólo a ñ o s más tarde, en un manual de arte egipcio, lo q u e d e n o t a las limitaciones y d i f i c u l t a d e s de una p r e t e n d i d a p r o f e s i o n a l i z a c i ó n institucional de la egiptología que nunca cuajará entre nosotros". ^ V é a s e mi artículo "Blasco Ibáñez en Serbia" en Balkania, Primer Trimestre del 2004

Belgrado, E m b a j a d a de E s p a ñ a ,

I N T R O D

li C C I O N

33

factores religiosos, sociales o antropológicos 1 en dos escenarios demasiado complejos para una dicotomía a s í 2 . El origen de esta oposición no es una cuestión geográfica ni cultural sino, más bien, política, procedente del desmembramiento del Imperio Romano. Tras la muerte del emperador Teodosio (379-395) este imperio se dividió en dos: el Imperio Romano de Oriente con capital en Constantinopla y el Imperio Romano de Occidente con capital en Roma. A esta ruptura política se unió otra religiosa en 1054 con la proclamación del Cisma de Oriente por el cual las iglesias de Roma y Bizancio iniciaban caminos diferentes

Cuatro

siglos más tarde, con la conquista otomana de Constantinopla, se configura el enfrentamiento político-religioso de Oriente-Occidente que tendrá en el siglo XVI dos protagonistas: Carlos V y Solimán el Magnífico. El emperador español, continuando la política de sus abuelos, los Reyes Católicos, se

Lo q u e s u b y a c e en el encuentro de un viajero con el m u n d o o t o m a n o es la percepción de el Otro, es decir, aquel que no pertenece a nuestra cultura, en el caso del presente estudio a una cultura europea o hispanoamericana. La visión de el O t r o f o r m a parte de la A n t r o p o l o g í a que lo aplica a realidades c o n c r e t a s d i f e r e n c i a b l e s . V é a s e : T . T o d o r o v : Nous et les autres: la refexion sur la diversité humaine. París: Seuil, 1989. C l a u d e Levi Strauss: Tristes Trópicos. Barcelona: Paídos, 1992 ( I a ed. París 1957). Michael Harsbsmeier: Writting and the Other. C o p e n h a g e : Akadenisch Forlag, 1989. Anindita N. Baslev: Cultural Otherness. Shimila: Indian Institute of Advanced Study, 1991. 2 E n este punto discrepo con Edvvard Said: Orientalismo. Madrid: Libertarias 1990. ( I a ed. inglés e n 1978). La diferencia de Said entre oriental y occidental es m u c h o m á s c o m p l e j a de lo que expone. Said se centra en Palestina y Egipto sin apenas tener en cuenta a los Balcanes, Turquía, Libia, Argelia y T ú n e z ; realidades todas pertenecientes al Imperio O t o m a n o , c o n s i d e r a d a s c o m o orientales por los viajeros desde el siglo pasado. O t r o aspecto que t a m p o c o tiene en cuenta Said del p a n o r a m a Orientalista es la p e n í n s u l a Ibérica que, al igual q u e Palestina o Egipto, conoció la visita de los viajeros románticos y f u e objeto de estudio de los arabistas del siglo XIX. U n o de los f a m o s o s f u e el holandés R. Dozy autor de: Historia de Africa y España por Ibn Adhari, Leyden 1846-48; Al Makkarí analectas acerca de la historia y literatura de los árabes en España, Leyden 1865 2 vol; El Calendario de Córdoba del año 961 e Historia de los musulmanes españoles hasta la conquista de Andalucía por los almorávides "esta obra magistral, la m e j o r de Dozy, escrita con p r o f u n d o talento crítico, f u e vertida al alemán en 1874; existe a d e m á s una traducción castellana de la que se han hecho tres ediciones debida a d o n Federico de C a s t r o " DEHA, t o m o 6, 1890, p. 892. V é a s e t a m b i é n la t r a d u c c i ó n de este texto de M a g d a l e n a Fuentes en la editorial Calpe en 1920. El término orientalista puede ser aplicado a un g é n e r o pictórico de gran p e r s o n a l i d a d c e n t r a d o en el m u n d o i s l á m i c o m e d i t e r r á n e o , i n c l u y e n d o t a m b i é n a los B a l c a n e s y a la península Ibérica por su p a s a d o . E n r i q u e A r i a s Anglés: Pintura Orientalista Española. Madrid: Fundación Banco Exterior de España, 1988. La literatura de viajeros no permite la aplicación de un t é r m i n o que a b a r q u e todo este territorio. Las crónicas de escritores, militares y diplomáticos, d e n t r o de un marco limitado c o m o es el m u n d o otomano, analizan realidades diferentes; entre sí y en el tratamiento que recibieron. La c a n t i d a d de i n f o r m a c i ó n a p o r t a d a por los v i a j e r o s p e r m i t e un e s t u d i o de la s i t u a c i ó n sociopolítica de cada país mucho más p r o f u n d o q u e la concepción orientalista de la pintura. ^ T r a s la conquista de Bizancio los pueblos cristianos o r t o d o x o s o t o m a n o s e m p i e z a n a ser considerados c o m o unos herejes más despreciables que los musulmanes por haber entregado la ciudad al e n e m i g o . Esta postura alejó aiín más a las dos mitades del continente europeo. La reacción surgirá en el siglo XIX con el despertar de la conciencia nacionalista eslava de los B a l c a n e s b a j o los auspicios de la Rusia zarista. Una de las ideas del P a n e s l a v i s m o es que el Occidente de Europa les había a b a n d o n a d o en las m a n o s d e los turcos entre otras cosas porque no compartían la f e católica. Tras la S e g u n d a G u e r r a Mundial terminarán de c o n f i g u r a r s e ios d o s f r e n t e s o p u e s t o s no sólo por la G e o g r a f í a sino, m á s bien, por c u e s t i o n e s políticas, económicas, militares y religiosas.

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V I A J HR O S

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

enfrentaba a un imperio islámico mediterráneo rival que protegía a dos realidades hispánicas expulsadas y combatidas: los judíos y los moriscos. A medida que avanzaba la hilad Moderna la rivalidad hispano-otomana en el Mediterráneo fue perdiendo importancia al centrar Hspaña sus miras en el otro lado del Atlántico. Sin embargo, a finales del siglo XVIII, con un Imperio O t o m a n o debilitado el enfrentamiento entre una potencia cristiana y los otomanos volverá a producirse en la Rusia de Catalina la Grande, hsta vez también tiene como telón de fondo el Mare Nostrum separado de Rusia por el mar de Mármara y dos estrechos: el Bosforo y los Dardanelos. La muerte del Imperio Otomano tras la Gran Guerra supuso la colonización e independencia de sus territorios mediterráneos acabando en gran parte con el miedo al turco y al Islam por unas décadas. Hoy en día la oposición Oriente-Occidente es una idea que subsiste. Se han actualizado los componentes político-militar, religioso y económico anteriores en un mundo en el cual han surgido nuevas potencias con nuevos focos de interés como Latinoamérica, Africa o el Sudeste asiático. Considero que sería más adecuado hablar de países concretos y su situación en el panorama político internacional que adoptar posicionamientos del tipo Oriente-Occidente. Volviendo a la capital otomana en la historia contemporánea, existen una serie de elementos que eliminan o suavizan el concepto de

oriental

referido a Estambul: el paisaje, la fauna y la flora no son muy distintos a la cornisa Cantábrica. A partir de la reformas en la indumentaria de Mahmud II en 1829 los turcos sorprenden a los viajeros españoles al parecerles similares a ellos y viceversa. La influencia europea tras la guerra de Crimea es patente en los barrios francos de Pera \ Gálata donde las librerías, teatros, tiendas y cafés son

similares

a

los

de

París.

H1 e x o t i s m o

de

Estambul

reside

f u n d a m e n t a l m e n t e en su pasado, presente en los edificios: mezquitas imperiales, palacios e iglesias bizantinas. Es en estos restos del pasado y en los habitantes, herederos J e las dos fases que ha conocido (bizantina y otomana), donde reside el exotismo de Estambul. Antes de pasar a la iiescripción del paisaje de la ciudad a través de los textos quiero aclarar un poco el perfil de los viajeros, los tipos de textos que produjeron y los conocimientos que tenían sobre el Imperio O t o m a n o y Estambul antes de llegar a la ciudad. Todos estos aspectos influyen de una manera decisiva en la visión de una ciudad sobre la cual primero se documentan, posteriormente perciben y, por último, escriben. Los viajeros que parten de España se pueden dividir en dos categorías: los que salen en una misión oficial (fundamentalmente diplomáticos o militares) y los turistas y cronistas que mantienen una postura más independiente de la oficialidad.

35

] N T R O D U C C I O N

A raíz de las paces firmadas con la Sublime Puerta en 1783, Carlos III envió una escuadra con regalos para el sultán y su corte. José Moreno fue el encargado de redactar un informe sobre la situación del Imperio Otomano. Esta obra y el Viaje a Oriente de la fragata Juan de Dios de la Rada y Delgado

de guerra Arapiles

en 1871-72, de

pretenden ser un estudio científico del

estado del Imperio Otomano. Ambos tienen una estructura similar: empiezan por un resumen histórico, pasan a una descripción de la sociedad que visitan y terminan con un capitulo dedicado al arte que comprende desde el bizantino hasta el otomano. La característica más importante de estos textos es el punto de vista. El autor de la obra pretende hacer un texto descriptivo de carácter científico del estilo de los textos que ha manejado antes de emprender el viaje. Consciente de su falta de información evita hacer apreciaciones personales, limitándose a los autores estudiados. Otro elemento característico de estos informes militares es la ausencia de las vistas de la ciudad. Las expediciones militares contaban con artistas que realizaron grabados para completar el estudio de la ciudad. Los otros textos de viajeros oficiales son las memorias de diplomáticos: tanto la de los destinados en la Sublime Puerta como Adolfo de Mentaberry, Diego Coello o Antonio de Zayas, como las de los que pasaron por la ciudad rumbo a otro destino como Melchor Ordóñez Ortega, autor de ¡Jna Misión diplomática

en Indochina,

descripción

del viaje de la

legación

española al Imperio de Annan y reino de Siam dando en dos años la vuelta al mundo. Adolfo de Mentaberry encarna el prototipo del autor romántico que alterna la diplomacia con el periodismo y la literatura de viajes. Vicecónsul en Damasco en 1865, dos años más tarde fue nombrado primer secretario de la embajada española en Estambul, cargo que ocupó hasta finales de 1868 2 . Otro singular destino fue el de primer secretario de la embajada española en ("hiña entre 1869 y 1870. El resultado de estas dos estancias se publicaría con el nombre de Viaje

a Oriente:

de Madrid

a Constantinopla

en 1873 e

Impresiones de un viaje a China en 1876, prologados respectivamente por dos

' " R A D A Y DELGADO (JUAN DE DIOS DE LA) Biog: J u r i s c o n s u l t o y escritor español contemporáneo. N. en Almería en 1827. ganó el título de Doctor en derecho; enseñó Arqueología en la Escuela Superior de Diplomática, de Madrid y después en la misma capital tuvo a su cargo una cátedra de Jurisprudencia. Hoy es director de la citada Escuela de Diplomática y en ella desempeña las cátedras de Numismática y Epigrafía (agosto de 1895) " DEHA tomo 17, 1895, p. 34. ^Archivo del Ministerio de AA.EE legajo P-172, 08998. Adolfo de Mentaberry intentó introducir a su hermano Enrique en el mundo de la diplomacia y del estudio de las lenguas otomanas solicitando, el 4 de Enero de 1868, la plaza de Joven de las Lenguas sin sueldo agregado al consulado de Damasco: "Don Enrique de Mentaberry y Pozo de Villalba puesto a L.R.P. de V.M. tiene la honra de exponer que deseando dedicarse al estudio de idiomas orientales con el fin de llegar por su conocimiento a ser útil a V.M. y a la patria que Untos y tan altos intereses tiene en Africa y Asia, en cuyos puestos los agentes de V.M. siempre atenta a extender la influencia española y la propaganda de la religión católica, se digna enviar, tiene generalmente que servirse de intérpretes indígenas, por falta de empleados españoles que conozcan el turco, el griego y el árabe". Legajo P-175, 09424.

36

VIAJEROS

HISPÁNICOS

HN

H S T A M B l l I.

políticos de primera fila: A n t o n i o C á n o v a s del Castillo y Manuel Silvela. De una m a n e r a m e n o s aventurera A d o l f o de Mentaberry participó en el p a n o r a m a intelectual de la segunda mitad del siglo X I X p u b l i c a n d o sus opiniones sobre política internacional en las páginas de La Ilustración

La Ilustración de Madrid, La Revista de España Contemporáneo, La Política, La Patria y El Tiempo.

Española

y

Americana,

y los periódicos El

Diego de Coello había nacido en Jaén en 1821 y estudiado la carrera de a b o g a d o en Sevilla d o n d e e m p e z ó a publicar artículos en El Corresponsal, faro y El Heraldo.

El

U n a \ e z t e r m i n a d o s los estudios ingresó en la carrera

d i p l o m á t i c a en 1844, s i e n d o uno de sus d e s t i n o s m á s i m p o r t a n t e s el de e m b a j a d o r en Turín y P a r m a en 1858, m o m e n t o en q u e Víctor M a n u e l de Saboya y C a v o u r estaban c o m e n z a n d o la unificación italiana. Fue testigo de la e n t r a d a triunfal de los italianos en M i l á n tras la g u e r r a c o n t r a A u s t r i a . S u s p e n d i d a s las r e l a c i o n e s con el P i a m o n t e le d e s t i n a r o n a B r u s e l a s y posteriormente a Lisboa. La trayectoria de Diego de Coello está bien definida desde su j u v e n t u d : las relaciones internacionales, la política y el periodismo. Su participación en la a r e n a política data de 1845, f e c h a en q u e es n o m b r a d o d i p u t a d o por el Partido Liberal en Jaén, lo c o m p a g i n a con el p e r i o d i s m o político. Así, f u n d a varios periódicos, siendo el más importante La Epoca

en 1849, el diario del

Partido Liberal y uno de los periódicos m á s importantes de la s e g u n d a mitad del siglo X I X d o n d e escribían a u t o r e s de la talla d e M a r t í n e z de la Rosa, Alarcón, A l o n s o Martínez o Canovas del Castillo. Coello pertenece a toda una generación de liberales partidarios de la M o n a r q u í a Constitucional p e r o de carácter más m o d e r a d o que los liberales de principios del siglo X I X , los q u e habían sido perseguidos por F e r n a n d o VII y habían tenido q u e m a r c h a r al exilio en Francia o I n g l a t e n a . Su ideología viene expuesta en la necrolólogica que le dedica La Epoca

el 6 de abril de 1897 : "[...] m o n á r q u i c o , dinástico,

católico sincero, conservador-liberal y parlamentario." D u r a n t e la Revolución de 1868 dimitió de sus cargos, p u s o La

Epoca

a disposición de Castelar \ a c o m p a ñ ó a Isabel II al exilio. U n a vez verificada la R e s t a u r a c i ó n , A l f o n s o XII le c o n c e d i ó el título de C o n d e de C o e l l o d e Portugal. C o m o más tarde expondré, la d e f e n s a de los valores de la M o n a r q u í a Parlamentaria está patente en su obra periodística, especialmente al analizar el frágil papel de las m o n a r q u í a s balcánicas. L a R e s t a u r a c i ó n c o i n c i d e con su m e j o r periodo. Es n o m b r a d o Senador por la provincia de Jaén en 1876, c a r g o que más tarde se convertirá en vitalicio y E m b a j a d o r en R o m a de donde pasará

I N T R O I) l ' C

37

C 1 0 N

a Estambul en 1884 para volver a la capital italiana en 1886. Se j u b i l ó en 1890 pero permaneció en R o m a c o m o director de la Comisión de los Lugares Píos de Jerusalén hasta su fallecimiento el 5 de abril de 1897. Antonio de Zayas estuvo destinado en la capital otomana durante 189798 con el cargo de secretario de tercera clase. Se trata de una de las estancias más largas que produce dos textos: Joyeles

Bizantinos,

la visión poe'tica, y Á

Orillas del Bosforo donde relata sus memorias en la Sublime Puerta

Si bien

hoy en día es un autor olvidado, en su momento gozó de un cierto prestigio c o m o poeta. Una prueba de ello es el hecho de que el Ateneo de Madrid le encargara el elogio a Juan Valera 2 . Zayas m a n t u v o también una estrecha amistad con los h e r m a n o s M a c h a d o m i l i t a n d o con ellos en las filas del M o d e r n i s m o e s p a ñ o l 3 . Una corriente literaria que hunde sus raíces en el Romanticismo: tanto en el español con autores c o m o Gustavo A d o l f o Bécquer o Rosalía de Castro, c o m o en los románticos franceses con Nerval o Gautier.

' " Z A Y A S ( A N T O N I O DE): Biog. Diplomático español c o n t e m p o r á n e o , n. en Madrid el 3 de Septiembre de 1871. Su familia es granadina desde 1621, y su padre el m a r q u é s de Cavaselice. [...] i n g r e s ó por o p o s i c i ó n en 1892 e n la diplomática. En 1896 f u e n o m b r a d o secretario en nuestra legación en C o n s t a n t i n o p l a , y en 1902 publicó en Madrid su primer libro de poesías Joyeles Bizantinos, y e n o c t u b r e del m i s m o a ñ o el s e g u n d o titulado Retratos Antiguos. N o m b r a d o en esta m i s m a f e c h a a la legación de E s t o c o l m o [...] e s c r i b i ó su tercer libro, Paisajes, publicado en M a d r i d en 1903 durante su estancia e n la H a y a d o n d e le llevó una comisión especial de su carrera. N o m b r a d o en 1904 a San Petersburgo, estuvo allí hasta fines de a ñ o y c o m p u s o su libro Noches Blancas publicado en Madrid en 1905. Destinado a Berna en ese m i s m o año escribió su libro Leyenda publicado en 1906, a fines de c u y o año dio lugar un libro en prosa titulado Ensayos de Crítica Histórica y Literaria, y a mediados de 1908 publicó en la traducción en verso castellano de Los Trofeos de José M a de Heredia. Por último en e n e r o de 1910 publicó un libro de poesías titulado Reliquias. A este seguirían Epinicios, otro en verso de Tradiciones y un Compendio de ta Historia de España. A n t o n i o de Z a y a s pertenece a la A c a d e m i a de la Poesía Española" DEHA, t o m o 28 ( 2 o apéndice), año 1910, p. 1383. La carrera diplomática de A n t o n i o de Zayas continuó en M é j i c o 1918-1919, Bucarest 1919-1920, Viena 1924 y Buenos Aires en 1926. Se retiró en 1932. A r c h i v o del Ministerio de A A . E E l e g a j o P301; 22202. ^ L o publicó en Ensayos de Crítica histórica y literaria. Madrid: A . M a r z o , 1907. pp 448-469. Sobre la amistad entre Z a y a s y Valera hay d o s t e s t i m o n i o s en el Epistolario de Valera y Menéndez Pelayo 1877-1905, prólogo de Artigas Ferrando y Sáinz Rodríguez. Madrid: Espasa Calpe, 1946 pp 561 y 583: "Figura también entre mis tertulianos el j o v e n D. Antonio Zayas, el cual habla y escribe con no menor facilidad y con mayor corrección y tersura q u e Spottorno de c u y a acritud y f u r i a , por no ser c o m p r e n d i d o a d o l e c e m u y poco, si bien le p e r j u d i c a su excesivo candor casi infantil. Ha escrito Z a y a s y piensa dar a la e s t a m p a un libro sobre sus impresiones en Constantinopla y un R o m a n c e r o de la conquista de G r a n a d a (9-XII-1900) Por la noche suelen hacerme la tertulia, a d e m á s de mi hijo Luis, Antoñito Zayas, cuyos Joyeles Bizantinos s u p o n g o que habrá usted h o j e a d o (24-VIII-1902)". Juan Valera es el e j e m p l o más representativo de diplomático-literato de las letras españolas. 3

La a m i s t a d con los h e r m a n o s M a c h a d o lo ha t r a t a d o B e a t r i z H e r r a n z A n g u l o en una interesantísima p o n e n c i a "1903: Soledades de A n t o n i o M a c h a d o y Paisajes de A n t o n i o de Z a y a s : Dos visiones andaluzas del M o d e r n i s m o Hispánico". Actas del Congreso Internacional Conmemorativo del Cincuentenario de la Muerte de Antonio Machado t o m o III pp 67-79. Sevilla: A l f a r , 1990. Véase también por Zayas: Antología Poe'tica (introducción de J o s é M a Aguirre. G l a s g o w , 1980.

V I A J E R O S

38

H I S P Á N I C O S

H N

H S T A M B I J L

S e r á p r e c i s a m e n t e G a u t i e r t o n l a p u b l i c a c i ó n d e Le Parnasse

contemporaine

e n 1 8 6 6 el c r e a d o r d e l P a r n a s i o n i s m o 1 , c u y a s i m b i o s i s c o n el S i m b o l i s m o d e Baudelaire, Verlaine. Rimbaud y Mallarmé influirá de manera decisiva en R u b é n D a r í o . E s t e a u t o r n i c a r a g ü e n s e s i n t e t i z a la t r a d i c i ó n h i s p á n i c a c o n l a s n o v e d a d e s f r a n c e s a s c r e a n d o , a p a r t i r d e l a p u b l i c a c i ó n d e Azul Modernismo

Hispanoamericano.

M a c h a d o y Alma,

A

Hspaña

llegará en

J u a n R a m ó n J i m é n e z c o n Almas

de

e n 1 8 8 8 , el

1900 con Violeta

A n t o n i o d e Z a y a s , t a m b i é n c o n o c i d o c o m o el d u q u e d e A m a l f i , c o n Bizantinos

en

Manuel

en 1901 y Joyeles

1902.

V o l v i e n d o al g r u p o d e l o s v i a j e r o s o f i c i a l e s e s p a ñ o l e s t a m b i é n

se

p u e d e n i n c l u i r a D o m i n g o B a d í a , q u i e n , d i s f r a z a d o d e á r a b e c o n el n o m b r e d e A l i B e y , r e c o r r i ó el n o r t e d e A f r i c a , l a p e n í n s u l a A r á b i g a , P a l e s t i n a , G r e c i a y Turquía, espiando primero para G o d o y y posteriormente para José Bonaparte y N a p o l e ó n Bonaparte2. Carlos Ibáfiez de Ibero es también un o b s e r v a d o r oficial a t í p i c o 3 . V i a j a a E s t a m b u l d u r a n t e la G r a n G u e r r a en 1 9 1 5 , se e n t r e v i s t a

con

' C o n el Parnasionismo se instauri el culto a la belleza, "El Arte por el Arte", una poesía de gran perfección formal, serena \ equilibrada: "Para el poeta, dice Gautier, las palabras tienen en si mismas, y fuera del sentido que expresan, una belleza y un valor propios; como piedras preciosas que aún no han sido titiladas y montadas en pulseras y en collares, encantan al conocedor que las mira y las saca de la copa en que estaban guardadas, como haría un joyero mientras medita la construcción de una joya. Hay palabras diamantes, zafiros, rubíes, esmeraldas; otras que brillan como fósforo cuando se frota, y no es un trabajo pequeño el de elegirlas" DEHA, tomo 9, 1892. p. 235. 2

"Se dirigió a Bayona donde a la sazón se encontraba toda la familia real española y al siguiente día de su llegada se quiso presentar al nuevo rey Fernando VII, pero no siendo posible se dirigió a don Carlos IV, al cual dio cuenta de su viaje, y quien (cuenta el mismo pseudo Ali en una representación que hizo a n fecha de 8 de Abril de 1814 a Fernando VII ya restituido en el trono de sus mayores), tras le un ligero examen de los planos y mapas que llevaba "Ya sabrá que la España ha pasado ; I dominio de la Francia, por un tratado que verás. Ve de nuestra parte al Emperador y dilc que tu persona, tu expedición y cuanto dice relación a ella queda a las órdenes de S.M.I \ U.". añadiendo como Badía insistiese en no servir sino a la familia destronada: No, no, a iodos nos conviene que sirvas a Napoleón" En consecuencia presentóse a Bonaparte el cual le recomendó a su hermano el rey José con quien llegó a Madrid". DEHA tomo 1 año 1887. ref A U BEY BEN OTHMAN BEY. Véanse los estudios actuales de Salvador Barbera: \ ajes por Marruecos. Madrid: ed. nacional, 1984. Ramón Mayrata tiene una novela históru a: Ali Bey el Abbasí. Barcelona: Planeta, 1995. Ea obra de Badía se publicó por vez primera en París en 1814: Voyages d'Ali Bey en Afrique et en Asie pendant les années 1803. 1804, 1105 et 1807 traduciéndose en Valencia en 1836. En adelante me referiré a la edición de Olañeia de 1982: Viajes por Arabia, Palestina, Siria y Turquía. 3 E r a hijo de Carlos Ibáñez de báñez de Ibero un general de Isabel II que alcanzó fama internacional como geógrafo y geofísico. A mediados del siglo pasado se le encomendó una misión en Egipto tras lacual el -i,ltán de Turquía le concedió la medalla del Mecidiye. DEHA tomo 10 año 1892 p. 668-669 ."arlos Ibáñez de Ibero Grandchamp perpetuó la tradición familiar, La Mise en valeur du ( mgo Belge (estudio de geografía colonial) doctorándose en letras en la Universidad de Par s donde ejerció la docencia, véase el curso Histoire de l'Evolution économique et sociak- de l'Espagne contemporaine. Fue miembro corresponsal de la Academia de Ciencias Morales ; Políticas de Madrid. Sobre el tema de la guerra véase el folleto La Perte du Maine, 1898 \ Une enquête en Allemagne, la situation politique, économique et financière de l'Empire Allen.and pendant la guerre. Prólogo de Maurice Barrés. Fue partidario de una política que acibara con el aislamiento español acercándonos a Francia e Inglaterra. Uno de sus resultado: fue la creación en la Universidad de París del Centro de Estudios Hispánicos. Fue redactor de L'Echo de Paris y director de Le Figaro. Enciclopedia Universal Ilustrada Europea Am •; icaria. Madrid: Espasa, tomo 28 págs 806-807.

I N T R O D U C

( M O N

39

ministros y periodistas y describe la ciudad durante la guerra. Esta obra, destinada a los lectores franceses, no llegó a traducirse al castellano. D'Athènes à Constantinople es la última visión de una ciudad que está a punto de dejar de ser la capital de un imperio. No es sólo original por describir el paisaje de una ciudad en guerra sino también por el punto de vista adoptado. Carlos Ibáñez de Ibero hace una serie de entrevistas a personas locales cuyas opiniones sobre la situación política en Turquía son el objetivo del texto. La crónica periodística las reproduce permaneciendo el autor en un discreto segundo plano. El otro grupo de viajeros es el de aquellos que llegan a Estambul por sus propios medios. Uno de los primeros es el venezolano Francisco de Miranda, un general rebelde que se ve obligado a huir de Cuba en 1783, encaminándose primero a los Estados Unidos de Norteamérica y posteriormente a Europa. Miranda llega a Estambul en 1786, coincidiendo con la expedición de Solano, donde permanece un mes antes de partir para Rusia 1 . Otro viajero hispanoamericano es el peruano Pedro Paz Soldán y Unanue, uno de los escritores más importantes del Perú de la segunda mitad del siglo XIX 2 . Este singular viajero hispanoamericano recorrió Europa y el cercano Oriente

Los diarios de Miranda se publicaron con el título de Archivo del General Miranda entre 1929 y 1950 en 2 4 t o m o s a c a r g o de José E. M a c h a d o y Luis C o r r e a , los primeros 15 t o m o s en Caracas, ed. S u d - A m e r i c a n a entre 1929-1938 y el resto en la Ed. Lex de la H a b a n a en 1950. Existe una edición del d i a r i o de v i a j e s a c a r g o de J o s e f i n a R o d r í g u e z de A l o n s o , G l o r i a E n r i q u e z U n z á t e i y M i r e n Basterra p u b l i c a d a en C a r a c a s a c a r g o de P r e s i d e n c i a de la República de V e n e z u e l a entre 1978 y 1992. La parte dedicada a T u r q u í a c o r r e s p o n d e con las páginas 4 0 5 - 4 6 8 del t o m o IV. Esta es la utilizada por Paulino Toledo Mansilla en Descripciones hispanoamericanas de Estambul en el Imperio Otomano, Ankara, E m b a j a d a de Chile, 2004. En adelante m e referiré a esta edición c o m o T o l e d o Mansilla (ed). 2

" P A Z S O L D A N Y U N A N U E ( P E D R O ) : Biog: Literato peruano c o n t e m p o r á n e o . N. en Lima en 1839. Es nieto del sabio peruano Hipólito Unanue. Educóse en los acreditados colegios de su patria y se dio a conocer (1858) a los diecinueve años c o m o poeta de inspiración y talento. |...J Paz f u e enviado a Europa a continuar sus estudios en París. Con este motivo recorrió el viejo continente, y sobre todo Grecia, se detuvo algún tiempo en Atenas, a estudiar la lengua clásica. Lejos de su hogar y de su suelo, buscó alivio en el cultivo de las letras. La Ilustración Española y Americana de Madrid, El Ateneo de Londres, La Ilustración Argentina y la Revista Nacional de Buenos Aires publicaron m u y lisonjeros j u i c i o s sobre sus obras. El Perú Ilustrado le estimó c o m o uno de los publicistas que más honran al continente de Colón. Paz Soldán por sus múltiples facultades, es poeta, filólogo, crítico, diplomático y escritor descriptivo muy notable. Desde 1863 ha publicado las siguientes producciones: Rimas, poesías editadas en París; Poesías Peruanas (Lima 1867); Las Geórgicas de Virgilio; La Matrona de Efeso; Poesías Latinas; Vivir es defenderse; Memorias de un viajero peruano; Rimas del Rímac; Páginas diplomáticas del Perú; Artículos diversos (2 voi); Ensayos poéticos y Diccionario de peruanismos. Sus obras más recientes son las tituladas Sonetos y Chispazos; La venganza de la muerte y el Canto a Lesseps. Esta última producción ha sido apreciada c o m o una j o y a del Parnaso del Perú. En 1872 se inició Paz S o l d á n en la carera d i p l o m á t i c a para la que tiene un carácter especial por su carácter y la viveza de su inteligencia. En L i m a ha o c u p a d o las cátedras de Literatura griega y latina en la Universidad de San Marcos. Pedro Paz Soldán ha escrito sus producciones con el s e u d ó n i m o de Juan de Arrona, con el cual se le c o n o c e en el m u n d o literario. Otras veces ha usado el anagrama de Jenaro Vanda. En 1882 f u e elegido socio correspondiente de la Real A c a d e m i a d e Ja L e n g u a de M a d r i d , a p r o p u e s t a de M a r c e l i n o M e n é n d e z y P e l a y o , Aureliano F e r n á n d e z Guerra y el conde de Casa Valencia. H a sido uno de los f u n d a d o r e s del A t e n e o de Lima. Al presente (1894) es individuo de la A c a d e m i a del Perú" DEHA t o m o 14, 1894. p. 1102.

40

V I A J E R O S

H I S P Á N I C O S

EN

E S T A M B U L

dejando constancia en uno de los escasos textos de viajeros románticos en español. Narciso Pérez Reo} o, un médico burgalés asentado en Galicia realizó el Viaje a Egipto, Palestina y otros países de Oriente1 en 1875, que finaliza en Estambul. Gran parte del recorrido lo hizo acompañado de José María Fernández Sánchez y Francisco Freire Barreiro, catedráticos de la Universidad de Santiago que publicaron Santiago, Jerusalén, Roma; Diario de una peregrinación a estos v otws santos lugares de España, Francia, Egipto, Palestina, Siria e Italia, en el año del Jubileo Universal de 1875 en la imprenta del seminario conciliar de Santiago. Bl título del libro deja entrever lo que hay dentro: el estado de los principales lugares de peregrinación de los católicos, algunos de los cuales, como Tierra Santa, pertenecían al Imperio Otomano. Josep Pin i Soler estuvo interesado en encontrar a principios del siglo XX los restos del Bizancio que pactó con los catalanes en la Edad Media, siguiendo la obra del historiador valenciano del siglo XVII Francisco de Moneada: Expedición de Catalanes y Aragonés contra Turcos y Griegos 2. Los intereses de estos viajeros son varios y van desde las memorias de un turista al interés por las ciencias, las letras o la cultrua. Pin i Soler fue un intelectual de Tarragona que destacó como novelista con La Familia deis Garrigas y en otros campos: como dramaturgo y como traductor de los humanistas, a él se deben las primeras traducciones al catalán de Erasmo y Maquiavelo. Pin i Soler tuvo también relación con la docencia y la diplomacia española en Marsella 3 . Las experiencias de los viajes por Grecia, Rumania y el Imperio Otomano se publicaron con el título de Orient, varia ^. Blasco Ibáñez

' Carlos García-Romeral Pérez. Hio-Bibliografía Ollero y Ramos, 1995.

de Viajeros

Españoles

(siglo

XIX),

Madrid.

^ S o b r e este tema merece la pena reseñar las ediciones de esta obra de Francisco de M o n e a d a (Valencia 1586- Goch 1635) pu h icada por vez primera en Barcelona en 1623 "reimprimióla en Madrid Sacha (1777 en 8 a ) \ esta edición se repitió en esta misma capital (1805). Volvió a publicarse el libro en Barcelona i 1842 en 8 a ) por Oliveres con un prólogo y notas de D. Jaime T i ó , dióle t a m b i é n a las p r e n s a ; F.ugenio de O c h o a , que le insertó en el Tesoro de los Historiadores Españoles (París. 1841 en 8 a ) editado por Baudry; se reprodujo en la Biblioteca de Autores Españoles de Rivadene>ra (Madrid 1852 en 4 a ) precedido de algunas notas biográficas y a c o m p a ñ a d o de interesantes notas críticas, debidas a C a y e t a n o Rosell, quien d e m o s t r ó que eran en a b s o l u t o injustificadas la< censuras de los e x t r a n j e r o s , los cuales decían que la obra carecía de originalidad y de crítica; y ha sido una vez más impreso en Madrid hace pocos años ( 1 8 8 3 un vol.). El nombre de Francisco de M o n e a d a f i g u r a con justicia en el Catálogo de autoridades de la lengua publicado por la Academia Española". DEHA, tomo 13, 1893, p. 304. ^ E n 1877 solicitó al ministerio que se le reconociera c o m o canciller del consulado de Marsella d o n d e ejercía la docencia en la Escuela Superior de C o m e r c i o de Marsella. L e g a j o P 198; 10899. Archivo del Ministerio de \ A . E E . ^ J o a n Maria Pujáis: "La literatura de viatges en Pin i Soler", Actes del Simposi Pin i Soler 1992, T a r r a g o n a : Institut d'Estudis T a r r a c o n e n s e s R a m ó n Berenguer, 1994. C o l a b o r ó con la revista Juventut d o n d e publicó en 1905 "Kerkyra" (n° 2 6 4 2 de m a r z o de 1905), "Excursions per Orient" (n° 2 8 7 10 de a g o s t o de 1905) y "Therapia" (n° 2 8 8 , 17 de agosto de 1905), estas crónicas vieron la luz en f o r m a de libro en Orient Varia. Barcelona: Verdaguer, 1906 Una de sus facetas más conocidas son sus novelas editadas en Barcelona: La familia deis Garrigas en 1887, Jaunie en 1888 y Niobe en 1889. Fueron reeditadas en Edicions 62 en 1992, 1991 y 1985 respectivamente. La primera fue traducida en 1953 en Aguilar con el título Los Garriga. Para tener una idea sobre su vida y obra véase de Manuel de Montolín: Pin y Soler, escritor humanista e independiente. A y u n t a m i e n t o de Tarragona, 1947.

I N T R O D II C

41

C I O N

es otra figura polifacética del panorama español del cambio de siglo. En 1907 buscó en Estambul un marco donde situar sus particulares ideas sobre la política, la religión o la sociedad. Un caso similar es el del cronista guatemalteco Ernesto Gómez Carrillo que se interesó también por esta ciudad durante la Segunda Epoca Constitucional en 1911 enviado por el diario El Liberad.

Será precisamente Ernesto Gómez Carrillo uno de los pocos autores

de la Literatura Hispánica que cultiven en profundidad las crónicas de viajes. Este hecho hay que centrarlo en el Modernismo, un momento a caballo entre los dos siglos marcado por un ansia de renovación artística. Gómez Carrillo gozó con Rubén

Darío de la popularidad

del público

español

e

hispanoamericano: "Los escritos de Gómez Carrillo sirvieron para propagar entre sus lectores un cierto tipo de vida — frivolo, mundano « b u l e v a r d e r o » [...] era « n u e s t r o h o m b r e » en París — un mediador literario capa/, de representar a Hispanoamérica ante Francia, a la par que representaba a Francia para Hispanoamérica." 2 Gómez Carrillo publicaba en periódicos de Madrid, Buenos Aires y México crónicas de la vida parisina y de otros lugares como Marruecos, Japón, Rusia o el Imperio Otomano. Todos estos espacios están marcados por dos elementos clave del modernismo: el cosmopolitismo y el exotismo. Este dato y la búsqueda de la belleza se encuentran también en los textos de Antonio de Zayas, Orient de Pin i Soler y Oriente de Blasco Ibáñez. Dos escritores que pertenecen al Realismo literario, costumbrista el primero y naturalista el segundo, que tienen visiones modernistas de la capital otomana. Zayas, Pin, Blasco Ibáñez y Gómez Carrillo tienen en común el objetivo de transmitir las sensaciones del viaje, controlando la presencia de la voz del viajero en el texto. Estambul es uno de los lugares adecuados en la búsqueda de la belleza de los modernistas, se plasma en la descripción de los colores y las luces. Haciendo una comparación con el cine el viaje modernista equivale a un documental artístico donde la mirada del viajero corresponde con la voz del narrador. Así, tras la descripción de la belleza de una puesta de sol en el Cuerno de Oro, el cronista, desde un segundo plano, va introduciendo sus opiniones sobre acontecimientos históricos o políticos íntimamente ligados al espacio descrito.

La estética modernista afectó también a otros autores que llegaron a Estambul en los primeros años del siglo: filólogos como Federico Morales Peñalba, interesado por estudiar la legua de Rumania, cuyo viaje escribe

' v é a s e la introducción de Paulino Toledo Mansilla (ed) op. cit., pp 171. Aníbal González: La Crónica modernista Hispanoamericana. Madrid: Porrúa Turanzas, 1983, p. 165. Las Obras Completas de Gómez Carrillo de publicaron en la madrileña editorial M u n d o Latino en 27 volúmenes entre 1919 y 1923.

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V I A J E R O S

H I S P Á N I C O S

H N

H S T A M B U L

Alfredo Opisso 1 . El hijo del Dr. Pulido, que describe los hospitales, la facultad de medicina y a los judíos sefardíes o Francisco Pleguenzuelo, quien en un artículo publicado en La Ilustración Española y Americana sobre el Museo Arqueológico de Estambul. se sorprende de que un sultán esté apoyando esta clase de instituciones. Los textos de estos viajeros son más personales que los de los viajeros oficiales, en el sentido de que no pretenden hacer un estudio científico ni su opinión es la de un representante de España. Son visiones más originales, centradas en un aspecto en particular, como la medicina o el arte y cuya postura no se deja influenciar tanto por las lecturas que precedieron al viaje. Los viajeros, movidos por intereses tan dispares, van aportando diferentes aspectos de una misma realidad. Entre todos crean lo que se podría llamar la visión española de Estambul durante la cuestión de Oriente. A lo largo de los 135 años que transcurren entre 1784 y 1918, la información que tienen sobre el tema evolucionará pudiendo marcarse tres momentos. Los primeros viajeros como Moreno o Ali Bey, de fines del XVIII principios del XIX, contaban con numerosos libros, sobre todo en francés, como las memorias del barón de Totl 2 editadas en 1785 y los libros de viajeros como Salaberry en 1790, Pouquc ville en 1801 o el Tableau Géne'ral de l'Empire Othoman de Mouradgea, publicado en 1787. Este texto de carácter enciclopedista será tomado como modelo, e incluso copiado palabra por palabra en algunos capítulos por José Moreno. Ignacio Mouradgea d'Ohsson, un armenio con nacionalidad sueca, participó en los preliminares de las paces hispano-turcas de Bouligm \ Este primer momento, marcado por la política de

' A l f r e d o O p i s s o y Viñas pertenei ía a una familia de intelectuales de Tarragona. Se licenció en medicina ingresando en el c u e r p o de sanidad de la a r m a d a . C o m p a g i n ó la m e d i c i n a con el periodismo y la literatura. En 18X2 a s u m i ó la dirección de La Ilustración Ibérica hasta 1900 insertando numerosos artículos de crítica e historia, revistas científicas, novelas y poesías. Es autor de manuales de historia, de medicina, novelas, cuentos y traductor de textos f r a n c e s e s , ingleses e italianos. Entre los cuales caben destacar algunas novelas de aventuras de Emilio Salgari. V é a s e p. 1429 y 1430 del t o m o 39 de Enciclopedia Universal ilustrada Europea y Americana, Madrid: Espasa. 2 " T O T T (Francisco barón de): H>of>. Diplomático f r a n c é s nacido en C h a m i g n y en 1733. M. en T a t z m a n s d o r f (Hungría) en 1793. Era hijo de un g e n t i l h o m b r e h ú n g a r o q u e a c o m p a ñ o a Francia al mariscal Bercheny. Abrazó la carrera de las armas y t o m ó parte en las c a m p a ñ a s de B o h e m i a , o b t e n i e n d o el grado de capitán. A c o m p a ñ ó a su padre a Constantinopla y al morir éste c o n t i n u ó en dicha ciudad hasta 1763. V u e l t o a Francia f u e n o m b r a d o en p o c o t i e m p o cónsul en Crimea, en donde combatió las usurpaciones de los rusos y contribuyó la ruptura de la zarina con el sultán. Llamado a Constantinopla hacia 1769, reorganizó el ejército y la marina, y f o r t i f i c ó algunos puntos de la costa del mar Negro. L a Puerta le n o m b r ó c o m a n d a n t e de a r m a s y Luis XV le p r o m o v i ó en 1773 al grado de brigadier Ascendió a Mariscal de C a m p o en 1786 al m a n d o de Duai. Al es¡allar la R e v o l u c i ó n q u i s o reprimir las n u e v a s ideas de la guarnición; pero lejos de conseguirlo, su tentativa p r o d u j o un motín que hizo peligrar su vida. Protegido por algunos oficiales a b a n d o n ó la ciudad y se trasladó a parís, m a r c h a n d o luego a Hungría donde murió." DEHA tomo 21 año 1897 p. 273. •'"El 15 de Septiembre anunció Bouligny que se había f i r m a d o la paz en el día anterior [...] se q u e j a b a de entorpecimientos creados a última hora por indiscreciones oficiales del intérprete s u e c o M u r a c h e a , quien sin carácter oficial, y a pesar de las protestas de B o u l i g n y , había presenciado las conferencias y cambios de notas con el Reis Efendi". Conrotte, op. cit., p. 77.

I NT R O D

U C C I O N

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C a r l o s I I I en el M e d i t e r r á n e o , e s el d e l o s v i a j e r o s i l u s t r a d o s c o n el G e n e r a l Miranda, Federico Gravina1, José Moreno, José Solano, y Domingo Badía. El segundo m o m e n t o e m p i e z a con los viajeros románticos

franceses

q u e s e s u c e d e n e n l a p r i m e r a m i t a d del s i g l o X I X : C h a t e a u b r i a n d 2 en

1806,

L a m a r t i n e 3 en 1 8 3 2 , Nerval en 1 8 4 2 , F l a u b c r t 4 en 1 8 5 0 y G a u t i e r en

1852.

L a visión de O r i e n t e en estos autores m a r c a p r o f u n d a m e n t e a los

viajeros

e s p a ñ o l e s q u e tratan t e m a s similares, recorren los m i s m o s lugares y visitan los mismos

edificios.

Se

produce

un c a m b i o e n l a v i s i ó n

de la

ciudad.

I r r u m p e n l a s i d e a s r o m á n t i c a s : la h u i d a a un m u n d o d i f e r e n t e t i e n e un m a r c o i d e a l en u n a c i u d a d tan c a r g a d a d e h i s t o r i a . El e x o t i s m o , la e x a l t a c i ó n del y o y el O r i e n t e f a n t á s t i c o d e s p l a z a r á n a l o s a n t e r i o r e s t r a t a d o s m i l i t a r e s y m e m o r i a s de viajeros o cautivos.

U n t e r c e r m o m e n t o a p a r e c e c u a n d o el v i a j e r o s e d a c u e n t a d e q u e l a c i u d a d q u e él v i s i t a h a e v o l u c i o n a d o b a s t a n t e en l o s c i n c u e n t a o s e t e n t a a ñ o s que han pasado y los c o m e n t a r i o s de L a m a r t i n e o de Chateaubriand le sirven de

I Véase la edición de José María Sánchez Molledo de Descripción Miraguano, 2001. Para tener una del DEHA año Considera que constantemente

de Constantinopla.

Madrid,

¡dea de la vida y obra de este autor y véase las páginas 1700 a 1703 del tomo 5 1890 que incluyen un grabado del sepulcro de Chateaubriand en Saint Malo. el Itinerario de París a Jerusalén es la obra en que la forma es más rigurosa y pura de su producción literaria.

% s t e autor francés (Macón 1792-París 1869) compagino la poesía con la diplomacia y también realizó estudios políticos e históricos. Merece la pena reseñar las traducciones al castellano de Lamartine para tener una idea de la influencia de algunos autores franceses en el siglo X I X español: Biografías de hombres ilustres; Dos perlas literarias; Historia de Julio César; Historia de los girondinos; El Civilizador, o Historia de la Humanidad por sus Grandes Hombres ; El reinado del terror; Historia de la Revolución Francesa; Genoveva; Poesías; Cristóbal Colón; Cicerón; Viaje a Oriente; Historia de la Revolución Francesa de 1848, y de la fundación de la República ; Graciela; Rafael; El Picapedrero de Saint Point; Civilizadores y Conquistadores; Jocelyn, Episodio, Diario encontrado de un cura de aldea; La Caída de un ángel. DEHA tomo I I año 1892. págs 531-532. ^Sobre Flaubert es bastante representativa la opinión del DEHA de este autor y su obra:"Desertando luego de la escuela romántica se propuso pintar fielmente la realidad y al cabo de unos años de trabajo publicó en la Revista de París su novela primera titulada Madame Bovary (1857, 2 vol), obra perseguida como contraria a las costumbres, pero que no fue condenada y obtuvo grande e inmediata acogida, siendo objeto de numerosas discusiones críticas: con el título de ¡¡ Adultera!! ha sido traducida al castellano por Amando Peratoner (Barcelona 1875). Por los años en que dio a conocer su famosa novela viajó Flaubert por Túnez, visitó las ruinas de Cartago, y estuvo en Egipto, Palestina y Jerusalén, husmeando en todas partes para escribir obras posteriores" DEHA tomo 8, 1891, p. 462. El cronista confunde los dos viajes de Flaubert, el primero es anterior a la publicación de Madame Bovary, fue en Egipto donde concibió dos de sus obras más famosas. Madame Bovary a partir de una inglesa que regentaba un hotel y Salambó por una prostituta egipcia. Véase la edición de Menene Gras del Viaje a Oriente. Madrid: Cátedra, 1993 Si el DEHA condenaba Madame Bovary el tono del Viaje a Oriente es mucho más fuerte, tal vez sea esta la razón de que no se tradujera al castellano: p. 89: "Hace tiempo, un niño se hacía encular por un mono en el camino de Chucrah. Un morabito se paseaba todo desnudo por las calles, con un sombrero para meat, y las mujeres estériles se colocaban debajo de la parábola de orina rociándose con ella. Un morabito (idiota) murió hace tiempo extenuado por la masturbación de todas las mujeres que iban a visitarlo".

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V I A J K R O S

H I S P Á N I C O S

HN

H S T A M B I I

I

muy poco. G ó m e z (barrillo llega 7 0 años d e s p u é s de Lamartine a una ciudad que ha e x p e r i m e n t a d o un a u m e n t o d e m o g r á f i c o por los emigrantes venidos de las antiguas colonias del imperio, por la industrialización que se p r o d u c e en los alrededores, por la creación de los puentes en el C u e r n o d e O r o y por la construcción de los nuevos palacios del B o s f o r o . A esto hay que añadir los adelantos tecnológicos. I.a navegación a vapor, supuso la creación de una línea entre el lado asiático y el e u r o p e o u n i e n d o las d o s orillas, y la llegada del ferrocarril en 1888 1 . T o d a s las reformas políticas, e c o n ó m i c a s y sociales de la é p o c a c o n o c i d a c o m o el 7awz/»xaf t r a n s f o r m a r o n la capital del

Imperio

O t o m a n o . Los textos franceses de mediados del siglo XIX quedan desfasados a principios del X X . L a llegada de la E p o c a C o n s t i t u c i o n a l es m u c h o m á s interesante que las descripciones repetidas hasta la saciedad del atardecer en el C u e r n o de O r o o de los tesoros del v i e j o serrallo. I b á ñ e z del Ibero llega también en un contexto histórico diferente: la Gran Guerra. Ln este m o m e n t o no le valen para nada ni los textos f r a n c e s e s ni los españoles. El B o s f o r o sigue siendo azul pero los barcos de guerra han s u p l a n t a d o a los frágiles caiques. La economía no da para grandes fiestas y la tristeza de la guerra se ha apoderado de la c i u d a d . L a descripción de este p a i s a j e otoñal se basa en su p e r c e p c i ó n personal, ya que las circunslancias lo obligan. Blasco Ibáñez que sí c a e en los tópicos de m o d e r n i s t a s . El c a p í t u l o decir que sea un plagio de ' V é a s e por Z e y n e p £ e l i k : The U n i v e r s i d a d de S e a t l e , 1989.

llega a Estambul un a ñ o antes que G ó m e z Carrillo, captar lo p i n t o r e s c o y lo estético d e las c r ó n i c a s XIX, Los que pasan por el puente, n o se p u e d e la Constantinopoli de A m i c i s 2 , a u n q u e los tipos que h'emaking

of Istanbul,

portrait of a city in the 19th century.

^ D e los escritores italianos del s i g l o X I X A m i c i s f u e u n o d e l o s m á s c o n o c i d o s en Europa, en él c o n f l u y e n tres p e r s p e c t i v a s : l;i literatura, el s e r v i c i o a las armas y el p e r i o d i s m o . T r e s e l e m e n t o s q u e le permitirán c o n o c e r o t r o s países y a s í figurar entre u n o d e l o s a u t o r e s m á s c o m p l e t o s de la literatura de viajes de la s e g u n d a mitad del s i g l o X I X " A M I C I S ( E D M U N D O DE): Bifíg: Literato italiano. N. en O m e g l i a en 1 8 4 6 . En C u n e o h i z o sus primeros e s t u d i o s y resuelto a abrazar la carrera de las armas i n g r e s ó en la E s c u e l a Militar de M ó d e n a , de la cual s a l i ó e n 1 8 6 5 c o n el grado de a l f é r e z En 1 8 6 7 dirigía el p e r i ó d i c o Italia Militar de F l o r e n c i a ; d e s p u é s de q u e l o s Italianos entraran en R o m a , p i d i ó su retiro y s e d e d i c ó por c o m p l e t o al c u l t i v o de las Bellas Letras. Los Bocetos de la vida militar_ diéronle fama de escritor e l e g a n t e q u e vinieron a aumentar sus Novelas. D e s d e aquel instante A m i c i s e s quiz.ás el escritor m á s popular de Italia, y u n o de los m á s a p r e c i a d o s en Europa. Artista s o b r e t o d o , e d u c a d o en la buena e s c u e l a de Vlanzoni, siente de tal m o d o lo que escribe, q u e i m p r e s i o n a al lector y le d o m i n a c o n la v i v e z a tle su i n g e n i o y la verdad d e sus c o l o r e s . A m i c i s se d e d i c ó a viajar por España. H o l a n d a , M a r r u e c o s , París, L o n d r e s y C o n s t a n t i n o p l a , y c a d a viaje le ha inspirado un libro, en que la brillantez del e s t i l o iguala al talento de o b s e r v a c i ó n . R e c i e n t e m e n t e ha v i a j a d o a l g u n o s m e s e s por A m é r i c a , acerca de la cual ha aparecido una o r i g i n a l í s i m a obra s u y a . S u s p r i n c i p a l e s e s c r i t o s , traducidos a la m a y o r parte de las l e n g u a s extranjeras son: Recuerdos de París v Londres Novelas; Bocetos de la vida militar; Marruecos; España; Holanda; Constantinopla; A las puertas de Italia; Los amigos; Páginas sueltas y otras varias. Ú l t i m a m e n t e ha p u b l i c a d o un libro t i t u l a d o Cuore, del q u e se han a g o t a d o e n p o c o s a ñ o s cuarenta e d i c i o n e s . Es el diario do un a l u m n o de las e s c u e l a s m u n i c i p a l e s de Italia; obra llena de rasgos de i n g e n i o y de o b s e n a n c i a " DEHA, t o m o 2, 1 8 8 7 p. 6 5 . La última obra m e n c i o n a d a , Cuore, f u e l l e v a d a a la t e l e v i s i ó n en la p o p u l a r í s i m a serie d e d i b u j o s a n i m a d o s Marco, de los Apeninos a los Andes v o l v i e n d o a resurgir las e d i c i o n e s d e la obra literaria.Los libros de viajes m e n c i o n a d o s en el DEHA se tradujeron al c a s t e l l a n o entre 1 8 8 0 y 1 8 8 3 , p o s t e r i o r m e n t e aparecerían Turín Londres v París en 1889; Impresiones de América en 1 8 8 9 y En el Océano: Viaje a la Argentina en 1889.

I NT R O D V C ('ION

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describe hacía años que no iban vestidos así. Blasco Ibáñez lo que hace es seleccionar el espacio y los personajes que le interesan para la exposición de sus ideas. La llegada de Blasco Ibáñez coincide con unas lluvias torrenciales . El periódico Le Moniteur

Oriental les dedica un artículo el 5 de Septiembre.

Blasco pudo hacer una descripción magnífica sobre la ciudad durante la tormenta como hizo Ibáñez del Ibero en 1915. Sin embargo, nada dice, porque espera a hacer la descripción típica del Cuerno de Oro al atardecer. K1 novelista valenciano, conocedor de su fama, se puede permitir el lujo de caer en los tópicos porque era consciente que a los lectores de sus crónicas les iba a parecer original y exótico'. Sabe muy bien el desconocimiento de la sociedad española e hispanoamericana del mundo otomano y aprovecha la ocasión para marcarse el tanto. La visión de la ciudad de Estambul en los textos es evidentemente fruto de la intertextualidad, de las visiones de las lecturas que precedieron al viaje. Los libros de viajes, las novelas de aventuras y las guías producen una realidad que es revivida desde el punto de partida del viaje y que llega a ser tan importante o más que la realidad que van a percibir. Ordóñez Ortega es un ejemplo bastante ilustrativo de ello a la hora de describir el estrecho del Bosforo: Después de leer las admirables páginas que Lamartine c o n s a g r a al Bosforo; después de haber oído con voz entusiasta de Amicis y de conocer c u a n t o han e s c r i t o P e r t h u s i e r , F o u r n e f o r t , P o u q u e v i l l e , M a r c e l l u s , C h a t e a u b r i a n d , Gautier, Galibert y la celebre lady M o n t a g n e a s í c o m o también el ilustrado v i a j e r o español A d o l f o de M e n t a b e r r y sería loca temeridad el pretender bosquejar siquiera, sin poseer una paleta mágica las variadas perspectivas que o f r e c e el B o s f o r o con sus aguas d e un azul diáfano.^

Ordóñez Ortega conocía posiblemente las obras fundamentales escritas sobre Constantinopla: Lamartine, Amicis y Gautier. Charles Pertusier publicó su libro de paseos por el Bosforo en 1815, 70 años antes de su viaje. Chateaubriand apenas dedica dos páginas a Estambul porque

Tenemos

tantas relaciones de Constantinopla que sería una necedad hablar más sobre esta capital." 3 Y es que en un viaje a Oriente hay que nombrar a Chateaubriand junto con Lord Byron, cuya hazaña de cruzar a nado el Helesponto imitando a Leandro es otro tópico casi obligatorio. Los dos son los padres de los viajes a 'Como Blasco Ibáñez es un autor sobradamente conocido prescindiré de referencias a su vida y obra menos en el caso de Oriente-, se publicó por primera vez en 1907 en la editorial Sempere de Valencia. Algunos capítulos aparecieron con anterioridad en El Liberal de Madrid, La Nación de Buenos Aires y El Imparcial de México, los mismos en los que Gómez Carrillo publicaba sus crónicas modernistas. Anibal González, op. cit. p. 166. ^Ordóñez Ortega: Una Misión Diplomática en Indochina. Madrid, 1882, p. 177. J Chateaubriand: De París a Jerusalén. Barcelona: Laertes, 1982 p. 157.

46

V I A J E R O S

H I S P Á N I C O S

EN

E S T A M B U L

Oriente de los viajeros románticos. Lady M o n t a g n e es Lady M a r y M o n t a n g u , la

mujer

de

un

embajador

inglés

destinado

entre

1717-17181.

c o r r e s p o n d e n c i a de esta s e ñ o r a es c o n o c i d a n o p o r sus

La

descripciones

paisajísticas, sino por las descripciones de los dos espacios cerrados q u e m á s atraen la atención del viajero: el harén y los baños de m u j e r e s . A l g o similar pasa con P o u q u e v i l l e cu_\u a p o r t a c i ó n a la d e s c r i p c i ó n de la c i u d a d es la narración q u e hace de otro e s p a c i o cerrado: la vida en la f a m o s a cárcel del castillo de las siete Torres. O r d ó ñ e z O r t e g a es un claro e j e m p l o de c ó m o los textos que precedieron al viaje producen una especie de e m p a c h o en el viajero que se ve obligado a citarlos

2

U n a vez descritos los viajeros, los libros q u e escribieron y el origen de sus conocimientos, la visita real no es más que el último e l e m e n t o que le falta para escribir su propia aportación al c o n o c i m i e n t o del Imperio O t o m a n o . El v i a j e n o sólo es el a c t o de recorrer una distancia espacial q u e s e p a r a dos lugares, es t a m b i é n un viaje en el t i e m p o . E s t a m b u l está tan c a r g a d o de historia que resulta el marco ideal para toda una serie de experiencias. Será en la contemplación del paisaje de la ciudad d o n d e se junten dos perspectivas: por una parte, la ciudad c o m o escenario de los sucesos históricos cuya prueba son las ruinas y los e d i f i c i o s , y, el O r i e n t e c o m o e s c e n a r i o a r t í s t i c o d e los escritores románticos. El viajero español c o n t e m p l a el escenario e n m a r c a d o en un paisaje que puede coincidir o n o con el de sus lecturas, ya que la percepción d e a l g o en p r i n c i p i o tan o b j e t i v o c o m o es un p a i s a j e en los v i a j e r o s románticos es t r e m e n d a m e n t e subjetivo. Gautier, autor de uno de los m e j o r e s libros sobre E s t a m b u l en 1852, e s c r i b i ó t a m b i é n sobre un viaje a E s p a ñ a realizado en 1 8 4 0 \ Una de las cosas q u e más sorprende en este libro es que Dueñas, provincia de P a l e n u a , le parece un cementerio turco. El pueblo está

'DEHA, t o m o 13, 1893, p. 359 con el nombre de M o n t a g u e . Este tema también es tratado por Juan Goytisolo: Estambul Otomano. Barcelona: Planeta, 1989. ^ C h a r l e s Perthusier: Promenades Pittoresques dans Constantinople et sur le Bosphore, suivies d'une notice sur la Dalmatie. Pan- 1815. Fournefort es posiblemente Pitton de T o u r n e f o r t autor de Relation d'un voyage du Levant fait par ordre du roy. Paris, 1717. Pouqueville: Voyage en Morée, à Constantinople. en Albanie et dans plusieurs autres parties de l'Empire Ottoman. Paris 1805. Version inglesa Londres 1813. Lacroix: Guide du voyageur à Constantinople et dans ses environs. Paris, 1839. Vizconde J e Marcellus: Souvenirs de l'Orient. Paris, 1837. T h é o p h i l e Gautier: Constantinople. Paris 1853. The Letters and works of lady Mary Wortley Montagu, editadas en L o n d r e s tras su muerte en 1761. La primera version f r a n c e s a es de 1805, véase también la edición actual de Moulin y Chuvin: L'Islam au Péril des femmes (une Anglaise en Turquie au XVIII siècle. Paris: Maspcro. 1981. •^Véase la vida y obra de Gautiei en cl DEHA, t o m o 9, 1892, p. 235 que considera q u e las d e s c r i p c i o n e s y los v i a j e s de esle autor c o n s t i t u y e n u n o de los a s p e c t o s m á s originales e interesantes de su talento. Véase también por Gautier Historia del romanticismo. Barcelona: Iberia y La Tauromaquia, edición de Margarita Ortega. Madrid: Aguilera, 1992. Sobre el viaje a España hay varias ediciones c o m o por ejemplo: Viaje por España. Barcelona: J. Batlló, 1985. Voyage en Espagne de Théophile Gautier. Estudio critico y edición de J o s é R a m ó n Barrios Garrido. Universidad de Granada. 1987.

I N T R O I) U C C I O N

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situado en lo alto de una colina donde hay unas bodegas de vino que parecen tumbas por los ventiladeros coronados en formas similares a turbantes. Por si fuera poco dice que la iglesia es de estilo morisco para así completar la ilusión. Lo más curioso de todo es que pasarían 12 años antes de que fuera por primera vez a Turquía y sin embargo ya tenía muy claro lo que era un cementerio turco. Para conocer el Oriente no era necesario ir, bastaba con percibirlo a través de libros, cuadros u objetos y luego recrearlo en la imaginación de cada uno. La visión española, aunque proceda de la francesa, tiene una tradición literaria propia que mantiene una postura contraria al mundo musulmán, heredada de la literatura de temática morisca y de las Turquerías del Siglo de Oro. Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que España tiene un pasado histórico distinto a Francia que hace que los observadores no compartan conceptos como el exotismo o la misma idea de Oriente. España era para los viajeros franceses un país que, en muchos aspectos, era diferente del resto de Europa y no sólo por el pasado, vivo aún en edificios como la Alhambra o la mezquita de Córdoba, sino también por las costumbres y los tipos raciales del siglo XIX. Antes de llegar a Estambul los viajeros no reconocen otra herencia que no sea la de los Reyes Católicos. Habría sido impensable que un militar o un diplomático español, tan cargados de prejuicios contra los pueblos semitas, tanto contra los árabes como contra los judíos, se reconociera descendiente de los musulmanes que invadieron España, los moriscos perseguidos por don Juan de Austria, los judíos expulsados o los criptojudíos combatidos por el tribunal de la Inquisición. Dos realidades, la musulmana y la judía, con las que tendrán que tomar contacto los viajeros españoles en Estambul. Para terminar quiero hacer una breve referencia a una serie de textos que he tenido que dejar al margen. Las novelas de tema otomano no son las crónicas de los ilustrados, románticos o modernistas sino recreaciones literarias pertenecientes al mundo de la ficción. Julio Verne, padre de la novela científica y de la novela geográfica, es autor de Keraban el Testarudo. Narra las peripecias de un rico otomano que por negarse a pagar un impuesto de paso por el Bosforo prefiere dar la vuelta por la costa del mar Negro. El Archipiélago del Fuego describe la situación de una familia griega dividida entre los partidarios de la independencia y los aliados del poder otomano 1 . La editorial Herder de Alemania publicó una interesante colección en español a principios del siglo XX con el título Desde Lejanas Tierras, galería de narraciones ilustradas para la juventud. Se trata de una serie de novelas de 'Aparecen las dos en el volumen 6 de la Obras Completas de Julio Verne 6 vol. Madrid: Sáenz de Jubera Hermanos, 1895.

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V I A J KR O S

H I S P Á N I C O S

H N

K S T A M B U L

a v e n t u r a s para a d o l e s c e n t e s con un e v i d e n t e espíritu de hacer p r o s e l i t i s m o religioso tal y c o m o se puede apreciar con solo leer los títulos: El cautivo corsario, grandes Sultán.

Marón

el niño

persecuciones Escenas

cristiano

de cristianos

dramáticas

del

Líbano.

por

de Constantinopla

Episodio

los drusos

de las

o Los

del

últimas

esclavos

del

que trata de la historia de dos

j ó v e n e s h e r m a n o s g e r m á n i c o s , María y Walter, esclavizados en el palacio de T o p k a p i en 1681 y su p o s t e r i o r huida. E m i l i o Salgari t a m b i é n e s c o g e el M e d i t e r r á n e o , esta vez, en la m i s m a é p o c a q u e C e r v a n t e s en Los Baños Argel.

de

Piratas, cautivos y renegados llevarán en sus tripulaciones a los niños,

y no tan niños, españoles desde Argel hasta Estambul: El Capitán El León de Damasco,

El Hijo del León de Damasco

y La Galera

Tormenta, del Bajá se

publicaron en la madrileña editorial Calleja en los primeros años de este siglo. Eas novelas de Salgari y las de Verne han servido de iniciación a la lectura y al conocimiento de realidades exóticas a generaciones de lectores españoles hasta hace bien poco, entre los cuales y o también me encuentro. El escritor Pierre Eoti 1 es el e j e m p l o m á s claro de una vida d e d i c a d a al ejército, la literatura y los v i a j e s . Pierre Loti e n c a r n a el c a m b i o de los v i a j e r o s r o m á n t i c o s a los cronistas que mantienen el exotismo anterior actualizándolo al fin de siglo: A su íntima f u s i ó n c o n el a l m a y la tierra o r i e n t a l e s d u r a n t e sus l a r g a s e s t a n c i a s en T u r q u í a , d e b e el h a b e r s i d o e n F r a n c i a el i n i c i a d o r d e e s t a c o m p r e n s i ó n . P o r q u e a n t e s q u e él, a n t e s d e la l l e g a d a d e A z i y a d é , el e x o t i s m o e r a para los í r a n c e s e s lo q u e e r a E s p a ñ a a n t e s d e Barrés: un b o n i t o p a i s a j e en t o n o s v i \ o s , h a b i t a d o p o r p i n t o r e s c a s f i g u r a s sin e x p r e s i ó n . [...] P o r q u e e s o es lo q u e es Loti ante todo: el gran intérprete d e los p a i s a j e s q u e se han q u e d a d o p u r o s , el gran l e c t o r de las a l m a s q u e se han q u e d a d o intactas

Loti se convirtió en el defensor de la c a u s a turca durante la guerra italot u r c a d e 1911-13. Un a ñ o m á s tarde, c u a n d o T u r q u í a entró en la P r i m e r a Guerra Mundial f u e designado para participar en la c a m p a ñ a de los Dardanelos:

' " V I A U D (LUIS M a JULIAN): ttiog. Marino y novelista francés conocido en las letras por el seudónimo de Pierre Loti. N. en Rochefort a 14 de Enero de 1850. Hijo de una familia de activos protestantes que eran mu; adictos a su culto hizo sus estudios en Rochefort; ingresó en 1867 en la escuela naval, y llevó a cabo varias campañas en Oceanía, Japón, Senegal y Tonkín. [...| Aunque de carácter enérgico, el joven oficial de marina era, en los comienzos de su carrera tímido y modesto, hasta e l punto de que sus compañeros le pusieron el apodo de Loti, del nombre de una florecita de la India que se esconde directamente. Con tal apodo ha ilustrado, firmándolos, libros en que da a conocer su condición de escritor de admirable talento. I.as obras que ha publicado Julián Viaud son las siguientes Aziyadé; Barahu, idilio polinesio; El casamiento de Loli; La novela de un spahi; Mi hermano ¡ves; Las tres damas de la Kasbah; El pescador de Islandia, etc. Por estas obras ha sido nombrado individuo de la Academia Francesa". DEHA, tomo 22, 1897 p. 459. Las obras de este escritor han vuelto a conocer el interés de las editoriales: Aziyadé Madrid: Prensa y Ediciones Iberoamericanas, 1987. ^M. Nelken: "El alma turca de Pierre Loti". Madrid: IM Ilustración Española y Americana, 15XII-1915.

I N T R O D 11 C C 1 O N

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"¡Hntrc su patria de h o m b r e y su patria de artista! La m i s m a c o b a r d í a habría sido atacar a T u r q u í a que desertar de Francia; Loti ha p r e f e r i d o desertar de su gloria y de su popularidad que desertar de si m i s m o , de su ideal y de su gloria. [...] S e g u r a m e n t e , en su e s t r e c h o d e s p a c h o del m i n i s t e r i o , en ese París d o n d e el c i e l o n o le d e b e n u n c a decir n a d a , al q u e d u r m i ó b a j o los cielos del desierto, n o d e b e en sus e n s u e ñ o s anhelar m á s q u e el m o m e n t o en que pueda volver a su a m a d a tierra t u r c a . '

1 ,as novelas de Loti conocieron numerosas ediciones en español cuando el Imperio Otomano estaba dejando de existir: Las desencantadas, novela de los harenes turcos contemporáneos trata, como lo dice el título, del misterio que siempre ha ejercido el sistema familiar islámico; Aziyade' es la trágica historia de amor de un oficial de la marina inglesa y una turca de Salónica. Una novela aparentemente biográfica del escritor y militar francés que narra en Supremas Visiones de Oriente la recuperación de la lápida de Aziyadé en los cementerios de Estambul.

Ib. Sobre Loti y la Gran Guerra Blasco Ibáñéz tradujo en 1917: El Ultraje de los Bárbaras donde describe el estado en que quedó el norte de Francia tras el paso de las tropas de la Entente.

LA VISION DE ESTAMBUL

LA PRIMERA VISION Una de las características comunes a muchos libros de viajeros del siglo XVIII es la falta de la descripción de la llegada 1 . Los españoles también carecen de esta primera impresión de la ciudad. Posiblemente lo considerarían superfluo, al contar las expediciones con dibujantes cuyos grabados aparecerían en las memorias. La primera arribó el 10 de Noviembre de 1784. Pocos días atrás se habían cruzado en el estrecho de los Dardanelos con Jean Potocki, uno de los primeros viajeros románticos cuyo m u n d o exótico c o m p r e n d e Marruecos, Egipto, Astracán, Zaragoza y también Estambul: "Hemos pasado la mañana bordeando el canal de Tenedós, en donde hemos encontrado no a las flotas de Menelao y Agamenón sino a la escuadra española que se dirigía a Constantinopla con presentes para el Gran Señor." 2 Potocki prescinde de describir la ciudad a la llegada porque considera que: "Imaginad, exagerad, recurrid a los relatos de los viajeros, siempre quedaréis por debajo de la verdad." 3 Este viajero prefiere ser distinto en el sentido de que reconoce la abundancia de descripciones sobre Estambul y deja que el lector se la imagine. La memoria de José Moreno, hombre más práctico, narra las circunstancias de la llegada. En ese momento la presencia de una sultana embarazada en el serrallo les impidió que se anunciaran con una salva de artillería por indicación del

Reís

Effendi4.

De los dos viajes de José Solano Ortiz de Rozas solamente

se describe la llegada en el de 1786. El navio El Miño arribó el 31 de Julio de ' A l g u n o s autores que no tienen descripción de la llegada son el Barón de Tott: Memoires du Barón de Tott sur les tures et les tartares. A m s t e r d a n , 1785. Pétits de la Croix: Extrait du sieur Pétits.fils, renfermant tout ce qu'il a vu etfait en Orient.... París: Ferra, 1710. Salaberry: Voyage a Constantinople, en Italie et aux lies de l'archipel par l'Almagne et la Hongrie. París: Crapelet, 1799. En la carta XVIII narra c o m o llegó a caballo procedente de Scistova. 2 J e a n Potocki: Viaje a Turquía y Egipto. Barcelona, Laertes, 1992, p. 65 " P O T O C K I . ( J U A N C O N D E D E ) : Biog: Historiador, a r q u e ó l o g o y v i a j e r o polaco n. en Pikov en 1761; m. en O h l a d o v k a en 1851. Escribió en f r a n c é s todas sus obras. Dedicó su inteligente actividad al estudio del origen de los pueblos y emprendió larga serie de viajes para conocer las tradiciones y m o n u m e n t o s de los diversos países. Después del reparto de Polonia, la emperatriz Catalina, de Rusia, le m a n d ó a su corte, pero él no quiso aceptar ningún empleo, ni honores ni beneficios, y c o n t i n u ó sus i n v e s t i g a c i o n e s c i e n t í f i c a s , r e a n u d a n d o s u s e x c u r s i o n e s por la C h i n a . P r o f u n d a m e n t e i m p r e s i o n a d o por haber perdido la memoria y por la desgracia de su patria, se suicidó. De él p o d e m o s citar las interesantes obras siguientes: Manuscrito encontrado en Zaragoza, novela; Viaje por Turquía y Egipto; Historia primitiva de los pueblos de Rusia, y Viaje ñor Marruecos." DEHA, tomo 28, 1910, p. 649. -'Potocki, op. cit. p. 25. ^ M o r e n o : Viaje a Constantinopla

en el año de 1784, Madrid, p. 45.

52

VIAJEROS

H I S P Á N I C O S

HN

KSTAMBUL

1786. C o m o en la m e m o r i a m i l i t a r d e M o r e n o n o h a y u n a d e s c r i p c i ó n del p a i s a j e s i n o de o t r o s detalles t é c n i e o s q u e e o n s i d e r a r o n m á s i m p o r t a n t e s . E s t a v e z se p e r m i t i e r o n la t r a d i c i o n a l s a l v a d e 21 c a ñ o n a z o s y siete v o c e s en un n a v i o e n g a l a n a d o para la ocasión A f i n a l e s del siglo XVIII el r o m a n t i c i s m o es u n a c o r r i e n t e artística q u e se va c o n s o l i d a n d o , a f e c t a n d o a una p r i m e r a g e n e r a c i ó n d e autores f o r m a d o s en los p r i n c i p i o s del s i g l o d e las luces. U n o d e ellos es el v e n e z o l a n o F r a n c i s c o de M i r a n d a , un militar capa/, d e a p r e c i a r la b e l l e z a d e E s t a m b u l , i n c l u s o a n t e s de d e s e m b a r c a r el 3 0 d e j u l i o d e 1786: " N o se p u e d e s e g u r a m e n t e d a r u n a cabal i d e a del g r u p o b e l l o y g r a n d i o s o q u e d e s d e el m a r p r e s e n t a la c i u d a d d e C o n s t a n t i n o p l a , E s c u t a r i , C a l c e d o n i a , C a n a l , G á l a t a , P e r a , c o n sus p r i n c i p a l e s m e z q u i t a s , m i n a r e t e s y á r b o l e s q u e p o r t o d a s p a r t e s se i n t e r p o l a n . L u e g o la b e l l e z a y e x t e n s i ó n del p u e r t o ; la m u l t i t u d d e c a i q u e s y g ó n d o l a s

que

c o n t i n u a m e n t e p a s a n d e u n a p a r t e a o t r a , d e E u r o p a a A s i a ; los j a r d i n e s y serrallo del Sultán, sus k i o s c o s a la orilla del m a r ,.." 2 C h a t e a u b r i a n d llega i E s t a m b u l en s e p t i e m b r e d e 1806 y su l l e g a d a se c o n v e r t i r á en la l l e g a d a típica en los v i a j e r o s r o m á n t i c o s . El b a r c o p a s a c e r c a del C a s t i l l o d e las S i e t e - T o r r e s p a r a a v a n z a r hasta la p u n t a del serrallo en la b o c a del B o s f o r o . Al d o b l a r l o , el v i a j e r o se e n c o n t r a b a f r e n t e a las tres c i u d a d e s : E s c u t a r i , en A s i a , y P e r a - G á l a t a y C o n s t a n t i n o p l a e n

Europa,

s e p a r a d a s p o r el C u e r n o de O r o . L o s o j o s del v i a j e r o se f i j a n en las c o l i n a s b i z a n t i n a s , en los c o l o r e s del B o s f o r o y en la a n i m a c i ó n q u e t i e n e n t o d o s los m u e l l e s a p r i m e r a h o r a d e la m a ñ a n a . L a l l e g a d a , c o i n c i d i e n d o c o n el a l b a a una ciudad e n v u e l t a en b r u m a s , a ñ a d e m i s t e r i o y fantasía. Costeamos la punía de Europa, donde se eleva el castillo de las SieteT o r r e s , antigua fortaleza gótica que se d e s p l o m a por m o m e n t o s , Constantinopla, V especialmente la costa de Asia estaban envueltas en la niebla; los cipreses \ minaretes que descubría a través de este vapor, presentaban el aspecto de un bosque seco. Al acercarnos a la extremidad del serrallo, el viento del norte empezó a soplar, y barrió en pocos minutos la bruma esparcida por el cuadro; y me hallé de repente en medio del palacio del j e f e de los creyenli s....La inmensidad de las tres ciudades que se desplegaban a mi visia, Gálata, Constantinopla y Escutari; los cipreses, los minerales, los mástiles de los buques que se elevaban y confundían por donde quiera; la frondosidad de los árboles; los colores blanco y encarnado de las casas; el mar extendía al pie de estos objetos su alfombra azul, y el cielo que desplegaba sobre nuestras cabezas su también azul pabellón: he aquí lo que atónito admiraba.-'

' S o l a n o Ortiz de Rozas Idea del Imperio 180-181.

Otomano....

Madrid, Imprenta de Sacha, 1793 pp.

^ T o l e d o Mansilla (ed), op. cit. p. . 3. ^Chateaubriand: De Paris a Jeru\ilem.

Barcelona. Laertes, 1982, p. 156.

LA

VISION

DE

ESTAMBUL

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La aportación de los viajeros románticos es la nueva concepción de la descripción de la ciudad, en la medida en que el autor hace acto de presencia en el escenario. 1 De hecho, esta clase de descripciones de carácter panorámico proporcionan una visión de tipo fotográfico o cinematográfico que con el paso de los años serán uno de los rasgos propios de esta literatura de viajes, tanto en los románticos como en los realistas. Así, la primera panorámica se produce a la llegada. El barco le permite seguir sintiéndose en su patria, sobre todo, al estar en un medio que no pertenece a ninguna nación: el agua. La visión de la ciudad desde lejos le permite captar sólo los elementos que mejor encajan en su concepción romántica de viaje a país exótico. El castillo de las Siete-Torres le produce un retroceso a un tiempo donde los turcos eran el azote de Europa. Los relatos de los cautivos que estuvieron allí encerrados se encargaron de crear esa imagen, la contemplación del espacio físico donde estuvieron los protagonistas de sus lecturas fascina a todo viajero. El otro edificio que llama su atención es el serrallo. El palacio del sultán es el marco ideal para las ensoñaciones del estilo Las mil y una noches,

en el otro gran universo temático que tiene

Oriente: el sexo. La hora crepuscular, con un sol que barre la niebla permitía al viajero, de repente, la contemplación de un paisaje muy cargado de accidentes geográficos: colinas, estrecho, ría, islas y bahía. Todos estos elementos conducen al artista a la exaltación del yo, una constante que se mantendrá a lo largo de todo el siglo, no hay que olvidar que todo el siglo XIX se habla en primera persona, tanto en el realismo como en el romanticismo o el modernismo. 2 A principios de los años treinta, la llegada descrita por Chateaubriand, que afirmaba que ésta era la ciudad más hermosa de la tierra, puede ser considerado un tópico. La comparación con esta ciudad italiana vuelve a aparecer en Lamartine el 18 de Mayo de 1832. El barco siguió la misma ruta que la de Chateaubriand. Sin embargo, el desencanto marca a este último autor. Lamartine esperaba encontrar una ciudad que superara a Nápoles y se encuentra con que: "[...] esa Constantinopla, por fin que el piloto me señala con el dedo no es más que una ciudad blanca y circunscrita sobre una gran loma de la costa de Europa." 3 El viajero francés, desde el barco, no acaba de entender cómo los romanos abandonaron Roma y Nápoles por Constantinopla, por qué la ciudad que tiene enfrente ha sido disputada por todas las naciones ' j e a n Ebersolt: Constantinople Byzantine et les voyageurs du Levant. París: Leroux. 1918. jReeditado en Londres, The Pindar Press, 1986. Jean-Yves Tadié: Introduction á la vie littéraire du XlXe siécle. París: Bordas, 1970 p. 11. Todo el capítulo primero está dedicado al yo. -'Lamartine, op.cit. p. 190. Un viajero contemporáneo es Michaud que, al despertarse ya en los muelles de la aduana, se lamenta de haberselo perdido, Correspondance d'Orient 1830-1831 Bruselas: Meline. 1835, p. 186.

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V I A J H R O S

H I S P Á N I C O S

EN

E S T A M B U L

guerreras, y, lo que es mas importante: la eiudad que los poetas y pintores presentaban eomo la reina de las eiudades. En este momento se contraponen las dos realidades: la realidad física de la ciudad con la realidad histórica y sus recreaciones artísticas. Lamartine es una excepción al ser capaz, antes de llegar, de penetrar en la realidad física de la ciudad. La mayoría de los viajeros románticos describen el paisaje maravillados y el desencanto se produce después. Lamartine, al contrario, terminará afirmando que Estambul es más bonito que Nápolcs, comparación que no volverá a tener lugar. Otro viajero que sufre un pequeño desencanto es el peruano Pedro Paz Soldán y Unanue el 28 de Abril de 1862: "Lo primero que se ofreció a mi vista al subir a cubierta no correspondió a mis esperanzas pues se reducía a una multitud de casas apiñadas sobre unas lomas al borde del mar

Pero a medida que avanzábamos

y que el sol iba rasgando la ligera niebla que envolvía la población el panorama fue ganando a mis ojos y haciéndose digno de las pomposas descripciones que había leído." 1 En 1862 Estambul ha sido visitado por numerosos viajeros y literatos. Marcellus permaneció de 1816 a 1820. Nerval, en 1842 o Flaubert que llegó en 1850, procedente de Egipto en compañía de Máxime du Camp. La llegada está descrita muy de pasada, de acuerdo con su carácter de escritor realista: "Las siete de la mañana, descubrimos Constantinopla ..., el castillo de las Siete Torres, ... Punta-del-Serrallo a la izquierda, palacio entre el follaje; por detrás cúpulas y minaretes." 2 . En 1851 Lamartine publicó Le Nouveau Orient

Voyage en

donde evitó repetirse. Un año más tarde Théophile Gautier. en

Constantinople,

es autor de la llegada más detallada de las letras francesas

románticas. El barco Leónidas

le permitió apreciar los edificios de la costa,

para terminar con la entrada en el Cuerno de Oro comparándolo con el escenario de una ópera o de una escena de cuento de hadas. 3 I^is descripciones de estos viajeros son mu\ distintas de los viajeros de épocas anteriores. Los literatos descubren un paisaje que se sienten obligados a describir desde otro punto de vista más de acuerdo con las corrientes artísticas de su época. Se crea un paisaje fantástico fruto de ensoñaciones y tópicos.

1 P e d r o Paz Soldán y U n a n u e . Memorias de un Viajero Peruano, Apuntes Europa y Asía (1859-1863). Lima: Biblioteca Nacional del Perú, 1971, p. 330. 2

y Recuerdos

de

G u s t a v e Flaubert: Viaje a Oriente. Madrid, Cátedra, 1993 p. 371 martes 12 de Noviembre. El 14 de N o v i e m b r e , en una carta dirigida a su m a d r e le describe la ciudad d a n d o t e s t i m o n i o del progreso en la capital o t o m a n a "Hs hora de ver el Oriente, pues desaparece, se civiliza. "Cartas del Viaje a Oriente. Barcelona, Laertes, 1993 p. 253. ^Théophile Gautier: Constantinople-Istanbul en 1852. Estambul, Isis, 1990 p. 81.

LA

VISION

l)H

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El diplomático español Adolfo de Mentaberry llegó a Estambul a bordo del Neptun en el verano de 1867 1 . L a primera gran descripción española del paisaje de Estambul en el siglo XIX. Contiene la multitud de sensaciones que le produce la contemplación de la ciudad, unidas por el ferviente deseo de querer llenar el gran vacío existente en las letras hispánicas. El resultado es un p r o d u c t o r o m á n t i c o d o n d e se a c u m u l a n las sensaciones q u e producen la fascinación del viajero, el éxtasis ante la contemplación estética en un marco exótico: Breves son en Oriente los crepúsculos , tan breves que se suceden el día a la noche y la noche al día sin transición; más aún no había cesado el de este día, 29 de Julio de 1867 cuando la masa imponente de Constantinopla se destacó a mis ojos, recortando en el espacio tenuemente nublado las graciosas siluetas de sus mezquitas y alminares, gala de la arquitectura bizantina. Pronto doblamos la punta del serrallo y conforme iba el vapor avanzando, más lentamente ya, para no chocar con el sinnúmero de embarcaciones grandes y chicas, de vela y de vapor, que salían, que entraban o estaban allí ancladas, el sol se levantaba, dorando con sus primeros rayos la hermosa ciudad de las siete colinas, la que eligió el primer emperador cristiano para capital del mundo, la joya que han codiciado todos los grandes potentados de Asia y de Europa, el paraíso ofrecido por Mohamed a sus fanáticos sectarios como término y premio a sus rudos afanes, la lujosa mansión de los califas, la nereida del Bosforo, la reina de Oriente, en una palabra. Ella, sin embargo no había abierto sus ojos todavía y medio se ocultaba coqueta y perezosamente tras un velo de gasas azuladas, colgado de un dosel de nubes vaporosas e inquietas, con chispas de arrebol, como el turbante de una sultana que duerme. Me resigné, pues a esperar que el sol rompiese con sus rayos de fuego aquellos celajes, y, en efecto, poco a poco se fueron tornando nacarados, luego más trasparentes, a la manera del ópalo desvanecido, desapareciendo, al fin fugitivos en el espacio, para ser reemplazados por la más radiante claridad. Entonces me fue dado contemplar un espectáculo verdaderamente bello, magnífico, deslumbrador. El Bosforo, con sus aguas de un azul diáfano, unidas y brillantes como un espejo en sus dos ramas, de las cuales una conduce al Mar Negro y la otra al mar de Marmara, Pera, Stambul y Gálata tres inmensas ciudades, dominando estos mares que reflejan en sus aguas las cúpulas doradas, los cincelados minaretes y las casas pintadas de colores muy vivos, pues están edificadas tan a la orilla, en la falda de las colinas que rodean ese lago encantado, que sus ventanas dan sobre él y hasta el jardín, situado detrás, como termina en la cumbre de aquellas alturas, eternamente verdes, forma

'Mouvement du port, paquebots à vapeur. Arrivées dans le port du 29 Juillet: ALEXANDRIE bat. à vapeur, aut. Neptun cap. Leva, ayant touché Yaffa, Rhodes, Smyrne, Metelin, Tenedos, Dardanelle et Gallipoli, div. marchandises et 215 pass. La Turquie. Estambul, 31 de Julio de 1867.

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H I S P Á N I C O S

EN

HSTAMBIJL

en la perspectiva una especie de terrado frondoso, una cabellera, un penacho de vegetación que también proyecta su sombra y sus colores en el agua. Diríase que los j a r d i n e s están en el tejado, y lo m i s m o sucede con los palacios de moriscas galerías, con los Kioskos y mezquitas, que se destacan todo a lo largo en medio de bosques de cipreses y plátanos... todo esto iluminado por un sol rutilante, en medio de la animación que prestan el continuo vaivén de millares de barcos que pasan y repasan sin cesar en direcciones varias, la gritería confusa y pintorescos trajes de la población más abigarrada que es posible imaginar. J a m á s había visu algo tan m a g n í f i c o , y mi espíritu arrobado en un p r o f u n d o éxtasis artístico, no c o n t a b a ya el tiempo. La sacudida que experimentó el Neptuno al arrojar sus anclas y hacer presa en los profundos senos del cuerno de Oro, el anchuroso y bellísimo puerto que se abre entre Gálata y Stambul, vino a sacarme de mi éxtasis. Habíamos llegado y nuestro fondeadero estaba junto a T o p - H a n e , lugar cerca de Gálata, donde está la maestranza de artillería y hay un palacio imperial construido en tiempo de Abdul-Meyid." 1

Esta larga cita ilustia la gran complejidad que encierra el paisaje de Estambul en la segunda mitad del siglo XIX. Está observado a través del tiempo y del espacio, descrito adoptando distintas perspectivas a medida que el barco avanza, a medida que se hace de día. Es un texto tan cargado de referencias, imágenes, detalles y símbolos que resulta difícil entender en su totalidad si no se tienen conocimientos previos sobre el tema. El punto de vista del diplomático español pasa de la postura etnocentrista del representante de una potencia europea ;< la personificación de la ciudad en una sultana dormida, a encontrar la ciudad más maravillosa del mundo donde encuentra su alma de artista el éxtasis, pasando por una descripción bastante lograda de las casas, los barcos y la gente. A la fragata de guerra Arapiles

no le fue permitido pasar los

Dardanelos. Aquellos que fueron seleccionados para viajar a Estambul tuvieron que hacerlo en un mercante La primera visión de Vicente Moreno de la Tejera no es desde el mar de Mármara sino desde el Bosforo. Una vez fondeados describe el paisaje cayendo en el tópico: "No puede darse ciudad de más hermosa perspectiva." 2 La \ isión de su compañero de viaje, Juan de Dios de la Rada, es más completa. A pesar de ser la memoria de una expedición militar como la de José Moreno o la de José Solano el autor se permite alguna licencia artística como la descripción de la ciudad al amanecer. La influencia de los viajeros franceses ha penetrado no sólo en los textos de tipo diario de viaje a Oriente sino también en los serios informes militares. Esta primera visión ' M e n t a b e r r y . De Madrid a Constcntinopla. Madrid, Berenguillo, 1873 pp. 427-430. ^ V i c e n t e M o r e n o de la Tejera: Diario de un Viaje a Oriente. M a d r i d , Imprenta de M a n u e l Martínez p. 161.

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de de la Rada sigue la línea de la de Mentaberry aunque si la de este último se puede enmarcar en el Romanticismo, la de de la Rada pertenece al Realismo. Rada y Mentaberry llegaron en circunstancias muy similares. Posiblemente de la Rada conociera el texto de su predecesor y se sirviera de él para la memoria de la fragata Arapiles. La diferencia principal reside en el movimiento literario al que se sienten más cercanos. Rada prescinde de la temática sentimental romántica, de la acumulación de sensaciones y de las ensoñaciones de Mentaberry. Se limita a describir su percepción de una manera realista, es decir, detallada y precisa, resaltando las anécdotas del viaje en barco. Y a se p e r c i b e e n t r e sus b r u m a s la m a s a i m p o n e n t e de la c i u d a d q u e e m p i e z a a d i b u j a r s e s o b r e el t r a n s p a r e n t e f o n d o a z u l a d o del c i e l o , esclarecido por los p r i m e r o s rayos de la aurora, la a c c i d e n t a d a silueta de sus m e z q u i t a s y d e sus minaretes. Las Islas d e los Príncipes, q u e e n c o n t r a m o s a la d e r e c h a ; la c o s t a d e Asia, q u e se a c e r c a y p a r e c e a v a n z a r a c o l o c a r s e d e l a n t e d e la e u r o p e a , en v a n o pretenden separar nuestra a t e n c i ó n y m i r a n d o a a q u e l l a a g r u p a c i ó n d e p a l a c i o s y t e m p l o s , de torres y c e m e n t e r i o s , de j a r d i n e s y de tranquilas aguas, q u e y a i l u m i n a con sus p r i m e r o s rayos el sol naciente. A c a b a m o s d e doblar la punta del Serrallo; el capitán ha d a d o la v o z de f o n d o ; r u e d a la p e s a d a c a d e n a del a n c l a ; el v a p o r q u e d a i n m ó v i l casi e n f r e n t e del C u e r n o de O r o ; y n o s o t r o s , i n m ó v i l e s s o b r e c u b i e r t a , c o n t e m p l a n d o la r e a l i d a d d e n u e s t r o s u e ñ o . H e m o s l l e g a d o a C o n s t a n t i n o p l a al a m a n e c e r del día 3 0 d e J u l i o ; y S t a m b o u l con sus m e z q u i t a s ; Pera con su caserío a la e u r o p e a ; Gálata, Scútari, el B o s f o r o , el m a r de M á r m a r a , un cielo brillando i n t e n s a m e n t e c o m o el de mi inolvidable A n d a l u c í a ; á r b o l e s por d o n d e quiera, b u q u e s de todas las n a c i o n e s , f o r m a n en t o r n o m í o c u a d r o tan vario y d e s l u m b r a d o r , que d u r a n t e m u c h o t i e m p o a p e n a s p u e d o hacer otra cosa q u e a d m i r a r en silencio.'

Edmundo de Amicis resume en su Constantinopla la opinión de los viajeros anteriores antes de llegar. El tópico de ser la ciudad más hermosa del mundo para los años setenta está plenamente consolidado. La publicación de esta obra por entregas le permitió jugar con el suspense de cada capítulo, de esta manera una densa niebla envolvió también a los lectores poco antes de arribar. Pero no, los lectores del Mundo Ilustrado no podían quedarse sin el mayor de los encantos del viaje. Nada más pasar las Islas de los Príncipes, se quitó la niebla lo cual permitió que Amicis incorporara la ya inevitable descripción de la llegada a su Constantinopla con referencias a la visión de Lamartine. Algo similar le sucede al burgalés Narciso Pérez Reoyo, setenta años después del viaje de Chateaubriand, el cual además cita a otro autor para refirmar el tópico de la ciudad más hermosa del mundo:

Juan de Dios de la Rada y Delgado: Viaje a Oriente de la Fragata de Guerra Arapiles. 3 vol. Barcelona, 1876-1882. Vol II pp. 61-62. En adelante me referiré a este volumen dedicado en su mayoría al Imperio Otomano.

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HISPÁNICOS

EN

HSTAMBUL

D e s ú b i t o , ¡ q u e s o r p r e n d e n t e c a m b i o ! R e m o n t á n d o s e el sol p o r la A n a t o l i a , r a s g a l e n t a m e n t e la n i e b l a , r e c h á z a l a a las c o s t a s , la e v a p o r a y d i s i p a en n í t i d a s y t i a n s p a r e n t e s g a s a s , y s u s f ú l g i d o s r a y o s i l u m i n a n p r i m e r o en v a r i a d o s c a p r i c h o s o s d e t a l l e s , y en c o n j u n t o p o r f i n , el p a n o r a m a m á s g r a n d i o s o y e s p l é n d i d o q u e h a y a j a m á s c r e a d o la a r d i e n t e f a n t a s í a del p o e t a . D u d o q u e en su g é n e r o p u e d a o f r e c e r el o r b e o t r o s e m e j a n t e . El 7 d e o c t u b r e d e 1 8 0 2 — d i c e B o u r g t h o n y M e r r y — d o s i n g l e s e s a s c e n d i e r o n en g l o b o en la l l a n u r a d e Dolmabahi¿e, y, d e s p u é s d e cernerse sobre Constantinopla, descendieron a Gálata, d o n d e llamados por el sultán S e l i m d i j é r o n l e : " J a m á s h a n v i s t o los h o m b r e s n a d a tan b e l l o e n t r e el cielo y la t i e r r a . " '

Melchor Ordóñez Ortega en Una Misión Diplomática

en la

Indochina

pasa por Estambul procedente de Grecia en 1879. Bsta escala en la capital otomana se debió a motivos políticos. Los tratados de San Estéfano y de Berlín de 1878, en los que el Imperio Otomano perdió la mayoría de los territorios balcánicos, explican este desvío en el viaje a Indochina. La influencia del libro de Mcntaberry es patente en la comparación de la ciudad al amanecer con una doncella envuelta en velos. Es un ejemplo de cómo los libros de viajeros influyeron en los viajes posteriores y de c ó m o estas descripciones son prácticamente una colección de tópicos: "El crepúsculo extendía poco a poco sus tenues velos, dejándonos entrever apenas los minaretes de Stambul, la famosa punta del Serrallo y las colinas de la antigua Scutari. Dibujábanse casi imperceptibles a nuestra vista los caprichosos contornos de Constantinopla velándose entre la oscura niebla del Bosforo y entre las sombras de aquel crepúsculo inoportuno, como una virgen púdica que, envuelta en su flotante vestidura, sustrae sus seductoras formas a la codiciosa de su amante." 2 A mediados de Julio de 1893 aparece Federico Morales Peñalba. Este observador afirma conocer os libros de Lamartine, Gautier, Amicis, Vogüé y de Melchor Ordóñez Ortega, cuya obra tanto por la temática como por los grabados tuvo una cierta difusión en España. Las escasas obras españolas serían conocidas por los pocos españoles que estuvieron interesados en viajar por el Imperio Otomano. La llegada a Estambul de Morales Peñalba tiene varias coincidencias con la Je Amicis. Los dos hacen el viaje en un barco que tiene bastantes pasajeros rusos que, al llegar a Estambul ¡Zavegorod!.

exclaman:

Los del viajero italiano son peregrinos, los del español son:

"¿Y esos rusos que no callan con su Zavegorod,

Zavegorod'!,

'Pérez Reoyo, op. cit., p. 299. ^Melchor Ordóñez Ortega: Una Misión Diplomática en la Indochina. esta misma página afirma conocer el libro de Mentaberry .

¡Las ganas que

Madrid, 1882 p. 177. En

LA

VISION

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DH K S T A M B U L

tienen ellos de echarle mano a Zavegorod,

vulgo Constantinopla!" 1 La otra

coincidencia es que ambos viajeros pasaron la noche anterior a la llegada pensando cómo se sentina Mohamed II la noche del 6 al 7 de Abril de 1453 antes de conquistar Constantinopla. Las tres descripciones de la ciudad son de Amicis porque

jamás Don Federico, cuyas notas hemos leído, podría

llegar ni de cien leguas a trazar el prodigioso cuadro que el incomparable Edmundo de Amicis." 2 La primera, llamada La entrada en Constantinopla,

es

la llegada del viajero italiano que apareció en la segunda entrega de El Mundo ¡lustrado.

Turquía y los Estados Danubianos

se diferencia del resto de los

libros de viajeros en el hecho de tener un narrador que es distinto del protagonista. El narrador se permite seleccionar fragmentos de otros textos que considera más interesantes que la visión de Federico y penetrar en sus pensamientos. La prosaica visión del viajero justifica plenamente este recurso literario: "-¡Ya decía yo !-pensaba D. Federico ....-¡No me había equivocado al tratar de quiméricas visiones las descripciones de esos viajeros empeñados en presentar a Constantinopla como el non plus ultra de las ciudades del mundo." 3 En 1888 Wagons-lits y la Compagnie de Chemins de Fer Orientaux iniciaron una nueva forma de viajar: el Orient

Express.

El viajero, ahora

convertido en turista, dejaba de utilizar los servicios de las Mensajerías Marítimas de Marsella y empieza a llegar en ferrocarril. Wagons-Lits, una de las agencias pioneras en organizar viajes a Estambul, impulsó también la construcción de hoteles adecuados para los pasajeros, como el famoso hotel Pera Palace. Los vagones utilizados en esta línea fueron presentados en la Exposición de París como modelo de lujo y confort, presentando como novedad la facilidad de pasar de un vagón a otro. El lujo estaba presente en los materiales empleados, en la nueva concepción del espacio y decoración interior y en el vagón restaurante. La clase de vida que caracterizó la llamada Belle Epoque encontró en el Orient Express

un marco ideal para sus viajes. La

mezcla de aventura, rapidez, lujo y confort acaban con los viajes en barco, que empiezan a considerarse pasados de moda por la lentitud. Se imponían la rapidez y la comodidad sobre la contemplación del paisaje 4 . La inauguración de la línea Salónica-Estambul tuvo una gran repercusión en la prensa europea.

'Alfredo Opisso: Turquía y los Estados Danubianos. 2

Barcelona, J. Bastinos, 1896 p. 8.

Ib. p. 15. % p. 12. 4 V e r de Afife Baíur: "The first Passengers to Istanbul on the Orient Express, a Story About the Pera Palace Hotel" en Istanbul, Estambul. No. II n° 1 Invierno 1994. Sobre el Orient Express hay abundante literatura desde Asesinato en el Orient Express hasta Viajes con mi tía de Graham Greene.

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VIAJEROS

HISPÁNICOS

Diego de Coello, no pudo estar presente

1

HN

ESTAMBUL

pero los telegramas y las noticias

recibidas le permitieron escribir "Crónicas de Oriente", donde define la importancia del evento como un acontecimiento:

que hace surgir para

Europa una nueva Asia, que dan el último golpe de martillo a la legendaria muralla de ("hiña, que aba n la Persia y la Palestina a la locomotora y al vapor." 2 Este artículo aporta abundante información de los orígenes del turismo en esta nueva forma de viajar. El tiempo del recorrido se reduce a 46 horas desde Viena: " [...] uniéndose a las veintiséis que separan a la capital del Imperio Austrohúngaro lo mismo de Roma que de París convertirán el viaje ya desde Madrid, ya desde Ñapóles o Palermo, y a merced del sud-express más bello de los paseos internacionales."

3

en el

El precio tampoco iba a ser un

inconveniente "|...| desde la capital de Hungría hasta Constantinopla, midiendo 1402 kilómetros no cuesta en primera clase más de cuarenta duros

no es

gasto extraordinario para los españoles, acostumbrados a pagar precios fabulosos por los hoteles de Biarritz y París."4 El turista español en general y el andaluz en particular tienen un nuevo aliciente en este viaje: Para los v i a j e r o s q u e d e s d e Sevilla, G r a n a d a , o C ó r d o b a , los e n c a n t o s deberán ser todavía mayores. N o hay un sitio que no les r e c u e r d e la patria y a l g u n a leyenda o tradición de nuestros anales muslímicos. La tragedia de los A b e n c e r r a j e s , q u e , con los c a r a c t e r e s f a n t á s t i c o s q u e le p r e s t a el t i e m p o transcurrido se \ e e n g r a n d e c i d a , en S t a m b o u l , con el d r a m a terrible d e los j e n í z a r o s de hace m e d i o siglo, y c u y o s u c e s o h i s t ó r i c o es una de las c u r i o s i d a d e s que p r e s e n t a C o n s t a n t i n o p l a . L a s l u c h a s entre los p r í n c i p e s rivales de Boabdil, que a p r e s u r a r o n la c a í d a del i m p e r i o árabe en E s p a ñ a , r e p r o d u c i d a s en el B o s f o r o , d o n d e los a n a l e s d e los últimos lustros refieren la triste hecatombe de Abdul-Aziz; y d o n d e el d r a g o m á n o intérprete turco os s e ñ a l a en un p a l a c i o casi tan e n c a n t a d o r c o m o la A l h a m b r a , el b a l c ó n e n r e j a d o a donde suele asomarse el sultán M u r a d , h e r m a n o q u e r i d o del actual, y a q u i e n otros a b e m e r r a j e s , z e g r í e s o g ó m e l e s de S t a m b o u l d e c l a r a r o n loco, d e s t r o n á n d o l o co n o ese otro sultán de G r a n a d a , c u y o c u e r p o d e s c a n s a en las c u m b r e s de sus n o n t a ñ a s , y la m e z q u i t a de C ó r d o b a , c o m o el Zacatín y plaza de Rib-Ramhla de G r a n a d a , que con pena he visto al c a b o de m e d i o siglo d e ausencia t r a n s f o r m a d a en m o d e r n o f o r o , tendrán p a r a g r a n a d i n o s y c o r d o b e s e s su reproducción fidelísima y m á s g r a n d i o s a en el bazar de Santa S o f í a y d e C o n s t a n t i n o p l a . o en el m á s c a r a c t e r í s t i c o t o d a v í a de B r u s s a , c u y a s bellísimas colinas, por d o n d e está e s p a r c i d a la población m u s u l m a n a , presentan los m i s m o s puntos de vista q u e los C á r m e n e s a orillas del Darro y las estribaciones de las sierras Elvira y N e v a d a . 5

'Coello: "Crónicas de Oriente". La Ilustración Española y Americana. Madrid, 1888, n° XXIX. 2

Ib.

hb.

hb.

LA

VISION

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D E BSTAMB UL

Antonio de Zayas fue uno de los primeros españoles en dejar constancia de este trayecto 1 . La llegada en tren no permitía la contemplación del paisaje al no tener vistas panorámicas. Por otra parte, las descripciones de los viajeros franceses habían quedado anticuadas al haber pasado cincuenta años. Los adelantos técnicos de finales de siglo ya están presentes en la capital otomana. La navegación a vapor y los puentes del Cuerno de Oro hicieron que las tres ciudades que describiera Chateaubriand: Estambul, Pera-Gálata y Escutari, fueran una. La ciudad había cambiado mucho y eran necesarias otras descripciones. Al igual que la llegada de los viajeros románticos trajo consigo nuevas perspectivas en la descripción del paisaje, que acabaron con los cuadros enciclopedistas del siglo XVIII, el Modernismo impone una nueva visión más realista que la de los ideales románticos anteriores: "Sin necesidad de este aviso hubiera yo conocido que se acercaba el fin de mi viaje al contemplar la extensión azul del mar cercano y el brillo esplendoroso del sol que tan vivo contraste ofrecía con los melancólicos horizontes que había contemplado la víspera. El terreno, sin embargo, era esquivo y, después de atravesar una inmensa barriada de ruinosas casas de madera, penetró el tren en Sirkedji Skelesi y vi yo con gran regocijo terminado mi viaje de sesenta y ocho horas." 2 El Dr. Pulido y su familia llegaron en Agosto de 1903 desde Constanza en barco por el mar Negro. El entonces estudiante de medicina publicó en 1906 las Cartas Médicas sobre el estado de la medicina en Europa. La primera visión de Estambul de este médico es la descripción de un científico que conoce la abundante literatura sobre el tema y que no pretende hacer de su viaje una versión de los viajes a Oriente: "La abundante lluvia que azotaba el barco durante la travesía, se convirtió en un chaparrón torrencial en cuanto penetramos en el Bosforo, impidiéndonos gozar en aquella ocasión de los soberbios panoramas que allí se admiran. A las catorce horas de salir de Constanza anclaba el vapor frente al muelle de Gálata." 3 Otro viajero que llegó lloviendo es J. Pin i Soler a principios de siglo: "A l'Arribar á Constantinopla plovía copiosament de manera que tot alió deis minarets y las cúpulas se reduhí a cúpulas de parayguas." 4 No se conforma con la pérdida de esta parte del viaje y planea "L-l una falsa eixida un retorn a la gran ciudat. Ab una entrada preparada, fétnosho venir bé, gossaríam de ' " D o n Antonio de Zayas y Beaumont, [...] sont arrivés hier par 1 'Express" Advertiser-le Moniteur Oriental, 25-11-1897. ^Antonio de Zayas: A Orillas del Bosforo. Madrid, Juan Pueyo, 1912 pp.25-26. •^Angel Pulido Martin: Cartas Médicas. Madrid, E. Teodoro, 1906 p. 131. ^Pin i Soler, op.cit. p. 113.

The

Oriental

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l'arribada clásica á la Corna d'or." 1 Las largas descripciones anteriores se van reduciendo a visiones más personales, poco a poco se va acabando con el tópico de la llegada a la ciudad más bonita del mundo. El escritor guatemalteco Ernesto Gómez Carrillo describe la última llegada por mar. Es una visión modernista de la ciudad desde el agua. En este contexto, algunas imágenes románticas vuelven a aparecer ya que ambos movimientos tienen muchos elementos en común como el exotismo o la búsqueda de la belleza. De pronto, en los confines del mar, es c o m o una visión de mil y una noches, que surge, c o m o un espejismo que se levanta de las aguas azules y que llega hasta el ciclo azul...No son las torres las que primero aparecen. No son los d o m o s más blancos, es toda la ciudad, con todos sus contornos, flotando en una atmósfera de amatista, entre velos muy tenues, muy suaves. Y nada en el conjunto sobresale; nada exige una mirada preferente; ningún alminar se eleva más que los otros; ninguna cúpula embarga la atención deliciosamente dispersa. Cuando el tiempo es claro, se diría un panorama de esmalte, algo borrado por los siglos. Cuando es la hora crepuscular, cuando el sol ilumina la tierra con sus resplandores rojos, los vidrios de las ventanas arden en llamas innumerables, y la metrópoli entera luce c o m o iluminada para una fiesta. 2

La visión modernista es mucho más rica en detalles que la romántica. Los matices de los colores v la armonía de la ciudad reflejan mucho mejor la belleza de la ciudad. Ix>s recursos del movimiento encabezado por Rubén Darío se encuentran en este fragmento. Las ensoñaciones y los recuerdos de tiempos pasados románticos no tienen lugar en esta nueva percepción propia de las crónicas periodísticas de principio de siglo. La última descripción de la ciudad otomana es la de Carlos Ibáñez de Ibero en 1915. La percepción de la ciudad durante la Gran Guerra ha cambiado totalmente. Llega en tren en Octubre lloviendo a cántaros, cruza el puente del Gáiata casi sin fijarse en el paisaje, se hospeda en el hotel Pera Palace y desde la ventana contempla por primera vez el paisaje. Carlos Ibáñez del Ibero prescinde de todo, se libera de la tradición y contempla absorto el panorama, describe la realidad que percibe con cuatro rasgos: es el fin del Estambul otomano, la guerra que va a acabar con el Imperio.

2

E . G ó m e z Carrillo: La vida errante (Oriente) T o m o III de las obras completas. Madrid, M u n d o Latino, 1919. En adelante me referiré a esta edición.

LA

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J ' o u v r e toute g r a n d e la f e n ê t r e de m a c h a m b r e et un spectacle i m p o s a n t a p p a r a î t à m e s y e u x . La n a p p e s o m b r e de la C o r n e d'Or s'éclaire par places de gerbes irisées et, d a n s le lointain, Stamboul s'étend m o l l e m e n t , avec ses l u m i è r e s aux reflets a m o r t i s , pareille a u x d i a d è m e s d o n t les pierres ont à j a m a i s perdu leur éclat. Je s o n g e q u e cette f é e r i e de la nature est e n c o r e plus i m p r e s s i o n n a n t e d a n s le t e m p s actuel; elle o f f r e à la p e n s é e un contraste f r a p p a n t . Sur la paix i n m e n s e des ténèbres planent le m y s t è r e et l'angoise des villes de guerre. La pluie a cessé aux premières lueurs du j o u r naissant. Dans l ' e m b r a s e m e n t du ciel qui s o u d a i n s'est c o u v e r t d ' u n e l u e u r de p o u r p r e , la ville de C o n s t a n t i n a p p a r a î t toute b l a n c h e a v e c ses m i l l e m o s q u é e s a u x f i n e s aiguilles d'ivoire.

LA CIUDAD POR D E N T R O El primer contacto con la ciudad en el puerto despierta al viajero romántico de sus ensoñaciones. Allí, las multitudes que esperan a los viajeros proporcionan una segunda visión de una ciudad que es todavía la metrópoli de un imperio policultural. Esta descripción resultará tan tópica como la de la primera visión. Poco importa que el viajero sea diplomático, militar o literato, todos se sienten perdidos en el caos de los muelles o en los andenes de la estación. Hasta ahora la mente del viajero había seleccionado solamente los pasajes exóticos y estéticos sobre Estambul. Las multitudes y la suciedad, a pesar de ser esperadas, le hacen ser consciente de no ser más que un extranjero en la capital del Imperio Otomano. El contacto con las gentes y la penetración en la ciudad le hace convertirse a él también en un naufrago dentro del naufragio otomano. La primera visión sólo ha servido de paso previo entre las lecturas que precedieron al viaje y el choque cultural de la llegada. Una vez que descienda del barco o del tren pasará de ser lector de textos otomanistas a ser uno más entre los habitantes de Estambul. La ciudad que en un principio fue una ciudad leída en la comodidad del punto de partida, pasó a ser una ciudad contemplada desde el mar. Ahora, por fin, es una ciudad donde vivir o descansar. El último paso que le queda dar es describirla en su libro de viajes para que otros lectores puedan leerla. La expedición de José Moreno al llegar se preocupó por la peste. No en vano esta enfermedad y los incendios aparecen en la mayoría de las crónicas: "Aunque por entonces estaba el país libre de peste; como con frecuencia se extendían voces que al horror del contagio añadían el miedo a contraerlo, a 'ibáñez de Ibero: D'Athènes à Conslantinople.

París: Attinger, p. 116.

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precaución se puso un hospital en tierra para todo calenturiento." 1 Las mejoras en la sanidad harán que esta enfermedad sea uno de los tópicos que se pierdan en el siglo XIX. La presentación de los viajeros oficiales al cuerpo diplomático es también una constante en esta literatura: "Los ministros extranjeros que volvieron el obsequio, primero viniendo a bordo; y después dando la mayor parte de ellos suntuosos banquetes y saraos." 2 José Solano en 1786 narra como desembarcaron el príncipe y el embajador marroquí y las vicisitudes del viaje con estos dos pasajeros y su séquito. El contraste entre la belleza de la ciudad vista desde fuera y la suciedad de las calles es una reflexión que aparecerá en casi todos los viajeros al desembarcar y dirigirse al barrio de Pera: " P e r o el h e r m o s o e s p e c t á c u l o que desde el puerto

presenta

Constantinopla, difiere mucho del que ofrece lo interior de la ciudad, sus calles no son anchas ni rectas, mal empedradas, sucias y de terreno desigual:, los edificios de ninguna hermosura exterior y en muchos de ellos sobresalen los techos en disposición de oscurecer las calles y además su fábrica de madera y greda no favorece a la belleza de la arquitectura. Esta estrechez y poco aseo de las calles y los materiales contribuyen no poco a fomentar en Constantinopla sus dos grandes calamidades, la peste y los incendios." 3 El general Miranda es de la misma opinión, la diferencia es que su texto es un diario de viaje donde pude expresarse libremente y tiene una mayor calidad literaria que las memorias españolas: "Mas toda esa magia se desvanece y un todo opuesto contraste se ofrece a la imaginación cuando se entra por las calles y comenzamos a hallarnos en una estrechez puerca, llena de perros y gatos, vivos y muertos." 4

' M o r e n o , op. cit. pp.44-45. El motivo del viaje era situar a Bouligny al frente de una e m b a j a d a española en Estambul, uno de los acuerdos de las paces hispano-turcas. La expedición de Aristizábal, c u y a m e m o r i a se encargó de redactarla M o r e n o , llevaba un singular cargamento c u y o objetivo era facilitar el asentamiento de Bouligny en la Sublime Puerta: "El que de España se habían llevado consistía ( a d e m á s de cuatro arraeces argelinos que iban a disposición del G r a n Señor, y de sesenta esclavos turcos libres) en cuarenta y o c h o c a j o n e s de cacao, tabaco, q u i n a selecta, y otras p r o d u c c i o n e s simples y c o m p u e s t a s de nuestras Indias; en otros treinta y cuatro con c i e n t o veinte y siete piezas de telas de oro y plata, terciopelos, raos, vicuñas, granas y paños m á s e x q u i s i t o s de nuestras f á b r i c a s : en una m a g n í f i c a tienda de c a m p a ñ a de d a m a s c o c a r m e s í bordada de oro; en un ramillete muy cumplido, con una maceta de flores, y un gran n ú m e r o de piezas para su a d o r n o y s e r v i d u m b r e , todo de plata; y por ú l t i m o en una v a j i l l a de oro. A ñ a d i é r o n s e a estos regalos > se presentaron al p ú b l i c o varias a l h a j a s que d e b i e r o n a sus piedras la riqueza, y su buen gusto a la hechura. El enviado con arreglo a las órdenes que de su corte tenía y al conocimiento práctico de los usos orientales, hizo la distribución, y presentó los regalos para el soberano y principales empleados." Ib. p. 48. 3 Solano Ortiz de Rozas, op. cit. [ . 37-38. ^ T o l e d o Mansilla (ed), op..cit.. p. 32.

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Esta clase de reflexiones no son propias del siglo XVIII, Pietro della Valle en Les fameux

voyages de 1661 dice textualmente que el interior de la

ciudad no corresponde con su bello aspecto exterior. 1 Las calles en muchos barrios siguen el peculiar trazado de las ciudades musulmanas mediterráneas, sorprenden al viajero que no acaba de ubicar la ciudad entre el mundo islámico y el bizantino. De hecho, el viajero esperaba encontrar el trazado de la antigua ciudad romana con casas de mármol y grandes vías 2 . Detrás del desencanto estaba la acusación a los turcos de haber destruido la ciudad clásica. Los siglos XIX y XX mantienen el tópico de la desilusión ante el contraste. Las numerosas mezquitas, baños, bibliotecas, palacios, fuentes y demás edificios otomanos unidos al efecto de incendios y terremotos han hecho que la antigua Constantinopla haya quedado relegada a una serie de construcciones, a la memoria histórica y a la imaginación de! viajero. A finales del siglo XVIII la acusación todavía se mantiene en autores como Solano: "La Constantinopla Otomana solo conserva el sitio, y algunas ruinas de la griega. Sus calles son estrechas y torcidas, el piso mal empedrado y con penosas cuestas; los edificios de madera, de mal aspecto, y humildes, en donde no muestra el estrago los incendios, convence la incunia de los turcos y el influjo de su gobierno." 3 Chateaubriand es también uno de los precursores en describir el ambiente del puerto desde un punto de vista romántico. Estos nuevos viajeros empiezan a integrar a los habitantes en el paisaje describiendo el colorido junto al cosmopolitismo: "Llegamos a Gálata, donde observé al punto el movimiento de los muelles, la multitud de conductores de cargamentos, y de marineros estos que anunciaban en el diverso color de sus rostros, en sus diferentes idiomas, en sus extraños trajes, túnicas, sombreros, gorros y turbantes, que habían ido de todas las regiones de Europa y Asia a habitar aquella magnífica frontera de los dos mundos." 4

o¿' Della Valle citado por Ebersolt, op.cit. p. 122.

Entre los siglos IV y V las casas particulares y las tiendas tenían que estar separadas de los edificios públicos por un espacio determinado por los edictos imperiales. Las viviendas no debían ocupar la calzada. Los balcones, solaría, no podían ser construidos exclusivamente de madera y tenían que tener un espacio entre ellos de diez pies. Tampoco se podía construir sobre las fachadas si la calle no tenía esta anchura. Estos balcones tenían que estar situados a quince pies sobre el suelo y no podían estar sostenidos por columnas ni muros de manera que el aire circulara libremente. Todas estas prescripciones tenían como finalidad evitar el peligro de incendios. Ebersolt, op.cit, pp.254-256. •^Moreno, op. cit. p. 158. ^Chateaubriand, op. cit. p. 156.

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Lamartine unos años después almorzó en la eubierta del barco disfrutando de la vista: "|

| vinieron a interrogarnos y a traernos provisiones y víveres, los

marineros nos aseguraron que casi no había peste y yo envié mis cartas a la c i u d a d . " 1 El cónsul general de Oerdeña y los oficiales de su legación les acogieron en su casa de Peía aunque la primera noche la pasaron abordo. La mañana del 20 de Mayo de 1833 tras desembarcar se pronunció sobre la belleza de la ciudad: "Yo arrojé un grito involuntario, y olvidé para siempre el golfo de Nápoles y todos sus encantos, porque cualquier cosa que se compare con este magnífico y gracioso conjunto es injuriar a la creación." 2 Pedro Paz Soldán y Unanue añade su granito de arena a la comparación con Nápoles en 1862: "El panorama de Constantinopla es más grandioso que el de Nápoles gracias a los grandiosos cipreses y a los innumerables minaretes y cúpulas [...] en Nápoles; en donde por otra parte todo lo que se ve en el horizonte son unos pinitos enanos." 3 Un viajero tan ilustre fue enseguida reconocido antes de que desembarcara "Así pues, mi hombre |el dragomán|, abriéndose paso por entre una multitud prosaica y sin interés para él, se abalanzó sobre mí y me plantó en las narices una tarjeta en que leí. previo un paso atrás, Hotel de

Byzance."4

La guerra de Crimea había abierto las puertas a la economía acrecentándose las relaciones comerciales \ con ellas el turismo. José María de Murga y Murgategui, también conocido como el Moro Vizcaíno, participó en la batalla de Malakoff en 1855 manifestando en sus cartas el desencanto por un Estambul que estaba dejando de ser exótico 5 . Es en este momento cuando se produce el cambio de viajero a turista. De hecho los primeros anuncios de hoteles y restaurantes son de los primeros años de la segunda mitad del siglo 6 .

' L a m a r t i n e , op. cit. p. 191. 2

Ib. p. 192.

3 4

P e d r o Paz Soldán y Unanue, op

it. p. 333.

Ib. p. 331.

5 C o n v e r s a c i ó n con D a María T e r e s a M u r g a ( 1 4 - M a r z o - 1 9 9 6 ) . A p a r t e de los Recuerdos Marroquíes. Bilbao, 1868 (reeditado en Marquina por Federico Berástegui en 1994) el resto de la obra p e r m a n e c e inédita a u n q u e merece la pena reseñar un par de estudios que se hicieron s o b r e este v i a j e r o c o m o el de D o m i n g o M a n f r e d i C a n o : El Moro Vizcaíno. Madrid, Publicaciones Española, 1955, p. 4: "Pero c o m o el afán de la aventura y el c a m i n o está en las entrañas de todos los españoles, e ncontró en C r i m e a a gente de su país vasco. La anécdota es m u y curiosa y m e r e c e la pena c o n o c e r s e . Dicen que entre los prisioneros había u n o que h a b l a b a un i d i o m a extraño, que nadie c o m p r e n d í a ni nadie había o i d o hablar j a m á s . C o m o M u r g a tenía f a m a de políglota, k llamaron a él y le pusieron frente al prisionero del idioma misterioso. El prisionero y su idioma no eran sino vascos por los cuatro costados. En cualquier rincón del m u n d o que haya guerras, aventuras, luchas, e m o c i o n e s y ocasión de morir por algo ue no sea exclusivamente un puñado de oro, allí podrá encontrar un viajero los españoles." Ver de Z a f e r T o p r a k "From traveler to tourist, f r o m c r a f t to industry, the T o u r i s m Industry in Ottoman Times" en Istanbul, Estambul, Vol. II n° 1 Invierno de 1994.

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IJna de las características del viajero del Perú es: "Una afirmación de l'e en los valores peruanistas, frente al espectáculo de las civilizaciones occidental y oriental."' Hstos valores están muy presentes desde el desembarco "Al mismo tiempo había cundido no sé como entre la chusma dragomana la voz de que yo era español; porque en mis viajes, en Oriente sobre todo, jamás pude hacer comprender que peruano y español eran cosas distintas" 2 . Lo que el viajero hispanoamericano parece ser que no llegó a entender es que si la realidad española, por la falta de contactos con el mundo otomano, les parecería una realidad muy lejana; el Perú a los dragomanes les habría parecido poco más que algo extraterrestre. Entre todos los dragomanes estaba el de la legación española a quién el viajero peruano despreció porque: " juzgué irregular mi presentación en el consulado de España ( ] y dándome aires de súbdito rebelde e independiente me lancé en Constantinopla como me había lanzado en Alejandría, Damasco, y tantas otras ciudades de Oriente: como un pobre viajero a-cónsul, in-cónsul, sin cónsul." 3 La soledad es un elemento esencial del llamado mal du siècle que tiene una visión del espacio circular: un círculo donde el yo es el centro 4 . El viajero se enfrenta a un espacio extraño dónde sólo su punto de vista existe frente a la contemplación del paisaje que le rodea. Este es un elemento afín a románticos y modernistas que participan de la huida y del ¡nal du siècle. Adolfo de Mentaberry siguió los pasos del peruano cinco años después: la experiencia ya me había enseñado que lo más prudente era entregarse a uno para que este ahuyentara a los demás. Tomé, pues, la tarjeta del hôtel de Bizancio, que un arnaute me presentaba." 5 Antes de llegar al hotel tuvo que pelearse con los aduaneros por mucho que les entregara el pasaporte diplomático para que no pudieran intentar el menor registro. La indignación del diplomático español llegó también a los intérpretes "son todos unos ignorantes, que se dan a sí mismos aquel título porque destrozan más o menos las lenguas francesa o italiana." 6 La llegada al hotel es otro fragmento de este

' E d u a r d o Núñez, editor del texto de Pedro Paz Soldán y Unanue, op. cit. p. 30. 2

Ib. p. 331. p. 332.

4

J e a n - Y v e s T a d i é , op. cit. pp. 20-21. Este autor en estas páginas cita la teoría de Musset sobre el h o m b r e del siglo X I X q u e no coincide con la historia de su t i e m p o "trois é l é m e n t s partageaient |...J la vie qui s'offrait alors a u x j e u n e s gens: derrière eux un passé à j a m a i s détruit [...], devant eux l'aurore d'un i m m e n s e horizon [...1 et entre ces deux m o n d e s une mer houleuse et pleine de naufrages" de La confession d'un enfant du siècle. El viajero peruano encarna p e r f e c t a m e n t e en esta descripción. El c o b r o de la herencia le p e r m i t i ó escapar de Perú para poder hacer su v i a j e soñado por Oriente y Occidente. La soledad de este viajero hacen de la ciudad el m a r c o ideal para sus fantasías románticas. ^Mentaberry, op. cit. pp.431-432. 6

Ib. p. 433.

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texto muy representativo de la visión española de un conocedor de los textos románticos franceses: Al fin, v e n c i d a s estas p r i m e r a s d i f i c u l t a d e s , p r o s e g u í mi c a m i n o a t r a v é s d e las c a l l e s p e n d i e n t e s , s u c i a s y t o r t u o s a s del b a r r i o de G á l a t a , i n f e c t o y e n l o d a d o t a b u c o d o n d e m o r a n los griegos, barrio d e del c o m e r c i o , de los bateleros, de los c a f é s , tabernas y tiendas de c o m e s t i b l e s . La prosaica r e a l i d a d de t o d a s estas i n m u n d i c i a s e m p e z ó a causar mi d e s e n c a n t o de C o n s t a n t i n o p l a , c o m o c a u s a en t o d o s los v i a j e r o s , p u e s c o m p a r á n d o l a con la poética ilusión q u e las p e r s p e c t i v a s del B o s f o r o m e i n s p i r a r o n , m e sentía i m p r e s i o n a d o cual d e b e estarlo un a m a n t e r o m á n t i c o y s o ñ a d o r q u e , h a b i e n d o visto a la s e ñ o r a de sus p e n s a m i e n t o s s o n r e í r l e d e s d e el alféizar de una ventana, mientras se entretiene en una labor q u e el doncel piensa no p u e d e ser otra que la de e n g a r z a r perlas, se acerca l u e g o , p e n e t r a en la estancia y ve...¡Cielos! ¿ q u é vio?- H a visto q u e su p r i n c e s a está f r e g a n d o y cierra los o j o s h o r r o r i z a d o . '

Adolfo de Mentaberrv muestra su desencanto. El sueño de la llegada se ha terminado al entrar en contacto con la población e intrincarse en las callejuelas del barrio franco. No renuncia a las comparaciones con la mujer amada y la descripción del movimiento, las peleas, los olores y el misterio de las casas turcas se mantienen en la línea empezada por Chateaubriand. Vicente Moreno de lu rejera comenta al llegar: "No nos detendremos en una descripción detallada de Constantinopla por no repetir lo que ya hemos dicho de las poblaciones turcas. Las mismas calles estrechas, sucias y sombrías, las mismas casas de renegrida madera, los mismos tipos indolentes que hemos visto en Chanak." 2 Resulta extraño en un militar, que no prescinde de un tópico, que dé ma> importancia a una pequeña población en los Dardanelos que a la capital Hs bastante sospechoso si se tiene en cuenta que aquellos a quienes no les lúe permitido el pasaje a Estambul tuvieron que permanecer más de mes y medio en (^anakkale. La versión oficial de de la liada proporciona una visón mas realista que la de Mentaberry y mucho más completa que la de su compañero de viaje: Al penetrar en las calles de aquel c o n j u n t o de ciudades que f o r m a n la gran c i u d a d , el e n c a n t o d e s a p a r e c e . A p e n a s se han a p o d e r a d o los R a m a l e s o m o z o s de carga, q u e llevan s o s t e n i d a c o n la c a b e z a u n a e s p e c i e d e t o s c a a l m o h a d a q u e les cae s o b r e la e s p a l d a , p a r a soportar m e j o r el p e s o y las a n g u l o s i d a d e s de los fardos, ( c o s t u m b r e q u e se c o n s e r v a d e la m i s m a m a n e r a e n t r e los m o z o s d e cordel de G r a n a d a ) y se e m p i e z a la difícil a s c e n s i ó n del barrio de Pera, d o n d e se encuentran f o n d a s a la europea en c a s a s de piedra l

Ib. pp. 433-435.

2

Moreno de la Tejera, op. cít. p. 61.

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por la f r e c u e n c i a c o n q u e se s u c e d e n los i n c e n d i o s en C o n s t a n t i n o p l a siéntese c r e c i e n t e m a l e s t a r y d i s g u s t o , p o r q u e las m o l e s t i a s de la p e n o s a m a r c h a , nos a r r a n c a n del g r a t o y e n c a n t a d o r e n s u e ñ o q u e e m b a r g a b a el e s p í r i t u al c o n t e m p l a r d e s d e la toldilla del v a p o r la c e l e b r a d a reina de Oriente'.

El perfil del experto en la materia cambia con la mitad del siglo. La mayoría de las grandes universidades tenían ya alguna disciplina de tipo orientalista en sus programas. Un campo de estudio muy vasto donde se podía estudiar tanto la historia como las religiones, la geografía o el arte de las diferentes culturas asiáticas y norteafricas. Las numerosas sociedades geográficas o asiáticas que surgieron proporcionaron subvenciones y becas a los estudiantes. Sirvieron de vehículo de difusión del conocimiento de estos territorios publicando sus estudios de una forma más rigurosa que los textos anteriores 2 . España se caracteriza por tener un romanticismo tardío que unido al escaso interés en el Mediterráneo oriental hace que los pocos textos existentes sean memorias de embajadores cortadas por un mismo patrón. Carecen de una formación sólida en lo referente al idioma, a la religión islámica y a la cultura otomana en general. Pretenden envolverse en la aureola de gloria y exotismo de los viajeros románticos franceses, algunos de los cuales también llevaron a cabo misiones diplomáticas como el Nouveau Voyage en Orient de Lamartine. Un ejemplo de todo esto es Melchor Ordóñez Ortega que tiene una visión híbrida de la llegada. Los trámites burocráticos no les permitieron desembarcar hasta el día siguiente. Las anécdotas de la primera velada en Estambul se mezclan con una descripción de la ciudad donde: "Algunos luceros diseminados de trecho en trecho sobre aquel inmenso tul parecían las ardientes miradas de las odaliscas infieles asesinadas después de las orgías del harem, y arrojadas por un plano inclinado a los abismos del Bosforo, inmensa tumba cristalina, guardadora de tan sangrientos secretos." 3 Esta descripción cargada de lujuria y violencia da paso a una referencia a la obra realista de Amicis. El texto de Opisso proporciona en este aspecto otro ejemplo de una literatura de carácter divulgativo. El capítulo II se llama Constantinopla por dentro: "No había anochecido aún cuando D. Federico Morales se mostraba profundamente disgustado. La capital de Turquía era espléndida, incomparable vista desde lejos; vista por dentro era una ciudad execrable, en la cual no se conocía absolutamente la policía urbana, una mezcla de lugarón de la Mancha

'Rada, op.cit., p. 66. Edward Said, op. cit. p. 233. 3 Ordóñez Ortega, op. cit. p. 179. 2

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y de boulevard de París (aunque sin empedrar) un revoltijo de Tetuán y de Sevilla.'" Amicis la compara con un arrabal de Marsella, Opisso con Sevilla y la Mancha. Tetuán es, a diferencia de Estambul, una ciudad conocida por los lectores españoles. La información que siguió la guerra de Africa de 1859-60 produjo una abundante literatura sobre el tema, incluyéndola novelistas como Pérez Galdós en sus obras. Zayas narra su llegada también en el segundo capítulo. Los primeros pasos que dio dicen poco de la imagen del diplomático: "Custodiado por dos de esos personajes d e s a r r a p a d o s turcos], de igual modo que escoltaría a un malhechor una pareja de la Guardia civil, llegué hasta un vehículo que debió de ser milord en sus juveniles años y al cual estaban enganchados un tronco de pencos tordos, menos deteriorados que la mugrienta librea del auriga." 2 Llama la atención que un diplomático cuya llegada apareció en la prensa tenga una descripción de su llegada más propia de una novela del Oeste. Es de extrañar que la legación española, tan atenta en épocas anteriores (incluso con el subdito peruano), no mandara a nadie a recogerlo. Lo más sorprendente es cómo utiliza este primer contacto para manifestar su personalidad: "("orno no me había f o r j a d o grandes ilusiones sobre los adelantos urbanos

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Constantinopla ni sobre k próspero de la administración municipal, pude recorrer sin experimentar decepción alguna las sucias calles de Stambul y ver sin extrañeza sus sucias casas de madera. Así era, así debía ser y asi" me imaginé que sería la populosa capital del Imperio Otomano, entregada al enervante dominio de un pueblo enemigo eterno de la Religión cristiana, que es en mi sentir la única fuente de la verdadera cultura." 3

La visión de este autor es la de aquel que iba a ser representante de España en la Sublime Puerta, sin embargo, en la redacción de sus memorias su figura intenta deslindarse del burócrata para convertirse en un héroe de novela de aventuras. La llegada es un claro ejemplo de cómo escondido en el papel de viajero, escritor o poeta se esconde el diplomático. Por el contrario, la llegada de los Pulido en plena tormenta de verano, proporciona la visión moderna de una familia en \ acaciones:

' Opisso, op. cit. p. 16. ^Zayas op.cit. p. 28.

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El pintoresco espectáculo del muelle, cubierto de intérpretes, guías, representantes de hoteles, f a m i l i a s de viajeros, d e s c a r g a d o r e s , ganchos, gente toda que grita, que llama, que anuncia, que pregunta, en todos los idiomas que se hablan en Constantinopla, es decir en todos los idiomas. Los trajes de tan variado público no tenían nada de artístico, europeos y la mayoría no muy limpios; el fez (gorro turco) era lo único que delataba el país. ¡Pulido! ¡Pulido! y contestamos ¡Aquí! Era el intérprete dragomán del Hotel de Londres que esperaba nuestra llegada. El dragomán facilitó las engorrosas f o r m a l i d a d e s de pases y aduanas, llamó a un cochero, los dos discutieron a voces y quisieron pegarse por falta de acuerdo en el precio de la carrera, y e n t r e t a n t o nosotros, c a l a d o s hasta los huesos, nos a c o m o d á b a m o s en el v e h í c u l o en m e d i o de un corro de chicos m e d i o d e s n u d o s y de viejos andrajosos, que extendían la m a n o pidiendo una limosna. ¡Cuánto bullicio! ¡cuánto alboroto! ¡cuánta animación! Desde el muelle al hotel el recorrido fue una cuesta muy pendiente a través de calles, algunas curiosas, pero todas sucias '

A principios de siglo el turismo estaba ya bastante masificado como prueba este fragmento. La primera impresión que les produce los turcos es la semejanza física con los españoles; un rasgo que empieza a aparecer en otros viajeros. La llegada de Mentaberry en medio de los mismos trámites burocráticos y peleas de dragomanes, es para los Pulido algo meramente anecdótico dentro de lo pintoresco que les parece el ambiente. La cuesta y las calles tampoco requieren demasiada importancia dentro de las vacaciones estivales. Pin i Soler es también otro turista: "Ens instalarem á l'hotel pera reposar una estona, esperant que l'ayguat amaynés y per no perdre temps menjarem una lleugeresa, apuntarem en un cap de paper lo projecte del programa." 2 Ibáñez de Ibero pone otra vez punto final a la visión de la capital otomana. El encuentro con los turcos se produce en Pavlo-Koy donde el tren se detuvo a por municiones. Un oficial turco sentado no lejos de él, con el entrecejo levemente fruncido y los ojos de un negro azabache le sirve para simbolizar el estado del Imperio Otomano. La expresión del oficial con mezcla de violencia, apatía y tristeza es la proyección de los sentimientos que el viajero tiene sobre el imperio agonizante. El oficial es un elemento, aparentemente elegido al azar, que simboliza la Turquía de 1915. La entrada en la ciudad es descrita como lo que es: un paisaje en época de guerra visto desde la ventanilla de un tren. Las casas, el empedrado, el paisaje y la cuesta tienen otro aspecto en esta última visión. Ya no son los alegres turistas que llegaban en medio del chaparrón en verano. Es otra vez la visión de un viajero que vuelve a llegar solo: "Qu'elle est lugubre, cette arrivée dans la nuit sous la ' A n g e l Pulido Martín, op. cit. pp.132-133. 2

P í n i Soler, op. cit. p. 113.

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pluie battante! Je revois encore les rues noires du quartier de Stamboul que la voiture parcourt cahin-caha, á travers les flaques d'eau et les pavés pointus." 1 Ibáñez de Ibero está cansado por un viaje que la guerra ha vuelto a alargar, la lluvia de otoño no es la tormenta de verano de Pin i Soler. Pasa la aduana, los controles y de dirige al Pera Palace. La descripción está llena de la melancolía que le produce presenciar la tristeza de una ciudad, sobre la que tanto se ha escrito, ocupada por la Gran (¡uerra.

LOS B A R R I O S A. SULTANAHMKI'

A finales del siglo XVIII el corazón de la antigua Constantinopla hace mucho que ha perdido el aspecto bizantino. Santa Sofía, rodeada de los cuatro minaretes, se mantiene erguida c o m o s í m b o l o de la cristiandad sometida. Frente a ella, la Mezquita Azul levanta sus seis alminares desafiándola. Las dos se ven desde casi lodas las perspectivas, serán o b j e t o de múltiples descripciones y visita obligada. K1 hipódromo bizantino, situado en el m i s m o centro del barrio, se conviene en el lugar de peregrinación que mejor representa a la ciudad clásica. Los tres restos que aún perduran son: el Coloso, situado en la parte sur de la spina, fue construido en piedra de sillería hacia el siglo IV; la C o l u m n a Serpentina, f o r m a d a por tres serpientes entrelazadas de bronce que recordaban la victoria griega en la batalla de Platea en el 4 7 6 a.C. había sido traída de Delfos en el año Í30 por Constantino el Grande, y, el Obelisco de Teodosio. Se trata del monumento más antiguo de la ciudad es de granito rosa, procede de T e b a s , data del siglo XVI a.C. y c o n m e m o r a las victorias de Tutmosis III en Siria. El emperador T e o d o s i o el Grande lo erigió sobre una base en piedra blanca donde está representado presidiendo las carreras de caballos 2 . Los tres restos del hipódromo están rodeados de casas de madera y cafetines. Los observadores extranjeros en la plaza Atmeydan la describen y se imaginan el escenario de las carreras de caballos. Así lo vio en 1784 José Moreno: Sus columnas \ pirámides, sus muchas estatuas de representación natural y alegórica, su gradería de mármol, el tribunal del emperador con v e i n t i c u a t r o c o l u m n a s g r a n d i o s a s , c u y a d e s c r i p c i ó n o c u p ó ya a varios escritores, solo constan de sus testimonios. Un siglo antes de caer

' Ibáñez de Ibero, op.cit., p. 115. 2

P . G. Incicyan habla del H i p ó d r o m o en su libro 18. Asirda XVIII). Estambul, Baha, 1976 (V ed.) pp.63-66.

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Constantinopla en poder de los otomanos, todavía se veían ruinas que indicaban la figura del hipódromo, y el asunto de algunos de sus monumentos. Hoy en día convertido este sitio en una gran plaza de trescientas varas de largo por ochenta y cinco de ancho, poco más o menos, cuyos edificios son modernos al uso turco no tiene recomendación I ninguna. 1

La memoria de José Moreno refleja el conocimiento de la tradición de descripciones sobre este lugar, prefiriendo la recreación de un escenario histórico a la percepción de la realidad contemplada. La mentalidad ilustrada del viajero no puede menos que lamentarse por el estado en que se encuentran la herencia clásica de Estambul 2 . La conquista de la ciudad por los otomanos trajo consigo una nueva concepción de la estética y del arte. Las estatuas antropomórficas de metal terminaron convertidas en cañones, las de mármol en cal y las placas de bronce en monedas. El hipódromo consiguió mantener los últimos restos del pórtico circular y seis columnas de la spina. El último resto del pórtico será descrito en el siglo XVIII como una columna escondida entre casas turcas sin capitel pero con pedestal. José Solano se fija en lo que su contemporáneo ha considerado indigno de mención. Los turcos también se sirven de la plaza como lugar para ejercitarse a caballo y describe la habilidad de los jinetes capaces de recoger palos o bolas sin bajarse de la montura , 3 Ali Bey la describe como: una plaza irregular, la cual tendrá doscientos cincuenta pasos de larga sobre ciento cincuenta de ancha." 4 Las tres primeras descripciones de la plaza incluyen las medidas con diferentes unidades: varas, toesas y pasos. El nombre de la plaza también cambia. Moreno se mantiene en la tradición de llamarlo el hipódromo, y Solano y Ali Bey dan también el nombre turco: Atmeydan 5 . Los tres autores destacan los restos convertidos, desde hace siglos, en elementos indispensables del viaje a Constantinopla. Un obelisco egipcio de granito rojo, igual a las Agujas de Cleopatra en Alejandría [...] cada cara presenta una línea perpendicular de jeroglíficos de grande dimensión; descansa sobre los cuatro dados de bronce, cuya base es un pedestal compuesto de diversos trozos de mármol grosero y mal trabajado [...] A algunos pasos de dicho obelisco se ve otro elevado por los griegos a imitación del precedente; creo también está construido sobre las mismas ' Moreno, op.cit.

p. 185.

^ " P e n d a n t des siècles les voyageurs continuront à pleurer sur des oeuvres d'art, qui sombraient les unes après les autres, sur l'humiliation infligée à l'hellénisme dans son passé païen c o m m e dans son passé chrétien" Jean Ebersolt op. cit. p. 91. ^ Solano, op. cit. pp. 28-29. 4 5

A l i Bey, op. cit. p. 486.

Ib.

74

V 1A J H R O S

H I S P Á N I C O S

EN

ESTAMBUL

dimensiones; más siendo formado de piedras pequeñas de diversa especie y también amenaza ruina, contrastando singularmente su debilidad con la caña del otro, admirable por su fuerza y grandeza Entre ambos obeliscos se encuentra una especie de columna truncada de bronce, cuya parte superior falta. Pretenden remataba en tres cabezas de serpiente, cuyos cuerpos enroscados formaban la caña.'

El general Miranda \ isitó tres veces el Atmeydan: "Dicha plaza está sin empedrar y bastante abandonada y puerca." 2 Este viajero no sólo describe los obeliscos y sus inscripciones, sino que a p o r t a i n f o r m a c i ó n sobre otros m o n u m e n t o s que datan de la época bizantina: " L u e g o a la gran Cisterna, que llaman, cerca del Hipódromo, que es un subterráneo sostenido por una cantidad de columnas, a la manera de la Catedral de Córdoba y se dice que el n ú m e r o asciende a 1.002 columnas, a dos o tres, una sobre otra. A q u í se tuerce seda."- 5 La opinión sobre los m o n u m e n t o s de Estambul de Chateaubriand a principios del siglo XIX es tajante: "La permanencia en Constantinopla me era insoportable. Sólo me es grato visitar los lugares e m b e l l e c i d o s por las virtudes o por las artes, y no hallaba estas ni aquellas en la patria de los Focas y los Bavacetos." 4 El desprecio a la capital del imperio que ha oprimido al m u n d o clásico se entiende en el papel que jugaron tanto Chateaubriand c o m o Lord Byron en la guerra de independencia helénica de 1821 -29 5 . Los viajeros románticos acaban con las ú r m a s ilustradas donde la descripción no estaba tan í n t i m a m e n t e relacionada con los sentimientos. Un claro e j e m p l o será la o p i n i ó n de esta misma plaza de L a m a r t i n e c o m o e s c e n a r i o del l l a m a d o Auspicious

Event, el fin de l os jenízaros 6 . Las reformas de Mahmud II (1808-

1836) consiguen terminar con las tropas q u e derrocaron y asesinaron a. su predecesor Selim III (178 1 ) 1807). La matanza de los jenízaros por el nuevo e j é r c i t o , a d i e s t r a d o y vestido a la e u r o p e a , s u p o n e el internacional del deseo de

reconocimiento

Imperio O t o m a n o de modernizarse. M i c h a u d

d e s c r i b e la plaza en 1830 f i j á n d o s e en las m a r c a s de las balas y d e los cañonazos de 1826. A partir de este momento los estudiosos empiezan a

^ T o l e d o Mansilla (ed), op.cit., p 4 i. 3

Ib. pp 64-65. ^ C h a t e a u b r i a n d , op. cit. p. 158. ^ L a i m p o r t a n c i a de estos a u t o i e s en el F i l o h e l e n i s m o se vio r e f l e j a d a en c u a d r o s y publicaciones. La muerte de lord Byron en la batalla c o n m o c i o n ó a los poetas y artistas que f o r m a r o n este movimiento. Fanni María Tsigakou ha tratado este tema en Redescubrimiento de Grecia, viajeros y pintores del Romanticismo. Barcelona, Ediciones del Serbal, 1985. 6 L a importancia que tuvo la aniquilación de las tropas q u e aterrorizaron E u r o p a d u r a n t e la E d a d M o d e r n a lo estudia Andrew W h e a t c r o f t en The Ottomans. L o n d r e s , V i k i n g , 1993. El capitulo 4 T h e Auspicius Event': the extirpation of the Janissaries, describe las causas de la revuelta y el lugar que ocupaban en un Estado que intenta reformar el ejército.

LA

V I S I O N

I) H

H S T A M B V L

considerar la tradición clásica a la par que la otomana

75

Lamartine prescinde de

hablar de toesas, varas, pies y ruinas para revivir el verano de 1826 2 . El viajero está fascinado por este acontecimiento histórico y describe por primera vez la matanza. Las tropas fieles al sultán, los artilleros, y los bostangis ocuparon las avenidas de las calles vecinas al hipódromo y los artilleros vascilaron: un oficial determinado, llamado Kara Djehennem, corrió a uno de los cañones, disparó su pistola sobre el cebo de la pieza, y el tiro de metralla derribó a tierra los primeros grupos de los jenízaros: estos retroceden; el cañón hizo f u e g o en todas direcciones sobre la plaza, y el incendio c o n s u m i ó los cuarteles. Prisioneros en tal estrecho lugar perecieron a millares bajo las paredes d e s p l o m a d a s , y entre las llamas m i s m a s ; y la e j e c u c i ó n q u e c o m e n z ó desde luego, no acabó sino con el último de los jenízaros, ciento veinte mil hombres alistados en este cuerpo en la capital solamente, fueron víctimas del furor del pueblo y del sultán y las aguas del Bosforo arrastraron sus cadáveres al mar de Mármara^.

I^a descripción de la plaza de este autor francés es una visión paisajística donde la evocación histórica del mundo clásico se reduce al mínimo: "En la cumbre de la aplastada colina de Stamboul se distinguen entre las paredes de las casas y los minaretes, tantas veces indicados, una o dos colinas ennegrecidas por los incendios, y bronceadas por el tiempo, las cuales son los restos de la antigua Bizancio, que quedan en pie sobre la plaza del Hipódromo o del Ancredan." 5 Cuando el viajero peruano visita Estambul en 1862 los obeliscos y la Columna Serpentina son vistos de pasada. Los jenízaros forman parte del recuerdo y en la misma plaza han abierto un museo que le sorprende: " [...] que es por el estilo del de Madame Toussaud en Londres, con la diferencia que las figuras no son de cera y la ejecución menos brillante. Estas figuras representan el mundo jenízaro bajo todas sus fases, desde el gran personaje hasta el panadero del regimiento y el aguador." 6

' "Dans tout ce qui nous reste des anciens m o n u m e n s , chaque pierre prend une voix pour nous de ce que les temps passés ont de glorieux" Michaud y Pojoulat, op.cit. p. 291. ^Lamartine, op.cit p. 220. ^ L a ejecución de Selim III por los jenízaros y el fin de estos aparecen esbozados en esta obra. El Le Nouveau Voyage en Orient, (Paris 1851) le dedica un capítulo entero que interrumpe la narración del s e g u n d o de sus viajes. Lamartine está considerado c o m o el historiador de Turquía su Histoire de la Turquie, (París, 1855) en 8 volúmenes dedica buena parte del último t o m o a este hecho histórico que tanto le impresionó. ^ L a m a r t i n e , op.cit. pp.221-222. 5 Ib. p. 227. 6

P e d r o Paz Soldán y Unanue, op. cit. p. 340.

76

V I A J HR O S

H I S P Á N I C O S

EN

H S T A M B U L

A d o l f o de Mentaberrv describe los restos del hipódromo, escenario tanto de matanzas bizantinas corno o t o m a n a s 1 . Los años transcurridos entre 1826 y 1867 han añadido este aspecto a una literatura de viajes ávida de espacios donde se e s t r e m e c e la sensibilidad del artista romántico:

aquella a t m ó s f e r a , tan

d i á f a n a y tan pura, está de tal m o d o c a r g a d a de terribles r e c u e r d o s q u e involuntariamente cree uno respirar vapor de sangre y miasmas cadavéricos." 2 La segunda mitad del siglo va d e s p l a z a n d o la mirada de los viajeros de los restos del I m p e r i o B i z a n t i n o a las r e f o r m a s del I m p e r i o O t o m a n o . L a m e m o r i a del viaje de Juan de Dios de la R a d a d e f i n e el h i p ó d r o m o c o m o un e s p a c i o d o n d e se puede e\ ocar el recuerdo de C o n s t a n t i n o p l a d e n t r o de las pocas antigüedades que q u e d a b a n 3 . La f o r m a c i ó n de este intelectual p r o d u c e unas reflexiones históricas más d o c u m e n t a d a s que las de M e n t a b e r r y por los datos de las medidas de los n o n u m e n t o s , la reconstrucción del h i p ó d r o m o con todo lujo de detalles arquitectónicos, referencias a emperadores y revueltas. D e la R a d a aporta las inscripciones griegas del obelisco en latín, c o m o lo hicieron M o r e n o y S o l a n o , b a s á n d o s e en G y l l i u s 4 y H o b h o u s e 5 , esta vez. cori las t r a d u c c i o n e s en castellano, Bn 1871 los jeroglíficos del O b e l i s c o E g i p c i o habían d e j a d o de ser un misterio. La Egiptología estaba ya consolidada y de la R a d a p u d o servirse d e la o b r a de C h a b a s para incluir en su m e m o r i a la traducción del texto del lado oriental del obelisco. 6 La visita al M u s e o Je los J e n í z a r o s de E d m u n d o A m i c i s m u e s t r a la i m a g e n de los antiguos so d a d o s q u e con el p a s o de t i e m p o van q u e d a n d o relegados a la m e m o r i a 7 . Este autor italiano la describe utilizando una estética que recuerda a la de los mosaicos bizantinos: " O l i m p o de mármol y bronce, y h o s t i g a d a s por la gritería de una m u c h e d u m b r e vestida de p ú r p u r a y seda, volaban la cuadrigas de oro i presencia de los emperadores deslumbrantes de

' A d o l f o de Mentaberry, op. cit. p 534. 2

lb.

3)uan de Dios de la Rada op. cu p. 407. ^ P i e r r e Gylli es autor de De Topographia Constantinopoleos et de illius antiquitatibus libri quatuor,publicado en Lyon en 1561, según Ebersolt es una de las p r i m e r a s d e s c r i p c i o n e s sistemáticas de la ciudad, su obra tuvo una gran difusión en Francia, hasta bien entrado el siglo XIX f u e tenida en cuenta por muchos viajeros. 5

J o h n C a m Hobhouse llevó consigo un ejemplar de la obra de Gyllius en su viaje de 1809 1810, publicado en Londres en 181?. ,t journey throught Albania and other provinces ofTurkey in F.urope and Asia to Constantinople "Le plus grand nombre des antiquités qu'avait vues Gyllius ont disparu; mais il est très probable qu'une recherche attentive ferait découvrir b e a u c o u p de m o n u m e n t enclos dans les palais et les jardins des Turcs." H o b h o u s e citado por Ebersolt, op. cit. p. 213. " R a d a y Delgado, op. cit. p. 4 1 9 se basa en Chabas y en Lepssius, Denmarken Abth. I I I , 60. . 7 E d m u n d o Amicis, op. cit. tomo II p. 410.

aus

Aegypten,

L A

VISION

D H H S T A M B U I.

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p e r l a s y p e d r e r í a . " 1 D e h e c h o , el t e m a d e las r u i n a s f a s c i n a d e igual m a n e r a a r o m á n t i c o s y r e a l i s t a s . Si l o s p r i m e r o s las u t i l i z a b a n p a r a s u s e n s o ñ a c i o n e s los s e g u n d o s l o h a r á n p a r a r e v i v i r la H i s t o r i a y s u s c o n s e c u e n c i a s . D e la R a d a s e o c u p a d e la d e s t r u c c i ó n d e la c i u d a d c l á s i c a p o r la o c u p a c i ó n l a t i n a d e 12041261 q u e t r a j o m u c h a s d e s c r i p c i o n e s y t r o f e o s d e g u e r r a a E u r o p a o c c i d e n t a l . L a s a n d a n z a s d e los c a b a l l o s del h i p ó d r o m o e s un b u e n e j e m p l o d e c ó m o las o b r a s d e a r t e c a m b i a n d e l u g a r y t e r m i n a n p o r ser u n o d e l o s e l e m e n t o s m á s e m b l e m á t i c o s del n u e v o e m p l a z a m i e n t o : La magnífica tribuna imperial, que con sus altas columnas f o r m a b a un m o n u m e n t a l f r o n t i s p i c i o , estaba e n r i q u e c i d a a d e m á s con los f a m o s o s caballos de bronce, atribuidos a Lisippo, y que fueron llevados y traídos, primero a Constanlinopla; después, a consecuencia de la cuarta cruzada, a Venecia; instalados sobre el arco de triunfo de Carrousel, más tarde, como artístico trofeo de las victorias de Bonaparte; y restituidas a la patria de D á n d o l o al eclipsarse la buena estrella de los f r a n c e s e s en 1814, donde todavía causan, en San Marcos la admiración de artistas y viajeros.^

N a r c i s o P é r e z R e o y o nos ha d e j a d o u n a recreación histórica del H i p ó d r o m o bastante crítica pero m u y bien d o c u m e n t a d a . Se trata de una o p i n i ó n b a s t a n t e r e p r e s e n t a t i v a d e la s o c i e d a d e s p a ñ o l a d e la é p o c a , p a r a la cual R o m a f u e la e n e m i g a d e l o s p r i m e r o s c r i s t i a n o s y e s t e t i p o d e l u g a r e s el e s p a c i o d o n d e m u c h o s d e e l l o s p e r d i e r o n su vida: T e a t r o p r e d i l e c t o , d u r a n t e m u c h o s siglos, el H i p ó d r o m o , d e las f a s t u o s a s fiestas de la capital del B a j o Imperio, lo f u e a s i m i s m o de los m o n s t r u o s o s c r í m e n e s que la d i e r o n triste celebridad y p r e p a r a r o n su estrepitosa ruina. En él se celebraban, a imitación de Roma, entre otros, j u e g o s públicos, los sangrientos combates de las fieras, y, al fin de que estas no saltasen a las gradas, abríase ante ellas el Euripo, p r o f u n d o canal surtido de a g u a que servirá a la vez para los espectáculos de h i p o p ó t o m a n o , c o c o d r i l o s y f o c a s . En él estallaron m u c h a s veces las t e m p e s t u o s a s colisiones de los verdes y azules, que en ocasiones convirtieron la arena en un lago de sangre. De su seno partió la voz precursora de muerte contra Mauricio, inmolado con sus cinco hijos, sus amigos y deudos por el infame F o c a s , l u d i b r i o d e s p u é s del I m p e r i o y del t r o n o . A q u í c o r t a r o n i g n o m i n i o s a m e n t e los s e d i c i o s o s la nariz al d é s p o t a J u s t i n i a n o II y arrastraron su p ú r p u r a imperial. A q u í f u e a p e d r e a d o en su tribuna el despreciable Miguel III el Beodo; y públicamente escarnecido para morir luego colgado por los pies Andrónico I, el bárbaro asesino de su pupilo y pariente A l e j o II. Desde su alta tribuna gozábanse aquellos monstruosos imperiales en ver caminar maniatados al encierro o al suplicio los reyes de las naciones subyugadas, los generales del imperio vencidos, los personajes sospechosos de traición y todos los sentenciados a muerte.^ l

Ib. p. 103 tomo I. Juan de Dios de la Rada y Delgado, op. cit. p. 409. ^Pérez Reoyo, op. cit. p. 337.

78

VIA.1HR0S

H I S P Á N I C O S

EN

K S T A M B U L

Como se puede apreciar esta plaza permite a los viajeros recrear la historia para poder expresar opiniones de muy diversa índole. Si Pérez Reoyo criticaba a la Roma pagana. Zayas tiene ia melancolía de un fin del siglo decadente, especialmente para España tras la crisis de 1898. En estas circunstancias la perspectiva de un diplomáiico español destinado en un agonizante Imperio Otomano halla en el hipódromo uno de los mejores escenarios para exponer el final de los imperios, un túnel del tiempo que lleva al viajero por los esplendores del Mediterránet Todavía permanecen en pie, sin embargo, para dar perenne testimonio de las f a s t u o s i d a d e s bizantinas, los obeliscos q u e d e c o r a n el a n t i g u o h i p ó d r o m o ; todavía eleva al cielo su cuadrangular pirámide el del gran Teodosio, hermoso bloque de rosáceo granito labró jeroglíficos preciados la civilización egipcia y lúe transportado al centro de aquella enorme plaza por el apóstata Juliano. Todavía la columna serpentina, formada por tres ofidios de verde bronce, eterniza el triunfo de Platea, en cuyo recuerdo f u e erigida ante el inmortal oráculo de Delfos; todavía ruinosa, maltrecha y despojada de las placas de dorado bronce que la guarnecían, por la codicia de los cruzados, subsiste la pirámide murada, obra de la fatuidad de un emperador decadente, tan inepto para el gobierno de sus estados como incapaz de comprender y de sentir las bellezas de las artes. 1

Pin i Soler encuentra en el barrio de Sultanahmed lo que no se veía desde la torre del Gálata manifestando el desencanto por los escasos restos clásicos: "

tot es pols envolada peí buf del temps." 2 El contencioso sobre

los caballos del hipódromo se mantiene, lo que no queda claro cual es la patria helénica a la que pertenecen: "Bonaparte'ls roba fentlos transportar a París, tornant després de 1815 á Venezia, ahont s'está la pota enlayre, esperant sens dubite'l moment d'empendre'l camí de llur patria helénica." 3 La mirada del catalán se diferencia de la de diplomáticos o militares volviendo a los planteamientos de los viajeros ilustrados que preferían el recuerdo a la percepción: "En aquesta plasa s'han esquarterat, s'han reduit á pastas sagnatats, s'han barallat y romput los óssos, fet saltar los cranis, obert los ventres ab cimitarras, llansas, darts, sabres, alfangs, sagetas, asconas, passadors, cayrells, punyals y ganivets de tota forma, Victoriats y Theodoristes, Blanchs y Verts, Byzantins de Byzanci y (¡oths de tota provedencia, Romans y Ostrogoths, Catalans

y Cenovesos, Grechs y Genovesos contra Catalans y Aragonesos,

Alans y Turcópols, Búlgars gent d'Orient de l'Africa, de ponent d'Europa." 4

' Zayas, op. cit. pp. 167-168. Pin i Soler, op. cit. pp.l 19-120. hb. 4 Ib. 2

LA

VISION

DE

E S T A M B U L

79

l a v i s i ó n del h i p ó d r o m o d e B l a s c o I b á ñ e z , c o m o la d e la m a y o r í a d e los v i a j e r o s , es t a m b i é n u n a d e s c r i p c i ó n d e c u a d r o s . Al s e r un t e x t o p e r i o d í s t i c o , d e s t i n a d o a u n o s l e c t o r e s q u e d e s c o n o c í a n el e s t a d o del I m p e r i o O t o m a n o , es f o r z o s a m e n t e d i d á c t i c o a la v e z q u e e x p o n e la r e a l i d a d . B l a s c o i n c o r p o r a el e l e m e n t o h u m a n o al p a i s a j e h i s t ó r i c o p r o p o r c i o n a n d o u n a n u e v a p e r s p e c t i v a 1 , d e e s t a m a n e r a la d e s c r i p c i ó n d e la p l a z a se a m p l í a i n c l u y e n d o p e r s o n a s y e d i f i c i o s o t o m a n o s 2 . L o s m o n u m e n t o s le s i r v e n d e s o p o r t e p a r a i n t r o d u c i r u n a p e c u l i a r v i s i ó n d e la H i s t o r i a y d e la c u l t u r a a d a p t a n d o los h e c h o s h i s t ó r i c o s a su i d e o l o g í a . Las mutilaciones de ia Columna Serpentina datan de m u c h o s siglos. El f a n a t i s m o cristiano de los bizantinos se ensañó en el m o n u m e n t o , viendo en las tres serpientes una obra del demonio. Varias veces el populacho la atacó con palos y piedras. En tiempos del emperador Teófilo, el patriarca de C o n s t a n t i n o p l a vino cauteloso una n o c h e , y a m a r t i l l a z o s r o m p i ó las cabezas de los reptiles. Solamente pudo destruir dos. Siglos d e s p u é s la superstición musulmana reemplazó al fanatismo cristiano. Al entrar M o h a m e d II vencedor de Constantinopla, sobre su caballo ensangrentado, ebrio de cólera y de matanza, llegó a la plaza del Hipódromo, deteniéndose ante la triple serpiente, a la que t o m ó por un ídolo de los vencidos. ¡Pueblo execrable de infieles, adoradores del demonio!...Y lanzó su m a z a con tal f u e r z a contra la bestia, que partió la única cabeza que se mantenía intacta. Después de este acto- según cuenta la tradición turca- una invasión de serpientes vivas se extendió por Constantinopla, y el pueblo, poseído de supersticioso terror, respetó y reparó el m o n u m e n t o . Pero los ladrones acabaron la obra destructora de la superstición. La columna tentó su codicia, se dedicaron a robar fragmentos de ella, y f u e vendido como vulgar metal el bronce contemporáneo de Temístocles, que aún conservaba legibles los nombres de las treinta ciudades griegas que tomaron parte en la lucha contra los persas, las mismas que menciona Plutarco.-'

L a d e s t r u c c i ó n d e las d o s c a b e z a s en t i e m p o del e m p e r a d o r T e ó f i l o ( 8 2 9 8 4 2 ) n o e s t á r e g i s t r a d a e n la l i t e r a t u r a d e v i a j e r o s del b i z a n t i n i s t a E b e r s o l t , en el s i g l o I X s ó l o h a y d o s t e x t o s : el del O b i s p o d e C r e m o n a y el d e I b n ben I a h j a y n i n g u n o h a c e r e f e r e n c i a al h e c h o d e s c r i t o p o r B l a s c o I b á ñ e z . C l a v i j o a p r i n c i p i o s del s i g l o X V d e s c r i b e el h i p ó d r o m o c o n los o b e l i s c o s :

estaban

tres f i g u r a s d e c o b r e y d e o t r o s m e t a l e s , y e r a n t o r c i d a s e n u n o c o m o s o g a , y

' V i c e n t e Blasco Ibáñez, op.cit. p. 104. hb. 3

Ib. p. 106.

80

VIAJEROS

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL,

encima tenia tres cabezas apartada la una de la otra, y las bocas abiertas." 1 El Nuevo

tratado

Constantinopla,

de Turquía

con una descripción

del sitio

y ciudad

de

de Octavio Sapicnza, publicado en Madrid en 1622, muestra

la columna con las tres cabezas intactas. Un francés, du Loir, en 1654 señaló que una de las cabezas había desaparecido a consecuencia de un golpe de maza en la época de Murat IV (1623-1640), posteriormente fue arreglada porque años más tarde nadie vuelve a reparar en ese detalle. El viajero holandés Bruyn la describe en 1700 con una cabeza sin mandíbula. Las hipótesis que aporta son dos: Mohamed II la rompió con un hacha de guerra, según otros fue el sultán Murat quién la derribó con una jabalina. La fecha del final de las cabezas tampoco está clara Lady Montangu las describe a principio del XVIII y el marqués de Bonnac que llegó un año antes afirma que ya no estaban. Lo cierto es que, desde la descripción de la dama inglesa hasta la actualidad, la Columna Serpentina permanece mutilada en lo que es hoy en día el barrio más turístico de E s t a m b u l 2 . El Museo Arqueológico de Estambul expone una de las cabezas.

B. FENER Tras la conquista Mohamed II mantuvo una actitud positiva con la población cristiana. La colonia genovesa de Gálata que había optado por una actitud ambigua durante la contienda conservó bienes, iglesias y la libertad de comercio. A cambio tuvieron que derribar los muros y entregar las armas. Los venecianos, por medio del tratado de paz y amistad de 1454, reanudaron las relaciones comerciales con la Sublime Puerta. Una de las premisas del nuevo dueño de la ciudad fue la separación de la iglesia ortodoxa de Roma, una de las condiciones impuestas por el Papa para apoyarles en el asedio. Jorge Scholastius Genadius fue proclamado patriarca renovándose las anteriores disputas entre ortodoxos y latinos 3 . La población ortodoxa se asentó en el barrio de Fencr que comprende desde la cima de la quinta colina hasta el ' R u y G o n z á l e z de Clavijo: Embajada a lamerían. Madrid, Miraguano, 1984 p. 63. Otros dos viajeros medievales en el Imperio Bizantino son B e n j a m í n de Tudela: Libro de viajes, edición, i n t r o d u c c i ó n y notas de G o n z á l e z Llubera, M a d r i d , 1918. Pero T a f u r : Andanças e viajes, presentación, edición, ilustración y notas por Marcos J i m é n e z del Espada (1874) presentación bibliográfica de Francisco L o p e . Estrada; incluye un estudio de José Vives Gatell y varios índices. Barcelona, El Albir, 1982. Sobre este t e m a véase de J o a q u í n R u b i o T o v a r : Libros españoles de viajes medievales Madrid. T auras, 1986. 2

V e r J e a n Ebersolt, op. cit. p. SO. 120, 130, 162, 163, 164, 172. Sobre esta c o l u m n a hay a b u n d a n t e bibliografía desde la mitad del siglo pasado: Das plataiesche Weihgeschenk zu Konstantinopel de O. Frick, S Reinach Chroniques d'Orient, París, 1896 y La Colonne serpentine a Constantinople, M o n o i r e s de la Société des Antiquaires de France, 1865. 3 V e r de Nicolas Vatin el capítulo III: l'ascension des o t t o m a n s ( 1 4 5 1 - 1 5 1 2 ) de Histoire de l'Empire Ottoman, sous la diret escenario. 1

Ali B e y , o p . c i t . p. 489.

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Los primeros objetos que atrajeron la atención a Ali Bey fueron joyas y armas. Los mismos símbolos de violencia y sensualidad que se exponían en Topkapi; pero el bazar no es sólo el lugar de las percepciones visuales 1 , l odos los sentidos encuentran cabida. La literatura de viajeros proporciona a los lectores una percepción de la realidad muy completa. El lector que había acompañado a Michaud 2 a probar las esencias del perfumero de palacio podrá descubrirlos y recrearse con Gautier en el Bazar Egipcio 3 . A mediados de siglo los bazares son ya uno de los tópicos del tratamiento de una ciudad, presentes también en los textos españoles. El viajero peruano lo describió así: "El bazar de la metrópoli y Constantinopla misma son un magnífico complemento de los viajes en Oriente; un resumen de todo lo que se ha visto." 4 Adolfo de Mentaberry piensa lo mismo 5 . Para observar el estado del Imperio Otomano no era necesario hacer largos viajes por desiertos. Bastaba un agradable paseo por el bazar para saber qué productos tenía y quiénes lo poblaban. De hecho uno de los atractivos del bazar era la tienda de Ludovico, un comerciante que debió de ser toda una institución en el Estambul de los años 1850 6 y 1860: "La tienda de Ludovico, el armenio, anticuario y filólogo que habla todas las leguas y vende las curiosidades más raras. Los extranjeros se agolpan a su tienda, que no tiene más de seis metros, y gastan todo su dinero, sintiendo no tener más para no dejar en ella nada, contemplando al mismo tiempo un cuadro de costumbres orientales pintoresco y lleno de animación." 7 La compra de objetos exóticos y la percepción de un mundo diferente les fascina a todos, ya sean turistas o diplomáticos. No hay mejor lugar que este para recrear los sentidos y así, de las primeras percepciones visuales y olfativas, se pasa al tacto y al gusto. Se alcanza de esta manera la percepción total del exotismo otomano; tanto del escritor como de los lectores: "(...] ricas telas de Brusa y de Damasco, cachemir de la India y del Jorasan, gasas de Mosul, tejidos del Líbano y de Alepo |... J vendedores ambulantes que ofrecen al transeúnte

' L a s sensaciones y los bazares de los países exóticos están tratados por Lily Litvak en El Sendero del Tigre, exotismo en la literatura española de finales del siglo XIX (1880-1913) Madrid, Taurus, 1986 pp.76-80. 2 V é a s e la carta X X X V Les Bazars 3-Sept-1830. - Une odeur pénétrante c o m p o s é e des aromes de tous ces produits exotiques vous monte a u x narines et vous enivre.- L à sont exposés par tas ou dans des sacs ouverts, la henné, le sandal, l'antimoine, les poudres colorantes, les dattes, la cannelle, le benjoin, les pistaches, l'ambre gris, le mastic, la noix muscade, l'opium, le hachich" Th. Gautier op.cit. p. 121. 4 P a z Soldán y Unanue, op.cit. p. 334. ^Mentaberry, op.cit.

p. 537.

^ " U n e des b o u t i q u e s les plus f r é q u e n t é e s des étrangers est celle de L u d o v i c , un m a r c h a n d arménien qui parle français" Gautier, op.cit. p. 123. Este m i s m o autor f u e invitado a cenar a la casa del c o m e r c i a n t e en el barrio asiático de Kadi K o y p p . 2 8 6 - 2 9 0 . T a m b i é n M a x i m e du C a m p , el c o m p a ñ e r o de viaje de Flaubert, incluye la tienda de L u d o v i c o en Souvenirs el Paysages d'Orient. París: Arthus Bertrand, 1848. p. 166. ^Mentaberry, o.c. p. 537.

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sorbetes de rosa, de azahar o de kaimak (crema), el yaurt o leche agria cuajada, el pilaf, pasteles, cafés y otras golosinas." 1 Las tiendas del bazar pertenecían a judíos, armenios y griegos, minorías bajo el amparo de Francia. Rusia o Inglaterra. El aspecto del bazar descrito por Mentaberry empieza a mostrar su aspecto actual donde están presentes todas las monedas de la tierra 2 . Juan de Dios de la Rada describe muy bien c ó m o se desata el ansia consumista

"[.--I d lujo que nos parecía desde Occidente

fabuloso y quimérico [...(, nos cerca, nos llama, nos embriaga, nos arrastra con irresistible atracción, \ el más económico se vuelve espléndido y el más tacaño pródigo." 3 Para la mentalidad de los observadores los mercados representan la Turquía inmutable, el espacio donde encontrar todos los elementos preconcebidos que configuran al Imperio Otomano. Los bazares se convierten, en la segunda mitad del siglo, en uno de los puntos donde se pueden observar toda una colección de personajes pintorescos. Esta es la evolución del tratamiento del bazar, centrada, a finales del siglo XVIII en el edificio, en los objetos durante la primera mitad del siglo XIX, y, a partir de ahora también en las personas. En el bazar turco todo parece revuelto y c o n f u n d i d o ; las bestias d e carga; los carros de t r a n s p o r t e ; el c o c h e de la e l e g a n t e f a v o r i t a ; el e n s i m i s m a d o s a n t ó n ; el p e r e g r i n o de la M e c a ; el r i s u e ñ o p e r s a ; el a s t u t o g r i e g o ; el suspicaz j u d í o ; el c u r i o s o f r a n c é s ; la p e s a d a m u j e r turca; la ligera europea, todo en a b i g a r r a d o c o n j u n t o , d e s t a c á n d o s e sobre el m i s m o f o n d o de tiendas b a j a s y oscuras, en las q u e el m o s t r a d o r está en la línea de la calle, y es tan b a j o , q u e m á s p a r e c e un diván para el m e r c a d e r , q u e s e n t a d o a la m a n e r a oriental en u n o de sus e x t r e m o s f u m a t r a n q u i l a m e n t e su pipa; d e telas y m e r c a n c í a s c o l g a d a s de las p a r e d e s y de las bóvedas; de agentes, n o turcos por s u p u e s t o , s i n o m u c h o s d e e l l o s e x t r a n j e r o s , s o b r e t o d o i t a l i a n o s ; k a m a l e s o m o z o s c a r g a d o s ; g r u p o s de m u j e r e s v e l a d a s ; e u n u c o s y v e n d e d o r e s de confite-; y de helados; c o n j u n t o inexplicable q u e m a n t i e n e en el c a r g a d o a m b i e n t e una a t m ó s f e r a d e p a l a b r a s de m u l t i t u d d e i d i o m a s diferentes, convirtiendo aquel recinto en una verdadera B a b e l . 4

La llegada del turismo transformará las formas tradicionales de vender adaptándolas a los nuevos clientes. Zayas fue testigo de cómo los vendedores habían dejado de ser los pintorescos turcos que estaban reclinados fumando sus pipas de agua mientras el cliente, tranquilamente, observaba el género. En realidad es en el bazar, a través de las compras, donde se produce el contacto más directo entre los viajeros y el mundo otomano. El sistema de ventas local l

Ib. p. 536 y 538. Ib. 3 Rada y Delgado, op.cit. p. 300. 4 Ib. p. 299. 2

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da a las mercancías el valor que el cliente esté dispuesto a pagar por ellas. Bste valor depende de la situación económica en que se encuentre la tienda. En un momento de escasas ventas los vendedores ofertan sus mercancías a precios inferiores al precio de costo; ya que su capital se encuentra invertido en el género y no en un banco. Al contrario, en un momento de buenas ventas, esc mismo producto pueden no venderlo por menos de tres veces el precio que pagaron por él. La relación entre el patrón y sus dependientes no está basada en la firma de un contrato mercantil. Los dependientes son libres de llevar a sus clientes a la tienda que consideren más adecuada. Es el d u e ñ o del establecimiento el que debe ganarse la confianza y el respeto de ellos. La falta de un precio fijo y la oscilación entre diferentes sumas a través del regateo siempre han producido en estos contactos la sospecha del engaño: "Desde que se pone la planta en el bazar hay que sufrir el asalto de los corredores y dragomanes interesados, no tanto en ganarse la propina con que el turista recompensa sus servicios, como el tanto por ciento de la ganancia que procura al comerciante y que aumenta, como es lógico, en razón directa de la candidez del comprador. Pertenecen estos individuos, plaga más temible que las de Egipto, a la raza judia. Poseen como nadie el arte de adular y de humillarse, y como nadie habilidad para ensalzar las excelencias del objeto que llama la atención del visitante." 1 Los vendedores judíos descubrieron en los españoles un nuevo mercado. La herencia sefardí les capacitaba para acapararlo por medio de la sorpresa del descubrimiento de esta otra variante hispánica, olvidada e ignorada. La sorpresa y la fascinación que creaban en los españoles les introdujeron de lleno por las puertas de los comercios otomanos. Pronto los vendedores aprendieron a recitarles canciones medievales, a enseñarles viejas llaves y a sorprenderles con proverbios y refranes. Mientras tanto extendían a sus pies alfombras y les daban a beber tés y cafés, de esta manera conseguían anular los sentidos del sorprendido turista alterando su sensibilidad. Zayas prefiere no revelar ni el origen ni el conocimiento del judeoespañol arreglándolo a su manera: "Allí despliegan todas sus dotes diplomáticas los nietos de Jacob [... ] Hablan con facilidad todos los idiomas orientales y occidentales y son capaces de engañar a los mismos autores de su existencia." 2 Es muy posible que en uno de sus primeros paseos por el bazar conociera a algún sefardí. El conocimiento de éste, d e s h e r e d a d o

por

los Reyes

Católicos,

le p e r m i t i ó

al

recién

llegado albergar la esperanza de mantener un contacto con una persona local. La afinidad del idioma presagiaba suponer una herencia cultural común. ^Zayas op.cit. p. 62-63. 2

Ib.

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Posteriormente los comentarios sobre el precio de los objetos adquiridos con algún otro miembro de la colonia diplomática produciría la risa de los diplomáticos veteranos. Za\ as. al ser informado de que el precio que pagaron por el mismo objeto era una fracción del suyo, se sentiría lógicamente ofendido. La crítica a estos \ endedores puede proceder perfectamente del amor propio herido del diplomático.

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Desde lo alto de la colina Santa Sofía se mantiene c o m o el más fiel testimonio de una ciudad que fue la otra R o m a ' . Una de las iglesias más antiguas de la cristiandad prisionera del Gran Turco por los cuatro alminares que la rodean. A finales del siglo XVIII quedan ya pocos restos monumentales de Bizancio: el hipódromo reducido a las tres columnas, los muros de Teodosio y Santa Sofía. Tan sólo este último ha sabido mantenerse en pie en todo su esplendor por medio del cambio del culto. La fuerza magnética que este templo irradia permitirá revivir la corte romana oriental, la conquista de la ciudad y la transformación de la mezquita en iglesia. Estambul supone la entrada en el túnel del tiempo que Lieae en Santa Sofía su culminación. El viajero encontrará aquí el cénit del viaje. Se trata del escenario ideal para percibir casi todos los tópicos de la literatura de viajeros por el mundo otomano: el lujo en los materiales y mosaicos dorados, los relatos del emperador que quiso vencer a Salomón, los del sultán conquistador que estampó su mano ensangrentada, todo está íntimamente ligados a la arquitectura. El viajero, por medio de la ayuda de un texto o de un guía, identificará los elementos arquitectónicos relacionándolos con los acontecimientos históricos. De esta manera podrá entrar él también en el túnel del tiempo y revivir la historia: columnas, fruto de saqueos a templos antiguos, mosaicos a medio cubrir por la cal musulmana y medallones con los nombres de Allah proporcionan al observador un único espacio donde coexisten

as tres fases de la ciudad: clásica, bizantina y

otomana.

' S o b r e este t e m a hay una abundante bibliografía, véase por Piero San Paolesi: Santa Sofía en Constantinopla. G r a n a d a : A l b a i c í n , 1967. V é a s e t a m b i é n Henry M a g u i r e " T r u t h and C o n v e n t i o n in Byzantine Descriptions of W o r k s of Arts" en Dumbarton Oaks Papers n° 28, W a s h i n g t o n D.C. 1974 p p . 1 1 1 - 1 4 1 . Sobre Santa S o f í a la obra a n t e r i o r m e n t e citada de J e a n Ebersolt muestra las reflexiones y comentarios de viajeros sobre el templo bizantino. U n o de los últimos trabajos es de R o w l a n d J. M a n s o n e Hagia Sophia, Architecture, Structure and Liturgie of Justinian Great Church, Londres, T h a m e s & Hudson, 1988.

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José Moreno realiza una profunda descripeión del edificio desde los orígenes hasta 1784 apoyado en dos estampas: la n°14 Planta del templo de Santa. Sofía y la n° 16 Vista meridional de la mezquita de Santa Sofía. Está última será utilizada por Solano en su obra. Moreno opina sobre las diversas hipótesis concernientes a su fundación y relata milagros, obras, incendios, terremotos y reconstrucciones. Hste autor alaba sobre todo la forma de la planta y la belleza de la cúpula. El arte bizantino, por el contrario, recibe las mismas acusaciones que los griegos lachados de decadentes por no haber sabido preservar las formas clásicas. Un ejemplo es la crítica a los capiteles: consta de hojas de acanto; pero no indica en su forma grandiosidad ni observancia de los dechados antiguos." 1 Los capiteles de las columnas de Santa Sofía tienen el nombre de teodosianos. Están compuestos de motivos vegetales y del sello del emperador que les da el nombre.

evolución de estos

elementos arquitectónicos, a partir de los órdenes clásicos, se produjo también en el Románico, sin embargo, la visión de Santa Sofía sigue las pautas del resto de la ciudad. La crítica ya estaba hecha antes de emprender el viaje, el observador irá seleccionando aquellos elementos que sirvan para hacer los mismos juicios de valor que se han ido repitiendo desde la conquista otomana. Otro de los planteamientos propio de la tradición es desvincular el período cristiano del musulmán dentro del relato. El edificio islámico, infinitamente menos tratado, está descrito veinte páginas más adelante dentro del listado de mezquitas imperiales. Este nuevo aspecto es mucho más breve y podría pertenecer a cualquiera de los cuatro siglos que lleva convertida en mezquita: "Los musulmanes llaman con el nombre griego de Agias Sofia. Esta suntuosa iglesia, convertida en mezquita por Mohamed II, desde entonces ha servido de primera cátedra del Imperio Otomano: cuya circunstancia, y la de las cuantiosas dotaciones que le han otorgado, la obligan a mantener, además de tres ministros de superior autoridad, entre predicadores, lectores, muecines, cantores, atizadores de lámparas y otros sirvientes, cerca de doscientos cincuenta individuos." 2

El lujo de los materiales empleados siempre han llamado la atención de los viajeros:

preciosos adornos de paredes y bóvedas, cuyos mosaicos son

compuestos de los jaspes y alabastros de mejor macha, de pórfido, nácar, cornerinas y otras piedras admirables." 3 Bizancio era también un mundo exótico para los pobladores de la otra orilla del Mediterráneo, con bastantes puntos en común con los atribuidos a los otomanos. ^Moreno, op.cit. 2

Ih. p. 189.

3

lb.

p. 181.

pp.175-176.

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Josc Solano realiza una descripción de la mezquita en el momento de su estancia. Es mucho más breve que la de Moreno y las referencias a tiempos pasados están reducidas al límite. Se centra en el momento presente siendo testigo de cómo los restos bizantinos son ambicionados por los viajeros: "El mosaico que adornaba este antiguo templo griego, está todo destruido, tanto porque los turcos han procurado deshacerlo, como porque los kapinis

o

sacristanes que cuidan de la mezquita arrancan el que queda para venderlo a los extranjeros." 1 Autores como Solano supieron prescindir de las anquilosadas descripciones para contemplar el templo desde una forma más personal y moderna. Un ejemplo del nuevo enfoque y de disidencia se produce en el general Miranda: " N o obstante, la sublime idea que uno siente al ver el conjunto interiormente, es bien superior a la que resulta cuando por primera vez se examina San Pedro de Roma, San Pablo en Londres, el Escorial en España, etc, cuyos artistas han pretendido perfeccionar la idea de esta cúpula, posándola sobre un tambor." 2 Este tipo de comparaciones en la que sale ganando la realidad bizantina son muy escasas en las letras españolas, ya que nuestros autores demuestran su superioridad frente a los griegos, muchas veces llegando al desprecio. El hecho de proceder de Hispanoamérica le permitía hacer este comentario en el que salía ganando Santa Sofía frente a tres símbolos de la cristiandad los cuales representan a Roma, a la Reforma y a Felipe II. Ali Bey dice que Santa Sofía es fantástica pero que no tiene la intención de describir algo tantas veces repetido 3 . El interior de la mezquita indigna a este viajero ya que para él. Santa Sofía, es ante todo un lugar de culto: "Lo que hay de singular en aquel templo es una multitud de palos groseros y cañas, colocados a lo largo de las paredes y alrededor de los pilares; de ellos cuelgan pedazos de tela, tales come1 cobertores, servilletas y aún andrajos, para formar unas como tribunas separadas, donde los propietarios sólo pueden entrar para hacer la oración o para Ice:. Esto hace del templo una especie de campamento muy ridículo." 4 Este fragmento es ana muestra de c ó m o la tradición mantenida a lo largo de los siglos se rompe en el siglo XIX. Las narraciones de cautivos de los siglos XVI 5 y XVII dieron paso a los tratados enciclopedistas del siglo ' S o l a n o , op.cit.

p. 23 y 24.

^Toledo Mansilla (ed), p. 41. 3

5

A l i Bey, op.cit.

p. 480.

E 1 autor de Viaje a Turquía trata este t e m p l o al cual no le dejaron entrar centrándose en los m á r m o l e s y j a s p e s utilizados. Véase la edición de F e r n a n d o García Salinero (Cátedra, 1985, pp. 4 3 0 - 4 3 3 ) q u e ha estudiado las fuentes e influencias con que c o n t ó a la hora de redactar este aspecto.

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XVIII. Ambos, y las memorias de militares y viajeros contemporáneos, tienen como finalidad describir el edificio y su función en la sociedad otomana. Ali Bey es uno de los precursores de la imagen moderna de la ciudad que encontrará en Lamartine su principal redescubridor. Este autor visitó Santa Sofía acompañado del embajador francés. Aprovechó la costumbre de la casa otomana de organizar una visita a los diplomáticos recién llegados. La descripción de la mezquita deja de ser de carácter enciclopédico para convertirse en el relato de la experiencia del autor visitando el templo musulmán. Las costumbres islámicas aparecen unidas al acontecimiento integrando asi el edificio con su función: "Todos estábamos provistos de babuchas de tafilete amarillo para calzarnos al entrar en la mezquita, porque debiendo quitarnos allí las botas, hubiera sido preciso ir con los pies descalzos." 1 Este ambiente creado de aventura y exotismo hará que las personas del interior del templo acaparen las primeras impresiones: "los rostros de los osmalis tenían el aspecto de recelo y descontento, porque los celosos musulmanes miran como una profanación la entrada de los cristianos en el templo." 2 Una vez dentro, el interior produce las mismas reflexiones románticas que las ruinas. Lamartine contempla la mezquita desde la galería:

desde allí el edificio es hermoso,

pero vasto, sombrío, sin adorno, con las bóvedas estropeadas y sus bronceadas columnas; parece el interior de un inmenso sepulcro cuyas reliquias han sido dispersadas." 3 Las diferentes religiones que han tenido lugar en el templo son analizadas desde una nueva perspectiva: "El estado actual de Santa Sofía parece un ómnibus del culto, allí se ven las columnas del templo de Efeso, y las imágenes de los apóstoles con sus aureolas doradas sobre la bóveda que miran las lámparas colgadas por el imán." 4 Cristianismo, Islam y el politeísmo greco-romano están representadas y analizadas juntas. A lo largo de los siglos se había mantenido preservar la idea de que Santa Sofía era todavía una iglesia a pesar de que los turcos hubieran borrado los símbolos interiores. Lamartine produce una visión moderna del templo integrando el culto musulmán con los otros cultos que ha conocido, sin entrar en comparaciones sobre la superioridad de unos sobre otros. La religión es vista en Francia desde nuevas perspectivas a partir de la Revolución de 1789. A lo largo del siglo XIX se producen tres renacimientos religiosos. El primero, a principios del siglo, vuelve a la reinstauración de una religión cristiana impregnada de valores revolucionarios. La Monarquía de Julio marca una nueva etapa donde se empieza a volver a los dogmas y a las instituciones. Este segundo momento mantiene una pugna

^Lamartine, op.cit. p. 230. /i. p.2 31.

2 3

íb.

4

Ib.

p. 232.

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entre el socialismo, el liberalismo y el conservadurismo que coincide con el viaje de Lamartine. El tercer momento corresponde con el Segundo Imperio y el pontificado de Pío IX que supone una vuelta a los valores del Antiguo R é g i m e n 1 . El rechazo a los dogmas y o r n a m e n t o s religiosos del primer renacimiento religioso están presentes en la ideología de Lamartine: "Se conoce que el mahometano tiene su arte peculiar y que este es enteramente conforme a la sencillez de su idea, levanta templos sencillos, regulares y espléndidos sin sombra para los misterios ni altares para las víctimas." 2 El Islam está considerado por este autor francés como una religión donde aparecen muchos valores revolucionarios: "No hay más dogma que la creencia en un Dios criador y remunerudor; no existen allí imágenes ni sacerdotes propiamente, pues todo creyente puede ejercer las funciones de tal."-5 Las opiniones francesas en asuntos religiosos tendrán diferentes realizaciones en los autores hispánicos que traían el tema de Santa Sofía. El interés por el mundo helénico de Pedro Paz Soldán y Unanue es superior al otomano. Este interés por los pueblos antiguos es una constante en todo el continente americano donde la pluralidad cultural y el mestizaje producen una percepción del mundo otomano distinta a la europea. Santa Sofía es visitada a partir de este contexto: E n t r a m o s en Santa Sofía y por d o n d e q u i e r a v e í a m o s vestigios del antiguo edificio, eso es, de la iglesia cristiana. G r a n d e s alas de arcángel volteadas de un brochazo por el hábil brochero, se habían convertido en arabescos. En los arcos se distinguían unas manchas, unas sombras de lo que fueron tres cruces latinas; dos laterales y una en medio de la parte alta en que se ciñen las dos mitades del arco. Otras grandes m a n c h a s sobre la bóveda del altar mayor revelaban bien claro todavía la cabeza y el brazo extendido de lo que fue el Padre Eterno. O c h o de las columnas son de pórfido y fueron traídas de las célebres ruinas de Balbek en la Siria, descritas por Volney. Las otras de jan ver entre los arabescos que ornan sus capiteles monogramas en caracteres comunes de los emperadores bizantinos.^

La descripción de Santa Sofía de Mentaberry es bastante similar a la de Gautier. Ambos empiezan con la restauración de Fossati en 1848 ; \ El siguiente fragmento revela la lectura de la Constaninople

donde Santa Sofía es

considerada más bella que San Pedro de Roma y donde las rampas de acceso a

' V e r L e s trois renaissances r e l i g i e u s e s de T a d i é op.cit. ^Lamartine, op.cit. 3

lb.

p. 2 3 2 .

pp.233-234.

^Paz Soldán y Unanue, op.cit. ^C. Fossati: Aya Sopia

p. 3 4 1 .

Constantinople.

Londres, 1852.

p. 1 2 7 - 1 2 8

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la galería son relacionadas con otro edificio musulmán español, la Giralda 1 . No sólo la Giralda está presente en el amalgama de construcciones islámicas de Gautier. El Oriente fantástico de Gautier se junta con sus viajes y sus conocimientos sobre la cultura islámica. Afirma que los versículos del Corán de Santa Sofía son un motivo de decoración imitado de la Alhambra 2 . Un error muy representativo de la falta de conocimientos de este viajero ya que estos motivos proceden del arte selyuquí del siglo XIII, un siglo anterior al palacio nazarí. Mentaberry retoma las comparaciones y ejemplos adaptándolos a la percepción española: Santa Sofía es inferior a las grandes basílicas cristianas de Occidente, no pudiendo compararse, por supuesto, con San Pedro de Roma ni con las catedrales de Sevilla, Pisa y Strasburgo. Hay en su recinto falta de luz y se respira mal en sus húmedas naves; debiendo yo decir que, paseando yo por ellas, con mis babuchas puestas y calado el sombrero, según se acostumbra, no experimenté ese éxtasis religioso, ese m i s m o arrobamiento, esa alegría íntima que ha e n a j e n a d o mil veces mi alma bajo las b ó v e d a s sombrías también de las catedrales de Burgos y de Toledo, donde el espíritu humano siente consuelo, adquiere fuerza y se remonta a las esferas del poder divino con una confianza infinita. Y es que en la atmósfera de Santa Sofía no vagan errantes ecos perdidos del último himno que hizo sonar el órgano, no se escuchan cánticos lejanos ni os sigue la mirada de ninguna imagen, ni la campana vibra potente o melancólica, llorando la muerte o cantando la vida, ni aquello parece más que lujosa tumba monumental, vacío sepulcro de una herejía vencida, vivienda transitoria de una superstición agonizante. ^

La fragata Arapiles

produce dos versiones de Santa Sofía en 1871.

Vicente Moreno de la Tejera consigue asimilar la visión francesa llegando a contemplar los dos cultos desde una postura tolerante: "Esta mezquita es un templo cristiano embellecido por el gusto oriental; es como un libro, cuya portada ostentara las severas tintas de una alegoría cristiana, y en su última página se hubieran vertido las más ricas flores de una juguetona poesía. Es el genio del cristianismo adornado por las ricas galas de los caprichos o r i e n t a l e s " 4 . Juan de Dios de la Rada realiza una visión exahustiva del edificio y su entorno desde varios aspectos: la fundación e inauguración con los materiales y arquitectos, las fuentes bizantinas de Procopio 5 , la postura

' T h . Gautier op.cit.

p. 244.

2

Ib. p. 247.

^Mentaberry, op.cit.

pp.526-527.

^ M o r e n o de la Tejera, op.cit. p. 167-168. 5 E s t e autor está traducido en varios idiomas sirviendo su obra original c o m o texto de estudio del griego bizantino. Véase History of the wars, 8 Vol, traducción de H . W . Dewling. Londres. W . Heineman, 1961-62. Santa Sofía aparece en el vol 7: Buildings-General index.

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alemana de Salzenberg 1 , la inc/.quita durante el ramadán y la del propio Rada. Como antes expuse, la memoria de la fragata es una compilación de textos donde la figura del autor es menos importante que la de las obras empleadas. Si el capítulo de Mentaberry procede de Gautier, el de Ordóñez Ortega procede del diplomático español. Mantiene la misma línea descriptiva y retoma las riendas de la postura oficial española: "Ciertamente es muy hermoso el templo mayor, después de San Pedro; más para nosotros [...) la basílica de Julio II

sobrepuja con mucho en grandiosidad y hermosura a la que

siempre se ha dado como rival" 2 . Alfredo Opisso realiza una descripción del edificio de carácter ilustrati\ o. Retrata la realidad sin entrar en juicios de valor ni en defender posturas ideológicas 3 . Zayas cierra el siglo radicalizando la postura mantenida por los diplomáticos españoles. H Imperio Otomano agoniza en su recta final. Las masacres de armenios y de griegos han hecho que las potencias cada vez interfieran con más fuerza en favor de sus protegidos. El templo vuelve a ser visto como un símbolo de poder:

ofrecíase a mi mente como una síntesis

de, |... 1 tres civilizaciones antagónicas y de tres irreconciliables ideas." 4 La que sale peor parada de las tres es, a lo largo de todo el texto, la civilización otomana:

sometida al yugo osmalí y envilecida y profanada por las

ceremonias del culto mahometano, envolvían el grandioso templo ante los ojos de mi asombrada fantasía, de brillante y prestigiosa aureola de grandeza." 5 Corren malos tiempos para el califato otomano. El congreso de Berlín de 1878 acabó con las posesiones balcánicas creando el descontento en todos los nuevos estados. Especialmente en Grecia cuya vertiginosa transformación de colonia otomana a país moderno tuvo como motor el nacionalismo helénico, uno de cuyos pilares era el odio al turco 6 . La postura de Zayas demuestra cómo a finales del siglo XIX los observadores se radicalizan, en el caso español se resucitará el espíritu de Reconquista. Es precisamente este aspecto de la historia de la Península Ibérica un factor clave en la postura oficial española. Zayas como representante Jel país que acabó con el Islam en Andalucía está plenamente legitimado para retomar los valores tradicionales hispánicos:

' w . Salxenberg, Altchristliche ^Ordonez Ortega, op.cit. ^Opios, op.cit.

p. 23.

4

p. 191.

Z a y a s op.cit.

Baudenkmale

von Constantinople.

p. 192 v 193.

5

lh.

6

V e r T h e Balkan Tinderbox, Shaw & Shaw, op.cit.

p. 195 -196.

Berlin, 1854.

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Las i m p r e s i o n e s q u e recibí" en mi visita a aquel santuario de la fe y del arte, sin rival en el universo, y tan s a t u r a d o del c r i s t i a n o espíritu q u e ni el m i h r a b q u e en el día lo p r o f a n a , ni el p u n t i a g u d o m e m b e r d e s d e c u y a altura f a n a t i z a n al p u e b l o los s a n t o n e s ignorantes, ni los z o f r a s en q u e los s o l f a s c a n t u r r e a n los v e r s í c u l o s del Korán, ni la c h u r r i g u e r e s c a M a k s o u k a d e s d e la cual asiste el Padishá a las c e r e m o n i a s del culto, ni el m u g r i e n t o tapiz en que o r a b a el P r o f e t a y q u e d e c o r a uno de los m u r o s del t e m p l o , ni los g r a n d e s m e d a l l o n e s v e r d e s i n u n d a d o s de versículos del Santo L i b r o y c o l g a d o s a la altura del g i n e c e o , c o n s i g u e n borrar ni a t e n u a r siquiera el s e n t i m i e n t o de v e n e r a c i ó n p r o f u n d a q u e en aquel p r o f a n a d o r e c i n t o i n u n d a el a l m a del cristiano.'

A principios de este siglo los nuevos medios de transporte acercan la ciudad a nuevos viajeros no oficiales. Pin i Soler visita el templo varias veces ya que la primera no queda satisfecho: "Decidits á tornar altre vegada á la Santa Sofía sense companyns de fonda, guías enrabonadors, casadets de nou, turistas de l'agencia Cook." 2 Las conclusiones del escritor catalán prescinden de los planteamientos religiosos de los diplomáticos. El viajero, rememorando la conquista se acordó del grito de M o h a m e d II: "¡Sois Alláh es gran y misericordiós! Y lo que cridá Mahomed ho cridarem nosaltres, ho cridaren pero sense aixecar la veu; ho murmurarem.... Ningú mes que Deu ens ohía, lo Deu nostre y'l Deu de tot home, y Ell no havía de castigamos perque en aquells llochs y ab reminiscencias suscitadas per aquells objectes visibles l'anonessim Alláh." 3 La percepción del templo del catalán es un síntoma de cómo la visión de los diplomáticos va dejando paso a otras, de cómo la opinión de los viajeros no oficiales prescinden de mantener valores tradicionales que van careciendo de sentido. Angel Pulido Martín tiene una descripción de Santa Sofía que podía ser la de cualquier joven actual de vacaciones con su familia:

ir a Santa

Sofía fue para mi un deseo que creí irrealizable. Cuando entré allí, el corazón me latía con violencia y todo mi cuerpo temblaba de emoción. ¡Qué dicha sentir el arte; y cuantas gracias doy a mis padres de que educaran con el deseo de que llegara a gustar este placer!" 4 La contemplación del arte va dejando de estar sometida a otros factores que no sean los meramente estéticos. Las acusaciones a los griegos de haber degenerado la cultura clásica y a los otomanos de haberla sometido al yugo musulmán han terminado con la llegada del turismo.

' Carlos Zayas op.cit. p. 190. ^Pin i Soler op.cit. p. 134-135. 3 /b. p. 133. 4 Pulido Martín op.cit. p. 133.

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El Modernismo de Gómez Carrillo consigue la integración del edificio con el entorno otomano hasta ahora negado. Las descripciones de los cronistas modernistas irán acabando con la visión híbrida de diplomáticos a caballo entre la literatura y la política. ¡Oh, el hacinamiento delicioso de Stambul! Hn la claridad tenue del crepúsculo sus calles estrechas desaparecen, y no se ven sino sus techos de t o d o s los c o l o r e s , J e t o d o s los e s t i l o s , sus i n n u m e r a b l e s t e c h o s multiformes, sus teches de todas las épocas. Los de Santa Sofía, que el sol poniente tiñe ahora de púrpura, extiéndense sobre un espacio i n m e n s o , c o m o deseoso de conquistar el espacio i n m e n s o c o m p r e n d i d o entre los viejos baluartes bizantinos y los viejos barrios populares ... Y para no dejarse humillar por la basílica de los emperadores griegos, las mezquitas de los kalifas se acercan las unas a las otras, unen sus alminares mezclan sus domos y forman una interminable selva de piedra, de m á r m o l . '

Blasco Ibáñez tuvo

Linas

cuantas dificultades a la hora de visitar Santa

Sofía. Abdül-Hamid II mosiró a finales de su reinado una vuelta a los valores islámicos. Para complacer a los árabes había prohibido la entrada a los no musulmanes. Blasco Ibáñev necesito quince días para conseguir que le dejaran entrar 2 . Si Zayas aprovecha la visita para arremeter contra el Islam, Blasco lo hace contra el Cristianismo en general: "Bajo sus bóvedas se consagraron aquellos emperadores que ;e asesinaban unos a otros, se sacaban los ojos o degollaban en masa a sus subditos, por si el Hijo era igual al Padre, y otras sutilezas teológicas." 3 Carlos Ibáñez de Ibeio prescinde de aportar datos sobre la construcción o de opinar sobre las religiones. Compara la entrada en la mezquita como si fuera un viajero que tras pasear bajo un sol ardiente entra en un bosque sombrío. La armonía del entorno, la luz matizada del otoño y la falta de turistas le producen una sensación de calma que va más allá de un culto determinado: "Dans le silence de la basilique un chant plaintif s'est élevé, les fidèles foulent le sol d'un pas ouaté et passent comme des ombres, les ombres lentes, lourdes, infléchies dos songes tragiques et merveilleux." 4

' G ó m e z Carrillo, op.cìt. ^ B l a s c o Ibáñez, op.cit.

p. 27-2-S. p. 82.

^ I b . p. 84. Para tener una idea sobre la religión bizantina no tan radical c o m ò la de B l a s c o Ibáñez puede consultarse el libro de A n t o n i o Castro y Castro: Roma y Constantinopla. Madrid, Rialp, 1965. 4

I b á ñ e z de Ibero, op.cit.

p. 144.

ESPAÑA Y LOS HABITANTES DE ESTAMBUL

ESTAMBUL, CAPITAL COSMOPOLI TA Un rasgo común a casi todos los observadores es el hecho de establecer una relación entre el autor-viajero y el régimen otomano a través del conocimiento que proporciona el viaje 1 . En este contexto si Chateaubriand y Lamartine son los padres de la nueva imagen del paisaje de Estambul antes del Tanzimat, Nerval es el primero en observar desde una nueva perspectiva a los habitantes de la ciudad en el momento en que las reformas estaban en marcha. Este autor llega a Estambul en 1843 durante el reinado de Abdül-Mecid. Los primeros años del Tanzimat y la influencia de Rousseau producirán un nueva mirada moderna y revolucionaria a los pueblos del imperio 2 . Nerval es el primer viajero en darse cuenta del carácter cosmopolita de Estambul dentro de la concepción de Oriente del siglo XIX 3 . La ciudad pasa de ser el centro del despotismo, la residencia del Gran Turco de la literatura de cautivos, a ser el lugar tópico de la tolerancia religiosa. En este contexto, el Suitán funciona como pilar de la sociedad equilibrando los poderes y sintetizando en sí mismo todas las variantes del imperio. Es el inicio de un nuevo orden político, el otomanismo 4 , donde el soberano figura como cabeza de Estado amparando de Jaques Huré, "Un Disciple de Rousseau, Nerval, dans la Capitale Ottomane, en 1843" en Varia Turcica XVI: De la Révolution Française à la Turquie d'Atatiirk, la modernitation politique et sociale. Les lettres, les ciences et les arts. Actes des Colloques d'Istanbul (10-12 mai 1989). Estambul. Isis, 1990, p. 149. ^ " D e Rousseau, Nerval a donc retuenu une leçon, une certaine manière de voir la réalité, le refus de la voir travestie, le désir d'attaindre la nature des choses en dehors de tout préjugé qui en constituerait l'écorce et retiendrait les sens". Ib. p. 150. "Ville étrange q u e C o n s t a n t i n o p l e ! , S p l e n d é u r et misère, larmes et j o i e s : l'arbitraire plus qu'ailleurs, et aussi plus de liberté; quatre peuples différents qui vivent e n s e m b l e sans trop se haïr. T u r c s , A r m é n i e n s , Grecs et Juifs, enfants d'un m ê m e sol es se supportant b e a u c o u p mieux les uns les auatres que le f o n t , chez nous, les gens de diverses provinces ou des diverses partis" Nerval, citado por H u r é Ib. V é a s e también de Nerval: Viaje a Oriente, relatos. Madrid. V a l d e m a r , 1988. T r a d u c c i ó n de Joaquín Lledó. Voyage en Orient suivi d'Isis, 3 Vol. París: Bosard, 1927. Eisa Estaire Checa: Función textual de la mujer en "Le Voyage en Orient" de G de Nerval. Universidad C o m p ú t e n s e de Madrid, 1990. 4

E s t e término tiene dos acepciones: la primera es la corriente política que d o m i n ó en el Imperio O t o m a n o durante la s e g u n d a mitad del siglo X I X . Es contraria tanto al integrismo islámico c o m o al n a c i o n a l i s m o turco, al situar los valores religiosos y étnicos en un s e g u n d o plano; dentro de un Estado que contempla con igualdad a todos sus subditos. La segunda acepción del término ' o t o m a n i s m o ' c o r r e s p o n d e a una serie de estudios sobre los territorios del Imperio Otomano. Estudios tanto científicos c o m o artísticos que tuvieron lugar en Europa, salvo la parte europea o t o m a n a , o en el continente a m e r i c a n o c o m o el caso del viajero p e r u a n o o de Mark T w a i n : Un Yanqui por Europa, camino de Tierra Santa. Barcelona. Laertes, 1993. El término O r i e n t a l i s m o p r o p u e s t o por Said, c o m o ya a c l a r é a n t e r i o r m e n t e , a b a r c a una realidad demasiado extensa en el tiempo y en el espacio. Paradójicamente Said lo aplica sólo a Palestina y Egipto sin tener en cuenta m u c h a s otras realidades c o n s i d e r a d a s c o m o orientales por la mentalidad de los viajeros analizados. El e j e m p l o más claro es la percepción de la complejidad del paisaje h u m a n o de Estambul para entender que los árabes y los egipcios son sólo dos grupos más del amplio panorama otomano.

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igual manera a todos sus subditos, independientemente de su confesión. Las reformas del Tanzimat acabaron con la discriminación de los no-musulmanes en asuntos fiscales y propiciaron el inicio de un nuevo orden cuyos frutos serán los dos periodos de Monarquía Parlamentaria y la República de Turquía. Uno de los aspectos que más llaman la atención a nuestros viajeros durante este momento es la libertad religiosa. Hay que tener en cuenta que, si bien en España se permite con la Revolución de 1868, en el Imperio O t o m a n o siempre habían coexistido numerosas variantes de las tres religiones monoteístas. Un ejemplo de esta sorpresa es la de Narciso Pérez Reoyo en 1875, el cual se espereraba encontrar la materialización del mito del turco azote de la cristiandad. Los extranjeros. > muy e s p e c i a l m e n t e los cristianos gozan a q u í de p r o t e c c i ó n y l i b e r t a d o m n í m o d a s , t e n i e n d o los l a t i n o s D e l e g a d o Apostólico, y n u m e r o s o clero secular y regular, c o m p u e s t o de Jesuítas, Franciscanos, Capuchinos, Dominicos, Recoletos, Lazaristas, Hermanos de las Escuelas Cristianas. Hermanas de la Caridad y otros institutos, con doce templos, y corregios \ escuelas muy concurridos por niños de a m b o s sexos de f a m i l i a s c a t ó l i c a s d i s i d e n t e s , j u d í a s y m u s u l m a n a s . Los g r i e g o s y armenios cismáticos tienen sus Patriarcas respectivos, muchas iglesias, y clero secular y regular: los armenios católicos, cuyo Patriarca se titula de Cilicia, gran n ú m e r o de s a c e r d o t e s s e c u l a r e s y r e g u l a r e s ; i g l e s i a s , conventos, escuelas \ otras fundaciones: los protestantes algunas capillas; y los judíos varias sinagogas. Las religiones, en fin, cuyo culto prescriben ceremonias exteriores, practicantas aquí públicamente, entre las muestras del respeto más absoluto, siendo, según dicen extrordianria la pompa y majestad con que se celebra la procesión del Corpus.'

De todos los observadores españoles de este periodo el conde Coello fue el que mayor difusión t u \ o a través de sus crónicas publicadas en La Epoca. El pensaliento liberal de este diplomático le permitió superar los prejuicios anteriores y describir a sus iectores la sociedad otomana a princios de los años 1880, el mejor momento del Tanzimat. Si algunos viajeros c o m o Pérez Reoyo se limitan a enumerar instituciones o grupos confesionales, Coello fue capaz de trazar un retrato de la coexistencia e interacción de las diferentes confesiones otomanas presentes en Estambul, amparadas bajo la figura de Abdül Hamid II. En estas urcustancias, las celebraciones de la Semana Santa es el mejor momento para i ontemplar a los subditos del sultán: Si c o m o en este Transilvania y la Rusia de Pedro I el Grande se configura, dueña de IJkrania, como una nueva potencia. Estos dos nuevos imperios europeos empiezan a introducirse en los destinos del Imperio Otomano a medida que este conoce su decline. Una forma de influir será a través del apoyo a las diferentes minorías no-musulmanas creándose, a principios del siglo XX, 17 millets diferentes. 2 A finales del siglo XVIII los griegos son el millet más cercano a los viajeros, tanto de Europa occidental como de Rusia. Una de las causas de esta cercanía es el auge de los estudios clásicos en las universidades europeas durante la Ilustración. Los textos de autores griegos, unido al despertar de la Arqueología 3 , hicieron de los descendientes de los bizantinos un pueblo

' A l e x a n d r i s Alexis: The Greek Minority of Istanbul and Greek-Turkish Atenas: Centro Forminor, 1983 pp ? 1 -24 T h e Millet Sistem. 2 K . H . Karpat, o.c 3

relations

1918-79.

S e pueden diferenciar tres etapas en la historia de la arqueología moderna: los humanistas, los anticuarios y los arqueólogos. La primera etapa se origino en Italia donde se p r o f u n d i z ó en el estudio de las inscripciones de estelas y monedas clásicas. Dante y Petrarca dejaron testimonios de sus estudios a u n q u e en aquella época se c o n f u n d í a lo griego con lo r o m a n o y se desconocía lo etrusco. Un s e g u n d o período surge en el siglo XVII en el cual los anticuarios muestran un mayor rigor en sus observaciones e m p e z a n d o a coleccionar y clasificar los restos. Luis XIV f u n d ó la A c a d e m i a de Inscripciones y Bellas Letras que se convertiría en u n o de los pilares de la Ilustración. En España Felipe V e m u l a n d o a su pariente f r a n c é s , f u n d ó la A c a d e m i a de la Historia c o m i s i o n a n d o al m a r q u é s de V a l d e f l o r e s para e x a m i n a r las a n t i g ü e d a d e s de la p e n í n s u l a . El tercer p e r í o d o en la historia de la a r q u e o l o g í a tiene c o m o f e c h a clave la inauguración del Instituto de Correspondencia Arqueológica en R o m a e n 1829; el m i s m o año en que se proclama la independencia de Grecia del Imperio O t o m a n o . Es en ese m o m e n t o , con la publicación de Manual de Arqueología del alemán Muller en 1830, c u a n d o se estableció la metodología de la arqueología moderna. DEHA, t o m o 2 año 1887 p. 674.

ESPAÑA

Y LOS

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cercano ai resto de Huropa. El contacto se hace teniendo en cuenta dos (actores fundamentales: la religión cristiana que profesan y el papel que tuvieron en la Historia, dos factores que Ies alejaban del universo otomano integrándoles en las circunstancias culturales de los viajeros. Sin embargo, pronto entrarán en conflicto dos realidades: una que roza el mito, la creada a partir de los centros de estudio; con otra más tangible, la situación de los griegos otomanos que conocieron los viajeros. Solano analiza la situación de este grupo en el momento en que las grandes familias fanariotas se mantenían en el poder. A lo largo de la Cuestión de Oriente el interés español se irá fijando en griegos, armenios y judíos buscando un millet que les representase ante la Sublime Puerta. Solano considera a los ortodoxos como los candidatos más adecuados por las siguientes razones: GRIEGOS Los griegos están d i v i d i d o s en d o s ritos, el latino y el c i s m á t i c o , q u e es el m á s e x t e n d i d o , tanto en C o n s t a n t i n o p l a , c o m o en t o d o el I m p e r i o . Los del p r i m e r o son tan pocos en la capital q u e no f o r m a n c u e r p o de nación . Los c i s m á t i c o s tienen un patriarca q u e elige la P u e r t a c o m o el d e los armenios, y q u e se posesiona con las m i s m a s c e r e m o n i a s . El m é t o d o de vida de los g r i e g o s , es m á s f r a n c o q u e el de los a r m e n i o s . T r a t a n m á s con los e x t r a n j e r o s , dan m á s libertad a sus m u j e r e s ; su t r a j e es c o m o el de los a r m e n i o s , con la d i f e r e n c i a que la parte s u p e r i o r de su K a l p a k , t a m b i é n de paño e n c a r n a d o , está hundida, y su b a b u c h a es negra. El c o m ú n de los griegos es d e m e r c a d e r e s , y las pobres g e n t e s se dedican a la agricultura, y al tráfico en p e q u e ñ a s e m b a r c a c i o n e s para la provisión d e capital. | ] El p r i n c i p a d o de V a l a q u i a rinde c i n c o m i l l o n e s d e piastras a n u a l e s a su principe, y el d e M o l d a v i a , a u n q u e m a y o r , sólo renta d o s y m e d i o o tres. Estos Países son f é r t i l í s i m o s en g r a n o s , vino y m a d e r a s , y a b u n d a n t e s en ganados, de q u e se p r o v e e no sólo el principado, m á s t a m b i é n la Polonia, y parte de la A l e m a n i a . El príncipe de la Valaquia c o n t r i b u y e a la Puerta con trescientas bolsas anuales, y el de M o l d a v i a con ciento treinta, pero esto no le e x i m e de m u c h a s vejaciones con q u e paga caro su elevación. [...] Esta nación c o n s e r v a su idioma, a u n q u e m u y alterado; son por lo general i g n o r a n t e s ; al p e r d e r el d o m i n i o de su país, p a r e c e p e r d i ó t a m b i é n e s t a n a c i ó n la i n c l i n a c i ó n a las c i e n c i a s y a las a r t e s , de q u e t o d a v í a las provincias de la antigua Grecia c o n s e r v a b a n m u c h o s m o n u m e n t o s . 1

A través de como está estructurada la información en este fragmento se puede esbozar la línea de la postura española. Solano empieza con la división religiosa entre católicos y ortodoxos para después acercar al lector a esta 'tose Solano, op.c7i.pp. 115-121.

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m i n o r í a p o r m e d i o d e la i n d u m e n t a r i a 1 . H s t a p r i m e r a p a r t e t i e n e

como

protagonistas a griegos y armenios. Solano t o m a una postura favorable sobre los p r i m e r o s p o r su c e r c a n í a c o n l o s e x t r a n j e r o s . El g r u e s o del a p a r t a d o c o r r e s p o n d e c o n el p a p e l p o l í t i c o q u e t i e n e n l o s f a n a r i o t a s e n los p r i n c i p a d o s d e M o l d a v i a y V a l a q u i a . Este es el a s p e c t o q u e m á s i n t e r e s a : el p o d e r p o l í t i c o y los r e c u r s o s q u e a d m i n i s t r a n . O t r o a s p e c t o d e la p o s t u r a d e los o b s e r v a d o r e s c o n s e r v a el s e n t i m i e n t o d e d e s p r e c i o p o r n o h a b e r s a b i d o p r e s e r v a r la c u l t u r a c l á s i c a . L o s a u t o r e s r e p i t e n u n a y otra v e z q u e los g r i e g o s q u e c o n o c i e r o n n o t i e n e n n a d a q u e v e r c o n s u s a s c e n d i e n t e s . J o s é M o r e n o se m a n t i e n e e n la o p i n i ó n d e q u e la c a í d a d e C o n s t a n t i n o p l a se d e b i ó a q u e los b i z a n t i n o s h a b í a n h e r e d a d o la d e g e n e r a c i ó n d e R o m a y d e ( ¡ r e c i a . U n a v e z e x p u e s t a s las t r e s m i n o r í a s q u e s e d e d i c a n al c o m e r c i o a r r e m e t e c o n t r a l o s d e s c e n d i e n t e s d e Constantino: Los griegos, c o m o dueños primitivos y moradores de gran parte del país, m e r e c e n m á s particular c o n s i d e r a c i ó n . S u m e r g i d o s hoy en una i g n o r a n c i a p r o f u n d a , mal v i s t o s p o r l o s t u r c o s , a q u e j a d o s d e encabezamientos y vejac iones, sin grandeza de ánimo para sufrir la cadena que les oprime, y sin vigor para r o m p e r l a , siempre están dispuestos a sublevarse; y por falta de espíritu para sostener sus maquinaciones, cada vez se ven más aniquilados v menos libres. Este es el origen de la despoblación y ruina de todas las provincias griegas; en donde los pobladores todavía muestran en sus vicios las virtudes opuestas, y las c o s t u m b r e s de sus antepasados. |...| Son pues los griegos del dia engreídos, supersticiosos y cobardes: participan de consiguiente de todas las inclinaciones anexas a estos hábitos. Son mal s u f r i d o s , i n q u i n o s , f a l a c e s , y por lo m i s m o c a b i l o s o s . Su ignorancia mas bien que no la diversidad de su dogma, f o m e n t a un ciego aborrecimiento a los latinos. El patriarca cismático de Constantinopla saca de este odio sus mejores armas contra los griegos de comunión romana, que a veces padecen p e r s e c u c i o n e s muy v i o l e n t a s . De c o b a r d e s son vengativos y crueles: los griegos que se dan a la piratería, por lo c o m ú n asesinan a la gente de las embarcaciones que encuentran, las roban, y las echan al fondo para encubrir su delito. 2

' La indumentaria es un aspecto tralado por casi todos los autores la obra más completa es la de Giulio Ferraio II costume Antico e Moderno. Florencia: Vizenzo Batelli, 1828. en 4 volúmenes con 6 9 ilustraciones en color. En 1932-33 se editó en inglés y turco la parte dedicada a Turquía con el nombre de Picturesque Representation of the dress and manners of the tures. EstambulAnkara: Zaman Booksheleres. l.a lámina XIII está dedicada a la mujer griega de la isla de Mármara "The dresses of most of the modern female greeks, who inhabit the different islands of the archipiélago, as well as those in the sea of Marmara, are for the most part extremely elegant and becoming. And the one given, of an inhabitant of the isle of Marmara, with a child by her side, is highly picturesque and striking" 2 Jose Moreno, op.cit. pp. 59-60.

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Moreno está mejor informado que Solano de la situación de los griegos en 1784 1 . La subida al trono ruso de Catalina II en 1762 coincide con un momento de expansión política dirigido hacia el sur de los Balcanes. La población griega de Morea contó en sus revueltas con la flota rusa venida desde el Báltico con gran despliegue de medios. Una violenta tempestad f u e aprovechada por los turcos para acabar con las revueltas en 1770 provocando la cólera rusa que aniquilaría la flota turca en la famosa batalla de (^esme unos meses después. A partir de este momento la Sublime Puerta empezó a mirar con desconfianza a sus subditos de los Balcanes. La tensión europea se desata a partir del tratado de Kügük Kainarca en 1774. El tratado, firmado al final de la guerra descrita por José Moreno, será el principio de la Cuestión de Oriente. Gracias a este acuerdo Rusia pudo nombrarse protectora de los cristianos ortodoxos desplazando a Francia que desde el reinado de Francisco I (15151574) había conseguido este derecho. Moreno percibió la desconfianza hacia los griegos pintanto un retrato muy diferente del de Solano desaconsejando su apoyo. La visión de Moreno es mucho más radical por ser la memoria de una expedición militar donde las opiniones formuladas iban a ser tenidas en cuenta por los políticos españoles. Su postura tiene una cierta identificación con el Imperio Otomano. Moreno une a las críticas tradicionales la desconfianza hacia un pueblo sometido que a lo largo de los siglos había sido un aliado fiel. Por otra parte, la perspectiva española hay que encuadrarla en la situación del imperio español en ultramar que, a raíz de la declaración de independencia de las posesiones norteamericanas en 1776, había visto los dientes al lobo. La guerra de independencia helénica de 1821-29 produjo un movimiento de apoyo a la causa griega, el Filohelenismo 2 , con dos combatientes muy especiales: Chateaubriand y Lord Byron. Chateaubriand diferencia entre los griegos de Estambul y los griegos de Atenas manteniendo sobre los primeros el tradicional desprecio. La guerra de independencia había dividido a los griegos, el patriarca de Estambul, Gregorio V, se opuso radicalmente a la independencia llegando a excomulgar al líder de los rebeldes Alexander Ypsilantis 3 . Así, el pueblo griego que se rebela contra el sultán adquiere para los románticos el papel de un civilización, heredera cultura milenaria, sometida a un déspota bárbaro. Paradójicamente se trataba de una situación relativamente similar a la que estaban viviendo las colonias americanas españolas. El mismo ' Ib. p. 62. 2

E s t e tema lo han tratado: W . Saint Clair: That Greece Might Still be Free: the Philhellenes in the War of Independence . Londres, 1972; S. Laskaris, "Le Philellénisme allemand", Acropole. Revue du m o n d e hellénique, 1935 pp. 363-371; A . Dimaras: "The Other British Philhellenes", en R. Clog (ed). The Struggle for Greek Independence. Londres, 1973. 3

S o b r e la independencia de Grecia se puede consultar 1770-1923, Londres, 1973.

D. Dankin The Unification

of

Greece

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año que empezó la guerra de independencia helena, 1821, se emancipaban México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Venezuela. Antes de 182*). en que los griegos consiguieron separarse del Imperio Otomano, les habían precedido en Perú en 1824 y un año más tarde en Uruguay. Turcos y españoles adquieren el papel de déspotas que han intentado destruir culturas milenarias: inca, azteca y maya en el caso español y griega, romana y bizantina en el turco. Los dos imperios contemplaban impotentes cómo la llegada de las ideas de El Siglo de las Luces iba acabando con los principios que habían sustentado a ambos durante la Edad Moderna. Volviendo a los territorios otomanos, el nacionalismo balcánico unido al Romanticismo acaban con el retrato anterior de los griegos colocándoles en la situación que les corresponde en el mundo moderno. Hubo entre los poetas españoles el caso de José García de Villalta que participo en el conflicto al lado de los franceses aunque, desgraciadamente, no lo refleja en sus obras'. El Filohelenismo contó con partidarios como el duque de Rivas o Martínez de la Rosa. Durante el primer tercio del siglo estos dos poetas y Espronceda buscaron refugio en Gran Bretaña a causa de las turbulencias del reinado de Fernando VII que combatía con saña similar a afrancesados y liberales. Allí y en Malta, donde se exiló el duque de Rivas, tomaron contacto con la obra de Byron 2 y la temática filohelena como en el caso de Martínez de la Rosa: Nobles hijos de Esparta y de Atenas De la patria la voz. e.\' uchad y rompiendo las viles cadenas del combate las armas

forjad?

Lo cierto es que ,i raíz de la independencia de Grecia

los

griegos otomanos son eliminados de la política otomana y de los intereses ' " L a s palabras pronunciadas a la muerte de José García de Villalta por el embajador de Francia en Grecia, Piscatory, nos dan una inesperada y sorprendente noticia, que se confirma en la Comunicación del Ministerio de Asuntos Exteriores a ¡a legación española, extendida con el mismo motivo. El primero se relirió "à la première époque de l'afranchissement de la Grece, où il avait servit comme Philhellene" y el segundo recordó la gratitud "de tous les grecs ... qui n'oublierent jamais la part qui tout jeune encore il a prise à la guerre d'independence Hellenique" Elias Torre Pintueles: La vida y obra de José García de Villalta. Madrid. Acies, 1959. p. 24. Si bien la obra de García de Villalta no refleja sus experiencias como filoheleno ni como diplomático en Atenas donde murió y descansan sus restos desde 1847, algunas de sus obras sí participan del gusto romántico por la Historia, la Arqueología y la Arquitectura tanto clásica como oriental. Ricardo Olmos ha analizado El Golpe del Vago ("La Arqueología Soñada", Revista de Arqueología, n" 156, abril 1994 pp. 46-53). 2

DEHA, tomo 3, 1888, p. 1092. Las páginas 1090 a la 1092 están dedicadas a este poeta ¡ngle's incluyendo las traducciones al castellano de su obra. •^Martínez de la Rosa citado por Fani Maria Tsigakou p. 48. Esta autora lo cita del artículo de I.K. Chassiotes: "Filohelenismo español" (en griego) Makedoniki Zoi, n° 70, marzo 1972.

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imperialistas con excepción de Rusia que acapara su protección. Lamartine, defensor de la causa otomana, los elimina de su obra. Sin embargo, un viajero contemporáneo, Michaud, sí los describe en Correspondance d'Orient. Michaud se sorprende ante la ignorancia que tienen de su pasado glorioso: "Ccs restes de l'antiquité n'ont pour eux ríen de national, rien qui parle á leur imagination et á leur patriotisme." 1 La imagen del pueblo oprimido que ha encontrado su lugar en la modernidad es otro de los mitos creados a través de discursos, cuadros y obras literarias o científicas. El desencanto de Michaud procede de esperar encontrarse en Estambul a los griegos creados por el Filohelenismo. Se había construido el mito de la nueva Grecia a partir de las ideas románticas y del resurgir de los estudios clásicos. Así, dotados de un rey bávaro, pretendían recuperar su protagonismo en el panorama europeo rechazando los siglos de ocupación otomana. Es a partir de la elipsis temporal que crearon cuando aparece uno de los rasgos en que se basa el nacionalismo griego: el odio al turco y a todo lo que recuerde a la época otomana griega. Las reformas del Tanzimat devolvieron en la segunda mitad del siglo la confianza a la población griega en la sociedad otomana. Esta vez bajo los auspicios económicos de Francia e Iglaterra y políticos de Rusia. El periodo comprendido entre 1839 y 1876 marca una época de cambios sin precedentes en el mundo otomano cuyo fin es la proclamación del derecho de igualdad de los subditos del sultán. La aplicación de esta nueva ideología será el mayor esfuerzo realizado durante el Tanzimat, ya que la implantación de una legislación civil iba en contra de los principios islámicos. Los reformistas encontraron la oposición de los sectores más conservadores tanto en el clero musulmán como en el interior de los millet cristianos y judíos. Estos últimos presentaron también una confrontación entre las autoridades religiosas y el sector laico, que formaba una próspera burguesía amparada por sus benefactores. El sultán Abdül-Mecid solucionó este problema impulsando una nueva doctrina: el Otomanismo. Las diferencias entre judíos, cristianos y musulmanes terminan a partir de la publicación del edicto Hatt-i Hümayun el 18 de Febrero de 1856 , redactado bajo el atento control de los embajadores francés, austríaco y británico. Iodos iban a ser otomanos, hijos de una misma patria. Hatt-i Hümayun vio la luz al final de la guerra de Crimea, un momento fundamental para entender la evolución de las relaciones entre los otomanos y el resto de las potencias. El detonante de la guerra no fue otro que la posesión de las llaves de la capilla de Belén, por este motivo se enfrentaron la Rusia de Nicolás I con la Francia de Napoleón III. Los rusos alegaron estar en posesión de un firman del siglo XVIII que otorgaba a los ortodoxos la posesión de la 'Michaud y Pujolat, op.cit. p. 201.

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iglesia mientras los latinos se negaban a prescindir de sus "derechos históricos". Francia e Inglaterra unieron sus fuerzas a favor del Imperio Otomano, objetivo de las apetencias colonialistas rusas. El 26 de Junio de 1853 Rusia mostró la intención de ocupar los principados rumanos c o m o forma de asegurar la protección de los ortodoxos 1 . España, que hasta ahora se había mantenido al margen, envió a Juan Prim como observador al frente del Danubio. La memoria del conde de Reus, la de O'Ryan y la publicación de las conferencias dadas por este último son el reflejo de la única implicación militar de Hspaña en la Cuestión de Oriente 2 . La prensa ilustrada siguió con interés la campaña de Prim. Uno de los grabados más representativos es el titulado: Prim y los oficiales de la ("omisión española, reciben un sable de honor de manos del sultán Abdiil-Mecid 3 . La descripción de las fiestas del mundano diplomático español son un buen testimonio de la marcha de las reformas y de cómo los griegos han recuperado su papel: "Estos griegos son más o menos ricos, ostentan con el orgullo de caídas majestades los nombres más famosos del que fue Imperio Bizantino, y fanáticos en su herejía no van más que a la embajada de Rusia y eso por profesar este país su misma religión |... ] la raza helena, propiamente dicha, ha desaparecido, y los que hoy se dicen tales son una mezcla de sangre griega, eslava y asiática." 4 Mentaberry aclara la (. (infusión creada en el Filohelenismo diferenciando los griegos clásicos de los modernos y los griegos de los eslavos en los Balcanes. Hay que tener en cuenta que se asociaba la etnia con su credo aglutinando así a los nativos de Grecia, los ortodoxos de los Balcanes y los griegos de Asia Menor. Siria, Palestina o Egipto. Todos estos grupos otomanos ortodoxos estaban durante la estancia de Mentaberry bajo el control de Rusia, creadora de una nueva doctrina nacionalista: el Paneslavismo. Tal y como se había hecho en (¡recia se pretendía despertar la conciencia nacional de los pueblos balcánicos fomentando una campaña que tenía como objetivo

' S o b r e la guerra de Crimea y la paz de París véase: H. T e m p e r l e y : England and the Near East: the Crimea War. Londres, 1939. V..I. Puryear: England Russia and the Straits Question, 18441856. B e r k e l e y , C a l i f o r n i a , 1931. C. R o u s s e t : Histoire de la Guerre de Crimée, 2 v o l , Paris 1877. G . B . Henderson: Crimean war. Diplomacy and other Historical Essays. G l a s g o w , 1947. ^Este t e m a l o trata Juan Pando D e s p i e r t o en "Españoles en Oriente: C a m p a ñ a s del D a n u b i o y d e Crimea" en Revista de Historia Militar. Madrid, S e r v i c i o Histórico Militar año X X X I ( 1 9 8 7 ) n° 6 2 pp. 9 3 - 1 4 5 . artículo de Pando D e s p i e r t o lo reproduce en la página 101 sin citar la f u e n t e . ^Mentaberry op.cit.

p. 5 0 4 .

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resucitar a Serbia, Montenegro, Rumania o Bulgaria 1 . De esta manera, se potenciaron investigaciones con especial preponderancia de lo estudios filológicos, tanto de las lenguas como de las literaturas. Un ejemplo bastante significativo es la manera en que se difunden los cantares de gesta como el de la batalla de Kosovo en 1389 en la cual los turcos, a pesar de ganarla, perdieron a su sultán, Murat I. La Rusia zarista pretendía separar a los eslavos del Imperio Otomano para que cayeran bajo su influencia y conseguir así la salida al mar Mediterráneo. Desde España 2 , Castelar tomo partido de la situación del Imperio Otomano en La Cuestión

de Oriente

mirando con

suspicacia la política rusa basada en dos aspectos: la protección de las minorías ortodoxas y el apoyo a los pueblos eslavos. La política paneslavista contó también con defensores como Hnrique Dupuy de Lome que publica Los Eslavos y Turquía en 1877, un año después del libro de Castelar. La situación de los pueblos eslavos es analizada desde una óptica similar a la de los griegos en el Filhelenismo: "Su raza debe llenar en el mundo una misión grande y sublime que consiste en volver a convertir en Europa en unión con los pueblos griegos lo que es hoy día Asia, a pesar de estar en nuestro continente." 3

La postura en contra de la independencia de los eslavos de Hungría, defendida

por Castelar, es criticada por Dupuy, ya que para él Rusia debía controlar a los pueblos eslavos, para poder así llevar el progreso a Asia y Africa y liberar a estas tierras del fanatismo. El rechazo que tiene al Islam se aprecia en la influencia que bizantinos y otomanos tuvieron en Serbia. En estas circunstancias, la presencia bizantina está bien considerada, al evangelizar a los eslavos, al igual que hicieron con Rusia, mientras que la otomana es considerada nefasta sobre todo por presentar una formas familiares contrarias a ' L a influencia del Paneslavismo en Bulgaria y Macedonia será especialmente violenta al tener un alto porcentaje de musulmanes. El interés por Macedonia a partir de 1878 enfrentará a las diferentes naciones eslavas por los restos del Imperio Otomano en los Balcanes en la llamada Cuestión de Macedonia. Uno de los periodistas españoles que tomó partido fue Juan Pérez de Guzmán: " ¿Para cuáles de estas confesiones extendidas en los límites del Imperio en Europa, en Asia, en Africa, había de ser la oficiosa intervención de la pacífica diplomacia de las grandes potencias que ahora se declaran protectoras de los cristianos de Macedonia? ¿ Unicamente a los que han de conducir a las interesadas e históricas miras del Paneslavismo", " La Revolución Pacífica Turca", La Ilustración Española y Americana, 21 de Agosto de 1908 ( n° XXXI pp. 105-106) Véase también por Castelar " La Cuestión Armenia y Macedonia", La Ilustración Española y Americana, 1895, vol XXXVII, pp. 196-199. 2

U n ejemplo bastante significativo es la definición de este movimiento nacionalista es la del DEHA, tomo 7, 1890, p. 721, al final del término ESLAVO: "Como la mayor parte de los eslavos pertenece, pués, a la comunión griega, cuyo jefe es hoy el zar, y además identifícanse con otros muchos conceptos, tales como sus costumbres agrícolas y pastoriles, la afición a la Música y a la Poesía, el entusiasmo patriótico, el espíritu de fraternidad para con los hombres de su raza, el régimen interior de la familia y de la comunidad, ha surgido la ¡dea del panslavismo, es decir, la unión de todos los pueblos eslavos, ya formando un gran Imperio que absorba a todos, ya por medio de la federación". ^Dupuy Los Eslavos y Turquía, estudio histórico sobre la Cuestión de Oriente, Madrid, La Ilustración Española y Americana, 1877, p. 75. Dupuy fue enviado como corresponsal en la guerra ruso-turca de 1878 por La Ilustración Española y Americana que alterna sus crónicas de guerra con los comentarios de Manuel Becerra.

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las cristianas. En este sentido el tono del texto de Dupuy es similar al de los herederos de la antigua Yugoslavia: "No hago mención de los pueblos que siguen la religión de Mahoma: porque creo que eso es un mero accidente que desaparecerá en cuanto termine la dominación turca."' Como conclusión a la polémica que hubo en España entre Dupuy y Castelar se pueden apreciar los dos planteamientos que se mantendrán a lo largo de la Cuestión de Oriente: el defendido por Dupuy que sigue las líneas de la política de la Edad Moderna española conservando la ideología de la guerra de religiones, y, la postura de Castelar que analiza el conflicto ruso-otomano deslindando el problema religioso del político: el despertar de la conciencia nacionalista eslava para así terminar en la órbita de influencia rusa, un hecho que no tardaría muchas décadas en producirse. En 1876 con la llegada al poder de Abdül-Hamid II se inicia la Primera Epoca Constitucional en la que los subditos del imperio estaba considerados como otomanos:

all oitomans are equal before the law

vvithout

distinctions as religión." 2 Este periodo de la historia otomana duró un año escaso al estallar la guerra entre Rusia y Turquía que acabaría con la emancipación de buena parte de los Balcanes en los congresos de 1878. Tanto en el de San Estefano como en el de Berlín se incidió sobre los principios de la tolerancia religiosa 3 . A pesar del esfuerzo por modernizarse los cambios producidos apenas tienen eco en la opinión de muchos observadores, especialmente en los españoles. Hugolino Masía y Lucas describe en 1878 las religiones orientales. El tono del texto es bastante representativo de la concepción española de los territorios del Imperio Otomano como cuna de las religiones: "[...] las diferenies comuniones que en Oriente menudean, de herejes, cismáticos, beduinos y paganos." 4 La comparación del punto de vista francés con el español, como ya expuse en el apartado dedicado a Santa Sofía, encuentran en este aspecto una de las principales discrepancias. Los griegos ortodoxos son llamados cismáticos basándose en las acusaciones que se han mantenido desde hace varios siglos: "Tanto ha sido el odio de los griegos

' D u p u y , op.cit.

p. 81.

2

R . H. Davison "Turkish Attitudes Concerning C h r i s t i a n - M u s l i m Equality in the Nineteenth Century" American Historical Review. 59 (1954) citado por A . Alexis op.cit. p. 26. 3 Artículo 67 "The freedom and otward exercise of all f o r m s of worships are assured to all, and no hindrance shaII be offered eithei to the hierarchical organizations of the various comunities or to thir relations vvith the various spirituals chiefs" citado por A. Alexis, op.cit, pp. 26-27. ^ H u g o l i n o M a s í a y Lucas: Los n ' a v Orientales, o sea colección de cartas sobre los ritos orientales que se profesan en Oriente v seguido de un itinerario para el viaje a Jerusalén, Madrid, S.L. 1883. p. 45. Nótese como en el título de este texto aparece tres veces la palabra Oriente. Este autor pretende describir la realidad o t o m a n a diferenciando a ellos, los o t o m a n o s , de nosotros, los de Europa occidental. La visión de el otro, aquel que pertenece a un ambiente cultural diferente al nuestro, es expuesta m a r c a n d o una barrera que alejará al lector tanto de los musulmanes c o m o de los cristianos o judíos otomanos.

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contra los latinos q u e no p u d i e n d o e x p r e s a r del t o d o con p a l a b r a s ni blasfemias, lo realizaron con hechos de lo más horribles pues desenterraron a los católicos latinos, extrajeron sus restos de las tumbas y los quemaron ]...] antes de renunciar a sus errores han preferido la muerte c o m o cosa mejor que hacerse católicos, reniegan de Cristo y se declaran musulmanes." 1 Con los griegos católicos no esconde las críticas atribuidas a la raza. Las prácticas religiosas son vistas con un a s o m b r o m u y c e r c a n o a la d e s c o n f i a n z a . M a s í a describe los matrimonios de los sacerdotes católicos orientales, el bautismo por inmersión, los cánticos de los oficios que llama una música desconcertadísima y arremete contra el arte religioso "no tienen en sus iglesias imágenes ni en busto ni escultura pero sí cuadros tan feos, de mal gusto que más q u e a devoción incitan a risa." 2 La opinión de este español refleja la superioridad de proceder de un país que ha producido un arte religioso superior al de los descendientes de los grandes escultores griegos. LJna opinión que no es capaz de superar la elipsis temporal a la q u e se sometieron ¡os territorios del Imperio R o m a n o de Oriente tras el la conquista de los árabes, selyuquíes y otomanos. El desconocimiento de la realidad griega, asimilada por la órbita islámica, produce esta clase de comparaciones donde el viajero se jacta de la superioridad del arte religioso español. La estadía del conde de Coello y su labor de diplomático le permitieron tener acceso a la realidad y trasmitirla a los lectores españoles. La comunidad griega estaba dividida en dos facciones, los partidarios de la Megaloidea, es decir, la progresiva helenización de los territorios donde vivían los griegos. El segundo grupo eran los helenistas, los cuales estaban apoyados por el reino de Grecia. Joaquín III, elegido patriarca en 1878 j u g ó un papel conciliador entre ambos grupos y su patriarcado f u e vigilado por las autoridades otomanas al ser los griegos un posible foco de tensiones: Esta vez, en la lista que cada cinco minutos se eleva a S. M., vio AbdülHamid el nombre de su Santidad, Joaquín III, patriarca que fue de los griegos y que se vio obligado a abdicar, vistas las numerosas luchas de esta secta religiosa. Lo hizo subir a sus habitaciones, y elogiándole por su actitud conciliadora a las provocaciones ardientes del Sínodo y de la Asamblea Griega, le anunció que desde aquel día cobraría una pensión mensual de 7,000 piastras turcas.

'«?. pp. 54-55. 2

Ib. p. 35-36.

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HSTAMB1M.

El l u n e s 21 de ( i c t u b r e | 1 8 8 4 | t u v o l u g a r la g r a n a u d i e n c i a d e p r e s e n t a c i ó n al Sultán del sucesor en e s t e p o n t i f i c a d o , l l a m a d o en la n u e v a R o m a Joaquín IV, cuya elección a n u n c i é en mi anterior y que este S o b e r a n o c o n f i r m a respecto a los pontífices de la Iglesia griega. En p r e s e n c i a del s o b e r a n o , p r o n u n c i ó en l e n g u a g r i e g a un d i s c u r s o sentido reiterando les s e n t i m i e n t o s de lealtad de los subditos g r i e g o s hacia A b d ü l - H a m i d , y pidiendo para El un reinado glorioso y largo. 1

L a s i t u a c i ó n d e l a c o m u n i d a d g r i e g a d e E s t a m b u l e n los ú l t i m o s a ñ o s del s i g l o X I X l e j o s d e s o l u c i o n a r s e s e c o m p l i c ó c a d a v e z m á s , e s p e c i a l m e n t e a r a í z d e la g u e r r a T u r c o - G r i e g a d e 1 8 9 7 p o r la c u e s t i ó n d e C r e t a , u n a d e l a s r e i v i n d i c a c i o n e s h e l é n i c a s d e 1 8 7 8 . A b d ü l H a m i d II, q u e h a b í a c e d i d o l a g r a n m a y o r í a de los territorios de los b a l c á n i c o s se n e g ó a e n t r e g a r l a y los i s l e ñ o s i n s u r r e c t o s c o n la a y u d a del R e i n o d e G r e c i a se r e b e l a r o n e n C r e t a y en M a c e d o n i a . Hsta s i t u a c i ó n se v e í a l l e g a r d e s d e h a c í a a l g ú n t i e m p o . D e h e c h o , E s p a ñ a había retirado en

1892 su L e g a c i ó n en A t e n a s , t r a n l a d á n d o l a

a

E s t a m b u l , y d e j a n d o tan sólo un s e g u n d o s e c r e t a r i o en calidad d e e n c a r g a d o d e n e g o c i o s . E n e s t e c o n t e x t o se c o m p r e n d e la p o s t u r a d e Z a y a s , el c u a l d e d i c a un c a p í t u l o d e su libro a C r e t a y a n a l i z a a los g r i e g o s d e s d e la p o s t u r a o f i c i a l e s p a ñ o l a , la c u a l n o v o l v e r á a a b r i r la L e g a c i ó n e n A t e n a s h a s t a 1 9 1 4 . D e e s t a m a n e r a s a c a a r e l u c i r t o d o s los t ó p i c o s a n t e r i o r m e n t e m e n c i o n a d o s p i n t a n d o u n retrato de esta minoría o t o m a n a a finales d e siglo. C o m o se p u e d e apreciar la visión sociopolítica de este diplomático también pretende evitar que recaiga s o b r e e l l o s la c o n f i a n z a n a c i o n a l : N o c o n s e r v a n los g r i e g o s las p r e e m i n e n t e s c u a l i d a d e s q u e h i c i e r o n f a m o s o s a sus p r o g e n i t o r e s en la h i s t o r i a del m u n d o a n t i g u o . Ni los b a n q u e r o s , m e r c a d e r e s y a r t e s a n o s , ni los p a s e a n t e s sin c a r r e r a ni o f i c i o c o n o c i d o s que viven sobre el país, se p a r e c e n a Sócrates en lo v i r t u o s o y austero, ni a Aristóteles en lo cultos ni a L e ó n i d a s en los heroico. T a m p o c o las m u j e r e s , a u n q u e bellas a l g u n a s y m u c h a s agradables, d e j a n a d m i r a r r a s g o a l g u n o de a q u e l l o s que e r i g i e r o n a las e s t a t u a s del P a r t e n o n , en e t e r n o s arquetipos de la belleza. D o t a d o s de una sutileza e x t r a o r d i n a r i a y de e n v i d i a b l e s a p t i t u d e s p a r a t o d o g é n e r o de e s p e c u l a c i o n e s ; f e r v i e n t e s o b s e r v a d o r e s d e la c ó m o d a y e s p e d i t i v a m á x i m a Kl fin j u s t i f i c a los m e d i o s ; d e a n c h a c o n c i e n c i a , d e c a r á c t e r dúctil y p o c o e s c r u p u l o s o y m u y p r e c i a d o s de sí m i s m o s , han l o g r a d o los griegos tener en sus m a n o s gran parte d e la r i q u e z a t u r c a y establecer casas de b a n c a , las m á s f u e r t e s y acreditadas del país. D e d í c a n s e o t r o s c o m p a t r i o t a s a las e s p e c u l a c i o n e s m e r c a n t i l e s y c o m p a r t e n c o n los a r m e n i o s t o d o el c o m e r c i o de C o n s t a n t i n o p l a , en el cual no d e s p l i e g a n tan b u e n a f e c o m o a c t i v i d a d y a s t u c i a . C o m p o n e n el r e s t o de la p o b l a c i ó n griega la nube de e m p l e a d o s en las oficinas del Estado c o m o en las grandes

'Martín Asuero (ed), op. cit., pp.

1 -92.

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e m p r e s a s establecidas en el Imperio; la m u c h e d u m b r e d e a r t e s a n o s y artífices de todo genero que pululan en todas las grandes poblaciones, y en el encanallado enjambre de aventureros que, dedicados al robo con fractura y al atraco, constituyen una plaga verdadermente molesta y peligrosa. Un hecho es digno de especial mención: los griegos son tolerantes con todas las religiones pero no desperdician la ocasión de combatir con saña las verdades de la religión católica. Hijos díscolos de la Santa Iglesia Romana, no pueden disimular el odio que la abandonada Madre les inspira, ni ocultar el despecho que les causa su incomparable grandeza. A pesar del escaso entusiasmo con que cumplen los preceptos de su religión los griegos, obsérvase c o m o raro f e n ó m e n o , que tienen a grande honra el contarse entre los prosélitos de la Iglesia cismática. Sólo cabe una explicación para este hecho insólito: la idea de la religión c o n f ú n d e s e entre ellos como entre los israelitas, aunque no en tan alto grado, con la idea de la patria. C o m p r é n d e s e esta compenetración de a m b o s conceptos fácilmente, si se considera que, residentes los griegos en el Imperio O t o m a n o durante cuatro siglos bajo la coyuntura o m i n o s a de la media luna, solamente la religión es capaz de despertar el patriotismo dormido y unir en apretado haz a los descendientes de Solón y de Demóstenes. |...| la religión para los griegos es tan sólo un pasaporte que les asegura la libertad y la protección en el territorio que habitan y que explotan, y una especie de lema político que les permite invocar, en sus diarias contiendas con los turcos, ciertos derechos a las simpatías con E u r o p a ' .

P o c o s a ñ o s m á s t a r d e B l a s c o I b á ñ e z a n a l i z a la s i t u a c i ó n d e los g r i e g o s e n la c o r t e o t o m a n a . L a s r e f o r m a s del Tanzimat

m a n t u v i e r o n el a n t i g u o

a c u e r d o e n t r e el s u l t á n y el p a t r i a r c a h a s t a 1 9 2 3 . S i n e m b a r g o , el i n c i p i e n t e o t o m a n i s m o d e la s e g u n d a m i t a d del s i g l o X I X n o f u e c a p a z d e c o n t e n e r l o s n a c i o n a l i s m o s b a l c á n i c o s y la p r e s i ó n i n t e r n a c i o n a l . L a v u e l t a a l o s v a l o r e s i s l á m i c o s d e l a é p o c a h a m i d i a n a f u e u t i l i z a d o c o m o r e s o r t e p a r a i m p u l s a r la Megalo

Idea. A p r o v e c h a n d o el d e c l i n e del i m p e r i o el c l e r o d e F e n e r , c o n t r a r i o

a n t e r i o r m e n t e a la i n d e p e n d e n c i a d e G r e c i a , s e u n i ó a las r e i v i n d i c a c i o n e s d e sus c o m p a t r i o t a s b a l c á n i c o s . Los artífices d e este p e n s a m i e n t o f u e r o n Ion D r a g o u m i s y A t h a n a s i o s S o u l i o t i s - N i k o l a i d i s . L o s d o s h a b í a n n a c i d o en la G r e c i a c o n t i n e n t a l y d u r a n t e su e s t a n c i a e n E s t a m b u l c r e a r o n e n 1 9 0 8 la " O r g a n i z a c i ó n d e C o n s t a n t i n o p l a " . El o b j e t i v o p r i n c i p a l d e e s t a o r g a n i z a c i ó n e r a p r o m o v e r la c o o p e r a c i ó n e n t r e o t o m a n o s y g r i e g o s d e m a n e r a

que,

g r a d u a l m e n t e , los g r i e g o s r e c u p e r a r a n el c o n t r o l d e s u s t e r r i t o r i o s h i s t ó r i c o s 2 . B l a s c o I b á ñ e z s u p r i m e d e su e x p o s i c i ó n

las a c u s a c i o n e s

tradicionales

y d e s c r i b e d e u n a f o r m a p e r i o d í s t i c a la s i t u a c i ó n d e los g r i e g o s a p r i n c i p i o s d e

'Zayas, op.cít. p. 42-49. 2 ii As in case of the román state, vvhen equality of rights was accorded to all peoples, the Greeks had succeded gradually in turning the eastern part of the Empire into a Greek state.. so with the Turkish state ... now that equality of rights is granted to all peoples, the Greeks vvill take over the political povver" Souliotis citado por A. Alexis op.cit. p. 38.

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EN

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siglo. La postura adoptada por el novelista valenciano es diferente a la del diplomático, sin embargo, analizando Oriente

y A Orillas

del Bosforo

se

puede tener una visión global de la opinión española desde una perspectiva conservadora y una progresisla: El pequeño reino ;ietual de Grecia se nutre de la rica savia del Fanar. T o d o s estos helenos de C o n s t a n t i n o p l a son grandes patriotas, con el entusiasmo nacional excitado por largos siglos de servidumbre y desgracia. Son riquísimos, pero no tienen una patria. Fingen sumisión al turco, a quien explotan; pero su pensamiento va a todas horas a la pequeña nacionalidad f o r m a d a en torno a la Acrópolis ateniense, viendo en ella c o m o un huevo del que resurgirá un pasado glorioso. jAtenas! ¡Constantinopla! ... Estos dos nombres, de gran solemnidad, excitan a todas horas su e n t u s i a s m o . T o d o s conocen en el Fanar los misterios del porvenir (¡recia volverá a ser lo que fue: se apoderará de M a c e d o n i a , se e x t e n d e r á por las riberas d e Asia, pasará un día los Dardanelos, y la antigua Bizancio será otra vez helena, brillando sobre la cúpula de Santa Sofía la cruz del Santo Sínodo, en ve/, de la media luna de oro. Y, enardecidos por una fantasmagoría tan generosa, no hay sacrificio que no hagan estos comerciantes avaros, capaces de los mayores crímenes en el curso de los negocios, y que, sin embargo, desparraman el dinero a manos llenas en empresas patrióticas. No muere un griego rico en Constantinopla que no deje fuertes legados para las escuelas de su país. Muchos han dejados dos y tres millones de francos. Innumerables escuelas del archipiélago, grandes universidades, valiosas bibliotecas se sostienen con herencias de patriotas del Fanar, que pasaron su vida explolando a turcos y cristianos, y d a n d o las m á s fieles muestras de adhesión al sultán, que a b o r r e c e n ' .

El orden hamidiano descrito por Vicente Blasco Ibáñez estaba llegando a su fin. Los Jóvenes Turcos tomaron el poder y volvieron a abrir el Parlamento en 1908, produciéndose una contrarrevolución un año más tarde. Bulgaria cortó los escasos lazos que le unían con Turquía en 1908. Italia aprocechó la ocasión para ocupar Trípoli en 1911, al año siguiente del Dodecaneso y Albania su independencia. Se producían así nuevas pérdidas territoriales y revueltas en Anatolia y Macedonia. Los países balcánicos vieron la posibilidad de ampliar sus fronteras en la Primera Guerra Balcáncia. Así Serbia creció con parte del norte de Macedonia y Kosovo; Grecia adquirió Creta, las islas del Egeo \ en noviembre de 1912 Salónica, reclamada por Bulgaria, la cual se extedió por Tracia llegando a pocos kilómetros de Estambul. C o m o suele suceder en estos casos el reparto no f u e a gusto de todos y esta vez la agresoia Bulgaria fue derrotada. Los turcos volvieron a

' B l a s c o I b á ñ e z op.cit. p. 86.

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Y LOS

HABITANTES

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o c u p a r E d i r n e ; G r e c i a la totalidad del Bpiro y gran parte d e la c o s t a del Hgeo. En estas c i r c u n s t a n c i a s G r e c i a h a b í a d u p l i c a d o su e x t e n s i ó n y p a s a d o d e 2 , 6 a 4 , 4 m i l l o n e s d e h a b i t a n t e s en p o c o s a ñ o s . C a d a c a m b i o d e f r o n t e r a s s u p o s o t a m b i é n d e s p l a z a m i e n t o s d e p o b l a c i ó n y p e r s e c u c i o n e s d e g r i e g o s en A n a t o l i a y T r a c i a y o l e a d a s d e e m i g r a n t e s m u s u l m a n e s d e los B a l c a n e s q u e g a n a r o n las f r o n t e r a s t u r c a s , e n t r e e l l o s A b d ü l H a m i d II y su f a m i l i a , e x i l i l a d o s en S a l ó n i c a . El s i g u i e n t e d e s p a c h o e s p a ñ o l t e s t i f i c a la c o m p l e x i d a d d e la s i t u a c i ó n , d o s m e s e s a n t e s d e q u e T u r q u í a e n t r a r a en la P r i m e r a G u e r r a Mundial: 15 de Junio de 1914 No 153 Política. Muy Señor mío: Anoche e x p e d í a V.E. el telegrama siguiente: "Continuando vejaciones contra griegos extendiéndose estas Asia-Menor, Representante de Grecia pase Nota muy enérgica; relaciones turco-griegas muy tirantes". Efectivamente, la situación es la siguiente: el odio que Grecia y Turquía se han tenido y se siguen teniendo es el ascua que después de la guerra ha quedado oculta bajo la ceniza, pero no apagada, y al menor soplo puede volver a aparecer; los griegos se quejan de las vejaciones que los turcos hacen pasar al elemento griego en Tracia habiéndose extendido hasta el Asia-Menor, vejaciones que á decir del mismo Ministro de Grecia Ies hacen imposible la vida allí; excitados por eso los ánimos en Grecia, el Patriarca Ecuménico dicta el cierre de las iglesias y escuelas griegas en el Imperio Otomano en son de protesta, y sube el prestigioso Señor Venizelos, a la T r i b u n a de la C á m a r a helénica y pronuncia su gran discurso, casi provocativo, alardeando de la fuerza con que Grecia cuenta hoy y con la que contará el día de mañana; y, por ultimo, esas mismas Cámaras votan ¡a anexión de las islas de Chio y Metelin, que aunque ya se las habían adjudicado las Potencias, aun esperaba Turquía poderlas cambiar por otras ; en éste estado las cosas, el Ministro de Grecia pasa una Nota conminatoria a la Puerta, que aun no han contestado, Nota que viene a dar el aspecto pesimista a la situación pues se parece mucho a un ultimátum sobre la situación de los griegos en Asia-Menor. Los turcos dicen, por su lado, (aunque tímidamente en contraposición a la arrogancia de sus adversarios) que los griegos hacen víctimas de sus atropellos a los turcos establecidos en Macedonia, pareciendo como si quisiera exterminar al elemento musulmán allí residente, y se quejan del lenguaje empleado en su discurse por el Sr. Venizelos, declinando en la actitud de Grecia todas las responsabilidades de lo que pueda suceder. El Gobierno turco, temeroso ante esto, ha fingido recibir del Ministro del Interior — que se halla viajando por Asia-Menor unos telegramas en los que se hace alarde de medidas rigurosas adoptadas por ese Funcionario para proteger a los griegos, pero es notorio que todo eso es inventado aquí.

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VIAJEROS

HISPÁNICOS

KN

E S T A M B U L

Mi c o l e g a de G r e c i a , a quien vi a n o c h e , me d i j o q u e en c u a n t o a la a n e x i ó n de C h i o y M c t e l i n era la natural c o n s e c u e n c i a de la d e c i s i ó n de las P o t e n c i a s , y, que por lo tanto, e s un a s u n t o t e r m i n a d o ; y que r e f e r e n t e al otro a s u n t o , ha pasado una Nota y la situación por el m o m e n t o no es nada tranquilizadora; le e x p r e s é mi e s p e r a n z a y v i v o d e s e o de que todo t e r m i n a s e bien y a s a t i s f a c c i ó n de a m b a s n a c i o n e s , a lo que s o l o me c o n t e s t o " m e r c i , m e r c i , mais j e vous ai deja dit . . . " L a a r r o g a n c i a de G r e c i a ha l l e g a d o al punto de haber l l e v a d o a r e m o l q u e por un c a ñ o n e r o de su a r m a d a a unas b a r c a z a s cargadas de c a r n e r o s desde la c o s t a del A s i a - M e n o r hasta C h i o , d e s p u é s de una l u c h a entre c a r a b i n e r o s turcas y c o n t r a b a n d i s t a s griegos, para burlar la prohibición q u e el G o b i e r n o turco tiene dada para exportar ganado. N o c r e o aventurad(¡ poder a d e l a n t a r a V . E . q u e la actitud a r r o g a n t e de G r e c i a se d e b e a c o n s i d e r a r s e c o n p r e p o n d e r a n c i a m a r í t i m a s o b r e T u r q u í a por l o s dos c r u c e r o s a m e r i c a n o s q u e a c a b a de adquirir y q u e están y a en c a m i n o ; y c o n s i d e r a n d o q u e la guerra c o n T u r q u í a e s casi i n e v i t a b l e ,

la

c o n v i e n e a p r o v e c h a r las c i r c u n s t a n c i a s f a v o r a b l e s en q u e a h o r a se halla sin dar t i e m p o á e s t e I m p e r i o á r e c i b i r las u n i d a d e s de c o m b a t e q u e

tiene

e n c a r g a d a s en I n g l a l e r r t y que le asegurarían la s u p r e m a c í a naval s o b r e sus enemigos. U n i n d i c i o e l o c u e n t e v i e n e a c o n f i r m a r c u a n t o d e j o d i c h o , y es que el c a ñ o n e r o ruso " D o n e t / ' zarpo a n o c h e del B o s f o r o c o n r u m b o a S m i r n a en previsión de los a c o n t e c i m i e n t o s q u e pueden desarrollarse en el M a r E g e o .

Las previsiones del diplomático español no se cumplieron, G r e c i a se mantuvo neutral durante la Gran Guerra, estado su opinón política dividida entre el R e y , cuñado del Kaiser Guillermo, y los monárquicos partidarios de las potencias centrales y Vem/.elos que proponía unirse a la entente para luchar contra Turquía. La flota angk i-francesa repostó en el puerto de Salónica, siendo Constantino llamado al orden por el Kaiser. Venizelos propuso a los aliados el desembarco de tropas en Salónica para ayudar a los serbios y desde Bulgaria, que se h a b í a decantado por las potencias c e n t r a l e s , a v i o n e s

alemanes

bombardearon esta ciudad portuaria. P o c o después Atenas y S a l ó n i c a se separan, llegando a un estado de enfretamiento en el que vence V e n i z e l o s y Constantino abdica en su hijo Alejandro I, presionado por los Estados Unidos. De esta manera Grecia sale victoriosa de la Primera Guerra Mundial, c o m o se puede apreciar en el Tratado de Sevrés de Agosto de 1 9 2 0 en que se reconoce sus pretensiones sobre las islas del E g e o y el control de la región de Esmirna durante un plazo de c i n c o años, tras el cual la población podría optar por unirse a Grecia. En este coniexto la llegada de la flota ententista a Estambul produjo una gran alegría en la colonia griega otomana, la cual veía c ó m o la Megalo Idea se iba haciendo realidad

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14 de Noviembre 1918 No 297 Política En la ciudad reina la calma. En la parte habitada por los turcos, o sea Stambul, se hace la vida de siempre, únicamente en Pera, bárrio habitado, como sabe V.E. por extranjeros y la colonia griega, se nota la llegada de las escuadras: los griegos han e n g a l a n a d o sus balcones con su bandera y también se ven bastantes americanas, inglesas e italianas. Por las calles de éste barrio circulan patrullas de policías, otomanos armados, encargados de mantener el orden, que según parece pretende perturbar la colonia griega.

B. ARMENIOS

Al igual que los griegos son unos de los primitivos pobladores de la península de Anatolia. La comunidad armenia se encuentra situada en la frontera entre Huropa y Asia. Tanto la lengua como la etnia pertenecen al grupo indoeuropeo, este factor, y el hecho de que no son musulmanes producirá el interés de las naciones europeas. Durante el Imperio Romano Armenia estaba dividida en dos provincias: la Armenia Maior y la Armenia Minor, situadas entre la península de Anatolia y la actual República de Armenia en el Caúcaso. Armenia fue la primera nación que adoptó el Cristianismo como religión oficial. En un primer momento esta nueva doctrina se extendió por Asia Menor donde ciudades como Efeso, Pérgamo y Esmirna figuran como comunidades claves en las epístolas de San Pablo. Años más tarde, desde las costas del Egeo, se fue introduciendo en Asia Menor. La Iglesia armenia sigue un rito propio llamado Gregoriano muy cercano al Monofisimo, una corriente teológica que niega la doble naturaleza de Jesucristo, condenada a partir del concilio de Calcedonia del año 541. Los gregorianos admiten la doble naturaleza pero dan a la naturaleza humana el valor de una gota de agua dentro del océano que es la naturaleza divina. Hacia 1727 un joven sacerdote armenio llamado Mekhitar se convirtió al Catolicismo creando su propia orden en un monasterio cercano a Venecia. Esta escisión fue pronto reconocida por la Sublime Puerta creándose un millet armenio católico con su correspondiente patriarca. Los jesuítas aprovecharon esta ruptura para enviar a sus misioneros al Imperio Otomano, a lo largo de la Cuestión de Oriente, la penetración cultural por medio de la religión y de la educación encontró en este pueblo el elemento ideal para influir en los asuntos del Imperio Otomano. Los misioneros ingleses y británicos realizaron también una buena campaña de proselitismo creándose en 1850 el millet protestante. A partir de este momento los armenios oscilarán entre el Imperio Otomano y el

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resto d e las p o t e n c i a s q u e les p r o t e g e n t e r m i n a n d o en u n a serie d e m a s a c r e s q u e e s t r e m e c i e r o n a la o p i n i ó n p ú b l i c a i n t e r n a c i o n a l

V o l v i e n d o a los v i a j e r o s e s p a ñ o l e s d e f i n a l e s del s i g l o X V I I I l o s d o s a u t o r e s e s p a ñ o l e s v u e l v e n a d i s c r e p a r . J o s é M o r e n o t r a t a la s i t u a c i ó n d e l o s rayaes,

e s d e c i r , a q u e l l o s q u e g o z a n del e s t a t u t o d e zirnmi.

La postura de este

a u t o r se i n c l i n a a f a v o r d e los a r m e n i o s , r e c h a z a n d o a j u d í o s y o r t o d o x o s c o m o m e d i a d o r e s d e los i n t e r e s e s e s p a ñ o l e s 2 . S o l a n o d e s c r i b e a l o s a r m e n i o s d e s d e el e x o t i s m o d e e n c o n t r a r a u n a r a m a del C r i s t i a n i s m o e n el m u n d o o t o m a n o 3 . E s t e m i s m o a u t o r , d e s d e u n a ó p t i c a i l u s t r a d a , a n a l i z a las c o s t u m b r e s d e la p o b l a c i ó n a r m e n i a d e E s t a m b u l r e a l z a n d o las d i f e r e n c i a s d e e s t e p u e b l o c o n el r e s t o d e los p u e b l o s e u r o p e o s , d e e s t a m a n e r a , c o n s i g u e un p i n t o r e s c o retrato:

ARMENIOS Entre los armenios hay algunos católicos, pero por un decreto de la Santa Sede se bautizan y casan en las iglesias de su nación, para evitar las continuas persecuciones que contra ellos levantan sus compatriotas herejes, porque no percibían los decrechos eclesiásticos de aquellos. Tienen en C o n s t a n t i n o p l a un patriarca, cuyo e m p l e o da, o m e j o r , compra la Puerta. El nombrado pasa a la audiencia del visir, que viste una pelliza, y le da el Hal-sherif, o n o m b r a m i e n t o imperial; de allí sale en público escoltado de los jenízaros, y va a su iglesia patriarcal a tornar posesión; después vende los obispados, y los obispos hacen lo m i s m o con los curatos que de cada uno dependen. Hay en Constantinopla siete iglesias de rito armenio. Son muy particulares las ceremonias de un casamiento entre armenios para omitirse. Tratada la boda con los padres, envía el novio el anillo a cambiarle con el de la novia; y llegada la noche de la boda, sale el novio con una luz en la mano, y recorre la calle de su futura, como buscando alguna cosa que desea hallar. Hecho esto, sale la novia metida de pies a cabeza en un saco de telas, que le cubren la cara, ancho cuanto le permite andar, adornado de flores, \ mucho oropel, y conducida de los brazos por dos mujeres, pasa a la casa del novio en medio de los parientes y amigos, y una ' " T h e two new millets (catholic and protestant), a s i d e s f o r u n d e r m i n i n g t h e partriarch's a u t h o r i t y , stimulated linguistics and historical studies, c o n t r i b u t i n g to the new feeling of A r m e n i a n nationalism that was to disturb the Ottoman state later in the century" Shaw & S h a w op.cit. p. 126. V é a s e t a m b i é n por el M i n i s t e r e des A f f a i r e s E t r a n g è r e s : Documents diplomatiques des affaires arméniennes, projets de réformes dans l'Empire Ottoman et supplément ¡893-1897. Paris: Imprimerie Nationale, 1897. ^ M o r e n o , o.c.pp. 58-59. 3 S o b r e el tema armenio véase: Sukias Solmas (1776-1846) Quadro della Storia Letteraria di Armenia, Venecia, 1829. Cirbied ( haham J.M. (1772-1837) y Martin F: Recherches curieuses sur l'Histoire Ancienne d'Asie Paris. 1806. Belin: Histoire de la Latinité de Constantinople. París, 1894 (2 a ed). Carbognano (Kômiirciyan), Cosimi Comidas de (1749-?) Descrizione Topográfica dello Stato Presente di Constantinopoli, Bassano, 1794. A n g e l o Zaneti: Autour des Murs de Constantinople. París, 1911.

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triste música; entre esta procesión va aquel con un p a ñ u e l o sobre la c a b e z a , y un sable a la cintura. L u e g o q u e esta c o m i t i v a llega a la casa, se presentan los contrayentes delante del párroco; la novia sale del saco, y q u e d a cubierta de un velo; se dan las m a n o s , y el cura bendice los anillos; l u e g o les pone a c a d a uno una c o r o n a de m i m b r e s a d o r n a d a de flores y cintas, y se las c a m b i a v a r i a s v e c e s ; e n t r e t a n t o l o s e s p o s o s se m u e v e n continuamente b a l a n c e a n d o el c u e r p o a un tiempo, después el cura les da varias vueltas a las c a b e z a s con un shal o f a j a , t o m a un plato de anises c o n f i t a d o s , y h a c i e n d o que el e s p o s o pruebe uno, y luego la esposa, él c o m e uno, y arroja los d e m á s a los circunstantes; t o m a d e s p u é s un vaso de vino, m o j a en él una sopa, que p r u e b a , y da d e s p u é s a los e s p o s o s , a r r o j a n d o l u e g o el v a s o , con c u y a s c e r e m o n i a s q u e d a h e c h o el c a s a m i e n t o : las s i g n i f i c a c i o n e s d e e s t a s c e r e m o n i a s no p u d e saberlas. C o n c l u i d o esto, se c o l o c a la n o v i a , c u b i e r t a d e un v e l o , e n t r e u n a s a l m o h a d a s , d o n d e q u e d a , sin d e s n u d a r s e , por u n o s días, s e n t e n c i a d a a un r i g u r o s o a y u n o ; y l u e g o e m p i e z a a hacer vida con su m a r i d o , q u e esos días no p u e d e verla. Las c o r o n a s q u e sirvieron para la b o d a , se p o n e n a la c a b e c e r a de la c a m a m a t r i m o n i a l , y se entierran con el p r i m e r o de los d o s e s p o s o s que muere. P o r lo d e m á s , la vida interior de los a r m e n i o s es similar a la d e los turcos; celan m u c h o a sus m u j e r e s sin dejarlas ver a nadie sino rara vez: es nación rica, y hace el c o m e r c i o de géneros de la India; a d e m á s los S h a r a f s o b a n q u i s t a s son g e n e r a l m e n t e a r m e n i o s , y lo es s i e m p r e el d e la corte, y los arrendadores del c u ñ o de la casa d e la moneda. Su traje distintivo es una túnica de listado d e a l g o d ó n , c e ñ i d a c o n una f a j a , y e n c i m a una especie de balandrán de p a ñ o azul, l l a m a d o Benish; en la c a b e z a un g o r r o alto negro, de f i g u r a cilindrica, l l a m a d o K a l p a k , c u y a parte superior cierra un p e d a z o de p a ñ o e n c a r n a d o , y es c a l z a d o , y es su c a l z a d o una m e d i a bota de gacela morada, y una b a b u c h a del m i s m o color. T i e n e n los a r m e n i o s un idioma propio de su país originario; pero c o m o la m a y o r p a r t e de los r e s i d e n t e s en C o n s t a n t i n o p l a han n a c i d o allí, es general entre ellos el t u r c o . '

L a s c o s t u m b r e s del p u e b l o a r m e n i o d e s c r i t a s p o r S o l a n o y

Moreno

e m p e z a r o n a c a m b i a r a m e d i d a q u e F r a n c i a f u e t o m a n d o las r i e n d a s en la p r o t e c c i ó n d e l o s c a t ó l i c o s o r i e n t a l e s . A e s t e h e c h o h a y q u e a ñ a d i r la e v o l u c i ó n d e l E s t a d o o t o m a n o d o n d e la l i b e r t a d d e c u l t o d e l d e c r e t o i m p e r i a l hümayum

Hatti

d e 1856 a f e c t ó de m a n e r a diferente a las diferentes c o m u n i d a d e s no

m u s u l m a n a s . A l g u n o s intelectuales armenios, e d u c a d o s en instituciones n o r e l i g i o s a s d e P a r í s , f o m e n t a r o n l a c r e a c i ó n d e u n a n u e v a l e g i s l a c i ó n p a r a la c o m u n i d a d q u e a c a b a r a c o n las d e c i s i o n e s a r b i t r a r i a s del p a t r i a r c a d o .

La

c o n s t i t u c i ó n a r m e n i a v i o la l u z e n 1 8 6 0 , a p a r t i r d e e s t e m o m e n t o el o r d e n t r a d i c i o n a l s e v e r á a l t e r a d o p o r l a s i d e a s p r o g r e s i s t a s . C a d a i n d i v i d u o del

' j o s é Solano op.cit. pp. 111-115.

millet

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armenio podía participar en la elección del patriarca y de los consejos comunales a través de sus representantes. A cambio, quedaba sujeto al pago de impuestos cuyos fondos preservarían los derechos de la comunidad. El patriarca dejaba de ser una figura omnipotente pasando a figurar como el presidente de los consejos comunales. Hl Consejo General se conformó como la máxima autoridad, capaz de elegir al patriarca y organizar la comunidad. Aparte de este consejo el control de la sociedad se repartió en otros c o m o el Consejo Religioso y Político, la Fundación de Educación, Asuntos Sociales y los diferentes consejos parroquiales. El gobierno tardó unos años en confirmar la constitución armenia. El pueblo armenio, pensando que el patriarca pretendía posponerla sitie die, se echó a la calle organizando manifestaciones en protesta de la tardanza. Abdiil-Asiz zanjó el asunto el 30 de Marzo de 1863 aprobando la nueva regulación llamándola Nizarnname-i

millet-i Ermenian

(Regulación

de la Nación armenia). Las diferencias entre armenios y turcos se pueden apreciar en los nombres dados a este proyecto: la comunidad armenia lo llamó Azgayim

Sahmanadruthiwn

(Constitución Nacional) con este proyecto

pretendía reformar el sistema de millet gobernado por un líder religioso. La Sublime Puerta aprobó el texto sin reconocer el título original desmarcándose las dos tendencias. Los turcos mantuvieron la actitud de dejar a los armenios que se gobernaran por sí mismos y ellos, por su parte, no vieron reconocidas sus aspiraciones de crear una comunidad moderna laica 1 . Lo cierto es que durante la segunda mitad del siglo los viajeros españoles encuentran en esta minoría un grupo más adecuado para representar a los intereses nacionales que los griegos ortodoxos. Las conversiones al Catolicismo y el interés de Lrancia, Italia y Austria en los latinos de Levante llevan ya casi un siglo funcionando. Mentaberry contempla con escepticismo a la nueva burguesía armenia que en poco más de medio siglo ha pasado de ser un pueblo otomano más a i a modernidad. Pone en duda las reformas por la rapidez con que se hicieron y por la falta de confianza de que hayan afectado a todos los niveles de la vida armenia: "En cuanto a los armenio es otra cosa. Raza puramente asiática, su industria y su comercio los ha enriquecido; pero continúan siendo tan oscuros y más abandonados aún que los turcos en su vida íntima. De día se visten a la europea y en muchas casas han comprado ya sillas y mesas, pero no las usan, apresurándose en cuanto se ven solos a tirar la levita para revestir el opaje talar; hecho lo cual se sientan en el suelo,

'"Véase de Mesrob K. Krikorian Armenians in the service of the Ottoman Empire (1860-1908), Londres, Routledge & Kegan Paul, 1978. T H E REGULATION O F T H E ARMENIAN COMMUNITY, introducción pp }->.

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cruzados de piernas, y chupan con delicia la boquilla ambarada de su narguilé persa o su pipa otomana."

1

Mentaberry no reconoce el origen europeo aplicándoles el adjetivo asiático. Este adjetivo les sitúa en el lugar de un pueblo que no había conocido la modernidad y, por ello, Europa occidental tenía que interferir para que conocieran la civilización. Las mujeres armenias, por el contrario, están caracterizadas por el exotismo y la belleza: "[...| la hermosura opulenta de las armenias, altas y esbeltas, cuyos ojos profundos y voluptuosos parecen dormir eternamente y sólo se entreabren para lanzar una descarga eléctrica sobre el hombre que les está mirando." 2 Habrá que esperar a la memoria de la fragata Arapiles para encontrar el tema de los armenios debidamente desarrollado. Juan de Dios de la Rada dedica bastantes páginas a esta comunidad profundizando en aspectos religiosos, geográficos, históricos y sociales. La compleja situación de los ortodoxos y el liderato del patriarcado armenio católico sobre los latinos orientales les sitúa en el grupo que mejor encaja en los intereses españoles. El primer acercamiento a este grupo otomano es a través de la religión: la característica más interesante para los lectores hispánicos que les proporcionará una cierta afinidad. De la Rada sitúa a la Iglesia armenia más lejana de la latina que de la griega, negando la supremacía del romano pontífice y la doble naturaleza de Cristo. La documentación de este autor le permite describir también el lugar del patriarca en el Estado otomano, y, de cómo es elegido por una asamblea general de 400 individuos nombrados por sufragio universal. Una vez analizado el grupo gregoriano pasa al católico, subrayando la supremacía que dan una parte de los armenios al Papa. En aquel momento formaban una comunidad de unos 40.000 miembros y tenían bajo su jurisdicción a otros dos grupos católicos orientales: los de rito siriaco y los caldeos. Rada también se hace eco de una nueva escisión, la de los armenios protestantes, que aunque entonces apenas sumaban unos 5.000 miembros 3 contaba con el apoyo británico al que se uniría más tarde el de los Estados Unidos de A m é r i c a 4 . El pueblo armenio es también objeto de un estudio histórico de la memoria de la fragata ' Mentaberry op.cit. p. 505. Ib. p. 476. ^Rada, op.cit. pp. 231-33. 4 L a aparición de esta nación americana en el escenario es muy tardía. Los Estados Unidos entraron el la Gran Guerra en 1917 y nunca contó con una declaración oficial de guerra por parte del Imperio Otomano. Durante los primeros años del conflicto fueron los americanos los representantes de los Aliados en Turquía. El embajador Morgenteau, de origen judio, jugó un papel preponderante en la defensa de los armenios otomanos, véase por este autor: Secrets of the Bosphorous by Ambassador Henry Morgenthau Conslantinople 1913-1916. Londres: Hutchinson, 1918. 2

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Arapiles.

Rada continúa el acercamiento de este grupo otomano a los lectores

españoles utilizándo argumentos geográficos. Localiza la llanura armenia en el Asia occidental bordeada por los ríos (,-oruh, Tigris y Eufrates. Esta zona, donde se creía que había existido el jardín del Edén, está muy cercana a otro importante elemento geográfico: el monte Ararat, el lugar a donde llegó Noé tras el diluvio. Tras introducir estos dos elementos del paisaje bíblico pasa de la Geografía a la Historia sin olvidarse de la Religión: "Los armenios presumen de ser una de las naciones más antiguas del mundo, y los son en efecto, pretendiendo descender de Haíg, nieto de Noé, que de su nombre dio al país el de Haíasdan, nombre que perdió por el de Armenia, tomado de Aram o Armen, uno de los reyes conquistadores que vivió diez y nueve siglos antes de J.C." 1 Así, Juan de Dios de la Rada va acercando este desconocido grupo otomano, a caballo entre Europa y Asia, a sus lectores integrándolo en la cultura europea. Destaca la presencia de Alejandro Magno y del Imperio Romano en el año 15 a.C.. de esta manera les hace partícipes de la herencia grecolatina. Rada pinta el retrato de un pueblo que podía haber tenido una evoución similar a la de los pueblos del resto de Europa pero que al caer bajo la órbita asiática (persas, árabes, selyuquíes, mongoles y otomanos) ha quedado relegada a un estado de intermedio entre la barbarie y la civilización. Sobre lo segundo Rada lo expone de la siguiente manera: "Han conservado, sin embargo, los armenios, su lengua de antiquísima procedencia, ruda, de extraños sonidos, perteneciente al grupo de las lenguas arias, con mezcla de palabras semíticas o arameas, su religión, rama del gran tronco cristiano, y sus recuerdos y tradiciones nacionales." 2 La defensa de Juan de Dios de la Rada se basa en ensalzar varios aspectos fundamentales de todo nacionalismo: la raza, la lengua, el papel de pueblo en la Historia, sus tradiciones culturales y la religión, una estrategia similar a la utilizada con los griegos y con los eslavos de los Balcanes. En el último cuarto del siglo XIX los ortodoxos otomanos están descartados de los intereses de Europa occidental. Rada y Hugolino Masía en Los Ritos Orientales tienen una percepción idéntica de esta cuestión donde los armenios católicos son el modelo:

si todos los ritos imitasen en su

ejemplaridad y su asiduidad al clero armenio, ¡Oh cuantos hombres instruidos se encontrarían en Oriente'" 3 Los armenios gregorianos no están tan bien vistos por las mismas razones expuestas por de la Rada: el Monofisismo, el

' R a d a , o.c., p. 231. 2

I b . p. 261.El análisis del DEHA sigue la m i m a línea al dedicar una c o l u m n a a la lengua armenia, otra a la literatura y una tercera a la religión. T o m o 2, 1887, pp. 643-644. ^Masía y Lucas, op.cit. p. 71

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177

hecho de no reconocer al Papa y cuestiones relativas a la Eucaristía. En estos planteamientos es evidente que las reiteradas comparaciones pretenden alejar a los griegos de los lectores españoles en favor de los armenios "Existe una gran diferencia entre el armenio y el griego. El primero es meditabundo, flemático, astuto, reservado, político y amante de la soledad al mismo tiempo que se muestran pacíficos, humildes y respetuosos. Los griegos, por el contrario, son vanidosos, soberbios, traidores y vengativos."' El mismo año de la edición del texto de Masía se firmaron los acuerdos de San Estéfano y de Berlín cuyas consecuencias acabarían con la imagen hasta ahora mantenida de la comunidad armenia. La guerra ruso-turca de 1877 acabó con la ocupación rusa del Este de Anatolia, un importante enclave de población armenia. El zar, dueño ya de la Armenia caucásica, se había nombrado protector de toda la etnia. El tratado de San Estéfano firmado el 3 de Marzo de 1878 otorgaba a los armenios una semi-independencia o, más bien, una administración local cristiana similar a la de los maronitas en el Líbano. Este tratado no fue aprobado por las potencias europeas, sobre todo por Austria e Inglaterra, que no veían con buenos ojos la expansión rusa. Lord Salisbury advirtió desde la Casa de los Lores de los peligros de que el mar Negro se convirtiera en un lago ruso como el Caspio. La posible conquista de Persia unida a la de Armenia podría formar un bastión que frenara los intereses coloniales alejando a India de Inglaterra. El 13 de Junio del mismo año se reunieron en Berlín para reformar el tratado anterior. En los pocos meses trancurridos se volvieron a cambiar las fronteras. Turquía no estaba interesada en fragmentar más los restos de su imperio otorgando autonomías que derivaban en independencias. Pronto las potencias europeas se dieron cuenta de que los armenios se les habían escapado de las manos. El descubrimiento de su identidad les colocaba en el mismo lugar que los serbios, búlgaros o incluso griegos. La complicidad jugada con Rusia en Berlín fue considerada una traición ya que aceptaba la supresión de las ventajas adquiridas en el tratado de San Estéfano, en ese momento en que no les interesaban, les daban la espalda 2 .

Paradójicamente, en la otra punta de la cristiandad europea la opinión es idéntica. Castelar analiza la situación creada en el tratado de Berlín entre armenios, turcos, rusos e ingleses desde la perspectiva de una nación que no participó en el conflicto. Algunos autores españoles mantienen viva la figura de España como salvaguardia de los valores cristianos católicos. La cuestión 1

2

Ib. p. 93.

^Krikorian, op.cit.

p. 8

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a r m e n i a desde E s p a ñ a viene m a r c a d a por estas dos características: la neutralidad y la fe cristiana: "El e m p e ñ o de redimir esta Iglesia, e m p e ñ o d i g n o del e s f u e r z o y del n o m b r e d e los a r m e n i o s c r i s t i a n o s c o n t r a los k u r d o s y t u r c o s , t r a e la g u e r r a civil q u e a h o r a f u l m i n a en a q u e l l o s s i t i o s , d e v a s t á n d o l e s c o m o un c i c l ó n , y m a t a n d o a s u s h i j o s c o m o si f u e r a n m o s c a s , e n t r e

rivalidades

a n t i g u a s d e rusos e i n g l e s e s , c u y o s d e s a r r o l l o s terribles p u e d e n t r a e r n o s u n a g u e r r a i n t e r c o n t i n e n t a l q u e sea r e t r o c e s o d e n u e s t r a E u r o p a y m e n g u a de la civilización cristiana. Q u e Dios nos g u a r d e nuestra libertad y nuestra p a z . " 1 1878 m a r c a el inicio d e las r e v u e l t a s a r m e n i a s p o r la falta d e a p o y o d e las p o t e n c i a s e u r o p e a s en sus p e t i c i o n e s d e a u t o n o m í a o d e i n d e p e n d e n c i a q u e p r o d u j e r o n la f o r m a c i ó n d e g r u p o s a r m a d o s . L a s s o c i e d a d e s r e v o l u c i o n a r i a s a r m e n i a s se e x p a n d i e r o n por los d o m i n i o s del sultán e s p e c i a l m e n t e en el Este. L a resistencia a r m e n i a se e n c o n t r ó c o n un p r o b l e m a q u e les d i f e r e n c i a b a d e los eslavos: el h e c h o de carecer de un territorio d o n d e f u e r a n m a y o r í a . A l e j a n d r o II, zar d e R u s i a , n o e s t a b a d i s p u e s t a a f o m e n t a r las m e d i d a s r a d i c a l e s d e u n a m i n o r í a q u e t a m b i é n f o r m a b a un g r u p o c o n s i d e r a b l e en el i m p e r i o policultural q u e h a b í a c r e a d o . El c o n d e d e C o e l l o f u e t e s t i g o d e c ó m o los a r m e n i o s o t o m a n o s e m p i e z a n a ser t o m a d o s en c u e n t a e n el p a n o r a m a p o l í t i c o , su v i n c u l a c i ó n al g o b i e r n o o t o m a n o y la p o s t u r a d e R u s i a : Mis últimas cartas Ies participaban la muerte del Patriarca armenio monseñor Nerses 2 , que a su Sede Metropolitana de Constantinopla había unido el alto puesto de Pontífice o Católicos del Monte Ararat. Pasado el luto de Iglesia armenia, su Sínodo eclesiástico se reunió ayer, p r o c e d i e n d o a la elección del n u e v o Patriarca de C o n s t a n t i n o p l a , repartiéndose los votos entre los prelados de Erzurum, Scutari, Bursa, Esmirna, Besiktas, el abad del convento de Monastir, el vicario de Jerusalén y otros sacerdotes armenios. Fue elegido por 41 votos el primero, monseñor Hazoutioun, de edad de sesenta y cinco años y que c o m o vicario ejerció largos años estas funciones en el Patriarcado de Constantinopla. Falta ahora la aprobación del Sultán, no siendo necesaria la del Zar de Rusia para el Patriarcado de Constantinopla, puesto que esta silla metropolitana no comprende, a diferencia de otras en el Asia Menor, sino armenios de nacionalidad turca.^

' C a s t e l a r "La guerra civil de Oriente", Madrid, La Ilustración Española y Americana, 8 de Noviembre de 1895, n° XLI p. 262. ^ N e r s e s V a r j a b e d i a n había buscado el a p o y o de los rusos en el T r a t a d o de San E s t é f a n o de 1878 para la creación de un Estado armenio en Anatolia, d e m a n d a que f u e desestimada ya que podría haber sido el precedente de un estado armenio en el C a u c a s o ruso. • Martín Asuero, Pablo (ed), op. cu. pp. 95-96.

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A partir de este momento los armenios van adquirendo protagonismo político, sin lograr un territorio propio. Se crearon una serie de bandas terroristas que operaban en el tiste de Anatolia sobre miembros de la administración otomana, como recolectores de impuestos, carteros y jueces, masacrando aldeas musulmanas. La situación se fue haciendo insostenible alejando a estas dos fracciones del imperio que hasta este momento habían convivido en paz. Pronto aparecieron otros grupos armandos en el extranjero, dos de ellos dominaron la escena: el Cinturón, Hunchak, estudiantes armenios en Francia y Suiza en Revolucionaria Armenia, Dashnaks,

f o r m a d o por

1886, y la

Federación

establecida en Rusia en 1890. El

objetivo de estos grupos era la creación de grupos terroristas que forzaran la intervención internacional para formar así una República Socialista Armenia en las cinco provincias del Fste de Turquía. I .a pugna entre el terrorismo y el Estado se mantuvo entre 1890 y 1894 hasta que en 1895-96 el Gobierno otomano envió al ejército en una campaña que fue seguida con horror por todo el mundo cristiano 1 . La prensa española se hizo eco de las masacres armenias. El conde de Coello dedicó a este tema el artículo titulado "La Situación en Oriente" de la Ilustración Americana

Española

y

el 22 de Octubre de 1895. El enfoque español sobre el tema está

visto desde la perspectiva de un miembro del otro gran imperio mediterráneo a punto de desmoronarse. La actitud ante los armenios es contradictoria: por una parte los movimientos nacionalistas violentos son condenados, en este punto la situación de Cuba es similar a la de Armenia. Por otra parte, el pueblo armenio gozaba de las simpatías de los cronistas españoles al ser una antigua nación cristiana que intentaba encontrar su lugar en el mundo moderno fuera de la órbita musulmana. Unos años más tarde Zayas desde Estambul mantiene la opinión de Coello sobre la intervención internacional: "Las horribles matanzas de armenios perpetradas en 1896 no tuvieron más epílogo ni más comentarios en Europa que las platónicas protestas de Gladstone, y una frase de Lobanow que, para justificar la indiferencia del gobierno del Zar ante hechos tan inicuos, exclamó con egoísmo monstruosos: A Rusia no le conviene

crear en Asia

2

una nueva Bulgaria. "

'Ver de Shaw & Shaw The Armenian Question op.cit. p. 200-205. ^Zayas op.cit. p. 54.0tra de las voces que se alzaron es la del DEHA cuyo segundo apéndice dedica una columna a las matanzas armenias: "Los armenios, dentro de un continente cuyos pueblos de llaman civilizados, continúan a mereced de una barbarie que debería cortarse de raíz aunque no fuese más que por la dignidad de Europa". Tomo 26, año 1907, pp. 152-153. Nótese como este pueblo ha pasado en medio siglo de ser considerado asiático y exótico a ser europeo y civilizado.

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La postura de Zayas reconoce el derecho a la independencia de los armenios como el de los griegos o eslavos. La visión española de este conflicto mantiene la solidaridad con estos pueblos ya que también la península Ibérica estuvo sometida al llamado "yugo musulmán". Los herederos del legado espiritual de los Reyes Católicos y de los Austrias critican las intrigas británicas y rusas en defensa de la fe cristiana: Luchan ahora los armenios, como lucharon los griegos a principios y ios Estados Balcánicos a m e d i a d o s del siglo XIX, por su libertad e independencia. Sufren todavía el i n s u f r i b l e y u g o m u s u l m á n y, m e n o s dichosos que los moradores del Danubio, no han logrado excitar la piedad ni conseguir el apoyo de ¡as potencias que se apellidan cristianas, para romper las cadenas de la esclav itud secular. Oprimidos y saqueados por los turcos en el propio país y abandonados por los europeos, no les es dado luehar con armas leales en el c a m p o de batalla porque son débiles, ni combatir tampoco con las de la diplomacia en los gabinetes de Europa, porque allí no encuentran sus aves eco alguno.'

Vicente Blasco Ibáñe/ rompe con los planteamientos mantenidos hasta ahora criticando duramente a la religión cristiana y posicionándose a favor de los turcos. La figura de este autor es similar a la de Lamartine quien, ochenta años antes, también supo romper los moldes anteriores, nombrándose defensor de la causa turca. En este contexto las matanzas de Estambul pierden el carácter de guerras de religión para adquirir un sentido más moderno: la supresión de una manera violenta de una determinada banda terrorista también partidaria de la violencia. Ha degollado recientemente al armenio en las calles de Constantinopla, porque este, más maliciosos y activo, le arrebataba la hacienda y a d e m á s soñaba con trastornar la sedentaria vida turca arrojando bombas de dinamita en mezquitas y calles Lo exterminó por rivalidades e c o n ó m i c a s y por librarse de las angustias del terrorismo no porque fuera cristiano. En ninguna ciudad del m u n d o existe la libertad religiosa q u e en Constantinopla.^

Las opiniones tradicionales y la de Blasco Ibáñez son necesarias para entender la visión española de la cuestión de Oriente a principios del siglo XX. Las dos mantienen postulados radicales a favor y en contra de musulmanes y cristianos. Lo que Blasco Ibáñez no llegó a formular es que tanto el Imperio Español como el Imperio Otomano encontraron en la defensa de la fe el freno a

' Z a y a s op.cit.

p. 52.

^ B l a s c o Ibáñez op.cit.

p. 100.

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la entrada en la modernidad. Los dos protectores de la Edad Moderna de las dos grandes religiones mediterráneas no supieron adaptarse a los nuevos tiempos. Los dos saldrán a lióte apartándose de la política internacional durante un largo periodo de no intervención en el cual encontrarán su identidad. Hn este contexto la cuestión amenia se mantine en el caso turco como una herida que no termina de cicatrizar, a pesar de haber pasado más de un siglo. Durante los primeros meses de la Primera Guerra Mundial las tropas zaristas estaban acantonadas en el Caucaso. Enver pacha movilizó el Tercer Ejercito al este de Anatolia, zona poblada por armeniso preparándose para la agresión. En estas circunstancias, intentó en vano pactar con los armenios, a los cuales Rusia les había prometido una región autónoma. A mediados de mayo de 1915 empezó una campaña de deportación, acusándolos de colaborar con los rusos. Dicha campaña fue realizada de manera muy violenta, perdiendo la vida entre 200.000 1 y 1.00.000 2 . Si bien las cifras varían bastante, lo cierto es que los sucesos conmocionaron a la opinión pública. Como se puede ver por el tono del

siguiente d e s p a c h o español, nuestros

diplomáticos

simpatizaron con ellos y no tenían demasiada buena impresión de los Jóvenes Turcos en el poder: 29 de Febrero de 1916 (N° 101 Política) M u y señor mío, tengo la honra de llevar a V.E. los a d j u n t o s cuatro ejemplares de un folleto que me ha enviado la Sublime Puerta y que se titula " V e r i t é sur le m o u v e m e n t r e v o l u t i o n n a i r e A r m é n i e n et les m e s u r e s gouvernementales". A simple vista parece que este Gobierno tratara de cerciorarse frente a los países extranjeros de la incalificable conducta que contra los armenios ha seguido y que ha levantado las más enérgicas protestasen todos los países, pero profundizando el asunto (pues siempre hay que ir hasta el f o n d o para llegar a saber a donde van a parar los Jóvenes Turcos) se ha llegado a saber que este folleto tiene por objeto el ir preparando al público para las nuevas persecuciones que les harán, pues el Gobierno esta f u r i o s o por la ayuda que los armenios que han q u e d a d o con vida vienen prestando a los rusos en el Caucaso, y siempre celoso de que estos armenios son todo lo trabajadores e inteligentes, que los turcos son de indolentes e inútiles.

La embajada española no iba desencaminda y se producieron nuevas deportanciones y masacres. Uno de los aspectos que complicaba la cuestión era el hecho de que los de Anatolia dependían del Patriarcado situado en el

' S h a w y S h a w . op. cit., p. 316. H. Pasdermadjian, Histoire

de l'Armenie.

Paris, Librarie Orientale H. Samuelian, 1986.

182

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HN

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C a u c a s o , p a r a r e m i d i a r l o ol g o b i e r n o t u r c o d e c i d i ó s e p a r a r l o s , tal y c o m o e x p o n í a n nuestros d i p l o m á t i c o s en el siguiente d e s p a c h o : 21 de Agosto de 1916 No 347 Política. [...] Para remediara semejante estado de cosas el actual Gobierno otomano acaba de publicar el nuevo Reglamento de I de Agosto del año actual (del que adjunto copia) que tiene dos objetos principales. Primero: suprimir de hecho la supremacía espiritual del Cathólicos de Etchmiadzine, subdito ruso, y conferir el cargo de Jefe supremo de la Iglesia armenia al Patriarca de Constantinopla que había de residir desde ahora en adelante en Jcrusalcn \ asumir la representación de la Comunidad armenia en Turquía. Esta resolución solo puede suscitar dificultades dentro del terreno puramente religioso provocar quizás un cisma. En efecto se atentaa la unidad de la Iglesia armenia que tendrá dos Jefes supremos, uno para los armenios de Rusia y otro para los armenios de Turquía. Por otra parte se une la dignidad de Cathólicos, de orden espiritual, con la de Patriarca, cuyas funciones son más bien temporales. En resumen se trata de romper toda suerte de relaciones con la autoridad suprema residente en Etchimadzine. Segundo: reducir m todo lo posible la importancia del nuevo Patriarca de los Armenios de I urquía. Para este efecto se suprime radicalmente la Asamblea nacional base y fundamente de su autoridad y se le relegaa Jerusalén donde solo podrá desempeñar un papel de segunda fila y únicamente desenvolverse dentro de la esfera local. Además se reducen mucho las rentas afectadas al Patriarcado y se limita la competencia del Patriarca. La Comunidad armenia queda, según el nuevo reglamente, en una situación idénticaa la que goza la Comunidad griega ortodoxa. Lo mismo que en el Patriarcado Ecuménico, el patriarca Armenio será auxiliado por dos asambleas, una compuesta de clérigos que se ocupará únicamente de los asuntos religiosos \ otra mixta, formada por sacerdotes y seglares que tendráa su cargo la administración, y vigilancia de las instituciones escolares y de beneficencia, así como de las demás obras pías. Ambas corporaciones serán presididas de derecho por el nuevo Cathólicos Effendi. La prensa oficiosa se ha encargado de decir que el Gobierno Joven turco no ha atentado en m o d o algunoa los antiguos privilegios ya las inmunidades religiosas aseguradas y garantidas por la Constitución, antes al contrario con este Reglamente ha afirmado la libertad de acción del Patriarcado impidiendo que se convierta en instrumento de los Comitadjis. Entre los armenios de Constantinopla todas estas novedades han causado el mayor asombro. Nadie ignora que la mayoría — pudiera decirse la casi totalidad — de los armenios residentes en Turquía, excepción hecha de los que habitan en Siria y Palestina y en las dos grandes ciudades de Constantinopla y Lsmirna, han sido sometidosa la dura Ley de la deportación lo que quiere decir que fueron asesinados en crueles matanzas ó relegadosa los desiertos de Arabia y Mesopotamia para que allí muriesen de hambre. Al mismo tiempo tanto sus escuelas y sus iglesias, como sus

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ESTAMBUL

183

bienes m u e b l e s é i n m u e b l e s f u e r o n s e c u e s t r a d o s y v e n d i d o s l e g a l m e n t e en virtud d e Leyes especiales dictadasa d i c h o efecto. Los escasos a r m e n i o s que aun subsisten viven en la constante inquietud de verse s o m e t i d o s a su turnoa la Ley de deportaciones. Por esta razón la población a r m e n i a de la capital ha visto con a s o m b r o q u e el G o b i e r n o en l u g a r de cerrar el P a t r i a r c a d o y de d e p o r t a r al Patriarca y al clero, haya c r e í d o m á s p r a c t i c o y c o n v e n i e n t e p r o c e d e r á la c r e a c i ó n de un C a t h ó l i c o s - P a t r i a r c a para q u e rija una j e r a r q u í a eclesiástica y u n a c o m u n i d a d de fieles m u y r e d u c i d a y a d m i n i s t r e iglesias, e s c u e l a s y e s t a b l e c i m i e n t o s b e n é f i c o s i n e x i s t e n t e s . Y lo que ha c a u s a d o m a y o r s o r p r e s a es q u e el G o b i e r n o i m p e r i a l se h a y a a p r e s u r a d o a d a r a c o n o c e r á los d e m á s países de E u r o p a la adopción de s e m e j a n t e s m e d i d a s por m e d i o de la A g e n c i a oficial o t o m a n a . Q u i z á s este h e c h o p u e d a ser c o n s i d e r a d o c o m o un i n d i c i o d e q u e el G o b i e r n o p i e n s a c o n s e r v a r a t i t u l o de c u r i o s i d a d v e n e r a b l e los p o c o s centenares de miles de armenios q u e aun q u e d a n en T u r q u í a únicos restos de una f l o r e c i e n t e c o m u n i d a d q u e c o n t a b a c o n m á s d e d o s m i l l o n e s d e m i e m b r o s antes de c o m e n z a r la guerra. T a m b i é n parece p r o b a b l e q u e tras la i m p l a n t a c i ó n de esta r e f o r m a , el G o b i e r n o en su d e s e o de ingerirse en todo lo q u e en T u r q u í a existe pretenda r e g l a m e n t a r a s i m i s m o el P a t r i a r c a d o g r i e g o o r t o d o x o , s i e n d o de t e m e r q u e sus p r o p ó s i t o s se e x t i e n d a n a las d e m á s iglesias de rito oriental ( a r m e n i o s , m e l q u i t a s , l a t i n a y s u b o r d i n a d a s a la S a n t a S e d e . En e s t e c a s o las c o n s e c u e n c i a s pudieran ser graves para la Iglesia Católica en Oriente.

A pesar de q u e los o t o m a n o s lograron en un p r i m e r m o m e n t o

hacer

f r e n t e a l a a g r e s i ó n r u s a , e s t o s l o g r a r o n ir o c u p a n d o el e s t e d e A n a t o l i a a l o largo de

1 9 1 6 . S i n e m b a r g o u n a v e z l o s b o l c h e v i q u e s l l e g a r o n al

poder

f i r m a r o n c o n l o s o t o m a n o s el t r a t a d o d e B r e s t - L i t o v s k el 3 d e m a r z o d e 1 9 1 8 p o r el q u e s e r e c o n o c í a l a s o b e r a n í a t u r c a d e A n a t o l i a , r e t i r á n d o s e d e a l l í , d e l C a u c a s o y d e Irán, entre otros territorios. Esta situación fue a p r o v e c h a d a por E n v e r p a c h á q u e r á p i d a m e n t e l l e g ó al C a u c a s o . L a s p a c e s d e B a t u m e n m a y o d e 1 9 1 8 z a n j a r o n l a c u e s t i ó n , T u r q u í a r e c u p e r a b a A n a t o l i a y e n el C a u c a s o n a c í a l a r e p ú b l i c a d e A r m e n i a , la c u a l s e r á a n e x i o n a d a p o r l o s r u s o s e n 1 9 2 0 1 .

C. J U D I O S

C o m o y a h e i d o i n d i c a n d o a n t e r i o r m e n t e el d e s c u b r i m i e n t o del o r i g e n d e los j u d í o s o t o m a n o s e s un a s p e c t o p r o p i o d e los t e x t o s d e la literatura d e viajeros hispánicos. A n t e s d e llegar a f i n a l e s del siglo X V I I I c o n v i e n e hacer un b r e v e r e s u m e n d e c ó m o l l e g a r o n a l a S u b l i m e P u e r t a t r a s la e x p u l s i ó n E s p a ñ a en

1492 y de Portugal

en

1497: " L o s exilados se llevaron

recuerdos, su lengua, sus costumbres, sus refranes, los textos de m u c h a s ' v é a s e de Anahide Ter Minassian, La République d'Arménie. París, Complexe, 1989.

de sus de

184

V I A J E R O S

H I S P Á N I C O S

EN

E S T A M B U L

sus canciones inspiradas en el romancero medieval, en una palabra, se fueron de España cargando sus hombros y su corazón de unos signos de identidad característicos que a través de los siglos les siguen marcando como diferentes dentro del judaismo, como judíos españoles, como sefardíes: amalgama de hispanidad y de judaismo." 1 Unos se instalaron en el norte de Africa, otros en Italia y muchos encontraron asilo en la corte de Bayaceto II en Estambul. Este sultán continuó con la política de su padre, Mohamed II, con las minorías no musulmanas quien había pactado con genoveses, venecianos y griegos a los cuales les permitió conservar su culto. Con respecto a los judíos, Mohamed II, tras la conquista de Constantinopla, deportó una serie de comunidades locales judías de Anatolia y los Balcanes a Estambul para evitar que los cristianos fueran la mayoría de los habitantes de su capital. La política de su hijo, Bayaceto II, fue más hostil con las minorías cristianas. Para acabar con el control comercial anterior decidió equilibrar la balanza a su favor atrayendo a su corte a un nuevo elemento: los judíos expulsados de España y Portugal. Estos individuos procedían de un medio urbano y estaban relacionados con los principales centros comerciales europeos. El hecho de no ser cristianos y estar desperdigados por todo el mundo les daba una neutralidad política muy conveniente a los intereses del reciente Imperio O t o m a n o con capital en Estambul. Los judíos otomanos ' proceden de la península Ibérica y de los que estaban en el Imperio Bizantino: los r o m a n i o t a s 3 . Estos últimos se encontraban divididos por cuestiones religiosas, entre karaítas y rabbanitas, y, entre los judíos locales, grec oparlantes, y los que habían llegado al Imperio Bizantino con los genoveses o los venecianos, los italoparlantes, y los hispanoparlantes que habían hecho lo mismo con los catalanes y aragoneses 4 . Así pues, a su llegada al imperio se integraron en el millet judío acogiéndose, al igual que los cristianos, al estatus de zimmi, que contempla tanto a judíos como a cristianos. Esta masiva llegada de judíos hispánicos asimiló a la comunidad romaniota en casi todo el imperio imponiendo como lengua el ' A n g e l Alcalá, o.c., pp. 10-11. ^ S o b r e los Sefardíes véanse de Paloma D í a z - M a s Los Sefardíes, Historia, lengua y Cultura. Barcelona. Riopiedras, 1993 (2 a ed.): Howard Sachar: Adiós España, Historia de los Sefardíes. Barcelona. Thassalia, 1995. Sobre los sefardíes otomanos véanse por Abrahán Galante Histoire des j u i f s en Turquie , Estambul, 9 v olúmenes , reeditado en Isis, Estambul en 1987, también es autor de Histoire des juifs d'htanhul 2 vol. 1941-42. Véanse también mis libro: Estambul, los ejércitos otomanos y los sefardíes cr textos en español. Estambul, Isis, 2003. •'Ver A b r a h á n Galante Les juifs de Constantinople sous Byzance. Estambul, 1940. Para tener una idea de las comunidades romaniotas en el siglo XII Libro de Viajes de Benjamín de Tudela , versión castellana, introducción v votas por José Ramón Magdalena Nom de Déu. Barcelona. Riopiedras, 1989. 4

S t e v e n B. Bovvman: "La llegada de los sefardíes a las tierras del M e d i t e r r á n e o Oriental" pp. 269-281, Manuel Alcántara (ed) o. .

ESPAÑA

Y EOS

HABITANTES

DE

ESTAMBUL

185

castellano. Steven Bowman ha analizado las causas del éxito de los recién llegados sobre los anteriores: Su situación era de kendi gelen, es decir, se les reconocía haber inmigrado voluntariamente al sultanato y no haber sido hechos prisioneros de guerra, c o m o las congregaciones romaniotas. G o z a b a n , pues, de una libertad de m o v i m i e n t o no permitida a éstos, a q u i e n e s los s e f a r d í e s llamaban peyorativamente "los Gregos". Hicieron proverbial el orgullo por su herencia española, descendientes todos, decían de la tribu de Judá o de Eeví, esto es, de reyes y sacerdotes; por su cultura, producto de una rica simbiosis de la prosa, la poesía y la ciencia arábiga y hebrea; por su lengua un rítmico castellano en sonoros dialectos; por su erudición, fruto de siglos de estudio talmúdico encabezado por Maimónides, el mayor de los sabios judíos de España. T o d o s presumían de un pedigree familiar que podía trazarse siglos atrás hasta entroncarse con grandes antepasados bíblicos. 1

Uno de los casos más estudiados es el de Beatriz Mendes de cuya llegada en 1553 a Estambul se hace eco el autor anónimo de El Viaje a Turquía: "No había más que yo no supiese nuevas de toda la cristiandad de muchos que se iban de esta manera a ser judíos o moros, entre los cuales fue un día una señora portuguesa que se llamaba doña Beatriz Méndez, muy rica y entró en Constantinopla con quarenta y quatro carros triunfales llenos de damas y criadas españolas." 2 Pronto la comunidad otomana f u e ampliándose con aquellos que fueron, en años sucesivos, expulsados de los diferentes países italianos. El siglo XVI corresponde con el máximo apogeo de los imperios español y o t o m a n o con un territorio común donde se enfrentarán: el Mediterráneo. Este hecho permitirá que sefardíes y peninsulares sigan en contacto a través de los renegados, prisioneros de guerra y frailes trinitarios o mercedarios cuya función en el Imperio Otomano era el rescate de cautivos. Tras las victorias de Malta en 1565 y Lepanto en 1571 el tema otomano, especialmente el turco-berberisco, conoce su mejor momento en la Literatura, de esta manera, un tema político se convertirá también en literario. Miguel de Cervantes, el Manco de Lepanto, lo conoció de primera mano y lo trató en varias obras c o m o Los

Baños

de Argel y La

Gran

Sultana

donde

3

aparecen varios judíos . Cervantes incluyó en sus comedias los tipos más l

lb. p. 275.

Op.cit. p. 451. Sobre Beatriz Méndez ve'ase C. Roth: The House ofNasi, I (Doña Gracia) y / / , (The Duke of Nasos). Filadelphia: T h e Jewish Publications Society of A m e r i c a , 1948. Sobre su vida existe una novela histórica de Catherine Clements: La Senhora. M a d r i d . Plaza y l a n é s 1993.

^

Los j u d í o s en estas obras han sido analizados por Nicolás Kanellos en "The A n t i - S e m i t i s m of Cervantes, Los Baños de Argel and La Gran Sultana: a Reappraisal". Chapell Hill, Bulletin of the comediantes X X X V I I (1975) pp. 48-52.

186

V I A J HR O S

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

característicos del Imperio Otomano de fines del siglo XVI como se puede apreciar en el listado de personajes de La Gran Sultana: Salee turco renegado, Roberto renegado, el gran Turco, Mami y Rustan eunucos, doña Catalina de Oviedo gran sultana, madrigal cautivo, Andrea espía, dos judíos, un embajador de Persia, dos moros, el gran cadí. Clara llamada Zaida, etc. Una comedia donde se entremezcla el amor con la política y con la religión, tres elementos fundamentales en las Turqnerías españolas del Siglo de Oro. Este ambiente creado por los literatos ha\ que entenderlo junto a otra clase de testimonios sobre el tema: las crónicas de cautivos, la otra forma de toma de contacto de los españoles con la realidad otomana. Una de las crónicas más completas es la de Diego Galán que conoció el cautiverio entre 1589 y 1600. Las aventuras de este toledano empiezan en Argel donde fue vendido como esclavo llegando en poco tiempo a ganarse los favores de su amo a quien acompañaba en sus campañas militares. El resultado es una crónica bastante completa de los principales territorios otomanos del siglo XVI: Hungría, Valaquia, Macedonia, Anatolia, Estambul y el norte de Africa. Diego Galán analiza la situación de los españoles que se encuentran en el Imperio Otomano donde no todos eran como los cautivos de las comedias. Algunos parece que se habían integrado bastante: "Le enseñó [a su amo) el modo en que estaba ordenado el ejército, el cual se componía de jenízaros [... |, y renegados que para nuestra vergüenza los hay de todas naciones valencianos, gallegos, mallorquines, catalanes, navarros, aragoneses, portugueses, andaluces, casiellanos, vizcaínos Diego Galán también hace referencia a los judíos otomanos dando testimonio de la constancia con que mantienen el castellano en varias ciudades: Argel, donde tuvo ocasión de conocer a un padre y sus hijas: hablaban castellano tan claro y tan limado, que me pareció estar en Toledo, así del hablar como del vestir |...]" 2 y en Salónica: en esta ciudad hay una fábrica de paños, y los judíos hablan castellano tan fino y acendrado como el de la imperial ciudad, cabeza y silla de tantos emperadores y reyes godos, Toledo digo." 3 Las crónicas de cautivos como Diego Galán y Octavio Sapienza permiten suponer que a lo largo del siglo XVI el castellano era una lengua más del Imperio Otomano, utilizada por judíos, cristianos y musulmanes enambitos diferentes como el comercio o el ejército 4 .

'Diego Galán, op.cit., p. 159. 2

lb, p. 114. Ib. p. 120. 4 "Tan grande llego a ser el número de los cautivos españoles en Argel y en Marruecos, que, juntamente con los renegados, quienes también se contaban por millares; con los judíos y moriscos, hicieron que en dichos países la lenta, pero incesante y vergonzosa derrota de nuestra supremacía marítima en el Mediterráneo, produjese el mismo efecto que nuestras victorias en otras regiones: la propagación del idioma castellano, que llegó a ser, en algún modo, lengua oficial, sobre todo en punto a relaciones internacionales, y hablada por personas cultas o ricas" ib. introducción de Manuel Serrano y Sanz p. IX. 3

HSPAÑA

Y LOS

H A B IT A N T HS

DK

ESTAMBUL

187

A lo largo del siglo XVII los dos imperios empiezan a distanciarse, los enfrentamientos militares se reducen afectando a las crónicas de cautivos. En este siglo empiezan a proliferar las traducciones que siguen alimentando el interés español por los otomanos. Algunos se traducen del latín como el texto de Busbecq 1 , otros del francés y la mayoría del italiano, ya que eran éstos los que más sufrían el azote otomano en sus costas. Otro singular documento traducido del hebreo en 1638 es Extremos y Grandezas

de Constantinopla

de

Moisés Alfonsino, un judío de Salónica que vivió algún tiempo en Estambul al frente de una sinagoga. Jacobo Cansino, un sefardí establecido en Orán donde ejercía de intérprete, se encargó de la traducción al castellano. La parte más interesante de este texto es la dedicada a los judíos de Estambul entre los cuales hace referencia a los Nasi, una familia que tras la expulsión había pasado por Portugal, los Países Bajos e Italia antes de llegar a Estambul. A esta familia pertenecían Gracia de Luna y su marido José Nasi, el duque de Naxos, que gozaron de la confianza de Solimán el Magnífico. Esta y otras familias fueron las encargadas de proporcionar fondos al Estado otomano acaparando de esta manera los banqueros sefardíes parte del control económico y político del siglo XVI. A medida que avanza el siglo XVII se van distanciando el mundo sefardí del peninsular. España centró su atención en las colonias americanas y Filipinas abandonando la política mediterránea. Esta volverá a plantearse de una manera pacífica con la llegada de los Borbones al trono español a principios del siglo XVIII. A partir de este momento las ideas reformistas y las de los ilustrados irán llegando a España por mediación de Francia. Esta nueva dinastía, en el marco de El Siglo de las Luces, empieza a separar los valores religiosos de la vida política española. De esta manera Carlos III consiguió acabar con la rivalidad hispano-turca del siglo XVI primero en Nápoles y más adelante en España. Es este contexto cuando parten las expediciones españolas de finales del siglo XVIII. En 1784, justo antes de entrar en el mar de Mármara, la de Aristizábal entró en contacto con un individuo sefardí: "El bergantín de la escuadra reconoció un barquillo de Griegos, para los cuales no hubo medio entre la certidumbre de que hablaban con Españoles, y el susto de verse esclavos. Así lo dio a entender en romance castellano uno de ellos: creámoslo Judío y quedará salvada la extrañeza." 2 Este fragmento es prácticamente el único donde se hace referencia al conocimiento de la lengua castellana por parte de los judíos otomanos. Es una prueba de que

'Emboscada y viajes de Constantinopla y Amasea de Augerio Cislenio Busbequio, traducido del Latín por el L. Steban de I/>pei de Reta. Pamplona, 1610. I a ed. Anveres 1582. 2 José Moreno, op.cit. pp. 23-24.

188

V I A J BROS

H I S P Á N I C O S

EN

E S T A M B U L

desde España no se les había olvidado y de que, en este momento, no estaban dispuestos a sacarles del olvido. De hecho en 1797, siete años después de la publicación de esta memoria, empieza a producirse un debate en Madrid sobre la supresión del decreto de expulsión de 1492. Pedro Valera, secretario de Hacienda de Carlos IV llego a proponer su abolición, para que los judíos ricos pudieran establecerse en España, proposisicón que quedó en agua de borrajas pero que permite comprender que en las clases dirigentes circulaba información sobre los sefardíes. 1 Lo cierto es que la parte central de Viaje

a Constantinopla

tiene

descripciones de los judíos de Estambul como grupo dentro de la sociedad otomana, sin hacer referencia a individuos, al origen o a la lengua: "Los hebreos que van a cuantas partes les llama el interés, hormiguean en Constantinopla y sus cercanías. Ejercen el ministerio de corredores, mercaderes, médicos y otro cualquiera que les rinda dinero; porque en su opinión solo aquel oficio no honrado que no es lucroso. C o m o ayudan este concepto con sus obras, se \ e n hebreos riquísimos que hacen grande papel en Turquía, y a veces gozan de mucho valimiento." 2 Este texto 3 refleja la postura oficial española: a caballo entre el interés por la posición que ocupan tienen en la sociedad otomana, y, la desconfianza producida por la actuación del tribunal de la Inquisición. En este contexto, José Moreno desaconseja abiertamente el trato con judíos en el punto cuatro de la digresión 1: Sobre el comercio activo y pasivo de los europeos en Turquía; para noticia de que los e s p a ñ o l e s puedan entablar allí y extender por todo Levante: Los armenios, griegos y judíos (linajes despreciados por los turcos) son los dueños del comercio en Turquía. Y esta circunstancia de haber de tratar e s p e c i a l m e n t e con los j u d í o s , o b l i g a s i e m p r e a t o m a r p r e c a u c i o n e s particulares, además de los reglamentos que la experiencia ha dictado c o m o más convenientes.

' G o n z a l o Alvarez Chillida, El Antisemitismo Madrid, Marcial Pons, p. 54. 2 J o s é Moreno, op.cit. p. 19. 3

en España,

la imagen

del Judío

(1812-2002).

L a opinión de Moreno es plagiada cuarenta años después por Fermín Caballero en La Turquía, teatro de la guerra presente, Madrid, Eusebio A g u a d o 1828, pp. 6 - 7 . La versión española de la obra de Laporte: El Viajero Universal, o Noticia del Mundo Antiguo y Nuevo (Madrid. Imprenta Real, 1795) lo utiliza en la primera de las dos cartas que dedica a Turquía "Los judíos, que acuden a donde les llama el interés, abundan en Constantinopla y sus cercanías: ejercen el ministerio de c o r r e d o r e s , mercaderes, médicos y otro cualquiera q u e sea útil p o r q u e , e n su opinión solo aquel o f i c i o no es honrado aquel que no sea lucrativo. Por estos medios llegan algunos a acumular grandes riquezas, y se granjean valimiento", p. 56.

HSPAÑA

Y

[.OS

H A B I T A N T HS

DH

ESTAMBUL

189

Tal f u e el m o t i v o p r i m a r i o d e q u e los e u r o p e o s v i a j a s e n a T u r q u í a , y estableciesen en ella sus casas de c o m e r c i o o factorías, tanto para las ventas y c o m p r a s de p r i m e r a m a n o , c o m o para eludir las a s t u c i a s d e los j u d í o s c u a n d o se les e n c a r g a las agencias. Y no p u e d e n m e n o s d e c o n f i á r s e l e s , no t e n i e n d o cada nación su factoría propia; p o r q u e los j u d í o s , llevados d e s u y o al interés y trato mercantil, son unos c o r r e d o r e s generales q u e a c e c h a n todas las o c a s i o n e s d e g r a n j e a r , y se a p r o v e c h a n de ellas ( c o m o otros n i n g u n o s ) p o s p o n i e n d o su propia vida. Pero aun c u a n d o sean a g e n t e s d e los e u r o p e o s , n u n c a dejan de atender primero a su provecho: con c u y a intención a l m a c e n a n d e todo, b u e n o y malo, y de ello c o m p o n e n sus r e m e s a s . A g r e g a n d o a las g a n a n c i a s q u e e s t e p r o c e d e r les r i n d e , la del d o s o tres por c i e n t o de c o m i s i o n e s con que prometieron a n t e s c o n t e n t a r s e , v é a s e q u e fe m e r e c e n , y cual será el b e n e f i c i o q u e resulte de establecer factorías nacionales. 1

J o s é S o l a n o realiza una descripción m á s p r o f u n d a de los j u d í o s , la i n d u m e n t a r i a , la o r g a n i z a c i ó n y su p a p e l e n la s o c i e d a d o t o m a n a p r e s c i n d i e n d o d e d a r j u i c i o s d e v a l o r . E s t e a u t o r e v i t a t a m b i é n d e s v e l a r el o r i g e n d e l a c o m u n i d a d j u d í a o t o m a n a . S o l a n o pinta un retrato p i n t o r e s c o d e los j u d í o s para q u e los lectores e s p a ñ o l e s se identifiquen lo m e n o s posible con ellos. Esta será u n a d e las a c t i t u d e s e s p a ñ o l a s p r o p i a s d e los t e x t o s d e literatura d e v i a j e r o s d e los siglos X V I I I y X I X , u n a f o r m a d e m a n t e n e r la p o s t u r a oficial.

JUDIOS L o s j u d í o s , tratados por los t u r c o s c o m o los ú l t i m o s de los h o m b r e s , insultados por lo m á s í n f i m o , y m o t e j a d o s por el n o m b r e de d o m u s h , cerdo, se g o b i e r n a n por un j e f e d e su nación, a q u i e n l l a m a n el G r a n R a b i n o , q u e eligen ellos m i s m o s y c o n f í a n a la Puerta. T i e n e n los j u d í o s treinta s i n a g o g a s en la capital. D e esta nación son m u c h o s m e r c a d e r e s , y n o pueden ser de otra los sensales o c o r r e d o r e s d e los negociantes; el basiniam bachi o primer m e r c a d e r de la corte, q u e provee el v e s t u a r i o d e esta, y de los j e n í z a r o s , es j u d í o , y lo son los de t o d o s los pachás. Su traje es talar, pero se distinguen en que llevan la b a r b a crecida, q u e sus b a b u c h a s son azules o negras, q u e lo q u e c u b r e la parte superior de su K a l p a k es d e c o l o r o s c u r o , y q u e c i ñ e n e s t e a la f r e n t e con una f a j a de musolina estampada.^

D o m i n g o B a d í a a p e n a s a n a l i z a la situación d e los j u d í o s . S e ñ a l a q u e la c o m u n i d a d hebrea está m e j o r tratada por los turcos q u e por los marroquíes y d e s c r i b e b r e v e m e n t e las c o m u n i d a d e s j u d í a s d e T r í p o l i , A l e j a n d r í a , T á n g e r y Estambul

s i n h a c e r r e f e r e n c i a al o r i g e n h i s p á n i c o d e l a m a y o r í a d e

integrantes. Resulta e x t r a ñ o q u e pasara por alto este detalle t e n i e n d o en

' j o s é Moreno, op.cit. pp. 256-57. 2

Ib., pp. 121-122.

los

cuenta

VIAJEROS

190

HISPÁNICOS

HN E S T A M B U I

que Domingo Badía en sus viajes proporciona información geográfica, geológica, astronómica, lingüística, médica, biológica, botánica, artística, etnológica, social y política del estado del Mediterráneo musulmán a principios del XIX. Ali Be\ el Abbassí, José Moreno, José Solano o Federico Gravina evitaron dar a conocer este dato por motivos políticos y sociales. El hecho de reconocerlos como descendientes de los antiguos expulsos les podría haber llevado a solicitar la nacionalidad española, o, a querer volver a España que mantenía una postura antijudía. Hay que tener presente que en 1802 una Real Cédula recordaba que ningún judío podía poner el pie en el territorio español sin avisar al tribunal de la Inquisición para que le vigilara, la cual fue renovada por Fernando VII en 1816 1 . También es cierto que este tribunal durante el siglo XVIII estaba más preocupada por las ideas de los ilustrados que por los escasos focos criptojudíos que quedaban en España y que en el siglo XIX da sus últimos coletazos. Así, la Inquisición fue abolida en abril de 1813, restuaurada en 1814, saqueada y asaltada en la revolución de 1820, no se restablece con la restauración del absolutismo en 1823 y definitivamente abolida en 1834 al principio de la época isabelina. Tres años más tarde la Constitución de 1837 acaba con los estatutos de lipieza de sangre 2 . Los liberales isabelinos iniciaron a partir de este momento un revisionismo histórico que creará escuela, en el que se criticaba la conversión forzosa y las persecuciones 3 . Esteban Amengual. a bordo del vapor español Tharsis,

apoyó a los

turcos durante el invierno de 1854 sirviendo de enlace entre Estambul, Crimea y Salónica. La importante comunidad sefardí de Salónica posibilitó a Amengual el contacto con ellos produciendo una sorpresa que se repetirá en muchos textos de esta índole: "Nos habíamos parado en una esquina, al tiempo que oímos a un chiquillo, dirigiéndose a un hombre que cerca de él pasaba, hablar en lengua castellana algunas palabras. De pronto creímos no haber oído bien, paramos atención en ellos, y nos cercioramos que, efectivamente, era castellano que hablaban. Por su traje inferimos eran judíos y así eran en efecto." 4 El contexto de la guerra de Crimea se refleja en el tratamiento de los habitantes del imperio aliado de España; especialmente en los sefardíes. El viajero, lejos de sentirse incómodo en esta capital otomana, descubre una ' A l v a r e z Chillida, op. át„ p. 55. hb., 3

p. 97.

/ ¿ „ p. 99.

^ E s t e b a n A m e n g u a l : Recuerdos le mis viajes a la Crimea, Sebastopol. Barcelona. La Catalana. 1859, p. 90.b

durante

el memorable

sitio

de

KS P A Ñ A Y L O S H A B I T A N T H S

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realidad olvidada procedente de su patria para poder asi ser consciente del alcance de la cultura española: "Hs sumamente delicioso pasear por las calles; pues a cada m o m e n t o oigo los elegantes modismos y expresivas frases de la lengua que se d e r r a m ó un día por todos losambitos del globo, en boca de casi todos los habitantes. Llega uno a figurarse que se encuentra en una población de su amada patria." 1 Pocos años más tarde, en 1860 las tropas del general Prim entraban en T e t u á n , allí salieron a recibir a militares y peridistas la colonia sefardí, adquiriendo protagonismo en la prensa y la literatura militar de la época. Sin embargo, a diferencia de los otomanos que iba ganando espacio en las filas de la burguesía de ciudades c o m o Estambul, Salónica o Bsmirna estos:

la

gran mayoría [de los observadores españoles| puso mucho más el acento en la descripción negativa de los judíos, aunque casi todos la relacionaban también con la opresión que sufrían por parte de los m u s u l m a n e s . Se los describe normalmente abyectos, avariciosos, duladores, serviles, cobardes, traidores y de físico repugante, reflejo de su bajeza moral." 2 Durante la misión de Mentaberry en el Imperio O t o m a n o se produce la revolución Gloriosa de 1868, la cual daba entender que el decreto de expulsión q u e d a b a d e r r o g a d o , al decretarse la libertad de culto. Pió IX r o m p i ó las r e l a c i o n e s con E s p a ñ a , las c u a l e s n o volvieron a p r o d u c i r s e hasta la Constitución de 1876 que volvía a reconocer el catolicismo c o m o religión del Estado. Mentaberry publica su Viaje a Oriente

en 1873, y, c o m o se puede

o b s e r v a r en general su ideología liberal y los s u c e s o s q u e se estaban produciendo se reflejan en su obra. Este diplomático es uno de los primeres que empieza a analizar en profundidad el origen hispánico de las comunidades sefardíes otomanas c o m o la de Beirut, lugar en que se encuentra frente a frente con un vestigio de la época de la España medieval. La realidad física se va imponiendo por vez primera sobre los prejuicios, lo cual traerá c o m o resultado la sorpresa mutua que conduce a una nostalgia de tiempos pasados y un cierto revisionismo de la cuestión: Judíos descendientes de aquellos que nuestros Reyes Católicos, D. Fernando y doña Isabel, desterraron de los dominios españoles. Estos, no solamente conservan todavía la lengua de sus mayores, aunque la escriben con caracteres hebraicos, sino hasta muchos de ellos llaves y títulos de propiedad de sus casas en España, donde esperan volver con esa perseverancia tenaz de su raza, con la misma obstinada fe con que están aguardando al Mesías.

_ ^ A l v a r e z C h i l l i d a , op. cit., p. 125.

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VIAJEROS

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

Sin embargo, ¡cosa extraña! no tienen rencor alguno contra nosotros, nos tratan siempre muy bien y nos escuchan con palpitante embeleso, cual si nuestra voz, nuestra palabra y nuestro estilo les recordase a sus muertos ascendientes, trayendo a su fantasía reminiscencias confusas y agradables de aquel lenguaje cariñoso, de aquellos blandos acentos maternales que mecen como un aura suave la cuna de los niños ' .

Cuando Mentaberry llegó a la capital otomana se producía un momento de gran actividad en el interior de los millet cristianos y judío. La comunidad judía se encontraba dividida entre los rabinos y el sector laico del

millet,

banqueros y comerciantes, que exigían una m a y o r participación en las decisiones. Una vez más se trataba de un c o n f l i c t o entre los principios religiosos y la modernidad, así, la educación en manos de un colectivo laico fue uno de los caballos de batalla de estas dos posturas. En 1865 Fuad Pacha sentó las bases del nuevo orden: el gran rabino permanecería c o m o cabeza de los judíos, teniendo un poder espiritual en todo el imperio y un poder político en Estambul. En esta ciudad tenía que someterse a un consejo f o r m a d o por 8 0 miembros elegidos entre la población religiosa y civil. Este c o n s e j o sería también encargado de elegir al gran rabino entre una lista de aspirantes. El objetivo de las reformas era conseguir la igualdad entre los pobladores del imperio creando una nueva doctrina, el otomanismo, donde todas las personas iban a ser iguales ante la le} 2 . Mentaberry encuentra una sociedad en pleno cambio. Las reformas legales y la apertura del imperio han producido una burguesía que en pocos años se ha enriquecido. El apoyo de las potencias hizo de la burguesía judía una de las primeras en adaptarse a la nueva imagen que el Tanzimat

impulsaba en Estambul: " U n a turba i n n u m e r a b l e de f r a q u e s y

corbatas blancas bastante mal llevados por hombres j ó v e n e s y viejos, mas vulgares en su gran mayoría, de anchos pies y gruesas manos, algunos con sortijas sobre los guantes y todos con riquísimas c a d e n a s y p r e c i o s a s botonaduras, pero con una F icha y un aire así ...tan mauvais, t i e m p o s más felices Serra

c o m o decía en

q u e a la legua se veía en ellos al tendero,

comisionista o tenedor de libros, al corredor de letras o al negociante; es decir, al hortera pretérito y al futuro banquero, ora fuesen judíos, que es lo genera!, o bien griegos, levantinos, armenios o europeos." 3 A pesar de la superioridad con que el diplomático español contempla la burguesía o t o m a n a vuelve i incidir por el origen hispánico de los j u d í o s otomanos. Mentaberry es uno de los primeros autores españoles que exponen

' M e n t a b e r r y op.cit. 2

pp. 123-124.

V e r de Shaw & Shaw op.cit. Secularization and the Millets pp. 123-128.

^Mentaberry, op.cit.

p. 478.

E S P A Ñ A

Y

LOS

H A B I T A N T HS

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los tres aspectos de la herencia sefardí: la lengua, los apellidos

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1

y los

periódicos en ladino: "l odos hablan más o menos la lengua española, se llaman Pérez o Rodríguez, y tienen para su uso un periódico escrito en castellano antiguo aunque con caracteres hebraicos." 2 Juan de Dios de la Rada, pocos años más tarde, es otro de los primeros viajeros en reconocer el origen y la lengua que utilizan, aunque no por ello prescinda de los prejuicios. La postura oficial española sigue mostrando una realidad judía más de acuerdo con los tópicos que con la posición que ocupaban dentro de la sociedad otomana. Rada mantiene a toda costa la imagen de los judíos como un pueblo ignorante y miserable donde aquellos que gozan de un nivel social elevado son una excepción. La visión española de Estambul pasa a través del filtro de la religión católica; una religión que funciona en estos textos como un freno que impide el contacto entre las dos variantes hispánicas. Juan de Dios de la Rada no concibe que España apoye a los sefardíes creando una institución similar a la Alliance israélite

A pesar de todo esto Rada sabe escaparse de la tradición

y penetrar en la organización de los judíos del imperio durante el

Tanzimat.

La religión hebraica descendientes en su mayor parte de los judíos españoles, que dejaron a su patria en las diversas épocas de la expulsión. Se divide en dos f a c c i o n e s , o sea los talmudistas y los karaitas; y tienen la dirección de sus asuntos civiles y religiosos, los rabinos, de los cuales el de Constantinopla, a u n q u e no ejerce ninguna clase de autoridad sobre sus compañeros de otras poblaciones, lleva el nombre de Gran rabino, y goza, con respeto en la sociedad turca, los mismos privilegios que los patriarcas. Tiene c o m o cuerpo consultivo, un consejo compuesto de seis miembros, de los cuales tres son rabinos y tres laicos. Para los asuntos judiciales hay un tribunal llamado Bet-din, que consta de tres jueces, y para lo que pudiéramos llamar la policía urbana, tiene un magistrado especial, al que dan el nombre español de Regidor. En las capitales de provincias hay o c h o rabinos, que tienen a sus órdenes otros nueve de menor categoría. La comunión israelita paga a unos y a otros, sostiene las sinagogas, y dando un alto ejemplo de caridad, paga los impuestos de los pobres que no pueden hacerlo.^

L a obligatoriedad de tener un apellido es una de las r e f o r m a s de Ataturk: "Citizens w e r e required to adopt family names (June, 24, 1934), with the Assembly subsequently giving Kemal the name Ataturk and forbidding that name to a n y o n e else, while he in turn suggested names to many of his associates, including that of Inônii, site of f a m o u s battles, to his old friend the prime minister, w h o now b e c a m e Ismet Inonu. T h e use of official titles like Pa§a, Bey, and Effendi was prohibited, and all positions connected with these titles were abolished". Shaw & Shaw op.cit. p. 386. ^Mentaberry, op.cit.

p. 505

•^Rada op.cit. pp. 248-249. Sobre estas escuelas véase por A . R o d r i g u e : De l'instruction à l'émancipation: les enseignants de l'Alliance Israélite Universelle et les Juifs d'Orient 18601930. Paris: C a l m a n n Lévy, 1989. % . p. 233

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Juan de Dios de la Rada amplía la información sobre los sefardíes desvelando una serie de datos que hasta 1872 habían sido ocultados. El Viaje a Oriente de la Fragata de Guerra Arapiles supone el descubrimiento oficial de la realidad otomana en general y de la sefardí en particular dentro de la sociedad española. El carácter divulgativo de este texto, la formación del autor y la difusión que conoció hacen que este texto sea la obra más completa sobre el tema. Los de Constantinopla y demás ciudades del Oriente, que recorrimos en nuestro viaje, hablaban castellano aunque muy italianizado y con giros más propios de los siglos XV y XVI que de las épocas modernas; lo cual tiene fácil explicación por el poco roce que tienen con españoles y las muchas relaciones mercantiles que mantienen con los italianos, de donde ha resultado naturalmente que siendo los dos idiomas tan afines, el castellano de la época de la expulsión que el que aquellos judíos pueden conservar, se haya modificado por la influencia del italiano que están oyendo hablar casi diariamente.' Los viajeros posteriores profundizarán menos en la comunidad centrándose en individuos. Melchor Ordóñez Ortega, visitando el bazar, conoce a los vendedores sefardíes que han encontrado en los pocos viajeros españoles en Estambul una nueva clientela:

descendientes de los hebreos expulsados

de España han conservado de la que tenían por patria el idioma más o menos puro y el deseo de ser considerados como subditos de nuestro país[...|."' ! A medida que el turismo se \ a desarrollando los sefardíes, muchos de ellos poseedores de varias lenguas europeas, se dedican a esta actividad. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en el libro de Narciso Pérez Reoyo: "A la salida |de la Embajada de España| se acercó a saludarnos y ofrecernos sus servicios en no mal castellano uno de los judíos que expendían en el zaguán del Hotel Nuevo del Cairo los preciosos géneros que cité en su lugar, y nos manifestó muy satisfecho que al día siguiente celebraban sus hermanos la Pascua en conmemoración del paso del mar Rojo." 3 Este médico burgalés cuenta, páginas más adelante, que durante su estadía contrataron a Jacobo Moisés como guía por el hecho de que hablaba español. Los sefardíes se convierten así en un puente entre la realidad otomana y los viajeros hispánicos. De hecho, muchos de los personajes secundarios que aparecen con nombre y apellido son sefardíes, integrados en la burguesía otomana y que se dedicaban al turismo, la industria, el periodismo o la nedicina.

x lb. pp. 262-265. ^Ordóñez Ortega, op.cit. p. 189. 3 Pérez Reoyo, op. cit., p. 305.

HS PAÑA

Y LOS

HAB ITANTHS

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Los sefardíes de Hstambul y de Salónica aparecen en muchas de las crónicas del conde de Coello en las cuales este grupo otomano es analizado y descrito tanto desde el punto de vista del diplomático como desde el del político a través de La Epoca, diario del Partido Liberal. Ya en su primera "Carta de Constantinopla'' empieza a enviar noticias sobre la coexistencia de las diferentes etnias y religiones en Estambul: " Todo el clero cristiano de Constantinopla, representado por el Delegado Católico monseñor Rotelli, por el Patriarca Armenio Azerian, unido al Gran Rabino hebreo, figuraron también en primer término en esta recepción, que fue verdaderamente brillantísima." 1 La recepción a la que se refiere es la que ofrecieron al heredero al trono del Imperio Austro-Húngaro el cual estaba de visita en Estambul. Coello, defensor de la Monarquía Parlamentaria, muestra su admiración en más de una ocasión ante los logros del otomanismo, en el que el sultán se convertía en el protector de todos los súbtidos, por encima de su confesión: A s i s t i e n d o a las c e r e m o n i a s helénicas o a las p r o c e s i o n e s de todas estas c o m u n i o n e s c o n t r a r i a s , he c o n t e m p l a d o a las t r o p a s t u r c a s d a r r e s p e t u o s a e s c o l t a de h o n o r a los Patriarcas y p r e s e n t a r a r m a s a n t e los s í m b o l o s de n u e s t r a r e l i g i ó n . Y c o m o las iglesias cristianas, c u y o s h o s p i t a l e s y c u y a s e s c u e l a s r e c i b e n f r e c u e n t e m e n t e l o s d o n e s del S o b e r a n o , q u e es p a d r e — pachá— d e t o d o s sus súbditos, reciben p r o t e c c i ó n los m i l e s y m i l e s d e israelitas de C o n s t a n t i n o p l a , que aún se a c u e r d a n al c a b o de cuatro siglos de su q u e r i d a patria E s p a ñ a , y c u y a suerte envidian los j u d í o s d e R u m a n i a , de Hungría, y aun de la civilizada Alemania.^

Si bien es cierto que autores como Nerval o el propio Coello idealizan un tanto el otomanismo, es cierto que entre 1850 y 1890, con excepción de los sucesos de Siria y Creta, las diferentes confesiones convivían de manera pacífica, gozando incluso de mayor libertad y seguridad que en otros países de Europa. Hay que tener en cuenta que el antisemitismo moderno se desarrolla en Alemania, Austria-Hungría, Rusia o Francia a partir de los años 1880 3 . Coello no sólo trasmitió a sus lectores una imagen moderna de los sefardíes otomanos, sino que también como diplomático acercó a estos descendientes de españoles medievales a la España moderna. Leyendo sus crónicas da la impresión de que fue un hombre bastante popular en la alta burguesía judía de Estambul, como prueba su respuesta a la fiesta española de la caridad para recaudar fondos para los damnificados del terremoto de Andalucía de 1884:

los Sres. Fernández, Gran Salomón y Díaz, cuyos

'Martín Asuero (ed), op. cit. p. 53. Ib. p. 187. - Alvarez Chillida, op. cit., p. 185.

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nombres

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recuerdan bien su origen español; y Moisés de Toledo, que con sus inteligentes hijos recaudan una de las más ricas ofrendas entre la raza israelita de Estambul, que aun después de tres siglos de ausencia, recuerda la patria de sus padres, Hspaña." ' C o m o se puede leer entre líneas, Coello demuestra una cierta admiración y sorpresa ante el hecho de los descendientes de los expuslos colaboraran de esta manera. No hay que olvidar la importancia que los sefardíes dan a la expusión y el posterior exilio en su literatura y tradición oral, mantenido muchas de estas imágenes hasta la actualidad. Aunque Coello fue destinado a Roma en 1886 los sefaríes no le olvidaron, invitándole a la inauguración del ferrocarril a su paso por Salónica en 1888: " [...] mis amigos el Conde de Camondo 2 , Fernández y Toledo, jefes de la comunión israelita española de Pera, Bstéfanovitch, Aubaret, Fortes y otros banqueros de Constant inopia, vivamente interesados en la línea férrea de Viena a Salónica, me dirigieron a Roma para que asistiese a su inauguración en los últimos días de Mayo, siendo además más grande mi pena al no corresponder a la graciosa invitación del Sultán, para la apertura del ferrocarril de E s t a m b u l . " 3 Si bien no asistió, envió una crónica a la Española

y Americana

Ilustración

que perimitó a los lectores de ambas orillas del

Atlántico, descubrir o saber algo más sobre esta comunidad, su viculación con España y el papel del propio Coello en el Imperio Otomano: Salónica, la antigua Tesalónica lazo ya hoy entre Occidente y Oriente, tiene para el que estas líneas escribe títulos especiales de recomendación Es la metrópoli más grande de la inmensa emigración israelita arrojada de España, y j u s t a m e n t e de esta G r a n a d a y de las A l p u j a r r a s q u e a h o r a contemplan mis ojos en noches de luna tan deliciosas desde la Torre de la Vela. Todos guardan los apellidos de los Fernández, los Toledos, los Caros y tantos otros sus ascendientes de Andalucía. Sus hijos son el comercio, la industria, la riqueza de Salónica. Y entre esta inmensa colonia hispanoisraelita, cuando llegó a Constantinopla, en los días que tenía el honor de representar mi patria en Oriente, la nueva fatal de los terremotos de esta misma provincia de (¡ranada, con la admirable prueba d e heroísmo que a costa de su vida, ya tan próxima a su ocaso, dio el inolvidable A l f o n s o XII, a cuya memoria quisiera ver alzada una estatua en esta ciudad; de igual manera que el sultán Abdül Hamid f u e el primero de los soberanos a enviar su rico socorro a tan i n m e n s o infortunio, Salónica f u e d e las caritativas ciudades que acudieron a su alivio con suscrición numerosísima. Al frente de ella se colocaron, con ese sentimiento de caridad que une a todas las razas y a todas las religiones en Oriente, lo mismo el arzobispo católico de la

' Martin Asuero (ed), op. cit., p. 220 E1 conde de Camondo pertenecía a una importante familia de banqueros de Estambul que más tarde se establece en París, había recibido el título de Víctor Manuel en 1866 por las ayudas en la financiación de la guerra contra Austria. ^Martín Asuero, (ed), op. cit., p. 221. 2

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Y LOS

HABITANTES

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antigua Tesalónica, que el rabino o primer sacerdote de los 50,000 hebreos, a quienes si no ha convertido al cristianismo el ejemplo del Apóstol de los g e n t i l e s , han i m i t a d o en esto a San P a b l o p r a c t i c a n d o n o b i l í s i m a fraternidad hacia sus hermanos cristianos de Andalucía. ¿Quién sabe si entre las víctimas de A l h a m a y de tantas otras poblaciones infelices del antiguo reino g r a n a d i n o no se e n c o n t r a r í a n parientes l e j a n o s de las f a m i l i a s judaicas de las Alpujarras y hoy de Salónica? 1

Opisso, en los últimos años del siglo, relata una nueva forma de relacionarse para los viajeros españoles y los pobladores de Estambul. Federico Morales entra en contacto con Abraham Antequera quien le enseñará la ciudad. Este texto de finales del siglo es clave para entender el acercamiento de los españoles al Imperio Otomano durante toda la Cuestión de Oriente. Turquía y los Estados Danubianos

se publicó en 1896, pocos años antes del encuentro

entre Bejarano y Pulido. Hs posible que el senador español, el cual fue a visitar a su hijo a Viena y tenía planeado un viaje por el Danubio hasta Estambul, conociera este texto, el cual tubo una cierta difusión al ser parte de una colección de novelas geográficas. Lo cierto es que Abraham hace de mediador entre el mundo otomano y el mundo español del viajero de Opisso. El interés del filólogo por el judeoespañol es compartido por ambos. El periodista le informa sobre los periódicos que se publican y le procura toda la información sobre la ciudad y sus monumentos que este texto dedica a Estambul. Antequera adquiere más importancia argumental que Morales quien se limita a escuchar y recopilar los datos. El hecho de que se vayan superando los prejuicios y la desconfianza supone un paso adelante entre sefardíes y españoles. El carácter divulgativo y la difusión que conocieron los textos de Opisso dan testimonio de cómo la sociedad española descubre y empieza a aceptar a esa otra realidad peninsular que había sido condenada al olvido: No quiso, sin e m b a r g o , D. F e d e r i c o q u e d a r s e h e c h o un m a r de c o n f u s i o n e s , y desde el día siguiente e m p e z ó a dar grandes paseos en carruaje descubierto para formarse cargo de la topografía de la ciudad, para lo cual le sirvió de mucho la amable compañía de un judío.... Sí, señores; pero ¡que judío! Bien merece le dediquemos un recuerdo, ya que tanto tuvo que agradecerle nuestro digno amigo. Sépase, pues, que Abraham Antequera,-Abraham Antequera, así c o m o suena,-era redactor del periódico tri-semanal El Telégrafo, así c o m o suena también: en castellano, político, c i e n t í f i c o y literario, redactado en la lengua de Arias Montano, aunque impreso en caracteres hebraicos, con las oficinas en Gálata. Pero no paró aquí el asombro de nuestro filólogo sino que subió de punto cuando Abraham Antequera, le dijo que además de El T e l é g r a f o se publicaba en Constantinopla otro periódico en castellano, El Tiempo, bi-semanal, cuyas oficinas estaban también en Gálata.

l

Ib.

p. 224.

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V I A J E R O S

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Jamás en sus días hubiera podido creer D. Federico que se publicaran en Constantinopla dos periódicos en castellano. Ni que hubiera allí algunos millares de habitantes que no hablaban otra lengua en el hogar doméstico, aunque como es natural un tanto estropeadita. El buen Antequera, pues, se prestó a servirle de Virgilio a nuestro Dante en aquellos infernales círculos de la gran ciudad''

Este interés por las publicaciones en el Imperio Otomano es una constante en la literatura de viajeros al ser un oficio que los judíos importaron de Europa occidental. La primera prensa del Imperio Otomano fue introducida por los judíos originarios de España. José Moreno lo menciona "En la traducción francesa que Juan Felipe Baratier hizo de los viajes del hebreo Bejamín

de

Tudela

se

lee q u e

la r e l a c i ó n

original

fue impresa

en

Constantinopla año de 1543." 2 Pocos años más tarde los armenios en 1567 y los griegos en 1627 desarrollaron este medio de comunicación. El primer periódico independiente apareció en 1860 al final del reinado de Abdül-Mecid. Cinco años más tarde las prensas otomanas conocen su mejor momento bajo el reinado de Abdül-Asiz. Así, entre 1865 y 1876, proliferaron las revistas de economía, comercio o teatro, es en este momento cuando surgen los diarios descritos por Opisso.-5 El primer autor que formula una teoría política basada en la utilidad de los sefardíes como mediadores entre España y Turquía es Antonio de Zayas, cuyos informes sirvieron a Pulido en su campaña 4 . El antijudaísmo de este diplomático no le impide darse cuenta de que España está dejando escapar la posibilidad de contar con unos aliados dentro del imperio. En esta clase de planteamientos la figura de los Reyes Católicos se alza omnipresente: "No consideraba yo muy acreedora a la benevolencia de los Reyes Católicos a una raza maldita desde la sublime tragedia del Gólgota, en la cual desempeñó el afrentoso papel de verdugo.'" Si bien hoy en día este tipo de afirmaciones nos 'Opios, op.cit.

pp. 16-17.

^Moreno, op.cit. p. 128. José Ramón Magdalena N o m de Déu trata este texto "La primera edición o editio princeps del Se'j'er Masa'nt salió de Constantinopla en 1543, de las prensas de Soncíno. N o sabemos en que manuscrito se apoya, pero hay que señalar los numerosos errores que contiene, perpetuados posteriormente por haber servido de base a las traducciones latinas, de las que más adelante trataremos. El único ejemplar que se conserva en la actualidad es uno incompleto, de la colección Oppenheim de la Bodleian Library de Oxford" p. 15 de la introducción. •^Ver de Hasan Ertug The Turhsh press, beginning, development, present state, Estambul, Ministerio de Información y Turismo, 1964. Las actas del congreso Prense Turque et Presse en Turquie, se publicaron en Estambul en Isis en 1992. 4

H a y que aclarar que A Orillas del Bosforo se publicó en 1912, para entonces habían salido a la luz en 1905 Españoles sin Patria v la Raza Sefardí y una serie de discursos y artículos de Angel Pulido y se había creado en 1910 la Alianza Hebrea por iniciativa de Carmen de Burgos. Zayas aporta la percepción de la realidad sefardí desde su experiencia c o m o diplomático destinado en Turquía; frente a Pulido que recopila información procedente de fuentes locales. -'Zayas, op.cit. p. 86-87.

BSPAÑA

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pude hacer gracia, hay que tener en cuenta que la iglesia católica acabó con la acusación del deicidio en el concilio Vaticano II. Si Coello representa a los diplomáticos liberales isabelinos, Zayas lo es de la aristocracia tramontana, tomando partido de un antijudaismo más radical que el resto de los viajeros españoles. H1 decreto de la expulsión, origen del nacimiento de la Kspaña moderna, está justificado por:

la repugnancia que por tradición, por

costumbre o por rutina, inspira a todo cristiano la gente de estirpe hebrea I...I."'. Zayas propone un acercamiento de España a los sefardíes otomanos, lo cual es hasta cierto punto contradictorio y representativo del acercamiento de los españoles a los judíos, produciéndose sentimientos encontrados. La relación española con los judíos contaría con la característica común de ser ambos poseedores de la misma herencia:

no hay vínculo que aproxime y

enlace tanto a unos pueblos con otros como la identidad del idioma." 2 Unos vínculos que no tiene en 1897 una Francia que se recupera del final del II Imperio: "Gracias a este poderoso instrumento de propaganda (la lengua francesa) interviene Francia continuamente en los negocios del mundo y logra hacer su concurso indispensable para la solución de todos los conflictos internacionales." 3 El modelo propuesto por Zayas es básicamente francés. Los intereses españoles no son la ampliación de las colonias, como en el caso de Inglaterra, sino las relaciones comerciales. Las pautas marcadas por Francia en la penetración cultural a través de la educación y de la prensa encontraron en este millet un excelente caldo de cultivo: Divídense las escuelas que los j u d í o s sostienen en Oriente, en tres clases: pertenecen a la primera, las f u n d a d a s y mantenidas por la Alianza Israelita Universal, que tiene su centro en París y que envía desde allí la cultura a las lejanas comarcas pobladas por la prole de Israel, como el corazón manda la sangre y comunica la actividad y la vida a las extremidades del c u e r p o h u m a n o . Corresponden a la segunda, las costeadas en cada población por su comunidad respectiva y figuran en la tercera las que deben su existencia a la iniciativa particular. Las escuelas dependientes de la gran sociedad hebraica de París son indudablemente las mejores organizadas, y en ellas se enseñan las lenguas turca, hebrea y francesa. En las que pertenecen a las comunidades se dan algunas nociones del adulterado español que se habla en aquellas regiones.

'/fe. p. 86. hb. 3 Ib. p. 94.

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Hxisten en Consuintinopla 13 escuelas de la Alianza Universal, 7 de niños y 6 de niñas, fundadas en 1865, y 38 que la comunidad sostiene y administra en; en Salónica, 2 de la Alianza Universal y 1 de la comunidad; en Hsmirna, 1 de la comunidad y 1 privada; en Adrianópolis, 2 de la Alianza, 1 de la comunidad, 1 privada y un seminario rabínico; en los Dardanelos, 2 de la Alianza y las comunidades mantienen una escuela en Rodosto, otra en Gallipoli y otra en < ¿ivalla.|...| C o m o única manifestación de la actividad de intelectual de los hebreos, pueden citarse las publicaciones periódicas, casi siempre semanales, que ven la luz en las principales ciudades de Turquía, y en las cuales, escritas todas en castellano con caracteres rabínicos, se trata de estimular el celo de los judíos para que, abandonando sus antiguas ideas de desprecio al trabajo manual, emprendan con preseverancia y valor la lucha por la vida. Son los m á s importantes entre estos periódicos: El Tiempo y El Telégrafo, de Constantinopla; La Epoca, de Salónica y La Buena Esperanza, El Noticiero y el Messewet, de Esmirna. También en los estados balcánicos tienen abundante prensa de esta índole, por la cifra considerable a que allí asciende la población israelita. En Rumania y en Serbia constituyen los hebreos un elemento de vida despreciable, y sobre todo en Bulgaria, donde pueden contarse m a s 30.000 que, por su ilustración más esmerada, disfrutan generalmente mayor bienestar que sus compatriotas del Imperio Otomano, y publican Sofía dos periódicos titulados El Amigo del Pueblo y El Tesoro

no de de en

El m i s m o Z a y a s e x p l i c a la f a l l a d e i n t e r é s en el M e d i t e r r á n e o o r i e n t a l : " S ó l o los e s p a ñ o l e s , e n t r e g a d o s e n c u e r p o y a l m a a las i n t e s t i n a s l u c h a s d e la p o l í t i c a m e n u d a q u e a g o t a n las e n e r g í a s d e l e s p í r i t u y l i m i t a n l o s h o r i z o n t e s del p o r v e n i r , o l v i d a n p o r c o m p l e t o los i n t e r e s e s q u e p o d r í a n f á c i l m e n t e c r e a r e n el e x t r a n j e r o . " 2 N o s ó l o l a p o l í t i c a i n t e r n a , la e s t a n c i a d e Z a y a s e n E s t a m b u l c o i n c i d i ó c o n el D e s a s t r e del 9 8 . A n t e u n a s i t u a c i ó n a s í las p r o p u e s t a s d e e s t e d i p l o m á t i c o , l ó g i c a m e n t e , n o s e r í a n t o m a d a s e n cuenta.. A p e s a r d e la m a r c a d a a c t i t u d a n t i j u d í a d e e s t e d i p l o m á t i c o , t i e n e u n a p o s t u r a p o s i t i v a h a c i a l o s s e f a r d í e s por h a b e r m a n t e n i d o el i d i o m a : "Es, sin e m b a r g o , g r a t í s i m o a l o s o í d o s e s p a ñ o l e s el e s c u c h a r e n m e d i o d e a q u e l l a

moderna

B a b e l , los s o n o r o s a c e n t o s d e la l e n g u a d e C a l d e r ó n y d e Q u e v e d o . " 3

El e s p a ñ o l p e n i n s u l a r lo q u e q u i e r e es r e v i v i r la H i s t o r i a d e E s p a ñ a , u n o d e sus m á s c l a r o s e j e m p l o s surgirá en e s t e m i s m o m o m e n t o : G e n e r a c i ó n del 9 8 . A p a r t i r d e e s t e m o m e n t o m o r í a l a E s p a ñ a

La

Imperial

m i e n t r a s los o t o m a n o s , f u e r a y a d e casi t o d o s los B a l c a n e s , h a c í a n l o p o s i b l e

x

lb.

2

pp. 101-103.

ib. p. 95. 3 Ib. p. 89.

ESPAÑA

Y LOS

HABIT ANTES

I)H

ESTAMBUL

201

p o r m a n t e n e r s u s t e r r i t o r i o s del c e r c a n o O r i e n t e . Bn e s t a crisis q u e a z o t a b a casi p o r igual a e s p a ñ o l e s y t u r c o s , los j u d í o s , q u e n u n c a l l e g a r o n a ser m e d i a d o r e s e c o n ó m i c o s , s e c o n v i e r t e n e n i n t e r m e d i a r i o s e n el t ú n e l del t i e m p o q u e e s v i a j e a la c a p i t a l o t o m a n a . El a n t i j u d a í s m o m á s r a d i c a l , la s u p e r i o r i d a d del d i p l o m á t i c o y los p r e j u i c i o s s e d e s v a n e c e n al e n t r a r en c o n t a c t o c o n un h e r e d e r o d e los R e y e s Católicos. P o c o i m p o r t a que f u e r a n

expulsados,

p e r s e g u i d o s , c o n v e r t i d o s o ignorados. Isabel y F e r n a n d o no c o n s i g u i e r o n d e s h e r e d a r l o s del t o d o , h a n m a n t e n i d o c o n el i d i o m a un t e s o r o m u c h o m á s v a l i o s o q u e las j o y a s y el d i n e r o q u e n o p u d i e r o n s a c a r . L a f a s c i n a c i ó n del v i a j e r o p r o d u c e un c h o q u e cultural d o n d e los v a l o r e s c r i s t i a n o s y los p r e j u i c i o s se e n f r e n t a n al c o n t e m p l a r un f a n t a s m a del p a s a d o . E s t a r e a c c i ó n h a d e b i d o d e p r o d u c i r s e a lo l a r g o d e t o d a la é p o c a q u e trato, sin e m b a r g o , u n a v e z s u p e r a d o e s t e c h o q u e , e n la r e d a c c i ó n del t e x t o es m u y p o s i b l e q u e v o l v i e r a n a a p a r e c e r t o d o s los p r e j u i c i o s a n u l a d o s . El p a p e l d e los s e f a r d í e s t e n í a n en la s o c i e d a d o t o m a n a s e g u í a s i e n d o el m i s m o q u e t e n í a n c u a n d o l l e g a r o n las e x p e d i c i o n e s d e S o l a n o y d e M o r e n o . H a s i d o n e c e s a r i o q u e c o n t a r a n c o n el a p o y o d e las p o t e n c i a s p a r a q u e los e s p a ñ o l e s les t u v i e r a n e n c u e n t a : Divídense o pueden dividirse los hebreos que pueblan los dominios del Gran T u r c o en tres clases: pertenecen a la primera, los que se dedican a las altas e m p r e s a s c o m e r c i a l e s o a los n e g o c i o s de b a n c a , y son g e n t e acomodada o poderosa que vive gracias a la pereza musulmana y a la usura, vicio propio de la raza, alentado por la legislación del país y por el ejemplo de su primer establecimiento de crédito, el Banco Imperial O t o m a n o , que públicamente la ejerce. Figuran en la segunda categoría los abogados y los médicos, plaga los unos de todos los países corrompidos y atrasados cuya podredumbre social y cuya legislación dudosa, enmarañada y casuística, se presta, j u n t a m e n t e con la venalidad de los tribunales, a todo g é n e r o de e x p l o t a c i o n e s y a p a ñ o s ; y muy e s t i m a b l e s varios de los otros por su reconocida competencia y bien conquistada nombradla. La tercera clase de la sociedad israelita la plebe, está constituida por hambrienta y desarrapada muchedumbre.' En el final del capítulo V de A Orillas de Bosforo, Gálata, aparece una conclusión muy representativa de la postura oficial española. La falta de una política colonialista clara, la tradición que mantiene valores que empiezan a ser anacrónicos c o m o la religión c o m o factor de cohesión, y, lo que es más importante: el naufragio del otro gran imperio mediterráneo. Poco t r a b a j o costaría, en mi sentir, al Gobierno español generalizar entre los j u d í o s del Imperio O t o m a n o la lengua castellana, y llevar a término feliz una hermosa obra de civilización, de progreso y hasta de a p o s t o l a d o , p r e d i c a n d o entre la j u v e n t u d israelita las v e r d a d e s del Evangelio, que podrían al a m p a r o de nuestra bandera a una muchedumbre suficientemente considerable para aumentar la importancia política y '//). pp. 90-91.

202

V I A J H R O S

H I S P Á N I C O S

EN

E S T A M B

U L

f i n a n c i e r a de n u e s i t o s c o n s u l a d o s d e O r i e n t e , y p a r a abrir, a y u d a d o s p o r la a c t i v i d a d m e r c a n t i l d e los h e b r e o s , n u e v o s m e r c a d o s a l o s p r o d u c t o s d e n u e s t r o suelo y d e nuestra industria n a c i e n t e . A d e m á s d e tan i n m e n s a s v e n t a j a s , se o b t e n d r í a la de d e v o l v e r a E s p a ñ a el p a p e l q u e le c o r r e s p o n d e p o r los p r e s t i g i o s d e su h i s t o r i a y p o r l a s c u a l i d a d e s de sus h i j o s ; y la de d a r a c o n o c e r n u e s t r a riqueza a g r í c o l a y n u e s t r a h e r m o s a l e n g u a , tan i g n o r a d a s hoy en t o d o el m u n d o , c o m o si la i n v i c t a n a c i ó n q u e d e s c u b r i ó el N u e v o y q u e d e v o l v i ó , al h u m i l l a r a las A g u i l a s n a p o l e ó n i c a s , el s o s i e g o y la l i b e r t a d a E u r o p a , f u e s e un e s t a d o recién salido de escla\ itud secular, c o m o M o n t e n e g r o o B u l g a r i a . '

La figura principal en el reencuentro de los españoles con los sefardíes es Angel Pulido Fernández, el líder de un movimiento revisionista histórico a favor de la causa sefardí a principios de este siglo 2 . María Antonia Bel Bravo ha reeditado recientemente su obra cumbre, Españoles Sefardí.

sin Patria y la Raza

Analiza su pensamiento a partir de tres fuentes: la primera es de

carácter teológico marcada por el discurso "El Dios del Calvario" de Castelar en 1869 sobre la libertad religiosa. Según esta autora Pulido no consideraba a los judíos actuales culpables del Deicidio, por el contrario, consideraba al Cristianismo como la religión de la misericordia. La segunda fuente era la admiración por la conservación de la lengua y de las costumbres hispánicas. La tercera la define como el patriotismo y tiene bastantes puntos en común con los postulados de Zayas: "La más importante de las tres [fuentes) era su patriotismo. Calculaba que a principios del siglo XX habría entre los Balcanes, Oriente Medio \ el Nuevo Mundo por lo menos dos millones de sefardíes, que ejercían gran influencia en el comercio y en la política de sus países. El reconocerlos como miembros de la raza hispánica que habían sido expulsados de España por la fuerza, proporcionaría al país nuevas fuentes de comercio, que los compensarían, al menos parcialmente, de las pérdidas de los últimos vestigios de su imperio en el Nuevo Mundo y en el Pacífico." 3 .

1

Ib. pp. 104-105. ^"PULIDO Y FERNANDEZ, ANGEL: Biog En los últimos años ha dado a conocer en varios y excelentes trabajos (artículos, memorias, libros) el estado social, las costumbres y la cultura de los judíos de origen español que residen en Oriente y conservan nuestro idioma. En política figura en el partido monárquico liberal; ha sido director general de sanidad y subsecretario de Gobernación y fue senador por la universidad de Salamanca hasta 1910, fecha en que se le nombró senador vitalicio". DEHA. tomo 28,1910 p. 697. La posibilidad del retorno oficial de los judíos a España originó un importante debate nacional en el que se revisó la historia anterior. Este tema lo han tratado Isidro González: El retorno de los judíos. Madrid. Nerea. y Julio Caro Baroja en: Los judíos en la España Moderna y Contemporánea. Madrid, ltsmo, 1978. 3 Bel Bravo (ed), Pulido Fernández Españoles sin Patria y la Raza Sefardí, Universidad de Granada, 1993 p. XVIII.

E S P A Ñ A

Y

LOS

H A B I T A N T HS

DH

E S T A M B U L

203

H1 primer contacto del doctor Pulido fue en el Danubio. Su hijo. Angel Pulido Martín, estaba estudiando medicina en Alemania y fueron a visitarlo toda la familia aprovechando la circunstancia para viajar por Europa. Hn el trayecto entre Budapest y Belgrado la hija pequeña oyó hablar a un matrimonio en castellano. Extrañada corrió a contárselo a su padre que

quiso

inmediatamente conocerlos. El doctor Pulido, el 24 de agosto de 1903, conoció a Enrique Bejarano, que fue quien le puso al corriente del estado de los sefardíes europeos y otomanos ' . E l 13 de noviembre de ese mismo año Pulido pidió en el Senado que España se acercase a los sefardíes a través de consulados, escuelas y relaciones comerciales. 2 Enrique Bejarano f u e posteriormente Gran Rabino de Turquía y primer corresponsal sefardí de la Real Academia de la Eengua Española. Ea amistad con Bejarano se prolongaría durante mucho tiempo. Le relacionó con los sefardíes otomanos y mabrebíes, con los que mantuvo una fructuosa correspondencia, publicando un año después Los israelitas

españoles

y el idioma castellano,

sin patria y la raza sefardí y en 1923 Mica, Homenaje Españoles

en 1905 a la mujer

Españoles hebrea.

sin patria y la raza sefardí es un estudio de la situación de los

sefardíes de todo el mundo, fruto de la correspondencia mantenida con los diferentes centros sefardíes que mostraron un gran interés en la campaña del doctor Pulido. Este autor utiliza el judeoespañol como arma política definiéndola como prácticamente la misma al castellano del siglo XV 3 . La siguiente carta es una prueba de cómo los estudios filológicos, la lengua y la literatura, fueron utilizados para la creación de la imagen de un pueblo. Un hecho que se produjo tanto en la península como en Estambul 4 :

El encuentro lo describe su hijo, el entonces estudiante de medicina: "¡Mirad el Danubio!, ¡el bello D a n u b i o azul!, ¡Qué h e r m o s o azul¡ ..., Y o m i r é ei río ..., m i r é l u e g o a mi padre y c o m p r e n d í . . . C o m p r e n d í q u e le había nacido un n u e v o amor. Era el a m o r a unos españoles, a unos proscritos, a unos compatriotas que lloraban la tierra perdida". Angel Pulido Martín: El Doctor Pulido y su Epoca. Madrid. Domenech, 1945, p. 209. 2 A l v a r e z Chillida, op. cit.. 261. He visto con satisfacción y legítimo orgullo c o m o la lengua española sigue hablándose por parte de los israelitas casi lo m i s m o q u e en el siglo XV en que ellos f u e r o n expulsados de E s p a ñ a por d e c r e t o de los R e y e s Católicos. El e n s t u s i a s m o que los israelitas de Oriente p r o f e s a n a las c o s t u m b r e s de España; la fiel c o n s e r v a d o r a de su i d i o m a y de las viejas costumbres españolas, son dignas de admiración y todos aquellos con quienes he tenido ocasión de hablar d e m u e s t r a n su m á s grande a f e c t o a su antigua m a d r e patria". Pulido Fernández: Españoles sin Patria y la Raza Sefardí. Universidad de Granada, 1993, p. 644. 4 P u l i d o F e r n á n d e z : Los Isrelitas Españoles y el Idioma Castellano. M a d r i d . Sucesores de R i v a d e n e y r a , 1904 pp. 163-166. Ha sido reeditado en Ediciones R i o p i d e r a s , Barcelona, en 1992. Otra obra de este singular senador y doctor de la España de principios de siglo que ha vuelto a editarse es: Propuesta metodológica enseñanza técnico-práctica administrativa. Estepona, 1988, edición de José Salvador.

204

V I A .1 E R O S

H I S P Á N I C O S

EN

K S T A M B

U L

C o n s t a n t i n o p l a 1(1 Je Febrero de 1904 Sr D.A. PULIDO. S E N A D O R . Madrid. S e ñ o r : He l e í d o con g r a n d í s i m o i n t e r e s o y a l e g r í a las p a l a b r a s q u e p r o n u n c i ó su m e r c e d el 13 de N o v i e m b r e en el S e n a d o , y v e n g o a presentarle a usted mis agradecimientos en esta carta, que yo le e s c r i b o en el idioma j u d e o español, del cual nos s e r v i m o s aquí, salvo que la escritura es d e c a r a c t e r e s rabinos. |...l V e r d a d es t o d o lo que dice su m e r c e d por la s i m p a t í a q u e p r o f e s a m o s t o d o s los j u d í o s d e Oriente por el i d i o m a castellano. Desde mi chiquez y o era muy curioso de leei algo en lengua castellana; pero nunca p u d e hallar un libro en esta lengua. |. H a b i e n d o p a s a d o algún t i e m p o en Tánger en M a r r u e c o s (hace ya veinte años) tuve la o c a s i ó n J e leer a l g u n a s o b r a s e s p a ñ o l a s , y a n t e s d e t o d o el Don Quijote de Cervantes, que m e h i z o una impresión p r o f u n d a [...] Y lo que sentí l e y e n d o este libre es c o m o un e c o en el c o r a z ó n , y oía c o m o una voz q u e r i d a ya c o n o c i d a : los p e r s o n a j e s a u n q u e tan l e j a n o s m e p a r e c í a n c o n t e m p o r á n e o s y l a r n i l i e r e s ; por e j e m p l o , en o i e n d o las h a b l a s y las quejas de Juana a S a n c h o , m e imaginava oir a una de nuestras m u j e r e s j u d í a s de la clase inferior de Haskóy o de Balat (en Constantinopla): t o d o es dulce g r a c i o s o y a m a b l e en esta obra superior. He leído t a m b i é n las Cartas Marruecas de Cadalso, que asemejan a las Lettres Persones de Montesquieu, y la excelente traducción de Gil Blas. Pero hay veinte años de t o d o esto. Soy venturoso que sucedió esta ocasión, para remembrarle excelentes lecturas que ine han d e j a d o un buen recuerdo.

estas

Lo saludo a usted con grande estima y consideración. M. F R E S C O

Paloma

Díaz-Mas

recoge

testimonios

de aquellos judíos

que

se

m o s t r a r o n c o n t r a r i o s al m o v i m i e n t o d e P u l i d o . U n a p a r t e d e l a p o b l a c i ó n s e f a r d í e s t a b a e n c o n t r a d e r e a n u d a r l o s v í n c u l o s c o n E s p a ñ a . Si m a n t u v i e r o n la l e n g u a f u e d e b i d o a i n t e r e s e s m á s p r á c t i c o s q u e n o s t á l g i c o s , y a q u e el h e b r e o s ó l o e r a c o n o c i d o a f o n d o p o r a q u e l l o s q u e t e n í a n u n a f o r m a c i ó n r a b í n i c a . El p e r i ó d i c o El Avenir

de Esmirna reaccionó violentamente contra esta campaña:

"Nosotros no somos « u n

p u e b l o E s p a ñ o l d i s e m i n a d o p o r el

mundo».

N o s o t r o s s o m o s judíos y c o m o tales no d e b e m o s d e x a r n o s aquistar

por

n i n g u n a n a c i ó n , c u a n d o q u e t e n e m o s en igual e s t i m a t o d o s los p u e b l o s sin distinción d e raza y de religión."

1

'Citado por Paloma Díaz-Mas, op c-t. p. 214.

ESPAÑA

Y I.OS

HABITANTHS

DH E S T A M B U L

205

Pin i Soler, en los primeros años de esta polémica, aporta otra visión de la causa sefardí. Los amigos relojeros del catalán le pusieron en contacto con un periodista de El Tiempo que le pidió que transcribiera un artículo en caracteres hebreos a caracteres latinos. El tema central del artículo es la Expulsión, un acontecimiento donde entran en juego los remordimientos de conciencia despertados por Pulido y otros intelectuales: políticos c o m o Castelar o filólogos como Menéndez Pidal 1 . Esta actitud, la de utilizar la Filología como instrumento político, es la misma que se había ido aplicando a griegos, eslavos y armenios por parte de rusos, alemanes, franceses e ingleses. España, a pesar de que contaba con un millet

otomano originario de la

península Ibérica, no supo, no le interesó o no pudo, hacerse cargo. La política y la tradición hispánica, mantenida por la Literatura oral de romances, coplas y refranes, se entremezclan en las opiniones de Pulido y de Pin. Este último intenta hacer una crónica objetiva, dejando constancia de lo que percibe y sin nombrarse el defensor de la causa sefardí. Indescriptible era la dolor de nuestros hermanos de Espania cuando ellos f u e r o n for§ados de salir de un pés onde sus abuelos habitaron mientras 1,500 anios, por tomar el bastón del exilio: los c a p o s de esta grande populación eran consternados no sabian onde dar la cabeza y no podian caer de acordo sobre el paés que eyos bebian excoxer por buscar ahí reposo sin espanto de ser inquitados. Es por ello que los exilados de Espania se despartieron por todas las partes, en Italia, en Turquía, en Africa. La mas parte de ellos todavía decidieron de no alexarse m u c h o de la Espania. Eyos tenian una esperanza de que el G o b i e r n o Espaniol iba repentirse de su acción, iba yamarlos de nuevo. Eyos basaban esta esperanza sobre el echo que ios suberanos de Alemania y de Francia que avian e x p u l s a d o a los israelitas de sus paeses, viendo que el estado se avia empobrecido con la partenza de los judeus los llamó de nuevo. Fué por esto que el venerable Rabin Isac Abonaf a la cabecera de 30 notables israelitas se rendio a I J s a b o n a por solicitar del rey de Portugal Dom Joan 2 o de acordar la autorizaccion a los expulsados de España de estabilecerse en su paés o al menos provisoriamente asta que eyos topaban un paés que les convenía. La diputación prometía una fuerte suma de moneda en cambio de este favor. 2

Las diferencias entre el texto de Pin y el de Pulido se pueden explicar a partir del emisor y del receptor del mensaje. Moisés Fresco escribe una carta desde Constantinopla a un senador español interesado en reanudar los lazos con la población sefardí. Era director de la escuela de la Alianza Israelita lo cual permite suponer que dominaría la lengua francesa. Fresco había estado en contacto con la comunidad norteafricana de Tánger, una ciudad que como Orán

' c f . Menéndez Pidal: Romancero Madrid. Espasa Calpe, 1953. 2

Pin i Soler op.cit. p. 145.

Hispánico:

hispánico-portugués,

americano

y sefardí.

206

VIAJHROS

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

y Tetuán conocieron el colonialismo español y que contaban con una importante colonia sefardí 1 . Otro dato reseñable es que Moisés Franco conoce la Literatura Española, desde la del Siglo de Oro hasta la contemporánea. Estos tres factores producen un texto mucho más similar al castellano peninsular que el otro. El artículo de Pin está escrito y destinado a la comunidad sefardí otomana utilizando el lenguaje que estos conocen. La diferencia que hay entre el senador madrileño y el intelectual catalán ayuda a explicar la selección de estos textos que encajan en sus planteamientos políticos. Pulido encuentra a un elemento que se muestra conforme a reanudar los lazos entre España y la comunidad sefardí. Pin i Soler muestra una realidad hispánica distinta de la España de principios de siglo que mantiene una herencia medieval propia. El propósito del viaje de Pin no era otro que conocer las tierras donde estuvo presente la corona catalano-aragonesa antes de que se uniera a la castellana. La campaña del senador español apenas distingue entre las diferentes comunidades sefardíes y presupone que todos tienen el mismo interés en reanudar el vínculo con España. Los sefardíes de Pulido mantienen vivo el recuerdo de España y están deseosos de volver. Pin i Soler muestra una colonia para la cual España pertenece más al mundo de la nostalgia que al de la realidad. El comentario que aporta tras el artículo produce la sensación de que para los sefardíes el hecho de proceder de una península Ibérica que no se sabe bien si pertenece a la geografía o, más bien, a la literatura oral: "Y continúa l'article relatant tragedias sens nombre, fins arribar al cataclisme náutich en lo quin moriiren moltíssimes juheus vells \ jovens, infants y donas, qu'haventse embarcata Portugal pera anara Turquía: forent llensatsa l'aygua devant las costas d'Alger. Tot contat sense imprecacions, sense crits de venjansa, ab tranquila resignació, casi ab dolsosura, com si'l narrador parlés de gent estranya. de fets ocorregutsa sert molt llunyans dins lo temps, molt plorats j a per tothom y consideráis como ditxosos de reposar per sempre en lo si d'Habraham." 2 Pin se sorprende de que los judíos no hayan mantenido el resentimiento y la rabia de la expulsión, unos sentimientos que han solido ser exaltados por los nacionalismos. Este hecho histórico, originario de la escisión de judíos, m u s u l m a n e s y cristianos de la península Ibérica, se e n f r e n t a a dos interpretaciones. La visión peninsular de la expulsión como inicio de la España moderna creada por los Reyes Católicos aparece claramente expuesta en las teorías de Zayas. La tradición hispánica, desconocedora del mundo hebreo, ' L a situación de los sefardíes de l e t u a n , capital del protectorado español, durante la Guerra de A f r i c a de 1859-60 lo ha tratado Maci'as Uriel en "El primer reencuentro de los españoles con los sefardíes: la Guerra de Africa" Jerusalén: History and Creativity, Proceedings of Mis^au Yerushalayim's 3rd International Ct ngress, 1988. 2 Ib.

ESPAÑA

Y LOS

HABITANTES

DE

ESTAMBUL

207

confunde a expulsos con conversos con criptojudíos. Los observadores españoles no fueron capaces de asumir que el sufrimiento del pueblo judío terminó con su llegada a la Sublime Puerta. Los judíos de origen hispánico fueron aceptados desde finales del siglo XV en Estambul. Esta situación y la falta de contactos produjo una imagen de la península Ibérica similar, en cierta medida, a la de la Palestina romana. La tierra de donde les expulsaron fue dejando de pertenecer al mundo de lo real para entrar en el mundo de lo imaginado. Los diplomáticos españoles identifican a sefardíes otomanos con conversos españoles y con aquellos que fueron perseguidos por la Inquisición: los criptojudíos 1 . La Inquisición actuaba sólo sobre aquellos acusados de judeizar. Los judíos otomanos llevaban cuatro siglos de convivencia con los musulmanes otomanos, habían conseguido una armonía desde la llegada y España, como opina Pin, se ha convertido en una tierra mítica donde no existen sentimientos de venganza. Pin aporta otros dos textos como testimonio de la tradición hispánica como prueba de la identidad de este millet otomano. La madre de sus amigos relojeros escribió unos versos en caracteres hebreos y una de las hi jas de la casa le escribió la siguiente canción 2 .

LA LINDA

CAXA

Yo me levanté un lunes un lunes por la maniana tomé mi arco y mis flechas y me fui a cazar mi caza. En medio del camino me acordé de la lanza. El marido salió por la puerta el namorado yamó a la ventana -Abrime Boxo mi alma que los pies tengo en la nieve, la cabeza en la yelada -Como os abriré mi bien

Quie estornuda dentro la caxa? -El gato de la vecina que a los ratones alcanza Tomó la lanza en su mano Por romper la linda caxa -No la rompáis mi marido

Parece ser que hoy en día tampoco queda muy clara véase por Jaime Contreras: "Judíos, judaizantes y judeoconversos en la península ibérica en los tiempos de la expulsión" pp. 457477 Manuel Alcalá (ed) o.c. Sobre canciones sefardíes hay varios grupos musicales que tienen grabaciones, en España Joaquín Díaz tiene varias recopilaciones de canciones norteafricanas. Los Pasaros Seí&tadis y Janet-Jak Esim en Turquía sacaron al mercado varios discos con ocasión del celebrado Quinto Aniversario de la llegada en 1992. La editorial Isis de Estambul publicó en 1994 el libro de Eli Shaul Folklor de los Judíos de Turkiya. Klara Perhaya, Suzi de Toledo, Suzi Danon y Iani Ender son coautores de Erensva Sefardí ( Proverbios i Digas), Estambul, Gózlem, 1994.

208

VIAJEROS

HISPÁNICOS

EN

HSTAMBUL

Como os abriré' mi alma

Que los ratones nos saltan1

al hixo tengo en mis piernas

-Si me saltan,si me bailan

al marido muy

Yo cale que abra la caxa

cercano

-Aquien dar Boxo mi bien

Tomó la lanza en su mano

aquien dax tanta

Y rompió la linda caxa

-Al mozo del

palabra.

- Vení vex las mias

panadero

vezinas

que los malos anios haya

Vení, Verex gato con barba.

Harina no tengo en casa

Mustaxito

Levadura

Zapatetica

me

demanda

rubio

tiene

trabada

Onde guardó al namorado

Quien tiene muxer

hermosa

Lo guardó dentro la caxa

Que mire bien de

La caxa era de pimienta

Porque biene el gato rubio

El namorado

Ye'vala y quedas sin nada.

estornudaba

guardarla

2

-Mi tniixer la mi muxer.

Blasco Ibáñez cuando trata el tema de los judíos lo hace desde diferentes puntos de vista sintetizando las visiones y opiniones anteriores. Empieza por describirlos de una manera pintoresca por su indumentaria: una túnica a rayas y encima un gabán de pieles Sin embargo Blasco Ibáñez va más allá de la introducción de elementos con color local, permitiendo que sus voces formen parte de la acción. Bsto no significa que este cronista prescinda de los prejuicios al tener un tratamiento donde la codicia y la añoranza de la tierra de donde les expulsaron son, prácticamente, los dos únicos elementos que poseen: los judíos que hablan un español extravagante van de un lado a otro pregonando rosarios musulmanes, sorbetes, rollos de pan espolvoreados de ajonjolí, y bizcochos a los que llaman en Constantinoplapan de

España."3

Lo verdaderamente significativo en Blasco Ibáñez es el hecho de que descubre y expone que en ¡a ciudad de los mitos hay un mito del cual los españoles somos también partícipes. La aportación de este autor permite entender la doble sorpresa que se produce en el reencuentro de estos dos tipos de herederos de la España medieval: la sorpresa de los judíos procede de encontrarse con españoles que vienen de una tierra mitificada con la cual habían perdido el contacto. 1 a sorpresa de los españoles es la de encontrar a los desheredados de los Reyes Católicos que han mantenido viva la tradición hispánica, con la dosis de sentimiento de culpa por haberlos expulsado y perseguido existente en los revisionistas:

^(asaltan) ^Pin i Soler op.cit. p. 148. ^Blasco Ibáñez op.cit.

p. 52.

ESPAÑA

Y LOS

HABITANTES

DE

ESTAMBUL

209

Y t a m b i é n h a b l a r é , en u n a n o v e l a , del b a r r i o de G á l a t a en C o n s t a n t i n o p l a , el barrio de los españoles, c o m o lo titula la t o p o g r a f í a p o p u l a r , d o n d e veintiocho mil j u d í o s que se apellidan Salcedo, C o b o , Hernández, C a m o n d o , etc, emplean en el seno d e la familia un castellano arcaico, que es la lengua sagrada, el medio de comunicación para librarse de la vigilancia de los enemigos. ¡Ah España! ¡La bella Sión de O c c i d e n t e ! Los míos, los viexos, baxaron de allá. Los cuentos que entretienen a la familia en las n o c h e s del sábado, leyendas de e n o r m e s tesoros enterrados, tienen siempre por escenario la lejana España, país fantástico del que hablan los patriarcas a los niños con grave misterio, c o m o hablamos nosotros de Bagdad, la de Las mil y una noches. Y en las fiestas israelitas, las viejas descuelgan los p a n d e r o s y entonan con sus bocas desdentadas villancicos del siglo XV aprendidos por sus abuelas en Toledo, que f u e el París del mundo Judío.'

Se puede pensar que a lo largo de la Cuestión de Oriente española los sefardíes han sido analizados desde un punto de vista económico-político desde finales del siglo XVIII hasta Zayas. Pin i Soler los describe desde una óptica histórica que será revisionista en la campaña de Pulido. La tercera perspectiva es la visión de Blasco Ibáñez. Kstc cronista los incluye en Oriente como personajes arquetípicos poseedores de un mundo fantástico de tipo modernista, propio de un movimiento literario donde coexisten la belleza con la decadencia y la nostalgia con la fantasía. La campaña de Pulido en España se iba consolidando, atrayendo la simpatía de la opinión pública y de intelectuales como Ramón Menéndez Pidal que en 1904 recopiló varios miles de romances sefardíes. 2 En estas circustancias se creó en 1910 la Alianza Hispano-Isrelita que contó con el apoyo de Blasco Ibáñez, Galdós o Canalejas. Tres años más tarde invitaron al profesor Abraham Yahuda de Jesrusalem, el cual logró ser reconocido como catedrátivo de lengua y le literatura rabínica en la Universidad Central en 1915 3 . El Dr.Pulido tuvo también sus detractores entre los sectores más radicales de la iglesia y la política pero gracias a su campaña la opinión pública y el gobierno español tomaron conciencia de la realidad sefardí. También es cierto que el catolicismo más antiliberal y el carlismo, obsesionado con la conjuración judeomasónica, rechazaron la campaña de Pulido. Como prueba el siguiente despacho diplomático enviado de la Embajada de Estambul, la comunidad sefardí conocía sus detractores en España. hb. 2 3

Alvarez Chillida, op. cit., p. 269.

Ib.

263-265.

210

VIAJEROS

H I S P Á N I C O S

KN

ESTAMBUL

26 de Marzo de l'M4 No 95 Política. Muy Señor mío: Adjunto tengo la honra de elevar a manos de V.E. el articulo que ha publicado recientemente el periódico "La Turquie" cuyo Director, Mr. Guillaume de Bondini, es muy adicto a España, con el titulo "La Fin du carlismc en Espagne" y que inspirándose en cuanto relata la Prensa de Madrid sobre este particular, refiere la probable renuncia de Don Jaime a sus pretensiones con la disolución de la minoría carlista y termina aprovechando la oportunidad para hacer un merecido y sincero elogio de las preciadísimas dotes de nuestro Augusto Soberano. Este artículo ha causado honda impresión entre el elemento israelita de origen español, y he tenido la inmensa alegría de ver exteriorizar una vez mas los sentimientos de acendrado cariño que profesa a su antigua madre patria y que se manifiestan con exuberancia en cuantas ocasiones propicias se presentan. No me cabe duda que nuestros cónsules del resto del Imperio y principalmente los que prestan sus servicios en Salónica y en Smirna, donde el elemento llamado aquí "judeo español" es muy numeroso, habrán recibido idénticas entusiastas manifestaciones, En efecto, el número de israelitas "sefardíes" que reside en el Imperio O t o m a n o asciende a más de 650.000 y todos conservan en sus tratos familiares y en su correspondencia comercial y privada el idioma castellano como se hablaba en el Siglo XV, época de su expulsión de la Península y de su emigración hacia Oriente. Los judíos españoles se dedican en su may oría al comercio, a varias industrias productivas y a negocios de índole financiero en los que tienen especial competencia, disfrutando en Turquía de excelente reputación \ siendo muy considerados y atendidos, debido a su reconocida laboriosidad y por mostrares siempre sumisos y respetuosos y porque, en suma, constituyen uno de los elementos del Imperio mas importante y menos perturbador. P o c o s m e s e s m á s tarde R u s i a d e c l a r a la g u e r r a al I m p e r i o O t o m a n o , c o m o a n t e s e x p u s e los a r m e n i o s y los g r i e g o s s u f r i e r o n las c o n s e c u e n c i a s del c o n f l i c t o , tan s o l o los s e f a r d í e s l o g r a r o n m a n t e n e r s e al m a r g e n d e los v a i v e n e s p o l í t i c o s y n o ser u t i l i z a d o s p o r las d i f e r e n c i a s p o t e n c i a . E s p a ñ a u t i l i z ó su n e u t r a l i d a d p a r a d e s a r r o l l a r a c c i o n e s d i p l o m á t i c a s en d e f e n s a d e los j u d í o s , c o m o la petición f o r m u l a d a a G r e c i a para q u e se r e s p e t a s e a la a c o m u n i d a d d e S a l ó n i c a , c o m p u e s t a de 8 0 . 0 0 0 m i e m b r o s , a l c a n z á n d o s e un a c u e r d o e s e m i s m o a ñ o , o el papel del c o n s u l a d o d e J e r u s a l é n a m e d i d a q u e las t r o p a s b r i t á n i c a s a v a n z a b a n en 1917 1 . P a r a l e l a m e n t e , los E s t a d o s U n i d o s l o g r a r o n m o v i l i z a r s e y a p o y a r a los s e f a r d í e s a trave's d e su e m b a j a d o r , el c u a l e s t a b a m u y bien r e l a c i o n a d o c o n los c í r c u l o s f i l a n t r ó p i c o s j u d í o s . El s i g u i e n t e

despacho

español c o m e n t a la a y u d a n o r t a m e r i c a n a d e u n a m a n e r a m á s radical q u e el

'Alvarez Chillida, op. cil., pp. 265 266.

ESPAÑA

Y LOS

H A B I T A N T HS

DE

HSTAMBUL

211

despacho anterior, entre líneas se puede apreciar el orgullo patrio herido al ver que nos habían quitado el protagonismo en la defensa de los sefardíes: 2 de O c t u b r e de 1916 M u y Señor mío, c o m o o p o r t u n a m e n t e tuve la honra de i n f o r m a r a V.H. el Señor E m b a j a d o r d e los E s t a d o s U n i d o s se m a r c h ó en u s o de licencia, y d e s p u é s de disfrutar de esta durante varios meses, p r e s e n t ó su dimisión para dedicarse a la elección de Mr Willson con su gran influencia entre los j u d í o s d e A m é r i c a . M r M o r g e n t h a u ' d u r a n t e su estancia a q u í ha dirigido t o d a su a c t i v i d a d p e r s o n a l en a y u d a r y p r o t e g e r a los i s r a e l i t a s en T u r q u í a , r e p a r t i e n d o e n t r e e l l o s los m u c h o s m i l l o n e s y m u c h a s p r o v i s i o n e s q u e o b t u v o de los j u d í o s d e A m é r i c a , a ñ a d i e n d o c u a n t i o s o s d o n a t i v o s d e su f o r t u n a p r i v a d a p u e s es m u y a c a u d a l a d o y m u y f a n á t i c o por su religión. Estos t r a b a j o s le han valido el a c r e c e n t a r su influencia entre los de su secta d e su país, influencia que era ya grande.

LOSTURCOS

4 CARACTER Y COSTUMBRES Para entender la imagen española de los turcos durante la Cuestión de Oriente es necesario remontarse al siglo XVI y la rivalidad hispano-otomana en el Mediterráneo. La batalla naval de Lepanto marca el punto culminante de este enfrentamiento que también supone una f o r m a de contacto entre a m b o s márgenes del Mediterráneo. Desde la península Ibérica la flota de Felipe II trajo la victoria sobre los otomanos aportando j u n t o a los trofeos de batalla que decorarían sus iglesias, las crónicas de la guerra. Soldados, cautivos y los frailes que atendían a estos últimos fueron modelando la imagen del Imperio Otomano basado, fundamentalmente, en el mundo de la piratería de la regencia berberisca de Argel. Un caso bastante significativo es el del vizcaíno Fray D i e g o de H a e d o a principios del siglo XVII que relata la situación de los prisioneros cristianos y las evasiones de algunos cautivos célebres c o m o Cervantes 2 . La política mediterránea de los Austrias se integra de lleno en el ' Sus memorias vieron la luz con el título de Secrets ofthe Bosphorous, by Ambassador Henry Morgenthau Costantinople 1913-16. Londres, Hutchison and co. 1918. "Esta apareció con el siguiente título, generalmente alterado en las bibliografías: Topografía e historia general de Argel, repartidas en cinco tratados, do se verán casos extraños, muertes espantosas y tormentos exquisitos que convienen se entiendan en la christiandad con mucha doctrina y elegancia, dirigida al ilustríssimo señor don Diego de Haedo, arzobispo de Palermo, presidente e capitán del reyno de Sicilia (Valladolid 1612, en foi. menor a dos col.). Nueva, muy nueva la obra por el asunto permaneció, sin embargo, desconocida y sólo más tarde la buscaron algunos curiosos porque, impresa pocos años más tarde de la publicación de El Quijote refería en estilo vivo y sencillo la historia de la audaz evasión intentada por Cervantes, y que contribuyó a abreviar su cautiverio. Haedo refiere el hecho, para eterna gloria del ilustre manco de Lepanto, como si se tratara de un hombre ignorado, Recogida en el siglo pasado por los biógrafos esta curiosidad de la historia literaria, el nombre de Haedo permaneció, sin embargo, en la oscuridad más completa. La conquista de Argel por los franceses en la presente centuria ha devuelto al libro todo su valor." DEHA, tomo 10, 1892, p.

212

V I A J E R O S

HISPAN

1

ICOS

EN

E S T A M B U L

mundo de la literatura terminando de conformar la imagen de los turcos en el Siglo de Oro. Las crónicas de los soldados dieron paso a romances 1 , comedias y novelas que continúan con el enírentamiento hispano-otomano 2 . Uno de los primeros poetas en hacerse eco de la derrota otomana fue el italiano Torcuata Tasso en la Jerusalén

Libertada,

un poema épico que, junto a las gestas

medievales de Godoi'redo de Buillón, hace renacer la idea de Cruzada en Europa y de Reconquista en España. La Jerusalén

Libertada

pronto se tradujo en

España conociendo nuevas versiones del tema como la de Lope de Vega Jerusalén

Conquistada.

Siguiendo con este autor, Lope de Vega, mostró entre

1588 y 1611 una atención especial sobre el asunto del saqueo de pueblos cristianos por corsarios otomanos en comedias como: El Grao de La pobreza Teodor

estimada,

La Santa

Liga, Los esclavos

libres,

La

Valencia, doncella

y otros. Estas comedias tienen como protagonistas a españoles

enfrentados a los turcos y sus protegidos: los moriscos, que en este momento conocen uno de sus peores momentos al decretarse en 1609 su expulsión. De todos aquellos que incluyeron al Imperio Otomano en su producción literaria el autor más representativo es Miguel de Cervantes, ya que tanto él como sus personajes lucharon y fueron cautivados por turcos: Digo, en fin, que yo me hallé en aquella felicísima jornada [7 de Octubre de 1571, batalla de Lepanto] ya hecho capitán de infantería, a cuyo honroso cargo me subió mi buena suerte, más que mis merecimientos. Y aquél día, que fue para la cristiandad tan dichoso, porque en él se desengañó el mundo y todas las naciones del error en que estaban, creyendo que los turcos eran invencibles por la mar. en aquel día, digo, donde q u e d ó el orgullo y la soberbia otomana quebrantada, entre tantos venturosos c o m o allí h u b o -porque más ventura tuvieron los cristianos que allí murieron que los que vivos y vencedores quedaron- yo sólo fui el desdichado, pues, en cambio de lo que pudiera esperar, si fuera en los romanos siglos, alguna naval corona, me vi aquella noche que siguió a tan f a m o s o día con cadenas a los pies y esposas en las manos

' V é a s e de José López, de Toro: /.uv poetas

de Lepanto.

Madrid. Instituto Histórico de Marina,

1950. ^ E s t e t e m a ha sido tratado de m a n e r a e x h a u s t i v a por Albert M a s en Les Turcs dans la Littérature Espagnole du Siècle d'Or 2 vol. Paris: Centre de Recherches Hispaniques, 1967. Sobre los autores a los que me referiré a continuación ve'ase del primer vol: "L'Imagination de Lope et les T h è m e s Turcs" pp. 387-506, y "Cervantes et la transposition de la réalité turcobarbaresque" pp. 289-386. ^Cervantes: Don Quijote de la Mancha 2 vol. Madrid. Cátedra, 1981 edición de J o h n Jay Allen, pp. 4 5 5 - 4 5 6 . Véase también Información de Miguel de Cervantes de lo que ha servido a Su Majestad y de lo que ha hecho cautivo en Argel..., t r a n s c r i p c i ó n de P e d r o T o r r e s L a n z a s , Madrid, 1981, reedic. de José Esteban edit. El tema de Cervantes y su cautiverio ha sido tratado por varios autores, dos de los estudios más recientes son: Emilio Sola y J o s é Javier de la Peña: Cervantes y la Berbería. Madrid F.C.E. 1995 y F e r n a n d o A r r a b a l : Un esclavo llamado Cervantes: Madrid. Espasa, 1996.

ESPAÑA

Y LOS

HABITANTES

DH L S T A M B I J L

213

Turcos, renegados, moriscos y cautivos aparecerán en comedias como La Gran Sultana,

Los Tratos de Argel\

Los Baños de Argel y en novelas

como Los Trabajos de Persiles y Segismunda

y El Quijote. Esta última obra

contiene la narración de un cautivo de León, un renegado de Murcia y una mora, Zaida, que enamorada del cristiano leonés terminará abjurando de su fe musulmana. Se trata de una temática y unos personajes que se retomará más adelante en obras como El Rapto del Serrallo de Mozart que estrenó esta ópera en Viena en 1782 en la cual Belmonte, un aristócrata español, y Pedrillo, un jardinero de palacio, intentan rescatar a la novia del aristócrata, Konstance, que, a pesar de su nombre, también es española. Los dos textos del siglo XVIII observan a los turcos desde una perspectiva propia de la Ilustración, es decir, alejándose de la imagen de los enemigos de la cristiandad. Moreno justifica de este modo la expedición de 1784: A c o s t u m b r a d o s en E s p a ñ a , por tradición o por e j e m p l o a j e n o , a confundir el nombre de turcos con él de enemigos, y el de Turquía con el de país de infieles, desatendíamos el trato a sus gentes; y las producciones de su vasto imperio no se reputaban c o m o proporcionadas para nuestros usos y c o m e r c i o . P e r o este c o n c e p t o pedía un f e l i z y p r o n t o d e s e n g a ñ o . Prescindamos de toda la diferencia que se encuentra sobre la faz de la tierra por razón de climas, de costumbres o de cultos, no exime de las leyes de sociedad y auxilio mutuo, que ha impuesto a los hombres la semejanza de su especie. Las ideas c o m u n e s de los gabinetes, y nuestra propia utilidad obligaban a no desaprovechar ni la ventajosa situación de la Península en el Mediterráneo, ni la amistad de las potencias que pueden dar facilidad o alimento a nuestro comercio por esta p a r t e é

A pesar de que los dos viajeros ilustrados intentan acabar con la imagen de los turcos como enemigos en las guerras de religión, esta se mantendrá de una manera u otra a lo largo de toda la Cuestión de Oriente. La opinión de estos dos españoles es la que perdurará, en ella los representantes de una potencia europea estudian a un pueblo que, a pesar de su pasado, no ha sabido acceder a la modernidad manteniéndose en un estado de barbarie. José Solano dedica un apartado de su obra a los turcos comenzando por el origen de este pueblo: "Los turcos

traen su origen de la Tartaria Asiática." 3 La

procedencia del centro de Asia es un dato que se repetirá constantemente para aclarar la diferencia entre turcos yarabes. Un hecho que permite suponer la

' S o b r e esta obra véase la edición de Florencio Sevilla A r r o y o y A n t o n i o Rey Hazas. Madrid. Alianza, 1996. Moreno, op.cít. p. 2. ^Solano, op.cit. p. 43.

214

VIAJEROS

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

confusión entre estas dos culturas con sus correspondientes lenguas, ya que muchos de los lectores asociaban, y lo siguen haciendo, musulmán conarabe. Otra de las apreciaciones que se mantendrán hasta el final del imperio es que: ...| han perdido aquel lustroso vigor que en otro tiempo les dieron sus conquistas y la flaqueza de Huropa." 1 Viajeros, diplomáticos, cronistas y turistas tienen en común el hecho de conservar casi como única la imagen mítica de los guerreros que se enfrentaron a Felipe II en Lepanto. Bste tópico, creado por la literatura \ las crónicas de guerra, perdurará en todos los observadores cuyas impresiones se mueven en un eterno conflicto entre lo que ellos perciben y las imágenes anteriores al viaje. Bste mismo autor, Solano, al hacer un retrato del carácter de los turcos vacila entre su experiencia personal y los prejuicios que le vienen en mente. Critica las teorías de Montesquieu sobre la influencia del clima para centrarse en que la causa del atraso reside el papel del soberano:

C A R A C T E R D E LOS H RCOS En c u a n t o al carácter de esta n a c i ó n , s e p a r á n d o n o s del o r g u l l o , que por principios de religión \ crianza les es c o m ú n , en desprecio de cuantos no s o n d e su c r e e n c i a , a q u i e n e s d i s t i n g u e n c o n l o s títulos m á s i g n o m i n i o s o s , son de costumbres

s e n c i l l a s , y su natural e s b u e n o , p r i n c i p a l m e n t e

los

s e ñ o r e s , que ya por sus e m p l e o s , ya por a l g u n o s n e g o c i o s a d q u i e r e n , c o n el trato d e l o s extranjeros, a l g u n a m á s c i v i l i d a d ; s o n bastante c o m p l a c i e n t e s en m e d i o de su c a p r i c h o s a actividad. Es verdad q u e el p u e b l o c o n s e r v a aún a l g u n a s c o s t u m b r e s bárbaras, y q u e e s i n q u i e t o , e i n c l i n a d o al a s e s i n a t o , b u s c a n d o e n este la s a t i s f a c c i ó n de sus particulares o f e n s a s q u e duda hallar e n el g o b i e r n o ; pero por lo c o m ú n el m á s d e s p r e c i a b l e turco, e s p e c i a l m e n t e e n la c a p i t a l , y c i u d a d e s d e t r á f i c o , tratado c o n a g r a d o p o r un

extranjero,

c o r r e s p o n d e con el m i s i n o . -

Las costumbres de los turcos es otro apartado fundamental a la hora de dar a conocer en España a un pueblo con el que se quiere mantener relaciones comerciales. De todas ellas el cumplimiento de los preceptos islámicos como la oración o el ayuno del Ramadán son las que más han atraído la atención de los viajeros de todas las épocas. Los de finales del XVIII tienen en común el hecho de no entrar en valoraciones personales exponiendo la realidad de la manera más objetiva posible. Por regla general la vida de los turcos estaba íntimamente ligada a la práctica de la religión musulmana lo cual fascina a los viajeros al encontrarse con formas culturales diferentes a las de su país de origen. Así, por ejemplo, Moreno dice que los turcos llevan un vestido corto

x

ib. p. 73.

2¡b.

p. 74-75.

HSPAÑA

Y

LOS

H A B IT A N T KS

DH

ESTAMBUL

215

porque: "Como el salpicarse o ser salpicados con la orina, o el mancharse la ropa, o el tocar con ella una cosa inmunda, les causa impureza legal para la oración." 1 Los baños turcos, otro de los temas más recurrentes, están también asociados con el Islam: "Como todas las impurezas legales piden lavatorio antes de la oración, se hallan casas de baño hasta en las poblaciones cortas." 2 Ali Bey acaba con la imagen del viajero de la Ilustración al irrumpir su personalidad en el texto manteniendo un espíritu didáctico propio de esa época. Al llegar al territorio otomano halla un pueblo musulmán distinto de lo que había visto en el norte de Africa y Palestina:

encontré varios grupos de

pastores turcomanos, pero ¡qué diferencia entre ellos y losarabes! Los hombres mujeres y niños iban bien vestidos; los camellos que conducen sus efectos, y los enrejados de sus barracas por encima, están cubiertos de hermosos tapices t u r c o s . " 3 B1 viajero distingue estos dos pueblos por su indumentaria y la limpieza. Losarabes están asociados con la suciedad y la falta de voluntad mientras que los turcos mantienen la imagen del pueblo orgulloso poseedor de un vasto imperio. Ali Bey concede a los turcos un rasgo romántico: "H1 carácter de los turcos es serio y aún melancólico." 4 Este autor achaca el atraso de turcos a la distancia mantenida con el resto de Europa en dos aspectos: la separación de los dos sexos 5 y la vida muelle: "Pasar días enteros sentado en completa inanición física y moral, fumando en su pipa o tomando café y otras drogas, embriagándose con licores o pildoras de opio; enervar sus fuerzas físicas con excesos reiterados de deleites naturales o contra naturaleza." 6 Una vida de placeres buscada por muchos viajeros: románticos como l o r d Byron o Gautier y realistas como Flaubert o el mismo Pierre Loti. Como ya expuse anteriormente la guerra de Crimea utilizó la imagen de los turcos creada por viajeros como Lamartine para acercar a los lectores a la nación a la que apoyaban. El Museo de las Familias,

que se hizo eco de la

situación del Imperio Otomano, dedica un artículo a Turquía y los turcos en 1855. La concepción de Nerval de la ciudad cosmopolita empieza a aparecer también en la prensa española: "La lealtad y la munificencia de los turcos son proverbiales. C u a n d o dos griegos tienen un pleito, toman siempre un turco por garantía." 7 Este artículo analiza la situación de las clases sociales ' Moreno, op.cit. ,p. 78. 2

-i Ib. p. 76. - Ali Bey, op.cit p. 476. A lb. p. 495. 5

lb. Ib. n "Turquía y los Turcos", Museo de las Familias, 1855, p. 201. 6

216

VIAJKROS

HISPÁNICOS

EN

HSTAMBUL

otomanas desde un enfoque nuevo: "Bn un país en que el sultán mismo es hijo de una esclava, no puede haber aristocracia ni distinciones sociales, salvo la diferencia transitoria de las fortunas." 1 H1 principio de la igualdad de oportunidades para todos, es decir, un sistema moderno diferente al antiguo régimen, se produce cursiosamente en Turquía:

muchos grandes visires

han comenzado por ser jardineros o leñadores, y guardaban el sobrenombre que habían tenido en estos oficios bajos, no ostentándose menos orgullosos con ellos." 2 La aportación principal de la guerra de Crimea a la imagen de los turcos es que la mirada de los observadores, hasta ahora centrada en los elementos exóticos, empieza a tener en cuenta también las semejanzas con los países de donde proceden los viajeros. Los otomanos, aliados de Francia, Inglaterra, Prusia, Austria v también Bspaña, empiezan a ser conocidos por la opinión pública de Buropa occidental como una potencia con la que se puede contar en el panorama político internacional. La agresión rusa nos acercó el Imperio Otomano procurando una nueva imagen que abarca desde el Islam hasta el ejército: "Bn cuanto a las virtudes militares de la Turquía, fiel a su historia, es todavía un plantel de buenos soldados

Como artilleros, los

turcos tienen un excelente golpe de vista: apuntan con precisión, exactitud y sangre fria. Como soldados de línea están perfectamente fogueados. C o m o ingenieros, sin grandes conocimientos adquiridos, tienen el instinto de la fortificación, del ataque y de la defensa de la plaza." 3 La aportación de la literatura de viajeros en la creación de la imagen de los turcos es fundamental en muchos aspectos. Hay que tener en cuenta que en este momento períodos artísticos como el Romanticismo coinciden con una época de cooperación entre Turquía y Buropa occidental. El tema de la aceptación de la muerte y los paseos por los cementerios es uno de los rasgos propios de la segunda mitad del siglo XIX. Pedro Paz Soldán y Unanue lo incorpora a su viaje desde una perspectiva claramente romántica: "Visité lo que los franceses llaman el pequeño

y el gran campo

de muertos-, o en buen

castellano, el cementerio grande y el chico; cementerios urbanos, porque la usanza turca no proscribe a los muertos como la cristiana, de la inmediación de los vivos." 4 Es en el cementerio donde percibe la forma de vida de los turcos ya que las casas turcas son espacios cerrados a los extranjeros. Las costumbres turcas se reducen a una serie de tópicos cercanos a todo aquello que sea considerado exótico, oculto o pintoresco: "Las familias turcas tienden sus

hb. 2

ib.

4

P a z Soldán y Unanue, op.cit.,

p. .V¡3

HSPAÑA

Y LOS

HABITANTHS

DH H S T A M B U L

217

tapetes sobre las mismas losas sepulcrales y allí se acuestan en regocijados grupos a f u m a r y a beber. Aún me dicen que tras de casa poste funerario (en france's cippe) hay una abertura disimulada que comunica con el f o n d o de la sepultura para que los suspiros por el ausente tengan franco y material camino hasta el corazón helado." 1 A pesar de que los románticos se empeñan en retratar el color local, la sociedad otomana iba perdiendo su apariencia exótica desde las reformas en la indumentaria de Mahmud II sucedidas treinta años atrás: Los turcos se visten casi como los europeos serios: siempre de negro; pero con la levita abotonada derecha sin solapas, y con el cuello alzado; un gorro colorado con una espesa borla azul y botines de Preville a que parecen muy aficionados. La combinación de colores y géneros no puede ser más feliz; así es que todos ellos parecen buenos mozos, andando con tal desembarazo, que se diría los romanos o los ingleses de Oriente. Las mujeres turcas se velan la cara de la siguiente manera; cúbrense la cabeza con una blanca y transparente gasa que baja hasta las cejas; y se acomodan otra a manera de barboquejo bajo las narices, llevando sus extremidades a lo largo de las mejillas hasta lo alto de la cabeza. 2

Mentaberry, pocos años después, clasifica a los turcos en dos grupos según la procedencia europea o asiática. Así, los de Anatolia participan de la visión r o m á n t i c a q u e los relaciona c o n sus a n t e c e s o r e s :

el t u r c o

primitivo, alto, gallardo, majestuoso y fuerte, descendiente en línea directa de conquistadores; el musulmán, altivo, batallador, fanático, lleno de dignidad, leal y resignado, m e l a n c ó l i c o y grave." 3 Están descritos de una manera positiva, correspondiendo a los estereotipos de los turcos del Siglo de Oro español con un c o m p o n e n t e romántico en la melancolía del carácter. Los turcos de los Balcanes, por el contrario, están vistos desde una perspectiva m e n o s literaria y más política en un m o m e n t o de gran e f e r v e s c e n c i a nacionalista:

el turco europeo tiene algo de heleno, de eslavo, o de

búlgaro, y se distingue del otro por la sangre, las formas y el carácter, pues ha t o m a d o t o d o s los d e f e c t o s y n i n g u n a de las c u a l i d a d e s de las razas conquistadas." 4 Mentaberry en un mismo párrafo ha cambiado la perspectiva de su mirada desde un tiempo lejano a una situación actual: los Balcanes pocos años antes de su independencia del Imperio Otomano. Este diplomático lo que

]

Ib. Ib. -5 2

p. 369. p. 371.

Mentaberry, op.cit., p. 506.

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HISPÁNICOS

EN

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hace es deslindar Europa de Asia, intentando imponer en el continente europeo una homogeneidad que excluye el elemento islámico, una actitud similar a la que se tuvo en la península Ibérica con la expulsión de los moriscos. 1 La imagen general de los turcos de Mentaberry es la de un pueblo que, a pesar de las reformas, está en un estado de barbarie cuya aportación a la cultura europea sólo ha sido la destrucción del mundo clásico, El diplomático español desconfía del efecto de las reformas en la sociedad de Estambul: "Y es que los turcos más civilizados se han puesto por convicción la librea moderna; pero a todos les pesa trocar sus hábitos sedentarios y cómodos, su vida aislada y contemplativa, por la existencia febril y vertiginosa que nosotros llevamos, perteneciendo a la sociedad mucho más que a nosotros mismos, lo cual parece absurdo a cualquier musulmán que se respeta, y en general a todos los orientales, que anteponen una hora de kief a los intereses de toda la humanidad." 2 El tratamiento de los turcos en la memoria de Juan de Dios de la Rada es similar a la de los textos del siglo XVIII por el posicionamiento que toma. Los turcos de de la Rada están descritos de una manera bastante completa desde varias disciplinas trazando un retrato más elaborado que los anteriores: "Los turcos, pertenecientes, como los hunos, a la poderosa raza scita

cuyos

rasgos principales son la nariz aguileña, la prominencia de los huesos maxilares y de los pómulos, la barba negra, y más lacia que rizada, y el color generalmente moreno." 3 El carácter, arrogante y temible, anterior se ha suavizado a través del contacto con Europa occidental ofreciendo una imagen más humana: "Los turcos tienen aspecto altivo y lo son en efecto, habiendo desarrollado y sostenido en ellos esta manifestación de la soberbia humana la costumbre de dominar a r izas que juzgaron, por haberlas vencido, mas inferiores; pero esta cualidad del carácter turco se ha modificado con los reveses que la mudable fortuna les ha hecho sufrir en los últimos tiempos, y hoy tienen mayor afabilidad y cortesía con los que no son de su raza, conservando además las buenas condiciones de probidad, buena fe, observancia de las leyes y de los contratos, y animadora hospitalidad." 4

1 El t e m a de los moriscos en la mentalidad española d e s d e el siglo X V I hasta el X X lo ha tratado Miguel Angel de B u n e s en Los moriscos en el pensamiento histérico española: Historiografía de un grupo marginado. Madrid. Cátedra, 1983. 2 Ib. p. 472. ^ R a d a y Delgado, op.cit. , p. 250.

%

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I ^as c o s t u m b r e s t u r c a s d e s c r i t a s p o r d e la R a d a a b a r c a n d e s d e la c o m i d a h a s t a la i n d u m e n t a r i a p a s a n d o p o r el las b o d a s o el o c i o . S o b r e e s t e ú l t i m o a s p e c t o los b a ñ o s turcos y las p i p a s d e a g u a son

los dos t e m a s

d e s a r r o l l a d o s e n e s t a m e m o r i a , y a q u e m a n t i e n e n d e l l e n o el

más

exotismo

o t o m a n o e n el t e x t o . L a f o t o g r a f í a h a r á q u e l o s n a r g h i l e s s e a n i m p r e s c i n d i b l e s t a n t o e n l o s r e t r a t o s d e los o t o m a n o s c o m o en las i l u s t r a c i o n e s d e las r e v i s t a s y d i a r i o s . A s i , los f u m a d o r e s , se c o n v e r t i r á n e n un s í m b o l o d e la p a s i v i d a d o t o m a n a c u y a f o r m a d e e n f r e n t a r s e c o n la v i d a es el f a t a l i s m o , es d e c i r , a s u m i r q u e t o d o e s t á e s c r i t o y q u e n a d a se p u e d e c a m b i a r . L o s v i a j e r o s d e la s e g u n d a m i t a d del s i g l o e v i t a n d a r a c o n o c e r el a s p e c t o m o d e r n o d e l o s h a b i t a n t e s al b u s c a r e n la c i u d a d y s u s g e n t e s un e x o t i s m o q u e se v a r e d u c i e n d o e n e s p a c i o s y t e m á t i c a s . A q u e l l o q u e e s d i s t i n t o d e l o c o n o c i d o p o r el v i a j e r o e s , l ó g i c a m e n t e , l o q u e a c a p a r a su a t e n c i ó n p o r m u c h o q u e la f i n a l i d a d del t e x t o s e a p r e s e n t a r el e s t a d o d e la capital o t o m a n a q u e c o n o c i e r o n . O t r o d e los utensilios para f u m a r , que ya h e m o s n o m b r a d o con frecuencia, es el narghile o narguilé, compuesto de una botella, a cuya boca se adapta un aparato especial que contiene el recipiente para el tabaco, recipiente lleno de agujeros, a manera de colador, para que dé paso al aire y comunique con el agua, perfumada frecuentemente con esencia de rosa, que se coloca en la botella. Este aparato, que es de cobre, de metal blanco o plata, tiene un apéndice que comunica con un largo y flexible tubo de cuero, liado en espiral por finísimo alambre, todo hábilmente trabajado, a cuyo extremo está la boquilla, generalmente del mismo metal, y a veces deambar. El flexible tubo tiene muchos metros de largo, pues su objeto es llevar el humo del tabaco desde el suelo o una mesita en que se coloca el narguilé, hasta los labios del fumador, muellemente recostado en el diván. El tabaco especial que se f u m a en estos aparatos es el llamado tombéki, mezclado con otras p l a n t a s de f u e r t í s i m o olor, y a u n q u e l a v a d o d o s o tres veces inmediatamente antes de colocarlo en pequeños trozos, pero no picado, en el recipiente, conserva propiedades muy activas debidas a los principios que la componen, y principalmente a la mucha belladona con que se le mezcla. C o m o el tabaco está húmedo, hay que ponerle encima ascuas, cuidando un sirviente de avivar la combustión, para lo cual sopla f u e r t e m e n t e sobre ellas. El h u m o hay que absorberlo con grande e s f u e r z o , pues tiene que atravesar las sinuosas vueltas del flexible tubo, y desalojar el agua, a través de la cual pasa, p r o d u c i e n d o un ruido especial, un gorgoriteo, si se me permite usar esta palabra para expresar la idea, sonido que se parece al que usan los gatos cuando se hallan c ó m o d a m e n t e adormilados, y que mejor recuerdan el exterior de un pecho moribundo. Imposible parece que tanto placer encuentren los orientales en el uso de este aparato, y que sean locamente aficionados a él, no sólo los hombres, sino las mujeres y los mismos adolescentes. Aquella forzada aspiración necesita pechos de hierro, y predispone y hasta produce graves enfermedades pulmonares, siendo una de ellas el asma, que con f r e c u e n c i a antes de los veinte años, padecen aquellos sibaritas musulmanes. Y, sin embargo, se encantan y deleitan con su uso, hasta el punto de que viendo a un turco aspirar lentamente su narguilé, con los ojos fijos, y su fisonomía desprovista de toda expresión,

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se les ve sumidos en espiritual éxtasis, sino fuera porque el ruido del agua que borbota en la botella denuncia la causa de aquella impasibilidad tan cercana a la estupidez y que termina en el prosaico y ruidoso sueño.'

A l igual q u e c o n los n a r g u i l e s la v i s i ó n d e d e la R a d a d e los b a ñ o s t u r c o s p r o c e d e e n b u e n a p a r t e d e s u s l e c t u r a s r o m á n t i c a s . Sin e m b a r g o , e s t e a u t o r r e a l i z a un e s t u d i o en p r o f u n d i d a d d e e s t a p r á c t i c a h i g i é n i c a d e s d e o t r a s p e r s p e c t i v a s . L a r e l i g i ó n p a r t i c i p a e n la i n t e r p r e t a c i ó n d e la r e a l i d a d : "El c r i s t i a n i s m o , p r e d i c a n d o la e l e v a c i ó n del e s p í r i t u s o b r e la m a t e r i a , h i z o c a e r e n d e s u s o los m i n u c i o s o s c u i d a d o s del c u e r p o p e r e c e d e r o , c o m o p r á c t i c a s p r o p i a s d e l o s p a g a n o s : los m u s u l m a n e s , e n c a m b i o , c u m p l i e n d o c o n un

deber

r e l i g i o s o e h i g i é n i c o , las han c o n v e r t i d o e n u n a n e c e s i d a d y u n d e b e r . " 2 L o s b a ñ o s a r a b e s d e G r a n a d a e s t á n p r e s e n t e s e n el e s t u d i o r e a l i z a d o q u e d a n d o s u s r u i n a s c o m o s í m b o l o d e la d e c a d e n c i a a r a b e e n E s p a ñ a . J u a n d e D i o s d e la R a d a a c u d e a u n o d e estos e s t a b l e c i m i e n t o s en b u s c a d e la h e r e n c i a e s p a ñ o l a y d e las s e n s a c i o n e s v i v i d a s en sus l e c t u r a s . E s t e e s p a c i o es u n o d e l o s p o c o s l u g a r e s d o n d e un v i a j e r o p u e d e e n t r a r e n c o n t a c t o c o n t u r c o s y p o d e r t o m a r p a r t e e n u n a d e las c o s t u m b r e s q u e m á s p á g i n a s h a l l e n a d o en la l i t e r a t u r a d e v i a j e r o s p o r el m u n d o o t o m a n o . Los baños turcos son grandes edificios, cerrados con cúpulas que cubren un amplio patio, adornado en el centro por una fuente; patio que tiene alrededor muchas galerías, tanto en el que pudiéramos llamar piso bajo, como en el principal, en las cuales están dispuestos pequeños lechos, donde el bañista se sienta o recuesta para despojarse de sus ropas. La cúpula que cubre aquel gran patio, como las bóvedas de las habitaciones destinadas al baño, reciben la luz por aberturas en forma de estrellas, lo mismo que las que se conservan en los bañosarabes que aún quedan en Granada, sobre todo en los ya casi destruidos de la carretera de Darro, adjuntos al hospitalarabe, que allí existió, y en el paiacio de la Alhambra. Tienen los edificios balnearios en Constantinopla y en toda Turquía, como las termas romanas, verdadero carácter artístico, con .u cúpula, sus columnas de mármol o de alabastro, y sus revestimientos y adornos, en los que más se refleja el estilo bizantino, que el mahometano a que estamos acostumbrados los españoles. El lugar destinado a despojarse de los vestidos recibe el nombre de muchéllah y en él, después de haber dejado el bañista su traje, acucioso servidor, le ciñe la cabeza a manera de turbante con largas bandas de algodón labrado a listas, lo mismo que la cintura y parte de las piernas, sujetando a los pies unas sandalias de madera, colocadas sobre dos aditamentos a manera de tacones, uno en el sitio natural del calzado, y el otro en la parte de la planta, más cercana a los dedos, cuyos aditamentos tienen generalmente de 6 a 8 centímetros de altura. Colocado sobre aquella especie de zancos, que tienen por objeto el que el pié trasudado por el natural ejercicio, no se enfríe y se suprima la transpiración con el contacto X

lb.

hb.

p. 289-291.

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i n m e d i a t o del suelo s i e m p r e h ú m e d o en todas las d e p e n d e n c i a s del establecimiento, es conducido por el m i s m o servidor que le a y u d ó en las o p e r a c i o n e s anteriores a una primera habitación, d o n d e por m e d i o de caloríferos subterráneos, el aire está saturado de vapor a una temperatura muy elevada, que produce en los europeos no acostumbrados a tales pruebas, ligera dificultad en la respiración, la cual va desapareciendo a medida que el sudor a u m e n t a . D e s p u é s de a l g u n o s m i n u t o s d e s u f r i r aquella cálida a t m ó s f e r a y de transpirar c o p i o s a m e n t e , se pasa a otra sala d o n d e la temperatura es m u c h o más alta, sobre todo en la parte m á s cercana al calorífero preparado en el centro del local, bajo el suelo. En aquel verdadero horno se pasan momentos de fatigosa angustia, hasta que los pulmones se van acostumbrando a tan molesto ambiente, aumentando la traspiración de tal modo, que el bañista queda cubierto por un verdadero baño de sudor, que corre por todo el cuerpo, como si hubiera sufrido una prolongada lluvia. En tal estado, y cuando el servidor que hasta allí le ha acompañado cree que ya se halla suficientemente preparado para el sacrificio, le despoja de aquellos chales o bandas con que le había envuelto la cabeza y parte del cuerpo, y le sumerge repetidas veces, cuidando de que se moje bien la cabeza, en una tina o pila de agua caliente, tendiéndole enseguida sobre una losa de mármol caldeada por debajo, c o m o si f u e r a un cadáver en la losa de disección, comenzando en aquel momento la parte más molesta y dolorosa del baño; la operación que los franceses llaman le massage, y que nosotros no tenemos palabra propia para explicarla en castellano, c o m o no le l l a m e m o s el amasado o amasamiento. En efecto, a la operación de amasar se parece lo que hacen con el pobre y resignado bañista, que va sufriendo los repetidos y rudos apretones de las nada blandas manos del implacable bañero, b a j o las cuales crujen todas las articulaciones de las piernas, d e los pies, de los brazos, de las manos y hasta del cuello y las espaldas; molesto ejercicio que sin duda tendrá por objeto facilitar los movimientos, pero que, no por su intención y acaso por sus buenos efectos, deja de ser m e n o s doloroso. Con tal tormento n o han terminado todavía los que le restan por sufrir al bañista. En seguida e m p i e z a n las f r i c c i o n e s , que m á s bien p u d i é r a m o s llamar desolladuras, pues el bañero cubriéndose la mano con una especie de guante sin dedos, a manera de brozas con que se limpia a los caballos, hecho con unaspero tejido de pelo de camello, empieza a pasar f u e r t e m e n t e aquel asperón por todo el cuerpo, a r r a n c a n d o verdaderos rollos d e asquerosa materia, producida por el sudor y la grasa natural de la piel, y dejándola poco menos que a punto de saltar sangre. Después de esta segunda operación, queda el bañista a b a n d o n a n d o algunos m o m e n t o s , mientras su verdugo prepara jabón y estopas, y le cubre el cuerpo con una masa unctuosa y abundante que suaviza las carnes produciendo un inexplicable consuelo. En tal situación, el bañista, bajo aquella capa de espuma, parece un hombre de nieve, siguiendo luego la más agradable y última maniobra, que consiste en lo que pudiéramos llamar, el aclarado, para lo cual se da al bañista una escudilla llena de agua, por supuesto, caliente, para que se la arroje sobre la cabeza y en las espaldas, mientras el b a ñ e r o derrama sobre él la m e n u d a lluvia de una ducha o regadera de agua, no menos caliente, hasta que desaparece el último vestigio de la general jabonadura. Al llegar a este punto, el pobre bañista ha perdido hasta la conciencia de su personalidad, y se deja conducir como una masa inerte, sin poder explicarse como haya quien resista semejante martirio diariamente, y ve, sin darse cuenta de ello, q u e v u e l v e n a c a l z a r l e los a l t o s c h a n c l o s y q u e le e n v u e l v e n e n nuevos chales, también calientes, pues no parece sino que se han propuesto

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cocerle, y q u e p a s á n d o l e g r a d u a l m e n t e por las m i s m a s h a b i t a c i o n e s balnearias, le llevan a un lecho o diván, donde le dejan y donde él se deja caer completamente rendido y extenuado. Dicen que aquel reposo es el m o m e n t o supremo de placer del baño turco. Lo c o m p r e n d o bien: es el descanso después de una paliza inverosímil, que tal resultado produce aquella c o n t i n u a c i ó n de sudores v i o l e n t a m e n t e excitados, d e c o c i m i e n t o s , de fricciones, d e s c o y u n t a m i e n t o s , j a b o n a d u r a s y otros martirios. En aquel lecho del reposo, sino del dolor, envuelto en mantas también calientes, se toma con inexplicable placer limonada fria, café, helados, y se f u m a la pipa o el narguilé, disfrutando una muelle soñolencia, un placer negativo, una tranquilidad inexplicable, a la que los orientales dan el nombre de kief, y que es el único placer que produce el baño. Lo que no puedo decir, es si merece aquel perezoso y dulce far niente, las penas que para llegar a él se experimentan ' .

Pocos años después de que la fragata Arapiles

volviera a España un

nuevo acontecimiento cambió el rumbo del Imperio Otomano: la guerra rusoturca de 1877-78 en la cual se independizarían la mayoría de los pueblos de los Balcanes. La Ilustración

Española y Americana

contó con la presencia de un

corresponsal de guerra en 1877 y la de varios políticos e intelectuales españoles. José Luis Pellicer acudió al frente desde donde envió las "Cartas del teatro de la Guerra" y los dibujos que sirvieron de ilustraciones. La postura de este periodista se refleja en la primera carta donde expone su deseo de ser neutral. Sin embargo, las simpatías por el bando ruso quedan claras en "El Cosaco" donde la imagen del soldado ruso es mucho más positiva que la de la opinión pública francesa que lo tachaba de salvaje e indisciplinado. En "Los horrores de la Guerra", ilustrado con un grabado que reproduce un hospital de campaña de la Cruz Roja, Pellicer describe la situación de los heridos, la labor de esta institución fundada en Ginebra en 1864 y de la no participación de la Cruz Roja Española 2 . Manuel Becerra anaiiza esta guerra desde una posición neutral definiéndola como 1.a herencia del hombre gravemente

enfermo donde

no queda muy claro quienes van a ser los herederos y quienes los d e s h e r e d a d o s 3 . Dupuy de Lome, desde las páginas de la misma revista, se muestra partidario de la causa rusa en las crónicas enviadas sobre la batalla de Plevna. El asedio a esta ciudad contó con la consideración de Abdül-Hamid II de Guerra Santa tomando él mismo el estandarte del Profeta del palacio de Topkapi y arengando a las tropas 4 . Abdül-Hamid, acabando con la Primera '//?. p. 291-294. Sobre los baños parece ser que s i e m p r e han interesado a los o b s e r v a d o r e s como en el siglo X V I Diego Ga!ái> que dedica el capítulo XVI: Del m o d o de los baños que hay en la ciudad, y c ó m o usan de ellos. 2 O t r o de los corresponsales españoles es el M a r q u é s del Valle de T o j o que c o l a b o r ó con la Cruz Roja Belga. La Academia (lomo 2. 1877) reproduce un grabado a partir de una f o t o g r a f í a de los tres españoles que estuvieron presentes. ^Manuel Becerra "Complicaciones en Oriente", La Ilustración Española y Americana. Madrid, 1878, n" V i l p. 127. 4 V é a s e de Shavv & Shaw, op.cil. p 182-184: The Ruso-Turkish War, 1877-1878.

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Epoca (Constitucional, intentó salvar las provincias de los Balcanes volviendo a exaltar los valores islámicos. La opinión pública utilizó este hecho para acabar con la imagen del ejército turco creada en la guerra de Crimea Otra de las revistas españoles que estaban al corriente de la situación del Imperio Otomano es el Boletín de la Real Sociedad Geográfica de Madrid. Desde su fundación en 1876 raro es el ejemplar que no dedica por lo menos unas lineas a Turquía. Martín Ferreiro analizó el estado del imperio tras el acuerdo de Berlín en 1878 desde una perspectiva muy española. La opinión pública estaba dividida. Parte de los observadores seguía manteniendo la desconfianza ante el imperialismo ruso que se produjo en la guerra de Crimea. La segunda postura se manifestaba en contra de los otomanos en los Balcanes. Ferreiro toma partido por la causa eslava: "Los partidarios de Rusia condenan el horrible despotismo turco sobre pueblos, cristianos al fin, y tan dueños de su país como del nuestro se consideraban los españoles durante la dominación sarracena, y ven la existencia de los turcos en Europa como un anacronismo y un atentado vergonzoso contra la equidad y civilización cristiana." 2 Ferreiro compara la situación de los nuevos estados con la de la península Ibérica en la Edad Media afirmando que Montenegro era la Covadonga balcánica y que Serbia, Bulgaria y Rumania se podían equiparar a los reinos de Castilla, Aragón o Navarra. El final del artículo refleja el anhelo español de figurar en el devenir histórico europeo en un momento de profunda crisis económica, política e ideológica: "Un corazón español debe ponerse siempre de parte del que haya procurado copiar, en la medida de lo posible, su inimitable tenacidad para conquistar la sagrada independencia de su patria."3 Volviendo a la opinión de los diplomáticos españoles en la Sublime Puerta Melchor Ordóñez Ortega se muestra más radical que Mentaberry: "La civilización no debe a este pueblo bien alguno, siendo, por el contrario, su oprobia existencia y su dominación en Europa, espectáculo indigno, por cierto, de nuestra culta edad" 4 . Ordóñez Ortega desprecia el intento turco de alcanzar la modernidad: "Hoy mismo, cuando las ideas de la Francia, las especulaciones de la Inglaterra y las intrigas de la Rusia agitan Oriente por todas partes ¿a qué se reducen las reformas celebradas por los que las hacen

' ü u p u y de L o m e , "Crónica de la Guerra de Oriente, X X , el Sitio de Plevna", La Española y Americana, Madrid, 1878, n° II p. 35.

Ilustración

^ F e r r e i r o , "Turquía y el tratado de Berlín", BRSGM, T o m o VI, 1879, p. 13. Este artículo aparece íntegro en el Diccionario Enciclopédico Hispano Americano que se e m p e z ó a publicar unos años después. 3 Ib. p. 21. ^ O r d ó ñ e z Ortega, op.cit.

p. 179.

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consistir en beber vino y en mudar de traje? El turco ha detenido todo progreso en medio del furor de la matanza y de la apatía del fatalismo."' El fanatismo se perfila también como uno de los principales rasgos de los musulmanes. Zayas lo trata en el capitulo XV de A Orillas del

Bosforo:

"Es el fanatismo la exaltación del sentimiento llevada hasta los últimos límites, es un velo que nubla la mente del poseído, ofusca su razón y endurece su pecho." 2 Zayas achaca al fanatismo el atraso de Turquía: "El fanatismo otomano, en suma, se emplea en oponer pasiva, pero enérgica y tenacísima resistencia a toda innovación y progreso." 3 Por regla general los observadores europeos comentan que el mal de los turcos reside en el gobierno, AbdülHamid II, y eso es lo que casi todos proponen cambiar: "Ese amor a la naturaleza le aleja del trabajo y le hace mirar con desprecio la lucha por la vida; ese romántico amor le arrastra lógicamente a la pereza y al continuo soñar despierto; ese amor poético \ sublime le hace inepto para gobernar a los demás y para gobernarse a si mismo y refractario a recibir en su mente la semilla de la cultura y del progreso." 4 La imagen de los turcos de Blasco Ibáñez sintetiza las anteriores añadiendo un nuevo factor: diferencia los de antaño con los que él ve relegando los anteriores a la Historia \ a la Literatura. De esta manera el adjetivo asiático u oriental está fuera de luga' - : "|...| el turco ya no es asiático, como nosotros no somos latinos, a pesar de que nos agrupamos bajo este nombre." 5 Los turcos que se encuentra por las calles de la ciudad producen un nuevo descubrimiento en la visión española similar al de los sefardíes: Los turcos del I m p e r i o O t o m a n o , los q u e t o d o s c o n o c e m o s , s o n ya c a u c á s i c o s , c o m o nosolros. Sus i n c e s a n t e s c r u z a m i e n t o s con la raza b l a n c a y los azares de la g u e n a con sus a l b o r o t a d o r e s m e z c o l a n z a s han f u n d i d o y h e c h o desaparecer el primitivo e l e m e n t o étnico. Ir por una calle de C o n s t a n t i n o p l a es casi lo m i s m o q u e ir por una de Madrid. C a d a cara recuerda un n o m b r e . A veces se duda al cruzar la m i r a d a c o n los o j o s de un transeúnte, y se lleva la m a n o al s o m b r e r o para saludar. Se cree u n o en carnaval, y dan ganas de decir:

x lb. p. 179-180. ^Zayas, op.cit. p. 236. 3 f t . p. 240-241. 4 Ib. p. 74. ^Blasco Ibáñez, op.cit. p. 48.

KSPAÑA «Amigo

Y LOS

HABITANTES

l)K

ESTAMBUL

225

L ó p e z . . . o a m i g o F e r n á n d e z , ¡ b a s t a d e b r o m a ! ¡ Q u í t e s e el

g o r r i t o rojo, q u e le he c o n o c i d o ! » ' .

La sorpresa de Vicente Blasco Ibáñez ante la semejanza física con los españoles es un hecho ocultado por los diplomáticos empeñados en repetir la misma imagen pintoresca y romántica. La postura oficial española había sido contraria al reconocimiento de los turcos como una nación civilizada por eso hay que esperar a la llegada de los cronistas modernistas para que otras voces se escapen de la oficialidad. No sólo este autor se sorprende ante el parecido físico Pin y Soler también tiene la misma opinión

vos semblavant turchs y

que de prop juraríau haver vista Madrid,a Cádiz,a Girona y llur semblansa física ab vostres coneguts es tan gran que sense volerho vos sentiu atret per llurs personas." 2 La percepción española de los turcos de Estambul no encuentra en sus rostros y maneras el descubrimiento de el otro, es decir, de aquel que no pertenece a nuestro entorno. Por el contrario, la indumentaria y los rasgos físicos de muchos de ellos son paradójicamente similares.

EL ISLAM

Y LOS

OTOMANOS

El conocimiento sobre la religión m u s u l m a n a 3 evoluciona en la mentalidad europea desde la Edad Media. Si bien la mayoría de los pueblos europeos no tuvieron en este momento una idea clara de esta religión los reinos hispánicos del siglo IX desarrollaron la idea de Mahoma como el Anticristo. Esta óptica se mantendrá hasta bien entrado el siglo XVIII manifestando una abierta animadversión contra el Profeta cuya "falsa-profecía" supuso un retroceso del cristianismo 4 . Durante El Siglo de las Luces se empezó a cambiar la manera de estudiar las diferentes religiones, los autores intentarán prescindir de las posturas anteriores para realizar otros estudios como el caso de Richard Simón: "(...] describe también los [ritos) de los musulmanes, sobria y claramente expuestos de acuerdo con la obra de un teólogo musulmán, sin injurias, ni denigración y, en ocasiones, con apreciación positiva e incluso admiración." 5 Voltaire, Montesquieu y Rousseau ayudaron bastante en el cambio de los estudios islámicos.

' Ib. Pin y Soler, op.cit. p. 139. ^Sobre la religión y la cultura islámica hay una abundante bibliografía sobre la cual no me voy a detener, tan sólo mencionar una obra de reciente aparición de Miguel Cruz Hernández: Historia del pensamiento en el mundo islámico. 3 vol. Madrid. Alianza, 1996. 2

^Hichen Djai't: Europa y el Islam. Madrid. Libertarias, 1990. pp, 34-35. Véase también por Daniel Norman: Islam and the West. Edimburgo, 1968 -'Máxime Rodinson: Ixi fascinación del Islam. Madrid. Júcar, 1980, p. 72.

226

VIA.! K R O S

H I S P Á N I C O S

HN

H S T A M B U L

Esta nueva postura donde el estudioso se limita a describir prácticas sin emitir críticas o juicios sobre el Islam no fructifica en los textos españoles. José Solano mantiene la opinión más generalizada, es decir, que el Islam es una imitación oriental del Cristianismo que tuvo lugar en un m o m e n t o de c o n f u s i ó n en la Iglesia 1 : "Valióse | M a h o m a | de la ocasión de hallarse la Iglesia afligida de las herejías, y formó del Cristianismo, J u d a i s m o e Idolatría, un conjunto monstruoso. Para dar más valor a sus engaños, dio a entender que no sabía leer, ni escribir: se hizo profeta, y e m p e z ó a los cuarenta años de edad, a publicar sU pretendida revelación." 2 El Islam, para casi todos los autores españoles hasta finales del siglo XIX, es una secta creada por un fanático. M a h o m a , y perpetuada por una serie de secuaces. A pesar de este posicionamiento contrario a esta religión Solano y M o r e n o pretenden dejar testimonio del Islam otomano. Se estudia el Corán señalando la importancia que tienen para los musulmanes el Pentateuco,

el Evangelio

y el

Salterio:

"Estos libros, en su opinión de menor luz y gracia que el Alcorán, todavía merecen reverencia por ser de los Quitabis, o pueblos favorecidos con la divina revelación antes de la venida de M a h o m a . " 3 La mirada de los observadores extranjeros capta fundamentalmente las prácticas externas de la religión c o m o los ayunos del Ramadán, las oraciones y los movimientos que efectúan durante los rezos. La religiosidad con q u e asisten a la llamada del a l m u é d a n o impresiona vivamente a los viajeros españoles procedentes de un Estado que propugna esta clase de valores. Esta admiración deja paso a la incredulidad por la imposición del culto en grupo tachando de hipócritas a muchos de ellos: "Por más incrédulo, por más vicioso que sea un musulmán, siempre procura cumplir esta parte del culto exterior (principalmente si ocupa puesto público), porque no le tachen de irreligioso." 4 . La Fiesta de los Corderos, Kurban

Bayramt,

es un ejemplo. A b r a h a m ,

c o n o c i d o en el Islam c o m o Ibrahim uno de los profetas más venerados, s a c r i f i c ó un c a r n e r o en lugar de su hijo I s m a e l . S o l a n o lo d e s c r i b e prescindiendo del origen o de la importancia en la sociedad o t o m a n a . La costumbre en esta fiesta es dividir la res en tres partes, una para el c o n s u m o de la familia, otra para los parientes y la tercera se entrega a los pobres: "Seis

' P a r a H i c h e m Djait, op.cit, el Islam procede del Cristianismo en la m i s m a medida de que éste es originario del Judaismo. La primera extensión de la religión islámica f u e en Palestina donde los cristianos nestorianos estaban condenados por R o m a . Las rivalidades entre los diferentes clanes y la falta de a p o y o del resto de la cristiandad f u e r o n factores decisivos en estas primeras c o n v e r s i o n e s . En este contexto la influencia del C r i s t i a n i s m o es evidente en los albores del Islam. 2

Solano, op.cit.

p. 65.

3 Moreno, op.cit. p. 100. 4

/fc. p. 107-108.

E S P A Ñ A

Y

LOS

H A B I T A N ! HS

DH

semanas después |del Ramadán], se celebra el

E S T A M B U L

Courban

Beyram:

227

en esta

festividad, todos los que pueden, hacen el sacrificio de algunos corderos, cuyas lanas rizan y adornan cuidadosamente; los degüellan por sus propias manos, y luego los reparten de limosna, persuadidos supersticiosamente, a que sobre uno de aquellos ha de ir el alma al cielo. En los días de esta festividad, se reconcilian los enemigos; se regalan vestidos, y a sus criados; pero se entregan al mismo tiempo a los mayores desórdenes." 1 De todos los aspectos de la vida islámica la poligamia es, sin lugar a dudas, aquel que atrae más la atención de los observadores: "El Alcorán permite a cada musulmán cuatro mujeres propias, y el uso de las esclavas, aunque sean cristianas." 2 Moreno desmiente la idea de que todos los musulmanes poseían un harén, aclarando que muy pocos podían permitírselo. Es más, se compadece de los polígamos al no considerar posible la convivencia de un hombre con varias mujeres en la misma casa: "¿qué placer puede resultar de juntarse tantos cuerpos sin corazones?. Así es que muchos turcos viven con tan fastidio en esta parte, que sólo entran en el domicilio de las mujeres para apaciguarlas. Este autor alaba los matrimonios monógamos turcos donde se produce el verdadero amor conyugal: "¡Qué de esposos bien hallados con su esposa única, bien correspondidos en su amor, pueden dar ejemplo de paz y felicidad a los europeos!" 4 . El Islam en la obra de Ali Bey es un aspecto que todavía no queda claro hasta qué punto su conversión fue verdadera o ficticia 5 . Se sabe que antes de iniciar su viaje Domingo Badía y Leblich se circuncidó para evitar sospechas y algunos pasajes del texto como la peregrinación a la Meca muestran una devoción que parece sincera. 1.a forma de tratar esta religión y el respeto con que se refiere a Mahoma no tiene relación con las demás obras 6 . Una muestra es la visita a las reliquias del Profeta en el barrio de Eyüp: "Yo, algo menos reflexivo aunque no menos devoto que los demás besé la misma reliquia, aplicando sucesivamente los labios, ojos, frente y mejillas." 7 Domingo Badía se integra en el texto participando de la realidad musulmana como si fuera la

'Solano, op.cit.

p. 54.

2

Ib. p. 56-57. •i Moreno, op.cit.

p. 88.

4

Ib, p. 86.

^ V é a s e la edición de Salvador Barbera de Viajes por Marruecos. Í984. 6

Madrid. Editora Nacional

O t r o e j e m p l o es el de Richard Burton (1821-1890): Mi Peregrinación a Medina y la Meca editada por p r i m e r a vez en inglés en 1855-56 que se traduciría en 1874 en la Biblioteca Madrileña. Ha sido reeditado en 3 volúmenes en Laertes en 1983, 1984 y 1989. 7 A l i Bey, op.cit. p. 485.

228

VIAJEROS

HISPÁNICOS

KN

I S I AMHI I

suya propia practicando sus ritos y entrando en los lugares prohibidos a los cristianos. El cambio en la percepción del Islam se produce eri el Romanticismo. Este mo\ ¡miento se interesó por la religión

islámica

especialmente en Inglaterra y en Francia. Lord Byron es el autor británico romántico que se le relaciona más veces con Turquía. Los llamados 'Cuentos Turcos' forman parte de Childe Harold's Pilgrimage.

Byron en 1818 declaró a

Isaac Disraeli que durante su estancia en Turquía pensó muchas veces en convertirse al Islam y que se arrepintió de no haberlo hecho 1 . Lamartine, por el contrario, emprende su viaje a Oriente con la intención de conocer la tierra de la Biblia, de la misma forma que Chateubriand los dos son peregrinos que quieren conocer las raíces del Cristianismo. Sin embargo, el Islam otomano para Lamartine está visto desde los valores de la Revolución Francesa simplificándolo al máximo: "No hay más dogmas que la creencia en un Dios criador y remunerador; no existen allí imágenes ni sacerdotes propiamente, pues; todo creyente puede ejercer las funciones de tal." 2 La concepción romántica del Islam en el Imperio Otomano, como una religión tolerante, trascenderá también a los artículos de las revistas ilustradas durante la guerra de Crimea. El pueblo turco deja de ser el temido enemigo para convertirse en una piadosa nación que respeta y aprecia a los cristianos. Hay una gran preocupación en Europa sobre la tolerancia religiosa y el s e n t i m i e n t o de igualdad entre los turcos. Durante la fiesta del Bairam (clausura del ayuno). Iodo el que allí llega, rico, pobre, m e n d i g o , amigo, desconocido, cristiano, musulmán, todos pueden presentarse a la puerta de cualquier casa donde se come bien, y tomar parte en su regalo. A d e m á s los bollos, los pastelillos, las tortas con azúcar se distribuyen en la plaza pública a cualquiera que los pida, sin distinción de religión o de estado. En esto se conoce el pueblo generoso, que salvo algunos bajás fanáticos, vive desde hace siglos con tantas comuniones diferentes.^

Sin e m b a r g o los diplomáticos españoles en la Sublime

Puerta

mantuvieron opiniones más tradicionales. Mentaberry llama a Mahoma tinoso fanático e iluminado 4 y a sus seguidores fanáticos sectarios 5 . El fanatismo, una forma pasional de entender la vida, que encaja en la concepción romántica de autores como Byron, es condenado por el diplomático. La postura española {

lb. p. 225.

^Lamartine, op.cií.

p. 234.

•'"Turquía y los Turcos" Museo de :as Familias, ^Mentaberry, op.cit. p. 139. 5

lb.

p. 428.

Madrid, 1855, pp. 199-200.

HSPAÑA

Y LOS

HABITANTHS

DH E S T A M B U L

229

sigue manteniendo la teoría de que son una secta herética del Cristianismo negándoles cualquier valor. La memoria de la fragata Arapiles analiza el Islam antes de llegar al Imperio Otomano. Juan de Dios de la Rada, sintetizando una serie de obras extranjeras, traza la imagen española de esta religión a finales del siglo XIX. El profundo estudio realizado y la casi ausencia de opiniones personales se mantienen en la tónica de esta obra. Prácticas, fiestas, costumbres y una extensa biografía de Mahoma y sus seguidores son expuestos desde un punto de vista católico. Vicente Moreno de la Tejera se permite algún comentario que se salen de la línea de su compañero de viaje comparando los ayunos de las dos religiones: "Ni Mahoma pudo prever que los musulmanes se entregaran por la noche a toda clase de excesos, que neutralizan los beneficios de la abstinencia del día, ni Jesús que los cristianos por gracia de una limosna, traducida en unos míseros reales, fueran libres para comer en la Cuaresma cuanto les viniere en antojo.Y así la Cuaresma y el Ramazan, por obra de la ambición y la ignorancia, resultan perfectamente inútiles." 1 El Ramadán este autor lo sitúa siempre en verano dentro de la misma comparación: "Jesús da a sus discípulos el ejemplo del ayuno en la primavera y Mahoma establece la misma abstinencia en la canícula" 2 . Moreno de la Tejera ignora un dato fundamental, en el calendario islámico que es la movilidad de las fechas. El Ramadán no es como la Cuaresma que sucede siempre en la misma estación sino que a lo largo del tiempo se desplaza por todos los meses del año. De todos los observadores españoles, el conde de Coello es el que mejor trata el islam y sus prácticas religiosas. Este diplomático y periodista nos ha dejado una de las descripciones más bonitas de Estambul durante el Ramadán, en cierto modo similares a Nerval y su Les Nuits du Ramazan.

Se trata de un

texto de una cierta calidad literaria con unas hermosas imágenes de la ciudad durante este mes, sus celebraciones, etc. Se trata, en realidad, de una crónica socio-política, en la que el conde de Coello, defensor del liberalismo y de la monarquía parlametaria, alaba el papel del sultán y defiende el Islam y sus prácticas. De esta manera crea una imagen diferente a la que tenían los lectores españoles, en el marco de una sociedad moderna en la que el soberano respeta la libertad religiosa.

'Moreno de la Tejera, op.cit. ,p. 167. 2

Ib. p. 166.

230

V I A J E R O S

H I S P Á N I C O S

E N

HSTAMBUI.

EL RAMADAN Y l l.liAÍRAM KN ESTAMBUL Cuando hace tres años describía en las columnas de LA ILUS TRACION, por deseo de sus redactores, la Semana Santa y la Pascua de Roma, estaba bien lejos de creer que, apenas trascurrido tan escaso tiempo, me tocaría igual misión, y por e n c a r g o i g u a l m e n t e del a m a b l e D i r e c t o r de La Ilustración, en la ciudad donde la media luna del Profeta vino a reemplazar la cruz de Constantino. | ..] el decimoquinto día del R a m a d á n el pueblo de Gálata y de Pera, c o m o más tarde el de Estambul, verán pasar en toda pompa al Sultán y su corte, que por T o p h a n e también y el incomparable puente sobre el Bosforo, irán a la mezquita inmediata al palacio de Topkapi, que tiene el privilegio de guardar el manto del Profeta, objeto de adoración para los creyentes de Mahorna. El Padischá o Califa hace su excursión este día montado en blanco caballoarabe, regalo del scherif de la Meca mientras el Gran Visir, el Serasker. el chesk-ul-islam o j e f e de los ulemas, y demás altos f u n c i o n a r i o s del palacio y del Estado, le siguen en corceles no m e n o s briosos, y que a porfía han regalado al Soberano en estos últimos tiempos los Emperadores de Austria y Rusia, el Sha de Persia y el Príncipe de Gales. Un cuarto de hora después que ha pasado el Sultán, llegan siendo objeto de grandísima curiosidad para m u s u l m a n e s y europeos, pues son raras las ocasiones de verlas, la sultana Validé o madre, que ahora, muerta la que dio vida a A b d ü l - H a m i d . lo es su nodriza, que representa aquel papel: las princesas sus hermanas, de las cuales la primogénita, Tasuna-Sultana, debía sucumbir horas después de las fiestas del Baíram, llevando a su suntuosa tumba, en una de las mezquitas de Estambul, el duelo de la muerte un tanto misteriosa de su esposo el mudir Nurri, compañero de infortunios, c o m o lo f u e de conspiraciones, del también célebre y difunto Midhat-Bajá 1 , y del otro luto que más la afectó, la locura de su hermano preferido, el Sultán Murad, que debió abandonar el trono por esta causa, y que vive entre prisionero y príncipe, rodeado de sus odaliscas y de todas las comodidades de la vida, en el fantástico palacio de (,'iragam, por cuyos jardines encantados pasaban el día de la fiesta del Profeta, aparte las sultanas y princesas ya nombradas, todas las damas del harem, ocupando con sus eunucos más de sesenta carruajes. El indiscreto velo de las musulmanas dejaba adivinar la belleza de algunas de ellas, aunque en demasía desfiguradas por los colores de q u e las m u j e r e s turcas abusan más que las actrices en la escena. Las sultanas o favoritas más en auge, aunque con el actual Soberano, triste por la general, el amor impera poco en el palacio o en el harem, llevaban joyas de alto precio. D e s p u é s de algún reposo en el quiosco d e Bagdad, el Sultán-Califa, e n t r a n d o en el santuario, sacó del relicario el m a n t o del P r o f e t a , y desplegándolo a la vista de los que tenían el honor de asistir a esta fiesta, apoyó sobre él su rostro. Toda la corte besó en seguida la preciosa reliquia, siendo los primeros la Sultana Valide y el Principe Imperial Abdül-Kader, en medio de los cantos de al liturgia musulmana. La vuelta al palacio de Yildiz f u e por el Bosforo, en los magníficos caiques imperiales.

' M i d h a t B a j á ( 1 8 2 2 - 1 8 8 4 ) f u e uno de los padres de la é p o c a de r e f o r m a s c o n o c i d a c o m o Tanzimat. Fue Gran Visir durante 1876-77, m o m e n t o en q u e se produce la P r i m e r a E p o c a Constitucional, siendo él uno de los padres de dicha Constitución.

ESPAÑA

Y LOS

HABITANTHS

D H HS T A M B I J L

231

Las últimas semanas del Ramadán, que coinciden con la luna llena, son las más animadas, así en Scutari como en Estambul. Y sin embargo, los que vivían en estos países hace diez años nos dicen que, cual hoy acontece también en Roma con su Semana Santa y Pascua, las de los musulmanes no son ya sombra del espectáculo grandioso y pintoresco que presentaban hace dos lustros, c u a n d o Abdül-Aziz, a m a n t í s i m o de las p o m p a s orientales y creador de estos palacios fantásticos, que son la delicia del Bosforo, iba en toda la pompa de una corte de Oriente a las mezquitas de Solimán, del Sultán Ahmed y Santa Sofía, o a orar en al mezquita de Eyiib, que guarda reliquias también del Profeta y tumbas de los primeros conquistadores de Bizancio. |... 1 Pero si el Sultán actual va rara vez en pompa a las grandes mezquitas, prefiriendo la modestísima inmediata a su palacio, donde todos los viernes asiste al selamlik, o sea la oración de este d o m i n g o turco, los j ó v e n e s príncipes sus hijos, que revelan en su tierna edad y en su fisonomía notable inteligencia y bondad, han asistido durante varias noches del Ramadán a los que no sé sin irreverencia podré llamar oficios de la incomparable mezquita d e Santa Sofía. Es esta oración una de las cosas m á s curiosas para el extranjero que por vez primera viene a Estambul. Desde que el cañón de Scutari al amanecer ha anunciado la salida de sol, todo musulmán creyente — y en Estambul lo es la inmensa mayoría del pueblo — tiene que abstenerse y se abstiene rigurosamente de comer, beber y f u m a r hasta la puesta de ese mismo sol en el occidente de Asia y de Europa. Al mediodía, como a la caída de la tarde, el muecín desde los minaretes ha llamado a los fieles a la oración, como lo hará también a las diez de la noche. Pero el crepúsculo de la tarde ha sucedido al sol, y entonces m e d i o millón de m u s u l m a n e s saliendo de sus casas, i n u n d a n las calles y plazas de Estambul y de Scutari, d o n d e súbitamente se organiza una feria a n i m a d í s i m a con todos los colores y alegrías de nuestras fiestas andaluzas. A lo que podrá decirse constituye el primer desayuno de los turcos, sucede la oración en las mezquitas, donde las mujeres sólo pueden ir a las galerías, eternamente separadas, como en la vida social, de los hombres, si bien llenan los turbes o santuarios que guardan los sepulcros de los califas y santones musulmanes, de los cuales salen como en procesión algunas horas después, llevando pintorescos f a r o l e s de colores por las calles de Estambul. Las más pudientes, c o m o esposas de los mudires, bajáes y bels, pasean en carruajes por aquellos bulevares, ciertamente no tan bellos como los de París, pero que ofrecen su misma animación de los días de Noche-Buena y primero de año. La noche favorece el que las odaliscas puedan retirar una parte del velo que cubre sus rostros, y sobre los cuales se refleja, o la luna del Ramadán en todo su esplendor, o las mil luces de los minaretes y de las mezquitas, donde el gas, el aceite o el petróleo reproducen, f o r m a n d o letras de juego, los versículos más populares del Corán. Entre tanto, en Santa S o f í a se han ido reuniendo miles y miles de creyentes, que f o r m a n en sus anchas naves c o m o si f u e r a n batallones que desfilaran por mitad, postrados de hinojos ante el Mihrab, que, cambiando el sitio del antiguo altar del Salvador para darle la dirección de la Meca, mira hacia la Kaaba de la ciudad santa. Toda Santa Sofía se ha iluminado en pocos momentos, presentando un espectáculo verdaderamente deslumbrador. [. En las tribunas reservadas para los doctores de al ley, y frente a la del Sultán, se elevan galerías que hacen el papel del coro de nuestras catedrales, ofreciendo puesto a los ulemas, a los mollahs y a los demás grados de esta jerarquía, que no puedo llamar sacerdotal, porque, como he dicho, son más bien doctores de la ley que sacerdotes. Los derviches o monjes turcos, que en Scutari y Pera

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E S T A M B U L

s o r p r e n d e n c o n s u s c e r e m o n i a s i n c r e í b l e s , p a r t i c i p a n t a m b i é n d e los p r i v i l e g i o s de los u l e m a s . F i n a l m e n t e , el kiatib ha s u b i d o al m i m b a r o pulpito de Santa Sofía al c a b o de una estrecha y alta escalera, y desde allí ha p r o n u n c i a d o la oración de la noche, a la cual siguen los versículos del C o r á n e n t o n a d o s por los u l e m a s , y a los que r e s p o n d e el p u e b l o a l z á n d o s e c o m o m o v i d o por un resorte, o p r o s t e r n á n d o s e una y otra ve con violencia sobre los tapices de la i n m e n s a mezquita, t o d o lo cual c o n s t i t u y e , j u n t a m e n t e con la m ú s i c a d i s c o r d a n t e , y triste en el f o n d o , de los i n s t r u m e n t o s a r a b e s , un c u a d r o que ninguna p l u m a puede describir, y q u e si se presta al ridículo para las i m a g i n a c i o n e s l i g e r a s , i m p r e s i o n a , sin e m b a r g o , p r o f u n d a m e n t e el alma, sobre todo por la fe y religiosidad d e este pueblo. Ha g a n a d o bien, con su a y u n o de quince horas y sus tres o r a c i o n e s en la m e z q u i t a , el d e r e c h o de e n t r e g a r s e a una saturnal p a c í f i c a , sin t e m o r d e b o r r a c h e r a s , p o r q u e el turco no p r u e b a el vino, y por tanto, sin las tristes c o n s e c u e n c i a s que éstas tiene, hasta el a m a n e c e r , siendo el c a f é , la pipa y los e s p e c t á c u l o s d e l a s K e r m e s s e s o r i e n t a l e s los q u e a l i m e n t a n la a l e g r í a tranquila del pueblo de Estambul. Al fin ha l l e g a d o el B a í r a m , p r e c e d i d o d e la f i e s t a l l a m a d a d e la E x p o s i c i ó n , en q u e el Sultán se dirige t a m b i é n a la p o p u l a r m e z q u i t a de T o p h a n e , en la cual, en t i e m p o s bien recientes, tenía lugar la p r e s e n t a c i ó n , q u e d u d o e x i s t a t o d a \ ía h o y , d e u n a j o v e n c i r c a s i a n a , o f r e n d a d e la corporación de los ulemas, y q u e aquella n o c h e debía compartir el t á l a m o del califa de los creyentes. A h o r a la f i e s t a de la e x p o s i c i ó n de los p e c a d o s está reducida a la oración del sultán y de su corte, y a un gran banquete q u e en su precioso quiosco o f r e c e al S o b e r a n o la Maestranza de Artillería de Gálata. El B a í r a m , q u e , c o m o el R a m a d á n , t i e n e n f e c h a s v a r i a b l e s , p u e s c o r r e s p o n d e n a las f a s e s y m e s e s d e la luna, ha de ser a n u n c i a d o por la a p a r i c i ó n de la n u e v a en el c i e l o d e B u r s a , primitiva capital, ya lo h e m o s d i c h o , del I m p e r i o O t o m a n o en E u r o p a . A c u a l q u i e r a hora q u e e s t o t e n g a lugar, s i e m p r e de n o c h e n a t u r a l m e n t e , e m p i e z a la gran s o l e m n i d a d d e la pascua turca. Este a ñ o la deslució un tanto u n a e s p a n t o s a t e m p e s t a d c o m o la que ayer abrió las cataratas del cielo en el Bosforo. '

L a turcofilia no es una característica propia d e las letras e s p a ñ o l a s , e s p e c i a l m e n t e p o r las m a s a c r e s d e f i n a l e s del siglo X I X q u e a c a b a r o n con la b u e n a p r e n s a d e A b d ü l - H a m i d II. D e e s t a m a n e r a s e c o m p r e n d e q u e A n t o n i o d e Z a y a s v u e l v a a t o m a r la p o s t u r a tradicional e s p a ñ o l a c o m p a r a n d o t o d a s las r e l i g i o n e s c o n la C a t ó l i c a . L a l l e g a d a a E s t a m b u l l e s i r v e p a r a e x p o n e r s u p u n t o d e partida: "¡...| un p u e b l o e n e m i g o e t e r n o d e la R e l i g i ó n cristiana, q u e e s e n m i s e n t i r la ú n i c a f u e n t e d e la v e r d a d e r a c u l t u r a . " 2 El c o n f l i c t o p l a n t e a d o a f e c t a a l o s t u r c o s c o n la c r i s t i a n d a d e n p l e n o n e g a n d o c u a l q u i e r v a l o r c u l t u r a l q u e n o p r o c e d a del C r i s t i a n i s m o . E s t e a u t o r r e t o m a la p o s t u r a

tradicional

d e u n a m a n e r a a n a c r ó n i c a a l o l a r g o d e t o d o el t e x t o d o n d e l a i n f o r m a c i ó n al

'Martín Asuero (ed), op. cit., pp. 1'»9-204. Zayas, op.cit. p. 28-29.

2

ESPAÑA

Y

LOS

HABITANTES

DE

ESTAMBUL

233

respecto de esta religión brilla por su ausencia. La percepción de este autor es bastante representativa de la postura oficial donde se combinan la admiración por la fe religiosa con el desprecio por el Islam: "Tal es, en líneas generales esbozada la organización jerárquica de los clérigos mahometanos cuyo fervor religioso causaría el asombro de los más fervientes prelados del cristianismo; pero cuya ignorancia increíble sería también objeto de las burlas del más ignorante cura de misa y olla." 1 De todos los viajeros Blasco Ibáñez es uno de los más respetuosos con el Islam al ser capaz de separar la religión de la política. Los conflictos entre armenios, griegos y judíos son analizados por Blasco Ibáñez desde una perspectiva nacionalista. A principios de este siglo los habitantes de Estambul han perdido su aspecto exótico, es tan sólo en el alma musulmana donde los viajeros perciben la herencia de los turcos de antes: profunda, inconmovible

fe religiosa sincera,

|...]." 2 La religión musulmana empieza a ser

considerado un aspecto más de la cultura otomana dentro de la evolución política de dicho Estado

LAS MUJERES

TURCAS

El tema de las mujeres turcas durante los siglos de oro del Imperio Otomano es todavía algo de lo que se conoce bastante poco. Prácticamente la única fuente de información son textos de viajeros 4 donde la mayoría de los observadores señalan la separación del mundo femenino del masculino, una característica propia de las comunidades islámicas. En el caso turco el paso de ser un pueblo nómada a sedentario y la adopción del Islam contribuyeron de manera decisiva en la formación de los modelos familiares que, a partir del siglo XV, perdurarían hasta bien entrado el XIX 5 . Uno de los pocosambitos de participación en la vida pública es la presencia de profesoras en colegios de educación primaria en Anatolia durante el siglo XVI. 6 Otros como el comercio y la industria tienen algún ejemplo de mujeres que fueron capaces de dirigir

X lb. p. 233. ^Blasco Ibáñez , op.cit. p. 102. p. 102. protagonista del Viaje de Turquía retrata en el capítulo XIX a las mujeres, las bodas y la indumentaria. También tiene una descripción muy interesante del harén a donde entró para curar a la sultana.

^Beck & Keddie (ed) Women in the Muslim World. Harvard University Press, 1978. El capítulo 11 escrito por Ian C. Dengler: Turkish Women in the Ottoman Empire: The Classical Age. pp. 229-244. 6

Este tema lo trata Refia Ugurel en Education de la Femme en Turquie, Lyon, 1936.

234

V I A J E R O S

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E S T A M B U L

una empresa, aunque, la mayoría fueron armenias, griegas o judías como Gracia de Luna. La vida religiosa islámica pertenecía a los hombres. El cuerpo de los ulemas era exclusivamente masculino y conventos o instituciones religiosas femeninas similares, presentes en los orígenes del Islam, no aparecen en el Imperio Otomano. Sin embargo, a pesar de estar apartadas de los círculos de gobierno, algunas sultanas tuvieron una gran importancia en el interior de la corte. La mejor prueba de esto es los edificios públicos otomanos que llevan el nombre de la sultana que los encargó y no el de su marido 1 . Con la apertura del Imperio Otomano durante el siglo XVIII, las mujeres adquieren más protagonismo 2 . Así, una de las cosas que más llaman la atención a los viajeros es la forma que tienen de maquillarse. Los productos aplicados a ojos, labios \ manos son un rasgo distintivo de las mujeres otomanas. De esta manera se va configurando la imagen de la belleza turca escondida tras un velo que apenas deja ver los ojos. José Moreno se documentó bastante en la forma que tenían de embellecerse: Los afeites con que las turcas realzan su buen parecer, son de ordinario para los ojos y las uñas. En toda la Asia es de mucho uso un polvo negro (llámale surmé) tan impalpable y volátil, que dentro del frasquillo donde lo conservan, se agarra bastante a un alambre de plata o de cobre, que baja desde el tapón, y va unido con él. Sacándole después con cuidado para que no se caiga el polvo negro, se mete el alambre junto al lagrimal; y apretando los párpados, se tira con suavidad hacia la sien, y quedan dos señales negras alrededor de los ojos. Esto para los turcos es de tanto atractivo, que aún hay hombres que lo usan: pero a los europeos repugna m u c h o la dureza que resulta de los dos ribetes negros. No obstante, aquel artificio agracia de noche a las turcas; poique con menos luz sus ojos parecen m á s grandes y más abiertos: que es el efecto a que se aspira con el surmé. Para hermosear las manos, se pintan las uñas de color de rosa o de rojo, cuyo estilo no es desapacible a la vista. I o d o es t o m a d o de las mujeresarabes, que desde tiempos muy antiguos asan de los mismos auxilios en ojos y manos.

El encanto de la mirada otomana reside en la fascinación de todo aquello que está oculto. Esta práctica de ir veladas fue mayor en las capas más altas de la sociedad como forma de separación entre ambos sexos. Aquellas que

'Véase de Beck & Keddie, op.ci,.. el capítulo 12 por Ülkü Ü Bates: Women as Patrons of Architueture in Turkey, pp. 245-260. 2 Sobre este tema hay una abundanie bibliografía: Alain Buisine L'Orient voilé. París, CalmannLevy, 1993. Osman Bey ( Major Vladimir Andrejevich: Les Femmes en Turquie. París: Calmann Lévy, 1883. Fanny Davis The Ottoman Lady, a social History from ¡718-1918. Nueva York: Greenwood Press, 1986. HI catálogo de la exposición faglarhoyu Anadolu'da Kadm, Anadolu Kadmmm 9000 Ydi (La Mujer en Anatolia a través de las épocas, la Mujer de Anatolia en 9000 años). Estambul. Dirección General de Museos y Monumentos del M° de Cultura de la República Turca, 1993. ^Moreno op.cit. pp. 92-93.

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Y 1,0S

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HSTAMBUL

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pertenecían a un entorno agrícola mantuvieron una indumentaria más de acuerdo con las labores del campo. Las mujeres de Estambul, por el contrario, al ser muchas de ellas las esposas de los miembros del gobierno, estaban obligadas a ir cubiertas y a mantener el rango que les correspondía por su nacimiento o matrimonio. José Solano pinta un retrato de la mujer otomana siguiendo las pautas de esta clase de textos que se han ido repitiendo desde el siglo XVI. Por una ley llamada N a m k r c n , está p r o h i b i d o a las m u j e r e s d e j a r ver su rostro a otro q u e a su marido. Por tanto, para salir a la calle, c u b r e n la cabeza con una toca de muselina, que rodean sobre la frente y la boca, d e m o d o , que solo se les ve los o j o s : t a m b i é n t i e n e n p a r a e s t e c a s o un t r a j e p r o p i o , r e d u c i d o a una g r a n d e túnica de p a ñ o verde, con un p e d a z o c u a d r a d o de r a s o l i n o del m i s m o c o l o r , f o r r a d o de e n c a r n a d o , q u e les c a e s o b r e su espalda. Su c a l z a d o en este traje es una m e d i a bota d e gacela amarilla, y a m á s la b a b u c h a del m i s m o g é n e r o y color. De este m o d o van c u b i e r t a s e n t e r a m e n t e , p e r o al d e s c u i d o , las h e r m o s a s que son m u c h a s , d e j a n ver la cara, y a u n q u e de f a c c i o n e s a b u l t a d a s , g e n e r a l m e n t e tienen h e r m o s o s o j o s , y m u y buen color. 1

José Moreno profundiza en este tema analizando la situación de las mujeres en las diferentes clases sociales otomanas, diferenciando tres: las esclavas, las de un nivel acomodado y las cercanas a las elites de gobierno. El tráfico de esclavos fue una práctica común en esta ciudad antes de que los otomanos la conquistaran. De hecho, los puertos de Constantinopla sirvieron de enlace entre el Caúcaso, Egipto y Venecia, otro de los principales destinos de las circasianas y georgianas hasta finales del siglo XV. Un siglo más tarde la expansión del Imperio Otomano trajo consigo la captura de jóvenes cristianas como parte del botín, las cariye, que formaron parte de los harenes. Algunas de estas cariye procedían de las costas del Mediterráneo español donde había sido raptadas por corsarios berberiscos 2 , un tema que Lope de Vega incluye en algunas de sus comedias como El Grao de Valencia. Contrariamente a la idea mantenida por escritores y lectores estas mujeres gozaban de una alta consideración en los palacios otomanos ya que las labores domésticas eran realizadas por esclavas de origen africano. En realidad se les permitió adaptarse a todos niveles más elevados de la sociedad otomana y aquellas dotadas de una singular belleza o de un talento especial para las artes consiguieron una vida mejor que la que habrían tenido en sus lugares de origen. Una vez que el territorio del imperio deja de aumentar a través de las 'Solano, op.cit, p. 83-84 Esta imagen coincide con la lámina de Giulio Ferraio dedicada a la mujer de Estambul en ¡l costume Antico e Moderno. Sebastián García Martínez ha tratado este tema en: Bandolera, Corsaris i Moriscos. Valencia, 1980 y Bandolerismo, piratería y control de moriscos en Valencia durante el reinado de Felipe II. Valencia, 1977.

236

VIAJKROS

HISPÁNICOS

EN

HSTAMBlll.

conquistas, cambiará el perfil de las integrantes de los harenes. Las cariye del siglo XVIII dejaron de ser parte del botín de guerra para ser raptadas por traficantes, vendidas por su padres, o, por ellas mismas para garantizarse un futuro más a c o m o d a d o

José Moreno afirma que la belleza de las mujeres

turcas se debe a las esclavas georgianas y circasianas y estudia esta práctica desde una perspectiva comercial: "[...] todas se guardan de venta para los traficantes turcos que acuden por mar a tiempos señalados. Luego, en poder de estos mercaderes de un género de tanto riesgo, viven bien cuidadas, y aprenden algunas habilidades que les den más valor en una segunda venta." 2 . Para este mismo viajero la diferencia entre las diferentes clases sociales de las mujeres libres reside meramente en el encierro y la posibilidad de burlar al celoso marido. Un tema sobre el cual el Viaje de Turquía se hacía eco en el siglo XVI: "La más gelosa jente son de quanta hay y con gran razón, porque c o m o la mayor parte todos son buxarrones." 3 La postura de José M o r e n o prescinde de las acusaciones de homosexualidad siendo bastante comprensiva con los maridos turcos 4 . Hay que tener en cuenta que el tema de los celos es una constante en la mentalidad española con abundantes e j e m p l o s en la literatura del Siglo de Oro. La razón aducida es que estas mujeres, al haber estado encerradas desde niñas, no tienen otros ejemplos que sus madres y una vez llegadas a una cierta edad se les echa a perder el carácter. El clima, los baños y la educación son los tres factores decisivos que justifican el encierro ya que hasta el siglo XIX se consideraba a las turcas c o m o meros objetos, llegando incluso los o b s e r v a d o r e s e u r o p e o s a envidiarles por ello.

5

La

situación de las mujeres de las clases medias y baja es la mejor considerada por Moreno al poder librarse del encierro. La imaginación de los viajeros prescinde de la vida cotidiana para penetrar en un mundo de sensualidad cuyo apogeo se dará durante el Romanticismo. Leyendo esta clase de textos da la impresión que las otomanas lo único que tenían en mente era engañar a sus maridos: "Las mujeres de la clase común

a quien los maridos por sus pocos haberes no

guardan en harén, saliendo a la calle con toda libertad, bienque cubierto el rostro, pueden con menor riego entablar algún trato; pero aún estos deslices ocultos no se cometen impunemente. Uno de los primeros cargos de la policía turca es celar los hurtos amorosos." 6 Las mujeres de las clases superiores son 1 Fanny Davis op.cit. ^ M o r e n o op.cit, 3

lh.

p. 440.

Ib.

p. 95.

4

cap. 6 : The W o m a n Slave pp. 99-116

p. 93-94.

5"En una sola cosa biben los turcos en razón y es ésta: que no estiman a las m u g e r e s ni hazen m á s caso dellas que de los asadores, cucharos y cazos q u e tienen colgados en la espetera; en ninguna cosa tienen voto ni admiten consejo suyo" Viaje de Turquía, o.c., p. 438. ^ M o r e n o op.cit. p. 96.

E S P A Ñ A Y LOS

HABITANTHS

I)H E S T A M B U L

237

las que este autor considera tienen una vida más desdichada: "Todavía es más dura la suerte de las que pueden llamarse d a m a s o señoras turcas. T e n i e n d o dentro del harem todas las comodidades, carecen de los desahogos honestos, o pretextos de salir, que en las clases inferiores son permitidos." 1 Las sultanas, hijas o h e r m a n a s de un sultán, son o b j e t o de gran curiosidad al ser tratadas en la corte o t o m a n a de una manera diferente a las costumbres conocidas por el viajero. Los otomanos, una vez convertidos en una potente monarquía, prefirieron casar a sus hi jas o hermanas con miembros de la administración del Estado que procedían en su mayoría del cuerpo de los j e n í z a r o s . El hecho de q u e estos e s p o s o s no pertenecían a ningún clan nobiliario y que habían sido capturados y esclavizados por el sistema de devsirme,

e l i m i n a b a c u a l q u i e r pretensión para o c u p a r el trono a los

descendientes de estos enlaces. José Solano dedica un apartado de su obra a las sultanas. El interés por las bodas es el aspecto predominante y es a h í donde intervienen los tres elementos claves que definen el mundo otomano: el lujo, el sexo y la violencia.

DE LAS PRINCESAS DE LA SANGRE La educación de las princesas de la sangre, es aún más limitada que la de los príncipes; la principal atención que se tiene es la de casarlas. La dote se funda sobre los ricos regalos que el día de su nacimiento les hace toda la corte. Se compromete inmediatamente a la princesa con un pachá, u otro personaje, quien acepta el honor que le hace el soberano, y todos los años regala ricamente a su futura, con lo que aumenta el dote considerablemente; pero si el pachá llega a ser depuesto, o al morir ates de casarse, la princesa es su universal heredera, e inmediatamente se compromete con otro, que tal vez tiene la misma suerte que el primero; a todo esto, se añaden los regalos que el día de la boda hacen a la princesa todos los grandes del imperio. Para ese día se prepara un magnífico palacio, donde espera el novio a la princesa, quien se trasfiere a él acompañada de toda la corte, eunucos u cadunas en radivani o coches cubiertos de celosías: todos los grandes van a caballo, lo que forma un espectáculo de los más hermosos que se ven en la capital: a la llegada de esta comitiva, sale el pachá a recibir a la princesa, que cubierta de un velo es conducida al harem por los eunucos. El pachá entra luego a ver a su esposa, que le recibe con el mayor desprecio, pues tal es la etiqueta; él, con la mayor sumisión, intenta quitarle el velo, pero no lo consigue sino por medio de ricas joyas que presenta; a vista de estas se deja enternecer la sultana, y concede únicamente a su esposo el favor de que vea su rostro por la primera vez. Sale éste del harem, y recibe las enhorabuenas de toda la corte. Vuelve a entrar, y su esposa le recibe con frialdad, pero consigue tocar su mano presentándola una tórtola, símbolo del amor, la que hb.

238

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EN

ESTAMBUL

entre a m b o s a h o g a n a p r e t á n d o l a entre s u s m a n o s ; p e r o t o d o s e s t o s f a v o r e s c u e s t a n a ú n m u c h o s r e g a l o s , q u e p o c o a p o c o s u a v i z a n a la cruel s u l t a n a ; finalmente, el p a c h a p r e s e n t a un H a t s h e r i f o d e c r e t o del sultán, al cual c e d e la p r i n c e s a , y c o r r e s p o n d e a los c a r i ñ o s d e su e s p o s o . A u n q u e la ley p e r m i t e la p l u r a l i d a d d e m u j e r e s , el p a e h á d e b e r e p u d i a r c u a n t a s tenga, y e m a n c i p a r los hijos. P e r o ni a ú n g o z a m u c h o t i e m p o d e la c o m p a ñ í a de la p r i n c e s a , p u e s le o b l i g a n a salir d e C o n s t a n t i n o p l a p a r a su p a c h a l i k , d e j a n d o allí su m u j e r , a q u i e n c e l a n los e u n u c o s y la p a r t e r a del s e r r a l l o , p a r a a h o g a r a la c r i a t u r a q u e dé a luz, si f u e s e v a r ó n . L a s h e m b r a s e s t á n libres d e e s t a ley, y t o m a n el t í t u l o d e h a n u s o , o s e ñ o r a n o b l e . L a s p r i n c e s a s c a s a d a s así. d e b e n ser en un t o d o m a n t e n i d a s por s u s m a r i d o s , y n o p u e d e n salir d e su c a s a sin p e r m i s o del s u l t á n , q u i e n las v i s i t a a l g u n a s veces, y mientras está en el h a r e m , ni aún el m a r i d o p u e d e entrar h a s t a q u e el i sultán s a l g a . 1

Pocos años más tardo la llegada de los viajeros románticos mantiene los mismos temas terminando con el enfoque de los cuadros enciclopedistas. Lamartine acaba con las descripciones anteriores integrando a la mujer turca en un paisaje determinado. Otra aportación en esta nueva imagen es la penetración del viajero en la sicología de aquella persona a quien están retratando. Pronto la persona dejará de ser un arquetipo para adquirir una identidad propia, en este contexto, la presencia del viajero en un marco concreto añade verosimilitud al relato y acerca al lector al escenario expuesto. Las descripciones de Lamartine de las damas turcas en sus coches tirados de caballos o en los caiques del Bosforo encontrarán en la fotografía formas distintas a las de los grabados. Más que un tipo la dama turca aparece c o m o un arquetipo, casi una construcción de estudio que tiene dos modelos: la odalisca y la gran dama, figura popularizada por el protocolo de las embajadas y las reglas de la etiqueta 2 . Estas nuevas formas están presentes en cuadros, grabados y libros. Contrariamente a los otros países mediterráneos las turcas muy rara vez son retratadas desnudas, lii suntuosidad de joyas y vestidos y el magnetismo de las miradas producen un exotismo más de acuerdo con el carácter imperial de este pueblo que el de los nómadas del desierto. Mentaberry cae también en el encanto de las bellas otomanas desde la perspectiva del Romanticismo español: "[...] lucen lujosos trajes y las caras más bellas del mundo, a través de su entreabierto ferayie

y de su transparente

yasmak, que en vez de velo pudoroso es blanca aureola que realza los encantos y hace más provocadora la mirada de sus fascinadores ojos negros." 3 La experiencia del diplomático español y su trabajo le hacen andar con pies de 'Solano, op.cit, pp. 103-106. ^Engin £izgen, op.cit, p. 137 ^Mentaberry op.cit. p. 492.

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plomo ya que él no es un mero viajero de paso: si los coqueteos consistentes en cambios de miradas, de sonrisas, de flores y aún de billetes amorosos, son frecuentes, estas aventuras no suelen llegar más lejos, dada la gran dificultad de entrar en los harenes y el terrible castigo que corre el que allí es sorprendido." 1 Como se puede apreciar, Mentaberry mantiene los tópicos del amor apasionado que se enfrenta a un mundo de diferencias culturales, violencia y lujo, en definitiva, un mundo de fantasías de índole sentimental: "Antes era de rigor decapitar en el acto al seductor, de un tajo de cimitarra, meter el tronco y la cabeza dentro de un saco y echar todo esto al Bosforo, ¡que Dios sabe cuantos despojos sangrientos del amor guarda en sus abismos." 2 Juan de Dios de la Rada, mucho más realista que su predecesor, expone la situación de la mujer utilizando el Corán como base para sus razonamientos. Una breve cita le basta para probar lo que el Islam permite al hombre: reprendedlas todo lo que tienda a desobediencia; relegadlas a otro lecho; golpeadlas; pero así que os obedezcan, no las busquéis disputa."-5 Líneas más adelante aclara que "|...| rara vez los maridos turcos, usan de toda su extensión de las facultades que les da el profeta." 4 H1 velo es también otro aspecto explicado a partir del Corán impuesto por Mahoma a sus creyentes: "(...] aquel velo sería la marca de su virtud, y un freno para las palabras del público " 5 De la Rada no termina de criticar esta práctica sino más bien parece que la comprende. La postura española, un tanto machista, se muestra relativamente cercana a la otomana desde el Viaje de Turquía hasta bien entrado el siglo XIX. Los dos imperios han utilizado a la religión como forma de legitimarles en el poder, una religión, tanto la católica como la musulmana, que no miraba con buenos ojos la independencia de las mujeres de los hombres. A pesar del freno que suponía la intromisión de la Iglesia en el Estado España y Turquía consiguieron avanzar por el camino de la modernidad. La ciudad que los tripulantes de la fragata Arapiles conocieron en 1871 había sabido integrar los adelantos tecnológicos con la vida islámica. Estambul ya una gran urbe que contaba con los nuevos medios de transporte que tenían el resto de las capitales europeas, adaptados, eso sí, a la mentalidad de sus pasajeros. El contraste entre modernidad e Islam sorprende al observador al considerar esta religión como contraria al progreso. Las mujeres siguen l

Ib., p. 492-93.

2

Ib.

J

Citado por Rada

5

Ib. p. 277.

op.cit. p. 276.

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VIAJHROS

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estando consideradas como objetos de deseo: provocadoras, enigmáticas y lascivas. Cualquier signo de curiosidad por parte de ellas lo consideraban como una invitación a transgredir las normas y poder gozar de aquello que el celoso marido poseía. Estos breves encuentros tienen como semejanza la comunicación de dos realidades recreadas, muchas veces, a partir de textos literarios: novelas francesas o inglesas en el caso turco, y, crónicas de cautivos o comedias del Siglo de Oro español. Todo ello se llevaba a cabo a través de un lenguaje gestual que permitía la conservación de los mitos: En todo p a r a j e p ú b l i c o a d o n d e la m u j e r p u e d a c o n e u r r i r , hay departamentos separados para ella. Recordamos que en una deliciosa tarde, al dirigirnos a B lyukdere, en unión de nuestro embajador y de uno de nuestros compañeros de comisión, las miradas de este hallaron medio d e penetrar en la vedada toldilla, y empezaron a sostener tan nutrido f u e g o con las de una bellísima georgiana, que dentro de ella con otras turcas iba a c o m p a ñ a d a de una vieja gruñona, que no sé hasta donde habría podido llegar en su atrevido asedio, si la vetusta dueña, apercibida del suceso, no hubiese acudido en defensa más de su señor que de su señora, cerrando poco menos que herméticamente el pesado lienzo que cubría la entrada.^

Zayas también busca la relación entre las mujeres que ve y los textos que ha leído desde un punto de vista híbrido entre la política y la literatura: damas turcas vestidas de ricas sedas con el rostro cubierto por espesísimo velo y custodiadas por robustas esclavas etiópicas que desempeñan el papel representado entre nosotros en el siglo XVII por las dueñas quitañonas, inmortalizadas en las comedias de Calderón y de Lope." 2 A finales del siglo las formas procedentes de Europa occidental han entrado de lleno en la vida otomana. Durante los años que Zayas residió eri la Sublime Puerta las mujeres musulmanas ya habían iniciado el mismo camino que las armenias, griegas o judías. La moda europea había penetrando en algunos sectores de la corte para desde allí extenderse por las demás capas de la sociedad. La confusión de ios nuevos vientos que corrían por el imperio y la superioridad de la nación que representa le permiten a Zayas producir una imagen donde coexisten Oriente y Occidente con la literatura. Cúbrese todas ellas con feredjes o túnicas lujosas de colores vivísimos, pero no es raro ver lucir sobre aquellos vivísimos trajes, capas y manteleras cortadas con arreglo a los figurines de París, sombrillas tan elegantes c o m o ^Rada, op.cit. 2

Zayas, op.cit.

p. 278-79. p. 62.

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las que lucen las damas de las carreras de Auteil y de Eong C h a m p s y hasta s o m b r e r o s c o n f e c c i o n a d o s con a r r e g l o a los m o d e l o s de los m á s renombrados modistos y que, a guisa de caprichosa diadema, coronan los airosos pliegues del imprescindible y a c h a m a k . En la popas de los caiks suelen tender las conspicuas hanums lujosos tapetes de multicolores sedas o terciopelos bordados de oro y cuyos m a g n í f i c o s f l e c o s levantan irisadas estelas al rozar la superficie tranquila de las aguas. A pesar del desorden caprichoso y desprovisto de todo arte, con que mezclan las mujeres musulmanas el fasto oriental con la elegancia europea, o f r e c e n a la vista agradabilísimo c o n j u n t o y su c o n t e m p l a c i ó n aviva a conocer las intimidades del harén.'

Blasco I b á ñ e z analiza d e una f o r m a m á s a g u d a los f a s t o s de una corte a r r u i n a d a q u e v a a d e j a r d e ser o t o m a n a . L a a d o p c i ó n d e la m o d a f r a n c e s a e s t a b a a c a b a n d o c o n el e n c a n t o d e las m u j e r e s d e s c r i t a s p o r I a m a i t i n e c o n v i r t i e n d o en c h a b a c a n o el e x o t i s m o a n t e r i o r 2 . E s t e v i a j e r o s u p o c a p t a r la s i t u a c i ó n d e las m u j e r e s e n e s t e m o m e n t o d o n d e a q u e l l a s q u e p e r t e n e c í a n a las c l a s e s m á s a l t a s d e la s o c i e d a d se m o v í a n en u n a g r a n c o n t r a d i c c i ó n : la e d u c a c i ó n f r a n c e s a les h a b í a a b i e r t o u n a p u e r t a q u e s u s p r o p i a s f a m i l i a s se e m p e ñ a b a n e n c e r r a r al s e r , m u c h a s d e las m u j e r e s del s e c t o r m á s c o n s e r v a d o r , las q u e t e n í a n u n a e d u c a c i ó n m á s p r o g r e s i s t a . El n o v e l i s t a v a l e n c i a n o se d a c u e n t a c o m o n a d i e d e l a i m p o r t a n c i a d e la p e n e t r a c i ó n c u l t u r a l f r a n c e s a . B l a s c o I b á ñ e z , c o n la h a b i l i d a d d e un c r o n i s t a , d e j a c o n s t a n c i a d e c ó m o el s u e ñ o d e Las Mil y una Noches

estaba ya bastante resquebrajado. La afición de ciertos personajes a los progresos modernos ha creado una clase de turcas más infelices y dignas de compasión que la antigua d a m a otomana, devota y contenta de su vida, satisfecha de sus visitas y de sus lujosos trajes, sin otro ideal que una j o y a nueva o una banda con placa de brillantes, regalo del sultán, sin otros horizontes que las m o n t a ñ a s de la ribera asiática ni otros deberes que incubar nuevos hijos. Los grandes bajáes, que envían a sus hijos a correr Europa, han traído institutrices inglesas y francesas para sus hijas. Muchas de las tapadas que pasan en carruajes, delatando bajo sus orientales velos la frescura esbelta de sus pocos años, la delgadez de una m u j e r en f o r m a c i ó n , desprecian las confituras, odian c o m o p e r f u m e vulgar el aceite de rosas y consideran el bordado como trabajo de esclavas, sonriendo ante las obras de juventud que les enseñan sus obesas madres. T i e n e n en una pieza del harén donde nacieron un piano de cola, en el que tocan los valses melancólicos de Chopin o la última canción a la moda de París, y cerca del sonoro Erard una biblioteca llena de novelas inglesas y francesas. A l g u n a s hasta han roto con la preocupación religiosa de la raza, que prohibe la reproducción de las f o r m a s vivas, y pintan acuarelas con palomos, flores y barquitos.

hb.

2

p. 131-132

Blasco Ibáñez, op.cit.

p. 65.

242

V I A J E R O S

H I S P Á N I C O S

HN

HSTAMBUI,

Cono7.co a una f r a n c e s a vieja, q u e vive hace m u c h o s años en Constantinopla de dar lecciones de su idioma y entra diariamente en ricos harenes ¡Las confidencias de estas pobres jóvenes, que han de vivir c o m o las mujeres del tiempo de Mohamed II y por la prudencia de sus padres llevan bajo las vestiduras orientales la misma alma que una muchacha de París o de Londres.... - S a b e m o s f r a n c é s , s a b e m o s inglés- dicen a la v i e j a c o n f i d e n t e - . T o c a m o s el piano, cantamos, pintamos. ¿Para que sirve todo esto?...La m u j e r a p r e n d e para lucir sus c o n o c i m i e n t o s , para h a c e r v i d a de sociedad...,para hablar con los hombres. Y la pobre turca de moderno estilo sólo podrá hablar con uno, el que le designe su padre como esposo. Un día la adornarán de piedras preciosas y la casarán con un joven turco, al que sólo habrá visto de lejos, al través de una celosía, y con el que cruzará la palabra por vez primera al momento de ser su esposa. La llevarán a una casa nueva, en la que vivirá como única señora si su marido no ama las costumbres antiguas, o en la que se c o n f u n d i r á con otras, iguales a ella en derechos, distintas a ella en alma, c o m o si fuesen de otro planeta. Su madre se extrañará de sus lágrimas y melancolías. Así vivió ella, así vivieron sus abuelas y todas las honradas damas temerosas de Dios. Pero la madre era feliz, abroquelada en su santa ignorancia: no le habían hecho morder el fruto embriagador de la cultura occidental...Ya la infeliz reclusa de las tradiciones de su pueblo, asustada ante el porvenir, y mientras llega el momento del matrimonio, se consuela con la lectura y devora las novelas francesas que llenan las librerías de la gran calle de P e r a . '

EL SULTAN El s o b e r a n o o t o m a n o es p o s i b l e m e n t e el p e r s o n a j e c l a v e d e los t e x t o s d e v i a j e r o s e n E s t a m b u l al e s t a r o m n i p r e s e n t e e n la m a y o r í a d e las o b r a s . Estambul es, ante todo, una capital imperial. N o hay q u e olvidar q u e a partir d e S e l i m I ( 1 5 1 5 - 1 5 2 0 ) el I m p e r i o s e c o n s o l i d ó c o m o un e s t a d o t e o c r á t i c o d o n d e su d i r i g e n t e o s t e n t a b a el p o d e r p o l í t i c o y r e l i g i o s o . S e l i m ,

tras

n o m b r a r s e c a l i f a , h a b í a a c a b a n d o d e e s t a m a n e r a c o n el c a l i f a t o e g i p c i o c o n s e d e e n El C a i r o . A p a r t i r d e e s t e m o m e n t o u n a n u e v a d i n a s t í a , o r i g i n a r i a d e A s i a C e n t r a l y sin v í n c u l o s d e s a n g r e c o n M a h o m a , t r a s l a d a b a el c a l i f a t o a Estambul.

El p r i m e r s u l t á n q u e c o n o c i e r o n l o s v i a j e r o s e s p a ñ o l e s e n el p e r i o d o e s t u d i a d o e s A b d ü l - H a m i d I ( 1 7 2 5 - 1 7 8 9 ) c o n q u i e n C a r l o s III e n 1 7 8 3

firmó

las p a c e s h i s p a n o - t u r c a s . La l l e g a d a al t r o n o e n 1 7 7 4 , d e s p u é s d e 4 9 a ñ o s d e e n c i e r r o , p u s o a la c a b e z a d e los t u r c o s a u n h o m b r e v i e j o e i n e x p e r t o . E n e s t e c o n t e x t o , la v i s i ó n d e los e n v i a d o s e s p a ñ o l e s a f i n a l e s del s i g l o l

Ib. p. 94.

XVIII

HSPAÑA

Y LOS

H A B I T A N T HS

DH E S T A M B U L

243

corresponde con las formas propias de la ilustración. José Moreno describe el sultán y su corte centrándose más en los cargos y las instituciones que en las personas. De esta manera analiza las ('unciones del gran visir, del del kaimakan,

defterdar,

de los dragomanes, de los jefes del ejército, y, del sultán. Se

trata de un interesante testimonio sobre la corte otomana y su etiqueta, especialmente en lo referente a las audiencias del sultán a los representantes extranjeros. Kn estas circunstancias, durante la madrugada del día convenido el diplomático salía de Pera con su dragomán acompañado por el Instructor de Embajadores y se encaminaban a casa del visir para ir de allí al palacio de Topkapi. Una vez dentro se procedía a la entrega de obsequios al diplomático: "Cuando en 24 de abril de 1784 hizo el ministro de S.M.C. su entrada pública para el canje de las ratificaciones de paz, el Gran Señor, le regaló, además de la pelliza de Zamur, un rico sable, y un caballo hermosamente enjaezado con aderezos de gran coste."

1

Según Moreno los diplomáticos se presentaban ante

el sultán agarrados por cada brazo de un sirviente de palacio, en previsión de un posible atentado, lo cual era considerado una humillación. José Solano vio a Abdül Hamid I en las Aguas Dulces, un lugar de recreo en el Cuerno de Oro donde tenía un palacete: "En este sitio vimos un ejercicio militar hecho en presencia del sultán." 2 Su importancia en el texto se debe a la institución que representa, sin entrar en descripciones físicas o comentarios sobre su personalidad: "El concurso fue innumerable, y el Sultán satisfecho de la destreza, tanto de los indios como de sus soldados, los gratificó ampliamente."- 1 La información de Solano sobre el soberano es mayor que la de Moreno, empezando por los nombres por los que se le conocía: "Hijo del sol, pariente de la luna, Señor de los dos mares, servidor de la sagrada de la Meca, custodio

casa

de Medina, Rey de Reyes, Señor de Señores, por los

que todos los Soberanos

reinan y otra multitud de ridículos y pomposos

títulos." 4 Solano analiza al sultán en su encierro donde esta persona adquiere un valor mítico, al recrearse una vida oculta dedicada a los placeres. La presidencia del consejo del riquiab

o Supremo Consejo de Estado estaba

delegada en el visir a la par que en el Mufty lo hacía con la autoridad religiosa. Para Solano y Moreno el tiempo del soberano transcurre entre comidas, baños y sexo en el harén imperial donde, rodeado de las cuatro esposas que la religión le permite y de innumerables concubinas, pasaba sus días alejado de las riendas del gobierno.

' j o s é Moreno, op.cit., p. 339. ^Solano, op.cit., p. 15.

%

p. 17. p. 124.

244

VIAJEROS

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

El general Miranda nene una buena descripción del Abdül Hamid I en Üskiidar el 11 de agosto de 1786. Se trata de una impresión personal del s o b e r a n o y su séquito. La m i r a d a de este v i a j e r o de p r i n c i p i o s

del

romanticismo destacan el lujo y solemnidad de la etiqueta otomana: " U n café turco que estaba en la misma calle me ofreció esta oportunidad, a trueque de que le pagase el café y algún pará (moneda) de más. Desembarcó Su Alteza a eso de las once y media, habiendo saludado a la Artillería que está en su palacio de campo, al tiempo que él partió. M o n t ó un h e r m o s í s i m o caballo muy ricamente aderezado y detrás, el Seligtar-Agá -porta espada- también a caballo con la Espada del Gran Señor sobre su hombro." 1 Los sultanes otomanos acostumbraban a salir del palacio los viernes con el motivo de realizar la oración en una mezquita, lo cual se convierte en desfile de la corte conocido c o m o selamlik

o ceremonia del saludo. Miranda

logró ver de lejos a Abdül-Hamid, su hijo, los jenízaros y otros militares y los eunucos negros, dos de los cuales ostentaban los cargos de tesorero del serrallo y de director del serrallo. Se puede afirmar que la visión romántica de Miranda encuentra en esta c e r e m o n i a un buen c a m p o d o n d e explayarse con unas imágenes de soldados, eunucos y sultanes solemnes en un entrono marcado por la belleza y el lujo. No hay que olvidar que gran parte del encanto de Estambul reside en el mar que la rodea. Los sultanes utilizaban para sus desplazamientos un caique compuesto de 26 remos a cada banda: " Los negros entraron también en las suyas [falúas] sostenidos por a m b o s brazos por aquellos cortesanos aduladores ... Tuve aquí ocasión de examinar el gran turbante de ceremonia del Gran Señor, cubierto todo de diamantes y piedras preciosas, con una pequeña pluma negra hacia el centro y también el jarro para hacerle el café, de plata y dorado interiormente, que colgado de una asta de plata llevaba uno al h o m b r o con ostentación . ¡Oh, qué bellísimo efecto el que hacen estas falúas y caiques sobre el agua!" 2 Selim III sucedió a su padre en 1789. Si bien durante su sultanato n o tengo constancia de que aparezca en textos de viajeros en español, sí lo hay durante su periodo como sehzade

o príncipe heredero. José Solano lo n o m b r a

y Federico Gravina le dedica unas líneas: "El presente sucesor al trono es, Selim, es hijo de una georgiana muy piadosa, de óptimas cualidades. Selim a m a m u c h o a su madre. Es un j o v e n de unos 28 a 2 9 años, de muy buen parecer, aunque dicen odia extremadamente a los cristianos. Es aparentemente

'Toledo Mansilla (ed), op. cit. p."'( Ib. p. 425.

2

ESPAÑA

Y I.OS

HABITANTES

DH E S T A M B U L

245

por razón de Estado y Política que le obliga a ello, pues de otra suerte hubiera quizás perdido la vida." 1 Ali Bey es otro de los primero viajeros en acabar con las formas enciclopedistas de la descripción del sultán. A pesar de la objeción de su dragomán y del jenízaro que le acompañaban consiguió ver de cerca a Mustafa IV para poder así retratarlo. Domingo Badía no sólo se escapó de sus acompañantes sino también de las formas literarias de la ilustración. Adoptando el papel de héroe solitario que consigue entrar en un ambiente prohibido se convierte de esta manera en un viajero romántico: " Y o le vi perfectamente de cara y fijé en él mi anteojo cuanto me fue posible. Su rostro es en extremo largo, y también la nariz, aunque poco salida: tiene ojos grandes, y la palidez de su rostro sólo está interrumpida por pequeñas rosas: parecióme alto, poco grueso y bastante vivo; mas adornaba su turbante una soberbia rosa de diamantes muy gruesa y de un brillo que deslumhraba." 2 Mustafa IV (1779-1808) tenía en aquel tiempo 17 años y tuvo uno de los reinados más breves en medio de una de las épocas más confusas del Imperio Otomano. La línea reformista comenzada por Selim III produjo su derrocamiento y ejecución instaurando a Mustafa IV en el trono. Sin embargo, una parte del ejército mantuvo esta línea reformista derrocando a Mustafa en favor de Mahmud II. El documento de Ali Bey no es sólo interesante por esta descripción sino por las circunstancias de su llegada. Un año antes Selim III había sido ajusticiado por los jenízaros conmocionando a la opinión pública internacional. Ali Bey se refiere a él con los adjetivos desventurado, desafortunado, desgraciado e infeliz, cuatro formas muy diferentes de la tradición anterior. Como antes expuse, Mahmud II consiguió derrocar a Mustafa y acabar con sus seguidores para así poder llevar a cabo la labor de su tío Selim III. Años más tarde terminaría con el cuerpo de los jenízaros e impondría una nueva indumentaria en su ejército y subditos, más de acuerdo con la nueva imagen de modernidad del imperio que se habían propuesto crear. El primero en cambiar la indumentaria fue él, abandonando el turbante con plumas y joyas por el fez, y los vestidos de sedas bordadas en oro por la estambulina. La opinión pública europea seguía con interés el nuevo rumbo de la corte otomana tanto tiempo replegada sobre sí misma. La apertura permitió la llegada de muchos intelectuales ingleses, alemanes y sobre todo franceses. Uno ' F e d e r i c o Gravina: Descripción 2

A l i Bey, op.cit. p. 481

de Constantinopla.

Madrid, Miraguano. 2001. p. 128.

246

VIAJEROS

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

de los primeros en dejar constancia del nuevo sultán Mahmud II es el conde de Marcellus en 1816 en Sonvenirs

de l'Orient.

La audiencia concedida al

aristócrata francés tiene c o m o novedad el hecho de que el

sultán,

contrariamente a sus predecesores, hablara en público. Hasta ahora los sultanes permanecían impasibles y esta nueva actitud causó la sorpresa del viajero que esperaba encontrar a un mito en lugar de una persona 1 . A partir de este m o m e n t o la imagen de los sultanes se va humanizando

adquiriendo,

paulatinamente, una imagen similar a la del resto de los soberanos europeos. Lamartine fue testigo del cambio de la imagen de este soberano y su imperio. Un día, paseando por el Bosforo se cruzó con el caique imperial de Mahmud II: "El sultán, a quien llamó sin duda la atención el traje europeo, nos señalaba con el dedo a Achmed-Pachá como para preguntarnos quiénes éramos. Saludamos al dueño de Asia según la costumbre oriental y el nos contestó con agrado." 2 Este autor tiene una visión bastante compleja de Mahmud II: esboza la vida del sultán a través de las reformas producidas, lleno de optimismo, para luego caer en el desencanto al no haber sido capaz de mantener el ritmo en los últimos años. De hecho, las reformas otomanas no acabaron de convencer a los observadores extranjeros ya que la gran mayoría consideran imposible que la modernidad se produjera en un país islámico. A pesar de todo Mahmut II encargó la redacción del Edicto de Gülhane, la primera carta magna que asentaba los cimientos del Tanzimat

en 1839. El no

consiguió ver su promulgación al haber fallecido poco antes. Abdül Mecid (1839-61) está considerado el primer sultán del

Tanzimat.

El inicio de su sultanado no fue nada fácil para un adolescente. Aparte de las tensiones que producían las reformas en los sectores más conservadores de la sociedad otomana, tenía el ejército del sublevado Mohamed Ali de Egipto que había conquistado Siria y llegó a estar a pocos centenares de kilómetros de Estambul. Abdül-Mecid logró hacer frente a los egipcios, reconquistar Siria y consolidar los proyectos de su padre en su orientación hacia los modelos procedentes de la Europa iiberal. Uno de los pocos libros de viajes que se difundieron en España sobre este sultanato es el del viaje del duque de Monpensier, esposo de la única hermana de Isabel II. Pues bien, el hijo de Luis Felipe fue recibido por el sultán en dos ocasiones en uno de los mejores momentos de las relaciones entre Francia y el Imperio Otomano. Monpensier aprovechó un brindis para expresarlo: "Llevaré al Rey mi padre fiel y sincero

' Véase por Schneider y Evin Le Harem Impérial Audience du Grand Seigneur le 16 juillet 1816. Lamartine op.cit. p. 248.

de Topkapi,

Paris, Albin Michael 1977, cap. 6:

ESPAÑA

Y LOS

HABITANTES

DE

ESTAMBUL

247

aliado del sultán, la firme esperanza de que el mejor resultado coronará lo esfuerzos de S.A.I. para asegurar la dicha de todas las clases de sus subditos." 1 En estas circunstancias no puede por menos que trazar un retrato amable del sultán en un momento en que esta clase de valores ya habían sido puestos en duda en Erancia:"El joven sultán llevaba el manto imperial, y en el pecho un khan de maravillosa belleza, cuyo más grueso brillante parece ser un presente del bajá de Egipto. El semblante de Abdül-Medjid es agradable, su mirada tiene mucha dulzura y la emoción natural de la circunstancia hacía resaltar un cierto aire de melancolía esparcido por su fisonomía." 2 Durante la guerra de Crimea, 1853-56, los lectores hispánicos tuvieron más información sobre los turcos y su soberano. En este contexto, el 8 de mayo de 1854, La Ilustración

tradujo y publicó el retrato textual que hizo

Théophile Gautier en su Constantinopla,

ciudad que visitó en 1852.

En seguida apareció en el umbral de la puerta S.A. el Sultán AbdulMedjid, rodeado de todas su corle. El traje que llevaba puesto se componía de una especie de paleto de paño azul, pantalón de moaré blanco, chinelas de charol y un casquete encarnado, en cuya parte superior ondeaba a merced del viento las plumas de la garza real, colocadas en un penacho de oro incrustado de diamantes. Por debajo del paleto brillaban algunos bordados. A mi m o d o de ver era m u c h o mejor la antigua m a g n i f i c e n c i a asiática. Parecíanme en e x t r e m o aquellos sultanes i m p a s i b l e s c o m o los ídolos, que se presentaban a sus v a s a l l o s c o m o relicarios cuajados de brillantes y rubíes y circuidos de una aureola de soles Sin embargo, a pesar de su traje sencillo, la persona de Abdul-Medjid es m u y c o n o c i d a de todos. En su pálido rostro se pintan el hastío de los placeres m u n d a n o s y sus facciones irregulares, que denotan una f u e r z a de voluntad extremada, permanecen tan impasibles como el marmóreo rostro de una estatua. Sus ojos fijos, inmóviles, perspicaces y melancólicos, todo lo ven sin fijar su atención, y por último, una pequeña barba negra circunda este semblante triste, imperioso y benévolo.-^

Los militares españoles que participaron como observadores en el conflicto fueron recibidos por el Sultán. El general Prim tuvo dos audiencias, la primera en el otoño de 1853 y la segunda en el verano de 1854. Abdül Mecid en esta segunda ocasión le otorgó un sable de honor lujosamente cincelado, una condecoración del orden de Mecidiye y un hermoso alazán que,

' L a t o u r , Antoine de Viaje de S.A.R. Serenísimo duque de Monpensier y Grecia. Sevilla: El Independiente, 1849, p. 188. Ib. p. 177.

a Túnez,

Egipto,

Turquía

- Citado por Manuel Espadas Burgos en la introducción al libro de Juan Prim y Prats, El viaje militar a Oriente. Madrid, Ministerio de Defensa, 1995, p. XXII.

248

V1A.IKR0S

HISPÁNICOS

KN

KSTAMBUL

desgraciadamente, no pudo llevarse consigo. 1 B1 lujo y el protocolo de la corte otomano aparecen descritas en una carta que envió Prim a su amigo Masiá: la audiencia del gran Sultán, que hizo poner toda su guardia en gran sala para recibirnos, y él mismo se cubrió de brillantes de pies a cabeza. Su sable sólo valia un Potosí. Mi discursito pareció agradarle, pues se sonrió a pesar de su gravedad acostumbrada y que suele redoblar en sus recibimientos. No obstante que comprende el f rancés, se hizo según la etiqueta de Palacio, referí mis palabras por su primer dragomán. Se demostró muy agradecido por la simpatía de los españoles v se informó con interés de la salud de nuestra excelsa reina." 2 Otra de las descripciones de este sultán en textos de viajeros es la de Esteban Amengual que lo v io en una de las cinco escalas que el vapor español Tharsis se detuvo en Estambul: "Y ¿Quien pensará que, ese que llaman Gran Señor, ese que se titula Hijo del Sol, ese, en fin emperador de los turcos, se abrigara de los rayos de su Celeste Padre, con el más sencillo y ordinario de los paraguas." 3 Las reformas en la indumentaria confundirán a los viajeros que desconocen el estado del Imperio Otomano y los esfuerzos de su soberano por acercarse a las formas de vida modernas. Se produce un choque entre la imagen mitificada de épocas anteriores junto con el lujo descrito anteriormente por Gautier o Prim. En 1856, el mismo año que se firman las Paces de París que acaban con la Guerra de Crimea, en Turquía se promulga el hatti hümáyün, mucho más preciso sobre los cambios del Taniimat

un decreto

que el Edicto de Gülhane.

Entre muchas otras reformas garantizaba a los no musulmanes la libertad de culto y de administrar sus bienes. Este texto establecía la igualdad de derechos y deberes ante la ley, independientemente de la confesión religiosa. Los ciudadanos del imperio son llamados otomanos, acabando con la clasificación tradicional por grupos conlesionales o millet.

Surge en este momento una

corriente política llamada el otomanismo. En este contexto se comprende que Abdiil-Mecid haya dejado una imagen benévola tanto en la literatura de viajeros c o m o en la prensa. El mismo día de su desaparición los lectores del diario madrileño La Epoca se encontraron con una breve nota que lo explicaba: "París, de

26.-El Monitor anuncia que el Sultán ha fallecido en la madrugada

hoy. Su hermano Abdul-Azis, heredero legítimo, ha sido reconocido

' P a n d o Despierto, op-cit, p. 109. ^Citado por Manuel Espadas Burgos, op.cit., ^ A m e n g u a l , op.cit, p. 176.

p. XXII.

E S P A Ñ A Y LOS HAB I T A N T E S

D E ES T A M B U L

249

inmediatamente." 1 Al día siguiente la noticia es comentada en la portada. Se explica que su muerte fue debida a un problema estomacal, resultado a su entrega desmedida a los placeres de la mesa, y que su salud física y mental estaba minada al haber subido al trono muy joven. La imagen de Abdül-Mecid es positiva, pero, al igual que en la de su padre, aflora la d e s c o n f i a n / a : "Por lo d e m á s A b d u l - M e d j i d según nuestras noticias, era un príncipe bondadoso y amable, más civilizado que la generalidad de sus subditos, deseoso de regenerar su imperio por m e d i o d e la adopción de los adelantos, artes y hábitos europeos, aunque sin el carácter de su padre y sin la energía necesaria para llevar a cabo tan grandes reformas." 2 A continuación el editorialista de La Epoca analiza el impacto del Tanzimat

entre los sectores más conservadores

del p u e b l o t u r c o q u e veía c o m o su o r d e n tradicional se t a m b a l e a b a , especialmente al introducir un código legal que iba en contra del Corán.

Para

entender el siguiente fragmento de este diario donde se expresaba la intelectual liberal española de entonces, hay que tener en cuenta que los carlistas se veían a p o y a d o s por los sectores más conservadores del clero español y por la aristocracia: "En Turquía, c o m o en todos los países, existe un partido fanático fuertemente adherido a las tradiciones y costumbres de lo pasado, enemigo de toda innovación, de todo progreso, de toda mejora, que tiene por enemigos de la religión, a los que c o m o él no piensan, que j u z g a buenos todos los medios para exterminarlos [...]. Este partido ha pretendido varias veces destronar a Abdul-Medjid |...]." 3 La opinión pública no era muy f a v o r a b l e al nuevo soberano, AbdülAzis, al que consideraba favorable al f a n a t i s m o m u s u l m á n y cabeza de la reacción a las reformas. Una vez más se vuelve a plantear la cuestión de Oriente, en la que el Imperio O t o m a n o es c o n o c i d o c o m o el e n f e r m o de Europa. Si sultanes c o m o M a h m u d II o A b d ü l - M e c i d contaban con las simpatías de los modernizadores con Abdül-Asiz empieza una fase en que el soberano o t o m a n o tiene una peor imagen en la prensa tanto en el aspecto e c o n ó m i c o c o m o político, especialemtne tras las matanzas de cristianos en Siria y Líbano en 1860 y las de Creta poco después. A pesar de esto, en los años 1860 el acercamiento a Europa de Estambul era un hecho. Compañías austríacas y francesas la unían a Marsella y a Viena. Los bancos, muchos con capitales extranjeros, aparecen en estas fechas y el barrio de Pera-Gálata conoce la llegada de género y artistas procedente de Europa. En estas circunstancias se comprende que Abdül- Asiz (1861-76) sea también otro de los sultanes más

1 La

Epoca. Madrid, 26.06.1861.

2 Ib.

27.06.1861.

hb.

250

V I A J E R O S

H I S P Á N I C O S

EN

ESTAMBUL.

conocidos por los lectores hispánicos, ya que es en este momento cuando mejoran los medios de comunicación y de transporte. El peruano Pedro Paz Soldán y Unanue lo describe en 1862: El sultán venía a caballo con aire distraído y rascándose la cabeza bajo el gorro lurco c o m o quien se fastidia y sin hacer caso de los saludos de su milicia. No llevaba en el gorro sobre la frente, acaso por el mal tiempo, la estrella de brillantes o piocha con su pluma de pavo real encima, que es una de las prerrogativas o reales insignias. Su aire me pareció vulgar y su traje era c o m o el de los bajaes y demás personajes de su séquito, con los que fácilmente se le hubiera confundido. -¿Es ese el sultán 1 pregunté a mi guía levantando naturalmente el brazo derecho- Sí, me contostó b a j á n d o l o con fuerza, porque al pasar S.A. la muchedumbre debe mostrar tal respeto que todo movimiento es prohibido, y hasta los paraguas se cerraron en el acto no obstante llover a c á n t a r o s J

En este fragmento se puede leer el desencanto de Pedro Paz Soldán y Unanue al encontrar un sultán que nada tenía que ver con la imagen mitificada de los sultanes otomanos del siglo XVI, algo que también le había pasado a Esteban Amengual con Abdül-Mecid por causa de otro paraguas. No es tan fácil cambiar el imaginario colectivo, especialmente en este momento en que las monarquías, en su variante imperial, están en su mejor momento. A pesar de las críticas a la otomana, el contexto histórico la legitimaba, así como el apoyo de la Europa libera . Unos años más tarde Europa tuvo ocasión de conocer a un sultán otomano con motivo de la Exposición Universal de París de 1867. El viaje a Europa fue la primera vez que un soberano otomano dejaba los territorios de su imperio con un fin distinto a la guerra. Abdiil-Asiz fue el primero en salir de Estambul para ir a Egipto y a Europa 2 , así, los sultanes modernos habían dejado de permanecer encerrados en su ciudad para conocer otras cortes. La gran atención con que se siguió está visita y los premios conseguidos por los productos turcos ayudaron bastante a la hora de introducir la nueva imagen del imperio. Abdiil-Asiz consiguió hacerse un hueco en el 11 Imperio Francés.-^ Napoleón III le obsequió con una gran fiesta en el Palacio de Cristal donde un coro compuesto de dos mil cantantes interpretaron un himno turco 4 . Noticias como ésta y grabados del sultán con Napoleón III y Eugenia de Montijo se reprodujeron en la prensa de la época. ^Soldán y Unanue opxit.

p. 3 4 2 3 4 3 .

2

La importancia de estos dos viajes lo estudia Ali Kemal Aksiit en Sultán Azizin Misir ve Avrupa seyahati (El viaje a Egipto y a Europa del sultán Asiz. La vida y sultanato de este monarca la ha estudiado Haluk Y. §ehsuvaroglu en Sultán Aziz (en turco), Estambul Hilmi Kitabevi, 1949. •^El t e m a de la e x p o s i c i o n e s universales y la política d u r a n t e esta é p o c a lo trata Patricia Mainardi: Arts and politics ofthe Second Empire: the universal expoütions of IS55 and ¡S67. New Haven: Yale University Press 1988 ( T ed). 4

La Turquie,

Estambul, 18-7-67.

ESPAÑA

Y LOS

HABITANTES

DE

ESTAMBUL

251

(Jna s e m a n a a n t e s d e la v u e l t a del s u l t á n A d o l f o d e M e n t a b e r r y l l e g ó a E s t a m b u l . L a p r i m e r a v i s i ó n d e M e n t a b e r r y del s u l t á n s e p r o d u c e e n el B o s f o r o . E s t e e n c u e n t r o e s d i a m e t r a l m e n t e d i s t i n t o al d e L a m a r t i n e . A m b o s e s t á n c a r g a d o s d e un c o n t e n i d o p o l í t i c o y e s o s e n o t a a la h o r a d e d e s c r i b i r l o . L a m a r t i n e c o n f í a en q u e las i d e a s f r a n c e s a s a c a b e n d e p e n e t r a r en el i m p e r i o . M e n t a b e r r y , p o r el c o n t r a r i o , e s p e r a q u e el i m p e r i o se d e s m o r o n e p a r a q u e a s í E s p a ñ a p u e d a r e c u p e r a r su p e r d i d a g l o r i a e n A m é r i c a . P á g i n a s m á s a d e l a n t e el d i p l o m á t i c o n a r r a la r e c e p c i ó n q u e se d i o al c u e r p o d i p l o m á t i c o en el p a l a c i o d e Dolmabah.5.06.1876. 30.08.1876.

254

VIAJKROS

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

El viaje que hizo con Abdul Asiz y el mismo Murad a la Exposición de París en 1867, parecióle despertar su inteligencia, enriqueciéndola con el conocimiento de las costumbres europeas, del estado político de Occidente y de unas cuantas palabras francesas. Todo lo moderno ic interesa notablemente, y, aunque económico, no retrocede ante ningún ^asto pos satisfacer sus inclinaciones y caprichos. Posee en su serrallo numerosas y bellas odaliscas; pero lleva una existencia retirada y pacífica con una sola sultana favorita; de ella tiene dos hijos; un niño de seis años y una niña de tres, con los cuales vivía a la francesa, sentándolos en la misma mesa como un buen padre de familia, hasta que la política se ha mezclado en los negocios de su casa para acomodarlos a lo que la dignidad del príncipe y las costumbres orientales pedían, escandalizados los grandes del imperio de que tan abiertamente faltase a ellas un hombre llamado a ocupar el trono de los Osmanlíes.'

Los hombres del Tan Jmat lograron promulgar una constitución y abrir un parlamento en Estambul el 23 de diciembre de 1876. una imagen que apareció en la portada de La Ilustración

Española

así la Primera Epoca Constitucional, Birinci

y Americana.

Me§rutiyet,

Comenzaba

que terminaría sus

días en 1878 durante la guerra contra Rusia en los Balcanes, la cual no tuvo el respaldo europeo de la de Crimea. Los otomanos pierden tres cuartas partes de los territorios en Europa, ceden una parte de Anatolia oriental a Rusia y Gran Bretaña recibe la administración de Chipre. A partir de los tratados de Berlín y San Estéfano el sultán se fue apartando de las ideas liberales para volver a encontrar el equilibrio en los valores tradicionales turcos. U n o de los testigos de los primeros años f u e Diego de Coello, representante de E s p a ñ a en la Sublime Puerta entre 1884 \ 1886. Las relaciones hispano-turcas eran más que cordiales. Abdül-Hamid envió un telegrama tras el fallecimiento de A l f o n s o XII a María Cristina y poco después la Reina Regente condecoró a Nikolai Nicolaides, dragomán de la 1 .egación Imperial Otomana en Madrid con la orden de Isabela Católica. 2 Un año más tarde A b d ü l - H a m i d otorgó el cordón del Osmaniye

al

Ministro

de

Asuntos

Exteriores

de

España

y

otras

condecoraciones menores a los diplomáticos españoles de Estambul, a la par que felicitó a María Cristina por el alumbramiento de Alfonso XIII. 3 Tras este intercambio de medallas se halla el buen hacer del Conde de Coello que logró que el grupo la Estudiantina Española actuara dos veces en el palacio de Yildiz

•ft. 2.09.1876 Véase mi edición de Diego de Coello y la Cuestión de Oriente (1882-1897). Estambul, Isis, 2003, pp. 148 y 155. Las noticias se publicaron en el diario de Estambul 1m Turquie. 3 Ib. p. 170. 2

ESPAÑA

Y LOS

H A B I T A N T h S DH E S T A M B U L

255

ante el sultán, el cual les agasajó con una suntuosa cena.' De todo esto y de la contribución de Abdül Hamid a los damnificados en el terremoto de Granada trata Diego de Coello en el momento en que cesa su actividad diplomática en Estambul, en el cual analiza la primera década de este sultanato, las consecuencias de la guerra ruso-turca y la situación a mediados de los años 1880. En los dos años que he permanecido a orillas del B o s f o r o he podido apreciar los resultados de esta política, la única posible, y los f r u t o s del amor d e A b d ü l - H a m i d a sus pueblos. En vez de la bancarrota inevitable, después de la guerra, los intereses de la deuda o t o m a n a son satisfechos religiosamente, y si el estado del tesoro exige sacrificios, son sólo para los funcionarios del Estado. Dentro de un año, las líneas de ferrocarriles que han de enlazar al Asia con Europa y a Inglaterra con Grecia y con Viena estarán terminadas, y lo estarían ya este otoño si la Bulgaria hubiese concluido el pequeño trayecto que impide la unión con el ferrocarril de Andrinópolis. La seguridad está restablecida en todos los confines del imperio y los crímenes son tan raros, y grande la clemencia del Soberano, que en todo este periodo de mi residencia en Constantinopla no he visto que haya alzado una sola vez el patíbulo para hacer ejemplar justicia. 2

El conde de Coello se convierte en un defensor de la causa turca y su proceso de modernización, especialmente en lo que afecta a la figura del soberano otomano y el respeto a los europeos y las minorías religiosas: "Todas las antiguas leyendas de ejecuciones misteriosas y de envenenamientos en que los Emperadores griegos o los sultanes musulmanes emulaban a los Borgias han quedado relegadas a la esfera de la novela, y el extranjero se encuentra tan tranquilo y respetado en Estambul o Esmirna como en París o Londres, aventajando mucho la tolerancia musulmana a la que israelitas y calabreses disfrutan en Rumania o en Polonia." 3 Como se puede apreciar la imagen creada de los sultanes otomanos y su corte en el siglo XVI no acaba de desaparecer del imaginario español, por mucho que los observadores se empeñen en describir los cambios. No es fácil entender el contexto histórico de Abdül Hamid y su actuación. P r o c l a m a d o sultán en medio de una era de efervescencia constitucional, cerró el Parlamento varios meses después, llegando a llamar a la guerra santa a sus fieles en 1877 en la lucha contra los rusos. Poco después Francia ocupó Túnez en 1881, expandiéndose también por Argelia, y un año más tarde, Gran Bretaña Egipto. En estas circunstancias y, sabiendo que los l

Ib. p. 154. Ib. p. 185. hb. p. 185. 2

256

VIAJEROS

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

apetitos colonialistas estaban puestos el Mediterráneo otomano, Abdül-Hamid logró mantener los restos del imperio contentando de una manera muy hábil a los musulmanes más conservadores, las potencias y sus súbitos y las minorías religiosas, tal y como lo afirmaba Coello: "En mis conversaciones con el eminente delegado apostólico, monseñor Roselli, como con el patriarca de los armenios católicos, monseñor Azariam, he oído más de una vez a estos prelados el elogio más completo del apoyo que siempre ha dado a la Iglesia Abdül-Hamid, que a la vez es ferviente musulmán y respetuosísimo hacia el sacerdocio de los ulemas." 1 A pesar de la sagacidad de este sultán el frágil equilibrio del Imperio Otomano terminó por romperse por la presión de una nueva fuerza en conflicto: el nacimiento de los nacionalismos y su apoyo por parte de las potencias. Tras los tratados de 1878 los turcos habían conservado en los Balcanes las provincias donde había un importante contingente de población musulmana como Albania. Macedonia o Tracia, algunos de ellos eran reclamados por las nuevas naciones como Serbia o Grecia, que se había expandido en 1881. El a p o \ o de Rusia a la causa paneslava y el de Austria a Búlgara se puede apreciar en el florecimiento de toda una serie de grupos terroristas que actuaban en Macedonia. Las revueltas eslavas y su represión por el ejército otomano tuvieron una gran repercusión en la prensa europea que acusaba a los turcos y su sultán de las masacres de cristianos. Algo similar sucede con los armenios al este de Anatolia, apoyados por Rusia desde el vecino Caúcaso. Los incios de la cuestión armenia se dan en los años 1894-96 y conocerán su punto álgido durante la Primera Guerra Mundial. La prensa europea responsabiliza a Abdül-Hamid de las masacres de armenios y de macedónicos acabando con la imagen benévola de autores como Coello. Otro diplomático español, Antonio de Zayas f u e testigo de su metamorfosis en 1897, un año más tarde de las primeras masacres armenias que habían conmocionado a Europa. El sultán, trasladado al palacio de Yildiz, era conocido como el sanguinario o el Ogro de Yildiz. La estricta censura de la prensa que caracterizó a la época hamidiana

se adapta muy bien a la nueva

imagen de déspota que los observadores reflejan. Zayas no piensa lo contrario y durante la festividad del final del Ramadán, conocida en turco como §eker Bayrami, el 5 de marzo de 1897, este diplomático español pudo contemplar de cerca a un sultán y su corte. I .a imagen de Abdül-Hamid II es muy distinta que la de Abdül-Aziz, los soberanos otomanos han pasado en un siglo de ser los temibles enemigos con los que se firman las paces, como Abdül-Hamid I. a l

Ib.

p. 187.

ESPAÑA

Y LOS

HABITANTES

DE

ESTAMBUL

257

h é r o e s r o m á n t i c o s c o m o S e l i m III, l i b e r a l e s c o m o M a h m u d II, a l i a d o s e n la guerra de C r i m e a contra los rusos con Abdiil-Mecid, simpáticos invitados de las c o r t e s e u r o p e a s c o m o A b d ü l - A z i z , p a r a v o l v e r a s e r t e m i d o s c o n A b d ü l H a m i d II. De súbito la general e x p e c t a c i ó n a n u n c i a q u e el p a d i s c h á se d i s p o n e a presentarse a sus subditos. Por d e b a j o de la tribuna del c u e r p o d i p l o m á t i c o y por el sendero q u e señala rica tira d e a l f o m b r a persa, a p a r e c e Abdul H a m i d y llega hasta el solio s a l u d a n d o militarmente. Su presencia es a c o g i d a con un hurra e s t e n t ó r e o . [...] L l a m ó d e s d e el p r i m e r m o m e n t o la atención la sencillez de su vestido. R o j o fez cubría su cabeza, c o m o la del ú l t i m o de los h a m a l e s q u e pululan por T o p - H a n é y por el p u e n t e del Gálata. C a p o t e militar d e p a ñ o azul grisiento con vivos e n c a r n a d o s envolvía su c u e r p o , d e m e d i a n a estatura y c o m p l e x i ó n al parecer no m u y robusta. Sus pantalones eran de p a ñ o azul con f r a n j a grana partida en dos, y no por gala, puesto que el atavío no p u e d e ser m á s m o d e s t o . Su c a l z a d o era de charol r e m a t a d o poraureas espuelas. E m p u ñ a b a en la m a n o i z q u i e r d a c u b i e r t a por b l a n c o g u a n t e de g a m u z a , el h i s t o r i a d o p o m o d e colosal sable y m o s t r a b a en t o d o su c o n t i n e n t e i n d e l e b l e s s e ñ a l e s de una inquietud y de un hastío que no podían hacerle m u y a g r a d a b l e s la existencia. R e p r e s e n t a b a el sultán de cincuenta y dos a cincuenta y cuatro años; el color de su tez era e x c e s i v a m e n t e pálido: s u s labios, d e s c o l o r i d o s : f r u n c í a su rostro indefinible m u e c a d e tristeza y d e s c o n f i a n z a . Su m i r a d a era a p a g a d a y m e l a n c ó l i c a , p o b l a d a s las c e j a s , l a r g a y g r i s i e n t a la b a r b a , y la n a r i z a g u i l e ñ a , c o m o lo es por lo c o m ú n la de la g e n t e de su raza. Por entre el capote a m e d i a s a b r o c h a d o d e j a b a ver, c u a n d o m e f u e d a d o el c o n o c e r l e , el c o r d ó n del Y m t i a z . P r e g u n t a n d o v a r i a s v e c e s yo por q u é c a u s a no se d e s p o j a b a j a m á s A b d u l - H a m i d de su largo gabán, a u n q u e los rigores del estío h i c i e s e n s u b i r en C o n s t a n t i n o p l a el t e r m ó m e t r o h a s t a la a b r a s a d o r a t e m p e r a t u r a de c u a r e n t a grados c e n t í g r a d o s , n o p u d e o b t e n e r s a t i s f a c t o r i a respuesta. C a p r i c h o s del sultán, decían unos; es m u y m a n i á t i c o e x c l a m a b a n otros; por una superstición tal vez, a l e g a b a un tercero; p o r q u e tiene m i e d o , se atrevían a c o n t e s t a r los m á s explícitos, y b a j o su a m p l i o capote e s c o n d e d o s r e v ó l v e r e s con los c u a l e s , en c a s o de a t e n t a d o , se halla d i s p u e s t o a vender cara su v i d a . '

B l a s c o I b á ñ e z t a m b i é n d e j ó c o n s t a n c i a d e h a b e r v i s t o a A b d ü l - H a m i d II. E n 1 9 0 7 é s t e c o n t a b a 6 4 a ñ o s d e e d a d y m á s d e t r e i n t a al f r e n t e d e l g o b i e r n o . S e t r a t a del p e n ú l t i m o a ñ o d e u n s u l t a n a t o q u e v e r á el f i n d e s u s d í a s p o r p a r t e del ejército turco, l i d e r a d o por los J ó v e n e s T u r c o s del C o m i t é U n i ó n p r o g r e s o . El n o v e l i s t a v a l e n c i a n o a n a l i z a l a f i g u r a d e l s u l t á n d e s d e

y

una

p e r s p e c t i v a b a s t a n t e l i t e r a r i a , es d e c i r , c o m o la del d e s c e n d i e n t e d e a q u e l l o s q u e s e a d u e ñ a r o n d e l a m i t a d del M e d i t e r r á n e o y q u e , e n su a v a n z a d a e d a d , l l e v a su cargo con solemnidad musulmana. Los valores islámicos, criticados por otros observadores, están, p a r a d ó j i c a m e n t e ensalzados en este cronista, de ' Z a y a s op.cit. pp. 272-275

ideología

258

V I A J H R O S

H I S P Á N I C O S

HN

E S T A M B U L

republicana y conocido por sus ataques al clero católico. Abdül-Hamid II es para Blasco Ibáñez heredero de otro imperio: un mundo mágico recreado a través de la imaginación; un universo de placeres sensuales. Para este cronista modernista los dos imperios le pertenecen: los territorios otomanos y el mundo oculto del palacio. ¡Pobre A b d u l - H a m i d ¡ ¡ A u g u s t o C o m e n d a d o r de los C r e y e n t e s , con sus s e t e n t a a ñ o s bien c o n t a d o s ; . . . M e lo i m a g i n o en e s t a n o c h e , a p u e r t a cerrada, con la v i r g e n , h e r m o s o potro, bello y s a l v a j e , con el f u e g o d e los p o c o s a ñ o s y el d e s e o d e agradar, e x c e d i é n d o s e en toda clase de iniciativas. El m a j e s t u o s o padichá, q u e tal vez lleva o c u p a d o el p e n s a m i e n t o por a l g u n a n u e v a reclamación de los e m b a j a d o r e s de las p o t e n c i a s , tiene que pasar una n o c h e , por deber religioso, j u n t o a esta p r i m a v e r a ardiente, q u e vela j u n t o a él excitada y nerviosa. Sus p r e o c u p a c i o n e s de g o b e r n a n t e , sus p e n s a m i e n t o s d e Felipe II, papelista í nterado m i n u c i o s a m e n t e de todo lo q u e o c u r r e en su v a s t o i m p e r i o , 1c p r e p a r a n mal i n d u d a b l e m e n t e p a r a e s t a s e n c e r r o n a s o r d e n a d a s por el Profeta. La soberana de una n o c h e sonríe invitadora con sus labios coloreados de carmín, levantada la mirada de sus o j o s a g r a n d a d o s por la pintura negra, saca incitante las c u r v a s de su c u e r p o en celo...; pero ¡ay!, e l a n i m o del G r a n Señor f l a c c i d o y d e s m a y a d o , c o m o el p a ñ u e l o s i m b ó l i c o . 1

Lo que Blasco Ibáñe/. no cuenta en Oriente es que fue recibido por el sultán y cual fue el motivo. Pilar Tortosa, nuera del novelista y autora de Tres Mujeres en la Vida de Vicente Blasco Ibáñez, trata la parte del viaje que no entró en la redacción del texto. En aquella época el gobierno otomano estaba en litigio con un poderoso barón de la banca internacional por un asunto de los ferrocarriles. El encargado de solucionarlo fue un español, Segismundo Moret, un político muy conocido que había sido colaborador de Sagasta. El sultán, enterado de la procedencia del novelista, le concedió una audiencia y un par de días más tarde le distinguió con una de sus medallas. La nuera de Blasco Ibáñez muestra la manera en que entraron en conflicto las ideas del autor del libro al enfrentarse con la persona que había mitificado con el nombre del heredero de Las mil y una noches: "Le había entregado la alta condecoración de la Estrella de Medjidía, con placa de brillantes. Esta noticia dejó estupefacto al novelista que se apresuró a rehusar tal honor, por impedírselo, según dijo, « s u s i d e a s » . ¡Como un republicano cien por cien podía aceptar condecoraciones de un señor absoluto!. Hace mal -le dijo untoso el delegado-. Es un regalo maravilloso, solamente los brillantes valdrán alrededor de diez mil francos. Mis ideas valen mucho más repuso Blasco muy digno ." 2

^Blasco Ibáñez, o.c p. 113. ^Pilar Tortosa, citado por Concepción Iglesias, Blasco Ibáñez, un novelista para el mundo, Madrid, Sílex, 1985, p. 148-49.

KSPAÑA

Y LOS

H AB I T A N T L S

DE

ESTAMBUL

259

Un año más tarde, el 24 de julio de 1908, militares pertenecientes a los Jóvenes Turcos y al Comité de Unión y Progreso, procedentes de Salónica entraron en Estambul e impusieron sus condiciones al sultán: "Los revolucionarios quieren una Constitución, un Parlamento, la fusión de todos los elementos del imperio, cualesquiera que sea su religión en una nación rigurosamente turca." 1 Como se puede apreciar el nacionalismo turco ha desplazado al otomanismo de los inicios del Tanzimat,

el cual está

políticamente más definido que el anterior y será el germen de la actual república de Turquía: "Lo que quieren es reformas dictadas por el Sultán, pero en sentido liberal; la abolición del espionaje por la Policía, sistema extendido y practicado de un modo del que no puede formarse idea en Europa." 2 Abdiil Hamid II logró mantenerse en el trono a cambio de aceptar los dictados de los Jóvenes Turcos, que contaban con las simpatías de la prensa europea. La Ilustración

Española

y Americana,

les dedica el artículo titulado "La

revolución pacífica de Turquía" un mes más tarde de los sucesos: A la proclamación de la Constitución y del régimen representativo proseguía un j u r a m e n t o del Sultán m i s m o sobre el Corán, su presentación personal ante su pueblo, sus promesas de trabajar con él, c o m o desde su a d v e n i m i e n t o al T r o n o siempre había t r a b a j a d o para la prosperidad y la salud de la patria; la proclamación de la Constitución en las mezquitas; la d e g r a d a c i ó n d e t o d o s los f u n c i o n a r i o s t a c h a d o s por la o p i n i ó n de incompatibles a las reformas, y la promulgación de una amnistía general para todos los procesados políticos, con la excepción única de los que habían cometido robos o asesinatos.-^

La rapidez con que pasaron de un régimen totalitario a una monarquía parlamentaria, tutelada por el Comité de Unión y Progreso, produjo una reacción lógica en la que los sectores más conservadores y religiosos de la sociedad turca no vieron con buenos ojos estas reformas donde se acababa con el orden tradicional. Dentro de los modernistas empezaron a aparecer facciones partidarias de los modelos europeos y otros de crear formas propias y, por si esto fuera poco, surgen los movimientos islamistas, con, muy posiblemente, el apoyo oculto del sultán, los cuales empezaron a organizarse y a preparar una contrarrevolución. El 23 de abril estudiantes de teología se manifestaron en contra de la Constitución, siendo apoyados por sectores

ortodoxos

descontentos del papel de los no-musulmanes en el nuevo gobierno y parte del ejército. El Comité de Unión y Progreso perdió fuerza, recuperándola Abdül-Hamid II que había ido situando a hombres de su confianza al frente del ' " / a joven Turquía", ABC, Madrid, 26.07.1908 p. 8. 2

Ib.

L a r e v o l u c i ó n p a c í f i c a en T u r q u í a " . M a d r i d , La Ilustración 22.08.1908, p. 106.

Española

y

Americana,

260

V I A J E R O S

H I S P Á N I C O S

H N

H S T A M B

U L

M i n i s t e r i o d e la G u e r r a y en el d e la M a r i n a . T u v i e r o n q u e l l a m a r al e j é r c i t o d e M a c e d o n i a a q u e p u s i e r a o r d e n y el 2 7 d e a b r i l el P a r l a m e n t o d e c i d i ó s u sustitución p o r su h e r m a n o M e h m e d V . L o s lectores e s p a ñ o l e s se e n t e r a r o n d e e s t a m a n e r a del f i n a l d e u n o d e los s u l t a n e s m á s c o n t r o v e r t i d o s del

Tanzimat:

treinta y cinco años tenía A b d ü l - H a m i d c u a n d o e m p e z ó a reinar, q u e con los treinta y tres de su g o b i e r n o hacen sesenta y o c h o años de e d a d , y hoy, q u e está caído, so le a c u s a d e tirano, en c a m b i o , la prensa e u r o p e a , c e l e b r a n d o a los libertadores pública con g u s t o y c o m o c o s a natural estos telegramas: "siguen las e j e c u c i o n e s " , o " ayer f u e a h o r c a d o en el puente de Gálata el sirviente e u n u c o , c o n s e j e r o político de A b d ü l - H a m i d , Nadir Aga. Su e j e c u c i ó n a la vista del p u e b l o ha p r o d u c i d o i m p r e s i ó n e x c e l e n t e " ,

"las

e j e c u c i o n e s de militares, ulemas y solfas, son diarias. M o u h a d - B e y , director del periódico reaccionario Nizan, ha sido c o n d e n a d o a m u e r t e " . Si por tirano y s a n g u i n a r i o d e s t r o n a i a A b d ü l - H a m i d , n o c r e o q u e g a n e n m u c h o en el c a m b i o , con los n u e v o s s e ñ o r e s q u e se han a p o d e r a d o del g o b i e r n o , los habitantes de C o n s t a n t i n o p l a ; y si los e j e c u t a d o s ahora por h a b e r s e r e b e l a d o m e r e c e n el c a s t i g o , le r e c u e r d e n q u e e j e r c i e r o n el p o d e r c o n un

acto

e n t e r a m e n t e igual: - ¿Usted d e f i e n d e al sultán depuesto? - I)e ningún m o d o , ni q u i t o ni p o n g o rey para los turcos; ni sé a cuál prefieren ; sólo r e c u e r d o q u e v itorearon a los v e n c e d o r e s de c a d a golpe de Estado, que se dieron tres diferentes con muy cortos intervalos. Culpan a A b d ü l - H a m i d de todas las m a t a n z a s de a r m e n i o s de su t i e m p o ; lo que no prueba es que se ejecutaran por su orden, y, en c a m b i o , nadie d u d a d e q u e los r e p r e s e n t a n l e s de la n u e v a T u r q u í a están c o n v i r t i e n d o en una carnicería humana la capital q u e d o m i n a n . P r o c l a m a d o M e h m e d V ¿ q u é ventajas se c o n s i g u e n con la variación del soberano? De A b d ü l H a m i o

se d i j o en su a d v e n i m i e n t o q u e e r a

Hércules,

s o b r e s a l i e n t e en los e j e r c i c i o s c o r p o r a l e s ; de M e h m e d V se dice q u e h a c e versos. El p r o n ó s t i c o del p r i m e r o e r a la v i o l e n c i a ; el del s e g u n d o h a c e esperar todas las suavidades de un reinado p o é t i c o y las a r m o n í a s políticas de la r i m a . '

A b d ü l - H a m i d f u e e m i a d o al e x i l i o a S a l ó n i c a , d e d o n d e r e g r e s a r á e n 1 9 1 2 al p r i n c i p i o d e la I G u e r r a B a l c á n i c a . S e e s t a b l e c i ó e n el p a l a c i o d e B e y l e r b e y , a l e j a d o d e la p o l í t i c a d o n d e f a l l e c e e n 1 9 1 8 . L a b u e n a p r e n s a q u e h a b í a t e n i d o la r e v o l u c i ó n

de

1 9 0 8 n o la t i e n e la d e

1 9 0 9 en la

cual

l o s o b s e r v a d o r e s e u r o p e o s h a n p e r d i d o la f e y e m p i e z a n a d a r a e n t e n d e r q u e e n

' j o s é Fernández Bretón, La Ilustrai ion Española y Americana, 08.05.1909.

E S P A Ñ A

Y

LOS

H A B I T A N T E S

DH

261

E S T A M B U L

realidad se traía de un golpe de Estado1.

Mehmed

V,

hijo de

Abdiil-Mecid

llegó

mayor

al

trono

en

1909

a p o y a d o p o r la o r g a n i z a c i ó n d e los J ó v e n e s T u r c o s q u e habían d e r r o c a d o a su h e r m a n o . H a b i e n d o p a s a d o su vida e n c e r r a d o en un palacio se c o n t e n t ó jugar un papel simbólico. r e s e ñ a e n el

segundo

Un año m á s tarde se puede encontrar una

apéndice

del

Diccionario

con

breve

Enciclopédico

Hispano

Americano:

M E H E M E D M E H M E D o M O H A M E D V: Biog. Sultán actual de Turquía. E s h e r m a n o d e l d e s t r o n a d o A b d ü l - H a m i d y s u b i ó al t r o n o el 2 7 d e a b r i l d e 1 9 0 9 . S u n o m b r e v e r d a d e r o e s R e s e h a d B f c n d i . N . e n C o n s t a n t i n o p l a el 3 d e noviembre de

1844. Víctima

de los recelos

de su h e r m a n o ,

vivía

vigilado, y d u r a n t e a ñ o s e s t u v o c o n f i a d o en M a s e l a k , en u n a c a s a

muy

aislada,

c e r c a d e Ildiz. ¡ Y i l d i / . | L a r e v o l u c i ó n d e j u l i o d e 1 9 0 8 le v a l i ó l a l i b e r t a d y , p o c o d e s p u é s el t r o n o . ^

E s t e s u l t á n u t i l i z ó s u f i g u r a d e c a l i f a p a r a l l a m a r a l a Yihad

islámica

c o n e s c a s o s resultados d u r a n t e la P r i m e r a G u e r r a M u n d i a l . C a r l o s I b á ñ e z del I b e r o a s i s t i ó a u n o d e l o s selamlik

de este soberano : « Un

vieillard est

à

m o i t i é é t e n d u sur les c o u s s i n s d u l a n d a u : c'est le sultan d e T u r q u i e ; la tete i n c l i n é e , la f a c e p â l e et t u m é f i é e , l'oeil m o r n e et s a n s vie, M a h o m e t V n e p e u t p l u s i n s p i r e r q u e la c o m m i s é r a t i o n . O n le r e t i r e à g r a n d ' p e i n e d e la v o i t u r e , e t , a p p u y é s u r u n s e r v i t e u r , il f r a n c h i t l e s q u e l q u e s m a r c h e s q u i l e s é p a r e n t d e l a m o s q u é e . Et d u h a u t d e sa tour d'argent, le m u e z z i n l a n c e d ' u n e v o i x

sonore:

"Frères, le m o n d e est p e u p l é d e m é c h a n t s . V e n e z prier!..»^

-¿Es una revolución o una contrarrevolución lo ocurrido en Constantinopla?. - C o m o los p r o c e d i m i e n t o s vienen a ser iguales, no se distinguen en principio: por asalto s u b i e r o n al p o d e r los j ó v e n e s t u r c o s , y en la m i s m a f o r m a ha c a í d o el g o b i e r n o q u e establecieron. Aquello f u e un pronunciamiento militar y otro motín soldadesco lo ha borrado, los j e n í z a r o s q u e habían sido e x t e r m i n a d o s por M a h m u t II, parece q u e han d e s t a p a d o sus sepulcros y renacen con otros uniformes, pero con la m i s m a autoridad. En pocos meses dos golpes de E s t a d o ; ¿ H a n m o d i f i c a d o esas conspiraciones la constitución interna de ese país, petrificado en las creencias m a h o m e t a n a s ? , Constantinopla, ciudad comercial y c o s m o p o l i t a , tiene en su población f l o t a n t e materia adecuada para todas las intrigas y d e s m a n e s , pero en el f o n d o c o n s e r v a el espíritu nacionalista, q u e no es el nuestro, que s u f r e y a una crisis, no sabemos si pasajera, al fin y al cabo Constantinopla no es Turquía, ni acaso su cabeza ni tal vez sea su corazón, que es en los pueblos lo que decide en último lugar con sangre e insultos lo que por contrarrevolución t o m a m o s desde lejos. ¿ Q u e d a n las cuentas saldadas?. Nada m á s inseguro que estos vencimientos por sorpresa. José Fernández Bretón, La Ilustración 2

DEHA,

Española

y Americana,

22.04.1909.

T o m o 23, Segundo apéndice, 1910. p. 148.

I b á ñ e z de I b e r o , op.cit, p. 124. Sobre el f i n a l de la f a m i l i a o t o m a n a existe el libro a n t e r i o r m e n t e c i t a d o de K e n i z é M o u r a d y una obra de periodista M u r a d Bardak«^: Son osmanhlar osmanli hanedanini sürgiin ve miras oykiisü. (Los Ultimos otomanos, la historia del exilio y la herencia de los príncipes otomanos). Estambul. Gri Yayin, 1991. Bardak?! siguió la pista de la f a m i l i a O s m a n o g l u , d e s p e r d i g a d o s a partir de 1924 por E u r o p a , A s i a , Egipto y Sudamérica, a p o r t a n d o recortes de prensa, f o t o g r a f í a s de é p o c a y entrevistas con los últimos otomanos.

262

V I A J HR O S

H I S P Á N I C O S

EN

E S T A M B U L

PERSONAJES INDIVI 1)1 'ALES DE CADA T E X T O En la literatura de viajeros los personajes se pueden dividir en dos grupos: el protagonista del relato que acapara la voz narrativa, y, una serie de personajes individuales secundarios que apenas tienen importancia en el relato, con excepción de personalidades políticias como el sultán o los diplomáticos que reciben al viajero. Sin embargo, el tratamiento de estos personajes secundarios, sirve para conocer la manera en qué fueron capaces de contactar con el complicado mundo otomano. De hecho, la información sobre la Cuestión de Oriente procede básicamente de dos grandes fuentes: los viajeros y la población local. En las memorias del siglo XVIII apenas aparecen personajes individuales, centrándose la mirada del observador extranjero en los diferentes millet. La atención este dirigida hacia los grupos que pueden defender los intereses españoles, tan sólo los representantes españoles que les recibieron son dignos de mención. Solano menciona a Juan de Bouligni, uno de los artífices de las paces entre España y Turquía, en la visita al arsenal. El general Miranda coincidió con ambos, y nada más desembarcar pidió al enviado de España un dragoman para que ayudara a desembarcar su equipaje. Bouligny le contestó que fuera a verle al Palacio de España, una respuesta que el venezolano considero de mal gusto, negándose en un primer momento a ir a verle, por mucho que le enviara su criado: "En fin, a eso de las 6 p.m,, al pasar por la calle, noté que aún aguardaba en su casa y entré preguntando su estaba allí el señor de Bouligny. Me recibió en su cámara y luego conocí que era un tonto envanecido, asimismo que sus hijos." 1 Miranda, que solo tiene buenas palabras para los diplomáticos europeos que le hospedan y agasajan, se dedicó a hacer la vida imposible al español, como se puede apreciar en esta segunda aparición del diplomático, esta vez en Büyiik Dere: Al entrar en el paseo, m a d a m e la Internuncia se vino a reunir hacia nosotros; más Bouligny, que con sus h i j o s se le había pegado, se halló sumamente embarazado ... pronto, sin embargo, concluyó el pasaje, pues yo saludando profundamente a m a d a m a y sin hacer absolutamente caso a él, o f r e c í mi brazo a dicha dama que se a p r o x i m ó para hablarme. Seguimos el paseo y Bouligni d e c a m p ó muy luego, d e j á n d o n o s el c a m p o libre ... ¿ S e h a b r í a c r e í d o este lonto que no p r e s e n t á n d o m e él, sería un h o m b r e abandonado de todos?"

A finales del siglo XVIII se pierde un elemento característico de los personajes de la literatura española del Siglo de Oro: la figura del renegado. Durante el siglo XVIII el Imperio Otomano mostró una actitud pacífica con el ^Toledo Mansilla (ed), op. cit., p. >.V 2

lb. p. 74.

ESPAÑA

Y LOS

HABITANTES

DE E S T A M B U L

263

resto de sus vecinos europeos admitiendo en sus ejércitos a muchos de ellos como en el caso del barón de Tott. Moreno y Solano mencionan el papel de este aristócrata en las reformas en la artillería aunque ninguno de los dos llegaron a coincidir con él en Estambul: "Bajando hacia el puerto por la costa del N.B. se encuentra, frente al barrio de Balatá, la fábrica de cañones deanima torneada, establecida por el ingeniero Mr. Tott, y que está ahora a cargo del renegado inglés Mustafá, que obtiene el empleo de General de Bombarderos" 1 . La opinión de los ilustrados se limita a narrar las circunstancias de aquellos que cambiaron de fe sin incidir en juicios de valor o críticas a aquellos que cambiaban de religión: " [... | una de estas casas hay en el arrabal de Galata, en Constantinopla, j u n t o al cementerio donde esta el sepulcro del general Bonneval. que en este siglo abrazó la religión y el servicio de los turcos." 2 Domingo Badía es también un caso de renegado aunque no queda claro hasta que punto se convirtió en un convencido musulmán o no. Lo cierto es que es un precedente del cambio que se produce entre la Ilustración y el Romanticismo. Ali Bey, cuya rica formación le permite integrarse en el ambiente e interpretarlo, figura como el protagonista del relato. Bn este contexto la aventura y la acción se apartan de las memorias de viajeros ilustrados para acercarse a la literatura de viajeros románticos o a las novelas de aventuras, cuyo precedente son las crónicas de cautivos. Otra de las innovaciones es la descripción física de los personajes que conoce, como ya expliqué en el apartado dedicado a los sultanes. A principios del siglo XIX las obras que tratan del Imperio Otomano empiezan a ser accesibles al público a partir de los viajes de Chateaubriand, Byron o Potocki. Ali Bey, de manera similar a estos autores, selecciona elementos que interesan a sus lectores como es el caso del harén donde viven el sultán y los eunucos 3 . Se trata de un tipo de personaje que encajan como anillo al dedo en la corte que quiere retratar: "Tras el sultán llegó el jefe de los eunucos negros, cuya cara es verdaderamente espantosa: iba ricamente vestido, montaba un magnífico caballo, igual al del sultán, y rodeábanle sus domésticos a pie. Pasó haciendo saludos continuos a derecha e izquierda, con tan medida precisión, que se le podría tomar por un autómata." 4 ' Solano, op.cit. pp. 17. pp. 59-60. El c o n d e de Bonneval (1675-1747) antes d e llegar a Estambul había servido en la armada de Luis XIV y en la del príncipe E u g e n i o de Saboya, s o b r e su papel en la corte otomana véase por Robert Mantran: "Bonneval P a c h a ; les améliorations d a n s les d o m a i n e s militaire et civil" pp. 277-278, Robert Mantran (ed) op.cit. ^Este tema lo trata Edhal T o l e d a n o en "The imperial e u n u c h s of Istanbul: f r o m A f r i c a to the heart of Islam", Middle Asían Studies XX, Julio, 1984. 4 A I i Bey, op.cit., p. 481.

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EN

E S T A M B U L

Estas innovaciones encuentran en Lamartine el padre de la imagen moderna de Estambul tal \ como quedó expuesto en los apartados dedicados a las mujeres turcas, las vistas panorámicas y el sultán. El Viaje a Oriente tiene una visión muy positiva de los turcos aunque, paradójicamente, el viajero no traspasa el contacto con individuos quedándose en generalidades. Los personajes individuales son en su mayoría europeos: el cónsul de Cerdeña que le hospedó en su casa, el nuevo embajador de Francia con quien visitó Santa Sofía y los diplomáticos rusos. Si de estas personas el lector sólo tiene acceso al nombre, al cargo y a la gratitud de Lamartine el caso de Carasso es diferente. Las circunstancias que rodean su llegada a la Sublime Puerta le hacen encajar en el arquetipo del héroe romántico, es decir, un patriota que por participaren la revolución del Piamonte tuvo que huir de su patria terminado en la capital otomana:

una persona distinguida y amable, uno de esos hombres cuyo

carácter es más fuerte que la desgracia y que saben servirse de la ola que debía anegarlos para llegar al puerto." 1 Este personaje está envuelto en un halo de misterio y aventura al haber conseguido ascender en la sociedad otomana, aparentemente hostil, pero que siempre ha estado abierta a los cristianos, judíos y renegados. Mr. C a r a s s o es un oficial p i a m o n t é s , c o m p r o m e t i d o c o m o t a n t o s otros en la revolución militar del P i a m o n t e en 1820. Proscrito c o m o t o d o s sus c o m p a ñ e r o s , se dirigió a T u r q u í a , se p r e s e n t ó al sultán para f o r m a r parte su caballería, y ha l l e g a d o a ser su f a v o r i t o y su inspirador militar. H o m b r e de e x t r a o r d i n a r i a p r o b i d a d , hábil y r e s e r v a d o , ha s a b i d o m o d e r a r un f a v o r p e l i g r o s o para liberarse d e la envidia: su m o d e s t i a y cordialidad han g u s t a d o a los p a c h á s de la corte y a los m i n i s t r o s del diván: se h a g r a n j e a d o n u m e r o s o s a m i g o s , y ha c o n s e g u i d o c o n s e r v a r l o s por los m i s m o s m e d i o s q u e los s u p o adquirir El sultán lo ha e l e v a d o en d i g n i d a d , sin exigir q u e a b j u r a s e su n a c i o n a l i d a d ni su c u l t o ; y para con los t u r c o s ha t o m a d o el n o m b r e d e R u s t e m - B e s q u e d a n d o para los e u r o p e o s el e u r o p e o más atento y amable. Este hombre, pues, me ha b u s c a d o aquí, y me ha o f r e c i d o todo lo que podría p r o p o r c i o n a r m e su f a m i l i a r i d a d en el serrallo y en el d i v á n ; esto es, entrada en todas partes, relaciones y a m i s t a d con los principales o f i c i a l e s de la corte, y una facilidad para v e r l o y c o n o c e r l o todo, q u e n o ha p o d i d o c o n o c e r n i n g ú n c r i s t i a n o , ni a ú n los m i s m o s e m b a j a d o r e s : c o n su asistencia, m e ha p r e p a r a d o la entrada en el serrallo, d o n d e n o ha e n t r a d o n a d i e d e s d e Lady W o r i h l e y M o n t a n g u , y h e m o s tratado d e recorrer j u n t o s esta m i s t e r i o s a m a n s i ó n , q u e el m i s m o n o c o n o c e , p e r o en d o n d e t i e n e relaciones con los p r i m e r o s empleados.^

1

Lamartine, o.c., p. 261. Ib, pp. 261-262.

2

KSPAÑA

Y LOS

HABITANTES

DH E S T A M B U L

265

Ix)s personajes del texto de otro viajero romántico, Pedro Paz Soldán y IJnanue, también están seleccionados según la personalidad del narrador protagonista. Pedro Paz Soldán y IJnanue se presenta a si mismo como un viajero romántico en un imperio que se va abriendo a las inversiones extrajeras. Los treinta años que han pasado desde el viaje de Lamartine han conocido una nueva forma de viajeros: los movidos por intereses empresariales o comerciales. A partir de este momento la ciudad empieza a ser conocida por viajeros no vinculados con el ejército, la diplomacia o la literatura. El peruano, que se dedica a dilapidar el dinero de una herencia, se jacta de la finalidad del viaje de sus compañeros de hotel: "Son viajeros en comisión, comisionistas o sea independientes de las casas de comercio que viajan por cuenta o a expensas de su principal con miras puramente mercantiles" 1 . Uno de estos commis-voyageurs se presta a acompañarle en los paseos por el Bosforo. Este pasaje sirve al peruano para ridiculizar al hombre de negocios al enfrentarse los dos mundos antagónicos que representan: "Uno de los alemanes de los que he hablado era lo menos malo del hotel Bizancio, porque hablaba francés muy bien y aún llevaba su ilustración hasta el extremo de aceptar ciertas excursiones, por supuesto todo lo que exigiera fantasía, imaginación, gustos intelectuales, caprichos, y en proporción tiempo dinero, eso no era de su resorte. El commis no pierde nunca su cálculo lucrativo que se aplica a todo." 2 Otros dos personajes individuales que le acompañan en los laberintos de la ciudad son ambos judíos. El primero le enseña el barrio asiático de Escutari: "Un muchacho nauseabundo y con ínfulas de guía o de cicerone me ofreció sus servicios a la puerta del hotel. Pasé por alto su aspecto desharrapado y su mala facha, porque cuando un viajero se ha preparado a un viaje con sus libros y sus planos no busca en el guía sino el intermediario para abreviar rodeos y para simplificar transacciones." 3 Lo que no explica el peruano es la lengua con la que se entendió con el judío. No se entiende que se queje de que los otomanos no hablan idiomas y que luego se haga acompañar por un joven de aspecto inculto. El origen hispánico de los guías es silenciado dando al viajero la imagen de aventurero que es capaz de integrarse en los sectores más desfavorecidos de la ciudad. El exotismo del muchacho perdería bastante encanto si se supiera que hablaban los dos el mismo idioma y que eran ambos dos variantes procedentes de un mismo tronco.

' S o l d á n y IJnanue, op.cit., 2

Ib.

•'Ib.,

p. 362.

pp. 348-349.

266

VIAJEROS

HISPÁNICOS

EN

HSTAMBUL

Mentaberry tiene también un cicerone judío llamado Rafael. No se precisa la lengua que utili/aron pero bien pudo ser el castellano ya que a lo largo del texto dice varias veces que los judíos lo habían conservado. Lo que sí se puede precisar es que su discurso no está en judeoespañol sino en la lengua del diplomático. Mentaberr\, recién llegado a Estambul, se dispone a conocer la ciudad y es en este momento cuando es abordado por Rafael. Iba yo a poner los pies en la calle, tan d e c i d i d o c o m o si estuviera en una ciudad para mi muy conocida, c u a n d o , d e s t a c á n d o s e del g r u p o de c r i a d o s e i n t é r p r e t e s q u e había en el v e s t í b u l o , se m e a c e r c ó un j u d í o v e s t i d o a la europea, aunque cubría su c a b e z a con un fez, y me dijo: - S e ñ o r , ¿tú no has e s t a d o nunca en C o n s t a n t i n o p l a ? -No. - E n t o n c e s no puedes salir solo: la ciudad es m u y grande, y te perderías. A d e m á s de q u e podrías tener m a l o s e n c u e n t r o s , sobre t o d o de n o c h e . Hay a q u í m u c h o g r i e g o y m u c h o maltes, y por odio, por interés, o s i m p l e m e n t e por afición, dan de puñaladas a cualquiera. Y o iré c o n t i g o . '

Por otra parte, los tipos pintorescos de los grabados, fotografías y cuadros encuentran su lugar en la literatura de viajeros dando color local a la narración. Con esta finalidad Mentaberry incluye a Ahmed, un descendiente del extinguido cuerpo de los jenízaros, que se comunica con él por medio de una mezcla de las tres lenguas habladas en Pera: "Un viejo jenízaro, Ahmed, estaba sentado en el escabel, de madera oscura, blasonado con las armas de España; levantóse al verme, y me dijo en una lengua que no era turca, ni griega, ni española, aunque tenía algo de todas ellas, que toda la legación estaba en Buyukderé." 2 Mentaberry tiene también en Xanife el pretexto para introducir el tópico de la turca enamorada de un español con quién no es capaz de entenderse. Los amores entre una musulmana y un cristiano relatados por Mentaberry describen una situación similar a la de los romances medievales de la Literatura Española, una época revivida por los románticos que encuentra en el Imperio Otomano numerosas referencias: C o m o m o d e l o de estilo epistolar a m a t o r i o , voy a p e r m i t i r m e copiar la siguiente misiva que un día hallé en el secreto d e un m u e b l e de mi c u a r t o en la legación, d o c u m e n t o o l v i d a d o allí m u c h o t i e m p o hacía por a l g u n o d e m i s predecesores: « T e he visto y rio p u e d o expresar lo que sentí al verte, N o p o d í a c o n t e n e r los l a t i d o s d e mi c o r a z ó n . P e n s é q u e i b a n a romperse. Por primera vez X a n i f e ha sido feliz aquel día.

'Mentaberry, op.cit. p. 437. 2

¡b. p. 439.

ESPAÑA

Y EOS

H A B I T A N T HS

DE

H S T A M B IJL

267

M a s desapareciste, y desde entonces el sol se ha o c u l t a d o . N o ha vuelto a lucir en Estambul. Estoy e n f e r m a , s u f r o m u c h o , t o d o s los m é d i c o s del m u n d o serían incapaces de curarme. Tú sólo podrías. Mientras hablabas bajo mis ventanas, y o estaba escondida tras la celosía y oí tu voz. Hubiese q u e r i d o que tu dulce a c e n t o m a r e a s e la última hora de mi vida. ¡Oh! sí, una hora c o n t i g o y d e s p u é s morir. Y n o e n t e n d í la l e n g u a en q u e h a b l a b a s . S ó l o e n t e n d í la p a l a b r a princesa. ¿ H a b l a r í a s de mi?. N o , porque en tal caso d e b í a s haber d i c h o tu esclava... X a n i f é . » '

Otro tópico similar es el extranjero que entra en el harén y que, descubierto, le imponen un terrible castigo. Melchor Ordóñez Ortega para dar más verosimilitud al relato deja que un personaje local lo narre: A p r o p ó s i t o de e s t o nos c o n t ó nuestro guía un c a s o o c u r r i d o hacía p o c o tiempo. - E i g u r á o s , n o s d e c í a , q u e un e x t r a n j e r o , un e s p a ñ o l s e g ú n c r e o , e n a m o r a d o c i e g a m e n t e de u n a o d a l i s c a , a s a l t ó los m u r o s d e un h a r é n y penetró con gran d e n u e d o en el s a g r a d o recinto. - ¡ R e c o n o z c o en este rasgo la s a n g r e d e D. J u a n T e n o r i o ! ¿Y salió con vida aquel valiente? - ¡ C o n la m i s m a vida con que había entrado! -¿Será posible? -Sí: a ñ a d i ó T r i a n t a m p i l o s ; p e r o ....¡Convertido en e u n u c o ¡^

Por el apellido se podría deducir que el guía de Melchor Ordóñez Ortega era griego. Normalmente la mayoría de ellos eran sefardíes, los cuales, ofrecían sus servicios a los españoles. Narciso Pérez Reoyo narra la relación que tuvo en 1875 con un guía sefardí como lo podría hacer un turista de hoy en día sobre la profesionalidad del guía. El tratamiento de este personaje en el texto, que, a primera vista puede parecer banal, no lo es en el sentido en que el judío y sus prácticas religiosas están descritos sin caer en los tópicos o en las acusaciones tradiconales, Se trata de una imagen moderna en la que las diferencias religiosas no tienen demasiada importancia en el encuentro de dos personas con un nivel cultural similar. La actitud del español va más allá del respeto, demostrando un cierto afecto hacia su guía, algo, como sus críticas, totalmente lógico y comprensible tras haber pasado mucho tiempo juntos visitando la ciudad: El que por m á s tiempo n o s ha a c o m p a ñ a d o es un j o v e n israelita que vino al hotel a o f r e c é r s e n o s en clase de d r a g o m á n . H a b l a el e s p a ñ o l y m a n t i e n e con sus o f i c i o a su a n c i a n a m a d r e : n o n e c e s i t a b a o t r o s títulos a nuestra consideración, por más que c o m p r e n d i é s e m o s su e s c a s a aptitud pava el X

lb. pp. 495-496. ^Ordóñez Ortega, op.cit, p. 190.

268

V I A J E R O S

H I S P Á N I C O S

EN

E S T A M B U L

d e s e m p e ñ o de aquel c o m e t i d o . N o n o s p e s a el hallazgo. J a c o b o M o s i é s — a s í se llama, — es h u m i l d e y solícito por c o m p l a c e r a las p e r s o n a s q u e le e m p l e a n , c o n o c e p e r f e c t a m e n t e las c a l l e s d e C o n s t a n t i n o p l a , d e d o n d e j a m á s ha salido, y, a d e m á s de nuestro i d i o m a y el suyo, habla el griego, el italiano y algún tanto el f r a n c é s y el inglés que a p r e n d i ó durante la c a m p a ñ a de C r i m e a , lo cual hace útil su c o m p a ñ í a , no obstante su cortedad de g e n i o para el oficio. Entre los j u d í o s q u e del vapor saltaron para las A g u a s Dulces de Europa hallábase J a c o b o M o i s é s , q u e iba a su casa a celebrar la fiesta, y allí se d e s p i d i ó en definitiva de nosotros, h a b i e n d o c e s a d o v o l u n t a r i a m e n t e d e s e r v i r n o s m o m e n t o s a n t e s , p o r q u e una h o r a d e s p u é s c o m e n z a b a el s á b a d o , y, s e g ú n su ley, e s t á b a l e p r o h i b i d o en d i c h o día t r a b a j a r y aún recibir e s t i p e n d i o d e v e n g a d o . '

L o s p e r s o n a j e s i n d i v i d u a l e s d e A Orillas

del Bosforo

están descritos por

su c a r g o o por su a p a r i e n c i a física, así, las p e r s o n a s q u e a p a r e c e n en esta o b r a s o n t o d o s t i p o s p i n t o r e s c o s c u y a f u n c i ó n e s d a r c o l o r l o c a l a l a n a r r a c i ó n . El p r i m e r o e s u n e m p l e a d o d e la l e g a c i ó n e s p a ñ o l a q u e s a l u d a al d i p l o m á t i c o , g a n á n d o s e su s i m p a t í a e i n t r o d u c i é n d o l e e n el p e l i g r o s o m u n d o o t o m a n o : D e s p e d í a a mi a c o m p a ñ a n t e a la puerta d e la l e g a c i ó n , q u e m e f u e f r a n q u e a d a por r o b u s t o m o z o de v e i n t i o c h o a treinta años, tipo t í p i c a m e n t e m u s u l m á n , de b r o n c í n e a tez, vivos e inteligentes o j o s y n e g r í s i m o bigote. Vestía f l a m a n t e u n i f o r m e azul o s c u r o a la usanza turca y cubría la c a b e z a con el clásico fez; en el r o j o cuello de la levita o s t e n t a b a sobrepuestas las a r m a s de España y d e l a u r e o cinturón le pendía reluciente sable y e n o r m e revolver cubierto por d o r a d a f u n d a . A p e n a s le dije quien era yo, m e b e s ó la m a n o y m e p r e g u n t ó , t u t e á n d o m e con un d e s e n f a d o que m e c a y ó m u y en gracia, c u a n t o s baúles tenía en la a d u a n a para q u e el d r a g o m á n m e e x t e n d i e r a el oportuno techkeré.^

L o s p e r s o n a j e s q u e Z a y a s i n c l u y e en su t e x t o suelen estar r e l a c i o n a d o c o n las j e r a r q u í a s r e l i g i o s a s : u l e m a s , r a b i n o s y p a t r i a r c a s . Z a y a s p r e s c i n d e d e a n a l i z a r el p a p e l d e c a d a u n o e n la s o c i e d a d o t o m a n a d e f i n a l e s d e l s i g l o X I X . R e p r o d u c e u n r e t r a t o p i n t o r e s c o d e l a c o r t e o t o m a n a d o n d e s ó l o e x i s t e n las o p i n i o n e s del d i p l o m á t i c o s o b r e la h i s t o r i a d e las r e l i g i o n e s y la s o c i e d a d o t o m a n a . S e trata, c o m o ya e x p u s e a n t e r i o r m e n t e , d e una visión parcial d o n d e t o d o p a s a p o r el f i l t r o del d i p l o m á t i c o e s p a ñ o l . La s e g u n d a parte d e la s o l e m n i d a d es m u c h o m á s i n t e r e s a n t e . A la r e c e p c i ó n de los e l e v a d o s d i g n a t a r i o s civiles y militares s u c e d e la del alto clero. El sello e u r o p e o d e s a p a r e c e . El C h e i k - u l - l s l a m hasta la p r e s e n c i a del gran t u r c o a c o m p a ñ a d o J e sherif de la M e c a . Es este un h o m b r e d e m e d i a n a estatura y b r o n c í n e o rustro a m u l a t a d o , q u e r e p r e s e n t a u n o s c u a r e n t a y c i n c o o cincuenta años. Aquel anciano de nevados cabellos y luenga barba aparenta haber pasado \ ;i del d e c i m o c u a r t o lustro de su vida. Viste el Cheik'Pérez Reoyo, op. cit., p. 395. ^Zayas, op.cil, p. 36-37.

ESPAÑA

Y LOS

HABITANTES

DE

ESTAMBUL

269

ul-lslam larga túnica de finísima seda blanca profusamente bordada de oro y cruza su pecho con las insignias del Ymtiaz. Turbante blanco también, y no m e n o s e s p l é n d i d a m e n t e o r n a m e n t a d o que la vestidura, rodea su cabeza venerable vJ artística. El sherif de la Meca luce túnica verde bordada de oro y i turbante del m i s m o color. 1

Opisso se diferencia de los otros autores en que tiene un narrador externo a la acción diferente del protagonista. Federico Morales Peñaiha es el personaje principal cuya aparición coincide con el inicio de Turquía y los Estados Danubianos. La información procede del narrador y es más bien escasa: Federico es un catedrático de latín de un instituto de Ixvante que quiere pasar las vacaciones estivales aprendiendo rumano. Estambul es en teoría un lugar de paso en el viaje que se convierte casi en el apartado más interesante. El lector conocerá, a través de un personaje secundario, Abrahán Antequera, el oculto mundo sefardí oriental y los principales monumentos de la ciudad. El capítulo segundo pertenece a Abrahán con un viajero español cuya única función en el texto es reproducir las palabras del judío. Este contacto entre el viajero y el sefardí aporta un cambio en la forma de entender la capital otomana. Los personajes locales, que hasta ahora habían quedado en un discreto segundo plano, adquieren tanto o más protagonismo que los observadores extranjeros. Opisso cambia el enfoque incluyendo un elemento que escapa de los tópicos y de la postura oficial española. El judío de este texto tiene apellido español, es periodista y no pretende engañar al viajero. Angel Pulido Martín va más allá de Opisso en el tratamiento de los sefardíes. Sus personajes individuales pertenecen a la medicina y no son en absoluto pintorescos. Las cartas de recomendación de Bejarano les pusieron en contacto con: "El Dr. Elias Pachá, vice-almirante y médico del palacio imperial, es uno de los tantísimos israelitas españoles que viven en Turquía." 2 Una vez más es un sefardí el que hace de intérprete entre los turcos y los españoles cumpliendo así una doble función: hacer de enlace y procurarle información. Otro aspecto de cómo los viajeros seleccionan personajes y espacios según sus postulados es la visita a los hospitales: "Hicieron venir a un joven español (otro israelita), que es profesor de Bactereología, distinguidísimo oficial que ha pasado largas temporadas en el Instituto Pasteur de París." 3 Todos los viajeros tienen en común la intención de crear una imagen, de pintar un retrato, a partir de las ideas que precedieron al viaje y de lo que perciben en Estambul. Los personajes secundarios, que parecen elegidos

X

lb. pp. 276-277. Pulido Martín, op.cil, p. 138 3 lb. p. 141. 2

270

V I A J E R O S

H I S P Á N I C O S

EN

ESTAMBUL,

al azar, son piezas claves para marcar la evolución del Imperio Otomano y de la forma en que ha sido tratado por los observadores. El ejemplo más evidente de c ó m o los viajeros pretenden crear una imagen de la capital otomana es Blasco Ibáñez. Este autor se vale de su fama como periodista y novelista para poder contactar con intelectuales locales. En este sentido la figura de Blasco se diferencia de la de los turistas para convertirse en un cronista cuyas opiniones serán dadas a conocer en periódicos españoles e iberoamericanos. El viaje de Blasco Ibáñez no tiene como objetivo pasar unas vacaciones sino informar sobre la capital otomana, en este contexto, el director del periódico Levant Herald resulta ser la compañía ideal para conocer la ciudad. 1 Mi a m i g o Miz/i es un abogado ingles notabilísimo que desde hace treinta y cinco años vive en Constantinopla. The Levant Herald, el diario más grande de Constantinopla es propiedad suya, y en el trabaja diariamente dando a! público una información del m u n d o entero. Ir con Mizzi por las calles de Pera y Gálata es asistir a un curso c o m p l e t o de popularidad. Saludo a un turco en su lengua, conversación con un griego, diálogo con un f r a n c é s o un italiano, sombrerazos, apretones d e m a n o , frases cariñosas; un curso completo de idiomas.^

La amistad con el

nglés le permite ser recibido por el gran visir

Mehmed Ferid Pachá. Blasco Ibáñez confunde algunos datos de su permanencia en el poder centrándose más en el retrato de la persona y su cargo. Otro personaje que aun careciendo de nombre adquiere un importante papel es un oficial turco. La técnica utilizada para las vistas panorámicas, cercana a los documentales cinematográficos, es también utilizada en el tratamiento de este personaje. El narrador, como si fuera un cámara, describe su indumentaria y comportamiento en los diferentes lugares donde se encuentran sin permitir que su voz penetre en el texto. Hste personaje, anónimo y enigmático, terminará por convertirse en el símbolo de la Turquía moderna. Es un oficial de l.t escuadra turca, un joven teniente de navio con su u n i f o r m e inglés mollificado únicamente por el gorro rojo que cubre su cabeza. Los galones de oro de la b o c a m a n g a , rematados por un óvalo, brillan sobre el p a ñ o azul oscuro de la levita. Entre el alto cuello de inmaculada blancura, que refleja los objetos inmediatos c o m o un espejo, y la nítida pechera de su camisa, resalta la corbata anudada, de seda negra, con

' "Môsyô L. Mizz'in yonettigi, trunsizca-ingilizce iki dilde yayinlanan giinlük Levant-Herald gazetesi" (Sr. L. Mízz director del diario Levant-Herald en francés e inglés) Said N. Duhani Beyoglu'nun adí Pera Iken (Cuando Beyoglu se llamaba Pera). Estambul. Istanbul KitapligJ, 1990, p. 61. ^Blasco Ibáñez, op. cit. ,p. 57.

KSPAÑA

Y

LOS

H A B I T A N T E S

DH

E S T A M B U L

271

una g r u e s a perla. L l e v a en la m a n o sus zapatos de eharol, y sus pies huellan la a l f o m b r a d e j u n c o c o n

unos calcetines

de seda.

Al

pasar,

parece

s o n r e í r m e con los o j o s , c o m o a una persona que 110 se c o n o c e , p e r o que se ha v i s t o con f r e c u e n c i a . T o d a s las noches le encuentro en el barrio e u r o p e o de Pera, en el teatro d e Petits-Champs, donde actúa una c o m p a ñ í a de opereta f r a n c e s a . U n a s v e c e s l l e v a su u n i f o r m e , otras viste de s m o k i n g ; y mientras se atusa los e m p i n a d o s bigotes a lo kaiser, muy a m o r o s a m e n t e a través de sus lentes de oro, a las cocottes de d i v e r s a s n a c i o n a l i d a d e s que pululan en C o n s t a n t i n o p l a , y habla con ellas en d i v e r s o s i d i o m a s . S e a d i v i n a que ha v i v i d o en París y en L o n d r e s , que e s un m a r i n o de l a r g o s v i a j e s . . . en tierra, un

s e c r e t a r i o de c o m i s i o n e s

internacionales,

un a g r e g a d o

militar

de

e m b a j a d a s . ¿ Q u é extraña curiosidad le guiaba a la mezquita de B a k a r i é ? . . . S e sentó en el suelo, c r u z a n d o sus piernas, o p r i m i é n d o l a s con las m a n o s para a p r o x i m a r l a s m á s al tronco. E s c u c h ó i n m ó v i l la p l e g a r i a del cantor, y p o c o a p o c o su c u e r p o e m p e z ó a m o v e r s e con un b a l a n c e o c r e c i e n t e , lo m i s m o que otros f i e l e s . L u e g o el susurro d e la f l a u t a le s u m i ó , c o m o a los d e m á s en p r o f u n d a meditación. C u a n d o v o l v í a m i r a r l e , sus lentes habían c a í d o s o b r e el p e c h o .

Un

arrebol de s a n g r e c o r o n a b a su rostro, antes pálido. S u pelo, lustroso y p l a n o a los dos l a d o s d e la r a y a central, p a r e c í a a l b o r o t a d o por un e s p e l u z n a m i e n t o de

cólera.

Su

ensanchábase

ancha

nariz

palpitante

turca,

como

si

nariz oliese

de

caballo

pólvora.

leal

Sus

y

ojos

arrogante, miopes,

al

encontrarse con los m í o s r e f l e j a r o n una e x t r a ñ e z a hostil y s a l v a j e . El azul u n i f o r m e , con sus insignias europeas, p a r e c í a d e s p e g a d o de su c u e r p o . A q u e l marino era la p e r s o n i f i c a c i ó n d e la T u r q u í a europea, que se apropia de inventos

m o d e r n o s , c o p i a la o r g a n i z a c i ó n

alemana,

habla todos

i d i o m a s de los p u e b l o s c i v i l i z a d o s y a d o p t a las m o d a s d e P a r í s . . . . ,

los pero

g u a r d a n d o b a j o este exterior su a l m a asiática. M e i m a g i n é al a m i g o d e las cocottes de p e t i t s - C h a m p s , al m a r i n o casi i n g l é s , al e l e g a n t e a g r e g a d o de e m b a j a d a , al que y o c r e í a un e s e é p t i c o y a l e g r e v i v i d o r , e s c u c h a n d o a un imán que p r o c l a m a la g u e r r a santa; y le vi al a s i á t i c o d e s p o j á n d o s e de g o l p e de su c o m p l i c a d o d i s f r a z de e u r o p e o y a g i t a n d o en la punta del sable una c a b e z a cortada, lo m i s m o q u e los grandes capitanes

de

Mohamed

blandían

sus cimitarras

tintas en

sangre

para

demostrar la unidad de D i o s . '

L a captación del alma es un elemento afín a los cronistas modernistas, muchos de los cuales siguen el modelo del paladín de la causa turca: Pierre Loti:

en sus libros Turquía y Japón no son los viajes superficiales de un

occidental sino la Turquía y el Japón que vio con los ojos de su alma y que nos parece que nosotros también podíamos haber visto." 2 Carlos Ibáñez de Ibero también se propone captar el alma turca. Antes de llegar a Estambul selecciona en el tren a un personaje, otro militar anónimo, para encarnarla:

' B l a s c o Ibáñez, op. cit. Nelken, o.c.

pp. 72-73.

272

VIAJEROS

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

"L'un d'eux est decoré de la Croix de Fer, il est assis non loin de moi, les bras croisés, le sourcil légèrement froncé; deux jeux d'un noir de jais luisent dans sa face aux traits réguliers. L'Expression d'ensemble dénote une sorte d'apathie et de violence concentrée, mêlée de tristesse; j e verrai ces signes souvent reproduits sur les visages des Orientaux." 1 Ibáñez de Ibero, a través de una serie de entrevistas a ministros, intelectuales y periodistas, corroborará esta primera impresión. Uno de los primeros en recibir al viajero español es Cavid Bey un antiguo ministro \ perteneciente a una de las más poderosas familias de la banca. El encuentro fue en su casa del político y el tema la economía durante la guerra: la banca otomana, los recursos turcos y la esperanza de que la victoria les haría remontar la crisis que atravesaban. El papel de la prensa durante la guerra interesa vivamente al observador extranjero. Salomon Effendi, administrador del periódico Taine, le puso al corriente de como los medios de comunicación se mantenían fieles al régimen. La intención de toda la prensa de la época era fortalecer el espíritu nacionalista. De todas las entrevistas la más importante de La Situation

Politique

en Orient es la que

tuvo con el primer ministro Enver Pachá en el Ministerio de la Guerra. Carlos Ibáñez de Ibero empezó por preguntarle sobre la situación de los Balcanes para luego pasar a los Dardanelos. El tema principal es la situación de Bulgaria en un momento en que las Potencias Centrales les presionaban para que se les uniera pudiendo así poner fin al aislamiento del Imperio Otomano.

'ibáñez de Ibero, op.cit. pp. 112 113.

APÉNDICE

ESPAÑA-TURQUIA, CAMINOS PARALELOS HACIA LA MODERNIDAD (1700-1924). 1 El objetivo de la presente ponencia es señalar las coincidencias entre los imperios español y turco entre dos momentos claves: el cambio del siglo XVII al XVIII y 1923, año de la instauración de la República en Turquía y del golpe de Estado de Primo de Rivera en España. A lo largo de este período ambos imperios participarán de los vaivenes de la política internacional, se acercarán a la Ilustración, conocerán la llegada de la invasión napoleónica, contemplarán cómo sus colonias se emancipan, adoptarán la Monarquía Parlamentaría y conocerán la República. Se trata, en definitiva, de toda una serie de cambios con un objetivo que se va desvelando con el paso del tiempo: alcanzar la Modernidad. La entrada en el siglo XVIII es un momento traumático para turcos y españoles que observarán un Siglo de las Luces como un espectáculo de fuegos artificiales con mucho más humo y pólvora que luces. Así es como Turquía firma en 1699-1700 el tratado de Karlovvitz, el cual pone fin a la guerra mantenida contra austríacos, rusos, polacos y venecianos a lo largo de quince años. Este es el primer tratado desfavorable para la casa otomana que entrega a Austria la casi totalidad de Hungría y Transilvania; a Polonia el oeste de Ucrania y Podolia; a Venecia Morea y territorios en la costa Dálmata y en Bosnia y, por último, a Rusia Azov en Crimea y otra parte de Ucrania. El Imperio Otomano deja de dictar su ley y se ve obligado a pactar con sus adversarios, uno de los cuales, Rusia, se convierte en una potencia emergente extendiéndose por la orilla norte del mar Negro. Este mismo año, 1700, muere en Madrid el último de los Habsburgo españoles, Carlos II, y la corona termina en un nieto de Luis XIV de Francia, Felipe de Anjou, con la oposición de Austria. La atención internacional se desplaza de un lado al otro del Mediterráneo y los austríacos, que acababan de guardar sus armas en la guerra contra los turcos, las vuelven a utilizar contra españoles y franceses. La situación se complica al sublevarse la corona aragonesa haciendo que el conflicto adquiera también la dimensión de guerra 1 Publicado en mi edición de España-Turquía, lsis, 2004, pp 275-289.

del Enfrentamiento

al Análisis

mutuo.

Estambul,

274

VIAJEROS

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

civil. El Tratado de Utrechi del año 1713 confirma a Felipe V en el trono a cambio de la cesión a Austria de Flandes y las posesiones en Italia. Otra de las consecuencias de dicho tratado es que Inglaterra obtuvo Gibraltar y Menorca. Turcos y españoles fueron capaces de sobrellevar unas pérdidas mínimas en sus respectivos imperios, pero que les hicieron replantearse muchos conceptos sobre la necesidad de acercarse a las formas y modelos imperantes en las potencias del momenio. En este contexto, con la reforma del ejército accederán a la ideología del Siglo de las Luces enmarcado en una nueva relación con sus vecinos europeos. Así, Carlos XII de Suecia, derrotado por las tropas de Pedro el Grande de Rusia, logró el auxilio de los turcos que en 1712 vencieron a los rusos, recuperando parte de sus territorios en el mar Negro. Los otomanos iniciaron la reconquista de las cesiones a Austria y Venecia. en el Tratado de Karlowitz. Las paces de Passarowitz de 1718 zanjan el asunto: Austria adquiere Temesvar y Valaquia oriental y Venecia es apartada del panorama político. Pocos años más tarde la casa otomana envió embajadores a Viena, París, Varsovia o Moscú, los cuales, junto con los representantes de dichas naciones, aportarán nuevos aires al Imperio Otomano. Algo similar sucedía en el trono español de Felipe V cuya esposa, Isabel de Farnesio, no cesó en su empeño hasta recuperar las posesiones españolas en Italia y sentar en dichos tronos a sus hijos en 1729 con Parma y Toscana y en 1738 con las Dos Sicilias. La política de los Borbones españoles se enmarca en los llamados "Pactos de Familia" (1733, 1741 y 1761) en los cuales también estaba Francia y su lucha contra Inglaterra. El siglo XVIII supone para los imperios turco y español una ruptura con la trayectoria mantenida. Dejan de estar aislados para irse integrando entre las naciones que se iban impregnando de los principios de la Ilustración y del Liberalismo. Si bien esta influencia es mucho menor en Turquía que en España, los cambios no son por ello menos trascendentes y tienen en común el hecho de que vienen impulsados por la monarquía. Ahmet III y Felipe V, Mahmud I y Fernando VI o Mustafa III y Carlos III intentarán conducir sus imperios hacia la concordia con otras naciones y ponerse al día en los adelantos tecnológicos y culturales de la Modernidad. Ahmed IÍI sube al trono otomano en 1703 y con él se inaugura una nueva era conocida como Lale Devrim o Epoca de los Tulipanes que durará hasta el fin de su sultanato en el año 1730. Durante este tiempo se produce una mejora de las relaciones con el resto de las cortes europeas que permite la penetración de las ideas extranjeras y da impulso a una serie de reformas en la

A P HNDIC K

275

administración y el ejército. Este sultán y sus visires atraen a la Sublime Puerta a artistas y militares extranjeros. Las fiestas de la casa otomana acogen a una nueva clase social, la naciente burguesía enriquecida con las nuevas relaciones comerciales internacionales o el alto funcionariado. Se trata de un momento que afecta positivamente a la economía, tal y como se refleja en la construcción de mezquitas, fuentes, edificios públicos o privados que reflejan durante la Epoca de los Tulipanes el nuevo gusto por una decoración de interiores bastante afrancesada. 1.a embajada a París de Mehmed Efendi en 1730 marca un hito en el impregnamiento de la cultura francesa. En este contexto, Mehmed Efendi impulsa un nuevo concepto en lo referente a las residencias de la familia imperial y su corte. El contacto con la naturaleza y los paseos higiénicos, tan de moda en el siglo XVIII, se hacen un hueco en el Cuerno de Oro y el Bosforo donde empiezan a proliferar palacios, Yali, jardines o juegos de agua que servían también de lugares de esparcimiento y diversión de la población de Estambul. Este nuevo tipo de concepción de la residencia cortesana también aparece en los alrededores del Madrid de los Borbones donde Felipe V e Isabel de Farnesio tras reformar el Palacio Real, mandaron construir la Granja de San Idelfonso, o, en el palacio de Aranjuez transformado por parte de Fernando VI y Carlos III. Se puede afirmar que los sultanes otomanos y los reyes españoles del siglo XVIII participan en este contexto del ambiente versallesco de la época. La primera imprenta con caracteresarabes ve la luz en 1727 de la mano del hijo de Mehmed Efendi, Said Efendi, que se encarga no sólo de editar obras de literatura otomana, persa oarabe; sino también de textos europeos de historia, geografía o ciencias. Esta imprenta fue cerrada por el cuerpo de los Ulemas en 1745, contrarios a este tipo de penetración cultural extranjera. Las reformas no fueron bien aceptadas por los sectores conservadores. Algo similar sucedía en España, donde la Inquisición prohibió la lectura de la Enciclopedia en 1759. El cuerpo de los Ulemas y determinadas órdenes religiosas como los Jesuítas se convierten en centros de poder que llegan a cuestionar a unos reformadores que estaban dentro del poder central. En estas circunstancias se comprende que pocas décadas más tarde se reabriera la imprenta otomana o que se expulsara a los Jesuítas en 1767 acusados de estar involucrados en el Motín de Esquilache. Donde realmente hubo un intento de transformar y modernizar fue en el campo de las artes militares. Las derrotas de principios del siglo XVIII habían demostrado que los antiguos ejércitos españoles u otomanos empezaban a estar desfasados y que era necesario acceder a las nuevas tecnologías, especialmente

276

VIAJKROS

HISPÁNICOS

EN

ESTAMBUL

en la artillería. El encargado de transformar la artillería turca fue Bonneval pachá, un conde francés que tras pasar por las tropas francesas y saboyanas recaló en Estambul convirtiéndose al Islam. Bonneval pachá creó en 1734 una escuela de ingenieros que. aunque fue cerrada por la presión de los IJlemas en 1750, al menos sentó las bases. Donde los cambios fueron mucho más radicales fue en España. Felipe V propuso la creación de un ejército nacional permanente basado en el modelo francés de regimiento, es decir, el reclutamiento forzoso de un soldado de edad entre 18 y 30 años de cada cien vecinos. Las Ordenanzas Militares de 1768, de inspiración prusiana, que se mantendrán vigentes hasta 1978 es otro ejemplo de materialización de los cambios. España logra dar el paso de los ejércitos de los antiguos reinos que la integraban a un ejército nacional. La oposición de la Corona de Aragón o de la aristocracia, que enseguida copó los altos cargos del nuevo ejército, fue mínima si se compara con la situación de los reformistas turcos que contaban con un cuerpo de jenízaros que había logrado derrocar y asesinar a varios sultanes. El siglo XVIII ve un resurgir de la artillería y de las batallas navales, tal y como lo demuestra la Pérfida Albión. Así, para hacer frente a los desmanes británicos en el ( a r i b e se impulsa la creación de la Armada Real y se revitalizan los astilleros en la península y en la Habana que en 1775 habían producido 122 barcos y 200 a finales de siglo, en parte gracias al espionaje industrial a las factorías inglesas y francesas. Los turcos ven la necesidad de contar con una buena flota iras la derrota de Cesme en 1770 en la cual los rusos acabaron con su armada. H1 barón de Tott, un oficial húngaro que había servido en el ejército francés, fue el encargado a partir de 1774 de reformar la artillería y la marina otomana. Paralelamente, la Rusia de Catalina la Grande se consolida como un poder emergente en búsqueda del Mediterráneo a través de los estrechos o de los Balcanes. En estas circunstancias, logra derrotar a los otomanos y les hacen firmar el tratado de Kücük Kainarca de 1774. Es el inicio de la llamada Cuestión de Oriente. Los turcos se retiran del norte del mar Negro y permiten a los rusos el tráfico por los estrechos del Bosforo y los Dardanelos. Turquía, en lugar de replegarse sobre sí misma, se abre al exterior y pacta con otras naciones como la España de ("arlos III que ya había firmado las paces con la Sublime Puerta durante su estancia en Nápoles. 1783 marca el final de la hostilidad hispano-otomana \ el nacimiento de una nueva relación cuyos frutos serán la e m b a j a d a a Madrid de Vasif Efendi en 1787 o el Viaje Constantinopla

a

en 1784 que condujo a la Sublime Puerta al enviado español

277

A P HND ICK

Juan de Bouligny. La nueva situación geopolítica y los principios de la Ilustración permiten un cambio en las relaciones y la aparición de una nueva imagen de los turcos en España, diferente a la de la literatura del Siglo de Oro o a las crónicas de cautivos. Las memorias de las expediciones españolas que se suceden describen un Estambul y unos turcos que han dejado de ser unos temibles enemigos para convertirse en un mercado donde comerciar con los productos procedentes de las colonias de ultramar. Los últimos años del siglo XVIII aparece en escena el ejército de Napoleón Bonaparte que atacará primero a los turcos en Egipto y Siria durante la Campaña de Oriente (1799-1801) y posteriormente invadirá la península Ibérica (1808-1813). Españoles y turcos dejan de ser aliados de Francia y terminarán pactando con una Inglaterra cuya ayuda es definitiva para acabar con la presencia gala en Egipto y en la península Ibérica. El equilibro alcanzado en el siglo XVIII se altera y las nuevas potencias pondrán sus ojos en un Imperio Otomano convertido en el Enfermo de Europa, con un Imperio Español en escena que bien podría haberse definido como el Enfermo de América. Los dos estaban enfermos de la cabeza, al no encontrar un monarca capaz de hacer frente a una Modernidad que les iba ganando la partida. Selim III había recibido en 1789 un imperio que contemplaba la Revolución Francesa y el ataque de un Napoleón que había logrado ser reconocido por los notables locales en Egipto. Las provinciasarabes se escapaban del control político y religioso del sultán. Surgían nuevas corrientes religiosas como el wahabismo en la península Arábiga que marcará el nacionalismoarabe posterior. Las ciudades santas de la Meca y Medina expulsaron a las autoridades otomanas y se hicieron con el control. Será necesaria una guerra de siete años (1811-1818) para reconquistarlas. Algo similar sucede en Argentina que en 1816 rompe definitivamente los vínculos con una España herida tras la invasión francesa. La debilidad de estas dos monarquías y las nuevas ideas del Siglo de las Luces afectan, de manera diferente pero efectiva, a unas colonias turcas y españolas que empiezan a trazar sus propias trayectorias. Si la creación de un nuevo ejército no tuvo demasiados problemas en España, en Turquía el nuevo cuerpo de infantería, nizam-i

yedid,

con

instructores y formación europea, choca con el cuerpo de jenízaros que se revelan en 1807, derrocan a Selim III y acaban con el nuevo ejército. Le sucede Mustafa IV que apenas permanecerá en el trono unos meses mientras los conservadores se hacen con el poder y ejecutan a Selim III. Estambul conoce una serie de enfrentamientos entre reformistas y conservadores que terminan con entregar el poder a Mahmud II (1808-1839), el padre de una serie de reformas conocida como Tanzimat.

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VIAJEROS

HISPÁNICOS

EN

HSTAMBUI.

1808 tampoco fue un buen año para la Monarquía española que ve cómo se suceden también tres reyes en pocos meses. Carlos IV abdica en su hijo Fernando VII. El 2 de mayo de ese mismo año se produce un levantamiento popular en Madrid contra el ejército francés allí estacionado y Napoleón Bonaparte reúne a la familia real española en Bayona, obliga a Fernando VII a devolver la corona a su padre, Carlos IV, y sitúa en el trono español a su hermano, José Bonaparte. Tres sultanes se han sucedido en Turquía y tres reyes en Kspaña en un mismo año, 1808, demasiados para dos imperios donde sus gobernantes van perdiendo el poder y el prestigio de antaño. Si bien tanto Turquía como España conocen el despotismo ilustrado del siglo XVIII sin llegar a profundizar en las reformas, el siglo XIX se abre como el inicio de una era que transformará ambas sociedades y sentará las bases de lo que llegará durante el siglo XX. España lo hace con la Constitución de Cádiz de 1812 que convertía a dicho reino en una monarquía liberal y parlamentaria, con igualdad de derechos para los nacidos en las colonias o en la metrópoli, abolición de la Inquisición \ liberalización de la agricultura, de la ganadería y de la industria. La vida de esta Constitución, nacida en una España ocupada por los franceses, será efímera, pero sirve para demostrar cómo una parte de la población estaba a favor de acceder a la Modernidad. Otra parte de la población estaba en contra como Fernando VII, que en 1814 decidió poner fin a la Constitución y protagoni/ar una oleada de persecución a los liberales. La política de apertura de ( arlos III no encuentra continuidad en su nieto, Fernando VII, y España no forma parte de la reestructuración de la Europa napoleónica. Los problemas internos acaparaban el interés de la corona española y de la turca. Entre 1810 y 182? España pierde sus posesiones en América con excepción de Cuba y Puerto Rico. El Imperio se reduce al Caribe y Filipinas. El Imperio Otomano en este mismo momento, 1812-20, es capaz de someter a las provinciasarabes pero no lo consigue con los griegos que entre 1819 y 1829 llevan a cabo su guerra de independencia. Este conflicto contó con la presencia de los poetas l'ilohelenos con Lord Byron o Chateaubriand y, paradójicamente, con algún que otro español liberal expulsado por Fernando VII. Las derrotas militares otomanas restan popularidad al cuerpo de los jenízaros, situación que será aprovechada por Mahmud II para aniquilarlos en una espectacular matanza que tuvo lugar en sus cuarteles de Sultanahmed en 1826. Los turcos ponían fin a los ejércitos que les dieron tantas victorias en el siglo XVI en beneficio de la creación de un ejército moderno, un hecho que les

AP h NDICH

279

valió ci reconocimiento de las naciones europeas de su deseo por acceder a la Modernidad. Aunque Mahmut II no llego a verlo con vida, el Edicto

de

Gülhane de 1839 marca un hito en la legislación otomana. No se trata de una Constitución que limitara los poderes del Sultán, se trata de una Carta Magna que garantizaba la vida, honor y propiedades de sus subditos; establecía un sistema de recaudación de impuestos y seguía adelante con la creación de un ejército moderno. El nuevo sultán, Abdül-Mecid (1839-61), continuaba así con la política de su padre en el período conocido como Tanzimat. La que no lo tenía tan fácil fue la nueva reina española, Isabel II (183368), deslegitimada por su tío y por la España más conservadora decidida a luchar contra los liberales en la guerras carlistas. La primera, 1833-40, dio el poder a los liberales con la consiguiente Constitución pero dejando como saldo un país caótico y contradictorio. Tuvo también efectos positivos como el compromiso entre el Ejército y el liberalismo, un hecho que también se producía en la Turquía del Tanzimat y que perdura hasta nuestros días. Los problemas internos entre reformistas y conservadores afectaban de manera diferente al Imperio Otomano especialmente en el Egipto de Mehmed Ali que había emprendido un proceso de reformas que iban más lejos de lo admitido por la Sublime Puerta. Egipto se revela y las tropas de Mehmed Ali ocupan Siria y parte de Anatolia durante la década de los años 1830. La ocupación egipcia liberaliza el comercio y permite el desarrollo de ciudades como Beirut en cuyo puerto recalaban barcos de pabellones europeos. Mahmud II, al final de su sultanato, logró poner orden, reconociendo a Mehmed Ali como el fundador de una monarquía hereditaria en Egipto a cambio de un cierto autogobierno. Si España había perdido la mayoría de su Imperio, Turquía hace lo posible por retener las colonias y los apetitos colonialistas de las potencias como Rusia, Inglaterra, Austria y Francia que en 1830 toma Argel. Curiosamente es en esta crítica situación cuando se vuelve a producir un acercamiento hispano-otomano que culminará con el II Tratado HispanoTurco, firmado en 1827 el cual permitirá el acceso al mar Negro de los barcos españoles. España forma parte de la Cuádruple Alianza en 1834 con Francia, Inglaterra y Portugal, naciones que reconocen a Isabel II en el trono de España. Meses más tarde Dinamarca, Suecia, los Estados Unidos, Marruecos y Turquía hacen lo mismo. Poco después se normaliza la situación con Bélgica y Grecia. En estas circunstancias se comprende que en 1840 tenga lugar el III Tratado Hispano-Turco, donde España figura como nación privilegiada. Hay que tener en cuenta que las relaciones internacionales españolas estaban influidas por Inglaterra y Francia, aliados del Imperio Otomano. Por el contrario, las

280

VIAJEROS

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EN

ESTAMBUL

potencias conservadoras, defensoras del Carlismo, tardarán en reconocer a Isabel II como Austria o l'rusia, que lo harán en 1848, el Vaticano que hasta el Concordato de 1851 no termina de posicionarse o Rusia que reconoce a Isabel II en 1857, es decir, después de la Guerra de Crimea (1853-56) en la que Francia e Inglaterra apoyaron a los otomanos frente a una Rusia que atacaba a los otomanos en el mar Negro y apoyaba las pretensiones de Don Carlos al trono español. Nicolás I (17%-1855) era un acérrimo partidario de los derechos de la dinastía carlista y uno de los baluartes del absolutismo en Europa. Su política externa fue expansionista, marcada por la guerra con Turquía y Persia. El nuevo zar, Alejandro 11, presente en el Tratado de París de 1856 que acaba con la Guerra de Crimea, reconoció a Isabel II como Reina de España, abolió la esclavitud en Rusia en 1861 y hasta 1877 no volvió a atacar al Imperio Otomano. A medida que el siglo XIX avanza y los medios de transporte se desarrollan Turquía y España conocerán la llegada de los viajeros románticos que crearán, o, mejor dicho, recrearán una nueva imagen de dichas naciones y de sus habitantes enmarcada en el Orientalismo romántico. Un buen ejemplo de ello es precursor de estos Viajes a Oriente, Chateaubriand y su Itinerario París a Jerusalén

de

de 1806. Pues bien, el itinerario de este vizconde francés

incluye también Estambul y Granada, donde se reúne con la princesa de Noailles. Las comparaciones entre los palacios de Topkapi y la Alhambra, el canto del almuédano y el flamenco se dan lugar en este tipo de literatura al igual que en la arquitectura o la pintura orientalista donde los motivos y analogías se repiten hasta la saciedad. Se puede afirmar que el Romanticismo pone de moda a turcos y españoles que son observados desde una nueva óptica por las naciones desarrolladas. A pesar de que la imagen recreada en este momento dista mucho de ser una imagen moderna, sino todo lo contrario, sirve de promoción turística \ así, el contacto con el exterior, se convierte en una ayuda en el difícil camino hacia la Modernidad. El acercamiento entre españoles y otomanos darán uno de sus frutos durante la Guerra de Crimea, 1853-55, en la que la España de Isabel II participará como observadora en dicho conflicto en el bando otomano junto con la Francia de Napoleón III o la Inglaterra de la reina Victoria. El triunfo de dicho bando supone una aceleración en este proceso de reformas y en la integración en el panorama político internacional. Turquía acelera el proceso de reformas con la promulgación del Hatti Hümayun

de 1856, una carta magna

mucho más precisa que la de 1839, donde se garantiza a los no-musulmanes la libertad de culto y el respeto a sus bienes. Esta nueva situación político-social

AP H NDICH

281

resulta beneficiosa en el plano económico. Una agricultura en expansión, vastos recursos mineros y una gran necesidad de maquinarias convierten al Imperio Otomano en una especie de "El Dorado". Los bancos hacen su aparición a partir de 1863, nacimiento de la Banca Imperial Otomana de capital franco-inglés que hace las veces de banco del Estado otomano. El Banco de España y la Sociedad de ("rédito Mobiliario Español habían nacido poco antes, en 1856. Tanto Turquía c o m o España cuentan con una geografía muy accidentada que en ese momento necesitaba una reforma de las vías de comunicación. Así, el ferrocarril de 1848 unía Barcelona con Mataró y en 1866 el Ottoman Railway hacía lo mismo con Esmirna y Aydin. Ni Madrid ni Estambul, sino dos ciudades cuyo desarrollo económico era más importante que el hecho de ser la capital. Sin embargo, el liberalismo entra en crisis y estas dos naciones no son capaces de conciliar la gran tensión existente entre r e f o r m a d o r e s y conservadores. Los monarcas no consiguen adaptarse a los nuevos tiempos y serán depuestos por unos subditos que han logrado acceder al poder, legitimados por la Modernidad. Este proceso se produce en fechas similares en España y en Turquía. Isabel II pierde el apoyo de progresistas y demócratas y en 1868 es destronada durante la llamada Revolución Gloriosa que asentó los principios de la democracia (libertad religiosa y de enseñanza, abolición de la pena de muerte y de la esclavitud, sufragio universal, etc). Las Cortes españolas ofrecen el trono a Amadeo de Saboya, hermano del que había desposeído al Papa de los Estados Pontificios. Demasiado para los sectores conservadores como los carlistas que se revelan. Amadeo de Saboya devuelve el trono tras poco más de un año de reinado convencido de que los españoles éramos ingobernables y sucede algo impensable: la proclamación de la República en 1873. La II Guerra Carlista se agrava y deciden llamar al trono español al hijo de Isabel II, Alfonso XII, en 1874. España queda pacificada poco después y se inicia la Restauración, un período de calma y recuperación económica que durará hasta 1923. Si 1868-1874 es un verdadero terremoto para el trono español que ve como pasan dos monarcas locales, uno extranjero, la proclamación de la república y una guerra civil; algo similar sucede en la Sublime Puerta. AbdülAziz, de manera similar a Isabel II, había cambiado la orientación de su política del liberalismo hacia un poder personal y es derrocado en 1876, acusado de llevar a la bancarrota a las finanzas otomanas. El nuevo sultán, Murat V, parecía el príncipe ideal para continuar los cambios del

Tanzimat.

pero, una vez en el trono empezó a dar muestras de graves desórdenes mentales

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VIAJKROS

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EN

HSTAMBlll,

que hicieron a los ministros otomanos reemplazarlo por su hermano AbdülHamid II tres meses más larde. Tanto en Estambul como en Madrid son los políticos los encargados de materializar las reformas y de imponerlas a sus soberanos. Abdül-Hamid II sube a un trono donde permanecerá treinta años jurando la Constitución de 1876. K1 Imperio Otomano se convierte en algo también impensable: una Monarquía Parlamentaria, un régimen comparable al de las naciones modernas occidentales. El Sultán mantiene gran parte de sus poderes tradicionales, convoca el Parlamento y lo disuelve, promulga las leyes, es el jefe de las Fuer/as Armadas, etc; pero son los diputados los que votan las leyes y los presupuestos económicos del Estado. 1876 es también un año en que los españoles estrenan Constitución que pone fin a la Guerra Carlista y afirma en el trono a Alfonso XII. España entra en un período de estabilidad, algo que no sucede en Turquía. Los movimientos nacionalistas eslavos en los Balcanes no reconocen a los otomanos y, apoyados por Rusia, se sublevan. Es durante la guerra Ruso-Turca de 1876-78 cuando Abdül-Hamid II suspende una Constitución que apenas dura urios meses. Turquía pierde la mayoría de los Balcanes y Abdül-Hamid II llevará con mano de hierro las riendas de su gobierno. En 1882 del Imperio Español sólo quedaba Cuba, Puerto Rico, las Filipinas, las posesiones en Micronesia, la actual Guinea Ecuatorial y los territorios conquistados en el norte de Africa en 1860. Los otomanos conservaban Macedonia, Creta, Siria y la actual Libia. Francia, que se había apoderado de Argel en 1830 había conquistado Túnez en 1881 y Gran Bretaña, que había recibido Chipre por su neutralidad en la guerra ruso-turca del 76-78, ocupó Egipto en 1882 para asegurarse el tráfico por el canal de Suez entre Gran Bretaña y la India. La trayectoria de las colonias españolas y otomanas es diferente por varias causas. Geopolíticamente Hispanoamérica queda muy lejos de Europa, por eso interesará más a unos emergentes Estados Unidos de América, creadores de la máxima "América para los americanos", mientras que los principales imperios de la época llegaban a la rivera norte del Mediterráneo como Francia o Austria-Hungría, o, accedía por mar como Gran Bretaña que controlaba además de Chipre y Egipto, Malta y Gibraltar. Desde el punto de vista social y económico algunos países como Argentina o México contaban con una burguesía solo comparable a la de algunas ciudades levantinas corno Beirut, Salónica o, especialmente, Alejandría en cuya bolsa se comercializaban las cosechas de algodón procedentes del Nilo. La burguesía otomana estaba

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283

directamente tutelada por Huropa, a través de las capitulaciones que otorgaban a sus súbitos excepciones de impuestos, de esta manera las transacciones comerciales eran llevadas a cabo por armenios, griegos, maronitas, drusos, coptos o levantinos. No pasaba lo mismo al otro lado del Atlántico donde la oligarquía local habían mantenido en buena parte la estructura de clases heredada de los españoles, la cual se enfrentaba a una clase política y a una burguesía liberal empeñada en conducir a todas estas repúblicas por camino de la Modernidad. España y Turquía se ven muy reducidos en sus territorios, apartados de la política internacional pero tanto Alfonso XII y su viuda como Abdüi-Hamid II logran dar una estabilidad que permitirá que las reformas de sus predecesores lleguen a las clases medias de sus principales ciudades. España se mantiene al margen de la Cuestión de Oriente por motivos políticos y económicos. 1.a estabilidad interna de la Restauración no impulsa una política colonialista. El único interés en este tema está en el Canal de Suez, ocupado por los británicos en 1882. Angel Ruata, Embajador en Japón, fue designado plenipotenciario en la Conferencia de Londres de 1885 para la libre utilización del canal, ya que hasta finales del siglo XIX España contaba con grandes extensiones en el Pacífico: Filipinas y tres archipiélagos de Micronesia, las Marianas, Palau y Carolinas, descubiertas e incorporadas a la Corona en tiempos de Magallanes y Juan Sebastián Elcano. Alemania había intentado ocupar las Carolinas en 1885 y el laudo pontificio de León XIII zanjó el tema reafirmando la soberanía española. No duraron mucho, ya que en 1899 se vendieron todas menos Guam a Alemania por 25 millones de pesetas. Se puede afirmar que los últimos veinte años del siglo XIX fueron los que asentaron los cimientos de las sociedades otomana y española, al ser el origen de la clase dirigente e intelectual de la primera mitad del siglo XX. En este contexto, no sólo Madrid y Estambul

conocen

una

expansión

demográfica, sino también cuentan con varias de las grandes ciudades portuarias del Mediterráneo: Barcelona, Valencia, Tesalónica y Esmirna. La educación se convierte en un importante apartado de la España de la Restauración, una educación católica pero también liberal que permitió el desarrollo intelectual de una burguesía que empezó a dar sus frutos intelectuales. Los súbitos de Abdül-Hamid conocieron una férrea censura que no era incompatible con la creación de escuelas de administración, derecho o finanzas donde se formaban los funcionarios otomanos. A partir de 1878 se creó una red de escuelas primarias, medias y secundarias en las provincias del imperio. A estas hay que añadir las de las órdenes religiosas europeas asentadas en las principales ciudades otomanas.

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HISPÁNICOS

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HSTAMBIJL

Tras veinte años de calma, la guerra turco-griega de 1897 se salda con la pérdida de Creta. Un año más tarde los españoles entran en guerra con Estados Unidos y se ven obligados a cederles Cuba, Puerto Rico y las Islas Filipinas. España contempla c ó m o de las conquistas del siglo XVI ya no queda nada. El Imperio Otomano le sigue a la zaga: Gran Bretaña ocupa Kuwait en el 1901, Albania se independiza en 1913, Grecia obtiene Tesalia y parte de Trac i a en ese mismo año y en 1920 franceses e ingleses instalan sus protectorados en Siria y Palestina. Los dos imperios que habían nacido y crecido en fechas similares mueren también a la vez. El español un poco antes y el turco a la vez que el ruso, el alemán y el austro-húngaro en el cementerio de elefantes que f u e el final de la Primera Guerra Mundial. Una parte de las sociedades turcas y españolas estaban decididas a no perder el tren de la Modernidad. La España del cambio de siglo conoce el nacimiento de los nacionalismos catalán y vasco, los movimientos obreros o el socialismo. Se acordó en 1904 el descanso dominical, en 1909 la Ley de Huelgas y en 1918 la j o r n a d a laboral de ocho horas. El nacionalismo turco, el último en surgir tras los nacionalismos griego, eslavo o armenio, hace su aparición con los Jóvenes Turcos que en 1908 ponen fin a los excesos de poder de Abdiil-Hamid II. Por segunda vez en la historia el Imperio O t o m a n o entra en una fase de Monarquía Parlamentaria con una nueva Constitución y se abrió el Parlamento cerrado desde 1878. La férrea censura de la época dio paso a la aparición de numerosos periódicos y revistas que festejaban la nueva libertad. Más que una revolución se trataba de un golpe de f u e r z a q u e restauraba la Constitución anterior. Los Jóvenes Turcos y el Comité de Unión y Progreso no contaban con demasiada experiencia y las reformas no tardaron en herir la sensibilidad de los sectores más conservadores c o m o los islamistas. A l g o similar sucedía en España d o n d e todas las nuevas leyes afectaban a los privilegios de la aristocracia \ del caciquismo.

Una vez más se produce un c h o q u e entre estos dos sectores de la sociedad y en 1909 los conservadores o t o m a n o s se revelan e x i g i e n d o la suspensión de la Constitución. Fue necesario recurrir al ejército, de d o n d e procedían la mayoría de los miembros del Comité de Unión y Progreso corno M u s t a f a Kemal Atatürk o Ismet Inónü que tomaron parte en dichos sucesos. A b d ü l - H a m i d era un obstáculo y el C U P lo derrocó en favor de su h e r m a n o Mehmet V. Esta fase de Monarquía Parlamentaria es el precedente de la actual República turca, en ella se aprobaron leyes sobre la obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza y un nuevo sistema de impuestos, el caballo de batalla entre progresistas y conservadores. Los obreros turcos ejercieron su derecho a la

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285

huelga exigiendo salarios dignos y la reducción de la jornada laboral de 15-18 horas a 8-10 y en descanso semanal. Un dato común a españoles y turcos es la escasa presencia del Partido Socialista en el Parlamento que contaba con un único parlamentario en Estambul en 1908 y otro en Madrid en 1910. La razón reside en que ambos países eran eminentemente agrícolas, muy poco industrializados y dotados de una oligarquía que no se resignaba a perder el poder. Ka situación interna española y otomana tiene muchos puntos en común. Así. si el Partido Liberal pensaba que para la regeneración nacional era necesario un menor papel de la Iglesia y de las ideas católicas en la vida social, algo similar sobre el Islam opinaban los del Comité de Unión y Progreso. Aquello que les había legitimado en el poder en el siglo XVI se convertía en un obstáculo para crear un Estado consolidado, capaz de gobernar > con partidos políticos fuertes. La situación internacional afecta de manera diferente a España y a Turquía. La primera se mantiene neutral en la Primera Guerra Mundial, lo cual supuso un desarrollo económico al suministrar armamento, uniformes y carburantes a las naciones beligerantes. Turquía se convirtió en un blanco fácil para los apetitos colonialistas. Antes de entrar en la Gran Guerra al lado de las Potencias Centrales s u f r i ó dos guerras balcánicas,

1912 y 1913. La

Convención de Modros de 1918 marca el fin de la participación turca en la Gran Guerra, imponiéndoles unas condiciones muy duras que el nuevo sultán, Mehmed VI, acepta. Los militares del C.U.P. no reconocen esta convención y se embarcan en la Guerra de Independencia contra griegos, italianos, franceses e ingleses que se habían asentado en Anatolia. El tratado de Lausana de 1923, firmado por los kemalistas, marca los límites de la actual Turquía y reconoce en el poder a estos militares sublevados. El 29 de octubre de 1923 se proclama la República y un año más tarde se abóle el califato y se expulsa a la familia imperial otomana. España, que se había mantenido al margen de la contienda, tenía también en ese momento problemas internos a raíz de la crisis económica aparecida tras la Primera Guerra Mundial. Los partidos políticos se radicalizaron y en Marruecos, las tropas españolas perdieron 9.000 soldados y 50.000 km2 en 1921. La situación se fue haciendo cada vez más tensa. El golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923 fue reconocido por Alfonso XIII y los militares españoles toman el poder. 1923 es por tanto un año decisivo para españoles y turcos desde el punto de vista político al tener a unos militares en

286

VIAJEROS

HISPÁNICOS

KN HSTAMB U L

el poder que habían desplazado a sultanes y reyes. Unos militares que tenían en común el hecho de ser regeneracionistas tanto en Turquía c o m o en E s p a ñ a . L o s primeros irán haciendo de la recién nacida R e p ú b l i c a un régimen democrático y los segundos se retirarán del poder en 1930, un año antes de la proclamación de la II República.

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