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Spanish Pages 128 [131] Year 2004
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4. Ecología del Oso Pardo en España. A.P. Clevenger y E.J. Purroy. 5. Colección de Briozoos del Museo Nacional de Ciencias Naturales. J.A. Álvarez. 6. Catálogo de los Fondos Especiales del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Obras impresas del siglo XVIII (A-E). M. S. Vicente Rosillo, A. Orbiso Viñuelas. I. Lope Oter y D. Serrano Marín. 7. The Natural History of Biospeleology . A.I. Camacho. 8. Contributions to Morphometrics. F. Marcus, E. Bello y A. García-Valdecasas. 9. Los “Ejemplares tipo” de las Colecciones Malacológicas del Museo Nacional de Ciencias Naturales. J. Templado, L. Baratech, M. Calvo, M. Villena y Mª.T. Aparicio. 10. Diccionario Minero. Ricardo N. Alonso. 11. Ecología y comportamiento de la cabra montés. Consideraciones para su gestión. C.L. Alados y J. Escós. 12. Evolución biológica y climática de la r egión pampeana durante los últimos cinco millones de años. Un ensayo de corr elación con el mediterráneo occidental. Mª.T. Alberdi, G. Leone y E.P. Tonni. 13. Los “Ejemplares Tipo” de las Colecciones Malacológicas del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Volúmen II. M. Villena, Mª.T. Aparicio, L. Baratechy y J. Templado. 14. Catálogo de los Fondos Especiales del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Obras impresas del siglo XVIII (F-M). M.S. Vicente Rosillo, A. Orbiso Viñuelas, I. Lope Oter y D. Serrano Marín. 15. Catálogo de los Fondos Especiales de la Biblioteca del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Obras impresas del siglo XVIII (NZ). M.S. Vicente Rosillo, A. Orbiso VIñuelas, I. LOpe Oter y D.Serrano Marín. 16. Catálogo Crítico de los Documentos del Real Gabinete de Historia Natural (1787-1815). Mª. de los Á. Calatayud Arinero. 17. Catálogo de los Fondos Especiales de la BIblioteca del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Obras impresas, siglos XV-XVIII: Anexo, índices acumulativos y Publicaciones Periódicas. A. Orbiso Viñuelas, I. Lope Oter, D. Serrano Marín y M.S. Vicente Rosillo. 18. Catálogo Crítico de los Documentos del Real Museo de Ciencias Naturales de Madrid. (1816-1845). Mª. de los Á. Calatayud Arinero. 19. La Paleontología y sus colecciones desde el Real Gabinete de Historia Natural al Museo Nacional de Ciencias Naturales. Ángel Montero.
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
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Los árboles ocupan y han ocupado tradicionalmente un lugar importante en la vida de los habitantes de Asturias, permaneciendo casi siempre en el anonimato, pero rindiendo innumerables beneficios. Por ejemplo, con la corteza y las hojas se hacen multitud de remedios curativos, también muchos de sus frutos son muy apreciados en gastronomía, bien para su consumo en crudo o elaborados de las más diversas maneras, en forma de confituras, compotas, licores, etc. La madera ha servido desde hace miles de años para realizar objetos muy diferentes que van desde el calzado, embarcaciones, muebles, recipientes diversos, utensilios de labranza, hasta incluso la propia vivienda. El propósito de este trabajo es divulgar el conocimiento de los usos que se dan a los árboles, muchos de los cuales corren el riesgo de perderse.
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MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES Consejo Superior de Investigaciones Científicas
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MONOGRAFÍAS MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES Consejo Superior de Investigaciones Científicas
MONONOGRAFÍAS DEL MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES DIRECTOR ALFONSO NAVAS
EDITORES ISABEL IZQUIERDO JOSÉ TEMPLADO
COMITÉ EDITORIAL EMILIANO AGUIRRE ENRÍQUEZ VICENTE ARAÑA SAAVEDRA Mª ÁNGELES BUSTILLO ANTONIO GARCÍA-VALDECASAS HUELÍN CARLOS MARTÍN ESCORZA JORGE MORALES JUAN MORENO KLEMING JOSÉ LUIS NIEVES ALDREY ALFREDO SALVADOR
SECRETARIO/COORDINADOR LUIS MIGUEL GÓMEZ ARGÜERO Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la repografía y el tratamiento informático y su distribución.
© CSIC © Laureano Merino Cristobal NIPO: 653-04-013-7 ISBN: 84-00-08258-3 Depósito Legal: M-47.211-2004 Impreso en España. Printed in Spain por MATEROFFSET S.L. Colmenar Viejo (Madrid)
ÍNDICE Introducción Descripción y usos de los árboles - Pináceas - Pino gallego, pino marítimo - Pino de Monterrey - Pino silvestre, pino albar - Taxáceas - Tejo - Salicáceas - Chopo negro - Sauce cabruno - Juglandáceas - Nogal - Betuláceas - Aliso - Abedul celtibérico - Coriláceas - Avellano - Fagáceas - Castaño - Haya - Encina - Roble albar - Carbayo, roble - Alcornoque - Ulmáceas - Olmo, negrillo - Moráceas - Higuera - Lauráceas - Laurel - Rosáceas - Espino albar, majuelo - Manzano - Albaricoquero
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- Cerezo - Guindo - Ciruelo - Laurel cerezo, lauroceraso - Melocotonero - Endrino - Peral - Serbal de cazadores - Leguminosas - Mimosa - Falsa acacia, robinia - Aceráceas - Arce blanco, falso plátano - Aquifoliáceas - Acebo - Buxáceas - Boj - Tiliáceas - Tilo de hoja grande - Mirtáceas - Eucalipto - Ericáceas - Madroño - Oleáceas - Fresno - Caprifoliáceas - Saúco Bibliografía Índice de nombres científicos y familias Índice de nombres en castellano Índice de nombres en asturiano
35 36 37 38 39 39 40 41 42 43 43 44 45 47 48 49 50 51 53 57 59 61
INTRODUCCIÓN Los árboles han tenido una gran importancia en el desarrollo de las civilizaciones y los aldeanos y hombres de ciencia los tuvieron siempre en alta consideración en razón de los múltiples usos a que se prestaban.Algunos pueblos antiguos los han venerado como sagrados, y hasta forman parte de varias religiones, como la higuera, que es el árbol de la sabiduría en la India pues Bu da nació y recibió a su pie la última visión. De los árboles se obtienen resinas, que son utilizadas en diferentes industrias, como la farmacéutica e incluso el ámbar, que está ayudando a los paleontólogos a conocer cómo era la vida y la atmósfera de la Tierra en épocas pasadas. La utilización de la corteza y hojas de algunos árboles como remedios c urativos sigue siendo una práctica habitual en cualquier parte del mundo. El c onocimiento de estas propiedades terapéuticas se ha transmitido en muchos de l os casos oralmente de generación en generación, llegando a formar parte de la cultura de cada pueblo. Por otra parte, los principios activos de la mayoría de los medicamentos utilizados actualmente proceden de las plantas. Muchos frutos de árb oles son muy apreciados en gastronomía, bien para su consumo en crudo o elaborados de las más diversas maneras, en forma de confituras, compotas, licores, et c. La madera de los árboles ha servido desde hace miles de años al hombre para realizar multitud de objetos diferentes que van desde calzado (zue cos o madreñas), embarcaciones, muebles, recipientes diversos, utensilios de lab ranza, hasta incluso su propia vivienda. También se ha utilizado como combustible, casero o industrial. Esta multiplicidad de usos ha dado lugar a la existencia de dif erentes artesanías que trabajan dicho material, entre las que se podrían dest acar, por el componente artístico que tiene su trabajo, las dedicadas a la talla de la madera y la cestería. La talla se puede realizar sobre diferentes tipos de mader a, que se clasifican según su grado de dureza. Así, hay maderas durísimas (olivo), m uy duras (boj), duras (fresno), poco duras (castaño), blandas (abedul) y muy bl andas (chopo). La cestería emplea las fibras vegetales propias de cada lugar, como es el caso de algunos cesteros asturianos que utilizan las tiras de castaño y ave llano para confeccionar los cestos. Si desde no hace muchos años estas especialidades artesanas eran oficios florecientes, en nuestros días se han convertido en actividades modestas, limitadas en gran medida por los modernos procesos de mecanización y los nue vos materiales.
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A estos problemas hay que añadir la inundación del mercado por productos procedentes de los llamados países del Tercer Mundo, que con unos salarios sin competencia posible, vienen a situar sus mercancías en una oferta económica insostenible para los artesanos del lugar. A pesar de estas dificultades, no debe minusvalorarse su importa ncia actual como actividades económicas generadoras de riqueza y empleo. En este sentido es necesario valorar la gran capacidad para contratar mano de obra, ya que la inversión para generar puestos de trabajo en un a empresa artesana es muy reducida, dado el predominio del trabajo manual en el pr oceso de producción y la baja inversión en maquinaria y tecnología que debe re alizarse. Esto también facilita la existencia de artesanos que trabajan en sus vi viendas por horas o temporadas, haciendo compatible esta labor complementaria con o tros trabajos. En otro orden de análisis, la localización eminentemente rural de estos talleres artesanos proporciona la fijación de la población campesina y ganadera, evitando la emigración, lo que contribuye a que algunas regiones n o se despoblen. El conocimiento de estas formas tradicionales cada vez está int eresando más a la sociedad, con la aparición de numerosos museos etnológicos en pueblos y ciudades, que recogen las herramientas, utensilios y formas de pro ducción artesanas populares. Estos museos atraen el interés de los turistas que g eneran un importante aporte económico a la hora de realizar sus compras en tienda s de artesanías y otros servicios. Los árboles ocupan y han ocupado tradicionalmente un lugar impo rtante en la vida de los habitantes de Asturias, permaneciendo casi siempre en el anonimato, pero rindiendo innumerables beneficios. Su importancia sigu e siendo fundamental, a pesar del despego actual hacia la naturaleza y la irr upción de los materiales sintéticos. El propósito de este trabajo es reflejar el conocimiento y los usos que se dan a los árboles, muchos de los cuales en riesgo de perderse, trat ando de ser lo más fidedignos posible a la información directa de las personas ent endidas en el tema. Las actividades artesanas que tradicionalmente han tenido como materia prima los árboles objeto de estudio, no sólo proporcionarían una fuente d e ingresos, no desdeñable, a la zona sino que también contribuirían a mantener v iva una cultura popular en grave riesgo de olvido y ligada a las raíces de las gentes del lugar. El estudio se ha centrado en el occidente asturiano, concretame nte en los Concejos de Valdés, Cudillero, Tineo, Salas y Allande. Se han d eterminado 40 especies de árboles que son utilizados por los habitantes del l ugar. Estas especies se han reunido por familias siguiendo, en general, el orden sistemático establecido
INTRODUCCIÓN
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en Flora Europaea (TUTIN et al. (eds)). Dentro de ellas, tanto el género como las especies siguen un orden alfabético para facilitar su localización. Además del nombre científico se incluyen también los nombres con los que se l as conoce popularmente en castellano (mayúsculas y negrita) y en asturiano (minú sculas y negrita). Cada árbol va acompañado de imágenes fotográficas que reflejan los aspectos botánicos más destacables del mismo y sus usos tradicionales. El trabajo de campo se ha realizado a partir de contactos previ os con informantes conocidos o con nuevos que han ido surgiendo, mediante entrevistas directas y toma de notas. Los datos obtenidos de esta manera constituyen la base en que se sustenta este estudio, siendo una labor delicada que requier e a veces una buena dosis de paciencia debido a la falta de confianza que existe enlos primeros encuentros. Con el tiempo, una vez superada la desconfianza, estas personas cuentan todo lo que saben y se sienten or gullosos de los conocimientos hered ados de sus antepasados. La información proporcionada por los informantes ha si do contrastada posteriormente con la obtenida a partir de la bibliografía de l a zona. Ha sido para mi una tarea muy gratificante realizar este trabajo con el que he tenido ocasión de admirar la labor de los artesanos, así como dialogar con los lugareños durante esas tardes sin prisas, donde el concepto de la vida tiene otra dimensión ya perdida en la sociedad en la que habitualmente vivimos. Quiero expresar mi agradecimiento en primer lugar a Jesús Lande ira, ex alcalde de Valdés y al presidente de la Sociedad de Amigos del Valle del Ese, Javier Lobón-Cerviá, por su interés en impulsar la cultura trad icional asturiana. También agradezco la valiosa información desinteresada que han proporcionado todos los artesanos y lugareños sin la cual no se habría realiz ado este trabajo. Especialmente a Daniel Gayo, madreñero de Villanueva (Valdés), a José María Naveiras, director del Museo Etnográfico de Grandas de Salime, a Carlos Cruz, anticuario, a la Asociación de Vecinos “Valle de Paredes” y a Arturo Iglesias, cunqueiro de Grandas de Salime. Deseo agradecer muy especialmente a Encarnación Gómez su valioso asesoramiento y constante apoyo. También quiero mostrar mi gratitud a Dolores Soria y a Jorge Morales por su apoyo en la realización de este estudio, así como a Ramón Moral es por su inestimable ayuda. A Emiliano Aguirre por la revisión del manuscrito y a Luis Gómez Argüero por su colaboración. El presente estudio ha sido financ iado con los fondos del proyecto LEADER.
DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES PINO GALLEGO, PINO MARÍTIMO. Pinu gallegu. Pinus pinaster Aiton
PINÁCEAS
Conífera alta de hasta 30 m o más y de copa laxa. Corteza gris claro en los ejemplares jóvenes, después oscura y resquebradiza en ejemplare s adultos (fig. 1). Acículas largas de 10-25 cm, agrupadas en parejas, bastante coriáceas y rígidas, verde oscuras. Las flores masculinas son doradas y las fem eninas de color rojo oscuro y de 1,8 cm de lar go. Las piñas pueden alcanzar una longitud de 15 cm y permanecen enel árbol varios años. Los piñones tienen una longitud de 7 a 8 mm de longitud y en algunas zonas sirven de alimento a las gallinas. Como pino resinero puede rendir de 2 a 3 kilos de resina por árbol al año. La resina, producto tradicionalmente muy valorado, se obtiene mediante cortes superficiales en diagonal hechos en el tronco, de los cuales exuda. Periódicamente se hacen cortes nue vos, y después de 4-5 años de producción sigue un periodo de descanso. La madera es de albura blanca y duramen rojizo relativamente du ro; su densidad es bastante elevada (0,6 a 0,7). Es resistente a la compr esión y menos flexible que la del pino silvestre. En Asturias es muy frecuente, formando pinares. Se da preferent emente en suelos ácidos y en altitudes no muy elevadas. PINO DE MONTERREY. Pinu americanu. Pinus radiata D. Don
PINÁCEAS
Árbol elevado que puede sobrepasar los 30 m. Tronco recto de porte piramidal en la juventud que luego se ensancha. Muy resistente al v iento. Corteza gruesa, pardo rojiza, muy agrietada. Ramitas con muchos nudos, densamente hojosas. Acículas delgadas y poco punzantes, de 7 a 15 cm de largas, agrupadas de tres en tres, de color verde intenso (fig. 2). Las flores ma sculinas están reunidas en amentos que miden de 4 a 5 cm de lar go; son pardo amarillentas. Los conos femeninos son purpúreo-violáceos y más grandes. Las piñas miden unos
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10 cm de largo y se encorvan hacia abajo al madurar; tienen las escamas exteriores redondeadas. La madera es blanco amarillenta, blanda, con densidad de 0,44 y muy poca resina. Los anillos de crecimiento se encuentran distanciados p or su fuerte crecimiento anual. Este pino es oriundo de la península de Monterrey (California) y se introdujo en España en el siglo pasado. Hoy en día es la conífera exótica más utilizada en plantaciones forestales, estando presente en el paisaje de Vascongadas, Cantabria y Asturias, por ser una especie termófila con requerimiento de humedad ambiente elevada. Es más exigente que el pino gallego en cuanto a calidad del suelo. Prefiere los suelos fuertes y húmedos. Debido a su crecimiento muy rápido, es nuestro pino más productivo. PINO SILVESTRE, PINO ALBAR. Pinu albar. Pinus sylvestris L.
PINÁCEAS
Árbol de gran porte que alcanza los 40 m de altura. La copa es cónica cuando son jóvenes, asimétrica y aplanada de adultos. El tronco es rec to y limpio. Corteza rojiza clara en la parte superior y marrón oscuro en la inferio r. Acículas de 3 a 7 cm de longitud que se disponen por pares, presentando un color verde algo azulado. Las yemas son aovado-oblongas, recubiertas de escamas. Las piñas ti enen un pedúnculo corto, de 3 a 6 cm de lar gas, con escamas que presentan superficies romboidales, de color marrón oscuro (fig. 3). Las semillas o piñones, con una l ongitud de 3 a 4 mm, están entre las escamas de las piñas y tienen un ala membranosa de color pardo grisáceo. La madera es blanda, compacta, más duradera cuanto más resinosa sea, de color blanco amarillento; tiene una densidad de 0,60 a 0,65, re lativamente nerviosa y con anillos finos. Cultivado a menudo en las montañas de la zona occidental asturiana. Prefiere los suelos silíceos y profundos, y no tolera los húmedos, compa ctos y calizos. Aguanta bien el frío y las nevadas. Es una especie de crecimiento rápido y bastante longeva. Utilidades de los pinos La madera de estos tres pinos se emplea para traviesas de ferro carril, postes telefónicos y de luz, entibado de minas, encofrado y pasta de p apel (fig. 4). También se utilizan en carpintería (figs. 5, 6 y 7): para muebl es, parqués, contrachapados, artesonados y arreglos de barcos (fig. 8); es especia lmente apreciado para carpintería fina y ebanistería el P. sylvestris, por su madera limpia de nudos y
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duradera. Sus piñas y madera constituyen una buena leña para ch imeneas. El P. pinaster proporciona aceite de trementina y otros productos. La trementina es un disolvente de pinturas y barnices. La pez o colof onia, que se extrae quemando lentamente las astillas, se usa en pinturas, barnices, linoleum y también por sus propiedades antisépticas para jabones y lociones. TEJO. Texu, teixu. Taxus baccata L.
TAXÁCEAS
Árbol de hasta cerca de 20 m de altura. Su copa es ancha y de f orma cónica. Posee abundantes ramas horizontales lar gas y gruesas, que se de sarrollan por todo el árbol (fig. 9). La corteza es pardo-grisácea, y rojiza cuand o se desprenden los pedazos más viejos. Hojas aplanadas, puntiagudas, de hasta 4 cm de longitud, verdes relucientes por el haz y más pálidas por el envés. Inflores cencias masculinas globulares agrupadas en la cara inferior de las ramas. Inflores cencias femeninas poco llamativas y aisladas. La semilla se encuentra en los tejos hembra y tiene forma de copa, es de consistencia muy dura y está recubierta por un arilo carnoso de color rojo (fig.10). Toda la planta, salvo el arilo, es muy tóxica; a esto alude su nombre genérico que podría proceder de la palabra griega “tóxicos”. La madera es dura, compacta, muy resistente, de textura fina e imputrescible. Es de color rojizo al ser cortada, tornando a castaño en contac to con el aire. Los anillos de crecimiento no están bien diferenciados debido a su lento crecimiento. Es una de las coníferas más pesadas. Fue una especie muy extendida durante la época terciaria y peri odos interglaciares. En Asturias está protegido y es frecuente en todo tipo de suelos, aunque prefiere los calizos. Vive en bosques de diversos tipos, pero e s más fácil encontrarlo aislado, y en muchas ocasiones plantado al lado de igles ias rurales. El tejo es entre todas nuestras especies el que tiene un crecimiento más lento y la más longeva de las leñosas autóctonas, llegando a vivir hasta 2000 año s. Utilidades del tejo La madera se ha utilizado mucho en ebanistería para muebles, ob jetos de cocina, escultura y tornería por su facilidad de torneado y pul imentado (fig. 11). En otros tiempos era muy apreciada para la fabricación de arcos e instrumentos musicales por su elasticidad. Los sarcófagos de los faraones eg ipcios se construían con madera de tejo. Entre los objetos de cocina está la ferrada, que es un recipiente utilizado para conservar el agua (fig. 12). El modelo tradicional se hace con forma de cono truncado de 18 tablas o duelas de madera con aros de latón, de hier ro o de cobre. Para sacar el agua de su interior se usa el canxilón o cazo de mango largo.
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El tejo es una planta de interés ornamental, especialmente para setos, por dejarse podar bien. El cocimiento de las hojas o de la corteza se utiliza para curar heridas y los arilos exprimidos tienen una acción laxante y diurética. De las hojas se extrae el taxol que recientemente se ha descubierto que posee propieda des anticancerígenas. También tiene propiedades emenagogas, abortivas, narcótica s y cardiotónicas, pero no está recomendado su uso en medicina popular debido a su toxicidad. En Asturias este árbol ha estado siempre presente en los lugare s de especial significancia, y se ha plantado en las tumbas de los seres quer idos como señal de recuerdo y símbolo de la vida y de la muerte. En algunos lugare s tenían la creencia de que el dormir bajo un tejo podía producir la muerte. Los guerreros vascones utilizaban su veneno para impregnar las flechas, utilizándolo t ambién para suicidarse en caso de caer prisioneros. CHOPO NEGRO. Chopu. Populus nigra L.
SALICÁCEAS
Vistoso árbol que crece en suelos húmedos y fértiles alcanzando hasta 40 m de altura. El tronco es derecho, generalmente de desarrollo fuerte con gruesos abultamientos oscuros espaciados a lo largo del tronco, de color gris verdoso y su corteza, primero lisa, se resquebraja longitudinalmente (fig.13). Las ra mas son robustas, largas y más o menos erectas. Yemas dispuestas densamente, marrón claro, lampiñas y pringosas con olor fuerte. Hojas de unos 5-9 cm de longitud, al final de largos peciolos, alternas y caedizas, verdes en ambas caras, de perfil triangular a rómbico, con la punta delgada y alargada, con borde regularmente dentado. Flores unisexuales sobre árboles distintos; las masculinas en amentos colgantes de color púrpura de 3 a 6 cm. Los amentos femeninos son más cortos y de color verde. El fruto es una cápsula bivalva con cuatro surcos, al principio verdosa y pardusca en l a madurez. De crecimiento muy rápido, pudiendo crecer algunos hasta 2 m al año. La madera es blanda, pálida, ligera, de textura fina y uniforme; s u densidad varía de 0,35 a 0,45. Se trabaja fácilmente aunque parte con facilidad. Muy cultivado en bordes de caminos y de ríos, donde forma parte de bosques ribereños. Pueden soportar la polución y la influencia del mar . Utilidades del chopo Se emplea su madera para pasta de papel, tableros de conglomera do, contrachapados, cajas de embalajes, palos de cerilla, tornería basta e interiores de muebles (fig. 14). Desde el tiempo de los romanos ha sido cultivado como ornamenta l, de ahí su nombre genérico Populus que procede del latín populi, que significa “árbol del pueblo”.
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Las yemas proporcionan una resina que se utiliza para hacer ungüentos, siendo el más conocido el que se utiliza contra las hemorroides; ta mbién ha sido considerada esta resina como un buen crecepelo. El polen de los chopos causa alergia a ciertas personas. SAUCE CABRUNO. Salguera. Salix caprea L.
SALICÁCEAS
Arbusto o arbolillo de 8 a 10 m de altura. Corteza gris y lisaen principio, pero luego muy agrietada y de color pardo pálido. Hojas caducas, alt ernas, elípticas u ovales, dentadas irregularmente, de color verde oscuro por el haz y con pubescencia densa y grisácea por el envés. Las yemas son grandes, rojizas, sin pelos, oblongo-cónicas y curvadas en el ápice. Flores unisexuales en forma de amentos vistosos, los masculinos ovoides y los femeninos cilíndricos. Frutos en forma de cápsula ovado-cónica, tomentosa y blancuzca. La madera es más dura y densa que la del resto de los sauces, a unque ligera y flexible. Es pálida, de textura muy fina y en general sin dib ujo. Su densidad es muy parecida a la del chopo. Se encuentra en bordes y umbrías de los bosques, lugares húmedo s y riberas (fig. 15). Muy frecuente en Asturias, desde las cotas inferiores hasta el límite superior del bosque. Utilidades del sauce Las ramas de los sauces son muy apropiadas para cestería por se r consistentes y blandas (fig. 16). Se utiliza en forma de varas en la ces tería de mimbres y también en forma de tiras. Tradicionalmente se poda de forma re gular para evitar que se desarrolle como árbol. La madera, aunque no muy apreciada, se destina a la fabricación de embalajes, palos de cerillas, mangos, estacas, vallas, madreñas, past a de papel, etcétera. Además de taninos y flavonoides, los sauces contienen ácido salicílico, por lo que su corteza tiene acción analgésica, antiinflamatoria y a ntipirética. NOGAL. Noceu, nozal, nuceo. Juglans regia L.
JUGLANDÁCEAS
Árbol de más de 30 m de altura y tronco de 5 a 6 m de circunfer encia normal; copa ancha y hojas lustrosas (fig. 17). Tronco grueso con la corteza lisa de color gris blanquecino, con los años se agrieta poco profundamente. En el interior
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de las ramas hay una gruesa médula de 1 cm de diámetro, que presenta numerosos tabiques transversales esponjosos. Las hojas son caducas y alternas, compuestas de 5 a 9 folíolos lanceolados o elípticos, de bordes enteros u ond ulados, color verde intenso; al frotarlas se percibe un olor que recuerda al de la manzanilla. Yemas en grupos de tres, tienen un color pardo negruzco. Las flores masculinas y femeninas están en grupos separados pero presentes en el mismo árbol. Amentos masculinos amarillos o amarillo verdoso, bastante gruesos y curvados hacia abajo. Inflorescencias femeninas poco llamativas. El fruto es una drup a cuya porción exterior carnosa envuelve a lo que se conoce como nueces (fig. 18). La madera es homogénea, veteada, coloreada, desde los tonos bei ges hasta los pardos, a menudo venosa con bandas grisáceas a negruzcas; firme y semipesada (densidad 0,65). Tiene buena resistencia mecánica, es duradera y poco variable a los cambios de humedad. Aparece naturalizado en algunas ocasiones en Asturias, aunque generalmente es cultivado. Prefiere los suelos calcáreos, profundos, ricos en humus y con bastante agua. Se encuentra desde el nivel del mar hasta los 800 m de altitud. Utilidades del nogal La madera es fácil de trabajar y presenta un buen acabado. Se e mplea en la fabricación de muebles (fig. 19), ebanistería de lujo, tornería, objetos de arte, marquetería, y desde antiguo para utensilios de madera, madreñas, culatas de armas de fuego y ballestas (fig. 20). El mueble popular asturiano ha evolucionado poco. Se adorna nor malmente con una gran variedad de motivos, preferentemente geométricos c omo rosetas encerradas en círculos, líneas entrecruzadas formando figuras e strelladas y poligonales, elementos torneados y espirales en los soportes vertic ales. El diseño más repetido es la roseta hexapétala. Rara vez aparecen motivos de flora y fauna locales. Esta madera, al igual que las de otros árboles, se ha utilizado mucho para la fabricación de madreñas, que constituyen el calzado más característico de los asturianos (fig. 21). Están hechas de una sola pieza de la que sale n tres tacones, dos delanteros y uno posterior. Han gozado siempre de mucha aceptac ión, por lo que el oficio de madreñero estuvo en otros tiempos muy extendido, p or el contrario hoy en día son pocos los que lo ejercen. Utilizan para su labra do el hacha, legras, raspador, raspón, tayín o tajo, gubia y barrena. En la parte su perior se tallan dibujos geométricos en forma de concha o abanico, flores y hojas (f ig. 22). El fruto es muy apreciado para el consumo fresco y en la preparación de dulces y pasteles. Molido es un ingrediente de determinadas salsas . A partir de él se fabrica un aceite usado para cocinar y para pinturas. Los fruto s inmaduros se uti-
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lizan como aromatizantes de aguardientes y licores. Las cáscaras de los frutos proporcionan un colorante negruzco, llamado nogalina, que se utiliza para oscurecer la madera de los mueble s. Estas cáscaras verdes al igual que las hojas y la corteza, se usan para teñir la lana y los cabellos. Se emplea la hoja en infusión como antidiarreico, antiséptico, en gargarismos y para aliviar los dolores de gota. Externamente se aplica en l as verrugas y callos. La cáscara del fruto es laxante y vermífuga. La corteza de su raíz tiene propiedades anticaries y es eficaz aliento.
contra el mal
Existe la creencia de que el dormir debajo de un nogal proporci ona dolor de cabeza y de espalda, así como que su sombra perjudica a las plantas que se encuentran debajo. ALISO. Umeru, humero, humeiru. Alnus glutinosa (L.) Gaertner
BETULÁCEAS
Árbol de hasta 25 m de altura, típico de zonas de ríos. Su copa, irregular y con ramas abiertas, es bastante densa y proporciona una abundante s ombra. El tronco es derecho, con la corteza lisa verde grisácea, con puntos blancos, que con los años se resquebraja y oscurece (fig. 23). Las hojas son simples, de color verde oscuro por el haz y algo velloso y más claro por el envés; de forma re dondeada, elíptica, el borde con pequeños dientes y la terminación escotada; al tac to son viscosas, del mismo modo que las yemas y ramillas. Las yemas tienen escamas y son de color verdoso al principio, aunque se van volviendo purpúreas. Flores unisexuales, sobre el mismo árbol, reunidas en amentos; los masculinos inicialment e púrpuras, largos y colgantes, los femeninos verdes, cortos y al madurar leñosos de color marrón oscuro. Los frutos en forma de piñitas, con escamas persistente s; en las axilas de sus escamas se encuentran las semillas, rojizas o pardas, empar ejadas, de tamaño muy reducido y con un ala coriácea que facilita su dispersión p or el viento. La madera es amarillenta con un ligero tinte rosado; homogénea,blanda, bastante ligera (densidad 0,56) y resistente bajo el agua pero no en seco. Frecuente en Asturias, desde las cotas más bajas, hasta media m ontaña. Forma verdaderos bosques de galería junto a otras especies en suelos encharcados, donde vive prácticamente sumergido. Necesita suelos sueltos y fértiles con humedad constante. El aliso juega un papel importante dentro del ecosistema de los ríos, donde además de sujetar las orillas, forma islas de vegetación que sirven de refugio a la fauna acuática.
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Utilidades del aliso La madera es fácil de trabajar y muy resistente al agua, a lo q ue alude su nombre genérico que significa “planta que vive cerca de los río s”. Debido a esta propiedad se ha empleado para hacer postes de edificios en Venecia y otras ciudades. Se utiliza también para tallar madreñas ligeras, utensilio s de cocina (fig. 24), herramientas pequeñas, mangos, cajas, contrachapados y para pap el. Las ramas y las hojas sirven de alimento al ganado. El serrín y la leña se han utilizado para ahumar pescados y carnes. La corteza es astringente por lo que se usa para las inflamacio nes de boca y amígdalas, además es febrífuga y tónica. El cocimiento de las h ojas alivia el cansancio de los pies y el reuma. También tiene propiedades diuréticas y vermífugas. En parques y jardines se planta en zonas encharcadas donde otro difícilmente podrían vivir.
s árboles
El contenido de taninos de la corteza le confiere propiedades curtientes y tintóreas. ABEDUL CELTIBÉRICO.Bedul, bidul, abeduriu, abedorio. BETULÁCEAS Betula pubescens Ehrh. Árbol de hasta 20 m de altura. La corteza es de color plateado oscuro, aunque la corteza joven es de color amarillento y se desprende en tiras horizontales (fig 25). Las hojas son simples, caducas y alternas, de forma triangular o romboide; verdes por ambas caras y aparecen cubiertas parcialmente de pelos cortos en el envés. Las yemas son pequeñas, con escamas pardo rojizas viscosas. Las flo res son unisexuales, sobre el mismo árbol; flores masculinas en amentos terminales colgantes y flores femeninas en amentos cilíndrico-ovoides de flores desnudas (fig. 26). El fruto presenta un ala cuya anchura es aproximadamente una vez y media la anchura de la nuececilla. La madera va de color blanco rosado a amarillento, dura y fuerte pero no muy duradera en exteriores (densidad 0,65); de textura fina y oscurece por oxidación al envejecer. Tiene una buena resistencia mecánica y es bastante f lexible. Muy común en Asturias desde las cotas bajas hasta el límite superior del bosque. Indiferente en cuanto a la naturaleza del suelo, con tal de que sea ligero, fresco o húmedo y algo sustancioso. Su crecimiento es muy rápido y no suele pasar de la edad de un siglo. Forma abedulares y también se entremezcla con hayas y robles.
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Utilidades del abedul La madera es poco duradera y se utiliza para mangos de herramie ntas, utensilios de cocina (platos, cuencos, jarras, cucharas, etc.), muebles rústicos, embalajes, pasta de papel y yugos (figs. 27, 28 y 29). En el occidente asturiano es la madera más empleada para la fabricación de madreñas pues resiste la humedad y no es demasiado pesada (figs. 30 y 31). Una de las artesanías de madera más antiguas de Asturias y casi a punto de desaparecer es la de los cunqueiros (fig. 32). Este trabajo consiste en hacer fundamentalmente escudillas o concas, de ahí el nombre de cunqueiros. Estos hombres compaginaban este oficio con el de agricultor y recorrían diversas zonas de España durante los meses de invierno. Llegaron a tener su propia jer ga llamada tixileira, que utilizaban entre ellos para comercializar sus productos. Para la fabricación de las concas primero se elige el tipo de madera, dándola la forma adecuada antes de ser torneada. El torno asturian o es muy simple, se compone de dos piezas verticales o pies y una madera atraves ada llamada mesa. La pieza se sujeta por medio de dos puntas de hierro o aguichón al molde giratorio llamado la forma. La correa de cuero que imprime la rotación va sujeta a un pedal o supiana, enrollándose en la forma y termina en la punta de la vara, que es una rama que se mueve. Cuando la pieza ya ha sido tornea da, los cunqueiros terminan la operación quitando con una azuela las partes donde no llega la gubia, y por fin, está lista para el secado (fig. 33). Se un ta de grasa el interior y el exterior de la conca y se deja secar en un lugar adecuado sin cambios bruscos de temperatura y humedad. Durante este proceso algunas piezas se deforman e incluso llegan a abrirse. La corteza de abedul al ser prácticamente imputrescible se ha u sado para canalizar agua, recubrir tejados y también como calzado. La leñ a tiene un alto poder calorífico, siendo la brasa del carbón, intensa y durader a. Con la corteza interior se fabrica una harina rica en azúcares y féculas, consumida en casos de necesidad. La savia contiene azúcar que al f ermentar proporciona licores caseros. Son árboles de valor ornamental, plantándose con frecuencia en el noroeste de España a lo largo de las carreteras. La corteza contiene ácido salicílico y en decocción se utiliza contra la caspa, infecciones del cuero cabelludo, y para el cuidado de la piel. El aceite esencial de abedul es antiséptico y cicatrizante. La infusión de las hojas ha sido empleada como diurético, febrífugo y antirreumático.
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
AVELLANO. Ablanu, ablanieru. Corylus avellana L.
CORILÁCEAS
Es un arbusto o arbolillo pequeño que puede alcanzar hasta 10 m de altura, siendo su altura normal entre 3 y 6 m, con copa amplia y densa (fig. 34). La corteza es de color pardo rojiza, lisa, que se levanta en tiras con la edad. Las hojas son caducas, alternas, caedizas, con limbo entero, redondeado, acabado en punta y algo acorazonado en la base; doblemente aserradas en el borde, algo peludas por ambas caras y ásperas al tacto. Yemas pequeñas, aovadas, obtusas, par duscas, con escamas y sin pelos o con algunos pelos cortos. Las flores masculin as están reunidas en amentos cilíndricos, colgantes, amarillentos, de 8 a 10 cm d e largo. Los femeninos en forma de yema, durante la floración son fácilmente identificables a causa de los estigmas, generalmente rojos, que sobresalen entre las e scamas. Los frutos son las conocidas avellanas, que aparecen solitarias o en grupo s de 2 a 4 y encerradas en una envoltura verde y con borde irregularmente dentad o y ciliado (fig. 35). El nombre del género proviene del griego “corys” que significa casco, por la forma de la envoltura de los frutos. La madera es blanca o rojiza, blanda, que se astilla fácilmente pero es tenaz, flexible y poca duradera. Muy frecuente en Asturias, prefiere suelos sueltos y frescos, y forma parte de la mayoría de los bosques. Tiene un crecimiento rápido y muy rápido cuando procede de brotes de cepa de raíz en su primer desarrollo. Utilidades del avellano Su madera, por su flexibilidad se utiliza para la fabricación de cestos, aros de toneles, también para mangos, bastones de paseo, marquetería y en ocasiones madreñas (figs. 36 y 37). Proporciona una excelente leña y carb ón. Los cestos tienen diferentes nombres en Asturias según la funci ón a que se destinan o la zona geográfica: macona, maniega, goxa, paxa, paxu, canasto, cesta, cestu, etc. La técnica que se emplea es la de entrecruzar tiras o vara s, pasando por encima y por debajo las tiras o varas horizontales de las verti cales, alternativamente, existiendo unas principales que entrelazadas, constituyen el fondo y su prolongación da origen a los costados del cesto, que se sujeta con otras tiras secundarias por lo general más estrechas. Se rematan los cestos con un aro partido por la mitad, sujeto al reborde por medio de las citadas tiras estrech as. Para la cestería se emplean las varas de avellano, cortadas en sección longitudinal o en tiras. Algunos cesteros meten previamente en agua la madera para su mejor conservación, mientras que otros trabajan el material en verde, mojándolo únicamente cuando van a fabricar el cesto (figs. 38 y 39). También utilizan un
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DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
horno para “cocer” o secar la madera. En opinión de algunos artesanos es mejor el avellano que el castaño por su elasticidad, ya que los cestos d e castaño al mojarse se rompen. Los frutos son ricos en materias grasas, azúcares, sales minera les y vitaminas, por lo que son muy nutritivos. Con las avellanas molidas y con agua y azúcar, se prepara una horchata refrescante (figs. 40 y 41). También sirven para fabricar licores, dulces y para pastelería. La corteza y hojas se han empleado como astringentes y antidiar reicos. CASTAÑO. Castañal, castañu, castaneiru, paganu. Castanea sativa Miller
FAGÁCEAS
Árbol grande y de elegante presencia, que alcanza entre los 20 y los 30 m de altura, con copa amplia y redondeada (fig. 42). El tronco es de recho, grueso y corto; la corteza es lisa y grisácea en los ejemplares jóvenes y verdoso pardusca y agrietada longitudinalmente en los adultos. Hojas caedizas, alternas, grandes, de forma lanceolada y con el borde aserrado; glabras en ambas cara s, verde fuerte y brillantes en el haz y verde más claro y mates por el envés. La s yemas son gruesas, ovoideas, con dos escamas desiguales y cubiertas de pelos muy finos. Flores unisexuales; amentos masculinos de unos 15 cm de longitud, con numerosas flores de color amarillo claro, flores femeninas en grupos de 2 a 5. Las castañas están encerradas en una cápsula espinosa en forma de globo, bie n solitarias, por parejas o en grupos de tres (fig. 43). La madera es heterogénea, comparable a del roble, de color amar illo claro que cuando envejece adquiere una tonalidad más oscura, semipesada, con una densidad de 0,67. Es semidura, tiene los anillos anuales bien dife renciados, la albura exterior tiene un color blanco y el duramen interior es de colo r pardo, resistente, tanto sumergida como en seco. Abundante en el Principado hasta los 800 m de altura. Prefiere los terrenos silíceos, sueltos, profundos y húmedos. Esta especie alcanza gr an longevidad, llegando a vivir muchos siglos. Utilidades del castaño La madera de castaño es muy duradera y fácil de trabajar , por lo que se la ha utilizado desde muy antiguo. Seca lentamente y resiste muy b ien al agua, lo que la hace apta para construcciones a la intemperie. Por esta razón tradicionalmente se ha utilizado en Asturias para la construcción de hórreos y paneras (figs. 44 y 45).
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
Ambos tienen un dudoso origen que se puede remontar hasta el Im perio Romano. La diferencia entre el hórreo y la panera es, fundament almente, la capacidad. La panera pasa a tener una planta rectangular , pudiendo tener seis o más pegoyos, mientras que el hórreo tiene planta cuadrangular y cua tro pegoyos. El hórreo suele ser muy simple en su perímetro, mientras que la pa nera suele tener corredor y balaustrada, y está más ornamentada. Las maderas empleadas son siempre de castaño y excepcionalmente la del roble. La corta ha de hacerse en los periodos más favorables, e s decir, entre los meses de noviembre a febrero y en fase lunar menguante. De cada tronco sólo se aprovecha el duramen. Las piezas son ensambladas sin un solo clavo, utilizando cuñas de madera. Se levantan del suelo por medio de cuatro o más pegoyos, que son columnas de madera o piedra de metro y medio a dos de alto (en el occidente asturiano suelen tener escasa altura), y de forma troncocónica, es decir , más anchas en la base que en la parte superior. El espacio entre ellos se usa para guarda r el carro, animales, aperos de labranza y en algunas ocasiones como vivienda. Sobre los pegoyos se sitúa el cuadro, formado por cuatro vigas llamadas trabes, que suelen ser de roble. Sobre el cuadro y encajada en él, se levanta la colondra, que es el cuerpo del hórreo o panera. Está formada por tablas de castaño de unos 7 a 10 cm de grosor. Sobre la colondra se dispone el cuadro superior, similar al inferior, pero con vigas de menor escuadría: los linios. Para levantar la cubierta se colocan los perros, vigas similares a los linios, y sobre ellos las armaduras que se cruzan en la parte superior. En las paneras, el cruce se hace sobre el cumbre, viga horizontal que permite que las cuatro aguas de la cubierta tengan la misma inclinación. En los hórreos, sin embargo, las cuatro aguas tienen forma piramidal. Tanto las paneras como los hórreos eran vitales en una casa delabranza, pues en ellos, se almacenaban los productos de las cosechas y de las matanzas por sus buenas condiciones de conservación, y para protegerlos de los r oedores. En Asturias se pueden diferenciar los hórreos y las paneras seg ún las zonas. En la zona central y oriental están cubiertos de teja, y en lazona occidental de pizarra o paja. En las colondras se hacían dibujos superficiales o perforados, aprovechando sus huecos para dar ventilación a su interior . Los motivos más frecuentes son soles o esvásticas, cálices, motivos florales o geométricos e inscripciones. La madera de castaño es muy utilizada en Asturias para usos muy variados figs. 46 y 47). Además de para tonelería y bastones se emplea en la fabricación de muchos utensilios de cocina, muebles y aperos de labranza (figs . 48 y 49).
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DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
Entre los objetos de cocina (figs. 50 y 51) destacan algunos co mo las jarras de madera llamadas zapicas ( fig. 52), las ferradas (fig. 53), las concas o cuencas que son tazas grandes sin asa, y las escudillas de madera donde se comía. Especialmente curioso es un recipiente empleado en la fabricación de mantequilla, llamado feridera o mazadeira, que consiste en una caja de madera atravesada por un palo con aspas y terminado en una manivela. Al girar las asp as se separa el suero de la parte sólida o mantequilla (fig.54). En la casa asturiana tradicional, es muy frecuente el arca, que es sin lugar a dudas el mueble más importante (fig. 55). Se le daban distint os usos: almacén de alimentos, papeles, ropa de cama o vestir , etc. Las destinadas para ropa, presentaban decoraciones talladas que se realizaban en el frente y en raras ocasiones en los laterales, nunca en la tapa. Las arcas asturianas so n por regla general alargadas y bajas. La madera de castaño cortada en tiras finas se utiliza mucho co mo material de cestería. Entre los diversos objetos fabricados mediante esta técnica, uno de los más conocidos es el cesto o macona, de forma cuadrangular y sin asas, que se utiliza para recoger y transportar fruta, hierba o maíz (fig. 57). Las flores de castaño son melíferas, producen miel de color par do rojizo y sabor muy dulce. Sus frutos, las castañas, son comestibles. Se comen asadas, cocidas o crudas, y aunque son muy nutritivas se consideran algo in digestas. Tradicionalmente se han cocido en leche, endulzadas para prepar ar un sencillo postre. Son ricas en hidratos de carbono, por lo que se las con sideran alimentos energéticos y en otros tiempos fueron una de las fuentes de ali mento más importantes de la Cornisa. Las hojas humedecidas con agua se utilizaban para envolver el p an de maíz para cocerle entre las brasas. También se empleaban para cama del ganado y abono una vez recogidas de los castañedos. La decocción de la corteza y hojas tiene propiedades astringentes, por lo que se utiliza en gargarismos para estomatitis, gingivitis y faring itis. La corteza y la cáscara de la castaña se aprovechaban para curt ir pieles. HAYA. Faya. Fagus sylvatica L.
FAGÁCEAS
Árbol de hasta 30 m de altura, que puede alcanzar los 40 m. La copa es delgada en los ejemplares jóvenes, en los más viejos es bastante a ncha, densa y som-
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
bría (fig. 58). El tronco es recto y bastante robusto. La corteza es lisa, de color gris oscuro de joven, y gris plateada en la madurez; frecuentemente áspera y con grietas. Las hojas son simples, caducas y alternas, con contorno ov al u obovado, ligeramente dentado y con vellosidad en los bordes, color verde osc uro, lustroso por encima y pálido por debajo, pecíolo corto y pubescente. Yemas largas, cubiertas por numerosas escamas de color pardo rojizo. Las flores masculinas forman inflorescencias en glomérulos, que cuelgan de un pedúnculo; en el mismo árbol hay flores femeninas de color amarillo verdoso, dispuestas en grupos d e dos o tres. Los frutos, que maduran al final del verano, están formados por una cubierta leñosa y espinosa que se abre en cuatro valvas descubriendo en su interi or una especie de pequeñas castañas de sección triangular, los hayucos (fig. 59). Tiene una madera de grano fino, color blanco amarillento o marr ón pálido, donde no se puede diferenciar duramen y albura, su densidad es de 0,70 aproximadamente, presenta un punteado característico debido a sus radios medulares. De textura fina y uniforme, es rígida e inflexible. Es especialmente abundante en Asturias en zonas montañosas que sobrepasan los 800 m de altura y en algunas zonas bajas con abundantes llu vias. Prefiere los suelos ricos y profundos sin estar encharcados y con una atmósf era muy húmeda la mayor parte del año. Utilidades del haya La madera es fácil de trabajar y se utiliza para chapas, entari mados, ebanistería y mobiliario, fabricación de parqués, artesonados, mangos de herramientas, instrumentos musicales, aperos de labranza, traviesas de ferroc arril, madreñas, remos y enseres de cocina (figs. 60 y 61). La leña y el carbón de haya son de muy buena calidad pues proporcionan abundantes calorías. Los hayucos han servido desde la antigüedad como alimento del g anado. Estos frutos son comestibles y tienen un sabor parecido a las nueces, pero no conviene abusar de ellos, pues pueden ocasionar dolores de cabeza e intestinales. También pelados y prensados, proporcionan un aceite de buena ca lidad para cocinar. En otros tiempos se utilizó para la fabricación de jabones y alumbrado. El haya es un árbol muy utilizado como ornamental en parques y jardines por la disposición horizontal de sus ramas y por las vistosas tonalidades cromáticas de sus hojas. Si se destila la madera se obtiene la creosota, que posee una a cción antiséptica y bactericida, especialmente en las vías respiratorias, y también antiinflamatoria. Este producto es muy irritante y no debe aplicarse directamente sobre la piel, ya que puede provocar un escozor intenso. Por vía interna debetomarse muy diluida, pues de lo contrario produce vómitos y quemaduras digestiva s.
DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
ENCINA. Alcina, alcéu. Quercus ilex L.
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FAGÁCEAS
Árbol que alcanza los 25 m. Copa muy ancha, extendida, redondeada y ramificada abundantemente que proporciona una buena sombra en veran o. Tronco corto que se ramifica a muy poca altura del suelo. La corteza e s de color pardo oscuro con grietas transversales y longitudinales de poca profu ndidad. Hojas persistentes, alternas, coriáceas y ásperas, verde oscuro en el ha z y con borra gris en el envés, elípticas redondeadas o aovado-oblongas, con dientes espinosos. Las yemas son pequeñas, ovoides, obtusas, con escamas grisáceas. Lo s amentos masculinos son numerosos, agrupados en espigas amarillentas colgan tes. Las flores femeninas, en pequeños grupos o aisladas y con pedúnculos muy c ortos. Los frutos son unas bellotas alargadas, de 2 a 3 cm de largo, aparecen cubiertas en su tercio inferior por una cúpula provista en su parte exterior de numerosas escamas (fig. 62). La madera es compacta, oscura, dura y pesada (densidad 1,04), difícil de trabajar. Tiene una gran resistencia y presenta unos marcados dibu jos debido a los anillos de crecimiento. Este árbol es frecuente en la región central y oriental de Asturias, no llegando a superar en general los 800 m. Forma masas boscosas, y pref iere los suelos secos o ligeramente frescos y calizos. Es uno de nuestros árbo les más longevos, pudiendo llegar a alcanzar hasta los 700 años. Utilidades de la encina Su madera se emplea para postes, herramientas, en otros tiempos para fabricar carros, aperos de labranza, suelas de madreñas, construcciones navales, bolos y traviesas de ferrocarril. Proporciona una leña de gran poder calor ífico y un excelente carbón. Algunos artesanos fabrican los bolos y las bolas de madera de e ncina, utilizando el torno y dándoles forma con la gubia (fig. 63). Este ju ego fue un deporte muy extendido por Asturias, practicándose dos modalidades según la colocación de los bolos: bolos sueltos o bolos en ringlera. En Tineo juegan con 20, de mucho menor tamaño y base inclinada. Las bellotas contienen taninos y cierta cantidad de féculas y g rasas. Cuenta Plinio que en la Hispania romana, habiendo escasez de cereales se secaban las bellotas, se mondaban y trituraban, amasando la harina resultante en forma de pan. Tradicionalmente se han utilizado como un alimento ideal para el ganado porcino.
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
La corteza se emplea para teñir lana y curtir cueros; el cocimi ento de la corteza de su raíz, hasta que se deshace, produce un tinte que tiñ e de negro los cabellos. ROBLE ALBAR. Carbayu albar. Quercus petraea (Mattuschka) Liebl.
FAGÁCEAS
Árbol robusto que alcanza los 18-35 m de altura, provisto de una corteza de color gris oscuro y longitudinalmente agrietada (fig. 64). Las ramitas tienen un color grisáceo purpúreo y carecen de pelos. Las hojas son simpl es, caducas, de contorno oval y mar gen lobulado, provisto de 5 a 8 pares de lób ulos. Haz de color verde oscuro y lampiño, y envés algo más claro con algún pelo, sobre todo en las axilas de los nervios. El pecíolo de las hojas mide de 1 8 a 20 mm. Las yemas son ovoides y presentan escamas de color pardo anaranjad o y pubescentes. Las flores masculinas se disponen en amentos colgantes y las femeninas en pequeños grupos sin pedúnculo, o con este muy corto. Las bellot as se disponen directamente sobre las ramas y son más pequeñas que las del car ballo. La madera es pesada, medianamente nerviosa, muy dura, no muy resistente a la flexión y elástica. Los anillos anuales bien marcados y fáci lmente visibles. Común en valles y montañas del interior, hasta el límite superior del bosque. Se le puede encontrar en distintos tipos de suelos, tanto en zo nas calizas como en silíceas. Se hibrida fácilmente con otros robles, lo que hace d ifícil su determinación. CARBAYO, ROBLE. Carbayu. Quercus robur L.
FAGÁCEAS
Árbol de hasta 40 m de altura. Copa amplia y alta, con ramas mu y extendidas ascendentes. Tronco derecho, corto, muy grueso, en general ramificado a muy escasa altura en numerosas ramas, bastante nudoso (fig. 65). Co rteza grisácea y bastante lisa en los ejemplares jóvenes, pero se resquebraja engrietas profundas en los viejos. Hojas caducas, simples, alternas, de contorno oval-oblongo, más anchas hacia el extremo, provistas de un margen lobulado con 5 a 7 pares de lóbulos; lampiñas en las dos caras, con el haz más verde que el envés, cori áceas y con pecíolo muy corto. Yemas, cortas, obtusas, aovadas, angulosas, con esca mas en el dorso, de color pardo rojizo. Las flores masculinas agrupadas en lar gos amentos verdosos, colgantes y lampiños; las femeninas en pequeños grupos, in sertadas en el extremo de un largo pedúnculo. Las bellotas están cubiertas en su parte inferior por una cúpula semiesférica con escamas aplicadas.
DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
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La madera es pesada (densidad 0,84), parda, dura, fuerte y resi stente a la putrefacción incluso dentro del agua; se notan mucho los anillos anuales. Aguanta bien la compresión y flexión. Abundante en valles y montañas asturianas, raro en las regiones más meridionales. Requiere suelos húmedos, profundos y sueltos, soporta ndo mal los suelos calizos. Se mezcla con pinos, hayas, castaños y con otras e species del género Quercus (Q. petraea y Q. pyrenaica) con los que normalmente se hibrida. Utilidades de los robles Debido a la dureza y resistencia de su madera, al roble se le ha utilizado en carretería para la construcción de ruedas y piezas fuertes (fig. 66). Antes de la aparición del carro de ruedas con radios, en Asturias el medio de transporte más utilizado por los campesinos era el carro chillón, construido casi í ntegramente de madera. Este carro, según las comarcas, presenta pequeñas difer encias, tanto en formas y piezas como en las denominaciones de las mismas. También se utiliza su madera en la fabricación de muebles, eban istería fina, para entarimados, tornería, parqués, utensilios de cocina (fig. 67), traviesas de ferrocarril, aperos de labranza, puentes, mangos de herramienta s, para las duelas de los toneles de vino y licores, pues les comunica su sabor a ñejo peculiar (fig. 68). Se ha empleado desde antaño en la construcción naval (se u tilizaban dos mil troncos para construir un solo navío). Proporciona una leña de estupenda calidad. Entre los aperos de labranza destacan el arado y la grada (figs . 69 y 70). Los primeros arados eran enteramente de madera y posteriormente a l a punta del dental se le añadió un corte de hierro llamado reja. Se hacían con madera bien curada y sin nudos, eligiendo las piezas curvas en el bosque. Hoy en día, en algunas zonas asturianas aún se sigue utilizando el arado romano. Las gradas al arrastrarlas sobre la tierra sirven para deshacer terrones, cubrir la simiente o el estiércol y romper la costra cuando el terreno está muy seco. Cuando la tierra está muy compactada, se utiliza la grada con dientes de hierro, llamada área. Las bellotas y las hojas sirven como alimento para el ganado. L a corteza del árbol se utiliza como curtiente y las hojas frescas y las agall as se usan para la obtención de tintes para la lana. ALCORNOQUE. Corchéu, corcu, sufreira. Quercus suber L.
FAGÁCEAS
Árbol de hasta 20 m de altura, de copa muy amplia, aovada o apa rasolada y extendida. Tronco corto, grueso y sinuoso. Corteza muy gruesa, de más de 15 cm
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
de espesor (corcho), ligera, con profundas grietas; cuando se d escorteza, el tronco toma un color rojo anaranjado característico (fig. 71). Las hoj as son pecioladas, simples, correosas, persistentes y de contorno oval, con un mar gen provisto de dientes espinosos; el haz es de color verde oscuro y el envés cubierto de pelos cortos que le dan una tonalidad gris verdosa. Yemas de pequeño tamaño, oviformes, obtusas y tomentosas. Los amentos masculinos son muy numerosos, amarillos y colgantes; las flores femeninas en grupos cortamente pedunculad os. Las bellotas, de unos 3 cm de longitud, poseen una cúpula que las cubre hasta su mitad, con escamas grandes, alargadas hacia arriba, tienen un sabor dulce como las de la encina. La madera es dura, heterogénea, pesada (densidad 0,93), de color oscuro pardusco o pardo rojizo, resistente a la inmersión, con vetas y ra dios muy marcados. Los alcornoques se descortezan cada 8 o 10 años durante el vera no, en días con elevada humedad ambiental y con herramientas especiales para evitar desgarrar la corteza. En Asturias se encuentra muy localizado, especialmente en la zo na occidental donde se le puede considerar como una reliquia del pasado. Prefiere los suelos ácidos, sueltos, arenosos, en altitudes no muy elevadas, con cl ima suave y alta humedad; no aguanta bien las heladas fuertes. Utilidades del alcornoque La madera se emplea para carretería, tonelería, para fabricar h erramientas y en la construcción naval de bajura para hacer quillas y armazon es de los barcos. Tiene una leña que produce carbón de buena calidad. El corcho es el aprovechamiento más importante en esta especie. Se emplea para tapones, colmenas, aislantes sonoros, calzados, suelos, et c. En zonas muy localizadas de Asturias como el Valledor (Allande), Grandas de Salime y en Los Oscos, todavía se utiliza el corcho para hac er colmenas para las abejas (fig. 72). En el monte, las colmenas se colocaban en peñas poco accesibles y situadas en el interior de cortinos, que son cerramientos de piedra redondos de dos o tres metros de altura, en los que se alojaban unas cin cuenta colmenas. Se ubicaban en laderas soleadas, protegidas de los vientos, cerca de un curso de agua y sobre todo en un lugar con abundantes flores melíferas. Su fi nalidad era proteger las colmenas de los animales, ladrones y del fuego. El modo de preparar una colmena o truebano es la siguiente: una vez conseguidas las paredes de las colmenas que pueden ser de corcho, co mo ya se ha indicado o de tronco hueco de determinados árboles, como castaño, roble y cerezo, se colocan en el interior dos pares de palos cruzados, los fustes, para que en ellos asienten las abejas los panales. Éstos tienen que ser de madera dura, no rmalmente se hacen
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de brezo. En la parte inferior de la colmena se hace una muesca para la piquera y en la superior se coloca la tapa, que puede ser de corteza de abedul, madera o corcho, y sobre la tapa se pone una losa de pizarra o varias tejas curvas . Por último se cubre con boñiga de vaca todas las rendijas y se aísla la colmena del suelo colocándola sobre una losa. En el Museo Etnográfico de Grandas de Salime hay expuesto un tayuelo construido con raíz de alcornoque, aunque normalmente se fabric an con maderas de otros árboles (fig. 73). Los tayuelos son asientos bajos unipersonales, con 3 o 4 patas divergentes y un asiento circular o alar gado. Se suelen encontrar en la cocina, aunque también se utilizan en las cuadras para ordeñar . La corteza interior es rica en taninos, por lo que se utiliza p ara curtir pieles. Las bellotas constituyen un alimento para el ganado, aunque no son tan buenas como las de la encina. OLMO, NEGRILLO. Llamera. Ulmus minor Miller
ULMÁCEAS
Árbol que alcanza los 30 m. Copa amplia, redondeada o irregular , que proporciona una abundante sombra. Tronco recto que llega a alcanza r grosores bastante considerables. Corteza lisa y gris pardusca en los jóvenes que se va ennegreciendo y resquebrajando con los años. Las hojas son simples, al ternas y caducas, de contorno oval u obovado, con la base asimétrica y el borde a serrado; haz de color verde oscuro con pelos y muy áspero, envés más pálido y suave. Yemas ovoides, con escamas pardo negruzcas, recubiertas de pelos blancos. Las flores aparecen antes que las hojas en glomérulos al fin de las ramillas, r egulares, sésiles, de color rojo oscuro. Frutos en sámara, con forma oval, provistos de una semilla situada entre el centro y el ápice (fig. 74). Madera oscura, resistente a la putrefacción cuando se mantiene húmeda, heterogénea, imposible de astillar, ligera, con una densidad de 0,64 y fácil de trabajar. Es de textura gruesa y, a menudo de grano irregular. Normalmente se encuentra en Asturias cultivado en jardines, bor des de carretera, etc.; también se le encuentra asilvestrado en bosques de ribera. Prefiere los suelos frescos, profundos y fértiles; no tiene predilección por terrenos silíceos o calizos. Tiene un crecimiento rápido y llega a alcanzar los 800 años de edad; muy apreciado por su sombra. Actualmente está siendo atacado por una enfermedad, la “grafiosis”, que ha diezmado sus poblaciones. Se han in troducido otras especies de olmos resistentes a esta enfermedad como el Ulmus pumila, de talla y hojas menores.
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
Utilidades del olmo Su madera se ha utilizado en construcción y carpintería, pues s u duración y resistencia es comparable a la del roble, pero donde su empleo se hizo más popular fue en los trabajos de carretería y para cubos de rueda, qu e es la pieza central donde encajan los radios (fig. 75). También se utiliza en construcción naval, pozos y conducciones de agua, pues sumer gida resulta especialmente duradera. Además tiene otros usos como decoración de interior , ebanistería, pavi mentos, tornería, herramientas, mazos, bancos de carpintero, etc. La corteza entr etejida se usaba para hacer esteras y cuerdas. La leña es muy buen combustible c uando se hacen pequeñas astillas y proporciona un carbón ligero. Las hojas se emplean como ramón para el ganado y se guardan com o forraje invernal de cabras y ovejas. La corteza debido a su contenido en mucílagos y taninos es esti sudorífica, diurética, emoliente y astringente.
mulante,
El polen de este árbol es responsable de determinadas aler gias. HIGUERA. Figal, figar. Ficus carica L.
MORÁCEAS
Arbusto o arbolillo de hasta 6 m, caducifolio. Copa en ejemplar es viejos generalmente muy amplia y extendida; tronco corto y poco resistente (fig. 76). La corteza es lisa, gris ceniza, al herirla produce un líquido lechoso. Hojas alternas, grandes, simples, pecioladas, generalmente palmeadolobuladas, con 3 a 7 lób ulos, con borde más o menos sinuado dentado, coriáceas, con pelos cortos, muy ásper as al tacto, de color verde oscuro mate en el haz y más pálido el envés. Yemas grandes, las terminales verde pálidas, las laterales algo más macizas y pardo rojizas. Flores unisexuales muy pequeñas, blanquecinas, en el interior de receptáculos globosos o piriformes. Frutos pequeños y numerosos, encerrados en receptáculos globosos, conocidos como higos. Su madera es blanda, amarillenta, se pudre fácilmente, esponjosa, fácil de doblar y no tiene valor. La higuera se cultiva frecuentemente en Asturias y también se e ncuentra naturalizada. Indiferente en cuanto a la naturaleza mineralógica del suelo, prefiere los lugares protegidos y soleados. Resiste la sequía y los calores, pero necesita que exista cierta humedad en el suelo. Utilidades de la higuera La madera es de mala calidad y sólo se aprovecha para leña, aun que es de poco poder calorífico.
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DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
Es un árbol muy apreciado por sus frutos, los higos, que se com en frescos y secos. Con ellos se preparan mermeladas, confituras, tortas y jarabes (fig. 77). Las brevas son higos de maduración muy temprana que se formaron en el otoño precedente. Las higueras que son capaces de dar dos cosechas (brevas e higos) se llaman bíferas. Los higos contienen de un 50 a un 60 % de azúcares , ácido cítrico, ácido málico, ácido acético, mucílagos y vitaminas A, B y C, por lo que tienen un alto valor nutritivo. Platón recomendaba el consumo de higos para reforzar la inteligencia. El fruto se utiliza como astringente en gar garismos, contra las anginas, gingivitis y faringitis. Como emplasto es calmante y se emplea par a heridas, quemaduras, sabañones, etc. Tiene efectos laxantes. El látex es cáustico por lo que se utiliza contra las verrugas y por su acción emoliente en bronquitis y tos persistente. Con este látex se puede escribir un texto que sólo se hace visible exponiendo el papel al fuego. LAUREL. Lloréu, lloreru, choureiro. Laurus nobilis L.
LAURÁCEAS
Arbolillo que alcanza entre 5 y 15 metros de altura, de tronco derecho, copa densa y de mucha sombra (fig. 78). La corteza es lisa, de colorgrisáceo. Hojas lanceoladas, con pecíolo corto, coriáceas, alternas, de borde ondu lado, color verde intenso en el haz y más claro en el envés; al estrujarlas despr enden un intenso aroma (fig. 79). Yemas pequeñas de color rojo brillante. Las fl ores son unisexuales, poco vistosas, de color amarillo, agrupadas en umbelas axilares pedunculadas. El fruto es una drupa, parecida a una aceituna, de color verdos o que pasa a negro al madurar. La madera es dura, pesada, tenaz y muy aromática; no se disting ue entre la albura y el duramen, de color gris pardusco. Frecuente en Asturias, especialmente en zonas bajas. Es indiferente al tipo de suelo, ya sean calizos o silíceos, pero siempre que tengan cierta humedad, pues no aguanta bien la sequía. Prefiere los lugares de umbría y las proximidades de ríos y arroyos. Tiene un crecimiento rápido, pero es poco longevo. Abundante en encinares y otros bosques, formando en ocasiones lauredales. Utilidades del laurel La madera no es muy apreciada y como leña arde difícilmente y q demasiado deprisa.
uema
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
Las hojas son su principal y más conocido aprovechamiento pues se utilizan como condimento en muchas comidas. Son amargas, aromáticas y liberan un olor balsámico cuando se las frota. Si se ponen a secar en la oscuri dad, adquieren un sabor y aroma más pronunciado, sin que se vuelvan pardas. Desdeel punto de vista culinario las mejores hojas son las recogidas durante el invier no. Es bastante utilizado como planta ornamental, porque soporta mu y bien el recorte y por su follaje siempre verde. Este uso se lo daban ya los romanos. Las hojas y los frutos tienen acción estimulante aromática, ant iespasmódica, antiséptica, diaforética, diurética y emenagoga. El aceite de sus frutos untado en el pelo de los animales domésticos, sirve como repelente de insect os. Es considerado como símbolo de la inmortalidad, de la victoria y de la paz. La palabra bachillerato proviene del latín baccae lauri que significa bayas de laurel, ya que los graduados universitarios durante la Edad Media eran coronados con laurel. ESPINO ALBAR, MAJUELO. Espinera, biesca,espín. Crataegus monogyna Jacq.
ROSÁCEAS
Arbusto espinoso, de hasta 10 m de alto (fig. 80). La corteza e s lisa, de color verde oliváceo, agrietándose en los adultos y adquiriendo una tonalidad grisácea oscura. Yemas pequeñas y con pelos. Las hojas son caducas, de contorno abovado, con 3 a 5 lóbulos, pecioladas, con dos estípulas en su base, más oscuras por el haz que por el envés. Flores de color blanco o r osado, perfumadas, bisexuales, con cinco pétalos dispuestos en densos corimbo s de cimas de tres flores. El fruto es globoso, de hasta 1 cm de diámetro y d e color rojo brillante; tiene una sola semilla entre una pulpa harinosa (fig. 8 1). La madera es blanca o rojiza, de grano fino, muy densa y resist ente al rozamiento. Muy frecuente en Asturias desde el nivel del mar hasta los 1300 m de altura. Vive formando parte de matorrales y todo tipo de bosques. Prefi ere los lugares bien soleados y los suelos silíceos a los calizos. Utilidades del espino albar La madera es muy dura por lo que era apreciada en tornería, car para fabricar carretes. Su raíz se utilizó para fabricar cajas y peines.
pintería y
En el cultivo de frutales se emplea para hacer de patrón de inj ertos. Los frutos son algo harinosos y pueden ser comidos crudos, son poco sabrosos, con gusto
DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
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ácido y escasa pulpa. Las hojas tiernas son comestibles y se em plean como ingredientes de las ensaladas. En la separación de fincas se utiliza como seto espinoso y también se cultiva como planta ornamental por el aroma dulce que desprenden sus fl ores. Es un vasodilatador de las arterias coronarias, por lo que se utiliza en el infarto de miocardio ya que aumenta la resistencia del corazón frent e a la deficiencia de oxígeno y disminuye la presión arterial. También se utiliza como tónico cardíaco y en casos de arritmia. Tiene una ligera acción sedante. La leña es un buen combustible y puede proporcionar un carbón e xcelente. MANZANO. Mazanal, manzaneru, pumar. Malus domestica Borkh
ROSÁCEAS
Árbol de poca talla, que puede llegar a medir 12 m, de copa red ondeada y tronco corto (fig. 82). Corteza lisa, primero verde amarillenta y con los años se agrieta y cae en trozos, adquiriendo un color gris pardusco. Hojas pecioladas, ovaladas con borde aserrado, base de redondeada a truncada, verdes y casi lampiñas por el haz y grisáceas con pelo algodonoso en el envés. Yemas pequeñas, pardo rojizas, con algunos pelos. Flores agrupadas en umbelas, blanca s y rosadas, con pedúnculos lanosos. El fruto, la manzana, es bien conocido; gra nde, globuloso, aplastado por arriba y por abajo, carnoso, de sabor ácido o dul ce según las variedades y si se frota la epidermis adquiere brillo (fig. 83). La madera es homogénea, compacta, pesada, la fibra es fina y re sistente; tiene un duramen rosado, manchado de pardo rojizo y una albura rosada, se arquea y agrieta cuando se seca. Cultivado por sus frutos y en ocasiones asilvestrado (Malus sylvestris) en orillas de ríos y bordes de caminos. En Asturias se cultivan numer osas variedades, haciendo en ocasiones difícil distinguirlos de los silvestres.Su crecimiento es lento y no suele pasar del siglo. Prefiere los suelos silíceos con hu medad, aunque también crece en los calizos. Utilidades del manzano Este árbol posee una madera que aunque no es de mala calidad se agrieta y comba fácilmente, pero admite bien el pulimento y la tinción. Se emplea en trabajos de artesanía, tornería, ebanistería, talla y mangos de herr amientas. En otros tiempos las bolas del juego de bolos se hacían con esta madera.
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
Sus frutos son muy apreciados y se consumen frescos, en mermela das, compotas y confituras (fig. 84). Con el jugo de manzana se obtiene la sidra por fermentación y posteriormente el vinagre de sidra, que suele ser m ás apreciado que el del vino (fig. 85). La sidra es uno de los símbolos de Asturias. Es una bebida muy apreciada y muy consumida entre la población. Para su elaboración se util iza la manzana tardía, recogida durante el otoño de años alternos. Por esta ra zón la producción de sidra se hace pensando en dos años completos. Las manzanas r ecogidas se acarrean al llagar y se echan en la duerna, recipiente en forma de artesa donde se machacan o mayan con un mazo de madera con mango lar go, llamado mayu. Tras la extracción del jugo quedan los hollejos o magaya con los que se puede obtener orujo o utilizarse como alimento del ganado. La fermentación de la sidra tiene lugar en los toneles que se c ierran una vez que ha finalizado. Las manzanas son muy nutritivas, pues contienen entre otras sustancias, vitamina C, ácido málico, ácido cítrico, peptinas, taninos y sales minerales. Las bonitas flores del manzano han hecho que se cultiven varied ades ornamentales en jardines. El fruto es digestivo y protector gástrico, estimulante y de ac ción laxante y depurativa. Se ha comprobado su efecto reductor de colesterol, por lo que previene la aparición de arteriosclerosis e infarto. Debido a sus propiedades diuréticas se utiliza en caso de hipertensión arterial, oliguria y en cálculo s renales. Su contenido en ácido oxálico hace que actue como blanqueador de los dien tes, además de refrescar la boca. ALBARICOQUERO. Pescal. Prunus armeniaca L.
ROSÁCEAS
Arbusto alto o arbolillo de hasta 10 m de altura, de copa semiesférica, algo más ancha que alta. La corteza es gris pardusca, lisa y de colo r gris cuando es joven, haciéndose progresivamente más estriada. Hojas alternas, con largo pecíolo, de limbo ancho, ovales, doblemente dentados y truncados, base redondeada o algo acorazonada, coriáceas, relucientes, de color verde mate , algo más claras inferiormente, cuando jóvenes son rojizas. Flores generalmente solitarias o raramente en parejas, cortamente pedunculadas, de color blanco o ro sa pálido. Frutos globulares, aterciopelados, de color rojo anaranjado a a marillo. Hueso grande, liso, que se separa fácilmente la carne del fruto (fig. 86).
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DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
Distribuido ampliamente en Asturias y cultivado en huertas. Pre fiere suelos con cierto grado de humedad y ricos en humus. Utilidades del albaricoquero Los albaricoques se comen frescos, en mermeladas, confituras, secos, en conserva o en bebidas alcohólicas (fig. 87). Son muy ricos en vitamina C. De las semillas se obtiene un aceite dulce que, en ocasiones, se usa para sustituir al de almendras. Estas semillas contienen amigdalina, que puede llegar has ta el 0,80 %, la cual, mediante la emulsina, produce ácido cianhídrico. CEREZO. Zrezal, cerezal. Prunus avium L.
ROSÁCEAS
Este árbol puede llegar a alcanzar los 25 m de altura, de copa globular bastante regular y tronco a menudo muy grueso (fig. 88). Corteza lisa, de color pardo rojizo, algo brillante, que se desprende en bandas transversales estrechas. Hojas de forma aovada-lanceolada, estrechándose hacia el ápice, simples, con borde aserrado, cubiertas de glándulas, color verde mate por el haz y con p elos en el envés, pecíolos largos. Yemas ovadas, agudas, pardo rojizas, brillante s. Las flores son grandes, blancas, dispuestas en umbelas sésiles, lar gamente pedunculadas. Los frutos son unas drupas llamadas cerezas, de color rojo a negruzco al madurar, carnosos, de sabor dulce, pedunculados (fig. 89). La madera es muy apreciada, de color rojizo, textura fina, dura dera cuando está seca, la densidad alcanza 0,75 a 0,85. Tiene buena resistencia aunque no es muy rígida. Frecuentemente cultivado en Asturias por sus frutos y a menudo asilvestrado en bosques de tipo muy diverso. Prefiere los suelos ricos en humus, frescos y profundos, principalmente calizos, aunque también vive en los silí ceos. Utilidades del cerezo La madera es muy apreciada en ebanistería, para muebles, instru musicales, tornería, culatas y relleno de marquetería (figs. 90 y 91).
mentos
Con su madera se fabrica el cachapo, zapico o gozapo, aunque también se puede fabricar con otros árboles como el castaño, fresno, abedul, etc. Es un recipiente en el que se lleva la piedra mojada para afilar la guada ña. Para su construcción primero se talla con el hacha cuando la madera está ve rde, dando un corte con la sierra para separar la lengüeta y posteriormente s e vacía con barrenos y escoplo, dejándole secar durante un par de meses. El cachapo se lleva colgado del cinto por la lengüeta y algunos paisanos le colocan un puñado de hierba cerrándolo para que no se salga el agua y la piedra (fig. 92 ).
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
En algunas zonas de Asturias se utiliza el tronco del cerezo en la construcción de colmenas. Para su realización los paisanos utilizan dos sistemas: vaciando el tronco (tueru) con una gubia y un mazo o bien abriéndolo por la mitad, en este caso las dos mitades resultantes se vacían con un hacha y se retocan con una azuela, grapándose por último con herraduras viejas (fig. 93). Las cerezas son comestibles, tanto crudas como en confituras y mermeladas. Encierran un gran número de sustancias valiosas e indispensables, sobre todo para los niños: un 10-15 % de glúcidos, un 10 % de pectina, un 2 % d e ácidos orgánicos, provitamina A, vitaminas B y C y minerales. Conviene no co merlas en grandes cantidades y, sobre todo, no beber agua después, ya que tienen gran capacidad de hincharse, incluso en el aparato digestivo. También se utili zan para elaborar licores y aguardientes (fig. 94). El cerezo es un árbol que decora mucho los huertos, parques y p rados donde se encuentra, en primavera con sus flores y en el otoño con la tonalidad rojiza de sus hojas. Las cerezas estimulan la hematopoyesis, la formación de los hue sos y dientes, mejoran la actividad de los riñones y el hígado, aceleran la circulación de la sangre y alivian los dolores reumáticos. El zumo de cerezas baj a la fiebre. Los pedúnculos contienen taninos, son diuréticos, antirreumáticos, tónicos, y se usan en infusiones en casos de diarrea, tos y resfriado. Las hojas t ambién se utilizan en infusión como carminativas y antianémicas. GUINDO. Guindal. Prunus cerasus L.
ROSÁCEAS
Arbolillo de hasta 8 m de altura, de copa amplia y de tronco ba jo, poco desarrollado. Corteza negruzca y brillante, con marcas transversales. Hojas ovaladas o elípticas, acuminadas, dentadas, color verde brillante, algo coriáceas, más pequeñas que las del cerezo, pecíolo largo, algo pegajosas cuando son jóvenes. Flores blancas o rosadas, en grupos de 4 a 5, con numerosa s brácteas foliáceas (fig. 95). Frutos de color rojo brillante (guindas), de sa bor ácido y pulpa blanda. Ampliamente cultivado en el Principado por sus frutos, en ocasiones asilvestrado. Prefiere los suelos profundos y húmedos. Utilidades del guindo Las guindas se utilizan para preparar zumos, jarabes, mermeladas, confituras, confitería y conservas. Son comestibles, pero, debido a su acid ez, se suelen conservar en aguardiente y endulzado con abundante azúcar, al que tiñen de rojo (fig.
DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
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96). Contienen ácidos orgánicos, vitamina C, provitamina A, vitamina B, glúcidos, sales de potasio, calcio, fósforo y hierro. El guindo es un árbol que se cultiva por sus frutos y también como ornamental y para que forme setos de separación de fincas.
en ocasiones
Los pedúnculos en infusión son laxantes y tratan los cálculos r enales y urinarios. Las hojas son carminativas y antianémicas. El jugo de g uindas se emplea también contra la anemia y trastornos digestivos y hepáticos. CIRUELO. Nisal, ñisal, cirolal. Prunus domestica L.
ROSÁCEAS
Árbol de hasta 12 m de altura, de copa irregular , extendida, con el tronco no siempre derecho. Corteza inicialmente lisa, después con estr ías verticales y transversales, de color pardo pálido. Las ramas son algo espino sas en las variedades silvestres y sin espinas en las cultivadas. Hojas simples , alternas, abovadas o elípticas, finamente dentadas, de color verde por el haz y algo más pálido el envés. Yemas pequeñas, cónicas, de color pardo. Flores abund antes, grandes, generalmente reunidas en grupos de 2 a 3, blanco verdosas. El f ruto es una drupa, carnoso, globoso, habitualmente colgante, de colores div ersos según la variedad: púrpura, amarillo, rojo, verde, etc.; dulce o ácido, con un solo hueso, no astringente (fig. 97). La madera con vetas rojas, dura, densa y compacta. Abundante en Asturias, cultivado en huertos y también asilvestr ado. No manifiesta preferencias en cuanto a la composición mineralógica del suelo, pero si que sean profundos, ricos en humus y con humedad media. Utilidades del ciruelo Su madera se emplea en carpintería, para la fabricación de mueb les, ebanistería y tornería. Las ciruelas son ricas en azúcar , ácido málico, ácido cítrico, proteínas, tanino, sales y vitaminas. Se consumen frescas o secas y se prepara n con ellas nutritivas mermeladas, confituras, conservas y licores (fig. 98). Con la fermentación de la pulpa y la posterior destilación se obtiene aguardiente. De las semillas se extrae un aceite amargo. La decocción de la pulpa de la ciruela se utiliza como laxante, esto se debe a la pectina y a las fibras que contiene.
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
Esta especie se emplea en cosmética para la preparación de mascarillas nutritivas sobre pieles secas. Del tronco se extrae una goma que se usa para sazonar la sidra. LAUREL CEREZO, LAUROCERASO. Llorela. Prunus laurocerasus L.
ROSÁCEAS
Arbusto o arbolillo de hasta 6 m (fig. 99). Corteza lisa, pardo grisácea. Hojas grandes, perennes, alternas, simples, cortamente pecioladas, co ntorno oblongolanceolado, con margen dentado, coriáceas, de color verde oscuro, brillante por el haz y verde amarillento por el envés; al estrujarlas desprenden un olor de almendras amargas. Las yemas de color verde. Flores vistosas, blanca s, dispuestas en racimos no muy largos y robustos. Los frutos son drupas, ovoide s, de color negro en la madurez (fig. 100). La madera es de fibra fina y de color rosa vivo. A menudo cultivado en Asturias cerca de las casas, en altitudes no muy elevadas, algunas veces aparece naturalizado. Utilidades del laurel cerezo Su madera se utiliza en ebanistería y en la fabricación de algu nos utensilios de cocina (fig. 101). Los frutos tienen una pulpa comestible cuando está madura. Con esta se elabora un licor por maceración en orujo, de agradable gusto a almendra, que es muy apreciado por los aldeanos (fig. 102). Se planta para separación de fincas y cortavientos. Es muy util izado en jardinería como seto y como arbusto ornamental, por la belleza de su follaje y espectacular floración. Las hojas tienen propiedades antiespasmódicas, sedantes y tosífugas. Por vía externa la planta se usa como antipruriginosa y antálgica en lo s dolores locales. Los tallos, hojas, frutos inmaduros y semillas contienen glucós idos cianogenéticos por lo que son muy tóxicos. En el hombre los envenenami entos se producen o bien por haber consumido accidentalmente algunas hojas, confundidas con las de laurel, o entre los niños que han comido algunos frutos atra ídos por su vistoso colorido.
DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
MELOCOTONERO. Pescal, melocotonal. Prunus persica (L.) Batsch
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ROSÁCEAS
Arbolillo de hasta 8 m de altura, de copa baja, caducifolio, de tronco corto; la corteza inicialmente lisa, con el tiempo aparecen estrías y sur cos, de color gris pardo. Hojas lanceoladas, pecioladas, acuminadas, borde finamente dentado, por lo general lisas, sin glándulas basales. Flores normalmente solitarias o en grupos de 2, de color rosa o a veces blancas, nacen con las hojas jóvenes (f ig. 103). Fruto globular redondeado, aterciopelado, de color verde pálido, amarillento o rojizo, mesocarpio de carne amarilla o verde pálida, endocarpio agrietado, áspero, adherido a la carne. Ampliamente cultivado en Asturias en huertos y en jardines como ornamental; raramente asilvestrado, prefiriendo los suelos ricos en hu mus y con cierta humedad. Utilidades del melocotonero Sus frutos, los melocotones, son muy apreciados por su sabor y aroma (figs. 104 y 105). Se han utilizado tradicionalmente en la fabricación de mermeladas, confituras, conservas y, fermentados, para vinos y licores. La tisana de flores y el jarabe se emplearon como laxantes infantiles, aunque es desaconsejable por los graves casos de envenenamiento que han producido, ocasionados por la amigdalina. Las hojas trituradas se han emplead o contra las picaduras e inflamaciones de la piel. Las semillas contienen un aceite que puede ser dulce o amar go y se usa en perfumería. ENDRINO. Prunal, andrinal, escayandrín. Prunus spinosa L.
ROSÁCEAS
Arbusto o arbolillo de 4 a 6 m de altura, con ramificaciones am pliamente extendidas y espinosas. La corteza es de color pardo negruzco y lisa. Hojas pequeñas, caducas, alternas o en fascículos, pecioladas, de contorno oboval, oblongo o lanceolado, margen finamente dentado, de color verde apagado, cubiertas de pelos cortos cuando son jóvenes, que se van perdiendo con el tiempo. Flores vistosas, solitarias o agrupadas en pequeños grupos, de color blanco, con pedúnculos cortos, aparecen por lo general mucho antes que las hojas. Los frutos son drupas esféricas (endrinas), de color azul negruzco, textura áspera y pequ eños (fig. 106). La madera es dura, tenaz, fuertemente veteada, de color pardo r ojizo. Está próximamente emparentado con el Prunus domestica L.
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
Muy frecuente en Asturias en el límite de bosques y en setos. Utilidades del endrino Con la madera del endrino se fabrican mangos de herramientas y se hacen trabajos de tornería. Tiene un moteado bonito y es fácil de pul imentar, aunque es muy sensible a los cambios de humedad. Los frutos, las endrinas o arañones, pueden ser comidos una vez cocidos con azúcar y preparados en conservas, mermeladas, jaleas y confituras. Contienen taninos, ácidos, azúcares, vitamina C, etc. Con ellos se preparan algunos licores como el pacharán (fig. 107). Las flores son laxantes y la corteza antipirética, astringente, y por su elevado contenido en taninos se utiliza para curtir pieles. PERAL. Peral, peréu. Pyrus communis L.
ROSÁCEAS
Árbol de hasta 20 m, con el tronco recto y ramas con espinas o sin ellas (fig. 108); la corteza lisa en los árboles jóvenes, y se va agrietand o longitudinalmente con la edad, adquiriendo un color grisáceo. Hojas ovadas o elíp ticas, normalmente glabras cuando adultas, pecíolo tan largo como el limbo, algo acuminadas, margen dentado o entero, haz de color verde y más pálido por el en vés. Yemas pardo rojizas, glabras. Flores vistosas, blancas, grandes, con estambres rojos, cuelgan de pedúnculos largos y pelosos. Fruto globular , bastante grueso, c arnoso, de color variable, amarillo, verde, pardo rojizo, y presenta en ocasiones unas punteaduras o lenticelas más claras, sabor dulce en la madurez (fig. 109). La madera es dura y compacta, de color pardo rojizo, con anillo s de crecimiento irregulares, de grano fino y densidad de 0,70 a 0,84. Cuando se seca tiende a torcerse, especialmente si la fibra es irregular; tiene poca re sistencia a la podredumbre. Cultivado frecuentemente en Asturias por sus frutos, en ocasiones asilvestrado en bosques y matorrales. Prefiere los suelos permeables, frescos y ricos en sustancias nutritivas. Utilidades del peral La madera del peral se pule bien y se utiliza en tornería, eban istería, utensilios de cocina (fig. 110), tallas, etc. Es buena como combustible y con ella se obtiene un buen carbón.
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DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
Algunas variedades se plantan como ornamentales en huertos y ja rdines. Las peras pueden comerse frescas o en mermeladas, confituras, c ompotas y en conservas (fig. 111). Las silvestres de P. pyraster son pequeñas, con pulpa dura y granulosa, por lo que conviene cocerlas en agua y algunos lle gan a cocerlas en vino. Tienen un 80 % de agua, pero son pobres en calorías, por lo que se aconsejan para los regímenes adelgazantes. Además contienen un 5-13 % de glúcidos, un 1 % de pectina, un 3 % de celulosa y un 0,2% de ácidos or gánicos. Son pobres en sodio y cloro, pero están presentes en estos frutos los taninos, la vitamina C, la provitamina A y las vitaminas B1 y B2. Las infusiones de las hojas y las peras frescas o cocidas se ut ilizan en el tratamiento de enfermedades renales y del aparato circulatorio, benefician el tránsito intestinal y hacen bajar la fiebre. SERBAL DE CAZADORES. Alcafresna, capudre. Sorbus aucuparia L.
ROSÁCEAS
Hermoso arbolillo de hasta 15 m de altura, de copa esbelta y li gera; tronco generalmente corto (fig. 1 12). La corteza es lisa, de color gris en ejemplares jóvenes y con el tiempo rugosa y gris negruzca, que se desp rende en tiras longitudinales. Hojas caducas, alternas, compuestas, imparipinnadas, con 10 a 15 folíolos, ovales y uniformemente aserrados hasta la base, co n pelos en el envés, de color verde mate por la cara superior y verde claro p or la inferior. Yemas grandes, ovoides, tomentosas, con el extremo ligeramente doblado, grisáceas o parduzcas. Flores pequeñas, blancas, agrupadas en cori mbos pedunculados. Frutos globulosos, pequeños, carnosos, de color rojo c oral en la madurez. La madera es dura, compacta y resistente al uso y desgaste, de color blanco o blanco rojizo. Es de textura fina y uniforme; casi no present a dibujo, salvo unos anillos de crecimiento poco marcados. Muy común en Asturias, especialmente en las zonas montañosas. Vive en suelos poco compactos, pobres, prefiriendo los silíceos, en zon as con una pluviosidad alta. Participa en una gran variedad de formaciones bosco sas. Utilidades del serbal de cazadores Su madera se ha empleado en la fabricación de piezas expuestas al rozamiento, como los husos, rodillos y en carretería. También es muy apreciada para aperos agrícolas, tornería, mangos de herramientas, duelas de t oneles, ebanistería, etc. Proporciona un carbón de calidad y es buen combustible.
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
Su follaje es ornamental y resultan muy vistosas sus flores bla ncas en primavera y sus frutos rojos en otoño, siendo un excelente reclamo para las aves, ya que son muy apreciados por ellos. Los cazadores los han util izado como cebo para pájaros, de ahí el nombre popular con que se le conoc e: “serbal de cazadores”. Los frutos contienen ácidos or gánicos, glúcidos, taninos, pecti nas, provitamina A, vitamina C, sustancias amar gas, esencias y flavonoides. Se pueden consumir crudos, pero tienen un sabor áspero y amar go, y desprenden un aroma delicado a manzana. Con ellos se elaboran compotas, jarabes, licores y confituras (fig. 113). Las hojas son pur gativas y astringentes. Los frutos provocan un a reacción levemente laxante, diurética y colagoga, y además hacen bajar l a tensión arterial (fig.114). La corteza y las hojas han sido utilizadas como curtientes. MIMOSA. Mimosal. Acacia dealbata Link
LEGUMINOSAS
Hermoso árbol perennifolio de hasta 12-15 m de altura, de copa amplia y cónica. La corteza en los ejemplares jóvenes tiene un color ver de azulado y lisa, pero con la edad va oscureciéndose y formando profundas grietas (fig. 115). Hojas grandes, alternas, con 10-12 pares de pinnas, y 30-50 pares de folíolos cada una, que son estrechos y agudos, de color verde azulado (fig. 1 16). Las flores son pequeñas, regulares, agrupadas en pequeñas inflorescencias glob ulares, de color amarillo, que a su vez constituyen grandes inflorescencias term inales. Las legumbres o frutos son estrechas de color pardo. La madera es de gran dureza, aunque se agrieta fácilmente. A menudo cultivado en zonas bajas de Asturias, en ocasiones asil vestrado. Prefiere un clima templado-cálido, con humedad en el suelo. Soporta mal las heladas y nevadas. Utilidades de la mimosa Su madera se trabaja bien, adquiriendo un excelente acabado en ebanistería de interiores y muebles. Se utiliza en industrias que requieren madera curvada al vapor, como por ejemplo, en la construcción de carruajes y de e mbarcaciones. La mimosa se planta frecuentemente como árbol ornamental en plazas, jardines, bordes de carretera y junto a casas.
DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
FALSA ACACIA, ROBINIA. Acacia. Robinia pseudacacia L.
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LEGUMINOSAS
Árbol de hoja caduca que alcanza los 25 m de altura, de copa redondeada y tronco corto, rugoso y muy agrietado. La corteza al principio lisa y pardo rojiza, luego grisácea y con numerosas fisuras longitudinales, separada s por costillas. Hojas alternas, compuestas imparipinnadas, con 3 a 10 pares de folíolos, ovalados, que presentan el borde liso, con un nervio central que alc anza el ápice, de color verde glauco por el envés, estípulas transformadas en espinas persistentes. Flores blancas, con agradable perfume, agrupadas en racimos col gantes de 10 a 20 cm de largo, que surgen en las axilas de las hojas. El fruto es una legumbre aplastada, de color pardo que contiene hasta 10 semillas muy du ras, oblongas y brillantes (fig. 117). La madera es amarillenta, dura, algo frágil, heterogénea, de de nsidad 0,70, resistente a la flexión, casi imputrescible y por tanto muy dur adera. Tiene la textura gruesa, con anillos de crecimiento visibles. Frecuentemente se cultiva en Asturias, apareciendo también naturalizado desde el nivel del mar hasta los 800 m de altitud en distintos tipos de bosques. Indiferente frente al tipo de suelo, aunque prefiere los silíceos y con hum edad media. Utilidades de la acacia La madera es fácil de trabajar y de pulir, y se utiliza en trabajos de tornería (fig. 118), ebanistería, postes, ruedas, mangos de herramientas, cons trucción, piezas de maquinarias, utensilios diversos, etc. Es un buen combustible p ero da mal carbón. Las flores se aprovechan en la preparación de mermeladas y cham púes. Contienen linalol, heliotropina, terpinol y nerol. Con las semi llas se obtiene un aceite desecante. Este árbol se planta a menudo como ornamental junto a caminos, carreteras, parques y jardines. La infusión de las hojas tiene propiedades laxantes y antiespas módicas, y la de la corteza pur gativas. Conviene no utilizar la corteza debid o a la presencia de robina, que puede producir envenenamientos. ARCE BLANCO, FALSO PLÁTANO. Pláganu, pládanu. Acer pseudoplatanus L.
ACERÁCEAS
Árbol caducifolio de hasta 30 m de altura, de copa extendida y abombada; tronco recto y fuerte (fig. 1 19). La corteza es de color grisác eo, lisa y delgada
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
cuando es joven, agrietándose y cayendo en placas cuando es viejo. Hojas opuestas, simples, grandes, con lar go pecíolo rojizo, limbo palmeado lobulado, con 5 lóbulos irregularmente dentados, de color verde por el haz y al go glaucas por el envés. Yemas ovales, grandes y verdes. Flores agrupadas en lar gos racimos, colgantes, pubescentes, de color verde amarillento. Los frutos o s ámaras constan de dos semillas aladas que forman un ángulo recto, cuando maduran adquieren un color pardo rojizo. La madera es blanca o amarillenta, homogénea, poco nerviosa, dura, de grano fino, con una buena densidad (0,65 a 0,80). Generalmente tiene la fibra continua, pero en ocasiones la presenta ondulada, que la hace ser muy apr eciada. Frecuente en todo el territorio asturiano, desde el nivel del mar hasta los 1800 m de altitud. Prefiere los suelos calcáreos, ricos y húmedos. C rece en bosques de diferentes tipos: hayedos, robledales, etc. Es un árbol de rápi do crecimiento y puede llegar a alcanzar edades de 150 a 200 años. Utilidades del arce La madera tiene numerosos usos en carpintería y ebanistería, in strumentos musicales (fig, 120) y de dibujo, herramientas agrícolas, etc. Esta madera se tornea muy bien y se cepilla perfectamente dando finalmente superf icies muy netas, pulidas y brillantes, por lo que se emplea para hacer copas, cuencos, así como hormas de zapatos y madreñas. También da leña de buena calidad. Del tronco se extrae un jugo abundante con el que puede prepara rse vino u obtenerse azúcar por evaporación. Las hojas secas sirven como f orraje para el ganado. Es una planta melífera. Se utiliza a menudo como árbol ornamental y de sombra en parque s, paseos y jardines, debido a su crecimiento rápido y a la vistosidad de sus hojas. La corteza tiene propiedades astringentes y vulnerarias, por lo que se emplea en afecciones cutáneas, en forma de lavados, y también en casos de conjuntivitis y otros problemas oculares. La parte interna de la corteza cont iene una savia cicatrizante de heridas, por lo que se aplica directamente como ven daje. ACEBO. Carrascu, acebu, xardón. Ilex aquifolium L.
AQUIFOLIÁCEAS
Arbusto o arbolillo de 6 a 10 m de copa espesa y tronco recto, con muchas ramas. Corteza lisa y de color verdoso grisáceo que se vuelve c on el tiempo gris blanquecina y agrietada. Hojas persistentes, alternas, coriácea s, pecioladas, de borde ondulado y espinoso, color verde oscuro y brillante por el haz y verde más
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DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
pálido por el envés. Flores aisladas o en pequeños racimos sobr e las axilas de las hojas, generalmente unisexuales, las masculinas suelen aparecer en árboles distintos de las femeninas. El fruto es una drupa, de color rojo bril lante, venenoso, que contiene de 2 a 4 semillas, sirven de alimento a algunos animales durante el invierno (fig. 121). La madera es dura, homogénea, resistente, blanca o blanca grisácea, flexible, de grano fino, con anillos poco diferenciados. Frecuente en la región asturiana desde el nivel del mar hasta l os 2000 m de altura. Vive en casi todos los tipos de bosques (hayedos, roble dales, abedulares, etc.), en ocasiones forma acebales. Es indiferente a la naturaleza del suelo, aunque parece preferir los calizos. Es una especie que precisa semisombra y suelos que no sean muy húmedos. Es de crecimiento relativamente lento y puede alcanzar los 300 años. Utilidades del acebo La madera es buena para tornear , pulir y de fácil tinción por l o que es muy estimada en ebanistería, tornería, marquetería y fabricación de gran número de objetos como varas, mangos, instrumentos de dibujo y de precisión, grabados, etc. Los mallos son instrumentos que se utilizan para golpear las mieses y las fabes, y están formados por un palo corto o pértigo de acebo (fig. 122), unido mediante una piel de ternera a un mango largo o manal de castaño o avellano. La leña es un buen combustible. Muy utilizado como ornamental, especialmente por sus frutos decorativos de color rojo. Existen numerosas variedades de jardín, muchas de e llas con hojas variegadas. Soporta bien la poda por lo que se utiliza para hac er setos. Actualmente está protegido en el Principado de Asturias. Las hojas tienen acción antiespasmódica, emoliente, sudorífica y tónica, por lo que se utilizan en casos de reumatismo, bronquitis, diarreas y atonía gástrica. La corteza se utiliza en cataplasma para reblandecer y hacer madur ar los abscesos. Los frutos son purgantes pero no se utilizan debido a su toxici dad. De la corteza se extrae una liga que se utiliza para cazar pája ros. BOJ. Boxe. Buxus sempervirens L.
BUXÁCEAS
Arbusto o arbolillo de hasta 5 m de altura con corteza de color gris amarillento. Hojas algo coriáceas, enteras, opuestas, lanceolado-aov adas, pecioladas, con pelos cortos blanquecinos en la base de las hojas y sobre los tallos jóvenes, de
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
color verde oscuro por el haz y verde claro por el envés (fig. 123). Flores sin pétalos, unisexuales, las masculinas (de color amarillo) rodean en grupos a una femenina, situándose en las axilas de las hojas. El fruto es una cápsula trilocular, anchamente oblongo que contiene dos semillas duras y negruzcas. La madera es apreciada por su dureza, pesada, de grano fino, cu seca se agrieta con facilidad, de color amarillento.
ando está
Poco frecuente en Asturias asilvestrado, se cultiva en setos y jardines. Tiene una amplia distribución; prefiere los suelos secos, aunque tamb ién soporta los húmedos. Es de crecimiento lento y gran longevidad, llegando a vivir hasta los seiscientos años. Utilidades del boj Su madera es fácil de trabajar y toma bien el pulimento. Se uti liza para trabajos de tornería, planchas de grabadores, peines, botones, pipas, mangos de herramientas, fichas de juego, lanzaderas, flautas, gaitas y palos de tambor. Su leña arde bien y da bastante calor. En Asturias se han fabricado tradicionalmente las gaitas con ma dera de boj, ébano y palo santo, con el fuelle de piel de cabrito curti da a mano o de material plástico y forrado de terciopelo (fig. 124). También es muy utilizado para mangos de cuchillos y navajas, por su resistencia al agua y dureza (figs. 125 y 126). Las hojas se han utilizado como sustituto del lúpulo en la elab oración de la cerveza. Existen numerosas variedades que son apreciadas en jardinería p ara formar setos, pues soportan bien la poda y tienen hoja perenne. Ya fue cultivado por los romanos en sus jardines. La corteza se ha empleado como un eficaz antihelmíntico. Las hojas y la corteza de la raíz tienen acción purgante, febrífuga, colagoga, sudorífica, antirreumática y diurética. También se aplica en las heridas infectadas como desinfectante y cicatrizante. Contiene buxina, alcaloides secundarios, aceite esencial ytanino. La destilación proporciona un aceite esencial eficaz en odontología. Todas las partes de la planta son venenosas y debe emplearse con precaución, pues de lo contrario puede provocar irritación y vómitos. El bo j tiene un sabor amargo y un olor desagradable al romperse por lo que los animales lo evitan, aunque se ha dado algún caso de envenenamiento.
DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
TILO DE HOJA GRANDE. Tilar de fueya grande, xaumera. Tilia platyphyllos Scop.
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TILIÁCEAS
Gran árbol de hasta 40 m de altura de copa amplia, abovedada y tronco recto, con abundantes ramas gruesas y empinadas (fig. 127). Hojas simp les, grandes y alternas, caedizas, son acorazonadas en la base y acuminadas ha cia el ápice, de borde aserrado; pecíolo lar go y con pelos, de color verde oscur o y ligeramente pubescente por el haz y con pelos blancos en el envés a lo lar go de las nerviaciones y en las axilas. Las yemas son ovoides, de color rojo oscur o. Flores en grupos de dos a siete, generalmente tres, en inflorescencias péndulas, sobre una bráctea foliácea; de color blanco amarillento, tardías y olorosas. Los frutos son globosos y cubiertos de pelos, con las paredes gruesas y leñosas; tienen c inco costillas longitudinales muy marcadas (fig. 128). La madera es blanca, a veces rojiza, ligera y bastante blanda;tiene poca resistencia mecánica y es fácil de tallar. Su textura es fina y uniforme, normalmente sin dibujo. En Asturias es abundante en la parte central y oriental, desde el nivel del mar hasta el límite superior del bosque. Requiere suelo fértil y fr esco, prefiriendo los lugares sombreados. Forma parte de carbayedas, bosques de riber a, hayedos, etc. Es una especie de crecimiento lento y gran longevidad. Utilidades del tilo La madera se emplea en carpintería fina, juguetería, fabricación de madreñas, tallas, teclas de piano, etc. La corteza de las ramas es fibros a y correosa, utilizada en cordelería. A partir de la madera se obtienen carbones para dibujo. Proporciona una leña buena. Se planta frecuentemente como ornamental en carreteras, parques y junto a las casas. Los tilos son unos árboles muy melíferos que producen miel mono floral, de color amarillo verdoso y un olor característico. Sus hojas prop orcionan un buen forraje para los animales. Las semillas contienen un aceite aro mático parecido al de la oliva. Con las flores se prepara una infusión que es diaf orética, diurética, sedante y antiespasmódica (fig. 129). Contienen farnesol, mucíl agos, tanino, azúcares, ácidos, vitamina C y carotenos. Debido a su contenido en farnesol, se comporta como un sedante ligero del sistema nervioso central, con acción tranquilizante, por lo que se utiliza en casos de insomnio y excitación nerviosa. También se utiliza la albura del árbol pues posee una acción hipotensora y coronariodilatadora, por lo que es recomendable para problemas de arterioscleros is.
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USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
El aceite de las semillas se ha utilizado para baños, máscaras, cremas y jabones. Existe la creencia de que si se frota el cuero cabelludo c on hojas de tilo machacadas, el cabello se reforzará y nacerán otros nuevos. EUCALIPTO. Ocalitu, ocalitro. Eucalyptus globulus Labill.
MIRTÁCEAS
Es un árbol de hasta 45 m o más, de copa piramidal cuando joven y con el tiempo se hace extendida, globosa y poco densa. El tronco es ci líndrico, recto y en ocasiones muy robusto (fig. 130). La corteza es lisa y se ex folia anualmente en tiras largas y enroscadas, de color pardo grisáceo. Hojas pe rsistentes, coriáceas y simples; en los ejemplares jóvenes son opuestas, más peq ueñas, en ocasiones abrazando el tallo, anchamente lanceoladas o aovadas, con borde liso y de color blanquecino; en los adultos son alternas, de borde liso, lanceoladas, pecioladas, de color verde oscuro y lustrosas. Flores blancas, grand es, solitarias o en grupos de dos a tres; son bisexuales y constituidas por una base cónica, con cuatro costillas marcadas y estambres de filamentos blancos. El fr uto es una cápsula dura, con forma de cono invertido, provisto de costillas y con numerosas semillas (fig. 131). La madera tiene vetas longitudinales, de textura homogénea, sem idura y de grano fino; es de tonos variables que van del rosa amarillento al pardo rojizo grisáceo, con una densidad que varía de 0,68 a 0,81. Muy común y abundantemente plantado en zonas bajas del Principa do, pues no soporta bien las heladas. Forma eucaliptales, reduciendo en ellos la diversidad de especies vegetales y animales. Prefiere los suelos arenosos y profundos con capacidad de retener el agua. Utilidades del eucalipto Este árbol se cultiva principalmente por su madera para la obtención de pasta de papel (fig. 132), para postes en el entibado de minas de carbón, construcción de pequeñas embarcaciones y traviesas de ferrocarril. Su leña es u n buen combustible pero el carbón es peor que el de encina y roble. El néctar y el polen de sus flores son muy apreciados por las a bejas, con los que fabrican una miel monofloral de color ámbar claro y sabor dulce. Con las hojas se obtiene un aceite por destilación que se destina a las indus trias químico-farmacéuticas y a la confitería. El eucalipto se cultiva también como ornamental por tener un po rte majestuoso cuando crece aislado y por el verdor de su copa. En la co rnisa cantábrica ha sustituido a castaños y robles que allí existían.
DESCRIPCIÓN Y USOS DE LOS ÁRBOLES
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Las hojas adultas contienen aceite esencial (hasta un 80 % de e ucaliptol), aldehídos, hidrocarburos, pineno, canfeno, azuleno, tanino y re sina. Tienen propiedades antisépticas, expectorantes, descongestionantes, febrí fugas y antiinflamatorias. Se usan en forma de infusión, decocción, polvo, jarab e, cigarrillos y supositorios; pero no deben emplearse en mujeres embarazadas y niños lactantes, ya que pueden dar lugar a broncoespasmos. Antiguamente fue cultivado en las zonas palúdicas por creer que podía tener alguna acción contra las fiebres. MADROÑO. Arbornio, borrachinal, arbedeiru. Arbutus unedo L.
ERICÁCEAS
Arbolillo de hoja perenne que puede alcanzar los 10 m de alto. Su copa es aovada y tronco generalmente muy retorcido y ramificado. La cor teza es pardo rojiza, delgada y se exfolia en pequeñas tiras longitudinales.Hojas coriáceas, alternas, elíptico-lanceoladas, cortamente pecioladas y con borde dentado; el haz es de color verde oscuro lustroso y el envés verdoso pálido. Las flor es se encuentran en racimos colgantes, de color blanco verdoso y en forma de olla i nvertida. El fruto es una baya globosa, carnosa, de color rojo carmín, cubierto de gránulos o tuberculitos, con numerosas semillas; cuando maduran tienen un sabor agradable, aunque ligeramente ácido (fig. 133). zo.
La madera es pesada, dura, de grano fino, fácil de pulir y de c olor pardo roji-
Abundante en Asturias desde el nivel del mar hasta los 1000 m d e altitud. Acompaña a los robledales, encinares y brezales. Indiferente en cuanto al tipo de suelo, aunque prefiere los silíceos a los calizos. Es una espec ie de crecimiento lento y puede llegar a vivir muchos años. Utilidades del madroño La madera es fácil de trabajar , pero se tuerce pronto si no est á bien seca. Se utiliza en marquetería, ebanistería y tornería. En la antigua G recia se hacían flautas con su madera. Proporciona leña y carbón de excelente calid ad. Los frutos cuando están maduros son dulces y refrescantes, aunq ue no se deben consumir con abundancia ya que producen dolor de cabeza y embriaguez, de ahí la palabra latina unedo que significa “uno solo”. Con ellos se preparan jarabes, vinos, licores, mermeladas y confituras (fig. 134). El madroño se utiliza como ornamental en parques y jardines por su follaje perenne y sus flores y frutos llamativos.
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Las hojas cocidas son un excelente diurético y antiséptico de l as vías urinarias. También poseen acción astringente, por lo que se pueden e mplear contra las diarreas y la disentería. Contienen ácido gálico, iridoides, ar butósido y taninos. La corteza y las hojas al contener taninos (45 % en la corteza) se pueden utilizar como curtientes. FRESNO. Fresnu, freisnu. Fraxinus excelsior L.
OLEÁCEAS
Árbol de hasta 40 m de altura, de copa algo abierta e irregular y tronco grueso, generalmente recto (fig. 135). La corteza es gris y lisa en los jóvenes y gruesa y con grietas en los adultos. Hojas grandes, opuestas, caedizas, compuestas, con 7 a 15 folíolos lanceolados y con el borde aserrado. Las yemas son negruzcas, escamosas, grandes y aterciopeladas. Las flores se agrupan en racim os densos, en las cúspides de las ramas que sur gen antes que las hojas, son peque ñas y colgantes. Los frutos son sámaras oblongas, colgantes en racimos, planos y de color pardo al madurar (fig. 136). Madera muy apreciada, resistente, de brillo blanco nacarado, qu e al ser cortada por primera vez toma un color rosa pálido. Una de las prin cipales cualidades de esta madera es su flexibilidad (fig. 137), elasticidad y res istencia al choque y a las vibraciones. Su densidad varía de 0,6 a 0,8. No es recomend able para exteriores, a no ser que se le aplique un tratamiento. Muy común en toda la región asturiana, desde el nivel del mar hasta los 1400 m de altitud. Prefiere los suelos fértiles y muy húmedos, pero se da en gran variedad de suelos. Se encuentra en robledales, hayedos, bosques de ribera, setos de separación de fincas, etc. Utilidades del fresno Su madera es una de las mejores de los bosques asturianos, muy usada tradicionalmente (fig. 138). Se utiliza en carpintería y ebanistería (fig. 139), para fabricar mangos de herramientas (fig. 140), materiales deportivos, p iezas de vagones, en carretería para piezas que requieran resistencia y elasticidad, asientos y sillones de madera curvada, utensilios de cocina (figs. 141 y 142), madr eñas (fig. 143) y yugos. La raíz es muy apreciada en ebanistería por las hermosas aguas que luce. La leña es un magnífico combustible y da un carbón de buena cal idad. Muchos de los yugos que se han fabricado en la zona occidental asturiana son de fresno (fig. 144). Actualmente el yugo es un instrumento casi en desuso, pues está siendo sustituido por tractores y maquinaria agrícola , aunque todavía
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en algunos lugares se los ve sujetos a los cuernos de las vacas . Tiene dos arcos y en el centro y parte superior hay una escotadura. La cabeza d e los animales queda atada al xugo por los cuernos mediante unas correas de cuero. Entre la cabeza del animal y el yugo se colocan una especie de almohadil las llamadas mullíes o mullidas para que aquel no les haga daño en la parte alta de la testuz. La cabeza se cubre con la melena, una piel que sirve de protección frente al agua y el sol, de la que cuelgan unos flecos que espantan las moscas. Cuando la pareja está uncida el conductor se ayuda de la guiyada, que es un palo lar go terminado en un aguijón. Las semillas del fresno contienen un aceite comestible muy pare cido al del girasol. Sus hojas sirven de complemento ideal para el ganado p or lo que se desmochan o descabezan los árboles en el invierno. En años de esca sez de hierba, se guardan sus hojas en el pajar y se utilizan en sustitución del heno. Las hojas tiernas se preparan en ensalada. Es una especie de gran valor ornamental y muy plantado por su sombra cerca de casas y brañas. También se utiliza para fijar taludes y contener los márgenes de los cursos de agua. Las hojas, la corteza y las semillas, contienen ácido málico, inositol, manitol, quercitrina, tanino, goma y sustancia amar ga. Tienen acción diu rética, antiinflamatoria, antiálgica y laxante. Se aplica localmente en compresa s contra las hemorroides y dolores gotosos y reumáticos. La corteza se utiliza c omo tónica, febrífuga y astringente, y en otros tiempos se utilizó como sucedáneo de la quinina para combatir el paludismo. Las hojas proporcionan una sustancia colorante verde. La corteza tiñe de azul el agua en la que se macera. Es un árbol relativamente tóxico y puede provocar dermatitis de contacto. SAÚCO. Sabugu, benitu, sabú, beneitu. Sambucus nigra L.
CAPRIFOLIÁCEAS
Arbusto o arbolillo de hasta 6 m con tronco curvado (fig. 145). La corteza es arrugada, de color pardo grisáceo. Las ramas tienen en su inter ior una médula blanca. Hojas caducas, compuestas, con cinco folíolos aovado-lanceolados, pecioladas y con el borde aserrado; de color verde oscuro y brillant e por el haz y más pálido por el envés, desprenden un fuerte olor al frotarse. Yemas ovales, agudas y con escamas. Las flores están dispuestas en corimbos planos y s ituadas en los extremos de las ramas, de color blanco y muy olorosas. Los frut os son globosos, negros y con tres a cinco semillas (fig. 146).
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La madera es bastante dura, sin distinción de albura y duramen, de densidad media y color amarillento. Abundante en Asturias, desde el nivel del mar hasta los 1500 m de altitud. Vive en suelos frescos y sueltos de bosques de ribera, setos, v aguadas y huertos cercanos a las casas. Utilidades del saúco La madera es difícil de secar por lo que se agrieta y tuerce co n facilidad. Se utiliza para fabricar pequeños trabajos de tornería, silbatos e instrumentos de música, como flautas; la médula se usaba en microscopía para hacer los cortes histológicos. La leña es un combustible no muy bueno. Con los frutos, tras quitarles las semillas, se preparan mermel adas, confituras, licores y vino casero. Éstos son buscados por los pájaros y las flores son muy apreciadas por las abejas, que recogen su polen en bolitas blan cuzcas. Se cultivan como ornamentales en parques y jardines, existiendo numerosas variedades que se caracterizan por sus distintos tipos de hojas . Medicinalmente se han utilizado: la flor , que contiene nitrato de potasio, mucílago y un flavonoide; los frutos, que contienen antocianino s y un heterósido cianogenético, y por último las hojas y la corteza. Tienen propiedades diuréticas, emolientes y sudoríficas. Se emplea en catarros, gripes, y sus flores incrementan la secreción láctea. Por su acción emoliente, se empleó en lavados oculares y conjuntivitis. Externamente cura afecciones dermatológicas. Se usa en forma de infusión, decocción, jarabe, zumo, tintura, extracto fluido y catap lasma. De las flores del saúco se obtiene por destilación una esencia destinada a perfumar alimentos y bebidas. Los frutos tienen propiedades colora ntes y comidos crudos provocan náuseas y vómitos.
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ÍNDICE DE NOMBRES CIENTÍFICOS Y FAMILIAS Acacia dealbata, 42 Acer pseudoplatanus, 43 Aceráceas, 43 Alnus glutinosa, 17 Aquifoliáceas, 44 Arbutus unedo, 49 Betula pubescens, 18 Betuláceas, 17 Buxáceas, 45 Buxus sempervirens, 45 Caprifoliáceas, 51 Castanea sativa, 21 Coriláceas, 20 Corylus avellana, 20 Crataegus monogyna, 32 Ericáceas, 49 Eucalyptus globulus, 48 Fagáceas, 21 Fagus sylvatica, 23 Ficus carica, 30 Fraxinus excelsior, 50 Ilex aquifolium, 44 Juglandáceas, 15 Juglans regia, 15 Lauráceas, 31 Laurus nobilis, 31 Leguminosas, 42 Malus domestica, 33 Malus sylvestris, 33 Mirtáceas, 48 Moráceas, 30 Oleáceas, 50 Pináceas, 11 Pinus pinaster, 11,13
Pinus radiata, 11 Pinus sylvestris, 12 Populus nigra, 14 Prunus armeniaca, 34 Prunus avium, 35 Prunus cerasus, 36 Prunus domestica, 37, 39 Prunus laurocerasus, 38 Prunus persica, 39 Prunus spinosa, 39 Pyrus communis, 40 Pyrus pyraster, 41 Quercus ilex, 25 Quercus petraea, 26,27 Quercus pyrenaica, 27 Quercus robur, 26 Quercus suber, 27 Robinia pseudacacia, 43 Rosáceas, 32 Salicáceas, 14 Salix caprea, 15 Sambucus nigra, 51 Sorbus aucuparia, 41 Taxáceas, 13 Taxus baccata, 13 Tilia platyphyllos, 47 Tiliáceas, 47 Ulmáceas, 29 Ulmus minor, 29 Ulmus pumila, 29
ÍNDICE DE NOMBRES EN CASTELLANO Abedul celtibérico, 7, 18, 35 Acebo, 44 Albaricoquero, 34 Alcornoque, 27 Aliso, 17 Arce blanco, 43 Avellano, 20, 45 Boj, 7, 45 Brezo, 49 Carbayo, 26 Castaño, 7, 21, 35, 45, 48 Cerezo, 35 Ciruelo, 37 Chopo negro, 7, 14, 15 Ébano, 46 Encina, 25, 28, 29, 48, 49 Endrino, 39 Espino albar, 32 Eucalipto, 48 Falsa acacia, 43 Falso plátano, 43 Fresno, 7, 35, 50 Guindo, 36 Haya, 18, 23 Higuera , 7, 30 Laurel, 31 Laurel cerezo, 38 Lauroceraso, 38 Madroño, 49 Majuelo, 32 Manzano, 33 Melocotonero, 39 Mimosa, 42 Negrillo, 29
Nogal, 15 Olivo, 7 Olmo, 29 Palo Santo, 46 Peral, 40 Pino albar, 12 Pino de Monterrey, 11 Pino gallego, 11, 12 Pino marítimo, 11 Pino silvestre, 11,12 Robinia, 43 Roble, 18, 26, 48, 49 Roble albar, 26 Sauce cabruno, 15 Saúco, 51 Serbal de cazadores, 41 Tejo, 13 Tilo de hoja grande, 47
ÍNDICE DE NOMBRES EN ASTURIANO Abedorio, 18 Abeduriu, 18 Ablanieru, 20 Ablanu, 20 Acacia, 43 Acebu, 44 Alcafresna, 41 Alcéu, 25 Alcina, 25 Andrinal, 39 Arbedeiru, 49 Arbornio, 49 Bedul, 18 Beneitu, 51 Benitu, 51 Bidul, 18 Biesca, 32 Borrachinal, 49 Boxe, 45 Capudre, 41 Carbayu, 26 Carbayu albar, 26 Carrascu, 44 Castaneiru, 21 Castañal, 21 Castañu, 21 Cerezal, 35 Cirolal, 37 Corchéu, 27 Corcu, 27 Chopu, 14 Choureiro, 31 Escayandrín, 39 Espín, 32 Espinera, 32
Faya, 23 Figal, 30 Figar, 30 Freisnu, 50 Fresnu, 50 Guindal, 36 Humeiru, 17 Humero, 17 Llamera, 29 Llorela, 38 Lloreru, 31 Lloréu, 31 Mazanal, 33 Manzaneru, 33 Melocotonal, 39 Mimosal, 42 Nisal, 37 Noceu, 15 Nozal, 15 Nuceo, 15 Ñisal, 37 Ocalitro, 48 Ocalitu, 48 Paganu, 21 Peral, 40 Peréu, 40 Pescal, 34, 39 Pinu albar, 12 Pinu americanu, 11 Pinu gallegu, 11 Pládanu, 43 Pláganu, 43 Prunal, 39 Pumar, 33 Sabú, 51
62
Sabugu, 51 Salguera, 15 Sufreira, 27 Teixu, 13 Texu, 13
USOS TRADICIONALES DE LOS ÁRBOLES EN EL OCCIDENTE DE ASTURIAS
Tilar de fueya grande, 47 Umeru, 17 Xardón, 44 Xaumera, 47 Zrezal, 35
LÁMINAS
Fig. 1.- Vista general de pinos gallegos.
Fig. 3.- Detalle de las piñas de un pino silvestre.
Fig. 2.- Acículas de pino de Monterrey agrupadas de tres en tres.
Fig. 4.- Tablones puestos a secar en una serrería de Cadavedo.
Fig. 5.- Vacico de pino para comer el ganado.
Fig. 6.- Cardador de lino.
Fig. 7.- Recogedor de madera de pino.
Fig. 8.- Reparando barcos en Cudillero con madera de pino (Pinus radiata).
Fig. 9.- Texu de Lago (Allande).
Fig. 10.- Llamativos arilos rojos de un tejo.
Fig. 11.- Lanzadera de telar.
Fig. 12.- Ferrada para transportar y conservar el agua.
Fig. 13.- Grupo de chopos negros.
Fig. 14.- Caja y palos de cerilla de madera de chopo.
Fig. 15.- Salgueras en la orilla de un río.
Fig. 16.- Cestas de mimbre sin pelar.
Fig. 17.- Nogal.
Fig. 18.- Las nueces son un alimento muy nutritivo.
Fig. 19.- Mueble decorado con motivos geométricos.
Fig. 20.- Utensilio para picar chocolate.
Fig. 21.- Madreñero trabajando en su taller.
Fig. 22.- Madreñas de nogal.
Fig. 23.- Aliso junto al río Esva.
Fig. 24.- Jarra fabricada con madera de aliso.
Fig. 25.- Abedules.
Fig. 27.- Xugo de abedul.
Fig. 26.- Amentos de abedul.
Fig. 28.- Feridera o mazadeira para fabricar mantequilla.
Fig. 29.- Raca de abedul.
Fig. 30.- Madreñas en el taller de un artesano.
Fig. 31.- Madreñas hechas con madera de abedul.
Fig. 32.- Cunqueiro de Grandas de Salime.
Fig. 33.- Conca o cuenco de madera de abedul.
Fig. 34.- Vista general de avellanos.
Fig. 35.- Cesto con avellanas.
Fig. 36.- Cesto de avellano y castaño.
Fig. 37.- Madreñas de avellano.
Fig. 38.- Varas de avellano calentándose.
Fig. 39.- Cestero preparando las tiras de avellano.
Fig. 40.- Preparado tradicional de avellanas.
Fig. 41.- Medidor de avellanas.
Fig. 42.- Castaño con su porte característico.
Fig. 43.- Frutos del castaño encerrados en su cápsula espinosa.
Fig. 44.- Panera construida con madera de castaño.
Fig. 45.- Hórreo a cuatro aguas.
Fig. 46.- Molino el Barbeito, Pescaredo (Valdés), fabricado con castaño.
Fig. 47.- Telar de castaño.
Fig. 48.- Mueble de castaño.
Fig. 49.- Cachapo o zapico para guardar la piedra de afilar.
Fig. 50.- Vaso para tomar sidra.
Fig. 51.- Olla para la miel.
Fig. 52.- Jarra o zapica de madera de castaño teñida.
Fig. 53.- Ferrada de castaño con aros de latón.
Fig. 55.- Arca tallada con motivos tradicionales.
Fig. 57.- Cesto o macona de tiras de castaño.
Fig. 54.- Feridera o mazadeira de madera de castaño y tapa de pino.
Fig. 56.- Distintos tipos de cestas.
Fig. 58.- Fayona de Eiros (Tineo).
Fig. 59.- Detalle del fruto o hayuco.
Fig. 60.- Bastidor de madera de haya y boj.
Fig. 61.- Cachapos de haya.
Fig. 62.- Detalle de hojas y frutos de la encina.
Fig. 63.- Bolos de madera de encina típicos de Tineo.
Fig. 64.- Roble albar en invierno.
Fig. 65.- Carbayón de Valentín (Tineo).
Fig. 66.- Ruedas de carro.
Fig. 67.- Feridera o mazadeira de roble.
Fig. 68.- Cuba de roble.
Fig. 70.- Arado romano.
Fig. 69.- Grada para deshacer terrones.
Fig. 71.- Alcornoque.
Fig. 73.- Tayuelo hecho con raíz de alcornoque.
Fig. 72.- Colmena o truebano construido con corteza de alcornoque.
Fig. 74.- Frutos del olmo.
Fig. 75.- Ruedas de carro asturiano.
Fig. 76.- Higuera.
Fig. 77.- Formas de preparación de los higos.
Fig. 78.- Laurel.
Fig. 79.- Las hojas del laurel se utilizan como condimento.
Fig. 80.- Espino albar separando dos fincas.
Fig. 81.- Frutos maduros del espino albar.
Fig. 82.- Manzano cultivado en un huerto.
Fig. 83.- Detalle de las manzanas entre las hojas.
Fig. 84.- Dulce tradicional de manzana.
Fig. 85.- La sidra es una bebida muy apreciada en Asturias.
Fig. 86.- Albaricoques en el árbol.
Fig. 87.- Distintas maneras de preparar los albaricoques.
Fig. 88.- Vista general de un cerezo.
Fig. 89.- Cerezas maduras.
Fig. 90.- Fiambrera de madera de cerezo.
Fig. 91.- Cuchillo para la mantequilla.
Fig. 92.- Cachapos o zapicos.
Fig. 93.- Colmena o truebano construido con el tronco de un cerezo.
Fig. 94.- Licor de cerezas.
Fig. 95.- Flores de guindo.
Fig. 96.- Licor de guindas.
Fig. 97.- Rama de ciruelo con numerosos frutos.
Fig. 98.- Ciruelas en orujo.
Fig. 99.- El laurel cerezo se cultiva cerca de las casas.
Fig. 100.- Detalle de las hojas y frutos del laurel cerezo.
Fig. 101.- Vaso de viaje.
Fig. 102.- El licor del laurel cerezo es muy apreciado.
Fig. 103.- Flor de melocotonero.
Fig. 105.- Melocotones ya maduros.
Fig. 104.- Melocotones en almíbar.
Fig. 106.- Detalle de las hojas y frutos del endrino.
Fig. 107.- Pacharán, licor fabricado con endrinas.
Fig. 108.-Vista de un bello peral.
Fig. 109.- Hojas y frutos del peral.
Fig. 110.- Vaso de sidra hecho con madera de peral.
Fig. 111.- Peras en almíbar.
Fig. 112.- Hermoso ejemplar de serbal de cazadores.
Fig. 113.- Licor se serbal.
Fig. 114.- Con los frutos del serbal se elaboran jarabes, licor es y confituras.
Fig. 115.- Vista general de una bella mimosa.
Fig. 116.- Detalle de una rama de mimosa.
Fig. 117.- Detalle de hojas y frutos de acacia.
Fig. 118.- Cuenco de acacia.
Fig. 119.- Porte de un arce blanco.
Fig. 120.- Crótalos de arce con dibujos tallados.
Fig. 121.- Detalle de hojas, flores y frutos de acebo.
Fig. 122.- El mallo se usa para golpear las mieses y las fabes.
Fig. 124.- Gaita asturiana hecha con madera de boj.
Fig. 126.- Hacha con mango de boj.
Fig. 123.- Hojas y frutos de boj.
Fig. 125.- Cuchillos con mango de madera de boj.
Fig. 127.- Espectacular tilo.
Fig. 129.- Con las flores y hojas de tilo se preparan infusione s.
Fig. 128.- Detalle de las hojas y frutos del tilo.
Fig. 130.- Eucaliptón de Pito (Cudillero).
Fig. 132.- Papelera de Navia.
Fig. 131.- Las hojas del eucalipto tienen propiedades medicinal es.
Fig. 133.- Detalle de los frutos del madroño.
Fig. 134.- Licor de madroño.
Fig. 135.- Fresno junto a una braña.
Fig. 136.- Detalle de las hojas y frutos del fresno.
Fig. 137.- Collar de fresno.
Fig. 138.- Puesto de objetos tradicionales en el mercado de Tineo.
Fig. 140.- Guadaña de fresno.
Fig. 142.- Cuenco realizado con madera de fresno.
Fig. 139.- Cachapo o zapico de fresno.
Fig. 141.- Tenedor y cuchara de fresno.
Fig. 143.- Madreñas fabricadas con madera de fresno.
Fig. 144.- Bueyes con yugo de fresno.
Fig. 145.- Saúco.
Fig. 146.- Las flores, hojas y frutos del saúco se utilizan med icinalmente.