Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): Fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno Tardío 9781407309613, 9781407339405

Analyses of animal finds and remains from sites around Lago Cardiel, Patagonia.

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Spanish; Castilian Pages [171] Year 2012

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BAR Capítulo 1 Introducción y Objetivos.pdf
BAR Capítulo 2 Marco teórico.pdf
BAR Capítulo 3 Características de los huesos.pdf
BAR Capítulo 4 Información Etnoarqueológica.pdf
BAR Capítulo 5 Metodología.pdf
BAR Capítulo 6 Ambiente y escenario paleoambiental.pdf
BAR Capítulo 7 Arqueoloía del lago Cardiel.pdf
BAR Capítulo 8 Análisis y Resultados.pdf
BAR Capítulo 9 - Discusión y conclusión.pdf
BAR Capítulo 10 - Bibliografía.pdf
BAR APENDICE.pdf
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Copyright
Dedication
AGRADECIMIENTOS
ÍNDICE
ÍNDICE TABLAS Y FIGURAS
CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
CAPÍTULO 2: MARCO TEÓRICO
CAPÍTULO 3: PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LOS HUESOS Y SU VÍNCULO CON LOS RASGOS MORFOLÓGICOS DE LAS FRACTURAS ÓSEAS
CAPÍTULO 4: INFORMACIÓN ETNOARQUEOLÓGICA SOBRE TÉCNICAS DE PROCESAMIENTO Y EXTRACCIÓN DE NUTRIENTES: SUS IMPLICACIONES PARA EL ESTUDIO DE LOS PATRONES DE FRACTURA Y NIVELES DE FRAGMENTACIÓN ÓSEA EN EL REGISTRO ARQUEOLÓGICO
CAPÍTULO 5: METODOLOGÍA
CAPÍTULO 6: AMBIENTE ACTUAL Y ESCENARIO PALEOAMBIENTAL EN LA REGIÓN DE LA CUENCA DEL LAGO CARDIEL
CAPÍTULO 7: ARQUEOLOGÍA DE LA CUENCA DEL LAGO CARDIEL: UN MODELO DE POBLAMIENTO TARDÍO
CAPÍTULO 8: ANÁLISIS Y RESULTADOS DE LOS DATOS ZOOARQUEOLÓGICOS
CAPÍTULO 9: DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
CAPÍTULO 10: BIBLIOGRAFÍA
APÉNDICE
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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): Fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno Tardío
 9781407309613, 9781407339405

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BAR S2371 2012 BOURLOT ZOOARQUEOLOGÍA DE SITIOS A CIELO ABIERTO EN EL LAGO CARDIEL

B A R

South American Archaeology Series No 17 Edited by Andrés D. Izeta

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina) Fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno Tardío

Tirso Bourlot

BAR International Series 2371 2012

South American Archaeology Series No 17 Edited by Andrés D. Izeta

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina) Fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno Tardío

Tirso Bourlot

BAR International Series 2371 2012

Published in 2016 by BAR Publishing, Oxford BAR International Series 2371 South American Archaeology Series No. 17 Series Editor: Andrés D. Izeta Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina) © T Bourlot and the Publisher 2012 The author's moral rights under the 1988 UK Copyright, Designs and Patents Act are hereby expressly asserted. All rights reserved. No part of this work may be copied, reproduced, stored, sold, distributed, scanned, saved in any form of digital format or transmitted in any form digitally, without the written permission of the Publisher.

ISBN 9781407309613 paperback ISBN 9781407339405 e-format DOI https://doi.org/10.30861/9781407309613 A catalogue record for this book is available from the British Library BAR Publishing is the trading name of British Archaeological Reports (Oxford) Ltd. British Archaeological Reports was first incorporated in 1974 to publish the BAR Series, International and British. In 1992 Hadrian Books Ltd became part of the BAR group. This volume was originally published by Archaeopress in conjunction with British Archaeological Reports (Oxford) Ltd / Hadrian Books Ltd, the Series principal publisher, in 2012. This present volume is published by BAR Publishing, 2016.

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Este trabajo está dedicado a mis queridos padres Nestor y María Ester…

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

AGRADECIMIENTOS (Ea. La Siberia) por su gran amabilidad brindada en el campo durante las campañas arqueológicas. Las tareas de investigación de esta tesis se encuadran en un conjunto de proyectos que han sido y son financiados por diferentes organismos a quienes quiero agradecer. “Poblamiento humano y paleoambientes de las cuencas lacustres esteparias: arqueología de los lagos Cardiel y Strobel”, (PICT-98 n° 4511) y Poblamiento humano durante el Holoceno tardío en las mesetas basálticas Strobel y Cardiel Chico, Patagonia meridional (PICT-04 nº 26295). Ambos financiados a través de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. “Cazadores recolectores, paleoambientes y disponibilidad de espacios: el caso del lago Cardiel a través de las distribuciones artefactuales” (UNPA-UARG 29/A062), “Distribuciones, tecnología y poblamiento humano en la cuenca de los lagos Cardiel y Strobel (Santa Cruz)” (UNPA-UARG 29/A114) y “Cazadores recolectores de los lagos San Martín y Tar: su conocimiento y puesta en valor como fuente de desarrollo regional” (UNPA-UARG A/183/2), financiados por la Universidad Nacional de la Patagonia Austral. Por ultimo, el proyecto “La dinámica del poblamiento humano de las cuencas de los Lagos Tar y San Martín (Provincia de Santa Cruz) en relación con las variaciones paleoambientales del Holoceno” (PIP/CONICET nº 6405), financiado por el CONICET.

La realización de esta tesis fue posible gracias a la colaboración de muchas personas, a quienes quiero agradecer profundamente tanto en el plano profesional como en el personal. A mi director Rafael Agustín Goñi y a Juan Bautista Belardi, co-director de esta tesis por sus aportes, comentarios y el conocimiento que día a día me brindaron en todos los aspectos de mi formación durante estos años. Agradezco a la Dra. Mariana De Nigris, al Dr. Andrés Izeta y al Dr. Sebastián Muñoz por sus valiosos comentarios, realizados como jurados en la defensa de mi tesis, que permitieron mejorar este trabajo. Quiero expresar un agradecimiento muy especial a Jennifer Grant Lett Brown quien me ha acompañado en los momentos más importantes y me ha dado las fuerzas necesarias en los instantes más difíciles de este largo proceso. A ella todo mi cariño y mi agradecimiento por los consejos, lecturas, comentarios realizados a mi trabajo. A Ramiro Barberena, un amigo muy especial, quiero agradecerle los invalorables aportes que ha realizado sobre los manuscritos de algunos de los capítulos de esta tesis. Del mismo modo, quiero agradecer a Pancho Zangrando por sus comentarios y por la amistad que nos une. Aquí quiero agregar tres grandes amigos: Augusto Tessone, Javier Mussali y Luciano Pafundi. A esta gran banda, gracias por estar.

A todos...muchas gracias.

A las siguientes personas les agradezco su colaboración por la participación en diferentes aspectos de la tesis: Augusto Tessone, Gisela Cassiodoro, Anahí Re, Alejandra Aragone, Pablo Fernández, Diego Rindel, Cristian Kaufman, Alejandro Sunico, Willie Mengoni Goñalons, Victoria Horwitz, Cristian Favier Dubois. Todos ellos han realizado aportes y comentarios a la problemática desarrollada en esta tesis a lo largo de estos cinco años a través de charlas y discusiones, el paso de bibliografía, trabajos de campo, excavaciones, etc.

30 de marzo de 2009

Quiero dar las gracias a Angie Tiboli por la clasificación de algunos huesos de aves pertenecientes a las muestras analizadas en esta tesis. A las estancias Las Tunas, La Carlina, La Siberia, La Argentina, Dos hermanos, que se encuentran en las cercanías de la cuenca del lago Cardiel, por la hospitalidad brindada durante las campañas. A la familia Nuevo Delaunay (Ea. Las Tunas); a Don Víctor, Juan y Victoria

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

ÍNDICE Páginas Capítulo 1: Introducción y objetivos 1.1. Introducción……………...………………………………………………………..…………..……………………...1 1.2. Objetivo general………………………………………………………………………………….………………..….2 1.2.1 Caracterización del objetivo principal y sus objetivos específicos………………..……………………………...3 1.3. Hipótesis y expectativas arqueológicas.……………………………………………………………………….…..….4 1.3.1. Expectativas arqueológicas.…………………………………………..………………………………………..5 1.3.1.1. Expectativas arqueológicas para la hipótesis A y sus derivadas…………………………………...…..5 1.3.1.2. Expectativas arqueológicas para la hipótesis B………………………………………………………...5 1.3.1.3. Expectativas arqueológicas para la hipótesis C………………………………………...………………6 1.4. Organización de la tesis………………………………………………………………………………………..……..6 1.5. Síntesis…………………………………………………………………………………………………………….......7 Capítulo 2: Marco Teórico 2.1. Introducción…………………………………………………………………………………………………………..9 2.2. Conceptos generales……………………………………………………………………………………………….….9 2.2.1. La relación entre las poblaciones humanas y el ambiente…………………………………………………….9 2.2.2. Movilidad, subsistencia y uso del espacio en grupos cazadores-recolectores…….…………………………10 2.3. El análisis zooarqueológico y su vínculo con el uso de la analogía y los marcos de referencia…………………...11 2.4. La grasa animal en la dieta de grupos cazadores-recolectores desde la perspectiva nutricional………………….13 2.5. Síntesis………………………………….……...………………………………………………………………….....15 Capítulo 3: Principales características de los huesos y su vínculo con los rasgos morfológicos de las fracturas óseas 3.1. Introducción………………………………………………………………………………………………………....17 3.2. La biomecánica de los huesos y sus principales propiedades……………………………………………………....17 3.2.1. Composición y estructura ósea………………………………………………………………………….……17 3.2.2. Mecanismo de fracturas……………………………………………………………………………………....18 3.3. La morfología de las fracturas óseas en huesos largos de diferentes taxas: procesos y agentes…………………...19 3.3.1. El rol de la meteorización en la fractura de los restos óseos…….………………………………………..…22 3.4. Los alcances de la experimentación en la extracción de grasa ósea en huesos esponjosos…………...………23 3.5. El patrón de fractura y el índice de fractura fresca como una alternativa viable a ser evaluada a escala del conjunto……………………………………………………………………………………………………………...25 3.6. Síntesis……………………………………………………………………………..………………………...………25 Capítulo 4: Información etnoarqueológica sobre técnicas de procesamiento y extracción de nutrientes: sus implicaciones para el estudio de los patrones de fractura y niveles de fragmentación ósea en el registro arqueológico 4.1. Introducción……………………………………………………………….…….………………………………..…27 4.2. Transporte selectivo de partes y procesamiento final……………………….…..………………………………..…27 4.3. El caso Nunamiut……………………………………………………………….………………………………...…28 4.3.1. Marrow cake o esquimo ice cream……………………………………….………………………………..…28 4.3.2. Bone marrow…………………………………………………………………………………………….……28 4.3.3. Bone grease…………………………………………………………………………………………………...29 4.3.4. Bone juice………………………………………………………………………………………………….….29 4.4. Los datos etnoarqueológicos y la importancia de las técnicas culinarias en los estudios zooarqueológicos………29 4.5. Las crónicas de la Patagonia…………………………………………………………………………………..……30 4.6. Síntesis……………………………………………………………………………………………………………….31

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Índice

Tirso Bourlot

Capítulo 5: Metodología 5.1. Introducción……………………………………………………………………………………………………....…33 5.2. Registro y relevamiento de campo……………………………………………………………………………….…33 5.3. Procedimiento en el análisis faunístico…………………………………………………………………………..….34 5.4. Aproximación multivariada cultural y taxonómica…………………………….................................................……35 5.4.1. Prueba de atrición……………………………………………………………………………………….……35 5.4.2. Patrones de fractura y niveles de fragmentación ósea: un acercamiento metodológico a la discusión del procesamiento de las presas……………………………………………………….........................................37 5.4.2.1. Prueba de médula ósea……………………………………………………………………………...…37 5.4.2.2. Prueba de grasa ósea………………………………………………….……………………………….39 5.5. Otras líneas de evidencia no faunísticas consideradas……….………………………………………………..……39 5.6. Síntesis…………………………………………………………………...………………………………………..…39 Capítulo 6: Ambiente actual y escenario paleoambiental en la región de la cuenca del lago Cardiel 6.1. Introducción…………………………………………………………………………………………………...….…41 6.2. Principales características del ambiente actual del área de estudio…………..………………………………....…41 6.3. La información paleoambiental del área de estudio……………………………………………………………...…41 6.3.1. Escenario paleogeográfico durante el poblamiento del Holoceno tardío……………………………………43 6.4. Cronología y génesis del sector de médanos de la cuenca del lago Cardiel………………….………..…………...43 6.4.1. Características del sector este y sur de médanos del lago Cardiel………………………………………..…44 6.4.2. Formación espacial y temporal del los médanos del sector este y sur del lago Cardiel…………………..…44 6.5. Ambiente de depositación de restos óseos y la dinámica de los médanos……………………………………..……46 6.5.1. Suelos, sedimentos y procesos de erosión-estabilidad en los médanos del este y sur del lago Cardiel...........47 6.6. Síntesis…………………………………………………………………………………………………………….…49 Capítulo 7. Arqueología de la cuenca del lago Cardiel: un modelo de poblamiento tardío 7.1. Introducción…………………………………………………………………………………………………………51 7.2. Las investigaciones de las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel…………..……………………………….……..51 7.3. Modelo de poblamiento humano tardío en el lago Cardiel…………………………………………………………55 7.4. La muestra y las características de los sitios bajo estudio………………….………………………………………56 7.4.1. El sitio Grippa Sí Litto No (GSLN)………………………………………………………………………...…57 7.4.2. El sitio La Siberia 2 (LS2)………………………………………………..………………………………...…57 7.4.3. El sitio La Siberia 3, concentración 1 (LS3c1)…………………………………………………………….…57 7.4.4. El sitio La Siberia 5 (LS5)……………………………………………………………………………….....…58 7.4.5. Los sitios La Primera Argentina 1 y 2 (LPA1 y LPA2)…………………………………………………….…58 7.4.6. El sitio Médanos Sur 1 Sondeo 3 (MS1S3)……………………………………………………………..….…59 7.4.7. El sitio Médanos Sur Muestreo 4 (MS1M4)…………………………………………………...………...……59 Capítulo 8. Análisis y resultados de los datos zooarqueológicos 8.1. Introducción……………………………………………………………….……………………………………...…61 8.2. Caracterización de los conjuntos óseos del sector de médanos del lago Cardiel………….…………………….…61 8.2.1. Identificación taxonómica.................................................................................................................................61 8.2.2. Número mínimo de individuos y clases de edad en Lama guanicoe………………………………………….64 8.2.3. Representación de regiones anatómicas de guanaco……………………………………………………...…66 8.2 3.1. Patrones de representación anatómica…………………………………………………………...…66 8.2.4. Patrones y frecuencias de marcas de procesamiento antrópicas…………….……………………………....71 8.3. Prueba de atrición para los conjuntos faunísticos del sector bajo de médanos del lago Cardiel…..………………74 8.3.1. Perfil de meteorización de restos recuperados en estratigrafía y en superficie………………………...……74 8.3.1.2. Síntesis………………………………………………………………………………………….……78 8.3.2. Densidad mineral ósea y trasporte selectivo de partes anatómicas……………………………………….…78 8.3.2.1. Síntesis…………………………………………………………………………………………….…81 8.3.3. Altas temperaturas, meteorización, pérdida de humedad en los huesos largos y la fragmentación ósea postdepositacional………………………………..……………………………………………………………….81 8.3.3.1. Síntesis…………………………………………………………….…………………………………84 8.3.4. Otros índices y variables tafonómicas analizadas……………………………………………………………85

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. 8.4. Prueba de consumo de médula ósea………………………………………...………………………………………88 8.4.1. Índice de utilidad de médula ósea………………………………………..…………………………………...88 8.4.2. Intensidad de fragmentación ósea………………………………………..………………………………...…89 8.4.3. Índice de fractura fresca……………………………………………………………………………….......…91 8.4.3.1. Metapodios, falanges y astillas de huesos largos (LBN) en la conformación del índice de fractura fresca…………………………………………………………………………………………..……96 8.4.4. Extensión de la fragmentación para huesos con cavidad medular…..…………………………………….…97 8.4.5. Síntesis extracción de médula ósea………………….…………………..................................................……99 8.5. Prueba de la extracción de grasa ósea…………………...…………………………………………………………99 8.5.1. Índice de utilidad de grasa trabecular…………………………………...……………………………….…100 8.5.2. Frecuencia de huesos por tipo y tamaño……………………………………………………………………101 8.5.3. Extensión de fragmentación de huesos esponjosos……………………………………………………….…107 8.5.3.1. Extensión de la fragmentación de huesos esponjosos de guanaco……………..………….………107 8.5.3.2. Extensión de la fragmentación de huesos esponjosos de las muestras en general………..…….....110 8.5.4. Síntesis extracción de grasa ósea………………………………………………………………………....…111 Capítulo 9. Discusión y Conclusiones 9.1. Introducción………………………………………………………………………………………....………113 9.2. El registro zooarqueológico de sitios estratificados a cielo abierto……………………………………..…114 9.3. Variabilidad espacial y temporal en los patrones de subsistencia…...…………………………………..…115 9.4. Grasa animal y dieta humana………………………………………….……………………………………119 9.5. El aprovechamiento de la grasa medular………………………………...............................................……120 9.6. El aprovechamiento de la grasa trabecular…………………………….………………………………..…122 9.7. El registro arqueológico en médanos de las cuencas del lago Tar y Posadas-Pueyrredón y Salitroso……124 9.8. La integración de las mesetas altas adyacentes al modelo de poblamiento tardío propuesto para la región del lago Cardiel……………………………………………………………………………………………..125 9.9. Conclusiones……………………………………………………………………………………………...…127 Capítulo 10. Bibliografía..………………………………………..……………………………………………………131 APÉNDICE………………………………………..…………………………………………………………………...143

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Índice

Tirso Bourlot

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

Índice Tablas y Figuras   Páginas Figura 1.1. Ubicación regional de las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel……………………………………………1 Cuadro 1.1. Expectativas arqueológicas de la explotación de grasa ósea y medular (tomado de Outram 2001: 402403)………………………………………………………………………………………………………….6 Figura 2.1. Modelo de las diferentes estrategias alternativas que podrían adoptar los cazadores-recolectores del área de estudio para alcanzar la viabilidad biológica bajo las condiciones antes señaladas……..………………….14 Tabla 3.1. Algunos datos relevantes del estudio experimental sobre la extracción de grasas en el ciervo de cola blanca. Datos publicados por Church y Lyman (2003)…………………………………………………………...….23 Tabla 3.2. Algunos datos relevantes del estudio experimental sobre la extracción de grasas de tres carcasas de animales sudafricanos. Datos publicaos por Lupo y Schmitt (1997)…………………………………………………..24 Figura 6.1. Modelo del descenso del nivel de las aguas del lago Cardiel durante el Holoceno de acuerdo a las bermas/paleoplayas registradas por Stine y Stine (1990). Se señala en la margen Este y Sur del lago la disponibilidad de espacios que son colonizados luego por médanos, estableciéndose nuevos paisajes con cronologías relativas………………………………………………………………………………………...42 Figura 6.2. Área deprimida denominada “intermédano” que conforma una laguna temporaria en el margen este del lago Cardiel. Al fondo los espacios de médanos donde se localizan los sitios arqueológicos LPA1 y LPA2.......……………………………………………………...…………………………………………….44 Figura 6.3. Línea de tefra NAVZ localizada en el sitio GSLN y datada en 3010 años AP....…………..………………45 Figura 6.4. La fotografía señala túneles de roedores en el perfil norte del sitio LS2…………………………..………..48 Figura 6.5. La fotografía del perfil de la excavación del sitio MS1S3 donde se observa claramente dos niveles de fogones separados por una línea de 10 cm de sedimento arenoso……………………….…………...……..48 Figura 6.6. La fotografía del perfil de la excavación del sitio MS1M4 señalando la línea de fogón preservada in situ..48 Figura 6.7. Vértebras de guanaco halladas en posición anatómica original en la excavación del sitio GSLN….………48 Figura 6.8. Vértebras torácicas halladas fragmentadas y en posición anatómica en el nivel 1 de la excavación del sitio MS1S3………………………………………………………………………………………………………48 Figura 6.9. Sitio LS3c1 donde se observan las diferencias entre las zonas propensas a la erosión y a la acumulación de arenas………………………………………………………………….…………………………………….49 Figura 7.1. Estratificación de la cuenca del lago Cardiel de acuerdo a las geoformas identificadas……………………52 Tabla 7.1. Cronología (años AP) general disponible para las ocupaciones de la cuenca del lago Cardiel. Se detallan los fechados por sitio y según su ubicación alrededor del lago. (Bourlot et al. 2004; Goñi 2000-2002a; Goñi et al. 2005, 2007b, 2009)……………………………….………………..……………………………………...53 Figura 7.2. Ubicación de los sitios arqueológicos en el sector bajo de médanos de la margen este y sur del lago Cardiel……………………………………………………………………………………………………..56 Figura 7.3. Vista del alero y médano de GSLN localizado en la margen este del Cardiel……………………………...57 Figura 7.4. Vista de la excavación del sitio LS2 localizado en la margen este del lago Cardiel…………………..……57 Figura 7.5. Vista de la hoyada de deflación y el espacio excavado en el sitio LS3c1…………………………………..58 Figura 7.6. Vista de la excavación del sitio LS5………………………………………………………………………...58 Figura 7.7. Vista del sitio LPA2 y algunos ejemplos de los molinos relevados en la superficie del médano. Al fondo se observa el lago Cardiel……………………………………………………………………………………...59 Figura 7.8. Vista del médano y la excavación del sitio MS1S3…………………………………………………...…….59 Tabla 7.2. Principales propiedades del muestreo de excavación y superficie de los sitios arqueológicos analizadas en este trabajo………………..………………………………………………..…………………………………60 Figura 8.1. Frecuencia de especímenes (NSP) registrado en las muestras zooarqueológicas del sector bajo de médanos del lago Cardiel………………………………………………………………………………...……………61 Tabla 8.1. Diversidad de especies representadas (NISP) en los conjuntos zooarqueológicos del sector bajo de médanos del lago Cardiel……………………………………………………………………………………………...62 Figura 8.2. Tipos de moluscos marinos de origen Atlántico y Pacífico hallados en sitios del sector bajos de médanos de la cuenca del lago Cardiel, interior de la estepa Patagonia continental……………………………………..63 Figura 8.3. Representación en porcentajes de NISP de guanaco, artiodáctilo, indeterminados y el resto de los taxones mencionados en la Figura 2, para los sitios del sector bajo de médanos del lago Cardiel………………….63 Tabla 8.2. Índice de fragmentación (NSP/MNE) para los ocho conjuntos localizados en l sector bajo de médanos del lago Cardiel……………..………………………………………...……………………………………………….63 Figura 8.4. Correlación (rho Spearman) entre los valores del NISP de guanaco de cada muestra y su índice de fragmentación NSP/MNE (rs= -0,952 p>,01)………………………………...……………………………..63 Figura 8.5. MNI de guanaco discriminado de acuerdo a la región del esqueleto y al sitio arqueológico ………………64

 

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Índice Tablas y Figuras

Tirso Bourlot

Tabla 8.3. Perfil de mortandad de guanaco para los diversos conjuntos expresados en MNE y su valor porcentual…...65 Figura 8.6. Perfil de mortandad de guanacos de los conjuntos zooarqueológicos del sector este y sur de los médanos del lago Cardiel, expresados en porcentaje del MNE………………….………………………………………..65 Figura 8.7. Representación de las regiones del esqueleto de guanaco sobre el NISP porcentual para los conjuntos de los médanos del lago Cardiel……………………………………………………………………………………66 Figura 8.8. Comparación de los perfiles anatómicos de guanaco (MAU%) distribuidos en los médanos del lago Cardiel durante el Holoceno tardío…………………………………………………………………………………..67 Figuras 8.9. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio GSLN………………………………………………..…..67 Figuras 8.10. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio la LPA1…………………………………………..…….67 Figura 8.11. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio LPA2....………………...……………………………….68 Figura 8.12. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio LS2………………...……………………………………68 Figura 8.13. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio LS3c1……………………………..…………………….69 Figura 8.14. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio LS5……………………………………………...………69 Figura 8.15. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio MS1S3………………………………………………….70 Figura 8.16. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio MS1M4……………………………………………..…..70 Tabla 8.4. Correlación (rho Spearman) entre los valores del MNE de los conjuntos arqueológicos de los médanos del este y del sur de la cuenca del lago Cardiel………………………………………………….……………….71 Tabla 8.5. Frecuencia de especímenes con marcas de procesamiento registradas en los sitios bajo estudio……………72 Figura 8.17. Fémures de guanaco con rasgos de fractura fresca del tipo fractura transversal/marcado perimetral halladas en la excavación del sitio LS5……………………………………………………………………..………73 Figura 8.18. Huesos largos de guanaco con huellas de impacto y lascas adheridas para los sitios GSLN y MS1S3……………………………………………………………………………………………………...73 Figura 8.19. Sitio GSLN perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes……………………………………………………………………………………………...75 Figura 8.20. Sitio LPA1 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes….….…76 Figura 8.21. Sitio LPA2 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes………..76 Figura 8.22. Sitio LS5 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes………..76 Figura 8.23. Sitio LS2 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes………..77 Figura 8.24. Sitio LS3c1 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes……………………………………………………………………………………………...77 Figura 8.25. Sitio MS1S3 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes……………………………………………………………………………………………...78 Figura 8.26. Sitio MS1M4 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes……………………………………………………………………………………………...78 Tabla 8.6. Correlación (rho Spearman) entre la densidad mineral (DMO) y la representación de partes anatómicas de guanaco (MAU%) segmentadas de acuerdo a diferentes unidades de análisis……………………………..79 Tabla 8.7. Correlación (rho Spearman*) entre diversos índices de utilidad económica y la representación de partes anatómicas de guanaco (MAU%) para los ocho conjuntos arqueofaunísticos de los médanos del este y del sur del lago Cardiel………………………………………………………………………………………….80 Figura 8.27. Fragmento de diáfisis de tibia de guanaco recuperada en la superficie del sitio GSLN y remontada en el laboratorio………………………………………………………………….……………………………..82 Figura 8.28. Fragmento de diáfisis de tibia de guanaco recuperado en la superficie del sitio GSLN y reconstruida en el laboratorio. ………………………………………………………………………………………………...82 Figura 8.29. Fragmento de diáfisis de hueso largo de guanaco recuperada en la superficie del sitio GSLN y remontada en el laboratorio. Las flechas negras señalan la superficie de fractura post-depositacional……………….83

 

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Figura 8.30. Vértebra cervical de guanaco recuperada en la superficie del sitio GSLN. Se observa cómo el elemento se mantiene “entero”, con la pérdida de pequeñas astillas, salvaguardando su identidad taxonómica específica aún en estadios altos de meteorización…………………………………………………………………….83 Tabla 8.8. Variables tafonómicas y zooarqueológicas medidas sobre los conjuntos óseos (NISP) de los sitios de médanos del este y del sur del Lago Cardiel……………………………………..…………………………..85 Figura 8.31. Chulengo (Lama guanicoe) cazado por un puma en la cuenca del lago Salitroso (Provincia de Santa Cruz), verano de 2007……………………………………………..…………………………………….………...87 Figura 8.32. Húmero de chulengo (Lama guanicoe) con daños de procesamiento generados por un puma. Se observa la fractura espiral y las marcas de dientes asociadas…………………………………………………………87 Tabla 8.9. Correlación (rho Spearman) entre los valores del índice de utilidad de médula (MO) y la representación partes anatómicas de guanaco (MAU%) para los ocho conjuntos zooarqueológicos de los médanos del este y del sur del lago Cardiel…………………………………………………………………………………..89 Tabla 8.10. Cálculo del índice de intensidad de fragmentación para los conjuntos zooarqueológicos provenientes de los sitios de médanos del este y sur del lago Cardiel…………………………………………………………...90 Figura 8.33. Relación hipotética entre el MNI, NISP y el nivel de fragmentación, publicada por Marshall y Pilgram (1993:266, Figura 3)……………………………………………………………………………………….90 Tabla 8.11. Cálculo del Índice de Fractura Fresca (IFF) para los ocho conjuntos arqueológicos de los médanos del este y sur del lago Cardiel…………………………………………………………………………………….….92 Figura 8.34. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio GSLN………………………………………………………………………………………………………92 Figura 8.35. Diáfisis de huesos largos de guanaco fracturados en estado fresco, fueron recuperadas en la excavación y sobre la superficie del médano del sitio GSLN………………………………………………………..…..92 Tabla 8.12. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto GSLN………………………………………………………………………………………………………93 Figura 8.36. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio LPA1……………………………………………………………………………………………………...93 Tabla 8.13. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto LPA1……………………………………………………………………………………………………….93 Figura 8.37. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio LPA2…………………………………………………………………………………………………….93 Tabla 8.14. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto LPA2……………………………………………………………………………………………………….94 Figura 8.38. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio LS2…94 Tabla 8.13. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto LS..…………………………………………………………………………………………………………94 Figura 8.39. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio LS5…94 Tabla 8.16. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto LS5…………………………………………………………………………………………………………95 Figura 8.40. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio LS3c1……………………………………………………………………………………..........................95 Figura 8.41. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio MS1S3…………………………………………………………………………………...........................95 Figura 8.42. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio MS1M4……..…………………………………………………………………………..………………...95 Tabla 8.17. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto LS3c1…………………………………………………………………………………….…………….…..95 Tabla 8.18. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto MS1S3……………………………………………………………………………...………………………96 Tabla 8.19. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto MS1M4…………………………………………………………………………………………………….96 Tabla 8.20. Cálculo del IFF para aquellos tipos de huesos cuyos valores promedios son los más altos en la mayoría de los conjuntos bajo estudio de los médanos del lago Cardiel………………….…………………………….97 Tabla 8.21. Porcentaje de huesos con cavidad medular en estado entero para los conjuntos óseos de los médanos del este y sur del lago Cardiel………………………………………………………………………………….98 Tabla 8.22. Coeficiente de correlación entre los valores del índice de utilidad de grasa trabecular y la representación partes anatómicas de guanaco (MAU%) en los ocho conjuntos zooarqueológicos de los médanos del este y sur del lago Cardiel……………………………………………………………………………………….100 Figura 8.43. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio GSLN…………………………………..………………....101 Figura 8.44. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio LPA1……………………………………………………...102

 

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Índice Tablas y Figuras

Tirso Bourlot

Figura 8.45. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio LPA2……………………………………………………...102 Figura 8.46. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio LS5………………………………………..………………103 Figura 8.47. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio LS2………………………………………………………..103 Figura 8.48. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio LS3c1……………………………………………………..104 Figura 8.49. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio MS1S3……………………………………………………104 Figura 8.50. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio MS2M4…………………………………………………...104 Figura 8.51. Proporción de tipos de hueso distribuido de acuerdo a la clase de tamaño para los ocho conjuntos zooarqueológicos de los sitios de médanos del este y sur del Lago Cardiel…………………………….105 Figura 8.52. Las fotografías muestran grupos de fragmentos esponjosos de diversos tamaños provenientes de los sitios MS1S3, MS1M4 y LS3c1………………………………………………………………………………...106 Tabla 8.23. Frecuencia (NISP) y porcentaje de huesos enteros y “partes” de guanaco para los conjuntos de los médanos del este y sur del lago Cardiel………………………………………………………………………...……108 Tabla 8.24. Frecuencia (NISP) y porcentaje de huesos enteros y “partes” de la región axial de guanaco para los conjuntos de los médanos del este y sur del lago Cardiel………………………………………………...109 Tabla 8.25. Frecuencia (NISP) y porcentaje de huesos enteros y “partes” de la región apendicular de guanaco (se excluyen los huesos pequeños) para los conjuntos de los médanos del este y sur del lago Cardiel………………………………………………………………………………………………...…..109 Tabla 8.26. Frecuencia (NISP) y porcentaje de elementos enteros de huesos chicos de la región apendicular de guanaco para los conjuntos de los médanos del este y sur del lago Cardiel…………………………………..…….110 Tabla 8.27. Correlación Spearman entre el porcentaje de elementos esponjosos enteros y “partes” de guanaco y el rendimiento de grasa ósea* para los conjuntos de los médanos del este y sur del lago Cardiel………………………………………………………………………………………………..…...110 Tabla 8.28. Estadística descriptiva de la fragmentación de especímenes esponjosos de la muestra general de los conjuntos de médanos del este y sur de la cuenca del lago Cardiel………………………………………111 APENDICE Tabla 1. Valores de medidas para guanaco del sitio GSLN…………………………………………...……………….144 Tabla 2. Valores de medidas para guanaco del sitio LPA1…………………………………………………………….145 Tabla 3. Valores de medidas para guanaco del sitio LPA2………………………………………………………….....146 Tabla 4. Valores de medidas para guanaco del sitio LS2……………………………………………………………....147 Tabla 5. Valores de medidas para guanaco del sitio LS3c1…………………………………………………………....148 Tabla 6. Valores de medidas para guanaco del sitio LS5……………………………………………………………....149 Tabla 7. Valores de medidas para guanaco del sitio MS1S3…………………………………………………………...150 Tabla 8. Valores de medidas para guanaco del sitio MS1M4………………………………………………………….151 Tabla 9. Frecuencia y porcentaje de especímenes de guanaco en estadios de meteorización. Se discrimina la proveniencia de los especímenes y su aporte al porcentaje total………………………………………...….152 Tabla 10. Frecuencia y porcentaje de especímenes de guanaco en estadios de meteorización. Se discrimina la proveniencia de los especímenes y su aporte al porcentaje total……………………………………….….152 Tabla 11. Frecuencia y porcentaje de especímenes de guanaco en estadios de meteorización. Se discrimina la proveniencia de los especímenes como muestras independientes……………………………..…………..152 Tabla 12. Frecuencia y porcentaje de especímenes de guanaco en estadios de meteorización. Se discrimina la proveniencia de los especímenes como muestras independientes…………………………………………153

 

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

 

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

CAPÍTULO 1 INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS necesariamente contiguos ampliándose con ello los rangos de acción logísticos implementados (Goñi et al. 2006). En este contexto, las cuencas de los lagos Cardiel/Strobel (Belardi et al. 2003; Goñi et al. 2004, 2005), Posadas-Pueyrredón-Salitroso (Goñi 2000; Goñi y Barrientos 2004; Goñi et al. 2000-2002), así como también el lago Argentino (Belardi y Borrero 1999; Borrero y Franco 2000) y la cuenca Tar-San Martín (Belardi et al. 2007, 2008b) han tenido un papel protagónico en dicho proceso, dado que han sido zonas más o menos utilizados en términos de relocalización de las poblaciones a través del tiempo debido a cambios en sus patrones de explotación del ambiente y sus recursos.

1.1. Introducción Las poblaciones humanas que habitaron la estepa patagónica interactuaron a lo largo del tiempo con escenarios geográficos cambiantes (Goñi 1988) dentro de los cuales se destacan las cuencas lacustres como espacios dinámicos concentradores de grupos humanos (Goñi et al. 2005). Durante los últimos 2500 años se registraron importantes fluctuaciones climáticas que reflejan una tendencia hacia una humedad decreciente en la región, con una consiguiente reducción en la disponibilidad de fuentes de agua (Stine y Stine 1990; González 1992; Gilli et al. 2000). Esto habría generado nuevos escenarios ambientales y la incorporación de nuevos espacios, alcanzando su punto más alto con grandes sequías registradas hacia los 900 años AP, en la denominada Anomalía Climática Medieval (Stine 1994). El Holoceno tardío, que comprende los últimos 2500 años, ha sido caracterizado como aquel que sucediera bajo las nuevas condiciones ambientales que habrían afectado la movilidad y el patrón de asentamiento de los grupos cazadores-recolectores. En este sentido, durante el Holoceno temprano y medio -10000 a 2500 años AP-, la logística y la residencialidad habrían estado unidas en un mismo espacio. Por el contrario, se postula que en el tardío los espacios residenciales se disocian de los logísticos donde se incorporan sectores no

Los resultados de las investigaciones que aquí se presentan provienen del lago Cardiel que tiene la particularidad de ser una cuenca baja esteparia única en la región, lo que la transforma en un punto estratégico para las poblaciones humanas de cazadores-recolectores (Goñi et al. 2005). El Cardiel se ubica en el centro oeste de la provincia de Santa Cruz, en la Patagonia argentina (49º 00` Sur y 71º 45` Oeste) en la cota de 270 msnm (Ramos 1982), mientras que la cuenca del lago Strobel lo hace en una altitud de 700 msnm. Ambas cuencas endorreicas están unidas por la meseta basáltica del Strobel que alcanza una cota máxima de 1200 msnm (Figura 1.1).

Figura 1.1. Ubicación regional de las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel

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Capítulo 1 Introducción y objetivos

Tirso Bourlot

La cronología disponible para las ocupaciones humanas datadas por radiocarbono permiten incorporarla dentro de la discusión del poblamiento de Patagonia austral con asentamientos predominantemente tardíos que coinciden con los momentos de mayor aridez regional (Goñi 20002002a). La evidencia arqueológica de la región estaría señalando que la nueva configuración ecológica del Holoceno tardío influyó en la jerarquización de los espacios en función de sus características ambientales (Goñi 1988; Goñi et al. 2004).

conocimiento del pasado. En este sentido, el objetivo general de la presente tesis es evaluar el papel de los sectores bajos de médanos del lago Cardiel en términos de las estrategias de grupos cazadores-recolectores implementadas en la cronología propuesta y su inclusión a nivel suprarregional dentro de la dinámica del poblamiento tardío de Patagonia meridional. Asimismo, se busca señalar la importancia que presentan los médanos como depósitos arqueológicos estratificados a cielo abierto para la arqueología del interior de Patagonia.

Diversas investigaciones en curso plantean la importancia que tienen los ambientes caracterizados por médanos en la cuenca del lago Cardiel, dado que se presentarían como lugares preponderantes de la región en el sistema de asentamiento de cazadores-recolectores durante el Holoceno tardío (Bourlot 2004, 2007; Savanti et al. 2004). De acuerdo a investigaciones llevadas a cabo en distintas cuencas del interior de Santa Cruz (Aragone 2009; Aragone et al. 2004; Belardi et al. 2008a y b; Borrero et al. 1998-1999; Bourlot et al. 2008; Cassiodoro et al. 2004; Goñi et al. 2007b; Muñoz 1999; Re 2006; Re y Aragone 2007), estas geoformas exhiben la característica de un registro arqueológico diverso y variado, cuya estructura difiere de la registrada en otros ambientes (Belardi et al. 2003; Bourlot 2004; Savanti et al. 2005). Este carácter señalaría las cualidades singulares de los médanos como espacios atractivos para ser habitados bajo condiciones particulares. Esta problemática está aportando datos significativos a los proyectos que relevan cuencas bajas esteparias como la del lago Cardiel, donde se plantea que las mismas habrían funcionado como concentradoras de poblaciones humanas en el Holoceno tardío -dadas las condiciones ambientales cada vez más áridas (Goñi et al. 2004, 2005). Tales grupos habrían reducido su movilidad residencial (sensu Binford 1980) y se habrían nucleado en espacios seleccionados según presenten éstos ciertos recursos básicos -agua, leña, reparo y alimentos-, que permitirían la instalación de campamentos de tiempo prolongado y a su vez la implementación de estrategias logísticas para la explotación de determinados recursos (Goñi 2000; Goñi et al. 2000-2002). La estrategia adoptada conjuga el uso de estas zonas bajas con las mesetas altas adyacentes que se integran de manera complementaria (Aragone y Cassiodoro 2005-2006; Belardi y Goñi 2003; Rindel et al. 2007) reflejando ocupaciones humanas en una escala suprarregional donde la clave habría sido la explotación de una variedad de nichos con rasgos ambientales y ecológicos distintivos que ofrece esta porción de la estepa patagónica.

El tema planteado tiene varios aspectos que destacan su singularidad. En primer lugar, el sector bajo de médanos del este y sur del lago sufrió fuertes modificaciones provocadas por el descenso del nivel de las aguas en los últimos 2500 años (Gilli 2003; Stine 1994, 2000; Stine y Stine 1990). Además, ocupan un gran espacio alrededor de la cuenca, siendo un ambiente sedimentario que presenta problemáticas arqueológicas particulares dada su capacidad para la preservación de la evidencia zooarqueológica bajo ciertas condiciones (Bourlot 2004). Se convierten así en espacios metodológicamente significativos en tanto aportan datos a la discusión sobre patrones de procesamiento de presas, asentamiento y movilidad de las poblaciones humanas del pasado. En este sentido, pueden ofrecer un tipo de información zooarqueológica distinta -en sentido amplio- de aquellos conjuntos faunísticos que se presentan bajo otras condiciones, como paredones rocosos, aleros o cuevas, usualmente estudiados en la región patagónica (Borrero 1987; Bourlot 2007). En tercer lugar, el hecho mismo de fechar por radiocarbono las muestras zooarqueológicas permite contextualizar la información tecnológica, preponderantemente lítica, recuperada en superficie e integrar diferentes tipos de registro en un paisaje arqueológico a cielo abierto verdaderamente complejo e interesante para estudiar el uso del espacio. En ese sentido, la cronología disponible señala ocupaciones humanas durante el Holoceno tardío exclusivamente, momento en el cual la cuenca está siendo más intensamente utilizada (Goñi et al. 2004). En cuarto lugar, los sectores bajos de médanos de la cuenca del lago Cardiel presentan una oferta de recursos importantes abundante leña, agua y recursos animales- para los grupos cazadores-recolectores (Belardi et al. 2003; Bourlot 2004; Savanti et al. 2004). Sus particularidades ecológicas y topográficas (Bullard 1997; Oliva et al. 2001) se habrían potenciado en un marco de características ambientales regionales que manifiestan un notable descenso de la humedad ambiental.

1.2. Objetivo general El interés de estudiar paisajes arqueológicos (Anschuetz et al. 2001; Belardi et al. 2003) como resultantes de la interacción entre las poblaciones humanas y el escenario geográfico del pasado implica necesariamente considerar y poner en discusión, junto con la información obtenida del análisis faunístico, el aporte de otras líneas de evidencia arqueológicas que están siendo desarrolladas por otros investigadores en la región. Asimismo, también se integra y se trabaja de forma estrecha con datos

En el marco de tales conocimientos e ideas surgen constantemente nuevas preguntas relacionadas con estrategias de comportamiento humano referidas a la utilización del espacio, la movilidad asociada y la subsistencia. Estas estrategias requieren de nuevas aproximaciones para alcanzar un mayor grado de resolución en las preguntas que se le hacen al registro arqueológico dirigidas a profundizar nuestro propio

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. (Aragone et al. 2004; Bourlot 2004; Savanti et al. 2004; Bourlot 2007) con el fin de conocer la confiabilidad de los conjuntos óseos para la interpretación de las acciones culturales.

paleoambientales y paleoclimáticos del área (Gilli 2003; Stine 1994, 2000; Stine y Stine 1990) estableciendo las condiciones climáticas del pasado y las consecuencias más notorias para examinar el proceso de poblamiento tardío.

Es preciso señalar que el estudio de la dinámica de sedimentación que sufren estos ambientes de médanos, donde se recuperaron las muestras bajo estudio y su efecto en el registro, aporta información relevante y es una fuente importante de datos comparativa con investigaciones de carácter tafonómico que se realizan en la región (Belardi et al. 2007, 2008a; Rindel y Belardi 2006; Savanti 2002). La preservación del registro faunístico en depósitos estratificados a cielo abierto es diversa dado que los restos óseos que permanecen enterrados tienen buenas probabilidades de conservación (Bourlot 2004, 2007; Savanti et al. 2004), mientras que por el contrario, al quedar expuestos la supervivencia de los conjuntos se ve afectada (Belardi et al. 2008a; Borrero et al. 1998-1999) por una variedad de fuerzas atricionales que podrían simultáneamente fragmentar los huesos descartados por humanos y simular patrones de comportamientos producidos por humanos relacionados con actividades de subsistencia.

1.2.1. Caracterización del objetivo principal y sus objetivos específicos El objetivo principal está dirigido al análisis de los restos arqueofaunísticos para discutir aspectos de la subsistencia en términos de diversidad de recursos explotados, representación de partes anatómicas, patrón de fractura y niveles de fragmentación ósea con el fin de conocer en mayor profundidad el modo de procesamiento y consumo de las presas en relación con la distribución en el esqueleto de los principales nutrientes alimenticios disponibles -carne, grasa medular y grasa ósea- y de otros recursos no comestibles. Ello permitirá evaluar las posibles estrategias dietarias implementadas al tiempo que proporcionará información relevante para comprender el uso humano de este ambiente y el papel que dichas estrategias ocuparon en el sistema de movilidad y asentamiento a nivel local y regional. Estos son aspectos clave en el estudio del comportamiento y la organización de las sociedades cazadoras-recolectoras que poblaron el área en el pasado.

Los tercer y cuarto objetivos específicos, están orientados a discutir el patrón de procesamiento final de las presas y la explotación de nutrientes alojados en el interior de los huesos. El primero de ellos se centra en estudiar el consumo de médula ósea, mientras que el segundo se focaliza en el procesamiento de los huesos para la extracción de grasa trabecular. Ambos buscan evaluar las estrategias de procesamiento en la obtención de la grasa animal para las poblaciones que ocuparon los campos de médanos del lago Cardiel. En este sentido, aquellas sociedades que poseen una economía de subsistencia donde el consumo de carne es el principal alimento en la dieta y ésta se caracteriza por ser magra -como en el caso del guanaco-, la grasa como recurso energético es un elemento de gran importancia si los carbohidratos no son consumidos o simplemente se encuentran en una proporción mínima de la dieta total (Borrero 1986; Cordain et al. 2000; Mateos 2002; Outram 1999; Outram y Mulville 2005; Speth 1983; Speth y Spielmann 1983). Esto requiere desde lo económico considerar al procesamiento y el consumo final de las presas, la fragmentación de los huesos, como un factor esencial en la estructuración del registro zooarqueológico en términos de la frecuencia de partes representadas y el estado fragmentario de los restos óseos, es decir, una caracterización de grano fino de las muestras bajo estudio (Bourlot 2007).

El análisis zooarqueológico que se presenta en esta tesis consta de una muestra total de 6518 especímenes, provenientes de ocho sitios a cielo abierto ubicados en los sectores bajos de médanos del este y del sur del lago Cardiel situado en el interior de Patagonia meridional. El estudio de los restos óseos apunta a poner de relieve la importancia que estos depósitos arqueológicos en médanos -sus arqueofaunas especialmente- tienen para la arqueología de la región. Para ello ha sido necesario diagramar el diseño de investigación en objetivos específicos segmentados en varios ejes temáticos que apuntan a caracterizar las arqueofaunas y su ambiente de depositación a partir de la aplicación de un enfoque tafonómico multivariado (Bar-Oz y Dayan 2003; GiffordGonzález 1991; Lyman 1994; L` Heureux y Borrero 2002; Munro y Bar-Oz 2004). Este enfoque provee de herramientas metodológicas para evaluar procesos culturales y naturales en la formación de los conjuntos orientados a resolver la equifinalidad en los estudios zooarqueológicos (Lyman 1994; Rogers 2000). De este modo, el primer objetivo específico aplicado a los ocho depósitos arqueológicos mencionados es la caracterización general de sus arqueofaunas con el interés centrado en describir su composición. Ello implica la identificación de la diversidad taxonómica destacando los principales taxones representados, el número mínimo de individuos para cada taxón identificado así como también aspectos relacionados con la abundancia de partes anatómicas y el perfil etario de determinadas presas.

Los resultados que se obtengan del análisis del registro zooarqueológico de los médanos del lago Cardiel no serán interpretados de manera aislada, es decir, teniendo sólo en consideración la propia información faunística, dado que ello podría limitar nuestro entendimiento del registro arqueológico, su formación y las conductas humanas que lo generaron en el pasado. En este sentido, es necesario conocer el paisaje arqueológico (Anschuetz et al. 2001; Binford 1987; Wandsnider 1981) por lo que

El segundo objetivo específico está dirigido a evaluar la integridad de las muestras óseas (sensu Binford 1981) localizadas en ambientes dinámicos de médanos

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Capítulo 1 Introducción y objetivos

Tirso Bourlot

es preciso agregarle a este trabajo otro objetivo, que se desprende del objetivo general de esta tesis que ha sido previamente señalado. Así pues un quinto objetivo específico apunta a evaluar, para el sector de médanos del lago Cardiel, el grado de consistencia que se piensa existe entre su formación en el Holoceno tardío y su utilización efectiva por parte de los grupos cazadores-recolectores. Alcanzar dicho propósito requiere trabajar con indicadores ambientales, aspectos de su formación, cronología y los recursos asociados a ellos. Asimismo, se plantea establecer las cualidades más notables de estas geoformas que se presentan como lugares atractivos dentro de un contexto de ocupación residencial, colocándolos en perspectiva con otros sectores de la cuenca. De este modo, se busca generar información que permita discutir paisajes arqueológicos a través de la integración de esta información con la evidencia arqueológica en general.

relevado llevaron a nuevas preguntas referidas a la movilidad y la subsistencia de los grupos humanos (Bourlot 2007; Bourlot et al. 2008), así como también a temáticas vinculadas a la confiabilidad de las muestras óseas (Belardi et al. 2008a; Bourlot 2007). Tales interrogantes que se profundizan en esta tesis transcienden la discusión en el marco de los espacios del interior del lago Cardiel -los cuales presentan nuestro principal interés-, para expandirse hacia otras cuencas lacustres de Patagonia desde un punto de vista comparativo. Se accederá así a una perspectiva más amplia del uso de estos espacios constituidos por médanos en el interior de Patagonia, generando al mismo tiempo datos comparables con otras cuencas lacustres. La importancia de ello reside también en que dichas cuencas serían espacios geográficos relevantes dado que concentrarían poblaciones humanas, sobre todo en momentos del Holoceno tardío.

Por último, esta tesis tiene el interés dentro de una escala de mesoregión dentro de la cuenca Cardiel/Strobel y posteriormente en un nivel supraregional -macroregión (sensu Dincauze 2000)- caracterizar la cuenca del lago Cardiel en términos comparativos generales con otros sectores bajos y altos del interior de la estepa patagónica. De esta manera, el sexto objetivo específico de esta tesis es integrar comparativamente -en el capítulo de la discusión- los resultados aquí alcanzados con investigaciones que se desarrollan en la cuenca Cardiel/Strobel, por un lado, y en segundo termino respecto de otras cuencas tales como los lagos Tar y San Martín (Belardi et al. 2007; Belardi et al. 2008a y b; Espinosa et al. 2007) y Posadas-Pueyrredón-Salitroso (Aragone 2007, Cassiodoro et al. 2004; Cassiodoro y Tchilinguirian 2007; Re y Aragone 2007). El propósito es discutir si las expectativas generadas en los médanos del lago Cardiel tienen un correlato en otras zonas lacustres de Santa Cruz. Al mismo tiempo, comparar con otros espacios como las mesetas altas circundantes buscando diferencias y similitudes (Aragone y Cassiodoro 20052006; Belardi et al. 2007; Cassiodoro 2008; Re et al. 2005; Re et al. 2006-2007; Re et al. 2007; Rindel et al. 2007). Se busca con ello integrar la problemática del uso de los espacios bajos de médanos con otros sectores de la región patagónica y contribuir al conocimiento de la dinámica del poblamiento humano tardío de la región.

En otras palabras, los objetivos planteados en esta tesis se centran en estudiar la variabilidad en términos de estrategias de explotación de los recursos y el uso del espacio en ambientes de médanos de zonas lacustres. Para ello se plantea una serie de hipótesis que se detallan a continuación con el objeto de poner a prueba nuestras ideas sobre el comportamiento humano del pasado para el área bajo estudio. Hipótesis A: los sectores bajos de médanos del lago Cardiel presentan rasgos ambientales y topográficos agua, abundante leña, reparo y espacios propicios para la caza- que lo convierten en un lugar residencial adecuado, en términos de un espacio de bajo riesgo (sensu Borrero 1994-1995) dentro del circuito de asentamiento anual de los grupos cazadores-recolectores, utilizado de manera redundante en el Holoceno tardío (últimos 2500 años AP). Hipótesis derivada A.1: los ambientes caracterizados por médanos presentan un uso diferencial más diversificado y generalizado respecto de otros sectores de la cuenca del lago Cardiel durante el Holoceno tardío. Hipótesis B: las necesidades dietarias de ingesta de alimentos y las altas exigencias energéticas requeridas por los grupos humanos para alcanzar la viabilidad biológica en el interior de la estepa patagónica, caracterizada como un ambiente de tipo marginal de baja diversidad de recursos, habría requerido de la implementación de una estrategia económica de optimización de la grasa animal, un recurso alimenticio crítico en la región.

1.3. Hipótesis y expectativas arqueológicas La información producida por el equipo de investigación atacando diferentes líneas de evidencia arqueológica faunística, tecnológica, tafonómica, bioarqueológica- y ambiental -paleoclima, ecología isotópica- permite sostener por el momento la hipótesis general sobre el poblamiento tardío de la región (Goñi et al. 2007b). En este concepto poblacional los sectores bajos de médanos han arrojado un tipo de información particular, sobre la base de registro arqueológico que se estructura en el paisaje de manera diferente y singular en relación con otros espacios dentro y fuera de la cuenca (Belardi et al. 2003, 2007; Bourlot 2004; Savanti et al. 2004, 2005). De este modo, los ambientes de médanos y el material allí

Hipótesis C: derivada del modelo general de poblamiento regional. En una escala regional existe un uso diferencial de los sectores bajos de las cuencas lacustres y las mesetas altas circundantes que sería reflejo de la implementación de estrategias de movilidad y asentamiento específicas del Holoceno tardío, marcada por las particularidades de cada uno de estos grandes ambientes.

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. determinados puntos del espacio con una tendencia hacia tareas múltiples y planificación de futuras ocupaciones. El uso recurrente del espacio debería indicarse a partir de una distribución amplia y homogénea de artefactos dentro de la geoforma con densidades mayores en ciertos puntos del espacio. Asimismo, la diversidad artefactual, medida a partir de la variedad de instrumentos presentes en un conjunto, se espera sea alta en comparación con otras geoformas adyacentes dentro de la cuenca (Belardi et al. 2003; Goñi et al. 2005, 2007b).

1.3.1. Expectativas arqueológicas Datos obtenidos en la cuenca del lago Cardiel para los sectores de médanos (Aragone et al. 2004; Bourlot 2004; Savanti et al. 2004) han planteado su importancia en el Holoceno tardío, momento en que la cuenca está siendo muy frecuentemente ocupada por grupos humanos (Belardi et al. 2003; Goñi 2000-2002a; Goñi et al. 2005). Las evidencias de restos óseos, la tecnología y la cronológica proveniente de sitios estratificados a cielo abierto y de recolecciones en superficie, han permitido generar expectativas para el registro arqueológico, tanto a nivel conductual como a nivel de formación del mismo para el sector de médanos. En tal sentido, se espera cierta variabilidad respecto de otros sectores de la cuenca en términos de recursos explotados y de preservación del registro zooarqueológico. Así, es preciso exponer las expectativas zooarqueológicas de cada una de las hipótesis que han sido planteadas en términos de implicancias contrastadoras.

En la dimensión temporal amplia se espera que haya consistencia entre los fechados radiocarbónicos de las ocupaciones humanas localizadas en los diferentes niveles altitudinales y el descenso de las aguas del lago y la posterior formación de los nuevos espacios de médanos. Por su parte, se plantea la expectativa de una intensidad para las ocupaciones humanas que deberían reflejarse para los últimos 2500 años sobre la cronología de los asentamientos bajo estudio. Por otro lado, se propone como expectativa que los ambientes representados por médanos en la cuenca habrían sido utilizados de forma recurrente en el Holoceno tardío, con asentamientos de diversas características (Savanti et al. 2004). Espacialmente, la alta recurrencia producto de un espacio geográfico con cualidades habitacionales óptimas -reparo, combustible, diversidad de alimentos, agua y un espacio propicio para la caza- permitiría sostener asentamientos de mayor permanencia y con alta planificación en la movilidad. Asimismo, se espera para las ocupaciones humanas un amplio rango de actividades relacionadas con la subsistencia y la manufactura de artefactos que se llevarían a cabo en estos espacios. En este sentido, el registro se expresa acorde a cierta estructuración (Belardi et al. 2003; Bourlot 2004; Goñi et al. 2005; Savanti et al. 2004).

1.3.1.1. Expectativas arqueológicas para la hipótesis A y su derivada A nivel de los conjuntos zooaqueológico la expectativa es un patrón con una distribución heterogénea en el paisaje donde las distintas etapas de procesamiento se verían representadas. En consecuencia, se espera alta variabilidad intersitio respecto a la representación diferencial de las partes del esqueleto de la principal presa explotada. Asimismo, la variación también se pronunciaría en la distribución y frecuencia de tipos de huellas de procesamiento, el nivel y patrón de la fragmentación ósea, todos ellos resultado de las distintas etapas de procesamiento representadas a lo largo del paisaje. Por su parte, también se espera que entre los conjuntos zooarqueológicos exista una variación en la representación de los grupos etarios de guanaco que señalen ocupaciones en diferentes momentos del año.

1.3.1.2. Expectativas arqueológicas para la hipótesis B En una escala espacial más amplia, donde se añaden comparativamente otros sectores de la cuenca con otro tipo de características habitacionales, se espera que el uso del espacio sea diferente, es decir, lugares de asentamientos más estables -médanos- en contraposición a espacios con ocupaciones humanas de carácter más esporádicas, de tránsito y/o baja permanencia estacional cañadones del oeste y meseta baja y alta-, donde las diferencias más notables estarían señaladas a través de distintos valores de MNI, variaciones en la representación de los patrones de fragmentación ósea, las huellas culturales y en la densidad de restos óseos, entre otros.

Para la hipótesis B, referida a la explotación de grasa medular y grasa trabecular, es esperable que la actividad humana deje evidencia perdurable de una forma particular en el patrón de fractura y fragmentación de los restos óseos. El grado en que la grasa ósea es explotada por grupos humanos puede ser modelado a partir de expectativas atribuibles al registro zooarqueológico, particularmente a los patrones de fractura y los niveles de fragmentación ósea vinculada (Outram 1999, 2001). Asimismo, siguiendo a este autor se propone para el caso de estudio cinco posibles escenarios ligados a la problemática de la explotación de grasa ósea y medular (Cuadro 1.1), en cada uno de los cuales podrían esperarse distintos patrones de fragmentación y fractura en el conjunto óseo generado bajo tales circunstancias.

Si bien el centro de esta tesis involucra al registro zooarqueológico, para entender en mayor profundidad el carácter de las ocupaciones humanas de los médanos del lago Cardiel , es necesario tener presente algunos aspectos tecnológicos generales que deberían estar asociados a las expectativas faunísticas señaladas. En este sentido, se espera un patrón tecnológico que refleje las pautas de asentamiento indicadas para el sector de médanos, es decir, un equipamiento tecnológico en

Dichas expectativas arqueológicas estarán condicionadas por aquellos procesos tafonómicos que pudieran generar fractura y fragmentación en los conjuntos óseos, distorsionando y minimizando los patrones mencionados. Por su parte, la variabilidad de expectativas desarrolladas

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Capítulo 1 Introducción y objetivos

Tirso Bourlot

en el Cuadro 1.1 señala que los patrones de fractura y fragmentación pueden ser diversos de acuerdo a diferentes situaciones. De modo que para una contrastación ajustada de las implicaciones arqueológicas indicadas se deberán considerar aspectos contextuales

particulares tales como los ambientales -la diversidad de recursos disponibles en el ambiente-, temporales -la estacionalidad- y espaciales -la localización y funcionalidad del sitio.

Cuadro 1.1. Expectativas arqueológicas de la explotación de grasa ósea y medular (tomado de Outram 2001: 402-403) Contexto sistémico a) La grasa medular y trabecular no es explotada

b) Sólo la médula ha sido explotada

c) Explotación completa de la médula y la grasa trabecular contenida en los huesos

d) El procesamiento de grasa ósea y medular no se realiza de forma completa. Diferentes elementos producen diferentes grasas. Por ejemplo, se pueden seleccionar para procesar las articulaciones apendiculares pero no lo elementos axiales. e) Alternativamente, pudo haber una menor intensidad en la producción de grasas ósea, mas que una selección de ciertos elementos que dejan un procesamiento incompleto.

Contexto arqueológico -huesos depositados enteros o con algún daño limitado producto de la matanza y depostamiento inicial de la presa. -Daños por causas del aprovechamiento del hueso como materia prima para fines tecnológicos. Los daños comentados antes más: -Evidencia de fracturas de diáfisis en los huesos largos, el resultado sería fragmentos de diáfisis y astillas de hueso largos relacionados con marcas de impacto en estado fresco. -Las articulaciones deberían ser depositadas enteras como así también la mayoría de los elementos axiales. -Los huesos esponjosos axiales y apendiculares serán fracturados y reducidos a fragmentos más pequeños. -Las diáfisis óseas sufrirían importantes fracturas en estado fresco y producirían astillas de hueso largo. -Si nos encontramos en períodos anteriores a los contenedores de metales o cerámica se podría esperar encontrar también depósitos de piedras termóforas. -Puede esperarse un patrón de huesos axiales sin daño con epífisis de huesos largos fracturadas y astillas de diáfisis.

-El patrón general podría ser similar al de un procesamiento completo, pero un número de elementos sobreviviría sin daños.

conjuntos, particularmente aquellos con un grado alto de fragmentación. De este modo, la evidencia estaría señalada por un uso diferente entre los espacios bajos de carácter residencial versus los ambientes altos como las mesetas de uso estacional y logístico vinculados a tareas de subsistencia.

1.3.1.3. Expectativas arqueológicas para la hipótesis C En cuanto a la hipótesis C, se planean como expectativas arqueológicas discrepancias sustanciales entre los conjuntos faunísticos. Diferencias en términos de una mayor variedad taxonómica en los médanos, perfiles etarios que marcan la utilización en todo momento del año de los médanos y perfiles de edad señalando utilización estacional en la meseta. La representación de partes anatómicas se espera que refleje las primeras etapas de procesamiento en la meseta donde el nivel de fragmentación asociado sería bajo en relación con los conjuntos de los médanos, donde la alta fragmentación aparecería junto a una mayor variabilidad en la representación de partes anatómicas. Por su parte, se espera una mayor frecuencia de tipos de fracturas que podrían estar vinculadas al transporte de las presas como por ejemplo una mayor presencia de fractura transversal/marcado perimetral en huesos largos en la meseta, mientras que en los sectores bajos estas estarían presentes en menor medida en la mayoría de los

1.4. Organización de la tesis De acuerdo a lo expuesto previamente, se realiza una breve introducción sobre la pesquisa y los diferentes objetivos planteados en el diseño de investigación. En este apartado se hace una reseña breve que resume los principales temas que son abordados en las secciones y capítulos de este trabajo con el interés de proveer al lector de un panorama general de cómo se desarrollará esta tesis. La tesis está segmentada en diversos capítulos que pueden agruparse en tres grandes secciones. La primera comprende los aspectos teóricos y metodológicos, la

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. paleoambiental proveniente de estudios realizados por especialistas en la cuenca del lago Cardiel. El interés es señalar las principales fluctuaciones del clima en el pasado teniendo presente sus connotaciones sobre la distribución y abundancia de los recursos explotados por los cazadores-recolectores. Asimismo, se establece el escenario geográfico donde actuaron los grupos humanos durante el Holoceno tardío y se esboza la cronología y génesis de los ambientes de médanos del lago Cardiel, presentándose las cualidades espacio-ambientales más relevantes para las poblaciones humanas. Posteriormente, se evalúan las características de los médanos y su dinámica con el objeto de conocer los efectos sobre los depósitos arqueológicos que contienen en términos de integridad y resolución. En el cierre de esta sección, en el capítulo 7, se exponen los principales antecedentes de las investigaciones arqueológicas desarrolladas hasta el momento en la cuenca del lago Cardiel, la cronología disponible para las ocupaciones humanas y la propuesta principal del equipo de investigación referida al “modelo de poblamiento tardío”. Finalmente, se realiza una descripción de los sitios bajo estudio.

segunda hace mención al caso de estudio y la tercera se refiere a los resultados alcanzados, su discusión y la conclusión final. La primera sección comienza con el capítulo 2 donde se desarrolla el marco teórico planteándose la importancia que tiene considerar la relación entre las poblaciones humanas y su ambiente. Aspectos como movilidad, subsistencia y uso del espacio son explicitados en función de la relevancia que ellos presentan para las sociedades cazadoras-recolectoras dentro de un perfil ecológico. Seguidamente se profundiza sobre el abordaje zooarqueológico y sus lineamientos al realizar estudios desde el procesamiento final de las presas; se hace particular hincapié en aquellas cuestiones relacionadas con la naturaleza del registro arqueológico y los argumentos referenciales. Finalmente, se concluye con la exposición de la importancia del consumo de la grasa animal en la dieta de grupos cazadores-recolectores desde una perspectiva nutricional. El capítulo 3 explica las principales propiedades de los huesos y su influencia en la morfología de las fracturas. Se señala la significancia que tienen en la determinación de dichos rasgos factores tales como la biomecánica de los huesos, las técnicas de fracturas óseas, las prácticas culinarias implementadas y el estado de los huesos al fracturarse. Asimismo, se marca las principales implicancias que ellos tienen en la identificación de agentes y procesos naturales y culturales en la fragmentación del registro óseo sobre la base de los estudios experimentales en el proceso de aprendizaje. Por su parte, y unido con el capítulo anterior, en el capítulo 4 se pone especial interés en la exploración de información etnoarqueológica y etnohistórica y su importancia como marcos de referencia o herramientas con las cuales generar expectativas arqueológicas para luego contrastarlas en el campo. Así, pues, a través del caso Nunamiut se expone la relevancia de las técnicas culinarias en los procesos de formación y estructuración del registro arqueológico y su trascendencia sobre el estudio de las arqueofaunas. Por su parte, con un carácter más local se indaga en fuentes y crónicas de Patagonia que hacen referencia al consumo de grasa animal y otros aspectos culinarios vinculados a los problemas planteados en los objetivos. Esta sección tiene como último capítulo el número cinco donde se desarrolla de manera detallada la metodología de campo y el procedimiento implementado en esta tesis para el estudio faunísticos en el laboratorio. Se presenta la aproximación multivariada tafonómica y cultural como principal técnica metodológica aplicada al análisis de las faunas del lago Cardiel, así como también los diferentes módulos de herramientas -prueba de atrición, prueba de consumo de médula ósea y finalmente prueba de extracción de grasa trabecular- que la componen y su vínculo con los objetivos de investigación.

La tercer y última sección está compuesta por el capítulo 8, en el cual se presentan los resultados del análisis faunístico de los sitios bajo estudio. Este capítulo está segmentado en cuatro secciones. La primera de ellas exhibe la caracterización de los conjuntos óseos del sector de médanos del lago Cardiel. La segunda parte señala las diferentes herramientas del análisis de atrición que se realizan a los diferentes sitios arqueológicos. En tercer lugar está la prueba del consumo de médula ósea donde se exponen los principales resultados del análisis implementado. Por último, se enseñan los resultados del estudio referente a evaluar la extracción de grasa trabecular en los médanos del Cardiel. De esta manera, se llega al último de los capítulos de la tesis, el número 9, donde se discute la información faunística generada en función de las hipótesis planteadas inicialmente. Al mismo tiempo, se incluye información generada por otros investigadores en el área de estudio y de la región en general con el fin de tener un panorama más completo sobre la arqueología regional y el problema planteado. La comparación de las faunas con el registro óseo de médanos de otras cuencas lacustres de la provincia de Santa Cruz es un tema a desarrollar en función de ampliar en una escala espacial mayor la discusión planteada en los objetivos al inicio de este trabajo. En último lugar, en este capítulo se realiza una conclusión final de los datos generados y el aporte que ellos presentan para la zooarqueología de Patagonia meridional y sus derivaciones en términos del conocimiento sobre las conductas humanas del pasado. Por último, se presenta un apéndice final a fin de de exponer cuantitativamente detalles de la información que se encuentra graficada en el interior del cuerpo de la tesis.

La segunda sección está compuesta por los capítulos 6 y 7. En el capítulo 6 se mencionan las principales características del ambiente actual del área bajo estudio y seguidamente se realiza un resumen de la información

1.5. Síntesis En resumen, esta investigación plantea una serie de líneas metodológicas y técnicas y conceptos teóricos que

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Capítulo 1 Introducción y objetivos

Tirso Bourlot

redundan en un aporte a las investigaciones de la cuenca del lago Cardiel. La tesis presenta de forma adyacente una importante cantidad de nuevos datos arqueológicos generados que se dirigen hacia la comprensión del comportamiento de las poblaciones de cazadoresrecolectores del Holoceno tardío. En tal sentido, la búsqueda de variabilidad en los patrones faunísticos que enfatizan una perspectiva centrada en el procesamiento y consumo final de las presas, los alcances del estudio de la integridad de las muestras zooarqueológicas recuperadas en sitios estratificados a cielo abierto y el uso de datos geomorfológicos y paleoclimáticos aportan un cuerpo sólido de información. Particularmente para la discusión de problemáticas relacionadas con la subsistencia, la movilidad, la confiabilidad de las muestras zooarqueológicas en ambientes de médanos, así como también el uso y la disponibilidad de los escenarios geográficos del pasado. Estos distintos aspectos y la evidencia que se utiliza para su discusión aportan datos de gran importancia para interrogantes mayores tales como la dinámica del poblamiento tardío de este sector de Patagonia meridional (Belardi et al. 2003; Goñi et al. 2004, 2005).

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

CAPÍTULO 2 MARCO TEÓRICO adaptación al ambiente juega un rol relevante en el condicionamiento de la variabilidad registrada en las sociedades cazadoras-recolectoras (Dincauze 2000; Kelly 1995; Winterhalder y Smith 1991). Consecuentemente, se toman variables ambientales -por ejemplo: clima o recursos- que son consideradas en este estudio, dado que proveen principios generales en donde nuestras explicaciones son contenidas. Dicha aproximación teórica plantea además que el estudio de la adaptación de un organismo debe evaluarse no sólo en el plano espacial y sincrónico como se ha mencionado, sino que también plantea en su desarrollo teórico la necesidad de considerar la dimensión temporal de los problemas que busca explicar. La ecología evolutiva se focaliza en el comportamiento y la toma de decisiones mostrando su inclinación en las relaciones humanas en términos organizativos a lo largo del tiempo. Desde aquí se desprende el interés y la atención orientada sobre los estudios del comportamiento advirtiendo las variables sociales y económicas que entran en juego tales como: subsistencia, movilidad, tecnología, territorialidad, etc. (Kelly 1995). Dentro del contexto ecológico tales variables son encuadradas en una escala temporal donde se presta atención a situaciones históricas y sociales, pues se espera que la conducta varíe de forma individual y entre las diferentes culturas a través del tiempo.

2.1. Introducción En este capítulo se exponen las principales ideas y elementos que son utilizados como una guía teórica que dirige los principales interrogantes relacionados con la variabilidad de la conducta humana y la organización social en torno a grupos cazadores-recolectores. Así, pues, se desarrollan supuestos que forman el cuerpo de ideas de las que se parte distinguiéndose el valor de algunos aspectos de la ecología evolutiva, dado que provee un contexto adecuado a los objetivos de este trabajo. Luego, se señala la importancia de los escenarios paleoambientales en los estudios arqueológicos, marcando la importancia de estudiar la relación entre los grupos humanos y su ambiente. En tal sentido, se articula el uso de un espacio geográfico y los patrones de movilidad y subsistencia implementados en función de las diferentes situaciones sociales y ecológicas imperantes durante el poblamiento humano del área. Seguido de ello se define el proceso de poblamiento, para luego, de acuerdo a algunos autores, hacer referencia al poblamiento de Patagonia en términos de un proceso complejo. En vinculación con estos parámetros generales se desarrolla la naturaleza del registro arqueológico y la utilidad de las analogías en arqueología, haciendo especial hincapié en la forma en que éste se expresa en la evidencia zooarqueológica y sus regularidades. Por último, se expone la importancia del consumo de grasa animal en la dieta de grupos cazadores-recolectores y el significado que ello adquiere para ajustar cuestiones nutricionales en los seres humanos, es decir, problemáticas en términos biológicos y fisiológicos relacionadas con el ambiente en donde viven y su modo de vida móvil.

De esta manera, el concepto de paisaje arqueológico (Anschuetz et al. 2001) que conecta y vincula el comportamiento humano con tiempos y lugares particulares se transforma en un aspecto clave. La atención se dirige a la relación existente entre contextos espaciales, temporales, ecológicos y cognitivos por los cuales los grupos humanos interactúan con su ambiente con el objeto de conocer cuestiones que señalen cambios y variación regional de las poblaciones bajo estudio (sensu Anschuetz et al. 2001).

2.2. Conceptos generales 2.2.1. La relación entre las poblaciones humanas y el ambiente

Los distintos objetivos que persigue esta investigación se encuentran dentro de una problemática global que plantea estudiar las relaciones que existen entre las poblaciones humanas, el ambiente y los recursos asociados a ellos. Se enfatiza así, en la observación de la variabilidad y el cambio del comportamiento en los cazadores-recolectores del área, dentro de una cronología específica que abarca los últimos 2500 años. Para ello se considera sumamente relevante el análisis de ciertas variables culturales y ambientales que permiten explicar el registro arqueológico y ajustar nuestra comprensión del pasado.

Dentro del estudio de sociedades cazadoras-recolectoras hay que reparar en la importancia que tiene el medioambiente en los procesos evolutivos involucrados para llegar a un mejor entendimiento de sus acciones. En arqueología la información que se obtiene de investigaciones paleoambientales, paleoclimáticas o geomorfológicas es interesante por diversos motivos (Dincauze 2000). Por ejemplo, dichos datos describen el medioambiente del pasado humano, suministrando un marco por el cual conocer las limitaciones y potencialidades de distintas especies que interactúan con el hombre en un área determinada. También permiten acceder al conocimiento sobre modificaciones geográficas a lo largo del tiempo y poder con ello discutir cambios en el uso de ciertos espacios por grupos

Por consiguiente, se toman términos y conceptos (tales como ambiente, cambio, adaptación) desarrollados por la ecología evolutiva dado que tiene el interés de estudiar las relaciones que mantiene una población y su ambiente (Foley 1981). Este marco de teoría asume que la

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Capítulo 2 Marco teórico

Tirso Bourlot

humanos. Es así que esta investigación se nutre de manera directa con información que este campo ofrece para la región del lago Cardiel (ver por ejemplo: Gilli 2003; Gilli et al. 2001; Stine 1994; Stine y Stine 1990).

años han registrado una importante variabilidad en la organización del espacio y, por consiguiente, en los patrones de uso que de allí se desprenden (Binford 2001b).

El cambio ambiental y los constreñimientos del medio ofrecen constantemente problemas y oportunidades a todo organismo vivo (Winterhalder y Smith 1991). El ser humano como tal percibe aquellos cambios en términos de modificaciones en el estado -carácter cualitativo o estructura- y/o en la condición -composición cuantitativade las comunidades cercanas de organismos vivos u otros recursos (Dincauze 2000). Sus respuestas están dirigidas sobre aquellos recursos que son importantes para ellos, como en nuestro caso, el cambio en la distribución del agua en el espacio en una región de baja productividad ambiental general, como ciertos lugares de la estepa patagónica (Daniele y Natenzon 1994; Oliva et al. 2001).

Las particularidades espaciales de la organización de cualquier grupo móvil están adaptativamente relacionadas con la distribución espacial, temporal y la densidad de los recursos en el ambiente (Binford 1980, 1981; DysonHudson y Smith 1978; Foley 1981; Halstead y O´Shea 1989; Kelly 1995; Mandryk 1993; Yellen 1977a). Aspectos notables como la organización del sistema de asentamiento, la movilidad y el tamaño del rango de acción responden en gran medida a las actividades de obtención de alimentos, así como también a otros requerimientos tales como la necesidad de leña, agua o reparo (Kelly 1995). Por su parte, la estructura poblacional en general, el tamaño de un grupo particular y el tipo de dieta son factores que también afectan la modalidad de las estrategias adecuadas de movilidad y subsistencia que deben ser empleadas.

Es así que el paleoambiente cobra sentido en tanto es entendido como el contexto de las acciones humanas en el pasado. La información de base que proveen estos estudios es esencial para una adecuada comprensión de las culturas humanas, dado que brindan la información con la cual construir el escenario donde vivieron los actores del pasado, produciendo lo que es nuestro objeto de estudio: el registro arqueológico (Binford 2001a y b).

Debido a que las condiciones del ambiente son fluctuantes a lo largo del tiempo, los grupos cazadores deben enfrentarse al riesgo -variación impredecible en las condiciones ambientales y económicas- y a la incertidumbre -falta de información sobre el estado del entorno- producto de dicha variabilidad (Binford 2001b; Halstead y O´Shea 1989). Las comunidades humanas, por lo tanto, han desarrollado mecanismos culturales para amortiguar la variabilidad ambiental que se les presenta; así pues, aquéllos juegan un rol central en el mantenimiento y transformación de las sociedades humanas. Tal es así, que para contrarrestar la escasez de uno o varios recursos, se emplea un amplio rango de respuestas a través de diferentes tipos de actividades: movilidad, diversificación, almacenamiento e intercambio (Binford 2001b; Halstead y O´Shea 1989, Kelly 1995; Mandryk 1993). Estos mecanismos son puestos en práctica según las diferentes escalas de las fluctuaciones de los recursos -estacional, interanual o a largo plazo-, para los cuales ellos son una respuesta. En ambientes que no son altamente predecibles, como la estepa patagónica, la movilidad es una opción para amortiguar el riesgo, por lo que se transforma en un mecanismo principal para asegurar la supervivencia a largo plazo. El punto central en ese concepto es que el conjunto de éstos y otros factores condicionará la forma en que se presenta el registro arqueológico en el espacio y los parámetros que se deben utilizar para estudiar y conocer el pasado humano.

La estructura social, la economía, la tecnología y la ideología de un grupo humano son factores críticos en la interacción que mantienen con su medioambiente y el cambio en el comportamiento es la forma más importante de "ajuste" (Dincauze 2000). Es por ello que frente a la variabilidad ambiental cualquier grupo humano se presenta con un complejo potencial de estrategias de comportamiento disponibles (Jones et al. 2001) que funcionan como mecanismos de amortiguación (Halstead y O´Shea 1989; Mandryk 1993). Éstos, dentro de un particular contexto cultural, variarán de acuerdo a la escala, intensidad y amplitud del cambio, como así también en relación con la densidad y estructura de la población, la disponibilidad tecnológica, entre otros factores. A largo plazo esto podría producir una reorganización gradual de los subsistemas culturales (Dincauze 2000). En ese sentido, la reconstrucción de los ambientes pasados que se logra a partir de diferentes estudios paleoambientales y paleoclimáticos permite el acceso desde un punto de vista en el cual reconocer algunas condiciones de la adaptación humana en distintos momentos en el tiempo (Dincauze 2000). 2.2.2. Movilidad, subsistencia y uso del espacio en grupos cazadores-recolectores

La movilidad es una verdadera estrategia de posicionamiento de personas, plantea Binford (1980), quien ha propuesto un modelo de movilidad compuesto por grupos “Forager” y “Collector” que reflejan de forma simple los dos extremos. La aplicación de una estrategia “Forager” implica que las personas se desplazan hacia los recursos mediante desplazamientos residenciales frecuentes, mientras que un grupo “Collector” transporta los bienes hacia los consumidores

En los estudios arqueológicos de grupos cazadoresrecolectores la discusión de los aspectos espaciales del comportamiento ha sido siempre considerada en diferentes escalas de observación y análisis (Bartram et al. 1991; Belardi 1992; Binford 1981; Borrero 19941995; Kent 1991; O ´Connell et al. 1991 y 1992; Wandsnider 1988, 1989). Tal es así que los datos derivados de los estudios actualísticos en los últimos 30

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. mediante frecuencias generalmente desplazamientos residenciales.

menores

ambiente. El proceso sería, por el contrario, y siguiendo lo propuesto por Borrero (1989-1990, 1994-1995, 2001a), más complejo. El concepto sugiere un flujo migratorio multidireccional en función de distintas cualidades geográficas presentes en las diferentes oleadas que se habrían dado en los últimos 12000 años en la historia de las poblaciones humanas en Patagonia. Al mismo tiempo, la idea de poblamiento implica mirar sobre los aspectos organizativos y tecnológicos a partir de los cuales los grupos involucrados interactuaron sobre los cambiantes escenarios espaciales a lo largo del tiempo (Goñi et al. 2004).

de

Una estrategia “Forager” presenta pues una gran movilidad residencial de todo el grupo, cumpliendo estrategias de obtención cotidiana acorde a la disponibilidad y abundancia homogénea en la distribución de los recursos. En este esquema los sitios clasificados como funcionalmente específicos serán relativamente pocos. Por su parte, una estrategia “Collector” resuelve el problema de la distribución discontinua de los recursos críticos. En este caso, personas que se encuentren con el problema de condiciones de discontinuidad espacial el desplazamiento residencial no resuelve la cuestión, dado que pasar a donde está localizado el otro recurso reduce la posibilidad de acceso al primero. Es en estos contextos donde las estrategias logísticas se ven favorecidas para la cual los cazadores se trasladan hacia la proximidad de un recurso y se procuran el otro recurso mediante grupos de tareas específicas. Asimismo, el sistema “Collector” tiene la posibilidad de generar una mayor variedad de sitios que incluyen residencias, campamentos operativos, estaciones y escondrijos (sensu Binford 1980).

De ello se desprende que la ocupación del espacio pudo no haber sido ni continua ni direccional (norte-sur), sino más bien se propone como un proceso de poblamiento de flujo lento (sensu Borrero 1989-1990) donde las distintas condiciones de los actores y de los escenarios debieron influenciarse a medida que uno y otro iban modificándose. Borrero (1994-1995) ha propuesto que el proceso de poblamiento de Patagonia, tal cual ha sido entendido, podría segmentarse a partir de tres etapas exploración, colonización y ocupación efectiva del espacio- y el Cardiel debe mirarse dentro de la última parte, cuando los espacios de la Patagonia se encuentra en un proceso de “ocupación efectiva” (sensu Borrero 19941995).

Existen sociedades que utilizan una u otra estrategia de adaptación pero también existen sistemas más complejos que utilizan ambas opciones. Un buen ejemplo lo señalan Dyson-Hudson y Smith (1978) a través de casos etnográficos donde se observa la alternancia de ambas estrategias en una misma población en relación a la distribución y abundancia de diferentes tipos de recursos explotados y su variación espacial y temporal. Por su parte, Binford (1980) también hace hincapié en este aspecto diciendo que, la práctica alternativa de una y otra estrategia organizativa empleada por un mismo grupo humano es factible y suministra las bases para la expresión de una extensa variabilidad en las pautas del registro arqueológico.

En un marco supraregional se sostiene una “fuerte firma tardía” para las ocupaciones de cazadores-recolectores en la cuenca del lago Cardiel, donde este espacio habría actuado como un “recurso imán” para las poblaciones humanas en los momentos de mayor descenso de humedad ambiental durante el Holoceno tardío (Goñi et al. 2004). Los ambientes y las regiones estarían tomando roles nuevos o diferentes en términos de espacios residenciales y logísticos en comparación a lo sucedido en el Holoceno temprano y medio, dada las nuevas condiciones en la restructuración de la distribución heterogénea del recurso más crítico para la región -el agua- (Goñi et al. 2000-2002; Goñi el al. 2004).

La exposición de los principales aspectos vinculados al comportamiento de las poblaciones humanas y su movilidad, realizada previamente, pone las bases para modelar el uso del espacio de un área determinada. Asimismo, la información paleoambiental disponible para el lago Cardiel convierte a la región en un espacio notable para examinar el vínculo entre los cambios ambientales y las respuestas o estrategias humanas del uso del espacio. Sobre esta base se ha planteado un modelo de poblamiento humano tardío para el área de la cuenca del lago Cardiel en el cual se liga una serie de datos ecológicos, ambientales y organizativos a partir de los cuales se desprenden implicancias para el registro arqueológico y su explicación en términos conductuales (Belardi et al. 2003; Goñi et al. 2004, 2005, 2006).

2.3. El análisis zooarqueológico y su vínculo con el uso de la analogía y los marcos de referencia Los objetivos de esta tesis son abordados desde distintos ángulos donde se utiliza una variedad significativa de líneas de evidencia. Sin embargo, en este trabajo de investigación se pone particular interés en el material zooarqueológico como principal vía en la búsqueda de respuestas a las problemáticas planteada en el capítulo anterior. Las presas animales han sido explotadas por las poblaciones humanas en el pasado porque poseen una variedad de recurso comestibles y no comestibles necesarios para la subsistencia, de modo que existen dos grandes ejes con implicaciones directas sobre la naturaleza del registro zooarqueológico. El primero de ellos relacionado con el tamaño de las presas, la variedad de recursos que ofrecen, la abundancia y cómo estos se distribuyen en el esqueleto del animal. El segundo hace

En primer término, es preciso mencionar que el modelo parte del concepto de poblamiento dinámico a partir del cual, este proceso no debería ser discutido desde la perspectiva de una migración y difusión continua y lineal de grupos humanos a lo largo del tiempo, condición que tendría como resultado una adaptación progresiva al

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Capítulo 2 Marco teórico

Tirso Bourlot independientes apuntan a una misma causa se está ante la de mayor probabilidad (Gifford-González 1991).

mención al factor humano, es decir, sus necesidades biológicas básicas, las formas de captura de las presas, el patrón de procesamiento de los recursos, el transporte de las partes, las técnicas de preparación de los alimentos y la tecnología disponible para ello. A esto hay que agregarle otros factores o condicionamientos más específicos tales como el contexto particular del ambiente, la cantidad de presas y personas involucradas, la ideología del grupo y aspectos que hacen a la complejidad social, entre otros. Cada una de estas variables tienen, como se mencionó anteriormente, implicaciones sobre la naturaleza del registro zooarqueológico y en consecuencia sobre la forma en que se puede acceder al conocimiento del pasado a través del estudio de los restos óseos animales.

Bajo este parámetro el análisis de la distribución, abundancia y composición del registro arqueológico y zooarqueológico -su arreglo en un espacio geográfico particular- proporciona información diagnóstica acerca de las propiedades organizativas del sistema que los originó (Binford 1987). Comienzan a detectarse entonces regularidades en el uso del espacio al observar la variación en las propiedades físicas y en los patrones espaciales de los conjuntos arqueológicos para luego evaluar el cambio y la estructura de la variabilidad en el comportamiento (Anschuetz et al. 2001; Binford 1980; Foley 1981). De esta manera, se advierten los factores que condicionan o causan diferentes patrones de variabilidad intersitio en el registro arqueológico (Binford 1980).

En relación a los dos grandes ejes mencionados -y sus derivados- es preciso crear parámetros e instrumentos por los cuales sea posible abordar aspectos afines con la movilidad, la subsistencia y la organización social de las poblaciones humanas del pasado. Para ello es ventajoso trabajar desde el uniformitarismo a partir de investigaciones actualísticas dado que utilizan el presente y sus procesos observables como fuente para entender las evidencias del pasado. No obstante, el presente es distinto al pasado, por lo cual este concepto debe entenderse como un medio útil por donde acceder a ciertas circunstancias del pasado, pero tendiendo en cuenta sus limitaciones conceptuales (Gifford-González 1991; Grayson y Delpech 1988; Lyman 2003). En los últimos 20 o 30 años los estudios en zooarqueología, sobre modificaciones óseas, han consumido un razonamiento analógico (observaciones experimentales o naturalistas), a partir del cual se ha mejorado la comprensión del registro zooarqueológico y la conducta humana que los generó en el pasado (Binford 1982). Es preciso señalar, sin embargo, que las actuales investigaciones se desarrollan con un grado de complejidad inferencial mayor y se corre el riesgo de trabajar con inferencias que resulten ambiguas. De este modo, es necesario aplicar nuevas estrategias de investigación en la cual sea posible separar los distintos niveles analíticos existentes (Gifford-González 1991).

Lo que se obtiene de todo ello son variables en términos referenciales de Binford (2001a y b), las cuales indican el contexto organizativo de la dinámica del pasado, donde algunas características observadas en el registro arqueológico tendrían expresión. Este tipo de información, plantea Binford, es útil para guiar y dar indicios de las condiciones causales que intervienen en el pasado convirtiéndolos en importantes generadores de implicancias empíricas. Mientras que los patrones señalados sobre una misma escala de trabajo pueden indicar como fue condicionada la variación de determinados conjuntos (Binford 2001a y b). Es por ello que aquí se ha propuesto, en la búsqueda de pautas organizativas de la conducta del pasado, el análisis de patrones de datos -como por ejemplo: perfiles anatómicos y etarios, frecuencia y distribución de huellas culturales de procesamiento, patrones de fractura y niveles de fragmentación ósea, entre otros- junto con diferentes estructuras de referencia -como por ejemplo: el paleoambiente, la anatomía económica de los ungulados(Binford 1981, 2001a; ver también Wandsnider 1988). Es la interacción de estos dos conjuntos de información la que genera patrones que proveen y definen la naturaleza de los propios problemas para investigar (Binford 2001a y b).

Las analogías que se utilizan en arqueología tienen distintas expresiones o niveles. Están las de tipo relacionales basadas en vínculos funcionales y son de carácter estructural o causal. Éstas son más fuertes que las analogías denominadas formales que se basan en la similitud de formas (Gifford-González 1991). En este contexto, es importante distinguir niveles de causación bajos y altos. Entre los niveles bajos se encuentran las causas necesarias y suficientes (Yacobaccio et al. 1998). Entre los niveles altos están el contexto de comportamiento, el social y el ecológico. Éstos son niveles estadísticos, es decir, no son autodeterminantes sino probabilístisticos. Entender la investigación en el marco de éste esquema nos permite estudiar la ambigüedad inferencial, dado que puede ser atacada desde múltiples líneas de evidencia independientes. Cuando se investiga un problema y todas esas líneas

En este esquema general el concepto de utilidad económica de una presa animal es una herramienta zooarqueológica esencial por la cual abordar problemáticas relacionadas con la organización de la subsistencia y la movilidad humana en grupos cazadoresrecolectores (Bartram et al. 1991; Binford 1978, 1981; Borrero 1990; Jones y Metcalfe 1988; Lyman 1994; Mengoni Goñalons 1991, 1999; Metcalfe y Jones 1988). Es un marco de referencia contrastable en el cual pueden compararse las frecuencias con que aparecen las distintas partes anatómicas en un conjunto dado (ver Binford 1987). Asimismo, el procesamiento y consumo de una presa animal implica una reducción y desorganización diferencial del esqueleto en distintas partes anatómicas, que pueden depositarse en diversos lugares del paisaje según el producto que brinden (Muñoz 1997). Al mismo tiempo los huesos del esqueleto no son todos procesados

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. animales como recurso tecnológico, medicinal e incluso para uso cosmético (ver Outram y Mulville 2002).

de la misma manera, ni presentan ellos un mismo valor de consumo y/o económico (Binford 1981; Borrero 1990; Mengoni Goñalons 1996, 1999). Por lo tanto, se espera que las actividades asociadas sean identificadas permitiendo atribuirle factores de funcionalidad a los espacios ocupados, o bien, identificar patrones de procesamiento y aspectos relevantes del consumo y la dieta de esa población bajo estudio, encuadrando los resultados dentro del sistema organizativo que se quiere conocer.

El aspecto ecológico donde el consumo de grasa animal es esencial para grupos cazadores-recolectores se da en un contexto ambiental de un clima frío, sobre un ambiente árido-semiárido con una marcada estacionalidad que se observa en latitudes superiores a los 40º (sur en nuestro caso). En el caso de Patagonia específicamente, las principales presas que ofrece el ambiente -no costero- son animales de porte mediano o grande que poseen carnes magras para el consumo, al tiempo en que la ingesta de carbohidratos en forma de vegetales o plantas silvestres es en bajas proporciones dada la escasez de las mismas (Cordian et al. 2000). Un período que podría considerarse más crítico, bajo condiciones normales, es a fines del invierno y comienzos de la primavera cuando los animales presentan un alto déficit nutricional. Momento que coincide con una mayor necesidad de consumo de grasas por parte de los grupos humanos (Mateos 2002; Outram 2001; Speth y Spielmann 1983).

2.4. La grasa animal en la dieta de grupos cazadoresrecolectores desde la perspectiva nutricional El consumo de grasa animal adquiere importancia en las sociedades que viven bajo ciertas condiciones ambientales, dietarias y con un modo de vida específico (Borrero 1986; Bourlot 2007; De Nigris 2004; Mateos 2002; Miotti 1998; Outram 1999, 2002; Outram y Mulville 2005; Speth 1983; Speth y Spielmann 1983). En función de lo expresado se exponen a continuación diversos parámetros -ecológicos, ambientales, biológicos, nutricionales y organizativos- con los cuales estructurar la búsqueda de variabilidad en los patrones zooarqueológicos en el diseño de investigación.

En este contexto la ingesta de grasa en la dieta de los individuos es trascendental debido a diversas funciones fisiológicas que cumple en el organismo, presentando características particulares en términos de salud, de modo que su uso es recurrente en cazadores-recolectores como los de la Patagonia e incluso en otro tipo de sociedades. Una gran parte del sabor de los alimentos está contenido en la grasa, lo que provoca sensación de saciedad (Borrero 1991). Por otra parte, es una fuente altamente concentrada de energía (calorías) proporcionando 9 calorías por gramo, es decir, más del doble que los carbohidratos o las proteínas (Speth 1983; Van Itallie y Mann 1980). Por ser un combustible compacto, las grasas se almacenan corporalmente muy bien para ser utilizadas después en caso de que se reduzca el aporte de hidratos de carbono. Es un nutriente importante en la dieta como fuente y reserva de energía y llena las células del tejido adiposo que ayudan a aislar el cuerpo.

El organismo humano tiene una gran capacidad para adaptarse a la combinación de alimentos. Un ejemplo de esta versatilidad es el caso de grupos cazadores y pastores de diferentes lugares del mundo que mantienen un buen estado de nutrición con dietas lácteas o a base de carnes, mientras que los carbohidratos son por lo general consumidos en proporciones bajas. Una dieta alimenticia es, por naturaleza, un conjunto de nutrientes que nuestro organismo necesita adquirir para funcionar adecuadamente. Los principales nutrientes pueden ser divididos en grasas, proteínas y carbohidratos - además de vitaminas y minerales-, que permiten al individuo obtener su potencial energético para sus actividades diarias y alcanzar los requerimientos metabólicos biológicos. La proporción en el organismo está condicionada por el carácter de la dieta, es decir, por aquellos alimentos que se consumen (Van Itallie y Mann 1980).

La grasa también es importante para la absorción y transporte, a través del torrente sanguíneo, de las vitaminas solubles en grasa como A, D, E y K (Van Itallie y Mann 1980). Además, es básica para el funcionamiento adecuado del cuerpo, debido a que proporciona los ácidos grasos “esenciales” que no son elaborados por el cuerpo y deben obtenerse de los alimentos. Consumirlas evita la intoxicación por efecto del exceso de ingesta de proteínas, ya que permite su absorción en el organismo (Cordain et al. 2000). Ayuda a mantener sanos la piel y el cabello. Ayuda a controlar la presión sanguínea, la coagulación y otras funciones corporales. La deficiencia en ácidos grasos puede ocasionar trastornos en la cicatrización de las heridas y, más importante aún, en el proceso de crecimiento y desarrollo de los niños, incluidos aspectos neurológicos. Una dieta basada íntegramente en carne magra llevaría a desordenes nutricionales y ocasionalmente a la muerte (Speth 1983; Speth y Spielmann 1983),

En este sentido, el consumo de grasas animales es de especial importancia en nuestro caso de estudio dado que se trata de grupos cazadores-recolectores móviles con un gasto energético alto, que consumen como principal recurso presas con carnes magras y la ingesta de carbohidratos en la dieta, como fuente alternativa de calorías, es baja. Junto a ello las características del ambiente con una marcada estacionalidad y fríos también influyen en este comportamiento dietario, dado que para estas poblaciones la grasa tiene un valor energético y nutricional importante (Cordian et al. 2000; Outram 1999; Outram y Mulville 2002; Speth 1983). Este consumo permitiría evitar enfermedades mortales como la denominada “rabbit starvation” (sensu Speth y Spielmann 1983). Además de éstos usos dietarios, se han registrado en diversas sociedades el rol de las grasas

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Capítulo 2 Marco teórico

Tirso Bourlot

fundamentalmente en estas sociedades que llevan un modo de vida móvil en un ambiente predominantemente frío.

que la grasa es fluctuante. Esto enfatiza el importante contraste con las necesidades nutricionales y las altas exigencias energéticas necesarias para estos grupos móviles, de modo que los grupos deben aplicar estrategias alternativas (Cordain et al. 2000) para alcanzar la viabilidad biológica (Figura 2.1).

En el caso bajo estudio, la disponibilidad de proteína para el consumo es constante durante todo el año, mientras

Figura 2.1. Modelo de las diferentes estrategias alternativas que podrían adoptar los cazadores-recolectores del área de estudio para alcanzar la viabilidad biológica bajo las condiciones antes señaladas

Estrategias alternativas para alcanzar la viabilidad biológica

Consumir recursos complementarios ricos en grasas

Aumentar el consumo de carbohidratos

Recurrir a una explotación intensiva del recurso principal

Una combinación de dos o más estrategias

El modelo expuesto provee información útil que permite estructurar algunas condiciones iniciales básicas y generar expectativas en el registro zooarqueológico buscando respuestas referidas a las estrategias implementadas en nuestra área de estudio.

Entre estas opciones los individuos podrían consumir recursos complementarios ricos en grasas, ampliando la dieta sobre recursos que antes pudieran tener menos importancia. Una segunda opción sería aumentar la ingesta de carbohidratos a través de la implementación de nuevas técnicas de recolección o manejo de plantas, o bien, nuevos métodos culinarios de preparación. Una tercera opción sería recurrir a una explotación intensiva del recurso principal por medio de nuevas técnicas de cacería que permitan una mayor apropiación de animales y el almacenamiento del excedente diario de grasa, nuevas formas de aprovechamiento vinculadas a nuevas técnicas de procesamiento de las presas que permitan extraer una mayor cantidad de grasa por animal. Por último, es posible que los grupos cazadores-recolectores pudieran establecer una combinación de dos o más de las estrategias mencionadas.

En este sentido, el comportamiento territorial, no migratorio y la distribución homogénea del guanaco permite pensar que quizás la cacería en masa no fuese la estrategia predominante. Asimismo, la información disponible para Patagonia sugiere que las partidas estarían focalizadas en la caza de unos pocos animales (Borrero 1990), lo que no quita la posibilidad de eventuales cacerías en masa. Asimismo, esta circunstancia podría implicar un transporte o descarte de elementos de las carcasas condicionado básicamente por los costos relativos de procesamiento y rendimiento de la grasa esqueletaria, entre otros factores económicos. Esto

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. presas -variedad de recursos, abundancia y distribución- y aquellas referidas al accionar humano -necesidades de ingesta de ciertos tipos de recursos, formas de captura de las presas, patrón de procesamiento de los recursos, transporte de las partes, técnicas de preparación de los alimentos y la tecnología disponible para ello. En este sentido, el consumo de grasa animal como punto central adquiere cierta relevancia en sí mismo, una dieta basada íntegramente en carne magra llevaría a desordenes nutricionales y ocasionalmente a la muerte (Speth 1983; Speth y Spielmann 1983). Se ha señalado que en el interior de la estepa Patagónica la disponibilidad de proteína para el consumo es constante durante todo el año, mientras que la grasa es fluctuante. Esto enfatiza el importante contraste con las necesidades nutricionales y las altas exigencias energéticas necesarias para estos grupos móviles, por lo que se debieron aplicar estrategias alternativas para alcanzar la viabilidad biológica.

descartaría en principio el transporte selectivo de elementos por un transporte completo o casi completo. En consecuencia resta preguntarnos: ¿los elementos que faltan son producto de reducir costos de transporte o se debe a la explotación de ciertos nutrientes básicos y su costo de procesamiento final? O ¿ambas cosas? El guanaco tiene, además de la grasa adiposa, las vísceras y aquella alojada en el cráneo, dos clases de depósitos de grasa contenida en el interior de los huesos del esqueleto: la médula ósea y la grasa trabecular. Los tres últimas fuentes de lípidos mencionadas son confiables dada la secuencia de consumo corporal que presenta el guanaco (Oporto 1983; Raedeke 1978) e implican diferentes costos de procesamiento, teniendo la última un mayor costo de extracción en términos de tecnología disponible, tiempo y energía invertida (Binford 1978; Bunn 1993; Oliver 1993; Outram 2001). Cordain y colaboradores (2000) señalan, apoyándose sobre una fuerte base de datos etnográficos, tendencias en el consumo de grasa animal y exponen también la necesidad de requerimientos nutricionales de acuerdo al tipo de sociedad, a los recursos disponibles y al ambiente en el que habitan. Al respecto, y siguiendo los datos de Speth y Spielman (1983), queda bien planteado en la literatura que el consumo de grasa es sumamente necesario y ello se debe a requerimientos fisiológicos, entre otros factores (Outram y Mulville 2002). La lectura del caso Nunamiut (Binford 1978, 1981) es un claro ejemplo etnográfico donde se observa una variedad de comidas y, por ende, de tipos de procesamientos enfocados y dirigidos a la extracción de grasa animal (ver Capítulo 4). Los diversos puntos aquí subrayados permiten pensar que en el interior de Patagonia el consumo de médula u otro tipo de grasa animal ha sido una actividad muy común a través del tiempo.

El modelo expuesto, sobre el consumo de grasa animal como una actividad diaria a través del tiempo, provee información útil que permite estructurar algunas condiciones iniciales básicas (comportamiento territorial, tamaño y distribución de las presas; desarrollo tecnológico y culinario, necesidades fisiológicas) y generar expectativas en el registro zooarqueológico buscando respuestas referidas a las estrategias implementadas en el interior de la estepa Patagónica. Se ha destacado que la evidencia zooarqueológica es una línea de investigación que requiere considerar no sólo problemáticas clásicas como el costo de trasporte de las presas, sino que también necesita de un análisis conceptual cuyo vínculo se basa en requerimientos biológicos y nutricionales básicos de los seres humanos y sus presas. Requerimientos que permiten conocer mejor la forma en que el registro zooarqueológico pudo haber sido estructuralmente modificado por los grupos humanos en el pasado.

2.5. Síntesis El paisaje arqueológico es una herramienta clave con la cual vincular comportamiento humano y cambios paleomabientales en una escala regional. La construcción del escenario geográfico del pasado permite poner en perspectiva la variabilidad ambiental a la que los grupos humanos debieron enfrentarse a través de un conjunto de estrategias o mecanismos de amortiguación. El desarrollo de tales estrategias de comportamiento habría jugado un rol fundamental en el mantenimiento y transformación de los grupos cazadores recolectores del área. En este sentido, contrarrestar la escasez de ciertos recursos básicos requirió disponer de un amplio rango de respuestas implementadas mediante diferentes acciones, tales como: movilidad, diversificación, almacenamiento, intercambio e intensificación (Binford 2001b; Halstead y O´Shea 1989, Kelly 1995; Mandryk 1993; Outram 1999; Cordain et al. 2000). Dichas medidas o accionar de comportamiento presentan en sí mismos implicaciones inmediatas en términos de su efecto sobre la forma en que se presenta el registro arqueológico en el espacio. Al considerar cuestiones vinculadas a la dieta entran en juego factores tales como variables relacionadas con las

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

CAPÍTULO 3 PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LOS HUESOS Y SU VÍNCULO CON LOS RASGOS MORFOLÓGICOS DE LAS FRACTURAS ÓSEAS (Johnson 1985, 1989; Lyman 1994; Mengoni Goñalons 1982; Miotti 1990-1992), es decir, las propiedades físicas y químicas que lo conforman y bajo qué circunstancias estas se modifican generando cambios importantes que provocan nuevas características a nivel estructural. Los huesos tienen una función en el cuerpo de un organismo y esto establece la fuerza tafonómica del tejido óseo en la medida en que la función anatómica fija las propiedades mecánicas donde actuarán luego los procesos tafonómicos en el hueso (Lyman 1994:82).

3.1. Introducción El objetivo del presente capítulo busca exponer las principales propiedades mecánicas de los huesos, su composición y como ello influencia en el patrón de fractura resultante y las técnicas utilizadas. El entendimiento de cómo funciona el conjunto de estos factores en la fractura del hueso condicionará las herramientas metodológicas que se deban utilizar para trabajar con el registro zooarqueológico de los médanos del lago Cardiel y alcanzar los objetivos previamente planteados en el capítulo 1.

3.2.1. Composición y estructura ósea Los mamíferos tienen huesos que se componen de materia orgánica e inorgánica (Currey 2003; Lyman 1994; Miotti 1990-1992). El elemento orgánico ocupa un 35% y se trata principalmente de colágeno -proteínas-, mientras que la porción inorgánica alcanza el 65% de un hueso e involucra la presencia de cristales de hydroxiapatita, un mineral de calcio y fosfato hidratado (Davis 1989). Se trata de un tejido complejo en sí mismo debido a que tiene propiedades viscoelásticas y es anisotrópico lo que resulta en un material con carácter heterogéneo y multifacético (Currey 1964, en Miotti 1990-1992). La fracción orgánica confiere elasticidad y flexibilidad al hueso mientras que la fracción inorgánica es la sustancia que suministra resistencia y dureza. Asimismo, el primero le confiere al hueso fuerza de tensión -habilidad de resistir a la tensión- y el segundo una fuerza de compresión -habilidad para resistir a la fractura bajo compresión- (Johnson 1985; Mengoni Goñalons 1982; Pierce et al. 2004). La proporción de materia señalada para un hueso es variable entre diferentes clases de edad de modo que individuos juveniles tienen una fracción orgánica mucho mayor a la expresada más arriba, provocando que la elasticidad de sus huesos sea superior. De manera inversa, individuos adultos y seniles poseen huesos con un mayor porcentaje de sustancia mineral alcanzando a partir de ello alta fragilidad y en consecuencia volviéndose más quebradizos (Álvarez et al. 2008; Johnson 1985; Miotti 1990-1992).

Uno de los puntos que ha sido desarrollado en el capítulo anterior fue la importancia que presenta el uso de la analogía y los marcos de referencia como vehículo a partir del cual podemos modelar aspectos del comportamiento de las poblaciones humanas del pasado. También se mencionó la importancia del consumo de grasa animal en sociedades cazadoras-recolectoras que habitan latitudes superiores a los 40º (sur) y se señalaron algunas estrategias alternativas que podrían adoptar estos grupos en la Patagonia. El guanaco, principal presa animal consumida, posee diferentes tipos de grasas distribuidas diferencialmente en distintos sectores del cuerpo. Un grupo lo constituyen la grasa adiposa, las vísceras y la intramuscular y, el otro, está conformado por aquella alojada en el interior de los huesos del esqueleto sesos, médula y grasa ósea-. Dicha clasificación es apropiada en función de su variación anual como reserva permanente de lípidos y al tener en cuenta el tipo de evidencia material que resulta en el registro arqueológico cuando este recurso es extraído para su ingesta o para alguna utilidad práctica por parte de poblaciones humanas. Dada la visibilidad arqueológica que posee la extracción de grasa medular y trabecular a través de los patrones de fractura y los niveles de fragmentación ósea, es preciso comprender cuáles son las propiedades más relevantes que tienen los huesos y cuál es la morfología de las fracturas cuando el recurso alojado en su interior es la meta de los humanos u otros agentes.

Desde una visión macro estructural los huesos largos apendiculares están formados por dos clases de tejidos óseos, uno compacto y otro esponjoso, con propiedades mecánicas diferentes (Carter y Hayes 1976; Mengoni Goñalons 1982; Miotti 1990-1992; Pierce et al. 2004). El primero de ellos es un tejido denso y laminar característico de las diáfisis cubierto exteriormente por el periostio o membrana externa. El segundo es un tejido altamente poroso llamado trabecular y está compuesto

3.2. La biomecánica de los huesos y sus principales propiedades Un punto crucial para comprender y poder profundizar sobre el mecanismo de formación de las fracturas óseas es saber cuál es el comportamiento del hueso ante la presión de un agente tafonómico, sea este cultural o natural. Para ello es imperioso conocer su biomecánica

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Capítulo 3 Principales características de los huesos y su vínculo con los rasgos morfológicos de las fracturas óseas

Tirso Bourlot

Al mismo tiempo, la humedad contenida es también un factor importante ejerciendo su influencia y control sobre la fractura, de modo que tiene una notabilidad directa en las discusiones referidas al agente y al proceso responsable de las modificaciones por fractura. En este sentido, el hueso es viscoso y elástico, hecho de un material flexible capaz de absorber una gran cantidad de presión y deformarse antes de fracturarse y su naturaleza maleable obedece principalmente a su contenido de humedad.

por una red o malla abierta de pequeñas láminas y columnas óseas o trabéculas interconectadas y orientadas de diversas formas, ampliamente dependientes de la función particular del elemento dentro del esqueleto también se lo localiza en los huesos de la región axial-. Estas mallas se encuentran rellenas de grasa ósea que proveen absorción de la energía aplicada en el hueso. Estas láminas están mineralizadas y su espesor y dirección de alineación afecta la capacidad de la relación con la carga de energía (Pierce et al. 2004). Por su parte, la porosidad del tejido compacto está representada por el volumen de la cavidad o el espacio formado por los canales haversianos (Davis 1989; Johnson 1985; Lyman 1994; Miotti 1990-1992). El número, tamaño y grado de mineralización de los ostiones o sistema de Haver afecta la manera en que el hueso cortical responde a la carga. En pocas palabras, la capacidad de absorción de energía de los huesos esponjosos es diferente a la del hueso cortical debido a estos contrastes en la porosidad (Pierce et al. 2004).

La capacidad de absorción de energía del hueso es un factor significativo en el mecanismo de fracturas debido a que muchas de éstas son generadas a través de un impacto súbito de fuerza. Una mayor habilidad o capacidad resulta en una mayor tasa de supervivencia y ello está influenciado por la humedad, la tasa de tensión y la temperatura (Johnson 1985:169). La dispersión de la fuerza del golpe que se provoca en la fractura tiene un comportamiento que está en relación con el medio en que actúa. Así por ejemplo, las diáfisis son un medio homogéneo debido a su tejido compacto y la propagación de la fractura tendrá un comportamiento distinto al que podría suceder en las epífisis compuestas por un tejido óseo esponjoso y heterogéneo (Mengoni Goñalons 1982; Miotti 1990-1992). En este sentido, si la fractura comienza por una carga de energía localizada en el medio de la diáfisis de un hueso largo y corre hacia los extremos articulares, el paso de un medio homogéneo a uno heterogéneo ocasiona que las ondas alteren o cambien su dirección de forma tal que el traumatismo nunca llegue a las epífisis concluyendo la fractura en su borde sin permitir que las ondas la traspasen. La implicancia conceptual de lo que se ha mencionado es que siempre se debe tener presente la heterogeneidad del cuerpo óseo si se apunta a entender la fractura y la fuerza aplicada (Mengoni Goñalons 1982).

3.2.2. Mecanismos de fractura El osteón o sistema de Havers es la unidad estructural del tejido compacto y está formado por láminas de hidroxiapatita envueltas en fibras de colágeno orientadas en una dirección longitudinal al eje mayor del hueso e interconectadas a vasos sanguíneos, linfáticos y arterias. Un punto interesante para detallar es que dicha orientación preferencial de las fibras de colágeno gobiernan la reacción del hueso ante una situación de estrés (Bonnichsen 1979; Carter y Hayes 1976; Johnson 1985; Lyman 1994; Miotti 1990-1992; Miotti y Salemme 1989) de modo que se convierte en un aspecto muy relevante y de interés para el estudio de las fracturas óseas, debido a que condiciona la morfología de las mismas. De manera similar, las estructuras cilíndricas de los osteones ubicados en dirección longitudinal al eje mayor del hueso en las diáfisis tienen además una disposición o torsión sigmoidea característica de algunos miembros del esqueleto, como húmeros, fémures y tibias. Mientras que un caso de rotación poco marcada es el radio-cúbito, otros elementos como los metapodios y falanges representan el otro extremo ya que no tienen el carácter espiral de la torsión sigmoidea, adquiriendo su fractura una forma más rectilínea (Miotti 1990-1992; Pickering y Egeland 2006).

Por su parte, el estado del material es otro de los aspectos a tener presente cuando se estudian las fracturas óseas dado que el hueso húmedo tiene una mayor capacidad de absorción de energía, es decir, una mayor habilidad para contener el estrés en relación a cuando se presenta en estado seco (Johnson 1985, 1989). El tejido óseo seco se comporta como un material inorgánico quebradizo y puede tolerar sólo una pequeña cantidad de fuerza antes de fracturarse quedando más débil que el hueso fresco o húmedo debido a que la pérdida de agua disminuye su aptitud para contener el estrés, aumentando al mismo tiempo su rigidez. El tejido seco altera su comportamiento mecánico, genera grietas muy pequeñas donde comienza a debilitarse y dañarse dejando allí una predisposición para la localización de la fractura. Los agrietamientos producto de la meteorización tienen la misma trayectoria que las líneas de fisuras (“splits lines”), derivadas de la pérdida de calcio, que a su vez están orientadas en la misma dirección que las fibras de colágeno (Tappen Peske 1970, en Mengoni Goñalons 1982:89). Aquellos huesos tafonómicos emplazados en superficie, bajo la exposición aérea, sufren un aumento en la pérdida de humedad dado que esta se acelera (Johnson

La microestructura gobierna en gran medida la falla de tensión y, en este nivel, el patrón de fractura del hueso comienza su desarrollo, siendo este un proceso acumulativo por el cual el origen de la falla luego de cierto límite es excedido. Una vez que la propiedad de la microestructura es quebrantada, la falla escala fácilmente sobre la macroestructura. Como se mencionó anteriormente, el osteón es la unidad mecánica del hueso compacto por lo cual la cantidad presente en un área especifica del hueso influencia sus propiedades. La fractura de un tejido óseo compacto a nivel microestructural está directamente relacionada con la distribución y orientación de las fibras de colágeno y la cantidad y distribución de osteones (Johnson 1985, 1989).

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. técnicas de fractura implementadas (Mengoni Goñalons 1982; Johnson 1985; Sader-Kooros 1972). La fuerza dinámica implica un impacto concentrado repentino sobre el hueso mientras que la fuerza estática involucra la aplicación de una fuerza de impacto lenta. Asimismo, existen tres tipos de fuerza que pueden actuar sobre los huesos producto de acciones tales como el impacto por golpe o presión donde el hombre se encuentra involucrado. Dos clases de fuerza, denominadas compresión y tensión, son aquellas que actúan de forma perpendicular a la superficie del hueso, mientras que la tercera llamada cizallamiento se conduce de manera paralela (Johnson 1985; Mengoni Goñalons 1982).

1985). Estas condiciones de huesos secos y húmedos marcan la tasa de supervivencia en términos de su resistencia a la fractura (Behrensmeyer 1978; Lyman 1994; Tappen 1994). 3.3. La morfología de las fracturas óseas en huesos largos de diferentes taxones: procesos y agentes El desarrollo de la información sobre la composición y estructura del material óseo ligado al conocimiento de su mecánica bajo los diferentes estados del hueso -fresco y seco- permiten comprender el proceso de su fractura (Mengoni Goñalons 1982). La reconstrucción de dichos mecanismos tiene como fin diferenciar los agentes o causas productores de fracturas naturales de las generadas por humanos. Asimismo, se presenta a partir de diversos trabajos experimentales aquellos rasgos diagnósticos de mayor relevancia que adquieren las fracturas óseas cuando tratamos de diferenciar el agente causal. Es posible adelantar que los investigadores han realizado su trabajo apuntando responder a una variedad importante de formas posibles de fracturas observadas en estudios actualísticos, lo cual trae ligado situaciones de análisis dispares. La multiplicidad de conclusiones a la que han llegado plantea la dificultad, en muchos casos, de determinar con precisión el agente responsable, de modo que a veces sólo es posible diferenciar el estado en que se encontraba el hueso al momento de segmentarse en dos o más pedazos y no el agente precisamente (ver infra). Aún así la combinación de diversos marcos de referencia aplicados a este tema hace posible que podamos aprender sobre el comportamiento de los huesos cuando forman parte del registro arqueológico.

La descarga de un golpe dinámico aplicado a un hueso húmedo deja señales en forma de rasgos distintivos sobre la superficie de fractura que pueden ser observados en los huesos compactos principalmente. Se trata de ondas de estrés que aparecen debido a la liberación de la energía en el momento de la fractura y tienen la particularidad de afectar el movimiento del frente de fractura e indicar la dirección que ha tomado la misma. Si bien se han propuesto como rasgos exclusivos de la carga dinámica, también es posible que se manifiesten bajo una carga estática aunque con menor frecuencia. Se trata de microrasgos denominados “hackle” y fueron descriptos por Johnson como teniendo la forma de crestas y surcos que aparecen de manera discontinua y curva. Otro tipo son las “ribs” que también presentan crestas de carácter cóncavo y se las localiza en el origen principal de la fractura (Johnson 1985, 1989). Diversos autores han estudiado las características que resultan en los huesos largos cuando estos se fracturan (Agenbroad 1989; Bonnichsen 1979; Binford 1981; Bunn 1983; De Nigris 1999; Fisher 1995; Gifford González 1989; Hadjuk y Lezcano 2005; Haynes 1983; Hortwiz 1987; Johnson 1985, 1989; Lupo 1994; Mengoni Goñalons 1982; Mena y Jackson 1991; Miotti 1990-1992; Miotti y Salemme 1989; Muñoz y Belardi 1998; Oliver 1989; Ono 2005; Outram 2002; Sadek-kooros 1972; Villa y Mahieu 1991). Si bien estos estudios marcan una batería de rasgos morfológicos sobre las fracturas óseas que permiten distinguir aquellos huesos fracturados en estado fresco de aquellos rotos en estado seco o mineralizado, no necesariamente existe un consenso unánime claramente establecido sino que es un tema que aún genera mucha discusión. Ello depende principalmente de una cantidad importante de variables que entran en juego cuando los huesos son fracturados y lo que de ellos se quiere obtener (Sadek-Kooros 1972).

El patrón de fractura es la suma cualicuantitativa de los tipos de fracturas que observamos en huesos de conjuntos arqueológicos y ellos reflejan los modos de fragmentación que causan los humanos cuando trozan una presa con el objeto de trasportarla, distribuirla o prepararla para el consumo. En otras palabras, la intensión humana no es simplemente fracturar un hueso sino hacerlo de un modo específico susceptible de generar patrones caracterizados por tipos de fracturas (Mengoni Goñalons 1982). Sin embargo, el hombre no es el único agente capaz de generar traumatismo sino que existen otros tales como el pisoteo de animales o humanos, el daño de carnívoros, la caída de rocas y la meteorización. Algunos de ellos son capaces de dejar rasgos distintivos y diferenciables respecto al producido por humanos (ver desarrollo más adelante), en cambio, otros presentan similares rasgos de modo que el contexto de depositación de los huesos y su historia tafonómica comienza a tomar un rol protagónico a la hora de interpretar la incidencia de agentes humamos y no humanos en la formación de cada conjunto faunístico.

Huesos frescos, secos y mineralizados se fracturan en patrones discernibles presentando una serie de rasgos distintivos, algunos de los cuales fueron previamente señalados por Morlan (Morlan 1980, citado en Johnson 1985:176). Las características que Morlan menciona como las más relevantes para diferenciar entre grupos de huesos frescos y no frescos son el color, la textura y el ángulo de la superficie de fractura (Morlan 1980 citado en Haynes 1983). Asimismo, la superficie de fractura de un hueso fresco tiene el mismo color que la superficie

El comportamiento biomecánico bajo la carga o aplicación de la fuerza y la resistencia a la fractura están influenciados por el contenido de humedad, la variación en la cantidad de hueso compacto y esponjoso, la porosidad, la presencia de tejido no óseo, el espesor de corteza, el diámetro de la diáfisis, su morfología y las

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Capítulo 3 Principales características de los huesos y su vínculo con los rasgos morfológicos de las fracturas óseas

Tirso Bourlot

otro lado, la fractura por tensión de estrés horizontal es propia de huesos que han perdido su humedad original por exposición al aire libre. Aquí, Gifford-González propone que la causa de una fractura no espiral puede ser más complejo que lo señalado por Johnson y, al respecto, menciona que el efecto de la cantidad variable de golpes, el accionar del calentamiento del hueso sobre la resistencia a la tensión y compresión, elasticidad y las propiedades de deformación del espécimen requiere de una mayor atención. De este modo, la autora señala que para lo que Johnson es una fractura espiral para ella es de tipo transversal. Una de las posibilidades respecto a la fractura transversal es que el hueso sea previamente preparado con el objeto de conseguir dicha fractura -ver marcado perimetral más abajo- de modo que se transforma en una situación particular de fractura debido a la técnica implementada.

cortical del mismo espécimen y un ángulo obtuso y agudo respecto de ésta, su textura se exhibe como suave. Por su parte, un hueso en estado no fresco tiene la superficie de fractura de diferente color y su ángulo es recto respecto a la superficie cortical con una textura rugosa. Según Johnson (1985,1989), esto es clave para diferenciar entre elementos frescos y mineralizados pero no entre los primeros y los especímenes secos. Haynes (1983) señala al respecto que si bien un hueso seco presenta una superficie de textura rugosa el ángulo puede resultar en una combinación por efecto del pisoteo. Por su parte, Miotti (1990-1992) y Villa y Mahieu (1991) ponen en un lugar secundario el tema de la textura suave o rugosa como rasgos exclusivos de huesos frescos y secos respectivamente dado que en ambos trabajos los resultados observados para dicha variable no son indicadores suficientemente claros. Por su parte, el contraste de colores entre la línea de fractura y la superficie cortical depende en gran medida de las condiciones de depositación del hueso. No obstante, un golpe dinámico en un hueso fresco produce un patrón de fractura diferente al de uno en estado seco debido a la pérdida de humedad de este último y a las incipientes líneas de fisura o astillamiento que en él se generaron. La propagación del frente de fractura salta las líneas de grietas produciendo un borde escalonado o dentado interferido por las líneas de agrietamientos (Johnson 1985). Así pues, cualquier fragmento óseo con rasgos de impacto dinámico se torna en un indicador confiable.

La segunda cuestión surge de los estudios de experimentación sobre fracturas óseas realizados en huesos frescos, secos y mineralizados por L. Miotti, donde se obtuvieron resultados con tendencias interesantes en relación con el tipo de hueso involucrado, es decir, se trate de un elemento con torsión sigmoidea o sin ella (Miotti 1990-1992). En este sentido, la fractura en espiral es recurrente en los húmeros, fémures, secciones proximales de tibias y en porciones proximales de radiocúbitos de mamíferos, todos ellos con rasgos de torsión sigmoidea. Mientras que la fractura longitudinal, de bordes paralelos y rectos se observa en la mayoría de los metapodios, falanges, porciones distales de tibias y radiocúbitos. A partir de aquí señala una diferencia importante respecto de los trabajos previos donde el tema de la fractura ósea, particularmente el tipo helicoidal no ha sido tratada de forma discriminada por unidad anatómica sino que simplemente se ha discutido su presencia, los posibles agentes causantes y el estado del hueso a la hora de fracturarse y producir dicha morfología (Miotti 19901992). Asimismo, la autora centra su interés en mantener identificado el elemento que se fractura analizando la dinámica del traumatismo y las modificaciones sufridas en él. Dicha variable fue considerada por Miotti sobre la base de la premisa de la existencia de tendencias de fracturación según la rotación de las epífisis de los huesos largos, observadas en las colecciones arqueológicas, paleontológicas y verificadas en la macro y micro estructura ósea. Posteriormente, aspectos similares fueron también evaluados por Pickering y Egeland (2006) quienes sostienen que el húmero tiene una tendencia a mostrar la morfología del ángulo de fractura de un hueso fresco mientras que en el radio el porcentaje es mayor para ángulos asociados a huesos secos. Los autores señalan que la forma del radio, similar a una letra “D” actúa mecánicamente en la fractura y en las huellas que en ella se registran, marcando la diferencia con el húmero que presenta otra contextura.

La fractura espiral es una falla en la línea de tensión que recorre un camino helicoidal con una inclinación de 45º en relación al eje longitudinal del hueso fresco, que comienza en el punto del impacto originando diferentes frentes de fractura (Bunn 1989; Evans 1973 en Johnson 1985 y 1989). Los huesos secos y mineralizados tienen una falla de tensión horizontal donde el frente de fractura de 90º atraviesa o corta la diáfisis provocando una fractura diagonal, perpendicular o bien paralela. Aquí la fuerza es indiferente ya que puede ser estática o dinámica, lo más importante es que el hueso seco provoca una morfología de fractura distinta a la que se observa en especímenes frescos, debido a la pérdida de humedad, el micro cuarteamiento y las incipientes líneas de fisuras desarrolladas en la superficie cortical del hueso (Johnson 1989; Outram 2002; Villa y Mahieu 1991). Si bien esto es posible de observar y tiene un gran potencial explicativo, existen dos posturas que ponen en tela de juicio tales afirmaciones como entidades categóricas como las planteadas recientemente. La primera de ellas ha sido mencionada por GiffordGonzález (1989) a partir de observaciones etnoarqueológicas y el análisis del sitio 105 perteneciente a ocupaciones Dassanecht de Kenya, donde plantea que hay huesos que muestran fracturas transversales e irregulares pero sin embargo no se trata de especímenes con un estado avanzado en el desarrollo de líneas de fisura. Esto es contrario a la propuesta de Johnson (1985), quien plantea que la fractura helicoidal es propia de huesos en estado fresco con un frente de fractura que sigue la disposición de las fibras de colágeno y que, por

En vinculación a los comentarios de Gifford-González, un tipo de fractura que introduce mayor complejidad al tema es el marcado perimetral/fractura transversal que ha sido observado en diferentes lugares del mundo (Bourlot et al. 2008; Caracotche et al. 2005; De Nigris 2004;

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Giffrod-González 1989; Hadjuk y Lezcano 2005; Lupo 1994; Mena y Jackson 1991; Mengoni Goñalons 1982; Mengoni y Silveira 1976; Miotti 1990-1992; Muñoz y Belardi 1998) y que no tiene necesariamente el patrón espiral descripto por Johnson (1985) sino que se trata de una fractura de tipo transversal (Muñoz y Belardi 1998) que ha sido recientemente vinculada a una estrategia estandarizada de fragmentación de huesos largos para la región de la Patagonia (Bourlot et al. 2008).

modificación de un hueso es el resultado de la interacción entre la tecnología aplicada y la biomecánica del hueso. Asimismo, Gifford-González nota que una vez que las líneas de fisura se desarrollaron de acuerdo a la orientación de las fibras de colágeno, la acelerada desnaturalización del contenido de colágeno a partir del calentamiento del hueso permitiría el desarrollo de fracturas transversales e irregulares (Gifford-González 1989).

En relación a ello Mengoni Goñalons (1982), sobre la base de estudios experimentales y observaciones en conjuntos arqueológicos, distingue tres grandes clases de fracturas traumáticas intencionales en huesos largos. La primera que describe es la fractura en espiral que caracteriza a los huesos largos partidos en estado fresco y que no han experimentado deshidratación o no se encuentran mineralizados. En este caso el hueso puede presentar la escotadura del impacto. La segunda es la fractura transversal donde señala una intensión intrínseca que busca separar la diáfisis de la epífisis. Si la fractura no es previamente controlada a través de una preparación previa por medio de un aserrado o incisiones profundas en todo o parte de su perímetro (léase marcado perimetral) se producirá un borde transversal irregular (por lo general oblicuo) debido a que no existe un límite sobre la orientación de las ondas de la fractura. La última de las fracturas observadas es la de tipo longitudinal con frentes de fractura en la diáfisis que corren en forma rectilínea y/o curvilínea siguiendo aproximadamente la dirección del eje del hueso por lo que algunos frentes se intersectan entre ellos y otros continúan hasta llegar a la epífisis. Pueden presentar huellas de impacto. El autor propone que al realizarse una fragmentación intencional de un elemento óseo pueden producirse la combinación de varios tipos de fracturas y puntualiza sobre tres clases que se darían con cierta predicción: a) la fractura transversal solamente; b) la fractura en espiral y longitudinal; y c) la fractura en espiral (Mengoni Goñalons 1982). Coincidente con algunos de estos rasgos, Miotti (1990-1992) remarca que de no ser completo el surco perimetral sobre la diáfisis del huesos largo la fractura espiral se hace presente. Es claro entonces que el marcado perimetral reduce la habilidad del hueso para absorber la fuerza del golpe aumentando su tendencia hacia la fractura y su dirección.

Del mismo modo, De Nigris (1999) distingue ciertas diferencias entre conjuntos de huesos crudos y cocidos respecto a la forma de la fractura. Para los primeros los fragmentos tienden en general a la fractura espiral de bordes marcadamente suaves con algunas excepciones y los asados presentan una variedad mayor de formas que incluye a las fracturas longitudinal, columnar y dentada (orientada en forma transversal) (De Nigris 2004). Aunque aquí la fractura transversal no es tan frecuente al igual que lo reportado por Alhaique (1997) quien además apunta en una dirección contraria en la medida en que la fractura espiral y longitudinal mantienen las mismas frecuencias en huesos frescos y cocidos. El experimento llevado a cabo por la autora demuestra que el patrón de fractura no debe ser utilizado como un único medio para determinar si un fragmento arqueológico de hueso ha sido fracturado antes o después de ser sometido a la cocción. Muchos factores tales como el método de procesamiento (Binford 1981; Mengoni Goñalons 1982; Muñoz y Belardi 1998), el elemento esqueletal (Alhaique 1997; Miotti 1990-1992; Pickering y Egeland 2006) la especie y edad de un animal (Johnson 1985; Miotti 1990-1992) así como también si los huesos son cocinados o frescos (De Nigris 1999; Gifford-González 1989; Horwitz 1987; Oliver 1993) son importantes en el tipo de morfología de fractura resultante. Si bien muchos investigadores coinciden en que la fractura espiral está asociada a la fractura fresca, aunque ésta podría presentarse en huesos secos con torsión sigmoidea (Miotti 1990-1992), no todos concuerdan necesariamente en que es el agente humano el responsable más inmediato y el único en provocar este tipo de fractura. Un dato que ha despertado la controversia en Haynes (1983) ha sido el reporte de una alta frecuencia de fracturas espirales en huesos de mamíferos recuperados en conjuntos de edades del Mioceno, Plioceno y Pleistoceno en el norte del continente americano (Meyer et al. 1980). Los carnívoros estudiados por Haynes tienen la particularidad de atacar con sus dientes las epífisis donde encuentran el tejido esponjoso con grasa trabecular aunque en algunas ocasiones la socialización de la carcasa o incluso un fuerte aprovechamiento de la misma genera líneas de fracturas que toman una forma helicoidal (ver capítulo 8 para un caso en Patagonia) debido a que están frescos los huesos. Aunque ella puede ser una fractura incompleta deja abierta la posibilidad que la fractura se complete posteriormente con el pisoteo de animales. No obstante, si bien existen fracturas de huesos compactos en conjuntos donde están involucrados los carnívoros el porcentaje es muy bajo respecto a lo observado en sitios

Ello no termina aquí, otros trabajos de investigación introducen el control de más variables a la problemática de las fracturas frescas y su morfología relacionadas con las técnicas culinarias de cocción de los alimentos (Alhaique 1997; De Nigris 1999; Gifford González 1989; Horwitz 1987; Oliver 1993; Outram 2002) y otras variables con el objetivo de extraer la médula ósea. Horwitz (1987), por ejemplo, utiliza tres técnicas de fracturas por percusión dinámica y lo aplica luego a tres conjuntos de huesos -frescos, hervidos y asados- y advierte que hay una relación entre la morfología de fractura del hueso y la táctica de fractura, algo que fue oportunamente subrayado por Binford (1981) y también indicado por Mengoni Goñalons (1982). Por otro lado y de acuerdo con Johnson (1985) establece que la

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Capítulo 3 Principales características de los huesos y su vínculo con los rasgos morfológicos de las fracturas óseas

Tirso Bourlot

diversos ángulos dado que en ella intervienen una variedad de agentes y factores (ver Behrensmeyer 1978). Aquí, el interés está puesto en aquellos factores más vinculantes con la fragmentación ósea, es decir, considerando particularmente aspectos relacionados con la temperatura y la humedad (Behrensmeyer 1978; Borrero 2007; Lyman 1994; Tappen 1994). Se busca marcar diferencias significativas que pudieran ser útiles en los contextos de depositación de sitios a cielo abierto.

arqueológicos y no todas tienen una línea helicoidal (Haynes 1983). Los carnívoros y los humanos no son incluso los únicos agentes responsables de las fracturas helicoidales, existen además otros procesos como el pisoteo previamente mencionado y la caída de rocas (Agenbroad 1989; Oliver 1989) en sitios como cuevas o aleros. La caída de rocas del techo sobre huesos depositados dentro de cuevas presenta una acción mecánica idéntica a las acciones realizadas con un percutor por humamos sobre los huesos cuando buscan extraer la médula ósea o simplemente para manufacturar herramientas. Ambos presentan una descarga dinámica sobre el hueso y los daños esperados son similares (Agenbroad 1989; Oliver 1989). En este sentido, Oliver ha señalado que los efectos tafonómicos de procesos geológicos depositacionales deben ser distinguidos antes de realizar interpretaciones biológicas o culturales derivadas de los estudios de las modificaciones óseas. A partir de las observaciones en huesos de mamut Oliver (1989) argumenta que el uso de las analogías deben ser cauteloso considerando: 1) una firme apreciación del contexto del sitio; 2) una metodología analítica que diferencie entre fuerza físicas o mecánicas que pueden actuar sobre un hueso -los procesos-, el agente o el vehículo a través del cual estás fuerzas son expresadas y la modificación resultante. Asimismo, los daños similares que deben ser esperados son el impacto que inicia la fractura fresca, los conos de impacto, negativos de lascados, lascas y cicatrices óseas. Además de otros relacionados con el raspado y las líneas de corte. Aún así, Oliver remarca que el porcentaje de huesos con rasgos helicoidales es extremadamente bajo cuando se produce la fractura por la caída libre de rocas sobre un conjunto en comparación con aquellos formados por la acción humana. Los datos de Haynes (1983), Oliver (1989) y Agendroud (1989) ilustran la relevancia que tiene el contexto del sitio en el pronóstico de los restos arqueológicos y que la modificación ósea por si misma no tiene significado, sino que debe ser interpretada en su contexto estratigráfico y depositacional. Marcar las distinciones entre la fuerza mecánica, el agente causal y el daño generado permite aislar los procesos responsables de modificaciones particulares de los agentes específicos observados en un estudio tafonómico. Es por ello que las interpretaciones arqueológicas derivada de la analogía de los estudios etnoarqueológicos y experimentales no se ve invalidada sino que por el contrario los diversos casos y enfoques manifiestan la variedad de agentes y procesos creando los mismos resultados, lo que lleva a la necesidad de tener la cautela señalada previamente por Oliver (1989), entre muchos otros investigadores.

Asimismo, los aspectos importantes del ambiente que influencian la meteorización de los huesos son la temperatura a que se exponen y los cambios en la humedad del ambiente a nivel estacional entre otros muchos factores microambientales (Behrensmeyer 1978; Borrero 2007; Tappen 1994). El proceso de meteorización que sufre un hueso puede ser retardado por la nieve, la momificación, la vegetación, la sombra, condiciones estables de humedad, la protección de los huesos dentro de una cueva -lo que asegura un límite a la exposición solar- y otros eventos meteorológicos (ver Borrero 2007). En este sentido, los estudios de Behrensmeyer (1978) sugieren que la formación de “crack” es más lenta en el bosque lluvioso que en ambientes de sabana abierta. Behrensmeyer (1978) argumenta que las condiciones locales de exposición a la luz solar o a la sombra, el contexto del suelo y humedad así como también la sequedad, tienen un amplio efecto sobre la tasa de meteorización en los huesos y plantea que la temperatura y la humedad extrema incrementan la tasa de meteorización. El resultado de las observaciones de Tappen (1994) para huesos depositados en el bosque lluvioso de África Central señala que sólo el 15% presenta líneas fisuras o cuarteamiento (“crack”) (estadio 1 de meteorización), siendo la modificación ósea extremadamente lenta en comparación con los datos obtenidos en lugares abiertos de la sabana africana. Algo similar observa Borrero (2007) cuando menciona que en la pradera abierta del norte de Tierra del Fuego el proceso de meteorización se da de forma acelerada y que ésta difiere entre distintos elementos óseos. En el bosque la luz solar se ve bloqueada por la vegetación creando un ambiente de baja variación diurna de humedad y temperatura. En este ambiente existe una baja tasa de evaporación de modo que existe siempre humedad en el ambiente y los huesos nunca se secan (Tappen 1994). En el caso de ambientes abiertos como los sectores bajos de médanos del lago Cardiel las expectativas son la contraparte de lo observado por Tappen, es decir, una alta tasa de evaporación regional (Oliva et al. 2001) producto de una radiación solar directa sobre la superficie del suelo sobre el cual se apoyan los huesos de superficie y donde las temperaturas podrían superar ampliamente la media del ambiente (Massigoge et al. 2008) pudiendo generar una alta tasa en la pérdida de humedad no sólo de la capa superior del suelo sino también de los huesos allí expuestos. Así, el tejido óseo comienza a secarse cambiando su comportamiento mecánico lo que deriva en la generación de

3.3.1. El rol de la meteorización en la fractura de los restos óseos Las observaciones tafonómicas sobre el comportamiento de los huesos ante la meteorización permiten señalarla como uno de los procesos post-depositacionales más relevantes a la hora de generar fractura naturales en los restos óseos. De este modo, y teniendo presente tal afirmación, la meteorización debe discutirse desde

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. agrietamientos marcando el camino y la dirección de la fractura ósea. Las altas temperaturas que puede alcanzar en verano la superficie del suelo del médano por su exposición directa al sol y al viento afectarían también a los huesos, acelerando la perdida de humedad. En efecto, las observaciones tafonómicas en los campos abiertos de Tierra del Fuego sugieren la existencia de diferencias entre el promedio de condiciones de los conjuntos en superficie y aquellos que comenzaron a enterrarse atribuyendo esta situación a la meteorización y al enterramiento (Borrero 2007). Aquí, la alta aceleración de la meteorización es atribuible a la fluctuación en la temperatura y humedad diaria como los elementos más influyentes en la explicación del patrón de San Pablo (Borrero 2007) algo que también fue oportunamente señalado por Behrensmeyer (1978) como causa de las diferencias de preservación en Amboseli.

3.4. Los alcances de la experimentación en la extracción de grasa ósea en huesos esponjosos La bibliografía disponible sobre estudios actualísticos experimentación, etnoarqueología- que tratan el tema de los patrones óseos de fractura y fragmentación generadas a través de actividades relacionadas con el consumo de grasa es amplia y diversa. Este tipo de información junto a la etnográfica aportan datos relevantes con los cuales poder afinar nuestras ideas sobre el registro arqueológico y provee, en algunos casos, referencias útiles sobre el rendimiento de grasa extraída (medular y trabecular). Church y Lyman (2003) realizaron un estudio experimental con el fin de medir la eficiencia en la extracción de grasa trabecular por medio del hervido con distintos niveles de fragmentación de los huesos (Tabla 3.1). Se utilizaron huesos de ciervo de cola blanca Odocoileus virginianus- (peso de 167 kg) que fueron previamente despojados de su carne y tendones. El estudio determinó que los fragmentos más pequeños (≤ 5cm) fueron los más eficientes ya que se necesitó entre 2 y 3 hs para extraer el 80% de la grasa, mientras que fragmentos mayores (la simple fractura de los huesos largos en dos extremos) alcanzaron ese porcentaje luego de 5 hs de procesamiento.

Bajo estas condiciones a cielo abierto existen diferencias significativas en la resistencia que poseen huesos con tejido compacto y esponjosos vinculados al tipo y disposición de los diferentes tejidos que conforman diáfisis y epífisis marcando patrones de fracturas diferenciales sobre ambos tejidos (Belardi et al. 2008a). Esto podría ser una discrepancia sustancial con aquellos restos óseos de cuevas donde la exposición solar sería nula en relación a las condiciones señaladas.

Tabla 3.1. Algunos datos relevantes del estudio experimental sobre la extracción de grasas en el ciervo de cola blanca. Datos publicados por Church y Lyman (2003) Grasa trabecular

Variables

Ciervo de cola blanca 167 kg 2 húmeros, 2 fémures y 2 tibias 2 a 3 hs (o incluso más tiempo) 35-36 gr (con dos elementos) 300-335 kcal 4%

Animal procesado Peso del animal

Grasa medular Ciervo de cola blanca 167 kg

Elementos procesados

2 húmeros, 2 fémures y 2 tibias

Tiempo invertido

Lo que lleve fracturar la diáfisis

Rendimiento de grasa (gr) Rendimiento de grasa (kcal) Cantidad de grasa en el cuerpo del animal

614 kcal 2,30%

cuerpo de un ciervo la relación de ambas grasas es de 2,3% (médula)/4% (trabecular), lo que podría equiparar el resultado final aún cuando el tiempo de procesar la grasa trabecular sea mayor. Si bien esto alcanza sólo al 7% del total de la grasa corporal para el ciervo de cola blanca (69% tejido adiposo, 19,9% intermuscular, 6,9% vísceras), la secuencia de pérdida por acción fisiológica

Los resultados marcan una extracción de 35-36 gr de grasa ósea cada dos elementos, lo que representa entre 300-335 kcal obtenida luego del hervido. También se hace mención que algunos huesos -2 húmeros, 2 fémures y 2 tibias- podrían producir alrededor de 614 kcal de grasa medular, indicando que es más fácil y genera más kilocalorías la extracción de médula. No obstante, en el

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Capítulo 3 Principales características de los huesos y su vínculo con los rasgos morfológicos de las fracturas óseas

Tirso Bourlot

carcasas fueron fracturadas y procesadas por hervido. Todas estas actividades fueron medidas en tiempo y los nutrientes extraídos fueron pesados. La eficiencia fue medida por la cantidad de nutrientes comestibles -carne, médula, grasa- y el costo en la cantidad de tiempo necesario para llevar a cabo las diferentes tareas. La Tabla 3.2 resume aquellos datos atribuibles a las actividades de extracción de grasa medular y trabecular.

las coloca en el último lugar de reserva (Church y Lyman 2003), es decir, en el lugar más confiable (ver Bar-Oz y Munro 2007). En la Tabla 3.1 se presentan algunos datos tomados del trabajo de Church y Lyman (2003). La información señala, en términos comparativos el rendimiento entre la extracción de grasa trabecular y medular. Se desprende que la extracción de ambas grasas difiere en el tiempo de procesamiento y en la cantidad de gramos obtenidos por actividad.

Entre otros resultados los investigadores determinaron que el tiempo requerido para completar las tareas depende del tamaño del animal. Además, el rendimiento de uno y otro tipo de grasa varía según el animal procesado y que el tiempo invertido en las tareas fragmentación y hervido- es mucho mayor en el procesamiento de la grasa trabecular, mientras que el rendimiento en gramos es menor -por ejemplo: para el Impala 4hs de trabajo de grasa medular representarían 942,4gr, mientras que se obtienen 142,53gr de grasa trabecular en el mismo lapso de tiempo-.

Lupo y Schmitt (1997) realizan una experimentación en hervido de huesos con el objeto de medir la eficiencia del procesamiento de carcasas de tres animales de diferente tamaño –Impala (Aepyceros melampus), Ñu (Connochaetes taurinus) y Cebra (Equus burchelli)-. Cada una de las carcasas fueron desvisceradas y cuereadas, la carne fue extraída de todas las partes del cuerpo y las articulaciones fueron desmembradas. Luego, la médula ósea fue removida de los huesos largos y las

Tabla 3.2. Algunos datos relevantes del estudio experimental sobre la extracción de grasas de tres carcasas de animales sudafricanos. Datos publicaos por Lupo y Schmitt (1997) Grasa trabecular

Variables

Impala

Ñu

Cebra

45 a 80 kg

140 a 260 kg

1 carcasa 4 hs

Animales procesados

Impala

Ñu

Cebra

200 a 300 kg

Peso del animal

45 a 80 kg

140 a 260 kg

200 a 300 kg

1 carcasa

1carcasa

Elementos procesados

1carcasa

1carcasa

1carcasa

3 hs

+12 hs

15,23 min

17,23 min

17,2 min

58,9 gr

225,2 gr

104,5 gr

-

-

-

-

-

-

Tiempo invertido

Rendimiento de grasa Gr. Rendimiento de grasa kcal Cantidad de grasa en el cuerpo *Todos los huesos fueron rápidamente calentados antes de la fractura. 142,53 gr

Grasa medular*

387,18 gr

653,78 gr

De igual manera, estudios a través de observaciones etnoarqueológicas (Binford 1978 y 1981; Bunn 1993; Enloe 1993; Oliver 1993), datos etnográficos (Leechman 1951; Saint Germain 1997) o a partir de experimentación (Saint Germain 1997) señalan evidencias que apoyan estas tendencias de carácter cuantitativas y cualitativas.

De estos trabajos se pueden señalar algunas premisas relevantes para este trabajo: • La cantidad de grasa medular y trabecular extraída depende del tamaño del animal procesado. • El tiempo invertido en las tareas de procesamiento es mucho mayor en la extracción de grasa trabecular que la medular. • La cantidad de grasa obtenida (gr) es mucho mayor en el procesamiento de grasa medular por unidad de tiempo invertida, lo cual marca una notable diferencia en la eficiencia de procesamiento.

Si bien estos datos tienen múltiples lecturas en términos de costo y beneficio, es importante señalar que mientras existe una diferencia entre ambos tipos de grasas, ésta podría quizás no ser suficientemente relevante para los cazadores-recolectores de la Patagonia, al menos bajo una gama amplia de posibilidades. No obstante, las

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. horas entre 80º y 100º C; otros durante 43 horas entre 100º y 120º C, hervidos durante 10 minutos y otros durante 1 hora, expuestos a fuego directo a 15cm de distancia durante 4 y 6 minutos, en un rango de temperatura de 200º a 250º C y huesos congelados expuestos a fuego directo durante 10 minutos. En cada uno de los casos los criterios morfológicos medidos fueron la línea de fractura, la textura y ángulo de la superficie de fractura (Outram 2002). Si bien el autor concluye que estas variables son adecuadas para el propósito mencionado anteriormente existen trabajos previos en los cuales no obtuvieron las mismas conclusiones en algunas de estas variables indicando que los resultados no fueron uniformes (Miotti 1990-1992; Villa y Mahieu 1991). No obstante, cabe señalar que dichos estudios difieren no sólo en cuanto a los resultados sino también en el tipo de examen realizado.

diferencias en uno y otro tipo de procesamiento podrían verse reflejadas en el patrón de fractura y fragmentación de una carcasa de guanaco. Sobre todo al considerar algunas situaciones particulares y el contexto en que podrían suceder tales actividades, como por ejemplo tener disponibilidad de recursos adecuados tales como tiempo, combustibles, tecnología y/o gente. 3.5. El patrón de fractura y el índice de fractura fresca como una alternativa viable a ser evaluada a escala del conjunto Los trabajos desarrollados en las páginas anteriores señalan la variabilidad de situaciones en las cuales un hueso es fracturado y la diversidad de factores que intervienen -tales como, técnicas de fractura, propiedades intrínsecas de los elementos, tipo de tejido óseo, modos de preparación y procesamiento-, dando lugar a la morfología del hueso fragmentado y a los rasgos o marcas asociadas. Queda entonces establecida la complejidad del análisis zooarqueológico que representa esta problemática, incluso luego de conocer una variedad importante de estudios experimentales que se vienen desarrollando desde hace varias décadas por diversos investigadores. Si bien podríamos sugerir que el problema sigue sin resolverse con claridad y las condiciones particulares de cada caso representan un desafío en sí mismo, éste no es un obstáculo para seguir aumentando el conocimiento sobre las fracturas óseas y aplicar nuevas herramientas analíticas que, como se ha demostrado, necesitan ser constantemente evaluadas a través del registro arqueológico y los estudios actualísticos. Además de lo indicado es relevante tener presente las unidades de observación y análisis sobre las cuales medimos tales o cuales atributos referibles a la fractura ósea.

Finalmente, Outram (2002) plantea la posibilidad de tres grandes grupos de huesos en función de los valores y resultados obtenidos en la experimentación: • Grupo 1: se trata de aquellos experimentos sobre huesos frescos y congelados, esta última condición tiene pocos efectos sobre el tipo de fractura. • Grupo 2: son huesos que replican un tratamiento previo a la extracción de médula registrados en casos etnográficos. Presentan algún efecto sobre el tipo de fractura, pero ellos muestran en su mayoría fracturas frescas. • Grupo 3: consiste en tratamientos pre-fractura y extracción de médula poco probable de ser utilizados en casos etnográficos, como por ejemplo huesos procesados en un horno durante 43 horas. Al respecto, para el grupo 3 mencionado el autor subraya que es poco probable que haya médula debido al efecto de licuación de la grasa y su posterior perdida durante el proceso utilizado. Además, la mayoría de las fracturas poseen las características de fractura en huesos no frescas. Outram concluye que el método del índice de fractura fresca (FFI) es útil para determinar aquellos huesos que fueron fracturados para extraer la médula ósea de aquellas fracturas producidas por procesos naturales y debe ser leído a nivel del conjunto y no sobre la unidad de observación, es decir, sobre el espécimen. Además sugiere que otras variables adicionales asociadas a la percusión del hueso deben ser consideradas junto al IFF (Outram 1999, 2001, 2002), algo que también ha sido señalado oportunamente por Villa y Mahieu (1991), entre otros autores.

A razón de lo señalado, Outram (2002) realiza un atractivo estudio experimental donde proyecta para el análisis de las fracturas óseas de huesos largos el Índice de Fractura Fresca (IFF) (ver detalles en el capítulo 5). Para ello parte sobre la base de fuentes etnográficas y estudios etnoarqueológicos que plantean el problema de la existencia de variabilidad en las conductas de la extracción de médula. En ese sentido, el autor subraya que existe cierta recurrencia donde los huesos no están enteramente frescos cuando ellos son fracturados para extraer la médula, existiendo instancias donde el elemento puede estar congelado o bien ha sido calentado cerca del fuego o en agua. De este modo y teniendo en cuenta tales circunstancias etnográficas y etnoarqueológicas se propone realizar un experimento control emulando las condiciones registradas. Lo que busca es evaluar la sensibilidad del IFF a los cambios en los distintos tipos de fractura y si los tratamientos previos a la extracción de médula afectan la fractura fresca y dificultan su identificación con otros mecanismos tafonómicos.

3.6. Síntesis En este capítulo se ha planteado la importancia de trabajar con información actualística como marcos de referencia provenientes de fuentes de datos de un amplio rango de situaciones lo que en nuestra opinión permite construir inferencias sólidas para nuestras discusiones e interpretaciones arqueológicas. El tema desarrollado descansa sobre uno de los ejes zooarqueológicos centrales

De esta manera, los huesos son tratados bajo diferentes condiciones: huesos frescos, congelados a -20º C (por 2, 4, 10 y 20 semanas), calentados en hornos (durante 1 y 5

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Capítulo 3 Principales características de los huesos y su vínculo con los rasgos morfológicos de las fracturas óseas

Tirso Bourlot

interesados en discutir el consumo de grasa animal. Finalmente resta analizar el tema de la grasa trabecular y la fragmentación ósea a partir de un profundo análisis etnoarqueológico con el objeto de lograr una mayor amplitud de conocimiento previo al desarrollo del diseño metodológico de esta investigación.

de esta tesis, el consumo de grasa animal y los patrones de fractura y niveles de fragmentación ósea vinculados. Se ha puesto sobre el papel diversos atributos y aspectos que comienzan en cuestiones tan puntuales y básicas como las propiedades biomecánicas de los huesos, los mecanismos de fractura y la morfología ósea observable sobre ellos. En este caso, la microestructura gobierna en gran medida la falla de tensión que sufre el hueso ante un agente o proceso. La capacidad de absorción de energía del hueso, la dispersión de la fuerza y el medio en que actúa (tejido compacto o poroso), el estado del material (contenido de humedad), la torsión del elemento (sigmoidea), la presencia de tejido no óseo, el espesor de la corteza son algunos de los factores que más influyen el comportamiento biomecánico de un hueso bajo la aplicación de algún tipo de fuerza. A ello hay que sumarle las técnicas culinarias (por ejemplo: marcado perimetral, hervido) y las tecnologías aplicadas por los humanos en el procesamiento de los huesos, así como también las necesidades dietarías y los costos/beneficios por unidad de tiempo invertido cuando la extracción de grasa animal es un objetivo en sí mismo. Se ha subrayado que marcar las distinciones entre la fuerza mecánica, el agente causal y el daño generado permite aislar los procesos responsables de modificaciones particulares de los agentes específicos observados en un estudio tafonómico. En nuestro caso de estudio, contextos de sitios a cielo abierto en ambientes de médanos, hemos reparado en que la meteorización debe discutirse desde diversos ángulos considerando particularmente aspectos relacionados con la temperatura y la humedad dado que estamos interesados en buscar diferencias significativas que pudieran ser útiles en nuestros contextos de depositación. Así por ejemplo, se ha señalado un marcado contraste en términos de expectativas entre las condiciones microambientales de huesos depositados en el bosque lluvioso de Africa Central y las condiciones de los médanos del lago Cardiel. En este último se ha subrayado una alta tasa de evaporación producto de una radiación solar directa sobre la superficie del suelo sobre el cual se apoyan los huesos de superficie y donde las temperaturas podrían superar ampliamente la media del ambiente pudiendo generar una alta tasa en la pérdida de humedad. Las altas temperaturas que puede alcanzar en verano la superficie del suelo del médano por su exposición directa al sol y al viento afectarían también a los huesos, acelerando la perdida de humedad. Bajo estas condiciones a cielo abierto existen diferencias significativas en la resistencia que poseen huesos con tejido compacto y esponjosos vinculados al tipo y disposición de los diferentes tejidos que conforman diáfisis y epífisis marcando patrones de fracturas diferenciales sobre ambos tejidos. Por último, la experimentación y la construcción de un índice de fractura apoyado sobre una sólida base experimental y etnoarqueológica aplicable a partir de una combinación de atributos de fractura y rasgos culturales asociados aportan importantes herramientas con las cuales trabajar el registro faunístico cuando estamos

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

CAPÍTULO 4 INFORMACIÓN ETNOARQUEOLÓGICA SOBRE TÉCNICAS DE PROCESAMIENTO Y EXTRACCIÓN DE NUTRIENTES: SUS IMPLICACIONES PARA EL ESTUDIO DE LOS PATRONES DE FRACTURA Y NIVELES DE FRAGMENTACIÓN ÓSEA EN EL REGISTRO ARQUEOLÓGICO impuesta o reforzada por los estudios sobre el comportamiento de los homínidos tempranos.

4.1. Introducción En capítulos anteriores se hizo referencia a la importancia de los requerimientos biológicos y fisiológicos a la hora de seleccionar los tipos de recursos para el consumo humano. También se señaló el vínculo existente entre esta problemática y la fractura de huesos animales para lo cual se discutieron las implicaciones que en ello tienen las propiedades biomecánicas de los diferentes huesos del esqueleto de un animal y los diferentes agentes y procesos que influencian los atributos morfológicos de las fracturas óseas.

Una de las consecuencias que señala la autora en este aspecto, es la orientación que tomaron las diferentes investigaciones, dejando de lado el estudio total de la cadena operativa de faenamiento. Sin embargo, aquellas estrategias culinarias íntimamente ligadas a beneficios nutricionales, son actividades significativas que direccionan las decisiones de procesamiento influenciando el patrón de restos faunísticos (Binford 1978; Gifford-González 1993). De este modo, al discutir las distintas formas culinarias de extracción o explotación de alimentos es necesario diferenciar los productos que ofrecen los animales, puesto que su explotación va a generar variabilidad en el registro óseo. La extracción de tejidos blandos en ungulados, como músculos y vísceras, son actividades que requieren de ciertas tecnologías y generan determinados patrones de huellas de procesamiento y perfiles anatómicos. La extracción de grasa medular y trabecular crea distintos patrones de fragmentación ósea y perfiles anatómicos y requieren de otro tipo de tecnologías asociadas (Church y Lyman 2003; Outram 2002; Wansnider 1997). En el último de los casos -extracción de grasa trabecular- es posible incluso asumir la eliminación por completo de ciertos huesos o partes de ellos, condicionado por el tipo de comida y el modo de preparación necesarios para su elaboración (Binford 1978; Leechmann 1951; Peale 1971), como se verá más adelante en el caso Nunamiut. Asimismo, también es preciso destacar que si bien se cuenta con datos etnográficos que permiten sugerir que las carnes magras y medianamente magras son comúnmente asadas (De Nigris 2004; Wandsnider 1997), hay que diferenciar este proceso de aquel orientado a la extracción de grasa animal, dado que las consecuencias para el registro arqueológico serán distintas entre los dos casos. Ambas son, en un mismo proceso o evento culinario, maneras no excluyentes de preparación y consumo de los recursos disponibles en una presa.

En este capítulo se plantea explicar, a partir de datos etnoarqueológicos y etnográficos, cómo ciertos factores de la conducta humana pueden influenciar la estructura de los conjuntos zooarqueológicos. Se hace referencia particularmente a la necesidad del consumo de grasa animal (Outram y Mulville 2002; Speth y Spielmann 1983) y cómo las distintas técnicas culinarias implementadas para su obtención generan variabilidad en los patrones de fractura y fragmentación ósea (Binford 1978) sobre los cuales estamos interesados en esta tesis. El tratamiento del tema sobre la variabilidad observada en las distintas etapas de la secuencia de procesamiento de una carcasa y, en particular, en aquellas etapas finales donde se realiza la extracción de grasa trabecular, sugiere la desaparición de ciertos huesos. Esto crea patrones de perfiles anatómicos con la consecuente desaparición de huesos, o bien, la pérdida de identificación anatómica que no se relaciona necesariamente con modelos de transporte selectivo o densidad mineral ósea como ya se ha mencionado. 4.2. Transporte selectivo de partes y procesamiento final La zooarqueología en el mundo estuvo fuertemente orientada hacia la discusión de determinados aspectos entre los cuales el proceso culinario ha tenido una discusión relativamente baja. En este contexto se asumía, entre otras cosas, que las decisiones de faenamiento estaban basadas en la adquisición de presas, de manera que los estudios se dirigieron particularmente hacia la obtención de animales. En este sentido, algunos de los trabajos más influyentes en arqueología, como menciona Gifford-González (1993), estuvieron enfocados en sitios de matanza masiva e instalaron la noción de que la carne era extraída antes de la cocción. La misma tendencia fue

Un aspecto primordial en el tratamiento de estos tópicos debe comenzar por preguntarse sobre la ambigüedad de los datos, antes que asumir el enfoque. Por ejemplo, una pregunta útil podría ser la siguiente: ¿la representación de partes anatómicas identificables, dentro de un conjunto óseo, es una consecuencia del transporte selectivo de elementos, un patrón mediado por la densidad ósea o un efecto causado por prácticas culinarias y necesidades

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Capítulo 4 Información etnoarqueológica sobre técnicas de procesamiento y extracción de nutrientes: sus implicaciones para el estudio de los patrones de fracturas óseas... nutricionales? En la literatura de Patagonia existe una variedad de trabajos en los que se mencionan respuestas dirigidas a la última opción de la pregunta. Al mismo tiempo, es bastante raro el tratamiento efectivo, en términos de unidades de análisis enfocadas a su respuesta en comparación a los análisis que se le ha dedicado a las dos primeras opciones.

Tirso Bourlot

segundo, se concentran todas las partes del esqueleto axial excluyendo el cráneo e incluyendo la escápula y las falanges (Binford 1978:145). Específicamente, en la preparación de comidas con alto contenido de grasa animal o gobernadas por la extracción de este recurso, Binford detalla diversos tipos - “bone marrow, bone juice, Eskimo ice cream o marrow cake and bone grease”, que son elaboradas en lugares, circunstancias y modos distintos e involucra diversas tecnologías asociadas a su preparación (Binford 1978). De aquí que los ejemplos que se exponen a continuación advierten de la variabilidad contingente que se puede encontrar en esta etapa del comportamiento de subsistencia.

Por último, las prácticas culinarias forman parte de la dieta y es importante pensar si los recursos animales se ingerían crudos o cocidos -asado, hervido-. Su importancia radica en los beneficios que la cocción ofrece en sí misma. En ese sentido, los alimentos de origen animal se tornan más digeribles -en particular los lípidos y las proteínas-, reducen el riesgo de enfermedades, concentran los nutrientes y permite una mejor extracción de ellos e inclusive una mejor conservación de los alimentos (De Nigris 2004).

4.3.1. Marrow cake o Esquimo ice cream La preparación de esta comida incluye la selección y almacenamiento de los metapódios y huesos de los pies. Luego de tener una importante cantidad almacenados, los huesos son fracturados longitudinalmente utilizando un yunque -“flan anvil rock”- y una pequeña hacha o bien un miembro inferior del mismo caribú. La médula ósea es utilizada para preparar esta comida, mientras que los restos de fragmentos de diáfisis y las epífisis siguen caminos paralelos. Este alimento forma parte de la comida para los hombres durante las cacerías de primavera y es un importante suplemento de grasa anticipando las condiciones del caribú en la cacería estival (Binford 1978:146-148). Por su parte, también es posible que los tarsianos, carpianos y falanges sean hervidos en un guisado -“stew”- o bien almacenados para el procesamiento de grasa ósea -“bone grease”- o, algunos de ellos, fracturados para extraer la médula ósea. En el caso del guisado -“stew”- huesos del esqueleto axial son introducidos a la cacerola. Las costillas son fracturadas cuando son hervidas, con el objeto de extraerles la grasa trabecular, procesamiento que por lo general se realiza en las residencias y sobre carne fresca (ver más abajo que sucede en el “bone juice”). Si por el contrario, su tratamiento es otro, como el asado o el secado, estas permanecen sin fracturarse (Binford 1978:151-152).

4.3. El caso Nunamiut Bajo este panorama, resta pensar ¿dónde podría obtenerse grasa animal?, ¿cuál es el rol de las estrategias culinarias en su obtención? La primera de las preguntas ha sido puesta en discusión en los capítulos anteriores, mientras que la respuesta al segundo interrogante será expuesta a continuación. Los estudios etnoarqueológicos desarrollados por Binford (1978 y 1981) entre los Nunamiut1 pueden servir de guía no sólo para poner en relevancia la cadena operativa completa y su influencia en la estructuración de los conjuntos arqueológicos, sino también para señalar la compleja variabilidad que presenta el comportamiento humano y su consecuente registro material. Binford (1978 y 1981) discute algunas de las características que adquiere la selección, el almacenamiento y la modificación de las partes anatómicas, asociadas a los distintos modos de preparación de las presas -crudo, hervido, asado, secadoo sus productos para el consumo -carne y grasas principalmente-. En este sentido, las partes anatómicas pueden exponerse al hervido, al asado (calentadas al fuego), secarse antes de consumirse o ninguna de éstas. Uno de los rasgos más visibles notado por Binford ha sido cuando los Nunamiut preparan la carne dividen la carcasa anatómicamente en dos componentes principales: a) porciones del esqueleto que serán utilizadas para preparar lonjas de carne para consumo, y b) aquellas partes que serán hervidas con los huesos incluidos. En el primero de los casos, se agrupan todos los huesos de la pierna delantera excepto la escápula y las falanges. En el

4.3.2. Bone marrow Binford (1978, 1981:151-152; ver también Enloe 1993) observa diferencias recurrentes en el patrón de consumo de médula ósea y la disposición de partes en contextos de campo y residenciales, concluyendo que los huesos se fracturan singularmente en situaciones diversas. Cuando se fracturan las diáfisis de los huesos largos apendiculares por lo general se separan las epífisis que son almacenadas para la manufactura de “bone grease”. Los huesos son previamente limpiados de carne y tendones y en el caso de almacenar las epífisis el golpe de fractura suele darse en el cuello de la epífisis. Las herramientas y modos de fracturas son diversos y generan variabilidad en el patrón de fractura (Binford 1978:153).

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Los esquimales Nunamiut son un grupo de cazadoresrecolectores del interior del norte de Alaska que en la actualidad habita el paso de Anaktuvuk ubicado en la cadena montañosa de Brooks, región caracterizada por un clima ártico de marcada estacionalidad. Este grupo humano tiene una base de subsistencia centrada en un 80% en el caribú (Rangifer tarandus) (Binford 1978).

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. animales ingresan frescos y en número reducido. Es un contexto de alta movilidad para estos grupos y el almacenamiento de extremos articulares apendiculares no es factible por razones climáticas. De esta manera, existe un esfuerzo por maximizar la extracción de grasa de las presas frescas, dado que es un producto que no está disponible en la carne seca procesada en la primavera (Binford 1978:163-164).

Dos tipos de fragmentos son clásicos en esta actividad, por un lado las astillas o “splinters” y, por otro lado, los fragmentos más pequeños o “chips” generados sobre el área de percusión. La morfología de los fragmentos y los extremos articulares resultan así en un patrón bastante particular. La fractura espiral en huesos frescos también es característica en estas observaciones. Bajo situaciones de consumo inmediato de médula donde las epífisis no son almacenadas, la fractura está dirigida por un golpe en el medio de la diáfisis. Esto marca un patrón de fractura y fragmentación distinto al anterior (Binford 1978:155-156). Asimismo, los huesos también suelen calentarse cerca del fuego, dado que facilita su fractura. Otros dos tipos de fracturas, además de la espiral, suelen presentarse: la “green-stick” y la fractura transversal. Ambas obedecen a la técnica de fractura utilizada (Binford 1981:149) y todas dependen del estado de los huesos.

En uno de los casos que menciona Binford, se seleccionan ciertos huesos -metatarso distal, radioulna distal, todos los carpianos, tibia distal, húmero distal y todos los tarsianos-, de los cuales algunos fueron pulverizados sobre un yunque, mientras que otros tan sólo fueron reducidos a tamaños pequeños. Otros fragmentos de huesos, restos de carne y tendones fueron incluidos y hervidos en una misma cacerola. Este caldo es consumido junto con la carne seca. Binford agrega que los huesos aquí utilizados son más expeditivamente seleccionados y, en consecuencia, más variables que aquéllos usados en “bone grease”, lo que resulta en patrones faunísticos diversos.

4.3.3. Bone grease La manufactura de grasa ósea observada por Binford había sido llevada a cabo antes de abandonar el campamento de invierno, al comienzo de la primavera. Es una actividad intensiva que requiere de mucha leña, tiempo y trabajo. El tratamiento de aquellos huesos que han sido acumulados durante un lapso (extremos articulares apendiculares, tarsianos, carpianos y falanges), fueron fracturados hasta quedar pulverizados sobre un yunque o molino. Luego fueron vertidos en una olla con agua caliente para hervirlos y extraerles la grasa trabecular. Si bien la extracción de grasa ósea -“bone grease”- es una actividad que se observa con cierta planificación en el tiempo, es posible que los huesos seleccionados por los esquimales se acumulen y nunca lleguen a procesarse (Binford 1978). Es preciso reparar que ambas situaciones resultan en patrones de restos óseos muy diferentes pero fueron decisiones tomadas para una misma actividad.

El “bone juice” también es frecuentemente preparado en campamentos de caza, faenamiento y en lugares de viajes o tránsito (“trail stop”). Bajo éstas circunstancias las costillas son los elementos óseos que más se utilizan y, al tratarse de pocas personas, la cantidad de partes procesadas es mucho menor en relación con lo expuesto para las residencias (Binford 1978:165). Es así que vemos nuevamente variabilidad en los patrones óseos resultantes de acuerdo se trate de diversas circunstancias y localidades. Dentro de esta variabilidad nuevamente se está frente a procesos de fractura y fragmentación de restos óseos como parte de la preparación de los alimentos e incluso la desaparición de ciertas porciones anatómicas por efecto de su destrucción total. 4.4. Los datos etnoarqueológicos y la importancia de las técnicas culinarias en los estudios zooarqueológicos Se ha subrayado que el procesamiento final realizado por los Nunamiut, sobre el caribú cuando consideran la obtención y extracción de las grasas del animal, requiere de diversas formas de preparación que resultan en patrones de fracturas y fragmentación muy variados. Estos tienen un rol muy importante en la estructuración de un conjunto faunístico, de modo que es preciso enumerar algunos de los factores vinculantes que dan origen a la variabilidad material:

Si bien las observaciones de Binford se realizaron en un contexto tecnológico con disponibilidad de ollas de metal, los informantes Nunamiut confirman el uso de piedras calentadas al fuego y contenedores de cuero en el proceso de hervido. Si se lleva a cabo la manufactura de grasa es interesante notar que existe una de las implicaciones más importantes pues se trata de la desaparición de partes del esqueleto producto del procesamiento y preparación de este alimento. Esto es importante dado que muchas veces la ausencia de huesos o partes de éstos se explica, por ejemplo, por factores tales como el transporte selectivo (Gifford-González 1993), el reparto (Waguespack 2002) o bien la densidad mineral ósea, quedando relegadas las explicaciones enfocadas en el procesamiento final y consumo de alimentos.

a) El tipo de comida en que resultarán. b) Las técnicas de preparación -hervido o asado. c) Las necesidades de consumir nutrientes básicos. d) La época del año. e) La disponibilidad y número de carcasas para procesar.

4.3.4. Bone juice

f) La planificación de consumo diferido.

Este alimento es comúnmente producido en localidades residenciales de verano en circunstancias en las cuales los

g) La cantidad de personas, el tiempo y el combustible disponible.

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Capítulo 4 Información etnoarqueológica sobre técnicas de procesamiento y extracción de nutrientes: sus implicaciones para el estudio de los patrones de fracturas óseas...

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parte de los grupos humanos que la habitaban, entre los cuales se ha distinguido en varias oportunidades el interés en la ingesta de grasa animal. En este apartado se hace mención a la información disponible al respecto, aunque ello no se realizará de forma exhaustiva, dado que en la actualidad existen diversos trabajos de investigadores en Patagonia que se ocuparon de publicar en detalle las citas textuales muy elocuentes de gran parte de las fuentes escritas que se dispone; para el tema de la grasa y las técnicas de preparación de alimentos (Borrero 1991; Martinic 1995; Miotti 1998; De Nigris 2004), e incluso sobre información directas que aportan testigos orales (Aguerre 2000).

h) El tipo de campamento en el que se encuentran. i) La capacidad de almacenamiento y la movilidad. j) Los tipos de contenedores usados en la preparación y el método utilizado. Tales actividades incluyen múltiples tipos de tecnologías disponibles y, al mismo tiempo, resultan en distintos modos de consumo. De manera que, sus implicaciones sobre las propiedades de un conjunto arqueológico son considerables. En cada tipo de comida mencionada se ha visto que existe una selección de partes anatómicas para procesar, mientras que otras pueden ser descartadas e inclusive se realiza un tratamiento diferencial de aquellos huesos seleccionados. Esto crea variabilidad dentro de las partes que son identificables lo que resulta en patrones anatómicos disímiles. Dentro de aquellos elementos óseos procesados el tratamiento de los huesos en la preparación de las comidas genera un patrón de fractura diferencial y niveles de fragmentación que son muy dispares entre sí. Así por ejemplo, se ha señalado que en la obtención de la médula ósea el patrón de fractura de las diáfisis puede presentarse con astillas longitudinales asociadas a pequeños fragmentos producto del impacto bajo ciertas situaciones de consumo. Al mismo tiempo y bajo otras condiciones, es posible encontrar una recurrencia de fracturas próximas a las epífisis de los huesos largos, algo muy diferente al caso anterior. Por otro lado, cuando la extracción de grasa trabecular es un objetivo en la cocina los niveles de fragmentación varían desde la pulverización y desaparición de partes anatómicas hasta un grado variable en la intensidad de fragmentación en términos del tamaño resultante de los fragmentos.

Con respecto a la grasa animal, la información etnohistórica es relevante sobre el conocimiento que los grupos cazadores tenían de este recurso. Por ejemplo, las crónicas señalan que en el momento de la cacería la gordura de los animales era tenida en cuenta (Claraz 1988) y que si la presa estaba flaca sólo la mataban para sacarle la piel o bien si era más de una presa se concentraban en el procesamiento de aquella que presentase mayor gordura. La grasa tenía incluso un valor social ya que podía ser un obsequio en caso de casamiento (Bourne 1998). El ñandú era una presa valiosa por su carne y su alto porcentaje de grasa, mayor que el guanaco. Asimismo, las vísceras de guanacos y ñandúes podían ser consumidas inmediatamente después de la cacería, incluso el caracú o grasa medular, sin ningún tipo de cocción. Por su parte, el charqui era preparado con sal y luego se colgaban lonjas de carne al sol para que se secaran, lo cual podía realizarse antes de comenzar el invierno (Aguerre 2000:76-77). Posteriormente, antes de comer estos trozos de carne eran macerados y se los calentaba a las brazas untándolos con grasa animal que tenían almacenada en bolsas hechas de cuero o vejiga de diferentes animales (ver Miotti 1998). Este último aspecto habla del almacenamiento de lípidos para un consumo diferido previniendo la escasez del recurso durante determinado período del año. Las grasas podían ser obtenidas de diferentes animales tales como guanaco, ñandú, piche, peludo, zorrino, puma y zorro, entre otros (ver Miotti 1998).

La discusión del caso Nunamiut ha tenido como objetivo el indicar, por medio de las técnicas de preparación de alimentos involucradas en la extracción de grasa ósea, la variabilidad de los patrones de fragmentación y fractura ósea plausibles de observación en el registro arqueológico. La información del caso Nunamiut ofrece una herramienta con la cual generar expectativas arqueológicas contrastables con nuestro propio registro arqueológico. Asimismo, se advierte que los datos generados por Binford suministran una pauta interesante para el análisis del registro arqueológico en tanto advierte de la importancia de evaluar de manera integrada diversos atributos faunísticos de un conjunto - patrones de fractura, niveles de fragmentación ósea, huellas antrópicas, perfiles anatómicos y etarios, cantidades de animales y la tecnología asociada a cada conjunto zooarqueológico- si se apunta a estudiar la importancia de la grasa en la dieta de las poblaciones humanas que habitaron la cuenca del lago Cardiel.

Por lo general, la carne de guanaco era trozada y asada directamente en el fuego o sobre piedras calentadas (ver De Nigris 2004). Aguerre (2000:73-77) también menciona la preparación de caldos, pucheros y guisados. Cuando la cacería era practicada pensando en la producción de charqui, el animal cazado era despojado de sus huesos y sólo se transportaba a los sitios residenciales la carne, quedando los huesos abandonados en el sitio de despostamiento (Aguerre 2000:117). Esto advierte de la distribución diferencial en el espacio de restos óseos de acuerdo al tipo de preparación y/o comida que se realizaba. Otro aspecto para destacar y que está en relación con los restos materiales se refiere a las observaciones de Claraz quien menciona que las mujeres trituraban los huesos entre piedras y derretían la grasa (Gomez Otero 1988, citado en Barberena 2008:199), un modo de procesamiento que nos interesa particularmente en esta tesis.

4.5. Las crónicas de la Patagonia Viajeros y exploradores de la Patagonia, en los siglos posteriores al primer contacto europeo mencionan haber visto diferentes modos de consumo de alimentos por

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. modos distintos y se observó una selección de partes anatómicas durante el procesamiento, mientras que otras pudieron ser descartadas e inclusive haber sido tratadas diferencialmente de aquellos huesos seleccionados.

Casamiquela (1987) en su libro de topónimos indígenas del Chubut hace mención al “Cañadón de la Grasa”, lugar donde se almacenaba grasa de distintos animales en verano previendo su escasez en el invierno, período del año en que se ha registrado un almacenamiento de hasta tres y cuatro bolsas de grasa en las tolderías (Martinic 1995: 241). Onelli (1978) y Musters (1997) también hacen mención respecto al consumo y utilización de grasa animal por parte de diversos grupos etnográficos de Patagonia. Asimismo, el uso de este recurso iba más allá de cuestiones dietarias o culinarias dado que era también utilizado para untarse el cuerpo a modo de crema protectora (Aguerre 2000; Bourne 1998) y formaba parte importante de la mezcla usada para elaborar la pintura con las cuales pintaban posteriormente los quillangos (Onelli 1978). Se sabe que las semillas de Descuraina eran molidas y luego de mezclarse con grasa se cocía la pasta sobre las brasas (Martinic 1995:241). Incluso este nutriente es un instrumento mencionado como parte de mitos y ceremonias (Miotti 1998:230). Queda destacar que a lo largo de la costa patagónica ballenas varadas y lobos marinos eran procesados con el objeto de extraer la grasa, entre otros recursos (Gusinde 1982).

Estos datos conforman un eje crucial en esta investigación ya que la principal línea de estudio son los restos zooarqueológicos. Asimismo, el enfoque dirigido hacia el procesamiento final del caribú plantea interrogantes interesantes a la hora de interpretar y discutir el registro arqueológico de la cuenca del Cardiel y de realizar inferencias sobre el comportamiento humano referidas a los patrones de procesamiento de las presas y aspectos más generales de la movilidad. Por su parte, la información de las fuentes históricas de la región Patagónica también ha sido de utilidad para evaluar si la grasa animal habría sido un recurso de alta consideración para la dieta humana de los grupos cazadores-recolectores de la región. Por otro lado, se ha señalado que múltiples causas generan, al mismo tiempo, patrones de fracturas similares y niveles de fragmentación diversos, bajo contextos de producción heterogéneos. También ha sido posible advertir, a través del tratamiento de los datos actualísticos la necesidad de profundizar sobre estos atributos e implementar metodologías dirigidas al estudio del consumo de grasa animal, aspecto que se desarrollará en el próximo capítulo donde se detalla la metodología implementada en esta tesis.

Estos párrafos son una síntesis muy breve que permite poner en perspectiva la importancia de la grasa animal para los grupos cazadores-recolectores de la Patagonia. Se destaca entonces la utilización de este recurso en la dieta y en la cosmética y su obtención ya sea a través de fuentes primarias o secundarias (sensu Miotti 1998), presentando una variedad de formas de extracción y preparación que resultan en un patrón faunístico particularmente fragmentado. Un aspecto que fue señalado en el comportamiento culinario de los Nunamiut.

En otras palabras, la información actualística expuesta en este capítulo es transcendental en relación con la problemática bajo estudio, indicando que el análisis de la fragmentación ósea y los patrones de fractura adquieren relevancia por sí mismos. Para ello será importante implementar una metodología enfocada en esa dirección cuando se consideran aspectos nutricionales relacionados con sociedades cazadoras-recolectoras del interior de la Patagonia meridional (Barberena 2008; Bourlot 2006 y 2007). Particularmente al discutir la representación de partes anatómicas de guanaco ligada a la extracción de grasa medular y trabecular y su vinculación con requerimientos energéticos y fisiológicos esenciales para las poblaciones humanas de Patagonia (Barberena 2008; Borrero 1986, 1990; Bourlot 2006 y 2007; De Nigris 2004; Fernández 2008; Miotti 1998; Mengoni Goñalons 1999; entre otros).

4.6. Síntesis En este capítulo se ha puesto de manifiesto, a través de la información etnoarqueológica y las fuentes etnográficas, la importancia de las prácticas culinarias en la estructuración de los conjuntos óseos cuando la médula ósea y la grasa trabecular son el objetivo de grupos humanos, que deben alcanzar ciertos parámetros dietarios para sobrevivir. Se ha señalado que ello provoca la consecuente desaparición de huesos y la pérdida de identificación anatómica que no se relaciona específicamente con modelos de transporte selectivo o la densidad mineral ósea, específicamente. Al mismo tiempo se han identificado al menos un conjunto de factores -tipo de comida, técnicas de preparación (hervido o asado), necesidad de consumir nutrientes básicos, estación del año, disponibilidad y número de carcasas para procesar, planificación de consumo diferido, cantidad de personas, tiempo y combustible disponible, tipo de campamento en el que se encuentra el grupo, capacidad de almacenamiento, movilidad y clases de contenedores usados en la preparación-, que poseen un rol destacado en la estructuración de los conjuntos. Las diferentes comidas descriptas (“bone marrow, bone juice, Eskimo ice cream o marrow cake and bone grease”) fueron elaboradas en lugares, circunstancias y

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

CAPÍTULO 5 METODOLOGÍA 2003; Bourlot 2004; Savanti et al. 2004, 2005). La elección y localización de los muestreos se debió en gran parte a su relación altitudinal respecto de las antiguas líneas de costa registradas en la cuenca y la consecuente disponibilidad diferencial de nuevos espacios (Belardi et al. 2003; Goñi et al. 2005) en los sectores más bajos vinculados a los cambios climáticos registrados en el área (Gilli 2003; Stine 1994; Stine y Stine 1990). Al respecto, en la margen este y sur de la cuenca se siguieron las líneas de médanos de forma longitudinal y transversalmente, en el relevamiento, buscando sitios arqueológicos con potencial estratigráfico. El objetivo de la prospección por medio de transectas no sólo estuvo dirigido a la obtención de información sobre tecnología lítica, sino que también para monitorear la distribución de restos óseos en el espacio (Savanti 2002). De este modo, la exploración de estos grandes espacios, como lo son las diferentes geoformas y en particular el sector de médanos del este y sur, ha sido planteada mediante transectas de diferente longitud y orientación siguiendo las características topográficas del área (Belardi et al. 2003; Bourlot 2004; Goñi et al. 2005).

5.1. Introducción Existen tres niveles metodológicos que han sido necesarios aplicar en diferentes etapas del diseño de esta investigación con el interés de obtener y manejar información de distinta naturaleza. El primero de ellos ha sido la metodología de campo dirigida a obtener información arqueológica y contextual precisa en función del objetivo general al que se apunta. El segundo ha sido la metodología utilizada en el laboratorio orientada principalmente hacia el manejo de los restos óseos obtenidos previamente y el interés en convertirlos en datos, aplicándoles diversos tipos de análisis para responder a los diferentes objetivos perseguidos. Por último, el tercer nivel ha sido el uso de información previa que provee de analogías para inferir e interpretar el dato del registro arqueológico generado, aspectos que han sido desarrollados en los capítulos 3 y 4. Asimismo, ello implicó trabajar sobre distintas vías de análisis, de modo que la evidencia faunística es interpretada desde dos ángulos, uno dirigido a discutir aspectos económicos de las poblaciones humanas y otro focalizado sobre el registro arqueológico en sí mismo a los fines de evaluar la naturaleza de los depósitos arqueológicos.

Debido a que trabajos anteriores estuvieron orientados a la búsqueda de sitios a cielo abierto con potencial estratigráfico se implementó una estrategia de muestreo en la cual se efectuaron recolecciones superficiales de material y excavaciones en puntos del espacio que poseían en superficie una alta densidad de restos óseos y material lítico asociados. Estos resultaron ser los lugares con mayores probabilidades de contener restos arqueológicos en estratigrafía de modo que el muestreo dirigido en estos ambientes de médanos se manifestó como una táctica con buenos resultados para los objetivos aquí planeados permitiendo cubrir todo el espacio del sector de médanos. En esta investigación se analizan ocho conjuntos faunísticos provenientes de sitios estratificados a cielo abierto que cubren los diversos espacios del sector de médanos (ver detalles en el capítulo 7), siendo muestras útiles para conocer de que manera este ambiente ha sido utilizado en el pasado por los grupos cazadoresrecolectores.

La variabilidad en los conjuntos faunísticos (perfiles anatómicos y etarios, diversidad taxonómica, patrones de fractura y niveles de fragmentación ósea, marcas de procesamiento), los alcances del estudio de la integridad de las muestras (prueba de atrición, grasa medular y grasa ósea) y la información previa que aportan los estudios actualísticos (la experimentación, la etnoarqueología y el conjunto de datos geomorfológicos y paleoclimáticos), permiten enfatizar el aporte de este trabajo para la discusión de diversas problemáticas. Relacionadas ellas con la confiabilidad de las muestras óseas en ambientes de médanos, la subsistencia, la movilidad y el uso y disponibilidad de los escenarios geográficos del pasado. Estos distintos aspectos y la evidencia que se utiliza para su discusión proporcionan datos de gran importancia para problemáticas mayores tales como la dinámica del poblamiento tardío de Patagonia.

Las excavaciones realizadas y las recolecciones de superficie del registro faunístico serán analíticamente tomadas como un todo en cada uno de los diferentes sitios, lo que implica establecer cronologías promediadas para los conjuntos. En este sentido, uno de los aspectos más notables que se obtiene en la lectura de trabajos vinculados a fuentes etnográficas y, particularmente, a la información que aportan los estudios etnoarqueológicos es que el tamaño convencional de las excavaciones de sitios arqueológicos no reflejan frecuentemente los tamaños reales de los espacios ocupados por los grupos humanos registrados actualmente, sino que éstos por lo general lo sobrepasan ampliamente (Bartram et al. 1991;

5.2. Registro y relevamiento de campo Desde una escala regional se estratificó el espacio circundante a la cuenca del lago Cardiel en función de unidades geomorfológicas con el fin de evaluar paisajes arqueológicos (Belardi et al. 2003; Goñi et al. 2005). Se establecieron entonces cinco sectores: médanos al este y al sur, cañadones de arenisca al oeste, mesetas basálticas bajas al norte y meseta basáltica alta más al norte (Belardi et al. 2003). El sector de médanos del lago ha sido sistemáticamente relevado a través de la implementación de distintas técnicas de muestreo donde se practicaron excavaciones y se efectuaron transectas (Belardi et al.

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Capítulo 5 Metodología

Tirso Bourlot tamaño y dentro de la porción del hueso se registró la sección. Por ejemplo, en el caso de las epífisis de huesos largos se documentó su porción proximal o distal y sobre ella se marcó si el fragmento pertenecía a su sección lateral, medial, anterior o posterior. Con ello se buscó reducir al máximo posible los efectos de la fragmentación conocidos para esta unidad de medida (Ringrose 1993; Marshall y Pilgram 1993). Por último se procedió a recomponer el Minimum Number of Individuals (MNI) o Número Mínimo de Individuos, que da cuenta de todos los huesos identificados para un taxón (Mengoni Goñalons 1999:57) y en su cálculo se tomó en cuenta la lateralidad, la fusión y el tamaño de los huesos.

Binford 1981; Kent 1991; O´Connell et al. 1991, 1992). En consecuencia es necesario tener presente la dificultad que, como arqueólogos, tenemos a la hora de definir con claridad el límite de un sitio arqueológico a cielo abierto de modo que no se espera que las unidades de excavación y recolección utilizadas en esta tesis comprendan técnicamente la totalidad real de la muestra, sino que deben ser tomadas como un registro promediado en términos de tiempo y de espacio (Binford 1986; Grayson y Delpech 1998). 5.3. Procedimiento en el análisis faunístico El primer paso fue cuantificar la frecuencia de especímenes óseos de cada muestra utilizando como medida el Number of Specimens (NSP) o Número de Especímenes que incluye aquellos fragmentos identificados sobre cualquier nivel de especificidad taxonómica y los huesos indeterminados (Grayson 1991:487). Al mismo tiempo, la abundancia taxonómica y anatómica se registró a través del Number of Identified specimens (NISP) o Número de Especímenes Identificados (Payne 1975, citado en Mengoni Goñalons 1999:57). Ambas medidas de observación y análisis se utilizaron para registrar la abundancia y distribución de cada conjunto de variables aplicada en este trabajo tales como: huellas culturales, marcas naturales, morfología de fractura, tipo de hueso y tamaño y estado de fusión de los huesos. La categoría LBN comprende a las astillas de huesos largos apendiculares que no han sido identificados a nivel del elemento y que miden como mínimo 20mm de largo. En la identificación del material óseo se utilizó la colección comparativa del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano y se emplearon las guías osteológicas de Pacheco Torres y colaboradores (1986) y Barone (1987). El reconocimiento de la diversidad taxonómica incluye varias categorías dentro de las cuales es preciso definir a los microvertebrados que engloba animales menores a 10 kg y, por otro lado, a los fragmentos óseos indeterminados (sensu Outram 2001) que abarcan especímenes muy pequeños que no fueron contenidos dentro del resto de las categorías, aunque si fue posible obtener cierta información (ver detalles más abajo). En el registro de datos también se empleó las zonas diagnósticas para los huesos largos (Apéndice 2:234-235) y el sistema de registro de información (Apéndice 1: 225-233 y Apéndice 4: 237-242) publicados por Mengoni Goñalons (1999).

Sobre la base de una evaluación a nivel de los conjuntos, se establecen estudios de correlación para los diferentes índices de utilidad tales como: carne y médula, carne únicamente (Borrero 1990), cavidad medular (Mengoni Goñalons 1996) y grasa ósea (Binford 1978; Wolverton 2002); correlaciones entre los conjuntos y la densidad mineral ósea (Elkin 1995) también fueron aplicados. Asimismo, las escalas en las cuales fueron empleados los valores económicos y densitométricos varían en la medida en que se realizaron, tomándose como unidad al conjunto en su totalidad, segmentándolo de acuerdo a su lugar de procedencia (superficie/estratigrafía), considerando las principales regiones del esqueleto (axial/apendicular) y también sobre algunos elementos y porciones. Ello en función de los diferentes objetivos y preguntas que se aspiran a discutir dentro del enfoque tafonómico multivariado aplicado en esta tesis. Gran parte de ello deriva del concepto de pensar que en la cadena operativa del faenamiento de un animal se necesitan diferentes escalas de análisis y unidades de medida debido al progresivo estado de desorganización y trozamiento de la presa. Cuando en las etapas finales de preparación y consumo de alimentos se seleccionan las partes de acuerdo a la comida que se va a preparar ciertos marcos de referencia pueden tornarse ambiguos (De Nigris 2004), dado que este aspecto puede estructurar el patrón inicial de faenamiento y transporte de una carcasa, como ha sido señalado a través del caso Nunamiut. De este modo, el cambio de escalas y unidades de medida permite observar y analizar un problema desde distintos ángulos agrupando las variables de distinta manera. La identificación a nivel macroscópico sobre las muestras arqueofaunística de la acción humana, derivó en la observación de la presencia/ausencia de huellas de corte, de percusión y de marcado perimetral en huesos largos en consideración con su distribución sobre el esqueleto. Las mismas se registraron empleando una lupa de hasta 16 aumentos (16X) y se analizaron en función de los parámetros mencionados en Binford (1981), Bunn (1989), Jonhson (1985, 1989), Mengoni Goñalons (1999) y Pickering y Egeland (2006). Al mismo tiempo, se registró la presencia de termoalteración en los huesos sobre la base de criterios macroscópicos tales como el cambio de color. En el caso del marcado perimetral también se consideró para su identificación a Muñoz y Belardi (1998), Hajduk y Lezcano (2005) y Bourlot et al. (2008).

Luego se estableció la frecuencia y abundancia con que están representadas las diferentes partes anatómicas utilizando las medidas del Minimum Numbers of Elements (MNE) o Número Mínimo de Elementos, el Minimum Anatomical Units (MAU) o Número Mínimo de Unidades Anatómicas y MAU estandarizado (MAU%) (Binford 1984, citado en Mengoni Goñalons 1999:58-62), con el fin de estimar proporcionalmente la frecuencia de cada unidad anatómica y realizar comparaciones dentro de un mismo conjunto y entre otros. En el cálculo del MNE, medida de la cual derivan el resto de las mencionadas en este párrafo, se contempló el remontaje entre especímenes de un mismo elemento, la fusión, el

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. múltiples líneas independientes de análisis para estudiar aspectos relacionados con la fractura ósea en el registro zooarqueológico (Pickering y Egeland 2006). Otro de los elementos que se utiliza son los datos que provee la información tafonómica regional (sensu Borrero 1988, 2000, 2001b, 2007) orientados a monitorear la distribución actual de los restos óseos en el espacio (Savanti 2002) utilizando los resultados como marcos de referencia para el registro faunístico local (Savanti 2002; Goñi et al. 2005; Belardi et al. 2007, 2008a).

5.4. Aproximación multivariada cultural y tafonómica Las muestras faunísticas analizadas en esta tesis tienen la particularidad de provenir de sitios estratificados a cielo abierto localizados en un mismo tipo de depósito caracterizado por una matriz sedimentaria arenosa que forma parte de médanos parcialmente vegetados (Bourlot 2004, 2007; Savanti et al. 2004). Los depósitos han demostrado claras evidencias de ser lugares conservativos que propician la preservación del registro orgánico, sin embargo, la alta dinámica de estos ambientes generara situaciones y condiciones adversas a las señaladas en las cuales los restos faunísticos se reexponen y quedan expuestos a la meteorización.

En síntesis, el interés es mejorar el conocimiento de la información tafonómica y paleoeconómica ligada a la conducta humana de conjuntos provenientes de un mismo ambiente ecológico y geográfico como es el caso de los sitios estratificados a cielo abierto del sector bajo de médanos de la cuenca del lago Cardiel y a partir de ello evaluar el uso humano de este ambiente durante el Holoceno tardío.

En este marco los depósitos conformados por las arqueofaunas podrían quedar reiteradas veces expuestos a una variedad de fuerzas atricionales -como por ejemplo, la influencia de carnívoros, meteorización, presión de la matriz sedimentaria, pisoteo, atrición in situ-, que podrían simultáneamente fragmentar los huesos descartados por humanos. Estos factores tienen la capacidad de distorsionar o, más importante aún, simular patrones de comportamientos producidos por humanos relacionados con actividades de subsistencia (Agendroad 1989; Fiorillo 1989; Haynes 1983; Lyman 1994; Meyers et al. 1980; Miotti 1998; Oliver 1989; Villa y Mahieu 1991), de modo que se torna un aspecto primordial el distinguir las causas de la fragmentación ósea en la formación de un conjunto, como ha sido señalado en el desarrollo del capítulo 3 y 4. Este fraccionamiento de los huesos tiene una influencia directa sobre las unidades de cuantificación que son utilizadas en zooarqueología y, en consecuencia, sobre el resultado de la identificación en términos de frecuencia y abundancia de partes del esqueleto y taxones presentes (Klein y Cruz-Uribe 1984; Marshall y Pilgram 1993). Entonces es esencial diferenciar entre procesos y agentes involucrados en la formación del registro separando las acciones naturales del comportamiento humano.

5.4.1. Prueba de Atrición Los estudios de procesos post-depositacionales físicos y químicos son elementos que deben ser incluidos en el análisis faunístico debido que todos los conjuntos arqueológicos pueden estar afectados en algún grado por ellos. Uno de los principales efectos que tiene la destrucción post-depositacional es la tendencia al incremento de la fractura de los huesos lo cual disminuye la identificabilidad del conjunto y puede confundir interpretaciones acerca de la fragmentación, sus agentes causales y, consecuentemente, aquellos aspectos relacionados con el aprovechamiento o el trasporte de las presas (Lupo 2001; Lyman 1994; Marean y Cleghorn 2003), como se ha visto en los capítulos 3 y 4. Lo importante es conocer en cada caso el valor de incidencia de la destrucción post-depositacional de manera previa, dado que permite aclarar si es posible la comparación o si los conjuntos involucrados cuentan con historias postdepositacionales significativamente diferentes (Darwent y Lyman 2002; Klein y Cruz-Uribe 1984; Marean 1991). La prueba de atrición tiene por objeto profundizar esta problemática a partir de la aplicación de un grupo de herramientas de medición que se detallan a continuación.

Desde esta perspectiva y debido a que uno de los principales intereses en este trabajo es el estudio de la fragmentación ósea en general, el análisis zooarqueológico adoptado es una estrategia tafonómica multivariada intersitio (Bar-Oz y Dayan 2003; Gifford Gonzalez 1991; Lyman 1994; L` Heureux y Borrero 2002; Munro y Bar-Oz 2004). El método emplea un número de variables mutuamente exclusivas que expresan el estado de diversos atributos tafonómicos de diferentes conjuntos arqueológicos, permitiendo su comparación en función de identificar sesgos de preservación entre el material faunístico y reflejar la variación intersitio de los procesos de formación (Bar Oz y Dayan 2003; Lyman 1994). Para ello se aplican tres grupos de herramientas orientadas a evaluar en el registro óseo los procesos tafonómicos y no tafonómicos: a) el aspecto atricional; b) el consumo de médula ósea y c) la manufactura de grasa ósea (Munro y Bar-Oz 2004). Cada uno de ellos presenta una variedad de instrumentos metodológicos que convergen en comprender la integridad de los depósitos (sensu Binford 1981) con la necesidad de implementar

En primer lugar se utiliza la correlación entre la Densidad Mineral Ósea (DMO) (Elkin 1995) y el MAU% para el guanaco con el objeto de evaluar si la estructura mineral de las diversas partes del esqueleto han influido en la supervivencia de unos y la ausencia de otros. Es necesario hacer un paréntesis y señalar que existen otros conjuntos de datos densitométricos con un grado de resolución mayor (Lam et al. 1999; Stahl 1999) respecto a los datos de Elkin (1995), lo que marca sus limitaciones para casos específicos pero no su validez en sí misma (Izeta 2005). Corresponderá a futuras investigaciones llevar a cabo un estudio comparativo al respecto para evaluar su potencial explicativo en los casos de la cuenca del Cardiel. No obstante, se están desarrollando trabajos que ponen en discusión la validez de la densidad ósea como factor de medida de la destrucción postdepositacional para sitios arqueológicos a cielo abierto

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Capítulo 5 Metodología

Tirso Bourlot consecuencias que ello podría implicar en términos de la fragmentación de los huesos, su enterramiento y conservación. En este sentido, ya ha sido señalado en el capítulo 3, la superficie del suelo en ambientes abiertos está sujeta a una amplia fluctuación en su temperatura (Massigoge et al. 2008) y humedad, marcando diferencias en los huesos expuestos en la superficie y aquellos enterrados (Behrensmeyer 1978; Borrero 2007; Tappen 1994). Como señalan estos autores, la variación en el estado de meteorización en la que se encuentra un hueso o conjunto informa del proceso involucrado y es al mismo tiempo un recurso de información ecológica y tafonómica.

ubicados en médanos para los cuales las diáfisis de huesos largos son las partes de mayor afección (Belardi et al. 2008a). De modo que ello también será considerado y evaluado a la luz de la información procedente de los perfiles de meteorización, las propiedades biomecánicas de los huesos, la dinámica de los médanos y las condiciones de depositación a escala de sitio. Pese a lo señalado, el empleo de la correlación DMO/MAU% se realizó desde diferentes ángulos discriminando de forma independiente en cada uno de los sitios los restos provenientes de estratigrafía y superficie, así como también el conjunto en general con el propósito de verificar la existencia de contrastes significativos de preservación en relación con la procedencia del material. La finalidad es evaluar a partir de ello, en un grano más fino de detalle, la trascendencia de la dinámica de los médanos en la historia tafonómica de los sitios.

En el caso del estadio cero propuesto por Behrensmeyer (1978:151) es preciso aclarar que en las muestras aquí analizadas no se trata de huesos con tejido blando adherido y aspecto grasoso, sino que son especímenes “sin signos de fisura o descascaramiento” (sensu Mengoni Goñalons 1999:241).

Otra de las herramientas analíticas utilizadas es el índice de utilidad económica desarrollado para el guanaco por Borrero (1990) que tiene como objetivo evaluar si la abundancia de partes del esqueleto es producto del transporte selectivo relacionado con sus valores de carne (MUI) o carne y médula ósea (MUI + médula ósea). Por otro lado, el conjunto de guanaco es segmentado en relación con el modelo de bajo y alto costo de procesamiento propuesto por Marean y Cleghorn (2003), donde se aplicaron los valores de utilidad de carne y grasa medular. El objetivo es medir si el costo de procesamiento entre ambas regiones tuvo una incidencia importante en la representación anatómica general. Estos datos aportan información útil como medidas que abarcan dos escalas diferentes, una que presenta como unidad de análisis las partes anatómicas aisladas y, la otra, que toma al esqueleto en dos grandes bloques. Dos ángulos de medición que calibran el papel que pudo tener el propio valor nutricional y el costo de procesamiento en las decisiones y las estrategias tomadas por los cazadoresrecolectores en el manejo de las presas (Borrero 1990; Cleghorn y Marean 2004; Lupo 2001; Monahan 1998) y si este accionar ha influido en la conformación del registro zooarqueológico de las muestras del lago Cardiel.

A fin de identificar la magnitud del impacto de procesos post-depositacionales sobre conjuntos arqueológicos se utiliza el índice de completitud desarrollado por Marean (1991; ver para el mismo tema Darwent y Lyman 2002). Se trata del cálculo de un conjunto de huesos compactos pequeños que cumplen tres requisitos. Estos huesos, que incluyen carpianos y tarsianos (no se considera al calcáneo) y que permiten medir la destrucción postdepositacional, tienen la particularidad de ser independientes de aquellos involucrados en la fragmentación ósea por parte de los predadores, es decir, huesos que nunca o rara vez son fragmentados por personas o animales atendiendo a la extracción de nutrientes (Marean 1991; ver Binford 1978 para un caso de excepción). En segundo lugar, son independientes de aquellos huesos que son transportados por los predadores y, por último, suelen estar al margen del procedimiento de cálculo de la medida de abundancia de elementos como determinantes de esta unidad analítica. Además, tales partes del esqueleto guardan dos rasgos de particular importancia, el primero a mencionar es que poseen grandes posibilidades de un rápido enterramiento (Borrero 2007). En segundo lugar, se trata de huesos pequeños con propiedades mecánicas con una mayor capacidad para soportar la fuerza de compresión evitando la deformación y fractura (Darwent y Lyman 2002).

Los conjuntos o restos faunísticos acumulados en superficie luego de la actividad humana o la depositación natural están expuestos a un proceso normal de descomposición y destrucción que se produce a partir del reciclado de nutrientes. La meteorización es una herramienta de comparación descriptiva que es utilizada para medir este proceso por el cual los componentes originales de nivel orgánico e inorgánico de un hueso son separados unos de otros y destruidos por agentes químicos y físicos que operan en el hueso in situ (Behrensmeyer 1978). Este es otro punto de análisis aplicado a los conjuntos óseos de los médanos del Cardiel donde también se mantuvo la segmentación entre aquellos restos provenientes de estratigrafía y aquellos hallados en la superficie de los sitios excavados. El interés de mantener este criterio descansa sobre la base de evaluar la dinámica de las geoformas de médanos planteado en los objetivos de esta tesis y las

El índice de completitud que se aplica en este trabajo se deriva estimando la fracción que representa cada espécimen de hueso compacto de su original, se suman los valores y se dividen por el número total de especímenes adscriptos al hueso y taxón. Luego se lo multiplica por 100 y el resultado es un promedio del porcentaje de completitud. Esto se realiza para cada hueso individualmente (MNE:NISP x 100 = índice de completitud) (Marean 1991). Para un segundo grupo de agentes y procesos postdepositacionales se consideran la bioturbación a través de la acción de plantas -marcas de raíces- y roedores cavadores. Los criterios utilizados para evaluar la

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. presencia y magnitud de agentes animales que pudieran modificar el conjunto óseo fueron la presencia de marcas relacionadas con los daños dejados por carnívoros (Borrero y Martín 1996; Martín y Borrero 1997) y roedores sobre la superficie de los huesos (Fischer 1995; Mengoni Goñalons 1999).

fragmentación en los conjuntos (Lyman 1994; Wolverton 2002) focalizando el acceso al estudio de las estrategias de explotación implementadas. Ambos ejes de estudio se transforman siguiendo la perspectiva tafonómica multivariada en parte de las pruebas de médula y grasa ósea respectivamente.

La reexposición de los elementos se evalúa a través de diversos rasgos identificados en la superficie de los huesos y observaciones de campo. Junto a ellos se ha considerado algunas variables diagenéticas que pudieran dar cuenta de la incidencia de la matriz sedimentaria y sus características tanto para la preservación de los huesos -análisis del pH- como para aquellos que pudieran producir fracturas y fragmentación en el conjunto como la compactación del sedimento. En líneas generales este análisis considera factores intrínsecos y extrínsecos a los huesos para discutir la historia de formación de los sitios bajo estudio (Lyman 1994).

5.4.2.1. Prueba de médula ósea Como se ha indicado en los capítulos 3 y 4, los tratamientos previos a la extracción de médula que involucran el calentamiento del hueso cerca del fuego o por medio del agua, la preparación de un surco perimetral, las técnicas aplicadas y las condiciones en que se encuentra el hueso al fracturarse -congelado, fresco, semifresco o seco-, afectan la fractura y dificultan la identificación de otros mecanismos tafonómicos (Alhaique 1997; Binford 1978 y 1981; Gifford-González 1989; Horwtiz 1987; Johnson 1985; Mengoni Goñalons 1982; Miotti 1998; Outram 2002; Pickering y Egeland 2006; Villa y Mahieu 1991). Además de ello, las técnicas de procesamiento o mejor dicho las prácticas de consumo empleadas representan diferencias significativas en la abundancia de partes del esqueleto identificables, así como también en el tamaño de los fragmentos de los huesos procesados (Binford 1978; Church y Lyman 2003; Enloe 1993; Outram et al. 2005).

5.4.2. Patrones de fractura y niveles de fragmentación ósea: un acercamiento metodológico a la discusión del procesamiento de las presas En términos del registro arqueológico, la extracción de la grasa contenida en el interior de los huesos implica necesariamente considerar el problema de la fragmentación ósea resultante y la manera en la cual se analizan y cuantifican los datos (Pickering y Egeland 2006), como se ha visto en los capítulos 3 y 4.

Las diversas circunstancias a las que un hueso está expuesto al momento de su fractura (Wandsnider 1997) señalan la existencia de variabilidad en las conductas de extracción de médula y ello ha sido el disparador analítico para el desarrollo del Índice de Fractura Fresca (IFF) o Fracture Freshness Index (FFI) (Outram 2002) diseñado para identificar la extracción de médula del interior de las diáfisis y evaluar, al mismo tiempo, los procesos tafonómicos post-depositacionales (Outram 2001).

El tratamiento completo de la cadena operativa del procesamiento de una presa tiene entonces implicaciones en la selección metodológica de las unidades de observación y análisis, sus escalas y las categorías utilizadas. Al observar restos arqueológicos se requiere como parte de la estrategia de investigación tener bien en claro cuáles son los objetivos que se persiguen y así poder definir con claridad las unidades de observación y análisis que se necesitan utilizar. Éste es un punto muy importante dado que si seleccionamos unidades ambiguas o poco adecuadas los resultados y en consecuencia las interpretaciones que se desprenden de los datos serán distintas (Ringrose 1993; Lyman 1994; Pickering y Egeland 2006). En este sentido, la división de los conjuntos óseos en varios grupos diversos de categorías posibilita analíticamente una exploración más profunda de sus particularidades y permite estudiar la variabilidad de la temática en discusión. La propuesta para los conjuntos estudiados es implementar como parte del enfoque multivariado el estudio de aspectos relacionados con la preparación final y el consumo de las carcasas en la formación de cada conjunto (Gifford-González 1993). Para ello se aplica el planteo metodológico desarrollado por Outram (1999, 2001 y 2002) pues permite este acercamiento a través del abordaje del consumo de grasa animal a partir de los patrones de fractura y los niveles de fragmentación ósea. Al mismo tiempo y de forma independiente se aplican índices de fragmentación ósea (Wolverton 2002) y su vínculo con los valores de utilidad económica de médula y grasa ósea (Binford 1978) con el objeto de medir la intensidad y extensión de la

Los criterios de medición que conforman el índice han sido aplicados y discutidos por diversos autores (Bonnichsen 1979; Haynes 1983; Horwitz 1987; Johnson 1985, 1989; Mengoni Goñalons 1982; Miotti 1998; Outram 1999; Pickering y Egeland 2006; Todd y Rapson 1988; Villa y Mahieu 1991), algunos de los cuales han sido discutidos en el capítulo 3 junto al método de Outram (2002). Básicamente, los tres criterios utilizados por Outram (2002) son: la línea de fractura, la textura de la superficie de fractura y el ángulo de la superficie de fractura, dentro de los cuales es posible discriminar rasgos morfológicos para huesos fracturados en estado fresco y no fresco. Asimismo, para cada uno de los tres criterios el puntaje dado a cada fragmento puede ser de 0, 1 ó 2 dependiendo de la característica de la fractura. Por lo tanto, los valores para cada hueso varían entre 0 y 6 puntos dado que son tres las variables. Una de las afirmaciones más importantes que cabe señalar es que la aplicación metodológica del FFI es evaluar la fractura a nivel de los conjuntos, es decir, debe ser leida en esta escala y no a nivel del espécimen (Outram 2001, 2002).

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Capítulo 5 Metodología

Tirso Bourlot especímenes identificados en los conjuntos arqueológicos cuáles presentan una alta frecuencia de fragmentación y cuáles son más intensamente fracturados (Outram 2001; Wolverton 2002).

A modo de ejemplo, si un fragmento tiene una superficie de fractura con un ángulo de 90º de la superficie cortical ocupando tan sólo el 10% el resultado para este criterio es 0 (cero). Si, por ejemplo, entre el 10% y el 50% de la fractura estuviera a los 90º entonces el resultado sería 1 (uno). Si más del 50% se hallara a 90º el resultado sería 2 (dos) (Outram 2001:406). En el caso de la variable línea de fractura, con la presencia únicamente de una fractura helicoidal el puntaje es 0 (cero). Una mezcla de diferentes tipos de fracturas dan como resultado un puntaje de 1 (uno) y bajo la ausencia completa de fractura helicoidal el puntaje es 2 (dos). Por último, si la textura de la fractura es 0 (cero) significa ausencia de rugosidad, mientras que el puntaje de 1 (uno) es dado cuando existe algo de rugosidad pero con predominio de una superficie lisa. Por su parte, un puntaje de 2 (dos) representa que la superficie es principalmente rugosa (Outram 2002:5556).

Este es un punto crucial para la cuenca del lago Cardiel en la medida en que la información registrada hasta el momento permite sugerir que se trata de sociedades cazadoras-recolectoras cuya dieta se basa principalmente en el consumo de guanaco (Bourlot 2004; Savanti et al. 2004, 2005). El tamaño de dicha presa permite pensar en su trasporte completo (De Nigris 2004) si se toma en consideración el comportamiento de cómo un mismo grupo humano procesa diferencialmente especies de animales de acuerdo a su tamaño corporal (Monahan 1998). A esta situación habría que agregarle la posibilidad de una conducta de estrategias de caza vinculada a la cacería de unos pocos individuos como regla general para Patagonia (Borrero 1990), aunque no hay que descartar que eventuales o posibles matanzas masivas hallan tenido lugar, como el caso registrado al norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego (Santiago y Salemme 2008).

Como la aplicación del método es a nivel del conjunto faunístico lo importante es crear un valor promedio para cada uno de los casos bajo estudio. Esto se logra promediando cada criterio para todos los especímenes de un conjunto y luego estos tres valores son sumados obteniendo el índice de cada muestra. Cero indica un espécimen totalmente consistente con la fractura fresca y seis indica un espécimen que ha perdido casi la totalidad de las características que indican fractura fresca (Outram 2002:56-57). En este trabajo se les aplica el FFI a especímenes de huesos largos con un tamaño igual o mayor a 40 mm de longitud máxima, dado que ello permite realizar las mediciones de las variables de manera adecuada.

Por lo tanto y retomando el punto metodológico al cual se quiere llegar, un procedimiento simple de monitorear la intensificación en la extracción de los nutrientes alojados en el interior de los huesos es examinando la fragmentación (Leachmann 1951; Lyman 1994) y para ello se utilizan dos herramientas de medición implementadas por Wolverton (2002), que requieren trabajar únicamente con los especímenes de guanaco, a diferencia de la propuesta de Outram (2001, 2002). Wolverton (2002) utiliza de forma combinada dos mediciones que le proveen un modelo de expectativas para interpretar los huesos fragmentados por humanos. Una es la Intensidad de Fragmentación que es monitoreada a través de la proporción del NISP/MNE donde valores altos de NISP por MNE significa una fragmentación intensa del conjunto (Lyman 1994; Wolverton 2002). A propósito es necesario señalar -como menciona el mismo Wolverton- que dicho índice tiene inconvenientes puesto que llegado cierto punto de fragmentación de un conjunto el NISP deja de aumentar para comenzar a decrecer sugiriendo en consecuencia una baja intensidad de fragmentación (Marshall y Pilgram 1993). Entonces, Wolverton dice que el NISP/MNE será bajo pero que si la intensidad de fragmentación es alta también deberá ser alta la proporción NSP/NISP. Por otro lado, como parte complementaria mide la Extensión de Fragmentación donde el porcentaje de elementos enteros o completos es el indicador y a menor proporción de enteros más extensa es la fragmentación (Lyman 1994; Outram 2001; Wolverton 2002).

La aplicación de diversos parámetros de medición es un aspecto relevante para examinar la variabilidad de los patrones de fracturas y lograr una interpretación lo más ajustada posible y para ello se requiere utilizar una variedad de procedimientos que incluyan diferentes componentes en la fragmentación de partes del esqueleto (Todd y Rapson 1988). Así pues, el índice de utilidad de médula es una herramienta que permite estudiar la representación de partes anatómicas en términos económicos (Binford 1978; Blumenschine y Madrigal 1993; Borrero 1990; Mengoni Goñalons 1991, 1996; Munro y Bar-Oz 2007). Ahora bien, un cambio respecto del centro del análisis podría ser utilizando un índice de fragmentación más que en la representación de partes. La fragmentación ósea es sin duda un comportamiento ligado a la utilidad y la relación deriva en que los huesos son un recurso que pueden explotarse a través de la fragmentación para obtener médula y grasa ósea (Binford 1878, 1981; Blumenschine y Madrigal 1993; Church y Lyman 2003; Lupo y Schmitt 1997; Outram 1999). Una de las ventajas de esto es que se trata de recursos que están directamente disponibles en el esqueleto de la presa y las asunciones ligadas a los recursos adyacentes, como por ejemplo la carne, no son necesarias (Brink 1997). Aquí entonces la pregunta de interés es cuán completamente son explotados los huesos de guanaco, más que dirigir el interrogante hacia la explotación de la carcasa. En este sentido, hay que preguntarse de aquellos

Con la presencia de estos dos indicadores la curva de utilidad para médula es correlacionada con el porcentaje de huesos enteros con cavidad medular y la expectativa es que huesos de altos valores se fracturen primero o con mayor frecuencia (Wolverton 2002). Aquí es interesante comparar la frecuencia de fragmentación entre huesos con amplias diferencias de contenido medular como por

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. y la aplicación de otras líneas de evidencia no zooarqueológicas aportan información contextual de suma importancia con el potencial de ampliar nuestro conocimiento general sobre la formación y dinámica de este ambiente y el uso del espacio de los sectores bajos de médanos del lago Cardiel. En este sentido, se tendrán en consideración las dataciones radiocarbónicas de los ítems arqueológicos y los datos aportados por la geología paleocostas, niveles de tefra- (Gilli et al. 2001; Stine 1994; Stine y Stine 1990). Esto permitirá en conjunto conocer aspectos que tienen que ver con la formación, acumulación y dinámica de los depósitos arqueológicos y geológicos de interés. Asimismo, las observaciones de campo realizadas sobre la estabilidad y erosión de estas geoformas junto a factores como el análisis del pH y los principales rasgos de la matriz sedimentaria vinculados a algunos sitios bajo estudio permitirán caracterizar a estos ambientes y su potencial para la arqueología de la región.

ejemplo el húmero y el fémur contra las falanges y el calcáneo. Al mismo tiempo es relevante comparar entre los conjuntos la extensión de la fragmentación considerando las diferentes falanges, el calcáneo y el astrágalo (Munro y Bar-Oz 2004) quienes presentan cantidad variable de medula ósea e incluso ausencia de la misma (Mengoni Goñalons 1996). Ambos proveen una medida interesante para estudiar la variabilidad en el consumo de médula ósea. 5.4. 2.2. Prueba de grasa ósea El análisis del nivel de fragmentación ósea propuesto por Outram (1999, 2001) tiene como principal eje el abarcar todos los fragmentos o especímenes recuperados en un sitio arqueológico más allá de su identificación anatómica o taxonómica particular. Esto permite realizar un estudio del conjunto óseo en su totalidad, donde evaluar la fragmentación requiere -como ha sido señalado a través del caso Nunamiut en el capítulo anterior- registrar para todos los especímenes del depósito arqueológico dos clases de información: tamaño y tipo de hueso.

De este modo, desde la perspectiva geoarquelógica el estudio de los procesos de formación pone más atención sobre la matriz del registro. Su análisis involucra al contexto sedimentario, edáfico y geomórfico de la evidencia arqueológica (Favier Dubois 1997). Asimismo, y considerando que ya se realizan estudios de procesos de formación en términos actualísticos (Savanti 2002) y del contexto arqueológico (Belardi et al. 2007; Bourlot 2007), se propone a partir de los elementos mencionados en el párrafo anterior un acercamiento geoarqueológico a la problemática de los médanos del lago Cardiel. No obstante lo cual es preciso destacar que no se trata de la aplicación en profundidad de todo el potencial que tiene la geoarqueología, sino que más bien la intención es utilizar algunas de sus muchas herramientas que pueden aportar datos de interés para nuestras problemáticas.

El primer paso es clasificar los fragmentos de huesos de acuerdo a su tamaño máximo, de modo que se crearon las siguientes clases: 10-19 mm, 20-29 mm, 30-39 mm, 4049 mm, 50-59 mm, 60-69 mm, 70-79 mm, 80-89 mm, 9099 mm, +100 mm, "partes" de hueso y huesos enteros. En lo que respecta a estas dos últimas no son una clase estrictamente aunque son huesos que claramente no han sido procesados con el fin de extraer grasa medular o trabecular (Outram 1999). Luego se les asignó clases de acuerdo al tipo de hueso: esponjoso axial, esponjoso indeterminado, diáfisis, costilla y esponjoso apendicular (Outram 1999, 2001). Si bien el autor clasifica a los huesos enteros de tamaño muy chicos por su dimensión máxima, en el caso de esta tesis el criterio no es el mismo dado que todo elemento que se presente entero, más allá de su tamaño, es informativo de su estado real y por ello útil a fines económicos y tafonómicos diversos.

5.6. Síntesis En resumen, se remarca que el enfoque zooarqueológico trazado en el diseño de investigación está conformado por un cuerpo de instrumentos metodológicos con base sólida en sus herramientas y argumentos que, guiados por los objetivos planeados en esta tesis, se accede a conocer la naturaleza del registro zooarqueológico bajo estudio. Así pues, el enfoque tafonómico multivariado aplicado permite subrayar e indicar aspectos referidos a la confiabilidad de las muestras óseas provenientes de sitios estratificados a cielo abierto en ambientes de médanos y su importancia para la arqueología regional. Al mismo tiempo, proporciona datos para discutir aspectos paleoeconómicos y dietarios de los grupos cazadoresrecolectores de Patagonia meridional.

Del mismo modo que lo expresado en la prueba de médula ósea, también es utilizado el índice de fragmentación de Wolverton (2002) pero en este caso se utilizan los valores de utilidad de grasa trabecular en relación con la frecuencia de fragmentos y la presencia de elementos enteros. Un aspecto que no ha sido mencionado hasta el momento y que debe ser destacado para este análisis es que la diferenciación que se realiza entre elementos fracturados y enteros permite disminuir la vulnerabilidad que provoca la alta fragmentación sobre medidas como el NISP (Grayson y Frey 2004; Marshal y Pilgram 1993; Ringrose 1993), así pues la exposición de tales detalles en las muestras estudiadas aumenta el valor de cuantificación de esta herramienta de medición y sus medidas derivadas.

El relevamiento de campo, la evidencia utilizada y los datos analizados, sumado al uso de la información previa relacionada principalmente a temáticas zooarqueológicas generada a través de estudios actualísticos -desarrollados y discutidos en los capítulos 3 y 4-, tiene implicaciones directas para evaluar el uso del espacio, la movilidad y la subsistencia de los cazadores-recolectores durante el Holoceno tardío en la cuenca del lago Cardiel. Estos grupos humanos estuvieron definitivamente vinculados a

5.5. Otras líneas de evidencia no faunísticas consideradas La formación de los depósitos arqueológicos puede abordarse desde diferentes ángulos (Favier Dubois 1997)

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Capítulo 5 Metodología

Tirso Bourlot

los escenarios geográficos en el pasado, fluctuaciones ambientales que modificaron el paisaje de la región, de modo que es preciso desarrollar y analizar -a continuación- los cambios climáticos de mayor trascendencia para el Holoceno tardío en la región y señalar cuáles son los aportes de este cuerpo de datos actualísticos para esta tesis.

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

CAPÍTULO 6 AMBIENTE ACTUAL Y ESCENARIO PALEOAMBIENTAL EN LA REGIÓN DE LA CUENCA DEL LAGO CARDIEL los Andes desempeñan un papel importante como modelador del clima árido-semiárido de marcado déficit hídrico, con precipitaciones anuales que alcanzan los 200 mm (Paruelo et al. 1998). En invierno se producen heladas y nevadas. Los meses más fríos -julio y agostoalcanzan valores menores a los 0ºC. Para la zona del lago Cardiel se han registrado temperaturas medias de 5ºC. La distribución de las precipitaciones en invierno y las temperaturas frías determinan que la estación húmeda y la estación de crecimiento de las comunidades vegetales no coincidan en Patagonia (Paruelo et al. 1998), situación que proporciona un papel importante al suelo como el principal mediador entre estos dos momentos.

6.1. Introducción En los capítulos previos se han presentado los aspectos teóricos y metodológicos que conforman el cuerpo y diseño de esta investigación. Con este capítulo se abre una nueva sección que tiene como objetivo contextualizar los datos y las evidencias referibles a nuestro caso de estudio. De esta manera, se hace referencia específicamente al contexto ambiental y al escenario paleoclimático regional que es estudiado sobre la base de diferentes escalas de análisis, las cuales responden a distintos objetivos planteados al comienzo de la tesis. De este modo, se comienza exponiendo las principales características ambientales de la región, luego se analiza en una escala espacial regional las fluctuaciones paleoclimáticas y paleoambientales ocurridas durante el Holoceno, señalando las consecuencias más significativas que tales cambios provocaron en la región.

En el área del lago Cardiel la unidad de vegetación dominante corresponde a la estepa arbustiva (Cabrera y Willink 1973) con presencia del molle (Schinus polygamus), la mata negra (Verbena tridens) y el calafate (Berberis buxifolia). En menor medida se encuentra la estepa herbácea de Stipa sp, Poa sp y Festuca sp. En las vegas o mallines y márgenes fluviales se localizan comunidades de ciperáceas, juncáceas y gramíneas. Entre los mamíferos disponibles están el guanaco (Lama guanicoe), los zorros colorado (Pseudalopex culpaeus) y gris (Pseudalopex griseus), el puma (Felis concolor), el tucu-tuco (Ctenomys sp), armadillos como el piche (Zaedyus pichiy) y el peludo (Chaetophractus villosus). Entre las aves está el cisne de cuello negro (Cygnus sp), el ñandú petiso o choique (Pterocnemia pennata), el cauquén (Chloephaga picta) y diversas rapaces y tipos de anatidaes.

Posteriormente, a partir de datos de índole paleoambiental y geomorfológico se evalúa la cronología y génesis de los ambientes de médanos de la márgenes este y sur del lago Cardiel. Luego se indican las características más notables del sector de médanos en términos de un ambiente propicio para las ocupaciones humanas en el pasado. Finalmente, dentro de una escala micro se analiza información sedimentaria relevante sobre la dinámica de estas geoformas a fin de caracterizar el grado de integridad y resolución de los depósitos arqueológicos contenidos en este tipo de matriz arenosa que constituyen los sitios estratificados a cielo abierto. El conjunto de la información que se analiza aporta datos que permiten conocer con mayor profundidad un espacio geográfico determinado y sus implicaciones para la interpretación y discusión del registro arqueológico allí depositado.

6.3. La información paleoambiental del área de estudio Estudios geológicos y geomorfológicos realizados por Stine y Stine (1990), Stine (1994 y 2000) y Gilli et al. (2001) para la cuenca del lago Cardiel y las investigaciones realizadas en otras cuencas lacustres de Patagonia (Ariztegui et al. 1997; González 1992; Wenzens 1999) sugieren que las condiciones climáticas/ambientales del fin del Pleistoceno y del Holoceno han sido fluctuantes, estimulando constantes variaciones en el escenario ambiental modificando asimismo los recursos asociados (Goñi 1988; Goñi et al. 2005).

6.2. Principales características del ambiente actual del área de estudio Desde sus aspectos biogeográficos, ecológicos y ambientales dominantes, la ubicación de la cuenca del lago Cardiel se corresponde con la región natural Estepa Arbustiva Patagónica (Daniele y Natenzon 1994), que coincide en gran medida con la Provincia Biogeográfica de Patagonia y con los Distritos Central y Occidental de la Provincia Patagónica (Cabrera y Willink 1873).

Actualmente existe consenso general en que la última deglaciación comenzó hacia los 13500 años AP (Wenzens 1999) como consecuencia de un lento calentamiento global. Para entonces y bajo las particularidades climáticas de un ambiente frío y seco, el lago Cardiel registraba poca profundidad entre 20800 y 11200 años AP (Gilli et al. 2001).

El clima actual de la región se encuentra dominado por los fuertes vientos provenientes del océano Pacifico oeste- que despliegan sus máximas velocidades entre los meses de septiembre y enero. Las cadenas montañosas de

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Capítulo 6 Ambiente actual y escenario paleoambiental en la región de la cuenca del lago Cardiel

Tirso Bourlot

Mascardi (ver Ariztegui et al. 1997), y hacia el sur en la laguna Potrok Aike (Haberzettl et al. 2005; Zolitschka et al. 2006). En el Parque Nacional Perito Moreno los actuales lagos Burmeister, Azara y Belgrano habrían formado un paleolago al comenzar el Holoceno temprano (González 1992), cuyas últimas evidencias se remontarían a 2200 años atrás (citado en Goñi et al. 2005)

Los estudios de perfiles sísmicos en la estratigrafía del lago Cardiel, realizados por Gilli y colaboradores, revelaron además un período de fuerte desecación alrededor de 11200 años AP, con niveles del lago muy por debajo del actual (-75 metros). Este intervalo corto se produce de forma sincrónica con el llamado Younger Dryas Chronozone (YDC), que se presenta para el hemisferio norte a finales del Pleistoceno tardío, entre los 11000 y los 10000 años AP. Durante este momento las temperaturas promedio descendieron varios grados. Hacia el final de este período, alrededor de los 10230 años AP, se produce un aumento de la humedad quedando las playas del Cardiel casi en el nivel actual del lago. En comparación con los últimos 21000 años esto se da bajo condiciones hidroclimáticas efectivamente más húmedas caracterizando, así, la transición Pleistoceno tardío Holoceno (Gilli et al. 2001; Stine y Stine 1990). Luego del mencionado episodio ocurre una rápida y masiva trasgresión del nivel del lago Cardiel, de unos 53 metros hacia los 9800 - 9500 años AP. La misma fue también registrada por Stine y Stine (1990) de acuerdo con la berma de +55 metros datada en 9650 años AP (Figura 6.1).

Estas nuevas condiciones ambientales, propias del Holoceno, marcan la expansión del Bosque de Nothofagus y la desaparición de la tundra en la cordillera, mientras que en ciertos sectores de las planicies la estepa pastosa deja lugar a la estepa arbustiva (ver Mancini et al. 2008). Las oscilaciones en los niveles del lago Cardiel identificadas por Stine y Stine (1990) (Figura 6.1) marcan períodos muy húmedos entre 10000 y 7000 años AP, registrados en la berma de 55 metros sobre el nivel actual del lago; húmedo entre 5500 y 4500 años AP evidenciado por la berma de 21 metros sobre el nivel actual del lago, más seco entre 7000 y 5500 años AP, seco entre 4500 y 3000 años AP y bastante más seco desde 2200 años AP, registrándose la última transgresión en la berma de 10 metros sobre el nivel actual del lago. Esta secuencia concluye en un momento particularmente seco alrededor de los 900 años AP.

Las fluctuaciones de los niveles del lago reconstruidas bajo distintas técnicas y métodos reflejan sin duda cambios en el balance regional del agua en el pasado, que también fueron monitoreados más al norte en el lago

Figura 6.1. Modelo del descenso del nivel de las aguas del lago Cardiel durante el Holoceno de acuerdo a las bermas/paleoplayas registradas por Stine y Stine (1990). Se señala en la margen Este y Sur del lago la disponibilidad de espacios que son colonizados luego por médanos, estableciéndose nuevos paisajes con cronologías relativas.

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. animales y humanos, lo que provocaría una concentración de población en las fuentes de agua confiables (Goñi 2000). En tal sentido, el agua debió haber sido uno de los principales agentes en la modificación del paisaje, por lo que se vuelve interesante entender sus efectos para explicar la formación de los escenarios geográficos (Goñi et al. 2000-2002). Por consiguiente, la diferencia entre momentos secos y húmedos resultará en variaciones en su distribución por cuanto, la redundancia en las frecuencias de visitas establecerá a largo plazo que las estrategias de uso de los recursos necesariamente varíen (sensu Goñi et al. 2000-2002).

En estos últimos 1000 años se han registrado dos sequías sumamente marcadas, la primera entre los 950 y 860 años AP y la segunda entre los 700 y 570 años AP, ambas separadas por un momento más húmedo. La primera de ellas es un fenómeno global llamado Anomalía Climática Medieval (ACM) que fue registrado en lagos de California, Europa y los lagos patagónicos Cardiel y Argentino (Stine 1994) y Potrok Aike (Haberzettl et al. 2005). Para el lago Cardiel las condiciones registradas muestran una notable disminución en la distribución y disponibilidad del agua entre 972 ± 30 y 864 ± 40 años AP (Stine 1994). Por su parte, Wenzens (1999), identifico en el lago Viedma, ubicado más al sur, avances neoglaciarios que confirmarían el marco climático fluctuante.

En este contexto general el rol de las cuencas hídricas bajas de la estepa -reservorios de agua permanentescobraría una mayor importancia en el Holoceno tardío, dado que las mismas funcionarían como atractores de poblaciones, reduciéndose notablemente la movilidad residencial (Goñi et al. 2000-2002, 2005). A esto hay que agregarle la importancia de disponer de recursos tales como leña y reparo invernal.

6.3.1. Escenario paleogeográfico durante el poblamiento del Holoceno tardío La baja humedad, los cambios hídricos en el paisaje y la consecuente modificación del escenario ambiental propios del Holoceno tardío y particularmente para momentos de la ACM, se dieron con una intensidad sin precedentes en el resto del Holoceno cuya severidad y prolongación superan cualquier dato histórico (Stine 1994, 2000). Como lo expresa la lectura de los datos mencionados, el Holoceno tardío se caracteriza por condiciones ambientales diferentes al Holoceno medio y temprano, muy importantes para entender la instalación y circulación de grupos cazadores-recolectores dado que las poblaciones se extenderían o concentrarían según la cambiante estructura de sus recursos dentro de esa dinámica ambiental (Borrero 2001a; Goñi 1988, 2000; Goñi et al. 2000-2002, 2005).

Es por ello que la dirección de los objetivos antes planteados lleva a preguntarse si, bajo las condiciones del escenario geográfico expuesto, los médanos fue un espacio/recurso de importancia particular. De ser así, ¿fue simplemente el resultado de su ubicación dentro de una cuenca de estas características o realmente fueron sus particularidades ambientales y topográficas las que transformaron esta geoforma en un espacio atractivo para las poblaciones humanas? 6.4. Cronología y génesis del sector de médanos de la cuenca del lago Cardiel En este apartado se efectúa un acercamiento cualitativo sobre los médanos del lago Cardiel a través de la aplicación de la información ambiental, geomorfológica y las observaciones de campo realizadas en las campañas arqueológicas (Stein et al. 2003). Esta aproximación tiene como principal interés abordar el tema de la cronología, la formación y la dinámica de comportamiento de los médanos dando lugar al entendimiento del paisaje arqueológico (Anschuetz et al. 2001). Desde este ángulo se quiere generar información con el interés de aportar datos al estudio de los procesos de formación poniendo más atención sobre la matriz del registro arqueológico. Si bien un análisis exhaustivo de este tipo requiere la implementación de evidencia cualitativa y cuantitativa sobre el contexto sedimentario, edáfico y geomorfológico del material arqueológico (Butzer 1982; Favier Dubois 1997; Stein 1996; Stein y Farrand 1985; Zarate 1993), aquí se trabajará y discutirá a partir de consideraciones cualitativas. El fin es, en términos exploratorios, realizar un acercamiento hacia una caracterización general de los depósitos estratificados a cielo abierto en ambientes de médanos, en términos exploratorios. Sobre esta base se realiza un esquema general con las principales características a escala regional del sector este y sur de médanos del Cardiel. Posteriormente, se examina la formación y cronología de tales geoformas y la eventual presencia de indicios de uno o varios eventos de

Se considera que las condiciones climáticas no determinan la dirección del cambio, sino que distintas respuestas culturales son posibles debido a que dependen de las contingencias históricas de los grupos involucrados, o sea, que dependen del background de información que disponen. Por consiguiente, diferentes realidades culturales implicarán un amplio espectro de respuestas humanas (Jones et al. 1999). Por ejemplo, los datos disponibles en el sur y suroeste de California para la ACM sugieren cambios en el patrón de asentamiento, en las redes de intercambio, declinaciones en las condiciones de la salud, hasta la emergencia de una mayor complejidad social (Jones et al. 1999; Raab y Larson 1997). Los diferentes mecanismos involucrados claramente dependen de un amplio rango de factores dispares entre las distintas poblaciones tales como el tipo de organización social, demografía, recursos de subsistencia, clima y tecnología. En lugares áridos-semiáridos, como el que tratamos, el recurso crítico ha sido el agua. Al bajar el balance de la humedad ambiental -como resultado del declive del promedio anual de precipitaciones-, las fuentes de agua podrían haber quedado cada vez más dispersas y ser menos predecibles, por cuanto disminuiría sustancialmente el número de fuentes de agua disponibles no sólo para el crecimiento vegetal, sino también para los

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Capítulo C 6 Ambiente A actu ual y escenariio paleoambien ntal en la regiión de la cuenca del lago Caardiel

  depositación d de d las arenas. Para finalizarr, se evalúa enn   una u microescaala la dinámica sedimentaria de d los médanoss   a través de las observacioness de campo. 6.4.1. Caracteerización del sector este y su ur de médanoss del d lago Cardiiel Estas E geoform mas tienen la paarticularidad dee ocupar casi laa mitad m del espaacio total alredeedor de la cuennca. Además dee esta e disposicióón, su distribución abarca otros sectoress donde d se presentan conjuntoos de médanos concentradoss que q forman “islas “ arenosass”, como en el e caso de loss farallones f de la bahía y enn algunos espaacios contiguoss entre e los cañadones de arenisca. Por otro lado, el sector de d médanos esstuvo fuertemeente modificad do como reflejoo del d descenso del d nivel de laas aguas en loss últimos 25000 años a (Gilli 20003; Gilli et al. 2001; Stine 1994; Stine y Stine 1990), generándose una u ampliació ón significativaa calculada c en all menos 25 Km m2, estimado enn casi un 200% % más m que para el resto del Holoceno H (Bourrlot 2004) (ver infra) i (Figura 6.1). La L margen estee y sur de la cu uenca se caractteriza por tener grandes g deppósitos de arena distrribuidos cassi homogéneame h ente por todo el espacio. Lo os médanos see presentan p con una variedad de d formas, la cuual depende enn gran g medida de la direccción y fuerzza del vientoo predominante, p el tamaño y el e origen de laas partículas dee cuarzo c y las particularidades p s del terreno sobre s el cual laa arena a se depposita (Brookffield 1992; Kocurek K 19966; Kocurek K y Laancaster 1999; Middlenton 1997; Waterss 1992). Las altturas por lo general g no supperan los 5 m aproximadame a ente y la coberrtura parcial dee vegetación ess un u elemento que q siempre está e presente. Ligada L a estass acumulaciones a s de arena vegetadas se ubican unoss espacios e deflaacionarios que podrían denom minarse “áreass intermédano”, i de amplias exxtensiones donde predominann procesos p erosiv vos (Figura 6..2).

Figura F 6.2. Área Á deprimidaa denominada “intermédano”” que q conforma una laguna teemporaria en el e margen estee del d lago Cardieel. Al fondo los espacios de médanos m dondee se localizan los sitios arqueollógicos LPA1 y LPA2.

Aquí A la arenaa gruesa, el grránulo y la graava acumuladaa como c la matrizz de grano finoo de un depósiito preexistentee

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son transportadas lejoos por el vieento. Dichas áreas depositaccionales estáán dominadaas por proocesos agregacioonales y el aagua parece imponerse crreando charcas temporarias. En E el campoo se ha obseervado sedimentoos de limo y aarcilla asociaddos principalmeente a guijarros de basalto dee gran tamaño -20 x 20 x 500 cmque preseentan en la zonna media e infeerior la precipittación de minerrales indicandoo la presenciaa de agua en algún momentoo del año. Por otro lado, y como parte dee este paisaje co omplejo ha siddo posible advertir la presenccia en cada uno o de los agrupamientos de médanos m un árrea de deflaciónn adyacente doonde predomiina la erosiónn y la ausencia de vegetación (ver infra). 6.4.2 Forrmación espaccial y temporall de los médanos del sector estte y sur del laggo Cardiel En cuantoo a las fases dee acumulaciónn de las arenas,, éstas pueden ser atribuidas a cambios clim máticos, cambiios en los nivelees de costa y a actividades tectónicas t (Koocurek 1996; Miiddleton 1997)). Para el caso del lago Carddiel se plantea que q la formacción de estos ambientes se debe principalm mente a las ddos primeras causas c mencioonadas (Gilli 20003; Goñi et al. 2004). En la margen este y sur de la cueenca del Carddiel la formaciónn de los méddanos está en n relación coon los cambios en e los niveles de la costa dell lago, afectadoos por fluctuacioones climáticaas cambiantess con períodoos de humedad creciente y ddecreciente, poor lo que el prroceso tendría do os etapas. La primera de elllas correspondde a la formaciónn de las paaleocostas o bermas dondde se conformóó una topograffía en forma de cordón conn una zona elev vada y otra deprimida, caapaz de permiitir la acumulacción de arena transportada por p el viento. Estos anillos dee costa del Carrdiel se formarron durante perríodos de trasgreesión del lago (Gilli 2003; Stine 1994), es decir, cuando laas condiciones climáticas preesentaban un baalance positivo de humedad ambiental. Asimismo, A la bbuena q hoy permaanecen conservacción de los aniillos de playa que debajo deel agua estaríaa indicando unna rápida elevvación por escallonamiento en el nivel del lago después de su formaciónn (Gilli 2003). e sucede bajo Por el contrario, laa segunda etapa nes de menor hhumedad ambiental favorablees a la condicion formaciónn de méddanos dondee predominaa la disponibilidad de sedim mento arenoso y la existencia de un agente dee transporte, dee modo que aq quí se dan dos fases. La primeera es la disponnibilidad de arrena y la segunnda es un agentee capaz de traansportar este material dispoonible. Ambos son factores neecesarios para la depositacióón del sedimentoo en las depreesiones de las paleocostas cuuando las condicciones de arideez comienzan a ser relevantess en el área y loss vientos aumenntan su actividdad (Gilli 2003). El problema se hace máás complejo cuuando se considdera la mento posibilidaad de que dicchas acumulaciones de sedim arenoso podrían ligaarse a diferrentes eventoos de o se debería deetectar depositacción por lo quee en el campo variabilid dad en la estruuctura sedimenttaria, la texturra y la compactaación de tales depósitos de arena (Feibel 2001;

Zooarqueolog Z gía de sitios a cielo c abierto en e el Lago Carrdiel (Patagon nia, Argentinaa): fragmentaciión ósea y conssumo de d grasa animaal en grupos caazadores-recoleectores del Holloceno tardío.

  Stein 1985). En E ese sentido, junto al geólo ogo especialistaa   en S se hann e estas problemáticas -Drr. Alejandro Sunico  detectado en ddistintos puntoss del espacio dde las márgeness d este e y sur del llago diferenciaas significativaas en cuanto lass variables reciientemente mencionadas, m lo l que podríaa v sugerir eventos sucesivos dee depositación de sedimentoss. Asimismo, se detectaron lo que q podrían seer dos unidadess A de d depositacióón de arenas correspondienntes a distintoss eventos de accumulación. Los L criterios dde observaciónn e macroscópica aplicados en el camppo establecenn m discrepancias een función de la l estructura, ccompactación y d textura sedim mentaria de lo os depósitos (comunicaciónn t personal Alejaandro Sunico)). El materiall arqueológicoo p aparece en toddos los casos en n la unidad supperior, es decirr, a la l más “jovenn”. Por su paarte, la unidaad “antigua” o inferior hace dde apoyo a la unidad “jovenn”. Al respectoo, i se tomaron muuestras para teermoluminisceencia de ambass unidades con el e objeto de con nfirmar las obsservaciones. u Como se men ncionó previam mente, conocerr la cronologíaa C de d estos médan nos es relevannte por diversass d formación de razones. Una de d ellas es que se trata de unaa geoforma quee r ocupa un espacio preponderaante en la cuennca del Cardiell, o en de ocuppación humanaa e especial parra momentos tardíos t del lago y, en segund do lugar, peermite ajustaar d temporalmente t e la evidencia arqueológicca -el registroo lítico específiccamente- acum mulada en la supperficie. l Varios son loss métodos y téécnicas que peermiten ajustaar V temporalmente de loos médanos deel t e la génesis o formación f Cardiel. Entree ellos se pu ueden mencionnar el registroo C geomorfológic g co de los diferrentes niveles antiguos de laa costa estudiad c dos por Stine y Stine (1990) y los estudioss de l d fondo de lago realizadoos por Gilli y colaboradoress (2001; Gilli 20 ( 003). Otra de las herramientas disponibless es e la cronología de niveles de d tefra volcánnica registradass en e diversos peerfiles dentro de los sectorees de médanoss (Gilli et al. 2001). ( 2 Por últiimo, se utilizaan a modo dee mbientales y c contraste paara los ind dicadores am fechadoss g geomorfológic onados loss cos mencio r radiocabónicos s de materialees culturales aallí depositadoss ( (Belardi et al. 2003; Goñi 20 000-2002a; Gooñi et al. 2004)). E importantee señalar quee este tipo dee informaciónn, Es mitirá poner enn a asociada a los datos paleoam mbientales, perm d discusión aspeectos relevantees de la formación de estoss a ambientes y evaluar e potencciales períodos de mayor y m menor desarroollo. Con ello se s logra poner en perspectivaa e principal interés de contextualizar espacial y el t temporalmente e el registro arqueológico dentro de suu minar, ademáás, si hay unaa p paisaje geográáfico y determ c consistencia e entre la génessis de estas geoformas y laa o ocupación hum mana efectiva. mente, estudioos geológicos y Como ya se seeñaló anteriorm C Stine 1990) han h establecidoo geomorfológic g cos (Stine y S guas del lago a diferentes tran d nsgresiones del nivel de las ag consecuencia c de cambios climáticos occurridos en eel Holoceno. Al respecto, trees paleocostass formadas enn H momentos de transgresiones fueron ubicaddas en distintoss m n actual deel niveles altituddinales en relaación con el nivel n lago y fueron datadas por medio de 14C poor Stine y Stinee l (1990). Sobre la base de diccha informacióón geológica y (

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geomorfoológica se obttiene una fechha máxima paara la formaciónn de los médannos en las difeerentes cotas a partir de conocer la edad en lla cual los disttintos espacioss de la margen este y sur de la cuencaa pudieron qquedar disponiblles para la fformación y expansión dde los mismo, dichos datos ambientes de médanos actuales. Asim son utilizzados en combbinación con laa cronología dde una tefra volccánica y las daataciones realizzadas sobre maaterial arqueológgico. nte a los datos de las La segunnda herramientaa, independien paleocosttas, es el registtro de una líneea de tefra volccánica ubicada een un médano que se localizza por encima de la berma dee +55m (Figurra 6.3). Se traata de una tefrra que ologada con unna muestra de tefra NAVZ (Zona fue homo Autral) datada en e 3010 años AP y Volcánicaa del Norte A Gilli et al. 20011). localizadaa en el núcleo CAR 99-7P (G ura 6.3 ha siddo tomada en el e sitio La fotogrrafía de la Figu GSLN coon una ocupaciión humana enn torno a 23100 ± 50 m años AP. La línea de teefra volcánica atraviesa el médano n humana. Dee esta por debaajo del nivel de ocupación manera, y dado que estta superficie nuunca estuvo baajo las aguas dell lago durante el Holoceno se s plantea que hacia os AP este paiisaje ya estabaa conformándoose en 3010 año esta porcción de la cuenca. Cabe mencionar quue se recolectarron muestras dde tefras en las cercanías deel sitio bicadas por enncima de la cotta de +55 m, y en la LS3c1, ub segunda línea de médaanos cota de +21 m, aunquue las mismas nno han sido anaalizadas hasta el e momento.

ocalizada en el sitio Figura 66.3. Línea de ttefra NAVZ lo en 30100 años AP. GSLN y datada d

mo se utilizaronn los fechadoss radiocarbóniccos de Por últim los materriales culturalees de los sitioss estratificados en el o de establecer su sector dee médanos ccon el objeto cronologíía y evaluar loos datos geológicos y ambieentales mencionaados previamennte. Se espera que las cronologías manas no deberían ser más antiguas upaciones hum de las ocu arrojadoos por las paleeocostas en loos tres que los datos d casos, ni mayor a la líínea de tefra en el caso dell sitio GSLN. o, en los médaanos del Cardiiel se han reallizado En efecto d diversas excavaciones de sitios arquueológicos en donde los fechaddos obtenidos para las ocupaaciones humanaas son

Capítulo 6 Ambiente actual y escenario paleoambiental en la región de la cuenca del lago Cardiel

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verano, el suelo y sus características juegan un papel importante como vehículo que transporta la humedad necesaria para el desarrollo de las comunidades vegetales, teniendo un efecto directo sobre la productividad primaria local.

consistentes con los datos disponibles desde la geología. En este sentido, en la margen sur de la cuenca se ha establecido un rango cronológico de entre 1900 a 1700 años AP (ver Tabla 7.1) para conjuntos localizados en la berma de +21 m. Dicha área quedó disponible espacialmente al descender las aguas hace 5130 años AP (Stine y Stine 1990), por lo que es esperable que la formación de médanos sea posterior a esta fecha y simultáneamente anterior al rango temporal de las ocupaciones humanas mencionadas. Un caso similar se registra sobre un hueso de guanaco de origen cultural localizado en la superficie de un médano -también en la margen sur- y datado en 970 ± 40 años AP (Goñi 20002002a), pero a diferencia de aquel, éste se emplaza en la berma de +10 m datada en 1910 años AP (Stine y Stine 1990). Asimismo, se estima para este espacio de acuerdo a los datos disponibles que la conformación del ambiente habría ocurrido entre los 1910 y 970 años AP.

La textura del suelo también condiciona la cantidad de agua disponible para las plantas. Así, por ejemplo, la pérdida de agua es mayor en suelos donde las capas arcillosas superficiales son menos permeables permitiendo el escurrimiento, el flujo lateral y la evaporación como los principales factores de pérdida de humedad (Oliva et al. 2001). Contrario a esto, suelos donde las capas superficiales son arenosas tienen una alta conductividad hidráulica que permite una rápida percolación del agua hacia niveles donde el efecto de la evaporación por radiación solar no alcanza. Al mismo tiempo la pérdida por escurrimiento es casi nula (Oliva et al. 2001), convirtiéndose el rocío subterráneo en un importante recurso de humedad (Bullard 1997). Esto tiene la implicación de que, en ambientes semiáridos como el de la región del Cardiel, los sitios arenosos conservan más agua utilizable para las raíces por lo que es esperable una mayor productividad primaria.

Para el caso del sitio GSLN ocupado por humanos hacia los 2310 ± 50 años AP (Goñi 2000-2002a) la línea de tefra previamente mencionada y de mayor antigüedad pone en consistencia los datos obtenidos demarcando temporalmente la formación de este médano de manera más ajustada. En el caso de los sitios de la margen este, que se ubican sobre la berma de + 55 m datada en 9650 años AP, el rango cronológico de las ocupaciones humanas no supera los últimos 2360 años de antigüedad (ver Tabla 7.1) lo que es consistente con la tefra previamente mencionada.

De este modo, como se ha propuesto con anterioridad, esta geoforma puede ofrecer una combinación de recursos: agua -favoreciendo, también el crecimiento vegetal-, leña y reparo -dada por su características topográficas-, junto a una variedad de especies animales asociadas (roedores como el tucu-tuco -Ctenomys sp-, diferentes variedades de ratones y cuis, armadillos como el piche -Zaedyus pichiy- y el peludo -Chaetophractus villosus-. Al mismo tiempo, la presencia de vegetación provoca un incremento en la rugosidad de la superficie y reduce la saltación de partículas permitiendo la acumulación de más arena. Esto aumenta la humedad contenida en el suelo y favorece una mayor densidad de vegetales, disminuyendo de esta manera el área directamente expuesta al viento erosivo (Bullard 1997). En función de estos datos, Yeaton (1988, citado en Bullard 1997) encontró una correlación inversa entre la cantidad de arena en movimiento y la densidad de plantas, lo que indica que la dinámica de la superficie de la arena varía según la densidad de plantas (Bullard 1997), lo cual representa implicancias directas con respecto a la conservación del registro arqueológico allí depositado, particularmente el registro óseo.

6.5. Ambiente de depositación de restos óseos y la dinámica de los médanos En un trabajo anterior se plantearon algunos aspectos relevantes que presentan los médanos de zonas semiáridas (Bourlot 2004; Savanti et al. 2004). De acuerdo con estudios realizados sobre la ecología de pastizales (Oliva et al. 2001), la capacidad de retener humedad que tienen los médanos de ambientes áridos permitiría una potencial diversidad de recursos que podría haber sido aprovechada por los humanos. Esta característica de notable importancia es señalada sobre la base de la disponibilidad o dinámica del agua que, a su vez, se encuentra condicionada por diversos factores como la textura del suelo, las precipitaciones y su distribución anual, el período de desarrollo de las plantas y la temperatura (Bullard 1997; Oliva et al. 2001). Las derivaciones de esta dinámica también tiene implicaciones para el registro arqueológico, no sólo desde el punto de vista habitacional que tendrían estos ambientes sino también desde la óptica de la preservación del material arqueológico allí depositado.

Por otro lado, si se considera que la temperatura ambiental máxima registrada, en los últimos 20 años en la ciudad de Gobernador Gregores llegó a los 35°C (http//www.mineria.gov.ar/estudios/irn/santacruz/z-2), se puede inferir sobre la base de datos obtenidos en otras regiones (Massigoge et al. 2008) que la temperatura a nivel del suelo pueda alcanzar unos 10ºC más que lo registrado en el ambiente. Este hecho representa un importante elemento para los huesos que quedan expuestos directamente a la luz solar luego de la denudación del médano, en la medida en que se vería acelerado el proceso de pérdida de humedad y con ello se modificaría la estructura ósea sobre la cual diferentes

En primer lugar, es de destacar que el régimen de lluvias en esta parte de la región patagónica se da en forma de eventos de poca intensidad, siendo el invierno el momento de mayor precipitación anual (Oliva et al. 2001). Esta situación no coincide temporalmente con el período de desarrollo o crecimiento de las plantas (Paruelo et al. 1998). En este panorama caracterizado por altos valores de evaporación, sobre todo en primavera y

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. (Stein et al. 2003). Por otro lado, existen indicadores de tasas de depositación indirectos o relativos aplicables a través de materiales arqueológicos y del contexto sedimentario, que tienen distinta sensibilidad temporal y se comportan en función de condiciones locales (Favier Dubois 1997). Evaluar tasas de sedimentación implica discutir si éstas son rápidas o lentas para luego ponerlas en perspectiva con las problemáticas arqueológicas antes mencionadas.

agentes tafonómicos actuarían con mayor facilidad, produciendo la fragmentación del hueso. 6.5.1. Suelos, sedimentos y procesos de erosiónestabilidad en los médanos del este y sur del lago Cardiel Este registro arqueológico de médanos se presenta recurrentemente de dos maneras: en estratigrafía y en superficie (Bourlot 2004, 2007; Savanti et al. 2004, 2005). La dinámica morfogénica de estas geoformas tiene la potencialidad de generar palimpsestos entre los conjuntos arqueológicos de diferentes eventos de ocupación. En este sentido, al abordar discusiones sobre el uso del espacio e intensidad de uso por parte de poblaciones de cazadores-recolectores es importante tener presente la problemática de las tasas de sedimentación y ponerlas en discusión con el arreglo espacial y temporal del registro arqueológico superficial y estratigráfico (Ferring 1986).

Ferring (1986) presenta un esquema de la sedimentación indicando dos situaciones extremas caracterizadas respectivamente por tasas altas y bajas de sedimentaciónenterramiento. Se espera que las variables seleccionadas se manifiesten de diferente manera en ambos casos. La estructura sedimentaria primaria está bien preservada en ambientes de sedimentación rápidos, mientras que está ausente bajo condiciones de enterramiento lento. El desarrollo de un perfil de suelo, por su parte, es débil en condiciones de una tasa de enterramiento rápida, mientras que en condiciones de lenta depositación es fuerte. La bioturbación presenta algunos pocos rasgos distintivos cuando la sedimentación es rápida, y masiva cuando ésta es lenta. En cuanto a la tafonomía fósil, en ambientes de rápida sedimentación los huesos pueden tener una buena preservación; por el contrario, en condiciones de lento enterramiento se espera que los huesos se encuentren con meteorización avanzada (Ferring 1986). A este esquema se le agregó otra variable a considerar, se trata de la disposición de la línea de tefra en el perfil estratigráfico para la cual se espera que en condiciones de rápida sedimentación la ceniza debiera acomodarse al relieve preexistente, mientras que ello no sucedería en una depositación lenta. De la misma forma, se utiliza la disposición anatómica in situ de dos o más elementos y la conservación de ciertos rasgos como indicadores de una rápida sedimentación.

Suelos y sedimentos presentan particularidades distintivas, por lo que su caracterización es importante. La distribución espacial y temporal de ambos tiene implicancias directas en la interpretación de sitios arqueológicos de un área. Por un lado, los suelos necesitan para desarrollarse un período de tiempo y requieren un paisaje relativamente estable (Holliday 1992). Suelos bien desarrollados son el resultado de un ambiente relativamente estable en un lapso mayor que aquellos suelos débilmente desarrollados (Holliday 1992). Por su parte, los sedimentos presentan una acumulación que puede ser lenta o rápida sobre una depositación de carácter diaria, instantánea o de un lapso mayor. Ello marca una diferencia sustancial con respecto a los suelos, que tienen una depositación en un rango temporal de cientos o miles de años.

Observaciones realizadas en perfiles de sitios arqueológicos y perfiles testigos cercanos a las excavaciones sugieren una tendencia hacia tasas de depositación rápida para los médanos de la margen este y sur del lago Cardiel. Razón por la cual se propone que, bajo condiciones de un alto potencial de enterramiento (Barberena 2008), los espacios constituidos por médanos tienen la particularidad de contener depósitos estratificados a cielo abierto con un carácter propio respecto del grado de integridad y resolución.

Las tasas de sedimentación definen el ritmo de acreción de la matriz de un sitio arqueológico, actuando como controlador en la construcción y modificación del depósito (Ferring 1986). Así pues, condiciona la densidad artefactual, el patrón espacial y la preservación del registro arqueológico en general. Su estudio es por lo tanto relevante para evaluar la integridad y resolución de las muestras arqueológicas en la medida en que ello condiciona discusiones vinculadas al uso del espacio y la intensidad de ocupación humana de un área o región (Barberena 2008; Favier Dubois 1997; Ferring 1986; Stein et al. 2003; Waters y Kuehn 1996). Algunas de las cuestiones arqueológicas a las que puede ligarse el estudio de tasas de depositación de sedimentos son por lo tanto: resolución, contemporaneidad y preservación del material arqueológico (Barberena 2008; Favier Dubois 1997).

Así, por ejemplo, en reconocimientos realizados en 12 puntos del espacio de médanos del sector este y sur no se detectó el desarrollo de un suelo de las características de una sedimentación lenta. Por el contrario, aparece un suelo muy pobremente desarrollado (Dr. Alejandro Sunico, com. pers.). Consistente con estas observaciones en perfiles naturales adyacentes a las excavaciones de los sitios GSLN y LS3c1 se identificaron rasgos de una buena preservación de la estructuras sedimentaria primarias y, en ambos casos, las líneas de tefras identificadas poseen una inclinación de unos 35º aproximadamente, sugiriendo que su depositación continuó con el relieve preexistente en cada caso (Figura

Distintos tipos de evidencias son utilizadas para evaluar tasas de sedimentación (Favier Dubois 1997; Ferring 1986). Algunas de ellas de carácter directo, como ser fechando la matriz sedimentaria a través de la técnica de termoluminiscencia (Murria y Clemmensen 2001), o bien, datando el material de un depósito arqueológico

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Capítulo C 6 Ambiente A actu ual y escenariio paleoambien ntal en la regiión de la cuenca del lago Caardiel

  6.3). 6 En lo refferente a la biioturbación se han registradoo   galerías g de rooedores distrib buidas de form ma discreta enn   cuatro c de loss ochos sitio os arqueológiccos excavadoss (Figura ( 6.4), sseñalando quizzás una rápida sedimentación. s .

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6 La fotograffía del perfil de d la excavacióón del Figura 6.6. sitio MS1 1M4 señalandoo la línea de fogón f preservaada in situ

F Figura 6.4. Laa fotografía seññala túneles dee roedores en e p perfil norte dell sitio LS2

Figura 6.7. 6 Vértebras de guanaco hhalladas en posición anatómica original en laa excavación ddel sitio GSLN

D Dentro de loss rasgos arquueológicos quee pudieran daar c cuenta de un na tasa de sedimentación s rápida puedee m mencionarse qque en MS1M44 y MS1S3 lass estructuras dee f fogones halladdas en estado prrimario sugiereen también unaa v velocidad rápid da de enterram miento luego deel abandono deel 6 y 6.6). De la misma man sitio (Figura 6.5 nera, en el sitioo G GSLN se halllaron en posicción anatómicca tres cuerposs v vertebrales completos (Figu ura 6.7). Mienntras que en eel sitio LS3c1 se registraron huesos carpiaanos y la tibiaa y un metapodioo distal con suss urada in situ y, p proximal fractu ue también peermanecían enn c cóndilos no ffusionados qu p posición anatóómica original. Por último, enn la excavaciónn S1S3 aparecieeron cinco fragmentos f d del sitio MS dee ( v vértebras toráccicas en posicióón anatómica (Figura 6.8).

hallaadas fragmentaadas y 6 Vértebras toráxicas Figura 6.8. t d la excavacióón del en posición anatómica en el nivel 1 de sitio MS11S3

Figura 6.5. Laa fotografía deel perfil de la excavación deel F sitio MS1S3 ddonde se observva claramente dos niveles dee m de sedimentoo l de 10 cm fogones separaados por una línea f arenoso a

Asimismoo, enfocados en el estudio de la dinámiica de n sólo una nocche de estos lugaares, se ha reggistrado que en menos, es posiible que se depositen, al m fuertes vientos v

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Zooarqueolog Z gía de sitios a cielo c abierto en e el Lago Carrdiel (Patagon nia, Argentinaa): fragmentaciión ósea y conssumo de d grasa animaal en grupos caazadores-recoleectores del Holloceno tardío.

  hasta h 6 cm dee arena cuando se dan las condiciones c dee   entrampamient e to -en este caso el pozo de la excavaciónn   que q permite ciierto reparo-. Esto E señala la importancia dee la l depositaciónn rápida de sedimento en los ambientes dee médanos m del C Cardiel. En E el seguimieento del esqueema de Ferring g (1986) existee una u diferencia en el grado dee conservación n a nivel de loss conjuntos c recuuperados en capa c os hallados enn y aquéllo superficie. Los L primeros presentan un perfil dee u m meteorización donde predom dios bajos (0-1minan los estad 2 mientras quue en los seg 2) gundos son loss estadios máss a avanzados loss predominantees (3-4-5). Esso puede estaar i indicando quee, una vez depositados enn el sitio, loss d m materiales fueeron enterrado os de manera relativamentee r rápida permitiiendo su conservación. Noo obstante, loss m materiales unaa vez deposittados y enterrrados pudieronn sufrir procesoos morfogéniccos quedando en superficiee n nuevamente. E ese sentidoo, la preservacción de un conntexto primarioo En o ocurriría solam mente si una superficie de ocupación ess r rápidamente ennterrada despu ono del sitio, y ués del abando si además se suuceden condicciones que ofreecen estabilidadd a la matriz seddimentaria que contiene el maaterial. Aunquee e tema siem este omplejo, lo quee puede decirsee mpre es más co d desde este punnto de vista es que un rápido o enterramientoo e eleva el potenccial de preserv vación de restos orgánicos, enn t tanto que miinimiza la alteración que provocaría laa e exposición de los restos fóssiles a la intem mperie. En esee sentido, si la estabilización no n ocurre en forrma persistentee e contexto ddel sitio enterrrado es suscceptible a unaa el d destrucción posterior por efecto de la deflación quee e g genera el vien nto. Sin embarrgo, queda la posibilidad dee q aún estabbilizado el méddano comiencee a reactivarsee que p efecto de su propia dináámica cuando la por l cobertura dee l vegetación ees reducida. Cu la urre la arena ess uando esto ocu e erosionada y retrabajada o redepositada en otro ladoo, m mientras que los artefactoss, huesos y estructuras sonn e e excavados poor el viento en una superficie comúnn ( (Tarbuck y Lutgens 1999) que luego pu ueden volver a e enterrarse. E el término de dos años see ha monitoreaado, a través dee En o de campo y con el registrro de fotos, laa observaciones d q es utilizadoo dinámica de loos médanos dell sitio LS3c1 que p En estee C para señalar uun patrón recurrrente en el Cardiel. p período de tieempo el médaano, donde esstá el sitio, haa p perdido una importante porción de veegetación. Loss p ma del sitio son s pocos y enn pastizales ubiccados en la cim a algunos casos están con las raíces expuesstas. Este rasgoo d raíces de pllantas expuestaas en la superfi ficie es un claroo de i ón por sobre laa mina la erosió indicador de qque allí predom sedimentaciónn. E interior de lla hoyada de deeflación en estte sitio presentaa El con loss n oeste-este, acorde a su eje mayor en dirección L vegetaciónn v vientos predoominantes (Fiigura 6.9). La y sur de la hoyada see l e localizada en la porción este b dee e encuentra deteeriorada por el constante bombardeo da por la acciión del vientoo. g granos de areena transportad m cubiertaa E provoca un Esto u efecto sobree el área del médano

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por planntas y arbustoos generando la denudación del médano --visualizada enn la exposició ón superficial de d las raíces de las mismas-, lo que a su vez v provoca quue los procesos erosivos avanncen. No obsttante, mientrass esto sucede alllí, en los otros flancos se observan peqqueñas matas en desarrollo quue comienzan a cubrir el sueelo, lo mite el que indiccaría un princiipio de estabilidad que perm entrampaamiento de los sedimentos de arena. Enn este sentido, se s puede señallar que en unaa escala microo estas mpleja que invoolucra geoformaas sufren una dinámica com n de sedimenttos al procesos de erosión y depositación mismo tiempo. Una coonsecuencia dee estos ciclos ppuede ser la reexposición que sufren los mateeriales arqueológgicos de los sittios ubicados enn esta zona dell lago.

Figura 6.9. Sitio L LS3c1 donde se observann las diferenciaas entre las zoonas propensass a la erosión y a la acumulacción de arenas

6.6. Sínteesis mación En síntesiis, en este capíítulo se ha trataado con inform diferentess escalas-, asppectos mite discutir -en que perm geomorfoológicos (génessis, formación,, dinámica) dee estos ambientes de médanos en función dee su vinculacióón con los datos paleoambinettales disponibles para la regiión y; por otro lado, se ha ddado el tratamiiento al tema de la o en general. preservacción del registro arqueológico geoggráfico En ese sentido se ha sseñalado un escenario e p el Holoceeno tardío con una tendencia hacia regional para una dism minución de la humedadd ambiental y su consecuen nte vínculo con la con nformación dee los ambientes de médanos en las márgennes este y sur de la cuenca del lago Cardieel. Asimismo, se han indicaddo las potencialidades máximas que este am mbiente ofrecee a las nes humanas dada su particular productiividad poblacion primaria, la que se asoociaría con unna capacidad mayor m para sosttener una diveersidad de reccursos que esstarían disponiblles para los gruupos cazadoress-recolectores en un momentoo particular de aaridez regionall. Por su paarte, se ha sugerido sobre la base del estuddio de las tasas de sedimentaación y los daatos que aportaan las evidenciaas del sector baajo de médanoos del Cardiel qque, a

Capítulo 6 Ambiente actual y escenario paleoambiental en la región de la cuenca del lago Cardiel pesar de la compleja dinámica que se observa en estos ambientes, los depósitos estratificados a cielo abierto allí localizados poseen condiciones para preservar material arqueológico con un carácter propio. Esto los convierte en un espacio singular donde buscar información diferente a la hallada en otra clase de depósitos como cuevas y aleros.

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

CAPÍTULO 7 ARQUEOLOGÍA DE LA CUENCA DEL LAGO CARDIEL: UN MODELO DE POBLAMIENTO TARDÍO estudios paleoclimáticos y paleoambientales, como ya se ha mencionado en el capítulo anterior. El problema general con el que se iniciaron los estudios fue evaluar las relaciones existentes entre las poblaciones humanas y la dinámica paleoambiental durante el Holoceno (Goñi et al. 2005). En términos regionales se comenzó analizando el uso de distintos espacios y el aprovechamiento de los recursos en diferentes ambientes a través del tiempo, poniendo en discusión aspectos del poblamiento humano como la movilidad y la subsistencia, a través de la bioarqueología, la zooarqueología, la tecnología y las representaciones rupestres. El abordaje de estos grandes temas partieron de una hipótesis principal donde se postulaba que las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel funcionaron como espacios que atrajeron o concentraron poblaciones humanas en momentos de baja humedad o sequías, cuando el recurso crítico de la región -el agua- se habría distribuido de forma heterogénea (Goñi et al. 2005).

7.1. Introducción En el presente capítulo se exponen los antecedentes de las investigaciones arqueológicas desarrolladas en las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel con el objeto de actualizar el estado de la cuestión. Se señalan las principales ideas, resultados y la cronología de las ocupaciones humanas en el área. Asimismo, se despliegan las principales líneas de investigación con la cuales se trabaja en tecnología, fauna, restos humanos, fechados radiocarbónicos, representaciones rupestres y sus resultados en función del relevamiento de los diferentes espacios que han sido muestreados. Seguidamente, se plantea el “modelo de poblamiento tardío” que ya ha sido propuesto y el papel que las cuencas lacustres de la estepa tienen en la dinámica del poblamiento humano. Finalmente, se realiza una descripción de los sitios bajo estudio de donde provienen las muestras óseas.

El lago Cardiel conforma una cuenca endorreica con aproximadamente 20 km de diámetro y está emplazado en un ambiente de estepa continental, a una altura de 270 msnm y rodeado de mesetas basálticas de mayor altura. Otra particularidad es su localización a medio camino entre la costa Atlántica (al este) y la costa Pacífica (al oeste). En una escala local la cuenca presenta distintos tipos de geoformas que han sido utilizadas para segmentar el espacio en cuatro sectores: A) cañadones de arenisca y valle del río Cardiel, al oeste; B) mesetas basálticas bajas, al norte; seguidas en esa misma dirección por C) mesetas basálticas altas, por las cuales se llega a la cuenca del lago Strobel; y D) sectores bajos de médanos en la margen este y sur (Figura 7.1).

7.2. Las investigaciones arqueológicas de las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel Las primeras investigaciones arqueológicas en el área de estudio corresponden a Carlos Gradín entre los años ´50 y ´60 en las mesetas altas que rodean las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel (Gradín 1959-1960a y b, 1965, 1971). Dentro de los diversos hallazgos cabe destacar la importancia del relevamiento de petroglifos y “picaderos” a partir de los cuales Gradín destacó la posibilidad de que dicha área habría sido ocupada con cierta intensidad por grupos cazadores-recolectores. Parte de su hipótesis ha sido también apoyada sobre una alta frecuencia de estructura de parapeto, llegando a documentar más de 100, la mayoría de lAs cuales estaban ubicadas cercanas a lagunas y mallines. Este rasgo de notable singularidad en el paisaje arqueológico de la meseta del Strobel guarda otra particularidad según el autor, la de presentarse con una importante diversidad en cuanto a las formas de su construcción (Gradín 1959-1960a y b, 1965, 1971). Estas estructuras de piedra semicirculares han sido principalmente interpretadas como apostaderos de caza localizadas en sectores estratégicos aunque, también han sido propuestas como posibles bases de toldos (Gradin 1997; Gradin et al. 2003). Luego de un gran lapso de ausencia de investigaciones sistemáticas en el área, en los años 90 se retomaron los estudios arqueológicos enfocados desde una perspectiva regional que involucraron el tratamiento del poblamiento humano de las cuencas Cardiel y Strobel (Belardi y Goñi 2002, 2003; Belardi el al. 2003; Goñi et al. 2005). Particularmente, se comenzó sobre el área del lago Cardiel dado que se trata de una cuenca de especial sensibilidad a las variaciones climáticas y con excelentes

Esta estratificación fue utilizada para proyectar el muestreo sistemático del área que incluyó el diseño de transectas en superficie para recolectar información tecnológica y tafonómica principalmente, mientras que las excavaciones y sondeos estuvieron dirigidos hacia lugares específicos en el espacio. Asimismo, se obtuvo información arqueológica a partir de excavaciones realizadas en aleros, farallones y en lugares a cielo abierto. En aquellos espacios que presentaron soportes adecuados el relevamiento y registro de las representaciones rupestres ha sido considerable. Hasta el momento se dispone de 27 fechados radiocarbónicos sobre material arqueológico recuperado en los distintos sectores del lago (Tabla 7.1). Éstos señalan una fuerte ocupación tardía para la cuenca en general (Belardi et al. 2003; Goñi 2000-2002a; Goñi et al. 2005, 2007b). En contraposición, el Holoceno temprano es el único momento en que no se ha registrado

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Zooarqueolog Z gía de sitios a cielo c abierto en e el Lago Carrdiel (Patagon nia, Argentinaa): fragmentaciión ósea y conssumo de d grasa animaal en grupos caazadores-recoleectores del Holloceno tardío.

  ningún n tipo dee evidencia arq queológica que permita hablaar   de d la presenciaa de grupos cazzadores en la cu uenca.  

En E cambio, para p el Holocceno medio se s cuenta conn fechados f asignnables a ocupaaciones humannas en el sectorr de d cañadones ubicado u al oesste del lago (Allero Manuk I y Alero A del Leóón), como así también en Alero A Gerasín I ubicado u al borrde de las messetas basálticass bajas al nortee del d lago. Todos ellos localiizados en cotaas altitudinaless mayores m a los 55 metros sobre el nivel actuual del lago. Laa mayoría m de laas dataciones se s concentran en los últimoss 2500 2 años AP. A diferencia del resto de loos sectores, loss médanos m de laa margen este y sur presentaan ocupacioness exclusivament e te para momenttos tardíos. En E términos cronológicos, c e una escala suprarregionall, en la l información n permite sugerrir que mientraas estos lugaress comienzan c a ocuparse tardíam ón que tambiénn mente -situació

se aplicaa a la cuenca del lago Sallitroso (Goñi 20002002b)-, otras cuencas son menos viisitadas en térm minos residenciaales (Goñi et aal. 2004). Divversos aspectoss tales como dinámica d dee poblacionees, caracteríísticas organizattivas y ejes dde circulaciónn deben tenerrse en cuenta paara evaluar la importancia i dee la cuenca deel lago Cardiel (G Goñi et al. 20004). Las invesstigaciones no sólo han marcaado tendenciass en el os ambientes en términos teemporales sino que uso de lo además ddiversas líneas de evidencia lo sugieren a nivel espacial. En ese sentidoo, dentro de laa cuenca del Cardiel C los datos provistos por la información n distribucionall y las gistro tecnológgico cualidadees más conspicuas del reg existe unn uso q lítico, ceerámico y óseo- señalan que diferenciaal de los espaacios que confforman el anilllo del lago.

Figura F 7.1. Esstratificación de la cuenca dell lago Cardiel dde acuerdo a laas geoformas iddentificadas

A) A Cañadoness de arenisca y valle del río Cardiel, al oeeste; B) mesetta basáltica baaja, al norte; C) C meseta bassáltica alta; D) médaanos de la marrgen este y surr.

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Tabla 7.1. Cronología (años AP) general disponible para las ocupaciones de la cuenca del lago Cardiel. Se detallan los fechados por sitio y según su ubicación alrededor del lago. (Bourlot et al. 2004; Goñi 2000-2002a; Goñi et al. 2005, 2007b, 2009)

Sitio

Alero Manuk I

Alero del León

Alero Manuk II Alero Scott Alero sin Manos Alero Manguera Alero con Manos Patito Alero Gerasín I Alero Gerasín II Solís

Sector de cañadones y valle del río Cardiel al oeste de la cuenca

Sector de mesetas basálticas bajas al norte de la cuenca

Sector de médanos al este y al sur de la cuenca

Sector de meseta basáltica alta del Strobel

6790 ± 40 2790 ± 260 940 ± 40 6550 ± 440 3560 ± 40 2190 ± 50 1170 ± 290 290 ± 40 1870 ± 130 1330 ± 100 1900 ± 60 1840 ± 115 1680 ± 120 1360 ± 70 950 ± 240 (cronología relativa) e/5130 y 1910 3760 ± 40 1580 ± 40 1140 ± 40 2310 ± 50 520 ± 60 160 ± 40 1710 ± 40 1100 ± 40 421 ± 41 (AA77159) 1729 ± 44 (AA77158) 1860 ± 40

GSLN LS1 LS2 LS3c1 MS1S3 MS1M4 Médanos Sector Sur 1

970 ± 40 1295 ± 35 1046 ± 44 Actual (AC1759)

Laguna del Faldeo Verde

228 ± 35

Laguna La Reja

3214 ± 51

Don Edmundo Arturo

716 ± 34

Las Novias

668 ± 34

La evidencia que forma parte de las inferencias se refiere a la distribución y composición del registro de núcleos,

raspadores, desechos de talla, puntas de proyectil, artefactos de molienda, tiestos cerámicos, retocadores de

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. accesibilidad a los recursos faunísticos (Savanti et al. 2005).

hueso y la circulación de las materias primas líticas (Belardi et al. 2003; Belardi et al. 2005; Bourlot 2004; Cassiodoro 2004). Un ejemplo interesante para destacar es la alta frecuencia de artefactos de molienda y el registro de actividades de manufactura de bolas en la margen este y sur de la cuenca, aspectos que prácticamente no han sido registrados por el momento en otros sectores bajos del lago (Belardi et al. 2003).

En ese sentido, las tendencias de los datos arqueofaunísticos comenzaron a sugerir en concordancia con la información artefactual disponible, que los espacios de la cuenca habrían sido utilizados diferencialmente en términos de intensidad y permanencia (Savanti et al. 2005). Las diferencias planteadas estarían dadas por un uso generalizado y diversificado en espacios como los médanos al este y al sur de la cuenca (Bourlot 2004). Una tendencia hacia un uso más esporádico y transitorio estaría reflejándose en el registro arqueológico del sector de cañadones ubicados al oeste y también en el sector de las mesetas bajas al norte de la cuenca. Allí la muestra estratigráfica de aleros estaría señalado sitios con alta resolución en la cual se hallaron frecuencias más bajas de materiales arqueológicos en comparación con otros lugares (Savanti et al. 2005). Asimismo, se han plateado diversas hipótesis con el objeto de explicar esta tendencia, la primera sostenía que tales diferencias se deberían simplemente a un factor de muestreo, cuya contrastación requiere de un aumento en la frecuencia espacios excavados.

Un estudio comparativo entre los sectores bajos y altos de las cuencas Cardiel y Strobel, sobre la distribución de las puntas de proyectil, arrojó tendencias que acompañan el patrón del paisaje arqueológico que se ha delineado (Belardi et al. 2005). En primer lugar, se estableció que las más altas frecuencias de estos artefactos se localizan en los sectores de la meseta alta y cañadones, mostrando la mayor intensidad de actividades de caza dentro de las cuencas. Asimismo, se estableció sobre las muestras analizadas que la meseta alta del Strobel es el espacio que exhibe un mayor recambio de puntas de proyectil y su asociación con una alta frecuencia de parapetos allí registrado, son dos aspectos consistentes con el uso logístico de este espacio para la explotación de chulengos en la veranada dada la alta predicción que de ellos se puede realizar. Los autores continúan señalando que algunas de las tendencias indicadas para la meseta del Strobel sobre las puntas de proyectil también han sido observadas en la margen este y sur de los médanos, lo que señala actividades relacionadas con el recambio y mantenimiento de estas herramientas en ambos espacios. Una situación diferente con una tendencia en dirección a una menor evidencia de estas actividades ha sido registrada para el sector de los cañadones de arenisca del oeste y la meseta baja, al norte de la cuenca (Belardi et al. 2005).

Una alternativa al problema metodológico del muestreo ha sido buscar la explicación sobre las bases de las diferencias que existen en las condiciones ecológicas generales y particulares de cada ambiente (Savanti et al. 2005). Así, las investigaciones comenzaron a girar en torno a las particularidades ambientales de cada uno de los sectores de la cuenca. De esta manera, se ha considerado de primer orden comenzar la discusión evaluando los ambientes caracterizados por médanos, dado que la estructura general del registro arqueológico señalaba una singularidad en la utilización de este espacio (Aragone et al. 2004; Belardi et al. 2003; Bourlot 2004; Savanti et al. 2004).

Otro de los rasgos arqueológicos que suman a la variabilidad del registro arqueológico es la presencia al este del lago Cardiel, en Estancia La Siberia de un chenque. Se trata de una estructura elíptica en la cual se ha registrado un individuo entre 17-20 años de edad (Barrientos et al. 2004).

Como ya se ha mencionado en más de una oportunidad en los capítulos previos, el estudio de los médanos del Cardiel se tornó una problemática interesante debido a que las características de cuenca endorreica han permitido registrar variaciones en los niveles de humedad a lo largo del Pleistoceno y el Holoceno (Gilli et al. 2001; Sitne y Stine 1990) y la configuración del espacio se modificó particularmente sobre los espacios más bajos. En consecuencia, durante el Holoceno temprano amplios espacios de la cuenca estuvieron bajo agua, siendo muy restringida la franja oriental de médanos y casi inexistente su porción sur, como así también sectores importantes de los cañadones. Al bajar el nivel de las aguas, durante el Holoceno tardío se ampliaron los sectores del este y del sur y consecuentemente la franja de médanos. Esto ha sido visto tanto en términos de nuevos espacios como así también en la ampliación de ambientes existentes (para más detalles ver capítulo 6).

Con respecto a la información disponible para los conjuntos faunísticos obtenida en excavaciones y sondeos practicados en ambientes depositacionales diferentes (Aragone et al. 2004; Bourlot 2004, 2007; Bourlot et al. 2008; Rindel y Belardi 2006; Savanti 2002; Savanti et al. 2004; Savanti et al. 2005), se han presentado tendencias que contribuyeron a la discusión de la variabilidad en términos del uso diferencial del espacio y la explotación de los recursos en el pasado. También se contrastaron expectativas tafonómicas derivadas de estudios actualísticos permitiendo contribuir a una mayor comprensión de las propiedades del registro fósil local y regional (Belardi et al. 2007; Rindel y Belardi 2006; Savanti 2002). Como eje para interpretar la variabilidad se tomaron, entonces, las diferencias geomorfológicas, las que habrían incidido en el comportamiento espacial. Esto se planteó en función de las alternativas que cada espacio ofrece en términos de disponibilidad, visibilidad y

Esta singularidad se extiende a las propiedades del registro arqueológico. De lo que se ha investigado hasta el momento, las líneas de médanos han presentado la particularidad respecto de los espacios que la rodean, de

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. preservar y conservar de manera diferencial, restos arqueofaunísticos en estratigrafía (Bourlot 2004; Bourlot 2007; Savanti et al. 2004). Sobre la base de un estudio comparativo realizado entre sitios arqueológicos del sector de médanos y aquellos ubicados en la meseta del Strobel se ha señalado que entre ambos las condiciones diagenéticas son disímiles dada la conjunción de varios factores de depositación, siendo el primero de los casos el que presenta condiciones realmente favorables para la preservación de restos orgánicos (Belardi et al. 2007). En este sentido, también se ha planteado que las tasas de sedimentación juegan un papel importante entre ambos sectores y es un punto crucial para la interpretación del registro faunístico de la región. Mientras que para los médanos es alta (Savanti 2002) y rápida -como ha sido sugerida en el capítulo anterior-, la información disponible para la meseta indica una tasa de enterramiento muy baja (Belardi et al. 2007).

meseta del Strobel habría actuado como un espacio de convergencia poblacional durante los meses de primavera y verano. Se trataría de una confluencia de segmentos de poblaciones de distinta procedencia sin implicar necesariamente simultaneidad (Belardi y Goñi 2006; Goñi et al. 2006). La alta frecuencia de parapetos (Belardi et al. 2003, Belardi y Goñi 2002; Goñi et al. 2004) y puntas de proyectil (Belardi et al. 2005) ha permitido sugerir que durante los meses de ocupación humana las actividades de caza centradas en la captura de crías de guanaco habrían sido las principales tareas desarrolladas. La cronología disponible (Tabla 7.1) permite plantear la incorporación de este espacio de manera sostenida en el Holoceno tardío (Goñi et al. 2009) dentro de los circuitos cazadores-recolectores. Los datos radiocarbónicos son consistentes con la propuesta de una fuerte tendencia al aumento de las ocupaciones humanas hacia el Holoceno tardío (Tabla 7.1) (Goñi et al. 2004).

Por otro lado, ha sido planteado que estos lugares de sitios a cielo abierto con estratigrafía, son metodológicamente relevantes en la arqueología del interior de Patagonia debido a que proveen de un tipo de información que habitualmente se focaliza sólo en cuevas y aleros, al tiempo que permite contextualizar las recolecciones superficiales de otros ítems materiales, especialmente tecnológicos. Por tal motivo, a la hora de discutir aspectos del sistema organizativo del pasado se cuenta con una adecuada muestra, menos sesgada, de los distintos espacios utilizados por las poblaciones humanas que si tomáramos en cuenta un sólo tipo de sitio estratificado, como los aleros, por ejemplo (Bourlot 2004, 2007).

7.3. Modelo de poblamiento humano tardío en el lago Cardiel Como se ha mencionado en el capitulo 6, en la cuenca del lago Cardiel se registraron variaciones en los niveles de humedad ambiental a lo largo del Pleistoceno y del Holoceno (Gilli 2003; Gilli et al. 2001; Stine y Stine 1990), destacándose para los últimos 2500 años correspondientes al Holoceno tardío- un marcado descenso de humedad, llegando a “sequías épicas” durante la denominada Anomalía Climática Medieval, a partir de los 900 años 14C AP (Stine 1994). En consecuencia, a medida que los niveles del lago variaron, la configuración física y la disponibilidad de espacios fueron ampliándose.

Las diversas investigaciones señalan a la meseta alta del Strobel como un espacio con propiedades particulares en cuanto al paisaje arqueológico. Esta geoforma de amplia superficie limita al norte y al este con el valle del río Chico y la meseta de la Muerte respectivamente. Su principal rasgo es la de un ambiente con una marcada estacionalidad producto de las bajas temperaturas y la carga de nieve en los meses invernales dada su altitud, restringiendo su utilización a las estaciones de primavera y verano. Al igual que en las mesetas circundantes, las pasturas disponibles durante esta estación son intensamente aprovechadas por tropas de guanacos. Otro rasgo destacable de este espacio es la presencia de numerosos cuerpos lagunares enmarcados por paredes basálticas (Belardi et al. 2007; Belardi y Goñi 2006).

En un marco suprarregional se sostiene una “fuerte firma tardía” para las ocupaciones de cazadores-recolectores en la cuenca del lago Cardiel, donde este espacio habría actuado como un “recurso imán” para las poblaciones humanas en los momentos de mayor descenso de humedad ambiental durante el Holoceno tardío (Goñi et al. 2005, 2006). Asimismo, otro factor relevante podría haber sido su ubicación central -“cruce de caminos”- en términos de ejes de circulación (Goñi et al. 2004). Ligado a estos aspectos se ha propuesto para momentos tardíos que, debido a los cambios climáticos significativos que fueron señalados, los escenarios del poblamiento se habrían transformado modificándose sus características funcionales.

El paisaje arqueológico de la meseta del Strobel tiene la singularidad de presentar una importante densidad de motivos rupestres y artefactos líticos asociados a los paredones basálticos adyacentes a las lagunas (Belardi y Goñi 2006; Goñi et al. 2007a; Re et al. 2005, 2007, 20062007). A ello se le agrega una alta frecuencia de parapetos localizados sobre las pampas que han sido vinculados con actividades de caza. La presencia de una alta frecuencia y diversidad de motivos rupestres grabados -zoomorfos, antropomorfos y geométricos-, junto con la de motivos similares que tienen una amplia distribución suprarregional, ha llevado a plantear que la

En consecuencia, los ambientes y las regiones estarían tomando roles nuevos o diferentes en términos de espacios residenciales y logísticos en comparación a lo sucedido en el Holoceno temprano y medio (Goñi et al. 2000-2002, 2004). En ese sentido, las mesetas circundantes a las cuencas lacustres -meseta del Strobel o Cerro Pampa, por ejemplo- habrían sido totalmente incorporadas a la logística regional amplia (Aragone 2007, 2009; Cassiodoro 2008; Belardi y Goñi 2002; Rindel 2008; Rindel et al. 2007). Por su parte, la región del lago Cardiel habría sido un área que acopla aspectos residenciales y logísticos. El primero de ellos calificado a

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. sectores externos a estas cuencas tales como las mesetas adyacentes (Goñi et al. 2000-2002, 2004).

partir de una ocupación integral de todo el espacio alrededor del cuerpo de agua, incluidos los sectores de médanos del este y del sur. Mientras que, por otro lado, el uso logístico estaría dado en la forma de utilización de los cañadones del oeste y las mesetas intermedias como el caso de la meseta del Strobel que conforma un espacio utilizado estacionalmente con una variedad de recursos disponibles y de notable relevancia para la subsistencia humana (Goñi et al. 2006). Este escenario se presenta con una mayor amplitud a partir de los últimos 1500 años, cuando ya todo el espacio está siendo efectivamente utilizado (Borrero 2001a) y de manera relativamente sincrónica. Esta “firma tardía” del poblamiento humano de las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel también se ha registrado en regiones aledañas, como en la cuenca de los lagos Posadas y Salitroso (Goñi et al. 2000-2002) y en el lago Tar (Belardi et al. 2008b). Esto ha resultado significativo, ya que la evidencia arqueológica respalda una diferente jerarquización de los espacios, donde las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel ha sido más utilizadas que algunas regiones y menos que otras (Goñi et al. 2004). Una parte importante de ello se debería a la distribución heterogénea de las principales fuentes de agua disponibles. Asimismo, la movilidad residencial de los grupos cazadores-recolectores se habría reducido y la estrategia de tareas logísticas, por el contrario, se habría amplificado particularmente hacia

7.4. La muestra y las características de los sitios bajo estudio Las hipótesis y expectativas arqueológicas en función de los objetivos que han sido planteadas al comienzo de la tesis serán analizadas a partir del estudio de ocho conjuntos zooarqueológicos provenientes del sector de médanos de la margen este y sur de la cuenca del lago Cardiel. La muestra general estudiada representa una total de 6518 especímenes que fueron hallados en concentraciones a cielo abierto. Los sitios son: Grippa Sí Litto No (GSLN), La Siberia 2 (LS2), La Siberia 3 (LS3), La Siberia 5 (LS5), La Primera Argentina 1 (LPA1), La Primera Argentina 2 (LPA2), Médanos Sur 1 Sondeo 3 (MS1S3) y Médanos Sur 1 Muestreo 4 (MS1M4) (Figura 7.2). A continuación se realiza una descripción de cada uno de los sitios bajo estudio, las excavaciones y recolección superficial que han sido realizados en cada caso. Además, se exponen algunas características referidas al contexto del sitio y también se hace mención a los principales rasgos de la tecnología lítica hallada junto a los materiales faunísticos.

Figura 7.2. Ubicación de los sitios arqueológicos en el sector bajo de médanos de la margen este y sur del lago Cardiel

Referencia de los sitios del sector bajo de médanos: Grippa Sí Litto No (GSLN) médano y alero; La Primera Argentina 1 (LPA1); La Primera Argentina 2 (LPA2); La Siberia 1 (LS1); La Siberia 2 (LS2); La Siberia 3 Concentración 1 (LS3c1); La Siberia 5 (LS5); Médanos Sur 1 Sondeo 3 (MS1S3); Médanos Sur 1 Muestreo 4 (MS1M4).

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Zooarqueolog Z gía de sitios a cielo c abierto en e el Lago Carrdiel (Patagon nia, Argentinaa): fragmentaciión ósea y conssumo de d grasa animaal en grupos caazadores-recoleectores del Holloceno tardío.

  7.4.1. El sitio G Grippa Si Littoo No (GSLN)     E Este sitio se uubica al este del d lago, a 5 Km K de la costaa a actual (Figuraa 7.2). Se trata de un pequeñoo Alero, con unn A (Tabla 7.1) f fechado radioccarbónico de 5220 ± 60 años AP Aragone et al. 2004) y al piee r registrado sobrre un fogón (A d mismo, sobre una franjaa de médanos sse excavaron 2 del m2 y se recuuperó el mateerial arqueológico que seráá analizado aquí. GSLN se ubica a 127 metros m sobre eel a u nivel actual ddel lago y de acuerdo con el e esquema dee n Stine y Stine (1990) este esspacio estuvo ddisponible a loo l largo de todo eel Holoceno (F Figura 7.3).

materias primas, rasspadores, raeederas, puntaas de proyectil,, implementoos de molieenda, cuchilloos y percutorees (Bourlot 20004; Savanti et al. a 2004). 7.4.2. El ssitio La Siberiia 2 (LS2) El sitio see halla ubicadoo al este de la cuenca a una altura de 77 meetros sobre el nivel actual del d lago -altituud que supera la máxima transsgresión del nivel de las aguuas del lago- a 50 00 m aproximadamente de una u laguna y a 50 m de un cuurso de agua (Figura 7.2). El lugar preesenta formacionnes de médanoos bajos de unn metro de alttura y rodeado dde arbustos (Fiigura 7.4).

ntró expuesta een la superficiee P Parte de la muuestra se encon d médano, ccomo así tambbién en la supeerficie de otrass del ndantes, conforrmando de estaa h hoyadas de deeflación circun os 1, 2, 3, 4 y m manera distinttas concentraciiones (Médano que se ooptó por unaa nos 1), en las l F Frente Médan uperficial dell material. La prospecciónn r recolección su ncentraciones de materiaal las con superficial de d a comprende unn área de releevamiento quee arqueológico a abarca 150 x 100 m denttro de la cuaal se ubica laa e excavación. La altura de loss arenales de GSLN alcanzaa l 3 m ó 4 m en algunos puntos. En laas cercanías see los Actualmeente el sitio see r s registró un cuurso de agua seco. Nacional N° N 40 (Figuraa e r encuentra diseectado por la ruta 7 7.3).

Figura 7.4. 7 Vista dee la excavación del sitio LS2 localizadoo en la margenn este del lago Cardiel C

no de GSLN Figura 7.3. Vista del allero y médan F N localizado en lla margen este del Cardiel l La prospeección superficcial del sitio abbarca 35 x 35 m con materialees óseos y líticoos distribuidoss de forma conntinua. de 2 x 2 e Dentro dee este sector dde realizó una excavación m con uuna profundidaad de 68 cm de potencia ddonde proviene la mayor canntidad del material óseo (F Figura mbién se realizaaron cuatro sonndeos de 0,50 x 0,50 7.4). Tam m con niiveles artificiaales de 10 cm,, al igual que en la excavacióón. El sitio arroojó dos cronolo ogías diferentees para l más antiguaa fechada en 1710 ± la ocupacción del sitio, la 40 años AP A provenientee de la cuadríccula 2 nivel 622 cm y otra de 1100 ± 40 añoss AP localizada en la cuadríccula 2 nivel 51-56 cm (Tablaa 7.1). Los materiales apareccen en forma bastante homoogénea a lo largo de todda la excavacióón. Además dee fauna, en estrratigrafía se haallaron núcleos, implementos de moliend da, un percuttor y po de raspadorees. En superfficie, además de este tip artefactoss, se registróó una secueencia completta de manufacttura de bolas dee boleadoras enn diferentes etaapas y bifaces. Todos T ellos fuueron recolectaados a partir de 15 muestreos selectivos dde 2 x 2 m donde también se recuperó material óseo.

El E sector excavado presenttó una profunndidad variablee entre las cuuadrículas abiiertas, aunquee el materiaal e zooarqueológic co se encontraaba en un único nivel cuyaa z potencia máxim ma era de 20 cm. c Se obtuvo un fechado dee p 2310 ± 50 años AP sobre un u hueso de gguanaco (Lamaa 2 guanicoe) g con marcas culturaales (Tabla 7.11). A los 82 cm m d la superficcie y a 40 cm de o del materiaal c por debajo c cultural, se ddio con una línea de tefraa que ha sidoo l h homologada coon otra línea dee tefra ubicadaa a unos cientoss d metros, cuyya antigüedad es de 3010 años AP (Gilli eet de al. a 2001). El material tecnológico o recuperadoo, especialmente e en las inmeediaciones, es diverso y see pueden mencionar abundan p ntes núcleos de diferentess

7.4.3. El ssitio La Siberiia 3, concentraación 1 (LS3c11) El sitio L LS3c1 localizado a una distaancia de 1000 m del conjunto de la LS2 se uubica en un caampo de médannos, a unos 400 m de una laguuna en la margeen este de la cuuenca, al borde de la paleocoosta de 55 meetros sobre el nivel

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Zooarqueolog Z gía de sitios a cielo c abierto en e el Lago Carrdiel (Patagon nia, Argentinaa): fragmentaciión ósea y conssumo de d grasa animaal en grupos caazadores-recoleectores del Holloceno tardío.

  actual a del lagoo (Figura 7.2)). Se trata de uun conjunto dee   médanos m y hoyyadas de deflaación rodeadass de vegetaciónn   de d gramíneas y matas que abarcan a 190 x 120 m, en loss cuales c se hann hallado differentes conceentraciones dee material. m Se haará sólo una deescripción de laa concentraciónn 1 dado que llos restos óseos allí recupeerados son loss analizados a en eesta tesis.

os artefactos. L La dispersión ddel material ósseo en entre otro superficiee abarca unos 10 x 10 m sobbre la hoyada. En el médano se s realizó una eexcavación de 4 m2 divididos en 5 cuadrícullas donde se allcanzó una proofundidad de 30 3 cm (Figura 7.6). 7 Los mateeriales arqueollógicos apareccen en los primeeros 10 cm de pprofundidad enn todos los cassos, en m de alguna cuadrícula c apparecen hastaa los 20 cm x 0 profundid dad. Además, sse hicieron dos sondeos de 0,50 0,50 m y de 20 cm de profundidad, een otros espaciios de la hoyadaa sin realizar hallazgo de matterial en capa. Hasta d los el momeento no se ddispone de uun fechado de materialees arqueológicoos para este sitiio.

LS3c1 L está ubbicado al bordee de una hoyadda de deflaciónn de d 25,5 x 15 m (Figura 7.5 5). La dispersió ón principal dee materiales m arquueológicos en superficie tienne unos 11,25 x 7,5 7 m espacioo sobre el cuaal se realizó una u recolecciónn completa c del m ológico. Sobre esta superficiee material arqueo se registró uuna concentraación importaante de rocass fracturadas f y ttermoalteradas asociadas a arrtefactos líticoss -puntas de proyectil, peercutores, impplementos dee padores, cuchillos, raederas, rrocas grandes y molienda, m rasp núcleos n de disttintas materias primas- y a reestos óseos.

Figura 7..6. Vista de la excavación del sitio LS5

sudoestte de la hoyadda se excavaronn Allí A sobre la margen m veles artificialees de 10 cm (F 2 m2 en 3 niv Figura 7.5). E El n o de 421 ± 41 años AP P nivel 3 arrojó un fechado El a ( (AA77159). E material arqueológico, principalmentee en toddos los niveles,, siendo menoss r restos óseos, aparece a a abundante en el nivel máás profundo. Se realizaronn a además, siguieendo la margen de la hoyaada, otros tress x 0,50 sin s resultados arqueológicoss sondeos de 0,50 0 p positivos. F Figura 7.5. Vista de la hoyaada de deflació ón y el espacioo e excavado en ell sitio LS3c1 na 1 y 2 (LPA11 y mera Argentin 7.4.5. Loss sitios La Prim LPA2) Los sitioss LPA1 y LPA e de A2, se ubican en e la margen este la cuencaa (Figura 7.2) sobre una lín nea de médanoos que apoya sobbre la berma dde 10 metros sobre el nivel actual s del lago fechada en 1910 años AP (S Stine y Stine 1990). 1 Debido a la falta de uuna cronologíía directa sobrre los materialees de ambos sitiios, se plantea que las ocupacciones humanas no se habrían dado antes de la fecha establecida p para la paleoplaya. Laas concentraciiones de mateeriales faunístico os y tecnológiccos se localizaan adyacentes a una laguna. L Los sitios abarccan dos hoyaddas de deflacióón que miden 70 0 x 90 m. L El sitio LPA1 es una hooyada de deflacción de 16,5 x 19 m. La recoleección superficcial de restos fa faunísticos se realizó r tomando como unidad de muestreo la hoyada, mientras que el material m lítico ha sido recoleectado mediannte un muestreo dirigido de 2 x 2 m. Adem más, se han reallizado un total de d 6 sondeos dde 0,50 x 0,50 m con profunndidad c Los materriales óseos apaarecen variables entre 30 y 50 cm. m en solo tres de los seis soondeos en los prrimeros 15 cm realizados. Entre el matterial lítico reccuperado se desstacan implemenntos de moliienda y prefoormas de bola de boleadoraas.

LS5) 7.4.4. El sitio La L Siberia 5 (L El E Sitio LS5 está a una distaancia de 2800 m de LS3c1, see ubica en la maargen este del llago Cardiel enn unos camposs u de d médanos veegetados de 1000 x 90 m juntoo a una lagunaa, al a borde de laa paleocosta dde 55 metros sobre el niveel o (Figura 7.2)). Se trata de un médano enn actual del lago a proceso de eroosión donde see ha formado una hoyada dee p deflación de 40 x 20 m con materiall arqueológicoo d el área deflacionada que ha sidoo disperso en toda t d El material líticco es escaso en comparaciónn recolectado. E r con e el resto de llos sitios aunqu ue se destaca laa c lo notado en mplementos dee molienda, lasscas y núcleoss, presencia de im p

óbulos LPA2 esttá sobre una hooyada de deflacción con dos ló que abarccan una superfficie de 33 x 244 m. Se recogee todo

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  el e material óseo de superficcie tomando a la hoyada dee   deflación d com mo unidad de recolección r y se realiza unaa   recolección r dirrigida de mateeriales líticos en e un muestreoo de d 2 x 2 m. See realizaron 3 sondeos, s los do os primeros sinn éxito é y el terceero arrojó mateerial óseo para los primeros 7 cm c de profund didad. A los 12 2 cm, el médanno llega a su finn apoyándose a een la berma.. Entre el m material líticoo recuperado r se destacan unaa alta frecuenccia de molinoss (n:7) ( (Figura 7.7), 7 bifaces y núcleos de disstintas materiass p primas.

Un cursoo de agua, hoyy seco, pasa a algunos cienttos de metros al oeste.

Figura 7.8. 7 Vista del m médano y la excavación e del sitio MS1S3

F y algunoos ejemplos dee Figura 7.7. V Vista del sitio LPA2 L l molinos reelevados en laa superficie deel médano. A Al los f diel fondo se obserrva el lago Card

7.4.7. El ssitio Médanoss Sur 1 Muestrreo 4 (MS1M4)) El sitio M MSM4 está ub bicado en la misma m concentrración de médan nos de 500 x 1100 m que el sitio s MS1S3, a unos 120 m de distanciaa (Figura 7..2). Los méédanos particularrmente presenttan una vegetaación de arbusstos y coirones. Las alturas quue alcanzan esstas arenas son n de 2 m ó más desde la base dde sus hoyadass. Un curso de agua, hoy seco,, pasa a alguno os cientos de metros m al oeste. Sobre el perfil de una hhoyada de defllación de 50 x 30 m se realizzó una excavvación de 1 m2. La eviddencia arqueológgica proveniennte arrojó un feechado de 18600 + 40 años AP para la ocup pación del sittio (Tabla 7.11). El c de material datado provieene de un foggón de 120 cm mo se diámetro y un espesor de entre 10 y 8 cm. El mism ubica a 10 cm de la supperficie. El perffil de esta estruuctura dano y se enconttraba expuesto debido a la errosión del méd sólo se reegistró materiaal óseo en la línnea de carbonees por mo la lo que la profundidadd de la excav vación así com potencia del sitio fue dde 20 cm aproxximadamente. Es de destacar que se registrraron dos niveles de fogónn y el fechado radiocarbónico r o proviene del fogón superioor. No d los se registrraron más maateriales en caapa a pesar de cateos reaalizados.

MS1S3) 7.4.6. El sitio M Médanos Sur 1 sondeo 3 (M s y a 1200 m E sitio MS1S3 se localiza en El e la margen sur d la costa acctual del lago (Figura 7.2), en un área dee de m médanos de approximadamennte 500 x 100 m de extensiónn del lagoo e la berma de a en d 21 metros sobre el nivel actual ( (Figura 7.2). La L hoyada dell médano midee 80 x 50 m enn uperficiales dee l cual se hann realizado reecolecciones su la m material líticoo y restos óseeos. Dentro dee la superficiee m mencionada see realizó una eexcavación de 2 x 2 m con 5 ofundidad. Laa n niveles artificciales de 10 cm de pro 9 ± 44 años AP P o ocupación del sitio ha sido datada d en 1729 ( (AA77158) (Tabla el materiaal 7.1 1). Entre z zooarqueológic co recuperadoo en el sitio se identificaronn t también dos lín neas de fogonees con materiall lítico (Figuraa En las ob 7 7.8). bservaciones dde superficie se s identificaronn implementos d molienda, peercutores, prefformas de bolass i de de d boleadora, puntas de proyyectil, raspado ores y raederass.

uestreo repressentan En sínteesis, los espacios de mu mite la comparración superficiees similares, asspecto que perm de las nuuestras analizaddas en el próxiimo capítulo (T Tabla 7.2). No obstante, o ante pposibles difereencias estadísticcas en el tamañ ba de ño de las mueestras se realizó una prueb ANOVA para la cual sse separaron laas muestras en sitios mayores y menores de 500 especímeenes (Tabla 7..2). El xisten difereencias resultado señala qque no ex d las estadísticamente signifi ficativas entre los tamaños de muestras bajo estudio (F: 9455 p=00,021 α: 0,01).. Para ue en todos loss sitios descripptos se finalizar hhay destacar qu realizaronn sondeos y cateos con reesultados negativos ppor lo a respecto de la presencia de registro arqueológico,

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. que las muestras analizadas se consideran representativas

del material depositado que ha sido preservado.

Tabla 7.2. Principales propiedades del muestreo de excavación y superficie de los sitios arqueológicos analizadas en este trabajo. Sitio

NSP

NISP L.g.

Excavación

Superficie

GSLN

1862

833

2m²

150 X 100 m

LPA1

410

250

6 sondeos de 0,50 X 0,50 m

17 X 19 m

LPA2

430

320

3 sondeos de 0,50 X 0,50 m

33 X 34 m

LS2

626

154

2m² + 4 sondeos de 0,50 X 0,50 m

35 X 35 m

1554

292

2m² + 3 sondeos de 0,50 X 0,50 m

11 X 8 m

242

199

2m² + 2 sondeos de 0,50 X 0,50 m

20 X 40 m

LS3c1 LS5 MS1S3

961

409

2m²

50 X 80 m

MS1M4

433

244

1m² + 4 sondeos de 0,50 X 0,50 m

60 X 60 m

60

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío.

CAPÍTULO 8 ANÁLISIS Y RESULTADOS DE LOS DATOS ZOOARQUEOLÓGICOS Dentro de la diversidad de especies registradas en los conjuntos de los médanos del lago Cardiel se destacan a continuación patrones generales de representación ya conocidos para la arqueología de la Patagonia, junto con la particular presencia que traen consigo algunas especies foráneas al hábitat del interior de la estepa patagónica.

8.1. Introducción En este capitulo se exponen los resultados de los ocho conjuntos zooarqueológicos bajo estudio del sector este y sur de médanos del lago Cardiel. Con el objeto de realizar un estudio detallado sobre las principales características de los conjuntos se ha implementado un enfoque multivariado que incluye diversos procesos tafonómicos y culturales. El propósito es testear, a través de diferentes herramientas analíticas, los múltiples agentes causales que pudieron estar involucrados en la formación de cada depósito arqueológico. En primer término, se realizará una descripción general de cómo se encuentran compuestos los conjuntos de cada sitio. Seguidamente, se implementará una batería de herramientas analíticas que, por razones de organización, serán separadas en tres secciones: prueba de atrición, de médula ósea y de grasa ósea.

Los ejemplares de guanaco (Lama guanicoe) están presentes en todos los sitios y le siguen el choique (Pterocnemia pennata) registrado en cinco sitios y el piche (Zaedyus pichiy) en cuatro de ellos (Tabla 8.1). Dentro de los conjuntos podemos ordenar tres grupos, uno compuesto por el sitio GSLN que posee la máxima diversidad de especies observadas (n=7) con animales como zorrino (Conepatus humboldtii), zorro (Pseudalopex sp.) y vieira (Zygochlamys patagonica), exclusivamente presentes en este sitio. Un segundo grupo lo componen los conjuntos LPA1, LS2, LS3c1 y MSIS3 con una diversidad media (n= 3, n=4) donde es interesante destacar la presencia de aves menores y roedores en algunos casos.

8.2. Caracterización de los conjuntos óseos del sector bajo de médanos del lago Cardiel

Por último, están los conjuntos de menor diversidad (n=1 y n=2) como LPA2, LS5 y MSM4 donde se subraya la existencia de un ejemplar de lapa (Nacella magellanica) en el último sitio mencionado. En el sitio LPA2 se ha identificado la presencia de vaca (Bos taurus), vinculada a una depositación de origen natural post-depositacional y actual.

8.2.1. Identificación taxonómica Los sitios bajo estudio se localizan en los sectores bajos del este y sur de la cuenca del lago Cardiel, comparten la particularidad de ser sitios a cielo abierto, ellos son: Grippa Sí, Litto No (GSLN), La Primera Argentina 1 (LPA1), La Primera Argentina 2 (LPA2), La Siberia 2 (LS2), La Siberia 3 concentración 1 (LS3c1), La Siberia 5 (LS5), Médanos Sur 1 Sondeo 3 (MS1S3), Médanos Sur 1 Muestreo 4 (MSIM4). El número de especímenes total analizados asciende a 6518 y su distribución entre los conjuntos es variable (Figura 8.1) pudiéndose apreciar dos grupos. Uno compuesto por las muestras que superan los 1500 especímenes y otro conformado por aquellos sitios con cantidades menores a 1000 especímenes, para los cuales el número total varía entre 961 y 242 especímenes óseos.

En el caso del choique, zorro, zorrino, piche, roedores, aves menores y moluscos el aporte energético a la dieta de las poblaciones humanas sería mínimo, dado que no superan el 3,5% dentro de los conjuntos donde se los identificó, aunque no se descartan otras posibles causas. En el caso del valor para piche en el sitio LS2 (25,72%), la mayoría del NISP identificado corresponde a placas óseas. Por el contrario, el predominio del guanaco es claro en todos los conjuntos y la proporción oscila entre el 18% y el 90%, sugiriendo la importancia de este taxón en términos de las calorías ingresadas en cada uno de los sitios (Tabla 8.1).

Figura 8.1. Frecuencia de especímenes registrado en las muestras zooarqueológicas del sector bajo de médanos del lago Cardiel

En cuanto a la representación de las categorías registradas y mencionadas en la Tabla 8.1, una excepción es el sitio LS3c1 con un conjunto dominado en un 59% por fragmentos óseos indeterminados. Se trata de fragmentos de tamaño pequeño que no han sido identificados en ninguna de las categorías señaladas debido al estado de fragmentación que presentaban. El 91% de estos provienen de excavación, mientras que el resto de superficie (Bourlot 2007). No obstante, en la mayoría de los casos ha sido posible determinar si se trata de especímenes pertenecientes a huesos esponjosos o corticales. En el caso de la categoría artiodáctilo, la

2000 1800

1862

1600

1554

1400 1200 1000

961

800 626

600 410

400

433

430 242

200 0 GSLN

LPA1

LPA2

LS2

LS3c1

LS5

MS1S3

MS1M4

61

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

misma intercala el puesto dos y tres del ranking junto a los fragmentos indeterminados en el resto de las muestras

(Tabla 8.1).

Tabla 8.1. Diversidad de especies representadas (NISP) en los conjuntos zooarqueológicos del sector bajo de médanos del lago Cardiel Sitios arqueológicos del sector bajo de médanos del lago Cardiel Taxones

GSLN

LPA1

LPA2

LS2

LS3c1

LS5

MS1S3

MS1M4

n

(%)

n

(%)

n

(%)

n

(%)

n

(%)

n

(%)

n

(%)

n

(%)

833

44,8

250

60,9

320

74,4

157

25,1

292

18,8

216

89,3

409

42,5

244

56,5

Choique Pterocnemia pennata

64

3,44

2

0,48

4

0,93

21

3,35

-

-

-

-

4

0,4

-

-

Artiodáctila

710

38,2

59

14,3

68

15,8

121

19,3

340

21,9

11

4,55

246

25,5

185

42,8

2

0,11

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

17

0,91

-

-

-

-

8

1,28

-

-

-

-

2

0,2

-

-

Piche - Zaedyus pichiy

8

0,43

1

0,24

-

-

161

25,7

5

0,25

-

-

-

-

-

-

Zorrino Conepatus humboldtii

1

0,05

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Vieira Zygochlamys patagonica

2

0,11

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Lapa - Nacella magellanica

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

1

0,23

Micro vertebrados

-

-

1

0,24

-

-

-

-

1

0,06

-

-

-

-

-

-

Vaca - Bos taurus

-

-

-

-

14

3,26

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Carancho -

-

-

1

0,24

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

1

0,24

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

5

1,21

5

1,16

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

225

12,1

90

21,9

19

4,42

158

25,3

916

59

15

6,2

300

31,2

3

0,69

Guanaco Lama guanicoe

Zorro Pseudalopex sp. Roedor Rodentia

Cauquén Chloephaga picta Ave indeterminada - Anatido Indeterminados TOTAL

1862

410

430

626

Si bien hay especies que no revisten importancia calórica su presencia es un dato interesante como indicadores de movilidad. Este es el caso del registro de moluscos de origen Atlántico -vieira (Zygochlamys patagonica)- y Atlántico y Pacífico -lapa (Nacella magellanica)-, en los sitios GSLN y MS1M4 (Figura 8.2). El emplazamiento y localización de estos yacimientos arqueológicos en el

1554

242

961

433

interior de la estepa patagónica -a unos pocos kilómetros de la ruta nacional nº 40 que sigue el camino natural de menor costo frecuentemente utilizado por los Tehuelches de momentos históricos (Goñi et al. 2006)- pone en relieve preguntas vinculadas al intercambio entre grupos y rangos de acción (Barberena 2002 y 2008).

62

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. correlacionó dicho ranking de valores con el porcentaje de NISP obtenido para guanaco en cada muestra. Se observó una alta correlación negativa estadísticamente significativa (rs= -0,952 p>,01) entre los mayores niveles de fragmentación y los mayores porcentajes de identificación para la categoría guanaco (Figura 8.4). De esta manera, se interpreta que la presencia de guanaco en los conjuntos está sesgada principalmente por el nivel de fragmentación de las muestras, lo que influye en la identificabilidad, y no tanto por la presencia de otros animales o el tamaño de los conjuntos óseos.

Si bien el predominio de guanaco es claro en casi la totalidad de las muestras, existen importantes diferencias entre los conjuntos. La Figura 8.3 muestra la frecuencia del NISP en porcentajes para guanaco, artiodáctilo e indeterminados, las tres categorías sumadas alcanzan valores superiores a 94% en la mayoría de los sitios (ver Tabla 8.1). Se observa que el guanaco e indeterminados tienen una mayor variación en sus porcentajes, mientras que la categoría artiodáctilo lo hace pero en menor medida.

Figura 8.2. Tipos de moluscos marinos de origen Atlántico y Pacífico hallados en sitios del sector bajos de médanos de la cuenca del lago Cardiel, interior de la estepa Patagonia continental

Nacella magellanica

Tabla 8.2. Índice de fragmentación (NSP1/MNE) para los ocho conjuntos localizados en l sector bajo de médanos del lago Cardiel NSP* MNE Incluye guanaco, Guanaco NSP/MNE SITIO artiodáctilo e indeterminados 1603 362 4,42 GSLN 394 122 3,22 LPA1 407 174 2,33 LPA2 393 71 5,53 LS2 1543 100 15,43 LS3c1 225 126 1,78 LS5 954 154 6,19 MSIS3 426 134 3,17 MSM4 * No incluye dientes sueltos. Incluye huesos enteros.

Zygochlamys patagonica

Figura 8.3. Representación en porcentajes de NISP de guanaco, artiodáctilo, indeterminados y el resto de los taxones mencionados en la Figura 2, para los sitios del sector bajo de médanos del lago Cardiel MS1M4 MS1S3 LS5 LS3c1

Figura 8.4. Correlación (rho Spearman) entre los valores del NISP de guanaco de cada muestra y su índice de fragmentación NSP/MNE (rs= -0,952 p>,01)

LS2 LPA2 LPA1 GSLN

Guanaco

20%

Artiodáctilo

40%

60%

Indeterminados

80%

16

100%

Índice de fragmentación máximo NSP/MNE

0%

otros taxones

Este patrón podría deberse principalmente a diferencias en los tamaños de los conjuntos o bien al grado de fragmentación. Con el objetivo de explorar dichas causas se calcula un índice de fragmentación donde el total de especímenes aportado por las categorías taxonómicas guanaco, artiodáctilo e indeterminados es dividido por el valor del MNE de guanaco para cada sitio. El agrupamiento de estas categorías puede fundamentarse sobre la base de dos características que comparten los sitios: 1) conjuntos caracterizados por una baja diversidad taxonómica; 2) los taxones identificados que no corresponden a guanaco están en general representados con valores porcentuales mínimos.

14 12 10 8 6 4 2 0 0

20

40

60

80

100

% NISP de guanaco

1

El número del NSP es el resultado de la suma de los especímenes incluidos en las categorías de guanaco, artiodáctilo e indeterminados, de este modo difiere del valor presentado en la de la Figura 1 donde se incluye el número de especímenes identificados y no identificados de acuerdo a lo propuesto por Grayson (1991).

Los resultados de la Tabla 8.2 indican diferencias muy marcadas en el grado de fragmentación máxima entre los conjuntos, con valores entre 15,43 y 1,78 especímenes por cada MNE de guanaco. Posteriormente se

63

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot humanos. La composición de un conjunto zooarqueológico -animales crías y juveniles, subadultos y adultos, en este caso- puede tomar varias formas, es decir, estar dominado por una de estas clases de edad o bien una mezcla de ellas. La importancia de ello radica en determinar lo más ajustadamente posible dicha estructura, dado que las diferentes clases de edad mencionadas se vinculan, entre otras cosas, no sólo con las estrategias de caza (tecnología, condiciones del terreno, entre muchos otros), sino también con la estación del año y/o con los productos o subproductos que se les quiera extraer tales como: carne, grasas o cuero. Para evaluar estas ideas fue necesario organizar el perfil etario en categorías que fueran lo más excluyentemente posibles entre sí. Para construirlas fue necesario seguir el esquema planteado por De Nigris (2004), sobre aquellos huesos con puntos de fusión ósea que tuvieran rangos cronológicos acotados (Mengoni Goñalons 1999). Asimismo, se utilizó la secuencia de la alpaca (Lama pacos) (Kent 1982) para aquellos huesos largos del esqueleto apendicular. Si bien existen actualmente estudios que hacen referencia a este tema para el guanaco (Kaufmann 2008), los resultados aquí presentados fueron realizados con anterioridad, por lo que será necesario realizar un ajuste de datos en el futuro.

8.2.2. Número mínimo de individuos y clases de edad en Lama guanicoe Debido a la importancia señalada con respecto al guanaco y su aporte calórico en los diversos conjuntos, se estableció la cantidad mínima de animales ingresados en cada sitio arqueológico. Los resultados máximos están dados por el esqueleto apendicular, mientras que la región axial presenta frecuencias menores en cada caso (Figura 8.5). Con excepción del conjunto GSLN que tiene un MNI de 12, el resto mantiene valores entre un MNI de 7 y 4 animales. Esto señala la existencia de variabilidad con respecto al volumen de energía ingresado a los diferentes sitios. Estos datos advierten sobre aspectos relacionados a la obtención de tales presas, es decir, la cantidad de animales cazados y, consecuentemente, sobre las técnicas y métodos implementados en la obtención de las presas en Patagonia (Borrero 1990). Claro que para ello se debe conocer si se está ante uno o varios eventos de ocupación en cada caso y evaluar otras causas tafonómicas. Dado el carácter de los depósitos y de las propiedades del área de los médanos del lago Cardiel (ver capítulo 6), es difícil sostener ocupaciones humanas de un sólo evento para la mayoría de los casos, por lo cual hay que inclinarse a pensar que se está ante conjuntos que podrían haberse formado a partir de varios momentos de ocupación. Así, por ejemplo, en el sitio LS2 la cronología marca dos momentos diferentes de ocupación para el cual el MNI es de un total de 4 individuos.

Siguiendo a De Nigris (2004:67, Tabla 13) se discriminaron tres grupos, aquellos de fusión temprana (entre 6 y 12 meses), media (entre 12 y 24 meses) y tardía (entre 24 y 36 meses) dentro de los cuales se clasificaron huesos fusionados (incluye los semifusionados) y los que no lo estaban. A partir de allí se crearon tres categorías de edad que aparecen en la Figura 8.6 y la Tabla 8.3. El grupo crías y juveniles (animales menores a 24 meses) fue reconstruido tomando en cuenta los huesos con puntos de osificación temprana y media que se presentaban no fusionados, es decir, huesos que completan este proceso entre los 6 y 12 meses de edad. En segundo lugar, el grupo subadulto (individuos entre 12 y 24 meses) contó con elementos de fusión media que estaban fusionados, es decir, huesos que culminan este proceso entre 12 y 24 meses de edad. Por último, para el grupo adulto (guanacos mayores a 36 meses) fue necesario considerar aquellos huesos de unión tardía que mostraban estar ligados, es decir, huesos que fusionan a partir de los 24 meses de edad. Asimismo, el cálculo de los porcentajes fue realizado sobre la base del MNE total para las unidades anatómicas involucradas en cada conjunto (De Nigris 2004).

Figura 8.5. MNI de guanaco discriminado de acuerdo a la región del esqueleto y al sitio arqueológico 14 12 10 8 6 4 2 0 GSLN

LPA1

LPA2

Esqueleto axial

LS2

LS3c1

LS5

MS1S3 MS1M4

Esqueleto apendicular

En primer lugar, hay que señalar que durante el análisis de los conjuntos zooarqueológicos fueron identificados especímenes con rasgos distintivos que pudieron ser asignados a nonatos y neonatos. Son elementos óseos que se distinguen por un tamaño de pequeñas dimensiones, sin fusionar y completos. En muchos casos se trata de huesos axiales o apendiculares que no se ajustan a los requisitos de las categorías de edad de la Tabla 8.3 y la Figura 8.6 de acuerdo a los criterios tomados de De Nigris (2004). Se trata de huesos cuyas edades han sido clasificadas comparativamente con muestras óseas

En cuanto a las presas que han sido cazadas es importante conocer, además del volumen de animales que ingresó a cada sitio, el perfil de mortandad teniendo en cuenta como punto central su utilidad para discutir posibles estrategias de caza implementadas por los grupos humanos y su variación espacial y temporal. En este sentido, el perfil de mortandad permite en una primera instancia, y siguiendo datos actuales de referencia (Rindel y Belardi 2006), saber si estamos ante un patrón de mortandad natural o ante un conjunto generado por

64

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. actuales del laboratorio del INAPL (Instituto Nacional de

Antropología y Pensamiento Latinoamericano).

Tabla 8.3. Perfil de mortandad de guanaco para los diversos conjuntos expresados en MNE y su valor porcentual Clases de edad para guanaco Conjuntos

Crías y Juveniles

Subadultos

Adultos

MNE

%

MNE

%

MNE

%

GSLN

15

22,05

38

55,88

15

22,05

LPA1

6

33,33

9

50

3

16,66

LPA2

3

10,34

22

75,86

4

13,79

LS2

5

33,33

8

53,33

2

13,33

LS3c1

7

25

19

67,85

2

7,14

LS5

5

18,51

6

22,22

16

59,25

MS1S3

25

45,45

25

45,45

5

9,09

MS1M4

25

60,97

14

34,14

2

4,87

debido a que de los ocho casos bajo estudio es el único con un patrón claro de alta representación de guanacos mayores a 36 meses de vida. Por último, se pueden agrupar los sitios GSLN, LPA1, LPA2, LS2 y LS3c1 donde predominan los individuos subadultos, es decir, animales entre 24 y 36 meses de vida, con valores entre el 50% a 75,86%. Mientras que las otras dos categorías están con valores de entre 33,33% y 7,14%, es decir, mucho más bajos en términos comparativos.

Figura 8.6. Perfil de mortandad de guanacos de los conjuntos zooarqueológicos del sector este y sur de los médanos del lago Cardiel, expresados en porcentaje del MNE 80 70 60 50 40

Con respecto a la estacionalidad, se ha podido indicar la misma en algunos de los conjuntos sobre la base de elementos óseos asignables a guanacos nonatos o neonatos. En el sitio LS3c1 se identificaron una ulna y una bula timpánica pertenecientes a un nonato, con lo cual se ha propuesto que la ocupación de este sitio habría sido al menos entre los meses de fines del invierno y comienzo del verano (Bourlot 2007). En el caso de GSLN se hallaron un húmero y una tibia, ambos de proporciones pequeñas que podrían ser asignables a individuos de entre 0 a 3 meses de edad, lo que resultaría al menos en ocupaciones de verano. Asimismo, un radio, una vértebra cervical y una costilla podrían ser asignables a neonatos dado el tamaño y el estado de fusión de los mismos. Por su parte, y sobre los mismos criterios diagnósticos, evidencias de guanacos neonatos han sido registrados en los conjuntos de LPA1 (metapodio y costillas), LS2 (segunda falange y una vértebra toráxica) y MS1M4 (pelvis).

30 20 10 0

LS5

MS1S3

MS1M4

LS3c1 LS2 LPA2 LPA1 GSLN

Crías y Juveniles

Subadultos

Adultos

En la Figura 8.6 es posible subrayar algunos aspectos interesantes. Primeramente, se puede decir que todos los conjuntos arqueológicos contienen animales asignables a cada una de las clases de edad. Sin embargo, se pueden establecer tres tipos de conjuntos de acuerdo al perfil etario predominante. Uno de ellos dominado por crías y juveniles con valores entre 61,97% y 45,45% en el caso de los sitios MS1M4 y MS1S3 respectivamente. Aquí los individuos no superan los 24 meses de vida, dentro de los cuales se identificó una alta proporción de huesos pertenecientes a animales de aproximadamente un año de edad.

En síntesis, se puede señalar que en los sectores bajos de los médanos del lago Cardiel las estrategias de caza habrían generado variabilidad en los perfiles etarios de los conjuntos óseos de guanaco. Dicha variación espacial dentro de los médanos también ha sido indicada temporalmente. En este sentido, la estacionalidad ajustada para algunos conjuntos podría ser una vía de

El segundo grupo lo compone el conjunto del sitio LS5 donde hay un 59,25% de individuos pertenecientes a la categoría adultos. Este rasgo etario llama la atención

65

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot que ha sido marcada con rectángulos de colores (Figura 8.8). Para los ocho conjuntos de los médanos del lago Cardiel el esqueleto axial post-craneal está representado en proporciones que no supera el 45% en ninguna de las muestras. Mientras que por su parte los huesos del esqueleto apendicular y el cráneo -incluye mandíbulaaparecen con porcentajes que superan el valor recién mencionado, alcanzando en algunos casos el 100%. Lo que se destaca en realidad entre estos dos grupos de huesos es una mayor variabilidad en la representación del esqueleto apendicular y el cráneo, en relación con lo registrado para la región axial post-craneal donde existe cierta homogeneidad dada por una frecuencia baja de sus huesos.

explicación a explorar. Es posible también que las decisiones humanas en términos de las necesidades de recursos -carnes, grasas y cuero, por ejemploseguramente jugaron un papel fundamental en la formación de estos conjuntos. Asimismo, se debe profundizar los modos de explotación de dichas carcasas y buscar allí respuestas plausibles. 8.2.3. Representación de regiones anatómicas de guanaco Al entrar más en profundidad en las características y aspectos de la representación del guanaco, en este caso, al comparar la región axial y apendicular, se observa que la zona apendicular predomina en forma variada en siete de los ocho casos bajo estudio (Figura 8.7). La única excepción es el conjunto LS5 donde los huesos axiales alcanzan el 58,41% en el NISP. Dicho conjunto también tiene la particularidad de presentar el índice de fragmentación más bajo (NSP/MNE: 1,78) de los médanos del lago Cardiel (ver Tabla 8.2). Queda entonces continuar la exploración con el objeto de buscar explicaciones a dicha variabilidad, algo que será desarrollado más adelante, y evaluar si la selección de partes anatómicas para el transporte o el costo de procesamiento han tenido una participación central en la representación de elementos, o bien, se trata de conjuntos mediados por procesos tafonómicos.

Al mantener la vista en este ángulo de resolución se observa cierta homogeneidad entre lo que representa el esqueleto axial post-craneal y el resto del cuerpo. De ello surgen entonces una serie de cuestionamientos de orden espacial y temporal. ¿Es una situación propia de conjuntos provenientes de sitios estratificados a cielo abierto de la cuenca del Cardiel? ¿Son conjuntos acotados temporalmente al Holoceno tardío? Del mismo modo y dentro del ámbito de los procesos de formación cabe preguntarse: ¿Se trata de conjuntos que sufrieron procesos naturales post-depositacionales similares? ¿Fueron el resultado de patrones de conductas de procesamiento y aprovechamiento de presas similares? y, en relación a esto último ¿Se trata de conjuntos que han sido aprovechados de acuerdo al costo de procesamiento de las diferentes partes del esqueleto o a su preservación diferencial? (Marean y Cleghorn 2003). Para responder a estas preguntas dichos conjuntos deben ser analizados en profundidad a través de un test multivariado (Munro y Bar-Oz 2004) donde puedan considerarse aspectos relacionados con procesos y agentes naturales y culturales que pudieron haber intervenido en su formación. Por otro lado, cobraría más sentido en una comparación, realizada en una escala gruesa de análisis, con conjuntos provenientes de otras cuencas cuyos materiales provengan de depósitos de similares características, así como también de contextos de depositación diferentes como cuevas o aleros.

Figura 8.7. Representación de las regiones del esqueleto de guanaco sobre el NISP porcentual para los conjuntos de los médanos del lago Cardiel MSIM4 MSIS3 LS5 LS3c1 LS2 LPA2 LPA1 GSLN 0%

10%

20%

30%

Axial

40%

50%

60%

70%

80%

90% 100%

En relación a la representación de las diversas unidades del esqueleto de guanaco los resultados indican variabilidad de partes, así como también similitudes entre algunos conjuntos. Se ha distinguido algunas diferencias y semejanzas respecto de la representación axial y apendicular de modo que se expone en un grado de detalle mayor cada una de las regiones mencionadas.

Apendicular

8.2.3.1. Patrones de representación Anatómica Un primer acercamiento para estudiar la variabilidad entre los conjuntos óseos fue comparar en un grano grueso las semejanzas entre la porción axial y apendicular a través del MAU% calculado a partir del MNE, por medio del cual se evaluará la representación de partes anatómicas sin perder de vista las grandes regiones esqueletarias. Para ello se colocó en un solo gráfico los ocho perfiles anatómicos pertenecientes a cada uno de los sitios bajo análisis y se observa la existencia de un patrón diferente en la frecuencia de aparición de ciertos grupos de huesos

En el conjunto de GSLN el perfil anatómico está representado por todo el esqueleto, aunque la región axial exhibe porcentajes menos elevados estando sus partes anatómicas con frecuencias similares -cráneo, mandíbula, atlas, axis, cervicales, sacro y pelvis- (Figura 8.9). Dentro del esqueleto apendicular domina el cuarto delantero superior -húmero y radioulna, en proporciones similares- seguido del cuarto trasero superior -fémur y tibia, en proporciones similares-. Los cuartos inferiores metapodios, calcáneo, falanges, entre otros- son los de

66

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. menor frecuencia y mantienen valores semejantes al

esqueleto axial.

Figura 8.8. Comparación de los perfiles anatómicos de guanaco (MAU%) distribuidos en los médanos del lago Cardiel durante el Holoceno tardío* 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10

LPA1

GSLN

LS2

LS2c1

LS5

Ti bi a A st rá ga lo C al cá ne o M et at ar so M et ap od io Fa la ng e 1 Fa la ng e 2

Fé m ur

P el vi s E sc áp ul a H úm er o R ad io ul na M et ac ar po

S ac ro C os til la E s st er ne br as

A V xi .C s er vi ca le V s .T or áx ic V as .L um ba re s

A tla s

C rá ne o M an dí bu la

0

MS1S3

MS1M4

LPA2

*Se excluyeron hioides, vértebras indeterminadas y caudales, carpianos, rótula, tarsianos, sesamoideos y terceras falanges.

Figuras 8.10. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio la LPA1

Figuras 8.9. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio GSLN GSLN

0

20

40

60

80

100

LPAC1

Cráneo

Cráneo Mandíbula Hioides V. Indet. Atlas Axis V. Cervicales V. Toráxicas V. Lumbares Sacro Caudales Costillas Esternebras Pelvis Escápula Húmero Radioulna Carpianos Metacarpo Fémur Rótula Tibia Tarsianos Astrágalo Calcáneo Metatarso Metapodio Sesamoideos Falange 1 Falange 2 Falange 3

Mandíbula Hioides V. Indet. Atlas Axis V. Cervicales V. Toráxicas V. Lumbares Sacro Caudales Costillas Esternebras Pelvis Escápula Húmero Radioulna Carpianos Metacarpo Fémur Rótula Tibia Tarsianos Astrágalo Calcáneo Metatarso Metapodio Sesamoideos Falange 1 Falange 2 Falange 3

67

0

20

40

60

80

100

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot el alto valor porcentual del cráneo por sobre el resto de elementos de este sector tales como: mandíbula, vértebras, sacro, costillas esternebras y la pelvis. El cráneo junto con el húmero alcanzan la máxima frecuencia para el conjunto y están seguidos por los miembros inferiores (metapodios y calcáneos, particularmente). El radioulna, por su lado, tiene valores porcentuales inferiores, similares a los miembros del cuarto trasero superior (fémur, tibia y astrágalo) y las primeras falanges.

El conjunto arqueológico de LPA1 posee todo el esqueleto con excepción de algunos huesos pequeños -el hioide, el sesamoideo y la tercera falange (Figura 8.10). En la región axial se destaca el cráneo y la mandíbula por sobre el resto de las partes axiales que exhiben valores porcentuales menores -vértebras, sacro, costillas y pelvisy las esternebras están ausentes. Por su parte, dentro de los huesos apendiculares elementos de las porciones inferiores -metapodios y calcáneos, particularmente- son los que dominan con los valores más elevados del conjunto. Las falanges, en cambio, no acompañan esta tendencia dado que se presentan en porcentajes bajos. Al dominio de calcáneos y metapodios le siguen el cuarto superior delantero -húmero y radioulna, en proporciones similares- y después el cuarto trasero superior -fémur y tibia, en frecuencias similares-. Ambos cuartos tienen valores menos elevados que lo registrado para el cráneo.

El perfil anatómico del conjunto LS2 está presente en su totalidad con una mejor representación del esqueleto apendicular por sobre el axial (Figura 8.12). En este último se destaca el elevado valor del cráneo en relación al resto de los huesos axiales (mandíbula, vértebras, sacro, costillas, esternebras y pelvis) que varían en su representación. La región apendicular tiene como predominio al cuarto delantero superior (radioulna y húmero, en proporciones similares).

Figura 8.11. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio LPA2 0

LPAC2

20

40

60

80

100

Figura 8.12. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio LS2

Cráneo Mandíbula

0

LS II

Hioides V. Indet.

Cráneo

Atlas

Mandíbula

Axis

Hioides

V. Cervicales

V. Indet.

V. Toráxicas

Atlas

V. Lumbares

Axis

Sacro

V. Cervicales

Caudales

V. Toráxicas

Costillas

V. Lumbares

Esternebras Pelvis

Sacro

Escápula

Caudales

Húmero

Costillas

Radioulna

Esternebras

Carpianos

Pelvis

Metacarpo

Escápula

Fémur

Húmero

Rótula

Radioulna

Tibia

Carpianos

Tarsianos

Metacarpo

Astrágalo

Fémur

Calcáneo

Rótula

Metatarso

Tibia

Metapodio Sesamoideos

Tarsianos

Falange 1

Astrágalo

Falange 2

Calcáneo

Falange 3

Metatarso Metapodio Sesamoideos Falange 1

El material óseo de LPA2, igual que GSLN y LPA1, muestra un predominio de la región apendicular por sobre la axial (Figura 8.11). Dentro de esta última, se distingue

Falange 2 Falange 3

68

20

40

60

80

100

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. astrágalo. Los miembros inferiores -metapodios y falanges- presentan frecuencias menores al igual que el fémur, superando a los valores más bajos de la región axial.

A este le sigue parte del cuarto trasero superior (tibia y luego con valores inferiores el fémur) y el cráneo en iguales proporciones. Por su parte, los valores obtenidos para los miembros inferiores (calcáneos, metapodios y falanges) son marcadamente más bajos que el resto del cuerpo apendicular e incluso menores a la mayoría de los huesos axiales.

En términos de MNE y de NISP los restos óseos de guanaco del sitio LS5 marcan una diferencia con el resto de los conjuntos de médanos en la medida en que presenta una frecuencia más elevada de huesos axiales. Sin embargo, proporcionalmente las partes apendiculares están mejor representadas que las axiales al igual que en los otros sitios arqueológicos (Figura 8.14).

El conjunto del sitio LS3c1 está dominado por el esqueleto apendicular (Figura 8.13). En la región axial predomina el cráneo (superada sólo por la tibia) y luego la mandíbula, ambos con porcentajes muy elevados respecto al resto de elementos que se registraron con valores inferiores como vértebras, costillas, esternebras y pelvis.

Figura 8.14. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio LS5 Figura 8.13. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio LS3c1 0

LS IIIC1

20

40

60

80

0

LSV

20

40

60

80

100

Cráneo Mandíbula

100

Hioides

Cráneo

V. Indet.

Mandíbula

Atlas

Hioides

Axis

V. Indet.

V. Cervicales

Atlas

V. Toráxicas

Axis

V. Lumbares

V. Cervicales

Sacro

V. Toráxicas

Caudales

V. Lumbares

Costillas

Sacro

Esternebras

Caudales

Pelvis

Costillas

Escápula

Esternebras

Húmero

Pelvis

Radioulna

Escápula

Carpianos

Húmero

Metacarpo

Radioulna

Fémur

Carpianos

Rótula Tibia

Metacarpo

Tarsianos

Fémur

Astrágalo

Rótula

Calcáneo

Tibia

Metatarso

Tarsianos

Metapodio

Astrágalo

Sesamoideos

Calcáneo

Falange 1

Metatarso

Falange 2

Metapodio

Falange 3

Sesamoideos Falange 1 Falange 2 Falange 3

Asimismo, los valores más elevados de los huesos axiales son para cráneo, atlas, toráxicas y luego hay un segundo grupo con valores menores compuesto por mandíbula, axis, cervicales, lumbares, costillas, esternebras y pelvis. Por su parte, en el esqueleto apendicular predominan con altos valores los cuartos delantero (húmero y radioulna, con predominio del segundo) y trasero superior (fémur y tibia, en proporciones similares). Los miembros inferiores

El esqueleto apendicular se distingue por el alto valor del cuarto trasero superior -particularmente la tibia- seguido de una representación homogénea del cuarto delantero superior -húmero y radioulna, en proporciones similares-, el cual tiene valores afines con la mandíbula y el

69

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

(calcáneos, metapodios y falanges) están representados con valores muy bajos, incluso menores a algunos elementos axiales.

elementos del esqueleto axial como apendicular (Figura 8.16). El cuerpo axial está dominado por la pelvis y luego el sacro y el cráneo.

En el conjunto MS1S3, también es claro la mejor representación de los miembros apendiculares por sobre los elementos axiales (Figura 8.15). En esta región del cuerpo el cráneo es el que presenta los valores más altos y está acompañado por la mandíbula, las lumbares, el sacro y la pelvis.

Figura 8.16. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio MS1M4 0

MS1M4

MS1S3

20

40

60

80

40

60

80

100

Cráneo

Figura 8.15. Perfil anatómico de guanaco (MAU%) del sitio MS1S3 0

20

Mandíbula Hioides V. Indet.

100

Atlas

Cráneo

Axis

Mandíbula Hioides

V. Cervicales

V. Indet.

V. Toráxicas

Atlas

V. Lumbares

Axis

Sacro

V. Cervicales

Caudales

V. Toráxicas

Costillas

V. Lumbares

Esternebras

Sacro

Pelvis

Caudales

Escápula

Costillas

Húmero

Esternebras

Radioulna

Pelvis Escápula

Carpianos

Húmero

Metacarpo

Radioulna

Fémur

Carpianos

Rótula

Metacarpo

Tibia

Fémur

Tarsianos

Rótula

Astrágalo

Tibia

Calcáneo

Tarsianos

Metatarso

Astrágalo Calcáneo

Metapodio

Metatarso

Sesamoideos

Metapodio

Falange 1

Sesamoideos

Falange 2

Falange 1

Falange 3

Falange 2 Falange 3

Hay algunos huesos ausentes (hioides, atlas, axis, esternebras) mientras que otros están pero con valores casi mínimos (mandíbula, cervicales, toráxicas, lumbares y costillas).

El resto está ausente o en valores cercanos al mínimo posible. La zona apendicular está caracterizada por el predominio de los miembros inferiores (falanges, calcáneos y metapodios). A este le sigue la presencia del cuarto trasero superior (fémur y tibia, con predominio del segundo). El cuarto delantero superior (húmero y radioulna, en proporciones similares) tiene los valores más bajos del cuerpo apendicular e incluso valores menores a algunos huesos de la región axial.

Por su parte el cuerpo apendicular está claramente dominado por elementos de los miembros inferiores (falanges principalmente, seguido de los metapodios). Asimismo, los cuartos superiores, delantero -fémur y radioulna, en proporciones similares- y trasero -fémur y tibia, en proporciones similares- están con valores porcentuales bajos y su presencia en el perfil anatómico es equivalente a la observada para el cráneo y el sacro y menor que la pelvis.

El perfil anatómico del conjunto MS1M4 está caracterizado por una baja representación tanto de

70

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. correlacionó entre sí el MNE-enteros (ver apéndice) obtenido en cada uno de los conjuntos (Tabla 8.4).

En una primera instancia y con el objeto de evaluar el grado de semejanza de los perfiles anatómicos de guanaco para los conjuntos de médanos del Cardiel se

Tabla 8.4. Correlación (rho Spearman) entre los valores del MNE de los conjuntos arqueológicos* de los médanos del este y del sur de la cuenca del lago Cardiel Sitios

GSLN

GSLN

1

LPA1

rs=0,538 p 0,003

LS2 LS3c1

rs=0,831 p< 0,0001 rs=0,701 p< 0,0001

LPA1

LS2

LS3c1

LS5

MS1S3

MS1M4

LPA2

1 rs=0,549 p 0,002

1

rs=0,301 p 0,106

rs=0,559 p 0,002

1 rs=0,332 p 0,073

LS5

rs=0,562 p 0,001

rs=0.342 p 0,065

rs=0,669 p< 0,0001

MS1S3

rs=0,598 p 0,001

rs=0,374 p 0,042

rs=0,586 p 0,001

MS1M4

rs=0,563 p 0,001

rs=0,477 p 0,008

rs=0,574 p 0,001

LPA2

rs=0,609 p 0,000

rs=0,792 p< 0,0001

rs=0,514 p 0,004

rs=0,732 p< 0,0001 rs=0,666 p< 0,0001 rs=0,557 p 0,002

1 rs=0,107 p 0,573

1

rs=0,19 p 0,313

rs=0,816 p< 0,0001

1

rs=0,283 p 0,129

rs=0,489 p 0,007

rs=0,595 p 0,001

1

*Se correlacionaron 30 puntos con un nivel de significación al 0,01. Se excluyen a los dientes sueltos, las vértebras y falanges indeterminadas

Los resultados estadísticos señalan efectivamente la existencia de similitudes y diferencias entre los conjuntos que se encuentran distribuidos en los sectores de médanos. A partir de estos datos es posible concentrarlos en cuatro grupos en función del alto grado de similitud en la frecuencia de sus partes esqueletarias presentes: -

8.2.4. Patrones y frecuencia de marcas de procesamiento antrópicas Antes de estudiar en detalle los diferentes agentes y procesos involucrados en la formación de los conjuntos es necesario cerrar la caracterización de las muestras indicando las diferentes marcas de procesamiento que fueron registradas en cada una de las muestras zooarqueológicas. Asimismo, la Tabla 8.5 presenta la distribución de las frecuencias de marcas de corte, percusión -incluye negativos de impacto, hoyuelos y estrías de percusión- fractura transversal/marcado perimetral en huesos largos, lascas adheridas y termoalteración.

GSLN, LS2 y LS3c1 LPA1 y LPA2 MS1S3, MS1M4 y LS3c1 LS5

No obstante, la Tabla 8.4 señala al mismo tiempo la falta de similitud entre algunos de los conjuntos, es el caso del sitio LS5 que tiene las correlaciones más bajas con los conjuntos LS3c1, MS1S3, MS1M4 y LPA2, marcando de esta manera cierta variabilidad en la cuenca en términos generales.

El primer punto a destacar es que las marcas de procesamiento en general se encuentran, en diferente frecuencia, distribuidas no sólo en el taxón guanaco sino que también en el choique y en el resto de las categorías señaladas, es decir, en artiodáctilo e indeterminados, sugiriendo la acción humana como un factor importante en la formación de los conjuntos. Las marcas de corte

71

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

predominan en todos los conjuntos con excepción de los sitios GSLN, LS5 y MS1M4 donde las huellas de

percusión tienen las frecuencias más elevadas.

Tabla 8.5. Frecuencia de especímenes con marcas de procesamiento registradas en los sitios bajo estudio GSLN Marcado Lascas Taxón Corte Percusión Termoalteración perimetral adheridas 93 117 35 17 15 Guanaco 1 2 Choique 19 105 5 64 Artiodáctilo 3 7 67 Indeterminado Total 106 231 35 22 146 LPA1* 52 22 6 4 19 Guanaco 1 1 Choique 13 12 1 13 Artiodáctilo 6 29 Indeterminado Total 72 35 6 5 61 LPA2 66 23 19 5 11 Guanaco 1 1 2 Choique 7 7 7 Artiodáctilo 2 Indeterminado Total 74 31 21 5 20 LS2** Guanaco 32 22 10 4 11 1 1 Choique 3 8 40 Artiodáctilo 5 95 Indeterminado Total 41 30 10 4 147 LS3c1*** 70 47 5 25 Guanaco Choique 40 28 1 43 Artiodáctilo 42 5 128 Indeterminado Total 152 80 0 6 196 LS5 26 45 29 4 3 Guanaco Choique 2 Artiodáctilo 10 Indeterminado Total 26 45 29 4 15 MS1S3 82 47 9 17 45 Guanaco 1 1 Choique 21 15 2 38 Artiodáctilo 13 5 81 Indeterminado Total 117 67 9 19 165 MS1M4 44 77 4 15 Guanaco Choique 3 23 32 Artiodáctilo 2 Indeterminado Total 47 102 0 4 47 * Un espécimen de ave se encuentra termoalterado ** 4 especímenes de piche y uno de roedor están termoalterados *** un hueso de piche está termoalterado.

72

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Figura 8.17. Fémures de guanaco con rasgos de fractura fresca del tipo fractura transversal/marcado perimetral halladas en la excavación del sitio LS5

Figura 8.18. Huesos largos de guanaco con huellas de impacto y lascas adheridas para los sitios GSLN y MS1S3

73

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot El abordaje de esta investigación apunta, entonces, a reconstruir estrategias de optimización en la explotación de los recursos, durante el Holoceno tardío en la cuenca del lago Cardiel, y requiere de la adopción de una aproximación multivariada tafonómica y cultural como guía metodológica. En ese sentido, se piensa que ello permitirá identificar los procesos que más influenciaron la supervivencia de los huesos.

Por su parte, mientras que el marcado perimetral (Figura 8.17) tiene frecuencias interesantes en GSLN (n=35), LS5 (n=29) y LPA2 (n=21), en LS2 (n=10), MS1S3 (n=9) y LPA1 (n=6) aparece pero en frecuencias mucho menores, llegando a estar ausente en los sitios LS3c1 y MS1M4. Por su parte, las lascas que permanecen adheridas luego del impacto dinámico (Johnson 1985) son los rasgos menos registrados aunque sin embargo se observan en todos los conjuntos con frecuencias variables (Tabla 8.5, Figura 8.18). Por último, en todos los conjuntos se registraron huesos quemados.

Notoriamente hay una variedad de fuerzas atricionales daños de carnívoros, meteorización, compactación del sedimento, pisoteo, entre otros- que pueden simultáneamente fragmentar los huesos descartados por los humanos, distorsionando y disimulando patrones de comportamiento de subsistencia. En consecuencia, es importante distinguir las causas de fragmentación de los huesos hallados en los depósitos arqueológicos, de modo que se analizará por separado los procesos de formación post-depositacionales de aquellos de formación inicial adoptando una táctica metodológica intersitio multivariada donde se comparan varios atributos tafonómicos y culturales (Munro y Bar-Oz 2004).

En síntesis, se observa una variabilidad en el patrón de frecuencia y distribución de las diferentes marcas de procesamiento entre los conjuntos arqueológicos de los médanos, situación a partir de la cual es posible inferir que los conjuntos estuvieron involucrados no sólo en diferentes etapas de procesamiento sino que también podrían estar señalando que las tareas de extracción de recursos no fueron siempre las mismas y que la optimización de las presas pudo haber sido variable en el tiempo y en el espacio. Tales afirmaciones hipotéticas serán retomadas más adelante, dado que responderlas requiere del estudio de un conjunto de variables que van más allá del registro de la frecuencia de las huellas culturales en si mismas (Lyman 2005; Pickering y Egeland 2006).

8.3.1. Perfil de meteorización de restos recuperados en estratigrafía y en superficie La meteorización es una herramienta de comparación descriptiva que es utilizada para medir el proceso por el cual los componentes originales de niveles orgánicos e inorgánicos de un hueso son separados unos de otros y destruidos por agentes químicos y físicos que operan en el hueso in situ. En ese sentido, los restos faunísticos depositados en superficie luego de la actividad humana, o bien, después de la acumulación natural están expuestos a este proceso normal de descomposición y destrucción que se genera a partir del reciclado de nutrientes (Behrensmeyer 1978).

8.3. Prueba de atrición para los conjuntos faunísticos del sector bajo de médanos del lago Cardiel Hasta aquí se han indicado las principales características de los conjuntos faunísticos de los médanos y se han observado similitudes y diferencias entre los sitios. En la búsqueda de explicaciones para las tendencias notadas en los patrones descriptos es preciso profundizar el análisis. Asimismo, se comenzará a explorar sobre aspectos tafonómicos de los conjuntos con el fin de “limpiar” las muestras para luego comenzar a trabajar con cuestiones paleoeconómicas.

Asimismo, los depósitos arqueológicos bajo estudio tienen la particularidad de provenir de sitios estratificados a cielo abierto. La matriz sedimentaria arenosa que los sujeta tiene una dinámica sedimentaria que genera el descubrimiento de los materiales arqueológicos sobre la superficie y puede provocar con el correr del tiempo ciclos de enterramiento y desenterramiento de materiales sometiendo a los huesos a la meteorización. La dinámica de los médanos, que contienen estos restos arqueológicos, ha sido discutida en el capitulo 6 donde se ha sugerido que la morfogénesis está estrechamente ligada no sólo a la disponibilidad de arenas y al agente de transporte (viento, en este caso), sino también a la presencia de vegetación que permite su estabilidad y fijación.

En ese sentido, uno de los puntos de interés de esta tesis, como se mencionó anteriormente en el capítulo 1 y 5, es estudiar el patrón de fragmentación ósea de los conjuntos de médanos del lago Cardiel y con ello evaluar el comportamiento humano en relación con el aprovechamiento de huesos para la extracción de grasa ósea y médula. Esta aproximación que se encuentra estrechamente ligada con actividades que se realizan en la etapa final del procesamiento de una presa requiere de un fuerte control de los procesos de formación de los depósitos arqueológicos, tafonómicos y culturales. Particularmente en lo referente a la fragmentación ósea debido a que existen diversos agentes que pueden generar patrones de fragmentación similares a los esperados en contextos de preparación y consumo de médula y grasa ósea. Si bien es una tarea difícil identificar la explotación de grasa ósea a partir del registro arqueológico, el interés es poner a prueba un cúmulo de herramientas analíticas para su identificación.

En los distintos sitios se ha recuperado material en estratigrafía y en superficie de modo que ha sido pertinente estudiar la preservación de los conjuntos considerando ambas procedencias por separado. El objetivo ha sido evaluar si hay discrepancias en su conservación dado que diferentes agentes causales podrían estar involucrados en su formación. Estudios previos (Belardi et al. 2007; Bourlot 2004; Savanti 2002) señalan que, para los médanos del lago Cardiel, el

74

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. expuestos a la radiación solar directa. Este contraste podría estar marcando un parámetro en el cual la pérdida diferencial de humedad ósea podría ser el factor a considerar en estos ambientes depositacionales.

proceso más importante en la estructuración de los conjuntos óseos es la meteorización. En la consideración de estas particularidades fue preciso -para profundizar dicha problemática- medir el perfil de deterioro de las superficies óseas de acuerdo a la procedencia de los especímenes y observar si se expresan diferentes tendencias entre ambas, es decir, si hay algún patrón al respecto y en que grado ello podrían influir en la confiabilidad de las muestras zooarqueológicas y su identificabilidad taxonómica y anatómica. La segmentación entre huesos de superficie y estratigrafía es justificable a partir del conocimiento que se tiene de las condiciones contextuales de depositación. En ese sentido, el contexto estratigráfico o de capa presenta condiciones de humedad estables por debajo de los 15 cm de profundidad y ausencia de radiación solar directa. Por el contrario, el contexto de superficie carece de las dos propiedades mencionadas dado que los restos óseos están

La Figura 8.19a muestra que el conjunto óseo del sitio GSLN tiene un perfil de meteorización avanzado y que los restos provenientes de capa tanto como de superficie se presentan de manera bastante homogénea a lo largo de los diferentes estadios de preservación. La Figura 8.19b señala desde un ángulo distinto información que provee una distinción entre aquellos restos de capa y superficie cuando son observados como conjuntos independientes. En el gráfico se advierte que el predominio de los estadios bajos -0, 1 y 2- de Behrensmeyer (1978) se dan en capa, mientras que sucede lo contrario con los huesos recuperados sobre la superficie del médano donde dominan ampliamente los estadios altos -3, 4 y 5.

Figura 8.19. Sitio GSLN perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes GSLN

Capa (n:287)

Superficie (n:427)

GSLN

70

70

60

60 50

50 %

40

%

Superficie

40 30

30

20 10

20 10 0

Capa

0 0

1

2

3

4

0

5

1

2

3

4

5

Estadios de meteorización

Estadios de meteorización

a)

b) Para el sitio LS5 la tendencia de la preservación se mantiene con grados avanzados de daño postdepositacional al igual que el resto de los sitios ya mencionados (Figura 8.22a). Una diferencia interesante para destacar es que, en este sitio, las frecuencias de huesos de capa y de superficie tienden a aumentar sus valores a medida que aumenta el estadio de meteorización (Figura 8.22b), no obstante la mayor cantidad de huesos en estadios bajos sigue dominando en los especímenes recuperados en la excavación. Por su parte, la Figura 8.23a-b correspondiente al conjunto óseo de LS2, indica el mismo grado de avance en el deterioro de los huesos, en este caso se trata casi exclusivamente de restos provenientes de la excavación.

La Figura 8.20a realizada para el sitio LPA1 presenta un perfil de meteorización igualmente avanzado y múltiple, similar a lo mencionado para el sitio anterior, donde el deterioro aparece en todos los estadios. Al tratarse de una muestra principalmente compuesta por especímenes recuperados en superficie los valores exhibidos en la Figura 8.20b correspondiente a capa están sobre representados, no obstante se observa que ambas categorías tienen huesos en diversos estados de preservación. En el sitio LPA2 los huesos han alcanzado un estado avanzado de destrucción y todos los estadios de meteorización exhiben especímenes en porcentajes similares con valores casi homogéneos (Figura 8.21a). Al igual que para el sitio LPA1, los huesos provienen en su mayoría de superficie mientras que los de capa fueron recuperados en sondeos. Aún así es posible destacar nuevamente la tendencia de una mejor preservación de los huesos pertenecientes al sondeo y el mayor deterioro para los especímenes recolectados en la superficie de la hoyada de deflación del médano (Figura 8.21b).

Hasta aquí se ha descripto lo que podría englobarse como el grupo de sitios caracterizados por poseer, en términos generales, un patrón de deterioro avanzado de sus restos óseos por efecto de la meteorización, destacándose la mejor preservación para aquellos especímenes provenientes de las excavaciones respecto de las recolecciones de superficie de cada sitio. A continuación

75

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

se detalla un segundo grupo de materiales representados

por una mejor conservación de sus huesos.

Figura 8.20. Sitio LPA1 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes LPA1

%

Capa (n:14)

Superficie (n:233)

LPA1

70

70

60

60

50

50

40

%

30

20

20

10

10

0

1

2

3

4

0

5

Superficie

40

30

0

Capa

0

1

Estadios de meteorización

2

3

4

5

Estadios de meteorización

a)

b)

Figura 8.21. Sitio LPA2 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes LPA2

%

Capa (n:55)

Superficie (n:265)

LPA2

70

70

60

60

50

50

40

%

30

20

20

10

10

0

1

2

3

4

0

5

Superficie

40

30

0

Capa

0

1

Estadios de meteorización

2

3

4

5

Estadios de meteorización

a)

b)

Figura 8.22. Sitio LS5 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes LS5

%

Capa (n:106)

Superficie (n:96)

LS5

Capa

70

70

60

60

50

50

40

%

40

30

30

20

20

10

10

0

0

1

2

3

4

0

5

Estadios de meteorización

Superficie

0

1

2

3

4

Estadios de meteorización

a)

b)

76

5

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Figura 8.23. Sitio LS2 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes LS2

%

Capa (n:136)

Superficie (n:3)

LS2

Capa

70

70

60

60

50

50

40

%

30

20

10 0

40 30

c

20

Superficie

10

0

1

2

3

4

0

5

0

1

Estadios de meteorización

2

3

4

5

Estadios de meteorización

a)

b)

caracterizado por una mayor contribución de aquellos restos óseos provenientes de capa en relación con aquellos huesos de superficie que aparecen en menor porcentaje y de forma más homogénea en todo los estadios. Asimismo, la Figura 8.25b indica que al tomar las submuestras como independientes, una de la otra, es claro la preponderancia de estadios bajos de aquellos huesos de excavación y por el contrario los altos niveles de deterioro que han sufrido los fragmentos de superficie, situación que se viene señalando desde el primer grupo de sitios descripto más arriba.

La Figura 8.24a detalla el perfil de meteorización para guanaco del sitio LS3c1 donde predomina ampliamente los estadios bajos de la escala de Behrensmeyer (1978) y caracterizado por una mayor contribución de aquellos huesos recuperados en la excavación, mientras que los de superficie aportan en menor grado y de manera más homogénea en todo los estadios. Es preciso destacar, en este caso, que la tendencia de la muestra de guanaco y la general es la misma que la expresada en la Figura 8.24a con la excepción del estadio 0 donde el valor se eleva a 58,6% calculado sobre una frecuencia de 1533 especímenes. Por su parte, la Figura 8.24b marca la tendencia del conjunto con huesos en capa casi exclusivamente en estadios bajos mientras que en superficie los restos se presentan tanto en buenas como en malas condiciones de preservación.

Para el caso del sitio MSM4 de la Figura 8.26a-b los materiales provienen por completo de estratigrafía y para ellos el estado de preservación es bueno con altos números de huesos en los estadios bajos de meteorización. Aquí es interesante detenerse y marcar el contraste de tendencias entre este conjunto y LPA1 donde los huesos provienen en su mayoría de superficie y el perfil de meteorización es avanzado (ver Figura 8.20).

Algo muy similar al sitio LS3c1 sucede con el conjunto de MS1S3 (Figura 8.25a) en el cual se destaca el predominio de los estadios bajos de Behrensmeyer (1978)

Figura 8.24. Sitio LS3c1 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes LS3c1

%

Capa (n:173)

Superficie (n:114)

LS3c1

70

70

60

60

50

50

40

%

30

20

20

10

10

0

1

2

3

4

0

5

Superficie

40

30

0

Capa

0

1

2

3

4

Estadios de meteorización

Estadios de meteorización

a)

b)

77

5

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

Figura 8.25. Sitio MS1S3 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes MS1S3

Capa (n:263)

Superficie (n:145)

MS1S3

70

70

60

60

40

%

40

30

30

20

20

10

10

0

Superficie

50

50 %

Capa

0

1

2

3

4

0

5

0

1

Estadios de meteorización

2

3

4

5

Estadios de meteorización

a)

b)

Figura 8.26. Sitio MS1M4 perfil de meteorización para guanaco (NISP). a) Se detalla el aporte en valores porcentuales de los especímenes asociados a cada estadio de acuerdo a su localización en capa o superficie; b) se visualiza el perfil de meteorización de la muestra de estratigrafía y superficie como datos independientes MS1M4

%

Capa (n:238)

Superficie (n:0)

MS1M4

Capa

70

70

60

60

50

50

40

%

40

30

30

20

20

10

10

0

0

1

2

3

4

0

5

Estadios de meteorización

Superficie

0

1

2

3

4

5

Estadios de meteorización

a)

b)

climáticos locales y las propiedades físicas y químicas de las diferentes partes del esqueleto. Por último, de los sitios observados se desprende que más allá de la procedencia de los materiales -capa o superficie- en todos los casos todos los estadios de Behrensmeyer (1978) están representados. Este punto y el anterior señalan la importancia de la dinámica de este tipo de geoformas, los ciclos o episodios de acumulación y erosión que sufren los médanos y la importancia de tener este factor presente a la hora de evaluar los conjuntos zooarqueológicos. Por su parte, a partir de los datos evaluados se desprende que también los médanos son conservativos -estadios bajos en capa- lo que parece estar vinculado a las condiciones diferenciales tales como humedad del sedimento y ausencia de radiación solar directa sobre los huesos (para más detalle ver más adelante).

8.2.1.1 Síntesis En resumen es posible señalar algunas consideraciones generales para los conjuntos faunísticos de los médanos del lago Cardiel respecto de los perfiles de meteorización y su interpretación. En primer lugar, se observa variación en estos patrones en el sentido de que se pueden encontrar conjuntos con tendencias hacia una mala preservación y otros con una buena conservación, algo que se observa en otros tipos de sitios arqueológicos. En segundo lugar, es preciso destacar dentro de este patrón que la mayor frecuencia de restos óseos de estratigrafía se ubica en los estadios bajos de meteorización lo que permite interpretar que las muestras son confiables para discutir aspectos de la subsistencia humana del pasado. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la preservación de los especímenes de superficie no es la misma, de modo que hay que considerar este aspecto en cada caso particular y discutir sus implicaciones en la fragmentación post-depositacional de los restos óseos y la representación diferencial de partes anatómicas por efecto del deterioro de los huesos en relación con las factores

8.3.2. Densidad mineral ósea y transporte selectivo de partes anatómicas Existen marcos de referencia que pueden aplicarse a los conjuntos faunísticos con el objeto de evaluar si su

78

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. física de los distintos huesos condiciona su preservación ante agentes y procesos naturales post-depositacionales. Desde este punto de vista, la incidencia que pudiera tener la estructura mineral sobre los conjuntos es abordada teniendo en cuenta el esqueleto completo, las regiones axiales y apendiculares por separado y, la procedencia de los materiales -estratigrafía y superficie- (Tabla 8.6).

composición y estructura refleja aspectos del comportamiento humano como el transporte selectivo de partes anatómicas vinculados al valor económico de las mismas, al costo de procesamiento o bien a factores relacionados con la preservación post-depositacional. En ese sentido, para los conjuntos bajo estudio se aplicaron análisis de coeficientes de correlación de Spearman entre el MAU% de cada conjunto y los valores de densidad mineral ósea, el índice de carne, carne y médula y se aplicó este último índice en función del costo de procesamiento de las diferentes partes del esqueleto de guanaco.

En un primer acercamiento se correlacionó la densidad mineral con el MAU% del esqueleto completo de guanaco sin hacer ninguna de las distinciones mencionadas en el párrafo anterior. Los resultados para siete de los ocho conjuntos señalan que la correlación de las variables no es significativa (Tabla 8.6), sin embargo para el conjunto LS3c1 -particularmente caracterizado por un alto grado de fragmentación y un perfil de meteorización bajo- existe una correlación positiva y moderadamente significativa (rs=0,528 p=0,002) entre la densidad mineral y la representación de partes anatómicas.

La densidad mineral ósea es una herramienta importante para discutir atributos de la representación diferencial de los elementos óseos. La aplicación de la misma al taxón guanaco, como así también sobre otros taxones de la región, ha sido considerada en las diversas investigaciones zooarqueológicas. Su principal carácter es evaluar de qué manera la composición o estructura

Tabla 8.6. Correlación (rho Spearman) entre la densidad mineral (DMO) y la representación de partes anatómicas de guanaco (MAU%) segmentadas de acuerdo a diferentes unidades de análisis Sitio

Esqueleto completo

Esqueleto completo superficie

Esqueleto completo estratigrafía

Esqueleto axial

Esqueleto apendicular

GSLN

rs= -0,135 p= 0,466

rs= -0,156 p= 0,402

rs= -0,116 p= 0,536

rs= 0,145 p= 0,730

rs= -0,539 p= 0,000

LPA1

rs=0,295 p= 0,107

rs=0,264 p= 0,151

rs=0,051 p= 0,783

rs=0,268 p= 0,520

rs=0,091 p= 0,678

LPA2

rs=0,309 p= 0,091

rs=0,482 p= 0,006

rs= -0,127 p= 0,494

rs=0,383 p= 0,349

rs= -0,076 p= 0,730

LS2

rs=0,232 p= 0,210

rs=0,082 p= 0,662

rs=0,233 p= 0,207

rs=0,072 p= 0,866

rs=0,151 p= 0,491

LS3c1

rs=0,528 p= 0,002

rs=0,534 p= 0,002

rs=0,204 p= 0,270

rs=0,072 p= 0,866

rs=0,509 p= 0,013

rs= -0,290 p= 0,114

rs= -0,220 p= 0,235

rs= -0,158 p= 0,396

rs=0,647 p= 0,083

rs= -0,518 p= 0,011

MS1S3

rs=0,237 p= 0,200

rs=0,288 p= 0,116

rs=0,205 p= 0,269

rs= -0,177 p= 0,418

rs=0,100 p= 0,649

MS1M4

rs=0,007 p= 0,970

-

rs=0,007 p= 0,970

rs= -0,317 p= 0,444

rs= -0,008 p= 0,963

LS5

*Los valores de la densidad mineral son los publicados por Elkin (1995, Tabla 2:33). Correlación con un nivel de significación de p>,01. que sucede lo mismo para seis casos de los subconjuntos de superficie. En aquellos sitios en que la correlación ha sido moderadamente significativa para el subconjunto de huesos de superficie, la correlación es positiva en LPA2 (rs=0,482 p=0,006) y LS3c1 (rs=0,534 p=0,002) (Tabla 8.6). En el último sitio mencionado, el valor es muy similar al obtenido para el conjunto completo. Posteriormente, se utilizó las regiones axiales y apendiculares como medidas de división con el objeto de

Para profundizar más sobre este y el resto de los sitios, se cambió el ángulo de medición dado que previamente se señaló la existencia de marcadas diferencias tendientes entre aquellos huesos recuperados en superficie y aquellos en estratigrafía (ver supra perfiles de meteorización), razón por la cual se mantuvo dicha división. En este sentido, para el segmento de estratigrafía la correlación de las variables no es significativa en ninguno de los subconjuntos, mientras

79

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot selección se vinculó al mayor y menor costo de procesamiento de las partes anatómicas, dado que ello -al igual que la utilidad económica- también podría jugar un rol importante a la hora de seleccionar elementos para el transporte (Marean y Cleghorn 2003; Cleghorn y Marean 2004). En la Tabla 8.7 se exponen los resultados de los coeficientes de correlación para el índice de carne, carne y médula y el costo de procesamiento de las diferentes partes, siendo posible señalar algunas tendencias interesantes. En primer lugar, ninguno de los ochos conjuntos están estadísticamente influenciados por el costo de procesamiento de las diferentes partes del esqueleto, como lo propuesto por Marean y Cleghorn (2003), de modo que el transporte diferencial bajo estos términos no se explica a partir de esta variable.

explorar desde un tercer ángulo a los conjuntos bajo estudio. Lo que puede señalarse es que en sólo tres casos pertenecientes al segmento apendicular hubo correlación significativa -mientras que para la zona axial no hubo resultados estadísticos legibles-. En dos de ellos fue de carácter negativo y moderado -GSLN (rs= -0,539 p=0,000) y LS5 (rs= -0,518 p=0,011)- mientras que en el sitio LS3c1 (rs=0,509 p=0,013) la correlación fue positiva y moderada para la porción apendicular (Tabla 8.6). Un segundo grupo de correlaciones se realizó con el objeto de evaluar la incidencia humana en la formación de los conjuntos seleccionándose marcos de referencia relacionados con la utilidad económica de las diferentes partes del esqueleto de guanaco. Al mismo tiempo, la

Tabla 8.7. Correlación (rho Spearman*) entre diversos índices de utilidad económica y la representación de partes anatómicas de guanaco (MAU%) para los ocho conjuntos arqueofaunísticos de los médanos del este y del sur del lago Cardiel Médula2

Bajo costo3/ MUI+Médula2

Alto costo4/ MUI+Médula2

p= 0,201

rs= 0,396 p= 0,034

rs= -0,474 p= 0,197

rs= 0,309 p= 0,227

LPA1

rs= -0,256 p= 0,181

rs=0,136 p= 0,480

rs=-0,541 p= 0,133

rs=0,370 p= 0,144

LPA2

rs= -0,381 p= 0,041

rs= -0,239 p= 0,212

rs= -0,445 p= 0,230

rs= -0,212 p= 0,414

p= 0,283

rs=0,238 p= 0,214

rs=-0,288 p= 0,453

rs=0,304 p= 0,236

LS3c1

rs= -0,223 p= 0,244

rs= -0,084 p= 0,663

rs= -0,443 p= 0,232

rs= -0,080 p= 0,760

LS5

rs= 0,559 p= 0,002

rs= 0,437 p= 0,018

rs= -0,395 p= 0,292

rs= 0,355 p= 0,162

MS1S3

rs= -0,113 p= 0,560

rs=0,258 p= 0,176

rs=-0,081 p= 0,837

rs= 0,201 p= 0,957

MS1M4

rs= -0,111 p= 0,565

rs=0,112 p= 0,565

rs=0,121 p= 0,756

rs=-0,147 p= 0,574

Sitio GSLN

LS2

MUI1 rs=0,245

rs=0,206

MUI +

* Correlación con un nivel de significación de p>,05. 1 Los valores del índice de utilidad de carne son los publicados para guanaco por Borrero (1990, Tabla 18.2, columna 2:381). 2 Los valores del índice de utilidad de carne y médula estandarizado son los publicados para guanaco por Borrero (1990, Tabla 18.2, columna 3:381). 3 En el caso del grupo de bajo costo de procesamiento se tomaron las esternebras, escápula, húmero, radioulna, metapodio, fémur, tibia, calcáneo y falanges. 4 Para el grupo de alto costo de procesamiento se consideraron: cráneo, mandíbula, atlas, axis, vértebras cervicales, toráxicas y lumbares, costillas y pelvis.

Spearman arrojó una correlación positiva con una tendencia moderada para los valores de carne y médula y MAU% (rs= 0,396 p= 0,034) (Tabla 8.7). En el caso del sitio LPA2 la correlación se expresa negativa y moderada entre el conjunto y los valores de carne (rs= -0,381 p= 0,041). El último de los casos que es preciso señalar es el

En segundo lugar, sí se encontraron correlaciones estadísticamente significativas entre el índice de carne, por un lado, y el de carne y médula, por el otro; de manera tal que la utilidad económica podría estar jugando un rol importante a la hora del transporte en algunos conjuntos. En el caso del sitio GSLN el coeficiente de

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. restos de estratigrafía y superficie y después de haber analizado los resultados de la densidad mineral para cada conjunto, es preciso buscar otros factores que pudieran explicar de forma más precisa los efectos vinculados a la preservación post-depositacional de los restos hallados en superficie previamente apuntados. Para ello es esencial considerar las condiciones climáticas y ambientales bajo las cuales descansan de manera directa tales restos materiales expuestos en la superficie de los médanos y aquellos de estratigrafía, como por ejemplo la temperatura que alcanza la superficie del suelo y el grado de humedad donde se hallan. Ligado a ello es vital indagar en aquellas propiedades biomecánicas de los huesos, más allá de la densidad mineral ósea, como es el contenido de humedad y su repercusión en el comportamiento biomecánico cuando ésta es modificada por factores externos.

conjunto LS5, ya que presenta un patrón diferente al resto de los sitios mencionados. En este caso se trata de correlaciones positivas y moderadas con significado estadístico tanto para carne (rs= 0,559 p= 0,002) como para carne y médula (rs= 0,437 p= 0,018). 8.3.2.1. Síntesis Si bien la expectativa podría haber sido, de acuerdo a los valores de los perfiles de meteorización presentados previamente, encontrar las mismas discrepancias entre capa y superficie en la medida en que el deterioro físico y químico de un elemento óseo tiene un fuerte vínculo con su densidad mineral (Izeta 2005; Lyman 1994; Stahl 2001), no sucedió lo mismo con los resultados de las correlaciones y su lectura estadística. Este patrón de conjuntos con avanzado grado de meteorización y una ausencia de correlación con los valores de densidad mineral ósea es una cualidad recurrente en depósitos arqueológicos a cielo abierto en ambientes de médanos (Belardi et al. 2008a; Bourlot 2004; Rindel 2008; Rindel et al. 2007). En estos contextos suelen predominar las epífisis -menor densidad ósea- por sobre las diáfisis mayor densidad ósea- de huesos largos de guanaco siendo las primeras las que presentan mayor supervivencia (Belardi et al. 2008a). En este trabajo se propone que el patrón descripto se relacionaría con la meteorización que actúa de acuerdo con los diferentes tipos y posición de los tejidos que conforman las diáfisis y las epífisis y del contexto de depositación y que la densidad mineral por si sola no alcanza para explicar la representación diferencial de elementos (Belardi et al. 2008a). De modo que para profundizar sobre ello es necesario retomar tres puntos básicos: 1) las características biomecánica de los huesos; 2) la dinámica de los médanos y 3) las condiciones ambientales de depositación a escala de sitio.

En función de lo mencionado anteriormente es correcto comenzar describiendo un patrón de fractura que se observa recurrentemente en las diáfisis de huesos largos de restos hallados en la superficie de los sitios bajo estudio y que tiene como principal consecuencia una pérdida de identificabilidad a nivel anatómico y taxonómico; mientras que por el contrario se ha registrado que ciertos elementos o porciones de huesos con alta presencia de tejido esponjoso se muestran con altas probabilidades de ser identificados aun cuando en ellos se registra un estadio alto de meteorización. Conocer su historia tafonómica permite comprender un poco más sobre el comportamiento del registro óseo y la integridad de los depósitos arqueológicos, especialmente aquellos ubicados en sitios a cielo abierto en ambientes de médanos. Asimismo, para ello se utilizará, como ejemplo, el caso de tres fragmentos de tibia de guanaco provenientes de la superficie del sitio GSLN (Figuras 8.27 y 8.28), uno de los conjuntos más afectado por la meteorización aérea. La particularidad que se quiere indicar es la presencia de rasgos morfológicos de fracturas de huesos en estado fresco y seco, producto de procesos culturales depositacionales y naturales post-depositacionales respectivamente y la pérdida de identificabilidad que se le presenta al observador.

Por su parte, también se observó una ausencia de correlación entre el transporte selectivo de acuerdo al costo de procesamiento de las presas contrario a la expectativa propuesta por Marean y Cleghorn (2003) de modo que habría que indagar con más profundidad si el tamaño de la presa o la cantidad de animales cazados son factores más relevantes en los casos bajo estudio. Por otro lado, es posible observar que determinados conjuntos -su composición anatómica- están vinculados a la utilidad económica y a la selección de partes para el trasporte y el descarte. No obstante no queda aún bien en claro, a partir de los datos presentados hasta el momento, el caso del sitio LS3c1 en donde la densidad estructural ósea arroja un valor positivo, sobre un conjunto bien preservado, con bajo perfil de meteorización y altamente fragmentado.

La Figura 8.28 muestra un fragmento de tibia reconstruido con un negativo de impacto, una serie de fisuras longitudinales paralelas al eje mayor del hueso y una tonalidad blanquecina. En el fragmento A se indica la presencia de un negativo de impacto originado por un golpe dinámico (Johnson 1985) que generó la fractura del hueso en al menos dos astillas (A y B) y que muchos autores lo relacionan con una fractura en estado fresco (ver detalles Capítulo 3). Las superficies de fractura generadas por el impacto tanto en A como en B presentan estados de meteorización homogéneos y una misma coloración respecto de la cara cortical del espécimen (Figura 8.27 y 8.28).

8.3.3. Altas temperaturas, meteorización, pérdida de humedad en los huesos largos y la fragmentación ósea post-depositacional Luego de haber expuesto los perfiles de meteorización y señalar las diferencias sustanciales existentes entre los

81

Capítulo C 8 Análisis A y resu ultados

Tirso Boourlot

  Figura F 8.27. F Fragmento de diáfisis de tibiia de guanaco recuperada enn la superficie ddel sitio GSLN N y remontadaa en el   laboratorio l  

Figura F 8.28. Fragmento F de ddiáfisis de tibiaa de guanaco reecuperado en laa superficie dell sitio GSLN y reconstruida en e el laboratorio. l Ess el mismo hueeso de la Figuraa 8.27.

de dichaas superficies óseas. Otro aspecto que pudo establecerrse en ambos fragmentos es la forma heliccoidal de la fractura y el ángullo agudo-obtusso de la superfiicie de

Ambas A caracteerísticas asociaadas a la marcca de percusiónn mencionada m proveen p inform mación útil para p inferir laa contemporanei c idad de la fracttura y la posterrior exposiciónn

82

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. originaron diversas grietas longitudinales en el hueso compacto. Así pues, en el fragmento B se formó una nueva grieta que culminó en una fractura denominada C. Esto provocó una nueva astilla de hueso largo y una superficie de fractura entre el fragmento B y C, que difiere de las anteriores en varios aspectos. El primero de ellos es que el ángulo de fractura es recto respecto de la superficie cortical y la fractura es longitudinal siguiendo la estructura mineral del hueso. En segundo lugar, en la superficie de fractura de C en relación con la superficie cortical del fragmento se observan diferentes estadios de meteorización y, lo más importante, un grado de coloración también diferente entre ambas caras y ausencia de negativo de impacto. Algo similar se observa en la Figura 8.29.

fractura, ambos relacionados con huesos fracturados en estado fresco (Outram 2002). A partir de ello y de acuerdo a datos experimentales (Horwitz 1987; Miotti 1998) y etnoarqueológicos (Binford 1979; Enloe 1993; Yellen 1977a y b) se podría inferir que dicha acción tuvo posiblemente el propósito de extraer la médula ósea para consumo. Posiblemente, este ha sido el contexto de depositación inicial de ambos fragmentos descriptos, sin embargo la historia tafonómica no termina aquí. Luego de su enterramiento la dinámica de los médanos causó la reexposición de los fragmentos (A y B) con lo cual se reinició el proceso de meteorización por exposición a la intemperie (Figura 8.28). La exposición fue tal que se

Figura 8.29. Fragmento de diáfisis de hueso largo de guanaco recuperada en la superficie del sitio GSLN y remontada en el laboratorio. Las flechas negras señalan la superficie de fractura post-depositacional

Figura 8.30. Vértebra cervical de guanaco recuperada en la superficie del sitio GSLN. Se observa cómo el elemento se mantiene “entero”, con la pérdida de pequeñas astillas, salvaguardando su identidad taxonómica específica aún en estadios altos de meteorización

83

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

Como se mencionó anteriormente, el patrón de fractura descripto es recurrente para aquellos huesos recuperados en superficie de sitios a cielo abierto del lago Cardiel así como también en la cuenca del lago Tar (Belardi et al. 2008a yb), lago Argentino (Borrero et al. 1998-1999; Muñoz 1999) y Cerro Pampa (Rindel et al. 2007). Existen dos cuestiones de interés que podrían estar vinculadas a este patrón y se encuentran mutuamente relacionadas. Una de ellas es la humedad que contienen los huesos dado que es un factor que ejerce influencia en la resistencia a su fractura, es decir, al comportamiento biomecánico del hueso expuesto a una fuerza tafonómica en la medida que su naturaleza maleable obedece principalmente a su contenido de humedad (Evans 1961, 1973, en Johnson 1985:170). La segunda cuestión es el ambiente de depositación, en este caso, con una exposición directa del material a la radiación solar y a la temperatura que alcanza la superficie del suelo que puede llegar a una diferencia de al menos 10ºC más alto respecto de la temperatura ambiental como fuera observado por Massigoge y colaboradores (2008). Así, pues, los restos óseos emplazados en la superficie sufren un aumento en la pérdida de humedad -respecto a los que permanecen enterrados en el sedimento húmedo de los médanos- debido a los escenarios de exposición señalados.

tiempo, indica diferencias de deterioro entre materiales axiales (vértebras y costillas) y apendiculares (huesos largos); teniendo los primeros una tasa mayor de daño para el mismo tiempo de exposición (Borrero 2007). Sin embargo, mientras las diáfisis de los huesos largos se fracturan como lo indicado anteriormente (ver también Belardi et al. 2008a), las vértebras y las epífisis de huesos largos -ambos con tejido trabecular- mantienen un mayor grado de identificabilidad aún cuando están altamente meteorizadas (Figura 8.30). Esta situación genera un desequilibrio entre huesos e inclusive sus distintas porciones, donde algunos tienen menos probabilidades de ser identificados que otros si la meteorización ha cumplido un rol preponderante sobre las muestras arqueológicas. Concretamente aquellas muestras provenientes de sitios a cielo abierto como los aquí analizados. 8.3.3.1 Síntesis En este apartado se ha desarrollado un grupo de factores temperatura y humedad ambiental y propiedades biomecánicas del hueso- que se piensa tienen una incidencia directa sobre el patrón de fractura que se observa recurrentemente sobre aquellos huesos que son hallados en sitios localizados a cielo abierto en ambientes de médanos. Se expuso que aquellos restos óseos de superficie y estratigrafía se comportan de diferentes maneras dado que las condiciones de depositación difieren sustancialmente en términos de humedad y exposición a la radiación solar. Asimismo, el efecto que tales condiciones generan en los materiales óseos estaría estrechamente ligado al contenido y la velocidad de pérdida de humedad influenciando su comportamiento biomecánico bajo las situaciones señaladas debido a que la humedad ósea le confiere resistencia al hueso. La principal consecuencia está vinculada a modificaciones en el patrón de fractura ósea cultural y una perdida diferencial en la identificación a nivel anatómico y taxonómico que puede segmentarse. Por un lado, en diáfisis de huesos largos y, por el otro, en aquellos huesos con alto contenido de tejido esponjoso donde las probabilidades de identificación no son las mismas cuando el conjunto zooarqueológico presenta una alto grado de meteorización.

Estas condiciones de huesos secos y húmedos marcan la tasa de supervivencia en términos de su resistencia a la fractura (Behrensmeyer 1978; Borrero 2007; Lyman 1994; Tappen 1994) y las diferencias entre restos recuperados en estratigrafía y superficie. La alteración inducida por las nuevas condiciones del hueso hace que éste se fragmente en pedazos menores (Figura 8.28: fragmento C y Figura 8.29) modificando el patrón de fragmentación y fractura cultural inicial de los conjuntos faunísticos de los médanos del lago Cardiel. Ello puede producir la pérdida de identificabilidad anatómica de porciones diafisiarias de los huesos largos de modo que se planea su incidencia para la discusión del consumo de médula ósea ya que tiene consecuencias directas. Asimismo, como se señala para las arqueofaunas del lago Tar (Belardi et al. 2008a) las implicaciones tienen un alcance sobre aquellos marcos de referencia vinculados a la densidad mineral ósea. Por tales razones, el conocimiento y la discriminación de rasgos morfológicos asociados a fracturas depositacionales y post-depositacionales permitirá tener un mejor control de la integridad de las muestras zooarqueológicas recuperas en este tipo de ambientes y para ello será necesario diferenciar grupos de huesos en estadios bajos (0-1-2) y altos (3-4-5) de meteorización en la aplicación del FFI. Borrero (1989) señala, a partir de información tafonómica, que el material óseo más propenso a la fractura natural es aquel que alcanza un estadio de meteorización 32 o superior y, al mismo

En este sentido, el conocimiento y el discernimiento de rasgos morfológicos de fractura de huesos en estado fresco y seco pueden marcar el camino por el cual las características asociadas son una información útil con las cuales inferir la integridad de las muestras arqueológicas, particularmente para aquellos restos óseos más afectados por la exposición en la superficie de los médanos, como es el caso de las diáfisis de huesos largos para las cuales la mayor pérdida de resistencia a la fractura por procesos post-depositacionales tiene un efecto más inmediato. Por su parte, la información tafonómica provee parámetros con los cuales comenzar a diferenciar y segmentar las

2

El estadio 3 meteorización de un hueso es definido por Behrensmeyer (1978:151) como un hueso con una textura de aspecto fibroso con una destrucción del tejido

compacto hasta una profundidad de 1-1,5mm, con agrietamientos de bordes redondeados.

84

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. procesos post-depositacionales incluida la meteorización -principal factor de fragmentación natural y postdepositacional en los sitios bajo estudio- de modo que estos son incluidos en el cálculo. Por su parte aquellos restos con presencia de termoalteración han sido excluidos junto con aquellos que presentan huellas de percusión. Respecto a los huesos con marcas de impacto es necesario tener presente que su exclusión del análisis podría no tener demasiado significado dado que la experiencia indica que sólo queda una pequeña parte de las marcas (Darwent y Lyman 2002). En definitiva, lo que se busca no concierne necesariamente con la interpretación de los procesos involucrados sino que apunta simplemente identificar comparativamente la magnitud del impacto de los procesos postdepositacionales sobre los ocho conjuntos óseos.

muestras para su estudio. En otras palabras, a partir del caso señalado se subraya que pese a las condiciones postdepositacionales, los conjuntos conservan buena parte de sus características intrínsecas para realizar inferencias sobre el procesamiento humano, por un lado, y evaluar los efectos tafonómicos, por el otro. 8.3.4. Otros índices y variables tafonómicas analizados Marean (1991) efectuó una serie de experimentos con carnívoros con el objeto de medir la destrucción que realizan sobre carcasas de animales en términos de fragmentación y destrucción de las diferentes partes anatómicas. Sus resultados sugieren que una manera independiente de medir el grado de destrucción de un conjunto por parte de agentes y procesos postdepositacionales es tomar en consideración los huesos compactos como tarsianos -menos el calcáneo- y carpianos debido a que ellos raramente son fragmentados por carnívoros y/o humanos, por lo que se espera que su fractura o ausencia responda a condiciones externas a estos agentes. Dentro de los huesos compactos estudiados Marean propone al astrágalo, navicular y cuboides como los elementos más diagnósticos (Marean 1991:688-690). Un segundo punto atribuible a estas unidades anatómicas es que son los huesos con mayores probabilidades de entierro (Borrero 1989, 2007). Si bien Marean excluye los especímenes meteorizados en su análisis (Marean 1991:685), en el caso de los conjuntos óseos del lago Cardiel el interés está centrado justamente en evaluar

Los resultados exhibidos en la Tabla 8.8 señalan tendencias interesantes. Los conjuntos GSLN, LPA1 y LPA2 poseen un índice de completitud similar y se diferencian respecto de los otros sitios no sólo por el resultado de su valor sino por otros rasgos tafonómicos. En primer término, hay que destacar que los tres conjuntos mencionados tienen un estado avanzado de meteorización y además ha sido posible identificar que los huesos compactos incluidos en el cálculo y que se encuentran fragmentados provienen principalmente de superficie con valores de meteorización que alcanzan los estadios 3, 4 y 5.

Tabla 8.8. Variables tafonómicas y zooarqueológicas medidas sobre los conjuntos óseos (NISP) de los sitios de médanos del este y del sur del Lago Cardiel Variables tafonómicas

GSLN

Índ. de compl. del astrágalo Índ. de compl. del navicular Índ. de compl. del cuboides Raíces* Roedores* Carnívoros*

LPA1

LPA2

LS2

LS3c1

LS5

MS1S3

MS1M4

86%

83%

85%

-

-

50%

63%

50%

100%

75%

50%

-

-

-

-

50%

75%

88%

94%

-

100%

-

-

-

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

431

25,9

35

8,6

70

16,2

76

13,4

232

15

137

60

153

15,9

60

14

23

1,39

4

0,9

30

6,9

36

6,3

6

0,3

9

3,9

8

0,8

2

0,4

8

0,48

1

0,2

1

0,2

3

0,5

4

0,2

5

2,1

3

0,3

3

0,7

*Se excluyen del conteo dientes sueltos y fragmentos de cáscaras de huevo.

los tres sitios indicando un mayor deterioro de los conjuntos en términos de historias tafonómicas. Sin embargo, al indagar este patrón junto a otras características de estos conjuntos cabe mencionar que el NISP es mucho menor que el obtenido para el primer grupo de modo que el valor esta sobrerepresentado. Aun

En el caso del conjunto LS2 los elementos considerados en el cálculo se encuentran ausentes, mientras que por su parte en el sitio LS3c1 el índice es de 100% para el cuboides. El último grupo lo conforman LS5 (astrágalo), MS1S3 (astrágalo) y MS1M4 (astrágalo y navicular), donde los valores se encuentran alrededor del 50% para

85

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot El puma es el único carnívoro que habita la actual Provincia de Santa Cruz, capaz de fracturar huesos largos de guanaco y provocar además otros tipos de daños (Borrero et al. 2005; Martin 2006). Observaciones de campo realizadas en el lago Salitroso aportan información relevante y señalan esta tendencia a partir de los resultados de estudios tafonómicos. Se trata del hallazgo de un esqueleto de chulengo, localizado en una cárcava próxima a unos médanos, que fue cazado por un puma durante el mes de enero de 2007 por lo que se estima que entre una semana y un mes de vida para su muerte (com. pers. Lito García 2007). El animal se hallaba próximo a unos médanos altos (sitio SAC 25) que se encuentran erosionados y con cárcavas profundas generadas por el paso de las aguas de deshielo que conforman un arroyo temporal. Sobre la superficie de la cárcava la osamenta estaba parcialmente articulada con fragmentos de la caja craneana y la mandíbula separada del resto del esqueleto a unos pocos centímetros (Figura 8.31). La carcasa presentaba tejido blando y sus huesos en buen estado de preservación -estadio 0 de Behrensmeyer (1978)- y con claras evidencias de daños de carnívoro distribuidas en diferentes partes del cuerpo.

así, en el caso de LS5 nuevamente la fragmentación del astrágalo se da sobre huesos con meteorización en estadio 4 y 5 en un conjunto con un perfil avanzado; mientras que en MS1S3 y MS1M4 los elementos fragmentados están en estado de meteorización 1 y se trata de conjuntos con perfiles de meteorización bajos y un importante nivel de fragmentación ósea en general, incluso en MS1M4 se excluyeron astrágalos con huellas de percusión antrópicas. Continuando con otros agentes causales tafonómicos el registro de marcas naturales post-depositacionales detectadas indican una tendencia en la cual los conjuntos han sido afectados por diferentes agentes y procesos que actuaron en distinto grado, entre los que se encuentran las improntas de raíces, los daños de roedores y carnívoros (Tabla 8.8), que se suman a lo ya mencionado en los apartados previos de este capítulo. En el caso de las improntas de raíces observadas en la superficie de los restos óseos, el porcentaje varia entre los conjuntos bajo estudio y oscilan entre el 8% y el 60% (Tabla 8.8). Esto marca, particularmente para los huesos recuperados en superficie, la disposición anterior de los restos bajo la superficie de los médanos señalando la dinámica de este ambiente. En este sentido, si bien las raíces pueden afectar los materiales arqueológicos de diferentes formas, su efecto más inmediato y relevante en nuestros casos es la protección que ofrecen para fijar los médanos y lograr que estos no sean erosionados por los fuertes vientos de la estepa.

La Figura 8.32 muestra el húmero con una fractura helicoidal señalando el estado fresco del hueso al momento de la fractura indicando que el humano no es el único capaz de producir esta forma de fractura. En este sentido, Miotti (1990-1992, 1998) ha señalado que este hecho tiene su explicación no en el agente responsable de la fragmentación sino que aquí actúa otro factor intrínseco al hueso denominado torsión sigmoidea. Si bien los carnívoros tienen la particularidad de atacar con sus dientes las epífisis donde se encuentra el tejido esponjoso con grasa trabecular, en algunas ocasiones la socialización de las carcasas o inclusive un fuerte aprovechamiento de la misma generan fracturas como la señalada en las diáfisis (Haynes 1983). No obstante, este tipo de fracturas que involucran a los animales carnívoros tiende a suceder en porcentajes muy bajos (Borrero 2007; Bunn 1989; Haynes 1993) y no todas tienen este patrón helicoidal (Haynes 1983; Johnson 1985). Ante el simple hecho de que la fractura helicoidal sea una posibilidad de múltiples agentes causales es preciso señalar atributos asociados que permiten identificar a los carnívoros de los humanos (Lyman 1987).

En cuanto a los roedores, solamente en dos sitios -LS2 y MS1S3- hemos podido observar galerías, aunque ello no se correlaciona positivamente con el porcentaje de daños registrados. En el primer sitio el valor de huesos roídos es de 6,3%, mientras que en el segundo no alcanza al 1% (Tabla 8.8). En el resto de las muestras óseas los valores son más bajos de modo que la bioturbación provocada por roedores no habría incidido de manera significativa en la formación post-depositacional de los diferentes conjuntos. En el caso de los carnívoros pasa algo similar con valores bajos de daños, por ejemplo, en el sitio GSLN la frecuencia máxima registrada alcaza sólo a 8 especímenes, es decir, un 0,48% (Tabla 8.8). Datos equivalentes han sido observados en otros sitios de la cuenca con anterioridad (Savanti et al. 2005). Este aspecto concuerda con el potencial atribuido al caso de los zorros de Fuego-Patagonia (Borrero y Martin 1996; Borrero 2007; Martin 2006). Borrero (2007) subrayó para la zona de cabo San Pablo que la actividad de los zorros no produjo ningún tipo de fractura sobre huesos de guanacos y posiblemente se deba a la baja densidad de carnívoros y al tamaño corporal pequeño de los zorros. Sin embargo, tales estudios revelan que los zorros sí son capaces de iniciar el proceso de desarticulación en dichas carcasas y redistribuir los huesos a otros lugares (Borrero 2007); algo que también ha sido notado en el continente sobre carcasas carroñadas por zorros luego de ser cazadas y abandonadas por pumas (Borrero et al. 2005).

En primer término, en la Figura 8.32 se advierte sobre la superficie del hueso fracturado helicoidalmente la ausencia de impacto dinámico que provoca la fractura del hueso característico del procesamiento humano y, por el contrario, se observa el impacto estático propio de los carnívoros (Binford 1981; Jonhson 1985). En segundo lugar, la imagen muestra a la fractura asociada con puntos de presión y daños de dientes que rodean la fractura, algo característico de la fuerza estática generada por carnívoros (Binford 1981; Johnson 1985). Por último, otro factor que tiene incidencia es la densidad mineral en el sentido de que se está ante un individuo que no supera el mes de vida; para el cual se espera valores de densidad mineral ósea menores que la registrada para un animal adulto (Alvarez et al. 2008). Como señalan estos autores

86

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. jóvenes presenten mayores probabilidades de sufrir fracturas que aquellos guanacos adultos donde la densidad mineral es mayor.

la diferencia en las propiedades óseas provoca un comportamiento biomecánico diferente ante procesos tafonómicos, donde es esperable que los animales más

Figura 8.31. Chulengo (Lama guanicoe) cazado por un puma en la cuenca del lago Salitroso (Provincia de Sana Cruz), verano de 2007

Figura 8.32. Húmero de chulengo (Lama guanicoe) con daños de procesamiento generados por un puma. Se observa la fractura espiral y las marcas de dientes asociadas

se pueden mencionar la compactación de la matriz sedimentaria ejerciendo presión sobre los restos óseos y la diagénesis debilitando la estructura ósea, o bien, una combinación de ambas (Lyman 1994).

Otros factores que son interesantes para destacar respecto de posibles agentes o procesos de fragmentación postdepositaciónal son los atributos del sedimento donde descansan los materiales arqueológicos. En ese sentido,

87

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot la formación de los depósitos arqueológicos más allá del factor humano y que pudieran proporcionarnos alguna pista sobre posibles ajustes a nuestras variables y decisiones metodológicas desalentando el sesgo tafonómico post-depositacional. Asimismo, el estudio de rasgos morfológicos en las fracturas óseas de huesos diafisiarios fragmentados en estado fresco y seco junto con otras características asociadas conforma un grupo de datos de utilidad con las cuales realizar inferencias. El desarrollo de la prueba de atrición ya realizada sobre los conjuntos subraya que, a pesar de existir una pérdida de identificabilidad para aquellos restos de diáfisis y alteraciones en el patrón de fractura cultural producto de procesos post-depositacionales, los conjuntos conservan buena parte de sus características intrínsecas -susceptibles de ser efectivamente medidas con herramientas metodológicas y recortes analíticos de control adecuados, para realizar inferencias sobre el procesamiento humano y los efectos tafonómicos.

Para los sitios bajo estudio, las ocho muestras se encuentran depositadas en una matriz arenosa cuyo sedimento es poco compacto. Las observaciones de campo indican que se trata de un sustrato no consolidado en los primeros 10 cm de profundidad -en promediodonde los restos óseos están continuamente expuestos a ciclos de enterramiento y desenterramiento. Acción que está fuertemente condicionada por la presencia de comunidades de pastizales y arbustos. En los niveles más profundos la compactación es mayor en comparación, pero no presenta una diferencia significativa como para generar suficiente presión y provocar fragmentación de los huesos. Esta característica del sedimento permite sostener una expectativa de baja incidencia de fragmentación en relación con otros depósitos con un sustrato más compacto (Borrero 1989; Gifford-González et al. 1985). Anteriormente se ha mencionado que la humedad en la matriz sedimentaria es un rasgo permanente en todos los sitios y que ello podría ser un factor positivo para la preservación ósea, sin embargo, existen muchos agentes químicos que se ven favorecidos con la presencia de agua o humedad donde los procesos diagenéticos actúan degradando el material orgánico. Asimismo, es relevante entonces conocer la composición química, es decir, la acidez de los suelos o su pH dado que esta es una de las variables que impone la conservación del material orgánico enterrado. La expectativa es que los suelos ácidos con valores de pH menores a 7 son ambientes pocos favorables para la preservación de los huesos (Dent et al. 2004; Hedges y Millard 1995; Lyman 1994; Nicholson 1998).

En ese sentido, la aplicación de diversos parámetros de medición es un aspecto relevante para examinar la variabilidad de los patrones de fracturas y lograr una interpretación lo más ajustada posible y para ello se requiere utilizar una variedad de procedimientos que incluyan diferentes componentes en la fragmentación de partes del esqueleto (Todd y Rapson 1988). Para acceder a las estrategias de explotación de carcasas animales es preciso evaluar la fragmentación ósea de un conjunto utilizándola como una herramienta de inferencia para estudiar la reducción de las osamentas y problemas analíticos derivados (Marshall y Pilgram 1993). La fragmentación ósea es sin duda un comportamiento ligado a la utilidad y la relación descansa en el simple hecho de que los huesos son y tienen recursos que pueden ser explotados a través de la fragmentación para obtener médula y grasa ósea (Binford 1978, 1981; Outram 1999; Wolverton 2002) o sencillamente materia prima para la confección de instrumentos óseos (Bonnischen 1979; Castel et al. 2002). Una de las ventajas de esto es que se trata de recursos que están directamente disponibles en el esqueleto de la presa animal. Un aspecto importante es que las asunciones ligadas a recursos adyacentes, como son por ejemplo la carne y el cuero de un animal, no son necesarias (Wolverton 2002).

En tanto, ha sido posible evaluar el carácter químico para el sitio LS3c1 (Belardi et al. 2007; Bourlot 2007). En este caso se analizó el valor de pH para una columna sedimentaria en uno de los perfiles de la excavación con el objeto de ver si se trataba de un sedimento ácido o alcalino, ya que esto tendría un efecto en la preservación de restos orgánicos (Lyman 1994). Los resultados señalan un sedimento con un valor de pH de 8.2 -para el promedio de 7 muestras analizadas (Belardi et al. 2007)indicando con ello un sedimento neutro que favorece la preservación de materiales orgánicos, lo cual coincide con los perfiles de meteorización y el índice de correlación observados para los restos en estratigrafía y se mantiene la expectativa diferencial entre capa y superficie antes desarrollada. Creemos que este es un signo que podría extrapolarse al resto de los depósitos donde, en el futuro, se realizarán los mismos análisis efectuados en LS3c1.

8.4.1. Índice de utilidad de médula ósea El primer acercamiento es a través de la utilidad de una presa, es decir, que se requiere tener en cuenta que las estrategias de explotación de una presa, las técnicas de preparación y consumo de alimentos, están algunas veces estrechamente ligadas a la distribución heterogénea de los recursos que ofrece el animal (Binford 1978, 1981; Blumenschine y Madrigal 1993; Brink 1997; GiffordGonzález 1989; Jones y Metcalfe 1988; Lupo 1998, 2006; Metcalfe y Jones 1988; Wandsnider 1997). A partir de esta premisa, el interés es analizar si la utilidad económica de grasa medular del guanaco puede explicar la representación de partes del esqueleto en cada uno de los sitios bajo estudio. Para ello es esencial contrastar los valores que se conocen de grasa medular -distribución y

8.4. Prueba de consumo de médula ósea En las próximas páginas la exposición de los resultados obtenidos del análisis estará centrada en cuestiones económicas referidas al consumo de grasa animal alojada en el interior de los huesos. Para llegar a este punto ha sido necesario estudiar en detalle los atributos más relevantes de cada uno de los conjuntos óseos; es decir, evaluar los diversos procesos y agentes involucrados en

88

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. cuáles son los patrones de fractura involucrados en el procesamiento de la grasa medular.

abundancia- (Mengoni Goñalons 1996) con la representación de unidades anatómicas expresados en el MAU% para cada uno de los conjuntos. La Tabla 8.9 muestra los resultados de la correlación entre las representaciones de unidades anatómicas con la grasa alojada en la cavidad medular y su frecuencia en el registro arqueológico. De los ocho casos arqueológicos el único que traza una correlación estadísticamente significativa es el sitio LS5 (rs= 0,786 p= 0,036) sugiriendo que la presencia de los elementos está fuertemente vinculada con la cantidad de grasa medular.

8.4.2. Intensidad de la fragmentación ósea Una de las formas de ingresar al punto planteado sobre la fragmentación ósea, es evaluar a nivel del conjunto la intensidad de fragmentación de los huesos arqueológicos en busca de variabilidad entre los depósitos bajo estudio. Ello permite de manera simple monitorear para las ocupaciones humanas del lago Cardiel la optimización del uso de nutrientes contenidos en el interior de los huesos (Bourlot 2007; Lyman 1994; Speth 1983; Wolverton 2002).

Tabla 8.9. Correlación (rho Spearman) entre los valores del índice de utilidad de médula (MO) y la representación partes anatómicas de guanaco (MAU%) para los ocho conjuntos zooarqueológicos de los médanos del este y del sur del lago Cardiel

Sitio

La intensidad de fragmentación es evaluada a través de la tasa del NISP:MNE y la tasa “control” calculada por medio del NSP:NISP (Lyman 1994; Wolverton 2002), posteriormente se aplica otro índice (NSP:MNE) (ver infra) y se realiza una comparación entre ellos (Tabla 8.10). Los resultados señalan que ambos índices reflejan diferencias significativas en cuanto a sus resultados, siendo el NSP:MNE el que tiene la particularidad de expresar de mejor manera con sus valores la variación de fragmentación intersitio para los depósitos arqueológicos del este y sur de la cuenca del Cardiel. Un elemento a considerar es el efecto de los procesos tafonómicos postdepositacionales, algo que ha sido tratado previamente. Asimismo, con el objeto de minimizar la incidencia de la fractura natural por efecto de la meteorización ósea se excluyen del cálculo de los índices aquellos especímenes fracturados con estadios de meteorización 3, 4 y 5 de Behrensmeyer (1978) aún cuando presenten signos de impacto dinámico provocados por la acción humana (ver infra).

Correlación con un nivel de significación de p>,05

GSLN

rs= 0,595 p= 0,159

LPA1

rs=-0,309 p= 0,500

LPA2

rs=-0,198 p= 0,670

LS2

rs= 0,617 p= 0,140

LS3c1

rs= 0,356 p= 0,434

LS5

rs= 0,786 p= 0,036

MS1S3

rs= -0,414 p= 0,355

MS1M4

rs= -0,393 p= 0,383

En primer lugar, la intensidad de fragmentación es monitoreada determinando la tasa NISP/MNE para un conjunto, donde altos valores de NISP sobre MNE significan una fragmentación intensa. Aquí, los elementos enteros o completos no son incluidos en el índice dado que la propuesta es medir el grado de fragmentación de los huesos que fueran efectivamente fracturados. La columna A de la Tabla 8.10 exhibe este índice señalando diferencias entre los sitios a partir de los cuales es posible agrupar conjuntos con tendencias similares en cuanto a la intensidad de fragmentación. El grupo uno está compuesto por los sitios LS3c1 (1,97), LPA1 (1,58), MS1S3 (1,54), MS1M4 (1,51) y LS2 (1,10), donde la fractura es de dos especímenes por cada MNE. Por el contrario, el grupo dos reúne a los sitios LPA1 (0,91), GSLN (0,69) y LS5 (0,46), que presentan valores inferiores a uno indicando que la fragmentación es de un espécimen por cada MNE.

*Valores publicados por Mengoni Goñalons 1996.

Si bien este es un dato interesante para analizar la importancia de la grasa medular en la toma de decisiones de los grupos humanos y permite observar la variación en los perfiles anatómicos de guanaco, este hecho se limita simplemente a estimar la selección de partes anatómicas en función de la cantidad de grasa medular. No obstante, no informa sobre la intensidad y extensión en la cual los elementos fueron realmente explotados, o bien, cuál es el patrón de extracción de la médula y si ella fue consumida. Además, hay que subrayar que esta herramienta está condicionada por el grado de identificabilidad ósea fuertemente dependiente del nivel de fragmentación de los conjuntos (ver supra). En ese sentido, para profundizar estos aspectos que representan realmente el consumo de grasa medular en los grupos cazadores-recolectores que habitaron parte de la cuenca del lago Cardiel, es preciso marcar las tendencias desde otro ángulo. Esto significa cambiar el foco del análisis zooarqueológico y concentrarse no tanto en la representación de partes sino más bien en el estado en que ellos se encuentran -fracturados o enteros- y

Si bien esta información es útil no advierte demasiado sobre la variabilidad más allá de las dos agrupaciones mencionadas. Al respecto, hay que contemplar el problema cuando se usa este índice de forma aislada dado que la fragmentación tiene un efecto sobre el NISP (Marshall y Pilgram 1993). Al respecto, los autores han señalado que cuando se está ante un sitio con alta

89

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot la tasa del NSP/NISP (Tabla 8.10: columna B) en la cual se espera que si el NISP/MNE es bajo pero el conjunto parece estar fuertemente fragmentado en piezas no identificables la tasa NSP/NISP deberá ser alta para ese conjunto. En este sentido debería esperarse valores altos de NSP/NISP para el grupo uno y valores bajos para el grupo dos antes descripto.

fragmentación ósea, conforme aumenta este estado disminuye la identificación de los huesos y se pierde la posibilidad de identificar los especímenes con exactitud y a partir de cierto umbral el NISP de ese conjunto comienza a disminuir (Figura 8.33). Bajo esta circunstancia Marshall y Pilgram (1993) proponen agregar un índice control que se desprende de

Tabla 8.10. Cálculo del índice de intensidad de fragmentación para los conjuntos zooarqueológicos provenientes de los sitios de médanos del este y sur del lago Cardiel NSP1

NISP*

MNE

Guanaco

Guanaco

NISP/MNE (A)

GSLN

250

362

0,69

LPA1

111

122

LPA2

275

NSP/NISP (B)

NSP/MNE (C)

689

2,76

1,90

0,91

206

1,86

1,69

174

1,58

182

0,66

1,05

78

71

1,10

274

3,51

3,86

197

100

1,97

1056

5,36

10,56

58

126

0,46

73

1,26

0,58

MSIS3

237

154

1,54

488

2,06

3,17

MSIM4

202

134

1,51

351

1,74

2,62

Sitio

LS2 LSI3c1 LS5

Incluye guanaco, artiodátilo e indeterminados

1

El número del NSP es el resultado de la suma de los especímenes incluidos en las categorías de guanaco, artiodáctilo e indeterminados, de este modo difiere del valor presentado en la de la Figura 1 donde se incluye el número de especímenes identificados y no identificados de acuerdo a lo propuesto por Grayson (1991). No incluye dientes sueltos, elementos enteros y huesos con estadios 3, 4 y 5 en el cómputo del NSP y del NISP

Figura 8.33. Relación hipotética entre el MNI, NISP y el nivel de fragmentación, publicada por Marshall y Pilgram (1993:266, Figura 3)

se cumple exactamente la expectativa, dado que en ambos grupos el índice control tiene valores altos y bajos. Esto marca que en realidad existe una mayor variabilidad en la intensidad de fragmentación que la registrada solamente por el primer índice (NISP/MNE) reflejándose con ello el problema previamente señalado por Marshall y Pilgram (1993). Así, por ejemplo, dentro del grupo uno -columna A, aquellos con valores superior a 1- los sitios con valores altos de NSP/NISP son LS3c1 (5,36), LS2 (3,51), MS1S3 (2,06) y MS1M4 (1,51) confirmando con ello una mayor optimización de procesamiento que lo registrado para el conjunto LPA2 (0,66) que se presenta con un valor bajo en su índice sugiriendo una menor intensidad de fragmentación de sus restos óseos. Asimismo, se advierten diferencias entre los de mayor fragmentación (Tabla 8.10: columna B). Por su parte, para el grupo dos con valores menores a 1 espécimen por MNE (Tabla 8.10: columna A) debería esperarse valores bajos en el índice control. Por el contrario, si bien el sitio LS5 obtuvo el valor más bajo del NISP/MNE (0,46) también obtuvo el valor más bajo en el NSP/NISP (0,58) estableciéndose como el conjunto menos fragmentado del grupo dos, no obstante no emerge como el menos fragmentado de los ocho sitios (ver supra). En los otros

Lo cierto es que los resultados del índice control de la Tabla 8.10 (NSP/NISP de la columna B) señalan que no

90

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. del sitio LS3c1 -el de mayor fragmentación- que representa el otro extremo de la optimización.

dos casos restantes del grupo dos, GSLN (2,76) y LPA1 (1,86), el índice control dio valores mayores indicando que la fragmentación es más importante que lo medido por el NISP/MNE (0,69 y 0,91, respectivamente).

En síntesis, es preciso resaltar que el índice NSP/MNE ha sido el de mayor utilidad para los conjuntos analizados dado que fue el que mejor pudo expresar las diferencias sustanciales entre las muestras, denotando una significativa variabilidad en la intensidad de fragmentación a partir del cual se infiere un patrón de procesamiento que varía en el espacio de los médanos del lago Cardiel. Queda entonces explicar y dar causa a la variabilidad señalada en la intensidad del procesamiento de los diferentes conjuntos bajo estudio y evaluar qué factores del comportamiento humano -tales como técnicas de procesamiento, necesidades dietarias, pautas de utilización y ocupación de los espacios, entre otrospodrían haber incidido de manera más directa en la fragmentación diferencial de los conjuntos. Para ello hay que profundizar el análisis buscando aspectos más específicos del patrón señalado y la tendencia de la fractura ósea involucrada en cada caso particular.

Los resultados de la Tabla 8.10 subrayan la complementariedad de ambos índices para ingresar a los niveles de intensidad de fragmentación ósea entre los conjuntos. No obstante, y para el caso de los restos zooarqueológicos de los médanos del lago Cardiel pensamos que el índice NSP/MNE (Tabla 8.10: columna C) refleja con mayor exactitud la variabilidad intersitio en la intensidad de fragmentación ósea. Su aplicación en los casos bajo estudio se debe a que se trata de conjuntos donde el guanaco se pronuncia como el principal recurso explotado en relación al resto de los animales determinados a nivel de especie (ver Tabla 8.1 y Figura 8.3). Sobre esta base podría esperarse que la categoría de artiodácilo e indeterminado esté ampliamente conformada por huesos de este taxón. Afirmación que también se apoya en el conocimiento previo sobre otros sitios del interior de la estepa patagónica donde los huesos de guanaco son efectivamente los predominantes en los conjuntos zooarqueológicos para el lapso total de ocupación humana (Aragone 2008; Borrero 1994-1995; Belardi et al. 2008b; De Nigris 2004; Fernández 2008; Mengoni Goñalons 1999; Miotti 1998; Rindel 2008; Savanti et al. 2005; Mengoni Goñalons y Silveira 1978; entre otros). Razones por las cuales se agruparon los fragmentos óseos de la categoría guanaco, artiodácilo e indeterminado y se excluyeron definitivamente aquellos especímenes que fueron incluidos en el resto de las categorías. Con ello y teniendo presente que se apunta a estudiar la optimización de la grasa contenida en el interior de los huesos se utiliza la tasa de NSP/MNE propuesta en la medición de la intensidad de fragmentación ósea.

8.4.3. Índice de fractura fresca Diversas circunstancias a las que un hueso está expuesto al momento de su fractura (Wandsnider 1997) señalan la existencia de variabilidad en las conductas de extracción de médula que aplican los diferentes grupos humanos (Enloe 1993; Outram 2002). El índice de fractura fresca (IFF) o Fracture Freshness Index (FFI) (Outram 2002) utilizado a nivel del conjunto permite identificar la extracción de médula del interior de las diáfisis de los huesos largos evaluando al mismo tiempo procesos tafonómicos post-depositacionales que pudieron haber actuado en la conformación final de los conjuntos zooarqueológicos (Outram 2001). En este estudio quedan excluidos aquellos huesos cuya superficie de fractura presente estadios 4 y 5 de meteorización ya que su deterioro físico en la mayoría de los casos no ha permitido medir todas las variables morfológicas propuestas por Outram (2002). En el caso del estudio del nivel de fragmentación ósea también se utilizaron los mismos criterios aunque sólo para aquellos especímenes fracturados, mientras que los restos de huesos enteros fueron incluidos independientemente de su estado de preservación. Por otro lado, aquellos especímenes que presentaron signos de fractura transversal/marcado perimetral también fueron excluidos dado que se asume que la técnica de fractura es un patrón característico de la acción humana (Binford 1981; Borrero 1990; Bourlot et al. 2008; Gifford-González 1989; Hadjuk y Lezcano 2005; Mena y Jackson 1991; Lupo 1994; Muñoz y Belardi 1998). La Tabla 8.11 muestra variabilidad en el resultado del cálculo del Índice de Fractura Fresca (IFF) obtenidos para las muestras faunísticas localizadas en los médanos del este y sur del lago Cardiel.

El índice NSP/MNE de la Tabla 8.10 marca la existencia de tres grandes grupos con tendencias bien diferenciadas en cuanto a la intensidad de fragmentación de sus restos faunísticos. El primero de ellos está integrado por el sitio LS3c1 con un valor de 10,56 fragmentos por cada MNE, cifra que se aleja considerablemente del resto de los conjuntos señalando naturalmente una intensidad de fragmentación sustancial. Por el contrario, esta perspectiva o tendencia no fue advertida con tanta claridad por los índices de la columna A y B de la Tabla 8.10. El segundo grupo lo forman los sitios LS2 (3,86), MS1S3 (3,17) y MS1M4 (2,62), que poseen valores medios que van de 2,62 a 3,86 especímenes por cada MNE representado, sugiriendo intensidad variable de fragmentación entre ellos y comparativamente menor que lo registrado para el sitio LS3c1. El tercer grupo conformado por GSLN (1,90), LPA1 (1,69) y LPA2 (1,05) con valores entre 1,90 a 1,05 apunta a una menor intensidad de fragmentación por cada MNE que todo lo previamente mencionado. Por último, es el sitio LS5 (0,58) el que representa al conjunto de los médanos con una intensidad de procesamiento prácticamente minima para sus restos óseos y que se diferencia profundamente

El cálculo promedio para el sitio GSLN es de 2.77 (n=169) (Tabla 8.11). Ciertamente el valor señala que no toda la colección de huesos incluidos en el análisis habría

91

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot IFF para el sitio GSLN donde se observa el predominio de frecuencia de huesos en estado cero mientras que los valores 4 en adelante muestran frecuencias interesantes indicando huesos fracturados en estado seco, algo que ha sido ya señalado como provocado posiblemente por procesos post-depositacionales (ver supra). Asimismo, la Figura 8.35 expone algunos ejemplos de fracturas en estado fresco cuyos huesos han resultado en valores de 0 (cero) en el índice de fractura fresca.

sido fracturada en estado fresco, sino que estaríamos también ante la presencia de huesos fracturados en estado seco. Sin embargo, el promedio del IFF es menor a 3 lo que estaría marcando que muchos especímenes presentan valores en cero sugiriendo que gran parte de la fragmentación se dio con huesos en estado fresco y otros pudieron ser previamente preparados para su fragmentación (Outram 2002), o bien, fracturados postdepositacionalmente bajo diversas circunstancias. En este sentido, la Figura 8.34 exhibe en detalle el puntaje del

Tabla 8.11. Cálculo del Índice de Fractura Fresca (IFF) para los ocho conjuntos arqueológicos de los médanos del este y sur del lago Cardiel Ángulo de la superficie de fractura

Línea de fractura

Textura de la superficie de fractura

IFF1

GSLN

0,9

1,16

0,71

2,77

LPA1

0,78

1,06

0,85

2,69

LPA2

0,96

0,77

1,14

2,87

LS2

0,59

0,5

0,44

1,53

LAS3c1

0,58

1,01

0,45

2,04

0,4

1

0,44

1,84

0,68

0,9

0,62

2,2

Sitio

LS5 MS1S3

0,73 0,8 0,43 MS1M4 1,96 Incluye huesos fracturados mayores a 40mm con meteorización 0, 1, 2 y 3. Los huesos con valores 4 y 5 son excluidos junto con aquellos con marcado perimetral y termoalteración. 1

Figura 8.34. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio GSLN

algunos de estos huesos, previo a sufrir fragmentación post-depositacional (ver Figuras 8.27 y 8.28).

Número de casos

Sitio GSLN

Figura 8.35. Diáfisis de huesos largos de guanaco fracturados en estado fresco, fueron recuperadas en la excavación y sobre la superficie del médano del sitio GSLN

45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 0

1

2

3

4

5

6

Puntaje del IFF

La información que arroja la Tabla 8.12 referida al porcentaje de impacto dinámico sobre las diáfisis analizadas para las distintas categorías del IFF, señala que no sólo los fragmentos de diáfisis clasificados como fracturados en estado fresco o semifresco (0, 1, 2 y 3) presentan estas huellas, sino que también lo hacen las categorías 4 (35%), 5 (20%) y 6 (14%) lo que también marcaría la acción de golpes dinámicos en la fractura de

Para los conjuntos del sitio LPA1 y LPA2 el valor promedio del IFF es de 2.69 (n=64) y 2.87 (n=57)

92

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. casos para el sitio GSLN, 6 para el conjunto LAP1 y 21 para el sitio LPA2 (ver Tabla 8.5)

respectivamente (Tabla 8.11), similares al sitio GSLN, formando estos tres conjuntos un grupo con tendencias similares. De este modo, una parte importante de los restos de diáfisis de huesos largos de dichos depósitos arqueológicos habrían sido fracturados cuando los huesos estaban en estado fresco y semifresco, mientras que una porción de ellos pudo haber sido fragmentado en estado seco. Los valores promedio de IFF indicados para ambos sitios -LPA1 y LPA2- son igualmente menores a 3 insinuando un patrón similar al descripto anteriormente para el sitio GSLN. Lo mismo se puede señalar a través de de las Figuras 8.36 y 8.37, es decir, se observa el predominio de huesos en estado cero de meteorización mientras que los valores 4 en adelante enseñan frecuencias altas e interesantes indicando huesos fracturados en estado seco. Por su parte, las Tablas 8.13 y 8.14, referidas al porcentaje y frecuencia de impacto dinámico, en función de las categorías del IFF, arrojan algo de luz a este patrón para LPA1 y LPA2 respectivamente-. Asimismo, señalan que no sólo los fragmentos de diáfisis clasificados como fracturados en estado fresco o semifresco (0, 1, 2 y 3) presentan estas huellas, sino que también lo hacen las categorías 4 (22% y 38%), 5 (33% y 0%) y 6 (13% y 22%), lo que también marcaría la acción generada por humanos en la fractura de algunos de estos huesos, previo a sufrir fragmentación post-depositacional (ver Figuras 8.27 y 8.28).

Figura 8.36. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio LPA1 Sitio LPA1 16 Número de casos

14 12 10 8 6 4 2 0 0

1

2

4

3

Tabla 8.12. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto GSLN NE

Valores

N

N

%

0 1

41

35

85

13 29 21 26 10

9 14 13 9 2

69 48 61 35 20

29

4

14

169

86

51

2 3 4 5 6 Total

6

Tabla 8.13. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto LPA1 Puntaje IFF

Puntaje IFF

5

Puntaje del IFF

NE

Valores

N

N

%

0

15

7

47

1 2 3 4 5

7 12 7 9

3 7 5 2

43 58 71 22

6 8

2 1

33 13

64

27

42

6 Total

Figura 8.37. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio LPA2 Sitio LPA2 12 Número de casos

A estos datos es preciso agregar que hay una proporción de huesos largos que han sido excluidos dado que se trata de especímenes que muestran claras evidencias de haber sido previamente preparados perimetralmente sobre las diáfisis (Bourlot et al. 2008) con el objeto de fracturar de forma limpia el hueso y extraer con ello la médula ósea (ver Figura 8.17). Ello indica que estamos ante la presencia de huesos diafisiarios fracturados en estado fresco de modo que la categoría 0 del IFF aumenta y domina ampliamente en cada una de las muestras. La frecuencia del marcado perimetral arrojó un valor de 35

10 8 6 4 2 0 0

1

2

3

Puntaje del IFF

93

4

5

6

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot diáfisis y muchos fragmentos de epífisis de huesos largos adosadas a sus respectivas diáfisis fracturadas por cierto. En este conjunto los huesos con puntajes en 0 dominan el escenario (Figura 8.39) y el puntaje promedio del IFF es de 1.84 (n=10) (Tabla 8.11) indicando que los conjuntos sufrieron algo de daño post-depositacional, aunque el factor de fragmentación se impuso sobre los huesos frescos. Esto marca una diferencia con los conjuntos ya mencionados si se observan las figuras de cada uno de ellos y la distribución del puntaje (ver Figura 8.34, 8.35, 8.36, 8.37 y 8.38). Paralelamente a esta información ocho de los diez fragmentos medidos presentan evidencia de impacto dinámico (Tabla 8.16). Otra de las realidades materiales que apuntan a describir este conjunto como dominado por huesos fracturados en estado fresco es la alta frecuencia (n=20) de huesos largos con clara evidencia de diáfisis preparadas previamente a través de la técnica del marcado perimetral (ver Tabla 8.5). Dicho patrón aumenta el tamaño de huesos fracturados en estado fresco elevando hacia arriba la columna 0 (cero) de la Figura 8.39.

Tabla 8.14. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto LPA2 Puntaje IFF

NE

Valores

N

N

%

0

10

8

80

1 2 3 4 5

11 8 5 8 6

3 5 3 -

27 63 38 -

9

2

22

57

21

37

6 Total

El sitio LS2 muestra una variación en las tendencias que se vienen señalando más arriba. Aquí el promedio del IFF es más bajo que los anteriores alcanzando un valor de 1,53 (N=23) (Tabla 8.11). El predominio de las diáfisis fracturadas en estado fresco es mucho más claro y el 0 (cero) domina el gráfico, aunque si se mira el histograma con la distribución (Figura 8.38) se advierte que existen muy pocos casos que superan el puntaje de 3, sugiriendo que algunos daños post-depositacionales están presentes. Además hay mucha evidencia directa que indica la fractura de huesos por parte de humanos no sólo en la frecuencia de impactos dinámicos sobre la superficie de los restos óseos distribuidos ampliamente por todas las categorías del IFF (Tabla 8.15), sino también en la presencia de diáfisis con clara evidencia de haber sido preparadas previamente por medio del marcado perimetral en 10 especímenes de hueso largo (ver Tabla 8.5).

Tabla 8.15. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto LS2 Puntaje IFF N

%

0 1

9

6

67

3 4 5 2 -

3 3 3 -

100 75 60 -

-

-

-

23

15

65

Total

Sitio LS2

Figura 8.39. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio LS5

10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0

Sitio LS5 6

0

1

2

3

4

5

Número de casos

Número de casos

N

2 3 4 5 6

Figura 8.38. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio LS2

NE

Valores

6

Puntaje del IFF

5 4 3 2 1 0 0

Un caso particular, debido al tamaño muy pequeño de la muestra utilizada en el cálculo del IFF, es el conjunto LS5. Se trata de un sitio con muy pocos fragmentos de

1

2

3

Puntaje del IFF

94

4

5

6

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Tabla 8.16. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto LS5 NE

Sitio MS1S3

Valores

N

N

%

0

5

4

80

1 2 3 4 5

1 1 2 1

1 1 2 -

100 100 100 -

6 Total

-

-

-

10

8

80

25 Número de casos

Puntaje IFF

Figura 8.41. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio MS1S3

20 15 10 5 0 0

1

2

Los conjuntos LS3c1, MS1S3 Y MS1M4 presentan patrones muy similares en cuanto al valor promedio del IFF, la distribución de sus categorías y la ausencia de marcado perimetral en dos de los tres conjuntos (ver Tabla 8.5) además de otras evidencias de procesamiento que se detallan más abajo, reflejan la singularidad de estos sitios. Ciertamente se trata de conjuntos que presentan un predominio de diáfisis fracturadas en estado fresco y semifresco y, al mismo tiempo, existen especímenes con puntajes mayores a 3, aunque en menor proporción (Figuras 8.40, 8.41 y 8.42). El valor promedio del IFF en el sitio LS3c1 es de 2.04 (n=87), mientras que el conjunto MS1S3 tiene un IFF de 2.02 (n=80) y en MS1M4 un promedio de 1.96 (n=46), siendo el más bajo de estos tres conjuntos (Tabla 8.11). Esto señala la clara evidencia de huesos fracturados en estado fresco al tiempo que huesos en estado seco parecen haber sido también fragmentados. Paralelamente a los datos mencionados, el estudio de la presencia de impacto dinámico sobre la superficie de dichas diáfisis remarca nuevamente altos valores para cada conjunto y su distribución en todas las categorías, más allá de aquella asignada exclusivamente a huesos fracturados en estado fresco (categoría 0) (Tablas 8.17, 8.18 y 8.19). Ello sugiere nuevamente la acción humana sobre la fractura de los huesos en estado fresco o semifresco y su intensidad más allá de lo señalado por el IFF.

Número de casos

12 10 8 6 4 2 0 0

1

2

Número de casos

15 10 5 0 5

4

5

6

Tabla 8.17. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto LS3c1

20

4

3

Puntaje del IFF

25

3

6

Sitio MS1M4

Sitio LS3c1

2

5

14

Figura 8.40. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio LS3c1

1

4

Figura 8.42. El histograma presenta la frecuencia del puntaje del IFF para el conjunto de restos óseos del sitio MS1M4

Puntaje IFF

0

3

Puntaje del IFF

6

Puntaje del IFF

95

NE

Valores

N

N

%

0

21

13

62

1 2 3 4 5

16 21 11 9 5

8 11 4 3 2

50 52 36 33 40

6 Total

4

1

25

87

42

48

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

Tabla 8.18. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto MS1S3 Puntaje IFF

Tabla 8.19. Porcentaje y frecuencia de impacto dinámico segmentados de acuerdo al puntaje del IFF para el conjunto MS1M4

NE

puntaje IFF

NE

Valores

N

N

%

Valores

N

N

%

0

22

15

68

0

12

11

92

1 2 3 4 5

12 15 12 7 4

9 7 5 1 -

75 47 42 14 -

1 2 3 4 5

8 12 8 2 -

8 6 5 1 -

100 50 63 50 -

8

-

-

4

-

-

80

37

46

46

31

67

6 Total

6 Total

sin torsión sigmoidea (Miotti 1990-1992; Pickering y Egeland 2006). En este sentido, Miotti (1990-1992, 1998) menciona que una de las particularidades de los huesos largos que no ha sido tomada en cuenta a la hora de discutir la morfología de las fracturas óseas, es la existencia de huesos con torsión sigmoidea y otros sin este rasgo estructural. Este carácter del elemento puede influir en la morfología de la fractura de un hueso largo ya que aquellas unidades anatómicas con torsión sigmoidea tienden a fracturarse helicoidalmente, mientras que, por el contrario, aquellos sin este atributo tienden a fracturarse longitudinalmente independientemente del estado del hueso (Miotti 1990-1992). Los metapodios y falanges -elementos sin torsión sigmoidea- tenderán pues a una fractura longitudinal más que helicoidal. Este rasgo morfológico está comprendido en una de las variables que ha sido medida para obtener el IFF (ver Outram 2002). Se trata de la forma de la fractura, es decir, la línea de fractura (Tabla 8.20) y en aquellos restos óseos donde se observa fractura helicoidal el puntaje es 0 (cero), es decir, fractura en estado fresco (Outram 1999, 2002).

8.4.3.1. Metapodios, falanges y astillas de huesos largos (LBN) en la conformación del índice de fractura fresca El objetivo de este apartado es poner algo de luz a los patrones de IFF que han sido recientemente analizados, particularmente aquellos valores del IFF vinculados a huesos con altos valores de meteorización, para los que se cree el IFF resulta más elevado, y con presencia de huellas de impacto sugiriendo fractura fresca. La idea es explorar si la meteorización podría elevar el promedio del IFF de los sitios o bien existen otros factores. Asimismo, se seleccionaron aquellos huesos que arrojaban los valores promedios más altos en el IFF en la mayoría de los conjuntos bajo estudio y se discriminaron las tres variables bajo medición que componen el índice para cada uno de los sitios (Tabla 8.20). En primer lugar, se analizó la categoría LBN (astillas de hueso largo) dado que se presentó con valores promedios de IFF superiores a 3,00 en cinco de los ocho sitios (Tabla 8.20), siendo en GSLN, LPA1 y LPA2 la clase de huesos más grande representando aproximadamente el 45% de la muestra medida en cada uno de ellos. Se exploró entonces la localización y el estado de preservación de los especímenes y las huellas de impacto asociadas. El primer resultado obtenido fue que en los conjuntos GSLN, LPA1 y LPA2 el 41% de los fragmentos de diáfisis alcanzan el estadio 3 de meteorización y ellos se recolectaron en la superficie de cada uno de los sitios mencionados. Dicha situación sugiere una fragmentación altamente provocada por el estado de preservación (Belardi et al. 2008a) razón por la cual es posible que el IFF crezca a medida que se presenten estos huesos. Sin embargo, también es preciso destacar que entre el 25% y el 39% de estos materiales presentan impacto dinámico sugiriendo fractura ósea en estado fresco.

El metapodio es uno de los elementos que se presenta con valores promedio de IFF superiores a 3,00, en tres de los ocho sitios siendo el valor más bajo de 1,78. Curiosamente, los porcentajes de fragmentos de metapodios con marcas de impacto dinámico están entre el 40% y el 76% de los especímenes medidos. Sin ir más lejos muchos de los especímenes ingresados a la ficha con un valor de 2 (2=forma longitudinal de la fractura) se encuentran dentro de los especímenes mencionados con marcas de impacto dinámico, sugiriendo que el hueso habría sido roto en estado fresco y por acción humana (Jonhson 1985). De esta manera habría que explorar qué sucede con la variable línea de fractura y cuál es su aporte al IFF. En definitiva en la Tabla 8.20 (sobre la columna línea de fractura) se observa que esta variable es la que aporta los valores más altos en siete de los ocho conjuntos bajo estudio para el promedio general del índice. Por su parte, en el caso de las falanges el patrón es similar al de los metapodios en todos los aspectos

En segundo lugar es importante subrayar que entre los huesos largos existen diferencias estructurales más allá de la densidad ósea, donde los metapodios y falanges están involucradas dentro de una misma categoría: la de huesos

96

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. mencionados (Tabla 8.20) y los porcentajes de impactos dinámicos varían entre 13% y 63% para los sitios de los

médanos del lago Cardiel.

Tabla 8.20. Cálculo del IFF para aquellos tipos de huesos cuyos valores promedios son los más altos en la mayoría de los conjuntos bajo estudio de los médanos del lago Cardiel Ángulo de la superficie de fractura

Línea de fractura

Textura de la superficie de fractura

IFF

1º falange LBN

1,04 1 1,14

1,56 1,25 1,37

0,7 0,5 1,04

3,3 2,75 3,55

LPA1

metapodio 1º falange LBN

0,78 0,5 1

1,71 0,87 2,4

0,85 0,5 0,96

3,34 1,87 4,36

LPA2

metapodio 1º falange LBN

2 0,92 1,08

2 0,66 0,86

2 1,26 1,2

6 2,84 3,14

LS2

metapodio 1º falange LBN

1 1 1

0,5 1 0,66

1,33 0 0,66

2,83 2 2,32

LS3c1

metapodio 1º falange LBN

0,36 1,28 0,65

1,27 1,42 1,23

0 0,75 0,64

1,63 3,45 2,52

metapodio 1º falange

0 2

1 2

0,5 0

1,5 4

LBN

2

2

1

5

Sitio

Elementos metapodio

GSLN

LS5

MS1S3

MS1M4

0,5

0,81

0,56

1,87

LBN

1,08 0,88

1,16 1,03

0,72 0,79

2,96 2,7

metapodio

0,52

1,04

0,23

1,79

1º falange LBN

0,84 1

0,5 1

0,44 1

1,78 3

metapodio 1º falange

problemáticas de optimización de aquella grasa alojada en el interior de los huesos.

Se concluye que no sólo la exposición de los huesos en la superficie altera las fracturas y su morfología obstruyendo el origen de la fractura fresca de muchos huesos, sino que también ciertas propiedades estructurales como la torsión sigmoidea pone límites a la variable línea de fractura analizada en el IFF propuesto por Outram (2002). Es por ello que se debería tomar mayor precaución analizando de forma segmentada aquellos huesos con torsión sigmoidea de aquellos sin torsión sigmoidea, con el interés de concentrar más muestras y continuar evaluando este patrón con el objeto de conocer en profundidad y lograr un mayor control sobre los rasgos morfológicos de las fracturas óseas y sus implicaciones más directas sobre nuestras inferencias. Asimismo, esto subraya la importancia de trabajar desde una aproximación multivariada en el análisis de conjuntos faunísticos especialmente cuando se trata de

8.4.4. Extensión de la fragmentación para huesos con cavidad medular Luego de haber explorado la intensidad de procesamiento de los restos óseos de cada conjunto arqueológico es esencial conocer en mayor profundidad cuál es realmente la extensión de la fragmentación para las partes del esqueleto que poseen cavidad medular. Una forma sencilla es ver si existe una correlación entre la utilidad de médula ósea y la fragmentación de los diferentes elementos. Para ello se parte de la premisa de que los huesos con mayor valor de médula ósea serán más frecuentemente fracturados que aquellos elementos que tienen un menor valor de grasa medular (Wolverton

97

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot cavidad medular que aparecen enteros en los sitios. En primer lugar, se destaca que los huesos con densidad mineral más alto son los que exhiben ausencia de elementos enteros, mientras que los de menor densidad presentan, en algunos conjuntos, huesos enteros sugiriendo que la destrucción por densidad mineral no es un factor determinante para los casos considerados. En cuanto a la extensión de la fragmentación, la Tabla 8.21 marca algunas tendencias interesantes entre los huesos de mayor valor energético y aquellos de menor valor. En el primero de los casos el patrón de los ocho conjuntos arqueológicos es de una ausencia de huesos enteros para la mandíbula, el húmero, el radioulna, el fémur, la tibia y los metapodios.

2002). Asimismo, la baja frecuencia de huesos enteros de menor contenido de grasa medular podría ser un indicador de estrés nutricional (Binford 1978), o bien, simplemente ser una buena medida de la amplitud de la dieta si se los compara con aquellos que poseen una amplia diferencia en el contenido medular, como por ejemplo falanges contra húmeros. Este último aspecto es al mismo tiempo una pauta para controlar efectos tafonómicos de la destrucción mediada por la densidad mineral, dado que se trata de huesos con densidad ósea variable como los mencionados (Wolverton 2002). La Tabla 8.21 presenta para cada conjunto arqueológico bajo estudio la frecuencia y porcentaje de elementos con

Tabla 8.21. Porcentaje de huesos con cavidad medular en estado entero para los conjuntos óseos de los médanos del este y sur del lago Cardiel Unidad Anatómica Mandíbula Húmero diáfisis Radioulna diáfisis Fémur diáfisis Tibia diáfisis Calcáneo Metapodio diáfisis Falange 1

1

Falange 2 Total de enteros1

GSLN

LPA1

LPA2

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

0,79

-

-

-

-

-

-

-

-

-

1,3

-

-

-

-

-

-

-

-

1,15

-

-

-

-

-

-

-

1,3

-

-

-

-

-

-

2

1

9,1

-

-

3

0,8

-

-

-

-

0,95

6

12

-

0,56

12

43

19

10

DMO

0,85

LS2

LS3c1

LS5

MS1S3

MS1M4

%

N

%

N

%

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

27

1

100

-

-

-

-

2

15

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

3

7,3

-

-

-

-

-

-

1

1,3

-

-

-

-

5

25

2

50

3

18

-

-

4

12

-

-

-

-

11

9,6

3

8,3

3

2,3

-

-

7

3,7

-

-

Este valor corresponde al cálculo entre el total de NISP y elementos enteros con cavidad medular para cada conjunto ver apéndice Tabla 9. 2 Valor promedio de la suma de la diáfisis de metacarpo y metatarso.

fragmentación, también son los huesos de menor valor por lo que se espera que sean aprovechados por los humanos en períodos de mayor necesidad nutricional como ha sido observado en grupos cazadores-recolectores (Binford 1978). Sin embargo, en el caso del interior de la estepa patagónica, es preciso evaluar en una escala espacial mayor si se presenta este comportamiento de extracción de médula ósea sobre partes de bajo rendimiento y bajo qué circunstancias sucede. Por el momento, se puede señalar que si bien no son fracturados completamente todos los especímenes estudiados, sí parece haber un patrón constante de consumo de su grasa sugiriendo un comportamiento frecuente, al menos en la escala espacial y temporal que manejamos con nuestras muestras arqueológicas. Asimismo, el porcentaje de elementos con cavidad medular transportado a los sitios y posteriormente aprovechados parece ser alto en los médanos del lago Cardiel sugiriendo la importancia que

Las diferencias entre los conjuntos arqueológicos la marcan aquellas partes con baja cantidad de médula ósea, o sea, la falange primera, el calcáneo y la falange segunda, para los cuales la extensión de la fragmentación no es la misma dado que estos elementos tienen porcentajes variables de unidades enteras. Asimismo, se observa que el ranking de la extensión de la fragmentación es de mayor a menor el siguiente: MS1M4, LPA1 y LS5 con valores de 0% de huesos enteros, aunque cabe señalar que dada la frecuencia del NISP el primero de los sitios mencionado es el que podría ocupar el puesto uno del ranking. A estos conjuntos le siguen, en segundo y tercer lugar, el sitio la LS3c1 (2,9%) y MS1S3 (3,7%), mientras que al final se ubican LS2 (8,3%), LPA2 (9,6) y GSLN (10%). Respecto a las falanges y el calcáneo, los cuales marcan verdaderamente las diferencias de extensión de la

98

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. fragmentación se debe sólo a huesos en estado seco, los tres enseñan valores promedio del IFF mayores que los demás sitios.

tiene este recurso nutricional en la dieta de los cazadoresrecolectores de la región. 8.4.5. Síntesis extracción de médula ósea

Por su parte, se ha señalado que la aplicación del IFF tiene sus propias limitaciones en el patrón de fractura ósea, aunque estas demostraron ser identificables y separadas. Asimismo, no sólo la exposición a la superficie alteran las fracturas y su morfología escondiendo el origen de la fractura fresca de muchos huesos -LBN particularmente-, sino que también aquellos elementos con ciertas particularidades estructurales como la ausencia de torsión sigmoidea -específicamente metapodios y falanges- pone limite a las variables estudiadas en el cálculo del IFF propuesto por Outram (2002). En función de ello, ha sido importante ligar otro tipo de rastros vinculados a la fractura de huesos en estado fresco -como el porcentaje y frecuencia de impactos dinámicos, lascas óseas adheridas a las diáfisis y sumarle los valores de huesos con marcado perimetral a cada uno de las colecciones óseas-, dado que ello permite aclarar con mayor precisión cada uno de los patrones advertidos en el IFF, reflejando la importancia del uso complementario de distintas líneas zooarqueológicas de análisis utilizadas.

El patrón de fractura ósea, su intensidad y extensión para aquellos huesos con cavidad medular arrojó resultados con tendencias que indican variabilidad espacial en cuanto a la optimización de este recurso entre los conjuntos óseos de los médanos del este y sur del lago Cardiel. Los estudios de atrición desarrollados previamente habían subrayado, por un lado, una mayor pérdida de identificabilidad para las porciones diafisiarias de huesos largos en comparación con huesos con alto tejido esponjoso, bajo ciertas condiciones y factores postdepositacionales. Consecuentemente, se señaló las modificaciones que ello podría implicar en el patrón de fractura depositacional. No obstante, los conjuntos tienden a preservar buena parte de sus características intrínsecas que pueden ser abordadas desde un enfoque multivariado. Con respecto a la intensidad de fragmentación, el índice NSP/MNE que fue propuesto como alternativa de medición marcó diferencias significativas entre las muestras arqueológicas sugiriendo efectivamente una variabilidad espacial en la intensidad de procesamiento de los conjuntos en general. Condición que posteriormente comenzó a reflejarse en la prueba de médula ósea. Este índice, creemos es aplicable a la región si estamos pensando en medir la optimización de los recursos alojados en el interior de los huesos. Su plausibilidad descansa sobre la base de cómo está constituida la diversidad de presas explotadas en los sitios arqueológicos del interior de la estepa patagónica a lo largo del tiempo.

Para evaluar de forma integra el patrón de extracción de médula ósea se evaluó además la extensión de la fragmentación y los resultados destacaron que aquellos especímenes con mayor cantidad de médula ósea o mayor valor energético exhiben ausencia de elementos enteros, mientras que los de menor valor tienen una menor extensión de fractura dado que presentan unidades anatómicas enteras. En este último grupo están las falanges y calcáneos quienes marcan verdaderamente diferencias intersitio en su aprovechamiento de médula. Esto marca un patrón contante para huesos de alto rendimiento y bajo rendimiento económico, sugiriendo que el aprovechamiento de este recurso nutricional es alto en los médanos del este y el sur del lago Cardiel. Asimismo, las diferencias en la extracción de médula hay que monitorearlas a través de los elementos de menor valor nutricional como falanges y calcáneos debido a que ellos pueden estar marcando el umbral de estrés dietario (Binford 1978).

Por su parte, directamente relacionado con lo mencionado en los dos párrafos anteriores, las muestras del Cardiel fueron sometidas al índice de fractura fresca (IFF), herramienta que está siendo utilizada en diversos sitios arqueológicos de diferentes partes del mundo (Mateo 2005; Mucciolo 2008; Outram 1999, 2001, 2002; Outram et al. 2005) con el objeto de evaluar la incidencia humana y no humana en la fragmentación de los huesos largos (Outram 2002). En el caso de los conjuntos bajo estudio se ha obervado variabilidad intersitio, con parámetros de los resultados para el IFF menores a un puntaje promedio de 3, sugiriendo que si bien los conjuntos presentan fragmentos de diáfisis fracturados en estado seco existe en ellos una importante proporción de huesos rotos en estado fresco y semifresco. En este sentido, homologando nuestros datos con los obtenidos por Outram (2002) en su experimentación ósea, podría tratarse de huesos fracturados frescos o bien congelados en el caso de LS2. Por su parte, los conjuntos LS3c1, LS5, MS1S3 y MS1M4 caen dentro del grupo de huesos que replican un tratamiento previo a la extracción de médula registrado en casos etnográficos y presentan algún efecto sobre el tipo de fractura, pero ellos representan en su mayoría fracturas frescas. Por último, los conjuntos de GSLN, LPA1 y LPA2 si bien no alcanzan un estado donde la

8.5. Prueba de la extracción de grasa ósea Como parte del enfoque multivariado cultural y tafonómico en este apartado se presentan los resultados del análisis del nivel de fragmentación ósea de los conjuntos arqueológicos y su relación con factores tales como la preparación final y el consumo de las carcasas animales por parte de los grupos cazadores-recolectores del área. Más específicamente se apunta a evaluar a través del registro óseo las pautas de procesamiento de nutrientes alojados en el interior de los huesos esponjosos. Para ello se aplican diversas herramientas que han sido detalladas en la metodología con el propósito de explorar si la extracción de grasa trabecular ha sido una actividad culinaria implementada en la región, o bien, si existen otras estrategias de explotación

99

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

de menor intensidad pero con propósitos similares, es decir, el de aumentar el rendimiento de extracción de lípidos de una presa animal. El abordaje se realiza desde distintos ángulos con el objetivo de realizar un análisis detallado desde diferentes escalas de observación. Asimismo, se trabaja a nivel de taxones en la medida en que se utiliza el índice de utilidad de grasa trabecular ligado a la representación de partes del esqueleto del guanaco y sobre el porcentaje de elementos enteros de este mismo animal (Wolverton 2002). Por otro lado, dado que la extracción de la grasa trabecular requiere necesariamente información inmediata, como el estado de los huesos y el tipo, más que el elemento o taxón, se analiza la problemática desde este aspecto donde se incluye la muestra general de restos óseos (Outram 1999, 2001). Ello permite también minimizar o controlar los problemas existentes entre las unidades de observación y análisis implementadas (Marshall y Pilgram 1993). 8.5.1. Índice de utilidad de grasa trabecular Como se ha mencionado previamente, las estrategias de explotación y procesamiento de una presa están estrechamente ligadas a la distribución de los recursos que esta posee. Aquí, el interés es evaluar si la utilidad económica de grasa ósea alojada en los espacios interóseos o trabéculas de huesos esponjosos puede explicar en parte la representación de unidades anatómicas en cada uno de los sitios. Debido a que se carece de datos de utilidad económica de grasa trabecular para guanaco se recurre a la información disponible para el caribú publicada por Binford (1978). Se parte sobre la base que la relación con el índice de grasa medular entre guanaco y caribú tiene una alta correspondencia (Borrero 1990) de modo que podría asumirse, por el momento y en términos exploratorios, una situación al menos similar respecto de la grasa ósea entre ambos taxones. Se asume que la correlación positiva anuncia una presencia significativa de huesos esponjosos que, si bien confirma la selección de estas partes, las mismas no han sido procesadas para la extracción de grasa trabecular. Por el contrario, una tendencia negativa estaría indicando ausencia de estos elementos por lo que se podría afirmar una falta de selección o bien un conjunto donde se habrían procesado dichos huesos con el objeto de extraer grasa ósea principalmente (Binford 1978). La Tabla 8.22 exhibe el coeficiente de correlación entre los valores del contenido de grasa ósea alojada en el interior de los huesos esponjosos y la representación de unidades anatómicas expresados en el MAU% de guanaco para cada uno de los conjuntos arqueológicos. Los resultados señalan para los conjuntos GSLN (rs= 0,567 p= 0,002) y LPA2 (rs= 0,637 p= 0,000) correlaciones estadísticamente significativas con una tendencia positiva y moderada, siendo en LPA2 más fuerte la relación. En el caso de los sitios MS1S3 (rs= 0,407 p= 0,035) y MS1M4 (rs= 0,370 p= 0,058) las correlaciones son igualmente significativas y positivas

aunque con una fuerza de relación mucho menor que las anteriores. En el resto de los conjuntos las correlaciones no son estadísticamente significativas de modo que la relación entre ambas variables no explicaría en parte la representación de los restos óseos de guanaco identificados. Un caso singular es el sitio LS5 que si bien el resultado de la co-variación (rs= 0,123 p= 0,541) no advierte demasiado, se ha registrado una alta frecuencia de epífisis de huesos largos sin rasgos de haber sido fracturadas, es decir, son porciones de huesos largos enteras que se denominada “partes” (ver infra) expresándose la limitación intrínseca de la unidad de análisis que ha sido correlacionada en el caso de la LS5. Al igual que en el estudio de la médula ósea, la Tabla 8.22 muestra datos relevantes con los cuales comenzar a explorar la importancia de la grasa trabecular y su jerarquía en la dieta de los humanos y permite observar la variación en los perfiles anatómicos de guanaco. No obstante, no informa sobre la intensidad y extensión en la cual los elementos fueron realmente explotados, o bien, cual es el patrón de extracción de la grasa ósea y si ella pudo haber sido consumida. Para profundizar estos aspectos que representan realmente el consumo de grasa ósea en los grupos cazadores-recolectores que habitaron parte de la cuenca del lago Cardiel es preciso marcar las tendencias desde otro ángulo. Esto significa volver a cambiar el centro del análisis zooarqueológico y focalizarse no tanto en la representación de partes sino más bien en el estado en que ellos se encuentran fracturados o enteros- y cuáles son los patrones de fractura involucrados en el procesamiento de la grasa ósea.

Tabla 8.22. Coeficiente de correlación entre los valores del índice de utilidad de grasa trabecular y la representación partes anatómicas de guanaco (MAU%) en los ocho conjuntos zooarqueológicos de los médanos del este y sur del lago Cardiel

Sitio

Correlación Spearman grasa trabecular* y MAU%, nivel de significación de p>,05

GSLN

rs= 0,565 p= 0,002

LPA1

rs= 0,338 p= 0,085

LPA2

rs= 0,637 p= 0,000

LS2

rs= 0,113 p= 0,573

LS3c1

rs= 0,119 p= 0,554

LS5

rs= 0,123 p= 0,541

MS1S3

rs= 0,407 p= 0,035

MS1M4

rs= 0,370 p= 0,058

*valores publicados para caribú Tabla 1.11 (6) (Binford 1978).

100

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. 8.5.2. Frecuencia de huesos por tamaño y tipo El relevamiento de los restos óseos más allá de su inclusión en categorías taxativas de elemento y taxón implica la generación de datos provenientes de la información del espécimen arqueológico tales como tamaño, tipo de hueso, huellas culturales y naturales asociadas, estado fragmentado o entero. Si bien ya se ha presentado más arriba un aspecto de la intensidad de fragmentación de los conjuntos a modo de caracterización de las muestras, en este apartado se profundiza este análisis a través de la frecuencia del tamaño máximo de los huesos y por medio del tipo de hueso por rangos de tamaños (Outram 2001). La clasificación de los huesos por tamaño incluye rangos que van de 10-19 mm a 90-99 mm y +100 mm donde también se incluyen categorías de “partes” y enteros (ver detalles capítulo 5). La fragmentación de los huesos esponjosos es utilizada como una medida de intensidad de procesamiento dado que para extraer la grasa ósea del interior del hueso es necesario su fractura. De este modo, la afirmación es de carácter inferencial y necesita para ello descartar otros agentes y procesos no humanos previa interpretación de los datos ya que aquellos pueden mimetizar los patrones humanos conocidos (ver apartado de atrición). En función de ello se presentan para cada sitio dos histogramas: uno que representa toda la muestra independientemente del estado de meteorización y otro considerando sólo aquellos especímenes en estadios bajos -0, 1 y 2- de meteorización criterio que nos acerca a una lectura más cuidadosa de los datos. Para el segundo grupo de datos es preciso mencionar que el corte en el estadio 2 es sugerido dado que existe una mayor probabilidad de que se trate de huesos no fracturados por procesos de meteorización. Si bien el hueso que alcanza un estadio 3 de meteorización posee muchos atributos por los cuales adquiere altas probabilidades de fracturarse naturalmente (Borrero 2007), existen casos en los cuales elementos con mayor deterioro se mantienen enteros; mientras que también es importante no descartar la posibilidad de huesos en

estadio 2 de meteorización que se fracturen naturalmente. Para otros agentes o procesos analizados –carnívoros, roedores y compactación del sedimento- se ha indicado su baja incidencia aunque ello no significa descartar automáticamente sus efectos sobre la fragmentación. No obstante, se cree que su rol podría ser el mínimo esperable. Al mismo tiempo hay que tener presente que los conjuntos poseen una batería de aspectos culturales asociados, tales como huellas de procesamiento de distinta índole, material lítico en los contextos de excavación y, en algunos casos, estructuras de fogones vinculadas. De este modo, una segunda visión de la intensidad de fragmentación se evalúa procesando las muestras por clase de tamaño -expresados en rangos- y cuantificada por número de especímenes. La descripción de los conjuntos se realiza por grupo de sitios que comparten tendencias similares; en ese sentido existen tres grupos. El primero compuesto por GSLN, LPA1 y LPA2; el segundo grupo está formado por el sitio LS5, mientras que el tercer grupo está integrado por LS2, LS3c1, MS1S3 y MS1M4. Para todos los conjuntos se realizaron dos histogramas, uno que representa la muestra general histograma de la izquierda- sin discriminar por estadio de meteorización y otro donde sólo se consideran aquellos especímenes con estadios 0, 1 y 2 de meteorización – histograma de la derecha-. El punto aquí es evaluar si las tendencias de la fragmentación varían al eliminar aquellos fragmentos con estadios 3, 4 y 5 para los cuales la fractura post-depositacional es altamente probable. Las tendencias del nivel de fragmentación por tamaño máximo de los especímenes del primer grupo conformado por GSLN (Figura 8.43), LPA1 (Figura 8.44) y LPA2 (Figura 8.45) señalan de acuerdo a sus histogramas que, mientras el número de la muestras disminuye considerablemente para el histograma de la derecha, donde sólo se consideran los estadios bajos de Berhensmeyer (1978), la tendencia de la curva es la misma para cada uno de los casos e incluso entre los conjuntos. Por su parte, si bien la frecuencia de huesos

Figura 8.43. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio GSLN GSLN - NSP=1657 (total de especímenes con estadios 0 a 5 de meteorización)

GSLN - NSP=772 (total de especímenes con estadios 0, 1 y 2 de meteorización) 350

294 256

250

Frecuencia absoluta

233

200

156

150

113 78

100

76

102

121

142

57 29

50 0

300 250 200

188

176

150

106

100

67

50

48

62 21

17

25

14

28

20

Tamoños de huesos

Tamoños de huesos

101

En te ro

Pa rte

90 -9 9 y m ás 10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

40 -4 9

30 -3 9

10 -1 9

Pa rte En te ro

90 -9 9 y m ás 10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

40 -4 9

30 -3 9

20 -2 9

0 20 -2 9

300

10 -1 9

Frecuencia absoluta

350

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

Figura 8.44. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio LPA1 LPA1 - NSP=406 (total de especímenes con estadios 0 a 5 de meteorización) 84

90

LPA1 - NSP=238 (total de especímenes con estadios 0, 1 y 2 de meteorización)

84

90 80

70

Frecuencia absoluta

59

60 50

35

40

19

13

12

19

16

10

3

60

53

51

50 40

33

27

30 16

20

8

10

8

6

13

10

11

2

En te ro

Pa rte

90 -9 9 y m ás 10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

10 -1 9

Pa rte En te ro

m ás

90 -9 9

y

10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

40 -4 9

30 -3 9

20 -2 9

10 -1 9

40 -4 9

0

0

30 -3 9

20

35 27

30

70

20 -2 9

Frecuencia absoluta

80

Tamoños de huesos

Tamoños de huesos

Figura 8.45. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio LPA2 LPA2 - NSP=421 (total de especímenes con estadios 0 a 5 de meteorización) 76

80

80 70

60

60

51

50

38

40 26

30

23

44

Frecuencia absoluta

47

29

20

12 5

10

54

50

40

40

30

30

21

20 10

14 3

8

8

4

4

8

13

En te ro

Pa rte

90 -9 9 y m ás 10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

40 -4 9

10 -1 9

Pa rte En te ro

m ás

90 -9 9

y

10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

40 -4 9

30 -3 9

20 -2 9

30 -3 9

0

0

10 -1 9

60

20 -2 9

Frecuencia absoluta

70

10

LPA2 - NSP=207 (total de especímenes con estadios 0, 1 y 2 de meteorización)

Tamoños de huesos

Tamoños de huesos

fracturados menores a 50 mm es mayor, esto tan sólo duplica al resto de las categorías mayores donde además se ubica una importante cantidad de huesos que sobrevivieron como “partes” y enteros, para los cuales no se espera que hayan sido utilizados en la extracción de grasa ósea. Se trata de vértebras, epífisis de huesos largos y huesos pequeños del esqueleto apendicular. De este modo, si bien los conjuntos se presentan con una importante frecuencia de huesos pequeños fracturados también lo hacen aquellos especímenes de tamaños mayores a 50 mm, las “partes” y los enteros. Este patrón estaría sugiriendo que si bien los huesos fueron fracturados en pedazos pequeños ello podría no estar vinculado puntualmente a actividades de extracción de grasa ósea, sino quizás como parte de las primeras etapas de procesamiento y también a la aplicación de técnicas culinarias sin que ello implique necesariamente una actividad dirigida especialmente a la extracción masiva de grasa ósea

El grupo dos está compuesto por el sitio LS5 por varias razones. En primer lugar, se trata de un conjunto en el que difiere la curva entre el histograma de la derecha y el de la izquierda (Figura 8.46) y podría decirse que se mantiene la tendencia aunque de manera más suave para los huesos con estadios 0, 1 y 2 de meteorización, posiblemente ello se deba a que la muestra es muy pequeña. En este conjunto el patrón es diferente al registrado en el grupo anterior, las altas frecuencias son para las categorías “parte” y enteros sugiriendo una baja intensidad de fragmentación de los huesos para los cuales la extracción de grasa trabecular no habría sido una actividad culinaria aplicada a las presas cazadas. En cuanto a los elementos enteros se trata principalmente de torácicas y costillas, mientras que la categoría “partes” está compuesta por torácicas y epífisis de huesos largos particularmente. Se trata de un trozamiento mínimo en cuanto a la fractura ósea se refiere, donde sólo la médula habría sido utilizada.

102

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. El tercer y último grupo compuesto por LS2 (Figura 8.47), LS3c1 (Figura 8.48), MS1S3 (Figura 8.49) y MS1M4 (Figura 8.50) marca una diferencia interesante respecto a los conjuntos descriptos en cuanto a la intensidad de fragmentación ósea. En primer término, en los cuatro casos las curvas de los histogramas mantienen la tendencia para los rangos de tamaños de huesos, aún después de eliminar a los especímenes altamente meteorizados de las observaciones. Por su parte, los conjuntos indican una alta frecuencia de restos óseos fracturados en tamaños menores a 50 mm sugiriendo un nivel de intensidad de fragmentación mucho mayor a lo registrado en los conjuntos anteriores. La diferencia señalada está a su vez acompañada por una menor importancia de los valores de las categorías “partes” y enteros. En cuanto a los enteros se trata en todos los casos de huesos pequeños apendiculares una tendencia que se ha visto en todos los sitios de los médanos del lago Cardiel, independientemente de la frecuencia. Respecto a las “partes” en este último grupo, la cantidad de elementos es mucho menor a lo registrado previamente y se trata básicamente de epífisis de huesos largos y

cuerpos de vértebras en menor medida. En síntesis, el tercer grupo estaría indicando una mayor optimización en relación con el resto de los sitios en términos de un mayor aprovechamiento de la grasa trabecular a través de la aplicación de técnicas culinarias más específicas y dirigidas posiblemente a obtener este recurso. La Figura 8.51 presenta los conjuntos faunístico bajo estudio señalando como se distribuyen porcentualmente en cada caso el tipo de hueso de acuerdo a los rangos de tamaños con los cuales se viene analizando las muestras. Los resultados indican que, si bien hay pequeñas diferencias entre los sitios, es posible señalar una tendencia general interesante. Asimismo, los histogramas de la Figura 8.51 advierten que los huesos esponjosos predominan porcentualmente para los tamaños 10 a 49 mm (Figura 8.52), mientras que los fragmentos de diáfisis son los preponderantes en las categorías mayores que van de 50 a +100 mm. Esto establece que los huesos con tejido trabecular fragmentados tienden a presentarse con mayor frecuencia en pedazos más pequeños que los huesos compactos

Figura 8.46. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio LS5 LS5 - NSP=228 (total de especímenes con estadios 0 a 5 de meteorización) 80

80

68

70 Frecuencia absoluta

70 60 50 40

29

30

18

20

22

20 12

8

10

22 10

7

8

4

60 50 40 30 20

11

7

10

17 9

8

5

4

1

4

6

1

11

En te ro

Pa rte

90 -9 9 y m ás 10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

40 -4 9

10 -1 9

Pa rte En te ro

m ás

90 -9 9

y

10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

40 -4 9

30 -3 9

20 -2 9

10 -1 9

30 -3 9

0

0

20 -2 9

Frecuencia absoluta

LS5 - NSP=84 (total de especímenes con estadios 0, 1 y 2 de meteorización)

Tamoños de huesos

Tamoños de huesos

Figura 8.47. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio LS2 LS2 - NSP=322 (total de especímenes con estadios 0, 1 y 2 de meteorización)

40 1

10 0

Tamoños de huesos

Tamoños de huesos

103

10

14

En te ro

1

Pa rte

2

90 -9 9 y m ás

6

80 -8 9

4

70 -7 9

11

60 -6 9

21

50 -5 9

10 -1 9

20

10 0

5

Pa rte En te ro

6

90 -9 9 y m ás

16

7

80 -8 9

10

70 -7 9

8

60 -6 9

50 -5 9

20

60

40 -4 9

47

40 -4 9

30 -3 9

32

152

30 -3 9

78

200 180 160 140 120 100 80 60 40 20 0

20 -2 9

Frecuencia absoluta

185

20 -2 9

200 180 160 140 120 100 80 60 40 20 0

10 -1 9

Frecuencia absoluta

LS2 - NSP=434 (total de especímenes con estadios 0 a 5 de meteorización)

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

Figura 8.48. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio LS3c1

LS3c1 - NSP=1531 (total de especímenes con estadios 0 a 5 de meteorización) 800

697

700

600 500

414

400 300 200

134 56

100

53

48

27

15

14

41

11

21

664

600 500 373

400 300 200

121

100

37

33

24

12

27

8

4

4

19

Pa rte En te ro

m ás

90 -9 9

y

10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

40 -4 9

10 -1 9

Pa rte En te ro

90 -9 9 y m ás 10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

30 -3 9

40 -4 9

20 -2 9

10 -1 9

30 -3 9

0

0

20 -2 9

Frecuencia absoluta

700

Frecuencia absoluta

800

LS3c1 - NSP=1326 (total de especímenes con estadios 0, 1 y 2 de meteorización)

Tamoños de huesos

Tamoños de huesos

Figura 8.49. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio MS1S3

MS1S3 - NSP=958 (total de especímenes con estadios 0 a 5 de meteorización)

MS1S3 - NSP=682 (total de especímenes con estadios 0, 1 y 2 de meteorización) 300

243

234

200

171

150 102 100 50

50

38 15

14

5

25

20

41

250

211

200

176

150

126

100

61

50

26

23

5

8

12

3

7

24

Pa rte En te ro

m ás

90 -9 9

y

10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

40 -4 9

10 -1 9

Pa rte En te ro

90 -9 9 y m ás 10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

30 -3 9

40 -4 9

20 -2 9

10 -1 9

0

30 -3 9

0

20 -2 9

250

Frecuencia absoluta

Frecuencia absoluta

300

Tamoños de huesos

Tamoños de huesos

Figura 8.50. Histograma con la tendencia de los tamaños de los especímenes y su frecuencia absoluta en cada rango de longitud observado para el conjunto del sitio MS2M4

MS1M4 - NSP=426 (total de especímenes con estadios 0 a 5 de meteorización)

MS1M4 - NSP=362 (total de especímenes con estadios 0, 1 y 2 de meteorización) 160

160 134 Frecuencia absoluta

140

120 86

94

80 60 32

40

25 10

20

12

6

3

6

5

13

109

120 100 80

73

82

60 40

28

21

20

10

11

6

6

3

2

11

Tamoños de huesos

Tamoños de huesos

104

Pa rte En te ro

m ás

90 -9 9

y

10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

40 -4 9

10 -1 9

Pa rte En te ro

90 -9 9 y m ás 10 0

80 -8 9

70 -7 9

60 -6 9

50 -5 9

30 -3 9

40 -4 9

20 -2 9

30 -3 9

0

0

20 -2 9

100

10 -1 9

Frecuencia absoluta

140

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Figura 8.51. Proporción de tipos de hueso3 distribuido de acuerdo a la clase de tamaño para los ocho conjuntos zooarqueológicos de los sitios de médanos del este y sur del Lago Cardiel GSLN -porcentaje de especimenes por tamaño y tipo de hueso

LS3c1 -porcentaje de especimenes por tamaño y tipo de hueso

100%

100%

90%

90%

80%

80%

70%

70%

60%

60%

50%

50%

40%

40%

30%

30%

20%

20%

10%

10%

0%

0%

19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99 más arte ntero P y 7 6 4 5 9 108 3 2 E 100

19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99 más arte ntero P y 8 9 6 7 2 4 3 5 10E 100

Clase de tamaño

Esp. Axial

Esp. ind.

Diáfisis

Clase de tamaño

Costilla

Esp. Apen.

Esp. Axial

Esp ind.

LPA1 -porcentaje de especimenes por tamaño y tipo de hueso 100%

90% 80%

90%

70%

70%

60%

60%

50% 40%

50%

30%

30%

40% 20%

10% 0%

10% 0%

19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99 más arte ntero P y 7 8 9 5 6 4 3 102 E 100

19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99 más arte ntero P 9 y 8 7 6 4 3 5 2 10E 100

Clase de tamaño

Esp ind.

Diáfisis

Clase de tamaño

Costilla

Esp. Axial

Esp. Apen.

LPA2 -porcentaje de especimenes por tamaño y tipo de hueso

Esp ind.

100%

90%

90%

80%

80%

70%

70%

60%

60%

50%

50%

40%

40%

30%

30%

20%

20%

10%

10%

0%

0%

19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99 más arte ntero P y 9 8 7 6 5 4 3 2 10E 100

Diáfisis

Esp. Apen.

Clase de tamaño

Costilla

Esp. Apen.

Esp. Axial

Esp ind.

Diáfisis

Costilla

Esp. Apen.

MS1M4 -porcentaje de especimenes por tamaño y tipo de hueso

LS2 -porcentaje de especimenes por tamaño y tipo de hueso

100%

100%

90%

90% 80%

80%

70%

70%

60%

60%

50%

50%

40%

40%

30%

30%

20%

20%

10%

10%

0%

0%

19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99 más arte ntero P y 9 8 7 6 5 4 3 2 10E 100

19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99 más arte ntero P y 9 8 7 6 5 4 103 2 E 100

Clase de tamaño

3

Costilla

19 0-29 0-39 0-49 0-59 0-69 0-79 0-89 0-99 más arte ntero P 9 y 7 8 6 5 4 3 2 10E 100

Clase de tamaño

Esp ind.

Diáfisis

MS1S3 -porcentaje de especimenes por tamaño y tipo de hueso

100%

Esp. Axial

Esp. Apen.

80%

20%

Esp. Axial

Costilla

LS5 -porcentaje de especimenes por tamaño y tipo de hueso

100%

Esp. Axial

Diáfisis

Esp ind.

Diáfisis

Clase de tamaño

Costilla

Esp. Axial

Esp. Apen.

Esp.= esponjoso.

105

Esp ind.

Diáfisis

Costilla

Esp. Apen.

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

Figura 8.52. Las fotografías muestran grupos de fragmentos esponjosos de diversos tamaños provenientes de los sitios MS1S3, MS1M4 y LS3c1

106

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. 8.5.3. Extensión de la fragmentación de huesos esponjosos Para acceder a las estrategias de explotación de las presas es relevante conocer, además de la intensidad de fractura de un conjunto, cómo se extiende el nivel de fragmentación sobre la presa, es decir, cuál es la proporción de elementos identificables que han permanecido enteros sugiriendo una ausencia de procesamiento para extraer la grasa medular y cuál es el porcentaje de huesos o porciones completas con tejido esponjoso que no han sido procesadas indicando la no extracción de grasa ósea. Ambos tipos de información pueden reflejar la variación que es esperable en el registro arqueológico, dado que existen diversas circunstancias bajo las cuales se refleja la variabilidad en el comportamiento humano en términos de explotación de las presas, como ha sido notado en el capítulo 4. En función de lo expresado, a continuación se presentan las tendencias de la extensión de fragmentación ósea para el guanaco debido que se trata de la principal presa de consumo humano en la región. Para finalizar se exponen los resultados para cada conjunto utilizando la muestra ósea general que incluye al guanaco (ver infra). 8.5.3.1. Extensión de la fragmentación de huesos esponjosos de guanaco Para analizar en detalle las muestras ha sido útil realizar cuatro tablas en las que se presentan para cada conjunto la información referida al esqueleto completo de guanaco (Tabla 8.23) y con el objeto de explorar mejor la variación al interior de cada caso se calcularon los porcentajes de acuerdo a la región axial (Tabla 8.24), los huesos grandes apendiculares (Tabla 8.25) y una cuarta tabla con los elementos pequeños apendiculares (Tabla 8.26). Comenzando con el esqueleto completo de guanaco la Tabla 8.23 refleja algunas tendencias interesantes con patrones intrasitio diversos. Al considerar todo el esqueleto de todos los sitios se observa que un promedio del 28% de los especímenes de guanaco (n=2145) recuperados en los depósitos arqueológicos de los médanos este y sur del lago Cardiel se presentan sin rasgos de haber sido fracturados para el procesamiento de grasa trabecular. Entre los huesos con menores valores dentro de la región axial está: la pelvis con un 0% (n=68) y la mandíbula (n=43). Por su parte, dentro de la columna vertebral las torácicas representan el porcentaje más alto de huesos sin procesar 64% (n=64) mientras que por el contrario las cervicales alcanzan sólo el 16% (n=120). Para las epífisis de huesos largos el patrón general para los médanos del lago Cardiel alcanza entre el 15% (n=3) y el 28% (n=38) para los metapodios, sugiriendo un mayor procesamiento de estas “partes”. El resto de las epífisis de huesos largos alcanza valores promedio superiores a los 38% de partes sin procesar para grasa ósea, teniendo el radioulna proximal un 70% (n=46) y el fémur proximal un 60% (n=40).

Esta es una tendencia general que debe ser tomada con precaución dado que por ejemplo los últimos valores mencionados para huesos apendiculares provienen de una alta frecuencia registrada tan sólo en el sitio GSLN y la LS5, cuyos conjuntos mantienen en relación al resto de los sitios altos porcentajes de huesos en las categorías “partes” y enteros. Asimismo, ambos se colocan en los últimos puestos del ranking de intensidad de procesamiento en los médanos del este y sur del lago Cardiel. Por su parte, los elementos pequeños son unidades anatómicas con altos valores porcentuales de enteros entre los cuales se destacan los sesamoideos con 98% (n=51), los carpianos con 83% (n=86), la rótula con 81% (n=16) y la tercera falange con 67% (n=33) (Tabla 8.23). En concepto de lo señalado se estableció un ranking entre los conjuntos por el cual el puesto número uno es aquel que presenta menores proporciones de huesos enteros y “partes”, ocupando este lugar el sitio LS3c1 y LS5 el último escalón (ver Tabla 8.23). El orden del ranking de la extensión de la fragmentación ósea es el mismo que el ranking arrojado por el índice de intensidad de fragmentación ósea presentado en la columna C de la Tabla 8.10. La Tabla 8.24 presenta los mismos datos que la anterior pero en esta ocasión sólo se exhibe la región axial de guanaco y el total para cada conjunto. En términos generales se destacan tres grupos de huesos en función del porcentaje de elementos enteros y “partes”. El primero de ellos es el que presenta una mayor extensión de fragmentación axial y está compuesto por LS3c1 (1%), MS1S3 (4%) y MS1M4 (5%). Un segundo grupo con menor extensión de fragmentación axial son LPA2 (11%), LPA1 (13%) y GSLN (21%); mientras que el último grupo y el menos extenso en la fragmentación de sus huesos es LS5 (41%). Este es el gradiente entre la región axial donde mientras unos conjuntos tienen patrones similares otros se diferencian significativamente sugiriendo variabilidad intrasitio. Por su parte, de acuerdo a los datos de la Tabla 8.25 la región apendicular -excluyendo los huesos pequeñosrepresenta una contrapartida sugiriendo una menor extensión de fragmentación respecto al esqueleto axial, manteniéndose de manera similar el ranking establecido anteriormente entre los sitios. Ello sugiere que el patrón de fragmentación es más importante porcentualmente en la zona axial, una tendencia que se registra en todo los conjuntos con excepción del sitio LPA1. Si bien la región axial es frecuentemente considerada de mayor costo de procesamiento en la extracción de carne -en relación con la zona apendicular (Marean y Cleghorn 2003)-, es singular que se presente como la más intensamente procesada en términos de intensidad y extensión de fragmentación. Al respecto, muchas veces el procesamiento de la carne implica la fragmentación de los huesos axiales (Binford 1978; Yellen 1977a). Dentro del segmento apendicular excluyendo los huesos pequeños, el ranking observado es de un menor porcentaje de elementos enteros y “partes” en MS1M4 (9%), LPA1 (12%) y MS1S3 (17%) sugiriendo una

107

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

mayor extensión de fragmentación. Por su parte el menos extendido es LS5 con un 70% de “partes” y enteros, mientras que el resto tiene valores intermedios a los señalados entre 38% y 48% de huesos sin procesar para la extracción de grasa trabecular, lo que sumado a las

tendencias anteriores marca una variabilidad espacial en el patrón de extensión de fragmentación para el sector de médanos del este y sur del lago Cardiel. Por último, es preciso señalar que el grupo de huesos que tiene una menor extensión de fragmentación son aquellos elemen-

Tabla 8.23. Frecuencia (NISP) y porcentaje de huesos enteros y “partes” de guanaco para los conjuntos de los médanos del este y sur del lago Cardiel Unidad Anatómica Mandíbula Vértebra indet. Atlas

GSLN

LPA1

LPA2

LS2

LS3c1

LS5

MS1S3

MS1M4

Total

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

3

7

-

-

1

4

-

-

-

-

7

47

2

7

-

-

13

7

-

-

-

-

-

-

1

100

-

-

1

25

-

-

-

-

2

18

1

25

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

1

8

Cervicales

12

23

-

-

3

16

2

25

1

7

1

10

-

-

-

-

19

16

Torácicas

22

73

4

44

2

67

6

67

-

-

20

83

-

-

-

-

54

64

Lumbares

2

8

6

55

1

100

3

100

-

-

1

100

-

-

2

22

15

21

Sacro

1

25

1

33

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

2

17

Caudales

-

-

-

-

1

100

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

1

50

Costillas

6

14

3

9

1

8

1

9

-

-

9

21

2

6

1

6

23

11

Esternebras

4

36

-

-

-

-

1

100

-

-

5

100

-

-

-

-

10

48

Pelvis

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Escápula

-

-

-

-

1

17

-

-

-

-

2

33

-

-

-

-

3

7

Húmero px

9

60

1

25

-

-

-

-

-

-

4

100

-

-

-

-

14

48

Humero ds

12

55

-

-

3

50

2

50

1

100

4

57

1

50

-

-

23

49

Radioulna px

14

82

1

25

3

50

2

67

2

100

10

83

-

-

-

-

32

70

9

50

-

-

2

50

2

50

-

-

4

100

-

-

1

100

18

50

25

96

12

75

20

95

5

71

-

-

1

100

8

100

-

-

71

83

Axis

Radioulna ds Carpianos Metacarpo px

-

-

1

33

2

50

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

3

15

Fémur px

6

55

-

-

2

67

1

50

2

67

10

83

2

50

1

50

24

60

Fémur ds

8

73

1

25

1

13

-

-

-

-

2

100

1

20

-

-

13

38

Rótula

8

89

1

100

-

-

2

100

-

-

-

-

2

100

-

-

13

81

Tibia px

6

55

-

-

-

-

-

-

1

33

7

100

1

14

1

33

16

44

Tibia ds

8

67

2

50

2

67

3

75

-

-

5

100

1

13

-

-

21

55

Tarsianos

11

69

8

73

6

86

1

100

2

67

1

100

1

100

-

-

30

71

Astrágalo

5

71

2

67

5

100

1

100

4

100

-

-

1

25

-

-

18

58

Calcáneo

1

9

-

-

3

27

1

100

-

-

-

-

2

15

-

-

7

13

Metatarso px

-

-

-

-

6

67

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

6

21

Metapodio ds

14

44

-

-

14

48

1

17

4

50

1

11

4

18

-

-

38

28

Sesamoideos

15

94

-

-

1

100

2

100

5

100

1

100

16

100

10

100

50

98

Falange 1

6

12

-

-

3

7

-

-

-

-

-

-

1

1

-

-

10

4

Falange 2

12

43

-

-

5

25

2

50

3

18

-

-

4

13

-

-

26

18

Falange 3 Falange Indet. Total

9

90

-

-

1

100

-

-

7

88

-

-

3

43

2

40

22

67

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

229

38

43

20

89

32

39

35

32

17

96

51

52

15

18

8

598

28

Ranking

7

4

5

6

108

3

8

2

1

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Tabla 8.24. Frecuencia (NISP) y porcentaje de huesos enteros y “partes” de la región axial de guanaco para los conjuntos de los médanos del este y sur del lago Cardiel

Región axial

GSLN

LPA1

LPA2

LS2

LS3c1

LS5

MS1S3

MS1M4

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

Mandíbula Vértebra indet. Atlas

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

3

7

-

-

1

4

-

-

-

-

7

47

2

7

-

-

-

-

-

-

-

-

1

100

-

-

1

25

-

-

-

-

Axis

1

25

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Cervicales

12

23

-

-

3

16

2

25

1

7

1

10

-

-

-

-

Torácicas

22

73

4

44

2

67

6

67

-

-

20

83

-

-

-

-

Lumbares

2

8

6

55

1

100

3

100

-

-

1

100

-

-

2

22

Sacro

1

25

1

33

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Caudales

-

-

-

-

1

100

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Costillas

6

14

3

9

1

8

1

9

-

-

9

21

2

6

1

6

Esternebras

4

36

-

-

-

-

1

100

-

-

5

100

-

-

-

-

Pelvis

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Total

51

21

14

13

9

11

14

25

1

1

44

41

4

4

3

5

Ranking

6

5

4

7

1

8

2

3

Tabla 8.25. Frecuencia (NISP) y porcentaje de huesos enteros y “partes” de la región apendicular de guanaco (se excluyen los huesos pequeños) para los conjuntos de los médanos del este y sur del lago Cardiel Región apendicular sin huesos pequeños

GSLN

LPA1

LPA2

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

Escápula

-

-

-

-

1

17

-

-

-

-

2

33

-

-

-

-

Húmero px

9

60

1

25

-

-

-

-

-

-

4

100

-

-

-

-

Humero ds

12

55

-

-

3

50

2

50

1

100

4

57

1

50

-

-

Radioulna px

14

82

1

25

3

50

2

67

2

100

10

83

-

-

-

-

Radioulna ds

9

50

-

-

2

50

2

50

-

-

4

100

-

-

1

100

Metacarpo px

-

-

1

33

2

50

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Fémur px

6

55

-

-

2

67

1

50

2

67

10

83

2

50

1

50

Fémur ds

8

73

1

25

1

13

-

-

-

-

2

100

1

20

-

-

Tibia px

6

55

-

-

-

-

-

-

1

33

7

100

1

14

1

33

Tibia ds

8

67

2

50

2

67

3

75

-

-

5

100

1

13

-

-

Metatarso px

-

-

-

-

6

67

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Metapodio ds

14

44

-

-

14

48

1

17

4

50

1

11

4

18

-

-

Total

86

48

6

12

36

41

11

42

10

38

49

70

10

17

3

9

Ranking

7

2

LS2

5

LS3c1

7

109

LS5

1

MS1S3

8

MS1M4

2

3

Capítulo 8 Análisis y resultados

Tirso Bourlot

Tabla 8.26. Frecuencia (NISP) y porcentaje de elementos enteros de huesos chicos de la región apendicular de guanaco para los conjuntos de los médanos del este y sur del lago Cardiel Región apendicular huesos pequeños

GSLN

LPA1

LPA2

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

N

%

Carpianos

25

96

12

75

20

95

5

71

-

-

1

100

8

100

-

-

8

89

1

100

-

-

2

100

-

-

-

-

2

100

-

-

Tarsianos

11

69

8

73

6

86

1

100

2

67

1

100

1

100

-

-

Astrágalo

5

71

2

67

5

100

1

100

4

100

-

-

1

25

-

-

Calcáneo

1

9

-

-

3

27

1

100

-

-

-

-

2

15

-

-

15

94

-

-

1

100

2

100

5

100

1

100

16

100

10

100

Falange 1

6

12

-

-

3

7

-

-

-

-

-

-

1

1

-

-

Falange 2

12

43

-

-

5

25

2

50

3

18

-

-

4

13

-

-

Falange 3

9

90

-

-

1

100

-

-

7

88

-

-

3

43

2

40

Falange indet.

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

92

51

23

37

44

41

14

45

21

26

3

33

38

22

12

10

Rótula

Sesamoideos

Total

LS2

-tos apendiculares de dimensiones pequeñas (Tabla 8.26) indicando su menor importancia en la elección para el procesamiento de grasa trabecular situación que coincide con aquellos elementos de bajo valor de grasa trabecular (Wolverton 2002). Por último, se correlacionó para cada sitio el porcentaje de elementos enteros y “partes” de guanaco con los valores de grasa trabecular publicados por Binford (1978) para caribú (Tabla 8.27). Tabla 8.27. Correlación Spearman entre el porcentaje de elementos esponjosos enteros y “partes” de guanaco y el rendimiento de grasa ósea* para los conjuntos de los médanos del este y sur del lago Cardiel Correlación Spearman entre el porcentaje de elementos esponjosos enteros y partes y el rendimiento de Sitio grasa ósea, nivel de significación de p>,05 GSLN

rs= 0,420 p= 0,029

LPA1

rs= 0,088 p= 0,662

LPA2

rs= -0,035 p= 0,863

LS2

rs= 0,039 p= 0,847

LS3c1

rs= 0,235 p= 0,238

LS5

rs= 0,312 p= 0,113

MS1S3

rs= 0,403 p= 0,037

MS1M4

rs= -0,063 p= 0,755

LS3c1

LS5

MS1S3

MS1M4

Los resultados obtenidos no son igualmente informativos que las tablas precedentes aunque si pueden dar información útil a nivel general de los conjuntos. La Tabla 8.27 señala que en sólo dos muestras la correlación tiene validez estadística, en ambos casos se trata de correlaciones positivas y moderadas sugiriendo que tanto en GSLN (rs= 0,420 p= 0,029) como en MS1S3 (rs= 0,403 p= 0,037) los huesos enteros y “partes” tienden a ser aquellos con mayores valores de grasa trabecular. 8.5.3.2. Extensión de la fragmentación de huesos esponjosos de las muestras en general Para finalizar se expone en la Tabla 8.28 las tendencias generales de los sitios bajo estudio para los cuales se computan aquellos especímenes con tejido esponjoso clasificados no solamente como guanaco sino que también se incluyen las categorías de choique, zorro, artiodáctilo e indeterminados. En primer lugar, la media del tamaño de los fragmentos esponjosos más baja registrada es de 20,7 mm para el sitio LS3c1, mientras que la media de mayor tamaño se observó en el sitio LS5 con un valor de 41,6 mm. Estos datos coinciden con los dos conjuntos que se mostraron con mayor y menor intensidad y extensión de fragmentación, respectivamente. Como se detalla en las llamadas de la Tabla 8.28 los huesos fracturados esponjosos de la columna (B) corresponden a especímenes con estadios 0, 1 y 2 de meteorización para los cuales es posible inferir una alta probabilidad de haber sido fracturados en estado fresco.

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Tabla 8.28. Estadística descriptiva de la fragmentación de especímenes esponjosos de la muestra general de los conjuntos de médanos del este y sur de la cuenca del lago Cardiel Número de huesos enteros y partes abandonados

% de huesos enteros y partes

(I)

(J)

(K)

21,7

1,9

158

9,7

30,6

1,7

19

4,7

21,7

1,1

45

10,9

40,1

3,9

25

6,3

14,69

61,0

10,6

11

0,7

26,71

13,2

0,6

85

37,3

38,7

3,2

18

1,9

44,8

2,6

5

1,2

Desviaci ón típica estimad a

% de huesos esponjosos fracturado s

NSP/ MNE3

(F)

(G)

(H)

96

32,4

20,46

106

91

36,0

17,76

16

96

80

38,3

13,34

159

10

207

197

23,7

21,17

1529

932

10

193

183

20,7

LS5

228

30

17

136

119

41,6

MS1S3

957

370

10

126

116

25,7

12,50

MS1M4

426

191

10

87

77

28,1

14,78

Número de hueso esponjosos fragmentado s2

Mínim o

(A)

(B)

(C)

(D)

(E)

GSLN

1634

354

10

106

LPA1

402

123

15

LPA2

411

89

LS2

397

1

Sitio

NSP

LS3c1

Máxi mo

Rango

Media

4

1

Incluye huesos de guanaco, choique, artiodáctilo, zorro e indeterminados independientemente del estado de meteorización. Se excluyen los dientes sueltos y las categorías de animales menores. 2 Incluye huesos fracturados esponjosos con estadios de meteorización 0, 1 y 2. 3 Tomado de la tabla 7. 4 Son huesos grandes enteros y partes con tejido esponjoso con cualquier grado de meteorización. Incluye a elementos de las categorías guanaco, choique, zorro e indeterminados. Se excluyeron los huesos enteros de carpianos, tarsianos, falanges hioides, costilla y sesamoideo.

Para ellos se ha calculado no sólo la media sino también el porcentaje que representan para la muestra general de cada uno de los conjuntos (Tabla 8.28, columna H) a partir del cual se establecen cuatro grandes agrupaciones. El sitio LS3c1 o grupo uno, es el de mayor valor representando los huesos esponjosos fracturados -con valores de meteorización de 2 o menores-, un 61% de la muestra total. Su contraparte, y grupo dos, es el sitio LS5 con tan solo el 13%. El grupo tres está integrado por MS1M4 (44,8%), LS2 (40,1%) y MS1S3 (38,7%) que le siguen en número al alto porcentaje registrado en el sitio LS3c1. Por último, están los conjuntos LPA1 (30,6%), GSLN (21,7) y LPA2 (21,7%) como los sitios intermedios. Estas agrupaciones se mantienen en las otras variables detalladas como el nivel de fragmentación (Tabla 8.28, columna I) y la frecuencia y porcentaje de huesos enteros y “partes” abandonados en los sitios (Tabla 8.28, columna J y K). 8.5.4. Síntesis extracción de grasa ósea En resumen, los diversos análisis hechos sobre los restos óseos de tipo esponjoso pertenecientes a sitios arqueológicos ubicados en los médanos del este y sur del lago Cardiel, han arrojado tendencias interesantes respecto de la intensidad y extensión del nivel de fragmentación ósea tendientes a medir el grado de optimización de los nutrientes alojados en las trabéculas. Por un lado, es posible señalar preferencias generales, es

decir, cierta homogeneidad en términos de pautas de procesamiento en los espacios bajos de médanos del Cardiel. Por otro lado, ha sido evidente el registro de variabilidad en los patrones faunísticos a nivel local en la medida en que se observaron variaciones en la optimización de la grasa trabecular, sugiriendo que varias parecen haber sido las estrategias de explotación y extracción de este recurso. Estas serán retomadas y discutidas en el próximo capítulo. En el siguiente capítulo se discutirán las hipótesis y objetivos, planteados al comienzo de la tesis, en función de los diferentes patrones y atributos desarrollados para las arqueofaunas de los médanos del este y sur del lago Cardiel, es decir, sus características intrínsecas más relevantes para el problema de investigación bajo desarrollo. La discusión de los datos generados en esta tesis se desenvolverá retomando los aspectos más notables expresados en cada uno de los capítulos precedentes, es decir, haciendo hincapié en los aspectos teóricos y metodológicos, la información previa del área bajo estudio y estableciendo el nexo con en el escenario geográfico -contexto paleoclimático y paleoambiental- y el conocimiento tecnológico y cronológico asociado a las faunas estudiadas.

111

112

Capítulo 9: Discusión y Conclusiones

Tirso Bourlot

CAPÍTULO 9 DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES 9.1. Introducción En este capítulo se retoman las hipótesis de trabajo, enunciados, propuestas e ideas que guían esta investigación con el interés de discutirlas sobre la base de los patrones y tendencias de los datos zooarqueológicos que fueran presentados en el capítulo anterior. Asimismo, los conceptos teóricos, las referencias paleoambientales de la región y la información previa que ofrecen los estudios actualísticos son un aspecto necesario para analizar los problemas de investigación planteados al comienzo de esta tesis. A los fines de contextualizar la discusión es preciso retomar el objetivo general y principal que se persigue en relación con el desarrollo de las hipótesis. El objetivo general de esta tesis es, desde una perspectiva de análisis zooarqueológico, evaluar el papel de los sectores bajos de médanos de la margen este y sur de la cuenca del lago Cardiel, en términos de las estrategias de adaptación humanas implementadas en su utilización dentro de la cuenca para la cronología propuesta. Posteriormente, se ha planteado sumar los resultados a nivel suprarregional dentro de la dinámica del poblamiento tardío de Patagonia meridional. Por otro lado, se ha buscado señalar la importancia que presentan los médanos como depósitos arqueológicos estratificados a cielo abierto para la arqueología del interior de Patagonia y su potencial para ofrecer datos que aportan información sobre el comportamiento humano del pasado. La evaluación planteada ha sido abordada a través del análisis multivariado de los restos arqueofaunísticos para discutir aspectos de la subsistencia con el fin de conocer en mayor profundidad el modo de procesamiento y consumo de las presas en relación con sus principales nutrientes alimenticios disponibles -carne, grasa medular y grasa ósea-, así como otra clase de recursos no comestibles. Ello ha posibilitado evaluar diferentes estrategias dietarias implementadas al tiempo que ha proporcionado información significativa para comprender el uso humano de este ambiente y el papel que dichas estrategias ocuparon en el sistema de movilidad y asentamiento a nivel local y regional; expresiones claves en el estudio del comportamiento y la organización de las sociedades cazadoras-recolectoras que poblaron el área en el pasado. Como ha sido señalado previamente, los mencionados objetivos se enmarcan en el modelo de poblamiento regional formulado para los últimos 2500 años de ocupación del área de estudio (Belardi et al. 2003; Goñi 2000-2002a, 2004, 2005; Goñi y Barrientos 2004). Esto se realiza a través de un conjunto bien preciso de datos

paleoclimáticos y paleoambientales (Gilli 2003; Gilli et al. 2001; Stine 1994; Stine y Stine 1990) y sobre la base del conocimiento previo sobre las poblaciones humanas del área (Borrero 1994-1995; Goñi 1988). El modelo plantea, en términos generales, que durante el Holoceno tardío las condiciones climáticas en la región tendieron hacia un balance negativo en la humedad ambiental ocurrido a partir de los 2500-2000 años AP y más pronunciadamente durante la Anomalía Climática Medieval hacia los 900 años AP (Stine 1994). Estas nuevas condiciones ambientales imperantes en al región habrían llevado a una reducción gradual de la movilidad residencial y al desarrollo de estrategias de movilidad logísticas por parte de los grupos cazadores-recolectores. En este contexto donde las fuentes confiables de agua se verían reducidas y su distribución espacial tendría un aspecto heterogéneo, las cuencas lacustres esteparias como el lago Cardiel habrían funcionado como imanes concentradores de poblaciones humanas y animales. Así, se habrían creado lugares más propicios para asentamientos de tipo residencial para ser utilizados de manera más o menos prolongada allí donde los espacios tuvieran recursos permanentes y predecibles. Asimismo, la nueva jerarquización de grandes espacios habría afectado la estructura del paisaje arqueológico que se espera sea diferente a la registrada para momentos anteriores al Holoceno tardío. En ese sentido, el patrón de movilidad y asentamiento llevaría a una modificación en la utilización diferencial de los espacios en función de la nueva estructuración de los recursos (Goñi 1988). Se produciría una mayor redundancia ocupacional y una incorporación de todos los espacios, incluidos las mesetas, a los circuitos de movilidad de los grupos humanos (Goñi et al. 2000-2002). En términos del modelo de poblamiento de Patagonia propuesto por Borrero (1989a, 1989-90, 1994-95), los momentos más recientes de este proceso se podrían corresponder con una ocupación efectiva y estable del espacio (Goñi y Barrientos 2004). En capítulos precedentes (capítulos 6, 7 y 8) se ha presentado los resultados obtenidos sobre el registro arqueológico regional, y de forma específica para el material zooarqueológico del sector de médanos. El mismo se caracteriza por una alta variabilidad en cuanto a su distribución, frecuencia, densidad, composición y cronología. En este capítulo, en primer lugar se exponen las observaciones más significativas en cuanto a la confiabilidad del registro arqueológico en ambientes de médanos y los alcances más relevantes que ello implica para una arqueología regional. En segundo lugar, se analiza la existencia de variabilidad en términos de los patrones de subsistencia, su relación con pautas generales

113

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. de procesamiento y su vínculo con estrategias de asentamiento y movilidad sobre espacios a cielo abierto. Posteriormente, con un grano más fino de análisis, se evalúa la intensidad de uso y aprovechamiento de la grasa ósea animal que le imprime al patrón faunístico un mayor grado de variabilidad intersitio. Para ambos ejes temáticos se buscan explicaciones en términos del comportamiento humano y sus implicaciones para las hipótesis planteadas. Luego, se propone analizar el uso del espacio de los campos de médanos en términos de lugares óptimos, evaluando el registro arqueológico y su relación con el resto de los sectores de la cuenca. En una escala regional más amplia se propone que los patrones de subsistencia señalados y evaluados para los sectores bajos difieren de aquellos conjuntos vinculados a otras áreas -como las mesetas adyacentes-, y que esto podría encontrar su explicación a través del modelo de poblamiento tardío propuesto para la región. Mientras que otras zonas de cuencas bajas, como por ejemplo el caso del lago Tar (Belardi et al. 2007, 2008b; Espinosa et al. 2007), presentan similitudes respecto al carácter residencial inferido para el Cardiel. Esto se vería reforzado por una multiplicidad de líneas de evidencia arqueológicas, donde el análisis faunístico aquí abordado es otra vía con la cual se pone a prueba el modelo general (Belardi et al. 2003; Goñi y Barrientos 2004; Goñi et al. 2006). En pocas palabras, en esta tesis no sólo se busca dar cuenta de la variación del registro zooarqueológico de los campos de médanos del lago Cardiel, sino también explicar tal variabilidad en relación con la organización de los grupos humanos que implementaron estrategias para adaptarse a los escenarios geográficos climáticos específicos y cambiantes del Holoceno tardío. Dichas estrategias habrían estado focalizadas en un uso óptimo de los principales recursos de las presas disponibles y en la complementariedad del uso de diferentes espacios en un marco de movilidad residencial reducida. 9.2. El registro zooarqueológico de sitios estratificados a cielo abierto En esta tesis se ha planteado, al igual que en trabajos anteriores (Bourlot 2004; Savanti et al. 2004), que los médanos presentan buenas condiciones de preservación del material zooarqueológico. De modo que, a través del análisis de nuevos casos arqueológicos y un enfoque más abarcador, la propuesta ha sido desarrollar y profundizar la problemática. Si bien los resultados de la prueba atricional ya han sido discutidos exhaustivamente al desarrollar los patrones presentados en el capítulo anterior, es de interés mencionar aquellas observaciones pertinentes con el fin de evaluar el estado del tema. Se ha puesto de manifiesto la dinámica complejidad de los depósitos estratificados a cielo abierto, ubicados en ambientes de médanos, en términos de su comportamiento morfogénico (Figura 6.8) y las tasas de sedimentación, que afectan al material arqueológico. Complejidad que efectivamente ha sido planteada señalando el grado de confiabilidad de las muestras

zooarqueológicas para discutir aspectos de las subsistencia de las poblaciones humanas que generaron tales restos materiales. En primer término, se ha planteado a partir de diversos indicadores que la tasa de sedimentación es relativamente rápida en los campos de médanos del lago Cardiel, lo que permite sugerir que, una vez descartados los materiales arqueológicos, las probabilidades de enterramiento son altas (Figuras 6.4 a 6.7). Esto simplemente indica que bajo tales condiciones el potencial de preservación es alto para los restos orgánicos en general, en la medida en que se minimiza la alteración que provoca la exposición de los restos a la intemperie. No obstante, existen procesos de erosión y estabilidad en los médanos que generan condiciones alternativas de preservación a partir de la reexposición de los huesos. Este aspecto ha sido evaluado a partir de la segmentación de las muestras entre restos de capa y de superficie estudiando dos variables como son el grado de deterioro físico de los huesos a través de la meteorización y la representación anatómica en función de la densidad mineral de los diferentes elementos del esqueleto de guanaco. En el primero de los casos se ha señalado que existen conjuntos en diferente estado de preservación y se han observado diferencias significativas entre los perfiles de meteorización de huesos ubicados en estratigrafía con un predominio de estadios bajos (0-1-2) y perfiles dominados por estadios altos (3-4-5) para los restos recuperados en superficie (Figuras 8.19 a 8.26), sugiriendo condiciones de preservación diferentes. En función de ello se realizó una aproximación desde la densidad mineral ósea evaluando el tema desde diferentes ángulos. Para esto se segmentó el esqueleto de guanaco en partes (axial/apendicular) y en función de su contexto de procedencia (estratigrafía-superficie) (Tabla 8.6). Así, la expectativa era, de acuerdo a los valores de los perfiles de meteorización ya conocidos, encontrar las mismas divergencias entre estratigrafía y superficie si la estructura ósea fuera la responsable del perfil anatómico registrado en los distintos conjuntos arqueológicos. Los resultados obtenidos arrojaron para el sitio LS3c1 -de buena preservación y alta fragmentación ósea- muestran una tendencia positiva y moderada. Para el resto de los conjuntos no hubo co-variación entre ambas variables, con excepción del sitio GSLN y LS5, que tienen una tendencia negativa (Tabla 8.6). Respecto al resto de los sitios, el patrón de conjuntos con avanzado grado de meteorización -particularmente para huesos recolectados en la superficie de los médanos- y una ausencia de correlación con los valores de densidad mineral ósea es una cualidad recurrente en depósitos arqueológicos a cielo abierto en ambientes de médanos donde suelen predominar las epífisis sobre las diáfisis (Aragone et al. 2004; Belardi el al. 2008a; Borrero et al. 1998-1999; Bourlot et al. 2008; Mengoni Goñalons 1999; Rindel 2008; Rindel et al. 2007; Savanti et al. 2005). Sobre la base de observaciones tafonómicas y el estudio de la muestra faunística del sitio Río Meseta 1, localizado

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Capítulo 9: Discusión y Conclusiones

Tirso Bourlot

en la margen este del lago Tar, se ha sugerido que el patrón descripto podría relacionarse con la meteorización actuando de acuerdo con los diferentes tipos y posición de los tejidos que conforman las diáfisis y las epífisis, siendo que la densidad mineral por sí sola no alcanza para explicar la representación diferencial de elementos (Belardi et al. 2008a). En este sentido, la dirección del problema que plantean las arqueofaunas de estos ambientes requiere la consideración de tres puntos básicos que han sido oportunamente desarrollados los capítulos 3 y 6, y posteriormente discutidos a la luz de los datos en el capítulo 8. Se trata de las características biomecánicas de los huesos, la dinámica de los médanos y las condiciones ambientales de depositación a escala de sitio. Se ha planteado que los restos óseos de superficie y estratigrafía se comportan de diferentes maneras dado que las condiciones de depositación difieren sustancialmente en términos de humedad y exposición a la radiación solar. Estos aspectos han sido particularmente indicados sobre la base de estudios tafonómicos realizados en ambientes con características heterogéneas (Behrensmeyer 1978; Borrero 2007; Tappen 1994). Así, los huesos de origen tafonómico emplazados en la superficie bajo la exposición aérea sufren un aumento en la pérdida de humedad debido a que ésta se acelera (Johnson 1985) por causa de la temperatura que puede alcanzar el ambiente a nivel del suelo (Massigoge et al. 2008). El efecto inmediato sobre tales restos es una pérdida de la resistencia del hueso lo que influencia su comportamiento biomecánico. La principal consecuencia está vinculada a modificaciones en el patrón de fractura ósea cultural y una pérdida diferencial en la identificación a nivel anatómico y taxonómico que puede segmentarse, por un lado, en diáfisis de huesos largos y, por el otro, en aquellos huesos con alto contenido de tejido esponjoso donde las probabilidades de identificación no son las mismas cuando el conjunto zooarqueológico presenta un alto grado de meteorización. La historia tafonómica descripta para las Figuras 8.27, 8.28, 8.29 y 8.30 y tratada posteriormente a través del IFF (Tabla 8.11 y 8.21) es un claro ejemplo de lo señalado, donde las condiciones de huesos secos y húmedos marcan la tasa de supervivencia en términos de su resistencia a la fractura (Behrensmeyer 1978; Borrero 2007; Lyman 1994; Tappen 1994). En este sentido, como se ha mencionado en el capítulo anterior, el conocimiento y el discernimiento de rasgos morfológicos de fractura de huesos en estado fresco y seco, como el índice de fractura fresca implementado (Tabla 8.11 y 8.20), pueden marcar el camino por el cual las características asociadas como las huellas de percusión (Tabla 8.12 a 8.19), proveyendo información útil para caracterizar la integridad de las muestras arqueológicas. Esto ha sido señalado principalmente para las muestras óseas recuperadas en la superficie de sitios a cielo abierto, sobre las que se ha observado procesos

post-depositacionales, generando una pérdida en la resistencia de ciertos huesos a la fractura. Por su parte, la información tafonómica provee parámetros con los cuales comenzar a diferenciar y segmentar las muestras para su estudio. A partir del estudio de los médanos del Cardiel se subraya que, pese a las condiciones post-depositacionales advertidas, los conjuntos conservan buena parte de sus características intrínsecas para inferencias de procesamiento humano, por un lado, y efectos tafonómicos, por el otro. Asimismo, las altas tasas de sedimentación señaladas para los ambientes de médanos y su alcalinidad provocan condiciones para una buena preservación de material orgánico imprimiéndole un grado de confiabilidad a las muestras cuando estas son tratadas con un enfoque multivariado cultural y tafonómico. 9.3. Variabilidad espacial y temporal en los patrones de subsistencia Se ha propuesto que el uso del espacio de los campos de médanos estaría vinculado a un uso diversificado y generalizado como parte de una estrategia de asentamiento de carácter preeminentemente residencial. Este aspecto organizativo estaría vinculado a las condiciones del ambiente de médanos de buena productividad primaria, entre otros factores, de modo que la expectativa arqueológica para el registro faunístico ha sido de una alta diversidad de patrones en términos generales. En este sentido, los conjuntos estudiados presentan una marcada variabilidad intersitio debido a que muestran diversidad taxonómica, de frecuencia de individuos, de perfiles etarios, de representaciones anatómicas y de huellas culturales. Tales atributos arqueológicos estarían relacionados con las estrategias de asentamiento y la organización de la explotación del espacio por los grupos cazadores-recolectores. En el primero de los acercamientos al registro faunístico se ha analizado la diversidad taxonómica entre los sitios arqueológicos y, si bien la tendencia general está centrada en el predominio de la explotación del guanaco, otro rasgo que también comparten todos los conjuntos es la diferencia en las representaciones de otros taxones identificados a nivel de especie (Tabla 8.1), aunque por lo general se trata de un número pequeño de huesos. Junto con el guanaco que tiene valores que van de 18,7% (LS3c1) al 89,2% (LS5) se ha observado variabilidad intersitio en la presencia de otras especies destacando se los siguientes patrones: • La representación de especies es variable a lo largo del espacio, siendo el sitio GSLN el de mayor diversidad de especies de hábitos terrestres, destacándose la presencia de choique (3,4%), zorro (0,1%), zorrino (0,05%) y piche (0,4%). • Por su parte, los conjuntos LPA1, LPA2, LS2 y MS1S3 tienen una diversidad de especies identificadas menor al sitio anterior, donde pueden mencionarse al

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. choique (0,4% - 0,9% - 3,3% y 0,4% respectivamente) y animales de tamaño menor como el piche. • Por otro lado, el conjunto LPA1 tiene la particularidad de poseer especies de aves como el carancho (0,2%) el cauquén (0,2%), mientras que huesos de anátidos también han sido registrados en LPA1 (1,21%) y LPA1 (1,1%) (comunicación personal A. Tivoli). Se destaca que sólo un hueso de anátido en LPA1 presenta rasgos de consumo. • Por último, el conjunto LS5 está compuesto únicamente por guanaco. La introducción por parte de la acción humana de aves y animales menores a los depósitos arqueológicos no es tan clara en todos los casos, particularmente para los restos de superficie. Este aspecto es importante debido a que la incorporación de huesos por factores naturales -a través de la “lluvia de huesos”- ha sido observada en la formación de distintos tipos de depósitos (Borrero 1989; Savanti 2002). No obstante, su presencia informa de la diversidad de animales que pueden obtenerse en las inmediaciones de los asentamientos. En este sentido, a partir de la presencia de presas pequeñas es plausible inferir la distribución de tales recursos donde las tareas de aprovisionamiento estarían vinculadas al radio de acción residencial (sensu Binford 1983; Dyson-Hudson y Smith 1978), en relación con los médanos y las lagunas temporarias localizadas en los espacios deprimidos entre las antiguas playas del lago y los médanos. Se ha visto que las crónicas de los exploradores que mantuvieron contacto con los grupos indígenas de la región mencionan el consumo complementario de estos animales menores en la dieta y en la preparación de alimentos. Estos son, en sí mismos, fuente secundaria de obtención de grasas (Miotti 1998). Un segundo aspecto de interés es la estacionalidad de la ocupación humana para la cual se han utilizado los datos obtenidos del perfil de mortandad de las presas consumidas. Esto permite identificar en qué momento del año el espacio bajo estudio ha sido utilizado por los grupos humanos, lo que tiene implicaciones para comprender la movilidad. El patrón del perfil etario obtenido para los conjuntos analizados es variable, predominando en el caso de MS1M4 y MS1S3 la categoría de crías y juveniles en un 61,9% y 45,45% respectivamente (Tabla 8.3). Por su parte, la preponderancia de adultos se ha observado en el sitio LS5 con un 59,25% mientras que para el resto de los conjuntos la mayor frecuencia está caracterizada por subadultos entre el 50% y el 75,86% (Tabla 8.3). En un grano de mayor detalle se ha identificado en el sitio LS3c1 una ulna y una bula timpánica pertenecientes a un nonato, con lo cual se ha propuesto que la ocupación de este sitio habría sido al menos entre los meses de fines del invierno y comienzos del verano (Bourlot 2007). En el caso de GSLN se han hallado un húmero y una tibia, ambos de proporciones pequeñas, que podrían ser asignables a individuos de entre 0-3 meses de edad, lo

que resultaría al menos en ocupaciones de verano. Asimismo, un radio, una cervical y una costilla podrían ser asignables a neonatos dado el tamaño y el estado de fusión de los mismos. Por su parte, y sobre los mismos criterios diagnósticos, evidencias de guanacos neonatos han sido registrados en los conjuntos de LPA1 (metapodio y costillas), LS2 (segunda falange y una vértebra torácica) y MS1M4 (pelvis). Este patrón sugiere que el sector de los campos de médanos ha sido utilizado alternativamente entre los meses de invierno y primavera, así como también en los meses de verano y otoño (Tabla 8.3, Figura 8.6). Entonces, los patrones señalados a través de la diversidad de especies representadas sugieren una disponibilidad amplia de animales complementarios al consumo del guanaco susceptibles de ser localizados en las inmediaciones de los sitios. Por su parte, el patrón etario de los guanacos estaría sugiriendo que este ambiente es propicio para ser utilizado en cualquier momento del año. Ambos tipos de información son consistentes con el planteo realizado respecto de las cualidades de los espacios de médanos en términos de lugares con alta diversidad de recursos animales asociados y otros recursos como agua y leña que hacen atractivo su uso durante todo el año. La topografía irregular también provee reparo y puede ser tomada como un beneficio en las estrategias de caza de animales grandes y veloces donde la pérdida de velocidad de la presa es una ventaja en sí misma. Por tales características es posible que la recolección de vegetales (Bird y Bird 2005) y animales menores sea practicada dentro del rango forrajeador del campamento (sensu Binford 1983). Por su parte, para evaluar el grado de semejanza existente entre los perfiles anatómicos de los diferentes sitios arqueológicos del sector de médanos se correlacionaron los valores de MNE obtenidos para cada unidad. Se obtuvieron al menos cuatro tipos o grupos de conjuntos con diferencias y semejanzas significativas señalando desigualdades entre los perfiles anatómicos representados (Tabla 8.4). El grupo compuesto por los conjuntos MS1S3 y MS1M4 se caracteriza principalmente por una alta frecuencia de las extremidades inferiores. Entre estos dos existe una pequeña diferencia ya que MS1M4 está asociado a una muy baja representación del resto del esqueleto (Figura 8.16) y MS1S3 presenta una frecuencia algo más elevada del cuarto superior trasero (Figura 8.15). Por su parte, el grupo compuesto por LPA1 y LPA2 tiene la particularidad de poseer una alta frecuencia general de cráneo y del esqueleto apendicular (Figuras 8.10 y 8.11). Un tercer tipo de conjunto, diferenciado por la representación de partes anatómicas, es el caso de LS5 que presenta solamente altas frecuencias para los cuartos superiores trasero y delantero (Figura 8.14). Asimismo, el sitio LS5 posee una ausencia de correlación con varios de los conjuntos aquí estudiados (ver Tabla 8.4), indicando su singularidad. El último grupo compuesto por GSLN, LS2 y LS3c1, se caracteriza por el

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Capítulo 9: Discusión y Conclusiones

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predominio del cuarto superior trasero y delantero, el cráneo y, en menor frecuencia el resto del esqueleto, es decir, conjuntos con una representación general de todo el esqueleto (Figuras 8.9, 8.12 y 8.13). En el caso de LS3c1 su agrupación también se asocia al primer grupo mencionado anteriormente sugiriendo que su conformación puede tener algunas variaciones. Se observa entonces que la distribución espacial de las partes anatómicas sugiere variaciones significativas entre los conjuntos óseos en relación con la clase de hueso dominante y su frecuencia relativa. Al respecto, la confiabilidad de la representación de tales patrones descansa sobre la ausencia de resultados estadísticamente significativos en la correlación de la densidad mineral ósea y los perfiles anatómicos en la mayoría de los sitios (Tabla 8.6), así como en el contexto que provee el análisis tafonómico multivariado a partir del cual los conjuntos mostraron sus particularidades más intrínsecas. No obstante, hay que tener en consideración las diferencias observadas en el perfil de meteorización de los conjuntos provenientes de estratigrafía y de superficie (Figuras 8.19 a 8.26). De este modo, ha sido relevante evaluarlos en términos del comportamiento humano y sus implicaciones en relación con el aprovechamiento de las presas y la organización espacial que de ello se desprende. Un acercamiento a la interpretación de tales patrones ha sido vincularlos a la utilidad económica de acuerdo con diferentes recursos que poseen estas presas y su costo de procesamiento. En ese sentido, se ha notado una baja correlación entre el trasporte selectivo en relación al costo de procesamiento (Tabla 8.7) que requerirían estos animales siguiendo los criterios planteados por Marean y Cleghorn (2003), aunque esta tendencia debe tomarse con mucha precaución, dado que la fragmentación ósea podría influenciar el resultado de tales correlaciones. No obstante, ha sido posible determinar que algunos conjuntos estarían representados en relación con la utilidad de carne de ciertas partes anatómicas y la cantidad de médula ósea como el caso del sitio LS5 y GSLN, aunque la fuerza de la covariación es de moderada a débil (Tabla 8.7). En el caso de LS5, hubo una correlación fuerte entre las partes del esqueleto representadas y la cavidad medular (Tabla 8.9). Por su parte, el índice de grasa trabecular arrojó tendencias moderadas en GSLN y LPA2 (Tabla 8.22) mostrando una particularidad hacia la falta de explotación de este recurso de forma intensiva (ver infra). Si bien estos datos son interesantes para analizar la importancia de la grasa medular u otro recurso asociado en la toma de decisiones de los grupos humanos y permiten observar la variación en los perfiles anatómicos de guanaco, este hecho se limita, por ejemplo, a estimar la selección de partes anatómicas en función de la cantidad de grasa medular. No obstante, no está informando sobre la intensidad y extensión en la cual los elementos y recursos fueron realmente explotados, o bien, cuál es el patrón de extracción de la médula u otro recurso y si ella fue consumida. Además, hay que

subrayar que esta herramienta está condicionada por el grado de identificabilidad ósea, fuertemente dependiente del nivel de fragmentación de los conjuntos. Un atributo que arroja mayor claridad respecto al procesamiento de las presas y sus recursos es la frecuencia y diversidad de huellas culturales entre los conjuntos. En este sentido, las observaciones realizadas sobre diversas clases de huellas de procesamiento identificadas en los restos materiales sugieren una variabilidad en el patrón de frecuencia y su distribución entre los conjuntos arqueológicos de los médanos (Tabla 8.5). Así por ejemplo el registro de huellas de corte para el guanaco oscila en un rango de 13 al 24 %, mientras que las diferencias en los rasgos de percusión son más importantes variando entre 7 % y 32 % para el mismo taxón entre los conjuntos. Por su parte, los sitios GSLN, LPA2 y LS5 presentan una alta frecuencia de huesos largos con fractura transversal/marcado perimetral con valores de 35, 19 y 29 especímenes respectivamente. En el caso de LS3c1 y MS1M4 no se observaron tales fracturas y en el resto de los sitios las frecuencias son menores (Tabla 8.5). Por su parte, la frecuencia de huesos quemados es igualmente variable entre los conjuntos. A partir de esta situación es posible sugerir que los conjuntos estuvieron involucrados no sólo en diferentes etapas de procesamiento, sino que también podrían señalar que las tareas de extracción de recursos no fueron siempre las mismas, y que la utilización de las presas habría sido variable en el tiempo y en el espacio. En este sentido, se ha observado que conjuntos tales como GSLN, LS5, LPA1 y LPA2 podrían ubicarse dentro de un rango vinculado a las primeras etapas de procesamiento, mientras que el resto de los sitios tiene una tendencia ha representar las etapas finales de procesamiento y consumo. Una línea de estudio que ha arrojado evidencia sustancial que permite sostener tales inferencias, junto a los datos ya mencionados, es el análisis de la intensidad y extensión de la fragmentación ósea de los conjuntos, que será discutido más adelante. Un caso que merece ser destacado ya que agrega datos interesantes en cuanto al uso del espacio es el sitio MS1M4, donde estudios previos sugieren, a partir de la frecuencia de partes anatómicas y la localización y frecuencia de huellas de corte, que las actividades de cuereo habrían sido las responsables más inmediatas de la formación del conjunto (Bourlot 2004; Savanti et al. 2004). Situación que también puede señalarse para el sitio MS1S3, dado que presenta un perfil anatómico similar con importantes frecuencias de marcas de corte (Figura 8.15). Ambos conjuntos también son similares respecto del alto porcentaje de crías, antes mencionado (Tabla 8.3), lo que podría asociarse con actividades de cuereo de animales pequeños para ser utilizados en la confección de determinadas prendas, entre otras actividades. Dicho aspecto ha sido notado, entre otros, por Bourne (1998 [1849]) entre los Tehuelche históricos, quienes seleccionaban el cuero en relación a la calidad del mismo

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. en función de su posterior uso para la fabricación de ropa o para hacer toldos. En las expectativas arqueológicas que se han planteado al comienzo de la tesis también se hace referencia a otros sectores de la cuenca. Al respecto, se ha planteado que los restos faunísticos provenientes de aleros y farallones de sectores como los cañadones al oeste y la meseta basáltica baja del norte, presentarían diferencias respecto de los médanos en la medida en que reflejarían ocupaciones de carácter esporádicas o transitorias. En este sentido, al oeste del bajo se han realizado sondeos y excavaciones en al menos unos 15 aleros localizados en diferentes cañadones mientras que el sector norte se han realizado sondeos en al menos siete farallones diferentes. Los resultados obtenidos han sido una escasa frecuencia de material arqueológico entre restos óseos y líticos (Goñi et al. 2005, 2006). En el caso de los cañadones del oeste, por el momento sólo se dispone de dos conjuntos que permiten realizar comparaciones con las faunas de los médanos. Se trata de los Alero del León y Alero Manuk 1, que presentan superficies excavadas de 2 m2 y cronologías de ocupación humana para el Holoceno medio y tardío (Tabla 7.1). El patrón faunístico de ambos sitios presenta diferencias interesantes respecto a lo que se ha venido discutiendo en el caso de los médanos. En primer lugar, hay que destacar que en el Alero del León hay representado un MNI de dos guanacos, mientras que el Alero Manuk 1 tiene tan solo un MNI de uno. Esta representación es baja si se la compara con el MNI de los médanos donde el sitio GSLN tiene el valor máximo de la cuenca con un MNI de 12, mientras que los sitios de menor cantidad son LS2 y LS3c1 con un MNI de cuatro (Figura 8.5). Por otro lado, debido a que las superficies excavadas son similares en ambos sectores, es posible realizar un cálculo de la tasa de descarte de material óseo con el fin de medir gráficamente la intensidad o permanencia en las ocupaciones en los distintos sitios. En este sentido, es preciso señalar que la preservación de los conjuntos que se comparan es variable, al igual que otros aspectos tafonómicos generales (Savanti et al. 2005). Asimismo, la tasa de descarte de restos óseos para el Alero del León es de 59,8 especímenes cada mil años (389 NSP/6550 ± 40 años AP) y para el Alero Manuk 1 es de 82,5 especímenes cada mil años (553 NSP/6790 ± 40 años AP) (Savanti et al. 2005). Por su parte, este mismo cálculo realizado sobre el sitio GSLN arroja una tasa de descarte de 809,5 especímenes cada mil años (1862 NSP / 2310 ± 50 años AP) y de 240,5 especímenes cada mil años para MS1M4 que representa al conjunto más pequeño y con cronología disponible (433 NSP/1860 ± 40 años AP). Por su parte, en las huellas de corte no se observan grandes diferencias dado que en los aleros el porcentajes es del 20 % para Manuk 1 y de 32,7 % para El León, lo que marca una tendencia similar en algunos casos y más elevada en otros a favor de los cañadones (Savanti et al. 2005). Por otro lado, se han observado diferencias en las frecuencias de fractura transversal/marcado perimetral registrándose en los aleros una frecuencia de dos

especímenes en cada caso mientras que en los conjuntos faunísticos de los médanos se han señalado valores muchos más altos (ver supra). A partir de las variables que se han comparado es posible sugerir que existen diferencias marcadas respecto al registro faunístico de ambos sectores, lo que podría estar indicando diferencias en el uso de tales espacios. Así, el sector de los médanos tendría un uso generalizado, mientras que los cañadones del oeste y la meseta baja habrían sido utilizados de forma transitoria. En este sentido, el material tecnológico marca tales tendencias, dado que en los médanos se ha registrado equipamiento con altas frecuencias de implementos de molienda, núcleos, preformas y bolas de boleadoras, percutores, piedras de gran tamaño y rocas termóforas, indicando una amplio rango de actividades (Belardi et al. 2003; Goñi et al. 2005, 2006). Esta evidencia ha sido registrada tanto en aquellos puntos de alta acumulación de material faunístico -como los analizados en esta tesis-, como también en diferentes zonas ajenas a dichas concentraciones dentro de la margen este y sur de la cuenca (Belardi et al. 2003; Goñi et al. 2006). Esta particularidad del registro aumenta la diferencia en la variedad de instrumentos en favor de los espacios constituidos por los médanos y estaría señalando que dichos lugares habrían sido equipados tecnológicamente (sensu Kuhn 1995). Esto marca una diferencia notable con respecto a lo que se ha registrado en el sector de los cañadones (Belardi et al. 2003; Goñi et al. 2005) y la meseta alta (Goñi et al. 2009). Las diferencias indicadas en términos comparativos entre los sectores de la cuenca del lago Cardiel permiten discutir desde una perspectiva del uso del espacio el potencial informativo de los sitios a cielo abierto y sus particularidades respecto de aleros y cuevas cuando se estudia el sistema organizativo de las poblaciones humanas que habitaron la región (Barberena 2008; Bourlot 2004). Binford (1978b) realiza un acercamiento a través de observaciones actuales a partir del cual sugiere que los campamentos residenciales y/o ocupaciones prolongadas tienden a confinarse en espacios a cielo abierto cercanos a recursos como leña y agua, siendo su localización de tipo flexible. Por su parte, las cuevas y aleros son puntos fijos del paisaje que ofrecen una ventaja en la planificación logística -caza o familias en movimiento- en la medida en que albergan a las personas por unas pocas noches. Este planteo sobre el uso de aleros fue posteriormente ampliado por Goñi (1995), quien a través de datos de diversas sociedades actuales registró una tendencia similar con importantes derivaciones para la distribución del registro arqueológico. En este sentido, el caso del lago Cardiel parece reflejar esta tendencia entre el sector de médanos de la margen este y sur y los sectores del oeste y el norte. Esto pone en evidencia que los reparos rocosos no permiten por sí mismos evaluar todo el sistema organizativo de un grupo humano y que incluso su representatividad del sistema total es aún menor de la que

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Capítulo 9: Discusión y Conclusiones

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se piensa en muchos casos. Particularmente si se tiene presente que una porción importante de la información del pasado se localiza en sitios a cielo abierto, de modo que la inclusión de este último en las investigaciones permite trabajar con un menor sesgo de muestreo (Bourlot 2004). No obstante, si bien la expectativa para reparos rocosos ha sido atribuible, sobre la base de observaciones etnográficas, a un uso de tipo logístico, existen datos arqueológicos que sugieren para estas estructuras naturales habitacionales una importante intensidad en sus ocupaciones señalando la existencia de una importante variabilidad en distintos casos de Patagonia meridional (Barberena 2008; De Nigris 2004). En este sentido, reparos rocosos y espacios a cielo abierto deben ser evaluados dentro del paisaje geográfico más próximo, dado que ello determinará en parte las condiciones de su ocupación en función de la disponibilidad de los mismos y las alternativas que ofrece el entorno (Barberena 2008). Si bien se ha subrayado variabilidad en los conjuntos de los médanos del Cardiel, se ha observado la existencia de un aspecto común a todos ellos respecto de la representación anatómica de las partes de guanaco. Se trata de una diferencia sustancial en la representación del esqueleto axial post-craneal y el resto del cuerpo. La primera de las zonas mencionadas no superó el umbral porcentual en la representación de sus huesos del 45% aproximadamente (Figura 8.8). Mientras que la otra región del esqueleto, que incluye la porción apendicular más el cráneo y la mandíbula, alcanza valores porcentuales máximos. Asimismo, la tendencia marca una baja frecuencia de huesos, que es homogénea, en el primero de los casos y una frecuencia alta y variable de elementos en el segundo. Este patrón estaría expresándose sobre conjuntos con niveles de fragmentación que oscilan entre 10,56 y 0,58 especímenes por MNE (Tabla 8.10), con perfiles de meteorización variables donde hay conjuntos bien preservados y otros no tanto (Figuras 8.19 a 8.26) y donde la frecuencia del MNI está entre cuatro y 12 animales (Figura 8.5), con grupos etarios igualmente diversos (Tabla 8.3). La homogeneidad observada en los conjuntos del Cardiel se presenta en un nivel espacial más amplio, dado que se extiende a otras zonas ambientales como el caso del sitio Cóndor 1, localizado en el campo volcánico de Pali Aike (Barberena 2007, Tabla 7:774 y Tabla 15:784), y el Alero Cerro de los Indios 1 -niveles 3b y 3c- ubicado al borde de un farallón rocoso en la cuenca de los lagos PosadasPueyrredón (Mengoni Goñalons 1999:136 y 154). Esto sugiere la posibilidad de un procesamiento de las presas cuyo comportamiento sería mediado por la distribución de los recursos dentro del esqueleto y las diferentes técnicas de extracción que una y otra región del esqueleto requiere. Una explicación a priori para evaluar es que ello podría vincularse a la modalidad de aprovechamiento.

Una alternativa que ha sido ya planteada para otros conjuntos de Patagonia es que el tamaño de la presa (Monahan 1996) y la cantidad de animales que eventualmente se capturan (Borrero 1990) requieran un aprovechamiento integral de los recurso que ofrece el animal (Barberena 2008; De Nigris 2004; Mengoni Goñalons 1999), lo que implicaría al mismo tiempo un transporte completo del guanaco de acuerdo con las partes representadas. En este sentido, el ejemplo etnográfico de los Hadza del norte de Tanzania marca una semejanza con nuestros patrones arqueológicos (Bunn 1993). Mientras que toda la carcasa es transportada a los campamentos residenciales -lo que sería una estrategia de máxima recuperación (sensu Emerson 1993)- la destrucción ósea que realizan los Hadza modifica significativamente las proporciones del esqueleto, pero se espera que la representación abarque al menos un rango completo de todo el esqueleto (Bunn 1993). Sobre la base de los patrones anatómicos señalados es posible pensar que existen varios aspectos similares que permiten plantear en términos de hipótesis que se trate de un procesamiento similar en el caso de Patagonia. Sin embargo, hay que destacar que las prácticas de transporte y procesamiento de los Hadza son variables entre las especies por ellos explotadas y que la elección de unidades axiales y apendiculares varia dependiendo de cuales son los productos de la carcasa que son considerados en el procesamiento. Además, se indica que, dependiendo de la estrategia utilizada, la composición de los conjuntos faunísticos será diferente (Emerson 1993). Este aspecto tiene asimismo implicaciones muy fuertes en términos del análisis e interpretación de los conjuntos faunísticos de la región, en la medida en que un aprovechamiento integral de las presas requiere cierta intensidad de procesamiento y una alta desorganización de las partes anatómicas, seguramente en la mayoría de los casos. Aquí se vuelve significativo comprender la fragmentación ósea junto con otros atributos culturales asignables, dado que podría marcar un grado mayor de variabilidad entre los conjuntos. Asimismo, el próximo paso es discutir los resultados obtenidos sobre el consumo y explotación de los recursos esenciales que se obtienen de las presas. 9.4. Grasa animal y dieta humana Como se ha señalado en los capítulos 2 y 4 la grasa es fundamental para la dieta humana dado que su consumo tiene un valor energético y nutricional importante, produciendo beneficios biológicos y fisiológicos esenciales (Cordain et al. 2000; Mateos 2002; Outram 1999; Outram y Mulville 2002; Speth 1983; Speth y Spielmann 1983; Van Itallie y Mann 1980). A continuación se discute la evidencia arqueológica obtenida que permite sostener la hipótesis de que las poblaciones del interior de la estepa patagónica habrían utilizado una combinación de varias estrategias para solucionar el problema del déficit de grasa animal (ver planteo en el capítulo 2 - Figura 2.1).

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Los resultados alcanzados a través del estudio de los patrones de fractura y los niveles de fragmentación ósea permiten sugerir que los cazadores-recolectores del Holoceno tardío habrían logrado una optimización en la explotación del principal recurso alimenticio incluyendo la extracción de grasa en aquellos sectores del cuerpo de mayor confiabilidad, tal como la cavidad medular y el tejido trabecular. Ello habría permitido generar grasa animal para consumo inmediato y, al mismo tiempo, proveer de un excedente almacenable para consumo diferido dirigido a suplir la necesidad en períodos de mayor déficit de este recurso. A ello habría que sumarle el uso complementario de especies animales menores, ricas en contenido graso, como una fuente secundaria de alimento. El acercamiento metodológico propuesto plantea que el estudio del patrón de fractura y el nivel de fragmentación ósea es un indicador de la optimización de una carcasa animal en términos de la obtención de grasas (Binford 1978; Blumenschine y Madrigal 1993; Brink 1997; Enloe 1993; Leechmann 1951; Lupo y Schmitt 1997; Miotti 1998; Peale 1971). Ambas cualidades deben evaluarse considerando la extensión y la intensidad con que los restos faunísticos han sido fragmentados debido a que se trata de dos dimensiones o atributos propios de la fragmentación de un conjunto (Lyman 1994; Wolverton 2002). Las mediciones realizadas para ambas variables permiten sugerir que la variabilidad señalada a través de los patrones faunísticos no es tal, sino que en los médanos hay un registro zooarqueológico más complejo donde existe una alta variabilidad intersitio como reflejo de diferentes técnicas de procesamiento y manejo de los recursos. Esto estaría reflejando un uso intenso de los recursos vinculado a tareas realizadas sobre localidades de carácter residencial, con ocupaciones durante diferentes períodos del año. Uno de los primeros aspectos observados en los conjuntos faunísticos de los médanos del lago Cardiel ha sido una intensidad significativamente variable en el procesamiento de las presas. Este atributo ha sido medido a través de diversos índices de fragmentación (Tabla 810) y la tasa NSP/MNE ha sido la herramienta que mejor lo ha reflejado, pudiendo reunir los conjuntos bajo análisis en tres grandes grupos. El índice NSP/MNE fue propuesto como alternativa de medición y marcó diferencias interesantes entre las muestras arqueológicas, sugiriendo efectivamente una variabilidad espacial en la intensidad de procesamiento de los conjuntos en general. Dicho índice es aplicable a los conjuntos de toda la región -si el interés es medir la optimización de los recursos alojados en el interior de los huesos. Su plausibilidad descansa sobre la base de cómo está constituida la diversidad de presas explotadas que evidencian la mayor proporción de sitios arqueológicos del interior de la estepa patagónica meridional (Aragone 2008; Barberena 2008; Belardi et al. 2007; Borrero 19941995; Fernández 2008; Mengoni Goñalons 1999; Miotti 1998; Rindel 2008; Rindel et al. 2007; Savanti et al. 2005; entre otros).

Al respecto, el sitio LS3c1 ha sido colocado en el extremo de mayor intensidad con un valor de 10,56 NSP/MNE mientras que por el contrario, el sitio LS5 ha sido ubicado como el conjunto de menor fragmentación con un valor de 0,58 NSP/MNE. Por su parte, los conjuntos GSLN, LPA1, LPA2, LS2, MS1S3 yMS1M4 se ubican con valores intermedios a los señalados (Tabla 8.10). Este índice ha sido calculado sobre aquellos huesos con estadios de meteorización bajos (0-1-2) de Behrensmeyer (1978), sobre la base de la mayor probabilidad que tienen los huesos con estadios mayores a los indicados a fracturarse en procesos postdepositacionales (Borrero 1989). La significativa variabilidad registrada en la intensidad de fragmentación permite inferir un patrón de procesamiento espacialmente diverso en los campos de médanos. Esto estaría relacionado con factores del comportamiento humano tales como técnicas de procesamiento y necesidades dietarias, ambas ligadas a pautas de utilización y ocupación del espacio. De este modo, es necesario analizar por separado las tendencias obtenidas respecto del consumo de grasa medular y trabecular. 9.5. El aprovechamiento de la grasa medular El patrón de intensidad y extensión de fractura ósea para aquellos huesos con cavidad medular arrojó resultados con tendencias que muestran variabilidad espacial en cuanto a la utilización de este recurso entre los conjuntos óseos estudiados. En este sentido, la aplicación del índice de fractura fresca (IFF) permitió afinar las observaciones respecto de la importancia de la incidencia humana y no humana en la fragmentación de las diáfisis de huesos largos (Outram 2002). Asimismo, el resultado del IFF presenta valores menores a un puntaje promedio de 3 (Tabla 8.11), sugiriendo que si bien los conjuntos contienen, como se ha señalado, fragmentos de diáfisis fracturadas en estado seco, existe en ellos una importante proporción de huesos rotos en estado fresco y semifresco. En este sentido, homologando los datos arqueológicos con los obtenidos por Outram (2002) en su experimentación ósea, podría tratarse de huesos fracturados frescos o bien congelados en el caso de LS2 (1,53). Por su parte, los conjuntos LS3c1 (2,04), LS5 (1,84), MS1S3 (2,2) y MS1M4 (1,96) se ubican dentro del grupo de huesos que replican un tratamiento previo a la extracción de médula registrado en casos etnográficos y presentan algún efecto sobre el tipo de fractura, pero ellos representan en su mayoría fracturas frescas. Por último, los conjuntos de GSLN (2,77), LPA1 (2,69) y LPA2 (2,87) si bien no alcanzan un estado donde la fragmentación se debe sólo a huesos en estado fresco o semifresco, los tres registraron valores promedio del IFF mayores que los demás sitios (Tabla 8.11). Consistente con estos números, los tres últimos sitios han sido los que presentaron los perfiles más avanzados de meteorización con una muestra mayor proveniente de superficie respecto de la obtenida en estratigrafía (Figuras 8.19, 8.20 y 8.21).

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Antes de señalar algunas cuestiones referidas a la extensión de la fragmentación de estos huesos con cavidad medular, es preciso remarcar algunas observaciones realizadas sobre el IFF. En este sentido, se ha indicado que la aplicación del IFF tiene sus propias limitaciones en el patrón de fractura ósea, aunque estas demostraron ser identificables y separadas. Asimismo, se ha señalado que no sólo los huesos expuestos a la superficie alteran las fracturas y su morfología escondiendo el origen de la fractura fresca de muchos huesos -LBN particularmente-, sino que también aquellos elementos con ciertas particularidades estructurales como la ausencia de torsión sigmoidea específicamente en metapodios y falanges- ponen limites a las variables estudiadas en el cálculo del IFF propuesto por Outram (2002). En el caso de las astillas de huesos largos (LBN) el valor del IFF oscila entre 2,32 y 5, alcanzando valores superiores a 3 en cinco de los ocho sitios (Tabla 8.20). En los sitios GSLN, LPA1 y LPA2 las astillas de hueso largo son la clase de huesos de mayor frecuencia con un 45 % de representación, dentro de los cuales alrededor del 41% de los fragmentos fueron hallados en superficie y tienen un estadio de meteorización 3. Como se ha sugerido, dicha situación marca una fragmentación importante provocada por el tipo de de tejido y el estado de preservación asociado (Belardi et al. 2008a), razón por la cual es posible que el IFF crezca a medida que tengamos estos huesos. No obstante, entre el 25% y el 39% de estos materiales exhiben impacto dinámico sugiriendo fractura ósea en estado fresco. Por su parte, se ha señalado que los metapodios y falanges -elementos sin torsión sigmoidea- tenderán a una fractura longitudinal más que helicoidal debido a esta particularidad estructural (Miotti 1990-1992, 1998), lo que condiciona la variable línea de fractura que mide el IFF. En ese sentido, por ejemplo, el metapodio es uno de los elementos que se presenta con valores promedio de IFF superiores a 3, en tres de los ocho sitios (Tabla 8.20) dado que muchos de los especímenes han sido ingresados con un valor de 2, sugiriendo un estado seco del hueso. Sin embargo, el porcentaje de negativos de impacto -entre el 40 y el 75 %- observado en estos huesos sugiere que los mismos se habrían fracturado en estado fresco y por acción humana (Johnson 1985). Es por ello que se propone en la utilización del IFF analizar por separado aquellos huesos con torsión sigmoidea de aquellos sin torsión sigmoidea para seguir evaluando este patrón con el objeto de conocer en profundidad y tener mayor control sobre los rasgos morfológicos de las fracturas óseas. Del mismo modo, esto también subraya la importancia de trabajar desde una aproximación multivariada en el análisis de conjuntos faunísticos. En función de ello, ha sido importante ligar otro tipo de rastros vinculados a la fractura de huesos en estado fresco como el porcentaje y frecuencia de impactos dinámicos, las lascas óseas adheridas a las diáfisis y sumarles los

valores de huesos con fractura transversal/marcado perimetral a cada uno de las colecciones óseas (Tabla 8.5). Un caso que sirve para ejemplificar lo señalado en todos los conjuntos es el sitio GSLN para el cual se ha mostrado que tanto los fragmentos de diáfisis clasificados como fracturados en estado fresco o semifresco como aquellos clasificados en las categorías 4 (35%), 5 (20%) y 6 (14%), presentan negativos de impacto. Se señalo también que la acción humana ha sido responsable de al menos la fractura inicial del hueso previo a sufrir fragmentación post-depositacional (Tabla 8.12). Ello permite aclarar con mayor precisión cada uno de los patrones advertidos en el IFF (ver Tablas 8.12 a la 8.19), reflejando la importancia del uso complementario de distintas líneas zooarqueológicas de análisis utilizadas. Un atributo vinculado al procesamiento de médula ósea que merece especial interés es la presencia en los conjuntos arqueológicos de dos técnicas de procesamiento diferentes que, si bien se expresan en el registro de forma variable, suelen estar conjuntamente presentes. La primera técnica hace referencia a la fragmentación de los huesos que generan astillas de huesos largos con una tendencia a una fractura espiral y longitudinal que se encuentran en muchos casos asociadas con marcas de negativos de impacto (Figura 8.27 y 8.35). Por otro lado, la acción de procesamiento alternativo es la fractura del hueso largo a través de su preparación, que resulta en una fractura transversal/marcado perimetral donde la porción de la diáfisis queda unida a su epífisis (Figura 8.17). En este último caso se ha registrado una alta estandarización en la producción de este tipo de fractura para sitios arqueológicos de Patagonia (Bourlot et al. 2008; Muñoz y Belardi 1998). Los resultados del análisis realizado indican que la implementación de esta técnica no se encuentra en relación con el tamaño de las muestras analizadas ni con la cantidad de presas registradas dentro de cada conjunto arqueológico. Además, su distribución espacial es amplia y se presenta en sitios ubicados en diferentes ambientes. Se observa que existe una estandarización tanto en los puntos de fractura como en la elección de la cara de lascado utilizada dependiendo del elemento fracturado. En este sentido, se ha planteado que la recurrencia en este tipo de fractura podría deberse a un modo de trozamiento estandarizado (Bourlot et al. 2008). A propósito de lo señalado, Enloe (1993) revisa los datos de los Nunamiut y observa la existencia de dos patrones de fragmentación, uno vinculado al consumo incidental donde el registro material de astillas de huesos largos es variable y otro que está asociado a una producción en masa de grasa medular, donde la variación en el tamaño de las astillas es mucho menor. En este sentido, cabe preguntarse si la estandarización observada en los casos patagónicos respecto de la fractura transversal/marcado perimetral (Bourlot et al. 2008) respondería a circunstancias similares donde lo que se busca es la extracción en masa de la médula ósea, en contraposición al consumo incidental, o bien, a la acumulación de epífisis para un posterior procesamiento de grasa trabecular como la señalada en el capítulo 4. A este

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. respecto, es interesante advertir que las fuentes históricas de la región mencionan el almacenamiento de grasa en contenedores de cuero colgando en las columnas de los toldos Tehuelches para ser utilizados en un tiempo diferido con el consumo de carne seca (ver discusión Miotti 1998) Para caracterizar de forma íntegra el patrón de extracción de médula ósea se ha evaluado además la extensión de la fragmentación. Los resultados destacaron que aquellos especímenes con mayor volumen de médula ósea o mayor valor energético como húmero, radioulna, fémur y metapodios exhiben ausencia de elementos enteros (Tabla 8.21), mientras que los de menor valor tienen una menor extensión de fractura dado que presentan elementos enteros. En este último grupo se ubican las falanges y calcáneos los cuales marcan diferencias intersitio en su aprovechamiento de médula debido a que presentan, aunque en frecuencias bajas, diferentes valores porcentuales (Tabla 8.20). Esto indica un patrón constante para huesos de alto y bajo rendimiento económico, sugiriendo que el aprovechamiento de este recurso nutricional es alto en los médanos del este y sur del lago Cardiel y sigue un patrón en el conjunto de las muestras arqueológicas analizadas aquí. Asimismo, será interesante en el futuro contar con la variable de elementos “enteros” provenientes de otros sitios de la región y analizar el problema en una escala suprarregional, viendo si este patrón se repite y bajo qué circunstancias lo hace. De esta manera, es plausible pensar que las diferencias en la extracción de médula podrían monitorearse a través de aquellos elementos de menor valor nutricional como falanges y calcáneos, debido a que podrían marcar el umbral de un estrés dietario. Además hay que agregar que tales huesos forman parte de aquellos elementos más confiables en términos de reservas de grasa. Los datos que aportaron los estudios experimentales de Lupo y Schmitt (1997) y Church y Lyman (2003; ver también Binford 1978, Tabla 1.7:26), resumidos en las Tablas 3.1 y 3.2, señalan un bajo costo en el procesamiento de la grasa medular medidos en la inversión de tiempo, energía y tecnología aplicada en función del rendimiento calórico por unidad. Esta pauta es un aspecto consistente con al alta extensión de fragmentación de diáfisis observada en los médanos del lago Cardiel. Por otro lado, la comparación entre las falanges y los húmeros sugiere que los elementos de mayor DMO y cavidad medular son los que presentan mayores frecuencias de fracturas (100%) siendo las falanges huesos con variado porcentaje de elementos enteros (Tabla 8.20). Aún así no hay que descartar que el problema de la resistencia de los huesos a las condiciones particulares que ofrecen estos ambientes tenga un efecto mayor sobre los huesos de densidad ósea más elevada (Belardi et al. 2008a).

9.6. El aprovechamiento de la grasa trabecular En lo que respecta al aprovechamiento de la grasa ósea, el análisis zooarqueológico arrojó tendencias interesantes acerca de la intensidad y extensión del nivel de fragmentación ósea que ha sido dirigido a evaluar el grado de optimización de los nutrientes alojados en las trabéculas. En primer lugar, ha sido posible señalar preferencias generales, que se expresan en una cierta homogeneidad en términos de pautas de procesamiento en los espacios bajos de médanos del Cardiel. En segundo término, ha sido evidente el registro de variabilidad en los patrones faunísticos a nivel local en la medida en que se observaron variaciones en la optimización de la grasa trabecular, sugiriendo que varias parecen haber sido las estrategias de explotación y extracción de este recurso. En referencia a la primera de las afirmaciones, se ha observado una tendencia en todos los conjuntos en los cuales los huesos esponjosos predominan en frecuencia entre los rangos de 10 mm a 40 mm de tamaño máximo, mientras que las astillas de diáfisis son preponderantes en el rango de 50 mm a +100 mm en la mayoría de los conjuntos (Figura 8.51). Este patrón de altas frecuencias de huesos esponjosos en pedazos pequeños y fragmentos de huesos compactos en tamaños mayores estaría ligado al tipo de nutriente que ofrecen ambas clases de huesos, las técnicas culinarias implementadas en su extracción y la tecnología disponible (Binford 1978, 1981; Church y Lyman 2003; Enloe 1993; Leechmann 1951; Yellen 1977a y b). Al respecto, Church y Lyman (2003) han planteado a través de un estudio experimental con huesos esponjosos que los fragmentos iguales o menores a 50 mm de extensión máxima necesitan entre dos y tres horas de hervido para despedir el 80% de la grasa contenida. También han señalado que los fragmentos pequeños marcan mínimas diferencias en la eficiencia de extracción de grasa, sobre todo en relación con fragmentos mayores a 50 mm que necesitarán cinco horas de hervido para extraer la misma cantidad de grasa. En este sentido, Oliver asegura que el incremento de la fragmentación de las unidades anatómicas aumenta el rendimiento en la extracción del nutriente y disminuye el tiempo de cocción debido a que con ello se incrementa la superficie del área expuesta (Oliver 1993). En cuanto al guanaco específicamente, se ha podido establecer a partir de los datos analizados que la extensión de la fragmentación no es la misma para todos los huesos o “partes” con tejido esponjoso del esqueleto, sino que hay elementos que aparecen preferentemente seleccionados para su fractura por sobre otros. Sobre la base de la segmentación del guanaco en sus dos grandes regiones, la zona axial se presenta en todos los conjuntos estudiados -con excepción de LPA1- como la región del esqueleto con una mayor extensión de fragmentación. Esto indica un patrón de procesamiento más intenso que en la zona apendicular (Tabla 8.24 y 8.25), en lo referente al tejido esponjoso entre ambos. Este aspecto es consistente con los perfiles anatómicos de guanaco discutidos anteriormente, donde la región axial postcraneal aparece siempre con porcentajes de MAU

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Capítulo 9: Discusión y Conclusiones

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inferiores y homogéneos respecto del resto del esqueleto. Desde el punto de vista de la mayor fragmentación es esperable una menor identificación a nivel anatómico y taxonómico de la región axial por sobre la apendicular. Como se ha mencionado, la región axial es considerada como de mayor costo a la hora de extraer la carne, de modo que habría que profundizar si este patrón está vinculado a los restos de carne, tendones y grasas que permanecen adyacentes a ciertos huesos tales como vértebras o la faja pélvica luego del fileteado de la masa de carne (Binford 1978; Bunn 1993). Para nuestro caso de estudio se ha señalado que en la suma de los ocho conjuntos analizados el porcentaje de unidades anatómicas sin procesar es bajo en, por ejemplo, las vértebras cervicales (16%) y lumbares (21%), el sacro (17%), costillas (11%) y la pelvis (0%) (Tabla 8.23), indicando un alto índice de fragmentación. Al respecto, aquí entran en juego aspectos culinarios como la proporción relativa de carne removida, que varía taxonómicamente, aunque es altamente uniforme y consistente para todas las partes del cuerpo. No obstante, aquellos elementos que tienen una forma irregular y dificultan el descarne, como las vértebras, tienden a retener más carne después del descarnado inicial que aquellos elementos apendiculares. Aún entonces, cerca del 70% de toda la carne puede desalojarse de las vértebras en el procesamiento inicial. En este sentido, si bien el hervido es una técnica culinaria de alto costo facilita la extracción de grasa ósea, incrementa la eficiencia del despojo de la carne residual que queda adherida en los huesos y estructuralmente cambia algunos productos alimenticios, de este modo aumenta o mejora la calidad nutricional de la carne magra (Lupo y Schmitt 1997). Brink (1997) agrega que la grasa ósea es el único producto del animal que no puede ser eficientemente removido sin el uso del calor, algo que ha sido señalado en el caso de los Nunamiut en el procesamiento de determinados alimentos donde la grasa ósea está presente. De hecho el tejido conectivo comprende hasta el 20% de la masa muscular en algunos animales y puede ser desnaturalizado cuando se lo expone a temperaturas que superan los 70ºC. Una prolongada exposición al calor expone el colágeno del tejido conectivo y lo convierte en una gelatina que es más fácil de digerir para los humanos. También reduce la humedad de la carne concentrando los nutrientes. A temperaturas que exceden de 80ºC el tejido adiposo se funde y penetra en la carne magra, de esta manera incrementa su contenido graso y eleva su calidad nutricional (Lupo y Schmitt 1997). Por último, es preciso mencionar que se ha observado entre los conjuntos de los médanos del Cardiel un sistemático abandono de aquellos huesos apendiculares pequeños con tejido esponjoso como carpianos (83%), tarsianos (71%), la rotula (81%) y la tercer falange (67%) (Tabla 8.23). Se trata de elementos que no han sido seleccionados para la extracción de grasa ósea dado que aparecen unidades enteras en los porcentajes

mencionados. Este patrón presenta un contraste interesante con el aprovechamiento que sí realizan los Nunamiut cuando preparan el guisado bajo determinadas circunstancias en la cual dichos huesos son fracturados (ver capítulo 4). Esto marca diferencias en las particularidades ambientales en que viven los esquimales y aquellos grupos que habitaron la Patagonia como así también en el tamaño de esos huesos (guanaco vs. caribú). La grasa ósea podría haber sido un alimento nutricional confiable de fundamental importancia como una ayuda a la supervivencia de poblaciones durante periodos de déficit de recursos. En tales tiempos la movilización estándar de reservas de grasa de una carcasa, asociada con la estabilidad de la grasa ósea, podría elevar la proporción en que la grasa contribuye al total de grasa de la carcasa (Speth y Spielman 1983). Esto ha sido considerado de acuerdo al estrés estacional por el que pasan los animales de modo que podemos esperar la producción de grasa ósea como un recurso estacional. Sin embargo, no ha sido producida sólo durante tiempos de estrés nutricional. Entre los indios de las planicies el “pemmican” era un aspecto crítico de almacenamiento y comercio de comida (Brink 1997), mientras que hay reportes de diferentes grasas de carcasas para ser mezcladas con carne seca (Martinic 1995; Peale 1971) e incluso como obsequio en cuestiones matrimoniales en la Patagonia (Bourne 1998 [1849]). No obstante, las descripciones de grasa obtenidas a través del machacado y el hervido de huesos en el caso de los Nunamiut (Binford 1978) y los Hadza (Bunn 1993; Emerson 1993; Oliver 1993), hacen claro que por lo menos algunas de estas referencias están describiendo de hecho la obtención de grasa. Sería inapropiado asumir que la evidencia arqueológica de obtención de grasa indica exclusiva y necesariamente condiciones nutricionales desesperantes para un grupo humano (Brink 1997). Por otro lado, concerniente a la evidencia señalada respecto de la variabilidad registrada en los patrones faunísticos y la consecuente variación en la optimización de la grasa trabecular y las estrategias de explotación implementadas en los médanos del lago Cardiel, se ha establecido una tendencia de al menos cuatro tipos de conjuntos zooarqueológicos (Tabla 8.28). Estos estarían estrechamente vinculados a las expectativas arqueológicas asignadas a la Hipótesis B, donde se ha planteado niveles de fragmentación variables para huesos esponjosos axiales y epífisis de huesos largos apendiculares con la consecuente reducción de tales elementos a fragmentos de tamaño pequeños (ver capítulo 1 -Cuadro 1.1). Estos grupos manifiestan diferencias en sus características intrínsecas y atributos de procesamiento, es decir, en la intensidad y extensión de la fragmentación de restos esponjosos tanto a nivel de taxón -guanacocomo en términos del conjunto en general (Tabla 8.28). Asimismo, se puede establecer hipotéticamente un puente con la variabilidad observada en el caso Numaniut en

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. términos conductuales, a fin de contemplar posibles contextos culinarios. Es necesario destacar que dentro de cada grupo existen igualmente pequeñas diferencias entre algunas de las variables que deben ser tenidas en cuenta. El grupo uno corresponde al conjunto LS3c1, para el cual se ha registrado la mayor intensidad y extensión en la fragmentación de sus restos óseos con un 61% de los huesos esponjosos en estadio 0 a 2 de meteorización fragmentados y con una media de su tamaño de 20,7 mm, es decir, la medida más pequeña registrada hasta el momento. Además, la frecuencia alta de fragmentos se ubican en las categorías menores a 50 mm de tamaño máximo y al mismo tiempo el conjunto presenta una muy baja frecuencia de huesos como “partes” y enteros (0,7%) y su nivel de fragmentación es de 10,6 especímenes por cada MNE (Tabla 8.28). Sobre la base de estos datos se plantea una alta optimización, en comparación con el resto de los conjuntos, en la extracción de la grasa ósea alojada en las trabéculas de los huesos esponjosos donde posiblemente estrategias culinarias dirigidas a la extracción de grasa ósea se estaría manifestando. Al respecto, si bien no se han encontrado recipientes de cerámica asociados al sitio, se conocen datos de su presencia en la cuenca del lago Cardiel para el Holoceno tardío (Cassiodoro 2005) y otras zonas que permiten sugerir que dicha tecnología estaría disponible en la región hace unos 1000 años (Cassiodoro 2008). No obstante, la presencia de cerámica no es una condición necesaria para llevar a cabo la extracción de grasa trabecular (Buonacera 2005) y de ello hay evidencia en el caso de los Nunamiut, entre muchos otros, quienes han utilizado una técnica a través de la cual calientan piedras al fuego y las vierten en contenedores de cuero una y otra vez hasta lograr el hervido (Binford 1978). Al respecto, en el sitio LS3c1 se han hallado una cantidad importante de rocas termóforas en la excavación, lo que podría ser evidencia de su uso -eventualmente junto a contenedores de cuero-. En este sentido, las observaciones zooarqueológicos y el análisis implementado permiten generar nuevas hipótesis a nivel tecnológico. El grupo dos lo integran los sitios GSLN, LPA1 y LPA2 para los que se ha registrado una menor intensidad y extensión en la fragmentación que la indicada recientemente. Aquí, los valores de huesos esponjosos en estadios 0 a 2 de meteorización y que han sido fragmentados, varían entre un 21,7% y 30,6% en la representación de la muestra general con medias en sus tamaños de entre 32,4mm a 38,3mm. Si bien en estos conjuntos los fragmentos menores a 50 mm están presentes, los valores de “partes” y enteros son porcentualmente más importantes (9,7% y 10,9%, con la excepción de LPA1 con un valor de 4,7%). Asimismo, los tres conjuntos componen los valores de fragmentación más bajos de los médanos que van entre 1,1 y 1,9 especímenes por cada MNE (Tabla 8.28). En resumen, podría tratarse de rasgos asociados a las primeras etapas de procesamiento y a la aplicación de técnicas culinarias sin que ello implique necesariamente una tarea enfocada especialmente a la extracción masiva de grasa ósea.

El grupo tres está conformado por los conjuntos MS1S3, MS1M4 y LS2, donde se ha verificado una tendencia similar en la intensidad y extensión en la fragmentación ósea ocupando un espacio de procesamiento intermedio entre el grupo uno y dos. Los valores de huesos esponjosos en estadios 0 a 2 de meteorización y que han sido fragmentados varían entre un 38,7% y 44,8% en la representación de la muestra general, con medias en sus tamaños de entre 23,7 mm a 28,1 mm. Al igual que en el grupo uno, los fragmentos que dominan los conjuntos son aquellas categorías menores a 50 mm de tamaño máximo, con una baja cantidad de huesos como “partes” y enteros (1,2% y 1,9%, con excepción de LS2 con un valor de 6,3%) y niveles de fragmentación ósea de 2,6 a 3,9 especímenes por cada MNE (Tabla 8.28). Sobre la base de estos datos se propone una optimización media en la extracción de la grasa ósea, en comparación con el resto de los conjuntos, donde efectivamente se observan variaciones que podrían resultar en diferentes estrategias culinarias enfocadas no tanto a la extracción de grasa ósea en masa, sino en optimizar el rendimiento por unidad de hueso en relación a las tácticas de preparación de alimentos. Por último está el grupo cuatro, integrado por el sitio LS5 y que ha tenido la particularidad de diferenciarse en la mayoría de los atributos zooarqueológicos medidos en esta tesis. Dicho conjunto tiene la menor intensidad y extensión en la fragmentación ósea de los médanos del Cardiel. Se puede sugerir como la contraparte del grupo uno, dado que solo el 13,2% de los huesos esponjosos en estadios 0 a 2 de meteorización están fragmentados y con una media de su tamaño de 41,6 mm, es decir, la medida más alta registrada hasta el momento. Por su parte, el conjunto presenta una alta frecuencia de huesos en las categorías “partes” y enteros, que alcanza para el conjunto en general un 37,3% y su nivel de fragmentación es de 0,6 especímenes por cada MNE, el más bajo del sector (Tabla 8.28). El conjunto de la evidencia sugiere un trozamiento mínimo de las presas, en cuanto a la fractura ósea se refiere, donde sólo la grasa de tipo medular habría sido extraída para su aprovechamiento. A continuación se discute en términos comparativos la evidencia analizada para los médanos del lago Cardiel, con sitios localizados tanto en cuencas bajas como en sectores de mesetas altas. El propósito no es exponer una discusión exhaustiva sino que se busca contextualizar en una escala espacial mayor el registro estudiado dado que se está discutiendo un modelo de escala regional. 9.7. El registro arqueológico en médanos de las cuencas del lago Tar y Posadas-Pueyrredón y Salitroso Estudios que se están desarrollando en la cuenca baja esteparia del lago Tar (49° 7´ S, 72° 11´ O) ubicado al sur-oeste del Cardiel, marcan que los sectores de médanos de su margen Este presentan grandes similitudes con el Cardiel referibles a la distribución del registro arqueológico en el espacio (Belardi et al. 2007, 2008b).

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Capítulo 9: Discusión y Conclusiones

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Allí se han planteado unidades de recolección de restos faunísticos, tanto en superficie como en sondeos. Asimismo, se analizaron las concentraciones 1-5 y los sitios río Meseta 1 y 2 (Belardi et al. 2007). Las cronologías obtenidas apuntan a un uso en el Holoceno tardío para todos los conjuntos con excepción del Río Meseta 1, con un único fechado en el Holoceno medio (Belardi et al. 2008b). Dado el gran tamaño de este sitio, es posible que haya reocupaciones posteriores. El análisis realizado sobre los siete conjuntos faunísticos ha señalado una baja representación de especies con predominio del guanaco en todos los casos. Los perfiles anatómicos estudiados marcan una tendencia hacia una alta presencia de los cuartos traseros y delanteros y una baja representación de la región axial, si bien en algunos conjuntos está presente todo el esqueleto (Belardi et al. 2007). En el análisis de la intensidad de fragmentación ósea para guanaco, los resultados marcaron un patrón muy bajo en relación a lo que se ha visto para algunos conjuntos del Cardiel. En el caso del sitio Río Meseta 1 sobre una frecuencia de 91 especímenes, el 62,6% aparece como elemento entero o “parte”. En el sitio Río Meseta 2, sobre un NISP de 224 el porcentaje alcanzó el 48,6%, mientras que en el conjunto de la Unidad 1 el porcentaje es de 51% sobre un NISP de 183 (Belardi et al. 2007). Estos conjuntos se acercan más a los valores obtenidos en LS5 (51%) y GSLN (38%) (Tabla 8.23), lo que estaría sugiriendo las primeras etapas de procesamiento con una utilización de baja intensidad respecto de la extracción de grasa trabecular. Por el contrario, sí se habría dado una alta utilización de la médula ósea, algo que ha sido sostenido sobre la base de la frecuencia de huellas de percusión y fractura transversal/marcado perimetral presente en los conjuntos. Un aspecto interesante que se ha observado en las concentraciones de la margen este del Tar es la representación de crías en los conjuntos de las Unidades 1, 4 y 5, sugiriendo ocupaciones de verano (Belardi et al. 2008b). El patrón descripto, junto a la evidencia de un equipamiento tecnológico del espacio, que es similar al registrado en el Cardiel, indica un uso del espacio con carácter residencial. El mismo podría estar asociado al aprovisionamiento de ciertos productos como grasa medular, carne y determinados cueros con un nivel bajo de intensidad de procesamiento de las carcasas en general. El equipamiento del espacio a nivel tecnológico se caracteriza por una alta diversidad artefactual compuesta principalmente por raspadores, raederas, puntas de proyectil, bolas de boleadoras, núcleos e implementos de molienda, con evidencia de eventos de talla y manufactura lítica (Belardi et al. 2008b). Se ha planteado en términos regionales que la margen este del lago Tar habría actuado como un concentrador de ocupaciones humanas, principalmente durante el Holoceno tardío, en el marco de un espacio vinculado a la circulación e interacción de poblaciones humanas donde las potenciales rutas de acceso han sido ligadas con la cuenca del lago Cardiel al Noreste, el Viedma al sur y las mesetas altas que las unen (Belardi et al. 2008b).

Por su parte, al norte del lago Cardiel se ubican las cuencas de los lagos Posadas-Pueyrredón-Salitroso, localizadas en una zona de baja altura sobre el nivel de mar y con una importante cantidad de formaciones de médanos. Los estudios sobre los materiales depositados en estas geoformas sugieren cierta similitud en los aspectos cronológicos y del uso del espacio de los asentamientos respecto a lo señalado para el lago Cardiel y Tar. La distribución y composición del material zooarqueológico y tecnológico en los sitios MLP, PP1, LPEH localizados en el lago Posadas-Pueyrredón, y SAC3 en la cuenca del lago Salitroso, indican rangos variables de actividades con la presencia en muchos casos de implementos de molienda y tiestos de cerámica (Aragone 2007, 2009; Aragone et al. 2004; Cassiodoro 2008; Cassiodoro et al. 2004; Re 2006; Re y Aragone 2007). En el caso del sitio MLP se ha propuesto que se habría llevado a cabo un rango más amplio de actividades evidenciado por la presencia de una alta variabilidad de taxones y tecnología variada (puntas de proyectil y cerámica) (Re 2006). En relación con el taxón guanaco, predominan las extremidades inferiores y altos porcentajes de huesos quemados. En el sitio PP1, el perfil anatómico es distinto y arroja diferentes resultados ya que existe un predominio de epífisis de los huesos largos. El sitio PP1 presentaría mayores similitudes con LPEH, ya que las muestras están altamente fragmentadas con una baja representación de huesos termoalterados y gran cantidad de restos indeterminados (Aragone 2007; Re y Aragone 2007) similares porcentualmente al conjunto LS3c1. En el caso del lago Salitroso, la alta variabilidad de artefactos formatizados y la presencia de cerámica en algunos conjuntos sugiere un uso particular en términos residenciales de toda la cuenca (Casiodoro 2008) que también se apoya fuertemente con la evidencia bioantropológica (Bernal et al. 2004; García Guraieb et al. 2007; Goñi y Barrientos 2004; Pérez et al. 2004) y faunística (Aragone et al. 2004). Las líneas de evidencia discutidas, particularmente sobre la tecnología lítica y cerámica, llevan a plantear la presencia de un rango amplio de actividades y redundancia en las ocupaciones, que se vincularían con el uso residencial de estos espacios de médanos en las tres cuencas analizadas. Esta situación podría relacionarse con el modelo ya planteado de reducción de la movilidad residencial y la consiguiente concentración de las poblaciones en el área de las cuencas bajas como las mencionadas para momentos concretos del Holoceno tardío (Belardi et al. 2003; Goñi y Barrientos 2000, 2004; Goñi et al. 2000-2002, 2005). 9.8. La integración de las mesetas altas adyacentes al modelo de poblamiento tardío propuesto para la región del lago Cardiel La meseta del lago Strobel ubicada al norte del lago Cardiel contrasta marcadamente con las características ambientales de las cuencas bajas de la estepa, como ha sido mencionado en el capítulo 7. Esto se funda

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. principalmente a partir de la altitud promedio de la meseta que oscila entre 900 y 1200 msnm y una marcada estacionalidad relacionada con su altura, que genera un ambiente de bajas temperaturas y una importante carga de nieve en los meses invernales, acotando su habitabilidad a las estaciones de primavera y verano. Estas características ecológicas plantearon la expectativa de un paisaje arqueológico diferente a la del Cardiel pero al mismo tiempo asociado a éste en términos de un uso complementario determinado por una estrategia de uso estacional con un carácter eminentemente logístico (Belardi et al. 2003; Goñi et al. 2004, 2005). Los estudios realizados hasta el momento en la meseta del Strobel marcan una frecuencia extremadamente baja de restos arqueofaunísticos (Belardi et al. 2007; Goñi et al. 2005). Esta situación llama la atención debido a que la distribución y composición del registro tecnológico -altas frecuencias de parapetos (Belardi y Goñi 2002; Goñi et al. 2004b) e instrumentos como puntas de proyectil (Belardi et al. 2005)- sugieren el desarrollo de actividades de caza. De este modo, se ha discutido la baja presencia de los restos óseos a través del planteo de hipótesis referidas a cuestiones de muestreo, el transporte de presas completas hacia los espacios bajos, el transporte natural de huesos por acción hídrica y reptación y, por último, la acción de procesos diagenéticos (Belardi et al. 2007). Sobre la base de estos procesos y la información tafonómica regional se sugirió que el patrón estaría vinculado con las bajas condiciones de preservación ósea en la meseta y las características químicas de los sedimentos, ambos vinculados al contexto de depositación que presentan los paredones rocosos donde se registran los asentamientos humanos (Belardi et al. 2007). Un caso que presenta una excepción a la preservación del registro óseo mencionada, es el sitio Don Edmundo (Belardi et al. 2007), localizado en un médano al pie de unos farallones. El conjunto está compuesto por un MNI de 1 guanaco. La proporción de la zona del esqueleto de este animal favorece al sector apendicular, especialmente partes proximales de huesos largos. Probablemente esto se relacione con prácticas de trozamiento, ya que la expectativa de conservación diferencial seria más favorable a las partes distales de dichos huesos, de mayor densidad estructural (Savanti et al. 2005). Las partes que aparecen son especialmente ricas en médula, teniendo algunas de ellas también carne. Los estudios señalan una baja fragmentación ósea sobre la base de un índice NISP/MNE de 1,05 y una extensión igualmente baja con un valor de huesos enteros y “partes” de 45% sobre un NISP de 55. Ambos aspectos son consistentes con las expectativas esperadas en meseta, donde el conjunto parece indicar al procesamiento primario como el responsable del patrón señalado (Savanti et al. 2005). Otro rasgo distintivo de este conjunto es la presencia de ejemplares inmaduros la que, sumado a la frecuenta de huellas de corte y fractura transversal/marcado perimetral -n=9 (17%)- registradas, apoyan la hipótesis de un uso estival y logístico de la meseta con actividades vinculadas al despostamiento inicial (Savanti et al. 2005).

Asimismo, los conjuntos zooarqueológicos estudiados para otras mesetas de la región como el sitio Ojo de Agua, localizado en Pampa del Asador, están reflejando estos atributos (Rindel et al. 2007; Rindel 2008). El conjunto faunístico a cielo abierto se ubica cerca de una laguna y próximo a estructuras de parapeto localizadas en el área. Se trata de una concentración de restos óseos que contiene un MNI de 21 guanacos, dentro de los cuales se han registrado un porcentaje alto de crías, sugiriendo una ocupación estacional de la meseta para el aprovisionamiento de presas. Ambos aspectos asociados a un valor de 1,45 (NISP/MNE) para el índice de fragmentación ósea marcan un escenario de procesamiento inicial. En el conjunto se observa un porcentaje no muy alto de marcas de corte (9,82%) y una alta frecuencia de fractura transversal/marcado perimetral (17,8%) lo que apoya la idea de actividades de caza y despostamiento primario para transporte dentro de una estrategia logística de movilidad (Rindel et al. 2007; Rindel 2008). Este acercamiento desde la fauna y su asociación con otros tipos de registros permite sostener la idea de un uso estacional dado por un tipo de registro bien específico y poco variado para la meseta. Por su parte, la composición de un registro faunístico y tecnológico variado y abundante para los sectores bajos de médanos de la cuenca del Cardiel, que ha sido desarrollado en esta tesis, marcan las diferencias en las propiedades físicas del registro arqueológico que subraya intensidad de uso del espacio con un carácter residencial. Para finalizar es preciso retomar el concepto central del modelo de poblamiento tardío propuesto para el área, del cual se ha partido al comienzo de esta tesis, y con ello vincular las principales tendencias registradas principalmente en las faunas analizadas del sector de médanos del lago Cardiel. El modelo de poblamiento propuesto para el Holoceno tardío –últimos 2500 años- ha planteado que las condiciones de menor humedad en el ambiente registradas en la región llevarían un cambio en las estrategias de movilidad tendientes hacia una reducción del movimiento residencial. La distribución heterogénea del agua en el espacio llevaría a una concentración de las poblaciones en sectores con agua permanente. En este escenario, las cuencas lacustres se habrían convertido en espacios privilegiados para la ocupación residencial. La reducción de la movilidad residencial y el nucleamiento de los grupos cazadores-recolectores en zonas bajas habrían requerido ampliar los rangos de acción logísticos en distancias considerables, lo que incluiría el uso de las mesetas altas. Tales estrategias involucrarían un ajuste en la movilidad con el desarrollo de movimientos específicos y estacionales hacia sectores circundantes para la obtención de recursos. Dentro de este esquema suprarregional, el resultado es un espacio utilizado diferencialmente entre los distintos ambientes en función de la disponibilidad y abundancia de la estructura de recursos (Belardi et al. 2003; Goñi et al. 2000-2002, 2005; Goñi y Barrientos 2004). La información regional

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expuesta con cuencas bajas de carácter residencial y mesetas altas adyacentes de uso logístico permite apoyar la hipótesis propuesta en relación con la mayor disponibilidad de espacios en el Holoceno tardío. Dentro de este esquema de modificaciones en las estrategias de movilidad asociadas a cambios en la distribución de fuentes confiables de agua, la cuenca del lago Cardiel constituye un adecuado espacio para fines residenciales. Internamente, los sectores de médanos se destacan por potenciar recursos que ofrece la cuenca. En este sentido el estudio de las faunas en los depósitos estratificados a cielo abierto han sido una muestra confiable de información que ha permitido generar datos respecto del papel residencial de la cuenca. Asimismo, la alta variabilidad intersitio registrada relacionada con tareas de procesamiento de presas en sus diferentes etapas, así como la alta intensidad en el procesamiento de algunas carcasas ligadas principalmente a etapas finales de aprovechamiento y consumo final, son actividades vinculadas con espacios residenciales. Por su parte, el carácter de la tecnología asociada a estos conjuntos faunísticos en el sector de médanos establece la existencia de actividades de manufactura, mantenimiento y recambio de herramientas junto a un equipamiento tecnológico del espacio, lo que constituye un argumento a favor del uso residencial, movilidad planificada y recurrencia en el tipo de ocupación en los sectores de médanos. 9.9. Conclusiones La información arqueofaunística y la integración con otros cuerpos de datos tales como los paleoambientales y tecnológicos, constituyen un aporte para la discusión del uso del espacio de poblaciones cazadoras-recolectoras del pasado. En esta investigación, ha sido central la temática del uso del espacio en los médanos de la margen este y sur de la cuenca del lago Cardiel, enfocada a partir del registro zooarqueológico. El objetivo principal ha sido evaluar el rol que podrían haber cumplido los espacios caracterizados por médanos como un ambiente potencialmente habitable por grupos humanos, en momentos de una importante disminución del nivel de humedad ambiental a escala regional. Asimismo, la búsqueda de la variabilidad en los patrones de subsistencia ha sido el foco del análisis desde una perspectiva centrada en el procesamiento y consumo final de las presas, como una vía de estudio adecuada a la problemática planteada. La evidencia tratada sugiere que la variabilidad espacial y temporal en la estructura de los restos zooarqueológicos en el sector de médanos sería el producto de la interacción entre la dimensión cultural organizada y la estructura del espacio geográfico. En este sentido, la variación señalada en las propiedades del registro zooarqueológico y sus consecuentes patrones indicados a través del espacio se han evaluado como partes integrante de una dinámica mayor de la organización humana.

El registro arqueológico de los campos de médanos marca que dicho ambiente ha sido utilizado de forma intensa a través del tiempo, donde el carácter de las ocupaciones refleja un uso durante todo el año con asentamientos residencialmente prolongados y evidencias de reutilización. Este patrón de uso generalizado podría ser indicativo de un ambiente de bajo riesgo (sensu Borrero 1994-1995), dadas las cualidades particulares que presentan los médanos de zonas áridas. Asimismo, se han señalado ciertas particularidades vinculadas con la estructura de los recursos que lo convierten en un lugar óptimo para ser habitado. Una adecuada productividad primaria presentaría un espacio potencial para albergar una diversidad de recursos animales que también se asociarían a los espacios “intermédanos”. Estos últimos, pueden comportarse como reservorios de agua en forma de charcas. A la presencia de estos rasgos notables hay que sumarle la abundancia de leña para combustible, el reparo que ofrecería la topografía irregular, la que también se tornaría un beneficio en las estrategias de caza de animales grandes y veloces donde la pérdida de velocidad de la presa habría constituido una ventaja en sí misma. Por tales características es posible que la recolección de vegetales (Bird y Bird 2005) y animales menores haya sido practicada dentro del rango forrajeador del campamento (sensu Binford 1983). En este sentido, se ha evaluado que a largo plazo la utilización de un área está estrechamente vinculada con la productividad del ambiente, de modo que la variación de este atributo dentro de un mismo sistema generó que diferentes porciones del espacio hayan recibido un uso distinto en cuanto a la duración, frecuencia y recurrencia de las ocupaciones humanas. Asimismo, la variación en el desarrollo y uso de la margen este y sur de la cuenca del lago Cardiel estaría relacionada con varios factores, entre los cuales pueden mencionarse la estructura de la movilidad del grupo y el aprovechamiento de los recursos. Ello en un contexto del Holoceno tardío donde la cuenca está siendo frecuentemente utilizada, en un marco de desecación ambiental regional donde la reducción de la movilidad y la ampliación de los rangos logísticos parecen ser las estrategias más viables ante los nuevos escenarios geográficos. La importancia del análisis faunístico en el desarrollo de la discusión ha sido central a partir de la aplicación de una aproximación multivariada cultural y tafonómica, que ha permitido evaluar en un mismo nivel aspectos puntuales vinculados tanto con procesos depositacionales como post-depositacionales. Este enfoque zooarqueológico, conformado por un cuerpo de instrumentos metodológicos sólido en sus bases argumentales, permite conocer la naturaleza del registro faunístico bajo estudio subrayando el grado de confiabilidad de las muestras óseas provenientes de sitios estratificados a cielo abierto en ambientes de médanos y su importancia para la arqueología regional Se ha observado que la respuesta a las necesidades biológicas de consumo de nutrientes como la grasa animal estuvo dirigida a través de una combinación de

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Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. estrategias que incluyen un aprovechamiento intensivo e integral de la principal presa explotada, asociado al consumo complementario de otros recursos menores. Se ha indicado que dicha estrategia genera una alta variabilidad en los patrones de fractura y niveles de fragmentación ósea en los conjuntos de los médanos del lago Cardiel, dada la aplicación de diferentes técnicas de extracción y consumo de grasa medular y especialmente la grasa trabecular. Aquí ha sido crucial el análisis de la intensidad y extensión de la fragmentación ósea de los conjuntos bajo estudio. Asimismo, se ha señalado la forma en que el consumo final de un recurso estructura el patrón faunístico resultante dejando en evidencia que explicaciones basadas sobre el transporte selectivo y la densidad mineral ósea podrían no ser las vías con mayor potencial explicativo para los conjuntos estudiados. La información actualística permite sostener, como es el caso de los Nunamiut o los Hadza, así como también aquellos datos experimentales, que cuando se trata de la extracción de grasa contenida en el interior de los huesos existen diferentes modos de hacerlo con distintos costos (Binford 1978, 1981; Church y Lyman 2003; Leechman 1951; Lupo y Schmitt 1997; Oliver 1993; Saint-Germain 1997). En ese sentido, ha sido necesario segmentar analíticamente la extracción de médula ósea y aquella contenida en el cráneo, de la grasa trabecular. En el caso de la grasa trabecular, las técnicas culinarias que se aplican requieren de una alta fragmentación de los huesos esponjosos, en pequeños fragmentos o incluso su pulverización, como en el caso esquimal. Asimismo, estudios experimentales señalan y confirman que tamaños menores a 50mm presentan una mayor eficiencia en cuanto a la capacidad de extracción (Church y Lyman 2003). En este proceso es necesario abundante leña, tiempo, gente y tecnología disponible para llevar adelante la fragmentación y el hervido. Por el contrario, la extracción de grasa medular y aquella del cráneo requieren de tan sólo de unos golpes bien dados y en segundos se accede a los sesos o a la médula ósea. La fractura transversal es una técnica en particular que podría vincularse no sólo a la extracción de médula sino a la preparación de formas base (Muñoz y Belardi 1998) y a la acumulación de tejido esponjoso para un uso futuro. Fuentes históricas de la Patagonia subrayan el valor de la grasa en la dieta humana, la fragmentación de huesos sobre molinos (Barberena 2008: 199) e incluso su utilidad social y simbólica (Bourne 1998; Miotti 1998). Asimismo, el almacenamiento de grasa en contenedores de cuero ha sido registrado en más de una oportunidad en las tolderías de momentos históricos (Martinic 1995; Miotti 1998) de modo que hay que pensar ya no sólo en el consumo inmediato, sino también en un consumo diferido de este recurso. En este sentido, la grasa animal alojada en el interior de los huesos se presenta como un recurso altamente confiable de modo que es esperable su utilización, particularmente en momentos de déficit estacional. Al respecto el tejido contenido en el cráneo (grasas y proteínas) es el más confiable de todos, dado que su

calidad y cantidad permanece estable anualmente, a diferencia del esqueleto post-craneal y los órganos (Stiner 1991). Ambas características sugieren que su consumo sería altamente esperable en cualquier contexto y considerando su valor y su envase tiene altas probabilidades de ser transportado. Datos etnográficos recolectados en la provincia del Chubut señalan que en una partida de caza los distintos participantes transportan las cabezas de guanaco junto con otras partes del esqueleto a los campamentos base (Claraz 1988). Para finalizar y teniendo presente lo mencionado previamente, los espacios de médanos adquieren una importancia cada vez mayor en la medida que ofrecen sitios estratificados a cielo abierto con abundante material faunístico, entre otros, con buenas probabilidades de preservarse. En este sentido, no sólo se ha puesto el énfasis en los aspectos de la subsistencia humana, sino que también se ha focalizado en comprender en mayor profundidad aspectos tafonómicos y la formación de tales conjuntos, como un paso inicial necesario. Así pues, se ha vinculado información sobre algunos atributos particulares del ambiente de depositación y la dinámica de los médanos, junto al comportamiento de los huesos a partir de la composición y estructura de los diferentes tejidos óseos que lo conforman. Se subraya el valor que han tenido las técnicas de muestreo de campo enfocadas en problemáticas de escala regional implementadas en la cuenca del lago Cardiel, donde la búsqueda sistemática de sitios a cielo abierto ha tenido como resultado un cúmulo de información valiosa para el estudio de la organización de las poblaciones humanas y su relación con la dinámica paleoambiental durante el Holoceno tardío. Se indica así la importancia de tales espacios muestreados para comprender con un menor sesgo de muestreo el sistema organizativo que se busca explicar, poniendo en evidencia que lugares como cuevas y aleros no pueden por sí solos responder a todas las preguntas arqueológicas. Por su parte, el tratamiento teórico-metodológico general ha servido para evaluar el problema planteado, abarcado un amplio rango donde han sido destacados conceptos del comportamiento humano, su relación con el ambiente, las estrategias de obtención de recursos y el uso del espacio en un marco de poblamiento efectivo para la región (sensu Borrero 1994-1995; 2001). Del mismo modo, el uso de marcos de referencia provistos por la información etnoarqueológica y experimental, como cuerpos de datos independientes, ha generado un puente inferencial para la interpretación de los patrones en los datos de los conjuntos zooarqueológicos. Particularmente, en problemáticas tan puntuales como la fragmentación ósea, su vínculo con la extracción de grasa animal y su importancia en la dieta humana. En síntesis, diferentes líneas de análisis zooarqueológico han permitido obtener una visión más ajustada de las características del poblamiento humano del extremo meridional del continente, en especial en relación con las condiciones ambientales fluctuantes que experimentaron.

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De esta manera, la incorporación de la información a una discusión regional de poblamiento ha sido útil en términos comparativos, dado que ha permitido contextualizar en una escala mayor las arqueofaunas bajo estudio. Asimismo, ello provee información en una escala del comportamiento humano en la cual se evalúan procesos culturales a largo plazo. Las observaciones han marcado una alta variabilidad en los conjuntos zooarqueológicos relacionados principalmente con técnicas de preparación y consumo de grasa animal. Al respecto, la perspectiva futura estará orientada sobre dos ejes. El primero de ellos se focalizará en investigaciones de experimentación vinculadas a replicar técnicas de procesamiento de grasa medular y trabecular con el fin de estudiar y caracterizar los aspectos morfológicos más conspicuos de la fractura ósea, que permitan arrojar luz sobre el tema. El segundo eje de estudio será explorar a través de estudios químicos y físicos posibles trazas o rasgos que pudieran quedar impresos sobre huesos fracturados que hayan sido procesados mediante el hervido. Ambos enfoques tienen el objetivo principal de complejizar las interpretaciones realizadas sobre los patrones faunísticos evaluados en esta tesis.

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142

APÉNDICE

143

Apéndice

Tirso Bourlot

Tabla 1. Valores de medidas para guanaco del sitio GSLN NISP

NISP

NISP

MNE

MAU%

MNI

Total

Partes

Enteros

Enteros

Enteros

Enteros

(Col. 1)

(Col. 2)

(Col. 5)

(Col. 6)

(Col. 7)

(Col. 8)

Dientes sueltos Cráneo Mandíbula Hioides

119 29 12 1

Vértebra indeterminada Atlas Axis V. cervicales V. Torácicas

42 2 4 52 30

3

3 4 1

35,29 23,52 -

3 4 1

30 20 -

2 1 1

1 4 12

16 3 3 20 23

6,94 35,29 35,26 47,05 22,47

16 3 3 20 23

5,9 30 30 40 19,1

1 3 3 4 2

V. Lumbares Sacro Caudales Costillas

24 4 1 44

1

7 3 1 19

11,76 35,29 9,76

7 3 1 19

10 30 7,9

1 3 1 1

Esternebras Pelvis Escápula Húmero proximal Húmero diáfisis

11 14 23 15 9

5 5 10 11 3

9,76 29,41 58,82 64,7 17,64

5 5 10

8,3 25 50

2 5 4

Humero distal Radioulna proximal Radioulna diáfisis Radioulna distal Carpianos

22 17 13 18 26

12 14 9 -

20

100

12

25

17 15 5 13 26

100 88,23 29,41 76,47 21,76

20

100

12

26

18,5

2

Metacarpo proximal Fémur proximal Fémur diáfisis Fémur distal Rótula

5 11 14 11 9

5 8 -

1 8

3 9 8 11 9

17,64 52,94 47,05 64,7 52,94

3

15

2

14

70

14

9

45

9

Tibia proximal Tibia diáfisis Tibia distal Tarsianos Astrágalo

11 22 12 16 7

6 8 -

11 5

9 5 9 16 6

52,94 29,41 52,94 18,82 35,29

13

65

8

16 6

16 30

2 3

Calcáneo Metatarso proximal Metapodio diáfisis Metapodio distal

11 4 25 32

14

1 -

9 2 8 17

52,94 11,76 23,52 50

9 2

45 10

5 1

17

42,5

5

Sesamoideos Falange 1 Falange 2 Falange 3 Falange indeterminada

16 49 28 10 8

-

15 6 12 9 -

16 26 19 10 4

11,76 38,23 27,88 14,7

16 26 19 10 4

10 32,5 23,7 12,5

8 4 3 2 2

Total

833

109

120

409

GSLN Unidad Anatómica

8 10 2 1 9 -

MNE

MAU%

(Col. 3)

(Col. 4)

-

6 3 -

144

353

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Tabla 2. Valores de medidas para guanaco del sitio LPA1 NISP

NISP

NISP

MNE

MAU%

MNI

Total

Partes

Enteros

Enteros

Enteros

Enteros

(Col. 1)

(Col. 2)

(Col. 5)

(Col. 6)

(Col. 7)

(Col. 8)

Dientes sueltos Cráneo Mandíbula Hioides

3 13 4 -

3 2

85,7 57,1

3 2

85,7 57,1

3 2

3

5 1 1 3 7

5,4 28,5 28,5 17,1 16,5

5 1 1 3 7

5,4 28,5 28,5 17,1 16,5

1 1 1 1 2

Vértebra indeterminada Atlas Axis V. cervicales V. Torácicas

6 -

1 3

5 1 12

20,2 28,5 14,2

5 1 15

20,2 28,5 17,71

1 1 1

3 2 4 5

1 -

-

1 1 2 3

28,5 14,2 28,5 42,8

1 1

28,5 14,2

1 1

5

71,42

4

Humero distal Radioulna proximal Radioulna diáfisis Radioulna distal Carpianos

5 4 1 3 16

1 -

12

3 3 1 3 16

42,8 42,8 14,2 42,8 32,5

4

57,14

3

16

32,5

3

Metacarpo proximal Fémur proximal Fémur diáfisis Fémur distal Rótula

3 3 2 4 1

1 1 -

1

3 2 2 4 1

42,8 28,5 28,5 57,1 14,2

3

42,8

3

4

57,14

3

1

14,2

1

Tibia proximal Tibia diáfisis Tibia distal Tarsianos Astrágalo

1 2 4 11 3

2 -

8 2

1 1 4 11 3

14,2 14,2 57,1 31,4 42,8

3

42,85

3

11 3

31,4 42,8

3 2

Calcáneo Metatarso proximal Metapodio diáfisis Metapodio distal

14 10 5 7

-

-

7 7 3 3

100 100 21,4 21,4

7 7

100 100

4 5

4

28,5

2

Sesamoideos Falange 1 Falange 2 Falange 3 Falange indeterminada

13 4 0 1

-

-

6 2 1

21,4 7,1 1,14

6 2 1

21,4 7,1 1,14

1 1 1

Total

250

13

30

134

MNE

MAU%

(Col. 3)

(Col. 4)

-

-

27 2 2 13 9

1

V. Lumbares Sacro Caudales Costillas

11 3 32

Esternebras Pelvis Escápula Húmero proximal Húmero diáfisis

LPA1 Unidad Anatómica

145

122

Apéndice

Tirso Bourlot

Tabla 3. Valores de medidas para guanaco del sitio LPA2 NISP

NISP

NISP

MNE

MAU%

MNI

Total

Partes

Enteros

Enteros

Enteros

Enteros

(Col. 1)

(Col. 2)

(Col. 5)

(Col. 6)

(Col. 7)

(Col. 8)

Dientes sueltos Cráneo Mandíbula Hioides

9 7 -

-

5 3 -

-

100 30 -

100 30 -

3 3 -

Vértebra indeterminada Atlas Axis V. cervicales V. Torácicas

8 1 1 5 3

6 20 20 20 5

8 1 1 5 3

6 20 20 20 5

1 1 1 2 1

1 1

1 1 1 6

2,8 20 0 5

1 1 1 6

2,8 20 0 5

1 1 1 1

-

1 -

1 1 1 3 2

3,2 10 10 30 20

1 1 1

3,2 20 10

1 1 1

10

100

7

6 6 5 4 21

3 3 0 2 -

20

6 5 3 4 21

60 50 30 40 30

5

60

2

21

50

3

Metacarpo proximal Fémur proximal Fémur diáfisis Fémur distal Rótula

4 3 3 8 1

2 2

3 3 2 4 1

30 30 20 40 10

3

30

2

6

60

3

1 -

-

1

10

1

Tibia proximal Tibia diáfisis Tibia distal Tarsianos Astrágalo

4 5 3 7 5

2 0 -

6 5

3 2 3 7 5

30 20 30 14 50

5

50

3

7 5

14 50

3 4

Calcáneo Metatarso proximal Metapodio diáfisis Metapodio distal

11 9 16 29

6 14

3 -

8 7 5 18

80 70 25 90

8 7

80 70

4 4

18

90

6

Sesamoideos Falange 1 Falange 2 Falange 3 Falange indeterminada

1 41 20 1 -

-

1 3 5 1 -

1 23 15 1 -

1,2 57,4 37,4 2,4 -

1 23 15 1 -

1,2 57,4 37,4 2,4 -

1 3 2 1 -

Total

320

40

49

193

MNE

MAU%

(Col. 3)

(Col. 4)

-

-

5 3 -

28 2 1 19 3

1 2 1

1 1

V. Lumbares Sacro Caudales Costillas

1 1 1 13

1 -

Esternebras Pelvis Escápula Húmero proximal Húmero diáfisis

2 2 6 6 6

Humero distal Radioulna proximal Radioulna diáfisis Radioulna distal Carpianos

LPA 2 Unidad Anatómica

146

174

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Tabla 4. Valores de medidas para guanaco del sitio LS2 NISP

NISP

NISP

MNE

MAU%

MNI

Total

Partes

Enteros

Enteros

Enteros

Enteros

(Col. 1)

(Col. 2)

(Col. 5)

(Col. 6)

(Col. 7)

(Col. 8)

18 2 1

2 1

80 20

2 1

80 20

2 1

2,8 40

2 1

2,8 40

1 1

1 4

1 2

2 1 4 6

32 20

4 6

32 20

2 3

3 2 11

3 -

1

3 1 6

16,8 40 10

3 1 6

16,8 40 10

1 1 2

Esternebras Pelvis Escápula Húmero proximal Húmero diáfisis

1 5 1 10

-

1 -

1 2 1 4

6,4 40 20 80

1 2 1 4

6,4 40 20 80

1 1 1 4

Humero distal Radioulna proximal Radioulna diáfisis Radioulna distal Carpianos

4 3 3 4 7

2 2 2 -

5

3 5 2 4 6

60 100 40 80 16,8

5

100

3

6

16,8

1

Metacarpo proximal Fémur proximal Fémur diáfisis Fémur distal Rótula

2 2 1 2

1 -

2

2 1 1 2

40 20 20 40

2

40

2

2

40

2

Tibia proximal Tibia diáfisis Tibia distal Tarsianos Astrágalo

3 4 1 1

3 -

1 1

1 4 1 1

20 80 4 20

4

80

3

1 1

4 20

1 1

Calcáneo Metatarso proximal Metapodio diáfisis Metapodio distal

1 1 4 6

1

1 -

1 1 1 2

20 20 10 20

1 1

20 20

1 1

2

20

2

Sesamoideos Falange 1 Falange 2 Falange 3 Falange indeterminada

2 8 4 2 3

-

2 2 -

2 4 4 1 1

4,8 20 20 4,8

2 4 4 1 1

4,8 20 20 4,8

1 2 1 1 1

154

20

19

84

MNE

MAU%

(Col. 3)

(Col. 4)

14 1

-

-

1

8 9

V. Lumbares Sacro Caudales Costillas

LS2 Unidad Anatómica Dientes sueltos Cráneo Mandíbula Hioides Vértebra indeterminada Atlas Axis V. cervicales V. Torácicas

Total

147

71

Apéndice

Tirso Bourlot

Tabla 5. Valores de medidas para guanaco del sitio LS3c1 NISP

NISP

NISP

MNE

MAU%

MNI

Total

Partes

Enteros

Enteros

Enteros

Enteros

(Col. 1)

(Col. 2)

(Col. 5)

(Col. 6)

(Col. 7)

(Col. 8)

Dientes sueltos Cráneo Mandíbula Hioides

5 22 7 1

3 4 1

85,71 57,14

3 4 1

85,71 57,14

3 4 1

Vértebra indeterminada Atlas Axis V. cervicales V. Torácicas

24 2 15 3

1 -

-

4 1 4 2

4,28 28,57 22,85 4,57

4 1 4 2

4,28 28,57 22,85 4,57

1 1 1 1

V. Lumbares Sacro Caudales Costillas

4 25

-

-

2 5

8 5,07

2 7

8 8,2

1 1

Esternebras Pelvis Escápula Húmero proximal Húmero diáfisis

2 3 3 9

-

-

1 1 2 4

4,57 14,28 28,57 57,14

1 1 2

4,57 14,28 28,57

1 1 2

4

57,14

3

Humero distal Radioulna proximal Radioulna diáfisis Radioulna distal Carpianos

1 2 9 1 5

2 -

1 -

1 2 4 1 4

14,28 28,57 57,14 14,28 8

4

57,14

3

4

8

1

Metacarpo proximal Fémur proximal Fémur diáfisis Fémur distal Rótula

2 3 11 1 -

2 -

-

2 2 3 1 -

28,57 28,57 42,85 14,28 -

2

28,57

1

5

28,57

3

-

-

-

Tibia proximal Tibia diáfisis Tibia distal Tarsianos Astrágalo

3 26 2 3 4

1 -

2 4

3 7 2 3 4

42,85 100 28,57 8,57 57,14

7

100

4

3 4

8,57 57,14

1 3

Calcáneo Metatarso proximal Metapodio diáfisis Metapodio distal

2 18 8

4

28,57 28,57 28,57

2

28,57

1

-

2 4 4

4

28,57

2

Sesamoideos Falange 1 Falange 2 Falange 3 Falange indeterminada

5 32 17 8 4

-

5 3 7 -

5 10 9 8 1

8,85 35,71 32 28,57

5 10 9 8 1

8,85 35,71 32 28,57

1 3 3 2 1

Total

292

10

23

116

LS3c1 Unidad Anatómica

MNE

MAU%

(Col. 3)

(Col. 4)

-

1

-

148

104

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Tabla 6. Valores de medidas para guanaco del sitio LS5 NISP

NISP

NISP

MNE

MAU%

MNI

Total

Partes

Enteros

Enteros

Enteros

Enteros

(Col. 1)

(Col. 2)

(Col. 5)

(Col. 6)

(Col. 7)

(Col. 8)

14 7 2

Vértebra indeterminada Atlas Axis V. cervicales V. Torácicas

15 4 3 10 24

7 1 11

2 1

33,33 8,33

2 1

33,33 8,33

2 1

1 9

7 2 1 6 21

4 33,33 16,66 20 29,16

7 2 1 6 21

4 33,33 16,66 20 29,16

1 2 1 1 3

V. Lumbares Sacro Caudales Costillas

1 42

1 -

9

1 20

2,33 13,83

1 21

2,33 14,5

1 1

Esternebras Pelvis Escápula Húmero proximal Húmero diáfisis

5 2 6 4 2

4 -

5 2 -

5 2 6 4 1

13,83 16,66 50 33,33 8,33

5 2 6

13,83 16,66 50

1 2 5

6

50

3

Humero distal Radioulna proximal Radioulna diáfisis Radioulna distal Carpianos

7 12 4 1

4 10 4 0

-

33,33 12

100

5

1

4 12 3 1

1

1,16

1

Metacarpo proximal Fémur proximal Fémur diáfisis Fémur distal Rótula

12 1 2 1

10 1 2 -

-

10 1 2 1

83,33 8,33 16,66 8,33

10

83,33

6

1

8,33

1

Tibia proximal Tibia diáfisis Tibia distal Tarsianos Astrágalo

7 5 1 2

7 5 -

1 -

7 5 1 1

58,33 41,66 1,66 8,33

9

75

7

1 1

1,66 8,33

1 1

Calcáneo Metatarso proximal Metapodio diáfisis Metapodio distal

2 2 9

1

-

1 2 5

8,33 8,33 20,83

1

8,33

1

5

20,83

3

Sesamoideos Falange 1 Falange 2 Falange 3 Falange indeterminada

1 2 1 -

-

1 -

1 2 1 -

1 4,16 2 -

1 2 1 -

1 4,16 2 -

1 1 1 -

199

68

29

139

LS5 Unidad Anatómica Dientes sueltos Cráneo Mandíbula Hioides

Total

MNE

MAU%

(Col. 3)

(Col. 4)

-

149

100 25 1,16

126

Apéndice

Tirso Bourlot

Tabla 7. Valores de medidas para guanaco del sitio MS1S3 MS1S3 Unidad Anatómica Dientes sueltos Cráneo Mandíbula Hioides Vértebra indeterminada Atlas Axis V. cervicales V. Torácicas V. Lumbares Sacro Caudales Costillas

NISP

NISP

NISP

Total

Partes

Enteros

(Col. 1)

(Col. 2)

1 7 8 27

2

1 3

-

17 1

1

-

2

8

35

MNE

MAU%

MNI

Enteros

Enteros

Enteros

(Col. 5)

(Col. 6)

(Col. 7)

(Col. 8)

2 2

48,54 24,27

2 2

48,54 24,27

1 2

5

4,61

5

4,61

2

1 2

4,85 3,88

1 2

4,85 3,88

1 1

2

8 1

27,66 24,27

8 1

27,66 24,27

2 1

8

8

8

8

1

-

3 1

36,4 12,13

3 1

36,4 12,13

3 1

1

12,13

2

24,27

1

2 2 1 1 8

24,27 24,27 12,13 12,13 13,83

2

24,27

2

8

13,83

2

48,54 48,54 36,4 24,27 24,27

4

48,54

2

5

60,67

3

2

24,27

1

6

72,81

4

1 2

2,42 24,27

1 1

MNE

MAU%

(Col. 3)

(Col. 4)

-

Esternebras Pelvis Escápula Húmero proximal Húmero diáfisis

18 3

Humero distal Radioulna proximal Radioulna diáfisis Radioulna distal Carpianos

2 2 2 1 8

Metacarpo proximal Fémur proximal Fémur diáfisis Fémur distal Rótula

6 4 9 5 2

1 -

2

4 4 3 2 2

Tibia proximal Tibia diáfisis Tibia distal Tarsianos Astrágalo

7 7 8 1 4

1 1 -

1 1

5 3 5 1 2

60,67 36,4 60,67 2,42 24,27

Calcáneo Metatarso proximal Metapodio diáfisis Metapodio distal

13 35 22

4

2 -

7 6 8

84,95 36,4 48,54

7

84,95

5

8

48,54

2

Sesamoideos Falange 1 Falange 2 Falange 3 Falange indeterminada

16 79 31 7 14

-

16 1 4 3 -

16 33 16 5 4

24,27

16 33 16 5 4

24,27

1 5 3 1 1

Total

409

12

40

174

3

-

150

100 48,54 15,04 -

154

100 48,54 15,04 3,88

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Tabla 8. Valores de medidas para guanaco del sitio MS1M4 MS1M4 Unidad Anatómica Dientes sueltos Cráneo Mandíbula Hioides Vértebra indeterminada Atlas Axis V. cervicales V. Torácicas V. Lumbares Sacro Caudales Costillas Esternebras Pelvis Escápula Húmero proximal Húmero diáfisis Humero distal Radioulna proximal Radioulna diáfisis Radioulna distal Carpianos Metacarpo proximal Fémur proximal Fémur diáfisis Fémur distal Rótula

NISP

NISP

NISP

Total

Partes

Enteros

(Col. 1)

(Col. 2)

6 1 2 5 2 3 9 1 16 21 2 1 1 2 2 2 2

MNE

MAU%

MNI

Enteros

Enteros

Enteros

(Col. 5)

(Col. 6)

(Col. 7)

(Col. 8)

1 1

18,18 9,09

1 1

18,18 9,09

1 1

3

2

3

2

1

1 1

3,63 1,45

1 1

3,63 1,45

1 1

1

4 1

10,36 18,18

4 1

10,36 18,18

1 1

6

4,54

6

4,54

1

-

5

45,45

5

45,45

4

1

9,09

-

-

-

1

9,09

1

-

-

1 1 2

9,09 9,09 2,54

1

9,09

2

2,54

1

1 1 2

9,09 9,09 18,18

-

-

-

2

18,18

2

2

18,18

-

-

-

2 2

3,63 18,18

2

18,18

2

2 2

3,63 18,18

1 1

2 1 4 11

18,18 9,09 18,18 50

2 1

18,18 9,09

1 1

11

50

2

11,27

10 44 28 1 2

11,27

2 7 5 1 1

MNE

MAU%

(Col. 3)

(Col. 4)

-

-

2

-

-

-

1

-

1

-

Tibia proximal Tibia diáfisis Tibia distal Tarsianos Astrágalo

3

1

2 5

-

-

Calcáneo Metatarso proximal Metapodio diáfisis Metapodio distal

2 2 18 22

Sesamoideos Falange 1 Falange 2 Falange 3 Falange indeterminada

10 52 40 5 5

-

10

-

2 -

10 44 28 1 2

Total

244

5

13

141

151

100 63,63 2,18 -

134

100 63,63 2,18 -

Apéndice

Tirso Bourlot

Tabla 9. Frecuencia y porcentaje de especímenes de guanaco en estadios de meteorización. Se discrimina la proveniencia de los especímenes y su aporte al porcentaje total GSLN

LPAC1

PLAC2

LS2

Estadios de meteorización

Capa (n:287)

Superficie (n:427)

Capa (n:14)

Superficie (n:233)

F

%

F

%

F

%

F

%

F

0

64

8,9

13

1,8

2

0,8

34

13,7

36

1

59

8,2

29

4

1

0,4

27

10,9

9

2,8

29

9

23

2

73

10,2

63

8,8

2

0,8

69

27,9

5

1,5

44

13,7

43

3

55

7,7

130

18,2

6

2,4

75

30,3

1

0,3

83

25,9

31

22,3

0

0

4

27

3,7

132

18,4

3

1,2

27

10,9

4

1,2

68

21,25

14

10

3

2,16

5

9

1,52

60

8,4

0

0

1

0,4

0

0

13

4

2

1,4

0

0

287

40,2

427

59,8

14

5,6

233

94,1

55

17

265

82,5

136

97,8

3

2,16

Total

Superficie (n:265)

Capa (n:136)

Superficie (n:3)

%

F

F

%

F

11,2

28

23

16,5

0

0

16,5

0

0

30,9

0

0

Capa (n:55)

% 8,7

%

Tabla 10. Frecuencia y porcentaje de especímenes de guanaco en estadios de meteorización. Se discrimina la proveniencia de los especímenes y su aporte al porcentaje total. Estadios de meteorización

LS3C1 Capa (n:173) F

LS5

Superficie (n:114)

%

F

%

MS1S3

MS1M4

Capa (n:106)

Superficie (n:96)

Capa (n:263)

Superficie (n:145)

Capa (n:238)

Superficie (n:0)

F

%

F

%

F

%

F

%

F

%

F

%

0

99

34,4

23

8

6

2,9

3

1,4

125

30,6

16

3,9

159

66,8

0

0

1

47

16,3

12

4,1

23

11,3

3

1,4

36

8,8

12

2,9

47

19,7

0

0

2

10

3,4

26

9

24

11,8

10

4,9

50

12,2

21

5,1

19

7,9

0

0

3

14

4,8

25

8,7

38

18,8

28

13,8

35

8,5

41

10

13

5,4

0

0

4

3

1

17

5,9

14

6,9

40

19,8

14

3,4

48

11,7

0

0

0

0

5

0

0

11

3,8

1

0,5

12

5,9

3

0,7

7

1,7

0

0

0

0

173

59,9

114

39,5

106

52,4

96

47,5

263

64,2

145

35,3

238

99,8

0

Total

Tabla 11. Frecuencia y porcentaje de especímenes de guanaco en estadios de meteorización. Se discrimina la proveniencia de los especímenes como muestras independientes Estadios de meteorización 0 1 2 3 4 5 Total

GSLN Capa F

%

64 59 73 55 27 9

22,3 20,5 25,4 19,1 9,4 3,1

287

LPAC1

Superficie

Capa

PLAC2

Superficie

Capa

LS2

Superficie

F

%

F

%

F

%

F

%

F

%

13 29 63 130 132 60

3 6,7 14,7 30,4 30,9 14

2 1 2 6 3 0

14,2 7,1 14,2 42,8 21,4 0

34 27 69 75 27 1

14,5 11,5 29,6 32,1 11,5 0,4

36 9 5 1 4 0

65,4 16,3 9 1,8 7,2 0

28 29 44 83 68 13

10,5 10,9 16,6 31,3 25,6 4,9

427

14

233

55

152

265

Capa F 23 23 43 31 14 2 136

Superficie %

F

%

16,9 16,9 31,6 22,7 10,2 1,4

0 0 0 0 3 0

0 0 0 0 100 0

3

Zooarqueología de sitios a cielo abierto en el Lago Cardiel (Patagonia, Argentina): fragmentación ósea y consumo de grasa animal en grupos cazadores-recolectores del Holoceno tardío. Tabla 12. Frecuencia y porcentaje de especímenes de guanaco en estadios de meteorización. Se discrimina la proveniencia de los especímenes como muestras independientes Estadios de meteorización 0 1 2 3 4 5 Total

LS3C1 Capa

LS5

Superficie

Capa

MS1S3 Superficie

Capa

MS1M4

Superficie

Capa

F

%

F

%

F

%

F

%

F

%

F

%

F

%

99 47 10 14 3 0

57,2 27,1 5,7 8 1,7 0

23 12 26 25 17 11

20,1 10,5 22,8 21,9 14,9 9,6

6 23 24 38 14 1

5,6 21,7 22,6 35,8 13,2 0,9

3 3 10 28 40 12

3,1 3,1 10,4 29,1 41,6 12,5

125 36 50 35 14 3

47,5 13,6 19 13,3 5,3 1,1

16 12 21 41 48 7

11 8,2 14,4 28,2 33,1 4,8

159 47 19 13 0 0

66,8 19,7 7,9 5,4 0 0

173

114

106

96

263

153

145

238

Superficie F 0 0 0 0 0 0 0

% 0 0 0 0 0 0