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Spanish; Castilian Pages 331 [332] Year 2020
Beatriz Sánchez Fernández Proteccionismo y liberalismo
Beatriz Sánchez Fernández
Proteccionismo y liberalismo Las relaciones comerciales entre Suiza y España: 1869-1935
Frankfurt 1996
Madrid
D i e vorliegende Arbeit wurde von der Philosophischen Fakultät I der Universität Zürich i m Sommersemester 1993 auf Antrag von Prof. Dr. J. Fisch als Dissertation angenommen.
Die Deutsche Bibliothek - CIP-Einheitsaufnahme Sánchez Fernández, Beatriz : Proteccionismo y liberalismo : las relaciones comerciales entre Suiza y España : 1869-1935 / Beatriz Sánchez Fernández.Frankfurt am Main : Vervuert; Madrid : Iberoamericana, 1996 Zugl. : Zürich, Univ., Diss., 1993 ISBN 3-89354-079-2 (Vervuert) ISBN 84-88906-18-8 (Iberoamericana)
© Vervuert Verlag, Frankfurt / Main 1996 © Iberoamericana, Madrid 1996 Reservados todos los derechos Diseño de la portada: Michael Ackermann Impreso en Alemania
A mis padres y a Peter
Abreviaturas AMAEx: Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores (Madrid) AHN: Archivo Histórico Nacional (Madrid) BA: Archivo de la Confederación Suiza (Berna) BN: Biblioteca Nacional (Madrid) DFEP: Département Fédéral de l'Economie Publique (Berna) StAZH: Stadtarchiv (Zürich) ZB: Zentralbibliothek (Zürich) Bd.: Banda fol.: folio leg.: legajo nfi.: número sig.: signatura p.: página ss.: siguientes vol.: volumen
7
Indice
Indice INTRODUCCION
11 PRIMERA PARTE
EL MARCO SOCIO-POLITICO DE LOS INTERCAMBIOS 1. 1.1. 1.2. 1.3.
CRITICA Y COMENTARIO DE FUENTES La problemática de las estadísticas de comercio en España Las estadísticas españolas y el problema del tránsito Las estadísticas de comercio suizas: características y evolución
21 25 31
2.
LAS RELACIONES DIPLOMATICAS ENTRE SUIZA Y ESPAÑA El origen de las relaciones Las relaciones diplomáticas de 1869 a 1936 Las relaciones diplomáticas en la antesala de la guerra civil española
38 41 46
2.1 2.2. 2.3. 3. 3.1. 3.1.1. 3.1.2. 3.1.3. 3.2. 3.2.1. 3.2.2. 3.2.3. 3.3. 3.3.1. 3.3.2. 3.3.3. 3.3.4. 3.3.5. 3.4. 3.4.1.
LAS POLITICAS COMERCIALES Y LOS TRATADOS DE COMERCIO DE 1869 A 1935 La evolución de la política comercial en España y Suiza hasta 1868 La evolución de la política comercial en Suiza La evolución de la política económica española hasta 1868 El tratado de 1869 La vuelta al proteccionismo y el tratado de 1883 Las revisiones arancelarias en Suiza El arancel español de 1877 El tratado de 1883 Las políticas comerciales a finales de siglo La política comercial suiza en los años noventa. Los ajustes proteccionistas La tarifa española de 1891 El acuerdo comercial de 1893 Los certificados de origen y tránsito: el problema del comercio indirecto Las consecuencias del acuerdo de 1893 Las relaciones comerciales hasta la Primera Guerra Mundial La tarifa suiza de 1902 y el problema del vino
51 52 56 58 61 63 65
76 80 84 93 99 105
Indice
8 3.4.2. La tarifa española de 1906 y el acuerdo comercial suizo-español 3.5. Las medidas de política comercial durante la Primera Guerra Mundial. El Trust de importación y el papel de la neutralidad en las relaciones comerciales hispano-suiza 3.6. La política comercial y las relaciones comerciales en los años veinte 3.6.1. El afianzamiento del proteccionismo en Suiza: la tarifa arancelaria de 1921 3.6.2. La radicalización del proteccionismo en España: el arancel provisional de 1921 y el definitivo de 1922 3.6.3. El acuerdo provisional de 1921 y el tratado de comercio de 1922 3.6.4. El modus vivendi de 1929 3.7. Las relaciones comerciales en los años treinta. Los sistemas de contingentes y el control de cambios 3.7.1. La política arancelaria suiza: los límites a la importación y el sistema de contingentes 3.7.2. La política comercial española durante la II República. Los contingentes españoles 3.7.3. Consecuencias de los contingentes 3.7.4. La política española de control de cambio y las consecuencias en las relaciones comerciales con Suiza 3.7.5. Los acuerdos bilaterales en la política de control de cambios. El acuerdo clearing de 1936
112
131
136 141 147 156
166 171 181 185 188
SEGUNDA PARTE LA EVOLUCION DEL NIVEL DE INTERCAMBIOS 1. 1.1 1.2.
LOS RITMOS DE CRECIMIENTO DE LOS INTERCAMBIOS La evolución de la balanza comercial Los niveles de intercambios
193 200 207
2. 2.1. 2.2.
LA EVOLUCION DE LOS INTERCAMBIOS DE 1885 A 1913 Las importaciones suizas Las exportaciones suizas
210
3.
LA EVOLUCION DE LOS INTERCAMBIOS DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Las importaciones suizas Las exportaciones suizas
3.1. 3.2.
220
232 239
9
Indice 4.
4.1. 4.2.
LOS NIVELES DE INTERCAMBIO ENTRE 1920 Y 1935: LA CONSECUENCIA DE LA POLITICA DE CONTINGENTES Y DE CONTROL DE CAMBIOS EN EL COMERCIO BILATERAL Las importaciones suizas de productos españoles Las exportaciones suizas a España
247 250 258
5.
CONCLUSION
265 TERCERA PARTE
APENDICE ESTADISTICO A modo de aclaración de las tablas estadísticas
275
BIBLIOGRAFIA
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Introducción
El tema de las relaciones internacionales es hoy en día un asunto de actualidad. Nos encontramos ante un momento histórico en el que las relaciones exteriores desempeñan un papel primordial dentro de las políticas gubernamentales a nivel mundial. Las relaciones comerciales son, como es sabido, uno de sus aspectos prioritarios no sólo por el valor económico que éstas representan sino porque en cierta manera sirven como motor de otras parcelas de las relaciones internacionales como pueden ser las diplomáticas, las jurídicas y las sociales. También es conocida la influencia del comercio, y sobre todo del comercio exterior, en los niveles de renta de un país y de su papel como motor de crecimiento y desarrollo. Así, por ejemplo, se baraja la teoría de que los países que más hicieron por mantener un activo comercio exterior fueron los países más desarrollados económicamente. Por el contrario los que mantuvieron un comercio de subsistencia carecieron de un índice elevado de desarrollo.' Pero hay que tener en cuenta que la importancia del comercio exterior en el desarrollo económico no pudo ser en todos los países igual. Habrá que imaginar que en aquéllos con una demanda interna inelástica, bien por motivos geográficos (pequeños países) o demográficos (poca demanda interna), el comercio exterior desempeño indudablemente un papel más relevante que en aquellos otros en los que por su tamaño o nivel poblacional la demanda interna fue mucho más amplia. Como dirían Menzel y Senghaas:
1
W.A. Lewis puso de relieve el escaso eco que tuvo en los países del sur y del este europeo el papel del comercio exterior en el proceso industrializador de Europa frente a los países del noroeste. De la misma opinión son Berend y Ranki, los cuales expresaron que las dependencias comerciales de la Península Ibérica y los Balcanes con respecto a los países de "centro" reforzaron los condicionamientos socioeconómicos internos y distorsionaron y retrasaron su desarrollo económico. Ver A.W.Lewis, Growth and Fluctuations, 1870-1913, Londres, 1978, pp. 164-167 y I.T. Berend, y G. Ranki, "Foreign Trade and Industrialisation of European Periphery in the XIXth Century" en Journal of European Economic History, vol 9, ns 3, Winter, 1980, pp. 539-584. Ver también U. Menzel y D. Senghaas, Europas Entwicklung und die Dritte Welt. Eine Bestandsaufnahme, Frankfurt am Main, 1986.
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Fernández
"Je grösser die Bevölkerungszahl (und Fläche) einer Volkswirtschaft, um so geringer ihre Aussenorientierung, und umgekehrt; je kleiner die Bevölkerungszahl (und Fläche), umso grösser die Aussenorientierung, ...."2 Las relaciones comerciales de Suiza y España entrarían dentro de estos términos opuestos de orientación. La importancia que el sector exterior tuvo en el desarrollo de la economía suiza fue de primer orden mientras que en España aún hoy se discute si el comercio fue un factor de desarrollo o no y de haber sido a qué nivel y con cuánto grado de eficacia. El tema del presente estudio tratará por tanto de observar cómo las relaciones comerciales entre ambos países sirvieron para potenciar las exportaciones suizas y de esta manera impulsar el desarrollo industrial y al mismo tiempo ver si la enorme demanda de productos agrícolas españoles por parte suiza contribuyó a la inversión de la economía en este sector desincentivando el desarrollo industrial en España. Una aproximación a las fuentes estadísticas españolas nos indicaba ya a primera vista la escasa importancia cuantitativa de las relaciones comerciales entre Suiza y España. La situación geográfica de Suiza, que contaba con Italia y Francia como países vecinos, grandes concurrentes con España, la política proteccionista española y su inseguridad gubernamental, caracterizada por continuos cambios de gobierno, y un gran desconocimiento mutuo entre ambos países hacían difícil el establecimiento de relaciones económicas. No será sino sólo a partir de 1868, con el estallido de la Revolución Gloriosa y la introducción de ciertas medidas liberalizadoras en el comercio, cuando España empezará a hacerse más atractiva para los comerciantes suizos que verán en este país, con un ligero índice de desarrollo industrial, un importante campo receptor de sus productos sobre todo textiles y de la industria relojera. La segunda observación con la que me encontré fue lo tarde que en ambos casos aparece la denominación de Suiza o España como países emisor y receptor de mercancías. Las estadísticas de comercio suizas empezaban a dejar constancia de España como país de origen y destino de las mercancías a partir de 1885. Las estadísticas españolas no hacen mención de Suiza sino hasta 1898 y además cuentan con unos problemas metodológicos que comentaré en el primer capítulo del trabajo. Había por tanto que delimitar el trabajo cuantitativo a partir de estos años. Otra de las dudas que se presentaban era el decidir con cuáles de las estadísticas, españolas o suizas, debería trabajar, pues, como señalaré más adelante, el problema se encuentra sobre todo al tratarse de países con tránsito indirecto. Unicamente hay que mencionar que las series estadísticas españolas de antes de 1931, cuando se produce la adaptación de España a las normas internacionales, tienden a exagerar el volumen del comercio con los países de intercambio directo, en perjuicio de aquellos en los que el 2
U. Menzel, D. Senghaas, Europas Entwicklung und ...,op. cit.., p. 23
Introducción
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comercio se efectúa a través del tránsito por otro país.3 Este hecho hay que tenerlo en consideración cuando se trata de analizar el problema de las estadísticas de comercio exterior español en las relaciones con países cuyo comercio, bien por causas geográficas o administrativas, se mantiene a través del tránsito con otros países. Este problema, ya señalado por Tortella, ha sido también tenido en cuenta por Antonio Tena y Albert Carreras cuando tratan de realizar su estudio sobre la evolución del sector exterior de la economía española en el período que va de 1821 a 1984.4 Otro hecho influye también en la falsedad de las estadísticas españolas por lo menos hasta 1930 y es que en la época que nos ocupa, caracterizada por una política proteccionista, las estadísticas comerciales españolas tienden a cargar las importaciones en deterioro de las exportaciones a fin de justificar las medidas de corte proteccionista dadas por los distintos gobiernos. Este hecho, comentado por Andrés Alvarez5 y que fue base de estudios para posteriores historiadores económicos, algunos de ellos ya mencionados anteriormente, me dificultaba más la 3
Florensa toca el tema cuando refiriéndose a las estadísticas de comercio entre España y Alemania señala que en este caso el intercambio comercial solía presentar un superávit a favor de España si se seguían los datos alemanes o a favor de Alemania si eran los datos de los españoles ios que se tenían en consideración. Según ias autoridades estadísticas alemanas, las causas de las discrepancias entre sus cifras de importación y las de exportación españolas de carácter oficial eran que Alemania importaba productos españoles en gran escala a través de Bélgica, Francia, Holanda y Suiza, que suponían de un 25 a un 30 por ciento de la importación total originaria de España y que en las estadísticas españolas se relaciona como exportaciones de los países intermedios. A esto se le sumaba los costes de transportes y seguros de viaje, lo que llegaba a suponer un encarecimiento de hasta casi el 45 por ciento más del que figuraba en las estadísticas españolas. Además de esto hay que contar también con las diferencias derivadas de los distintos momentos en los que se efectuaron los registros estadísticos. La misma situación se presentaba a la inversa. Y añade: ,,Este tipo de discrepancias afectaría, pues no sólo a la determinación geográfica de los intercambios sino también a las diferencias estadísticas con otros países..." S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España de la anteguerra: 1929-1936", p. 133, en A. Viñas, J.Viñuela, F.Eguidazu, C.F. Pulgar y S.Florensa, Política comercial exterior en España (1931-1975), Madrid, 1979, pp. 15-140. Ver también A. Viñas: „Las relaciones hispano-alemanas al filo de la Gran Depresión y las dificultades de intercambios y pagos", ICE, mayo de 1974, pp. 108-109, con datos de la Sociedad de Naciones.
4
G. Tortella Casares, P. Martín Aceña, J. Sanz S. Zapata: „Las balanzas del comercio exterior español: un experimento histórico estadístico, 1876-1913", en J.L. Delgado, y J.Segura, (eds.), Ciencia social y análisis económico. Estudios en homenaje al profesor Valentín Andrés Alvarez, Madrid, pp. 487-513; A.Tena: „Una reconstrucción del comercio exterior español, 1914-1935; la rectificación de las estadísticas oficiales", en Revista de Historia Económica, III, 1985, pp. 1:77-119, y „Comercio exterior", en A. Carreras (coord.), Estadísticas Históricas de España. Siglo XIX-XX, Madrid, 1986.
5
A. Alvarez: "Historia y critica de nuestra balanza de comercio", en Moneda y Crédito, n2 4, Madrid, 1943. Ver también del mismo autor "Las balanzas estadísticas de nuestro comercio exterior", en Revista de Economía Política, 1, Madrid, 1945.
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labor de valorar el comercio con Suiza a partir de las estadísticas españolas. Me quedaba por tanto recurrir a las estadística suizas de comercio exterior. A pesar de los problemas que éstas pueden plantear, y que analizaremos en el próximo capítulo, tienen la ventaja de abarcar un período cronológico más amplio y de presentar mayor ñabilidad, como señalaré más adelante . Una vez escogida la segunda alternativa debí fijar las fronteras cronológicas del trabajo. La posibilidad de realizar un estudio con fechas anteriores a la formación de la Confederación Helvética presentaba dos problemas. Primero, como ya he señalado, la carencia de estadísticas de comercio entre ambos países y segundo, la dispersión de las fuentes históricas que debían apoyar la explicación de los intercambios. La peculiaridad cantonal de Suiza obligaba a remitirse a fuentes de carácter local y cantonal cuando se decidía realizar estudios con fecha anterior a 1848. Esto dificultaría enormemente el trabajo. Había por tanto que aceptar la formación de la Confederación como punto de partida para fijar unas fronteras cronológicas. La delimitación de 1869 vendrá más tarde por la propia fuente archivística, que demostraba que hasta esa fecha las relaciones comerciales entre España y Suiza eran prácticamente inexistentes. En 1869, como veremos, se fumará el acuerdo de nación más favorecida entre los dos países y a partir de ahí las relaciones económicas se intensificarán. La fecha límite de 1935 quedó estipulada por la Guerra Civil española, que comenzaría en julio de 1936. Una abundante literatura sobre la guerra civil española hacía innecesaria cualquier incursión en ese período.6 El problema de las estadísticas de comercio en España que he mencionado y del cual hablaré a la hora de comentar las fuentes utilizadas para este trabajo, nos lleva a hablar del papel desempeñado por las estadísticas comerciales en lo relativo a los acuerdos comerciales. Este problema fue aludido por Florensa en su estudio sobre las medidas republicanas de política arancelaria, en el que advierte que España, precisamente por carecer de un aparato estadístico serio, se encontró indefensa en la negociación de los acuerdos y tratados de comercio, ya que carecía de los datos que se precisaban para el razonamiento de las ofertas y de las contraofertas.7 En qué medida esto repercutió en las negociaciones de los acuerdos comerciales y en el posterior desarrollo del comercio exterior español será difícil de averiguar por lo menos hasta que no se realicen más trabajos de esta índole. De cualquier manera, y
6
Sería excesivo pretender dar una bibliografía minuciosa sobre la guerra civil en España. Me limitaré a señalar algunos libros orientativos que remitirán a una bibliografía más detallada. Ver por ejemplo M. Tuñón de Lara y C. García Nieto, "La Guerra Civil", en M. Tuñón de Lara, Historia de España, vol. 9 Barcelona, 1981. P. Vilar, Historia de España, Barcelona, 1978 y "La guerra de 1936 en la historia contemporánea de España", en Realidad, n9 16, Roma, marzo, 1968. D. Ibárruri, M. Azcárate, L. Balaguer, etc., Guerra y Revolución en España. 1936-1939, Moscú, 1966-1971, 3 vols.
1
S. Florensa: "Comercio exterior y control de cambios en la España...," op. cit.., p. 93
Introducción
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para el caso que aquí nos ocupa, trataremos de ver el papel de las estadísticas en las negociaciones con Suiza y las desventajas que se ocasionaron al no poseerse un aparato estadístico fiable en el momento de firmar concesiones y llegar a acuerdos. El análisis de las relaciones bilaterales entre España y Suiza queda enmarcado dentro de un período interesantísimo en lo que respecta a las políticas económicas de ambos países y en general para todo el contexto europeo. Nos encontrábamos en una época en que la política comercial desempeñaba un papel fundamental en el desarrollo de las relaciones de intercambio. Había por tanto que hacer un estudio sobre dichas políticas comerciales a fin de descubrir sus diferencias y sus convergencias y establecer el marco político-económico que aclarara más tarde el desarrollo de los niveles de intercambio. Es decir, establecer el marco jurídico que apoyara las relaciones reales de intercambio. De esa manera, la primera parte del trabajo, y una vez aclarado el tema de las fuentes estadísticas y hecho un esbozo sobre las relaciones diplomáticas entre ambos, trata de presentar las medidas de índole político-económica que más tarde aclararán los comportamientos de las tablas cuánticas. En la segunda parte, realizada a partir de las estadísticas comerciales, se intentará analizar la evolución del nivel de intercambios y los mecanismos internos y extemos que impulsarán o frenarán dicha evolución. Partiendo, a la manera que lo hizo Nadal Farreras para el comercio con Inglaterra, de un tratamiento general de la balanza de comercio hispano-suiza intentaré establecer las fases cronológicas por las que transcurrió el comercio hispano-suizo desde 1885 hasta 1935 a la vez que haré un análisis del crecimiento del mismo comparándolo con los comportamientos con otros países. En definitiva se trataría de ver la influencia de las relaciones hispano-suizas en el total del comercio exterior de ambos países y determinar si dicha influencia total o sectorial fue importante o no en el desarrollo económico de ambos. El que las cifras de participación del total de las importaciones y exportaciones tanto por parte suiza como española no alcazara, salvo en períodos de especial coyuntura internacional, más del 3% del total, como se observará en el cuadro 1 (ver p. ??), no significaba una escasa incidencia en el nivel sectorial de las mismas. De hecho, los productos de exportación, tanto por parte española como suiza que se enviaron a Suiza y a España respectivamente, formaban parte de los ya tradicionales artículos de exportación, agrícolas y materias primas en el caso español y productos manufacturados en el caso suizo, es decir, de las ya archiconocidas relaciones comerciales entre un país desarrollado frente a país subdesarrollado. Por lo tanto el problema del intercambio comercial entre ambos países trasgredía el marco único del comercio para encuadrarse en otros de mayor amplitud dentro de la historia de los intercambios internacionales. Los dos puntos a nivel general a los que pretende contribuir este trabajo serían por tanto: a) La incidencia de las políticas comerciales en las relaciones de intercambio.
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b) El deterioro de los términos de intercambio de los países subdesarrollados frente a los países más avanzados. Junto al segundo punto habría que tener en cuenta el grado de incidencia, si no total, al menos sectorial, de las relaciones de intercambio. Este último problema estaría enraizado con otro más general por cuanto que el fomento de las exportaciones agrarias frente a las importaciones de manufacturas creará lo que se ha denominado dependencia de los países semiperiféricos respecto a los países del centro (entendiendo como semiperiféricos los países del sur y este de Europa para el siglo XIX y céntricos, los países del norte y oeste). Es decir, la necesidad de Suiza de controlar unos mercados de consumo de sus productos manufacturados y de aprovisionamiento garantizado y favorable de materias primas y productos alimenticios de los que carecía. Otro de los propósitos de este trabajo será también el analizar las tendencias del comercio exterior y sus distintas etapas de crecimiento en función de las políticas comerciales que se desarrollaron en los siglos XIX y XX. Partiendo de la base, tal como lo ha demostrado Prados de la Escosura 8, de que en España los ciclos de la economía se relacionan con los de la producción industrial de los países desarrollados, al igual que en Suiza aunque aquí con caracteres diferenciadores, intentaremos ver si los ritmos de la evolución del comercio exterior entre ambos países coinciden con las fases de la política comercial llevadas a cabo por ambas naciones. Según la tesis de Bairoch, todo hace pensar que las políticas proteccionistas impuestas en Europa y también en el caso suizo fueron más favorables para el desarrollo de la economía nacional que los periodos del librecambismo. "Les deux choses qu'on puisse avancer avec assez de certitude sont que, durant le XIXe siècle, la croissance économique globale [de Suiza] a dû être dans l'ensemble assez rapide et que, à partir de 1892-1894 [periodo proteccionita], débute une phase plus favorable de l'économie. "9 Esta afirmación hay que tomarla con cierta reserva en el caso de analizar el desarrollo industrial suizo y la política económica que imperó por lo menos hasta el 8
L. Prados de la Escosura, Comercio exterior y crecimiento en España, 1826-1913: Tendencias a largo plazo. Banco de España, Servicio Estudios de Historia Económica, n2 7, Madrid, 1982. Prados, frente a la opinión sostenida por Bairoch para la Europa continental, afuma que "las etapas de mayor expansión exportadora corresponden a los periodos de liberalización del comercio exterior", p 17.
9
P. Bairoch, Commerce extérieur et développement économique de V Europe au XIXe siècle, Paris, 1976, p. 280. Otros sin embargo interpretan el comercio dentro del marco del liberalismo, por lo menos en el caso de Suiza. F. Glinz, Exportforderung. Zusammenarbeit in der schweizerischen Exportwirtschaft, St. Gallen, 1944. Da una importancia extrema a la política liberalista como motor del desarrollo del comercio en Suiza.
Introducción
II
último cuarto del siglo XIX.lo Se sabe que Suiza se mantuvo a lo largo de todo el siglo xvn y XVin y hasta la primera mitad del siglo XEX bajo la influencia de una política económica liberal pese a las políticas proteccionistas de sus países vecinos y, aún más, desarrollándose gracias a ella. Como señalan Bosshardt y Nydegger: "Die schweizerische Industrie entwickelte sich geradezu im Kampf gegen den Merkantilismus des Auslandes, und in manchen Fällen verdanken sie ihren raschen und frühen Aufstieg den nicht seltenen Irrtümern und Fehlleistungen der ausländischen Wirtschaftpolitik." ll Debido a ello, la industrialización y el desarrollo económico estuvieron presentes a lo largo del siglo XVHI y durante la primera mitad del siglo XIX. A decir verdad la política de Suiza en la primera mitad del siglo pasado consistió precisamente en luchar contra los sentimientos proteccionistas imperantes de todos los países que le rodeaban. Esta liberalización de la economía no solo no privó a Suiza de la industrialización, sino que incluso ayudó a fomentarla. Nuevamente volviendo a las palabras de Bosshardt y Nydegger: "Es unterliegt daher keinem Zweifel, daß die merkantilistische Indifferenz des schweizerischen Staatenbundes die Industrialisierung unseres Landes nicht nur nicht gehindert, sondern geradezu gefördert hat." 12 Las fases de proteccionismo dadas por Bairoch para la Europa del siglo XIX abarcarían el período 1815-1846, en el cual, excepto la adoptación gradual del librecambio por parte de Gran Bretaña, se mantendrían o reforzarían las medidas proteccionistas, el período de 1879-1892 y el de 1892-1914, en los cuales, tanto en uno como en otro, y después de la fase librecambista, retornarían, primero en Europa y luego en Gran Bretaña, las medidas proteccionistas. Estas fases proteccionistas encierran sin embargo un elemento nuevo surgido a partir de la introducción del pensamiento liberal en Europa, y sería la cuestión de los acuerdos comerciales. Dichos acuerdos, cuya base inicial la constituyó el establecimiento de la llamada "cláusula de nación más favorecida", inició una época nueva de los intercambios
10 B. M. Biucchi: „Die industrielle Revolution in der Schweiz", en Europäische Wirtschaftgeschichte, Band 4, Stuttgart, 1926. Lo que es claro es que durante todo el siglo XVIII y comienzo del siglo XIX Suiza ocupaba una de las plazas más importantes dentro del desarrollo industrial europeo. Para finales del siglo XIX y hasta la Primera Guerra Mundial, Bairoch sospecha a partir de datos indirectos (por ejemplo, el número de teléfonos por habitantes) que el grado de desarrollo suizo seguía siendo uno de los más altos de Europa. P. Bairoch, Commerce extérieur et développement... ob. cit,.p. 278. 1' A. Bosshaidt y A. Nydegger: "Die schweizerische Aussenwirtschaft im Wandel der Zeiten", p. 302, en Schweizerische Zeitschrift für Volkswirtschaft und Statistik, n s 1.2, Zürich, 1964, pp. 302-327. 12 Ibid,p. 303.
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comerciales entre los distintos países europeos a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del XX. El primero fue llevado a cabo entre Francia e Inglaterra y después de él se sucedieron una serie de ellos entre otros países sobre la base de dicha cláusula, por la cual los estados firmantes se comprometían a mantener los aranceles más ventajosos para los productos de importación de los países con los cuales se hubieran efectuado convenios. Con la introducción de los aranceles proteccionistas, los acuerdos comerciales siguieron manteniéndose, e incluso ampliándose, aunque en algunas ocasiones, y sobre todo en los momentos de máximo proteccionismo, dicha cláusula fue derogada sustituyéndola la que se denominó "cláusula de reciprocidad". En virtud de dicha cláusula los países se comprometían a realizar rebajas en sus aranceles a cambio de rebajas en los aranceles de los países contratantes, por lo que los principios proteccionistas quedaron muchas veces sesgados ante la firma de dichos tratados. Este papel de los acuerdos en las políticas proteccionistas de los distintos países, aún en los momentos en los que los aranceles proteccionistas fueron más elevados (el arancel de 1893 en España o el de 1923 en Suiza), ha sido poco tenido en cuenta por parte de los estudiosos del pensamiento económico y de los economistas que han intentado analizar el desarrollo del comercio exterior teniendo en cuenta las medidas arancelarias y las leyes proteccionistas, pero sin haber observado el comportamiento de los países en las negociaciones de los tratados de comercio. Así, Comín, cuando realiza su estudio sobre el papel intervencionista y proteccionista de la Dictadura de Primo de Rivera y de la II República exclama: "Se recurre a los decretos arancelarios para documentar el gran proteccionismo exterior, pero no se han estudiado en profundidad los tratados de comercio, ni se ha medido la protección efectiva de los distintos sectores"13 Un segundo punto, por tanto, será el observar lo que he denominado "los límites del proteccionismo", y ver si los acuerdos comerciales hicieron posible que países con unos aranceles muy elevados siguieran durante esa época importando gran cantidad de productos que de haberse verdaderamente protegido no hubieran podido ser importados. Las quejas de aquellos sectores que más defendían la protección de sus productos vendrían precisamente dadas en los momentos en que los países decidían firmas o convenios de comercio internacionales debido al riesgo de que la influencia en las negociaciones pudiera traer reducciones de las tasas arancelarias. Por último y como ya he hecho mención habría que señalar la influencia de los intercambios hispano-suizos en la economía de ambos países y su peso a la hora de F. Comín: "La economía española en el período de entreguerras: 1919-1935", en J. Nadal, A. Carreras y C. Sudriá (comp.), La economía española en el siglo XX. Una perspectiva histórica. Barcelona, 1988, pp. 105-149.
Introducción
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determinar el papel que éstos desempeñaron en las llamadas teorías de dependencia o de freno a la industrialización por parte del país más desarrollado frente al menos desarrollado industrialmente. Esto nos pone en relación con los planteamientos historiográficos de dependencia entre lo que se ha denominado "trato desigual entre naciones industrializadas y no i n d u s t r i a l i z a d a s " . S i n querer entrar en pormenores de estas teorías, por cuanto que se escaparían del fin que nos hemos fijado, vamos a resumir escuetamente el tema del que se trata. Las teorías sobre relaciones entre países desarrollados y no desarrollados se encuadran en la actualidad, y después de los trabajos de Prebisch, en las relaciones que tienen lugar entre los países del primer mundo y del tercer mundo. La tesis del economista latinoamericano reside en la demostración cuantitativa del deteriororo de los términos del intercambio entre los países periféricos es decir, en el descenso de los precios de los productos alimenticios y materias primas frente a los productos manufacturados. Esto provoca que la cantidad de bienes manufacturados que puede adquirir un país productor de bienes primarios o alimenticios sea, por causa de los precios, cada vez menor. Además, los países con un desaiTollo de bienes de equipo importante tendrán menos necesidad de importar y por tanto la parte de la renta nacional dedicada a la importación será cada vez menor. Al lado de la tesis de Prebisch surgieron otros representantes de las teorías denominadas "autónomas"!?, los cuales critican las teorías de dependencia por no considerarlas de rigor científico, al resumir de forma abstracta algo que de por sí representa una gran complejidad, razón por la cual es posible transferirlas a casos generales, y proponen estudiar cada caso en particular. La teoría de dependencia, que abarca más las relaciones entre los países del primer y el tercer mundo, sería extrapolada a la situación de los países del centro y del norte de Europa en relación con los llamados países periféricos del sur y el oeste europeo. Pero dicha extrapolación no puede realizarse de manera completa ya que la situación social y económica en la que estos países se encontraban no era igual a la que había en la America Latina después de sus distintintas independencias y por tanto la noción de dependencia exigiría otra definición. En concreto, para el caso que nos ocupa, la falta de desarrollo industrial vendría motivada por una carencia de las inversiones a medio y largo plazo en la industria y por una ausencia de verdadero proteccionismo que permitió la entrada en España de productos facturados que entraban en competencia con la propia industria. Al mismo tiempo que se invierte en
Un trabajo representativo de este enfoque lo da J. Nadal Farreras en Comercio exterior y subdesarrollo. España y Gran Bretaña de 1772 a 1914: Política económica y relaciones comerciales. Madrid, 1978. 15 W.L. Bernecker, Industrie und Aussenhandel. Zur politischen Ökonomie Mexicos im 19. Jahrhundert. Saarbrücken,1987. El autor hace un estudio sobre las relaciones de México con Europa una vez obtenida la Independencia. En la introducción trata el problema de las teorías de dependencia y no dependencia.
20.
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el agro se produce una escasa diversificación de los productos de exportación, desincentivando la diversificación en la producción y en la exportación, ya que esto provocaría un aumento de las inversiones allí donde la ganancia fuera más inmediata, impidiendo las inversiones en las áreas donde la productividad ganancial estuviera sujeta a un tiempo cronológico más amplio. Ver cómo Suiza interviene en este mecanismo de dependencia y al mismo tiempo aprovecha su situación de país desarrollado para poner, allí donde era más ventajoso, sus productos será por tanto otra de las cuestiones que se planteará en este trabajo. Por último cabe señalar la importancia que este tipo de trabajos representarían para valorar las repercusiones de los acuerdos comerciales en el desarrollo del comercio y de la propia estructura económica de los países, unos como sujetos pasivos y otros como activos, en las complicadas relaciones de intercambios.
Primera parte
EL MARCO SOCIO-POLITICO DE LOS INTERCAMBIOS
1. Crítica y comentario de fuentes
1.1. La problemática de las estadísticas de comercio en España A la hora de hacer un estudio de historia económica referente a España y en lo que respecta sobre todo al terreno de la historia comercial española, hay que hacer mención a los problemas que puede encontrar un historiador económico en especial cuando decide utilizar las estadísticas de comercio exterior españolas como base para averiguar las relaciones comerciales de España con el exterior. 15 Hay que tener en cuenta, que el período que nos ocupa se caracterizó, por lo que a España respecta, por una política comercial orientada hacia el proteccionismo. Dicho proteccionismo se basó sobre todo en los intentos por parte de los diferentes gobiernos de impedir el mayor número de importaciones a fin de que el país produjera por sí mismo y evitar así la salida de numerario del país. Las medidas que tomó España, como las que tomó el resto de los países europeos en su mayoría fue la de elevar los aranceles de las importaciones; aranceles fiscales y aranceles proteccionistas, los cuales serán los que determinen la política comercial española de cara al exterior.
15
J. Nadal Farreras, Comercio exterior y subdesarrollo. Las relaciones comerciales entre España y Gran Bretaña, 1772-1914. Política económica y relaciones comerciales. Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 1978.
22.
Beatriz Sánchez Fernández
El intercambio de mercancías entre naciones es sin duda uno de los aspectos más importantes dentro de la actividad económica de un país, la cual no se reduce a intercambios comerciales sino que abarca también aspectos relacionados con la inversión de capital y de servicios. Es por esto que los estudios de comercio han despertado siempre un enorme interés entre los estudiosos de la historia o de la economía. Como ya mencionamos en la introducción ha habido una abundante literatura y análisis críticos sobre el papel que el comercio exterior ha ejercido en el desarrollo industrial o en el proceso de cambio de un país.16 Para realizar dichos estudios se han tomado en cuenta las estadísticas anuales que cada país publica, y sobre su base se ha determinado cómo y con que países se ha realizado la mayoría de los intercambios comerciales. En España la publicación de las estadísticas de comercio exterior comienza ya en 1792, con el fin de establecer una estadística de su balanza comercial con el extranjero y con sus colonias. Estos primeros intentos no tuvieron un gran éxito por la complejidad del sistema administrativo colonial español, por lo que una vez producida la independencia americana se reanudaron los esfuerzos por conseguir una recopilación de las exportaciones e importaciones de España con sus ex-colonias y con los países europeos. En función de esto se realizaron las reformas arancelarias de 1820 y 1825. Sin embargo no es hasta 1849 cuando España poseerá una estadística de comercio de periodicidad anual. Hasta esta fecha los datos existentes no son fidedignos y por esa razón se han realizado pocos trabajos de comercio exterior anteriores a ellos.17 La serie ininterrumpida que abarca desde 1849 es una serie oficial que recoge las exportaciones e importaciones y que nos permite por tanto valorar de forma sistemática las transacciones económicas que realizaba España con el exterior. Hay que hacer constar, sin embargo, que las series, presentadas por los organismos oficiales y recogidas en volúmenes anuales bajo el título "Estadísticas del comercio exterior de España", han suscitado numerosas críticas por parte tanto de los historiadores como de los economistas estudiosos de la historia de España. Uno de los primeros en acusarlas de poco fiables fue el propio cónsul suizo en Barcelona, al salir al paso a una crítica realizada por un integrante de la Cámara de comercio de esta ciudad, cuando comen-
16
Sería pretencioso por mi parte escribir toda la bibliografía que trata de explicar la correlación entre comercio exterior y desarrollo. Me limitaré por tanto a referirme en los momentos que trate el tema a hacer hincapié sobre los autores que por su temática o contenido covengan más con los capítulos de este trabajo. Dichas referencias podrán darnos a continuación bibliografía más específica sobre el tema.
17
L. Prados de la Escosura realizó un trabajo para intentar dar una coherencia a los datos presentados antes de 1849 en su obra „Comercio exterior y cambio económico en España, 17921848", en L. Fontana (ed)., La economía española al final del Antiguo Régimen.Tomo III, Comercio y Colonias. Madrid, 1982.
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taba la poca importancia del comercio entre Suiza y España en función de las estadísticas españolas que había consultado.18 Hasta 1894 no se recoge en las estadísticas españolas Suiza como país de origen y destino de la mercancía. Hasta este momento las mercancías con destino a la Confederación formaron parte de las exportaciones que España realizaba a Francia o a Italia según se expidiera en un puerto o en otro. Lo mismo ocurría con las mercancías provenientes de la Confederación las cuales eran examinadas y tasadas según la proveniencia francesa o alemana. A partir del acuerdo de 1894, Suiza entra a formar parte como país de origen o destino de las exportaciones e importaciones en las estadísticas españolas, aunque con grandes deficiencias en cuanto a su cantidad y valor, como veremos más adelante. En 1929, el dictamen pronunciado por la Comisión del patrón oro pone en evidencia los grandes errores cometidos en algunas partidas, y por tanto la necesidad de mejorar los datos disponibles de la balanza comercial española. 19 Las principales críticas se centraban en el sistema de valoración de las mercancías (valores unitarios, que consistían en una estimación de los valores de las mercancías efectuadas a posteriori por un organismo oficial), que llevó a las autoridades a cambiarlo por el sistema de valores declarados, adoptados ya por numerosos países. 20 Los estudios realizados sobre relaciones comerciales de España con países de su entorno han aconsejado siempre, por lo menos hasta estudios más tardíos llevados a cabo por Prados de la Escosura y otros historiadores económicos, tomar las fuentes estadísticas de comercio exterior de manera prudente, ya que hasta fechas muy recientes se desconfiaba de las cifras en ellas contenidas. En 1943, Andrés Alvarez, en su artículo "Historia y Crítica de los valores de nuestra balanza de comercio", realizó una profunda crítica sobre los errores cometidos en las estadísticas oficiales comerciales publicadas desde la segunda mitad del siglo XIX y hasta 1930.21 A su juicio, las cantidades comercializadas son correctas pero erróneas sus valoraciones. Las estimaciones de los valores unitarios se hacían con los precios de uno o dos años anteriores, o bien se mantenían fijas durante períodos de tiempo cambiantes. Su crítica se centraba 18
BA 13 (B) 254. Carta del cónsul suizo en Barcelona en el boletín de la „Cámara de Comercio" de Barcelona, 5 de mayo 1906.
19
J. Nadal Farreras, Comercio exterior y subdesarrollo
20
En Inglaterra se había adoptado ya el sistema de valores declarados en 1869. J. Nadal Faireras, Comercio y subdesarrollo..., op. cit., p. 27. En Suiza, como veremos, sólo se había adoptado para las exportaciones ya que las importaciones seguían haciéndose en valores computados. A. Bosshardt, A. Nydegger, „Die schweizerische Aussenwirtschaft im Wandel der Zeiten", en Schweizerische Zeitschrift für Volkswirtschaft und Statistik, n s 1.2, 1964, pp. 302-327.
21
V. Andrés Alvarez: „Historia y crítica de nuestra balanza de comercio", en Moneda y Crédito, n9 4. Madrid, 1943. Ver también del mismo autor „Las balanzas estadísticas de nuestro comercio exterior", en Revista de Economía Política, 1. Madrid, 1945.
op. cit., p. 26.
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Fernández
sobre todo en las series de importaciones como consecuencia de la presión proteccionista que obligaba a la exageración del cálculo de las valoraciones de las importaciones para conseguir así derechos arancelarios más elevados. Andrés Alvarez propone como medio de solucionar el problema, y teniendo en cuenta el grado de concentración del comercio exterior, el revalorizar un reducido grupo de productos ateniéndose a los precios del mercado (que constaban en publicaciones periódicas españolas o extranjeras) y dividirlos por los respectivos valores oficiales, obteniendo así un grado de coeficiente de rectificación suficientemente representativo.22 Esta idea, recogida por Tortella, Martín Aceña, Sanz y Zapata, les llevó en 1978 a elegir una serie de productos (doce en total) y valorar sus precios de mercado a partir de estadísticas de los países con los que España había tenido el comercio más importante, logrando así revalorizarlos tanto en sus exportaciones como en las importaciones. El estudio se hizo para el período comprendido entre 1875 y 1913. Aunque éste no permitió la rectificación total de todas las series oficiales, sí logró una primera aproximación de su sesgo.23 En 1981, Leandro Prados de la Escosura amplió el período temporal y la representatividad de la muestra.24 Después de realizados los estudios llegó a la misma conclusión que los otros autores, es decir, consideró una infravaloración de las exportaciones y una exageración de las importaciones, pero, para él, los sesgos se hallan dentro de los márgenes de error aceptables en historia económica, y a excepción del saldo comercial "las estadísticas españolas de comercio exterior proporcionan una información similar a la que los historiadores depositan en la mayoría de las series de que se dispone para estudiar el pasado de la economía española"25 La débil certidumbre que se tenía de que las cantidades registradas en las estadísticas oficiales se aproximaran a las realmente comercializadas llevó en 1985 a A. 22
Para el caso suizo las cantidades comercializadas tampoco son correctas, por tratarse de un comercio en el que intervenía un tercer país (Francia o Italia). Sobre el particular se tratará también en el capítulo del problema del tránsito. Ver también G. Tortella Casares, P. Martín Aceña, J. Sanz y S. Zapata: „Las balanzas del comercio exterior español: un experimento histórico-estadístico 1875-1913", en J. García Delgado y J. Segura (eds), Ciencia social y análisis económico. Estudios en homenaje al profesor Valentín Andrés Alvarez, Madrid, 1985. pp. 487-513. En adelante G. Tortella, op. cit., 1985.
23
G. Tortella, op. cit., 1985, p. 493.
24
L. Prados de la Escosura: „Las estadísticas españolas del comercio exterior 1850-1913: el problema de las valoraciones", en Moneda y Crédito, Madrid, 1981, n2 156, pp. 43-60. Para este trabajo la cobertura de la muestra se elevó a 44,4 % para la exportación y a 29,4% para la importación, y se incluyó un total de 28 productos, 16 para la exportación y 12 para la importación.
25
Ibid., p. 56.
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25
Tena26 y en 1986 a Prados de la Escosura27 a intentar la medición y rectificación de los sesgos en las valoraciones y en las cantidades comercializadas simultáneamente. A través de sus estudios se llegaron a cálculos que permitieron coeficientes de rectificación lo suficientemente representativos.28 Veamos ahora sin embargo los problemas que presentan las estadísticas españolas de comercio exterior en el caso de analizar el comercio con Suiza.
1.2. Las estadísticas españolas y el problema del tránsito Como he señalado anteriormente, el problema que presenta la valoración de las cantidades importadas de países con comercio directo, y su necesidad de que para evitar males mayores se tome a éstos como muestras para cotejar los errores en las estadísticas españolas, provoca un aumento en las cifras de los países con comercio directo, repercutiendo en perjuicio de aquellos que por causas geográficas (como Suiza) o de otro tipo se vean obligados a llevar a cabo un comercio de tránsito. Tena en su estudio sobre las estadísticas españolas y a la hora de cotejar las diferencias con otros países señala: "En general, existe una tendencia a que las estadísticas exageren el comercio realizado con los países más cercanos al registrar como comercio directo el que proviene de países más lejanos y es por tanto simplemente de tránsito."29 Tortella comparte la misma opinión cuando dice: "Ello trae como consecuencia que el comercio con países tales como Gran Bretaña y Alemania esté subvalorados en la estadística española por haberse efectuado a través de Francia u Holanda por ejemplo (...)"3° 26
27
A. Tena: „Una reconstrucción de las estadísticas oficiales", en Revista de Historia Económica, III, 1985, 1, pp., 77-119. L. Prados de la Escosura: „Una serie anual del comercio exterior español: 1821-1913", en Revista de Historia Económica, IV, 1986, 1, pp. 103-150. Ver también „Comercio exterior y cambio económico en España (1792-1849)", en M. Fontana, La economía española al final del antiguo régimen, III, Comercio y Colonias. Madrid, 1982.
28
A. Tena consiguió una cobertura del 68,3 por 100 para las importaciones y del 59,9 para las exportaciones. Ver: A.Tena: „Una reconstrucción del comercio exterior español 1914-1935: la rectificación de la estadísticas oficiales", en Revista de Historia económica, III, 1985, 1: pp. 77119. Prados de la Escosura consigue una cobertura media de los coeficientes de corrección del 72,8% y del 63,9% para importaciones y exportaciones, respectivamente. L. Prados de la Escosura: „Una serie anual del comercio exterior español, 1821-1913", en Revista de Historia económica, IV, 1986, 1: pp. 103-150.
29
A. Tena: „Las estadísticas de comercio exterior", en Albert Carreras (cord.), Estadísticas históricas de España. Siglos XIX y XX. Fundación Banco de España, Colección Investigaciones, Madrid 1989, pp. 331-359.
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26 y añade,
"el problema es grave para los historiadores que intentan contrastar y mejorar nuestras cifras de comercio exterior a partir de las estadísticas extranjeras, por lo que a cantidades se refiere".31 Los propios comerciantes de la época y sobre todo a la hora de tratar un acuerdo comercial fueron conscientes de las diferencias existentes entre las estadísticas españolas y las suizas. "II ne faut pas oublier cependant qu'une grande partie de notre trafic avec ce pays passe en transit par la France et qu'il est, par conséquent, plus considerable que notre statistique ne l'indique."32 Como ya he indicado las estadísticas españolas presentaban hasta 1930 problemas en lo que respecta a las tablas de valoraciones de las mercancías, tanto por deficiencias (exportaciones) como por exageración (importaciones). Los estudios realizados por A. Tena33 y Prados de la Escosura34 pese a que subsanan en parte estas deficiencias no pueden sin embargo asegurar que las cantidades comercializadas sobre todo en lo referente a países más lejanos sean las correctas. Los estudios de comercio exterior español, sobre todo cuando se trata de países no fronterizos, casi no han sido realizados aún.35 La dificultad que supone el uso de la propia fuente estadística española y la obligatoriedad de recurrir a fuentes extranjeras para subsanar el error han impedido que se realizaran más estudios al respecto. El propio argumento señalado por Tortella y ya comentado anteriormente ha impedido a veces hacer estudios serios sobre las cantidades exportadas o importadas y sobre todo subsanar el error de cargar las cifras cuando nos referimos a países vecinos. Este problema, junto a mi propio análisis en la comparación de las estádisticas españolas y suizas, me llevó a la conclusión que las cifras dadas por las estadísticas españolas en lo relacionado a las cantidades exportadas o de importación si bien no eran falsas en lo que respecta a la totalidad de la balanza comercial, cuando no se trata de analizar países de manera individual, sí lo son a la hora de realizar estudios comparativos entre -,0 A. Tena: „Las estadísticas de comercio exterior"..., op. cit., 1985 , p.494. 31
G. Tortella, op. cit., 1985, p. 494.
32
BA 13 (B) 253. Handelsbeziehungen mit Spanien 1892. Schweizer Konsulat in Madrid an den Bundesrat. 7. Januar 1892. Representantes españoles realizaron estas observaciones cuando se llevaban a cabo las negociaciones para el acuerdo comercial con Suiza en 1893.
33
A. Tena: „Las estadísticas de comercio exterior..", op. cit., pp. 331-361.
34
L. Prados de la Escosura: „Una serie anual del comercio exterior español...", op. cit.
35
El comercio entre Alemania y España antes de la guerra civil española ha sido realizado por Viñas en „Las relaciones comerciales hispano-alemanas al filo de la Gran Depresión y las dificultades de intercambios y pagos", ICE, mayo de 1974. Con datos de la Sociedad de Naciones.
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dos países. Es decir, en el caso del comercio entre Suiza y España, las cantidades exportadas por España a aquel país fueron mucho mayores que las expresadas en sus estadísticas oficiales, al igual que lo fueron las importaciones realizadas por España de productos de origen suizo si decidimos comparar las estadísticas de ambas naciones. La causa de las diferencias entre ambas estadísticas viene dada por el hecho de tratarse de un comercio no directo sino que se realizaba a través de un país intermedio. El Sr. Muguenza, perteneciente al grupo de comerciantes del "Circulo de Comercio" de Barcelona, se había referido a esto en un artículo recogido en el Boletín de la Cámara de Comercio de Barcelona y publicado después en „La Vanguardia": „...de sobra sabemos que las estadísticas aduaneras (suizas) incluyen mayor número de productos de los que aparecen en la nuestra (española) y por cantidades superiores a las que se consignan en las aduanas españolas, y no ignoramos que muchas mercancías de las que se dicen mandadas a Francia y que se incluyen en la exportación a la república vecina no hacen más que atravesar este país para llegar a su punto de destino, es decir sólo van de tránsito "36. El propio ministro de Economía de entonces, Riverte, cita en un artículo publicado en 1905 que las causas de las diferencias entre las estadísticas españolas y suizas parten de "la falsa declaración del país de destino" y aconseja utilizar únicamente las estadísticas de importación de cada país cuando se quieran realizar estudios comparativos.37 En dicho artículo publica un cuadro comparando las estadísticas españolas y suizas.
36
BA 13 (B) 254. „Die spanische Handelsstatistik", recogido en La Vanguardia, 6 de julio de 1905.
37
BA 13 (B) 254. Contiene un artículo de J. Navarro Riverte, „Los nuevos tratados de comercio", publicado en 1905.
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28 Cuadro 1: Exportación suiza a España Estadística suiza Mercancías Relojes de bolsillo plata y metales ordinarios (piezas) Relojes de oro (piezas) Maquinarias y vehículos.(q) Objetos de hierro espmaltados, pulimentados,etc (q) Queso (kilos)
1902
1903
1904
Promedio
315.493 329.252 342.027 11.023 9.458 10.097
328.924 10.193
25.019
18.333
20.861
21.404
3.682 2.697
4.078 2.544
3.130 2.609
3.630 2.617
Fuente: BA 13 (B) 256. Estadísticas suizas de comercio exterior.
Cuadro 2: Importaciones suizas en España Estadísticas españolas Mercancías
1902
1903
1904
Promedio
Relojes de bolsillo (piezas) 345.532 330.710 369.743 Relojes de oro (piezas) 10.148 5.897 7.531 Máquinas y vehículos (q) 18.301 14.066 12.158 Objetos de hierro (q) 3.288 4.078 3.130 Queso (kilos) 2.219 1.932 2.161
348.662 7.859 14.841 3.224 2.104
Fuente: BA 13 (B) 256. Estadísticas suizas de comercio exterior.
En el caso de las importaciones para cada uno de los países las diferencias entre ambas estadísticas son pequeñas aunque se observan algunas diferencias significativas como es en el caso de las máquinas y vehículos importados, en el que el promedio de Suiza es de 21.404 quintales mientras que para España es de 14.841, posiblemente porque las máquinas procedentes de Suiza podían pasar como bélgas o alemanas. En el caso de las exportaciones las diferencias son mucho mas significativas.
29
El marco socio-político de los intercambios Cuadro 3: Comparación entre las estadísticas suizas y las estadísticas españolas. Exportaciones a Suiza (quintales métricos)
Productos
Plomo pobre y argentífero Uvas de mesa y de pisa Naranjas y limones Vino
1902 Estadísticas Suiza España
1903 Estadísticas Suiza España
1904 Estadísticas Suiza España
5.565
ning.
7.391
ning.
8.210
ning.
3.629
ning.
8.630
ning.
2.412
ning.
30.548 438.563
ning. 59.591
34.023 370.968
ning. 32.218
27.010 41.5886
20 24.218
En el caso de los tres primeros productos las estadísticas españolas no dejan constancia de que se hubiera producido una exportación a Suiza. En el caso del vino, aunque sí aparece Suiza como país importador de vino español, sus cantidades son mucho menores que las señaladas por las estadísticas suizas. El ministro de Economía, Riverte, culpa de estas diferencias al tránsito de las mercancías de España por Francia o Italia 38. Indudablemente no podemos creer que es únicamente el tránsito el causante de estas diferencias. Como ya dije anteriormente otras causas fueron por ejemplo la defensa de las medidas proteccionistas que hicieron que las estadísticas fueran objeto de manipulaciones. Pero en otros casos hay que suponer que el fallo en la inscripción de la proveniencia o destino de la mercancía se produjo más por motivos de método o por errores involuntarios. Según las autoridades del departamento de aduana de Suiza las causas de las discrepancias eran o bien que Suiza al importar productos españoles a
38
BA 13 (B) 256. En las estadísticas españolas de 1904, por ejemplo, se recogen que llegaron a España procedentes de Suiza 7.531 relojes de oro, valorados en 994.092 pesetas y 369.748 de plata y demás metales, valorados en 544.6145 pesetas; en las estadísticas suizas por el contrario la cantidad era de 10.097 relojes de oro, 316.350 de níquel y 25.669 de plata además de 166 relojes de repetición, lo que hace un total de 352.590 relojes valorados en 3.078.614 francos. Si nos ceñimos a la cantidad comprobamos que en el caso español las estadísticas dan 25.000 relojes más que las estadísticas suizas. Para el Departamento de Industria y Comercio de Suiza, la causa fue que los relojes se habían enviado a finales de año, y por lo tanto mientras que para Suiza las exportaciones de relojes a España quedaban registradas en un año en el caso de las estadísticas españolas el registro de entrada se hacía al año siguiente.
Beatriz Sánchez Fernández
M
través de Francia e Italia señalaba a estos países intermedios como lugares de origen o que las diferencias se derivaban de los distintos momentos en que se practicaba el ejercicio estadístico. Por otra parte las series suizas englobaban también las importaciones procedentes de Canarias y Baleares, cosa que no hacían las estadísticas españolas. Por último y en lo que respecta al valor de las mismas las diferencias estaban en la distinta manera de valorar la mercancía por parte de España y Suiza, puesto que esta última incluía los portes del tránsito hasta la frontera. Otra de las causas que influyeron en la diferencia entre unas y otras estadísticas estribaba en la declaración de la mercancía y su posición en los aranceles. La Cámara de Comercio e Industria suiza cataloga las estadísticas españolas de irracionales a la hora de señalar las posiciones en los productos de las estadísticas españolas.39 Así, por ejemplo, la harina lacteada y la leche condensada aparecen valoradas en 4 pesetas más que en las estadísticas suizas. "Der Grund ist, dass in Spanien die Einheitwerte nicht gemäss der ursprünglichen Länder bezeichnet werden",40 por lo que se falseaban los datos al englobar iguales partidas con distintos países sin atenerse a los precios verdaderos de mercado. Así, por ejemplo, si se englobaba la harina lacteada y la leche condensada dentro de una misma partida bajo el nombre de "conserva sin azúcar" se falseaba el valor de la misma ya que Suiza establecía para la leche condensada 1 franco por kg y 2 francos para la harina lacteada, mientras que España daba un valor global de 4 pesetas para todas las mercancías que vinieran bajo el epígrafe de "conserva sin azúcar". Este problema afectaría sobre todo al cómputo cuantitativo del producto. Vemos por tanto que la propia diferencia a la hora de englobar un producto en una u otra partida diferenciaba no sólo ya las cantidades sino también los valores. A las relaciones entre España y Suiza se suma además el problema del tránsito, lo que convierte el estudio comparativo entre ambas estadísticas como "una dificultad insalvable"41 . El problema del tránsito en las fuentes estadísticas duró aproximadamente hasta 1930, cuando la Sociedad de Naciones exigió igualar los sistemas estadísticos entre todos los países para establecer puntos concretos de los comportamientos comerciales y poner fin al sistema de contingentes, muchas veces motivado por deficiencias en las estadísticas, y salir de la crisis económica a la que había entrado Europa en los años treinta.
39
BA 13 (B) 256. Handels- und Industrieverein an den Schweizer Konsul in Barcelona, 5. Mai 1905.
40
Ibid.
41
L. Prados de la Escosura: „Las estadísticas españolas...", op. cit., 1981, p. 45.
El marco socio-político de los intercambios
31
Los acuerdos de comercio entre España y Suiza estuvieron por tanto bajo el influjo de la carencia de una estadística clara que en su momento hubiera servido de apoyo a la hora de negociar acuerdos y decidir reducciones arancelarias o no. Como señala Florensa, "pocas veces se ha divulgado en España la indefensión que produce, en la negociación de los tratados y convenios, la insuficiencia de las estadísticas y datos que se precisan para el razonamiento de las ofertas y contraofertas". 42 Como veremos más adelante, a la hora de analizar los acuerdos comerciales, España tomó como válida la información que les suministraban las estadísticas suizas, ya que como he señalado los propios miembros de las comisiones encargadas de cerrar acuerdos reconocían la insuficiencia de las estadísticas españolas. El problema fue que el comerciante o industrial español se vio más interesado en proteger su comercio o en hacer acuerdos con Francia e Inglaterra que establecerlos con un país que sólo poseía cuatro millones de habitantes en 1930 sin valorar la cantidad relativa en función de su número de habitantes. Así, por ejemplo, Suiza consume en 1885 productos españoles por valor de 8,6 francos por cabeza, mientras que Francia consumía 3,4, Gran Bretaña 3,9 e Italia 0,5. 43 Con estas cifras el mercado suizo adquiere una nueva dimensión al dejar constancia de la importancia de este mercado para determinados productos españoles. En esto influyó lógicamente la oportunidad de acceder a una serie de productos a precio menor que los de otros países como Francia o Italia. Posiblemente se valoró más la información de la estadística en su globalidad y se despreció la importancia que hubiera podido tener a nivel sectorial. De ahí que nunca se le concediera a Suiza la categoría de receptor de productos españoles, considerándosele siempre de importancia secundaria. Veamos ahora cómo se presentan las estadísticas suizas.
1.3. Las estadísticas de comercio suizas: características y evolución Las primeras estadísticas comerciales suizas se anticipan a los años de formación de la Confederación. En 1839 y 1840 se crean las llamadas "Tablas Generales" (Generaltabelle), las cuales comprendían las mercancías de importación que penetraban por las fronteras naturales suizas.
42
S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España de la anteguerra", op. cit., pp. 15-125.
43
B A 13 (B) 7110: p. 117.
21
Beatriz Sánchez Fernández "Die dem eidgenössischen Grenzzoll unterworfenen in die schweizerische Eidgenossenschaft eingeführten Waaren. ' ,44
Las mercancías de importación se agruparon en función de lo que pagaban en la aduana, y se establecieron por listas en orden alfabético. Se consignaron trece cantones fronterizos que en 1850 pasaron a llamarse distritos aduaneros (Zollkreise). Una vez consignados estos puntos geográficos se comienzan a publicar unos cuadros sinópticos (Übersichtstabellen) que se limitaban a dejar constancia de los aranceles sin tomar en consideración los productos en franquicia y donde únicamente se especificaba la pieza, la carga del animal de tiro (Zugtierlasten) y los quintales (Zentner) y sólo ocasionalmente el precio en valor monetario, en aquellos productos que estuvieran expuestos a una tasa arancelaria en función de su valor. La diferencia en la declaración de la mercancía se realizó de manera aún muy generalizada sin dejar constancia de la proveniencia o el destino de la misma. La forma de estos cuadros permanece invariable hasta 1869. A partir de 1870 y hasta 1884 las mercancías dejan de estar especificadas en función de estos distritos aduaneros (trece en total) y comienzan a ser consignadas a partir de los cuatro países fronterizos (Francia, Alemania, Italia y Austria). Bajo la nomenclatura de dichos países se englobaban también las que de proveniencia más lejana llegaran por una de estas fronteras. En el caso español, las importaciones referentes a este país aparecían por tanto bajo la denominación de Francia o Italia, según se introdujeran por la frontera francesa de Cotte o por la italiana de Génova. Hasta 1876, los valores de las cantidades importadas venían dados, como he dicho, por el gravamen impuesto a los pesos brutos en la llamada "carga de tiro". Desde 1876 se exige la declaración del peso de la mercancía en quintales métricos (Meterzentner).45 Ya en 1884 se llevaron a cabo propuestas para crear una nueva ley de tarifas que gravara los productos de importación obedeciendo a las nuevas corrientes proteccionistas que inundaban Europa. Esta nueva ley de tarifas, así como la etapa de acuerdos comerciales que comenzó en los años sesenta y setenta, llevó al Consejo Federal a estimar una propuesta procedente de los círculos comerciales y mercantiles suizos en los que se tenía la idea de crear nuevas estadísticas de comercio donde vinieran especificados los países de origen y destino de la mercancía. Además de esto y a fin de obtener unos cuadros más manejables y fidedignos se pedía que en dichos cuadros se derogara la indicación de números estadísticos especiales en la declaración de la naturaleza de la mercancía (art 3.b de las ordenanzas de 1884). También y a fin de facilitar las declaraciones se pedía la derogación en la importación de "declaraciones concernientes al valor" y por último la derogación de la mención de peso neto y la publi44
Statistik des schweizerischen Warenverkehrs, 1885, p. 3.
45
Ibid., p. 3.
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cación de tablas mensuales en lugar de tablas trimestrales para saber en realidad el volumen del comercio en Suiza. La aprobación del nuevo sistema de elaboración de las tablas en 1885 corrió paralelo con la implantación de la nueva ley de tarifas de 1882. Se decidió una simplificación de los modos de declaración de la naturaleza de la mercancía usados hasta entonces. Con esta simplificación se produjo una refundición de las listas (Statistische Warenverzeichnis) y de la misma manera una adaptación de éstas a la tarifa de peajes. Se abolió las declaraciones del valor en las importaciones del total de las posiciones de la tarifa cuyo valor medio pudiera ser establecido por el grupo de valoración de expertos. La propuesta de la especificación del peso bruto en lugar del neto no fue aceptada por considerarse que la incidencia del peso neto era la base justa y correcta en una estadística de comercio. La publicación mensual de dichas tablas propuesta por los comerciantes tampoco fue tenida en cuenta por considerar, que una publicación mensual encarecería mucho la labor estadística, por lo que se acordó la publicación todos los meses sólo de los productos más importantes en las hojas oficiales de comercio (Handelsamtsblatt). En lo que respecta a la publicación de los cuadros, éstos se realizarían limitándose a dar las cantidades en los dos primeros meses del año, mientras que en cada cuatrimestre se darían, además de las cantidades, los valores correspondientes. La nueva ordenanza del 13 de noviembre de 1885 obligó a la especificación de la naturaleza de la mercancía en lo referente a la importación, exportación o tránsito, conforme a los números o a las denominaciones establecidas en el repertorio de las mercancías para estadísticas publicado por el propio Gobierno Federal. La declaración de la cantidad debía ser expresada en peso neto (art. 4), pero también debía dejar constancia del número de piezas en el caso de que dicho repertorio así lo prescribiera (ej: en el caso de los relojes, maquinarias, etc).46 Como país de origen constaba aquel en donde se había producido el envío y como país de destinación aquel en donde se había producido la compra de la mercancía (art. 5). Por tanto España comienza a aparecer en las estadísticas suizas, ya desde 1885, tanto como país de exportación como país importador. Creo importante reseñar el articulo 6 a dedicado a la declaración del valor de la mercancía exportada, el cual era calculado por el comerciante a precios corrientes en el lugar de expedición cargados con los costes del transporte hasta la frontera suiza (valores declarados). Los valores de las importaciones se realizaron hasta 1917 en valores consignados por expertos a través de una lista donde constaban los valores medios de las mercancías. Esta comisión de expertos debía evaluar hasta mediados de enero el valor medio de todas las posiciones estadísticas del año precedente y hacer las averiguaciones de valores que se hicieran posteriormente a dicho mes. Dependiendo 4
6 Jahresstatistik der Schweiz. Band VIII (1885), p. 326.
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de las oscilaciones de los precios, y teniendo en cuenta esto, se darían los valores definitivos en los cuadros sinópticos de los tres cuatrimestres del año (que abarcaban los principales artículos de comercio ). Estos valores definitivos constarían también en las estadísticas anuales. Por otro lado se debía dar el valor provisorio para todo el año siguiente y estos valores serían reemplazados definitivamente por los nuevos valores expresados por la comisión tal como consta en el punto I a . Esto permitió por otra parte una revisión siempre actualizada del valor de la mercancía, lo que hacía que las fuentes fueran bastante veraces. La comisión encargada para tal fin, nombrada en 1885, estaba compuesta por miembros pertenecientes tanto a esferas políticas como sobre todo a mercantiles e industriales. 47 En 1887 los cuadros estadísticos experimentaron un nuevo cambio. En estos años las tablas estadísticas generales se especificaron en función de la naturaleza del producto y se ordenaron según la proveniencia o destino del mismo. Esto hacía que la comparación de las estadísticas suizas con las de los otros países fuera imposible ya que la agrupación de los productos en función de su naturaleza no se hacía en todos los países por igual. La base de la nueva estructuración en las estadísticas anuales fue el artículo 16 de las Ordenanzas Federales del 17 de Noviembre de 1905 relativas al tráfico de mer47
Los expertos encargados de valorar cada una de las mercancías fueron: Prof. Krämer para la categoría de desechos y abonos (categoría I), maderas (cat. IV), productos agrícolas (cat. V), animales y materias animales (cat. XV); W. Derrienga, antiguo fabricante de zapatos; E. Meier, propietario de una industria de cueros curtidos de Lausanne; y H. Ruegsegger, guarnicionero de Berna para la cat. VI, dedicada a la piel; J. Maggi, propietario de molinos y fabricante de sopas de Kempthal; C. Haaf, farmacéutico y droguero; E. Alamartine como negociante de comestibles de Ginebra, y Taverney, fabricante de cigarros y tabacos de Vevey para la categoría XI, perteneciente a „Comestibles y Productos Alimenticios". Para las categorías II y XII, referentes a los productos químicos, grasas y aceites, se nombró a C. Haaf de Bema. E. Neuschwander, antiguo comerciante de vidrios, fue nombrado para el apañado de la cat. III. Locher, arquitecto de la ciudad de Zürich, era el encargado de la cat. X que trataba sobre materias minerales. El consejero nacional Grosjean de La Chaux-de-fonds, el presidente de la firma Escher-Wyss und Cié. de Zürich y Kinselbach, director de la empresa de hierro de Gerlafingen, para la categoría VII, concerniente a relojes, metales nobles, máquinas y automóviles y metales no preciosos; K. Schmid, librero de Berna, y O. Miller, director de la fábrica de papel de Biberist, para las categorías concernientes a los objetos de literatura y objetos de arte. En lo que respecta a los productos textiles los encargados de las tasaciones del las valoraciones, categoría XIV, fueron Widmer-Heusser, presidente de la sociedad de hilos y tejidos suizos, en Gossau (Zürich), el consejero nacional Schmid, Schwarzenbach-Zenner, antiguo presidente de la Sociedad Suiza para la Industria de la Seda en Zürich, Bay, presidente de la Sociedad Suiza de la lana de Berna, Isler-Cabezas, comerciante de lanas y de paja, y S. Sporri, del hotel Central de Zürich. Para la categoría XVI dedicada a menajes de cocinas y la categoría XVII que se englobaba con el epígrafe de „otros" aparecían H.F. Passavant y KieferBär de Basilea. Jahrbuch des Handelsstatistiks der Schweiz. 1886.
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candas suizas con el extranjero.48 Este, que entró en vigor en 1911, exigía la presentación de las mercancías en bruto y no ya con un único número de la tarifa de uso sino en función de un determinado grupo de mercancías. A pesar de la declaración en bruto de la mercancía, en los cuadros estadísticos se siguió considerando el peso neto. El artículo numero 6Q de las Ordenanzas Federales exigió que viniera declarado el valor unitario de la mercancía para la importación con la inclusión de los portes de embarque y de seguros (Fracht- und Versicherungsspesen) hasta la frontera suiza, pero sin cargar los pagos aduaneros correspondientes (precios cif). Esto sería aplicable a todas las posiciones de las estadísticas excepto para algunas mercancías. Para las mercancías destinadas a la exportación el valor debía calcularse en función del precio del mercado así como teniendo en cuenta los costes de transporte y envío hasta la frontera suiza (precios fob) (Fakturapreis am Versendungsorte mit Zuschlag der Transportkosten bis zur Landesgrenze).49 Para las exportaciones totales se seguía considerando el sistema de valores declarados ("Wertdeklaration") y este sistema se aplicaba también en el caso de algunas posiciones en los productos de importación cuyas declaraciones de valor estuvieran dispuestas dentro de las tarifas de uso ("Gebrauchstarif'). Pero de manera general los valores de importación vendrían dados no como valores declarados sino como valores computados por la comisión antes citada. Los sucesivos cambios en las estadísticas suizas correspondían a intentos de mejoras en la información sobre el comportamiento del comercio exterior; algo precisamente de lo que se vio privado España. La propia importada que éste desarrollaba en el conjunto de la economía suiza obligó a la rigurosidad de la información a la vez que a una facilitación del uso de las mismas en tablas más manejables. Los cambios operados aquí no fueron una tónica general en todos los países aunque la mayoría intentó encontrar una sincronía que le permitiera una labor lo más exacta posible. Pese a ello, el problema de las diferencias en cuanto a los cómputos estadísticos de los distintos países y la dificultad que esto entrañaba a la hora de establecer comparaciones entre las distintas tablas estadísticas internacionales llevaron en el año 1927 a la Conferencia Económica Mundial a la conclusión de que el valor práctico de las estadísticas económicas dependía de la comparabilidad de las declaraciones que eran publicadas por cada país. 50 De esa manera se intentaron unificar los métodos de los distintos países para que las estadísticas comerciales se hicieran de igual manera. En dicha Conferencia, que tuvo lugar en Ginebra del 24 de noviembre al 14 de diciembre 48
Schweizerische Handelsstatistik, 1885-1934. Jubiläumsschrift, 1935, p. 6.
49
La declaración debía venir dada por el representante de la casa exportadora, con los gastos del transporte. Sólo los relojes y bordados, en tránsito por ferrocarril y carretera, se harían a partir de valores computados y se declararía su peso en bruto. Jahrbuch des Handelsstatistiks der Schweiz. 1886. p. XI. Band I. 1886.
50
Schweizerische Handelsstatistik, 1885-1934. Jubiläumsschrift, 1935, p. 7.
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de 1928, participaron 42 estados, entre ellos España y Suiza. El Convenio que fue firmado en Ginebra el 4 de abril de 1929 entró en vigor en España el 1 de enero de 1931. Las diferencias más graves con las que se tuvo que enfrentar dicha conferencia para llegar a una unificación se encontraron principalmente en: I a . Diferencias en las definiciones sobre comercio especial (Specialhandel), comercio general (Generalhandel) y de tránsito directo e indirecto (Direkter oder Indirekter Transithandel); 2a. Diferencias en las áreas económicas o periodos temporales que abarcan las estadísticas. 3a. Diferencias en los métodos de valoración de las mercancías, la cual se hacía o bien en función de valores oficiales impuestos o tras las valoraciones hechas por los declarantes (importadores, exportadores, firmas expeditivas o transportadoras, etc). 4a. Diferencias en la señalalización de la cantidad, que no difería únicamente en Las medidas utilizadas sino también en los métodos de las operaciones llevadas a cabo (peso bruto o neto) en cada uno de los países participantes. 5 a . Diferencias en los costes de transporte, seguros y del valor de la mercancía en las aduanas de exportación. 6 a . Diferencias en la adjudicación de países de origen o destino, al considerar países de procedencia de la mercancía o países donde la mercancía ha sido elaborada y de ese estado ha sido exportada, frente a los que tratan los países de compra directa o de origen primario y por último diferencias en la clasificación de las mercancías. Las mayores dificultades se consignaron a la hora de determinar las valoraciones de las mercancías. Al final se decidieron por tener en cuenta los métodos de los valores fronterizos (Grenzwerte). Con este fin los países debían consignar sus valores de fronteras (terrestres o marítimas) dependiendo del país y en los que se incluiría también los gastos del transporte y de seguros hasta la frontera del país importador (valores CIF= cost, insurance and freight) y en el caso de las exportaciones, los valores libres del pago de embarque (FOB= free on Board). En lo referente al tiempo que debían abarcar las tablas estadísticas se acordó el tiempo del año calendario o del mes calendario. A partir de la Convención, el comercio especial de exportación pasó a definirse como aquel que abarcaba cada exportación fabricada en el lugar donde se han realizado los pagos arancelarios correspondientes, o las mercancías propiamente nacionales.*1 Se incluyó dentro de este apartado el comercio intermediario que después de haber pagado su correspondiente cuota arancelaria, y por tanto nacionalizándose en ese país, sin haber sido elaborado ni cambiado, ha sido nuevamente exportado a otro país.52 51
Ibid., pp. 1-32.
52
Ibid., p. 11.
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La Conferencia Internacional de Ginebra produjo cambios importantes en la elaboración de las estadísticas suizas. A partir de 1931 y hasta 1933 se llevaron a cabo los cambios en la implantación de las modificaciones en lo que respecta al comercio intermediario internacional y su inclusión dentro del "Comercio Especial". Por otra parte, mientras que las valoraciones en lo que respecta a las exportaciones tuvieron que cambiarse puesto que se habían fijado elevaciones en los valores de las aduanas de exportación el procedimiento de las valoraciones en las importaciones permanecía sin cambios, ya que a los valores unitarios de las mercancías no se les había añadido el pago de las aduanas de entrada en Suiza, por lo que se valoraban según los precios Cif. 53 Resumiendo, y una vez analizada la problemática de las fuentes estadísticas, podemos señalar los dos puntos fundamentales que me llevaron a basar mi trabajo únicamente a partir de las fuentes estadísticas suizas: 1® Que pese a los estudios realizados por Prados, Tena, Tortella, etc, las estadísticas españolas presentan problemas de índole cuantitativo tanto en lo que respecta a la cantidad como a las valoraciones sobre todo si se trata de un comercio no directo. 2° Que la información recogida en las estadísticas suizas sobre el comerico con España es anterior a la recogida por las estadísticas españolas sobre el comercio con Suiza y además se realizó de manera puntual y de forma periódica siendo modificadas anualmente en función de los precios de mercado. Aún así no podemos olvidar que a la hora de realizar estudios comerciales entre países obligados al tránsito por un tercer país, las cantidades comercializadas serán en su mayoría falseadas, por atribuírseles a los países vecinos cantidades mayores de las verdaderamente transitadas y por tanto en detrimento de los verdaderos expedidores de ellas.
53
Ibid., pp. 11-27. En el caso de las exportaciones los precios debían venir especificados sin la mención de los gastos ocasionados por el tráfico o seguro hasta la fontera suiza.
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2. Las relaciones diplomáticas entre Suiza y España 2.1. El origen de las relaciones El capítulo de las relaciones internacionales españolas en el siglo XIX es un terreno prácticamente desconocido, debido a la relegación de España a potencia secundaria durante ese período.54 La atención que despertó el imperio español durante los siglos XVI y XVH como consecuencia de sus vinculaciones con América Latina o el protagonismo que la Guerra Civil ha despertado en todos los historiadores, no solo españoles sino también extranjeros, dejaron las relaciones internacionales de los siglos XVm y XIX en un oscurantismo que hasta el momento no se ha visto subsanado por prácticamente ninguno de los historiadores dedicados al estudio de la política internacional española en esas fechas. La importancia de Suiza dentro del marco internacional a partir del Congreso de Viena ha permitido que un mayor número de historiadores suizos se ocuparan del papel que Suiza desempeñó, en función de su neutralidad, dentro de las relaciones internacionales sobre todo a partir del siglo XIX. Sin embargo, como en el caso español, hasta 1848 tampoco los trabajos de índole internacional han logrado despertar en Suiza una particular atención probablemente debido al cantonalismo de la política suiza. No es ni mucho menos mi pretensión hacer un estudio aquí de las relaciones diplomáticas hispano-suizas durante el marco cronológico que me he propuesto estudiar, aunque me parecería interesante que alguien se ocupara de las mismas y las tratara como tema de un trabajo de modo que pudieran servir como aportación a los estudios internacionales. Hacer un estudio sobre las relaciones diplomáticas entre ambos países en el marco comprendido entre 1869 y 1935 sería un trabajo que sobresale al tema que trato de presentar aquí, es decir, el tema de las relaciones comerciales. Por otra parte la escasez de bibliografía existente sobre el tema, tanto por parte española como suiza, hace pensar en una falta total de interés por ambas partes, posiblemente en el caso español por considerar a Suiza un país demasiado lejano y sin influencia decisiva en el transcurso de su historia.55 A ojos de los historiadores suizos, la historia española del
54
J. M. Jover Zamora: „El siglo XIX en la historiografía española contemporánea, 1939-1972", en El siglo XIX en España: doce estudios, Barcelona, 1974, pp.133-144.
55
El interés mínimo que despierta el tema de Suiza entre los españoles se refleja en la escasísima bibliografía que este país cuenta la Biblioteca Nacional de Madrid. Junto a algunos libros de carácter turístico aparecen algunos libros, no más de media docena, sobre el comportamiento político suizo en comparación con E.E.U.U. y un estudio sobre la administración suiza de los años treinta. Valentín Almirall, La Confederación Suiza y la Unión Americana: estudio político
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siglo XIX y comienzos del XX se caracterizaba sobre todo por ser una historia llena de golpes militares, dictaduras, revoluciones y anarquía, y donde la pérdida de las colonias la había depuesto a un segundo plano dentro del orden internacional. 56 Un analisis detallado de la bibliografía, sobre todo en lo que atañe al período anterior al siglo XIX, nos hacen ver que las relaciones entre ambos países obedecieron más a cuestiones de estrategia político-militar, 57 por la fuerte tradición mercenaria existente en Suiza, que a cuestiones propiamente económicas. La situación cambia una vez que se firman los primeros acuerdos comerciales y éstos pasan a ocupar un lugar primordial dentro de las relaciones bilaterales entre ambos países. Para hacer una somera referencia a las relaciones entre España y Suiza, debo basarme por tanto en fuentes secundarias, realizadas por estudiosos de comienzos de siglo, donde se relatan más los acontecimientos militares que las razones económicas que los originaron. Me limitaré únicamente a apuntar aquellos momentos o circunstancias políticas que por su interés o características especiales incidieran en mayor grado en lo que después fueron las relaciones políticas de los siglos XIX y XX. Según Benzinger, las primeras relaciones parecen remitirse a la época de los celtas 58 pero este autor señala que los contactos económicos fueron prácticamente inexistentes. Durante la Edad Media, la compañía naviera de la "Diesbach-Watt-Gesell-
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comparativo, Barcelona, 1884. R. Torres Campos, La administración suiza en las maniobras militares de 1891, Madrid 1893. L. Quer Boule, Suiza y el progreso social. Madrid, 1931. De hecho la bibliografía sobre España por parte de autores suizos es también mínima, aunque hay que destacar los trabajos realizados por Rudolf Bolzem, el cual hace un estudio de las relaciones entre España, Milán y los cantones católicos de la Confederación durante el gobierno de Alfonso Casati en Lucerna. (1594-1621), R. Bolzern, Spanien, Mailand und die katholische Eidgenossenschaft. Militärische, Wirtschaftliche und Politische Beziehungen zur Zeit des Gesandten Alfonso Casati, 1594-1621. Luzern-Stuttgart, 1982; y un pequeño artículo escrito por C. Benziger publicado en Schweizerisches Konsular-Bulletin con el título „Die Schweiz und ihre Beziehungen zu Spanien." Beilage Nr. 11, Ties partes, Nr. 4-6 1926. En la Zentralbibliothek de Zürich existen algunos títulos más de los siglos XVI y XVII sobre los representantes españoles en Suiza en los tiempos del conde Casati. Herrn Graffen Casati, Spiegel politischer Eydgenossischer, den allerley Spanische Mucken representirende, 1626. Dentro las fuentes impresas aparece en la Zentralbibliothek un trabajo publicado por la Editorial Qrell-Füssli y realizado por el departamento de comercio de Suiza titulado Gutachten, über die Vereinbarung eines neuen Handelsvertrags mit Spanien, 1892.
57
C. Benziger: „Die Schweiz und ihren Beziehungen ...", op. cit., p. 13. Los primeros contactos que se conocen sobre la participación militar suiza en España se remontan al siglo XV, durante el reinado de Fernando el Católico en 1483, de lo que no existe documentación. Se sabe que los regimientos suizos tomaron parte en la defensa de Illora en Córdoba y su organización sirvió de base para la organización de la infantería española. También se sabe que acompañaron al Gran Capitán en las batallas de Nápoles de 1502 y en la lucha contra los franceses. Ver también: W.F. Mülinen, Geschichte der Schweizer Söldner bis 1497, Bem 1887.
58
C. Benziger: „Die Schweiz und ihre Beziehungen ...," op. cit., p. 11.
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schaft" y la "Grosse Ravensburger Gesellschaft", compuestas en gran parte por capital suizo, habían establecido importantes relaciones comerciales con España siguiendo la ruta de las especias. En el siglo XV estas compañías desaparecieron y también los contactos comerciales entre ambos países. En los siglos XVI y XVII, gracias a la dominación española en Lombardía y Borgoña, se produce un acercamiento entre ambos países, relacionados tanto por sentimientos de índole política como económica. En este primer período se trató de establecer acuerdos comerciales con el fin de regular el tráfico existente entre ambos países. Aunque las relaciones pretendían tener un alcance general para todo el territorio suizo, fue con los cantones católicos con los cuales los acuerdos comerciales fueron más frecuentes.59 Durante los siglos XVI y XVII se filmaron acuerdos que permitieron el paso de productos españoles al condado de Milán al mismo tiempo que los cantones católicos suizos obtenían reducciones en el pago de los derechos arancelarios.60 Tras la Guerra de Sucesión española y en agradecimiento a la ayuda prestada por parte de las milicias suizas, los vínculos entre ambos países se estrechan. Carlos IV llevará una política de acercamiento con los cantones suizos a fin de evitar la supremacía de los pasos alpinos por parte del condado de Venecia o por Francia. También la zona del Francocondado de Borgoña era objeto de los intentos imperialistas de Francia y España; al fin y al cabo el Francocondado suponía un lazo de unión entre Lombardía y los Países Bajos, por lo que se pretendía mantener la neutralidad del mismo. Durante el siglo XVm, las relaciones entre ambos países se limitaron casi en su totalidad a la cesión de servicios militares por parte de Suiza a España. Durante la época napoleónica se retomaron las antiguas enemistades tanto por parte española como por parte suiza respecto a Francia. Durante la primera mitad del siglo XIX, las realaciones entre España y Suiza se limitaron a acuerdos militares. En el decreto de 1820 se anularon los regimientos que quedaban todavía en la Península, aunque éstos permanecieron en servicio hasta 1828. La problemática de los pagos por dichos servicios se mantuvo hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX. 6 1 En la segunda mitad del siglo XIX comenzarían los primeros acuerdos comerciales entre ambas naciones, con lo que a partir de esta fecha la cuestión económica adquiere un grado primordial.
59
R. Bolzner, Spanien, Mailand und die katholische Eidgenossenschaft..., op. cit., p. 63.
60
C. Benziger: „Die Schweiz und ihre Beziehungen ...", op. cit., p. 13.
61
BA El Bd 1. Auswärtige Angelegenheiten: Spanien. Dossier 309; Dossier 1231. Pensions- und Soldatenguthaben der ehemaligen Schweizer Söldner in spanischen Diensten. 1850-1856 Schweizerische Konsulatsverhältnisse in Spanien. Dossier 1350. Pensions-angelegenheiten .... 1863-1894.
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2.2. Las relaciones diplomáticas de 1869 a 1936 Como he dicho anteriormente, durante la segunda mitad del siglo XIX y durante toda la primera parte del siglo XX, las relaciones entre Suiza y España habían adquirido una vertiente económica, a partir del primer acuerdo de "nación más favorecida" en 1869. Pero también las relaciones diplomáticas habían comenzado a ganar fuerza con la instalación de consulados en distintas partes de España.62 Aunque ya desde el siglo XVI los cantones católicos ocupaban una representación tanto en Madrid como en Milán estos representantes consulares eran sobre todo personas del mundo militar o jefes de los ejércitos mercenarios. El trabajo consular se limitaba sobre todo al tema de la leva de soldados y el pago de pensiones. Hasta esa fecha, muchos de los representantes españoles habían tenido un origen en el cantón de Graubiinden,63 por lo que hasta una vez formada la Confederación dicho cantón fue lugar de residencia habitual de los representantes diplomáticos. Por parte española no será sino hasta 1791 cuando se produzca el nombramiento de Camaño como el primer embajador español acreditado en Lucerna. En el caso suizo el mundo colonial había fomentado la necesidad de instalar representantes diplomáticos en los distintos puertos y ciudades españolas a fin de asentar sus representaciones en el mundo ultramarino. De esta manera en el siglo XVII se instaló un consulado en Cádiz.64 El 4 de agosto de 1846, se pidió por parte de la colonia suiza asentada en Cataluña el establecimiento de un consulado comercial en Barcelona. El cantón de Graubiinden tenía especial interés en dicho consulado, pues se trataba de defender los distintos intereses de un gran numero de emigrantes suizos de este cantón que habían ido a Barcelona en épocas anteriores. En 1847 se nombró a Henri Grelles, de Neuenburg, cónsul en Cataluña. En 1865 se estableció un consulado en Sevilla que pervivió hasta 1874 y 62
Archivo Hístorico Nacional (AHN), Sección Estado. En España los primeros representantes diplomáticos se establecieron en Madrid y Barcelona en relación con asuntos sobre todo de índole militar. En el Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid existe correspondencia de embajadas y legaciones desde 1840, Leg. H-1756-1769. Tratan sobre todo de la situación de los españoles en Suiza y de la necesidad de reconocimietnos en materia jurídica de muchos de ellos (leg. H-1756, p. 511). Tratado de 1896 entre España y Suiza para facilitar la recíproca ejecución de sentencia en materia civil o comercial. En los legajos H-26842686 se comenta la política llevada a cabo por Suiza. Son notas de los representantes españoles sobre la situación suiza en general pero no hay notas de ningún tipo de intervencionismo por parte de España o de Suiza para los asuntos de política interna en cada uno de los países.
63
C. Benziger: ,f)ie Schweiz und ihre Beziehungen...", op. cit., pp. 25-34. Los representantes habían sido Alfonso Casati I, Carlos Casati I, Alfonso Casati n, Francesco Arese, Aenea Crivelli, Cario Casati II y Lureano Beretti Landi. En el siglo XVIII son Pompeio de la Croce y su rama familiar los representantes españoles en Suiza.
64
AHN, Sección Estado. Legación España en Suiza.
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que no pudo continuar debido a la falta de candidatos para este puesto.65 También se propuso la instauración de un consulado en Málaga en 1884, pero se rechazó la idea por no encontrarse la ciudad suficientemente representativa. En 1861 Chapuy fue nombrado cónsul general en España.66 Tras la revolución española de 1868, que provocó la caída de la Monarquía de Isabel n, 6 7 Suiza tarda en reconocer la nueva representación política hispana hasta 1873, una vez instaurada la I República.68 Por parte española hay que señalar que la representación consular en Suiza se vio alterada a lo largo de la primera mitad del siglo XIX como consecuencia de las crisis financieras españolas. Los intereses españoles en Suiza se representaban directamente desde Madrid por parte de los representantes suizos acreditados allí.69 En 1864 se instaló en Berna el primer representante español aunque se suprimió esta plaza de cónsul en 1877 por falta de actividad diplomática. De 1890 a 1898 volvió a permanecer la plaza vacía, instaurándose otra vez en 1905 como consecuencia de la denuncia del acuerdo de 1892 y a fin de aligerar las gestiones para el nuevo acuerdo.70 En 1888 se solicita el establecimiento de un vicecónsul en Zürich. En 1896 se instaló el consulado en Sant Gall y en 1908 el consulado en Basilea. Los cónsules españoles aprovecharon la situación geográfica de Suiza para dar información a España sobre la situación política y económica de los países centro-europeos y de la situación que allí se venía produciendo. Al mismo tiempo la estabilidad
65
StAZH Das schweizerische Handels- und Industrie-Departement. Bestand L. 2a. 1. Konsular in Sevilla.
66
StAZH. Der schweizerische Bundesrath an sämtliche eidgenössiche Stände.
67
BA E/2 Bd. 1, fol. 895 en Documents Diplomatics de la Suisse. Berna, 1989. Varios autores. Banda ni. Anerkennung der provisorischen Regierung durch die Schweiz. 1868.
68
BA E 2300 Wien 20 en Documents Diplomatics de la Suisse. Band 3. Reconoce a la República pese a que no la considera la definitiva forma de gobierno ya que ésta solo puede ser constituida a partir de la declaración de una Constitución. E 1001 (E) q. 1/28 nr. 919 . Ver también E 2/895.
69
Benziger: „Die Schweiz und ihre Beziehungen ...", op. cit., pp. 31. En enero de 1823 como consecuencia de la crisis financiera española el consulado en Berna desapareció pero volvió a abrirse en noviembre.
70
Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores (AMAEx), 2684. Establecimiento de una legación consular en Berna, 1905. De 1854 a 1862 los representantes diplómaticos españoles eran al mismo tiempo los representantes en Alemania, y su residencia estaba en Frankfurt. La implantación definitiva de un representante en Suiza se Uevó a cabo en 1864 con residencia en Bema. Dicho consulado sufrió interrupciones durante el período de 1890 a 1898 y de 1901 a 1904. Por otra parte se implantaron consulados en Basilea en 1896, en Bema desde 1877, en Ginebra desde 1869, en Montreux desde 1908, en Sant. Gall desde 1896, en Zürich desde 1888 e incluso en Lenzburg desde 1901 hasta 1921. Excepto en el caso de Basilea y Ginebra el resto eran únicamente cónsules honorarios. C. Benziger, Ibid., p. 31.
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política de Suiza permitía un cierto ambiente distendido en las relaciones de los cuerpos consulares acreditados allí.71 El aumento de relaciones económicas que se experimenta a partir de la segunda mitad del siglo XIX provoca la necesidad de regular la situación de los extranjeros tanto de suizos residentes en España como a la inversa. Hasta ese momento, los intereses de la población suiza habían estado regulados a través de los acuerdos entre Francia y España en lo que respectaba al comportamiento o derechos de los ciudadanos franceses en España y viceversa, pero a partir de 1841 y tras el tratado entre la reina Isabel 13 y la Confederación Helvética las leyes civiles y penales aplicadas a los emigrantes de ambos países se alejaron de las normas aplicadas a los franceses ya que dicho acuerdo permitió la abolición recíproca de los derechos de extranjería y de tracción de bienes de un país a otro. De esta forma beneficiaron los intercambios tanto de bienes como de personas entre Suiza y España.72 En 1878 se solicita por parte suiza la instalación de un registro de los españoles residentes en Suiza a fin de evitar su situación irregular.73 Para ello se exige la firma o autorización del embajador español en Berna en los permisos de residencia de los españoles. El aumento de las emigraciones procedentes de Suiza a España, sobre todo con la instalación de pequeñas empresas (café suizo, relojerías, zapaterías, etc), crea la necesidad de instalar un cuerpo administrativo y jurídico que garantizara no solo una protección económica, sino también legal. 74 De esa manera en 1898 se establece un
71
Es interesante ver la cantidad de información de las cartas consulares sobre los acuerdos tomados con otros países por parte española a través del consulado en Suiza. En las informaciones recogidas sobre las cartas del cónsul español en Berna se comenta sobre todo la política internacional, pero no la política bilateral entre ambos países salvo contadas excepciones en los que se limitan a narrar las medidas tomadas por parte del gobierno suizo en política interior. La supresión en 1877 de la legación española en Berna, pone de manifiesto la falta de interés entre ambos. Es posible sin embargo imaginar, que el interés de España en los círculos suizos fuera mucho más grande que viceversa. Posiblemente los movimientos revolucionarios y liberalistas suizos del siglo XIX y comienzos del XX tuvo mucho que ver con los movimientos anarquistas españoles de finales de siglo y comienzos de éste. También el hecho de los numerosos exiliados anarquistas españoles que buscaron refugio en Suiza pudo ser piedra de arranque para la expansión de dichos movimientos. AMAEx H 2684.
72
BN Tratados de Paz y Comercio. Sig. 1/38058. En dicho acuerdo los españoles tenían el derecho de tomar posesión de todos los bienes que recaían en ellos sobre el territorio de la Confederación o viceversa, tanto si provenían de bienes de testamento como de donaciones. Las personas interesadas en exportar sus propiedades estaban sujetas a las mismas cargas que las que debían sufrir los oriundos (art. 3 del acuerdo).
73
BA. 8 K n s 12.
74
AMAEx, H 2684. El dueño del café suizo en Madrid solicita protección contra los huelguistas en 1903.
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nuevo acuerdo regulando el derecho penal de los españoles residentes en Suiza y de los suizos residentes en España.75 El siglo XX trajo una intensificación de las relaciones internacionales sobre todo por parte suiza. Las bases de estas relaciones estarán siempre determinadas por la política de neutralidad, eje de los principios de su política exterior. La neutralidad acordada en el Congreso de Viena y mantenida durante todo el siglo XIX (pese a que en determinados momentos pudo haber sido puesta en entredicho)76 repercutió también en la política interna y la propia concepción federalista-democrática de este país. Como señala Stadler, el "Sonderfall der Schweiz" fue debido precisamente a los intereses de las propias potencias que deseaban garantizar una zona neutral que la liberara de posibles ataques de los países vecinos y mantener una zona libre de influencia política y militar.77 El reconocimiento de la neutralidad suiza durante las negociaciones para la entrada de Suiza en la Sociedad de Naciones se había encontrado con dificultades, debido a la Gran Guerra "...por causa de que por parte de algunos beligerantes se creyera que los neutrales habían faltado a los deberes de la mutua solidaridad".78 En el caso español, el reconocimiento de neutralidad durante la primera Guerra Mundial estuvo también amenazado. De hecho la neutralidad parece más bien haber sido fruto del aislamiento del último tercio del siglo XIX. La propia debilidad interna del país y la ineficacia del ejército durante la campaña de Africa minó la credibilidad del Gobierno español, al mismo tiempo que agotó sus capacidades de reserva. Durante los primeros años del siglo XX se produjeron en España dos tentativas de superar la crisis heredada del siglo precedente. Una fue la política de neutralidad mantenida durante el conflicto y otra, un intento de acercamiento a los problemas internacionales. Sin embargo, como señala Néré, las tentativas se limitaron a renovar el sistema pero sin transformarlo por lo que una vez resueltos los problemas externos se volverían a replantear los mismos defectos de política internacional de los años precedentes. 79 75
BA E 22. Nr. 24653.
76
Los enfrenamiento entre Francia y Prusia en el siglo XIX le hicieron adoptar a la Confederación posturas casi al limite de lo permitido. La guerra franco-alemana también provocó una enorme tensión entre los confederados, que dio lugar a un problema psicológico entre la población suiza por el miedo a que los beligerantes violasen la neutralidad suiza. Dicha neutralidad era el garante de la permanencia de la propia existencia federalista y democrática de Suiza.
77
P. Stadler: „Aspekte der Bismarkzeit im Spiegel der Diplomatischen Dokumente der Schweiz", en Itinera, Fase. 7/1987, pp. 30-41.
78
Se había creído que Suiza había ayudado a los países centrales por la ligazón con los países alemanes y prusianos. AMAEx, leg. 2868. Embajada de España en Berna. Carta del cónsul al Gobierno español, 24 de Noviembre de 1919.
79
J. Néré: ,31 siglo XIX", en Historia Contemporánea. Barcelona, 1986.
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Con el comienzo del siglo XX, las relaciones diplomáticas y políticas entre España y Suiza no experimentaron grandes cambios. Suiza se limitaba a aceptar los cambios gubernamentales existentes en España, que por otra parte trataba de proceder a la división crítica del tumo pacífico de partidos o, según las palabras de Ortega, a la sustitución de la "vieja por la nueva política"80 orientada a la modernización del sistema canovista a partir de los años de neutralidad bélica. Este empeño llegó tarde y demostró la incapacidad de la burguesía de desplazar a la oligarquía de la dirección del bloque de poder.81 El hecho más sobresaliente de la política diplomática bilateral en estos años va a ser, aparte de los tratados de comercio que en muchos casos provocarán verdaderos juegos de carácter diplomático, la cuestión del protectorado español de Marruecos. La delimitación por parte de los países europeos de la zona española del protectorado de Marruecos entró en competencia con los intereses de Suiza en esa zona. Con el tratado hispano-francés de 1912 se adjudicaba España dos áreas territoriales, una al norte del dominio marroquí y otra en el extremo suroriental. La necesidad de transformar la intervención de Marruecos en un proceso irreversible a través del reconocimiento internacional, aparte de corresponder a cuestiones de orden estratégico y político e incluso de prestigio, obedecía también a la defensa de los intereses económicos ligados a la oligarquía. Desde comienzos de la Guerra Mundial las fabulosas perspectivas que ofrecía la explotación de los recursos del Rif constituían un poderoso estímulo para permanecer a toda costa en esta zona. En 1915 España y Suiza llegan a un acuerdo sobre la posibilidad de que Suiza establezca relaciones comerciales ventajosas con la zona española de Marruecos.82 Sin embargo, las necesidades surgidas después del término de la Guerra obligan al Gobierno de Primo de Rivera a solicitar de Suiza la renuncia a los derechos firmados sobre el protectorado español. Aunque en un principio Suiza se niega, en 1926 accede a dicha renuncia.83 Por último cabe señalar algunos de los temas que dentro de las relaciones diplomáticas serían interesantes tener en cuenta, como el papel desempeñado por las corrientes socialistas y anarquistas españolas en los movimientos suizos de comienzos de siglo, como el papel ejercido por Suiza en la elección del derecho de asilo a que se acogie80
J. Ortega y Gasset: La España invertebrada. Barcelona, 1975. Los levantamientos en Barcelona y el trienio bolchevique en Andalucía preocuparon los cónsules suizos, que vieron en la Dictadura de Primo de Rivera una garantía de seguridad por lo que fue considerada como positiva, aunque no aceptaban la censura de la prensa, ni la elevación de los precios ni la lentitud del crecimiento económico. BA E 2300. Madrid, 1923, Alfred Mengotti an das EPD.
81
D. Ruiz González: „España 1902-1923. Vida política social y cultural", pp. 461-519, en M. Tuñón de Lara, Historia de España, tomo IX. Barcelona, 1986.
82
BA 2001 (C), Bd. 1, Caja 20.
83
BA 2001 (C), Bd. 1, Caja 20.
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ron gran cantidad de disidentes y revolucionarios españoles,84 lo que ocasionó la amenaza de bomba en el consulado y en la embajada española en 1923 como consecuencia del juicio por el asesinato de Eduardo Dato, o el miedo que suscitaban algunas sociedades suizas por la introducción de ideales anarquistas procedentes tanto de la Unión Soviética como de España 85 pero que dada la amplitud de los mismos es imposible desarrollar en este apartado, como posible esbozo de lo que dentro de las relaciones entre Suiza y España sería interesante tratar o analizar.
2.3. Las relaciones diplomáticas en la antesala de la guerra civil española La llegada de la Dictadura de Primo de Rivera fue vista como un garante de la tranquilidad y del orden, y por tanto valorada como positiva para los intereses de los suizos en España. La actividad diplomática se centrará tanto en lo referente a la regulación de trabajadores españoles en Suiza como a la de suizos residentes en España. En lo que respecta a las relaciones comerciales no obstante se entrará en una fase crítica como consecuencia de las medidas acordadas en el terreno de la política comercial tanto por parte española como suiza una vez finalizada la Guerra Mundial. La regulación de los trabajadores extranjeros tanto en Suiza como en España será uno de los temas que mantendrán ocupados a los cuerpos diplomáticos hasta la firma de un convenio que regulará el trato de los trabajadores en cada uno de los dos países. En 1925 tiene también lugar la solicitud para la firma de un tratado de arbitraje por el cual se trataría de regular los juicios contra españoles en Suiza y viceversa.86 El acuerdo fue firmado el 1 de Enero de 1926, y fue definido por el Consejo Federal como uno de los más liberales que firmó Suiza.87 Otro de los asuntos que dominaban la esfera diplomática de ambos países lo constituyó el tema de los movimientos socialista y anarquista que siguieron a la instauración de la Dictadura. Ya en 1924, los movimientos políticos originados en Cataluña como consecuencia de la derrota española en Marruecos provocaron la intranquilidad de los comerciantes suizos asentados en España, quienes manifiestaron al cónsul general de
84
BA 2001 (B), Bd. 1, 5a. Nota del cónsul de Bema de 1919 sobre la presencia de elementos revolucionarios en Zürich. Ver también Bestand E 21 Bds. Dosieres personales sobre los anarquistas en Suiza.
85
BA 2001 (B), Bd, 4. Amenaza de atentado contra el consulado y la embajada española en Suiza. 1923-1924.
86
BA E 2200, Madrid, Archiv Nr. 748. Das spanische Staatsministerium an die schweizerische Gesandtschaft in Madrid, Madrid, 27 de marzo 1925.
87
AMAEx, H 2685. El ministro español en Berna. Marzo de 1926.
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Barcelona su temor y la esperanza de que se tomaran medidas a fin de evitar cualquier circunstancia que pusiera en peligro sus negocios en España.88 Con la proclamación de la n República se intensificó la conflictividad social con la presión primero de las organizaciones anarquistas y luego del sindicato socialista, mientras que en Cataluña y el País Vasco los movimientos nacionalistas hallaron nuevos cauces de expresión e institucionalización, los cuales fueron bien vistos por gran parte de la opinión pública suiza, defensora del sistema político federal. Otros, como los comerciantes, temían que las revueltas podrían poner en peligro su status y la situación de estabilidad que habían gozado con la Dictadura. Sin embargo, el malestar social iba en aumento, sobre todo como consecuencia de la agudización de los problemas económicos, a la vez que se auguraba la posibilidad de que se proclamara la República. "Il n'est pas douteux que l'Espagne s'achemine à son tour, lentement mais sûrement, vers la république".89 La crisis económica que rodeó el final de la Dictadura y el comienzo de la República provocará un clima de intranquilidad entre las firmas suizas con negocios en España. Las deudas ocasionadas por las retenciones en los pagos de las mercancías importadas, sobre todo en las importaciones de productos de la industria relojera y de máquinas, como consecuencia de la falta de divisas, crearon un clima de intranquilidad general que no se vio subsanado con la llegada de la República el 14 de abril de 1931. Lo que en un principio se vio con temor fue poco a poco adquiriendo bases de mayor confianza sobre todo cuando el Gobierno Provisional de la República, presidido por Alcalá Zamora, optó por mantener la estructura administrativa heredada del Estado monárquico. Pero como señala Tuñon de Lara, "se trataba más de un sistema constitucional jurídico y público que quería ser democrático, pero sin plantearse un cambio social en el sentido de cambiar el modo de producción sino en todo caso un reformismo social, para solucionar injusticias, acabar con los arcaísmos y ponerse a la par del mundo exterior. ' ,9 ° Pero la República iba a tener los mismos problemas que los que había habido anteriormente en la Dictadura, a los que se unirían los creados por la reacción de quienes
88
BA E 2300. Carta de la colonia suiza en Barcelona al cónsul de Madrid sobre el temor de que peligren sus negocios como consecuencia de los movimientos republicanos e independentista de la ciudad. Madrid, 1924.
89
BA 2300, Barcelona, 1930. Rapport annuel du consulat de Suisse á Barcelone, 1930, pour le DFEP, Máxime de Stoutz. Este informa de que los republicanos y socialistas querían imponer el gobierno republicano a la fuerza.
90
M. Tuñón de Lara: „La segunda República", en Tuñón de Lara, H- de España, tomo 9, La crisis del Estado: Dictadura, República, Guerra (1923-1939). Barcelona, 1986, pp. 107-230.
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se habían visto desposeídos del poder político y temían verse privados del económico, acrecentados además por una situación internacional de crisis. "II est, d'autre part, difficile de nier que les aristocrates espagnols, si durement frappés par les derniéres mesures draconiques, ont, ä bien des égards, mérité leur sort, n'ayant jamais su consentir, au moment critique, les sacrifices nécessareis qui eussent permis sauver une Situation qui leur était favorable..." 91 Efectivamente el lento desarrollo económico había motivado el enlazamiento de la alta burguesía agraria y financiera y de negocios a nivel máximo. Esta burguesía había emulado las pautas de la nobleza y había adoptado la escala de valores de ésta, propia del „antiguo régimen señorial y rural". 92 Los diplomáticos suizos acreditados en Madrid y Barcelona consideraron siempre provisional el Gobierno republicano pero reconocían y valoraba a pesar del caos imperante en toda España con la sucesión de huelgas, un intento de golpe de Estado y las sucesivas matanzas, tanto por parte de la Guardia Civil como de los focos radicales anarquistas, también la forma democrática que había llevado a la República al poder. A pesar de ello el pesimismo se manifiesta en todas las cartas de los representantes suizos en España. El ministro Egger, que había ocupado la embajada en 1932, señala: "Heute noch brennen in Andalusien, wie ich mich an Hand von Photographien, deren Veröffentlichung die Zensur verbietet, überzeugen konnte, Getreidefelder auf unabsehbaren Strecken. Generalstreik mit blutigen Ausschreitungen in Málaga, Sevilla, Toledo, Cádiz und viele anderen Orten. In allen Provinzen terroristische Attentate, Überfälle, Morde und Schiessereien auf offener Strasse. In Madrid seit mehr als drei Monaten Streik der gesamten Metallurgie-Industrie. Tausende von Erwerbslosen bettelnd auf der Strasse, Lahmlegung von Handel und Industrie, Hunger und Elend überall, [...] obschon die Regierung erklärt: »Ruhe in ganz Spanien«". 93 Pero mientras el vicecónsul en Barcelona aplaudía los intentos independentistas catalanes, el ministro plenipotenciario en Madrid no manifestaba el mismo entusiasmo. "Herr Vizekonsul Gonzenbach hat mir den beiliegenden summarischen Bericht über die Ereignisse in Barcelona zugesandt. Seine Bemerkungen über den Patriotismus der Katalanen, die für ihre Ideale und ihre Freiheit gekämpft hätten, vermag ich freilich nicht zu teilen".94 Egger, que residía en Madrid, vivía los acontecimientos posiblemente de muy distinta manera a como los percibía Gonzenbach en Barcelona. De hecho el miedo a un golpe de Estado dirigido por los militares, se vía cada vez más cercano. Egger escribe: 91
BA 23000. Madrid, Egger an Motta, 5. Mai 1932.
92
M. Tuñón de Lara: „La segunda República...", op. cit., p. 144.
93
BA E 2300. Madrid, archiv-n8 7, Egger an Motta. 16. Juni 1934.
94
BA E 2300. Madrid, archiv-n9 7, Egger an Motta. 10. Oktober 1934.
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"Von Tag zu Tag steigert sich der Einfluss der Armee, die allein heute das bürgerliche Leben notdürftig regiert. Steuert Spanien einer neuen Militärdiktatur entgegen? Wird Lerroux gezwungen sein, seine Macht an die Generäle abzutreten?"^ La seguridad de la inminente organización de una conspiración militar por parte de los sectores más conservadores de la política se acrecienta con la entrada del nuevo año. La prensa oficial se muestra siempre cautelosa, obligada por la fortaleza de las medidas de censura impuestas por el Gobierno. Mientras que la prensa cataloga como obras de "pistoleros" las movilizaciones ocurridas en ese año, Egger en su correspondencia con el ministro Motta, las califica de "militärische Sabotage" y añade: "Man befürchtete eine Meuterei von Truppen. Um die Möglichkeit zu haben, bei Notwendigkeit gleich mit Militär und nicht nur mit der Polizei ausrücken zu können, verhängte man den Kriegszustand."96 Bajo este clima de desconcierto continúa la correspondencia. Cuando en 1936 estalló la Guerra civil el embajador suizo abandonó España. La embajada volvió a abrirse una vez acabado el conflicto con el reconocimiento oficial del Gobierno regido por Francisco Franco en 1939.97
95
Ibid.
96
BA E 2300 Madrid, arch. n9 8. K. Egger an G. Motta. Madrid, 9. Juli 1935.
97
Zschokke, Helmut. Die Schweiz und der spanische Bürgerkrieg. Zürich, 1976. Quizá el tema de la Guerra civil y la participación suiza en la misma haya sido uno de los temas más frecuentemente referidos en la bibliografía de las relaciones entre Suiza y España. Dentro de este asunto nos encontramos con la obra de Mühlestein, Hans, Spanien und Wir (1937); HumbertDroz, Jules. Werbezentrale für Spanien? (1938); Wullschleger, Max (Herausgeber), Schweizer kämpfen in Spanien (1939) y Humbert-Droz, J., Mémoires, Bd. 3,1972.
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3. Las políticas comerciales y los tratados de comercio de 1869 a 1935
3.1. La evolución de la política comercial en España y Suiza hasta 1868 La evolución de la política económica de Europa Occidental durante el siglo XIX viene caracterizada sobre todo por la pugna entre la implantación de los dos modelos económicos tradicionales: el proteccionismo, con la intervención del Estado en la vida económica, y el liberalismo, movimiento económico que rechazaba la intervención estatal y basaba su método en la implantación del libre mercado. Esta confrontación entre una política económica y otra formará parte de las relaciones hispano-suizas, de manera que serán las que determinen, en función de la aplicación de una y otra, el grado y desarrollo de las relaciones de intercambio entre ambas. No es mi intención por otra parte hacer un estudio de las bases de pensamiento político y económico que sustentaban ambas teorías por cuanto que escaparía al tema que me he propuesto tratar y por otra parte porque existe suficiente bibliografía sobre el tema y por tanto a ella me remito. Sí debo señalar que la dominación de una u otra política no fue un hecho aislado de la política internacional de la Europa de aquellos años, como tampoco es posible desligar los acuerdos comerciales entre Suiza y España de aquellos otros llevados a cabo con otras potencias ya que como veremos en algunos casos dichos tratados comerciales se utilizarían como base en otros acuerdos con otros países. Para introducimos en el tema de los acuerdos comerciales entre ambos países, es imprescindible hacer someramente una descripción de la evolución de sus políticas comerciales antes del primer acuerdo comercial de 1869. Esto explicará mejor por qué y cuáles fueron las razones de orden interno por las cuales se adoptaron dichas políticas económicas y la necesidad que motivó el establecimiento de tratados comerciales entre ambos. Pasaré por tanto de manera breve a analizar la trayectoria arancelaria española y suiza hasta el momento de la firma de dicho acuerdo de 1869.
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3.1.1. La evolución de la política comercial en Suiza En 1848, Suiza se convertía en un Estado Federal regido por un Consejo con un cuerpo político más o menos uniforme que comenzará su andadura como país, aunque preservando las particularidades de cada cantón. En los artículos 8 y 28 de la Constitución quedaba ya acordada la introducción de la política comercial como un derecho más de la Confederación, gracias al cual se daba autorización al Consejo para llegar a acuerdos comerciales con otros países, así como la estipulación de pagos concernientes a la Confederación a través de tarifas arancelarias.^ El espíritu que sustentó a los hombres de la formación de la Carta Magna fue claramente y en opinión de todos los historiadores y economistas un espíritu liberal que se había heredado de las tradiciones cantonales de la Edad Media. Hasta entonces, las medidas de política económica se habían sustentado siempre en función de un carácter de fiscalidad pero sin ningún afán proteccionista. De hecho, como señala Bosshardt y Nydegger: „Die Geschichte der schweizerischen Aussenwirtschaft muß über Jahrhunderte hinweg vornehmlich als Kampf gegen den Protektionismus anderer Länder [...] verstanden werden".96 El primer arancel suizo data ya sin embargo de 1806. Este arancel, de carácter fiscal, sirvió para hacer frente al incremento de los gastos en la vigilancia de las fronteras que, como consecuencia del bloqueo continental llevado a cabo por Francia a Inglaterra, había sido impuesto por el país vecino. La primera reforma de la tarifa se produjo en 18 1 3 97 cuando los costes administrativos impuestos por el nuevo sistema de Gobierno obligaron a una nueva subida de los aranceles. 98 En 1822 comenzaron a plantearse la necesidad de derogar las aduanas interiores y la de crear una tarifa única exterior que hiciera frente a los altos aranceles franceses que se venían imponiendo como consecuencia del giro proteccionista de aquellos años en toda Europa. Se comenzaron a hacer las primeras propuestas para elaborar una aduana de guerra que permitiera, mediante acuerdos, obtener reducciones de los productos de 95
D. Karmin, La politique commerciale suisse de 1932 à 1939. Contingents et Accords de Clearing. Genève, 1943.
96
A. Bosshardt, A. Nydegger: „Die schweizerische Aussenwirtschaft im Wandel der Zeiten", en Schweizerische Zeitschrift für Volkswirtschaft und Statistik. Zürich, 1964, p. 304.
97
K. von Steiger, Die schweizerische Zollpolitik von 1900 bis 1930. Dissertation, Bem, 1933. Para von Steiger la tarifa de 1813 es la primera que puede ser denominada como tal y entró en vigor desde un único punto de vista fiscal, como medio de ayudar al erario público ante los nuevos gastos impuestos por la observación y vigilancia de fronteras.
98
A. F. Chebulier, Bericht über die Verhandlungen des internationalen Kongresses für Zollreformen gehalten zu Brüssel im September 1856. Gedruckt bei Karl Guttrecht, Bern, 1857.
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exportación suizos a Francia. Sin embargo esta idea política chocó contra los principios liberales de los industriales suizos que no se manifestaron conformes con una intervención estatal. Por otra parte el carácter federativo del país impedía el ejercicio de un poder más centralizado, por lo que todos los intentos de crear una coordinación política fueron inútiles. „Die lose föderative Struktur des eidgenössischen Staatswesens, das Fehlen einer politischen Zentralgewalt und ferner die Glaubensspaltung haben während drei Jahrhunderten jede straffere Koordination der politischen wie der wirtschaftlichen Kräfte in der Eidgenossenschaft verhindert".99 En 1838, y ante el afianzamiento de las políticas proteccionistas de los países con los que Suiza tenía mayores relaciones comerciales, comienza a plantearse de nuevo la necesidad de crear una tarifa que le sirviera de base para establecer acuerdos comerciales y protegerse contra la agresividad manifestada por el exterior.100 Con este fin se nombró una Comisión para la estipulación de una tarifa aduanera generalizada para todos los cantones aunque cada cantón conservase sus particularidades. Los principios liberales seguían manifestándose como los únicos válidos aunque ya se expusieron prioridades por parte de aquellos grupos defensores de un liberalismo a ultranza y los otros en los que se exigía un mayor apoyo estatal que protegiera la producción de la industria nacional de la competencia externa.101 El esquema presentado por la Comisión para su aprobación en el Parlamento se basó en tres puntos fundamentales: la implantación de tasas a manufacturas extranjeras que concurrieran con las nacionales, la estipulación de tasas a productos extranjeros de tipo colonial y artículos de lujo y, por último, la imposición de tasas a productos que no se produjeran en Suiza que debían estar gravados con los menores aranceles. El recargo a los productos que entraban en competencia con la producción suiza ponía de manifiesto que, pese al sentimiento liberal dominante, el sentimiento proteccionista latía en la capa de los sectores industriales y si bien éste no logró implantarse se mantuvo siempre latente. Las revoluciones de 1848 y los cambios que se venían operando en Francia y en los Países Bajos, pero sobre todo en Inglaterra con la implantación de un sistema liberal
99
A. Bosshardt, A. Nydegger: „Die schweizerische Aussenwirtschaft...", op. cit., p. 302.
100
P. Bairoch, Commerce extérieur et développement de L'Europe au XIXe siècle, Paris-La Haya, 1976, p. 48. Del mismo autor: Revolución industrial y Subdesarrollo, Madrid, 1978. Por aquel entonces Inglaterra había comenzado ya su adaptación gradual al librecambio, aunque los países de la Europa continental continuaban con sus comentes proteccionistas.
101
H. Wartmann, Atlas über die Entwicklung von Industrie und Handel der Schweiz in dem Zeiträume vom Jahr 1770 bis zum Jahr 1870. Winterthur,1873.
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que permitió la libertad de exportaciones, acabaron con cualquier movimiento de índole más proteccionista que pudiera estar forjándose. 102 El 7 de abril de 1848 el Consejo Federal recibió el proyecto de reforma de la política aduanera que entró en vigor en ese mismo año. En 1851 y como consecuencia de la puesta en funcionamiento de un nuevo sistema monetario se realizó una revisión de la tarifa a fin de que ésta se ajustara a la nueva moneda. Esta reforma se aprovechó para elevar los aranceles de algunos productos, pero en definitiva no se efectuaron grandes cambios. Unicamente se elevaron los aranceles de la harina, los cereales, el pan, el vino, el hierro y el papel, pero todos en pequeña medida.103 A pesar de eso y en continuación con la línea elegida dos años atrás la reforma obedeció sobre todo a medidas fiscales y no a un proyecto de corte proteccionista, ya que las diferencias existentes entre una y otra siguieron siendo mínimas.104 La tarifa permaneció praticamente inamovible hasta 1884 y sólo fue revisada en algunos momentos como consecuencia de los acuerdos comerciales establecidos con otros países.105 A pesar de ello, la tarifa aduanera de 1851 contó con un ligero componente proteccionista motivado por el llamado principio de igualdad (Rechtsgleichheit), mediante el cual y como consecuencia de las cargas arancelarias que experimentaron algunos productos fabricados se obligó a cargar (aunque de manera mínima) algunas materias primas y alimentos, lo que motivó el desagrado entre los industriales y comerciantes que se habían manifestado contrarios a todo tipo de cargas.106 102
En 1842, Zürich, aunque defendiendo las medidas liberalistas, se manifestó en favor de una serie de cambios que debía realizar la política suiza ya que „wie England sein Schutzsystem aufheben muss, um durch Annährung an den Freihandel seine Grösse zu behaupten, so dürfte vielleicht die Schweiz zur Erhaltung ihrer industriellen Kraft genöthigt [sie.] werden, ihr bisheriges System des freien Handels für einige Zeit zu modifizieren: denn durch die Massregeln der umgebenden Staaten findet sie bereits bei ihnen allein keine Handelsfreiheit mehr, während sie ihnen volle Handelsfreiheit auf ihrem Gebiete gewährt. Es sind neue grosse Industriemächte entstanden seit der Zeit, wo der schweizerische Freihandel sich ausbildete. Österreich, seit Napoleon besonders Frankreich, seit wenigen Jahren die deutsche Zollunion suchen ihre produktiven Kräfte zu sammeln, zu sichern und dadurch zu steigern". H. Wartmann, op. cit.., p. 435, nota 1.
103
Botschaft des Bundesrates zum Entwürfe eines Bundesgesetzes über das Zollwesen 12. Mai 1851. BB1. 1851 II, p. 51 y ss.
104
E. Küng, Die Wettbewerbslage der Textilindustrie im Rahmen der schweizerischen Volkswirtschaft, St. Gallen, 1848. Para este autor la tarifa fiscal surgió como medida necesaria para hacer frente a los bajos costes de producción de los productos de importación frente a los de producción nacional. Estas aduanas surgieron no tanto como fuente de ingresos gubernamentales (como fue en el caso de la de 1806) sino como medida de prevención para protegerse, frente a los bajos costes del extranjero, y de la competencia de los precios del exterior.
105
H. Bachmann, A. Bosshardt, Probleme der schweizerischen Zolltarifrevision. St. Gallen, 1951.
106
Según los artículos 8 y 25 de la Constitución suiza, las materias primas necesarias para la industria así como los artículos de alimentación debían ser tasadas con los aranceles más bajos posibles. D. Karmin, Lapolitique commerciale suisse. ,.,op. cit., p. 9.
Las políticas comerciales v los tratados de comercio de 1869 a 1935
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La política que continuó a lo largo de los años 50 y 60 siguió marcada por el ritmo del liberalismo, aunque se intensificaron las diferencias entre los pensadores de la escuela de Manchester, los cuales propugnaban la instalación de un estado moderno en todos los sectores de la economía regidos por un sistema liberal, y aquellos denominados estado-socialistas (Staatssozialisten), los cuales, defendiendo también las teorías liberales y un estado moderno, al mismo tiempo criticaban dicho estado en función de las teorías del Estado del Bienestar para cada persona independientemente de su condición social y su nacimiento. Estas ideas, defendidas fundamentalmente por los cantones orientales y principalmente por Zürich ya antes de 1848, condujeron a lo que se podía pensar como un Estado en el sentido de „el mantenedor material del individuo". Pero como algunos autores señalan, esta idea no obedecía a un principio marxista sino más bien burgués o de „clase media". La clase media no podía ser ni socialista ni revolucionaria sino que esta debía estar marcada por un principio de libertad según „vernünftigen, soliden Gesetzen der Nationalökonomie." 107 Los años 60 fueron años de apertura internacional dentro de las relaciones de intercambio. El acuerdo comercial Colbden, en honor al ministro francés que lo promovio, firmado entre Francia e Inglaterra en 1860 y mediante el cual se estableció la denominada „cláusula de nación más favorecida", produjo un sin fin de acuerdos bilaterales entre los países europeos establecimiento de relaciones comerciales teniendo en cuenta dicha cláusula. España fumó acuerdos con Alemania, Suiza y Turquía y comenzó las negociaciones con Inglaterra, Italia, Austria, Suecia y Holanda. 108 Suiza hizo lo mismo con Francia, Inglaterra, España e Italia. 109 En esta época por tanto el triunfo de los liberales contuvo cualquier tendencia intervencionista y ésta no volverá a resurgir hasta el momento de la crisis de los años 70, en que de nuevo los sectores industriales buscarán una manera de defender sus productos de la competencia exterior.
107
E. Gruner: „100 Jahre Wirtschaftspolitik. Etappen des Interventionismus in der Schweiz", p. 40, en Schweizerische Zeitschrift für Volkswirtschaft und Statistik, n9 1-2, 1964, pp. 35-70.
108
España firmó acuerdos en 1864 con Alemania y con Turquía. Con Italia se firmó un acuerdo comercial en 1868.
109
Suiza firmó sus acuerdos comerciales, con Inglaterra y Estados Unidos en 1855. En 1864 llega a un acuerdo con Francia después de duras negociaciones para la obtención de la cláusula. En 1868 firma un acuerdo comercial con Italia. Con el Zollverein establecería acuerdos a partir de 1852. Hasta 1865 no llegó a un acuerdo pleno con la aceptación de un modus vivendi que tendría las características de cláusula de nación más favorecida. F. Napolski, Der Weg zum ersten Handelsvertrag zwischen der Schweiz und Deutschland. Heider-Vertrag, Gladbach, 1961.
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3.1.2. La evolución de la política comercial española hasta 1868 Mientras que Suiza se caracterizaba por el mantenimiento y defensa de una política liberal como baluarte de su desarrollo industrial y comercial, la política arancelaria española se caracterizará durante toda esta época por estar marcada dentro de un corte proteccionista. A diferencia de Suiza, la cual y hasta el momento de la Confederación careció de un elemento arancelario unificador frente al exterior, la tradición arancelaria española se remontaba ya a 1782, cuando Carlos El decide crear un arancel que unificara y agilizara el proceso aduanero y que se aplicaría por igual a todas las aduanas españolas.110 Hasta ese momento las leyes dadas por los monarcas antecesores habían sido únicamente una larga lista de decretos que regulaban de forma aislada distintos sectores de la economía española y del comercio pero no presentaban una unidad homogénea para toda la Península. El criterio general de este arancel, de carácter proteccionista, consiguió sin embargo elevar un gran número de prohibiciones a fin de obstaculizar la entrada de materias extranjeras y aumentar las exportaciones. Los derechos, que oscilaban entre el 15 y el 20%, se aplicaban sobre el valor de los productos importados, llegando a alcanzar algunos el 30% de su valor.111 Como siempre, resultaron el algodón y los tejidos de algodón los más protegidos, lo que demuestra el interés siempre considerable que despertaban estos productos a la hora de establecer medidas que los libraran de la competencia extranjera. Durante la crisis de cambio de siglo y la guerra de la Independencia y de las colonias, el comercio español retrocedió, lo que provocó un colapso de la Hacienda Pública, que se nutría en gran medida de este comercio. Una serie de iniciativas dadas en el Trienio Constitucional (1820-1823) llevadas a cabo por Canga Argüelles así como las reformas realizadas por Femando VII permitieron la entrada de algodones de procedencia extranjera en la Península. A partir de 1833 y con la muerte de Femando VII, se sucedieron varios decretos que culminaron con el arancel de 1841. Aunque a su muerte y gracias a las reformas llevadas a cabo por Canga Argüelles después del exilio que éste había vivido en Londres se aplicaron enmiendas de tipo liberal, el sentimiento proteccionista español continuó fuertemente arraigado, y sus principios dominaron a lo largo del decenio posterior.112 En los años 60 la situación económica de España atravesaba por un momento crítico. A la pérdida de los territorios americanos, que había dejado al Gobierno sin
1,0
J. Vivens Vives: „El redre9 de la economía catalana de 1841", en Studi in onore di Armando Sapori, II, Milano, 1957, pp. 897-909. Citado por J. Nadal Farreras, Comercio exterior y subdesarrollo..., op. cit., p. 67.
111
J. Nadal Farreras, Comercio exterior y subdesarrollo. ..,op. cit.., p. 73.
112
Ibid., p. 80.
El marco socio-político de los intercambios
SI
una importante fuente de divisas113 se sumó una época de malas cosechas que determinaron el alzamiento que provocó la „Revolución Gloriosa" en 1868.114 El Gobierno revolucionario se encontró con un erario mermado, un colapso comercial y una situación de cierta inseguridad frente a los países extranjeros que no acababan de ver con buenos ojos el triunfo de los liberales en España.115 Una de las medidas encaminadas a salvar la situación financiera gubernamental fue precisamente la de crear un arancel que con carácter fiscal permitiera el ingreso en las arcas de la Hacienda española de ciertas cantidades de dinero que le eran tan necesarias. El artífice de dicho arancel fue el primer ministro Laureano Figuerola, el cual reorganizó un decreto para que la .Junta Consultiva de Aranceles" elaborase un proyecto que fuera aprobado por las Cortes.116 Se propuso dejar entrar en la Península materias primas libres de impuestos y exigir sólo un 3% de carga en los instrumentos de trabajo. A los productos más competitivos de la industria nacional se le aplicarían tasas de un 20%.117 El arancel de 1868 o arancel Figuerola, como se le denominó, debía tener una fiinción más fiscal que proteccionista. Según Costas Comesaña, „la gran tarea de los librecambistas de „La Gloriosa", y en particular de Laureano Figuerola, fue acabar con esas viejas orientaciones prohibicionistas y transformar el arancel en un instrumento al servicio de la Hacienda y de la Economía: es decir, en un instrumento de protección nacional y de modernización de los ramos de la producción nacional, así como en una eficaz fuente de rentas para la Hacienda Pública".118 El arancel contó con un derecho de tipo extraordinario, que cargaba del 30 al 35% las importaciones, otro de tipo fiscal con un recargo del 15% y por último uno estadístico. Contó con cinco partidas a las que se les aplicaba unos derechos máximos del 113
J. Nadal, El fracaso de la Revolución Industrial en España. Ariel, Madrid, 1986,p. 136.
114
A. Costas Comesaña, El apogeo del liberalismo en „la Gloriosa". La reforma económica en el sexenio liberal (1868-1974). Siglo XXI, Madrid, 1988, p. 35.
115
BA 13 (B) 251. Konsul in Madrid an den Bundesrath. November 1868. Señala las dificultades del Gobierno español para que sea reconocido por los países europeos. Para los antecedentes de dicho arancel ver también A. Costas Comesañas, El apogeo del ...,op. cit..
116
L. Figuerola, La reforma arancelaria 1879, p. 8.
de 1869. Imprenta y Fundición de M. Tello, Madrid,
117
BA 13 (B) 253. Schweizer Konsul in Madrid an den Bundesrath. 14. Januar 1862.
118
A. Costas Comesaña, El apogeo..., op. cit.., p. 93. Para algunos autores la implantación de dicho arancel supuso la demostración de la irracionalidad del sistema proteccionista para impulsar de la economía y mejorar las condiciones de subsistencia de la población. A pesar de ello, su implantación no fue bien vista por todos los sectores de la economía, puesto que lo consideraban una amenaza que podría acabar con el sistema vigente.
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10%, siguiendo el criterio de cargar lo más posible aquellas materias que fueran las que más impidieran el desarrollo de la industria nacional. Como punto más importante de reseñar (ya lo veremos cuando tratemos el tema de los acuerdos comerciales), y en lo referente a los acuerdos con Suiza, está la inclusión de la base 5* del arancel, según la cual, una vez transcurridos los seis años en los que el arancel debía permanecer inalterable, se reducirían los derechos extraordinarios de acuerdo con un calendario que iría desde 1875 hasta 1881, fecha en que a todos los derechos arancelarios les correspondería como máximo el de tipo fiscal, es decir el 15%.119
3.1.3. El tratado de 1869 La liberalización en la política arancelaria española fue seguida con interés por parte del Gobierno helvético, ya que esto le abría la posibilidad de aumentar sus exportaciones. Para Suiza, el cambio hacia la liberalización de la economía adoptado por los distintos países europeos, le afirmaban en su idea de que la libertad comercial era favorable al desarrollo industrial. En la segunda mitad del siglo XIX, si bien no se puede hablar de un desarrollo similar al de la primera mitad de siglo, el crecimiento industrial en Suiza se mantuvo por encima del 4%, lo que equivalía a encontrarse a la cabeza del desarrollo de los países europeos. Es la época del crecimiento de la industrial textil y de la industria relojera así como de la ampliación de la linea ferroviaria.120 También se había originado un aumento de las exportaciones, lo que había permitido, con los ingresos obtenidos, nuevas inversiones para mejorar los instrumentos de la industria, obtener mejor calidad en el producto y hacerlo competitivo a escala mundial. Los favores con los que contaba Alemania a raíz de la firma de acuerdos con España había dejado a la relojería suiza en franca desventaja con su país más competi-
119
J. Nadal Farreras, Comercio y subdesarrollo..., op. cit.., p. 97. Para este autor el arancel de 1869 se vio muy matizado como consecuencia de la base décima del mismo, por la cual la fijación de los precios por parte de los importadores sería „un arma de doble filo en manos de los proteccionistas para conseguir derechos elevados sobre determinados productos". De esta misma opinión es A. Gwinner, que manifiesta que la reforma arancelaría de 1869 „no fue propiamente como podía pensarse un paso del proteccionismo al libre cambio sino la sustitución por derechos protectores moderados y por ponderadas disposiciones de un sistema de prohibiciones y de obstaculización del comercio. A. Gwinner: „La política comercial de España en los últimos decenios", en Fabian Estape (ed.), Textos olvidados, Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 1973, pp. 261-333. Para Costas Comesaña sí fue sin embargo un arancel decididamente librecambista aunque no pudo ponerse a prueba su resultado con motivo de la llegada de la Restauración y de los ideales de nuevo proteccionistas de Cánovas del Castillo. A. Costas Comesaña, El apogeo..., op. cit.., p. 119. 120 De ig43 a ig72 el número de máquinas para la industria de la hilatura del algodón había crecido de 600.000 a dos millones. W. Bodmer, Schweizerísche Industriegeschichte, Zürich, 1960, p. 338 y ss.
Las políticas comerciales v los tratados de comercio de 1869 a 1935
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dor. 121 Aunque desgraciadamente carecemos de datos estadísticos que nos manifiesten la cuantía del comercio entre España y Suiza antes de 1885, como ya hemos comentado en el capítulo de fuentes, todo hace pensar, según las informaciones recabadas por los cónsules tanto en Madrid como en Barcelona, que éste se limitaba a algunas exportaciones de vinos, frutas y verduras, por parte española, y de tejidos de algodón, bordados y relojes por parte suiza. 122 Si bien las exportaciones de tejidos no representaban una cantidad importante, debido a la presión proteccionista de la industria textil catalana, sí parece que éstas aumentaron a lo largo de los años 60, quizás como consecuencia de las reformas liberales llevadas a cabo por Canga Argüelles. También parece que la exportación de relojes a España había comenzado a incrementarse, aunque es imposible saber en qué cuantía, ya que normalmente además ésta era reseñada bajo denominación francesa. En 1864, el Consejo Federal recibió una queja por parte de los productores y comerciantes de relojes suizos en la que éstos exponían el trato desfavorable de que eran objeto sus relojes con respecto a los alemanes y franceses puesto que debían pagar un 25% más que los de origen francés y alemán. 123 Con el mismo motivo la firma „Alder und Cié" había enviado una carta al Departamento de Comercio suizo solicitando la rúbrica de acuerdos comerciales entre España y Suiza, para evitar el trato desfavorable que afectaban sus tejidos respecto a Francia, país con el que España había firmado ya un acuerdo comercial.124 Por este motivo en 1865 dieron comienzo las negociaciones para la firma de un acuerdo comercial entre Suiza y España. Los encargados de llevarlas a cabo fueron el ministro plenipotenciario suizo Paul Chapuy y por parte española el señor Francisco Serrano Domínguez. La situación política española y la falta de acuerdos con otros países dificultaron la labor negociadora y las conversaciones se vieron interrumpidas en 1866. En 1868 comenzaron de nuevo pero la revolución volvio a pararlas. Finalmente cuando Suiza reconoció la legitimidad del nuevo Gobierno revolucionario español éstas se reanudaron.125 En noviembre de 1868 se volvio a presentar al nuevo Gobierno las solicitudes suizas en las que se exigía el trato a favor recíproco de todos los privilegios y derechos tanto relativos como generales respecto a las mercancías 121
Los primeros acuerdos entre España y Alemania se firmaron en 1853 a raíz de la formación del Zollverein en Alemania. F. Napolski, Der Weg zum ersten Handelsvertrag.,.,op. cit..
122
Bericht des schweizerischen Konsuls in Barcelona über das Jahr 1878, en Sammlung von Jahresberichten schweizerischer Konsulate über die Jahre 1875-80.
123
BA 13 (B) 253. Handelsbeziehung mit Spanien an den Bundesrat, 25. Dezember 1864.
124
BA 13 (B) 253. „Alder und Cie" an das Handelsdepartement, 4. August 1864.
125
BA 13 (B) 253. Schweizer Konsulat in Madrid an Herrn Frey, Präsident des Bundesrathes, September 1868. Señala la necesidad de que el Gobierno suizo reconozca el nuevo Gobierno español, ya que la tendencia liberalizadora de éste sería beneficiosa en la firma del acuerdo comercial entre ambos países.
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suizas que entraran en España y viceversa. El punto más importante lo presentaba el arancel de importación de lana elaborada, que afectaba sobre todo a la industria suiza de exportación. Dicho arancel se establecería, como en el caso de los otros países, a partir de las tarifas aduaneras que España aplicaba en ese momento a Francia, base de los acuerdos de 1862.126 Ambos Gobiernos acordarían el trato de nación más favorecida tanto para el tráfico de las mercancías como para el de las personas (artículo n 9 1 del acuerdo) y al mismo tiempo se comprometían a realizar todas las rebajas que acordaran con terceros países sin que los productos sufrieran una carga de tipo regional o cantonal. .Jeder der beiden Theile verpflichtet sich demgemäss, jede Begünstigung, jedes Vorrecht und jede Ermässigung, welche er in gedachten Beziehungen einer dritten Macht bereits zugestanden hat, oder in der Folge zugestehen wird, gleichmässig auch den anderen vertragenden Theilen gegenüber, ohne irgendwelche Gegenleistung in Kraft treten zu lassen."127 La lentitud con la que se llevaron a cabo los acuerdos, y puesto que hasta este momento Suiza contaba con un trato desfavorable con respecto a otros países, provocó un aumento del contrabando sobre todo en la industria relojera que hizopasar por alemanes o franceses relojes suizos. 128 Finalmente, el 20 de agosto de 1869 se firmó el acuerdo hispano-suizo según el cual „las mercancías españolas y suizas, sus efectos y mercancías de sus subditos se tratarían bajo el mismo pie que las más favorecidas".129 La declaración debía regir hasta que una de las partes contratantes notificara a la otra con un año de anticipación su intención de hacer cesar sus efectos. La ratificación del acuerdo se llevó a cabo en octubre pero no fue hasta 1870 cuando entró en vigor.
126
BA 13 (B) 253. Schweizer Konsulat in Madrid an Herrn Frey, Präsident des Bundesrathes, Oktober 1865.
127
BA 13 (B) 253. Proyecto del acuerdo entre Suiza y España, 1869. Ver también el original en el AMAEx, Tratados, leg. H 363.
128
BA 13 (B) 253. P. Chapuy an den Bundesrath, 3. November 1868. Según los informes de los relojeros suizos, llegaban a pagar por sus productos un 40% más que los países que gozaban de la cláusula de favor.
129
AMAEx, Tratados, leg. H 363 y H 2684, fol. 249:1869. Declaración entre España y Suiza concediéndose el trato de nación más favorecida.
El marco socio-político de los intercambios
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3.2. La vuelta al proteccionismo y el tratado de 1883
3.2.1. Las revisiones arancelarias en Suiza En el último cuarto de siglo, las políticas liberales europeas, que habían culminado con la adopción generalizada de los acuerdos comerciales entre los diferentes países, comenzaron un nuevo camino hacia el proteccionismo. Esto vino motivado por la propia coyuntura económica y por la crisis estructural agrícola, como consecuencia de la introducción en los mercados europeos de productos transoceánicos más baratos.130 La crisis agraria se vio agravada además por una deflación monetaria como consecuencia de las reducciones de las reservas de oro, lo que probablemente sería causa de la caída del nivel de precios mundial en un 45% entre 1873 y 1896. 131 Las políticas proteccionistas europeas provocaron la disminución de las exportaciones suizas en el continente europeo. La regresión se manifestó en dos campos. Uno, en el total de la exportación y otro, en el aumento de la competencia de los productos europeos frente a los suizos como consecuencia de los bajos aranceles de la tarifa de 1851 y por lo cual Suiza se vio expuesta a negociar con otros países con un apoyo arancelario escaso al ser su tarifa únicamente fiscal.132 En 1874 la política económica de la Confederación se vio de nuevo puesta en entre dicho como consecuencia de la crisis internacional que había afectado enormemente a los principales sectores impulsores del desarrollo industrial del país; la industria textil y el ferrocarril. A diferencia de lo que ocurrió en otros países en los que la vuelta al proteccionismo significaba el regreso a las teorías de antes de los años 60, la situación en Suiza difería por la escasa práctica que se tenía de medidas intervencionistas. De hecho y pese a que las teorías de la escuela liberal de Manchester no formaban parte ya de directrices de la política confederada, en ningún momento se pensó en un intervencionismo serio y menos que éste afectara a la industria o al comercio. Sí es cierto que se intentó buscar un medio con el que salir de la crisis que de forma coyuntural había afectado profundamente a las estructuras económicas suizas, pero se trataba de buscar soluciones intermedias que no pusieran en peligro el carácter liberal de su economía. Precisamente como consecuencia de esto se forma la „Unión Suiza del Comercio y de la Industria" a fin de hacer „semioficial" la representación de sus in-
130
H. Bachmann, A. Bosshard, E. Heuss, Probleme der schweizerischen Zolltarifrevision. Schweizerische Institut für Aussenwirtschaft- und Marktforschung an der Handels- Hochschule, St. Gallen-Zürich, 1951, p. 6.
131
P. Bairoch, Commerce extérieur et développement..., op. cit..,p. 127.
132
A. Bosshardt, A. Nydegger: „Die schweizerische Aussenwirtschaft...", op. cit.. p., 308.
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tereses dentro del Consejo pero siempre en función de la manera que le pareciera conveniente.133 En 1874 y en 1877 se llevaron a cabo, sendas revisiones de la tarifa aduanera de 1850. 134 Las nuevas necesidades económicas del país motivaban el buscar nuevas fuentes de financiación. Como en el resto de Europa, estas medidas consistieron en elevar los aranceles antes que en elevar los impuestos. Sin embargo ya en esta ocasión se intentaba crear también una tarifa que por primera vez ejerciera medidas de fuerza para obtener, de los países con los que se llegaran a acuerdos comerciales, ventajas y reducciones, lo que llegó a denominarse „Verhandlungs- und Kampfzollpolitik" (política aduanera de guerra).135 Ambas tarifas fueron declaradas de carácter fiscal, aunque se consignaron algunas subidas en las importaciones de tabaco o algunos espirituosos, como el Cognac. Por lo demás, las materias primas no pudieron ser cargadas nada más que ligeramente ya que lo contrario entraría en contradicción con los artículos 8 y 25 de la Constitución. Tampoco hubo voces que se mostraran partidarias de una subida. 136 El incremento de los aranceles se realizó sobre todo en los productos denominados de lujo. En esta época el retroceso en la vida política de los grupos pertenecientes a la escuela de Manchester había permitido la llegada de un nuevo grupo que comenzó a formar parte del Parlamento a partir de 1878. Se trata de un partido radical democrático, el cual más tarde pasaría a formar también parte del Volksverein. Esta fracción se dedicó a introducir cada vez más reformas de tipo intervencionista-estatal. Por otro lado, los antiguos representantes del movimiento político de „Staatssozialismus" se unieron en el Parlamento al mando del Ruchonet, el cual defendía el intervencionismo a la manera de los grupos católicos de los cantones del Graubünden y de Freiburg. Estos acordaron un mayor intervencionismo tanto en lo referente a los sectores sociales, como en los de orden comercial e industrial. Por su lado los agricultores y la pequeña y mediana industria empezaban a experimentar también las dificultades que tenían sus productos para concurrir en el mercado exterior. Se solicitaron subidas en los aranceles de los productos transoceánicos (café, tabaco y especias) y también subida de los aranceles del vino que no fueron aprobadas
133
E. Gruner, 100 Jahre Wirtschaftspolitik..., op. cit.., p. 45.
134
SAZ. Bericht an den Bundesrath, 1876. Revision des Zolltarifes und Erneuerung der Handelsverträge.
135
H. Leuthold, Strukturwandlungen der schweizerischen Zolleinnahmen 1848-1935, Disertación Bern, 1938, p. 58.
136
El informe al Consejo Federal explicaba que: „Der Zoll soll die Rohstoffe, welche als Unterlage für unsere industrielle Arbeit dienen, die den Absatz ihrer Erzeugnisse im Auslande zu suchen hat, gar nicht oder doch möglichst wenig belasten". Bericht an den Bundesrath, 1876, op. cit.., p. 5.
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por el Consejo. 137 El proyecto de tarifa de 1877, aunque sólo entró parcialmente en vigor, sirvió de base para el acuerdo comercial entre España y Suiza, de 1883, así como el de Suiza y Francia de 1882.
3.2.2. El arancel español de 1877 La crisis europea de 1870 supuso como ya he señalado una vuelta a los plantamientos proteccionistas anteriores. La recesión económica de los años 70 debido al descenso del valor monetario y de las reservas de numerario así como la recesión en el terreno agrícola provocaron fuertes desequilibrios en el mercado interior, que se manifestaron en una crisis del mercado exterior. En 1885 Alemania lleva a cabo una política revisionista, ejemplo que siguieron Rusia, Italia, Francia y España pocos años más tarde. 138 En este último país, también, la tendencia liberalizadora del Gobierno revolucionario se vio continuamente sometida a presión por parte de los sectores industriales del país, defensores de un mayor proteccionismo. Como ya he señalado, el proyecto liberal de Figuerola llegó notablemente mermado a la aprobación del Congreso debido a la presión ejercida por los industriales catalanes que reclamaban medidas para evitar la competitividad extranjera. El 17 de junio de 1875, el primer Gobierno canovista de la Restauración suspendió la aplicación de la base quinta del arancel Figuerola. Aunque este hecho fue visto por algunos como una evidencia de las orientaciones proteccionistas que traía el partido canovista,139 para otros la suspensión de la base 5* del arancel no significó un signo de oposición doctrinal a la fase liberalizadora sirio más bien una línea de táctica política. 140 Para estos últimos, las razones por las cuales no entró nunca en vigor la base 5S del arancel se debieron a la falta de estabilidad política, económica y administrativa que había impedido que las empresas aprovechasen los seis años de plazo que daba el arancel y se hubieran preparado para hacer frente a la
137
E. Gruner, 100 Jahre Wirtschaftspolitik...,
138
P. Bairoch, Commerce extérieur et développement..., op. cit.., p. 153. La tarifa de 1877 marca el fin del período libéralisa alemán. En 1878 en Italia se adopta una legislación más proteccionista, pero aquí no se realiza una real modificación de la política económica como en Francia o en Alemania. Esta se realizará más tarde, en 1888, después de la entrada en vigor de la tarifa de 1887. Rusia en 1877 parte de una obligación de pagar los derechos en oro, lo que supone un incremento del 32% en sus productos de importación.
139
I. Nadal Farreras, Comercio exterior y subdesarrollo..., op. cit.., p. 99.
140
J. M. Serrano Sanz, El viraje proteccionista en la Restauración. La política comercial española 1875-1895, Siglo XXI, Madrid, 1987. Para este autor no había razones para el proteccionismo porque el conjunto de la legislación liberal estaba dando los frutos apetecidos a la Hacienda pública española y no se veía por qué se debía cambiar el sistema.
op. cit.., p. 47.
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competencia del exterior. 141 Con todo no hay que olvidar que las circunstancias generales de la economía española, reforzadas por la crisis de la agricultura hispana del último tercio del siglo XIX, habían contribuido al mantenimiento y afianzamiento de los planteamientos proteccionistas. La llegada al poder de los conservadores supuso el momento de inflexión en el enfrentamiento liberalista-proteccionista y el comienzo de la etapa proteccionista 142 . Hay que decir que este viraje no se realizó de manera brusca con la anulación radical de todas las medidas económicas llevadas a cabo por el Gobierno liberal sino que hay que hablar de un cierto estancamiento o neutralización que se fue alternando con un ligero reformismo liberalizador cuando era el partido de los liberales el que estaba en el Gobierno. 143 Con este fin liberalizador surge la ley de presupuesto de 1877, que comportaba una modificación del arancel con la introducción del sistema de doble columna. 144 Este sistema se caracterizó por la existencia de dos columnas, una general, para los países que no tenían acuerdos comerciales con España, y otra reducida, para países con acuerdos comerciales y que aplicasen a España el trato de nación más favorecida. 145 La aplicación de la columna reducida no tenía ningún carácter liberalizador sino que comportaba un medio de presión o tarifa de guerra frente a Francia e Inglaterra, ya que ambos países que representaban el destino del 60 % de las importaciones españolas no tenían acuerdos con España (Francia lo obtendría en 1882 146 e Inglaterra no lo consiguió hasta 1886 1 4 7 ). Pero aunque dicho arancel no logró el fin esperado, es decir, lle141 142
143
144
145
Ibid., p. 15. J. Nadal Farreras, Comercio exterior subdesarrollo..., op. cit.., p. 101. Ver también R. Robledo: „L'actitud castellana enfront del catalanisme", en Recerques, V, Barcelona, 1975, pp. 217-273. La alternancia del partido liberal y del conservador en esta fecha era la principal característica gubernamental. Unos tendían a favorecer a los librecambistas y otros a los proteccionistas. BA 13 (B) 254. Este modelo había sido ya utilizado por Francia y habían sido varios países los que habían adoptado un método semejante. BA 13 (B) 254. Schweizer Konsul in Madrid an das Handelsabteilungsdepartement, Bem 1883. La tarifa máxima era la reproducción del arancel de 1869 y la mínima la misma pero con derechos rebajados.
146
Se fumaría un acuerdo en 1883 comprometiéndose a negociar un tratado de comercio lo antes posible. Entre tanto se estableció un „modus vivendi" por el cual España se comprometía a aplicar la 2' tarifa del arancel.
147
Este acuerdo puso punto y final al contencioso existente entre el vino meridional y los productos de la industria inglesa. Dicho contencioso arrancaba de 20 años antes, cuando en el convenio mercantil entre Francia y el Reino Unido se estipuló que cualquier vino introducido en este último pagaría 102 schillings y 6 peniques por galón, en función de si su tenor alcohólico fuera superior a 26 grados sikes (11,09°). Esta distinción se había hecho en peijuicio de los vinos españoles ya que éstos tenían mayor graduación que los franceses. España excluyó a Inglaterra del trato de nación más favorecida aplicado a partir de 1877. En 1886 el Foreign Office pone fin a la linea dividiéndola a partir de 12,84". J. Nadal Farreras, Comercio exterior y subdesarrollo..., op. cit.., p. 215.
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gar a un acuerdo con ambos países, sí permitió un estrechamiento y afianzamiento de las relaciones comerciales entre España y Suiza y Alemania y España gracias al tratado firmado en 1869 y 1865, respectivamente. Al mismo tiempo se acordó aplicar a estos países la base 5* del arancel, de lo que en definitiva les valió unas reducciones entre el 10 y el 45%. 148 La tarifa de 1877 supuso el fin del planteamiento de la política económica que se había introducido durante la experiencia revolucionaria y el comienzo de una nueva orientación bajo la restauración borbónica. Su implantación provocó medidas encaminadas a proteger a la industria catalana y a la del país vasco. La política proteccionista contó ya en esta época con el apoyo de los agricultores, que como consecuencia de las crisis cerealísticas que se habían producido con la llegada de cereal antillano, tenían que competir con cereales a precios mucho más bajos que los suyos. Al mismo tiempo fue también una tarifa de guerra. Las rebajas introducidas dentro de esta segunda columna fueron en ocasiones de hasta 5 veces menos que en la tarifa general. Esto suponía en definitiva un medio de presión para obligar a Inglaterra a que reformara sus aplicaciones a la escala alcohólica. Como he señalado, éste no se realizará hasta nueve años más tarde, por lo que su papel de instigador no fue muy acertado.
3.2.3. El tratado de 1883 Las tendencias proteccionistas suizas, marcadas ya en los intentos de revisión de 1877, se fueron recrudeciendo en los años 80 fecha en la cual, la pequeña y mediana industria solicitó del Consejo Federal „eine Unterstützung der inländischen Produktion". 149 Junto con ella se encontraba el sector agrícola, víctima quizás de la cada vez mayor competencia extranjera. „Während bis dahin kämpf- und schutzzöllnerische Gesichtspunkte vornehmlich in gewerblichen und industriellen Kreisen vertreten worden waren, so ändert sich das mit dem massenhaften Auftreten billigen Getreides und Schlachtviehs aus dem europäischen Osten und aus Amerika grundlegend". 150 El recrudecimiento de la crisis en los años 80 afectó aún más a este sector y al mismo tiempo retuvo las inversiones en la industria, lo que provocó un recrudecimiento de los pensamientos proteccionistas. Como consecuencia del aumento de las importaciones de productos procedentes del agro a partir de la introducción de la cláu-
148
Neue Zürcher Zeitung, 29. August 1877. Ver también J. Nadal Farreras, Comercio exterior y subdesarrollo..., op. cit.., p. 218.
149
BA 13 (B) 253. Rapport de l'Union Suisse du Commerce et de l'industrie, 1882.
150
A. Bosshardt, A. Nyderegger: „Die schweizerischen Aussenwirtschaft...", op. cit.., p. 309.
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sula de favor, el sector agrícola, basándose en el principio de igualdad entre todos los sectores, solicitó la introducción de aranceles a los productos alimenticios. Pero no sólo era el sector agrícola el que veía con preocupación la entrada de productos extranjeros más baratos. La subida del precio de las materias primas de importación como el algodón, el lino o la lana, motivó un encarecimiento de los productos de ellos derivados, que se vio recrudecido a su vez por el encarecimiento de la mano de obra. La llegada al continente de telas procedentes de Inglaterra más bastas pero mucho más baratas provocó la reacción consiguiente de este sector, que comenzó a sentir el impacto de la competitividad. Como señala Leuthold, la dependencia de un país tan pequeño como Suiza con relación a los otros países determinó cualquier actuación de su política aduanera, que se vio abocada en dos direcciones: una, la de proteger y fomentar su propia industria y otra, la de actuar, mediante los aranceles, en la defensa de mejores y más grandes reducciones de los aranceles de los países vecinos.151 En esta situación se produce la renovación del acuerdo comercial en 1877 a raíz de la implantación de la nueva tarifa aduanera española. En él, España pasaría a aplicar la 2a columna del arancel a los productos suizos al mismo tiempo que se mantendría la base 5a del arancel, mientras que Suiza aplicaría la tarifa General con reducciones en determinados productos como el vino, las pasas, los cítricos, los frutos, los secos, etc. El desarrollo de las importaciones de productos españoles por parte Suiza propició la solicitud suiza de obtener rebajas en algunas partidas del arancel.152 Las importaciones de vino español que se habían incrementado enormemente debido a la plaga de la filoxera en Francia dotaron a los representantes suizos de un arma poderosa para pedir rebajas en productos textiles, algunas materias primas para base de colorantes y reducciones en los quesos y leche condensada.153 Las solicitudes se distribuyeron en cinco apartados consignados por la Cámara de Comercio e Industria de Ginebra. La primera clase trataba de los artículos de vidrio, loza y porcelana, en los cuales la segunda tarifa permitía una reducción de 50 céntimos con respecto a la tarifa segunda. La segunda clase la componían productos minerales y sustancias farmacéuticas, y la tercera trataba de materias textiles, ésta última presentada por la Unión de los comerciantes e industriales ginebrinos. También se exigían reducciones para las máquinas y aparatos de precisión y, por último, para los alimentos 151
H. Leuthold, Strukturwandlungen der schweizerischen..., op.cit..,p.
152
Bericht des schweizerischen Konsuls in Barcelona über das Jahr 1875. En este informe el cónsul señala la importancia de las exportaciones vinícolas de España a Suiza.
153
Bericht des schweizerischen Konsuls in Barcelona über das Jahr 1878 . Aquí se manifestaba ya el aumento de las importaciones de máquinas suizas por parte de España. En 1881 el cónsul declaró también que todos los productos suizos tienen en España una capacidad de expandirse, excepto los productos agrícolas. Bericht des schweizerischen Konsuls in Barcelona über das Jahr 1881.
60.
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(reducciones en las harinas lacteadas y en chocolate). La mayor de las reducciones que se solicitaron fue sobre todo para la exportación de productos de la industria textil, base junto con los relojes de las importaciones españolas. La Unión de comerciantes solicitó también la introducción de la seda dentro de la cláusula de favor por cuanto que „Spanien noch keine stark entwickelte eigene Seidenfabrikation, dagegen einen ziemlichen Konsum von Seidenwaren hat". 154 Junto a la reducción de los aranceles se requirió el tratamiento de „semifabricado" para los paños de algodón crudo que hasta entonces habían sido tratados como las telas coloreadas y fabricadas y por tanto pagaban un 110% más de su valor. En lo referente al capitulo de material de hierro para la construcción de las líneas ferroviarias en España, pretendían una reducción o tarifa especial. También se solicitaban rebajas en la exportación española de los productos coloniales en tránsito, tales como el azúcar, el café, la canela, especias, harinas de trigo procedente de Sudamérica, vino para quemar y petróleo. 155 La ratificación del modus vivendi se produjo sin que las peticiones de la „Unión de Comerciantes e Industriales „de Ginebra fueran tomadas en cuenta. El Gobierno español se limitó a conceder algunas rebajas en las harinas lacteadas y en el chocolate, pero no se hicieron concesiones en cuanto a la introducción de la seda en el apartado de la cláusula más favorecida. Indudablemente el hecho de que los porcentajes en las importaciones de productos suizos aún fueran muy bajos para España desmereció la atención de los comisionados españoles, que sólo incluyeron rebajas en aquellas partidas cuyo volumen de importación era relativamente superior. Para la comisión suiza y para la Unión de comerciantes este resultado era una señal de lo poco eficaz de la tarifa arancelaria suiza a la hora de solicitar concesiones por parte de aquellos países con los que se firmaban acuerdos. En 1881 la situación había cambiado. Los intentos franceses por elevar los aranceles de los vinos españoles como consecuencia del fin de la plaga de la filoxera en Francia habían originado nuevas negociaciones entre Francia y España. Al mismo tiempo, y según el plan establecido en 1877, debía producirse la revisión del arancel y por tanto una necesidad de adaptar éste a los nuevos convenios. Ambas cosas motivaron por parte española la denuncia de los acuerdos comerciales.156 El afianzamiento de los sistemas proteccionistas en toda Europa seguía su curso.
154
155 156
BA 13 (B) 253. Rapport de l'Union Suisse du Commerce et de l'industrie.
Ibid BA 13 (B) 253. Caita del Ministro Español al Cónsul General suizo. Septiembre 1881.
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El 18 de octubre de 1881 España denuncia el acuerdo comercial con Suiza de 1869. 157 La denuncia del tratado motivó una reunión urgente del Gobierno Federal con los distintos sectores de la economía suiza, tanto en el campo del comercio como en el de la industria, con el fin de que se llegaran a acuerdos lo antes posible con España y evitar así la aplicación de la tarifa general o máxima por parte española. También la „Unión Suiza del Comercio y de la Industria en Ginebra", que como hemos visto había solicitado del Consejo Federal la revisión de los acuerdos con España en 1877, pide de nuevo rebajas en los aranceles españoles. Los productos textiles seguían siendo el punto principal para los que se pedían las reducciones que oscilaban entre un 25 a un 50% (elásticos, tisúes de algodón, etc.), pero también se solicitaban reducciones de un 5% del valor, sobre los derechos de la anilina y una nueva clasificación en las categorías de los extractos colorantes, como lacas, índigo y sucedáneos. Por último y a petición del sector agrícola se solicita una reducción en los aranceles de quesos y en la leche condensada. 158 Para conseguir sus pretensiones el Gobierno suizo se valió de las reuniones que venían celebrando con Francia e Italia, países que mayor competencia presentaban a España. Pero al mismo tiempo el acuerdo con España debía firmarse antes de que España consiguiera reducciones sin contraprestaciones a Suiza, gracias a los acuerdos que ésta pudiera hacer con Francia e Italia y de los cuales España se beneficiaría al estar en vigor la cláusula de nación más favorecida. A la espera de un acuerdo definitivo Suiza solicitó la prolongación del tratado de 1877, cosa que España se negó a conceder a menos que Suiza no realizara una rebaja de los vinos españoles por debajo de los realizados a Francia. Su requirimiento era de 2 francos en lugar de 3.50 como exigía Francia. 159 Suiza se negó radicalmente a aceptar dicha solicitud argumentando que España debía ajustarse a las rebajas que se habían hecho a Francia. Estas suponían casi la mitad de lo que tenían que pagar los vinos de naciones sin acuerdos con Suiza (6 francos). Además argumentó que los derechos de los aranceles para el vino afectaban a todos los vinos por igual sin distinción del color o grado alcóholico y, por tanto, teniendo en cuenta que los vinos españoles tenían mayor graduación, esta igualación era ya también una ventaja para España. En 1882 el acuerdo con Francia aún no había sido firmado y España pretendía utilizar las negociaciones que venía realizando con Suiza y Bélgica para obligar a Francia
157
AMAEx, H 2684, fol. 335, 12 de octubre de 1882. Gaceta de Madrid: Real Orden de Estado manifestando al Ministro de Hacienda que pueden denunciarse los tratados de comercio vigentes con todas las potencias.
158
BA 13 (B) 253. Handelsdepartement des Kantons Genf an den Bundesrath, 15. August 1881: Handelsbeziehungen mit Spanien.
159
BA 13 (B) 253 Report de l'Union suisse du commerce et de l'industrie. 20. Oktober 1881.
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a hacer reducciones en sus aranceles del vino. 1 6 0 Por el momento Suiza seguió manteniendo su punto de vista respecto al vino pero al mismo tiempo sufría las presiones de aquellos grupos que veían con temor la aplicación de los derechos elevados para sus productos. 1 6 1 Unicamente se pensaba otorgar reducciones a los aranceles de frutas, aceite de oliva y corcho tanto en láminas como en tapones. 1 6 2 Al mismo tiempo Suiza admitiría la limitación española a los derechos de importación, ordenada por Sagasta a fin de frenar la inflación. 1 6 3 En definitiva Suiza, y en vista a las negociaciones que España estaba llevando a cabo con Francia, lo que pretendía era conseguir el mismo trato de favor que los productos franceses por la competencia que éstos presentaban para los productos de exportación suizos. 1 6 4 Sin embargo España no estaba dispuesta a llegar a acuerdos definitivos con Suiza hasta no haber firmado el acuerdo con Francia aunque sí aceptó la solicitud por parte suiza del alargamiento por un año del acuerdo provisional. Esto impediría que las exportaciones se vieran sometidas a tarifas „sorpresas" en caso de que España decidiera elevar súbitamente sus aranceles, lo que provocaría graves problemas tanto para los exportadores como para los agentes importadores que verían incrementado el precio de compra. 1 6 5
160
España había firmado un acuerdo con Bélgica en 1878 que entró en vigor en julio. Se comprometió a hacerlo valedero hasta la finalización del acuerdo franco-español en 1892.
161
BA 13 (B) 253. Entre otras, las casas exportadoras que tenían comercio con España y temían la falta de acuerdos, eran: la casa „Mayer" de Wohlen, la cual exportaba sombreros para niños y pedía una nueva declaración para las exportaciones de sombreros de paja; la casa „Hossly und Cié.", exportadora de telas de algodón y seda; la casa „C.F. Bally" que solicita reducción para las cintas elásticas, utilizadas para la fabricación de los zapatos; la casa „Chemische Fabrik; Rindschedler Busch und Co" de Basilea; „Rieter, Ziegler und Co", fabricante suizo de sedas en Zürich; ,3aumwollspinnerei und Zwimerei" N. Uster, de Zürich, el cual se manifiesta contrario a un acuerdo comercial con España; „Filature de Filoselle", de Uster, „André Bindschedler", fabricante de hilos y tejidos de algodón, y la „Schweizerische Industriegesellschaft", de Neuhausen. Las respuestas se realizaron en el mes de octubre en general.
162
BA13 (B) 253. Handelsbeziehung mit Spanien. Verhandlungen mit Spanien, 1882.
163
BA 13 (B) 253. Handels- und Industrieabteilung. Zürich an den Bundesrath, 1882.
164
AMAEx, leg. 338, Negociaciones. El 17 de septiembre, el Gobierno español había transmitido al suizo un proyecto de la Convención con la tarifa convencional para la importación. Suiza temía que de firmar acuerdos con ella antes que con Francia y por contar con menos medidas de presión, Francia se beneficiaría de mejoras que ella no habría obtenido.
165
La aplicación de la primera tarifa del arancel provocó un enorme peijuicio a los productores y comerciantes, al ver repentinamente elevados sus productos . Así por ejemplo el arancel de 1877 había gravado las lanas en la primera columna 12 francos mientras que los países que gozaban de la segunda debían pagar únicamente 7,5 francos. Lo mismo sucedía con los extractos tintóreos que en la columna máxima pagaban 2,5 y en la mínima 1,5 francos. En cuanto a la sustancia farmacéutica, el índigo, del cual Suiza exportaba una gran cantidad, era en la 1* columna de 45
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La firma del acuerdo hispano-francés el 6 de febrero de 1882 dio un nuevo giro a las negociaciones con Suiza. La comisión enviada por el Gobierno español a Suiza mantenía las mismas propuestas que en la primera parte de las negociaciones, es decir, rebajas de 1.5 francos para los vinos envasados que no fueran en botellas (se pagarían 2 francos en lugar de los 3.5 francos de la tarifa general con la exclusión de cualquier grado alcohólico), rebajas en las pasas (3 francos en lugar de 7), en el corcho en bruto (2 francos en lugar de 4) y en el corcho obrado o en tapones (5 francos en lugar de 7). Para el aceite de oliva se pedían 12 francos en lugar de los 16 del arancel suizo, si se trataba de aceite en botellas, manteniéndose un franco en el caso de que aceite estuviera conservado en pipas. También se solicitaban reducciones en las naranjas, los limones, los dátiles, las almendras, los higos y las pasas (de 3 francos en lugar de 7 francos). Por parte suiza se solicitó el trato de nación más favorecida al tiempo que se exigía la misma reducción que la otorgada a Francia. Se pidieron además, como reducciones que sólo afectarían a los productos suizos, la reducción arancelaria para los artículos textiles (lanas, sedas), sombreros de esparto, relojes, chocolates y quesos.166 Para los bordados en tejidos de lanas se pedía una reducción de 200 pesetas167 frente a las 347 por 100 kilos de la tarifa arancelaria española y lo mismo para las sedas y los tejidos de goma elástica mezclados con otros materiales.168 En el caso de los quesos se solicitaba una reducción de 8 pesetas frente a las 35 de la segunda columna del arancel.169 También se pedían reducciones para los extractos de colorante, así como para varios artículos relacionados con la industria química y las maquinarias.170 Se pidió además una nueva división de la leche distinguiéndola entre azucarada y no azucarada tal como se había establecido en el acuerdo franco-suizo171 y una reducción en la hafrancos y en la segunda se pagaba únicamente 24 francos por cada 100 kg. SAZ. Spanischer Zolltarif, 1882. 166
BAI3 (B) 253. Uhrenindustrie an den Bundesrath. Handelsbeziehungen mit Spanien, 1882.
167
Hasta 1900 se presenta una paridad de la peseta española y del franco suizo, por lo que los valores han sido dados indistintamente en pesetas o en francos. Sólo a partir de 1905 aparece una clara depreciación de la peseta, por lo que los valores serán dados en francos.
168
BA 13 (B) 253. „Bally, Schuhfabrik AG" an den Bundesrath. Solicitud de la casa de calzados Bally de una reducción de los aranceles españoles ante las diferencias entre éstos y los franceses, (de 2 pts kg frente a 1.5 pts ) y alemanes (90 céntimos). A pesar de la solicitud la firma desconfiaba de que se obtuvieran las reducciones presentadas argumentado que España intentaría proteger su industria del calzado.
169
AMAEx , leg. 338. Negociaciones.
170
BA 13 (B ) 253. „Der Vorort de lTJnion Suisse du Commerce et de l'Industrie" à Genève, 20. Oktober y 4. November 1881.
171
BA13 (B) 253. En el acuerdo franco-suizo Francia había concedido la franquicia a la leche si ésta no era azucarada y si contenía azúcar, el equivalente al monopolio del derecho al azúcar establecido por este país.
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riña infantil con la aceptación en franquicia de aquella que no contuviera azúcar.172 Al mismo tiempo se pidió que, pese a la publicación de una Real Orden del 6 de julio de 1882 por la cual la duración de los acuerdos fumados con posterioridad a dicha orden tendrían una duración de cinco años y no de diez, se considerara como el periodo válido del convenio los 10 años a semejanza del acuerdo con Francia, a fin de evitar cualquier momento de trato desfavorable.173 La solicitud por parte de España de que se redujera el arancel del vino a 2 francos fue desestimada por todos los miembros de la comisión encargada de llevar a cabo la renovación del tratado. España, que se encontraba en ese momento en plena recesión en la exportación vinícola, como consecuencia de los aranceles franceses y por la nueva ley inglesa a partir del acuerdo con Francia que había elevado los aranceles de vinos superiores de 11 grados, amenazó con una guerra de tarifas y la aplicación de la primera columna del arancel a los productos suizos si no obtenía ventajas con respecto a los vinos franceses. Tampoco aceptaron el trato diferenciador de los aranceles cantonales respecto a los vinos extranjeros y los vinos nacionales y se amenazó con romper las negociaciones. 174 La presión de los agricultores suizos para impedir que los vinos españoles obtuvieran reducciones mayores que los vinos italianos y franceses se incrementó. Alegaron que de producirse dicha reducción la crisis del sector vinícola sería irrecuperable. Sin embargo estuvieron de acuerdo con las reducciones de los otros productos agrícolas que no entraban en competencia con los suyos. 175 También manifestaron su aprobación en lo referente al cuadro C del tratado adjunto al proyecto de tarifa española, referente a los derechos de entrada cantonales con respecto a los vinos. 176 Por su parte España, ante la ausencia de un acuerdo final, deniega la cláusula de favor a Suiza, argumentando que mientras que Suiza obtiene reducciones por sus productos a través del acuerdo franco-español, ella carece del mismo trato de favor. Por 172
BA13 (B) 253. Société des Produits Nestlé . Verhandlungen mit Spanien, 24. Oktober 1882.
173
BA13 (B) 253. Francia, que había firmado el acuerdo en febrero, podía gozar de los derechos españoles hasta 1892, no así Suiza y otros países con acuerdos posterioresa esa fecha.
174
BA 13 (B) 253. Schweizer Konsul in Madrid an den Bundesrath 29. Februar 1883. Hasta ese momento se había admitido la carga cantonal de los derechos vinícolas. Estos aplicaban un arancel mayor para aquellos vinos que provenían del extranjero frente a los vinos nacionales.
175
AMAEx, leg. H 2384, fol. 338. Negociaciones. Se redujo el arancel del corcho a 2 francos en placas o crudos y de 5 francos para el corcho obrado o en tapones.
176
BA 13 (B) 253. Se trataba del derecho que tenía cada cantón de aplicar un impuesto distinto a los vinos extranjeros y a los vinos nacionales y si se trataba de vinos en toneles o vinos en botellas. Así por ejemplo el cantón de Berna solicitaba un impuesto de 4.5 francos para los vinos en toneles y de 9 céntimos más si se trataba de vinos en botellas en el caso de los vinos nacionales y de 5.3 francos y 5.7 francos si los vinos eran extranjeros. La solicitud española consistía en intentar que los aranceles cantonales se redujeran de la misma manera que los aranceles generales.
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esa razón el 18 de octubre la declaración de cláusula de nación más favorecida deja de entrar en vigor y a partir de ese momento los productos españoles y suizos se cargarían según las tarifas de países no conveniados. Para el Consejo Federal, „die Ursache, weshalb welche nicht bis zum Abschluss einer neuen Vereinbarung verlängert worden ist, liegt nicht auf schweizerischer Seite. [...] Die spanische Regierung gab erst am 17. September eine definitive Antwort, begleitet von dem Entwürfe eines Vertrags, eine provisorische Verlängerung der bestehende Deklaration auf erneuten Vorschlag des Bundesrates zuzugestehen, wenn ihre Forderung vom Bundesrat in Prinzip anerkannt würde".177 Dos días más tarde, sin embargo, en una Real Orden dada por el Gobierno se logró la prolongación del acuerdo de 1869 hasta el 15 de diciembre:178 „Tomando en consideración las razones expuestas por mi Ministro de Estado y de acuerdo con el parecer del Consejo de Estado, vengo a autorizarle para que, de la foima acostumbrada y dando cuenta a las Cortes, pueda prolongar hasta el 15 de diciembre próximo los tratados de comercio en la actualidad vigentes con aquellos estados que habiendo aceptado las bases propuestas por mi Gobierno para la celebración de los nuevos pactos comerciales que han de sustituir a los denunciados en el mes de octubre del año último tengan entabladas negociaciones que permitan en tanto en cuanto se llevaran las negociaciones oportunas sobre la reducción de la tarifa federal presente para España."179 La finalización de la prórroga el 15 de diciembre obligó a la solicitud de una nueva, que fue concedida ese mismo día para un período de tres meses hasta que las negociaciones hubieran terminado.180 Las solicitudes habían sido presentadas por España y fueron analizadas en una conferencia que con motivo del acuerdo italo-suizo tuvo lugar en Berna el 30 de octubre
177
BA 13 (B) 253. Schweizer Konsulat in Madrid an das Handels- und Industrie Departement, 18. Oktober 1882.
178
BA 13 (B) 253. Handelsbeziehungen mit Spanien. Schweizer Konsul in Barcelona an den Bundesrath. 20. October 1881. Hasta el momento los únicos países que habían logrado una prolongación del acuerdo de 1877 eran Alemania, Suecia y Noruega. Esto provocó por una parte el lógico malestar de los comerciantes y productores suizos, que veían cómo sus mercancías tenían que hacer frente a aranceles más altos, y por otra la anulación del acuerdo firmado el 20 de octubre de 1882 entre el cónsul suizo en Barcelona y el Gobierno español sobre una serie de concesiones que éste estaba dispuesto a otorgar a determinados productos suizos. AMAEx, Tratados 335, noviembre: Declaración entre España y Suiza prorrogando hasta el 15 de diciembre el convenio de 1869.
179
BA13 (B) 253. Gaceta de Madrid , 17 de octubre de 1881. 180 AMAEX, leg. H 2384, fol. 338. Negociaciones. Aplazamiento del acuerdo comercial de 1869 a Suiza. Este aplazamiento se había hecho también con Alemania.
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de 1882. 181 En dicha conferencia, en la cual estaban representados distintos sectores de la industria y del comercio así como los representantes agrícolas, se manifestaron dos tendencias económicas muy claras. Por una parte, la de los que por tratarse de industriales y comerciantes estaban dispuestos a ceder a las propuestas españolas 182 y la de los por otra parte, pertenecientes al sector agrícola, reticentes a hacerlo. Para este sector, la tendencia alcista de las importaciones de vinos era una situación difícil de sostener y por tanto cualquier decisión que permitiera un mayor incremento de las importaciones era rechazada. La posición del Gobierno de proteger la agricultura, y lo enormemente elevado de los aranceles españoles declinaba la balanza en favor de un cese en las negociaciones y la ruptura de los acuerdos tomados hasta entonces, por lo que: „ [...] ist aber für die schweizerischen Spinner gleichgültig, ob Spanien seinen Conventionaltarif oder den verhältnissmässig nicht viel höheren Generaltarif anwendet, es sind beide so hoch, dass ein regelmässiger Absatz unmöglich ist". 1 " Pero para muchos comerciantes e industriales la ruptura de las relaciones con España equivaldría a su desamparo respecto a los países vecinos que ofrecían una gran concurrencia184 al mismo tiempo que pondría en peligre las negociaciones que en ese momento venían celebrándose con Italia. „Wir sollten diese Möglichkeit benützen (habla de las negociaciones con España), um einen indirekten Druck gegenüber Italien ausüben zu können." 185 Como alternativa quedaba, en el caso de no obtener reducciones de sus principales productos, la de organizar el comercio de manera que pasase por alemán o por francés para que, a través del acuerdo con estos países, las mercancías suizas obtuvieran las ventajas que dichos acuerdos concedían. El año 1883 llega sin haberse firmado ningún acuerdo definitivo. La negativa de los otros países con los que España estaba realizando negociaciones a ceder a las exigen181
BA 13 (B) 213 Annex: Schweizerisch-italienischer Handelsvertrag, Protokoll der Konferenz vom 30. Oktober 1882. Documentos diplomáticos suizos, Vol. 3, Bern, 1989.
182
Como fue el caso de los industriales „Geigy-Merian" de Basel, representantes de la industria farmacéutica, y Bühler-Honnegger, representante de fábricas y tejidos, Gonzenbach. Ibid.
'«3 Ibid. 184
Un industrial de paños manifestó que en la actualidad 2/3 de su producción „ausschliesslich für Spanien bestimmt seien." También un industrial de St. Gallen manifestó que „die St. Galler Artikel wurden zum bisherigen Tarif in erheblicher Menge nach Spanien geliefert". La industria de la seda solicitó también la cláusula, argumentando que su suspensión supondría un grave problema debido a la enorme competencia que vendría después del acuerdo franco-español que supondría el pago de un 5% más.
185
Ibid.
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cías españolas, provocaba una falta de decisión del Gobierno español con respecto a Suiza, ya que, de hacer concesiones a otros países, Suiza se vería indirectamente beneficiado. 186 Por fin el 11 de marzo de 1883, Suiza comunica a su legación en España la llegada a un acuerdo mediante el cual Suiza concedería rebajas a los frutos cítricos, el aceite de oliva y el corcho. Se constataron 24 productos en el anexo A del acuerdo (mercancías españolas a Suiza). En ella se mantiene la tasa del vino a 3.5 francos por hectólitro como en el acuerdo franco-suizo pero sin distinción de graduación o de envase. Los cítricos (naranjas y limones) así como las pasas y los frutos secos también obtuvieron reducciones. Lo mismo las tuvieron las manzanas, las peras, las ciruelas, las ciruelas Claudias, las nueces y las algarrobas al igual que los envases de pescado con peso mayor de 5 kilos. Dentro de las materias primas, experimentan reducciones el plomo en barras y en planchas, el hierro (acero) en bruto o lingotes y el cobre o latón de primera fundición en barras. Por último en el apartado de las lanas, se encontraban las lanas en bruto, peinadas, teñidas o sin teñir. El corcho también tuvo reducciones. Por su parte en el anexo B del acuerdo, el cual contenía los productos suizos y los derechos especiales en su exportación a España, constaban 54 productos, a los que se les aplicó la segunda columna del arancel español, es decir, los mismos derechos aplicables a Francia. España consintió el mantenimiento del impuesto sobre el azúcar por motivos fiscales y del alcohol, aunque constaría una cláusula explicativa que especificaría que el vino no se incluiría dentro de esta taxa (artículo 7 del acuerdo).187 Por Real Orden del 12 de marzo se ordena la firma del tratado. Esta rúbrica tendría lugar un día después. El tratado entró en vigor el 30 de junio de 1883.188 El artículo 9 permitía una franquicia temporal para aquellas muestras que llevaran los comerciantes o productores y el trato de nación más favorecida para aquellos comerciantes o productores que viajaran a España con el ánimo de establecer negociaciones con otras firmas o negocios a fin de potenciar las inversiones extranjeras. 189 Con respecto a las provincias de ultramar, el Gobierno suizo obtendría las mismas ventajas que las estipuladas para aquellos países con la cláusula de nación más favorecida (artículo 10). Por último, en lo que respecta a la duración del contrato, se ne186
Estos países eran Dinamarca, Grecia, Países Bajos, Rusia, Turquía y Portugal. Las negociaciones con Alemania pasaban también por momentos difíciles al negarse ésta a reducir sus aranceles en los vinos y en el corcho. BA13 (B) 253. Schweizer Konsul in Madrid an den Bundesrath und Landwirtschaftsabteilung, Bern, 22. Januar 1883.
187
BA13 (B) 253. Mittheilung der Legation de l'Espagne à Berne presenté au Departement Fédéral du Commerce, 11 de Marzo de 1883. 188 AMAEx, leg. 338. Tratados. Tratado de Comercio entre España y Suiza: Bema, 14 de Marzo de 1883. 189
Ibid., Protocole additionnel.
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garon a aceptar las solicitudes suizas y manifestaron que éste debería acabar „d'une manière irrécusable et sans dénonciation préalable à partir du 30 juin 1887". 190 España no obtuvo reducciones en lo referente a los impuestos cantonales. Estos deberían pagar siempre el mínimo „des droits cantonaux ou communaux actuellement en vigueur pour les vins spécifiés dans le tableau C joint au traité". 191 El acuerdo de 1883 resultó ampliamente beneficioso sobre todo para España aunque el vino tuvo que gozar del mismo trato que los vinos franceses e italianos. Sin embargo logró rebajas en los productos que más amplia difusión tenían en el mercado suizo. „ [...] En resumen [el acuerdo] es favorable para España, pues, sin habernos salido de las concesiones que representa la aplicación de la segunda columna del arancel vigente, hemos alcanzado para nuestros productos la seguridad de los módicos derechos de la tarifa suiza y del trato más favorecido y en algunos artículos reducciones de importancia sobre el actualmente allí establecido, impidiendo que aquel Gobierno llegase a recargar especialmente los derechos generales de los artículos españoles." 192 Suiza sin embargo no obtuvo reducciones especiales limitándose a obtener la segunda columna del arancel, aunque por otra parte los agricultores lograron que la tarifa del vino no se redujera. De esta manera el Gobierno se muestra firmamente partidario de una política de apoyo a la agricultura. Por otro lado también los comerciantes van a contar con las mismas reducciones que las de sus países vecinos, por lo que la situación de irregularidad desaparecerá, lo que propiciará una expansión de las exportaciones. En definitiva, podemos decir que el acuerdo de 1883 propulsó dentro del espirítu proteccionista unas cesiones a fin de evitar la caída de los intercambios, lo que hubiera provocado una situación, en la cual los sectores tradicionalmente dedicados al comercio hubieran visto reducidas sus capacidades exportadoras. Al mismo tiempo se observa una fuerte incidencia del sector agrícola por parte suiza, lo que provocaría una cierta ralentización de los sectores dedicados a la industria y al comercio. Por parte de España, las reducciones obtenidas del acuerdo comercial potenciarían las exportaciones al mismo tiempo que servirían de incentivador de la inversión a nivel agrícola.
190 ibid., art. 11. 191
lbid., art. 6.
192
AMAEx, leg. H 2384, fol. 338. Tratados. Tratado de Comercio entre España y Suiza: Berna, 27 de abril de 1883.
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3.3. Las políticas comerciales a finales de siglo
3.3.1. La política comercial suiza en los años noventa. Los ajustes proteccionistas La invalidez del arancel suizo como arancel de guerra había quedado ya lo suficientemente demostrado en las negociaciones con España. La concesión de rebajas a casi el 80 % de los productos de exportación por parte de España y la intransigencia manifestada por los españoles, que utilizaban la moderación de los aranceles suizos para negarse a hacer concesiones, provocó, como veremos en la segunda parte, que las importaciones de productos españoles, en el período que va de 1883 a 1893, se multiplicaran casi por 8 mientras que las exportaciones a España aumentaban de manera mucho más lenta. Como ya he señalado, la crisis de los años setenta se había visto agravada durante los años 80 con la llegada de cereal antillano y el descenso de los precios de los productos agrícolas en todo el continente. En estos años las importaciones de alimentos por parte suiza habían provocado una crisis en el sector agrícola suizo catalogado de „Notlage der Landwirtschaft".193 La competencia con el mercado europeo obligó a una especialización del mercado agrícola y éste se fue reduciendo a producciones lácteas, a la carne de vacuno, al queso y al ganado de cría. La resolución federal de 1884 determinó una serie de medidas destinadas a la reforma e investigación de la cabaña ganadera suiza.194 Aunque dicha ley provocó algunas reformas ventajosas, éstas no sirvieron para asegurar la rentabilidad de las mismas.195 Por esta razón los agricultores suizos solicitaron del Consejo Federal medidas de tipo proteccionista, solicitudes que concluyeron con la presentación de un informe por parte de la Unión de Agricultores y Ganaderos Suizos en el que se pedía la elevación en los aranceles de cereales, del vino, de la mantequilla y de la harina, así como de la totalidad de la cabaña ganadera. Dicha resolución suponía „nicht nur eine Stärkung der Kampfzollpolitik, sondern es wurden zum erstenmal auch die Wünsche der Landwirtschaft, wenn auch nur in ganz bescheidenden Masse, berücksichtigt".196
193
E. Laur, Die sozialdemokratische
194
Bundesblatt betreffend die Förderung der Landwirtschaft durch den Bund, 27 de junio de 1884. A.S.n F., Banda 7, pp. 605 y ss.
195
E. Laur, Bauernpolitik, Aarau, 1919., p. 56.
196
K. von Steiner, Die schweizerische
Zollinitiative und ihre Folgen und Gefahren. Bern, 1922.
Zollpolitik von 1900. ,.,op. cit., p. 15.
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Las solicitudes agrícolas contaron con el apoyo la pequeña y mediana industria recrudeciéndose el pensamiento que exigía proteger la economía nacional de la concurrencia extranjera. A esta seituación se sumaron las políticas proteccionistas de los países vecinos por lo que también el comercio comenzó a perder fuerza. La disminución de las exportaciones así como la fuerte competencia exterior obligaban no sólo a reforzar la tarifa haciéndola más proteccionista, sino a que ésta sirviera para ejercer presión a fin de llegar a acuerdos más favorables con los otros países o en último caso „Wenn in den Handelsvertragsverhandlungen hohe Kampfzollansätze nicht oder nur unbedeutend ermässigt werden, bleiben sie bestehen und wirken wie Schutzzölle." 197 El resultado de esta presión por parte de las industrias, del campesinado y también de los comerciantes fue la nueva ley de tarifas de 1884, que entró en vigor el 1 de enero de 1885. 198 En esta ley se acordó la elevación de muchas de las partidas del arancel. Hay que destacar que, por primera vez, no se proclamó únicamente el valor fiscal de la misma, sino que también se alegó la defensa de la producción nacional. A pesar de ello la tarifa de 1885 seguió estando muy por debajo de las de otros países, y en muchos sectores de la economía se siguió manifestando su disconformidad. La renovación de la tarifa de 1885 fue sólo parcialmente puesta en vigor. En realidad el sistema proteccionista no estaba aún tan arraigado y, por otra parte, la denuncia de los acuerdos comerciales en 1887 obligaba a una nueva refundición de la misma. En 1887 se produce una nueva revisión. Sus puntos de bases eran los mismos de 1885, es decir una protección en los productos agrícolas y en los productos de fabricación nacional. En su publicación sin embargo la comisión para la revisión de la tarifa aduanera alegó también otras causas, como las de defensa nacional frente a las corrientes proteccionistas del extranjero. Se entendía que la moderación de los aranceles suizos hacía insuficientes las rebajas arancelarias en la firma de acuerdos comerciales con los países vecinos y de esa manera los productos de importación concurrían con los precios de los productos propios. No era por tanto únicamente una tarifa para salvaguardar los productos de fabricación sino que se trataba de una tarifa que tendría en cuenta tanto los productos fabricados como los productos agrarios.199 En la tarifa de 1887 se efectuaron cambios en 150 posiciones, las cuales en su mayoría experimentaron elevaciones importantes. Se elevaron los productos tradicionales como el algodón, la lana, el vino, los relojes y algunos productos agrarios. En Suiza el agravamiento de la crisis agrícola produjo el deseo de reorganizar la política económica mantenida hasta entonces. El campo estaba necesitando una re197
H. Leuthold, Strukturwandlungen der schweizerischen...,
198
Ibid., p. 60.
199
op. cit.., p. 58.
Botschaft des Bundesrates betreffend Abänderung des Zolltarifgesetzes von 26 Juni 1884, 19. November 1886. Bundesblatt 1886, Band i n , p. 1045 y ss.
Beatriz Sánchez Fernández
7&
forma puesto que los productos suizos no eran competitivos en el mercado internacional. Ésta debía estar dirigida sobre todo a lograr una revisión de los aranceles en los productos lácteos y la ganadería. El fin era conseguir una adaptación paulatina de la producción láctea en cárnica, ya que esta última contaba con menos concurrencia en el mercado exterior, puesto que los productos derivados de la leche tenían a Alemania y a Holanda como fuertes competidores. Al mismo tiempo se pedía una protección para el vino y un recrudecimiento arancelario para los cereales y las frutas del sur. Como en 1887, a la voluntad proteccionista de la agricultura se sumó también la de la pequeña industria. Ésta sin embargo no debía nunca alcanzar el grado de los otros países europeos por el riesgo de que unas medidas demasiado proteccionistas pudiera impedir el libre tráfico de mercancías, algo que los suizos exigían para un comercio libre. Apoyando a ambos grupos estaban también los comerciantes. En 1890, piden en un informe presentado ante el Gobierno Federal una „mässige Schutzzölle-Politik für eine Anzahl von Industrie und Gewerbe sowie für einzelne Zweige der Landwirtschaft".200 La sociedad de comerciantes („Kaufmännische Gesellschaft") reconocía a través de este principio de protección la necesidad por una parte de luchar contra el „dumping" extranjero y por otra la de implantar un arancel más igualitario que afectara a todos los sectores económicos del país. Los resultados de estas presiones fueron la solicitud de una nueva tarifa, la cual debía basarse en tres principios: el de implantar un arancel de lucha como base para las negociaciones en los nuevos acuerdos comerciales, el de proteger la industria nacional y por último el principio de fiscalidad. El Gobierno Federal se mostró partidario sobre todo de una elevación de los aranceles de los productos agrícolas a fin de proteger el tránsito que suponía el cambio de una producción láctea a una cárnica, pero fue reticente a la hora de elevar los productos manufacturados, ya que pensaba que cualquier elevación de éstos pondría en situación de desventaja a los productos suizos. La tarifa quedó prácticamente definida en 1891. En ella se efectuaron reducciones en algunos productos, con la idea de que su arancel se completara con los pagos efectuados por los medios de transporte (que en el caso suizo eran muy elevados). Se llevaron a cabo elevaciones en el arancel del vino a 6 francos, es decir 2,5 francos más que en la tarifa general de 1887, aunque en los acuerdos comerciales (y ya veremos en el caso de España) quedaría reducido a 3,5 francos para los vinos en barriles. Los vinos en botellas se elevaron a 25 francos, frente a los 3,5 francos que se pagaba en el arancel anterior. Los productos industriales se elevaron sólo de manera que tuvieron carácter de arancel de guerra. En opinión de Bosshard y Nydegger, el arancel de 1891 marca la entrada definitiva de Suiza en el proteccionismo.201 Si bien es cierto que sus aranceles nunca alcanzaron 200
H. Leuthold, Strukturwandlungen der schweizerischen.,.,op.
cit.., p. 66.
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las cuotas que se impusieron en otros países sí aparece una clara idea de protección, ya que por primera v e z se interpretó el arancel como medio de defender los productos nacionales de la competencia extranjera. 202 La tarifa de 1891 no contó con el apoyo de todos los sectores sociales. Se formaron ligas, juntas y corporaciones que se manifestaron abiertamente en contra de dichas medidas. 2 0 3 Fueron sobre todo ligas en defensa del consumidor, puesto que se pensaba que las elevaciones de los aranceles impediría la entrada en el país de mercancías extranjeras más baratas. En 1891 comenzaron los acuerdos comerciales entre los distintos países europeos y Suiza. En 1892 se estableció el acuerdo comercial con Italia y con España, en 1893, el cual n o entraría en vigor hasta 1894. Con Francia se entraría en un período de guerra de tarifas que culminaría con el modus vivendi de 1895. Los contratos celebrados en estas fechas produjeron un notable incremento de la exportación suiza a Europa. Sin embargo hay que señalar que la tarifa de 1891 a pesar de ser una tarifa de guerra no logró de los países con los que se mantenían negociaciones todas las reducciones solicitadas. 2 0 4
Sí se obtuvo, gracias a los acuerdos, un
comercio relativamente seguro, lo que supuso un incremento de las ventas y asegurar plazas de mercado e incluso ampliar su extensión.
201 202
A. Bosshardt, A. Nydegger: „Die schweizerische Aussenwirtschaft...", op. cit.., p. 309. Para Leuthold el arancel de 1891, aunque con un cierto carácter proteccionista, siguó siendo, en su significado, un arancel de guerra. Otros autores como Bachmann opinaron que dicho arancel no tuvo las características proteccionistas de otros países y que la política comercial suiza siguió siendo liberalista si se la compara con las políticas comerciales de Inglaterra, Francia o España. Ver: H. Leuthold, Strukturwandlungen der Schweiz..., op. cit.., p. 75, y H. Bachmann, A. Bosshard, E. Heuss, Probleme der schweizerischen Zolltarifrevision ...,op. cit.. Para K. von Steiner, con el arancel de 1891, aunque se acercó ideológicamente al resto de los países europeos, las diferencias seguían siendo enormes porque sus aranceles estaban muy por debajo de la media europea. El arancel de guerra fue esencialmente „nichts anderes als ein Kompromiss zwischen Freihandel und Protektionismus". K. von Steiner, Die schweizerische Zollpolitik von 1900..., op. cit.., p. 21.
203
Tenemos por ejemplo la „Liga suiza contra el encarecimiento de los alimentos", la „Liga de Consumidores" y el „Partido Socialdemócrata", que se manifestó abiertamente en contra de este arancel argumentado cuestiones sociales que privarían al suizo medio de la posibilidad de adquirir productos más baratos provenientes del extranjero. K. von Steiner, Die schweizerische Zollpolitik von 1900.,.,op. cit.., p. 22.
204
von Steiner señaló que „als Kampftarif hat der Generaltarif von 1891 versagt; denn die Handelsverträge, die auf Grund dieses Tarifes mit den ausländischen Staaten abgeschlossen wurden, waren für die Schweiz nicht günstig, da die Konzessionen, die die ausländischen Staaten machten, lange nicht so gross waren wie die Konzessionen, zu denen die Schweiz gezwungen wurde". K. von Steiner, Die schweizerische Zollpolitik von 1900..., op. cit.., p. 23.
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3.3.2. La tarifa española de 1891 En España los esfuerzos por llevar a cabo una política proteccionista se debieron fundamentalmente a tres motivos: el recrudecimiento de la tarifa francesa que elevaba los aranceles del vino y otros productos agrícolas, la crisis cerealística provocada por la llegada de cereales de ultramar, lo que motivó una reacción de los agricultores de Castilla, que veían en la elevación de las tarifas aduaneras la única solución para impedir la entrada de productos agrícolas más baratos, 205 y por último la presión por parte de los industriales catalanes de evitar cualquier intento liberalizador que pusiera en peligro su desarrollo textil. La ruptura de los acuerdos entre España y Francia y la caída de las exportaciones de vino a este país provocaron en 1891 la denuncia por parte española de todos los acuerdos que España mantenía con los otros países. Para el inicio de nuevas negociaciones se requería una nueva tarifa aduanera que permitiera obtener reducciones en los aranceles vinícolas franceses y al mismo tiempo impedir la entrada de productos textiles que pusieran en peligro la industria textil catalana. La crisis cerealística impulsó también a los agricultores castellanos a tomar posiciones que favorecieran la protección de sus productos frente al exterior. Por primera vez, como señala Nadal, se produce la „unión efectiva de los intereses agrarios e industriales".206 El 31 de diciembre de 1891, Juan de la Costa Castañeda, ministro de Finanzas, propuso a la reina regente el nuevo proyecto de tarifa, que derogaría el arancel de 1883.207 El principio de la nueva tarifa se basaba en los mismos principios bipartidistas de los de la tarifa francesa ideada por Méline, la cual se caracterizaba por contar con dos columnas, una general y otra mínima. La tarifa mínima se aplicaba a aquellos países con acuerdos comerciales.208 Con la tarifa se intentó armonizar los intereses contradictorios de los diversos sectores nacionales y la política comercial a seguir. 209 El resurgimiento de la nueva política proteccionista provocó, como he dicho, la denuncia de todos los acuerdos comerciales. El proyecto de la revisión de una nueva tarifa, que sería aprobado por real decreto ese mismo día, constituyó el arancel de 1891, 205
R. Garrabon: „Las transformaciones agrarias durante los siglos XIX y XX", en J. Nadal, G. Tortella (eds.), Agricultura, comercio colonial y crecimiento económico en la España Contemporánea. Actas del primer Coloquio de Historia Contemporánea de España, Barcelona, 1972, pp. 226-28.
206
J. Nadal, El fracaso..., op. cit.., p. 71.
207
BA13 (B) 253. Handelsvertrag mit Spanien, 1892.
208
La diferencia entre la tarifa de 1877 y la de 1891 consistió en que para la primera, la segunda tarifa abarcaría los aranceles aplicados a los países con cláusula de nación más favorecida, mientras que la de 1891 suprimía dicha cláusula pero a cambio establecía reducciones para determinados productos.
209
P. Bairoch, „European foreign trade in the XIX century. The Development of the value and volumen of exports", en Journal of European Economic History, II, 1973, pp. 5-37.
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uno de los más proteccionistas hasta esa fecha.210 Dos años atrás, los intentos por parte de Segismundo Moret para lograr un arancel de doble columna con rebajas a los países con tratados había despertado el recelo de la comisión nombrada para el estudio de la reforma arancelaria.211 En ese año, la comisión que estuvo dominada por los intereses de los industriales catalanes y los agricultores castellanos, elaboró un proyecto en el que se proponía la eliminación de la cláusula más favorecida, el retorno al arancel de 1877 y la derogación definitiva de la base 5* que por la ley del 6 de julio de 1882 había vuelto a ponerse en vigor y por la cual los países con tratados con España sufrirían reducciones en 1882 y 1892. Al mismo tiempo se exigió el restablecimiento de un derecho diferencial y la imposición de un derecho del 5% en las exportaciones de minerales de cobre y de hierro 212 Con la llegada al poder de los grupos conservadores dirigidos por Juan de la Concha se aprovecharían dichas propuestas para proponer a la reina regente un nuevo tratado basado en una doble columna, que reservara la tarifa más baja para el país que aplicara un trato recíproco a España.213 Salvo en la imposición de un 5% sobre la exportación de minerales de cobre y hierro, el Gobierno se mantuvo de acuerdo con el proyecto de la Comisión anterior. Al mismo tiempo, se pusieron las bases para terminar con el régimen arancelario español para las importaciones de material ferroviario.214 Los derechos legarían a experimentar un aumento de hasta dos o tres veces más que la tarifa de 1882. La tarifa de 1891 elevaba ampliamente los productos de exportación suiza (Ver cuadro 4).
210
P. Bairoch, Commerce extérieur..., op. cit.., p. 53.
211
P.E. Forster, Spanische Handels-Politik von 1890-1902. Inaugural-Dissertation, 1904. p. 21.
212
Ibid., p. 29. Ver también J. Nadal Farreras, Comercio exterior y subdesarrollo..., 164.
213
Arancel de aduanas para la Penísula y Baleares. Franquicias de derechos y disposiciones relativas al arancel, Barcelona, A. López Mobert, 1892.
214
J. Nadal Farreras, Comercio exterior y subdesarrollo...,
op. cit.., p. 105.
op. cit.., p.
Beatriz Sánchez Fernández Cuadro 4 2« Productos (por kilo) Huevos de seda Colores de anilina Algodón Alg. 25 hilos Alg. 26 hilos y más Algodones con hilos dobles hasta n" 35 Lanas no lavadas Lana lavada Lana peinada Paños de lana Seda cruda Tejidos de seda Máquinas agrícolas (100 kg)
Tarifa de 1882 1» 2» -
75 1,25 300 270
-
75 1,20 154 174
125 12 24 33 800 25 1750
76 7,60 15,20 33 433 25 1000
1
0,95
Tarifa de 1891 l1 2» 100 100 300 250 4 4 460 385 520 435
150 20 54 66 1290 30 3000
125 17 45 55 1075 25 2500
18,20
14
Fuente: Tarifa española de 1882 y Tarifa de 1892. en BA Bestand: 13 (B) 253. Los valores son en francos pero los pesos son por kilogramo.
El Gobierno liberal representado por Sagasta se mostró sin embargo receloso e intentó mantener aún la base 5a del arancel negándose a aceptar la creación de un arancel que gravaría la exportación de minerales. La dimisión de Sagasta como consecuencia de la crisis de Gobierno, y la llegada al Ejecutivo de Cánovas del Castillo, representante del sector más conservador, acabó con las pocas fisuras de libertad comercial. Éste, que contaba con el apoyo de los industriales, se mostró firmemente partidario de una revisión del proyecto a fin de que se realizara una supervisión de índole más proteccionista. Por fin, a finales de diciembre de 1890, quedó definitivamente redactado el proyecto que se publicaría en la Gaceta Oficial del 31 de diciembre de 1890, para que entrara en vigor a primeros de enero. A raíz de su publicación, el sector proteccionista, que contaba con la mayoría en el Parlamento, exigió la denuncia de todos los acuerdos comerciales en los términos más
215
BA 13 (B) 253. Se trata de una muestra realizada con algunos de los productos que eran de mayor interés para Suiza. Tarifa española de 1882 y 1892.
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inmediatos posibles y se manifestó contrario a cualquier acuerdo comercial. 216 Las razones de la negativa de dichos acuerdos residía en el miedo de que con la firma de acuerdos comerciales los aranceles experimentaron una reducción por debajo de lo estipulado en la segunda columna. Pero la presión por parte de comerciantes, y sobre todo por parte de los sectores de exportación vinícolas, que veían peligrar sus cosechas, fue tan grande que el Gobierno no tuvo más remedio que negociar, aunque con la condición de que se derogaría la cláusula de nación más favorecida. Se partió de la base de que los acuerdos no tendrían una duración mayor de cinco años y además se estableció una subida del 5% del valor para los artículos procedentes de la industria de máquinas, hierro y cobre y no ya únicamente en artículos de corcho y paños o minerales como había sido hasta el momento. Por otra parte, y con ánimo de asegurar la perdurabilidad de la tarifa, ésta debía entrar en vigor a partir del 1 de febrero de 1892 (es decir, justo al año de la denuncia de los contratos) y cualquiera de los cambios que pudieran producirse debían ser aprobados mediante leyes y nunca por decretó. 217 Las negociaciones se harían únicamente a partir de la tarifa mínima que no podría reducirse por debajo de la segunda columna del arancel. La tarifa de 1891 sirvió para proteger tanto la materia prima (prohibiciones de exportación) como los productos manufacturados, sobre todo los textiles. Se intentó por otra parte potenciar aquellos productos que tuvieran una larga tradición exportadora como el vino. Se intentó abaratar los costes de la exportación vinícola, permitiendo la franquicia en los barriles de madera vacíos. 218 La tarifa de 1891 supuso por tanto el reforzamiento de la tradición proteccionista española, que se mantendría perdurable hasta la Primera Guerra Mundial. Sin embargo el proteccionismo contó con una serie de límites impuestos por las propias relaciones internacionales y la presión de los agricultores, que, como veremos en el caso con Suiza, lograron obtener amplias reducciones a fin de evitar la falta de acuerdos. Las consecuencias de esta política autárquía que dominó el último tercio del siglo XIX, basada en el sector exportador, obligaron, como medida excepcional, la ampliación de los cultivos vinícolas. 219 La expansión de la superficie y por lo tanto de la producción fue consecuencia de la expansión del mercado exterior al que Suiza contribuiría de manera importante.
2,6
En 1887 se había llevado a cabo un aplazamiento del acuerdo comercial entre España y Suiza con la aplicación de un modus vivendi que terminaría en 1891 con la denuncia del acuerdo. BA 13 (B) 254.
217
P. E. Forster, Spanische Handels-Politik..., op. cit.., p. 32.
218
Ibid., p. 42.
219
T. Carnero i Arbat, Expansión vinícola y atraso agrario. 1870-1900. Serie Estudios, Ministerio de Agricultura, Madrid, 1980, p. 229.
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Fernández
3.3.3. El acuerdo comercial de 1893 Como he apuntado, la negativa por parte de los industriales catalanes a firmar acuerdos con otras potencias quedó frenada por la voluntad de los viticultores, sobre todo catalanes, que exigieron el establecimiento de acuerdos comerciales. Los acuerdos llevados a cabo en 1882 con Francia y en 1883 con Suiza habían provocado un aumento importantísimo de las exportaciones de vino común sobre todo de las zonas de Cataluña y País Valenciano.220 Entre 1879 y 1888 el porcentaje de las exportaciones de vino sobre el total era del 41,7% frente a un 20% de las minerometalúrgicas.221 La gestión llevada a cabo por los diferentes gabinetes restauracionistas fue por tanto un éxito tendente a favorecer las exportaciones de vino común. La unidad de los viticultores será total cuando la comisión para el estudio de la reforma arancelaria y los tratados de comercio pida opinión en 1889 a todos los organismos españoles tanto estatales como económicos sobre la incidencia del tratado hispano-suizo. La guerra de tarifas entre España y Francia como consecuencia de la subida arancelaria de los vinos en Francia fue también un factor que motivó la necesidad de buscar un nuevo país receptor de sus exportaciones. Suiza se había manifestado como un excelente comprador a lo largo de los años desde los primeros acuerdos firmados. Sus importaciones de vinos habías experimentado una alza de 13.000 hectolitros en 1885 a 100.000 en 1890, lo que había supuesto casi 14 millones de francos suizos.222 De esta cantidad, más de 2/3 partes correspondían al vino catalán del Penedés y al vino valenciano, aunque también había vinos de Castilla y Rivera del Duero. El mercado suizo había pasado ser casi inexistente en 1883 a convertirse en uno de los más importantes en lo que respecta a importaciones de productos agrícolas. También las naranjas y los limones habían experimentado un notable crecimiento después del acuerdo comercial de 1883. Se había pasado de 1.547 quintales en 1885 a 6.892 en 1890, lo que suponía un incremento de más del triple. No parece que la recuperación de la filoxera en Francia hubiera provocado una disminución de las importaciones de vinos procedentes de España. Además, la guerra de tarifas entre Suiza y Francia había hecho que los comerciantes para salvar la carencia de vino francés idearan un método de mezcla entre el vino español y el vino suizo produciendo uno de sabor semejante al de burdeos y vendiéndolo como tal. En Suiza, los acuerdos de 1883 habían favorecido las exportaciones a España por lo que, al igual que los exportadores españoles, los industriales suizos estaban interesados en mantener el tratado comercial. Era importante igualmente que los aranceles para Suiza fueran los mismos que para el resto de los países a fin de evitar la competencia tanto por parte inglesa como alemana. La ruptura de las relaciones comerciales
22
°
ibid.
221
P.E. Förster, Spanische Handels-Politik...,
222
Schweizerische Handelsstatistik von 1885 bis 1935.
op. cit.., p. 230.
Las políticas comerciales y los tratados de comercio de 1869 a 1935 con Francia brindaba además la oportunidad de ampliar sus exportaciones al mercado español. „Dieser Vertrag ist von der spanischen Regierung zugleich mit allen übrigen Tarifverträgen auf den 1. Februar 1892 gekündet worden. Verschiedene an das unterzeichenete [sie.] Departement gerichtete Eingaben, worunter auch solche des kaufmännischen Directoriums in St. Gallen und der Kaufmännischen Gesellschaft Zürich, betonen, besonders auch in Hinblick auf den drohenden Verlust des französischen Absatzgebietes, das erhebliche Interesse der Schweiz an der Aufrechteihaltung ihres bisherigen Verkehrs mit Spanien, d. h. also auch in der Sicherung der jetzigen spanischen Vertragszölle für eine neue Periode." 223 La subida de los aranceles españoles en 1891 había provocado una gran inseguridad dentro de los sectores de la industria textil suiza, que eran los que se habían visto más afectados. 224 Era pues incuestionable que los acuerdos se alcanzarían sólo si hubiera ciertas reducciones por parte española. La situación proteccionista en España se había visto agravada no sólo por la propia coyuntura internacional sino por la fuerte presión de los sectores conservadores de hacer inamovible la tarifa de 1892. Pero los terratenientes agrarios y los sectores exportadores ejercían aún un poder dentro de las filas gubernamentales, provocaron la declaración de la reina regente en la que expresaba que „el Gobierno no puede declarar las tarifas arancelarias como invariables, ya que pueden ocurrir casos que exijan la modificación de las mismas, en virtud de las necesidades que favorezcan el crecimiento de éstas". 225 Las negociaciones para el tratado comenzaron ya en abril de 1892. Como en 1883 el retraso de los acuerdos con Francia provocó la paralización en las conversaciones con Alemania, Italia y Bélgica, y los comisionados españoles se negaron a seguir tratando con Suiza, hasta no haber firmado el acuerdo con Francia, por considerar la gran cantidad de productos a los cuales Francia tenía derecho a reducción y por tanto no podían inscribirse dentro de la cláusula en los contratos con Suiza, ya que las reducciones se aplicarían sólo con aquel país con los que se hubiera obtenido las correspondientes compensaciones. Esta firme imposición por parte de España de negarse a aplicar la cláusula de nación más favorecida y de poner en su lugar la de reciprocidad acababa con las esperanzas suizas que residían principalmente
223
BA 13 (B) 253. Das Schweizerisches Departement der Auswärtigen Handelsabteilung an den Bundesrath, 5. Dezember 1891.
224
BA 13 (B) 254. Handels- und Industrieverein, Gutachten über die Vereinbarung eines neuen Handelsvertrages mit Spanien, 2. April 1892.
225
P.E. Förster, Spanische Handels-Politik...,
op. cit.., p. 43 (En español en el original).
M
Beatriz Sánchez Fernández „[...] in Spanien nicht höhere Zölle entrichten zu müssen, als unsere Konkurrenz aus anderen Ländern".226
La negativa de España a llevar el proyecto del acuerdo a las Cortes antes de noviembre, como consecuencia de las dilaciones en el acuerdo franco-español, obligó a la creación de un modus vivendi a fin de evitar la aplicación de la tarifa general o máxima. Este „provisorio", el cual había sido también propuesto a otros países, se establecía a partir de la aplicación de las tarifas mínimas de cada país. En el caso de Suiza, ésta aplicaría a los productos españoles la tarifa de acuerdos (Vertragstarif) y a cambio España aplicaría la de la segunda columna de 1891 sin ningún tipo de rebajas.227 En mayo de 1882 la Cámara de Comercio suiza realiza un estudio sobre la situación del comercio con España para decidir cuáles eran los productos de exportación que debían contar con rebajas arancelarias. La publicación de las estadísticas a partir de 1885 con la introducción de España como país de origen y destino le permite, tomando en consideración sólo el comercio directo con España y no el que se hacía por medio de los intermediarios franceses, llegar a la conclusión de que los objetos que debían poseer la cláusula de nación más favorecida era: la joyería, los relojes, los productos textiles bordados, los textiles de seda y elásticos, el queso, los colorantes derivados de la hulla y de la anilina, así como algunas máquinas de coser y máquinas agrícolas. Se aceptaría la segunda tarifa del nuevo arancel para „Farbextract, Baumwollgarn, Wollgewebe, Musikdosen und Kindermehl",228 aunque se esperaba, „daß, aus späteren Verträgen dieses Landes mit England, Frankreich und Deutschland noch der Mitgenuss dieser und jener erheblichen Vergünstigung namentlich für Gewerbe und Maschinen resultieren werde.229 Por el contrario, a España la carencia de una estadística que le permitiera evaluar el comportamiento comercial con Suiza le llevó a desvalorizar el comercio y sólo se realizaron algunas rebajas por considerar que „las importaciones suizas no ascienden más que a 1.800.000 francos, mientras que Francia, Alemania y Austria envían cantidades mucho más considerables y
226 BA 13 (B) 254. Handelsvertrag mit Spanien, Kommission für einen neuen Handelsvertrag mit Spanien, 27. April 1892. 227
BA 13 (B) 254. Handelsvertrag mit Spanien, Vorort des Handels- und Industrievereins. Mayo 1892.
228
BA 13 (B) 254. Gutachten über die Vereinbarung eines neuen Handelsvertrages mit Spanien. Mayo 1882.
229
BA 13 (B) 254. Handelsvertrag mit Spanien, Kommision an den Bundesrath, 25 de mayo 1892.
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ellas podían enojarse si se concedían a Suiza rebajas, cuando estos artículos tenían para Suiza importancia secundaria". 230 Las solicitudes suizas a parte de la introducción de la cláusula eran en su mayoría las mismas que formaban parte del anexo B del acuerdo de 1883. La atención se centraba sobre todo en lo que respecta al sector textil porque la subida del arancel español superá hasta tres veces su valor, lo que en opinión de los industriales suizos supondría casi la desaparición absoluta de las exportaciones. 231 Las demandas de las reducciones afectaban sobre todo al algodón de calidad superior, que pagaban 3,85 francos y 4,35 dependiendo del número de hilos y con las mismas se quería evitar así entrar en competencia con los textiles españoles, de calidad muy inferior, y por otro lado sabiendo que una industria de este tipo en Cataluña sería imposible por los gastos que este tipo de industrias ocasionaba. ,,Y no se puede suponer que esta industria que exige tan grandes gastos esté establecida en España." 232 También se solicitó una reducción para los bordados y las cadenetas y los tejidos de cáñamo o de lino, que había experimentado elevaciones en ocasiones de casi el 100%. En lo que respecta a la denominación de la mercancía, se solicitó que las traducciones fueran lo más exactas posibles ya que en muchos casos una mala traducción obligaba al pago de un arancel mucho mayor como ocurría con las traducción de „croisés" por crochés y no por cadeneta. 233 También tejidos de la misma especie y de igual precio se encontraban inscritos en números diferentes y tasados con derechos distintos por lo que se pidió una mejor clasificación de los tejidos. 234 Se solicitó la clasificación de bordados en función de su calidad, ya que los bordados provenientes de Inglaterra eran de peor calidad y por lo tanto se vendían a precios más bajos. Se temía que precisamente de no existir una declaración lo sufientemente diferenciada, y ante una ventaja de los bordados de calidad media o baja, el productor suizo decidiera dedicarse a otros de calidad inferior ya que al pagar menos aranceles tendrían más facilidades de encontrar mercado en España, y que esto repercutiera en la industria suiza. La fuerte competencia por parte tanto inglesa como francesa se salvaba en muchos casos gracias a la excelente calidad de sus paños. La subida de arancel re230
AMAEx, leg. H 2683, fol. 426. Negociaciones. Actas de la tercera conferencia entre la comisión española y la suiza. .Mayo 1892. La realidad era que las exportaciones españolas a Suiza suponían en 1890 más de 4 millones de francos, de los que los vinos tenían un porcentaje de casi el 98 por ciento.
231
BA 13 (B) 254. Gutachten über die Vereinbarung eines neuen Handelsvertrages mit Spanien. Mayo 1882 y AMAEx, leg. H 2683, fol. 426. Negociaciones.
232
AMAEx, leg. H 2683, fol.426. Negociaciones.
233
Ibid., Actas de la cuarta conferencia.
234
Ibid.
88
Beatriz Sánchez Fernández
presentaba un peligro enorme para fábricas como las de St. Gallen o Winterthur, que en algunas ocasiones llegaban a exportar hasta casi los dos tercios de su producción a España. 235 La mención sobre la inclusión de la cláusula de nación más favorecida siguió dominando la mayor parte de las conversaciones bilaterales, aunque España se mantuvo firme en su negativa. Por parte española la tarifa suiza de 1891 había afectado al cacao en polvo, por el cual se había empezado a pagar 30 francos por 100 kg frente a los 16 que se pagaba en 1883; al vinagre que se pagaba a 40 francos los 100 litros; a los pescados secos en envases de menos de 5 kilos, por los que se pagaban 50 francos en lugar de 16 francos, y los cítricos (naranjas mandarinas y limones) y las pasas y avellanas, que pasaron a pagarse a 20 francos en lugar de a 3. También afectó a las manzanas, ciruelas, ciruelas claudisa, nueces y algarrobas, que pasaban a pagarse a 5 francos en lugar de a los 1,50 francos de 1883. Las rebajas solicitadas por el Gobierno español se referían sobre todo a las pasas, los cítricos, las almendras y los higos y el aceite en botellas, y volvía a solicitarse la tarifa de 2 francos para los vinos españoles. Además se pedían reducciones en el corcho, los pescados en vinagre, castaña y ciruelas, uvas y otras frutas frescas, aceite de oliva en toneles y en latas, pieles en bruto, mercurio y corcho. 236 Como era normal el mayor problema afectó a los vinos. Estos se habían tasado en función de su graduación, con motivo de la presión de los viticultores de la zona del Wallis y de Ginebra. Los agricultores suizos habían solicitado que el vino natural se siguiera pagando a 3,5 pero sólo hasta los 15° y que a partir de aquí se sometiera a una sobretasa de 1 franco por cada grado de más. Por los vinos, denominados especiales, como el jerez o el vino de Málaga, se pagarían 5,10 francos hasta 18° y los mismos tendrían una tasa adiccional de 80 céntimos por cada grado que superara esos 18°. Por su parte la comisión española se había negado a la aceptación de la nueva escala alcohólica y había solicitado que el pago de hasta 5,10 francos se realizara hasta los vinos de 21°. La comisión suiza se mantuvo en un principio reticente a admitir la subida del grado alcohólico, pues contaba con fuertes presiones por parte de los organismos agrícolas que se resistían a permitir la entrada masiva de vino español. Sin embargo había que tener en cuenta que la imposición de un impuesto para el consumo del alcohol a partir de 18 grados, como había establecido Suiza, ponía a España en notable desventaja respecto a Francia e Italia, ya que los vinos de estos dos países contaban con menor graduación que los españoles. 237 A esta sobretasa se unían también los de235
Ibid. En sus declaraciones manifiestan que la falta de competencia dentro del país le permite dedicar casi las 2/3 partes de la producción a las exportaciones a España.
236
Ibid., Actas de la octava conferencia.
237
El mismo problema se había presentado en las negociaciones con Inglaterra, la cual establecía la barrera en 12 grados, en beneficio de Francia. Para Nadal Farreras ésta fue la causa del establecimiento tardío de las relaciones hispano-británicas. J. Nadal Farreras, Comercio exterior y subdesarrollo..., op. cit.., p. 145.
El marco socio-político de los intercambios
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rechos cantonales cuyo nivel de participación en el total era muy importante.238 Otra de las solicitudes españoles importantes lo constituyó el tema del corcho, el cual se había elevado a 8 francos. España pide la concesión de la misma tarifa de 1883 (5 francos). Aunque en un primer momento España había señalado como condición indispensable para llegar a acuerdos el mantenimiento de su segunda columna, se logró a lo largo de las negociaciones reducciones tanto en materias textiles como en los extractos tintóreos, en los quesos y en determinadas máquinas. Se redujeron algunos de los productos textiles a 3 francos, frente a los 8 que pagaban en la segunda tarifa española, lo que influyó en el aumento masivo de las importaciones de estos productos en los años posteriores.239 Pero España no concedió reducciones en los aranceles a la joyería suiza por considerar que el comercio con Suiza era insignificante, reservándolas para los acuerdos con Francia. Tampoco se aceptaron reducciones en los colores preparados, ni en los tejidos de seda cruda, aunque sí hubo reducciones para los tisúes de lana y de crochet. Los relojes de oro y otros metales experimentaron también reducciones importantes, al igual que algunas máquinas de fuerza motriz. Los derechos se aplicaron en función del peso de la mercancía, por lo que en muchas ocasiones llegaron incluso a superar al valor de ésta.240 España afirmaba que esta necesidad estaba motivada por la idea de proteger la industria española de la competencia extranjera y que, por tratarse además de una industria incipiente, debía contar con la mayor protección.241 Otros de los artículos textiles que se rebajaron fueron los tejidos de lana pura (na 176 y 177 de los aranceles), que pagaban derechos del 50% sobre su valor de tasación. Aunque en un principio las autoridades españolas se mostraron reacias a realizar disminuciones, al final se lograron reducciones de 2 francos y 3 francos respecto a la segunda tarifa. En el cuadro 5 aparecen de manera resumida algunas de las reducciones realizadas por parte de España a su segunda tarifa. En él podemos observar que un gran número de productos relacionados con la industria textil, como muselinas, bordados tanto de algodón como de seda y el lino con mezcla o no de algodón, tuvieron reducciones. También aparecen reducciones en los productos colorantes pese a que Cataluña había solicitado la protección de esta industria, que había comenzado a desarrollarse al lado de los centros textiles.
238
AMAEx, leg. H 2683, fol. 426. El vino español pagaba por el acuerdo de 1883 3,5 francos a su entrada en Suiza y 3,16 francos por los derechos cantonales establecidos en el artículo 6 del tratado, lo que suponía en total 6,66. La supresión de los derechos cantonales en los nuevos acuerdos reducía por tanto el arancel casi hasta la mitad. Actas de la 9* Conferencia.
239
J. Nadal, El fracaso..., op. cit.., p. 198.
240
BA 13 (B) 254. Algunos de los derechos de los productos suizos sobrepujaron el valor de las mercancías e incluso llegaron a representar un 75% de su valor.
241
AMAEx, leg. H 2683, fol. 426. Actas de la tercera conferencia.
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Beatriz Sánchez Fernández Cuadro 5 Artículos
Tarifa 1891 Joyería (por piezas) 2,5 Artículos de menaje (por 100 kg) 32 Cápsulas en folias de estaño (por 100 kg) 37,5 Extractos tintóreos* (por quintal) 7,8 Barnices* 18 Colores preparados* 25,6 Colores extraídosde la hulla 2,5 y de otros colores artificiales* Hilos de algodón (por kg) 35 hilos 1,25 36 hilos y más 1,75 Tisúes de algodón (por kg), blancos o teñidos en piezas hasta 25 hilos 3,85 26 hilos y más (por kilo) 4,35 Tisúes de algodón impresos hasta 25 hilos 6 26 hilos y más (por kilo) 3,7 Tisúes claros, telas de muselina, linos orgadíes (por kilo) 5,6 Bordados sobre Tisúes de algodón, de lino o de otras especies a mano o mecánico (por kilo) 3,5 Tisúes de lino o muselinas de 11 a 24 hilos (por kilo) 5,35 de 25 hilos (por kilo) 9,60 Tisúes de cadenetas *(por kilo) 4,55 Otros Tisúes de lana 6,50 mezclados con algodón (por kilo) 5,25 Seda cruda o en hilos cruda (por kilo) 4 Seda tintada (por kilo) 5 Tisúes de seda en crochet (por kilo) 25
Demandas suizas 0,5 20 15 3 5 24 0,75 0,6 80
Concesiones nmg. 25 15 5 5 ning. 1,5 en polvo 0,5 en líquidos 1 1,5
1,54 1,74
3 3,8
1,8
4
2 2,24
3,7 5,25
2,5 2,15 3,85 1,83 3,68 2,17 3,80 5 10
2,50 4,25 3-3,75 6 5 mng. 5 17,50
El marco socio-político de los intercambios Artículos Tisúes de seda con mezclas vegetales (por kilo) Material para sombreros como enea, esparto, crin vegetal, juncos etc* (por kilo) Vacas (por pieza) Cajas de música (por unidad) Relojes de oro (por pieza) Plata y otros metales (por pieza) Máquinas agrícolas* (por 100 kg) Motores de todo género motrices y calderas de vapor* (por 100 kg) Locomotivas (por 100 kg) Máquinas para la industria* (por 100 kg) Materiales de repuesto (por 100 kg) Máquinas y piezas de repuesto de otras máquinas (por 100 kg) Máquinas dinamo-eléctricas (por 100 kg) Cables conductores de electricidad para el alumbrado público Coches ferroviarios y vagones (por unidad) 1* clase 2* clase 3* clase Vagones o vagonetas de otros géneros (por unidad) Chocololate (por kg) Pastas alimenticias* (por kilo) Quesos (por kilo)
Tarifa 1891 10
30 35 30 7,5 2 14
91 Demandas suizas
Concesiones
4
8
20 13,80 20 3 1 5
20 2,5 por kg 1 0,50 12,5
18 28
5 8
17 24
44
24
ning.
7
8
30
20
8
18,50
20
10
18,50
20
12
18,50
36 36 36 23 1,25 28 60
6,50 5 4 2,5 0,65 11,35 15
30 26 24 15 1,25 20 40
* Se trata de artículos que entran a formar parte en el anexo B del tratado. Fuente: BA 13 (B) 254. Anexos del acuerdo de 1893. Cuando el tipo de peso no viene especificado se trata de quintal.
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Beatriz Sánchez
Fernández
En una conferencia celebrada el 7 de junio de 1892 se llega al acuerdo final por el cual se derogaría la cláusula de nación más favorecida y se acordaría la cláusula de reciprocidad, es decir, que los artículos podrían reduirse para terceros países siempre que a cambio éstos realizaran también reducciones beneficiosas para España. El Gobierno español se comprometía a ponerse de acuerdo con las compañías marítimas, a fin de establecer líneas directas entre los puertos españoles del Mediterráneo y Génova para obtener menores precios de fletes en las líneas marítimas establecidas. En el caso de que no se obtuvieran rebajas, el Gobierno presentaría al Parlamento un proyecto de subvención, para construir una línea marítima que hiciera el transporte directo.242 También por parte española se aceptaron los aranceles cantonales en materia del vino. Por último se acepta la inclusión de los certificados de origen para las mercancías importadas y exportadas.243 En lo que respecta a los productos españoles (anexo 1 del protocolo final) los vinos naturales introducidos en barriles con graduación no superior a 15°, así como las especialidades de Málaga o Jerez que no sobrepasen los 18 grados no serían cargados con impuestos sobre el consumo ( el artículo 7 de la convención). Sí se aplicaría este impuesto a todos los vinos que sobrepasen los 15° en el caso de los vinos naturales en barriles o en botellas y a los especiales de más de 18°. Los derechos de vino en botella sin embargo no podían ser superiores a los impuestos a otras naciones.244 En este apartado se especificaba además que los productos que contuviesen dichas tablas no podrían jamas ser más elevados que los de otros países aunque podían ser modificados. Para el resto de los productos que no estaban enumerados en este apartado, ni en las tarifas, los dos países se reservaban la plena libertad en la aplicación de los derechos que creyeran oportunos.245 En lo referente a los certificados de origen en el anexo final se hace una mención por la cual „le montant des droits de légalisation du certificat d'origine ne pourra dépasser, en aucun cas, le 25 por cent du droit de douane afferant á la marchandise pour laquelle le certificat aura été expédié".246
242
AMAEx, Tratados, leg. 426. Acuerdos. La delegación española propuso la inclusión en el protocolo final del tratado, dentro del artículo 1, del derecho de las partes contratantes a concluir un arreglo especial que facilitara en lo posible el comercio directo entre los dos países. Ad. art. 1 del tratado.
243
En lo que respecta al tema de los certificados de origen, ver apartado 2 del acuerdo comercial de 1893 inmediátamente posterior a éste.
244
BA 13 (B) 254, Ad. 290. Droits á l'entrée en Suisse (annexe 1).
245
Ver cuadro 2 relativo a las concesiones hechas por España sobre los productos suizos.
246
AMAEx, Tratados, leg. 426. Tratado entre España y Suiza de 1893.
El marco socio-político de los intercambios
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El artículo 5 prohibía gravar con tasas interiores la producción, fabricación o consumo tanto estatal como de provincias, corporaciones o cantones, salvo en el caso de productos que eran objeto de monopolio estatal, como era el alcohol (art. 7). En el artículo 8 se concedía la libre circulación a comerciantes y representantes industriales, así como la franquicia de las muestras que necesitaran para realizar sus negocios. Esta franquicia sería meramente temporal, y se instruiría a los agentes de aduanas para que una vez terminado su carácter temporal fueran devueltas de nuevo a su país de origen. Importante es de señalar el artículo 9 del tratado, por el cual todas las disposiciones contenidas en el mismo no eran extensibles a las provincias de Ultramar, con las que se debía seguir negociaciones y acuerdos aparte. Por último en el artículo 10 queda establecida la permanencia en vigor del tratado durante 10 años, en el caso de que una de las partes contratantes no notificara la denuncia a la otra, doce meses antes de la expiración del tratado.
3.3.4. Los certificados de origen y tránsito: el problema del comercio indirecto Cuando he hablado sobre las estadísticas españolas al comienzo del presente trabajo, me he referido al problema del tránsito como una de las causas fundamentales de las diferencias existentes entre los datos de las estadísticas españolas y los de las suizas. Las consecuencias de estas diferencias comportaban complicaciones tanto en el momento de las negociaciones, como en el ámbito jurídico-legislativo. A fin de evitar una falsa denominación de origen de las mercancías se decidieron tomar medidas que obligaban al productor y al comerciante a señalizar en su punto de origen el lugar de proveniencia de la mercancía. Como sabemos España y Suiza gozaban de un comercio indirecto en el que en la mayoría de los casos, por razones de comodidad, delegaban las exportaciones en manos de negociantes franceses o alemanes. Dichos intermediarios actuaban adquiriendo la mercancía en Suiza y después, juntándola con la de Francia o la de Alemania, la vendían bajo la denominación de „francesa" o „alemana". El comercio a través de comisonado o intermediario lo realizaron en su mayoría los industriales suizos ya que los agricultores españoles se limitaban a embarcar los productos en Barcelona, Valencia o Málaga y desde allí era transportada en barcos hasta Génova, en donde se descargaba y desde donde se llevaba en ferrocarril hasta las fronteras suizas sin intermediario. Hasta 1869 la denominación de origen de la mercancía no había constituido ningún problema puesto que todas las mercancías provenientes de Francia gozaban de los mismos derechos que las suizas. En el acuerdo comercial entre Suiza y España de 1869, en función de la „claúsula de nación más favorecida", las mercancías suizas pasaron a gozar de un estado privilegiado frente a las mercancías provenientes de
24
Beatriz Sánchez Fernández
Francia y de Inglaterra, ya que con estos países los acuerdos aún no se habían formalizado. Como consecuencia de esto, la denominación „francesa" de la mercancía dejó de ser un mero apelativo para convertirse en un problema admitido tanto para los productores suizos, que veían sus mercancías tratadas bajo los mismos aranceles que las francesas, como para los españoles, por cuanto que la firma de acuerdos con otros países en función del pie más favorecido, obedecía más a intentos indirectos de llegar a acuerdos con Francia y con Inglaterra, utilizando las cesiones a terceros países como un instrumento de fuerza. Por este motivo, y con el fin de evitar que mercancías de proveniencia suiza se vieran catalogadas bajo denominaciones de origen distintas a la realidad, en 1869, en el acuerdo firmado entre España y Suiza, se acordó la presentación de certificados de origen que garantizaran el trato a favor de las mercancías suizas. „[Durch] das Bundesblatt vom 15 Mai 1869 ist dem schweizerischen Handelsstande zur Kenntnis gebracht worden, dass laut Anzeige des spanischen Konsuls in Genf sowohl Ursprungszeugnisse, als auch Frachtbriefe für die nach Spanien und dessen überseeische Beziehungen bestimmten schweizerischen Waaren, in Gemässheit des Art. 5 der bestehenden Zollvorschriften, von dem genannten Konsulate beglaubigt sein müssen".247 Estos certificados fueron utilizados en un primer momento tanto por parte de los productores suizos como por los controladores de las aduanas españolas. Poco tiempo después parece ser que se perdió la práctica de ello por cuanto que en 1877, a raíz de las nuevas revisiones de comercio, se comprobó que gran cantidad de las mercancías suizas que atravesaban la frontera española eran catalogadas nuevamente como „francesas". La culpa de dicha situación la tenía, según el cónsul español en Berna, la propia ordenanza suiza, que no advertía de esto a los fabricantes suizos que tenían un intermediario en Francia. „[...] unsere Commissionäre sind wie damals, so nach einem Unterbruche auch gegenwärtig wieder gehalten, sich des Formulars für Waaren zu bedienen, »welche durch Vermittlung eines Dritten nach Spanien geschickt werden«". Al mismo tiempo y por la ley de 1877, los países que no tuvieran un comercio directo con España debían presentar unos certificados de tránsito firmado por parte de las aduanas del país por donde dicho producto debiera circular y por el cónsul del país de donde fuera originario el producto. „Wenn die Produkte genannter Länder per Transit durch andere fremde Länder nach Spanien zu passieren haben, so muss der Transit durch ein Zeugnis, welches von der Zollbeamtung des Transitlandes ausgestellt, ebenfalls vom
247
SAZ. 0.61.1 Ursprungszeugnisse. Das spanische Konsulat in Bem, fol. 7.
El marco socio-político de los intercambios
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spanischen Konsul visiert worden ist und angibt, wo die Waaren ein- und ausgehen, konstatiert werden."248 La Ordenanza Real de 1877 y 1878 exigió además el nombre del productor de la mercancía, lo que provocó graves conflictos dentro de los mismos productores al no poder especificar claramente, dada la complejidad del sistema, si un mismo tejido había sido realizado por uno, dos o más productores a la vez. Incluso la falta de control por parte suiza dificultaba la especificación clara de quienes eran realmente los productores. Esto era debido a la propia forma de producción suiza. Beispiel ein (sie.) Baumwolltücher, die in der Schweiz gewebt und in Elsass gefärbt oder bedrückt (sie.) wurden und nun von uns aus ihren Weg nach Spanien finden sollten. In solchen Fällen ist es, schreibt uns ein grosses hiesiges Kommissionshaus, »beinahe ein Ding der Unmöglichkeit ein in allen Theilen korrektes Ursprungszeugniss beglaubigt zu bekommen«."249 „Zum
Además del nombre del fabricante se debía señalar el lugar donde la mercancía había sido realizada. Esto también estaba sujeto a dudas puesto que „dieses Formular eignet sich für Spediteure, verkennt dagegen die Stellung, welche der Commissionär zum Fabrikanten einnimmt und verursacht infolge dessen dem ersten mancherlei Unzumöglichkeiten (sie). Der Commissionär bestellt bei dem Fabrikanten liefert oder kauft demselben ohne vorangegangene Bestellung solche ab". 250 Como firmas válidas eran necesarias las de los funcionarios de las aduanas extranjeras, las de los representantes del comercio que suscribieran los certificados, o bien las de los fabricantes o expedidores, siempre supervisadas por las autoridades locales españolas.251 A pesar del cuidado que se puso, el agente o intermediario francés, por negligencia o apatía y para evitar hacer declaraciones distintas, logró hacer desaparecer de la mercancía toda marca o señal que pudiera señalar su origen y de esta manera se siguieron pasando mercancías suizas como francesas.252 En otros casos era la propia aduana en Francia la que se negaba a expedir la correspondiente firma de tránsito. „Vom schweizerischen Konsulat in Madrid ist nun ein Bericht eingegangen, daß die französische Douane die Ausstellung des vorgeschriebenen, erwähnten
248
BA 6 n" 45. Ley española del 14 de noviembre de 1877. Bundesblatt B ID, p. 516.
249
BA 6 n e 45. Kaufmännische Gesellschaft an das Schweizerische Departement des Auswärtigen Handelsabteilung, Bern, op. cit..
250 ¡bu. 251
SAZ Fei. 6. Arancel español de 1877.
252
BA 6 n9 45. Schweizer Konsulat in Madrid, 12 . Juli 1879.
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Zeugnisses verweigert. Es ist deshalb unnütz, Waarensendungen nach Spanien mit einem Zeugnisse des spanischen Konsulats begleiten zu lassen. Indem Frankreich die Ausstellung des Transitscheines verweigert, werden die Waaren als von französischer Herkunft behandelt und nicht als Waaren eines Landes, dem die Gleichstellung mit der meistbegünstigten Nation zugesichert ÍSt."253
Las críticas presentadas por todos los representantes del comercio suizo ante la complejidad del requerimiento de los certificados de tránsito provocaron su reforma un año después. En 1879 se publica un decreto en el que se dan una serie de medidas que intentarían asegurar la identificación de la mercancía. Estas medidas fueron las de cargar las mercancías con los derechos no convenidos, cuando no presentaran la declaración del origen, o de exigir que si una nación certificaba productos de naciones no convenidas, lo pusiera en conocimiento de los estados de las naciones convenidas.254 En 1883 y con la introducción del nuevo arancel y el acuerdo con Francia en el cual los derechos requeridos en la tarifa A eran iguales o incluso más bajos que para Suiza, el Gobierno suizo solicitó la anulación de los certificados de origen ya que éstos habían perdido su razón de ser al gozar tanto los productos franceses como los de Suiza de los mismos derechos, reservándose para los casos excepcionales en los cuales el arancel recargara más los derechos de los artículos expresados en la tarifa A del acuerdo hispano-francés que los del acuerdo hispano-suizo.255 El Gobierno español se negó sin embargo a su abolición argumentando que cada país estaba obligado a presentar dicho certificado. Las conversaciones para su derogación ocuparon gran parte de las negociaciones para la firma del tratado de 1883. A pesar de ello el acuerdo de 1883 especificó la obligatoriedad de los certificados de origen tal como había sido acordado en las leyes de aduana de 1877. Para su entrega sin embargo dejó de ser necesaria la traducción en español que hasta entonces había sido obligatoria, bastando la presentación en francés de los mismos. En 1892 el problema continuó 256 La necesidad de abolirlos venía dada por la extrema complejidad de los mismos. En ocasiones su presentación provocó notables perjuicios para los importadores de productos suizos cuando el agente de aduana por cualquier causa anulaba la legalidad de la firma.257 Esto fue lo que le sucedió al Sr.
253
BA6 n 2 45. Bekanntmachung betreffend spanischer Zolltarif. B n i , pp. 553 y 1877.
254
BA 6 n 9 45. Consulado General de Suiza en Madrid 12 de julio de 1879. 2 9 del art. 215 de las ordenazas de aduanas.
255
BA 6 n2 45. Reclamación por parte de los comerciantes suizos por los pagos de las tasas de los certificados de origen y tránsito. Ver cartas de Nieberll-Goth de Basilea, Matter-Thut de Argovia y Schweizer Konsul in Madrid an den Bundesrath, 1884.
256
SAZ Fei. 6. Arancel español de 1877.
257
BA 6 n 9 45. Ursprungzeugnisse. Herr Holz an den Bundesrath, März 1884.
El marco socio-político de los intercambios
SI
Holz, que era comerciante de lanas y al mismo tiempo cónsul suizo en Barcelona. El Sr. Holz había recibido en 1882 unas partidas de algodón de las fábricas textiles de los cantones de Glarus y St. Gallen. A su llegada a la frontera de Port-Bou los agentes de aduanas habían aceptado los certificados de origen pues venían ratificados por los cónsules de Ginebra y el cónsul suizo de Marsella. Sin embargo poco tiempo más tarde se le negó el envío a Barcelona argumentándose que las tintas que habían anotado el peso en bruto no correspondían a las que más tarde habían escrito el peso neto, una vez que iban a ser cargadas en el ferrocarril con destino a España. Por este motivo le obligaron a pagar una multa de 829,75 pesetas. El Sr. Holz se querelló más tarde contra los agentes de aduana, y pidió al Gobierno Federal que pusiera su caso en manos del cónsul suizo en Madrid para que éste hiciera las diligencias oportunas que le permitieran recuperar su dinero así como que „su buena fe no sea puesta en duda".258 El señor Holz justificaba la diferencia de tintas señalando que la dirección de aduanas no podía exigir que el mismo jefe de la casa, que suscribía el peso en las zonas ferroviarias, fuera el mismo que escribiera el peso bruto de las mercancías en los lugares de producción.259 Por otra parte la legalización tanto por parte del cónsul español en Ginebra y como del vice-cónsul suizo en Marsella corroboraba la autenticidad del producto como de origen suizo. Al mismo tiempo señaló la responsabilidad de los funcionarios de aduanas españoles al haber aceptado la validez de los certificados en un primer momento.260 El Ministerio de Estado negó cualquier responsabilidad de los agentes argumentando que éstos quedaban libres de responsabilidad al haberse presentado la reclamación dos años después de lo sucedido y que, según el párrafo 2 del artículo 99 de las ordenanzas de aduanas de 1882, se señalaba el plazo de un año para entablar la reclamación contra Hacienda por parte de aquellos comerciantes que creyeran haber sido tratados incorrectamente.261 El Sr. Holz intentó solucionar el problema contactando con el cónsul suizo en Madrid y manifestó que la presentación se había realizado dentro del plazo según constaba en el expediente de Barcelona 227/81, el cual tenía fecha de 1882. Este expediente al ser llevado a Madrid pasó a ocupar otra numeración con fechas distintas y sin hacer contar la querella presentada. Aunque el Sr. Holz apeló varias veces y el caso
258
BA 6 na 45. Der schweizerische Gesandte in Madrid an den Bundesrath, 8. Dezember 1884.
259 Ibid. 260
En el anexo sobre los certificados de origen se especificaba que „Sind einmal die Zeugnisse von den Zollämtern zugelassen worden, so sind die Kaufleute oder Kommissionäre, welche dieselben eingereicht haben, von jeder Verantwortlichkeit für dieselben befreit, und wird letztere ausschliesslich und gemeinschaftlich auf den Vorsteher, den Kontrolleur, den Inspektor und den revidierenden Beamten zurückfallen, so oft ein Zeugnise zugelassen wurde, welches den vorbezeichneten Erfordernissen nicht entspricht"
261
BA 6 n9 45. Expediente 1223/82, caso Holz.
2&
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duró cuatro años (hasta 1885) al final lo único que obtuvo fueron las disculpas por parte española pero no logró recuperar su dinero. En otros casos sin embargo el celo de los agentes aduaneros se vio recompensado. En 1885 los agentes de aduanas de Irún descubrieron una importante partida de tisúes ingleses con certificado de origen suizo. El certificado de origen había sido realizado por el señor Tachaner de Ginebra expidiéndolo a nombre de los señores M.M. Bomba Gaillarve y Mussot, agentes de Barcelona, a través de un intermediario de la firma Battle und Cié, transportistas y comisionados suizos.262 El tratado entre España e Inglaterra de 1886, en el cual a Inglaterra se le permitía la exportación de productos sin necesidad de presentar el nombre del productor y sólo con la firma del „colector of customs", provocó reacciones por parte de los productores suizos, que lo consideraban como un trato desigual y una contradicción frente al tratado de cláusula más favorecida, en el cual los países confirmantes debían gozar de los mismos derechos y privilegios. Como consecuencia de ello Suiza solicitó la abolición de los certificados de origen o por lo menos que se simplificara su aplicación tal como sucedía con el acuerdo hispano-británico por el cual „les marchandises anglaises pourront être admises avec certificat d'origine expédié pour les fonctionnaires appelés „collecter of customs" mais toujours que ces documents soient visés par le consulat".263 El ministro plenipotenciario español en Suiza manifestó sin embargo en una carta dirigida al Consejo Federal,264 que España no podía suprimir los certificados de origen ya que únicamente una ley permitía las modificaciones de los acuerdos comerciales y las reformas del sistema aduanero.265 La negativa por parte española de permitir en el caso con Suiza el mismo tratamiento que para el caso inglés se argumentó diciendo que en el segundo caso las mercancías venían en barcos y por tanto no era posible que la mercancía desembarcara antes de su llegada a España. De esta manera queda como constancia en el acuerdo comercial de 1882, en donde se especifica que „im letztern Falle müssen die Waaren laut einer Verfiigung der Generalzolldirektion in dem Manifest, welches im Einschiffungsorte des Vertragslandes
262
BA 6 n945. Das schweizerische Handels- und Landwirtschaftsdepartement an den Bundesrath, Gegenstand: Ursprungszeugnisse nach Spanien 1885.
263
BA 6 ns45. Acuerdo Comercial entre España y Gran Bretaña. Como hemos visto con Francia se firmó el acuerdo en 1883 y con Inglaterra en 1886.
264
BA 6 n9 45. Der spanische Gesandte an den Bundesrath 18. Juli 1890.
265
AMAEx, leg. H 2683, fol. 362. Negociaciones 1892. Recuérdese la ley impuesta por el ministerio de Sagasta para impedir reformas en los aranceles a través de decretos reales, y que éstos sólo podían producirse por leyes generales.
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99
ertheilt wurde, ais fiir Spanien bestimmt bezeichnet sein und dürfen bis zu ihrem Bestimmungsort in Spanien nicht ausgeladen worden sein" 266 En las negociaciones para llegar al acuerdo de 1892, se llegó a la abolición de la obligatoriedad de presentar la mención del fabricante (anexo 5 del tratado de comercio entre Suiza y España 1892) en el caso de que éste fuera el mismo que el expeditor, aunque se exigió un aumento de las tasas de franqueo, algo que hasta el momento se había realizado de forma gratuita.267 Ese mismo año, para simplificar el sistema, se publica una Orden Real por la que se determina que los certificados de tránsito y los de origen sean expedidos por la misma persona o autoridad encargada de los mismos 268 Los certificados de origen y tránsito pusieron también de manifiesto la importancia del fraude y del contrabando entre ambos países. En muchos casos éste se había admitido como una consecuencia lógica del sistema proteccionista español, que ante lo elevado de sus aranceles obligaba a que los fabricantes pasasen las mercancías por origen alemán y de que esa manera fueran tarifadas según el acuerdo hispano-alemán".269 Esto fue uno de los motivos alegados por las autoridades españolas para seguir exigiéndolo. Se había constatado la necesidad de llevar a cabo una estadística oficial exacta que pusiera de manifiesto la realidad del comercio entre ambos países, para evitar el contrabando y el fraude. 270 Aunque esta no logró evitarse del todo, los certificados de origen siguieron siendo obligatorios, aunque ahora las fórmulas burocráticas exigidas fueron mucho más simples. De esta manera se logró paliar uno de los problemas más complicados de todos las negociaciones.
3.3.5. Las consecuencias del acuerdo de 1893 El acuerdo de 1893 supone la aceptación, por un lado, de las medidas proteccionistas suizas y, por otro, la aceptación de los límites impuestos por este proteccionismo como consecuencia de los acuerdos comerciales. Se puede hablar por tanto de un consenso entre ambas posturas (el liberalismo y el proteccionismo) ya que las posturas 266
Ibid.
267
BA 13 (B) 254. Message du Conseil Fédéral á 1' Assemblée Fédérale concernant la Convention de Commerce conclue entre la Suisse et l'Espagne le 13 juillet 1892. Los derechos se veían elevados a 25% del valor de la mercancía, por lo que una máquina agrícola por que se pagara 12,50 de arancel se vería gravada en un 25% más para la obtención de los certificados de origen
268
BA 6 na 45. Gaceta de Madrid, 9 de abril de 1892 y 9 de mayo de 1892.
269
Documents Diplomatiques Suisses. Annex: Schweizerisch-Italienischer Handelsvertrag, op. cit., Protokoll der Konferenz, 30. Oktober 1882.
270
BA 6 n" 45. Das schweizerische Eisenbahn-Handelsdepartement. Deklaration von Exportwaaren nach Spanien, 1875.
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defendidas debían siempre subordinarse a una realidad que no era posible defender en su forma teórica. La situación en el mercado internacional, precisamente como consecuencia de ese proteccionismo, creaba la necesidad de compromisos entre los distintos sectores económicos a fin de armonizar los intereses de uno con respecto a otros aún a costa de exigir sacrificios. Indudablemente el acuerdo de 1892 supuso un aumento de las exportaciones tanto por parte española como por parte suiza. Las exportaciones españolas a Suiza aumentaron de 8 millones de francos en 1893 a 15 millones en 1896. Las exportaciones suizas también se desarrollaron, aunque su incremento sólo fue de tres millones, es decir, pasaron de 9 millones en 1893 a 12 millones en 1896. Hay que analizar por otra parte qué sectores se vieron realmente beneficiados de este acuerdo y cuales no. En el caso suizo los artículo textiles adquirieron un incremento importante, sobre todo las telas de seda o de media seda, o productos de lana, cintas elásticas, genéros de punto y esterillas de paja, gracias a los descensos conseguidos en las tarifas españolas. Otros artículos sin embargo, como consecuencia de los altos aranceles españoles, experimentaron pequeños retrocesos motivados también por la competencia de los productos provenientes de Alemania o Inglaterra. Tal fue el caso de las cintas bordadas procedentes de Sant Gall, que pasaron de exportar por valor de casi un millón de francos en 1893 a 247.000 francos en 1896. También habían aumentado las exportaciones de colorantes a base de alquitrán, los quesos, las harinas lacteadas y la leche condensada. En lo referente a los relojes y a los hilados y bordados, el comercio se había mantenido en los mismos niveles que antes del acuerdo. 27 ' Por primera vez la balanza comercial se presenta favorable a España. Las importaciones de productos españoles logran superar las exportaciones a este país. Las causas de la balanza negativa de Suiza hay que encontrarlas no sólo en lo elevado de los aranceles sino también en la depreciación monetaria española y la crisis política y financiera, que había provocado una pérdida del valor adquisitivo de la población. Los artículos suizos eran productos de lujo en su gran mayoría, por lo que un descenso de la renta obligó a una restricción de los productos que no eran considerados de primera necesidad. El desarrollo de la industria textil en Cataluña fue también otra de las causas del descenso de las exportaciones textiles.272 Indudablemente los altos arance271
BA 13 (B) 255. Zur Frage der Kündigung unserer Handelsübereinkunft mit Spanien. Sobre el mismo tema ver también „Gutachten der Herren Altbundesräte Welti und Germann-Stähli": Handelsübereinkunft mit Spanien.
272
BA 13 (B) 255. Frage der Kündigung...,
op. cit..,
Schweizer Botschaft Madrid und Barcelona,
26. September 1896. En dicha carta el cónsul de Barcelona comenta a su colega en Madrid que los beneficios obtenidos en la última época como consecuencia de la protección de la industria catalana se han logrado gracias a los enormes beneficios que se han visto invertidos en la mejora de las instalaciones y de la producción. La alta protección aduanera permitía que aunque la mano de obra española siguieran siendo más barata que la suiza, algunos tejidos como el „garu egipcio" se vendieran a 4 pesetas mientras que en Suiza el mismo se vendía a 2,70 francos. La falta
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les lograron perservar los productos catalanes de la competencia exterior, lo que manifiesta una debilidad del sistema español, al tener que recurrir a una política proteccionista para impedir la competencia extranjera.273 A los altos aranceles en los productos textiles se le suma como ya he señalado la depreciación monetaria. Pero también hubo causas internas de la misma producción suiza, como la crisis en el sector textil de Glarus con motivo del propio desfase de la producción y de la dura competencia por parte de Holanda.274 Sin embargo hay que señalar que a pesar de este estancamiento Suiza fue uno de los países que menos afectados se vieron por la política proteccionista española. Sus repercusiones fueron más graves en países como Francia, Alemania, Inglaterra, Suecia y Noruega. Si vemos el comportamiento por países, tal como se especifica en el cuadro 6, observamos que al contrario de lo que pudiera parecer, Suiza se mantiene en una tendencia estacionaria con respecto a España. Cuadro 6: Exportaciones a España por países en milliones de francos 275 Países Francia Inglaterra Alemania Bélgica Suecia y Noruega Suiza
1890
1891
1893
1894
1895
1896
153 143 67 39 27 10
181 138 62 31 28 12
135 130 51 28 22 9
109 110 38 23 23 12
109 101 39 22 23 12
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La balanza negativa motivó un replantamiento de la situación comercial con respecto a España y los industriales textiles manifestaron su voluntad de llevar a cabo nuevas negociaciones a fin de obtener un acuerdo que mejorara la situación de los de competitividad gracias a los enormes aranceles hacía que los productores pudieran poner precios a su antojo con la considerable subida de los beneficios. 2?
3 Ibid.
274
BA 13 (B) 255. „Zur Frage der Kündigung..., op. cit.. En este sentido el representante se manifiesta diciendo: „Es fehlt der Glamer Industrie an Elementen, welche Neues schaffen, welche rastlos und energisch nach jenen Mitteln forschen, welche einzig bei der ungünstigen geographischen Lage der Schweiz ihre Industrie zu halten vermögen: dem Zuge der Zeit in allen Richtungen zu folgen und nicht allein Schritt zu halten mit dem Wechsel der Mode, sondern wenn möglich, diesem Wechsel vorauszugehen...".
275
BA 6 n s 45. Eidgenössisches Handels- Departement an den Bundesrat zur Frage der Kündigung unserer Handels-Übereinkunft mit Spanien Februar 1897. Los valores están en millones de francos.
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textiles frente a los aranceles españoles. Se alegó que mientras que España había casi duplicado su comercio con Suiza, ésta había obtenido un aumento únicamente de un tercio, lo que la ponía en situación de inferioridad.276 ¿Cuáles fueron las repercusiones para España? Como hemos visto Suiza redujo sensiblemente la tarifa arancelaria para los vinos, los cítricos, los frutos secos y en general para casi todos los productos importantes para la exportación española. Aproximadamente el 60% de los productos importados por Suiza de España se encontraron dentro de los anexos especiales del acuerdo comercial de 1893. Pero principalmente los vinos fueron los productos que contaron con una mayor expansión. Su efecto permitió mantener la expansión vinícola, comenzada en Cataluña y en Valencia, pero también en zonas de la Mancha y la Rioja. Teresa Camero estima que desde 1860 a 1880 y aún después el cultivo de la vid en España había aumentado en un 40% y que en la última década siguió aumentando a pesar de los focos filoxerados.277 También la información cuantitativa que se desprende del informe sobre la Crisis Agrícola y Pecuaria conñima la transcendencia de este proceso. Las tierras destinadas al cultivo del cereal se reducen en beneficio de la viña. La contribución del mercado suizo a las exportaciones de vinos por parte española fue sin duda relevante y favoreció la expansión de las zonas vinícolas sobre todo en la zona catalana y del Penedés, donde se afirma en 1892 que más del 2/3 de la producción va encaminada a este país. Por otra parte, el mantenimiento de los precios de los vinos en una época en que se podría hablar de sobreproducción, confirma la idea de que éstos se mantuvieron, e incluso aumentaron, gracias a una ampliación de la demanda extema, a lo que Suiza tuvo que contribuir de manera importante teniendo en cuenta además la disminución de la demanda francesa a partir de 1891. „Incremento de la superficie cultivada y de la producción, crecimiento importante de los precios, o en todo caso mantenimiento de éstos, hechos que demuestran que nos encontramos ante una auténtica etapa de expansión de proporciones difíciles de exagerar [...] ¿Sus causas? Obviamente hay que buscarlas en el mercado exterior [...]." 278 Y añade: „La invasión de la filoxera en Francia [...] implicó [ a Francia] la necesidad de abastecerse de caldos procedentes de otros países."279
276
BA 13 (B) 255. Handels-Industrie-Verein Glarus. 1896. Herr Landamman an den Bundesrath, 4. Dezember 1896.
277
T. Carnero i Arbart, Expansión vinícola.,.,op.
278
Ibid., p. 225.
279
Ibid., p. 229.
cit.., p. 227.
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Pero no sólo Francia; también los países que se nutrían del mercado francés se vieron obligados a buscar el vino en otros lugares. El vino común fue como hemos dicho el que consiguió mayor éxito. Su utilización como mezcla no sólo por parte francesa, sino también por parte suiza, proporcionó enormes ganancias a los importadores. Muchos autores están dispuestos a afirmar que el aumento de la superficie de cultivo y de producción así como la revalorización de la propiedad territorial significaron el fortalecimiento del sector retardatario de la agricultura española, y un freno al trasvase hacia una agricultura basada en la horticultura o vinicultura, que representaba a productos con tendencia al alza, con lo que España hubiera obtenido una balanza comercial más favorable 280 . Pero como señala Teresa Carnero, en los países donde „el grado de atraso era mayor, las necesarias transformaciones para superar los obtáculos estructurales [...] no fueron puestas en la práctica. Las soluciones (protección arancelaria para los principales productos agrarios, no harían sino perpetuar y consolidar el atraso, al eliminar toda posible expectativa de llegar a medio plazo a la articulación de un mercado competitivo". 281 Esta ligera tendencia alcista del comercio dentro del comportamiento europeo general animó durante un tiempo el mantenimiento de las relaciones entre España y Suiza. Por este motivo y por intentar mantener ias pequeñas ventajas de la segunda tarifa del arancel, ambos países se manifestaron conformes en prolongar los acuerdos de 1893. Sin embargo se siguió manifestando la necesidad de obtener reducciones en los aranceles sobre todo textiles, e incluso, en caso de no obtenerse, se llegó a pensar en el contrabando como medio de evitarlos.282 Partidarios de seguir manteniendo una política comercial con España fueron aquellos sectores que si bien no habían experimentado grandes elevaciones en sus exportaciones tampoco habían visto desaparecer o disminuir sus ventas y que seguían considerando a España como un país donde la demanda podría ir en aumento. „Ein Misserfolg ihrer Bestrebungen wäre für die Schweiz nicht nur bedenklich in Hinsicht auf die Schädigung der betroffene Zweige und auch die Stellung des Landes gegenüber Spanien, sondern überhaupt in Hinsicht auf ihr Ansehen auf handelspolitischem Gebiete und ihre Pläne." 283
280
G. Tortella: „La economía española a finales del siglo XIX", op. cit.., p. 221. Ver también G. Tortella, La España en la Restauración. Política, Economía, Legislación y Cultura, Madrid, 1985.
281
T. Carnero y Arbat, Expansión vinícola...,
282
BA 13 (B) 255. Handels-Industrie-Verein Glarus, 1896. Landamman an den Bundesrath, 4. Dezember 1896.
283
BA 13 (B) 255. Handelsübereinkunft mit Spanien. Chocolat Nestlé, 3. Mai 1899.
op. cit.., p. 221.
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El acuerdo de 1893 resultó en su valoración uno de los más significativos de todos los llevados a cabo entre ambos países. España logró introducirse definitivamente en el mercado suizo y del mismo modo los productos suizos fueron abriéndose paso en el mercado español. En el caso español indudablemente las cesiones obtenidas sobre los vinos fueron la causa fundamental de que la balanza comercial resultara positiva para España, pero también las exportaciones de otros productos agrícolas aumentaron aunque siempre se quedaron en porcentajes muy por debajo de los del vino. En aquel tiempo las exportaciones de vinos españoles llegaron a representar hasta un 70% del total de los productos exportados a Suiza. Esto fue gracias a las concesiones llevadas a cabo por el Gobierno suizo de no elevar su tarifa por encima de los 3,5 francos. Aunque esto costó hacer algunas concesiones a las tarifas textiles españolas, el mercado español se benefició de forma general.284 Igualmente Suiza logró un aumento de sus exportaciones al mismo tiempo que comenzaban a apuntar nuevos productos de exportación que hasta entonces no se habían introducido y que comenzaron gracias a los acuerdos a introducirse definitivamente en el mercado español.
284
BA 13 (B) 255. Zur Frage der Kündigung unserer Handelsübereinkunft mit Spanien, 6. März 1897. Herr Welti [Consejero Federal] an Herrn Germann, St. Gallen, Mai 1897.
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3.4. Las relaciones comerciales hasta la Primera Guerra Mundial
3.4.1. La tarifa suiza de 1902 y el problema del vino Antes de haber transcurrido los cinco años, es decir, en 1897, Suiza decide denunciar el acuerdo de 1893. Los motivos de la denuncia venían impuestos por dos razones. Una, a causa de la subida del precio del azúcar por parte española, y en cuyo apartado estaba también el chocolate, y otra, por la balanza de comercio negativa tras el acuerdo de 1893, lo que para Suiza era una situación de desventaja con motivo de los altos aranceles españoles.285 España había solicitado la prolongación del acuerdo comercial de 1893, por entender que de no haber una reforma tarifaria, no era necesario derogar los acuerdos o firmar otros nuevos y por darse cuenta de que Suiza representaba para España un comercio enormemente importante, sobre todo en lo referente al vino. El proyecto de reforma arancelaria que se estaba fraguando en Suiza hizo desistir al Gobierno helvético de una derogación anticipada del tratado y consistió en la retirada del chocolate del anexo B.286 En 1897 se produjo la prolongación de! acuerdo de 1893 a través de un modus vivendi firmado por ambas partes y cuya finalización debía ser cinco años después.287 Los acuerdos formalizados en 1893, y la prolongación por medio de un modus vivendi de 1897, debían finalizarse en 1902.288 Con el avance de las ideas proteccionistas en toda Europa, la situación, tanto en el agro como en la pequeña y mediana industria en Suiza, habia cambiado sustancialmente desde la firma de los últimos acuerdos comerciales, en los que aún era vigente un espíritu liberal. Esta situación había obligado, en opinión de muchos autores, que, mientras que los aranceles suizos permanecían claramente favorables para la importación de productos extranjeros, los productos de exportación suizos sortearon elevados aranceles, lo que había repercutido en la balanza de comercio, que ahora se mostraba negativa. La tarifa de 1891 por tanto había quedado desfasada y era necesaria una nueva para hacer frente a los nuevos
285 Ibid. 286
AMAEx, leg. H 2684, fol. 534. Acuerdo por notas firmadas entre España y Suiza excluyendo al chocolate suizo de la tarifa B aneja al convenio concertado entre ambos países el 13 de julio de 1892. Nuevo Proyecto de ley presentado el 17 de junio de 1899. Ver publicación en la Gaceta de Madrid, 20 de diciembre de 1899. Ver también las respuestas dadas por los fabricantes suizos de chocolate: BA 13 (B) 255. Ersucht um Verzicht auf die Bindung des Chocolat-Zolles.
287
AMAEx, leg. H 2682, fol. 480. Prolongación del acuerdo de 1892 y 1897. Los acuerdos se realizaron con una duración de cinco años.
288
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brotes recrudecidos de la política proteccionista europea.289 Junto a esto, los cambios producidos en el comercio obligaban a radicalizar las medidas. Por este motivo, la comisión encargada de la elaboración de la nueva tarifa arancelaria apoyó por primera vez la idea presentada por los agricultores y los industriales de la pequeña y mediana industria y se manifestó de acuerdo con establecer una tarifa que protegiera no sólo los productos fabricados sino también las materias primas y productos alimenticios. Estas tres organizaciones fueron las promotoras e inductores de la nueva tarifa de 1902: la „Unión Industrial y Comercial" (Schweizerischer Handels- und Industrieverein), la „Unión de la Pequeña y Mediana Industria" (Schweizerischer Gewerbeverein) y la „Unión Suiza de la Agricultura" (Schweizerischer Bauernverband), esta última creada en 1897, precisamente como consecuencia de los acuerdos de 1893 y cuyo sector resultó enormemente peijudicado. La revisión de las posiciones en los aranceles de los productos agrícolas fue uno de los puntos más difíciles de solventar por la propia situación de crisis en la que había entrado la agricultura no sólo como consecuencia de la situación económica mundial sino por la grave competencia extranjera sobre todo en lo referente a la producción láctea. El Gobierno Confederado tuvo que resolver esta crisis con subvenciones. A pesar de ello no se pudo evitar la competitividad extranjera y el campesinado se encontró desprotegido y sin posibilidades de cubrir sus propios gastos. Los intereses agrícolas fueron de esta forma los protagonistas de las revisiones arancelarias, que tendrían como finalidad que „die Preise der landwirtschaftlichen Produkte so beeinflusst werden, dass sie dem Bauern mindestens die Deckung der aufgewendeten Produktionskosten gewährleisten".290 La „Schweizerischer Bauernverband" fue la respuesta suiza a una política agraria que había provocado en el siglo XIX en Europa el colapso de la agricultura como consecuencia de la crisis agrícola internacional surgida en 1873 con la llegada de los cereales procedentes de Rusia y de las colonias ultramarinas. La caída de los precios como consecuencia de la masiva importación de cereales había provocado un cambio en los comportamientos agrícolas que tendieron a una especialización de los productos de la leche en detrimento de los campos cerealísticos. La política agraria suiza se ori289
E. Laur, Enquête zur Vorbereitung der künftigen Handelsverträge, Bern, 1903, p. 56. De la misma opinión es von Steiner, que opina que la tarifa de 1891 aunque ideológicamente se asemejaba a la del resto de los países europeos en la práctica sus aranceles seguían estando muy por debajo de la media europea. K. von Steiner, Die schweizerische Zollpolitik von 1900..op. cit., p. 17. Para Bosshardt y Nydegger, el aún carácter liberal de la tarifa de 1891 había impedido verdaderamente las concesiones necesarias para que se hubiera establecido unas rebajas tarifarias que hubieran beneficiado a las exportaciones. A. Bosshardt, A. Nydegger: „Die schweizerische Aussenwirtschaft...", op. cit..
290
H. Leuthold, Strukturwandlungen der Schweiz..., op. cit.., p. 72.
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entó por tanto a un mejoramiento y extensión de la producción de leche y queso y a la extensión de la cabaña ganadera. La caída de los precios del interior también produjo un abandono de las tareas del campo y un trasvase del campesinado a las urbes. Los primeros intentos de unión del campesino con vistas a hacer presión para que se impusieran aranceles en los productos agrícolas se hicieron, como hemos visto, en 1885. Sin embargo no es hasta 1897 cuando, en vista del poco éxito obtenido, se decidió formar la „Unión Suiza de Campesinos", que tomó la dirección en los acuerdos de política aduanera que comenzaron a realizarse en 1902. La „Unión" solicitó los mismos derechos proteccionistas que la industria, mediante el aumento arancelario de los productos agrícolas nacionales (ganado de cría, carne, vino, etc.). También se pidió un aumento de los aranceles en los cereales así como en otros productos de primera necesidad. Al mismo tiempo la política de transferencia de la producción láctea a la de carne continuaba su curso, aunque no con los resultados esperados, por lo que se siguió solicitando mayores subvenciones para la carne con el fin de incrementar y agilizar el cambio. Junto a ello el campesinado pretendía obtener reformas del artículo 29 de la Constitución suiza. Este, aprobación que existía desde el momento de la Constitución de la Carta Magna, se referia a la imposibilidad de cargar de manera onerosa las materias primas para evitar un incremento de los precios en los artículos de primera necesidad. 291 El artículo 29 perseguía que las materias primas y los alimentos no se vieran encarecidos por motivos proteccionistas. Sólo podían ser aplicados los aranceles cuando sus fines se limitaran a la fiscalidad. Sin embargo, como señala Steiner, „so lange die Zollerhebung nur fiskalische Zwecke verfolgte, ergaben sich keine Schwierigkeiten. Erst als der Zollpolitik noch andere Aufgaben als rein fiskalische gestellt wurden (Kampf- und Schutzzollpolitik), musste notwendigerweise die Schutzzollpolitik in Konflikt mit dem Verfassungsartikel geraten". 2 ' 2 El artículo, que había sido objeto de discusión en las reformas arancelarias anteriores, toma aquí un papel primordial, como consecuencia del incremento de los aranceles en los productos elaborados, no ya con fines fiscales, sino con fines proteccionistas. 293 El campesinado entendió de esta forma que las medidas tomadas en beneficio 291
El artículo 29 de la constitución exponía: „Die für die inländische Industrie und Landwirtschaft erforderlichen Stoffe sind im Zolltarif wo möglich gering zu taxieren. Ebenso die zum notwendigen Lebensbedarf erforderlichen Gegenstände des Luxus unterliegen der Hochtaxe". Art. 29 de la Constitución Suiza. Ver también a este respecto H. Altherr, Art. 29 der Bundesverfassung und die Zollfrage im Lichte der Wahrheit und orientieren [sie] Betrachtungen über die Schweizerischen Lebensmittelzölle. Bern, 1911.
292
K. von Steiner, Die schweizerische Zollpolitik von 1900..., op. cit.., p. 42.
293
En la Constitución Federal de 1874 se añadió a dicho artículo que „nicht nur die Rohstoffe der Industrie sondern auch die der Landwirtschaft möglichst niedrig verzollt werden sollen, und dass
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de la pequeña y mediana industria debían ser también aplicadas a la agricultura como un medio de defensa frente a los productos extranjeros, ya que al contar con precios más bajos acaparaban el mercado interno. De esta manera entendían que el artículo 29, que se había inspirado en las corrientes liberales del momento en que fue aprobado, no podía subsistir debido a que los intereses de la mayoría de los sectores de producción, y entre ellos el agrícola, exigían una protección ante la competencia extranjera.294 Al implantarse una política proteccionista, el artículo 29 entró en controversia consigo mismo, no sólo porque la realidad exterior se manifestaba de forma distinta a la esperada, sino por la propia exposición de dicho artículo a la hora de determinar qué se entendía por „notwendigem Lebensbedarf' o por „für die Industrie und Landwirtschaft erforderliche Rohstoffe", ya que lo que para la industria eran materias primas no lo era para la agricultura, y viceversa. La unión agrícola entendió que este artículo beneficiaba exclusivamente a la industria y exigió el mismo trato de favor que ésta. La segunda de las organizaciones que tomó parte en la revisión aduanera de 1902 fue la „Schweizerischer Gewerbeverein". Esta asociación representaba los intereses de la pequeña y mediana industria. La primera „Unión" (Verein) se constituyó en 1843 y desde este momento se proclamó abiertamente proteccionista. Aunque en los años 60, después de la entrada de Basilea en dicha Unión, ésta adquirió un corte más liberal, favorecida por las propias corrientes económicas europeas, su liberalismo duró escaso tiempo. A mediados de los años 70 y a lo largo de los 80, las ideas proteccionistas europeas volvieron a adquirir foima, y la influencia de ésta en la sociedad, tanto en el plano jurídico como en el económico, determinó el corte ideológico que la definiría poco tiempo después. La „Schweizerische Gewerbeverein" había solicitado ya en 1881 una política liberalista para las materias primas y una protección para los productos elaborados. En los años 80 la rivalidad de ésta frente a la industria de exportación (liberal) se incrementó solicitando para ella las ventajas de que gozaba la gran industria. „Die Taktik, mit welcher der Gewerbeverein seine zollpolitischen Forderungen verfocht, war in den Grundzügen dieselbe, wie die des Bauernverbandes: der Gewerbeverein stellte nämlich seine Forderungen nach niedrigen Roh- und Hilfsstoffzöllen ebenfalls als einen Kampf um Gleichberechtigung mit der Grossindustrie dar." 295 Pero no todos los miembros de la „Schweizerischer Gewerbeverein" se manifestaron conformes con dicha política. Algunos, sobre todo aquellos sectores cuya produc-
die Bestimmungen bei den Handelsverträgen angewendet werden müssen, wenn nicht zwingende Gründe entgegenstehen". Bundesverfassung 1874, en K. von Steiner, Die schweizerische Zollpolitik von 1900..., 294
Ibid., p. 49.
295
Ibid., p. 50.
op. cit.., p. 41.
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ción estaba más encaminada a la exportación, se opusieron decididamente a ella. La pluralidad de industrias representadas en esta organización (desde la industria del gráfico hasta la jardinería y productos químicos) hizo que se produjeran tensiones dentro de la misma, ya que cada uno de los grupos defendía sus propios intereses. Lo que pretendía era poner de relieve su orientación política en el proyecto nacionalizador de tal manera que se defendieran los intereses nacionales, frente a la agresividad extranjera, sometiendo las fuerzas económicas a un sentimiento nacional, como ya había pretendido el campesinado.296 La tercera fuerza económica que tomó parte en la elaboración de la tarifa de 1902 fue „La Unión Suiza del Comercio y la Industria" (Schweizerischer Handels- und Industrieverein). Esta asociación, que se había constituido en 1870, representaba los intereses de la Cámara de Comercio e Industria suiza. Las dificultades fundamentales con las que tuvieron que enfrentarse en el seno de la misma se debieron sobre todo a las diferencias direccionales de la política económica a seguir. Como ocurría en el caso de la „Gewerbeverein", la variedad de las industrias en ella representadas produjo tensiones dentro de sus miembros en virtud de los intereses que cada uno persiguía. Mientras la industria de exportación se manifestaba claramente liberal, la industria dedicada al comercio interior perseguía medidas de protección que la salvaguardaran de la competencia extranjera. Estas tensiones hicieron que en 1889 la Sociedad se decidiera por una política de neutralidad, política que se manifestó en las revisiones arancelarias de 1901 y que se mantuvo hasta los años 30.297 Posiblemente este hecho determinó que en la revisión arancelaria de 1902 se aumentaran paulatinamente los aranceles, sobre todo de aquellos productos que exigían una protección nacional. La tarifa de 1902 contó con 1164 posiciones frente a las 476 de 1891. Esto permitió una igualación de los aranceles en función de la naturaleza de la mercancía, lo que llevó a tasaciones mucho más justas.298 Hay que hacer mención sin embargo del gran número de mercancías que permanecieron en franquicia (100 aproximadamente). Dentro de los productos que afectaban al comercio con España y que experimentron importantes elevaciones estaba el vino, que tuvo una elevación de 12 francos frente a los 3,5 del arancel anterior. La subida masiva del arancel de vino estuvo motivado por 296
Ibid., p. 53.
297
Ibid., p. 56. La solución se encontraría en el desarrollo de una política arancelaría de guerra, sobre la cual se acordarían los futuros contratos, haciendo reducciones a cambio de que los otros países hicieran lo mismo en aquellos productos que competieran con los suizos. K. von Steiner, Die schweizerische Zollpolitik von 1900..., op. cit.., p. 56.
298
En la tarifa de 1891, se habían cargado igualmente productos de origen y usos muy distintos. La especialización de las posiciones de la mercancías hmejoró la definición y el orden de la tarificación de los aranceles, cargando de igual manera aquellos productos que por su elaboración y origen tuvieran más o menos el mismo valor. Las sucesivas diferenciaciones se realizarían en función de los acuerdos comerciales o por motivos políticos, o bien en aplicación a la cláusula más favorecida.
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causas externas e internas. En primer lugar se habían producido a principios de siglo importaciones masivas de vino francés. Por otra parte las excelentes cosechas de vino de los años 1902 y 1903 en Suiza habían provocado una caída de los precios.299 Para paliar la dura competencia el Gobierno suizo elevó primero a 12 francos por hectólitro y luego a 8 en su acuerdo con Italia los aranceles para los vinos normales que no sobrepasasen 15 y 18 grados y para los vinos especiales de alta graduación como los de Malvasia o Vernaccia.300 Las materias primas, como el algodón en rama, la seda cruda, la lana, el acero, el zinc, el estaño, etc., así como la verdura fresca, la leche, las patatas, etc también se vieron sometidas a elevaciones importantes. La tarifa de 1902 contó con fuertes opositores, como fue el Partido SocialDemócrata, que se opuso abiertamente a una política proteccionista que cargara las materias primas, por temor a que los productos básicos se vieran gravados de forma onerosa.301 También la Unión de Consumidores se expresó de manera contraría a esta subida ya que temía una elevación en los precios de productos de primera necesidad, lo que provocaría un empeoramiento de sus condiciones de vida.302 Aunque la tarifa de 1902 siguió siendo una tarifa de guerra, consiguió hacer extender los aranceles a casi todas las posiciones de la tarifa general. Este hecho, que debe interpretarse como una reacción a la propia política llevada a cabo por los países vecinos,303 fue al mismo tiempo un compromiso entre los distintos sectores económicos, el agrícola, la pequeña y mediana industria y la gran industria, que no presentaron posturas irreconciliables, sino que se sirvieron el uno del otro para llevar a cabo sus propias reformas.304 En definitiva fue el resultado de un doble cambio, exterior e interior, lo que obligó a Suiza a abandonar su característico sistema liberal para poder aco-
299
E. Laur, Enquête zur Vorbereitung der Künftigen..., op. cit..
300
BA 13 (B) 255. Antrag des ausserordentlichen Stellvertreters des Vorstehers des Handels-, Industrie- und Landwirtschafts-Departementes, E. Müller an den Bundesrat, Bem, 15. August 1904. Kündigung des Handelsvertrages mit Spanien. Annex.
301
Los socialistas se sirvieron del pequeño campesinado para argumentar las desventajas de una política proteccionista considerando que el pequeño campesino se aprovecharía menos de las subidas arancelarias, ya que si se aplicaban los aranceles, como exigía el gran campesinado, los artículos de primera necesidad de los cuales no pudieran autoabastecerse tendrían que comprarlos en el mercado a un precio desorbitante. Ver en este sentido el libro de E. Laur, Die sozialdemokratische Zollinitiave und ihre Folgen und Gefahren, Bern, 1922.
302
E. Laur, Die sozialdemokratische Zollinitiave..., op. cit.., p. 23. 303 p ^ v o n Steiner, la política proteccionista de 1902 no se vio impuesta únicamente por circunstancias externas, cuando señala que „die Führung der schweizerischen Zollpolitik geschah viel zu selbständig, d.h. ohne Berücksichtigung der Gestaltung der ausländischen Handelspolitik." K. von Steiner, Die schweizerische Zollpolitik von 1900.,.,op. cit.., p. 77. 304
E. Laur, Die sozialdemokratische Zollinitiave..., op. cit.., p. 75.
Las políticas comerciales y los tratados de comercio de 1869 a 1935
111
piarse a los nuevos tiempos.305 También, que en estas fechas los enemigos de las corrientes proteccionistas fueron mucho menores que en 1891. La elevación de las aduanas del vino reconcilió los cantones occidentales con los orientalesy el campesinado logró importantes ventajas con la obtención de aranceles en lo referente al ganado de cría, carne y cereales, así como con la revisión del artículo 29 de la Constitución Federal. 306 Con la inclusión de la tarifa de 1902 las exportaciones subieron de 888,5 millones de francos en 1903 a 1.376,4 millones en 1913. El término medio de las exportaciones para el periodo de 1896 a 1903 fue de 792,1 millones de francos mientras que de 1906 a 1913 la media fue de 1.193,4 millones. En el caso de las importaciones éstas subieron de 109,5 millones en el periodo de 1896 a 1903, a 1.919,8 millones entre ese último año y 1913, con un promedio anual de 1.711,5 millones. Dentro del total del comercio exterior y del cual los cinco países con contratos comerciales con Suiza ocupaban ya el 75% del total, se produjo un incremento de las importaciones de los productos manufacturados de un 63,7%, mientras que las importaciones de materias primas y alimentos lo hicieron en sólo un 57,6%. Habría por tanto que pensar que las políticas proteccionistas favorecieron al aumento de intercambios entre los países. Indudablemente mucho de ello se debe a los acuerdos comerciales que se establecieron entre los distintos países a la vez que se puede atisbar fisuras en los comportamientos proteccionistas esgrimidos, en virtud de una más rápida adquisición del capital invertido en aquello que por naturaleza produciría más rápidos resultados.307
305
A. Bachmann, A. Bosshardt, Probleme der schweizerischen Zolltarifrevision. Schweizerischen Institut für Aussenwirtschaft..., op. cit.., p. 10. Para estos autores, la política comercial exterior europea y la suiza no corrieron paralelas. También W. Iff opina que las presiones proteccionistas llevadas a cabo por los países europeos obligaron a Suiza a seguir una política de corte más proteccionista. Estas medidas se vieron reforzadas por las fuertes presiones por parte de los grupos industriales y artesanos, a los que más tarde se uniría el campesinado. Estas presiones, que encontraron en un comienzo un escaso eco en la elaboración de las tarifas aduaneras, consiguieron la forma de una política aduanera de guerra, lo que provocó en ultimo instante la ruptura entre los diferentes estamentos de la economía. W. Iff, Unsere Exportindustrie und die schweizerische Zoll und Wirtschaftszollpolitik, Aarau, 1925. Bosshardt y Nydegger consideran sin embargo que la tarifa de 1902 hay que considerarla ya proteccionista, pese a que nunca estuvo a la altura de los otros países europeos. A. Bosshardt, A. Nydegger, Die schweizerische Aussenwirtschaft..., op. cit.., p. 232.
306
BA 13 (B) 258. Se habían elevado los aranceles a 8 francos para los vinos en barriles y a 25 francos para los vinos en botellas.
307
A. Bosshardt, A. Nydegger, Die schweizerische Aussenwirtschaft...,
op. cit.., p. 235.
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Beatriz Sánchez Fernández
3.4.2. La tarifa española de 1906 y el acuerdo comercial suizoespañol La denuncia del modus vivendi con España se produjo por paite suiza en abril de 1904.308 A partir de agosto de 1905 debían entrar en vigor los nuevos aranceles tanto por parte suiza como española, puesto que España había prometido la publicación de un nuevo arancel antes de esa fecha. 309 Cuatro meses antes Suiza había denunciado los acuerdos con Alemania, Austro-Hungría e Italia. El motivo del retraso de la denuncia del tratado suizo-español se debió al interés de concertar acuerdos con estos países antes de hacer negocios con España, puesto que la concesión de rebajas a los productos españoles supondría también rebajas a estos países en virtud de la cláusula de favor. Los acuerdos firmados entre Suiza e Italia, bases de la futura negociación con España, habían permirtido una reducción de los aranceles del vino a 8 francos en lugar de a 12 como estaba fijado en la tarifa de 1902. La imposición de dicho arancel se efectuaría en enero de 1906. En él establecieron una escala alcohólica, por la cual, superados los 11 grados, los vinos pasarían a pagar un suplemento de 1 franco por cada grado que sobrepasase esta graduación. 310 El precio del arancel del vino de 3,50 francos a 8 en la nueva tarifa suiza suscitó un fuerte malestar por parte de los vinicultores españoles por cuanto que además la escala alcohólica dañaba sobre todo las exportaciones de vinos especiales como los vinos de Málaga, de mayor graduación. En aquel momento las exportaciones de vino a Suiza representaban la 9 a parte del total de las exportaciones de vino español (458.200 hl). Por otra parte la disminución de las exportaciones de vino a Francia como consecuencia de la subida del arancel francés (de 9 a 12 francos por hl dependiente de los grados) 311 de 2,35 millones de hl. por un valor de 82,7 millones de francos en 1900 (67%) a 758.000 hl en 1901 obligaba a asegurar el mercado en este país, que se presumía que iría en aumento. Por esa razón el Gobierno español solicitó una prórroga del modus vivendi en espera de publicar su tarifa y de esa manera con presiones obtener rebajas en el arancel del vino. Suiza sin embargo se negó a aceptar ninguna prórroga argumentando que
308 AMAEx, leg H 2684, fol. 43. Nota del cónsul general de Suiza en Madrid denunciando el tratado de comercio entre España y Suiza del 13 de julio de 1892. 309
BA 13 (B) 255. Schweizerische Botschaft in Madrid an den Bundesrath.
310
BA 13 (B) 255. Zur Frage der Kündigung unserer Handels- Übereinkunft mit Spanien, 5. April 1902.
311
La aduana del vino francés por grado era de 0,70 francos por hectólitro hasta vinos de 11" y por cada grado más una tasa alcohólica de 2,20 francos. BA 13 (B) 255. Zur Frage der Kündigung unserer Handels- Übereinkunft..., op. cit.., 1902.
Las políticas
comerciales
v los tratados
de comercio
de 1869 a 1935
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„für uns eine der wichtigsten Positionen, diejenige des Weines, nicht zur Geltung kommen kann, weil dieselbe dann einzig noch im spanischen Vertrage gebunden ist, sodass nicht nur Spanien, sondern kraft Meistbegünstigung auch Italien, ihre gesamte Weinernte von 1905 noch zum alten Zollsatz von 3,50 bei uns einführen könnten". 3 1 2 Los nuevos aranceles debían aplicarse además en agosto de 1905, y no en septiembre como se había pensado en un primer momento, para evitar que la nueva cosecha de vino español fuera adquirida con los aranceles antiguos, cerrando así el paso al aumento del stok, lo que provocaría la bajada del precio del vino nacional. Las negociaciones para llevar a cabo los futuros acuerdos comenzaron en abril de 1905
nombrándose
al ministro plenipotenciario
de
Bema
como
representante
español 3 1 3 y por parte suiza fue nombrada una comisión formada por miembros de las diferentes industrias y por comerciantes de vinos. Aquí se acordó establecer un provisorio hasta el 1 de septiembre (ya que dada la premura de tiempo era imposible llegar a una solución en fecha anterior) y solicitar por parte suiza reducciones en los aranceles españoles, así c o m o la introducción de la cláusula más favorecida. 3 1 4 La mayoría de los miembros de la comisión se manifestaron conforme al mantenimiento de un tra-
312
BA 13 (B) 255. Protokoll des Schweizerischen Bundesrates und des Eidgenössischen Handelsdepartementes, 4. August 1904. En marzo se había informado al cónsul español en Berna, de que las nuevas tarifas aduaneras suizas afectaban al vino de importación. Por este motivo se denuncia el tratado con Italia, ya que se intentaba llegar a un acuerdo a partir del nuevo arancel. Esta medida afectaba también a los acuerdo Armados con Alemania e Austria-Hungría, dos de sus principales exportadores. La denuncia del acuerdo con España se ve eminente, aunque el Consejo Federal manifestó su deseo de solucionar primero el problema con los exportadores alemanes y austro-húngaros. Los representantes agrícolas suizos no se manifestaron conformes y exigieron la inmediata denuncia del acuerdo hispano-suizo.
313
BA 13 (B) 255. Handelsvertrag mit Spanien, 16. August 1905.
314
BA 13 (B) 255. Los miembros de la comisión fueron por parte de los representantes del comercio exterior en materia de bordados (Stickerei) M. Hoffmann de St. Gallen, E. Wild y A.Tanner, representante de la casa „Sonderegger und Tannei" de Herisau. Por parte de los representantes de la seda estaban los miembros de la „Zürcher Seidenindustrie-Gesellschaft", G. Silber, Th. Niggli y R. Sarasin, representantes de las casa „Siber y Wehrli", secretario de la „Zürcher Seidenindustrie-Gesellschaft" y representante de „Rudolf Sarasin und Cie." de Basel, respectivamente. Como representantes de la industria de maquinaria estaban Sulzer-Steiner de Winterthur, R. Alioth de Arlesheim y L. Müller de la sociedad de relojería de Bienne y F. Huguenin de La Chaux-de-Fonds. En representación de las queserías, R. Sommer presidente del „Vereins schweizerischer Käsehändler" de Langenthal, y como representante de la leche condensada, A. Bossard. Representantes de la industria química y del esmaltado eran A. Böringer y O.Weber. En la sección textil estaban J. Syz, presidente de la organización textil de Zürich, y por último los representantes de la importación de vinos, los señores Th. Binder-Brogg de Zürich, H.Trüssel de Bema, Jenny Tiefenau, y E. Laur, Fonjallaz Epesses, y de la fruta, S.G. Kindler, presidente de la „Union Suiza de Grosistas de Productos Coloniales".
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Beatriz Sánchez
Fernández
tado comercial con España. Lo contrarío supondría un afianzamiento de las relaciones entre España, Alemania y América con el consiguiente peijuicio que esto representaría. „Wenn Deutschland und die Vereinigten Staaten nur fiir wenige Monate in Spanien grössere Vortheile gemessen als die Schweiz, so gewinnen sie an Terrain, das nachher nur schwer wieder zurückzuerobern sein wird."315 La competencia por parte de los otros países no era la única preocupación de los industriales suizos. Como he señalado, el desarrollo de las industrias de la seda y del algodón en Cataluña hacía cada vez más difícil la introducción de productos provenientes del extranjero, no únicamente ya por los aranceles proteccionistas sino porque la industria catalana, una vez desaparecidas las colonias americanas, centró su producción en cubrir las necesidades del mercado interior. „Für uns bedeutete dies eine gewaltige Schädigung, weil wenig Aussicht vorhanden wäre, dies Feld später wieder zu gewinnen."316 Naturalmente aquellos que se mostraron contrarios a los acuerdos con España fueron los representantes de las asociaciones agrícolas. Manifestaron que si la causa de la denuncia del acuerdo hispano-suizo de 1892 se debió a la negativa por paite del Gobierno Federal de comprar el vino español por debajo de los 8 francos el hectólitro, la llegada a acuerdos provisionales que permitieran la entrada a 3,50 francos sería una contradicción. Por otra parte y como consecuenia de las buenas cosechas de vino en Francia muchos opinaron que „nicht viel Platz übrig bleibt für den spanischen Wein".317 A diferencia de lo que ocurría en otras épocas, Suiza se encontraba en este momento lo suficientemente fuerte frente a España como para exigir derechos elevados en los vinos, sin tener que hacer numerosas concesiones, pues, como hemos visto, era ahora España la que gozaba de una balanza favorable. Añadiéndose a esto estaba el hecho de que los altos aranceles franceses habían mermado notablemente las exportaciones de vino a este país y por el contrario habían aumentado las exportaciones con destino a Suiza, donde los aranceles eran mucho más bajos. España persistía en el mantenimiento de la tarifa de 1892 de manera bilateral hasta ver expirado su acuerdo comercial con Alemania, ya que obtener reducciones en sus aranceles le permitiría presentar una posición más fuerte respecto a Suiza. El Gobierno Federal se negó rotundamente a aceptar la propuesta española y señaló que el contrato con España se efectuaría únicamente bajo las expresadas condiciones y que el vino español debería
315
Sulzer-Steiner: Handelsvertrag mit Spanien; Handels- und Industrie- Verein an den Bundesrath, 16. August 1904.
316
Ibid., Sr. Syz.
317
Ibid., Sr. Binder-Brogg.
El marco socio-político
de los
intercambios
115
pagar 8 francos con un suplemento adicional además en función del comportamiento en la diferencia por la pérdida entre los valores nominales y reales de la moneda española, en tanto ésta no se pusiera a la par que la moneda suiza. 318 La duda ante la llegada o no de un acuerdo movilizó a gran parte de los importadores e industriales suizos, que temían la implantación de la primera columna del arancel español. 319 También los industriales españoles se manifestaron temerosos de la ruptura de las relaciones comerciales por cuanto que sus efectos alcanzarían a los de otros países que habían formalizado también acuerdos sobre la base del tratado comercial hispano-suizo de 1893 de manera que „si roto el compromiso con Suiza se empieza a aplicar a otros países la segunda columna es evidente que ellos a su vez aplicarán a los procedentes de nuestro país tarifas más elevadas y se hará imposible la competencia de nuestros productos agrícolas con la de otros países aumentando la pobreza del campo y la emigración".320 Con motivo de esto se pide que ,,a partir del 1 de septiembre de 1905 y, en tanto se estudia con detenimiento y ponen en vigor las nuevas tarifas, se apliquen a los productos de Suiza los derechos que les correspondan (con las reducciones especiales en los anexos pertinentes) y se mantengan para las demás naciones que gozan de beneficios arancelarios en virtud del dicho tratado con Suiza la tarifa convencional vi-
318
Ibid. España había exigido el pago en oro de las exportaciones. En ese momento la peseta había una fuerte devaluación, por lo que los pagos en oro peijudicaban a Suiza de mantener ésta la paridad como había sucedido hasta ahora. Esta pretendía que, a partir de esa fecha, España y Suiza pagaran con moneda corriente, pero, puesto que no se encontraban a la par, España estaría sujeta a una sobretasa.
319
En una carta enviada por el cónsul de Barcelona, al mismo tiempo comerciante de paños, al Departamento de la Industria y Comercio suizo en diciemebre de 1904 el comerciante pregunta si la ruptura con España provocaría o no el que Suiza dejara de gozar, la tarifa convencional (Columna B). En el mismo sentido se manifiesta el cónsul suizo en Madrid ante el temor expresado por parte de los comerciantes de la industria y de la agricultura de que España no llegara a un acuerdo. El círculo de la „Union Mercantil y Comercial" de Barcelona, en su carta dirigida al presidente del Consejo de Ministros, manifiesta su miedo por cuanto que „varias naciones entre ellas Inglaterra, Francia, Alemania habían venido gozando de todos los beneficios arancelarios convenidos con Suiza y que de hecho están concertados con este país (Suiza), y que de denunciar el acuerdo con Suiza quedarían automáticamente anulados los otros".
320
AMAEx, leg. H 2684, fol. 338. Negociaciones. ,31 comercio de exportación español a Suiza", en Boletín de la Sociedad de Vinicultores Catalanes. Ver también Gaceta de Madrid, 26 agosto 1905. Orden del 26 de agosto de 1905.
116
Beatriz Sánchez Fernández gente derivada del convenio comercial entre España y la Confederación Helvética de 1892".321
Por su parte, Suiza, para evitar una guerra de tarifas que pusiera en peligro las exportaciones industriales a España, se comprometía a aplicar a España el acuerdo provisional realizado con Italia. Esta aplicación excluiría la tasación de 8 francos al vino a partir del 1 de enero de 1906, tal como se había acordado en el acuerdo italo-suizo y por tanto el vino español se vería sometido ya en septiembre de 1905 a la nueva tarifa de 8 francos. 322 La provisionalidad del acuerdo tendría una duración hasta el 31 de agosto de 1906. Por motivos tácticos su finalización sería en septiembre y así se evitaría que ya se hubieran efectuado las ventas con la vigencia aún de la tarifa antigua. Normalmente 3/4 partes del vino de la nueva cosecha se vendía en los seis primeros meses del año, de ahí la necesidad de que la nueva tarifa con el recargo se efectuara antes de las nuevas cosechas. 323 Los agricultores españoles se negaron a aceptar que la nueva tarifa para el vino se impusiera antes que a Italia, ya que ésta discriminaría a los vinos españoles, no sólo por la desventaja que tendrían durante los tres meses (del 1 de septiembre hasta el 31 de diciembre) al pagar más que los vinos italianos, sino también porque ya, en función del precio del transporte, los vinos españoles se habían encarecido enormemente. 324 De esta manera el Gobierno español amenazó con aplicar la tarifa máxima a los productos suizos a menos que los vinos españoles no fueran tratados igual que los italianos.325 A pesar de ello Suiza se mantuvo firme y propuso para la firma de un acuerdo con España que la duración del provisorio fuera de un año a partir del 1 de septiembre de 1905 y hasta el 1 de septiembre de 1906, y que durante este tiempo el vino español se pagara 8 francos por cada hectólitro en su importación por Suiza en aquellos vinos no superiores a 15 grados. Para las cosechas especiales de vinos superiores a 15 grados (vinos de Málaga, Jerez, etc) o vinos normales que superaran los 18 grados alcohóli-
321
BA 13 (B) 255. Gaceta de Madrid, 15 junio 1905. Real Decreto aprobando el modus vivendi con Suiza, 15 de junio de 1905.
322
Esta medida se justificó diciendo que los vinicultores y los representantes de la Asamblea Federal no comprenderían al Gobierno si tratara a España con las mismas condiciones que a Italia, teniendo en cuenta que con Italia se había realizado un contrato comercial, y por lo tanto con contraprestaciones que con España aún no se habían obtenido. BA 13 (B) 255. Sr. Fojallar an den Bundesrat, Januar 1905. Consejo Federal.
323
BA 13 (B) 255. LTJnion suisse des Paysans a l'Assemblée fédérale, 18. September 1905.
324
BA 13 (B) 255. La colonia suiza en Madrid, abril de 1905. Schweizer Botschaft an den Bundesrath. Da nota de la carta que ha obtenido de la colonia suiza en Madrid.
325
AMAEx, leg. H 2684, fol. 432. Real Orden de Hacienda disponiendo que en virtud de la denuncia del convenio entre España y Suiza del 13 de julio de 1892 las aduanas cesen de aplicar desde el 1 de septiembre de 1905 las tarifas convenidas a los productos de Suiza, los cuales devengarán por la primera tarifa del arancel.
El marco socio-político de los intercambios
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eos, se debía pagar una tasa de monopolio del alcohol de un franco por cada grado de más. Además a partir de enero de 1906 los vinos españoles serán tratados con una sobretasa correspondiente a la diferencia de cambio. A cambio, todos los productos españoles restantes se beneficiarían del tratamiento de nación más favorecida. Por el contrario, y durante la duración del provisorio, España concedería a Suiza derechos fijos de la tarifa B de la convención de comercio de julio de 1892. Estos derechos serían pagados en moneda del país de curso legal. Por último las mercancías suizas destinadas a España deberían de gozar de los tratados de nación más favorecida. 326 En cuanto a las reformas de las posiciones de la antigua tarifa de 1892 el Gobierno español debía establecer reformas en los productos textiles con rebajas del orden del 30 y el 40 por ciento en cada una de las posiciones que fueran importantes para Suiza. Los derechos convenidos de 20 pesetas por cada cien kilogramos sobre los artículos de menaje y cocina se aplicarían a todos los objetos relacionados con la economía doméstica y los derechos de 18,50 pesetas por cada 100 kilogramos fijados por la convención para cables conductores de la electricidad para las vías públicas se aplicaría también a los cables destinados a uso doméstico. En lo referente a las harinas alimenticias con adición de azúcar, éstas entrarían a formar parte de la posición 366 cualquiera que fuera la proporción de azúcar contenida, y finalmente los bordados aéreos no serían tratados como „dentelles" sino que seguirían el régimen convencional de los bordados normales propiamente dichos. El mismo tratamiento sería aplicado a todos los demás bordados cualquiera que fuesen sus motivos o diseños, fabricados separadamente o por partes, cosidos o no cosidos. España pidió obtener el mismo trato que los italianos, es decir, que desde el 1 de septiembre de 1905 hasta el 1 de enero de 1906 los productos seguieran entrando bajo la antigua tarifa del arancel. Por otra parte solicitó que los vinos españoles especiales como los de Málaga, Jerez y Priorato debían gozar del mismo trato de favor que los vinos italianos de Marsala, Malvasia, Moscato y Vernaccia, es decir si no subían de los 18 grados no debían someterse sus tasas a las del monopolio del alcohol. Por lo demás se solicitaban rebajas en los ya clásicos productos de exportación por considerarse que el aumento masivo del arancel ponía los productos españoles en clara desventaja 327 (Ver cuadro 7). 326
Las solicitudes partieron de informes enviados por los diferentes sectores de la industria el comercio y la agricultura suizos. En cada uno de estos informes venía especificado el nombre de la firma, su producción y las rebajas que solicitaban a los aranceles según la tarifa de 1892. Contestaron alrededor de 40 firmas interesadas con el comercio con España. Estas firmas se dividían en firmas o industrias textiles, de maquinaria, de relojería y eléctricas, industrias de imprentas y publicación de libros, industrias textiles, las cuales presentan el mayor número de propuestas y reducciones, y por último las industrias químicas y de alimentación (lácteas y el chocolate). Todas ellas solicitaban reducciones de la tarifa española.
327
BA 13 (B) 255. La ley suiza de 1902 había establecido una sobretasa alcohólica para los vinos que superaran los 18 grados dentro de lo que se consideraba el impuesto alcohólico, con el fin de
Beatriz Sánchez
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Fernández
Cuadro 7: Tarifa aduanera suiza
Productos
Uvas para hacer vino Pasas de Málaga Pescados secos hasta 3 kg. Vino y mosto natural en pipas hasta 15° Corcho bruto o en plancha Corcho labrado o tapones
Derechos francos antiguos nuevos 1893 1902 (100 kilos) 3 3 16 3,50 libre 5
25 20 40 8 0,50 30
Fuente: BA 13 (B) 255. Peticiones españolas para la celebración de un tratado de comercio con Suiza. 21 de junio 1906. La falta de acuerdos entre ambos motivó revueltas tanto por parte de los agricultores del Penedés como por parte de los industriales suizos, que temían la entrada de una guerra de tarifas con el consiguiente peijuicio para ambas partes. Las presiones fueron muy fuertes por parte de los vinicultores de la zona catalana y de Valencia, así como por parte de los industriales y los comerciantes de vinos suizos. 328 La preocupación estribaba no solamente en que se ponía en peligro el comercio con este país, sino en que, como ya he señalado, „la denuncia del tratado hecha por Suiza podía tener transcendencia grande, ya que los derechos reducidos consignados en las tarifas anejas al tratado con
328
frenar las importaciones de vinos extranjeros. „Pétition adressée au Conseil Fédéral au sujet du droit sur les vins dans le traité de commerce à conclure avec l'Espagne" (25 feb. 1902). Confidentiel. BA 13 (B) 255. Schweizer Botschaft an die Handelsabteilung, Bern, 19. April 1905. Comunica la revuelta de los vinicultores del Penedés especializados en el vino de exportación a Suiza. Los suizos se manifestaron también contrarios a una guerra de tarifas. En la nota de los representantes del comercio, la industria y la agricultura el Sr. Contesse expone lo sigiuente: ,Jm allgemeinen ist über diese Besprechungen zu bemerken, dass die Vertreter der Industrie und des Weinhandels mit Einstimmigkeit von einer Unterbrechung der handelspolitischen Beziehungen mit Spanien abraten, während man auf Seite der Landwirtschaft und des Weinbaues eher geneigt wäre, es auf das äusserste ankommen zu lassen". Antrag des ausserordentlichen Stellvertreters des Handels,- Industrie- und Landwirtschafts- Departementes, R. Contesse, an den Bundesrat, Bern, 17. August 1905.
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Suiza [se refiere al de 1892] son parte integrante y muy principal del trato de favor estipulado con Alemania, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Italia y Rusia, y cesando tales concesiones con el comercio suizo es posible que algunas de estas naciones denuncien el modus vivendi que tengan con España y que nuestro comercio se resienta".329 La asociación de campesinos suizos se mostró sin embargo contraría a aceptar las propuestas de las reducciones solicitadas por España si bien no insistió sobre la necesidad de aplicar las tasas superiores con motivo del cambio monetario, por lo menos no ,,für die Dauer des abzuschliessenden modus vivendi".330 Ante el riesgo de que al finalizar agosto aún no se hubiera llegado a un acuerdo el Gobierno español solicitó la próroga del modus vivendi hasta el 1 de diciembre. Con el fin de obtenerla se publicó el 15 de junio una Orden Real por la cual se autorizaba al Gobierno a que si fuera necesario se siguiera aplicando hasta el 1 de marzo de 1906 a los productos de las naciones convenidas los derechos consignados en la tarifa B del convenio de comercio con Suiza del 13 de julio de 1892, „siempre que (éstas) otorguen a las mercancías españolas el trato más favorecido".331 El proyecto de ley tuvo que suspenderse como consecuencia de la dimisión del Gobierno español, lo que provocó también un mayor retraso en las negociaciones. Ante la amenaza de una guerra de tarifas y presionado por los industriales y los comerciantes de vinos, el Gobierno suizo manda un ultimátum a España en el que manifiesta el deseo de prolongar el modus vivendi siempre que España admita la tarifa B desde el 1 de septiembre de 1905 hasta el 31 de agosto de 1906 a Suiza, según los acuerdos del 13 de julio de 1892, manteniendo los suplementos y complementos como nación más favorecida. Al mismo tiempo reitera las reducciones especiales para menajes lacados, hierro forjado, acero, cables para la instalación de electricidad pública, harina infantil y agujas para hacer encajes. Por último tendría que admitir como moneda de pago la moneda oficial en circulación y no el oro. Suiza por su parte se comprometía a prolongar desde el 1 de septiembre hasta el 31 de diciembre el „status quo" de la tarifa A de
329
BA 13 (B) 255. Diario de Comercio, 8 de mayo 1905. El propio Departamento de Comercio en un mensaje dirigido a las Cortes señala que „el fin del acuerdo con Suiza supone que en el Convenio denunciado están comprendidas las mercancías clasificadas en numerosas e importantes partidas de nuestro Arancel de importación y que las tarifas anejas al mismo se aplican a los productos de 36 naciones más que otorgan a los productos españoles el trato más favorecido. Esto obligaría a trastornos en la implicación de muy distintas tarifas".
330 Ibid. 331
BA 13 (B) 256. ,31 comercio de exportación español a Suiza", op. cit.. Precisamente se hizo mención de este párrafo en esperar de que Suiza tratara a España bajo las mismas condiciones que a Italia. Por otra parte, las clases comerciales y los representantes del .fomento del Trabajo" manifestaron que si la reforma arancelaria no pudiera llevarse a cabo antes del 1 de septiembre de 1905, se debía lograr el aplazamiento a pesar de que no implicara ,4a debida reciprocidad" .
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los convenios comerciales de 1892, y sobre el resto de los productos españoles, el trato de nación más favorecida desde el 1 de enero de 1906 hasta el 31 de agosto. Por otra parte se comprometía a que los vinos de Málaga y Jerez gozaran de los mismos privilegios que los de Marsala, Malvasia, Moscato y Vemaccia durante la duración del modus vivendi. El plazo para la aceptación de este ultimátum debería ser antes del 24 de agosto y en el supuesto de no recibir contestación el Consejo Federal interpretaría que las relaciones diplomáticas quedarían rotas. 332 Las presiones tuvieron que ser fortísimas por ambos bandos, porque por fin el 30 de agosto de 1905 se inicia un cambio de notas entre los comisionados de ambos países y poco después se publicó un modus vivendi en el cual Suiza se comprometía a no aplicar a los vinos españoles la tarifa de 8 francos antes de enero de 1906 y desde el 31 de diciembre hasta el 1 de marzo la cláusula de nación más favorecida. 333 A cambio de ello España mantendría la segunda tarifa del arancel de 1892 en los productos suizos y el pago de los aranceles se podría efectuar en moneda española de curso legal. Por otra parte España se comprometía a abolir la nueva tarifa divisoria que había establecido entre los esmaltes, cables para la instalación de la electricidad pública y privada y la diferenciación entre harinas infantiles azucaradas y no azucaradas. Pero se negó a aceptar la pretensión suiza de que los aranceles de importación podrían ser pagados en moneda de curso legal y no en oro como se había estipulado en una orden real de 1905.334 En enero de 1906 seguía sin ser publicado el nuevo arancel español, por lo que los Gobiernos se vieron obligados a una nueva prolongación del modus vivendi. Éste según lo acordado no podía sobrepasar la fecha del 1 de julio de 1906.335 La tarifa española se publica por fin el 23 de marzo. Su implantación tuvo también un carácter de fiscalidad como consecuencia de la pérdida definitiva de las colonias, las malas cosechas de los primeros años del siglo XX y el aún insuficiente desarrollo
332
BA 13 (B) 255. Antrag des ausserordentlichen Stellvertreters..., op. cit.., 17. August 1905. 333 AMAEx, leg H 2684, fol. 364, Tratados: Gaceta del 30 de agosto de 1905. Acuerdo por canje de notas entre España y Suiza sobre la tarifa B del convenio de comercio del 13 de julio de 1892 hasta marzo de 1906 y Real Decreto del 30 de agosto de 1905. 334
La depreciación de la peseta española habfa obligado al departamento español de economía a publicar una ley, según la cual los aranceles de importación debían ser pagados en oro. El Gobierno suizo había solicitado ya en 1902 que el pago de los aranceles se efectuaran en monedas de curso legal y no en oro, pretensión a la que el Gobierno español se opuso, tanto en septiembre de 1904 como en mayo de 1905 a través de dos sendas Reales Ordenes argumentado que „esta circunstancia se opone a los propósitos que abriga el Gobierno de S.M. de establecer los derechos de importación en oro" (ley de 11 de Mayo de 1905 ).
335
AMAEx, leg. H 2684, fol. 60-2«. Gaceta de Madrid del 12 de enero de 1906. Poderes al Gobierno para conceder a los productos de naciones convenidas los acuerdos de la tarifa B con Suiza después del 1 de marzo de 1906.
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industrial, lo que obligaba a buscar medidas para „reforzar la recaudación de todos los impuestos con el fin de responder a las obligaciones que pesan sobre el Tesoro".336 Pero este arancel fue catalogado por todos los economistas de la época como „ultraproteccionista".337 Su implantación debía servir de base para los futuros tratados comerciales. Se caracterizó por el aumento a 698 de productos de importación sujetos a cargas arancelarias y a 10 para los productos de exportación. Estuvo promovido por la asociación .fomento del Trabajo Nacional" y la „Liga Vizcaína de Productores". Junto con el arancel se aprobó la ley de bases para la reforma arancelaria, que permanecería vigente hasta 1960 y la cual influyó enormente en acuerdos posteriores.338 Para algunos historiadores la implantación del arancel de 1906 presuponía un enorme atraso industrial, puesto que se veía la imposibilidad de hacer competitiva la industria nacional con respecto a la extranjera, al tener que recurrir al arancel como único medio de impedir la entrada de productos del exterior. En la tarifa se decretaron unos derechos máximos del 10% para los productos naturales necesarios y no producidos en España y de un 15% y un 20% para los que siendo productos naturales no fueran materias primas.339 El cuadro 8 muestra las repercusiones del arancel de 1906 en los productos suizos que mayor porcentaje ocupaban en la exportación a España. En él podemos observar ia subida de algunos productos importantes como fueron ios tisúes de algodón crudo, de 3.85 francos en la tarifa anterior a 12 para la tarifa máxima y a 9 para la mínima, o elaborados, que experimentan un ascenso del casi el 40 por ciento.
336
BA 13 (B) 255. Schweizerischer Botschafter in Madrid an den Bundesrat, 5. Januar 1906.
337
S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España de la anteguena, 19291936", p. 19, en Viñas, A., Viñuela, J., Eguidazu, F., Pulgar, C.F., Florensa S., Política comercial exterior en España (1931-1975), Madrid, 1979.
338
La ley de bases consistía en la concesión de poder absoluto al Gobierno para modificar el arancel en tanto lo considerara necesario para el bien de la economía nacional. Para Florensa la aprobación de la ley de bases supuso el freno a las medidas proteccionistas, puesto que el Gobierno se convirtió en el responsable absoluto de las decisiones con respecto a los acuerdos comerciales, y por lo tanto con capacidad de aplicar reducciones cuando lo creía conveniente, como de hecho sucedió en el acuerdo hispano-suizo. S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios...", op. cit..
339
J. Nadal Farreras, Comercio exteriory subdesarrollo..., op. cit.., p. 106.
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Cuadro 8: Tarifa española de 1906 que afecta a los productos de exportación suiza Productos Colores derivados de la hulla Colores en pasta Baterías de cocina** Tejidos de algodón comunes* blancos desde 26 hilos* bordados* estampados y cruzados* Tules* Tules bordados al realce* Tejidos de hilos ordinarios* bordados* Tejidos de cáñamo o lino* Tejidos de seda* Tejidos de goma elástica Máquinas agrícolas** Máquinas motores, etc.** Máquinas locomotoras** Otras máquinas y piezas sueltas** Cables trans. electricidad** Conservas, leche condensada* Fécula, pasta para sopa Queso* Relojes de bolsillo, oro*** plata
tarifa máxima 3,00 -
43,20 4,60 5,20 -
7,20 12,50 12,50 6,40 -
5,45 30,00 3,60 18,20 21,60 33,60 24,00 24,00 1,95 0,80 0,80 9,75 2,60
tarifa mínima 1,50 0,50 20,00 3,00 3,75 3,00 4,00 6,00 5,30 2,50 3,00 3,00 17,50 2,00 12,50 17,00 24,00 18,50 18,50 0,50 0,25 0,25 1,00 2,00
* kilo, ** cien kilos, *** por pieza. Fuente: BA 13 (B) 253. Asociación nacional de exportadores. El comercio de exportación español a Suiza.
Como podemos observar la carga del arancel se basó sobre todo en la subida de los tejidos finos, base de la exportación de productos textiles suizos, que experimentaron un incremento de 18 a 25 francos en función de su peso. Por otra parte se produjo una especificación de las posiciones dentro de los tejidos de algodón en función del número de hilos, lo que suponía aranceles que oscilaban entre los 5 francos y los 26. Dicha implantación presuponía declaraciones minuciosas de las mercancías y también
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un exacto examen en la aduana para saber si el tejido importado se correspondía exactamente con la descripción dada por el fabricante. Dicha señalización fue vista como absurda por parte de los fabricantes de tejidos suizos, que declaraban: „Wo ist der Fabrikant, der Zeit hat und guten Willen hat, eine Sendung zu [sie] Spanien nachzusehen und zu untersuchen, die aus 26 Stoffarten besteht, welche vielleicht den 26 verschiedenen Positionen angehören? Wo ist das spanische Zollamt, das genügend Personal hat, um Stück für Stück zu untersuchen für die Einreihung in die richtige Position?"340 Las lanas también pasaron a ocupar 4 posiciones en lugar de 2 dentro de la nueva tarifa. Las lanas finas, una de las mercancías más importantes de exportación suiza, además de recibir un incremento dependiendo del peso del tejido, que suponía un aumento del 60% aproximadamente con respecto a la tarifa de 1892, fueron subdivididas en cuatro posiciones, en lugar de en las dos de la tarifa antigua. „... Zwei genügen vollauf, und die Zollbeamten werden erschrecken beim Öffnen einer Kiste mit Wollgeweben, da sie eine Stunde brauchen zum Erneuern der verschiedenen Gewichte der Stücke, auch wenn diese der gleichen Tuchklasse angehören".341 El arancel de 1906 elevó también las máquinas eléctricas y de aparatos para el alumbrado de las calles y casas, otro de los productos en los que la industria suiza había manifestado más interés y cuyas exportaciones en los últimos años habían tenido fuertes incrementos a partir de la puesta en marcha de la renovación del alumbrado en diferentes ciudades españolas y para lo cual se había contado con la ayuda de capital suizo.342 La tarifa aduanera de 1906 puso de nuevo de manifiesto la incapacidad de la industria española de hacerse cualitativamente concurrente con el exterior. „Die Erhöhung ist umso weniger gerechtfertigt, als die spanische Industrie sich in den letzten Jahren so wichtig entwickelt hat, dass sie um Preise mit dem Auslande bereits konkurrieren kann, und nur noch in qualitativer Beziehung einiges zu wünschen übrig lässt, als ferner der heutige Zoll bereits eine Belastung von 10 bis 15% vom Werte darstellt."343
340
BA 13 (B) 256. Zürcher Textilindustrie-Verein an das Eidg. Volkswirtschaftsdepartement, Handels- und Industrie- Abteilung, 12. April 1906.
341
Ibid.
342
La Compañía Sevillana de Electricidad había sido fundada con parte de capital suizo. Para el tema ver M. Campillo, Las inversiones extranjeras en España. 1850-1950.
343
BA 13 (B) 256. Verein zur Wahrung gemeinsamer Wirtschaftsinteressen der deutschen Elektronik. Fürst von Bülow an seine Durchlaucht, Berlin, 10 April 1906. Betrifft die Neubearbeitung des spanischen Zolltarifes und den Abschluss eines Handelsvertrages mit Spanien.
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La reacción de la comisión suiza ante la publicación de la nueva tarifa fue la de acordar la retirada de las negociaciones con España. Esta decisión se vio apoyada prácticamente por casi todos los sectores si excluimos al sector de la relojería y algunas empresas de máquinas. El campesinado suizo se mostró favorable a una retirada de los acuerdos y a que al vino español se le aplicaron los aranceles de países no convenidos. Este había mostrado siempre una actitud negativa en cuanto a las prolongaciones que se habían realizado con los acuerdos con España, y se sintió satisfecho de que no hubiera más prórrogas. De esta manera el 30 de junio el ministro plenipotenciario suizo en Madrid manifestó al Ejecutivo español que su Gobierno no podía seguir aplicando la tarifa convencional y por tanto a partir del 1 de julio las mercancías españolas se verían sometidas al trato diferencial de los países no convenidos. 344 La reacción suiza provocó enormes protestas sobre todo por parte de la asociación nacional de exportadores de vinos y vinicultores. Estos escribieron una carta al Gobierno manifestando que la retirada de los acuerdos con Suiza provocaría un colapso de las importaciones de vino del Penedés por parte de este país. El aumento del stock de uva como consecuencia de las buenas cosechas de 1904 y 1905 había provocado un almacenamiento masivo, „que se vería agravado de no poderse exportar la mercancía ese año". Al mismo tiempo el aumento de la uva había originado un descenso de los precios de los vinos con las consiguientes pérdidas para el agricultor. „La importancia del negocio de exportación de vinos para Suiza conócela V.E. bastante bien [....] pero como dato más preciso nos atrevemos a apuntarle la cantidad que exporta el Penedés como promedio anual, que asciende a las 2/3 partes de la importación total de los vinos españoles a esa nación. [...] llenas aún en su mayor parte las bodegas, los cosecheros se verían obligados por de pronto a dejar de recolectar parte del fruto de este año y en lo sucesivo abstenerse del cultivo de la vid, su única riqueza."345
344
AMAEx, leg. H 2684, fol. 64. Nota consular al Gobierno español.
345
BA 13 (B) 256. El sindicato de exportadores de vinos al Sr. Moret. En este mismo sentido se manifiestan las corporaciones análogas de Málaga, Jerez, Reus, Alicante, Valencia, Villafranca del Penedés. Los representantes de la Industria y del Comercio de Madrid manifestaron también su preocupación ante las consecuencias que acarrearía la puesta en vigor del nuevo arancel. El periódico „Le Temps" del 2 de Mayo publicó un artículo del corresponsal en Madrid que menciona que con la nueva tarifa se produciría una disminucuón de las exportaciones de los productos agrícolas (suelo, subsuelo y minerales) y sobre todo un encareciminento de los objetos de primera necesidad y de las materias primas necesarias para la industria. En los mismos términos se había manifestado el secretario de la Federación de la Industria y el Comercio francés después de su visita a España. Este había comentado que la entrada en vigor de la nueva tarifa provocaría una guerra de tarifas al mismo tiempo que una disminución de la capacidad adquisitiva de los compradores.
Las políticas comerciales y los tratados de comercio de 1869 a 1935
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Pero España no parece dispuesta a hacer concesiones en su segunda tarifa, por lo que el 1 de julio publica una real orden en la que excluye del trato de favor a las mercancías originarias de Suiza, según la orden, „por haber expirado la prórroga concedida en febrero sin haberse llegado a acuerdos".346 La guerra de tarifas entre ambos países durará hasta septiembre de 1906. Hasta ese momento las mercancías españolas se vieron obligadas a pagar los aranceles de naciones no convenidas por lo que las importaciones de vino español pasan de cerca de 700.000 hectolitros en 1905 a 120.000 en 1906, lo que supone un descenso de casi el 70% de las importaciones totales españolas en Suiza. La presión ejercida por los vinicultores catalanes y los de otras regiones vinícolas (Valencia, Málaga, La Rioja, etc.) logró su efecto, poique el 31 de agosto 1906 se llega a la firma de un acuerdo definitivo por parte de los representates suizos, Laux, Künzli y Frey, y el representante español, Roca. Según dicho acuerdo los vinos españoles podían contar con el mismo trato de favor que los italianos, también en lo que respectaba a los vinos de Málaga, Jerez, Priorato, Garnacha Alellas y Moscatel, que debían ser tratados como los italianos de Malvassia, Moscatos, y Vemaccia, es decir sin pagar por ello una sobretasa alcohólica de no sobrepasar los 18 grados, mientras que para los vinos normales el límite se situaba en 15 grados. En lo correspondiente a las uvas frescas de mesa y hasta un peso de 5 kilos brutos se mantenía la tarifa de 3 francos como en 1893 y de la misma manera se cargaron las uvas de Denia. (Ver cuadro 8). España debe aceptar la subida de los vinos de lagar (Keltertrauben) de 3 francos a 25 así como la de restos de uvas y heces de vino de 20 céntimos a 50. Los melocotones pasaban de estar libre de impuestos a pagar 1 franco y se pagó 3 francos por las frutas con hueso (Steinobst) frente a los 2,50 de 1893. Pero se obtienen reducciones en los dátiles (de 3 francos, son ahora libres de aduanas), alcaparras y aceitunas en barriles (de 25 francos a 2 francos por 100 kilos) y pescado en conserva en barriles de hasta 10 kilos (de 20 francos a 10 francos). Para el resto, y exceptuando los dátiles, los precios se ven reducidos gracias a los acuerdos firmados con Italia. En la misma medida se acepta „[...] Zollfreiheit für Südfrüchte, ferner die Zollfreiheit für Olivenöl in Gefässen von mehr als 10 kg, für Terpentinöl, Kolophonium, rohe Wolle, Kupfer, Blei, Zink, Quecksilber und die teils autonom, teils durch die übrigen Verträge reduzierten, neuen Gebrauchszölle für Korkholz, Süssholzsaft, Mineralwasser, denaturiertes Olivenöl, Kupfervitriol, etc.".347 Por su parte, España gravaría los productos suizos con la tarifa mínima de su nuevo arancel de 1906. Con las siguientes reducciones: en los quesos se reduciría de 25 pese346
AMAEx, leg. H 2864, fol. 66. Real Decreto de Hacienda 1 de julio de 1906.
347
BA 13 (B) 255. Entwurf des Handelsdepartements vom 1. November 1906. Botschaft des Bundesrates an die Bundesversammlung betreffend den am 1. September 1906 zwischen der Schweiz und Spanien abgeschlossenen Handelsvertrag.
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tas por quintal a 20 pesetas; la leche y la nata esterilizada, la leche en polvo, también azucarada, y las sopas concentradas (artículos de Maggi) pagarían 50 céntimos por quintal. Los relojes de bolsillo también experimentarían reducciones, pagando en el caso de los relojes de oro 1 peseta por pieza y para los relojes de plata y otros productos 50 céntimos frente a los 7 francos del arancel español. También obtendrían reducciones los motores hidráulicos, las máquinas para la industria textil o del papel, las máquinas para moler granos, las máquinas para la fabricación del hielo, algunos géneros de punto de algodón, elásticos para zapatos, libros escritos en español, papel de estaño en hojas, tanino y otros productos farmacéuticos no denominados. Además en la aplicación de los aranceles de la nueva tarifa autónoma se harían reducciones a los estractos tintóreos e hiladillo de seda. También se obtuvieron concesiones para dínamos y máquinas de vapor, que lograron rebajas a 30 pesetas en el caso de dínamos pesadas (37,50 en la nueva tarifa) y 20 pesetas para el caso de máquinas de vapor (35 pesetas en la nueva tarifa).348 Sin embargo para la mayoría de los artículos de bordados la tarifa supondría una subida de 3,30 pesetas a 4,50 por cada kilo. Dependiendo de la calidad y el peso del tejido podían pagar hasta 9,50 pesetas por kilo en algunos casos. Un punto importante del acuerdo lo constituía el artículo 2 por el cual las partes contratantes se comprometían mutuamente a percibir los aranceles de importación y exportación en oro. El artículo 6 aseguraba el monopolio de algunos objetos textiles, por lo que determinados productos de este género podían estar sometidos a sobretasas si se importaban „siempre que esa entrega se erija como un producto similar o igual al del interno".349 En el caso de que se demostra dentro de un tiempo determinado que dicho material no formaba parte del monopolio estatal, la tasa podía ser devuelta. El artículo 8 determinaba el tiempo de la entrada en vigor del acuerdo y su duración, que debía ser hasta el 31 de diciembre de 1916, es decir, de 10 años. La denuncia del acuerdo podía efectuarse por ambas partes con un plazo de un año. Por último y en lo que respecta a los certificados de origen el importador debía presentar un documento acreditativo declarando el origen de la mercancía y firmado por el cónsul correspondiente. El pago para la obtención de la declaración jurada y del certificado no debía sobrepasar los 2 francos (en 1892 el pago era de 5 francos).350 En el anexo del acuerdo se hizo una observación en lo referente a la posición n9 117 sobre los vinos españoles en los cuales se especifica una rebaja del 6% para el vino nuevo (es decir de cada 100 kilos sólo se contabilizarían 94) cuando su importación se realizase antes del 31 de diciembre del año de la vendimia. Por otra parte en dicho an-
3
"8 ibid. Ibid.
349
350
BA 13 (B) 256. Handelsvertrag zwischen Spanien und der Schweiz, 1. September 1906.
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exo se especifica que los vinos naturales que no sobrepasasen los 15 grados y los vinos de Málaga, Jerez y Priorato que no excediesen los 18 grados sólo adeudarían los derechos de aduanas según la partida 117 b (en cascos) o 119 (en botellas), es decir, sin recargo suplementario por monopolio del alcohol.351 A fin de que el acuerdo no repercutiera en las negociaciones que España y Francia estaban llevando a cabo en ese momento se acordó mantenerlo en secreto. Su publicación no podía ser hecha antes del mes de octubre. Hasta esa fecha, España y Suiza gozarían de un tratado provisional que tendría una duración hasta el 20 de noviembre, fecha de entrada en vigor del nuevo tratado.352 El modus vivendi de 1906 contó con la aprobación por parte de los industriales suizos y de los agricultores españoles, es decir, de aquellos dos sectores que más interesados estaban en las exportaciones, pero produjo el rechazo del sector agrícola suizo y del industrial catalán. El primero lo interpretó como una medida de debilidad por parte del Consejo Federal además de inconstitucional, por haber sido realizado en secreto y sin el consentimiento o ratificación popular. 353 En una carta dirigida el 4 de septiembre al Consejo Federal, la „Union Suiza de Campesinos" (Schweizerischer Bauemverein) manifestó su firme protesta ante la decisión de llegar a un acuerdo con España y expuso que dicha medida atentaba contra los intereses de la agricultura y suponía un total abandono del Consejo Federal a los intereses agrícolas. Por otra parte señalaba la inconstitucionalidad de la medida ya que dicho acuerdo debía haber sido ratificado por el pueblo antes que por el Parlamento.354 El Consejo Federal se justificó alegando que él podía, por carácter de urgencia, ratificar las prolongaciones de los acuerdos comerciales antes de que lo hiciera la Cámara Federal. Esto se había realizado también en los acuerdos de 1892. En el caso de acuerdos políticos y comerciales de carácter provisional esta autorización venía expresada en el artículo 85 Ziff. 5 de la Constitución, en donde se señala que esta competencia alcanzaba también al Consejo Federal. Los campesinos se manifestaron contrarios a la independencia del Consejo en semejantes quehaceres y alegaron lo siguiente:
351
AMAEx, leg. H 2684, Tratados, 1906.
352
AMAEx, leg. H 2684. fol 72. Real Decreto de Hacienda. Aplicación hasta el 20 de noviembre de 1906 a los productos de Suiza la segunda tarifa arancelaría.
353
BA 13 (B) 256. Neue Zürcher Zeitung, 11. Oktober 1906. En la carta se manifiesta claramente la indignación por parte de los vinicultores de Waadt, que señalan: „Was bleibt uns da zu tun übrig, heisst es dort, wenig genug. Angesichts der brutalen und stumpfsinnigen Gewalt unserer blinden und tauben Regenten können wir nichts tun als protestieren mit so gesetzlichen und verfassungsmässigen Mitteln, als unser Gewissen erlaubt...".
354
BA 13 (B) 210. En el acuerdo con Italia se había acordado la ratificación por el Parlamento antes que por el pueblo con el fin de no entrar con una guerra de tarifas, lo que hubiera provocado serios problemas en el comercio.
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„Dieser Grundsatz soll aber nicht in allen seinen logischen Konsequenzen verfolgt werden, ohne Rücksicht auf die Forderung der Wirklichkeit. Eine solche Methode der Auslegung würde häufig zu extremen, praktisch undurchführbaren Sätzen führen",355 a lo que el Consejo respondió: „Die internationalen Beziehungen lassen sich nicht nach den Sessionen der Bundesversammlung regeln, sondern die Verhandlungen mit fremden Staaten schaffen Verhältnisse, welche ohne Nachteil für die Fortdauer guter Beziehungen, ohne Nachteil fur die Interessen des schweizerischen Handels nicht unbestimmte Zeit ohne Lösung bleiben können." 356 Importante era que éste, el Consejo, pudiera tomar decisiones inmediatas, „auch ohne die nachträgliche Genehmigung der Bundesversammlung einzuholen".357 El problema de la competencia jurídica o no del Parlamento puso de relieve hasta qué punto estaban comprometidos los intereses de los campesinos en los acuerdos comerciales y hasta qué punto les costó sacrificio aceptar las reducciones de la primera tarifa arancelaria de 12 francos a 8 por „des intérêts généraux du pays". Posteriormente se manifestaron contrarios a todo tipo de reducciones, manifestando que el claro retroceso de la vinicultura suiza en los últimos años era consecuencia de la bajada de los precios del vino debido a la enorme competencia de los vinos extranjeros. 358 El acuerdo comercial de 1906 establecerá las bases de la política a seguir por parte de ambos países en los posteriores acuerdos comerciales. La implantación de las medidas proteccionistas tanto por parte de un país como del otro se verá mediatizada por el acuerdo comercial, el cual contó con disminuciones por debajo de la tarifa mínima. Como consecuencia de estos descensos las exportaciones tanto por parte de un país como del otro se verán incrementadas sobre todo en el caso de las exportaciones españolas a Suiza, las cuales lograrán alcanzar la cifra de 30 millones de francos en 1912, frente a los 19 millones de 1905. Suiza también incrementará sus exportaciones 355
BA 13 (B) 257. NZZ. Die Kompetenz des Bundesrates in Handelsvertragsangelegenheiten, 17. November 1906.
356 Ibid. 357 ¡bid. 358
BA 13 (B) 255. Arrangement commercial provisoire entre la Suisse et l'Espagne. A l'Assemblée Fédérale, Berne, 1906. En las negociaciones con Italia en junio del904 Suiza había tenido que ceder su tarifa inicial de 12 francos a 8 francos ante la negativa italiana de firmar un acuerdo si no se rebajaba la tarifa de uso. Los representantes vinícolas se habían negado a esta medida aludiendo a que: Ja situation de la viticulture suisse exigeait un droit d'au moins 10 francs, mais qu'en égard des intérêts généraux du pays ils se déclaraient d'accord avec la réduction proposée, sous réserve absolue qu' il ne saurait être question de faire de nouvelles concessions" y ya que anteriormente habían confiado en las promesas que se les había dado en el mes de junio de 1904, en las que les prometieron norebajarlos aranceles del vino.
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a España. En 1905 Suiza había exportado por valor de 14 millones de francos y en 1912 lo hará por un valor de 27 millones. A esto contribuyeron en gran medida las reducciones en las tarifas de los productos textiles y en la de los relojes, pero también en el aumento de las exportaciones de productos alimenticios (quesos y leche condensada). Indudablemente el hecho de que las rebajas arancelarias fueran realizadas precisamente en aquellos productos en los que las exportaciones eran mayores (vinos en el caso de España y textiles y relojes en el caso de Suiza) provocó un aumento de las mismas. Las negociaciones sirvieron para afianzar los productos que ya contaban con una cierta tradición exportadora, sobre todo en el caso español. El desarrollo industrial en España permitió la introducción de productos nuevos como máquinas para la agricultura, que también habían resultado favorecidas por el acuerdo, así como máquinas para la molienda del grano y máquinas para la industria textil. También las exportaciones de productos textiles experimentaron un aumento gracias a las rebajas concedidas en el arancel. Indudablemente el sector suizo que más daño recibió por el acuerdo comercial fue el sector vinícola y el agrofrutícola, ya que casi todos los productos agrícolas de importación contaron con rebajas dentro del arancel. Las concesiones realizadas al arancel denotan también un grado de dependencia de España como país de venta. Estas rebajas permiten pensar que la amenaza de pérdida de un país como España era para los industriales suizos un lujo que en ese momento no era posible permitirse. En el momento de las negociaciones, el Consejo Federal, por tanto, atendió más las solicitudes de los grandes fabricantes y comerciantes, que querían llegar a un consenso con los comerciantes de vinos españoles, que las quejas de los agricultores, que sabían que una rebaja en el arancel haría completamente incompetitivo su producto nacional. El papel de las medidas proteccionistas latentes en el arancel de 1902, con importantes subidas en los productos de origen agrario, quedaría mermado ante las presiones por parte de España y ante el riesgo de que los productos de exportación suizos se vieran perjudicados frente a la competencia extranjera. En cuanto a España las consecuencias del acuerdo fueron claramente positivas para el desarrollo de las exportaciones de productos agrícolas. También las materias primas para la industria entraron a formar parte del trato de nación más favorecida, lo que permitió un aumento de las exportaciones tanto de plomo, como de hierros, cobre y latones. En lo que respecta a las concesiones hechas en el arancel no hay por qué pensar que esto fuera en detrimento de la industria nacional por cuanto las importaciones de productos suizos no presentaban concurrencia en el país, ya que sus artículos no se podían fabricar en España. España se encontraba a comienzos del siglo con una industria incipiente en lo que se refiere a equipamiento e innovaciones técnicas. Resumiendo podemos señalar que el acuerdo de 1906 fue posiblemente un acuerdo válido para ambas partes aunque indudablemente hubo algunos sectores que salieron más beneficiados que otros. Para Suiza supuso el asentamiento definitivo en el mer-
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cado español y la época de máxima expansión (junto al período de guerra) dentro del marco temporal que nos ocupa. Para España podemos pensar por tanto „que las exportaciones de productos primarios (agrícolas y mineros) desempeñaron su papel, decisivo, como compensadoras de las necesarias e imprescindibles importaciones que requería la industria -protegida y con un mercado interior como único lugar de venta- para garantizar así la continuidad y desarrollo de sus actividades". 359 La Guerra Mundial favorecerá esta iniciativa al mantenerse España alejada de la contienda y permitir una estabilidad monetaria frente al resto de los países. Por este motivo la guerra, aunque con sus limitaciones, favorecerá el intercambio, y gracias a ella las relaciones comerciales aumentarán a niveles que no volverán a alcanzarse una vez acabada la contienda.
359
J.L. García Delgado: „La economía española entre 1900 y 1923", en Tuñon de Lara (din), Historia de España, Labor, Barcelona, 1990, pp. 409-458.
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3.5. Las medidas de política comercial durante la Primera Guerra Mundial. El Trust de importación y el papel de la neutralidad en las relaciones comerciales hispano-suizas El estallido de la Primera Guerra Mundial puso fin a un largo período de prosperidad en el continente europeo, al mismo tiempo que abrió un paréntesis en las políticas proteccionistas que se habían venido desarrollando desde comienzos del siglo XX. La nueva situación política vino a entorpecer las medidas que a largo plazo habían tomado parte de los países europeos con el fin de desarrollar sus industrias nacionales. Como señala Bergier, en agosto de 1914 „l'Europe stupéfaite voit s'effondrer les illusions de bonheur et de progrès matériel continu qu'avait fait naître une longue ère de prospérité".360 Las medidas de control del comercio tanto de importación como de exportación impuestas por los países aliados y las potencias neutrales determinarían el curso de los acontecimientos y el desarrollo de las relaciones comerciales entre España y Suiza. Veamos cuáles fueron dichas medidas y sus repercusiones. La situación geográfica de Suiza dentro de! marco de la Guerra Mundial le provocó la inmediata repercusión de las medidas de boicot y bloqueo, continental y marítimo, impuestas tanto por Francia e Inglaterra como por parte de los países centrales, Alemania y Austria. La primera medida que se tomó fue la implantación de prohibiciones de las exportaciones para aquellos productos catalogados como de primera necesidad, es decir, los productos alimenticios, los cuales debían servir para cubrir las necesidades alimenticias de la población (Prohibición de la exportación de cereales, queso, leche, etc.).361 Así por ejemplo el 31 de julio se produce la primera prohibición de la exportación de cereales362 y así poco a poco se irán publicando las sucesivas limitaciones hasta 1915. Otra de las medidas fue la de favorecer la importación de productos necesarios para mantener el engranaje industrial, es decir, las materias primas. Mientras que la primera medida pudo ser llevada a cabo después de su publicación oficial la segunda se encontró mediatizada por las prohibiciones en las exportaciones por parte de los países en conflicto, países que proporcionaban a Suiza la mayor cantidad de materias primas necesarias para su industrialización y desarrollo. Las dificultades
360
J.F. Bergier, Naissance et croissance de la Suisse industrielle, Monographie d'Histoire suisse, Berne, ed. A. Fancke AG, 1974, p. 146.
361
Bericht des Bundesrates über die zum Schutz des Landes und zur Aufrechterhaltung der Neutralität getroffenen Massnahmen, 1. Dezember 1914, en H. Ochsenbein, Die verlorene Wirtschaftskontrolle über die Schweiz. Methoden ausländischer Wirtschaftkontrollen über die Schweiz, Bern, Stämpfli und Cie., 1971, p. 15. Ibid.
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de la importación de materias primas impuesta tanto por los países aliados como por las potencias centrales provocaría un descenso importante de la productividad industrial. En 1913 las industrias dedicadas a productos de exportación en Suiza ocupaban el 85% de la producción nacional (si incluímos en este apartado al queso, el chocolate y la leche condensada dentro de los productos fabricados).363 Pero en 1914 las importaciones y las exportaciones suizas descendieron. Esta „paralización" de las actividades de índole extemo repercutó en la economía nacional, que tuvo que verse sometida a sucesivas adaptaciones de la industria para paliar sus problemas de falta de materias primas. Fruto de ellas son el desarrollo de la energía eléctrica ante la carencia de mineral de hulla o los avances logrados en la creación de material sintético para la industria textil (seda artificial y viscosa). En lo que respecta al sector agrícola las dificultades de obtención de productos alimenticios, como cereales, motivaron una reestructuración de las actividades agrícolas a fin de abastecer a la población. Para ello se llevó a cabo una reestructuración del campo en favor de los cultivos de cereales. Del mismo modo que en Suiza, en España, como consecuencia de la tendencia a la disminución de las importaciones, debido tanto al control que sobre determinados productos básicos ejercían durante la guerra los propios países productores cuanto a las dificultades y al encarecimiento del transporte marítimo, se produce un intenso proceso de sustitución de las mismas, dando lugar a la creación de nuevas empresas o ampliación de actividades ya existentes. Bien es verdad que, como señala García Delgado, esta sustitución vendrá marcada por un empeoramiento en la estructura de costes, ya que gran parte de las nuevas inversiones, ante las dificultades de la importación de bienes de equipo, se apoyaron en la utilización de una mano de obra excedentaria y con bajos niveles salariales. Este fenómeno, que no ocurrió en Suiza por carecer de una mano de obra excedentaria y por ser el peso de las zonas rurales menor, sería uno de los puntos fundamentales de diferencia entre ambas, por cuanto que Suiza, ante las dificultades de la importación, crearía una mayor especialización mediante la búsqueda de demanda o, en su defecto, emigrando las industrias hacia los países que tradicionalmente exportaban. Junto a las medidas dadas por parte de los países aliados para impedir la reexportación a Alemania, sobresale, por la importancia que ésta presenta para España, aquella que afecta a la importación de vino menor de 15°. Efectivamente, el 14 de junio de 1915, el Gobierno suizo publica un decreto en el que se prohibe la exportación de vino menor de 15°, el cual entró inmediatamente en vigor. El papel de tránsito que ocupaba Suiza para la exportación de vino español con destino a Alemania provocó que el vino enviado, vía Cette y el cual debía atravesar la frontera suiza, hasta las ciudades fronterizas en Alemania, fuera retenido en este país. Esto originó por un lado la reacción de aquellos comerciantes de vinos asentados en Suiza o Alemania, los cuales
363
Ibid., 16.
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se vieron impedidos de hacer llegar el producto hacia los comerciantes que lo habían adquirido ya con anterioridad al comienzo del conflicto, y por otra parte produjo una bajada del precio a causa de que los compradores suizos, que ya habían adquirido sus cantidades correspondientes, se encontraron con un stock de caldos que no podía ser reexpedido a Alemania.364 El alargamiento de la guerra puso a Suiza en una situación de penuria alimenticia que le llevó a solicitar un acuerdo con los países aliados a fin de comprometerse a no exportar ningún producto que proveniente de uno de estos países fuera importado por ella. Con este fin surge el llamado Trust de importación o „Société Suisse de la Surveillance". Ya anteriormente a la creación de este Trust, las fuerzas centrales había formado la llamada „Treuhandstelle Zürich", a fin de vigilar las exportaciones de material de hierro y de productos químicos.365 Las dificultades con que contó la formación del Trust de Importación suizo (SSS) se centraron sobre todo en el llamado derecho de las compensaciones exigidas por Alemania y Austria y que consistía en exportar a ambos países productos de que carecían a cambio de las materias primas que Suiza necesitaba para su industria. „la libertad que Suiza revindica de alimentar su tráfico comercial por medio de compesaciones o lo que es lo mismo el cambio de productos que le son necesarios para su subsistencia, contra otros productos indígenas o importados."366 Por lo demás las dificultades para coordinar las voluntades de uno y otro bando eran incompatibles con su principio de neutralidad: „Ninguna guerra tanto como la actual ha demostrado de manera más evidente que el tomar un oposición en el terreno económico implica necesariamente tomarla en el político y puesto que nuestra neutralidad es la consecuencia de la libre determinación suiza, el país debe resistir a toda presión que le aparte de su derrotero."367 El Trust de importación, bajo la denominación de „Société Suisse de Surveillance", fue presidido por el M. Hister, consejero federal como presidente del Consejo de Administración por Berna; como director, M. Grobet Roussy de Lausanne y formando 364
AMAEx, leg. H 2684. Carta de Reynoso, embajador español en Berna, al ministro de Estado, Berna, julio de 1915. Las quejas fueron presentadas por A. Llauro, F. Paronella, P. José Salvat Barenys, Vicente Lambús, Francis Valli, Claudio Gaimona, B. Sarrat, Juan Guriñe, Pascual Cabré y Ulldemolin y la Sociedad Anónima Monegal, todos comerciantes de vinos en Suiza.
365
La „Treuhandstelle Zürich" intentó llevar un control sobre el material sanitario y sobre las importaciones de hierro y productos químicos y evitar su exportación a terceros países. H. Ochsen-
366 367
bien, Die verlorene Wirtschaftskontrolle..., op. cit., p. 14. Ibid., 39 de junio 1915. Ibid. Traducido el artículo por Sr. Reynoso. En español en el original.
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el comité M. Hister, Chuard y Casimir von Arx, los tres consejeros nacionales.368 El „Trust de importación" se constituyó como una sociedad compuesta por los países aliados y Suiza, el cual se comprometió a que los productos provenientes de Francia, Italia e Inglaterra no serían reexportados a un país enemigo y que por tanto debían permanecer en Suiza. Para cumplir este fin, la sociedad se comprometía a comunicar a finales de cada mes al Consejo Federal y los Gobiernos francés, inglés e italiano el total de las mercancías que hubieran sido importadas o exportadas con su intervención.369 El instrumento más importante de trabajo lo constituyó la lista de mercancías que tenían que estar dirigidas de forma obligatoria a la SSS. Dicha lista publicada en diciembre de 1915, que fue una solicitud sobre todo francesa, constaban de 240 posiciones de la tarifa aduanera suiza, y en ella constaban las mercancías que, procedentes de los países citados y con destino a Suiza, habían obtenido un permiso de tránsito por Francia antes de dicha fecha. Anteriormente a su formación, en agosto de ese mismo año, se había constituido también una sociedad comercial denominada „Sociedad auxiliar del comercio y de la industria", la cual servía de intermediaria entre comerciantes e industriales para facilitar así las importaciones de productos destinados esencialmente al aprovisionamiento de Suiza.370 Pese a su instalación las exportaciones e importaciones, que pasaron por manos de la SSS, se vieron drásticamente reducidas sobre todo por causa de las sospechas por parte francesa de que Suiza apoyaba a los países centrales, lo que provocó una retirada de las exportaciones francesas. La situación de Suiza se agravó y la falta de productos alimenticios provocó una reorganización de la economía agraria y de la procedencia de las mercancías sobre todo de productos alimenticios. En España los controles realizados por parte de los países que formaban parte del conflicto, provocaron un aumento de las exportaciones y una disminución de las importaciones por lo que a lo largo la Guerra la balanza comercial se presentará favorable a España. El papel de la neutralidad le proporcionó fuertes ganancias gracias a la exportación masiva de productos no sólo alimenticios sino también de materias primas. España se vio beneficiada en su comercio con Suiza por las limitaciones impuestas por el Gobierno francés a sus productos de exportación. También Italia al entrar a formar parte en el conflicto deja de ser un país concurrente. El vino siguió ostentando la primera posición en las cantidades exportadas. En 1916 España se convierte en el primer país exportador de vino a Suiza, y esa posición la mantendrá hasta 1919. Por su parte España siguió manteniendo en esa época la misma política proteccionista que durante la instauración del arancel de 1906. Las rebajas en determinados
368
Ibid., 14 octubre 1915.
369 ibid. 370
Ibid. Reynoso al Exmo Sr. Ministro de Estado adjuntando un recorte del diario „La Suisse" de Ginebra del 27 de agosto de 1914.
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productos tintóreos y en algunos textiles en la tarifa de 1911 no dejaron de ser más que ligeras fisuras del proteccionismo que pronto sucumbieron. Los ejes de la intervención política durante los años de la guerra siguieron caracterizándose por una política de protección arancelaria, un proteccionismo tanto administrativo como corporativo destinado sobre todo a conseguir medidas de defensa frente al exterior, medidas de apoyo a la producción nacional con objeto de conseguir la nacionalización de las materias primas y la sustitución de las importaciones (leyes del 14 de febrero de 1907 y 2 de marzo de 1914) y medidas de intervencionismo estatal en la producción y comercialización de las mercancías. Al mismo tiempo y a fin de hacer frente a la elevación de los precios de los productos de subsistencia se tomaron disposiciones encaminadas primero a su tasación y en segundo lugar a la distribución y producción de bienes de primera necesidad. El mantenimiento de la defensa nacional y las dificultades impuestas en el transporte como consecuencia de la guerra obligaron a las empresas suizas a la creación de filiales en España que obedecían a tres necesidades: la de evitar los altos aranceles españoles, la de burlar el bloqueo continental y la de aprovechar la oportunidad del cese de concurrencia por parte alemana para introducirse en el mercado español. De esta época data la instalación de los laboratorio Geigy en Barcelona y la creación de las sucursales de algunas industrias de material eléctrico y de maquinarias como la de la casa Gebrüder Bühler, Stoffel und Cié y Gebruder Sulzer AG de Winterthur.371 Las medidas dadas a fin de agilizar el sistema impositivo español y de promover actividades de la economía con capital extranjero permitieron el asentamiento de estas empresas.
BA 13 (B) 260. „Die Gesellschaft für Chemische Industrie in Basel" había formado una filial en Barcelona. Gesellschaft für Chemische Industrie in Basel an das Eidgenössische Volkswirtschaftsdepartement, Handelsabteilung, 15. April 1920.
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3.6. La política comercial y las relaciones comerciales en los años veinte
3.6.1. El afianzamiento del proteccionismo en Suiza: la tarifa arancelaria de 1921 La finalización de la guerra provocó la reestructuración de los cuadros de pensamiento político, que como consecuencia de la especial coyuntura internacional habían quedado paralizados. Durante este período la política económica proteccionista había perdido su razón de ser. El sistema se había movido en círculos que obligaron a decisiones de supervivencia. El fin de la Guerra supone una reincorporación de las medidas proteccionistas y autárquicas que habían caracterizado los primeros catorce años del siglo. Esta política intervencionista fue el resultado de dos fenómenos internos. Por un lado, el desarrollo de industrialización „forzosa" de los países que hasta entonces se habían caracterizado por una base económica agrícola y, por otro, el de aquellos que estando industrializados habían sufrido una vuelta a la economía agraria impuesta por el bloqueo continental que había prohibido la importación de productos de primera necesidad. La guerra había provocado en Suiza el desarrollo de una industria especializada que exigió una protección una vez que se vio nuevamente expuesta a la concurrencia extranjera. Pero al mismo tiempo la carencia de productos alimenticios durante el conflicto expandió la idea del significado de la utilidad de una economía agraria autóctona, libre de la dependencia exterior de la que hasta ahora había sido objeto. Este desarrollo le obligó, una vez finalizado el conflicto, a exigir una protección frente a los países que hasta ese momento habían sido sus proveedores. A partir de este momento tanto la industria de exportación como el campesinado se van a unir en la exigencia de un intervencionismo estatal para evitar la entrada de productos extranjeros. Dos son las medidas a seguir por parte del Consejo Federal a fin de proteger la industria y la agricultura nacional y de salvaguardarse de la competencia extranjera. Una será la reforma aranceleria de 1921 y la segunda las leyes de limitación de las importaciones que abarcarán desde 1919 a 1926. La primera de las medidas fue la revisión de la tarifa arancelaria de 1902. La nueva tarifa arancelaria de 1921 representa ya una auténtica ruptura de Suiza con su tradición liberalista. El agravamiento de la situación de crisis desencadenada por la guerra va a afianzar esta política de autarquía ya imperante. „Wenn wirtschaftliche Krisen und Depressionen mit Recht als Wegbereiter des handelspolitischen Protektionismus angesprochen werden, so trifft das
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doch noch viel mehr für grosse Kriege zu: diese haben sich stets als Totengräber des Freihandels erwiesen."372 Ya en 1920 se había producido una modificación de la tarifa de 1902, aunque en aquel momento dicha revisión consistió más bien en un problema de fiscalidad y en adaptar la tarifa a los nuevos precios debido a la inflación que éstos habían experimentado durante la guerra. Así se elevaron sobre todo los productos de fabricación nacional y las materias primas, aunque éstas únicamente con carácter fiscal. Aún hasta ese momento todos los grupos se habían mostrado recelosos de las medidas proteccionistas. Unicamente cuando el sistema internacional volvio a buscar un nuevo orden mundial, los industriales, comerciantes y agricultores se dieron cuenta de la necesidad de protección. La devaluación de las monedas europeas después del conflicto obligó a frenar las exportaciones y a salvaguardarse de las importaciones. Se crea la tarifa de 1921 claramente proteccionista. Por primera vez, los agricultores contaron no sólo con el apoyo de la pequeña y mediana industria, sino también con la de los los grandes industriales. Los tres sectores se manifestaron a favor de medidas que los defendieran de la competencia exterior, aun cuando hubo algunos que exigieron el mantenimiento de la libertad comercial como única forma posible de desarrollo. Se elevaron los aranceles de los productos agrícolas, especialemente el vino, así como los aranceles de la fruta, la verdura y el corcho. Los costes de este experimento proteccionista provocaron cambios en los sectores de la productividad, especialmente dentro del comercio, pero también en la industria protegida.373 La nueva tarifa suiza constaba de dos columnas. Una, la llamada tarifa de uso (Gebrauchstarif) y la otra, la tarifa general (Generaltarif). La primera se aplicaba a los países con acuerdos comerciales, mientras que la segunda se dejaba para aquellos países que no los tenían. La tarifa de 1921 reformó tanto la tarifa general como la tarifa de uso, por lo que se elevaron posiciones que hasta ese momento habían permanecido libres de aduanas. Aunque la tarifa de uso no podía servir como base para las negociaciones, sí se estaba dispuesto a realizar aquellas concesiones necesarias en las posiciones que lo permirieran, siempre que el país con el que se estuviera negociando ofreciera la misma política de concesión: „[...] nicht von vornherein ausgeschlossen sein würde, dass gegen entsprechende Konzessionen die eine oder andere Position unseres Tarifes etwas ermässigt würde".374
372
A. Bosshardt, A. Nydegger, „Die schweizerische Aussenwirtschaft...", op. cit.., p. 313. Las palabras en cursiva en el original. Ibid., p. 313.
373
W. Iff, Unsere Exportindustrie...,op.
374
Bericht des Bundesrates an die Bundesversammlung vom 15. Juli 1921, betr. die vorläufige Abänderung des Zolltarifes gemäss Bundesratsbeschluss vom 18. Februar, Bundesblatt 1921, Band ffl, p. 739 y ss.
cit.., p. 22.
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Como base esencial estaba subyacente el deseo de fomentar las exportaciones e impedir las importaciones de productos con los que difícilmente podrían competir los nacionales. „So haben wir danach gestrebt, den erwähnten drei Produktionsgnippen einen Schutz gegen die heutigen, vollständig anormalen Verhältnisse und speziell die ausländische Konkurrenz zu bieten, aber gleichzeitig auch eine Zollpolitik zu verfolgen, die uns erlaubte, vom Ausland für unseren Export Konzessionen zu erlangen".375 Otro de los factores que promovieron un reforzamiento de la tarifa de 1921 fue, como he señalado, la depreciación de las monedas internacionales. La inflación de los precios durante la Guerra había provocado una elevación de estos casi al doble de 1913. La depreciación monetaria posterior produjo que los pagos arancelarios se vieran reducidos al 2% de los valores frente al 4,2% que había supuesto en 1910. Para algunos, ésta fue únicamente la razón del carácter proteccionista de la tarifa.376 Sin embargo la realidad era que el sistema proteccionista se había impuesto como salvaguarda de la economía nacional frente a la competencia exterior. La elevación de la carga „ad valorem" de la mercancía suponía la subida casi del doble de la tarifa de 1906. Su publicación motivó la derogación de los acuerdos comerciales y el inicio de nuevas negociaciones comerciales entre los otros países. La segunda de las medidas llevadas a cabo por el Consejo Federal fueron las medidas de limitación de las importaciones. Los primeros intentos habían tenido lugar ya en 1919 aunque entonces no contaron con la aprobación ni de los comerciantes ni de los representantes de la industria y el comercio por estar aún en vigor el pensamiento liberalista. La industria suiza se manifestó contraria a su establecimiento alegando que la única forma de salir victoriosa de la crisis era la de reducir su producción o cambiar sus extructuras especializándose en productos fuera de la competencia. De hecho las ganancias obtenidas durante el conflicto habían permitido una inversión a fin de desechar el material obsoleto, renovándolo. La falta de materias primas se compensó con la elaboración de fibras artificiales para la producción textil, como la viscosa y el rayón a base de celulosa. Además, se especializaron en tejidos de alta calidad. También las industrias eléctricas llevaron a cabo una revisión y adaptación durante la duración del conflicto, lo que condujo a la búsqueda de nuevas fuentes de energía al carecer de la materia prima necesaria, el carbón. La electricidad fue una de ellas, y utilizando la orografía del terreno se invirtieron grandes cantidades de dinero para la construcción de turbinas eléctricas aprovechando los saltos de agua. También la industria química dependiente de la industria alemana logró mediante consorcios entre las diferentes industrias de Basilea librarse de la competencia con Alemania. La industria del 375 Ibid. 376
W. Iff, Unsere Exportindustrie...,
op. cit.., p.25.
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automóvil también se desarrolló con una nueva fuerza, ocupando una de las primeras plazas en el mundo. 377 Las conferencias que tuvieron lugar en Berna el 18 y 19 de febrero de 1919 se limitaron a imponer los límites en las importaciones a los muebles. Pero las medidas proteccionistas impuestas por los distintos países a lo largo de todo 1920, la baja de los costes de producción en el extranjero y la concurrencia monetaria, como consecuencia de la baja de las monedas europeas, les llevó a la imposición de medidas antidumping para frenar el auge de las importaciones y evitar la salida de numerario del país. Como consecuencia de esto, el 18 de febrero de 1921 el Gobierno dicta una orden por la que se llevaría a cabo una limitación de las importaciones con el fin de evitar, por un lado, la situación de paro que se estaba produciendo como consecuencia del cierre de fábricas en muchos sectores y, por otro, la entrada de productos del exterior que atentaban contra la producción nacional.378 Dichas medidas que en un principio tendrían una aplicación temporal se vieron obligadas a mantenerse a través de sucesivas imposiciones hasta 1926.379 La derogación del acuerdo comercial de 1906 con España, que había experimentado continuos aplazamientos con motivo del conflicto internacional, y el cual desde 1917 sufría prolongaciones trimestrales por ambas partes, fue denunciado por Suiza en 1919 y se esperaba llegar a acuerdos con España a fin de que el nuevo tratado entrara en vigor en 1920. Las razones por parte suiza de derogar el acuerdo con España fueron, por una parte y como hemos visto, el arancel proteccionista de 1921 y, por otra, la situación coyuntural internacional. Los cambios en el sistema monetario y el ajuste de los precios en los cambios de monedas, así como la entrada de nuevo de la concurrencia alemana en el mercado internacional, provocaron una situación de desventaja de Suiza. Aunque Alemania se vio obligada al pago de sobretasas a España como consecuencia de su devaluación monetaria, sus mercancías siguieron estando a un precio inferior al suizo y por lo tanto más en condiciones de vender sus productos a España. 380 377
J.F. Berger, Naissance et croissance..., op. cit.., p. 149.
378
Bundesbeschluss vom 14. Oktober; Sämtliche Sammlung, Band 37, p. 729.
379
Bundesbeschluss vom 30. Juni 1922; Samtliche Sammlung, Band 38, p. 432. Bundesbeschluss vom 26. April 1923; Sämtliche Sammlung, Band 39, p. 7115. Bundesbeschluss vom 20. Dezember 1923 , Sämtliche Sammlung, Band 39, p. 525. Bundesbeschluss vom 9. Dezember 1924; Sämtliche Sammlung, Band 40, p. 492.
380
BA 13 (B) 261 H.W. Egli, „Fabrik für Rechenmaschinen und Werkstätten für Feinmechanik AG", 18. Juni 1921. La casa H.W. Egli AG señala que el salario suizo suponía las 3/4 partes del valor de la mercancía, por lo que si se sumaban los costes finales de producción los productos suizos soportarían cargas mucho más elevadas que los alemanes, cuyo salario representaba sólo 1/3 del valor de la mercancía. Esto supondría tener desventajas con respecto a Francia y Alemania con salarios menores que en Suiza y como consecuencia de ello podían obtener productos más baratos.
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La situación de postguerra en España se recrudeció sólo en 1920 y 1921, cuando ya se apreciaba que el resto de los países que habían tomado parte en el conflicto estaban restableciendo sus economías. Esta situación de crisis vino motivada tanto por causas internas como por circunstancias coyunturales extemas que no tenían una solución inmediata. Los reajustes en la distribución espacial de la población, con una masa de campesinos que había emigrado a las ciudades ante el florecimiento de la industria durante el conflicto agravado por la incapacidad de la agricultura para satisfacer no sólo la demanda de la producción industrial, sino al mismo tiempo la demanda de la población urbana, en continuo crecimiento, los problemas de los sectores industriales, con las alteraciones sufridas durante los últimos años, y la reclamación de los nuevos grupos de poder surgidos de la prosperidad de la guerra, que reclamaban un nuevo reparto de la competencia y parcelas de dominación social, produjeron una situación de crisis agravada por los continuos cambios de gobiernos y un empobrecimiento de la población, que motivó la entrada en la Dictadura en 1923. A toda esta situación interna se le sumó una situación extema de crisis que acabó con el auge exportador de los años del conflicto, por lo que en 1919 se acuerda la revisión de los derechos arancelarios y la renovación de los tratados de comercio. Las medidas llevadas a cabo por el Gobierno español para paliar la crisis se concretaron en la implantación de las tasas de cambio, como medio para hacer frente a la depreciación de las monedas internacionales y evitar una salida de numerario del país, y en medidas de índole arancelaria y de control monetario. La caída del valor de la peseta, aun siendo menor que la de otros países, se había producido a causa del descenso repentino de las exportaciones, lo que provocó una escasez de numerario, y a la importación de productos de lujo.381 Para paliar esta caída surgen como he señalado la renovación de la tarifa arancelaria de 1906, a través de la tarifa provisional de 1921, y la tarifa definitiva o arancel Cambó de 1922. Su implantación guarda también relación con las políticas proteccionistas de la totalidad de los países europeos, y que en Suiza se había concretizado en 1921 en la renovación de los aranceles (Francia había subido también los aranceles del vino en su reforma de 1922 y Suiza hace lo mismo con los cítricos, vinos, almendras, pasas y corchos). Un tercer factor que las motivó, fueron naturalmente los intentos de protección de la industria nacional dado el desarrollo registrado a cabo durante la contienda.382 A la decisión de elevar los aranceles de 1906 le siguió la voluntad de derogar los acuerdos comerciales que mantenía con los distintos países y las prolongaciones periódicas a las que se habían sometido una vez finalizada la guerra.
381
BA 13 (B) 259. Carta del señor Mengotti an den Bundesrat, .Journal de Genève", 20. November 1920.
382
S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en ,..",op. cit.., p. 20.
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„Le Gouvernement espagnol annule immédiatement la prolongation trimestrielle des traités afin de rembourser la liberté d'action douanière pour notre pays." 383 La derogación de los acuerdos comerciales permitía al Gobierno español poder establecer los nuevos derechos aduaneros y acoplarse a la nueva situación originada después de la Guerra. 384 Efectivamente primero en 1921 con el arancel provisional y posteriormente en 1922 con el arancel Cambó se concretiza en el campo de las medidas de protección industrial la implantación de las tarifas arancelarias catalogadas como de ultraproteccionistas. Pero como veremos su utilidad siguió siendo cuestionable por cuanto que los acuerdos motivaron procesos negociadores que permitieron una vez más fisuras dejando en entre dicho el sistema proteccionista.
3.6.2. La radicalización del proteccionismo en España: el arancel provisional de 1921 y el definitivo de 1922 El 26 de noviembre de 1920 se propone por parte del nuevo Gobierno la revisión de los derechos arancelarios y el 28 de ese mismo año se publicará en „la Gaceta" las mercancías que serían objeto de elevación en los derechos de importación a España. 385 El resultado fue el arancel provisional del 17 de mayo de 1921. El punto básico que lo reguló fue el lograr una medida que permitiera el desarrollo de la industria algodonera catalana. „Les deux questions sont, en effet, intimement liées, la Catalogne étant, comme vous le savez, la partie de l'Espagne la plus industrielle. L'élévation des droits, dont nous sommes momentanément victimes, étant demandés à grands cris par les industries de la Catalogne." 386 Esta, que había experimentado un notable desarrollo durante la Primera Guerra Mundial, se encontró de repente comprimida por tratarse de un sector de escaso dinamismo interno, 383
A partir de 1919 y como consecuencia de la denuncia de los tratados y de la provisionalidad del arancel español, los tratados de comercio se prolongaban de tres en tres meses. BA 13 (B) 259. Mengotti au Département Fédéral de l'Economie Publique (a partir de ahora DFEP), 20 janvier 1920. Provisorischer Vertrag, 1919.
384
BA 13 (B) 259. Protokoll des Bundesrates, 20. September 1918. Kündigung des Handelsvertrages mit Spanien zum 20. September 1919.
385
F. Comin: „La economía española en el período de entreguerras", en J. Nadal, A. Carreras y Carlos Sudriá (comp.), La economía española en el siglo XX. Ariel, Barcelona, 1988, pp. 105150. Interesante además por la bibliografía que contiene.
386
BA 13 (B) 259, Mengotti au DFEP, 21 juin.
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„concretado entre otras cosas porque el tamaño de las empresas era lastimosamente pequeño y por otra parte por causas externas como fue el escaso desarrollo o distanciamiento de la oferta respecto a la demanda".387 El arancel provisional contó con tres columnas: la primera, que fijaba los derechos generales aplicables a países sin acuerdos comerciales con España, la segunda columna, con derechos reducidos y que debía servir de punto para las negociaciones de los tratados, y una tercera, que fijaba los derechos mínimos a los que se estaba dispuesto a llegar en las negociaciones con los otros países. Esta última sin embargo se vio pronto sometida a fuertes contradicciones, sobre todo a partir de la publicación de la ley de Autorizaciones Arancelarias de 1922, que permitía al Gobierno rebajar los derechos de la tarifa reducida a través de acuerdos comerciales. Gracias a esta ley Francia consigue una reducción en el 50 por ciento de sus artículos incluida la seda y lo mismo le sucederá, como veremos, a Suiza.388 La tarifa provisional de 1921 elevó los productos que eran concurrentes con los españoles hasta un 30%. En lo que respecta a los productos de exportación suiza, las posiciones que se vieron más afectadas por dichas subidas fueron las telas de algodón y seda, así como los bordados y encajes, que sufrieron incrementos de hasta el 100%. También artículos como los bordados en plumeti y la lencería de seda tuvieron elevaciones de hasta el 25%. La lencería fina y la confección sufrieron incrementos de entre el 25 y el 50%, en fiinción del número de hilos y del peso de la mercancía 389 o bién en el caso de que vinieran en trozos o que vienieran en madeja. La primera tasación se efectuó con ánimo de impedir la entrada de la seda coloreada en trozos de
387
G. Tortella Casares, Los orígenes del capitalismo en España. Banca, industria y ferrocarriles en el siglo XIX, ed. Tecnos, Madrid, 1973, p. 222.
388
S. Florensa, Comercio exterior y control de cambios en la España de..., op. cit.., p. 20. Para estos autores, las concesiones que se realizaron en los acuerdos comerciales no influyeron en el desarrollo de la industria nacional. Cabe preguntarse sin embargo, como lo hace Comín, hasta que punto distintos sectores se vieron afectados o no por estos acuerdos. F. Comín, La economía española..., op. cit.., p. 145. Jose María Serrano ha puesto también en cuestión la idea de un proteccionismo a ultranza, debido precisamente a los acuerdos comerciales. Ver: J.M. Serrano Sanz: „La política arancelaria española al término de la Primera Guerra Mundial: proteción, Arancel Cambó y tratados comerciales", en J. L. Garcia Delgado (ed.), España 19141931. Política, economía, sociedad e ideología, Siglo XXI, Madrid 1986. Por mi parte debo añadir a este punto, que en el acuerdo con Francia, España cede reducir 50 artículos franceses por debajo de la segunda columna del arancel, entre ellos la seda. BA 13 (B). An die Herren Frey, Prof. Laur, Dr. Wetter, Extrait de L'Exportateur Français, 12 Décembre 1921. Lo mismo sucede con productos suizos, los cuales durante el tiempo del provisorio y el acuerdo definitivo de 1922 se verán reducidos a pagos por debajo de la segunda columna.
389
BA 13 (B) 264. Kaufmännisches Direktorium St. Gallen an das Volswirtsehaftsdepartement, Handels- und Industrie- Abteilung, 13. August 1921.
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Lyon, y la segunda, según los industriales suizos, atacaba directamente a los productos de la industria sedera de Zürich. „Diese Auffassung begründeten [se refiere a la diferenciación dentro de la tarifa de la seda coloreada de aranceles para la seda en trozos y seda en madeja] wir damit, daß wir in Spanien, soweit Seidengewebe für Konfektionszwecke in Frage kommen, namentlich mit der Lyoner-Fabrik konkurrieren müssen, die ihrerseits an der Hauptsache stückgefärbte Artikel liefert, während die stranggefärbte Ware mit Vorliebe aus Zürich bezogen wird."390 La industria de la seda en Suiza, que se había logrado mantener dentro del mercado español con gran esfuerzo precisamente por la propia concurrencia española, ya que el pago de los aranceles de 18 pesetas en oro por 100 kilos le suponía un 20% más que el precio original, trabajó antes de la guerra con firmas exportadoras a comisión que se especializaban en viajar por el país y vender sus novedades. Sus compradores eran gente normalmente de alto nivel adquisitivo. Al tratarse de productos de elevado precio las cantidades exportadas fueron mínimas. Durante la guerra, las exportaciones aumentaron, sobre todo en telas de seda de inferior calidad. El arancel, al igual que las tasas de cambios con los pagos en oro impuestas por el Gobierno español, ponía en peligro las exportaciones de seda suiza a España, las cuales ya habían experimentado ya un fuerte descenso al finalizar la contienda. Otra de las tarifas que afectaban a la producción suiza fue la relacionada con la industria de maquinarias y de motor. Aunque su desarrollo en España era mínimo, durante la Guerra se habían logrado instalar pequeñas industrias dedicadas sobre todo a la fabricación de pequeñas turbinas. Su producción no había sido importante por carecer de una infraestructura tanto material como humana, ya que no contaban ni con el dinero suficiente ni con una mano de obra especializada que la hiciera rentable. „Le calcul du moteur hydraulique et sa fabrication sont, en effet, très complexes et délicats et nécessitent un personnel technique et un outillage de premier ordre." 391 La producción de turbinas españolas se limitaba a turbinas cuyo peso no superaban los 200 caballos de potencia, y por tanto las máquinas de mayor tamaño debían ser adquiridas en el extranjero. Durante la guerra y dada la carencia de estas fábricas algunas industrias suizas habían intentado establecer filiales en España. La falta de personal especializado les había hecho desistir de este propósito.392
39
Ibid.
391
Ibid. „Novetas", Fabrik elektr. Apparate, Zürich, an das Eidg. Volkswirtschaftsdepartement, Handelsabteilung, 21. August 1921.
392
BA 13 (B) 261. Ateliers des Charmilles SA an das Eid. Volkswirtschaftsdepartement. Handelsabteilung. 16. April 1921. Según esta fábrica, en 1912 se había intentado crear este tipo de in-
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Beatriz Sánchez Fernández
También se elevaron las tarifas en los automóviles, camiones y motocicletas. Del mismo modo subieron los aranceles para las máquinas y turbinas generadoras de electricidad, máquinas eléctricas de uso doméstico, cámaras frigoríficas, estufas, etc. La subida de estos aranceles provocó el mismo rechazo por parte de las firmas de exportación suiza, las cuales durante el conflicto mundial habían visto crecer sus exportaciones a España gracias a la desaparición de la concurrencia alemana. De igual manera los motores diesel sufrieron elevaciones en función de su peso, así como las locomotoras a vapor para trenes y los motores hidráulicos. En este último caso fueron tasados también los diferentes accesorios que componían una turbina hidráulica, posiblemente por la construcción en España de industrias dedicadas a la fabricación de piezas sueltas y por limitar así la importación a la máquina, o bien se fueron tasando por separado aquellos productos que aun formando parte de la máquina fueran construidos en España y por tanto concurrieran con fábricas españolas. „11 est en outre de toute importance d'obtenir du gouvernement espagnol que le nouveau traité stipule explicitement que tous les accessoires d'une turbine hydraulique qui sont expédiés avec elle tels que régulateur de vitesse, régulateur de pression d'eau engrenages, vanne d'entrée, tec, soient considérés comme faisant partie intégrante de cette turbine et, par conséquent, taxés avec elle dans la classe correspondant au poids total de l'ensemble, comme cela à était le cas juqu'à présent."393 En lo que respecta a los motores para coches la tarifa provisional de 1921 elevó los derechos el 15 por ciento „ad valorem" en lo referente a los automóviles y un 25% las piezas de repuesto. Si a esta subida se le sumaba el coeficiente de cambio y el pago arancelario que debían efectuar, el total representaba el 38% del total del valor de los motores.394 El arancel provisional de 1921 y el definitivo de 1922, que, como he señalado anteriormente, preveía una reducción de las importaciones de bienes de equipo para frenar la caída de la balanza comercial y al mismo tiempo para desarrollar la industria nacional en este sector, acabaron también con las ventajas que hasta ese momento habían gozado los carburantes especiales necesarios para el funcionamiento de las máquinas de dínamo. La industria de máquinas, que había logrado un aumento de sus exportaciones a España gracias a las rebajas concedidas en el arancel de 1917, temía que la
dustrias en Bilbao, pero al carecer de mano de obra especializada que se ocupara de ellas, habían tenido que cerrar. 393
¡bid.
394
BA 13 (B) 261. „Motorwagenfabrik Bem, AG", Olten. Ver también „Ateliers des Charmilles S.A.".
El marco socio-político de los intercambios
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subida del arancel de 1921 provocara un descenso de la exportación.395 También los productores de las máquinas de vapor suizas temían un descenso de las exportaciones como consecuencias de un posible desarrollo de estos productos en España y con ello una pérdida irreparable de sus exportaciones en un espacio en el que aún se encontraban protegidos por la falta de desarrollo industrial en este sector. „Wir befürchten jedoch, daß bei einer derartigen Erhöhung die Möglichkeit bestehe, daß der Artikel inskünftig auch in Spanien hergestellt werde, was eine bedeutende Gefahrdung unserer Industrie zur Folge hätte."396 Del mismo modo que los anteriores, los productos alimenticios experimentaron una elevación en la tarifa española. Esta afectó fundamentalmente a aquellos productos con un alto contenido de azúcar. El chocolate y la leche condensada azucarada, ambos de gran importancia en la exportación suiza, se vieron gravados con tasas que oscilaban entre el 15 y el 25%. También las exportaciones de queso se vieron frenadas tanto po la elevación del arancel como por la concurrencia holandesa y de Dinamarca.397 En el cuadro 9 podemos ver la participación suiza en la importaciones de queso españolas antes y después de la Primera Guerra Mundial.
395
A. Carreras: „Un índice de la producción de las industrias básicas, 1861-1975", en Jornadas de Estadística Española, 1982, vol. III, pp. 127-157.
396
BA 13 (B) 261. „Gebriider Sulzef an das Eidg. Volkswirtschaftsdepartement, Handels- und Industrieabteilung, 14. September 1921.
397
BA 13 (B) 262. Desde el primero de mayo de 1921 la tarifa de la leche condensada se elevó a 4,5 pesetas. La tarifa del queso en trozos de 40 kilos [Enmenthaler] era en el arancel de 1906 20 céntimos por kilo neto, según el acuerdo suizo-español, y de 25 céntimos para los quesos con otros pesos, según el acuerdo hispano-holandés. En la nueva tarifa no se especifican las diferencias entre un peso y otro tasándose todos iguales por un valor de 1,20 pesetas. El arancel Cambó tasó los quesos en 2 posiciones. Los quesos hechos de leche natural con o sin añadidos de sal, que pagaban una tarifa mínima de 1,20 pesetas, y los que contienían otro producto además de la leche, que pagaban 2 pesetas. El chocolate se elevó de 3 pesetas a 12 en 1921. Ver „Chocolat J. Klaus", Le Lóele, an das Eidg. Volkswirtschaftsdepartement, Handels- und Industrieabteilung, 3. September 1921.
146
Beatriz Sánchez Fernández Cuadro 9: Queso duro en trozos de 40 quilos o más.
Países Total Suiza Francia Holanda Diversos
1912 3.409 2.788 406 180 35
1913 733 599 87 39 8
1914 2.956 2.281 585 56 34
1915 636 490 126 12 8
1919 123 -
53 -
70
1920 219 126 93
1921 275 140 134
-
-
-
1
Fuentes: BA 13 (B) 259. Handelsvertrag Spanien 1921. Valor en 1.000 pesetas.
El principal problema con respecto al queso lo presentaban los quesos duros, los cuales gracias al acuerdo de 1906 habían obtenido un trato de favor con respecto a los quesos holandeses. En la denominación se establecieron entonces diferencias entre los quesos duros de hasta 40 kilos y los „otros quesos" con pesos menores. Los primeros presentaban una tasación de 20 pesetas los 100 kilos, mientras que a los segundos se les aplicaba un arancel de 25 pesetas. En el arancel provisional de 1921 no se estableció ninguna diferencia entre los quesos de uno y otro peso, cosa que repercutió en la producción suiza especializada en la importación de quesos duros de hasta 40 kilos la pieza (Emmenthaler), que eran los que hasta este momento habían gozado de reducciones. „Da die spanischen Zölle Gewichtszölle sind, erhöht sich prozentual die Zollbelastung im gleichen Verhältnisse wie der Warenpreis sinkt. Sinkende Preis stehen aber zu gewärtigen. Damit erhalten wir dann Preise, welche für den Konsum prohibitiv wirken und für unsern Export geradezu ruinös sich gestalten. Der Frage der Zollbehandlung unseres Produktes kommt um so mehr Bedeutung zu, als es sich im Bezug auf den neuen spanischen Zolltarif wohl um ein Definitivum handelt."398 La mayor oposición a la importación de productos lácteos y chocolate la presentaba la fábrica Nestlé, de origen suizo, que en el siglo XIX había fundado una filial en La Pinilla, en Santander. Esta casa, que antes de la Primera Guerra Mundial había importado casi toda la leche de Suiza a España se dedicó durante la misma a producir la leche que necesitaba España. Una vez finalizado el conflicto, buscó la protección del Gobierno español y solicitó la subida de los aranceles correspondientes a la leche en polvo y leche condensada.
398 3A 13 (B) 262. Sekretariat des „Verbands Schweiz. Käse-Exporteure", Biglen. Ver también „Berna Milk Co.", Thun. Handelsvertragunterhandlungen mit Spanien. Konferenz mit Vertretern der Industrie, 14. Januar 1922.
El marco socio-político de los intercambios
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También se producen elevaciones en los objetos de la relojería, tanto en lo referente a relojes de oro como de plata y otros materiales. Del mismo modo las cajas de música e instrumentos de precisión fueron objeto de fuertes incrementos en la tarifa arancelaria española, aunque muchos de estos objetos pasaron la aduana bajo contrabando, merced a la política de comisariado que habían mantenido los exportadores a través de las firmas francesas. „Les chiffres que nous admettons sous le maximun de ce que l'on peut en évitant le contrebande: si les droits sont plus elevés, une grande partie des montres entrera en contrebande au préjudice des maisons sérieuses ou importantes que ne peuvent se livrer á ce trafic." 3 " También se elevaron los productos de colores derivados de la hulla, cuyas exportaciones habían experimentado un considerable aumento gracias al conflicto mundial. Sus causas más inmediatas se encuentran en la concurrencia que este producto representaba para la producción industrial española. Efectivamente Alemania, que hasta aquel entonces representaba el primer país exportador a España de estos productos, se vio obligada a retener sus exportaciones como consecuencia del boicot francés y de las medidas llevadas a cabo por la SSS. Suiza y Estados Unidos ocuparán su lugar, pero al mismo tiempo se desarrollará una pequeña industria en las proximidades de los centros textiles catalanes. La finalización del conflicto obligará al Gobierno a proteger una industria que por a estar en sus comienzos contará con una fuerte protección. Como consecuencia de ello, la industria de colorante suiza, principalmente la de Basilea, se verá obligada a crear filiales en Cataluña como única manera de evitar los altos aranceles. 4 '»
3.6.3. El acuerdo provisional de 1921 y el tratado de comercio de 1922 Las negociaciones para la firma de un nuevo tratado comercial entre Suiza y España, una vez publicadas las nuevas tarifas aduaneras, comenzaron en junio de 1921 bajo la supervisión de Laur y Welter, por parte suiza, y de Zulueta, por parte española. Hasta ese momento y a la espera de que España publicara su nueva tarifa, se acordó un modus vivendi que debía finalizar en enero de 1922. Dicho modus vivendi, muy defen399
BA 13 (B) 261. „Syndicat des Fabricants Suisses de Montres D'or" an das Eidg. Volkswirtschaftsdepartement, Handels- und Industrieabteilung, 7. Juni 1921.
400
BA 13 (B) 260. La industria tintórea de Basilea exportaba mercancías por valor de más de 80.000 francos anuales a España. J.R. Geigy AG Basel. Handelsvertragsunterhandlungen mit Spanien. Konferenz mit Vertretern der Industrie. Ver también BA 13 (B) 267. Mengotti an DFEP, 20. Januar 1922. Habla de la necesidad de crear industrias en España, ya que la política del momento favorecía la creación de éstas con capital extranjero, por la pretensión del Gobierno de obtener divisas. Esta tendencia aumentará durante la época de la Dictadura como ya observaremos.
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dido en el caso suizo, permitió que las mercancías que se encontraban en tránsito no se vieran cargadas con los nuevos aranceles. Se instauró la llamada cláusula de viaje (Reiseklausel). Así, las mercancías que habiéndose expedido antes de 1 de enero de 1921 estaban en tránsito hacia España seguían cargándose con los mismos aranceles que en 1906. „Toutes les expéditions effectuées avant la dénonciation et munies de certificats d'origine duement légalisés devraient être exonérées des nouveaux suppléments du tarif douanier."401 El 27 de junio, y ante la publicación del arancel provisional español en mayo, comienzan las negociaciones para el acuerdo de un tratado provisional. La finalidad de los acuerdos, en tanto España no publicara su tarifa definitiva, era la de conseguir por parte española rebajas en los aranceles del vino y de diversas frutas y verduras, que, como vimos, habían sido objeto de fuertes elevaciones por parte suiza y para Suiza obtener la aplicación de la segunda tarifa del arancel provisional español. Los encargados de llevar a cabo dichas negociaciones fueron por parte española el ministro de asuntos exteriores, Sr. Marquis de Lema, el secretario Emilio de Palacios y los delegados españoles López de Lagoy Azcárate, de la Dirección General de Aduanas, Flores Posada, empleado del Ministerio del Trabajo, y Castedo, de la Dirección General de Aduanas. Por parte suiza los delegados fueron el Sr. Mengotti, ministro plenipotenciario y embajador suizo en España, y el consejero delegado, Dr. Jaeger. El primer punto a tratar por parte suiza era conseguir la prolongación a partir del 1 de julio del acuerdo de 1921 y evitar así la aplicación de la nueva tarifa. Suiza aplicaría la tarifa de uso y España la segunda columna de su arancel. También se fijaría la cláusula de nación más favorecida para ambos países. Se dejaba para después, y en vista de la inmediatez del final del acuerdo, las discusiones sobre las reducciones de las respectivas tarifas. España se negó en un principio a prolongar el acuerdo por más tiempo alegando que la tarifa provisional es sólo una tarifa pasajera y por tanto no pueden llegarse a acuerdos con ella. La prolongación únicamente se llevaría a cabo si Suiza se encontrase dispuesta a hacer concesiones a la posición del vino y además, por su parte, estuviera dispuesta a hacer concesiones en algunos de los productos de interés para los artículos suizos de exportación. Sin embargo no aceptaba la introducción de la cláusula de favor, ya que consideraba que esa cláusula había repercutido negativamente sobre el comercio español. Suiza se negó por su parte a hacer concesiones en los vinos, pues, como ya hemos visto, impuso para ellos una tarifa proteccionista. Alega que el tipo de vino que se importa de España, el vino de „coupage", es decir, de mezcla, seguiría importándose igual ya que Suiza era deficitaria en vino y que el arancel no afectara al precio 401
BA 13 (B) 260. Syndicat des fabricants suisses de montres d'or. La Chaux-de-Fonds an das Volkswirtschaftsdepartement, Handelsabteilung, Bern. Betr. Handelsvertragsunterhandlungen mit Spanien, 5. Januar 1921.
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de los mismos. Los españoles sin embargo no aceptaron estas justificaciones señalando que „durch die hohe Zollbelastung der schweizerische Konsum zurückgehen werde, und Spanien seinen schweizerischen Markt teilweise verlieren werde".402 Por otra parte advierten que como España tiene en su mayoría vinos pesados de más de 13°, por éstos tendrían que pagar una tarifa de 50 francos, y por lo tanto, „der span. Export wird also stärker getroffen als der französische und der italienische".4'» La delegación española exigía la tarifa de 8 francos de 1906. Por supuesto los suizos se negaron a ella y amenazaron con acabar las negociaciones. Ese mismo día el Sr. Zulueta, diputado de las Cortes, se reúne con la asociación de vinicultores y comerciantes de vinos, que se muestra interesada en hablar con el Sr. Laur. Este se manifiesta firme en su postura y decide apoyar las pretensiones suizas mientras que el Sr. Zulueta manifiesta que es imposible que el arancel no obligara a bajar el precio de los vinos y reitera la necesidad de una disminución del mismo. La negativa por parte suiza de acceder a sus pretensiones puso prácticamente fin a las negociaciones. El 2 de julio, los comerciantes de vino Berger y Jover, presionados por los agricultores y comerciantes de vinos de Cataluña y Valencia, exigieron de los delegados españoles la reanudación de las negociaciones. La presión tuvo que ser importante (posiblemente influida también por la situación del comercio con Francia) porque el día 3 de ese mismo mes España acepta la tarifa suiza y los aranceles del vino con una reducción de 2 francos sobre la tarifa de uso para los vinos que no superaran los 13° y el resto de los vinos de mayor graduación así como que los vinos especiales de Málaga y Jerez se tasaran de la misma forma que la impuesta por el arancel y además frueran sometidos al contingente impuesto por Suiza, siempre con la condición de que con la llegada de un acuerdo definitivo se reembolsase a los agricultores las diferencias que en ese momento se venan obligados a pagar. Por su parte el 4 de julio España acepta hacer reduciones en su segunda columna, pero advierte que estas reducciones deberán ser mínimas puesto que no se trata de un arancel definitivo y que las demás se realizarían cuando España contara con uno. Las concesiones españolas afectarían a 14 posiciones de su arancel provisional (ver cuadro 10). El resto de las solicitudes se tratarían en el momento de redactar un acuerdo definitivo.
402
BA 13 (B) 261. Summarischer Bericht über die Verhandlungen in Madrid, 27. Juni-Juli 1921.
Ibid.
150
Beatriz Sánchez Fernández Cuadro 10: Concesiones a Suiza. Acuerdo provisional de 1921
Productos
Tarifa provisional Concesiones francos/100 kilogramos Relojes de oro 22,50 8,Relojes de plata 5,2,Joyería 50,40,Dinamos 2.000-5.000 kg 50,75,de más de 5.000 kg 40,75,Motores diesel hasta 10.000 kg 52,50 50,Aluminio en masa 15,75 12,Aluminio en barras 30,42,75 Objetos de isolación de mica 70,35,Fonógrafos 9,10 5,Queso duro más de 40 kg 120,80»Fuente: BA 13 (B) 261 Provisorisches Handelsabkommen mit Spanien, 15. Juli 1921.
Nada más haber ñrmado el acuerdo provisional con Suiza el 22 de julio España publica el proyecto de su tarifa definitiva y deroga el acuerdo provisional con Suiza, por lo que las negociaciones para el acuerdo definitivo comienzan inmediatamente. Se acuerda permanecer con el acuerdo provisional hasta que no se publique la tarifa definitiva, concediendo prórrogas mensuales y manteniendo la orden de 1920 de no elevar los aranceles de los productos en tránsito en el supuesto de que se llegara a acuerdos definitivos durante su trayecto hasta la frontera española. A pesar de ello, y ante la subida experimentada por algunos productos en el proyecto de la nueva tarifa, muchos pedidos se vieron anulados por los compradores o bien dejaron de efectuarse a la espera de la publicación definitiva. „Von verschiedenen Firmen laufen Nachrichten ein, dass von Seiten spanischer Klienten Bestellungen annulliert werden, ferner weitere Bestellungen nicht erteilt werden, solange der Generaltarif zur Anwendung kommt."404 La ruptura en las negociaciones con Francia, que corrían paralelas a las de Suiza, al negarse Francia a hacer concesiones a los vinos españoles, obligaba al Gobierno a ser precavido a fin de no acordar con otros países reducciones que pudieran beneficiar a Francia indirectamente. De esa manera se mantuvo hasta enero de 1922 el acuerdo 404
BA 13 (B) 264. „Verein Schweizerischer Maschinen-Industrieller", Zürich, an das Volkswirtschaftsdepartement, 28. Dezember 1921.
El marco socio-político de los intercambios
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provisional con Suiza. Suiza vio con buenos ojos la ruptura de negociaciones con Francia ya que esto le permitiría obtener ventajas sobre todo en las sedas, al ser Lyon su mayor concurrente. „Die Frage hat für uns umso grössere Bedeutung, als infolge des zwischen Frankreich und Spanien ausgesprochenen Zollkrieges, die Konkurrenz von Lyon zurzeit ausgeschaltet ist, wir somit wieder Aussicht haben, mit Spanien Geschäfte zu machen." 405 El 24 de enero de 1922 el Consejo Federal mantiene una reunión con los representantes de la industria suiza a fin de acordar las medidas de presión que permitieran las reducciones en las diferentes posiciones del proyecto de la tarifa española definitiva. Aunque aún no contaban con la publicación oficial de la misma, las industrias suizas se manifestaron unánimes en la idea de lograr un consenso y llegar a un acuerdo con España. Los intereses venían dados sobre todo por la propia situación general de las exportaciones suizas que, como he señalado y debido a las fuertes devaluaciones monetarias, habían experimentado un notable retroceso desde 1920. Las solicitudes suizas radicaban sobre todo en el mantenimiento de la cláusula de favor, pues España pretendía su total derogación, acusándola de ser la culpable del descenso de sus exportaciones ya que dicha cláusula impedía ejercer presiones individuales en cada caso y país para obtener de ellos reducciones de sus aranceles en productos de interés para España. Además ante la previsible subida de la tarifa definitiva de ciertos artículos de interés para el mercado de exportación suizo, se pensó presentar una tarifa de guerra en la que se gravarían aún más los aranceles del vino, ya que en cierta manera dicho arancel, impuesto en 1920, se había visto reducido como consecuencia de las depreciaciones monetarias internacionales. Para los industriales suizos los vinicultores catalanes representaban un sector de apoyo a sus pretensiones. „Schon im Juli [1921] wäre es zum Bruch gekommen, falls nicht die katalonischen Weinhändler eingegriffen hätten". 406 Puesto que el resto de los productos de importación de España era insignificante y sólo el vino ocupaba una posición ventajosa, se insistió en el mantenimiento del arancel hasta haber obtenido de España las solicitudes presentadas (Ver cuadro 11). Las negociaciones paralelas entre España y Francia eran aquí también de una importancia decisiva por cuanto que si Francia obtenía reducciones al aplicar la cláusula de favor, Suiza se beneficiaría igualmente de dichas ventajas. Por otra parte, si la cláusula no se establecía en el acuerdo se podría seguir presionando con el vino, ya que, puesto que
405
BA 13 (B) 261. Thurgauische Handelskammer Weinfelden an das Volkswirtschaftsdepartement, 15. Dezember 1921.
406
BA 13 (B) 261. Konferenz des Vertreters der Industrie. Summarischer Bericht über die Verhandlungen in Madrid, 27. Juni-Juli 1921.
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Francia había elevado su tarifa vinícola, Suiza representaba ahora a España un mercado fundamental para paliar la falta de exportaciones de vino a Francia. En febrero de 1922 una delegación suiza formada por los señores Laur y Welter llega a Madrid con el fin de firmar el acuerdo definitivo una vez publicado el arancel Cambó el 12 de febrero. Las solicitudes españolas no se diferencian sustancialmente de las de 1921 (Cuadro 11). Se pedía la rebaja del arancel del vino aunque esta vez se solicitaba el mantenimiento de la tarifa del vino a 8 francos aunque se aceptó que el recargo por grado alcóholico fuera a partir de los 15° y no de 13°. También se solicitaban disminuciones en el arroz, frutas frescas (cítricos, melocotones, fresas, ciruelas, ciruelas Claudias, uvas frescas y uvas de Málaga y Denia) y reducciones para los frutos secos (almendras, avellanas, etc). Por último se pedían rebajas en las tarifas del corcho, tanto en láminas como en tapones, el azafrán y el pimentón. Cuadro 11: Solicitudes españolas (en francos/100 kg) Productos Arroz Frutas y bayas Melocotones Otras frutas Ciruelas y ciruelas Claudias
Uvas frescas en cajas de 15 kg Uvas frescas en cajas de -15 kg Uvas de vino frescas Otras Uvas de Málaga o Denía secas Naranjas Vino hasta 13° Vino de + 13°
Tarifa 1906 libre libre 1,-
libre 2,libre
Tarifa 1921 0,60 2,5,10,-
Solicitudes 0,25 (pos. 5) (pos. 23) 1,1,(pos. 24) (pos. 24b) 2,-
5,-
3,-
(pos. 25a)
5,-
1,-
(pos. 31a)
2,5 2,5 5,-
10,10,15,-
2,50 (pos. 31b) (pos. 31c) 2,7,(pos. 3Id)
3,libre
20,15,32,50,-
5,2,-
8,8,-
8,8,-
(pos. (pos. (pos. (pos.
34) 36b) 117a) 117b)
Fuente: BA 13 (B) 260 Handelsvertragunterhandlungen.
Por su parte Suiza solicita la cláusula de nación más favorecida para todos los productos y el mantenimiento del apartado B del acuerdo provisional, sobre todo para los productos de la rama textil, máquinas eléctricas y de vapor, baterías de cocina, alumi-
Las políticas comerciales \ los tratados de comercio de 1869 a 1935
152
nio, industria del papel y de los metales (aluminio e hilos de cobre para la conducción de la electricidad). También solicita rebajas en los quesos, principalmente aquellos que compiten con los holandeses, y disminuciones en las tarifas para leche condensada azucarada, vacas de cría, concentrados y sopas (Maggiprodukte) y por último para los relojes tanto de oro como de plata y de otros metales, cajas de música y joyería. Se pidió también una nueva ordenación en las posiciones tarifarias, las tasaciones porcentuales en peso neto y no en bruto y una nueva denominación en cuanto a los tejidos, ya que al tener que éstas ser declarados con el sistema mixto, es decir, en función del peso y el número de hilos, se producían diferencias significativas en las tasaciones de productos iguales y dado que la calidad de su prensado podía influir en el peso de la mercanía. El 28 de marzo las negociaciones continúan sin haber llegado a un punto final. España sigue solicitando las rebajas en los aranceles de los vinos.407 Por su parte, y siempre que el arancel del vino experimentara nuevas reducciones, parece dispuesta a conceder rebajas en algunos productos textiles, quesos, baterías de cocina, turbinas de vapor de más de 10.000 kg, locomotoras eléctricas, motores hidráulicos de más de 2000 kg y dínamos de más de 500 kg. También acepta hacer rebajas en los camiones y automóviles y algunos productos farmacéuticos. Sin embargo la delegación señala que el Gobierno no está autorizado a hacer mayores concesiones, por lo que afirma que de no obtener las rebajas en los vinos se vería obligado a declarar una guerra de tarifas. El 3 de abril y ante la negativa suiza de hacer mayores concesiones a los productos españoles las negociaciones parecen llegar a un punto muerto. Los comisionados suizos por su parte manifiestan el impedimento de su Gobierno de realizar concesiones sin una ratificación parlamentaria. De nuevo el comerciante de vinos Sr. Jover propone a la comisión negociadora la firma de un provisorio mensual. Dicho provisorio contaba con la ventaja de que al no tratarse de un acuerdo definitivo no tenía que ser ratificado ni por el Parlamento español ni por el Bundesrat suizo. Por su parte España necesitaría una ley que permitiera al Gobierno hacer concesiones por debajo de la segunda columna. Se publica así la famosa „Ley de Autorizaciones Arancelarias", por la cual se permitía al Gobierno rebajar los derechos de la tarifa reducida a cambio de concesiones por los otros países. Su publicación ese mismo mes salvó la situación. Se acordaron así rebajas en la segunda columna española (ver cuadro 12) al mismo tiempo que se obtenían concesiones en el vino y las frutas españolas. Por fin el 15 de mayo se
407
En ese momento Suiza había aceptado las rebajas en las uvas de Málaga y Denia, en las almendras y nueces y en el aceite de oliva. Para el vino, los comisionados habían mostrado partidarios de conceder descuentos de hasta 5 francos, tasando en 25 francos cada 100 kg de vino natural inferior a 13' grados, en 32 francos los vinos tintos superior a 13' y en 45 francos los vinos blancos. Para los vinos especiales conceden una redución también de 5 francos, lo que supondría el pago de 27 en lugar de 32 francos. BA 13 (B) 260. Handelsvertragsunterhandlungen, 24. MSrz 1922.
154
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llega al acuerdo definitivo en el cual se acuerda el mantenimiento de la cláusula de nación más favorecida, en los apartados especiales de importación, exportación y tránsito (art.l) 4 0 8 . Sin embargo las disposiciones de los artículos primero y tercero del convenio no eran aplicables a los productos que España concedía en rebaja a Marruecos o a Portugal (art. 5). También se mantenía la cláusula en lo referente a la producción, fabricación o consumo (art. 7, antiguamente art. 5). La cláusula afectaría también a los viajantes y a sus muestras de modo que a su entrada se admitirían en régimen de franquicia temporal con las formalidades aduaneras necesarias para asegurar su reexportación o su reintegro. Importante era el artículo 4, el por que las aduanas podían ser pagadas en oro tanto para las importaciones de Suiza a España como viceversa. Se seguían manteniendo los certificados de origen salvo en los pequeños paquetes de correos (art. 6) y los monopolios estatales como el alcohol (art. 8). La duración de la denuncia del tratado sería de tres meses desde la puesta en vigor del mismo por cualquiera de las dos partes contratantes (art. 10). Los apartados especiales estarían constituidos por el anexo A, .Aduanas para productos suizos de exportación a España"; anexo B, Aduanas para productos españoles de exportación a Suiza"; anexo C, con la cláusula de nación más favorecida para aquellas posiciones en la tarifas de importaciones suizas que gocen en España de la cláusula de nación más favorecida; anexo D, con una muestra de los certificados de origen, y por último el anexo E, con la muestra de las cartas de legitimación para viajeros. Como podemos ver en el cuadro 12, muchos de los productos suizos obtuvieron reducciones, entre ellos los bordados, las dinamos, los motores y algunas máquinas agrícolas que obtuvieron rebajas de hasta el 50 por ciento. Las concesiones se realizaron también en los relojes y en los productos lácteos, incluyendo el queso. No se produjo un descenso del arancel en el apartado de los productos coloreantes. Podemos decir por tanto que aunque hubo reducciones éstas se realizaron únicamente en aquellos productos que no representaban una fuerte concurrencia para la industria nacional. El cuadro 12 señala las reducciones en la segunda tarifa española una vez finalizadas las negociaciones.
408
BA 13 (B) 267. Parece ser, según se deduce de la información dada al Bundesrat, que los artículos de máxima importancia para la industria suiza entraron dentro de los apartados especiales del acuerdo, por lo que la salvedad del artículo 1 no afectó en absoluto a sus productos. Botschaft des Bundesrates an die Bundesversammlung betreffend den am 15. Mai zwischen der Schweiz und Spanien unterzeichneten Handelsvertrag, 15. Mai 1922.
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Cuadro 12: Reducciones en la segunda columna española del arancel de 1922* Productos
tarifa de 1922
Joyería de oro sin pedrería con pedrería Hornos de gas Fittings Hornos de hierros Hornos de hierro esmaltados idem limados Baterías esmaltadas Alambres de aluminio Cables de alambres Baterías de aluminio Hojas de cinc idem impresas Calentadores de gas Máquinas de moler Dínamos, motores eléctricos transformadores Máquinas y aparatos eléctricos de más de 5.000 bandas de reloj de oro idem de plata Relojes de oro idem de plata de otros metales Bordados, entredoses y bordados de tul Bordados en realce en relieve Bolsas de tela de seda Sombreros de seda o media seda Leche en polvo Leche condensada Queso Extracto de carne Elásticos para zapatos
161,200,54,- (100 kg) 60,67,87,65,192,33,44,8,80 100,130,60,102,-
concesiones 115,175,48,40,60,67,70,150,28,38,5,50 (kg) 85,- (100 kg) 115,48,50,-
75,-
36,-
20% ad valorem 40,6,30,8,5,-
15% ad valorem 8,3,8,3,1,50
100% 75% 18,90 31,50 1,25 125,1,50 1,7,50
70% 60% ad valorem 12,15,0,80 (kg) 100,- (100 kg) 0,75 (kg) 0,75 7,-
Fuente: BA 13 (B) 260 Ministerio de Estado. Cancillería Convenio de comercio entre España y Suiza, 15 de mayo de 1922. *Valores en pesetas.
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3.6.4. El modus vivendi de 1929 Como he señalado la Primera Guerra Mundial creó unas circunstancias extraordinarias que alteraron la política económica internacional. España consiguió un fuerte incremento en las exportaciones y un desarrollo industrial, mientras que Suiza logró un cierto equiparamiento durante la guerra entre los sectores agrícola e industrial (los campesinos y los industriales formaron un frente común para evitar la caída económica y contaron además con el apoyo gubernamental). Sin embargo, mientras que la economía española volvio a demostrar después del conflicto sus ineficacias tradicionales, acrecentadas por los desajustes en la producción y en la distribucción de la renta generados por la Primera Guerra Mundial, Suiza, gracias al apoyo mantenido por el Gobierno, logró un período de prosperidad durante todo el decenio, consiguiendo cuotas de producción superiores a la de los años anteriores a la Guerra al mismo tiempo que aumentaban los coeficientes de exportación sobre la renta nacional (ver cuadro 13). Cuadro
13*™
Estadísticas de exportación (en millones de francos a precios corrientes) 1912/13 Artículos textiles y de confección Máquinas y metalúrgica Relojería Productos químicos y farmacéuticos Productos alimenticios Otros Total exportación
1925/26
608,1 209,4 178,4
813,3 383,5 277,9
67,4 206,4 709,4 1.979,1
143,3 205,3 809,9 2.633,1
A partir de 1924 la economía internacional comienza a salir de la dura crisis postbélica y empieza una época de recuperación de las monedas devaluadas, lo que contribuye al aumento de las exportaciones y las importaciones. En 1925, Suiza finaliza su política de freno de las importaciones y comienza a activar su política de intercambios. La situación nueva creada en el mercado internacional con las sucesivas alzas de las monedas de los otros países y la impresión de que los acuerdos realizados a través de
409
J.F. Bergier, Naissance et croissance de la Suisse industrielle. Monographies d'histoire suisse, Berne, 1974, p. 144-145. Tomada de: A. Bosshardt, y A. Nydegger: „Die schweizerische Aussenwirtschaft im Wandel der Zeiten", en Ein Jahrhundert schweizerischer Wirtschaftsentwicklung, p. 324 (en parte modificadas las cifras por Bergier).
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El marco socio-político de los intercambios
la tarifa de 1921 habían sido perjudiciales para su comercio y la necesidad de crear una tarifa de acuerdos llevó a la revisión de la tarifa de 1921 en 1925. La tarifa de 1925 no fue muy diferente a la de 1921, aunque en esta ocasión se trató más de una tarifa de guerra que proteccionista o fiscal.410 De las 1.164 posiciones de la tarifa de 1921 fueron elevadas 240 a fin de ejercer presión para los nuevos acuerdos comerciales que debían fijarse con Alemania. Ninguna de sus alzas afectó a los productos que España exportaba a Suiza aunque las elevaciónes de otros productos competitivos con Alemania llegaron a suponer una subida de hasta más del 50% de su valor. A diferencia de Suiza la postguerra no sólo mantendría en España las pautas económicas del siglo precedente, sino que además las afianzaría e intensificaría, primero durante la Dictadura de Primo de Rivera, con lo que se ha denominado corporativismo autoritario, y después con el llamado „corporativismo pluralista" durante la Segunda República, ligeramente más liberal y reformista pero sin apartarse sustancialmente del influjo del estado en la economía. 411 Esta dependencia entre la demanda estatal y el atraso económico o bien el nexo entre oligopolio y atraso técnico será para muchos autores la piedra angular del estancamiento de la industria española. 412 La Dictadura de Primo de Rivera trajo sin embargo una cierta estabilidad ideológica que potenció las inversiones extranjeras aumentándolas considerablemente con respecto a la época anterior. Esto, a diferencia de lo que ocurriría más tarde en la Segunda República, planteó reservas a la hora de aceptar de pleno la idea del intervencionismo estatal, por lo menos en lo relativo a la nacionalización de activos españoles en manos de extranjeros. Además durante la Dictadura de Primo de Rivera las relaciones con el exterior aumentaron, lo que estimuló el crecimiento económico español. Por el contrario en el período de 1930, y como consecuencia de la crisis del comercio in-
410
C. Hammer, Die Entwicklung der handelspolitischen der Schweiz seit Ende des Weltkrieges, Bern, 1926.
411
F. Comin: „La economía española en el período...", op. cit..
412
J. Palafox: „Contradicciones del capitalismo español durante la depresión económica de los años treinta", en J.L. Delgado, Autoritarismo político y tensiones económicas: un balance crítico de la política económica de la dictadura de Primo de Rivera en España (1923-1930), Madrid, 1976, pp. 110-118. Del mismo autor, „Nacionalismo económico e intervencionismo estatal 1900-1932", en N. Sánchez Albornoz (ed.), La modernización económica en España 18301930, Madrid, 1985, pp. 176-195. Para Comín sin embargo dicha relación entre atraso industrial e intervencionismo estatal no está tan clara. Para él, la demanda estatal no significaba necesariamente un estancamiento y de hecho otros autores como Ciocca señalan que el oligopolio en aquellos años era aún mayor en los países más avanzados. F. Comín: „La economía española en el período...", op. cit.., p. 106 y 144 y P. Ciocca y G. Toniolo (eds.): „L'economia italiana nel contesto intemazionale", en L'economia italiana nel período fascista, II Mulino, Bolonia, 1976.
Beziehungen zwischen Deutschland
und
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ternacional, la economía española sufrió un fuerte revés precisamente como pago por el aperturismo europeo de la década precedente. 413 Lo que sí parece cierto es que en el período de entreguerras el Estado español no fue más intervencionista que los otros países. Se tomaron incluso quizás menos medidas que en Suiza, sobre todo en lo refente al comercio exterior. Este, lo mismo en un caso como en el otro, se vio enormemente influenciado por el comportamiento internacional de la economía. Las relaciones de política comercial entre España y Suiza después de la firma del convenio comercial de 1922 y la llegada de Primo de Rivera al poder se potenciaron sobre todo en la última época de la Dictadura. Esto tendrá mucho que ver con la finalización de las medidas de control de la importación impuestas por Suiza, que, como vimos, intentaban frenar la caída monetaria y proteger las mercancías suizas de los precios extranjeros. Por otra parte ya hemos hecho mención, a la hora de analizar las relaciones en el período de 1919 a 1923, a que la situación española estaba lejos de considerarse verdaderamente crítica. La mayoría de los comerciantes suizos estaban de acuerdo en afirmar que España, aun dentro de su política económica marcadamente proteccionista, seguía siendo un país interesante para hacer negocios, máxime cuando la moneda española aún estaba por encima de la de los otros países y además porque „dank seinen reichen Quellen ist das iberische Königreich berufen, in unserem Handel eine nicht zu unterschätzende Rolle zu spielen. Schon der Umstand, daß Spanien uns seine Bodenprodukte liefert, während wir dafür Fabrikate abgeben, erleichtert den Güteraustausch um ein wesentliches". 414 Es decir, España seguía interesando en ser un país con una economía de marcado acento agrícola e incapaz de concurrir con los artículos suizos. Eran las relaciones entre país industrializado y país de economía agraria y por tanto con bases de dependencia característica entre países industrializados y no. A partir de 1924, época que Carrera cataloga como de notable crecimiento de la economía española, posiblemente como consecuencia de una economía europea favorable que tiró de la española o por la política expansiva del Directorio, se produce una mayor permeabilidad en las importaciones y un aumento de las exportaciones. 415 Las relaciones entre ambos países seguirán las pautas del período precedente, es decir, el afianzamiento del proteccionismo tanto por parte Suiza (revisión arancelaria de 1925) como por parte española (revisión arancelaria de 1929). Con estas revisiones se
413
G. Tortella y J. Palafox: „Banca e industria en España, 1918-1936", en Investigaciones económicas, n9 20, 1983, pp. 33-64.
414
BA 13 (B) 260. Handels- und Industrieverein an den Bundesrat, 3. August 1927.
415
A. Carreras: „Gasto nacional bruto y formación del capital en España, 1849-1958: Primer ensayo de estimación", en A. Martin Aceña, P. Prados de la Escosura (eds.), La nueva Historia de España, Madrid, 1985, pp. 17-51.
Las políticas comerciales y los tratados de comercio de 1869 a 1935
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manifiesta ya en 1927 un interés por renovar los acuerdos comerciales entre ambos teniendo en cuenta además que el acuerdo comercial entre Suiza y España de 1922 había dejado un punto abierto en cuanto a la efectividad de las medidas proteccionistas. Las reducciones de hasta el 20% en la segunda columna del arancel español para determinados productos que interesaban a España en el acuerdo comercial de 1922 había creado un profundo malestar en aquellos sectores que interpretaron dichas rebajas como una debilidad del Gobierno frente al exterior. Otros sin embargo creían que el excesivo proteccionismo del arancel de 1922 había traído consigo el descenso de las exportaciones, por lo menos a nivel sectorial, y abogaban por un mayor liberalismo en las futuras revisiones arancelarias. Esta doble visión del problema del comercio exterior provocó que el Gobierno español se viera en ocasiones influido por uno y otro sector, lo que le llevó a un proteccionismo sectorial en función de los intereses imperantes del momento. 416 El sector gubernamental que contó con el apoyo de los industriales favoreció el afianzamiento de medidas proteccionistas mientras que aquel que contó con un apoyo por parte de la aristocracia terrateniente favoreció las negociaciones con Suiza. Los acuerdos adaptados en 1922 con Suiza y mantenidos a lo largo de los años veinte pusieron de manifiesto que, si bien la industria era el sector que exigía la mayor protección, la agricultura seguía contando con el mayor apoyo gubernamental, y, por tanto, el mantenimiento de aranceles reducidos a cambio de concesiones en sectores de interés para Suiza suponía en último extremo un triunfo de la aristocracia terrateniente frente a la burguesía industrial.417 Aunque el advenimiento de la Dictadura representa un endurecimiento de las medidas proteccionistas, como medio por parte del dictador de congraciarse con los círculos económicos y hacer un frente común contra los adversarios políticos, de hecho no se produce una denuncia de los acuerdos existentes o si se realiza ésta los mismos no experimetnarán ningún tipo de cambios sustanciales, por lo que en último extremo la Dictadura tampoco acabará con la soberanía de los círculos de poder de los terratenientes. Sí se promulgaron algunas órdenes como la de 1924 en la cual se dictamina que no se firmaría ningún acuerdo comercial con reducciones por encima del 20% y que se reforzarían los aranceles con vistas a endurecer las medidas proteccionistas ante la
416
Comlh considera que la falta de estudios en profundidad sobre los tratados de comercio pone en entredicho si los decretos arancelarios se aplicaron de la forma estricta con la que estaban anunciados. F. Comín: „La economía española...", op. cit.. También J.M. Serrano Sanz: „La política arancelaria española al término de la Primera Guerra Mundia: protección, arancel Cambó y tratados comerciales", en J.L. Garcia Delgado (ed.), España ¡914-1931, Política, Economía, Sociedad e Ideología, Siglo XXI, Madrid, 1986. Analizando la política comercial exterior de España entre 1922 y 1926 ha puesto en cuestión la falta de un proteccionismo a ultranza, debido a los tratados comerciales firmados gracias a la ley de autorizaciones.
417
E. Lidner, El derecho arancelario español. Defensa de la producción económico en España, Bosch, Barcelona, 1934, p. 74.
y
nacionalismo
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caída de las exportaciones al exterior al mismo tiempo que se manifiesta un esfuerzo por parte de Primo de Rivera, „sich von alien Bindung freizumachen und sich für die Gestaltung des Zolltarifes die volle Autonomie zu sichem". 418 Pero estas medidas no tuvieron una eficacia real y las negociaciones posteriores muestran que el grado de proteccionismo estaba sujeto en último extremo a las concesiones que se pudieran obtener en las rebajas de los productos de exportación. En 1927 se acuerda introducir reformas en la tarifa arancelaria española de 1922. Las reformas estaban encaminadas a suprimir las concesiones realizadas a la segunda columna del arancel y las consolidaciones de los derechos arancelarios durante los acuerdos de 1922 y a establecer en su lugar la cláusula de nación más favorecida a la totalidad de las mercancías que constaran en el segundo anexo. 419 El decreto reformador definía las antiguas columnas como tarifa general y tarifa convencional, por debajo de la cual no podían hacerse concesiones.420 Al mismo tiempo se propondría un aumento de las diferenciaciones en las posiciones de las mercancías para acordar una mejor tasación de las mismas. Para establecer las valoraciones, y puesto que seguían siendo valores declarados, se tomaría el valor medio de cada posición para los años 1924-26 y se establecería una carga porcentual para cada número de la tarifa o posición donde se considerara necesario aplicar dicha carga. Se establecerían categorías distintas dependiendo del grado de proteccionismo que necesitaran. Los productos naturales semejantes a los de producción nacional se incrementarían en un 15% (categoría C), mientras que aquellos productos naturales no utilizados como materias primas ni como alimentos y que no estuvieran sujetos a cargas financieras se elevarían un 20% de su valor en el momento de la importación (cat. D.). Para los productos industriales semejantes a los de la producción nacional, la elevación oscilaría entre un 10 418
BA 7110:110. Protokollreferenz der Konferenz über die spanische Zolltarifrevision, 11. Juli 1927.
419
Ibid. Real Decreto del 28 de diciembre de 1928. La instauración de la cláusula de nación más favorecida había sido señalada de manera urgente por parte de la Sociedad de Naciones (a la que España había entrado a formar parte en 1928) con el fin de normalizar el comercio internacional. Aparte de los defensores tradicionales de la cláusula como Gran Bretaña que ya la habían implantado, los Estados Unidos la habían vuelto a adoptar en 1922 en su manera incondicional y lo mismo había hecho Italia en 1921. De hecho sólo Francia y España seguían oponiéndose a ella. La conclusión del acuerdo franco-alemán puso fin a la oposición de la primera, por lo que España se encontró aislada del contexto internacional. De ahí que finalmente la adoptase por Real Decreto del 28 de diciembre de 1928. Al dia siguiente se publica un Real Decreto por el cual la tarifa aduanera en vigor se mantendría un año más. De hecho España sólo aplicó la elevación arancelaria en 1930 (Real decreto del 22.7.1930).
420
Gual Villalbi, secretario general del Fomento del Trabajo Nacional, se quejó sin embargo de que tal disposición no fue llevada a rajatabla. S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España...", op. cit.., p. 87.
Lax políticas comerciales v los tratados de comercio de 1869 a 1935
m
y un 30% de su valor dependiendo de su grado o necesidad de protección o competencia. Los que por el contrario no pudieran obtenerse en España se incrementarían del 10 al 35% (cat. E). Por último la categoría G cargaba el 50% del valor a aquellos productos „que sometidos a cargas financieras, así como otros productos o fabricaciones, que debido a la dificultad de su producción o debido a su evidente conveniencia, se produzca en el país".421 La influencia de dicha medida para el comercio con Suiza afectó principalmente a los fabricantes de productos que caían bajo la categoría „E", es decir, productos industriales semejantes a los que se producen en el país y cuyas elevaciones oscilaban entre el 15 y 30%. Los fabricantes de productos alimenticios como queso, extractos de carne, sopas (Maggiprodukte) y leche y los importadores de animales (vacas) se quejaron también de que dichas medidas repercutirían en el precio de las mercancías del orden del 10 % y lo mismo ocurriría con los productos de la categoría D (máquinas de calcular, paños de seda, etc).422 La reforma no venía únicamente determinada por esta carga porcentual, sino que su reparto estaría más en función de asegurar una carga especial de acuerdo con el marco o la circunstancia del desarrollo del producto a lo largo del tiempo. En palabras del informe consular suizo en España, „diese Zuteilung [repartición de diferentes categorías] will, wie bereits bemerkt, jedoch einstweilen nicht viel besagen, da, abgesehen von der hiervor erwähnten Möglichkeit der Zuteilung zu einer andern Kategorie, auch die für die einzelnen Kategorien vorgesehenen Prozentsätze der Belastung einen weiten Spielraum für die Festsetzung der Zölle lassen, und dieser Spielraum zudem durch die Art der Festsetzung des Werts, auf dem der Prozentsatz berechnet wird, eine beträchtliche Ausweitung erfahren kann".423 Las medidas por tanto estaban sobre todo encaminadas a cuidar la producción nacional tanto en lo referente a los productos industriales como a las materias primas necesarias para la industria, es decir, no se tenía en cuenta únicamente el valor medio de la mercancía sino también el precio de la producción nacional relacionado con el producto. De esta manera las materias primas para uso industrial estuvieron también sujetas a fuertes cargas aduaneras y en algunos casos dichas medidas produjeron fuertes restricciones en cuanto al desarrollo o aumento de las exportaciones suizas en este
421
422
BA 7110:115, Akte 115, Wochenbericht. Textentwurf der spanischen Tarifrevision, 1928.
Ibid. "23 Ibid.
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período.424 La falta de concreción de la reforma y la intransigencia de cada uno de los representantes de la comisión encargada de la misma, que sólo tenían en cuenta sus intereses proteccionistas, llegando incluso algunos a exigir el 100% y a veces más, impidieron la publicación de la nueva reforma arancelaria, y ,por tanto, los acuerdos a los que se había llegado a lo largo de las diferentes negociaciones con los distintos países se tuvieron que prolongarse hasta 1929, fecha de la publicación de la misma. El 1 de enero de 1929 se denunciaron todos los acuerdos comerciales firmados en 1922.425 Las negociaciones entre España y Suiza como consecuencia de las reformas arancelarias efectuadas en uno y otro país comenzaron ya en 1927 cuando España manifestó su deseo de reformar su arancel de 1922. Para dar comienzo a las nuevas negociaciones España solicita la desaparición de las reducciones en los anexos A y B del acuerdo de 1922. A cambio de ello, „los productos originarios procedentes de Suiza enumerados en el anejo B disfrutarían a su importación en España del trato aplicado a los de nación más favorecida".426 Se suprimían por tanto las reducciones especiales con las que España había dotado a Suiza en los acuerdos de 1922, reducciones que en muchos casos incluso afectaban a hasta el 20% del total de las exportaciones.427 La cláusula de favor sin embargo y a diferencia del acuerdo de 1922 se aplicaría a los productos sujetos al anexo C del tratado. En el acuerdo con España de 1922 las reducciones en los derechos arancelarios (anexo B) habían afectado a un 30% del total de las exportaciones suizas a España. Estas reducciones se hicieron sobre todo para algunos alimentos (quesos, sopas concentradas, leche), ganado de reproducción (vacas de cria) y algunas máquinas (máquinas para moler grano, etc.). Como ya vimos en el capítulo anterior, dichos productos no se encontraban ligados a ningún otro acuerdo internacional. La supresión del arancel B afectaría negativamente a los aranceles de las mercancías comprendidas en este apartado, ya que, al no formar parte de los acuerdos con otras potencias, tendrían que acogerse únicamente a las ventajas de la segunda columna del arancel. Por el contrario, el acuerdo de 1922 con España comportaba que España, a partir de los acuerdos entre Suiza e Italia, y Suiza y Francia, gozaría de rebajas en el 70 ó 75% del total de sus exportaciones, ya que sus productos se encontraban también dentro de los 424
Para muchos economistas, el elevado nivel de precios de las materias primas nacionales protegidas por los aranceles fueron una de las causas fundamentales del extrangulamiento del comercio exterior, típico de los que hoy se ha venido a llamar „países en vía de desarrollo". N. Sánchez Albornoz (ed.), La modernización económica de España, 1830-1930, Madrid, 1985.
425
BA 7110:115. Real decreto del 11 de julio de 1929. El acuerdo comercial entre España y Suiza de 1929, pese a que nunca entró en vigor, fue ratificado por España.
426
BA 7110:115. Legación de España en Bema, 17 de junio de 1927.
427
Ibid., 12 de julio de 1927.
El marco socio-político de los intercambios
163
acuerdos que Suiza tenía con Francia y con Italia. Las únicas cargas que podían elevarse en el nuevo arancel suizo eran las especialidades vinícolas como los vinos de Jerez o Málaga, los cuales experimentarían una subida de 30 a 50 francos además de un derecho de monopolio a partir de los 15 grados. Aunque la supresión de los anexos supuso la elevación de las uvas de Málaga y Denia, las frutas del sur, el azafrán y el pimientón, productos que no estaban sujetos a acuerdos con terceros, en realidad todo junto suponía únicamente el 6% del total de las exportaciones.428 Es decir, que mientras Suiza sacrificaba en la renuncia de los anexos las reducciones en un 30% de sus exportaciones España lo hacía sólo en un 6%, ya que el resto, por la regulación de la cláusula, se encontraba protegido. El Gobierno suizo atendiendo a este plano de desventaja se negó en un principio a aceptar la propuesta española de abolición del anexo B. 429 En junio de 1927 el Gobierno federal envió una carta a los distintos sectores de la industria y el comercio anunciándoles las medidas españolas y encomiándoles a que manifiestasen sus intereses con respecto a ella. „Eine Prüfung der schweizerischen Begehren bezüglich des neuen Zolltarifs durch den Nationalen Wirtschaftsrat, im Geiste grösstmöglicher Verständigung unter Berücksichtigung der für die spanische Regierung bestehenden Notwendigkeit, die Begehren der einheimischen Produktion in vernünftiger und vorsichtiger Weise zu erfüllen." 430 Entre las solicitudes dadas por la comisión encargada de la firma del nuevo acuerdo destacaba el permiso de importación para el aluminio lacado en su totalidad o la mitad (baterías de cocina), que hasta el 14 de junio de 1926 se había exportado a España 431 y que después se había prohibido importar, la supresión del coeficiente de elevación para las bandas de algodón trenzadas, un cambio en la posición de las bandas elásticas con más de 5% de guatapercha y la supresión de las limitaciones en las importaciones de nuevos molinos. También se solicitó que se introdujera la posición del queso en la columna de nación más favorecida con ánimo de evitar la competencia con Holanda, 432 y por otra parte se pidió el mantenimiento de las concesiones especiales 428
BA 7110:115. Schweiz. Handelsvertragsdelegation, 25. Mai 1927.
429
BA 7110 :115. Spanische Gesandtschaft Bern, 13. Januar 1928. La negativa venía dada también porque la adopción de la cláusula de nación más favorecida no le garantizaba que los derechos que formaban parte de dicha cláusula no fueran modificados y elevados en breve tiempo.
430
BA 7110:115. Notiz vom 9. Juli 1928 Vorschläge des Herrn Diktator Castedo vom 3. Juli 1928 hinsichtlich der Aufrechterhaltung von Zöllen der Beilage B zur Handelsübereinkunft.
431
El 14 de junio de 1924 se había prohibido la importación de aluminio lacado (baterías de cocina). BA 7110:115. Spanische Gesandtschaft Bern.
432
Las aduanas del queso fueron determinadas en el acuerdo aduanero de 1906 y mantenidas en el acuerdo de 1922. Como vimos los quesos suizos (fundamentalmente el queso Emmentaler) tenía una rebaja en los aranceles una vez sobrepasado el peso de 40 kilos. Con esta denominación era el único que gozaba ventajas con respecto al arancel ya que el queso de Gruyère, que en un
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tanto para la leche en polvo, las vacas de leche y el queso de hasta 40 kg del acuerdo de 1922.433 El hecho de que todos los países aceptaran la introducción generalizada de la cláusula, en lugar de las dos tarifas, y ante el miedo de perder el mercado español en una guerra de tarifas, llevó a la delegación suiza a la solicitud de un acuerdo provisional en función de la llamada „tarifa convencional autónoma" que fue aceptada por España. Esta tarifa convencional autónoma, con carácter provisional, sería una puerta de escape del sistema proteccionista, ya que mantendría las mismas estructuras que el acuerdo de 1922. De esta forma, aunque se acuerda por parte de Suiza aceptar la propuesta española de la desaparición de los Anexos A, B y C y a cambio se incorpora la cláusula de nación más favorecida de manera incondicional para ambas partes, se siguen manteniendo las mismas rebajas que en 1922, gracias al carácter de provisionalidad de dicha „tarifa convencional". Así, la base del acuerdo, que fue por parte española aplicar la cláusula con los aranceles pertenecientes a la segunda columna y negarse a hacer concesiones por debajo del arancel, no fue seguida a rajatabla. El decreto del 20 de julio había derogado la ley de autorizaciones de 1922 pero el Gobierno siguió considerándose con el derecho de hacer concesiones enmarcándolas con el término de provisionalidad. De esa manera en el mes de julio de 1928 España acepta un régimen transitorio para determinadas mercancías sujetas al anexo B del acuerdo de 1922. 434 Dicho régimen consistiría en una disposición especial que mantendría la taprincipio también se encontraba dentro del trato de favor, no fue consignado en 1906 ni en 1922, al considerarse que no se exportaba suficiente a España. En las negociaciones de 1922 se había realizado un estudio sobre el comportamiento de las exportaciones de quesos a España y se había observado que sólo el queso Emmentaler tenía ventajas sobre otros quesos, como los holandeses, por ejemplo, pero que otro tipo de quesos, que también se exportaban a España, no ocupaban una posición especial, por lo que se solicitó además que otros quesos duros con pesos no superior a 40 kilos ocuparan una posición especial. Se aprovechó el acuerdo con Holanda (que tenía pesos de diferentes tamaños) para que a partir de esa tabla se denominaran los quesos suizos. Intentarían con ello evitar que el queso holandés (de menor tamaño o peso que el queso suizo) tuviera un trato de favor. La tarifa para los quesos holandeses era de 1,70 francos y para el suizo Emmental de 0,75 céntimos, mientras que por los otros quesos se pagaban 2 francos. 433 Por las vacas de leche se pagaban 115 pesetas por pieza (140 en la II Columna), por la leche en polvo 80 céntimos (1,25 pesetas el kilo en la segunda tarifa) y por el queso duro fermentado 0,75 céntimos (1,50 en la II tarifa). BA 7110:115. Revisión der Handelsübeieinkunft mit Spanien. 434 Mantendría concesiones especiales para las cocinas o fogones y autococedores de gas de hierro fundido (ex 352; 353 y 354), turbinas a vapor, motores hidráulicos y todos los accesorios relativos a los motores, gasógenos y piezas sueltas, maquinaria para fabricar papel continuo, máquinas de moler de más de 5.000 kilos (pos. 510; 521; 522; ex. 524; 582; 592; 593), generadores eléctricos de más de 3.000 kilos, material eléctrico (pos. 629;633:), relojes de bolsillo y de otro tipo (pos. 703; 704; 705; 706; 707; 708), máquinas de calcular (pos. 717), cuadros o estampas o grabados ( pos. 1078; 1079; 1080 ) y quesos de pasta dura en piezas de 40 kilos (pos.1418).
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rifa de 1922 hasta el 31 de diciembre de 1928 en el caso de que el nuevo convenio no entrara en vigor hasta primeros de 1929.435 Las concesiones afectaban a las tarifas donde Suiza era más altamente competitiva aunque se evitaron el mantenimiento de las mismas en los textiles. Sin embargo las máquinas, sobre todo las eléctricas, siguieron gozando de un favor especial. Sí se estipuló, con ánimo de obtener un acuerdo lo antes posible, que en el caso de que el nuevo acuerdo entrara en vigor antes del 1 de septiembre o del 15, se mantendrían las concesiones especiales para los 25 números de la tarifa B del acuerdo provisional, hasta el 1 de enero de 1929. Por su parte Suiza mantendría el anexo A de los aranceles del acuerdo de 1922 a excepción de las almendras, las nueces y el sulfato de cobre y con limitaciones en las posiciones de naranjas y mandarinas. Sí aceptó la entrada de los plátanos dentro de dicho anexo. Desde ei 1 de octubre de 1929 se mantendría los acuerdos comerciales para los productos señalados en la mencionada tarifa autónoma con un carácter meramente transitorio. También se estipuló que los aranceles que no hubieran sufrido un cambio se mantendrían en vigor exactamente igual que en el acuerdo de 1922. Por último, tanto los aranceles principales como los secundarios podían ser denunciados en el período de un mes.436 La introducción del nuevo arancel español no se efectuaría hasta 1930, al elevar el Congreso americano su tarifa de julio de ese mismo año. A partir de aquí, los Gobiernos del período de transición intentaron salir al paso de la obra de la Dictadura proponiendo medidas de liberalización económica aunque en esta ocasión los intentos resultaron fallidos y no se pudo evitar la llegada de la República en 1931.
435
BA 7110:117. Schweizerische Botschaft in Madrid, 1. Januar 1929.
436
BA 7100:117. El 30 de enero de 1929 se cambió el plazo de la denuncia del acuerdo de un mes a tres meses.
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3.7. Las relaciones comerciales en los afios 30. El sistema de contingentes y el control de cambios
3.7.1. La política arancelaria suiza: los límites a la importación y el sistema de contingentes Como ya he señalado, una vez finalizada la guerra y hasta que no se produjo una vuelta a la normalidad, Suiza siguió manteniendo durante los cinco primeros años límites a las importaciones y exportaciones como consecuencia de la continuidad de los embargos mantenidos por los países aliados frente a Alemania y Austria. Hasta 1919 se mantuvo el bloqueo con Austria y con Alemania se continuó hasta 1920. A partir de 1921 Suiza va a basar su política económica en la revisión de los derechos arancelarios (1921 y 192S) y en la limitación de las importaciones. Las reducciones acordadas en las convenciones de comercio podían al mismo tiempo ser compensadas por el pago de los derechos autónomos. Estos afectaban sobre todo a los productos con derechos ñscales (tabaco, azúcar, gasolina, vino y café), a los cereales y a los productos textiles de algodón, seda y lana artificial y a ciertos aparatos como radios, máquinas y gramófonos. El aumento del valor de los derechos fiscales, aunque de 1890 a 1934 pasaron de 23 millones a 130 millones, se vio descompensado por la depreciación monetaria y así su rendimiento total se redujo del 71% al 45% del valor real monetario. En contrapartida los derechos protectores aumentaron del 6,6% al 28,7% en esas mismas fechas, lo que supuso un crecimiento del valor absoluto del 2 a 82 millones de francos.437 Además de los aranceles proteccionistas otras medidas de política económica vinieron a caracterizar el período de entreguerras. Se trata de la introducción de los llamados contingentes de importación, algo que España también realizará en 1932. Los comportamientos económicos internacionales caracterizados por la depreciación monetaria, bajada de los valores de la producción y rebaja de la mano de obra en los países limítrofes llevaron al Consejo Federal a imponer límites a las importaciones de productos que compitieran con la producción interna del país (Einfuhrbeschränkungen). Desde 1919 el Consejo Federal encargó a una comisión de expertos, bajo la dirección de Walter Stucki, un estudio para la defensa de las provisiones de guerra extranjeras y el comportamiento de los cambios en la producción industrial. La crisis de 1919 en la industria del mueble provocó los primeros límites a la importación (6 de diciembre de 1919). El paro originado en 1921 en la industria del metal como consecuencia de la crisis de producción provocó el establecimiento de contingentes a
437
C. Hammer, Die Entwicklung der handelspolitischen Beziehungen, op. cit., p. 38.
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la exportación (18 de febrero de 1921). El comercio suizo dependía en esa época de los comportamientos monetarios ya que el franco se seguía manteniendo fuerte frente a las monedas extranjeras. Estas diferencias monetarias provocaron también un freno en las exportaciones de productos suizos. „Für viele unseres, vom Warenhunger der Kriegszeit und namentlich der Neuversorgung nachher, durch viel und reichlich lohnende Beschäftigung verwöhnten Gewerbes und Industrie, ist die Überschwemmung unseres stark valutierenden Landes mit der Valutaware unserer Nachbarn zur förmlichen Katastrophe geworden." 438 La estabilización de las monedas europeas a partir de 1925 llevó primero a la restricción y más tarde a la supresión de dichos contingentes. Se concede el permiso de la exportación de quesos y en 1929 se abóle el monopolio de los cereales impuesto por el Gobierno durante la contienda. Los motivos de la tardanza de su supresión se debieron a la protección impuesta por el Gobierno a los productos agrícolas que con motivo de la guerra se había implantado a fin de evitar una crisis en el sector agrícola.439 En 1926 también se abolieron las limitaciones de las importaciones de vinos así como la tasa de monopolio del alcochol impuesta a partir de los 15 o . 440 En 1930 la crisis mundial se abatió sobre Suiza. Su dependencia respecto a las influencias económicas del exterior perjudicó enormemente a su comercio. La cada vez mayor sumisión a las políticas proteccionistas así como las devaluaciones monetarias afectaron enormemente a las exportaciones suizas, que pasaron de 2.098 millones en 1929 a 1.345 millones en 1931.441 El saldo pasivo de la balanza comercial aumentó 438
T. Geering, Handel und Industrie der Schweiz unter dem Einfluss des Weltkriegs, Benno Schwabe und Co., Basel, 1928, p. 837.
439
AMAEx, leg. H 2684. Carta del embajador español en Berna al Ministro de Estado. „Informe sobre los problemas planteados en Suiza en relación con la protección de la agricultura y del proyecto de monopolio de cereles". De hecho y tal como lo maniñesta el informe, la desaparición de dicho monopolio suscitó un fuerte rechazo por parte del campesino suizo. Sin embargo los defensores de la abolición del monopolio aseguraban que „el Estado es siempre un mal comerciante, que los importadores privados podrían abastecer al país en mejores condiciones de precios y que no convenía aumentar el número ya exagerado de funcionarios, cuyos emolumentos cuestan a la confederación sumas considerables".
440
AMAEx, leg. H 2684. En 1926 el señor Musy, jefe del Departamento de Hacienda, propuso la reforma del régimen de los alcoholes a fin de procurarse fondos con que atender a las cargas que la instauración de los seguros sociales de vejez e invalidez aprobada por el Parlamento había que imponer a la Confederación, según se desprende de la carta del embajador español en Berna al ministro de Estado. Pero como el proyecto de Hacienda imponía nuevas restricciones a los campesinos „sobre todo por privarles del derecho de libre destilación de sus productos" los representantes de la agricultura declararon no poder aceptarlo, „si como compensación no se conservaba el monopolio de cereales".
441
D. Karmin, Lapolitique commerciale suisse..., op. cit., p. 28.
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más del 40%. Las importaciones monetarias de capitales y por turismo, que en tiempo normal compensaban el déficit de la balanza comercial, disminuyeron considerablemente como consecuencia de las medidas de control de cambios adoptadas por los países cuyas balanzas de pagos se encontraban desiquilibradas. Puesto que Suiza no podía en esta época ni aumentar sus exportaciones ni obtener facilidades de reducciones arancelarias para que éstas crecieran, la única medida que le quedó para reducir su saldo pasivo de la balanza comercial fue la de limitar las importaciones a través de la implantación nuevamente de los contingentes que afectarían tanto a su volumen como a su valor. De esta manera Suiza comenzó a establecer derechos antidúmping como consecuencia del alto valor de su moneda y del elevado coste de su mano de obra, lo que produjo un encarecimiento enorme de los precios de sus productos. 442 El 23 de diciembre de 1931 el Consejo Federal presenta a la Asamblea Federal un memorándum bastante pesimista de la economía suiza en esa fecha y apela al artículo 29 de la Constitución para requerir a las Cámaras restablecer los límites de importación efectuados en 1921-1923. Se estableció un contingente para aquellos países que poseyeran libertad de cambios (EEUU y Francia) y otro para aquellos en los que el Gobierno hubiera impuesto un control de cambios, como era el caso de España. Para los primeros, la transferencia en especies se suspendió. Era el contravalor de las importaciones lo que permitía la reglamentación de las exportaciones y de otros acuerdos admitidos en el „clearing". El papel esencial del contingente era asegurar el equilibrio de las balanzas bilaterales de compras. 443 En el caso de los países con control de cambios, como era el español, las posibilidades de transferencias eran fijadas por las medidas unilaterales del país que tenía establecido el control de cambios, medidas cuya finalidad más importante era la de limitar en la mayor cantidad posible los pagos en divisas extranjeras. Estos, por otra parte, eran sumamente importantes para Suiza ya que se trataba en muchos casos de países sobre todo productores de materias primas y de manufacturas. „Par conséquent, la Suisse a cherché à modifier, en faveur de ces pays [países con control de cambios], la source de ses approvisionnements en denrées alimentaires et en matières premières." 444 En 1932 Suiza impone, como el resto de los países europeos y en atención a su balanza comercial, un sistema de contingentes que en el caso español afectaría sobre todo a los vinos y a las frutas y verduras, productos con concurrencia interna y a la vez sujetos a una fuerte demanda. Las bases sobre las cuales se establecieron los contingentes suizos partieron de un estudio de mercado en donde quedaron recogidos los puntos esenciales sobre las 442
T. Geering, Handel und Industrie der Schweiz unter dem Einfluss..., op. cit.., p. 839.
443
Ibid., p. 94.
444
Ibid., p. 97.
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necesidades y cantidades usuales de la nación. Se establecieron los cupos para cada país, lo que provocó que algunos artículos procedentes de España experimentaran un incremento en los derechos de importación a partir del establecimiento de contingentes.^ Los contingentes destinados a España eran los tomates (sometidos a contingente en mayo de 1932), los cuales sufrieron un ligero aumento en sus importaciones de España a partir de dicho año, las frutas frescas (el contingente se estableció también en 1932), las patatas (contingente de 1933), que sufren un ligero descenso de las importaciones posiblemente como consecuencia de la propia producción nacional el aceite de oliva (contingente de septiembre de 1933)446 y los vinos. Con respecto a los vinos se estableció un contingente tanto para los vinos tintos como para los blancos. La concesión de los contingentes suposo para muchos la base legal jurídica de todas las intervenciones que posteriormente se decidirán sobre las medidas de comercio exterior. En 1933 esta autorización permitió al Consejo Federal la competencia sobre materias de reglamentación de pagos modificando la adoptada en 1931. Encargado de estas limitaciones quedó el Département Fédéral de l'Economie Publique (DFEP), el cual debía someter sus propuestas al Consejo Federal después de haber consultado a la comisión de expertos federales. El DFEP tenía la facultad de otorgar los contingentes tanto para las mercancías como para los países. También podía ejercer de control sobre el reparto de los permisos de importación efectuados por los servicios de importación. La división de comercio del DFEP era la que se encargaba directamente de controlar los niveles de importación y juzgar si éstos llegaban o sobrepasaban el volumen fijado. Incluso llegaba a decir qué mercancías extranjeras podían ser reemplazadas por los productos suizos. Aparte de evitar la acumulación de las mercancías contingentadas se creó un servicio de control de precios que estaba unido a la división comercial y debía por una parte ver si los productos protegidos por los límites de la importación se correspondían con los dados por el jefe de DFEP y por otra observar los efectos de las medidas de los contingentes sobre las mercancías. Además de las medidas de limitación de las importaciones Suiza reconoció los recursos a contingentes autónomos. Estas medidas presentaron fuertes dificultades como consecuencia de las necesidades impuestas por las industrias de exportación, lo que obligó a modificar la técnica de contingentes. Además de éstos, también estaban los llamados contingentes negociados, es decir, los acordados con los propios países y 445
B.A 7110:116. Pro memoria. En lo que respecta a los vinos y en este período, Suiza era en 1934 el país con mayor demanda de vino español por encima de Francia. En las estadísticas españolas de 1934 se desprende que mientras que Francia importó en los primeros meses de dicho año 178.000 hectolitros de vino, Suiza lo hizo del orden de 283.210 para sus 4 millones de habitantes.
446
B.A 7110:116. Tomadas de las estadísticas de comercio exterior de España, en „Pro memoria", Legación de España en Suiza, 4 de febrero de 1934.
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que reemplazaron en gran medida a los contingentes autónomos. Pero el fin de los contingentes era, como señaló el DFEP, „les restrictions d'importation doivent servir à des fins de politiques comercieles de la même manière que les taux du tarif général en temps normal". 447 Es decir, ser instrumento de negociación tanto por su globalidad como por su repartimiento por países. De esa forma, dice Karmin: „Ainsi, les contingents font l'objet d'une ordenance d'ordre interne destinée au service des importations. Ils sont communiqués aux principaux Etats intéressés lorsqu'ils sont fixés contractuellement, ils ne sont sans exception pas publiés, mais sont incorporés à des protocoles ou annexes confidentiels qui complètent les accords commerciaux, les accords de clearing et de paiement." 448 Los acuerdos relativos a los contingentes se concluían por periodos de un año a lo sumo, para adaptar los permisos de importación a los movimientos de precios y de la producción de las mercancías extranjeras. En la práctica, sin embargo, estuvieron muy influenciados por los acuerdos de „clearing". Las bases tomadas para la aplicación de los contingentes a los países que los solicitaron se hicieron a partir de los datos de la media de la balanza comercial del período compredido entre 1927 y 1933, y dependiendo de la oscilación de esos años. También la aplicación de los contingentes estuvo regulada en función de la mercancía y del país de origen. Así por ejemplo en 1934 la importación de vino tinto se hizo sobre la base de las importaciones de 1932, concediéndose su mayoría a Francia (91%) y a Italia (102%). Para España el porcentaje fue del 25% del total de los contingentes concedidos para los productos del vino. De 1932 a 1936 se amplían los porcentajes de los contingentes al mismo tiempo que se organizan los contingentes ordinarios y los suplementarios. Los contingentes se establecieron en dos fases. Una, que abarcó de 1930 a 1932 y en la cual los contingentes se aplicaron únicamente a los productos según su origen nacional, aunque el Consejo Federal se reservaba la posibilidad de corregir los contingentes de mercancías en función de las negociaciones con otros países, y una segunda fase, de 1932 a 1935, en la cual los contingentes se sometieron a cierto número en función de la mercancía. Este hecho agudizó más el carácter proteccionsta del mismo y perdieron por ello su capacidad negociadora, aunque nunca se suprimió del todo. En 1932 surgen los denominados contingentes aduaneros, los cuales aparecen como medida para evitar el flujo de las mercancías extranjeras en función del valor de las mismas. La idea que mantenían dichos contingentes era que su importación estaría sujeta a un derecho sobreelevado una vez que el cupo de las importaciones alcanzaran 447
D. Karmin, La politique commerciale suisse..., op. cit.., p. 35.
448
Ibid., p. 40.
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los niveles estipulados. Esta medida resultaba ineficaz porque el cupo entre el valor y el volumen entraría en contradicción. Si la suma de los precios extranjeros era lo suficientemente fuerte para impedir la demanda de las mercancías importadas, los contingentes perdían su razón de ser, puesto que los límites vendrían dados ya por el valor de la mercancía, actuaría como medida de protección por sí solo. Por el contrario una bajada de los precios de los productos extranjeros no podría traducirse por un aumento de las importaciones a excepción de que éstos fueran sometidos al pago de las sobretasas, como ya he comentado. De esta manera los contingentes aduaneros se mantuvieron y su aplicación afectó sobre todo a las posiciones de los productos agrícolas (legumbres frescas, vinos, frutas). En muchos casos su imposición chocó con las negociaciones llevadas a cabo por otros países ser considerados opuestas a los acuerdos llegados en los tratados de comercio.449 Veamos ahora cuáles fueron los motivos de la implantación de contingenes en España y su diferencia con los introducidos en Suiza.
3.7.2. La política comercial española durante la II República. Los contingentes españoles La política comercial llevada a cabo a partir de la dimisión del general Primo de Rivera el 28 de enero de 1930 y de las elecciones de abril de 1931, que produjeron un cambio de régimen con la proclamación de la Segunda República, no cambió sustancialmente. Sí hubo algunos intentos liberalizadores que no pudieron llevarse a cabo en su totalidad como consecuencia del comportamiento económico internacional, si bien cabe decir que la depresión internacional no afectó sustancialmente a la economía española o por lo menos no en la medida en la que afectó otros países europeos.450 Esto puede interpretarse, como lo han hecho algunos autores, como una consecuencia del aislamiento de España con respecto a Europa, mientras que para otros supuso una manifestación de las consecuencias de las medidas impuestas por la Dictadura.451 Como señalan Tortella y Palafox el legado del Gobierno primoriverista determinó las medidas económicas que siguieron en la República. También José Calvo Sotelo se 449 450 451
Ibid., p. 42. S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España...", op. cit.., p. 125. J. Prados de la Escosura: „La evolución del comercio exterior, 1790-1929", en Papeles de Economía española, n° 20, pp. 133-154. Para este autor la crisis de los años 30 no afectó a España por encontrarse ésta demasiado aislada del contexto internacional. Otros autores como Comín se preguntan que si la crisis de 1921 afectó tan enormemente a la economía española por qué no tuvo que hacerlo la de 1930, cuando la economía no parecía estar más protegida en 1929 que en 1921 y teniendo en cuenta que el tipo de cambio de la peseta estaba aumentando desde 1918 de manera importante o más que a finales de la Dictadura. A. Comín, La economía española en el período..., op. cit.., p. 111.
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quejaba de la carga financiera que habían recibido de la época precedente por cuanto que las deudas financieras recibidas por los distintos ministros de Hacienda siempre eran elevadas y ésta era en su mayoría la justificación de los diferentes ministros para disculpar su incapacidad gestora y reformadora.452 La idea central de la política comercial y económica de esta época consistía una vez más en mantener a toda costa un sistema proteccionista que garantizara el desarrollo económico de España a través de la producción nacional y únicamente a través de ella. Se limitaba la actividad exportadora impidiéndole representar un papel más dinamizador. Su significado se reducía a ser la fuente que haría llegar recursos financieros del exterior para hacer frente a importaciones que no podían ser sustituidas.453 En los acuerdos firmados con Suiza hasta esta fecha hemos observado cómo las dificultades en las negociaciones no radicaban tanto en la cuantía a determinar de las cifras mutuas de intercambio, como en la importancia que los productos de importación tenían en y para la política arancelaria del país importador. España concentraba el grueso de las exportaciones en productos como vino, frutas, aceite de oliva, conservas, minerales y corcho; productos muy apreciados por los países que tenían acuerdos con España. Los minerales y los metales no solían frenarse porque se trataba de materias primas necesarias para los países industriales y por tanto éstos no gravaban su adquisición con aranceles protectores. El problema de los importadores era, como hemos visto en el caso de los contingentes suizos, determinar más el país importador que la materia a importar. Exceptuando el caso del vino, en que países como Francia Italia y Alemania que eran grandes productores establecieron derechos proteccionistas y otros como Suiza, Finlandia y Noruega que aunque permitieron fuertes entradas no las realizaron sin antes haber establecido guerras arancelarias a través de contingentes o acuerdos, el resto de los bienes españoles de exportación constituían productos para los cuales no existía, por parte de los importadores, un deseo proteccionista claramente manifestado. Sobre los mismos recaían derechos arancelarios típicamente fiscales. Desde el punto de vista de la importación española la situación era completamente contraria. Casi un 50% eran artículos manufacturados y un 30%, materias primas. Muchos de ellos podían quizás producirse en el interior (o por lo menos esto se argumentaba en las negociaciones comerciales), con lo cual, la política española reflejaba preferentemente los intereses proteccionistas de la industria. De acuerdo con la ley de bases de 1906, para el año 1933 debía realizarse una nueva revisión arancelaria. Como hemos visto la de 1928 no había podido llevarse a cabo ante la tumultuosidad de las discusiones entre los distintos sectores interesados cada vez que se había examinado el tema. En 1933 el planteamiento era totalmente
452
Ibid., p. 112.
453
S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España...", op. cit.., p. 24.
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distinto. Tras las reformas llevadas a cabo por la República en sus primeros meses, correspondían únicamente a la Junta de Aranceles „el informar al Ministerio de Economía de las propuestas que por el conducto reglamentario de la sección de Política Arancelaria se sometieran a su conocimiento en relación con el estudio o interpretación de las leyes arancelarias españolas y la propuesta de su modificación cuando fuera conveniente".454 En 1932 comenzaron los estudios para las revisiones arancelarias, en este caso de corte más liberalizador. Se pensaba que con el establecimiento de unos derechos moderados se estimularía al productor sin beneficiarlo demasiado. Se estimaba que había que instaurar unos aranceles con vistas a la reducción de los derechos considerando que la industria transformadora española estaba ya perjudicada de antemano a causa de los derechos elevados al igual que les sucedía a las semifacturas, lo que las alejaba de toda posible competencia 455 Pero con el triunfo de la coalición radical-cedista el planteamiento reformista experimentó una profunda modificación. Se prestó de nuevo más atención a los plantamientos proteccionistas promovidos por los fabricantes catalanes y los capitalistas madrileños que contaban entre sus filas los representantes gubernamentales de la derecha.456 Sin embargo la lucha internacional impidió tomar medidas concretas y aunque en la República se realizaron algunos intentos liberalizadores España siguió siendo catalogado como el país más altamente proteccionista de Europa.457 Bajo el Gobierno de Aznar se había elevado la mayor parte de los derechos debido a la reclasificación de las posiciones, especialmente las dedicadas a los productos metálicos, como los alambres y cables de aluminio.458 A pesar de ello la República pretendió dar un corte más liberal a su política comercial aunque sólo fuera para distanciarse políticamente del periodo predecente. Se dictaron algunas normativas que permitieran un aumento de las importaciones, máxime si se tiene en cuenta que, en este período, España tenía una balanza comercial a su favor con países como Francia, Inglaterra y Suiza. Pero estas medidas liberalizadoras, que hubieran sido oportunas en una época anterior, se hicieron justo en un momento en que todos los países tomaban medidas para recuperarse de la crisis, y por lo tanto no encontraron el eco esperado.459
454
BN, „La revisión arancelaria", España Económica y Financiera, 8 de abril de 1933.
455
,£1 arancel en la economía española", op. cit.., p. 46.
456
BA 7110:115. „Les fabriques de tissus de Catalogne ne vivent que grâce au monopole du marché national, qui lui est assuré par les droits protecteurs, grâce à ceux-ci, que les espagnols le veuillentou non, ils sont obligés de s'habiller avec des tissus catalans."
457
S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España...", op. cit.., p. 92.
458
BA 7110:116. Real Decreto del 12 de Febrero de 1931.
459
S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España...,op. cit.., p. 92.
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Tampoco siguieron la pauta internacional las medidas relacionadas con los valores monetarios, ya que a diferencia del resto de los países europeos España mantuvo el nivel de la peseta e incluso la elevó en 1932. Esta medida actuó como uno de los métodos más efectivos para frenar el comercio. Como señala Florensa, „incluso el arancel perdería su importancia como disuasor de la importación para ser sustituido por un estricto racionamiento de las divisas y en mucha menor medida por un sistema de contingentes adoptado y aplicado siempre con reservas por la contradicción que éste implicaba en el pensamiento liberal y de voluntad internacional".460 El Gobierno republicano tuvo que vencer grandes dificultades durante los primeros meses en el terreno financiero ya que la inversiones extranjeras se mostraban indecisas y la expectativa ante la transformación operada en España provocó una nueva bajada del cambio. 461 El Gobierno español publicó en marzo de 1932 una ley que le permitía adopar una serie de medidas contra el dumping, como se venía haciendo en otros países europeos. 462 Con motivo de las autorizaciones arancelarias, se pudieron elevar los derechos antidumping de algunas partidas muy limitadas. Estas medidas suscitaron protestas especialmente en los países con respecto a los cuales se había incurrido en mayor obligación, disponiéndose por el decreto de mayo que el Ministerio podía exceptuar a algunos países de las medidas antidumping adoptadas con carácter general, licencia aplicada por orden de 1 de julio excluyendo a Francia, Gran Bretaña y Suiza. 463
460
Ibid., p. 102.
461
B.A 7110:116. En una caita de la firma „Stoffel y Co." de St. Gallen se manifestó al Consejo Federal que „den Hauptgrund, warum weitere Verhandlungen mit der spanischen Regierung nicht aufgenommen wurden, bildete damals die politische Unsicherheit".
462
BA 7110:115. Para explicar los motivos antidumping se especifica que „los diversos estados reservan para sí el mercado nacional con el establecimiento de barreras aduaneras, no solamente compensadoras, sino ampliamente proteccionistas, de manera que fuerzan al indígena a consumir casi exclusivamente la producción nacional a precios tales que el sobrante no absorbido por las naciones puede venderse para la exportación a reducidos precios, por haberse cubierto el coste de todo el producto con el desembolso del consumo interno". Schweizerische Legation in Spanien (en español en el original). Bericht über die Handelbeziehungen mit Spanien, 24. September 1934.
463
BA 7110:115. Decreto del 1 de julio de 1934. Gaceta de Madrid, „Ordenanza para que se excluya a Suiza, Francia y Gran Bretaña del elevamiento de los derechos aduaneros sobre los linos y los rapes establecidos por el decreto de 26 de Abril de 1934". „Cette ordonnance fait état de la circonstance que les trois pays en question auraient basé leurs protestations sur le fait que les prix des limes et des râpes qu'ils importent en Espagne n'ont pas subi de modifications pouvant être considérées comme dumping."
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En este mismo año habían comenzado a aplicarse los contingentes, más con un valor negociador que proteccionista, por lo que se pensó que no era el mejor momento para realizar cambios arancelarios, por lo menos no en su totalidad, dejando la revisión de algunas partidas en función de los acuerdos o negociaciones que se llevarían a cabo con otros países. En España por tanto la instauración de contingentes vino movida por la réplica a la necesidad de llegar a acuerdos con países con los que mantenía una balanza comercial favorable y por la cual dichos países habían adoptado unas medidas de limitación a las importaciones de sus productos. Pero también hubo un factor externo que alentó el establecimientos de estos contingentes y éste fue el establecimiento de contingentes por parte francesa. Al comienzo de los años treinta que había producido una situación problemática entre Francia y España, ya que como consecuencia del déficit comercial francés, éste había decidido hacer uso también de los contingentes de importación, con el fin de frenar la caída de su balanza comercial. Las negociaciones llevadas a cabo entre Francia y España en 1933 dieron lugar al „avenant", en el cual, a cambio, de mantener el „status quo" entonces existente y que era favorable a España, se hicieron a Francia determinadas concesiones muy especialmente en lo referente a los automóviles y con el compromiso de adquirir dos mil toneladas de tabaco en rama de Argel por parte del Monopolio de Tabacos españoles.464 Francia, por su parte, y puesto que tenía una balanza desfavorable, comenzó a aplicar su contingente a frutas frescas y legumbres, productos esenciales de la exportación española, llegándose incluso a repatriarse gran cantidad de las concesiones ya hechas. Para establecer la cuantía de los contingentes se fijaron las cantidades globales de los períodos definidos entre 1931 y 1933, por lo que, y en virtud de las cantidades importadas estos años, se regulaban los permisos de importación. También Suiza, y puesto que ésta contaba con una balanza deficitaria, se vio sometida a la política de contingentes. Sin embargo ni las autoridades gubernamentales ni los comerciantes e industriales suizos estaban de acuerdo con los años de base elegidos. Las razones que aluden para ello es que las importaciones a España durante ese período eran muy bajas y no copiaban exactamente la realidad. Y esto era por tres razones: primero, porque la situación política española con la crisis gubernamental hasta la llegada de la República había creado un clima de desconfianza entre los industriales suizos y los comerciantes españoles, lo que repercutió en las cantidades exportadas; segunda, la crisis internacional, que había producido una deflación de los precios y un comportamiento anómalo en las relaciones de intercambio perjudicando el comercio internacional en general, ya que también E.E.U.U., Francia, Inglaterra y Alemania habían reducido drásticamente sus importaciones, y, por último, porque la falta de acuerdos entre la depreciación monetaria y la situación de los precios había creado una situación
464
S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España...",
op. cit.., p. 60.
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anómala en lo que las importaciones de productos suizos constaba como mucho menor de la que se había producido realmente Y por último hay que volver al tema de las estadística y señalar que la disminución en las estadísticas españolas debido a la situación del tránsito entre ambos países motivó una minusvaloración del comercio existente entre ambos países.465 La importancia de la estadística y su relación con la balanza comercial desempeña aquí un papel muy importante, por cuanto que España estaba dispuesta a llegar a un acuerdo de contingente sólo con aquellos países con los cuales tuviera una balanza comercial favorable.466 Mientras que las estadísticas españolas ofrecían una balanza comercial favorable a Suiza, las suizas la ofrecían favorable a España.467 Sin embargo el hecho de que España conceda contingentes a Suiza hace considerar que en la misma España se dudaba de la fiabilidad de sus estadísticas y se aceptaban las estadísiticas suizas a la hora de evaluar la balanza comercial entre ambos países. „Ein einwandfreier Beweis dafür ist die Tatsache, dass die Schweiz (im Widerspruch mit der spanischen Statistik) in der Kategorie der Länder eingereiht ist, deren Handelsbilanz für Spanien passiv ist [...] im praktischen Sinne bedeutet dies grundsätzlich die Anerkennung der schweizerischen Statistik."46« La mayor incidencia de la balanza comercial desfavorable a Suiza lo seguía representando el comercio de mercancías. El dinero ingresado por turismo representaba una cantidad insignificante y el volumen de capital invertido en España no sobrepasaba los 5 ó 6 millones de francos.469 En el año 1933 el pasivo de la balanza comercial suiza era de 10,4 millones de francos y el activo era de 7 millones de francos con respecto a su balanza de pagos.470 Las cifras reflejaban por tanto una balanza comercial
465
BA 7110:117. Departement fédéral de 1' Economie Publique, Berne, 28 juillet 1934.
466
En el último trimestre de 1930 como hemos visto, se cambió el sistema de valoración de las estadísticas de comercio exterior español, por lo que las cifras globales muestran un fuerte descenso en el año siguiente. S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España...",
op. cit.., pp. 64-69. 467
Según las estadísticas suizas las importaciones de productos españoles en los años de base representaron 35 millones (1931), 34 millones (1932) y 31 millones de francos en 1933, mientras que las exportaciones a España fueron de 27 millones, 18 millones y 20 millones para cada año respectivo.
468
BA 7110:115. Schweizerische Legation in Spanien, 24. September 1934. Bericht über die Handelsbeziehungen mit Spanien.
469
BA. 7110:116. Schweizerische Nationalbank, Einfuhrkontingentierungen 1934.
470
BA 7110:116. Schweizerische Nationalbank, Einfuhrkontingentierungen 1934. Según el Banco Nacional Suizo la balanza comercial pasiva a través del rendimiento del capital y la entrada de prestación de servicios así como del tráfico de viajeros en 1933 arroja un resultado desfavorable para Suiza.
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favorable a España y una balanza de pagos favorable a Suiza como consecuencia de considerar en la segunda las ganancias del capital suizo invertido en España. 471 En esta situación en 1934 comienzan las negociaciones entre España y Suiza para determinar el régimen de contingentes que le corresponden a cada país. La preocupación principal estribaba en que el sistema de contingentes actuara como catalizador de las exportaciones. Aunque se trataba de dar ventaja a aquellos países con balanzas comerciales desfavorables y no la de crear un sistema proteccionista, el resultado de la implantación del sistema de contingentes representó un problema de dos filos. En el caso suizo, el sistema actuó claramente en contra del aumento de las exportaciones a España, o si lo favoreció de alguna manera (y eso lo veremos a la hora de estudiar y analizar los intercambios) fue a costa de favorecer las grandes industrias y desfavorecer a las pequeñas. Las causas del perjuicio de la aplicación del sistema de contingentes era que, puesto que Suiza contaba en cifras absolutas con un mercado muy reducido en España y poseía una concurrencia fuertísima en países como Francia y Alemania cuyo comercio era mucho más importante, la mayoría de los permisos de exportación se concederían a países con un peso mayor dentro de las relaciones de intercambio. El problema del tránsito fronterizo agudizaba, como hemos visto, la señalización correcta de la proveniencia de la mercancía, lo que agravaba la situación. „Comme ce sont nos clients eux-mêmes qui se chargent des dédouanements, soit personnellement, soit par l'entremise de leur transitaire, nos représentants ne sont donc pas placés pour fournir aux autorités espagnoles la documentation désirée.[..] Ils existent peut-être, parmi nos confrères, des maisons qui vendent leurs marchandises en Espagne dédouanées et ont en mains les acquits de douane des années 1931-33 mais ils existent certainement di autres maisons lesquelles comme nous, vendent franco frontière et dont la situation est toute autre". 472 La concurrencia para obtener los contingentes necesarios venía sobre todo por parte francesa a la que España estaba dispuesta a otorgar todas los contingentes, dada la importancia de su comercio y a fin de
471
BA7110:116. Schweizerische Nationalbank, Einfuhrungkontiengentierung.1934. También se consideraba como causa de la balanza de pagos favorable el hecho de que en las facturas presentadas por los exportadores españoles constaba el flete del transporte desde la frontera española a Suiza, lo que suponía en muchos casos una suma de considerable cuantía.
472
BA 7110:116. „Usines de l'Allondon SA" an die Handelsabteilung des Eidg. Volkwirtschaftsdepartements, 16. Juli 1934.
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Beatriz Sánchez
Fernández
„abrir el mercado español a la exportación francesa y permitir de esta manera la reducción del déficit de 550 millones de francos que dicho país venía soportando en su comercio con España".473 Para evitar la fuerte presión de Francia, Suiza debía presentar argumentos lo suficientemente fuertes como para que sus exportaciones no quedaran colapsadas. Uno de estos argumentos lo constituyó el tema del vino. En esa época, las exportaciones de vinos españoles a Francia habían disminuido como consecuencia de los altos aranceles franceses. Por el contrario las exportaciones de vinos a Suiza seguían siendo muy elevadas, constituyendo en aquel momento el país que más cantidad de vino importaba de todos con los que España tenía acuerdos comerciales. De esa manera, Suiza podía argumentar restricciones en sus importaciones o rebajas en sus contingentes a España si no obtenía los permisos de exportación necesarios. Los contingentes suizos cumplían por tanto aquí su papel negociador. La debilidad suiza se manifestaba sin embargo en el problema de los cambios monetarios y en la devaluación de las monedas internacionales, frente a la peseta. Como hemos visto la peseta se encontraba aún en una época de tendencia al alza, lo que le hacía ser el único país con el cual Suiza seguía estando interesada en aumentar su comercio.474 De esa manera la presión que hubiera podido ejercer el tema del vino se vio reducida precisamente por la estabilidad monetaria que España representaba. Cuatro fueron los grupos de productos con los que Suiza pudo acogerse a la política de contingentes impuesta por España: las esencias sin alcohol para la perfumería, los motores diesel, los motores eléctricos y el queso. Los productos o esencias para uso en la perfumería representaban uno de los productos de mayor exportación suiza a España. Sus más directos competidores eran los alemanes y los franceses sobre todo estos últimos. España había concedido a Francia el 60% del contingente de importación de los productos dedicados al uso químico. El 40% restante debía repartirse entre Suiza, Alemania e Inglaterra. Esta distribución del contingente en donde Suiza sólo podría exportar el 12% del total, produjo un profundo malestar entre las empresas dedicadas a la exportación a España, pues consideraban que la distribución era injusta ya que en 1933 Suiza llegó a superar a los envíos franceses. También las quejas se referían a la manera de adquirir la autorización de importación por parte de los industriales franceses frente a los suizos ya que los primeros podían ocuparse de obtener las autorizaciones mientras que en el caso de los exportadores suizos debían ser los españoles que desearan importar los que debían de solicitar los permisos de importación.
473
474
BA 7110:116. Notas sobre las conversaciones mantenidas con Francia durante los años 1933 y 1934. BA 7110:116. Schweizerische Nationalbank, Einfuhrkontingentierung 1934.
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,,[Esto]constituye una ventaja muy importante en favor de éstos últimos [se refiere a los franceses], tanto más cuanto que, en lo que a estos artículos se refiere, en la mayor parte de los casos se trataba de envíos de muy pequeña importancia puesto que no pasan de 500 gramos o un kilogramo",475 por lo que sería más fácil permitir que fueran los propios suizos los que distribuyeran los permisos de exportación correspondientes.476 Se temía que los contingentes obstruyeran el desarrollo de las industrias tanto suizas como españolas ya que al carecer de la materia prima necesaria impediría su fabricación477 y correrían el riesgo de quebrar.478 Otro de los grupos de productos suizos sometidos a contingentes fueron los motores diesel (número de la tarifa 499). La base de los contingentes fue la importación de motores de hasta 10 toneladas, lo que provocó numerosas protestas puesto que la exportación de motores de dicho peso sólo había sido posible a partir de 1928, es decir, en fechas muy recientes, y de esta manera los productos suizos aún no habían podido hacerse con un mercado lo suficientemente amplio, siendo las cantidades exportadas aún muy bajas. Además la base de los contingentes se hizo a partir de las cantidades exportadas por lo que Suiza obtuvo cuotas muy bajas.479 Si a eso añadimos que en ese momento la industria de maquinaria suiza atravesaba fuertes dificultades como consecuencia de la concurrencia alemana e inglesa apoyada por la depreciación de la moneda y el efecto dúmping, hay que imaginar que ia limitación de las importaciones de estos productos por parte española ponía la industria de máquinas en una situación difícil. 475
BA 7110:116. Pro memoria. Legación de España en Suiza, febrero de 1934. Culpa también a este favoritismo el hecho de que la industria suiza haya visto disminuida sus posibilidades de venta a España.
476
BA 7110:116. En 1933 llegó a sobrepasar a Francia en el envío de las esencias sin alcohol. Pro memoria, op. cit..
477
BA 7110:116. Pro memoria. La perfumería J. Font Casanovas de Barcelona a la casa suiza J. Uriach und Cié. Junto a esta carta aparecen otras de idéntico contenido quejándose o solicitando la obtención de los contingentes por temor a perder su empresa. Ver también cartas de las casas „Compañía general de esencias y drogas" de Barcelona, Fábrica de perfumería „Crusellas y Cía" de Badalona, „Kaby" de Madrid, „Mariano Mevas" de Barcelona, Fábrica de esencias „Badimas" de Barcelona, „Pablo Vives Quer" de Valencia, Perfumería „Hermanos Badaloné" y Compañía „Parera" de Badalona. etc.
478
BA 7110:116. „Usines de l'Allondon S.A." an die Handelsabteilung des Eidg. Volkwirtschaftsdepartements también argumenta que dichas medidas privaban de continuar la exportación de muchas empresas suizas, 14. August 1934.
479
Es interesante observar que pese a que el Gobierno español se proponía un sistema más liberal para algunos productos, la consecuencia fue precisamente la contraria. El sistema de contingentes sí supuso un freno a las exportaciones suizas a España. Posiblemente, quitando Francia, que fue la que más beneficiada salió de este acuerdo, el resto de los países sufrieron restricciones.
Beatriz Sánchez Fernández „Es bleibt uns dann nur übrig, unsere Verkaufsdirektion mit den Filialen aufzuheben, wodurch etwa 12 Schweizer beschäftigungslos werden."480 El queso ocupaba otro de los grupos más complejos por ser uno de los productos con más fuerte concurrencia por parte de Francia y de Holanda. Las negociaciones habidas entre Francia y España el 6 de marzo de 1934 y las de los Países Bajos el 6 de julio concedían ventajas tanto al queso francés como al queso holandés. Suiza, en virtud del acuerdo de 1928 por el que se le aseguraba, a cambio de su renuncia de privilegio obtenida en el acuerdo de 1922, un trato similar al de cualquier otro país, había esperado sacar provecho de los nuevos acuerdos entre España y Francia, máxime cuando sabía que la situación entre ambos permitiría al segundo país obtener notables reducciones en determinados productos. A partir de 1934 y precisamente como consecuencia de estos acuerdos, las demandas españolas de quesos suizos aumentan. Sin embargo el establecimiento de contingentes para los quesos suizos no contuvo la cuantía suficiente para dar solución a la totalidad de la demanda.481 „Wir ersuchen Sie deshalb, einfach zu verlangen, dass alle legitimem Gesuche für die Einfuhr von schweizerischem Käse bis zum Jahresende ohne Rücksicht auf eine allfällige Erschöpfung des uns zugeteilten Kontingents bewilligt werden." 4 ^ El cuarto grupo sujeto a contingente lo representaban los motores eléctricos. En él iban incluidos todos los motores que servían para los frigoríficos, hornos y cocinas eléctricas.483 En este caso el derecho de importación se concedió a una empresa; la casa Brown-Boveri que seria la que por tradición y por poseer la mayoría de los clientes en España obtendría casi la totalidad del contingente.484 En este caso como en
48
° BA.7110:116 Sulzer AG an die Handelsabteilung des Eidg. Volkwirtschaftsdepartements, Kontingentíerung mit Spanien. La casa Sulzer poseía el 50% del contingente concedido por España para la importación de motores Diesel. La suma se elevaba a 2.044 kilos pero no incluía la importación de un motor, por lo que se había dejado en la frontera sin permiso de tránsito. Este motor se había fabricado como encargo para clientes españoles pero no se le permitía la importación por sobrepasar las cantidades autorizadas. La casa Sulzer ve las medidas del contingente para favorecer las exportaciones de automóviles franceses y en contra de los suizos.
481
482
BA 7110:116. Pro memoria..., op. cit.., febrero de 1934. agrupación agrícola española pedía al mismo tiempo que se transfiriera la cesión de los permisos de importación a la Cámara de Comercio suiza. Esta solicitud, que se vio apoyada por otros sectores de la economía suiza, no fue considerada por España.
483
BA7110:116. Pro memoria..,,op. cit., febrero de 1934.
484
BA 7110:116. ,3overi und Cié." an die Handelsabteilung des Eidg. Volkwirtschaftsdepartements, 13. August 1934. Se cedieron contingentes para la importación de motores eléctricos y dínamos, pasando de 25 kg a lOOkg. La mayor parte fue reservada a la casa „Brown-Boveri" y junto a ella recibieron permisos las casas de „Usines Sulzer" (Winterthur).
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los otros se concedieron dichos contingentes, pero no en la cuantía que hubiera sido necesaria. Una vez señalado dónde en en qué productos se realizaron los contingentes para Suiza veamos a continuación cual fue el efecto del contingente en el comercio con Suiza.
3.7.3. Consecuencias de los contingentes En primer lugar el establecimiento del contingente trajo problemas en su aplicación práctica muchas veces por motivos de falsas declaraciones en la proveniencia de la mercancía 485 o por no haberse concedido los permisos dentro del plazo fijado. 486 Esto se debía a que en el caso de Suiza, los importadores españoles eran los que debían pedir la solicitud de importar. Dicha solicitud tenía que ser enviada en un plazo de seis meses y debía ser remitida a la Dirección General de Comercio y Politíca Arancelaria del Ministerio de Industria y Comercio. 487 Pero muchos de estos importadores, bien por pereza o negligencia, no solicitaron los derechos en los plazos previstos, y por tanto no obtuvieron los permisos de importación. De esa forma muchas fábricas suizas no pudieron llevar a cabo sus envíos. Esta fue la razón por la que los fabricantes suizos solicitaron de las autoridades españolas que fueran ellos mismo los que otorgaran los derechos de importación del mismo modo que lo hacía Francia. „[...! Es wäre uns deshalb lieb, wenn die Sache so geordnet werden könnte, dass uns von der spanischen Behörde für jede dieser verhältnismässig bescheidenen Lieferungen und Beträge ohne weiteres eine Bewilligung ausgestellt würde, die wir dann entweder mit dem Frachtbrief mitsenden, oder aber
485
BA 7110:116. Kontingentierung Saurer, November 1934. Brief an den Handels- und Industrieverein.
486
BA 7110:116. Pro memoria..., op. cit.., 1934. Así por ejemplo en 1934 se encontraban detenidas en la frontera de Caftanc 2.710.000 kilos de queso y 300.000 kilos en la frontera de Irún partidas destinadas a compradores españoles de Madrid (muchas de estas casas eran filiales suizas, como la casa „Suiza Española de Madrid, que por no haber obtenido los permisos de exportación no habían podido pasar la frontera. La misma situación se había creado en el caso de la casa „Brown Boveri und Cié.", exportadora de máquinas y aparatos frigoríficos, a la cual le habían retenido un frigorífico en la frontera por el contingente concedido. Ver también BA 7110:116. „Brown Boveri und Cié.", Kontingentierung, November 1934. Brief an den Handelsund Industrieverein.
487
Tanto el Ministerio como la comisión encargada a tal efecto siguieron manteniendo durante toda su actuación que los contingentes no tenían que ser limitativos sino reguladores, que no suponían restricciones cuantitativas del producto contingentado sino control de su origen. Pro memoria...,
op. cit.., 1934.
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Beatriz Sánchez Fernández der importierenden Firma zur Ermöglichung des Importes zugehen lassen könnten." 488
Esto era muy importante por cuanto que de no completarse en ese período el contingente cedido, al período siguiente se le reducía al importador que no hubiera completado su cupo y se le daría a otro importador según constaba en el árticulo 6 de una disposición dada a tal efecto. 489 Al mismo tiempo el artículo 7 exigía que las cantidades concedidas para todos los países e interesados no excediera del 2 por ciento del cupo total otorgado para cada contingente de mercancía en el período considerado. Así en el supuesto de que una vez concedido el permiso y si durante los dos primeros meses no se hiciera uso de él o sólo fuera utilizando de forma parcial, las cantidades no importadas serían deducidas sobre aquellas acordadas por los permisos ulteriores. 490 Las repercusiones del acuerdo franco-español para la concesión de contingentes a Suiza fueron claramente desventajosas para este último. En una carta de la fábrica „Flora" de Dübendorf al ministro plenipotenciario en Madrid, argumenta que las diferencias entre los comerciantes españoles con sus representantes suizos y franceses son claramente desfavorables para Suiza, puesto que Francia goza de mayores ventajas en la obtención de contingentes por ser la cuantía de su comercio con España muchísimo mayor y haber firmado un acuerdo especial con España que le garantiza el permiso de exportación para todos sus productos. „Der französische Exporteur kann für alle seine spanischen Kunden Einfuhrerlaubnisscheine erlangen, während die spanischen Behörden einer ganzen Anzahl unserer Kunden die Importbewilligung abgesprochen haben, da eine Notwendigkeit hierfür nicht vorliege. Es ist selbstverständlich, dass diese Kunden nun in Frankreich kaufen und die betr. Geschäfte der Schweizer Industrie entgehen." 491 En muchos casos el aparato para solicitar los permisos de importación era tan complejo que la solicitud de muchas licencias la llevaron a cabo determinados grupos intermedios (los agentes de aduanas), que eran los que en última estancia permitían la entrada o no del contingente. Estos grupos se aprovecharon en muchas ocasiones de su poder, llegando incluso a prácticas abusivas, solicitando comisiones por los permisos concedidos, o bien siendo ellos mismos los que actuarían como importadores, dándose a sí mismos los permisos y luego revendiéndolos a cantidades importantes. „La façon dont les licences d'importation sont distribuées soulèvent également les critiques les plus âpres. Il semble qu' il s' est constituée une bande 488
BA 7110:117. Betrifft spanische Einfuhr-Kontingente für Riechstoffe, 13. Oktober 1934.
489
BA7110:116. Gaceta de Madrid, Disposición del 23 de noviembre 1934, art 6.
490
BA 7110:116. Gaceta de Madrid, 2 de julio de 1934.
491
BA 7110:116. Information „Fabrik Hora", Dübendorf, 3. August 1934.
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d'intermédiaries qui assaillent les importateurs de bois avec des offres onéreuses de licence. Celui-ci n'est pas le seul abus constaté car il n'aurait pas pu s'établir si des pratiques abusives ne s'étaient pas implantées dans l'administration officielle elle-même. Dans une des dernières séances des „Cortes", on a fait allusion aux paroles prononcées par une des plus hautes personnalités du régime, déplorant le fait qu'il y ait des fonctionnaires qu'on ne puisse approcher sans avoir son carnet de chèques à la main."492 Una situación de esa índole se produjo en las importaciones de quesos. Los propios agentes de aduanas eran los que tenían los permisos de importación y eran ellos los que los distribuían posiblemente a cambio de una recompensa pecuniaria.493 En otros casos sería la propia lucha entre los distintos agentes para obtener contingentes lo que provocaría un retraso o incluso la absoluta ausencia de la solicitud teniendo que dejarse el producto retenido en la frontera.494 El Gobierno español era consciente de estos abusos, por lo que comenzó a dictar medidas para combatirlos. Una de estas medidas fue la de entregar las autorizaciones de importación por trimestres en lugar de por semestres y así llevar un mayor control sobre la utilización de las autorizaciones acordadas. Dichas medidas no contaron con la simpatía de los fabricantes suizos por considerar que al reducir el plazo de solicitud disminuía la posibilidad de adquirir los permisos, ya que esto no impediría la dominación de los bandos intermedios, puesto que al fin de cuentas su presencia era imprescindible para hacer efectiva la entrada de la mercancía en la frontera.495
492
BA 7110:116. Légation de Suisse en Espagne, au Departement Fédéral, Madrid, 22 noviembre 1934. En Valencia, se sospechaba que el señor Samper, ex ministro y miembro del partido radical obtenía dinero a cambio de permisos de importación. El propio cónsul suizo señalaba en su carta lo siguiente: „Je sais d 'un homme d ' affaires de Madrid qui dispose d'une personne de confiance, chargée des fonctions de trait-d' union avec certains rouages administratifs."
493
En diciembre de 1934, de los 6 permisos de importación solicitados por la casa Auzmendi de Irún, como importador, les fueron concedidos únicamente 3. Tras una queja presentada por éste a su expedidor suizo, éste le responde que era culpa de los intermediarios españoles, los cuales reclamaban para sí, debido a la posición de que gozaban, una gran parte de los contingentes para negociarlos luego en el comercio. BA 7110:116. Ver también Lehmann und Co. Este señor había tenido que pagar de 5.000 pesetas a 6.000 como gratificaciones a cambio de obtener contingentes para sus exporaciones de quesos a España. BA 7110:116.
494
BA 7110:116. En una carta enviada por parte del cónsul suizo en España al Departamento de Comercio de Suiza se expone que: „On m'a en effet cité le cas d'un agent en douane, qui a obtenu pour le semestre en cours et pour lui seul 5000 kg, qui devaient lui servir de s'assurer une certaine clientèle parmi les importateurs". 1 de diciembre 1934. Sobre el mismo tema ver: Schweizerisches Begehren zur Reduktion des Zolls für schweizerischen Käse auf den Stand der Konzessionen an Holland und Frankreich, Akten 1934, 8n, 3-7, del Bundesbericht y BA 7110:116. Schweizer Botschaft in Madrid an den Bundesrat, 1934.
495
BA 7110:116. Kontingentierung: Emmental AG, 21. Dezember 1934 an DFEP.
IM
Beatriz Sánchez Fernández
Otra de las consecuencias de los contingentes en España fue el freno al incremento de la representación de empresas o comerciantes suizos dedicados al comercio con España. „[...] Jedenfalls habe ich auf meiner Tournée in Barcelona, Zaragoza, San Sebastian, Santander, Madrid und Valencia feststellen müssen, dass die kleineren und mittleren Firmen (aus denen sich unsere Kundschaft vornehmlich rekrutiert) zum grossen Teil überhaupt keine Quoten für den Import aus der Schweiz zugesprochen erhalten haben." 496 Por último los contingentes afectaron también a la propia producción suiza de una forma sectorial, precisamente porque fue en las pequeñas empresas en las cuales la crisis se manifestó de manera más acusada y también porque eran las que más directamente dependían de la exportación para su desarrollo. Por ejemplo, la casa Daniel Bautista Casassayas de Arenys de Mar, en una carta enviada al cónsul suizo en Madrid, expone: „Les nouveaux décrets espagnols relatifs aux contingents sont un obstacle et une perturbation pour mon industrie, et je ne crois pas que l'on obtienne par là rien de pratique, bien au contraire, car ce sont des contrariétés qui rendent les affaires difficiles au lieu de les faciliter." 497 Para llegar a acuerdos en cuanto al aumento de los contingentes, Suiza ofreció un aumento de su contingente de cítricos y plátanos a cambio de un aumento por parte española en los de las vacas de leche y las vacas de cría y en los quesos que contaban con una competencia escasa por parte de otros países. Para lograr su propósito amenazó con reducir sus contingenes de vino a España en el caso de que ésta no estuviera dispuesta a llegar a un acuerdo. 498 Los comerciantes suizos veían más el régimen de contingente impuesto a Suiza como una forma de castigo por parte española a las 496
BA 7110:117. Dépaitèment fédéral de l'Economie Publique, 1934.
497
BA 7110:116. Daniel Bautista Casassayas an den Schweizer Konsul in Madrid, 21. November 1934. En este mismo sentido se expresaba la casa „Perfums Selects" (Dorilia) de Barcelona, la cual manifiesta que en el caso de no ampliar el contingente „nous serions obligés à fermer inmédiatement notre industrie et comme conséquence à congédier le personnel". La casa .Parfums Briséis Paris" del Sr. Antonio López Jiménez, de Almería, manifiestaba que „las restricciones para la adquisición de materias primas nos impiden el desarrollo normal de nuestros negocios y todas las iniciativas nuevas de expansión industrial debido a la incertidumbre de poder adquirir las materias primas indispensables para la elaboración en España". De la misma opinión son 10 empresas más dedicadas a la perfumería en España. BA 7110:116. Kontingentierung.
498
BA 7110:116. En una carta enviada por los representantes agrícolas suizos al Departamento Federal de Economía Pública (DFEP) comentan de que si España no introduce diferencias con respecto al tema del queso, los agricultores suizos tomarán represalias en lo concerniente al tema del vino.
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medidas impuestas por ellos a los productos españoles que como una verdadera aplicación de política económica. Al mismo tiempo se quejaban de la desigualdad de condiciones en la que quedaban muchos países, una vez concedidos los contingentes a Francia. Como además las quejas se vieron generalizadas por los otros países que también interpretaron la medida como injusta y en contra de los acuerdos firmados con España, y puesto que la República pretendía dar un tinte liberal a su política comercial, en 1934 España se comprometió a crear los llamados supercontingentes o contingentes suplementarios, para que „sin perjuicio de utilizarlos como instrumentos de reorganización y dirección de nuestras compras se extendiesen con más amplitud a las demandas eventuales del mercado y a las exigencias del consumo". 499 La política de supercontingentes fue también una necesidad impuesta por las propias negociaciones en el establecimiento de igualdades de política económica aunque en última instancia produjo una consecuencia favorable para los países a los que se les otorgó el supercontingente, ya que éstos aumentaron sus exportaciones a España. España por su parte se benefició asimismo, ya que con su otorgamiento permitió un afianzamiento de las relaciones de intercambio con aquellos países precisamente cuya balanza era negativa en favor de España y precisamente con los que había que mantener una política comercial conciliatoria. Naturalmente la cesión de los supercontingentes aunque solucionó ligeramente el problema de las exportaciones suizas únicamente fue una pequeña solución de parcheo, que igualmente fue utilizada por Francia, país que siguió siendo favorecido frente al resto de los países con los que España tenía una balanza favorable.
3.7.4. La política española de control de cambio y las consecuencias en las relaciones comerciales con Suiza Ya hemos visto que la política comercial de la República se basó en el sistema español de contingentes de corte liberal y en la política arancelaria de corte proteccionista, lo que puso a España, de cara al comercio exterior, en un plano bastante ambiguo. En lo que respecta al comportamiento monetario, mientras que algunos países como
499
BA 7110:116 Decreto del 3 de noviembre de 1934 En el artículo 3 de la Gaceta aparece que Ja atribución de los supercontingentes de importación por los países de origen se realizará por la Comisión Internacional Ministerial de Comercio Exterior, mediante fijación de porcentajes sobre los cupos de contingentes, cuando puedan afectar a países con los que España tenga balanza mercantil favorable, y en compensación de uno contra otro como mínima proporción, cuando afecten a países con los que no exista balanza deficitaria...". Gaceta de Madrid, 3 de noviembre de 1934. España se comprometía a cumplir los deseos suizos a través de un supercontingente sin esperar especiales compensaciones.
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E.E.U.U y Gran Bretaña pretendieron resolver algunos problemas devaluando sus monedas, España prefirió seguir una política de mantenimiento del valor de la divisa y a cambio propuso una política deflacionista a costa de mantener o aumentar el sistema de contingentes. Protegida como estaba por sualto arancel España continuó manteniendo un alto grado de importaciones. Esto naturalmente le comportó una enorme reducción de sus divisas lo que provocó la regulación de las mismas a través del COCM (Centro Oficial de Control Monetario). Las dificultades con que contó el Centro para suministrar las divisas con que atender a las demandas de importación ayudado por las medidas de bloqueos de saldos que ejerció estos años la mayor parte de las naciones, obligó a acuerdos bilaterales donde se negociaron las modalidades de pagos. Una de estas modalidades fueron las cuentas „clearing" de las cuales Suiza pretendió iniciar una con España a fin de aligerar el problema del pago de divisas.500 Los saldos negativos de la balanza de pagos se fueron acumulando año tras año, agravados además porque el déficit de moneda extranjera no pudo ser cubierto por las remesas de los emigrantes ya que éstas empezaron a disminuir a partir de este periodo sobre todo los dos últimos años. 501 Cuadro 14 Balanza de pagos de España (1931-1934) 1931 Exportación 1.052 Importación 1.304 -252,4 Balanza comercial Saldo de la balanza de pagos -11,7 Remesa de emierantes 187.3
1932 811 1.080 -269,1
1933 788,4 981,1 -192,7
1934 697,4 983,3 -285,9
-24,7
-25,6
-31,0
192.3
153.3
116.8
Fuente: Chamorro y Morales, art. cit., pp. 110-113.
El decreto de 1933 había establecido que sólo se acordarían las peticiones hechas por importadores legalmente establecidos, previa justificación de haberlo sido ya en el transcurso de 1931502 y sólo para la clase y en proporción a las mercancías importadas durante dicho año. Por otra parte el 23 de marzo de 1933 por pago circular se les 500
BA 7110:117. Egger an Meienberg & Co., 4. August 1935. Por lo visto Suiza y España no tenían habilitadas estas cuentas ya que este acuerdo sólo se había hecho con Alemania. Esto provocó que los pagos a las importaciones a Alemania fueran mucho más rápidos que hacia otros países con lo que los suizos veían una fuerte desventaja respecto a ellos.
501
J. Sardá Dexeus, La intervención monetaria y el comercio..., op. cit.., p. 63.
502
S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España...", op. cit.., p. 110.
Las políticas comerciales y los tratados de comercio de 1869 a 1935
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obligaba a los bancos a ceder a los importadores todas las divisas percibidas por reembolso de exportaciones y a solicitar todas las que a su vez lo precisasen para el pago de las importaciones. El decreto de julio de 1931 reglamentaba los reembolsos por exportaciones obligando a los exportadores, si no querían incurrir en delito de contrabando, a ceder las divisas recibidas dentro de un plazo de 8 días desde su cobro. Tales reembolsos debían establecerse a través de bancos establecidos en España, expresando el importe, la moneda, el lugar y la fecha de cobro solicitada.503 En el caso con Suiza las sumas adeudas y no pagadas por las dificultades en la obtención de divisas se elevaban a 15 millones de francos suizas en 1935 (no teniendo en cuenta la deuda en otras monedas ya que entonces la suma se elevaría a 20 millones).504 Las protestas realizadas por los distintos exportadores suizos no se dirigían tanto contra el sistema como contra los efectos del mismo. Efectos que aumentaron porque el propio Centro incurrió en demoras enormes en unos casos y en otros no. La irregularidad en los pagos provocó un carácter perturbador para todo el comercio ya que „[...] durch Benützung alter Zollquittungen Beträge angefordert werden, die längst erledigt sind, wodurch die neuen Gesuche in der Reihenfolge zurückgedrängt und die Verteilungsquoten vermindert werden".505 A esto contribuía también que los retrasos afectaban a los precios de las mercancías, ya que los pedidos realizados en una fecha debían liquidarse en otra muy distinta y con distinto cambio monetario, por lo cual los importadores españoles no podían conocer exactamente el precio al que adquirían los productos de importación.506 Por el lado de los exportadores extranjeros el problema era también grave, puesto que ante la perspectiva de tardar varios meses en cobrar sus mercancías, los proveedores extranjeros terminaban bien por negarse a vender a España, bien por cobrarse el retraso con sumas más altas mediante la instauración de sobretasas, intereses de demora o penalizaciones. Muchos de ellos veían en este retraso de pago un medio para obtener stocks monetarios que les permitieran realizar una salida beneficiosa a largo plazo. „La tactique des autorités espagnoles semble donc être de n' accorder que parcimonieusement et avec le plus grand retard possible les devises nécessaires au paiement des dettes à l'etranger, à fin dávoir un stock de devises consi-
503
BA 7110:117. Französische Botschaft an das Volkswirtschaftsdepartement, 8. März 1935.
504
BA 7110:117. Zahlungsschwierigkeiten im Verkehr mit Spanien, 19. November 1935.
505
Ibid.
506
BA 7110:117. „Steckbom Kunstseide AG" an das Volkswirtschaftsdepartement, 14. Dezember 1935. Aconseja a su representante en España que se acoja a un seguro del cambio ya que por el pago de una tasa del 1% tenía la ventaja de obtener el valor del curso del momento pagado en pesetas.
188
Beatriz Sánchez Fernández dérable, ce qui leur permettrait de réaliser de la sorte un bénéfice fort intéressant."»?
Para hacer finente a este problema del riesgo del cambio el COCM decidió hacerse cargo de todas las importaciones que procedieran, además de Suiza, de Inglaterra, Francia e Italia, países con los que tenía una situación comercial más preocupante. En el caso de los exportadores extranjeros que debían recibir el dinero se creó para los importadores unos certificados. Estos certificados podían, en el caso de que el importador hubiera pactado con el proveedor extranjero una demora en el pago, ser descontados en España, recuperando el importador los fondos en pesetas adelantados al Centro, hasta que llegara el momento de la entrega por éste de las divisas o bien, en el caso de que el exportador solicitara el pago al contado, éste le entregaría el certificado de modo que pudiera hacerlo efectivo en cualquier banco extranjero. La creación de estos certificados no contó con la aprobación o la confianza de los exportadores. Muchos de ellos solicitaban adelantos de algunos de sus pagos antes de haberse producido la exportación, como medio para asegurar por lo menos una parte de la mercancía.508 Los pagos a medio plazo actuaron sobre todo en función de captar recursos exteriores que permitieran los pagos y la reposición de la caja del COCM para solucionar la crisis de este centro.
3.7.5. Los acuerdos bilaterales en la política de control de cambios. El acuerdo „clearing" de 1936 Como ya hemos visto, las relaciones comerciales en los últimos años antes de la Guerra Civil habían entrado en un punto más o menos difícil ocasionadas por los estrangulamientos en los pagos por parte de los importadores españoles, que se elevaban 1935 a 15 millones de francos, y por un descenso de las exportaciones suizas a España como motivo de la política de contingente llevada a cabo por este último país.509 Esto había producido la necesidad de establecer un nuevo acuerdo aduanero que regulara tanto los contingentes como la disponibilidad de los pagos de las deudas contraídas por parte de los exportadores españoles. El plan Chapaprieta trataba de sa507
508
509
BA 7110:117. Der Schweizer Konsul in Madrid an das Aussenpolitische Departement, 3. Mai 1935. BA 7110:117. Brown-Boveri Oerlikon an das schweizerische Wirtschaftsdepartement, 4. November, 1935. Solicitud de recibir adelantos por la exportación de mercancías a España. Se les niega el derecho porque la circular especificaba que sólo se trataría con mercancías ya enviadas o en camino: „Das Centro Oficial de Contingente de Moneda gibt in der Tat den gesetzlichen Vorschriften gemäss keine Devisen ab für die Bezahlung von Waren, die noch nicht eingeführt sind." BA 7110:116. Schweizer Konsul in Madrid an das Eidg. Volkswirtschaftsdepartement, Handelsabteilung, Bem, 30. August 1934.
Las políticas comerciales y los tratados de comercio de 1869 a 1935
189
near la situación financiera del COCM rescatando los bonos oro a fin de colocarlos a cambio de divisas en el extranjero. Para llevar a cabo la colocación de los bonos oro dentro del mercado se contó con la ayuda del Banco de Holanda. 510 El Banco de Amsterdam se comprometía a un anticipo al COCM de 10 millones de libras esterlinas, con un plazo de devolución de 18 a 24 meses y con la responsabilidad del Estado español y del Banco de España. Sin embargo la caída del primer Gobierno de Pórtela Valladores a finales de diciembre de 935 puso fin a este proyecto, porque además el sucesor de Chapaprieta en el Ministerio de Hacienda, Rico Avellano, no llegó a realizar dicha operación. Los países que gozaban de una balanza desfavorable se mostraron impacientes. Francia rompe las relaciones con España en julio de 1935, lo que se solucionó más tarde gracias a la exportación de naranjas a Francia, a través de las cuentas „clearing". Con Alemania, España había firmado un acuerdo de „clearing", algo que los suizos veían como único medio posible para poder cobrar sus deudas pendientes aunque éste y en función del comportamiento comercial del momento se presentaba difícil por la disminución de las exportaciones españolas a Suiza. 511 Las deudas contraídas con Suiza habían llegado en agosto de 1935 a sumar la cantidad de 8.997.102 francos suizos, 7.527.863 pesetas, 116.224 francos franceses, 2.996 libras esterlinas y 262 dólares, en concepto de suministro de mercancías de tránsito y licencias de energía eléctrica, y otros costes. A estas deudas se les sumaba dentro del capítulo de costes secundarios en el tránsito de mercancías (franqueos, provisiones, salarios, etc. ), una suma de 126.000 francos y 800 pesetas. 512 Las informaciones dadas tanto en julio como en octubre por parte de los distintos organismos y empresas a la Cámara de Comercio Federal elevababa la suma a la cantidad de 9,7 millones de francos en concepto de suministros de productos suizos, 0,4 millones por mercancías de tránsito y 2,2 millones por tránsito eléctrico, licencias y otras cargas. En lo relativo a los costes secundarios la suma se elevaba a 0,73 millones de francos. 513 Pese a que la situación había empeorado en lo referente a los intercambios bilaterales con la llegada de la Repúblicar (seguramente como consecuencia de la inseguridad política, que despertaba resquemores entre los industriales suizos, que no se atrevían a
510
511
Se había pedido ayuda a Francia y a Suiza pero al final se decidieron por Holanda, porque con Francia no hubo éxito en los contactos, y con Suiza se temía que el mercado fuera demasiado pequeño. S. Florensa: „Comercio exterior a control de cambios en la España...", op. cit.., p. 108. BA 7110:117. Zahlungsverkehr. Aktivum der Handelsbilanz zugunsten Spaniens, 24. August 1934.
512
BA 7110:117. Schweizer Delegation an das Eidg. Volkswirtschaftsdepartement, Handelsabteilung, Bern, 30. August 1934.
513
BA 7110: 117. Herrn Minister Stucki, Spaniens Devisenschwierigkeiten, 25. Oktober 1935. En ese informe había que añadir también los pagos relativos a la posición de títulos de las acciones de la Sevillana y otros negocios de seguros.
Beatriz Sánchez Fernández
190
invertir, o también como consecuencia de la falta de rapidez en los pagos de las mercancías, lo que haría que el comercio se orientara hacía otros países,como Francia, Italia, etc. el final del año arrojaba un aumento de las exportaciones a España y un retroceso de las exportaciones españolas a Suiza. Suiza se plantea la idea de proponer, al igual que Alemania, el establecimiento de un „clearing", en virtud del aumento de las importaciones de carbón de pirita y plomo español. El riesgo, sin embargo, se encontraba en las disminuciones de las importaciones de vinos y naranjas, en el primer caso como consecuencia de las excelentes cosechas de 1934 en Suiza y en Francia, lo que provocó un retroceso de las importaciones de vino español. 514 De no existir un acuerdo de „clearing" se pensó en introducir un sistema de compensación a partir del cobre procedente de Chile. 515 De esa manera se concertaría un acuerdo de compensación que asegurara un porcentaje de importación de productos suizos en España y cuyos saldos generados en favor de Suiza sólo pudieran ser utilizados a través de la compra para exportación de productos españoles, limitándose al resto la transferencia de divisas. El aumento de las importaciones de productos suizos por parte española, propiciaba por dicho acuerdo. 516 Con motivo de este comportamiento el Departamento de Economía de la Confederación envió una representación a Madrid a fin de llegar a un acuerdo, de manera que o bien por el principio de „clearing" o bien por el de compensación se estableciera un medio de hacer pagaderas las deudas contraídas con los exportadores suizos. Para llevar a cabo dichas negociaciones se solicitó de los distintos departamentos la información detallada de las deudas pendientes para elaborar un informe (uno hecho en julio y otro en octubre) en el que constara el nombre del deudor y del acreedor, la fecha, el importe total y el vencimiento de la factura y el nombre del banco, del cual se habría solicitado la divisa y que se hubiera presentado al COCM. 517
514
BA 7100:117. Schweizerische Handelskammer an das schweizerische Volkswirtschaftsdepartement, 5. Februar 1935.
515
Los primeros acuerdos parciales de desbloqueo y de pagos pendientes se habían establecido con Chile, a finales de 1932, a través de un proceso de compensación. El acuerdo entre Chile y Españan finalizaba en 1935 y se habían concedido rebajas arancelarias en productos como el aceite de oliva a cambio de poseer porcentajes elevados en la importación de mercancías procedente de ese país. S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios en la España...", op.
cit.., p. 98. 516
BA 7100:117. Spaniens Handelsbilanz. El excedente que España tenía a su favor se había reducido de 7.646.547 francos en 1934 a 2 millones en 1935.
517
El plan Chapaprieta habíá creado unos certificados sobre los cuales los importadores, en el caso de que éstos hubieran llegado a un acuerdo con el exportador de una demora en el pago, podían obtener los fondos en pesetas adelantados al Centro, hasta que llegara el momento de la entrega por éste de las divisas o, el caso de que hubieran acordado con el exportador el pago inmediato, el imporador entregaría el certificado a éste, quien a su vez podía descontarlo en un banco ex-
El marco socio-político de los intercambios
121
Pero la política de contingentes llevada a cabo por España frenó el proceso negociador, ya que España había prohibido en el segundo cuarto del año la concesión de licencias de importación de productos suizos como medio de controlar la salida de numerario y reducir las importaciones. En abril se levantó la prohibición y para mayo y junio se decretó que los contingentes de importación se concederían libremente, pero sólo bajo la ñrma de obligación del importador de que los pagos de las mercancías de importación se efectuarían en el banco nacional suizo. El 29 de junio de 1936, es decir casi tres semanas antes del la rebelión franquista, España envía sus representantes a Berna con ánimo de llegar a un acuerdo.518 Este sin embargo no contaba con la aprobación de todo el sector económico suizo. Mientras que el Consejo Federal lo concibió como un plan de emergencia, el Comité español de la „Sociedad Suiza de Banqueros" no se mostró partidario del acuerdo únicamente en función de las mercancías de exportación, sino que solicitaba un acuerdo de „clearing" total, en donde se tomara también en cuenta la financiación económica. Por otra parte pensaron que la época del año en la cual iba a ser discutido el acuerdo no era la más favorable porque se trataba de la estación estival cuando las exportaciones suizas a España eran mucho menores, y de esa manera la delegación suiza no contaría con los medios de presión suficientes para garantizar un acuerdo favorable.519 De esa forma solicitaron que de realizarse el acuerdo España debía conceder una cuota mínima del 20% de la deuda total para saldar aquellas de tipo financiero. En el caso de que dicha cuota no fuera suñciente para hacer las transferencias de las solicitudes financieras, la asociación de bancos exigiría el pago de los acuerdos transferidos en pesetas libres, sin necesidad de las formalidades exigidas por el Gobierno español. Estas pesetas podían ser vendidas tanto en Suiza como en el extranjero. España se negó a ceder a las propuestas para evitar la salida de las reservas de oro que poseía, „da Spanien über die erforderlichen Devisen nicht verfüge und seine Goldreserven unter keinen Umstánden in Anspruch nehmen konne".520 Se mantuvo firme la decisión de que la única solución para hacer frente a la deuda total sería la de aumentar el número de importaciones de productos españoles. La negativa de España de acceder a las solicitudes suizas provocó una ruptura provisional de las negociaciones. En junio, y después de un estudio en el que se observó la imposibilidad de aumentar las importaciones españolas, se intentó como última medida en la XVI Asamblea de la Sociedad de Naciones el llegar a un acuerdo con el representante español; éste le contestó que enviaría una comunicación al Consejo de tranjero. Ver sobre la encuesta BA 7110:117. Vorwort des schweizerischen Handels- und Industrievereins, 25. November 1935. 518
BA PUCK n6 1096, du 25 juni, 1936, E 1004 1/358.
519
BA E 2001 ( C ) 4 / 1 6 7 .
520
Ibid.
Beatriz Sánchez Fernández
122.
Ministros, aunque no les garantizó el éxito. El 9 de julio, el ministro Egge recibe la negativa total por parte española de acceder a pagos en divisas libres, lo que obliga al Gobierno suizo a la aplicación de medidas excepcionales acordadas en 1933 y 1935 por las cuales , jede direkte oder indirekte Zahlung von der Schweiz nach Spanien, wie auch jede Zahlung nach einem Drittland für in die Schweiz eingeführte oder einzuführende Waren spanischen Ursprungs nur noch an die Schweizer Nationalbank geleistet werden kann".521 Las formas de pagos en el Banco Nacional Suizo debían estar a disposición de los comerciantes domiciliados en Suiza que tenía deudores con España. Esto no solucionaba los pagos por parte de España pero por lo menos, „dass die erfassbaren spanischen Guthaben in der Schweiz für die Befriedigung der schweizerischen Gläubiger gesichert bleiben".522 El 14 de julio se acuerda por tanto congelar cualquier tipo de pagos a España. Esta medida tomada por el Consejo Federal correspondía también a los deseos expresados por la industria de exportación. De esta misma forma, el mismo día del comienzo de la Guerra Civil se solicitó, tanto por la Asociación Suiza de Banqueros como por la Delegación Suiza, la ruptura de acuerdos comerciales con España. Al estallar la Guerra Civil el comercio exterior español entró en una fase de anormalidad tanto en las modalidades de conducción como en los mécanismos aplicados. Se pensó en dictar una disposición mediante la cual se invitaba a los acreedores a que, mientras el Centro no pudiese servir las divisas solicitadas por los importadores españoles para el pago de sus compras, abrieran cuentas en pesetas a su nombre en las que podrían cobrar con órdenes de pagos para liquidar a cambio de compras de productos españoles. Se trataría de compensaciones privadas, que podrían utilizarse fijando un porcentaje de entre el 50% y el 60%, si eran productos españoles que contaban con una tradición exportadora, o del 70% si eran productos nuevos en la exportación. Sin embargo la Guerra Civil privó de todas las medidas introducidas y la puesta en vigor de las mismas tuvieron que ser aplazadas u olvidadas.
521
BA Consejo Federal, Procès-verbal de la séance du 14 de juillet 1936, E 1004 1 /359.
522
lbid.
Segunda parte
LA EVOLUCION DEL NIVEL DE INTERCAMBIOS
1. Los ritmos de crecimiento de los intercambios Las causas de la falta de fuentes estadísticas tanto por parte española como suiza sobre las relaciones comerciales entre España y Suiza durante casi la totalidad del siglo XIX fueron ya suficientemente comentadas al principio del presente trabajo, cuando hablé del tema de las fuentes. Como ya señalé, la ausencia en las estadísticas españolas y suizas de datos sobre el país de origen y destino de las mercancías y el problema de tránsito que se derivó del comercio indirecto entre ambos países me obligaron a centrar el tema del trabajo en el último cuarto del siglo XIX. Aunque la primera parte del trabajo ha partido de 1869, en fiinción del acuerdo comercial de "nación más favorecida", no será hasta 1885 cuando las fuentes suizas nos permitan considerar los niveles cuantitativos de intercambio. Parece por la correspondencia mantenida entre el cónsul de Barcelona y el Gobierno Federal que, después de la firma del tratado de nación más favorecida en 1869, las exportaciones suizas a España aumentaron, y lo mismo cabe decir de las importaciones suizas de productos españoles. 523 En este aumento tuvo que influir la plaga de la filoxera en Francia, por cuya causa cual se incrementarían las importaciones a Suiza de vino común español. Desgraciadamente carecemos de las estadísticas que nos permitan avalar cuantitativamente hasta qué punto incidió el comercio con Suiza en la expansión del viñedo español durante estos años aunque todo parece apuntar a un nivel de incidencia importante si tenemos en cuenta las cifras a partir de 1885 como observamos en el tabla 1. 523 ZB. Bericht des schweizerischen Konsuls in Barcelona über das Jahr 1875.
194
Beatriz Sánchez Fernández Tabla 1: Importaciones y exportaciones suizas de productos españoles (en milliones de francos)
Años
Imp.
Exp.
Años
Imp.
Exp.
1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909
1,5 1,5 1,6 3,8 3,9 4,1 4,1 7,1 8,9 11,2 15,4 15,5 16,3 15,5 15,9 12,7 10,8 13,1 16,2 12,6 19,1 5,9 7,9 12 11,6
8,7 9,2 8,4 7,9 9,4 10 11,6 11,3 9,1 11,7 11,8 11 9,3 8 15 14,6 15,3 15,8 11,7 15,4 14,6 15,4 17,2 17,9 17,6
1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
18,5 24,7 30,4 29,2 14,8 63,4 81,5 85,9 156,6 227,8 105,1 64,5 46,8 35,1 35,6 37,1 38,8 42,2 50,3 43,7 37,7 35,3 34,3 31,1 31 26,2
16,5 22,7 27,2 30,9 25,1 33,5 48,2 52,4 33,7 68,7 135 60,9 59,5 64,5 51,6 53 53,7 63,1 81,7 54,8 47,6 27,7 18,6 20,8 21,3 23,7
Fuentes: Estadísticas suizas de comercio exterior: 1885-1935.
En las páginas que siguen intentaré reconstruir la evolución cuantitativa de los intercambios hispano-suizos y su posible incidencia tanto en la economía suiza como en la española. En concreto esta segunda parte se centrará en analizar de forma cuantitativa los hechos que ya hemos apuntado en el capítulo anterior a éste, y de esa manera ver de qué forma las políticas comerciales y las coyunturas internacionales influyeron en
La evolución del nivel de intercambios
m
los niveles de intercambios. Con ello se pretende contribuir al estudio de las relaciones internacionales dentro de los llamados países desarrollados frente a países semidesarrollados o de los países del centro con los periféricos y su relación con respecto al comercio exterior. Gs decir, averiguar cómo y de que manera son válidas las tesis que afirman que el comercio exterior español privó a España de un desarrollo industrial en el siglo XIX y parte del siglo XX, al basarse el comercio español de exportación en productos alimenticios en su búsqueda de las ganancias a corto plazo despreciando el papel incentivador de la industria.524 Por parte Suiza sería interesante ver si éste se beneficiaría, como país emisor de productos industriales y manufacturados, de la pobreza industrial española, y hasta qué punto dicha pobreza industrial supondría un factor de influencia más o menos importante dentro del campo de desarrollo industrial helvético.525 El primer capítulo tratará de darnos una visión de la evolución general de los intercambios y las fluctuaciones que se producirían en la balanza de comercio en uno u otro país. Así partiendo de un análisis global de los niveles de intercambio representado en el tabla 1 trataremos de señalar en un primer lugar la evolución de la tasa de crecimiento del comercio en las relaciones bilaterales y la manera en que éste se desarrolló. Su desarrollo dependerá tanto de la coyuntura internacional, que en algunos casos siguió el modelo europeo, como de la política comercial autóctona. En su estudio veremos cómo el comportamiento entre ambos se asemejó en ocasiones al modelo europeo de relaciones comerciales internacionales, pero en otras épocas estas normas difirieron aunque en cualquier caso simpre guardan relación con los modelos de pensamiento económico europeos característicos de ese periodo. A fin de relacionar las políticas comerciales con los ritmos de crecimiento he dividido el periódo cronológico en seis fases. Cuatro de ellas, es decir las que se presentan antes de la Primera Guerra Mundial se ajustan bastante bien al marco temporal descrito por Bairoch cuando trata de las relaciones entre la política comercial y el ritmo de expansión del comercio europeo y que puede sintetizarse diciendo que el crecimiento del comercio europeo fue en términos generales más rápido en las etapas proteccionistas que en las librecambistas, y que la economía europa sufrió una reducción de su tasa de crecimiento en el periodo liberal, acelerándose con la vuelta al sis-
524
A. Garcia Sanz: „El comercio exterior español desde principios del siglo XIX a la actualidad", en Revista de Economía política, VI, 1955, pp. 26-65.
525
W.A. Lewis, I. Berend y G. Ranki han puesto de manifiesto que las dependencias de los países llamados periféricos respecto a los países del centro provocaron un reforzamiento de las estructuras socioeconómicas internas y frenaron el desarrollo económico. Ver: W.A. Lewis: Growth and Fluctuations, 1870-1913, Londres, 1978, pp. 164-167; I.T.Berend y G.Ranki: .foreign Trade and Industrialitation of the European Periphery in the XlXth Century", en Journal of European Economic History, vol 9, n s 3, Winter 1980, pp. 539-584.
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tema proteccionista de la última década del siglo XIX.526 Las fases que pueden dividirse en función de lo acuerdos comerciales son las siguientes: 1885-91: El tabla 1 pone de maniñesto que en un principio las exportaciones suizas a España eran mucho mayores que las importaciones de productos españoles, es decir, la balanza comercial es claramente favorable a Suiza. Esto explica por un lado el interés de Suiza en mantener los acuerdos comerciales con España, al mismo tiempo que se advierte un aumento generalizado del comercio exterior justo en un momento en qué la política de corte más proteccionista había comenzado a afianzarse Del mismo modo las importaciones de productos españoles tienden a aumentar si bien sus valores absolutos están muy por debajo de los de las exportaciones. En el caso de valorar el periodo dentro de los ritmos de crecimiento (tabla 2) el comportamiento obedece más al caso generalizado de que España tiende a acelerar su ritmo de crecimiento de las exportaciones una vez firmados los acuerdos acomerciales. Tabla 2: Tasas de crecimiento porcentual de las importaciones y exportaciones suizas de productos españoles (porcentaje de su total) Periodos 1885-91 1892-98 1899-05 1908-13 1914-19 1921-26 1927-35
Importaciones 11,5 22 2,6 16 57,2 -7,5 -5,1
Exportaciones 4,9 -4,8 -0,3 9,9 18,4 -2,04 -10,3
Fuentes: Estadísticas suizas de comercio exterior. Tasa de crecimiento a partir de los tablas del apéndice estadístico.
Pero mientras las exportaciones españolas crecen a un ritmo del 11,5 por ciento las importaciones sólo lo harán en un 4,9 por ciento. Es decir que el comercio de exportación español a Suiza se desarrolló enormemente en un periodo que Vicens Vives calificó de "época librecambista" aunque otros historiadores lo consideran más bien de un proteccionismo moderado.527 También Suiza mantuvo un nivel de crecimiento con respecto a España superior al de otros países. 1892-1898: El periodo comprendido entre 1892 y 1898 marca un regreso a las prácticas proteccionistas españolas al mismo tiempo que se advierte un aumento de la influencia de los sectores menos liberales en la política comercial suiza. Dentro de las
526
P. Bairoch, Commerce extérieur..., op. cit., pp. 162-63. 527 vicens Vives, Manual de Historia Econâmica de Espafia, Barcelona, 1978, pp. 642-645.
La evolución
del nivel de
intercambios
197
cifras totales del tabla 1 las importaciones de productos españoles lograron alcanzar en 1894 el mismo nivel que las exportaciones e incluso para los cuatro últimos años logran superar a éstas. El ritmo de crecimiento señalado en el tabla 2 es de un 22 por ciento para el periodo que comprende esos siete años. Por el contrario y aunque las exportaciones también aumentan en algunos años, nos encontramos con un fuerte descenso en los dos últimos años del periodo, lo que provocará el crecimiento negativo de -4,8. Las causas de este crecimiento negativo de las exportaciones suizas a España podrían estar en la competencia de los productos franceses y en la subida del arancel español de 1893, que afectó a los principales productos suizos de exportación. 528 El motivo de la expansión de las importaciones a partir de 1893 hay que atribuirlo al acuerdo de ese mismo año, gracias al cual muchos productos españoles contaron con ventajas para su importación. Se producirá además no sólo un incremento en la cantidad de los productos tradicionales sino una introducción de nuevos productos que comenzaban ya a formar parte de los nuevos gustos y demandas de la sociedad helvética. 1899-1905: Las cifras que se desprenden del tabla 1 nos demuestran un desarrollo notable de la importación. Las exportaciones suizas a España también experimentarán un notable aumento al finalizar el siglo y superarán los niveles de las importaciones, salvo en algunos años. El tabla 2 presenta un ritmo de crecimiento menor en el caso de las importaciones, de 2,6 por ciento, mientras que las exportaciones pasan por un periodo de estabilidad, con un crecimiento que no sobrepasa el 1 por ciento. La inestabilidad internacional y el afianzamiento de las política proteccionista serán causas de este estancamiento. El arancel suizo de 1902 elevará las tasas de los productos agrícolas, por lo que el crecimiento de las importaciones de productos españoles será mucho más moderado. Al desarrollo de las exportaciones a España contribuirá el comportamiento de la peseta, con una ligera tendencia al alza, y el modus vivendi de 1897, que permitió una cierta estabilidad económica. Al mismo tiempo asistimos a un momento expansionista de la industria suiza. La ruptura de negociaciones entre España y Francia como consecuencia del arancel del vino francés después de la superación de la plaga de la filoxera en la viña francesa provocó también un aumento de las exportaciones suizas de productos que hasta ese momento habían sido expedidos por los comerciantes franceses. Pero lo mismo que la ruptura de las relaciones comerciales de España con Francia provocará un acercamiento con Suiza, el fin de la plaga de la filoxera en Francia y los acuerdos bilaterales entre Francia y Suiza e Italia y Suiza de 1902 y 1903 actuarán de manera negativa en las importaciones de productos españoles.529
528
L. Prados de la Escosura: „Comercio exterior...", op. cit., p. 29.
529
J. Maluquer de Motes: „De la crisis colonial a la Guerra Europea: Veinte años de economía española", en J. Nadal, A. Carreras, C. Sudriá (comp.), La economía española en el siglo XX, Barcelona, 1988.
198
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1908-1913: Dejando a un lado los años críticos de 1906 y 1907 como consecuencia de la guerra de tarifas entre ambos países se observa en el tabla 1 un incremento importante tanto de las exportaciones como de las importaciones. Las importaciones pasan de 12 millones de francos en 1908 a 29,2 millones de 1913 con un máximo de 30,4 millones en el año 1912. De la misma manera las exportaciones pasarán de 17,9 millones en 1908 a 30,9 millones en 1913. Observando el tabla 2 comprobamos que el grado de crecimiento será en abos casos positivo. Es decir, las importaciones crecerán en un 16 por ciento mientras que las exportaciones de productos suizos a España lo harán en un 9,9 por ciento. Las causas hay que buscarlas en los acuerdos tomados en 1906, con las concesiones dentro de los anexos, que permitieron una reducción de las tarifas arancelarias allí donde eran más necesarias, lo que resultó enormemente eficaz, como se desprende de los tablas presentados. El incremento de las exportaciones y las importaciones vendrá asimismo motivado tanto por la expansión de las industrias suizas durante este período como por el aumento en la diversificación de los productos de exportación. 1914-1919: La situación de neutralidad de ambas potencias determinará los ritmos de crecimientos de los niveles de intercambio. En el tabla 1 las importaciones pasan de 14,8 millones en 1914 a 227,8 millones en el año 1919. También las exportaciones crecerán pero en menor cuantía, pasando de 25,1 millones en 1914 a 68,7 en 1919. Estas diferencias entre las exportaciones y las importaciones se debieron claramente a la situación geográfica suiza y al papel que ésta desempeño frente a los países aliados y los países centrales como explicamos en el capítulo anterior a éste. Con respecto a el tabla, en esta época el incremento a precios corrientes será del 57,2 % en el caso de las exportaciones y del 18,4 % en las importaciones de productos provenientes de España. Mientras que las exportaciones suizas comienzan a ser cada vez menores a partir de 1916, las importaciones de productos españoles comienzan a crecer justo a partir de este año. La autorización por parte francesa de ceder el país como tránsito a los productos de origen español con destino a Suiza permitirá un incremento de las importaciones de productos agrícolas y materias primas de las cuales suiza andaba tan escasa. El acuerdo firmado en 1917 permitió que España se colocara a la cabeza de los países de importación en materias alimenticias. Indudablemente esto permitió una ligera recuperación de las exportaciones españolas teniendo en cuenta el perjuicio que habían sufrido al desaparecer del mercado mundial Francia, Alemania e Inglaterra, sus mayores compradores. 1920-1926:530 A partir de esta fecha y salvo en el primer año en el caso de las exportaciones las relaciones comerciales entrarán en una fase de decrecimiento motivado por la recuperación en el mercado mundial de las potencias que hasta entonces habían 530
Se ha omitido el año de 1920 por presentar aún una fuerte influencia de las consecuencias de la guerra mundial en las relaciones. Su inclusión en el período anterior nos hubiera dado también cifras por debajo del crecimiento que se produjo durante la Guerra.
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formado paite del conflicto. El arancel proteccionista de 1921 en Suiza elevó extraordinariamente los aranceles de productos agrícolas provenientes de España y de igual modo el provisional de 1921 y el arancel Cambó de 1922 en España limitaron extraordinariamente las importaciones de productos provenientes de Suiza. También la política de protección a la agricultura, los comportamientos de las monedas internacionales y las medidas antidúmping impuestas por Suiza y por España provocaron la tendencia a la baja de las exportaciones y de las importaciones. En el tabla 1 se observa una disminución de 127,7 millones en las importaciones de productos españoles en 1920 mientras que las exportaciones presentan su máximo con 135 millones. Esta divergencia vendrá dada por el incremento importante en las exportaciones de materias textiles y en maquinarias y vehículos frente a la reducción de las importaciones de vino español, que será del orden de 60.709.145 de francos respecto al año anterior.531 En el tabla 2 se ha escogido el periodo a partir de 1921 a fin de evitar la influencia que el año 1920 aún tiene en las importaciones y exportaciones y con lo cual el resultado daría cifras anómalas. Siguiendo esta tabla las exportaciones suizas a España presentan un decrecimiento del -2,04 respecto al período postbélico y en el caso de las importaciones el crecimiento negativo alcanza el 7,57 por ciento. Indudablemente a ello va a contribuir el comportamiento monetario, por lo que serán los valores corrientes los que experimentarán un mayor descenso. En términos reales (volúmenes) sin embargo en 1926 las importaciones suizas de productos españoles alcanzaron niveles por encima de los de 1913, al igual que las exportaciones. Hay que pensar por tanto que los acuerdos de 1922 no actuaron como freno al comercio exterior sino que por el contrario permitieron una mejor distribución de las importaciones y exportaciones. Los acuerdos además motivaron reducciones en aquellos productos cuya competencia exterior era más fuerte. 1927-1935: El tabla 1 presenta una doble fase en los valores de importación, que abarca los tres primeros años hasta 1930, en que las importaciones se elevan en 1928 para volver a bajar ligeramente en 1929, y una segunda fase de decrecimiento paulatino a partir de 1930 hasta alcanzar su punto más bajo en 1935. Con respecto a las exportaciones éstas experimentaran el mismo comportamiento que las importaciones aunque sus valores descenderán en 1930 a 27,7 millones de francos. A partir de ahí los valores se irán reduciendo hasta alcanzar su punto más bajo en 1932 en que no alcanzan los 19 millones. En los años siguientes se aprecia un ligero incremento pero ya la balanza comercial se mantendrá a favor de las importaciones españolas. La tendencia de todo el periodo es claramente decreciente tal como se observa en el tabla 2. En el caso de las importaciones el descenso para todo el periodo fue de 5,1 por ciento seguramente debido a las medidas impuestas por parte del Gobierno helvético al fin de 531
Las exportaciones de materias textiles pasaron de 21 millones aproximadamente en 1919 a 55 millones en 1920 y las de máquinas y vehículos de 19 millones a algo más de 32 millones en 1920. Ver apéndice estadístico.
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frenar la entrada de productos a menor precio y el talante proteccionista que había logrado afianzarse a partir de la crisis de los años treinta. La instalación de las medidas de contingentación y las elevaciones en los tipos de cambios contribuirán a este descenso. También las exportaciones sufrirán las consecuencias de las medidas de límites de importación llevadas a cabo por España. La caída en el caso de las exportaciones será para todo el periodo de más del 10 por ciento. Las causas se pueden encontrar tanto en la política proteccionista impuesta por la Dictadura española como en la depreciación monetaria española a partir de 1930.
1.1. La evolución de la balanza comercial Si observamos los datos del gráfico 1 que representan el comportamiento de la balanza comercial hispano suiza desde 1885 a 1935 podemos ver un comportamiento de cierto equilibrio en el que a veces las importaciones sobrepasaban a las exportaciones o viceversa. Los períodos en los que la balanza comercial registra un punto de inflexión en las curvas están muy relacionados con los momentos de firmas de acuerdos comerciales. En el gráfico 1 aparece representada esta balanza comercial en él se pueden observar cinco fases. En la etapa que va desde 1885 a 1894 la balanza comercial se mantuvo favorable para Suiza. Observamos también la tendencia alcista de las importaciones de productos españoles como comentamos anteriormente. Durante esa época, las importaciones de vino español aumentaron como consecuencia de la plaga de la filoxera en Francia pero también lo hicieron los cítricos y los frutos secos. Al mismo tiempo, aumentan las exportaciones aunque éstas lo harán a un ritmo menor. El fuerte proteccionismo español con respecto a los textiles, y la aún escasa demanda de productos industriales de máquinas y de material de ferrocarril limitaron un mayor desarrollo de las exportaciones a España. A partir de 1894 la tendencia de la balanza comercial se invierte. Se observa un aumento de las importaciones frente a un descenso de las exportaciones. A esto contribuyó el arancel proteccionista español de 1892, que impidió la importación de gran cantidad de productos suizos, sobre todo textiles. Por el contrario los acuerdos entre Suiza y España de 1893 favorericieron las importaciones de vino y otros productos alimenticios.532
532 L¡, guena ¿ e tarifas con Francia por parte suiza duró hasta 1895. Las consecuencias de dicha guerra fueron como señala Bosshard fundamentales para el comercio suizo. Para este autor la política proteccionista fue el único arma con que contaron los países europeos para salvaguardar su protección nacional,por lo menos hasta la Primera Guerra Mundial. A. Bosshard, Die schweizerische Textilindustrie im internationalne Konkurrenzkampf, Zürich-St. Gallen, 1959, p. 236.
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La evolución del nivel de intercambios Gráfico 1: Evolución de la balanza comercial suiza en francos 1885-1935
1880
1890
1900
1910
1920
1930
1940
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. Los valores se han obtenido convirtiendo los valores reíales en logaritmos a fin de observar más claramente el movimiento de las curvas.
De 1900 y hasta 1905 se observa una alternancia de la balanza comercial, una vez a favor de las importaciones y otra vez a favor de las exportaciones. La causa de ello fueron motivos de índole interno (descenso o aumento de la demanda de ciertos productos) y extemos (mayor o menor concurrencia extranjera). En cierta medida esta actitud de la balanza comercial nos habla de un comercio sujeto a vaivenes en virtud de la firma de acuerdos o no con otros países (Italia o Alemania) aunque son indudablemente los acuerdos con Francia los que determinarían una u otra tendencia de la curva. En 1906 se produce la famosa guerra de tarifas, que aunque de corta duración tendrá consecuencias nefastas para las exportaciones de vino a Suiza. La recuperación, lenta, no llegará hasta 1910 cuando de nuevo las importaciones sobrepasen las exportaciones. A la caída de las importaciones de vino contribuyeron también las buenas cosechas suizas de 1904. También los acuerdos comerciales firmados entre Suiza y Francia y Suiza e Italia perjudicaron las importaciones de productos agrícolas españoles. Por parte de las exportaciones la tendencia a la alza se mantiene si bien ésta es bastante moderada, posiblemente debido a los aranceles proteccionistas españoles de 1906 o al ligero desarrollo industrial español, lo que motivó un avance lento de las im-
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portaciones de maquinarias y material ferroviario. A pesar de ello el avance de las exportaciones de estos productos se mantendrá a lo largo de todo el período y hasta 1913. Esto vendría dado por el proceso de transformación de la estructura geográfica de las importaciones en España, que incluía una diversificación paulatina de los países exportadores. Gran Bretaña y Francia pierden su papel casi hegemónico mientras que otros países como Argentina, E.E.U.U. y Alemania vienen a cubrir el terreno perdido por los británicos y franceses.533 También la especialización llevada a cabo por parte de los industriales suizos en aquella fecha, tanto en lo referente a los textiles como a determinadas máquinas de precisión, les permitió competir con concuerrencia de otros países y de esa forma ofrecer al mercado español productos de calidad que no podían ni fabricar ellos mismos ni encontrar en otros mercados.534 Por otra parte se produce una mayor diversificación de las mercancías españolas de importación, lo que contribuirá a un aumento en el volumen. Las exportaciones de productos cuya demanda era inelástica al no estar su fabricación extendida en España (algunos tejidos especiales de algodón, seda, herramientas y maquinarias) permitieron que pese a las barreras arancelarias españolas las exportaciones suizas siguieran aumentando. Este aumento de las exportaciones coincidiría a su vez con el desarrollo de las políticas proteccionistas en ambos países. Además las mejoras en los transportes y el abaratamiento de los fletes como consecuencia de la introducción de la máquina de vapor y el aumento de la red ferroviaria permitieron también un incremento en las exportaciones en general. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial las exportaciones se muestran en un primer momento más fuertes que las importaciones, que sufren una caída en 1915 como consecuencia de la prohibición impuesta por Francia de permitir el tránsito de los productos por su país. La formación del Trust de importación suizo en 1917 favoreció la reglamentación de las importaciones de proveniencia española, por lo que a partir de ese años las importaciones volvieron a aumentar. Las exportaciones de productos a España también experimentan una subida tanto en lo relativo a los volúmenes como a los valores. Aunque indudablemente la elevación del precio de las mercancías durante el conflicto se disparó y hubo que hacer una deflación de los precios a fin de ver el valor real de las importaciones y las exportaciones con precios deflaccionados, se produce como he señalado un notable aumento del comercio, que vendría dado por los volúmenes comercializados. Durante los años de la Gran Guerra la balanza comercial suiza fue siempre desfavorable. La diversificación de los productos alimenticios de importación, como ya veremos a la hora de estudiar su comportamiento por productos, provocará en España un aumento en la producción y seleción de productos agrícolas como por ejemplo la naranja. También crecieron las producciones de vino, aceite y algunas plantas horto-
533
L Prados de la Escosura: „Comercio exterior..., op. cit., p. 55. 534 p Bairoch, Commerce extérieur..., op. cit., p. 142.
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frutícolas así como la cabaña ganadera.535 Parece ser por tanto que en los decenios primeros de nuestro siglo el campo logró romper con los mecanismos clásicos. Indudablemente la función de neutralidad de España en el conflicto tuvo que servirle de ayuda para que esto se produjera. Indudablemente el papel desempeñado por Suiza con respecto a la dinámica de la agricultura y en la ganadería española es incuestionable si comparamos las cantidades importadas por Suiza durante el conflicto. En 1923 Suiza importaba ganado por un valor de 115 francos. En 1915 lo hizo por 8.950 francos por un total de 20 cabezas y en 1916 por un valor de 661.990 francos. En 1917 se acercan a los 2 millones de francos. A partir de 1918 las cantidades disminuirán pero se mantendrán los valores por encima de antes de la guerra. Lo mismo resultará de las importaciones de vino español, como ya veremos a la hora de valorar el comercio por productos. Es decir que si bien la agricultura española de exportación pudo experimentar un retroceso por la desaparición de las compras de los países beligerantes creo que ésta fue en menor medida gracias al trasvase de sus exportaciones hacia otros países ausentes en el conflicto como el caso de Suiza. Al mismo tiempo Suiza tuvo que recurrir a las compras españolas precisamente porque sus proveedores tradicionales (Italia o Austria) se encontraban en guerra y por tanto no podían suministrarle convenientemente.536 Con respecto a las exportaciones a España, también se producirá un aumento del volúmen de los productos tradicionales, aunque se observa un retroceso y casi desaparición de los productos alimenticios como consecuencia de la prohibición de exportar alimentos que Suiza impuso durante el conflicto. Aumentaron las exportaciones de maquinaria, instrumentos para la electricidad y motores hidráulicos a tenor del desarrollo en España de la producción de energía eléctrica con base en la energía hidráulica. Pero las exportaciones también se vieron limitadas por la carencia de materias primas necesarias para la producción industrial. Así durante el conflicto la industria suiza se vio obligada como vimos a recurrir a las materias primas artificiales para paliar la carencia de las materias primas naturales que no podían ser importadas. En el período de entreguerra los efectos de la primera guerra se dejaron sentir sobre todo en los primeros años del decenio. El comercio, una vez restablecida la paz y como consecuencia de la fuerte demanda, experimentará un crecimiento en 1919. En este año es cuando se manifiestan las máximas de las importaciones de todo el período. También las exportaciones alcanzarán su nivel más alto como consecuencia de la desaparición provisional de los países que formaron parte del conflicto y los cuales eran los mayores concurrentes. No hay que olvidar sin embargo el comportamiento de los precios a lo largo de la guerra, que en muchos casos llegó a suponer un incremento del 200% con respecto a
535
Maluquer de Motes, J.:„De la crisis colonial..., op. cit., p. 75.
536
Ibid., p. 69.
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los de 1913. Por esto es por lo que hay que tomar los valores referidos en francos con cierto escepticimo si no se ha realizado una deflación de los mismos. Se produce sin embargo no solo un aumento en los valores sino también en las cantidades comercializadas.337 Indudablemente la fuerte inflación alcanzada por los precios de los productos de importación provocará una subida sin paliativos. La permanencia de elevados niveles tanto en la exportación como en la importación se producirá a causa del mantenimiento de los valores de la peseta y del franco en una época en que los valores de las divisas de otros países estaban cayendo. Esto permitió, por lo menos durante el período de adaptación, un cierto equilibrio entre las importaciones y exportaciones que se romperá una vez que comience la recuperación de los países que habían entrado en conflicto. En Suiza la guerra provocará un aumento de la demanda externa de los productos de primera necesidad, alimentos y telas. La situación será meramente coyuntural. A partir de la recuperación en los años 20 de las economías europeas la situación se estabilizará, aunque las cantidades comercializadas seguirán suponiendo índices más elevados que los de antes de la Guerra. Suiza impondrá límites a las importaciones debido al descenso de los valores monetarios y al abaratamiento de la mano de obra en Europa, lo que provocará una balanza comercial deficitaria de más de un millar de francos. Del mismo modo las exportaciones suizas a España dismuirán como consecuencia de la bajada de la peseta, la subida de los aranceles y la entrada de la competencia francesa y alemana de nuevo en el mercado mundial. 538 A partir de 1923 y gracias a la recuperación de la moneda en Alemania la concurrencia alemana disminuye y Suiza comienza a aumentar sus exportaciones a España. Lo mismo ocurre con las importaciones de productos españoles gracias a los acuerdos Armados en 1922. Durante 1925 y hasta 1929 gracias a la desaparición de la política de contingentación se producirá una recuperación de las importaciones de productos
537
Ver apéndice estadístico. 538 Muchos economistas e historiadores opinan que la trayectoria económica de España se desligó completamente de la europea una vez finalizada la Primera Guerra Mundial. Prados de la Escosura opina que el hecho de que España no se viera influida por la crisis de 1920 se debió precisamente a este desligamiento de los ritmos europeos. Palafox sostiene que en los años de 1920 la economía española se cerró aún más porque el comportamiento de la coyuntura internacional no afectó a la española. Carreras y Comfn son sin embargo de opinión contraria y ven una similitud del comportamiento económico español con respecto al europeo. Ver J. Palafox: „Contradicciones del capitalismo español durante la depresión económica de los años treinta", en Información Comercial Española, n s 514, 1976, pp. 110-118. A. Carreras: „Gasto Nacional Bruto y formación de capital en España, 1849-1958: Primer ensayo de estimación", en P. Martín Aceña y L. Prados de la Escosura, La nueva Historia Económica de España, Madrid, 1985, pp.17-51. A. Comín: „La Economía española en el período de entreguerras", en J. Nadal, A. Carreras y C. Sudrá (comp.), La economía española en el siglo XX. Una perspectiva histórica, Barcelona, 1988.
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españoles. De otro lado las exportaciones experimentarán un incremento que tendrá su punto culminante en 1930. Gracias a la recuperación de la economía en los distintos sectores así como la cierta estabilidad política en España tiene lugar un aumento del volumen de las cantidades exportadas. En 1930 los valores en los totales de las exportaciones suizas disminuyeron en un 16% y en 1931 en un 23%, alcanzando sus mayores índices en 1933 con un descenso de un 41%. La coyuntura internacional intentó endurecer los precios y reducir los salarios. Esto provocó una subida en los costos de producción y unos desajustes en los niveles de concurrencia con otros países. Durante este período las importaciones fueron mayores que las exportaciones. Como vimos, para frenar la entrada de productos más baratos se recurre de nuevo o la ley de contingentes o a los acuerdos „clearing". Estas medidas de compensación de las exportaciones a través de las importaciones no siempre trajeron buenas consecuencias. En el caso de la relación con España la disminución que se venía observando de las importaciones de productos españoles frenaba el proceso de creación de un acuerdo de „clearing", que solo llegó a firmarse poco antes de la guerra civil española. Como factores extemos hay que hacer mención a la caída general de las exportaciones suizas como consecuencia del crack neoyorquino de 1929, que afectó a toda la industria de aquellos años. Al mismo tiempo, la competitividad de Alemania una vez recuperada de la guerra tuvo necesariamente que repercutir en los porcentajes de las exportaciones suizas. Los acuerdos alcanzados en 1929 permitieron un nuevo aumento de las importaciones. En realidad, el sentido de este superávit se presenta muy contradictorio. Aunque la balanza comercial se presente como favorable a España, no ocurría lo mismo con la balanza de pagos. En la primera parte, vimos cómo la balanza de pagos era favorable a Suiza, puesto que habría que contabilizar las partidas de ingresos invisibles. Las inversiones de capital extranjero desempeñan aquí un papel primordial, aunque hay que admitir que la cuantía de las mismas en el caso suizo fue mínima. A pesar de ello hay que mencionar que su importancia seguía siendo relevante puesto que permitía una cierta inversión teniendo en cuenta por un lado que España contaba con una moneda aún no devaluada y por otra parte que no ofrecía problemas competitivos a la producción suiza. El crecimiento negativo y preocupante después de los años 20 no se puede interpretar únicamente como un resultado de las medidas arancelarias o del flujo intersectorial de las mercancías. Como señala Florensa, también los problemas monetarios significaron un capítulo importante, puesto que la caída de las exportaciones junto con la de las divisas provocó una escasez de dinero y un retraso en los pagos internacionales, lo que tuvo que perjudicar a las importaciones imprescindibles para un normal funcionamiento de otros sectores. 539
539
S. Florensa, op. cit., pp. 63-74.
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En España y hasta 1933, el comportamiento comercial con respecto a Suiza sigue la misma pauta que para países como Alemania y Francia, con los que se firman acuerdos „clearing" a ser su balanza comercial positiva. El comportamiento español no difirió en gran medida de los mantenidos por los otros países, por lo menos en lo que respecta al comercio. Según Comín, España experimentó una crisis o estancamiento en la década de 1930 ya que la tasa de cobertura empeoró, por lo que las exportaciones españolas cayeron por un peor contexto internacional (descenso de la demanda exterior y mayor proteccionismo) mientras que las importaciones solo diminuyeron ligeramente, ya que no se adaptaron con rigor las nuevas técnicas proteccionistas. Sin embargo los acuerdos „clearing" firmados con Francia, Alemania y Suiza manifiestan que España mantenía una balanza favorable por lo menos hasta 1933, por lo que los indicadores de las exportaciones e importaciones señalan otros puntos de divergencias. En cualquier caso esto concuerda en forma general con los comportamientos europeos de los años 20 y 30 en lo referente a las medidas proteccionistas, llevada a cabo por todos los países.540 El comercio de exportación suizo en los años 30 entrará en una fase de aguda crisis, y no se recuperará hasta mucho tiempo después. El comercio, que tan importante papel desempeñó en el desarrollo de la economía suiza durante los siglos XVIÜ y XIX, se verá relegado a segundo plano. En muchos casos la causa de la desaceleración vino motivada por la emigración de las empresas al extranjero como medio de librarse de los altos aranceles y de la carestía de la mano de obra suiza.541 En el caso hispanosuizo esta circunstancia viene dada por el papel proteccionista español y suizo desarrollado a lo largo de los años 20.
540
A. Comin, op. cit., p. 125.
541
H. Hofer, Die Industrieauswanderung unter besonderer Berücksichtigung der schweizerischen Exportindustrie, Bern, 1952.
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1.2. Los niveles de intercambios Una vez analizada la balanza comercial entre los dos países vamos a ver cúal fue la cuantía de la misma dentro del comercio en general para cada uno de los dos países, y así poder configurar el peso que dicho comercio representó en el total general. Esto nos permite por un lado calificar el grado de importancia que revisten dichas relaciones así como la posible incidencia en las transformaciones de índole económica que dichos intercambios pudieran ocasionar. En primer lugar analizaremos sus porcentajes para saber el grado de importancia que dicho comercio supuso para cada uno de los dos países y después pasaremos a analizar los productos más representativos de ese comercio. La incidencia del comercio hispano-suizo en el comercio exterior general para cada uno de los países varía si se trata de aplicar las estadísticas suizas o las estadísticas españolas de comercio exterior. Como ya he señalado a la hora de comentar las cifras de los totales de las importaciones y las exportaciones, las estadísticas españolas presentan un problema de sobrevaloración de las importaciones frente a las exportaciones al mismo tiempo que una disminución del comercio con Suiza como consecuencia del problema del tránsito. En el tabla 3 aparecen los porcentajes de las compras de productos españoles en el total de las importaciones suizas durante el período 1885 a 1935, según las estadísticas de comercio exterior suizo. Los valores determinados en francos nos señalan unos porcentajes mínimos que oscilan entre los 0,20 de los primeros años hasta los 3,10 de 1934. Desde esa fecha, y dejando a un lado los porcentajes de la Primera Guerra Mundial, el porcentaje de las compras de productos españoles en el total de Suiza fue verdaderamente mínimo, por lo que podemos decir que el volumen de las importaciones de productos españoles no representó para Suiza ningún papel determinante en su economía, por lo menos en lo que respecta al total. En lo que respecta a las exportaciones a España y con respecto al total, el comportamiento es más o menos uniforme a lo largo de todo el período. Durante todos los primeros años éstas ascienden únicamente a poco más del 1% y sólo a partir de 1912 oscilan entre el 2 y el 4,19% de 1935. Aunque los porcentajes son también mínimos, si los comparamos con los de otros países, sí se desprende que, pese a su poca relevancia en cantidades absolutas, España era para Suiza un país relativamente importante como receptor de sus productos manufacturados. Hay que tener en cuenta además la importancia relativa que para Suiza representaba el comercio exterior, pues aquellos países cuyas bases de desarrollo estaban asentadas bajo las directrices del comercio internacional erán más susceptibles de perder de mercados que aquellos otros que por contar con una mayor demanda interna dependían menos del comercio exterior.
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Beatriz Sánchez Fernández Tabla 3: Porcentajes del comercio de Suiza con España, 1885-1935
Años Importación Exportación 0,22 1,36 1885 1886 0,21 1,41 1887 0,21 1,28 1888 0,49 1,21 0,44 1,35 1889 0,44 1,42 1890 1891 0,45 1,73 0,82 1,72 1892 1893 1,08 1,41 1894 1,36 1,88 1895 1,68 1,78 1896 1,56 1,60 1,34 1,59 1897 1,45 1898 1,11 1,88 1899 1,37 1,75 1900 1,14 1,03 1901 1,83 1902 1,16 1,81 1,32 1903 1,35 1904 1,02 1,73 1905 1,38 1,51 1,44 1906 0,40 1907 1,49 0,47 1,72 1908 0,81 0,72 1909 1,60 1910 1,38 1,06
Años Importación Exportación 1911 1,37 1,81 1,54 1912 2,00 1,52 2,24 1913 1914 1,00 2,11 3,77 1915 2,01 1916 3,43 1,97 3,57 1917 2,25 6,52 1,72 1918 6,45 1919 2,08 1920 2,48 4,18 1921 2,81 2,84 2,44 1922 3,38 1,56 1923 3,66 1924 1,42 2,49 1,41 1925 2,60 0,16 2,92 1926 1,65 3,12 1927 1,83 3,83 1928 1929 1,57 2,60 1,41 1930 2,69 1931 2,30 3,16 1932 2,87 3,60 1933 2,77 3,67 1934 3,10 3,72 1935 2,86 4,29
Fuente: Estadística suizas de comercio exterior. Tabla a partir de los valores del apéndice estadístico.
Aplicando las cifras de exportación e importación dadas por Tena para el total español, he aplicado las cuotas de importaciones y exportaciones dadas por las fuentes estadísticas suizas. A pesar del problema que puede presentar, y considerando que las estadísticas españolas han sido fuente para otros estudios, he decidido darlas por válidas por lo menos lo que se refiere a sus totales. De esa manera veremos desde el punto de vista español cuál fue la incidencia de las exportaciones e importaciones con relación a Suiza. Aún considerando las deficiencias de los valores, por cuanto que Suiza
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consignaba sus valores en peso neto mientras que España lo hacía en peso bruto y contabilizando además las diferencias monetarias entre uno y otro país se advierte en las estadística españolas un comportamiento homogéneo con respecto a las presentadas por las estadísticas suizas (tabla 4). Tabla 4: Porcentajes del comercio de España con Suiza, 1885-1935 Años Importación Expoi^ción 1885 0,73 0,19 1886 0,69 0,19 0,66 0,18 1887 0,67 0,39 1888 1889 0,68 0,35 0,64 0,36 1890 0,74 0,33 1891 0,60 1892 1,00 0,94 0,79 1893 1894 1,11 1,05 1,21 1,10 1895 1,08 1896 0,99 0,85 1,08 1897 0,92 1,13 1898 1899 1,25 1,33 1,35 1,16 1900 1901 1,41 1,10 1902 1,49 1,27 1903 1,08 1,49 1904 1,42 1,14 1,21 1905 1,64 1,28 1906 0,51 1,55 0,64 1907 1908 1,58 0,96 1909 1,58 0,86 1,42 1910 1,30
Años Importación Exportación 1,82 1911 1,69 1912 2,05 1,95 1913 1,95 1,88 1914 2,01 1,27 2,72 1915 0,42 1916 4,43 5,00 1917 6,27 5,41 1918 4,95 13,67 6,50 14,41 1919 1920 8,54 8,50 1921 4,04 5,58 1922 4,45 4,82 1923 6,07 3,05 1924 4,24 2,96 1925 2,94 3,03 1926 3,07 2,99 3,32 1927 3,07 1928 3,70 3,29 1929 2,48 3,07 1930 2,38 2,59 1931 2,62 2,81 1932 1,01 3,31 1933 1,28 3,25 1934 1,16 3,15 1,25 2,72 1935
Fuente: Valores totales a partir de las cifras de Tena en "El comercio exterior español". Estadísticas oficiales. Las cifras han sido obtenidas comparando el total español con las tasas obtenidas de las estadísticas suizas.
Observamos una mayor incidencia de las exportaciones españolas a Suiza sobre todo durante el siglo XX con valores semejantes a los que presentan las estadísticas
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suizas. También en el caso de las importaciones se observa un comportamiento similar minusvalorado posiblemente en los primeros años como consecuencia de la política proteccionista que daría un mayor valor a las importaciones que a las exportaciones. A pesar de ello los comportamientos no son tan dispares y se puede pensar que efectivamente las relaciones comerciales entre ambos países no pasaron de ser meras relaciones coyunturales que se reforzaron en épocas de crisis con otros países pero que una vez superada esa fase coyuntural volvieron a disvirtuarse perdiendo fuerza.
2. La evolución de los intercambios de 1885 a 1913
2.1. Las importaciones suizas Las importaciones de productos españoles por parte suiza desde 1885 hasta 1913 se caracterizaron sobre todo por el carácter uniforme de las mercancías importadas, las cuales van a consistir casi únicamente en vino y, en mucha menor medida, en cítricos (naranjas y limones) y otros productos de la huerta. El vino será el principal protagonista y el aumento de las importaciones se producirá bien por causas internas bien por causas coyunturales en virtud del comportamiento general europeo. La crisis agrícola en el viñedo de los cantones de Wallis y de Ginebra produjo una sucesión de malas cosechas con el consiguiente encarecimiento de los precios de los vinos nacionales, que además no daban para cubrir la demanda. La plaga de la filoxera en Francia, país junto con Italia de donde provenía la mayor cantidad de las importaciones, va a obligar a Suiza a buscar un nuevo país que cubra la falta de producción francesa. Los acuerdos entre Francia y Suiza de 1882 que permitieron el mantenimiento de los aranceles de vino hasta 15° y su introducción dentro de los productos que gozaban de la cláusula de favor en los acuerdos con España de 1883, permitieron la entrada masiva de vino español a partir de aquellos años. 542 El resultado de dichos acuerdos motivó un aumento de las importaciones de vinos español que pasaron de representar el 43% del total de las importaciones en 1885 a más del 66,89% en 1913 con sus máximas en los años de 1895 a 1900 en que las importaciones supusieron más del 85% de los totales importados.
542
R. Geigy-Merian, Unsere Handels- und Zollpolitischen Beziehungen zu Frankreich, Basel, 1893. Como ya vimos, los acuerdos con Francia habían establecido en 1892 el arancel del vino a 3,5 francos. Por entrar los vinos dentro de la cláusula de nación más favorecida, los vinos españoles también se vieron beneficiados de la reducción.
211
La evolución del nivel de intercambios Tabla 5: Exportaciones españolas a Suiza % del total Años
Vino
Total
1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913
43,80 36,20 60,53 59,68 68,43 87,40 67,77 81,66 84,63 84,40 87,76 86,31 85,38 80,58 82,98 84,77 54,83 76,47 77,29 75,02 78,79 39,70 28,05 63,60 61,90 68,65 76,44 74,36 66.89
55,36 47,11 67,34 55,58 75,73 91,50 70,97 85,96 88,73 86,30 88,34 88,54 90,10 84,13 87,13 87,16 59,08 80,68 83,23 79,25 81,70 44,33 36,94 70,74 67,74 74,36 79,95 79,53 72.78
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior.
Los vinos obtendrán casi el porcentaje absoluto de las importaciones suizas sobre todo en los primeros años. A partir de 1893 se observa un aumento en los otros productos por lo que los pocentajes en las cantidades totales disminuyen. A partir de 1906
Beatriz Sánchez Fernández
212
y con la guerra de tarifas las cantidades de vino importado descienden, pero vuelven a recuperarse una vez establecido el acuerdo comercial ese mismo año. Ver gráfico 2. Gráfico 2: Importaciones de vino respecto al total de las importaciones, 1885-1913
in co 00
r^ 0 i o t . 0 > o < > o o a o o OOCOOOGOGO
— io — ^
Fuente: Estadísticas comerciales suizas. A partir de los datos del apéndice estadístico. Valores en 1.000 francos.
En lo que respecta a su comportamiento cronológico el aumento masivo se producirá con el acuerdo comercial de 1893. Las reducciones de los vinos hasta 15° para el caso de los vinos comunes y la concesión de no pagar un suplemento especial hasta 18° para los vinos especiales benefició extraordinariamente las exportaciones. En ese año tanto el vino como el resto de los productos tradicionales de importación experimentan un aumento sin paliativos. El punto máximo se alcanza en 1897-98 es decir cuando debía ser derogadado el acuerdo comercial. El modus vivendi de 1898 no pudo sin embargo frenar el retroceso de las importaciones. La amenaza de la subida de los aranceles agrícolas en Suiza repercutió en el importador suizo, que prefirió esperar hasta que se hubiera publicado el nuevo arancel. Por otra parte los acuerdos que habían comenzado a realizarse con Francia e Italia a comienzos de siglo provocaron también un retroceso en las importaciones de productos españoles. La publicación del
La evolución del nivel de intercambios
213
arancel de 1902 en Suiza y los acuerdos llevados a cabo con Francia e Italia con respecto a los aranceles del vino y los cítricos permitieron un aumento de nuevo de las importaciones. Las protestas de los campesinos suizos, que aseguraban que en los acuerdos de 1902 no se habían tenido en cuenta sus intereses, y las presiones para que se redujeran las importaciones de vino español, fatalmente competitivo, produjeron como sabemos la guerra de tarifas entre España y Suiza en 1906. En 1905 y previéndose la falta de acuerdos entre ambos países los importadores de vinos suizos se habían provisto de 683.536 hectolitros de vino común no superior a 15° por un valor de 17.597.305 francos. Esta fue la causa mayor de la caída tanto en 1906 y 1907. Los lagares de vinos se habían llenado con los vinos a precios de arancel de 1893.543 Al finalizar la guerra de tarifas y hasta 1913 los vinos volverán a ser, tanto en términos relativos como absolutos, la mercancía que experimentará un mayor crecimiento. Se pasa del 63,6% 1908 al 74,36% en 1912. Posiblemente también los acuerdos de 1911 afectaron beneficiosamente a las importaciones españolas ya que se observa un incremento de casi todos los productos. El modus vivendi firmado con España permitió la entrada de los productos agrícolas bajo los mismos aranceles que en 1906. El tabla 6 nos muestra los porcentajes de vinos exportados a Suiza con respecto al total de las exportaciones españolas de vino común. Como deducimos por la cifra el aumento de las exportaciones españolas de vino correrá paralelo por lo menos hasta 1891 con las exportaciones a Suiza. A partir de ese año las exportaciones españolas de vino experimentan un retroceso expectacular. No ocurre lo mismo con las exportaciones a Suiza en la que se sigue observando un fuerte incremento de las exportaciones motivado posiblemente por la guerra de tarifas entre Francia y Suiza. El acuerdo de 1893 y gracias a las reducciones obtenidas en materia de vino comportará una notable subida de las exportaciones. Los porcentajes a partir de esa época aumentarán a un 5% obteniéndose los máximos en los cuatro últimos años del siglo. Por ello podemos deducir que Suiza representó en aquella época un papel fundamental en el mantenimiento de las exportaciones vinícolas españolas, sobre todo de los vinos del Penedés y de Valencia.
543
Como vimos en el capítulo anterior a éste, los modus vivendi firmados entre España y Suiza permitieron que hasta diciembre de 1905 los vinos siguieran cargándose con las tarifas de 1893. Este plazo fue aprovechado por los importadores para comprar todo el vino de la cosecha de ese año de manera que al año siguiente las importaciones se vieron claramente reducidas al contar con un stock suficiente que permitía cubrir la demanda interna.
214
Beatriz Sánchez Fernández Tabla 6: Porcentaje de las exportaciones de vino a Suiza
Años
Exportaciones de vinos/total
Exportaciones a Suiza
% del total
1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900
7.202.474 7.412.402 8.348.828 9.080.605 8.662.384 9.478.960 11.336.423 6.674543 5.199.050 4.148.090 5.388.894 6.685.605 5.371.545 6.450.585 4.860.324 3.884.901
13.114 12.844 44.138 70.804 85.400 96.700 12.1092 166.474 252.096 412.347 542902 560.683 535.434 568.202 603.488 458.167
0,19 0,18 0,55 0,81 1,02 1,05 1,09 2,54 5,02 10,38 10,44 8,55 10,90 9,01 12,71 11,98
Fuentes: Para las exportaciones totales la fuente es Teresa Camero. Expansión vinícola y atraso agrario,1870-1900. Serie estudios ministerio de agricultura, Madrid, 1980. Para las exportaciones a Suiza: estadísticas suizas de comercio exterior. Las cantidades son en hectólitros.
En el tabla 7 podemos observar los dos principales productos de importación por parte de Suiza y sus valores porcentuales dentro del total. La poca importancia de los cítricos con respecto al total se debe al papel preponderante del vino, lo que hace que sus porcentajes se vieran disminuidos. El aumento de las exportaciones de cítricos españoles correrá paralelo con el aumento de la superficie cultivada en Valencia. La entrada de los cítricos dentro de los anexos especiales en los acuerdos hispano-suizos favorecerá también el aumento de las importaciones de estos productos. A partir de 1901 las importaciones tanto de mandarinas como de naranjas comienzan a aumentar. Lo mismo sucederá con los otros productos agrarios, como los frutos secos. Se observará al mismo tiempo una mayor diversificación de los productos importados. Las cifras para los cítricos del 13% en 1906 se debieron al descenso de los porcentajes en las importaciones de vino.
215.
La evolución del nivel de intercambios Tabla 7: Valores porcentuales de los principales productos de importación procedentes de España
Año
Vino (a)
Cítricos (b)
Total (a+b)
1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913
43,80 36,20 60,53 59,68 68,43 87,40 67,77 81,66 84,63 84,40 87,76 86,31 85,38 80,38 82,98 84,77 54,83 76,47 77,29 75,02 78,79 39,70 28,05 63,60 61,90 68,25 76,44 74,36 66,89
11,56 10,91 6,81 4,90 7,30 4,10 3,20 4,30 4,10 1,90 1,58 2,23 4,72 3,75 4,15 2,39 4,25 2,12 5,94 4,23 2,91 13,63 8,43 7,14 5,84 6,11 3,51 5,17 5,89
55,36 47,11 67,58 64,58 75,73 91,50 70,97 85,96 88,73 86,30 89,34 88,54 90,10 84,13 87,13 87,16 59,08 78,59 83,23 79,25 81,70 53,33 36,48 70,74 67,74 74,36 79,95 79,53 72,78
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. 1885-1913. A partir de los datos del apéndice estadístico.
El tabla 8 nos permite observar las cantidades importadas de los cítricos a lo largo de este primer subperiodo.
Beatriz Sánchez Fernández
216 Tabla 8: Importaciones de Cítricos Años 1985 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898
Quintales 1.547 2.661 2.206 2.556 6.420 6.892 4.306 8.897 9.680 10.617 9.828 15.868 29.651 23.345
Francos 154.700 172.965 165.450 178.920 224.700 25.679 172.240 311.240 367.840 318.510 245.700 349.096 770.926 583.625
Años 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913
Quintales 28.883 22.982 20.989 30.548 34.023 27.020 24.185 41.310 41.018 44.787 40.916 54.073 43.559 78.673 78.233
Francos 664.309 505.604 461.758 672.056 748.506 540.200 556.255 867.510 779.342 895.740 716.030 1.135.533 871.180 1.573.460 1.721.126
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. Datos a partir de los apéndice estadísticos.
Las importaciones de naranjas y mandarinas continuarán aumentando hasta 1913. El mantenimiento de las reducciones especiales en los acuerdos comerciales de 1906 y 1911 permitirá la tendencia expansiva de las importaciones. El aumento de las exportaciones de cítricos tiene lugar a la vez que se produce una extensión de frutales en Valencia por lo que hay que imaginar que Suiza contribuirá a dicha expansión. Su desarrollo se vio beneficiado por la mejora de los medios técnicos en las labores agrícolas, lo que contribuyó al aumento de la productividad.545 Las reducciones en los aranceles agrícolas en Suiza y en otros países y el aumento de las importaciones de este producto provocó una intensificación de las inversiones de los terratenientes españoles. Esta fue la causa para algunos historiadores y economistas de la capitalización de los cultivos comerciales y en contrapartida a la descapitalización del sector industrial y con ello producir un retraso en el proceso industrializador de España.
545
E. Giralt Reventós: „Principáis problèmes de la historia agraria", en Colloqui d' Historiadors, Barcelona, 3-4 maig 1974. Centros de Estudios Internacionales, Universidad de Barcelona, 1974, pp. 79-89.
La evolución del nivel de intercambios
217
"La gran oferta de tierras en condiciones de pagos muy ventajosas desvió hacia la propiedad unos recursos financieros que, de otro modo hubieran podido dedicarse a la industria."545 El resto de los productos de importación, frutas frescas, frutos secos, las uvas de Málaga y de Denia, el pescado en salazón, el corcho y el plomo en barras sin elaborar sufrieron aumentos paulatinos gracias también a las rebajas otorgadas en los acuerdos de 1893 y 1906 (ver tabla 9). El aceite de oliva, otro de los productos dedicado, fundamentalmente a la exportación, no encontró un mercado en la Confederación. Las causas fue la reticencia por parte de los importadores suizos la adquisición de este tipo de aceite debido a la calidad del mismo. El aceite de oliva español destinado al comsumo de mesa era demasiado fuerte y ácido para el gusto suizo. La competencia con el aceite italiano y francés, de mejor calidad, impidió la introducción del aceite de oliva de mesa en las negociaciones de los acuerdos con Suiza. Sí se llegó a un acuerdo para el aceite de oliva pero con uso o destino industrial. En este caso el precio a pagar era demasiado caro. Como señala Sánchez Albornoz, en este comercio mandaba lo barato y España era incapaz de competir no solo con Italia sino también con otros países como Argel o Túnez.546 A partir de 1893 se observa un proceso ascendente y de diversificación de las importaciones de los diversos cultivos españoles. También la introducción en la tarifa A de los pescados, conservas de pescado, pasas, uvas de Málaga, etc., permitió un aumento de las importaciones. En 1902 y ante los acuerdos alcanzados entre Francia y Suiza el aceite de oliva deja de exportarse. También el plomo en láminas sufrirá las consecuencias de los acuerdos con Francia. El valor del plomo importado disminuirá y aunque aumentarán las cantidades por tratarse de un plomo en barras el precio será mucho menor. En definitiva observamos a lo largo de todo este período un aumento importante de las importaciones de productos agrícolas. De esta manera se puede pensar que sin ser determinante, Suiza contribuyó a mantener el papel de una economía de base agraria español al fomentar las exportaciones de productos de esta índole. La conclusión, señalada por Prados de la Escosura, de que las exportaciones españolas a partir de 1900 siguieron aumentando gracias al desvío sufrido en los países receptores se manifiesta claramente en este caso. En el tabla 10 se describe el porcentaje en la destribución geográfica de las exportaciones españolas durante el período comprendido entre 1885 y 1913 entre países con semejanzas porcentuales a las suizas. Los porcen-
545
J. Nadal, El fracaso..., op. cit., p. 83. Este ejemplo lo aplica sobre todo en la no industrialización del País Valenciano, aunque añade que su efecto perturbador afectó a todo el país.
546
N. Sánchez Albornoz, Los precios agrícolas durante la segunda mitad del siglo XIX. II volúmenes. Servicio de Estudios del Banco de España, Madrid, 1981, pp. 121.
Beatriz Sánchez Fernández
218
tajes de los otros países se han sacado a partir de las estadística elaboradas por Leandro Prados de la Escosura. La contribucción de Suiza ha sido elaborada por mí a partir de las estadísticas de comercio exterior suizo. Tabla 9: Importaciones de Suiza 1885-1913, valores en francos Años 1885
Uvas 1,04
1886
2,07
1887
0,38
1888
0,58
1889
0,54
1890
2,15
1891
0,28
1892
0,30
1893
0,45
1894 1895
Frutos secos Pescado
Corcho
Plomo
4,20
2,36 0,13
0,36
2,12
0,30
1,34
0,32
0,88
1,71 1,48
0,02
0,76
1,59
0,22
1896
1,49
0,58
1,41
1,35
0,51
1897
3,03
1,31
1,48
1,31
0,33
1898
6,07
1,42
1,87
1,57
0,57
1899
2,75
1,74
2,11
1,31
1,06
1900
2,49
3,35
2,54
1,69
2,09
1901
3,42
1,82
2,73
2,17
8,25
1902
3,42
3,09
2,89
1,67
1,08
1903
2,54
3,22
3,62
1,99
1,55
1904
1,81
3,20
3,27
2,16
1,64
1906
1,76
5,09
1,96
1,40
3,79
4,39
2,95
4,56
1908
1,91 1,55 4,24
4,87
5,92
2,80
3,59
1909
1,62
3,60
4,02
1910
1,80
2,61
1,88
2,33 1,94
2,28 3,44
1911
2,03
3,90
0,74
1,24
5,85
1912
0,97
2,80
0,94
1,64
0,90
1913
1.48
2.77
1.12
1.34
4.07
1907
Fuente: Apéndice documental. Estadísticas de comercio exterior suizas. 1885-1913. Valores en francos.
212
La evolución del nivel de intercambios Tabla 10: Distribución de las Exportaciones de España (en porcientos) Años 1885/89 1890/94 1895/99 1900/04 1905/09 1910/13
Alemania 1,6 1,4 1,7 4,5 5,0 5,9
Holanda 1,9 1,7 2,2 4,4 5,3 5,4
Bélgica 1,6 2,0 2,5 2,8 3,3 3,9
Portugal 3,8 3,9 4,0 4,7 4,4 4,8
Suiza 1,3 1,6 1,5 1,6 1,2 1,3
Fuente: Para Suiza ver apéndice estadístico. Para los otros países Leandro Prados de la Escosura, Comercio exterior y crecimiento..., op. cit., p. 48.
En ella observamos un incremento de las exportaciones españolas a lo largo de este período. El comportamiento entre los países es más o menos homogéneo. Alemania aumentará sus importaciones a partir de 1900 y de igual manera lo hará Holanda y en menor medida Bélgica, lo que contribuirá al desarrollo de las inversiones en los productos comercializados. Las importaciones portuguesas experimentarán un alza paulatina mientras que Suiza, se limitará a conservar un cierto estancamiento o reducción a partir sobre todo de 1905. La apertura de nuevas relaciones con Francia y la política proteccionista en el campo serán algunas de las causas de este situación de equilibrio. Con respecto a las exportaciones de minerales y metales (tabla 11) se observa un cierto desarrollo como consecuencia de la legislación española favorable a la explotación del subsuelo. A pesar de ello sus índices de porcentajes dentro del total serán mínimos. Como señalé, el plomo en láminas quedará pendiente de los acuerdos francosuizos. Las rebajas afectarán más al plomo en bruto y al carbón. El carbón de encina, que había comenzado a exportarse a finales de siglo, quedó absoleto con la introducción de nuevos métodos energéticos. La política de inversión en centrales eléctricas llevada a cabo por Suiza apartir de 1890 logró una gran independencia frente a la utilización del combustible tradicional.547 En el tabla 11 podemos observar los porcentajes de los tres grupos de productos españoles importados. En él observamos la extraordinaria preponderancia de los productos de alimentación frente a las manufacturas y materias primas, aunque se observa un aumento en la importación de las materias primas sobre todo a partir del acuerdo de 1906, lo que, gracias a la obtención en las reducciones del plomo en barra, permitirá un aumento importante de las exportaciones de este metal a Suiza. Las manufacturas, como algunos tejidos de algodón, pero sobre todo el corcho elaborado, también experimentarán un incremento considerable a partir de 1900. 547
H. Böhli: „Hauptzüge einer schweizerischen Konjunkturgeschichte", en Schweizerische Zeitschrift für Volkswirtschaft und Statistik, Erlenbach, 1964, pp. 71-105.
Beatriz Sánchez Fernández
220.
Tabla 11: Porcentajes del total de alimentos, materias primas y manufacturas de las importaciones suizas Años 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913
Alimentos 93,15 92,96 95,41 92,80 96,82 96,65 94,34 93,02 92,60 94,02 93,40 89,89 92,18 76,00 82,27 87,62 89,21 95,08 94,36 92,20 89,04
Materias primas 4,52 4,06 2,76 5,48 1,77 2,00 3,61 3,88 3,80 3,12 3,27 3,97 3,20 20,23 14,12 10,18 8,44 2,91 4,06 5,87 9,44
Manufacturas 2,33 2,98 1,83 1,72 1,41 1,34 2,05 3,10 3,59 2,86 3,33 6,14 4,62 3,77 3,61 2,20 2,35 2,02 1,58 1,93 1,52
Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior, porcentajes del total a partir de los datos del apéndice estadístico.
2.2. Las exportaciones suizas La mayoría de los autores coinciden en relacionar la formación de la Confederación con el asentamiento y madurez de la revolución industrial suiza que se había producido ya en el siglo XVIII. El "take-off' suizo había surgido a la par que en Inglaterra y en porcentajes relativos, en algunos casos, había superado a ésta. 548 Este desarrollo industrial ha sido minusvalorado como consecuencia de los mosaicos estatales tanto físicos como demográficos frente a países como Francia o Alemania, olvidando que su 548
M. Basilio Biucchi: „Die Industrielle Revolution in der Schweiz 1700-1850", en Cipolla/ Borchardt, Europäische Wirtschaftgeschichte, Band 4, Stuttgart, 1975.
La evolución del nivel de intercambios
221
contribución industrial en el contexto europeo durante el siglo XVIII representaba el 23% de la producción mundial. El siglo XIX va a venir caracterizado por un asentamiento de la industria al mismo tiempo que se produce una especialización de la misma. La industria que más se desarrollará, sobre todo a partir de 1840, será la industria textil. El descubrimiento de los mercados transoceánicos marcará su expansión sobre todo en la zona oriental de Suiza. Los productos de Glarus y de Sant Gall así como la industria de la seda en Zürich y en Argovia se exportarán no solo a los países europeos sino que atravesarán el continente llegando a implantarse en los lejanos mercados de Turquía y de Persia. 549 A lo largo de todo el decenio y fundamentalmente a partir de la irrupción de los sistemas políticos liberales en el continente, las exportaciones de productos provenientes de la industria textil suiza siguieron una curva ascendente. Durante los años 70 y 80 la crisis mundial y la retirada de algodón americano como consecuencia de la Guerra de Secesión estado-unidense produjo en un primer momento, un encarecimiento de las materias primas. La plantación de algodón en Europa provocará una caída del precio del mismo una vez acabada la guerra. Llegado este punto la producción de materiales de algodón se dispara provocando a su vez un aumento de las exportaciones. Con la adopción de las políticas proteccionistas de los años 80 las exportaciones de textiles de algodón y seda retrocederán. También la competencia de la industria textil inglesa con productos más baratos obligará a Suiza a buscar dentro de la especialización de esta industria un mercado propicio que lo hiciera competitivo con las producciones nacionales. "Er [el proteccionismo] dürfte im Gegenteil die Wettbewerbsfähigkeit der schweizerischen Wirtschaft verstärkt haben, weil sich der schweizerische Unternehmer wie schon während der ersten Hälfte des 19. Jahrhunderts sowohl auf den Auslandsmärkten als auch auf dem relativ immer noch wenig geschützten Inlandsmarkt ganz besonders anstrengen und sich auf jene Produkte spezialieren musste, in denen die komparativen Vorteile der Schweiz am grössten waren." 550 Mientras que la producción textil inglesa se inclinó hacia un abaratamiento de los productos textiles, Suiza se dedicó a los textiles de alta calidad. Este desvío de la producción obligaba a la apertura de nuevos mercados. La apertura a los mercados exteriores creció en una proporción igual al desarrollo industrial. Se supone que a mediados del siglo XIX el 92% de la producción industrial suiza se dedicaba a la exportación. 551 Esta política obligó a una cierta adaptación de la industria al mercado mun549
A. Bosshardt, A. Nydegger: „Die schweizerische Aussenwirtschaft im Wandel der Zeiten", en Schweizerische Zeitschrift für Volkswirtschaft und Statistik, Erlenbach, 1964, pp. 302-327.
550
Ibid., p. 305.
551
J. F. Bergier, Naissance et croissance de la Suisse industrielle. Monographies d'Histoire suisse, Bern, 1974, pp. 114.
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222
dial. Durante los años cincuenta la industria textil volverá a experimentar una nueva crisis. Dos factores contribuyeron a ella. Por una parte la enorme concurrencia de los otros países como Francia, Inglaterra o Alemania que como consecuencia de su desarrollo industrial endurecieron aún más los aranceles de importación y por otra el marco europeo de crecimiento en general. De esa manera en 1860 Suiza tuvo que ceder a Bélgica el séptimo rango de los países en materias de exportación.553 La industria suiza conoció un período de expansión en el último tercio del siglo XIX gracias al desarrollo de los mercados financieros y a la acumulación de capital, que permitieron inversiones dentro de los sectores ya existentes al mismo tiempo que favorecieron la creación de otros nuevos. La industria textil continuará siendo la industria más importante .aunque se encontraba sujeta tanto a la concurrencia de Inglaterra como a los vaivenes de la moda. La entrada de Estados Unidos como mercado de importación de productos suizos favorecerá su crecimiento. El alto nivel adquisitivo de los ricos hacendados estadounidenses, que solicitan productos de lujo o semilujo, permitirá mantener los niveles de exportación sin sufrir demasiado la competencia inglesa. La base de todo ello será la enorme capacidad de adaptación de la industria al mercado mundial. Como señala Biucchi, "Die Flexibilität und Geschwindigkeit der Anpassung der schweizerischen Industrie an die industrielle und technologische Revolution können nur vor dem Hintergrund der schweizerischen Gesellschaft verstanden werden".554 Flexibilidad que se verá unida a una corriente intelectual y política que favorecerá el crecimiento de la industria al dedicar un importante capital al desarrollo y adaptación de la misma a los nuevos tiempos. Las exportaciones a España, contarán con los tres productos básicos y tradicionales de exportación suiza. Los textiles, los relojes y las máquinas (agrícolas y de tracción). La exportación de material textil a España comienza a partir del marco ligeramente liberalizador del arancel de 1883. El tratado de comercio de ese año concedió reducciones a los géneros textiles especiales, como bordados de algodón y seda, telas finas, encajes, tules, etc. El mayor problema lo presentaban los artículos de algodón, base de la industria catalana en aquel entonces. El desarrollo de las exportaciones de este género se vio siempre condicionado por la política más o menos regresiva de los Gobiernos españoles. Menos problema tuvieron las exportaciones de seda debido a la escasa concurrencia española de productos de alta calidad. En el tabla 12 figuran los porcentajes de los textiles (algodones y sedas) dentro del total general de las exportaciones suizas a España, hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial.
553
Ibid., pp. 116.
554
B. Biucchi: „Die Industrielle Revolution...", op. cit., pp. 57.
La evolución del nivel de intercambios
222.
Como aparece en la el tabla 12, los tejidos de algodón y de seda representaban en los primeros años hasta más del 50% del total de las exportaciones suizas a España. Pero mientras las cantidades de seda fueron en aumento, el algodón fue perdiendo posiciones recuperándose ligeramente en 1891. A partir de esa fecha el arancel español de 1891, altamente proteccionista sobre todo en lo referente a materiales de algodón, provocó una caída de las exportaciones de tejidos a España. Por los tisúes de algodón se pasaron a pagar aranceles de hasta 15 francos (en el caso de los bordados) frente a 5 francos que se habían pagado en 1882. Los tisúes de seda experimentarán una subida de más del 50 % pagándose en 1891 a 25 francos frente a los 10 francos señalados en la tarifa de 1882.554 La devaluación de la peseta motivó el abandono de la convertibilidad en oro, lo que también provocó una desaceleración de las exportaciones. Al mismo tiempo se produce una enorme deflación y la desaparición de las últimas colonias lo que provoca una escasez de numerario. La crisis monetaria contribuyó a disminuir la capacidad de compra de los españoles. En lo que respecta a la seda la mecanización impuesta a la industria sedera después de las dificultades de 1870 como consecuencia de los movimientos de precios provocó una concentración y racionalización en su producción. Esto permitió que los volúmenes de exportación a España no sufrieran descensos tan graves como los de algodón. Posiblemente también y como ya he indicado porque la seda de importación no contó con una concurrencia real en los telares catalanes, dedicados a la producción de seda más basta. La ligera recuperación en 1895 hasta 1900 está motivada por las reducciones efectuadas en los acuerdos de 1893 así como por el descenso producido en las exportaciones de algodón, que favorece las tasas porcentuales en el sector de la seda. Como se desprende del gráfico 3, el descenso en los niveles de exportación comenzará levemente a partir de 1900. Este retroceso porcentual está relacionado también como con una mayor diversificación de los productos exportados, lo que reduce el nivel de participación de los productos textiles en el total de las exportaciones (gráfico 3). El tercero de los productos principales de exportación a España lo constituían los relojes. El crecimiento de una industria relojera en el siglo XIX y XX se muestra tan espectacular como el de la industria de máquinas y el de la industria química, aunque se revela como más regularizada por la demanda internacional. A pesar de que la concurrencia francesa y alemana siguió siendo importante, la industria relojera suiza superó el problema de la concurrencia del mismo modo que había hecho la industria textil. Se especializó en relojes de alta precisión y lujo. Durante la guerra francoalemana las industrias relojeras suizas se unieron para formar un frente común contra la concurrencia germana.
554
BA 13 (B) 256.
224
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Tabla 12: Exportaciones suizas a España: Algodones y Seda (en porcientos) Años 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913
Algodón (a) 51,72 42,10 42,04 35,06 31,86 41,00 46,07 33,60 30,76 29,90 27,90 25,45 21,73 22,50 25,33 28,75 23,94 20,61 23,55 23,14 25,05 21,48 30,17 28,92 25,96 25,42 24,83 23,31 24,97
Seda (b) 8,04 12,63 11,36 1,00 19,78 9,00 14,70 15,92 16,48 12,82 16,10 14,54 12,17 12,50 13,33 10,95 8,82 10,35 11,89 9,92 9,48 6,64 7,08 7,39 6,60 9,51 8,43 10,11 8,54
Total (a+b) 59,76 54,73 53,40 36,06 51,64 50,00 60,77 49,52 47,24 42,72 44,00 39,99 33,90 35,00 38,66 39,70 32,00 30,00 35,00 33,00 34,00 28,00 37,00 36,00 32,00 34,00 33,00 33,00 33,00
La evolución del nivel de intercambios
225
Gráfico 3: Exportaciones de tejidos de seda y algodones, 1885-1913
Fueníe: Estadísticas suizas de comercio exterior. A partir de los datos del apéndice estadístico.
La industria relojera siguió desarrollándose y Neuchátel se convirtió en el cantón con mayor número de personas dedicadas a esta industria. Más de 14.000 personas estaban empleadas tanto en fábricas como a domicilio. La industria relojera fue también la que con más ahínco se dedicó a la exportación.555 Pese a ello y dada la cuantía del objeto, los relojes se encontraron como ningún otro artículo dependientes de la demanda exterior. Las rebajas en los aranceles de los relojes concedidas por España en 1893 permitieron un aumento importante de las exportaciones. Este aumento se mantendrá a lo largo de todo este primer subperíodo. El mantenimiento de aranceles especiales dentro de los posteriores acuerdos creó un comercio ciertamente regular, donde no se advierten grandes cambios (tabla 13).
555
J.F. Bergier, Naissance et croissance de la Suisse..., op. cit.,p. 139.
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Tabla 13: Exportaciones de relojes a España 1885-1913 (valores porcentuales con respecto al total) Años 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898
Relojes 3,32 9,57 17,97 18,62 18,68 17,00 17,64 15,04 13,27 16,23 14,40 16,36 16,52 16,25
Años 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913
Relojes 24,00 21,23 22,76 20,83 20,28 20,32 17,58 15,99 18,47 17,89 10,39 23,32 19,90 15,50 17,89
Fuente: Estadísticas de comercio exterior suizo. Valores a partir de los apéndices estádisticos.
Las exportaciones de relojes a España experimentaron un fuerte incremento a partir de 1887 registrando luego ligeros aumentos hasta 1889. A partir de esa fecha y hasta 1893 se observa un ligero descenso. Las rebajas obtenidas en el arancel de 1893 merced al cual por los relojes suizos sepasaron de pagar 7,5 francos, como constaba en los derechos aplicables a los estados contratantes, a pagar 1 franco después del acuerdo comercial de 1893, favorecieron el aumento de las exportaciones.557 Tal como se desprende del gráfico 4 las exportaciones de algodones, sedas y relojes llegaron a representar en algunas ocasiones hasta el 80% de las exportaciones totales sobre todo en los primeros años y hasta el acuerdo de 1893. Posteriormente, y a partir de esa fecha, las exportaciones de algodones disminuirán al igual que lo harán las sedas. En los comienzos de siglo las exportaciones tanto de algodones como de sedas y relojes serán objeto de continuas fluctuaciones. La causa de estos continuos ascensos y descensos estará en relación con el tipo de productos exportados. Como hemos señalado la especialización en productos de elevado precio hará la demanda más variable. La dura competencia por parte alemana en lo relativo a los relojes, y la inglesa y catalana en lo que respecta a los productos textiles serán causas a su vez de este comportamiento desigual.
557
BA 13 (B) 256. Droits appliqués par l'Espagne depuis 1869.
La evolución del nivel de intercambios
221
Gráfico 4: Porcentajes en el total de las exportaciones
Fuente: Estadísticas de comercio exterior suizo. A partir de los datos del apéndice documental.
Las máquinas, el tercer producto de tradición exportadora, no representará a comienzos del subperiodo un volumen importante dentro las exportaciones a España. Sólo algunas como las máquinas de hilaturas y máquinas de moler el grano contarán con porcentajes representativos. La escasez de importaciones de estos productos obedecía a dos razones. En primer lugar, a la propia demanda española, la cual se mostraba reacia a las inversiones de capital en la industria y en la renovación de los sectores agrícolas, y en segundo lugar, a los aranceles, altamente proteccionistas. Las importaciones de maquinarias comenzaron a experimentar un crecimiento en los primeros años del siglo XX como se desprende del gráfico 4. En él podemos observar un crecimiento de las exportaciones de máquinas de hilar (Webereimaschinen und Weberstühle) así como de máquinas para la molienda del grano (Mtillereimaschinen). En 1891 la fabricación de máquinas eléctricas por parte de la fábrica de máquinas ,3rown und Boveri" permite la transmisión de corriente de fuerte tensión sobre grandes distancias. A partir de esa fecha comenzarán a crecer las exportaciones de motores dínamos a España. La fábrica de locomotoras suizas "die Schweizerische Waggon-Fabrik", fundada en 1871 en Winterthur logrará abrirse mercado en España en el siglo XX. España se configuraba como un país óptimo para la exportación pues carecía aún de una red ferroviaria completa como ya poseían los suizos. La expansión de la industria mécanica y eléctrica junto con el desarrollo de la construcción metálica da una nueva vida a la industria del aluminio. El aluminio esmaltado contará con una fuerte demanda por parte del mercado español. Se trataría sobre todo de objetos como baterías de cocina que encontrarían una gran aceptación en España. Como consecuencia de esta importante exportación a España, el aluminio esmaltado entra a formar parte de las
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228
rebajas arancelarías de los acuerdos comerciales, lo que producirá un aumento importante de las exportaciones después de los acuerdos de 1893. Lo mismo sucederá con los colores derivados de la anilina. Las técnicas para la coloración aún no estaban desarrolladas en España. Por el contrario Suiza, y puesto que la ausencia de materias primas excluía la formación de una industria química de base, volcó sus esfuerzos industriales en la industria del color, que al mismo tiempo servía de sostén a la industria textil. Ya en 1859 la industria de Basilea contaba con una pequeña industria, propiedad de Alexandre Clavel, que fabricaba colorantes para la obtención de rubans y otros textiles. De esta fábrica sale 25 años más tarde la CIBA, en 1884. A dicha fábrica se une un descendiente de negociantes y drogueros, J.R. Geigy-Merian, que funda un negocio del mismo género. Se consorcian y este consorcio se desarrolla favorablemente a lo largo de todo el siglo. Dicha industria permitirá entrar en competencia con el mercado internacional y duplicar su volumen de exportación entre 1879 y 1899.558 Por último entra dentro del capítulo de exportaciones a España la industria alimenticia. Sus volúmenes de exportación a España logran sobrepasar los de las máquinas industriales. Según vemos en el gráfico 6 los quesos ocupan el primer lugar, seguidos de la harina infantil para niños y por último de la leche condensada. El procedimiento de condensación de leche se había importado de los Estados Unidos por Ch, y G. Page, que crean en Cham (Zug) en 1860 la primera fábrica en Europa. Poco después se construye la "Anglo-Swiss-Condensed Milk Co.", que ocupa el primer lugar en la fabricación de leche condensada en Europa. La industria Nestlé, cuya industria de harina lacteada para niños en Vevey había adquirido una gran importancia, comienza a producir leche condensada a partir de 1878, ampliando sus fábricas en Vevey, Bercher, Páyeme y Neuenburg. En los años 90 las exportaciones de leche condensada serán de 184.250 quintales al año por término medio, con un valor de 19,2 millones de francos.559 El aumento de las exportaciones de leche a España se producirá sobre todo a partir de los primeros años del siglo XX hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial. Las exportaciones pasarán de 4.465 quintales para 1901 a 28.114 quintales en 1913 por un valor de más de 3 millones de francos. La importancia del sector lácteo en el volumen de exportación de los productos alimenticios aumentará de forma importante con respecto al queso y a las harinas lacteadas. Estos tres productos tendrán prácticamente la hegemonía del sector alimentario en la exportación. El chocolate, otro de los productos mayormente dedicados a la exportación, no contó sin embargo con fuertes demandas españolas, posiblemente por la resisitencia realizada por los propios chocolateros españoles, que se negaban a aceptar que un producto importado por ellos de América y distribuido en Europa fuera de peor calidad que el de los otros países. Pero de hecho fue así. El chocolate suizo logró una calidad no alcanzada por los
558
J.F. Bergier, Naissance et croissance de ¡a Suisse..., op. cit., p. 140.
559
lbid., pp. 142.
La evolución
del nivel de
intercambios
229
españoles. Pese a ello el Gobierno pretendió proteger el interés de los fabricantes españoles y mantuvo el chocolate dentro de altos aranceles .
Gráfico
5:
Exportaciones de máquinas a España (porcentajes)
16/
i n j j r - o o C T i o — (Mio*rLfivor^oocr>o.-MKir-í»CT>o — N'O J)®t)(0®»tMI>(MMMHKK>üOOOOOOOOO--^-
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. A partir de los datos del apéndice documental.
230
Beatriz Sánchez Fernández Gráfico 6: Porcentajes de los productos alimenticios
( O f l D O ^ f f ' f f i O ^ ^ O O O O O ' CO CO CO c r > c ^ c r > c ^ c r i c r i c n c r * cri ai Ch cr*
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior: 1885-1913. A partir de los datos del apéndice documental.
Resumiendo, podemos comprobar cómo, mientras que España basó sus exportaciones en el sector primario, las exportaciones suizas fueron las tradicionales de los países desarrollados, es decir, productos manufacturados. La tendencia se mantendrá a lo largo de todo el período hasta la Primera Guerra Mundial. Esto nos permite por tanto establecer las relaciones entre ambos dentro de las relaciones características típicas entre los países desarrollados y los que no lo son. La influencia de un mercado y del otro guardará por tanto similitud con las mismas divergencias que pudieran establecerse entre las relaciones comerciales de un país que exporta la materia prima y los productos alimenticios como base de su desarrollo comercial, frente a otro país, Suiza, que hace del comercio la razón y base de su desarrollo industrial.
232
Beatriz Sánchez Fernández
3. La evolución de los intercambios durante la Primera Guerra Mundial 3.1. Las importaciones suizas El reforzamiento de las políticas proteccionistas antes del conflicto mundial provocará en el caso suizo-español un aumento de las exportaciones e importaciones al mismo tiempo que un aumento del crecimiento del ritmo de expansión del comercio exterior. Este comportamiento avala la tesis de Bairoch, para la cual los ritmos de expansión del comercio coincidirían con los momentos de políticas proteccionistas frente a los momentos de política liberal en los cuales se produciría un estancamiento o retroceso. Las tarifas de 1904 suiza y de 1906 española vendrían a confirmar esta tendencia, aunque ya he hecho mención de la importancia que para el desarrollo de los intercambios representaron los anexos especiales de rebajas del acuerdo de 1906. Las relaciones bilaterales entre Suiza y España poco antes del estallido de la Primera Guerra Mundial se asemejan además con las que España y Suiza mantenían con otros países europeos. Esto puede estar relacionado también con el afianzamiento de España como país productor de materias primas y productos alimenticios mientras que Suiza cubría parte de las demandas españolas de productos manufacturados. La Primera Guerra Mundial mantendrá los niveles alcistas de los intercambios, ya puestos de manifiesto a partir del acuerdo comercial de 1906, gracias al papel neutral de España, lo que le valió un aumento de las demandas de productos agrícolas de los que Suiza se sentía tan necesitada. Al mismo tiempo, el cierre de fronteras de los países aliados de Alemania y el bloqueo impuesto por Alemania en el Mediterráneo obligaron a Suiza a tomar medidas que garantizaran la entrada de alimentos a su país. Con este fin surge como ya indicamos el Trust de Importación. En Suiza la situación de crisis en el campo había provocado un afianzamiento de las tendencias proteccionistas que se habían manifestado ya en la tarifa aduanera de 1902. Estas tendencias se mantendrán a lo largo de todo el decenio hasta el inicio de la guerra. En aquel momento las continuas malas cosechas suizas en los años previos a la guerra y el alto valor de los caldos habían provocado el desmonte de gran cantidad de viñas. Se produce durante estos años un aumento masivo de las importaciones de vinos extranjeros. Italia se había configurado como el primer país de exportación de vinos a Suiza tanto por la cercanía territorial como por la calidad de sus vinos. España había comenzado a despuntar ya desde principios de siglo, llegando a ocupar el segundo puesto antes de la guerra. La ampliación de las cantidades de importación de vino español frente al italiano venía dado por el hecho de que la gran mayoría del vino español fue dedicado a la exportación, limitándose el consumo interno, mientras que
233
La evolución del nivel de intercambios
en Italia el consumo de vino de la población autóctona era mucho mayor que en España y solo algunos caldos se dedicaban a la exportación y éstos a un precio elevado. Como diría Frederich Bek, "nicht der Ausfall in der Produktion [refiriéndose a la italiana], sondern die Preispolitik ist schuld daran, dass Italien, welches an erster Stelle bei der Einfuhr von Weinen in die Schweiz stand, an die zweite Stelle rückte". 559 En el tabla 14 se puede observar la evolución de los precios de los vinos italianos y españoles. Como podemos comprobar ya desde 1910 los vinos españoles se contabilzaban a precios más bajos que los italianos. Esta diferencia disminuirá en 1913 por un descenso del precio del vino en Italia. Durante el conflicto el precio de los vinos españoles sufrirá un aumento con motivo de ia inflación, que no afectará a la cantidad de las importaciones, que continuarán aumentando durante este período. En 1917, se produce de nuevo una amplitud en las diferencia entre los precios de los vinos italianos y españoles debido a la entrada de Italia en el conflicto. Esto provocará la llegada masiva del vino español e n l 9 1 8 y l 9 1 9 haciéndose España en este período la dueña absoluta del comercio. Tabla 14: Valores del vino (francos por hectólitro) Años 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1818 1919
Valores del vino en Italia 33,37,40,28,25,34,59,69,89 68,63 108.-
Valores del vino 30,28,26,26,25,33,59,67,13 77,91 85.99
De 1906 a 1912 el consumo de vino en Suiza fue de 2 millones de hectolitros, de los que sólo 650 mil correspondían a vino nacional y el resto era importado. En 1914 y ante el estallido de la guerra, se produce la importación masiva de vinos. La liberalización de la importación con que contaba Suiza y que permaneció hasta 1917, fecha en la que se prohibió la importación por parte de la SSS, supusieron más de doce 559 p Bek, Die Handelsbeziehungen zwischen Italien und der Schweiz mit Berücksichtigung der Kriegsjahre, Inagural-Dissertation, Weinfelden, 1921, p. 86.
besonderer
234
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millones de hectolitros durante ese período. A la cabeza estaba Italia seguida por España y Francia como países suministradores. Tabla 15: Importaciones de vino a Suiza Años 1914 1915 1916 1917 1018 1919
Import, de Italia 676.180 317.958 179.340 476.423 352.654 138.245
Import, de Francia 107.822 242.942 32.029 24.663 29.737 44.252
Import, de España 282.182 422.480 610.926 643.385 562.386 1178.575
Fuente: Para las cantidades de Italia y Francia Wilhelm Domer, Der Aussenhandel der Schweiz mit Wein während des Krieges 1914-1918 mit besonderer Berücksichtigung
der
Kontingentierung
durch die S.S.S. (Société Suisse de Surveillancé Économique), Bern, 1923. Las cifras de las importaciones españolas han sido elaboradas por mí a partir de las tablas del apéndice estadístico de este
En 1915 y ante la entrada de Italia en el conflicto se produce un cambio en el orden de las importaciones de caldos. España logró ponerse a la cabeza con 422.480 hectolitros frente a los 317.958 italianos,561 a pesar de los impedimentos puestos por las autoridades italianas para la entrada de vino procedente de España, lo que provocó un colapso en las retenciones de los camiones cisternas que se encontraban en PortoMaurizio a la espera de ser desembarcados e introducirse en Suiza por ferrocarril. Esta espera provocó enormes pérdidas para los importadores que no hubieran podido ser cubiertas de no haberse producido la subida masiva del precio del vino durante esa época. Hicieron falta negociaciones diplomáticas para permitir el desembarco de dichas cisternas. En 1916 la escasez en las cosechas italianas y la elevación de los precios del vino italiano (ver tabla 10) favorecieron las importaciones de vino español. En 1916 Suiza importó 610.926 hectolitros. En esa fecha el precio de vino español se había duplicado con respecto al de 1914. El descenso de vino español en 1918 hay que atribuirlo más bien a la imposibilidad de importar vino nuevo como consecuencia de la
561
BA 13 (B) 256. El mantenimiento de las exportaciones españolas a Suiza durante el conflicto permitió que gran cantidad de caldos pudieran también ser exportados rumbo a Alemania. Aunque en un principio los países aliados prohibieron las exportaciones de vino a Alemania por parte Suiza, España logró llegar a un acuerdo en 1917 por e! cual los vinos de proveniencia española podía ser exportados a Alemania vía Suiza.
La evolución del nivel de intercambios
22S
guerra.561 Al final de la misma y una vez levantada la prohibición Suiza importa la cantidad de 1.178.575 hectolitros de vino español lo que supone la mayor cantidad durante todo el período. En esa época los porcentajes del vino respecto al total de los productos españoles importados se sitúan en torno al 55% (gráfico 8) como consecuencia del aumento en la diversidad de mercancías importadas de España durante ese período, que resta porcentajes al vino. No sólo el vino sino también otros productos agrícolas se beneficieron de ausencia de Francia e Italia en el mercado europeo durante la Primera Guerra Mundial (tabla 16).562
561
W. Domer, Der Aussenhandel der Schweiz mit Wein während des Krieges 1914-1918 mit besonderer Berücksichtigung der Kontingentierung durch die S.S.S. (Société Suisse de Surveillance économique), op. cit., 1923.
562
AMAEx, leg. H 2684. Juan Mesmer se queja de la retención en Cette de una partida de 47 pipas de vino destinada a la casa importadora Jean Mory und Cie. de Zurich.
m.
Beatriz Sánchez Fernández
Tabla 16: Porcentajes de productos agrícolas españoles en las importaciones suizas Años 1914 1915 1916 1917 1918 1919
Vino Uvas 59,63 0,63 41,67 0,73 53,03 0,43 51,70 1,48 27,70 0,53 47,50 0,70
Cítricos Pescado Nueces Castaña Avena 7,04 0,70 1,62 0,42 2,48 1,79 2,63 0,64 0,40 4,09 0,65 2,41 0,22 1,33 0,22 0,06 3,64 0,61 1,72 0,75 0,93 1,24 0,65 4,84 0,35 0,87
Arroz 0,74 0,34 0,66 1,18 0,01 0,01
Judías 1,77 0,90 1,016 0,01 1,08
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. Porcentajes a partir de los apéndices estadísticos.
En el tabla 16 se observa una disminución de los porcentajes corresponientes a los cítricos, como consecuencia de un aumento en las importaciones de pescados, nueces y castañas que resta fuerza a los porcentajes de importaciones tradicionales. También nos encontramos con una representación de los productos de la huerta, como las judías y el arroz, cuya aparición en los porcentajes, aunque en cantidades insignificantes, nos hablan de una diversificación de los productos importados aprovechando la coyuntura internacional favorable. En lo que respecta a las importaciones de materias primas, sobre todo de aquellas pertenecientes a las del subsuelo, ya desde comienzos del siglo XX se venía observando un aumento notable en las importaciones de plomo crudo en barras provenientes de España. Durante la guerra y ante la ausencia de Alemania del mercado mundial las importaciones de metales experimentará un salto no sólo cuantitativo, sino también con respecto a su valor. Junto con la importación de productos o materiales metálicos destacan los productos dedicados a la industria farmacéutica y el aceite de trementina, empleado como disolventes de lacas y barnices, muy importante para la industria del mueble. También el corcho, tanto en láminas como obrado o en tapones, representará una continuidad en la importación de los productos procedentes de España (gráfico 9). Se observa por tanto un aumento de las importaciones de plomo en barras alcanzando su punto máximo en 1916. Al año siguiente disminuirá y volverá a experimentar un nuevo incremento en 1918. A este comportamiento contribuyó la desaparición de la política de boicot llevada a cabo por Alemania. Durante esa época España pudo responder a las demandas suizas de plomo, con lo que logró el mantenimiento activo de su industria. También el aceite de trementina experimenta un crecimiento importante sobre todo en 1917. El corcho por su parte, que en 1914 había sobrepasado el 3,5 por ciento del total de las exportaciones, experimentará un fuerte descenso sobre todo a partir de 1917, posiblemente debido a las dificultades en los transportes. Junto con el
237
La evolución del nivel de intercambios
corcho, las materias primas para uso farmacéutico descenderán llegando incluso a porcentajes mínimos en los años centrales del conflicto y recuperándose lentamente una vez finalizado éste. Gráfico 9: Porcentajes de productos selectivos de España importados a Suiza
•
plomo en barras
•
aceite de trementina
H
farmacéuticos I corcho
1914
1915
1916
1917
1918
1919
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. Gráfico elaborado a partir del apéndice estadístico.
En resumen España en su comercio con Suiza aumentó considerablemente sus exportaciones agrarias al mismo tiempo que se produce una diversificación de los productos exportados, introduciéndose por primera vez de forma importante los frutos secos, el arroz y las judías verdes. Algunos de estos productos, como los frutos secos, se mantendrán en el mercado suizo una vez acabado el conflicto. Otros por el contrario como es el caso del arroz o las judías, desaparecerán una vez que la coyuntura extema que los produjo desaparezca. En el tabla 17 podemos observar la importancia de las importaciones de alimentos españoles a lo largo de la guerra y las diferencias con respecto a algunos de los principales países exportadores a Suiza. En ella observamos que España logra ocupar los
Beatriz Sánchez Fernández
238
huecos dejados por Italia y Francia y que Rusia desaparece completamente como exportadora. Tabla 17: Importaciones de alimentos a Suiza (en millones de francos) Países Francia Italia Rusia España
1914 63 72 50 12
1915 50 48 7 25
1916 50 53
1917 35 62
1918 20 47
1919 47 50
104
59
88
147
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. Datos elaborados a partir de las cifras del apéndice estadístico, 1914-1919.
Otros países, como Argentina, se beneficiaran igualmente de la guerra. En el gráfico 10 podemos observar la importancia que adquiere España durante el conflicto frente a los países cuyo volumen comercial antes de la guerra era semejante al español. La insignificancia de los valores para Rusia a partir de 1916 en comparación con la de los otros países hace que las cantidades no se vean representadas en el gráfico. Gráfico 10: Importaciones suizas por países (valores en millones de francos)
•
Bélgica
•
Rusia
G España •
Egipto
H Argentina
1914
1915
1916
1917
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior.
1918
1919
222
La evolución del nivel de intercambios
3.2. Las exportaciones suizas La tendencia de las exportaciones suizas a España experimentará como en el caso de las importaciones la misma situación coyuntural debida a la guerra y a la disminución de la competencia de países beligerantes, Alemania, Italia, Francia y Austria-Hungría. El mantenimiento de los valores monetarios tanto del franco como de la peseta por encima de los otros países contribuirá al desarrollo favorable de las mismas. Además las enormes ganancias que España obutuvo durante esta época de las exportaciones permitirán una elevación de los niveles de vida y con ello un aumento de la capacidad de compra de la población. Este aumento de la renta per cápita se reflejará en una demanda mayor de productos denominados de lujo (relojes, telas de considerable valor), productos en los cuales Suiza era una de las principales productoras. España se convierte en el período bélico en el octavo país en la importación de volúmenes de mercancías provenientes de Suiza frente al puesto 12 que ocupaba en el período anterior. Al igual que en el caso de las importaciones las exportaciones suizas buscará mercados en otros paises ausentes del conflicto (gráfico 11). Gráfico 11: Exportaciones suizas, 1914-1919 (valores en milliones de francos)
1914
1915
1916
1917
Fuente: estadísticas suizas de comercio exterior.
1918
1919
Beatriz Sánchez Fernández
240
La guerra provocará una pérdida de los mercados tradicionales y la aparición de otros nuevos. La ocupación alemana en Bélgica provocará la caída de las exportaciones a este país. España y Rusia ocuparán parte del mercado perdido, sobre todo el primer país, ya que el mantenimiento del valor monetario de la peseta favorecerá las exportaciones.564 La desaparición de Alemania y Francia beneficiará también los productos suizos de exportación, que no tendrán la competencia de otros países. La inflación de los precios actuó sin embargo como freno. Los valores señalados corresponden a los valores de los productos, bajo los influjos de la inflación de precios que tuvo lugar durante esta época y lo que afectó a algunos productos que llegaron a subir el 200 por cien de su precio de 1913. Al desarrollo de las exportaciones contribuirá también la falta de concurrencia interna española aun cuando se trata de una época en la que la industrialización catalana se estaba potenciando gracias a las ganancias obtenidas en el conflicto, que trajo consigo una acumulación de capital y una inversión en algunos de estos sectores. Se produce un ligero aumento en los porcentajes de las exportaciones de algodón y seda, aunque esta última vuelve a experimentar un retroceso en 1917. Será en 1918 cuando se produzca el mayor porcentaje en la exportación de la seda, lo que señalará el enriquecimiento que la guerra había provocado en algunos sectores de la sociedad española, la cual accedía en muchos casos por primera vez a productos de lujo. Lo mismo ocurrirá con los relojes, los cuales contaron además con la desaparición de la concurrencia proveniente de Francia y Alemania (tabla 18). Tabla 18: Valores porcentuales de los textiles y los relojes exportados Años 1914 1915 1916 1917 1918 1919
Relojes 17,42 15,88 14,49 15,52 22,66 19,17
Algodón 23,88 25,61 24,73 27,92 34,52 15,41
Seda 7,89 8,94 9,07 7,45 13,49 10,86
Total 49,19 50,43 48,29 50,89 70,67 45,44
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. A partir de las fuentes estadísticas.
Frente a la debilidad relativa de las exportaciones de manufacturas textiles (descenso progresivo de los algodones, fuertes fluctuaciones de la seda, etc.) se abren paso nuevas exportaciones. Aquellas contaban con la firme oposición de la industria
564 BA 13 (B) 261 y 262.
241
La evolución del nivel de intercambios
textil autóctona, mientras que éstas se introdujeron sin dificultades una vez desarrolladas en su propio país. Se trataba fundamentalmente de motores eléctricos, cuyas exportaciones comienzan a adquirir a partir de esta fecha una considerable cuantía.Ya muy por debajo de éstas destacan las máquinas para la industria textil (máquinas de hilar) y para la agricultura (máquinas de moler). También experimentan una fuerte subida en los porcentajes los productos relacionados con la electricidad (cables para la conducción del tendido eléctrico) y algunos instrumentos de precisión (gráfico 12). Gráfico 12: Exportaciones suizas de máquinas a España, 1914-1919 (porcentaje respecto al total de las exportaciones) 16
-r
14 . . O Dinamos 12
--
10
--
I I máquinas de hilar [ 1 máquinas de moler
8 -6
-
4 --
2 i0 1914
1915
1916
1917
1918
1919
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior.
Las ventajas de que gozaron siempre estas industrias a través de un Gobierno que potencializaba su exportación favoreció la tendencia al alza de las mismas. Las mayores subidas las experimentarán los motores dínamos. Estos motores, que habían comenzado a expandirse gracias a las mejoras obtenidas en la fabricación de energía eléctrica llevadas a cabo por las casas "Boveri und Cié" y por la falta de competencia por parte de Alemana serán objeto de una exportación masiva, alcanzando su porcentaje más alto en 1918, año en el cual las cifras porcentuales llegan a suponer un 15% del total de las exportaciones. También las exportaciones de máquinas eléctricas, hor-
242
Beatriz Sánchez Fernández
nos y calefacciones tuvieron un incremento de hasta el 50% con respecto al período precedente. 564 Tabla 19: Exportaciones de maquinarias a España, (porcentajes sobre el valor total) Años 1914 1915 1916 1917 1918 1919
Dínamos 2,93 3,50 4,59 4,59 15,26 8,65
Máq. de hilar
0,24 0,50 0,29 0,22
Máq. de moler 5,92 2,65 1,15 2,43 4,70 3J8
Máq. diversas
0,83 0,81 1,70 1.17
Fuente: Estadística suizas de comercio exterior. Tabla realizada a partir de los datos del apéndice documental.
Junto a estos productos mecánicos destinados a tener un gran futuro dentro de las exportaciones suizas, destacan también los productos tintóreos para la coloración de tejidos de los que Suiza era la segunda exportadora después de Alemania.565 Ya la disminución de los aranceles durante 1911 y 1912 de los productos de colorantes y tintes para la industria textil en España había contribuido el aumento de las exportaciones de tintes tanto en líquido como en polvo. Con la desaparición momentánea de Alemania, Suiza ocupará el primer puesto como país exportador de tintes a España.566 En el tabla 20 viene, a modo de ejemplo, especificado el comportamiento de las importaciones de colores derivados de la hulla según los países exportadores. En ella podemos comprobar cómo durante la guerra las exportaciones suizas y americanas aumentaron en detrimento de las alemanas e inglesas. El aumento se obtuvo también en lo que respecta a los colores en pasta o líquidos cuyas exportaciones pasaron de 34 quintales en 1913 a 157 en 1917. En total las importaciones de colores derivados de la
564
Jahresberichte der Kaufmännischen Industrie St. Gallen, Berichte von 1910 bis 1913. España pasó a ocupar en esas fechas el primer lugar como importadora de máquinas para la construcción de industrias eléctricas suizas en 1912. Fue el séptimo país en la importación de máquinas o material de transformaciones eléctricas y dinamos y la quinta en la importación de máquinas para la industria conservera alimenticia.
565
BA 13 (B) 259. En 1912 por una Real Orden descendió el arancel de 1,30 a 1,10 en el caso del colorante en polvo o cristalizado y de 0,50 a 0,25 para el polvo líquido o en pasta. Cónsul general de Suiza en Madrid al Bundesrat, 14.2.1920. Ver también la información de „Gesellschaft für Chemische Industrie", Basilea, 1920 -1921.
566
BA 13 (B) 260. Gesellschaft für Chemise Industrie in Basel an das Eidg. Volkswirtschaftsdepartement, Handelsabteilung, Informationsdienst, 15. April 1920.
m
La evolución del nivel de intercambios
hulla supusieron según las estadísticas españolas un aumento de 481 quintales en 1913 a 1.011 en 1919, lo que significó en pesetas un aumento de 199 millones en 1913 a 534 millones en 1919. Tabla 20: Importaciones españolas según países procedientes (en quintales y pesetas): colores derivados de la hulla y otros en polvo o cristales Años 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919
Suiza quint. ptas.* 324 175 218 118 444 240 540 291 1.082 584 ? ? 977 527
Alemania quint. ptas.* 4.922 2.658 4.658 2.515 1.561 843 872 471 471 254 ? ? ?
?
G. Bretaña quint. ptas.* 44 81 2.668 1.441 21 38 18 10 74 137 ? ? 254 137
E.E.U.U. quint ptas.* 1 -
20 235 1.550 ? 1.580
11 127 837 ? 853
Fuente: Estadísticas españolas. BA 13 (B) 261. * En millones de pesetas.
En cuanto a las exportaciones correspondientes a la industria relacionada con la agricultura mecanizada destacan las máquinas enteras, empleadas para la molienda del grano o productos panificables (Müllereimaschinen), así como las piezas de composición de la maquinaria, aunque esto último chocaba con la concurrencia de la propia industria nacional, que se había desarrollado en los llamados accesorios. La falta de concurrencia permitió una importante exportación a España, y ésta se desarrolló precisamente en los años del conflicto, cuando no había otro país que pudiera competir con Suiza. "Keine Konkurrenz mit spanischer Fabrikation sondern nur hinsichliche Qualität möglich. Daher werden für ganze Mühlenanlage die sogennanten Accesorien, wie Transmissionen, Schnecken, Elevatoren in Spanien selbst hergestellt und nur die eigentlichen Müllereimaschinen aus der Schweiz geliefert."^ Otra de las industrias que experimentó un fuerte crecimiento en sus exportaciones a España fue, como he señalado, la industria relacionada con el material eléctrico, la cual, forzada por el arancel a disputarse el mercado desde dentro, instaló fábricas y acabó imponiéndose totalmente. Las empresas nacionales que no tenían ni la dimen-
567
BA 13 (B) 264. Gebrüder Bühler an das Eidg. Volkswirtschaftsdepartement, Handelsabteilung, Infoimationsdienst, 20. August 1920. La dicha casa señalaba que durante los años de la guerra se obtuvieron ventas por encima de los 60 y 80.000 francos anuales.
Beatriz Sánchez Fernández
244
sión necesaria ni la capacidad mínima para desarrollar la investigación suficiente y el progreso tecnológico, condición indispensable para comepetir con las empresas extranjeras, tuvieron que conformarse con un papel secundario. 568 Suiza se convierte en esos años en una fuente importante sumistradora del material eléctrico tanto para el alumbrado de las calles como para el de las casas. Junto con capital francés logran crear la compañía Energía Eléctrica de Cataluña en 191 3. 569 La subida del precio del carbón entre 1914 y 1920 animó a la demanda de energía eléctrica de los consumidores públicos como privados. La electricidad permitió incrementar la eficacia en las canteras, molinos y hornos giratorios, desarrollos en el transporte, así como reducir los costes energéticos relacionados con la industria.570 El aumento de las exportaciones se observa también en los motores y vehículos gracias a la bajada en los aranceles de las materias de combustión en 1918.571 La industria del motor en Suiza comienza entonces su andadura en el mercado español.572 España pasó a ocupar durante el conflicto la tercera posición dentro de los países importadores de material eléctrico provenientes de la fuerza diesel, lo que denota un cierto crecimiento industrial a lo largo de la guerra.573 Las exportaciones de alimentos experimentaron un notable descenso como consecuencia de la guerra. La leche dejó de exportarse, igual que el queso. Las harinas lacteadas sufrieron un retroceso importante. Las medidas llevadas a cabo por el Gobierno helvético a fin de evitar una carestía de alimentos en el país como consecuencia del boicot internacional frenarán las exportaciones de vacuno y ganado de cría. En el gráfico 13 aparecen las exportaciones repartidas en materias: alimentos, materias primas y productos elaborados. Como observamos los alimentos casi dejarán de constar en las estadísticas suizas de exportación. Por el contrario los productos fabricados mostraron una clara soberanía sobre el resto de los productos de exportación. El gráfico 14 nos indica el repartimiento por productos de las exportaciones suizas a España. Los alimentos, como ya indiqué, dejan de exportarse a partir de 1917, debido a las medidas de restricción impuestas durante el conflicto. Las materias primas
568
J. Maluquer de Motes: „De la crisis colonial a la Guerra Europea: Veinte años de economía española", en Jordi Nadal, Albert Carreras y Caries Sudrá (comp.), La economía española en el siglo XX. Una perpectiva histórica, Barcelona, 1989.
569
Ibid., p. 83.
570
Jordi Nadal: „Un siglo de industrialización en España, 1833-1930, en N. Sánchez Albornoz (ed.). La modernización económica de España, 1830-1930, Madrid, 1985, pp. 176-177.
571
BA 13 (B) 259. Akten 1919-1921 Handelsbeáehungen mit Spanien. Real orden de 1 de Octubre de 1919 para la reducción de aceites combustibles empleados para motores diesel o de explosión. En 1919 se invita a la casa Sulzer-Fréres a que llegue a un acuerdo con los industriales suizos y españoles para fabricar motores de la marca Diesel, 2 de octubre de 1919.
572
BA 13 (B) 262. Motosacochec SA Ginebra. Motorwagenfabrik AG, Olten. 5" ¡bid.
La evolución del nivel de intercambios
245
alcanzan mínimos a lo largo de todo el subperiodo, y sólo los productos elaborados tendrán una representación importante. Gráfico 13: Exportaciones suizas a España: repartimientos por productos (valores en 1.000 francos) 70000 -•
•
-- •
60000
50000 •-
•
Alimentos materias primas productos elaborados
40000 •• 30000 •• 20000
••
10000
••
0 Q=l Q z t 1914
1915
M 1916
EÜ 1917 1918 1919
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. A partir de los datos del apéndice estadístico.
Resumiendo la situación coyuntural creada por la guerra provocará un aumento de los intercambios por ambas partes. La neutralidad mantenida por los dos países así como la ausencia de competencia extema serán las dos principales razones de este aumento, pero, al mismo tiempo, la falta de concurrencia interna para los productos importados, dotará a ambos países de un cierto desahogo que les permitirá introducirse más o menos cómodamente en los mercados respectivos. La balanza comercial se presenta durante estos años claramente negativa. Las importaciones superarán a las exportaciones ya en 1915. Las diferencias entre los tres primeros años serán más o menos constantes. Sólo a partir de 1918, y sobre todo en 1919, una vez finalizada la guerra, las importaciones sobrepasan con creces a las exportaciones, que se mantienen más o menos al mismo nivel a lo largo de todo el subperiodo. La línea ascendente de las exportaciones no se manifestará sino hasta 1920, fecha en la que las exportaciones superarán los 100 millones de francos.
246
Beatriz Sánchez Fernández Gráfico 14: Balanza comercial, 1914-1919 (valores en 1.000 francos) 250000
t
200000
••
150000 ••
100000
--
50000 -•
1914
1915
1916
1917
Fuentes: Estadísticas suizas de comercio exterior, 1914-1919.
1918
1919
La evolución del nivel de intercambios
m
4. Los niveles de intercambio entre 1920 y 1935: La consecuencia de la política de contingentes y de control de cambios en el comercio bilateral A la hora de evaluar las consecuencias que trajo la finalización de la Primera Guerra Mundial en los niveles de intercambio entre ambos pafses hay que tener en cuenta dos puntos fundamentales que determinarán la relaciones a partir de entonces y hasta la Guerra Civil española en 1936. Uno de ellos fue, como vimos, la ruptura de la tradicional política económica liberal que había caracterizado a Suiza a lo largo de todo el siglo XIX y principios del XX (con sus ligeros intentos proteccionistas de 1891 y 1902) y el otro, el paulatino crecimiento del desarrollo industrial en España durante la Guerra Mundial. El primer punto resultó una consecuencia del nuevo orden provocado por la Guerra. Este se caracterizó por una ruptura de las tradicionales relaciones de intercambio con el afianzamiento de las políticas autárquicas en forma de industrialización forzosa en los países hasta entonces tradicionalmente agrícolas (como España) y de agricolarización para países con tradición industrial (como Suiza).374 El nuevo orden internacional y el desarrollo económico que se produjo tanto en España como en Suiza provocaron un cambio general en las estructuras de comercio que habían mantenido ambos países hasta ese momento. En España, como he señalado entre 1914 y 1920 se registró una prosperidad en los negocios, sobre todo en los relacionados con el comercio exterior, que provocó un desarrollo de la industria y de las exportaciones durante aquellos años.575 Por otro lado, al mismo tiempo que se abrían mercados, la guerra peijudicó las importaciones, lo que dio lugar a un proceso de sustitución de éstas, lo que trajo consigo lo que se ha denominado "industrialización forzada", que, aunque venía ya perfilándose durante los últimos años del siglo XIX, en esta época logra un despegue considerable. 576 En el caso suizo, la guerra provocó cambios en el agro y en los sistemas de cultivos con un proceso de sustitución de los cultivos tradicionales por otros que con carácter urgente debían servir para paliar la dificultad de importar productos alimenticios. Es lo que se podría denominar "agricolarización forzosa". De esta manera al finalizar el conflicto se erigió un sistema de protección espontánea y automática hacia la produc-
574
A. Bosshard, A. Nydegger, op. cit., p. 313.
575
S. Roldán, J.L.Garcia Delgado y J.Muñoz, La formación de la sociedad capitalista en España, 1914-1920,2 vols., CECA Confederación Española de Cajas de Ahorros, Madrid 1973.
576
Ibid. Se trataría de la creación de nuevas empresas, evolución de las inversiones de capital, índices de beneficios empresariales, etc.
Beatriz Sánchez
248
Fernández
ción nacional y, por lo tanto, se produjo una presión por parte de los grupos o entidades afectadas para conseguir más altos niveles de protección a través de medidas de política arancelaria o fiscal, a fin de frenar, en el primer caso, el proceso de liquidación de las empresas creadas durante esos años al amparo de una coyuntura excepcional pero sin sólidas bases de afianzamiento y, en el segundo, impedir la entrada de productos más baratos de los países tradicionalmente agrarios.578 Esto fue, como vimos, la causa que motivó la revisión arancelaria de 1921 y las medidas de contingentes de 1923-25 y 1932-39 en el caso suizo. Por parte española, las medidas autárquicas y oligárquicas, tanto las llevadas a cabo por la Dictadura como por la Segunda República, dieron lugar a las ya citadas revisiones arancelarias de 1921-23 y 1928 y a las políticas de control de cambios y medidas de contingentes, como en el caso suizo. Además de las revisiones arancelarias por motivos proteccionistas, la inflacción ocasionada durante la guerra hizo subir los precios casi el 200% de su valor con respecto a los de 1913. Por este motivo, al mismo tiempo que se adoptaban medidas proteccionistas, se exigieron aranceles de tipo fiscal como consecuencia del descenso del valor monetario. Después del conflicto, el comportamiento del valor medio de las cargas de los productos de importación de los aranceles suizos había pasado del 4,6% de antes de la guerra al 2% en 1920.579 A la situación monetaria se le suma la vuelta al comercio internacional de Italia, Francia y Alemania y el resurgimiento de la concurrencia por parte de los países de Europa Oriental, los cuales, agrícolas como España, lograrán acuerdos de „clearing" con Suiza, lo que de la misma manera determinará el comportamiento de las importaciones.580 "A l'exception de l'Allemagne et de la Tchécoslovaquie, les pays à change contrôlé sont surtout des producteurs agricoles et, parfois, des fournisseurs de matières premières, tels que la Pologne pour le charbon el la Roumanie pour le houille. Par conséquent, la Suisse a cherché à modifier, en faveur de ces pays, la source de ses approvisonnements en geniés alimentaires et en matières premières."581 El carácter autárquico y oligárquico que caracterizó a todos los países europeos durante aquellos años se manifestó sobre todo en el comercio. La Guerra Mundial había
578
J.L. García Delgado: „La economía española entre 1900 y 1923..." op. cit., Labor, 1990.
579
A. Bosshard, A. Nydegger, „Die schweizerische Aussenwirtschaft im Wandel...", op. cit., p. 316.
580
Los acuerdos de „clearing" firmados con Rumania, Checoslovaquia y Polonia motivaron una diversificación en la proveniencia de los artículos alimenticios. Como señala Doris Karmin, estos países, que tenían al igual que España control de cambios, provocaron con los mismos la fijación de las importaciones a través de las exportaciones, a fin de evitar la salida de numerario de su país. Kamin, Doris, La politique commerciale suisse de 1932 à 1939..., op. cit., p. 97.
581
Ibid., p. 97.
La evolución del nivel de intercambios
249
traído, no únicamente un cambio importante en las estructuras económicas mundiales, sino también y al mismo tiempo un desorden en los mecanismos monetarios y de mercados de la economía mundial. La caída del patrón oro trajo como consecuencia un regreso de las sobrecargas de métodos de política proteccionista, que, como veremos, perjudicará sobre todo a las importaciones. La crisis de los años veinte y treinta obligó, como hemos visto, a nuevas medidas para frenar las importaciones. Esta medidas se concretaron en los tradicionales límites a las importaciones y los acuerdos de „clearing". La cláusula de nación más favorecida se sustituyó por la de compensación, lo cual supuso una mayor imposición de las ya medidas proteccionistas arancelarias. La balanza comercial de España con respecto a Suiza durante el periodo de entreguerras se caracteriza por la persistencia de los saldos negativos hasta 1930 (gráfico 15). Las causas hay que buscarlas tanto en las medidas proteccionistas impuestas por Suiza en 1921 y los controles a las importaciones, establecidos con el ñn de evitar el dúmping extranjero, como en la situación deflacionista de la peseta española, así como en la entrada de nuevo en los círculos comerciales de Italia y Francia, que ocuparán el puesto que España había mantenido a lo largo del conflicto. Gráfico 15: Balanza comercial 1920-1935 (valores en 1.000 francos) 140 120
100 80 60 40
20
0
Importaciones
o — N t o ^ i A ^ r - c o a ^ o — ^ m CT* O" (T* ^ t ^ f f t Q t f f t f f t ^ ^ ^ ^ O ^ Q t O S
N N 1N N N N N N N N K i n n i O n i O
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. Gráfico a partir de las fuentes del apéndice estadístico.
250
Beatriz Sánchez Fernández
Las importaciones y las exportaciones descenderán bruscamente a partir de 1921. En ese año las importaciones aún permanecen ligeramente superiores a las exportaciones pero a partir de ese año las balanza comercial se presenta positiva para Suiza. A partir de 1923 se observa una ligera tendencia al alza,que culminará en 1928, fecha del modus vivendi entre ambos países. A partir de esa época tanto las importaciones como las exportaciones experimentan una clara tendencia a la baja y a partir de 1931 la balanza comericial suiza volverá a ser negativa, sobresaliendo las importaciones de productos españoles frente a las exportaciones a España. Veamos ahora con más detalle las causas del comportamiento de la balanza comercial.
4.1. Las importaciones suizas de productos españoles Lo primero que se advierte al comprobar la curva de las importaciones suizas de productos españoles es la influencia de la política comercial en la entrada de productos provenientes de España; política comercial que tuvo su base en la reforma arancelaria de 1921 y en la política de contingentes y control de cambios. Si tenemos que establecer una subperiodización dentro de los niveles de las importaciones españolas de 1920 a 1935 podemos observar tres fases. Una primera fase, con una caída profunda de 1920 hasta 1923, motivada por la tarifa de 1921 y las limitaciones a la importación impuestas por el Gobierno helvético. Esta política de autarquía que caracterizó a Suiza influyó en la reducción de los valores importados y en su volumen. Una segunda fase, de 1923 a 1928, con ligera recuperación de las importaciones gracias al acuerdo comercial entre ambos países y a la desaparición de contingentes en Suiza. Y una tercera fase, entre 1929 y 1935 en la que se produce de nuevo una caída de las importaciones aunque ésta se realizará de forma bastante pausada una vez que las medidas republicanas no afectaron ni produjeron cambios sustanciales en la política comercial suiza. En el tabla 21 se advierte la situación creada por la aplicación, por parte suiza, de contingentes alimenticios en el período de 1923-1925 y en el de 1932-35. En ambos espacios de tiempo las importaciones de estos productos bajan del orden del 15 al 30%. Así en los primeros años de la década de los veinte, y antes de la imposición de los contingentes, el porcentaje de las importaciones de productos agrícolas superaba el 70% del total. En 1924, y con la primera aplicación de los contingentes en los vinos y en los frutos frescos, los niveles de los porcentajes de productos agrícolas bajan hasta llegar al 48%, recuperándose lentamente una vez establecido el modus vivendi de 1928.
251
La evolución del nivel de intercambios Tabla 21: Porcentajes de importaciones suizas de productos españoles Años 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
Vinos 60,30 72,40 70,80 57,83 36,21 39,49 39,27 47,02 56,00 40,40 39,71 29,54 29,74 33,36 32,1 26,02
Uvas 0,22 0,83 0,54 1,20 1,17 1,07 0,92 0,53 0,47 0,47 0,79 0,20 1,55 0,11 0,30 0,38
Cítricos Pescado 0,72 0,82 1,70 0,28 4,47 2,08 1,03 2,76 9,62 0,61 11,74 0,31 11,64 0,52 10,01 0,66 13,64 0,40 14,41 0,45 17,54 0,53 0,64 18,10 16,40 0,36 12,70 0,64 13,24 0,62 11,54 0,69
Aceite 0,28 0,21 0,16 0,44 0,18 0,12 0,03 0,11 0,37 0,21 0,68 0,48 1,32 1,67 1.11 1,23
Total 62 75 78 63 48 53 52 58 71 56 59 49 49 48 47 40
Nos encontramos por tanto con un cambio acusado en el repartimiento porcentual de las importaciones. Los vinos irán perdiendo su carácter hegemónico y avanzarán paulatinamente los cítricos. El aumento de las importaciones de cítricos vendrá en relación con el progreso de la agricultura comercializada en el país valenciano con un mejor abonado y una mejora de la maquinaria agrícola, como ha puesto de manifiesto el GEHR.581
581
Grupo de Estudios de Historia Rural: „Notas sobre la producción agraria española, 1891-1931", en Revista de Historia Económica, na 2,1983, pp. 185-252.
252
Beatriz Sánchez Fernández Gráfico 16: Importaciones de vinos respecto del total de las importaciones (en miles de francos) 120000 100000 80000 • 60000 • 40000 • 20000 •
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.1 — csiKJVW^r^iDoo
[ni
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N N N N N N N N N W I O I O I O K I K I K ) ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ G*
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. Gráfico realizado a partir de los datos del apéndice estadístico.
El gráfico 16 nos muestra una cierta liberalización del vino respecto al comportamiento general de las importaciones, lo que nos pone de manifiesto una mayor diversidad de los productos importados y por tanto menos sujetos a las fluctuaciones de los comportamientos nacionales e internacionales del mercado del caldo. La determinación del grado alcohólico a 13 grados frente a los 15 del período anterior no parece que fuera decisiva en el comportamiento de las importaciones, puesto que las importaciones de los vinos superiores a 13 grados representaban un porcentaje menor respecto a los vinos tintos de menos de 13 grados y lo mismo sucedía con los vinos blacos. En la tabla 16 aparece el repartimiento de los vinos en función de su graduación y de su proveniencia (vino blanco y tinto) y su comportamiento a lo largo del periodo.
La evolución del nivel de intercambios
253
Tabla 22: Importaciones de vino español 1820-1935 (valores en francos)
Años 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
Vino tinto hasta 13° Vino tinto de +13" 1.000 fr. hl 1.000 fr. hl 61.201 719.015 46.367 699.235 603.444 33.018 20.222 511.021 10.840 527 12.603 11.026 416 419.251 11.803 2.878 392.498 93.560 12.889 467.788 99.849 2.771 17.100 2.744 445.369 72.755 611.684 24.757 17.456 917 499.170 13.102 17.693 671 481.534 14.988 11.833 528 9.714 331.280 9.051 407 379.908 9.271 321 9.126 382.137 9.401 8.392 535 389.478 9.156 6.650 917 336.451 6.443
Vino blanco hl 1.000 fr.
287 22.560 11.977 13.477 15.545 636
10 2.181 399 463 814 32
25.080 39.861 43.236 35.530 19.885
72.6167 941.546 999.466 807.823 390.861
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. A partir de los tablas del apéndice estadístico.
Los productos que van a repartirse el mercado suizo, serán además del vino, las uvas de Málaga y Denia. Junto con el aumento de las importaciones de naranjas y mandarinas aparecen con gran fuerza los frutos secos, que ya había empezado a introducirse durante la guerra (tabla 22). También se observa un aumento importante en las importaciones de patatas. En ambos casos la cesión de contingentes de patatas y frutos secos a España se manifestó como favorable al serle garantizado un volumen de importación frente a la posible concurrencia interna, en el caso de la patata, o de otros países, en el caso de los frutos secos.
254
Beatriz Sánchez Fernández Tabla 23: Importaciones de productos españoles a Suiza. Cantidades porcentuales respecto del total Años Cacahuetes Aceite de oliva Patatas 1920 0,82 0,29 0,21 1921 2,10 0,22 1922 1,44 0,16 0,79 1923 3,02 0,44 0,43 1924 8,11 0,18 0,04 0,12 0,17 1925 2,95 1926 0,03 5,45 0,73 0,11 1927 5,78 1,43 1928 5,35 0,37 1,49 0,21 1929 7,48 2,78 3,92 1930 0,75 1,51 0,48 3,42 1931 6,61 6,12 1,32 2,81 1932 1,67 3,16 1933 5,73 1934 8,17 1,40 1,11 5,41 1935 8,72 1,23
El aceite de oliva goza de un ligero aumento al producirse un establecimiento paulatino del mismo en los mercados suizos con una continuidad en los volúmenes y valores importados, lo que nos habla de una ampliación o regulación del mercado suizo respecto a este producto. Se trataba ya en esta ocasión de aceite para uso alimenticio aunque se siguió preferiendo el proveniente de Italia. Desde el punto de vista de las exportaciones de materias primas, siguen destacando el plomo en barras o láminas sin elaborar y el aceite de trementina. La importancia que adquiere el plomo nos manifiesta una tendencia al alza en cuanto a las importaciones de productos primarios dedicados a la industria. Junto al plomo, las materias primas dedicadas a la industria química y farmacéutica experimentarán también un notable aumento (tabla 24).
La evolución del nivel de intercambios
Tabla 24: Porcentajes de las materias primas respecto del total Años
Plomo
Aceite de trementina
1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
2,32 1,35 4,43 7,74 11,99 13,33 15,08 10,34 7,15 8,86 6,76 6,21 4,07 4,24 5,39 5,40
1,74 0,18 2,07 2,70 1,79 2,88 1,58 1,32 1,01 1,99 2,80 4,63 4,17 6,34 5,38 6,39
Farmacéutico s 0,12 0,09 0,10 0,21 0,21 0,10 0,19 0,31 0,22 0,16 0,27 0,14 0,20 0,23 0,17 0,36
Fuentes: Estadísticas suizas de comercio exterior. Valores porcentuales en francos a partir de los datos de los apéndices estadísticos.
En el gráfico 17 aparecen los tres grupos de productos y su comportamiento durante los años de entreguerras.
256
Beatriz Sánchez
Fernández
Gráfico 17: Importaciones suizas en valores porcentuales
o — oitovuisor-cooso — N i o v i n N N NOSN O NS Nos N N O N* NOSI ffi O tOSO CK ) I1 O ^ CT* JS CT o* KOS) IOSOOs Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. Gráfico realizado a partir de los datos del apéndice documental.
El acuerdo de 1923 permitió una ligera recuperación de las importaciones totales sobre todo de alimentos y materias primas. Dicha recuperación alcanzará su punto más alto en 1928, año en el cual las importaciones volverán a caer como consecuencia de la reforma aduanera de 1927, que afianzó el sistema proteccionista suizo y la validez de las medidas autárquicas, que seguirían ejerciendo su influencia a lo largo de todo el período. De hecho la situación del comercio exterior suizo durante esa época (192527) pone de manifiesto un comportamiento de las exportaciones e importaciones respecto al producto social neto de un valor equivalente a sólo dos terceras partes del nivel alcanzado antes de la Guerra.583 La subida de la peseta en una época en que las otras fuentes de divisas estaban cayendo mantuvo más alejadas las importaciones de productos españoles.584 Los productos agrícolas se verán afectados por las limitaciones en un primer momento aunque posteriormente volverán a recuperarse. También se
583
Ibid.
584
Sobre la reforma arancelaria suiza de 1927, ver la primera parte de este trabajo. Como se puede comprobar se elevaron los aranceles sobre todo de los vinos especiales de Málaga y Jerez.
La evolución del nivel de intercambios
257
advierte un aumento importante de las materias primas. Los productos manufacturados seguirán estando muy por debajo, con porcentajes que no alcanzan el 4 por ciento.584 En resumen las importaciones suizas de productos españoles en el pendo de entreguerras experimentaron un retroceso significativo inducido por el carácter proteccionista del Gobierno helvético y la entrada en competencia de otros países, lo que originará al principio un fuerte descenso de las importaciones aunque posteriormente habrá una recuperación, gracias a la desaparición de las medidas de limitación de contingentes. Los años treinta registrarán las consecuencias de la crisis internacional, con lo que las importaciones mantendrán su tendencia a la baja ante el afianzamiento de las medidas proteccionistas decididas a cabo por el Gobierno tanto en lo relativo a la importación como en lo referido a la nueva política de acuerdos de „clearing" llevada a cabo con países fundamentalmente de carácter agrario. Observamos un descenso en las importaciones de vino como consecuencia de los límites impuestos a su importación, lo que determinará en gran medida el comportamiento de las importaciones en general. La pérdida de valores porcentuales del vino se va a ver compensada sin embargo por una subida de las importaciones de naranjas, frutos secos y materias primas (plomo y materias primas para uso farmacéutico). También se advierte una mayor diversificación de los productos alimenticios importados. A pesar de ello se observa una incapacidad de la exportación española por intensificar el volumen de generación de divisas. A este hecho contribuye el que, salvo escasas excepciones, las importaciones suizas de productos españoles no eran vitales para este país. Por otra parte la concentración tradicional en las corrientes de intercambio hacía poco verosímil la posibilidad de que el comercio español pudiese lograr avances significativos en la penetración en otras áreas en tiempos de crisis internacional. La fuerza competidora tanto de Francia como de Italia actuaba en su contra, cuando además se trataba de dos países perfectamente asentados en Suiza.
584
A. Bosshard, A. Nydegger, „Die schweizerische Aussenwiitschaft im Wandel...", op. cit., p.
316.
258
Beatriz Sánchez Fernández
4.2. Las exportaciones suizas a España Como ya hicimos mención en el capítulo anterior a éste, la debilidad de las relaciones comerciales se agudizaría con la entrada de la nueva década. 586 El descenso de las exportaciones suizas a España va a venir motivado tanto por causas de índole interna española como externa a escala internacional. De índole extema serán principalmente la crisis post-bélica con la depreciación paulatina de la peseta y el proceso de adaptación y cambios en una nueva Europa, que impedía aún la regularización de los intercambios. Los problemas monetarios con la consiguiente escasez de divisas ocasionados por la guerra contribuirán en gran medida a frenar el flujo de mercancías ante la insuficiencia de los pagos. 587 Junto a ello la aplicación del arancel provisional de 1921 y el arancel Cambó de 1922 contribuyeron a que se produjera un desincentivación de las exportaciones de productos suizos a España. 588 Barreras arancelarias y concurrencia extranjera. Estas serán las causas que explican los descensos de las exportaciones suizas a España. Estos descensos sin embargo hay que verlos desde un punto de vista sectorial, ya que, como en el caso de la importaciones mientras se produce una disminución de los porcentajes de aquellos productos de exportación tradicionales se observa la entrada de nuevos productos de exportación que ya habían comenzado su andadura durante la guerra. Estas industrias, como la del motor, tanto desde el punto de vista del motor eléctrico como desde el de la industria ferroviaria, se abrieron paso una vez superados los derechos arancelarios bien mediante la reducciones obtenidas en los acuerdos comerciales o bien con la instalación de filiales en el extranjero. Su entrada en el comercio español data ya de 1913. La desaparición de Alemania del mercado permitió un aumento de las exportaciones durante los años del conflicto, que logró representar el 10% del total de las exportaciones durante la Primera Guerra Mundial (tabla 25).
586
Casi unánimemente todos los sectores dedicados a la exportación manifestaron que las exportaciones a España habían disminuido considerablemente durante todo el año 1920. Cuando un año después y tras la firma del acuerdo definitivo vuelve a solicitarse el restablecimiento del comercio con España, los industríales suizos manifiestan la misma opinión que un año atrás y siguen culpando a la política proteccionista española y a la competencia extranjera del descenso de las exportaciones suizas.
587
F. Comín: „La economía española en el período de entreguerra", en Nadal, J., Carreras, A. y Sudriá, C. (comp), La economía española en el siglo XX.,.,op. cit., pp. 105-139.
588
BA 13 (B) 259. Verein Schweizer Maschinenindustrieller an DEFP, 25. November 1921. Comenta el grave peijuicio que para su industria suponen los nuevos aranceles españoles.
m
La evolución del nivel de intercambios Tabla 25: Exportaciones suizas a España (porcentajes respecto a su total) Años
Dínamos
1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
4,90 9,00 6,37 7,33 5,72 4,84 5,66 6,73 9,04 7,06 9,74 9,25 10,60 7,05 8,72 7,64
Máquinas de hilar 0,24 1,70 2,54 2,15 0,65 0,87 0,70 1,99 1,46 2,77 1,64 0,58 0,58 0,16 1,37 0,59
Máquinas agrícolas 3,52 6,81 1,85 1,95 2,42 2,90 1,61 1.11 1,35 0,79 2,10 1,20 0,92 1,29 1,46 2,09
Locomotoras
Otras
Total
0,00 0,00 0,00 0,36 0,00 0,00 0,03 2,57 4,22 0,21 0,75 2,01 4,58 6,56 3,15 3,78
0,00 0,91 1,40 1,43 1,25 1,24 1,33 1,08 1,64 2,03 1,90 1,84 2,04 1,21 1,00 1.31
8,66 18,42 12,16 13,22 10,04 9,85 9,33 13,48 17,71 12,86 16,13 14,88 18,72 16,27 15,70 15,41
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior. Datos a partir de las tablas estadísticas.
En la tabla 19 podemos observar la evolución porcentual de la participación de las exportaciones de máquinas y motores a lo largo del período. Los mayores aumentos se realizarán en 1928. El aumento de las exportaciones de las máquinas agrícolas a España puede estar en relación con el desarrollo de tipo industrial agrario al mismo tiempo que se produce una importante inversión en las líneas ferroviarias españolas con la obtenciónn de nuevas locomotoras y nuevos vagones. Las exportaciones de maquinarías aumentarán a lo largo del primer quinquenio y se mantendrán después de 1927. Las exportaciones de dínamos alcanzarán sus máximas porcentuales en 1930, 1931 y sobre todo 1932, con un porcentaje que superará el 10%. Los mayores porcentajes en lo que respecta a la maquinaria agrícola se obtuvieron en 1921 como consecuencia de las inversiones realizadas una vez finalizada la Guerra. Este mercado sin embargo siguió mostrándose indeciso, al igual que el de las máquinas para hilar, que tiene su máximo en 1929. Las inversiones en locomotoras experimentarán un aumento en 1928 pero las reducciones impuestas por España posteriormente privaron a los exportadores de ventas posteriores.
m
Beatriz Sánchez Fernández
AI igual que ocurre con las importaciones, las exportaciones suizas tradicionales se verán abocadas a una fuerte reducción con motivo de la radicalización de las medidas proteccionistas en España pero también por causa de la bajada del nivel monetario, lo que impediría a los industríales suizos mantener los ritmos de exportación de antes de la guerra. A pesar de ello seguirán sumando los porcentajes máximos de las exportaciones. En la tabla 20 queda reflejada la participación de los textiles suizos dentro del total exportado. Se observa sobre todo una mayor diversidad de tejidos, siendo los plumetis de algodón los que contarán con una participación mayor en las exportaciones. En general los productos de algodón van a seguir dominando el mercado, aunque ya en esta época se observa un aumento considerable de tejidos con materias primas de procedencia artificial. Tabla 26: Exportaciones textiles suizas a España (% del total) Años 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
Plumetis horados 14,58 10,82 15,97 12,90 14,01 11,79 10,17 7,18 5,20 3,66 2,38 2,39 3,58 1,92 0,94 0,78
Algodón Seda Bandas Seda otros artificial bordadas trozos 4,01 2,22 8,23 7,15 4,80 3,48 2,02 1,14 5,72 5,51 2,36 0,58 6,56 3,50 1,97 3,93 7,05 5,37 1,41 2,75 6,02 8,61 0,16 0,88 5,93 11,17 0,11 1,08 5,73 11,96 0,09 1,02 7,38 6,89 0,07 0,81 4,62 3,18 0,07 1,17 3,26 5,21 0,07 0,63 2,11 3,59 0,93 0,01 1,22 2,10 1,22 0,00 4,65 1,63 1,28 0,00 4,70 1,52 1,15 0,00 3,32 1,02 1,24 0,00
Total 36,18 22,27 30,15 28,86 30,59 27,47 28,46 25,98 20,34 12,70 11,55 9,03 8,13 9,49 8,31 6,36
Fuentes: Estadísticas suizas de comercio exterior. A partir de los datos de los apéndices estadísticos.
Las exportaciones de algodones, sedas y bordados de plumetis serán las que se verán más afectadas por la política proteccionista española y por la competencia extranjera. La Primera Guerra Mundial había propiciado el desarrollo de la industria
La evolución del nivel de intercambios
261
textil en Cataluña, por lo que se intensificó la protección de aquellos artículos, no solo los que ya se fabricaban, sino también aquellos que pudieran ser susceptibles de serlo. La protección interior llevada a cabo tanto por la Dictadura como por la República frente al exterior con objeto de hacer efectivo el principio de reserva del mercado nacional y la obligatoriedad del consumo de los artículos producidos por la industria interna privó de todo tipo de importaciones, máxime si se trataba de bienes más o menos sustuosos e innecesarios, a fin de evitar la salida de numerario al exterior. Pero no solo puede ser atribuible a la política comercial el descenso de las exportaciones de tejidos a España. Tal como señala Bergier, se produce un descenso de la producción de bordados a partir de 1918.588 Indudablemente la ausencia de materias primas durante el conflicto reduciría la capacidad de fabricación. Ya he señalado que ésta fue causa del desarrollo de la industria textil artificial. Aunque los métodos para crear la seda industrial habían comienzado ya en los últimos años del siglo XIX no será hasta después de la Guerra cuando comiencen a formar una parte importante de las exportaciones. En 1922 la "Société de la Viseóse Suisse S.A." se dedicó sobre todo a la exportación, logrando abrir un mercado para un público con menor nivel adquisitivo que no podía pagar la seda natural. Tal como se desprende en la tabla 20 el aumento de la exportación de los artículos fabricados con seda artificial es notorio por lo menos hasta 1928. A partir de 1929 se produce de nuevo un retroceso que estaría en relación con la crisis del sector durante los tres años, a lo que contribuyó a partir de 1929 la crisis internacional. La exportación de relojes (tabla 27), otro de los productos más tradicionales, se mantendrá hasta la firma del acuerdo comercial de 1923, en el que experimentará un descenso como consecuencia de la política proteccionista y del arancel Cambó, que hizo desaparecer las rebajas especiales concedidas en los acuerdos de 1906. A partir del 1928, gracias al modus vivendi acordado con Suiza, la exportación de relojes volverá a experimentar un notable crecimiento hasta 1932, año en el cual con un 23% alcanza su punto máximo. En este aumento pudieron influir las exportaciones de relojes de níquel y plata en detrimento de los relojes de oro y de lujo. A partir de 1933 se producirá un aumento en los porcentajes, motivado posiblemente por un aumento del nivel de vida y por la caída de los precios internacionales.589
588
J.F. Bergier, Naissance et croissance de la Suisse..., op. cit., p. 154. Según el autor la industria de bordados en 1918 había descendido a los mismos niveles de producción que en 1900 con 40.000 quintales anuales de producción.
589
W. Bodmer, Die Entwickung der schweizerischen Textilwirtschaft..., op. cit., pp. 502.
262
Beatriz Sánchez Fernández Tabla 27: Exportaciones suizas a España (valores porcentuales) Años 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
Relojes 14,42 12,78 12,59 13,59 15,50 14,96 14,90 12,37 14,17 15,60 13,82 15,24 17,77 19,70 20,48 20,01
Anilina 3,37 2,73 2,19 1,44 1,68 2,09 2,38 2,73 3,13 4,35 4,19 2,54 3,13 3,85 3,72 4,63
Productos farmacéuticos 0,72 0,19 0,31 0,58 0,79 0,32 1,39 1,29 1,56 1,49 2,33 6,29 8,01 9,86 8,77 9,18
Perfumería 0,82 0,75 1,13 0,96 1,33 1,41 1,19 1,01 0,97 1,51 1,54 2,22 2,66 2,67 3,02 2,97
Fuente: Estadísticas suizas de comercio exterior a partir de los datos del apéndice estadístico.
Las exportaciones de relojes experimentan un notable desarrollo en el cómputo general de las exportaciones, con un ligero descenso en 1927, como consecuencia de la supuesta reforma arancelaria española que desincentivó al comprador. Las exportaciones de colorantes y de anilina para la coloración de tejidos experimentó un ligero retroceso inmediatamente despúes de finalizada la guerra pero volvieron a aumentar con la firma del modus vivendi de 1928. La industria química y la farmacéutica, que habían logrado establecerse independientemente de las firmas alemanas, lograron rehacerse en el mercado español.Los productos dedicados a la perfumería experimentan un notable aumento a partir de 1932 al incluir España a Suiza en la dotación de contingentes sobre este producto. Por último y en lo referente a los productos alimenticios (tabla 28), que, como observamos, durante la guerra habían estado afectados por las prohibiciones de exportación, nos encontramos con porcentajes mínimos tanto en el caso de la leche condensada como en el de la harina para niños.
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La evolución del nivel de intercambios Tabla 28: Exportaciones de productos alimenticios a España (Valores porcentuales) Años 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
Leche 0,53 2,39 0,04 0,04 0,28 0,38 0,23 0,38 0,34 0,4 0,4 0,55 0,43
Queso 0,23 4,93 1,73 2,22 2,47 2,59 2,56 4,18 3,75 2,4 1,83 2,19 1,74 1,30 1,13 1,31
Harina 0,04 0,03 0,06 0,09 0,03 0,03 0,08 0,12 0,11 0,07 0,23 0,07
Al escaso desarrollo de las exportaciones de harina infantil y leche contribuyó la competencia española de la fábrica Nestlé, afincada en España desde el siglo XIX. A los reducidos porcentajes de los quesos contribuyó el fin de trato diferenciador de que habían gozado hasta ahora frente a los quesos holandeses y franceses. Por otra parte la tardía liberalización de las exportaciones de alimentos después de la guerra como consecuencia de los embargos que mantuvieron aún las potencias aliadas hasta 1925 repercutió también en las exportaciones de alimentos a España. A partir de 1926 y hasta 1930 se observa un ligero aumento de las exportaciones de quesos. Por el contrario desaparecerán, en 1933, las exportaciones de leche condensada posiblemente porque la fábrica de Nestlé hacía imposible las exportaciones. Resumiendo nos encontramos ante un período conflictivo dominado por sistemas autárquicos y oligárquicos que si bien no implicaron medidas radicales por la permanencia de acuerdos comerciales, sí supusieron un freno al desarrollo de los niveles de intercambio entre ambos países. A la propia competencia y proteccionismo interno hay que añadir la situación coyuntural internacional. Las exportaciones aumentaron en la época justo donde se produjo en el boom económico internacional y fue aprovechado por las industrias suizas para modernizar su equipamiento industrial y hacer rentables, a partir de una especialización sectorial, sus inversiones. Al mismo tiempo Suiza logró
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una producción difícilmente concurrente con otros países, lo que le permitió mantener niveles de productividad bastante desarrollados. A partir de 1930 y como consecuencia de la crisis internacional que afectó a todos los sectores industríales suizos, las exportaciones a España cayeron de una forma considerable. Del mismo modo las importaciones de productos españoles se vieron frenadas por el endurecimiento de la política proteccionista afianzada a partir de 1932 con la instalación de contingentes.
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5. Conclusión A través de este estudio he querido contribuir al análisis de las relaciones comerciales de España y Suiza y los efectos del comercio bilateral en la economía de los dos países entre 1869 y 1935. En el primer capítulo he intentado reseñar las dificultades que presentan las fuentes estadísticas españolas a la hora de hacer estudios de las relaciones comerciales de España con respecto a países con los cuales existe un comercio indirecto, motivado por las diferencias en las declaraciones de los valores de las mercancías así como por la política de intermediario que en muchas ocasiones consideró mercancías provenientes de países con comercio directo, cuando en realidad sólo lo fueron de tránsito. La falta de una base estadística fidedigna condujo a una infravaloración del papel del comercio entre España y Suiza. De ahí que los esfuerzos que pudieron ser orientados a conseguir mejoras arancelarias para diferentes productos se hicieron únicamente para aquellos productos con los que ya existía una tradicción comercial, reduciéndose el papel negociador que hubiera podido representar el arancel. Los suizos, gracias a la creación de las estadísticas comerciales en 1885, lograron barajar cifras más realistas poniendo el peso en aquellos asuntos que más les interesaban, al tiempo que lograron ejercer una mayor presión sobre sus artículos de exportación a fin de lograr rebajas en los mismos. Así por ejemplo vimos cómo en el acuerdo de 1906 se cedieron rebajas a gran cantidad de productos suizos gracias a la presión ejercida a través de los aranceles del vino. También en las negociaciones de 1921 entre Suiza y España se hubiera podido conseguir reducciones más favorables de saberse que en 1920 se habían facturado productos elaborados por valor de más de 126 millones de francos. El segundo capítulo ha tratado de abordar someramente el tema de las relaciones diplomáticas entre Suiza y España a fin de fijar el marco histórico que encuadrara las relaciones comerciales. Como he señalado, poca bibliografía, salvo el libro de Bolzem ya comentado, nos habla de las relaciones diplómaticas anteriores al siglo XIX. Afortunadamente el estudio de Bolzem es exhaustivo, y para el siglo XVin se sabe que las relaciones entre Suiza y España experimentaron un ligero incremento gracias sobre todo a los comerciantes españoles que comenzaron a conocer y a expandir los productos suizos por la Península. Durante la dominación del imperio colonial español en América, los españoles desempeñaron un importante papel de intermediarios, sobre todo en lo relacionado con los productos textiles suizos. Al finalizar el siglo XVm, y como consecuencia de la pérdida las posesiones españolas en Italia, las relaciones entre la Corona española y la Confederación se redujo notablemente. Como señalé, únicamente se remitieron a las relaciones en virtud de la presencia de los regimientos suizos en España. La participación de los cuerpos milicianos suizos durante las distintas campañas militares promovidas por los reyes españoles es la nota más destacada de las relaciones entre ambos naciones durante el siglo XVm.
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En el siglo XIX las relaciones entre ambos países se circunscribieron al ámbito político y social, destacando el papel de país de asilo por parte suiza para españoles cuyo pensamiento liberal les obligó a salir de España. Ya en la segunda mitad del siglo las relaciones empiezan a adquirir un tono más económico con la abundante emigración de comerciantes a España. En 1846 se instaura el consulado comercial en Barcelona a petición de los suizos asentados en esta ciudad. A partir de 1869 y con la instauración de la cláusula de favor las relaciones económicas adquirirán cada vez mayor importancia. De igual manera las relaciones diplomáticas también se incrementarán, instalándose un ministro plenipotenciario en Madrid en 1864. A partir de 1910 se establecen las relaciones diplomáticas entre España y Suiza con una embajada permanente en ambos países. Durante la época del conflicto bélico, la neutralidad mantenida por ambas potencias les permitirá una intensificación de las relaciones diplomáticas, que culminará en la incorporación de ambos países a la Sociedad de Naciones, en la que surgieron intereses contrapuestos. Después de haber hecho referencia al marco diplomático como sustento de las relaciones comerciales, en el tercer capítulo he tratado de exponer el desarrollo de las negociaciones llevadas a cabo de cara al establecimiento de los distintos acuerdos comerciales que formalizaron ambos países. Con su análisis se trataba de averiguar la verdadera incidencia de las políticas proteccionistas al mismo tiempo que plasmar la situación y el punto de vista de los comerciantes con respecto al comercio bilateral y catalogar así la importancia de éste dentro del marco general de la coyuntura económica vivida. En el caso español se advertió el afianzamiento de las políticas proteccionistas a través de la elevación de las sucesivas cargas arancelearias al mismo tiempo que se observaba una enorme preocupación por la posible caída de las exportaciones agrícolas como consecuencia de las medidas proteccionistas impuestas por Suiza a los productos del campo. Esta doble tendencia en el proceso negociador de proteger la industria sin dañar las exportaciones se vio en última instancia determinado por la voluntad de los terratenientes agrícolas de obtener rebajas en los aranceles del vino aun a precio de tener que reducir los aranceles españoles de los productos textiles. Desde el punto de vista suizo los acuerdos comerciales se obtuvieron casi siempre a costa de reducir los aranceles de los productos agrícolas, principalmente del vino. En este caso la industria logró establecerse en el mercado español gracias a las cesiones hechas por los campesinos suizos en materia vinícola. Es decir, mientras que los industriales suizos acordaban con los campesinos españoles rebajas arancelarias, los industriales españoles se vieron obligados a admitir dichos compromisos a fin de no ver reducidos los niveles de exportación. Sí hay que señalar que dichas reducciones no afectaron sustancialemente a la industria textil catalana (la más importante en aquella época), puesto que en la mayoría de los casos los productos importados no eran competitivos con la industria nacional. Otra cosa sucedía sin embargo en el caso de los vi-
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nicultores suizos, que sí se vieron dañados por la importación masiva de vino procedente no sólo de España sino también de Francia e Italia. A través del estudio de las negociaciones las relaciones comerciales entre España y Suiza hay que encuadrarlas siempre dentro del contexto europeo en el que se desarrollaron. Los acuerdos de nación más favorecida de 1869 se hicieron a la par que los que se venían haciendo en el resto de Europa. Lo mismo ocurría con los diferentes tratados de comercio, los cuales sirvieron en muchos caso como base de principios de acuerdos con otros países, caso del acuerdo de 1893, y de igual manera se utilizaron como aima defensiva para exigir reducciones a terceros. Efectivamente, tal como hemos observado, las relaciones comerciales entre Suiza y España se debatían sobre un punto común, y éste eran los acuerdos que ambos países adoptaban con respecto a Francia. Este hecho era aún más visible en el caso español puesto que como hemos visto, el papel de Suiza como receptora de productos españoles estaba injustamente minusvalorado. Para Suiza, la importancia de España como mercado, por lo menos con respecto a algunos productos, no fue nunca cuestionada. Pese a los altos aranceles España era un país grande, con una población que iba en aumento y además sus productos no eran competitivos y estaban lejos de serlo. De ahí que en muchas ocasiones hubo que sacrificar el arancel en pos de una mejor conveniencia para los productos tradicionales de exportación. En el cuarto capítulo he tratado de explicar la aplicación de las políticas comerciales a las relaciones reales de intercambio al mismo tiempo que verificar los comportamientos de desarrollo comercial en función de las aplicaciones de los nuevos derechos arancelarios que se fueron estipulando sucesivamente. La fecha inicial es 1885, cuando se supone que los ideales liberales han abandonado el continente y vuelven a estar en auge ideas proteccionistas. En esta fase se observa un claro aumento del comercio entre ambos países motivado por un esfuerzo nacional de desarrollo comercial a escala europea. Es en esta época cuando en opinión de Bairoch se produce un crecimiento del comercio europeo en general. En el caso de España las tasas con respecto al total europeo pasarán de 2,5 en 1880 a 3,4 en 1890.590 Aunque para el caso español Leandros Prados de la Escosura, en su estudio sobre el comportamiento comercial de España en el siglo XIX y hasta 1913, disentía de las tesis de Bairoch y consideraba que en las épocas de liberalismo el comercio exterior español experimentó una mayor aceleración en su crecimiento que en los años en los cuales las medidas proteccionistas alcanzaron su mayor auge.591 Lo mismo parece desprenderse del caso de Suiza, en que según los porcentajes de Bairoch la participación suiza comienza a descender a partir de los años 590
P. Bairoch: „European Foreign Trade in the XIX Century: Development of the Value and Volumen of Exports", en The Journal of European Economic History, n a 2, 1973,1, p. 14.
591
Leandro Prados de la Escosura: „Comercio Exterior y crecimiento económico en España, 18261913: Tendencias a largo plazo", en Banco de España, Servicio de Estudios de Historia Económica, n8 7, 1982.
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70. 593 Indudablemente las tasas de crecimiento del comercio en el caso suizo son distintas, siendo los primeros años de la formación de la Confederación y hasta los años 70 los años en el que se concentra el crecimiento comercial más elevado. Posteriormente se produce un claro retrocesos coincidiendo éste con el momento en el que estaban en boga las política liberales en el continente.594 Por el contrario el comercio entre ambos países aumentará en esta fecha, lo que indudablemente está relacionado con los acuerdos de nación más favorecida firmados en 1869. A partir de los años noventa el comercio suizo de exportación e importación volverá a aumentar gracias al establecimiento y ampliación de la demanda y por el acuerdo comercial de 1893, lo que presupone rebajas en diversos aranceles tanto por parte suiza como por parte española. La ausencia de concurrencia interna de los productos suizos en España potenciará igualmente las exportaciones a este país. En los primeros años del siglo las relaciones comerciales entre ambos países entran en un momento de cierta estabilización, sólo fugazmente interrumpida por la guerra de tarifas de 1906. A partir de esa fecha los intercambios aumentan gracias al incremento de las salidas de productos agrarios en el caso español pero también al aumento de las materias primas como el plomo y, en el caso suizo, a los productos manufacturados y sobre todo al aumento de productos relacionados con la fuerza motriz y con la electricidad. Esta situación de estabilidad se va a producir pese al acentuamiento de las medidas proteccionistas reflejadas en los nuevos aranceles de 1903 y 1906 para Suiza y España respectivamente. Las cesiones realizadas a aquellos productos con mayores porcentaje, en los totales mantuvo la estabilidad de los intercambios entre ambos países en un momento en que se producía un cierto debilitamiento de los intercambios exteriores tanto por parte suiza como española.595 Durante los años de la Primera Guerra Mundial la situación entre España y Suiza se caracterizó por ser una fase anormal como consecuencia de los bloqueos continentales y la ausencia en los mercados internacionales de países tradicionalmente clientes tanto de un país como del otro. Esto supuso por parte española un traslado de las exportaciones hacia países que no entraron en conflicto, como fue el caso de Suiza. De la misma manera, y pese a los inconvenientes promovidos tanto por las fuerzas aliadas como por las potencias centrales, Suiza logrará establecer y colocar sus productos en el mercado español al tiempo que se produce un aumento en la creacción de filiales de empresas suizas en España a fin de aligerar los transportes y evitar aranceles altos. 593
A. Bosshardt.A. Nydegger: „Die schweizerische Aussenwirtschaft im Wandel der Zeiten...", op. cit., p. 324.
594
P. Bairoch, Commerce extérieur et développement de L'Europe au XIXe siècle, op. cit.
595
Según las cifras de Bairoch la participación del comercio de España y Suiza dentro de los totales europeos pasó de 2,9 en 1880 a 2,2 en 1910 en el caso español, y en el suizo pasó de 3,6 en 1880 a 2,6 en 1910, lo que en este segundo caso supone una pérdida del 1 por ciento con respecto a 1880. P. Bairoch, Commerce extérieur..., op. cit., p. 77.
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Son los años en los cuales los porcentajes de las participaciones del comercio entre ambos países con respecto a sus totales alcanza sus niveles máximos. Los efectos tremendos de destrucción humana y material de la Primera Guerra Mundial causaron una quiebra tal en la forma de vida que muchas personas, en la década de 1920 y después, se sintieron inclinadas a pensar que los años anteriores a 1914 eran los años dorados. La opinión generalizada era que la guerra y sus consecuencias habían provocado un desajuste estructural de la economía internacional y por tanto la idea de las potencias vencedoras era la de volver a las estructuras de antes de la guerra. Otros por el contrario opinaban que el orden antiguo había acabado por desintegrarse y esto era independiente de la guerra o los cambios políticos relacionados. Desaparición del patrón oro, problemas internos en Gran Bretaña, rápida industrialización americana que acababa con la supremacía de Gran Bretaña y Francia e industrialización y expansión comercial alemana eran otras posibles influencias desestabilizadoras en las relaciones económicas internacionales de antes de 1914 que era imposible cambiar. Durante el periodo de entreguerras la introducción de políticas comerciales nacionalistas redujo tanto el volumen absoluto como el relativo respecto a la renta nacional del comercio internacional. El resto del mundo se iba independizando cada vez más de Europa como fuente de suministro de manufacturas y en especial de ciertos tipos tradicionales de productos de exportación, como los textiles de algodón. Una consecuencia de la guerra fue que los mercados ultramarinos, aislados a causa de las exigencias militares, se vieron obligados a crear industrias por su cuenta. Pero fue en la política comercial de los diversos países en la que la mayoría de los contemporáneos centraron sus diagnósticos sobre el descenso del comercio, los problemas de los años de entreguerras y las causas de la depresión de 1929.595 El arancel protector suizo de 1921 provocó un retroceso de las importaciones de productos agrarios. Junto a él otras medidas de índole autárquico, la imposición de los límites a las importaciones o el sistema de contingentes, frenaron las importaciones y con ello las exportaciones. Como señala Foreman-Peck, „el problema básico del comercio internacional de Europa occidental era que el comercio de manufacturas era escaso porque los países industriales compraban demasiado poco a los productores primarios y pagaban un precio demasiado bajo". 596 La política económica suiza se dirigió a evitar la entrada de productos agrícolas a fin de proteger al campesinado, que durante la guerra se había visto obligado a cambiar su productividad para que se pudiera alimentar a la población. Durante esta época se produjeron cambios sustanciales en el agro, por lo que al terminar el conflicto el 595
La Conferencia Económica Mundial de 1927 fue unánime en la condena de las tarifas.
596
J. Foreman-Peck, Historia de la economía mundial, Barcelona, 1985, p. 189.
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campesinado suizo solicitó la ayuda del Gobierno con el fin de evitar la fuerte competencia proveniente del exterior. De esta manera se elevaron los aranceles de todos aquellos productos que durante la guerra habían sido sustituidos por aquellos que había sido posible producir en el país. Se elevaron los aranceles del vino, de los cereales, de las frutas y de las materias primas que pudieran ser sustituidas por productos obtenidos a través de sustancias químicas como el rayón, la viscosa e incluso tintes y colorantes que se obtuvieron mediante procedimientos químicos en lugar de con plantas o hierbas. En España, por su parte, en los años veinte, la ineficacia de las gestiones gubernamentales y los problemas tradicionales volvieron a surgir acrecentados por los desajustes de la producción y en la distribución de la renta. Poco después, sin embargo, entre 1925 y 1929 se produce un crecimiento económico positivo tanto en España como en Suiza posiblemente gracias al contexto internacional favorable que tiró de las economías de ambos países. Entre 1924-25 y 1929-30 el porcentaje del comercio exterior en España se situó en torno al 20 por ciento. En el caso suizo tanto las exportaciones como las importaciones experimentan un importante auge. Con Alemania se pasa de exportar 123,5 millones en 1923 a 348,5 millones en 1929. En lo que respecta al comercio con España este periodo se caracterizará por contar con una balanza favorable en la que las exportaciones superarán a las importaciones desde 1922 hasta 1930 en torno al 20 por ciento. La caída del comercio exterior a partir de 1930 será concomitante con la situación de crisis internacional motivada a raíz de la depresión de 1929, a la que ninguno de los dos países resultó ajeno. 598 En España los índices cuantitativos del comercio exterior coinciden con el descenso del gasto nacional ese año. Suiza debe su brusco viraje a la pérdida de los mercados europeos a causa de la fuerte competitividad y de las reducciones de las importaciones impuestas por la mayoría de los países. Grandes empresas que antes exportaban al extranjero se vieron obligadas a invertir en ellos durante los años de entreguerras por las políticas aduaneras impuestas. La política de cuotas seguida por gran parte de los países redujeron en gran medidas las importaciones. Se prefería las cuotas a las tarifas porque permitían un mejor control de las importaciones, en vista del descenso masivo de los precios. Esta fue la política que siguieron España y Suiza, con el consiguiente deterioro de las relaciones de intercambio, que provocará un descenso de las exportaciones, las cuales pasaron de 47,6 en 1930 a 23,7 en 1935.
598
Toitella y Palafox afirman que la alta protección arancelaria reforzada por la Dictadura y la escasa importancia de la inversiones de capital extranjero aislaron a la económía española del resto de Europa. G. Tortella y J. Palafox: „Banca e industria en España 1918-1936...", op. cit., p. 48. También Prados de la Escosura afirma que durante la etapa de 1913 y 1929 la economía española sufrió una veloz desconesión respecto al resto del mundo al reducirse las dimensiones relativas de su sector exterior en torno al 50 por ciento. L. Prados de la Escosura: „La evolución del comercio...", op. cit.
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También las importaciones de productos españoles descendieron siendo en 1930 de 37,7 millones de francos y en 1935 de 26,2 millones. Unicamente en esta ¿poca la balanza comercial resultó ser positiva para España. La caída de las exportaciones españolas provocó problemas monetarios, lo que implicó una escasez de medios de pago internacionales que desincentivó, retrasó y dificultó las importaciones, imprescindibles para el normal funcionalmiento de otros sectores.598 Dada la concentración de las exportaciones españolas algunos sectores, como el vinícola, el del aceite o el del plomo, se vieron profundamente afectados. Sin embargo se mantuvieron la naranja y los frutos secos. La pequeña pero segura diversificación de los productos de exportación que se había producido después de la guerra indicaba que la evolución de las exportaciones podía diversificarse y que la agricultura española no permanecía tan estacionaria. El arancel Cambó no impidió que las importaciones fueran por encima de las exportaciones. Tampoco el arancel provisional parece haber afectado a las importaciones. Habría por tanto que hablar de la ineficaz protección proporcionada por el Arancel aunque su proporción siempre habría que verla desde el punto de vista sectorial. En 1927 gracias a la derogación de la ley de autorizaciones aumentan las importaciones de productos suizos. A partir de 1930 las importaciones cayeron. El algodón, que contaba como la principal partida, cayó al igual que lo hicieron otros productos como la leche, el queso, etc. También disminuyeron las importaciones de maquinarias y de productos químicos, aunque éstos en menor medida. La implantación en Suiza de una política autáiquica similar provocó un descenso del desarrollo comercial, por lo menos en los primeros años de la década de los veinte.599 En 1925/27 la participación del comercio exterior suizo en el producto social neto era de dos tercios respecto al de los años anteriores a la guerra. Las exportaciones acusan un descenso importante respecto a la situación del período prebélico. Tanto la industria textil como la de relojes acusan este descenso. Esto provocará la salida a nuevos lugares de producción. Se producirá este efecto de emigración de la industria hacia zonas con mano de obra más barata y a fin de librarse de los altos aranceles impuestos por la mayoría de los países. El comportamiento monetario y la crisis internacional serán otros de los factores que contribuirán a dicha caída. Las medidas proteccionistas y anti-dúmping desincentivarán el comercio suizo y de igual manera el comercio entre Suiza y España. Ateniéndonos a lo expuesto anteriormente cabe decir que las relaciones entre Suiza y España estuvieron sujetas a los vaivenes que los movimientos internacionales dictaminaban, pero al mismo tiempo gozaron de un peculiar desarrollo, que permitió su
598
S. Florensa: „Comercio exterior y control de cambios...", op. cit.
599
A. Bosshardt, A. Nydegger: „Die schweizerische Aussenwirtschaft im Wandel...", op. cit., p.
324.
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asentamiento y florecimiento, gracias al papel incentivador que en ambos casos desempeñaron los sectores interesados. Muchos productos se promovieron y ampliaron su círculo de expansión a lo largo de este periodo. En algunos casos el cierre de alguno de los mercados hubiera supuesto una verdadera catástrofe para el productor y el comerciante, el cual dirigía gran parte de su producción a dicho mercado. Sería por tanto en este sentido en el cual habría que hablar de grado de dependencia, ya comentada en la introducción, entre un país de base agrícola y otro industrial. Desde la perspectiva española el comercio suizo representaba también una alternativa puesto que, sobre todo en el siglo XX, las exportaciones españolas experimentan una diversificación por países, frente al período anterior, en el que habían estado dirigidas a Gran Bretaña y Francia. La disminución de las importaciones de productos españoles por parte de ambos países obligó a buscar nuevos mercados. Se produjo de esa manera una desviación de las exportaciones dentro del contexto europeo. Tanto los vinos como los frutos secos y las frutas frescas (uvas, cítricos, etc.) comenzaron su parte expansiva en el continente. Ya hemos visto y como señala Sánchez Albornoz que se produce un aumento de la superficie de cítricos en la zona valenciana gracias a la subida de la demanda que se produce a comienzos del siglo XX y que continuará a lo largo de todo el período. 601 Suiza contribuirá como hemos visto a este aumento gracias a la expansión de su demanda de cítricos sobre todo en los años de la Dictadura. También y sobre todo en el último tercio del siglo XIX hemos visto la contribución suiza al desarrollo de la viña en Cataluña y Valencia. Indudablemente también el aumento de la participación española como país demandante de manufacturas suizas contribuyó al fortalizamiento de la industria tanto relojera como textil sobre todo en aquellas fechas en las que se produjo un descenso de las importaciones por parte de países tradicionalmente expedidores de productos suizos al haber desarrollado ellos mismos una industria propia. España era un país poco desarrollado industrialmente y carecía de industrias de especialización y a él Suiza podía aún exportar. También hemos observado cómo para algunas fábricas o industrias las relaciones con España, y debido a la escasa concurrencia interna, proporcionaban una demanda importante que en algunos casos significaba, en épocas de especial coyuntura internacional, el mantenimiento de gran cantidad de puestos de trabajos, que corrían el riesgo de desaparecer de no mediar acuerdos bilaterales Además no debemos olvidar la importancia del sector exterior en la economía suiza. También la inexistencia de barreras arancelarias para los productos españoles de importación por parte suiza favoreció la intensificación de este mercado al mismo tiempo que se produce una diversificación de las exportacione. Los textiles, los relojes y posteriormente la maquinaria, los tres productos de máxima importancia en el comercio de exportación suizo, se encuentran como cabeza de lista en las importaciones españolas. A diferencia de Suiza hay que suponer, según se
601
N. Sánchez Albornoz, Los precios agrícolas durante la segunda mitad del siglo XIX, op. cit.
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desprende de las informaciones de primera mano, que los altos aranceles proteccionistas españoles frenaron el comercio de exportación suizo. Es de suponer que las exportaciones suizas habrían alcanzado cuotas mucho más elevadas de no haber existido dichas barreras arancelarias. Indudablemente la concurrencia, sobre todo alemana pero también francesa, y el comportamiento de la peseta (la fuerte deflación a partir de los años 1886) fueron también impedimentos para un desarrollo mayor de las exportaciones. Por último y sin perder de vista lo reseñado hasta ahora hay que tener en cuenta el grado de importancia que el comercio en general representaba para uno y otro país, y de esa manera valorar hasta qué punto el llevado a cabo entre España y Suiza logró un mayor o menor desarrollo económico interno. La importancia del comercio en el desarrollo económico de un país ha sido un tema de valoración unánime en el caso de Suiza y un tema que ha sido mantenido en discusión hasta la actualidad en el caso español. Es decir, mientras que para Suiza el tema de desarrollo industrial y comercio exterior forman una simbiosis inequívoca, en el caso español el problema presenta más complejidad por cuanto que los niveles de industrialización españoles siempre fueron por debajo de los del resto de los países europeos occidentales. Para el caso de Suiza, el papel del comercio en la economía nacional es algo perfectamente claro. De hecho el 90 por ciento de su industria estaba dedicada a la exportación, y como ya señalamos anteriormente los porcentajes del comercio en la renta nacional fueron siempre de los más elevados del mundo. Esto hizo que la evolución industrial y el desarrollo comercial de Suiza en las distintas etapas coyunturales internacionales guardaran casi siempre unos comportamientos paralelos. En el caso de España la situación no fue así, y como hemos visto a lo largo de este estudio el comercio español se preocupó más de medir la protección de su industria que la de hacerla competitiva en el mercado aunque determinados sectores dependieran en última medida de la demanda extema. Por último las relaciones comerciales entre Suiza y España serán producto del esfuerzo en una coyuntura internacional tendente, sobre todo en la última época del período, a una política autárquica que más que incentivar impedía los intercambios internacionales en unos intentos desesperados por evitar la salida de divisas del país y al mismo tiempo en una lucha para que los niveles de intercambios de aquellos sectores sobrepasen el marco de la supervivencia.
Tercera parte
APENDICE ESTADISTICO A modo de aclaración de las tablas estadísticas Las tablas estadísticas insertas en el presente trabajo han sido realizadas en su totalidad a partir de las estadísticas suizas de comercio exterior depositadas en la „Zentralbibliothek" (Biblioteca Central) de Zurich. La serie, recogida en libros de gran formato, publicada por la Organización Estadística del Estado, cambió varias veces su estructura a lo largo de estos cincuenta años tratados. En el año 1885, y como he señalado al comienzo del presente trabajo, aparecen por primera vez no sólo los nombres de los países colindantes sino también los otros que mantenían comercio con Suiza, entre ellos España. En este año aparecen las mercancías agrupadas en diecisiete posiciones (grupos de mercancías agrupadas en función de su naturaleza), conteniendo cada una de ellas varios subgrupos donde se expecifícaba más detenidamente su composición. En 1886 las tablas estadísticas vuelven a cambiar y los subgrupos de las diecisiete posiciones se reducen, lo que permite un más fácil manejo de las mismas. En 1905 la fuente vuelve a cambiar y las posiciones vuelven a reducirse. Lo mismo ocurre con los subgrupos. Las tablas permanecen invariables hasta 1923, fecha en que comienzan a darse los valores en 1.000 francos. A partir de 1926 comienzan de nuevo a expresarse los valores en francos. En 1931 las posiciones vuelven a reducirse, y las descripciones sobre la naturaleza de las mercancías comienzan a ser más escasas. Para la elaboración de las tablas correspondientes al comercio especial (parte I) me he limitado a dejar constancia del comercio especial y he prescindido del comercio de depósito, ya que éste era realmente insignificante. He recogido las posiciones de algunos productos que componen las exportaciones y las importaciones entre ambos países. La selección se ha hecho teniendo en cuenta la aparición de la naturaleza de la mercancía a lo largo de todo el periodo estudiado y la importancia de la misma en los valores totales. No se ha tomado en cuenta aquella cuyo valor era insignificante, o bien su aparición dentro de las tablas se limitaba a un periodo de tiempo determinado por lo que su inclusión en un grupo hubiera llevado a confusión. Por esta razón no coinciden los valores totales de la primera parte con los valores consignados en el llamado comercio efectivo (parte H) en la cual se presenta los valores completos tanto de las exportaciones como de las importaciones.
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Beatriz Sánchez Fernández
Las tablas sobre comercio especial constan de 10 subgrupos que engloban materias de la misma naturaleza o naturaleza similar y que se repetirán a lo largo de todo el periodo. En algunos casos, como por ejemplo en el subgrupo de productos químicos, no se ha especificado la mercancía (materias farmacéuticas brutas o elaboradas, según el caso, colorantes, etc.) porque sus cifras unitarias no eran relevante. En otros casos, como por ejemplo relojería o algodón, sí se he sacado la mercancía de su subgrupo (maquinería o textiles) a fin de resaltar la importancia de ambos productos en el comercio exportador suizo. También, por ejemplo, en la posición de alimentos se ha diferenciado los hectolitros (en este caso la partida correspondería sobre todo al vino de importación) de los quintales, cuya importancia era obviamente menor, sobre todo en el caso de las importaciones procedentes de España. En „metales" se encuentran definidos tanto metales en bruto como elaborados y hasta 1989 se incluyen los metales preciosos, de ahí lo elevado de las cifras de los valores en estos cuatro años. Por último en el apartado de „otros artículos" se incluyen productos de diferente origen que no pueden ser ordenados en las categorías anteriores o que no pueden formar una propia categoría por ser su volumen demasiado insignificante. El valor consignado en las tablas es en francos, y la cantidad, salvo en el caso de los productos donde la cantidad es consignada en hectolitros, en quintales. En el apartado de alimentos, el valor consignado, salvo los tres primeros años, corresponde tanto a las cantidades en hectolitros como en quintales. Al final de cada año se anota la suma total de los valores tanto de las importaciones como de las exportaciones. De esa manera se obtiene una visión más o menos concisa de la evolución anual del total del intercambio comercial.
Descripción de las posiciones La segunda parte del apéndice estadístico lo constituyen las mercancías en sí mismas. Entre las mercancías escogidas se encuentran aquellas que por su volumen son realmente representativas del comercio entre ambos países. Como ya he señalado en el trabajo, tanto el comercio de importación como el de exportación con España evolucionó a lo largo de estos cincuenta años de manera importante, no solo en lo referente a la cantidad sino también en lo que respeta a la diversificación de las mercancías importadas y exportadas. De esta manera y a fin de contar con porcentajes representativos he debido añadir en determinados periodos mercancías cuyo volumen representaba un porcentaje importante dentro del mismo, pero únicamente durante un tiempo corto (situación coyuntural impuesta por una guerra de tarifas o la Guerra Mundial). De esta manera mantengo los porcentajes en torno a un 70 y 90%, ya que de haber mantenido durante los 50 años los mismos productos, en algunos años la muestra hubiera sido poco representativa al ser los porcentajes durante ese tiempo menores.
Apéndice estadístico
277
En la parte correspondiente a las importaciones las mercancías han sido: a) Importaciones. Productos con una representatividad durante todo el ciclo 1885-1935: vino (cantidades totales del vino importado), uvas (de Dénia y uvas de Málaga), cítricos (naranjas y mandarinas), productos farmacéuticos, aceites (de oliva), plomo y productos de madera. Productos con representatividad a partir de 1893 y hasta 1935: vino, uvas, cítricos, cacahuetes, pescado y corcho, productos farmacéuticos, aceites, plomo y productos de madera. Productos con participación importante a partir de 1905 y hasta 1935. Además de los arriba mencionados, almendras, conservas de frutas y lana cruda (las dos últimas a partir de 1909). Productos importados a partir de 1920 y hasta 1935. Este periodo se caracterizará, como vemos, por una diversificación de las mercancías cuyos porcentajes tienen ya un valor representativo con respecto al total. Como nuevos productos se incluyen los higos, otras frutas sin denominación específica, aceites que no son de oliva y las patatas. En la parte correspondiente a las exportaciones, y lo mismo en el caso de las importaciones, se han ido añadiendo productos cuya representatividad en el comercio total ha ido adquiriendo importancia a lo largo del periodo. b) Exportaciones. 1885-1935: leche, queso, harina infantil (hasta 1914), algodón, seda, relojes, máquinas de hilar, máquinas de moler, colorantes (hasta 1905) menaje de cocina (hasta 1929). 1894-1935: aparte de los productos arriba mencionados se añade la anilina. 1914-1935: además de los otros productos se incluyen los animales, las cintas de seda, los bordados, la seda artificial, los instrumentos para la electricidad, productos químicos elaborados, productos para la perfumería y motores hidráulicos y de viento. 1920-1935: a partir de este año los automóviles, tisúes de caucho, conservas de lujo, aluminio de uso industrial y aluminio puro formarán parte importante de las exportaciones a España, por lo que se han incluido en el apéndice estadístico.
278
Beatriz Sánchez Fernández
Comercio efectivo entre España y Suiza Años 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924
Importaciones 1.523.475 2.552.355 3.631.558 3.845.378 3.053.244 4.111.106 7 136 671 8.935.383 11.235.732 15.463.933 15.590.741 16.303.992 15.551.522 15.999.800 12.736.385 10.859.419 13.126.958 16.209.146 12.627.409 19.102.402 19.102.402 596.258 7.975.324 12.009.059 11.632.604 18.286.232 24.771.714 30.407.733 29.209.812 317.554 33.866.332 67.967.413 83.525.974 156.614.293 213.012.991 101.433.192 64.359.871 46.629.385 34.967.000 34.805.000
Exportaciones 9.578.537 8.859.683 7.764.735 4.135.589 10.087.067 11.605.258 11.346.897 11.346.897 9.165.451 11.818.064 11.817.574 11.028.358 9.381.992 8.027.029 15.003.188 14.635.815 15.348.923 15.824.774 11.730.343 15.433.952 14.670.419 15.467.733 17.290.908 17.957.442 17.638.740 18.241.325 22.799.712 27.280.236 30.976.538 443.212 33.578.528 48.260.859 52.491.996 33.788.022 68.744.797 135.032.178 60.958.128 59.544.919 64.586.000 51.689.000
279
Apéndice estadístico
Años 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
ImDortaciones 37.194.000 39.869.701 42.198.006 50.384.641 43.709.049 36.746.534 35.327.953 34.337.894 31.170.069 31.028.474 26.250.533
Excoriaciones 53.036.000 53.759.766 63.194.521 81.777.930 54.821.972 43.043.365 27.744.636 18.665.259 20.801.310 21.357.785 23.712.248
280
Beatriz Sánchez Fernández
Comercio especial Importación Exportación 1885 cantidad cantidad 140 411 Productos químicos Relojería/p 16 51.737 Máquinas y vehículos/q 1 1.117 1.102 Metales/q* 777 Alimentación/litros 981.423 1.042 Alimentación/q 2.491 4.075 Algodón Textiles (lana,seda, rafia...) 3 811 Artículos de animales/q 3.348 Otros artículos 189 Total
Importación Exportación valor valor 18.495 125.762 1.780 1.288.654 500 182.347 663.422 148.222 587.013 1.743 209.294 683.470
Importación Exportación cantidad 1886 cantidad Productos químicos/q 197 185 Relojería/p 89 67.627 Máquinas y vehículos/q 2.224 Metales/q* 127 432 Alimentación/hl 13 1.385 Alimentación/q 3.052 3.605 Algodón 2.869 Textiles (lana,seda, rafia...) 25 670 Artículos de animales/q 123 Otros artículos 455 741 Total
Importación Exportaciói valor valor 31.785 108.388 2.920 1.894.785 279.473 580.352 119.648 619.080 1.820 207.683 611.074 4.113.472 17.200 1.873.188 58.795 118.663 25.635 1.577.683 9.086.278
Importación Exportación 1887 cantidad cantidad Productos químicos/q 268 183 57.753 Relojería/p Máquinas y vehículos/q 8 1.746 Metales/q 8 480 Alimentación/hl 40.299 28 Alimentación/q 2.806 3.771 Algodón 1.713 Textiles (lana,seda, rafia.. •) 700 35 Artículos de animales/q 157 Otros artículos 34 Total
Importación Exportación valor valor 49.100 214.975 1.592.299 1.080 333.413 696.450 205.648 1.554.673 2.731 200.848 624.677 3.701.902 15.290 1.731.360 68.561 18.454 2.517.441 8.494.020
* Incluido metales preciosos
1.200 1.300 109.110 1.592.114
53.656 4.580.626 165.089 7.229.569
Apéndice
281
estadístico
Importación Exportación 1888 cantidad cantidad Productos químicos/q 554 284 4.995 Relojería/p Máquinas y vehículos/q 1 65.171 385 736 Metales/* Alimentación/hl 70.824 8 Alimentación/q 2.867 3.786 Algodón 2250 Textiles (lana,seda, rafia...) 35 690 Artículos de animales/q 1 185 Otros artículos 2.260 2.157 Total
Importación Exportación valor valor 44.378 123.727 673.816 1.540.314 55 1.051.142 227.812 2.159.049 950 202.499 677.011 3.761.902 15.290 1.731.360 85 64.199 362.880 494.419 3.835.378 9.295.510
Importación Exportación cantidad 1889 cantidad Productos químicos/q Relojería/p 2 88.379 Máquinas y vehículos/q 25 3.011 26 701 Metales/q Alimentación/hl 75.991 6 Alimentación/q 3.510 2.915 Algodón 847.160 Textiles (lana,seda, rafia...) 31 660 Artículos de animales/q 43 171 519 2.220 Otros artículos Total
Importación Exportación valor valor
Importación Exportación 1890 cantidad cantidad Productos químicos/q 18 518 74.900 Relojería/p Máquinas y vehículos/q 7.043 Metales/q 1.700 1.057 Alimentación/hl 3.784 7.833 Alimentación/q 100.434 2 Algodón Textiles (lana, seda, rafia. ..) 169 3.541 Artíclos de animales 126 Otros artículos 586 2.047 Total
Importación Exportaciór valor valor 2.375 198.493 1.782.535 953.864 58.331 303.305 3.899.387 765.021
* Incluido metales preciosos
70 3.481 22.235 2.361.548 15.800 9.890 136.638 2.549.662
26.320 183.749 4.167.787
2.117.898 358.092 244.663 705.354 485.863 247.748 1.246.608 77.300 543.506 6.027.032
5.700.768 75.900 581.574 10.162.967
282
Beatriz Sánchez Fernández
Importación Exportación 1891 cantidad cantidad Productos químicos/q 33 1.105 6 80.034 Relojería/p 9.284 11 Máquinas y vehículos/q 501 1.082 Metales/q Alimentación/q 5.344 4.795 4 Alimentación/hl 121.177 Algodón/q 3.183 713 Textiles (lino, seda, lana...)/q 7 8 495 Artículos de animales/q 858 1.470 Otros artículos/q Total
Importación Exportación valor valor 5.570 296.287 61 1.843.560 1.652 1.221.401 287.572 7.091
Importación Exportación cantidad 1892 cantidad 1.351 Productos químicos/q 1.168 85.030 Relojería/p 3 8.805 Máquinas y vehículos/q 1.294 9.485 Metales/q 12.634 Alimentación/q 3.869 Alimentación/hl 166.528 44 3.037 Algodón/q 857 Textiles (lino, seda, lana...) 224 970 16 Artículos de animales/q 907 979 Otros artículos Total
Importación Exportación valor valor 97.245 371.415 505 1.750.578 960 1.097.971 245.644 300.795 6.561.499 695.782
Importación Exportación 1893 cantidad cantidad Productos químicos/q 1.631 2.216 Relojería/p 3 80.670 1 Máquinas y vehículos/q 4.256 2.294 Metales/q 1.793 13.054 Alimentación/q 3.129 Alimentación/hl 252.267 1 2.724 Algodón/q 65 814 Textiles (lino, seda, lana...)/q 85 Artículos de animales/q 30 618 1.658 556 Otros artículos/q Total
Importación Exportación valor valor 104.140 512.227 1.507.422 467 540 661.779 205.214 293.543 546.812 8.317.723
3.880.681 24 2.585 2.450 210.992 4.111.106
3.550 33.806 6.150 187.312 7.136.671
5.595 17.796 9.950 273.958 8.935.383
987.653 4.797.904 1.627.470 263.464 279.947 11.605.258
3.859.602 2.547.592 502.187 220.975 11.346.897
2.869.576 2.291.697 249.995 232.400 9.165.451
Apéndice estadístico
283
Importación Exportación cantidad 1894 cantidad Productos químicos/q 1.921 931 119.439 Relojería/p Máquinas y vehículos/q 10 9.835 Metales/q 1.715 2.565 Alimentación/q 15.282 3.811 Alimentación/hl 412.613 5 3.192 Algodón/q 49 762 Textiles (lino, seda, lana...)/q 131 Artículos de animales/q 1.865 750 1.378 688 Otros artfculos/q Total
Importación Exportación valor valor 783.060 65.101 100 1.983.325 1.500 1.330.997 326.989 309.961 10.367.680 666.951
Importación Exportación cantidad cantidad 1895 Productos químicos/q 982 1.905 115.785 Relojería/p Máquinas y vehículos/q 8.754 2.090 3.134 Metales/q Alimentación/q 4.421 15.069 Alimentación/hl 543.046 41 Algodón/q 2.618 1.116 Textiles (lino, seda, lana...)/q 176 2.060 Artículos de animales/q 460 349 Otros artículos/q 1.031 Total
Importación Exportación valor valor 59.160 843.058 1.790.024 232 1.300.491 313.079 411.035 14.462.616 738.156
Importación Exportación 1896 cantidad cantidad Productos químicos/q 981 2.144 132.167 Relojería/p Máquinas y vehículos/q 16 8.471 Metales/q 3.116 2.610 Alimentación/q 21.722 4.393 Alimentación/hl 561.138 5 Algodón/q 1.700 996 Textiles (lino, seda, lana. ..)/q 291 284 Artículos de animales/q 97 504 Otros artículos/q 1.088 Total
Importación Exportación valor valor 76.421 661.799 180 1.895.771 1.287.769 3.320 425.425 697.425 14.464.011 733.381
2.588 29.735 112.520 329.519 11.235.732
2.983 35.850 313.095 276.918 15.463.933
100 63.755 23.130 262.399 15.590.741
3.575.524 2.385.103 405.128 261.748 11.701.797
3.366.687 2.915.969 229.546 222.608 11.817.574
2.840.664 2.694.547 267.239 221.083 11.027.678
284
Beatriz Sánchez
Fernández
Importación Exportación 1897 cantidad cantidad Productos químicos/q 1.079 2.042 Relojería/p 137.750 11 Máquinas y vehículos/q 15.573 2.852 Metales/q 2.190 Alimentación/q 4.756 40.626 Alimentación/hl 535.528 3 Algodón/q 15 1.289 Textiles (lino, seda, lana...)/q 135 789 Artículos de animales/q 200 550 Otros artículos/q 1.295 655 Total
Importación Exportación valor valor 62.098 603.179 180 1.969.781 1.507 244.827 129.124 461.424 15.733.906 771.210
Importación Exportación 1898 cantidad cantidad Productos químicos/q 1.776 1.770 108.682 Relojería/p Máquinas y vehículos/q 8.450 Metales/q 2.757 2.477 Alimentación/q 4.155 40.333 Alimentación/hl 568.302 Algodón/q 10 937 Textiles (lino, seda, lana...)/q 146 586 Artículos de animales/q 1.100 200 Otros artículos/q 2.302 324 Total
Importación Exportación valor valor 105.814 547.775 50 1.363.280 1.507 1.382.178 120.555 407.716 14.726.695 631.838
Importación Exportación 1899 cantidad cantidad Productos químicos/q 2.302 2.349 Relojería/p 289.123 Máquinas y vehículos/q 12.940 Metales/q 4.784 4.186 Alimentación/q 40.939 5.277 Alimentación/hl 603.572 Algodón/q 2.245 Textiles (lino, seda, lana. ..)/q 195 934 Artículos de animales/q 101 278 Otros artículos/q 2.635 526 Total
Importación Exportación valor valor 160.340 762.636 85 3.689.325 2.017.155 211.628 795.282 15.074.798 780.820
855 28.240 79.700 268.382 16.303.992
1.180 28.845 206.110 360.766 15.551.522
1.180 180.347 43.700 327.722 15.999.800
2.533.040 2.180.775 269.900 347.856 9.381.992
1.890.323 1.555.750 60.597 187.572 8.027.029
3.830.460 2.747.352 134.504 245.654 15.003.188
Apéndice estadístico
285
Importación Exportación 1900 cantidad cantidad Productos químicos/q 3.290 1.672 Relojería/p 262.900 13.407 Máquinas y vehículos/q 5 Metales/q 6.391 3.762 Alimentación/q 35.947 7.013 Alimentación/hl 458.223 1 Algodón/q 2 1.781 Textiles (lino, seda, lana...)/q 65 676 Artículos de animales/q 95 409 1.907 523 Otros artículos/q 292.144 Total
Importación Exportación valor valor 231.021 589.833 105 3.126.639 2.221.662 2.126 310.960 820.460 11.836.004 987.125
Importación Exportación 1901 cantidad cantidad Productos químicos/q 1.732 2.061 Relojería/p 283.161 Máquinas y vehículos/q 6 21.036 3.176 Metales/q 3.402 Alimentación/q 34.702 9.042 Alimentación/hl 429.841 Algodón/q 1.370 Textiles (lino, seda, lana...)/q 224 603 Artículos de animales/q 47 218 Otros artículos/q 1.589 688 Total
Importación Exportación valor valor 123.909 636.280 105 3.331.832 810 3.525.467 137.397 799.011 10.135.250 1.126.369
Importación Exportación 1902 cantidad cantidad Productos químicos/q 2.714 2.021 Relojería/p 326.834 Máquinas y vehículos/q 25.101 Metales/q 5.576 4.399 Alimentación/q 46.394 10.792 Alimentación/hl 438.539 2 Algodón/q 1.216 Textiles (lino, seda, lana. • •)/q 139 728 Artículos de animales/q 71 450 Otros artículos/q 2.427 942 Total
Importación Exportación valor valor 182.766 568.164 60 3.297.435 3.526.065 184.725 1.003.800 12.260 1.445.717 12.260.515 3.262.948 88.030 2.211.481 32.140 246.486 366.462 262.678 13.126.958 15.824.774
160 28.548 16.450 311.011 12.736.385
160 142.530 20.320 298.938 10.859.419
4.251.138 2.215.992 188.890 234.076 14.635.815
3.504.717 1.948.144 207.304 269.799 15.348.923
286
Beatriz Sánchez Fernández
Importación Exportación 1903 cantidad cantidad Productos químicos/q 2.181 1.423 Relojería/p 339.080 211 18.554 Máquinas y vehículos/q 5.796 Metales/q 10.598 Alimentación/q 41.300 13.800 Alimentación/hl 4 410.350 Algodón/q 1.233 Textiles (lino, seda, lana...)/q 68 647 Artículos de animales/q 70 336 1.050 Otros artículos/q 2.810 Total
Importación Exportación valor valor 148.957 524.207 3.113.731 18.990 2.753.381 250.620 1.107.192 11.718.917 1.410.223
Importación Exportación cantidad 1904 cantidad 6.577 1.480 Productos químicos/q 352.486 Relojería/p 14 Máquinas y vehículos/q 20.861 Metales/q 8.415 3.770 Alimentación/q 41.870 13.721 4 Alimentación/hl 415.820 1.322 Algodón/q Textiles (lino, seda, lana...)/q 327 653 644 Artículos de animales/q 30 2.611 1.092 Otros artículos/q Total
Importación Exportación valor valor 512.425 503.156 3.136.102 2.988.662 1.820 288.579 845.063 11.417.002 1.611.490
Importación Exportación 1905 cantidad cantidad Productos químicos/q 6.010 1.801 Relojería/p 309.700 Máquinas y vehículos/q 17.361 3.844 Metales/q 9.536 Alimentación/q 47.974 14.617 Alimentación/hl 683.536 Algodón/q 1.477 604 Textiles (lino, seda, lana.. •)/q 104 64 Artículos de animales/q 507 3.508 1.144 Otros artículos/q Total
Importación Exportación valor valor 553.260 544.906 2.580.400 2.707.849 405.039 968.928 17.597.305 1.652.105
3.615.805 19.095 2.231.546 169.784 31.383 405.379 420.279 16.209.146 11.730.343
5.416 7.482 394.685 12.627.409
3.572.414 1.940.784 381.344 454.937 15.433.952
3.676.644 68.215 1.800.250 16.235 271.048 462.348 468.289 19.102.402 14.670.419
m
Apéndice estadístico Importación Exportación 1906 fintidati Productos químicos/q 1.546 8.836 281.832 Relojería/p Instrumentos y aparatos/q 712 Máquinas y vehículos/q 23.502 Metales/q 7.715 4.610 Alimentación /q 56.515 12.300 Alimentación/hl 129.125 5 Algodón/q 1.162 109 Textiles (lino, seda, lana...)/q 34 595 4 Artículos de animales/q 1.031 1.578 912 Otros artículos/q Total
Importación Exportación valor valor 514.674 937.333 2.756.877 205 55 414.532 105 3.797.473 340.117 893.595 4.833 1.494.977
Importación Exportación 1907 cantidad cantidad Productos químicos/q 8.778 1.612 Relojería/p 312.490 Instrumentos y aparatos/q 581 Máquinas y vehículos/q 2 13.630 6.397 3.841 Metales/q Alimentación/q 60.967 15.798 Alimentación/hl 230.083 Algodón/q 1.576 Textiles (lino, seda, lana...)/q 181 589 Artículos de animales/q 7 1.812 Otros artículos/q Total
Importación Exportación valor valor 843.351 587.531 3.370.574 420 288.982 790 2.503.046 320.534 798.973 7.596.240 1.892.106
Importación Exportación 1908 cantidad cantidad Productos químicos/q 7.365 1.460 Relojería/p 326.483 Instrumentos y aparatos/q 2 432 Máquinas y vehículos/q 5 18.314 Metales/q 44.873 2.839 Alimentación/q 58.679 16.039 Alimentación/hl 426.979 Algodón/q 1.681 Textiles (lino, seda, lana...)/q 160 601 Artículos de animales/q 1.482 3.968 Otros artículos/q 948 Total
Importación Exportación valor valor 509.974 519.099 125 3.305.270 1.902 280.648 3.310.404 1.060 478.101 748.997 10.976.953 1.916.149
4.640 6.850 151 239.302 596.258
3.433.722 1.640.021 729.472 307.064 15.467.733
180 56.305 855
5.504.438 1.709.285 1.223.504
7.975.324
17.290.908
255 5.342.702 41.016 1.785.022 75 968.838 510.472 299.412 12.009.959 17.957.442
m
Beatriz Sánchez Fernández
Importación Exportación 1909 cantidad m n t i i l fi4 Productos químicos/q 7.409 1.596 Relojería/p 382.791 Instrumentos y aparatos/q 733 3 12 17.918 Máquinas y vehículos/q 8.936 3.554 Metales/q Alimentación/q 66.326 19.095 364.642 Alimentación/hi Algodón/q 3 1.589 Textiles (lino, seda, lana...)/q 82 655 1.502 Pro. de animales/plantas/q 2.214 Otros artículos/q 1.690 Total
Importación Exportación valor valor 607.709 549.538 40 3.527.701 2.495 337.080 2.309 2.915.677 306.588 936.485 10.918.034 2.288.372
Importación Exportación fimt'M 73.337 21.490 436.801 77 1.101 2.118 54 857 8.652 4.730 13 15.750 503.244 278 6.087 1.783 4.168 1.718
Importación Exportación valor/fr valor/fr 2.679 17.101.555 2 927.014 1.578 5.317.518 13.356 1.849.550 296 1.000.395 2.218 3.143.438 570 4.878.688 835 220.000 646.595 591.043 519.227 311.000 18.286.232 18.241.325
Importación Exportación 1911 cantidad cantidad Alimentación/q 68.014 32.682 Alimentación/hl 687.688 23.373.825 Ganado y animales/p 8 1.403 Algodón/q 207 2.097 Textiles(lino,seda,...)/q 56 1.248 Metales/q 12.478 3.345 Maquinaria y vehículos/q 13 5.532 450.469 Relojería/p Instrumentos y aparatos/q 2 409 3.902 1.799 Productos químicos/q Productos no denomi./q 2.426 1.471 Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr 3.146.368
1910 Alimentación/q Alimentación/hi Ganado y animales/p Algodón/q Textiles (lino,seda, ...)/q Metales/q Maquinaria y vehículos/q Relojería/p Instrumentos y aparatos/q Productos químicos/q Productos no denomi./q Total
1.545 4.595.986 19.745 1.689.612 1.070 1.037.453 380.778 310.374 11.632.604 17.638.740
6.100 21.180 11.809 514.575 7.413
566.756 5.662.667 2.561.704 1.061.439 3.949.660 4.538.038 3.810 282.638 444.113 614.065 388.889 416.377 24.771.714 22.799.712
Apéndice estadístico
289 Importación Exportación cantidad cantidad 114.986 31.720 882.536 310 2.424 197 1.765 19.499 7.107 339 27.461 452.503 2 700 7.156 1.913 3.495 3.423
Importación Exportación valor/fr valor/fr 4.289.022 28.099.312 491.810 6.361.764 540 3.477.264 65.984 1.549.635 924.788 68.739 4.836.016 536 4.774.195 2.956 396.820 576.378 700.250 668.500 403.460 30.407.733 27.280.236
Importación Exportación cantidad cantidad 119.224 33.073 767.115 2 1.108 2.976 169 4.620 39.120 6.401 11 33.132 466.608 3 1.172 11.196 1.450 1.737 1.523
Importación Exportación valor/fr valor/fr 4.266.425 26.009.157 115 777.082 200 7.660.950 65.044 3.286.647 1.896.228 1.797.257 2.737 5.979.257 5.491.241 3.387 686.401 796.063 615.043 436.881 416.235 29.209.812 30.976.538
Importación Exportación cantidad cantidad Enero/Julio Anual Alimentación/q 58.619 80.825 Alimentación/hl 290.061 360.440 Ganado y animales/p 1 1 Materiales textiles/q 55 79 Metales/q 10.547 16.909 Maquinaria y vehículos/q 5 11 Relojería/p Instrumentos y aparatos/q 4 4 Productos químicos/q 4.796 6.619 Otros artículos/q 1.690 2.026 Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr Enero/Julio Anual 37.172 17.984 720 1.336 806 3.649 3.484 5.228 17.395 21.750 274.514 369.872 377 559 892 2.011 1.382 1.635 317.554 443.212
1912 Alimentación/q Alimentación/hl Ganado y animales/p Algodón/q Textiles (lino,seda,etc)/q Metales/q Maquinaría y vehículos/q Relojería/p Instrumentos y aparatos/q Productos químicos/q Otros artículos/q Total 1913 Alimentación/q Alimentación/hl Ganado y animales/p Algodón/q Textiles (lino,seda,etc)/q Meiales/q Maquinaria y vehículos/q Relojería/p Instrumentos y aparatos/q Productos químicos/q Otros artículos/q Total 1914
290
Beatriz Sánchez Fernández
Importación Exportación 1915 cantidad cantidad Alimentación/q 224.442 28.015 Alimentación/hl 435.775 Ganado y animales/p 20 801 Algodón/q 1.642 3.244 1.952 Otros materiales textiles/q 5.112 Metales/q 22.635 6.535 Maquinaria y vehículos/q 35.369 3 403.752 Relojería/p 820 Instrumentos y aparatos/q 16.512 Productos químicos/q 2.473 Otros artículos/q 2.983 49.033 Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr 3.557.202 25.968.107 8.950 671.838 167.575 8.600.999 1.561.074 4.357.641 1.541.463 1.723.481 900 6.089.326 5.335.312 250 621.205 1.185.732 1.405.201 3.432.281 1.216.323 33.866.332 33.578.528
Importación Exportación 1916 cantidad cantidad Alimentación/q 286.574 34.481 Alimentación/hl 628.927 Ganado y animales/p 669 984 Algodón/q 22 3.319 Otros materiales textiles/q 6.956 1.709 Metales/q 53.837 10.073 49.236 Maquinaria y vehículos/q 3 448.648 Relojería/o 10 1.739 Instrumentos y aparatos/q 14.949 2.827 Productos químicos/q 7.317 Otros artículos/q 84.372 Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr 5.137.770 52.068.880 661.990 839.002 15.983 11.936.722 3.527.706 5.298.733 4.904.749 3.015.600 1.458 8.714.218 6.993.470 11.036 1.177.051 1.521.101 3.515.127 5.254.510 1.633.166 67.967.413 48.260.859
Importación Exportación 1917 cantidad cantidad Alimentación/q 143.435 21.806 Alimentación/hl 655.951 Ganado y animales/p 1.586 38 Algodón/q 154 3.314 1.440 Otros materiales textiles/q 11.274 23.252 Metales/q 5.960 Máquinas y vehículos/q 46 35.226 Relojes/p. 501.393 Instrumentos y aparatos/q 20 1.740 Productos químicos/q 26.832 3.459 56.214 18.383 Otros artículos/q Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr 3.455.821 59.431.238 15.625 1.856.146 108.176 14.657.990 9.763.192 5.152.878 3.145.910 3.205.481 20.113 8.404.353 375 8.150.570 17.541 1.452.312 3.189.346 6.145.516 5.993.937 1.851.450 83.525.974 52.491.996
Apéndice estadístico
291
Importación Exportación 1918 cantidad cantidad Alimentación/q 301 236 Alimentación/hl 609.026 548 Ganado y animales/p Algodón/q 2.113 11.664.965 Otros materiales textiles/q 14.906 1.137 40.364 Metales/q 2.623 Máquinas y vehículos/q 26 42.199 Relojes/p 453.485 Instrumentos y aparatos/q 32 2.864 Productos químicos/q 8.588.103 113.691 Otros artículos/q 7.360 Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr 130.665 88.057.866 1.100.000 135.316 21.300.864 5.696.535 6.756.679 1.963.603 13.830.744 14.700 945 7.659.506 20.911 2.733.967 18.179.461 21.047.551 1.773.002 156.614.293 33.788.022
Importación Exportación 1919 cantidad cantidad Alimentación/q 205.849 803 Alimentación/hl 1.217.192 Ganado y animales/p 313 169 Algodón/q 652 1.542 Otros materiales textiles/q 18.065 1.487 Metales/q 33.301 3.728 Máquinas y vehículos/q 32 40.474 Relojes/p 552.395 Instrumentos y aparatos/q 4 1.924 Productos químicos/q 42.182 4.236 193.571 Otros artículos/q 12.884 Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr 367.314 147.716.287 79.512 289.125 922.430 10.598.755 25.459.155 9.492.964 4.802.770 3.303.097 42.624 19.004.316 13.179.798 5.140 2.803.017 9.162.874 6.692.965 24.822.199 3.013.446 213.012.991 68.744.797
Importación Exportación 1920 cantidad cantidad Alimentación/q 148.727 5.642 Alimentación/hl 742.822 Ganado y animales/p 395 2.424 Algodón/q 492 5.377 Otros materiales textiles/q 3.432 2.998 Metales/q 48.648 5.921 Máquinas y vehículos/q 27 64.738 Relojes/p 216 683.615 Instrumentos y aparatos/q 16 2.458 Productos químicos/q 15.094 6.244 Otros artículos/q 27.761 48.777 Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr 2.504.597 87.007.142 46.830 318.227 151.663 30.791.810 3.502.321 24.816.918 3.675.033 6.623.623 41.276 32.187.035 720 19.467.005 14.521 3.797.951 2.805.821 9.178.097 4.151.880 5.346.915 101.397.207 135.032.178
222
Beatriz Sánchez Fernández
Importación Exportación 1921 cantidad cantidad Alimentación/q 2.804 116.288 Alimentación/hl 724.671 762 1.744 Ganado y animales/p Algodón/q 16 2.637 Otros materiales textiles/q 778 1.676 33.786 4.946 Metales/q 9 389.545 Máquinas y vehículos/q Relojes/p 3.323.267 1.634 6 Instrumentos y aparatos/q Productos químicos/q 11.091 2.179 5.544 17.606 Otros artículos/q Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr 1.310.076 59.836.999 21.683 402.629 3.682 9.527.767 606.786 6.062.807 1.046.490 2.875.718 5.628 25.568.584 7.792.923 11.089 2.215.503 1.885.763 3.366.404 941.757 1.836.017 64.359.877 60.958.428
Importación Exportación cantidad 1922 cantidad 83.274 4.328 Alimentación/q Alimentación/hl 622.691 322 Ganado y animales/p 1.120 3.661 Algodón/q Otros materiales textiles/q 1.339 3.057 Metales/q 50.345 5.435 426.970 43 Máquinas y vehículos/q 389.345 Relojes/p Instrumentos y aparatos/q 4 2.101 Productos químicos/q 7.896 4.666 Otros artículos/q 3.505 16.788 Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr 1.773.174 42.283.736 170.687 550.413 800 12.919.135 425.404 12.157.163 2.180.095 2.433.046 7.671 14.015.598 7.496.886 3.891 2.347.161 1.122.744 4.019.962 434.357 1.823.381 46.629.385 59.535.919
Importación Exportación 1923 cantidad cantidad 74.501 6.193 Alimentación/q Alimentación/hl 545.203 Art. de animales/plantas/q* 8.844 6.788 Algodón/q 1.175 5.936 Materias minerales/q 202 989 10.054 Metales/q 62.846 Maquinaria/vehículos/q 10 53.796 24 Relojería/p 486.732 Instrumentos/aparatos/q 2.468 Productos químicos/q 7.553 2.648 Otros artículos/q 17 24.878 Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr 2.730.000 29.458.000 750.000 2.466.000 691.000 22.076.000 2.000 261.000 2.889.000 3.858.000 1.000 18.605.000 1.000 8.755.000 2.681.000 1.175.000 3.134.000 14.000 641.000 34.981.000 65.207.000
*a partir de este afio se incluye también, papel y madera en este apartado
293
Apéndice estadístico Importación Exportación 1924 cantidad cantidad Alimentación/q 1.238.818 5.405 Alimentación/hl 444.189 17.993 Ait. animales/plantas/q 2.225 Algodón/q 965 6.217 Materias minerales/q 734 39 195.744 Metales/q 9.478 34.824 Máquinas y vehículos/q 19 514.844 Relojes/p 55 Instrumentos y aparatos/q 3 2.622 Químicos/indetermina/q 7.234 3.247 Tabaco/q 16 121 Total
Importación Exportación valor/fr valor/fr 2.020.000 27.039.000 1.116.000 1.071.000 691.000 18.774.000 3.000 225.000 5.031.000 3.474.000 6.000 11.803.000 2.000 8.014.000 3.000 2.786.000 876.000 3.293.000 34.000 230.000 34.801.000 51.690.000
Importación Exportación cantidad cantidad 143.235 6.358 522.551 8.114 3.198 208.404 9.449 129 1.688
Importación Exportación valor/fr valor/fr 2.400.000 28.919.000 682.000 1.260.000 5.713.000 3.222.000 14.000.000 284.000
1925 Alimentación/q Alimentación/hl Art. animales/plantas/q Materias textiles/q Materias minerales/q Metales/q Máquinas y vehículos/q Relojes/p Instrumentos y aparatos/q Químicos /indetermina/q Tabaco/q Total
51 12 3 12.104 3
33.569 652.478 2.137 3.417 184
Importación Exportación 1926 cantidad cantidad Alimentación/q 180.085 6.824 Alimentación/hl 605.753 Ait. animales/plantas/q 5.932 7.186 Materias textiles/q 149 9.726 Materias minerales/q 7 3.001 Metales/q 166.170 8.976 Máquinas y vehículos/q 38.812 28 Relojes/p 746.407 Instrumentos y aparatos/q 1 2.884 Químicos /indetermina/q 9.155 3.844 Tabaco/q 131 Total
50.000
11.204.000 7.933.000 5.000 2.388.000 1.410.000 4.043.000 9.000 366.000 50.788.000 33.100.000 Importación Exportación valor/fr. valor/fr. 2.581.490 31.264.074 886.003 2.836.090 89.021 19.130.906 920 220.299 6.609.483 2.743.799 11.043 10.671.018 8.009 2.075 2.857.983 1.005.614 4.455.312 1 253 39.869 45.505.159
294
Beatriz Sánchez Fernández Importación Exportación cantidad cantidad 166.034 12.519 555.067 7.816 4.123 542 11.716 107 1.049 128.648 9.713 38 52.375 815.010 1 4.461 10.042 5.215 121
Importación Exportación valor/fr. valor/fr. 4.491.144 35.045.897 1.079.516 2.185.006 326.712 19.875.407 4.997 230.853 4.689.907 3.228.998 48.000 16.380.822 7.815.216 1.308 3.889.725 1.001.012 4.803.934 657 295.416 42.198.006 63.196.521
Importación Exportación cantidad cantidad 1928 15.607 Alimentación/q 249.653 Alimentación/hl 652.056 Pr.animales/plantas/q 4.845 4.371 455 9.667 Materias textiles/q 19 1.032 Materias minerales/q 153.754 12.836 Metales/q Máquinas y vehículos/q 85.728 3 Relojes/p 827.185 1 6.151 Instrumentos y aparatos/q Químicos /indetermina/q 5.591 9.303 Tabaco 142 Total
Importación Exportación valor/fr. valor/fr. 5.867.474 44.502.083 709.441 2.514.578 308.408 19.477.738 10.000 252.043 3.966.596 3.819.960 65.507 26.490.930 11.591.253 1.840 5.146.082 878.664 6.286.281 2.444 332.505 50.444.983 81.778.844
Importación Exportación cantidad cantidad 8.972 238.133 533.362 1 9.425 3.088 710 5.224 289 889 157.909 12.690 10 52.829 827.185 2.604 4.498 12.043 5.271 184
Importación Exportación valor/fr. valor/fr. 3.240.705 36.682.740 1.211.952 1.714.907 306.863 11.807.546 13.147 224.857 4.305.735 3.351.589 4.660 16.420.803 8.553.541 3.710.218 1.181.489 5.439.963 358.843 43.709.190 54.822.972
1927 Alimentación/q Alimentación/hl Ait. animales/plantas/q Materias textiles/q Materias minerales/q Metales/q Máquinas y vehículos/q Relojes/p Instrumentos y aparatos/q Químicos /indetermina/q Tabaco/q Total
1929 Alimentación/q Alimentación/hl Pr.animales/plantas/q Materias textiles/q Materias minerales/q Metales/q Máquinas y vehículos/q Relojes/p Instrumentos y aparatos/q Químicos /indetermina/q Tabaco/q Total
Apéndice
estadístico
1930 Alimentación/q Alimentación/hl Pr.animales/plantas/q Materias textiles/q Materias minerales/q Metales/q Máquinas y vehículos/q Relojes/p Instrumentos y aparatos/q Químicos /indetermina/q Tabaco/q Total
295 Importación Exportación cantidad cantidad 251.485 7.979 519.712 15.591 1.967 157 6.067 26 1.314 137.814 7.703 7 55.688 661.869 4 4.855
Importación Exportación valor/fr. valor/fr. 2.936.645 31.752.150 1.168.967 1.050.393 152.054 8.701.995 6.511 315.260 3.255.670 2.791.046 4.926 15.616.687 6.584.479 5.088 4.323.825 402.216 723.035 36.746.534
43.043.365
Importación Exportación cantidad 1931 cantidad Productos químicos/q 26.595 5.766 Relojes/piezas 567.409 Instrumentos y aparatos/q 3 2.856 Máquinas y vehículos/q 29 22.525 Metales/q 139.827 2.985 Alimentación/q 297.438 7.312 Alimentación/hl 386.520 Minerales/q 524 546 121 Textiles/q 2.856 1.706 Pro. de animales/plantas/q 20.950 Total
Importación Exportación valor valor 1.991.824 4.227.366 4.226.941 5.429 2.711.330 10.412 7.598.026 2.806.983 1.005.378 28.732.257 2.916.838
Importación Exportación 1932 cantidad cantidad Productos químicos/q 3.502 23.516 Relojes/piezas 571.920 Instrumentos y aparatos/q 2 1.196 Máquinas y vehículos/q 13.789 15 Metales/q 1.794 163.210 Alimentación/q 318.213 4.993 Alimentación/hl 450.978 12 Minerales/q 331 489 Textiles/q 219 1.930 6.115 Pro. de animales/plantas/q 10.785 Total
Importación Exportación valor valor 1.732.419 3.366.788 3.317.647 4.238 1.316.206 7.195 4.664.520 3.061.886 631.529 28.086.878 1.957.500
36.020 57.130 1.685.363 35.325.418
15.751 159.776 1.267.847 34.336.026
161.260 4.180.936 637.703 27.665.778
131.721 2.595.065 587.426 18.568.402
296
Beatriz Sánchez
Fernández
Importación Exportación cantidad cantidad 1933 32.002 3.666 Productos químicos/q 647 723.155 Relojes/piezas 1 1.022 Instrumentos y aparatos/q Máquinas y vehículos/q 14 10.901 Metales/q 165.108 1.370 Alimentación/q 4.234 320.106 Alimentación/hl 459.509 941 Minerales/q 445 2.804 Textiles/q 273 Pro. de animales/plantas/q 11.724 63.618 Total
Importación valor 2.251.705 35.236 4.516 9.151 1.891.333 25.822.000
Exportación valor 4.343.064 4.097.201 1.337.371 4.346.084 526.023 1.808.141
33.661 181.220 929.598 31.158.420
120.994 2.912.150 1.205.414 20.696.442
Importación Exportación cantidad 1934 cantidad 4.350 Productos químicos/q 34.600 2.084 691.392 Relojes/piezas 1.034 Instrumentos y aparatos/q 18 Máquinas y vehículos/q 50 14.463 182.144 Metales/q 1.695 309.744 Alimentación/q 7.609 Alimentación/hl 453.566 Minerales/q 1.228 1.013 Textiles/q 408 2.907 Pro. de animales/plantas/q 16.361 24.146 Total
Importación valor 2.006.302 47.236 15.522 18.805 1.981.365 25.557.119
Exportación valor 4.345.068 4.373.785 1.351.028 4.506.868 553.610 2.472.787
47.877 170.211 1.179.529 31.023.966
138.124 2.634.389 908.352 21.284.011
Importación Exportación 1935 cantidad cantidad Productos químicos/q 38.601 5.658 Relojes/piezas 2.283 956.315 Instrumentos y aparatos/q 2 1.324 Máquinas y vehículos/q 93 18.301 Metales/q 160.098 1.811 Alimentación/q 306.260 6.214 Alimentación/hl 377.817 Minerales/q 647 730 604 Textiles/q 2.585 Pro. de animales/plantas/q 32.115 36.675 Total
Importación valor 1.971.405 70.875 5.555 32.854 1.708.445 20.950.483
Exportación valor 5.337.449 4.743.959 1.570.787 5.334.295 673.957 2.535.642
30.459 217.785 1.259.188 26.247.049
139.187 2.462.297 881.714 23.679.287
Los valores consignados en los alimentos es la suma de las importaciones y exportaciones tanto de los hectolitros como de los quintales.
Apéndice
297
estadístico EXPORTACIONES SUIZAS A ESPAÑA Leche
Queso
Harina infantil
Años
quintales
francos
quintales
francos
quintales francos
1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920
260 214 574 263 259 95 124 45 145 564 1.036 115 1.332 1.527 2.138 3.301 4.465 6.480 8.430 10.412 11.405 9.181 12.665 12.881 15.608 17.427 21.389 26.801 28.114 33.163 24.118 32.075 20.675 31 246 3.093
30.382 23.776 64.198 2.814 27.214 10.010 13.155 15.501 17.405 61.128 114.651 122.274 145.685 152.605 213.934 329.056 445.781 647.051 849.461 1.044.280 1.098.711 918.028 1.264.196 1.289.041 1.560.594 1.742.532 2.140.338 3.082.068 3.095.939 3.487.847 2.537.798 4.334.212 2.974.078 5.250 56.668 720.255
2.809 2.310 2.097 2.185 2.045 1.876 2.596 2.255 1.674 2.166 2.261 2.171 2.337 1.677 1.939 2.496 2.808 2.697 2.544 2.609 2.986 2.940 2.875 2.831 2.855 3.139 3.095 3.291 3.420 2.894 2.531 1.371 60
484.935 357.147 330.968 356.831 354.430 346.131 487.302 379.373 290.191 396.033 390.226 367.468 394.239 286.170 319.845 404.415 463.107 472.412 430.661 413.062 490.830 526.226 552.342 494.891 523.957 631.906 651.237 702.212 687.059 572.572 559.574 411.871 24.564
729 925 885 907 915 930 1.030 952 940 806 967 965 958 802 1.088 1.170 1.682 1.528 487 560 109 76 45 39 77 135 112 113 136
141.663 181.050 171.929 178.735 185.463 182.078 202.146 379.373 185.520 156.910 189.900 204.740 18.990 156.254 214.270 229.260 327.150 303.093 96.730 112.000 21.936 16.196 12.130 10.686 20.820 36.173 30.307 30.621 36.902
453
323.139
60
11.646
Beatriz Sánchez Fernández
298
Años 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
Años 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904
Leche quintales 751 173 233 950 1.369 871 1.925 2.427 1.962 1.846 1.594 899
francos 146.576 24.250 29.000 146.000 204.000 123.843 245.505 284.627 220.199 196.797 155.750 88.652
Aleodón quintales francos 4.580.626 3.348 2.808 4.087.914 1.713 3.702.093 1.243 2.723.726 1.564 2.935.488 2.840 4.156.763 4.797.904 3.183 3.859.602 3.037 2.724 2.869.576 3.192 3.575.524 2.618 3.366.687 2.840.664 1.700 1.289 2.533.040 937 1.830.460 2.245 3.830.460 1.781 4.251.188 3.504.717 1.370 1.216 3.262.948 1.398 3.615.855 1.322 3.572.414
Queso Harina quintales francos quintales 1.451 911.906 98 2.727 101 1.032.917 3.420 1.436.000 2.903 1.280.000 3.294 1.380.000 2.961 971.944 4.930 1.545.013 1.334.344 3.886 2.281 736.020 494.804 1.590 1.068 322.099 601 161.583 165.423 705 608 123.799 588 118.745 Seda quintales francos 150 745.265 271 1.230.963 258 1.002.916 77.712 188 1.864.412 645 900.447 245 651 1.504.807 362 1.882.702 1.532.499 327 371 1.585.475 374 1.920.629 333 1.645.436 1.473.345 311 261 1.094.748 2.000.436 386 1.665.824 331 1.948.144 603 798 2.211.481 896 2.345.879 1.940.784 653
Relojes Piezas 16 89 57.753 6.511 73.412 74.900 80.034 85.023 80.662 119.439 115.771 132.167 137.732 108.671 289.112 262.872 238.138 326.834 339.059 352.469
infantil francos 26.014 18.848
francos 291.224 918.223 1.592.299 1.650.360 1.749.468 1.782.535 1.843.560 1.750.578 1.507.422 1.983.325 1.790.024 1.895.771 1.969.781 1.363.280 3.698.325 3.126.639 3.331.832 3.297.435 3.113.731 3.136.102
Apéndice estadístico Algodón Años 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
quintales 1.477 1.162 1.576 1.681 1.589 2.118 2.097 2.424 2.976 2.496 3.244 3.319 3.314 1.986 1.542 5.377 2.337 3.661 3.225 3.196 2.545 2.228 2.243 1.862 1.183 589 393 241 559 498 428
299 §£Sla &SÍ2& francos quintales francos Piezas 3.676.644 604 1.800.250 309.664 3.433.722 1.640.021 281.814 595 5.504.438 589 1.709.285 312.479 5.342.702 601 1.785.022 326.462 4.595.986 655 1.689.612 382.775 5.317.518 857 1.849.550 503.244 5.662.677 1.248 2.561.704 450.417 6.361.764 3.477.264 452.464 1.765 1.644 7.660.950 3.286.647 466.562 5.997.324 75 525.428 369.837 8.600.999 403.704 108 776.298 11.936.722 121 1.098.978 448.372 14.657.990 51 532.508 453.391 24 11.664.965 301.778 501.180 62 10.598.775 1.109.043 552.284 5.415.444 683.493 30.791.810 1.057 9.527.467 1.107 2.122.322 332.320 12.919.135 1.518 3.279.152 389.289 12.569.000 1.237 2.258.000 486.656 10.886.000 1.722 2.776.000 514.802 9.446.500 3.789 4.567.000 652.443 8.655.000 5.459 6.003.229 746.349 7.554.884 814.950 8.160.000 7.598 5.502 5.631.663 1.409.905 10.289.000 4.539.000 2.081 1.742.721 827.110 2.481.418 661.815 2.687.000 3.472 1.248.900 1.509 996.852 567.409 896.000 392.482 571.920 780 734 340.047 723.155 1.367.543 1.205.000 763 324.390 691.392 242.302 971.000 653 956.315
francos 2.580.400 2.756.877 3.370.574 3.305.270 3.527.701 4.878.688 4.538.038 4.774.195 5.491.241 4.375.449 5.335.312 6.993.470 7.659.509 8.150.570 13.179.798 19.467.005 7.792.923 7.496.886 8.775.000 8.014.000 7.933.000 8.009.744 7.815.216 11.591.253 8.553.541 6.584.479 4.226.941 3.317.647 4.097.201 4.373.785 4.743.959
200
Beatriz Sánchez Fernández
Años 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922
Dinamos quintales francos
690 1.536 2.014 2.157 6.579 2.066 3.997 3.299 5.648 6.549 3.665 4.648 3.818 8.715 3.215 8.715 3.215 5.338 4.579 6.020 5.469 2.945 4.551 7.666 7.856 11.881 9.191 9.733 7.881 11.980
186.113 299.777 491.310 501.468 352.143 543.915 827.771 766.333 1.238.414 1.366.367 939.627 *890799 **890799 1.665.938 744.907 1.408.965 1.087.975 1.346.072 1.319.370 1.409.718 2.979.520 738.427 1.203.836 2.217.137 2.423.240 5.159.516 5.953.530 6.628.211 3.795.877 4.740.000
Máquinas hilar quintales francos 21 9.700 17 12.300 16 11.400 18 13.000 19 15.200 465 44.200 687 51.800 1.327 123.481 974 106.270 808 86.958 922 114.068 1.361 156.589 920 99.698 33.344 258 1.989 234.141 1.263 143.288 1.412 161.062 1.558 187.423 895 105.463 712 102.272 569 75.252 970 116.611 2.000 250.840 863 127.435 2.721 332.900 729 81.379 1.306 149.771 172.664 2.113 1.996 237.926 1.121 129.591 163.624 1.511 1.957 212.430 1.228 206.800 275 72.493 1.803 689.118 805 335.110 6.589
1.515.882
Máquinas moler Piezas francos 24 60 956 1.712 *1815 2.746 1.236 1.705 2.842 1.685 2.152 1.287 2.870 2.518 2.744 2.819 3.974 2.599 301 6.618 4.317 3.883 5.471 3.169 3.083 4.561 6.349 5.119 5.951 5.140 4.850 5.211 5.483 7.308 2.568 4.068 4.800
29.800 78.040 121.412 208.613 229.062 324.710 141.911 215.263 324.663 235.310 293.255 163.360 341.539 300.975 373.102 330.717 467.764 292.634 382.278 800.604 558.618 481.581 685.732 407.283 444.159 666.312 969.210 760.432 986.668 892.586 823.021 1.280.652 1.590.818 3.236.613 1.007.720 1.102.149 1.183.000
301
Apéndice estadístico
Años 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
Afios 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906
Dinamos francos quintales 8.570 2.961.000 2.572.000 6.958 3.043.724 8.970 4.256.024 13.475 7.397.400 26.045 12.950 3.873.733 4.619.324 16.575 8.223 3.519 1.682 3.709 3.658
2.567.518 980.035 468.814 863.288 812.990
Colorantes quintales francos 276 50.068 148 57.657 166 72.733 99 95.706
435 447 582 458 225 312 168 313 221 252 197 204 228 290 76
44.608 35.640 50.583 50.375 19.919 25.740 12.535 20.482 14.153 12.040 13.485 11.786 14.062 14.004 5.578
Máquinas hilar Máquinas moler quintales francos Piezas francos 1.261.000 4.080 950.000 5.297 1.541.000 1.070 312.000 6.688 868.122 2.181 463.000 4.018 377.902 703.440 1.893 2.729 1.106.714 6.378 1.258.731 4.832 6.217 1.196.278 1.763 435.128 7.672 1.522.002 4.294 999.332 4.118 779.977 112.705 4.155.079 992 335.130 161.516 1.515 616 173.832 110.473 1.003 294 1.412 270.720 141.999 1.892 294.272 1.673 745 175.225 Anilina quintales francos
896 935 787 763 775 1.008 798 762 739 605 708 854 830
575.878 736.057 534.032 505.573 454.557 600.584 468.694 458.823 401.252 319.426 342.401 399.510 360.812
Menaje quintales francos 111 27.395 225 63.320 635 1.480 2.040
977 608 1.743 2.025 2.225 1.925 3.349
189.119 110.140 282.552 332.794 354.907 306.832 615.040
910 3.549 3.847 2.970 2.942 2.507
584.420 708.337 772.428 594.520 583.778 497.265
302
Beatriz Sánchez Fernández Colorantes Años 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
quintales
96 105 159 191 212 420 334 453 542 529 699 707 709
francos
375.000 406.000 621.000 748.000 813.098 1.277.740 816.244 1.111.972 1.744.643 1.494.185 2.051.484 1.872.982 2.177.668
Anilina
Menaje
quintales
francos
quintales
francos
911 837 871 939 925 1.052 794 1.120 644 1.236 630 1.652 1.580 2.351 940 743 474 522 692 933 824
413.086 355.056 364.898 375.950 363.415 442.513 319.297 490.391 357.212 1.525.443 1.081.399 2.638.469 3.037.473 4.552.072 1.663.975 1.303.927 927.000 869.000 1.109.000 1.281.305 1.722.271
2.445 1.881 2.229 2.721 2.660 3.703 3.723 3.105 2.620 2.191 1.587 268 682 1.290 1.753 1.806 106
490.329 379.775 445.809 540.548 531.747 741.254 745.950 624.234 527.778 455.710 476.204 92.358 335.255 823.851 747.972 545.672 146.000
1.040 927 1.246 411 391 529 516 792
2.557.200 2.382.324 1.996.193 703.720 584.039 800.762 793.972 1.097.084
57 1.254 2.322 44 2.089
74.000 345.897 575.230 27.873 521.636
m
Apéndice estadístico
Años 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
Animales quint. francos 6.312 960.610 711 671.838 984 839.002 38 15.625 169 2.414 1.744 322 5.869 2.223 2.962 5.553 4.123 435 91 54 154 66 305 516 453
Cintas de seda quint. francos 43 319.323 95 715.231 90 782.585 82 947.539 79 1.161.954 149 2.556.242 289.125 137 2.992.573 318.227 695.964 402.629 55 116 1.406.174 559.413 117 1.274.000 2.466 68 727.000 1.071 1.260 8 10 96269* 2.836.090 2.185.006 8 55.077 575.550 8 55.655 128.000 6 39.359 5 33.581 75.500 9 257.092 15.400 9 227.621 62.100 11 116.543 266.109 250.000 10 245.596 257.000 13 294.350
Bordados de seda francos quint. 4 33.181 37.422 3 69.822 7 2 34.782 3 77.452 1 44.128 2 105.009 1 26.839 1 27.354 42.000 3 2 44.000 39.767 0 5250* 2 50.208 5 135.366 151.208 5 3 98.513 8 85.725
Seda artificial quint. francos 512.925 368 956 1.489.163 536 1.420.013 441 1.276.297 435 1.657.208 543 2.587.707 1.057 5.415.444 1.107 2.122.322 1.072 238.150 1.034 598.000 676 473.000 45.427 95 95 45.427 234 109.675 388 230.127 525 218.825 3.472 2.484.818 996.852 1.509 780 392.482 734 340.047 324.390 763 242.302 653
Beatriz Sánchez Fernández
2Q4
Instrumentos para
Productos químicos y
electricidad
farmacéuticos
Perfumería
Años
quintales
francos
quintales
francos
quintales
francos
1914
440
227.577
102.197
33
100.000
1915 1916
512
253.425 691.834
57 66 72
171.127 439.210
67 55 52
325.650 310.485 354.000
1.055.917
43 47
412.000 521.000 1.107.252 457.672
1917 1918 1919 1920
1.333 1.258 2.247
792.644
139
1.494.958 1.195.968
326 196
1.189.722 2.160.452
1.450.757
225
970.825
275
378.297
37
115.920
56
1921
1.245 680 162
1922
1.328
1.167.919
132
185.146
1923 1924
1.242.000
96
375.000
103 104
670.753
1.659 1.516
1.171.000
105
406.000
145
687.000
1925 1926
1.128
833.000 1.492.580
159
169.000
141
749.000
748.726
125
2.158.685
191 212
813.098
639.839 637.338
2.838.653 1.723.622
420 334
1.277.740 816.244
2.227.538 1.028.373
453
1.111.972
131 175 198 166
735.137
542 529
1.744.643
182
616.986
124.376
688
1.494.185 2.051.484
161 148
495.838 554.627
1927 1928
2.077 3.456 4.708
1929 1930
2.967 3.312
1931
1.546
792.867 828.984
1932 1933 1934
1.096 1.000 934
1.314.206 1.314.098
707
1.872.982
236
645.190
1935
1.287
1.456.789
709
2.177.668
213
703.637
Conservas de lujo
Aluminio uso
Aluminio puro
industrial francos
quint.
francos
quint.
francos
35
18.384
908
1.641.434
169
218.294
83 305
53.885 233.847
152
33.580 4.000
148
46.733
Años
quint.
1920 1921 1922
618.000
Locomotoras eléctricas quint. francos
431
344.000
5
545
372.000
342
367.000
450 912
496.000 250.000
1925
836
607.000
212
167.000
1.338
529.000
1926
1.166
873.275
14
12.804
1.830
427.232
65
15.715
1927
1.488
1.242.278
206
107.398
3.075
801.496
144
36.680
1928
2.350
1.965.852
1.480
567.859
59
57.727
246
68.000
1929
1.865
1.389.599
2.076
794.676
212
20.611
205
115.312
1923 1924
498
235.000
Apéndice estadístico Conservas de lujo Años 1930 1931 1932 1933 1934 1935
Años 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
quint. 2.541 2.942 2.518 2.775 4.261 3.346
francos 1.665.497 1.989.765 1.475.204 1.494.663 2.106.285 1.603.712
305
Aluminio uso industrial quint. 2.753 59 31 68 35 162
Motores hidráulicos y de viento quintales francos 3.260 504.125 10.308 1.455.730 8.428 1.413.005 5.566 1.309.855 5.703 2.107,186 7.801 3.236.613 14.227 4.766.182 4.335 1.719.671 6.561 2.082.000 4.868 1.568.000 4.802 1.566.000 5.550 1.509.459 2.066 734.901 4.731 1.270.903 5.938 1.522.610 4.288 1.178.892 13.992 5.856.125 2.471 711.296 1.336 503.385 563 206.393
francos 1.125.972 57.727 20.214 41.771 22.833 35.294
Aluminio puro
Locomotoras eléctricas
quint. 130 1 0
francos 306.000 450 250
8
8.280
Automóviles
quint,
francos
Tisúes de couchok
quintales
francos
quintales
francos
50 1.789 1.136 2.068 596 2.802 2.802 6.724 1.006 904 1.216 1.978 849 1.625
1.112.000 12.567.000 654.000 1.262.000 285.990 1.595.142 1.595.142 3.987.474 357.570 558.756 855.200 1.363.597 673.334 895.534
183 96 97 95 88 90 52 242 108 287 420 81 81 119 137
625.583 308.806 215.420 189.000 175.000 187.000 110.400 192.794 223.766 185.555 257.169 48.889 49.549 72.138 82.403
306
Beatriz Sánchez
Años 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
Queso en cajitas quint. francos
9 10 962 2.804 4.615 1.656 1.127 852 635 516 582 606
8.000 5.000 404.865 1.104.373 1.679.127 584.242 374.158 286.334 165.385 107.977 119.110 123.740
Chocolate en polvo quint. francos
229 163 229 232 252 266 332 175 193
49.782 31.000 48.000 53.000 62.000 65.986 75.683 47.821 61.783
Fernández
Chocolate fabricado quint. francos
180 151 269 656 157 62
69.000 58.645 106.033 251.080 60.480 26.108
Apéndice
307
estadístico
IMPORTACIONES SUIZAS DE PRODUCTOS ESPAÑOLES. EVOLUCION POR PRODUCTOS Años 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925
Vinos hectolitros 13.114 12.844 44.138 70.804 85.400 96.700 121.092 166.473 252.096 412.347 542.902 560.683 535.434 568.201 603.488 458.167 429.769 438.459 445.732 415.785 683.536 123.857 219.666 415.052 352.447 422.775 676.290 869.785 757.185 282.182 422.480 610.926 643.385 562.386 1.178.575 719.015 699.235 603.444 511.021 419.251 392.498
francos 585.565 573.497 1.544.830 2.158.106 2.850.994 3.789.345 3.632.760 5.826.555 7.562.880 9.483.981 13.572.550 13.456.392 13.921.284 12.500.422 13.276.736 10.079.167 8.595.380 10.303.786 11.718.917 9.563.055 17.597.305 2.539.068 4.503.153 7.978.995 7.577.610 12.683.250 18.936.120 22.614.410 19.541.132 8.782.875 13.941.840 36.044.634 43.189.689 43.815.050 101.348.807 61.201.704 46.367.198 33.018.612 20.222.000 12.603.000 11.803.000
Uvas quintales 369 389 200 309 242 289 334 1.837 336 344 1.077 2.339 6.230 9.453 4.603 3.746 4.645 2.310 3.995 3.567 5.623 790 7.263 3.238 5.299 4.299 6.472 3.165 6.587 1.212 4.769 2.988 9.180 5.177 6.656 5.257 2.629 1.449 1.963 3.207 3.211
francos 16.605 31.495 10.000 21.299 16.637 19.678 15.030 215.554 40.320 34.400 118.470 233.900 498.400 945.300 414.270 318.410 371.600 196.350 319.600 412.680 365.495 98.750 392.202 203.994 302.043 335.322 504.816 297.510 434.742 93.324 548.435 298.800 1.243.412 833.638 1.495.013 1.231.757 535.920 255.893 228.000 408.000 399.000
Cítricos quintales 1.547 2.661 2.206 2.556 6.420 6.892 4.306 8.897 9.680 10.617 9.828 15.868 29.651 23.345 28.883 22.982 20.989 30.548 34.023 27.020 24.185 41.310 41.018 44.787 40.916 54.073 43.559 78.673 78.233 51.869 38.282 12.473 999 22.437 10.279 13.273 19.090 38.759 21.951 68.209 87.913
francos 154.700 172.965 165.450 178.920 224.700 25.679 172.240 311.240 367.840 318.510 245.700 349.096 770.926 583.625 664.309 505.604 461.758 672.056 748.506 540.200 556.255 867.510 779.342 895.740 716.030 1.135.533 871.180 1.573.460 1.721.126 1.037.380 842.204 436.555 52.017 1.186.282 762.086 732.754 1.096.959 2.085.498 1.015.000 3.339.000 4.302.000
308
Beatriz Sánchez 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918
467.788 445.369 611.684 499.170 481.534 331.280 379.908 382.137 389.478 336.451
12.889.000 17.100.000 24.757.000 17.693.000 14.988.000 9.713.554 9.271.069 9.400.895 9.156.489 6.442.515
3.498 1.256 1.355 1.111 2.003 1.407 1.721 15.572 15.650 19.493
366.784 224.163 237.518 203.384 273.082 175.386 155.447 864.762 717.254 889.125
Cacahuetes quintales
francos
Pescado quintales 7
francos 1.099
2 1.893 1.264 1.119 2.402 2.786 2.576 2.315 1.902 3.607 3.744 3.430 2.404 1.232 3.554 3.554 2.756 3.304 5.827 6.068 4.108 1.671 6.320 2.810 7.154 6.645
11.800 151.440 139.040 95.920 204.170 236.810 218.960 428275* 197.808 407.591 408.096 412.680 336.560 244.747 455.436 455.436 350.487 498.375 973.845 858.784 818.260 242.295 1.137.600 533.900 2.071.540 1.470.881
179 1.403 1.355 1.463 1.675 1.994 2.320 2.339 1.986 2.387 2.552 2.340 6.060 1.881 3.535 3.465 1.783 2.250 1.162 1.972 2.135 658 1.160 1.419 2.856 1.749
32.200 266.570 230.350 221.110 244.070 292.429 338.200 324.150 297.900 381.920 459.360 421.200 969.600 282.150 547.000 508.473 268.435 352.070 185.920 290.670 332.240 105.280 272.600 333.465 1.148.599 960.690
104.986 93.457 148.987 124.338 157.657 163.446 165.824 141.635 157.884 105.524
Fernández
4.641.486 4.228.027 6.637.185 6.088.569 5.767.889 6.205.336 5.576.542 3.900.690 4.039.422 2.837.768
Corcho quintales
francos
474 742 619 531 539 613 527 542 591 544 612 696 934 729 649 838 1.376 1.010 809 1.168 860 1.204 3.932 4.729 3.390 3.300
189.600 296.800 247.600 212.400 215.600 245.200 210.800 216.800 236.400 221.600 253.465 278.400 373.600 190.000 259.600 295.900 342.230 364.800 311.660 503.900 395.500 528.420 1.262.600 1.659.950 558.532 569.623
Apéndice estadístico 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911
9.468 3.033 6.182 3.832 5.450 10.164 3.221 7.416 9.355 12.978 14.229 5.121 12.616 14.834 14.772 20.821 18.784
Aceite quintales 19 91 13
309 2.845.690 830.950 1.350.635 670.871 1.057.000 2.824.000 1.097.000 2.172.792 2.437.599 2.698.027 3.270.175 1.349.958 2.333.659 2.100.571 1.786.550 2.534.175 2.288.316
francos 2.740 12.800 1.080
75 144 52 1.060 28 25 394 233 163 43 891
6.380 9.580 4.004 8.360 2.090 1.895 29.550 18.640 13.855 3.397 68.964
670 136 168
41.540 9.858 23.250
233 101 319 423
32.620 16.160 54.230 71.910
3.784 753 802 539 844 631 383 565 793 749 738 838 1.054 749 1.103 1.310 1.154
1.995.629 867.000 178.000 974.000 969.000 218.000 114.000 205.380 280.290 201.450 198.762 200.498 225.789 122.927 199.906 193.001 181.716
Plomo quintales 101
francos 3.232
19
741
5.830 1.428 1.359 1.376 2.539 1.670 2.541 4.248 5.922 2.565 4.740 6.572 6.830 7.664 6.836 9.778 8.748 12.126 19.286 31.785
169.070 37.882 36.014 40.592 79.978 55.110 88.935 169.920 266.490 897.751 143.400 197.160 211.730 268.240 293.948 332.452 288.684 424.410 867.870 1.462.110
3.300 1.856 762 872 1.267 1.653 1.514 3.034 2.428 1.683 2.547 2.416 2.507 2.773 2.526 3.454 3.048
1.567.894 652.534 302.728 286.976 1.328.000 516.000 401.000 610.526 745.442 547.388 942.651 865.787 856.886 783.218 702.846 612.277 739.336
Productos quintales 268 342 361 425 329 335 459 266 124 293 171 280 440 658 462 605 298 175 258 284
Madera francos Í01.840 90.200 126.350 148.750 131.600 134.567 183.600 13.300 17.360 14.650 7.135 22.400 35.200 52.640 36.960 48.400 23.840 14.000 20.720 22.720
53
3.112
163 32
2.735 3.326
310
Beatriz Sánchez Fernández 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
1.589 704 1.622 1.010 2.267 3.312 4.109 21.101 667 480 1.577 697 283 50 221 50 820 424 1.530 1.236 4.039 5.230 3.667 3.424
270.130 126.720 291.960 186.810 437.531 1.135.808 1.595.902 9.087.127 298.152 133.361 73.000 154.000 64.000 44.587 13.302 44.587 187.616 92.456 257.655 169.213 453.252 519.334 343.948 322.756
5.872 20.665 5.872 20.665 48.845 21.586 37.969 29.040 21.175 16.327 39.487 43.000 54.187 54.454 70.445 62.376 63.403 65.111 47.787 62.532 52.110 60.712 82.859 65.427
Productos farmacéuticos varios quintales francos
1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903
58 185 270 554 140 144 32 1.115 1.022 738 844 823 917 1.560 1.326 1.321 1.044 755 862
4.845 31.785 48.000 44.378 22.768 24.480 5.440 89.200 71.540 55.350 50.640 45.265 55.020 93.600 92.820 95.112 83.520 75.500 68.960
275.984 1.198.570 275.984 1.198.570 3.663.375 2.673.490 5.816.435 3.965.323 2.438.332 869.969 2.077.059 2.720.000 4.276.000 4.957.000 6.013.156 4.362.507 3.604.974 3.874.124 2.551.004 2.192.596 1.396.532 1.321.174 1.673.525 1.416.670
25
1.642
199 53 24 73 11 68 585 24 24 34 1
14.560 1.771 3.026 3.916 3.456 12.109 9.395 10.000 3.000 14.000 195.000
28 26 87 1 0
7.534 7.534 5.199 1.875 55
Trementina quintales
francos
Colofonia quintales
francos
211
Apéndice estadístico 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
602 925 648 538 550 935 830 327 486 385 287 541 957 91 82 1.051 503 277 313 457 444 270 427 568 591 575 935 568 771 1.187 676 1.020
42.140 69.375 48.600 40.350 46.750 79.475 58.100 26.814 38.800 30.800 25.830 54.100 119.625 15.500 25.257 269.664 122.883 57.061 46.865 72.000 73.000 39.000 76.149 131.665 110.292 71.695 92.465 49.850 68.308 71.798 52.126 93.896
3.253 7.146 7.258 6.601 6.425 5.156 3.468 6.616 10.758 6.117 5.095 4.096 14.341 7.541 11.301 7.692 5.547 5.816 4.767 4.142 7.362 4.236 5.385 5.473 9.356 12.099 21.801 20.015 28.335 31.212 35.112
384.007 821.790 740.316 462.070 520.425 577.472 402.288 529.280 753.060 489.360 509.500 583.770 2.836.786 1.037.573 2.461.341 1.826.156 119.421 969.360 948.000 639.000 1.073.000 631.724 557.055 508.113 871.699 1.056.807 1.636.593 1.431.488 1.974.973 1.668.102 1.678.124
2.867 278 964 1.373 1.272 2.159 2.560 1.950 1.259 944 1.509 1.352
361.009 17.770 34.962 53.000 55.000 121.000 169.159 104.839 59.942 48.381 62.461 39.811
211
Beatriz Sánchez
Higos quintales 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
2.041 1.631 398 534 852 1.047 525 580 736 201
francos
Otras frutas quintales
241.227 155.533 32.768 52.000 77.000 105.000 39.989 46.381 25.601 15.550
Pescado quintales 753 802 539 844 631 383 565 793 749 738 838 1.054 749 1.103 1.310 1.154
francos 867.000 178.000 974.000 969.000 218.000 114.000 205.380 280.290 201.450 198.762 200.498 225.789 122.927 199.906 193.001 181.716
9.003 7.853 9.424 12.344 21.566 17.729 16.730 13.241 15.931 12.073 8.859 5.346 2.672 2.900
sin nominación francos
912.968 748.000 859.000 1.233.000 1.824.282 1.455.401 1.406.377 1.068.500 1.108.643 678.141 450.609 286.136 146.033 146.158
Aceite de oliva quintales francos 667 298.152 480 133.361 1.577 73.000 697 154.000 64.000 283 44.587 50 221 13.302 50 44.587 820 187.616 424 92.456 1.530 257.655 1.236 169.213 4.039 453.252 5.230 519.334 3.667 343.948 3.424 322.756
Fernández
Otros aceites quintales
francos
86
10.492
108 9.616 6.610 1.108 58
37.500 4.755.542 2.802.157 357.436 16.127
260 73
33.000 14.000
116 91 327
24.379 20.890 45.010
4.034 177
453.252 20.991
Patatas quintales
francos
3.429 7.846 4.587 285 1.615 12.326 18.784 24.961 45.821 21.226 49.552 40.927 72.344 22.379 77.295
139.169 369.577 150.000 14.000 64.000 289.904 602.640 749.950 1.214.700 519.744 1.206.441 963.838 985.039 434.179 1.420.480
Apéndice estadístico
Almendras quintales 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
579 1.535 1.401 1.756 1.059 1.656 1.112 1.500 600 885 463 1.182 3.856 6.568 1.476 436 887 1.612 4.864 3.219 2.522 2.444 4.419 3.477 4.769 7.752 7.201 5.541 7.266 9.517
313
francos 136.620 283.973 245.175 386.320 243.570 380.880 255.760 480.000 195.000 238.950 127.325 335.205 1.152.381 2.307.953 540.762 130.522 228.346 354.000 1.342.000 1.263.000 1.016.537 881.040 1.549.638 1.194.514 1.237.237 1.647.296 1.377.127 925.713 1.028.693 1.288.684
Conservas de frutas quintales francos
119 224 437 270 449 384
11.175 25.809 44.993 35.114 69.698 58.949
649 290 796 1.147 2.305 687 664 2.415 2.497 2.736 2.177 3.702 2.140 3.709 3.675 1.917 2.197 2.310 2.024
167.170 44.544 193.097 176.885 172.686 81.459 84.000 208.000 259.000 266.453 213.466 345.870 184.868 266.214 252.431 111.449 106.003 101.824 83.232
Lana cruda
37 124 12 5 4.992 6.529 10.134 11.132 8.854 1.759 517 1.072 1.034 676 756 95 234 388 525 93 72 106 141 145 301
40.920 4.800 1.650 1.522.580 3.297.145 8.525.273 13.577.916 9.820.110 1.599.265 211.819 238.150 598.000 473.000 498.734 45.427 109.675 230.127 218.825 35.493 21.370 30.966 31.418 35.444 65.312
314
Beatriz Sánchez
% de las importaciones Años 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
Alimentos 85,78 92,97 90,70 84,19 77,69 77,75 78,36 81,93 70,81 83,92 92,12 81,33 81,80 82,84 82,37 79,81
Materias primas 9,65 3,64 8,56 14,35 20,14 20,54 19,90 18,14 14,54 13,82 14,28 18,49 19,45 16,32 16,60 18,93
Manufacturas 4,58 3,38 0,74 1,45 2,17 1,72 1,67 1,54 1,74 2,26 3,10 1,84 0,50 0,74 0,83 1,25
Fernández
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