EL POZO

  • 0 0 0
  • Like this paper and download? You can publish your own PDF file online for free in a few minutes! Sign Up
File loading please wait...
Citation preview

EL POZO DE NUESTRA ESPIRITUALIDAD PASIONISTA 1

Equipo de Espiritualidad Pasionista

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

Por medio de esta simple cartilla queremos hacerles llegar a cada uno y cada una de ustedes esto que hemos “disfrutado” al preparar y queremos compartir. Hemos estado trabajando algunos del Equipo de Espiritualidad de la Familia Pasionista en la síntesis de estos libros. 2

 Creemos que esto ha sido un regalo para nosotros y por eso queremos compartirlo.  Con todos los que nos sentimos parte de esta familia y buscamos crecer en nuestra espiritualidad, impregnándonos de este carisma de la Cruz que nos ha atraído y nos cautivó.  Necesitamos ser “Signo de Esperanza” en este tiempo de dolor y sufrimiento para muchos y muchas, ante la realidad que vivimos. Ojalá sea un regalo también para ustedes y se animen a compartirlo con otros y otras. Un abrazo en Jesús Equipo de Espiritualidad de la Familia Pasionista

NUESTRA ESPIRITUALIDAD PASIONISTA Cartas de José Agustín Orbegozo c.p. Colección de 6 cartas del Superior General de los Misioneros Pasionistas, que recogen un período de 10 años de reflexión y profundización sobre la espiritualidad pasionista desde La Palabra y las Constituciones de la Congregación. Claves de lectura de la programación del Capítulo  Carta 1 General 42 3

“A todos los pasionistas dispersos por el mundo…” Roma, 1 de enero de 1989 



Carta 2 Y ustedes ¿quién dicen que soy yo? Lc 9,20 -1. La historia de la recuperación de la identidad original -2. Historias particulares de recuperación -3. Conclusión Roma, 1 de octubre 1989 Carta 3 Nos dedicamos con amor al seguimiento de Jesús Crucificado (Const. Nº 65) 250 años de la aprobación por rescripto de las Reglas y Constituciones 1741 Roma, 15 de mayo 1991



Carta 4 Nos dedicamos a evangelizar y re evangelizar a los pueblos, preferentemente los más pobres en los lugares más abandonados (Const. Nº 70) -“¿de qué discutían entre ustedes, mientras iban caminando? ” Lc 24,17 Roma, 25 enero 1993



Carta 5 Nos dedicamos a evangelizar y re evangelizar a los pueblos, preferentemente los más pobres

en los lugares más abandonados (Const. Nº 70) -“dichosos los que no han visto, han creído” Jn 20,29 Roma, 25 enero 1993 

Carta 6 Nos dedicamos a evangelizar y re evangelizar a los pueblos, preferentemente los más pobres en los lugares más abandonados (Const. Nº 70) -“para ser testigos míos en Jerusalén, en toda Judea y hasta los confines del mundo…” Roma, 25 enero 1993



Carta convocatoria del 44° Capitulo General “Jesús, agotado del camino se sentó sin más junto al pozo. Era casi mediodía” Jn 4,6 Roma, 13 de noviembre de 1999

4

EL ESCUDO PASIONISTA Y SUS SIMBOLOS Algunas reflexiones P. Francisco Murray c.p.

Una de las formas posibles que tenemos los Pasionistas de profundizar en la espiritualidad, es a través de nuestro escudo. En efecto, él encierra múltiples posibilidades de incorporar significaciones. En el transcurso del tiempo podemos observar su dinamismo, en tanto no es fijo ni cerrado. Para profundizar en el escudo, he querido remontarme a los tiempos de San Pablo de la Cruz, a los significados que nos regalan los símbolos, a la imaginación, y a los aportes de la Teología. Iniciaré este recorrido, sobre la base de tres aspectos que me han guiado en esta búsqueda:

• • •

La Historia: San Pablo y su inspiración. La riqueza de los símbolos. Una síntesis abierta.

“Nos unen al escudo, dimensiones simbólicas, afectivas y teológicas.

históricas,

Todas y cada una de ellas nos regalan un acercamiento a la espiritualidad Pasionista. El escudo es parte de los signos que animan nuestra MEMORIA. Es una realidad del pasado, que se remonta a Pablo de la Cruz y, al mismo tiempo, nos abre al futuro...” 5

LA CONGREGACIÓN DE LOS POBRES DE JESÚS EN AMERICA LATINA Humberto Pegoraro Nuestra Sed Este pueblo de casas grandes y calles de tierra, no hace mucho fue una pequeña aldea de ranchos pobres, como tantas que rodean hoy este lugar.

Mi curiosidad de adolescente pudo más que yo, y una tarde, lleno de respeto y miedo (porque me habían prohibido hablar con los pobres), me acerqué a Emilia. Después supe que era la mujer de un pastor, el más pobre de todos, el que vivía justo en el límite entre la muerte y la esterilidad del desierto y la abundancia indiferente de nuestras casas hermosas.

Los primeros aldeanos se fueron congregando y creciendo en torno casas se hicieron grandes y del único pozo de agua, bendición más hermosas y fuertes. Con la de Dios y de los hombres en aquella inmensa región seca y . amarillenta, donde el ventisquero es el dueño y señor de los días y las noches. El agua, brotando fresca y mansa sin saber nadie de dónde venía, era la alegría y la vida de cada familia. Al ritmo de sequías prolongadas y lluvias escasas, la aldea se fue haciendo más grande. Guardaba en su centro, como un secreto precioso, el manantial y su agua. Pasaron los años, las casas se hicieron grandes y más hermosas y fuertes. Con la mejor situación, y con más medios para vivir, cada poblador pudo cavar su propio pozo aprovechando napas profundas o superficiales aún no descubiertas Pero no todas las aldeas tenían un pozo. Por eso, mientras los jardines interiores embellecieron el diario vivir y grandes fiestas celebraban el progreso y el bienestar de nuestra aldea grande, la pobreza y el ventisquero se adueñaron de los

Mientras llenaba su cántaro le hice mi pregunta: -¿Por qué vienes a buscar aquí el agua?, ¿qué tiene ella de diferente? Esta agua es vieja y sólo se usa para los animales y para regar el patio... Emilia me miró profunda y comprensivamente, y sin herir mi sencillez tan transparente como ingenua, contestó con palabras de madre: -Hijo, no sé si podrás entender la respuesta. Hay verdades tan grandes que nuestra razón se escandaliza al chocar con ellas. Hay luces tan fuertes que pueden 6

Ustedes podrían vivir olvidándose de ella, sin recordar que ella les ha dado la vida. Nosotros, los pobres, y nuestros hijos, la NECESITAMOS para VIVIR, para encontrar en su frescura un alivio a nuestras llagas, para renovar cada día las razones de nuestro continuo luchar, con ella, contra el desierto y la muerte... Esta pequeña alegoría puede servir para expresar el objetivo de este trabajo.

de la historia, en lo universal y esencial, casi en un “cielo platónico”. Nuestro “desde donde” es tan real y concreto como la cruda realidad de América Latina. Eso es lo primero de nuestro punto de partida, pero no es suficiente. Podríamos leer a Pablo de la Cruz y a nuestra congregación con la mirada y la mentalidad de los propietarios de las “casas grandes e indiferentes”, de los poderosos del pueblo.

Volver a las fuentes Desde los pobres Para nosotros ya no resulta una novedad la propuesta de hacer este camino de retorno a las FUENTES DE NUESTRA VIDA. Las nuevas situaciones históricas y sus desafíos van pidiendo respuestas creativas desde las raíces de nuestra vocación religiosa. Es por eso que este trabajo quiere ser una nueva invitación a caminar hacia el reencuentro con Pablo de la Cruz y con su comunidad, que es la nuestra. Como Emilia, la mujer de nuestra alegoría, caminamos movidos por una SED que a la vez es personal y de todo un pueblo. Una sed definida por su historia, su casa, sus angustias, sus sueños, su lucha diaria contra la muerte, todo lo que podríamos llamar su “desde donde”. Nuestro “desde donde” Es que una que

importante recalcar entonces, no partimos de “cero”, o desde pretensión de “neutralidad” nos ubicaría fuera del mundo y

Desde hace años, muchos cristianos han escuchado el llamado de nuestro pueblo sufriente y oprimido, víctima de una injusticia estructural. Estos hermanos han sentido en su propia carne el escándalo de una sociedad “barnizada” de cristianismo, que engendra “ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres”. Compartiendo la situación de dependencia y despojo de los “empobrecidos” han comenzado a leer la historia, a pensar la vida y la fe desde una opción por los olvidados del sistema. Esta opción ha dado lugar a una nueva “racionalidad”, una nueva manera de pensar y actuar en ruptura con los puntos de arranque y las opciones de la racionalidad “noratlántica”, que hasta el momento tenía la exclusividad en la interpretación de nuestra historia. Los “sin poder “ El punto importante

de con

ruptura más la antigua

racionalidad antes nombrada, está dado en la relación con el PODER. El pobre en América Latina es fundamentalmente el “empobrecido”, el despojado, el “sin poder”, el atropellado en sus derechos más elementales, el perseguido, el rechazado y marginado por un sistema que lo excluye y lo niega. Por eso muchos descubren al pobre como aquel que es un “no-hombre”, el que “no es” desde el punto de vista del sistema justificando a veces por la racionalidad “nor-atlántico”. Desde su dignidad Es entonces cuando descubrimos que en el pobre se transparenta claramente la profunda dignidad del hombre. Vemos que “la suerte última de la vida se juega en un núcleo inviolable que toda persona lleva dentro de sí, marcado por un sello que nadie puede forzar, y en el cual reside su suprema grandeza y dignidad” (Bib. 7 Pág. 17). Todo hombre es Hijo de Dios, en su rostro se refleja el rostro del Hijo de Dios en el

rostro de los de denuncia y pobres vemos esperanza, el “rostro del desde donde Cristo emprende su sufriente que lucha contra la nos cuestiona muerte, en e interpela”. nombre de la Es desde esa vida. dignidadComo que “los pobres de Jesús” el opresor no puede Quizás ahora se pueda entender arrebatar, mejor el título de este trabajo, un desde título donde que expresó una de las Religiosos Profetas los grito pobres vetas más importantes dede la vida Este de Dios desde la realidad alzan un de grito nuestra congregación su pueblo sufriente es escuchado,desde comienzos por y a muchos través de la asumido los y expresado historia. Esta es una de las cristianos entre ellos muchas dimensiones nuestra vocación, comunidades religiosasdeque rescatan que desde la realidad de los así su dimensión profética pobres indispensable endelaAmérica Iglesia Latina y en y la como un aporte humilde y limitado, historia. La vida de los fundadores y queremos a todos los los orígenes de brindar las distintas pasionistas y a toda la Iglesia. comunidades se comienzan a releer como lo que son: una RESPUESTA del y una respuesta Espíritu a Un unadesafío determinada situación Para mejor comprensión, el histórica una y eclesial, desde una trabajo está dividido en dos perspectiva peculiar del Evangelio que grandes bloques: se hace carne y palabra en la vida de un hombre y de una comunidad. “De ahí que 1. EL DESAFÍO Encerrado en los la realidad de Pablo por su mismo carisma, fundadores de laser Cruz, especialmentedeen los tengan que denunciadores aspectos: históricos, políticos, saciones de injusticia que contradicen eclesiales y familiares. su nueva sociales, visión del Evangelio. Si no fuera así, su carisma no diría nada al 2. 8 Pág. LA 457). RESPUESTA DEL mundo” (Bis. ESPÍRITU A través de: Como Pablo de la . Pablo de Cruz la Cruz: Profeta de su Los pasionistas sabemos que desde tiempo. este “desde donde” podemos . Su Comunidad: los de descubrir en nuestro fundador y Pobres en el Jesús carisma de Tenemos nuestrala esperanza congregación y el deseo profundidades y riquezas del Espíritu de que estas reflexiones aporten para nuestra En ese tiempo y a lahistoria. revalorización que venimos en ese espacio recibió y expresó su viviendo de nuestra misión como carisma, un mensaje HOY de Dios, cuyas pasionistas y en América virtualidades no pudo imaginar más Latina. Ojalá que ellas sean un que en parte, y cuyo sentido total impulso más haciano un pudo imaginar más que en parte, y cuyo sentido total no pudo descubrir

EVANGELIO DE MARCOS Historia de un conflicto Galilea año 30 P. Carlos Bravo Gallardo s.j.

“…Este libro nace como exigencia de otro anterior, Jesús, hombre en conflicto, en el que sugeríamos que el conflicto es una clave de lectura imprescindible para comprender el Evangelio de Marcos y su teología de la cruz como lugar de la revelación de Jesús como Hijo de Dios. Todo eso en un momento

en que se habla de Jesús en base a títulos cuyo contenido puede malinterpretar se, si se olvida su historia, su carne. Ese primer libro fue una adaptación de la tesis para el doctorado en teología; había ido gestándose a partir de la enseñanza teológica y de la cálida experiencia de las comunidades

de base. Pero el momento eclesial exigía un libro que fundamentara exegética y teológicament e la interpretación que proponía. Por eso, aunque ha sido bastante aceptado por el público y por la crítica, (una edición española, en Sal Terrae y dos ediciones en México, en el CRT), la conciencia de que no es un libro fácil de leer para el público medio y popular, que es para quienes quise profundizar el evangelio, me urgía hacer algo más asequible. A él me remito para la fundamentaci ón de lo que en éste hay de interpretación bíblica.

.

La intuición cuajó hace apenas unos tres meses. La experiencia de reescribir el evangelio me llegó a emocionar en varios momentos; puedo confesar sin rubor que fue hecho en ambiente de oración. Creo ser fiel a la intención de Marcos, a quien intento hacer presente y actual, como si hoy nos escribiera, ampliando su narración y descifrándono s las claves de lectura que nos abren la puerta a su intención y a su mensaje. Si este libro ayuda al pueblo pobre a profundizar en el

conocimiento interno del Señor, que por nosotros se hizo hombre, para que más le amemos y le sigamos, habré pagado apenas algo de la deuda que tengo con quienes me han evangelizado …”

DAME A CONOCE R TU NOMBRE (Gn 32,30) Imágenes bíblicas para hablar de Dios Dolores Aleixandre

… En el fondo, tendríamos que preguntarnos estupefactos el por qué del triunfo de unas imágenes de Dios de las que ha nacido una religión autoritaria, fijada estáticamente en la obediencia y la sumisión, en la dependencia

unilateral y asimétrica, en la coacción interiorizada, y qué es lo que nos seduce de ese Dios “cuya cualidad más importante es el poder, cuyo interés es la sumisión, cuyo miedo es la igualdad de derechos”. O qué es lo que puede hacernos desear que “el poder sea la categoría central de nuestra vida”1. No parece que fuera ése el contenido que tenía para Jesús la invocación “Abba”, y es a partir de ella, y no al revés, como tenemos que leer las imágenes de Dios que nos ofrece el Antiguo Testamento. Recorrerlo así, “de imagen en imagen”, puede 1

convertirse en un itinerario mistagógico que nos lleve hasta el umbral del Nuevo Testamento y nos ayude a estar mejor preparados a la hora de escuchar de labios de Jesús la palabra Abba. Eso sí, siendo concientes de que al llegar ahí se acaban nuestros saberes y les caduca el

conocimiento, porque “nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Lc. 10, 22).

Podemos preguntarnos si Jesús mismo recorrió este itinerario y cómo marcó su propia vivencia religiosa; pero antes vamos a acercarnos al Evangelio (en este caso a los sinópticos) tratando de DAME A CONOCER rastrear los TU NOMBRE caminos por los que podemos suponer que accedió, según los evangelistas, a ese conocimiento del Padre. Y su respuesta nos orienta en estas direcciones:

“código de barras” a otras formas de

los momentos “teofánicos” de su vida, como el bautismo o la

transfiguració n. Los evangelistas se sirven de ellos para proclamar que la identidad de Jesús consiste en ser el Hijo amado del Padre. - los tiempos de oración personal que Jesús dedica al encuentro con Dios en sus noches o madrugadas de oración, esos momentos en los que los evangelistas parecen querer descubrirnos cuál es el eje transversal que recorre su vida entera, qué manantial secreto la fecunda, qué roca le da consistencia. la vida cotidiana y la gente con la que se encuentra: nunca da la impresión de que el encuentro con

su Padre quede limitado a las noches o madrugadas que dedica a la oración, sino que cada circunstancia, cada situación y, sobre todo, cada relación en medio de su vida ordinaria, se convierte para él en una ocasión de contacto, de recuerdo, de súplica, de alabanza, de acción de gracias o de bendición. Una lámpara que se enciende para alumbrar la casa, los pájaros o los lirios, la levadura que una mujer mezcla con la masa del pan, el remiendo de una túnica, unos pellejos de vino, una fiesta de bodas, un labrador sembrando, una semilla que crece por sí sola, un campo lleno de cizaña, un

pastor que pierde una de sus ovejas, una mujer buscando una moneda, un padre celebrando fiesta por su hijo vuelto a casa: a Jesús todo le recuerda a su Padre, todo se le hace peldaño para subir o bajar hacia Él, todo se le vuelve oportunidad para encontrarle, para hablar de Él, para tender un puente que los mantiene en comunicación. las tradiciones de su pueblo, lo que escuchaba los sábados en la sinagoga o en la liturgia del Templo. Israel era un pueblo enormemente preocupado por la transmisión de su fe:

“Lo que oímos y aprendi mos y nos contaron nuestros padres, no lo encubrir emos a sus hijos, lo contare mos a la siguient e generaci ón: las glorias del Señor, y su poder, y las maravill as que realizó. Pues él hizo un pacto con Jacob y dio una instrucci ón a Israel, él mandó a nuestros padres que lo hicieran saber a

sus hijos, de modo que lo conocier a la generaci ón siguient e, los hijos que habían de nacer, que ellos sucedier an y se lo contaran a sus hijos, para que pusieran en Dios su esperan za y no olvidara n las hazañas de Dios...” (Sal 78, 3-6) Esta última será la pista que seguiremos aquí, tratando de buscar qué lenguaje sobre Dios “permitió” a

Jesús llamarle Padre o, expresado de otra manera, a partir de qué “imágeneshebra” está tejido el tapiz de su invocación; o qué colores (muchos más que los siete que van a aparecer en estas páginas...) dan el “blanco” del término Abba. Vamos a rastrear, por tanto, cuál podría ser el “imaginario” nacido de la tradición de su pueblo que poblaba la mente y el lenguaje de Jesús, y aproximarnos a contextos nuevos que permitan que la invocación resuene con más profundidad. Siempre que sea posible, haremos remontar ese lenguaje a su origen elemental, porque las

palabras bíblicas se van cargando de significado con el tiempo, sin abandonar los ya logrados, lo mismo que en un árbol talado vemos las sucesivas capas concéntricas acumuladas con los años2. Y como el encuentro con Dios nunca es fruto de nuestra habilidad o inteligencia a la hora de buscarle, dejaremos, a partir de cada una de las imágenes, una puerta abierta a la oración, porque la meta de nuestra búsqueda de Dios no es estar más informados acerca de Él, sino invocarle y “practicarle”3. Y a la hora de orar, nos acercaremos con infinita reverencia, 2

como diría Ignacio de Loyola, a la oración misma de Jesús, como si, junto con Pedro, Juan o Santiago, lo acompañáram os al monte o al descampado adonde se retiraba a encontrarse con el Dios que está en lo escondido. Y allí trataremos de escucharle, pidiéndole como Jacob: “Danos a conocer Su nombre”. Es verdad que es un atrevimiento, pero en el evangelio de Juan leemos que él no nos llama siervos, sino amigos, y que quiere comunicarnos todo lo que ha escuchado de su padre (cf. Jn. 15, 15). La misma Iglesia nos llama también al atrevimiento cuando nos invita a

pronunciar en cada Eucaristía el Padre Nuestro. Y, sobre todo, la misión del Espíritu que habita en nosotros es ponernos en sintonía con Jesús y adentrarnos, como hijos que somos, en su relación con Aquel a quien llamaba Abba.

LA PASION DE ENCONT RARSE CONSIG O MISMO Ana Maria Díaz

“Toda la fortuna del corazón” A modo de prólogo

S

egún la maravill osa expresión de Eugenio Delaney, la espiritualidad pasionista consiste, entre otras dimensiones, en conocer los secretos para vivir como testigos de la pascua en las propias pasiones. Siempre he pensado que debemos trabajar mucho más aún para extraer toda la sabiduría existencial que esconde la mística de contemplar la pasión de Jesús, incluida la fascinante atracción de su pascua. La publicación que tienes en tus manos es un modesto aporte de un esfuerzo mayor que va en esa dirección.

La vida es un maravilloso regalo que hemos recibido de la fecunda ternura de Dios Padre. Sin embargo, el lenguaje anquilosado, el corazón seco o las esperanzas despilfarradas, fácilmente nos pone en peligro de que se nos escape su significado más hondo y no sea más que un peso a soportar. Para demasiada gente en el mundo la vida no tiene mayor encanto, muchos se consideran, como dice Serrat, tan condenados a vida, como otros se sienten condenados a muerte. Pero uno de los soberbios regalos que tiene contemplar la experiencia de

Jesús, desde la espiritualidad de la pasión, es ese adiestramient o de la mirada que nos enseña a buscar fuego en medio de las

cenizas, a descubrir el pozo en medio del desierto, a levantar un hogar en medio del naufragio. O como dice Le Pera: “Aunque la vida que todo destruye, haya matado mi vieja ilusión, guardo escondida,

una esperanza humilde, que es toda la fortuna de mi corazón” ¿Han visto una mirada más pasionista que esta? Muchas veces en la vida vivimos experiencias como la que describe este poeta: “Cua ndo la noch e parec ía más oscur a que nunc a, cuan do la viole ncia de las negra s agua s hacía presa giar la hecat ombe final,

un tenue trazo apare ció en el confí n del horiz onte. Dem asiad o extra ordin ario para ser real… Pero allí estab a la tierra , incon movi ble, aferr ada por un hilo invisi ble a la obsti nada y casi extra viada certid umbr e del homb re perdi

do en el mar, resca tándo la en ese mági co insta nte de la abis mal profu ndida d de su alma. ∗ ”



Sabemos que a lo largo de nuestra vida, de vez en cuando, Dios nos coloca en el matraz de la crisis para hacernos probar las infinitas posibilidades del alma y esto no nos resulta tan fácil de aceptar. Toda crisis es un cambio y los cambios se viven como un proceso que se inicia A. Fabiani. Escritos inéditos

cuando dejamos atrás algo de nuestra vida, lo cual nos angustia y nos introduce en un período de perplejidad. Finalmente algo nuevo comienza a aflorar, lo cual también nos atemoriza inicialmente, hasta que desarrollamos las habilidades necesarias como para estabilizarnos. ¡La vida entera es un ciclo pascual! Cada uno de nosotros es un proyecto de plenitud, que nos provee potentes energías vitales, las cuales nos van autentificando , en un camino de armonización creciente, que a la vez nos desarrolla y nos cura. En general esto se vive como un proceso

más o menos gradual. Sin embargo, de vez en cuando, la vida también nos regala violentas sacudidas, destinadas a elevar la calidad de nuestra existencia abruptamente. Todo lo que vivimos a lo largo del ciclo vital constituye una verdadera Epifanía íntima. De todo esto tratan las notas de esta publicación. Tengamos en cuenta que hay insectos y otras especies, en las cuales la culminación del proceso de crecimiento implica una forma irreconociblem ente distinta y superior a las etapas previas. En nuestro caso, ocurre lo mismo. Basta

con que miremos nuestra vida con los mismos ojos con que la oruga espera el milagro de convertirse en mariposa. En el evangelio se cuenta que el encuentro entre Jesús y Nicodemo fue de noche. Nicodemo fue a buscar a Jesús de noche, porque sabía bien lo que hacía Jesús por la noche… o con la noche. También para nosotros es un regalo saber que Él nos espera con la misma pasión, en las noches de nuestra vida, para darle sentido a la suma total de luces y sombras. Hacerlo de noche, o sea cuando menos fuerza tenemos,

“Este tiempo es tiempo de pensar

cuando fácilmente se podría caer en la tentación de no arriesgarse, es una señal evidente de que finalmente es el mismo Dios quien realiza la operación, para que no quede duda de quien es el verdadero protagonista. Recordémosl o: “cuando la noche parece más oscura que nunca, un tenue trazo aparece en el confín del horizonte”, porque aunque la vida muchas veces es dura, “una esperanza humilde suele ser toda la fortuna del corazón”. Sin embargo, los pasionistas sabemos que es más que suficiente para desencadenar el milagro de la pascua.

pero sin la marcha detener. Este tiempo es tiempo de dolor, de memoria que se empeña en recordar. Pues el llanto no tiene porvenir, este tiempo es tiempo de pensar y caminar”

LA MEMORI A P. Francisco Murray c..p.

Los Pasionistas estamos llamados a HACER MEMORIA de la Pasión de Jesús. Esta es una de las dimensiones vertebrales de nuestra espiritualidad, puesto que Pablo de la Cruz decía que los males de su tiempo se debían al “olvido de la Pasión de Jesús” y

propuso como remedio más eficaz, “la Memoria”. Nos queremos detener en ella, desentrañand o su riqueza, ya que en otras reflexiones ahondamos más sobre la Pasión, que es el contenido de la Memoria. Rastreando en la Biblia, en el aporte de los símbolos, en la espiritualidad de Pablo de la Cruz y en la reflexión teológica, la Memoria nos abre a muchas y profundas significaciones para nuestra vida. Ella no está ligada a una función intelectual, a una capacidad de memorizar que algunos tienen y otros no. La Memoria es más un RECORDAR, es decir, volver a pasar por el corazón aquellas

experiencias fuertes para RE-VIVIRLAS. Es una actualización de vivencias

nuevamente liberados. No la viven como una gesta histórica antigua, sino como actualización de la Alianza. Nosotros también, en la liturgia, hablamos de LA MEMORIA “memorial” cuando queremos expresar en palabras la realidad de que Jesús se hace presente en la Eucaristía. No es un recuerdo de un pasado lejano sino la renovación de su presencia y de su Alianza con nosotros.

pasadas, para que en el presente vuelvan a tener el mismo efecto benéfico que en el pasado. Por eso mismo, cuando los judíos celebran la Pascua se sienten

CONTAR A JESUS

Lectura orante de 24 textos del Evangeli o Dolores Aleixandr e

Mientras escribía estas páginas (casi nunca seguidas, siempre en tiempos entrecortados por mil interrupciones ...), he pasado momentos de desaliento pensando que no iba a terminar nunca el trabajo emprendido. Para darme ánimos,

trataba de imaginar a quiénes podría ser útil este libro y para qué: -¿Y si ayuda a quienes desean conocer mejor a Jesús, encontrarlo a partir de su Evangelio y oír hablar de él de la manera que sea? (Y a partir de ahí elegía escenas de los Evangelios sinópticos, leía, reflexionaba y rezaba sobre ellas, trataba de aproximarme internamente a sus personajes, inventaba las narraciones...) -También podría servir de guía para abordar el Antiguo Testamento y familiarizarse un poco más con él. Es mucho menos conocido y frecuentado que el Nuevo y

es una pena perderse toda su riqueza. (Y buscaba textos del AT que hicieran de "caja de resonancia" para entender mejor el texto evangélico y descubrir también su propia belleza). - Hay mucha gente que está cansada de leer una y otra vez los mismo textos ¿por qué no ofrecer pistas de lectura que permitan leerlos de maneras nuevas? (Y con la ayuda de distintos comentarios, intentaba situarme desde otros

ángulos de mirada y diferentes perspectivas, como quien quiere conseguir un buen retrato...) Pero no puede servir sólo para aumentar "informacione s y saberes...” (Y trataba de buscar unir Evangelio y vida para no olvidar nunca que "esa historia es nuestra historia"). -

¿Y si lo llamar a "Lectu ra orante del Evang elio"? Ese título sería ya una invitac

ión para quiene s desea n que su lectura de la Biblia desem boque en una oració n sencill a, apren dida de Jesús. (Y aunqu e sé que es una osadía, me atrevía a adentrarme en lo que pudieron ser sus diálogos con el Padre en sus noches de oración...) ¡Espero que nadie se ponga a leerlo seguido! Tengo que aconsejar que lo vayan haciendo poco a poco, usándolo quizá para

retiros, o para momentos tranquilos en los que hay más tiempo para leer despacio y saborear los textos... Con estos deseos se ha ido tejiendo el libro y, después de esta declaración de intenciones, pienso que se puede entender mejor cómo está estructurado cada capítulo: 1. LEER TEXTO

EL

2. RELEER DESDE LA MEMORIA DEL CORAZÓN  A la luz del cont exto bíbli co...  desc ubri r el text o

 com o Pala bra para hoy 3. DEJAR RESONAR LA PALABRA

de cada uno de nosotros.

Presentación

Fátima, 6 de Junio 2002Víspera de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús

4. ENTRAR EN LA ORACIÓN DE JESÚS 5. ELEGIR LA VID A: Este último apartado aparece siempre vacío y con este signo de puntuación (:) para recordar que la "lectura orante" tiene siempre consecuencias en la propia vida y su "vocación" es irla transformando y haciendo más filial y más fraterna, es decir, más parecida a la de Jesús. Y eso es cosa del Espíritu y

SAN PABLO DE LA CRUZ Rasgos de una vida Clemente Sobrado Misionero Pasionista

- Con motivo de los 300 años del nacimiento de San Pablo de la Cruz, fundador de los Misioneros Pasionistas, he querido publicar una serie de folletos, siete en total, como un pequeño ramillete de temas que enmarcan su vida y que lo convierten en una de las figuras más importantes del siglo XVIII. - Después de leerlos, alguien se ha atrevido a preguntarme: ¿y quién es San Pablo de la Cruz? Es posible que muchos tengan que hacerse esta misma pregunta. ¿Quién es San Pablo de la Cruz? Sabemos que es el fundador de los

Misioneros Pasionistas, pero ¿quién es él? Esta inquietud me ha movido a escribir este nuevo Fo1leto que quisiera titular “Rasgos de una vida”. Y decimos rasgos porque lo único que pretendemos es hacer como un pequeño diseño de su vida. Algunas líneas que nos vayan llevando de la mano, algo así como introduciendo en su interior. - Pienso que es interesante dar a conocer estos rasgos de la vida del Fundador de los Pasionistas, pues ayudarán a situar mejor su mensaje. E incluso podrán centrar mejor su mensaje. De todos modos reconozco que no me resulta nada fácil

hacer este perfil de San Pablo de la Cruz. Y esto por algo muy simple y sencillo.

“esto no va para mí, esto no va conmigo”.

- Y lo que pretendemos es SAN PABLO DEprecisamente LA CRUZ Rasgos de una vida todo lo contrario. Hacer ver que los santos son gente de carne y hueso como los demás. Que les duele el estómago como a los demás, y que también a ellos les salen caries en las muelas y tienen que ir Los Santos son al dentista. igua1itos que ¿No dice San nosotros, que Pablo que los de a pie. Y “Jesús se a la vez son iguala a tan diferentes, nosotros, uno tan distintos... de tantos...” El problema es ¿Y cómo, cómo siendo uno de presentarlos tantos, resulta para que su luego tan figura ni se distinto al achate tanto resto?: que sea uno interviene el más, ni se misterio de la altere tanto gracia. Ahí ya que la gente la comienza el vea tan problema de distante que Dios y de cada termine uno, la diciendo que voluntad y los

proyectos de Dios y la voluntad y los proyectos personales de cada uno. ¿Cómo lograr una armonía y una melodía musical entre la partitura escrita por Dios para cada uno de nosotros y la interpretación que cada uno de nosotros da a esa partitura? - Los caminos de San Pablo de la Cruz no fueron nada fáciles. Estuvieron demasiado empedrados de obstáculos y dificultades. Ya la vez, fueron caminos que siempre estuvieron iluminados por una luz central: el misterio del amor de Dios revelado en la Cruz de Jesús y la voluntad de Dios como faro y guía de sus andares

por el mundo. Una de las cosas que más me ha sorprendido siempre de él, es ese sentido de unidad de su vida. Aparece como una sola pieza, como si no hubiese en ella fisura alguna. Incluso en los momentos más difíciles de la fundación de la Congregación, daría la impresión de que lo humano se resquebrajase en él, pero que sin embargo, no se rompía la unidad de su ser. - Esa unidad de pensamiento, de voluntad, de lucha y de esfuerzo se debe en San Pablo de la Cruz a las dos experiencias centrales de su vida: el amor

crucificado de Dios, y la voluntad de Dios. Ambos son como los dos rieles sobre los que se irá deslizando su propia vida. Se cuenta que alguien preguntó al discípulo que no hacía sino hablar de su maestro: “¿Qué milagros ha hecho tu maestro?” El discípulo respondió: “Bueno, verás... hay milagros y milagros. En tu país se considera milagro el que Dios haga la voluntad de alguien. Entre nosotros se considera milagro el que alguien haga la voluntad de Dios”. Yo me atrevería a decir que San Pablo de la Cruz vivió en ese constante milagro de “buscar y hacer la

voluntad Dios”.

de

Personalmente , me sentiría feliz si después de leer este folleto, completado con los otros siete, alguien pudiera decir como Daniel Rops, de la Academia Francesa, al leer la vida de San Pablo de la Cruz escrita por Almerás: “Gracias a usted, he descubierto una figura admirable, y una vez más me maravillo de la riqueza de esta heredad inagotable en que la Iglesia cosecha las mieses de tantas almas, nacidas en su seno”.

Lo pongo en tus manos. Léelo con cariño, con ese mismo cariño que yo, hijo espiritual de Pablo de la Cruz, lo escribí y dejá que también el Espíritu vaya haciendo su obra de gracia en vos. Tu hermano y amigo de siempre, Clemente Sobrado

Misioneros Pasionistas Parroquia Virgen del Pilar San Isidro Perú

Nuestra la preocupación muchedumbre pastoral como , al ver a la Pasionistas, gente sintió nace de los compasión de mismos ella, porque sentimientos estaban que Dios tenía dejados y sentimiento de frente al abatidos como enojo y Pueblo ovejas que no finalmente un elegido, que tiene pastor”. sentimiento de Jesús tenía ganas de frente al Encuentros cambiar esa pueblo que lo de Jesús situación. seguía como ovejas sin ¡Cuántos Encuentros de pastor. Son los encuentros de Jesús con la mismos Jesús con la gente sencilla, sentimientos y gente se de buen la misma resumen en corazón, reacción que esta frase! planteándole APUNTES PARA ENRIQUECER NUESTRA ESPIRITUALIDAD Pablo de la Una frase que sus Cruz recoge cuestionamien PASIONISTA experimentó distintos tos de la vida, frente al sentimientos, que nadie desamparo de por un lado un había sido la gente de la verdadero capaz de LA CRUZ Italia del siglo sentimiento de darles ESCUEL XVIII. compasión, de respuesta a ratos un adecuada, a A DE Mateo 9,36 y pesar de que SABIDU 14,2, pone había tantos una frase que maestros, RÍA permite tantos entender el escribas, Eugenio corazón de fariseos, tanta Delaney Jesús, es el gente que c.p Maestro que desde el caminaba por templo Palestina, enseñaba y contactándose hacía alarde con la gente, de las nos dice que enseñanzas sentía El, por que impartía. qué seguía su camino, Mateo ¡Cuántas dice: “al ver a cosas lindas,

buenas, cuántos con ganas de hacer cosas y hacerlas bien y nadie les abría un camino! ¡Cuántos no tuvieron nunca la posibilidad de ser formados, ni la experiencia de un amigo! Es claro esto en el caso de las mujeres de mal vivir, que llegan hasta el Maestro. Los defensores de la Ley tenían un solo recurso ¡voltearlas a pedradas! Tristeza de Jesús Ante la situación que vive su pueblo, Jesús siente tristeza, lástima. Esto experimentó Pablo de la Cruz frente a su pueblo de la Italia del siglo XVIII. No había quien

hablara a los sencillos e ignorantes. Los predicadores pronunciaban sermones que más que para Los sabios para Jesús enseñar o moverlos Elcorazones, Señor nos presenta dos clases parecían de auténticosunsabios. Uno es el entretenimient sabio que reconoce lo que ha o retórico, recibido y pone al servicio de la alarde de todos creación sus talentos, erudición para continuando su construcción. Esta alagar no está los aún terminada, el Señor la oídos pero comenzó pero el pueblo no quiere terminarla a través del encontraba hombre. Construye el mundo. respuestas a Elsus otro sabio, es el hombre que se inquietudes. consagra a hacer nuevas . todas as cosas, aún las viejas: Pablo de la Cruz sintió pena por la es el constructor del Reino. gente y así nace la idea de formar El precio que una congregación que se dedicara Estas dos cosas combinadas nos Jesús el expresamente a pagó preparar muestran el sabio que alimento para el pueblo sencillo, tenemos que construir a preparando el pan de la Palabra través de la pastoral. para salir a proclamarla de forma que el ignorante Eltal precio delmás reino: la cruz pudiera conocer que es lo que Dios piensa de el. El Surge este hombre, este Jesús va preparando a sus Buen una misionero y con él nace discípulos para pagar un precio congregación misionera, Pastor ambos muy alto. En Mateo 13,44 Jesús ( el con la misma preocupación, una compara el reino de los cielos con sabio gran simpatía por la gente, y una un tesoro escondido, San Pablo nos que pena por las ovejas sin pastor. A dice que el precio es grande, pero construy nosotros también nos duele la que si lo comparamos con la gloria e con los realidad y queremos cambiar la futura, no significa nada. hombres situación, no puede ser que tanta NJ 10) a gente esté desorientada ,frente los problemas de la vida, que se Las condiciones que pone Jesús hagan preguntas serias y no halle Nos las va indicando a través de su respuestas por ningún lado y predicación, de su vida y de sus quede decepcionada. conversaciones con los discípulos: Nos sentimos solidarios, con todos los que hacen las mismas  El camino estrecho y el camino preguntas que nosotros y ancho (Mt 7,13 – Deut 30,15)





Na

die tiene mayor amor que aquel que da la vida por sus amigos. (NJ.15)



tenemos que tomar?

Ha

biendo amado a los suyos… (NJ.13,1)





Esta entrega de Jesús no es improvis ada, supone opciones previas, asumida s con sentido de definició n. Estas opciones significa ron luchas serias en la vida de Jesús (tentacio nes).

El precio que debemos pagar nosotros ¿Cuál es la cruz que

Tres situaciones se presentan en la vida del cristiano: • La cruz de las limitacio nes personal es y de los demás, aceptarl es, asumirla s, integrarl as positiva mente, potencia rlas, transfor marlas en fuerza. • La cruz del propio mal, que tiene raíz en el corazón de cada uno.



cruz

La de

la persecu ción por el anuncio del Reino, que suscita actitude s heroicas más sutiles, cuando nos rodea la indiferen cia.

Pero ¿Cuál es esa cruz? ¿En qué consiste tomarla con sentido cristiano? Vamos a señalar situaciones de cruz que se presentan frecuentement e en la vida del cristiano:

¿Cuál es la cruz que tenemos que tomar?

1. Aceptarlas con serenidad, esta es una actitud del sabio: tomar la cruz y aceptar el ambiente que me ha tocado.



Cruz de limitaciones : la cruz de las limitaciones La Cruz es el precio del personales Reino... El sabio laytoma, de ellas necio la deja. . limitaciones La Cruz es el símbolo de de una los vida llena de razones y vacía demás de pretextos ¿Qué significa EL SEÑOR NOS PROPONE tomar la TOMAR LA CRUZ Y SEGUIRLO cruz de las ESTE ES EL PRECIOlimitaciones PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL REINO personales?

Jesús nos dice a nosotros, como cristianos, discípulos suyos, que tenemos que tomar la Cruz, la cruz de todos los días.

2. Asumirlas, integrarlas

positivame nte a nuestra vida y a nuestro proyecto personal, identificarn os con ellas. Decir “yo soy eso y no intentar ser lo que es otro. Recordemo s que la gente decía de Jesús: ¿no es este el hijo del carpintero a quien todos nosotros conocemos ? (Lc 4,22). Y Él no negaba esto, se mostraba ante el mundo como verdadera mente era. 3. Es lo más desafiante; potenciar esas limitaciones , darles una fuerza que de por sí no tienen. Es tener la

capacidad de transformar los problemas en problemas en posibilidade s, en oportunida des. ¡Cuántas cosas lindas crecen en medio de las dificultades ! Tomemos como ejemplo este hermoso texto de San Pablo “Por eso me complazco en mis debilidades, en mis flaquezas, en las privaciones, en las persecuciones y en las angustias soportadas por Amor a Cristo, porque cuando soy débil entonces soy fuerte (2 Cor 12,10)

A veces nos sucede que al preguntar a alguien como le va en la comunidad nos contesta: y somos doce. . somos los mismos de siempre. . las mismas caras. . ya estamos quedando como para semilla. Y al hacer la misma pregunta a otra persona, nos responde: “Nosotros somos doce, los mismos de siempre, no ha quedado ninguno en el camino, estamos porque queremos ser semilla, semillas de un futuro”. Son dos maneras de decir con las mismas palabras exactamente lo contrario. Uno está debilitado con esos elementos y otro se hace

fuerte en esa debilidad. Situaciones en la vida del cristiano Otra situación que se presenta en la vida del cristiano es la cruz del propio mal que tiene su raíz en el corazón. El tironeo entre el bien y el mal forma parte de la condición humana. Lo sintió Jesús, lo sintió el apóstol Pablo: “siento como dos hombres dentro de mi, uno tira para un lado, otro tira para otro”. Tomar la cruz en estos casos significa introducir trabajo y disciplina en nuestra vida. Contrariarse, decir no a ciertos instintos que llevamos dentro, no por masoquismo, sino para la construcción

del Reino, es necesario un entrenamiento largo, un trabajo de perseverancia y constancia. Aceptar un sacrificio voluntario, no el que nos imponen, sino recordando las palabras de Jesús: “A mi no me quitan la vida, yo la doy voluntariamen te”

La cruz de la persecución Hay situaciones que nos parecía que pertenecían a otra época, que las leíamos en los antiguos libros de los mártires. Pero no es así. La cruz de la persecución se da hoy. Cuando el Papa Juan Pablo II lanzó el lema: La verdad, fuerza de la paz, habló de este

problema de tantos mártires modernos cuya única culpa fue luchar por el Reino. Cuyo único mal habrá sido preocuparse por el otro. Hay otra persecución más sutil, menos violenta. Es cuando nos rodea la indiferencia, la falta de apoyo, que ni siquiera nos estimula para reaccionar frente a determinadas situaciones. Esto nos suscita en nosotros actitudes heroicas, como la otra persecución, pero es por eso que debemos permanecer distintos, no para sobresalir, sino para ser signos en este mundo que nos rodea.

“La cruz es el símbolo de una vida llena de razones y vacía de pretext os” ¿Qué son las razones? Son las palabras que tiene la verdad para mover el corazón. Jesús nos dijo que la verdad nos hace libres; la verdad estira sus razones, sus palancas hasta nuestro corazón para moverlo. Porque la cruz está llena de razones, allí terminó Él, que es la Verdad. Y los pretextos ¿Qué son? Son las excusas que el corazón tiene para escaparse a la verdad sin sentir ningún remordimiento . Los pretextos, nos llevan a

escaparnos de la cruz, nunca por medio de ellos vamos a llegar a la cruz. Cuantos pretextos ponemos nosotros en nuestra vida. . ., que no tengo tiempo, que no me acompañan. . . son excusas para no tomar la cruz. La cruz está llena de razones

pero vacía de pretext os CELEBRAR LA PASCU A EN LA PASIÓ N DEL MUND O PASCUA •



Es el paso de Jesús de la muerte a la vida Es el paso que toda la





humanidad y el mundo entero hace de la muerte a la vida Es la celebración del Reino que se va haciendo realidad en el Mundo Es la celebración de los signos

La espiritualidad de todos es “espiritualidad pascual”. Esto tiene que quedar bien claro, sobre todo cuando queremos hablar de alguna espiritualidad particular, por ejemplo la espiritualidad pasionista. Estamos comprometido s con la tarea de “Celebrar la Pascua”. Aquí viene lo particular de la espiritualidad pasionista. Los discípulos le

preguntaron a Jesús: ¿Dónde quieres que preparemos para celebrar la Pascua? (Mt 26,17) Esta pregunta está en la base de nuestra vida y de nuestro apostolado ¿Dónde descubrir la Pascua o sea el amor que el Padre tiene a los hombres? ¿Dónde manifestarla? ¿Cuál es nuestra respuesta ? La respuesta la descubrimos en la Pasión de Jesús, la manifestamos en la Pasión del Mundo. Allí donde Jesús sigue sufriendo hoy su Pasión. Esto significa poner signos de la pascua, o sea de Vida, allí donde todo habla de

muerte. Poner esperanza donde hay desesperación . Poner alegría donde hay tristeza. “Creo aunque todo me diga que no” La Pasión indica la totalidad del sufrimiento humano. Por eso celebrar la Pascua en la Pasión responde a la preocupación de que ningún sufrimiento quede al margen de la Pascua. Es salir a los caminos (Mt.22, 9) Los hombres y mujeres de la Pasión son hombres y mujeres de frontera, de los cruces de caminos, invitando a todos a la Pascua. Son los que salen a buscar la oveja que está afuera, dejando las 99

porque están adentro o están cerca, o tienen oportunidades . Pero que saldrían a buscar a cualquiera, porque su opción por la pascua es una opción universal, quieren celebrar la Pascua con todos. Opción por los pobres. Buscar la fuerza de la Pascua, las posibilidades de la Pascua allí donde todos no ven más que debilidad y pobreza. ¿Qué significa celebrar la Pascua? Reino, Hombre Nuevo, Mundo Nuevo, Vida, Paz, son expresione s que significan lo mismo, diferentes

maneras de decir lo mismo, con distintos matices. Pero hay una palabra que abarca todos los matices, PASCUA.

EL REINO ES LA PASCUA, EL HOMBRE NUEVO ES LA PASCUA

Pascua es Vida, Pascua es Paz A.T. salida de Egipto, duro trabajo, no futuro, cárcel, coraje, impulsados por Alguien, vida, cruzan el mar Rojo, libertad, desierto, falta de alimento, agua, todo por hacer, pero LIBRES, piedra fundamental para el Pueblo. N.T. Va más allá del pueblo

de Israel, y que abarca, en Jesús a toda la PASCUA humanidad. Es el paso de la muerte a la vida. No de la muerte biológica sino de esa muerte en vida. Es horizonte. PASCUA Es pasar del Viernes Santo, junto con Jesús al Domingo de Resurrección. No como un hecho del pasado, como algo que recordamos que pasó en la vida de alguien que se llamó Jesús. Sino como un hecho que se va dando aquí y ahora. Es una palabra que debe llenarnos la boca, salir con fuerza, desde muy dentro de nosotros ¡VIVA LA PASCUA!

A la PASCUA también la trabajamos, le ponemos fibra, fuerza, sobre todo cuando vemos signos negativos:  Niños golpead os por la pobreza desde antes de nacer  Rostros de indígena s  Rostros de jóvenes desorien tados  Rostros de margina dos Todo esto nos sacude, no pasamos al lado de esta realidad y decimos “bueno pobrecitos”. NO, esta realidad nos sacude y nos lanza: “AQUÍ ES DONDE TENGO QUE

PONER PASCUA”

LA

“Pascua = centro de la vida del cristiano, Sol que ilumine la vida de todos nosotros”

A partir de esta afirmación recién podemos hablar de la espiritualidad de la Pasión, de una espiritualidad pasionista. A nosotros los pasionistas Jesús nos dice: “Yo quiero que ustedes celebren la Pascua allí donde se prolonga mi Pasión, quiero que sean los hombres y mujeres que, reunidos en fraternidad, se comprometan a poner signos de Pascua allí donde sobreabundan signos de muerte”

Objetivos Esto es: que tengamos como objetivo permanente, no hoy o de mañana, sino para siempre, sembrar la esperanza donde todos dicen que no se puede cambiar nada, que no vale la pena hacer nada. Celebrar la Pascua en la Pasión del Mundo significa eso ver la Pascua ya en la muerte, no después. Es el desafío que nos presenta Cristo, ser capaces de cantar el Aleluya Pascual el mismo Viernes Santo. Cuando todo el mundo ve al Cristo que se va muriendo, allí cantemos el Aleluya, porque esa no es una muerte que termina

en muerte, sino que es vida que se va gestando a través de la muerte. Por eso la canción dice: “Creo aunque todo me grite que no”. . . En ese no se va perfilando el SI DE DIOS. A lo largo de estas reflexiones hemos tenido presente situaciones de muerte. Pero si quisiéramos buscar una expresión que abarque todo lo que es el dolor humano del pasado y del presente, lo que conocemos y lo que no conocemos, esa expresión sería PASIÓN. Ella abarca la totalidad del sufrimiento humano, tiene la misma raíz de padecimiento, por eso es la síntesis de todo el

sufrimiento humano. Cuando Jesús nos dice: “Celebren la Pascua en la Pasión del Mundo nos quiere decir “Tengan ustedes esta misma preocupación, que ningún sufrimiento quede sin ser tocado por la Pascua, puesto que la Pasión recogió todo el dolor humano. Esta preocupación que ningún sufrimiento quede al margen de la Pascua, genera en el pasionista una actitud. Debido a esto los hombres y mujeres de la Pasión son Hombres y Mujeres de fronteras, que ponen gestos allí donde nadie llega. Para poder tener esa actitud de celebrar la

Pascua, es necesario tener una espiritualidad, esto no se improvisa, no es cosa de hablar, hay que trabajarla. Esta espiritualidad tiene tres componentes que vamos a mencionar y comentar brevemente. Para poder celebrar la pascua en la pasión del Mundo proponemos lo siguiente: Ser Con te mpl ati vos de la Pas cua en la Pas ión de Jes ús Es decir, que cuando un pagano ve un

Crucifijo contempla a alguien que se terminó, en cambio cuando un cristiano contempla un Crucifijo celebra el nacimiento de una vida: La Cruz es la cuna del Hombre Nuevo (Juan Pablo II). Ser Contemplativo de la Pascua en la Pasión de Jesús, es una manera de rezar, que permite descubrir en Jesús, atribulado, apesadumbra do, en el Huerto de los Olivos que, mientras se va produciendo su deterioro físico, va surgiendo en Él el Hombre Pascual. San Pablo en su segunda Carta a los Corintios en el Capítulo 4, 7 se identifica con esta vivencia Pascual del

Cristo Crucificado; atribulado pero no aplastado, perplejo pero no desesperado, perseguido pero no liquidado, para que la vida de Jesús se manifieste en nosotros, y en el mismo capítulo versículo 16 y 17 hay una frase extraordinaria por el contenido que tiene. Por eso, no nos desanimamos. . . mientras nuestro hombre exterior se va destruyendo, nuestro hombre interior se va renovando cada día. Tengamos eso presente. Cuando contemplamos la Pasión, contemplamos al Cristo Pascual que surge de todo ese conjunto

de situaciones de debilidad y de muerte. Ser testigos de la Pascua en la Pasión propia Significa asumir con espíritu pascual las limitaciones propias y la de los demás, es una manera nueva de vivir. Jesús nos dice que no seamos como los demás, que pongamos en el mundo un fermento distinto.

palabra, con actitudes, con la presencia, haciendo nuevas todas las cosas, planteando nuevas posibilidades, abriendo nuevos caminos. ESPIRITUALI DAD DE LA CRUZ

Ser profetas de la Pascua en la pasión del Mundo

“El mensaje de la Cruz es un mensaje particularment e vigoroso y exigente. No es un grito pasivo y resignado que se ahoga en la garganta de un vencido, es el grito de la vida y de la libertad que estalla en el corazón de un hombre lleno de esperanza”

Es una consecuencia de lo anterior, es tomar seriamente el ser luz del mundo, llegar a todos con la

La Cruz es el límite extremo de todo camino noble y generoso y la negación drástica de la

ambigüedad y la tibieza. Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo Único (Jn 3,16) Esto era lo que más conmovía a Pablo de la Cruz, fundador de los pasionistas, quien no se cansaba de decir: La Pasión es la obra más estupenda del amor de Dios. Al olvido del gesto de amor infinito manifestado en la crucifixión de Jesús atribuía él la causa de los males de su época. Cuando nos colocamos frente al Crucificado, espontáneame nte surge en el corazón esta consoladora seguridad: Hay alguien a quien le interesa mi vida. Tanto le interesa

nuestra vida a Dios Padre que no duda en dar a su Hijo Jesús para que en su vida se salve la nuestra, en sus gestos se rediman nuestras actitudes, en su muerte nazcamos a la vida. La crucifixión no es un epilogo separado de toda la trayectoria terrena del Señor. Es el corolario, la resultante de sus opciones de vida, marcadas todas ellas por su amor a los hombres, de haber tomado otro camino que no fuera el camino de los hombres, seguramente hubiera salvado su vida. Pero no lo hizo, permaneció en este camino y en el encontró la cruz.

LA SEÑAL DEL DISCÍPULO DE JESÚS es la señal de la cruz, con ella queremos indicar también nosotros que en el compromiso de amar no nos ponemos límites y que la medida de nuestro amor, quiere ser amar sin medidas. Jesús vivió siempre desde un mandato, desde la misión que había recibido de su Padre. Los mandatos de Dios al proyectarse sobre el terreno de la historia humana, entran en ella dispuestos a mancharse con el barro de la historia. El Padre estaba dispuesto a reconstruir al hombre, su

imagen, desde las raíces y recuperar así su gloria. Y Jesús aceptó la misión.

La Cruz se convierte así en el símbolo de una vida que no se ahorra, que no se guarda, que se prodiga en una entrega no calculada, cubierta de riesgos en cada vuelta del camino. El leño de la Cruz al que estaban clavados los miembros del moribundo, vino a ser la Cátedra del Maestro que enseña. La Cruz es el lugar donde la Pascua hace su irrupción, donde la Verdad recuperada hace posible la Vida.

LA CRUZ ES EL CAMINO QUE DESDE LA ESCLAVITUD CONDUCE A LA LIBERTAD PLENA Para el seguidor de Cristo Crucificado, el calvario se transforma, así, en una escuela, en un camino. En la escuela de la cruz aprende a orar, a vivir, a evangelizar. Aprende a descubrir la Pascua de Jesús, a experimentar su propia Pascua y a trabajar por la Pascua del mundo. Aprende a ser realista, porque la historia está hecha de sufrimiento, A ser esperanzado; al descubrir que la historia sufre porque en ella se está gestando algo grande, por cuyo aparecer suspira la Iglesia toda:

“Ven Señor Jesús” En la escuela de la Cruz, a los pies de Cristo Crucificado, estamos como en un taller, plasmándonos , dejándonos plasmar para ser ministros de la PASCUA en todos los lugares donde se actualiza la PASIÓN del SEÑOR. El ministerio de la Pascua exige, del que lo ejerce, crecer en una triple dimensión:  COMO CONTEMP LATIVO para poder discernir los signos pascuales en los acontecimi entos ordinarios y particularm ente allí

donde todo parece indicar que la muerte es la última palabra.

 COMO TESTIGO para decir con la vida que la Pascua es una realidad, y decirlo siempre, pero sobre todo cuando lo que él experiment a es el lado oscuro de la vida.  COMO PROFETA para anunciar el acontecimi ento Pascual con la palabra y ser con los hechos una punta de lanza que introduzca la esperanza pascual en

las situaciones que afligen a la humanidad. En primer lugar, cuando hace memoria de la pasión sufrida por Jesús de Nazaret no dejará de contemplar allí los signos de la Pascua. Cuando la Pasión se actualiza en el a través de alguna de las múltiples expresiones del dolor, no perderá la oportunidad de agradecerle al Señor este privilegio y de testimoniar el poder de la Resurrección que se manifiesta particularment e en lo débil y lo frágil. Y finalmente en medio de la Pasión del mundo, se resistirá con todo empeño a la tentación de sumarse a

los que aportan una nota de pesimismo y amargura. Entiende que su compromiso es positivo porque cree en la Pascua, sembrará

esperanza, abrirá caminos y será creativo. Denunciará el pecado y como sabio maestro mostrará un camino alternativo.

EL PODER DE LA PASCUA EN LOS CRUCIFICADOS DE HOY (Síntesis) “EN LA CRUZ ESTA NUESTRA ESPERANZA”, este es el firme convencimiento de la Iglesia, pero no siempre resulta fácil de entender para un pueblo sufriente como el nuestro el significado práctico de esta consigna. El deseo que nos anima permanentemente, a nosotros los que nos sentimos Pasionistas es el de contribuir a hacer posible la Pascua en la Pasión del Mundo mirada en nuestro pueblo Si detenemos Latinoamerica nuestra no, llegamos a

pensar que quizás nunca en su historia se ha vivido tanto dolor, tanta CRUZ, tanta PASION. Nuestro continente aparece como un gran CRISTO CRUCIFICADO, un cuerpo traspasado, que se desangra, que agoniza y muere cada día. Este dolor toma voz y se vuelve CLAMOR “Padre mío ¿por qué me has abandonado? Este clamor es un grito que golpea y llega con toda su fuerza a nosotros Pasionistas, como interpelación, cuestionamien to y desafío. Porque las mismas injusticias que mataron a Jesús en la cruz hoy

siguen siendo reales. Esta PASION VIVA plantea, crudamente interrogantes vitales, preguntas dolorosas que esperan respuestas válidas. Respuestas encarnadas en compromiso de vida. Respuestas que prolonguen la respuesta única, fiel, total, que Jesús dio en su tiempo. Los hombres preguntan ¿Por qué tanto dolor?, ¿Dónde está Dios en tanta cruz? , ¿Cuál es el sentido de toda esta realidad crucificante y crucificada? ¿Cómo se la puede

superar? O ¿es qué acaso se la puede vivir

como valor?

un

También nosotros nos hacemos las mismas preguntas. Es esta PASION DEL MUNDO la que queremos contemplar, es este grito el que queremos escuchar, comprender: “Desde el seno de los diversos países del continente está subiendo hasta el cielo un clamor cada vez más tumultuoso e impresionante . Es el grito de un pueblo que demanda justicia, libertad, respeto a los derechos fundamentales del hombre y de los pueblos” (P.87). Es con esta Pasión de nuestros pueblos que queremos solidarizarnos

porque: “El clamor pudo haber parecido sordo (Medellín) ahora es claro, creciente, impetuoso y en ocasiones amenazante. (P.89). Es a esta PASION que quisiéramos poder iluminar. Cargarla de sentido, desde la fe especialmente desde la cruz Pascual de Jesús. Los Pasionistas nos preguntamos: “Qué tenemos para ofrecerles en medio de las graves y complejas cuestiones de nuestra época” (P.3) Estas preguntas nos las hacemos porque sabemos que hemos sido llamados a celebrar la PASCUA allí donde el dolor

de los hombres prolonga la PASION DE CRISTO y lo sabemos porque creemos que Cristo con su MUERTE Y RESURRECCIÓ N, con su PASCUA, triunfó sobre las lágrimas, la angustia, la soledad, el desamparo. Porque:

dio en un hombre que ya pasó, Jesús, sino que se va dando día a día. Los Pasionistas quisiéramos aprender con ustedes hermanos, a descubrir, a saber contemplar los brotes de resurrección, los SIGNOS DE VIDA.

“Mataron al autor de la vida pero Dios lo resucitó de entre los muertos” (Hch3, 15).

El seguimiento de Cristo procede de un llamado personal de Dios que irrumpe en la vida de cada hombre de una manera única y original. La propuesta que el Señor presenta en el Sermón de la Montaña es la misma para todos los hombres. Después de exponerles cuál es su experiencia de la felicidad, que es ser

Allí en la noche cerrada se abre un horizonte, nace la ESPERANZA. “Sí, ya amanece la luz para el JUSTO, para el hombre recto la ALEGRÍA. (Sal 94). Por eso afirmamos que la PASCUA no es un hecho que se

feliz para él, señala las cualidades que deben caracterizar a los discípulos “Ustedes son la sal de la tierra, ustedes son la luz del mundo”. Es Dios quien toma la iniciativa, quien llama al hombre, invitándolo desde su propia historia a ser constructor de la sociedad que habita. Todos seremos juzgados por el vaso de agua que dimos, por el pan y la ropa que compartimos, por el enfermo y el preso que visitamos. Para todos, la condición del discípulo es tomar la CRUZ cada día. El Carisma Pasionista es un llamado a hacer MEMORIA DE LA PASION DE

JESUS. Así como a lo largo de la historia fue llamando a muchos hombres y mujeres, llamó un día a Pablo de la Cruz, desde la realidad crucificante y crucificada de su época, porque él sintió profundament e los males, el dolor de su tiempo. Y respondió desde su fe a esa historia, lo hizo desde el ministerio de la PASION de JESUS, desde la SABIDURIA DE LA CRUZ. Es esto lo que define al Carisma. Por todo esto los pasionistas nos volvemos a preguntar si lo que tan hondamente configuró a Pablo de la Cruz, lo que con tanto entusiasmo comunicó, perdura hoy.

Contemplando la realidad del mundo Latinoamerica no esta nos dice: 1) América Latina es un continente mayoritaria mente sumergido en el dolor, marginació n en vida, casi sin futuro. 2) Algunos miembros de la Iglesia se desplazan desde el centro a la periferia de pueblos y ciudades. Este hecho ha llevado un mensaje a toda la Iglesia. Todos somos culpables de esta situación, a todos nos cuestiona la realidad. Todos estos hermanos nos han

traído una BUENA NOTICIA. El descubrimi ento del Evangelio vivido cotidianam ente por los pobres. Si fuimos a evangelizar nos han evangelizad o. 3) El pueblo latinoameri cano se ve amenazado por corrientes de pensamient o opuestas a su cultura. Y ninguna de ellas puede responder ni satisfacer totalmente a los problemas de es nuestro pueblo. Los Pasionistas quisiéramo s hacerlo desde la sabiduría de la Cruz, desde la verdad de

Cristo Crucificado. 4) Una realidad nueva se vive también en Aca Latina: la persecució n y el martirio. Muchas veces perseguido s y perseguidor es, mártires y verdugos, hacen profesión de una misma fe. Con una diferencia los mártires son los débiles, los sin voz. Los verdugos, los fuertes, los poderosos. 5) La creciente brecha entre ricos y pobres provoca escándalo, “el lujo de unos pocos se vuelve insulto contra la

miseria de las grandes masas” causando dolorosos conflictos sociales. Todas estas constatacione s que enumeramos y tantas otras, son oportunidades para el

DOLOR el germen de la VIDA. Por eso todo esto que hemos planteado aquí, nos hace replantear con fuerza, nuestro seguimiento de JESUS CRUCIFICADO hoy en A. Latina.

apuntando al meollo de nuestro CARISMA. Celebrar la PASCUA EN LA PASION de nuestros pueblos latinoamerican os.

CARISMA “Queremos PASIONISTA renovar nuestro compromiso Ellas nos hablan de dos realidades íntimamente relacionadas: “Una realidad crucificante: Que provoca la CRUZ.” “ Una realidad crucificada: Que padece la CRUZ.” Estamos convencidos que no todas las CRUCES son signos de muerte. El gran desafío es rescatar del seno del

TEOLOGÍA DE LA CRUZ Todas las familias que padecen una situación de angustia, para todos los hombres y mujeres que hoy ven cerradas las posibilidades de la vida, los Pasionistas le preguntamos al Crucificado a quien seguimos y cuya memoria nos comprometimos a mantener siempre viva ¿Cuáles son las respuestas que tiene para dar. y Cuál es la esperanza que él ofrece? camino que Él hizo hasta Lo mejor es desembocar penetrar en el en la Cruz. mundo íntimo Cuando este de Jesús de hecho sucedió, Nazaret y en el año 33 recorrer el en Jerusalén,

los discípulos se desconcertaro n y sintieron frustradas todas sus esperanzas. Pero casi enseguida se formó una comunidad que

celebraba el triunfo de la VIDA en el hecho trágico del Viernes Santo. Hace 20 siglos esa comunidad formada por gente de todo pueblo y de toda cultura, gente de lo más diferente, pregona la PASCUA como triunfo de la vida sobre la muerte, como victoria del hombre que derrota a todos los impedimentos que le obstaculizan llegar a SER. Esta era una familia con mucha fe. Que

tenía conocimiento de lo que su pueblo creía y trasmitía de padres a hijos. Algo era muy repetido por ese pueblo, tanto en sus oraciones, cantos, como en sus enseñanzas en las familias y en el templo. Acostumbraba n a decir y repetir: “Dios está con nosotros”. Y contaban muchas historias que mostraban la verdad de esto, Jesús desde chico fue escuchando esto y fue creciendo en esta fe y en esta conciencia “Dios está con nosotros”; “Dios está con mi pueblo, Dios está con cada uno”. Esta simple verdad repetida en su pueblo, y meditada por

Jesús en sus momentos de silencio y oración, fue desarrollando en El convencimient o de que Dios (el Dios de nuestros padres, como decía la gente) era Padre, su Padre el Padre de todos Esto fue nuevo: ¡Es increíble lo que eso hizo crecer la fe de la gente!. Al Dios que no se atrevían a nombrar, ahora le empiezan a llamar PAPÁ. Una interpretación muy exacta de aquello de “Dios con nosotros”, “Ustedes son mi pueblo; yo soy el Dios de ustedes”. Jesús fue descubriend o que el problema de la gente era un problema de Dios Padre, que eso era lo que estaba

detrás de la expresión “Dios con nosotros, significaba “A favor nuestro”. La meditación de estas expresiones lo llevó a descubrir su propia misión en el mundo. En su relación con el Padre iba sintiendo que le decía: “el problema de los hombres es mi problema” por eso debe ser el tuyo. Y abriendo las Sagradas Escrituras leía las palabras de Isaías “El Espíritu está sobre mi,,,, me envió a liberar a los pobres...”. Hasta que llegó a interpretar estas palabras como referidas a El. Cuando una persona define su misión en el

mundo, significa que algunas ideas se le hicieron muy claras y muy ciertas. Jesús tenía muy claro que el Padre estaba con los hombres, con sus problemas, estaba comprometido con la liberación de los hombres. Tenía muy cierto también que su misión “de estar con” y “a favor de los hombres” era una misión difícil pero segura, porque estaba sostenida por Yahvé el Dios de la Vida, el Dios que había hecho maravillas en el pasado. El es quien lo enviaba, El lo había ungido, se sentía revestido de la Personalidad de Dios: “Mi Padre y yo somos una sola cosa; mi vida es hacer

la voluntad del que me envió”. La convicción personal de Jesús se transformó en conciencia de su misión liberadora. Lo primero que hace al comenzar su misión es trasmitir a la gente sus mismos convencimient os: “Alégrense, siéntase felicitados porque Dios está con ustedes, con todos los que viven la experiencia dolorosa del sufrimiento, la postergación. Y así también alentó a que algunos dejando de lado su propia preocupación por sí mismos se jugarán por los demás. Jesús hizo estas presentacione s con una

especial energía y entusiasmo, “Ungido por el Espíritu Santo” significaba que estaba inspirado, que llevaba fuego por dentro, que algo le quemaba el corazón, que hablaba con espiritualidad, lleno de Dios. Decían que hablaba “como quien tiene autoridad” (una fuerza que viene de dentro). Transmitió alegría por eso se llama EVANGELIO lo que anunció, es una noticia feliz que nos cambia la vida, porque nos abre caminos que no imaginábamos . Este entusiasmo tiene en los Evangelios algunos signos, muestras: los milagros son

los gestos que Jesús fue poniendo para indicar que Dios estaba con su pueblo, que los quería sanos, de pie, con vista, capaces de oír, que los quería sentados a la mesa servida, compartiendo como hermanos el pan. Las parábolas que inventaba para hablar de la nueva situación que quería ir creando, hacen sentir también el entusiasmo con que realizaba su misión. Las promesas de su Padre al pueblo es “REINO”. Jesús no se quedó en la superficie de los problemas, entró profundament e en el corazón de la vida. Jesús sabía que había un

problema en el fondo de todo corazón, y que eso es la amenaza más seria que tiene una persona. Conversando con cada uno hacía que descubrieran esa grieta, que nosotros llamamos pecado. Que no es simplemente cumplir o no algunas normas impuestas. Para Jesús el pecado es algo así como una de esas fallas geológicas que tiene la tierra, y que son causa de terremotos. Pero en este caso esa grieta se da en el corazón del hombre, en su espíritu, en su responsabilida d. En el fondo del alma estamos partidos, y por eso nuestra conducta se descalabra. Mientras no

prestemos atención a esta falla, estamos siempre amenazados de no llevar hasta el fin lo que sentimos frente a Dios, a nuestros hermanos, a nosotros mismos, a nuestra dignidad, principios de vida. Cuando la gente encontraba la verdadera causa de sus males, empezaba a sentirse liberada. Jesús denunciaba culpas y responsables, les hacía ver que tenían el corazón enfermo, podrido, a aquellos que ponían a la vista de todos acciones externas para llamar la atención. Denunció a personas, grupos, a instituciones,

al Estado. Todo el montaje religioso tenía pies de barro. Un templo maravilloso donde Dios era un convidado que tenía que pasar entre kioscos y puestos de cambistas de monedas. Y aquí es por donde le viene a Jesús la Cruz. Comenzó a sentirse la reacción de los que se sentían aludidos por las palabras de este nuevo Maestro. Y le empezaron a hacer la guerra. Esto no lo toma por sorpresa, conocía la

historia de los profetas de su pueblo, pero eso no impedía que lo sintiera. Muchos sentimientos empezaron a pasar por su corazón. Todo eso hace crisis en Galilea, tiene claro que Dios está con su pueblo, que el Padre está con él, pero también está claro que la realidad de los hombres es dura y se resiste al cambio, muchos lo siguen por la multiplicación de los panes, otros están en el egoísmo de no querer dejarle paso a otros.

La fe de Jesús le daba seguridad, pero la realidad le daba esta otra gran verdad: NADA CAMBIA. su muerte, como Empieza a indicando que hacer el asume el anuncio de modo de

liberar propio del siervo. Con una gran seguridad: Eso no muere al tercer día resucitará, no como Lázaro que revive para volver a morir. Resucitar es permanecer siempre en la vida. El Reino está garantizado, no se ve, es como un fermento hay que colocarlo y esperar, pero con la seguridad de que tarde o temprano... Es algo pequeño pero crecerá... El entusiasmo también se hace presente en esta segunda etapa de Jesús. Pero distinta. Es el entusiasmo de los mártires. Nunca se ha visto a un verdadero mártir doblegado ante el peso de los tormentos. Tienen una

seguridad extraordinaria. Saben que su causa es segura. Luchan por esa causa con seguridad, aunque saben también con seguridad que no la verán. El actuar liberador de Jesús provoca conflicto y oposición, que termina en la voluntad de destruirlo. La fuerza pascual de Jesús se manifiesta cada vez más a medida que crecen las amenazas. Cuanto más es hostigado, tanto más fuerte es. No deja de hablar, no deja de ir al templo, aunque deba quedarse en la parte externa, por estar excomulgado. Y finalmente emprende decididamente el viaje a Jerusalén. Esta

es una actitud pascual, especial energía con la cual lucha alguien por una causa que la sabe ganada, pero cuya victoria no verá. Causa perdida en confrontación con los poderes de este mundo. El hombre de la Pascua JESUS lo barre a Pedro queriendo barrer la actitud que Pedro representa “Aléjate Satanás, tú piensas como los hombres y no como Yahvé, el Dios de la Vida”. Teniendo el panorama completament e oscuro, se jugó por su convicción pascual y así entregó su vida al Dios de la vida, sin verlo y sin sentirlo; sintiendo más bien su

ausencia, sintiendo que el Padre no estaba. A partir de Jesús, la cruz de los hombres que era vivida como “maldición” queda transformada en “bendición”. Porque Jesús la tomó en nombre de su Padre. Al cargar Jesús con la Cruz, era el Padre que continuaba diciendo que el problema de los hombres era un problema suyo y que El es “Dios con nosotros”. El domingo de resurrección el Padre reveló toda la verdad: Cuanto más lejano parecía estar el viernes santo, tanto más cerca estaba porque el viernes santo el que estaba

en la Cruz era El: “Mi Padre y yo somos una sola cosa”. Este es el poder de la Cruz. Un poder que pocos entienden, aún entre quienes dicen que creen en El. La verdad tiene una gran fuerza. El amor tiene fuerza. La conducta del hombre verdaderamen te libre tiene fuerza. Recordamos la mañana en que se celebraba la misa por los 5 religiosos palotinos asesinados. Mientras en las sombras del anonimato se deslizaban los cobardes que los habían ametrallado, sin atreverse a mostrar la cara... “los muertos vivían en la alegría de una comunidad que no sólo

daba la cara, sino que cantaba sus convicciones sin ningún temor “Nosotros venceremos”. Esa mañana la anciana madre de uno de los sacerdotes asesinados respondía a una persona que le daba sus condolencias: “Doy gracias a Dios por ser la madre de la víctima y no del asesino”. Esta es la fuerza de la verdad. Es convencimient o, seguridad interior a pesar de todo. Es un poder distinto, es el poder de la semilla que no tiene ninguna fuerza, pero que es capaz de ir haciendo surgir un enorme árbol que cuando está en su pleno desarrollo pesa

toneladas. Una fuerza que no se ve, ni se puede medir. Pero allí está el árbol para

decir que esa fuerza es real.

SEGUIMIENTO Y DISCIPULADO En el dolor de nuestra gente, allí en la cruz que pasa sobre nuestro pueblo Dios nos está urgiendo a seguirlo decidida, íntegramente a ser sus discípulos: SEGUIR A Jesús en la tarea de construir el reino; el mundo Nuevo. Por eso Jesús nos invita a seguirlo de una forma radical ¡Con todo el corazón! “El que quiera seguirme, tome su Cruz”. Tomar la Cruz de todos los que sufren, porque en el sufrimiento de los hombres se da la PASION VIVA.

Esa PASION de cada día es un

nuevo llamado a:



Llevar la Buena Noticia a los pobres



Anunciar la libertad a los cautivos



Decir a los ciegos que pronto verán



Liberar a los oprimidos



Proclamar el año de gracia

Seguir a Jesús, construir el Reino, exige nuestra conversión. Convertirse es cambiar, tener una mirada y una actitud nueva ante los hechos, las situaciones, es “abuenarse” desde la raíz. Jesús quiere ir llevándonos a DEJAR la SABIDURÍA del mundo para abrazar la SABIDURÍA DE LA CRUZ.

 Es renunciar a la ambición de riquezas, para saber compartir más.  Es dejar las ganas de mandar siempre, para ponerse al servicio de los demás.  Es descubrir la fuerza salvadora que surge de los más débiles.  Es convencers e que Dios revela la verdad a los humildes.  Ser Sabios según Jesús es entrar en ese mundo donde él trastocó los esquemas. Sabemos que solamente con este corazón nuevo, convertidos, sólo abrazados a esa

sabiduría, la locura de la Cruz podremos seguir a Jesús en el Anuncio de la ESPERANZA. Este seguimiento nos hace sentir la necesidad de rezar más, de ahondar en “nuestra oración”. Comunicarnos con Jesús como él lo hacia con su Padre, cara a cara; como habla un amigo con “el amigo”. Si no oramos, si no contemplam os ¿Cómo podremos vislumbrar y anunciar la esperanza? Solamente desde allí, desde el silencio de nuestro corazón y en la contemplación de la historia, nos animamos a asegurarles

que en la PASION es posible descubrir, celebrar la PASCUA. Solamente desde allí nos animamos a invitarlos a ver brotes de vida RESURRECCIO N donde todo parece hablar de muerte Solo así podremos obtener la fuerza para ser voz de los sin voz, PROFETAS DE LA PASCUA EN LA PASION DE NUESTROS PUEBLOS • Anuncia ndo el Reino de Dios • Denunci ando todo lo que se opone a esa construcció n • Transfor mando juntos la

realidad crucificant e

¡Hacerse hermano! ¡Ser solidario!

• Invitar a todos a colaborar en la construcció n de ese Reino.

Ustedes, los hermanos con quienes queremos identificarnos, los pobres, los que sufren, los marginados, porque con ustedes se identifica Jesús:

TESTIGOS: mártir significa esto, testigo. Hacer las mismas opciones de Jesús, significa Identificarse con los hombres, con los crucificados de hoy. Identificarse es RENOVAR en nosotros la experiencia de Jesús, fidelidad al Padre y a la Misión, vivir por las mismas causas que Él vivió, se jugó y murió. Optar como Él por el hombre:

“En el rostro de cada hombre, especialment e si se ha hecho transparente por sus lágrimas y por sus dolores, podemos y debemos reconocerlo”

Porque siempre Dios elige lo débil para manifestar su FUERZA Y HABITA LO PEQUEÑO PARA VIVIR

SU GRANDEZA. Sabemos que no es fácil celebrar PASCUA en la PASION, Jesús lo supo, lo experimentó y sin embargo se decidió por el camino hacia la CRUZ.

CRUZ, sino para que nos fortalezca.

Les proponemos ORAR, orar como lo hizo Él, orar no para que Dios nos quite la

LA PASION DE CRISTO EN SAN PABLO DE LA CRUZ Martín Bialas

Cuando recibimos este libro de manos de alguien muy querido, nos dimos cuenta al leer su dedicatoria, que ansiaba que alimentáramos esta espiritualidad pasionista de Pablo de la Cruz en la cual, se va creciendo más por las enseñanzas de la vida que por la lectura de los escritos. Hay una cruz que le tuerce la dirección a la persona que la tiene que sufrir. Esta es la cruz común a todo ser humano. Hay otra cruz, a las que ciertas personas le tuercen la dirección y le dan el sentido que ellas en su generosidad quieren. Esta es la cruz cristiana, la cruz de Jesús, la cruz que Pablo de la cruz nos muestra con su vida y con su obra. En este libro, su autor nos introduce a la vida y circunstancia de Pablo de la Cruz y a su doctrina espiritual. Orígenes Pablo Francisco Danei, nació en Ovada, Génova, Italia, el 3 de enero de 1694. Su padre provenía de una antigua y noble familia de Alejandría venida a menos. Su mamá, de fuerte personalidad y

de una fe profunda y vital influencia sobre el desarrollo espiritual de Pablo. Formaban una familia de 16 hermanos de los cuales fallecen 2. Su hermana mayor nacida en 1693, fallece al tercer día de su nacimiento,

quedando entonces Pablo, como el hermano mayor de la familia. Los Danei regenteaban un negocio de tabaco y telas, que les obliga a continuos cambios de residencia. No asiste con regularidad a la escuela. El ambiente familiar es profundament e cristiano. En el año 1713 tomó la primera gran decisión de su vida. El sermón de un sacerdote (o una conversación con él) le impresiona tanto, que emocionado y arrepentido hace confesión general y decide orientar su vida más radicalmente hacia Dios. El llamado

Él lo llamará momento de conversión a la penitencia. Se alista como voluntario en la cruzada contra los turcos. Pasa meses en los cuarteles pero, convencido de que no es el servicio que el Señor le pide regresa a casa de sus padres. Esto ocurre en 1716, vive cuatro años en familia ayudando a sus padres. Por este tiempo, siente la llamada de Dios a fundar una orden religiosa. Es importante destacar la cercanía con su hermano Juan Bautista. El proceso para ello, a juzgar por los documentos, se divide en cuatro etapas: Retirarse en soledad. Llevar hábito pobre de color negro. Vivir en

la mayor pobreza. Hacer vida de penitente (ermitaño). Los pobres de Jesús Luego se orienta la inspiración y va a reunir compañeros. Va a fundar con permiso de la Santa Madre Iglesia la congregación “Los pobres de Jesús”. Aunque desde 1715 está decidido a retirarse del mundo, permanece 5 años más con su familia que lo necesita. Ayuda en esos años con su trabajo. El 22 de noviembre es una fecha decisiva, se despide de su familia, recibe el hábito negro de ermitaño de manos de su confesor y director, el obispo Gattinara de Alejandría.

Vive en las afueras, en las más precarias condiciones de alojamiento. Son ejercicios preparatorios para de la vida de ermitaño y fundador. Por orden del obispo consigna por escrito sus sentimientos y vivencias interiores, ya con el nombre de Pablo de la Cruz. Esto representa su diario espiritual del que se conserva copia (no original) y en el que aparece la idea fundamental y pragmática de toda su vida: “estar crucificado con Cristo”. Durante este retiro Pablo de la Cruz redacta las reglas de “Los pobres de Jesús”, en el brevísimo espacio de cinco días.

Finalizado el retiro de oración y penitencia y ayuno, quiere viajar a Roma para pedir al Papa personalment e la aprobación de las reglas. El obispo lo persuade que no ha llegado el momento. Se dedica entonces a explicar el catecismo a los niños de las cercanías, predica los domingos y dirige una misión. En septiembre de 1721 emprende viaje a Roma para conseguir la aprobación. Sus esperanzas se ven defraudadas al ser rechazado por la guardia del Quirinal. Según declaraciones del padre Juan María en el proceso de Vetralla,

cuando pidió audiencia al Papa Inocencio XIII, uno de los del palacio respondió bruscamente: ¿No sabes cuántos granujas vienen por aquí, cada día? ¡Lárgate! Al regresar a Castellazzo se le une su primer compañero lleno de ideales, su hermano Juan Bautista, un año menor que él y que será hasta el fin de sus días el compañero más fiel de Pablo de la Cruz. Durante los tres años siguientes los hermanos procuran poner en práctica las reglas. Según ellas, “los pobres de Jesús” tendrán como misión, no sólo la santidad personal, sino

la salvación de los demás. En mayo de 1725 se dirige otra vez a Roma en compañía de su hermano. Esta vez consigue del Papa Benedicto XIII, permiso para reunir compañeros pero nada más. Decide quedarse en Roma, hacer amigos y conseguir bienhechores que influyan por él ante la Santa Sede. El cardenal Corradini les ofrece la oportunidad de permanecer en el hospital de San Gallicano. Allí el director del hospital les encomienda, además del cuidado de los enfermos (de piel), la asistencia espiritual de los pacientes y del personal

sanitario. Trabajan con tanto entusiasmo que a pedido del director inician una preparación teológica pastoral para que se ordenen sacerdotes, en un convento franciscano y el mismo Benedicto XIII los ordena sacerdotes en la Basílica de San Pedro, el 7 de junio de 1727. En el hospital visten el hábito nuevo y organizan su vida según las reglas de los pobres de Jesús, pero no pueden formar una nueva comunidad. Después, de un tiempo, Pablo de la Cruz deja el hospital y decide retirarse en soledad. En el Monte Argentario Ya algunos años

anteriores vivieron en una ermita de Monte Argentario en la costa a 150 kilómetros, al NO de Roma y regresan al mismo monte, pero a una ermita diferente con la misma belleza especial del paisaje. En Toscana comienza a configurarse la primera comunidad pasionista. La ermita es pequeña para todos los que vienen a unírsele y Pablo construye el primer convento. Tras numerosas dificultades son inaugurados el convento y la iglesia en 1737. Pero falta la aprobación de las reglas. Esto llegó el 15 de marzo de 1741, veintiún años

después de la primera redacción. El nombre del nuevo instituto es “Congregación de la Santísima Cruz y Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”. Este nombre expresa claramente su espíritu propio y peculiar que será la contemplación y el anuncio de la cruz y pasión de Cristo. Este es su carisma y el cuarto voto evangélico que los obliga a predicar al Cristo crucificado. Es misión de su congregación fomentar entre los fieles la veneración de la pasión y muerte de Jesús. La congregación luego de varios años queda sometida directamente

a la autoridad del Papa, no a los obispos. El convento nuevo de Monte Argentario queda chico y comienza el proyecto para la construcción de otros dos. En abril de 1746 Pablo de la Cruz es nombrado primer Superior General. En 1750 funda nuevos conventos. Existen dificultades y enemistades con otras congregacione s que no querían que esta se extendiera. En estos momentos Pablo escribía: ”Rueguen por mí, que me encuentro en el abismo de una tormenta, con el agua al cuello, pero todavía asido al leño de la cruz, con la

espera de no naufragar” Pablo Misionero Pablo de la Cruz no sólo es el fundador, sino también el apóstol misionero. Predica 180 misiones en más de 30 diócesis. Para Pablo de la Cruz era indispensable después de cada misión, recogerse en soledad, oración y ayuno. Silencio y oración son para él algo esencial, según escribe un sacerdote amigo que desea hacerse pasionista: “Nuestra congregación descansa sobre este cimiento. Si se quita, cae todo el edificio, fuera de la vocación que Dios le ha concedido”. Pablo mantiene siempre el

equilibrio entre acción y contemplación . Sale a misionar tres veces al año, primavera, otoño e invierno. El resto del tiempo lo pasa en el convento. En numerosas misiones va acompañado de su hermano Juan Bautista. Pablo da sermones, conferencias y meditaciones sobre la pasión. Juan Bautista, ejercicios espirituales al clero y religiosos de la localidad. Viven unidos en estrecha amistad, Juan Bautista es su confesor y director espiritual hasta su muerte en agosto de 1775. Lo sucederá en esa tarea el padre Juan María. Ocaso doloroso y

cargado de fruto. El apellido de la Cruz es una síntesis del carisma y además síntesis de lo mucho que tiene que sufrir, en el alma por la fundación de la congregación, en el cuerpo por las enfermedades que lo ponen más de una vez al borde de la muerte. Estos sufrimientos físicos y morales le ofrecen ricas posibilidades de realizar su mística de la cruz y del dolor Las fundaciones Durante más de veinte años trabaja para fundar un convento en Roma. En enero de 1767 se instala una pequeña comunidad con el nombre de Hospicio

del Santo Crucifijo. Pablo vive con frecuencia en ella, al ir a gestionar nuevas fundaciones. Pablo tiene un gran anhelo, la fundación del instituto femenino pasionista. Ha intentado repetidas veces abrir un convento de estricta clausura y de vida contemplativa que apoye con su oración el apostolado de sus religiosos. La Comunidad Este deseo se colma el 3 de mayo de 1771 al inaugurar en Cometo la primera comunidad de once religiosas, cuyas reglas han sido aprobadas por la Santa Sede.Todavía el cardenal Clemente XIV visita varias veces a Pablo

de la Cruz en el hospicio del Santo Crucifijo y al ver la estrechez en que vive, le ofrece algo mejor en Roma. En otoño de 1773 le ofrece en el Monte Celio (una de las siete colinas de la antigua Roma) un convento titulado de los santos Juan y Pablo. El Papa le regala el convento, la basílica, los jardines y el terreno que le pertenecen. El 9 de diciembre de 1773 Pablo de la Cruz toma posesión de la que será la Casa General de la Congregación. En junio de 1774 recibe la visita al anciano y enfermo fundador, del Papa Clemente XIV. El siguiente Papa Pío VI acude a los

diecinueve días de su elección a visitar a Pablo de la Cruz el 5 de mayo de 1775. Mantiene con el una larga conversación en la habitación del enfermo Pablo. Anciano y muy quebrantado de salud, Pablo de la Cruz es

confirmado general por sexta vez, el 15 de mayo de 1775, semanas más tarde se agrava su salud y el 19 de octubre de 1775 pasa a la casa del padre con una muerte tranquila. Así termina, en la tierra una vida llena del Cristo crucificado.

PAB LO DE LA CRUZ Si yo con mi pluma pudiera decir A cada momento el valor de la cruz No solo el amor, sino lo que a el sigue Pablo de lo Cruz, vos si que lo viste Abrirse de pronto la gran esperanza, Buscar en la muerte, la resurrección Lograr encontrar el gran sacrificio

O en Cristo, en su muerte, el triunfo final.

Nunca te rendías, siempre esperabas. Ignorabas que era el miedo o la inseguridad Sabías que Dios no abandona nunca, nos quiere. Trata que podamos luchar por lograr Amor, Paz, Justicia y alcanzar también la fraternidad.

Desde aquel momento en que decidiste Empezar buscando “pobres de Jesús” Los mil y un problemas fueron compañeros Acuciando siempre tu ansia por servir. Cruzando fronteras diste LA PALABRA, Respondiste a todos con amor y verdad Usaste como armas servicio y entrega, Zarpaste aún sin barco de un pueblo hacia otro. Pensando en aquellos a quien Jesús Ama aún en tu vejez, con tu sufrimiento y tu enfermedad Salías misionando y eras luz que abría senderos de paz. Ibas caminando y dabas con fuerza O a veces lograbas cambiar al peor.

Hoy quienes te siguen no olvidan la necesidad de misionar allí donde hay pobres y necesitados, y aquí en la Argentina vaya si los hay. Son muchos los hermanos que te siguen, y con altibajos, calumnias, intrigas. Como en tu época, marcados están pero ellos, seguros del Crucificado saben que no hay tormenta que los pueda aplastar. Siguen la Palabra, veneran tu Cruz. Son el testimonio que quiere Jesús y que tú soñaste en el Monte Argentario con Él y su luz.

INDICE NUESTRA ESPIRITUALIDAD PASIONISTA Cartas de José Agustín Orbegozo Pág.4 

EL ESCUDO PASIONISTA Y SUS SÍMBOLOS -Algunas reflexiones P. Francisco Murray Pág.5 

EL PODER DE LA PASCUA Equipo de Reflexión Pasionista del Cono Sur Pág.27 

LA PASIÓN DE CRISTO EN SAN PABLO DE LA CRUZ Martín Bialas Pág.35 

LA CONGREGACIÓN DE LOSPOBRES DE JESÚS EN AMÉRICA LATINA Humberto Pegoraro Pág.6 

EL EVANGELIO DE MARCOS – historia de un conflictoGalilea año 30 Carlos Bravo Gallardo s.j. Pág.9 

DAME A CONOCER TU NOMBRE Dolores Aleixandre Pág.10 

 LA PASION DE ENCONTRARSE CONSIGO MISMO Ana Maria Diaz Pág.12  LA MEMORIA P. Francisco Murray Pág.14  CONTAR A JESUS Dolores Aleixandre Pág.15  SAN PABLO DE LA CRUZ Clemente Sobrado c.p. Pág.17 LA CRUZ ESCUELA DE SABIDURÍA Eugenio Delaney C.P. Pág.19 

Colección Espiritualidad Pasionista Para uso interno

“Nuestra preocupa ción pastoral como Pasionista s, nace de los mismos sentimien tos que Dios tenía frente al Pueblo elegido, que Jesús tenía frente al

pueblo que lo seguía como ovejas sin pastor. Son los mismos sentimien tos y la misma reacción que Pablo de la Cruz experime ntó frente al desampar o de la gente de la Italia del siglo XVIII.” “al ver a la muchedu mbre, al ver a la gente sintió compasió n de ella, porque estaban dejados y abatidos como ovejas que no

tiene pastor”. Mt.9, 36

Familia Pasionista