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INTRODUCCIÓN HEMOS RECOGIDO en esta publicación algunos de los ensayos y discursos de mayor importancia escritos por Diógenes de la Rosa, especialmente relacionados con aspectos históricos y sociológicos de la nación panameña y con algunas de sus figuras más representativas . El propósito que nos ha movido es dar a conocer una de las facetas -la humanista- de su personalidad, un poco opacada por su actividad política que, aunque originada por aquella, ha ocupado la mayor parte de su vida . Iniciado, desde tempranas horas de esta, en el quehacer político e intelectual, se ha consagrado al estudio profundo de varios campos del saber como la filosofía, economía, historia, sociología, etc ., habiendo logrado armonía y solidez de conocimiento en todas estas ramas . Sin embargo, ello no le ha impedido a Diógenes de la Rosa dirigir su pensamiento y acción hacia el logro de reivindicaciones sociales y económicas en favor del pueblo panameño . Perteneciente a la clase humilde del país, ha sabido responder acertadamente a la elevación del elemento popular mediante el estudio de sus problemas y la búsqueda constante de soluciones . Su actividad periodística, iniciada en la época estudiantil, comprende diversidad de escritos aparecidos en la mayoría de los diarios del país. Ha sido fundador o director de periódicos ya desaparecidos como "Comentarios", con Domingo H . Turner, en 1924 ; "El Hombre Libre", 1924 ; "El Inquilino", 1925 ;
"El Laborista", 1926 ; "El Grito del Pueblo", 1928 ; "El Nuevo Liberal", con Joaquín Fernando Franco, 1931-32 ; "El Campesino", 1934 ; "España Libre", 1936-37 ; "Frente Popular", 1937 ; "Guión", 1942 ; "Acción Socialista", 1945-46 . Su aporte al periodismo nacional ha sido fecundo, y los temas que inspiran sus artículos responden e su gran preocupación por los problemas sociales, viéndose en todos ellos al individuo doctrinario que sigue principios e ideologías . Su actividad política encierra episodios que van desde tempranas horas de su juventud hasta el presente . Ha participado en importantes movimientos políticos del país como el denominado Movimiento Inquilinario de 1925. Ha sido representante popular en el Consejo Municipal de Panamá en 1932-1936 y Diputado a la Asamblea Nacional Constituyente en 1946 por el Partido Socialista . En ésta desarrolló una gran labor en beneficio del país, con especial interés en la clase obrera, que no le ha sido justamente reconocida . La actividad intelectual de Diógenes de la Rosa se proyecta en la filosofía, en lo ideológico-político, en la historia y en lo económico-social, de lo que dan cuenta la mayoría de los ensayos, artículos y conferencias . Sus ideas han sufrido la influencia de las doctrinas económico-sociales de la época . Su formación filosófica-política parte del racionalismo-liberalismo y el pragmatismo que asimila en el Instituto Nacional, pasa por el anarquismo y el neo-positivismo argentino y desemboca en el marxismo, pero sin adherirse a éste como un dogma inflexible, entendiéndolo simplemente como un método de investigación y estudio hacia el logro de conquistas sociales . En resumen, Diógenes de la Rosa ha dejado su huella en la historia intelectual, social y política del país . En el aspecto ideológico, ha remozado las ideas políticas del país . En el orden
literario, ha contribuido a la renovación del quehacer intelectual con su estilo personal en que se aprecia gran conocimiento y manejo de los recursos del idioma . Como resultado su acción se han renovado también las bases jurídicas de la nación y se han creado y reformado varias instituciones fundamentales para el progreso del país, que le deben mucho a la labor de su pensamiento (1) . Larissa Nadeida de la Rosa Diógenes de la Rosa, hijo Editores.
(1) Una ampliación de este resumen biográfico pueden encontrarlo en la tesis de grado : `Bio-Bibliografía de Diógenes de la Rosa y Recopilación de sus Ensayos Representativos", I y II Partes. Larissa Nadeida de la Rosa . Universidad de Panamá . Facultad de Filosofía, Letras y Educación, 1964 .
EL TRES DE NOVIEMBRE PARA MI ha sido encargo difícil el de dirigiros la palabra en este acto conmemorativo del 3 de Noviembre de 1903 .* La afirmación no es una vacía figura de retórica ni una frase hecha de las que pueblan todos los discursos de circunstancias. Responde, por el contrario, a una realidad actual en mi mente . Encuentro tarea henchida de responsabilidad en hablar a un conjunto de personas que se han reunido precisamente para oír lo que se les dice. De aquí mi renuencia a disertar en público en la mayoría de las ocasiones en que se me ha hecho la petición o la oferta de ello . No siempre se tiene en el cerebro un pensamiento que articular, una verdad que proclamar, o un concepto que postular . Por eso hablar en público, es, para mí, uno de los actos más empeñosos que la vida social reclama. Más en este caso porque el tema que se acerca a mi examen es a la vez grave e incitante . La fecha que hoy revivimos tiene un valor simbólico para todos nosotros. Y de ahí la gravedad que lleva adscrita. Porque ningún símbolo vale por su exterioridad sino por la suma de pasión, de drama, de vida que encierra . Del mismo modo que ningún signo representa nada para el espíritu si no le agita y vitaliza un significado . Tal ausencia de valor va subvirtiendo, en mi opinión, el sentido de la fecha que conmemoramos. Como ocurre con todos los hechos históricos cuando se dejan abandonados a la fantasía trashumante de "Este ensayo fue leído ante el Consejo Municipal de Panamá el día y mes dichos de mil novecientos treinta . 7
los versificadores, cuando se convierten en tópico para los panegiristas indocumentados, la historia del 3 de Noviembre va quedando sepultada bajo la hojarasca de una fraseología mentirosa y obstaculizadora . La historia va siendo sustituida al mito. Muy pocos, entre nosotros, se han ocupado en reunir, comparar e interpretar los hechos que comprende el movimiento de 1903. Quizás haya en esto un poco de negligencia y mucho de temor reverencia] . La primera se explica en un medio como el nuestro donde la dedicación al estudio no constituye el coeficiente de la vida colectiva . Pero lo segundo no puede admitirse ni excusarse . No hay nada en la historia que no pueda decirse y nada en la del 3 de Noviembre que deba perderse, soslayarse o silenciarse . Lo que yo me propongo en este trabajo es, ante todo, delinear un esquema histórico de los hechos que desenlazaron en el 3 de Noviembre de 1903 clavando allí la génesis de una nueva etapa en la vida del Istmo y en sus relaciones internacionales en cuanto las afecta la política exterior de los Estados Unidos . Mi intento, por disfortuna, quedará ceñido a una doble limitación . La primera es lo incompleto y fragmentario de mi repertorio documental . A pesar de haber adjudicado a la exploración de este erial histórico muchos ratos de mi vivir intelectual no he podido llegar todavía un promontorio que me permita aprehenderlo de una sola mirada . Creo estar bien orientado y sobre el camino que concluye en la cumbre vislumbrada. Pero aún me falta mucho trecho que vencer . La segunda limitación la imponen las circunstancias . Se trata de un discurso y no de una conferencia . No sería, pues, apropiado que yo obligase vuestra atención durante un tiempo excesivo . Por todo ello no podré hacer más que un fugaz vuelo sobre este panorama histórico . Vosotros sabréis cegar las lagunas que encontréis con mi disertación y apuntar los datos y las fechas de las cuales me vea obligado a prescindir o que cite con demasiada sumariedad . PREJUICIOS EXTREMOS DOS AFIRMACIONES prejuzgan el concepto y la interpretación del movimiento de 1903 . La una, que denominaríamos colombiana, describe la secesión de Panamá como obra exclusiva del oro saxoamericano que compró a todos los istmeños a la 8
manera de un enore lote de esclavos . Es la idea que domina y dirige el libro "La feria del crimen" de Alexander S . Bacon . La otra, que diríamos panameña o patriótica, es la que presenta ese hecho como resultado también exclusivo del sentimiento nacionalista del pueblo panameño que en un instante de indignación se alzó, con raro unanimismo, para forjar una corporeidad política propia y autónoma . Este es el concepto que motiva los relatos y escritos que todos los años, en esta ocasión, leemos en numerosas publicaciones . Es necesario decir que ambos criterios están descalificados por unilaterales y exagerados . La verdad histórica dice otra cosa . TRES CAUSAS PABLO AROSEMENA refiere la secesión de Panamá a estas causas : la geografía, el régimen de "la regeneración" y la conducta de los jefes militares colombianos en la guerra civil que soportó el Istmo de 1899 a 1902 y el rechazo del tratado HerránHay por el Senado de Colombia . Yo prefiero resumir esas causas en dos factores y añadirle uno más que es, precisamente, el que alejan, con temor y vergüenza insistentes, todos los que escriben sobre este tema . Tres factores convirtieron a producir la secesión de Panamá . Uno es lo que don Pablo nombra precisamente : la geografía . Otro los males, las dificultades, los tropiezos que constituyeron la historia del Istmo durante su adhesión política a Colombia . El último : la expansión del poder de los Estados Unidos hacia el Sur y hacia el Pacífico . Muy sucintamente examinaré los dos primeros porque han sido discutidos in extenso por un gran número de escritores panameños . Sólo el último atraerá bastante mi atención . AROSEMN
SERA SIEMPRE el estudio más penetrante, nutrido y amplio sobre la cuestión nacional panameña el que publicó el doctor Justo Arosemena en 1855 bajo el título de "El estado soberano de Panamá" . Los artículos de Ramón M .Valdés y Pablo Arosemena en defensa del movimiento de 1903 y la carta del General Tomás Herrera al presidente Alcántara Herrán en justifi9
cación del pronunciamiento de 1840, aportan datos valiosos al asunto. Pero el estudio de Justo Arosemena toma la cuestión desde su origen y la localiza certeramente desde el punto de vista de la geografía, de la historia y de las necesidades vitales del Istmo . Parece ser una verdad histórica, dice el autor de los "Estudios constitucionales" que la población del Istmo formó siempre una unidad aparte aún desde las borrosas épocas precolombinas . Al menos se puede conjeturar que si enlazaba de algún modo con cualquier otro sistema étnico, carecía de ligámenes con los que residían al sudeste de este brazo geológico. Y esto era así por obra del medio físico . El Ist-mptnaioredPzcmá,sgúnloeórafs, inmediato con la cuña contradictoria y dramática que forma la América del Sur . Su espinazo orográfico no entronca, como asegura una información errónea, con el macizo arrogante de los Andes . No parece ser, ni siquiera, la degeneración de aquella cordillera tempestuosa e inescalable . Es una serie de colinas tímidas que apenas ponen una variante sinuosa sobre el plano uniforme de las tierras bajas. Una mancha de bosque indomable interpónese entre el Istmo y el hombro de la América del Sur que parece sustentarlo . Justo Arosemena, dice al respecto : "Tal es nuestro aislamiento, que toda suposición es igualmente natural, y si una gran catástrofe del globo sepultase al Istmo en el océano, y franquease así la navegación de norte a sur, el hecho no se haría notorio en Cartagena y el Chocó, sino cuando los marinos viesen sorprendidos que sus cartas hidrográficas no correspondían con la nueva configuración de las costas . Hoy mismo, cuando los volcanes de Centro América sacuden fuertemente la tierra, la conmoción se hace sentir en todas las provincias istmeñas, pero rara vez atraviesa los ríos y las montañas que nos separan de las demás que siguen hacia el oriente. La naturaleza dice que allí comienza otro país, otro pueblo, otra entidad, y la política no debe contrariar sus poderosas e inescrutables manifestaciones ." La conquista y la colonización se sujetaron casi siempre a ese hecho geográfico . El eminente panameño que vengo glosando declara : "La colonia española que en tiempo de Nicuesa se llamó Castilla de Oro, que más tarde se conoció por el nombre de Darién, y que en nuestros días se denomina generalmente Istmo de Panamá, 10
no se gobernó siempre con estrecha dependencia del Nuevo Reino de Granada. Su situación aislada y el haber sido la primera colonia del continente, hicieron que continuara gobernándose por mucho tiempo con sujeción directa a la metrópoli. Muy gradualmente se convirtió en provincia del Nuevo Reino, y acaso no sería aventurado sostener que hasta 1805 no fue cuando en realidad se le incorporó, por la real cédula que fijó los límites occidentales del Virreinato en el Cabo Gracias a Dios" . La decisión de los emancipadores de 1821 al incorporar el Istmo al conjunto colombiano contradijo lo que decretaba la geografía y ratificaba la historia . "No comunicándonos por tierras con las provincias granadinas limítrofes, y sí con nuestros vecinos de Occidente, ¡,parecería más racional que el Istmo hiciese parte de Nueva Granada que de Centro América o que fuese tan independiente como cualquier otra de las actuales naciones de la América Española? Tal interrogante lo plantea el mismo autor . ¿Qué razones, en efecto, condujeron a los hombres de 1821 a ligarse políticamente a Colombia? Actuaba, sin duda, en su espíritu la imperiosa fascinación que sobre aquella época romántica obrara la figura de Bolívar . Ningún testimonio mejor de la admiración que en ellos encendía que unirse a la nación que el Libertador arrancaba del coloniaje peninsular . Pero aquel motivo sentimental era, con todo, menos poderoso que la razón política . Aquellos hombres intuían, seguramente, el significado de la fatalidad geográfica que desde entonces iba a empujar como una fuerza ciega el proceso de esta parcela de la humanidad. Mientras España dominó la mayor porción del continente apenas se dibujaba sobre el panorama histórico el rol dramático de nuestra posición terrestre . Carecía de expresión peculiar en el vasto fenómeno del feudalismo español hincado en América . Pero al quebrarse la unidad política del coloniaje en una pluralidad de nacionalidades débiles surgió como una revelación desconcertante el peligro que para nosotros significaba el hecho de ser el paso más fácil del continente . Nuestras esperanzas y nuestros temores residían en una misma cosa . El Istmo no podría asegurar su independencia sino adscribiéndose a una de las naciones más fuertes entre las que habían emergido del sistema colonial hispánico. 11
Entre México y Colombia la razón de proximidad inclinó a los hombres de 1821 por la última . Desde luego esperaban de aquella unión todas las bondades posibles . TESTIMONIO IRRECUSABLE LA ESPERANZA fue ilusionaria . Las ocho décadas de estancia dentro del régimen colombiano fueron para el Istmo una serie de desastres . ¿He de reeditar la requisitoria incandescente contra la administración colombiana que es ya un lugar común de nuestra literatura histórica? No es preciso . Sin embargo no es inoportuno reproducir aquí el resumen que el doctor Santander A . Galofre hizo de aquel período en un articulo bastante conocido: "Cuando el Istmo en 1821 selló su independencia y se incorporó espontáneamente a Colombia, abrigaba sin duda la convicción de que nosotros no anularíamos sus derechos y su libertad como pueblo, y que respetaríamos siempre la integridad de su gobierno propio . Si faltamos o no a la confianza que los istmeños depositaron en el país, que lo diga nuestra historia en los últimos veinte años y la obra de iniquidad y despojo realizada en Panamá en el mismo lapso . De dueños y señores del territorio (los panameños) los convertimos en parias del suelo nativo . Brusca e inesperadamente les arrebatamos sus derechos y suprimimos todas sus libertades . Los despojamos de la facultad más preciosa de un pueblo libre : la de elegir sus mandatarios, sus legisladores, sus jueces . Restringimos para ellos el sufragio : falsificamos el cómputo de los votos, e hicimos prevalecer sobre la voluntad popular la de una soldadesca mercenaria y la de un tren de empleados ajenos por completo a los intereses del Departamento . Les quitamos el derecho de legislar, y como compensación, les pusimos bajo el yugo de hierro de leyes de excepciones. Estado provincias y municipios perdieron por completo la autonomía que antes disfrutaban . Se limitaron las rentas y la facultad de invertirlas . En las ciudades verdaderamente cosmopolitas del Istmo no fundamos escuelas nacionales donde aprendieran los niños nuestra religión, nuestro idioma, nuestra historia, y a amar a la patria . A la faz del mundo castigamos con la prisión, el destierro, la multa y el látigo, a sus escritores por la expresión inocente del pensamiento . Desde diciembre de 1884 hasta 12
octubre de 1903, presidentes, gobernadores, oficiales y soldados, jefes e inspectores y ayudantes de policía, la policía misma, capitanes y médicos de puertos, magistrados, jueces de categorías diversas, fiscales, todo bajaba de las altiplanicies andinas o de otras regiones de la República para imponer en el Istmo la voluntad, la ley o el capricho del más fuerte, para traficar con la justicia o especular con el tesoro, y aquel tren de empleados, semejantes a un pulpo de múltiples tentáculos, chupaba el sudor y la sangre de un pueblo oprimido y devoraba lo que en definitiva sólo los panameños tenían derecho a devorar . Hicimos del Istmo una verdadera Intendencia Militar . Y cuando aquel pueblo de trescientos cincuenta mil almas tenía hombres de reputación continental como Justo Arosemena, notabilidades de primer orden y de popularidad casi irresistible como Pablo Arosemena y Gil Colunje, talentos e ilustraciones como Ardila, insignes diplomáticos como Hurtado y celebridades científicas de notoriedad europea, como Sosa, los dejamos a un lado, los relegamos al olvido, en lugar de llevarlos al solio del Istmo para calmar la sed infinita de equidad y justicia y satisfacer las aspiraciones legítimas de todos los panameños . Semejante proceder hirió el orgullo, la dignidad y el patriotismo de todos los hombres esclarecidos del Istmo y fomentó y provocó el odio y la cólera de la masa popular . El resultado de todos estos errores lo estamos hoy palpando . Los últimos veinte años son para los panameños demasiado amargos y crueles, y ellos no querrán en lo sucesivo ser colombianos si han de continuar viviendo bajo el régimen que no les permite ser ciudadanos en su propio territorio ." Esta viva y exaltada descripción viene de un colombiano y debe aceptarse como un testimonio imparcial . LA REVOLUCIÓN INCONCLUSA PERO QUEDARÍA incompleto el examen de este retazo de historia si no ensayásemos una explicación del mismo . La historia viva no puede ser sólo relato . Ha de importar también la crítica. Una causa aparente operaba la mala administración del Istmo por los gobernantes del altiplano : la distancia que los separaba y las difíciles, tardías e irregulares comunicaciones que entre ellos se tendían . Estimo innecesario detenerme en 13
prolijas consideraciones sobre los efectos de este hecho . Suficiente es decir que dentro del sistema centralista siempre vigente en Colombia no era posible que el Istmo fuese gobernado acertadamente ni que los hombres dirigentes de la capital pudiesen enterarse de sus necesidades y proveer a su satisfacción . Otra causa hay más profunda que debo recoger aquí . Una observación atenta nos entera de que los males que saturaban de lacerante dramatismo Ja vida istmeña matizaban también el paisaje de otras regiones colombianas y de la mayoría de las naciones que surgieron al segmentarse el coloniaje hispánico en América . Y una crítica histórica sagaz nos sitúa sobre la ruta que nos lleva a la clave de este malestar general . La lucha de las regiones contra el centro es, en efecto, un fenómeno general de la historia hispano americana en el siglo décimonono. La tragedia de ese mosaico de naciones llega al oído con una misma tesitura, inconfundible, desasosegada, violenta, Es la contienda de Buenos Aires contra las provincias, de Lima contra la sierra, de Caracas contra los llanos y las comarcas andinas, de Guayaquil contra Quito, de Bogotá contra varios estados, entre ellos Panamá . ¿Cuál era el recóndito origen de tal inquietud e inseguridad? No puedo más que exponerlo sumariamente . La revolución de la independencia no llegó en la América Hispana hasta su fin lógico . Quedó truncada y la interrupción se tradujo en la falta de organicidad, en la ausencia de un ritmo uniforme, en el tempo entrecortado con que transcurre la vida política hispanoamericana en todo el siglo pasado y en parte del actual . La revolución de independencia la hicieron hombres permeados por el pensamiento liberal que animaba las revoluciones norteamericana y francesa . La promovieron y encabezaron ciertos núcleos de criollos más o menos ilustrados, más o menos ignorantes a quienes seguían masas de mestizos, mulatos, negros e indios sobre los cuales se abatía el peso del coloniaje. Pero los que jugaron el rol de jefes, al que llegaron unos por su ilustración Y Otros a través de sus hazañas guerreras, no apuraron las consecuencias de la ideología que parecía inspirarlos . Habría sido necesario que el régimen feudal español se hubiera liquidado en el punto donde residía en su esencia y de donde emanaba 14
su fuerza: en la organización de la propiedad territorial . Y aquí todo permaneció intocado . A los señores feudales llegados de la península, a los encomenderos, a los capitanes detentadores de enormes latifundios, sucedieron en el usufructo y la posesión de éstos, los caudillos encumbrados por las guerras. Una clase de propietarios fue sustituida por otra . Y cuando quiera que las masas que formaban el substracto social intentaban reivindicar su derecho a la tierra eran sometidas en nombre de la República que para ellas no podía ser sino una realidad tan dura e inhumana como la colonia . No habiéndose transformado el régimen de la propiedad territorial, base de toda la estructura social, no podía cambiar la vida política . El colonialismo siguió subsistiendo en las instituciones políticas, en la convivencia cotidiana, en las costumbres, en el pensamiento y en la literatura . Los caudillos y sus descendientes cumplían papel igual al de los nobles y capitanes españoles . La imitación del sistema federal saxoamericano les permitió acrecentar el poder que retenían en las comarcas . De aquí su lucha contra las tendencias hegemónicas del centro . En esas contiendas interminables, libradas bajo la divisa de principios partidistas aparentemente contradictorios, la plebe depauperada actuaba como una simple masa coral que atada al carro de los caudillos se reducía a satisfacer los intereses de éstos y repetir sus declamaciones . Esta es, quizás, la causa más profunda que le ha encontrado a las convulsiones hispanoamericanas del siglo pasado y el presente una crítica rigurosa, laboriosa y desprevenida . Una causa que sedimentaba también en el fondo de la escena colombiana, que se traducía en la miserable situación del Istmo y cooperaba a mantener en ebullición el sentimiento nacionalista istmeño . Varias veces irrumpió sobre la superficie la fuerza de ese sentimiento : en 1830, 1831, 1840 y 1861 . Pero los intentos secesionistas no podían plasmar en una obra segura . El poder material del centro los cancelaba . Lograban articularse trabajosamente cada vez que una conmoción interna en Colombia reventaba o relajaba los resortes con que ésta manejaba la vida política del Istmo. Pero en cuanto al centro adquiría una 15
normalidad relativa hacia allá gravitaba nuevamente Panamá . Sólo una fuerza mayor que la de Colombia, que pudiese por lo tanto supeditarla, conseguiría que el Istmo clausurase definitivamente su unión con la altiplanicie bogotana . Y esa fuerza había venido descendiendo desde el norte en todo el decurso del siglo . Habíase residenciado en Panamá desde la primera mitad del siglo pasado y allí permaneció creciendo hasta que, llegada a un punto decisivo de su desarrollo, convergió con otras corrientes históricas que arrastraron al Istmo fuera del orbe colombiano . Era el desenlace que nos marcaba nuestra fatalidad geográfica .
ANTES DE copiar, en reducidísima cicala, la trayectoria de esa gran fuerza histórica que fue el factor inmediato Y decisivo de la secesión de Panamá, conviene reseñar la actuación que el gobierno colombiano tuvo en el problema del canal interoceánico. Contrasta rudamente la atención que centraba en este extremo con la negligencia con que miraba los demás asuntos del Departamento . Un buen resumen de esta gestión se halla en el Informe de Comisión Parlamentaria que estudió el Tratado de 6 de abril de 1914 entre Colombia y Estados Unidos, recogido por el presidente de esa comisión, doctor Antonio José Uribe, en su libro "Colombia y los Estados Unidos de América" . Dice : "Durante casi toda la última centuria hubo una dilatada y persistente labor de nuestros legisladores y diplomáticos a fin de lograr que la grande vía acuática se abriese, en condiciones de igualdad, para todas las naciones del globo, al través del Istmo colombiano, en virtud de privilegios otorgados ora a individuos particulares, ora a compañías de distintas nacionalidades, ora a gobiernos extranjeros . En efecto, Ya desde 1835 el Congreso Granadino expedía el decreto de 27 de mayo, por el cual se concedió privilegio a Carlos Barón de Thierry para la apertura de un canal fluvial que uniera los dos océanos por el Istmo de Panamá ; el 29 de mayo de 1838 sancionó otro decreto legislativo para conceder privilegio a varios ciudadanos granadinos y franceses ; en decreto de 1 9 de 16
julio de 1842 excitó al Poder Ejecutivo para que convocase a los individuos que quisiesen hacer propuestas para optar un nuevo privilegio ; el 18 de julio de 1851 se concedió este por el Congreso a los señores Manuel Cárdenas y Florentino González, con el objeto de abrir un canal que pusiese en comunicación los mares Atlántico y Pacífico, por el Atrato, y en decreto de la misma fecha se hizo igual concesión a los señores Ricardo de la Parra y Benjamín Beagle para comunicar los dos océanos, uniendo las aguas de los ríos Atrato y San Juan entre los paralelos 5 y 6 . La ley de 14 de julio de 1852 concedió privilegio a los señores Patricio Wills, Juan Henderson y otros, para abrir el canal por el Istmo del Darién, entre el golfo de San Miguel y la ensenada de Caledonia . En las instrucciones dadas en 1833 por el Secretario de Relaciones Exteriores, doctor Mariano Ospina, al Encargado de Negocios de la República en Inglaterra, don Manuel María Mosquera, le ordenaba que promoviese las gestiones conducentes a que los gobiernos de la Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos, Holanda y España, tomasen a su cargo la apertura del Canal de Panamá ; el decreto legislativo de 18 de abril de 1855 hizo una concesión a los señores José Gooding y Ricargo Vanegas para que abriesen el canal entre los paralelos 4 . y 8 ., uniendo las aguas del Atrato y sus afluentes con las que caen al Pacífico ; el 25 de enero de 1865 se celebró un contrato para el mismo objeto con el apoderado del señor Henry Duestbury, contrato que improbó la ley 60 de 27 de junio de 1866, que encierra las bases que debían servir al poder ejecutivo para celebrar un contrato sobre apertura del canal y que ordenó que tales bases se publicaran en los principales periódicos de Europa y Norteamérica, a fin de abrir una licitación en el particular ; el 14 de enero de 1869 firmaron en Bogotá los plenipotenciarios de los Estados Unidos de Colombia, doctores Miguel Samper y Tomás Cuenca, con el Ministro Residente de los Estados Unidos de América, honorable señor Peter J . Sullivan, un Tratado entre los dos Gobiernos para la excavación de un Canal que uniese al Atlántico con el Pacífico, a través del Istmo de Panamá y Darién . El Congreso de aquel año no aprobó el referido Tratado, pero 17
excitó al Poder Ejecutivo para que reanudase las negociaciones con el gobierno americano, a fin de que, de acuerdo con las reformas introducidas por el mismo Congreso, se celebrara un tratado definitivo sobre la misma materia . Hízose así, en efecto, y el 26 de enero de 1870 se firmó el nuevo tratado en Bogotá por los plenipotenciarios de Colombia, doctores Justo Arosemena y Jacobo Sánchez y el entonces Ministro de los Estados Unidos de América, honorable señor Stephen A . Hurbult . Discutido este Convenio en la inmediata reunión de las Cámaras Legislativas, se aprobó con algunas reformas y llegó así a ser la ley colombiana número 97 de julio de 1870 . A pesar de las gestiones de nuestra Legación en Washington, el Senado americano no llegó a tomar en consideración aquel Tratado, por lo cual el Congreso de Colombia expidió la ley 33 de 1876, a fin de autorizar al Poder Ejecutivo para negociar la apertura del canal sobre las bases que la misma ley contiene y que fueron adoptados en el contrato de 26 de mayo del mismo año, celebrado por el Secretario de Relaciones Exteriores de la República, doctor Manuel Ancízar, y el apoderado en Bogotá del General Etienne Turr ; el tal contrato no se llevó a efecto, pero dio lugar al que se celebró en Bogotá por el General Eustorgio Salgar, Secretario de Relaciones Exteriores de Colombia, y el señor Lucien N, B . Wise, apoderado de la Compañía Francesa del Canal Interoceánico, contrato que se aprobó por la ley 28 de 1878, y fue prorrogado por la 107 de 1890, por la 21 de 1892, por el contrato de 4 de abril de 1893 y por el Decreto Legislativo de 23 de octubre de 1900".
"LA POLÍTICA norteamericana en el Mar Caribe -dice el internacionalista español Camilo Barcia Trelles en "El imperialismo del petróleo y la paz mundial, , - ha girado en torno a un problema determinante : la cuestión de Panamá, problema que en hora temprana preocupa a los Estados Unidos ." Para entender los motivos y los objetivos de esa política, que con imperturbable continuidad germina en 1826 y logra 18
su fruto en 1903, es necesario recoger los pasos acelerados de la expansión territorial estadinense . Se ve entonces cómo el dominio saxoamericano va avanzando primero hacia el Oeste hasta llegar al Pacífico y luego hacia el Sur hasta convertir el Mar Caribe en un mar interior controlado por Washington . En "El destino de un continente" define Manuel Ugarte a los Estados Unidos como el país de las fronteras movibles . La definición alude a la expansión territorial apresurada que le permitió a la primitiva Confederación multiplicar varias veces su cabida en menos de un siglo . Las 13 colonias norteamericanas que en 1776 insurgieron contra la dominación inglesa y siete años después lograban el reconocimiento de Londres, eran una breve cinta de tierra situada entre los Alleghanies y el Atlántico . La encajonaban por el Oeste la Louisiana, posesión francesa, y por el Sur la Florida, perteneciente a España . Pero las fuerzas económicas que gestaban en el seno de aquellos trece estados iban a crecer y a impulsarlos hacia el Oeste . Los elementos de la sociedad capitalista habían conseguido ya romper, en Europa y América, el marco de la economía feudal . La máquina, la técnica y el taller -núcleo de la usina, invención europea- iban a operar en el suelo americano una revolución irresistible . Transportados de un continente no exhausto, pero sí muy trabajado, a una tierra rica en potencialidades, transformaron en breve tiempo la base material de la vida norteamericana . El capital excedente cada vez mayor y polarizado en sectores siempre minoritarios empujó a los hombres de las 13 colonias hacia los territorios inexplotados del Oeste . El aflujo de capital humano, los millones de emigrantes europeos, aceleró el ritmo de este movimiento. Un pueblo nuevo fue surgiendo en aquellas tierras que las 13 colonias adquirieron al comenzar el siglo XIX . José Martí describe aquel fenómeno en páginas vivaces . Así fue como obtuvieron de Francia la cesión de la Louisiana en 1803 y de España la venta de la Florida en 1808. Ya mucho antes Hamilton profetizaba la integración de un imperio americano que cobijase a los Estados Unidos y las Americas Central y del Sur "en un gran sistema americano, superior al dominio de toda fuerza de influencia trasatlántica y ca19
paz de dictar los términos de un contrato entre el viejo y el nuevo mundo." Poco después de esas primeras adquisiciones postulaba el presidente Monroe la doctrina que ha sido insuperable instrumento diplomático de la expansión saxoamericana . Y unos años más tarde Henry Clay advierte a los delegados estadounidenses al congreso de 1826 en Panamá la importancia de considerar el proyecto del canal a través del Istmo . El pensamiento de Clay era sin duda previsor aunque incorrecto . No podía ir más allá porque los Estados Unidos no habí.aAnholdgárbseuivapnoclít entre los estados del Atlántico, sujetos al modo de producción capitalista que reclama el trabajo "libre" o asalariado, y los del Sur, encerrados en una producción esclavista . Las incidencias de esta pugna precipitarían a ambos grupos sobre las tierras adyacentes. Texas, un estado mexicano colonizado por saxoamericanos, se alzó en 1830 contra el gobierno de la meseta y proclamó su independencia . Francia e Inglaterra le reconocieron inmediatamente. Pero un partido anexionista surgió en Texas y en los 13 estados y la provincia insurrecta fue anexada en 1847 por el presidente Tyler . La anexión provocó la inicua guerra méxico-estadinense que desenlazó en el despojo de la Alta California y Nuevo México . Los Estados Unidos habían llegado al Pacífico . A poco surgió oro en California . En seguida apareció ante ellos la necesidad de encontrar o construir una vía interoceánica que acortara la comunicación entre sus costas . Pero el momento de realizar ese designio estaba lejano . Sobre el Mar Caribe caía la sombra del poderío naval británico, Inglaterra detentaba posiciones estratégicas desde las cuales dominaba el golfo de Mexico y la América Central . La construcción de un canal por los Estados Unidos significaba el aminoramiento de ese poder, resultado que Inglaterra no tolerarla impasible . Los Estados Unidos no podían aún situarse en arreos de combate ante Inglaterra . La Unión debía todavía a Europa fuertes sumas que había obtenido para aplicarlas a su desarrollo industrial . Le era necesario pactar con su rival y procurarse ventajas diplo20
máticas . Lo último es el objeto del tratado que suscribe con la Nueva Granada en 1846 en el cual se acuerdan concesiones recíprocas . Nueva Granada promete a Estados Unidos que no serían excluidos de la futura vía y le reconoce el derecho de libre tránsito a través del Istmo . Los Estados Unidos se obliga a mantener la soberanía de Colombia sobre este territorio . El tratado Clayton-Bulwer entre la Unión e Inglaterra testifica la debilidad de la primera en esos momentos . Ambos países se comprometen a no asegurarse un control exclusivo sobre el Canal por construirse en cualquiera de los istmos centroamericanos : Tehuantepec, Nicaragua o Panamá. El tratado era un mentís a la doctrina Monroe y un desconocimiento de la soberanía de tres naciones hispanoamericanas . Los Estados Unidos se limitaron a dejar que el tiempo transcurriera sin hacer nuevas gestiones en torno al canal . Los hechos cambiaron bien pronto a su favor. Liquidado el problema esclavista con el vencimiento de los Estados del Sur, la Unión se lanzó por la vía ancha del industrialismo . El año de 1870 señala el inicio del maquinismo vertiginoso . La industria yanqui empezó a producir en cantidades excedentes del consumo y la nación antes deudora se preparó a exportar capitales . Un suceso renovó las actividades de los Estados Unidos alrededor del canal . Colombia había contratado en 1878 la construcción del Canal por Panamá con Lucien N . B. Wise, representante de la Compañía Francesa del Canal Interoceánico . El presidente Hayes envía al Congreso un mensaje en que repite la fórmula de Grant : un canal americano, sobre suelo americano, perteneciente al pueblo americano . Hayes concreta así el postulado que va a normar fatalmente la política estadinense respecto al canal : "La política de nuestro país debe tender a la construcción de un canal colocado bajo el dominio norteamericano. Los Estados Unidos no pueden permitir que el dominio futuro del canal caiga en manos de una potencia europea o de una asociación de potencias europeas ; un canal interoceánico a través del Istmo americano modificará esencialmente las relaciones geográficas entre las costas atlántica y pacífica de 21
los Estados Unidos y el resto del mundo ; tal vía interoceánica constituirá virtualmente parte de la frontera marítima de los Estados Unidos. Nuestro interés comercial en el canal sobrepasa al de los demás países ; las relaciones entre el canal y nuestra prosperidad como nación, nuestra potencia, nuestros medios de defensa, nuestra paz, nuestra seguridad, son problemas de interés supremo para los Estados Unidos." Pauta acerada que nada romperá y que conducirá a los Estados Unidos hasta noviembre de 1903.
VEINTE AÑOS después los Estados Unidos alcanzan las vertientes de la meta ansiada . La guerra hispano-yanqui de 1898, clausurada con el Tratado de París en 1900, deja un saldo favorable a los Estados Unidos : la posesión de Puerto Rico y Filipinas . La guerra y sus resultados plantearon urgentemente la necesidad del canal . Los hechos facilitaron la satisfacción de esta urgencia . Inglaterra polarizaba sus preocupaciones hacia los problemas que convulsionaban sus posesiones en otros continentes . Después de varias dificultades Estados Unidos consigue la sustitución del Tratado Clayton-Bulwer por el Hay-P auncefote de 1901, mediante l cual Inglater a le deja en libertad de construir el canal bajo ciertas garantías teóricas ineficaces . El Senado estadinense promulga en 1902 la ley Spooner que autoriza al ejecutivo para pactar la construcción del canal . Después de algunas vacilaciones el gobierno de Washington escoge la vía de Panamá . Consigue de la Compañía Nueva del Canal de Panamá la cesión de las obras efectuadas, del material de construcción y de los derechos contenidos en el contrato cuya última prórroga caducaba en 1904 . Negocia laboriosamente con Colombia un tratado que firman el 22 de enero de 1903 el plenipotenciario colombiano Tomás Herrán y el secretario de estado Hay . El Senado estadinense aprueba el instrumento el 17 de marzo . Pero en Colombia el tratado suscita una emocionante agitación . Se considera que limita los derechos soberanos de Colombia en el Istmo y que equivale a la 22
entrega del Departamento . El debate en el congreso es apasionado . Unas pocas voces piden la probación previendo que la negativa resonará peligrosamente en Panamá . Pero los opositores no se convencen . De otro lado el encargado de negocios estadinense, Mr . Beaupré, dirige a la cancillería colombiana notas sucesivas que enardecen más la discusión . La última, del 5 de agosto de 1903, es terminante : "Si Colombia desea de veras mantener las amistosas relaciones que al presente existen entre los dos países y al propio tiempo asegurarse la extraordinaria ventaja que habrá de producirle la construcción del canal por su territorio, en caso de ser respaldada por una alianza tan íntima a los intereses nacionales como la que habría de sobrevenir con los Estados Unidos, el Tratado pendiente deberá ratificarse exactamente en la formal actual, sin modificación alguna . Digo esto porque estoy convencido de que mi Gobierno no aceptará modificaciones en ningún caso ." Fue la extremaunción del tratado. El Senado colombiano lo rechazó unánimemente en la sesión del 12 de agosto de 1903 . Pero los Estados Unidos dirigidos por Roosevelt, no consideraban cancelado el negocio . ¿QUERIA EL PUEBLO LA SEPARACIÓN? ¿ES VERDAD que el pueblo panameño deseaba unánimemente la aprobación del tratado? ¿Es cierto que ese estado de ánimo lo disponía a los recursos extremos en caso de rechazo? La generalidad de los que recuerdan este instante de la vida istmeña contestan tales interrogantes afirmativamente . No obstante, algunos panameños notables de aquella época lo negaban. Entre ellos los doctores Belisario Porras y Carlos A . Mendoza y el señor Benjamín Quintero A . Una ligera meditación puede inclinarnos por la primera tesis . La guerra civil de los tres años había arrastrado al Istmo a una situación agoniosa . En la construcción del canal se vislumbraba como una lluvia áurea que limpiaría todas las miserias . Un pueblo con hambre no discrimina entre los caminos que lo pueden llevar a calmarla. Se lanza por el más cercano aunque sea escarpado y doloroso . Es de suponer que el panameño prefiriera la separación 23
a la pérdida de sus ilusiones. Y se separó . Sería inútil relatar los hechos que se produjeron en sucesión atropellada desde octubre a noviembre de 1903 . Acogido el plan separatista por algunos panameños de cierta notoriedad, (1) consiguieron la adhesión de varios estadinenses y luego, por mediación de BunauVarilla, el apoyo de los Estados Unidos . Los acontecimientos avanzaron a marchas forzadas . El 3 de Noviembre se declaró en la ciudad de Panamá la independencia . El 6, el gobierno de Washington iniciaba relaciones oficiales con los jefes del movimiento . El 13 recibía a Bunau-Varilla como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Panamá y el 18 se firmaba entre éste y el secretario Hay el tratado que recibió sus nombres . El gobierno colombiano ofreció ratificar el tratado Herrán-Hay por medio de un decreto y someterlo a un congreso especialmente "elegido" si Estados Unidos le garantizaba su soberanía sobre el istmo . El secretario Hay respondió a Baupré, trasmisor de aquella propuesta : "Habiendo disuelto el pueblo de Panamá, por un movimiento al parecer unánime, su unión política con la República de Colombia y recobrando su independencia y habiendo adoptado un gobierno propio de carácter republicano, con el cual el gobierno de los Estados Unidos de. América ha entrado en relaciones, el presidente de los Estados Unidos, de acuerdo con los lazos de amistad que durante tanto tiempo y tan felizmente han existido entre sus respectivas naciones, recomienda con todo interés a los Gobiernos de Colombia y Panamá que lleguen a un pacífico y equitativo arreglo de todas las cuestiones pendientes ante ambos ." Era la sanción inapelable . Siete años después se refería Roosevelt a su actuación en el asunto : "Estoy interesado en el canal de Panamá, porque yo lo inicié . Si hubiera yo seguido los métodos conservadores tradicionales, hubiera sometido al Congreso un (1)
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se debe entender en sentido literal esta frase meramente condicional . La partida de nacimiento de la secesión tiene datos que hasta ahora no han sido descifrados a cabalidad . El movimiento separatista no es ciertamente, un hijo expósito . Constituye un caso de doble paternidad que se atribuyen, de una parte, Roosevelt y, de otra, los "próceres ." No
solemne documento oficial, probablemente de 200 páginas, y el debate no habría terminado todavía . Pero adquirí la Zona del Canal, y dejé al Congreso discutir, y mientras el debate sigue su curso el canal también lo sigue ."
LOS HOMBRES que hemos nacido después de 1903 apuntamos ciertos hechos incomprensibles en los sucesos de noviembre. ¿Por qué, verbigracia, se encomendó la defensa y guarda de los negocios del Istmo a Bunau-Varilla? ¿No se advertía que este personaje tragicómico habría de jugar un rol traicionero al país representado? Bunau Varilla cooperaba en el movimiento sólo por interés de vender los derechos y las pertencias de la Compañía Francesa del Canal cuya mayor parte había adquirido a precio ínfimo . Su bolsa pesaba en su conciencia mil veces más que el futuro de cuatrocientos mil hombres. Lo demostró cumplidamente al firmar de prisa un tratado en el que todo lo ofreció de propio impulso sin reclamar nada . En un libro que escribió años después lo declara sin rubor . ¿Cómo, digo, comprender la imprevisión de su nombramiento? Por las circunstancias que obraban sobre los hombres que dirigieron el país en aquellos días . De la relación del señor José Agustín Arango se deriva la certeza de que una densa atmósfera de temor oprimía a los conjurados en la tarde del 3 de Noviembre . El acceso de tropas colombianas al Istmo provocó en la mayoría de ellos un derrumbe espiritual . Sólo a una falta de acuerdo entre dos instrucciones se debió la marcha del pueblo aquella tarde. Es fácil reconstruir in mente esos instantes . En trances tales en que los hombres se ven empujados por fuerzas que ellos invocaron, pero que no pueden determinar ni señorear, los paraliza siempre una especie de miedo histórico . Obra sobre ellos un poder que no saben localizar ni señalar, pero que es siempre dominante, imperioso, invencible como el Ananké de los griegos . Todo ese confuso y patético temor dominaba a aquellos hombres que entregaron a Bunau Varilla el destino de un pueblo . Sentían la proximidad del derrumbe y quisieron 25
evitarlo. Los desesperaba también, sin duda, el reclamo insistente del mercader que solicitaba la representación . Pero este linaje de razonamientos puede conducirnos a lejanos parajes . La crítica histórica no consiente conjeturas sino analiza y explica hechos . Y en este caso concluye que el 3 de Noviembre de 1903 es el paraje hacia donde se dirigía desde cincuenta años antes la corriente absorcionista de Estados Unidos que nuestros pueblos depauperados, sin capital, sin industrias, eran incapaces de represar . ¿HEMOS PROGRESADO? ESTA REVISTA histórica, por cuya extensión inusitada os demando excusas, tiene que declinar en un balance ineludible . ¿Los veinte y siete años de independencia han traído un aporte valioso para el progreso nacional? La escabrosa pregunta se ha formulado en muchas ocasiones como esta . Desgraciadamente la respuesta casi siempre estuvo condicionada por las preocupaciones sectarias de quienes plantearon aquella . Yo creo no tener reato para contestar con la objetividad de un observador que explora el predio histórico acicatado por el afán científico de localizar la oculta veta de la verdad . Hay que declarar que la cuestión se absuelve favorablemente por uno de sus aspectos . En cuanto alude al orden material nuestro progreso es evidente . Evidente, pero no absoluto, ni rítmico, ni proporcionado . Han progresado materialmente y en progresión casi geométrica las dos ciudades engastadas sobre los flancos del Canal, Pero en las comarcas interiores las inquietudes de mejoramiento apenas han rasguñado la periferia de la vida . Sólo ahora se observa en ciertos centro cuasi-urbanos una temblorosa reviviscencia . Sin embargo yo me he acercado al fondo de esa existencia, he introducido una mirada zahorí en los sitios donde habita la masa de la población campesina, y advertido aún las características de la vida sedentaria, impasible patriarcal, que está muchas décadas atrás de nuestro tiempo . Todavía resta mucho que hacer a todo lo largo y lo ancho de nuestra campiña y nuestros montes pa26
ra llevar la vida limpia, exuberante, preñada de ambiciones, a cada uno de esos pueblos y a cada bohío donde viven hombres de cuyo espíritu se ha ausentado el deseo y hasta la aptitud de la irritabilidad que aparece en los más bajos grados de la escala biológica . UN JUICIO SEVERO ¿Y EN el orden político? Quiero limitarme a reproducir aquí párrafos de un ensayo del doctor Eusebio A . Morales que catorce años después de escrito todavía es exacto : "Quienquiera que medite algo sobre la naturaleza y el alcance de nuestros males políticos y sociales tiene que llegar a la conclusión de que nuestro mal más hondo es la casi total ausencia del sentimiento de la nacionalidad en la masa del pueblo panameño . El sentimiento de la nacionalidad es nulo o es débil entre nosotros porque ese sentimiento no nace y se desarrolla sino al calor de dolores y de infortunios comunes, de luchas largas y sangrientas, del sacrificio de preciosas vidas y del martirio de algunos seres predestinados que vienen a ser finalmente los creadores de la nacionalidad, porque ellos han encarnado, condensado y revelado en sus obras, en sus vidas y aún en su martirio los pensamientos incoherentes y las aspiraciones intuitivas de todo un pueblo . Pero Panamá, país nacido a la vida independiente sin luchas y sin sangre, sin actos de heroísmo y sin el sacrificio de ningún mártir, se encontró súbitamente disponiendo de un bien que no había conquistado con su esfuerzo, y es natural que todavía hoy, trece años después de la independencia, este bien inestimable no sea apreciado en todo su valor . Aún entre los mismos promotores del movimiento de separación había hombres que no creían en la permanencia de lo que estaban fundando y para quienes lo esencial era resolver un problema económico inmediato y personal, más bien que reconocer el espíritu y consagrar la existencia de una nacionalidad . Hombres de elevada posición política en el país me han dicho en alguna ocasión : "aquí tendremos dos o tres Presidentes, después . . . no 27
tendremos más ." Otros me han manifestado su convicción profunda de que ésto, es decir, la República, no puede durar mucho. A hombres de representación en el país y en sus partidos políticos les he oído exclamaciones como esta : "Antes de permitir que fulano llegue a ser presidente de Panamá, preferimos que se acabe el país." Y por último en todos los círculos políticos y populares prevalece la creencia de que ningún ciudadano puede elevarse a la Presidencia aunque para ello cuente con los votos del pueblo panameño, si antes no tiene la simpatía o la venia de los Estados Unidos . . . Yo me he preguntado a mí mismo muchas veces : ¿es este realmente un país, un pueblo, una nacionalidad? ¿Existe aquí un verdadero espíritu nacional digno de ser admirado por los historiadores, cantado por los poetas y transformado en leyenda inspiradora en el hogar y en la escuela? ¿Poseemos como colectividad la decisión enérgica, capaz del heroísmo y la resolución suprema capaz del martirio? Y en el recogimiento de mi propia conciencia he contestado que sí ." CAIDA Y SOLUCIÓN
¿COMO EXPLICAR este apagamiento en la tónica de un pueblo que durante ochenta años tuvo prendido el sentimiento de la nacionalidad? El doctor Morales insinúa la causa : "la facilidad con que el Istmo obtuvo, primero, su independencia de España en 1821, y después su separación de Colombia en 1903, la hemos pagado con la compensación dolorosa de poseer un organismo nacional anémico, sin espíritu, sin fuerza y sin fe" . Yo, que tengo la convicción de las explicaciones económicas, quiero apurar un poco más esta observación . Al oro que llegó en 1903 de los Estados Unidos en pago de la cesión de la Zona cabe referir el origen de tal decaimiento . Se ha apuntado que el oro de America fue uno de los factores del estancamiento social y político y luego de la decadencia de España . Pareja conclusión puede deducirse respecto a Panamá . El dinero, instrumento de cambio, no siempre es signo de riqueza . Lo es cuando resulta de la actividad productora que ha incrementado los ingredientes 28
materiales de la vida y estimulado su circulación . Pero un chorro de oro como el que recogimos en 1903, que no resultaba de nuestro trabajo, ni era índice de nuestra potencia económica, ni acumulación de nuestra tarea productora tenía que traducirse en una prosperidad ficticia y eminentemente aleatoria . Fue un golpe de fortuna y la fortuna no suscita energías ni las vivifica . El remedio está, pues, en este mismo orden . Lo que precisa, para prescindir de consideraciones minuciosas, es una reorganización de nuestra vida económica que resguarde nuestros elementos inexplotados, despierte iniciativas, y levante y coordine esfuerzos. Esta es la más firme y segura política porque la política, dijo el genial pensador alemán es "economía concentrada ." Todas las demás elucubraciones sentimentales, abstractas, "idealísticas", son mera pirotecnia verbal . OCTUBRE, 1930.
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EL CABILDO ABIERTO DEL 4 DE NOVIEMBRE Antecedentes y consecuencias históricas
1.
LA CUESTIÓN INELUDIBLE
EL 3 DE noviembre, cuando declina el sol, expira el señorío del Estado colombiano en el Istmo. En el cuartel de las Bóvedas recibe el pueblo de la ciudad de Panamá, entregadas por el jefe militar, las armas que rubricarán su independencia . Ha ocurrido allí, nada más ni nada menos, un hecho de tuerza, vehículo de una trasmisión de poder . En la cápsula de unos minutos se han resumido los momentos sucesivos que recorre una faena revolucionaria ; insurrección contra la autoridad existente, sometimiento de la misma, erección de una nueva potestad . Pero con ésta y junto a ella, se yergue también la cuestión congénita de todo acceso al poder que transgrede y subvierte la legalidad pre-existente . Es la cuestión de la legitimidad . Toda estructura del poder social en cualquiera de sus modalidades, particularmente las económicas y políticas, procura atribuirles fundamentos racionales a sus peticiones o exigencias de acatamiento . Ni aún las que parecen edificadas sólo sobre la fuerza material rehusan justificarse aunque sea por el argumento de una suprema necesidad. La coerción no ignora que se asfixiarla dentro de sí misma si careciese permanentemente de la aireación del consenso social. De allí que deba justificarse en nom31
bre de algo que la comunidad, o siquiera parte significativa de
ella, acepte como justo . Al fondo de cualquier relación de poder se columbra siempre, más o menos nublado, el problema de la legitimidad, fisonómicamente político, moral en su esencia. Precedido de tan grave exigencia regresaba el pueblo panameño del cuartel de las Bóvedas en la prima noche del 3 de noviembre . Y era una misma la que se hacía presente a los hombres a quienes los acontecimientos corrientes habían conferido la dirección del movimiento separatista . En el terreno de la práctica no sólo se identifica la función y el funcionario, sino que una padece las variaciones que el otro le imprime . En la historia de los trastrueques políticos, los comités de insurgentes proveen los gobernantes de la nueva situación de poder . En nuestro movimiento separatista, el consejo de conspiradores fue necesariamente matriz de la junta de gobierno . Falta aun esclarecer si el acuerdo para la formación y nombramiento del triunvirato fue anterior o posterior al acto secesionista . Aunque no seria ocioso averiguarlo, nada le restaría al hecho de que la composición de dicho cuerpo respondió al determinismo insoslayable de las circunstancias que alumbraron la república . Serla imposible que los dirigentes de una transición revolucionaria recibieran sus poderes de una previa designación popular. Una revolución se inicia como un acto dictatorial en que un grupo cualquiera impone sus decisiones y actúa en nombre de la totalidad . Sólo después, contexturada una nueva legalidad, la expresión del consentimiento mayoritario constituye condición previa y origen del título del gobernante . No podía, pues, surgir de otro modo el elenco gobernante en la alborada republicana . Pero ninguna revolución política se resigna a ser un hecho desnudo . Da creación de un derecho que fundamente y consagre el hecho subversivo es una necesidad inherente a su misma naturaleza . En cuanto sustitución de un estado-nación a otro, la separación de Colombia fue un hecho revolucionario . El darle sanción y vestidura jurídica informaba, según antes decíamos, la tarea propuesta al pueblo 32
panameño y sus nuevos dirigentes al caer la noche del 3 de noviembre . Para evacuarla, no faltaban procedimientos sustentados en una tradición histórica fecunda y vigorosa, a la cual estaba vinculado el ayuntamiento de Panamá . II . EL VIEJO ABOLENGO 1 LA ESTIRPE de las instituciones municipales hispanoamericanas encuentran su génesis en las que florecían en el viejo mundo antes de la integración del imperio romano . Posible derivación de los consejos y asambleas gentilicios, las primitivas comunas no sucumbieron a la dominación del Lacium . Hábil administradora, Roma sabía conjugar las necesidades de su predominio con cierto respeto a las costumbres e instituciones vernáculas de los territorios que conquistaba. Al derrumbarse el imperio, las formas autonómicas de administración lugareña prosperan en la Península Ibérica, inseminadas tal vez por las tradiciones comunitarias de las poblaciones bárbaras que en ella se afincaron . Durante el período medioeval los municipios adquieren lozanía . Llegan a ejercer un conjunto de funciones de varia índole que, desde luego, las exaltan a conspicua posición política . La acción unificadora de los Reyes Católicos se realiza al través de infatigable lucha contra todas las formas de poder que amenazan el suyo propio . Si su mano cae sin temblar sobre los señores feudales desafectos, no se detiene tampoco frente a las comunas amuralladas de fueros . Cierto es que Isabel y Fernando les son deudores de no menudos servicios en el quebrantamiento de las altanerías feudales . Pero cuando la reconquista culmina en la caída del reino moro de Granada, los Reyes Católicos vuelven sobre los municipios para disminuir sus atribuciones e importancia . Carlos 1 apura esa política hasta extremos que provocan el alzamiento de las Comunidades de Castilla decapitado con sus caudillos luego de vencido militarmente cerca de Villalar, en abril de 1521 . 33
2 El descubrimiento y la conquista de América se inician copio una empresa particular de Isabel de Castilla y Cristóbal Colón . Es, pues, una aventura castellana. Cuando a las exploraciones se acoplan las actividades de conquista y poblamiento, retoñan enseguida en las tierras de América las instituciones municipales castellanas, trasplantadas por los conquistadores . El cabildo, célula de autoridad y centro de variadas y prolijas funciones públicas, calcado sobre el patrón castellano con sus alcaldes y regidores, cumple una misión importante en la estabilización de las nuevas poblaciones formadas por elementos peninsulares . Operan como cabildos abiertos con asistencia de todos los pobladores o como cabildos cerrados accesibles sólo a quienes ejercen cargos concejiles . Pero cuando la corona se afirma en sus territorios de ultramar, cercena las prerrogativas y tareas de los cabildos confinándolos a un campo de atribuciones de menguado valor político . Las incesantes y crecientes exigencias del fisco real obligan luego a subastar las dignidades concejiles . Con ello se convierten en coto cerrado de las nacientes oligarquías coloniales, en objeto y campo de interminables pugnas lugareñas . A pesar de todo, considerándose personero del común, presentan dura pelea contra los abusos de los funcionarios reales y, en ocasiones, contra las propias demasías de la metrópoli . 3 En Castilla del Oro o Tierra Firme el cabildo nace con las primeras audacias conquistadoras . Su forma más elemental cuaja en aquella estratagema que le facilita a Vasco Núñez de Balboa la eliminación de la autoridad intrusa del bachiller Enciso para legitimar la suya, también de dudosa índole . Se observa que el primer cabildo de Santa María la Antigua del Darién fué una maniobra política. Mucho hubo de ello . Mas debe considerarse que no habría sido esa la fórmula adoptada si en la conciencia de los compañeros de Balboa no obrara el recuerdo de la tradición municipal castellana . Además, faltando la represen34
tación legítima de la lejana potestad real ¿no revertía la autoridad al estado llano y no le correspondía a éste reconstituirla por volición colectiva? Instalada en Panamá la capital de Castilla del Oro, su cabildo disfrutó de señalados privilegios que defendió siempre orgullosamente . Sus reclamos y pleitos llenan muchas páginas en los archivos coloniales . Igual que en las demás colonias americanas, la centralización absolutista impuesta por los monarcas españoles de ambas dinastías, la austriaca y la borbónica, deprimió al cabildo. Algunos autores afirman que el régimen de tipo militar que impuso la corona en el Istmo causó el apagamiento casi completo de sus instituciones municipales . El aserto, ¡lo obstante, parece excesivo si no olvidamos que el cabildo de Panamá participó activamente en diversos aspectos y momentos de la vida colonial . III LOS CABILDOS INSURGENTES 1 LA DESCOMPOSICIÓN de la monarquía española, resultado de una constelación de factores regnícolas y forasteros, propició el renacimiento de los cabildos americanos . El desvanecimiento del régimen hispano al contacto del poderío napoleónico proyectó sobre las colonias ultramarinas la cuestión de la continuidad del poder real o, lo que era igual, de la legitimidad del que se ejercía desde Madrid a partir de la abdicación de Carlos IV y la imposición bonapartista . Los cabildos de gran número de las capitales y virreinatos y capitanías generales reivindicaron para sí el derecho de absolver la cuestión . Pero la respuesta comenzó como un voto de lealtad a la monarquía tradicional, para terminar en los "gritos" y declaraciones de independencia . Es que el subsuelo americano venía siendo trabajado por fuerzas que buscaban el más transitable camino hacia la superficie . Lo hallaran al agrietarse y venir a tierra la monarquía . Una nueva clase americana, fraguada al lento fuego de tres siglos, había 35
logrado penetrar en los cabildos para convertirlos en pregoneros y valedores de sus aspiraciones . Ya en las postrimerías del siglo XVIII algunos ayuntamientos coloniales habían acaudillado revueltas populares de mucho volumen y fuerza . Sería demasiado decir que la emancipación americana fue obra exclusiva de los cabildos . Mas no hay duda de que muchos de ellos prendieron la chispa de la revolución y diéronle a esta su primer impulso. 2 No actuaron en tales hazañas los cabildos istmeños durante las dos primeras décadas del período revolucionario . La explicación de esta ausencia se conoce bien . La fatalidad geográfica que configura y desfigura la historia panameña, que hizo del Istmo centro y coyuntura de empresas exploradoras y conquistadoras en la Mar del Sur, lo erigió también, tres siglos más tarde, en bastión y custodio del imperio colonial español . Estación de avituallamiento y distribución de los ejércitos lanzados contra la liberación de América, parecía nuestro suelo inmune a la contaminación revolucionaria . Pero las circunstancias habían de variar gracias a las sucesivas victorias de la libertad americana . La liberalización de la monarquía a consecuencia del alzamiento de Riego en 1820, franqueó los concejos a ediles elegidos por el pueblo istmeño . Y así, el 28 de noviembre de 1821, poco después de la emancipación de Centroamérica, y a seguida de los pronunciamiento libertarios de la Villa de Los Santos y Natá, el cabildo de Panamá proclamó la independencia de España . El coloniaje sucumbió sin resistencia, mediocre, opacamente . 3 Loas declaratorias de independencia de los ayuntamientos de Los Santos y Panamá son similares a las emitidas en las capitales de los virreinatos, capitanías generales y gobernaciones a comienzos del siglo XIX. Se adoptan en cabildos abiertos, con gran concurso popular y a presencia de diversas jerarquías civiles, militares y eclesiásticas . Acciones locales, se atribuyen la 36
representación general del país y en su ejercicio disponen medidas de gobierno que a todos comprometen y obligan. Hay allí, claro está, una asunción revolucionaria de poder. Y aunque tenga viso de total alejamiento de la legalidad precedente, conser.vaNocensdlifíg,úavcerd subilo en los pronunciamientos formulados cuando Napoleón humilla y suplanta al monarca español . En ello se le profesa lealtad al soberano depuesto, a tiempo que el cabildo recoge la autoridad colonial para ejercitarla por sí mismo o delegarla en otros . La justificación histórica y jurídica del procedimiento retrocede hasta las fuentes de la conquista y colonización . Fue ésta, decíamos, una empresa en cabeza del monarca más que en función del Estado . Lo que caracteriza, justamente, a la monarquía española es que mientras en el resto de Europa el Renacimiento favorece la aparición del Estado impersonal, abstracto, en España el poder se identifica cada vez más con la persona del rey . En la conquista y colonización de América la autoridad de los fundadores de poblaciones deriva del monarca como individuo, no de la monarquía como institución . Cuando los capitanes de la conquista se insubordinan contra los burócratas enviados a gobernar territorios cuya captura no les debe ninguna fatiga, apelan por sobre éstos al rey de quien emana la autoridad y cuyos agentes, a juicio de los inconformes, son incapaces de representarlo con tino y honra . De modo semejante razonan los cabildos al deshacerse la monarquía por la manotada de Napoleón . Desposeído el rey de su cargo, el poder revierte al pueblo y el cabildo lo ejercita en representación de éste . 4 Distinto fue el caso para los concejos panameños. La lucha emancipadora americana recorría entonces sus últimas jornadas . Hacía muchos años que los cabildos y las juntas revolucionarias habían abandonado la ficción de la reversión del poder real al pueblo para hablar el lenguaje llano y claro de la soberanía popular y la independencia nacional. Es el que usan los criollos de Los Santos y Panamá. No necesitan otro . Lo particular de 37
sus proclamas consiste en que muestran ya el duro perfil de la antinomia cuya solución será eje y objetivo determinante de las inflexiones y sacudidas de la vida pública istmeña durante ocho décadas . Los cabildantes sufragan por la independencia . Pero decretan en realidad la autonomía . Es que los domina la fatalidad geográfica . Vislumbran las acechanzas por entre las cuales marchará la nueva entidad política . Las agresiones de corsarios y bucaneros durante la colonia contienen la premonición de los peligros inherentes al menester de puente intermarino que la naturaleza le tiene señalado al Istmo . Precisa pues, asociarse con una nación bastante poderosa para proteger nuestro suelo . Y escogen a Colombia. Mejor compuesta el acta de Panamá que la de Los Santos, evidencia, no obstante, en asunto de tan extraordinaria significación, singular falta de cautela. Dice, en efecto, de manera terminante, que "el territorio de las provincias del Istmo pertenece al Estado Republicano de Colombia" . No va hasta allá la santeña . Le basta expresar que los pueblos de su órbita "desean vivir bajo el sistema republicano que sigue toda Colombia ." Ciertamente al final somete a la aprobación del "excelentísimo señor Presidente de Colombia", es decir, Bolívar, el grado de coronel que el cabildo ha concedido al jefe de milicias don Segundo Villarreal . La voluntad unionista queda también manifestada con menos precisión, indudablemente, si bien con mayor prudencia que en el acta panameña . Salva ésta, en parte, la falla cuando trasunta cierto idea autonomista al disponer que "el Istmo, por medio de sus representantes, formará los reglamentos económicos convenientes para su gobierno interior ." Con todo, no cabe extremar cl rigor hacia los cabildantes de Panamá . En aquellas horas la esplendente gloria del Libertador-Presidente deslumbraba la conciencia política, todavía virginal, de los panameños . La independencia, hecho de apariencias domésticas, no habría sido posible sí los ejércitos que acaudillaba el héroe caraqueño no hubiesen ya deshecho el poder de España en la Nueva Granada y Venezuela . Todo ello, unido a la aprensión por la seguridad del puente geográfico, pesaba demasiado sobre el ánimo de los hombres de entonces . 39
IV ANHELOS Y FRUSTRACIONES 1 CONTENIDOS Y preludiados están en el acta del 28 de noviembre los problemas y los acontecimientos que tejerán la historia panameña decimonónica . Los móviles conscientes de los gestores del comicio no aparecen en el brevísimo preámbulo . Empero, se disciernen fácilmente sin riesgo de yerro, ya que no sólo sobreaguaban en el ambiente de entonces, sino que habían sido articulados en las reflexiones y quejas de los promotores del movimiento . En su mente aparecía luminosa la remembranza de la teoría de riquezas que atravesaban el país en el apogeo de la ruta de Panamá . Las restricciones económico-fiscales de la metrópoli las miraban como un obstáculo para el disfrute de las posibilidades comerciales implícitas en la posición de nuestro territorio . El cauteloso aflojamiento de las regulaciones monopolistas en la segunda década del siglo había permitido un prometedor, aunque transeúnte mejoramiento de las actividades mercantiles. Pero todo aquello les parecía cicatero e injusto. Los istmeños tenían derecho a aprovechar en beneficio propio las condiciones inmejorables para el progreso comercial que ofrecía el suelo nativo . La desvinculación de España se imponía a su espíritu como necesidad, tarea, deber . Si para la paz de su conciencia el deber fue cumplido, en cambio la necesidad permaneció sin satisfacer y la faena inconclusa . Una y otra quedaron pendientes, como problema y propósito, como acicate y aspiración de las generaciones istmeñas del siglo XIX . 2 Independencia y nacionalidad, en efecto, sólo tuvieron planteamiento el 28 de noviembre . Su realización había de absorber prolijos y tensos esfuerzos desplegados, perdidos y frustrados entre la trama de una historia sarpullida de contradicciones . A los factores y causas endógenas del desconcierto e incertidumbre de la vida istmeña en la centuria precedente sumóse siempre, complicando el enredijo, apretando el nudo, la intrusión de los 39
intereses e influencias del centro santafereño . Mas aunque bastardeaban y deformaban la índole de nuestras angustias y los elementos de nuestras peripecias, así como sus manifestaciones visibles, fueron impotentes para calcinar el sentimiento nacionalista panameño . Tímido y delgado manantial en 1821 fue recogiendo caudal en la travesía de sucesos que despertaban en el ánima panameña la conciencia de comunidad . Las bisoñas tentativas de la primera década sirvieron de preparación a los ensayos más definidos y mejor estructurados de 1840 y 1855, el Estado Libre y el Estado Federal . 3 El resplandor cenital de Bolívar había encandilado a los istmeños . Las sombras de su véspero oscurecerían sus espíritus y despistarían sus pasos en los intentos iniciales de encontrarse a sí mismos. El bolivianismo, introducido en el bagaje de los comandantes militares destacados de Bogotá, desquició la escena política istmeña . La desgana por la asociación acordada en 1821, germinada casi enseguida, se extendía poco a poco y no dejaba de manifestarse, aunque sin vertebrarse en un franco esfuerzo secesionista. Los hechos mismos que se sucedían en Colombia no tardarían en auparla . La dictadura de Bolívar en 1828 fue el postrer espasmo de la Gran Colombia . La de Rafael Urdaneta su partida de defunción . La disgregación que apuntó cuando todavía el Libertador daba fiestas en el palacio de Torre Tagle, quedaba consumada en 1830. Sus repercusiones tenían que producir grietas en la adhesión de las provincias más alejadas del centro . Fue lo ocurrido al Istmo en 1830-31 . Los pronunciamientos de José Domingo Espinar, en septiembre de 1830, y de Juan Eligio Alzuru, en julio del año siguiente, afectan la forma ostensible de acciones apuntaladas no más por la ambición de poder personal . Contribuye a imprimirles tal fisonomía la inmiscuencia de la pugna foránea de bolivianos y santanderistas, más tarde conservadores y liberales, godos centralistas y radicales federalistas . Es indudable, no obstante, que uno y otro caudillo militar daban vado con sus gestos al sentimiento 40
separatista que corría subterráneo por tierras del Istmo . La autenticidad de tal sentimiento recibe confirmación en el hecho de que los santanderistas que repudiarion el pronunciamiento de Espinar por considerarlo un ardid boliviano y un acto de usurpación suscribieron el de Alzuru, tan boliviano como su jefe y no menos usurpador. 4 Separados los pretextos personales de los motivos reales, los propósitos e intereses individuales y sectarios de las necesidades colectivas, las actas de 1830 y 1831 son semejantes y quizás complementarias . Ambas se rigen por el concepto de que la unión a Colombia fue una decisión espontánea y libre susceptible de revocación en igual forma . Ninguna de las dos, evidentemente, deduce de ese hecho sus conclusiones lógicas últimas. No llegan a la independencia . Se satisfacen con la autonomía . El Istmo sólo se aparta temporal, transitoriamente de Colombia mientras se reconstituye la federación . Y el pensamiento federalista, subyacente en ambas, alimenta la aspiración de que tome residencia en el Istmo la capital del gobierno general . En el acta del pronunciamiento alzurista el espíritu civilista, alertado por la experiencia de los meses anteriores, se esfuerza en presentar, con adverso éxito, la concentración personal del poder y la supeditación del civil al militar . 5 En la perspectiva de la evolución istmeña lo que sobre todo caracteriza a dichos pronunciamientos es el papel que juega en ellos el cabildo de Panamá. Como en 1821, aunque en condiciones diferentes, el cabildo se reputa depositario y ejecutor inmediato del poder radicado originariamente en el pueblo. Diez años antes el cabildo había repudiado y desconocido conjuntamente la autoridad colonial, delegación de la Corona, y la de ésta misma . En 1830 y 31 se halla ante la vacancia del poder central con el cual se había soldado la asociación . Ello hace necesaria una nueva estructura y el cabildo integra al pueblo en 41
la corporación para que delibere y decida, gestión idealmente subversiva que engendra una nueva legalidad . No importa que la forma subalterna, anecdótica del acto, presente al cabildo sometido a presiones que le imponen confirmar en el mando a quienes lo tomaron por mano propia . Tras la apariencia perecedera queda el reconocimiento de la jerarquía del cabildo como encarnación inmediata de la soberanía popular . 6 IGUAL PERFIL ofrecen los hechos de noviembre de 1840 . La guerra civil ha desmembrado a la Nueva Granada . La rebelión arde cerca de Bogotá y el poder central prácticamente abdica en las provincias . En la misma casa consistorial donde se tomaron los votos de 1821, 1830 y 1831 se reúnen el pueblo y las distintas jerarquías el día 18 . Se declara cancelada toda obligación con el centro y erigido el Istmo en Estado soberano . La proclama recibe seis meses después la confirmación de la convención constituyente que instituye el estado "independiente y soberano" del Istmo . El pensamiento nacionalista y la capacidad política de los dirigentes han avanzado . El acta de 1840 es también un acta constitucional . Las funciones de las autoridades públicas quedan delimitadas . Se crean dos organismos de control cerca del jefe del Estado . El consejo de cuatro miembros, presidido por el vicejefe, deberá dar acuerdo previo a todas las medidas de orden ejecutivo que tome el jefe superior . La "comisión legislativa provisional" que integrará el ayuntamiento en pleno, con adición de tres ciudadanos, adoptará las aclaraciones y reformas urgentes al régimen fiscal . El federalismo no deja de hacerse presente . Mantiénese la posibilidad de la reintegración siempre que se haga según el sistema federativo y sin menoscabo "de los intereses de los pueblos del Istmo ." El Estado Federal surge quince años después no por metodos pugnaces y escisionistas, sino por los suasorios que tesonera y calmosamente emplea Justo Arosemena . Su pensamiento recorre y se adueña de todos los argumentos, geográficos, económicos, sociales, políticos, históricos los cuales dispara al blanco 42
de la renuencia colombiana hasta vencerla . Los pronunciamientos precedentes sin duda influyen para que se acuerde legalmente la autonomía federal del Istmo . La revocaría treinta años después un golpe de estado, que ello fue la abolición del estatuto federal de 1863 . El extremo centralismo de la constitución de 1886 colocó el Istmo bajo férrea dependencia . Con ello dió creciente vigor y extensión al nacionalismo istmeño que ya no aspiraría a nada menos que la independencia . El 3 de noviembre fue su concreción . V
LA REPÚBLICA, META Y CAMINO 1
LA INDEPENDENCIA, hecho de armas, exigía la sanción jurídica de la voluntad popular . Situado en el derrotero de sus antecedentes históricos, el ayuntamiento de Panamá actuaría otra vez como intérprete y personero del pueblo . ¿Habrían de preguntarse los ediles de 1903 sobre la vigencia que en la masa popular tendría el sentimiento separatista, el querer ser, la vocación de nacionalidad? ¿Acaso no lo vieron congregarse aquella tarde, menos al llamado de algún cabecilla que bajo el impuso del descontento y la inconformidad recogidos en el hondón de su ánima como poso de emociones explosivas? Abundan los testimonios desprevenidos de extranjeros visitantes o residentes en el Istmo en las cuatro décadas posteriores del siglo XIX sobre el despego general de los panameños hacia Colombia . El recrudecer de los métodos centralistas, absolutistas casi, represivos siempre, después de 1886 suscitó la correspondiente reacción separatista . Desgreño y corrupción administrativa . Abandono del país al acoso de necesidades remediables . Insensibilidad del gobierno central a las quejas istmeñas . Todo esto empujaba la difusión del sentimiento nacionalista por encima de los distingos e intereses banderizos . Concreta prueba dio la noche del 4 de junio de 1899 . El doctor Francisco Ardila había publicado semanas antes en un periódico local un artículo en donde aseguraba que había no pocos 43
panameños partidarios de la independencia y explicaba las causas de tal actitud . Aquella noche se le llevó manifestación de respaldo que organizaron conjuntamente liberales y conservadores . León A . Soto, uno de los oradores, sufrió después arresto y ultrajes de la gendarmería . Su muerte fue consecuencia del atropello. La guerra civil de los mil días desvió hacia los campos de batalla el sentimiento separatista . Es muy posible que no fuera éste extraño al predominio de las armas liberales en el Istmo . Resultó, pues, natural que no se ocultaran los panameños la tarde novembrina en que la incertidumbre, la angustia de] porvenir inmediato se aposentaban en tantas almas . 2 En la noche del 3 el concejo resuelve aceptar y sostener el movimiento separatista efectuado horas antes . Seguro está de que se ha cumplido una acción querida por la masa popular . Pero no debe haber dudas, aparte de que si la independencia ha sido proclamada, la república no es todavía sino una entelequia. Llama a cabildo abierto que se efectúa el día siguiente, cuando la tarde promedia . Poco han de esforzarse los oradores. No hay disentimiento . El pueblo está allí no como testigo, sino como actor . Sus exclamaciones rubrican la palabra de los ediles . Confirmada la decisión separatista, el Cabildo, dentro de la tradición de 1821, 1830, 1831 y 1840, confía a un grupo de ciudadanos la dirección del Estado mientras lo constituye jurídicamente una convención nacional libremente elegida . Se juramenta a las nuevas autoridades civiles y militares . Suscribe el pueblo una adhesión . Se levanta el acta de lo acontecido . La independencia queda legalizada por la voluntad popular, consultada y ejercida por el cabildo. Con la república, la nacionalidad estrena una nueva fase de su inacabado proceso . 3 Las actas del 3 y 4 de noviembre coronan un desarrollo histórico y político cuyas raíces están mucho más allá de 1821 . En las décadas transcurridas desde esta fecha han madurado 44
ideas y sentimientos bajo la acción de una varia sucesión de acontecimientos . Dichos documentos son fruto de todas las experiencias, reflexiones y congojas del período anterior . Las razones históricas -expresión de una particular forma de convivencia sobre un país natural dado- están allí sintetizadas . No se enuncia directamente, sino mediante frases connotativas, el hecho que ha provisto el motivo inmediato de la secesión : el trato dado en Colombia a la convención canalera . Y está bien que así sea . La compulsión geográfica, la obsesión del puente, la ilusión del tránsito han gravado usurariamente la conciencia panameña de todas las épocas . Puede tal vez obtenerse la prueba sociológica de que han ejercido poderosa influencia en la formación de los caracteres espirituales del panameño . Pero también se debe sostener que esa influencia, originariamente legítima, aparece abusivamente magnificada por intereses que han sofocado y disminuido otros recursos materiales y espirituales de que también se nutre la nación. Pues una nación no puede confundirse con un campamento de mercachifles establecido en las riberas de un canal . No sólo confinen las actas la justificación histórica de la independencia. Proponen también las condiciones de la justificación política como tarea para el futuro inmediato . La nación es ya independiente . Pero la república tiene que ser internamente libre para que la independencia, -digámoslo con palabras inolvidables de Justo Arosemena-, no se convierta en un sarcasmo . "Independiente, democrática, representativa y responsable" tiene que ser para que el Istmo "prospere en el seno del Derecho respetado y de la Libertad asegurada" . Tales habían sido "los fines de la sociedad política" concertada con Colombia . Como no se cumplieron, el Istmo canceló la asociación . Para hacerlos reales y efectivos, surge la República, camino antes que meta de los esfuerzos superadores de los panameños . 4 El pensamiento de libertad personal y política y de soberanía popular de las actas del 3 y 4 de noviembre encauza la 45
labor de los convencionales de 1904 que dieron a la República su primera constitución . Pasado medio siglo, ese pensamiento no ha caducado . Las conclusiones teóricas en que se apoya han sido reexaminadas, sin duda, para darle mayor y más firme valor. Su prospecto de soluciones a la aspiración imperecedera del hombre -la libertad y la felicidad- ha sido enriquecido por la experiencia . Pueden los totalitarios de ambos extremos, comunistas y fascistas, abominar de la soberanía popular . Ni unos ni otros han presentado un sustituto que la práctica no haya descalificado . El espíritu y el ideal que inspiran las actas del 3 y el 4 noviembre o pueden apagarse en nuestro país . Sus desfallecimientos serán transitorios mientras en el hombre panameño no perezca la conciencia de que la nacionalidad constituye una larga faena, nunca concluída, siempre renovada que enlaza, por bajo los años, los esfuerzos sucesivos de las generaciones . Ante esa conciencia, la independencia carece de sentido sin la república y la república se desvanece sin la presencia activa del pueblo . En la sesión nocturna del día 3 estaba ella ímplicita . En el cabildo del 4 operante . De allí la trascendencia y vitalidad histórica de esos actos memoriosos . OCTUBRE, 1953 .
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Conciencia crítica de la República
QUIZAS EUSEBIO A . Morales es hoy el menos conocido de los hombres que condujeron a la República en sus jornadas primeras . Es pertenencia minoritaria la cabal apreciación de su categoría intelectual y de la magnitud de su esfuerzo en el alumbramiento y la estructuración del nuevo Estado . Tal desconocimiento duplica la incomprensión casi hosca de sus propios coetáneos respecto de un hombre que no fue segundo de nadie en la aceptación y el cumplimiento de la responsabilidad de darle contextura liberal a la República . En el grupo de los fautores del episodio separatista, dirigentes luego del Estado durantes tres largas décadas, Morales fue el pensador más riguroso, el escritor más infatigable y el estadista más orgánico . En Pablo Arosemena dominan el escritor y orador político temperamental, imperativo, fulgurante . Carlos A . Mendoza, apasionado y batallador, fue sobre todo, grito, impulso y ataque . Belisario Porras, perspicaz y contradictorio, dispuso de gran capacidad realizadora . Ramón M . Valdés, meditabundo y reposado, apenas tuvo tiempo para demostrar sus calidades de gobernante . Con ser todos figuras cimeras del conjunto mejor integrado que ha dirigido al país desde 1903, a Morales le distingue entre ellos la gravedad de sus preocupaciones, la penetración de su pensamiento, la amplitud de su visión y la persistencia de s u esfuerzo edificador . Al advenimiento de la República, su mentalidad está ya encauzada en una corriente de ideas rectoras que discurren por los 47
arcaduces de la ideología liberal . Su pensamiento comienza a orientar el nuevo Estado con el acta de independencia, documento en el cual la efusión emocional propia del momento está contenida dentro de frases concisas y pulcras, pero justamente expresivas de las causas de la separación y los objetivos de la República naciente . Durante los cinco lustros posteriores, ni su reflexión ni su actividad se separan de las peripecias de la nación ni aún en los instantes en que deja de participar en las funciones del Estado. No hay rama de la administración pública que no le adeude algo a su esfuerzo práctico o a su palabra mentora . La organización del gobierno, la orientación liberal de la educación pública-subsistente a pesar de las acometidas reaccionarias toleradas y hasta apadrinadas por los liberales pávidos, extenuados y podridos de hoy-la reforma tributaria, la vitalización de la economía nacional y la defensa de los intereses y derechos de Panamá en relación con el Canal fueron preocupaciones y faenas de que nunca exoneró a su inteligencia . Los informes, memoranda y aún resoluciones y cartas que escribió como jefe de varios despachos ejecutivos o como representante diplomático de la República no son meras prosas burocráticas sino ensayos ele ciencia política aplicada, singulares por su visión integral de los problemas, la penetración de su análisis y el rigor lógico de los razonamientos . No obstante, Eusebio A . Morales jamás llegó a disfrutar del anchuroso reconocimiento público de que fue merecedor . Se abrió paso por entre una resistente atmósfera de incomprensiones . No había entre sus contemporáneos nadie que conjugara más capacidades no ya para el ejercicio rutinario del gobierno, sino para, una vez agotado el impulso primo de la República, llevar el Estado por nuevos caminos y salvar los arrecifes ya visibles entre los cuales naufragaría nuestra historia política . Un precepto constitucional, desprevenidamente redactado o deliberadamente deformado, le cerraba el acceso a la rectoría del Estado al hombre que le había prestado voz en su hazaña inicial . Cuando, catorce años después, se trató de suprimir la exclusión odiosa, lo que debía ser acto nacional de justicia quedó reducido a menu48
da pugna banderiza . Se apostrofó con un gentilicio cargado de intención peyorativa a quien, no obstante el accidente geográfico de su nacimiento, en largos años de vida en el Istmo se había consustanciado de tal modo con nuestra historia, nuestro espíritu y nuestras angustias, que nadie como él había advertido las fallas y necesidades de la nacionalidad . Quizás la glacial actitud con que le miraban tantas gentes era, en parte, eco de los rasgos de su carácter . Su temperamento, su vocación de estudio, sus cogitaciones, le alejaban de las algarabías callejeras como de los chismorreos palaciegos . Sabía que la política es agitación pública, emoción colectiva, trasiego multitudinario . Pero consideraba que la mecánica de la lucha externa era infecundo desfile si no estaba regida por la dinámica de las ideas y los principios, Dividía a los dirigentes políticos en tres categorías parejamente necesarias : "los pensadores políticos, los políticos emocionales y los políticos de acción ." Y aunque advertía los peligros de la acción emocional y de la voluntad presta, pero desasida de la reflexión profunda, rechazaba "la apatía melancólica de los hombres que marchan entre sombras y entre dudas, por una ruta sin meta visible, gobernados por el miedo o dominados por una pereza espiritual invencible ." Ni muñidor electorero ni teorizador estéril, participaba en la vida pública con una fina percepción de su responsabilidad . Observaba serenamente el decurso de nuestras luchas políticas y discernía las causas reales de discrepancia de los pretextos engarzados en las proclamas banderizas . En su irreductible intimidad se sentía distante por igual de los bandos adversarios y procuraba servir al país con independencia de las filiaciones transitorias y traslaticias . La conciencia de su valía y responsabilidad le daba un sentido de orgullo y dignidad que resistía imperturbable los ataques aviesos . Sólo muy rara vez lograban las miserias cotidianas irritarlo y entonces su respuesta era cáustica : "Yo soy enemigo de dar explicaciones de mi conducta . A mí me causan tristeza los hombres que a cada instante le estén dando informaciones al público sobre lo que hacen o no hacen con el fin de responder a cargos pueriles o graves, manifiestamente injustos y apasionados . Yo ni explico ni me defiendo . Hay dentro de mí un testigo superior 49
que sabe lo que hago, lo que soy y lo que merezco, y mientras ese testigo esté satisfecho, la voz de los calumniadores, la baba de los envidiosos, la ira de los necios y los estúpidos, en nada alteran la serenidad de mi espíritu . Yo me considero muy por encima de toda esa morralla asquerosa que surge en las democracias embrionarias y que trata de hacerse sentir mordiendo furiosamente a todo ser humano que tiene algún mérito ; y aún en la humildad de mi vida, tengo para todas esas gentes la única respuesta de mi desprecio y mi silencio ."Pero el hombre que tal decía no era un ser huraño y resentido . La aparente adustez de su semblante era la expresión de un espíritu siempre reconcentrado en la meditación sobre el destino de nuestro vivir colectivo . Los jóvenes que se le acercaban en busca de rumbo para sus inquietudes, de claridad para sus ideas, de estímulo para sus tentativas, encontraban un maestro anheloso de trasmitir sus conocimientos, un cordial amigo mayor que los incitaba al estudio y a la superación Individual por la acción consciente sobre el medio . Atraía su vivacidad mental, ganaba la atención su palabra pronta y concisa, subrayada con gestos rápidos, y admiraba la universalidad y hondura de sus conocimientos . II TESTIMONIO DE sus ocupaciones y preocupaciones, revelación de la variedad de sus inquietudes intelectuales, índice de su acción de dirigente son los dos volúmenes de Ensayos, documentos Y discursos en que recogió, poco antes de su muerte, sin que llegara a verlos impresos, parte de su labor escrita . No está en ellos todo el Morales escritor, pero sí una porción suficiente para formarse un concepto justo de su personalidad y su significación histórica . Estos dos volúmenes de prosa limpia y firme que viste sin gravamen retórico, pero con mucha propiedad, un ancho cuerpo de ideas, nos revelan el vigor mental y el poder de observación, síntesis y previsión de Eusebio A . Morales. Ninguna de las cuestiones conspicuas a que hoy se enfrenta el país panameño deja de estar expuesta, enunciada o implícita en estos escritos . "Cuestiones del Canal" y "El tratado del Canal' (1914) exponen las controversias suscitadas por la interpretación y apliso
catión del convenio de 1903 y formulan las posiciones de Panamá tan comprensivamente que todo el debate posterior en torno a esta gran cuestión nacional ha transitado dentro de las líneas fundamentales y en la dirección que él trazara . Complementan estos trabajos los que escribió sobre la "Liga de las Naciones" (1918), "El Canal de Panamá y la Liga de las Naciones" (1918) y el discurso "Panamá y su política", pronunciado en Ginebra en 1927, en los cuales discute el papel del Canal en la realidad política internacional engrendada por la primera guerra mundial . Su estudio sobre "Leyes inconstitucionales" analiza las deficiencias técnicas que en este aspecto ofrece el estatuto de 1904, censura las irregularidades y corruptelas con que durante años se desvirtuó y desacreditó dicha carta y propone reformas que sólo mucho tiempo después fueron incorporadas a nuestro derech o público . "La población del Istmo" (1919) es la meditación más seria que hasta hace poco se había consagrado a una fase tan importante como la demográfica de los problemas del desenvolvimiento nacional . Las consideraciones sobre "nuestras condiciones económicas" (1922), la "reforma tributaria" y "el impuesto sobre las ventas comerciales" (1924) siguen siendo válidas en sus partes esenciales . Los artículos "Chiriquí" (1907) y "Colón : su pasado y su porvenir" (1907) evidencian su interés por los Problemas de las varias secciones del país . Prolija sería la tarea de glosar espaciosamente cada uno de los escritos que contienen dichos t u~. Sólo querernos referirnos a un rasgo común a todos ellos . Es su pronta y aguda percepción de los síntomas del deterioro político que los años recientes han traído a extremos oprobiosos . Nadie como Morales percibió tan a tiempo la aparición de fenómenos que denunciaban la presencia, en la raíz de la existencia nacional, de factores negativos que han, trabajado sin cesar en nuestro detrimento . Había sido actor prominente en el nacimiento de la República . Había contribuido a dotarla de pensamiento y propósito . Había labrado instituciones . Pudo, así, advertir oportunamente las primeras mar nifestaciones de una serie de hechos de signo contrario a las expectativas y promesas mañaneras de la República . No sólo su in51
teligencia, sino su conciencia, lo erigieron en el crítico más severo de la tarea efectuada desde 1903 . "Los hombres que hemos estado envueltos en los movimientos políticos y sociales y en las transformaciones que el país ha experimentado durante casi un cuarto de siglo-dijo en una ocasión memoriosa-tenemos el deber sagrado de manifestar lo que hoy pensamos de nuestra obra de ayer y de expresar con sinceridad y con franqueza los resultados de nuestra experiencia" . Ya en 1906, en discurso pronunciado en un cumpleaños del doctor Pablo Arosemena, recuerda a los olvidadizos que "la obra de la separación no tuvo por objeto la realización de un negocio ni el aumento de bienes temporales para los promotores ; ella fue el resultado de un anhelo general de renovación y de mejoramiento político y social, después de largo y luctuoso período de persecuciones y de matanzas, de desolación y de desorden ." Era ya visible el divorcio, ahondado con el transcurso del tiempo, entre los grupos posesores para quienes la independencia fue sólo el medio de valorizar la propiedad raíz urbana y reanimar y fortalecer el comercio-deprimidos ambos por la guerra de los mil días-y las masas populares que a fines del siglo estaban saturadas de hostilidad contra la hegemonía conservadora santafereña . Poco después, en 1908, en el discurso leído al dar posesión del ejecutivo al presidente Obaldía, proclama la necesidad de una inversión radical en la conducción del país . "Los tiempos han cambiado y los signos de la nueva época revelan con elocuencia irresistible que el país tiene necesidad de renovación . Renovación de hombres, de prácticas, de costumbres y de sistemas . Renovación, señor, es la idea que corresponde al anhelo actual del pueblo panameño ; renovación es la bandera que casi inconscientemente han llevado en alto las agrupaciones que os han elegido ." Ocho años después, en 1916, en medio de deshecha tormenta política que golpea furiosa los bastiones de las instituciones públicas, y en la cual casi zozobra la independencia nacional, escribió un artículo que es la requisitoria más severa contra lo que habla sido hasta entonces nuestra práctica política . Quería ser el escrito un 52
llamamiento a la reflexión de parte de los bandos contendores . Episodio doloroso de nuestra historia impidió que fuera publicado . Doce años adelante le agregó nuevas conclusiones . "El curso de la política y de todos los asuntos públicos panameñosdice entonces-ha venido empeorando día por día y haciendo más imperativa una renovación esencial y profunda de nuestra vida nacional ." ¿Cuáles son los males que denuncia? Para describirlos íntegramente "sería preciso -dice- analizar los orígenes remotos y próximos de nuestras pervertidas costumbres políticas y de nuestros no menos perniciosos hábitos sociales." Se limita, pues, a señalar los más importantes : "la debilidad del sentimiento de la propia nacionalidad ; la falta de fe en la propia existencia soberana ; la falta de confianza en la propia capacidad como entidad independiente ; y el pesimismo más profundo respecto de los destinos nacionales ." ¿A qué atribuir, según él, tales defectos? "La facilidad -explica-con que el Istmo obtuvo, primero, su independencia de España en 1821, y después su separación de Colombia en 1903, la hemos pagado con la compensación dolorosa de poseer un organismo nacional anémico, sin espíritu, sin fuerza y sin fe ." En otro párrafo elabora más su pensamiento: "Panamá, país nacido a la vida independiente sin luchas y sin sangre, sin actos de heroísmo y sin el sacrificio de ningún mártir, se encontró súbitamente disponiendo de un bien que no había conquistado con su esfuerzo y es natural que todavía hoy, trece años después de la independencia, este bien inestimable no sea apreciado en todo su valor . Aún entre los mismos promotores del movimiento de separación había hombres que no creían en la permanencia de lo que estaban fundando y para quienes lo esencial era resolver un problema económico inmediato y personal, más bien que reconocer el espíritu y consagrar la existencia de una nacionalidad ." Graves palabras cuya significación intensifica el haberlas dicho un hombre que conocía íntimamente los sucesos y circunstancias que rodearon el advenimiento de la República . Consecuencia de lo expresado es "el falso concepto que aquí se tiene de lo que es la democracia, el falso concepto de 53
lo que es la política y las ambiciones injustificadas y prematuras" que engendran "agrupaciones nuevas disgregadas de las antiguas, cada día más pequeñas e insignificantes, creadas por hombres mediocres sin otro propósito que el mezquino de su propia conveniencia" . Como resultado de ello, "los llamados partidos políticos panameños son organizaciones prematuras, sin ideales definidos, sin propósitos impersonales visibles y sin la cohesión espiritual que caracteriza a los partidos verdaderos ; son organizaciones transitorias fundadas sobre el substratum de partidos colombianos inadaptados aún e indaptables al nuevo ambiente nacional ; son los restos dei caudillaje creado por las antiguas luchas fraticidas que hoy bajan al ocaso para no tener otras auroras ." "¿Son esas diversas agrupaciones-pregunta-los exponentes legítimos de ideas liberales o de Ideas conservadoras panameñas? ¿,Están de algún modo demarcados los linderos entre esas agrupaciones para poder decir que un número cualquiera se halla dentro de ellos o fuera de ellos? ¿No es muy significativo el hecho notorio de que desde 1903 para acá grupos de liberales y de conservadores se han declarado inesperadamente enemigos de los demás miembroa de sus supuestas colectividades con saña aún mayor de la que antes de la separación del Istmo existía entre liberales y conservadores? ¿No están revelando esos fenómenos repetidos un proceso de desintegración y de disolución de los partidos tradicionales del país? Grupos que se han separado sín causa plausible, si no es la de un mezquino interés, en cualquier momento se unen de nuevo a otros con los cuales han estado en abierta pugna, y mañana se disgregan de éstos y se tornan aliados activos de sus enemigos de ayer, todo con una presteza y una agilidad que me hace recordar ciertas danzas modernas en las cuales hombres y mujeres forman una cadena cerrada en forma de círculo y cada bailador dado de manos con sus vecinos va cambiando de posición por entre los demás al son de la música, hasta que el jefe de la danza da una palmamada ; la pareja que le queda a uno delante es la que le corresponde, Y la danza continúa entonces entre parejas sueltas hasta que la otra palmada dá la orden de restablecer la cadena y re54
petir la operación. Esa ha venido siendo la actitud de nuestros políticos, de tal suerte que ya ningún leader tiene la seguridad de que le sigan todos o siquiera la mayoría sus supuestos adherentes". Un lustro más tarde en la colación de grados de la Escuela Nacional de Derecho, el 22 de Noviembre de 1922, vuelve a examinar el panorama nacional y a señalar la existencia de problemas políticos, sociales y económicos que exigen solución sin demora . "Es preciso -dice que sepamos todos, desde el más humildehast elmásencumbradohabitned est uelo,quetnemos problemas graves dignos de estudio y que de su solución justa depende el desarrollo de las potencialidades de nuestro pueblo y la intensidad de ese desarrollo ." Señala enseguida las tareas más urgentes que han de cumplirse para la realización del progreso nacional . La primera es la concertación de un nuevo tratado del Canal que le permita a Panamá "alcanzar algo muy esencial, cual es la delimitación clara de su esfera de acción como pueblo independiente, y asegurar la perpetuidad de su vida soberana ." Reclama luego la reforma sustancial de la Constitución, la reorganización completa de la administración de justicia, la renovación fundamental del régimen municipal y la rectificación de las instituciones y costumbres democráticas para que la política deje de ser una industria provechosa y ascienda a su categoría de deber cívico . Es entonces cuando propone, para la solución de este último problema, una medida que ya había insinuado en su estudio sobre las leyes inconstitucionales : la limitación de los elegibles en toda elección popular . "La función de legislar-había dicho- es una de las funciones más graves, serias y difíciles que el hombre puede desempeñar en cualquiera sociedad organizada, y por eso la selección de los encargados de desempeñarla debe hacerse teniendo en cuenta únicamente a los más aptos, ilustrados e íntegros ." III PUEDE, DESDE luego, apurarse un poco más el análisis de las realidades disectadas por Eusebio A . Morales y descubrirles 55
causas más profundas . Habría que establecer, por ejemplo, si el persistente sentimiento nacional que se manifiesta durante el siglo XIX en no menos de tres intentos separatistas o autonomistas es posesión de la generalidad de los panameños o interés y aspiración de los sectores dominantes pero reducidos . Precisa averiguar si la flojedad de ese sentimiento que repetidamente denuncia Morales es, a partir de 1903, manifestación del descontento que surge en las zonas menos adormecidas de la masa popular al comprobar que los beneficios materiales y políticos de la independencia se convierten en usufructo exclusivo de estrechos círculos oligárquicos . Tendríamos que dilucidar si la manifiesta incapacidad de las esferas dirigentes para percibir en su contenido real los problemas del país y resolverlos con vistas al mejoramiento de las mayorías populares y no en función de los intereses económicos de la minoría, ha inducido en e) pueblo una actitud de insolidaridad hacia las dificultades de la nación . Cabe, finalmente, dudar de la eficacia rectificadora del tratamiento que el doctor Morales proponía para corregir la degeneración de la democracia representativa en Panamá . La selección de los elegibles en razón de su aptitud, ilustración e integridad necesariamente cerraría el acceso a los cuerpos electivos a numerosos elementos capaces de comprender y realizar las aspiraciones populares, No obstante la difusión de la instrucción pública, la cultura sigue siendo disfrute restringido porque su adquisición está demasiado unida todavía a las circunstancias pecuniarias . La educación política de las masas, descuidada y frustrada deliberadamente por los grupos adinerados que, salvo fugaces intervalos, han ejercido la hegemonía política en el país, sólo pueden emprenderla desde abajo los partidos sustantivamente populares y cumplirla desde arriba un Estado panameño que haya sido rescatado del secuestro en que hoy le tienen camarillas indoctas y deshonestas . Pero cualesquiera que fuesen las objeciones que susciten los razonamientos de Eusebio A . Morales, es indudable que nadie como él tuvo conciencia de la temprana crisis de la República ni habló con más franqueza reclamando la rectifica56
ción fundamental de la ruta de trastorno, desconcierto e imprevisión que hemos seguido desde 1903 . A los veinte años de su tránsito subitáneo y desgarrador, no ha perdido validez la crítica que consistentemente hizo casi desde los comienzos de la República. Las generaciones presentes tienen el deber de recoger y revaluar su obra y de superarla mediante una acción decidida, unívoca e intransigente que cancele este presente oscuro y maligno, sobrevivencia de una pasado históricamente fenecido, aunque políticamente insepulto . FEBRERO, 1949 .
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DON GUILLERMO Y DON JUSTO
Dos hombres ante una misma preocupación 1 EL 9 DE agosto de 1817 comenzaba en esta ciudad la vida de Justo Arosemena, numen tutelar de la Universidad de Panamá . El 8 de agosto de 1879 nacía aquí don Guillermo Andreve, uno de los miembros fundadores de la Academia Panameña de la Historia, cuyo elogio me corresponde hacer como desigual sucesor suyo en el escaño académico, Tal conjunción de circunstancias responde por mi presencia en esta tribuna . Desde luego, la significación del acto es tan indiferente a mi persona y se hace tan visible por sí misma, que poco habrá de adeudarle al esfuerzo de interpretación con que retendré durante algunos momentos vuestra benévola atención . Parece evidente que la asociación de esos dos nombres en el presente homenaje no se vincula a cosa tan eventual como una coincidencia de fechas. A poca que recortamos imaginariamente el paisaje existencial que cubrieron con su actividad, podremos "Este discurso fue pronunciado ante la Academia Panameña de la
Historia en el mes de noviembre de 1952 59
ver que, no obstante sus obvias diferencias individuales y la distancia que separa sus días, hay un punto en que su acción y pensamiento se aparejan . Retozaban aún las mocedades de Guillermo Andreve por las callejas de la aldea detenida en el tiempo y el espacio que era nuestra ciudad de Panamá en las décadas postreras del XIX, cuando, apaciblemente, con la misma sencillez que habla impreso a su vida, daba don Justo Arosemena término a su larga faena de setenta y nueve años . Todavía era Andreve transéunte de ese tembloroso paraje, poblado de presagios y estriado de extrañas luces, en que el hombre comienza a tomar conciencia de su trágico destino, cuando ya el autor de los "Estudios Constitucionales" llegaba al cabo de un denodado esfuerzo por reducir a conceptos las duras contiendas en que estuvo comprometido y por acertar con la fórmula de una república estable, seguro habitáculo para la dignidad de la persona humana. Y, sin embargo, no es ficticio el propósito de buscar en ambas figuras un rasgo común que las enlace a través de los años . Yo diría, en efecto, que tanto Arosemena como Andreve son hombres dominados por la preocupación de darle firme contextura y sentido a la nación que pugna por ser en esta curvatura de América, el Istmo de Panamá . Hacia esa preocupación dirigiremos ahora la mirada, aguijado nuestro espíritu por el anhelo de iluminar los valores perdurables entrañados en la acción y el pensamiento de aquellos dos hombres . Y es que este homenaje conjunto de la Academia Panameña de la Historia a don Guillermo Andreve y de la Universidad de Panamá a don Justo Arosemena, adquiere significado como expresión del apremiante anhelo por adueñarnos de nuestro destino colectivo que sentimos quienes traemos hincada en la conciencia la angustia del querer ser . Tenazmente asediados por fuerzas materiales e incorpóreas al parecer conjuradas para nuestro acabamiento colectivo, comprendemos que sólo subsistiremos como una verdadera nación en cuanto sepamos evocar dentro de nosotros mismos las energías necesarias para labrarnos una personalidad enteriza y mantenerla enhiesta en medio 60
del fragoroso derrumbe de tantos valores . De esta agonía por la propia personalidad -y digo agonía en el sentido que reivindicó Unamuno- dan indicio las dos formas de actividad intelectual que más cultores ganan ahora entre nosotros . Moral e intelectualmente la novela panameña va superando las pruebas iniciales y dispone ya de un inventario no muy numeroso, pero de no desdeñable calidad . La pesquisa de la tierra olvidada del ayer comienza a descubrir los rastros de los caminos hundidos y las huellas del peregrinaje de las generaciones predecesoras . Tales esfuerzos son reflejos presagiosos de que está amaneciendo en el ánima panameña la preocupación por su sino, por su ser y mismedad, por su perduración, por su futuro . Historiador y novelista nos ofrecen testimonios de la aventura del hombre que vienen a iluminar zonas penumbrosas de nuestro ser, a damos atisbos y señales para nuestro porvenir . El acto que se cumple esta noche, bajo el patrocinio de la Academia Panameña de la Historia y la Universidad de Panamá, significa nada más que una tentativa de estimar la contribución de dos hombres ilustres, cada uno en su tiempo y medida, a la formación de la conciencia panameña . La vida de Guillermo Andreve comprende sesenta y un años, entre el 8 de agosto de 1879 y el 10 de octubre de 1940 . Participa de las dos décadas finales del período de unión a Colombia y de las cuatro primeras de la era republicana independiente . Durante su infancia fenece uno de los ensayos políticos más interesantes en la evolución hispano americana, el del radicalismo colombiano, y se establece firmemente un concepto y modo de gobernación que se prolonga por cuarenta y cinco años y tiene dilatadas consecuencias en el devenir de la nación panameña . El mozo Andreve nutrirá su pensamiento y encontrará paradigmas de conducta en las enseñanzas y los gestos de un grupo de hombres que, ya en el poder, ya en la oposición, ocupan prevalente puesto en la escena colombiana durante largos lustros a partir de 1860 . Todavía en sus años de madurez volverá hacia ellos la mirada . En defensa de sus doctrinas y a la invocación de sus nombres proceros estrenará su pluma de escritor y sus 61
armas de guerrillero, El resplandor del alzamiento liberal de 1889 encandila al joven nunca saciado de lecturas románticas . No mueren aún en Hispano América los ecos de las metáforas resonantes de Víctor Hugo y el adolescente enrolado en la asonada o la montonera se siente un héroe literario que busca el furtivo beso de la gloria militar como el de su primera enamorada . Esperamos todavía el novelista que reviva con lozano vigor las andanzas de aquellos zagales revolucionarios de fines de siglo que, apenas sombreado el bozo, ávidos de emociones, imbíbitos en ansias heróicas, fugaban sigilosamente del hogar una noche oscura de noviembre, se perdían por las veredas de nuestra manigua, tomaban pasaje en un débil esquife que los llevaban a costas extranjeras, y amanecían cualquier día en el campamento de Domingo Díaz o de Manuel Antonio Noriega o iban a enrolarse bajó las banderas de Belisario Porras y Benjamín Herrera . Andreve fue uno de ellos . Unas sobrias notas autobiográficas, veladas en algunos párrafos por tenue neblina melancólica, relatan sus andanzas insurgentes . De vivac en vivac . Una escaramuza seguida de otra . A órdenes hoy de un jefe, mañana a las de otro . Y la vuelta al seno familiar, quebrado el esfuerzo, pero acendrada una valiosa experiencia, una certidumbre orientadora . La separación definitiva de Colombia se acercaba, apurada por fuerzas históricas irresistibles . Marchó en la poblada del 3 de noviembre de 1903, y consumado el acto separatista, quedó incorporado a las jerarquías superiores del recién nacido ejercito nacional . "Todavía no había cumplido veinticuatro años" dicen las Notas citadas . II VISTA DESDE fuera, a través de un criterio político formalista, la independencia parece una ruptura . Enfocada desde dentro, históricamente, nos presenta una evolución que se cumple sin intermisiones, El nuevo estada se fragua dentro del molde jurídico de la constitución centralista colombiana de 1886 . Los hombres que asumen su gerencia se han formado ideológicamente en el medio cultural colombiano . Su experiencia buro62
crática la acumularon algunos en los despachos administrativos o en los estrados judiciales del régimen repudiado . Sólo así pueden entrar a gobernar la nueva república, sin que se produzca una interrupción fatal en el funcionamiento del aparato oficial . La república pudo marchar enseguida sin mayores tropiezos porque no fue una revolución en el sentido sociológico sino un simple cambio de elenco dirigente . Y no tuvo que crearse tantas cosas que no pudiera conservar la mayoría de las preexistentes . Guillermo Andreve juega en esta coyuntura un papel cuya importancia ha precisado el paso de los años y cuyo mérito le es inalienable . En "Los poetas de la generación republicana', donairosa travesura de mocedad, ha señalado Roque Javier Laurenza el optimismo con que la joven república se dio a la tarea de hacerse su élite intelectual . Ahora sabemos que no fue aquel un tonto alarde, sino empeño fructífero que impidió que la secesión ocasionara una cesura cultural de efectos retardatarios en nuestra formación espiritual . Andreve percibió tal necesidad y trabajó para satisfacerla . Meses después del 3 de Noviembre fundó "El Heraldo del Istmo" que vivió tres largos y fecundos años y fue centro motor de una gran actividad intelectual. Calaboraron en la revista intelectuales ya logrados y novicios que se convirtieron luego en nombres significativos de la literatura nacional . Sin la labor animadora y estimulante de Andreve, aquel grupo se habría talvez dispersado, perdido el gusto por las faenas del pensamiento, y la esterilidad intelectual de la república habría sido largo tiempo incurable . La literatura hispanoamericana, dice en alguna parte Luis Alberto Sánchez, es hechura de burócratas . No es menos cierto que la política, en porción considerable, es menester de literatos sustraídos a su afición y oficio . La política reclama pronto a An-dreve y absorbe las energías de sus mejores afros .Haceprtdl conjunto de combatientes de veinte a treinta años que se moldea, ensaya y emplea a fondo bajo el magisterio político de Belisario Porras, Carlos A . Mendoza, Eusebio A . Morales, Pablo Arosemena y Ramón M . Valdés . El régimen liberal, iniciado 63
con la presidencia de transición de José Domingo de Obaldía, le cuenta entre sus figuras de viso y le lleva a cargos de primera fila. Desempeña la secretaría de instrucción pública desde la primera presidencia de Belisario Porras hasta febrero de 1918, cuando renuncia por discrepancias políticas con el presidente Valdés, y vuelve al cargo de junio a septiembre del mismo año . Esta vez su salida del despacho es consecuencia de un incidente que nos deja apreciar con exactitud su sensibilidad nacionalista . Ocupado el país por las tropas estadinenses a causa de la enconada pugna electoral para la renovación de la asamblea nacional en 1918, Andreve, jefe del ramo educacionista, dispone que no se conmemore como fiesta nacional el 4 de julio . Considera que no puede una nación intervenida por un poder extraño celebrar como día de libertad la fecha de la independencia del país interventor. Su actitud le suscita el enojo oficial del representante diplomático de los Estados Unidos . Tiene que abandonar el sillón ministerial . No finaliza con ello su militancia política, pero sí se cancelan sus posibilidades de ascenso a posiciones más conspicuas . De 1919 hasta 1940, con diversas interrupciones, Andreve vive fuera del país en distintos cargos del servicio diplomático y consular . Muere en Los Angeles el 19 de octubre de 1940, puesta la vista en el suelo istmeño al que intenta, inútilmente, retornar para escribir su última línea y pensar sus últimas reflexiones . El propio día de su muerte dobla en la historia política del Istmo la página final de un período durante el cual el liberalismo y sus hombres dieron tono, sentido y contenido a la República . Se inicia entonces una etapa tormentosa . Una nueva situación que emerge de la decadencia del liberalismo y sigue desarrollándose todavía a través de momentos contradictorios y caóticos . Durante seis lustros largos la historia de la República es la historia del liberalismo en el poder . En todo ese tiempo el partido liberal y sus hombres dominan tan plenariamente la vida nacional que las consecuencias de su predominio se prolongan a despecho de acontecimientos que parecieron darles término . Esa historia no han sido examinada y expuesta desprevenidamente . Al liberalismo istmeño se le ha condenado, pero no es_ 64
timado en su verdadero valor . Ha sido objeto de vituperio y deprecaciones más no del análisis sociológico . Esta condena sin proceso, fue fácil recurso de impugnadores que pudieron así exonerarse de la obligación de establecer lo que el liberalismo es, lo que ha hecho y dejado de hacer . La indiscriminada requisitoria sirvió también para hacer pasar el contrabando reaccionario de la negación de algunos teoremas de la geometría liberal que, como el de la libertad y la igualdad individual, no pueden ser revocados, aunque su consumación suponga el avance hacia un sistema social exonerado de las relaciones del tipo histórico de sociedad que gestó y nutrió al liberalismo . El liberalismo istmeño padece las contradicciones ínsitas en su presupuesto doctrinal . Como actividad banderiza reproduce los rasgos bien conocidos de los partidos tradicionales hispanoamericanos . El carácter personal, más que ideológico, de las agrupaciones partidarias, la indefinición y confusión de las teorías y los credos, la fluctuación de las fronteras entre los partidos que dejan amplia margen a la trashumancia de sus adeptos, la cansada alternación de "oposiciones" y "gobiernos" que son sucesivamente actores y fiscales de idénticos pecados, conforman rasgos comunes a la vida pública de las naciones hispanoamericanas. La explicación del desbarajuste ha venido, finalmente, a radicarse en la índole primaria y el ritmo retardado de la organización económico-social, resultado en sí misma de la inconclusión de las tareas históricas de la guerra emancipista . La revolución de las colonias hispanoamericanas caía bajo el signo histórico de la revolución demo-liberal que, después de librada inicialmente en Inglaterra, pasó a los Estados Unidos y luego a Francia para recibir allí impulso y sentido ecuménicos . Políticamente, derivó en una mera guerra civil que desalojó de la América el dominio peninsular, pero dejó indemne la organización económico-social en que se asentaba la colonia . La ideología revolucionaria venida necesariamente de fuera, como la cultura imperante, no podía ser asimilada ni consecuentemente actuada por clases incipientes y toscamente delimitadas. Los partidos se congregan en torno a los caudillos . 65
Y éstos antes que demiurgos de realidades aurorales, son creación y en cierto modo intérpretes de las condiciones sociales en que se agitan . De las quejas y anhelos de las masas oscuras, abatidas y esperanzadas se percibe deshecho eco en la ampulosa fraseología de los cabecillas políticos, Podría hacerse una fácil paráfrasis diciendo que la historia política hispanoamericana en el ochocientos y parte del novecientos es el relato de las rencillas de los adalides de espada o de levita . Y, sin embargo, las pugnas engendradas por el disfrute del poder no dejaban de servir para la manifestación de las aspiraciones populares . Los caudillos, a su vez, veían la necesidad, la conveniencia de revestir sus arrestos de un ropaje ideológico que les confeccionaban más o menos a la medida los teorizantes de alquiler . Y las masas que les seguían no dejaban de poner oídos a sus proclamas ampulosas en las cuales intuían confusamente la imagen deformada de sus anhelos . La propia necesidad de conservar el poder asediados por foscas circunstancias sociales, forzaba en ocasiones a los gobernantes a emprender reformas que a veces no comprendían o cuyas consecuencias rechazaran si hubieran podido vislumbrarlas . Entre los de la América Hispana, ninguno más notable que el partido liberal colombiano por la unidad y continuidad de su pensamiento . Cualesquiera que fuesen sus errores en el poder o en la oposición, se le ve defender sin cansancio las más extremadas tesis del ideario liberal . De 1848 a 1880 dispone de una constelación de ideólogos notables y de jefes políticos que atesoran abundante material para la biografía y con los cuales se empeña en ensayos que se desploman agobiados por condiciones económico-sociales incontrastables . Un vasto país de inertes fuerzas económicas, dividido en grandes regiones despobladas, sin hombres de empresa ni una clase numerosa de propietarios rústicos, apenas con una delgada capa de artesanos, no podría resistir el tratamiento constitucional de 1863, el federalismo integral, con que intentóse dar solución al problema de la libertad y bienestar del individuo . Pero si examinamos desprevenidamente su actuación, llegaremos a comprender que 66
el liberalismo ha sido en Colombia agente de civilidad y cultura y fermento de la evolución social . El liberalismo istmeño es su legítimo descendiente . Sus primeras figuras Ilegal -un a la adultez durante el período colombiano. Sis maestros fueron los teorizantes y pensadores de la generación del 63 . Las masas liberales panameñas habían escogido ya sus jefes antes de 1903 y les habían seguido en las peripecias de la paz y la guerra . El auge popular del liberalismo en el Istmo, que se acentúa desde mediados del siglo pasado, puede considerarse en cierto modo como la reacción del panameño contra el severo centralismo a que trataron de someterle los gobernantes santafereños y que se hizo más hosco a partir de 1885 . Podría decirse que, hasta cierto punto, el liberalismo y el nacionalismo istmeño se identifican No por nada fue Justo Arosemena, liberal, el más sobresaliente personero de las necesidades y aspiraciones autonomistas de los panameños . La república de 1903 nacía, pues, en circunstancias que hacían posible una inmediata y exhaustiva aplicación del presupuesto político liberal . Sin embargo, fue obra de transacción . Los conservadores obtuvieron posición dominante en el primer gobierno republicano . Y cuando se trató de forjar la armadura jurídica del nuevo Estado, liberales y conservadores saldaron sus diferencias en el texto de la constitución de 1904, inspirada en la colombiana de 1886, cuyo fuerte sabor centralista le hacía confesar a Miguel Antonio Caro, su principal genitor, que se le había dado a Colombia una constitución monárquica, "pero desgraciadamente electiva ." La transacción de 1903 obligó a los liberales a ceder el poder durante cuatro años . De allí en adelante, y por más de cinco lustros, lo ejercieron sin interrupción . ¿Cuál es el balance de su obra? Con todos sus defectos, no el menor de ellos su presidencialismo extremo, la la Constitución de 1904, contiene de modo integral el esquema clásico de los derechos y garantías individuales . Con todas sus falsedades, la vida política bajo los gobierno liberales discurrió dentro de ciertas normas de convivencia que permitían la exPresión más o menos franca de las opiniones desidentes . Empero, 67
la deformación del sufragio cubrió de descrédito a los gobiernos liberales y fomentó la indiferencia e incredulidad política que rebotarían más tarde sobre el propio liberalismo . Sin embargo, anotados sus insuficiencias y sus errores, el equipo de prohombres liberales que organizó la república y la gobernó durante treinta años consecutivos no ha sido, en punto a capacidad, preparación, seriedad y sobriedad mental, superado por las generaciones que les han sucedido . Pablo Arosemena y Ramón Valdés como escritores, fulgurante e impetuoso el uno, terso y convincente el otro, no pierden su puesto . Belisario Porras y Carlos A . Mendoza como forjadores y conductores de partido siguen impares . Eusebio A . Morales es aún el estadista de más sólida arquitectura intelectual que ha pasado por las estancias gubernativas . La instrucción popular gratuita y laica y una serie de instituciones que abrieron camino a una evolución progresista, se acreditan a la obra del liberalismo istmeño . En el terreno de la acción, el caudillismo y el olvido de la educación política del pueblo aparecen como la falla más lamentable y una de las causas principales de la decadencia liberal . Hemos dicho que el caudillismo fue producto natural de las condiciones que gestaron la independencia y la república en Hispanoamérica . A través de los caudillos se hicieron presentes en la vida pública intereses e idead que en otros países más evolucionados actúan mediante partidos e instituciones . El caudillaje republicano fue, inicialmente, herencia de nuestra unión a Colombia . Mendoza y Porras poseían un caudal proselitista que habían formado durante sus años de indulgencia contra la hegemonía conservadora . Pelo el curso ulterior de su actividad recibe la influencia de las circunstancias en que se cumplió nuestra secesión de Colombia . La incruenta suavidad con que se efectuó el movimiento y la perspectiva de una vida nacional exenta de riesgos mayores, aflojan los resortes vitales de los grandes jefes del liberalismo que durante tantos años habían vivido en tensión constante . Quizás creyeron asegurada de una vez y para siempre la república liberal . O fue tal vez que, polarizada hacia el liberalismo la adhesión de una preponderante 68
mayoría popular, les faltó el acicate de un adversario pugnaz y poderoso y les sobraron energías para entretenerse en reyertas menores de familia . Poco a poco se agotaba el contenido ideológico de las dos grandes alas liberales, entre las cuales no habían divergencias teóricas discernibles . Fuéronse saturando de un acre personalismo que progresivamente enrareció la atmósfera política y terminó por engendrar un oportunismo burocrático cada día más insoportable . Los caciques rústicos, los gamonales desalojaron al pueblo como sustentáculo del régimen liberal . El mecanismo del compadrazgo sustituyó al incipiente sistema de partidos de opinión, imprescindibles al funcionamiento de la democracia . El propósito de fomentar una amplía y estable clase de labradores independientes, que habría sido factor de democracia, se redujo a un mediocre reparto de tierras que sirvió de estímulo al latifundismo. La educación política de las masas fue totalmente sustituida por el culto personalista . Tal es, en parco resumen, el proceso de la decadencia del liberalismo istmeño . No puede hablarse de los hechos que la informaron sin mencionar a Guillermo Andreve, quien fue oportunamente sensible a su presencia e intentó detenerla en lucha contra circunstancias que le vencieron . Andreve estuvo en relación estrecha con los caudillos, junto a los cuales adquirió estatura política, aunque no llegó jamás, quizás por faltarle temperamento de conductor de multitudes, a ganar la adhesión de éstas . Es indudable que trató de formarse una base política para el ejercicio de un programa al que dió concreta formulación desde 1922 . Mas volvió y dirigió su mirada y su voz hacia ciertos grupos profesionales de una clase media que, económicamente desarraigada, feudataria del presupuesto oficial e indigesta de Ideas a medio cocer, permaneció impermeable a su llamamiento . Observador y reflexivo, como Eusebio A . Morales, supo descifrar los síntomas de la desintegración liberal . Los problemas a que el liberalismo no había sabido enfrentarse daban origen a hechos y fuerzas que se volvían en contra suya . El atraso económico del país, la escasez de actividades productivas, el carácter parasitario de las mayores fortunas, la contradicción entre un 69
campo lánguido y ciudades congestionadas, la atonía de las fuerzas sociales y políticas reclamaban reformas y rectificaciones que los dirigentes liberales esquivaban . Andreve se hizo vocero de tales urgencias . Ya en discursos leídos de 1913 a 1917 en diversos actos públicos anota las complicaciones económicas provocadas por la construcción del Canal y denuncia las manifestaciones de la perturbación moral, política y social que precisa combatir . Los últimos años de su vida estuvo abogando por una renovación ideológica y programática del liberalismo que lo potenciara para encarar las necesidades de los tiempos, Las "Cuestiones Legislativas" (1924) y las "Consideraciones sobre el liberalismo" (1934), proponen tesis y reclamos reformistas . Liberal medular, no acepta que el liberalismo fuese un precipitado histórico y, como tal, temporal, transitorio y perecedero. "El liberalismo", gustaba de repetir, "es una recta tirada al infinito ." En las citadas "Consideraciones" hizo la síntesis de las ideas que habla madurado en una década de trajín por dos continentes y presentó al partido de toda su vida un proyecto de declaración de principios y de programa . Describe al liberalismo asediado a la derecha por la reacción autoritaria y a la izquierda por las tendencias socialistas . "Los postulados del liberalismo -alegano han perdido su valor . Cumplidos, sí, en parte, se amplían cada día con las nuevas necesidades originadas por las nuevas conquistas de las ciencias y las artes . Son pocas, casi ninguna, las aspiraciones modernas, las que proclaman los nuevos partidos de izquierda, que el liberalismo no puede aceptar, propugnar e incluir en su programa ." Solicita "una renovación de la idea liberal que uniera los grandes principios que ayer fueron sol de ventura y esperanza, con los que hace necesarios la vida moderna, en que el factor económico adquiere alto valor, en que el obrero y el agricultor claman por un trato de igualdad legal con los demás sectores sociales y en que la mujer necesita ocupar puesto al lado del hombre como su compañera en aspiraciones, en luchas y en recompensas" . En otro aparte sostiene que "para efectuar una transformación y una renovación social administrativa y política . . . el liberalismo moderno debe ser esencialmente constructivo, como dice Vicente Gay" y afir70
ma que "la propiedad privada debe estar subordinada a deberes sociales; que el Estado debe ser intervencionista ; que la libertad individual esté sometida a las exigencias de la solidaridad social y, en fin, que la democracia no es sólo un concepto político sino también y primero que todo un concepto social" . Creía, también, que el liberalismo es, más que una teoría, un temperamento y una actitud que se funda en el concepto de la iniciativa individual como fuerza motriz del desarrollo social y en el derecho a que esa iniciativa discurra sin coerciones no razonables. Identificaba el liberalismo con el progreso y lo vela, son sus palabras, situado en el justo medio y alejado de toda violencia extremista, de derecha o de izquierda . No son estas ideas originales . Pero sí es muy suya la tenacidad al reiterarlas y proponerlas como un programa capaz de rescatar la República de la crisis prolongada que la aprisiona . No se concilia quizás con la índole de esta oración la crítica de tales ideas ni podría ahora analizarlas con rigor y amplitud. Sólo cabe advertir que, el liberalismo, no obstante sus fórmulas universalistas, es un cuerpo de teorías y postulados limitados en cuanto a tiempo y espacio . Invención de una clase que dio con esa ideología explicación del mundo social y justificación de sus intereses y que, llegada a su plenitud, se vuelve contra las consecuencias de sus propios postulados . En el punto extremo del drama social de nuestro tierno está el problema de la libertad que es insoluble si no se resuelve previamente el de la propiedad. Sea porque, como lo sostiene Francisco Ayala en "El problema del liberalismo", corresponde justamente a su esencia el resistirse a la realización plena, incluso de su propia idea, o porque, como lo indica Laski en "The rise oí Liberalism", está compuesto de elementos varios y hasta contradictorios, lo cierto es que el liberalismo como teoría es fabricación de una clase posesora y como praxis no ha podido desprenderse jamás de la consecuencia del reconocimiento de la propiedad como institución jurídica . Y es justamente el desarrollo gigantesco de los medios de producción en cuanto producción social lo que convierte en una sobrevivencia la propiedad privada que el libera71
lismo proclama como un derecho . Pero, sea como fuere, la superación del liberalismo implica la conservación de las realizaciones liberales que ya están integradas en la evolución histórica como condición de un progreso ulterior . No se trata de borrar lo que el liberalismo ha hecho, sino de completar su tarea inconclusa . Algo de esto quería Guillermo Andreve . Vivió sus últimos años como un desencantado. Comprendía muy bien que el mundo en que había vivido y las ideas que había amado desde su adolescencia pasaban trance mortal . Y poseía la perspicacia necesaria para ver que, dado el signo de los tiempos, lo que se anunciaba no traía nada mejor . Sus últimos escritos, como el prólogo a los recuerdos de campaña del general Domingo Salvador de la Rosa, están inmersos en luz crepuscular. Conservo una carta suya, escrita un año antes de su muerte, en la cual me dice, a propósito de una excitativa mía : "Es Posible que ahora que he cumplido sesenta años y ya estoy en la escala de la nave política casi a punto de abandonarla, y con las mismas impresiones que dio a conocer Henry Clay poco antes de morir, escriba alguna cosa sobre lo que vi, actúe, escuche y leí en aquellos días fíni-seculares" . La muerte que presentía y esperaba no le dio tiempo a poner mano en esa obra que habría agregado una contribución valiosa al entendimiento del pasado . Pero aunque así no fuese, es indudable que por sus desvelos, sus preocupaciones y su acción, no está en deuda con nuestra historia . 111 EN EL homenaje que con motivo del centenario del nacimiento del creador del Estado de Panamá se le rindió en esta misma aula máxima del Instituto Nacional decía don Guillermo Andreve que Herrera y Arosemena eran "entre el escaso número de panameños ilustres los que más le habían atraído y subyugado desde niño ." El jefe del ejercito legitimista, por la templanza cívica que había demostrado al no colocar el militar sobresaliente que era sobre el ciudadano eminente que también fue. Y el filósofo del derecho, por la honestidad de una conducta en que los actos y las ideas se integraban en unidad indefi72
ciente . Y, no sin expresar su temor ante la dificultad de la empresa en cuyo desempeño le sostenían solo "el entusiasmo y la sinceridad", hizo en treinta sobrias páginas el elogio de don Justo . Parejo sentimiento de incapacidad me domina en estos momentos al tener que referirme en unos cuantos párrafos a una figura tan esencial como la de Justo Arosemena . No se trata de una personalidad compleja en cuya alquimia espiritual se mezclan en variada proporción elementos de grandeza y de miseria . Ni de un ser irregular y atrabiliario en carrera impetuosa a través de zonas de luz y sombra . Ni de una inteligencia desasosegada y ambiciosa que se sumerge sucesivamente, sin dejar reposar su curiosidad en ninguna, en la hondura de todas las interrogaciones . Vida tan pareja y continua la suya, vocación tan certeramente orientada y sostenida, labor tan metódicamente adelantada, dan una visión de Justo Arosemena muy distinta de la imagen que llevamos en la mente del hombre público americano del siglo XIX . Y no obstante la unidad de su figura, hay en ella numerosas facetas cada una de las cuales subyuga el interés del estudioso . He vacilado mucho entre el deber de cumplir el compromiso contraído con el señor Rector de la Universidad Nacional y el escrúpulo de no decir palabras livianas a propósito de un hombre ejemplar en todos sus aspectos . ¿A cuál de éstos dirigir mi curiosidad? ¿Me entregaría al intento de descender hasta las aguas profundas de esa personalidad exteriormente sin sobresaltos para revelar el dramático conflicto de que él mismo habló, entre el actor y espectador, entre el razonador que desasido de toda preocupación extraña a su afán de saber quiere analizar al detalle los móviles de la conducta humana y el ciudadano que debe actuar como sujeto de partido? ¿O trataría de hallar el origen de esa singular y glacial indiferencia por las posiciones del poder político, cuya génesis, evolución y funcionamiento buscaba con infatigable ahínco? ¿O me dedicaría a una cuidadosa exploración de su pensamiento para señalar las corrientes madres que lo nutrieron y las influencias externas que de73
terminaron su curso? ¿O a la arriesgada tentativa de definir la actitud y convicción filosófica de este positivista escéptico que pone en la portada de un voluminoso tratado de derecho politice comparado un pensamiento conciliador de Macauley? La tentación de correr cualquiera de sus cautivadoras aventuras ha sido sumamente poderosa y sólo me detuvo la responsabilidad de sujetarme al tema señalado . Y este, en verdad, no es menos sugeridor . Justo Arosemena fue un pensador de preocupaciones universales, no obstante haber conducido parte mayor y mejor de sus esfuerzos hacia las investigaciones jurídicas. Sintió siempre el deseo de ver mundos y entre los hombres de su generación fue de los más viajeros. Y a pesar de ello, el interés por la tierra de su nacimiento estuvo constantemente encendido en su ánimo. Lejos del Istmo, por largas temporadas a veces, los percances y anhelos de esta angosta cinta telúrica mantuvieron siempre activa su mente. Ante todo el gran problema trágico de la comunicación interoceánica que, apenas se esbozaban los contornos istmeños en las cartas de navegación, aparece unido por ataduras fatales a la cuestión primordial de nuestro ser y expresión como conjunto humano . En el "Examen sobre franca comunicación entre los dos Océanos," terminado de escribir en Panamá -simbólica coincidencia- el 3 de noviembre de 1845 y publicado el año siguiente, discute el asunto desde el punto de vista panameña . Arosemena se manifiesta "interesado vivamente en la cuestión como Istmeño, pero amante sincero de la verdad" . Hace una exposición espaciosa de los distintos aspectos y posibilidades del tema para concluir proponiendo como única solución inmediata posible la "construcción de un buen camino provisorio entre Panamá y Portobelo", Los problemas materiales que entonces, y fundadamente, le parecían insuperables a don Justo quedaron resueltos sesenta años después . De igual modo han perdido también actualidad muchas de sus consideraciones . Pero la singular penetración de su inteligencia queda demostrada en sus advertencias respecto a "los errores o exageraciones que sobre los beneficios para nosotros de una franca comunicación por el 74
Istmo se han propalado" . La conversión del país en depósito de las mercancías destinadas a otros estados y la repercusión de la vía por construirse en el porvenir del comercio y la industria locales, son aspectos debatidos con notable propiedad y perspicacia . El opúsculo entero transparenta la aprensión de que el establecimiento de la franca comunicación intermarina, cualquiera que fuese el medio escogido, pudiera afectar la independencia y deprimir la personalidad jurídica del Istmo . Ella le abstiene de resolverse por la idea del canal interoceánico . "Sabemos bien -dice- que los intereses del género humano son los intereses de todos sus miembros, y que lo útil para todo el mundo no podría serlo menos para nosotros . Pero también estamos convencidos de que la situación actual de estos pueblos demanda una palanca que obre específica e inmediatamente, a fin de levantarlos al nivel de los progresos generales de todos los otros . Cuando esto suceda, cuando a virtud de poderosos y particulares estímulos el Istmo sea un pueblo industrioso que haya asegurado su subsistencia y aún su abundancia, podremos confundir sin recelo nuestros intereses con los intereses de la humanidad" . Estas cautelas y reservas llevan implícitas anticipaciones proféticas que la historia ha confirmado luego con lacerantes realidades . Diez años después Justo Arosemena escribe una obra que constituye indudablemente el verdadero manifiesto de las aspiraciones nacionalistas panameñas . Las actas de 1821 y 1903 son proclamas políticas . La obra de Arosemena es un denso Y ponderado tratado histórico-sociológico que explica la necesidad de un Estado istmeño soberano y justifica el anhelo de independencia de los panameños . Don Justo escribe el libro para sustentar su proyecto de reforma constitucional que erigía al Estado de Panamá como entidad autónoma dentro de la Confederación Granadina. "Trata -dice- de esclarecer una idea que concebí hace cuatro años, que he perseguido constantemente desde entonces, y en cuyo triunfo veo fincado el bienestar posible de la tierra de mi nacimiento ." La geografía, la historia, la economía, la ciencia política, son consultadas para demostrar la justicia 75
y conveniencia de que Panamá reciba "una organización distinta, una organización netamente federal, que no le haga por más tiempo onerosa la dependencia al gobierno supremo de otro país : dependencia aceptable, útil y honrosa, si no ataca sus derechos y sus intereses, pero altamente injusta e intolerable, si compromete los beneficios que el Gobierno está destinado a producir, en donde quiera que un puñado de hombre se reúnan para llenar sus grandiosos destinos sobre la tierra ." Arosemena triunfó y el Estado del Istmo fue una realidad que confirmó luego la constitución de Río Negro. Pero las peripecias del Estado Soberano no correspondieron a las grandes ilusiones de su creador . La reacción muñista le puso término al experimento federalista . Panamá quedó convertido en departamento férreamente dependiente del centro santafereño y sus penalidades recrudecieron. El 3 de noviembre vino a sacar la conclusión definitiva del alegato de don Justo . Pero también a poner en vigencia algunas de sus sagaces prevenciones de 1845 . La historia es así . Procede por contradicciones y realiza sus grandes síntesis combinando en variable proporción los sacrificios y las retribuciones . 1V LAS CUESTIONES que tan entrañables fueron a los dos varones a quienes en este momento honramos no encuentran todavía respuesta ni solución plenas . La independencia política que don Justo concebía engranada a la libertad del ciudadano se ha realizado apenas parcial y precariamente . La descomposición Polí tica y moral cuyos síntomas primeros tanto inquietaron a don Guillermo ha invadido todas las zonas de la vida pública . El empeño que recibió sus mejores energías todavía se erige como tarea perentoria ante las actuales generaciones . Sin embargo, la metodología que ellos ejercitaron no compagina cabalmente con las realidades consiguientes a las transformaciones labradas por el decurso histórico . La seguridad vital del hombre no es asequible a espaldas de la libertad, mas tampoco mientras la igualdad jurídica no tenga sólo como supuesto teórico, sino también como suelo real sustentador la igualdad social . 76
De otra parte, la consolidación de la nacionalidad y la creación de una cultura nuestra, objetivo a que don Justo y don Guillermo, cada cual en su hora y conforme a su personal con-diólbrasotenidfurzos,epnhoydtre un perímetro de circunstancias extraordinariamente complejas . Es una de la más serias contradicciones de nuestro tiempo la exacerbación de los reclamos nacionalistas en un mundo donde la portentosa expansión de los instrumentos materiales de la civilización y el impetuoso desarrollo de la ciencia han reducido las fronteras de los estados a entecos residuos de una época periclitada . El dogma de la soberanía nacional fue el ariete irresistible que derrumbó las aristocracias feudales y la fuerza que sometió a los particularísimos obstruyentes de la formación de conjuntos humanos de mayor extensión y riqueza. Pero las estratificaciones de poder que ha engendrado yerguen ahora formidables obstáculos para el acceso a formas de organización que posibiliten al hombre una vida más plena y digna . La defensa de los pueblos débiles frente a las pretensiones subyugadoras de las grandes constelaciones de poder y la promoción de su desarrollo material y espiritual pueden hacerse hoy en nombre de principios de superior categoría . No hay para ello que servirse de argumentos sospechosamente parecidos a los que utilizan tantos tiranuelos para, en nombre de la Providencia divina, y a trueque de transitorias ventajas materiales, mantener a los pueblos bajo el oprobio y la abyección . La tarea de reconstruir la nacionalidad, como residencia de hombres libres, nos la presenta hoy la historia dentro del contexto de la lucha universal para la liberación integral de una humanidad, dividida por ambiciones esclavizadoras . NOVIEMBRE, 1952 .
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VICTORIANO LORENZO ¡Punto de Vista) EL RECUERDO
EL RECUERDO DE Victoriano Lorenzo visita estos días parte de la atención pública . La evocación surge al cumplirse el trigésimo-quinto aniversario de su fusilamiento y ha suscitado una escaramuza polémica . Ello es natural . A Victoriano Lorenzo lo configura uno de esos instantes tensos en que las fuerzas históricas sustituyen-para decirlo con palabras irremplazables"las armas de la critica por la critica de las armas ." Producto de una guerra civil ruda e implacable, como todas aquellas en donde los hombres tratan de liquidar pleitos que los trascienden, la memoria del guerrillero "cholo" guarda todavía ingredientes inflamables que pueden, si no levantar una hoguera, cuando menos encender muchas discusiones . La de ahora ha sido provocada por uno de esos artículos de pretensiones "históricas" que suele publicar el señor E . J . Castillero R . El escrito rezumaba corrosivo encono hacia la figura del guerrillero . Algunos liberales se sintieron agraviados y salieron en defensa de su credo y de la verdad histórica . El señor Castillero ha replicado, primero, tratando de ostentarse un atuendo de historiador objetivo e imparcial y, luego, desbocándose en un torrente de desahogos fórmicos . 79
Antes de precisar nuestro punto de vista sobre el guerrillero coclesano, queremos enjuiciar someramente las calidades intelectuales del señor Castillero . Tasado con las medidas de la historiografía y la sociología contemporáneas, no alcanza este señor las dimensiones de un historiador . Los libros y la muchedumbre de artículos que ha publicado, le dan crédito como coleccionista de documentos impresos . Pero no como investigador y menos como historiador . "La causa inmediata de la emancipación de Panamá", "El profeta de Panamá y su gran traición", "El ferrocarril de Panamá", los tres libros suyos que hemos leído, lo presentan cuando mucho como un copioso recaudador de papeles . Como historiador, jamás . Necesita para serlo una capacidad de síntesis y un sentido histórico totalmente ausentes de sus trabajos . El documento, la cita, la fecha Y el fichero le bastan al archivero . Pero el historiador requiere mucho más . El historiador le imprime al relato un movimiento, un ritmo y una dirección que hacen vivir de nuevo los acontecimientos y le permiten al estudiante percibir en ellos su necesidad y su contingencia, es decir, las leyes que los rigen . Toda auténtica obra de historia es una víscera palpitante cuyas P ulsaciones convierten hacia el lector y cuyos humores lo contaminan por un instante . Nada parecido puede hallarse en el señor Castillero . Sus libros presentan la historia como ejemplares de museo : materia inerte, piel descolorada, ojos inmóviles de vidrio . La historia del Canal, ese drama de siglos en cuyos vuelcos se contiene y pierde y reaparece el destino de nuestra tierra, queda en los trabajos del señor Castillero disecada, empequeñecida, desvitalizada . Las causas y los factores reales de los acontecimientos históricos quedan fuera de su ángulo visual . En cambio, nos da numerosas y tardías exhortaciones de buena conducta Internacional y domestica . Un pedregoso estilo notarial, falta de sentido histórico y cierta tontería de predicador dominical son las características del señor Castillero . Leyéndolo se aprende a cabalidad cómo NO se escribe la historia . Objeciones como estas replícalas el señor Castillero presentando sus certificados académicos . Mas tal respuesta no invalida 80
el fallo de sus propias obras . Puede, por lo demás, que en las academias haya historiadores . Pero ello no significa necesariamente que los diplomas académicos armen historiadores a los archiveros . La historia no se ha escrito sólo en las academias como la cultura no se ha hecho únicamente en las universidades . La cultura -y la historia- es algo vital, expansivo que no se deja condenar a prisión perpetua dentro de los muros de ninguna institución pétrea y paralítica . El señor Castillero debe sospechar que todos sus certificados académicos no logran hacer aceptables sus pretensiones de historiador . Por eso trata de afianzarlas recalcando sus procedimientos objetivos e imparciales . Sus artículos sobre Victoriano Lorenzo lo desmienten también a este respecto. Sin embarg o, antes de referirnos a ellos, queremos reproducir unos párrafos que sitúan en sus justos términos la vieja cuestión de la objetividad e imparcialidad históricas . Son de León Trotski, hombre cabal, que sabe vivir la historia y escribirla . La cita es larga, mas oportuna : "La objetividad no consiste en esa fingida imparcialidad e indiferencia con que una hipocresía averiada trata al amigo y al adversario, procurando sugerir solapadamente al lector lo que ceda incorrecto decirle a la cara (subrayado nuestro) . ¿Mas tiene esto algo que ver con lo que llaman "imparcialidad" histórica? Nadie nos ha explicado todavía claramente en qué consiste esa imparcialidad . El tan citado dicho de Clemenceau, de que las revoluciones hay que tomarlas o desecharlas en bloc es, en el mejor de los casos, un ingenioso subterfugio : ¿cómo es posible abrazar o repudiar como un todo orgánico aquello que tiene su esencia en la escisión? . . . Uno de los historiadores reaccionarios, y, por tanto, más de moda en la Francia contemporánea, L. Madelein, que ha calumniado con palabras tan elegantes a la Gran Revolución, que vale tanto como decir a la progenitora de la nación francesa, afirma que "el historiador debe colocarse en lo alto de las murallas de la ciudad sitiada, abrazando con su mirada a sitiados y sitiadores" ; es, según 81
él, la única manera de conseguir una "justicia conmutativa ." Sin embargo, los trabajos de este historiador demuestran que si él se subió a lo alto de las murallas que separan a los dos bandos, fue pura y simplemente para servir de espía a la reacción . Y menos mal que en este caso se trata de batallas pasadas, pues en épocas de revolución es un poco peligroso asomar la cabeza sobre las murallas . Claro está que, en los momentos peligrosos, estos sacerdotes de la "justicia conmutativa" suelen quedarse sentados en casa, esperando a ver de que parte se inclina la victoria ." (L . Trotski, Historia de la Revolución Rusa, t . l .) Estas frases le vienen exactas al señor Castillero . En sus dos artículos sobre el guerrillero popular se reclama "crítico imparcial sin adulteraciones partidaristas y sin malevolas intenciones ." Se pretende historiador puro, virgen de toda inyección sectaria . No obstante, sus propias palabras le descubren porque en la palabra se delata todo hombre aun cuando procura esconderse . Los prejuicios reaccionarios del señor Castillero rompen el disfraz de la imparcialidad ya en las primeras frases del articulo, desde el planteamiento mismo del caso . El título "mártir o bandolero" no está siquiera expresado en forma interrogativa . No hay disyuntiva opcional para el lector, sino una afirmación que, no obstante su dúplice vaguedad, debe aceptar en bloque : Victoriano Lorenzo fue mártir y bandolero, ambas cosas a una . Así practica el señor Castillero : u principio de la imparcialidad virginal . Unas líneas después, se dice : "El liberalismo panameño ha venido sosteniendo que Victoriano Lorenzo fue un mártir . El viejo conservatismo, que sufrió en carne viva los desmanes del caudillo indígena, ( subrayado nuestro) lo calificó de bandolero ." La objetividad ha desaparecido . La virginidad del crítico ha sido violada por las pasiones del político reaccionario que trataban de pasar de contrabando bajo el marchamo de una imparcialidad sin adulteraclones . Porque la última frase condena sin apelación a Victoriano Lorenzo, igual que lo hizo el consejo de guerra . Si el guerrillero cometió desmanes, y Castillero lo afirma, era un 82
bandolero y el cadalso su condigno castigo . Así lo dice después claramente : "no era mártir porque no se le fusiló por su ideal (era tan ignorante que no sabía su doctrina y hasta abjuró de su credo político antes de morir), y su conducción al cadalso el 15 de mayo de 1903 se debió a los crímenes que su mano ejecutó " Para Castillero ha desaparecido el problema . Su fallo es definitivo : Victoriano Lorenzo era un criminal, su ejecución se justifica . Lo único que lamenta el crítico virgen y puro, legítimo y no adulterado es lo que él llama error judicial y no sería sino monstruoso vicio de procedimiento . Victoriano Lorenzo no estaba ya bajo el fuero militar sino bajo la jurisdicción civil porque el tratado del Wisconsin le había puesto fin jurídico a la guerra civil . LOS ARTÍCULOS LOS ARTICULOS del señor Castillero sobre Victoriano Lorenzo no son, en resumen, sino un trozo más de mala prosa partidista . Las ideas políticas del señor Castillero son bien conocidas . Se llama el conservador nuevo . Y esto no significa radical diferencia respecto del viejo conservatismo feudal, clerical y absolutista, sino una nueva envoltura que intenta hacérselo aceptable a las masas populares . Al reaccionarismo del señor Castillero le repugna instintivamente la figura histórica de Victoriano Lorenzo . La simulación de imparcialidad y los testimonios que invoca para racionalizarla-en el sentido freudiano del término-no consiguen más que revelar los motivos y el mecanismo de su aversión al guerrillero . Un juicio histórico imparcial sobre cualquier combatiente ejecutado por sus enemigos no comienza ni termina con el fallo condenatorio . Se dirige a la vida misma del hombre y busca la explicación de sus actos, de su conducta, de su comportamiento-todo esto es lo mismo--como reacción del individuo dentro del contenido de su medio y su tiempo . El señor Castillero pretende realizar en Victoriano Lorenzo la operación opuesta . "A Victoriano Lorenzo se le puede enfocar hoy-dice-desnudo de su participación en los hechos sangrientos de 1900 a 1902 en que, no cabe duda, se 83
hizo protagonista de delitos punibles por los Códigos . . ." Y es así, precisamente, como NO se le puede enfocar (Ya hemos dicho antes que el señor Castillero es un ejemplo de como NO se debe escribir la historia) . Fuera de la guerra civil de los mil días, Victoriano Lorenzo sería una figura sin noticia histórica . Simplemente uno de los cholos, uno de los pobres cholos ignorantes, oprimidos por el feudalismo panameño y su gerente el centralismo bogotano . Porque Victoriano Lorenzocomo ha dicho alguien-no es más que el cholo en armas . Lo habría sido aún cuando se hubiese entregado al bandolerismo en una época de paz general . La revolución liberal de los tres años le abrió una senda inesperada y el Cholo histórico se arrojó en ellas . ¿Por qué tomó el Cholo Victoriano Lorenzo el fusil del guerrillero? ¿Por qué le siguieron las choladas y las iridiadas? Porque en Victoriano Lorenzo se veían e identificaban. Todo caudillo, todo conductor, se ha dicho, es una respuesta personal a una interrogación colectiva . El indio y el cholo coclesano avistaban en Victoriano Lorenzo, producto telurico como ellos, la posibilidad de evadirse de su miseria y reconquistar, no la libertad metafísica que no podían vislumbrar ni comprender, sino la tierra que un día no tuvo límites para sus plantas . En Coclé, como en Veraguas, tuvo el gamonalismo feudal panameño su más hosca facción y más durable arraigo . Fue allí una realidad casi hasta 1903, quizás hasta después, el gamonal dueño de vida y haciendas . El indio y el cholo vieron a sus iguales ajusticiados por el amo en castigo de faltas contra la intocabilidad del feudo . La cerca era para ellos el símbolo concreto y asequible de su opresión . El ganado del amo, un intruso que les expulsaba de sus laderas y valles . Por reacción natural, elemental, instintiva quemaban las cercas y mataban el ganado . La "candela" era un instrumento liberador. Toda esta fuerza geológica, toda esta protesta primaria del hombre oprimido nutrió y enardeció las guerrillas de Victoriano Lorenzo . Ni éste ni alguno de sus secuaces habrían podido ofrecer una explicación doctrinal de su insurgencia . El hombre común, horro de infecciones retóricas no analiza apenas sus necesidades. Las siente, las vive y actúa bajo su deter84
minación. No sabe talvez a dónde va, pero sí que hubo de emprender la marcha y la continúa con ansia finalista . Victoriano Lorenzo no era un teorizante, un definidos del liberalismo. Tampoco un analfabeta montaraz . Guardamos documentos escritos de su mano . La redacción es la usual en un hombre común que sabe leer y escribir, sin graves errores ortográficos, la letra fácilmente legible . Hemos recogido de labios de comílitantes suyos testimonios y relatos demostrativos de que poseía un concepto claro y concluyente de la lucha a la cual hablase dado . Entendía la revolución liberal como una guerra del pobre contra el rico . En cierta ocasión llevaron a su presencia a un muchacho indígena sospechoso de espionaje . "¿Y, tú, eres conservador?" -le preguntó . Luego, respondiendo por sí mismo : "No, no puedes serlo porque no eres rico, tú eres pobre como Yo ." Es cierto que no se ajustaba rigurosamente a la realidad este concepto compartido con Victoriano Lorenzo por las masas que daban a la revolución liberal su simpatía y nutrían de combatientes sus cuadros y filas. En Colombia, como en el resto de Hispanoamérica, la delimitación de liberales y conservadores, federalistas y unitarios, descentralistas y centralistas no sigue siempre las lineas divisorias de los sectores sociales . El poliformismo económico y la indiferenciación de las clases, aunque no suprimen la lucha entre éstas, conspiran a tornarla confusa y desconcertante . Los partidos políticos no están exentos, desde luego, de contenido social . Pero éste adquiere sus rasgos distintivos en la fisonomía de los caudillos que sirven como centro de atracción de masas, como cemento gregario . El liberalismo colombo-panameño no podría filiarse como empresa indelegable de una clase nítidamente perfilada . Ha sido una conjunción de masas no- poseedoras, de estratos meso-sociales y de bien-habientes feudaloides y usurero-comerciantes en gestación capitalista . En los vivaques de las revoluciones liberales finiseculares compartían peripecias doctores y legos, curiales y menestrales, honorables y humildes, señoritos y "patirrajados" . Fenómeno comprensible. Históricamente, el liberalismo es elaboración de una clase, la burguesía, que se propone fines propios taxativos y cuya acción se detiene en los límites de 85
tales objetivos . Sin embargo, ideológicamente, el liberalismo postula en un lenguaje absoluto las reivindicaciones particulares de esa clase y articula toda una mitología que le permite reclutar la adhesión de las demás clases gravadas por las contradicciones del feudalismo . Es así como desde sus comienzos constituye un movimiento en cuyo seno cada una de las clases que suscriben sus tesis las interpreta y actúa conforme a sus propias necesidades. Esta intimidad conflictiva del liberalismo se exterioriza en Hispanomérica a través de una historia de sorpresas y equívocos . La infección liberal se manifiesta primeramente en los círculos superiores de la infra-aristocracia criolla, socialmente adherida a la placenta del feudalismo colonial . El fraseario democrático de los señoritos agraviados por la monarquía austro-borbónica y sus funcionarios les ayudó a reclutar las masas populares opresas por el coloniaje que vislumbraban en la revolución independentista la posibilidad de su redención . Los anhelos e impulsos de estas masas habrían seguido natural y lógicamente la dirección de un jacobinismo americano que hubiera sido garante único de la realización de sus aspiraciones . Pero la mayoría de los ideólogos liberales de Hispanoamérica han repudiado siempre, con escandaloso horror, el jacobinismo . Han sido incapaces, o no les ha convenido comprender que-como ocurrió en América Hispana-sin la batalla a fondo conducida por el jacobinismo no habría sido desalojado el feudalismo de la vía del progreso humano . La revolución colombo-panameña de los tres años trasunta los rasgos más generales de la guerra de independencia . Sus filas recogían sectores sociales con intereses distintos y hasta opuestos, ligados sólo por el universalismo contagioso del mito liberal . Victoriano Lorenzo y sus guerrilleros-como la gran masa istmeña-leían en las divisas liberales un reto y un anatema a los privilegios feudaloides que gravitaban sobre ellos ominosamente . La propia condición social de sus vidas haciales intuir que el camino hacia la reconquista de sus montañas coincidía parcialmente con el itinerario de aquella revolución que no sólo se expresaba en el lenguaje seco y uniforme de los fu86
siles, sino en proclamas elegantes que citaban a Tácito y Macauley, Bayardo y Byron, Buckle y Taine . La cholada y la indiada en armas, tropa irregular y desbordante, hizo la guerra sin ceremonias palatinas . ¿Podría ser de otro modo? Los siglos de látigo y pólvora había sedimentado en el alma elemental de esas masas gregarias posos de rencor que la contienda hacía estallar como depósitos de pólvora . La guerra es la guerra, bárbara, cruel, agotadora . En ella adquieren y manifiestan su máxima concentración toda la brutalidad y la acritud de los conflictos de clases que en tiempos de aparente paz tratan de poner bajo sordina las clases dominantes . ¿Y quiénes están exentos de participación en las brutalidades de 1899 a 1902? ¿Acaso el centralismo colombiano ha respondido jamás a las requisitorias que los istmeños le dispararon desde 1886, mucho antes de los Mil Días? ¿Ahorró, por ventura, crueldades durante la contienda? No fue un diálogo idílico el que sostuvieron las guerrillas de Victoriano Lorenzo con las tropas conservadoras . Era una polémica de balas y machete . Una pugna toda ella consistente en emboscadas y sorpresas . A Victoriano Lorenzo intentaron envenenarlo y cazarlo como fiera selvática . Contra él y sus hombres realizaba el conservatismo una despiadada e implacable guerra sin cuartel que no había sido decretada oficialmente : cholo preso, cholo ejecutado. El Cholo se defendía con represalias. Resultaba así injusto incriminarlo por los actos de sus guerrillas que, en todo caso, implicarían una difusa responsabilidad colectiva imposible de fijar en un sólo individuo . Ni cabía enjuiciarlo marcialmente después de que la paz del Wisconsin había puesto una cruz sobre los heroísmos y las depredaciones, las justicias y los desafueros, las verdades y los infundios de aquella guerra . Es el sentido social de su acción lo que configura y valoriza históricamente a vic toriano Lorenzo y le confiere rango simbólico en la imaginación y el recuerdo de las masas populares istmeñas . Ni fueron insensibles a ello los círculos godos que le persiguieron obstinadamente hasta conducirle al cadalso . Sólo mínimamente les interesaba aplicarle sanción a las presuntas 87
depredaciones del guerrillero . Otros jefes liberales hubo, Benjamín Herrera mismo entre ellos, contra quienes habían disparado cargos similares de bandolerismo y a los cuales no se intentó someter a juicio . Lo que preocupaba seriamente a los sectores más oscuros y oscurantistas del conservatismo era el significado subversivo, la lección social que expresaba para las masas más deprimidas del Istmo la actuación de Victoriano Lorenzo . En él trataron de ajusticiar, no tanto la perecedera figura carnal, como el simbolismo, el mito explosivo conque aparecía en la imaginación popular . Pero fracasaron . El sentido Y el signo de Victoriano Lorenzo siguen alentando en el espíritu del arrabal que hasta hace poco encendía velas sobre su tumba . Desenvolvimientos recientes de un proceso de degeneración Política parecen haber caído como polvo de olvido sobre la figura del Cholo en armas . Sin embargo, cuando los suírimientos de una existencia opresa y degradada hacen surgir en el ánimo de las masas anhelos de rebelión, su vista se vuelve enseguida en busca de enseñanzas hacia el recuerdo de Victoriano Lorenzo . El guerrillero se convierte así de nuevo en un ejemplo de eficac dqieuat,consómgyiator social, bien puede trastornar una estabilidad hecha toda ella de privilegios, injusticias e indignidades . Alertas a este peligro, los sectores reaccionarios quieren, una vez más, ajusticiar el significado social de Victoriano Lorenzo . Allá se dirigen las tentativas de ciertos escribas reaccionarios que si no se distinguen por la elegancia de su prosa se hacen muy notables por la falta absoluta de escrúpulos conque falsifican los hechos históricos . Envilecer la personalidad del guerrillero, despojar su acción del aura simbólica conque le envuelve la devoción Popu lar, anular el significado social de su acción : he ahí lo que les interesa . La reacción dominante necesita que la "leyenda' de Victoriano Lorenzo se sustituya por la invectiva y degradación del Cholo en armas . Por ello intentan presentarlo en una atmósfera odiosa de crimen y bestialidad irracionales, de pasiones sin motivos generosos, de abyección sin impulsos reivindicado res . Esperan que una vez que hayan logrado convertir al gue88
rrillero en una cosa deforme e inferior se destruirá el contenido social de su insurgencia que lo hace hoy signo e invitación de lucha popular,
II PARTE GRAVAMENES DE SALUD que durante varias semanas me restaron no la voluntad, pero sí el esfuerzo necesario al trabajo intelectual, impidieronme hasta hoy responder el artículo "El último ajusticiado", publicado por el señor E . J . Castillero el día 15 de noviembre pasado . Sin embargo, no es mucha mi dilación si se considera que el señor Castillero se ha tomado cinco meses y días para contestar mi trabajito "Victoriano Lorenzo - Punto de vista" estampado en "Frente Popular" el 10 de junio último . Tal morosidad no le hace beneficio al incipiente debate . En primer lugar, porque al lector se le hace difícil recordar las intenciones de cada uno de los litigantes . Y, luego, porque el señor Castillero, según me lo enseña ya esta breve experiencia, hace completa abstracción de los alegatos de su opositor . O no los comprende o los olvida apenas leídos . Por generosidad supongo lo último ya que la incomprensión connota cualidades negativas de la inteligencia mientras que el olvido, según lo doctrina la psicología nueva, es una forma activa de defensa de la mente . Para salvar tal deficiencia y para obviar la réplica enumeraré mis oposiciones a los argumentos del señor Castillero. LA CRÍTICA
NADA LE HA dolido tanto al señor Castillero como mi desconocimiento de sus títulos y campanillas de "historiador" . Picada su vanidad que en él como en todos los hombres es una dimensión de la tontería no ha encontrado mejor 89
respuesta que negarme autoridad para criticar sus obras . Situada la discusión en tal plano se prolongaría al infinito y sería, para mi gusto, desabrida porque me obligaría a demorar en detalles autobiográficos que mi discreción recta. Cualquiera supondría que estábamos en un regateo tanto como aquel de los chiquillos cuando disputan sobre "quién tiene más o quien es mejor." Y yo en la tontería no caigo sino por inadvertencia . Quédese el señor Castillero en ella si es su devoción . Debo, por eso, elevar este aspecto de la controversia a un grado de generalización . El concepto que el señor Castillero se ha hecho de la crítica y su función es absurda . Pretendería él que la crítica de una obra se restringiese a quien acreditase la ejecución de otra de igual índole . Se necesitaría ser un Rubén Darlo para criticar "La salutación del optimista', o la imprecación "A Roosevelt" o el "Responso a Verlaine" o la formidable obra del gran poeta americano . Sólo quien hubiera escrito sinfonías y sonatas podría criticar al autor de la "Novena Sinfonía" y "Claro de Luna ." No existiría la crítica si así fuese . La índole de esta respuesta me impide el tocar detenidamente este punto particular . Solo dire que, en general, la crítica obedece a una necesidad insoslayable en las faenas del pensamiento . Es efecto necesario de la ley de división de trabajo . La crítica permite la integración de la cultura en cuanto esta es un proceso de asimilación y discernimiento . Es en tal sentido que debe entenderse la crítica como creación . La distinción vulgar entre crítica constructiva y destructiva carece por eso de validez . La crítica es por naturaleza divisionista y destructora : no puede realzar la excelencia sin apartar la deficiencia . Pero no debe, al mismo tiempo, deformar lo ínfimo . No puede, pues, exigírsele al crítico sino conocimientos de la materia que considera, sentido crítico y objetividad en sus juicios . Creo, por lo demás, que nuestro país, nuestra nacionalidad larvada, nuestra asténica cultura se resiente, precisamente, de la ausencia de crítica . Tanto político venal e ignorante encumbrado, tanto poetastro estridente, tanto plumario farragoso : he ahí el resultado de una falsa crítica que aclama estadista al elalán de la políti90
ca, poeta al ensamblador de ripios y escritor al traficante en lugares comunes. FORMA Y FONDO
MI CRITICA al señor Castillero unía una cuestión de fondo y otra de forma . La primera se refería al punto y significado de Victoriano Lorenzo, en la revolución liberal de los tres años. La segunda a las calidades y capacidades del señor Castillero como historiador. Y es aquí donde le ha dolido. Desgraciadamente para él, sus nuevos alegatos no me permiten mejorar el juicio que sugiere la lectura de sus anteriores trabajos . Rechace sus pretensiones de imparcialidad y, como verá adelante, sus nuevas "pruebas" que trae contra Victoriano le dejan convicto no ya de parcialidad deliberada, sino de contumacia en la unilateralidad de sus informaciones y conceptos . Dije que el señor Castillero merecía talvez crédito como archivero o recaudador de papeles impresos, pero que le están negadas las cualidades de historiador, y así es en efecto . La diligencia del señor Castillero para impulsar copias es sencillamente encomiable. Pero sus faenas de escritor de la historia, resultan lamentables . Un ejemplo quizá ilustre mi concepto . Cualquier individuo que disponga de medios de transporte puede acumular en un sitio escogido de antemano los materiales, para construírse una casa : piedra, arena, cemento, hierro, madera, clavos : todo estará allí . Más si el individuo no es arquitecto, ni constructor, ni albañil, ni carpintero, la fábrica anhelada no elevará jamás su mole al cielo . Semejante es la triste aventura del señor Castillero. Como peón de acarreo demuestra una constancia y resistencia notables . Pero fracasa irremisiblemente cuando trata de edificar sus obras . Carece de facultad de creación y de concepción arquitectónica . El sentido profundo de los acontecimientos discurre inmune a la penetración de su ojo tan experto en descubrimientos y letras de menos o de más en los documentos . Adolece de un estilo poblado de pedregones y acciden91
tes que fatiga al lector más heroico . El señor Castillero no lo cree así y declara, humildemente que "sus historias" serán como el vademecum de cuantos quieran en el futuro escribir la historia panameña contemporánea . No le vamos a negar el consuelo de la alta estima en que a sí mismo se tiene . En los manicomios hay la mar de tristes que se satisfacen llamándose Washingtons, Napoleones y Carlomagnos . Para demostrar lo contrario tendríamos nosotros que releer sus libros y tomar nota por escrito de las numerosas objeciones ideológicas y gramaticales que ya les hemos hecho mentalmente . Semejante tarea no sería nada agradable . La prosa coloidal del señor Castillero se pega a las pupilas y a poco causa esa sensación de pesadez característica del insomnio. Tal es, sin exageración, el esfuerzo usurario que su lectura le exige al cerebro que cuando uno vuelve la última página de cualquier libro suyo, se encuentra en las fronteras de la meningitis . LA REVOLUCIÓN DE 1899
LA CUESTIÓN de fondo examinada en mi primera réplica al señor Castillero comprende, a su vez, dos problemas . Uno, relativo al carácter, contenido y sentido social, esto es, histórico de la revolución de los tres años . El otro referente al significado y rol de Victoriano Lorenzo dentro de aquel movimiento . El señor Castillero olvida completamente las tesis que propugnó en tales cuestiones . Para demostrarlo bastaría con reproducir los párrafos esenciales de mi artículo . El señor Castillero no intenta siquiera afirmar seriamente ninguno de mis postulados . Se consuela dedicándome unas cuantas frases, que para él deben ser la más trabajada elaboración de su humor y que para cualquier lector con un mínimo de buen gusto no pasan de gruesos y manidos lugares comunes . Todo cuanto él puede decir es que la guerra civil de 1899' 1902 "como todas las que sufrimos en el período colombiano, no estaba inspirada sino en la ambición de poder de los minori • 92
tarios liberales ." Las afirmaciones antojadizas del señor Castillero son como las preguntas de los niños . No tienen respuesta breve porque para descender a la comprensión del inquiridor precisan muy prolijas explicaciones . En la aserción que acabamos de copiar se transparenta, una vez más, la ceguedad banderiza y la ausencia de sentido histórico del señor Castillero . Una afirmación tan simplista sólo puede hacerla quien desconozca absolutamente la historia americana y adolezca de una especie de daltonismo que borre ante su retina el color y los perfiles de los factores sociales que mueven esa historia . La miopía y las malas pasiones partidarias del señor Castillero no le permiten sospechar que la consecuencia lógica de la afirmación referida se vuelve contra sus propias pretensiones de historiador y de reaccionario . Si fuese cierto que toda esa larga sucesión de pronunciamientos, motines y revueltas que para no remontar mucho, comienzan en septiembre de 1828 y concluyen el 21 de noviembre de 1902, no tienen otro origen y motivo que la ambición de ciertos grupos de individuos ¿a qué se reduciría la historia colombiana del ochocientos y en ella la nuestra? ¿No es lógico deducir que muy poderosos, grandes y meritorios serían aquellos hombres que durante setenta y cinco años podían mantener en conmoción a cinco millones de hombres? ¿No habría que convenir en que aquellos hombres tenían todo derecho al mando que ambicionaban si todo un pueblo era incapaz de sobreponerse a tal ambición? He aquí lo imposible, conclusiones a donde conducen las afirmaciones caprichosas y fraudulentas de un señor Castillero . Por fortuna para Colombia -y Panamá- la historia enseña otra cosa . En el fondo de toda revolución hay siempre, se ha dicho, un reclamo y un sentimiento de justicia . Lo propio ha de decirse, con mayor exactitud de las guerras civiles hispanoamericanas del siglo 19 y el actual . En el fondo de ellas hay un problema social-histórico al cual me referí en mi artículo anterior, La guerra de independencia fue una revolución cubierta con un repertorio ideológico anti-feudal, democráticoburgués y encabezada por sectas sociales -el criollismo- incapaces de conducir a sus resultados finales, al régimen social 93
mismo, las premisas ideológicas de su insurgencia . De la contradicción entre el fraseario demo-liberal y la estructura social que sigue siendo feudal, colonial, aristocrática, fluye una corriente tumultuaria, lodosa y cruenta de los revolucionarios americanos. El feudo caduco, infeccioso, paralizador del desenvolvimiento social siguió imperando en mares y a través de las cordilleras . Camacho Roldán, liberal girondino, conciliador lo decía con estas palabras : "La Revolución de la Independencia había dejado en pie muchas de las instituciones del régimen colonial . La centralización administrativa ; el sistema opresor de las contribuciones públicas con sus monopolios, sus prohibiciones y sus trabas de todo género al movimiento industrial ; la compresión al pensamiento en las leyes sobre represión al uso de la imprenta ; la intolerancia religiosa y la influencia regular del clero católico en la vida de los hombres y el interior de las familias ; la mala distribución de la propiedad territorial ; costumbres crueles y estúpidas como la prisión por deudas . . :" La ruptura de ese régimen feudal, cuya medula era la propiedad latifundiaria, la nueva encomienda republicana, constituía la tarea histórica que debería coronar la independencia . Fincar las bases y condiciones del desenvolvimiento capitalista mediante la democratización de la propiedad del suelo que crearía el mercado interno, volar el sistema de tributación colonial, liberar en el sentido capitalista las fuerzas de trabajo populares : he allí la obra concreta en que debían engranar los postulados iluministas de los conductores de la independencia. La falencia de la república en este sentido fue el origen real de las convulsiones subsiguientes . La visión del problema no se substraía a la vista de los sectores más ilustrados de la sociedad . En terminos generales, los liberales americanos postcoloniales se proclaman intérpretes y realizadores de tal misión . Pero no llegan a seguirla consecuentemente . Sus reformas son meramente políticas y, con excepción de unos cuantos como Juárez en México y Rivadavia en la Argentina no descienden a las líneas mismas de la estructura social, al régimen de propiedad agraria . El feudo, el coloniaje sigue incólume, imperante . Los liberales pueden movilizar y movilizan las masas tras su 94
lenguaje iluminista y hasta mesiánico, Pero, como dije antes, carecen del impulso jacobino, se enclaustran en sus abstracciones jurídicas y políticas y se resisten a tomar contacto con la tierra en donde las masas padecen, gimen y esperan . Esa incapacidad para su tarea les permitió a los sectores más ligados al feudalismo colonial reclutar en ocasiones la adhesión de las masas resentidas por el fracaso de la república . La pugna entre una y otra facción llena la historia del ochocientos americano . Esta reyerta se opera en las altas capas de las clases dominantes y tiene toda la apariencia y el sabor de una contienda personal entre los caudillos . Pero no deja de tener un cierto acento social y, precisamente por tenerla el grito de los contendores encuentra respuesta, una y otra vez, en las masas transidas de miseria . Los partidos, los hombres dirigentes . mismos no aciertan a encontrar su centro de gravedad . De allí surgen defecciones y esas conversiones tan sorprendentes que en la historia colombiana tienen sus expresiones opuestas en Mosquera, aristócrata radicalizado y en Núñez, radical retrógrado . He aquí, en términos generales, el origen y sentido de las revoluciones colombianas del novecientos que, contra lo dicho por Castillero, no fueron todas promovidas por liberales . Camacho Roldán llegó a decir en 1893 -antes de la escaramuza de 1895 que feneció en Enciso y de la revolución de los mil días -que las nueve ocurridas de 1840 a 1877, sin contar las liberales de 1840 y 60 ni la del 85, habían sido conservadoras. Carlos Holguín le respondió diciendo que no todas eran conservadoras . Lo cierto es que a Camacho Roldán no le faltaba razón . Casi todas las revueltas se iniciaban con la participación de elementos de uno y otro partido. Cuando dominaban los liberales, se alzaban los conservadores con la anuencia y hasta la ingerencia de liberales descontentos y viceversa . En cuanto a la de 1899 a 1902, no puede decirse que fuese movida por la ambición de unos cuantos insatisfechos . Fue un movimiento que se vió venir empujado por la lógica misma de los acontecimientos . La regeneración se había agotado ya como experimento que en cierto instante llegó a desconcertar o entu95
siasmar a ciertos liberales, Se había demostrado como un movimiento de recesión que trajo la instauración de la hegemonía de los sectores más enconados del conservatismo . El liberalismo, la mitad por lo menos de Colombia, se veía excluido de la representación a que tenía derecho . Sólo un vocero se le permitía en la Cámara y otro en el Senado . Era la mecánica política de lo que Carlos Martínez Silva denunciaba como "la vieja iniquidad", es decir, la reducción del enemigo político a la condición de vencido en tierra conquistada . Cerrada por el Senado nacionalista la puerta a la reforma electoral que había permitido al liberalismo el aumento de su representación parlamentaria, solo quedaba el camino de las armas que, como se ha dicho, son también una forma de sufragio . Uribe lo había anunciado francamente en la Cámara de 1896 . Pero no solo el liberalismo repulsaba las ignominias de aquella situación . También el sector del conservatismo apellidado "histórico", que se había apartado de la Regeneración, denunciaba que se incubaba una nueva contienda cuya cifra había sido dada tiempo antes por el mismo Rafael Núñez en estas frases : "Nuestras grandes guerras civiles han tenido siempre origen en la mala política, en la ambición o en el espíritu de bandería de nuestros altos gobernantes". Justamente dos meses antes del alzamiento liberal, el 17 de agosto de 1899, la "junta de delegados del partido conservador" tomó un acuerdo que declaraba que los conservadores "no estaban en la obligación moral de apoyar" al gobierno de Sanclemente ni de "compartir con él la responsabilidad de sus actos ." Los liberales interpretaron, y con razón, este acuerdo como una declaración de neutralidad y, de hecho, muchos conservadores de importancia civil y militar vacilaron mucho antes de tomar armas contra la revolución y otros Permanecieron en inquebrantable neutralidad . El estallido revolucionario pudo ser inoportuno, premuroso, falto de madurez en la preparación técnica, pero jamás injustificado . Justificación terminante vino de los conservadores mismos que el 31 de julio de 1900 depusieron mediante un golpe de cuartel a Manuel Antonio Sanclernente para reemplazarlo con el vicepresidente José Manuel Marroquín, 96
La afirmación del señor Castillero es aún más antojadiza cuando se considera el caso particular de nuestro Istmo . Un nuevo factor, la cuestión Nacional, se unía aquí a las causas sociales y políticas que engendraron el alzamiento contra el régimen "regenerador ." Es indudable que Panamá presenta una conjugación de factores geográficos, económicos y demóticos que convierten hacia la definición de una nacionalidad inconfundible . El drama de nuestra existencia consiste en que la misma peculiaridad natural -la posición geográfica- que nos otorga enormes posibilidades de desenvolvimiento, nos liga irremisiblemente a las oscilaciones de la política internacional y nos coloca dentro del campo magnético de poderes superiores al nuestro . Nuestra historia post-colonial se resume, en tina lucha por resolver esta contradicción entre las fuerzas que concluyen a delimitarnos y constituirnos como nacionalidad y la que hace de nuestro país una tierra internacional por excelencia . Justo Arosemena desarrolla el esfuerzo más ponderado, penetrante y perspicaz por resolver esa contradicción con la creación del Estado Federal del Istmo y con su proyecto de constituir al Istmo en nacionalidad autónoma salvaguardada por las potencias mundiales dominantes en la segunda mitad del siglo XIX . La "Regeneración" de Rafael Núñez destrozó de un manotón el Estado Federal Istmeño y "rebajó al Istmo a la humillante condición de territorio nacional" . El exacerbado contralismo de la Regeneración reavivó los sentimientos nacionalistas de los panameños y preparó las condiciones para un alzamiento. La revolución liberal de 1899-902 fue en el Istmo, a más de un movimiento político, una acción nacional contra el centralismo regenerador . Es posible que la innegable preponderancia numérica del liberalismo en Panamá sea en parte expresión y producto de la oposición del nacionalismo panameño al centralismo "regenerador" . Prueba de ello puede ser el hecho de que en ninguna de las regiones colombianas logró la revolución liberal imponerse tan ampliamente como en el territorio del Istmo . Entre la toma de David, después del combate de San Pablo y la paz del Wisconsin la revolución liberal dominó el Istmo y el gobierno conservador no ejercía jurisdicción operante 97
más allá de las afueras de la ciudad de Panamá . Habría sido tal hecho posible si la revolución no hubiera expresado más que las ambiciones políticas de una minoría liberal? EL GUERRILLERO EVIDENTEMENTE, el señor Castillero es incapaz de situar y enjuiciar adecuadamente la figura de Victoriano Lorenzo . No intenta sino convertirlo a un personaje nulo, en un bandolero cuya ejecución pudo ser ilegal, pero fue oportuna . Obstinado en tal empresa expone argumentos y trae "pruebas" que pasan de la contumacia en el error a la más absoluta improbidad intelectual . En su primer artículo sobre Victoriano Lorenzo pretendió presentarse como "historiador imparcial sin adulteraciones partidaristas" . Cuando varios liberales salieron al paso de sus afirmaciones falsas, replicó airado y los calificó de "chusma liberal." Para demostrar su tesis reprodujo de lo que él llama "el más completo archivo sobre Victoriano Lorenzo", una titulada entrevista con Victoriano Lorenzo, publicada en "El Mercurio" un día después del fusilamiento, en la cual se ponen en boca de Victoriano Lorenzo palabras que implican una negación de su filiación política . El señor Castillero no se tomó el trabajo de analizar su documento y establecer que su texto tiene una voluminosa contradicción ya que al final de la entrevista Victoriano Lorenzo expresa su fidelidad al liberalismo . Más aún . Para darle validez al documento, no vacila en bautizar de liberal un periódico que era casi órgano oficial del gobierno conservador departamental . Pero la improbidad del señor Castillero va más lejos todavía . Pocos días después de publicados sus dos primeros artículos, el 25 de junio de 1938, reprodujeron en "Frente Popular" un escrito del Dr . Eusebio A . Morales en el cual se rechazaba la especie de que el liberalismo había entregado a Victoriano Lorenzo y se condenaba en términos vehementes su fusilamiento . El señor Castillero no debe ignorar que en periódicos colombianos se publicaron declaraciones en igual sentido del General Benjamín Herrera que fueron reproducidos en Panamá . Sin embargo, en su re98
tiente réplica, no vacila en traer como "pruebas" dos reproducciones del mismo "Mercurio" y, entre ellas la carta de Sicard Briceño en la cual lanzaba la acusación rechazada por el Dr. Morales . El "más completo archivo" no parece, pues, consistir sino en papeles impresos de una parcialidad que trasciende a millas de distancia . Y he de advertir, antes de proseguir, que al final de su último artículo tiene el señor Castillero una frase delatora : "como con la discusión se ha despertado en mí el interés por conocer mejor y en más detalles el proceso de Lorenzo, . . ." Resulta así que este señor que alardea de poseer "el mejor archivo" sobre Lorenzo y que modestamente se dispone corregir mi ignorancia en este asunto, es ahora cuando se dispone a conocer "mejor y con más detalles" el proceso de Lorenzo . Como para el señor Castillero, según lo repite obstinadamente, Victoriano Lorenzo no tiene más importancia que la de su proceso y fusilamiento, la frase anterior no significa sino que es ahora cuando se dispone a conocerlo . ¡Sin embargo, no ha vacilado en decirse antes el más documentado en esta materia y en ofrecerse a comunicar sus conocimientos mediante lecciones gratuitas! Indudablemente, la tontería conduce a veces a la audacia . Dejemos esto porque es urgente concluir . Victoriano Lorenzo fue un guerrillero . Nada más, ni nada menos . Allí reside su importancia . Porque es preciso entender que las guerrillas rindieron una tarea considerable en la revolución del 99 . Después de la batalla de Palonegro que duró del 11 al 26 de mayo de 1900, la revolución quedó desarticulada en Colombia . Lo propio ocurrió en el istmo después de la capitulación de las fuerzas de Emiliano Herrera y Belisario Porras ante Panamá el 26 de julio . Sin embargo el gobierno de Sanclemente no quiso ni pudo buscar la paz . Buscaba venganza . Era un gobierno delicuescente, tembloroso, incapaz de llevar su autoridad más allá de donde llegaban los tiros de sus fusiles . De la desesperación de los liberales acosados por el gobierno y de la impotencia de este para pacificar el territorio, surgieron las guerrillas . El campesino estropeado por siglos de una vida idiota y circunscrita se 99
echó el fusil al hombro, se colocó la cinta roja en el sombrero y se dio a recorrer sabanas, riscos y breños siguiendo la voz de un caudillo que en Colombia fueron Tullo Vain, el Negro Marín, McAllister, Ibáñez . Las guerrillas debilitaban al régimen y permitían la reconstitución de las fuerzas liberales . Victoriano Lorenzo fue el más eficaz de los guerrilleros del Istmo . Hombre de pocas letras, su papel no le erigía más como no se le pedía tampoco a los que en Colombia hicieron la epopeya sangrienta de las guerrillas . Castillero, empeñado en estamparlo como un criminal vulgar, hace el descubrimiento póstumo de que estuvo preso por la muerte de Pedro de Hoyos o Espejo . ¿Quién lo ignoraba? Se trató de un lance en el cual, como en la mayoría de los litigios entre campesinos, mediaba la propiedad de unas tierras . En la cárcel aprendió a leer y escribir . ¿No dice esto algo a favor de Victoriano? Lo dice también el hecho de que vuelto a su monte siguió siendo un hombre de trabajo . La revolución del 99 le atrajo . He aquí lo que para el señor Castillero es un delito . No le puede él perdonar a este cholo de pocas letras que hubiese acudido con sus hombres a enrolarse en la expedición del Dr . Porras y recibiese, como era usual en aquellas contiendas, el grado de capitán . Unos meses después de la capitulación del 26 de julio, Victoriano se alzó en armas en protesta contra las persecuciones de las guardias conservadoras . "La Negrita" fue su baluarte y llegó a dominar una vasta porción de lo que hoy son las provincias de Coclé y Panamá . Sus guerrillas burlaron siempre a las fuerzas gobiernistas y mantuvieron viva la insurgencia hasta el arribo de la expedición del generalísimo Benjamín Herrera . Como general de la séptima división del "Ejército Unido del Cauca y Panamá", recibió de Herrera, mientra éste sitiaba a Morales Berte en Aguadulce, la misión de abrir operaciones sobre la Provincia de Panamá . La séptima división ocupó hasta Chame y cerró al gobierno departamental el camino a Aguadulce . Tal fue en ceñido resumen, la actuación de Victoriano Lorenzo . El señor Castillero no puede comprenderla. Pero si sabían lo que esa actuación implicaba los enemigos que no descansaban hasta darle muerte . ¿Cómo podían ver sin sobresalto que el ex-gobernador 100
de indígenas, "Mario Victoriano", hubiese alcanzado tal figuración? ¿Cómo podrían luego seguir vejando al indio sin riesgo e impunemente? Era necesario eliminar a Victoriano . Y lo consiguieron. EL PRÓCESÓ Y FUSILAMIENTO LA EJECUCIÓN de Victoriano Lorenzo fue un crimen premeditado y fríamente perpetrado . No había fundamento para perseguirlo judicialmente, ni la causa le correspondía a la jurisdicción militar . El tratado del Wisconsin establecía claramente la situación jurídica de los revolucionarios . El artículo 49 les concedía amplia amnistía y garantías y cancelaba los juicios por responsabilidades políticas . El artículo atribuía al poder judicial la exclusiva competencia en los juicios por delitos comunes . Es cierto que el artículo 29 exceptuaba de tal privilegio a quienes no se acogiesen al tratado . Pero el Dr. Morales ha precisado que no es cierto que Lorenzo se resistiera a reconocer la paz del Wisconsin . Además, la acusación que se le formuló en el consejo de guerra fue la de "robo y asesinato en cuadrilla de malhechores" . Este cargo se basaba en los decretos del 14 de enero y 18 de febrero de 1901 expedidos por el vice-presidente Marroquín los cuales dieron origen a las instrucciones del ministro de guerra, Aristides Fernández, que desataron en toda Colombia la guerra a muerte . Contra las órdenes de Fernández protestó el estado mayor general y la oficialidad integra del ejército liberal del Istmo, en comunicación fechada en Pocrí de Aguadulce el 5 de octubre de 1902 . Contra los decretos de Marroquín clamaron, en documento redactado por Carlos Martínez Silva varios conservadores de Bogotá . El memorial que les valió el confinamiento establecía claramente que la disposición ejecutiva era inconstitucional porque no existía en Colombia pena de muerte por delitos políticos e ilegal porque no le estaba atribuído sino a la jurisdicción civil el conocimiento de delitos como los que se le imputaron luego a Victoriano Lorenzo . "Nada puede haber, en efecto, -decía el memorial- más contrario a las nociones 101
universales de justicia, que esos juicios seguidos en consejos de guerra verbales contra los rebeldes en armas, por los mismos jefes que los han perseguido en campaña, enardecidos en la lucha y en los cuales no cabe la imparcialidad necesaria para presenciar una sentencia de pena capital" . Tal fue el consejo de guerra seguido a Victoriano Lorenzo . De nada valió que éste intentase situar el proceso dentro de la jurisdicción civil y que hiciese presentación de una carta en que se le comunicaba a nombre del vice-presidente Marroquín lo siguiente : "Ese indulto -el que solicitaba Lorenzo- no se refiere sino a los delitos políticos, pues los individuos responsables de delitos comunes quedan bajo la jurisdicción ordinaria . .." Todo fue inútil . La sentencia como dijo el Dr . Morales estaba dictada de antemano . La audiencia fue formularia . Desfilaron cerca de treinta testigos enemigos en su mayoría de Lorenzo y escogidos otros para hacer disposiciones tendenciosas . El consejo de guerra se hizo a la sombra del patíbulo . Aquel crimen que el señor Castillero considera "ilegal aunque oportuno", suscitó una repulsa general . Donaldo Velasco, regenerador intransigente, escritor, antiliberal violento, dice : "Esta ejecución extemporánea e inconducente produjo exacerba ción hasta en algunos jefes conservadores" . Luis Martínez Delgado, conservador, la califica de "injustificable ." Son esos los rasgos esenciales de la revolución del 99, del rol de Victoriano Lorenzo y de su proceso . Contra lo que la historia enseña al respecto, en evidencias incontrastables, sólo pueden pronunciarse, con citas tontas y documentos inatendi bles, los "regeneradores" tardíos que para satisfacer sus pasiones partidarias quisieran rehacer la historia . Como no pueden, les basta con falsificarla . Y es por esto, precisamente, por lo que el señor Castillero se obstina en semejante empeño . El no es en efecto, sino un "regenerador" trasnochado que bajo el marchamo de una imparcialidad ficticia quiere deslizarnos el contrabando de sus prejuicios reaccionarios . . 102
ALTURA Y DESVENTURA DE BELISARIO PORRAS ESTA YA DEROGADA por inepta aquella suerte de contaduría sicológica que presumía resolver el problema de las figuras históricas mediante el balance de sus calidades y sus deficiencias. Después de registrar unas y otras en columnas paralelas dejaba apenas segmentos incongruentes de sentimientos e intereses con los cuales no se podía reorganizar jamás la curva apasionada de una vida que había suscitado odios y admiraciones . Ahora comenzamos a comprender que los personajes sobresalientes no lo son solo por sus excelencias y a pesar de sus defectos, sino íntegramente : con unas y otros . En los hombres singulares -y en los otros también- operan vicio y virtud en constante reciprocidad para darnos el ejemplar humano que veneramos o excecramos . De igual modo que en lo hondo de toda herejía hay una fe, toda grandeza humana se compone un poco de pequeñeces engrandecidas . Lo que significa que la apreciación de las personalidades emergentes no llega a ser cabal mientras nos empeñamos en ver "el mundo a través del hombre" como desafortunadamente lo intentó Barbusse una vez en lugar de enfocar el hombre a través de su mundo. Belisario Porras fue un grande hombre de un pequeño país . ¿Hasta dónde lo circunscrito de su ámbito conspiró contra la plena expansión de su superioridad? He ahí un problema que no podrá esquivar ningún biógrafo que se enfrente resueltamente a esta vida siempre pintoresca y en ocasiones patética . 103
Parece ser que él siempre -o con frecuencia- se sintió cohibido dentro de este recodo terrenal y que en )os íntimos repliegues de su ánimo hubo la aspiración de roles mayores en más vastos espacios . Quizás deba buscarse allí la explicación de su reacción prima frente al hecho del 3 de noviembre . La secesión le dejaba a su actividad política un área restringida, muchas veces menor que aquella en donde había estrenado sus habilidades de revolucionario de levita . Pero quizás este allí también el origen de sus más amplios empeños gubernativos . Porque es indudable que, en el orden de las realizaciones materiales, Belisario Porras no concibió ni intentó en términos provincianos . No fue el primero de nuestros gobernantes y estadistas que pensó grandes planes, pero sí el de los mayores atrevimientos. Los motivos íntimos de sus concepciones más cuantiosas pueden quizás encontrarse en la zona del "orgullo histórico" . Quería tal vez "hacer historia" . Pero no hay duda de que avanzó hacia el porvenir con mayor soltura que cualquiera de sus antecesores y sucesores . El recuento de sus obras materiales es conocimiento familiar a todos los panameños de hoy. Sus tres presidencias quedarán inscritas en la historia nacional con caracteres de hierro y cemento . Su actuación política, en cambio, no merecerá tan rotunda y definitiva rubricación . El caudillo, el organizador de partido, el maestro de combinaciones políticas, el muñidor electoral presenta una figura, muchos de cuyos perfiles son simplemente efectos de un juego de sombras . Belisario Porras fue un activista, un extro-vertido, un realizador . Sus mayores triunfos se encuentran en la línea de la acción exterior, Como ideólogo, como definidor de credos, como literato, como pensador no logró jamás alcanzar la promoción de los creadores o renovadores . Confesante del liberalismo, vivió siempre, sin acrecentarla, de la herencia ideológica que acumularon las figuras proceras del liberalismo colombiano entre 1848-53 . Pero como político de barricada y tribuna, de imprenta y gobierno, logró niveles que no han sido sobrepasados en lo que llevamos de república ni lo serán, posiblemente, en todo el futuro previsible . Puede 104
decirse sin riesgo que el secreto de su buen éxito está en que su vocación coincidió plenamente con su actuación . En el instante en que el liberalismo colgaba temporalmente las armas de la dialéctica para hablar el lenguaje de las balas -que, conmo solía recordarlo Uribe Uribe son voz y voto de los pueblos que no tienen acceso a las urnas- Belisario Porras se graduó de general para traer la guerra a las llanuras y montañas del Istmo . Su figura de caudillo civil cuajó al resplandor de las fogatas insurgentes . Como a todos los altos personajes gestores del 3 de Noviembre, la república le encontró hecho . Junto al de Mendoza, formando conjunta y complementariamente al de Porras, aunque no por idéntica manera, el proselitismo porrista es en las jornadas primeras de la república una de las condiciones y de los modos de acción del democratismo panameño . No se olvide que el Belisario Porras de las décadas iniciales del siglo representa y tipifica, en cierto grado, la protesta y la acción campesina, plebeya, arrabalera, "santanera" contra el régimen seudo-aristocrático y empingorotado que se imponía desde Panamá . Quizá el aprendizaje republicano, como lo apunta el Dr. J . D . Moscote en una observación perspicaz que necesita elaboración y ensanche, no podía hacerse de otro modo ni por camino distinto que el caudillaje civil de los Porras y Mendoza . La popularidad de Porras fue, pues, la respuesta colectiva de un país en primariedad económica, de una masa poco evolucionada a la apelación de una personalidad fuertemente caracterizada . Pero si el personaje despierta o provoca el proselitismo -aunque no lo engendre en sus capas profundas- el proselitismo concluye por producir el personalismo cuando el cemento social de un partido no es la doctrina sino la persona del caudillo o cuando la ideología se rinde insuficiente ante realidades no previstas . En torno a Porras, el liberalismo descendió a porrismo y el partido se sumió en "el Doctor", Factor de ello fue la acción del tiempo que se llevó, uno tras otro, a todos los que le eran sus iguales y, salvo dos o tres excepciones, le dejó rodeado de figuras menores, de políticos de nueva hornada que, constitutivamente incapaces de forjarse a sí mismos 105
por el estudio, la lucha y el sufrimiento, no conocían otra escala ascensional que la de una adulacía sin fronteras ni proporciones . Más también ha de anotarse en el fenómeno la influencia de las transformaciones económico-sociales que produjo el Canal con la supeditación de nuestra economía rural primitiva asténica pero raizal, a una riqueza absorbente y forastera . El panameño sin profesión, desasido de ocupaciones productivas, se convirtió en burócrata y el burócrata en palaciego, en valido, en turibulario . El "porrismo" de la última presidencia del Dr. Porras fue una dolorosa comedia menor en cuyo centro el caudillo senescente derramaba las últimas chispas de su ingenio a una corte arrodillada que le endilgaba las más sorprendentes lisonjas . El propio actor no tardó en ser víctima de su propia farándula. El terreno que había señoreado se le deslizaba y deshacía como un tremedal . El "porrismo" deshizo, disolvió, devoró la personalidad otrora tan relevada de Belisario Porras . La vida, que en sus años formativos no le ahorró penurias, le hito una última y espantable jugada : le dejó sobrevivir a su tiempo . Los últimos quince años del Dr . Belisario Porras fueron de una melancólica supervivencia . Su figura física parecía un milagro de fortaleza patriarcal . Pero su fuerza mental, su ingenio, su vivacidad, su campesina socarronería que tantos triunfos le valió, alumbraban con intermitencia que anunciaba la opacidad definitiva . Habría sido de un respetuoso reconocimiento haber dejado que su ancianidad se reclinase en el apartado recuerdo de una notable madurez esforzada y batalladora . Pero las especulaciones de maniobreros políticos se empeñaron en hacerle pendón imposible de luchas cada vez más repugnantes para arrancarle a su prestigio girones conque cubrir sus desnudeces manchadas por el descredito . La muerte lo ha acogido, al fin, tardíamente piadosa . Su entierro fue una sorpresa, porque no es decir, en parte, que las generaciones sobre y dentro de las cuales actuó Porras energicamente han menguado por obra del tiempo y que las nuevas son extrañas a la fascinación que este hombre encendió durante muchos lustros . Pero significa también que nuestro pueblo ha llegado al peligroso 106
trance de no creer en nada ni en nadie . De la culpa de ello no puede quedar exonerado el "porrismo" que tanto daño infirió a Belisario Porras y que todavía no deja de sufrir la nación . De Belisario Porras quedará como ejemplo su vocación de político, su ímpetu, su audacia gubernativa, sus iniciativas y realizaciones progresistas . Pero también como signo negativo el "Potrismo", que fué su propia desventura . SEPTIEMBRE, 1942 .
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PAN AMA, PROBLEMA AMERICANO .. ."Y las objeciones que formulara el Gobierno de Colombia para aprobar la dirección y traspaso a los americanos del Canal interoceánico obligará dentro de algunos meses al Presidente yanqui a inventar la República de Panamá ." Mariano
Picón Salas : "Los días de Cipriano Castro", página 140 . ..."y así como se le arrancó a Colombia una franja de tierra para usufructuar un Canal en la zona que hacía posible la unión de los océanos . . ." Helí Colombani . "Colonización y OEA", "A. D.", N° 62, 18 de julio de 1959 .
GEOGRAFIA COMO HISTORIA
LOS PARRAFOS anteriores, desglosados, respectivamente, de un libro y un artículo periodístico de dos escritores venezolanos, comparten un mismo punto de vista respecto a la nacionalidad panameña. Con poca diligencia se puede formar una copiosa lista de expresiones idénticas de autores latinoamericanos divergentes en ideología, pero todos convencidos de que la República de Panamá surgió como una ficción política, urdida Por el State Department para el exclusivo servicio de los intereses estadinenses . Y fácil sería demostrar que semejantes manifestaciones, aparentemente impregnadas de anti-imperialismo, vienen a rendir pleitesía al ex abrupto proferido por Teodoro Roosevelt cuando alardeaba de haberse tomado el Istmo de Pa109
namá para asegurarle a su país la construcción y dominación de la vía acuática intermarina . Tales asertos se apoyan en una representación unilateral y parcial, si no en el desconocimiento total de la evolución histórica del nacionalismo panameño . Sólo así puede arriesgarse la afirmación de que el advenimiento de la República de Panamá fuera un fenómeno gratuito, sin antecedentes discernibles, un tosco engendro del Departamento de Estado, con la complicidad de la clase comerciante-latifundista istmeña . En ese acontecimiento culminó, por el contrario, un proceso nacionalista con raíces prendidas en un lejano pretérito . Ninguna nación americana puede dar cuenta de su presencia con títulos más valederos que los de Panamá, Su formación nacional, como la de todos los países del continente, responde a la interacción de los diversos elementos que, sobre la base territorial y el substrato aborigen, confluyen en la corriente histórica que va del Descubrimiento a la Independencia . Sin embargo, en el devenir panameño interviene un avasallador determinismo geográfico que influye en el espíritu de sucesivas generaciones y que contribuye, también, a deformar la visión de quienes miran desde fuera la peripecia panameña . El que hoy llamamos Istmo de Panamá asoma su perfil en el alba del Descubrimiento . Proa hacia objetivos distintos, aunque sujetos ambos al signo de una gran aventura común, Rodrigo de Bastidas navegando hacia el poniente y Colón, rumbo sudeste, con pocos meses de intervalo, contornean en 1502 el litoral septentrional del territorio que después se llamaría Castilla del Oro o Tierra Firme . El Almirante en busca del estrecho que le franquee el paso hacia tierras antevistas en sus delirios . Bastidas anda más en tanteos mercantiles tras el rescate de oro, que en menesteres descubridores . Entre ambos vienen a poner en las cartas marinas un dilatado litoral, que pertenece hoy en parte al territorio de la República de Panamá . Apenas once años después, Vasco Núñez de Balboa descubre el Mar del Sur . Se revelaba así que no había brecha en la tierra continental, esa brecha marina, aquel estrecho que oteaba la intuición colombina . Surgía, en cambio, un puente de tierra, estrecha lengua 110
entre dos océanos, que en los siglos venideros cumpliría funciones de pasaje, estación de tránsito, enlace de rutas, depósito de mercaderías y puesto de guardia . Pero tal cometido sólo cobraba inesperadas dimensiones y nuevo sentido, ya que tenía remotos antecedentes en la época precolombina . El Istmo de Panamá, en efecto, había sido tierra de tránsito, encuentro y acercamiento de las razas aborígenes . Revelado a los españoles, se convirtió pronto en centro de organización y punto de partida de expediciones hacia el sur y el occidente y en vinculo, después, de las rutas oceánicas que conducían de Europa a la América. Ni pasó mucho tiempo para que comenzaran a formarse proyectos para conseguir alterar la geografía tajando una vía de agua a través del delgado cuello telúrico . Quedó, por todo ello, expuesto al torbellino de las rivalidades de los imperios que se disputaban la dominación mundial . Entre tales alternativas iba cuajando sobre esa tierra un pueblo mestizo de tres sangres, en lucha callada pero persistente contra el influjo enervante y retardador de factores adversos . La primacía de las faenas del transbordo de riquezas transeúntes y el comercio de mercaderías importadas relegaba a condición precaria las labores agrícolas y artesanales . Con todo, la ganadería tomó asiento en las áreas centrales y occidentales de la vertiente del Pacífico, en donde afincaron, muy espaciadas, poblaciones rurales sustentadas por una agricultura tan primitiva y precaria como la de los antiguos pobladores indígenas . La vida cultural no pudo emular a la de otras provincias americanas . Sin embargo, Panamá tuvo su universidad y los siglos XVII y XVIII vieron nacer allí personalidades sobresalientes en algunos ramos de las letras, las artes y las ciencias de la época . Mas lo importante es que en el orden político administrativo el Istmo ocupó durante gran trecho del período colonial una posición insular o independiente respecto de las demás posesiones ultramarinas de la corona española, Dependió en el momento primero de los descubrimientos y exploraciones de Santo Domingo, aunque muchos de sus asuntos se arreglaban por decisión directa de la metrópoli . Ya en 1538 se establece en Panamá una Audiencia, la tercera del Continente, que entre suspensiones y restablecimientos y después 111
de temporal adscripción a la del Perú y Guatemala, subsiste hasta mediados del siglo XVIII . La reforma administrativa borbónica crea en 1739 el Virreinato de Santa Fe al cual incorpora el Istmo. No obstante, la Audiencia de Panamá, subordinada a la de Bogotá, sigue actuando hasta 1751 . Años adelante, en 1812, las armas libertadoras se imponen temporalmente en la parte central de la Nueva Granada . El virrey de turno traslada a Panamá, con la sede administrativa del virreinato, la real Audiencia . Por varios años los funcionarios reales concentran en el Istmo los contingentes que destinan a combatir los ejércitos de la emancipación, Estas incertidumbres y variaciones de las autoridades coloniales a propósito de la jerarquía administrativa del Istmo, dan testimonio de que la posición geográfica del territorio tiene proyecciones políticas domésticas y exteriores que forzaban a reconocerle cierta autonomía administrativa dentro de la organización colonial . El propio hecho explica, en parte, el retraso del Istmo en ingresar a la revolución emancipadora, como sucedió también con las colonias antillanas . La función de plaza fuerte, de fortaleza custodia de dos océanos, que lo expuso al ataque de los enemigos exteriores del imperio español por más de un siglo, lo convierte en cuña dirigida contra la insurgencia criolla en la Nueva Granada, Quito y el Perú . España guarda con desvelo el baluarte istmeño en donde hacen previa estación los contingentes enviados desde la Península para sofocar la rebelión . De allí parten hacia el nordeste y el sur sucesivas expediciones realistas . Los istmeños, cohibidos por la presencia de las tropas españolas, sofrenaban sus ansias libertarias . Un testigo Ilustre de aquellas horas grises lo declara en las siguientes palabras : "El cambio del lugar para el asiento del gobierno del Nuevo Reino de Granada fue de consuelo para los panameños que teníamos que aparecer como enemigos de la independencia americana, por lo que se hacia por los mandatarios de S.M.C ., cuando no éramos menos decididos por aquélla que los hermanos nuestros que la defendían con las armas y cuando deplorábamos en lo recóndito de nuestros hogares las persecuciones 112
que se empleaban contra los esfuerzos patrióticos de los quiteños y los granadinos por obtener su libertad ." (1) Precavido estaba Bolívar de la gravitación que sobre la lucha emancipadora tenía no sólo el panameño, sino la cadena de istmos de la región centroamericana . Hombre de extraordinario sentido realista, sabedor de que la política es un diálogo de lo posible y lo probable, un balance incesante de la correlación de fuerzas, el libertador no dejaba esas tierras fuera de sus previsiones . Refugiado en Jamaica en momento crepuscular de los empeños independentistas, cuando buscaba la cooperación británica para reunir medios pecuniarios y bélicos con que reanudar la lucha, escribía por mayo de 1815 al inglés Maxwell Hyslop : "Con estos socorros se pone a cubierto el resto de la América del Sur y al mismo tiempo se puede entregar al gobierno británico las provincias de Panamá y Nicaragua para que formen de estos países el Centro del Comercio del Universo por medio de la apertura de canales que rompiendo los diques de uno y otro mar, acerquen las distancias más remotas y hagan permanente el im. Y luego, en 1819, en las perio de Inglaterra sobre el comercio' instrucciones a los granadinos Revenga y Echevarría, comisionados para negociar en la Península el reconocimiento de la independencia de la Nueva Granada, advertía que : "Siendo de tan importancia para España el Istmo de Panamá por las ventajas militares que ofrece para la defensa de México y por las ventajas de comercio que no tienen ningún país del mundo, es muy probable que lo exija España a los señores Revenga y Echevarría ; lo defenderán con celo ; pero podrán cederlo solo o con la provincia de Panamá en compensación del Departamento de Quito, si se incorpora a Colombia ; en último y extremo caso podrán cederlo también, aun sin la compensación del Departamento de Quito, si no fuese posible conseguir la paz sino a ese precio". 1 . Mariano Arosemena . "Independencia del Istmo" Pág . 7. Edición del
Instituto de investigaciones Históricas . Universidad de Panamá, Pa namá.
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"¿Querían Bolívar y sus colaboradores -se pregunta el pulcro escritor panameño de quien tomamos esta cita, nada sospechoso de antibolivarismo- vender o permutar o ceder Panamá primero a Inglaterra y después a España?" (2) Otras manifestaciones epistolares del Libertador en la misma isla, y acciones suyas posteriores, contestan negativamente ese interrogante . La carta al inglés y las instrucciones a los emisarios neogranadinos transparentan las exigencias políticas de horas muy comprometidas para la lucha manumitidora que en 1815 parecía no tener futuro inmediato . Cuatro años después se habían ganado batallas decisivas para la liberación de Venezuela y Nueva Granada, aunque la dominación española seguía reteniendo poderosos baluartes . Las recomendaciones a Ravenga y Echevarría evidencian el propósito de consolidar el terreno ganado, en espera del derrumbe final de la colonia . Pero tales instrucciones indican asimismo que, dentro de su concepción continental de la lucha emancipadora, Bolívar le confería al Istmo posición conspicua en una América independiente y libre . No obstante, la situación del Istmo en aquel entonces vinculada a su función estratégica, hacía que el Libertador pensara en una transacción que, al neutralizarlo, diera tiempo para organizar las naciones aún en vías de emancipación . Para Bolívar, inexorablemente, el destino de Panamá constituyó una cuestión continental, Cristalizaron las aspiraciones de los istmeños en 1821 . Dos intentos de liberación desde el exterior por el Atlántico y el Pacifico fracasaron en 1819 . Preparaba otra expedición el Libertador en 1821, cuando, aprovechando momentos favorables del curso de la guerra en Sudamérica, los panameños proclamaron su independencia . Lo precario de su situación se les hizo en seguida evidente . No podrían sostenerse solos y aislados . México, liberado al fin de España, para pasar en seguida al imperio iturbidiano, envió emisarios en trato de anexión . Pero en el mis-
2.
Narciso Garay, "Carta al doctor Maximiliano Grillo," de 16 de Febrero de 1943. En "Lotería", noviembre de 1959, Panamá .
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mo acto de repudio a España y alumbramiento de su entidad nacional, el Cabildo de Panamá, intérprete y ejecutor del sentimiento popular, dispuso la unión del "territorio de las Provincias del Istmo al Estado Republicano de Colombia ." El sentido americano de esta decisión y su contribución a la victoria final de las armas republicanas lo precisa en escuetas frases uno de sus actores : "Los istmeños establecimos luego un gobierno propio. No atendimos a nuestro especial interés, tuvimos presente el de la América independiente en general. Como una porción, el Istmo, integrante de Colombia, dimos principios a las hostilidades del (sic) gobierno español, cerrándole esta vía, por la que reforzaba sus ejércitos en Quito, el Perú y Chile y abría las puertas a las repúblicas independientes, para el paso de sus fuerzas libertadoras a uno y otro mar, y de sus elementos de guerra. En las filas republicanas se encontraba a los istmeños auxiliando la gran epopeya, la libertad de Sur America" . (3) JUNTOS PERO NO
UNIDOS
ERA, SIN EMBARGO, la unión de conjuntos humanos formados en medios distintos y con necesidades que no se podían suplir del mismo modo. Una asociación que se habría hecho sólida y duradera de haberse reconocido a cada parte intereses propios legítimos dentro de un ámbito de acción y responsabilidades particulares . De otra suerte, la unión sólo podría mantenerse mediante resortes coercitivos, corroida por múltiples disparidades y resentimientos . El interés primordial de los istmeños radicaba en hacer válidas las posibilidades económicas inherentes a la posición geográfica de su territorio . La preocupación por el desarrollo comercial y la apertura del canal, inspira muy en breve sus demandas para la adopción de un régimen administrativo y político adecuado al cumplimiento de tales objetivos . En un documento anónimo publicado en la "Gaceta Oficial" del Departamento el 3.
Mariano Arosemena.
Loe .
cit.,
Pág . 59 .
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6 de marzo de 1823, cuyo conocimiento debemos a Rodrigo Miró, se formulan esos anhelos en proposiciones que, si bien muy concretas y limitadas, permiten discernir una subyacente inquietud autonomista . Pero Bogotá no comprende tales necesidades y aspiraciones. Desde entonces y para siempre, la mayoría de sus gobernantes asumieron respecto a Panamá una actitud de sentido anexionista que se exteriorizó en odiosas prácticas, imperantes bajo el régimen centralista como bajo el federalismo . La reacción panameña de tendencia separatista afloró un tanto confusa por vez primera en 1830, apenas nueve años después de la independencia de España . El intento se repitió con mayor fuerza en 1831 . Casi una década más tarde, al quedar Colombia virtualmente deshecha por los localismos parafeudales, consiguientes a la guerra emancipadora, el Istmo rehusó tomar partido en una pelea insensata, se erigió en Estado independiente y permaneció así durante un año . Tuvo que renunciar a esa jerarquía al restablecerse la unidad colombiana, pero procedió mediante negociaciones en que reafirmó su necesidad y derecho de autonomía . En 1855 la tenaz gestión de Justo Arosemena -hombre de excepcional inteligencia, probidad e ilustración-, logró la instauración del Estado Soberano de Panamá . Esta estructura jurídica fue destrozada por reacción centralista de 1886 que disminuyó el status del Istmo convirtiéndolo en una suerte de territorio dependiente, regido desde el despacho presidencial en Bogotá . Desde allí destacaban gobernadores, jefes militares, administradores de rentas y designaban al dedo a quienes debían ejercer los cargos electivos del Departamento . En los diecisiete años corridos desde la supresión del Estado Soberano hasta la independencia en 1903, sólo dos gobernadores del Istmo habían nacido allí . En ocho décadas le sobraron al nacionalismo panameño estímulos para pasar del reclamo autonomista al designio separatista . Para revocar el voto unionista de 1821 y reafirmar el de independencia . Esos ochenta años de incompatibilidades y trastornos domésticos, presencian el ascenso cada vez más impetuoso y raudo de un poder que, radicado originalmente en la vertiente atlán116
tica septentrional del continente, y avanzando sin pausa hacia el oeste y el sur, llegará al Istmo . La idea imperial de un préstamo sin reembolso que toma la Unión saxoamericana de su progenitora. "Los Estados Unidos nacieron en la mente de sus fundadores revolucionarios como una república imperial . Era un "imperio nascente" para usar una expresión de George Washington, esto es, un imperium o Estado Soberano, y poseía la ambición y la capacidad de expandirse en población y territorio" (4) . Sin acabar de resolver los problemas de la consolidación interna de la Unión ya sus dirigentes se formaban una nítida idea de cuánto entrañaban para su vislumbrado poderío las rutas interoceánícas que podrían abrirse en América Central . Obtener su dominio fue desde muy temprano una de las metas de su política internacional . Inglaterra les había enseñado, también, que la primacía mundial es inaccesible a quien no tiene bajo el puño los estrechos, puertos, puntas e islas que dan señorío sobre las grandes rutas del planeta . Con la antigua metrópoli, instalada a tiempo en posiciones dominantes de la región circuncaribe, tendrán que forcejear en el curso del siglo XIX para abrirle paso a la consigna que esculpió uno de sus estadistas : "Un canal americano, en territorio americano, bajo domini, americano" entendido el gentilicio, claro está, en su sentido imperialista . El tratado Clayton-Bulwer de 1850 concilia temporalmente los intereses de los dos rivales . Ignorando a las naciones ribereñas del Caribe cuyo destino se juegan en sus chamarileos, Gran Bretaña y Estados Unidos convienen en compartir equitativamente las ventajas del canal proyectado . Cincuenta años después la primera se vió obligada a renunciar a sus pretensiones en la región para concentrar cuidados en otras latitudes de su imperio colonial . Estados Unidos quedaba dueño del campo . Entre tanto fracasaban en sus intentos las dos compañías francesas que obtuvieron de Colombia la concesión para construir el canal interoceánico en el Istmo . Desechada la ruta de Nicaragua y de4. Richard W . Van Alystine . "The American Empire . Its historical paltern and Evolution" Edición de Boutledge and Kegan Paul . Londres para la British Historical Association, 1959 . 117
cididos los Estados Unidos por la de Panamá, abrieron negociaciones con el gobierno colombiano para que este autorizara el traspaso de los derechos de la compañía francesa y les acordara amplísimas concesiones de orden material y político en el territorio istmeño . No eran los primeros arreglos en que entraban a propósito del Istmo. Ya en 1846 habían suscrito un "tratado de paz, amistad, comercio y navegación" en que la República de Nueva Granada -denominación oficial entonces de Colombia- otorgaba trato igual que a sus ciudadanos a los estadinenses,sus bienes y mercancías para el acceso y libre tránsito en sus puertos y territorios . Como retribución, los Estados Unidos garantizaban, "positiva y eficazmente" la "perfecta neutralidad" del Istmo y "los derechos de soberanía y propiedad que la Nueva Granada tiene y posee sobre dicho territorio" . La convención de 1846 dio patente de legitimidad a la presencia interventora de los Estados Unidos en el Istmo . A su amparo o bajo su pretexto se arrogaron poderes discrecionales para ingerir en los asuntos internos y ejercieron actos de soberanía en oposición a la voluntad, y los derechos de panameños y colombianos .Lostér-minosde s pactoylaspráctiasdiman tesd él,sonuode los antecedentes del tratado que, medio siglo después, negociaron los mismos gobiernos en relación con el canal . Una empresa norteña obtuvo por aquellos mismos años la concesión para tender una "vía de carriles de hierro" de uno a otro mar en condiciones de privilegio que le daban el derecho de objetar cualquier proyecto ulterior de comunicación intermarina . La construcción del ferrocarril, concluida en 1855, vino a remachar la ingerencia de los Estados Unidos en el Istmo y en toda la vida pública colombiana . No podía haberse escogido instante más infortunado para iniciar la negociación canalera . Colombia entera se hallaba extenuada por una prolongada y devastadora guerra civil . El partido liberal estaba en los campamentos . El conservador mandaba, pero escindido en dos grupos que no rehuían el acuchillarse por la espalda para despojarse del poder . El cercano fenecimiento de los derechos otorgados a la compañía francesa del canal, im1 18
pedida para reanudar los trabajos, apremiaba a los plenipotenciarios que discutían el traspaso de la concesión a los Estados Unidos . Pero la cuestión había dejado de consistir en un contrato entre un gobierno y una empresa privada para convertirse en un instrumento internacional en el cual una de las partes exigía de la otra el traspaso de una porción de su territorio y de amplios derechos sobre éste . Al cabo de varios meses de negociaciones, que estuvieron salpicadas de pasmosos incidentes y dieron origen a enconadas controversias, el tratado Herrán-Hay fue suscrito por los plenipotenciarios en enero de 1903 y enviado al Senado de Colombia para su ratificación . Una tempestad política, no menos furiosa que la guerra civil recién finalizada, se desató en seguida . El interés faccional perturbó los ánimos . Las imprudencias del ministro estadinense en Bogotá enardecieron a los opositores del convenio . Bajo la presión de las pasiones incandescentes, el Senado colombiano se negó a ratificarlo . La negativa repercutió hondamente en el Istmo . Todas las zonas sociales panameñas, con las excepciones lógicas, favorecían el tratado, aunque no dejaran de advertir los sacrificios que envolvía, Tres años de guerra intestina habían drenado las energías del país. La recuperación económica apareció soldada a la reanudación de los trabajos del canal. El recuerdo de las épocas de relumbrante bonanza, vinculada al tránsito de riquezas forasteras, cautivaba de nuevo la imaginación de los panameños, enfeudándola a la ilusión de que, ahora sí, la posición geográfica constituía la clave de todos sus problemas . Los panameños consideraron que de nuevo sus legítimos intereses regionales habían sido ignorados en el centro . La inconformidad con lo acaecido reactivó el sentimiento nacionalista, difundido y avigorado por los infortunios vividos durante ochenta años de sociedad con Colombia. LA REPUBLICA ENCADENADA EL RECHAZO del convenio Herrán-Hay obró como ingrediente precipitador de un desenlance previsto hacía mucho tiempo por lúcidas inteligencias colombianas . Pueden citarse palabras de 1 19
numerosos escritores de alta categoría que comprendieron que las especiales características de la vida panameña hacían quebradiza la asociación de Panamá a Colombia, a menos que se adoptaran procedimientos adecuados a tales condiciones . Aunque los políticos colombianos que repudiaron dicho convenio hubieran actuado sólo al influjo de enhiesto patriotismo, es evidente que no se percataron de la magnitud e ímpetu de las fuerzas en juego . El empeño de los Estados Unidos en construir el canal, a urgencia de la compañía francesa en vender su concesión antes que caducara y las esperanzas de los panameños en la obra, fundidas en su sentimiento nacionalista, sumaban fuerzas que no podían contener las argucias jurídicas de los togados santafereños . Tal conjunción de intereses determinó la erección de la República de Panamá .No hay razón para enmascarar los hechos . La decepción empujó a los istmeños hacia el sendero separatista que transitaron cinco veces en el siglo anterior . Se formó una junta conspiradora que fue alentada por William Nelson Cromwell, abogado de la Casa Morgan, y Phillipe Bunau Varilla, propietario de la mayor parte de las acciones de la compañía francesa del canal . Sobresalió en el padrinazgo el segundo . Personaje en quien se combinaban el cortesano intrigante, el agiotador y el corsario financista, Bunau Varilla prestó a la conspiración secesionista servicios que cobró con usura . Bogotá tenía informes de lo que estaba ocurriendo en Panamá . Desconfiando de la lealtad de la guarnición que allí mantenía, envió tropas de refuerzo al mando de tres altos jefes, instruidos para descabezar la tendencia separatista e imponer obediencia a los panameños . La llegada de esa tropa a Colón alarmó y acució a los conspiradores, Negados por los jefes del ferrocarril los vagones para trasladar dicho contingente a la otra costa, partieron solo sus jefes y fueron presos al llegar a Panamá, en las horas crepusculares del 3 de Noviembre de 1903 . Esa misma noche se reunió el Consejo municipal, y aprobó un voto de ruptura de los vínculos con Colombia y de independencia . Un cabildo abierto se efectuó al día siguiente con gran concurso popular. Como en 1821, 1830, 1831 y 1840 se proclamó la autononúa nacional del Istmo, Una Junta de Gobierno fue escogida y 120
juramentada allí mismo . El acta correspondiente fue suscrita por los ediles y ratificada con la adhesión de centenares de ciudadanos. El 6 de Noviembre la Casa Blanca reconoció al nuevo Estado y comunicó la decisión a Bogotá . En la nota recomendaba a los gobiernos de Colombia y Panamá la solución pacífica y equitativa del entredicho, no sin dejar de recordar que, conforme al tratado de 1816, y "por los intereses de la civilización" estaban los Estados Unidos obligados a tutelar la paz en el territorio istmeño. Entre tanto, Bunau Varilla, comenzó a cobrar sus servicios . Demandó y obtuvo el nombramiento de ministro de la nueva República ante la Casa Blanca con poderes para negociar un convenio relativo a la construcción del canal . Tomado como proyecto el tratado Herrán-Hay, Bunau Varilla lo modificó ampliando las concesiones territoriales y jurisdiccionales a los Estados Unidos y gravando más fuertemente a Panamá . Recelando, quizás, la Junta de Gobierno istmeña de las intenciones del negociador, nombró una comisión para que fuera a Washington y revisara y aprobara previamente las cláusulas del pacto en deliberación . Bunau Varilla no aguardó la llegada de los panameños . El 18 de Noviembre, al anochecer, y no en el despacho del Secretario de Estado, Mr . John Hay, sino en la residencia de éste, firmó la convención del canal interoceánico . Cuando los comisionados arribaron a Washington, pocas horas después, el plenipotenciario les dijo lo que acababa de hacer . Quedaron lívidos y perplejos . Pocos días después, luego de conversaciones infructuosas con los funcionarios estadinenses, tomaron el camino de vuelta . El propio Bunau Varilla apremió a la Junta de Gobierno para que, apenas estuviese el documento en Panamá, lo ratificara sin observaciones . El 2 de Diciembre de 1903 un decreto firmado por la Junta y sus ministros otorgó la ratificación . La República, apenas surgida, tras un siglo de anhelos e intentos baldíos, quedó encadenada . La proclamación de la República de Panamá provocó en Colombia una reacción tan profunda, como en Panamá el rechazó del convenio Herrán-Hay . Bogotá despachó una expedición 121
de "reconquista" que no pudo franquear las selvas del Darién. Confió más en los medios persuasivos . Dos comisiones fueron a Panamá para tratar sobre la reincorporación . Representantes de la Junta de Gobierno las atendieron . Una de ellas ofreció plena autonomía al Istmo dentro de los moldes de un Estado Federal, como el de 1855, al cual se le dejaría percibir todas las rentas que se cobraran en su territorio y los dineros que derivaran del tratado Herrán-Hay, que sería ratificado sin demora . Uno de los enviados llegó hasta proponer que la capital de Colombia se trasladara a Panamá . Aquello importaba la rectificación radical, bajo el golpe de los acontecimientos, de yerros cometidos en ocho décadas . La aceptación de las culpas de una politiquería de camarillas y conciliábulos que habían jugado irresponsablemente con las esperanzas de los istmeños . Pero ya era tarde . Los panameños rehusaron tomar por quinta vez el sendero de regreso que habían transitado en el siglo anterior para caer en reiterados desengaños . Fallidas sus gestiones, una de las comisiones siguió a Washington para ofrecer la ratificación del tratado rechazado meses antes a cambio de que los Estados Unidos mediaran para que Panamá se reincorporara a Colombia . Fracasó también . Antes de considerar las consecuencias de la convención canalera, expondremos varias consideraciones en torno a los hechos que acabamos de resumir . Las primeras atañen a la fundamentación del nacionalismo panameño . La formación de una conciencia nacional en distintas porciones del imperio colonial de España en América es un proceso que se inicia apenas sienta su planta en ellas el poder peninsular . Aparte de los efectos segregadores y localistas de las distancias entre las regiones del continente, actúan en ese sentido un puñado de factores históricas de vario contenido . La temprana rebelión de los capitanes que resienten la acción centralizadora de la corona y se consideran despojados de sus derechos de conquista, tiene un sello feudal, pero constituye un remoto antecedente de los alzamientos independentistas . El trasplante, en las horas primeras de la colonia, de las viejas tradiciones igualitarias y comunalistas ibé122
ricas, sofocadas en la Península por el Habsburgo, deja yemas que retoñan tres siglos después . Al influjo del medio natural, las regiones se van encerrando en sus usos, en sus faenas particulares de subsistencia, en sus modos espirituales . Bajo la unidad y centralización política del imperio colonial se elaboran procesos diferenciadores que perfilarán las diversas fisonomías nacionales al consumarse la emancipación de la metrópoli . La unidad externa de la colonia la hicieron añicos los gritos de independencia, si bien los próceres de cada provincia se esforzaron en hablar para todos y por todos los americanos . La refacción de la unidad, la formación de la anfictionía en que se afanó Bolívar, era un sueño utópico en doble sentido . Pasadistamente utópico en el grado en que traslucía las multicentenarias ideas imperiales de la antigüedad y el medioevo . Futuristamente utópico porque pretendía construir la unidad continental en ausencia de condiciones económicas, sociales e históricas que no aparecían sirvo en un porvenir distante . La parcelación del continente en naciones separadas, era el antecedente necesario para la creación de los factores unitarios . Dentro de ese proceso, la constitución de Panamá en Estado nacional independiente fue un hecho retardado quizás, pero históricamente justificable, no importa el modo de su cumplimiento . O sí importa . Mas no al mero propósito de endilgarle requisitorias urticantes . Ese suceso nos obliga a comprender, de una vez, que los precipitados históricos no se obtienen con ingredientes neutros y puros, sino con los intereses y pasiones de individuos, grupos y pueblos . La nación misma, en cuanto concepto y realidad, surge con no escasas violencias de una pugna multisecular entre elementos materiales e imponderables que mina los cimientos del feudalismo y deroga la idea imperial medieval . Los forjadores de nacionalidades, en lucha contra los poderes subyugadores, no rechazan ayuda ningnua, sea cual fuere su origen, aunque comporte riesgos para el futuro . ¿No se procuraron los próceres de la emancipación americana el auxilio y protección de Inglaterra, aun sabiendo que la enemistad de ésta hacia España no se nutria de anhelos idealistas sino que la motivan obvias ambiciones de predominio mundial? Volvamos la vista a nuestro siglo. La 12 3
sanción de los Aliados a las nuevas naciones que surgieron en la Europa centroriental no revela tanto una fiel devoción al principio de autodeterminación nacional, atropellado por Wilson en sus agresiones a México y la América Central, como designio de desmembrar a los imperios alemán y austriaco . El sentimiento nacionalista es una cosa . Los medios por los cuales se trasmuta en realidades concretas, algo muy distinto . Consideramos ahora, brevemente, un interrogante que se cierne sobre esta actuación de los fundadores de la República de Panamá en relación con el convenio Hay-Bunau Varilla . ¿Por qué se dieron tanta prisa en aprobarlo? ¿Por qué no lo rechazaron vistas las onerosísimas cargas que arrojaba sobre la surgente nación y las irregulares circunstancias en que fue suscrito en Washington? No poco acerbas censuras les dirigieron algunos de sus coetáneos . Pero ha sido más severo el enjuiciamiento sustentado por el hombre de las generaciones siguientes, cuya conciencia nacional se forjó al fuego de las experiencias engendradas por el tremendo pacto. Ningún reproche han dejado ellos de enrostrar a los dirigentes de 1903 . El primero y más tenaz, naturalmente, el de que volvieron la espalda a los intereses populares para atender exclusivamente a los de la clase de comerciantes y propietarios urbanos . Una cuestión como ésta que excita los sentimientos generosos como los humores más turbios, se presta para que, con motivos aparentemente sanos, se hagan afirmaciones que tienen complicaciones perversas devastadoras . En la denuncia contra los gestores del movimiento separatista hay quienes de la censura al modo cómo advino la República pasan a lamentar su creación, con plañidera nostalgia por los días de la unión a Colombia . Tal actitud envuelve desconocimiento de la validez histórica del nacionalismo panameño y del hecho incontestable de que en 1903, como cinco veces en el siglo anterior, la mayoría de todas las clases sociales tuvieron una sola voluntad de autonomía . Ignoran, pues, la realidad histórica quienes aseveran, aunque lo hagan con vehemencia y cólera, que sólo hubo dinero yanqui, soborno y concupiscencia en los acontecimientos de 1903 . El pueblo panameño 124
entero quiso la independencia y respaldó su proclamación, aunque la República llegara agobiada por pesados gravámenes . Refiriéndose a las circunstancias en que los fundadores de la República aceptaron el tratado Hay-Bunau Varilla, dice una de las inteligencias cimeras del Panamá republicano : "Es evidente que la inexperiencia diplomática de la infancia de la República, en medio de las circunstancias apremiantes de aquel momento histórico, y dado lo complejo de las relaciones que creaba o era susceptible de crear el pacto de 1903, no pudo vislumbrar todas sus consecuencias . Se tenía fe en la actitud amistosa y prometedora de los estadistas norteamericanos . Se confiaba en que, no obstante las cláusulas alarmantes del tratado, los Estados Unidos -como lo manifestó más tarde Teodoro Roosevelt- no ejercerían poderes mayores que los que estrictamente necesitaban para construir y manejar el canal No tardaron mucho los acontecimientos en revelar la realidad de aquellas consecuencias ." (5) . Sea cual fuere el ángulo desde donde se observe a los personajes panameños de 1903, hay un dato psicológico que no puede desestimarse al enjuiciar su actuación . Muchos latinoamericanos eminentes del siglo pasado exhibían frente a los Estados Unidos una actitud ambigua, ambivalente . Los sentimientos e ideas respecto a la nación nórdica oscilaban entre extremos inacercables, Los postulados liberales de la Declaración de Independencia de las que fueron Trece Colonias angloamericanas ; las normas democráticas de su Constitución y las teorías sobre la libertad que difundían sus ideólogos, cautivaban la admiración de las generaciones que emanciparon la América española
5.
Ricardo J . Alfaro . "Medio Siglo de Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos," Pág . 22 Edición de la Secretarla de Información de la Presidencia de la República de Panamá, 1959. Publicado en "Cincuenta Años de República," obra colectiva, edición dirigida Por Rodrigo Miró. Imprenta Nacional, Panamá, 1953 . 1 25
y rigieron sus destinos en la centuria pasada . Pero su enorme poder, que derribaba fronteras y engullía territorios y pueblos, al modo de una fuerza desbocada de la naturaleza, oprimía y desconcertaba el espíritu de aquellos hombres . Expresivas de ese estado de ánimo son las siguientes palabras de Justo Arosemena en la segunda edición de sus Estudios Constitucionales : "Juzgué al principio que hallándose probablemente destinado México y la América Central a caer dentro de la vorágine absorbente de la Gran República del Norte, no importaba mucho a sus hermanos del sur estudiar aquellos países ramas de un mismo tronco" . (6) Explicaba así por qué en la primera edición de su obra no había tratado sobre las constituciones mexicana y centroamericanas . El ponderado jurista panameño pensaba, sin duda, que esa probabilidad se cumpliría con fatalidad irrevocable . ¡,Igual aprensión mellaba, quizás, la conciencia de los fundadores de la República istmeña en las horas en que hubieron de tomar decisiones tan trascendentes para el futuro de la nación? UNO SOLO POR TODOS EL CONVENIO del canal ístmico, denominación oficial del documento redactado por John Hay y Phillippe Bunau Varilla, establece en su primer artículo la garantía de la independencia de la República de Panamá por los Estados Unidos . Pero a partir del segundo las concesiones que hace Panamá son de tales alcances y peso que limitan y disminuyen extraordinariamente su calidad de nación independiente y soberana. Baste aquí resumir los más severos de tales gravámenes . Cesión a perpetuidad, para la "construcción, mantenimiento, funcionamiento, saneamiento y protección del canal", del "uso, ocupación y control" de una zona de diez millas de ancho, extendida de mar a o.
Justo Arosemena . "Estudios Constitucionales sobre los Gobiernos de de la América Latina" Segunda Edición . Librería Española Y Americana de P. Denne . París, 1878.
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mar, y de "cualesquiera otras tierras y aguas" fuera de dicha zona que resultaran necesarias al fin expresado . Ejercicio por los Estados Unidos, sobre ese territorio, "con entera exclusión de la República de Panamá", de "todos los derechos, poder y autoridad que aquéllos poseerían y ejercerían si fueran soberanos" del mismo . Uso a perpetuidad por Estados Unidos de toda corriente superficial o masa de agua que fuese necesaria para la construcción, mantenimiento, saneamiento y protección del canal . Monopolio perpetuo a favor de Estados Unidos para la construcción, mantenimiento y funcionamiento de cualquier otra vía acuática o férrea intermarina a través del Istmo . Derecho de los Estados Unidos a comprar en las ciudades de Panamá y Colón y sus puertos adyacentes propiedades que se necesitaran al objeto antes dicho. Traspaso a los Estados Unidos de todo derecho actual y futuro de Panamá en relación con el ferrocarril interoceánico y la Compañía Nueva del Canal. Impedimento de la República de Panamá de imponer ninguna clase de cargas fiscales a las propiedades, maquinarias, obras, etc ., de los Estados Unidos en el territorio que ocupa y a los empleados y obreros al servicio del canal . Derecho de los Estados Unidos de importar a dicha zona artículos y mercancías libres de todo gravamen fiscal, con destino a sus trabajos y al consumo del personal civil y militar que tuviere a su servicio . Derecho de los Estados Unidos a mantener el orden público en las ciudades de Panamá y Colón y territorios y bahías adyacentes "en caso que la República de Panamá, a juicio de los Estados Unidos, no estuviere en capacidad de mantenerlo" . Panamá recibía de los Estados Unidos, además de la garantía de su soberanía e independencia, diez millones de dólares al canjearse las ratificaciones y una anualidad de doscientos cincuenta mil dólares, que se comenzarían a pagar nueve años después . De los diez millones sólo se pagaron, inmediatamente, cuatro . El resto fue puesto a interés en Estados Unidos, bajo el cuidado de William Nelson Cromwell . Los hombres de 1903 tuvieron pronta experiencia de las consecuencias del tratado, cuya severidad agravaba la interpretación unilateral de sus cláusulas por los funcionarios de Estados 127
Unidos en Washington y la Zona del Canal . En junio de 1904 dictó el gobierno estadinense una "orden ejecutiva" que abría la Zona del Canal al comercio mundial, sometiéndola a una tarifa arancelaria proteccionista, y señalaba como terminales del Canal los puertos de Ancón (llamado generalmente La Boca) y Cristóbal, en donde estableció aduanas y oficinas postales . Estas disposiciones acarreaban el derrumbe de las esperanzas de lucro que acariciaban los comerciantes istmeños y cuya realización tenían por segura con el comienzo de los trabajos canaleros . Lo importante para los intereses panameños es que la orden ejecutiva descansaba sobre una interpretación absolutista de los derechos jurisdiccionales otorgados a los Estados Unidos por el tratado del canal . Contra ella comenzó a luchar de una vez Panamá . El 11 de Agosto de 1904, el ministro en Washington, señor José Domingo de Obaldía, presentó al Departamento de Estado la Nota Número 6 obra del abogado consultor de la Legación, Doctor Eusebio A Morales, una de las más altas y vigorosas inteligencias con que haya contado la República . El documento posee la categoría histórica e intelectual de alegato cabecera de las reivindicaciones nacionales defendidas y reiteradas, con variantes lógicas, mas siempre en un mismo sentido, por las generaciones surgidas en el decurso republicano . Su aserción basilar es que "la convención del canal no importa cesión de territorio ni traspaso absoluto de soberanía", sino tan sólo una atribución de derechos de soberanía a los Estados Unidos para fines específicos y dentro de los límites adecuados al cumplimiento de tales fines . "Puede llegarse a la conclusión -dice en uno de sus apartes- de que los dos países ejercen conjuntamente la soberanía sobre el territorio de la Zonal del Canal y que en las cosas expresamente especificadas en el convenio Bunau Varilla-Hay el uso de tal derecho le corresponde a los Estados Unidos, en virtud de delegación de la República de Panamá ; pero en todo aquello en que el convenio guarda silencio los derechos de la República de Panamá permanecen inalterables y completos" (7) . De 7.
Eusebio A. Morales . "Ensayos, Documentos y Discursos", Pág . 6a-69 . Editorial "La Moderna ." Panamá, 1929 .
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tamo 1,
esta tesis angular emanan razonamientos en oposición a las decisiones adoptadas en la orden ejecutiva antes mencionada . La nota panameña fue largamente contradicha por el Secretario Hay, abroquelado en interpretación excluyente de todo derecho y ejercicio de soberanía panameña en la Zona del Canal . Posición mantenida irreductiblemente por los Estados Unidos, a despecho del reconocimiento de la "soberanía titular" de Panamá sobre su territorio zonal, y que cuidan muy bien de ratificar en los convenios y acuerdos suscritos posteriormente por los dos países . El llamado "Convenio Taft" puso término a la controversia e inició los reajustes parciales efectuados hasta hoy. No fue un tratado formal, sino un entendimiento en cuya virtud adquirió categoría jurídica internacional otra orden ejecutiva del gobierno de los Estados Unidos que sustituyó en parte a la que había suscitado esta primera confrontación de las posiciones fundamentales de Panamá y los Estados Unidos . Los incontables incidentes que habría de ocasionar la problemática convivencia de dos naciones en parte del territorio de una de ellas, han engendrado un constante forcejeo, salpicado de instantes tensos y dramáticos . Repetidas gestiones diplomáticas de Panamá desenlazaron en la firma del tratado de Junio de 1926 . Las demandas que Panamá formuló al abrirse la negociación de este instrumento fueron en su mayor parte rechazadas por los Estados Unidos . A cambio de algunas concesiones de orden económico y territorial, se le impusieron a Panamá nuevas obligaciones políticas de intención anexionista . La Asamblea Nacional declinó ratificar el pacto, en Enero de 1927, mediante una resolución en la cual se indicaba al gobierno panameño que procurara conseguir soluciones que satisfacieran plenamente las aspiraciones nacionales . La instalación de Franklin Delano Roosevelt en la presidencia de los Estados Unidos favoreció la reanudación de negociaciones para revisar la convención de 1903 . Las bases generales 129
de éstas se definen en una declaración conjunta de Roosevelt y el entonces gobernante panameño doctor Harmodio Arias, quien viajó a Washington para reiterar las históricas aspiraciones de su país . En Mano de 1936 queda suscrito en Washington un "tratado general de amistad y cooperación" y las convenciones conexas. La Asamblea panameña los ratifica en Diciembre siguiente . Dos años y siete meses después, el Senado estadinense confirma el tratado y una de las convenciones . El nuevo pacto subroga parcialmente el de 1903 . Tiene disposiciones políticas importantes . Elimina la garantía de la independencia y soberanía de Panamá por los Estados Unidos y el derecho de intervención de éstos en las ciudades de Panamá y Colón. Reconoce que la Zona del Canal es territorio panameño bajo la jurisdicción de los Estados Unidos. Declara terminado el período de construcción del canal y limita a los fines de mantenimiento, funcionamiento, sanidad y protección de la vía, el uso, control y ocupación de las zonas y tierras y aguas adyacentes por los Estados Unidos . Exonera a Panamá de la obligación de ceder a los Estados Unidos tierras y aguas adicionales y cancela la concesión perpetua de que, a tal efecto, disfrutaban ellos . La adquisición de nuevas tierras y aguas, cuando fueren necesarias, no la determinarían por sí Estados Unidos, sino mediante entendimiento con Panamá . Sujeta a las partes signatarias a la "obligación conjunta" de asegurar el funcionamiento efectivo del canal y su defensa y neutralidad . En el aspecto económico reconoce a Panamá garantías para aprovechar mejor las posibilidades comerciales que envuelve la Zona y deroga la prohibición de imponer impuestos a las mercancías, naves y personas de paso por el canal hacia su territorio jurisdiccional y de establecer aduanas y funcionarios fiscales panameños en los puertos de la Zona del Canal . La anualidad del canal queda elevada a cuatrocientos treinta mil dólares . La obligación de defensa conjunta del canal establecida en el tratado de 1936 tuvo inmediatas consecuencias al ingresar Estados Unidos como beligerantes en la segunda contienda mundial . Panamá declaró la guerra a las potencias del Eje . Ya a fi130
nes de 1940 Washington había solicitado a Panamá parcelas de terrenos para levantar bases aéreas y otras instalaciones defensivas. Las primeras demandas causaban pavor. Comprendía la ocupación de tierras por novecientos noventa y nueve años, reducidos luego a noventa y nueve- y renovación a voluntad del gobierno estadinense. Hubo largos parlamentos. En el curso de éstos ocurrió un golpe de Estado en Panamá . En Mayo de 1942 fue suscrito un convenio que permitió a Estados Unidos recibir en arrendamiento cerca de quince mil hectáreas de territorio panameño para establecer bases de defensa y protección del canal . El gobierno estadinense aceptó doce solicitudes panameñas que incluían la devolución gratuita de tierras, acueductos y alcantarillados en las ciudades de Panamá y Colón, la construcción a cargo de los Estados Unidos de un puente sobre el canal y el pago de diversas compensaciones monetarias . El acuerdo debía caducar un año después de firmarse el convenio definitivo de paz que pusiera fin al conflicto bélico . Cesó éste y oportunamente declaró el gobierno panameño que el término del arriendo se consumiría el 1 9 de Septiembre de 1946, al cumplirse un año de la rendición incondicional del Japón, suscrita a bordo del Missouri . Los funcionarios estadinense no lo entendieron así y la ocupación de las áreas arrendadas continuó por muchos meses más . Entre tanto, Estados Unidos había propuesto un nuevo acuerdo para el funcionamiento de catorce bases . El 10 de Diciembre de 1947 se firmó el instrumento en la ciudad de Panamá . El pueblo entero se pronunció en contra . La Asamblea Nacional, convocada para discutirlo, lo rechazó por unanimidad el día 22 . Al siguiente, Washington ordenó a sus tropas en el Istmo la inmediata evacuación de las bases que venían ocupando en territorio panameño . Ni habían sido atendidas las demandas básicas panameñas en relación con el tratado de 1903 ni logrado cabal cumplimiento por parte de Estados Unidos de los convenios de 1936 y 1942 . El clamor revisionista cobraba fuerzas debido a las persistentes diferencias con las autoridades canaleras . En 1953, el presidente José A . Remón C . viajó a Washington para plantear la situación al General Eisenhower . Tras otra declaración conjunta, se abrieron 131
nuevas negociaciones que culminaron en Enero de 1955 con la firma en Panamá de un "tratado de mutuo entendimiento y cooperación" acompañado de un "memorándum de entendimientos mutuos" . Las ratificaciones se canjearon en Agosto siguiente . Las estipulaciones del tratado son de orden pecuniario, sanitario y territorial . Eleva a un millón novecientos treinta mil dólares la anualidad del canal . Establece la renuncia de los Estados Unidos al monopolio sobre carreteras y ferrocarriles interoceánicos en el Istmo . Entrega a Panamá la jurisdicción sanitaria en las ciudades de Panamá y Colón . Traspasa a Panamá tierras y mejoras en varios sitios del país . Reserva un área en un distrito rural del país para maniobras y adiestramiento de las tropas estadinenses. En el memorándum cl Ejecutivo estadinense se compromete a solicitar del Congreso de la Unión la expedición de leyes que aseguren la igualdad de salarios y oportunidades de trabajo de panameños y estadinenses en la Zona del Canal, el traspaso de propiedades al gobierno panameño y el cumplimiento de otras obligaciones . La República de Panamá adquiere, entre otras de menos monto, las obligaciones a arrendar por noventa y nueve años, bajo un canon nominal, a los Estados Unidos terrenos contiguos a la embajada de ese país en Panamá y a reducir en un setenta y cinco por ciento los impuestos sobre licores que pasen de Panamá a la Zona del Canal . Panamá honró sin dilaciones sus compromisos . Los Estados Unidos han sido, corno siempre, parsimoniosos al hacer efectivos los suyos . Tras larga espera se expidieron las disposiciones legales para poner fin al discrimen contra los panameños en el régimen de salarios . Pero la reglamentación aprobada constituye una evasión de la obligación contraída por los Estados Unidos . Pareja renuencia manifiestan frente al cumplimiento de las cláusulas que restringen la actividad de los establecimientos comerciales estadinenses en la Zona del Canal . Tal actitud ha provocado una profunda resonancia emocional en amplios sectores sociales panameños . La demanda por mayor participación en los rendimientos del canal y el reclamo de izar la Bandera panameña en la Zona del Canal, varias ve132
ces formulado oficialmente ante el Departamento de Estado, son objetivos del movimiento revisionista integral que ha sido, ya en latencia, ya en sucesivos brotes, una constante en el acontecer republicano del Istmo . El presidente Ernesto de la Guardia, hijo, precisó la razón histórica del revisionismo en un reciente discurso, (8) diciendo que la convención de 1903, producto y signo de una época de apogeo colonialista, no puede subsistir cuando los pueblos hasta ayer sumisos y sumergidos se levantan unos tras otros, para conquistar su independencia . TODOS CON UNO Y PARA TODOS
ESA LUCHA de más de cinco décadas la ha llevado el pueblo panameño con sus solas fuerzas . Los otros de Latinoamérica le han mirado indiferentes, distantes, incomprensivos, cuando no zahirientes y hostiles . No podían, tal vez, comprender que a la gente del Istmo la historia le había gravado con la rigurosa responsabilidad de librar solitaria y aislada, frente a una formidable potencia, una batalla que concierne a todos los latinoamericanos . La cuestión istmeña ha tenido siempre dimensión continental. Con Bolívar lo vieron claramente insignes figuras del Procerato independentista . La vuelta sobre sí misma de las nacionalidades americanas, absortas en el empeño de consolidar y desarrollar las premisas de su propio existir, les apagó la perspectiva continental . Pero ya fenece la hora de los particularismos . La plena realización de las naciones americanas no puede alcanzarse sino resolviendo solidariamente los problemas comunes . El canal de Panamá está en primer plano de éstos . Tres fórmulas se adelantan como soluciones posibles : la nacionalización a secas, la interamericanizacíón basada en la OEA o la internacionalización vinculada a la ONU . La primera, desde luego, halaga los sentimientos de los panameños, aunque no Puede asegurarse que disfrute de asentimiento general, pues no ha sido bien debatida . La interamericanización ha sido sugerida en los últimos años por varios sectores . La acogen las proposis . Ver POLÍTICA, Caracas, No .
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Sección Documentos . 1 33
ciones con que termina el reciente estudio de la Northwertern University de Illinois, hecho por encargo de un comité del Senado estadinense. La internacionalización es la más añeja de las tres proposiciones . Se formuló ya antes de que el canal fuera una realidad . Haya de la Torre la adoptó entre los objetivos primeros del Apra . Adlai Stevenson, el dos veces candidato presidencial demócrata, dijo durante su estancia en Panamá, hace pocos días, que "el futuro lógico del Canal puede que sea alguna forma de internacionalización" y que le había interesado "Ja sugestión de que posiblemente la Organización de Estados Americanos debía ser responsable del Canal como la gran vía de agua internacional de este hemisferio ." Cada una de estas proposiciones encierra numerosas dificultades . La decisión al respecto es materia para un acuerdo americano . Ante el problema de Panamá, los pueblos latinoamericanos deben rebasar las actitudes insularistas, para obrar conjunta y solidariamente . Es el camino que abre la resolución aprobada por la Cámara de Diputados de Venezuela el 24 de Febrero de 1960, en la cual se emite un voto de adhesión al pueblo panameño y se exhorta a los demás parlamentos latinoamericanos a pronunciarse en el mismo sentido . MARZO, 1960
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A TRES SIGLOS DEL DISCURO
¿"ETERNO RETORNO"? LA TRAGEDIA es la misma y una la angustia que oprime nuestra conciencia . El hombre quiere saber qué es él y qué el mundo circundante . El universo, la vida, el pensamiento ¿tienen un sentido y un destino o carecen de toda dirección? ¿Podemos descifrar su huraño y evasivo secreto? ¿Somos incapaces de penetrarlo, aprehenderlo, señorearlo? En la búsqueda de una respuesta, de una certidumbre, de una evidencia, el hombre se arrastra, se empina, se remonta y al final de la peripecia le parece que ha estado recorriendo siempre el mismo camino . Del mundo a sí, de sí hacia el inundo . Llega a la realidad exterior, a la naturaleza, la observa, la interroga, cree hallar algunas respuestas. Pero no le satisfacen porque se percata de que frente a la naturaleza, al mundo, al universo enorme, está su propio yo como otro problema infranqueable y entonces se decide a violar el misterio que defiende . Una y otra vez tienta una y otra empresa. ¿La tarea es vana? ?La meta inasequible a nuestro anhelo? ¿El secreto no nos consiente más que la visión, la vislumbre de su faz? ¿Todo es un ir y volver vitalicio y gratuito? ¿No se llega jamás a parte alguna porque no hay tampoco punto de partida? No . La ruta es la misma, ciertamente : del mundo al hombre y vuelta atrás . La necesidad, el anhelo, la voluntad que conduce al hombre, una misma también : saber, porque quien sabe, sabe vivir . Pero la senda no es un yermo donde no 135
fructifica nada ni nada cosecha el hombre . No es un círculo inútil el que dibujan sus empeños, sino una sucesión de etapas en el camino hacia el conocimiento del mundo y de sí . Cada punto de llegada se convierte así en un punto de partida . Y cada vez parte a la aventura con una nueva certidumbre que le ilumina el camino de una nueva luz de esperanza . Veamos la luz que encendió Renato Descartes, EL MUNDO DEL HOMBRE DESCARTES es hombre de su tiempo . Ve en su tiempo no sólo -y no tanto-el mundo que es y deja de ser, sino el que nace y pugna por ser. Como tal hombre, cree que lo que va a ser debe ser y que es preciso trabajar porque lo sea . Renato Descartes, fijodalgo de Poitou, Señor de Perrón, adviene en una ilustre coyuntura de la historia . El Renacimiento y la Reforma habían apresurado la parcelación y disolución de un mundo que cuatro siglos antes aparentaba una solidez indemne : el mundo feudal y su culminación, la República Christiana . Ingredientes corrosivos habían venido minándolo, cada vez más tenaz e irresistiblemente, a partir del fondo de la decimotercia centuria. El feudalismo había sido, indudablemente, un mundo, una totalidad . El hombre, cada hombre, nacía con un puesto ya señalado en aquel aparato intocable, en cuya cúspide esplendía la Iglesia de Roma . El siglo estaba subordinado a la eternidad, el hombre a Dios y la autoridad divina delegada a la Iglesia . La teología era el saber supremo, servida por la filosofía, que era a la vez filosofía y ciencia . Ese mundo no se derrumbó de repente ni miró indiferente las pretensiones y las tentativas de sus expugnadores . Al contrario . Los denunció, los combatió enérgicamente, los ajustició, Quiso aniquilarlos . Pero no pudo . Esos gestores del nuevo mundo-oscuros y luminosos, tímidos y audaces, confusos y de una sorprendente claridad-traían y expresaban una nueva e irresistible fuerza de organización y progreso . Constituían una clase que, en el agro y en la urbe, se había diferenciado del l)6
seno del feudalismo . Poseían una riqueza móvil y subyugadora, que traspasaba los límites de los feudos y las ciudades, arrastraba y concentraba a los hombres y proclamaba su derecho a regir el mundo . El feudo y su sistema de usos e ideas estorbaba sus movimientos y había que aventarlo lejos . Cuando el hombre no ve su anhelo satisfecho inmediata y naturalmente, busca por la reflexión cómo saciarlo. El comerciante-empresario de fines de la Edad Media dedujo de su necesidad razones para vencer los obstáculos . Fuése creando un repertorio ideológico que, en su lucha contra las ideas imperantes, se organizó poco a poco en sistema . Su necesidad aparecía ante sus propios ojos como una necesidad natural y sus fines se sublimaron en su conciencia como fines mismos de la naturaleza . Pidió a la realidad externa la confirmación de sus presunciones . Su tenaz escrutinio quiso penetrarlo todo, porque cuando el hombre se dirige hacia la naturaleza se encuentra de inmediato ante un problema de totalidad . Pero la totalidad es a la vez una diversidad desde cuyas vertientes remontan los hombres hacia la cumbre . Un problema encadena otros y cada solución espeja los contornos de nuevas incógnitas . De este modo se cumple la promoción de las ciencias. El nuevo hombre que engendró el Medioevo, y que al emerger totalmente del seno matriz fue el hombre burgués, buscó en las ciencias y en la filosofía la justificación de sus postulaciones a la riqueza, al poder, a la direccción del mundo . Pero todo aquel mundo medieval le era dado . La filosofía-y con ella las ciencias-era la de la Escuela, la de la Iglesia, y su máxima autoridad Tomás de Aquino, discípulo, restaurador y continuador de Aristóteles . La Escuela había diseñado un contorno de Dios, del universo y del hombre que era inmune . El dogma lo custodiaba y tras el dogma el poder concreto de la cárcel, la hoguera o el hacha . Y sin embargo, el nuevo hombre del Medioevo trabajaba por desmontar aquel mundo incómodo y hacerse uno a su medida . La filosofía y las ciencias ensayaban emanciparse de la tutela religiosa, abandonar las regiones ultramundanas Y ahincarse en la nuda tierra . Pero no lograban purgarse totalmente de sus humores teológicos y adoptaban formas supersticiosas, místicas, herméticas y hechizantes . El proceso avanzaba 137
dolorosa y confusamente y en medio de un estruendo de disputas, querellas, guerras . Ningún sistema económico social-inclusive la ideología que es su remate y ambiente-nace sin sangre ni ahorra la ajena para no morir . A pesar de todo, la filosofía y la ciencia seculares lograban ya por los siglos XV y XVI disponer los fundamentos de una nueva concepción y un mundo nuevo que lograrían definitiva contextura en el XVII y XVIII . El Renacimiento- y la Reforma como derivación renacentista -habían creado la atmósfera y las condiciones previas a este advenimiento . En esta inflexión histórica surge Descartes . ACTO DE CONCIENCIA EN EL Discurso Sobre el Método nos ofrece Descartes nítido esquema de sí mismo y de las ideas madres de su concepción . No se podría, sin duda, aprehender toda la extensión de su pensamiento si dejásemos de buscar complemento en sus demás obras . Pero desde allí podemos otear el panorama de sus aciertos y sus falacias . Es porque el Discurso no es sólo una exposición filosófica más o menos helada y atmosférica . Es también, y esto 1e comunica sabor vital, inextinguible calor humano, el testimonio de un hombre trizado de ilusiones y anhelos . Bajo la uniformidad de su razonar medido y ecuánime, alienta, hierve la pasión de un hombre que vivió su época . Es la confesión de un hijo de ese impetuoso y zahorí siglo XVII . Habla un filósofo que es un sabio y un sabio que es un hombre . El lenguaje es sobrio, precavido, tasado . Reiterado en ocasiones y otras simplemente alusivo . Pero el hombre dice, si no todo lo que cree, por lo menos todo lo que encuentra necesario decir ya que, después de muchas cavilaciones, se decidió a hablar . Siguiendo atentamente su pensamiento, se ve que la obra es la expresión breve pero intensa de una vida . No es sólo una experiencia mental, metafísica, sino una dramática aventura, una aguda peripecia lo que allí se relata . Descartes no se limita a postular las reglas del método que le guía en sus investigaciones . Nos da, junto con la exposición de algunos resultados adquiridos, su biografía espiritual . Las preocupaciones que desde temprano 138
pueblan su mente . El desencanto y las dudas respecto a la validez de la enseñanza que recibió en el colegio y le dieron los libros . Sus andanzas y sus estudios. Las certidumbres que obtuvo investigando por sí mismo . El hombre describe su conciencia y el sabio expone sus conocimientos y concepciones . Este testimonio y esta exposición operaron en su época los efectos de una revolución en el ámbito del pensamiento . ¿Por qué? EL SENTIDO COMUN
EL MUNDO de Descartes está erizado de peligros . La filosofía y la ciencia no escapan aún de la prisión escolástica . La Iglesia romana impera todavía en la mayor parte de Europa . El rebaño humano que huye de su aprisco cae en el de los reformados. Pero estos no son menos intolerantes y dogmáticos . El dogma se duplica . Lutero no admite más herejía ni se explica otra rebeldía que la suya . Cuando los campesinos germanos, que habían creído en la sinceridad de sus incandescentes palabras liberadoras, se rebelan contra los señores feudales, Lutero los declara cerdos apestados y clama por su exterminio . Calvino, fanático de sí mismo, quema a Servet porque considera herética su negación del dogma de la trinidad . Roma contra Wittemberg y Ginebra. Dogma contra dogma . Se argumenta invocando las Escrituras y al Estagirita . Biblia contra Biblia, Aristóteles contra Aristóteles : cita contra cita, Pero siempre la autoridad y la palabra del pasado contra la autonomía y el porvenir de la filosofía y la ciencia . Descartes comienza su Discurso dándole la espalda a los doctos, a los libros, a la Escuela . Se dirige a todos los hombres, al buen sentido de cada uno de ellos : ". . Ja facultad de juzgar rectamente y distinguir lo verdadero de lo falso, que es propiamente lo que llamamos buen sentido, sentido común o razón, es naturalmente igual en todos los hombres ." (1) Y para que todos los hombres le entiendan escribe en francés, "que es la len(1)
Discurso del Método, editorial "Claridad", página
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gua de mi país, en vez de hacerlo en latín, que es la de mis preceptores, porque espero que los que se sirvan de su pura razón natural juzgarán mejor mis opiniones que los que sólo creen en los libros antiguos ." (2) Ese "todos los hombres", traza una línea de separación . Dirigirse a ellos es, indudablemente, desconocer la autoridad de los "doctos" . Descartes parece, si no por su origen, sí por su actitud un hombre de aquella clase que por los años mismos de su muerte da ya su primera gran batalla por el dominio del mundo. Es un hidalgo aburguesado . El sen . tido común al cual apela, es el sentido colectivo de esa clase y los hombres en general, los de esa clase tomados como representación de la humanidad . El buen sentido, la "razón natural", la "luz natural de la razón" son expresiones que, no obstante la medida fraseología de Descartes, tienen una clara intención excluyente y antiautoritaria . La Razón será, siglo y medio después, enseña y ariete en el asalto del pueblo francés al bastión del feudalismo . Ciertamente, la "luz natural de la razón" no es una expresión acuñada por Descartes . No hay duda de que la igualdad espiritual es una idea madre del cristianismo primigenio que proclama que el esclavo tiene un alma igual a la del señor . Pero esta especie de "naturalismo revestido de un ropaje religioso" queda parcialmente sepultado al constituirse la filosofía patrística como puntal y teoría del dogma católico . Ya desde Orígenes son los Doctores de la Iglesia quienes deben discurrir y dictaminar sobre las cuestiones fundamentales de la fé, expuestas por los Evangelios en forma asequible a los simples. Descartes le vuelve la espalda a los doctores y se dirige al vulgo que no sabe de Escuelas ni libros, pero que usa de su "razón natural" . Es, sin duda, una actitud plena de intención que, no por ser filosófica, sino precisamente por ello, tendría lejanas resonancias políticas . Descartes quiere reducir a un orden racional las ciencias . Los philosophes y revolucionarios del XVIII francés tratarán de someter la sociedad y el Estado a leyes científicas, naturales, descubiertas por la razón, por una razón que a ellos les parecía natural y eterna . 12) OP. cit ., pág . 14 0
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CAUTELA, VIA SEGURA DESCARTES ES hombre esforzado, pero no temerario . El Discurso lo ilustra . La filosofía, el método de Descartes, se dice comúnmente, es un procedimiento cauteloso . De seguro . Pero esta cautela, que preside toda la existencia de Renato, precisa para avanzar con seguridad . El filósofo ha vivido plenamente dentro de su mundo, lo ha atravesado, lo ha deglutido . El ansía de conocer le aguija desde sus años infantiles . La enseñanza de la escuela jesuita de 1 a Fleche no dejó en su ánimo sino "desencanto" : "Todo esto (la enseñanza escolástica) me inducía . . . a pensar que no había en el mundo una doctrina capaz de satisfacerme por completo, de darme la certidumbre a que mí espíritu aspiraba," Cuando se "liberta de la tutela intelectual" de sus preceptores, recusa los textos y se va a leer en "el gran libro del mundo ." Toma parte en las guerras que libran los hombres escondiendo sus intereses tras banderas de principios religiosos . Ve pueblos, costumbres, ideas en fermentación y reyerta . Escucha las polémicas interminables de los doctos . Las escuelas se combaten sañudamente . Las ciencias se cultivan junto a las supersticiones . El poder decide en última instancia de la validez de las ideas . La herejía es un crimen y el derecho a ella se resuelve, como dijo alguien, en el derecho a la hoguera . Descartes recorre todos los caminos . El mundo es un caos y él, "hombre que marcha solo en las tinieblas ." Debe andar con 'lentitud y circunspección ." Puede que no avance, pero al menos "evita el peligro de caer ." Cada frase, cada palabra en este Discurso tiene denso significado biográfico . El hombre pasa a través del mundo estudiando, meditando, desconfiando y cuando vuelve trae ya una concepción que se detiene a repensar y comprobar. Repasa las ciencias desde las matemáticas a la anatomía . Trabaja, trabaja en su propósito . De pronto, lo abandona . La precaución lo impone . El poder católico no tolera la herejía que él mismo define . Galileo es condenado en Roma . Se le prohibe profesar las doctrinas copernicanas, declaradas "heréticas y absurdas ." Descartes se ocupaba, precisamente, en escribir una "Fábula" o "Tratado del Mundo", una especie de cosmolo141
gía que reconstruía o recreaba el universo, siguiendo muy de cerca el pensamiento de Copérnico . Iba camino de la "herejía ." Son esas las razones de "índole muy delicada" que le aconsejan dejar yacer y no publicar el Tratado. Pero si no revela totalmente el resultado de sus investigaciones, decide, al cabo de cuatro años exponer el método que lo condujo en sus investigaciones, y sirvió "de guía a su razón" . Porque sería posible que siguiendo la misma ruta pudiesen otros llegar al hontanar que él había alcanzado y quizás más lejos . DUDAR PARA COMPRENDER
DESCARTES NO renuncia a comprender, no piensa imposible el conocimiento, la inteligencia del mundo . Su método supone y afirma, precisamente, lo contrario . No es que prefiera no errar a no saber . Es que procura no errar para adquirir una mayor certidumbre . Equivocarse es no saber o saber incompleto . El quiere no equivocarse para acercarse seguramente al conocimiento . Su método es una guía confiable . Las reglas basamentales sencillas . La primera es la de "no admitir como verdadero cosa alguna, que no la reconociese con evidencia como tal ; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y los prejuicios, y no comprender en mis juicios nada más que lo que se presentase tan clara y tan distintamente a mi espíritu que no tuviese ocasión alguna de ponerlo en duda ." (3) ¿De qué duda? De todo lo que han sentado la Escuela y sus autoridades . Descartes no niega explícitamente todo lo que dijeran los "doctos" . Pero no lo acepta . Y no aceptar, no recibir como cierta su enseñanza, dudar de ella, es una forma cautelosa de negarla . Duda Descartes provisoriamente, para encontrar la certidumbre mediante el ejercicio de su razón. No profesará aquello que otros hayan defendido o dejado de defender, sino lo que "su razón le dicte como verdadero .' Esta declaración de primacía de la duda ¡no era, acaso, en aquellas horas en que la razón debía someterse a la fé, un acto realmente revolucionario? ¿No envolvía, aunque (3) Op . cit., pág . 142
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Descartes se hubiese prevenido de ello, la inevitabilidad de que el hombre sometiese al examen de su razón los artículos y fundamentos de la fé? Y una vez que fuesen hallados falsos ¿no derogaría en la conciencia del hombre la voluntad de creer en ellos? ¿No le es siempre más fácil al hombre creer en el absurdo por ignorancia que aceptar lo absurdo por voluntad de creer? ¿El acto movido por la creencia no es siempre más decidido y firme que la creencia admitida por acción de voluntad? Todo esto iba implícito en la declaración del primado de la duda y el raciocinio . El racionalismo-como todo el sistema de ideas político-sociales que engendró y configuró la lucha contra el feudalismo-llegó en sus consecuencias más allá de los intereses y previsiones de sus genitores. MORE
GEOMÉTRICO
LAS REGLAS siguientes del método son igualmente breves y sencillas, Descomponer el problema en sus elementos . Ir de lo simple a lo complejo . Sistematizar . Generalizar . Descartes traslada a las ciencias las reglas de la geometría, Su modelo son "esas largas cadenas de razonamientos, tan sencillos y fáciles, de que se sirven los geómetras para sus demostraciones más difíciles ." Geómetra antes que filósofo, físico más que metafísico, instala en las demás ciencias y en la filosofía los procedimientos de la primitiva ciencia de la extensión . Como geómetra se mueve, desde luego, dentro de los límites euclidianos . Todo en esa geometría se encuentra por deducción de unos pocos axiomas fundamentales, que "son la evidencia misma", leyes de validez absoluta y absolutamente legítimas que no necesitan demostración, como dice Hans Reinchenback . De aquí emergen lógicamente los dos principios que, ya en las Reglas para la dirección del espíritu, formula Descartes como básicas : la intuición y la deducción . La intuición que nos da la evidencia inmediata, "clara", "distinta", impenetrable a la duda . La deducción que nos permite llegar a comprobaciones y conocimientos "mediante el ejercicio de la inteligencia ." El mundo cartesiano está reducido a figuras, cuerpos, planos, superficies, ángulos. Todo está situado, localizado, delimitado, como en sistemas de abcisas 1 43
y coordenadas, Dios mismo, ese Dios cartesiano ni muy firme ni muy omnipotente, queda decantado en su concepción como una pura lineación geométrica : "volviendo a examinar la idea que yo tenía de un Ser perfecto, encontraba que su existencia estaba comprendida en ella, del mismo modo que en la idea de un triángulo estaba comprendido que sus tres ángulos fueran iguales a dos rectos, o en la de una esfera el que todas sus partes estuvieran igualmente distantes del centro y hasta aún más evidentemente, y que, por consiguiente, es por lo menos tan cierto que Dios, que es ese Ser tan perfecto, es o existe, como una demostración geométrica podía serlo ." (4) . DE SI A DIOS Y VUELTA ES METAFÍSICO, es decir, filósofo Descartes? Más de una frase desdeñosa endilga en sus escritos a la filosofía y los filósofos . En alguna de sus cartas confiesa que la metafísica le causa cansancio. Sófo se mueve placenteramente entre sus figuras y sus máquinas y sus animales disecados . "El gran libro del mundo" merece toda su atención . La "fábula del mundo", "el tratado de la luz" fueron las empresas que suscitaron en su espíritu ese sentimiento de plenitud que anega al hombre cuando crea con su mano y su mente. Sus primeras y más constantes preocupaciones son para las ciencias . La filosofía queda diferida . En el Discurso dedica seis escasas páginas a tratar de la existencia de Dios y del alma humana y más del doble a exponer en claro resumen sus concepciones cosmológicas, físicas y anatómicas en las cuales, como en el sistema de Laplace, la "hipótesis" de Dios es innecesaria, De las seis Meditaciones metafísicas sólo tres tratan de Dios y el alma . Descartes hizo metafísica como a disgusto . Y ello por dictado de su tiempo . Ciencia y filosofía no habían delimitado sus provincias, mediante esa zona mudable de problemas fronterizos, con esa elástica y siempre provisoria linea con que hoy se las separa . Los problemas del ser invadían todas las incipientes especialidades científicas. El (4) Op, cit. pág . 58. 1 44
investigador los encontraba en el primer plano de sus preocupaciones . Dios estaba siempre a la vista, para decirlo con una metáfora de Ortega y Gasset . Descartes no podía evadirlo . Es un filósofo forzado, como dos siglos después su descendiente Augusto Compte . Y, además, era sumamente peligroso para el científico desentenderse de Dios y no hacer previa profesión de fidelidad a la Iglesia . Descartes le rindió pleitesía . Pero lo que perdura y vale todavía de su obra no es, ciertamente, su alegato ontológico, en el cual su pensamiento es inseguro, vacilante y reticente. No supo él defenderse eficientemente, entre otras, de las objeciones de Gassendi y Hobbes . Su respuesta fue evasiva y precavida a un tiempo mismo : resonaba en ella un eco de la teoría de las dos verdades . El científico Descartes vislumbra las implicaciones antidogmáticas de la "luz natural de la razón" y le recomienda al creyente Renato dejarla velada a la puerta del templo de la fe . . . La asendereada prueba ontológica de Descartes, insinuada ya por Anselmo y Agustín, es sencilla . Descartes encuentra que esta es la primera verdad "firme y segura" : pienso, luego existo. No es un raciocinio, un resultado lógico, sino una evidencia inquebrantable, un axioma . La meditación, las dudas sobre sí mismo le descubren que eles un ser imperfecto y le llevan a la idea de perfección . Como era imposible que esta idea procediese de sí mismo, de su naturaleza imperfecta, debía proceder de un ser perfecto : ahí está Dios . La existencia de Dios garantiza luego la certidumbre de sus conocimientos porque Dios, ser veraz, no puede permitir que su inteligencia engañada . La inconsistencia del razonamiento ha sido exhibida incontables veces, incluso por Kant . De la idea de su propia existencia, o más bien, de la existencia de su pensamiento deduce la existencia y veracidad de Dios . Parte de sí a Dios y regresa con una certidumbre que no lo es porque desplaza el problema a otra cuestión no respondida . Descartes se abstuvo en realidad de conducir hasta allá su poderosa mentalidad analítica . Ya algunos contemporáneos suyos le reprocharon que su Dios fuese una simple admisión cómoda, un Dios del cual podría prescindir tan fácilmente como le reconocía. 145
Su metafísica carece por ello del rigor lógico de su método . Por ella está unido todavía a la Escolástica, no obstante divergencias incidentales y a pesar de la ascendencia platónica de algunas de sus ideas . Su concepto del ser y del pensamiento, su idea de sustancia y su dualismo extremista, su distinción irreductible entre el animal y el hombre, la oposición polar entre sensación y percepción e inteligencia, su teoría del conocimiento, en fin, todo aquello que no le aleja decididamente de la Escolástica, ha sido dejado atrás por tres siglos de labor científica . UNIVERSO, HOMBRE, PENSAMIENTO
LOS RESULTADOS más seguros de la investigación científica confluyen hoy en la concepción de un universo único regido por leyes naturales . La existencia, la vida y el pensamiento son una unidad, La materia es lo primario . La vida, una especial organización de la materia, constituída en cierto momento de la evolución del universo . El pensamiento, una función de la materia viviente que se ha ido integrando y complicando, en respuesta a reclamos vitales, a través de la evolución de las especies, de las sociedades y de los individuos . El hombre es sólo el animal más diferenciado o evolucionado de una larga cadena zoológica . Nada en su constitución material le desvincula de los demás animales . El pensamiento mismo no es una distinción . Las funciones mentales se integran a través de una larga evolución que colinda con el tropismo elemental del gusano Y asciende hasta las altas operaciones de la abstracción y el análisis en el cerebro humano. Parte de la materia él mismo, no puede el hombre concebirla y comprenderla mentalmente sino en cuanto ser material . El pensamiento, la idea, sólo es la representación mental del mundo exterior. La idea puede corresponder o no exactamente al objeto representado : de ello decide la experiencia . El hombre conoce el mundo no sólo porque reciba pasivamente las impresiones del objeto, sino también porque actúa sobre él Obrar es conocer y conocer obrar . La necesidad mueve al hombre a satisfacerla y sólo puede lograrlo a costa de la naturaleza . La naturaleza como objeto es para el 14 6
hombre necesidad y límite . Para satisfacer la necesidad, para vencer el límite ha de penetrarla, comprenderla, inteligirla. Así se engrendra y desarrolla el conocimiento en función de la necesidad, quiere decir, empíricamente . Del conocimiento por la acción pasa el hombre al conocimiento por la reflexión, a la teorización, y, más tarde, a pensar su propio pensamiento, a la teoría del conocimiento, gnoseología o epistemología. En ello interviene el hecho de que el hombre es un ser social y como tal se enfrenta en cuanto sujeto no sólo a la naturalza sino a los demás hombres . La conciencia de sí mismo se afirma en él frente a la conciencia que tiene de los demás, de igual modo que la conciencia de la existencia de la naturaleza precisa la conciencia de su propia existencia . En el instante en que el hombre como ser social supo tanto de la naturaleza-y por consiguiente de sí mismo-que ya no esperó de ella pasivamente sus medios de vida, sino que comenzó a producirlos transformando los medios naturales o interviniendo en su producción natural, en ese instante se distinguió el hombre del animal y allí comenzó la historia humana . El medio transforma el animal, el hombre transforma el medio y con ello se transforma así mismo. Así responde la ciencia actual las cuestiones metafísicas que Descartes no podía entonces absolver. Es, desde luego, una respuesta que plantea cada vez nuevos problemas que la mente humana resuelve y resolverá progresivamente, ya que existe lo desconocido, pero no lo incognoscible en un mundo en constante cambio . ¿Y AHORA? DESCARTES ES el primer hombre de ciencia realmente moderno . (5) El principio de la duda precautoria y provisional, y su consecuencia, la necesidad de la reflexión personal y la propia
(5)
Obligado parece recordar aquí a Francis Bacon . Lamentamos que los límites sumamente estrechos de este breve ensayo nos impidan extendernos en una adecuada consideración de las analogías y diferencias entre estos dos sabios 147
comprobación, son los antecedentes del método científico contemporáneo . Pero si el rigor metódico que aconsejó es eficaz todavía hoy, más permanente y actual es la lección humana del Discurso . La declaratoria de la primacía de la duda como condición del saber, tuvo entonces claro sentido e indudable efecto liberador. Contribuyó a emancipar a los hombres de la tutela de una autoridad que había dejado de serlo porque tenía origen y fundamento en una etapa superada del proceso de la humanidad. La reivindicación de la luz natural de la razón y del sentido común-aunque luego se identificase demasiado con la razón natural y el sentido común de una clase, la burguesía-era una enseña y un grito de combate contra el dominio de quienes defendían los privilegios de su posición mediante el privilegio de la sabiduría, o como diríamos hoy, el privilegio de la cultura . Enseñando a examinar el mundo de la extensión a la luz de la razón abrió camino a los que después escrutaron con su razón el mundo del hombre-la sociedad, el estado- y combatieron por irracional el sistema político-social que les circuía como una prisión . Su voz vuelve hoy, tres siglos después del Discurso, a ser actual, una vez exonerada de sus resonancias teológicas . Como dice Castellio, antecesor de Descartes, en la cita con que inicia su biografía Stefan Zweig : "La posteridad no podrá comprender jamás que de nuevo hayamos tenido que vivir en tan densas tinieblas después de haberse hecho ya la luz". Pugna por imponerse una nueva Edad Media que como toda copia, será falsificación de la otra . Tiene gestores poderos .oseidólgutes Pretenden unos y otros someter de nuevo y para siempre a los hombres al arbitrio de una autoridad intangible y entrabarlos dentro de una jerarquía impuesta desde arriba . Pretenden condenar la crítica como herejía y castigar la herejía con la muerte . Desean restablecer la primacía de la fe sobre la razón y reducir la ciencia a un artificio pueril, incapaz de darnos certidumbre sobre el mundo . Intentan enclaustrar, circunscribir la ciencia dentro de limites minoritarios para prevenir toda posibilidad de que, en contacto con la vida, quiera llevar su análisis hasta los fundamentos de una sociedad escindida y caótica y se convierta al ser asimilada por 148
el hombre común --declarado por ellos sujeto irracional- en fuerza de liberación y reordenación del mundo . El principio de la duda sigue, pues, a la orden del día . Sólo ha de creer y combatir el hombre por aquello que su raciocinio le señale como verdadero, es decir, como coincidente con las necesidades del progreso ulterior de la humanidad . El hombre necesita una fe. Pero tiene el derecho a poner su fé sólo donde se lo indique su razón -la razón de esas necesidades-y el deber de llevar su pasión a donde está su fe terrenal y razonante . JUNIO, 1938 .
149
INDICE : Página INTRODUCCIÓN EL TRES DE NOVIEMBRE -
3 7
EL CABILDO ABIERTO DEL 4 DE NOVIEMBRE . Antecedentes y consecuencias históricas-
31
EUSEBIO A. MORALES, Conciencia Crítica de la República
47
DON GUILLERMO Y DON JUSTO. Dos hombres ante una misma preocupación
59
VICTORIANO LORENZO . 1 Y II PARTES. Punto de vista
79
ALTURA Y DESVENTURA DE BELISARIO PORRAS .
103
PANAMÁ, PROBLEMA AMERICANO
109
A TRES SIGLOS DEL DISCURSO
135
15 1
Impreso en los Talleres Gráficos de la Editora Istmeña, S. A . Panamá 1, Rep . de Panamá - Aptdo. 2154
168
VERSOS
IN MEMORIAM . _
A
¿Me preguntas, mi bien, por qué mi frente Se inclina piés? pensativa hacia mis ¿Qué busca mi mirada en la corriente, Donde observo pasar, indiferente, Ramos de rosas y hojas de ciprés 7 ¿ Quieres saberlo ? Escucha, yo tenía Un inmenso tesoro aquí escondido, Tesoro cual soñó la fantasía, Que nadie poseyó cual yo poseía, Y al buscarlo, no lo hallo : lo he perdido. Me han dicho que en los bosques y en las fuentes Hay una hada que guarda entre cristales El tesoro que busco diligente, Ea el limpio cristal de la corriente, Y en las playas de inmensos arenales ; Y no la encuentro : Escucho mis pisadas Por si resuena hueco el pavimento, Y camino, y camino, y no hallo nada ; Y mis plantas ya siento tan cansadas! . . .. Ya me falta el valor, faltame aliento .
Verso Y de mis ojos do mirar gastados, Turbios primero, en lagrimas después, Se desprenden raudales no agotados Aunque siglos parécenme han pasado Y torrentes do llanto derramé. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. ¿ Sabes ya por qné vago tristemente Con mi frente inclinada hacia mis piés ? ¿ Sabes ya lo que busco en la corrieute ? .. Si a las ramas de rosa indiferente, Vengan a mí las hojas de ciprés .
170
VerSOS
DOS SONETOS.
A BOLÍVAR.
Por pedestal, los Andes : por diadema, En fondo azul espléndido brillante: " Su voz, el trueno" : llama rutilante, Do su mirada ignífera es emblema. La América os su altar : pira sagrada La gratitud le guarda inextinguible; Avivala y protéjela invisible, De Colombia la gloria inmaculada. Su nombre es talisman . Cinco Naciones Al pronunciarlo doblan la rodilla Que no inclinan jamas ante legiones; Que es Bolívar . .! el héroe sin mancilla A quien colman de ardientes bendiciones, Y el mundo de Colón ante él se humilla.
POR BOLÍVAR..
Al que dió libertad á un Continente Y de séres abyectos hizo hermanos : Al que humilló el poder de los tiranos, Con Dios, y con su espada prepotente ; A Bolívar, en fin, dlos de la guerra, Héroe en la lucha y en la paz un sabio ; Al que no puede pronunciar el labio
VERSOS
171
Sin bendecir su nombre acá en la tierra; Al que fué de virtud y honra modelo, Una pluma mordaz y corrompida, Por escalar de la fortuna el cielo, Calumnia audaz, su fama esclarecida. Mas, vil gusano que rastrea en el suelo, Podrá alcanzar a la columna erguida? 1878
NOTA .—Estos sonetos han sido escritos en desagravio á la memoria del Libertador, atrozmente calumniada por el literato peruano don Ricardo Palma .
172 versos
RESIGNACIÓN.
Corazón, corazón !—¿ Por qué palpitas Cual si qnisieras reventarme el pecho? ¿ Por qué en violenta convulsión te agitas? ¿En tu recinto, acaso estás estrecho? ¿ Quieres la libertad para quo acalle De la ambición el ímpetu lurioso, Y que en peduzos destrozado estalle El seno que te abriga generoso ? ¿Quiéres amor y gloria y poderío, Y un débil mu ro opónese á tu anhelo ? Ah ! te engaña tu loco desvarío, La dicha, corazón, esta en el cielo. Todo es fugaz y transitorio :—incierto, Es todo cuanto vemos y aun palpamos; Hasta arribar al suspirado puerto, Resignados callemos y suframos .
versos
173
TRISTEZA.
Á. MI AMIGO, SEÑOR DON JUAN A . TORRES.
Vengo del campo, Dejó el silencio, Dejé las ílores Del valle ameno: De róseas nubes Siempre cubierto,. Deje mis lares Bajo otro cielo. Vengo muy triste, Pues vengo enfermo; Presa fue mi alma De atroz tormento. Vengo del campo Donde yo dejo Memorias dulces, Dulces ensueños; Donde las horas No marca el tiempo Ni en el verano Ni en el invierno; Donde so sabe Que vida habemos, Por las fatigas, Por los afectos. Mirando siempre
174
VERSOS
Derecho al cielo, Viendo si hay brumas O viene el cierzo, Los labradores Cantan serenos Sembrando el grano De sus desvelos. No hay en los campos Odios eternos; Vengo sin odios, Del campo vengo. Vengo muy triste, Pero sereno : Si el mundo engaña, Jamás el cielo ; Y aunque he llorado Cruel sufrimiento, Tanto que dudo Si vivo ó muero, Per entre brumas Del pensamiento. A Dios imploro, Y en Dios espero .
175
VerSOS
ADIÓS.
Se va mi sombra, pero yo me quedo. CAROLINA CORONADO.
Si en la mañana, al despuntar el día, Vieres mi sombra contemplarte le da, Acéptale su abrazo misterioso, Porque se vá mi sombra y mi alma queda. Si en noche tempestuosa, entre sollozos, Do mi voz escuchares el remedo, No temas acojerla un cariño, Te dirá adiós mi sombra y yo me quedo. Y si del mar embravecido, la ola A playa ignota mi cadaver lanza, Mi súplica postrera es que no olvides Que he cifrado en la muerte mi esperanza. Si acaso entonce, en medlo de tus triunfos, Vuelve mi sombra a contemplarte leda, Acéptale su abrazo misterioso, Que el cuerpo ha muerto, pero mi alma queda .
176 Versos
A MIGUEL GRAU,
CONTRA-ALMIRANTE DE LA ESCUADRA PERUANA Y COMANDANTE DEL "HUÁSCAR."
SONETO.
Surcas el mar en busca de enemigos : Cual David a Goliath, audaz provocas; Patria y Honor en el conflicto invocas, Que del duelo inmortal son tus testigos. Dios os el Juez ; por premio, la Victoria: Del combate, las olas son la arena, Y en tu frente gentil, noble y serena Luce el fulgor do inmarcesible gloria. Caballero y cristiano, tú al vencido Lo tiendes, digno, gene r osa mano, Y lloras junto al muerto y al herido; Quo bajo el noble pabellón peruano, Otra patria reclamate al olvido, Pues del Perú eres hijo; y .__ . colombiano. 1879
versos
177
GRANDEZYPQUÑ.
Momento, homo. . .. Tras de la azul esfera, ¿ qne se encuentra ? ¿Qué hay mas allá del rutilante Sol? ¿ Qué horizontes ocúltanos la Luna, Con sus rayos de placido arrebol? ¿ Será verdad que el mundo que habitamos Es apenas un átomo, y no más ? ¿No es el hombre el señor de cuanto existe? ¿? No es para él la armonía universal ¿ Y eso Sol, esa Luna, osas estrellas, No despiden para él su claridad; Y las flores su aroma, y el rocío, No es a él a quien viene á refrescar ? ¿0 es un gusano el hombre que se arrastra En el triste planeta ter renal, Una arista a merced de todo viento, Un insecto movible, y nada más; Vaso inmundo repleto de pasiones, Engendro informe de gusano y flor; Vanidad en la forma, y en el fondo, Interés y materia y ambición ? Y osa chispa divina que blasona, Con que, orgulloso, aspira a lo inmortal, ¿ No es para al bumbre su mayor castigo ? ¿La inteligencia, acaso no es un mal? ¿No lleva, audaz, el hombre su demenciu A querer descubrir ha inmensidad, Y a robar su secreto hasta ,a los cielos, Y limites hallar a lo eternal ?
178 versos Y luego, un fango sumergido, vedlo Arrastrándose, pies loco, por los Del ídolo brutal eu cuyas aras Quema incienso al amor y al interés. Vedlo inclinar su frente, pensativo, Y por miserias mil, gemir tal vez: Oh! que el hombre es un ser incomprensible, Un!mísero gusano sólo es ! Cual arpa cólla que a merced del viento, Varios sonidos suele modular, Así el hombre suspira y canta ó llora A impulsos del placer ó del pesar; Y en medio su grandeza, eso coloso Con pies de barro y pretensión de nn dios, Vuelvo a la tierra convertid() en polvo; Quo así castiga el Cielo su ambición : Así anonada Dios al insensato, Que imitando en su orgullo á Satanas, Quiere abarcar el Universo entero Y sondear con su vista el más allá. Por eso el Ser que rige cuanto existe, Establecio contrastes ; por do quier ; La perfecta grandeza os sólo suya, Inmutable y eterno, sólo es El ; Y el Sol, la Luna, el estrellado ciclo, Y las auras, las llores, el rocío, Sólo prueban al hombre sus bondades, Su inmenso amor é inmenso poderío :
VERSOS
179
BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN.
Del suelo suben al Empíreo santo El placer y el dolor; Que lagrimassimbolyizán risas Resignación, ,amor. Ya en forma de plegaria en rósea nube Van al trono de Dios, 0 en canticos sublimes de alabanzas Cual tributo al Señor. Llanto vertido en forma de rocío Que alivia el corazón, Y alegrías purísimus del alma En su noble misión; Misión de paz, de amor y de esperanza, Del hombre es la misión ; Y el que lu cumple tiene prometido Un noble galardón. Y Dios recibo y pesa en su balanza Gota a gota el dolor, Como pesa el avaro y aquilata El metal corruptor; Que es el llanto expresión del sentimiento Si espontáneo brotó, Y lluvia fecnndante sobre el seno, Mejora el corazón. Desgraciado de aquel cuya pupila Seca y ardiente esta ; Que lleva en su alma el fuego del Averno Con su llama fatal ;
VERSO
180 Y consumida de su ser la savia, Queda escoria no mas, Como quedan tan sólo las cenizas Tras incendio voraz. Bendito sea el Señor, quo en su clemencia, Dióle cauce al dolor : Las lagrimas son valvulas ; sin ollas Saltara el corazón .
versos
181
FRAGMENTO,
A MI QUERIDO PARIENTE Y AMIGO, SEÑOR DON JOSÉ
; AGUSTÍN ARANGO.
Le duid& ! il uul purh,ut, el lu uuwnut I'mltrame, Cu lincea] Irflnd!r,4rrnt, Tu . l'iueréduliló Sur It ¡unid dt lu tumbo n Iaiattt' par pillé .l a emtlt ele IIILVI druquiruuae I .unuliue
A . De MUSSET.
Morir !, , La muerte es un misterio, Es descanso tal vez y eterna paz : Mas puede ser también martirio eterno Como pudiera ser felicidad. Quizas bajo otro sol, en otra esfera, Acercándose al trono de Jehová, Viajan las ,almas que la Tierra dejan, Buscando en otro mundo lo inmortal ; Quizas etapas son en su camino Las estrellas que sirven de fanal Al nauta que en los mares va perdido, Y sólo en ellas su esperanzu está. Quizas macuce la brillante lumbre Que vacilante apenas llega aca, Es la luz de uuos ojos que aquí amamos Y en sus rayos nos viene a consolar. Eu las nocbes del trópico, esplendentes, Absorto ante la tibia claridad, Yo, el secreto be deseado de otros mundos Delirando, impaciente, penetrar .
182
VerSOS
Yo he querido saber si esas estrellas En su igual y continuo titilar, Nos mandan en sus rayos su saludo Animadas de un sol de eternidad : Sol que fecunda seres que existieron
Aquí en el planeta terrenal, Y que trocarou, mísera esta vida Por la mansión de dicha celestial.
Morir!—La muerte no es la nada, Tras de la tumba existe el más allá ; Todo se reproduce, nada muere, Pues se cambia . de forma y nada más. Tal vez la flor que en una tumba brota Es el alma de un ángel te r renal, Su esencia es lo qne fué su tibio aliento, Y el tallo de esa flor, su talle real. Tal vez el llanto que regó esa tumba, En vapor se esparció en la inmensidad, Y condensado en la región del Cielo, Do plegarias conviértese en raudal. . .Mas, ¿ a qué divagar sobro el destino De las almas que van a lo inmortal? ¿Son estrellas quo esmaltan el espacio, 0 ílores son del valle terrenal? ¿Qué importa ?—Si la losa del sepulcro Oculta la esperanza, muerta ya, Si al corazón envuélvelo un sudario, Qué importa, si es quo existe el más allá? Si la voz cuyo acento me embriagaba Por siempre enmudeció, ¿qué importa ya? Yerta la mano que estrechó mi mano, Yerto también mi corazón
VERSOS
¿ Cómo guardar la esencia que se esparce Del cáliz de la flor, si el huracán La arrebató en sus alas á otros mundos Do donde, nunca, nunca volverá ? ¿Cómo volver la vida á la mirada? ¿Cómo volver el fuego al corazón ? ¿ Cómo encender en la pupila el rayo Do quebraba sus dardos el dolor? No es la muer te más cruel la del que deja A la tier ra un cadáver, y ¿ qué más ? La única muerte atroz es la del ala, Suplicio en el Infierno no hay igual. No es horrible morir, sino ver muerta Toda ilusion que fue felicidad; Ver apagados, ojos, ay ! que amamos, Sabor que nunca más nos mirarán
El que muere descansa ; así lo espera Do la bondad de Dios la creencia humana ; Si la tumba es la puerta del misterio Que la verdad revela soberana; O si . . . .mas,—calle, calle mi delirio, La duda sería atroz, sería un delito , Si la muerte no inicia nueva vida, El ser moral, el hombre, está maldito. Dios, que llenó los mundos de armonías, Que tachoue el espacio de brillantes, Quo dió aroma á la flor, linfas al rio, Y dió giro a los solos rutilantes ; Dios, infinito Ser, no comprendido, Poder Creador, iumensidad lutente, Fuerza invisible, espíritu del mundo Que anima con su soplo prepotente ; Dios que una chispa de su ser infunde Al que os cutre sus obras la mejor,
183
184
VERSOS
eDios no puede querer perezca el hombr Como perece el bruto y cae la dor. Nuestra esencia proviene de los cielos, Y si se rompe cl Vaso terrenal, Esa esencia se vuelve a las regiones En donde todo es santo 6 iumortal. A pedazos que caiga la materia, Que cual tierra a la tierra ha de volver Pero el alma . . . . sileucio ! . Sns misterios La mente es incapaz de comprender 1880.
DELIRIO.
A . MI QUERIDO AMIGO, DON JOSÉ GUILLERMO LEWIS.
ir qu'uae Ilcur, le pluslr o la ,77u'un jour, La euupo au aavoir amo; alca Vivita s'épulse; llwmbi ticox cuma ; uiert uu aceptee, et pula le brisei La gban, c.91 . mrJlunibcuu sur art ecruueil jcid, el (lid brille toujcure la mala qui 1'11 ',orlé, 1,1111111111
Fuera de mi mente inquieta Recuerdos ay ! maldecidos, Si do placeres pedidos Tristezas quedan no mas. ¿Aquévenísatodhr A despertar el pasado, Que al olvidorelegado Quiero por siempre dejar? De amor y gloria sediento La senda seguí anhelante, Mas nunca encontré bastante Para saciar mi ón ambici Gloria !—pesadilla eterna De toda alma noble, ardiente; Amor !--dolor inclemente Que tortura el corazón,
verso
186 Ya de m] agitada vida Algún camino he corrido, Y si feliz nnnca he sido, No me importa serlo ya; Pues por término a los males. Hay dentro la tumba fría, En vez de mentira impía, Eterna felicidad. No más, no más el deseo Venga . mi pecho a turbar; Si vivir sólo es desear Lo que no he de conseguir; Que libra á. libra so rompa El corazón importuno, Que si deseo tengo alguno Es quizas el de morir.
Morir ! . . . . Y bien !—i qué me importa ? ¿ Se siente acaso en la nada? Si la paz es la deseada, Vamos á buscarla allí. Mirad !—la Luna que riela En el azul del espacio, Entre nubes de topacio, Do nieve, gualda y carmín, Es la imagen del destino Que al alma ya desprendida De este que se llama vida, Lo aguarda en el porvenir; Y ese porvenir . ._ .¡quién sabe! ¿Es la luna un cuerpo muerto, Volcan extinguido, yerto, Antro do lava sin fin? Tal vez, tal vez!—Así el hombre Lleva furias en el seno Quo en él vierten el . veneno Quo corroo su corazón; Y destruyendo su savia Generosa y bendecida,
VERSOS Deja por siempre extinguida. La fuente de inspiración.
Gloria! Amor! Sueños, locura, Delirio todo—mentira, Es fuego fatuo que gira Sobre las tumbas, fugaz ; Visión fantástica que huye Al acercar nuestra mano, Flor, que asqueroso gusano Royendo en su tallo esta; Que de punzantes espinas Son tus coronas, oh ! Gloria, Y Historia tras la buesa, la Ni justicia hace veraz. Los héroes son caluumiados, Y del poeta son delirios, Luchas del alma, martirios, Y entre llores, la verdad. Y tú, Amor!—¿ quién te comprende? Si eres la fuerza creadora De ! r humanidad que llora Por tus propios devaneos; ¿ Cómo, a la vez, vida y muerte, Y dicha y dolor encierras? Si en tus furores aterras, Mueres tú, muerto el deseo. A qué pues, fatiga tanta, Si tras rudo batallar, Necios, vemos espirar ?Cuánto fué nuestra ambición Y nuestra mente serena, Contempla así sorprendida, Cuan despreciable es la vida, Qué mísero el corazón .
187
188 versos Pero, ¡ quién sabe !—la losa Tal vez es puerta que cierra Los dolores de la tierra, Y abre otra senda de luz; Tras ella torne el gusano En mariposa brillante, Y d los astros, rutilante Se eleve desde el ataúd. Por uso en mis insomnios Gozo en su luz que titila, Que gota (1 gota destila Consuelos al infeliz. Y en las noches esplendentes, Yo miré al espacio inmenso, Y alivio siento si pienso Que mi morada esta allí. Panama, 1883.
189
VUELTA A LA SOLEDAD.
Á MI DISTINGUIDO AMIGO, DR . D . ALVARO CONTRERAS.
ni mejor amigo que el recuerdo ; ni más dulce confidente, que el silencio.
Yo te saludo, oh ! soledad augusta, Yo, que otra vez d tus hogares vengo, Yo, que nací para. vivir tan sólo Bajo el dosel de tu sereuo cielo; Vengo otra vez a reposar tranquilo A la margen feraz del arroyuelo:
Qué grato es oir cual muje la vacada, Y ver saltar alegres los becerros! Vengo a aspirar las llores de tus bosques Y a dormir a su abrigo dulces sueños, Al arrullo de trinos melodiosos Del ruiseñor armónico concierto. Ora tendido en e l mullido césped Bajo el dosel de un árbol corpulento, 0 la mirada alzando escrntudora Hacia el azul inmenso de los cielos. Aquí se sienten, soledad bendita, Rumores y suspiros en el viento; Tal voz plegarias son de los mortales Que en sus alas conduce al firmamento.
verso
190 Y reclinado al pié de la colina, Las nubes fugutivas que contemplo, Me parecen las almas de otrs mundos Quo cruzan, leves el espacio inmenso; 0 en caprichosos, y variados tintes De escenas de la vida son romedos, Y junto al Angel de rosadas alas Pienso mirar las Furias del Averno . .. Mas, fatigado el pensamiento acaso Do haber tendido en el espacio el vuelo, Torna a la tierra á contemplar la vida Desde este campo plácido y sereno. Aquí, olvidado, pensativo y solo, Vago do quiera envuelto en el ,silencio; El rumor de otros mundos aquí llega, Cual llego fugitivo, blando el eco Del ruido de unu orquesta veneciana Al pausudo remar del gondolero, O del fragor que al choque de las nubes Produce atronador, horrendo el trueno. Así llegan aquí de las ciudades Los gritos do la rabia y del deseo, Y la ambición en sus variadas formas, Y las risas, y llantos, y lamentos. Tal vez alla por calles solitarias Vaga el dolor y vaga el desconsuelo, Y á su lado se cruza indiferente El corruptor metal quo oreó el Iufierno. Tal voz alla las lagrimas quo arranca Al triste corazón dolor inmenso, Correran á raudales sin que nadie Quiera enjugarlas compasivo y tierno. Quo es la ciudad un campo do batalla, Y ay! del que cue vencido en el torneo, Ay ! del que en lucha de implacable suerte Sólo conquista abrumador tormento!
versos 101 Ay! del que sigue recto su camino Y de la intriga no se advierte luego, Ay ! la verdad allí nunca ílorece, Ni se halla la virtud en su elemento. Por eso yo la soledad bendigo, Porque en olla se eleva el pensamiento A la región a donde van las almas Purilicadas del mundano infierno. Y aquí, si el llanto las mejillas surca Pronto se enjugan y se da el consuelo; Tan sólo no se alivian los dolores A que Dios no ha querido dar remedio. Por eso yo, doblando la rodilla, Mudo y absorto tu poder contemplo, Señor do caanto existe, a quien los hombres Te comprenden mejor en el silencio. Y el alma libre del mundano ruido, Concreta, religiosa, el pensamiento, Y so eleva a los mundos de la idea Buscando el Sumo Bien, santo y eterno.
Yo te bendigo, oh ! soledad augusta, Yo, quo otra vez a tus hogares vengo, Yo, que nací para vivir tan sólo Bajo el dosel de tu sereno cielo. Y aquí reposen mis cenizas frías
Bajo una piedra en mi querido suelo, Y al pie del arbol cuya sombra grata Le da hoy solaz al corazón enfermo. Sea la señal para encontrar mi huesa Humilde cruz en la que cree y espero, Que alguna vez el llanto la humedezca Cual rocío cariñoso a mi recuerdo. Chichebre, 1880,
192
versos
IMPROVISACIÓN.
A.
MI QUERIDA SOBRINA, DIANA DUTARY.
Hoy, sobrina, en tu natal Quiero mi cuelga ofrendarte ; Pero ay ! — yo no sé qué darte Que fuera digno de tí. Te ofreciera uua corona Con llores y oro tejida, Pero olla, Diana querida, Quizas no te haría feliz. Otro tesoro ambiciono Para tu alma, uiña hermosa, Más fragante que una rosa Y más rico que Perúel Tesoro que no se pierde AI vaivén de la Fortuna tuna, Parque eso tesoro, en suma, Se llama, niña Virtud Hada que en tu cabecera Vertiendo suave beleno, Placida, vele tu sueño Y te guíe al despertar; Que te inspire en la alborada Placentera de lu vida, Y te cubra con su egida, Y te amparo contra el mal .
193verso Que en este valle de penas Sólo la virtud es bella ; Brilla cual brilla una estreha B n noche de lobreguez; Y en medio este mundo impío Lleno de zarzas y abrojos, Aún hay quienes sin sonrojos, Le rinden culto, a sus pies. Que guardo tu angel custodlo Tus ensueños juveniles, Y de tu alma en los pensiles, Que aparte la espina atroz; Que tu vida se deslice Por entre senda de flores, Y que dulces ruiseñores Te aduerman con su canción,
194
versos
DESEO SIN NOMBRE.
(INÉDITA). Yo busco entre las sombras de la noche, Un algo, un no sé qué ; De la flor el aroma en casto broche Buscándolo aspiré. He libado la miel de los panales Tan dulce y perfumada, Y en lagos de purísimos cristales Mi sed quedó saciada. Y en la mañana al descorrer la aurora Sus puertas de zaliro, He buscado en su luz arrobadora, Aquello en quo deliro. Mas ni la sombra, ni la flor, ni el día, Sastifacen mi ardor; Ni la miel do panales mi agonía, Ni el llanto mi dolor. Falta a mi sér un algo, un no sé qué, Vida a mi corazon; Sueño que vivo, y sueño que soñé, Y el sueño es ilusión . ¿, Dónde, cómo lleuar esto vacío, Quo siento dentro en mí t Cálmate, corazón, para el hastío, Ay ! la tumba esta allí
VERSOS
EL ECO.
Mis ojos con sus ojos so encontraron Y al suelo los bajamos todos dos, Nuestros labios acaso murmuraron Un voto, una plegaria, una oración. Tímidas, nuestras manos se enlazaron, Mas, no miré su rostro encantador, Que á mis ojos las lágrimas velaron, Y romperse sentí mi corazón. Y trémulos, sin voz permanecimos, Y el silencio tan sólo fué el que habló; Y así, un poema do amor nos repetimos, Desde el " te amo, mi bien," hasta el "adiós". Y entonces nuestros ojos se encontraron, Y al imán de su aliento abrasador, Mis labios con sus labios se juntaron, Y á su seno, mi seno comprimió Del éxtasis aquel, cuando volvimos, El silencio rompióse entre los dos ; "Nos amaremos siempre," nos dijimos; Y un eco, " siempre, siempre ", repitió ! De su sér los efluvios me embriagaron, Mi mento en ilusiones so recreó ; El néctar que mis labios saborearon En sus labios de mío], me enloqueció. Delirios inefables que pasaron, Que envidiaran los ángeles do Dios ;
195
196
VERSOS
Promesas que los vientos se llevaron, Juramentos que el viento arrebató La ví después ; sus ojos se inclinaron Como otra vez, al suelo, con rubor; Y mis labios entonces balbucearon Espantosa, tremenda maldición ; Nuestras manos entonces no enlazamos, Entonces su mirada no se alzó; Un "adiós" suspirando murmuramos, Y el eco repitió, '• por siempre, adiós ." Panamá, 1883 .
197
VERSOS
ADULTERIO DEL ALMA.
IMITACIÓN DE
J. F.
EZETA.
Pasó ante mí sonriendo Con sus ojos tan dulces, soñadores, Y estremecióse, cual del aura al beso Se estremecen las flores. De su pupila el rayo Hirió implacable mi alma acongojada ; Quise hablar, y el labio aspiró sólo Su esencia perfumada. La huella de su paso Un reguero do luz dejó tras sí, Como deja un meteoro en el espacio Huellas de oro y rubí, ¿En su mirada ardiente No se oculta el recuerdo de un dolor ! ¿ 0 el golpe que á mi seno hizo pedazos No hirió su corazón? Su mano entre la mía En un tiempo jurábame su amor, Cuando al soplo del cierzo despiadado Se marchitó la ílor; Que al céliro mecidas Las llores del jardín de la ilusión,
198 versos Eternas fueran sin el cierzo ingrato Que prueba el corazón. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Cuando su seno hermoso A otro seno se estrecha con amor, Latira como un tiempo junto al mío Latió su corazón? Que en el altar sagrado La mano se dará, mas no el amor ; Adulterio que el alma en cuerpo virgen Comete sin rubor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Que pase, pues, sonriendo Con sus ojos tan dulces,, soñadores ; Que si su alma entregó, fué sin perfume, Cual marchitadas flores.
VERSOS
FANTASIA.
NO ME VUELVAS A VER.
No me vuelvas á ver ; cierra los ojos De mi pupila el rayo al recibir Que tus párpados velen tu mirada, No me mires, por Dios, jamas así. No me hieras el alma si no puedes Un bálsamo aplicar a mi dolor ; No acerques a mi labio el dulce néctar, Si no lo he de probar, ah ! no, por Dios. De Tantalo el suplicio fué mentira, Que su sed á mi sed nunca igualó ; El no vió de sus ojos brotar sangre, Ni en pedazos él vió su corazón . .. No me vuelvas á ver ; mira,—tus ojos Son dardos que me hieren por doquier ; Yo no sé lo que siento a tu mirada, Yo ignoro si es dolor ó si es placer. Yo quisiera tener fuego en la mía Para inflamar tu puro corazón; Mas, perdona, perdona mi delirio, Mi labio miente hablándote (le amor .__. De mi ilusión las purpurinas rosas, Mustias y sin olor por siempre están ; Sólo llevo en el alma las espinas, Su esencia se esparció en la inmensidad .
199
200
VERSOS
¿Y cómo recogerla si del cierzo En las alas, de tumbo en tumba va Cuando la flor da al viento el casto aroma, ¿ Quién podra recogerlo, quién podrá' No me vuelvas a ver ; mira,—una historia Yo pudiera contarte do dolor; Historia fiel que no la borra el tiempo, Con fuego se grabó en el corazón; Pero mi acento escucharías, y el llanto Tus mejillas surcando, por mi mal, Quizas! quizás ! . . . .pero es mejor que calle, Que es muy triste recuerdos evocar. No me vuelvas á ver.—Ya la esperanza Me dijo adiós ;—y a mi pesar, incierto, Mi mano llevo al seno dolorido Buscando el corazón ha tiempo muerto . . . .
20!
VERSOS
ÚLTIMOENSUÑ.
Acercaos á la tumba Como aquel quo so acerca al blando lecho, Y tranquilo, envolviéndose en sus ropas Se reclina á soñar hermosos sueños. Del Thanatopeis, de Bryant. Ya basta do sufrir ; venga en buen hora La calma al corazón . No mas los dardos, Cuyo aguijón me hiero y me devora, Atraviesen mi pecho lacerado, Víctima del dolor mas acendrado. No mas en la ilusión busque consuelo Mi mente loca en el delirio inquieta, Ni vuelvan ya mis ojos hacia el cielo Buscando inspiración .—Mísero poeta, El Parnaso escalar intenté en vano, Que ú la cumbre del monte prodigioso No lo es dado llegar al vil gusano.
Oh ! de mi corazón cuanto latido De la esperanza y del amor esclavo, Ha quedado en la noche del olvido ! Cuántos lamentos desgarraron crueles Mi pecho, sin ventura y dolorido ! Y el eco de mis quejas llevó el viento Lejos, muy lejos de mi bien perdido; Ah ! cuánto padecí, cuanto padezco, Roto en pedazos do mi aciaga vida El hilo misterioso, sólo ofrezco
202 versos La sombra de una sombra, y me estremezco . . .. Ya es tiempo de pensar en la partida.
Ya basta, corazón !—Cuanto has sufrido ! Ya, ven á descansar de tus dolores, Que la dicha mejor es el olvido, Es la flor de los últimos amores. Pero al decir adiós á cuanto amaba, Cenizas de una hoguera ya extinguida, De valor alardeando yo ignoraba La lucha del recuerdo con la vida. Adiós recuerdos!—Siempre sois tan tristes! Que es fortuna partir si acaso os dejo ; No es culpa de vosotros, ni me quejo Si acerbos sóis á mi pesar ; si henchidos De vinagre y de hiel do quier que vago, De mis pasos seguís apercibidos.
¡ Cuantas noches, en vela, entro sollozos, La imagen de un amor que fué mentira, Mi descanso a turbar vino en mal hora, Y una voz escuché que fUé mi vida; Y una mano posandose en mi frente Y secando el sudor, estremecida, Me hizo olvidar que el corazón sangraba Por la que nunca se cerró mi herida. Y del placer perdido las visiones Revolotear sentí cabo mi seno, Y mi brazo extendí por si alcanzaba El néctar que sabroso me ofrecían, Y ese néctar falaz era un veneno. Y la Gloria también vino en mis sueños A acariciar mi sien : "Tendras coronas Y guirnaldas do mirtos y laureles," En mi oído murmuró : " toma esta lira Y canta al Sol cuando en oriente asoma,
VERSOS
Y canta cuando en occidente espira; Canta al amor, la dicha y la esperanza, Canta la Fe, la Caridad y el Cielo, Y canta a Dios que te dara consuelo, Y tu sién ornara brillante aureola ; Y del Libro inmortal, a tu memoria, Hojas eternas guardara la Historia ."
Y obedecí: — las cuerdas de mi lira Hice vibrar con entusiasmo loco, Y arrancando sonidos discordes Al sonoro instrumento, Las iba reventando poco á poco. Desesperado, ciego, Las cuerdas todas menos una, rotas De la lira inmortal, Quiso probar si por fortuna mía El angel protector de la esperanza A ayudarme venía, A arrancar do esa cuerda solitaria El himno que la Gloria me ofrecía Y que la Fama y el honor alcanza. Temblando de emoción, do temor lleno, Quiero probar la cuerda en que he cifrado Un mundo de ilusión .—La lira abrazo, Y la cuerda al vibrar entre mis dedos, Súbito estalla en múltiplos pedazos
La lira entonces arroje .—Mi canto, Blasfemia fue ; que el corazón herido No brota flores ni su aroma esparce; Y al placer y la gloria fementidos Maldije en mi interior .—De las coronas Que á mi vista brillar hizo en mala hora, La perfida, traidora Visión de mis ensueños y delirios,
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204 versos Llevo en mi corazón aguijón liero, Que a donde quiera voy es mi martirio, Y el bálsamo, jamas, jamas espero.
Basta ya, basta ya.— Venga el reposo Há tiempo apetecido .— En el regazo De la madre común, El sueño sin ensueños tenebrosos Me dispongo á gozar—Abra sus brazos Y recíbame tierna y cariñosa ; Y al arrullo armonioso de su canto, Ni el amor turbará mi gruta hermosa, Ni de la gloria volveré á los lazos, Ni esclavo del dolor tornará al llanto .
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ACRÓSTICO.
[INEDITA].
Á GERÓNIMO DE LA OSSA.
Alma del alma mía, luz de mis ojos, Numen divino, Inspiración del bien, Generosa criatura, a quien rendido Estremecese y postrase mi ser; Luzca ya para mí una nueva aurora, al dulcísimo acento de tu voz, niña mi mano con azahar tu frente Ante el altar purísimo de Dios . 1878 .
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VERSOS
Á UNA FLOR MARCHITA,
(INÉDITA).
Esta flor que en mi seno guarde un día Fue de su seno hermoso desprendida; Y al darmela, su mano parecía De temor ó placer estremecida. Recibíla ocultando presuroso Tesoro tal de místico valor, Y al estrecharla, contra el seno, ansioso, Ay ! la abrasó febril el corazón. Oculta la guardé cual mi constancia Sin recibir la luz del claro sol, Sus colores perdió con su fragancia Y en negro polvo se tornó la flor. Así también, la ílor de mi esperanza Que en mi alma su mirada hizo brotar, Perdió el aroma que tan sólo alcanza La flor que suele el sol acariciar. Que mi sol so ocultó, y otras regiones Recibieron su luz y su calor; ¡ Adiós por siempre, caras ilusiones, Que os simboliza la marchita ílor .
VerSOS
GENIO Y GLORIA.
Á MI AMIGO, DON LUIS R . ALFARO.
Allí la gloria está, ¡ Genio ! . . . a la gloria ! Del templo se abren las ebúrneas puertas Y dentro está el altar . Allí la ofrenda Sobro el ara bendita se coloca, Y en bombas y espirales el incienso, En torno de los dioses revolando, Figura nubes de encendido seno Do irradian las centellas Que en haces brotan del oculto foco. Allí, del trueno horrendo El estridor fugaz y el sordo ruido, Semejan tempestades y ensordecen ; Y la cúpula altiva que descansa Su pesadumbre sobre plintos de oro, Tremer parece al acercarse ignífera, Del genio audaz la esplendor osa antorcha. Febo está allí, que fulgurante dora La cumbre del Olimpo entre las nubes, Y de sus rayos los chispeantes atomos Reverberando en torno del santuario, Cual polvo de oro, en el espacio brillan, Y abrillantan la luz. Mirad de Apolo Que al infinito llega, La rubia estola do sus crenchas de oro, Y de sus libras impalpables brotan, Cual de invisibles cuerdas de arpa eólia
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208 versos Pulsadas por querubes, Ondas sonoras que doquier se extienden E inundan el espacio en melodías; Cual del piélago azul, de las sirenas El canto que adormece . Ved las Musas Preparando coronas de inmortales, Y de mirto y laurel . Mirad á Clío Arraigando en el bronce al raudo tiempo, Y el olvido anulando para el hombro. Y al par, sus ocho hermanas, Tejiendo en perlas red inextricable, Que la fragil memoria conteniendo En sus mallas de aljófar y de grana, So alce el Recuerdo triunfador, y guarde Dentro del tabernaculo, los nombres Quo eternizan la idea Oh ! Genio : tiende el ala, Busca ansioso la chispa prestigiosa Que se esconde en el seno de lo eterno, Cual se busca en el fondo do los mares La perla que en las breñas esta oculta : Roza las ondas del movible llano Que mar so llama en la palabra humana, Deficientb á expresar del infinito La imagen de lo eterno . . . .Ya el austro De la región de Eólo desatado, Riza las crestas que en vaivén so mecen, Y levantando perlas en sus cimas Que en cascadas revientan, se deshacen Al descender por las cerúleas faldas De la móvil linfatica colina, En nubes trasformando los vapores Quo los monstruos exhalan del abismo Cual expiación del mal ; y las plegarias Que recogen los genios del Empíreo Ved á Diana también ; la sien ceñida De coronas de azahares, resplandece,
versos
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Reverberando con su luz de plata Sobre la tersa superficie incierta, Y sobre moles que la tierra ostenta, Que en panachos de llamas centelléan Puntos de un punto suspendido apenas, Y apenas una línea en lo infinito, Ante los mundos que en la esfera ruedan. Oh ! mirad esos soles : Vega, Sirio, Neptuno, Orión ; constelación de soles, Focos todos del foco soberano, Que a la mirada su grandeza ocultan Ante el fulgor do sus quemantes rayos. ¿ Quién resiste á su luz? Su luz que rompe Capas sin fin de etéreas sucesiones, Do muere la distancia por lo eterno. No hay término á lo increado : una hora, un siglo, Sigues comparativos en el tiempo, Son nada ante la idea ; menos que nada; Contemplad lo infinito Si alcanzais a soñarlo, y si la mente Orgullosa, del hombre que lo intenta, Ño queda yerta ante el delirio insano, Y con fragor no estalla su cabeza. Oh Gloria! eso eres tú . Nubes preñadas De truenos y relámpagos te velan, Y guardan de tus ondas, Los ecos murmurantes, esos ecos Que en trompas de la Fama hasta el Empíreo Surgen por el espacio serpenteando Y en ráfagas de luz do quier se esparcen ; Ya se levanten de la lid sangrienta Do preside Mavorte, 0 del coturno arrebatando el estro Do el profeta cantor gima y suspire; 0 al rubio Apolo, de su lira de oro, El bardo vagabundo, melodías . . .. Las sombras vagan por do quier, airadas , Ya de furor estremecido el labio
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Esclavo de impotencia, O bien la mano alzando hílela los cielos Pretendiendo tocar, rasgando nubes Y apartando centollas y esplendores, Cabe el altar que guarda el arca santa La diadema de luz . Hojas de fuego, Que en diamantino polvo centellean, Ocultan las espinas, ¡ ay espinas Que de acerada punta la sien rasgan, Y de la herida al corazón cayendo Gota á gota la sangre generosa, Lo abrasan y consumen, Y el hanto riega las cenizas frías.
Es un nauta : el bajel salva las ondas Del borrascoso mar turbio y violento ; El faro se divisa entro las nubes Que gigantes figuran tenebrosos, Y ya del Euro las tremendas alas Hacia las sirtes de la ignota playa Que fosforentes brillan centelleando, Empújanle furentes : sordo ruido Que crece más y asorda, Se levanta del mar embravecido ; Cruge el velamen, y enlutado el cielo En sombra envuelve a la agitada escena ; Del seno de las nubes surge el rayo, El rayo vengador del cielo airado, Que hiere, despedaza y aniquila, Y el trueno vibra en la extensión sombría. Todo es horror : los elementos chocan, Se confunden, retuercen, se estremecen, Y en titanica lucha se anonadan. Iguala á su terror su alta grandeza; Mas La esplendente lampara diurna Silencio impone al esparcir sus rayos Sobre el haz de lo creado, en su carrera. ¿ Qué es del nauta?—En el faro la mirada
21 Salvó las sirtes de traidora playa : Fuego en el alma y en la mente fuego, Rompió las nubes su mirada intensa, Tendió las velas al furente oleaje, Y del timón la trepidante caña, Con mano audaz contuvo —Surgió al puerto, Y en su frente serena Brilla el fulgor de la esplendente gloria, Por ¡premio del combate . ! Oh Genio Bate tus alas nítidas : consagra Con tu aliento, sus sienes inmortales. Y en lucha igual, el alma en cuanto existe Busca un ideal que escapase á su anhelo : No siempre surge al puerto el marinero, Y en la traidora playa halla la muerte Murmur ando las olas su agonía. Las sirenas entonan sus cantares, Y las brisas que lloran y suspiran, Arrebatan su llanto y sus acentos Tal, Icaro a los cielos se remonta, Y al arrancarla chispa que ambiciona, Del seno de rugientes tempestades, Se abrasa en ella y rueda De tumbo en tumbo por el hondo espacio A perderse en los mares del silencio . ., . . . . . . . . . . . .. Allí la gloria está! Genio! alcanzarla! A tu vuelo caudal se abren los cielos, Las esferas repiten, sur-sum corda, Dad paso a la Virtud, qno es también Genio. Escula lo infinito ; por peldaños Tienes soles y mundos innombrables. Cada paso entre estrellas es un punto En lo eterno, y tu e r es, Eterno, inextinguible,. Como el foco creador de qne provienes .
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En las nubes que ocultan la alma gloria, Cruza tus rayos con sus ígneos rayos, Y rasga el seno que en tinieblas guarda La corona de luz . De entre sus hojas, Del laurel que florece en Helicona,. Arranca para mí la más preciada; Mi nombre en ella inscribe, y la diadema, Emblema del poder omnipotente Sobre el haz de la tierra, Ciña mi frente pálida y marchita; A esta frente que azotan Ondas de fuego en fulgurantes llamas, Y que á la voz de la desgracia, altiva, Cual potro cuyas crines bate al viento La indómita cerviz, Ni cede ni doblega, si bien muere
Aquí! .__ .Genio rebelde : yo te llamo,! Que no en balde he soñado que algún día A tu poder se humille el hado adverso : Que á tu esfuerzo, la Gloria, Jadeante, estremecida, Rendida tienda á mi anhelar sus brazos, Y alee mi nombre sobre el negro olvido. Panamá, 1883 .
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CONTESTACIÓN A UNOS VERSOS DE MI AMIGO, EL INTELIGENTE Y DISTINGUIDO JOVEN, DON EMILIO BRICEÑO.
¿Quién podrá comprender lo incomprensible, Y cómo sujetar a lo visible Lo que es el Cielo, y Dios, y el corazón? ¿ Quién podra descifrar ese misterio, Cuando el hombre sujeto esta á su imperio, Viviendo entro la duda y el dolor? Nacemos para el bien y el mal seguimos, Nos quejamos después ; si lo quisimos, ¿Culpa de quién será?—Yo no lo sé. Dios nos da voluntad, nos da albedrío ; Pero también nos dice : " todo es mío, Tu vida, tu conciencia, tu poder ". ¿ Cómo sondear el infinito arcano Que se encierra en el hueco de su mano? i Quién podra adivinar su voluntad? Sus leyes son eternas, dice el sabio, Y una sonrisa asómase á mi labio, Luchando entre la duda y la verdad. Si es eterna la ley del sufrimiento, Si hay que llevar horrendo el pensamiento, Casi siempre el verdugo mas tenaz; Oh ! el no ser es mejor que el haber sido, Pues el placer que acaso hemos sentido No deja de pagarse, no, jamas; Y se paga cruelmente ; no se goza Ni en suntuoso palacio ó humilde choza ;
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Por do quiera encontramos el dolo r. Parece que al nacer esta maldito El hombre ; y que en su frente lleva escrito El sello de fatal reprobación. Mas ¿ qué digo ?-Perdona, Dios eterno, Lo que me inspiran Furias del Averno, Tú que ves cuanto sufro en mi dolor; Yo sé que tú eres bueno, que eres santo, Que no puedes gozar en el quebranto De un triste, atribulado corazón. Dáme la Fe que falta á mi destino, Para concluir humilde mi camino Y tranquilo por siempre reposar; Mís pasos guía hasta el postrer momento En que, anonadado el pensamiento Me postre reverente ante tu altar . . . .
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VerSOS
.DEG- .A AC (EN NOMBRE DE UNAS AMIGAS)
En brazos del amor y la esperanza, Ay ! te has lanzado al mar ; Mar do la vida borrascoso a veces, Cuando rudo lo agita el huracan. Pero tú llevas talisman precioso, Que es el de la virtud, Y el ejemplo que tienes de tus padres, Y las dotes de tu alma de querub. Y vas sobre las ondas cristalinas Mirando el cielo azul, Que tras el firmamento esta la Gloria, En donde el premio esta de la virtud. Y tú seras feliz ; llevas en tu alma El sello del deber ; Y es impotente el Mundo ante quien siente Bullir la hermosa inspiración del Bien. Recibe pues, de nuestro afecto tierno La débil expresión; ¿Qué te podremos dar que corresponda A cuanto nos inspira el corazón ? 1880 .
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VerSOS
SOLILOQUIO.
Á MI HERMANO, SEÑOR DON RAMÓN PÉREZ.
Yo iba bogando, bogando Al través de la tormenta, Mi nave a impulSOS del viento Surcaba la mar inmensa : El rayo rasgaba el cielo, Y olas encrespadas, fieras, Amenazaban hundirla Para terminar mis penas. Yo fui feliz, si en la vida Puede serlo quien no anhela Otra cosa que un sepulcro Y lágrimas cuando muera; Lagrimas puras, benditas, Lagrimas de quien bien quiera Regar mis cenizas frías Con raudales de terneza. Yo quise en el ho rizonte, Allá en esa mar inmensa, Ver algo como es el iris Que disipa las tristezas ; Y quise ver en las ondas De esa mar a veces tersa, Las fluctuaciones del mundo, Imagen de su soberbia .
VERSOS
Hoy vuelvo a buscar la calma En mis preciosas florestas, Donde el ruiseñor su nido Forma en las ramas enhiestas. Allí soy el soberano : Que en esa región amena, Hasta el silencio obedece. Y me sirve y me consuela. Allí vivo bajo un árbol, En una casita, llena No de riquezas, de flores Y con mi alma satisfecha. Allí no temo las ansias Que ofrecérseme pudieran De oro y placeres y glo r ia, Miseria, pura miseria ! Y si el corazón ardiente Se despierta a las quimeras De placeres, oro y gloria, Sueños de la Primavera, Le diré :—" pasa el Estío, El otoño ya se acerca, Corazón ! ; calma tus ansias Que mi cabeza blanquea ." Pase la ambición del hombre, Autora de tantas guerras, Lejos de esos campos bellos En continua Primavera. Allí no vayan las hordas Famélicas y protervas, De cuanto caudillo infame Brota cual brotan las hierbas. De los que llevan el alma De odio y ambición repleta, Que mintiendo patriotismo Tienen el Yo por bandera; Que preparan los conflictos Por ganar en las revueltas,
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218 versos Pues de la Patria el tesoro Lo han declarada su herencia. Pasen, pasen esos hombres, Terror y espanto do quiera, Lejos, bien lejos del Valle Al pié de la Co rdillera ; Que su planta no profane Las flores de la pradera, Que emponzoñe su aliento no De su cáliz la pureza; Ni beban de aquellas aguas, Sus bocas de oro sedientas, Que la sed de oro no sacian aquellas aguas parleras; Que no aspiren los perfumes De manglillo y madreselva, Los que avidos de venganzas La sangro hermana olfatean. Y tú, corazón, duerme, A la sombra del que quieras De esos arboles frondosos, Que nada allí te despierta. Germen de mal no hay en ellos, Y bajo su sombra fresca, Podrás descansar tranquilo Después de horrible tormenta Alli no hay el manzanillo, Arbol fatal que en sí lleva, Veneno letal que guardan Sus hojas y su corteza. Rosas, mirtos, caracuchas, Jazmín, azahar, azucenas ; Esto es lo que brinda el Valle, Asilo fiel á mis penas .
VERSOS
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Á MI AMIGO, DON JOSE MARÍA ALEMÁN, EN CONTESTACIÓN Á SUS VERSOS TITULADOS, " ¿ SERÁ U TOPIA?"
Que el dinero es un Poder Negarlo ninguno debo; Poro a mi modo de ver, No siempre es el que mas puede. Colón, que descubrió un mundo, Triste mendigó el sustento; Y odlos cosechó, profundos, Debidos a su talento. Dardos lanzóle la envidia, Y fue su mayor riqueza, Ser víctima de perfidias Que agobiaron su cabeza. Pobre fue, mas dió tesoros ; Y así, no hay que desdeñar, A los que, sin tener oro, Lo dan a la Humanidad. TAsso lloró entre mazmorras Amor no correspondido; Su memoria no se borra, Y el carcelero . . .al olvido. CAMORNS fue pobre, y PETRARCA Gozó de varia fortuna; El genio, que el mundo abarca, Rara vez goza de alguna .
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VERSOS
También CERVANTES, el manco, Que fué gloria y prez de España, Héroe en la lid de Lepanto, Sufrió del Hado la saña. Y aquí, mi amiga, permite. Que de una bella peruana, Aquestos versos te cite, Que es poetisa muy galana. . .
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El" cielo Que a los campos dióles galas, Que dió perlas á la arena Y nieves á las montañas, Negó vistoso plumaje Al ave que dulce canta, Hizo inodoras las flores Que parecen mas preciadas; Al que prodigó riquezas Nególe talento y alma, Y así al repartir sus dones, Como previsora y canta, Díóle al poeta armonías, Y por patrimonio . . . .nada," Quo así se cumple en la vida La ley de compensación : Cada cual su parto cuida, Mas ¿cuál sera la mejor? Y si " el talento es primero, Y en el mundo, soberano," Que así no piensa el banquero, " Hay que confesar de plano", Pero a mi modo de ver Negarlo tampoco debe ; Pues si el dinero os Poder, No siempre es el que mas puede. Así está. Los Versos son de CAROLINA FREIRE DE JAIMES
VERSOS
EL CORAZÓN.
(FRAGMENTO .
Á MI AMIGO, DON MANUEL GAMBOA.
Viajaba yo por procelosos mares, Con vario viento y con fortuna varia, Unas veces alzando una plegaria, Otras, lanzando horrible maldición. Buscaba lo imposible ; era mi tema, Palpar la realidad de lo impalpable, Y escudriñar la víscera variable En su modo de ser :—el corazón.
Yo quise examinar fibra por libra Y latido á latido lo que encierra, Esa ánfora divina, aunque es de tierra, Ora de vicio asiento ó de virtud ; Y audaz, cual pocos, con mirada atenta, El alma concretada en su ardimiento; El vuelo desplegando al pensamiento, La niñez estudié y la senectud.
Y osado pretendí de sus misterios El secreto alcanzar que lo domina, Qué estrella lo dirijo y lo encamina, Y á qué ley obedece el corazón .
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VerSOS
Querer y no querer a un tiempo mismo, Amar hoy y aborrecer mañana, Asiento de grandeza soberana, 0 esclavo de una mísera pasión ! Siempre es el centro á do converje todo, Fuente do todo bien, del mal sentina, Unos veces al cielo se encamina, Y del infierno esclavo en otras es ; Y henchido do soberbia, en ansia loca, Por el inmenso espacio tiende el vuelo, 0 humillado se arrastra por el suelo Olvidando su orgullo y su altivez.
Y trémulo, jadeante, estremecido, El velo levanté que lo cubría, Y la frente bajó triste y sombría Asustado ante tanta lobreguez Y mi mano extendí por si pulsaba Palpando la materia, sus latidos; Pero salté de horror sobrecogido, Y en el llanto del alma me anegué.
¿Es esto el corazón? ¿aquí se anidan El amor, la virtud, el bien ó el mal ? Este, el sitio sera de la inmortal Aspiración eterna de la vida ? ¿ Es la materia vil arca divina, Y el bien y el mal la misma flor encierra? Y la hiel y el almíbar de la tierra En mística redoma estan reunidas .?
Ya sobre el horizonte el sol asoma, Y de carmín y gualda y plata y oro, Ofrécenos espléndido un tesoro, Inmenso como es todo lo inmortal .
VERSOS
Veremos desplegar radiante el manto Al astro rey ; su luz que reverbera Sohre la humanidad, que en esta esfera Sufre llorando con dolor fatal, No penetra en el fondo de las almas, No puede averiguar si hay un misterio En cada corazón : alli su imperio Se estrella ante la horrenda oscuridad 1881 .
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FUEGOS FÁTUOS.
Era una tarde tan bella! Tarde de Mayo, florida, Ya el sol bajaba al Ocaso Tras las distantes colinas. De la luna en el Oriente Brotaba luz blanquecina ; Y sobre el mar la gaviota Jugaba al són de la brisa. El silencio do la noche Buscaba el alma do anida ; De sombras cúbrase el cielo ; El corazón llora ruínas.
Vagaba yo por la playa De fina arena amarilla ; Y pensaba en que estoy muerto Aunque arrastro triste vida. Pensaba en horas pasadas Bajo el mismo grato clima, Sobre esas mismas riberas Testigos de mis delicias. Pensaba en dichas quo fueron, Y para siempre ya idas ; Ay ! que no vuelven los goces, Ay ! que no vuelven las dichas. Y entre sombras, ví una sombra, Que un recuerdo me traía, Eco de lejanos tiempos,
VerSOS
Para mi alma que no olvida. Paréceme estaría viendo : Era bolla, era muy linda, Espléndida como un cielo, Rica en amor y ambrosía; Fragante como una rosa, Dulce, como son las guindas; Y al estrechar yo su mano, Quedábase pensativa . . .. Y la dije : "Mira el cielo, Mira el mar, preciosa niña, Profundos cual mis pesares, Y cual mi amor, que es mi dicha; Y ella me dijo Te juro, Que te amaré mientras viva, Tú eres mi bien, y yo, tuya, Hasta mi última agonía"
Pasaron años : tristezas Hicieron de mi alma ruinas ; Busqué las mismas riberas, Y encontró la mar tranquila. No hallé huellas en la playa, De mi amada sensitiva ; Su pié breve no lo hallé Sobre la arena amarilla. La ví en sueños, entre blondas, Y encajes ; bella y sonreída, Del brazo de un caballero, Cual rama de un tronco, asida; Ví su mano entre otra mano, Y recorde su perfidia; Pues siempre, al darme su mano, Quedabase pensativa. Seguí su paso, que lento, Fué para mi amor mentira, Cuando por una mirada
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VERSOS
La hubiera dado mi vida. Pase a su lado, y sus ojos, Ya muertos para mí habían ; Víla sonreir, y de mi alma También brotaron sonrisas; Porque el gozar y el sufrir, Casi es lo mismo en la vida, Si agotada ya la savia, El alma queda marchita.
Mas tarde __no sé : cuanto hace, Pero recuerdo fuá un día En que conturbada mi alma, Mas que nunca dolorida, Volví a mirar una sombra De pena y angustia herida ; Pasó ante mí sollozando, Y quiso hablarla, y seguíla. " Ah ! ingrata," díjela triste, Y ella me miró aturdida, "¿ Recuerdas la playa aquella " De lina arena amarilla, " Cuando a la luz de la luna " De luz tibia y blanquecina, Me dijistes : "Yo te juro " Que te amaré mientras viva, " Tú eres mi bien, y yo, tuya, " Hasta mi última agonía ;?" " Yo guardé mis juramentos, "Y tú pagaste en perfidia, " Mi ternura y mis amores, "Y hoy, sólo tengo desdichas ." —Bajó su frente, humillada, Y yo no sé qué sentía, Ante esa hermosa criatura Que un tiempo fué mi delicia. Quiso reparar mi falta,
VERSOS
Y mis palabras, perdidas Fueron entre mis sollozos A do fueron sus caricias. Tomé su cabeza blonda, Entre mis manos asila, La llevé, loco, labiosa mis Y hasta olvidé su perfidia
Hoy llevo en mi alma un tormento, Y sangra eterna mi he ida; Soy un espectro ambulante, Sin luz, sin norte, sin guía ; Pues pienso en que ya estoy muerto En esta región maldita; Que soy sombra de lo que ora, Aunque arrastro triste vida. 1881 .
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MARTIRIO.
CANCIÓN.
(INÉDITA).
Mi labio no murmura una palabra, Ni mis ojos te expresan mi dolor; En el aire se pierden mis suspiros, Muda es la queja de mi ardiente amor. Mi ardiente amor ! Mi loco desvarío ! La esperanza se apaga ante el desdén Tu alma de fuego para mí esta helada, Ni tus ojos me quieren comprender. Cúmplase, pues, de mi fatal estrella, El signo maldecido, y sufra yo ; No oros tú la culpable si no logro Que tu alma vibro a impulso de mi amor. Quo sufra yo las penas del Infierno Cuando el Cielo contemplo faz 4 faz ! Y aunque desdeñes el amor de mi alma, Jamas te olvidará, jamas, jamás .
VERSOS
IMPRECACIÓN.
CUADROS.
Sombras l—Venid !—Tinieblas del Averno ! Con fúnebre crespón cubrid la Esfera. Al Sol esplendoroso Vuestro manto arrojad, y que sus rayos En sus lóbregos pliegues sepultados, La noche eterna sea.—De los brillantes Que su carro esmaltaban, Se apague el titilar . —Surgid, tinieblas I Vuestro imperio tomad !—Ruedeu los mundos De tumbo en tumbo por el hondo abismo, Y en un descenso eterno, Entre el fragor del retumbante trueno, Y los hórridos ruidos del Infierno, Sigan rodando en vértigo espantoso; Y el Silencio y la Noche entrelazados Viertan a manos llenas, Cuanto mal haya en sombra, encadenado ; Que todavía son pocos Cuantos el hombro en su miseria encierra ; Y á castigar la Humanidad no bastan Los males de la Tierra, I I. Genios del mal I—del fondo de los antros. Las Furias desatad en el espacio,
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280 versos Las cadenas romped de los precitos, De las fosas alzad las bastas losas, Y en procesión continua los espectros, Que de la Estigia alrededor aún vagan, Pueblen el Universo, sepultado En honda lobreguez .—Vibren los aires, Rasgados por blasfemias y gemidos, Que en los abismos sean repercutidos ; Y noctívagas aves aleteando, Lancen roncos graznidos, Y en los antros se pierdan, revolando.
Tiemble la Tierra :—fuegos interiores En líquidos torrentes convertidos, Desciendan de las cúspides erguidas, Y serpenteando, al valle, Semejando reptiles gigantescos, Crúcenle calcinando, Y rueden a los mares ; y azotando Con furia audaz las olas, Salten éstas bramando, Y en apretado abrazo el fuego y la onda, Luchen en cruda lid de tal manera, Que tornando en vapor sus elementos, Se eleven a otra esfera. De la cuenca del mar salten los peces Y las fieras ignotas del abismo, Y en la abrasada arena Esperando salvar del cataclismo, Agrupadas se miren La ligera sardina y la ballena; Que la suerte fatal que las espera Iguala sus destinos, Tal como un rey en el destierro llora Y sus lagrimas mezcla Con las de ruin pechero, hora tras hora. Porque el dolor nivela condiciones,
versos Y el humilde, el soberbio, Olvidan sus pasiones, Y tiemblan de pavor por el Inferno. Cuando el Destino con su férrea mano Al despota humillando, le escarnece, Entonces, en todo hombro ve un hermano . . .. IV. Y los tigres hambrientos y panteras, Y melenudos leones, Y las serpientes fieras, Dejando sus cavernas y guaridas, Lancense a las riberas En busca de las brisas pasajeras. Y en la noche fatal que los rodea, Salten á la espesura Y estréllense en las breñas calcinadas ; Y su rugido el aire estremeciendo Sin eco que repita sus clamores, Búsquense entre las sombras Y al fosfórico brillo Que viertan sus pupilas encendidas, Se encuentren y acometan ; y temblando De rabia y de dolor, dé sed muriendo, Den treguas a la lucha encarnizada; Y en los chorros de sangre Que á borbotones broten do sus venas, Su sed apaguen, y bebiendo, espiren Aventando sus garras las arenas. V. Y escúchense do quiera Sollozos y quegidos y lamentos, Y de la muerte el estertor ; y á treguas, Maldiciones horrendas y blasfemias ; Y gritos de furor roncos se escuchen Que asorden el espacio y lo estremezcan ; Y en batalla continua,
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v1usos
La Humanidad en fratricida guerra, Triunfe la fuerza bruta; El honor, la virtud, la amistad tierna, El amor terrenal, desaparezcan: Que impero el Mal, y el Crimen, Do laurel coronado, Monarca de la Tierra sea aclamado. Y dloses tutelares A los que rindan homenaje, sean, Marte, con sus horrores, Baco, con sus delirios y furores, Y Saturno, el de L ívido semblante, Ávido ante su prole palpitante; Y Venus, la de impúdicos amores, Con su corte servil do aduladores. Y el dios Plutón, y Proserpina, dlosa, Que con aquél en los abismos parte El imperio infernal ; que por coronas Y guirnaldas, ostentan en sus frentes, Silbadoras serpientes; Por flamígeros cetros, Hierros candentes en el fuego eterno; Y por adorno en mantos y cotonas, Igníferos diamantes que producen Las minas del Infierno . V. Y desquiciado el Universo todo, Los astros de sus órbitas saltando Unos contra otros, con fragor estallen; Abran los hondos cielos Sus ignívomos antros ; y el espacio El Océano de fuego convertido, Raudos girando en centellantes haces Los atomos, se incendien .—Cuanto exista, A cenizas y polvo reducido, Aviéntese al Abismo A impulsos del horrendo cataclismo .
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VERSOS
VII, Todo calle :—Silencio pavoroso Reino en el Universo. El imperio del Mal también sucumba, Que el fuego de los Cielos sea su tumba ; La Nada sea do quier : Cielos y Tierra, Y angeles y demonios, y hombre y fieras Vuelvan al Caos ; y en vértigo espantoso Húndanse para siempre las Esferas . . .. 1881 .
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VERSOS
NEMESIS.
(INÉDITA).
Sueños del alma, raptos de entusiasmo Valor, virtud, amor, inteligencia, ¿ En dónde estáis ?—La voz de la conciencia Severa te responde y te condena. Tu frente herida inclina ante su fallo : La ley de Dios se cumplo, y te castiga Mas, su poder que pesa, no maldiga Tus muchas faltas, por tus hondas penas.
J,_~ L ~:
VERSOS
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ESPERAR!
AL SR . R . A . GÓMEZ, CON MOTIVO DE SU COMPOSICIÓN "LA ESPERANZA," QUE SE SIRVIÓ DEDICARME.
(INÉDITA).
1. Qué dulce es esperar !—Con cuanto anhelo Levantamos los ojos hacia el cielo En busca do consuelos al dolor; Cuantas veces la nuhe fugitiva Que á los rayos del Sol parece esquiva Lleva consigo un voto, una oración! Cuantas veces la estrella que miramos Un angel nos parece y le imploramos Que mitigue la angustia al corazón ; Y al titilar de sus brillantes rayos, Calmanse de nuestra alma los desmayos, Y casi al descubrir, nos da valor! Y al volver á la tierra la mirada, Despiértanos la luz de la alborada, Y absortos contemplamos la creación ; En donde todo el equilibrio entraña, Bien se habite el palacio ó la cabaña, Esquivando, impotentes, el dolor .
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verSOS Y es el dolor, presente el mas preciado Con que al hombre el Señor ha regalado, De salvación es válvula eficaz; Sin él, y realizada la esperanza, Acaso el hombro sin temor se lanza, Y en pos de lo imposible va tenaz. Y descubrir, de Dios, en su delirio Los misterios quisiera, y el martirio Recompensa sería de su ambicion ; Si en medlo de sus locos devaneos, Las alas no contara a sus deseos, Y diques opusiera al corazón .__. 11. Esperar, esperar!—Ver á lo lejos Cual ligera gaviota a los reflejos Del esplendente sol que va á espirar, La blanca lona de la nave ansiada Que abriga en sus entrañas la esperada Nueva, que nos trae felicidad. Esperar, esperar !—Soñar despierto, Necio correr tras porvenir incierto Huyendo desalados al dolor. De labios de coral tener pendientes Las potencias del alma, que no siente Del delirio mas grata inspiración. Esperar, esperar !—Allí la gloria Las págiuas nos brinda do la histo r ia Blancas, con nuestros nombres a llenar; Y ansiosos, delirantes, acercamos Nuestras manes, y acaso no llegamos Las páginas eternas a tocar. Y de la hermosa virgen pensativa No logramos la lagrima furtiva, Que mas que la expresión es eficaz,
VERSOS
Cuando tímida tiembla en la pupila Y brillando en los párpados vacila Cual gota del rocío matinal. Esperar, esperar !—Ver destrozada Toda ilusión del alma enamorada Ver trocado en pesares el placer. La copa que libamos tiene acíbar Y el labio que nos brinda con su almíbar Contiene el aguijón del padecer. Vale más no esperar ; tenor ya muerto Cuanto en el corazón era despierto, Gloria, renombre, amor, felicidad. Dormido para siempre, indiferente A cuanto fué el ayer y es el presento, Poco importa salvarse ó zozobrar. La fe so pierde á embates del Destino, Cuando siembra do espinas el camino, Y el corazón se cansa de luchar; Allí no más," decimos, y adelante, "Allí esta la vision," y á cada instante, Incáutos la creemos alcanzar. Mirajes engañosos, luz errante, Quo brota del cadáver palpitante Do la flor que en su tallo roída está; Que un tiempo embalsamara con su aroma El ambiente del alba cuando asoma De entro brumas, brillante, el luminar. Fugaz meteoro, nube de oro y grana Que so deshace al sol de la mañana, Do lagrimas preñada nada más, Fementido fantasma que invocamos, Y en nuestras cuítas, locos, imploramos Sin jamás alcanzarlo, nó, jamás. Esperar, esperar !—También se espera Cuando temor no insira la postrera
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VERSOS
Hora de angustia y de dolor tenaz ; Cuando el descanso eterno es la esperanza, Su promesa falaz allá no alcanza, Y abre de par en par la eternidad. Chepo, 1882.
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FANTASMAGORÍA.
(INÉDITA).
Vago ansioso por tu orilla Pintoresco " Mamoní," Mirando el cristal de tu onda Y tu arena tan sutil. Llego y trepo á la colina, Y distingo desde allí Cual tus aguas culebrean Pintoresco " Mamoní ." Voy buscando en tus orillas Los amores que perdí, Y pregunto á la corriente Que murmura dulcemente Si mi Filis está allí ; Y los ecos me responden, Pintoresco " Mamoní," En tus ondas y torrentes, Y en la voz de tus corientes : " Ya tu Filis no está aquí ."
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verSOS
28 DE NOVIEMBRE DE 1821.
A LA AUGUSTA MEMORIA DE LOS PRÓCERES DE LA INDEPENDENCIA.
Cayó el poder decrépito de España Ante el valor del rudo Americano ; Para impedirlo, su furor y saña, Su riqueza y poder, fueron en vano. Dióle Dios á la España el poderío, De un Nuevo Mundo haciéndola Señora Y al través del inmenso mar bravío De la América fué la protectora. Y fué feliz, y en su extensión inmensa, No vió noche total, siempre hubo día, Que al derramar el Sol su luz intensa, Sobre España por siempre relucía, Mas, el Poder da vértigos : la Historia Ha consignado en páginas eternas; Los fulgores del astro de su gloria, Y el castigo también de su soberbia. Abusó de la fuerza, y fué vencida, Y sus huestes, do quiera derrotadas, No hallaron compasión en su caída: Quien oprime al más débil, se degrada .
VERSOS
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En dónde está, oh! España, esa pujanza, Dueña y señora tú, del Orbe un día, Cuando todo, implacable en tu venganza, A tu orgullosa voluntad cedía ? ¿ Qué se hicieron, España, tus legiones De héroes, dignos del tiempo de Pelayo ? Destrozadas las vistes por campeones, Como el sin par Bolívar; Páez, el rayo; Y el que en Berruecos fué víctima santa De la ambición que creara el coloniaje, Fatal origen de miseria tánta, Fruto del español, no del salvaje ; Y Santander, el hombre de las leyes; Y el sábio Cáldas, y Mariño, y Zea, Y mil otros y mil, que de los reyes El cetro quebrantaron con la ideal .__. Que por do quier la sangre generosa Fecundaba el terreno americano, Y víctima tras víctima, preciosas, Maldiciones lanzaban al hispano. Sangre, que derramada hasta a torrentes, Ahogó, en justicia, al déspota español ; Y en sus dominios vastos y potentes, Dejó de verse eternamente el Sol. Pues cada nueva frente que caía Al golpe del verdugo sacudida, Era una nueva estrella que ceñía La diosa Libertad, enternecida, E indignada también .—Ah ! cuánto luto, Sembraba el español do quier pisaba ! De lagrimas y sangre era el tributo Que la España á la América arrancaba .
VERSO
242 Pueblo infeliz !—Ia sangre de tus venas Savia de libertad por siempre fué ; Y al romper del esclavo las cadenas El mundo entero te admiré, de Mas, eres libre ya tras cruenta lucha, Tras el cadalso por la Patria alzado, Cuando aún la voz de mártires se escucha, Por hacerte feliz, sacrificados? ¿ Gozas pueblo infeliz, de los derechos Que conquistó el patriota denodado, Cuando los grillos en pedazos hechos, Al déspota le fueron arrojados? ¿Qué es hoy la libertad?:—"Cuanto en su nombre, Se comete de crímenes horrendos ! " Mirase al hombre víctima del hombre, Y al són de libertad, sangre vertiendo ! Ya no es uno el tirano que te oprimo, Pues de tu seno surgen por 'do quiera ; La Libertad augusta otra vez gime, Rota en girones su triunfal bandera. Se derramó tu sangre, y Dios lo quiso, Para regar el gérmen de una idea; Mas, la ambición corrompe lo que El hizo, Y huye la luz porque la noche sea. Por que, ay ! del suelo fecundado brotan Tiranuelos más crueles que el hispano, Que mienten libertad, y que la invocan !Para mengua del pueblo colombiano Oh ! Libertad !—Levántate hoy erguida Pura y radiante como el almo Sol ; Y á Colombia, que amparas con tu egida, Recuérdale tu credo bienhechor
243 "Yo soy la Libertad," di, estremecida ; "Yo del esclavo el hierro destrocé; " Mis legiones no pueden ser vencidas, " Si se inspiran en mí, si tienen fe. " Yo soy la fuente de perenne gloria. " Que dignifica el corazón humano; "No la licencia, despreciable escoria, "Que hace surgir doquiera los tiranos. "Y el angel soy, que vengador, terrible, Del pueblo imprimo en la feliz memoria, Que es castigo del déspota temihle,
El hierro enrojecido de la Historia, "Y también, y también, ardiente inspiro " Aliento de venganza al pueblo inerme, "Y en furores convierto los suspiros " Con que, infeliz ! en su dolor se aduerme. " Pueblo! — Escucha mi voz no desmentida : "Licencia y Libertad truecan en vano, " Que no arraiga en los crímenes la vida,
"Ni entre las olas fructifica el grano . . ..
1881. * Los versos en bastardilla, son de NUÑEZ DE ARCE
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AL PARTIR.
(INÉDITA .) ¿ No has visto el ave por el plomo herida Volver ansiosa en busca de su nido, A restañar la sangre entre los suyos, Si no á exhalar ? su postrimer gemido
¿No escuchaste su arrullo melancólico, Tierno como la queja del amor, Y sus alas batiendo estremecida, Dar á su nido adiós ?su postrer Permito ; pues, que en el pesar sumido, Mis pasos vuelva en busca de mi hogar ; Peregrino en el mundo, estoy cansado, Tan sólo no me canso de llorar. Tus bellos ojos de color de cielo, No volveré á mirar cual lo hago aún hoy; No me detenga tu mirada ardiente; El Destino lo manda: : ya me voy. Mas, donde quiera vaya irá conmigo Tu imagen triste cual la vide ayer, Cuando al decirte adiós, llanto vertiendo, En tu mirada leí tu padecer; Mirada dulce, que al amor velada, Sólo al dolor no pudo resistir, Y embargada la voz entre sollozos, Ni pude tus acentos percibir .
VerSOS
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Que yo también enmudecí á tu vista, Y latiendo á romperse el corazón, No supo si te hablé, ni si mi labio Un adiós comprimido balbuceó.
Deja, oh! deja, que siga mi camino, Sin esperanza, sin placer ni amor; Para ti, yo deseara un paraíso, Y he do brindarte mi eternal dolor? ¿ He de ofrecerte un corazón doliente Que agostaría tu »ven corazón, Cual torrente de lava abrasa y seca Cuanto á su paso encuentra, destructor? Ah !—no, por Dios— : Deslícese tu vida. Por suave senda (le fragantes flores, Quo mi recuerdo no conturbe tu alma, Ni lleguen á tu oído mis dolores. Y tú me olvidarás ; el fuego ardiente El cierzo de la ausencia apagará : La ilusión con sus tintes de oro y rosa, La historia de un instante borrará. Y si al pasar los años, los pesares Sumieren tu alma en triste soledad, Y mi nombre preséntase á tu mente, Cual eléctrica ráfaga fugaz ; ora entónces por mí ; ruégale al Cielo Me dé la paz que nunca encontre aquí : Si en la tierra mi dicha está perdida, Que allá, me otorgué hallarla junto á ti .
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VERSOS
A L
IMPROVISACIÓN.
(INÉDITA).
No te conozco yo, pero me han dicho Que un ángel no te iguala en esplendor, Que tu sonrisa celica arrebata, Que hay mágia en tu mirada y en tu voz. No te conozco yo, pero en mi mente Me he forjado tu aspecto seductor, Y tiemblo de placer, si en mi delirio Te contemplo, arrobado, en ilusión. Y vale más así ; que no te vea, Que no mire tu rostro encantador ; Solo tengo dolores que ofrecerte, Y en pedazos mi pobre corazón .
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BOLIVAR.
( Tema dado por la Junta del Centenario de Bolívar, para el Gran Concurso literario del 24 de Jalio de 1883, en la ciudad de Panamá.
I Oh ! ;Ven Inspiración, dáme tu acento, Mi sien alienta con tus tenues alas, Que al cantar el Portento De América, la virgen y la esclava, No bastan los acordes de una lira Para expresar sus pompas y sus galas, Si tú, Deidad bondadosa, no la inspiras. —Génios!del Ande !—Chimborazo altivo Ah ! si me fuera dado, Cuanta voz ruge en vuestro seno ardiente En un haz recoger !—Ojala fuera Más fuerte que el bramido de los mares Cuando del huracán la saña fiera Azota la onda, que h los cielos salta, Cual si airada quisiera Del dios Bolo castigar la falta, Salpicando, indignada, sus altares. Que ni del trueno el hórrido estampido Al estallar el rayo me bastara Composición premiada en el Concurso, con medalla de plata .
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VERSOS
Para cantar la inmarcesible gloria, Y el martirio llorar estremecido De santa indignación, Del que lleue la Historia Con hechos inmortales que asombraron Al mundo que los vió, sobrecogido. Oh ! Diosa !—Ven á mí, pulsa mi lira, Que si al Gigante atrévome, pigmeo, Para cantar su fama, ven me inspira, Ya me eleve en las alas del deseo A la región excelsa de su gloria, O si mi musa en dolorido acento Llora tierna y suspira A impulsos del dolor y el sentimiento. H. En la región de eterna primavera Que del Edén perdido Es la copia tal vez, si el mismo no era; En donde el Sol á cuanto toca, dora ; Do en la noche callada En luz irradia la infinita esfera De fúlgidos diamantes tachonada ; En donde la ola de la mar suspira Cuando la playa besa, Y en la arena argentada En cascadas de espuma suave espira : En donde todo es luz, todo armonía, Todo aroma, y perfume y ambrosía, En el bosque, en la selva, en la llanura; En el cristal que salta entre las flores Que el arroyuelo bordan, Y que al pasar murmura En sus gayas corolas sus amores ; Allí surgió la hermosa virgen, pura, Coronada de estrellas refulgentes Y al arrullo de dulces ruiseñores,
vERSOS Del seno de los mares Que los cielos retratan esplendentes. Sobre lecho de plata y de esmeraldas Se aduerme dulcemente, Al melodioso canto de las aves. Sueña con un destino Providencial y de promesas lleno ; Con flores ve alfombrado su camino, Y en su lecho de armiño reclinada, En el deliquio de inefable ensueño, De placer se extasía, Cual niña pudorosa, enamorada, Que busca en el espacio y en los mares El ideal de sus prístinos amores, Idolo que adorar en sus altares. —Miradla allí !—Su espléndida belleza Iluminada al sol de la mañana, Rival no tiene en la extensión terrena ; Refléjanse en su frente soberana Los tintes del pudor : ya su cabeza Coronada de azahares y azucenas, En languidez levanta soñolienta, Y al Sol que la acaricia, Despliega su brillante cabellera Cual en su amor la virgen pensativa, A los rayos del astro que la inundan. Se estremece su sér cual sensitiva, Y su frente de aureolas se circunda ; Es ya esposa del Sol, que en hilos de oro Teje la alfombra do sus plantas posa, Y que la ofrenda en aras de su fuego, El aroma que brota de las flores, El rumor de los mares, El canto de los tiernos ruiseñores Y las sabrosas frutas tropicales. —Duermo á la sombra de palmeras reales, Y arróllala el murmurio del arroyo,
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VerSOS
Las náyades entonan sus cantares, Y del bosque sombrío, Y de las linfas del undoso río Escúchanse conciertos celestiales . . .. Todo es amor, y soledad y encanto ; Cuán dulce así es vivir, adormecido, Sintiendo el alma un eco enternecido, Eco de dicha en melodioso canto! . . .. Tal la preciosa América, señora De dos mares inmensos Que sus piés lamen en arenas do oro, Reposa en blando lecho De níveas cimas que los cielos tocan, Que dora el Sol con rayos de zafiro, Y del iris formando una corona, Su sien adorna, espléndida, Cuando en Oriente asoma; Y cuando en Occidente se reclina, La bóveda estrellada de diamantes, En luz baña su diadema andina, Que suave riela en ondas rutilantes.
Cual adormida en maternal regazo Sueña la virgen con edén de flores, Y entreabriendo sus labios que sonríen Descubre con su aliento, sus amores ; Y su frente serena Do nunca huella le marcó la pena, Parece que se expande y se extasía Al roce de las alas del querube Que guardaba aquel sueño Que tierno acarició su fantasía, Y que al venir el día Remonta el vuelo y á los cielos sube; Así dormía la América, de pronto, Despiértala rumor desconocido
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Que viene del Océano :-á su oído Llegan ruidos extraños : se levanta De horror sobrecogida, y á sus plantas, Sobre la arena que las olas besan, Ve sombras fieras que su mente ofuscan, Monstruos desconocidos que la asustan, Y de terror herida ve que el rayo Esparce estragos y la muerto esparce ; Rayo que no es del cielo el que (allí estalla ; Y en medio su dolor, en su desmayo, Lágrimas vierte, ya que muda, calla Mas, pronto de sus ojos Rayos también de indignación brotando, Prepara la venganza á sus enojos, Colérica, los monstruos desafiando. Y comienza la lucha encarnizada, Y al par que al invasor castiga y hiere, Su sangre brota por millar de heridas, Y es aherrojada y sufre, aunque no muere — Riega esa sangre la feraz campiña; En cadenas, por siglos, llora y calla, Y ese llanto inocente clama al Cielo Mientra el dolor en su furor estalla
I y Qué insólito rumor hiende los aires ¿ Qué voces nuevas en la virgen selva Salvando el monte y la gentil pradera, Llegan del Chimborazo hasta la cima, Y ? el eco las repite por la esfera
Libertad! Libertad ! Patria ! Derechos ! Voces nunca oídas, cuyo acento Ora grave y profundo como el trueno Ira y venganza anuncia : ora süave Y armonioso se escucha como un canto Que á la esperanza invita ;—himno santo,
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Que encendiendo en el pecho noble llama, Despierta al adormido en su quebranto, Y, Libertad sublime, te proclama. Voces de redención, mágico acento, Que alígero en sus alas trajo el viento; Que hacen vibrar al corazón herido, Pábulo dando al noble sentimiento Que al hombre dignifica .—Bendecido Poder que así transforma al pobre pária En rey de la creación ; que así lo eleva A la región de luz de el cóndor vuela; Y aún mas allá, por la infinita esfera Atravesando el éter su ansia loca, Cual águila caudal tendiendo el ala, No amaina su ambición que nunca espera ; SI el firmamento su cabeza toca, Aún más allí.,—aún más allá quisiera . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Oh ! Libertad !—Precioso dón del cielo, Tú eres el mens divinior, luz, idea, Tú eres la aspiración á lo infinito; El germen que fecunda, la esperanza De realizar cuanto la mente crea Y á cuanto ardiente el corazón se lanza. Tú, espíritu de Dios, gloria inefable, Sentimiento sublime, inexplicable, Que hace del hombre casi un semidiós ; Tú aterras en sus sueños al tirano, Y libras al esclavo de su mano, Porque eres, Libertad, la Redención. A los hombres conviertes en hermanos, Y castigas, airada, al opresor . . .. Poder que vivificas y que creas, Oh ! salve Libertad, Bendita seas ! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .
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IV. Mas, ¿ quién osado á tánto ?—¿ Quién pronuncia Voces de salvación que al monstruo espantan ? ¿ Quién á romper se apresta las cadenas Que á la virgen América aprisionan Por más de tres centurias, Y que sus manos con dolor arrastran ? ¿ Quién viene á restañar sangre inocente Que la ambición hace verter continuo, Y á castigar al bárbaro inclemente, Y volver á su hogar al peregrino; Y á difundir la luz de las Ideas, Hundiendo en un pasado tenebroso, Cuanto de horrible encierra Lo que la infamia y la ignorancia crean ? ¿Quién es?—Miradlo !—Ved! :—De su pupila Brotan rayos de luz : su altiva frente Coronada de aureolas esplendentes, Lleva el místico sello De celestial misión . Su diestra empuña La flamigera espada del Profeta Que blande en torno hácia la inmensa esfera, Y un girón de los Iris arrancado De la boveda azul, es su bandera. Un rugido es su voz cuando al tirano Airado se dirige ; y tierna y blanda, Si en efusión dulcísima de su alma Llama y sostiene al indio americano. Mas, y á dónde dirige sus pisadas ? Ya ha salvado los mares Y atraviesa los bosques y los valles; Sube al Ande altanero; Su planta posa en la columna altiva Que hasta el cielo se eleva; Y allí, de pié sobre su nívea cima, Envuelto en manto de iris,
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VerSOS
Invoca al Dios que en el Empíreo mora; Y cual en Roma sobre el Monte Sacro, Jura guerra inclemente Al bárbaro tirano Que inunda en sangre todo un Continente ; Y en sublime delirio, Allá en el porvenir ve la Victoria Coronando su frente Con los laureles de la excelsa Gloria Lento desciende al valle, y en su mente, Preñada de visiones esplendentes, Un mundo lleva, audaz . Va transformado En angel de redención y de venganza: Guerra contra el tirano, y para el indio, Frutos de bendición y de esperanza.
Cual rayo que desgarra las tinieblas Surje del caos el Héroe, y lo ilumina; Su genio poderoso Rompe la valla que la inercia ostenta; Sacude al enervado y lo levanta; Su ignífera palabra un mundo anima, Y frente dando á la feroz tormenta, Con su valor indómito la espanta. Corre, vuela do quier ; nada lo abate, Ancho campo conquístale su brazo, Brilla su espada en medio del combate Surcos de luz rasgando en el espacio, Que en cruda lid ninguno fue más rehacio; E invocando los dioses tutelares De la alma Libertad, junta legiones De rudos campesinos, que ofrendando Su vida, de la Patria en los altares, Con ellos forma invictos batallones Que el terror esparciendo, Por gloria, no por lucro asaz luchando,
VerSOS
Al enemigo arrancan sus pendones, Que aprietan en sus brazos aún muriendo .__. A veces la Victoria Muéstrase esquiva, y aun le niega el lauro ; Mas, si vencido fué; jamás sin gloria . . ..
Cual Vénus de la espuma de los mares, Un pueblo se levanta de la nada; De entre cuna do sangre ya Colombia En la mente del Héroe, ha sido creada, Y al fin, Colombia fué :—brilló un instante Y ofuscó en su fulgor al mundo entero ; Mas, destrozada fué cuando el Gigante Al peso de su gloria desplomado, Resistir más no pudo sus quebrantos, Y al rumor de las olas del Atlante Fué entre sus escombros sepultado.
Sus campos de batalla son trofeos De su ciencia y valor maravillosos; Allí están Carabobo y San Mateo,
Boyacá y Bombona, Vargas, Pichincha, Y Junin y Ayacucho;—la corona De su obra colosal :—allí rendido El león de Iberia se humilló á sus plantas ; Su espada redentora Libre y feliz á América proclama, Y su palabra rápida y creadora, Eco del formidable Tequendama, Fecundó sobre el Ande A. la que el mando por su nombre llama. Y al destrozar el cetro de los reyes, Nuevo Licurgo, tras la lid sangrienta,
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256 VERSOS En pueblos incipientes, ya enervados, Junto á la Libertad fundó las Leyes.
Tal fue BOLÍVAR, Redentor de un mundo, Nuevo Moisés de un nuevo Continente Al que dió Libertad tras cruenta lucha; La Esperanza y la Fe fueron sus armas ; Sus testigos, los Andes; y la Historia, Con sus páginas llenas de sus hechos, El monumento eterno de su Gloria, Fué grande entre los grandes ; su alma inmensa, De concepción grandiosa y atrevida, Soñó en salvar la mezquindad humana, Y en erigirse un trono en la conciencia De una raza, ya libre, americana. Trono que no destruyen las edades, Que de granito y oro no es eterno ; A los reinos sacuden tempestades, Y destrozados los pedazos ruedan A impulsos de fieros vendabales. De BOLÍVAR, su imperio está en el alma Y el corazón de todo colombiano: Libertador ! los pueblos le llamaron, Timbre el mayor de todo timbre humano. Si mancha hubiera en su esplendente gloria, El Sol las tiene en su candente esfera Aunque su disco en el cenit fulgura; Pero no, que su gloria es la mús pura Que registra la Historia en sus anales. En génio, cual ninguno soberano, Si conquistó naciones, diólas libres , Régios presentes excusó su mano; Si sangre derramó, fué en desagravio De la que, infames furias infernales, Ávidas de botin y de exterminio, A tor rentes vertiéndola, implacables, No en noble guerra y enemigos leales,
257 . Acechaban la víctima inocente Y aguzaban, traidores, los puñales. Rival no tiene el Héroe Colombiano ; Su ambición se cifraba en la victoria Para salvar á pueblos sus hermanos ; Y si un trono ofreciéronle fué en vano, Que de Libertador la iumensa gloria No trocara jamás por vil escoria, Llámese imperio ó reino soberano. Ni Alejandro, ni Cesar, ni el Meteoro Que el Universo iluminó un instante el Para abismarse en el inmenso Océano, Igualan su esplendor y su grandeza. Enorme es la distancia eutre un tirano, Y el que realiza la gigante idea Que concibió entre sueños su cabeza, De luchar sólo, y de luchar sin tregua Hasta salvar al mundo americano.
Mas ya el Astro declina : en el Ocaso Lanza vívida lumbre, y los destellos Que despide su frente entristecida, Reflejando en las cimas de los Andes, Forman el iris de colores bellos, Su gloriosa bandera tan querida. Su pensamiento vaga en su delirio Protegiendo á Colombia con su egida ; Si en la victoria grande, en el martirio Mas grande fué. La ingratitud, que mata Mas cierto quo la bala y el acero, Al sepulcro le lleva paso a paso ; La Envidia le condujo á Santa Marta; Y al rumor de las olas del Caribe, Sin hogar y sin Patria, el gran Proscrito, Bendiciendo á Colombia en su última hora,
VERSO
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versos Se remonta su espíritu á otra esfera En donde el ángel del Consuelo espera .___
Mas, silencio !—La corona de espinas Que á su frente ciñeron, es la aureola Do todo redentor .--Siempre fascina Cuanto á un gigante corazón tortura; Y el recuerdo feliz lo borra la ola Del vaivén popular .—Mudo y absorto El pueblo se conmueve ante el martirio Del que, inundado en mares de amargura, Sangrando el corazón por ancha herida, Todo lo dió para legarnos Patria; Del que, en sublime arranque de delirio, Juró la libertad de sus hermanos; Y al juramento le ofrendó su vida, Y de América huyeron los tiranos . . ..
Pero Colombia vive : como el Fénix Renace de cenizas esparcidas Por sacrílegas inanes ; no perdidas Son ni seran sus glorias tutelares. Salve, BOLÍVAR !—Ante tí postradas Te bendicen tus hijas, las naciones, Esas naciones a que distes vida; Y en unísono acento, Confundidas en solo un sentimiento, Mirádlas, a tu nombre entusiasmadas. La Gratitud, que un tiempo dormitaba, Al despertarse, te levanta altares; Por templos tienes nobles corazones, Y por testigos de tu inmensa gloria Por todo e! Universo proclamada,
VERSOS
Los pueblos que formástes en naciones; El Chimborazo,—.allí do delirabas Himnos de Libertad y do Victoria; Y el rumor incesante de dos mares .
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VerSOS
MEDITACIÓN.
(
INÉDITA . )
A Ml HERMANO POLÍTICO, DON JOSÉ DUTARI AYALA.
Pasan los años en veloz carrera Leve huella dejando en la memoria, Y el continuo vaivén de nuestra vida, Apenas si grabar puede la Historia, En las páginas blancas del gran libro En donde todo registrado queda, Así hazañas de honor, cual de delito, Como en la vida amontonado rueda. Y es inútil mentir, falsear los hechos, Y el c rimen amparar con el honor ; Si hoy se oscurece el inmortal Registro, Brilla mañana puro en su esplendor. Fotografía indeleble, oso es la Historia La copia Del del bien y del delito : Ella recuerda, y deja á otras edades, Den premio al bien ; al mal, el sambenito. II Vosotros los que vais en la corriente De este revuelto mar de nuestra vida; Que lleváis el Poder en vuestras manos Para guiar la sociedad perdida ;
VERSOS
261.
Y que ostentáis en vuestras nobles frentes Lampes de luz, de rica inteligencia Que cual faros en medio la tormenta Os consulta el honor y aún la conciencia; Vosotros que hoy brilláis en luz radiante, Temed la noche de esplendente día Que ante un Juez estaréis, solemne y mudo, Que descubre y castiga la falsía. Ante él, en su balanza justiciera, Nada pesa el halago, nada el oro ; La ambición no la encubre el patriotismo, Ni se fingen virtudes y decoro. Las lágrimas que vierte un desdichado, Víctima de un magnate criminal, Son borrones que manchan letra á letra, Nombres que guardan urnas de cristal ; 'Y al resplandor de mil fosforescencias Al choque de los tiempos producidas, Leéis ; amo r y respeto hacia los unos; Y para otros, maldiciones no perdidas. Ay 1- -u se pierden : cien generaciones Conservarán fielmente su memoria Para unos, la apoteósis ; y para otros, La infamia, el odio, guardales la Historia. III Juez implacable !—ya que á mí el Destino Me ha deparado oscuro el porvenir Que lucho como el náufrago en las olas De momento esperando sucumbir ; Yo, que vago cual ave descarriada Que su nido tronchara el huracan ; Que por tesoro tengo mis pesares. Que a donde quiera voy, conmigo ván ; Yo, que soy corno la hoja desprendida Del árbol que su savia hizo brotar; Y quo en tumbos arrastra el torbellino hasta perderse en el inmenso mar ;
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VERSOS Yo, insecto miserable que no tengo Ni siquiera el poder de consolar; Yo le pido al destino que me guarde En mi triste y penosa oscuridad, Si acaso el esplendor y sus placeres, En embriaguez sumiendo el corazón, Me hicieran olvidar en sus transportes, Lo que le debe el hombre a la Razón. No, Historia !—tus páginas eternas, No me recuerden, nó .—Tan sólo pido, Para mi tumba, paz ;—para mi nombre, Las sombras' del silencio y del olvido .
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SUPLICIO. ( INÉDITA .) ?¿ Quién eres tú, fantasma, que siempre me persigues ¿ Por qué ni el dulce sueño dejas quo goce en paz ? Despierto, por do quiera tú mis pisadas sigues ; Dormido, presa es mi alma de tu influencia fatal. ¿Quién eres, dí, qué buscas en mi agitado seno ? ¿ ?Qué buscas en mi mente donde por siempre estas ¿ Por qué en aquél derramas mortífero un veneno; Y en ésta, por qué espinas me clavas sin piedad ? Tú vienes a buscarme cuando en la luz radiante De unos ajos, me embriago de ternura y amor; Y al estrechar un seno, contra el mío delirante, Tu sombra so interpone, airada, entre los dos. Aparta!—atrás!—no sigas royendo mis entrañas, No amargues, ay! el néctar que pienso saborear; Retírate, fantasma! -¿ por qué con tanta saña Me sigues y atormentas? -¿Qnién eres, por mi mal? —Yo soy la flor preciada que recibió tus besos, La que abrió su corola, y su aroma te dió; La que guardó en su cáliz, infiel, tus juramentos, Y del amor en aras, su almíbar te ofrendó. Yo soy la que á tu aliento, temblaba estremecida, Y á tu contacto ardiente sentíame desmayar; Y al escucbar el eco de tu voz tan querida, Inundábase mi alma de armonía celestial Yo soy —No mas, aparta ! sombra fatal, temida, Vuelve, vuelvo a la nada .--Fantasma !—V6to—atrás 1 Recuerdos !—¡ ah ! martirio !—La flor un tiempo roída, Color y aroma pierde, sin retoñar jamás
VERSO
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VerSOS
AMOR MALDITO.
Niña, que tan pensativa. mirando á la tierra estás, que suspiras y que llo r as buscando alivio quizas, a los dolores del alma, al desencanto fatal, á los amores perdidos como flores del rosal, que el viento del desengaño deshojó para tu mal, y tu alma cándida, niña, lleue de angustia mortal ; no llores, niña, no llores, que el llanto alivio no dá, á corazones marchitos como el tuyo ya lo está. " Que el árbol del rayo herido, nunca más retoñará ; y las almas traicionadas jamás volveran á amar ." Jamás la Esperanza amiga, con su luz ira á alumbrar, las tinieblas que hay en tu alma que ya la Fe no guiará; y pues, perdiste el encanto de tu frente virginal, para ti son las espinas, no las flores del rosal,
VerSOS
Para tí que en hora infausta malgastastes tu caudal de decoro y de recato, de pureza angelical; y en impúdicos abrazos, y en un deliquio infernal, en tn seno diste entrada á una ponzoña letal ; para tí cesó la calma, y en la vida encontrarás, sólo zarzales y abrojos, mentido placer no más. Y cuando el Tiempo . implacable, tus encantos hollará, y mires hacia el pasado sin que puedas ni llorar; desdichada!—en tu martirio, hasta á Dios maldecirás, y sola y abandonada por todos, ay! morirás ; porque el alma que ha perdido su pureza angelical, lleva en sí misma un infierno, y es su castigo infernal,
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versos
NOCHE DEL ALMA.
EN EL ALBUM DEL SEÑOR JUAN A . HENRIQUEZ.
Et Phomme resté seul rae eroit plus qu' á la mora. ( A . DE MUSSET .) Ay ! en la oscura noche de mi alma
Cuándo amanecerá? ( G . A . BECQUER . )
Ya se inclina mi frente como un sauce Sobre la tumba abierta que me espera Del dolor que me agobia y nadie entiende El remedio tan sólo esta en la huesa. ¿ Qué espero ya cuando marchita el alma Rinde el pesar al suelo mi cabeza, Cuando ni el llanto mis mejillas baña, Pues mis lágrimas son crueles é internas? ¿ Qué espero ya cuando á mi mente altiva Ha devorado aspiración secreta ? Las coronas espinas que quise son de Que no puedo arrancar do mi cabeza. Solo en la vida, triste peregrino, Víctima del dolor 6 de la idea, ¿ Qué espero ya cuando la paz del alma Trocó la suerte en acendrada pena t
VerSOS
Luchar fue mi destino, luché siempre Contra el error y la calumnia artera ; Con la razón y la verdad por guías Siempre he vencido en la gentil palestra. Pero en mi seno recogí el acíbar Con que el alma triunfando se envenena; Y horrorizado de la especie humana, Maldecirla y sufrir es mi tarea. Sí, maldecirla, que de Caín precito El hombre recibió la triste herencia, Y de la envidia y la ambición esclavo Arrastra entre la escoria su miseria. ¿Qué espero, pues, si en soledad horrible Hasta la Fe del corazón se aleja, Cuando ya la Esperanza me abandona, Y cuando en mí la Caridad no alienta ? y Es acaso vivir cuando en el alma Tan sólo vibra imprecación ó queja, Imprecación ó queja no escuchadas, Y el corazón cual fuego ardiente queman ? Combate innoble de pasión bastarda Do la Codicia es el potente Atleta; Eso es vivir !—El alma se acongoja Más que por el dolor, por sus miserias. Espectro soy no mas de lo que un tiempo Era, cuando mimado por mis creencias, El mundo estrecho a mi ambición hallaba Y en mis sueños volaba á otras esferas. Quise escalar entonces el firmamento Y el infinito contemplar de cerca, Y cual á Icaro mi ambición castiga Y derrite mis alas como cera .
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268 VERSOS Qué nocheespero, pues, si en tenebrosa El alma ardiente vaga entre quimeras, Si no es la duda el peso que la abruma Sino? la horrible negación completa Yo he visto al Crimen triunfador y altivo, Y al Vicio he visto sojuzgar la tierra, Y a la Virtud menospreciada ó ignota Cuando no pareciendo entre cadenas. Y las antorchas del celeste espacio, Indiferentes brillan en su esfera, Y aún festejar parecen al Delito, Y no cubre su faz Naturaleza. Nonube lanza el rayo la repleta Para destruir el monstruo de fiereza, Antes bien sus mortíferas descargas Al sabio, al justo, al infeliz aciertan. No hay equidad en la balanza humana, Huyó a los Cielos justiciera Astrea, Y arrastranse los hombres torpemente Entre absurdos, oprobios y quimeras. Pero silencio!—Hay paz dentro la tumba, Y allí en su seno, espíritu ó materia, Al placer y al dolor indiferentes La luz se apaga cual la flor se seca. Recinto misterioso, urna insondable Donde la Nada y el Olvido imperan, Arcano impenetrable !—sí en tus antros, Reclinaré tranquilo mi cabeza ! Fuera ! ilusiones de grandeza y glo ria, Flores de tiempo que marchitas ruedan; Cuando el insecto con punzante dardo Sus preciosas corolas envenena,
VERSOS
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Muerte !—si el hombre en estupor te mira, El ángel ores que su dicha vela ; Tú ahuyentas el dolor del pecho herido, Que del sueño letal no se despierta mas halagos Soledad y silencio Acaso el mundo en su vaivén encierra, Si tras la lucha, entristecida el alma, ?Recoge en sus ensueños las miserias ¿ Qué espero, pues, cuando á mi mente altiva Ha secreta? devorado aspiración ¿ Qué espero ya cuando marchita el alma, Rinde el pesar al suelo mi cabeza ? Qué espero pues, si en soledad horrible Hasta la Fe del corazón se aleja, Cuando ya la Esperanza me abandona, Y cuando en mí la Caridad no alienta 4 El gran Camoens lloraba sus desdichas, Víctima el Tasso fué de suerte negra, Que el génio es bendición, pero es martirio Mientras mora apresado en la materia. Soberbio Byron, enlutado el pléctro, Y sublime de horror en sus blasfemias, Muere entonando su himno postrimero, Que fué á la libertad, fué por la Grecia. Así la frente que el dolor agobia, Inclínase rendida. hacia la tierra; Y el génio agonizante, si suspira, Lanza hasta el Cielo imprecación ó queja. Cesó el lamento del errante bardo ; Muda el arpa quedó ; un eco apenas De su nota final vibra ya lejos, Y saltan rotas las sonoras cuerdas
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VERSOS Cuando el Dolor con acerado dardo La fuente agota del raudal del alma Que ya no baña la mejilla ardiente, Cuando so dice "adiós" a la Esperanza; No hay voz que pueda responder amigo, Y pagar deferencia tan marcada, Cual la que muestras al querer que tu album Lleve á su frente la expresión de mi :alma. Ya vés, no hay flores en erial desierto ; Al seco cauce no demandes agua, En la agostada flor ya no hay perfumo, Y el triste ruiseñor trina si canta; Mas lo quisistes, y rasgando el seno Ya te he mostrado la doliente llaga, Que corroyendo la vital esencia Ha saturado con veneno mi alma .
VerSOS
SERENATA.
IMITACIÓN.
(INÉDITA)
Despierta, que ya la alondra Cantando esta en la enramada, Y ya anuncia alborozada La aurora de un nuevo sol ; Que ya sobre el horizonte Asoma el astro del día Entre luces y armonia, Entre pompas y arrebol. Ya el ruiseñor en el huerto Dentro su nido se agita, Y á sus polluelos invita Sus gorgeos á ensayar ; Y la flor abre su broche, Y su aroma esparce al viento, Impregnando con su aliento Suave, el aura matinal. Ven ; sobre el cesped mullido De gayas flores sembrado, Yo en tu seno reclinado Me adormiré á tu canción; Y sobre mi sien, tus rizos Sedosos y perfumados, Juguetearán enlazados Trayéndome inspiración .
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VERSoS
Yo cantaré tu belleza, Y al acorde de mi lira, Cuando tu pecho suspira Tu aliento recogeré ; Mi labio ardiente á tu labio, Nuestras almas confundidas Por el espacio perdidas, Será el mundo nuestro Edén. Ven, no tardes ; ya la alondra Cantando está en la enramada, Y ya anuncia alborozada La aurora de un nuevo sol ; Que ya sobre el horizonte Asoma el Astro del día, Entre luces y ambrosía, Entre pompas y arrebol .
VERSOS 273
FOSFORESCENCIA,
(
INÉDITA. )
A VAN JOURNÉE—[DR, J . N . VENERO .]
Juan, amigo ; tú no ignoras Cómo so pasan las horas, Cómo se pasan los días, Y cómo pasan los años, Viviendo entre desengaños Y en continuas agonías. Tú sabes cómo se ;pena Cuando atado á una cadena Se sufre tormento atroz Entonces, ni la esperanza Consuelo al cautivo alcanza, Ni el tiempo pasa veloz. Entonces pasan los días Días sin sol, sin alegrías, Triste el Cielo, turbio el Mar ; Y dejan el alma herida, Entre las brumas, perdida, Que levanta el huracán. Vago, incierto el pensamiento, Se duda del sentimiento
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VERSOs
Que brota del corazón; Mústia, se inclina la frente Que parece ya presiente Las congojas del dolor. Es la noche que ya amaga, Es la estrella que se apaga Entre horrible lobreguez; Es el alma que vacila Como el péndulo que oscila, Y es eterno eso vaivén. Ya es la duda la que impera, Niégase hoy lo que ayer era, Y la lucha es cruel, tenaz; Cual tenaz es el tormento Que tortura el pensamiento En busca de la verdad. Llega la hora de la tarde, Y ya el sol apenas arde, Y á hundirse va bajo el mar; Ya no hay calor, ya no hay vida, Y natura adormecida Prepárase á descansar. Ya la luz no reverbera, Tórnase oscura la esfera, Ríela la luna en el mar Y cesan las armonías Al cesar las alegrías De la loca humanidad. Y duerme el mundo, y las horas, Ay ! esas horas traidoras Que engañan el padecer, Si en ollas duerme la peña, Eslabonan la cadena Del hoy, mañana y ayer.
VERSOS
Ni el ave trina en el nido, Que á su polluelo dormido Teme quizás despegar; Vela el dolor en acecho, Para herir desnudo el pecho Y verle luego sangrar. Ah mi amigo, tú no ignoras Que así es que pasan las horas, Sin treguas al padecer ; Que así se pasan los años, Viviendo entre desengaños, Sufriendo desde el nacer. Buscas la verdad, y acaso Desde el Oriente al Ocaso, Sólo encuentras decepción. La ciencia os quizás mentira, Tal vez sueños que delira Ofuscada la razón. La luz que inunda el espacio Con zafiros y topacios, No es luz, es sólo ilusión ; Y del placer los despojos, Miran llorosos los ojos Con llanto del corazón. Amas, y la imagen bella De un ángel ó de una estrella, Finge acaso una mujer ; Y á su paso riegas flores Que perfuman los amores Para alfombra de sus piés. Ves la Gloria en lontananza, Crées realidad la esperanza, Y es sueño, si no es dolor ; Y de la alfombra de flores
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VERSOS
Ofrecida á tus amores, Dardos lleva el corazón. Así es que pasan las horas, Ay! esa s; horas traidoras Que engañan el padecer; Así os que pasa la vida Entre las brumas, perdida, Del hoy, mañana y ayer .
MELANCOLÍA,
[INÉDITA.]
Espíritus divinos que vagais Por la esfera infinita del vacío, Vosotros que en el céfiro viajáis Consolando dolores como el mío ; Vosotros que venis en mis pesares A despertar recuerdos de mi vida, y Qué os diré en mis tímidos cantares? Mi lira rota está, y está perdida La savia que en un tiempo me animó ; Sólo una nota vibra estremecida Al traves de mi triste. corazón .__. Y es esa nota tierna como el canto Del dulce y melancólico turpial; Nota que vibra á impulso del quebranto Que aqueja mi alma en afliccion fatal. Mis placeres y raptos de alegría Solo encubren tristezas y pesares , Es funeraria la sonrisa mía, Y tristes y gemebundos mis cantares. Venid, venid espíritus divinos A iluminar mi mente atribulada ;
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VerSOS
Venid para indicarme mi camino, Mi alma está triste y de sufrir causada. La duda y el dolor son compañeros Inseparables de la vida mía; Ni me alambra la luz de los luceros Que un tiempo mitigaba mi agonía. Venid, venid espíritus alados A refrescar mi frente enardecida; Venid á consolar á un desdichado, Y á renovar la fuente de su vida
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EN UN ÁLBUM.
[IMPROMPTU .]
Has querido que cante, que aquí deje Un recuerdo y mi nombro ; y aquí están El recuerdo será como una sombra ; Y mi nombre . . . .¿ quién en él pensará? Un recuerdo !—Las nubes purpurinas Que en alas del turbión se ven pasar, Las ondas que gimiendo se suceden, Y su espuma en la playa al espirar; La titilante luz de las estrellas, El susurro del agua en el gramal, El arrullo de tórtola, doliente, La duda y el dolor, el bien y el mal ; El suspiro y la queja, la inefable Dulzura del primer beso de amor ; El canto de las aves, el perfume De la mujer amada ó do una flor ; Y la lucha, el esfuerzo, la victoria, Y la derrota y término ; la Cruz Que la Fé simboliza ; y la Esperanza, Maga que nos engaña hasta e! ataúd : Todo es recuerdo ; luz que ya se apaga, Brisa que pasa murmurando leda ; Y aún del dolor en la enconada herida Fugitivo recuerdo es cuanto queda .
VERSO.
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VerSOS
Todo es recuerdo ; el Sol que amarillenta Las lejanas colinas cuando espira, Y el mismo Sol que entre arreboles nace, Y el aura que se queja y que suspira; Y todo pasa ; la onda silenciosa Bruñe el cristal rizado por la brisa: Hoy el volean vomita ardiente lava, Y mañana en su cráter hay ceniza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Y mi nombre ! . . .¿ qué importa, qué es un nombre? Ruido que se allega, acento que se pierde Del mundo egoista en la infernal batahola; Pasará sin que nadie lo recuerde. Será un eco perdido en un desierto ; Un punto, en un espacio sin medida, Y ni un punto quizá marque mi estela, Que la estela so borra con la vida. Y al referir su historia, ¿ quién diría Que fué ayer más feliz que hoy desgraciado ? Quién, con mirada fría, alzando el velo, Ve desangrar su corazón llagado, Cuando el amor en él dejó su huella, Y la ambición sus garras hincó ea él ; Cuando la Gloria le infiltró un veneno, Y la Esperanza lo burló también ? ¿ Y quién entona melodiosos trinos, Y quién alienta cánticos de amores, Cuando todo es recuerdo en su alma triste, Si en el erial de su alma ya no hay flor es? Es el nombre la historia de una vida, Y es triste, al terminarse la jornada, Pasar como las ondas y las nubes ; Nada en las aguas, y en el éter, nada .
VerSOS
LO INEFABLE.
TU CARTA.
(INÉDITA .)
Hoy recibí tu carta, y he besado El sitio de tu mano se apoyó ; La he llevado á mi frente, y he soñado, Y deliré al llevarla al corazón. Y al recorrer con ávida mirada Esos renglones una y otra vez, He sentido mi vida transformada, Y fuego entre mis venas siento arder. Y te ha seguido fiel mi pensamiento Cuando al confiar los tuyos al papel, Agitaba tu seno el sentimiento Rebelde ante el pudor de la mujer. Yo adiviné tus dudas, tus temores, Y vacilante he visto tu altivez, La lucha que causaba tus dolores, Ansia entre el corazón y tu deber. " Confesar que me amabas era poco Para expresar tu sentimiento fiel ;" Eso me dices, y me has vuelto loco, Oh !—bendito mil veces el papel .
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Y continúas : "Há tiempo que te amaba, " Mas si te lo negué, fué por decoro ; " Al eco de tu voz me desmayaba, " Y hoy que te lo confieso,—¿ por qué llor o? " Me parece que rasgo el blanco velo " Que ocultaba el misterio de mi vida ; " Mas, te miro sufrir y te consuelo " Aunque el bálsamo brote de mi herida. " Al pié del Crucifijo me he postrado " Impetrando el olvido de tu amor ; " En lágrimas bañada he suplicado " Otra voz por la paz del corazón. "Y en vano, en vano ante el altar, de hinojos, " He ofrecido á la Virgen mi aflicción, " Las lágrimas vertidas por mis ojos " No han sido de pesar, fueron de amor. " Y va mi pensamiento á tu retiro " Y te observo pensando siempre en mí, i Quién pudiera volar con mi suspiro " Al través del espacio ; estar allí! ;
" Allí á tu lado, amante, enamorada, " Tu mente soñadora inspiraría, " Que el verdadero amor es la alborada " Del par aíso eternal de la poesía " En la noche callada miro al cielo " Y busco aquella estrella tuya y mía, " Hallo en su tibia luz dulce consuelo, Y croo sentir tu aliento de ambrosía. " Yo sé que á esa hora tu mirada ansiosa " Busca también los rayos de esa estrella; " Si á su luz me encontrabas tan hermosa, " Temo ser á lo lejos menos bella.
VerSos
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" Ayer bajé al jardin, y entre las flores " Escogí la violeta, que prefieres ; " Como vivo soñando en mis amores, " Le pregunté á la flor si tú me quieres; " Y arrancando sus pétalos uno á uno, " Temblaba en mi ilusión de tal manera, " Que casi al terminar, lo creí importuno ; " Porque si no me amaras, me muriera " Desfallecer me siento, y me acongoja " La zozobra crüel de tu desvío ; " Te quisiera olvidar, mas me sonroja " Que pudieras pensar que desvarío. " Pero, t cómo olvidarte si mi vida " Pendiente está en la magia de tu voz 1 " En esta angustia cruel ya estoy vencida ; Es inútil luchar ; lo quiere Dios. Pero no sé fingir ; nunca á mi boca " Ha manchado, villana, la mentira ; " No me juzgues severo ; si estoy loca, " Es mi alma que te adora y que delira"
Hé aquí tu confesión; nunca el delirio Imaginó el edén que yo poseo; Si conquisté tu amor con el martirio, Jamás corona igual tuvo el deseo. Tímida y pudorosa no has podido Modular esas frases con tu voz, Y sólo en tu dolor ha sorprendido La verdad en tu seno, la pasión . , " Tu delicada mano rasgó el velo Que ocultaba el misterio de tu amor : ¿ Por qué insultar con tu dolor al Cielo !—Y si lloras, no llores de dolor.
284 VERSOS Yo enjugaré tu llanto con mis besos, Y tu sueño, dichoso velaré; Tú serás de mi vida el embeleso, Y una sonrisa tuya el mayor bien Desde aquí te contemplo entristecida, Tu pensamiento siempre fijo en mi ; Me parece mirarte arrepentida, Temerosa de haberme hecho feliz. Y al través de la estrella misteriosa, De esa tímida estrella tuya y mía, Yo te miro, arrobado, aún más hermosa Que lo pudo soñar la fantasía No temas, nó,-que en mis amantes brazos Un escudo hallarás contra el dolor : Bendigamos, mi bien, tan dulces lazos ; Basta de lucha ya ; lo quiso Dios
versos 285
ANTOJOS.
Oh !—Si pudiera yo sentir el tibio Aliento tuyo hasta en la tumba helada : Si humedeciera mis cenizas yertas De tus preciosos ojos una lagrima; Si una flor de tu seno desprendida Tu delicada mano colocara Sobre la piedra que mis restos cubra, Si acaso alguna piedra los señala. Tal vez el polvo se animara al rayo Do la esplendente luz de tu mirada; Tal vez la frente que soñó imposibles De ese sueño letal se despertara; Tal vez el corazón que forjó dichas Que destrozó la suerte desgraciada, De la pasión que lo animó, al recuerdo, Otra vez, á tu voz, ay ! palpitara ; Roto en pedazos y sangrando vida, Cual gladiador ante la turba airada, Vendría á ofrendarte sus despojos tristes, Y otra voz á morir ante tus plantas, Si al levantar el velo del sepulcro Ya del olvido ha sido presa tu alma ; El olvido . . . .! La tumba del recuerdo . . .. Pasar como una sombra, y después .__ .Nada ! Y si alzada la losa, en tu albo seno Reclinara mi frente marchitada,
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VerSOS
Si murmuraras en mi torpe oído Dulces y arrobadoras tus palabras ; Tus palabras de amor cuando solías Embriagarme á la luz de tu mirada; Y al estrechar tu mano entre mis manos Suspirabas feliz, si suspirabas; Entónces, ay !—abierto el paraíso Que la vida nos brinda en lontananza, Quizás el corazón que forjó ensueños Ante la dulce realidad estalla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Bien os mejor que el suave aliento tuyo Sentir no pueda tras la tumba helada ; Que á mis cenizas yertas no humedezca De tus ojos preciosos ni una lágrima. Ay!—es mejor que el polvo no se anime Al aliento vital de tu mirada; Oh!—que no se alce la abatida frente, Que no vuelva á soñar como soñaba .
VERSOS
FRAGMENTO.
(INÉDITO).
Al mirarme en el espejo Acaso en hora menguada, No es la frente que arrugada Me indica que estoy ya viejo Que el hábito de pensar, Contrayendo las facciones, Graba rayas á montones Que no se borran jamás. Es, que triste mi mirada, Pesar, cansancio revela; Que nada el dolor consuela Que abate mi alma cuitada. Es que mi frente se inclina Como quien busca el reposo, Y en el seno cariñoso Do su madre se reclina. Madre tierna, madre amante La tierra, nuestra madre es; Hoy nos sustenta, y después, Asilo nos dá constante. Hada, mágica, hechicera, Que con tu sin par beleño
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VerSOS
Sumes al hombre en el sueño, Que es realidad no quimera Tú, consuelo eres supremo ; No das placer ni dolor, Y haces pasar A una flor El aliento de los buenos. A fuer de tanto servir, Se gasta la fragua humana, Transformación soberana A que llamamos morir. La tumba nos abro paso Al descanso apetecido, ,, Que hasta el Sol encandecido Va a descansar al ocaso ; " Y así, tras la lidia humana, Tras tanta pena y tristeza, Hace inclinar la cabeza Tu voluntad soberana .
vERsos
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AL HUÁSCAR.
La estrella solitaria que ostentas por bandera, Nave, símbolo un tiempo de glorias y de honor, Cuando en tu ardiente seno llevabas altanera Al Héroe del Pacífico, de invicto corazón, No es el pendón sagrado, augurio de victoria Que el mártir abnegado paseó en alto doquier ; Que esa estrella opacada, ya sin fulgor ni gloria Tinta en la sangre se halla que hace verter Luzbel. Si, que sangre de hermanos derramase á torrentes, Y es, Estrella, tu culpa por tu ambición voraz ; ¿ No te han bastado, Estrella, los rayos refulgentes Que un tiempo signos fueron do abundancia y de paz l
Conquista, es hoy el lema grabado en tu bandera Y desgracias á América en tu soberbia ya; Te ofusca un negro orgullo, yen pos de una quimera, El deber, la justicia pretendes conculcar. ¿ No temes tú del cielo un castigo severo, Tú, á quien las olas bañan en candencioso afán? ¿No temes, di, que airado, su rayo justiciero Humille tu soberbia hundiéndote en el mar? Pues témelo, que nunca la iniquidad ostenta Por mucho tiempo el triunfo que acaso conquistó ; Dios, que ciega al protervo, ay ! su castigo aumenta Y hace más esplendente brillar á la razón, . .. Y tú, nave gloriosa so el pabellón peruano, Emblema del derecho entonces, y del honor; Mientras que Gran existiera fuiste sobre el Océano Baluarte inexpugnable de intrépido valor ;
290 VERSOS
Tú, que del mártir guardas el postrimer acento, Cuya sangre aún humeante en tus torres se ve ; cuando aún las ondas gimen, y al murmurar del viento Cimbran entrelazados el laurel y el ciprés; Tú, nave legendaria, por la desgracia herida, Las sombras de tus héroes alma y vida te den, Y arroja al mar airada, la estrella maldecida, Que á una celada debe tu temido poder. Y si la fuerza bruta que hoy abriga tu seno Contra tu patria aguija tu pujante espolón, Húndete en el Océano con ánimo sereno Antes que ser esclava del pirata pendón ; Sí, lleva a los abismos la estrella que hoy se ostenta Cual símbolo maldito de funesta ambición ; Y del Héroe que al Cielo voló en la lucha cruenta, Recibirás, oh ! nave, la augusta bendición. Y tú, que e rigir quieres la injusticia en sistema, Estrella solitaria, sin brillo ni fulgor, De Dios y de los hombres recibe el anatema Mientras de nuevo brilles al sol de la razón,
DESALIENTO
ODA.
A MI PATRIA.
]
Improvisa[ción.
después de noche lóbrega se expande la luz en ondas de oro ; tras el llanto vertido, la alegría esparce su tesoro Y disipa la cruel melancolía. tras de un terrible ensueño, que amedrenta, viene el deseado día; y aurora con sus galas y sus dones aromas y armonía, colmar de placer los corazones. después de la lucha está el reposo que es sabia ley del (lelo, que al huracán le siga la bonanza que tras de cada duelo brille el iris de paz o de esperanza. asi esta Patria que adurmió el destino Por tres centurias largas; que raudales vertiera, desdichada, pésimas amargas; con la luz de la alborada, ardiente que abrasando el mundo, del calcinado suelo, legendarios que á porfía