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Spanish; Castilian Pages 356 Year 2010
España-Turquía, del enfrentamiento al análisis mutuo
Les Cahiers du Bosphore
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Les Cahiers du Bosphore is a series published by The Isis Press, Istanbul. Gorgias Press is joining with Isis to make these titles readily available in the western hemisphere.
España-Turquía, del enfrentamiento al análisis mutuo
Actas de las I Jomadas de Historia organizadas porel Instituto Cervantes de Estambul en la Universidad del Bosforo los días 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre de 2002
Edited by Pablo Martín Asuero
1 gorgias press 2010
Gorgias Press LLC, 954 River Road, Piscataway, NJ, 08854, USA www.gorgiaspress.com Copyright © 2010 by Gorgias Press LLC Originally published in 2003 All rights reserved under International and Pan-American Copyright Conventions. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system or transmitted in any form or by any means, electronic, mechanical, photocopying, recording, scanning or otherwise without the prior written permission of Gorgias Press LLC. 2010
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ISBN 978-1-61719-937-0 Reprinted from the 2003 Istanbul edition.
Printed in the United States of America
A Manuel de la Cámara, Embajador de España en Turquía, uno de los artífices del Acuerdo entre el Reino de España y la República de Turquía del año 2002, relativo a la creación y funcionamiento de centros culturales, en virtud del cual se pudo abrir el Instituto Cervantes de Estambul.
INDICE
Prólogo de Excmo Sr D. Manuel de la Cámara, Embajador de España en Turquía Introducción de Pablo Martín Asuero, Director del Instituto Cervantes de Estambul Paulino Toledo: "La idea de Imperio Mundial en la jerarquía políticoadministrativa de los imperios otomano y español durante el siglo XVI" Ertugrul Ónalp: "Las costas de España en el Kitab-i Bahriye de Piri Reis" Ózlem Kumrular: "Las tácticas y vías de transmisión de la información sobre los turcos" Xavier Sellés: "Carlos V, el primer cerco otomano de Viena y su repercusión en la literatura hispana del siglo XVI" Emilio Sola: "Literatura de avisos" Miguel Ángel de Bunes: "Estambul en los relatos de los cautivos españoles de la Edad Moderna" Miguel A. Teijeiro Fuentes: "La figura del renegado en algunos textos narrativos del Siglo de Oro" Luis Gil: "El Imperio Español, el Otomano y el Safávida en la balanza diplomática" Fernando Fernández Lanza: "La Crónica de los Turcos de Antonio Herrera y Tordesillas, fuente inédita fundamental para un sólido conocimiento del mundo hispano-turco en el siglo XVI" José M. Floristán: "Vacilaciones de la política española frente a Turquía en época de Felipe II: entre el sabotaje encubierto y la tregua 'vergonzante' Antonio Jurado: "El dragomán como filólogo, algunos ejemplos" Eloy Martín Corrales: "Relaciones hispano turcas en los siglos XVIIIXIX" Sinan Kuneralp: "La diplomacia otomana y el intento español de creación de una base naval en el mar Rojo durante la segunda mitad del siglo XIX" Pablo Martín Asuero: "España-Turquía (1700-1924) caminos paralelos hacía la Modernidad" Kivan? Ulusoy: "Franquismo y Kemalismo: Régimen Político y Democracia en España y Turquía durante el periodo de entre guerras" Carmen Rodríguez López: "España y Turquía: participación en el Bloque Occidental durante el contexto de la Guerra Fría" Mehmet Necati Kutlu: " España y los españoles en la obra de Yahya Kemal"
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Luis de Góngora y Argote - Amarrado al duro banco... (fragmento) Amarrado al duro banco de una galera turquesca, ambas manos en el remo y ambos ojos en la tierra, un forzado de Dragut en la playa de Marbella se quejaba al ronco son del remo y de la cadena:
"¡Oh sagrado mar de España, f a m o s a playa serena, teatro donde se han hecho cien mil navales tragedias!, pues eres tú el mismo mar que con tus crecientes besas las murallas de mi patria, coronadas y soberbias, tráeme nuevas de mi esposa, y dime si han sido ciertas las lágrimas y suspiros que me dice por sus letras, porque si es verdad que llora mi cautiverio en tu arena, bien puedes al mar del Sur vencer en lucientes perlas. Dame ya, sagrado mar, a mis demandas respuesta, que bien puedes, si es verdad que las aguas tienen lengua, pero, pues no me respondes, sin duda alguna que es muerta, aunque no lo debe ser, pues que vivo yo en su ausencia. ¡Pues he vivido diez años sin libertad y sin ella, siempre al remo condenado a nadie matarán penas!".
PRÓLOGO
El 17 de septiembre de 2001, el Primer Ministro turco Sr. Biilent Ecevit y el Presidente del Gobierno español, D. José María Aznar, inauguraron la sede del Instituto Cervantes en Estambul. Se trató sin duda de un hecho de carácter histórico: abría sus puertas en la antigua capital del Imperio Otomano un centro que llevaba el nombre del insigne escritor que había luchado y perdido un brazo en la batalla de Lepanto y que había reflejado en sus obras el enfrentamiento entre los dos grandes imperios europeos y mediterráneos en el siglo XVI. Quizá por ello, la apertura de un centro del Instituto Cervantes en Estambul tenía un simbolismo muy especial. La historia de las relaciones hispano-turcas es mal conocida, sobre todo en España. Se trata de un hecho inexplicable, al haber constituido ambos países sendos imperios que emergieron casi a la vez y cayeron en decadencia de forma también muy próxima en el tiempo (aunque el Imperio Otomano tardó en desaparecer algo más de un siglo que el español). Lamentablemente ese desconocimiento ha hecho que, en el recuerdo de muchos españoles, haya quedado sobre todo la idea del enfrentamiento y la rivalidad, lo que durante bastante tiempo f u e un factor negativo para el desarrollo de las relaciones entre España y Turquía. Por ello, pienso que la organización por el Instituto Cervantes de Estambul de las Primeras Jornadas de Historia Hispano-Turcas ha sido muy oportuna e importante. El proyecto era muy ambicioso, no sólo por su carácter pionero sino también porque se intentaba dar una visión bastante completa de las relaciones entre los dos países desde los siglo XV-XVI hasta la actualidad, incluyendo no sólo los aspectos políticos sino también su reflejo en el arte, la literatura o las relaciones humanas. El resultado ha sido magnífico, debido al alto nivel y gran interés de las ponencias. Su recopilación en esta publicación servirá sin duda de incentivo para muchos otros investigadores que deseen profundizar en la historia de esas relaciones.
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MANUEL
DE
LA
CÁMARA
Creo que, poco a poco, se va superando felizmente ese desconocimiento al que antes aludí. Turquía ha hecho de su vocación europea el núcleo central de su política exterior y en su camino hacia la UE España constituye una referencia obligada. Los turcos ven en el éxito de nuestra democracia, de nuestra integración en la 1 JE y la prosperidad obtenida como un modelo a seguir y una meta a alcan/ar. En España, poco a poco va calando en nuestra opinión la importancia de lograr que la integración de Turquía en Europa se realice con éxito, porque es un factor clave en la estabilización y el desarrollo del Mediterráneo Oriental. Pero también se ha abierto, como en otros países europeos, el debate sobre cuales son los límites de la Unión Europea y si este proyecto se basa en una identidad cultural exclusivamente cristiana. En una Europa que se abre al mundo, que se manifiesta con una vocación global, la herencia que aportan estos dos antiguos imperios, el turco y el español, tiene gran relevancia. Quiero agradecer al Instituto Cervantes el gran esfuerzo realizado \ animarle a que prosiga impulsando el estudio y el conocimiento de la historia de nuestros dos países. Manuel de la Cámara
INTRODUCCIÓN l a s Primeras Jornadas de Historia Hispano-Turca llevan por nombre Del Enfrentamiento al Análisis Mutuo, ya que ésta ha sido nuestra trayectoria, la cual está presente no sólo en nuestras relaciones políticas, sino también en nuestras literaturas. El autor de Don Quijote, el famoso escritor español que da nombre al Instituto Cervantes, perdió la mano izquierda en la batalla de Lepanto y pasó cinco años cautivo en Argel. La imagen que recrea del mundo otomano en obras como La Gran Sultana, Los baños de Argel o el propio Don Quijote reflejan el enfrentamiento hispano-otomano en el Mediterráneo Oriental. Cuatro siglos más tarde, El 17 de septiembre de 2001 inauguramos el Instituto Cervantes de Estambul, con la presencia del Presidente del Gobierno español, José María Aznar y de Bülent Ecevit, Primer Ministro turco, gracias al buen entendimiento entre estos dos países. El objetivo del Instituto Cervantes de Estambul es tender un puente entre la cultura en español y la cultura turca, a través de los cursos de español, cursos de formación para profesores de español, la biblioteca, el centro de información multimedia y las actividades culturales como conciertos, cine, exposiciones y conferencias. A partir de esta perspectiva decidimos organizar las I Jornadas de Historia. Recordar el pasado y trazar la evolución de España y Turquía a lo largo de los últimos quinientos años nos permite entendernos mejor y apreciar más los puntos que tenemos en común. Las I Jornadas de Historia han tomado esta perspectiva y abarcado disciplinas como la literatura, la historia, la geografía, la política o las relaciones internacionales. A través de estos puntos de vista y con el intercambio de la mirada turca con la española, hemos intentado recrear una época que nos es común en mucho más de lo que nos imaginábamos. La primera jornada, el 31 de octubre de 2002, llevaba por nombre " Los orígenes del enfrentamiento y su repercusión en la literatura". Paulino Toledo tuvo la primera ponencia titulada "La idea de Imperio Mundial en la jerarquía político-administrativa de los imperios otomano y español durante el siglo XVI". Se trata de un planteamiento que desarrolla la idea de imperio mundial, sostenida por el Imperio español de Carlos V y el turco de Solimán el Magnífico, un punto de partida político que ayudará a entender el resto de las ponencias.
PABLO
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MARTIN
ASUERO
Ertugrul Onalp con "'Las costas de España en el Kitab-i Bahriye" saca a la luz los mapas del famoso cartógrafo otomano Piri Reis, una de cuyas obras trata del Mediterráneo español, fruto de su experiencia acompañando a su tío, Keman Reis. Si los agentes otomanos estaban al tanto de cómo eran nuestras costas, los españoles no iban a ser menos con la información sobre los turcos, tal y como expuso Ózlem Kumrular en "Las tácticas y vías de transmisión de la información sobre los turcos". Ambos imperios estaban en guerra, por lo que las noticias acerca del otro eran una necesidad para turcos y españoles. Durante el siglo XVI los turcos se convirtieron en un peligroso enemigo para una monarquía asentada en España y Alemania. Xavier Sellés en "Carlos V y el primer cerco de Viena en la literatura hispánica del XVI", trató del asedio de Viena por parte de Solimán el Magnífico. Literatura e historia se dieron la mano en estas jornadas, al estar intimanente relacionadas, como demostró Emilio Sola en
'Literatura de Avisos", donde se ve la información
que los españoles teníamos de los turcos. Si bien estos avisos estaban más cerca de la política que de la literatura, hay obras que se sitúan a caballo entre ambas perspectivas, tal \ como pudimos apreciarlo en "Estambul en los relatos de los cautivos españoles de la Edad Moderna", muchas veces más cercanos a la ficción que a la realidad. Esta fue la ponencia de Miguel Angel de Bunes que siguió la línea trazada, basándose en la capital otomana en textos de cautivos españoles durante la edad moderna. Miguel Angel Teijerio, no pudo asistir a las jornadas pero podemos incluir su participación, un planteamiento cercano a la religión en "La figura del renegado en algunos textos narrativos del Siglo de Oro". Una vez definida la situación política y social en los siglos XV y XVI, la segunda jornada, correspondiente al día 1 de noviembre, llevó por título Hacia el Entendimiento. Luis Gil trató un tema poco estudiado como es "El Imperio Español, el Otomano y el Safávida en la balanza diplomática", una interesante ponencia de cómo a principios del siglo XVII la monarquía hispánica estaba dispuesta i pactar con un país musulmán, en este caso Irán A pesar de estar enfrentados el interés mutuo es patente, tal y como se demuestra en la cantidad de textos. Algunos de ellos como el Viaje a Turquía o Vida y cautiverio como La Crónica
de Diego Galán han conocido varias ediciones, otros de los Turcos de Antonio de Herrera y Tordesillas han
permanecido en el olvido hasta encontrar a personas como Fernando Fernández Lanza que trato de dicho lexto en su ponencia.
INTRODUCCIÓN
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José María Floristán en "Vacilaciones de la política española frente a Turquía en época de Felipe II: entre el sabotaje y la tregua encubierta" trató del cambio de las situación geopolítica existente entre el reinado de Carlos V y el de Felipe II, y, de las relaciones hispanoturcas, concretamente en las treguas de 1558-59 y 1577-78. El conflicto no desaparece pero disminuye en intensidad, tardando todavía dos siglos en desaparecer. Esta situación cambiará en 1782 con las paces hispano turcas. Antonio Jurado en "El dragomán como filólogo: algunos ejemplos", nos habló de estos mediadores entre ambas partes, los cuales ayudaron al buen entendimiento y acercamiento entre las hasta entonces beligerantes naciones. Eloy Martín Corrales en "Relaciones de España con el Imperio Otomano en los siglos XVIII y XIX" analizadas desde diferentes puntos de vista como el comercio marítimo o la literatura de viajeros, diplomáticos o peregrinos por el Imperio Otomano continuó con la nueva situación hispano-otomana. La presencia de investigadores turcos y españoles hizo que durante las I Jornadas de Historia pudiéramos conocernos, intercambiar experiencias y puntos de vista. El fruto de dicho encuentro se publica ahora y nos permite conocernos mejor y descubrir muchas cosas de nuestro pasado común. Este es el caso de Sinan Küneralp con "la diplomacia otomana y el intento español de creación de una base naval en el Mar Rojo en la segunda mitad del siglo XIX". La apertura del canal de Suez en 1869, agilizaba las relaciones con Filipinas, en este contexto se entiende que Alfonso XII intentara crear una base naval en el mar Rojo. Incluimos en esta edición "la representación otomana en España y las relaciones otomano-españolas (1857-1922)", al ser un interesante complemento a las jornadas y no haber sido publicado en español. La historia turca y la española tienen muchos puntos en común, tal y como afirmaba Leopold Ranke en Los Imperios
Otomano y Español
en los
siglos XVI y XVII (Madrid, 1857) donde trazó la cercanía temporal de la conquista de Constantinopla y la de Granada, así como las existentes entre Carlos V y Solimán el Magnífico. Mi ponencia, "España-Turquía, 1700-1923, caminos paralelos hacia la Modernidad", intentó continuar esta perspectiva. Trató de la última fase de ambos imperios, su aproximación al Siglo de las Luces, la invasión Napoleónica que sufrieron, la pérdida de las colonias y el debilitamiento de una monarquía que pasa de parlamentaria a ser abolida, con la llegada de una nueva forma de gobierno: la república.
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MARTIN
ASUERO
Kivanc Ulusoy en "Franquismo y Kemalismo: Régimen político y Democracia en España y Turquía durante el periodo de entreguerras" se adentra en el siglo XX analizando estos dos regímenes que surgen de una contexto bélico: la Guerra Civil Española (1936-39) y la Guerra de Liberación Turca (1918-23), prolongación de la I Guerra Mundial. El Franquismo y el Kemalismo fueron creados por militares pero su evolución y características son diferentes, tal y como quedó patente en la intervención de Ulsusov, un tema poco estudiado hasta la actualidad. Si el siglo XIX es ana época de crisis, el XX está marcado por una búsqueda de la integración en el nuevo orden mundial que sucede a la II Guerra Mundial. Carmen Rodríguez nos habló de ello en "La incorporación de España y Turquía en el Bloque Occidental durante la Guerra Fría", tanto en aspecto defensivo, con la incorporación a la OTAN, como en el económico, con la integración de España en la Unión Europea y los trámites turcos para su adhesión. La última ponencia fue "España y los españoles en la obra de Yahya Kemal", de Mehmet Necati Kutlu, sobre el poeta y embajador turco destinado en Madrid entre 1929 y 1932. Se trata del colofón de las I Jornadas, donde un poeta turco, amigo de Alfonso XIII, traza un nuevo retrato de los españoles destinado no sólo a los funcionarios de su ministerio sino también a los lectores turcos. Las poesías de tema español de Yahya Kemal son una hermosa prueba de que el enfrentamiento anterior estaba superado. Como Necati Kutlu aportó la visión de un literato turco quiero aportar la de uno español, Vicente Blasco Ibáñez que estuvo en Estambul en 1907: "Ir por una calle de Constantinopla es casi lo mismo que por una calle de Madrid. Cada cara recuerda un nombre. A veces se duda al cruzar la mirada con los ojos de un transeúnte, se lleva la mano al sombrero para saludar. Se cree en carnaval, y dan ganas de decir. Amigo López..., o amigo Fernández, ¡Basta de broma! ¡Quítese el gorrito rojo que le he reconocido! 1 " Y es que, a pesar de los siglos de enfrentamiento y de desconocimiento, somos mucho más parecidos de lo que creíamos, o, de lo que nos habían hecho creer.
' V i c e n t e Blasco Ibáñez, Oriente,
tomo II de las Obras Completas, Madrid, Aguilar, 1987, p 48.
INTRODUCCIÓN
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No quiero finalizar este prólogo sin dar las gracias a todas aquellas personas cuya participación y presencia hizo posible la realización de las I Jornadas de Historia. Al Embajador español en Ankara, Manuel de la Cámara, que vino expresamente para la clausura y al Cónsul en Estambul, Raimundo Ezquerra, presente en todas las ponencias, a ambos por todo el interés, apoyo y afecto que he encontrado en éste y en todos los proyectos que llevamos a cabo en el Instituto Cervantes de Estambul. A mi predecesor, José Luis Melena, de quien heredé este proyecto, y a Emilio Sola, uno de los primeros en creer en planterlo junto con Antonio Jurado, coordinador del mismo y la persona que dio el impulso definitivo para la materialización de las jornadas. A Martha Ordaz, cuya ayuda fue vital para ponerme en contacto con la Universidad de Bosforo, un marco incomparable para su materialización. Agradezco también a los profesores de dicha universidad Günhan Danisman y Ethen Eldem, por todo el interés, apoyo, ayuda y amabilidad con que nos trataron. A Orhan Silviler y la editorial Tarih Vakfi, de los cuales tenía ya antes de conocerlos personalmente una balda de mi biblioteca llena de sus libros. Y muy en especial al equipo del Instituto Cervantes de Estambul, a Pedro Eusebio y a Ana Lobato, con quienes he podido llevar a cabo este y otros muchos proyectos. Sin su interés, aportaciones y dedicación las I Jornadas de Historia no habrían sido lo que fueron. Muchas Gracias a todos Pablo Martín A suero
LA IDEA DE LA HEGEMONÍA MUNDIAL EN LA JERARQUIA POLÍTICO-ADMINISTRATIVA DE LOS IMPERIOS OTOMANO Y ESPAÑOL DURANTE EL SIGLO XVI
Paulino TOLEDO
Este artículo es una tentativa de estudio comparativo de la idea de la hegemonía mundial que sustentaban las clases dirigente y funcionaría de los imperios otomano y español en el siglo XVI.
Para la realización de este
objetivo, primero, daremos a conocer en líneas generales la idea de imperio mundial que ostentaban los sultanes y sus funcionarios y, segundo, dentro de este mismo esquema, mostraremos la existencia del mismo concepto en Carlos V y sus oficiales y ministrantes.
INTRODUCCIÓN La concreción de la idea del dominio universal había sido el sueño de los grandes gobernantes desde los tiempos
de la Antigüedad.
Entre los
promotores de esta idea se encuentran, entre otros, Alejandro Magno, los emperadores romanos, Carlomagno, los emperadores Sacro R o m a n o Germánicos y los soberanos de Bizancio, como también algunos poderosos gobernantes del Asia. A comienzos del siglo XIII, Cengiz Han, mayormente conocido como el Azote de Dios, llego a dominar cerca de la mitad del mundo conocido de ese entonces i n o c u l a n d o un temor que se m a n t u v o en las mentes
por
generaciones 1 . Por otra parte, a fines del siglo XIV, Tamerlán, imbuido de los mismos deseos, se lanza a la conquista de territorios cayendo bajo su yugo grandes magnitudes del Asia Central y Menor. "Así como en el cielo hay un solo Dios, sobre la faz de la Tierra habrá un único soberano, ese soy yo" expresaba Tamerlán a sus generales 2 . Los propios turcos sufrieron en carne propia la amarga experiencia de la derrota en la batalla de Ankara, en 1402,
^ a r o l d Lamb, Cengiz Han, Estambul, 1985, pp. 11. 2
Yüz Ünlü Türk, Hürriyet Matbaasi, Estambul, sin año, pp. 32.
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P A U L I N O
T O L E D O
sucumbiendo ante el avasallador ímpetu de sus ejércitos 1 . Aunque en muchos casos la muerte del soberano terminó bruscamente con la existencia del imperio en expansión, c o m o lo f u e el imperio de T a m e r l á n 2 , la idea permaneció vigente en la mente de los monarcas que se sucedían en los tronos europeos y de otros continentes. La continuación de esta idea estuvo también
espléndidamente
representada por los sultanes otomanos y los reyes de España, quienes para tal efecto se abocaron a la conquista de inmensurables masas territoriales con el fin de llegar a dominar la totalidad del mundo.
Esta conquista de masas
territoriales, no es más que la continuación del deseo de lograr la hegemonía universal bajo la soberanía de un monarca y una religión. Esta idea, que se aprecia con toda claridad en Dante 3 , por citar un ejemplo, así como en connotados intelectuales del Renacimiento, aparece igualmente en altos funcionarios del estado otomano del siglo XVI. El cadí del distrito de Baf en Chipre, Mácuncuzáde Mustafa Efendi, hecho prisionero por los corsarios malteses en 1597, en sus versos dedicados a Mehmet III resalta con gran vigor el carácter universal del sultán: "Tú, eres la sombra del Todopoderoso, y tu santa persona es también la que otorga el orden al tiempo. El mundo está en paz gracias a tu justicia" 4 . A ello agrega: "Con el mandato de Alá has seguido el camino de la guerra santa. Que tu espada, sea, siempre, superior a la de tus enemigos de la religión" 5 . Es dentro de este orden de ¡deas que la conquista de Estambul (la caída de Constantinopla para los occidentales) fue considerada por los turcos como el escaño más importante conseguido para el futuro imperio y c o m o la prolongación legítima del Imperio Romano de Oriente 6 .
Es por ello que
Mehmet II, el conquistador de la capital de los Césares, o el sucesor de los basileos bizantinos, se lenía por el legítimo sucesor de los emperadores
1 Colin Imber, The Ottoman Empire, 1300-1481, Isis Press, Estambul, 1990, pp. 52-54; W. W . B a r t h o l d , Ulug Bey ve ZamanEvkaf Matbaasi, 1930, pp. 30-31; § e r a f e t t i n Ali, Timur ve Tüzükati, Academyplus, Ankara. 2000, pp. 20-22.
^ G u s t a v e E. von G r u n e b a u m . El Islam II. Desde la Caída de Constantinopla hasta Nuestros Días, México, 1980, pp. 25, 32. ^Julius Kakarieka, "El Conceptu del Imperio y de la Paz Mundial en la M o n a r q u í a de Dante", Cuadernos de Historia 2, Santiago, 1982, pp. 24-25. 4 M ä c u n c u z ä d e Mustafa Efendi. Malta Esirleri. Ser-Güze¡t-i Estrt-i Malta, Estambul, 1996, pp. 39. ^ M á c u n c u z á d e Mustafa Efendi. op. cit., pp. 34. % a l i l Inalcik, The Place of the Ottoman- Turkish Empire in History, pp. 57-61; H. Inalcjk, The Ottoman Empire, L o n d o n . 1995, pp. 7; R o b e r t M a n t r a n , L'Empire Ottoman: La Vision Europe'enne, pp. 189-190.
LA
I D E A
romanos1.
DE
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M U N D I A L
Por su parte, los reyes Católicos, Fernando e Isabel, se
consideraban no sólo los unificadores de España sino que también del catolicismo peninsular y universal. Es conocida la cláusula "que no cesen de la conquista de África e de pugnar por la fe contra los infieles" 2 , insertaba por la reina Católica, Doña Isabel, en su testamento otorgado en Medina del Campo, el 12 de Octubre de 1504. La concreción de la conquista de Granada fue considerada por estos reyes como el primer paso de la Christiana,
Universitas
que será complementado inmediatamente por la conquista de
América. En el siglo XVI, con la aparición en escena de dos vastos imperios tricontinentales como el otomano y español, como entidades imperiales ya estructuradas, surgieron por primera vez en la historia los imperios de carácter mundial 3 . Con el desarrollo y expansión de estos dos gigantes geográficos y políticos, la concepción de la soberanía o imperio mundial alcanzó límites nunca antes vistos.
Por esta razón, es necesario recalcar el paralelismo
histórico y político existente en las fases de fundación, desarrollo, apogeo y declinación de los imperios otomano y español y conocer las circunstancias en que llegaron a conformar dos poderosos imperios en los dos extremos de Europa y del Mediterráneo, dirigiendo la historia del mundo a lo largo de casi todo el siglo X V I 4 .
No en vano los soberanos más destacados de este
periodo, el Sultán Solimán el Legislador y Carlos V, llegaron a considerarse los únicos amos del mundo. La similitud de los objetivos dio origen a un violento enfrentamiento entre ambos imperios caracterizado por la conquista de territorios y delimitación
de zonas de i n f l u e n c i a 5 . C o m o ya h e m o s
expresado
anteriormente, el siglo XVI conforma el periodo de mayor intensidad desde el punto de vista de la concreción de los objetivos y extensión de los límites de ambos imperios. Dichos objetivos representan para los otomanos la conquista de territorios y la guerra contra los infieles, mientras que para los españoles es la conquista territorial y expansión de su propia religión a través de la evangelización.
La guerra santa, sea la guerra contra los infieles para los
turcos, o la evangelización hispánica, no debe entenderse como un elemento ^Arnold T o y n b e e , "Osmanli I m p a r a t o r l u g u ' n u n D ü n y a T a r i h i n d e k i Y e r i " , en Osmanli Dünya, preparado por Kemal H. Karpat, Estambul, 2001, pp. 43-44. M a s i á V i l a n o v a , Una Política Zaragoza, 1956, pp. 94. 3 4
Defensiva
Mediterránea
J . H. Elliot, The Oíd World and the New. 1492-1650,
en la España
del
Siglo
ve XVI,
Cambridge, 1970, pp. 79.
M u z a f f e r A n k a n , " X I V - X V I . Asirlarda T ü r k - i s p a n y o l M ü n a s e b e t l e r i n e Toplu bir Baki§", A. Ü. D. T. C. F. Dergisi, Ankara, 1968, T o m o XXIII, pp. 239-240. ^Richard F. Peters, Histoire des Tures, París, 1966, pp. 59-68.
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PAULINO
TOLEDO
causal, sino más que nada como un ente motivador del proceso de conquista. De allí la diferencia en los resultados. Mientras para los turcos la conquista territorial permite extender las fronteras del Islam (Dár'iil-islám),
para los
españoles la conquista va a c o m p a ñ a d a de una conversión
obligada,
particularmente en el caso americano.
LA HEGEMONÍA MUNDIAL ENTRE LOS TURCOS La idea de la hegemonía mundial entre los otomanos va necesariamente unida al concepto de la Yihad (guerra santa) y al carácter omnipotente y teocrático del sultán, detentor absoluto del poder y soberanía universal en nombre de Dios. En conformidad con la doctrina islámica, la Yihad, se considera uno de los fundamentos de la fe instituida por Alá, mediante la revelación, a todos los musulmanes.
La Yihad,
en caso de guerra, junto con considerar una
responsabilidad de la comunidad islámica como un todo (farz-i kifaye), tiene también una responsabilidad individual (farz-i ayin) para todo musulmán en edad de tomar las armas. I )icha responsabilidad surge del carácter general de la revelación, ya que la palabra de Alá debe ser divulgada a todo el mundo. Quienes han aceptado la palabra de Alá han aceptado también la misión de orientar a los no musulmanes a la admisión de los preceptos del Islam y de subyugarlos a la comunidad islámica. Esta es una responsabilidad que no tiene tiempo ni espacio y que se extenderá hasta que todo el mundo se torne al Islam o hasta que los no musulmanes sean sometidos por un estado islámico. Mientras se concreta la sumisión o conquista de las naciones no musulmanas el mundo se considerará dividido en dos partes: los territorios del Islam (Dár'ül-íslám),
es decir el lugar gobernado por los musulmanes donde
rige el derecho islámico y, los territorios de guerra (Dár'ül-Harb),
que
conforma la parte del mundo localizado fuera de los límites del anterior. Los territorios del Islam conf orman los lugares habitados por los musulmanes, los lugares conquistados por los muslimes donde habitan no musulmanes a condición de pagar impuestos (cizye, harag, ispenge, etc.) y los territorios que antiguamente
fuenn
musulmanes y que posteriormente fueron
reconquistados por los infieles 1 . Entre los territorios del Islam y los de guerra se da un estado de conflicto permanente que tendrá su fin con la victoria final del Islam, o con la "hegemonía del mundo musulmán" en el decir de Paul 'Ahmed Ózel, islam Hukukwu a Ülke Kavranu. Dárulislám-D&rulharb, Estambul, 1991, pp. 122.
LA
IDEA
DK LA
HEGEMONÍA
MUNDIAL.
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Wittek 1 . Dicho estado de guerra es una responsabilidad desde el punto de vista del derecho y la religión y una necesidad desde el punto de vista de la moral. Por lo anterior, el tema de los guerreros por la fe, o de los que luchan en pro de la religión (Gazi) se repite en la mayoría de las crónicas y obras épicas turcas del periodo de los Principados y de las primeras fases del Imperio. Osmán y Orhan eran conocidos como los líderes o caudillos "gazi" cuya misión era propagar la religión del Islam y en nombre de este ideal actuaron sus huestes y simpatizantes.
Este ideal significaba la eliminación de los
infieles que se negasen a aceptar la supremacía del Islam. Asimismo, desde los tiempos de Orhan Gazi los sultanes otomanos adoptaron los títulos de Sultán al-guzzat
(el sultán de los conquistadores o guerreros por la fe) y de
Sultán al guzzat ve 'l-mücahidin
(el sultán de guerreros por la fe y de los
combatientes de la guerra santa), con lo cual comenzaron a verse como la espada y la bandera del Islam y a considerar las acciones gaza como uno de los soportes fundamentales del estado. El movimiento gazi fue uno de los elementos más activos y de mayor presencia en la conquista y poblamiento turco de la Europa oriental y balcánica, constituyendo en cierta medida, uno de los factores de la creación y de la constitución del imperio otomano 2 . En las operaciones de avanzada, los otomanos aplicaron la jurisprudencia islámica en la forma prescrita por el derecho musulmán y, como una necesidad del Islam, continuaban con las operaciones hasta hacer aceptar completamente su dominio. Esta era la misión canónica que ellos creían que debían cumplir: "El estado otomano se había fundado en la frontera entre el Islam y la cristiandad bizantina; su razón de ser era la Yihad
o guerra contra el infiel por la victoria de la verdadera fe
musulmana sunnita.
Para los otomanos, tanto si eran hombres de espada
como hombres de religión, el avance de la frontera había supuesto, mucho más que la recompensa material de la conquista, un objetivo particular de naturaleza ética que había ejercido una profunda influencia sobre la evolución de la vida política, religiosa y social" 3 . La guerra santa del Islam se realizó no sólo contra los estados cristianos sino que también contra algunos estados musulmanes. Un ejemplo lo conforman las tres largas y violentas guerras sostenidas por los otomanos contra Irán con el objeto de proteger el Islam Sunita.
'Paul Wittek, Osmanli ímparatorlugu'nun Dogu¡u, Estambul, 1947, pp. 6-7. Robert Mantran, L'Empire Ottoman, París, 1980, pp. 236. 3 V. J. Parry, "El Imperio Turco. 1566-1617", en R. Bruce W., Historia del Mundo Tomo III, Barcelona, 1978, pp. 266. 2
Moderno,
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P A U L I N O
T O L E D O
B1 estado otomano, a pesar de haber aceptado la Gaza y Yihad como una misión sagrada y como principio esencial del estado frente a los territorios no dominados por los musulmanes, no forzó a la conversión al Islam a los cristianos y judíos (ehl-i zimmet)
en caso de prestar obediencia, pagar los
impuestos que canónicamente correspondían y aceptar ciertas condiciones especiales. No sólo los dejó libres en sus creencias sino que esta libertad se extendió también al libre ejercicio de su religión en sus iglesias y lugares de culto en la forma prescrita en sus libros sagrados 1 . Lo anterior era considerado como una misión canónica establecida en el derecho coránico relativo a los no musulmanes (zimmi
hukiik).
Durante la etapa de formación del imperio otomano la guerra y el proceso de expansión se sustentaban en gran medida en la guerra santa (Gaza y Yihad),
que pasará a conformar el elemento motivador de las guerras de
conquista 2 y, en general, será uno de los pilares del avance turco. En otras palabras, la Gaza y Yihad serán los elementos que enmarcarán, la política de estado de los Sultanes 3 .
Es interesante hacer notar c o m o esta idea se
encuentra reflejada en casi todos los altos funcionarios del aparato estatal otomano. Para Jeredín Barbarroja la Yihad es el elemento que da vida a su flota. En sus memorias acota: "Cuando llegó la primavera, cuando la faz de la tierra se decoró con el verdor de toda ciase de plantas, los corazones de los gazis volvieron a palpitar por la Yihad, salimos a la mar con ocho galeras" 4 . Para el müderris (profesor universitario) Hoca Sadettin Efendi: "En la exitosa e iluminada senda de la guerra santa [los sultanes] se han ceñido sus espadas, siendo sus objetivos e ideales el derramar la sangre de los infieles, eliminar la maldad de los maléficos \ hacer desaparecer la cizaña de sus enemigos en lo más profundo de sus territorios. Han contado con la ocasión para alabarse por haber hecho revivir las obras de la ley coránica que rebrota claridad y gloria, y a no olvidar los mandatos del Profeta, el líder de los buenos" 5 .
^ M u z a f f e r A r i k a n , El Papel de los Principados de Frontera en la F o r m a c i ó n del E s p a c i o O t o m a n o : El C a m i n o del Principado al Imperio, C o n f e r e n c i a presentada en el C S I C , Madrid, 1998. ^ E r d o g a n Aydin, Fatih ve Fetih. Witler ve Gergekler, Ankara, 1997, pp. 43. ^islam Tarihi Kültür ve Medeniyvti, Estambul, 1988, T o m o I, pp. 291; Paul Wittek, The Rise of the Ottoman Empire, London, ]93, pp. 14-15. 4
E r t u g r u l Ó n a l p , "El Señor del Mediterráneo. El J o v e n Jeredín Barbarroja", en Historia 16, X X I / 2 4 2 , Madrid, 1996, pp. 93: E. Ónalp, "Las M e m o r i a s de Barbarroja", OTAM DergisiH, A n k a r a , 1997, pp. 414; M. Ertuírul D ü z d a g , Akdeniz Bizimdi. Barbaros Hayreddin Pa¡,a'nin Giinlügü, Estambul, 1990, pp. 54. 5
H o c a Sadettin Efendi, Tacut-'l'tvarih,
Kültür Bakanligi, Ankara, 1992, pp. 13-14.
LA
IDEA
D Fi
LA
H E G E M O N Í A
M U N D I A L
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La política puesta en práctica por los turcos y españoles en el Mediterráneo, Europa y el norte de África, y por los hispanos en América se basa en los principios anteriormente señalados 1 . En la práctica dio origen a sangrientas guerras y violencia desmesurada donde el elemento religioso predomina con una fuerza inusitada. Jeredín se jacta se haber asesinado a un artillero español atándolo a la boca del cañón que disparaba como castigo por la destrucción de los alminares de las mezquitas de Argel 2 . Durante la batalla de Lepanto, al producirse el abordaje de la galera capitana turca y la muerte de su Almirante, el Bajá Müezzinzade Alí, la cabeza de éste se exhibió como trofeo y la enseña de la Cruz se alzó en el lugar del estandarte turco. Felipe II, al conocer la noticia de la victoria de la flota aliada sobre la otomana, prometió seguir con todo su poder esta "guerra cristiana" 3 . El Sultán Selim, en el Fetihname
de Egipto enviado al Shah Shirvan
expresa que Alá le ha entregado la misión de poner en práctica las leyes del Islam y de servir a la Kaaba 4 .
En una carta fechada en noviembre de 1555,
enviada al Sultán Solimán por los ulemas de la ciudad de Constantino en el norte de Africa, éstos le expresan que el Bajá Ebu Salih "en nombre de la Yihad, ha combatido y desalojado a los infieles (cristianos) que ocupaban Bicace por más de 40 años, conquistando la ciudad para los musulmanes como un triunfo de Alá y la gloria de su profeta Mahoma" 5 .
Para el inicio de la
conquista de Chipre, el Fetva del Sheyhülislam Ebussuud Efendi, la máxima autoridad religiosa del imperio, fue el decreto definitivo que dio inicio a las operaciones 6 .
En un informe enviado en Mayo de 1571 al Almirante de la
escuadra turca, el Bajá Müezzinzade Alí, se expresa, con un extraordinario fervor, el carácter religioso que ha adquirido la guerra de Chipre, recalcándose que el ataque a la escuadra aliada cristiana se efectuará con el objeto de proteger el honor del Islam y las tierras del Califato 7 .
En el Corán la Yihad
se
considera también uno de los elementos más importantes en la expansión del Islam 8 .
' c . Perez-Bustamante, Compendio de Historia de España, Madrid, 1957, pp. 228. ^Yilmaz Óztuna, Barbaros Hayrettin Pa¡a'mn Hatiralari, Estambul 1989, pp. 70. ^Leopold Von Ranke, La Monarquía Española de los Siglos XVI y XVII, pp. 264. ^Arikan, op. cit., pp. 248. ^Fuat Bayramoglu, "Certains Documents Concernant l'Histoire du Maghreb au 16e Siècle", Studies on Turkish-Arab Relations, 3/1988, pp. 2. 6 Peçevi Ibrahim Efendi, Peçevi Tarihi, Ankara, 1988, pp. 343-344. 7
Halil Inalcik, "Lepanto in the Ottoman Documents", en G. Benzoni, Il Mediterraneo Seconda meta del 500 alla luce di Lepanto, Firenze, 1974, pp. 186-187. 8 Ku'ran, Bakara 190-194; Hacc 78.
nella
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PAULINO
TOLEDO
C o m o puede apreciarse, la Gaza y la Yihad no sólo conformaron el elemento mas importante del desarrollo de las fronteras del estado otomano, sino que también uno de los pilares del expansionismo turco-otomano y de sus ideales del dominio mundial. Por lo expuesto, no cabe duda que desde los tiempos de la fundación del estado otomano hasta el establecimiento del imperio, la guerra santa fue uno de los factores determinantes para el éxito de las conquistas por el carácter emocional y motivador que conllevaron dichos conflictos. Esta política de conquistas, especialmente la llevada a cabo por el Sultán Solimán, llevaron al imperio otomano y a los sultanes a la cumbre de su poder 1 .
La expansión del Islam mediante la conquista territorial obedece al
cumplimiento del mandato de Dios de consolidar el
Dár'ül-islám.
El origen divino de la dominación turca y la creencia de que sus soberanos eran monarcas universales queda explícito en los textos de los cronistas otomanos y las fórmulas y dedicatorias de las cartas enviadas a reyes extranjeros. Veamos lo que dice Hoca Sadettin Efendi: "Ahora, los sultanes otomanos, que portan en sus cabezas la cofia del Sha, que ocupan el trono del principado, aspiran a la concreción de la justicia que protege el mundo y han tomado como fundamento el establecimiento de la paz y la confianza. Ellos, son traídos a la memoria por la copiosidad de sus virtudes y la profusión de sus designios y son conocidos por sus ostentosas y fastuosas tiendas extendidas sobre toda la laz de la tierra, como también por promulgar su extensa clemencia y justicia perfecta" 2 .
Un ejemplo adicional lo podemos
encontrar en la dedicatoria de la carta que El Legislador escribió a Francisco I, en septiembre de 1528: ""Yo, el Sultán de sultanes; el Rey de reyes; el que otorga las coronas a los príncipes del Mundo; el siervo de Dios; Yo, el Shah Sultán Solimán Han, el único Emperador y Soberano del Mediterráneo, del Mar Negro, de las provincias de Rumelia, Anatolia, Diyabakir, Kurdistán, Iraq, Damas y Alepo, de las tierras de Egipto, la Meca, Medina, Jerusalén, Arabia y del Yemen ... al Rey de Francia Francisco I " 3 .
Como puede
apreciarse Francisco I se \ e disminuido al estado de un rey sin importancia ante un imponente Solimán, para quien no existía sobre la tierra un poder como el que él representaba.
' A n d r e w C. Hess, "The Evolution of the O t t o m a n Seaborne Empire in the A g e of the Oceanic Discoveries. 1453-1525", American Historical Review, L X X V , pp. 1906. 2 H o c a Sadettin Efendi, Tacut-Tevarih, Kultur Bakanligi, Ankara, 1992, pp. 13-14. 3
J e a n Chesneau, Le Voyage de Monsieur 1887, pp. 259-260.
D'Aramon
Ambassadeur
pour le Roy en Levant,
Paris,
LA
IDEA
DE
LA
HEGEMONÍA
MUNDIAL
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Diez años después, en 1538, el año de la batalla de Preveza, Solimán el Magnífico hacía escribir el siguiente epitafio en la fortaleza de Bender, como un testimonio más de la grandeza de su poder: " Y o soy el esclavo del T o d o p o d e r o s o y Sultán en la posesión de este mundo. Mahoma.
Con la gracia de Dios soy también el caudillo de los hijos de Mis compañeros son la omnipotencia de Dios y los milagros del
Profeta. Yo soy Solimán, el que en nombre de Alá ordena la oración en la Meca y Medina.
Y o soy el que dirige las flotas en los mares de Europa,
Africa y el Indico; yo soy el shah de Bagdad, el César de los territorios de Bizancio y el Sultán de Egipto; Yo soy el Sultán que ha arrebatado la corona y el trono del rey de Hungría para entregárselo a un humilde servidor.
Petro
el voivoda se rebeló, pero nada pudo hacer ante el furor de las coces de mi caballo. Yo soy quien conquistó M o l d a v i a " ' .
De esta manera Solimán, el homólogo de Carlos V, j u n t o con testimoniar abiertamente la inmensidad de su poder, asume también el rol de protector del Islam y representante de Dios en la tierra, siendo su misión primordial divulgar el Islam y la justicia divina por todo el mundo 2 . Este es un signo común que puede apreciarse en la mayoría de los cronistas otomanos de esta centuria, en que el sultán es representado como la "sombra de Dios" en la Tierra. Por citar sólo unos ejemplos, en las obras de Solakzade y Selaniki Mustafa Efendi 3 se menciona con frecuencia las victorias de "los soldados del Islam" y el carácter universal del sultán, el enviado de Dios. El viajero Evliya Celebi, al describir el puerto de Marmaris en tiempos que Solimán se dirigía a la conquista de Rodas, nos da a conocer el texto de una incripcion en mármol existente en la puerta de una posada: "Este refectorio para los pobres fue construido en el año 922 por el Sultán Solimán, hijo del Sultán Selim, soberano de la tierra firme, rey de los mares, dueño de los países de Arabia e Irán, sultán de sultanes y sombra de Alá en la Tierra. Que Alá le eternice sus dominios hasta el fin del mundo" 4 . Solimán el Legislador, no sólo llegó a ser conocido por su faceta de estadista, sino que también por haber sido un gran poeta, llegando a escribir cerca de tres mil poesías, las cuales no están exentas de esa añoranza del dominio mundial: " H e y , Sultán de la belleza, la gente de este mundo// es tu ' Ya§ar Yücel, Muhte^em Türk Kanuni ile 46 Yil, Ankara, 1987, pp. III. 2Colín ímber, "Erken Osmanli Tarihinde idealler ve Me§ruiyet, en Kanuni ve £agi. Yeni^ugda Osmanli Dünyasi", editado por Metin Kunt y C. Woodhead, Estambul, 2002, pp. 150-151. 3 Solakzade, Solakzade Tarihi, Kültür Bakanligi, Ankara, 1989, pp. 111-120; Selaniki Mustafa Efendi, Tarih-i Selaniki, Istanbul Üniversitesi, Estambul, 1989. 4 Evliya Qelebi, Seyahatnáme, Ankara, 1983, Tomo II, pp. 27.
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T O L E D O
esclavo'' 1 . La misma idea sigue presente en otros documentos.
Por ejemplo,
en una carta enviada al Sultán Solimán por el Gobernador (cherife) de la Meca, puede leerse este interesante mensaje: " T ú , eres para nosotros superior entre los sultanes de todo el Islam; ya que tú has sido el que ha conquistado los países de Europa y las tierras a d y a c e n t e s " 2 .
El almirante turco Pirí Reís
comparte la misma idea: "Ya no existe nadie superior a ti, Sultán" 3 . en la parte final de su Tratado de la Navegación,
Luego,
la expone de la siguiente
manera: " E r a el a ñ o del n o v e c i e n t o s treinta q u e transcurría/ q u e la m a n o del d e s t i n o h a b í a e s c r i t o el d e c r e t o c o n maestría/ e r a el t i e m p o del shah S o l i m á n / s h a h d e l m u n d o , d e s u l t a n e s , S u l t á n / q u e d i j o : e s t e es mi m a n d a t o , q u e n o se retrase/ q u e mi justichi se e x t i e n d a h a s t a E g i p t o , s i e m p r e " 4 .
C o m o Pirí Reis, Jeredín Barbarroja y Zekeriyyazade reconocen a Solimán como la única y máxima autoridad de este mundo. Solimán, quien para el primero es el soberano universal y, para el segundo, el rey universal, es un sultán que mantiene un liderazgo absoluto sobre el mundo islámico y cuya fama se ha extendido a todos los estados del mundo cristiano. resalta la Gaza
ejércitos del Islam, como en los tiempos de los discípulos vida transcurre
Zekeriyyazade
de la siguiente manera: " S o l i m á n Han, soberano con la guerra santa"5.
de los
de los Profetas,
su
Por su parte Jeredín señala que las
victorias logradas en el Mediterráneo y el norte de Africa han sido por obra de los "soldados del Islam" contra España "el mayor estado de infieles" 6 . Como podrá apreciarse, los sultanes otomanos y sus funcionarios y clase dirigente constituyeron una verdadera ideología oficial de la conquista. Esta ideología sustentada en la Gaza y Yihad será la fuerza motivadora que pondrá en movimiento a los estamentos del estado otomano, especialmente al ejército y clases eclesiásticas, hasta el final de la época de expansión. Después de haber trazado las líneas generales de la idea de imperio y soberanía mundial existente en el imperio turco, será necesario analizar de la misma forma las bases que orientaron las conquistas dentro del imperio español.
'Sultán Solimán, Muhibbt Diván i. \nkara, 1987, pp. 252. Halil ínalcik, L'Empire Ottoman. Sofía. 1969, pp. 88. 3 Pirí Reis, Kitab-i Bahriyye, Edición de Y. Senemoglu, Tomo I, pp. 112.
2
4
Pirí Reis, op. cit., Tomo II, pp. 344. "'Zekeriyyazade, Ferah. Cerbe Suvu¡i. Estambul, 1980, pp. 17. ^Yilmaz Óztuna, Barbaros Hayretlin Pa^a'mn Haíiralari, Estambul 1989, pp. 38.
LA
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El proceso de conquistas del imperio español se sustentaba sobre bases más o menos similares a las del imperio turco-osmanlí. El factor religioso es también un elemento motivador de las guerras de conquista. El imperio mundial, que fue el sueño de toda la vida de Carlos V, es una continuación del programa político religioso de los Reyes Católicos. La famosa frase de ("arlos V "en mi imperio nunca se pone el sol" nos da una idea de los límites que había alcanzado su política 1 . De acuerdo a este programa, los límites de la cristiandad debían ser extendidos mediante la fuerza de las armas 2 . Es conveniente que a continuación nos remitamos brevemente a este programa. En la Edad Media se creía que las fronteras de la cristiandad y las fronteras del mundo conocido o ecumene eran similares. Los eruditos más importantes de la época creían que la religión cristiana había sido propagada a todo el mundo por los Apóstoles. Pero los descubrimientos geográficos efectuados por los españoles y portugueses en la coyuntura de los siglos XV y XVI dieron en tierra con esta creencia 3 . Con el descubrimiento de América, de pronto aparecieron en escena miles de seres que nunca habían tenido noticia de la religión de Cristo. Cristóbal Colón, en una carta escrita a los Reyes Católicos desde las islas Canarias, les hacía un llamado para rezar para que estos seres "acepten cuanto antes la sagrada religión cristiana" 4 . En sus escritos Colón resalta la supremacía de España "a quien debe estar sujeto todo" y su papel en la labor evangelizadora del mundo que resultara en "la honra y acrecentamiento de la religión cristiana" 5 . Con los descubrimientos, los límites de la Cristiandad y el ecumene habían dejado de ser los mismos. Por ello, con el objeto de finalizar la misión iniciada por los 12 apóstoles de Cristo, España se creía en el deber de llevar a cabo las siguientes dos responsabilidades: a) extender la religión cristiana a todo el mundo, b) defender en todo lugar el Cristianismo, la única y verdadera religión. Por ello los españoles se creían en la obligación de continuar como los triunfadores de la religión católica contra el Islam y los protestantes 6 . Los escritos de Colón son un fiel reflejo de esta idea: "Tengo por dicho Serenísimos Príncipes ...que luego todos se tornarán cristianos; y 1
Miguel Avilés, Nueva Historia
de España,
2
J . H. Elliot, La España Imperial,
3
M . Avilés, op. cit., T o m o X, pp. 200-201.
1469-1716,
4
Madrid, 1982, T o m o XI, pp. 68. Barcelona, 1989, pp. 173-175.
C a r t a de Cristóbal Colón dirigida a los Reyes Católicos desde las Islas Canarias con fecha 15 de Febrero de 1493, en Revista Geográfica Española, Madrid, 1971, Nv. 50, pp. 49-50. ^Cristóbal Colón, Los Cuatro Viajes del Almirante y su Testamento, México, 1958, pp. 7 4 y 206; Gilberto Triviños, Nuevo Mundo, Indias, América, en Atenea, Nr. 4 5 1 , C o n c e p c i ó n , 1985, pp. 77. 6
M . Aviles, op. cit., T o m o X, pp. 62.
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TOLEDO
así espero en Nuestro Señor que Vuestras Altezas se determinarán a ello con mucha diligencia para tornar a la Iglesia tan grandes pueblos, y los convertirán, así como han destruido aquéllos que no quisieron confesar el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo"'. Por un lado, los reyes Católicos desde fines del siglo XV trataban de concretar estas ideas en América, iniciando desde 1497 un sistemático e intenso proceso de conquista y colonización 2 .
A mediados
del siglo XVI, los españoles -llevando en una mano la espada y en la otra la cruz- habían logrado conquistar amplios y ricos territorios que se extenderán de norte a sur del continente americano. Por otro lado, el Rey Fernando, inspirándose en la conquista de Orán, inició la conquista de diferentes puntos de las costas del norte de Africa a partir del primer decenio del siglo XVI.
Con ello se producirá un duro
enfrentamiento de los intereses españoles con los turco-berberiscos en Africa septentrional. El Cardenal Francisco Ximenes de Cisneros, el 18 de mayo de 1509, con la invasión de Mers-el-Kebir y Orán, iniciaba personalmente la conquista oficial del norte de A f r i c a 3 .
El significado religioso de la
expedición se aprecia claramente en el hecho que haya sido comandada por el propio Cardenal Cisneros y en las acciones llevadas a cabo posteriormente en Orán: "El Cardenal ingresó a la ciudad y purificó la mezquita.
Posteriormente
transformó la mezquita en iglesia y le dio el nombre de Notre-Dame de la Victoire" 4 . Con la muerte de Fernando en 1516, se iniciará el reinado del Cardenal Cisneros como Regente.
Durante su regencia (1516-1517) Africa tuvo un
importante lugar en la política de conquista del Reino de España, mostrándose esfuerzos extraordinarios para salvar Argel de manos turco-berberiscas. A pesar de la desafortunada expedición del Capitán General de Galeras Don Diego de Vera en 1516, los intereses de España en Africa serán continuados en 1519 con Carlos V. El hecho de que en este periodo los soldados españoles iniciaran acciones contra los infieles movidos por el espíritu de una especie de cruzada puede apreciarse claramente de las cartas remitidas a Don Diego de Vera por los
^C. Colon, op. cit.. pp. 57-58. 2
M . Aviles, op. cit., T o m o X. pp. 143; Charles Gibson, Spain in America, N. York, 1966, pp. 2447. ^Eduardo G. Ontiveros y Herren . La Politica Norteafricana de Carlos I, Madrid, 1950, pp. 1011. 4 M . de Chenier, Recherches Hi\,oriques sur les Maures et Histoire de l'Empire de Maroc, pp. 354-355.
LA
IDEA
DE
LA
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oficiales de la guarnición española del Peñón de Argel. La sagrada misión de estos soldados es "eliminar los enemigos de la santa religión católica" 1 . Para Carlos V el elemento más importante de esta guerra santa es la guerra contra los turcos, el enemigo común de la Cristiandad. En una carta dirigida a los jeques alarabes de Túnez en 1534, el Emperador les envía el siguiente mensaje: "Yo, como Emperador que me manda Dios guardar justicia en la tierra y defender e favorecer los agraviados" 2 . La lucha para detener el avance protestante en Europa pasa a un segundo plano. Pero el factor que realmente obstaculizaba su proyecto de imperio mundial eran los turcos que habían comenzado a penetrar las zonas de influencia o de intereses de España. Sobre este tema Carlos V, en un informe presentado al Papa Adriano VI, le hace saber que es necesario oponerse a los ataques turcos con el objeto de proteger al mundo cristiano y aumentar la ayuda militar proveniente de la Santa Sede para la lucha contra La Puerta. Asimismo, urge asistir al rey de Hungría y a Rodas, tomar las medidas pertinentes para proteger a los reinos de Nápoles y Sicilia -que enfrentaban la amenaza turca- y, unir las galeras del Papa con las españolas con el fin de controlar las costas de Italia.
Este
informe nos muestra los obtáculos que creaban los turcos contra el imperialismo español en los años 1522-1523 3 . Otro medio utilizado por Carlos V para poder combatir a los turcos es el hecho de lograr una paz general de la Cristiandad.
En esta materia la ayuda
papal será un factor de primera importancia, porque para poder crear barreras al avance turco es necesario que en Europa no se produzca un desgaste de fuerzas. Adriano VI, que efectuaba una cooperación muy estrecha con Carlos V para enfrentar el peligro turco, pensaba que esta amenaza representaba un peligro real y latente para Roma, da a conocer a Carlos que "hará todo lo posible para llegar a un acuerdo de paz general entre los príncipes cristianos para que la Cristiandad pueda resistir a los t u r c o s " 4 . Carlos V creía que la paz de la Cristiandad podría actuar como un factor que abriría el camino a la derrota de 'Muzaffer Ankan-P. Toledo, "Türk Deniz Tarihi ile ilgili Belgcler I", Ankara, 1990, OTAM I pp. 357 y 371. Carta de Carlos V a los jeques de los alarabes para que se alcen en favor del rey de Túnez y en contra de Barbarroja, fechada en Madrid el 14 de Diciembre de 1534. V. Memorial Histórico Español: Colección de documentos, opúsculos y antigüedades, Madrid, 1853, tomo VI, pp. 520; M. Ankan-P. Toledo, "Türk Deniz Tarihi ile ilgili Belgeler IV", OTAM 5, Ankara, 1994, pp. 509; M. Ankan-P. Toledo, XIVXVI. Yüzyillarda Türk-tspanyol íli^kileri ve Denizcilik Tarihimizle ilgili íspanyol Belgeleri, Ankara, 1995, pp. 223. •'informe de Carlos V presentado al Papa Adriano VI por el Duque de Sessa a comienzos del año 1523, en M. Gachard, Correspondence de Charles-Quint et d'Adrien VI, Bruselas, 1859, pp. xcviii-cxi. 4
Carta de Adriano VI a Carlos V de fecha 25 de Marzo de 1522. Ver M. Gachard, op. cit., pp.
32
PAULINO
TOLED O
los turcos: "Acepto este imperio con obligación de muchos trabajos y muchos caminos para desviar grandes males de nuestra religión cristiana...y se pudiera en nuestros días emprender la empresa contra los infieles enemigos de nuestra religión" 1 . Carlos V soñaba con la monarquía universal, un superestado bajo el dominio hispano, que pondría fin a la guerra entre estados cristianos y sería el primer paso para el establecimiento de la paz mundial. Como puede apreciarse, el proyecto de imperio mundial de Carlos V, denominado el "emperador de los cristianos", dejará profundas huellas sobre sus colaboradores más cercanos.
El Canciller Mercurino Gattinara le escribe
lo siguiente con motivo de su elección como Emperador: "Señor, ahora que Dios os ha hecho la prodigiosa gracia de elevaros sobre todos los reyes y todos los príncipes de la Cristiandad, a tal grado de poder como hasta ahora sólo había conocido vuestro predecesor Carlomagno, estáis en el camino de la Monarquía Universal, podéis congregar a toda la Cristiandad bajo el cayado de un sólo pastor" 2 . La misma idea la encontramos en un discurso efectuado por el Obispo Ruiz de la Mota el 20 de marzo de 1520, con motivo de la apertura de las Cortes del reino en la ciudad de Santiago de Compostela: "Agora es vuelta a España la gloria de España que... años pasados estuvo adormecida; dicen los que escribieron en loor della que cuando las otras naciones enviaban tributos a Roma, España enviaba emperadores... Agora vino el imperio a buscar el emperador a España y nuestro rey de España es fecho, por la gracia de Dios, rey de romanos y emperador del m u n d o " 3 . El capitán Alonso de Ercilla, en su famosa obra La Araucana
pone de
manifiesto que el objetivo del experimentado capitán Adelantado Diego de Almagro en la conquista de Chile es "extender y ensanchar la fe de Cristo" 4 . Pedro de Valdivia, Gobernador y Capitan General de Nueva Extremadura, en una carta dirigida al Capitán Francisco de Aguirre le encomienda la siguiente misión: "...que dejéis a los caciques principales sus mujeres e hijos e los otros indios de su servicio e los adoctrinéis e los enseñéis en las cosas de nuestra santa fe Católica, e habiendo religiosos en la ciudad, traigáis ante ellos los hijos del cacique para que sean asimismo instruidos en las cosas de nuestra Religión Cristiana" 5 . En el decreto de nombramiento de Francisco de Aguirre ' m . Aviles, op. cit., T o m o X, pp. 26. ^ F e r n a n d Braudel, El Mediterráneo y el Mundo Mediterráneo en la Epoca de Felipe II, F. C. E., Madrid, 1976, T o m o 11, pp. 32. Aviles, op. cit., T o m o X, pp. 27. ^ A l o n s o de Ercilla, La Araucana. Editorial Andrés Bello, Santiago, 1983, pp. 22. ^ C a r t a de Don Pedro de Valdivia a Francisco de Aguirre, f e c h a d a en Santiago de Chile el 2 de Julio de 1549. V. Luis Silva I azaeta, El Conquistador Francisco de Aguirre, Editorial Universitaria, Santiago, 1953. pp. 146-147.
LA
IDEA
DE
LA
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33
como Gobernador de Tucumán y la Serena, Pedro de Valdivia recalca que la pacificación de los indios de dichas tierras deberá efectuarse "conforme a los mandamientos de Su Majestad para que vengan al verdadero conocimiento de nuestra santa fe católica y a su real servicio y obediencia" 1 . Solo en caso en que los indios no acepten las condiciones de paz se iniciará la guerra. Es muy común observar en la documentación de la época como los Capitanes y Adelantados españoles firman sus informes manifestando siempre sus deseos de "superioridad y señorío de la Cristiandad y monarchía del universo" 2 *
*
*
Como se puede apreciar, ambos imperios se enfrentaron por casi todo un siglo con el fin de lograr la hegemonía mundial.
Las conquistas que
efectuaron en tres continentes y las interminables guerras fue la causa de un agotamiento y de un gran desgaste de sus fuerzas, que les alejaron cada vez más de esta idea y de los objetivos propuestos. Finalmente tuvieron que centrarse en la supervivencia hasta el final de sus días.
Los imperios español y
otomano no sólo llegaron juntos a la cima del poder, sino que también a fines del siglo XVI ingresaron juntos a la fase sin regreso de la declinación, corriendo en los siglos posteriores el mismo destino de los vastos imperios que existieron desde la Antigüedad hasta la Edad Moderna, el mismo destino que Roma y Bizancio.
Decreto de fecha 8 de Octubre de 1551, firmado en la ciudad de Concepción, Chile. Archivo de Simancas, legajo "Descubrimientos. Perú. Informaciones de méritos y servicios de descubridores, conquistadores y pacificadores del Perú. Años de 1552 a 1554; Silva Lazaeta, op. cit., pp. 163. y José Toribio Medina, Cartas de Pedro de Valdivia que tratan del Descubrimiento y Conquista de Chile, Santiago, Chile, 1953, pp. 49 y ss.
LAS COSTAS ESPAÑOLAS EN EL KÍTAB-I PÍRÍ RElS
BAHRÍYE
DE
Ertugrul ÒNALP
El marino turco Pírí Reis dibujó dos mapas, uno en 1513 y el otro en 1528. El primer mapa, que actualmente se conserva en el Museo de Topkapi, es un fragmento de un planisferio en el que están representadas con asombrosa exactitud las costas orientales de América del Sur, así como una parte de la Antàrtica. El segundo mapa corresponde también a un fragmento de un mapamundi en el que figuran las delincaciones de Groenlandia con bastante precisión. El descubrimiento de estos dos mapas en 1929 produjo un eco importante en el ambiente científico dando al mismo tiempo al cartógrafo turco una fama excepcional en los círculos internacionales. Sin embargo, hay algo no menos interesante que sus mapas, como lo es su obra principal llamada Kitab-i Bahriye ("El libro del mar" o " El libro de navegación"), que es una guía para los navegantes sobre el Mediterráneo con descripciones muy exactas de costas e islas, lleno de ilustraciones, más bien portulanos en color. Este libro es fruto de la experiencia de Pírí Reis adquirida durante muchos años de largas travesías y expediciones acompañado a su tío, Kemal Reis, famoso arráez corsario y posterior almirante del sultán otomano Bayezid II (Bayaceto). Pírí Reis, en su largo periplo a través del Mediterráneo tuvo ocasión de estudiar detenidamente las costas e islas del Egeo, Adriático, Italia, Francia, España y Norte de África. Sin duda alguna Pírí Reis conocía las costas españolas como la palma de su mano. Es de suponer que desde muy joven se interesara por los asuntos del mar. A la edad de 12 años tomó parte en las expediciones corsarias de su tío, quien asolaba las riberas de la península. Cuando los musulmanes de Granada pidieron ayuda a los otomanos en 1486 y en los años posteriores, Pírí y su tío llevaron en sus naves a muchos de ellos al litioral norteafricano.
36
KR T U G R U L
El primer escrito del Kitab-i
O N A L P
Bahriye
lo realizó en 1521.
Algunos
años más tarde, en 1524 durante la campaña punitiva del Gran visir Ibrahim Bajá, destinada a reprimir la insurrección del virrey de Egipto, Pírí Reis servía al Gran visir como práctico. Al Gran Visir le llamó la atención que el marino turco consultaba con mucha frecuencia sus notas. Cuando las vio se dio cuenta en seguida de la importancia de sus escritos y le pidió que las completase y se las presentase en formato de libro al sultán. Antes de llevar su libro al monarca, Pirí Reis lo amplió con un prólogo en verso de 78 páginas, compuesto de 972 pareados y dividido en 23 capítulos. A su término se lo presentó a Solimán el Magnífico en 1526 por mediación de Ibrahim Bajá. En los dos primeros capítulos Pírt Reis explica datos acerca de las expediciones bélicas realizadas junto a su tío. En los capítulos III, IV y V entrega
información sobre las tormentas, brújulas y las direcciones de los
vientos. En los capítulos VI y VII se dan explicaciones sobre los mapas y los signos marcados sobre ellos en diferentes colores, así como de las rosas de vientos. En el VIII se habla de los siete mares del mundo. El capítulo está reservado a las primeras expansiones de los portuqueses en el océano índico. En el X se habla de Etiopía y de la llegada de los portuqueses al mar Rojo rodeando el sur de África En el capítulo XI se dan explicaciones acerca del "mapa de tres dimensiones ", un globo del que habían fabricado uno los portuqueses. En este mismo capítulo se da información también sobre los polos, las líneas ecuatoriales y tropicales, así como los extremos del mundo conocido, subrayando el hecho de la redondez de la tierra en varias ocasiones. En el XII se explica cómo los portuqueses llegaron a la India así como las estaciones más favorables para la navegación, las rutas y sus distancias. En el XIII se habla del mar de China, de sus islas y de sus habitantes basándose en las informaciones de los marineros portuqueses. En los capítulos XIV y XV se describe el océano índico, sus vientos estacionales y el método de determinar la latidud a través de la medición de la altitud de la estrella polar utilizando un instrumento llamado astrolabio. En el capítulo XVI se describe el golfo Pérsico, sus islas y poblaciones, dándose también información sobre cómo los nativos buscaban perlas bajo el agua. En los capítulos XVII, XVIII, XIX y X X el autor nos habla de la parte occidental del océano índico denominado por sí mismo Bahr-i Zenc (El mar de los negros) junto con la costas orientales de África y sus habitantes.
En los capítulos restantes se trata del océano Atlántico
LAS C O S T A S E S P A Ñ O L A S EN EL K Í T A B - I B A H R Í Y E d e n o m i n a d o por el autor Bahr-i
Magrip
o Bahr-i
Azam,
37
que quieren decir,
respectivamente, "El mar Occidental" y el " M a r Grande". A d e m á s en estos capítulos se dan explicaciones sobre el descubrimiento del Nuevo M u n d o y sus indígenas, basándose en los relatos de los que viajaron allí. El autor, continúa después en prosa, siendo la parte más extensa y principal del libro, en donde se describe el Mediterráneo minicuosamente en 2 0 9 capítulos y con 215 portulanos.
Esta obra, por sus i n f o r m a c i o n e s
valiosas, tanto desde el punto geográfico, histórico y e c o n ó m i c o , p u e d e considerarse como un clásico del siglo XVI, en el que Pírí Reis nos suministra también algunos datos sobre su vida, por lo cual, es hasta cierto punto una autobiografía.
En la actualidad los manuscritos originales se encuentran
perdidos. A c t u a l m e n t e existen alrededor de 30 manuscritos c o p i a d o s del original, dispersos en varias bibliotecas de T u r q u í a y de otros países de Europa. En nuestras traducciones de las descripciones de Pírí Reis referentes a las costas e islas de E s p a ñ a nos h e m o s valido de la edición de Yavuz. Senemoglu, publicada en dos tomos por Tercüman en Estambul. A continuación exponemos la representación de las riberas e islas de España en el "Bahriye". El lector percibirá en ella la especial atención de su autor en describir municiosamente los bajíos, ríos, escollos, vientos, lugares de anclaje, así c o m o la profundidad de las aguas, las i n f o r m a c i o n e s que pudieran ser muy útiles para los marinos y corsarios turcos en su lucha contra España, principal enemigo suyo en aquella época.
Desde el Estrecho de Gibraltar hasta Málaga: La ciudad de Cebel-i
Fetih (Gibraltar) está situada en la costa y sobre
un promontorio. Al monte que domina el promontorio se le llama Moncebel, que es muy alto. La ciudadela tiene dos puertas, una está por la parte del mar, otra da al monte. La fortaleza de Septe (Ceuta) está enfrente, en Magreb a 18 millas de distancia. Por la parte occidental de Cebel-i
Fetih, en la costa, se encuentra la
fortaleza de Terife (Tarifa). La distancia entre la fortaleza y Kav de Mor, que está también en la costa es de 10 millas, a s í que está cerca al Estrecho de Septe.
38
BRTIJGRUL
ÓNALP
La distancia entre Magrep y Andalucía
es de 10 millas, entre Septe
(Ceuta) y Cebel-i Tare ((¡ibraltar) hay 18 millas. Al acercarse desde el mar a Cebel-i Tare se divisa primero una llanura y un monte en forma de horquilla. Si se aproxima por la parte sudoeste, este monte bifurcado se parece a una isla. Tras haberse divisado éste, se dirige hacia la tierra llana, fondeándose después frente a la playa arenosa en el mar cuya profundidad es de 7 ó 8 brazas, si se acerca más, la profundidad llega a 5 brazas. Es un puerto protegido contra todos los vientos. El lugar de fondeo se encuentra en la parte sudoeste de Cebel-i Fetih, a cinco millas del islote. Desde la fortaleza de Cebel-i Fetih, en dirección al Nordeste cuarta al Este, está Sopane (Estepona) a 28 millas. Por la parte sudeste de Sopane a 5 millas afuera en el mar hay bajíos, y a 2 millas por la parte nordeste de Sopane existen escollos muy peligrosos, hay que tener cuidado con ellos. Que se sepa así.
Desde Málaga hasta Cartagena : Malika
(Málaga) es una gran ciudad andaluza en la ribera del mar.
Delante de ella hay playas. El sitio donde fondean las naos tiene una profundidad de 18 brazas. Detrás de los escollos frente a la ciudad se refugian las embarcaciones ligeras. Estas vienen a cargar higos, porque en las costas andaluzas abundan las hiqueras. Por la parte sudoeste de la ciudad, a 5 millas de distancia hay bajíos. Desdo lejos se divisan dos montes que están frente a la ciudad. Desde la ciudad de Malika hacia el Este-Nordeste está Felekon (VelezMálaga) a 38 millas. Asimismo desde Malika
en dirección al Este está la
fortaleza de Menekip a 72 millas. Entre las dos existe el castillo de Balig, Según lo que dicen, desde el castillo de Menekip
hasta la ciudad de
Kirnata (Granada), que está tierra adentro, se tarda en llegar un día. Dicen que Kirnata está situada en un valle entre dos montañas, es una gran ciudad con 90.000 habitantes, cuya periferia está rodeada de montañas. Deste la fortaleza de Menekip encuentra el castillo de Elmeriye
hacia el Nordesde-Este a 70 millas se
(Almería), que es una ciudad costera de
Andalucía. En la parte oriental hay un puerto llano adecuado para el refugio de
LAS C O S T A S E S P A Ñ O L A S EN EL K l T A B - I B A H R l Y E
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las embarcaciones cuya profundidad llega a 5 o 6 brazas. Las embarcaciones no descansan en las aguas más profundas, porque esta profundidad de más de 5 o 6 brazas se considera estar en el mar abierto. Desde aquí a 18 millas está Kav Kate (Cabo de Gata), un promontorio redondo como una isla y parecido a la cabeza de un gato. Desde este lugar hacia el Nordeste-Sudeste está Porto
Ciniviz
a 15 millas. Desde aquí a 2 millas
hacia el mar se hallan los escollos largos c o m o una galera casi a flor de agua. En el Porto Ciniviz se fondea tan sólo provisionalmente, c o m o son lugares de playa es posible hacerse a la vela con cualguier viento. Por la dirección Nordesde de Porto Ciniviz existe un f o n d e a d e r o llamado Kabriyole.
Se entra
en este paraje por el Sudeste. Cerca de la playa hay un islote. Si es necesario fondear en ese islote hay que amarrarse por la parte que da a la ciudad . Entre la ciudad y la islita hay una milla de distancia. A la fortaleza de Baro los árabes llaman Muhakir cual hasta Lakole
(Mojácar), desde la
hay 14 millas de distancia. Lakole es el nombre de las tres
islas pequeñas. La más grande de ellas es la del medio. La más cercana a la costa es un sitio apropiado para fondear. Desde aquellas islas hasta Kopri en dirección al Nordeste-Este hay 12 millas de distancia. Desde Kav Kopri hasta Mezar
son 15 millas y desde
Kav
Mezar
hasta Kartacine
(Cartagena)
(Cartagena) está en Andalucía.
Antiguamente
también 15. Que se sepa asi.
Desde Cartagena hasta Valencia : La ciudad de Kartacine
los árabes eran dueños de ella, actualmente pertenece al rey de España. Delante de la ciudadela hay un amplio y hermoso puerto, que no existe otro mejor en el País de Gedelan
(Cataluña), ni en España (Castilla), ni en Andalucía. A la
entrada del puerto se encuentra un islote, al que se le llama Oskovi
Rade, es
un buen sitio de refugio. Entre la tierra f i r m e y el islote hay un buen lugar para dar fondo, cuya profundidad es de 11 brazas. Cerca del islote, hacia la parte occidental hay escollos, al adentrarse en el puerto se pasa entre ellos y el islote. Dentro del puerto, frente a la ciudadela hay algunos escollos que se hallan a una y media milla de distancia desde la costa nordeste, y desde \a ciudadela a 1 milla. Aquí la profundidad del agua es de 4 brazas.
\ RTUGRUL
40
Desde el puerto de Cartagena
ÓNALP
hasta Porto Vipaso son 12 millas. Al
promontorio del sudeste se la llama Kav Palo, es decir de "Cabo de Palo". Cerca de ese promontorio existen escollos, debido a ellos las embarcaciones navegan alejadas de este promontorio. Después de dar vuelta al promontorio se llega al puerto de Porto Mano, a 15 millas. Delante de Kav Palo (Cabo de Palos) hay un islote. El estrecho de este islote es un fondeadero muy seguro contra cualquier viento, cu> a profundidad es de 6 brazas, y se halla por la parte sudoeste del islote.
En la parte nordeste hay bajíos de 2 o 3 brazas de
profundidad. Partiendo de este islote en dirección al Norte-Nordeste se llega a 5 millas a los bajíos llamados Elyo Fere, que están a 1 milla de distancia de la costa. Desde Kav Palo en dirección al Norte se encuentra Kav Sero. Desde Kav Sero hacia al Norte-Noroeste, a 18 millas está Porto
Vadire
Belzok.
Frente al puerto Belzok hay un fondeadero cerca de tres islitas. Desde Kav Sero hacia el Norte-Noroeste a 5 millas de distancia está Var de Mar. Desde el puerto Var de Mar hasta Kav Belzok son 8 millas, desde allí a 12 millas está Elekant (Alicante). Elekant es una ciudad costera, situada en la llanura. Delante de ella hay playas, la profundidad de la aguas, a 4 millas afueras de la costa es de 15 brazas. Las naves vienen delante de ciudad para cargar higos. La ciudad, construida sobre llanura se apoya en una montaña. Desde lejos se vislumbra primero esta montaña. Delante de la ciudad se halla construido un rompeolas que sirve de muelle y también de refugio para los botes. La ciudad carece de un puerto natural. Desde el contorno de la ciudad hacia el Nordeste, a 60 millas, está el cabo de Kav Martin. En la misma dirección se halla también la ciudad de Elekantine, a 6 millas de distancia desde Elekant. A 18 millas desde Elekantine, (Villajoyosa). Entre Ciyoze
en la costa se encuentra
Ciyoze
y Bene Dormí (Benidorm) son 18 millas. El
promontorio de Elbir, delante de Bene Dormí se prolonga hacia el mar, su longitud es de 2 millas. Por la parte norte del promontorio se halla un islote. La distancia entre Elbir \ Kazni es de 2 millas. Kazni es un castillo, y un buen sitio para fondear con una profundiad de 11 brazas. Desde este paraje hasta More
lyere
son I 1 millas y desde More
Iyere, Kav
Martin
son
también 11 millas. Kav Martin es un acantilado que se prolonga hacia el mar como un promontorio. Desde aquí en dirección al Noroeste se halla a 30 millas la fortaleza de Denye (Denia).
LAS C O S T A S E S P A Ñ O L A S EN EL KÍTAB-I B A H R Í Y E
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Denye es un castillo situado en la costa frente al Nordeste, y delante de ese castillo hay bajíos, pero las naves se acercan siguiendo un canal más profundo, y a ambos lados de ese canal, están clavadas estacas en el mar, las naves se adentran pasándose entre estas estacadas y se giran después hacia la izquierda para ser ancladas finalmente, pero echan doble anclas debido a los bajíos. La fortaleza queda por la parte oeste de este f o n d e a d e r o . Desde esta fortaleza hasta Kantiye
Kantiya
(Gandía) son 8 millas. Desde el promontorio de
hasta Kolare (Cullera) 11. A q u í hay un castillo. La cala es muy baja,
los botes pueden adentrarse. Tierra adentro existe un lago, sobre un islote en medio del lago está construido un castillo. D e s d e Kolare
hasta Elbo
Fere
(Albufera) son 15 millas, y desde Elbo Fere a 11 millas de distancia está la ciudad de Velense (Valencia). Que se sepa así.
Desde Valencia hasta cap de Creus : Velense (Valencia) y Parselonya
(Barcelona) antiguamente se hallaban
b a j o el m a n d a t o del señor de Cataluña
(Aragón), pero más tarde las dos
cuidades entraron a formar parte del dominio del rey de España (Castilla). En la actualidad esto continúa igual. Valencia es una gran ciudad situada en una vega a 3 millas de distancia desde el mar. Los cañaverales de azúcar circundan la ciudad, entre los cuales recorre un gran río que desemboca en el mar. Las pequeñas embarcaciones pueden adentrarse en el río. La desembocadora y la parte hacia el oriente están cubiertas de playas. Los barcos q u e van allí en verano f o n d e a n a 2 millas alejados de la costa. La profundidad del lugar en que permanecen fondeadas las embarcaciones oscila entre 5 y 18 brazas. C u a n d o sopla un viento contrario, los barcos, con el fin de hacerse a la vela y alejarse lo antes posible mar adentro, echan anclas alejados de la ribera. En otro tiempo a q u í capturamos siete naos con el difunto Kemal Reis. D e s d e a q u í hacia el N o r d e s t e - E s t e , a 7 0 millas, está la islita de Kolombare
(Las islas Columbretes). L a tripulacón turca llama a esta
isla
"la isla de serpientes" por la razón de que aquí abundan serpientes que son
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h R 1 IJ G R U L Ó N A L P
inofensivas, igual que en la isla del mismo nombre que existe en el mar Negro. Esta islita se llama Kolombare
por la abundancia de huevos de
gaviotas. El fondeadero de la isla está situado en la parte oriental donde las galeras pueden fondear tranquilamente. Partiendo desde allí en dirección al Noroeste se halla el cabo de Peniskare
(Peñíscola) a 45 millas de distancia. Peniskare
se parece a una
isla. Desde este promontorio hacia el Suroeste se llega a Valencia, que está a 75 millas. Toda está costa de 75 millas son playas con aguas tranquilas, adecuadas para fondear. Tortoze (Tortosa) es una gran ciudad a 5 millas adentro de la costa, está situada en una llanura, frente a la ciudad recorre un río grande llamado Pornale
(Ebro), sobre el cual cruza un puente por la parte de la tierra. Este
puente está construido sobre 13 embarcaciones. De vez en cuando se cambian las embarcaciones corrompidas por las nuevas que nunca baja el número de ellas menos de diez. La desembocadura del río está rodeda por un promontorio de arena muy llana en forma de lengua, las embarcaciones que fondean en la ría están protegidas contra cualquier viento; éstas se adentran hasta un lugar en donde el fondo del agua es fangoso, aquí se amarran frente al Nordeste sujetadas con dos anclas, una en el agua, otra en la tierra. La parte norte es un buen fondeadero. Todos estos fondeaderos están muy cerca del promontorio parecido a una lengua. Por la parte sudoeste del promontorio existe un puerto llamado Porto Fanko (Puerto de Alfaques) que quiere decir "puerto de fango", el cual a pesar de ser fangoso está protegido contra cualquier viento. Es un buen lugar para anclar, las embarcaciones se amarran a la tierra. Por esta ribera vienen muy fuertes vientos desde las montañas, especialmente por la parte del río sopla un viento fuerte del Noroeste. Desde el puerto de Tortoze hacia la dirección Nordeste cuarta al Norte a 5 millas se encuentra el puerto llamada Kav Selon (Cabo Salou). Es un buen puerto, está protegido contra los vientos desde el Sudoeste hasta el Norte. Por la parte sudeste del promontorio de este puerto hay que tener cuidado con ellos. Taregone (Tarrago ia) es una fortaleza situada sobre la falda de una colina a 1 milla adentro de la costa, carece de puerto. Las embarcaciones se arrastran a la tierra. En la estación invernal los naos se retiran aquí para fondear en otro sitio. Desde Kav Selon hacia el Este a 60 millas de distancia está la ciudad de Parselonya (Barcelona).
LAS C O S T A S E S P A Ñ O L A S EN EL K Í T A B - I B A H R Í Y E Barcelona
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es una gran ciudad costera, delante de ella hay playas. Las
grandes embarcaciones fondean en el mar de 18 brazas de profundidad. No se atreven a acercarse más a la costa porque en cuanto sople un viento contrario no pueden hacerse a la vela y alejarse con rapidez. Delante de la ciudad está construido un pequeño puerto que alberga embarcaciones en escaso número. D e s d e Barcelona
a 5 millas se encuentra la fortaleza de
Plañís
(Blanes). Delante de ella hay un puerto hecho rastreando el f o n d o del mar. D e s p u é s de Plañís
viene la fortaleza de Sam Firya y una cala del m i s m o
nombre, en donde fondean las embarcaciones echando ancla tan sólo hacia el Este y a m a r r á n d o s e también hacia el Nordeste q u e es un lugar abierto. Partiendo desde a q u í hacia el Este-Nordeste se encuentra el puerto llamado Porto Pelemoze
(Palamós). El puerto está abierto hacia el Sur y el Sudeste.
Desde este puerto hacia el Nordeste-Norte a 18 millas está Kavako
Frido, es
decir " C a b o de agua fría". Delante de este promontorio hay escollos. El lugar entre estos escollos y la costa es adecuado para fondear. Las embarcaiones echan anclas allí en el mar y se amarran también en el promontorio. A q u í hay un gran golfo. Las naves se adentran en él hasta 11 millas. S o b r e el promontorio del golfo hacia el Norte se halla la fortaleza de Kastale Desde este promontorio en dirección al Norte a 12 millas está Roze Roze
es una fortaleza en la costa. Un corsario llamado Fili
natural de aquí. Desde el promontorio puerto de Kadekig
Liyon. (Roses).
Marioglu
es
del g o l f o frente al castillo, hasta el
(Cadaqués) hay una distancia de 11 millas. Se ingresa en
este puerto desde el Sudeste para fondear hacia el Noroeste, amarrándose en dirección a la fortaleza. Es una buen puerto protegido contra los vientos salvo el del Sur. Este lugar está más cerca a Lensane puerto se hallan escollos. Desde Lensane
que de Kadekig.
Delante del
en dirección al Noroeste a 11 millas
está Kav Kriyo (Cap de Creus).
Que se sepa así.
Isla de Ibiza: La isla de Poyise
(Ibiza) pertenece a España. Su periferia es de 4 0
millas. La ciudadela está situada en el Sudeste. Frente a la ciudad, delante del promontorio del puerto se hallan dos islotes, uno de ellos está más cerca al puerto,
y la parte nordeste por ser poca p r o f u n d a n o es a d e c u a d a para la
navegación de las grandes embarcaciones, aquí pueden pasar tan sólo los botes. Las naves al entrar en el puerto, pasando por la parte sudeste se amarran
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KRTUGRUL
ONALP
delante de una torre a la entrada del puerto que está más cerca a la fortaleza que de la otra torre, y fondean después en una profundidad de 6 brazas echando anclas hacia el Oriente. Pero será mejor si fondean debajo del peñasco del nordeste en el puerto, porque es un buen fondeadero. Entre la fortaleza y este fondeadero hay 2 millas de distancia. Desde el puerto de Poyise
(Ibiza) hacia el Sudeste se encuentra la
alargada y estrecha isla de Firmentare
(Formentera) a 11 millas. La isla se
extiende en dirección Este-Sudeste. La cala de Selenor que está por la parte oeste de la isla es un buen fondeadero. Aquí frente al Oeste se halla el promontorio de Rokadi Fontolye, y cerca de allí hay una torre con guardias. El cabo de salina está a 5 millas frente a esta torre. Estas 5 millas es la longitud del estrecho y es un buen fondeadero para las naos. Pero acá y allá se ven escollos, y si se topa con uno de ellos las embarcaciones pueden encallar. Hay que tener cuidado con ellos. Hay una salina en la isla de Ibiza, frente al estrecho. Las barcas se acercan a su muelle para cargar sal. Es una salina muy conocida. Cada año alrededor de 60 embarcaciones vienen aquí a llevar sal. En este lugar abundan esclavos turcos y árabes, pero no se sabe exactamente el número de los esclavos utilizados en esta salina perteneciente a Cataluña. Partiendo desde la parte oeste de la salina, si se sigue la costa hacia el Norte se topa con una isla llamada Vidi Ram, junto a ésta hay otra isla. Más adelante se llega a la localidad de tres islotes, allí hay un buen fondeadero. Frente a éstos a 3 millas en la isla Poyise (Ibiza) existe un puerto llamado Porto Mono. Dentro de este puerto se halla la iglesia de Sante Antón. Este es un buen puerto por ser protegido contra cualquier viento, y vienen aquí a dar fondo las naos. Desde Porto Mana hacia el Nordeste-Este está Porto Ras a 3 millas. Hay que saber que en este itinerario existen unos escollos llamados
Tagomano.
Lo alto de los escollos es un buen lugar para vigilar la parte oriental. Desde Tagomano en dirección al Nordeste se halla San Olaryo a 15 millas. La isla de San Olaryo es un buen puerto. Desde aquí a 2 millas de distancia recorre en río, en cuyas riberas hay m irías. I dirección al Sudoeste. Que se sepa así.
ciudad de Poyise se encuentra desde aquí en
LAS C O S T A S ESPAÑOLAS EN HL K Í T A B - I B A H R Í Y E
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Mallorca : Esta isla pertenece a España. Su periferia es de 250 m i l l a s . Es una isla montañosa y Portobin.
fértil con abundantes arroyos. P o s e e un rompeolas llamado
Las naos f o n d e a n echando anclas lejos del puerto a unas 3 millas
desde la costa. A la entrada del puerto hay dos torres entre las cuales se extiende una cadena. Frente a la ciudad hacia el Sudeste hay unos escollos. Cuando es preciso poner mástil en una nao o en otra embarcación, ésta se acerca a una de las torres delante del puerto. Con la ayuda de los aparatos montados en la torre se ponen los mástiles. Desde aquí hacia el Noroeste a unas 3 millas se encuentra la fortaleza de Miyarko
(Mallorca) sobre una colina alta. El puerto n o está lejos de la
fortaleza. Desde la ciudad de Miyarko millas. D e s d e Kav Karbonare
hacia el Sur hasta Kav Biyanko
hasta Selina,
hay 15
es decir el puerto de Salina en
dirección al Nordeste hay 6 millas. Esta salina es un gran pueblo situado al Sudeste. Los a l r e d e d o r e s de dos torres d e l a n t e del p u e b l o son p l a y a s convenientes para fondear. Desde a q u í la isla de Kabrire distancia. Frente a la isla de Kabrire
hacia el Sudoeste está a 8 millas de está la islita de Konili,
cuyo f o n d e a d e r o
tiene una profundidad de 8 brazas. N o es posible explicar la abundancia de conejos en esta islita. En un tiempo que permanecimos en aquella isla los leventes cogieron 370 conejos. Desde a q u í hacia el este se ve en el mar una roca redonda llamada Iskopi Perso. Allí el mar es más hondo. La isla de Kabrire
significia en turco "Isla de cabra". Por la parte oeste
de la isla hay un puerto natural llamado Santa Meriye. Las embarcaciones que entran aquí echan anclas frente al Sudoeste amarrándose también a la ribera del norte. Es un buen f o n d e a d e r o protegido contra todos los vientos. Dentro del puerto existe un castillo perfecto con sus torreones y cortinas. H a b í a m o s conquistado aquel castillo en un tiempo con el difunto Kemal Reis. Pero ahora tienen una guarnición en él. Desde a q u í hasta la fortaleza de Miyarko
son 30
millas. D e s d e un cabo hasta el otro hay 5 millas de distancia. Frente a la fortaleza, a unas 6 millas, se encuentra el pueblo de
Seline.
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HRTUGRUL
ÓNALP
Desde la "Isla de ( abra" hacia el Nordeste, a 15 millas de distancia, se halla Kale Fikare, que quiere decir "la cala de higueras". Es un puerto natural en donde pueden dar
fondo las grandes embarcaciones. Antiguamente
habíamos perseguido las siete naos de ellos forzándolas a entrar en este puerto. Pero como la entrada del puerto era estrecha y en ambos lados había peñascos altos no fue posible adentrarnos, pues desde arriba dejaron caer sobre nosotros grandes piedras. Hacia el Nordeste del puerto se otro natural llamado Por Petire. A la entrada del puerto, más bien por el Sudoeste, existe una torre. En el puerto desemboca un arroyo. Es un puerto excelente para el refugio de las naos. Por el nordeste del puerto ha\ otro llamado Kolombi, es decir "Puerto de Paloma", que es un buen fondeadero. Los tres puertos son hondos por estar en un lugar rocoso, adecuados para albergar las grandes embarcaciones. Las colinas están cubiertas de pinos. Desde el "Puerto de Paloma" hacia la dirección Nordeste cuarta al norte a 15 millas se encuentra el puerto de Kav Miyarko.
La torre
delante del puerto se eleva dentro del mar. Desde aquí hasta el castillo de Arkodye
son 12 millas. El golfo se encuentra por el Nordeste de la isla. Los
barcos mercantes vienen aquí a carear trigo. Aquí se llama el golfo de Miyarko o V'arkodye. Al puerto que está por el Norte-Nordeste del golfo se llama Kav Firmentare.
I >esde aquel promontorio en dirección al Oeste-
Sudoeste a 40 millas está Porta
Solyar.
En un tiempo nos encontrábamos en Kav Firmentare,
y en un despiste
nuestro nos sorprendieron los infieles y mataron a 11 camaradas nuestros. Porta Solyar es un buen puerto, dentro del cual hay un excelente castillo llamado Mendraki,
que significa "castillo de madera". Numerosos
barcos vienen aquí a cargai aceite de oliva, porque no existe otro mejor como el de
Miyarko. Desde la entrada del puerto de Mendiraki en dirección al Oeste-Sudeste
está a 30 millas de distancia la isla de Izle Duranko
Nare, que es una isla
grande y deshabitada. La distancia entre aquella isla y el promontorio de Miyarko es de 1,5 millas. Se llama a este cabo
Pelemore.
En la isla de Miyarko no faltan nunca los centinelas, que en los altos, si avistan un barco en el mar alertan en seguida tocando cornetas hacia Miyarko para avisar de la llegada del barco. Algunos (los leventes) primero cogen a esos centinelas. Por la parte Oeste de la isla está la pequeña isla de
LAS C O S T A S E S P A Ñ O L A S EN LL K Í T A B - I B A H R Í Y E Pantelimo,
c u y o s alrededores son bajos.
Andraki.
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En el puerto hay el castillo de
Los barcos se amarran a una isla puntiaguda que está en la parte
sudoeste del castillo, echando sus anclas en dirección al Norte. A esta isla se llama Monto
Alto.
Desde este promontorio de Pelemore a 5 millas. Molazi
en dirección al Oeste está
Molazi
tiene un puerto protegido contra el viento del Norte.
entra en ese puerto por la parte septentrional.
Se
Desde a q u í en dirección al
Sudeste a 16 millas de distancia se encuentra Kav Tire Filipe, y delante de este cabo hay una pequeña isla y algunos escollos. Los escollos de esta pequeña isla están casi a flor de agua. Desde Tire Filipe puerto de Lamporasi.
hacia el Sudoeste, a 6 millas de distancia, está el
Es un buen puerto. Las embarcaciones se amarran a la
isla pequeña que está delante del puerto echando anclas en dirección al Norte. Portobin desde
está a 5 millas desde este puerto, y la ciudad de Miyarko
a 3 millas
Portobin.
Que se sepa así.
Menorca: La isla de Menarco
(Menorca) pertenece a España. Su periferia es de
130 millas. En las montañas de mediana altura hay frutales. La ciudad más importante de M e n o r c a se llama Sita Dale (Ciudadela) que está situada en la parte oeste de la isla, c o m o es una ciudad costera posee un puerto parecido al de Kadirga
de Estambul. A ambos lados del puerto se halla un "pirgos" (torre
de defensa). Es un puerto pequeño, situado frente al Sudoeste y Oeste. Las naos fondean f u e r a del puerto. Para adentranse en él se avanza por el Norte pasándose entre dos rocas, una grande, otra pequeña. Por la parte norte-noroeste del puerto, frente al Sud-Oeste existe un buen paraje para fondear, aquí se llama Kav Dol. Hacia el Sur, el promontorio que da al Sudoeste se llama Kav Miyarko,
porque mira hacia Mallorca. Desde
aquel promontorio hacia el Sudoeste a 20 millas está Kav Pitire,
y
Porto
Katale a 25 millas en dirección al Este cuarta al Sur. Frente al Sudoeste hay un puerto l l a m a d o Qovto
Kanal,
dentro del cual se halla una fortaleza en
ruinas llamada Sevite Yale, que quiere decir "ciudad bonita". Desde este puerto en dirección al Sudeste a 25 millas de distancia está la isla de Layiri, frente al promontorio llamado Kav
Layiri.
48
IRTUGRUL
ONALP
Al rodear el promontorio hacia el Nordeste se llega al golfo de Mavo que está frente al Sudeste.
Es un buen puerto, pero no conveniente para
fondear para las naos. Si es necesario fondear para las galeras y naos, hay una isla en el golfo, cuyos alrededores son buenos lugares para fondear.
Más
adentro desde allí hacia el Sudoeste las galeras dan fondo amarrándose desde la popa. Por la parte norte hay una buena fortaleza llamada Mav, delante de la cual hay un buen paraje. Desde la fortaleza avanzándose hacia la boca del golfo por la izquierda, es decir en dirección al Nordeste, está un puerto llamado Portori, que es un buen fondeadero. Saliendo de aquel puerto hacia el Este y rodeando después hacia el Nordeste se llega a una fuente que mana debajo de una higuera. Las embarcaciones turcas y árabes acuden aquí a tomar agua sin tener ningún temor de la fortaleza cercana, ya que entre ella y la fuente hay una colina. Desde aquí, en dirección al Noroeste cuarta al Norte a 30 millas de distancia, está el puerto Porto Firnalo situado frente al Norte-Noroeste. Cerca de la boca del puerto hay dos islotes, las embarcaciones se adentran en el puerto quedando estos islotes al Oeste. Sin embargo hay que tener cuidado con los escollos que está a flor de agua. El puerto llamado Porto Sivanse está cerca de este puerto, que mira hacia el Noroeste, cerca de allí está un islote. Desde aquel puerto a 2 millas está Sita Dale. Que se sepa así.
LAS TACTICAS Y VIAS DE TRASMISION INFORMACION SOBRE LOS TURCOS
DE LA
Ózlem KUMRULAR
Por extraño que parezca, durante el reinado de Carlos V, la Monarquía Católica vino a gozar de unos sistemas más bien estables para recibir información sobre la política, "movimientos" y planes de los turcos. Las relaciones entre las dos cortes, bastante escasas, por no decir inexistentes, no hacían fácil la circulación de información y la comunicación. Cuando se considera el horror que causaban los avances amenazadores, y los movimientos y ataques inesperados del ejército turco, la necesidad de una fuente más permanente y de confianza se hizo innegable. Debido al turco, que avanzaba imparablemente por mar y por tierra, y atacaba a las costas y fronteras con frecuencia, nació un género que aparecía muy frecuentemente bajo el título "avisos del Turco", "relaciones de Constantinopla" o "nuevas del Turco". La Monarquía Católica usaba diversas vías para obtener información sobre "el turco" y sus intenciones. La vía más segura y más común era a través de los embajadores que Carlos V tenía en las ciudades de mayor importancia de Europa. Entre ellos, sin duda, el más notable era el embajador de Venecia debido a sus estrechas relaciones con la corte otomana. La información sobre la Sublime Puerta llegaba al Emperador con una escala en las susodichas embajadas. Aparte de servir como representantes diplomáticos, los embajadores se encargaban de trasmitir al Emperador la información que les llegaba. De esta manera, el Emperador recibía una información sistemática. Entre las fuentes de información, las más estables y de confianza eran las embajadas del Emperador en Italia, -como las de Roma, Génova, Venecia-, y las de París, Viena y Lisboa. Y entre las embajadas que se hallaban en estos centros, las de Italia eran los que tenían el papel más importante y crucial debido a su geografía. Las ciudades italianas, abiertas al peligro turco que las amenazaba por mar constantemente, tenían que recibir sistemáticamente las nuevas de Constantinopla. Las noticias que venían a estos centros fueron enviadas al Emperador por varias vías gracias a sus embajadores.
50
O Z L E M
K U M R U L A R
Sin lugar a dudas, en el siglo XVI, Venecia funcionaba como el centro de inteligencia de toda Europa, y jugaba un papel crucial entre el Occidente y Oriente. Venecia, que intentaba mantener una cierta neutralidad en sus relaciones con la monarquía católica y evitó las fricciones con la Sublime Puerta haciendo gala de una ágil habilidad, fue la fuente que alimentaba al Emperador con la información más fresca. Tal como decía Enrique VIII, Venecia siempre fue el centro que traía las noticias más frescas. Muchas veces se admitió en los documentos que las "nuevas" traídas por Venecia eran "frescas". Para dar un ejemplo, el cardenal de Sigüenza, en una carta que despachaba al Emperador, le comentaba que las noticias más frescas que el Papa tenía en la m a n o eran las que vinieron
desde
1
Constantinopla vía Venecia . La carta que Juan Dantisco despachaba a Seguismundo en 1524 desde Venecia, donde se hallaba como el embajador del estado de Polonia, le informaba de las noticias que relató el Dux de Venecia y "que aseguraba eran totalmente ciertas" 2 . De la misma manera, un embajador veneciano subrayaba la importancia de Venecia c o m o una fuente de información para la Sublime Puerta. En la relación que hizo a la Señoría decía: "Per le qualirin grazia quasta repubblica di avere avvisato continiamente la felice Porta del Signor Turco degli avvenimenti e successi cesarei da queste parti" 3 . La información que el bailo veneciano residente en la capital del imperio otomano enviaba, llegaba a Venecia y desde allí se despachaba a los estados europeos. Carlos recibía esta información de mano de su embajador en Venecia. El incremento en la cantidad de las cartas enviadas por dicho embajador a Carlos V, durante los años 1530-32, es una buena muestra de que el peligro turco se mostraba más intenso que nunca durante este periodo. Comprensiblemente, la víspera de la famosa campaña de Alemania emprendida por Solimán coincidía con estos años y cada nueva carta que llegaba desde Constantinopla causaba tormentos en estos territorios. ' I I E I N E , DR. G. : Briefe an Kaiser 1530-32, Berlin, 1848. pp. 486.
Kart geschrieben
von seinem
Beichtvater
in den
Jahren
^ D a n t i s c o en la misma carta da un mero e j e m p l o de la información detallada que enviaban los venecianos de Constantinopla: "efectivamente, c u a n d o nos retirábamos, el Dux decía que había recibido una carta en la que se podía leer q u e al c o m p r o b a r los gobernantes de Siria q u e el e m p e r a d o r de los turcos había o r g a n i z a d o una flota y que se e n c a m i n a b a directamente hacia ellos, t e m i e n d o que el nuevo sultán no pudiese hacer frente a tal ejército, le habían preparado una acechanza y, al presentarse la ocasión propicia, mientras el Sultán estaba bañándose, unas gentes armadas le cerraron las puertas. Al oír el tumulto. El Sultán buscó su salvación huyendo por el pórtico del balneario, pero aquellos c o m e n z a r o n a perseguirle r á p i d a m e n t e y por f i n , c u a n d o f u e cogido, f u e decapitado con otros cinco de sus principales c ó m p l i c e s y sus cabezas e n v i a d a s en seguidad a C o n s t a n t i n o p l a . A l l í f u e r o n vistas por los espías de este gobierno". F O N T Á N , A N T O N I O - A X E R . .ÍERZY, Españoles y polacos en la Corte de Carlos V. op. cit., pp. 157. A L B E R I , E., Relazioni
degli ambasciatori
Veneti al Senato.
op. cit. serie II, vol II, p. 152.
LA
INFORMACION
SOBRE
LOS
TURCOS
51
Llegado el año 1532, las cartas de Rodrigo de Niño, que entonces era el e m b a j a d o r de Carlos en la Señoría, escritas a Carlos a u m e n t a b a n de una manera notable. La noticia cierta de los preparativos bélicos, y la inseguridad de su destino, dejaban Europa en un estado de pánico enorme. Los detalles interesantes de la carta de este embajador, de 3 de enero de 1532, demuestran que Europa fue avisada de cada paso que daba Solimán durante esta época. "El primero del pasado en la tarde rescibió esta señoría letras del embaxador que tienen con el T u r c o de XVIII de diziembre y otro día siguiente m e enbió a llamar y me dixo que la sustancia dello que les scrive esque avía tres o quatro días que el Turco y Abrayn Bassa heran ydos a la ca§a y que bol verían dentro de X o XII y que Luys Griti estava en horden para partir en Vngría" 1 . Sin duda alguna, Rodrigo Niño f u e el que consiguió enviar las "nuevas más frescas" en los dichos años. La información que él m a n d a b a pasaba de m a n o en mano en el imperio. Una carta enviada a la emperatriz a f i r m a b a la calidad de la información enviada por él: "A dos del presente escreví a Vuestra Magestad. Después receví una carta del embaxador que Vuestra Magestad tiene en Génova de VII de abril y con ella m e enbía la copia de una de Rodrigo Niño le escrevió de V e n e n a a X X X de Marceo que va conesta por donde parece que el tiene más frescas nuevas y ciertas de la venida del Turco a Vngría" 2 . Resulta especialmente interesante la intensa actividad de Rodrigo de N i ñ o en V e n e c i a con la idea de reunir noticias y l u e g o d e s p a c h a r l a s . Asimismo, la Señoría no dejaba de avisarle de "las cosas del turco" 3 . En 1530, el embajador escribía a Carlos: "Oy he preguntado al duque qué sabe del Turco porque por estas calles dizen que haze en la Velona y en Constantinopla la mayor armada que j a m á s ha hecho. A me dicho que no sabe cosa cierta mas de
' A . G. S„ E, leg. 1309, fol. 23. 2
•iJ A. G. S. Estado, leg. 24, fol. 66.
He aquí' una carta del embajador dirigida a Carlos V en la que da detalles del intere's de la Señoría de avisarles de "las cosas del turco": "Anteayer a once horas de noche despaché a V. M. una estaffeta con la qual le screví lo que hasta aquella hora me ocurría lo que después ha subcedido es que ayer me enbió allamar el duque y quando fuy hállele con el consejo de diez y delante dellos syn aber otra persona el me dixo una largo razonamiento diziendo lo mucho que este estado deseava servir a V. M. y como siempre que han sabido después que aquí estoy alguna cosa de Costantinoplo me la han dicho y confirmando agora este uso y con el deseo acostumbrado. Me avían llamado para hacerme saber que después que a los IX deste me dixieron lo que avía sabido de Costantinopoli por letras de cinco de Noviembre avían se sabiado lotras que vinieron por tierra que hera en dtta mas bieja que las otras por que hablava masl copiosamente de las cosas del turco". A. G. S. Estado, leg. 1308, fol. 265. (18 diciembre de 1531) En de 5 de Mayo de 1531, en otra carta suya, Niño revelaba cómo recibía dichas noticias: "Ayer tarde recibió esta Señoría letras de Costantinopoli de II y III de abril y por saber lo que escriven para dar desso haviso a V. M. he detenido esta posta hoy que he ydo al Colegio donde pregunte al príncipe si havia havido ayer letras de Costantinopoli que fuesse contento de dezirme lo que se le scrive de nuevo. Respondióme que le scriven afirmativamente que el Turco este año no hara exército ni armada de mar". A. G. S., Estado, leg. 1308, fol. 186.
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OZLEM
KUMRULAR
lo qie por las calles se di/e y que sabiendo algo me dará haviso dello para que V.Md. sea havisado y que espera cada día correo de su embajador de donde se sabrá la certenidad desto'' 1 . Por consiguiente, en otra carta suya nos hace saber la frecuencia de estos correos enviados al Emperador en la que dice: "A los XXV del pasado y a los dos y a los diez y a los XII deste tengo escripto a V.M. quanto aca avía que dezir y con la letra de X enbíe a V.M. una de Pedro de Cravelluzo con la qual V.M. seria informado de las cosas del gran turco. Agora este Pedro Cravelluzo es partido para Roma a dar entera noticia a Su Santidad de las cosas y al tiempo de su partida me dixo que escrivía a V.M. que estando en Costantinopoli supo como el rey de Francia enbío en español que se llama Rincón al bayboda y al turco" 2 . Hacia finales de 1520, con la expansión del peligro turco, la misión de estos embajadores se hizo todavía más importante. Ya no sólo despachaban cartas de información sobre el Gran Turco, sino que se esforzaban en convencer a los monarcas europeos contra la amenaza otomana e informaban al Emperador sobre los avances en este campo. Los embajadores en la corte de Enrique VIII también tenían esta misión. Sir Chapuis, el embajador de Carlos que estuvo en la corte de Inglaterra en el año 1529, tenía entrevistas con el Rey e informaba a Carlos de las promesas que hacía, -y que nunca llegaría a cumplir-, dicho rey respecto a la ayuda contra el turco. En abril de este año, sir Chapuis informaba a Carlos que "sería un placer para el rey ayudar al emperador y a su hermano en a guerra contra el Turco" 3 . La táctica que ejercía la Monarquía Católica, la de obtener los secretos de la corte otomana a través de los espías, no es ninguna cosa desconocida. La falta de un cuerpo representativo político del Emperador obligaba a un servicio secreto de confianza. Quizá, haya que reconocer que, el sistema de espionaje no sólo era irregular, sino que no contaba con una intensa actividad. En la carta que el Emperador escribió a Lope de Soria, su embajador en la república de Genova, en 1537, mencionaba un hombre enviado a la capital turca: "Cuando vuelva la persona que es hido a Constantinopoli por que no se pierda tiempo en venir acá será mejor que le oyáis y exhaminéis y toméis particular deiaion de todo lo que truxiese entendido y las cosas de allá lo qual nos podréis escrevir por la cifra y llegara mas brevemente que el hombre si huviesse de venir y será con menos sospecho y mas seguridad" 4 . ' a . G . S.,E, leg. 1308, fol. 30. 2
A . G. S.,E,leg. 1308, fol. 59. B R A D F O R D , WILLIAM: Correspondence ofthe Emperor Charles V and his ambassadors the courts ofEngland and franca, op. cit. pp. 261. 4 R . A . H, A. L. S.,doc. 102. 3
at
LA
I N F O R M A C I O N
S O B R E
LOS
T U R C O S
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El virrey de Nápoles, Carlos de Lannoy, en una carta que escribía al emperador le comunicaba que "tenia espías en Constantinopla que le informaban de todo lo que sucedía allí, de lo que le informaba su Majestad i n m e d i a t a m e n t e " 1 . El mismo virrey, en otra carta que envió a Carlos, le c o m u n i c a b a que la ciudad de R a g u s a le había remitido noticias de Constantinopla por un enviado especial 2 . Ragusa, hoy Dubrovnik, una ciudad bajo el control otomano y que pagaba tributo a esta corte, tenía un papel muy significativo en la circulación de noticias sobre el Turco. Su posición geopolítica y las relaciones que mantenía con la Sublime Puerta le convertía en un centro de información muy especial y uno de los primeros en recibir noticias 3 . Y Carlos, que supo bien aprovecharlo, mandó un cónsul a esta ciudad adriática en los años 1520: Juan de Pallás. La primera carta de Juan de Pallás que se conserva en el archivo de la Real Academia de la Historia es del año 1529. El cónsul, en esta carta que escribió al virrey de Nápoles, Ramón de Cardona, le informaba de los preparativos que los turcos estaban haciendo entre el 4 y 15 de enero 4 . La segunda que se halla en este archivo es de 6 de febrero en la informaba Alonso Sánchez, embajador de Carlos en Venecia, de los preparativos de la campaña que los turcos planeaban contra Hungría 5 . C o m o se puede ver, las noticias que llegaban directamente desde Constantinopla a Ragusa, no sólo fueron enviadas al emperador, sino también a sus embajadores en los estados de Italia. La frecuencia del correo es digna de subrayar, tal como se puede ver en el caso de Juan Pallás, que justo seis días después, el 12 de febrero, despachaba otra carta a Alonso Sánchez con las noticias recién llegadas desde la capital de los turcos 6 .
^BRADFORD, WILLIAM, Correspondence of the Emperor Charles V and his ambassadors at the courts of England and France, op. cit., pp. 97. 2 R. A. H., C. S. C., leg. A-28, fols 360. 3 E n el siglo XVI Ragusa mantuvo su posición semi-independiente como una ciudad-estado bajo la protección del Imperio Otomano. Fernando que fue elegido el rey de Hungría en 1527 escribió al estado de Ragusa que le fuese fiel prometiéndoles los mismos privilegios comerciales concedidos por el antiguo rey de Hungría. Ragusa prefirió seguir bajo el paraguas de la Sublime Puerta gozando de todos los privilegios ofrecidos por la misma corte. Para más información véase W. CARTER, FRANCIS: Dubrovnik (Ragusa): A classic city-state. N. Y.. London, 1972. 4
Ibídem, R. A. H„ C. S. C., A-17,fol. 143. Ibídem, A-22, fol. 117. 6 Ibídem, fol. 160. 5
54
O Z L E; M
KUMRULAR
De Ragusa no sólo llegaban las cartas del cónsul Juan Pallás. En una carta de 13 de febrero de 1522, hay copias en italiano de cartas de distintas personas enviadas de Ragusa a Venecia 1 . Con lo cual, se ve que la información que venia de Ragusa se enviaba al emperador por varias personas, imuy probablemente por el embajador de Venecia. Tampoco hay que olvidar que el cónsul de Ragusa se comunicaba con otros virreyes del imperio con frecuencia. No sería erróneo afirmar que Juan Pallás, no sólo se encargaba de informar a Carlos, sino a todos los e m b a j a d o r e s y virreyes de las noticias que le llegaban. Estas noticias circulaban entre el emperador, los virreyes y los embajadores. El mismo cónsul, en su carta a Carlos le avisaba que: "Per via de Venesia et de Roma et de Napoli ho escrito ad V.M. de le particularitare et del modo de la rebellione de Egipto et reasione del novo Soltano et de le provisione fatte Per el gran t u r c h o " . . . 2 . De modo similar, Rodrigo Niño, en una carta suya escribía "porque fue con la de XVIII con una posta que despache para el serenissimo rey de Ungría con una carta de Ragusa" 3 . Hay que reconocer la importancia de Ragusa para la circulación de noticias sobre los turcos. El ejemplo más evidente de éste se encuentra en las cartas que de despachaba Rodrigo Niño al emperador. En una de ellas decía: "De Ragussa vino ayer un vergantin con letras a algunos particulares de VII deste y he visto una que escrive el arcobispo de aquella ciudad a un su amigo en la qual hay un capítulo cuyo traslado embío aquí a V.M. ahunque esta señoría (Venecia) dize que es todo mentira quanto de allí se scrive y sy es verdad que el bassa de Bosnia tiene junta"... 4 . Conviene aclarar de inmediato que Venecia, con su prestigio predominantemente notable como fuente de información, negaba la "seguridad" de las noticias que llegaban a esta república desde Ragusa. Es importante advertir, sin embargo, que Ragusa, era una ciudad de comercio como Venecia que tenía un contacto regular con el imperio otomano, y que gozaba de los privilegios que la corte otomana concedió a los mercaderes. Basta pensar que los mercaderes constituyeron una clase social que podían moverse con una libertad impresionante en las ciudades de Turquía. En suma, los embajadores no cesaron de hacer circular las noticias que se originaban en Ragusa.
' i b i d e m , A-22, fol. 136. 2
I b f d e m , A 3 1 , f o l . 22.
3
A . G. S. E, leg. 1308, fol. 63.
4
A . G . S. E, leg. 1308, fol. 34.
Por ejemplo, el embajador
imperial en Venecia
LA
INFORMACION
SOBRE
LOS
TURCOS
55
notificaba en una carta suya de 1531: "De Ragussa escriven al Conde Guido que se dezía que el Turco hazía una armada de XXXX galeras" 1 . Por otra parte, no es sorprendente que un estado como Nápoles, abierto al peligro turco por mar, fuese uno de los que recibían las noticias antes que nadie y no sólo daban las "nuevas" de la armada del turco que tanto pánico les causaba, sino sobre los movimientos de los turcos en el interior. Por ejemplo, en la carta que escribió Juan de Pallás al emperador, en 2 de marzo de 1519, le informaba que había gente metida en contrabando con el estado turco y les daba detalles, diciendo que Pantalosa y Alfón Beltrán estaban entre ellos 2 . En otra carta que despachaba a Carlos justo veinte días después, se hallaban noticias sobre las costas napolitanas. Los turcos planeaban enviar una armada de 44 galeotas y una galera a estas costas. Le pedía socorro y rogaba que le mandase unas galeras 3 . Protonotario Marino Caracciolo y Alonso Sánchez avisaban al emperador en 15 de febrero de 1526
4
de un peligro similar: "Se dize
públicamente que el turco haze grandíssima armada de mar y de tierra así es bien que V.M. mande que en las marinas de Pulla y en Cecilia se fortifiquen y aperciban pues en esto se aventura poco y el peligro en que están es tan grande". Un correo del protonotario Marino Coracciolo, y de Alonso Sánchez, dirigida a Carlos, nos demuestra cómo las noticias cambiaban de mano y las etapas que seguían las informaciones sobre la corte otomana: "Le he dado aviso de la persona que la comunidad de Ragusa me embío del aviso que tenia de Constantinopla por cartas de sus embaxadores que están con el turco de los X de Junio. Después he recebido cartas de un hombre de bien que que embíe yo de aquí questa por espía en Constantinopla y son las cartas del ultimo de mayo y lo que me avisa es como solamente estavan en mar setenta galeras sutiles y en el tarcenal treinta y seis galeras gruessas y otras ochenta sótiles y que no se hablaba de armar al presente. Es verdad questas cartas desta espía son mas viejas diez días que las otras de Rag05a. Pero quando fuesse verdad la nueva de los de Rago§a de presupponer era que saliendo los cinquenta galeras y seis naves tan presto como dezían que diez días yanni yveynte antes no se supiesse. Ha me parecido dar de los uno y de lo otros aviso a V. M. y hazer saber a V.M. al questa espía que yo tengo en Constantinopla es mercader y con escusa de la mercadería es ydo ella y tiene comissión de quando viesse aparejo de tal
'A. G. S.E, leg. 1308, fol. 186. 2R.A. H.,C. S.C.,A-17,fol. 145. 3 Ibídem, A-17,fols. 148-149. 4 Ib/dem, A- 37, fol. 22.
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K U M R U L A R
armada que se las rechase que hera para alguno destos reynos que a de venir el en persona a darme aviso dello no puede tardar mucho que no sepa lo cierto de lo que los unos y los otros escriven y a la ora daré aviso a V.M. dello" 1 . Tal como mostraba abiertamente en esta carta suya, había espías que trabajaban disfrazados de mercaderes, y viceversa. Es decir, no faltaban mercaderes que se encargaban de traer noticias del Turco. El almirante general de Carlos, Andrea Doria, en una carta dirigida a el, le comentaba que "de levante ha havido cartas de mercaderes" 2 . Tras la victoria de Mohács en 1526, en su carta dirigida a Carlos, Alonso Sánchez le daba las últimas noticias que llegaron a Venecia y también mencionaba las de mercaderes: "Hai cartas de mercaderes de Augusta de VIII que dizen lo mismo de la rota y muerte del Rey de Ungría" 3 . De modo similar, el mismo embajador en Venecia comunicaba al emperador que las cartas de mercaderes que vinieron desde Viena y Augusta verificaban las noticias que trajo el clérigo sobre la muerte del rey de Hungría, Luis II y la toma de Buda por los turcos 4 . El historiador húngaro Sándor Takáts hace una notable interpretación del papel de los mercaderes como "portadores de noticias" en su colección de la historia turco-húngara y llama la atención al status que tenían los mercaderes en el imperio otomano y a la importancia que daba el estado otomano a esta clase social. Takáts afirma que los mercaderes gozaban de una libertad enorme dentro de las fronteras del imperio otomano y podían ser testigos de una cantidad enorme de los acontecimientos gracias al privilegio concedido por el estado turco. Si tomamos en consideración que podían entrar libremente en los cuarteles del ejército turco, podemos ver cómo pudieron "portar" noticias sobre los turcos. El mismo historiador nos trasmite el informe que envió el capitán Nagy Istvan al capitán general de Hungría. Nos cuenta c o m o un grupo de mercaderes fueron a Keve en barco y de allí pararon en Peste donde desembarcaron y visitaron el cuartel del ejército turco. Mientras miraban sorprendidos a los cañones llevados por 40, 50, 60 bueyes, contaban los coches, charlaban con los soldados turcos. Los soldados turcos no dudaron en
'ibidem, A-28, fol. 360. A . G. S„ G. A., leg. 5, fol. 75. 3 R . A . H, C. S. C.,A-38.fol. 323. 2
4
C . S. P„ vol III, parte I, pp. 899
LA
INFORMACION
SOBRE
LOS
TURCOS
57
contarles el proyecto de tomar Korpona y Leva para poder llegar a las ciudades de mina. A la vuelta, los mercaderes informaron al capitán de lo que vieron, analizaron y todo lo que les contaron los soldados turcos en detalle con toda inocencia 1 . Otra fuente importante son las cartas de los eclesiásticos. El Cardenal de Santa Cruz Bernardino de Carvajal, informaba al imperador que Illiria fue amenazado por los turcos y le rogaba que le socorriese 2 . El cardenal Pompeyo, en su carta dirigida a Carlos, en 23 de febrero de 1520, le informaba de que un arzobispo llamado Tomas Nigro vino a verle para comentarle la situación de Hungría, que se hallaba bajo la amenaza turca 3 . De la misma manera, el arzobispo de Ploch, Vitellus Ciolek, escribía directamente al emperador para comentarle la presión que reinaba en Croacia debido a las fuerzas turcas y le invitaba a socorrer al rey de Hungría, Luis II, el cuñado del Emperador 4 . Entre los eclesiásticos que no dejaban de escribir a Carlos, el cardenal de Osma jugaba un papel especial por las noticias detalladas que le pasaba sobre el peligro turco. En las cartas que le enviaba desde Roma, le informaba de toda nueva que llegaba a esta ciudad. Estas cartas, como muchas otras, empezaron a ganar una densidad perceptible entre 1530 y 1532. El motivo no constituía ningún secreto para nadie: toda Europa se hallaba ante un peligro inminente y grave, y Carlos, como "el padre de la Cristiandad" tenía la mayor obligación de salvarla de una invasión destructiva. Lo contenido de estas cartas tiene una notable
preocupación
ante los p r e p a r a t i v o s
bélicos de Solimán
y
comprensiblemente, los eclesiásticos se encargaban de convencer al Emperador de lo grave que era la situación y tomar medidas. Carlos tampoco dejaba de responderlas para no romper las relaciones con Roma. El Cardenal, en una carta que le despachó este mismo año, cumplía sus deberes: "Césare y Católica Majestad- Beso las manos de Vuestra Majestad por la carta que me escribió desde Lieja: dióme descanso viendo que Vuestra Majestad se acercaba á Flandes adonde con razón ha de recibir alegría y algún alivio de los trabajos pasados, puesto que según las nuevas que aquí sabemos del Papa y por vía de Génova y Venecia, no dejarán los turcos mucho holgar á vuestra Majestad, los cuales según que por aquí se habla, han despedido los
' T A K A T S , S A N D O R : "Los guías y espías en la época turca", en Rajzok a torok világból rasgos del mundo turco), tr. en turco, M. E. B. Y. no. 2128, Estambul, 1992. p. 168 2 R . A . H . , C . S . C , A-22, fol. 202. 3
I b í d e m , A-19, fol. 16.
4
I b í d e m , A-19, fol. 18
(Los
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() Z L E M
K U M R U L A R
embajadores de vuestro hermano y hacen preparativos de guerra nunca vistos ni oídos por mar y por tierra' 1 . Entre la correspondencia del emperador y los eclesiásticos, las cartas que iban y venían entre ("arlos y el cardenal Sigiienza contenían una notable cantidad de información sobre el Gran Turco. Este cardenal escribía a Carlos con una frecuencia sorprendente desde Roma. Como en otros casos, los primeros años de los 30, el tema de los turcos domina entre otros. El cardenal no tardaba en enviarle las noticias recién llegadas a Roma. La característica principal de esta correspondencia es el intercambio de ideas sobre la política actual y el camino que había que seguir. El cardenal Sigiienza, no dejaba de escribirle "su parecer" en el tema de los turcos. Una carta suya nos asegura la frecuencia del correo entre los dos: "Son cinco días que escriví á V.Md. y en este tiempo no se ha ofrecido ninguna novedad y ansí será esra breve" 2 . En su carta de 25 de enero de 1532, nos da un detalle significante sobre las fuentes de información "Hoy he platicado con el Papa el cual me ha dicho que cree que las nuevas que trajo el patriarca de Constantinopla nascieron de Luis Grit" 3 . Sin duda, el lu-cho de que el patriarca de Constantinopla llevase la información a Roma es sorprendente. Por otra parte, Luis Grit que menciona el cardenal es el hijo de Andrea Gritti, el Doge de Venecia, que trabaja como un oficial de Solimán en la corte otomana. Sigüenza también comenta las dudas que creaba dicho veneciano en el triángulo de Austria, Hungría y Turquía. El tiempo le daiía la razón. Rodrigo Niño avisaba a Carlos de la llegada del mismo patriarca: "Un patriarca de Aquileya que viene agora de Costantinopoli que ha estado aquí algunos días de adonde es partido a Roma a dar noticia de todo esto al Papa y vi la he dado despacho y al Rey de Romanos por las otras duplicadas paia que su Magestad lo mande proveer como conviene a su servicio" 4 . Otra carta de Sigiienza, nos trasmite la circulación rápida de las
' P A Z , J U L I A N : Documentos 2 3
Inéditos.
vol. 14, pp. 124.
H E I N E , DR. G „ op. til., pp. 3ft.
I b í d e m , pp. 4 7 9 . El m i s m o (iiiti cae preso en las manos de los austríacos en 1531, c u a n d o F e r n a n d o no d u d a de aprovechar de la oportunidad para "tomar lengua". En una carta que escribe a Carlos en 20 de Julio do este año le dice: ". . . se c o n f o r m a m u c h o con la y n f o r m a c i ó n y aviso que por otras vías y personas se da de las cosas del Turco, de las quales el dicho Grity tiene m u c h a yntelligencia y notiria, y assí m e s m o de las pláticas del y del rrey de Francia y del de Polonia y del b a y b o d a y di otras personas que m u c g o convernía saberse, a s s í para los negocios presentes c o m o para l.>s venideros". "Será bien que no siendo a v u n s u l e t o el dicho Grity, le mande vra mg venir a mi trayéndole a buen recado, pero con buen tratamiento, el qual a s s i m e s m o se le hará acá de arte que, a c e b t á n d o l e en el seruicio que o f f r e c e o no, q u e d e contento y sin q u e x a de auerle detenido. Pero en este medio procurare de sacar del, c u a n t o pudiere, para tomar lengua y aniso de las c o s a s m y dello haré sabidor a vra m g . , a la qual supllico mande luego proueer en esto, antes que el dicho Grity se libre, si por ventura no lo es, quando esta llegaré". L A N Z , K ARL: Corresponden;, des Kaisers Kart V. op. cit., pp. 505. 4 A . G. S. Estado, leg. 1308, l'ol ;'67.
LA
INFORMACION
SOBRE
LOS
TURCOS
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"nuevas" entre los estados cristianos: "Los avisos mas frescos q u e el Papa tiene de los cuales se ha de hacer mayor cuenta y los m e s m o s creo que á esta hora tiene Venecia son de nueve de margo de Constantinopla loas cuales envía Su Beatitud al legado y por esto no hay que gastar tiempo en decirlos aquí" 1 . El Papa, que era una de las cabezas de la política europea más que el pastor de la Cristiandad, se hallaba dentro de una intensa actividad informativa. El cardenal Sigüenza comentaba a Carlos que "El Papa tenía una persona en Francia que le avisaba de todas las cosas que aquella corte pasaban. Dale el Papa cient ducados cada mes sin otras gracias que per esta inteligencia se hacen b n o p i e n s a m e m o s t r o una letra en f r a n c é s " 2 . C o m o se ha r e f e r i d o anteriormente, una invasión posible de las costas de Italia, por la parte de las fuerzas navales turcas era una de las mayores preocupaciones del papa. León X, en su carta dirigida a Carlos, de 5 de febrero de 1520, le daba información sobre las costas de Dalmatia invadidas por los turcos y la situación en Croacia. Le pedía socorro para salvar las dichas regiones y le rogaba las protegiera 3 . El Papa f u n c i o n a b a c o m o una fuente de información de confianza y detallada. Sin ir más lejos, Alonso Sánchez escribía al emperador: " Y o quise saber todo esto del Papa por ser dello mas certificado para lo screvir a V.M. aunque a q u í se tiene asy por cierto"... 4 . Hay que reconocer, por tanto, que el sistema informativo del Papa tenía una red bastante amplia que no se limitaba a las noticias de la capital. Una carta del 1526, lo demuestra abiertamente: "Por la misma época recibieron carta de Tracia y de Constantinopla el Papa y los venecianos. Y o vi las copias enviadas al Emperador" 5 . Aparte de las vías y fuentes regulares de información, también existían fuentes más bien irregulares. Había gente que no dudaba en llevar noticias a los estados cristianos sobre el movimiento del Turco. Fuera por la expectación de un premio material, o por el puro deseo de colaborar con el estado ante un ataque turco, no faltaban "individuales" que visitaban la corte para darles una información que les podía ayudar. El Cardenal Sigüenza nos da un ejemplo de esta clase y dice: "Paresceme que cada día se van esforzando las nuevas de la venida del T u r c o lo que se entiende por vía de Nápoles de allá lo escriben á V. Md. pero un Florentín es venido al Papa que viene de Constantinopla que 'HElNE, G. : Briefe an Kaiser Kart V, geschrieben
vori semen Beichvater in dem Jahreri 1530-
1532. op. cit. pp. 486.
2
Ibídem, pp.. 545. R.A.H.,C. S.C.,A-19,fol.2. 4 Ibfdem, A-39, fol. 10. 3
5
PAZ, JULIAN: Documentos Inéditos, op. cit., pp. 365,
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( 'Z L HM
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habla de vista de todos los aparejos que por mar y por tierra que hace el turco que son muy grandes"'. A veces la información llegaba a las manos del Emperador directamente; tal fue el caso de la víspera de la conquista de Rodas por los turcos en 1522, cuando en Gran Maestro Philipe Villiers de I'Isle-Adam, escribió a Carlos informándole de los preparativos 2 . El tesorero del rey de Hungría, en 5 de Agosto de 1522, también fue uno de los que escribió directamente al emperador para comentarle el plan de ataque a Rodas de los turcos 3 . De la misma manera, el vizconde de Lombecke, J.Hannart en 1524 prefirió despachar un correo directo a Carlos con el motivo de informarle del peligro turco que reinaba en Hungría 4 . La Sublime Puerta muchas veces facilitaba la transmisión de la información "sobre los turcos" con las cartas que enviaba a las distintas ciudades de Europa. Sin embargo, esta información enviada por el mismo sultán se limitaba a noticias sobre nuevas conquistas y victorias del imperio turco. Era más bien un género, llamado zafername (carta de victorias), que solían enviar los monarcas otomanos tras una victoria ganada para llamar la atención e informar del "cambio del poder" en esta región. La carta que Solimán escribió al senado de Ragusa participándole el asalto y toma de Rodas es un ejemplo 5 . Sin duda, el Sultán estaba muy bien enterado de que Ragusa le servía al emperador de Alemania como una rica fuente de información sobre los turcos. Otro ejemplo llamativo es la carta que envió Solimán a Venecia informándoles que el corsario famoso, Barbaroja, se proclamó subdito suyo 6 . En esta carta que tiene el aire característico de un zafername pedía a los venecianos que tratasen "bien" al dicho corsario. Sin ir más lejos, la correspondencia de Fernando de Austria, -hermano de Carlos al que concedió el título de "rey de los romanos"- y el emperador, nos demuestra el intercambio de información sobre los turcos entre los dos hermanos. Indudablemente, Fernando que tenía un contacto con la Sublime Puerta, tenía mucha más oportunidad de obtener la información por esta vía que Carlos, cuyo título de "emperador" no fue reconocido por Solimán. ' h E I N E , G. : Briefe an Kaiser 1532. op. cit., pp. 483.
Kart V, í>eschrieben
van seinen Beichvater
2
L A N Z , KARL: Corresponden:,
3
R . A . H , , C . S. C.. A-25, fols. I Ü-112.
4
L A N Z , K A R L : Corresponden:,
5
R o d a s , 20 de Enero de 1523. R. A H „ C. S. C., A-27, fols 88-89.
6
in dem Jahren
1530-
des Kaisers Karl V. op. cit., pp. 104. des Kaisers Karl V. op. cit., pp. 102.
U n a copia en italiano de la carta que contiene el tugra de Solimán se conserva en A r c h i v o General de Simancas. A. G. S. ¡Archivo General de Simancas), E, leg. 1302, fol. 141.
LA
INFORMACION
SOBRE
LOS
TURCOS
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Fernando envió sus embajadores varias veces a la corte otomana y recibió los informes sobre este estado. Entre ellos, Busbequio, que fue enviado a Turquía en calidad de embajador en 1554, y que tuvo la suerte de hablar bis a bis con el sultán turco le dejó un cuaderno amplio de su viaje al imperio turco 1 . Carlos, en las cartas que enviaba a Fernando, le pedia que "le informase de las nuevas del Turco y de sus intenciones si podía obtener alguna información correcta de la gente de confianza" 2 . Esta correspondencia también nos muestra cómo los embajadores imperiales enviaban las mismas noticias a dos cortes a la vez. Por ejemplo, en una carta dirigida al emperador, de 1531, le decía que "por cartas de Rodrigo Niño" había recibido las nuevas del "buen sucesso que los de la orden de San Juan han ávido en Modón contra los Turcos". En su carta de 3 de Octubre de 1531 dirigida al emperador, el archiduque de Austria, le comunicaba que "Las nuevas del Turco, de que Vuestra Magestad me embía copia, he entendido por Rodrigo Niño, el cual haze mui beuna diligencia en avisarme desto y de otras cosas que allí se platican y assí mesmo he embiado a V. Mag. Copia de lo que de otras partes se me ha scrito en este caso" 3 . El archiduque de Austria, que se hallaba muy cerca del imperio turco geográficamente, se veía obligado a ser minucioso en su política oriental y no dejar de t o m a r m u c h a precaución en el tema de la i n f o r m a c i ó n , indudablemente, mucho más que el mismo emperador. El avance imparable del turco hacia Europa Central y el cambio constante del mapa le obligaba a tener un servicio de inteligencia e información serio. El archiduque, prefería trabajar con los de Buda, recibir la información desde esta ciudad y mantener espías allí, en esta región problemática. Algunos espías se atrevían a servir a los turcos y a los imperiales 4 . El historiador húngaro cita un tal Gennersberger Janos, que daba vueltas tanto en los cuarteles imperiales como en los cuarteles turcos con una libertad sorprendente. Entró en la ciudad de Guns durante el famoso asedio de esta fortaleza en 1532 por las tropas turcas. Entre estos espías atrevidos venían los serbios que no dudaban prestar su servicio a Ferdinand y a Solimán a la vez. Cambiaban de nombres y de religión con frecuencia y hablaban una buena cantidad de idiomas con perfección, soliendo prestar su servicio a la parte que pagaba más, generalmente para los turcos. ^Traducciones del mismo libro se conservan en B. N. M. ( R 34884-6, R. 14. 324) BRADFORD, WíLLIAM: Correspondence ofthe Emperor Charles V and his ambassadors the courts ofEngland and France. op. cit., pp. 241. •hbídem, p. 664. 2
at
4
a torók
V é a s e TAKATS, SANDOR: "Los guías y espías en la época turca", en Rajzok világból (Los rasgos del mundo turco), op. cit.
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OZLEM
KUMRULAR
En el año 1529, la emperatriz se convertía en la fuente de mayor confianza de Carlos. Durante la ausencia del emperador, Isabel no dejaba de avisarle de los acontecimientos que sucedían en la península y le trasmitía las noticias que llegaban a la corte de las embajadas imperiales. Su mayor preocupación era la cuestión de la piratería mediterránea. Las costas del reino estaban en constante peligro del asalto turco y moro. La bella emperatriz, firme en su deseo de manipular la cuestión corsaria al máximo, conmovía al emperador enérgicamente para que tuviese alguna precaución al respecto. La correspondencia entre Carlos e Isabel nos deja una buena muestra de cómo Isabel comunicaba al emperador las "nuevas del turco". En 1530 le escribía: "El embaxador de Génova me escrivió que encima de Ni§a avían parecido quarenta y quatro velas de turcos, entre las que diz que avía onze galeras, y avían conbatido un pequeño lugar" 1 . En otra carta suya le comunicaba: "Yo tengo pena que ayan ynformado a V.M. que la armada de Barbarroxa hera ydo al turco, porque se sabe por nueva cierta que trae XXV. Entre estos espías atrevidos venían los serbios que no dudaban prestar su servicio a Ferdinand y a Solimán a la XXIIII velas, en que ay ocho galeras y ocho galeotas, tomando quantos navios pueden y haziendo mucho daño en estas mares, y algo dello verá V.M. por lo que scrivió el corregidor de Cartagena, cuya relación \ ra aquí" 2 . Como se ve por estos pocos ejemplos, Carlos consiguió crear una red de información para podei confrontar un posible ataque turco. Se trata ante todo de un sistema defensivo contra una expansión infrenable que amenazaba toda Europa por la parte de Occidente. En un análisis final, todo este abanico de fuentes de información revela el estado de una Europa que adolecía de un horror vertiginoso ante una posible invasión turca, un fortuito asalto.
^ O L E T O , MARÍA DEL CARMEN MAZARIA Isabel de Portugal, Madrid, 1951. pp. 271. Ibidem, pp. 348.
2
CARLOS V Y EL PRIMER CERCO DE VIENA EN LA LITERATURA HISPÁNICA DEL XVI
Xavier SELLES FERRANDO
Entre todas las efemérides que tuvieron lugar en el siglo XVI sobre el suelo austríaco, no hubo otra más famosa en toda Europa como la del primer cerco de Viena por los turcos en el año 1529. Se vio en la retirada del sultán Solimán, la liberación definitiva de Europa de una situación de angustia causada por los continuos acosos del ejército otomano y no se pensó que poquísimos años después se pondría otra vez en camino de Viena un ejército todavía mayor. A cuarenta años de la expulsión de los árabes de España, la victoria de la cristiandad sobre los mahometanos era recordada con entusiasmo también más allá de los Pirineos. No es de extrañar por tanto que el rechazo de los turcos obtuviera a su vez una resonancia en la literatura hispánica del siglo XVI. Recordemos sin embargo los antecedentes históricos. En marzo de 1430 Venecia no pudo defender más los Dardanelos de los ataques turcos y por esta causa cayó Tesalónica, la penúltima ciudad griega, ante los otomanos. La cristiandad se sobrepuso todavía para organizar una contraofensiva pero la batalla de Varna en 1444, significó una nueva derrota para Occidente, y para los vencedores otomanos significó la base de su poderío en Europa. Muy grave fue que se perdiera también sin poderla salvar, la ciudad de Constantino, pues el 30 de mayo de 1453 entraba en la megápolis del Bosforo el sultán Mohamed II. Le dio el nombre de Estambul (Sede del Dominador) convirtiendo la catedral Hagia Sofía en mezquita, construyéndose con el tiempo otras 132 además de 26 bibliotecas, 17 hospitales, 33 palacios y 7 acueductos. Con Solimán era ya en 1520 capital del califato y el imperio otomano alcanzaba su máxima extensión. También su harén, pues contaba con 400 dependencias, y su cocina con 491 cocineros. Todo ello da también indirectamente idea de su poderío. En 1522 los Caballeros de la Orden de Malta que habían ofrecido tan grande resistencia por mar a los corsarios turcos, tuvieron que abandonar la fortificación de Rodas.
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Ya durante el primer año del gobierno de Solimán, cayó Belgrado el 29 de agosto de 1521 en sus manos. Además de aumentar su poderío militar ganó también diplomáticamente una buena ayuda: Francia sabía que los otomanos al pretender Hungría pretendían conquistar también las tierras centroeuropeas del Sacro Imperio. El 27 de j u n i o de 1526 cayó Petrovaradin (Peterwardein), la fortificación junto al río Drave, en manos turcas. El 29 de agosto, en los piélagos del Danubio junto a Mohacs caía el ejército húngaro en pleno, en sólo hora y media, aniquilado por los otomanos: cayeron magnates magiares, cayeron los obispos que fueron a luchar y cayó el rey que contaba sólo 20 años. Se empezó a temer lo peor para Austria y sobre todo para Viena. El sultán no recogió la corona húngara que estaba libre, c o m o si levantarla y quedársela no fuera digno de su persona. Se aseguró sin embargo la obediencia de "3 reinos" y se autoproclamó "emperador de emperadores, príncipe de príncipes y sombra de Dios sobre ambos mundos". Parecía como si los otomanos arrasaran a un Occidente débil como once siglos antes lo hicieran los germanos con los romanos. En el transcurso del año 1526 se había elegido en Hungría a dos reyes por no poder ponerse de ícuerdo: según el derecho dinástico y según los tratados, se constituyó re\ el archiduque Fernando de Habsburgo ante una minoría, y según el derechc electoral del pueblo húngaro fue elegido rey por la mayoría de la nobleza magiar el voyvoda de Transilvania (Siebenbürgen) Juan Szapolay, que fue llamado "Conde von Zips" por los austríacos. Este reconoció la soberanía de Solimán en Hungría y no solamente puso tropas a su disposición sino que tomó parte personalmente en el ataque a Viena. Por si no fuera poco, muy pronto se planteó el problema de cómo pagar los sueldos al ejército defensor del recién nombrado monarca Fernando de Habsburgo que claramente no disponía de medios para ello. El emperador Carlos V disponía, gracias a las posesiones españolas en América, de respetables cantidades de metales preciosos -especialmente plata mexicana- que permitirían más tarde ayudar a su hermano. Sin ombargo, hay que considerar los conflictos que de repente se le plantearon a éste. Fernando había implorado en vano ayuda contra los turcos a su hermano, que en su día le había nombrado Señor de Austria. El Emperador que estaba en guerra con el Papado, con Francia y con la República de Venecia, no pudo prescindir de sus ejércitos ni tampoco mandar inmediatamente una ayuda
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económica. Todo lo contrario: el 24 de julio le pidió a su hermano que destinara, tanto un contingente de caballería como de infantería, a Italia, para apoyarle. Solamente la Gobernadora de los Países Bajos, María de Hungría, destinó a mil quinientos españoles de los famosos Tercios de Flandes a ayudar a su hermano. Serán los españoles que, bajo el mando de Luis de Avalos, tomarán parte, más tarde, en la defensa de Viena. A principio de 1529 navegaban Rin arriba, pero antes de ir a Viena tomaron parte en una acción bélica en Carniola (Krain), cerca de Venecia y allí, por faltarles la paga, se amotinaron y, por esta causa, de los 1500 hombres sólo llegaron a Viena en septiembre la mitad. El Emperador, con sus múltiples intereses y trabajos, estaba siempre imposibilitado y ocupado en algún lugar de Europa, permaneciendo fuera de la zona oriental, asimismo gravemente amenazada. Por esta razón aconsejó a su hermano llegar a un acuerdo amistoso con Szapolay. En Alemania había mucha gente, tanto entre la nobleza como entre el pueblo, que deseaban "a ese Fernando, el español, que estaba tentando a Dios, cayera en manos de los turcos", pues veían que no ayudaba al Emperador 1 . Desde hacía siglos no se había dado una amenaza tan grave, tanto a la cultura como a la religión existentes en Occidente. Hasta el propio Martin Lutero levantó su voz para advertir del peligro en que se encontraba el Emperador que era el defensor de los derechos y de la fe de la Cristiandad, diciendo que se le debía prestar apoyo, y acusando a Venecia de "Verraterei", es decir no sólo de traición sino de traición continua. Con el Papa Clemente VII se logró, el 29 de junio en Barcelona, un acuerdo, y con Francia se firmó, el 5 de agosto la Paz de Cambrais, llamada de Las Damas. Sin embargo era demasiado tarde para poder destinar las tropas imperiales estacionadas en Italia a defender Viena del ataque turco. El angustioso manifiesto que dirigió Fernando el 28 de agosto a toda la Cristiandad, quedó sin respuesta: no obtuvo ni dinero ni tropas. Solamente un puñado de españoles que en su mayoría murieron defendiendo la capital. Un mes después llegó él momento temido: el primer cerco de Viena había empezado. Es interesante indagar el papel que jugaron los españoles: según el Diario que redactaban los sitiados 2 , el 25 de septiembre de 1529
^Turitschek, Christine, Die Türkenpolitik Ferdinands I. von 1529-32, Dissertation, Wien 1968. P f a n d l , Helmuth, Die Berichterstattung über die I. Wiener Türkenbelagerung 1529, Dissertation. Wien 1957.
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menciona que la gente que normalmente habitaba en pueblos vecinos de la Baja Austria fue destinada a defender la capital en la "Judenturm" (torre de los judíos) y los españoles en el lugar llamado "Elend", donde construyeron una fortificación poniendo también algunos cañones. El día 27 se dice que se organizaron ocho "Fähnlein" con soldados rasos y "ain fendlein Hispanier puxenschützen" otro mas con españoles (un Fähnlein constaba de 420 hombres con armas de fuego) para defender la Roten Turm (torre roja) y alejar al enemigo de los puentes El día 29 de septiembre tuvo lugar una escaramuza que fue célebre. Soldados de los tercios españoles y otros de infantería sorprendieron a un grupo de turcos que habían dejado sus armas amontonadas, comiendo uvas en una viña junto a la Schotientor. "Auffs mindest drei fendlein" (mas de 1200 turcos) fueron perseguidos hasta el Danubio, muriendo todos en el ataque o por no saber nadar. En esta época surgen muchos de los refranes y expresiones todavía usados hoy en día: "ir a por uvas" podría haber nacido en este episodio —según opinó el catedrático de Salamanca Don Feliciano Pérez Varas— pues ,como es sabido, significa querer hacer algo agradable, encontrándose de repente con graves peligros. El 6 de octubre dice el Diario que la fuerza ofensiva de los defensores estaba muy mermada puesto que hasta los españoles, que estaban muy hechos a la guerra, sufrieron graves pérdidas y tuvieron que retirarse de varios puntos. El primer asalto turco, después de dura lucha, pudo ser repelido. Menciona que "los españoles tuvieron una buena cosecha" tumbando a mucho enemigo "denn es war jederman lustig und girig" (era para cada uno causa de diversión y avidez) luchar contra los turcos. Más adelante cuenta como entre las tres y las cuatro de la tarde del 10 de octubre, cuarenta soldados junto con bastantes españoles, ("bei X L Knecht mit etlichen Hispaniern") atacaron a los turcos llevándose a cinco camellos y mucha polvora fina. Se supone que las raciones de carne de camello fueron rápidamente repartidas entre los hambrientos defensores. Sin embargo, un día después, se cayó el techo de la Kärntner Turm matando a muchos soldados, entre ellos a bastantes españoles. Otros soldados cayeron en el foso de la muralla y bastantes españoles sobre el tejado de una casa adosada al muro: varios de ellos pudieron volver pasando a través de un boquete abierto en la muralla por la artillería turca, pero uno de ellos no pudo salvar su vida pues se dedicó a echar piedras contra turcos para distraerlos mientras sus compañeros se salvaban, hasta que fue abatido por las balas.
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Repetidas veces se menciona c o m o los soldados españoles ,,mit aufgerecktem fenlin und werhafter Hand, ritterlich und künlich" (con la bandera en alto y el arma en la mano, caballerosa y atrevidamente) se lanzaban al ataque hasta que el 15 de octubre los otomanos empezaron a preparar su retirada. En el Primer Sitio de Viena, se calcula murieron más de 1500 personas o sea aproximadamente una décima parte de los sitiados. Sólo sobrevivieron unos 250 españoles pues también se calcula que más de quinientos murieron heroicamente. Los temidos jenízaros turcos y tropas de asalto, murieron en mayor número. Entre las tropas del rey Fernando figuran "Loys de Avalos (Maister de Campo), Jan de Salinas, Melchior de Villanal, Jan de Aguillera und über ungeferlich 700 Hispanisch Knecht". Añade que los alféreces Don Jórg Manrique, Christof de Aranda, Don Loys de Calathayut, Alonso de Eredia, Zapada, Valderama y Vallorens salieron con vida, así como Khirosz (Quirós), Navares y Cordanes, pero Camargo murió ("aber Camargo ist umkhumben"). Se sabe también que sobrevivió un soldado llamado Juan Ciudad, con vida de aventurero, hasta que diez años después en Granada, bajo el lema „El corazón manda", fundó el primer hospital y empezó a realizar una labor pionera en la atención a los enfermos, pasando a ser llamado Juan de Dios y más tarde a ser canonizado. La versión otomana de Istvabfy sobre el primer asedio de Viena por los turcos, se refiere a la Crónica de Ibrahim Pecevi y menciona repetidas veces las acciones bélicas de los españoles. Especialmente dedica unos comentarios a la intervención de un centenar de españoles que atacaron y mataron a un numeroso grupo de turcos que estaba ocupado en una viña cercana a la muralla. Estaban preparando unos atijos con las raíces de las cepas, que podían llegar a tener hasta cuatro metros de longitud, para ser colocados sobre las fosas, de forma que taparan las minas allí escondidas que, al explotar, harían saltar parte de la muralla. La realidad es que los turcos no estaban
comiendo
tranquilamente uvas, habiendo amontonado sus armas en un descanso... La versión española era extremadamente chistosa y la turca demostraba a su vez, la extremada peligrosidad de sus propósitos. También se menciona que en un contrataque en el que participaban españoles entre los 800 soldados que lo llevaban a cabo, uno de ellos dio un grito de mando que fue malentendido y dio ocasión a los sitiadores a realizar
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una matanza en la que peieció uno de los oficiales españoles y muchos de sus soldados. Señala que a pesar del debacle los sitiados pudieron encontrar varias minas que fueron apartadas también por varios españoles antes de que los turcos las pudieran activar Poco después hicieron explotar todas las que habían puesto junto la muralla o las torres,causando graves desperfectos. El cronista turco reflejó muy objetivamente los sucesos diariamente acaecidos, por lo que la versión de Ibrahim Pacevi es muy apreciada por los historiadores. Al final hace constar exactamente que el nombre del oficial español caído, era García (luzmán. No puede dejarse de mencionar tampoco las notas escritas durante el asedio de Viena que fueron descubiertas por un sacerdote húngaro durante su estancia en Roma, el año 1698, en el departamento de manuscritos de la Biblioteca Vaticana, bajo el título "Expugnatio urbis Viennae in Austria, facta per turcarum regem, 21 septembris anni 1529". En estas breves notas se hace constar también la participación y muerte de varios centenares de soldados españoles. El Sultán y el Gran Visir condujeron su ejército a marchas forzadas hacia Estambul, donde llegaron el 16 de diciembre. Para ellos estaba claro que la expedición "contra los polvorientos infieles" no estuvo favorecida por Alah. Sin embargo Solimán presumía de haber alcanzado algo importante: "He conquistado el reino de Hungría —escribió a Venecia— y entregado su corona a Zapolya", y eso era verdad. La derrota que tuvo que encajar en Viena, como Gran Señor que era, la camufló como si hubiera sido una escaramuza fronteriza. Estaba claro que esperaría la próxima oportunidad para realizarla con éxito. Su propósito era, además de Hungría, ocupar Austria, Alemania y todo Centroeuropa. Sus ojos ya no se apartaron pues de las tierras danubianas que habían pisado sus pies. Por esta razón, la historia del sitio de Viena en 1529 estaría sólo contada a medias, si no mencionáramos lo que ocurrió poquísimos años después. Se dijo que cuando Solimán volviera no lo haría sólo para sojuzgar a "los miserables habitantes de Viena" sino para disputar personalmente la sobería del mundo al propio Emperador. Recordamos inmediatamente a Federico Barbaroja y al sultán Saladino cuando oímos hablar, en la literatura hispánica, de un duelo de hombre a hombre entre el sultán Solimán y el propio emperador Carlos V, para enfrentarse en un autoproclamado juicio de Dios. El desafiado no tenía porqué evitar tal juicio. Al menos esta idea fue recogida por el propio Lope de Vega, como veremos más tarde.
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El miedo al peligro turco se implantó tanto en la conciencia de principes alemanes como en la del pueblo de las tierras del imperio, y aunque no estaban en situación de colaborar inmediatamente, querían aprobar que se organizara un fuerte contingente de defensa, en la Dieta de Augsburgo. Por su parte el Papa había excomulgado a Szapolay, y el emperador Carlos V, como vimos, había logrado favorables tratados de paz con sus poderosos enemigos, tanto en Barcelona como en Cambrai y Bolonia. Por otro lado ni el Emperador ni su hermano Fernando habían pensado complacer en lo mas mínimo, los deseos del Sultán de renunciar al Reino de Hungría en favor del "Conde von Zips". Fernando hubiera reconquistado con gusto la parte norte y montañosa de Hungría, pues era una condición importante para seguir obteniendo nuevos créditos de los banqueros Fugger a fines de 1529. Tampoco pudo lograr un tratado de paz que aclarara la situación en el Este. Sabemos, por el contrario, las grandes concesiones que tuvo que hacer en 1530 al visir Ibrahim Pacha cara las exigencias del Sultán. Estaba dispuesto a pagar tributo, aunque lo llamó subvención, por la parte Norte y Occidental de Hungría (hoy Croacia) y hasta a cederlas a Zapolya si se fijaba en un tratado que Fernando heredaría todo Hungría a su muerte, pues se esperaba que no tuviera descendencia 1 . Como los magnates húngaros, sin tener en cuenta a Fernando ni a Zapolya se sentían seguros bajo el dominio turco, el emperador Carlos V planteó a su hermano la posibilidad de que hubiera una nueva invasión turca. Le quitó además la esperanza de que entrara en funciones el contingente planeado por los príncipes de la Cristiandad. Es más, le señaló el peligro de ser impedido por ellos en su actuación porque conocían las dificultades económicas que atravesaban tanto Carlos V como Fernando. Entretanto el peligro de una nueva invasión turca f u e siendo cada vez más real. A fines de 1531 se sabía que los turcos se armaban tanto por mar como por tierra y efectivamente en abril de 1532 el Sultán abandonaba Estambul en una expedición que avanzaba siguiendo el Danubio. Mientras que el Sultán especulaba en la división producida por las querellas de fondo religioso que existían en la Cristiandad, a fines del verano de 1532, Occidente había podido reunir un ejército de 100.000 hombres que esperaban a los turcos en pie de guerra junto al Danubio frente a Viena.
Para los coetáneos c o m o para las generaciones posteriores era incomprensible que la expedición bélica del Sultán, mayor que la realizada tres anos antes con el asedio (se calcula estaba compuesta por más de 250.000 hombres) terminara sin más y tan repentinamente. El factor miedo 1
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ante
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jugadas de la metereología que pronosticaba seguirían las grandes lluvias, vientos y nieves, que harían imposible mover la artillería pesada, j u n t o con el complejo psicológico de estar ante un gran número de buenos soldados -aunque era sólo la mitad de grande- capitaneados por el propio Carlos V, que tenía fama de muy buen guerrero y disponía de una artillería mejor y más ligera que la turca, motivaron su retirada sin llegar a una batalla decisiva. Y a en las tres últimas s e m a n a s de a g o s t o el e n o r m e ejército se e s t a n c ó en la f r o n t e r a austríaca ante la resistencia ofrecida por la fortaleza de Giins/Koszeg (hoy en Hungría), gracias a Niklas Jurischitsch, ante el asombro de todos. A principios del mes siguiente salieron unos 16.000 jinetes turcos en dirección a Viena, desbastando la Estiria y la Baja Austria, pero fueron aniquilados por las tropas imperiales a fines de septiembre. Existen cantidad de cancioneros en los que se deplora y se advierte del peligro turco y se exulta a las tropas defensoras y al Emperador, por haber rechazado al invasor. Canciones y antiguas "profecías" proceden todas del periodo 1529-1532, extendiéndose por todo Centroeuropa: no había para menos.
importancia de la resistencia ofrecida hasta el límite de lo posible
en otoño de 1529, cobró tres años después toda su importancia, pues de alguna manera acomplejó al potente ejército turco, que después del segundo intento fallido ya no insistió más hasta siglo y medio después, es decir hasta 1683. Contemplemos todavía lo sucedido en 1532 y planteémonos algunas preguntas como: ¿Dónde estaba el Emperador ? ¿Hubo también esta vez tropas españolas ? ¿Porqué en Austria, tanto ahora c o m o antes, nadie habla de lo que pudo haber pasado ? Carlos V llega a principios del 1532 a A l e m a n i a 1 . Su propósito es convocar un "Reichstag", para asegurar desde la Dieta la paz, hasta que un Concilio (Trento 1545-1563) resuelva el conflicto religioso. Tiene esperanzas de poder regresar pronto a España y de empezar a organizar la conquista de Túnez. A mitad de enero de 1532 decide irse de Bruselas pero de repente la situación se complica de tal manera que retrasa su viaje. Varios sucesos, no sólo lo que se teme pase en Viena, ponen en peligro la paz. En los propios Países B a j o s que gobierna con gran acierto su h e r m a n a M a r í a , n o hay tranquilidad. Por una parte, hay grandes inundaciones que causan graves daños materiales y personales. Por otra, la recaudación de nuevos impuestos para ' C a r l o s V a la Emperatriz, Regensburg, 6 de abril 1532.
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financiar las tropas que han de defender la Cristiandad de la invasión de Solimán en Viena, provocan una revuelta en Bruselas. Carlos aconseja a su hermana que se traslade a Brujas o Gante. Desde Regensburg escribe a la emperatriz anunciándole que conducirá personalmente el ejército que se enfrente al turco, reuniendo todos los medios que estén a su alcance. A ñ a d e :"confío totalmente en Dios, pues es su causa y por ello me favorecerá y ayudará a que la santa Fe no sea aplastada por los m a h o m e t a n o s y p u e d a seguir siendo exaltada y expandida" 1 . Solamente para alcanzar este fin ha cedido ante los protestantes alemanes y obtenido gran ayuda c o m o era un ejército de 29.000 infantes y 5.000 caballos. Su hermano Fernando piensa obtener el apoyo por el lado austríaco y bohemo, de 30.000 soldados y de la caballería ligera magiar. El propio Carlos V piensa obtener hombres y dinero de los Países Bajos y de Italia, España y Polonia, contando con 30.000 infantes y 20.000 caballos.
Los informes confidenciales del embajador imperial Lope Hurtado ante la Corte portuguesa, delatan que en verano de 1532 2 existe una e n o r m e actividad diplomática entre Venecia, Francia y Lisboa, contraria a los intereses del Emperador. Los turcos han anunciado que decidirán quien recibirá los transportes de especias provenientes de Asia. La duda está si será para Venecia 0 para Portugal en el caso de que el rey Juan III renuncie a prestar ayuda a las tropas imperiales que han de defender Viena. Tanto el rey de Francia c o m o el de Inglaterra quieren que Portugal decida no apoyar, pero el rey, molesto por tantas presiones, decide donar los 100.000 ducados prometidos a Carlos V. Entretanto se c o n c e n t r a n en R e g e n s b u r g las tropas reclutadas en Alemania a las que se les unen las que envía María desde los Países Bajos y las procedentes de Italia. El duque de Alba atraviesa Francia a marchas forzadas y enferma, siendo cuidado por su c o m p a ñ e r o y amigo Garcilaso de la Vega. Más tarde, "Con amorosos ojos adelante, Carlos, César triunfante, lo abraza cuando desembarca de Ratisbona", canta la Egloga del poeta. Viena y sus alrededores se prepara para la defensa, concentrándose en la capital gran cantidad de armas y alimentos. Las lluvias torrenciales que e m p a n t a n a b a n la llanura húngara y la resistencia de G ü n s / K o s z e g , sólo a unos 120 K m s de Viena, posibilita a Carlos V llegar a tiempo, ordenando sus tropas ya en Linz, después de utilizar 1 2
Carlos V al arzobispo de Toledo, Bruselas 17 de enero 1532 Archivo General de Simancas, leg. 369
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su desplazamiento flubial 1 . Le acompañan ya experimentados estrategas al mando de Federico II del Palatinado, como el conde de Nassau, Antonio de Leyva y el marqués del Vasto, así como el joven duque de Alba. El propio emperador anuncia a su hermana María a mitad de agosto: "espero que mis españoles (utiliza el posesivo) lleguen esta semana a Innsbruck". Por su parte la Emperatriz le comunica el 21 de julio: "Hace ocho días que el duque de Béjar salió para servir al Emperador en la campaña contra el turco y como otros miembros de la nobleza han sido animados a hacer otro tanto, la idea del duque a venido muy a propósito. ." Naturalmente debían reunir también el dinero necesario. La revuelta de Bruselas refleja ya el esfuerzo que tenían que realizar los Países Bajos. La Dieta puso a disposición las tropas en Alemania, pero Castilla debía colaborar económicamente. En primer lugar el Emperador contaba con 500.000 ducados procedentes del rescate de los príncipes franceses que había aprisionado, pero añadió los préstamos que le hizo la nobleza: el duque de Medina-Sidonia le dio 50.000 ducados y la duquesa de Béjar la inmensa cantidad de 60 millones de maravedís, es decir unos 160.000 ducados. Las Cortes aprobaron el préstamo de 180 millones de maravedís a devolver en dos años, no sin haber hecho un gran esfuerzo "pues el pueblo, que es el que los pagará, está cansado y pobre por las miserables cosechas de los últimos años...". Todo lo recaudado bastaba para hacer frente al enorme peligro. El propio Emperador llegó a Viena el 23 de septiembre. Como sabemos no tuvo lugar la gran batalla ni menos otro cerco. Sin embargo, con todo derecho se puede afirmar que Carlos V ganó la partida al turco de la manera más limpia. El Emperador, sin embargo, parafraseó el conocido "Veni, vidi, vici" de Julio César, diciendo "Vine, vi y Dios venció". A partir de aquel momento el Emperador piensa que puede marcharse dejando confiadamente el mando a su hermano Fernando. Este por su parte pensó no ser oportuno exponerse seguidamente a reconquistar Hungría.
Carlos V había permanecido 11 días en la orilla izquierda del Danubio frente a Viena, pero como había en la propia Viena una epidemia de peste, abandonó la Baja Austria. El 4 de octubre está todavía en Viena pero el 11 ya había llegado a Leoben 2 Fue ésta la única vez en su vida que estuvo en esas tierras 3 . El deseado regreso a España podía ahora tener lugar pasando por Italia
'Garcilaso, Segunda Égloga, vciso 1501/1503 del romance comentado. ^Carlos V a María, Leoben 11 de octubre 1532. 3
F o n s e c a y Aguilera, Manuel de, Estancias y viajes del Emperador Carlos V desde su nacimiento hasta su muerte.
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para encontrarse de nuevo con el Papa Clemente VII en Bolonia. Durante esta estancia, en enero de 1533, Ticiano pinta el famoso primer retrato de cuerpo entero del Emperador con un gran perro dogo al lado, que está en el Museo del Prado. En el decenio que va de 1522 a 1532, Viena se jugó su futuro histórico, pasando a ser considerada no sólo el baluarte de la cristiandad contra el islam sino del catolicismo frente a las confesiones religiosas reformadas por los alemanes. Esta situación no le facilitó sino que le dificultó su destino. El espléndido mapa turco que muestra el cerco de Viena, pinta la ciudad rodeada de unos trazos azules, como si fuera una isla en un océano. Para los turcos Viena era la "ciudad de la manzana de oro", la más apetitosa, la otra parte de sí mismos, la ciudad por excelencia que podía ser la capital de un imperio universalista "cristiano-musulmán" que abarcaría de las estepas centro-asiáticas hasta las frondosidades centro-europeas. Es curioso que ambos imperios se hundieran juntos en 1919 después de aliarse por primera vez. En aquellos años, sin embargo, Viena se tomó muy en serio su papel de ciudad fronteriza pues nadie creía que si el turco la hubiera conquistado hubiera sido posible o fácil echarle. Así había pasado con Budapest: los húngaros trasladaron por dos siglos su capital a Bratislava. Los emperadores de la Casa de Austria reforzaron intensamente sus bastiones y torres, gozando al pensar que estando débilmente fortificada, Viena había demostrado ya ser inexpugnable, quedando así hasta la gran reforma urbana el siglo XIX. Los soldados de los Tercios de Flandes que la habían defendido entonces al grito de "Santiago" y "España", cambiando su función de "Matamoros" por la de "Mataturcos", influyeron en que todo Austria se llenara de ciudades, pueblos, iglesias, capillas, pasos, cerros, montes, etc. con el nombre del Patrón de España, esperando que también les librara del peligroso y cercano invasor musulmán. Por todo ello es casi lógico que los literatos hispánicos dieran rienda suelta a su fantasía sin prestar gran atención a las fechas, como hubiera hecho un historiador, al tratar estos hechos. Es interesante mencionar el estudio que Hayden White publicó en 1986 bajo el título Las ficciones en la representación
de lo fáctico
en el que
señala algunas diferencias entre el discurso que hace un historiador y el que hace un autor de literatura de ficción histórica:
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dice- tienen q u e ver con sucesos que se pueden e n c u a d r a r
en un lugar y t i e m p o d e t e r m i n a d o s . Son s u c e s o s q u e , en principio, se han tenido en cuenta p o r q u e han p o d i d o ser observados. Los autores literarios de ficción histórica
— poetas, novelistas y dramaturgos—
utilizan t a n t o el
m é t o d o d e los p r i m e r a m e n t e descritos c o m o el de representarse a l g o n u e v o e hipotético, i n v e n t á n d o s e n u e v o s s u c e s o s " ' .
A ello responde Roger Chartier diciendo ser cierto que la redacción histórica es siempre una narración que usa las mismas formas que la redacción de hechos imaginarios pero prescinde de lo que se podría llamar operation,
fiction-making
contra tal programa hay que tener en cuenta que para la redacción
histórica el reconocer un hecho es algo constitutivo. Fundamenta las operaciones específicas de la historia: encontrar y calibrar los datos obtenidos, formular hipótesis, verificar y criticar los resultados, así como tratar sobre la adecuación del discurso reconoscible con el discurso fáctico. Aunque el historiador escriba en forma literaria no produce literatura y ésto por un doble motivo: por su dependencia de los archivos, y por tanto del pasado reflejado en los archivos, y también por su dependencia de los criterios científicos y de los procedimientos de su oficio de historiador" 2 . Este no es lugar adecuado para entrar en este complejo problema de forma exhaustiva y baste repetir una afirmación, aunque parezca sumamente vanal: que tampoco los textos literarios y los de ficción histórica son lo mismo, pues nada más fácil para ésta que subir de esta forma el escalón necesario para ser literatura y tener su categoría. Los que siempre han sido contrarios a la lírica han dicho que en ella todo es hueco y lleno de mentiras artísticamente presentadas.Puede ser que nada tenga que ver con la realidad, pero sin duda todo puede ser de una gran calidad literaria. Sin embargo, reconocemos al comparar los dos textos citados que el de White tiende a una relativización posmoderna de la investigación histórica como ciencia, al señalar la importancia de la imaginación literaria; por otra parte Chartier, como representante de la joven generación francesa de la nouvelle histoire recuerda que a pesar de que las formas redaccionales pueden mostrar cierta ficcionalidad, la historia no puede abandonar ni olvidar su pretensión de ser una ciencia que opera con datos controlables.
1
White (1986) p. 145. ^Chartier, Roger, Zeit der Zwei/i I. Zum Verständnis gegenwärtiger Geschichtsschreibung, en Conrad/Kessel (eds. 1994). pp. 83-97.
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Tanto el romance anónimo o las Eglogas de Garcilaso que aquí se citan, como La comedia famosa de Lope o el drama de Rojas Zorrilla —aquí tratados— no han dado nunca pie a una investigación histórica sobre los temas surgidos alrededor del Primer Cerco de Viena, pero sí que han sido dignos —aparte de su indudable valor literario— de ser tenidos en cuenta, dentro del contexto de dichos hechos históricos. No es ninguna desgracia pues, que algunos textos historiográficos sean tratados como víctimas al ser sacrificados en el altar de la literatura. Si el literato es de categoría y su obra es portadora de los valores culturales de su tiempo, la creación será admirada a lo largo de la historia, también por los historiadores. Dentro de los muchos tesoros de la Literatura española hay dos romances que se refieren al primer sitio de Viena. El primero es de Gabriel Lobo Laso, llamado Garcilaso de la Vega. Fue testigo en 1531 de la boda secreta de su sobrino con Isabel de la Cueva, heredera del duque de Albuquerque, a pesar de la prohibición imperial establecida en una Real Cédula. El enfado de Carlos V era natural, así como la orden de aprehensión de Garcilaso. Como el poeta acompañaba al duque de Alba a Regensburg, el castigo de un corto confinamiento fue retrasado hasta el verano de 1532, teniendo lugar en una isla del Danubio, pasando luego el poeta a Italia, por lo que no fue testigo presencial de los grandes preparativos de defensa contra los turcos. Ensalzó el papel desempeñado por el duque de Alba, al estrenarse en las armas, pues sólo contaba 24 años el que se haría infelizmente famoso como Gobernador de los Países Bajos; por algo era su amigo y protector. Describió a sus personajes y hechos, como en el principio de su obra al pasar los Pirineos, con plena libertad poética. Garcilaso fue un gran lírico renacentista pero no un cronista. Sus famosos versos honran su elegante pluma: Danubio, río divino, que por fieras naciones vas con tus claras ondas descurriendo...
En el verso 1675 de su segunda Egloga, menciona la amenaza del turco ya superada: Resplendeciente y clara, de su gloria pintada, la Victoria se mostraba; a César abrazada y no parando, los brazos a Fernando echaba al cuello. El mostraba d'aquella sentimiento por ser el vencimiento tan holgado.
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Garcilaso constata de alguna forma que a Fernando no le entusiasmó haber obtenido un victoria tan fácil, pues como sabemos los otomanos al llegar a unos 100 Kms de Viena, se retiraron sin presentarse en un campo de batalla. Podía hablarse de victoria en 1529 pero no en 1532, afirmaron algunos en Centroeuropa, pero el hecho de que el Emperador hubiera considerado muy necesaria su presencia esta segunda vez en Viena, señaló su gran intuición bélica y política pues con este esfuerzo y unas oportunas inundaciones bastó para alejar al poderoso enemigo y darle una victoria sin apenas ser necesario verter sangre. El autor del segunde Romance es desconocido. Se conoce su existencia al editarse la Rosa Real de Juan de Timoneda el 1573 en Valencia. Se escribió naturalmente antes de la íecha señalada. Allí se pueden leer los siguientes versos: En el templo estaba el turco, el turco en el templo estaba; Haziendo la zalá está, y a Mahoma suplicaba, que le quiera dar victoria contra Carlos, rey de España; Que si esta vez le venciera la cristiandad es ganada.
Al final de este romance anónimo hay, como curiosidad cultural e histórico-literaria, una lista de todos los Grandes de España que tomaron parte en la defensa de Viena... hn el ataque participa Luis de la Cueva, hermano de Isabel, duquesa de Albuquerque, que causa veintidós heridas a un tal Baltasar de Transilvania, tínico superv iviente de los 16.000 jinetes que constituían la avanzadilla turca del ejército que iba a asediar Viena, añadiendo que el Sultán decidió huir del Rey de España, dejando a los cristianos un inmenso botín. En el número de enero de 1897, una revista mensual vienesa 1 mencionaba además dos obras de teatro que contenían "la mentira mayor de la historia", pues tratan de la liberación de Viena por Carlos V y de que, nada menos, se batió en duelo con el Sultán. "Como el carácter de los españoles tiende a la fanfarronería — dice la revista— es comprensible que sus poetas se apoderen de un tema corno éste, con predilección. Dos de sus mejores dramaturgos se atrevieron íasta a hacer subir al escenario, para que actuaran ante su ptíblico mostrando sus heroicidades guerreras, a varios grandes personajes, hasta hacerles salvar Viena de los paganos". 'A/Í Wien, MonatsschriftfiirWien-'r Ari und Sprache.
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El primero de los dramas, que es a la vez el más antiguo e interesante, menciona al gran Lope de Vega como su autor. En el titular, aparacen las palabras Comedia Famosa a doble tamaño que el resto. La revista Alt Wien dice que sólo existen tres ejemplares de esta obra: uno en la que hoy es la Biblioteca Nacional, el segundo en la biblioteca de Lord Holland en Kensington y el tercero en la Biblioteca Palatina de Parma. El título "El cerco de Viena por Carlos Quinto" contiene de entrada un error de imprenta. Tendrá sentido si se hubiera impreso "El cerco de Viena y socorro por Carlos Quinto". La revista añade que como las demás comedias españolas donde hay escenas de cristianos con paganos, tiene un contenido religioso. En una escena, por ejemplo, Solimán envía a uno de sus generales llamado Ibrahim, que es un renegado, con un mensaje para Carlos V. En éste le dice que por haber una gran desproporción en el número de soldados y para evitar una gran matanza, sería mejor que en lugar de una batalla hubiera un duelo entre los dos. Carlos V se muestra conforme. Es curioso que no se mencione al duque de Alba y muy poco "al rey Don Fernando". Seguidamente el Sultán se muestra decepcionado y con una gran depresión como reacción a la noticia del aniquilamiento de su avanzadilla de 16.000 jinetes, decidiendo no sólo desistir del duelo con Carlos V, sino, temiendo un gran fracaso, planear la retirada definitiva de sus tropas. Las últimas palabras de La comedia famosa son: " y ésta es la ilustre victoria que alcanzó España en Viena". El Emperador menciona el nombre de los que le acompañaban al alcanzar la ilustre victoria y allí sólo había españoles. En la Jornada Primera, o sea en el primer acto, sabemos de un tal Fuerte Braquio que nos explica: Si de tal padre soy hijo, y hallo preso a tal padre, entre otras obligaciones devo morir por librarle. Cómo no limo los hierros? como no rompo la cárcel? como no abraso a Turquía? como no atrueno los ayres? No soy Alemán de origen, y de una Alemana sangre? y por el Gran Carlos Quinto, no vengo arruynando alfanjes? Cómo no mato al gran Turco, que con términos infames una hermana me deshonra,
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y tiene preso a mi padre'? A Solimán, si tus obras con mi deshonor se saben, que hazes, que no me lemes, quien te anima que me agravies? Entraste en mi patria y tierra, en los fines Alemanes, y con quinientos mil Turcos agraviando miserables. Llegaste a mi casa antigua, herencia de mi linaje, prendiste a mi padre en ella, dos hijos le cautivaste. Supe la nueva en Viena, Vine con seguro a hablarte, por mi padre, y mis hermanos, ofreciendote el rescate. Y con ser ley de la guerra rescatar cautivos tales, niégasme mis caras prendas con intento de agrav iarme. Pues yo hago juramento a la alteza de mi sangre, a las heridas de Chrislo, y a las ansias de su Madre, a las vozes del Bautista, y a la Fe del Protomartir, a mis honradas promessas, y a mis pensamientos graves, de no volver a Viena. ni de Turquía tornarme: de no salir de su campo, ni de entrar en los Reales del Emperador de España, hasta llevar a mi padre, aunque le pese al gran Turco, y a todos sus Capitanes.
Comparando la fuer/a dramática de esta obra con la de Francisco Rojas Zorrilla, que trata de la misma materia, podríamos decir, que solamente psicológicamente es más interesante pero también, que es una de las más flojas de este escritor, entrado ya el siglo XVII. Tal como anuncia ya su título El desafio de Carlos V, Rojas Zorrilla mantiene la tradición de que hubo un desafío. Curiosamente el dramaturgo describe el estado lastimoso de salud que está el Emperador. Ruega a Dios que le lleguen pronto tanto las provisiones como los sueldos. Su oración es escuchada pues inmediatamente llega un
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emisario del Papa Clemente VII con un escrito anunciando que 8 0 0 0 jinetes están en camino para reforzar las tropas imperiales y un millón de monedas. Estas noticias consuelan al emperador y su ánimo mejora pero seguidamente llega el turco Ibrahim con el escrito de Solimán en el que le desafía en un duelo pues piensa que siendo cinco veces mas fuerte en hombres y potencial bélico, el coraje y bravura personales decidirán quien se queda con todas las tierras danubianas. Carlos V sorprendido por la propuesta, d u d a y no sabe si debe aceptar tan gran desafío. Sus generales le desaconsejan y también el duque de Alba. Sin embargo el Emperador le pregunta a éste lo que haría si él fuera Carlos V y recibe c o m o contestación que no dudaría aceptar el desafío. Ante esta respuesta el Emperador se pone su armadura y sale sin acompañamiento al lugar del duelo. Entre tanto Solimán recibe la noticia de Ibrahim que Carlos V está en camino, deplora haberle hecho tal propuesta y sólo piensa en anularla. Sus consejeros y generales le dicen que no sería propio de él hacer ésto y que mejor sería realizar inmediatamente el plan de ataque y sitio. Los acontecimientos se van sucediendo. Los turcos sitian Giins que el d r a m a t u r g o c o n f u n d e con Linz. Nicolitza (el conde Nicolaus S a l m ) es el defensor de Viena pero es el valiente Luis de Guevara, que dicen es hijo natural del duque de Albuquerque, quien ataca y dispersa a los turcos. Parece que sean los españoles los que salvaron Viena pero el orgullo hispánico n o va tan lejos pues deja constancia de la ayuda divina. Es gracias a San Martín, patrón de Linz (Günz) quien se aparece montando su caballo blanco y no partiendo su capa con su espada sino atacando a los turcos: estamos realmente frente a una variante del Santiago Matamoros. Todos estos acontecimientos animan al Emperador, quien a pesar de un fuerte ataque de gota, ha llegado al c a m p o de batalla, una colina, donde ha de tener lugar el duelo con Solimán. Desde allí ve, sin embargo que el Sultán se marcha seguido de una interminable fila de soldados, pues han preferido salvar la vida y luchar otro día en otro lugar... Esta obra de teatro termina con la boda de Don Luis de la Cueva con Leonor, la hija de Nicolitza (el defensor de Viena). L a mencionada revista mensual comenta que con este final tampoco se puede negar que es típicamente española, pero manifiesta su sorpresa por el realismo del drama, al describir (un siglo después) las enfermedades y subrayar la frágil salud del Emperador, junto con su miseria financiera y las dudas ante la solución de los diferentes peligros de la guerra.
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El contenido de ambas obras teatrales y, de una forma mas drástica, de los dos romances, es la exaltación de la figura del Emperador. La confusión de los hechos y de las fechas, parece ser cien por cien voluntaria: era sólo cuestión de lograr el objetivo apoteósico. Repito, que quien busque en ellas la descripción de los sucesos en forma de crónica, buscará en vano, pero verá reflejada literariamente un suceso de enorme importancia en el que célebres poetas hispánicos como Lope, Rojas o Garcilaso centraron su quehacer líricodramático. En el Museo de la Ciudad de Viena hay algunos objetos expuestos que testimonian tanto lo sucedido en 1529 como en 1532. Se puede admirar una bandera perteneciente a las tropas españolas que defendieron la ciudad. Mide 217 x 405 cm, es cuadrangular y pintada por ambos lados sobre seda roja, Allí están los escudos de la Casa de Austria, de la Vieja y Nueva Borgoña, de Brabante, Tirol, Castilla, León, Aragón y Sicilia. En una punta se puede observar una Granada, y en la otra el año 1523. Hasta el siglo XVII existió otra bandera igual de los Tercios, con la fecha del año 1529. En una serie de cinco cuadros, Michael Ostendorfer (1490-1559) pintó un exacto bosquejo de lo que habría de trabajarse en relieve sobre madera: una representación de las tropas imperiales estacionadas a la altura de Viena, en la orilla izquierda del Danubio. Se dijo que este contingente calculado en 100.000 hombres "era el mas bello ejército de la cristiandad". Los dibujos de Ostendorfer tienen actualmente gran importancia pues con ellos se puede tener idea de cómo eran en la Baja Austria, las ciudades, mercados, castillos, etc. En el catálogo del mencionado "Museum der Stadt Wien" se dice que "En verano de 1532 Solimán pretendió de nuevo llegar hasta Viena escogiendo una ruta situada más al Sur, pero que la pequeña fortaleza de Günz, defendida con gran coraje por Nikolaus Jurischitsch, prestó una larga y valiente resistencia. Finalmente, ante un diluvio incesante, los turcos regresaron tomaron la ruta del sur \ pasando por la Estiria. Los jinetes "Akindchi" esparcidos por los Bosques de Viena, fueron perseguidos y aniquilados. La presencia de un fuerte ejército reunido bajo el emperador Carlos V en los alrededores de Viena, fue determinante para que los turcos se retiraran". Por último
puedo mencionar que en el citado Museo hay una gran
Media Luna y una gran Estrella de ocho puntas, de cobre, que representaban el poder civil y eclesiástico, es decir, que eran un símbolo del Emperador y del Papa. Nadie recordó dicha simbología pero en Viena se esparció la leyenda que
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llega hasta nuestros días, de que Solimán sólo se marchó de Viena cuando le aseguraron que pondrían en la punta de la „Steffl", que así llaman a la torre de la catedral, tanto la media luna c o m o la estrella. Después del segundo cerco de Viena, en 1683, el e m p e r a d o r L e o p o l d o I hizo d e s m o n t a r y apartar estos "símbolos paganos", poniendo en su lugar y por a m o r a su primera esposa Margarita Teresa, hija de Felipe IV, una Cruz Española que no era otra que una cruz llamada patriarcal o también de I .orena, de doble asta transversal. Desde entonces sigue en su lugar a pesar de la destrucción de gran parte de la catedral de San Esteban a fines de la Segunda Guerra Mundial.
LITERATURA DE AVISOS. HISTORIA Y LITERATURA DE LA FRONTERA.
Emilio SOLA
(El o r d e n a d o r , ya, lo está o c u p a n d o todo. Este texto t o m a f r a g m e n t o s de una intervención, en m a y o de 2001, en un seminario de la Escuela Fletcher en Alcalá de Henares, sobre "La piratería mediterránea y el intercambio de ideas", a la que subtitulé precisamente "Historia y literatura de la frontera"; y servirá de base a textos q u e d e b o preparar para reuniones el próximo otoño en Duvrovnik (Croacia), Estambul (Turquía) y Argel y Orán (Argelia). Pienso que la irrupción de la digitalización está generando un nuevo tipo de fragmentación y estructuración de textos, y con ello la posibilidad de nuevas maneras de exponer y narrar. Por todo ello: Tengo la vaga sensación de estar convirtiéndome en un vendedor de un producto que todos tienen al alcance de la mano desde siempre —nuestro gremio de antiguos humanistas, estudiosos universitarios de la historia y la cultura—, su propio material de trabajo, esencialmente literario, hasta el documento mismo con tanta frecuencia impreganado (sic, como impregnado) de oralidad. La palabra aviso —noticia o nueva, tan próxima a la novella de los scrittori d'avvisi", "novellanti" o "gazzetanti" que evocara Jean Pierre Étienvre —en 1995 en el primer coloquio internacional de esta Asociación en Alcalá de Henares ("Entre relación y carta: los avisos", en la edic. de las actas, Univ. de A l c a l á / La S o r b o n n e , 1996) — , la palabra aviso solía c o m p l e t a r s e con frecuencia con la aclaración "de cosas que pasan en el mundo", con lo que desde hoy cobra particular sentido e interés. Los "avisos de cosas que pasan en el m u n d o " nos suenan hoy, sobre todo, a p r e - p e r i o d i s m o y a servicios d e i n f o r m a c i ó n , según el tipo de destinatario q u e tuvieran esos avisos, una particular literatura generada por una particular frontera, de m a y o r interés cuanto más p r o f u n d a —impenetrable— f u e r a esa frontera con lo otro sobre lo que se quiere informar, sobre lo que se avisa. I. Fue hace más d e 30 años, durante mi doctorado sobre los contactos hispano-japoneses excelencia—
—entre
1580 y 1614, la é p o c a de C e r v a n t e s
por
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cuando percibí que la inmersión en un tiempo histórico está sazonada de literatura, genera un claro tiempo literario que el investigador / narrador o expositor deberá esforzarse por ceñir a lo que pudiéramos considerar la realidad; la realidad de un tiempo histórico tal como fue captada por su protagonista —agente o paciente, si no agente / paciente a la vez. Los informes y relatos de los hispanos por el mar de Japón constituían un corpus literario de alto valor comunicativo, verdadera literatura de avisos sobre aquel "otro" —el j a p o n é s lejano y exótico, del que describían con asombro sus logros materiales y organizativos, y estudiaban sus limitaciones. Las conversaciones entre Tokugawa Ieyasu y Jerónimo de Jesús, fraile franciscano, evocadas por Pedro Burguillos, también franciscano, podía constituir una hermosa muestra, y emblemática, de aquella literatura de "avisos de cosas que pasan en el mundo", como se decía. (Ver Apéndice documental 1). Información reservada —y hasta muy reservada, de servicios de información secretos, de espías— que llegaba a la corte de Madrid y en la mayoría de las ocasiones habría de permanecer inédita hasta la llegada del investigador histórico, más de dos siglos después. Un cuerpo documental y literario muy desatendido y que constituye uno de los legados literarios de la cultura hispana del siglo de oro que más puede interesar hoy, en un mundo global y dividido —y mi experiencia docente europea y africana, sobre todo hispano-argelina, me hacen decir esto— mundo global y dividido como el que disfrutamos y sufrimos. Aquel corpus documental y literario sobre Japón lo publiqué —mal que bien, en 1980— con el título de "Libro de maravillas del Oriente Lejano" —claro homenaje al Marco Polo de los sueños juveniles —, al darme cuenta de que no podía presentarlo en una elaboración literaria más académica al no serme posible conocer las investigaciones y trabajos del "otro" —del japonés, en este caso—, su versión de aquellos contactos. Para mí se quedó reducida aquella documentación a una exposición literaria de la frontera extremo-oriental del imperio filipino, que tras 1580 englobaba también a los portugueses. La irrupción de los holandeses a partir de 1600 en el Pacífico y el cierre del Japón Tokugawa a los hispanos —a castellanos y portugueses— poco más de un decenio después, suponía el techo expansivo del imperialismo hispanohabsburgo en aquella frontera lejana, en el océano Pacífico. Y el final también de la literatura más brillante de aquella frontera que pudiéramos tipificar como una literatura de avisos. Precisamente los primeros avisos que encuentra publicados Jean-Pierre Htienvre, de 1589, son unos "Avisos de la China y Japón", extraídos de cartas de jesuítas, atractiva literatura exótica en el momento. Derivas profesionales y vitales me llevaron al Magreb —estuve de profesor 15 semestres en la Universidad de Orán (Argelia)— y allí entré en contacto con "la frontera ol vidada".
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—en expresión de A. Hess que siempre me fascinó— otra frontera mucho más cercana, la frontera mediterránea, que también se perfilara como otro de los techos expansivos habsburgo-hispanos en el siglo XVI, esta vez mucho más próximo, en el Magreb central reestructurado por los Barbarroja y sus sucesores. Del límite de Filipinas siguió llegando a México hasta el siglo XIX el galeón de Manila, esfuerzo técnico y humano de calado secular; en el límite próximo del Magreb durante tres siglos se dio una situación que un historiador argelino, Tawfik el Madani, tachó de guerra de 300 años, aunque ésta fuera "menor y degradada", en palabras de Braudel, la guerra del corso. Ni en el lejano Oriente ni en el próximo Magreb fue posible una experiencia de tipo colonial como lo f u e en América, en ambos casos podría hablarse de techo o límite del expansionismo hispano-habsburgo o del expansionismo hispano sin más. Ambos límites o techos expansivos tipificables como una amplia frontera generadora de avisos, esa particular literatura de la frontera. II. Si se pudiera tipificar una literatura específica de esa realidad esencial que es la frontera —una realidad planetaria a partir del siglo XVI, al menos desde el punto de vista hispano o europeo en general — , en un primer nivel aparece el aviso como pieza básica, ya denominado así en los años 30 del siglo XVI en la correspondencia italiana con Madrid, a raíz de las dos expediciones sobre Viena del sultán Solimán; esos "avisos de Levante", o "avisos de la armada turquesca" o los tan frecuentes "avisos de Ragusa", omnipresentes en los legajos de Simancas de todo ese siglo. El aviso, en principio oral, en su comunicación por escrito va a dar lugar a una carta o a una relación, con mayor frecuencia —verdaderos textos literarios laborados ya—, o a una deposición testifical con escribano, otro texto literario que hoy impresiona por la fuerza de su oralidad. En cualquiera de los casos, la esencia del buen aviso —de los avisos verdaderos o ciertos o avisos de fiar— es su veracidad o fidelidad a la realidad, y sólo en caso de duda su verosimilitud, que puede ser contrastada con otros avisos, ya una operación de servicios de información estructurados, y más cuando el aviso —lo que no es infrecuente— puede venir cifrado. Y por eso es importante la procedencia o fuente del aviso, que proceda de "hombre verdadero", o fidedigno, o confidente —de confianza—, o de amigos o "espías verdaderas" —no espías falsas o dobles—, extremo que suele aparecer en la redacción.
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El aviso tiene siempre un destinatario, el señor o el patrón del agente, en el caso de los espías — "ojos y orejas del rey" — el rey mismo a través de sus intermediarios, virreyes, gobernadores o embajadores, y con frecuencia en relación con "negocios secretos de su majestad católica", como se podía decir. Es información —en el sentido que le asigna el sociólogo Jesús Ibáñez de "informarse de" para reducir "la incertidumbre de una decisión" (A contracorriente, Madrid, 1997, Eundamentos) —, muy ligada al ejercicio del poder, a las "decisiones", y en ello reside también la valoración especial que se hace del "aviso fresco", reciente, con frecuencia resaltado como valor añadido a la información misma. Un "aviso fresco" se prioriza sobre un "aviso pasado" ya, o "viejo" o "antiguo", por ejemplo. Todo esto influye en el texto, hasta generar toda una retórica literaria que en ocasiones puede alcanzar gran belleza y hasta ciertos valores casi poemáticos en sus formalismos muy medidos. Pero más elocuente que yo es un buen ejemplo. Unos "Avisos de R a g u s a por cartas de 4 de mayo 1544", con información sobre los movimientos de la armada turca en Levante, una de las series de avisos más clásica desde esos años treinta del XVI. En este caso, la armada turca se decía que la capitaneaba Dragut y que estaba coordinada con la armada francesa, con lo que los movimientos del Embajador de Francia en Estambul cobran particular protagonismo en el aviso (1/3 del total del texto); el resto —más de la mitad del texto, 8 líneas sobre 14— prácticamente se dedica a resaltar su valor de aviso "verdadero" y "fresco". He aquí el texto, procedente de Simancas (AGS, Estado, legajo 1047, doc. 196. 1544, 4 de mayo, Ragusa. Avisos de Levante). L o presento en catorce líneas —como si fuera un falso soneto— para resaltar su ritmo interno, su sobriedad y sabiduría clasicista, su estilo: "Que aquel día había llegado un correo de Constantinopla —el cual había partido de allá a los 15 de abril. Y por otras muchas cartas —y de hombres verdaderos— se entendía que 55 galeras se metían en orden, y no más. Y que se juzgaba que por todo el mes de Mayo podrían partir. El vulgo y todos los turcos decían generalmente que no se daban para servicio del Rey de Francia porque el Gran Turco no quería sino que se armaba solamente para la guardia de su tierra. Y que a lo más que viniesen sería hasta la Prevesa. Que a la tornada del Km bajador francés se entendería la certeza de todo esto.
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Pero que aquellos que lo escriben, que lo afirman por verdad. Y el correo ha sido enviado aposta —a aquellos señores que gobiernan— con este aviso. La expresión "El vulgo y todos los turcos decían generalmente" hace alusión al que pudiera considerarse un aviso básico, el "aviso de plaza", c o m o el "se dice", el "se tiene por cierto" o el "según se dice" en la ciudad o similares. Es a lo que se refiere el picaro Madrigal cervantino, recién liberado en Estambul
—en la pieza teatral La Gran Sultana,
hablando con el espía
genovés Andreta— cuando dice "que m e muero por verme ya en Madrid hacer corrillos de gente que pregunte", gente en la plaza para escuchar sus relatos sobre su experiencia en la ciudad turca, su versión de lo sucedido en la pieza teatral misma c o m o aviso para todos, entre lo que un tiempo llamaron "revista oral"
— p r e - p e r i o d i s m o r a d i o f ó n i c o de a l g u n a m a n e r a —
y la
misma
representación teatral c o m o "teatro de avisos", si así quisiéramos denominarlo, ya literatura de creación o alta literatura sin más. Los "corrillos" en la calle o plaza, c o m o pre-periodismo radiofónico — p u d i e r a decirse— q u e p e r f i l a — m e d i o siglo antes q u e el Madrigal cervantino, y también en relación con las noticias novedosas de Levante, del "otro"— el autor del Viaje de Turquía, sobre el que volveremos más adelante. Matalascallando anima al excautivo Urdemalas a narrar sus recuerdos: Mata: "Quien no trae nada nuevo, no trae tras sí la gente. Yo os prometo, con ayuda de Dios, que nos hagáis hartos corrillos. Urdemalas: "De esos me guardaré yo bien. Mata: "No será en vuestra mano. Y también es bueno tener qué contar." El primer nivel de la literatura de avisos, una historia de "los que van y vienen", oral, una literatura oral de la frontera. III. El primer nivel literario surgido de esa necesidad de transmitir avisos lo constituirían, pues, cartas, relaciones y deposiciones transcritas, bien de particulares o de profesionales, y sus r e e l a b o r a c i o n e s cortesanas en resúmenes, a veces denominadas "relaciones de avisos" o "sumarios". Algunas cartas extensas y algunas relaciones muy elaboradas pueden adquirir gran altura expresiva y pueden convertirse en apreciables textos literarios firmados, de autor. Luego volveremos sobre ellos.
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En un segundo nivel más elaborado, hay algunas obras literarias hispanas de las que también puede decirse que su función principal es informar sobre el otro lado de la frontera —sobre el "otro" — , y que sus autores, por ello, se esfuerzan en resaltar los valores de veracidad y exactitud, o de verosimilitud al menos, llegando a documentarse para ello incluso. Puede decirse que es también una "literarura de avisos", que desea "informar de" para reducir "la incertidumbre de una decisión" —en palabras de Ibáñez ya citadas—, y así suele ser explicitado en el desarrollo del texto mismo, normalmente en presentaciones, dedicatorias o colofones, allí donde pueden aparecer los motivos del autor a la hora de plantear su obra. En estas obras literarias la biografía del autor es importante y garantiza de alguna manera esa veracidad que exige el género literario. Podría decirse que el autor pertenece a "los que van y vienen", como se denominaba en ocasiones a los correos y portadores de avisos, o a los que atravesaban la frontera con más o menos frecuencia y conocían el mundo del otro sobre el que eran expertos en avisar. Ellos - e l autor en este caso— eran la garantía mayor de fidelidad, y el "yo vi con mis propios ojos", el "me han dicho", —con frecuencia acompañado por la autoridad del informante, su cargo u oficio—, o la cita de otro autor fidedigno que corrobora o completa sus observaciones o el relato, entran en el juego literario con naturalidad. Hasta con la irrupción de las "palabras formales" de un personaje real o de un interlocutor —también real — , con un resultado muy próximo al del diálogo novelístico clásico —"yo le dije", "me dijo" — , precisamente para reforzar la veracidad, la verosimilitud en este caso, pues ya a estas alturas veracidad y verosimilitud se confunden. El resultado es una narración cronístico-histórica de gran viveza con sus garantías de veracidad explicitadas y no por ello menos impregnada de la fantasía del autor, plenamente literaria por ello. Y que pasa a convertirse de inmediato en fuente para los cronista-historiadores profesionales —un tercer nivel—que trabajan en la corte en sus mesas de trabajo o en sus retiros de erudito y que cuentan para su trabajo precisamente con esas cartas y relaciones en las que nos estamos interesando como textos literarios de autor, en esa primera fase de lo que diéramos en llamar "literatura de avisos". Antonio de Sosa, editado por D i e g o de H a e d o en 1612, —y redescubierto por Georges Camamis en su espléndido Estudios sobre el cautiverio en el Siglo de Oro, (Madrid, Gredos, 1977), para m í la primera aproximación a esa literatura para avisar, literatura del cautiverio c o m o una literatura de la frontera—logra la narración más refinada y completa de
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esa literatura nacida para describir al "otro" —refinado servicio de información—, en la que algún cervantista creyó ver la intervención de Cervantes sin duda que por la maestría y eficacia de su prosa. Su biografía respalda su obra, con el valor añadido de su coincidencia en Argel (1577-1591) con Cervantes y su estrecha relación vital y literaria. Si se pudiera hablar de una "literatura de avisos" —"avisos de cosas que pasan en el mundo", pero "avisos de Levante o de Berbería" en este caso— que plasmara en sus textos la vida de la frontera, la Topografía e historia general de Argel sería una de sus obras claves. De la que no hay una edición crítica hispana, lo cual es muy significativo de abandono académico más que secular. De clasicismo fronterizo tan estremecedor como —y es un ejemplo que abre otro ancho campo a este género literario, la frontera americana en la que no vamos a entrar— los Comentarios
Reales de Garcilaso de la Vega el Inca aún de difícil encaje
también en los programas literarios hispanos, con tanta impregnación de oralidad y tiempo real —del "otro"— en paralelo al tiempo histórico y al literario. Comparten características comunes con un puñado de obras del Siglo de Oro escritas también por autores de agitada vida, de contactos más o menos amplios con el otro lado de la frontera, que fueron y vinieron con habilidad y ambigua buena/mala fortuna a la vez que mantuvieron alto su amor por la escritura, por la literatura; su legado literario —que hoy gana en i m p o r t a n c i a así lo corrobora. Para ceñirnos a la frontera mediterránea más próxima, de tanto interés como Sosa / Haedo es Luis Mármol Carvajal. Su
Descripción
de Africa cobra tanto valor como continuación de la de León el Africano —otro fronterizo—, a quien sigue lo mismo que Sosa, precisamente por el perfil vital y cultural del autor: de origen morisco, conocedor del árabe y tal vez del bereber y con muchos años de cautiverio en el Magreb —entre 1535 y 1552, desde adolescente a más que treintañero—, así como de los servicios de información de Felipe II tanto para el Magreb como para el conflicto de los moriscos de las Alpujarras. Sobre este conflicto Mármol escribió otro amplio texto que confirmaba su fuerte vocación literaria en paralelo a su vida de acción. Los viejos avisos de la frontera —avisos de plaza, oídos de boca de viejos interlocutores, cautivos, moros o turcos, o las personas con inteligencias e informadores valiosos— se convierte en alta literatura. Intercambios de información o captación de información y posterior elaboración literaria.
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Tiempo histórico transmutado en tiempo literario pero impregnado de la realidad del autor / narrador al mismo tiempo, protagonista de lo que relata él mismo y con su propio punto de vista. Tampoco hay edición crítica de la obra de Mármol. Ni de la de Diego Galán, toledano de Consuegra, cautivo en Argel y en Estambul también muchos años (1589-1600), de adolescente a veinteañero, con un notable relato autobiográfico y que logra —en la narración del reencuentro con sus padres en Consuegra tras el cautiverio, que no le reconocen, por e j e m p l o - - algunos de los fragmentos más emotivos y verdaderos —cinematográficos, pura imagen por su plasticidad— de la prosa narrativa hispana del Siglo de Oro. Tampoco hay edición critica de la obra del soldado asturiano en Orán Diego Suárez, con abundantes datos autobiográficos —sólo en parte editada— tan bien valorada por el historiador F. Braudel. Parece que el equipo de M.A. Bunes Ibarra del CSIC tiene ya a punto ediciones cuidadas de estos dos autores en este momento, al fin. Sólo la historia de los Xarifes de Marruecos, de Diego de Torres, tiene una buena edición moderna (M. García Arenal, Madrid, 1980); el autor f u e rescatador de cautivos en Marruecos, en ocasiones cautivo él mismo, y también de los servicios de información filipinos. Tal vez sea Torres, de todos, el que mejor formula la conexión de su obra con lo que diéramos en denominar literatura de avisos: plantea su texto como memorial —o relación— al rey, en un primer momento o redacción, "según lo que entiendo de aquellas tierras para se conquistar". Aunque ese germen inicial luego se convierta en una obra literaria de amplio aliento que publicará su viuda (1586). También Mármol Carvajal es rotundo en su planteamienio del texto literario sobre Africa como aviso: "es cosa muy necesaria tenerlas conocidas (las regiones del Magreb) para la contratación de la paz, si la hubiere, y para que la guerra, c u a n d o sea menester, se haga con la ventaja que suele dar el tener sabida y conoscida la tierra del enemigo".
IV. Ese segundo nivel de lo que estoy presentando como una literatura de avisos —en tan estrecha relación con el primer nivel de cartas y relaciones de avisos y de alguna manera continuación lógica— tiene a su vez continuación lógica en un tercer nivel literario, de alguna manera más profesional o semi-profesional al menos. Por un lado, el relato cronísticohistórico, en el que en principio sigue primando la veracidad como valor del texto —a pesar de las interferencias del poder político-religioso—, y por otro lado —por no hablar de un cuarto nivel— la creación literaria sin más que puede fantasear libremente con la realidad, a pesar de que siga siendo apreciada — por los más modernos, como Cervantes mismo— la verosimilituVd como un valor.
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Tal vez sea mejor dejar para un cuarto nivel la creación literaria, sin más, y perfilar el tercer nivel únicamente con el relato cronístico-histórico. Ya plenamente narrativo, saquea la información de los dos niveles anteriores, de alguna manera, con un aparato crítico —de citas— no muy diferente al del segundo nivel, en el que estaba la que considerábamos gran literatura de avisos o de autor bien definido, Mármol, Sosa, Torres, Galán o Suárez. Tal vez la única diferencia entre estos dos niveles segundo y tercero sea la personalidad misma del autor, su perfil o deriva vital. En el segundo nivel todos los autores constituyen arquetipos de vida de acción y amor a la narración escrita, a la literatura. Mientras que en el tercer nivel podría hablarse de relativa profesionalidad, con autores cortesanos o eclesiásticos, procedentes de medios universitarios — Alcalá, con frecuencia—, que elaboran su texto en mesas de trabajo bien abastecidas de documentación, con frecuencia cronistas oficiales —de oficio—, con lo que ello lleva consigo de facilidad de acceso a los documentos de estado, fuente por excelencia para un historiador. Al mismo tiempo, al estar su información muy ligada a la literatura de avisos, integran la oralidad —caprichosa a veces y generadora de historias mítico-varias— y generan textos tan imaginativos y literariamente valiosos en ocasiones —en sus fragmentos — , que llegan a competir en inspiración narrativa con ese segundo nivel tipificado por la deriva vital del autor. El cortesano Cabrera de Córdoba, el obispo Sandoval, Zurita, Santa Cruz o Gomara son ejemplos, aún no abordados desde un punto de vista literario y con la misma carencia de ediciones críticas que los anteriores. La amplitud puede ser grande, si nos refiriéramos, por ejemplo, a esos más de 2.000 títulos europeos sobre Turquía y el mundo islámico que se elaboran en el siglo XVI —(F. García Salinero, edic. de Viaje a Turquía,
1986, Cátedra, p. 27) —, o a su reflejo en la
literatura hispánica mejor. Uno de los cronistas filipinos, Antonio de Herrera Tordesillas, tiene una de estas obras cronístico-históricas más refinadas, una historia turquesca que permite reconstruir una clásica turco-italiana, la de Angiolello, que también apreciaron Bataillon y Mas, estudiada por F. Fernández Lanza en su doctorado en Alcalá y que también sigue inédita hoy.
De Gomara, que es el autor que más nos interesaría para esta síntesis apresurada, hasta el 2000 no se editó uno de sus textos más importantes sobre las guerras del mar de Carlos V (Bunes / Jiménez, Madrid, 2000), espléndida muestra literaria de uno de los desarrollos de esta literatura de avisos, que diéramos en considerar en un tercer nivel. La biografía misma del secretario López de Gomara —viajero en años claves por Italia (Roma, Bolonia, Venecia) y Flandes, viajero con el Emperador a Argel en 1541 — le da una
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experiencia vital tan intensa como a los autores considerados del segundo nivel, aunque prima en la elaboración del texto su formación humanística, su profesionalidad dinamos hoy. Entre la historia \ la literatura también, de alguna manera, hay otra pieza literaria excepcional - u n clásico de la traducción humanística—que es "La vida e historia de Jairadín, llamado Barbarroja", en versión hispana de Juan Luis Alzamora, un secretario cortesano, que logra traducir de un original turco de Seyyid Murad, con la ayuda de un esclavo greco-turco, nieto de genízaro, que sabía italiano. Fechado en 1578 y conservada en la Biblioteca Comunale de Palermo, esta traducción permanecería inédita hasta el siglo XIX, y A.Gallotta tipifica la obra como a caballo entre la historia y la novela, entre la literatura oral y la forma culta de la historiografía. Lo mismo que los grandes relatos hispanos o italianos del XVI, que incorporan la oralidad plenamente, hasta integrar el estilo directo en la narración, las "palabras formales", la oralidad misma o su elaboración literaria. El texto de Seyyid Murad £elebi — un cortesano mujtadí o "musulmán nuevo", hombre de frontera— traducido por Juan Luis Alzamora tiene un tratamiento casi hagiográfico del personaje (Jeredín Barbarroja) y una gran fuerza expresiva, que aumenta al ser recitado / representado, construido premeditadamente o no para re-insertarse en la oralidad, de donde procede también de alguna manera. Juan Luis Alzamora suprime de la traducción los epítetos injuriosos sobre los hispanos o los cristianos en general —que debían tener su función de estímulo o movilización en un recitado público — , y con ello la traducción castellana gana en contundencia y fuerza expresiva, sin duda. Aún en la traducción, el texto despliega modelos de acción y comportamiento, con abundantes ejemplos, para medrar en la frontera / confrontación con los cristianos, actitudes y comportamientos a imitar pues inmersas en la historia de un triunfador, de un mito popular, una historia hagiográfica. Con el tiempo, la tumba de este personaje en Estambul iba a convertirse en lugar de visita piadosa o peregrinación para los marinos, petición de fortuna o agradecimiento, antes o después de su salida al mar. Pero no era igual de funcional ese relato —fidedigno y novelado al mismo tiempo— en el mundo cristiano —que seguía siendo el enemigo o el "otro" en el texto traducido—, de ahí que permaneciera inédito, su función de aviso —en este caso único— para el rey cumplida. La edición castellana no llegó hasta 1997 (Bunes / Sola, Univ. de Granada).
V. En estrecha relación con los dos primeros niveles literarios está una obra de alta literatura e inédita también hasta el siglo XX, Viaje de
Turquía,
curiosamente dedicada a Felipe II en su redacción original (ms. principal de la
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bilbioteca del conde de Gondomar, de 1557, hoy en la B.N. de Madrid), a pesar de la heterodoxia de algunas de sus opiniones que en el momento de la dedicatoria estaban c o m e n z a n d o a ser reprimidas con toda la dureza inquisitorial. Es otro texto maestro de difícil inclusión en los programas literarios y que subyugó al hispanismo internacional —Bataillon, Merriman, Marckrish, Maregalli —, que le dedicó amplios estudios, y en particular al problema de su autoría. A la primera atribución apresurada a Cristóbal de Villalón por su primer editor M. Serrano y Sanz (1905), ya puesta en duda en la edición en Espasa de A.G. Solalinde (1919), siguió la atribución a Andrés Laguna, tan brillantemente defendida por Bataillon. Hoy otra atribución parece tomar más fuerza, al comendador de Malta Juan de Ulloa Pereira, muy bien presentada por F. García Salinero en su edición crítica en Cátedra (3 a edic. 1984). La biografía de Ulloa Pereira es arquetípica: castellano/cristiano viejo, estudios en Valladolid y Alcalá, viajes —Francia, Italia, Grecia— y combates, medios malteses militares y de espionaje, cautiverio en Estambul, condena inquisitorial a su vuelta a España en Valladolid en 1557 y rehabilitación papal c o m o comendador de Malta en 1565. A primera vista, es el respaldo biográfico, de autor, que necesitaba el Viaje de Turquía para convertirse en el buque insignia de esa que podíamos considerar literatura de avisos; es al menos dos decenios anterior a la serie de autores que evocáramos anteriormente — Mármol, Torres, Sosa, Suárez o Galán, todos del periodo filipino— y la veracidad y sus garantías explicitadas se convierten en un valor añadido al relato literario mismo. Entusiasta el autor de La
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—"la tía
Celestina", como él la llama, "buen siglo haya"p.252 edic. cit.) —, tal vez eligiera como Rojas el diálogo literario para expresar su magno aviso sobre el "otro" por excelencia del momento, el "turco", para plasmar mejor la realidad, el tiempo real con el refuerzo del recuerdo autobiográfico y de la oralidad. Una refinada elaboración literaria —un diálogo humanístico clásico— que no pierde sin embargo conexión íntima con el aviso y su característica principal de considerar la fidelidad a la realidad, la veracidad, como un valor de primera magnitud, casi justificadora del género literario mismo en el que se inscribe. Así, es especialmente emocionante la constatación de esa relación siempre que aparece, el ver recogido en un aviso los mismos hechos narrados que aparecen en el relato literario elaborado, en este caso por el autor del Viaje de Truquía. La fecha de su cautiverio la recuerda —como no, los hispanistas que lo abordaron resaltan lo autobiográfico que es el relato— con exactitud, el 4 de agosto de 1552, a la altura de la isla de Ponza. El fragmento pudiera parecer un aviso obtenido por medio de una deposición de un testigo, uno de los primeros niveles de esa literatura de avisos que hemos comentado:
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" —... ¿En dónde fuiste preso y qué año? ¿Quién os prendió y adonde os llevó? ... "— Víspera de Nuestra Señora de las Nieves..., que es a 4 de agosto, yendo de Génova para Ñapóles con la armada del Emperador, cuyo general es el príncipe Doria, salió a nosotros la armada del Turco que estaba en la isla de Ponza, esperándonos por la nueva que de nosotros tenía. Y dionos de noche la caza, y alcanzónos y tomó 7 galeras, las más llenas de gente y más de lustre que sobre el mar se tomaron después que se navega. El capitán de la armada turquesca se llamaba Zinán Bajá, el cual traía 150 velas bien en orden." (edic. García Salinero, p. 129).
He aquí la misma narración en un aviso, en forma de carta que escribe el conde de Altamira al virrey de Nápoles desde Gaeta, el 7 de agosto de 1552. Tres días después del suceso narrado por el autor del Viaje de Turquía, en este caso el caballero hospitalario de Malta Ulloa Pereira más verosímilmente que el médico Andrés Laguna, en cuya biografía no parece entrar este episodio. En el aviso, además, se especifica la fuente —oral en este caso, una vez más— o procedencia de la información, un español huido de la armada turca y hermano de un tal secretario Puente: "Ilustrísimo y excelentísimo señor: A esta hora —que serán las 20 horas — , yendo ciertos soldados a escaramuzar con algunos turcos — que venían la vuelta del burgo de aquí y quemaban algunos j a r d i n e s tomaron un español que venía en la armada turquesca. "Dice cómo a los 4 del presente (agosto), viniendo el príncipe Andrea de Oria con su armada la vuelta de acá, le salieron las galeras del Turco a dar la caza y le tomaron 7 galeras con 7 0 0 tudescos. Las 2 dellas eran de Nápoles y las 2 de España, y 3 del príncipe. "Los demás dice este forzado que se salvaron y que van —a su parecer— la vuelta de Génova. Han muerto alguna gente, de la galera del Bajá los más..."
Y sigue la carta con otros asuntos (ver Apéndice II), con la pequeña diferencia de que calcula la armada turca en 115 naves, menos de las 150 que calcula el autor del Viaje..., que por lo demás muestra gran verismo en su relato y consigue profundizar en el aviso o ahondar en el aviso, si se quiere. Hermosamente historia \ literatura se dan la mano, unidas por el "me han dicho", "se dice", "he \ isto", el discurso de "los que van y vienen" por la frontera.
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VI. Con el Viaje de Turquía un cuarto nivel se abre, el de la creación literaria, claramente superador de los dos niveles primeros brevemente glosados de la literatura de avisos. La creación literaria sin más, con sus géneros mayores —poesía, teatro y novela— se hará eco de eso que pudiéramos llamar literatura sobre el "otro". A q u í entran plenamente todas las obras analizadas por Camamis c o m o relatos de cautivos, de tan larga tradición medieval y con e n t r o n q u e s clásicos helenísticos con la llamada n o v e l a bizantina, e s o s interminables relatos de innúmeros episodios plagados de naufragios, piratas, raptos y reencuentros, el mundo de la frontera. Una fina estilización literaria de la realidad, tiempo literario en estado puro, ya desligado del tiempo histórico y de la realidad. H a perdido por completo su necesidad de veracidad y hasta de v e r o s i m i l i t u d . Es m u y s i g n i f i c a t i v o q u e A n t o n i o V i l a n o v a v e a en el "peregrino" —el viajero fuera de su patria— el posible arquetipo de la novela contrarreformista o filipina, ese n u e v o héroe que Cervantes presentó en el Persiles... Pero en esa literatura pura ya, de creación, se desvanece el entronque con la "literatura de avisos", impregnada de autobiografismo y de tiempo real. La "literatura de la frontera" se ha convertido en estilización literaria más o menos lograda. Relatos de Lope, Céspedes, Eslava, Espinel —el mejor sin d u d a — , Z a y a s o Castillo Solórzano, no alcanzarán la viveza literaria de la m a y o r parte de las obras claves q u e h e m o s c o m e n t a d o aquí. A u n q u e las utilizaran para extraer i n f o r m a c i ó n , e incluso —el caso de "El español Gerardo" de Céspedes y Meneses— copiaran párrafos enteros del Sosa / Haedo e d i t a d o en 1614. N o "avisan" ya, son en general p o c o creíbles, pura estilización, tiempo únicamente literario, literatura.
Salvo la excepción que es la obra de Cervantes, ese cuarto nivel plenamente literario pero a la vez pleno de historicidad —tiempo histórico— y de avisos del tiempo real, de la realidad. En "El capitán cautivo" —inserta en el Quijote...— es tan veraz el p l a n t e a m i e n t o de este t i e m p o histórico cervantino que C a m a m i s la considera precursora de "la novela histórica contemporánea" (cit.p.58). Pero ya es otro asunto. Otra excepción —con Cervantes— pudiera citarse, la vida del capitán Alonso de Contreras —también del siglo XVII ya— con el aura del relato autobiográfico y la picaresca, y que aparece inmersa en la oralidad y la cultura popular más exacerbada de la frontera que haría fácil considerarla c o m o una obra maestra de la literatura de avisos. A u n q u e lo más significativo de su despliegue i n f o r m a t i v o se da para los medios corsarios mal teses del siglo XVII, es de amplitud mediterránea general y con un ambiente internacional europeo en ese Mediterráneo que nunca se había generado antes, en el siglo
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XVI, en la época de esplendor que habíamos evocado hasta ahora. Un verdadero clasicismo de la cultura popular mediterránea sin duda, de una cultura popular en la frontera que, desde entonces, no cesó de ahondarse. Tampoco editada hasta el siglo XX, Ortega y Gasset le dedicó en su día un encendido elogio. Cuando a lo largo del siglo XVII parece zozabrar la gran creatividad literaria del Siglo de Oro —desde el aviso de plaza narrado en una carta a la gran narrativa literaria—, Barrionuevo y Pellicer utilizan el término "Aviso" para designar un texto de envergadura literaria basado en las noticias —avisos— cotidianas de la Corte o de la ciudad; pero ya se parece más a avisos menores y hasta al chismorreo —que no dejan de tener su interés, de ahí el aprecio que se les tiene hoy—, pero que ya no son esos "avisos de cosas que pasan en el mundo", avisos desde las nuevas fronteras que se abrían por doquier.
VII: FINAL I, a modo de conclusión. En momentos de crisis de argumentos de autoridad —tan similar a la que aparece en lo que hoy llamamos Renacimiento y Barroco, con añadido de crisis postmoderna de géneros literarios u otros—, es saludable "volver a los clásicos", que se dice, al viejo Humanismo. En su tiempo, ese volver a los clásicos generó un movimiento cultural cuyos autores principales se han convertido para nosotros hoy a su vez en "clásicos". A mismo tiempo que otros "clásicos" de otras culturas alumbran y relativizan a la vez a nuestros "clásicos" o los convierten en canónicos a nivel global, como está sucediendo con Cervantes. En el mundo académico nuestro, tan compartí mentado —que hace difícil el encaje y difusión de esta literatura de frontera o de avisos aquí evocada—, no estaría mal volver a un clásico muy interesante, esta vez chino de hace milenio y medio, del siglo V-VI de Xto. Pues bien, Liu Xic (4667-521?) tiene un libro de teoría literaria casi único en su género por su amplitud, que se tituló en la edición española El corazón de la literatura
\< el cincelado
de dragones
(edic. de A. Relinque
Egea, Granada 1995). Su tipología de géneros literarios, podría decirse hoy, es de una gran sencillez. Distingue, en un primer nivel, la literatura con ritmo o Wen, literatura superior, de la literatura sin ritmo o Bi, nuestra prosa. Wen acogería —junto a la alta poesía— las oraciones, las elegías o estelas, inscripciones y juramentos, entre otros tipo de textos literarios. Bi, al lado de
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la historia, sus comentarios y doctrinas de maestros, incluiría también los edictos, las solicitudes, notificaciones, agradecimientos o memoriales, y hasta las declaraciones de guerra y despachos. Con lenguaje de hoy — n o se puede olvidar el milenio y m e d i o que nos separa de Liu Xie— la literatura de la administración del estado integrada en la alta literatura. Su definición del memorial, por ejemplo, es de gran interés: "El memorial es un texto en prosa. Debe tener como raíz claridad y rectitud, lealtad y sinceridad. Lo deben guiar el análisis y la fluidez, una fuerte voluntad para cumplir su tarea y una visión tan amplia como para agotar su razón. Bebiendo en el pasado, conduce al presente, ordena la vegetación para extraer lo esencial. Así es este género" (c.23). Aún va más allá Liu Xie al incorporar en su cuerpo teórico también la escritura sin adorno, Yan, que incluía hasta la música y su mensaje, los dichos y palabras, la oralidad misma podríamos decir. Esta literatura de avisos para Liu Xie sería, pues, alta literatura "bi" impregnada de "yan", que hasta suena bien. Sin olvidar otra lección china —puro confucianismo— de la m a n o de otro teórico más antiguo aún, Cao Pi (187-226 de Xto.), cuando equipara la labor del escritor con el gobierno: "La literatura es una gran tarea tan grande como la del gobierno" (en traducción de Lunwen, cit.p.21); que otros traducen: "La literatura es una gran tarea (que se ocupa de) las funciones del estado" (en traducción de James J.Y. Liu) o "Los trabajos literarios son el logro supremo en los asuntos del estado" (en traduc. de Owen). Dos milenios de actualidad.
VIII: F I N A L II, sobre investigación y docencia: una propuesta de "clásicos mínimos". Mi experiencia docente e investigadora en una universidad argelina —en la Universidad de Orán, durante 15 semestres— me sensibilizó sobre asuntos cervantinos y berberiscos, así c o m o en la necesidad de encontrar claves para una nueva narración satisfactoria para ambos lados de aquella frontera compleja de Europa, relato englobador, j u s t o lo que intentaba en Argelia e intento en A l c a l á e n c o n t r a r con mis a l u m n o s en aquel rico c o r p u s literario q u e pudiéramos considerar f r o n t e r i z o y que pudiéramos llamar "literatura de avisos". Una suerte de vuelta a los clásicos en m o m e n t o s de crisis de argumentos de autoridad, c o m o había sucedido con el R e n a c i m i e n t o y el Barroco europeos, de tan fértiles consecuencias, en la época de Cervantes, y precursora
de
la
plena
revolución científica barroca. Y me sentí en la
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obligación de hacerlo por la misma razón que al hacer mi trabajo sobre el encuentro entre hispanos \ japoneses en Extremo Oriente: me di cuenta de que sólo podría lograr un "libro de maravillas", una especie de antología literaria hispana, rica y brillante pero unilateral, del lado de acá de la frontera; en el caso de Japón, corpus literario brillante, y más por lo lejano, pero breve; en el caso de Berbería, igual de brillante, pero mucho más cercano y dilatado en el tiempo el contacto, más interesante por ello para ahondar en aquella realidad. En ambas ocasiones, Japón y Berbería, dos fronteras con manifestaciones similares —corsarismo, "cristianos nuevos" a veces de fidelidad dudosa y que resultaban espías, vaivén comercial y de información— y que acababan en ruptura cultural a la larga, generadora de mayor impenetrabilidad, sobre todo en el caso del lejano Japón. En ambos casos me topaba con el mismo problema: el acceso a la documentación del otro, al cómo narraba lo sucedido. Fue precisamente en los trabajos del profesor Hess —en particular en uno sobre la batalla de Lepanto— en donde recibí más amplia información sobre lo que se podía esperar del corpus documental y literario turco; a la vez que me indicaba, sobre todo en el asunto del espionaje y la información, cómo interrogar a ese corpus literario hispano-italiano, único accesible para mí, dadas las limitaciones de mi propia actividad investigadora —mucha docencia, pocos medios—, que no vienen al caso aquí y ahora. Sólo con un modelo que aunara investigación y docencia podría lograr algo, lo que ya había intentado en mi experiencia universitaria argelina. Y más en tiempos de cambios de planes y métodos en la universidad —hispana y de más allá—, añadido a las nuevas técnicas expositivas y de fragmentación y estructuración de datos que trae consigo el mundo informático y digital. Añadido a su vez la necesaria incorporación de unas prácticas imaginativas y eficaces a los programas nuevos, a lo que estamos al menos por aquí poco acostumbrados. Comencé con un fondo literario especialmente complejo y rico, la correspondencia de Giovanni Margliani desde Estambul, en italiano y castellano, en parte cifrada y con sus versiones cortesanas. Con tres estudiantes italianos del programa Erasmus se ensayaron modelos de traducción o posibles versiones correctas en una lengua con mucho préstamo ¡talo-español, o algo así. Una delicia, que gustó a un grupo de estudiantes que llegó a descifrar y utilizar con soltura la cifra de Margliani y que en un seminario especial comenzó a elaborar un fichero de espías y a fichar desde la perspectiva de la frontera fragmentos de fuentes literarias. Así surgieron mi ni-proyectos de estructurar un archivo de la frontera, con una serie de piezas literarias claves —"clásicos mínimos" — de alto valor expresivo, extraídos de lo que dimos en llamar "literatura de avisos", en principio hispano-italiana, pero solo en principio.
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En resumen: entre tres de estos estudiantes prepararon el primer texto que nos pareció representativo, que fue el relato de un viaje de Alí Bajá al reino de Trebisonda en 1579, narrado por Juan de Briones, su nombre turco Aydar, que llegó finalmente a Felipe II a través de Margliani, con trasfondo de guerra turco-persa en la frontera armenia y georgiana. Y un doctorando preparó el segundo texto, esta vez del siglo XVIII, la historia del cautivo Ignacio Sancho y el tesoro escondido del rey de Túnez. Al facilitar la reproducción del original —en el primer caso un documento de Simancas, en el segundo caso un documento particular—, se adaptaban también a necesidades didácticas más amplias. Por otra parte, otro grupo de estudiantes andan perfilando fórmulas para adaptar a la red de internet un modelo de posible archivo de la frontera en su página —de nombre significativo: hazhistoria.com— y hasta parece que ese modelo de galeota corsaria mediterránea — un equipo de gente a bordo de una misma nave en busca de fortuna— la entienden perfectamente y hasta la consideran operativa, esa metáfora de empresa económica moderna. Estudiantes alcalaínos —hispanos e italianos—, como los argelinos, antes, reaccionaron igual de bien ante este corpus documental particular, y es fácil que de ellos salga un relato renovado, con nuevas técnicas narrativas y nuevas aproximaciones. En eso andamos, en el marco de un posible laboratorio de humanidades, con planteamientos narrativos incluso audiovisuales, que pudiera hacer c o m p r e n s i b l e esa frontera sur de Europa c o m o el gran cine norteamericano nos hizo comprensible su frontera, aquel lejano oeste de nuestras películas infantiles. Pero quiero comenzar a terminar este texto ya un poco corsario, pues de ponencia se está convirtiendo en una especie de presentación editorial, o algo así, que no era lo previsto. Recojo en apéndice otro texto espléndido de esta literatura de la frontera, que ya se la presenté a mis alumnos hace unos años: la visita que hace Sinán Bajá —Cigala— a Sicilia para ver a su madre, la señora Lucrecia —a la que hacía que no veía desde unos 30 años atrás, desde su cautiverio casi adolescente a principios de los sesenta—, con permiso de las autoridades hispanas. Las narraciones literarias hispanas e italianas sobre esta frontera mediterránea ampliamente entendida pueden parecer más técnicas y eficaces que las otomanas, aunque textos tan expresivos como la biografía de Barbarroja de Seyyid Murad, traducida por Alzamora, pudiera hacer incierta esta apreciación. Pero lo que síes una certeza es la rica documentación literaria de avisos que circulaba por todas partes y conformaba una "opinión" europea, una especie de Europa como unidad de información. Es posible que sólo con la ayuda de la literatura narrativa más impregnada de tiempo real - o r a l i d a d , por ejemplo—, se puedan interpretar correctamente los datos objetivos —cuantificables o no— de ese permanente contacto cultural, técnico, económico, humano en fin, cada vez más periférico o semi-periférico con la denominada revolución oceánica — también revolución en la i n f o r m a c i ó n y maneras de utilizar esa información—, pero contacto que pudiéramos considerar bastante estrecho, casi cotidiano, y perceptible sobre todo a niveles de cultura popular.
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NOTA BIBLIOGRAFICA. Una selección de títulos de interés para el asunto tratado, es la siguiente: - Juan Luis Alzamora, La vida, y historia de Hayradín,
llamado
Barbarroja,
edic. de M.A. Bunes y E. Sola, Universidad de Granada, Granada, 1997. - B. y L. Bennasar, Los cristianos de Alá. La fascinante aventura de los renegados, Nerea, Madrid, 1989. - George Camamis, Estudios sobre el cautiverio Madrid, 1977. - Alonso de Contreras, Discurso
en el Siglo de Oro, Gredos,
de mi vida, edic. J.M. de Cossio, en
Autobiografías de soldados (s. XVII), Atlas, Madrid, 1956. En este tomo XC de la B.A.E. también se publica la "Vida" de Jerónimo de Pasamonte. - J.P. Étienvre, "Entre relación y carta: los avisos", en Actas del I encuentro de Relaciones de Sucesos, Alcalá, 1996. - Diego Galán, Cautiverio y trabajos, edic. M. Serrano y Sanz, Sociedad de Bibliófilos españoles, Madrid, 1913. - Jerónimo Gracián de la Madre de Dios, Crónica de cautiverio, Rosales, Madrid, 1942. - Diego de Haedo, Topographia
edic. de Luis
e historia general de Argel, edic. I. Bauer y
Landauer, 3 vols.. Sociedad de Bibliófilos españoles, Madrid, 19271929. - A.C. Hess, The forgotten frontier. Africanfrontier,
A history ofthe
Sixteenth Century
Ibero-
Chicago-Londres, 1978.
- M.P. Iovino, "L'incubo turco", en Napoli e Filippo II, Nápoles, 1998. - M. Lenci, Lucca, il mare e i corsari barbareschi nel XVI secolo, Lucca, 1987. - Liu Xie, El corazón de ¡a literatura
y el cincelado
de dragones,
edic. de
Alicia Relinque Eleia, Gomares, Granada, 1995. - Francisco López de Gomara, editado por M.A. de Bunes y N.E. Jiménez con el título Guerras de!, mar del Emperador Carlos V, Madrid, 2000. - M. Mafrici, Mezzogiorno
e pirateria
nell'età moderna
fsecoli
XVI-XVIII),
1995, Napoli, Ed. Scientifiche Italiane. - C. Manca, Il modelo barbaresche
di sviluppo
dopo Ispanto,
economico
città
marittime
Ñapóles, 1982.
- Luis del Mármol Carvajal, Descripción
general de Africa, edic. facsímil del
I tomo, C.S.I.C., Madrid, 1953. - Giovanna Motta (a cura di), I turchi, FrancoAngeli, Milán, 1998.
della
il Mediterraneo
e
l'Europa,
LITERATURA
DH
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AVISOS
- M.A. Ochoa Brun, Historia de la diplomacia
española.
La diplomacia
de
Carlos V, Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid, 1999. - F. Sastre Portella "Joan Seguì Alzina, un ciutadellenc a la Cort del Gran Ture", Publicacionjs des Born, Cutadella de Menorca, diciembre 1998. - Scaraffia, L., Rinnegati. Per una storia dell'identità occidentale, Bari, 1993, Laterza. - E. Sola, "Moriscos, renegados y agentes secretos españoles en la época de Cervantes", en OTAM,
4, Ankara, 1993, pp. 331-362. "Cervantes
Dòneminde Magripli, Miirtet ve Ispanyol Gizli Ajanlari" (Reviren, Paulino Toledo), Ibid., pp. 687-695. - E. Sola, "Espías en Estambul", en La novela Madrid, 1996. - E. Sola, Libro de maravillas
secreta,
Voluptae Libris,
del oriente lejano, Editora Nacional, Madrid,
1980. - E. Sola, Historia de un desencuentro.
España y Japón, 1580-1614,
Alcalá, 1998. - E. Sola y J.F. de la Peña, Cervantes
y la Berbería.
turco-berberisco
Cervantes,
Fugaz, mundo
y servicios secretos en la época de Felipe II, Fondo
de Cultura Económica, Madrid, 2 a edic., 1996. - Antonio de Sosa, Diálogos de los mártires de Argel, edic. de E.Sola y J.M.Parreño, Hiperión, Madrid, 1990. - Diego Suárez, Historia del maestre último que fue de Montesa, 1889. - Diego de Torres, Relación del origen y suceso de los Xarifes..., García Arenal, Siglo XXI, Madrid, 1980. - VV.AA. Renegados, viajeros y tránsfugas. Comportamientos de frontera
en el siglo XVI,
Madrid,
edic. de M.
heterodoxos
y
Fugaz, Alcalá, 2000 (en colaboración, P.
García Martín, E. Sola, G. Váquez Chamorro y M.A. de Bunes, y que incluye un epílogo de Alberto Tenenti). - Viaje de Turquía, edic. de Fernando García Salinero, Cátedra, Madrid, 1986, 3a edic. Omito otros trabajos (Braudel, p.e.) y fuentes impresas que manejé en mis publicaciones principales —y sobre todo en Cervantes y la Berbería..., en colaboración con J.F. de la Peña—, publicaciones a las que me remito.
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APÉNDICES Apéndice I: (Carta de fray Jerónimo de Jesús preparada para hazhistoria.com). EN LA CORTE Oh HIDEYOSHI TOYOTOMI. El fraile franciscano Jerónimo de Jesús escribía muy bien, y una carta suya del Archivo General de Indias de Sevilla —sección de Filipinas, legajo 29, ramo 4, número 9 2 - . escrita en Nagasaqui el 10 de febrero de 1595, y dirigida a Francisco de las Misas a Manila, es una muestra de eficacia informativa, una pequeña obra maestra de una literatura de avisos, perfectamente asumida poi el fraile viajero e informador. De Francisco de las Misas es una extensa relación para Felipe II de 77 puntos, cuyo punto 8 está redactado con la base de k información de esta carta de Jerónimo de Jesús, y fechado sólo tres meses después que esta carta del franciscano (Manila, 31 de mayo de 1595, conservado también en AGI, legajo 29, ramo 4, número 95). A partir de estos momentos. \ durante 20 años, se puede decir que va a surgir la más interesante literatura hispana sobre Japón, de alguna manera literatura de avisos de aquella frontera e ttremo-oriental. Los personas que aparecen en la carta son las siguientes: - Jerónimo de Jesús, autor del texto, franciscano, viajó a Japón en el verano de 1594 con una carta para Hideyoshi del gobernador en funciones de Filipinas, Luis Pérez Dasmariñas. Muerto en 1600 en Japón, conoce la lengua japonesa. - Francisco de las Misas, destinatario de la carta, funcionario en Manila, relacionado con medios napolitanos. - Dos franciscanos que acompañan a Jerónimo de Jesús a Japón. - Dos franciscanos que estaban en Japón, Pedro Bautista, portador de las anteriores cartas a Hideyoshi, y el intérprete fray Gonzalo. - El Emperador, se refiere a Hideyoshi Toyotomi, lo mismo que cuando se refiere al rey japonés. - El Gobernador japonés de las cosas de Manila, muy enfermo. Puede referirse a Gaspar Harada Magoshichiro, uno de los hombres de Hideyoshi para los asuntos político-comerciales y de información de Filipinas. - El Gobernador japonés "de los reinos de abajo", enviado a Corea por Hideyoshi.
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- Felipe II. - Aparecen citados San Francisco de Asís, y el rey San Luis de Francia. - Fray Marcelo, franciscano que está en Meaco, capellán de Francisco de las Misas y que estudia la lengua japonesa. - Comerciantes japoneses que comercian con Manila. - 50.000 obreros en la construcción de Fuxime. - La gente de Saxuma, que pidió licencia para conquistar Manila. En cuanto a la versión, se ha modernizado totalmente; se ha sustituido "japones" —que es como se los denomina entonces— por japoneses; usamos Meaco (Kioto), en lugar de "Miaco", como escribe Jerónimo de Jesús; también escribe Saxima, por Satsuma, y Fuxime (Fuhime). Jerónimo de Jesús a Francisco de las Misas, desde Nagasaki. "Para que no se diga de mi lo que se suele decir de muertos y de idos, etcétera, quise escribir ésta para que vuestra merced no olvide un capellán y siervo en el Señor que tiene en estos tan apartados reinos del Japón; donde encomiendo a vuestra merced en mil indignas oraciones, suplicando no sea yo olvidado en las —que creo serán muy gratas al Señor— de vuestra merced. "Llegamos los tres hermanos al Japón y el Emperador nos recibió muy bien, habiéndose holgado con el regalo del señor Gobernador. Particularmente con los carabaos, hasta ahora no vistos en el Japón. Dionos dos veces colación, y la una de la misma que él comió y dejó en el plato para nosotros; que éramos cinco hermanos, los tres recién venidos y el hermano que está aquí por embajador de esa ciudad, y el hermano lengua. Díjonos el rey que todo aquel favor se nos hacia para que se lo escribiésemos a nuestro rey. Y cierto, señor, si como somos pobres frailes de San Francisco y descalzos fuéramos gente rica y poderosa pudiéramos —acerca de lo que nos ha sucedido por merecimientos de nuestro padre San F r a n c i s c o hacer una historia.
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Pero por ser vuestra merced tan devoto de nuestra religión y persona a quien su majestad y en el Consejo de Indias se dará crédito, para que de ello dé noticia pondré dos o tres cosas. "Lo primero, es muy de estimar la amistad con el Emperador del Japón, alcanzada por medio de San Francisco y de sus frailes, que fueron los que la trataron. l a razón es porque los japoneses, habiendo visto la ciudad de Manila y a los indios cargados de oro al cuello, rabian por ir a tomarla. Y por codicia de los tibores que de allá se traen, los cuales cogió todos para si este año el Emperador quitándoselos a los mercaderes japoneses. Y por ir allá tantos lestigos que darán testimonio de ello me atrevo a decirlo - q u e parece increíble—, que le han valido al Emperador las tinajas viejas de Manila este año 80.000 taes, que son más de 100.000 ducados. Y esto sin haberlos vendido; porque siendo ellos 400 tibores, poco más o menos, después que los venda sacará más de otros 40.000 ducados. Vea vuestra merced si es para estimar tierra que tal barro \ iejo tiene. Por esto, rabian los japones por ir a Manila. "La gente que puede ir es tanta que asombra. Cuando el Emperador nos dio colación en su palacio, fue en un mirador: donde vimos la gente que traía haciendo una nueva ciudad, que se dice Fuxime. dos leguas de Meaco. En verdad, creo que había más de 50.000 hombres, y todos soldados; que sin gastar en ellos una blanca, trabajan y van a donde se les envía.
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En la Corea tiene él infinita gente. Y no es menester más que dar licencia a los de Saxima —que han pedido la conquista de M a n i l a para ir de tierra en tierra, de isla en isla, hasta Cagayán. Por eso importa mucho estar Manila siempre con gente y hacer la muralla mayor. Y —sobre todo— importa conservar esta amistad comenzada con regalillos que de allá se le puedan enviar. "El rey no respondió a la carta de su señoría (Gobernador Dasmariñas). No creo que haya por qué temer que sea señal de enemistad. Antes, lo debió hacer porque la carta venía como de corazones españoles, y no sé si se picó de ella. Yo tengo entendido que el no ir la respuesta no tiene la culpa el rey, sino el Gobernador —que es el que tiene cuidado de las cosas de Manila y de nosotros—, y estaba enfermo —y muy enfermo—, y así no pudo responder. Digo esto porque —cierto— nosotros hemos tenido tanta pena, y aún sospecha, además, que nos ha dado cuidado. Pero confío en nuestro señor que San Francisco nuestro padre —a quien tenemos hecho patrón y defensor de M a n i l a ha de llevar adelante esta amistad tan importante para esa tierra. "Como el señor Gobernador de Manila prometía de enviarle al rey este año algún regalo, si por ventura aflojase en no enviarlo vuestra merced le diga de mi parte que lo envíe. Y que no repare en no haber respondido a la carta. Porque yo juraría —y creo sin pecado— que cuando el rey vio la carta, que se holgó más con el oro que iba envuelta que no con la carta, aunque era de su señoría del Gobernador. Porque realmente estos bárbaros, como no esperan otra vida, toda su felicidad ponen en que les envíen regalos y presentes. Y, así, este año le envíen algo, por amor de Dios. Y sería bueno algunas piezas de plata, como son aguamanil y vaso, etcétera.
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"Con mucho deseo estoy en que no se acaben de hacer las paces con Corea. porque ocupados con esta guerra no intenten estos japoneses con otras nuevas guerras. Porque ellos son gente que no saben vivir sin probar sus catanas. Y esto en tanto grado, que se cortan unos a otros, y ellos a si mismos. y a los muertos los van a cortar en pedazos por probar si cortan bien sus catanas. Y no se ha podido saber qué resolución se trazó de la Corea, donde fue enviado el Gobernador de estos reinos de abajo por mandado del Emperador, para que viese lo que hay allá, en la Corea. Es vuelto, y a gran prisa va a Meaco. Plega al señor que sellos estén en Corea y no vuelvan tanta multitud de navios como allá están, porque dejen a Manila en paz. "Si hubiese algo de nuevo, aquí estamos, en Nagasaqui, donde avisaremos por horas y momentos. Para esto de estar en esta tierra y mirar los intentos del Japón, es menester vuestra merced avise a su majestad cuánto le importa quién haya, quién esto mire con atención, porque temo que le importunan mucho para estorbar esto quien vuestra merced sabe, y puede saber del señor Gobernador. "Si vuestra merced quiere saber lo que nuestro señor ha hecho en Japón en tiempo de esta persecución, en breves palabras es: Que el rey nos ha dado un sitio muy bueno para hacer un convento en el Meaco. Hízose pobre y no muy grande, aunque la huerta es muy buena. Limosnas dieron algunos cristianos y gentíos (sic, por gentiles); uno dio 100 taes, otro 12, otros daban hombres para trabajar en la obra. Y esto no más que por parecerles bien la humildad y pobreza cristiana en los pobres frailes de San Francisco.
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Decimos misa cantada y maitines, a los cuales se levantan también muchos cristianos que están junto a nuestra iglesia a medianoche, y en sus casas rezan. Los gentíos —oyéndonos cantar de noche y de día alabanzas a Dios, y sabiendo que el rey nos quería dar renta y no la quisimos, y que plata no la admitimos— espantados preguntón: —¿Qué gente es ésta? Y atraídos del buen olor de la virtud, viendo que venimos 6.000 leguas sólo por enseñarles, muévense mucho y vanse haciendo cristianos. Aunque secretamente, porque el rey no ha dado licencia para bautizar ricos temiendo no se le levanten con la tierra. Para pobres, tenemos licencia de su Gobernador. Y para esto hemos de hacer un hospital junto a nuestra casa, y a este Gobernador queremos hacer patrón. Yo confío que los pobres que en él se curaren, con limosnas de Manila, serán con sus oraciones poderosos para guardar esa ciudad del poder del Japón. Como muy bien conoció el santo rey Luis de Francia, que ardiendo el mundo en guerras, él tenía sus tierras en paz porque los pobres a quien sustentaba como soldados se la guardaban. Sea vuestra merced intercesor para esta santa obra con el señor Gobernador. "A vuestra merced suplicamos envíe alguna esfera o imagen, porque estos japoneses, primero que se convierten, gustan de que les digamos algo del cielo y de sus movimientos. Y como vuestra merced es tan curioso, por ventura habrá traído algo de esto de Nápoles, o algún mapa. Lo mismo suplica el hermano fray Marcelo, gran capellán de vuestra merced. Y tuve cartas suyas del Meaco —que está 100 leguas de este puerto de Nagasaqui—: está bueno y va aprovechando en la lengua, y aprovechando muchas almas, que aquí están ciegas del demonio.
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"Bien gustaré yo que v uestra merced escriba al Consejo estas nuevas. Y que sepan allá que en la persecución de los padres de la Compañía —y cuando andan por no dejar esta iglesia en que han trabajado tanto a escondidas y en hábito de japoneses— tienen los pobres frailes de San Francisco convento en el medio y cabeza del Japón. Y el mismo Emperador perseguidor de cristianos da de comer a los frailes de San Francisco: cosa que los que lo oyen se espantan y tienen por cosa milagrosa ver tan trocado con nosotros a éste que a tantos ha hecho apostatar de la fe. Si se convirtiese, sería un gran bien para este reino. Pero creo que tal cosa no piensa. Antes piensa —según dice— hacerse adorar c o m o su dios. Y, luego, le mataron. A s í será de éste. U muerto él, comenzarán —como suelen— a dividirse los reinos y hacer guerra unos con otros. Y, así, Manila estará quieta en el entretanto. "Por amor de Dios, se estime mucho esta paz. Y se envíen al padre comisario (Pedro Bautista), como embajador, algunos regalos con que entretener a estos principales. Y bien pueden estar seguros que —cuando algo se ofreciese— se enviará aviso, etcétera. Nuestro señor dé a vuestra merced su santa gracia, amén. Del puerto de Nagasaqui, 10 de febrero de 1595 años, fray Jerónimo de Jesús."
FIN.
Apéndice II: Avisos de la armada lurca: 1552, 7 de agosto. < jaeta. "Copia de carta que el conde de Altainira escribe al virrey de Nápoles de Gaeta." (AGS Estado, legajo 1044, doc. 92.)
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"Illmo y Exmo señor: "A esta hora —que serán las 20 horas — yendo ciertos soldados a escaramuzar con algunos turcos que venían la vuelta del burgo de aquí y quemaban algunos jardines, tomaron un español que venía en la armada turquesca. Dice cómo a los 4 del presente (agost.), viniendo el príncipe Andrea de Oria con su armada la vuelta de acá, le salieron las galeras del Turco a dar la caza y le tomaron 7 galeras con 700 tudescos. Las 2 délias eran de Nápoles y las 2 de España, y 3 del Príncipe. Los demás dice este forzado que se salvaron y que van —a su parecer— la vuelta de Génova. Han muerto alguna gente, de la galera del Bajá los más. Dice más; que las galeras de Francia que vienen con esta armada son cuatro, tres que vinieron de Constantinopla y una que habrá diez días que llegó de Francia. Las cuales se van luego a Francia y la armada a Constantinopla porque por este año dice que no quieren hacer cosa ninguna. Y que el Bajá dice que no trae comisión del Turco para más de lo que ha hecho. La armada con las galeras de Francia y con las del Príncipe que tomaron, son 115. Están surtas desde esta mañana en Mola y en Castellón y han abrusado (sic) todo lo de allí. Esta noche dice que se partirán, acabado que hayan de hacer agua. Este me dice que los de Trayetto, cuando llegaron allí los turcos, gridaron (sic): ¡Francia, Francia! El Papa les envió —estando en P o n ç a un bergantín lleno de vituallas y refrescos, y los esclavos que estaban en Roma que el Bajá les envió a pedir. Este español dice que es hermano del secretario Puente, y que fue de los que tomaron en Castilnovo.
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El bizcocho que traen dice que es ya muy poco. No se me ofrece otra cosa de que al presente dar aviso a vuestra excelencia. Ofreciéndoseme lo haré. Nuestro señor etc. "Lo mesmo dice un marinero de las galeras del Príncipe que se ha salvado, y conforma con esto. "Han preso al coronel Maducho, hermano del cardenal de Trento. De Gaeta, 7 de agosto 1552. Humilde hijo de vuestra excelencia que sus ilustrísimas manos besa, el conde de Altamini."
Apéndice I I I : LOS CORSARIOS TAMBIÉN TIENEN SU CORAZONCITO. (De la revista de alumnos de historia Indagación n° 0, (Alcalá, 1994), como apéndice a una carta desde Italia.) La copia de estas cartas está en la Biblioteca Nacional de Florencia, en la sección de manuscritos, II,II, 201, pp. 339 a 342. Con esta cita os las localizan. Luego, si queréis ver otros manuscritos, debéis pedir los catálogos del fondo Magliavechi, o del fondo o colección Capponi, así como el Palatini. Es largo de explicar, pero es sencillo al mismo tiempo. Ya nos veremos en cursos de doctorado o en últimos cuatrimestres para ello. La primera carta viene titulada así: "Carta escrita por el Cigala, General de la Armada turca — "turchesca" escriben los italianos, y se pronuncia "turquesca" — , estando en el mar de Sicilia, al Virrey de Sicilia, en septiembre del año 1593". Traducimos, sobre la marcha: "Ilustrísimo y Excelentísimo señor, que entre los seguidores del buen Cristo ha estado elegido vi rrey y, a su término, obtenga mejor estado aún. "No le escribo ésta >ino para haceros entender, como ya sabéis, que ahí se encuentra una pobre v eja, mi madre. A la cual, en el final de sus días, desearía ver. Espero que al recibo de ésta, mi carta, os placerá mandarla —a su
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madre, claro— en una barca de costa, pues no tengo otro deseo que verla, sin daño ni mal alguno. Y después de haberla visto, reenviársela, así como he hecho con mi hermano los días pasados, el cual había venido a Costantinopla, que después de haberlo visto lo reenvié. "El portador de ésta es un cristiano. El cual era esclavo y lo he hecho libre, es más, franco, y lo envío para este servicio. Y quedo congrandísimo deseo a la espera de que todo salga bien. Y no se piense que lo envío para tener alguna noticia nueva, porque debeis saber que tenemos plena y buena información. "Entonces, espero de vuestra cortesía que os digneis enviarla con una barca; o bien, que me deis aviso en el caso de que deseéisque yo envíe un navio y después libremente la vuelva a llevar. Y durante todo el día de mañana quedo esperando la respuesta. "Y en la época de los otros capitanes, cuando venía armada —turca se sobreentiende— a este lugar donde estamos, se levantaba bandera de fe y se hacían canjes y se rescataban esclavos. Cosa que, por mi parte, se hará ahora. "Y a mi madre he escrito también una carta. Plázcaos hacérsela entregar. "Sinam Bajá, Primer Visir y Capitán. "Al señor don Pedro, Capitán de las galeras de Sicilia, le envío mil saludos, habiendo sido siempre su padre, de feliz recordación, amigo del mío, de feliz recordación". La carta es una delicia. Lo de "hombre franco" es un status jurídico, podría decirse, especial, el de los subditos del sultán otomano que no son musulmanes, aunque sean libres, y para abandonar el territorio del sultán debían de hacer unos trámites, que por supuesto incluían pagos en dinero, algo así como los residentes extranjeros hoy que deben cubrir unas formalidades policiales y fiscales en el país en donde residen. La "bandera de fe" hay que entenderla como una especie de tregua durante la que se puede entrar en negocios de canje y rescate de cautivos, o comerciales sin más, con seguridad por ambas partes. Es típica de los usos corsarios —y de guerra— y muy deseada por los familiares y amigos de los cautivos pues facilita y hace menores los gastos que siempre llevan consigo los rescates de los esclavos. En fin, la alusión a la vieja amistad entre don Sancho de Leiva, padre de don Pedro, y el Cigala padre, ambos cautivos en Estambul a principios de los años 60 del XVI, es también reseñable; así como las especiales relaciones —la visita del hermano— que podían surgir entre los dos mundos, el mundo cristiano y el musulmán, típicamente fronterizas.
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Veamos la respuesla gentil y cautelosa del Virrey, comprometida por el hecho de la amenazadora presencia de la armada turca frente a la costa siciliana. Modernizamos el castellano "macarrónico" del copista, lo mismo que la puntuación, como en la carta anterior. "Sigue la respuesta del Virrey a Sinam Bajá: "Excelentísimo y temido entre los turcos Sinam Bajá, Visir y Capitán: "Recibí vuestra caria y lefia con mucho gusto. Y para Nos demanda tan piadosa, (la) he remitido a la determinación que quiera tomar la señora Lucrecia; que por su cristiandad y haber tenido tan honrado marido y siendo madre de tan valiente capitán, la enviaré en una galera de fanal acompañada con sus hijos y nietos, con que Vos envares aquí, con dos galeras de fanal, a vuestro hijo mayor Zequines, que estará en poder del Capitán General don Pedro de Leiva, respetado y honrado conforme a sucalidad. Y en seguridad doy en prenda mi palabra, en nombre de (Su) Magestad. "Y en lo (del) rescate, podrán venir una, dos o tres galeras; que alzando bandera de seguro, se atenderá al rescate. "Don Pedro de Leiva ha recibido —los "mil saludos", claro— y envía otros tantos; y dice que se acuerda de la amistad de sus padres. "Don Bernardino de Cardine". Otra carta deliciosa. No podía el Virrey exponerse a la cólera del almirante de la flota turca y la oportunidad de los rescates era también excepcional. No obstante, destaca la cautela: envía una galera de fanal, las mejores galeras, pero pide dos, más el primogénito de Cigala como rehén, uso muy de época. El tono general, de cortesía caballeresco-marinera. Por último, la carta del hijo amantísimo a su "mamma", las señora Lucrecia, también traducida sobre la marcha. "Carta de Sinam Bajá escrita al mismo tiempo a su madre. "Obedientísima y ainadísima madre —o "digna de obediencia y amor", tal vez mejor—: "Después de haberos saludado mucho mucho —así, "assai, assai" en italiano—, no es por otra cosa esta cariñosa carta mía que porque ya hace 30 o 40 años que he partido de tu lado y no te he vuelto a ver desde entonces. Desearía muchísimo, antes de que llegue la muerte, verte. "A este Virrey de Sicilia le he escrito una carta para ello, y con este fin he hecho franco a un cristiano, portador de ésta.
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"Y también los años pasados, para veros, he venido a este lugar, yno ha sido posible porque me vetaron el verte. Y para que no quede en este mundo privado de vuestra vista, os prometo reenviaros. "Y porque me fue dicho que os habían metido en la cárcel, eso fue causa de que saquease Reggio. "Si es que me ama Usted a mí como yo os amo a Vos, buscad obtener licencia para venir a verme. "Y todos esos señores, e incluso Vos, bien sabéis que en tiempo de Piali Bajá, capitán de feliz recordación, en este lugar se alzaban banderas de tregua — "de fede, como antes apareció también— y después se canjeaban y rescataban esclavos. "Es que, madre mía carísima, no tengo otro deseo en este mundo que el veros, con la confianza en Dios que vendréis con mis señores hermanos y mis señoras hermanas; seguiréis mis recomendaciones y yo, nada más haberos visto, os volveré a enviar ahí sin daño ni mal alguno, y volveré a mi camino. "Y estas banderas de tregua, cuando se alzaban, sabéis que a mi señor padre le enviaba presentes. "Y durante todo el día de mañana estoy esperando respuesta. "De septiembre, el 20, domingo. "Vuestro hijo Sinam Bajá, Visir y Capitán". Y esto es todo por hoy. Ya está bien de cartitas. Espero que os haya gustado la historia del hijo del genovés Cigala y la señora Lucrecia. Una carta de un tal Giorgio Leffa, que llegó de Trípoli a Malta en una nave de un tal Pedro Cochino, a principios de agosto de 1561, cuenta el cautiverio de padre e hijo unas semanas atrás por el gran corsario Dragut, y c ó m o éste había comenzado a convencer al joven Cigala para que se hiciera turco, con cierto enfado por parte de su padre. Se convirtió en un verdadero arquetipo de eso que los cristianos llamaron "renegado" y los turcos "mujtadíes" —que quiere decir algo así como el que ha encontrado la recta vía, es curioso ejemplo de la importancia del punto de vista—, con lo que se podía calcular en algo más de 30 años el tiempo que hacía que no veía a "la sua mamma", la señora Lucrecia. De la relación de Giorgio Leffa hay copia en el Archivio de Stato de Florencia, en el Archivo Mediceo del principado, en la Eilza —en un archivo español se diría "legajo"— 4148, folio 163. Pero seguro que hay otras muchas copias, en el Archivo de Simancas de Valladolid mismo, pues debió ser una relación famosa y muy reproducida.
ESTAMBUL EN LOS RELATOS DE LOS CAUTIVOS ESPAÑOLES DE LA EDAD MODERNA
Miguel Ángel de BUNES IBARRA
En la literatura española del Siglo de Oro Estambul es la encarnación del poder y de la grandeza de los Otomanos, a la vez que la ciudad que define en sí misma a todo el Imperio del otro lado del Mediterráneo. Al ser una urbe que desean conquistar y poseer, ya que consideran que pertenece por derecho a la tradición europea y que es uno de los legados de la antigüedad griega y romana que se asocian directamente con la fe religiosa de los cristianos, nunca reconocerán el nuevo nombre dado por los sultanes a su capital. Para comprender la visión y las ideas que llegan a la Península Ibérica sobre Constantinopla es necesario detenerse en las características que tienen las obras que se imprimen o se traducen en España sobre los otomanos. Hay que diferenciar aquellos impresos que llega a los mercados españoles procedentes de las prensas italianas, francesas y alemanas, los primeros que refieren los caracteres del nuevo imperio que se está f o r m a n d o en el extremo del Mediterráneo de los libros que se publican en los territorios peninsulares. E! primero de los grupos referidos son los textos que van a crear el estado de opinión español sobre el nuevo enemigo terrestre y marítimo de la Monarquía Hispánica, ya que durante el siglo XV y en los primeros años del siglo XVI los intereses españoles se encontraban muy alejados de los sucesos que acaecen en Asia Menor y los Balcanes 1 . Los otomanos, o los turcos en general, tenían una imagen muy clara dentro de la mentalidad española al ser personajes cotidianos en uno de los géneros literarios más habituales de la época, las novelas bizantinas y de caballería. Estos hombres eran soldados feroces y sanguinarios contra quien los paladines cristianos de origen español (Palmerín de Oliva, el caballero Tifar, Tirant le Blanc, etc.) combatían y derrotaban para mantener el reparto territorial vigente en los últimos siglos de la Edad Media. ^Las obras sobre los otomanos que tienen una mayor repercusión en la conformación del pensamiento hispano sobre la Sublime Puerta son: Obier Ghiselim BUSBECQ, Itinera Constantinopolitanum. . Anturpiae 1581, texto que será traducido y ampliado por López de Reta y publicado en Pamplona en 1610, Paulo GIOVIO, Commentario delle cose de Turchi. . ., Venecia, 1540; Laonicus CHALCONDYLAS, De origine et rehus gestis Turcarum libri decem. . ., Lugduni, 1586; G. A. MENAVIO, / Costumi et la vita de Turchi. . ., Florencia 1551; Nicolás de NICOLAY, Le navegationi et Viaggi, Fatti Nella Turchia. . Venecia 1580; Guillaume POSTEL, De la República des Tures, Poitiers 1560; Théodore SPANDUGINO, Génealogie du Grant Ture á présent régnant. . ., París 1519.
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Su definición se realizaba recurriendo a las tradiciones literarias y del imaginario colectivo propio, como consecuencia de la pervivencia de una minoría islámica muy elevada dentro de los limites peninsulares. Según esta visión de los lejanos aconiecimientos del Oriente, los conquistadores turcos son unos musulmanes que no poseen el refinamiento y la cultura del Islam español, hombres dados a la violencia y la guerra. Nos encontramos, por lo tanto, ante un estereotipo que, por desgracia, no ha sido demasiado analizado en la literatura del siglo XV y XVI con asiduidad. Dentro de este mismo esquema se encuentra la capital del Imperio Bizantino. La Constantinopla de los dos únicos viajeros españoles que recorren sus calles en el siglo XV, Pero Tafur y R. González de Clavijo, es una ciudad de imaginarios evidentes, con independencia de que estén describiendo la realidad de lo que ven. Como buenos viajeros medievales, además de referir las maneras de gobierno y la estructuración de la sociedad bizantina, se centran esencialmente en la importancia de los templos, monasterios, palacios y el valor de las reliquias que se conservan dentro de la urbe. En alguna ocasión refieren el daño que provoca en la ciudad las asonadas de los cruzados latinos en el año 1204, reseñando los expolios y el mal estado en que se conservan algunos edificios, aunque esta constatación de la realidad no les impide mostrar una admiración palpable por la antigua Bizancio que siguen viendo y describiendo a cada paso 1 . Estos dos relatos tienen el gran valor de describir el final del dominio griego de la ciudad que se asienta en el Bosforo, de los últimos testimonios occidentales que nos permiten conocer el estado de la sociedad y la realidad urbanística de Bizancio. Esto es especialmente significativo en el caso de Pero Tafur, como afirmaba sobre este texto I. E. Karayannopulos "suministra importante información acerca de los últimos años de Bizancio y Trebisonda, así como sobre la topografía de Constantinopla".
Exclusivamente volveremos a recuperar este nivel de información sobre Estambul cuando varios españoles que nos han legado textos escritos vuelven a la ciudad en su condición de cautivos. En los impresos españoles de principios del siglo XVI que refieren las peculiaridades de la ciudad de los sultanes son siempre compilaciones de textos europeos de la época, por lo que las noticias que nos legan están tamizadas por los ojos diferentes a los del cronista. De otro lado, son obras que mantienen un fuerte carácter apologético, en las que se amalgaman noticias fidedignas con juicios sobre la religión del 1 A. B R A V O G A R C Í A , "Constantinopla, de lo visto a lo imaginado'', en Ciudades del Mundo Antiguo, eds. V i c e n t e C r i s t o b a l y J e s ú s de la V i l l a , M a d r i d 1977, pp. 1 8 7 - 2 2 9 , " L a Constantinopla que vieron R. G o n z á l e z de C l a v i j o y P. T a f u r : los m o n a s t e r i o s " , Erytheia, I (1979), pp. 39-47; V A S I L I E V , "Pero T a f u r , a Spanish Traveler of the X V t h Century and his Visit to Constantinople, Trebisond, and Italy", Byzantium, 1 (1932) pp. 75-122.
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adversario que entroncan más con los problemas que depara en la sociedad española la pervivencia del colectivo morisco dentro de la Península Ibérica que con el Islam que se practica en Estambul. Durante estas décadas Constantinopla es el recuerdo vivo de la gran urbe perdida, al igual que la ciudad de Jerusalén, que debe de ser conquistada por los príncipes cristianos 1 . La conquista del reino nazarí de Granada, y el sometimiento de los musulmanes en Europa occidental llena de optimismo a la mayor parte de los escritores del momento. Según esta visión de la realidad, el Islam puede ser conquistado en estas décadas sin demasiados problemas. El sultán de Constantinopla, la cabeza del bando adversario, basa su poder en un sistema de gobierno que no se ajusta a las características que debe de tener un "estado moderno", por lo que es imposible que se mantenga durante mucho tiempo. La victoria de la Europa cristiana sobre la Europa islámica será fácil y rápida si los diferentes monarcas se unen en la lucha contra el enemigo común. Resulta muy significativo que se produzca una unión absoluta entre la historia de la religión de los musulmanes y los sultanes del Imperio Otomano. En España, y en general en toda la Europa occidental, la figura del sultán estambuliota y la religión que profesa son indivisibles en los textos que los describen. La mejor demostración es que la obra más generalista que se publica en este momento en la Península Ibérica, la Silva de varia Lección de Pedro de Mexía una estos acontecimientos en uno de sus capítulos, concatenando la historia de Muhammad con las vicisitudes de Constantinopla y el nacimiento del Imperio Otomano. El sultán de Estambul, según esta visión de la historia de Asia Menor, no es nada más que el continuador de las conquistas protagonizadas por los árabes, del que es el último representante. Todos estas narraciones refieren que la ocupación de la ciudad supone su completa destrucción y ruina: "Entrados, pues, los turcos en la ciudad, ningún genero de crueldad se pudo ymaginar que en los moradores della no se aya executado. Todos los linages del emperador, hombres y mugeres, fueron metidos a cuchillo; y casi lo mismo en todos los del pueblo, salvo los que quisieron guardar para su servicio. Y no paró en los hombres el atrevimiento desta cruel y diabólica
Entre las obras más significativas en este sentido son las de Vasco DÍAZ TANCO, Libro intitulado Palinodia de la nephanda y fiera nación de los Turcos y de su engañoso arte v cruel modo de guerrear. Y de los imperios, reynos, y provincias que han subjectado, y poseen con inquieta ferocidad. Recopiladas por —. Orense, En la Impresión del propio autor, 1547 y el de Vicente ROCA, Hystoria en la qual se trata de la origen y guerras que han tenido los turcos desde su comiendo hasta nuestros tiempos: con muy notables sucessos que con diversas gentes y naciones les han acontecido; y de las costumbres y vida dellos. Recopilado por —. Valencia, Juan Navarro 1556. Sin duda alguna, el texto más apologético de este momento es el de Gonzalo de ARREDONDO Y ALVARADO, Castillo inexpugnable de la fe y concionatorio admirable para vencer a todos enemigos espirituales y corporales. Y verdadera relación de las cosas maravillosas antiguas y modernas. Y exortacion para yr contra el turco: y le vencer y anichilar la secta de mahoma. Y toda indifelidad y ganar la tierra sancta con famoso y bienaventurado triumpho, Burgos, luán de Junta, 1528
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gente; que, tomando la ymagen de Jesuchristo, nuestro Redemptor, la pusieron y crucificaron rn una cruz, y enlodándola, y ensuziándola, hizieron y representaron otra vez la Passión; y pusieron un título en lo alto de la cruz, que dezía ~ Hste es el Dios de los christianos'...De esta manera que tengo dicho, vino en poder de los discípulos de Mahoma, enemigos de Jesuchristo, esta tan insigne ciudad, y oy en día está en él. Plega a Dios que, assí como en ella ha ávido otras mudanzas muy grandes por su mal y daño, lo aya en nuestros tiempos par su bien" 1 . En la literatura española del Siglo de Oro se generaliza el tema de Estambul y de los turcos en los últimos años del siglo XVI y a lo largo del siglo XVII, momento en el que la tensión militar entre los dos imperios casi ha desaparecido. Por el contrario, en los años en que el enfrentamiento esta abierto, el número de textos hispanos sobre su supuesto "gran enemigo" es muy limitado y parcial. Aunque el número de cautivos españoles es muy elevado 2 , la mayor parte de ellos se asientan en las ciudades otomanas del Magreb, en especial en Argel. Ello provoca que el numero de informadores directos sobre la ciudad del Bosforo sea muy pequeño, aunque las referencias a los temas turcos se generalicen en la mayor parte de los dramaturgos y novelistas del momento, y en sus obras reseñan los arquetipos más comunes y generalizados en la cultura del momento 3 . En este proceso es especialmente significativo el caso de Miguel de Cervantes. El larga cautiverio argelino del autor de Don Quijote de la Mancha marcará toda su producción literaria, siendo frecuentes en todas sus obras los personajes y los paisajes islámicos. Cervantes va a escribir una obra que se puede encuadrar en el complejo epígrafe de literatura de cautivos, como es La Gran Sultana. Nos relata una comedia de enredo amoroso en el que los protagonistas son personajes relacionados con la historia de Berbería, en especial con la ciudad de Orán, que terminan en los pabellones del palacio del Top Kapi. Cervantes nunca estuvo en la capital de los Otomanos, pero esto no es óbice para que describa la ciudad, el serrallo y el harem de la Sublime Puerta. El problema es que las referencias a la ciudad que nos lega se adecúan más a la realidad de la ciudad de Argel que a la lejana Estambul. En las páginas finales de la obra de teatro, cuando la protagonista, Catalina de Oviedo, ha logrado conquistar el corazón del Sultán, se recogen todos los mitos descriptivos sobre la capital de los otomanos:
! Pedro MEXÍA, Silva de vana lección, Valladolid, Juan de Víllaquirán, 1550-1551, ed. Antonio Castro, 1989, Silva I, 12 13, p. 274. 2 Sobre los literatos españoles cautivos véase George CAMAMIS, Estudio sobre el cautiverio en el Siglo de Oro, Madrid 1977. 3 Para el análisis de los turcos dentro de la literatura española siguen siendo imprescindibles los trabajos de Albert MAS, Les Tur, v dans la littérature espagnole du Siècle d'Or, París 1967.
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¡Adiós, Constantinopla famosísima! ¡Pera y Permas, adiós! ¡Adiós, el puerto, Chifutí, y aun Guedí! ¡Adiós, hermoso Jardín de Vixitax! ¡Adiós, gran templo Que de Santa Sofía sois llamado, Y que ahora servíes de gran mezquita! ¡Tarazanas, adiós, que os lleve el diablo, porque podéis al agua cada día echar una galera fabricada desde la quilla al tope de la gavia! ¡Ciudad mágica, adiós! ¡Adiós, Turquía! Mares que fueron gloria de Bizancio Y hoy lo son del Sultán!... 1 Los cronistas españoles que conocieron personalmente Estambul son una minoría dentro de la literatura española, nómina que se puede ampliar un poco se recogemos los manuscritos de planes militares de conquista de la ciudad a lo largo del siglo XVII. Todos ellos tienen la característica de haber sido cautivos apresados en las proximidades de Argel y haber sido trasladados a Estambul por sus dueños. Junto a ellos hay que reseñar las crónicas de los embajadores imperiales que relatan sus legaciones ante la Sublime Puerta, en especial la de O. Busbecq, único texto de este tipo que se traduce al español en su época. Las noticias de embajadores franceses, personas que nos han legado excelentes descripciones de la ciudad, no son conocidas en la Península, c o m o también ocurre con muchos de los escritos de los austríacos y alemanes que despachan con el Diván intentando alcanzar la paz entre Viena y la Sublime Puerta. El único texto publicado en España cuyo redactor no pasa por el trance del cautiverio es el del religiosos italiano Octavio Sapiencia, eclesiástico que realiza el oficio de capellán del embajador francés en Estambul 2 . La otra gran descripción del Estambul de la época de Solimán el Magnífico que se conoce en la P e n í n s u l a Ibérica es la del j u d í o s e f a r d í e s t a m b u l i o t a
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Almosnino, texto que llega a la literatura hispana por medio de la traducción que del original hebreo realiza el también judíos sefardí Iacob Cansino en la ciudad de Orán 3 .
1
Miguel de CERVANTES, La Gran Sultana, Madrid 1992, pp. 142-143. Octavio SAPIENCIA, Nuevo tratado de Turquía con una descripción del sitio, y ciudad de Constantinopla, costumbres del Gran Turco, de su modo de gobierno, de su Palacio, Consejo, martyrios de algunos Martyres, y de otras cosas notables, Madrid 1622. 2
3
Moysen ALMOSNINO, Extremos y grandezas de Constantinopla, Traduzido por Iacob Cansino, Madrid, Francisco Martínez, 1638; la última edición de este texto, comparando la impresión original en español del siglo XVII con el original manuscrito en hebreo, lleva como título Moseh ben Baruk ALMOSNINO, Crónica de los Reyes Otomanos, ed. de Pilar Romeu Ferré, Barcelona, 1990.
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Aunque estos autores son lo más citados cuando nos acercamos a este tema, existen muchos mas textos dentro de la tradición española sobre la ciudad del Bosforo que no han trascendido a la creación de la imagen de Estambul por haber quedado manuscritos a lo largo de la Edad Moderna. Algunos de ellos han sido rescatados del olvido por ediciones del siglo XIX, como es el caso del Viaje de Turquía, obra anónima de la crítica literaria suele atribuir su autoría al humanista Andrés Laguna o a Cristóbal Villalón 1 , y el del cautivo toledano Diego Galán, del que se imprime un manuscrito muy tardío de su trágica experiencia de cautiverio 2 . Junto a estos impresos, se conservan un gran número de descripciones del Imperio Otomano y de su capital en los archivos españoles que en la actualidad se conservan manuscritas. La explicación que se puede referir a que un gran número de crónicas sobre los turcos no se publicaran en los dos primeros siglos de la Edad Moderna se debe a razones internas de la evolución de la cultura española de estas décadas. El Islam es un tema que interesa en la mentalidad de los lectores y los hombres políticos de la Monarquía Hispánica durante periodos de tiempo muy concretos. En primer lugar, en los años del gobierno de Carlos V y, en segundo, en las tres primeras décadas del siglo XVII. En el primer momento, como se aprecia por el texto de Pedro Mexía referido anteriormente, la cultura española, al igual que la Europea, necesita contar con un gran número de informaciones sobre el nuevo poder político que se está extendiendo por Asia Menor y los Balcanes. De este momento son la mayor parte de las compilaciones y las traducciones de textos europeos sobre los osmanlíes. Es una literatura que pretende situar al adversario dentro del contexto cultural y político del Renacimiento, al creer que es un estado completamente nuevo. Son siempre informaciones de segunda mano ya que los intereses españoles estaban centrados en el área del Mediterráneo occidental, en la ocupación del Magreb, por lo que los lejanos sucesos de Anatolia no interesan demasiado a los lectores españoles. La coronación imperial de Carlos V y la implicación de España en la política imperial supone que se amplíen los intereses cognoscitivos hispanos, por lo que Estambul suele ser referencia continua en estos textos.
' La autoría de este texto sigue en discusión en la crítica literaria, aunque las últimas ediciones del mismo se decantan abiertamente por Cristóbal Villalón, Viaje de Turquía, Ed de M a n e - S o l Ortola, Madrid, Cátedra, 2000. 2
Diego G A L Á N , Cautiverio v trabajos de Diego Galán, natural de Consuegra y vecino de Toledo (1589-1600) ed. de Manuel Serrano Sanz, Madrid, Sociedad de Bibliófilos Españoles, 1913. De este texto existe un manuscrito anterior, que no tiene adendas literarias por parte del autor, que ha sido publicado recientemente con el título de Relación del cautiverio y libertad de Diego Galán, ed. de M. A. de Ruñes y M. Barchino, Toledo, diputación de T o l e d o , 2001.
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El segundo de los periodos referidos, en torno a 1620, coincide con la época dorada del corso argelino y con la pérdida de importancia de la Monarquía Hispánica dentro del contexto internacional. Desde 1580, y sobre todo en la década de 1590, los o t o m a n o s dejan de ser una a m e n a z a directa para los intereses españoles en el Mediterráneo por los tratados de paz q u e firman Felipe II y Selim II. En los primeros años del siglo XVII aunque el corso y la política expansionista del Argel otomano siguen vigentes en Berbería, Madrid y Estambul no se vuelven a plantear una guerra directa, ni sus armadas de galeras se preparan para defender los estrechos italianos y las islas de este mar. El aumento del número de cautivos supone que se genere m u c h o más papel sobre las peripecias de estos hombres entre los otomanos. El problema es que la literatura de cautivos mantiene un esquema muy reiterativo que produce un cierto cansancio entre los lectores, por lo que este tipo de obras no fueron muy bien acogidas por los impresores de la época. Las comedias y las obras de cautivos, según Miguel de Cervantes, son obras que siempre terminan mal, por lo que no atraen demasiado al público que asiste a los corrales de comedias. De otro lado, en esta época se parte de la idea de que se conoce lo suficiente al enemigo, por lo que no tiene demasiado sentido seguir publicando memoriales y obras referentes al otro gran imperio mediterráneo del momento 1 .
La expulsión de los moriscos entre 1609 y 1614 es el otro elemento que va a despertar la curiosidad de los españoles de esta época. El aumento del n ú m e r o de cautivos por el desarrollo del corso, c o m o consecuencia de la desaparición de la "gran guerra", según palabras de F. Braudel, y el problema que representa para la posición española en el Mediterráneo la llegada masiva de los deportados a M a r r u e c o s y las tierras controladas por el sultán de Estambul, aviva la preocupación por los temas m u s u l m a n e s 2 . Estas obras nuevamente suelen ser muy efímeras en el tiempo, ya que es una moda que enseguida pasa en los gustos de los lectores del momento. El resultado final de a m b o s procesos es que la abundante y variada literatura española sobre los otomanos y su capital esté en su mayor parte inédita en los archivos españoles. Las noticias sobre la capital imperial se repiten reiteradamente eri las obras de ficción sin llegar a crear una imagen definida de la ciudad, recurriendo constantemente los autores hispanos a los relatos más conocidos, en especial a Octavio Sapienza, para describir las calles y edificios de Estambul: 1 Sobre los caracteres de la evolución de la conformación del pensamiento español sobre los musulmanes en la Edad Moderna M. Á. de BUNES IBARRA, La imagen de los musulmanes y del Norte de Africa en la España de los siglos XVI y XVII. Los caracteres de una hostilidad, jMadrid, 1989. ¿ Andrew C. HESS, ' T h e Moriscos: an Ottoman fifth column in Sixteenth Century Spain", The American Histórica! Review, LXXIV, 1, 1968, pp. 1-25.
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"Las murallas tienen de circuito diez y ocho millas (que son seys leguas) y están puestas en triángulo. En un ángulo está el palacio real, que mira al encuentro de Calcedonia (ciudad que fue de Asia). El otro ángulo mira a mediodía y poniente, donde están las siete torres que sirven de fortaleza y cárcel mayor de la ciudad. Destc ángulo continuando siempre hazia tierra, se va al tercero ángulo, que está hazia la parte norte. En este ángulo está el palacio antiguo del Emperador Constantino, en un sitio eminente, de donde se descubre toda la ciudad, en el qual nadie vive. Y desde esta ángulo hasta donde está el palacio real del gran Turco, todo es puerto de una legua de mar, que entra en la tierra tres leguas, y tiene de ancho media legua (llamado de los historiadores por la abundancia que de todo tiene, Cuerno de oro), cuyo circuito está habitado de Turcos, Griegos, Armenios y ludios, y no defendido a todos los vientos. Y desde el palacio real hasta el otro ángulo donde están las siete torres, el mar baña las murallas de la ciudad. Cerca de estas torres está el sitio de la antigua ciudad de Bizanziu ya destruida, de la qual no parece otra cosa más que los cimientos de los arruynados edificios que deshazen los Turcos..." 1 . La mayor parte de los españoles que pasearon por las calles de Estambul, aunque para ellos este nombre no existe ya que el tínico que emplean es el de Constantinopla, refieren siempre los mismos lugares en sus relatos. Al igual que se establece un topos para referir al Círan Turco, la capital de su Imperio se debe definir siempre siguiendo el mismo patrón explicativo. Estambul es una ciudad que pertenece a la cultura occidental que está ocupada y mancillada por los otomanos. Es una de las metrópolis donde se ha conformado la cultura y la civilización de los europeos, que pertenece a la tradición cristiana y no a la islámica. En todas las descripciones se intuye la idea de la usurpación de un espacio común por una religión y una organización política que privatiza y monopoliza una polis que no le pertenece. Según este esquema, el trazado urbano, e incluso el emplazamiento, es superior a la categoría científica y moral Je las personas que la ocupan.
A. SAPIENCIA, op. cit., f. 8. Hsta misma descripción seria copiada literalmente, al igual que otras muchas partes de la obra del religioso italiano, por Lope de Vega para su novela La desdicha por la Iwnra en Obras escogidas, ed. de Federico Saiz de Robles, Madrid, Aguilar, 1961, II, pp. 1364-1380, tema que f u e estudiado por Marcel B A T A I L L O N , " 'La desdicha por la Honra": génesis y sentido de una novela de Lope", Nueva Revista de Filología Española, 1, 1947, pp. 13-42.
LOS
RELATOS
DE
LOS
CAUTIVOS
ESPAÑOLES
123
" C O N S T A N T I N O P L A . - Ciudad de Constantino, que le dio este nombre; llamada antes Bizancium. Ciudad nobilíssima, en la Thracia, situada en el Bosforo Thracio, cabera del Imperio Oriental en otro tiempo, y agora lo es del imperio injusto del gran Turco, por pecados nuestros, y la llaman Estambor, que en lengua Turquesca vale gran ciudad" 1 La fijación de la etimología otomana de la antigua Constantinopla depara explicaciones absolutamente variadas, que están en función del grado de formación de las personas que nos informan. Para un humilde cautivo de formación escasa que redacta un texto de cultura eminentemente oral, la referencia que nos lega es exclusivamente geográfica: "Constantinopla, llamada por otro nombre Estambol, que quiere decir lugar ancho" 2 . Para los autores que pretenden
tener una f o r m a c i ó n más clásica, cualquier r e f e r e n c i a a
Constantinopla debe de ser filtrada y refrendada por los autores clásicos: "El Gran Turco haze su Residencia ordinaria en Constantinopla que los turcos llaman estanvol, pensando decir Stribol, como los griegos que han corrompido esta palabra ystimpolim. Y tiene su casa, nombrada de Carcu, asentada sobre la mar de la parte de Asia que cae los castillos llamados escutori, donde solia estar la villa Calcedonia y no ay sino una pequeña legua de mar atravesar de los uno a lo otro, el qual estrecho fue llamado de los Antiguos Vos Sfarus traceuba, y ahora se llama estrecho de Constantinopla" 3 . Su pasado romano y griego impone una serie de cualidades que los otomanos no han sido capaces de desterrar. La primera de ellas es que está enclavada en uno de los mejores lugares del mundo. Al igual que Roma, está fundada sobre siete colinas, pero resulta más imponente que la antigua capital de occidente por estar al lado del mar: "La Ciudad de Constantinopla está situada en el más delicioso lugar que ay en el mundo, y entre dos mares, el uno mediterráneo, y el otro mar negro" 4 . Era una de las urbes más hermosas que existía, pero el dominio otomano ha arrasado con todo su antiguo esplendor: "Esta Ciudad en la flor del Imperio Griego fue la más Vella, y hermosa del mundo. Adornada por Constantino Magno de Vellas fabricas de theatros, Circuios, Septizenios, Colisseos, Templos, Palacios, obeliscos, Pirámides, Columnas, y estatuas de Varias figuras, Con que a la Vista era la Cossa mas hermosa que se podia ymaginar,
1
Sebastián de COVARRUBIAS, Diego GALÁN, Ibídem, p. 75. Relación de las Tierras y Rentas, estado y servicio Del gran Turco y de Algunas condiciones de sus Vasallos y propiedades de sus Tierras. Por un caballero de Rodas a un amigo suyo. Biblioteca Nacional de Madrid, Mss. 11085, fol. 114v. 4 Gerónimo PARANDA, Relación de la Ciudad de Constantinopla y de las cosas notables que ay en ella, y como se crían los Emperadores de los Turcos, y moriendo el uno como se entierra con los hijos. . ., Biblioteca Nacional de Madrid, Mss. 2465. 2
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DE
BUNES
IBARRA
siendo un Parayso en la tierra, y , aunque Ultrajada de los Barbaros, conserva muchas Moscheas, fuentes. Serrallos y palacios llena de hermossos Jardines" 1 . Los conquistadores turcos han arrasados con iglesias, templos, estatuas y con gran parte de la magnificiencia que antiguamente le caracterizaba. Para los escritores españoles la ruina de la capital de Bizancio se debe exclusivamente a los conquistadores musulmanes, sin plantearse en ningún m o m e n t o el d a ñ o que sufrió durante las ocupaciones latinas que comienzan en 1204. La pésima opinión que tienen sobre las formas de vida, costumbres y sistema de gobierno de los otomanos, temas que no podemos reseñar en estas páginas, suponen la destrucción de todos los lugares donde se asientan al creer que no representan hombres de cultura y civilización. Para Diego Galán, autor que nos ha dejado una descripción bastante simple de la ciudad, aunque en muchos de sus juicios y opiniones nos pone en la pista de la opinión de las clases populares sobre los temas de oriente, el gran problema que tiene es que sea controlada por esta generación de hombres, siendo su gran defecto "... no tener por dueño al rey de España, y si permitiera Dios que nuestro rey y señor la poseyera, se apoderara de lo restante del mundo." 2 Los cautivos e s p a ñ o l e s en la ciudad van a realizar dos tipos de descripciones. En primer lugar, las que tienen un marcado carácter militar por encontrarse en textos y manuscritos que refieren la oportunidad de conquistar Estambul y derrotar a los sultanes o t o m a n o s . El s e g u n d o grupo estaría c o n f o r m a d o por relatos más introspectivos de los españoles q u e padecen la privación de libertad en la ciudad del B o s f o r o . En estas se refieren las descripciones de los principales m o n u m e n t o s de la ciudad y las f o r m a s de g o b i e r n o de la Sublime Puerta y organización del T o p Kapi, c u y o m e j o r e j e m p l o es el Viaje de Turquía.
Este es el grupo más e s t u d i a d o por los
escasos investigadores que se han detenido en este tipo de literatura, aunque estos trabajos siempre se han emprendido desde visiones muy diferentes, en especial las de crítica literaria. Las descripciones menos conocidas son los de estos planes militares. En ellas se olvida la carga emocional y de la tradición que r e p r e s e n t a C o n s t a n t i n o p l a para la cultura europea, para describir la urbe d e s d e la p e r s p e c t i v a e x c l u s i v a m e n t e militar. Si para los otros c a u t i v o s lo m á s importante es Santa Sofía y el Serallo, para estos h o m b r e s van a ser las murallas y, sobre todo, las atarazanas. La mayor parte de los españoles han
' Antonio F A J A R D O Y A C E V K D O , Relación de todo el imperio Ottomano libros por el Maestro. . . Biblioteca Nacional de Madrid, Mss. 2793, fol. 193r. 2 D i e g o G A L Á N , Ibidem. p. 63.
dividida
en
ocho
LOS R E L A T O S
DE L O S C A U T I V O S
ESPAÑOLES
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sido cautivados por los turcos en enfrentamientos armados en alta mar o por las acciones de corso. En estas f u e n t e s los o t o m a n o s son una potencia marítima comparable a la República de Venecia, por lo que las atarazanas sean el centro del poder militar osmanlí. "En Constantinopla había un ataracanal completamente amurallado, dividido en tres partes, con 133 atarazanas dentro. El primero se llamaba Azapcapeci y tenía la puerta principal con 77 atarazanas b a j o techo. En setenta de éstas se construían galeras y en las otras 7 se fabricaban los remos de toda la A r m a d a turca. Detrás de estas 7 atarazanas y dentro de la muralla estaban las herrerías, donde se hacían las cadenas y las anclas para las galeras mahomas y galeotas. Más al interior se encontraba una plaza mayor c o m o la del palacio de Madrid con gran cantidad de remos, pero que estaban sin labrar porque solían desembarcarse de las m a h o m a s con todas las maderas, árboles y antenas que procedían del Mar Negro. Al terminar la plaza había un callejón con dos grandes paredes de tres tapias en alto que dividían el ataranazal por la mitad con el fin de poder pasar de un barrio que se llamaba Ca§umbaxa hasta Constantinopla. Por encima del callejón pasaba un puente que comunicaba con el s e g u n d o y tercer ataracanal. En el segundo ataracanal había 23 atarazanas, también todas bajo tejado. En la atarazana 17 se encontraba la casa donde el general Piali Baxá solía tener el consejo de mar con todos los capitanes, pilotos y marineros. En la atarazana 23 se encontraba el almacén principal con todo lo necesario para la armada, incluso hilo y aguja con que cosen las velas y tiendas. Este almacén era muy grande, en f o r m a cuadrada y con un patio en el interior con sus respectivos corredores y ventanas. Estaba protegido por una muralla gruesa y tan alto de paredes c o m o la caballeriza de Felipe II. Para mayor seguridad no tenía ventanas al exterior y el techo estaba cubierto de gruesas placas de plomo colado. La única puerta era de hierro para evitar que la tiraran con fuego. Junto al almacén principal había otro d o n d e se a m o n t o n a b a gran cantidad de m a d e r a , e s p e c i a l m e n t e se encontraban ahí todos los timones y todo lo necesario para las galeras. Pared en medio con esste almacén estaba el tercer ataracanal que tenía 36 atarazanas, también b a j o techo. En esta a t a r a z a n a se e n c o n t r a b a las m a h o m a s que construyó Halic Petuc, que fue corsario y capitán general de la Armada. Fuera de la muralla de la ciudad en una puerta que llamaban Caleyeo Capeci, había un almacén amurallado y con techo de plomo. Era el almacén mayor de armas y pólvora; especialmente municiones para la artillería y arcabuces" 1 .
Estas fuentes refieren el número de soldados que guardan la ciudad, reseñando que los únicos a los que hay que considerar peligrosos son a los 12.000 jenízaros que defienden el palacio del Gran Turco. Las murallas están 1
Memorial de Miguel de Pedriolo y Biamonte, Archivo Zabálburu, 184, 90.
126
MIGUEI.
ÁNGEL
DE
B U N KS
IBARRA
muy arruinadas, especialmente las marítimas, y son demasiado viejas para defenderse de un ataque de la nueva artillería. Las terrestres son de la época de Bizancio y no han sido restauradas por los sultanes, como tampoco han construido castillos nuevos para defender la entrada del Cuerno de Oro. Estos autores llegan a la conclusión de que a los otomanos no les gusta habitar dentro de recintos amurallados, y prefieren realizar la guerra en campo abierto, ya que el sultán no se dedica a fortificar sus posesiones, tanto en Estambul como en los Balcanes 1 . Tanto las atarazanas como las fundiciones de artillería las localizan en Pera, por lo que establecen planes de ataque que se basan en que se debía atacar primero esta zona para luego pasar a someter el perímetro amurallado de 18 millas, que es descrito siempre como un triángulo, como refería también Sapiencia. "Pera tenía muchas torres y por algunas partes cercadas. Asimismo contaba con treinta mil hombres donde se fundía toda la artillería del turco. A q u í se hacía la pólvora y las municiones. Además se encontraban los almacenes para todos los pertrechos de la guerra. Ahí estaban las atarazanas de las galeras, que eran 120 casas. En cada una se hacía una galera y estaba todo lo necesario para construirlas. La madera se cortaba y traía del Mar Negro. El plomo de Grecia, y en tal cantidad que los tejados eran de plomo y hierro" 2 En estos textos Estambul es un objetivo militar del que hay que conocer su emplazamiento, situación y sistemas de defensa para poder conquistarla. La idealización que se encuentra en las demás descripciones desaparece completamente e incluso el desprecio generalizado que representan los otomanos para el resto de los escritores. En estos manuscritos los subditos del sultán son una gran potencia que ha sido capaz de organizar su ejército de una manera racional y que demuestran su enorme poder al disponer de recursos militares casi ilimitados. La ciudad se organiza según los diferentes establecimientos militares atarazanas, artillería, guarniciones de jenízaros y depósitos de armas, siendo lo más importante y significativo del sistema de gobierno de los diferentes sultanes. La comparación de los edificios y maneras militares de los otomanos con las que imperan en la corte de la Monarquía Hispánica supone fijar un elemento de superioridad que no se encuentra en otro tipo de relatos.
" . . . porque no ay en Turquía seys ciudades fuertes, ni se hallaría príncipe ni señor que defendiese, siendo solo el Turco el que lo manda y rige todo, sin tener soto si otro señor", Vicente ROCA, Oh. cit., fol. 147r. 2 Relación de los puertos y lugares marítimos de la costa de la Calabria hasta Venecia, y desde Venecia hasta Corfú, por la costa de Dalmacia; y de la Dalmacia hasta Albania, y de Albania hasta Grecia. De Candía hasta Chripe por la Caranamania y por la Siria y Egipto hasta Alexandria, Archivo Zabálburu, 184, 25, citado por Enrique GARCÍA HERNAN, La Armada española en la monarquía de Felipe ¡I y la defensa del Mediterráneo, Madrid, 1995, p. 48.
LOS R E L A T O S
DE L O S C A U T I V O S
ESPAÑOLES
127
Dejando a un lado estos relatos, la descripción de la ciudad se realiza siempre atendiendo a su pasado romano y griego, la época de mayor esplendor de la urbe. Las grandes monumentos de la misma, de las murallas al templo de Santa Sofía, pertenecen a esta época y son edificaciones no superadas por los arquitectos otomanos. Los turcos, c o m o gente bárbara, han dejado destruir la mayor parte de las mismas al no percibir la importancia y la significación de los edificios que ahora dominan, c o m o es el caso del perímetro amurallado de la vieja Constantinopla: "los muros son los propios que se tenían en tiempo de los emperadores griegos, que se conservan a pesar de las inclemencias del t i e m p o ; tienen treinta puertas c u y o s n o m b r e s no r e f i e r o por e x c u s a r prolijidad" 1 . Los sultanes otomanos han intentado borrar el pasado griego y romano convirtiendo las iglesias en mezquitas, destruyendo los palacios de las altas dignidades bizantinas e intentando borrar el recuerdo de los anteriores dueños de la urbe: "esta situada sobre siette Colimnas, y en Cima de cada una dellas ay una meschita, echas de los emperadores antes de su muerte, y cada una tiene su nombre, y están echas conforme el templo de Salomon que cada una tiene quatro torres con tres corredores descubiertos sin campanas" 2 . A u n q u e es una de las c i u d a d e s más g r a n d e s del m u n d o ,
está
perfectamente abastecida de todas las mercancías necesarias. En sus mercados y bazares se pueden encontrar todos los productos de oriente y occidente, y llega trigo y los otros alimentos necesarios a sus puertos regularmente. Los barcos p r o c e d e n t e s de las d i f e r e n t e s partes de E u r o p a , A s i a y Á f r i c a atracan directamente en su puerto, sin necesidad de emplear barcas para descargar sus mercancías. Algunos testigos estiman que el puerto puede albergar a más de tres mil embarcaciones, sin referir las miles de barcas pequeñas que sirven para trasladar a los habitantes de la ciudad entre los diferentes barrios q u e se extienden por el Mármara, Bosforo y Cuerno de Oro. El clima lo clasifican c o m o más riguroso y duro que el de Castilla, con veranos muy calurosos e inviernos muy fríos, donde suele ser frecuente que nieve. Las casas de los otomanos es uno de los elementos que más les llama la atención. Describen la ciudad c o m o un m u n d o e f í m e r o donde todo está edificado de madera. Alguno de los cautivos que reside en Estambul refiere el 1 Diego GALÁN, Ob. Cit., p. 65. Más evidente es el testimonio de Antonio Fajardo cuando refiere el estado de las murallas del Cuerno de Oro: "Los muros a la parte del mar son de una débil fábrica, de mas de ser viejos, por cuya causa amenazan presto ruina, assi por ser en muchas partes fabricados de ladrillo y adove", Ob. Cit. Fol 193r. 2 Jerónimo PARONDA, Relación de la ciudad de Constantinopla y de las cosas mas notavil que ay en ella y como se crían los emperadores de los Turcos y moriendo el uno como se entierra con los hijos que hace morir antes de tomar possesion el Primer Je'nito— Hecha por entretenido de Su Majestad en Ñapóles con cargo de la corrispondencia secreta de Levante en 30 de Iulio, 1631, Biblioteca Nacional de Madrid, Mss. Fol 130v.
128
M I G U E L
Á N G E L
DE
B U N E S
I B A R R A
daño que hacen los incendios en la ciudad al ser todas las casas de madera. Se detienen también en la belleza de los jardines que existen por toda la urbe. Explican la gran cantidad de vegetación dentro de los muros por haberse arruinada las antiguas casas de los bizantinos y haber plantado árboles los conquistadores de la urbe: "La Vista de la ciudad es de cerca, y de lexos muy hermosa y apazible, por estar toda matizada de muchissimos cipreses, y otros árboles en jardines, plazas y calles, sin número, que hermosea los edificios, aunque de poco primor sus fábricas, porque los turcos no usan fabricar suntuosamente como los Christianos, pero siéndola dentro (dexando aparte las antigüedades, edificios notables y otras cosas notables) lo demás no es consideración" 1 . Los otomanos, según esta visión de la capital del imperio, no son personas que establecen su papel dentro de la sociedad edificando grandes palacios ni edificios suntuosos. Para mostrar su poder y su buena condición de musulmanes mandan edificar mezquitar, levantar fuentes y, sobre todo, plantar hermosos jardines: "La primera cosa que cada señor haze es un jardín, el mayor y mejor que puede, con muchos Apreses dentro, que es cosa que mucho usan; y como ha cortado la cabera a tantos baxás y señores, tomándoles todas la haciendas y caénle los jardines" 2 . El más hermoso de todos ellos se encuentra dentro del recinto del palacio del sultán, cercano a las habitaciones donde moran las mujeres, en el que además de flores y árboles, hay una casa de fieras que sorprende a los pocos extranjeros que logran atravesar las murallas de este recinto "... ay una torre de vidrio que tiene travesadas las coyunturas con estaño, es toda blanca y trasparente y con admirable artificio salen de ella arroyos que riegan todo el Jardín. Después, con subtil ynveccion, estos arroyos van encañonados en otras partes entre el apacible ruydo que hazen estos arroyos en tiempo muy caluroso suele el gran señor dormir la siesta" 3 Asimismo, se suelen detener en referir las casas que se construyen a las orillas del Bosforo. Según el texto que leamos, la explicación que dan a esta práctica es completamente diferente. Para el autor del Viaje de Turquía son las moradas de los pescadores de nación griega que pagan un ducado al año por poder pescar los peces de la zona echando las redes desde las ventanas. Para Antonio Fajardo son edificios habitados por personas de consideración dentro de la Sublime Puerta: "... son hermosas y muy delicadas, pero cada seis años es menester fabricarlas de nuevo porque los maderos se pudren dentro del agua, y debaxo de cada Casa a> un Arenal para su barco" 4 . Sin embargo, para
1
Otavio SAPIENCIA, Ob. Cit. ;H 7 \ .
Viaje de Turquía, p. 417. 3 A. MENAVIO, Descripción 1. I24v. Paolo G i o v i o aparece repetidamente n o m b r a d o , a u n q u e solo h a y a m o s reproducido un par de citas. Sin e m b a r g o , f í j e s e la c a r i o s a p a r a d o j a de que el célebre o b i s p o italiano se nutre, a m e n u d o , de la Historia Turcht'M a de Angiolello.,
^ " C a p í t u l o XV111: De la m a n e n que Froissarte, historiador francés, y otros dicen que f u e esta batalla. . . Froissarte, historiador francés que es tenido por auténtico y a s i m i s m o otros m u c h o s escriben que esta batalla f u e Ji otra m a n e r a y dicen que. . . ". Fol. 16r. ". . . doscientos mil hombres de pelea y como llega.en cerca de donde ellos estaban, puso todo su ejército a f o r m a de un arco o de luna que, segi n Froissarte escribe, tomaba más de siete millas de circuito. . . ". Fol. 16v. 5". . . m u r i e n d o en la guerra infinita gente de hombres de a m b a s partes, según que Roberto G a g u p i o y otros muchos historiadores m á s largamente cuentan. . . ". Fol. 21 r. ^"'Escribe el papa Pío 1 q u e pasaron de ochenta mil h o m b r e s los que entre a m b a s partes m u r i e r o n en esta batalla y, a u n q u e él la cuente de otra m a n e r a , los m á s historiadores la escriben como aquí va. . . ". Fol. 32v. ^ N a t u r a l m e n t e a Giovanni María Angiolello y a su extensa obra le d e d i c a m o s un tratamiento e s p e c i a l , p r i n c i p a l m e n t e en 11 s e g u n d a y más i m p o r t a n t e parte de la C r ó n i c a , que a continuación trataremos.
LA C R O N I C A
DE L O S
TURCOS
189
"Mahometo tuvo cuidado que sus victorias fuesen escritas por hombres sabios y letrados..." 1 . Es evidente que la fuente esencial es la Historia Turchesca de Angiolello aunque el autor la envuelve, coteja y enriquece con elementos tomados de diversas crónicas cristianas. En la obra del vicentino cada hecho es presentado bajo el signo favorable del Gran Turco y sus antepasados, por ejemplo en la victoria turca de Nicópolis y el aplastamiento de los cruzados, el autor de nuestra Crónica, quizá herido en su amor propio, quizá intentando ganarse su soldada, prefiere seguir, sin omitir la versión de Angiolello, la evocación más cercana del francés Froissarte y la de otros autores más filoeuropeos. Opera, así mismo, para la derrota otomana ante Tamerlán: mientras que en el texto italiano, traducido del turco, los acontecimientos ocupan un solo folio, en el texto español son necesarios treinta para presentarla. Segunda parte de la Crónica de los Turcos: compendio de las obras de Angiolello y recuperación de la primigenia Historia Turchesca. La segunda parte de la Crónica, la más rica y extensa, que comprende en sus ciento ochenta y seis capítulos el periodo que va desde el reinado de Mehmed II hasta la muerte de Selim I aproximadamente (desde el Capítulo LIV: Del señor Caramán y de sus hijos; de cómo el mayor de ellos mató a los otros cuatro y, cómo él, después fue vencido y muerto por uno de los otros llamado Pirachomat, a quien el Gran Turco dio favor para ello, al Capítulo CCXL: De lo que el señor Sufis hizo al tiempo de la guerra del Soldán y después de ella), es un auténtico "recital" de las obras de Giovanni Maria Angiolello. Aparecen, además, citas de otras fuentes cristianas para completar los textos del vicentino, fundamentalmente cuando intervienen en la narración los españoles. Por esta segunda parte, la Crónica de los Turcos es ciertamente la obra más rica en documentación sobre los turcos compuesta en España en el siglo XVI. Según
Franz
Babinger,
Giovanni
incuestionablemente el autor de las obras siguientes:
'ibidem, fol. 52v.
Maria
Angiolello
es
190
F E R N A N D O
• Breve narrazione
F E R N A N D E Z
della
vita et fatti
L A N Z A
degli Scià di Persia
Ussun
Hassan e Ismael, publicada en 1490 1 . • Historia
Turchesca.
inédita, que nos ha llegado a través de tres
diferentes manuscritos en italiano 2 . • De cáelo et
Mundo*.
• El Manuscrito
de Vicenza, publicado por A. Capparosso en 1881 y
por J. Reinhard en 1913, sobre el viaje de Angiolello a Negroponte con su hermano 4 . Existe otra obra atribuida a Angiolello aunque, sin embargo, el propio Franz Babinger discute su paternidad: Relazione
sulle cose dei Turchi di un
Merchante
De esta obra encontramos,
veneziano partito per Constantinopla.
corno veremos más adelante, largos extractos en la Crónica. El autor de la Cronica de los Turcos se ha nutrido básicamente de la Breve narrazione...
y, más particularmente, de la Historia
Turchesca.
Pero
esta última obra, la más importante de todas y que ha conocido una gran repercusión, ha sido objeto de numerosos litigios. En 1909, loan IJrsu, tras un profundo estudio de los manuscritos parisinos, los atribuía a Donado da Lezze 5 . Jean Reinhard respondía la hipótesis de loan Ursu en su publicación, citada más arriba, y Franz Babinger confirmaba las conclusiones que han permanecido hasta nuestros días, solamente cuestionadas, por fortuna, por Marcel Bataillon y Albert Mas, que consideraban el manuscrito español, la Crónica
de los Turcos, como la traducción del texto italiano, la
Historia
Turchesca. En esta línea, fruto de nuestras investigaciones, podemos afirmar que el manuscrito italiano considerado como aquél de Giovanni Maria Angiolello, posiblemente no sea del cronista vicentino.
Se encuentran, probablemente,
' E s t a narración a c o m p a ñ a b a la Gramática greco-latina de Constantin Lascaris, Bale, 1490. Esta primera edición se perdio y p e r m a n e c e desaparecida en la actualidad. Sin e m b a r g o , el relato de Angiolello f u e recogido en 1559 en la recopilación veneciana Navigazioni et Viaggi. " V é a s e n. 4 p. 170. •^Así puede verse en Franz Babinger, "Angiolello", Dizionario Biografico degli Italiani, 111, pp. 2 7 5 - 2 7 8 y, también, en Albert Mas, "Autour de la 'Coranica Turquesca', manuscrit espagnol du XVIe siècle", Les Cultures Ibe'rìques en devenir, Foundation Singer-Polignac, Paris, 1979, pág. 143. ^ J e a n Reinhard, Essai sur J. M. Angiolello, noble vicentin (¡451-1525) premier historien des Ottomans (1300-1517) et des Pcrsans (1453-1524). Angers, Sirandeau, 1913, ^ Véase n. 1 p. 171.
LA
CRÓNICA
DE
LOS
TURCOS
191
ciertos pasajes de la verdadera Historia Turchesca pero un compilador-autor más o menos falsificador, Donado da Lezze u otro cualquiera, ha truncado el original y ha suprimido aquello donde Angiolello cuenta con una magistral humanidad y sencillez, también objetividad, los acontecimientos en que fue testigo pasivo o participante activo. Por tanto, es muy posible que sólo el manuscrito español, la Crónica de los Turcos, pueda si no restituir el texto íntegro del cronista de Vicenza, al menos sí la composición inicial que había dado a su obra. Esclarece, además, parte de la biografía de Angiolello que permanecía en la oscuridad hasta hoy. Confrontados los capítulos de esta segunda parte de la Crónica de los Turcos con el contenido y pasajes correspondientes de la Historia
Turchesca,
se revela que en ambas obras los textos originales de Giovanni Maria Angiolello han sido remodelados. En el manuscrito español se han adjuntado numerosas informaciones complementarias y en el italiano se ha suprimido el testimonio directo y vivido del cautivo de Mahometo II, que ha sido sustituido por las intervenciones de otros cronistas. Es posible suponer que en el acentuado clima anti-turco donde estaba sumergida la cristiandad, la objetividad de Angiolello, su deferencia hacia los Sultanes en numerosas circunstancias, su preocupación por la realidad o, seguramente, sus deseos de gustar a sus protectores turcos, chocaran con las ideas de algunos contemporáneos que no dudaron en retocar su obra. El autor de la Crónica
de los Turcos,
sin embargo, en esta parte, ha respetado el
pensamiento del vicentino actuando con una probidad merecedora de los mayores elogios. Tercera parte de la Crónica de los Turcos: obra personal del autor del manuscrito español con diversas fuentes orales y escritas. La tercera parte de la Crónica de los Turcos, que consta de catorce capítulos (desde el Capítulo CCXLI: De cómo comenzó a reinar sultán Suleimán, duodécimo emperador de los turcos, al Capítulo CCLIV: De lo que Andrea Doria hizo por el mar al tiempo que el Gran Turco vino en Hungría), es fruto personal de autor del manuscrito español y recoge los acontecimientos sobre el mundo turco desde el momento en que Giovanni Maria Angiolello los había dejado, hacia 1520 para la dinastía otomana y hacia 1524 para las cosas de Persia, continuándolos hasta el primer sitio a Viena, sirviéndose para ello de diversas fuentes escritas y orales.
192
FERNANDO
FERNANDEZ
EANZA
El autor de la Crónica de los Turcos reconoce abiertamente, llegados a estos últimos capítulos, que ya no sigue a Angiolello y, si antes, en tanto que se inspiraba o traducía al vicentino, no utilizaba ninguna palabra vejatoria, ninguna injuria, ningún adjetivo peyorativo para acompañar el nombre de los turcos, ahora, en este tramo final del trabajo, el autor, entregado a sí mismo, a sus informadores o a su patrón, se permite acusar a los turcos de crueldad y tiranía. Emplea, ocasionalmente, el calificativo infernal para definirlos. Probablemente, a pesar suyo, recrea en la crónica a partir de las fuentes convenientes el clima anti-turco que se instala cada vez más en España desde el primer tercio del siglo XVI.
IV. Autoría y manuscrito original de la Crónica de los Turcos. Seis de los siete manuscritos, hallados hasta el momento, de la Crónica
de los Turcos coinciden en que ninguna reseña, ningún indicio
permite identificar a su autor o precisar la fecha de su composición. No contienen dedicatoria ni preámbulo y comienzan directamente por el capítulo sobre el origen de los turcos, terminando por una fórmula, tan vaga y ambigua como educada, dirigida a un personaje no identificado. El séptimo ejemplar, Manuscrito 3624 de la B.N.M., presenta, a diferencia de los anteriores, como se ha referido, unas interesantes y particulares características. Está firmado (fols. 1 y 321) y fechado (fols. 312 y 321), si bien aparecen diferentes años de realización que inducen a plantearnos diversas hipótesis respecio a la data de su ejecución. Junto a la firma del autor y su cargo (Cronista de la Majestad de Felipe Segundo), aparece una breve dedicatoria de cuatro palabras al monarca 1 . Asimismo, tiene un índice de los capítulos y cosas que trata la obra. Ms. 3624 muestra numerosas notas marginales, aludiendo constantemente a las fuentes utilizadas y a palabras traducidas, principalmente, de la lengua italiana. Aparecen algunas correcciones, tachaduras y enmiendas propias de la elaboración autógrafa de una obra y, además, no se encuentra en toda la crónica repetición alguna de texto o negligencias y errores que puedan atribuirse más a un copista que al autor de un trabajo. Del mismo modo, hay una gran homogeneidad ortográfica e, incluso, ideológica a lo largo de la crónica -salvo A s p e c t o que puede resultar J e cierta i m p o r t a n c i a al datar la e j e c u c i ó n del m a n u s c r i t o . Si Antonio de Herrera firma como Cronista de Su Magestad Felipe II, ésta d e b e ser posterior al primer nombramiento realizado c o m o Cronista Mayor de Indias, con "optimo stipendio dotatum" que se produce el 15 de mayo de 1596 y previa a la muerte del monarca.
LA
CRÓNICA
DE
LOS
193
TURCOS
en la última parte, la más breve- que tal vez explique la presencia de la oración "y hasta hoy no se ha impreso". De las numerosas notas marginales que aparecen a lo largo del manuscrito, gran parte son del autor. Éstas son las referentes a la aclaración de las fuentes, significado de palabras traducidas, la aparición de fechas y nombres propios, entre otras, y pueden, cómo no, llevarnos a la conclusión de que Ms. 3624 estaba siendo preparado y corregido, tal vez, para que un día no demasiado lejano viera la imprenta. Otras notas, posteriores, corresponden a personas por cuyas manos pasó este ejemplar y manifestaron de alguna manera su interés, sugerencias y dudas en torno a la obra, intentando enriquecerla de alguna manera o facilitar una vía de acceso a los estudiosos que trabajaran en ella después. Todos estos elementos, al menos en principio, parecen no permitir duda alguna sobre la autoría del manuscrito y que se trata del original. Sin embargo, resulta un tanto extraño que ninguna de las seis probables copias de este original recoja cualquiera de estos datos, a pesar de que en algunas de ellas aparezca la firma del copista y la fecha de ejecución de la copia. Más inquietante aún resulta comprobar, como se expuso más arriba, que el actual manuscrito 0 - I I - 2 3 de la Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial figura en el Inventario custodia Hernando
a los diputados de Briviesca,
de Libros que fueron
del Monasterio guardajoyas
entregados
de San Lorenzo
para su
el Real
por
de S. M„ a 30 de abril de 1576. Es
decir, como muy tarde, al menos teóricamente, la Crónica de los Turcos debía existir ya en esta fecha. Cotejada ésta con las que aparecen en Ms. 3624, sólo tendría sentido una fecha previa, la de 1565 que remata la crónica y precede a la Tabla de Capítulos. Sin embargo, si damos por auténtica la paternidad del manuscrito al Cronista de Indias, vemos que Antonio de Herrera y Tordesillas en 1565 tiene tan solo dieciséis años y no ha salido de Cuéllar y de la escuela formada a la sombra del afamado Estudio fundado por Gómez González 1 . Es realmente difícil, aunque no imposible, que este joven con una inteligencia sobrada, una habilidad muy notable para relacionarse y una capacidad de trabajo inagotable 2 , realizara a esta edad tan temprana uno de los mejores trabajos españoles de todos los tiempos para el mundo turco.
'Antonio de Herrera, Historia General de los Hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra firme del mar Océano. Edición y estudio de Mariano Cuesta Domínguez. 4 Vols. Universidad Complutense de Madrid, 1991. Pág. 14. 2
Balbino Velasco Bayón, Historia de Cuéllar. Segovia, 1974. Pág. 346.
194
FERNANDO
FERNANDEZ
LANZA
Otra fecha a tener en cuenta, dado el mal estado de la nota firmada por Antonio de Herrera: "Acabé esta Historia a 20 - 12 -1598 (¿1578?]", sería la de 1578 c o m o la de ejecución final del manuscrito. Si bien, esta aceptación no eliminaría el problema de la aparición de la Crónica de los Turcos en el Inventario dado que, en cualquier caso, es siempre posterior. Por este tiempo, no obstante, Antonio de Herrera llevaría casi o c h o años al servicio de Vespasiano Gonzaga Colonna, cinco de ellos en Italia, que le habrían permitido conocer y profundizar en la lengua y cultura italianas, por un lado, y acceder, por otro, a diversas fuentes italianas para el m u n d o turco. T o d o ello, sin embargo, parece insuficiente para entender que en esa f e c h a pudiera haber elaborado la crónica, ya que por entonces ni siquiera había comenzado la traducción de la obra de Juan Tomas Minadoy sobre las guerras turco-persas y, por el contrario, había estado demasiado ligado a la resolución de los asuntos de su protector. Aceptando, por el contrario, el contenido del Inventario y teniendo en cuenta su f e c h a , 1576, las hipótesis q u e se p u e d e n f o r m u l a r son m u y diferentes. En tal caso, Ms. 3 6 2 4 podría no ser el original, aunque c o m o se vio en la descripción de los m a n u s c r i t o s de la crónica, en el a p a r t a d o correspondiente, concurren numerosas características y condiciones para que sí lo parezca o que, siéndolo, sin data y firma, Antonio de Herrera, aprovechando esta última circunstancia, añadiera o no los capítulos postreros y se proclamara autor de la totalidad del t r a b a j o . Sin e m b a r g o , la p r o p i a t r a y e c t o r i a historiográfica, cívica, h u m a n a e incluso política del cronista de Cuéllar, c o m o se verá más adelante, son buenos argumentos para defender lo contrario. En este sentido se han v e n i d o m a n i f e s t a n d o sus e s c a s o s b i ó g r a f o s y los numerosos estudiosos de su prolífica obra 1 .
' m . C u e s t a D o m i n g o (ed.), Historia General de los Hechos de los Castellanos. . ., 4 vols., Madrid, 1991. G. M . Vergara, Ensayo de una colección bibliográfica-biográfica de noticias referentes a la provincia de Segovia, Guadalajara. 1903. G. Torre Trassierra, "Noticias sobre Cuéllar", en Bol. Sociedad Española de Excursiones, II-V. Madrid. B. Velasco Bayón, Historia de ( 'ue'llar, Segovia, 1974. F. Rodríguez Marín, Nuevos ¡Jatos para las biografías de cien escritores de los siglos XVI y XVII, Madrid, 1923. A . Morel Fatio, "El cronista A n t o n i o de Herrera y el A r c h i d u q u e A l b e r t o " , e n Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos. XII: 55 y ss., Madrid, 1905. J. Catalina García, "La fecha de la muerte del Cronista Herrera", en Bol. Real Academia de la Historia, Madrid, 1897. A. Ballesteros Beretta, "Proemio", Historia General de los Hechos de los Castellanos. . . /: IXL X X X V I I I , Madrid, 1934. T. Baeza González, Apuntes hitas: ichsichluguimuze bacmanuz (79b) - por amor tuyo: senung hatur ichiun (85b)
HL D R A G O M Á N
COMO
FILÒLOGO
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- porq lo desprecias: ne cahri hidersin (90b) - quando el cauallo se sacude: cachian, qui, ati, urquiat, hideiur (92a) - seais mal uenido: quiém, guieldunuz (98b) - si uiniesse a tiempo: eguier rast guieleidi (99a) - sobre la comida: suhbet ustunde ( 1 OOa) - si fuese sordo: seguir holse (100a) - si yo a ti te hodiesse: eguier ben seni siquieidum (100b) - si te quieres dexar hoder: eguier istersin siquismaga (100b) - te ha degollado: bugazladi seni (102b) - tornando placer: zeuqui hiderquien ( 104a) - vino al enprouiso: apansuz guieldi (107a) O traer a colación algunos términos en cuya traducción se aprecia un contagio de la propia cultura: - apóstol: ashabe(6a) - altar: mihrabi / altares: mihrabler (6b) - auditor: cadi (7a) - arcangel: feriste(lOa) - Antichristo: Munquir ue nequir (1 Ib) - autumno: neuroz (11b) - babilonia: baghdat(15a) - cosa mal ganada: haram (23b) - mal ganado: haram (74b) - christiano: zemi (25b) - espirito santo: ruhul;la (46a) - eretico: guiaur (46a) - lei de salud: islam din(65a) - luterano: quiafir (69b) - minestra: chiorba (76a) - moro: areb (76b) - pasqua: bayram (87b) - quaresma: ramadan (92a) - Roma: rinpapa (94a) A modo de conclusión podemos decir sin más que Simón de Fonseca no conocía muy bien la gramática turca; tampoco el árabe o el persa, y la relación de estas dos lenguas con el turco.
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A N M ) NI O J U R A D O
ACEITUNO
Simón de Eonseoa reconoce que nunca estuvo en Turquía. Esto es obvio. Para la elaboración del diccionario la hipótesis más probable es que se valió de informantes turcos que le ayudaron en la elaboración del trabajo de modo verbal. El análisis de los términos utilizados nos permite corroborar esta idea; incluso precisar la procedencia del habla del informante o informantes. Algunos de los f e n ó m e n o s fonéticos localizados c o m o la pérdida o introducción del sonido ha inicial, apuntan a rasgos dialectales de la lengua turca peculiares de la zona de Edirne y de la región de Tracia 1 .
APENDICE Noticia
I.a De los Individuos del Ministerio Othomano con quienes trata directamente sus negocios un Ministro Estrangero. II.a De los Personajes que tienen manejo y a quienes se suele recurrir en los negocios relativos á sus respectivos departamentos. III. a De la Significación de las vozes Turcas que ocurren en los Tratados, Decretos &c ' y de las que en el curso de los negocios con esta Corte pueden ocurrir. Constantinopla \ lunio 25 de 1783. I. Individuos del Ministerio Othomano con quienes trata directamente sus negocios un Ministro Estrangero. Visir-asam: Gran Visir o Primer Consejero de Estado: Primer Ministro: Vicario general del Imperio Generalísimo de los ejércitos Imperiales y es la persona á quien el Sultán delega su autoridad temporal. Caimacan: Vice-Gran Visir: Regularmente se crea un Caimacan en el lanze que el Gran Visir se halle fuera de la Capital mandando las tropas en el Campo, o cuando se nombra por Gran Visir a un Pashá de alguna provincia lejos de la Capital para que Ínterin llegue haga sus vezes.
' C o m p . E. Kalay, Edirne I¡ Agizlan Ínceleme-Metin, Ankara: Türk Dil Kurumu, 1998 y S. Olcay, Dogu Trakya Yerli Agzi Ankara: Türk Dil Kurumu, 1995.
EL
DRAGOMÁN
COMO
FILÓLOGO
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Quiayá-bey: El primer Secretario de Estado y del Despacho Universal: el que pone en ejecución las ordenes del Gran Visir. Reys-ul-kutab: O Reys Efendi: El primer secretario de Estado al despacho de los negocios Estrangeros: Gran Chanciller del Imperio. Beylikchi-efendi: Primer oficial de la Secretaria, y Presidente de la Chanci Hería. Buyuk y Cuchuk teskerechi: Primero y segundo Refrendarios. Nisanchi-efendi: Oficial de la Secretaria, a su cargo el poner el Turrá o Cifra del Gran Señor en los Decretos firmanes & c. a Amedchi-efendi: Secretario privado del Reys Efendi. Divan-terchiman: El Dragomán de la Puerta o del Diván. Los griegos gozan del privilegio de ejercer este empleo, sirve de Interprete en las audiencias de los Ministros estrangeros con el Sultán, Gran Visir y Reys-efendi, asiste a las conferencias privadas, se le consulta en la Puerta en puntos políticos, traduce en nros idiomas los actos Turcos, y verifica las traducciones que acompañan nros oficios de servicio le suelen premiar con el principado de Valaquia o Moldavia. II Personajes que tienen manejo y á quienes se suele recurrir en los negocios relativos a sus respectivos Departamentos Segistam: El Mufti, Interprete de la Ley, Jefe del cuerpo de Ulemas, personaje de alta consideración en el Imperio y de mucho influxo en los negocios, sin la decisision del Mufti no se puede hazer par o Guerra: asiste al diván en los lanzes extraordinarios. Rumel-cadileskieri: El primer Juez cuya Jurisdicion se extiende sobre todos los dominios del Sultán en Europa reside en Constantinopla y asiste al Diván del Gran Visir todos los Viernes, para proceder al examen y decisión de las causas que nacen en el districto de su Jurisdicion, los demás dias de la semana da audiencia en su palacio particular.
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ANTONIO
JURADO
ACEITUNO
Anadol-cadileskier: Hl Juez de Asia cuya Jurisdicion se extiende a todos los estados del Sultán en aquel continente. Asiste igualmente al Diván del G. Visir todos los Viernes para proceder al examen y decisión de las causas de su districto también da audiencia los demás dias de la semana en su P a l a c i o particular. Istambol-efendi: J u e z y Governador de Constantinopla é Intendente de Provisiones. Mol-lá: Juez. Hay tres, Mol-la de Calata, M o l - l á de Scutari y M o l - l á de Eyup. Son J u e z e s cuya Jurisdicci solo se extiende
en los districtos de estos
lugares, todos los martes deben asistir al Diván del G . V . los demás dias de la semana acuden a sus respectivos tribunales los quales se llaman M e h k e m é . Cadi: Alcalde. Juez de un lugar o Aldea. Naib: Dependientes de estos pequeños juezes. Mektubchí: Secretario privado del Gran Visir. Capudan Pashá: Hl Cap.n B a x á . V i s i r o Consejero de Estado y primer secretario de Estado al departamento de la Marina. Grande A l m i r a n t e y Governador gen.a del Archipiélago. Tersaná-emini: Intendente gen. de la Marina. Liman-reis: Capitan del puerto. Defterdar-efendi:
Primer secretario de Estado al d e p a r t a m e n t o de
Asienda. Mevcufatchi Efendi: Primer oficial de esta Secretaria. Bash-baki-kuli: Subalternos de esta Secretaría. J e n i z a r - a g á : El A g á de los J e n í z a r o s . Cap.n G e n . de los E x e r c i t o s Imperiales. Topchi-bashi: General de Artillería.
EL
DRAGOMÁN
COMO
FILÓLOGO
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Bostanchi-bashi: Jefe de un cuerpo de guardia distinguido de los serallos. Este personaje maneja el Timón del esquise del Sultán quando sale al canal que conduce al Mar negro de cuyo canal es Governador. Istambol-gumrukchi:
Administrador
Gen. de las A d u a n a s
de
Constantinopla. Teschirifalchi-Efendi: Maestro de Ceremonias. Tarapjaná-emini: Intendente de la Moneda. Chiaus-bashi: Introductor de Embaxadores. Bash-muhasebechi: Contralor General. Kiatib: Escrivano privado del Ministro en la Puerta. Cupichi-bashi: Gefe del cuerpo de guardias de Corps este asiende a cuarenta todos personajes de distinción a los quales se les encargan las comisiones las mas arduas del Imperio. Muteveli: Los Administradores de los legados pios. Vayvoda: Governador de un lugar. Karachi-bashi: Tiene a su cargo la inspección de los tributos de los Rayas. III Significación de las vozes Turcas que ocurren en los Tratados, Decretos & & & y de las que en el curso de los negocios con esta corte pueden ocurrir. Por orden Alphabetico.
A. Ahnamé-Yumayun: Cartas Imperiales, privilegios que el Sultán a la Puerta concede a los estrangeros. Capitulaciones. Tratados. Ars: Representación
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ANIONIC)
JURADO
ACEITUNO
Arsual: Suplica Ars-odasi: Camara de Audiencia. Agá-capusu: Palacio o Corte del Agá Cap.n Gen.l de los ejércitos Imperiales. B. Bab-yumayun: La Puerta del Palacio Imperial. Bayram: Salida del Ramazan. Bayractar: Alfere/. Barat: Decreto que el Sultán franquea a los Ministros Estrangeros mediante el qual qualquier subdito del Gran Señor se substrae en cierto modo de su Dominio y goza vida durante de la protección de aquel Ministro que se lo concede. C. Capi-kiayá: Residente: también se entiende por esta voz un encargado de Negocios. Chorbachi: Coronel de Infantería o Comandante de un ortá. Chiaux: Maseros. Corban-bairam: Sacrificio Choadar: Lacayo Chesair: Argel D. Divan-Efendisi: Sec retario de Legación. Divan-hana: Sala de justicia. Tribunal Diván: Consejo. Les martes
EL
DRAGOMÁN
COMO
FILÓLOGO
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Diván (Galaba): Galaba-Divan. Consejo supremo en el qual suele precidir el Sultán. Devlet-alié: La Sublime Puerta Othomana. E. Elchi: Se entiende regularmente por Ministro indistintamente. Quando es lanze de ceremonial distinguen un Ministro de primer rango con la voz Buyuk-elchi. El de segundo rango con la de Orta-elchí y el de tercer rango con la de Kuchuk-elchi que significa residente o encargado de Negocios. F. Ferman: Comandamiento. Decreto Imperial. Feracat: Renuncia: Abandono. Fetvá: Decisión del Mufti. H. Hochet: Instrumento o acto Legalizado. Hatifcherif: Decreto Imperial. Hasné: Thesoro privado del Sultán. I. Yasakchi: Los genizaros de la guardia regular del Ministro. Yenisari: Jenízaros o nuevas tropas. Ylam: Proceso verbal. J. Jarach: Tributo que todos los subditos del Sultán Rayas pagan anualmente. M. Murajás: Plenipotenciario. Mulkà: Bienes libres.
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ANTONIO
JURADO
ACEITUNO
Mulk: Bienes propios. Musulmán: Fiel, que profesa la ley de Mahoma. Mehkemé: Son los Tribunales de los tres Molas de Calata, Scutari, y Eyup. Meri: El Thesoro publico, o Arca Imperial. O. Ortá: Numero indeterminado de Genizaros que equivale a uno de n.ros regimientos. Odá-bashi: Alférez abanderado. P. Pashá capusu: Palacio del Gran Visir: La Puerta Othomana. Padishah: Emperador. Pashá: Un Governador de una Provincia hay de una, de dos y de tres colas que distinguen el rango. R. Raya: Todo subdito del Gran Señor que no profesa la ley de Mahoma. Ramasan: Un mes de mortificación. Rikiab: Junta general. Consejo al qual acuden todos los magnates del Imperio. S. Sah: Rubrica del Gran Visir o de qualquiera otra persona de rango eminente. Sir kiatibi: Secretario de Embaxada. Shegbender: Procurador, sindico. Serrallo: Palacio. Indistintamente.
E L DRAGOMÁN
COMO
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T. Teskeré: Es una cédula que despacha el Karachi-bashi al Ministro, mediante la qual sus domésticos están excemptos del tributo de Jarach, esta se renueva cada año. Turra: La C i f r a del Gran Señor que regularmente se pone al encabesamiento de los Firmanes Tratados Decretos. Takrir: Oficio, representación. Tain: Cierta suma de dinero que la Puerta señala a un Ministro estrangero en los lanzes extraordinarios. Tarabulus: Trípoli. V. Vekil: Un agente privado. Vacuf: Son los bienes pertenecientes a las Mesquitas por acto de substitución, mediante una leve asignación a favor de las dichas Mesquitas, los dichos bienes pasan de Padre a hijo hasta extinción de heredero directo que luego pasan en entero a las dichas Mesquitas, estos bienes gozan de muchos privilegios. Visir: Consejero de Estado. U. Ulemas: Los individuos de la Ley.
Lunas o Meses Turcos M u h a r e m . Safer. Rebiul-ev vel. Rebiul-achir.
Gemaziel-evvel.
Gemaziel-achir. Recheb. Sciaban. Ramazan. Saivval. Zil-Kadé. Zil-hitché. Muharem tiene 30 dias y empezó desde el dia 16 de Julio del año de J.C. 622 que es el principio de la era Mahometana, o Egira. Safer contiene 29 dias y asi alternativamente las demás lunas.
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ANIONIC)
JURADO
ACEITUNO
La ultima luna Zii-hitché contiene en los años abundantes de los arabos 30 dias, estos años resultan de las 8 h. y 48 m. que sobran en cada año Mahometano o Lunar de 354 dias, en el giro de 30 años lunares acaecen once años abundantes a saber el II. V. VII. X. XIII. XVI. XVIII. XXI. XXIV. XXVI. XXIX. De 33 años solares resultan 34 lunares a esta época la luna buelve a su primer punto. La primer revolución de la luna en la era Mahometana o Egira principio en el año de J.C. 640. y la segunda en el año 672. la tercera en el 705. & c. a
RELACIONES DE ESPAÑA CON EL IMPERIO OTOMANO EN LOS SIGLOS XVIII Y XIX
Eloy MARTIN CORRALES
Las relaciones de España con el Imperio Otomano son deficiente y desigualmente conocidas. El siglo mejor conocido es el XVI, en el que ambas potencias
buscaron
i n f r u c t u o s a m e n t e imponer
su h e g e m o n í a
en el
Mediterráneo, lo que ha favorecido que se haya hecho un excesivo hincapié en el enfrentamiento entre ambas partes 1 . Las citadas relaciones de hostilidad (aunque salpicadas de treguas en las que los enfrentamientos brillaron por su ausencia) favoreció que lo publicado entre 1453 y 1782 hiciera hincapié en una imagen negativa de los turcos u otomanos. Lo anterior influyó en la calidad del conocimiento que se tenía de la Sublime Puerta y sus dominios. En España se recibía una abundante información gracias a los relatos e informes debidos a una legión de enviados, espías, peregrinos y religiosos en Tierra Santa, cautivos y renegados. Sus relaciones, publicadas o no y base de la información que las clases dirigentes tenían acerca del Imperio Otomano, se fueron sesgando imparablemente como consecuencia de que los mayores generadores de información (religiosos, cautivos y excautivos), estuvieron interesados en ofrecer una imagen muy negativa de los turcos con el fin de recaudar las cantidades necesarias para redimir a los cautivos y asegurar la presencia hispana en la custodia de los Santos Lugares, entonces bajo dominio del Imperio Otomano. De ahí que hicieran hincapié en las difíciles condiciones de vida de los cristianos que vivían en Oriente (ya fuese en libertad o en calidad de esclavos), en la esencia despótica y cruel de los sultanes y en la religión que practicaban la mayoría de sus subditos, considerada como falsa y sectaria, a los que se presentaba como practicantes de toda clase de vicios 2 .
BUNES IBARRA, M. A. : La imagen de los musulmanes y del Norte de Africa en la España de los siglos XVI y XVII. Los carácteres de una hostilidad, Madrid, CSIC, 1989. SOLA CASTAÑO, E. ; DE LA PENA, F. : Cervantes y la Berbería : (Cervantes, mundo turco-berberisco y servicios secretos en la época de Felipe II), Mexico (etc.), FEC, 1995. BRAUDEL, F. : La Méditerranée et le monde méditerranéen à l'époque de Philippe H, Pan's, A. Collin, 1949. El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en tiempos de Felipe II, Mexico, FEC, 1953. HESS, A. C. : The Forgotten frontier. A history of the Sixteenth-Century Ibero-African frontier, The University of Chicago Press, Chicago-Londres, 1978. 2 BUNES IBARRA, M. A. : La imagen
254
H I. ( Y
M A R T I N
C O R R A L E S
Pero también c a b e dar cuenta de una corriente de opinión caracterizada por o f r e c e r una i m a g e n m u c h o mas a m a b l e de los o t o m a n o s . S u s o r í g e n e s pueden m u y bien situarse en la d e s c r i p c i ó n que de los t u r c o s o f r e c i ó a m e d i a d o s del s i g l o X V I el c é l e b r e " V i a j e de T u r q u í a " , en el que se puede rastrear la admiración que despertaba la fortaleza del Gran Turco ( " f u e r t e c o m o el t u r c o " r e c o g í a una s e n t e n c i a popular castellana, mientras q u e en el á m b i t o c a t a l á n se a f i r m a b a " f e b r e r curt, m e s brau q u e un t u r e " ) y el f a s t o y m a g n i f i c i e n c i a s de la Sublime
P u e r t a ( q u e e x p l i c a las e n s o ñ a c i o n e s q u e
suscitaban los harenes y la m a j e s t a d de las r e p r e s e n t a c i o n e s i c o n o g r á f i c a s d e los sultanes más importantes).
A partir de la s e g u n d a mitad del siglo X V I I I , las c o s a s c o m e n z a r o n a c a m b i a r , a u n q u e muy l e n t a m e n t e . L a s batallas n a v a l e s y las e s c a r a m u z a s corsarias entre
embarcaciones
españolas
y turcas disminuyeron
hasta
desaparecer en la práctica. L o s intercambios c o m e r c i a l e s entre a m b o s imperios, aunque asegurados por naves de terceros países, fueron adquiriendo c a d a v e z mayor importancia. L o s deseos de seguridad en la navegación mediterránea y de enlazar directamente con las escalas levantinas iban ganando adeptos c a d a día entre los g o b e r n a n t e s , c o m e r c i a n t e s y m a r i n o s . A d e m á s , en 1 7 5 9 a c c e d i ó al t r o n o C a r l o s III q u i e n , durante su r e i n a d o en N á p o l e s , h a b í a f i r m a d o un T r a t a d o de P a z y C o m e r c i o con el I m p e r i o O t o m a n o en 1 7 4 0 1 . H u b o que e s p e r a r c u a t r o d é c a d a s para q u e , tras superar n o p o c a s d i f i c u l t a d e s , las n e g o c i a c i o n e s de la monarquía española (iniciadas en 1 7 7 9 por el enviado J u a n de B o u l i g n y ) c o n la S u b l i m e P u e r t a 2 , se concretaran en el T r a t a d o de P a z y C o m e r c i o de 1 7 8 2 3 .
'SANCHEZ ORTEGA, M. H. "Las relaciones hispano-turcas en el siglo XVIII", Híspanla, XLIX (1989), pp. 151-195. ^CONROTTE, M. : España v los países musulmanes durante el Ministerio de Floridablanca, Madrid, Publicaciones de la Real Sociedad Geográfica, 1909. VOLTES BOU, P. : "Rusia, Turquía y la política de Floridablanca en 1779", Boletín de la Real Academia de la Historia, CXLVII (1960), pp. 61-97. GARRIGUES, E. : Un desliz diplomático. La paz hispano-turca (La paz hispano-turca : un estudio de las relaciones diplomáticas españolas de 1779 a 1799), Madrid, Revista de Occidente. 1962. EPALZA, M. DE : "Intérêts espagnols et intérêts de la Turquie et de ses alliés maghrébins dans la diplomatie hispano-musulmane du XVIII siècle", Studia Islámico, LVII (1983). pp. 147-161. ARRIBAS PALAU, M. : "La Documentación del Archivo Histórico Nacional relativa a Turquía", Boletín de la Asociación Española de Orientalistas, (1991), pp. 53-(>4. CHAKIB, B. : Las relaciones entre España, el Imperio Otomano y las regencias Berberiscas en el siglo XVIII (1759-17X2), Tesis doctoral inédita, Universidad Complutense de Madrid, 1994. 3 Artículos
de paz y comercio ajustados con la Puerta otomana en Constantinopla a 14 de septiembre de 1782 por el ministro plenipotenciario de S. M. el Sr. D. Juan de Bouligny y el de la misma Puerta El Haggi Seid Muhamed Baxá, gran visir. En virtud de los plenos poderes que se comunicaron y canjearon recíprocamente cuyos artículos fueron ratificados por el Rey Nuestro Señor en 24 de diciembre de 1782 y por la Puerta en 24 de abril de 1783 y sus ratificaciones canjeadas en Constantinopla el mismo dia 24 de abril, habiendo llegado a Madrid de la Puerta en noviembre del propio año, Madrid, Imprenta Real, 1783.
R E L A C I O N E S DE ESPAÑA CON EL I M P E R I O O T O M A N O
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El siglo XIX hispano-otomano es una larga centuria q u e cabe situar entre 1782 (año de la f i r m a del Tratado de Paz) y 1922 (desaparición del Imperio Otomano y nacimiento de la actual Turquía). La primera de las fechas, que supuso el establecimiento de un marco de relaciones pacificas en el que la práctica comercial podría desarrollarse sin las trabas y cortapisas del período anterior, es fundamental en esta exposición. Una de sus consecuencias fue el de estimular el deseo hispano de reencontrarse con el Mediterráneo oriental sin la ayuda de intermediarios. Gabriel de Aristizábal, Brigadier de la A r m a d a y Embajador del monarca hispano, llegado a Estambul en 1784 al m a n d o de una escuadra, afirmó que era la primera embarcación española de guerra que atracaba en Estambul "desde el tiempo de las Cruzadas", añadiendo que "jamás había ocurrido el ir de paz hasta ahora" 1 . Lo que mas le llamó la atención de la capital del Imperio ("la mejor del mundo en utilidad y hermosura") f u e su envidiable situación, tanto desde el punto de vista estratégico como geográfico. También alababa su sistema de su abastecimiento ("acopio de géneros desde el mas ordinario al mas esquisito") y el e l e v a d o n ú m e r o de b a ñ o s p ú b l i c o s . Pero, por e n c i m a de todo, los expedicionarios se sintieron impresionados por el boato del sultán (que vivía "en cuanto l u j o es imaginable"). A h o r a bien, también se percibe cierta decepción a la hora de describir E s t a m b u l , c o m o lo d e m u e s t r a el que repetidamente se criticara sin ambages su trazado urbanístico y su arquitectura, así c o m o "el fanatismo e indolencia estoica de los turcos" que, en su opinión, les impedía tomar medidas adecuadas para combatir las continuas epidemias de peste. Hasta finales de siglo se sucedieron n u m e r o s a s e x p e d i c i o n e s con carácter oficial a Estambul. Entre ellas las de Baltasar de S e s m a , Juan de Navarrete, Federico Gravina, José Solano Ortiz de Rozas, Juan Ferrer, Juan de Villavicencio, Felipe López de Carrizosa, Miguel C o m e n c h e , Nicolás de Módena, Rafael Illescas, José Usel y Guimbarda y Miguel Cerguero. La que tuvo mayor resonancia f u e la capitaneada en 1787, por Federico Gravina al mando de una fragata con la misión de conducir a la capital o t o m a n a a Vasif E f f e n d i , e m b a j a d o r q u e la Puerta había enviado a Madrid el a ñ o anterior. Gravina y los oficiales b a j o su m a n d o , que redactaron dos manuscritos, quedaron impresionados por la ciudad ("el sitio mas h e r m o s o que se puede presentar a la vista") y por la magnificiencia de la corte otomana. Pero, como
No era cierto, pero si indicativo de la emoción del momento. La memoria que presentó a su regreso ha sido publicada, con estudio introductorio, por GONZALEZ CASTRILLO, R. : El viaje de Gabriel de Aristizábal a Constantinopla en 1784, Madrid, FUE, 1997.
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El. O Y M A R T I N
CORRALES
Aristizábal, criticaron algunos aspectos que no les gustaron, c o m o su trazado urbano y su arquitectura, asi como, pensaban, el talante fanático e indolente de los turcos 1 . Las memorias fruto de tales expediciones no fueron publicadas en su día, salvo excepciones 2 , aunque proporcionaron la información necesaria para que José M o r e n o publicara en 1790 su " V i a j e a Constantinopla. Escrito de Orden Superior", que recogía, vulgarizándola, lo esencial de la de Aristizábal 3 . M á s importancia luvo el restablecimiento en derechura del comercio marítimo entre ambas potencias. La demanda española de géneros y productos levantinos (granos, cueros, drogas, especias, telas de algodón, etc.) 4 , aunque no f u e correspondida por un interés similar por parte de los o t o m a n o s con respecto a los artículos españoles y de sus colonias (salvo la plata americana que en contadas ocasiones fue acompañada por algunas partidas de coloniales, lana y vino), f a v o r e c i ó un a u m e n t o e s p e c t a c u l a r de las e m b a r c a c i o n e s otomanas que se dirigían
puertos españoles y de las hispanas (especialmente
las m e n o r q u i n a s ) q u e lo hacían en dirección contraria.
Especialmente
importante f u e al respecto la apertura del M a r Negro a las distintas flotas europeas (primero a Rusia en virtud del tratado de Kutchuk-Kainardja en 1774, paulatinamente el resto de los países) que permitió el auge espectacular de las exportaciones trigueras turcas y rusas (a m e n u d o enmascaradas c o m o turcas) hacia los puertos de la orilla norte del M e d i t e r r á n e o , e s p e c i a l m e n t e los españoles. Conocemos las cifras incompletas de las embarcaciones otomanas
' L a s páginas dedicadas a Estambul editadas por S Á N C H E Z M O L L E D O , J. M. : de Constantinopla, Madrid, Miraguano Ediciones, 2001.
Descripción
^ S Á N C H E Z , J. : Relación de ki epidemia de calenturas pútridas padecida en el navio de S. M. n o m b r a d o El M i ñ o en su viaje a Constantinopla el año de 1786 : su curación por el m é t o d o del doctor don Joseph Madevall; reflexiones sobre la naturaleza de aquellas e n f e r m e d a d e s . . . por. . . ., Madrid, Oficina de d. Blas R o m á n , 1789. S O L A N O O R T I Z D E R O S A S , J. : Idea del Imperio Otomano. Parte históriia del diario de navegación, que en su viaje a Constantinopla en el año de 1787 hizo el capitán de fragata de la Real Armada Don Josef Solano Ortiz de Rozas. En el que se dará razón de otro viaje que ejecutó a Constantinopla en el anterior de 1786, y del que posteriormente hizo a Ñapóles y Livorne en el de 1789, Madrid, Imp. Sancha, 1793. •^MORENO, J. : Viaje a Constantinopla en el año de ¡784. Escrito de Orden Superior, Madrid, Imp. Real, 1790. ^ M A R T I N C O R R A L E S , E. : "La importación de telas de algodón levantino y los inicios del estampado en Cataluña", Revista de Historia Industrial, 6 (1994), pp. 47-74.
RELACIONES DE ESPAÑA CON EL I M P E R I O OTOMANO
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que llegaron a los puertos de Barcelona', Valencia, Alicante, Mahón 2 , Málaga y Cádiz 3 , con diversos productos, en especial trigo. Año 1797 1798 1799 1800 1801 1802 1803 1804 1805 1806 1807 TOTAL
Cádiz -
16 -
2 -
33 34 1 1 15 111
Málaga 5 44
Barcelona 12 41
-
-
2 3 6 3 18 84 50 20 235
2 3 15 10 22 21 49 9 185
Alicante -
1 -
Mahón 4 10 1
-
-
-
4
-
-
6 28
-
-
-
-
-
-
_ 35
_ 19
Fuente: MARTÍN CORRALES, E.: Comercio..., "La flota ...", "Cereales..." GIMÉNEZ LOPEZ, E.: Alicante.... MARI, A.: "El comer?..." La actividad de las embarcaciones otomanas (fundamentalmente griegas) no se redujo al transporte de granos y otros productos desde el Mediterráneo oriental a las costas españolas. También participaron activamente en el tráfico de los puertos hispanos con Livorno, Genova, Marsella, Lisboa, etc., en el cabotaje interior español y en el comercio entre España y sus colonias americanas. En 1798 realizaron una viaje de ida y vuelta entre Barcelona y diversos puertos americanos. Con Montevideo y Buenos Aires las polacras de los capitanes Kagi Kanelacia ("Virgen de Idhra"), Demetri Cristófono ("Virgen de Turliani"), Demetrio Samado ("Virgen de Idhra"). Con Puerto Cabello y I a
' M A R T I N CORRALES, E. : MARTIN CORRALES, E. : "Una oportunitat perduda per Barcelona per articular l'eix comercial Indies-Llevant", II Jornades d'Estudis CatalanoAmericans, Barcelona, 1987, pp. 217-227. "El comercio de Cataluña con el Levante Otomano en el siglo XVIII (1782-1808), VII Jornades d'Estudis Histories Locáis, Mallorca, IEB, 1991, pp. 145-160. Y, Comercio de Cataluña con el Mediterráneo musulmán (siglos XV1-XVIII). El comercio con los enemigos de la fe, Barcelona, Bellaterra, 2001. 2
P a r a Valencia, FRANCH BENAVENT, R. : El fomento del comercio con el Levante Mediterráneo durante el reinado de Carlos IV", MOLAS RIBALTA, P. (ed.): Im España de Carlos IV. V. Colección de Actas 2. Reunión Científica de la Asociación de Historia Moderna Madrid, Tabapress, 1991, pp. 45-61. Para Alicante, GIMÉNEZ LÓPEZ, E. : Alicante en el siglo XVIII. Economía de una ciudad portuaria en el antiguo régimen, Valencia, Institución Alfonso el Magnánimo, 1981. pp. 356-365. Para Mahón, MARIA, . : "El comer? del blat al port de Matí", Estudis d'História Económica, 2 (1989) pp 133-157. ^MARTIN CORRALES, E. : "Cereales y capitanes greco-otomanos en la Málaga de fines del siglo XVIII", Estudis d'História Económica, 2 (1989), pp. 87-114. Y, "La flota greco-otomana en Cádiz a fines del siglo XVIII", Actas del II Congreso de Historia de Andalucía. Historia Moderna II, Córdoba, Cajasur-Junta de Andalucía, 1995, pp. 389-400.
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Guaira, los capitanes Demetri Giorgi ("San Nicolás"), Ciriaco Starnato ("Virgen de Idhra") y Georgi Apostolich ("San Nicolás y San Spiridon"). Con Veracruz, la polacra de Stabros Kagi Jorge ("San Miguel Arcángel") 1 . Paralelamente
la representación
diplomática
e s p a ñ o l a se f u e
consolidando al tiempo que se extendía por las principales ciudades del imperio. La representación consular estuvo monopolizada, al menos en la primera mitad del siglo, por la saga menorquina de los Soler 2 . Las noticias que proporcionaban los cónsules, así como la de marinos y comerciantes que frecuentaban las escalas levantinas contribuyeron a que en España se tuviera un conocimiento mas real y menos fabuloso de la política, de la economía y del conjunto de la sociedad turca. Paralelamente, diplomáticos, comerciantes y marinos turcos frecuentaron puertos y ciudades españolas, siendo observados atentamente como fue el caso del embajador Vasif Efendi, que provocó la visita de numerosos barceloneses al lazareto en el que cumplía una cuarentena y el interés de los madrileños durante su estancia en la Corte 3 . Además, cabe recordar la continua presencia de embarcaciones otomanas en numerosos puertos españoles, e incluso en los de sus colonias americanas, a fines del siglo XVIII. Finalizadas las guerras napoleónicas, las relaciones de España con Turquía se reanudaron. El continuo trasiego de trigo (generalmente ruso) de las escalas levantinas a los puertos españoles (Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga y Cádiz) favoreció la navegación de numerosas embarcaciones hispanas por los Dardanelos y Bóforo 4 . Posteriormente, España consiguió por el Acuerdo de 1827, la libertad para sus mercantes de navegar hasta el Mar Negro 5 . Sin embargo, el citado tráfico se vio mortalmente alcanzado por las ' M A R T I N C O R R A L E S , E. : "El corsarismo norteafricano y la flota catalana en la Carrera de Indias", Manuscrits, 10 (19921, PP- 375-393. " h P A I . Z A , M . DE: "Los Soler menorquines en el Mediterráneo islámico ( M a g h r e b y Oriente) y la expansión mediterránea de los m e n o r q u i n e s (siglos X V I I I - X I X ) " , Revista de Menorca, LXXI (1980), pp. 106-112. 3 M E Y N A R D , B. DE: " A m b u s s a d e de l ' h i s t o r i e n Va9Íf Efendi en E s p a g n e ( 1 7 8 7 - 1 7 8 8 ) , Journal Asiatique, V. 5 (1863). pp. 505-523. S Á N C H E Z O R T E G A , M. H. : "Las relaciones. . . ". J U R A D O A C E I T U N O , A. : '"A propósito de Vasif Efendi, p r i m e r e m b a j a d o r t u r c o en España, y el informe de su estancia", Cervantes. Revista del Instituto Cervantes de Estambul , 1 (2000), pp. 42-49; 2 (2001), pp 19-25. ^ P a r a Barcelona, F R A D E R A . .1. M. : Industria i mercat. Les bases comerciáis de la industria catalana moderna (I8I4-/W), Barcelona, Crítica, 1987, pp. 85-101. Para Cádiz, M A R T Í N C O R R A L E S , E. : "La flota. . . C A S T I L L O , L. D E L : Observaciones sobre el comercio del Mar Negro con especificación del que los españoles pueden hacer allí ventajosamente, escritas por . . .. Madrid, Imprenta Real 1828.
^ C A N T I L L O , A. del: Tratados convenios y declaraciones de paz y de comercio que han hecho con las potencias extranjeras los monarcas españoles de la casa de Borbón, desde el año de 17(X) hasta el dia. Puestos en orden é ilustrados muchos de ellos con la historia de sus repectivas negociaciones, por don . . .. Madrid, Imp. de Alegría y Charlain, 1843, pp. 842-843.
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prohibiciones españolas, de 1820 y 1830, de importar granos extranjeros, adoptadas con la intención de defender la producción cerealista local. Aunque la primera no f u e férreamente aplicada, dadas las continuas dificultades de la producción local, a partir de la segunda, el comercio del trigo, nervio del tráfico hispano-otomano, se hundió irreversiblemente 1 . Mas continuidad se observa en el plano diplomático, ya que la presencia hispana en Estambul estuvo garantizada, entre otros representantes, por Cea Bermúdez (1821-1825), Gerardo de Souza (1829-1830, 1847-1852), Sinibald de Mas a Estambul (1836-1838). Antonio Córdoba, Antonio Riquelme (18531861), Guillermo Crespo (1873-1875), Antonio de Zayas (1897-1899) marqués de Camposagrado (1902-1910) 2 . La representación consular se limitó a Estambul y Esmirna, continuado durante buena parte del siglo en poder de los Soler menorquines 3 . El proceso descrito propició un cambio importante en la imagen que se tenía en la España de comienzos del siglo XIX del Imperio Otomano y de los turcos. Cambio que queda perfectamente reflejado en las colecciones reales. Para los siglos que van del XVI al XVII, la presencia turca y/o musulmana se refiere fundamentalmente a las piezas y trofeos conseguidos en la toma de Túnez y en la batalla de Lepanto. Incluso los valiosos manuscritos árabes custodiados actualmente en El Escorial llegaron a su actual destino fruto de acción bélica. Por el contrario, las piezas más emblemáticas del mundo musulmán que llegaron a las citadas colecciones entre fines del siglo XVIII y comienzo del siglo XIX fueron adquiridas o ingresaron en concepto de regalo, como es el caso del extraordinario manuscrito persa Shahnama de Firdusi, adquirido en Estambul para ser regalado a Fernando VII. La pérdida de las colonias americanas, consumada a comienzos de los años veinte, favoreció el que muchas miradas se dirigieran al Imperio Otomano con dos objetivos : el de sustituir, en la medida de lo posible, el mercado americano por el levantino y el de tratar de sacar lecciones del modo con que la Sublime Puerta hacía frente a la creciente presión exterior (rusa, austríaca, francesa e inglesa) y a los deseos de las minorías del imperio de sacudirse el dominio de Estambul. 'Para Barcelona, FRADERA, J. M. : Industria. . . . y MORALES LEZCANO, V. : España y la Cuestión de Oriente, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 1992, pp. 76-79. También, "España y Turquía : del desconocimiento a la aproximación", THOBIE, J. ; KANCAL (eds.): Turquie, Moyent Orient, Communauté Européenne, París, L'Harmattan, 1989, pp. 217-230. Y, "Fuentes documentales del Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores para el estudio de las relaciones entre España y el Imperio Turco-Otomano (1834-1914), Awraq, XI (1990), pp. 123-134. Para Mas, que vjajó por Libano y Palestina, HOMS, A . : Sinibald de Mas, Barcelona, Ed. Nou Art Thor, 1990. 3 BREMON Y LOPEZ, N. M. : Memoria. . ., p. 32.
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En el primer caso, la sustitución del mercado americano por el levantino, se trataba de una intentona prácticamente imposible atendida la prohibición de importar granos extranjeros señalada anteriormente. Sin embargo, se hicieron esfuerzos para relanzar los intercambios entre ambas partes, entre los que cabe destacar el Acuerdo hispano-otomano de 1840, que supuso para España la incorporación de clausula de nación mas favorecida ("el derecho a disfrutar las ventajas de que gozan en los dominios del sultán las potencias amigas de la Sublime Puerta", ajustado a las condiciones del tratado anglo-turco de 1838) 1 . Pero, hundido el comercio cerealícola, las posibilidades de relanzar el tráfico mercantil eran muy remotas. N. M. Bremon y López, que publicó un libro en 1841 dedicado a exponer las ventajas del comercio hispano-otomano, reconocía que la atonía comercial iba en paralelo con el desinterés político, lo que explicaba, en su opinión, que la cuestión de Oriente f u e r a evolucionando "sin la menor participación de la decaída nuestra (España)" 2 . Ni siquiera fue posible el despliegue de una red consular otomana (aunque ejercida por españoles) en los principales puertos hispanos. Fue lo que sucedió en 1844, cuando el Ministro de Estado envió un escrito al Capitán General de Cataluña, con el encargo que preguntase a la Junta de Comercio de Barcelona su opinión sobre la posibilidad de establecer un consulado de la Sublime Puerta en la ciudad y sobre la idoneidad de Manuel Berges y Baiges para ponerse al frente de la citada institucional. La Junta respondió con escaso entusiasmo : "no sabe esta Junta hasta ahora haya existido en esta plaza Cónsul de la Sublime Puerta. Que las relaciones entre ambos países, no cree que hagan necesario su nombramiento por lo insignificantes que son; pero tal vez podría dar por resultado que se aumentasen y así ningún inconveniente ve en que se proceda al nombramiento; y por lo que respecta á D.Manuel Barges, puede expresar únicamente que no tiene noticia de este individuo, que no se le halla comprendido en ninguna de las clases de contribuyentes al subsidio industrial y de comercio, y que habiéndosele llamado por periódicos para que se presentase á la secretaria de esta Junta no lo ha verificado" 3 .
' ' T r a t a d o de c o m e r c i o y navegación concluido entre E s p a ñ a y la S u b l i m e Puerta o t o m a n a ; f i r m a d o en Constantinopla el 2 de marzo de 1840", C A N T I L L O , A. DEL: Tratados. . ., pp. 887890. 2 B R E M O N Y L O P E Z , N. M. : Memoria sobre las ventajas que deben resultar a España de su comercio posible en el Levante enlazándolo con el de las dos Indias, Madrid, Imp. de Fita, 1841., esp. pp. 3-5. 3 B i b l i o t e c a Central de Barcelona, Junta de C o m e r c i o , legajo 61, c a j a 55. Carta del Barón de Mer, Capitán General de Cataluña, a la J u n t a de C o m e r c i o , 4 - 1 0 - 1 8 4 4 . Carta de F. Fulgoria, G o b e r n a d o r de Barcelona, a la Junta, 6 - 1 0 - 1 8 4 4 . J. Parladé, Alcalde del C o r r e g i m i e n t o a la Junta con la m i s m a noticia, 8-10-1844. La Junta lo notifica a la Comisión de C o m e r c i o 7 y 1410-1844. En 3 1 - 1 0 - 1 8 4 4 , Fulgoria insta la respuesta de la Junta. L a C o m i s i ó n de C o m e r c i o emite su veredicto, 5-11-1844. Fulgoria, informa a sus superiores, 28-11-1844. Carta del Cap. General a la Junta, 30-11-1844. Respuesta de la Junta, 7-12-1844.
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En el segundo caso se trataba de sacar lecciones del m o d o con que la Sublime Puerta hacía frente a la creciente presión rusa, austríaca, francesa e inglesa, así c o m o a los deseos de independencia de los pueblos balcánicos (especialmente los griegos), a la e m e r g e n c i a de las aspiraciones árabes, a reivindicaciones de las minorías armenia y kurda y a la relaciones con el conjunto de los cristianos del Imperio. En líneas generales parece que existió un generalizado consenso en la necesidad de preservar la unidad territorial del Imperio y, en caso de sobrevenir su partición, desear que no f u e r a en provecho de alguna de las potencias europeas de la época, entre las que Rusia f u e la observada con mayor recelo. Esta preocupación se evidencia con toda claridad en la monografía que sobre la evolución política, económica y social del Imperio y sobre la guerra entre turcos y griegos, publicó Fermín Caballero en 1828. En las páginas iniciales, en las que manifiesta sus intenciones, se observa cierta simpatía por el Imperio, a pesar del recelo que le provocaba su política para con los griegos, justo un año después de que el Tratado de Londres consagrara la independencia griega : "El misionero, el peregrino, el comerciante, el marino, el político, están en la necesidad de ver el imperio o t o m a n o desnudo de los coloridos y s o m b r a s q u e la malicia y la ignorancia han echado sobre su anales... La Turquía presenta un aspecto nuevo, que parece incompatible con sus hábitos y dogmas. El genio de M a h a m u d II se eleva en el Oriente c o m o un coloso; su s o m b r a enluta el á m b i t o europeo, y la m e d i a luna aparece en su m a y o r creciente". A u n q u e se muestra partidario del debilitamiento de Turquía, alerta sobre las ventajas q u e pudieran reportar tal política a los imperios vecinos, especialmente Rusia : "Debilitar á los turcos parece conveniente, pero ¿en quien refluyen las ventajas de esta agresión?. Hé aquí á la política embarazada, y divididas las gentes de estado sobre el riesgo principal que a m e n a z a á la Europa : L a Rusia en Turquía, ó la Turquía ilustrada. Tal vez los políticos acierten con un medio capaz de evitar ambos extremos" 1 .
Similar es el planteamiento de V. Roger y Coma, quien tras denunciar la suerte de los griegos a manos de los turcos ("ahora se nos presenta con la cuchilla y la tea en la m a n o cubriendo de desolación las hermosas provincias de Grecia"), n o duda en mostrar su admiración por la historia del Imperio Otomano : "En verdad que no se logran tales resultados con una organización ' C A B A L L E R O , F. : La Turquía : teatro de la guerra presente, Madrid, Imp. de Eusebio Aguado, 1828. El autor fue criticado públicamente por S. MIÑANO Y BEDOYA •. Fraterno correccional que ofrece a Don Fermín Caballero, editor del libro subtitulado La Turquía, teatro de la guerra presente, Madrid, Pierart Peralta, 1828. El criticado, visiblemente enojado, respondió con : La Turquía victoriosa de las sandeces, falsedades e ignorancias contenidas en la Fraterna correccional del Doctor Miñano, Madrid, Imp. Eusebio Aguado, 1829.
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MARTIN
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interior, destituida de profundidad de miras, de genio y de talento para la ejecución. Los hechos hablan por sí mismos, al paso que la duración y la fuerza del imperio otomanos nos prueban que es acreedor á nuestra curiosidad, no menos que á nuestras observaciones") 1 . Más decididamente filoheleno se muestra M.M.Río y Coronel, en su alegato de 1828 2 . El análisis del Diario
de Barcelona,
uno de los más importantes
periódicos de la España del momento, entre 1821 y 1831 confirma el gran interés de las noticias procedentes de Turquía (a menudo sacadas de periódicos y gacetas extranjeras) que casi diariamente eran ofrecidas por la citada publicación. Sin embargo, no deja de sorprender, que al igual que se ha visto en el caso de F.Caballero y V.A.Roger, la opción pro-griega no aparezca con toda nitidez en sus páginas del citado diario, ya que por encima de cualquier otra consideración, el Imperio Otomano es tratado casi como víctima de la agresión de las grandes potencias europeas, especialmente del Imperio ruso 3 . En suma, la preocupación por la suerte de los griegos está presente en la obra de los autores y de la prensa citada, pero no con tanta fuerza como cabría esperar dada su calidad de correligionarios religiosos con los españoles. Aunque la obra de M.M.Río y Coronel se muestra más claramente filohelena, no parece que en España existiera un clima comparable al de otros países europeos ni figuras que de lejos pudieran medirse en este sentido con Lord Byron. El interés por los sucesos orientales, además de por las obras citadas, también se demuestra por la publicación de mapas que daban cuenta de los conflictos en la zona 4 y por las traducciones al castellano de obras extranjeras sobre el Imperio Otomano, como la de J.M.Jouannin y J.van Gacer, llevada a cabo por "una sociedad literaria" en 1840. Igualmente hay que destacar el creciente interés por la suerte de los Santos Lugares. En 1844 apareció una
' ROGbR Y COMA, V. A. : Descripción geográfica, política, Imperio Otomano, Madrid, Miguel de Burgos, 1829, pp. 2-3.
militar, civil y religiosa
del
^RIO Y CORONEL, M. M. : Compendio histórico del origen y progresos de la insurrección de los griegos contra los turcos : desde el año de 1821 hasta la llegada a Egina del Presidente actual de la Grecia, Conde de Copo de Istria, Madrid, Imp. Ramos y C , 1828. 3 E n la actualidad estoy estudiando las relaciones hispano-musulmanas a través del citado Diario. ^LOPEZ, T . : Mapa geográfico ce la Turquía europea, Madrid, 1828.
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obra sobre la custodia de ios Santos Lugares de Jerusalén 1 , a la que hay que añadir traducciones de historias de Palestina en los años 1840 y 18502. En la misma línea hay que incluir el relato de las vicisitudes vividas en los dominios otomanos, Estambul y ciudades santas de La Meca y Medina, por Ali Bey el Abassi, a comienzos del siglo XIX. Su libro, editado en Francia en 1814, circuló desde temprana fecha por la península ibérica (el Diario de Barcelona publicó fragmentos de sus viajes los días 3,5,6 y 7 de mayo de 1816), aunque se ignoraba que el autor en realidad no era otro que el catalán Doménech Badia Leblich. La recuperación de Ali Bey hay que situarla en 1833, aunque la primera edición en castellano de sus viajes no apareció hasta 1836 en Valencia. Sin embargo, conviene tener en cuenta que su recuperación se produjo en clave marroquí. De Ali Bey interesaron especialmente sus andanzas por Marruecos 3 . Sin embargo, conviene no exagerar sobre la información que del Imperio se tenía en España, ya que la puesta al día de los conocimientos al respecto seguía dejando mucho que desear: la memoria de Aristizábal de 1784 seguía constituyendo a mediados de siglo buena parte del saber sobre la citada potencia. El libro de J.Moreno de 1790, del que buena parte de los ejemplares editados sólo pudo venderse merced al impacto de la Guerra de Crimea a mediados del siglo XIX, se basaba fundamentalmente en el texto Aristizábal. A su vez, la obra de Moreno fue la base del escrito de F.Caballero de 1828. Mientras tanto, el antiguo enemigo, admirado y temido, se había ido convirtiendo lentamente en "El Hombre Enfermo" de Europa. A los ojos de los españoles ese formidable imperio que se tambaleaba les recordaba las dificultades vividas en propia carne con motivo de la pérdida de los dominios europeos a raíz del Tratado de Utrecht de 1714 y la independencia de las colonias americanas en el primer tercio del siglo XIX. ' j O U A N N I N , J. M. ; VAN GAVER, J. : Historia de la Turquía, Barcelona, Imprenta de la Guardia Nacional, 1840. BUSCHINO, M. : El Imperio de Osmán, comúnmente llamado Otomano o la Turquía europea, obra escrita en lengua alemana por ; traducida del francés al castellano por Juan López., Madrid, Imprenta Real, 1785. También se tradujeron relatos de la guerra, como La cruz y la espada : narraciones de la guerra de Oriente, campañas de 1854 y 1855: escrita en francés y publicada en París este año y traducida al español por D. Claudio López, Cádiz, Imp. De la Revista Médica, 1856. SAIZ DEL CAMPO, M. : Obra-píaconservación de los Santos Lugares de Jerusalén : ligeros apuntes sobre su historia, Santiago de Compostela, Imp. José Núñez Castaño, 1844. ^La primera, uno de sus traductores fue Joan Cortada, personaje interesado en los temas de Oriente, MARTIN, Abate. : Historia de la Tierra Santa dese la más remota antigüedad hasta el año Ì839, Barcelona, Imp. del Brusi, 1840. La segunda, también traducida por una "sociedad literaria", Historia de la Palestina ó Tierra Santa, Barcelona, Imp. A. Frexas, 1850. •^ALI BEY : Voyages en Afrique et en Asie, París, Didot, 1814. Véase también la obra colectiva, Ali Bei, un pelegrí catalá per terres de l'Islam, Barcelona, Museu Etnologie, 1996.
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Además, la lenta y traumática victoria del liberalismo español, en lucha con absolutistas primero y con carlistas posteriormente, fue visto por buena parte de los contemporáneos como un proceso paralelo al que se vivía en el Imperio Otomano 1839. con el inicio de las reformas, los tanzimat. Que duda cabe de que para muchos de ellos existía un estrecho paralelismo entre el agónico triunfo del estado liberal hispano y las reformas otomanas que suponían el comienzo de la modernización y la igualdad en la práctica de todos los subditos del imperio. En 1854 una imprenta madrileña publicaba la traducción de un estudio sobre los tanzimatK
Para postre, los enemigos de
tales procesos liberal i zadores estaban coaligados en la esfera internacional : los carlistas, que luchaban con las armas en la mano contra los liberales españoles, disfrutaban del reconocimiento por parte de Rusia, la potencia más amenazadora para los otomanos. De ahí que, al menos hasta mediados del siglo XIX, y en contra de lo que pudiera pensarse dado el antagonismo religioso, el Imperio Otomano continuase despertando una clara corriente de simpatía en los sectores influidos por el liberalismo en España 2 . Con la guerra de Crimea de 1853, la llamada Cuestión
de
Oriente,
adquirió una enorme importancia en el sistema internacional de la época. Básicamente consistió en la presión territorial y política que sufrió el Imperio Otomano por parte de las grandes potencias del momento (Gran Bretaña, Rusia, Francia, imperio Austro-húngaro), en la reivindicación de movimientos nacionalistas, de diferente grado de madurez, surgidos en los territorios balcánicos
(griegos, serbios, rumanos, búlgaros, etc.), en los dominios de
Anatolia (armenios y kurdos) y en la población árabe del Creciente Fértil, Egipto y Túnez, así c o m o los conflictos suscitados por las diferentes comunidades cristianas-'. Aunque la España del momento difícilmente podía aspirar a participar de una u otra forma en el reparto del previsible botín que supondría el derrumbe otomano, lo cierto es que no faltaron las ilusiones al respecto. La conquista francesa de Argelia había hecho florecer anhelos de expansión territorial allende las fronteras hispanas que, por muy poco basados en la realidad que estuvieran, contribuyeron a perfilar la política exterior española del siglo XIX, como lo demuestran la conquista de las Chafarinas en el litoral
' L ' B i C I M : El Tanzimat : organización de la Turquía actual en todos sus aspectos, político, económico, religioso, militar, literario, etc., Madrid, Imp. De Don José Trujillo, 1854. ^ E s t u d i o introductorio de Manuel Espadas Burgos a la reedición (por el Ministerio de D e f e n s a en 1995) de PRIM, J. : Memoria sobre el viaje militar a Oriente, presentada al gobierno de S. A l , Madrid, Imprenta de T e j a d o . 1855. 3 M O R A L E S L E Z C A N O , V. : hspaña. . . .
R E L A C I O N E S DE ESPAÑA CON EL I M P E R I O O T O M A N O
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n o r t e a f r i c a n o en 1848 y las posteriores a v e n t u r a s m e j i c a n a , asiática y m a r r o q u í 1 . En este contexto hay que incluir los intentos efectuados para participar de una f o r m a u otra en la Cuestión de Oriente, en especial las expediciones militares a los escenarios de la guerra de Crimea que dieron lugar a dos informes, uno debido a Juan P r i m 2 y otro a un grupo de oficiales de i n g e n i e r o s 3 . Las e x p e c t a c i ó n q u e d e s p e r t ó el c o n f l i c t o en E s p a ñ a está atestiguada por la publicación de mapas y trabajos periodísticos (A.Borrego, 1855) y por el hecho de que algunos viajeros emprendieran un periplo por la zona (D.J.Ballester, 1857). En la misma línea hay que entender la traducción al castellano en 1857 del estudio comparativo de L.von Ranke sobre los imperios otomano y español en los siglos XVI y XVII, sin olvidar la edición de obras dedicadas a la batalla de Lepanto 4 . A pesar de que en las citadas publicaciones no se escatimaron críticas y valoraciones negativas para con los turcos, no es menos cierto que siguió siendo mayoritaria la corriente de opinión que seguía manifestándose partidaria de la unidad del Imperio (con la aceptación de la independencia griega), a la par que mostraba su repulsa ante las pretensiones políticas y territoriales del imperio ruso, símbolo del despotismo y protector de la corriente carlista, mortal enemiga de la vacilante España liberal (que no era reconocida por las principales cortes europeas). N o debe olvidarse que la posición española de m a n t e n i m i e n t o de la unidad territorial n o solamente era la política oficial respecto al Imperio Otomano, sino que se hacía extensiva a Marruecos.
' t O G O R E S SANCHEZ, L. E. : Extremo Oriente en la política exterior de España (1830-1885), Madrid, Biblioteca Universitaria. Prensa y editoriales Iberoamericanas, 1996. MIQUEL I VERGES, J. M. : El General Prim, en España y en México, Me'xico, Hermes, 1949. Pl-SUÑER LLORENS, A. : El General Prim i la "qüestió de Mèxic, Barcelona, Generalitat de Catalunya, 1991. ROBLES MUÑOZ, C. : Paz en Santo Domingo (1854-1865) , Madrid, CS1C, 1987. LECUYER, M. C. ; SERRANO, C. : La guerre d'Afrique et ses répercusions en Espagne, 18591904, Paris, PUF, 1976. MARTIN CORRALES, E. (éd.): Marruecos y el colonialismo español (1859-1912). De la Guerra de Africa a la "penetración pacífica", Barcelona, Bellaterra, 2002. 2 P R I M , J. : Memoria . . . . a También, la memoria colectiva, Memoria sobre el viaje militar a la Crimea presentada por los oficiales del cuerpo de ingenieros nombrados en 1855 para seguir y estudiar las operaciones de la guerra entre Rusia y las potencias occidentales, Fraru:ia é Inglaterra, auxiliando a la Turquía, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1858. 4
Entre los mapas, Atlas de la Guerra de Crimea, Madrid, 1856. Por su parte, Dionisio Alcalá Galiano publicó Carta esférica del paso de los Dardanelos del mar de Mármara y del canal que conduce al Mar Negro, grabada por F. Selma y escrita por Antonio Gangoiti, Madrid, Dirección de Hidrografía, 1866. BORREGO, A. : La Guerra de Oriente considerada en sí mismo y bajo el punto de vista de la parte que España puede verse llamada a tomar en la contienda europea, Madrid, M. Minuesa, 1855. BALLESTER, D. J. ; Viatge a Terra Santa, Egipte i Turquía, Lleida, Pages, 1999. VICENS VIVES, J. : "Goberno ed opinione pubblica nella Spagna durante la crisi della guerra di Crimea", Congreso Storia del Risorgimento italiano de Torino, Roma, Istituto per la storia del Risorgimento italiano, 1956, pp. 365-371.
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Sin embargo, poco a poco comenzó a disminuir el número y calidad de aquellos que anteponían por encima de todo sus simpatías para con los otomanos. Posiblemente tenga mucho que ver al respecto la suspensión de la Constitución de 1876 por Abdulhamid II, medida que para muchos significó el fracaso absoluto de los intentos de reformar el Imperio. Así parece deducirse del análisis de las publicaciones que dieron cuenta de la nueva guerra rusoturca, la de 1777-1778 : A.Borrego (1876), E.Castelar (1876), M.Troyano (1876) y J.Pilar Morales ( 1 8 7 6 ) 1 . Los autores ponían de relieve su convencimiento de la imposibilidad de regeneración del Imperio Otomano, al que consideraban ya en franco declive. Uno de ellos, Troyano, lo expuso con toda claridad : "Há pocos meses, para poner término á ella, tres soluciones tenían dividida y como vacilante la opinión pública de Europea; esas tres soluciones eran : reorganización del imperio otomano sobre nuevas bases; división de su territorio entre los países limítrofes; formación de Estados cristianos con las provincias europeas de la Turquía... Después de la última guerra no cabe ya en el problema la primera solución... Queda, pues, c o m o única aceptable la última de las apuntadas : la formación de Estados independientes con los países de la Turquía europea. Pero, aun cuando natural y justa, tal solución no deja de ofrecer inconvenientes" 2 . Paulatinamente, una parte importante de la sociedad española comenzó a desviar sus simpatías desde los turcos hacia las distintas minorías existentes en el Imperio, algunas de las cuales habían conseguido la independencia o habían p a s a d o a d e p e n d e r
de otras
potencias ( r u m a n o s , serbios y
montenegrinos en el primer caso; Chipre, Bosnia, Herzegovina y una parte de Armenia en el segundo) gracias a la Paz San Estéfano. Las crecientes simpatías por las nacionalidades balcánicas, con la menguante preocupación por la suerte de un Imperio Otomano que se consideraba cada vez más cercano al colapso total, se pone de manifiesto en numerosas publicaciones debidas a políticos, diplomáticos, periodistas y escritores que dan cuenta del cambio operado al respecto : S. Giménez (1879), G.Gómez Nieto(1879), V. Moreno de
'BORREGO, A. : "La cuestión de Oriente, Elementos beligerantes que provoca", Revista Contemporánea (1876). CAS TELAR, E. : La Cuestión de Oriente, Madrid, Oficinas de la Ilustración Americana, 1876. T ROY ANO Y RISCOS, M. : La Turquía. Su pasado y su presente. Compendio de la Historia del Imperio Otomano y reseña de su estado político-social, Madrid, Nueva Prensa, 1876. PILAR MORALES, J. : Turquía. Teatro de la guerra de Oriente, Madrid, 1876. MARTIN ASUERO, P. : "España y la Cuestión de Oriente: la Guerra ruso-turca de 18771878", Historia Militar, (Dic 1998), pp. 137-162. Y, "Vascos en la Cuestión de Oriente", Escala, 3 (1998), pp. 26-27. ^ R O Y A N O Y RISCOS, M. I ,a T u r q u í a . . . .
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la Tejera (1879), J.de D. Rada y Delgado (1882), M.Navarro (1883) 1 , Martín Arrue (1889), L.Barrios (1889), A.Opisso (1896), J.R.Melida (1899), etc 2 . En Cataluña, el emergente nacionalismo no tardó en comparar al estado español con el Imperio otomano, alineándose inmediatamente con los griegos en sus intentos de arrebatar Creta a los turcos. En 1897, cuando un contingente griego, bajo al mando del príncipe heredero Jordi, intentaba ganar Creta para los helenos, la Unió Catalanista dirigió un mensaje en tono de cruzada al citado príncipe :: "Missatge a Sa. Alta. IIa. Princep Jordi i á l'exercit expedicionari grech á Creta : Desde Catalunya, poblé cristiá que com Grecia y Creta, serva lo recort histórich de las devastacions é iniquitats deis sarrahins enemichs moríais de la religió de Deu Christ, vos emviam, valiós capdill y exércit expedicionari, la mes afectuosa horabona per l'acte de virilitat de que doneu exemple, pug sens escoltar veus mesquinas y promesas de protecció bastardas, haveu seguit, ab lloable expontaneitat, lo generós impuls del cor en pro deis cristians de Creta, atropellats per lo fanatisme deis sectaris de Mahoma. La Santa Trinitat isa en ajuda de tots i especialment vos protegesca, guie y done victoria, pau i prosperitat, com de veras vos desijam!". La movilización a favor de los griegos no se limitó al citado manifiesto, ya que poco después se organizó un acto público para enviar otro mensaje (redactado por Enric Prat de la Riba y el doctor Rubio i Lluch) al monarca griego por mediación del cónsul de su país en Barcelona. Se organizó una recogida de adhesiones entre las entidades catalanistas en La Renaixensa que dio cumplida cuenta del episodio al tiempo que condenaba "l'opresió deis turchs". Este segundo mensaje, encabezado por la firma del presidente de la Unió Catalanista, fue suscrito por 46 destacados miembros de esta corriente en representación de 18 periódicos y 28 entidades y asociaciones, casi todas ellas 'GIMENEZ, S. : "Noticias de la Bulgaria y de otras regiones de Oriente", Boletín Sociedad Geográfica de Madrid, II (1879), pp. 260-266. GOMEZ NIETO, G. : "Memoria sobre el viaje a Grecia, Turquía europea y asiática y el archipiélago filipino de la corbeta María de Molina", Boletín Sociedad Geográfica de Madrid, II (1879). MORENO DE LA TEJERA, V. : Diario de Viaje a Oriente, Argel, Ñapóles, Pompeya y el Vesubio, Sicilia, Grecia, el Archipiélago y Egipto, Madrid, Imp. M. Martínez, s. a. RADA Y DELGADO, J. de D. : Viaje a Oriente de la fragata de guerra Arapiles y de la comisión científica que llevó a su bordos, Barcelona, Emilio Oliver y C , 1882, 3 vols. NAVARRO GARCIA, M. : La Campaña del Moscowa. Ensayo histórico-militar, Madrid, Depósito de la Guerra, 1883. GARRIGUES, E. : Segundo viaje a Turquía, Madrid, Revista de Occidente, 1976. 2
MARTIN ARRUE, F. : Guerra de Crimea, Madrid, 1889. BARRIOS Y CARRION, L. : Una ojeada geográfico-militar sobre las naciones balcánicas, Toledo, Imp. de Juan Peláez, 1889. OPISSO: Turquía y los estados Danubianos. Su historia, su Geografía, su Arte y sus Costumbres, Barcelona, Bastinos, 1896. MELIDA, J. R. : Viaje a Grecia y Turquía : memoria que presenta al Ministerio de Fomento don Madrid, Imp. del Colegio Nacional de Sordomudos, 1899. PANDO DESPIERTO, J. : "Españoles en Oriente. Campañas del Danubio y Crimea", Revista de Historia Militar, 6 (1987), pp. 93-145. De nuevo se editaron mapas para que los interesados pudieran seguir el curso de las operaciones militares, Mapas de la Turquía europea, Madrid 1876-1877.
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adheridas a l'Unió. Dado que en el texto se equiparaba el dominio turco con el español, algunos periódicos madrileños criticaron abiertamente la iniciativa al tiempo que el gobernador civil de la ordenó la suspensión de la Renaixensa Lo Regionalista
y
y de diversos actos previstos por los catalanistas. Sin duda
alguna, los periodistas madrileños y el j e f e político de Barcelona no se sintieron ofendidos por el tono de cruzada religiosa del texto. Lo que les molestó fue la equiparación del Imperio Otomano con España, en calidad de potencias decadentes \ descritos como prisiones para griegos y catalanes, pueblos prósperos aunque carentes de libertad 1 . El creciente posicionamiento contrario al Imperio Otomano por parte de particulares y fuerzas políticas españolas tuvo mucho que ver con las terribles medidas represivas ("las atrocidades turcas") puestas en práctica durante el mandato del sultán Abdulhamid II, que comenzó a ser conocido en toda Europa como "El sanguinario". Un buen ejemplo lo constituye la publicación en 1909 de unos fascículos, bajo el título genérico de "Regicidios y crímenes políticos", varios de los cuales estaban consagrados a los excesos del citado sultán. La portada del número 32, mostraba una población serbia destruida con un elocuente pié de página : "Ferocidades turcas. Población servia destruida por las tropas". La portada del número 33, contenía un dibujo muy bien explicado por su título : "Atrocidades turcas. Cabezas de soldados rusos halladas en un reducto". No menos elocuente era el texto que acompañaba a la ilustración de la primera página del fascículo número 35 : "Atrocidades turcas. Cabezas mutiladas de prisioneros, expuestas al público" 2 . Si bien es cierto que es un ejemplo un tanto tardío, no lo es menos que esos dibujos fueron publicados con anterioridad en otros medios de comunicación, c o m o la Española y
Ilustración
Americana.
No obstante, no debe creerse que el sultanato otomano no contó con simpatías en la sociedad española. La monarquía salida de la Restauración, y los sectores sociales que la apoyaban, continuó prestando su apoyo al sultán otomano, en unos momentos en los que los tanzimat
habían demostrado su
inutilidad, no dudando en hacer entrega a Abdulhamid II del Toisón de Oro en
' E l mensaje, firmado por destacados catalanistas ( Rubio i Lluch, Lluís Sagnier, , Francese Carreras y Candi, Pelegrí Casades, Joseph Puig i Cadalfach, Antoni Gallisà, Ernest Moline i Brasés, Joseph M. Roca, etc). aparece en LLORENS I VILA, J. : Catalanisme i movimenti nacionalistes contemporanis (18X5-1901). Missatges a Irlanda, Creta i Finlandia, Barcelona, R. Dalmau, 1988, pp. 56-57. La cursiva es mía. ^Colección de fascículos editados en 1909 en Madrid por la imprenta de Domingo Blanco.
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1880 1 . Asimismo, la continuidad de las relaciones interestatales se evidencia por la conclusión de ocho tratados, convenios y acuerdos entre España y Turquía en el período que inedia entre 1827 y 1898 2 . Aunque un estudio detallado debería confirmarlo, todo parece indicar que dos factores de índole tecnológica también contribuyeron a que decreciera el interés por la parte turca del Imperio Otomano. El primero f u e la apertura del Canal de Suez en 1869. El censo de viajeros españoles por el Mediterráneo oriental en la segunda mitad del XIX permite asegurar que Egipto (por sí m i s m o y c o m o escala de las travesías hacia Filipinas) f u e una de las rutas mas frecuentadas en esos años. Entre los viajeros que optaron que no parece que tuvieran gran interés por los territorios turcos f i g u r a n L . B a r d ó n ( 1 8 7 0 ) , A.Rivadeneyra (1871), E.Toda y Güell (1889), etc. 3 El segundo, sin duda alguna f a v o r e c i d o por la generalización de la navegación a vapor que acortaba los viajes y los hacía más c ó m o d o s , f u e el creciente n ú m e r o de peregrinos y viajeros españoles que se dirigían en derechura a Tierra Santa, dejando de lado la posibilidad de visitar Estambul y las tierras turcas (aunque el m o m e n t o culminante de este tráfico se p r o d u j o entre 1920 y 1936). Entre las peregrinaciones (que comenzaron a ser colectivas hacia la década de los noventa) y viajes que se concretaron en publicaciones hay q u e destacar las de J.A.Ortiz (1868), (1876),
Fray Vicente (1870), E . M a l v a r
M.Ibo Alfaro (1879), C.Barallat (1881), O.Velasco
(1890),
J . V e r d a g u e r (1889), A.LIor (1895), F . L . M . d e R o j a s de M o l i n a (1897), A.Opisso (1899), M.de Torres (1900), la peregrinación colectiva Bascongada (1903), M.Costa (1908), J.Piñero (1911), F.Cortines (1913), B.Ubach (1913), I.Portabales (1915), etc. Entrado el siglo X X , el único cambio a destacar en el proceso descrito f u e su aceleración, especialmente estimulada por el horror provocado por la crueldad de la guerras balcánicas de 1912-1913 y por las matanzas de armenios. ' N o deja de tener cierta ironía el hecho de que el collar que recibió fuera con anterioridad del Marqués de Sierra Bullones, CEÍVALLOS-ESCALERA, A. : La insigne orden del Toisón de Oro, Madrid, 2000, p. 553. 2
MORALEZ LEZCANO, V. : '"Fuentes documentales . . . ". LITVAK, L. : Viajeros españoles del siglo XIX por países exóticos (1800-1913), Barcelona, Laertes, 1984. SANCHEZ CANTON, F. J. : "Viajeros españoles en Oriente", Revista del Instituto Egipcio de Estudios Islámico, IV (1956), pp. 1-47. CHAABAN, Z. : La imagen del Líbano en los escritores de viaje españoles en la segunda mitad del siglo XIX, Madrid, Universidad Autónoma, 1988. GARCIA-ROMERAL PEREZ, C. : Bio-bibliografía de viajeros españoles (Siglo XVIII); Bio-bibliografía de viajeros españoles (Siglo XIX); Bio-bibliografía de viajeros españoles (1900-1936). Las tres obras en la madrileña Ollero & Ramos editores, 1997, 1995 y 1997 respectivamente. MARTIN ASUERO, P. : "La imagen española del Bosforo durante la Cuestión de Oriente (1793-1915)". Letras de Deusto, 93 (2001), pp. 141-154.
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Para esa época los relatos disponibles son los de M.Llovera (1906), J.Llave y García (1909,1913) y A.Zayas (1912). Una de las pocas voces claramente favorable a los turcos fue la de V.Blasco Ibáñez (1907). Cuando se produjo el estallido de la I Guerra Mundial, los turcos pudieron contar, además, con las simpatías de los germanófilos. Sin embargo, la imagen que los medios de comunicación difundían en esos momentos de ellos, volvían a recordar la construida a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII : crueles, vengativos, fanáticos, lascivos, etc. Por último, la derrota otomana se llevó consigo casi todos los aspectos positivos que, para distintos sectores de la sociedad española del XIX, también habían caracterizado a los turcos. Mientras tanto, el proceso de desvío de la atención de la opinión pública desde Turquía a los Santos Lugares se había consolidado, tal como demuestra la bibliografía de la época se centraba en Palestina (A.de la Cierva, 1914-1918; y E.Gómez. Carrillo, 1919), que contaba con una representación consular estable. De ahí que la desaparición del Imperio Otomano c o m o consecuencia de la derroia turca en la I Guerra Mundial, y los dramáticos acontecimientos que marcaron el nacimiento de Turquía, solo haya merecido una escasa atención 1 .
^ O R A L E S LEZCANO, V. : "The Relationship between Spain and Turkey : 1923-1960", Xth Turkish Congress of History, Ankara, 1987. URIARTE, C. : Las relaciones hispano-turcas durante la Guerra Civil Española, 1936-1939, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 1995. RUIZ, C. : El reparto del Asia otomana, Madrid, Historia 16, 1999. MARTIN ASUERO, P. : "Blasco Ibáñez en Estambul", Letras de Deusto, 76 (1997), pp. 57-72.
EL INTENTO ESPAÑOL DE CONSTRUIR UNA BASE EN LA COSTA DEL MAR ROJO (1885-1887) Y LA REACCIÓN ESPAÑOLA*
Sinan KUNERALP
En Octubre de 1909, el Ministro de Asuntos Exteriores español Pérez Caballero, quien recibió al Embajador Otomano en Madrid Ali íhsan Bey, afirmaba que no existía ningún problema que pudiera ser objeto de litigio entre los dos países, que España no tenía ningún interés en los Balcanes y Oriente Próximo y por eso llamaba la atención sobre el hecho de que no existiese una situación que pudiese dar lugar a tensiones con la Sublime Puerta. Este tipo de reacción estaba lejos de satisfacer a los diplomáticos. Efectivamente, Mustafa Asim Bey había anunciado que preferiría un puesto en cualquier capital en los Balcanes por ser una misión más activa desde un punto de vista profesional que el puesto de Ministro otomano en Madrid que rechazó porque sólo tenía un carácter de representación que le propusieron en vez de Ali íhsan Bey. No obstante, ocurrió una pequeña crisis en estas relaciones amistosas pero se concluyó a favor de la diplomacia otomana. En 1869, con la apertura del Canal de Suez, el estatuto geopolítico internacional del mar Rojo ganó importancia. Francia, Inglaterra e Italia, en los litorales occidentales del mar Rojo, no perdieron tiempo en invadir las tierras de Eritrea, Etiopía y Somalia. El Imperio O t o m a n o consideraba este litoral c o m o parte de su soberanía, por lo que se opuso pero estas protestas no fueron tenidas en cuenta por los estados implicados. No obstante, la Sublime Puerta en la conferencia de Berlín sobre el Congo de 1885 había declarado a través de Said Pa§a — que en esta época era Embajador en Berlín y Ministro de Asuntos Exteriores en el contexto del litigio con España — que la dominación otomana se extendía en el noroeste de África hasta el cabo de Ras-Hasun. La apertura del Canal había aportado una nueva dimensión a las relaciones estratégicas y logísticas de España con sus propias colonias de ultramar. Así, el tiempo para llegar a las islas de Filipinas en el ExtremoOriente se había acortado a la mitad. Ya antes de que se abriera el Canal, un comerciante francés llamado M. Mas, instalado en Adén en 1863, se puso en * Este articulo procede del legajo HR/SYS-745/7 de los Archivos Otomanos de Estambul (BOA). Para tener una idea de las relaciones hispano-otomanos en el siglo XIX vease de S. Kuneralp, "íspanva'da Osmanli temsilciligi ve Osmanh-lspanyol münasetbetlerin (1857-1922) [La Representación otomana en España y las relaciones otomano-españoles (1857-1922)] in Turk Kültürünii Arapirma Merkezi Yilhgi Ankara (1976), pp. 161-175.
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KUNERALP
contacto con el Cónsul hspañol en Alejandría y ofreció al Estado Español un terreno a lo largo del mar Rojo en la costa africana a cambio de un precio determinado.
Antes de que el Gobierno Español mandara constituir una
comisión para que analizara el tema, cuando Ismail Pa§a Vicerey de Egipto se puso a seguir una política más emprendedora orientada hacia Sudan y Ethiopia, este primer acercamiento de España quedó sin resultado.
Sin embargo, la
comisión se encargó de materializar la idea de tener un puerto en el mar Rojo pero el Personal Superior de la Marina no estaba muy decidido sobre el hecho de saber si el puerto iba a ser un lugar de aprovisionamiento de carbón o una base militar organizada. Mas, como comerciante promotor insitió y cuando se abrió oficialmente el canal de Suez (1869) hizo esta vez una proposición directamente al Embajador español en Estambul, Zarco Della Valle, el cual como conviene a sus colegas representantes de las grandes potencias en Estambul propuso ocupar dicho terreno y dejar la Sublime Puerta frente a un hecho consumado. Pero la inestabilidad interna que reinaba en España en estos años inhibió la realización de este proyecto. En los años siguientes cuando la situación mejoró, el Ministro de Asuntos Exteriores del Partido Liberal en el poder en 1883 de la Vega de Armejo encargó a Carrera, comisionado a la legación de Tokio después de haber sido el tercer secretario de la Embajada de España en Estambul, de buscar un lugar disponible para abastecer de carbón a los barcos españoles que iban a Filipinas por la costa del mar Rojo. Antes de la partida de Carrera, el ministro español en Estambul, el conde de Rascón explicó este proyecto en el mar Rojo que tenía España al Ministro de Asuntos Exteriores otomano Said Pasa; en respuesta el Ministro le informó de que la Sublime Puerta no iba a renunciar al derecho que tenía sobre dicho litoral y junto a esto con un informe que data del 27 de Agosto 1883 avisó a Madrid de que iban a ver con buenos ojos la presencia española en la zona c o m o elemento de equilibrio en contra de los franceses y italianos, presentes en la región. Pero se entiende que a Carrera no le hicieron mucho caso. Dos años más tarde,
en una sesión de política exterior en las Cortes Española la
situación alcanzó una dimensión internacional debido a la divulgación de este proyecto y a las palabras imputadas a Said Pa§a y provocó reacciones no sólo en Estambul sino también en París y Roma. En 1885, con el Partido Liberal en la oposición — teniendo en cuenta que salió a la luz el proyecto del mar Rojo cuando éste estaba en el poder — acusaba al Partido Conservador en el gobierno de seguir una política exterior más realista de descuidar los intereses de España. Los gobiernos italianos y franceses declararon que no iban a tolerarlo. El Conde de Rascón, jubilado y
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DEL MAR
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vuelto a su país, confirmó al ministro otomano en Madrid Sermed Efendi que había tratado de este asunto con Said Pa§a pero que no hubo un trato oficial, le anunció que percibía que las promesas de Said Pasa n o eran determinantes y añadió que el m i s m o en relación con dicho puerto prefería uno fuera del mar Rojo, zona dónde los Otomanos consideraban que tenían ciertos derechos. El problema se repitió de nuevo dos años más tarde. La sucursal de la agencia Havas en Estambul declaró que España tenía la intención de adquirir un p e q u e ñ o g o l f o en el litoral de Somalia. Al día siguiente, en un periódico republicano de Madrid se publicaba que la Marina Española negociaba desde hacía un año con un j e f e de tribu la compra de un territorio en dicho litoral, que se llegó a un acuerdo y que con el fin de llevar el importe convenido estaba yendo un oficial de la Marina. M i e n t r a s , E s p a ñ a en c o n f l i c t o con A l e m a n i a por la cuestión del archipiélago de las Carolinas en el Pacifico Sur e m p e z ó un gran ataque con el objetivo de consolidar sus fuerzas marítimas e intensificar el acceso a sus colonias de ultramar, tomó además parte en los varios acuerdos que implicaban la libre utilización del Canal de Suez.
El objetivo era alcanzar en 1891 la
construcción de unos 270 barcos de guerra y figurar así entre las potencias marítimas. A d e m á s p o s e y e n d o un punto de abasto
se d e s a h o g a b a n de la
obligación de hacer escala en Aden y por tanto de la dependencia de Inglaterra. En estas circunstancias T u r h a n Bey, ministro o t o m a n o en Madrid recordó que el Imperio Otomano afirmaba que tenía derechos en dicha región, el Ministro de Asuntos Exteriores del Partido Liberal de nuevo en el poder Sr. M o r e t dio una respuesta a m b i g u a y poco convincente:
la guardia marina
mandada en la región había vuelto sin encontrar el golfo propuesto (Cebel-Í Sellan el cual está entre Obok y Assab) y al s e g u n d o oficial m a n d a d o un habitante de Aden iba a ser el guía. A d e m á s , el gobierno español se enteró de que en el m i s m o litoral, la ocupación de Tarjura por los franceses se quedó sin protestas por parte de la Sublime Puerta y añadió que sólo si el golfo que le era propuesto lo era bajo la dominación otomana renunciaría inmediatamente a su decisión. El representante Turhan Bey, debido al hecho de que el valor de este tipo de promesas verbales no era determinante y que estas siendo penosas para la d i p l o m a c i a o t o m a n a en las experiencias pasadas, propuso que la petición viniese por su propio d i p u t a d o para q u e consiguieran su versión escrita. C u a n d o M o r e t se enteró de esta idea de obligación, expresó una reacción inesperada: acusó a Turhan Bey de exagerar un asunto que tal vez no se habría llevado a c a b o y se olvidara de que este asunto adquiriera una dimensión internacional.
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S Í NA N
KUNKRALP
M i e n t r a s , instalado en A s s a b , Italia t e m í a q u e una tentativa a s í de los españoles iba a poner en peligro su propia p o b l a c i ó n en la región y s a c ó a la luz una solución temporal de lo cual ni se s a b e si tiene c o m o f u e n t e R o m a o Madrid: en lugar de que E s p a ñ a tuviese un territorio en la c o s t a del m a r R o j o , se podría alquilarle por Italia una f r a n j a d e orilla donde E s p a ñ a podría atracar sus barcos en la región de A s s a b durante un t i e m p o d e t e r m i n a d o y b a j o unas c o n d i c i o n e s determinadas. En el g o l f o de G u i n e a en Á f r i c a Occidental, E s p a ñ a e s t a b a en punto de hacer otro tanto con A l e m a n i a en la isla S a n F e r n a n d o P o , una c o l o n i a en una z o n a para la utilización de sus b a r c o s .
Esta formula no
c o n v e n í a a la S u b l i m e Puerta por c u a n t o la e x i s t e n c i a italiana en A s s a b no h a b í a sido r e c o n o c i d a por el g o b i e r n o o t o m a n o y S a i d P a § a i n f o r m ó al E m b a j a d o r en R o m a Fotiadis Pa§a que tenía que recordar que un territorio que n o es de su propiedad no puede ser p o r Italia, t a m p o c o durante un t i e m p o temporal, arrendado a otro estado.
El P r i m e r M i n i s t r o italiano Crispí d i j o a
F o t i a d i s q u e llegaron a un a c u e r d o c o n un j e f e de tribu r e g i o n a l y q u e en ninguna f a s e de las n e g a c i o n e s surgieron d e r e c h o s o t o m a n o s , a d e m á s insinuó que p r o b a b l e m e n t e las n e g a c i o n e s con E s p a ñ a n o llegarían
a un acuerdo. El
Ministerio de Asuntos Exteriores O t o m a n o cuando intentó una tentativa parecida en Madrid, los españoles de m a n e r a muy fuerte reivindicaron que no querían romper las relaciones c o n la S u b l i m e Puerta y q u e el asunto t e n í a q u e solucionarse con el g o b i e r n o italiano y no c o n ellos
y el t r á f i c o de t e l é g r a f o
se a l a r g ó un c i e r t o t i e m p o entre las tres c a p i t a l e s .
E n e s t o s m o m e n t o s se
d e s a r r o l l a b a n unas n e g a c i o n e s e n t r e E s p a ñ a y I t a l i a en r e l a c i ó n c o n
la
transferencia de la f r a n j a costera entre R a s Garibol y R a s M a r k a n a alrededor de A s s a b ( L o s italianos insistieron en lo r e f e r e n t e a e s t o q u e E s p a ñ a guardaría d i c h a región sin armas > que en c a s o de guerra la d e j a r a a la d i s p o s i c i ó n de Italia). U n o s m e s e s después, cuando la superintendencia de la marina española a n u n c i ó a T u r h a n B e y que e n c o n t r a r o n la z o n a a s i g n a d a i n s u f i c i e n t e y, por c o n s i g u i e n t e , renunciaron a la propuesta italiana. El p r o b l e m a se s o l u c i o n ó c o m o lo hubiera esperado la d i p l o m a c i a o t o m a n a t e m i e n d o que estar frente a un h e c h o c o n s u m a d o .
P e r o en la f i n a l i z a c i ó n d e e s t e p r o b l e m a en l o s
equilibrios internacionales, la parte relativa a la política interior e s p a ñ o l a y la posición insistida de la S u b l i m e Puerta es d e s c o n o c i d a . Traducción: Nilüfer Polat Revisión de la traducción: Pablo Martín Asuero
ESPAÑA-TURQUÍA, 1700-1923, CAMINOS PARALELOS HACIA LA MODERNIDAD Pablo MARTIN ASUERO
El objetivo de la presente ponencia es señalar las coincidencias entre los imperios español y turco entre dos momentos claves: el cambio del siglo XVII al XVIII y 1923, año de la instauración de la República en Turquía y del golpe de Estado de Primo de Rivera en España. A lo largo de este período ambos imperios participarán de los vaivenes de la política internacional, se acercarán a la Ilustración, conocerán la llegada de la invasión napoleónica, contemplarán cómo sus colonias se emancipan, adoptarán la Monarquía Parlamentaría y conocerán la República. Se trata, en definitiva, de toda una serie de cambios con un objetivo que se va desvelando con el paso del tiempo: alcanzar la Modernidad. La entrada en el siglo XVIII es un momento traumático para turcos y españoles que observarán un Siglo de las Luces como un espectáculo de fuegos artificiales con mucho más humo y pólvora que luces. Así es como Turquía firma en 1699-1700 el tratado de Karlowitz, el cual pone fin a la guerra mantenida contra austríacos, rusos, polacos y venecianos a lo largo de quince años. Este es el primer tratado desfavorable para la casa otomana que entrega a Austria la casi totalidad de Hungría y Transilvania; a Polonia el oeste de Ucrania y Podolia; a Venecia Morea y territorios en la costa Dálmata y en Bosnia y, por último, a Rusia Azov en Crimea y otra parte de Ucrania. El Imperio Otomano deja de dictar su ley y se ve obligado a pactar con sus adversarios, uno de los cuales, Rusia, se convierte en una potencia emergente extendiéndose por la orilla norte del mar Negro. Este mismo año, 1700, muere en Madrid el último de los Habsburgo españoles, Carlos II, y la corona termina en un nieto de Luis XIV de Francia, Felipe de Anjou, con la oposición de Austria. La atención internacional se desplaza de un lado al otro del Mediterráneo y los austríacos, que acababan de guardar sus armas en la guerra contra los turcos, las vuelven a utilizar contra españoles y franceses. La situación se complica al sublevarse la corona aragonesa haciendo que el conflicto adquiera también la dimensión de guerra civil. El Tratado de Utrecht del año 1713 confirma a Felipe V en el trono a cambio de la cesión a Austria de Flandes y las posesiones en Italia. Otra de las consecuencias de dicho tratado es que Inglaterra obtuvo Gibraltar y Menorca.
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Turcos y españoles fueron capaces de sobrellevar unas pérdidas mínimas en sus respectivos imperios, pero que les hicieron replantearse muchos conceptos sobre la necesidad de acercarse a las formas y modelos imperantes en las potencias del momento. En este contexto, con la reforma del ejército accederán a la ideología del Siglo de las Luces enmarcado en una nueva relación con sus vecinos europeos. Así, Carlos XII de Suecia, derrotado por las tropas de Pedro el Grande de Rusia, logró el auxilio de los turcos que en 1712 vencieron a los rusos, recuperando parte de sus territorios en el mar Negro. Los otomanos iniciaron la reconquista de las cesiones a Austria y Venecia en el Tratado de Karlowitz. Las paces de Passarowitz de 1718 zanjan el asunto: Austria adquiere Temesvar y Valaquia oriental y Venecia es apartada del panorama político. Pocos años más tarde la casa otomana envió embajadores a Viena, París, Varsovia o Moscú,
los cuales, junto con los
representantes de dichas naciones, aportarán nuevos aires al Imperio Otomano. Algo similar sucedía en el trono español de Felipe V cuya esposa, Isabel de Farnesio, no cesó en su empeño hasta recuperar las posesiones españolas en Italia y sentar en dichos tronos a sus hijos en 1729 con Parma y Toscana y en 1738 con las Dos Sicilias. La política de los Borbones españoles se enmarca en los llamados "Pactos de Familia" (1733, 1741 y 1761) en los cuales también estaba Francia y su lucha contra Inglaterra. El siglo XVIII supone para los imperios turco y español una ruptura con la trayectoria mantenida. Dejan de estar aislados para irse integrando entre las naciones que se iban impregnando de los principios de la Ilustración y del Liberalismo. Si bien esta influencia es mucho menor en Turquía que en España, los cambios no son por ello menos trascendentes y tienen en común el hecho de que vienen impulsados por la monarquía. Ahmet III y Felipe V, Mahmud I y Fernando VI o Mustafa III y Carlos III intentarán conducir sus imperios hacia la concordia con otras naciones y ponerse al día en los adelantos tecnológicos y culturales de la Modernidad. Ahmed III sube al trono otomano en 1703 y con él se inaugura una nueva era conocida como Lale Devrimi o Epoca de los Tulipanes que durará hasta el fin de su sultanato en el año 1730. Durante este tiempo se produce una mejora de las relaciones con el resto de las cortes europeas que permite la penetración de las ideas extranjeras y da impulso a una serie de reformas en la administración y el ejército. Este sultán y sus visires atraen a la Sublime Puerta a artistas y militares extranjeros. Las fiestas de la casa otomana acogen a una nueva clase social, la naciente burguesía enriquecida con las nuevas relaciones comerciales internacionales o el alto funcionariado. Se trata de un
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momento que afecta positivamente a la economía, tal y c o m o se refleja en la construcción de mezquitas, fuentes, edificios públicos o privados que reflejan durante la Epoca de los Tulipanes el n u e v o gusto por una decoración de interiores bastante afrancesada. La embajada a París de Mehmed Efendi en 1730 marca un hito en el impregnamiento de la cultura francesa. En este contexto, Mehmed Efendi impulsa un nuevo concepto en lo referente a las residencias de la f a m i l i a imperial y su corte. El contacto con la naturaleza y los paseos higiénicos, tan de moda en el siglo XVIII, se hacen un hueco en el Cuerno de Oro y el Bosforo donde empiezan a proliferar palacios, Yali, jardines o j u e g o s de agua q u e servían también de lugares de esparcimiento y diversión de la población de Estambul. Este n u e v o tipo de concepción de la residencia cortesana también aparece en los alrededores del Madrid de los Borbones donde Felipe V e Isabel de Farnesio
tras r e f o r m a r el Palacio Real, m a n d a r o n
construir la Granja de San Idelfonso, o, en el palacio de Aranjuez transformado por parte de F e r n a n d o VI y Carlos III. Se puede afirmar que los sultanes otomanos y los reyes españoles del siglo XVIII participan en este contexto del ambiente versallesco de la época. La primera imprenta con caracteres árabes ve la luz en 1727 de la mano del hijo de Mehmed Efendi, Said Efendi, que se encarga no sólo de editar obras de literatura o t o m a n a , persa o árabe; sino también de textos europeos de historia, geografía o ciencias. Esta imprenta f u e cerrada por el cuerpo de los Ulemas en 1745, contrarios a este tipo de penetración cultural extranjera. Las reformas no fueron bien aceptadas por los sectores conservadores. Algo similar sucedía en España, donde la Inquisición prohibió la lectura de la Enciclopedia en 1759. El cuerpo de los Ulemas y determinadas órdenes religiosas c o m o los Jesuítas se convierten en centros de poder q u e llegan a cuestionar a unos reformadores que estaban dentro del poder central. En estas circunstancias se comprende que pocas décadas más tarde se reabriera la imprenta otomana o que se expulsara a los Jesuítas en 1767 acusados de estar involucrados en el Motín de Esquilache. Donde realmente hubo un intento de transformar y modernizar f u e en el campo de las artes militares. Las derrotas de principios del siglo XVIII habían demostrado que los antiguos ejércitos españoles u otomanos empezaba a estar desfasados y que era necesario acceder a las nuevas tecnologías, especialmente en la artillería. El encargado de transformar la artillería turca f u e Bonneval pachá, un c o n d e francés que tras pasar por las tropas francesas y saboyanas recaló en Estambul convirtiéndose al Islam. Bonneval pachá creó en 1734 una escuela de ingenieros que, aunque f u e cerrada por la presión de los Ulemas en
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1750, al menos sentó las bases. Donde los cambios fueron mucho más radicales fue en España. Felipe V propuso la creación de un ejército nacional permanente basado en el modelo f r a n c é s de regimiento, es decir, el reclutamiento forzoso de un soldado de edad entre 18 y 30 años de cada cien vecinos. Las Ordenanzas Militares de 1768, de inspiración prusiana, que se mantendrán vigentes hasta 1978 es otro ejemplo de materialización de los cambios. España logra dar el paso de los ejércitos de los antiguos reinos que la integraban a un ejército nacional. La oposición de la Corona de Aragón o de la aristocracia, que enseguida copó los altos cargos del nuevo ejército, fue mínima si se compara con la situación de los reformistas turcos que contaban con un cuerpo de jenízaros que había logrado derrocar y asesinar a varios sultanes. El siglo XVIII ve un resurgir de la artillería y de las batallas navales, tal y como lo demuestra la Pérfida Albión. Así, para hacer frente a los desmanes británicos en el Caribe se impulsa la creación de la Armada Real y se revitalizan los astilleros en la península y en la Habana que en 1775 habían producido 122 barcos y 200 a finales de siglo, en parte gracias al espionaje industrial a las factorías inglesas y francesas. Los turcos ven la necesidad de contar con una buena flota tras la derrota de Cesme en 1770 en la cual los rusos acabaron con su armada. El barón de Tott, un oficial húngaro que había servido en el ejército francés, fue el encargado a partir de 1774 de reformar la artillería y la marina otomana. Paralelamente, la Rusia de Catalina la Grande se consolida como un poder emergente en búsqueda del Mediterráneo a través de los estrechos o de los Balcanes. En estas circunstancias, logra derrotar a los otomanos y les hacen firmar el tratado de Kücük Kainarca de 1774. Es el inicio de la llamada Cuestión de Oriente. Los lurcos se retiran del norte del mar Negro y permiten a los rusos el tráfico por los estrechos del Bosforo y los Dardanelos. Turquía, en lugar de replegarse sobre sí misma, se abre al exterior y pacta con otras naciones como la España de Carlos III que ya había firmado las paces con la Sublime Puerta durante su estancia en Nápoles. 1783 marca el final de la hostilidad hispano-otomana y el nacimiento de una nueva relación cuyos frutos serán la e m b a j a d a a Madrid de Vasif Efendi en 1787 o el Viaje a Constantinopla en 1784 que condujo a la Sublime Puerta al enviado español Juan de Bouligny. La nueva situación geopolítica y los principios de la Ilustración permiten un cambio en las relaciones y la aparición de una nueva imagen de los turcos en España, diferente a la de la literatura del Siglo de Oro o a las crónicas de cauti\ os. Las memorias de las expediciones españolas que se suceden describen un Estambul y unos turcos que han dejado de ser unos temibles enemigos para convertirse en un mercado donde comerciar con los productos procedentes de las colonias de ultramar.
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Los últimos años del siglo XVIII aparece en escena el ejército de Napoleón Bonaparte que atacará primero a los turcos en Egipto y Siria durante la Campaña de Oriente (1799-1801) y posteriormente invadirá la península Ibérica (1808-1813). Españoles y turcos dejan de ser aliados de Francia y terminarán pactando con una Inglaterra cuya ayuda es definitiva para acabar con la presencia gala en Egipto y en la península Ibérica. El equilibro alcanzado en el siglo XVIII se altera y las nuevas potencias pondrán sus ojos en un Imperio Otomano convertido en el Enfermo de Europa, con un Imperio Español en escena que bien podría haberse definido como el Enfermo de América. Los dos estaban enfermos de la cabeza, al no encontrar un monarca capaz de hacer frente a una Modernidad que les iba ganando la partida. Selim III había recibido en 1789 un imperio que contemplaba la Revolución Francesa y el ataque de un Napoleón que había logrado ser reconocido por los notables locales en Egipto. Las provincias árabes se escapaban del control político y religioso del sultán. Surgían nuevas corrientes religiosas como el wahabismo en la península Arábiga que marcará el nacionalismo árabe posterior. Las ciudades santas de la Meca y Medina expulsaron a las autoridades otomanas y se hicieron con el control. Será necesaria una guerra de siete años (1811-1818) para reconquistarlas. Algo similar sucede en Argentina que en 1816 rompe definitivamente los vínculos con una España herida tras la invasión francesa. La debilidad de estas dos monarquías y las nuevas ideas del Siglo de las Luces afectan, de manera diferente pero efectiva, a unas colonias turcas y españolas que empiezan a trazar sus propias trayectorias. Si la creación de un nuevo ejército no tuvo demasiados problemas en España, en Turquía el nuevo cuerpo de infantería, nizam-i
yedid,
con
instructores y formación europea, choca con el cuerpo de jenízaros que se revelan en 1807, derrocan a Selim III y acaban con el nuevo ejército. Le sucede Mustafa IV que apenas permanecerá en el trono unos meses mientras los conservadores se hacen con el poder y ejecutan a Selim III. Estambul conoce una serie de enfrentamientos entre reformistas y conservadores que terminan con entregar el poder a Mahmud II (1808-1839), el padre de una serie de reformas conocida como Tanzimat. 1808 tampoco fue un buen año para la Monarquía española que ve cómo se suceden también tres reyes en pocos meses. Carlos IV abdica en su hijo Fernando VII. El 2 de mayo de ese mismo año se produce un levantamiento popular en Madrid contra el ejército francés allí estacionado y Napoleón Bonaparte reúne a la familia real española en Bayona, obliga a
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Fernando VII a devolvei la corona a su padre, Carlos IV, y sitúa en el trono español a su hermano, José Bonaparte. Tres sultanes se han sucedido en Turquía y tres reyes en España en un mismo año, 1808, demasiados para dos imperios donde sus gobernantes van perdiendo el poder y el prestigio de antaño. Si bien tanto Turquía como España conocen el despotismo ilustrado del siglo XVIII sin llegar a profundizar en las reformas, el siglo XIX se abre como el inicio de una era que transformará ambas sociedades y sentará las bases de lo que llegará durante el siglo XX. España lo hace con la Constitución de Cádiz de 1812 que convertía a dicho reino en una monarquía liberal y parlamentaria, con igualdad de derechos para los nacidos en las colonias o en la metrópoli, abolición de la Inquisición y liberalización de la agricultura, de la ganadería y de la industria. La vida de esta Constitución, nacida en una España ocupada por los franceses, será efímera, pero sirve para demostrar cómo una parte de la población estaba a favor de acceder a la Modernidad. Otra parte de la población estaba en contra como Fernando VII, que en 1814 decidió poner fin a la Constitución y protagonizar una oleada de persecución a los liberales. La política de apertura de Carlos III no encuentra continuidad en su nieto, Fernando VII, y España no forma parte de la reestructuración de la Europa napoleónica. Los problemas internos acaparaban el interés de la corona española y de la turca. Entre 1810 y 1825 España pierde sus posesiones en América con excepción de Cuba y Puerto Rico. El Imperio se reduce al Caribe y Filipinas. El Imperio Otomano en este mismo momento, 1812-20, es capaz de someter a las provincias árabes pero no lo consigue con los griegos que entre 1819 y 1829 llevan a cabo su guerra de independencia. Este conflicto contó con la presencia de los poetas filohelenos con Lord Byron o Chateaubriand y, paradójicamente, con algún que otro español liberal expulsado por Fernando VII. Las derrotas militares otomanas restan popularidad al cuerpo de los jenízaros, situación que será aprovechada por Mahmud II para aniquilarlos en una espectacular matan/a que tuvo lugar en sus cuarteles de Sultanahmed en 1826. Los turcos ponían íin a los ejércitos que les dieron tantas victorias en el siglo XVI en beneficio de la creación de un ejército moderno, un hecho que les valió el reconocimiento de las naciones europeas de su deseo por acceder a la Modernidad. Aunque Mahmut II no llegó a verlo con vida, el Edicto de Gülhane de 1839 marca un hito en la legislación otomana. No se trata de una Constitución que limitara los poderes del Sultán, se trata de una Carta Magna que garantizaba la vida, honor y propiedades de sus subditos; establecía un
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sistema de recaudación de impuestos y seguía adelante con la creación de un ejército moderno. El nuevo sultán, Abdül-Mecid (1839-61), continuaba asi con la política de su padre en el período conocido como
Tanzimat.
La que no lo tenía tan fácil fue la nueva reina española, Isabel II (183368), deslegitimada por su tío y por la España más conservadora decidida a luchar contra los liberales en la guerras carlistas. La primera, 1833-40, dio el poder a los liberales con la consiguiente Constitución pero dejando como saldo un país caótico y contradictorio. Tuvo también efectos positivos como el compromiso entre el Ejército y el liberalismo, un hecho que también se producía en la Turquía del Tanzimat
y que perdura hasta nuestros días. Los
problemas internos entre reformistas y conservadores
afectaban de manera
diferente al Imperio Otomano especialmente en el Egipto de Mehmed Ali que había emprendido un proceso de reformas que iban más lejos de lo admitido por la Sublime Puerta. Egipto se revela y las tropas de Mehmed Ali ocupan Siria y parte de Anatolia durante la década de los años 1830. La ocupación egipcia liberaliza el comercio y permite el desarrollo de ciudades como Beirut en cuyo puerto recalaban barcos de pabellones europeos. Mahmud II, al final de su sultanato, logró poner orden, reconociendo a Mehmed Ali como el fundador de una monarquía hereditaria en Egipto
a cambio de un cierto
autogobierno. Si España había perdido la mayoría de su Imperio, Turquía hace 10 posible por retener las colonias y los apetitos colonialistas de las potencias como Rusia, Inglaterra, Austria y Francia que en 1830 toma Argel. Curiosamente es en esta crítica situación cuando se vuelve a producir un acercamiento hispano-otomano que culminará con el II Tratado HispanoTurco, firmado en 1827 el cual permitirá el acceso al mar Negro de los barcos españoles. España forma parte de la Cuádruple Alianza en 1834 con Francia, Inglaterra y Portugal, naciones que reconocen a Isabel II en el trono de España. Meses más tarde Dinamarca, Suecia, los Estados Unidos, Marruecos y Turquía hacen lo mismo. Poco después se normaliza la situación con Bélgica y Grecia. En estas circunstancias se comprende que en 1840 tenga lugar el III Tratado Hispano-Turco, donde España figura como nación privilegiada. Hay que tener en cuenta que las relaciones internacionales españolas estaban influidas por Inglaterra y Francia, aliados del Imperio Otomano. Por el contrario, las potencias conservadoras, defensoras del Carlismo, tardarán en reconocer a Isabel II como Austria o Prusia, que lo harán en 1848, el Vaticano que hasta el Concordato de 1851 no termina de posicionarse o Rusia que reconoce a Isabel 11 en 1857, es decir, después de la Guerra de Crimea (1853-56) en la que Francia e Inglaterra apoyaron a los otomanos frente a una Rusia que atacaba a
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los otomanos en el mar Negro y apoyaba las pretensiones de Don Carlos al trono español. Nicolás I (1796-1855) era un acérrimo partidario de los derechos de la dinastía carlista y uno de los baluartes del absolutismo en Europa. Su política externa fue expunsionista, marcada por la guerra con Turquía y Persia. El nuevo zar, Alejandro 11, presente en el Tratado de París de 1856 que acaba con la Guerra de Crimea, reconoció a Isabel II como Reina de España, abolió la esclavitud en Rusia en 1861 y hasta 1877 no volvió a atacar al Imperio Otomano. A medida que el siglo XIX avanza y los medios de transporte se desarrollan Turquía y España conocerán la llegada de los viajeros románticos que crearán, o, mejor dicho, recrearán una nueva imagen de dichas naciones y de sus habitantes enmarcada en el Orientalismo romántico. Un buen ejemplo de ello es precursor de estos Viajes a Oriente, Chateaubriand y su Itinerario París a Jerusalén
de
de 1806. Pues bien, el itinerario de este vizconde francés
incluye también Estambul y Granada, donde se reúne con la princesa de Noailles. Las comparaciones entre los palacios de Topkapi y la Alhambra, el canto del almuédano y el flamenco se dan lugar en este tipo de literatura al igual que en la arquitectura o la pintura orientalista donde los motivos y analogías se repiten hasta la saciedad. Se puede afirmar que el Romanticismo pone de moda a turcos y españoles que son observados desde una nueva óptica por las naciones desarrolladas. A pesar de que la imagen recreada en este momento dista mucho de ser una imagen moderna, sino todo lo contrario, sirve de promoción turística y así, el contacto con el exterior, se convierte en una ayuda en el difícil camino hacia la Modernidad. El acercamiento entre españoles y otomanos darán uno de sus frutos durante la Guerra de Crimea, 1853-55, en la que la España de Isabel II participará como observadora en dicho conflicto en el bando otomano junto con la Francia de Napoleón III o la Inglaterra de la reina Victoria. El triunfo de dicho bando supone una aceleración en este proceso de reformas y en la integración en el panorama político internacional. Turquía acelera el proceso de reformas con la promulgación del Hat ti Hümayun
de 1856, una carta magna
mucho más precisa que la de 1839, donde se garantiza a los no-musulmanes la libertad de culto y el respeto a sus bienes. Esta nueva situación político-social resulta beneficiosa en el plano económico. Una agricultura en expansión, vastos recursos mineros y una gran necesidad de maquinarias convierten al Imperio Otomano en una especie de "El Dorado". Los bancos hacen su aparición a partir de 1863 nacimiento de la Banca Imperial Otomana de capital franco-inglés que hace las veces de banco del Estado otomano. El Banco de
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España y la Sociedad de Crédito Mobiliario Español habían nacido poco antes, en 1856. Tanto Turquía c o m o España cuentan con una geografía muy accidentada que en ese momento necesitaba una reforma de las vías de comunicación. Así, el ferrocarril de 1848 unía Barcelona con Mataró y en 1866 el Ottoman Railvvav hacía lo mismo con Esmirna y Aydin. Ni Madrid ni Estambul, sino dos ciudades cuyo desarrollo económico era más importante que el hecho de ser la capital. Sin embargo, el liberalismo entra en crisis y estas dos naciones no son capaces de conciliar la gran tensión existente entre reformadores y conservadores. Los monarcas no consiguen adaptarse a los nuevos tiempos y serán depuestos por unos subditos que han logrado acceder al poder, legitimados por la Modernidad. Este proceso se produce en fechas similares en España y en Turquía. Isabel II pierde el apoyo de progresistas y demócratas y en 1868 es destronada durante la llamada Revolución Gloriosa que asentó los principios de la democracia (libertad religiosa y de enseñanza, abolición de la pena de muerte y de la esclavitud, sufragio universal, etc). Las Cortes españolas ofrecen el trono a Amadeo de Saboya, hermano del que había desposeído al Papa de los Estados Pontificios. Demasiado para los sectores conservadores como los carlistas que se revelan. Amadeo de Saboya devuelve el trono tras poco más de un año de reinado convencido de que los españoles éramos ingobernables y sucede algo impensable: la proclamación de la República en 1873. La II Guerra Carlista se agrava y deciden llamar al trono español al hijo de Isabel II, Alfonso XII, en 1874. España queda pacificada poco después y se inicia la Restauración, un período de calma y recuperación económica que durará hasta 1923. Si 1868-1874 es un verdadero terremoto para el trono español que ve como pasan dos monarcas locales, uno extranjero, la proclamación de la república y una guerra civil; algo similar sucede en la Sublime Puerta. AbdülAziz, de manera similar a Isabel II, había cambiado la orientación de su política del liberalismo hacia un poder personal y es derrocado en 1876, acusado de llevar a la bancarrota a las finanzas otomanas. El nuevo sultán, Murat V. parecía el príncipe ideal para continuar los cambios del
Tanzimat,
pero, una vez en el trono empezó a dar muestras de graves desórdenes mentales que hicieron a los ministros otomanos reemplazarlo por su hermano AbdülHamid II tres meses más tarde. Tanto en Estambul como en Madrid son los políticos los encargados de materializar las reformas y de imponerlas a sus soberanos. Abdül-Hamid II sube a un trono donde permanecerá treinta años jurando la Constitución de 1876. El Imperio Otomano se convierte en algo
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también impensable: una Monarquía Parlamentaria, un régimen comparable al de las naciones modernas occidentales. El Sultán mantiene gran parte de sus poderes tradicionales, convoca el Parlamento y lo disuelve, promulga las leyes, es el jefe de las Fuerzas Armadas, etc; pero son los diputados los que votan las leyes y los presupuestos económicos del Estado. 1876 es también un año en que los españoles estrenan Constitución que pone fin a la Guerra Carlista y afirma en el trono a Alfonso XII. España entra en un período de estabilidad, algo que no sucede en Turquía. Ix>s movimientos nacionalistas eslavos en los Balcanes no reconocen a los otomanos y, apoyados por Rusia, se sublevan. Es durante la guerra Ruso-Turca de 1876-78 cuando Abdül-Hamid II suspende una Constitución que apenas dura unos meses. Turquía pierde la mayoría de los Balcanes y Abdül-Hamid II llevará con mano de hierro las riendas de su gobierno. En 1882 del Imperio Español sólo quedaba Cuba, Puerto Rico, las Filipinas, las posesiones en Micronesia, la actual Guinea Ecuatorial y los territorios conquistados en el norte de Africa en 1860. Los otomanos conservaban Macedonia. Creta, Siria y la actual Libia. Francia, que se había apoderado de Argel en 1830 había conquistado Túnez en 1881 y Gran Bretaña, que había recibido Chipre por su neutralidad en la guerra ruso-turca del 76-78, ocupó Egipto en 1882 para asegurarse el tráfico por el canal de Suez entre Gran Bretaña y la India. La trayectoria de las colonias españolas y otomanas es diferente por varias causas. Geopolíticamente Hispanoamérica queda muy lejos de Europa, por eso interesará más a unos emergentes Estados Unidos de América, creadores de la máxima "América para los americanos", mientras que los principales imperios de la época llegaban a la rivera norte del Mediterráneo como Francia o Austria-Hungría, o, accedía por mar como Gran Bretaña que controlaba además de Chipre y Egipto, Malta y Gibraltar. Desde el punto de vista social y económico algunos países como Argentina o México contaban con una burguesía solo comparable a la de algunas ciudades levantinas como Beirut, Salónica o, especialmente, Alejandría en cuya bolsa se comercial i/aban las cosechas de algodón procedentes del Nilo. La burguesía otomana estaba directamente tutelada por Europa, a través de las capitulaciones que otorgaban a sus súbitos excepciones de impuestos, de esta manera las transacciones comerciales eran llevadas a cabo por armenios, griegos, maronitas, drusos, coptos o levantinos. No pasaba lo mismo al otro lado del Atlántico donde la oligarquía local habían mantenido en buena parte la estructura de clases
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heredada de los españoles, la cual se enfrentaba a una clase política y a una burguesía liberal empeñada en conducir a todas estas repúblicas por camino de la Modernidad. España y Turquía se ven muy reducidos en sus territorios, apartados de la política internacional pero tanto Alfonso XII y su viuda como Abdül-Hamid II logran dar una estabilidad que permitirá que las reformas de sus predecesores lleguen a las clases medias de sus principales ciudades. España se mantiene al margen de la Cuestión de Oriente por motivos políticos y económicos. La estabilidad interna de la Restauración no impulsa una política colonialista. El único interés en este tema está en el Canal de Suez, ocupado por los británicos en 1882. Angel Ruata, Embajador en Japón, fue designado plenipotenciario en la Conferencia de Londres de 1885 para la libre utilización del canal, ya que hasta finales del siglo XIX España contaba con grandes extensiones en el Pacífico: Filipinas y tres archipiélagos de Micronesia, las Marianas, Palau y Carolinas, descubiertas e incorporadas a la Corona en tiempos de Magallanes y Juan Sebastián Elcano. Alemania había intentado ocupar las Carolinas en 1885 y el laudo pontificio de León XIII
zanjó el tema reafirmando la
soberanía española. No duraron mucho, ya que en 1899 se vendieron todas menos Guam a Alemania por 25 millones de pesetas. Se puede afirmar que los últimos veinte años del siglo XIX fueron los que asentaron los cimientos de las sociedades otomana y española, al ser el origen de la clase dirigente e intelectual de la primera mitad del siglo XX. En este contexto, no sólo Madrid y Estambul conocen
una
expansión
demográfica, sino también cuentan con varias de las grandes ciudades portuarias del Mediterráneo: Barcelona, Valencia, Tesalónica y Esmirna. La educación se convierte en un importante apartado de la España de la Restauración, una educación católica pero también liberal que permitió el desarrollo intelectual de una burguesía que empezó a dar sus frutos intelectuales. Los súbitos de Abdül-Hamid conocieron una férrea censura que no era incompatible con la creación de escuelas de administración, derecho o finanzas donde se formaban los funcionarios otomanos. A partir de 1878 se creó una red de escuelas primarias, medias y secundarias en las provincias del imperio. A estas hay que añadir las de las órdenes religiosas europeas asentadas en las principales ciudades otomanas. Tras veinte años de calma, la guerra turco-griega de 1897 se salda con la pérdida de Creta. Un año más tarde los españoles entran en guerra con Estados Unidos y se ven obligados a cederles Cuba, Puerto Rico y las Islas Filipinas.
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España contempla cómo de las conquistas del siglo XVI ya no queda nada. El Imperio Otomano le sigue a la zaga: Gran Bretaña ocupa Kuwait en el 1901, Albania se independiza en 1913, Grecia obtiene Tesalia y parte de Tracia en ese mismo año y en 1920 franceses e ingleses instalan sus protectorados en Siria y Palestina. Los dos imperios que habían nacido y crecido en fechas similares mueren también a la vez. El español un poco antes y el turco a la vez que el ruso, el alemán y el austro-húngaro en el cementerio de elefantes que f u e el final de la Primera Guerra Mundial. Una parte de las sociedades turcas y españolas estaban decididas a no perder el tren de la Modernidad. L a España del cambio de siglo conoce el nacimiento de los nacionalismos catalán y vasco, los movimientos obreros o el socialismo. Se acordó en 1904 el descanso dominical, en 1909 la Ley de Huelgas y en 1918 la j o m a d a laboral de ocho horas. El nacionalismo turco, el último en surgir tras los nacionalismos griego, eslavo o armenio, hace su aparición con los Jóvenes Turcos que en 1908 ponen fin a los excesos de poder de Abdül-Hamid II. Por segunda vez en la historia el Imperio O t o m a n o entra en una fase de Monarquía Parlamentaria con una nueva Constitución y se abrió el Parlamento cerrado desde 1878. La férrea censura de la época dio paso a la aparición de numerosos periódicos y revistas que festejaban la nueva libertad. M á s que una revolución se trataba de un golpe de f u e r z a que restauraba la Constitución anterior. Los Jóvenes Turcos y el Comité de Unión y Progreso no contaban con demasiada experiencia y las reformas no tardaron en herir la sensibilidad de los sectores más conservadores c o m o los islamistas. A l g o similar sucedía en E s p a ñ a d o n d e todas las nuevas leyes afectaban a los privilegios de la aristocracia y del caciquismo. Una vez más se produce un choque entre estos dos sectores de la sociedad y en 1909 los c o n s e r v a d o r e s o t o m a n o s se revelan e x i g i e n d o la suspensión de la Constitución. Fue necesario recurrir al ejército, de d o n d e procedían la mayoría de los miembros del Comité de Unión y Progreso c o m o M u s t a f a Kemal Atatürk o Ismet Inónü que tomaron parte en dichos sucesos. A b d ü l - H a m i d era un obstáculo y el C U P lo derrocó en favor de su h e r m a n o M e h m e t V. Esta fase de Monarquía Parlamentaria es el precedente de la actual República turca, en ella se aprobaron leyes sobre la obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza y un nuevo sistema de impuestos, el caballo de batalla entre progresistas y conservadores. Los obreros turcos ejercieron su derecho a la huelga exigiendo salarios dignos y la reducción de la j o r n a d a laboral de 15-18 horas a 8-10 y en descanso semanal. Un dato común a españoles y turcos es la escasa presencia del Partido Socialista en el Parlamento que contaba con un
ESPAÑA-TURQUÍA,
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único parlamentario en Estambul en 1908 y otro en Madrid en 1910. La razón reside en que ambos países eran eminentemente agrícolas, muy poco industrializados y dotados de una oligarquía que no se resignaba a perder el poder. La situación interna española y otomana tiene muchos puntos en común. Así, si el Partido Liberal pensaba que para la regeneración nacional era necesario un menor papel de la Iglesia y de las ideas católicas en la vida social, algo similar sobre el Islam opinaban los del Comité de Unión y Progreso. Aquello que les había legitimado en el poder en el siglo XVI se convertía en un obstáculo para crear un Estado consolidado, capaz de gobernar y con partidos políticos fuertes. La situación internacional afecta de manera diferente a España
y a
Turquía. La primera se mantiene neutral en la Primera Guerra Mundial, lo cual supuso un desarrollo económico al suministrar armamento, uniformes y carburantes a las naciones beligerantes. Turquía
se convirtió en un blanco
fácil para los apetitos colonialistas. Antes de entrar en la Gran Guerra al lado de las Potencias Centrales sufrió dos guerras balcánicas, 1912 y 1913. La Convención de Modros de 1918 marca el fin de la participación turca en la Gran Guerra, imponiéndoles unas condiciones muy duras que el nuevo sultán, Mehmed VI, acepta. Los militares del C.U.P. no reconocen esta convención y se embarcan en la Guerra de Independencia contra griegos, italianos, franceses e ingleses que se habían asentado en Anatolia. El tratado de Lausana de 1923, firmado por los kemalistas, marca los límites de la actual Turquía y reconoce en el poder a estos militares sublevados. El 29 de octubre de 1923 se proclama la República y un año más tarde se abóle el califato y se expulsa a la familia imperial otomana. España, que se había mantenido al margen de la contienda, tenía también en ese momento problemas internos a raíz de la crisis económica aparecida tras la Primera Guerra Mundial. Los partidos políticos se radicalizaron y en Marruecos, las tropas españolas perdieron 9.000 soldados y 50.000 km2 en 1921. La situación se f u e haciendo cada vez más tensa. El golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923 fue reconocido por Alfonso XIII y los militares españoles toman el poder. 1923 es por tanto un año decisivo para españoles y turcos desde el punto de vista político al tener a unos militares en el poder que habían desplazado a sultanes y reyes. Unos militares que tenían en común el hecho de ser regeneracionistas tanto en Turquía como en España. Los primeros irán haciendo de la recién nacida República un régimen democrático y los segundos se retirarán del poder en 1930, un año antes de la proclamación de la II República.
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FRANQUISMO Y KEMALISMO: RÉGIMEN POLÍTICO Y DEMOCRACIA EN ESPAÑA Y TURQUIA DURANTE EL PERIODO DE ENTRE GUERRAS
Kivan? ULUSOY
Introducción El Franquismo y el Kemalismo han sido los dos regímenes políticos con una duración más prolongada desde su periodo de establecimiento durante los años de entre guerras. El Franquismo, establecido después de la Guerra Civil Española, acabó con sus principios y prácticas con la muerte de Franco. España vivió un periodo de transición a la democracia que correspondió también con su adhesión a la C o m u n i d a d Europea. Sin embargo, el Kemalismo entró en la agenda política de Turquía con el establecimiento de la República y por esta razón mantuvo una cierta continuidad. Así que podemos hablar del Kemalismo aún en el siglo XXI. El Kemalismo está todavía vivo, no sólo c o m o pensamiento político y mentalidad de gobierno sino c o m o régimen político. La más clara influencia en la transformación del régimen político en Turquía viene de nuevo de fuera. La aceptación de las leyes de reforma para entrar en la Unión Europea el 2 de Agosto de 2002 supone la emergencia de un régimen democrático sumamente diferente del anterior por lo que se refiere a la definición de ciudadanía, política e identidad. Las presiones democráticas de la Comunidad de Europa hacia Turquía vinieron principalmente tras el golpe militar de 1980. En el periodo posterior esta presión aumentó sobre todo en cuanto al problema kurdo y los derechos humanos. La política en Turquía desde entonces tuvo una clara dimensión internacional. Finalmente las leyes que abolen la pena capital, que eliminan las medidas coercitivas para la educación en kurdo y otras sobre la libertad de expresión y la ampliación de los derechos de los colectivos minoritarios se aceptaron por el Parlamento sólo tres días después de que el Primer Ministro Bulent Ecevit decidiera convocar las nuevas elecciones del 3 de Noviembre el 2 de Agosto de 2002. Si las leyes se analizan en detalle se observa que en la República en Turquía se están enfrentando a un gran desafío político en lo que se refiere a la calidad, la definición y el contenido. El régimen político en Turquía está de hecho en un
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proceso de transformación comparable al que experimentó durante los años cincuenta c u a n d o el
régimen
multipartidista
f u e establecido.
Esta
transformación se realiza sobre los principios fundamentales del régimen político kemalista. En España el Franquismo también vivió varios cambios durante sus casi cuarenta años de vida. Aunque estos cambios no alcanzaron el establecimiento de un régimen multipartidista como en Turquía, el equilibrio entre las fuerzas sociales que apoyaron a Franco sufrió modificaciones. Junto con esta reestructuración coexistía el problema central de la acomodación a los cambios en el entorno internacional. El régimen y la élite política en España probaron casi todas las formas de sostenerse. Esta élite política transformó la economía desde la autarquía, pasando del embargo internacional a una economía abierta bajo la dirección de tecnócratas procedentes del Opus Dei. Mientras se institucionaliza a través de las Leyes Fundamentales, el régimen político en España se integró en el Bloque Occidental en el contexto de la Guerra Fría. Sin embargo ésta no fue una tarea fácil para España. España pudo escapar del aislamiento tras la Segunda Guerra Mundial a través de convertirse en un miembro únicamente de carácter técnico en las organizaciones internacionales. España no podía ser un miembro de la OTAN y mantuvo las relaciones militares con el Bloque Occidental sólo a través de los tratados de base militar periódicamente firmados con Estados Unidos. Con el informe de W. Birkelback, de la Asamblea Parlamentaria de la Comunidad Europea, el 30 de Marzo de 1962, España f u e criticada furiosamente por la Comunidad Europea en las materias de democracia y derechos humanos y se quedó fuera de la Comunidad hasta cumplir los requisitos políticos, legales y económicos. El régimen Franquista, desde su establecimiento en 1939 tras la Guerra Civil, hasta la muerte de Franco en 1975, mantiene una continuidad. Durante el mandato de Franco no era posible hablar sobre la ley, la democracia, los sindicatos liberales y el reconocimiento de las libertades regionales.
Por el contrario, el régimen político en Turquía intentó pasar a la democracia cuando su líder Kemal estaba vivo y después de los golpes militares en las décadas siguientes. Contrariamente a Turquía el régimen político en España se estableció en el rechazo a la democracia. Después de la muerte de su fundador, Mustafa Kemal, el régimen en Turquía pasó por un periodo de consolidación bajo el mandato de su más íntimo amigo, Ismet Inónü. En el periodo siguiente el Kemalismo mantuvo su continuidad con sus principios políticos fundamentales. Contrariamente a España, Turquía f u e un régimen prestigioso durante el periodo de posguerra, porque no se asoció con
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Y
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los regímenes totalitarios del periodo anterior. Turquía paso a ser un régimen multipartidista y un miembro de casi todas las instituciones internacionales del Bloque Occidental con excepción de la Comunidad Económica Europea. Pero en un periodo muy corto Turquía firmó un acuerdo de asociación con la Comunidad Europea con la proyección de ser miembro en un futuro cercano. En este estudio el objetivo no es comparar la transformación estructural de estos regímenes en su larga vida, ni analizar las composiciones de las fuerzas políticas tras estos regímenes o sus respuestas a los cambios en la arena internacional. El objetivo tampoco es mostrar los diferentes niveles de las relaciones que estos países tienen ahora con la Unión Europea. De hecho sobre todo esta situación propone una pregunta importante para este artículo. La pregunta es qué tipo de transformación vivió España
bajo la dictadura y a
qué tipo de europeización se pasó para alcanzar el estatus de miembro de la Unión Europea, cuando un país como Turquía que fue una parte importante del Bloque Occidental desde principios del periodo de posguerra está todavía fuera de la Unión Europea. He intentado contestar parcialmente a esta cuestión en uno de mis estudios anteriores. Esta pregunta va a constituir el motivo central de mis estudios en el Kemalismo y el Franquismo en el futuro. De momento, lo que voy a hacer es situar estos dos regímenes en el contexto político del periodo de entre guerras, cuando los líderes de los regímenes todavía estaban vivos, e intentar derivar las conclusiones el carácter y origen de estos regímenes.
Marco de estudio para un análisis comparativo Hacer un análisis comparativo de Kemalismo y Franquismo nos empuja a ser más analíticos dada la falta de correspondencia en la duración de los regímenes. España entre 1936-1975 y Turquía entre 1923-2003 fueron gobernados por regímenes políticos establecidos en el periodo de entreguerras. D e b e m o s también aplicar este a c e r c a m i e n t o analítico al periodo de entreguerras. Aunque podíamos situar ambos regímenes en este contexto, d e b e m o s también contar con los c a m b i o s ocurridos en el
contexto
internacional. Por eso después de diseñar el marco de estudio para realizar un análisis comparativo, se explicará cómo la política y las estructuras sociales en Europa se transformaron entre las dos guerras mundiales y cómo se debilitó la democracia como régimen político dando lugar al fascismo. Finalmente situaremos estos dos regímenes en este contexto.
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Ambos regímenes nacieron en una situación de guerra. Pero estas situaciones de guerra son tan sumamente diferentes que se reflejan en el carácter de los regímenes políticos. Mientras el régimen en Turquía f u e el resultado de un forcejeo nacional contra los invasores, el régimen en España fue una unión de fuerzas conservadoras que salió triunfante de una guerra civil. Mientras el régimen en Turquía se legitima como el representante real de la nación, el régimen en Hspaña se legitima sobre el triunfo de España sobre la anti-España. Estos modos diferentes de legitimación que los regímenes escogieron podrían ser explicados por razones estructurales. Turquía era tan subdesarrollada que no había ninguna fuerza social poderosa que amenazara el poder de los kemalistas. Así que, los kemalistas constituyeron, sobre todo después de la limpieza de los cuadros del Comité de Unión y Progreso en 1925-26, el único grupo social organizado para actuar en nombre de la nación. Cuando el interés de la nación y la independencia fueron cuestionados, una movilización general y solidaria fue posible en Turquía. El Kemalismo sería el término que define esto. Contrariamente a Turquía la situación en España fue más complicada. Aquí se observan los focos de poder que crearon el movimiento social no sólo constituía la élite política. Ante todo el Franquismo estableció un régimen de depuración política. El Franquismo vino a impulsar la Guerra Civil. La antigua élite política y los grupos sociales como los comunistas, anarquistas, movimientos obreros ) regionalistas, definidos como la anti-España por los franquistas se fueron eliminando durante la Guerra Civil. Pero el nuevo régimen compuesto por los militares, la iglesia, la Falange, los monárquicos, los carlistas y los burgueses era una unión conservadora repleta de poderes. Era complicado e incluía una pluralidad escondida. Esta complejidad y pluralidad trajeron un forcejeo de poder continuo dentro del régimen político en el periodo siguiente. Sobre todo los cambios en la coyuntura internacional, a través del cambio de configuración del poder dentro del régimen, se reflejaron directamente en los gobiernos cambiantes. Podríamos agregar que dos propiedades importantes afectaron la forma de los regímenes políticos en España y Turquía. Éstos fueron la amenaza de revolución y el miedo a la desintegración. Debemos señalar que estos miedos en las clases altas explican el levantamiento del Franquismo en una forma fascista. Al contrario no podemos ver una tradición de revolución del proletario radical en Turquía a causa de la estructura subdesarrollada del país. Casi el ochenta por ciento de la población en Turquía vivía en el campo. En España la tradición revolucionaria e>a poderosa. Solamente Cataluña y País Vasco eran
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regiones de industria, de sindicalismo anarquista y de movimientos socialistas. Además, mientras en Turquía el estado-nacional no se enfrentaba a la amenaza de desintegración estableciéndose como una revuelta nacional, en España el Franquismo se posicionaba contra la II República declarando que los estatutos de autonomía de Cataluña y País Vasco llevarían a la desintegración del país. El otro punto que se va a analizar en detalle en las páginas siguientes es la transformación interna durante el periodo entre la dos guerras mundiales. El régimen político en Turquía se estableció en un periodo de optimismo democrático inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial, pero el Franquismo en España nació en un periodo de ambiente anti-democrático de los años treinta. Este punto es particularmente importante principalmente para explicar las relaciones de los regímenes con la democracia. El régimen político en Turquía intentó reinstaurar la democracia durante el período de entreguerras y estableció finalmente a la democracia en los años cincuenta, incluso después de los golpes militares en las décadas siguientes la democracia fue restaurada inmediatamente. En España el rechazo a la democracia era tan poderoso que incluso bajo las presiones de un ambiente democrático internacional el régimen no mostró ni el intento ni la determinación para reinstaurarla. Al contrario el régimen insistió en que la democracia era un signo del derrumbamiento moral, no un régimen para la sociedad española e intentó legitimarse con un sistema que se llamó "la d e m o c r a c i a
orgánica".
Correspondiendo al carácter corporatista del régimen, la democracia orgánica estaba basada en los grandes valores tradicionales de España que se manifestaban en la familia, la Iglesia Católica y las estratos sociales. Los estudios sobre el Franquismo en España se refieren a la naturaleza del régimen. Los primeros estudios en este sentido fueron hechos por el eminente sociólogo español Juan Linz, fueron continuados por Amando de Miguel, Manuel Ramírez, José Félix Tezanos, Juan Beneyto y Jerez Mir. El punto común de todos estos estudios es la insistencia en el carácter autoritario del régimen y la idea de que el Franquismo no era una ideología sino un régimen político que promovía una mentalidad autoritaria. Por otro lado Sergio Vilar, también discípulo de Nicos Poulantzas hizo una crítica marxista del régimen y situó el Franquismo en las relaciones clases a nivel nacional e internacional con las raíces en el desarrollo del régimen capitalista en España. Salvador Giner y Pérez Yruela y A. Sevilla intentaron explicar de una manera categórica el régimen con respecto al concepto del corporativismo.
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En Turquía no se daba ninguna discusión sobre la naturaleza del régimen. En lugar de un estudio crítico en esta línea, vemos que el Kemalismo en Turquía está situado en el contexto de las teorías de la modernización o se ha explicado desde las teorías de dependencia. De hecho, la cuestión aquí no es explicar el Kemalismo como un régimen político particular sino explicar las relaciones estructurales políticas y económicas de Turquía con otros países desarrollados. Por consiguiente el Kemalismo se consideró como un salto en la línea teleología del progreso o una resistencia a la expansión imperialista. C o m o las herramientas conceptuales centrales provienen de las ciencias políticas y sociales originados en Estados Unidos en los años cincuenta, no es sorprendente que aunque los acercamientos parecen contrapuestas las herramientas conceptuales son los mismos en ambos casos. Evitando para definirse el marco de una ideología o una doctrina, como las ideologías crecientes de Fascismo > Comunismo, el Kemalismo trae su propia definición con sus seis principios: R e p u b l i c a n i s m o ,
Reformismo,
Estatismo,
Laicismo, Nacionalismo y Populismo. El común denominador de ambos regímenes es que son diferentes del Comunismo y del Fascismo, transcendiendo la diferenciación liberal de la esfera pública y privada. Aunque entraron este modo totalitario en su desarrollo particularmente relacionado con la coyuntura internacional, no podemos afirmar que los regímenes políticos en España y Turquía son totalitarios por su naturaleza. Por el contrario, nos estamos enfrentando con regímenes y élites políticas eclécticos y con gran poder para adoptarse a los cambios. En el caso de España aunque había una tendencia fascista en su levantamiento y durante la Segunda Guerra Mundial, en los años siguientes, con el arranque de la Falange en el bloque gobernante esta tendencia se fue refrenado. El Kemalismo para desarrollar las relaciones con las masas intentó ser similar a los ejemplos europeos de los años treinta pero no pudo establecerse como ellos y sucedió una movilización de masas d e s p u é s del establecimiento de régimen multipartidista después de la Segunda Guerra Mundial. Paradójicamente esta movilización se comprendió como una oposición al sistema monopartidista. De hecho, la falta de relaciones con las masas f u e la característica del Kemalismo durante la era monopartidista y del Franquismo durante el periodo después de la Segunda Guerra Mundial hasta la transición a la democracia en España. En ambos regímenes la élite política, para contener las presiones de fuera y de dentro, inició un proceso de transformación. En este proceso se desarrollaron las prácticas de gobierno, las estructuras estatales y las actitudes
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y la mentalidad explanatoria para las relaciones ¡nterpersonales en ambos países. Considerando la transformación interior del F r a n q u i s m o y el Kemalismo y su diferencia respecto otras ideologías prefiero definir esos dos regímenes como regímenes que producen una mentalidad. En mi opinión se pueden usar los estudios de Linz sobre España para ambos regímenes. Linz se refirió particularmente a los estudios de Theodor Geiger, sociólogo alemán que explica las diferencias entre ideología y mentalidad. Podríamos declarar que dejando la tendencia autoritaria que se mostró sintomáticamente en los golpes militares durante la Guerra Fría en Turquía y el rechazo general del régimen política Español hacia la democracia, ambos regímenes produjeron una mentalidad de gobierno. El carácter pluralista de los regímenes también previene la emisión de una ideología coherente. Mientras uno de los regímenes pasó al régimen multipartidista inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, el otro mantuvo una oposición dentro de sus estructuras políticas. Para los regímenes y la élite política que los apoyaban el problema central fue quedarse y mantenerse. Aunque es coherente en sí mismo, un sistema cerrado no contribuiría a este objetivo. Por consiguiente los regímenes crearon mentalidades de carácter ecléctico y gran poder de adaptación, o como el resultado de forcejeo existencial surgió esta gubernamentalidad que podríamos asociar con los regímenes. A m b o s regímenes se institucionalizaron fundamentalmente en la personalidad de sus dirigentes. Franco y Kemal fueron dos figuras carismáticas en el establecimiento y la institucionalización de regímenes políticos en Turquía e España. Los regímenes políticos institucionalizados alrededor de estas dos figuras, en lugar de las ideologías, produjeron gobernamentalidades. En este contexto el problema central de estos regímenes f u e sostener a sí mismos para gobernar. Estamos refiriéndonos al gobierno según tres ares de la vida política: la economía, la sociedad y el territorio. A m b o s regímenes proporcionaron establecimiento político y consolidación a través de prácticas y procesos dirigidos hacia estas tres áreas, y organizados alrededor de una mentalidad. El ejército, el partido y las relaciones con la religión son los tres i n s t r u m e n t o s que los r e g í m e n e s utilizaron. En otros términos la institucionalización de régimen ocurrió gracias a estos tres órganos. En ambos casos el Partido Republicano Popular y la Falange se analizarán juntos para marcar las relaciones de los regímenes con las masas. El ejército surge como la única organización jerárquica e institución que el régimen toma como poder orgánico. La religión se trata en referencia a las relaciones con la religión. De aquí podríamos explicar la estructura cultural en que se establecieron los regímenes, la calidad de su proyecto revolucionario y la institucionalización del régimen. Antes de concentrarnos en la institucionalización de los regímenes vamos a analizar el ambiente social y político en que los regímenes nacieron.
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Europa durante el periodo de entre guerras Probablemente la trayectoria de la democracia que podría extenderse como el levantamiento y la caída explica en la mejor manera el periodo de entreguerras. Este punto es importante para nuestro análisis comparativo. Como he explicado anteriormente mientras el Kemalismo se estableció en el periodo de optimismo democrático de posguerra, el Franquismo en España entró en la agenda política durante la segunda mitad de la década de 1930 donde la democracia fue desacreditada ampliamente. En este estudio intentamos situar ambos regímenes políticos en dos países en el cambio interno del contexto histórico. La Primera Guerra Mundial finaliza con el derrumbe de los imperios Ruso, Austro-Húngaro. Alemán y Otomano, es decir los regímenes antiguos fueron eliminados. En lugar de estos regímenes, desde el mar Báltico hasta los Balcanes y Turquía se establecieron casi 20 nuevas repúblicas. Sobre todo debido a su legitimidad internacional la democracia se aceptó como un modo de gobierno en estas repúblicas. La razón del resurgimiento de la democracia y la república en este periodo f u e la existencia de las condiciones y figuras favorables en la arena internacional y nacional. Podríamos contar a Lyod George, Clemenceu, Masaryk, Karolyi, Venizelos y Mustafa Kemal dentro de estas figuras. La característica más importante del periodo de posguerra f u e el reemplazo de los regímenes antiguos por los nuevos regímenes basados en la ley, la constitución y la política con el forcejeo común de nacionalistas, campesinos radicales, bandoleros y bolcheviques. Particularmente en este nuevo orden los jueces reemplazaron a los reyes a través de las constituciones que establecieron los nuevos regímenes, intentaron racionalizar y controlar la política a través de situarla dentro de la ley. En el periodo posterior a este acercamiento de la ley positiva llevado a cabo por Hans Kelsen y su disciplina fue acusado por el perfeccionismo, por ser poco realista y pasar por alto el pluralismo político que es un principio básico de democracia. En las constituciones de todos éstos regímenes de posguerra la insistencia en la república, el carácter democrático del estado y la soberanía nacional fueron los puntos comunes. De hecho las constituciones de posguerra podrían verse como el último punto de disputa de las clases medias sobre el liberalismo y las reformas políticas hecha-, durante el siglo XIX. Por eso, como todos ellos surgieron de la experiencia de regímenes absolutistas, estaban incluyendo un escepticismo general a la autoridad gobernante. Esta situación sirvió nada más
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que para debilitar el poder gobernante de la democracia. Mientras la democracia se debilitó por el crecimiento del fascismo, el comunismo y otros grupos radicales, la primera contestación a esta situación fue fortalecer los poderes gubernamentales en Polonia, España, Letonia, Estonia, Austria y Francia. La idea de proteger la democracia llevaba la legitimación de la dictadura consigo. Sobre todo en Alemania el grupo de jueces liderado por Cari Schmidt propuso un sistema que daba a la cúpula del Estado poderes extraordinarios bajo condiciones que ponía la democracia en el peligro a través de leyes y decretos. Este sistema aunque está contra la democracia se vio como legítimo y posible bajo condiciones extremas. El debate constitucional alemán estaba exponiendo abiertamente las relaciones complejas entre la democracia y la dictadura. Por otro lado, estas constituciones estaban basadas en la idea de un Estado eficaz y promovían centralizar el poder judicial y la estructura administrativa. Además estaban promoviendo la apertura de valores liberales a los derechos políticos y sociales como la salud, el bienestar, la seguridad social y establecieron la protección de minorías. Este último punto era particularmente importante si se considera la realidad que los nuevos estados que se establecieron después de la desintegración de los imperios, fueron tan multinacionales como los imperios. Las nuevas constituciones abogaban por una democracia para todos y los nuevos regímenes estaban basados en la soberanía nacional en lugar de la religión y la tradición. El punto más importante fue la idea de la reforma agraria en los países de Europa Central y Oriental ya que era una decisión estratégica para la élite gobernante. Las nuevas democracias mientras resolvían las disputas entre la aristocracia y la burguesía a favor de la burguesía, proporcionaban un apoyo populista con la creación de un grupo de los dueños de ¡as pequeñas tierras, por otro lado la reforma agraria intentaba prevenir la posible cooperación entre los campesinos y la clase obrera para proporcionar un periodo de estabilidad para el nuevo régimen. Sin embargo esta situación debe ser observada paralelamente con las demandas de una reforma agraria llevada a cabo por los grupos radicales de los diferentes partidos políticos en países c o m o Italia, Hungría, España o Alemania. En estos países la demanda de una reforma agraria se consideraba necesaria por parte de los fascistas y comunistas para mantener el apoyo público necesario para la transformación revolucionaria. En Rusia, Lenin y sus compañeros lograron la unión entre la clase obrera urbana y el campesinado sin tierra, un hecho único en Europa. Pudieron realizar esta unión gracias al nivel de miseria del campesinado ruso.
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Pero nadie esperaba que la democracia que creció triunfante después de la guerra en 1918 podría convertirse en un régimen indeseable en veinte años. Cuando la Primera Guerra Mundial terminó los vencedores, Inglaterra, Francia y Estados Unidos, fueron considerados los campeones de la democracia. Probablemente por esta razón el liberalismo y la democracia fueron asociados con los intereses de los grandes poderes. De hecho se entendió la democracia liberal como la ideología que servía a sus propios intereses y el resto de los países del mundo veían la democracia liberal con cierto escepticismo. Entonces los gobiernos democráticos se vieron incapaces de gobernar y había una cantidad muy pequeña de demócratas en Europa. La retirda del apoyo internacional no tardó en llegar. Los Estados Unidos volvieron a su política de aislamiento y no prestaron atención a la estabilidad en Europa. Con el crecimiento de movimientos de izquierdas en todas partes de Europa, el peligro comunista se situó en la agenda de Gran Bretaña y Francia como la amenaza central. Esta situación promocionó el apoyo a otras formas alternativas de gobierno, particularmente a las dictaduras. Sobre todo en Europa Central y Oriental la amenaza comunista llegó a tales niveles que el derrumbamiento de los nuevos regímenes que se construyeron con grandes esperanzas derivó una falta de interés por parte de los grandes poderes. La democracia fue rechazada porque era incapaz de responder a los problemas sociales del momento. La primera y más inmediata amenaza de la democracia vino del Comunismo que se extendió por todas partes de Europa. El descalabro de la democracia desencadenó en una crisis de gobierno. Desde 1918 hasta 1937 en Checoslovaquia que fue el régimen democrática más largo en Centro Europa llegó a tener 17 gobiernos En 1920,23 partidos participaron en las elecciones y 17 de ellos accedieron también al Parlamento. En Polonia entre 1918 y 1926, 14 gobiernos se establecieron y presentaron 26 partidos a las elecciones de 1926. En 1930 en Alemania 16 partidos accedieron al Parlamento. En los países Bálticos esta cantidad aumentó. En Rumania desde 1930 hasta 1938 se establecieron 28 gobiernos. Los resultados de las elecciones muestran que los regímenes multipartidistas se sucedían con un desestabilidad increíble. El sufragio universal trajo la politización de las masas y las nuevas repúblicas idealizadas por la representación proporcional se enfrentaron con el colapso a causa de la paralización de los parlamentos en este sistema de elección. En Europa después de 1918 no había ningún gabinete que continuara más que un año. Uno duró solamente ocho meses en Alemania y Austria, cinco meses en Italia y cuatro meses en España a que corresponde después de 1931. En la III República Francesa durante el periodo entre 1870-1914 el
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promedio f u e diez meses, desde 1914 hasta 1932 ocho meses y desde 1932 hasta 1940 cuatro meses. Esta situación fue interpretada en general como el derrumbamiento de los gobiernos democráticos. Esta situación desestabilizante hizo imposible la promulgación de ciertas leyes necesarias, hacer las reformas y aplicar los programas de los partidos. Por eso la reforma del Estado y del gobierno y el Estado eficaz fueron los conceptos claves de ese periodo. La reforma constitucional para fortalecer el ejecutivo se hizo en todos países de Europa. El prestigio que la democracia perdió para gobernar la sociedad en muchas partes de Europa empujó a Gran Bretaña, el campeón de la democracia durante el periodo de entreguerras, al escepticismo sobre la exportabilidad de la democracia como un régimen político para otros países y a permanecer en silencio a cerca del levantamiento de los regímenes dictatoriales en Europa. Los regímenes dictatoriales que surgieron en los años veinte fueron intentos de prevenir este colapso sistemático y por eso se aceptaron silenciosamente por parte de los Grandes Poderes en Europa. Había una razón más profunda detrás de esta aceptación. La izquierda estaba dividida entre los social-demócratas y los comunistas y no tenía una iniciativa común para defender la democracia. Las discusiones en la gobernación estaban produciéndose en la derecha. En este contexto las primera resoluciones que se tomaron en la agenda política fueron soluciones autoritarias, brevemente las dictaduras. Estas dictaduras fueron todas nacionalistas y pro-status quo y derivaban el apoyo de la élite política, la burguesía, las masas y las fuerzas tradicionales asustados por los radicales de Izquierda y de Derecha. La Segunda Guerra Mundial se convirtió en la guerra contra la democracia. Cuando la democracia se estableció después del Tratado de Versalles debido a las presiones externas, el rechazo de la democracia inevitablemente estaba rechazando los tratados que acababa la Primera Guerra Mundial.
La dictadura como solución contra la amenaza de los radicales surgió por primera vez después de la Primera Guerra Mundial en 1919 cuando el Almirante Horty suprimió la rebelión comunista de Bela Kun que alcanza el poder contra el gobierno liberal de Karolyi. El apoyo de los Grandes Poderes hacia la dictadura de Horty en este periodo cuando la democracia tenía un perfil aumentado estaba dando pistas sobre los eventos futuros. La dictadura de Primo de Rivera en España en 1922, la de Salazar en Portugal en 1922 y el régimen político
de 1926 en Polonia, se establecieron c o m o soluciones
autoritarias para los problemas crecientes. Estos regímenes desarrollaron, finalmente con la Gran Depresión de 1929, una enemistad abierta con la
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democracia. La recesión económica y el desempleo general de las masas acabaron con las expectativas de bienestar social y las promesas liberales y la democracia social. En los años treinta había una oposición general a la democracia en Europa. De hecho, el problema fue el fracaso de la democracia para gobernar la sociedad, la economía y el territorio. Probablemente el desarrollo más importante de los años de entre guerras f u e el levantamiento del Fascismo. El Fascismo, que recibió un apoyo increíble por parte de las masas, nació como la ideología de la cultura de masas y como un régimen político alternativo para gobernar la sociedad de masas. Primero las dictaduras \ después debido a las graves condiciones sociales, económicas y
en un ambiente internacional favorable, el fascismo nació
dentro de los regímenes democráticos como la alternativa a esos regímenes. Así que el Fascismo tuvo lugar en la agenda democrática como un modo alternativo de gobernación. En octubre de 1922 Mussolini fue invitado a formar gobierno por parte de los liberales para prevenir el crecimiento de Comunismo. Después de la aceptación del sufragio universal en 1919 el partido fascista con su grande base de voto consiguió la simpatía de la policía, los funcionarios, los jueces y el Parlamento. El primer gobierno de Musolini fue una unión de tres partidos y se estableció por el apoyo general de los liberales. La diferencia central entre el Fascismo y la democracia fue percibida dentro de poco tiempo cuando los fascistas no necesitaron a los liberales para gobernar el país. Era contrario a la concepción de la vida de la burguesía, ya que consideraba que los valores burgueses dividían la vida entre lo público y lo privado, y defendían que este división artificial debían reemplazarse por estructuras y políticas totalitarias. Para los fascistas el fascismo suponía una experiencia total que en Italia encontró un apoyo en Inglaterra también. Para los campeones de democracia, los italianos encontraron un modo de gobierno al final para ellos. El dispositivo más importante que los fascistas usaron en la sociedad de masas f u e el Partido. Sobre todo después del reconocimiento del sufragio universal los partidos fascistas encontraron el apoyo de la juventud. Las partidos fueron los órganos de participación. En Alemania, Hitler decía que la soberanía viene del pueblo, y como el jefe de partido Nazi el hablaba en nombre del pueblo. El Fascismo que se opone a la democracia por medio de la violencia y la acción, afirmaba que la democracia era el juego de viejos, y sirve a los valores materialistas de la burguesía. Tuvo claro que este tipo de sistema político no podría conseguir el apoyo popular de las masas y el partido Nazi fue un partido de movilización, creando un alto nivel de participación. Hitler
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vio el apoyo popular a su partido y la representación popular como la base legítima para cambiar la orden constitucional. Al hacerse la maquinaria estatal el Partido Nazi pensaba reorganizar el país a la manera monista y total. En este contexto el camino a seguir era el derrumbamiento del legalismo que definía la diferenciación entre partido y Estado. Hitler mientras intentaba reorganizar Europa con Alemania en la cumbre, proyectó una estructura disciplinaria basada en la jerarquía y disciplina del partido. El partido se volvió el nuevo instrumento de disciplina en democracia de masas que surgen alrededor de Europa. Fue un nuevo modo de gobernación que acaparó mucha atención. Queremos resaltar la importancia del corporativismo como un modo fascista de organizar la sociedad, que entró en la agenda política en primer lugar en Italia y que después recibió gran simpatía en el resto de Europa. El corporativismo en Italia subió como un modo de gobernación política que proporciona la participación a través de las asociaciones de productores en lugar de las clases sociales. Con el estado corporativista, el fascismo surgió como un modo de representación orgánica transcendiendo la división liberal entre lo público y lo privado. De hecho esto correspondía a un modo alternativo de la gobernación social a través del partido en lugar de a través de la estructura orgánica, ideológica y disciplinaria del estado. El fascismo a través del corporativismo pretendía producir una alternativa a las preguntas más básicas de la democracias transcendiendo a las divisiones sociales y la lucha de clases. El corporativismo pretendía generar intereses comunes y nacionales en los sectores sociales y era un proyecto de crear una nueva sociedad. En 1933 Antonio Salazar en Portugal y D o l l f u s en Austria propusieron el corporativismo cristiano como la mejor manera de acabar con el Comunismo proporcionando un desarrollo nacional. Portugal y Austria fueron seguidos por España, Grecia, Croacia y Francia. El Fascismo con sus instrumentos políticos y sociales primero en Italia y Alemania y después en los otros países de Europa surgió como un nuevo proyecto social de desarrollo social y nacional, rescatando el Estado liberal de su crisis de gobernación sobre todo después de la Depresión Mundial de 1929.
El establecimiento del régimen franquista en España El final de la dictadura de Primo de Rivera implicó el derrumbamiento de la Monarquía. A pesar de su popularidad a principios de los años veinte, la dictadura, debido a no poder superar la Depresión de 1929, perdió su prestigio con una crisis financiera y política. Primo de Rivera tuvo que abandonar el
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país. La unión de los socialistas y republicanos triunfó en las elecciones locales del 12 de Abril de 1931 lo cual supuso una nueva era en la historia española llamada la II República. Tras un ultimátum de Alcalá Zamora, el líder del Comité Revolucionario, el Rey abandonó el país pacificamente. Pero el régimen entró en crisis en poco tiempo. La primera crisis surgió cuando las dos figuras respetables de régimen, Alcalá Zamora y Miguel Maura, rechazaron el proyecto de reforma anti-clerical de Manuel Azaña y de los socialistas en la Constitución. El proyecto de reforma de Azaña intentaba debilitar la influencia de los poderes tradicionales, la iglesia y el ejército, en la política en España. A través de las reformas anticlericales, Azaña intentó cortar la ayuda del Estado a la Iglesia y prevenir la influencia de la Iglesia en la educación primaria y secundaria. Las reformas militares se concentraron en la disminución de la cantidad de soldados a un nivel en que España podría llevar y la modernización del ejército. Pero estas reformas dividieron la opinión pública y la élite política con respecto al carácter y los objetivos del nuevo régimen. Además de esta división la República se había debilitado debido al giro de la derecha radical hacia las reformas y los eslóganes revolucionarios de la izquierda radical. La democracia se vio incapaz de hacer frente el aumento de los problemas sociales y la oposición radical. Como consecuencia, en poco tiempo la República pasó por tres elecciones en 1931. 1933 y 1936. Entre 1931-1936 se establecieron 15 gobiernos y en 1936 el Frente Popular, establecido por la unión de los partidos de izquierdas en las elecciones hizo que el miedo a la revolución social aumentara en los sectores conservadores. Los eslóganes revolucionarios y anticlericales de los radicales en la izquierda y la violencia en las calles dividió la sociedad en dos. Así, seis meses después de la llegada del Frente Popular al poder, el número de miembros de la Falange, entonces el partido fascista más débil en Europa, pasó de 500 a 500000 miembros. En Julio de 1936 se produjo el golpe de Estado derechista y después de este intento abortivo de golpe España entró en tres años de Guerra Civil. El régimen de Franco, que duró casi cuarenta años, nació y se estableció durante la Guerra Civil. El origen bélico del régimen es su característica más importante. El miedo a la vuelta al pasado legitimó el régimen durante su vida. Los generales rebeldes controlaron en poco tiempo un tercio del país y en Septiembre de 1936 se podía considerar el comienzo de un nuevo régimen. El 29 de Septiembre Franco se declaró "Jefe del Estado Español y Generalísimo del ejército". El 1 de Octubre de 1936 el Gobierno de la Guerra "Junta Técnica del Gobierno de Guerra" tomó el poder de zona ocupada. Con el decreto del 19
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de Abril de 1936 se unificaron las fuerzas de rebelión nacional bajo el nombre de Movimiento nacional, "Falange Española Tradicionalista y de las J O N S " y Franco se convirtió en el líder del Movimiento, en el "Caudillo". El Movimiento reconoció al Caudillo como la autoridad absoluta responsable sólo ante Dios y la historia. Las Leyes del 30 de Enero y 8 de Agosto le dieron el derecho a legislar. Estas leyes se agregaron a la Ley Orgánica emitida en 1967 y se quedaron vigentes hasta la muerte de Franco. Las leyes y los decretos que definen el poder del Caudillo y el decreto que unió las fuerzas de la revuelta nacional se aceptaron como leyes fundamentales y se consideraron como la constitución real durante la cuarenta años del régimen. El régimen de Franco se estableció en el rechazo a la constitución. Mientras Franco estuviera vivo nadie podría hablar de los derechos políticos reconocidos por la ley ni de la división de poderes dentro del Estado. Durante este tiempo la constitución se reemplazó por una serie de las leyes que se llamaron "Leyes Fundamentales". Las Leyes Fundamentales fueron la Ley de Trabajo (1938), la Ley del Establecimiento de Cortes Generales (1942), la Ley de Referéndum (1945), la Ley de Jefatura del Estado (1947), la Ley de Principios del Movimiento, la Ley Orgánica del Estado (1967) y la Ley de Reforma Política (1976). Estas leyes muestran el desarrollo histórico y los pasos de institucionalización del régimen. Así como son las contestaciones que el Franquismo dio a los cambios en el ambiente internacional. Las características más obvias del régimen de Franco en su periodo de establecimiento fueron la presión y el nacionalismo. Esto quedó reflejado en las políticas sociales, en el gobierno de la economía y en la estructura administrativa
hipercentralista
que
f u e r o n la parte
integral
de
la
institucionalización del régimen. El objetivo central de Franco f u e prevenir la lucha social en todas las áreas y construir una estructura corporati vista donde la estructura política se basó en el compromiso y la armonía entre las clases sociales. Estas ideas encontraron su primera aplicación durante la era de Primero de Rivera con los proyectos de infraestructura como los centrales de energía, las carreteras, la vía férrea. La ¡dea era un desarrollo proteccionista y una política industrial nacionalista. Primo de Rivera con el apoyó del UGT, el sindicato socialista, pudo llevar a cabo su política económica. Franco continuó gobernando la economía por la misma idea. La continuidad central entre la dictadura de Primo de Rivera y el Franquismo estaba en la área de economía.
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Un arreglo económico especial estaba apoyando el régimen de Franco. En este periodo las políticas económicas de Italia constituían un modelo a seguir para España. Siguiendo el ejemplo de Italia se establecieron los sindicatos verticales y la economía se instituyó a través de un discurso antiliberal, totalitario, poniendo los valores tradicionales del pasado frente al urbanismo y los valores urbanos que se vieron como inmorales y derogatorios. Los conceptos como la Vida Nueva, el Orden Nuevo, el Estado Nuevo, y la Revolución Nacional definían el régimen. Las políticas intervencionistas y un acercamiento anti-liberal se veían claramente en los discursos de Franco sobre la economía. La nueva política económica se reflejó en las palabras de "Patria, Pan y Justicia". Bajo el régimen de Franco el país entró en un proceso de atención a la agricultura. La población agrícola hasta mediados de los años 1950 era mayor que durante el periodo anterior a la Guerra Civil. En el segundo año de la Guerra Civil el Servicio de Trigo decidió comprar el trigo a un precio fijo y garantizó el apoyo de las clases conservadoras al régimen Franquista. Además, uno de los objetivos centrales de la Falange fue crear una España del pequeño campesinado. Pero una política de la reforma agraria se retiró de la agenda cuando la Falange perdió su influencia en la coalición gobernante. La incapacidad de la Falange para proporcionar una movilización de masas, como ocurrió en los casos de Italia y Alemania, y los problemas de aplicación resultaron que el régimen se convirtiera en una dictadura estatista. El Instituto Nacional de Industria se estableció por decreto el 5 de Septiembre de 1941 para gobernar el desarrollo de la autarquía y se convirtió en el reflejo de la dominación de la política sobre la economía. En el mismo año los ferrocarriles fueron nacionalizados. Además, durante la Segunda Guerra Mundial fue instituido un sistema de comercio internacional y un mercado de intercambios que no se desmanteló hasta 1959. La década de los cuarenta supone un periodo en que Franco inauguró muchos pantanos, sistemas de irrigación y centrales eléctricas. De hecho, el corporativismo basado en el respeto a la propiedad privada y en la intervención en la economía a través de las instituciones corporativas y sindicatos constituyo la cara económica de fascismo. En una fecha tan temprana c o m o el 16 de Julio de 1938 la Comisión de Regulación de Producción se estableció y junto con la Ley de Trabajo, organizaba la economía entera alrededor de los sindicatos, con la idea de crear sumisión total, productividad, eficacia y responsabilidad. La Ley de Trabajo del 9 de Marzo en 1939, cuyos principios fueron aplicados por la Ley de Organización Sindicad en 6 Diciembre 1940, forzaba la sindicalización del trabajo y fue el manifiesto del corporativismo Franquista. La Ley reflejaba la ideología social y económica del régimen, pretendía unir a los capitalistas y
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los obreros en sindicatos verticales. El nuevo sistema económico también hablaba de los valores católicos como "unidad, unanimidad y jerarquía". Los sindicatos verticales tenían como objetivo unir sectores diferentes de la sociedad en hermandad católica. Pero, la Ley de Trabajo, mientras reprimía las huelgas, se permitía el nacimiento de algunas instituciones capitalistas autónomas como Cámara de Comercio, Industria y Navegación. El régimen mostró su carácter autoritario, nacionalista y centralista principalmente en su actitud hacia las tendencias regionalistas. En este contexto, el rechazo de los estatutos de autonomía dados a Cataluña el 15 de Septiembre de 1932 y al País Vasco el 4 de Octubre de 1936 por la II República desempeñan un papel importante. En 1938 cuando los soldados de Franco entraron en Cataluña declararon que respetarían las propiedades culturales regionales pero la nueva unidad nacional basada en un idioma y una identidad (Castellano y Español) sería la más sagrada entidad. En un corto espacio de tiempo los estatutos de Cataluña y el País Vasco fueron abolidos. En Cataluña y en el País Vasco la presión no se dirigió a los "rojos" o los obreros sino particularmente a la región, la cultura, el idioma y la identidad. Por ejemplo el catalán no se aceptó como idioma pero como un dialecto. El uso de catalán y el vasco en los espacios públicos se veía como separatismo o un acto antipatriótico. Las librerías y las bibliotecas públicas se enfrentaron a esta presión hacía el idioma. En Cataluña, donde se publicaban muchos libros, periódicos y revistas en catalán antes de la Guerra Civil, no dejaron que se publicara nada en catalán después de la guerra. La propaganda de "Hable el idioma del Imperio" demostraba la ideología del régimen basada en un idioma y una identidad nacional. Las calles y los pueblos que tenían nombres de figuras eminentes catalanes o vascos se cambiaron. La Iglesia también tomó parte de esta presión. Se fueron retirados los sacerdotes catalanes o vascos, quienes rechazaron firmar la Carta Colectiva de la Iglesia Católica al régimen en 1937. En el área administrativa, el nuevo régimen trajo la centralización extrema. Con las diputaciones y ayuntamientos cuyos miembros eran designados desde el centro, la estructura administrativa volvió a principios al estado centralizado del siglo XIX. La única excepción fue Navarra lugar que podría explicarse por razones históricas y políticas. El Partido Nacionalista Vasco a causa de tener el estatuto de autonomía apoyó el caso Republicano en la víspera de la Guerra Civil. Durante la Guerra Civil los vascos y el PNV se enfrentaron con las grandes divisiones. Los Carlistas - un movimiento reaccionario de siglo XIX había hacia poder centralista, secularista, progresivoen Navarra y Álava apoyaron el régimen de Franco. Así que ganaron el derecho de ser la única región autónoma en la era de Franco.
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La otra área que el régimen institucionalizó con la opresión f u e la prensa. La Ley de la Prensa de 1938 era un símbolo del carácter anti-liberal y opresivo del régimen. El nuevo régimen estaba en contra de todas las organizaciones civiles y políticas porque estaban asociadas con el régimen anterior, la 11 República. La Ley de Responsabilidades Políticas de 1939 y la Ley de Seguridad Estatal de 1941 fueron las leyes que aumentaron la opresión en todos los segmentos de la vida social, realizaron una limpieza Franquista de los cargos estatales, y dieron derechos extraordinarios al estado y las fuerzas de ta seguridad. Como he explicado anteriormente, la propiedad más importante del régimen Franquista fue la centralización de todo el poder en las manos del líder, Franco. El Estado Nuevo y la Sociedad Nueva se establecieron por la lucha que España emprendió contra la anti España definido c o m o los comunistas, anarquistas, masonería, y regionalistas. La unión que gobierna la nueva España estaba compuesta del ejército, la Falange, la Iglesia, la aristocracia, la burguesía en las fracciones agrícolas, industriales y financieras y los monárquicos. De hecho desde 1939 hasta 1975 la división y la estrategia de partición de esta unión fueron de importancia central. En la Guerra Civil y en el periodo posterior, la institucionalización del régimen dependía de las tres fuerzas organizadas de esta unión gobernante. En las páginas siguientes analizaremos el papel del ejército, la Falange y la Iglesia Católica como las tres fuerzas que organizan y institucionalizan el nuevo régimen. De hecho son los centros de extracción política. En este marco el ejército fue visto como la parte orgánica del régimen, o el régimen mismo por el periodo de su establecimiento. El ejército f u e un instrumento de orden social y disciplina como instaurador de las relaciones individuales y familiares. El ejército fue una parte de la élite gobernante desempeñando un papel c entral en la continuidad del régimen. Ante todo el régimen se estableció por una revuelta militar. En 28 de Julio de 1936, con la Ley Marcial que declaraba la situación de guerra el ejército tomó el papel gobernante del país en sus manos. El gobierno de guerra incluyó el gobierno de la sociedad. Después de ganar la Guerra Civil el ejército se convirtió en la institución más poderosa del país. Triunfó en la Guerra Civil, jugó un papel crucial en la institucionalización del régimen pero también en el periodo siguiente para legitimar la autoridad del régimen. En el periodo siguiente se entendió la unidad del ejército como la unidad del Estado y la sociedad. Durante la guerra y en el periodo de post-guerra inmediato, los servicios públicos, la educación, la salud, la comunicación y muchos otros servicios
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fueron proporcionados por el personal militar. Con el Instituto Nacional de Industria el ejército tenía la mano en el gobierno de la economía. En este contexto, tras la política de autarquía del nuevo régimen había la necesidad de guerra, la movilización y la creación de una economía autosuficiente nacional bajo el monopolio militar. Fue el centro del orden público. C o m o el nacionalismo y patriotismo fueron los valores normalmente aceptados por gran parte de la sociedad el prestigio del ejército fue aumentando. Cuando la Guerra Civil se acabó, algunos de los grupos del ejército no habían imaginado un régimen dictatorial bajo la dirección de Franco. Gracias a la Segunda Guerra Mundial Franco pudo sostenerse en el poder. El ejército f u e transformadose durante la Segunda Guerra Mundial con las purgas franquistas y llegó a ser el ejército de Franco. En el periodo siguiente, que está fuera del alcance de este estudio, el ejército apoyó a Franco ya que no había ninguna otra manera posible de intervenir en los asuntos políticos. Las primeras reacciones del ejército al régimen político vinieron durante la Segunda Guerra Mundial. En los círculos del ejército la dominación absoluta del Partido que se realizó como en la Alemania de Hitler, no encontró un apoyo tan amplio. El sistema monopartidista que intentó acabar con el carácter coalicionario de la victoria fue rechazado principalmente por el ejército. C o r r e s p o n d i e n d o con la tendencia totalitaria en la contexto internacional el Movimiento surgió como un Partido político jerárquico, disciplinario e ideológico. En 1942 el número de miembros llegó a 900000 casi 4 % de la población. La Falange en la institucionalización del régimen Franquista y en el establecimiento del Estado Nuevo fue una organización muy importante. La Falange se utilizó c o m o un instrumento político que proporcionó una élite política, una organización disciplinaria y paramilitar para el nuevo régimen, y el papel de supervisor sobre las organizaciones locales y centrales. La Falange proporcionando la movilización política y contribuyendo a la legitimación del régimen controlaba la clase obrera a través de la estructura corporativista de sindicatos y se volvía una estructura política importante sobre el gobierno de la economía. Con esto la Falange quería imponer su régimen utilizando el ejército y el sistema político en general. Los falangistas querían usar el ejército como una fuerza de opresión política. La Ley del 1 de Marzo de 1940 que considera la masonería y la propaganda de comunismo como crímenes políticos fue el símbolo de opresión del régimen. Con el derrumbamiento de la democracia en el área internacional y la subida del fascismo, el régimen franquista tomó una dirección mas clara hacia el fascismo e invadió Tánger en el Norte de África y envió la División Azul al
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frente alemán en Rusia en 1940. Pero esta tendencia fascista no continuó con el fracaso del fascismo internacional y empujó a la Falange al margen de la coalición gobernante del régimen político. En 1943 la División Azul volvió y Franco declaró la no beligerancia de España. En el periodo más tarde Franco a través del anti-comunistmo del régimen intentó acceder a una legitimidad internacional. El régimen pasó por un periodo de liberalización y las nuevas I ,eyes Fundamentales perfilaron la base legal del régimen. El régimen político rechazando el sistema multipartidario como un símbolo de la división del país, se convirtió en un régimen monopartidista después de la Segunda Guerra Mundial. En el periodo de institucionalización la función de la Falange era ideológica. La Falange lue el instrumento de consolidación ideológica del nuevo sistema. Mientras apoyaba la legitimidad carismàtica del Caudillo, la Falange proporcionaba una ideología nacionalista y su articulación fascista, la socialización política, la movilización de la juventud, la selección de la élite política y el control de la estructura burocrática y sindical. La Falange competía con la Iglesia Católica en las áreas de educación, propaganda y movilización política en el periodo del establecimiento. En este contexto, la Falange, en contra del ejército y la Iglesia, surgía como un nuevo poder política progresivo y revolucionario. Estaba claro que el fracaso de fascismo en el contexto internacional y doméstico empujó al régimen Franquista hacia una dictadura tradicional. La Iglesia Católica es la última institución que se analizará por lo que se refiere la institucionalización del Estado Nuevo. La Iglesia estaba en contra de la movilización fascista que la Falange proporcionaba. El giro del régimen franquista hacia el Fascismo f u e rechazado por la Iglesia Católica, que fue el centro tradicional de la educación y estratificación social en España. La Iglesia Católica desempañó un papel crucial parar legitimar la revuelta nacional y la victoria después de la Guerra Civil, como la revuelta y la victoria contra los enemigos de la Cristiandad y la cruzada contra los infieles. La guerra de España contra la anti-España se consideró como una guerra religiosa y así se forjó un lazo cultural e histórico con la lucha de los españoles para proteger y extender el cristianismo en el pasado. La Iglesia Católica fue importante para las relaciones internacionales también, el régimen intentó escapar del aislamiento tras la Segunda Guerra Mundial a través de las relaciones diplomáticas establecidas en las líneas religiosas y a través de la Iglesia. Aparte de ser un centro de la socialización política y cultural, por su función en la educación y la formación de ideología, la Iglesia cubrió las necesidades del personal del
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régimen y sirvió para la consolidación del régimen. Con sus cargos profesionales y expertos en su área, y su estructura expansiva en el país, la Iglesia, proporcionó una élite política para el régimen. La Iglesia, con sus uniones en todos los sectores tradicionales, los sectores diferentes de la burguesía, abría los lazos con el resto de las clases sociales creaba una base amplia de la clase política para el régimen. Con este carácter la Iglesia prevenía la Falange. Tenía de primera mano el conocimiento de la opinión pública y proporcionaba un conocimiento al régimen sobre la sociedad. Finalmente la jerarquía de la Iglesia creaba una disciplina religiosa para controlar las Iglesias en Cataluña y País Vasco y contribuía al carácter centralista del régimen. El régimen de Franco se estableció a través de !a revuelta y reacción a la II República, en un periodo en que la democracia se encontraba débil en Europa. Dejando el carácter nacional de la revuelta y la unión conservadora de las fuerzas tras el régimen, el argumento principal del Franquismo era que la II República era incapaz de gobernar el país y España estaba bajo peligro de desintegración. El nuevo régimen en su historia de cuarenta años se identificaba con el rechazo de la política, las instituciones civiles, las libertades y a la democracia, todas asociadas con la II República. La revuelta dirigida contra un gobierno legítimo e intento del golpe de estado que desencadenó la Guerra Civil se legitimaba con la idea de que la democracia no correspondía al carácter español y contradecía la realidad de España e era incapaz de gobernar España. El nuevo régimen intentó establecerse e institucionalizarse con un instrumento del estado- el ejército, un instrumento de política - la Falange, y un instrumento de la sociedad civil- la Iglesia Católica.
El establecimiento del régimen kemalista En esta parte se explicará la institucionalización del nuevo régimen que se estableció después de la Primera Guerra Mundial en Turquía a través de las tres herramientas conceptuales anteriormente expuestas para el caso de España. Debemos tener en cuenta que el Franquismo y el Kemalismo entraron en la agenda política en diferentes condiciones y los problemas sociales eran diferentes. Por eso los tres dispositivos conceptuales analizados a cerca de la institucionalización del régimen político en España funcionan de modo diferentemente en el caso de Turquía. Se podría explicar esta situación analizando uno de los instrumentos, el instrumento de la sociedad civil, en la institucionalización
del
régimen
Kemalista. Partiendo de este punto se
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analizaran las condiciones del nacimiento del régimen, los ideales de la élite política y la problemática del régimen. En primer lugar se debe tener en cuenta que el Kemalismo f u e establecido en una sociedad donde la mayoría de la población era musulmana. En las manos del Kemalismo no había ningún dispositivo como la Iglesia Católica ya que en la naturaleza del Islam no existe este tipo de la institución. Los efectos de la religión sobre el Kemalismo surgieron de las perspectivas diferentes en esta situación. A diferencia del Franquismo en el caso del Kemalismo hay que considerar las relaciones del régimen con la religión en otro contexto. Uno de los principios del Kemalismo, el secularismo, desempeña un papel crucial en la institucionalización del régimen. Mientras la religión era la piedra angular del régimen Franquista, el Kemalismo se caracteriza por el control de la religión y su dimensión social. El Franquismo como un régimen reaccionario estableció la religión como uno de sus rasgos más importantes, mientras que el Kemalismo como un régimen progresista excluyó la religión de lodos los segmentos de la vida pública e intentó controlarla. El Franquismo utilizó los cargos expertos y los mecanismos de propaganda de la Iglesia Católica para establecer su posición. Sin embargo el Kemalismo desechó esta posibilidad e intentó establecerse sin el apoyo de las instituciones religiosas tradicionales. Esta relación negativa está directamente relacionada con la lucha que el Kemalismo y la República libraron con el orden político-social anterior. La Primera Guerra Mundial trajo un colapso político y geográfico al orden Otomano. Tras el derrumbamiento del Imperio Otomano el nuevo periodo reflejaba las expectativas de un nuevo orden político, social y cultural sumamente diferente del anterior. La Primera Guerra Mundial trajo el fin de la depresión intelectual del régimen antiguo. En este contexto el Kemalismo se diferencia de los movimientos intelectuales c o m o O t o m a n i s m o ,
Pan-
Islamismo, Pan-Turquismo y otros en un punto muy importante. El Kemalismo no era sólo un movimiento intelectual, era al mismo tiempo un agregado de principios que pretendía establecer un régimen político. El Kemalismo se definió en seis principios: Nacionalismo,
Popul smo,
Republicanismo,
Laicismo,
E s t a t i s m o y R e f o r m i s m o . El
Partido
Republicano Popular en su Congreso de 1931 aceptó estos principios como las piedras angulares del nuevo régimen y los puso en el programa del Partido y después en la constitución del nuevo estado.
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Aunque la institucionalización del nuevo régimen ocurrió en referencia a estos seis principios, la transformación debe situarse en el periodo de la transición del Imperio O t o m a n o a la República. En otros términos, el establecimiento del régimen kemalista en Turquía surgió después del derrumbamiento del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial. El nuevo régimen se estableció en la guerra como un movimiento de resistencia a los invasores externos y Mustafa Kemal, salió como su líder. Entre 19191922 las Asociaciones de Defensa del Derecho (Müdafa-i Hukuk Cemiyetleri) habían organizado el pueblo contra la invasión externa y de esta manera habían empezado a institucionalizar el nuevo estado y el régimen político para el periodo siguiente. El proyecto para unir el movimiento de resistencia empezó con el viaje de Mustafa Kemal a Samsun en Anatolia. Con los congresos celebrados en Erzurum y Sivas los movimientos de resistencia se unieron. De este marco un poder político-social que actuaba en nombre del pueblo surgió. El Congreso celebrado en Septiembre de 1919, tomando la independencia nacional como base, rechazó el régimen del mandato, las capitulaciones, el derecho de las minorías para establecer sus estados y aceptó establecer relaciones con los países no-imperialistas. El 18 de Enero de 1920 el Pacto Nacional f u e aceptado por el último parlamento otomano. Con este documento, que declaraba que no se lucharía en los lugares non-turcos, se definió la nueva geografía del estado nuevo. El 23 de Abril de 1923 la Asamblea Nacional fue establecida en Ankara y los movimientos de resistencia ganaron una legitimidad de facto a pesar de la existencia del Sultán en Estambul. El estado nuevo nació de esta resistencia y de la legitimidad de facto. Cuando Estambul fue invadido y el Parlamento había cerrado el problema de legitimidad del Parlamento de Ankara quedó inevitablemente resuelto. La Guerra de Independencia Nacional fue el punto de partida real del establecimiento político. Uno de los principios principales de Kemalismo, el Nacionalismo, nació de esta idea de independencia y resistencia.
El gobierno surgido de esta pugna fue un régimen político que capturó la nación entera. El nuevo parlamento fue un parlamento de fundadores y tenía un poder extraordinario. La Ley de Organización (Teskilat-I Esasiye Kanunu) del 21 de Enero de 1921 tuvo un carácter unificador para diferentes sectores de la lucha nacionalista. El 10 de Mayo de 1921 el grupo parlamentario del Comité de Defensa de Derechos se estableció, y otro grupo que se sitúa contra este grupo f u e nombrado como el grupo secundario. La división inmediata del movimiento de resistencia estaba relacionada con las discusiones y la diferencia de opiniones diferentes respecto al régimen futuro. Una de las discusiones
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centrales era el futuro del Sultanado y el Califato así como la calidad del nuevo parlamento. Por un lado se defendía que esta nueva asamblea simplemente se establecería para el periodo de guerra bajo condiciones extraordinarias; por otro, se entendía como la continuidad del parlamento otomano anterior o una solución temporal.
Pero f i n a l m e n t e se estableció c o m o una
forma
completamente nueva de gobierno que traspasaba la soberanía a la nación. La Organización (Teskilat-i Esasiye Kanunu) aceptaba la soberanía del pueblo pero estaba lejos de ser una constitución republicana detallada. El movimiento de resistencia en Anatolia vivió otra crisis de legitimidad el 27 de Noviembre de 1927 cuando fue convocada la Conferencia de Lausana fue declarada. Pero el intento de identificar el movimiento de Anatolia como una revuelta y las negociaciones con el gobierno de Estambul fallaron. El 1 de noviembre de 1922 el Sultanado fue abolido, el 17 de noviembre de 1922 el Sultán salió del país y el 18 de Noviembre Abdulmecit aceptó el nuevo Califato. Pero el 1 de Abril de 1923, cuando las nuevas elecciones parlamentarias fueron declaradas el status del nuevo régimen no había sido definido. Así, el 23 de Abril de 1923 las negociaciones de Lausana empezaron de nuevo y el 24 de julio el Tratado de Lausana f u e firmado y en 23 de Agosto se ratificó por la Asamblea Nacional. El Tratado de Lausana, el tratado que daba por finalizada la Primera Guerra Mundial para los Turcos, reemplazaba de esta manera al Tratado de Sevres. El nuevo tratado define las fronteras, la geografía de nuevo estado turco, y era el símbolo de reconocimiento internacional y aceptación del nuevo estado. El 29 de Octubre de 1923 se declaro la República y el 3 de Marzo de 1924 la asamblea abolió el Califato y la identidad del nuevo régimen
se
definió. Cumhuriye Halk Partisi (El Partido Republicano Popular) comenzó la preparación de una conslitución republicana en este periodo. Uno de los principios fundamentales del régimen Kemalista, el Republicanismo, apareció en la agenda como el nuevo modo de gobierno de Turquía. En este contexto, después de la guerra, el problema real f u e la dicotomía entre el Sultanado-Califato y la soberanía de la nación. Había una lucha de poder entre el nuevo régimen y la religión, f u e n t e legal, gubernamental y cultural de la estructura tradicional. El secularismo en el Imperio Otomano se desarrolló en oposición a la tradición y la religión y el nuevo régimen establecido con la República dio una nueva y definitiva orientación a esta situación. El estado religioso y el estado-nación eran diferentes
estructuras institucionales y orgánicas. En este respecto la
transformación legal fue considerada crucial en lo que se refiere a la secularización. El establecimiento del nuevo régimen político estaba vinculado a la transición de la ley Islámica a la ley contemporánea. Como se declaro
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anteriormente el Islam no era sólo una creencia y al mismo tiempo era un sistema de la ley. El dinámismo de la transformación legal fue un acto revolucionario del nuevo régimen. El principio de Revolución del régimen kemalista encuentra su expresión en este cambio legal y en las reformas culturales y sociales derivadas de este cambio. En este contexto el Kemalismo estaba siendo reforzado por un instrumento estatal, el ejército, y un instrumento político, el Partido, con el apoyo de los jueces. La Ley Familiar y el Derecho Civil, se aceptaron en 1926 como un producto de una nueva perspectiva de estructura social y finalizaban legalmente con el periodo en que las comunidades musulmanes y minorías tenían su propio sistema de ley. La unificación del sistema legal y la unificación del sistema educativo fueron de mano. El signo mas importante de esto f u e la Ley de Unificación de la Educación declarada el 3 de marzo del 1924 que une las instituciones educativos bajo una autoridad centralizada. Esta transformación legal continúa igualmente en el periodo posterior. La Ley de Asociación de 1938 prohibió definitivamente
la sectas religiosas y prohibió el establecimiento de un
partido político con el apoyo de un grupo religioso. El régimen Kemalista en Turquía se esforzó en mejorar los lazos nacionales en lugar de los lazos religiosos. La dinámica central del proceso de reforma desde los mediados de 1920 hasta los mediados de 1930 consistió en esto. La decisión de establecer la educación primaria hasta 12 años bajo el mando del Estado, la Ley de
Unificación de la Educación, la ley
simbólicamente importante para abolir el fez el 25 de Noviembre de 1925, la Ley que prohibe los Tekkes
y Zaviyes
el 30 de Noviembre de 1928, la
aceptación de Alfabeto Latino el 1 de Noviembre de 1928, la exclusión del artículo que declara la religión del Estado como el Islam de la Constitución el 3 de Noviembre en 1928, la abolición de las clases obligatorias de religión en 1930 y la movilización ideológica de desarrollar el idioma turco e historia turca a principios de los años veinte (el establecimiento de la Institución de Historia Turca (Tíirk Tarih Kurumu) el
15 de Abril de 1931 y el
establecimiento de la Institución de Idioma Turco (Türk Dil Kurumu) el 12 de Julio de 1932), fueron productos de la idea de reemplazar la sociedad otomana tradicional en una sociedad moderna y nacional. La relación negativa que el régimen estableció con la religión es crucial para entender las relaciones entre las otras fuerzas de la institucionalización del régimen. Como la relación con el régimen y la religión es negativa los otros instrumentos, el ejército y el Partido, se volvieron los poderes reales en el establecimiento del régimen kemalista. Ahora se analizarán estas fuerzas.
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El ejército se convirtió en la fuerza más eficaz en la institucionalización del régimen, la fuerza más organizada y disciplinaria de la resistencia nacional, probablemente era el vínculo más importante que une el régimen Kemalista al Imperio Otomano. El ejército que surgió victorioso en la resistencia contra la invasión fue el poder más importante para dirigir la nueva estructura política. De este modo para la institucionalización del régimen Kemalista, la amenaza más inmediata y el apoyo más importante podría venir del ejército. Por ejemplo el Partido Republicano Progresista (Terakkiperver Cumhuriyet Firkasi) fundado en Noviembre de 1924 y activo en Junio de 1925 se volvió la primera fuerza opositora al régimen Kemalista. El Partido Republicano Progresista con sus relaciones del ejército daba la señal de la oposición de los círculos interiores de la élite gobernante al régimen Kemalista. La Revuelta de Seyh Sait, la oposición 1 undamentalista y finalmente el intento de asesinato de Mustafa Kemal trajo un periodo de ejecuciones imponiendo silencio a la oposición en general a través de las Leyes de Silencio (Takrir-i Sukun Yasasi). Esta situación dio la oportunidad a Mustafa Kemal para aplicar las ideas que había defendido a desde las Guerras Balcánicas relacionadas con la separación de la política y el ejército. En el periodo siguiente los oficiales fueron encabezados por los cargos Kemalistas y se transformó en una institución fiel al régimen tanto es así que pasó a llamarse el ejército de Mustafa Kemal. Kemal observó que el ejército incluía sectores antagonistas durante la resistencia nacional en varias ocasiones, por eso dio más poder al instrumento político, el Partido en la institucionalización del régimen. El Partido Republicano Popular (Cumhuriyet Halk Partisi) fue un instrumento político que Mustafa Kemal creó \ desarrollo. Este instrumento político desempeñó un papel crucial en la eliminación de la oposición al régimen y a Mustafa Kemal, pero también en la propaganda de la ideología del régimen y sus principios, en la selección de los cargos del régimen, y en la organización de la élite política. Mustafa Kemal fue elegido el jefe de la Asociación de la Defensa de Derechos de Anatolia \ Rumelia (Anadolu ve Rumeli Mudafa-i Hukuk Cemiyeti), la entidad política que organizaba la revuelta nacional. En Septiembre de 1923 Mustafa Kemal organizó esta entidad con la idea de crear una organización mas disciplinada, el Partido Republicano Popular (PRP), y se hizo jefe de este partido. Jefe Adjunto fue Ismet Bey y Secretario General f u e Recep Bey, dos personas claves para el desarrollo del partido y la institucionalización del régimen político durante el periodo de entre guerras. Salvo dos periodos cortos justo después del establecimiento, el Partido f u e la única organización política del país. El primer intento de pasar al régimen
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multipartidista fue con el establecimiento del Partido Republicano Progresista en 1924, pero finalizó con el cierre del Partido en Junio 1925. Un segundo intento se llevo a cabo con el establecimiento del Partido Republicano Liberal liderado por Fethi Okyar, uno de los amigos íntimos de Mustafa Kemal. Después del fracaso de este intento, el régimen no volvió a la democracia durante la vida de Mustafa Kemal. Como se ha expuesto con anterioridad, la década de 1930 trajo la caída de democracia en muchas partes de Europa. Estrechamente de acuerdo con eso el régimen Kemalista no volvió a la democracia durante este periodo. Los años treinta fueron especialmente importante por lo que se refiere a la institucionalización del régimen. Después del f r a c a s o de pasar a la democracia, el PRP fue el único poder político en el país y usó este poder hasta el extremo. En el Tercer Congreso General el P R P aceptó un nuevo programa. Los seis pilares que se consideran los principios de PRP fueron aceptados en este los Congreso. Al R e p u b l i c a n i s m o ,
Nacionalismo,
Populismo y Secularismo que se clarificaron en 1927 se agregaron por el Estatismo y el Reformismo. El 10 de Marzo de 1931 Recep Peker se hizo con la Secretaría General del Partido. Con la llegada de Recep Peker, conocida con sus tendencias autoritarias, el PRP inició un gran esfuerzo de movilización ideológica y actividades de propaganda. En este contexto el PRP estableció una Organización de Discursos Populistas (Halk Hatipleri Cemiyeti). En Abril de 1931 se abolieron las Casas Turcas (Türk Ocaklari), los viejos centros del nacionalismo que procedían del periodo anterior y las Casas Populares (Halkevleri) fueron establecidas. Este cambio institucional era un giro definitivo para la orientación populista de régimen. El principio de Populismo del régimen Kemalista encontró su significado en la movilización del Estado y partido hacia el pueblo y el país. Desde 1932 hasta 1950, 478 Casas Populares, y 4322 Casas de Campo (Halk Odalari) dedicadas a las actividades de propaganda en los campos fueron abiertas. El 9 de Mayo de 1935 Recep Peker declaró que la República Turca era un estado del partido. El programa del partido aceptaba que la organización del Partido y el Estado fueran unitarios y complementarios.
El Partido Republicano Populista era un partido con una estructura sumamente centralizada y disciplinaria. Mustafa Kemal era el líder invariable del Partido. Él tenía el derecho establecer el jefe adjunto y la secretaria general del partido. Aunque el Partido era democrático en la elección de los gobiernos locales y líderes, las personas elegidas tenían que ser ratificadas desde el centro. Además de sus propios dispositivos de la propaganda, el Partido controló las
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Casas Populares y las Casas de Campo consagradas a la educación local y propaganda ideológica. El partido, sobre todo seleccionaba a una élite parlamentaria y a los gobernadores locales y proporcionaba una élite política de acuerdo con el régimen. El Partido estaba c o n t r i b u y e n d o a la institucionalización del Estado a través de la creación de los gobiernos locales. Aunque sus miembros aceptaron el Kemalismo, eran incapaces de hacer propaganda. Las Casas Populares no tenían un tejido institucional en todas las partes del país. El Partido fue incapaz de producir mensajes que alcanzaran y convencieran al pueblo en las áreas rurales. Su organización no estaba completa en la mayoría de las partes rurales del país. En 1937 los miembros registrados en le PRP alcanzaron a 1 237 504. Esto correspondía con el 9% de la población. El RPP no tenía oficina en 11 de las 50 provincias de Turquía. El 18 de Junio de 1936, j usto después del nombramiento de Recep Peker el 15 de Junio, la unificación del Partido y el estado lo reconoció. La deposición de Recep Peker del poder distingue el régimen político en Turquía de los regímenes fascistas establecidos en Europa durante el periodo de entreguerras. El fascismo no encontró un apoyo en todos los segmentos de la élite kemalista, al contrario había derivado en una oposición. La razón principal de eso es que el Fascismo entró en la agenda de Turquía con la agresiva política expansionista de Italia a los principios de 1930. El éxito del fascismo en Italia y Alemania en su modo de gobernar la sociedad f u e particularmente interesante para el régimen kemalista. Su m o d o de organización y mecanismos de propaganda fueron considerados particularmente útiles para conseguir un apoyo popular y paliar el serio problema de relación con la población en la época de Recep Peker. Pero se puede decir que este intento para hacer el régimen similar a los regímenes fascistas Europeos falló principalmente por dos razones. La primera razón es que los mensajes emitidos por el Partido estaban lejos o incluso ofensivos a los códigos culturales. Esta situación hizo imposible el PRP para convertirse a una organización de masas c o m o los partidos de Europa fascista. Aunque los partidos fascistas de Europa se tomaron como ejemplos, la propaganda de esto no tenía una reflexión fuerte en el país. La razón fue particularmente estructural. Turquía no f u e un país desarrollado económicamente y no había una fragmentación y masificación en la sociedad. No existía una cultura de masas como en Europa. La forma de resistencia principal a esie tipo de transformación social fue la religión. La religión como una fuerza tradicional resistió a la fragmentación social. Debido tanto al subdesarrollo económico como la naturaleza de las relaciones que el
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PRP había establecido con la religión, no se produjo una movilización de masas como la acontecida en Europa. El régimen político en los años treinta, no pudo conseguir el apoyo social que el resto de los regímenes fascistas tenían en Europa. La otra razón del fracaso de Recep Peker y su grupo que el antiliberalismo que ellos defendieron hizo reacción en otros grupos del régimen Kemalista. Recep Peker tuvo que confrontar la reacción y presión del grupo bancario (Is Bankasi) liderado por Celal Bayar ya que la tendencia corporatista que rechaza la diferenciación de clases formulada por Recep Peker perturbaba las nuevas clases económicas. El principio del Estatismo que definió las políticas económicas del régimen defendía el papel motivador del Estado en las áreas donde el sector privado no tenía un poder económico suficiente. Pero Recep Peker y su grupo lo entendieron como la prioridad absoluta del Estado en todas las áreas económicas. Sobre todo después de la Depresión de 1929 los colapsos económicos alimentaron la necesidad de darle un papel principal al estado en el desarrollo económico. Pero este situación no se convirtió en un anti-liberalismo completo gracias al papel y las presiones de los grupos con interese económicos en el régimen. Bajo su presión Recep Peker tuvo que depositar del poder en 1936, y después el primer ministro Ismet Inónii dimitió. La llegada de Celal Bayar como nuevo primer ministro mostró una nueva tendencia en las políticas económicas. Por otro lado se entró en un periodo muy delicado en política exterior con la amenaza de una guerra mundial. Hay que considerar la deposición de Recep Peker y el retiro de Ismet Inónii del poder c o m o una aproximación positiva interna al desarrollo de relaciones con Gran Bretaña. En Turquía el periodo después de 1936 se puede considerar el desarrollo económico con la mano del Estado en la política doméstica y la búsqueda de un equilibrio en la política internacional. Dos años después de la muerte de Mustafa Kemal el 10 de Noviembre 1938 el régimen se enfrento a un vacío de poder, pero la elección de Ismet Inónii como el Presidente de República por la unanimidad y el reconocimiento de él como el "Jefe Nacional" dio continuidad al régimen con un líder diferente.
Conclusión Los comentarios que finalizan este ensayo no serán detallados. En primer lugar hay que declarar la importancia del contexto para hacer un estudio comparativo. El método, subrayado en el análisis del contexto, desempeña un
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papel crucial en nuestro estudio. Con un análisis contextual, desde los actores sociales y políticos hasta los regímenes políticos se puede explicar con respecto a un cierto criterio y parámetros. Insistimos también que debemos considerar la transformación interior del contexto. En nuestro estudio sobre el Franquismo y el Kemalismo la transformación contextual de los años de entreguerras proporciona un laboratorio crucial explicando el nacimiento y la transformación de los regímenes políticos en las décadas posteriores. El diagnóstico más importante que hicimos sobre el Franquismo y el Kemalismo es que fueron mucho más que unos movimientos intelectuales. Cada uno estableció un régimen político. Tenían el argumento de ser permanente para España y Turquía. No eran ni gobiernos interinos ni periodos de transición. El Franquismo en España y el Kemalismo en Turquía construyeron las estructuras políticas y regímenes que influencian el presente de estos países. Por eso para entender España y Turquía de hoy y definir la dirección de cambios sociales, económicos y políticos donde todavía el Franquismo y el Kemalismo tienen una gran relevancia. Aunque en España el régimen políticocambio a través de una transición a la democracia y convertirse en un miembro de la Comunidad Europea y el régimen político en Turquía se enfrenta con los cambios radicales para ser un miembro de la Unión Europea, el Franquismo y el Kemalismo tienen una importancia extraordinaria por haber puesto los principios más cruciales de las estructuras políticas y sociales en ambos países.
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LA INCORPORACIÓN DE ESPAÑA Y TURQUÍA EN EL BLOQUE OCCIDENTAL DURANTE LA GUERRA FRÍA
Carmen RODRÍGUEZ LÓPEZ
INTRODUCCIÓN Pretendemos examinar la evolución de las relaciones de España y Turquía dentro del bloque occidental en el cual ambos países quedaron insertados tras la II a Guerra Mundial prestando especial atención
a sus
vinculaciones con Estados Unidos y a su participación en el marco de la construcción europea que surge en 1957. España y Turquía ocupan respectivamente los dos extremos del Mediterráneo y su posición estratégica contribuyó de una manera definitiva a su integración en los mecanismos de defensa occidentales liderados por Estados Unidos lo cual facilitó su incorporación a otros organismos de diversa índole, económica o política. A través del artículo iremos apuntando el desarrollo y las limitaciones a las que se verán sujetas estas relaciones.
ESPAÑA En este primer apartado pretendemos analizar la participación de España en el bloque occidental durante el régimen de Franco, una participación que permitiría al país cierta
incorporación y reconocimiento en el plano
internacional con la consiguiente ruptura del aislamiento que se produce tras la IIa Guerra Mundial. Durante este período España incrementará sus relaciones tanto bilaterales como multilaterales, pero aunque las relaciones se vayan normalizando, el conocido pecado
original con que surge el franquismo que
había apoyado al Eje en la Segunda Guerra Mundial y que había instaurado un régimen dictatorial, al margen de la evolución de las democracias liberales que se van consolidando en Europa, mantendrá a España en un principio al margen y después a la cola, del proceso de evolución política, social y económica que se vive en el marco de la Europa Occidental. El régimen franquista asumirá que no puede mantenerse aislado si pretende sobrevivir, pero cuidará enormemente los límites de los contactos con el exterior, procurando mantener su idiosincrasia. Los países de Europa Occidental, y especialmente los pertenecientes a las Comunidades Europeas, por su parte, continuarán las
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CARMEN
RODRIGUEZ
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relaciones con España, tanto por el cambio en la coyuntura internacional que surge con la Guerra Fría, como por sus propios intereses estatales, pero siempre manteniendo la distancia, la desconfianza, y un sentimiento de diferencia respecto a la situación española, que el propio régimen franquista se encargó de enfatizar.
El régimen franquista en la II Guerra Mundial. Internacionalmente España parecía abocada a apoyar a las potencias del Eje de las cuales había recibido ayuda durante el transcurso de la Guerra Civil española. Las condiciones del país después de la Guerra Civil demandaban, por otra parte, dedicarse a la tarea de reconstrucción de éste con la máxima prioridad. Esta situación, sumada a las tensiones entre los diversos grupos de poder que apoyan a uno u otro bando, hacen que Franco actúe con prudencia. A su vez, el Ministro de Relaciones Exteriores Beigbeder mantiene el perfil de su antecesor Jordana, el cual había firmado acuerdos con Francia y era de tendencia anglofila. El regimen franquista se declara en esta primera época,
neutral.1 No durará mucho esta situación, en junio de 1940 el régimen se definirá como no beligerante.
En este período, que durará hasta principios de octubre
de 1943, es donde se produce el mayor acercamiento del gobierno franquista a las potencias del Eje. A ello contribuyen dos factores, por un lado, el Ministro de Relaciones Exteriores. Serrano Suñer, es de tendencia germanófila, por otro, Franco consideraba el momento de aprovechar la contienda para obtener territorios en el norte de Africa, "Reivindicaciones para España"
idea compartida
por la
Falange.
un libro, cuyos autores Areilza y Castiella
elaboran una serie de líneas de política exterior, 2 desvela este deseo de restaurar la grandeza de España a través de un nuevo expansionismo territorial, así como el de formar parte de una nueva articulación de Europa basada en "la perfecta compenetración del alma romana con el espíritu germánico". 3 La II a Guerra Mundial era percibida como una guerra ideológica en la cual se apoyaba el proyecto germano, abogando por unos valores jerárquicos y autoritarios que sirvieran a los valores espirituales de la Patria.
' ANGOUSTURES, Aline, Historia de España en el siglo XX, Barcelona, Ariel Historia, 1995, 154. 2 AREILZA, José Ma y CASTIHLLA, F. M., Reivindicaciones de España, Madrid, I. E. P., 1941. 3
Ibídem, 54-55.
HSPAÑA Y T U R Q U Í A D U R A N T E LA G U E R R A F R Í A
327
En este período es cuando se produce el encuentro entre Hitler y Franco en Hendaya, (23 de octubre de 1940). De este encuentro surgiría el Protocolo de Hendaya, en el cual España quedaba ligada al Pacto de Acero y se admitía la posibilidad de que se declarara la guerra a Gran Bretaña en un futuro, si se recibía el apoyo económico y militar adecuado. Territorialmente sólo se concretaba la reincorporación de España a Gibraltar, y quedaba vagamente especificado el hecho de que España pudiera recibir zonas de Africa. Después de esta época se incrementó la cooperación española a las potencias del Eje. La respuesta de los Aliados al Pacto se reflejó en una serie de presiones económicas hacia España, lo cual unido al nuevo curso de la Guerra marcada por la intervención norteamericana, hicieron reconsiderar el nuevo escenario. En el interior, Suñer era sustituido por Jordana que reorientó la política exterior con el objeto de mejorar las relaciones con los anglosajones. Esta serie de cambios conducirían a una nueva declaración de neutralidad a principios de octubre de 1943. Tras ésta, el Gobierno recortó las exportaciones de wolframio a Alemania y se comprometió a retirar la misión militar japonesa, entre una de la serie de medidas destinadas a cercenar su apoyo al Eje. La sustitución de Jordana, muerto en agosto, por José Félix de Lequerica no cambió esta nueva línea de política exterior a pesar de las tendencias germanófilas del nuevo ministro.' Participación en el bloque occidental tras la II Guerra Mundial. Tras la II Guerra Mundial se desarrolla la etapa más dura de supervivencia del régimen. Su afinidad con el ideario fascista que se había plasmado en su política interior en los primeros años de articulación política, unida a su colaboración con las potencias del Eje en el conflicto le hacen ser persona non grata en el nuevo escenario internacional. Ya en la propia Conferencia de Postdam se afirmaba la no inclusión de España en las Naciones Unidas y en diciembre de 1946 las Naciones Unidas en su Resolución 32 (I) condenaban expresamente al régimen franquista por no considerarlo un gobierno representativo.
MARTINEZ LILLO, PEDRO A., "La política exterior franquista entre 1939 y 1957", en DIAZ GIJON, Jose' R. (Ed), Historia de la España actual (1939-1996), , Madrid-Barcelona, Marcial Pons, 1998,81-99.
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L Ó P E Z
En estas fechas el régimen comenzará a realizar un lavado de imagen en el
cual
se
refuerza
un
ideario
antiliberal,
católico,
antimasón
y
anticomunista.'De cara al exterior se reforzarán expresamente dos de estas dos ideas: el catolicismo y el anticomunismo, como una manera de desintoxicar al régimen de sus vinculaciones fascistas. El régimen pretendería mostrarse como una "democracia popular orgánica", con un sistema limitado de gobierno sujeto a la ley. 2 En cuanto a la formulación de la política exterior, Franco estuvo detrás de las tomas de decisiones más importantes supervisando las tendencias principales de la misma. Los ministros de Asuntos Exteriores contaban con una limitada autonomía, eso sí, dejando su particular impronta a la hora de ejercer el cargo. 3 La política exterior de la dictadura se vio en gran medida condicionada por conseguir la supervivencia del régimen de ahí que la política exterior estuviera caracterizada por objetivos cortos y cambiantes. 4 Si bien el mantenimiento del régimen en España era considerado como una anomalía en la nueva Europa que se está reconstruyendo, y era condenado por la comunidad internacional, no se tomaron medidas reales para acabar con él. Las razones vienen derivadas del principio de no injerencia en los acontecimientos
internos de los Estados c r e a n d o así un
precedente
intervensionista, así como por el hecho de evitar crear un nuevo foco de conflicto e inestabilidad en el flanco sur de Europa que produjera un enfrentamiento entre las potencias liberales y la URSS.
5
En realidad, los países y especialmente Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia se veían en la encrucijada de tener que responder ante una opinión pública que se mostraba en contra de mantener relaciones con España hasta que no tuviera un gobierno representativo, especialmente entre los grupos de izquierda, y unos intereses de Estado que consideraban positivamente mantener las relaciones comerciales. no contribuir a crear una nueva fuente de conflicto y preservar los intereses gcoestratégicos que se tenían en la Península. 6
^PORTERO, Florentino, Frana. aislado, ta cuestión española (1945-1950), Madrid, Aguilar S. A., 1989. 2 PAYNE, Stanley G„ El régimen de Franco (1936-1975), Madrid, Alianza Ed„ 1987, 367. ^MORENO JUSTE , Antonio. Franquismo y construcción europea, Madrid, Tecnos, 1998, 24. 4
MARTÍNEZ LILLO, Op. Cit.. 82 y MORENO JUSTE, Op. Cit., 30.
5
PORTERO, Op. Cit., 128. MARTÍNEZ LILLO, Art. cit. "2.
6
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FRÍA
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Franco tomará la opción de mantenerse y esperar hasta que la situación cambiara y los Aliados consideraran que su régimen era un valioso apoyo frente al bloque comunista que se iba gestando. Sin embargo, desde el año 1947 se va a producir un cambio sustancial provocado por la Guerra Fría y la doctrina Truman. El enemigo ya no era el fascismo de la II Guerra Mundial sino el comunismo y esta nueva situación permitirá al régimen franquista ir ocupando un lugar en el sistema de defensa occidental y por lo tanto, ir mejorando relaciones con países de los que había recibido duras condenas con anterioridad. El anticomunismo, el catolicismo y una imagen más moderada del régimen a la cual ayuda la Ley de Sucesión, que dejaba las puertas abiertas a una futura monarquía, contribuyeron finalmente a aceptar a España en mecanismos occidentales multilaterales, eso sí, como un compañero de segundo orden. La Guerra Fría va a condicionar los planteamientos occidentales respecto a España. Francia reabrió su frontera con España el 2 de febrero de 1948 y poco después se desarrollaron negociaciones entre los dos países para llevar a cabo un importante acuerdo comercial, otro de igual calibre sería firmado con el Reino Unido, al mismo tiempo que se normalizaban los intercambios con Italia. Si bien se fueron abriendo los canales de cooperación con el franquismo, la condena política proseguía, y de hecho Francia y Reino Unido presionaron para que España quedara excluida de participar en el Plan Marshall y de las ayudas de la Organización para la Cooperación Económica Europea (OCEE). 1 Estados Unidos por su parte iba mostrando con menos reparos una política más pro-española. La relación con Estados Unidos le asegurará
a
España un apoyo económico y diplomático de primer orden, que contribuirá a la apertura de relaciones con otros países y organismos, pero que no podrá resquebrajar las reticencias siempre subyacentes al régimen franquista. Será en 1950 cuando se produzca un cambio decisivo en la actitud norteamericana, la posesión de la bomba atómica por la U R S S , la proclamación de la República Popular China y la guerra de Corea conllevan a desarrollar una política absolutamente pragmática con el Régimen Franquista al margen de cualquier consideración ideológica. Así, Estados Unidos da pasos importantes en su acercamiento a España, otorgando una ayuda económica de 62, 5 millones de dólares y contribuyendo a la adopción de la Resolución 386 'ibídem, 95.
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CARMEN
RODRIGUEZ
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(V) de Asamblea de las Naciones Unidas que derogaba las recomendaciones efectuadas contra el gobierno franquista en diciembre de 1946. España comenzó asi a integrarse en el sistema de Naciones Unidas, al mismo tiempo que normalizaba las relaciones diplomáticas con la vuelta de los embajadores a la capital a lo largo de 1951: Stanton Griffis por parte de Estados Unidos; John Balfour por parte de Reino Unido; y Hardion enviado por Francia junto a 18 delegaciones más. ' Habrá que esperar sin embargo a que el presidente Truman acepte las recomendaciones militares. El 28 de junio de 1951 se aprobó un proyecto elaborado por el Consejo Nacional de Seguridad y la apertura de conversaciones con el objeto de utilizar instalaciones militares en España. Los pactos con Estados Unidos y el Concordato con la Santa Sede celebrados en 1953 aseguran al Régimen dos pilares en el panorama internacional de primer orden. El 14 de diciembre de 1955 España será admitida como miembro de pleno derecho en las Naciones Unidas. Gradualmente España irá formando parte de un gran número de organizaciones multilaterales principalmente de carácter técnico y económico, puesto que no se pudieron sobrepasar los límites a los que aludíamos anteriormente, España sería rechazada de las principales organizaciones defensivas y políticas del mundo occidental, como la OTAN o la CEE. La influencia norteamericana no sólo se reducirá al campo militar, sino que será muy significativa en el campo económico ayudando a España a incorporarse a organismos multilaterales creados tras la posguerra, y a dirigir su nueva política liberal i zadora tras el fracaso del período autárquico. Así el 10 de Enero de 1958 se asocia a la O C E E para hacerse miembro de pleno derecho el 18 de julio de 1959: el 4 de julio de 1958 ingresa en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, (BM). El gobierno español contará con asistencia internacional a la hora de preparar su relanzamiento económico. Tras superar ciertos debates internos el Ejecutivo aceptará la realización de un plan de saneamiento que contaría con la ayuda de 544 millones de dólares otorgados en su mayoría directamente por Washington y el resto por un banco privado de Estados Unidos, los organismos internacionales FMI y O C E E y los gobiernos europeos. 2
'ibídem, 96-97; JARQUE, Artuio, "Queremos esas bases": El acercamiento de Estados Unidos a la España de Franco, Universidad de Alcalá de Henares, C e n t r o de Estudios Norteamericanos, 1998, 371. 2 ANGOUSTURES, o p . c i t . , 2n:'-203.
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Ixis relaciones bilaterales mantenidas con Estados Unidos impulsadas a raíz del enfrentamiento entre bloques quedarán concretadas en sucesivos Pactos como el firmado en 1953 que irán renovando las condiciones de las relaciones y ampliando su campo de acción a otros niveles de cooperación. Sin embargo, la clave fundamental de los acuerdos será el interés estratégico y defensivo que España representa para los Estados Unidos. La situación política de España no permitía su integración a la OTAN, de ahí que se estableciera una relación bilateral hispano-norteamericana en el tema de defensa, totalmente asimétrica, pero al régimen franquista le supuso un apoyo inestimable y una carta de presentación que al menos le abrió las puertas más imprescindibles. Su relación con Estados Unidos le permitía mantener su política interior sin concesiones, ya que no se veía forzado a integrarse a otras estructuras como la CEE que le hubieran exigido una evolución democrática. Se estableció una relación de dependencia con Washington por lo tanto, que sin embargo, sirvió a los propósitos del franquismo a la hora de contribuir a mantenerlo en el poder durante cuatro décadas. La relación bilateral establecida con Washington facilitaba por otro lado la posición de los países europeos del bloque occidental, ya que insertaba a España en el sistema de defensa europeo antisoviético sin tener que realizar ningún acuerdo directo con ella, sin embargo, la relación con los países europeos va tomar un cariz diferente especialmente con la aparición de las Comunidades Económicas Europeas (CEE). El régimen intentó por todos los medios desde sus comienzos permanecer al margen de la evolución demócrata-liberal que se va a ir gestando al otro lado de su frontera. La consolidación de la dictadura conllevaba mantener a España dentro de un proceso impermeable a agentes exteriores que pudieran afectar su idiosincrasia política. Sin embargo, el proceso de unificación europea que, a pesar de un futuro incierto, se va cristalizando, no podrá mantener impasible al gobierno franquista, y no sólo al Ejecutivo, sino a otras corrientes de la sociedad. Con el tiempo, esta cuestión va ir quedando más y más definida. España no va a poder evitar que surja un debate interno sobre su papel en el nuevo proyecto europeo, y cómo su incorporación a éste puede afectar al desarrollo de su política interior. La formación de las Comunidades Europeas contribuirá a enfatizar la diferencia de! franquismo y a cuestionar la falta de libertades políticas y sociales que se intenta camuflar bajo el nombre de democracia orgánica. El proyecto europeo actuará como una
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especie de espejo en el que España no podrá evitar contemplarse y ser contemplada y este referente no va a quedar confinado a lo económico, sino, que alcanza a lo político. La idea de la unificación europea si España quiere formar parte de ella va a estar ligada a la necesidad de cambios en el interior. Como explica Moreno Juste 1 la idea de Europa en España quedará confundida con la idea de un proceso de modernización no sólo económica y social, sino política. Especialmente en el campo de la oposición española se va a ir gestando el concepto de un europeísmo que integra a la idea de progreso la necesidad de una evolución democrática que sustituya a la dictadura franquista. La oposición tanto del interior como del exterior contará con el modelo europeo como referente del desarrollo democrático, económico y social al que debe aspirar España. Las relaciones establecidas por el gobierno franquista con sus vecinos europeos van a estar limitadas por un techo político que recortará severamente las posibilidades de incorporación de España al proceso de construcción europea que se está gestando. Esto no será óbice para que se vaya incorporando a organismos sin compromiso político y se vayan mejorando las relaciones bilaterales con países como Francia, Alemania e Italia especialmente a partir de 1957 debido a la existencia de gobiernos más conservadores que primarán especialmente el papel que España puede jugar en la defensa del continente y a la activa gestión del Ministerio de Asuntos Exteriores. 2 Con 1957 llegan cambios profundamente significativos tanto en España como en Europa (kxidental. Es en este año cuando se firma el Tratado de Roma dando origen a las Comunidades Europeas. La cristalización de este proyecto va a suponer un revulsivo en las consideraciones sobre política exterior y económica en el gobierno franquista. A su vez, la propia dinámica del interior con la renovación en el poder por un grupo de tecnócratas que pretenden llevar a cabo una política más modernizadora y eficaz, no tan ideologizada, contribuirá a reconsiderar la mirada hacia Europa Occidental y el papel que España debería ener en ella.
' M O R E N O JUSTE, Antonio. España y el proceso de construcción europea, Barcelona, Ariel Practicum, 1998, 15-19. 2 P A R D O SANZ, Rosa, " La etapa Castiella y el final del régimen, 1957-1975", TUSELL, Javier , AVILES, Juan y PARDO, Rosa, (ed.). La Política Exterior de España en el siglo XX, Madrid, Biblioteca Nueva Uned. 2000, 341-369; MARTÍNEZ L1LLO, 1998, Art. Cit., 143.
E S P A Ñ A Y T U R Q U Í A DURANTK LA G U E R R A F R Í A
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En el seno del ejecutivo se organizará un gran debate en el cual se examinarán las consecuencias económicas y políticas que acarreará una más estrecha relación con la C E E , teniendo a su vez otras alternativas en cuenta como la E F T A . Finalmente, consideraciones económicas derivadas del proceso de liberalización comercial que se había iniciado tras el Programa de Estabilización E c o n ó m i c a de 1957, (de hecho, ya en 1956 el 6 1 % de las exportaciones españolas tenía c o m o destino países europeos, las cuales eran imprescindibles para a su vez contribuir a la compra de productos energéticos y de equipamiento industrial),'conllevarán a la solicitud por parte de España en febrero de 1962 de llevar a cabo un acuerdo con la C E E "conveniente para ambas partes". La reacción del C o n s e j o de Ministros y de la C o m i s i ó n será de prudencia, mientras que el Parlamento Europeo alzará la voz más crítica recordando la situación política de España.
2
L a situación empeorará para la
petición española tras el Congreso de Munich celebrado entre el
5 y 6 de
j u n i o de 1 9 6 2 en el que un grupo heterogéneo de la oposición franquista 3 pedirá a la Comunidad que no se llegue a ningún tipo de acuerdo hasta que España no cumpla una serie de requisitos democráticos. La fuerte represión a la que van a ser sujetos los miembros de la oposición al volver a España tras el Congreso levantará una fuerte ola de indignación en Europa. Este Congreso fue importante a su vez para consolidar la imagen de la futura democracia española ligada a la inserción en las Comunidades. 4 Finalmente sin embargo, se llevará a cabo un Acuerdo E c o n ó m i c o Preferencial entre la C E E y España firmado en 1970, entrando en vigor en octubre de ese mismo año, el cual se basaba en el artículo 113 del Tratado de R o m a y no implicaba ninguna relación política. En los primeros años de la década de los 7 0 , se vivirá como explica Bassols 5 una relación esquizofrénica entre la C E E y España basada en la aplicación del Acuerdo por un lado, su
'MORENO JUSTE, Op, cit., 124. 2LA
PORTE, M a Teresa, La política europea del régimen de Franco, de Navarra, 1992, 362-69; MORENO JUSTE, Op. Cit., 242.
Pamplona, Universidad
3 E n este encuentro se dieron citas todos los grupos de la oposición, 80 miembros provenientes de España y 38 del exterior. Los comunistas no acudieron de manera oficial, aunque dos de sus representantes acudieron a la convocatoria y mantuvieron conversaciones con los asistentes, ya que en ese momento eran antieuropeístas. ALVAREZ-MIRANDA, Berta, El sur de Europa v la adhesión a la Comunidad, Madrid, CIS, 1996, 304.
^FERNÁNDEZ NAVARRETE, Donato, " España en la UE. Antecedentes, negociaciones y consecuencias económicas de la integración", en VV. AA., Historia de la España Actual, 19391996, Madrid-Barcelona, Marcial Pons, 1998, 383-421. ^BASSOLS, Raimundo, "Europa en la transición española", en T U S E L L , Javier, AVILES, Juan, PARDO, Rosa (ed.), La política exterior de España en el siglo XX, Madrid, UNED, 2000, 455-509.
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renegociación para cumplir los nuevos requisitos emergentes de la incorporación de tres países más y las condenas al régimen que finalizarán en la suspensión del Acuerdo tras el endurecimiento de la represión franquista en los últimos estertores del régimen.
La Transición: cambios y continuidades de la política exterior. Tras la muerte de Franco se produce un complicado proceso cuyo proyecto es la instauración y consolidación de un régimen democrático en España. El proceso, que será producto de pactos y acuerdos entre las principales fuerzas políticas y el ejército, evitará la ruptura. Por lo tanto, el papel de España en la esfera internacional, tendrá una importancia fundamental para homologar a la nueva democracia c o m o un igual, y para ayudar a consolidarla, es decir esie nuevo pape) de España en la esfera internacional contribuirá a marcar un antes y un después del f r a n q u i s m o necesario especialmente, si como comentábamos no hay ruptura. Aquí el papel de la CEE va a ser determinante. Los principales partidos políticos que integrarán el Parlamento español desde las elecciones de 1977 apoyarán por consenso la solicitud española de plena integración en las Comunidades. Durante el franquismo como habíamos comentado el modelo democrático europeo se irá consolidando como un ideal político. En la Transición el modelo europeo de democracia servirá como punto de encuentro entre las distintas fuerzas políticas que tienen que conformar los pilares del nuevo régimen. A este consenso contribuirá la frágil situación política de la Transición en la que se temía la intervención del ejército. La CEE por lo tanto servirá al nuevo régimen como homologación democrática y como punto de encuentro entre las distintas fuerzas políticas a la hora, de elaborar el funcionamiento del nuevo régimen. 1 La solicitud de la candidatura a la C E E se produjo en julio de 1977 y la apertura de negociaciones tuvo lugar en 1979, siendo entonces cuestiones no políticas sino de interés comercial y económico las que alargarían el proceso hasta 1985, año en que terminaron las negociaciones por lo que España entraría a formar parte de la CEE desde 1986.
El gran debate sobre política exterior por tanto se debió a la solicitud de la incorporación española a la OTAN. Curiosamente, entre los principales partidos políticos que conformaron el arco parlamentario desde 1977 incluidos los comunistas se llegó u la conclusión de que las relaciones bilaterales con Estados Unidos no podían ser cercenadas, pero sí que había que mejorar las
' A l v a r e z - M i r a n d a , Berta, Op. d t . 24, 268.
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condiciones de las mismas ya que España había cedido durante el franquismo importantes parcelas de soberanía. 1 Respecto a la O T A N se desarrollaron principalmente dos argumentos: el de la política de la congruencia y el de la neutralidad, aplicable a los partidos de derecha el primero y a los partidos de izquierda el segundo. El primero aludía a la necesidad de ser coherentes con la apuesta europea y estadounidense y formar parte del principal mecanismo de defensa occidental contribuyendo por lo tanto a la toma de decisiones. Se esperaba a d e m á s que el ingreso en la O T A N contribuiría a modernizar y m e j o r a r las c o n d i c i o n e s del ejército español. Los que apoyaban la vía de la neutralidad consideraban que la entrada de España en la O T A N contribuiría a exacerbar la relación entre los bloques y España perdería su vez autonomía de decisión al vincularse a las decisiones de la O T A N , cuya cobertura defensiva además no garantizaba espacios territoriales claves para España c o m o el norte de Africa. 2 Durante el gobierno de Calvo Sotelo en m a y o de 1982 España será aceptada en la O T A N , pero los socialistas se muestran en contra de esta decisión y en la c a m p a ñ a para las elecciones generales de ese m i s m o año promueven la celebración de un referéndum sobre el tema si llegan al poder c o m o a s í lo harán con mayoría absoluta. El partido socialista en el gobierno se dejará llevar por una política más pragmática acercándose más a la política de la congruencia. El referéndum se llevará a cabo en 1986 pero el gobierno apostará por la p e r m a n e n c i a de España en la O T A N sin pertenecer a su estructura militar. Tras el referéndum España quedaría inserta en el sistema de defensa occidental a través de un triple compromiso: A) Con la A l i a n z a Atlántica se iniciaron unas negociaciones q u e intentaron quedar encuadradas en el marco previsto por el r e f e r é n d u m . . El 8 de diciembre de 1988 el Consejo Atlántico aprobó una articulación militar con E s p a ñ a d o n d e la principal c o n t r i b u c i ó n de ésta sería la de a s u m i r la responsabilidad de defensa de su propio territorio y de su área de seguridad, sin formar parte de la estructura de mandos, al mismo tiempo q u e n o aceptaba el británico de Gibraltar. 3 ' MORAN, Fernando, Una política exterior para España, Barcelona, Planeta, 1980, 90. BARBÉ, Esther, España y la OTAN, Barcelona, Ed. Laia, 1984, 119-203.
2
3 PORTERO, Florentino, "La política de seguridad, 1975-1988", en TUSELL, Javier, AV1LÉS, Juan, PARDO, Rosa (ed.). La política exterior de España en el siglo XX, Madrid, UNED, 2000. 473-509.
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B) Con Estados l nidos, fil 1 de junio de 1988 se firmó el "Convenio entre el Reino de España y los Estados Unidos de América sobre la cooperación para la defensa". C) España entraría a formar parte también de la
Unión Europea
Occidental (UEO) el 14 de noviembre de 1988.
TURQUÍA La política mantenida durante la IIa Guerra Mundial Durante la IIa Guerra Mundial, Turquía se preocupó principalmente por garantizar su integridad territorial, su interés no estaba en conseguir nuevos territorios sino en preservar lo conseguido y mantenido hasta el momento en Lausana. Se pretendía no introducir al país en otra guerra que pudiera suponer su destrucción. La política mantenida por el presidente Ismet Inóníi fue la de actuar con extrema prudencia, evitando ceder a las presiones para ingresar en la guerra que provenían tanto por el lado de lo Aliados como por el del Eje. Su postura en cualquier caso fue en general más pro-aliada, buscando mantener su independencia ante los acontecimientos. El hecho de contar con escasa preparación militar fue utilizado reiteradamente con los Aliados para no entrar en la guerra, al mismo tiempo que le sirvió para recibir de ellos asistencia material con la que modernizar su ejército. La amenaza de una intervención alemana que estaba realmente a sus puertas, tanto en los Balcanes como en el Dodecaneso, o una intervención soviética, previnieron a Turquía de entrar en el conflicto.
1
Cuando la IIa Guerra Mundial tiene comienzo Turquía se encuentra del lado de los Aliados y parece decididamente comprometida a implicarse en el conflicto si llegara el caso. Con la caída de Francia ante la ocupación alemana, y el aislamiento británico, se produce a partir del verano de 1940 un cambio en la política a seguir. Turquía declarándose no beligerante,
tratará de mantener
unas buenas relaciones con Alemania, la cual a su vez intentará a través de promesas territoriales que Turquía entre en el conflicto. En junio de 1941 tiene lugar la firma de un pacto de no-agresión con Alemania, la cual se asegurará a su vez suministros de i romo provenientes de Turquía. Sendos pactos comerciales fueron firmados entre los dos países en junio de 1942 y en abril de ^ H A L E , William, Turkish 103.
Fon-iyi
Policy
1774-2000,
London-Portland, Frank Cass, 2000, 79-
KS P A Ñ A Y T U R Q U Í A D U R A N T E LA G U E R R A F R Í A
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1943. Turquía tendrá una postura más efectivamente neutral en esta época, intentando mantenerse fuera de conflicto en el que teme una invasión alemana como fue el caso de Grecia. En 1943 vuelve a mostrarse más pro-aliada, y estos insisten con mayor vehemencia en su participación en la guerra. Como mencionábamos antes, pondrá de excusa la insuficiente capacitación de su ejército, lo que le concede ganar tiempo y recibir material bélico de los Aliados. Los turcos parece que aceptarían intervenir en los Balcanes en un ataque coordinado con los Estados Unidos, pero se trata de nuevo de una forma de ganar tiempo, pues esta actuación aliada no parece muy probable. Turquía temía por otro lado la amenaza rusa, lo cual le hace ser muy prudente en cuanto a los compromisos a adoptar en el conflicto. En agosto de 1944 se rompieron las relaciones con el Eje, y en la primavera de 1945 Turquía le declara la guerra, ya que era condición si ne quanon por parte de los Aliados para formar parte de la construcción de la postguerra.1 Durante el conflicto, Turquía consiguió su propósito de no mezclarse en la contienda, jugando un difícil equilibrio diplomático con el que intentaba convencer a los británicos, a los alemanes y a los soviéticos de que mantener la estabilidad en el área suponía en el fondo una cortapisa para el enemigo al convertirse Turquía en un flanco protector del cual no provenían nuevas amenazas.2 El hecho de que pudieran existir dentro de la élite gobernante dos tendencias, una más pro-aliada que se identificara con el modelo de Europa Occidental, y otra que se identificara con la eficiencia y el poder de los alemanes, no impidió que se mantuviera esta primera meta de la neutralidad. 3 La Guerra Fría y el nuevo papel de Turquía Turquía consiguió su propósito durante la IIa Guerra Mundial, pero pagó el precio inmediatamente después de esta, aunque fuera uno de los países que fueran invitados a participar en la Conferencia de San Francisco. La URSS denunció oficialmente el Tratado de Amistad de Turquía en marzo de 1945. Los intereses soviéticos pretendían una revisión de la Conferencia de Montreux sobre los estrechos y parte del territorio turco: Kars y Ardahan. A la vista de lo
Ibidem, 104; VERE-HODGE, Edward Reginald, Turkish Foreign Policy ¡918-1948, These n° 70, Universidad de Genève, 1950, 134-143, 164-165; REHMAN, M . ' H . , Turkish Foreign Policy, Allahabad Publishing House. 1945, 302-305. 2 DERINGIL, Selim, Turkish Foreign Policy during the 11 World War, Cambridge, Cambride University Press, 1989.186. 3 Vere-Hodge, Op. Cit., 165-166.
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que estaba ocurriendo en Europa Oriental, Turquía consideraba seriamente la amenaza de que la URSS quisiera como último objetivo controlar el gobierno de Ankara. Por su parte no sabía hasta qué punto podía contar con unos Aliados a los que tan libio apoyo les había ofrecido durante la guerra, especialmente por parte de Gran Bretaña, y aunque así lo quisieran, era dudoso que en las difíciles condiciones materiales en las que se encontraban pudieran prestar el necesario apoyo al gobierno turco. Los norteamericanos comenzaron a tomar cartas en el asunto en 1946. Se considera simbólica la fecha del 6 de abril de 1946 para señalar el apoyo norteamericano a Turquía frente a las pretensiones soviéticas, cuando el buque de guerra Missouri llega a Turquía, el cual traía al embajador turco muerto en los Estados Unidos, Mehmet Ertegun. En las declaraciones del gobierno de Ankara, los Estados Unidos irán tomando un papel cada vez más relevante, en detrimento de la influencia británica. 1 Será sin embargo la Doctrina Truman formulada en un discurso del presidente al Congreso el 12 de marzo de 1947, el que marque el punto de inflexión de las relaciones de Turquía con Occidente en el marco de la Guerra Fría que se está conformando. En este discurso el Presidente Truman solicitaba apoyo económico para Grecia y Turquía por valor de 400 millones de dólares. Un cambio considerable se había experimentado en la política estadounidense desde Roosevelt, el cual había dado por hecho consumado el predominio soviético y británico en los Balcanes y en Oriente Próximo. El debilitamiento de la influencia británica en Oriente Próximo deja paso a Estados Unidos, cada vez más consciente de sus intereses en el área, en la cual pretende evitar la satelización ocurrida en Europa Oriental. Para 1947 Estados Unidos apoya directamente a los gobiernos de Irán, Grecia y Turquía a los cuales también ofrece ayuda económica.La consecuencia directa de la Doctrina Truman sería la asistencia económica ofrecida a Turquía a través del Plan Marshall, £ a h § señala como si la Doctrina Truman orientó a Turquía hacia los Estados Unidos, el Plan Marshall contribuyó a insertarla en Europa. A partir de 1948 Turquía recibiría ayuda del Plan Marshall y se convirtió en
1948 en m i e m b r o de la
Organización para la Cooperación Económica Europea, (OCEE) llamada más tarde, Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, (OCDE). ^Hale, Op. Cit., 111-114; Verc-Hodge, p. cit., 168-176. - ( ' A I J Í j § a b a n , Turkey's integration vvith Europe: Inicial Phases reconsidered", Perceptions, June-August 2000, 44-62. K U N 1 H O L M , Bruce R., The Origins ofthe Cold War in the Middle East, Princenton, Princeton Un¡\ ersity Press, 1980, 299-301, 425.
ESPAÑA Y T U R Q U Í A DURANTE LA G U E R R A F R Í A
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La inserción de Turquía en este grupo f u e recibida por la élite política c o m o una forma de reconocer el lugar del país dentro de Occidente, al mismo tiempo que se valoraba su posición geopolíticamente tan importante. Este paso f u e considerado de una gran significación simbólica. Su interés por formar parte de otros organismos paneuropeos se extiende a otras propuestas, c o m o la del C o n s e j o de Europa, el cual f u e creado en m a y o de 1949 siendo T u r q u í a aceptada en agosto de ese mismo año. 1 A pesar del gran cambio en política interior que se produce a finales de los a ñ o s c u a r e n t a , al p a s a r de un r é g i m e n de p a r t i d o ú n i c o a
uno
multipartidista las grandes líneas de política exterior se mantendrán. El Partido Demócrata que ocupará el poder durante toda la década de los cincuenta contará con la mayoría absoluta en la Asamblea lo que le permitirá un gran margen de acción tanto en política interior c o m o en exterior. De cualquier manera, en esta época no se aprecian diferencias significativas entre los partidos políticos a la hora de definir la orientación de esta última. El Partido Demócrata, (Demokrat Partisi, DP), que f u e establecido en enero de 1946 por Celal Bayar, Adnan M e n d e r e s , Fuad K ó p r ü l ü y R e f i k Kuraltan, todos ellos p r o v e n i e n t e s del Partido R e p u b l i c a n o del p u e b l o , ( C u m h u r i y e t Halk Partisi, C H P ) 2 conseguiría en 1950, 1954 y 1957 unas incontestables victorias electorales q u e le concederían la m a y o r í a en la Asamblea durante toda la década. En la c a m p a ñ a electoral de 1950 el Partido D e m ó c r a t a contaba entre sus propuestas, la única significativa en cuanto a política exterior se refiere, con la entrada en la O T A N . La Organización del Atlántico Norte creada en 1949 había excluido en un principio a Grecia y Turquía. T a n t o Estados Unidos c o m o Gran Bretaña consideraban a Turquía principalmente integrante del área de Oriente Medio. En mayo de 1950 Turquía presentó su primera solicitud para convertirse en miembro de la O T A N . La guerra de C o r e a supondrá una oportunidad para el Partido D e m ó c r a t a
de
d e m o s t r a r el g r a d o de c o m p r o m i s o q u e quiere m a n t e n e r con la Alianza, mandando a Corea 4500 soldados en julio de 1950. Estados Unidos contribuyó de una f o r m a decisiva a la aceptación de
la solicitud de Turquía que
fue
aprobada en un Consejo del Atlántico Norte celebrado en Lisboa en febrero de
'ibidem, 45.
2
CHP. Partido Republicano del Pueblo creado por Atatürk en 1923 que gobernaría en solitario hasta que fuera relevado por el DP. Durante este período hubo dos intentos para permitir la existencia de otros partidos pero dichos intentos se frustraron.
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CARMEN
RODRÍGUEZ
LÓPEZ
1952. 1 En ese mismo mes, la Asamblea Nacional T u r c a aprobaba con 4 0 4 votos y una abstención la invitación oficial de la O T A N para f o r m a parte de su estructura 2 . El d e s e o de f o r m a r parte de las e s t r u c t u r a s o c c i d e n t a l e s
más
significativas hará que ya en 1959 Turquía solicite ser miembro asociado de las recién establecidas C o m u n i d a d e s Europeas. N o sólo se consideraba un paso más hacia la consolidación del papel de Turquía en Occidente, sino que se temía no pertenecer a una organización de la cual Grecia también aspiraba a ser m i e m b r o y j u n t o a ello se valoraban incentivos e c o n ó m i c o s que pudieran beneficiar al país y mejorar el nivel de vida de sus habitantes. Habrá que esperar sin e m b a r g o a los primeros años de la década siguiente para obtener una respuesta a f i r m a t i \ a , y mientras, tanto, tiene lugar, el primer golpe militar de la República en 1960.
La tormentosa política de los años sesenta y setenta. Tras él golpe fue redactada una nueva Constitución que contemplaba un importante c a m b i o cualitativo respecto a la anterior en c u a n t o a la ampliación de derechos individuales y políticos de los ciudadanos. Además de estos
importantes
cambios
constitucionales
debemos
mencionar
la
institucionalización del ejército en el p r o c e s o de t o m a de decisiones. El artículo 111 de la Constitución de 1961 contemplaba el establecimiento de un Consejo Nacional de Seguridad, CNS, por el que los militares se aseguraban el papel de asesores sobre las cuestiones fundamentales que afectaran al país. 3 Durante los años sesenta y setenta la estabilidad política va a estar condicionada muy especialmente por el sistema proporcional d e f i n i d o por la Constitución con el fin de evitar mayorías absolutas c o m o de las que había disfrutado y abusado el Partido Demócrata en la década de los 50, lo cual va a dar lugar a la creación de frágiles coaliciones electorales, y por las nuevas posiciones ideológicas que van a aparecer con fuerza en la Asamblea Nacional. Por lo tanto se va a producir un m a y o r d e b a t e y un m a y o r g r a d o de discrepancia sobre la política exterior turca.
' S E V E R , Ay§egul, "The compliant ally? Turkey and the West in the Middle East 1954-58, Middle Eastern Studies, vol 34/2, April 1998,73-90; Hale, op. cit., 117-119. 2 M a c G h e e , George G., "Turkey joins the West", Foreign Affairs, vol 32, October 1953-July 1954, 617-630. ^ A H M A D , Feroz, The making >f modern Turkey, London, Routledge, 1993, 130-131.
ESPAÑA Y T U R Q U Í A D U R A N T E LA G U E R R A FRÍA
341
Este debate sobre política exterior se va a centrar sobre todo en las relaciones que Turquía mantiene con Estados Unidos, un debate que no sólo va a afectar al arco parlamentario sino que se va a vivir en las calles. Con Estados Unidos, el conflicto de los misiles de 1962 situados en Turquía y Cuba, los cuales eran percibidos por la U R S S en el primer caso y por Estados Unidos, en el segundo, c o m o una a m e n a z a y una provocación directa que no podía ser tolerada, tuvo una repercusión difícil de valorar, ya que tardó años en salir a luz el verdadero proceso de negociaciones entre las dos superpotencias, las cuales subordinaron abiertamente los intereses tanto de Cuba, c o m o de Turquía a sus propias consideraciones. Si bien es cierto, en 1963 tras la retirada de los misiles Júpiter del suelo turco una delegación parlamentaria visitó por primera vez la U R S S desde 1932.' El que sería sin duda el punto de inflexión en la valoración que desde Turquía se realiza sobre la alianza con Estados Unidos, está relacionado con los acontecimientos sucedidos en la isla de Chipre en 1964. La carta enviada por el presidente Lyndon Johnson en 1964 al primer ministro Ismet Inónii dejaba claro que los miembros de la Alianza no tenían por qué acudir en su a y u d a si T u r q u í a por su actuación militar en Chipre recibía una respuesta soviética. La actitud norteamericana ante este tema de alta sensibilidad para los turcos supuso un p r o f u n d o c u e s t i o n a m i e n t o de las relaciones con Estados Unidos. El aliado norteamericano aparecía ante sus ojos c o m o un baluarte no fiable que en momentos críticos podía dejar abandonada a Turquía a su suerte. Las relaciones con Estados Unidos f u e r o n m u y duramente criticadas por el Partido de los Trabajadores de Turquía, (Türkiye Isiji Partisi, TIP) e incluso el Partido de la Justicia (Adalet Partisi, A P ) tuvo que realizar movimientos que tendieran a preservar de mejor manera los intereses turcos. En 1969 se f i r m ó un acuerdo en julio que concretaba un Acuerdo de Cooperación Económica y Militar con los Estados Unidos en el que Turquía pretendía asegurar que las actividades de defensa llevadas a cabo entre estos dos países se realizaran dentro de los límites de los acuerdos de la Alianza Atlántica, pasando las instalaciones militares utilizadas de manera conjunta a ser propiedad de la República turca, as/ c o m o d i s m i n u y e n d o el personal norteamericano en el país. Previamente durante Jos años 1966 y 1968 se había desarrollado en el país un debate sobre la conveniencia de seguir perteneciendo a la O T A N , que de alguna manera 'Hale, Op. Cit., 135-136, 151.
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C A R M E N
R O D R Í G U E Z
LÓPEZ
estaba determinado a agotarse en las palabras debido a la dependencia económica de Turquía respecto de los países de Europa Occidental y Estados Unidos. Sin embargo, a partir de esta época se intentará especialmente evitar un compromiso con Washington en situaciones que pudieran poner en peligro los intereses turcos e incrementasen aún más la dependencia respecto de Norteamérica 1 . En cuanto a la ( T E, en 1963 se lleva a cabo el Acuerdo de Ankara con el beneplácito de todos los partidos que conformaban la Asamblea Nacional Turca, el Acuerdo aspiraba a la conformación de una Unión Aduanera entre Turquía y la CEE y como fin último, la plena incorporación a este organismo de Turquía. Se esperaba que las nuevas relaciones con la CEE servirían para mejorar notablemente el desarrollo económico turco y contribuiría a fortalecer la vinculación con los países europeos. Las críticas a este acuerdo vinieron en su momento de la mano del Partido de los Trabajadores los cuales consideraban que Turquía quedaría inserta en un sistema de explotación económica de la cual se aprovecharían países más fuertes y desarrollados que ella. Este Partido sin embargo, no formaría parte de la Asamblea hasta las elecciones de 1965. Los mayores problemas que van a surgir a raíz del Acuerdo de Ankara entre los partidos políticos, se deben a la negociación y puesta en práctica de concesiones arancelarias v comerciales que Turquía deberá poner en práctica en los años siguientes. El proteccionismo de la economía turca chocará inevitablemente con esta apertura y liberalización económica. Entre la mayoría de los partidos se produce por lo tanto un cuestionamiento del cómo llevar a cabo el Acuerdo de Asociación pero no del acuerdo en sí. La oposición directa a la CEE vendrá de la mano del Partido de los Trabajadores de Turquía que a la crítica expuesta anteriormente propondría un mayor acercamiento a los países socialistas, y del Partido Islamista liderado por Erbakan que primero llevaría el nombre del Partido del Orden Nacional, (Milli Nizam Partisi, MNP), y tras ser abolido por la Corte Constitucional en marzo de 1971 por explotar la religión con motivos políticos, recibiría el nombre de Partido de Salvación Nacional (Milli Selamet Partisi. MSP). El Partido de los Trabajadores de Turquía también sería abolido ese mismo año. Los dos partidos coincidían en que Turquía sería explotada por los países europeos, pero la alternativa propuesta por el partido islamista radicaba en crear un Mercado Común Islámico. El partido de Acción Nacional (Milletgi Hareket Partisi, M H P ) también se mostraría en contra de la CEE durante los años setenta cambiando su posición en la siguiente década, al considerar que el enemigo más peligroso era el comunismo y una mayor relación con la Comunidad contribuiría a 'Hale, Op. Cit., 150, 152.
ESPAÑA Y T U R Q U Í A D U R A N T E LA G U E R R A F R Í A
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contener esta amenaza. Los propios problemas políticos y económicos turcos contribuyeron a alejar a Turquía de la C E E en esta época, no sólo por su política proteccionista, sino también por otras cuestiones c o m o la ocupación militar de Chipre por Turquía en 1974. En 1978 el Primer Ministro Ecevit congeló las o b l i g a c i o n e s del A c u e r d o con la C E E d e b i d o a la situación e c o n ó m i c a del país, q u e se había visto a f e c t a d o s e v e r a m e n t e por las consecuencias de la crisis del petróleo. La C E E a su vez no había cumplido con c o m p r o m i s o s propios c o m o el de ir facilitando la libre circulación de trabajadores turcos. El siguiente partido liderando la coalición gubernamental a principios de 1980 antes del golpe militar llevado a cabo el 12 de septiembre de ese m i s m o año, el Partido de la Justicia,
pediría por el contrario la plena
integración en la Comunidad. 1
El golpe de Estado de 1980 y sus consecuencias. El golpe militar de 1980 supondría un vuelco en política interior que endurecería las relaciones con la Comunidad c o m o nunca anteriormente. Las n e g o c i a c i o n e s con Portugal, E s p a ñ a y Grecia para f o r m a r parte de ella contribuyeron a afianzar una serie de valores políticos comunitarios en los que la democracia y los derechos humanos jugaban un papel fundamental. El golpe militar de 1980 conllevó una oleada de represión y limitación de las libertades individuales y políticas que distanciarían enormemente a Turquía de la CEE. Con la llegada de T ü r g ü t Ózal al poder tras las primeras elecciones generales celebradas después del golpe, en 1983 , se intentará promover un acercamiento con la C E E especialmente a través de la liberalización de la economía turca. El gobierno de Ózal prestaría mucha más atención a las reformas económicas que a las reformas políticas que pudieran acercar más Turquía a la CEE. De hecho, la solicitud de ingreso en la C E E q u e llevará a cabo Turquía en 1987
será
r e c h a z a d a por la C o m i s i ó n y el C o n s e j o n o sólo por las d i f e r e n c i a s económicas que mantiene con los países comunitarios sino por los problemas de democratización y derechos humanos, la cuestión de Chipre y el problema de las minorías. 2 Habrá que esperar a la década siguiente para que se lleven a cabo reformas más significativas de tipo democratizador.
' f A Y H A N , Esra, Tiirkiye Avrupa Birligi Estambul, Boyut Kitaplari, 1997, 417-440.
ìlitjkeleri
ve siyasal
partileriniti
konuya
bakisi,
^ E R A L P , Atila, ' T u r k e y and the European C o m m u n i t y : Forging new identities along old line", New Perspectives on Turkey, n° 8. Fall 1992, 1-14.
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C A R M EN
RODRÍGU EZ LÓ
PEZ
La relación con Estados Unidos por el contrario se afianza en estos años. Si bien en los setenta se producen varios enfrentamientos entre los que sobresale el embargo impuesto sobre Turquía a raíz de la ocupación de Chipre, el cual duraría hasta 1978, durante los ochenta se produce un claro acercamiento entre Washington y Ankara. La invasión de Afganistán por Rusia y la revolución iraní revitalizarán el papel estratégico de Turquía en la región como aliado fiable. Las relaciones
entre Ankara y Washington se
concretarían con la firma el 29 de marzo de 1980 de un Acuerdo de Defensa y Cooperación Económica que sería renovado por otros cuatro años en 1988 1 .
CONCLUSIONES En este artículo queríamos mostrar los paralelismos que surgen entre España y Turquía en lo que respecta a su inserción en el bloque occidental tras la II a Guerra Mundial. Asi hemos podido comprobar como en ambos casos el papel de Estados Unidos íue determinante para que estos dos países quedaran incluidos en el sistema de defensa anti-soviético. Aunque su relación con Washington suponía cortapisas a su autonomía, en ambos casos sirvió para facilitar su inserción en otro tipo de organismos europeos y contar con una importante ayuda financiera. El régimen político franquista, sin embargo, a pesar de que consiguiera superar su etapa de aislacionismo a la que se vio sometido en la IIa Guerra Mundial, no podría formar parte del proceso de construcción europea enmarcado en la CEE ni en otro tipo de organizaciones multilaterales como la O I AN. Turquía por el contrario f u e aceptada como miembro de la OTAN \ como país asociado de la C E E susceptible de ser miembro de pleno derecho. Con el cambio de régimen que se produce en España tras la muerte de f r a n c o , desaparece el techo político que limitaba las posibilidades de participación española en política internacional. Dentro de los partidos políticos y la opinión pública española en general se comparte el deseo de solicitar la entrada en la CEE como señal del inicio de una nueva etapa democrática. El debate se cernirá sobre la participación española en el sistema de defensa occidental. l a relación con los Estados Unidos se vincula al f r a n q u i s m o , sin embargo, entre los partidos políticos incluidos los de izquierda, la ideología irá dejando paso a un mayor pragmatismo aceptando finalmente esta relación bilateral y centrándose entonces en la participación o no en la OTAN, organismo del cual España acabará formando parte. Por otro lado Turquía mantendrá una relación estrecha con Estados Unidos, que será fuertemente cuestionada en los años sesenta y setenta, pero que acabará ' H a l e , op. cit., 163-166.
K S P A Ñ A Y T U R Q U Í A D U R A N T E LA G U E R R A F R Í A
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manteniéndose y estrechándose con el tiempo, como así ocurrió en los años ochenta debido especialmente a los cambios operados en el área con la invasión soviética de Afganistán y la revolución iraní. Turquía sin embargo, a pesar de comenzar unas prometedoras relaciones con la CEE en 1963 debido a diversos problemas internos como externos y a incumplimientos por ambas partes,
f u e alejándose de esta primero en el proyecto económico ya que
Turquía desarrolló una política altamente proteccionista, y posteriormente en cuestiones políticas, especialmente tras la invasión de Chipre y el golpe de Estado de 1980.
ESPAÑA Y LOS ESPAÑOLES EN LA OBRA DE YAHYA KEMAL
Mehmet Necati KUTLU
El poeta y embajador de Turquía en Madrid, Yahya Kemal nació el 2 de diciembre de 1884 en Üsküp (hoy Skopje, Macedonia), era hijo de íbrahim Naci Bey, quien en aquellos días ocupaba el cargo de Alcalde de dicha ciudad. Su nombre verdadero era Ahmet Ágáh, pero a lo largo de su carrera literaria prefirió utilizar el seudónimo de Yahya Kemal. Su madre Nakiye hanim, provenía de una familia inclinada al arte y a la literatura ya que uno de los tíos de ella era el conocido poeta Leskof§ali Mustafa Galib (1828-1867). Tal y como ocurrió con otras figuras importantes de su época, el inicio de la vida escolar de Yahya Kemal constituyó un problema en su entorno familiar 1 . La familia dudó a la hora de la elección de la escuela de su hijo entre la enseñanza tradicional y las escuelas modernas recién fundadas en las tierras europeas del Imperio Otomano. Su trayectoria de educación básica no fue distinta a la de sus contemporáneos, y por decisión de su padre, primero ingresó en la escuela "Yeni Mektep" siendo entregado a su profesor Gani Efendi. Este acto se realizaba recitándose por los padres del alumno, la frase tradicional en el momento del ingreso: "¡A partir de este momento su carne le pertenece a usted, nosotros nos contentaremos con sus huesos!"(1889). Esta frase expresaba, tanto el excesivo poder de los maestros sobre los alumnos como la gran sumisión de la familia del mismo. Sin embargo, el sistema tradicional de enseñanza estaba muy lejos de contentar a la familia, y en pocos años optaron por cambiar la escuela del pequeño. Yahya Kemal terminó la primaria en el recién fundado colegio "Mekteb-i Edeb" de Üsküp, y gracias a su estancia en él, tuvo oportunidad de conocer los ideales liberales y tener una educación al estilo europeo de la época. El mismo expresó que este primer
Otro personaje que había sufrido de este tipo de indecisión era Mustafa Kemal, nacido en 1881 en Salónica. Su padre Al i Riza Bey, era un hombre liberal y prefería ver a su hijo asvstw a una escuela láica; mientras que su madre insistía en que su hijo tenía que ingresar en una escuela coránica pasando por una ceremonia habitual. Felizmente, en ese caso también, la familia llegó a un consenso y tras una estancia corta en la escuela Fatma Molla Kadin de su barrio, el pequeño Mustafa pudo atender al colegio laico recién fundado por §emsi Efendi.
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KUTLU
contacto con la civilización occidental, en sus primeros diás le había parecido "como si hubiera renegado al Islam, perdiéndose en el mundo infiel" 1 Después de graduarse del "Mekteb-i Edeb", Yahya Kemal continuó su educación en Salónica \ más tarde, trás terminar el bachillerato se trasladó a Estambul (1902). Eran los años de represión del reino de Abdülhamit II y el ambiente agobiante de la capital fue una desilusión total para el joven que no tardó en darse cuenta que no iba a poder soportar la opresión existente y decidió marcharse lo antes posible. " C o m o muchos chicos de la generación educada bajo principios europeos empezó a sentir fuertes deseos para viajar a París" 2 . Apenas cumplidos sus 18 años, en el més de julio de 1903 abandonó la capital otomana en un barco con rumbo a Francia. En París se matriculó en la escuela de Ciencias Políticas y se relacionó con el grupo denominado los Jóvenes Turcos. En aquellos años los turcos que vivían en París pertenecían a dos grupos distintos: aquellos destinados por el gobierno y otros que se refugiaban en esta capital huyendo del régimen despótico del Sultán. Los Jóvenes Turcos integraban el segundo grupo y a pesar de no ser aún contrincante del régimen, Yahya Kemal entabló amistad con muchos de ellos en poco tiempo. Su estancia en la capital francesa duró alrededor de nueve años, durante los cuales tuvo oportunidad de aprender el idioma francés a la perfección y estudiar ciencias políticas, así mismo conoció la literatura occidental adquiriendo un nuevo gusto literario. Una de las figuras que más influyen sobre su personalidad literaria en esta época, fue el escritor francés de ascendencia española, José María de Heredia. Este influjo puede observarse en algunos versos del poeta turco. Críticos turcos contemporáneos consideran que fue en esta etapa en la que "Yahya Kemal conoció la poesía griega y romana que lo conllevó a cambiar completamente su concepción poética a través de Heredia y sintió que los sonetos de Heredia «tocaban la auténtica mina poética»." 3 Yahya Kemal regresó a Estambul en 1912 y trabajó como profesor de literatura e historia en Darü§§afaka, uno de los liceos más conocidos de la ciudad. Más tarde también dio clases en la Universidad de Estambul (19161919).
' A h m e t O k t a y , " C u m h u r i y e t D ó n e m i E d e b i y a t i 1 9 2 3 - 1 9 5 0 " ( L i t e r a t u r a de la é p o c a republicana 1923-1950), Kültür Bakanligi Y a y i n l a n , Ankara, 1993, p. 409. 2 M u s t a f a Ó z b a l c i , " Y a h y a K e m a l ' i n D u y g u ve Dii§ünce D ü n y a s i " (El m u n d o e m o t i v o y filosófico de Y a h y a K e m a l " , Ak9ag Basim Y a y i m Pazarlama A. §., Ankara, 1996, p. 16. ^ A h m e t Oktay, op. cil., p. 411.
ESPAÑA
HN
LA
OBRA
DE
YAHYA
KEMAL
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En sus composiciones poéticas utilizó el ritmo árabe, basado en la métrica de aruz. Su estilo es recargado. Entre los temas predilectos del poeta se encuentran los temas históricos que desarrolló evocando la gloria otomana. El ejemplar que figura abajo pertenece a su conocido poema titulado "Akinci" (El campeador). En él, Yahya Kemal expone las hazañas de los famosos jinetes turcos denominados "akmci" (campeador) que realizaban insurrecciones en tierras del adversario para debilitar el ejército enemigo antes de la llegada de las tropas regulares: "Mil jinetes en las campeadas ibámos como niños contentos; ¡Mil jinetes, a un ejército enorme, aquel día vencimos!" 1 En otro poema que expone sentimientos parecidos, el poeta narra la actividad de los mismos campeadores en la batalla de "Moha9" (29 de Agosto de 1526). La composición de una belleza sin par, llena de sensibilidad, acaba con las líneas que se encuentran a continuación: "Ahora estamos en un jardín con otros mártires; Todos morimos juntos, todos éramos valientes. Pero quedará en estas tierras donde nacimos, ¡Un recuerdo de nuestras espuelas como truenos!" 2 El conocido poeta contemporáneo Cahit Sitki Taranci ( 1 9 1 0 - 1 9 5 4 ) pronunció las frases siguientes acerca de la personalidad literaria y el estilo de Yahya Kemal, subrayando su importancia en la poesía turca del siglo XX: "Yahya Kemal, quien reúne el occidente y el oriente en sus obras es uno de los pilares de nuestra poesía, nosotros saboreamos el gusto de la perfección en los versos de Yahya Kemal." 3 Trás el armisticio escribió artículos en periódicos capitalinos apoyando el movimiento nacional. Después de la victoria de las fuerzas de Mustafá Kemal f o r m ó parte del consejo que viajó a Lausana para negociar las condiciones del tratado de paz (1922).
'Yahya Kemal, "Kendi Gók Kubbemiz" (Nuestra esfera celeste), lstanbul Fetih Cemiyet'i Estambul, 2001, p. 22. 2 Ibid, p. 25. 3 Ahmet Oktay, op. cit., p. 413
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M i; H M E T
NECATÍ
K UT LU
Tres años después de la proclamación de la República, en 1926 f u e designado como representante ante Polonia y tres años más tarde fue trasladado a la legación en Madrid. V ahya Kemal f u e el segundo literato destinado como jefe de misión a la legación turca en Madrid 1 . Estuvo a cargo de aquella misión entre 1929 y 1932 como Ministro Plenipotenciario. Yahya Kemal fue enviado a Madrid en los primeros meses de 1929 justo después de la aprobación del proyecto de ley con el que se preveía el cambio del alfabeto árabe por el latino (1 de noviembre de 1928). Algunas fuentes bibliográficas anotan que el conocido escritor antes de partir hacia España, fue recibido por Atatiirk y durante este encuentro Atatiirk le había mencionado su proyecto de cambiar el alfabeto. El escritor había expresado sus dudas de manera un tanto reaccionaria, acerca de esta reforma manifestando la posibilidad de que se perdiesen las obras que habían representado la cultura turca hasta entonces. 2 Después de este encuentro un tanto desagradable, algunas personalidades cercanas al Presidente iniciaron una campaña en contra del nuevo embajador de Madrid. Entre dichas personalidades se encontraban ísmail Mü§tak Mayakon y el Ministro de Asuntos Exteriores de la época Tevfik Rü§tU Aras. Esta oposición a Yahya Kemal se puede observar claramente en el proceso de acreditación del mismo ante el gobierno de Portugal. A partir del mes de mayo del año 1929 el embajador turco en Madrid f u e acreditado a su ve/ ante el gobierno portugués para desarrollar las relaciones de la joven república turca con el país luso desde España. Sin embargo, el investigador Kemal Bek subraya que las cartas credenciales que tenía que presentar al presidente de Portugal no se enviarían al embajador hasta finales de 1931. 3 A pesar de ejercer su misión bajo circunstancias tan inadecuadas y afectado por dificultades adicionales causadas por sus colaboradores en Ankara, Yahya Kemal en poco tiempo llegó a ser conocido y querido por los demás jefes de misión y otras figuras conocidas de la sociedad madrileña. La más interesante y llamativa de estas amistades sin duda era la que había establecido con el rey Alfonso XIII. El celebre escritor refiere de la siguiente manera uno de sus encuentros con el monarca español:
' E l primero había sido, el novelista Samipa§azade Sezai Bey (1860-1936) entre 1909 y 1914. ^Kemal Bek, "Yahya Kemal Beyuth", Tarih ve Ózne Y a y i n l a n , Estambul, 2001, p. 65. 3
I b i d . , p . 61.
ESPAÑA
EN
LA
OBRA
I)E
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KEMAL
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"Un día fui invitado a una cena de Alfonso XIII organizada durante una cacería, habían otros embajadores también. El Rey me invitó a su coche y acudí. Me dijo que no había estado en Estambul pero que la apreciaba mucho y me pidió que le hiciera una descripción de la ciudad. En aquel momento me encontraba muy inspirado. Le hice una buena descripción de! Estambul antiguo. Le hablé de los banquetes y fiestas que se organizaban unas cuantas veces al año bajo la luna llena en el ambiento exótico de la ciudad. Le hablé de los finos caiques y cantantes de voz dulce. Estuvo muy impresionado." 1 Otra anécdota que nos revela la simpatía y el aprecio que sentía el soberano español hacia Yahya Kemal figura en la memorias del f a m o s o escritor e historiador de la literatura Nihad Sami Banarli (1907-1974). Banarli en sus memorias nos transmite el siguiente suceso: "Durante un viaje que realizaron juntos, Yahya Kemal le hizó una relación sobre la historia de España a Alfonso el Rey de España. Después de la conversación, Alfonso pronunció la frase siguiente sobre Kemal Bey: «Aquí tenemos a una persona que sería capaz de representar a su patria aunque no fuera embajador.»" 2 Durante su estancia en Madrid, Yahya Kemal además de relacionarse con personalidades importantes se interesó por la cultura española y la riquísima historia de la Península; reflejó sus percepciones y comentarios en sus memorias escritas en forma de epístolas. También intentó integrarse en la vida social de la capital española e intentó conocer tanto la vida cotidiana del país como la idiosincracia de su pueblo. Estas impresiones y los sentimientos del ilustre escritor pueden observarse no sólo en sus obras en prosa sino en sus versos también. Las memorias del autor fueron recogidas bajo el título de "Cartas y artículos" y casi la totalidad de la información sobre su estancia en España se presenta en forma de epístolas. El célebre autor, en una carta dedicada a su amigo Münir Bey, comenta lo siguiente sobre la razón de elegir este estilo para referir al lector sus memorias:
^Ibid., p. 61. Nihad Sami Banarli, "Bir Dagdan Bir Daga" (De una montaña a la otra), Kubbealti Nesriyati, Estambul, 1984. p. 59.
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NECATÍ
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"Me recomiendas escribir mis impresiones acerca de las ciudades españolas en forma de disertaciones. Sin embargo la forma de epístolas coincide más con mi personalidad. En las disertaciones uno debe dirigirse a una multitud desconocida y además, uno debe afrontar las inconveniencias de tener que suministrar información abundante. A mi, en cambio me gusta relatar las cosas que veo de cualquier manera como si las contara a un conocido que me entiendiera." 1 Efectivamente las descripciones e impresiones sobre la península Ibérica aparecen en las obras de Yahya Kemal en un tono muy familiar casi como si se tratase de una conversación amistosa. Sin embargo la condición de lector universitario, investigador y la gran capacidad intelectual del autor se hace patente en sus explicaciones detalladas. Un tema tratado c on frecuencia en dichos relatos son las ciudades españolas y lo primero que se comenta acerca de ellas en cada relación es el origen de sus nombres. Los orígenes árabes de algunos de dichos nombres debieron haber llamado la atención del autor que se refiere a este asunto en repetidas ocasiones. En el apartado dedicado a la capital española, Beyatli comenta lo siguiente acerca del origen etimológico de su nombre: "Entre aquellos no acostumbrados al aislamiento, Madrid se conoce como una ciudad aburrida; y efectivamente es así. Aquellas personas jóvenes, movidas, deseosas de diversión pueden sentirse molestas en esta ciudad. Pero yo, como cada vez me siento más solitario y vivo de manera reclusa, estoy contento en Madrid; nombrada "Mucerrid" por ser zona de religiosos retirados en clausura hace ocho o nueve siglos." 2 Según lo expuesto en este párrafo, Yahya Kemal opina que el origen del nombre de Madrid se encuentra en la palabra árabe de "mucerrid" que quiere decir retirado o recluso. En cambio el nombre de la actual capital española figura como "Merde" o Marda" en la conocida obra de referencia árabe, titulada "el- Ravv/ el-Mit'ar Fi Haber el-Aktár" publicada a fines del siglo XIV. Según la obra, el nombre de "Marda" proviene de la palabra latina que significa residencia de la élite (¿Majeriacum?) o del nombre de la hija del Rey Hersos "Marida" que residía en esta localidad. 3
' Y a h y a Kemal Beyatli. " M e k t u p l a r M a k a l e l e r " (Cartas, artículos), Istanbul Fetih C e m i y e t i , Estambul, 1990, p. 7. 2 I b i d „ p. 14. 3 I b n Abdiil M u n ' i m e l - H i m y a i í , " E I - R a w z el M i t ' a r Fi H a b e r el-Aktár" (Editado por Ihsan Abbas), Librairie du Liban, Beirout, 1975, p. 518.
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Otro comentario interesante que hace el autor sobre etimología es aquel que podemos ver en el capítulo destinado a la ciudad andaluza de Sevilla. Yahya Kemal dice; " A q u í tuve oportunidad de ver el 'El Alcazar', es decir 'El hisar' que era palacio de los gobernadores al principio y de los emires crueles más tarde." 1 Esta observación del escritor tampoco parece ser acertada ya que la palabra "hisar" en árabe quiere decir, "cercar" y "castillo". En cambio existe una palabra más parecida al nombre q u e hoy en día d a m o s a este tipo de residencias en español y es la de "kasr" que significa palacio. Ya que se trata de una serie de palacios - c o m o el Alcazar de Sevilla y otros- y no de castillos, nos parece más razonable que la palabra hubiera derivado de la palabra árabe "el kasr" y no de la palabra "el hisar" c o m o dice Yahya Kemal. A d e m á s de la etimología de los nombres de localidades españolas, hay dos temas que con frecuencia trata el autor en sus obras. El primer tema es el arte español y el segundo es la mujer española. En cuanto al arte, los primeros comentarios que hace el escritor son sobre el arte m u s u l m á n en Andalucía. La A l h a m b r a es la obra que m á s le impresiona. Este m o n u m e n t o nazarí en Granada es descrito detalladamente en la obra del escritor y dedica un párrafo exclusivo a la decoración epigráfica de sus salas: "Al entrar me sentí c o m o si hubiera pasado de nuestra esfera a otro mundo, cerré y volví a abrir mis ojos, me encontraba muy a s o m b r a d o . Mi a s o m b r o a u m e n t ó al pasar de una sala a la otra. Una hiedra de decoración epigráfica de una blancura intacta, rodea todas las paredes con una belleza sonriente. Los j u e g o s interminables de los adornos murales y los tallados cubren todo el contorno; no obstante todo se ve blanco como la nieve." 2 También llama la atención en los escritos del autor el gran a s o m b r o y aprecio que siente ante el desarrollo de la pintura a lo largo de la historia del arte de España. Y a h y a Kemal relata de la manera siguiente su interés por la pintura española y sus figuras principales: "Sentí curiosidad por conocer a los pintores españoles. L a pintura en este pueblo es todo un universo; el más español entre todos es Velazquez, el más cristiano es el Greco, el más original en cuanto a escenas populares y naturales es Goya. Otros cientos de pintores empezando por Murillo —que se considera
de segunda categoría— hasta los contemporáneos hubieran sido
'Yahya Kemal Beyatli, "Mektuplar Makaleler" (Cartas, artículos), p. 10. Ibid., p. 12.
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considerados cimas de gloria en otros pueblos. Puedo decir que fue aquí donde me di cuenta de la gran fuerza que podía constituir la pintura para un pueblo." 1 Después de referirse a los más importantes pintores del país, el autor continúa su exposición sobre la pintura española con una descripción del Museo del Prado. En esta narración subraya la importancia de la colección de pinturas del museo pero vuelve a repetir que la existencia del museo no es capaz de cambiar el ambiente tedioso de la capital española: "La ciudad cuenta con un museo magnífico que se llama Prado. Las obras pertenecientes a Velazquez, a Goya, a Rubens, que en otras partes de Europa se pueden ver individualmente, aquí son tan abundantes que se hallan salas enteras dedicadas a estos pintores. Prado es el único consuelo de esta ciudad. Sin embargo por muy aficionado que sea uno al arte no es capaz de encerrarse en un museo, uno quiere ver vida en su alrededor." 2 Otro tema que ocupa un lugar primordial en lo tocante a España y los españoles en la obra de Yahya Kemal es la mujer española. No sería difícil comprender el interés especial del escritor hacia las mujeres del país si se recuerda que se trata de un personaje amante de la vida nocturna, muy aficionado al alcohol, a la gastronomía, soltero eterno, y bastante generoso en sus gastos. El autor empieza sus comentarios sobre la mujer española quejándose otra vez del ambiente madrileño: "Los centros de diversión son pocos y reservados a los españoles, la vida social es muy limitada y prácticamente cerrada a los extranjeros. Sus mujeres son increíblemente hermosas. Pero por estar sometidas a un control de tipo oriental, sólo pueden contemplarse desde lejos. Si no hubiera tenido oportunidad de vivir en Madrid jamás me podría imaginar que hubiese tanta variedad de belleza morena en el mundo." 3 También podemos ver que Yahya Kemal no se conforma sólo con la observación sino que también siente curiosidad por conocer el origen y la razón de esta variedad de belleza, se dedica a investigar y declara su conclusión de esta manera: "En aquellas ciudades que habían sido capitales imperiales las mujeres siempre suelen ser bellas. Porque los guerreros reúnen las mujeres más guapas de los conquistados en sus capitales. La belleza ha de ser el resultado de las adquisiciones obtenidas gracias al carácter aguerrido de los pueblos." 4 Mbid-.p. 15. 2
I b i d „ p. 9.
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K á z i m Yetiig " Y a h y a Kem;il ii^in Y a z i l a n l a r " ( L o que se e s c r i b i ó s o b r e Y a h y a K e m a l ) , Istanbul Fetih Cemiyeti, Estambul, 1998, p. 418.
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La mujer española también constituye el tema central de una conocida composición poética de Yahya Kemal. La popularidad del poema en cierta medida se debe al hecho de que fuera adaptado musicalmente por Münir Nurettin S e l f u k 1 (1900-1981), una de las figuras más importantes de la música turca del siglo XX. La canción hoy en día se considera una de las obras clásicas de nuestra música. Yahya Kemal, "en este poema conocidísimo titulado 'Baile en Andalucía' narra una noche española en la que se siente ebrio de alegría y amor. El tema central de esta poesía, que a la vez representa un ambiente exótico, es el baile de una española de una belleza flagrante. El poeta que se siente embriagado en una noche andaluza llena de alegría y diversión, al son de castañuelas, demostrando todo su talento y arte se dirige a la hermosa española de esta forma" 2 :
"BAILE EN ANDALUCIA
Castañuela, mantilla y rosa. El baile veloz llena el jardín... En esta noche de jarana, Andalucía se ve tres veces c a r m e s í Cientos de bocas recitan la canción mágica del amor. La alegría española esta noche, está en las castañuelas. Como el revuelo de un abanico son sus vueltas súbitas, Con súbitos gestos se abren y se cierran las faldas. Ya no veo los demás colores, sólo el carmesí, La mantilla esta noche ondea a españa entera en sí. Con un encanto travieso, cae su pelo hacia su frente; La mas bonita rosa de Granada en su pecho rebelde. Se para y luego continúa como si caminara, Vuelve la cara y mira como si apuntara y matara. Labios ardientes, negros ojos y de rosa su tez! Luzbel me susurra: ¡Anda bésala mil veces!
1 Profesor del Conservatorio Municipal de Estambul, se considera una de las figuras más importantes de la música tradicional en la época republicana. 2 Mustafa Ôzbalci, op. cit., p. 126.
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¡Olé a la rosa que enamora! ¡Olé la mantilla que deslumhra! ¡Olé de todo cora/.ón a la castañuela que al espíritu alumbra!" 1 A pesar de demostrar en sus obras los rasgos de una vida llena de arte, encanto y lujo, durante la estancia de Yahya Kemal España atravesaba momentos políticos difíciles. Como era de esperar de su cargo, el conocido escritor también siguió muy de cerca estos acontecimientos. Durante su estancia en Madrid fracasó la dictadura de Primo de Rivera que a la vez supuso el fracaso de la monarquía. Yahya Kemal vio arrastrarse al pueblo español hacia el dramático torbellino de la Guerra Civil y reflejó su tremendo dolor ante este cuadro en sus obras. El autor refleja la situación en la que se encontraba España en esos años y sus sentimientos compartidos por otros colegas diplomáticos con las frases que transmite de una conversación con un miembro del cuerpo diplomático en Madrid: "Nosotros, los hombres de este siglo contamos con todas las facilidades en cuanto a la higiene y la comodidad en general. Tenemos vestidos, alimentos y bebida. Tenemos baños y jabón. Sin embargo nuestros espíritus carecen de reposo. ¿No cree que esto se siente en mayor medida aquí? Esta persona sensata, que no sé por qué, tenía problemas parecidos a los míos y probablemente veía el futuro de España oscuro, pensaba lo mismo que
Yahya Kemal abandonó España a principios de 1932. Algunos críticos relacionan este abandono con la salida al exilio de su amigo íntimo, el rey Alfonso XIII y al disguste que produjo este suceso en el alma del escritor. 3 Después de este proceder del escritor, que por muchos fue considerado innecesario, estuvo una temporada en París, por un tiempo se entretuvo en Europa central y volvió a Turquía tras una estancia en Bucarest donde su amigo el conocido literato Hamdullah Suphi era jefe de misión de la legación turca. Trás un período de descanso en Ankara empieza la etapa parlamentaria del escritor. Entra en el Parlamento primero como diputado por Yozgat y luego por Estambul. A finales del año 1947 es destinado como primer j e f e de misión a la recién constituida embajada de Turquía en Karachi, Pakistán. Después de una estadía de once meses en este nuevo estado se jubiló por obligación legal debido a su edad. Yahya Kemal murió el 1 de Noviembre de 1958 en el Hospital Cerrahpasa de Estambul.
W a h y a Kemal, "Kendi G ó k K u b b e m i z " (Nuestra esfera celeste), p.p. 157-158. ^ Y a h y a Kemal Beyatli, "Mektuplar Makaleler" (Cartas, artículos), p. 22. ^ M u z a f f e r Uyguner, "Yahya Kemal Beyatli", Bilgi Yayinevi, Ekim, 1992, p. 28.