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INNOVACIÓN, EDUCACIÓN SUPERIOR Y ACTIVIDAD EMPRESARIAL EN LA REPÚBLICA DOMINICANA
CA DOMINIC UBLI ANA REP
INNOVACIÓN, EDUCACIÓN SUPERIOR Y ACTIVIDAD EMPRESARIAL EN LA REPÚBLICA DOMINICANA UN ANÁLISIS SOBRE LA ARTICULACIÓN DE EMPRESAS, GOBIERNO Y SECTOR EDUCATIVO SUPERIOR EN BUSCA DE LA COMPETITIVIDAD
CA DOMINIC UBLI ANA REP
PRESENTACIÓN Retos, desafíos y oportunidades. El 3 de marzo del 2007 el Excmo. Señor Presidente de la República anunció el inicio del DR-Cafta, el cual representa una serie de retos y desafíos, aunque de crecientes oportunidades para el desarrollo de la República Dominicana. El gran reto será desarrollar la competitividad en la economía del conocimiento, en la cual estamos crecientemente cada día más inmersos. Pero el DR-Cafta, en sí, no trae la competitividad, la demanda, es responsabilidad del país y desarrollar estrategias para incrementarla. En esta Era de la Economía Global, interdependiente de los mercados, la alianza público-privado es clave para dar significativos impulsos a la competitividad y a la inserción creciente en los diversos escenarios de la globalización. Entre los factores claves para desarrollar la competitividad nacional se encuentran: la educación (transformada, renovada), las tecnologías, la investigación científica y tecnológica, la apertura de las infraestructuras y la creación de climas positivos para la estabilidad financiera, la seguridad jurídica, la inversión extranjera y la consolidación de la democracia. El país se ha abocado a realizar diversas reformas: la Reforma del Sector Educativo, con la formulación del Plan Decenal de Educación; la Reforma Financiera y Fiscal, la Reforma Aduanera, la Reforma Industrial, la Reforma de la Constitución, todas esas reformas, enmarcadas en un creciente del clima de confianza que genera la estabilidad cambiaria y la inversión extranjera, y que, también genera un crecimiento de la economía y un crecimiento del empleo y de la calidad de vida de los y las dominicanos. En este contexto, las Universidades tienen desafíos, tienen retos, pero tienen – como todo el país- grandes oportunidades. Es imprescindible para responder a la demanda de nuevo empleo basado en el conocimiento, más que en el trabajo tradicional, cambiar el curriculum, renovarlo, transformarlo, innovarlo; es imprescindible continuar los esfuerzos de mejora de la calidad de formación de l profesorado; es necesario incrementar la investigación en las Universidades dominicanas, pero
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todo ello, debemos de hacerlo de la mano con las necesidades de la Empresa Dominicana. Para iniciar de manera sistemática ese conocimiento, la SEESCyT contrató el desarrollo de la presente investigación, desarrollada por el Grupo de consultoría Pareto. La investigación representa un medio más de acercarse a la realidad de las necesidades, sin que necesariamente sea el reflejo de la necesidad en sí, a la cual se le conoce por diversos medios e instrumentos, además de que esa realidad es cambiante, en la economía del conocimiento. La Ley 139-01, de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, en su Artículo uno dice que “el propósito fundamental de la Ley es establecer la normativa para su funcionamiento, los mecanismos que aseguren la calidad y pertinencia de los servicios que prestan las instituciones que lo conforman y sentar las bases jurídicas para el desarrollo científico y tecnológico nacional.” Dicha normativa nos induce a mantener una continua y estrecha relación entre las instituciones de educación superior y las empresas e instituciones, nacionales e internacionales, que marcan las pautas a seguir en cuanto a necesidades, innovaciones, y transformaciones que se van produciendo en los campos de la ciencia y la tecnología, en cuanto a cómo satisfacer con más eficiencia y eficacia nuestras necesidades de país en proceso de desarrollo. La finalidad de esta investigación realizada por el Grupo de consultoría Pareto se centró en sentar las bases para la discusión profunda de estos temas en el contexto de nuestro país. Para tal fin, fue tomado en cuenta el sistema nacional de innovación, en sus actores clave: empresas, trabajadores, estudiantes, universidades y entidades gubernamentales del área de tecnología. Así también, se busca integrar un proyecto de acción que involucre a la SEESCyT, como institución rectora de la educación superior, al Gobierno, como auspiciador de nuevas empresas y tecnologías, a las entidades de educación superior, como formadoras de especialistas y técnicos de alta calificación, al sector productivo, como propulsor de innovaciones y requeridor de mano de obra calificada y a todos aquellos que, de una u otra manera, puedan apoyar la transformación que requiere nuestra educación superior para colocarse a la altura de los retos que nos presenta el RD-CAFTA ya vigente y este siglo XXI donde la ciencia y la tecnología hacen vislumbrar avances inconmensurables. Ligia Amada Melo de Cardona, M. A. Secretaria de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología 12
AGRADECIMIENTOS Esta investigación ha recibido la colaboración de diversas personas y entidades, a las cuales se desea expresar un público reconocimiento. En primer lugar, el esfuerzo contó con el apoyo entusiasta de la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, en la persona de la Secretaria, Máster Ligia Amada Melo, los Subsecretarios Dr. Rafael González y Dr. Víctor Hugo De Láncer, y el Director de Estadísticas, Lic. Rafael De Láncer. En adición, se agradece la gentileza de los rectores y directivos universitarios entrevistados como parte del análisis cualitativo incluido en el presente documento. El insumo de estas autoridades fue de fundamental importancia para comprender y evaluar la contribución de las instituciones de estudios superiores a la definición de una estrategia nacional de desarrollo. Nuestro agradecimiento se extiende al personal administrativo de nueve universidades cuyos estudiantes de término fueron entrevistados como parte de una encuesta dirigida a escudriñar la experiencia estudiantil en materia de investigación y uso tecnológico, así como el proceso de tránsito desde la escuela al mundo laboral. Las empresas incluidas en la encuesta del sector productivo mostraron singular espíritu de colaboración. Apreciamos la transparencia conque sus administradores y empleados respondieron a los diversos temas de nuestro interés. A su vez, la Tesorería de la Seguridad Social nos facilitó el acceso a algunas variables de su base de datos empresarial, lo que resultó clave para el diseño de las encuestas a representantes de empresas y empleados. Destacamos también la riqueza de las entrevistas concedidas por varios líderes empresariales y funcionarios gubernamentales, quienes aportaron una cuota de tiempo para nutrirnos con sus experiencias e ideas. Por último, el Grupo de Consultoría Pareto reconoce la colaboración especial de la Dra. Magdalena Lizardo y del Dr. José Achécar, quienes trabajaron pro bono como investigadores del proyecto; de la Lic. Adriana del Conte, quien contribuyó 13
pro bono a la realización de las entrevistas a directivos académicos y del Lic. Roberto Despradel, quien colaboró en el diseño de las entrevistas a líderes empresariales y entidades públicas.
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Introducción La situación actual de los países es el resultado de la acumulación de todos los descubrimientos, inventos, mejoras y perfeccionamientos de todas las generaciones que vivieron antes que nosotros: esto forma el capital intelectual de la presente generación, y cada nación es únicamente productiva en la medida en que descubra formas de apropiarse de los logros de las generaciones precedentes para aumentarlos con su propia contribución. F. List 1 Este documento responde a una solicitud de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (SEESCyT) al Grupo de Consultoría Pareto, con el objetivo de investigar los patrones de innovación y necesidades de recursos humanos de alta escolaridad en las empresas establecidas en la República Dominicana, así como las capacidades de las instituciones de estudios superiores para desarrollar las habilidades requeridas por la actividad innovadora. Estos ingredientes permitirían plantear recomendaciones que contribuyan a la articulación del sector productivo, el gobierno y las entidades educativas, como piezas fundamentales de una estrategia coherente de competitividad y desarrollo. La relevancia de tal objetivo difícilmente podría ser exagerada. Las evidencias muestran que una gran parte de las diferencias en el crecimiento de los distintos países está asociada con diferencias en la productividad de sus factores productivos y con la capacidad de innovación de sus trabajadores. En el contexto latinoamericano, por ejemplo, ha sido observado que “para aumentar la perspectiva de crecimiento, la región deberá aumentar su habilidad para producir, seleccionar, adaptar, comercializar y usar conocimientos, lo que a su vez requiere la articulación de estrategias focalizadas para combatir el déficit en tecnología y habilidades.” 1
List, F. (1841). The National System of Political Economy. Traducción libre de los autores. 1 Velho (2004), p. 7.
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El proceso de innovación –definida como la habilidad de absorber y generar nuevos conocimientos- podría ser favorecido por una apertura comercial, pues existen diversos canales a través de los cuales el comercio de bienes y servicios facilita la adopción de tecnologías más avanzadas. A la vez, sin embargo, la apertura implica retos y riesgos, tanto en términos productivos como en materia equitativa, en la medida en que la profundización tecnológica puede acarrear variaciones socialmente indeseables en la demanda y remuneración de los distintos bienes y factores productivos. Los efectos positivos de un mayor comercio y alternativas tecnológicas, por tanto, no pueden ser considerados como derecho adquirido. En el caso dominicano, si bien el crecimiento económico de las últimas décadas ha sido relativamente alto en el contexto latinoamericano, queda pendiente la pregunta de cómo extender tal crecimiento a un mundo caracterizado por condiciones distintas a las predominantes en el pasado reciente. Particularmente, en las nuevas reglas de juego del comercio y producción mundiales, el país enfrentará el reto de lograr un patrón de crecimiento más equitativo, en comparación con el modelo económico desarrollado hasta el momento. La experiencia de otros países sugiere que es posible combinar crecimiento y equidad, y que las políticas educativas, laborales y tecnológicas pueden marcar la gran diferencia en un sentido u otro. Los casos de Finlandia, Nueva Zelandia e Irlanda, junto a los casos más tradicionales de algunos países en el sudeste asiático, despiertan la imaginación e invitan a pensar en los factores que contribuyen a la combinación de mayor eficiencia y mejor distribución de los ingresos. Talvez la lección más relevante en todos estos casos es que el entorno institucional es de particular importancia, requiriéndose crear un escenario que por un lado propicie la articulación de los diversos actores relevantes y, por otro, permita la combinación de objetivos tecnológicos con objetivos humanos. Como Sutz (2002) correctamente ha planteado, “no parece razonable apostar simplemente a que más ciencia y más tecnología, transformadas en más artefactos y servicios, terminarán por incluir en la modernidad, por efecto derrame, al conjunto de la población. Tampoco tiene sentido alguno plantear una “moratoria de modernidad” para no agravar la heterogeneidad”. Por consiguiente, el desafío es incentivar la habilidad para absorber tecnologías productivas y, al mismo tiempo, garantizar la distribución equitativa del proceso. El tema tecnológico no puede ser abordado al margen del tema de equidad. El objetivo de este trabajo es contribuir a la discusión de estos temas en el contexto de la República Dominicana. Para tal fin, el estudio presenta una visión de 360 grados 16
al sistema nacional de innovación enfocando las diversas aristas que lo configuran pero centrando la atención en sus actores clave –las empresas, los trabajadores, los estudiantes, las universidades y las entidades gubernamentales del área de tecnología. El estudio incluye un análisis de la actividad innovadora en las empresas, una reflexión sobre la experiencia laboral y estudiantil de los profesionales egresados de las universidades y una indagación en torno a la visión de la dirigencia empresarial y gubernamental sobre el tema de innovación y tecnología. Asimismo, se incluye un análisis de las principales tendencias en la educación superior dominicana, una exploración de la experiencia estudiantil y laboral de estudiantes universitarios actuales y una reflexión sobre la visión de la gerencia de las instituciones de estudios superiores sobre el papel de esas entidades en la estrategia nacional de desarrollo. En términos metodológicos, los resultados a seguir son producto de la aplicación de una diversidad de técnicas de investigación, entre las cuales se destacan el análisis estadístico de tres encuestas, la aplicación de entrevistas semiestructuradas a más de cincuenta informantes clave y la revisión documental de una extensa bibliografía. Hasta donde nuestro conocimiento alcanza, el país no ha contado con un abordaje tan amplio sobre el tema en cuestión, y esperamos por tanto, que este documento represente una contribución valiosa. Reconocemos, sin embargo, que los resultados a seguir representan apenas gotas en un vasto mar.
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PRIMERA PARTE:
INNOVACIÓN, CAMBIO TECNOLÓGICO Y APERTURA COMERCIAL: EXPERIENCIA INTERNACIONAL Y ELEMENTOS CONCEPTUALES
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CAPÍTULO 1
INNOVACIÓN TECNOLÓGICA, APERTURA COMERCIAL Y DISTRIBUCIÓN DE INGRESO
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Introducción En los últimos veinticinco años, la interdependencia entre las economías nacionales se ha profundizado debido a cambios en las formas de organización de la producción y distribución a nivel mundial. En particular, los flujos globales de comercio, activos financieros e información han aumentando como resultado de un conjunto de factores: i) reubicación, por parte de las grandes firmas, de distintas etapas del proceso productivo en diversos puntos de la geografía mundial con el propósito de reducir costos, ii) reducción de las barreras arancelarias y no arancelarias al comercio de bienes y servicios, iii) mayor integración de China, India y los países del Este europeo a la economía occidental, tras la caída del muro de Berlín, y iv) reducción de los controles a la inversión extranjera y a la movilidad de capitales financieros. Los elementos enunciados se combinan, en el orden tecnológico, con el desarrollo apresurado de nuevas tecnologías de información y comunicación, y en el orden político con la proliferación de acuerdos comerciales. Estas condiciones definen el proceso reciente de globalización2, el cual no sólo abarca el ámbito económico, sino también el ámbito cultural, en la medida que tienden a homogenizar visiones, gustos y aspiraciones entre grupos importantes de la población mundial. En un mundo globalizado, el éxito de una estrategia de desarrollo que se fundamente en el crecimiento económico como herramienta para elevar el bienestar de la población requiere la creación de fortalezas competitivas de largo alcance. No obstante, la fortaleza competitiva de un país es un concepto relativo, medido en función de las capacidades desarrolladas en otros países y espacios geográficos, las cuales determinan la medida en que el esfuerzo local se traduce en una elevación del ingreso y el bienestar nacionales. En ese sentido, no basta avanzar en el desarrollo de habilidades locales, sino que también es necesario velar por la rapidez y calidad del desarrollo de estas habilidades vis-a-vis los demás actores que interactúan en el mercado global.
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La economía mundial ha experimentado olas importantes de globalización: entre ellas, el descubrimiento y conquista de América, en el siglo XVI, y la expansión del imperio inglés y el desarrollo de la revolución industrial, en el siglo XIX.
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Considerando los procesos en curso en la economía mundial, es válido plantearse las siguientes preguntas: i) cuáles elementos determinan las capacidades competitivas nacionales en un mundo globalizado; ii) cómo los procesos de apertura económica impactan sobre el desarrollo de dichas capacidades nacionales; iii) qué papel juega la capacidad de innovación de un país en el desarrollo de sus ventajas competitivas, y iv) en qué medida el desarrollo de estas capacidades contribuye a la generación de mayores niveles de empleo e ingreso para la población y a la reducción de la pobreza y la desigualdad. El propósito de este trabajo es reflexionar sobre factores que pueden condicionar el éxito de las políticas nacionales orientadas al desarrollo de nuevas capacidades competitivas que contribuyan al crecimiento económico y a la reducción de la pobreza y la desigualdad. Esto requiere reflexionar, por un lado, sobre la dinámica de desarrollo de ventajas competitivas por parte de las economías nacionales como resultado de la conjugación de factores tecnológicos, de calidad de los recursos humanos y organizacionales y acceso a mercados; así como, por otro lado, sobre la dinámica de crecimiento económico y empleo que se desencadena frente a procesos de apertura económica, y que determina los avances que puedan lograrse en materia de reducción de pobreza y desigualdad. Tal reflexión es particularmente útil en las circunstancias específicas de la República Dominicana, que en el futuro inmediato deberá realizar un proceso de transformación productiva dentro de un escenario de profundización de la apertura económica, dada la entrada en vigencia del Acuerdo de Libre Comercio RD-CAFTA en el 2007 y un eventualAcuerdo de Complementariedad Económica con la Unión Europea en el 2008. La estructura de la exposición a seguir es la siguiente: En la primera parte, se discuten las características del nuevo paradigma tecnológico en que se sustenta la organización de la producción a escala mundial. Posteriormente, se analizan los cambios evidenciados en los últimos treinta años en materia de organización de la producción y distribución de bienes y servicios a escala mundial. En la tercera parte, se aborda cómo los procesos de apertura económica han contribuido a la difusión de los cambios tecnológicos e institucionales, y cómo las estrategias nacionales en materia de innovación tecnológica y formación de recursos humanos pueden incidir en el posicionamiento y forma de inserción de un país en la estructura productiva mundial. Finalmente, a la luz de la evidencia empírica y en particular la experiencia de los países en desarrollo, se analiza cómo la globalización, la apertura económica y el cambio tecnológico están relacionados con el crecimiento económico y la reducción de pobreza y desigualdad.
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El nuevo “Paradigma Tecnológico” Tanto el desarrollo como difusión de la microelectrónica - tecnologías de la información - y las comunicaciones en los últimos veinticinco años, crearon las condiciones para el surgimiento de un nuevo paradigma tecnológico que exige estructuras organizacionales y técnicas distintas a las existentes en las décadas anteriores. Este proceso ha sido intenso y relativamente rápido, originando cambios revolucionarios en períodos relativamente cortos. En 1981 IBM lanza el computador personal (PC) y en 1985 surge la primera versión de Windows, integrando funciones de procesamiento de palabras y de hojas de cálculo bajo un único sistema operativo; posteriormente, surge el MODEM, permitiendo conectar dos computadoras por la vía telefónica. Por otra parte, en 1991 surge la World Wide Web como sistema para crear, organizar, vincular y tener acceso a documentos dentro de la comunidad científica, y en 1993 surge Mosaic, el primer navegador para fines científicos de páginas web, que en 1994 vio aparecer a Netscape como el primer navegador comercial de Internet. La difusión del uso del Internet se inicia en la segunda mitad de los 90s y con ella se abren las puertas para profundizar la revolución digital3 , al permitir de una manera fácil la comunicación entre computadoras, independientemente del lugar donde estuviesen ubicadas. Paralelamente, durante los 90s se expande la instalación de fibras ópticas4 , permitiendo transportar informaciones digitalizadas con mayor nitidez y rapidez a través de largas distancias5 . 3
La digitalización es el proceso que permite convertir palabras, música, datos, fotos, películas y archivos en combinaciones de 0s y 1s que pueden ser manipuladas en un computador, almacenarse en un microprocesador o trasmitirse a través de satélite o de línea de fibra óptica. 4 En Estados Unidos, la instalación comercial de fibras ópticas se inició en 1977, originándose desde entonces un proceso de sustitución de los cables de cobre por parte de las compañías de teléfono en procura de un medio de transporte de voz y datos digitalizados más rápido, con más capacidad de transportar mayor cantidad de información por largas distancias. Con el proceso de desregulación de la industria telefónica en ese país, las compañías de cable también incursionaron en la construcción de la infraestructura de fibras ópticas. Ver Friedman (2005), p. 66. 5 Craig Mundie, jefe de tecnología de Microsoft, describe la trascendencia de los eventos anteriormente señalados de la forma siguiente: “La difusión de las computadoras personales, la máquina de fax, Windows y los modems conectados a una red telefónica global aparecieron conjuntamente a finales de los 80s y principios de los 90s para crear la plataforma básica que inició la revolución de la información global…Como resultado, una gran cantidad de datos y creatividad se fue acumulando en todas esas computadoras, pero no había una forma fácil, una vía inter-operativa de compartirla y moldearla. Las personas podían escribir nuevas aplicaciones que permitieran que sistemas seleccionados trabajaran juntos, pero en general esto estaba limitado para el intercambio planificado entre computadoras dentro de la red de una única compañía…El paso siguiente fue ir de la plataforma computacional basada en la PC a la plataforma computacional basada en el Internet.” Traducción libre, tomado de Friedman (2005).
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Una implicación importante del uso de las computadoras es que las firmas pudieron comenzar a captar, organizar y almacenar información sobre el comportamiento y preferencias de los consumidores. Al mismo tiempo, el desarrollo de la Internet ha permitido una mayor coordinación entre suplidores, distribuidores y consumidores, dando origen a las cadenas de suministro que permiten prácticamente un manejo en tiempo real de los inventarios y las órdenes de compra en función de los cambios en la demanda6 . Esta coordinación permite reducir costos, en la medida que se difunden y exigen estándares homogéneos entre suplidores de la cadena de suministro, se fomenta la competencia y se identifican rápidamente cuellos de botella que crean fricción en el proceso de producción y distribución. Desde el punto de vista del desarrollo de capacidades competitivas, satisfacer una demanda cambiante y diferenciada en condiciones de eficiencia y rentabilidad económica ha exigido, por su parte, el desarrollo de procesos productivos y logísticos orientados a reducir desperdicios de materiales, imperfecciones de diseño, costos de manejo de inventario y tiempo de entrega, como es el caso de los procesos de justo a tiempo, el diseño asistido por computador, control numérico, entre otros. El análisis de esta información ha permitido pasar de procesos productivos orientados a generar un producto estandarizado a procesos productivos orientados a generar productos diferenciados para satisfacer mercados segmentados en función de sus requerimientos y necesidades. Esto, a su vez, ha generado cambios en los principios organizacionales de las empresas para poder reaccionar a las variaciones en las demandas de los consumidores y clientes. Contrario a los principios organizacionales que caracterizaron la organización de la producción en base al modelo Fordista -donde la preocupación estaba centrada en el diseño e implementación de la rutina óptima para la producción de bienes y servicios estandarizados mediante una división rígida y jerárquica del trabajo-, se da paso a principios organizacionales más flexibles para dotar a las empresas de la agilidad necesaria para adaptarse a una realidad cambiante.
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Por ejemplo, el modelo organizacional de Wal-Mart ha permitido la conexión directa entre productor, distribuidor y consumidor final. Friedman (2005) describe el proceso de la manera siguiente: “Un consumidor levantará un producto de una de las estanterías, la cajera lo scaneará, y en el momento en que esto ocurra, una señal será generada. Esta señal irá a través de la red de WalMart al suplidor del producto –sin importar que la factoría del suplidor esté en la costa de China o en la costa de Maine- y aparecerá en la pantalla del computador del suplidor, el cual procederá a elaborar otra unidad del producto y que será embarcado a través de la cadena de suministro de Wal-Mart y todo el ciclo comenzará nuevamente.”
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Similarmente, bajo el nuevo paradigma tecnológico, el desarrollo de capacidades competitivas en un mundo globalizado demanda cambios en las habilidades de los recursos humanos con que cuentan las empresas. Estos recursos humanos deben tener la habilidad para asimilar volúmenes enormes de información que se refieren, por un lado, a las cambiantes necesidades y preferencias de los consumidores y, por otro, a las dinámicas opciones tecnológicas introducidas en los nuevos equipos, maquinarias y materiales. Asimismo, debe poseer la autodisciplina y la búsqueda de excelencia para poder actualizarse de forma permanente. Se hace también necesario el desarrollo de nuevas formas de interacción entre los equipos de trabajo al interior de las firmas, a fin de propiciar el surgimiento de nuevas ideas que puedan impactar en el mejoramiento de los diseños y procesos.
Cambios en la organización de la producción a escala mundial Durante los 80s el modelo tradicional de empresa transnacional dio paso al modelo de empresa transnacional integrada a nivel mundial. En el modelo tradicional existía una empresa matriz con filiales en distintos países con mercados altamente protegidos, con los vínculos entre matriz y filiales limitados esencialmente a la propiedad y la transferencia de algunas tecnologías. El objetivo de la filial estaba centrado en la obtención del mayor beneficio posible en el mercado local, manteniendo cierta independencia en el desempeño de sus funciones. En el modelo de empresa transnacional integrada a nivel mundial, ciertas funciones y etapas del proceso productivo son ubicadas en un determinado país que presenta ventajas de costos particulares. Las decisiones de la empresa matriz y las filiales están determinadas por la contribución de cada una a los objetivos globales de creación de valor de la corporación. En el modelo de empresa integrada a nivel mundial, las empresas filiales operan en países con regímenes –generales o especiales- más abiertos y con menos trabas al comercio y la inversión extranjera. La UNCTAD (1993) denomina al modelo imperante en los 80s como un modelo de integración simple, en contraste con los modelos de integración más complejos que se desarrollarán durante los 90s. A su entender, en el modelo de integración simple “la filial o el subcontratista depende de la empresa matriz en un número de actividades clave, mientras que la matriz depende de la filial en una parte de la cadena de valor conjunta”7 . En ese modelo, las etapas de la cadena de valor más intensivas en trabajo menos sofisticado tendieron a ubicarse en los países en desarrollo, pero las etapas vinculadas a la investigación y desarrollo, diseño, mercadeo y financiamiento, entre otros, permanecieron en el país de la empresa matriz. La 7
UNCTAD (1993), p. 13.
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reubicación geográfica de las distintas etapas del proceso productivo fue posible gracias al avance en materia de tecnología de información y comunicaciones, que redujo los costos de coordinación entre empresa matriz y filiales. Durante esta etapa, la integración transfronteriza entre firmas no sólo se realizó a través de la inversión extranjera directa, sino además, mediante la proliferación de contratos de suministro entre empresas sin vinculación propietaria. El offshoring o la subcontratación con empresas extranjeras, proliferó durante los 80s en el contexto de los regímenes de zonas especiales para exportación en los países subdesarrollados y estuvo esencialmente concentrada en el comercio de bienes. Con el avance en las tecnologías de la información, las comunicaciones y su abaratamiento, a partir de la segunda mitad de los 90s, se abre paso a la segunda etapa en el proceso de internacionalización a escala mundial. En esta nueva etapa de “integración compleja”, las empresas transnacionales pueden coordinar un número creciente de actividades en un abanico más amplio de localidades y, para usar la expresión en UNCTAD (1993), “todas las actividades de la cadena de valor pasan a ser candidatas potenciales para ser desarrolladas por una o más filiales”. El que una determinada actividad de una empresa transnacional pase a desarrollarse en un país en particular, dependerá de su dotación de recursos humanos, del desarrollo de su infraestructura, de su nivel de desarrollo institucional y su régimen de seguridad jurídica. Bajo el modelo de integración compleja se da paso al desarrollo de redes bajo la dirección de centros de coordinación regionales, ya sea en lo referente a la coordinación de una función específica dentro del conglomerado o la coordinación de una línea de producción. Asimismo, si bien en los 80s el proceso de internacionalización de la producción afectó mayormente el comercio de bienes y de un reducido número de servicios8, en los últimos diez años el proceso de internacionalización de los servicios ha sido sorprendente. El desarrollo de la Internet, de la infraestructura de satélites y fibra óptica han permitido que cada vez un número mayor de servicios intensivos en información puedan ser relocalizados a nivel mundial en función de las ventajas de costos y productividad particulares que presente un país. La definición tradicional de servicios, que implicaba generalmente la no-separación del acto de producción del acto de consumo, está siendo cuestionada por las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la información y las comunicaciones. En los últimos quince años, en especial, ha ido ganando importancia la subcontratación de servicios intensivos en mano de obra altamente calificada, tradicio8
Tal es el caso de los servicios financieros y bancarios.
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nalmente realizados por trabajadores de cuello blanco. Este fenómeno -conocido como “deslocalización de los servicios”- surge del hecho de que con el desarrollo de las tecnologías de información y las comunicaciones es posible descomponer aquellos servicios intensivos en información en sus “elementos constitutivos y comercializarse de la misma forma que se ha podido hacer durante años y años con los bienes”9 . La subcontratación puede realizarse dentro de las fronteras del país o puede realizarse con firmas localizadas en otros países. En este último caso, la deslocalización de la producción de un servicio puede ocurrir de dos formas: primero, por vía de inversión extranjera directa en otro país donde una empresa filial pasa a producir el servicio, siendo este fenómeno conocido como subcontratación cautiva; y segundo, mediante subcontratación de una firma tercera en un país extranjero que produce el servicio. En ambos casos, la subcontratación de servicios se ha ido desarrollando tanto entre dos empresas de países desarrollados, como entre una empresa de un país desarrollado y una empresa de un país en desarrollo. Según la UNCTAD (2004b), las actividades de servicios con mayor probabilidad de ser deslocalizados son aquellos que: i) no requieren la interacción cara a cara con el cliente, ii) tienen alto contenido de información, iii) poseen un proceso de trabajo teleconmutable y ejecutable a través de Internet, iv) presentan alto diferencial salarial para ocupaciones similares entre país receptor y país emisor, v) enfrentan reducidas barreras de instalación y vi) tienen un reducido requerimiento de redes sociales. Dentro de los servicios que pueden ser deslocalizados se destacan los servicios de centro de contacto, los servicios de soporte de oficina (“back-office services”), los servicios de tecnología de información y otros servicios profesionales. Entre las motivaciones principales para que una empresa en un país desarrollado proceda a deslocalizar un servicio se encuentran las de reducir costos, mejorar la calidad del servicio y de los procesos, concentrarse en las actividades centrales del negocio, alcanzar economías de escala y acceder a ciertos mercados. La reducción de costos puede ser el resultado de la contratación de una mano de obra más barata, pero también de la consolidación de operaciones que permite reducir costos de infraestructura, entrenamiento y administración10 . Por ejemplo, para el 80% de las
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UNCTAD (2004b).
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UNCTAD (2004b) reporta, por ejemplo, que un banco internacional que posea entre 50 y 60 centros de datos operando con infraestructura, mantenimiento y mano de obra especializada, puede consolidar sus operaciones en 5-10 centros, con lo cual se reduce gastos en infraestuctura y mantenimiento.
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principales empresas transnacionales europeas con experiencia en la subcontratación extranjera de servicios, se reportan ahorros de costos entre un 20 y 39 %11. Por otra parte, las mejoras en la calidad a través de la deslocalización provienen del hecho de que en algunos países subdesarrollos hay un acervo importante de profesionales y mano de obra calificada dispuestos a realizar tareas relativamente complicadas en condiciones salariales que en los países desarrollados, para ser viables en términos de costos, tendrían que ser realizadas por trabajadores sin educación superior12 . Adicionalmente, la mejoría en la calidad puede lograrse a través de la contratación de un mayor número de personas para ofrecer el servicio en las horas pico, gracias a los costos laborales más reducidos. Treffler (2005) argumenta que para las firmas en los países desarrollados, las opciones han sido mantenerse competitivas a través de la subcontratación internacional de servicios, a fin de poder sobrevivir a la pérdida o salida del mercado por altos costos. En esos países, el proceso de deslocalización de los servicios ha generado un amplio debate, ya que si bien es una opción para las firmas elevar su competitividad, conlleva a una reducción de la demanda de trabajadores de cuello blanco, contrario a los efectos de la subcontratación de firmas en países en desarrollo para producir bienes manufacturados durante los 80s y 90s, que tendió a desplazar empleo poco calificado. En cambio, para un país en desarrollo, la deslocalización de los servicios permite la generación de empleo calificado, la transferencia de tecnología y el aumento de las exportaciones de servicios. No obstante, en aquellos servicios deslocalizados que son menos intensivos en mano de obra calificada, las firmas tienden a mostrar un comportamiento de “golondrina” mucho mayor que en el caso de la deslocalización de la producción de bienes, ya que los costos hundidos son menores y hay menos vínculos con suplidores locales. Además, existe el riesgo de que los avances en automatización, eventualmente reduzcan 11 UNCTAD (2004b). Este informe reporta que en los centros de llamadas o “call centers” de un país desarrollado, el costo de la mano de obra representa entre el 50% y 70% del costo total; en consecuencia, para una firma inglesa puede ser atractivo moverse a la India, donde los salarios son 80-90% más bajos que en Reino Unido, aún si se toma en cuenta que al trasladarse a un país en desarrollo aumentan los costos de infraestructura, entrenamiento y viajes. Después de considerar todos estos elementos, el ahorro en costos puede situarse entre 30-40% en comparación con el costo en Estados Unidos. (Outsourcing Insight 2001,p. 11)
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Por ejemplo, en la India la mayoría de los empleados en centros de llamadas son graduados universitarios, mientras que en los países industrializados son personas con educación secundaria.
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las necesidades del recurso humano en la producción de determinados componentes de la generación de un servicio, haciendo como consecuencia desaparecer en gran medida la necesidad de personal; tal es el caso de la sustitución de servicios bancarios, que anteriormente requerían una interacción cara a cara con el proveedor y que han pasado a ser suplidos a través del Internet banking.
Es útil destacar que las mayores exportaciones de servicios generados bajo la modalidad de subcontratación se dan principalmente entre países desarrollados, si bien las exportaciones provenientes de países en desarrollo han ido en aumento. Dentro de los países desarrollados los principales exportadores son Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Irlanda, Suecia y España. Dentro de los países en desarrollo los principales exportadores son Israel, India y China. En 2001, India, Israel, Irlanda y Canadá representaban el 71% del mercado de servicios deslocalizados, mayormente en el desarrollo de software y servicios relacionados con tecnología de información (UNCTAD 2004b, p. 189). Otros países que han ido emergiendo como localizaciones atractivas para la subcontratación de servicios son Singapur, Malasia, República Checa, Brasil, Sudáfrica y Nueva Zelandia. Como puede observarse, la subcontratación de los servicios ha tendido a concentrarse en ciertos países en desarrollo que muestran un acervo importante de trabajadores con las destrezas necesarias e infraestrutura de calidad, particularmente de telecomunicaciones. La experiencia muestra que no basta 31
disponer de un acervo de mano de obra con educación secundaria y terciaria y proficiencia en tecnologías de información, sino que también se requieren destrezas adicionales dependiendo del tipo de servicio. La tradición lingüística de un país y conocimientos de idiomas, así como conocimientos de mercadeo y habilidad para la interacción con clientes son elementos importantes para la atracción de call centres; conocimientos de contabilidad y manejo de recursos humanos son valorados en la subcontratación de servicios de backoffice; mientras que conocimientos especializados en ingeniería de sistema son necesarios para el desarrollo de softwares13 . Y, por supuesto, en adición a la calidad de los recursos humanos y la infraestructura, otros factores que determinan el atractivo de un país son la estabilidad político-económica y el marco legal y regulatorio.
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UNCTAD (2004b)
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Apertura comercial e innovación tecnológica El proceso de generación y absorción de innovación tecnológica y organizacional es el resultado de la coordinación de acciones en los planos institucional, de organización de la producción y de la naturaleza de los procesos de aprendizaje al interior de las firmas. La interacción en estos tres planos define el marco global de incentivos existentes en cada país para importar, generar, adaptar, difundir y usar nuevas tecnologías en distintas esferas productivas14 . En ausencia de innovación local, la adquisición de tecnología se realiza a través de la importación de equipos y maquinarias, inversión extranjera directa, licenciamiento de tecnología, revistas científicas y robo. Con la globalización y la apertura comercial experimentada por la mayor parte de los países de América Latina durante los 80s y 90s, el marco global de incentivos para la generación y absorción de tecnología cambió en relación al marco existente durante el proceso de industrialización por sustitución de importaciones. En América Latina, la apertura comercial de los 80’s y 90’s ha reducido barreras arancelarias y no arancelarias a la importación, reduciendo el precio de las maquinarias y equipos de todo tipo. Esto, a su vez, ha facilitado la adquisición de bienes de capital que incorporan la tecnología propia del nuevo paradigma tecnológico, basada en la microelectrónica y el uso extendido del computador y las tecnologías de la información. De igual forma, los procesos de privatización de los sectores de servicios públicos atrajeron inversión extranjera directa (energía, telecomunicaciones, puertos y transporte) que ha facilitado la adopción de las tecnologías de producto, proceso y organización existentes en las casas matrices. El proceso de globalización ha impulsado, a su vez, que firmas locales procuren cumplir con normas y estándares internacionales en materia de sanidad, seguridad, control de calidad y uso de tecnologías limpias, a fin de penetrar a mercados de exportación o poder garantizar su posicionamiento frente a una mayor competencia de sustitutos importados en los mercados nacionales. La firma de acuerdos multilaterales en materia de propiedad intelectual ha conllevado a un mayor respeto de las patentes de invención, en particular en las ramas farmacéutica, biotecnológica y química, haciendo difícil la difusión de tecnología sobre la base de copia no autorizada de productos patentados. Todo esto ha cambiado significativamente el marco de incentivos para la generación, absorción y uso de tecnología.
14
Ver Katz (1999), p. 1.
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Katz (1999) argumenta que en América Latina el marco de incentivo post reformas estructurales ha hecho que, en el caso de las filiales locales de empresas transnacionales de las empresas de servicios públicos privatizadas y de los conglomerados nacionales productores de bienes intensivos en recursos naturales, surja “la paradoja de estar moviéndonos hacia sociedades tecnológicamente más complejas y cercanas a la frontera técnica mundial pero, al mismo tiempo, menos intensivas en conocimientos técnicos de origen local. Este proceso parecería implicar un incremento de la tasa de obsolescencia del capital humano creado durante los años de industrialización por substitución de importaciones. Un proceso similar parecería estar teniendo lugar en el caso de las subsidiarias domésticas de grandes grupos transnacionales en el que los requerimientos de esfuerzos tecnológicos ‘adaptativos’ parecen ser hoy menos necesarios que en el pasado, en la medida en que se ha reducido el mix de productos fabricados, ha aumentado el componente de insumos importados empleados en la producción y se ha ido transitando hacia una estrategia de inserción en redes globalizadas de operación coordinadas por la casa matriz respectiva”15 . Katz plantea que esta paradoja no se da en las firmas pequeñas y medianas de capital nacional, donde la falta de acceso a financiamiento de largo plazo y conocimientos tecnológicos les ha impedido la reestructuración de las plantas con equipamiento moderno y el rediseño de las estrategias productivas y de comercialización. Si se admite esa conjetura, la experiencia latinoamericana en lo que respecta al rol de la capacidad innovadora local en las filiales locales de empresas transnacionales que operan en un mundo globalizado, parece divergir de la experiencia reciente de China e India y países del Sudeste Asiático, donde han aumentado las innovaciones incrementales generadas por ingenieros nacionales operando en filiales locales de empresas transnacionales, lo que ha permitido a esos países exportar bienes de mayor calidad y tecnológicamente más sofisticados. Puga y Treffler (2005) argumentan que esta capacidad de los países para atraer inversión extranjera directa de subcontratación de firmas extranjeras con firmas nacionales que propicia el desarrollo de la capacidad innovadora incremental local, depende de las posibilidades de reducir las “incompatibilidades residuales”16 que surgen de la actividad innovadora de los ingenieros y firmas locales subcontratadas. 15
Ver Katz (1999), p. 39. El concepto de incompatibilidad residual mide el costo impuesto sobre una de las partes por la actividad innovadora de la otra parte. Esto deviene del hecho de que los agentes locales suplen piezas y componentes que son parte de un sistema complejo e interdependiente, de manera que “una innovación incremental en un componente no es efectiva al menos que el resto de los componentes sean también modificados. Esta interdependencia significa que un suplidor de piezas no internaliza todos los costos de la innovación para la firma”. Ver Puga y Treffler (2005), p. 3. 16
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Los autores plantean que en el caso de China e India la existencia de escuelas de ingeniería de renombre mundial, una masa crítica de ingenieros formados en Estados Unidos, una diáspora comprometida con el desarrollo productivo local y mercados internos grandes, han sido factores que explican la gran afluencia de inversión extranjera directa a estos dos países. Para una empresa transnacional, envolver a empresas suplidoras de países en desarrollo en innovación incremental, tiene el atractivo de aprovechar mano de obra calificada (ingenieros locales) más barata que contribuyan a completar la fase de estandarización de un nuevo producto; además, en la medida en que todos los suplidores tengan la obligación de contribuir al proceso de innovación incremental, se identifican posibilidades de mejoría directamente en los talleres de producción, que serían difíciles de identificar en las casas matrices17 .
Impactos sobre pobreza y distribución de ingresos Como hemos visto, el proceso de apertura implica mayores oportunidades de ocupar partes significativas de la cadena productiva mundial, pero a la vez implica el riesgo de que un país quede atrapado en un equilibrio pernicioso en que no sea capaz de generar productos de alto valor agregado. En adición, el proceso de apertura implica el riesgo de un empeoramiento en la distribución de los ingresos, en la medida en que los salarios de la mano de obra menos calificada puedan verse aún más deteriorados. En efecto, una de las razones teóricas para impulsar procesos de apertura comercial en países en desarrollo ha sido el planteamiento del teorema de Stoper-Samuelson de que la eliminación de las barreras al comercio aumenta la demanda y el precio del factor más abundante en cada país. Dado que en los países en desarrollo el factor productivo más abundante es la mano de obra no calificada, usada intensivamente en el sector exportador, la apertura comercial elevaría el empleo y remuneración de dicho factor en relación a la mano de obra calificada que se asume como usada más intensivamente en el sector productivo sustituto de importaciones, con lo cual se contribuye a la reducción de la desigualdad del ingreso. Sin embargo, Word (1997)18 , al reseñar los estudios empíricos sobre la relación entre liberalización comercial y desigualdad salarial plantea que: “es difícil evitar la conclusión de que hay un conflicto genuino de la evidencia: en algunos países 17
Puga y Treffler (2005).
18
Word (1997).
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y períodos, mayor apertura comercial aparenta haber causado una reducción de las diferencias salariales entre trabajo calificado y no calificado, pero en otros lo opuesto parece haber sucedido (aún reconociendo otras influencias distintas al comercio)”. Word (1997) muestra que el conflicto es particularmente agudo entre, por un lado, la evidencia del Este Asiático en los 60s y, por otro lado, la evidencia de América Latina al final de los 80s e inicio de los 90s”: en los primeros países, el proceso de apertura catalizó un crecimiento económico con reducción de la desigualdad; en América Latina, al contrario, los procesos de apertura han sido acompañados frecuentemente de un aumento en los niveles de desigualdad. En México, durante el período 1987-1993, las diferencias salariales entre el trabajo calificado y no calificado aumentaron en 68%19 , mientras que en Colombia las diferencias aumentaron en 20% durante el período 1990-199820. Dentro de las posibles explicaciones de las evidencias conflictivas sobre la relación entre liberalización comercial y desigualdad salarial, se destacan las relacionadas con los cambios ocurridos en la economía mundial a partir de los 80s en relación a la situación existente en el período 1960-1970. Dentro de estos cambios se encuentran: i) la participación de China, India, Indonesia, Bangladesh y Pakistán en el comercio mundial a partir de 1980s, con lo cual sus trabajadores pasaron a formar parte de la “oferta mundial efectiva de trabajadores no calificados”, reduciéndose en consecuencia el precio internacional relativo efectivo de los bienes intensivos en trabajo no calificado. De esta forma, las ventajas comparativas de América Latina en la producción de bienes intensivos en trabajo no calificado comenzó a ser desplazada a partir de los 80s con la irrupción de más de la mitad de la población mundial con baja calificación al comercio internacional; y ii) la acumulación de habilidades de los países del Este Asiático que expusieron sus economías al comercio internacional durante los 60s (Taiwán, Corea), les permitió en los 80s desarrollar ventajas comparativas en la producción de bienes intensivos en trabajo medianamente calificado. Bajo estas circunstancias, la apertura comercial de América Latina a partir de los 80s implicó, por un lado, la contracción de sectores intensivos en trabajo calificado a través de la competencia proveniente de productos importados de países desarrollados y los NICs asiáticos y, por lado, la contracción de sectores intensivos en trabajo no calificado por la vía de la importación y competencia en mercados 19
Cragg y Epelbaum (1996). Attanasio, Goldberg y Pavcnik (2003).
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internacionales de bienes provenientes de países de ingresos bajos del Asia. Entre 1975 y 1996 el precio de las manufacturas provenientes de países en desarrollo se redujo en aproximadamente 25%21 . El otro elemento explicativo de las evidencias conflictivas está asociado al cambio en la tecnología disponible que se evidencia a partir de los ochenta con la difusión del nuevo paradigma tecnológico de las tecnologías de la información y la microelectrónica. Este nuevo paradigma tecnológico es intensivo en capital humano y sesgado a favor del trabajo calificado. La liberalización comercial sirvió de vía para facilitar el acceso a esta nueva tecnología, en la medida que redujo los precios relativos de máquinas, equipos de oficina y otros bienes de capital que son complementarios con la mano de obra calificada. En adición, la importación y uso de equipamiento más moderno puede entenderse como una respuesta racional de parte de aquellos sectores sujetos a mayor reducción tarifaria durante el proceso de apertura, como una forma de enfrentar la competencia proveniente tanto de países en desarrollo como de países desarrollados. Sumado al cambio tecnológico sesgado hacia el trabajo calificado, Goldberg y Pavcnik (2004b)22 plantean que la apertura comercial coincide con: i) un aumento en la remuneración de ciertas ocupaciones que están asociadas a un alto nivel educativo, como es el caso de gerentes y profesionales; ii) mayor reducción de aranceles en sectores intensivos en trabajo no calificado, que fueron los más protegidos en América Latina previo a las reformas de liberalización comercial23 ; iii) mudanza de la producción de bienes intermedios desde países desarrollados hacia países en desarrollo, que si bien son intensivos en trabajo no calificado desde la perspectiva de los países desarrollados, cuando analizados desde la perspectiva de los países en desarrollo son intensivos en trabajo calificado en relación a la dotación de trabajadores existentes en estos países, fenómeno que ha sido el resultado de los procesos de relocalización de la producción a escala global24 ; iv) flujos de inversión extranjera directa hacia países en desarrollo que, aprovechando la re21
Munford (1971). Goldberg y Pavcnik (2004), p. 7. 23 Si bien este fenómeno parece apoyar el hecho de que el aumento de la desigualdad salarial se da por la vía del mecanismo planteado en el modelo de comercio internacional de Heckscher-Ohlin, Goldberg y Pavcnik (2004) plantean que en muchos países en desarrollo no se evidenció durante el proceso de apertura, una reubicación de los trabajadores desplazados de los sectores que se contrajeron producto de una mayor reducción tarifaria hacia los sectores menos afectados por la reducción de tarifas. Señalan además que prácticamente en la mayoría de los sectores se evidenció un aumento de la participación de los trabajadores calificados en las ultimas dos décadas. 24 Ver Feenstra y Hanson (1996, 2003) para elementos en torno a ese aspecto.
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ducción de los precios de los bienes de capital originada por el proceso de apertura comercial, aumentan la demanda de trabajadores calificados complementarios al uso de nuevas generaciones de maquinarias y equipos más modernas; iv) cambios en la composición del conjunto de bienes producidos por los países en desarrollo donde adquieren mayor importancia los bienes intensivos en trabajo calificado. Bajo esta situación, en un contexto donde el sostenimiento de la competitividad exige la incorporación del nuevo paradigma tecnológico, la apertura comercial contribuye a aumentar la desigualdad de ingreso, en la medida en que la demanda de trabajo está sesgada hacia el trabajo calificado, que es escaso en gran parte de los países en desarrollo. Esto plantea una situación en la cual la disponibilidad de una amplia masa de profesionales representa la única vía de, por un lado, responder a las demandas del mercado global y, por otro, garantizar que el proceso no acabe generando tendencias distributivas de carácter regresivo.
Innovación Tecnológica y Estrategia de Desarrollo Las modernas teorías de crecimiento endógeno han mostrado que el principal determinante del crecimiento económico es la acumulación de conocimiento y el desarrollo de la habilidad innovadora que eleva la productividad de las naciones, más que la mera acumulación de factores productivos como el capital y el trabajo25. Por tanto, en un mundo globalizado es imperativo que las empresas desarrollen capacidad de innovar, en vez de limitarse a usar innovaciones foráneas sin adaptarlas creativamente. La innovación deberá manifestarse en el desarrollo de nuevos productos o procesos productivos y administrativos, o en la introducción de cambios incrementales a los existentes que mejoren la calidad de los productos, reduzcan sus costos y hagan más eficiente la producción. Es esta capacidad de innovación por parte de las empresas y naciones lo que garantiza tasas sostenidas de crecimiento económico en el largo plazo. Howitt y Mayer-Foulkes (2002) muestran a nivel teórico que las diferencias en intensidad y características de la innovación tecnológica entre países, pueden explicar las divergencias de largo plazo de productividad y tasas de crecimiento del ingreso per cápita entre países. Según sus planteamientos, existe un primer club de convergencia formado por los países líderes en materia de innovación tecnológica con un fuerte arraigo en ciencias básicas, los cuales muestran los mayores niveles de productividad y tasas de crecimiento del ingreso per cápita de largo plazo. 25
Ver Aghion y Howitt (1998) para una exposición de las teorías y evidencias empíricas sobre el crecimiento endógeno.
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Un segundo club está integrado por países que, si bien no están en la frontera tecnológica, invierten recursos suficientes para aprender, modificar, adaptar e implementar las tecnologías desarrolladas por los países integrantes del primer club, lo que permite a los países integrantes de este segundo club mostrar tasas de crecimiento de largo plazo similares a los países del primer club, pero sus niveles de productividad son menores. Finalmente, existe un tercer club de países con muy limitada capacidad de absorber los avances tecnológicos y que muestran niveles de productividad y de crecimiento de largo plazo menores a los de los países integrantes de los clubes primero y segundo. De manera similar, Maloney (2003) advierte que los países que no desarrollen capacidad para desplazar la frontera tecnológica mundial en algunas áreas, corren el riesgo de quedarse atrapados en un equilibrio de bajas tasas de crecimiento, pues cuando las innovaciones pasan desde el país que las generó a los otros, ya la mayor parte de la renta ha sido extraída por el generador. Luego, si la acumulación de conocimiento y capacidad innovadora es lo que determina mayormente la tasa de crecimiento económico de largo plazo, los países podrían ser clasificados en función del grado de desarrollo de la “economía del conocimiento”, a fin de poder caracterizar las posiciones relativas de los países respecto a esta habilidad de producción, distribución y uso del conocimiento. De acuerdo al Banco Mundial (2003) la “economía del conocimiento” engloba las dimensiones siguientes: i) un régimen económico y de incentivo que posibilite que el conocimiento sea creado y difundido, ii) recursos humanos creativos y entrenados, iii) sistema de innovación, e iv) infraestructura de información y comunicaciones26 . Las experiencias exitosas de países que en los últimos cuarenta años han logrado elevar sus niveles de bienestar y desarrollar una estructura productiva que genere ventajas competitivas dinámicas –como es el caso de los países nórdicos, los tigres asiáticos e Irlanda-- muestran que en un primera etapa el proceso de industrialización de estos países se sustentó en la explotación de su recurso abundante (recursos naturales, mano de obra no calificada); de un factor de ventaja comparativa estática (localización geográfica). No obstante, el avance hacia estructuras productivas más complejas que fuese más allá de la simple extracción de recursos naturales o el ensamblaje de manufactura ligera, requirió de un gran esfuerzo local de adaptación, modificación y eventual creación de tecnología27. 26
Banco Mundial (2003). Para una discusión del proceso de innovación tecnológica en el caso de los países del Este Asiático, ver Yusuf, Altaf y Mabeshima (2004) y Blomstrom et al. (2002) para el caso de los países nórdicos. 27
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Existen diferentes vías de transferencia tecnológica, las cuales se diferencian en función de las oportunidades que ofrecen en materia de aprendizaje y de los niveles requeridos del capital humano local para su máximo aprovechamiento. Estas vías son: importación de bienes de capital, reversión de ingeniería, inversión extranjera directa, licenciamiento, productor de equipamiento original, movilidad laboral, investigación y desarrollo local y centros de investigación y desarrollo localizados en el extranjero. Para el caso de los países del Este Asiático, Yusuf et al. (2004) advierte que “la falta de desarrollo del capital humano continúa siendo uno de los factores que limita la transferencia de tecnología debido a que la tecnología no fluye libremente o automáticamente, sino que requiere de receptores que posean algún conocimiento previo y que realicen un gran esfuerzo para dominar la nueva tecnología”28 . Para los países en desarrollo, la importación de bienes de capital ha sido la vía más expedita de incorporar en sus procesos productivos los avances tecnológicos desarrollados en países líderes en materia de investigación y desarrollo. En la medida en que los bienes de capital se han vuelto más sofisticados debido al avance de la electrónica y la computación, se requiere de ingenieros y técnicos altamente calificados a fin de realizar un uso eficiente de los equipos. Si bien la importación de bienes de capital de generaciones tecnológicamente menos adelantadas es una opción para países en desarrollo, la desventaja es el riesgo de una rápida obsolescencia tecnológica que impida lograr niveles de costo y calidad competitivos. Las opciones de reversión de ingeniería y licenciamiento son más demandantes en términos de capacidad técnica, ya que se requiere del conocimiento y entendimiento de cómo funciona la tecnología. En el caso del licenciamiento no basta la adquisición de los blueprints, sino que se hace necesario negociar con el suplidor de tecnología el conocimiento tácito que se requiere para una adecuada asimilación de la tecnología. A su vez, el grado en que la inversión extranjera directa puede contribuir a la transferencia de tecnología depende de su nivel de vinculación con las firmas locales, ya sea través de la movilidad de trabajadores entre firmas o al establecimiento de contratos de suministro con proveedores locales que satisfagan determinados estándares de calidad y precio. En el marco de la normativa de la OMC y en el caso de un mercado interno tan pequeño como el de la República Dominicana, la imposición de requerimientos de contenido local sobre las empresas multinacionales no es una opción viable. Resta entonces la opción de que las autoridades locales
28
Yusuf et al. (2004). Pág. 396.
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implanten programas orientados de ayuda para que las empresas locales puedan cumplir con los estándares requeridos por medio de entrenamiento y facilitándole el acceso a bienes de capital, mano de obra e infraestructura adecuadas. La opción de productor de equipamiento es un acuerdo de producción en el cual una empresa internacional subcontrata a una empresa local para producir partes o productos terminados que cumplan con las especificaciones explícitas o propias del contratante, el cual a su vez provee al contratado el conocimiento técnico y los servicios necesarios para cumplir con la calidad exigida. Es el modelo al cual están sujetas una parte importante de las empresas localizadas en las zonas francas de la República Dominicana. Yusuf et al. (2004) señala que esta opción tiene la ventaja de ser atractiva para empresas pequeñas y medianas, empresas que no cuentan con suficiente capital humano y financiero para adquirir tecnología, pero están sujetas a las siguientes limitaciones: i) las firmas contratadas compiten en base a proveer la calidad requerida al menor costo, lo cual exige contar con cierto nivel de habilidades productivas y capacidad técnica; ii) las firmas contratadas son altamente dependientes de las tecnologías provistas por las empresas contratantes; iii) no hay garantía de que las firmas contratadas puedan posteriormente incursionar en la fase de diseño y eventualmente comercializar una marca propia. La experiencia reciente de la China, India, Israel y los Tigres Asiáticos ha mostrado la importancia que tiene la movilidad de trabajadores calificados para la difusión y transferencia de tecnología, en la medida en que los flujos de profesionales que emigraron hacia países en desarrollo en procura de mayores niveles de educación y de experiencia laboral han retornado a sus países de origen o han mantenido redes de intercambio de información con empresas y centros de investigación del país de origen. La diáspora que permanece en el exterior o que retorna al país de origen ha constituido un mecanismo de transmisión de ideas y mejores prácticas hacia la economía local. Finalmente, las experiencias exitosas muestran que la Investigación y el Desarrollo no deben ser vistos como una opción únicamente al alcance de los países desarrollados, sino que también representan áreas de acción para los países en desarrollo – ver Yusuf et al. (2004).
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CAPÍTULO 2
ACTIVIDAD INNOVADORA DE LAS EMPRESAS: Determinantes e implicaciones sobre la productividad
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Introducción En el capítulo anterior, se mostró que la globalización de las actividades económicas –caracterizada por el crecimiento de los flujos internacionales de comercio, tecnología y capital- ha abierto un abanico de oportunidades. Al mismo tiempo, la adopción de reformas orientadas al mercado han impactado las condiciones tradicionales de competencia en los mercados internos. En este contexto, la capacidad innovadora, vista como la capacidad para absorber y generar nuevo conocimiento, determina la permanencia y liderazgo de las empresas en el mercado. Sin embargo, el aprovechamiento de tales oportunidades no está garantizado, sino que depende de la capacidad de generar e incorporar innovaciones de manera continua, traduciéndolas en rentabilidad. En la perspectiva de los procesos de apertura que se están llevando a cabo actualmente en República Dominicana, es razonable interrogarse acerca de los determinantes y condiciones de efectividad de los procesos de aprendizaje tecnológico y de innovación de las firmas; ¿Qué debemos entender exactamente por “innovación”? ¿Cuáles formas adopta? ¿Qué tipo de innovaciones se gestan en el seno de las empresas? ¿Qué factores conducen a las firmas a invertir en I&D o a incorporarse a procesos de difusión de innovaciones externas? ¿Por qué algunos procesos innovadores son exitosos y otros no? ¿Cuán fuerte es el vínculo entre innovación, productividad y rentabilidad? El objetivo de este capítulo es responder a esas preguntas, al tiempo que aporta el vocabulario y los conceptos que servirán de base a todos los capítulos posteriores. Para tal fin, la exposición se inicia con una primera parte donde se presentan las diferentes tipificaciones de los procesos de innovación que podrían observarse en el seno de las firmas. En una segunda parte, se caracterizan los diferentes elementos determinantes de estos procesos. Finalmente, en una tercera parte, se abordan los aspectos que condicionan la efectividad de los procesos de innovación y adopción tecnológica.
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Primera parte: Tipos de innovación a.
Tipificación tradicional de las innovaciones
i.
Definición general
En una iniciativa dirigida a proporcionar un marco de referencia para la elaboración de indicadores de innovación tecnológica, la OCDE y la Comunidad Europea publicaron en 1992, la primera versión del documento “Lineamientos para colectar e interpretar datos sobre innovación tecnológica,” conocido como el Manual de Oslo29 . Desde entonces, ese documento y sus versiones posteriores han sido referencia obligatoria para la definición de los conceptos clave relativos a innovación. Los conceptos generales del Manual de Oslo fueron retomados y adaptados a la realidad latinoamericana en el documento “Normalización de Indicadores de Innovación Tecnológica en América Latina y el Caribe” o Manual de Bogotá, publicado en el año 2000 por la OEA y la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología -Iberoamericana e Interamericana- (RICYT)30 . En la tercera versión del Manual de Oslo, correspondiente al año 2005, se define la innovación de manera general como: “…la implementación de un producto (bien o servicio), o proceso nuevo o significativamente mejorado en el seno de la firma”. El requerimiento mínimo para que el bien o servicio o el proceso sea considerado una innovación es que éste sea nuevo o significativamente mejorado para la firma, y el hecho de que estas innovaciones ya hayan sido adoptadas por otras firmas o en otros mercados no afecta la definición. En el fondo, la definición envuelve la idea de que aún la capacidad de replicar las creaciones de los otros podría ser una actividad provechosa, aunque no pueda ser considerada como originalidad. De manera más específica, en sus primeras versiones el Manual de Oslo distinguió dos principales tipos de innovación: las innovaciones de producto y las innovaciones de proceso. En su tercera versión, se explora por primera vez la problemática de la innovación no tecnológica y se enriquece la tipología agregando las innovaciones de marketing y las innovaciones organizacionales.
ii.
Innovación de producto
El Manual de Oslo define las innovaciones de productos o servicios como “…la introducción de un bien o servicio nuevo o significativamente mejorado en sus 29
Ver OECD-Comunidad Europea (1992). Ver Jaramillo et al. (2000). Ese último documento pone mayor énfasis en los procesos de incorporación tecnológica, actividad innovadora más común en los países menos desarrollados. 30
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características o usos”. Asimismo, especifica que las mejoras pueden relacionarse con especificaciones técnicas, componentes, materiales, software incorporado, facilidad de uso y otras características funcionales. Una larga lista de ejemplos e ilustraciones de innovaciones puede ser encontrada en el Anexo B del Manual. Las innovaciones de productos pueden sustentarse en nuevos conocimientos o nuevas tecnologías o pueden basarse en nuevas combinaciones de conocimientos o tecnologías existentes. En el caso de productos, mejoras significativas de productos existentes pueden ser consecuencia de cambios en materiales, componentes u otras características que incrementen el desempeño del producto mejorado. En el caso de servicios, las innovaciones de producto en servicios pueden incluir mejoras significativas en la manera en como los servicios son provistos (por ejemplo, rapidez), la adición de nuevas funciones o características a servicios existentes o la introducción de servicios enteramente nuevos. Cabe destacar que el desarrollo de un nuevo uso para un producto existente sustentado en cambios menores en sus especificaciones debe ser considerado como innovación en este contexto. No obstante, las mejoras de apariencia o upgrades o actualizaciones regulares o rutinarias de productos existentes no son consideradas como innovaciones por la literatura.
iii.
Innovación de proceso
Las innovaciones de proceso son definidas como “… la implementación de un método de producción o de provisión de bienes o servicios nuevo o significativamente mejorado. Esto incluye cambios significativos en técnicas, equipo o software”. Los métodos de producción comprenden las técnicas, el equipo y el software usado para producir bienes o servicios. La automatización de una cadena de producción puede ser un buen ejemplo de este tipo de innovación. Los métodos de provisión de bienes y servicios, a su vez, tienen que ver con la logística en el seno de la empresa y engloban equipo, software y técnicas para manejar insumos, inventarios, y entregar los productos finales a los clientes. La introducción de una gestión computarizada de inventarios es un ejemplo de este tipo de innovación.
iv.
Innovaciones organizacionales y de marketing
Una característica esencial de la tercera versión del Manual de Oslo, del 2005, es la incorporación de aspectos no tecnológicos, definiendo innovaciones organizacionales y de marketing. Así, las innovaciones organizacionales son 47
definidas como “…la introducción de métodos organizacionales nuevos en las prácticas de negocio, en la organización del lugar de trabajo o en las relaciones externas de las firmas”. Se entiende que estas innovaciones podrían incrementar el desempeño de las firmas reduciendo los costos administrativos o de transacción, mejorando la satisfacción con el lugar de trabajo y por lo tanto aumentando la productividad del trabajo, garantizando el acceso a insumos intangibles como el conocimiento o reduciendo el costo de los insumos tangibles de los procesos de producción. Por otro lado, las innovaciones de marketing se definen como “…la introducción de nuevos métodos de marketing que impliquen cambios significativos en el diseño, presentación, distribución, promoción y precio de los productos”. Las innovaciones de marketing se enfocan en un mejor entendimiento de las necesidades de los consumidores, en la apertura de nuevos mercados o en el posicionamiento de productos en el mercado, con el objetivo final de lograr un incremento en las ventas.
b. Tipificación según el impacto en el mercado de la innovación
La clasificación tradicional presentada hasta el momento se enfoca en la naturaleza de la innovación. Más allá de ese criterio, las innovaciones pueden distinguirse según el ámbito de su impacto en el mercado. En este sentido, el Manual de Oslo califica la adopción de una innovación ya existente en otras firmas del mismo mercado, es decir, el menor ámbito posible, como una innovación “nueva para la firma”. Este tipo de innovación es el resultado de un proceso de difusión donde las nuevas tecnologías se van propagando de firma en firma dentro de un mismo mercado y es el más comúnmente observado en países en desarrollo. Si la innovación posee un ámbito más amplio (si es adoptada por primera vez por alguna firma en el mercado), entonces, será considerada como una innovación “nueva para el mercado”, de acuerdo a este criterio de clasificación. El ámbito geográfico relevante en este caso dependerá de las características de la firma que adopta la innovación y puede ser local como internacional. El aspecto relevante es aquí el mercado donde se desenvuelve la firma que adopta la innovación, estamos aquí en presencia de un fenómeno de propagación de la nueva tecnología entre diferentes mercados. Finalmente, una innovación “nueva para el mundo” será aquella innovación que es introducida por primera vez en todos los mercados e industrias, ya sean locales 48
o internacionales. Este tipo de introducción implica el máximo grado de impacto alcanzable. Ya no se trata del resultado de un proceso de difusión, estamos aquí en presencia de innovaciones fruto del esfuerzo en I&D de las propias firmas o de las instituciones de investigación asociadas y generalmente ocurren en países industrializados.
c. Tipificación según el grado de novedad y modularidad de la firma de la innovación
Otras tipificaciones, aún menos tradicionales, han sido señaladas por la literatura. Por ejemplo, Dewar y Dutton (1986) clasifican las innovaciones como “incrementales” o “radicales” dependiendo del grado de novedad que éstas implican para la firma. Por un lado, las innovaciones incrementales son aquellas que refuerzan productos o servicios o tecnologías existentes. Las innovaciones radicales, por otro lado, son transformaciones importantes de productos, servicios o tecnologías que muchas veces causan la total obsolescencia de los productos, servicios, diseños o tecnologías existentes. La distinción entre ambos tipos de innovación es evidente cuando analizamos cómo éstas se relacionan con el conocimiento presente en las empresas. Las innovaciones incrementales mejoran y se apoyan en la trayectoria del conocimiento presente en la firma, mientras que las innovaciones radicales rompen la trayectoria tecnológica existente, provocando su obsolescencia. Henderson y Clark (1990) amplían esta tipificación introduciendo aspectos estructurales. En el esquema sugerido por estos autores, los productos y procesos se fundamentan en un conjunto de componentes de base que se articulan entre sí mediante una serie de relaciones. La capacidad de la firma reside en la maestría de los componentes y de las relaciones entre éstos. La figura a seguir representa una matriz que clasifica las innovaciones utilizando dos dimensiones. La dimensión horizontal captura el impacto de la innovación sobre los componentes de los productos o procesos, mientras que la dimensión vertical captura el impacto de la innovación sobre las relaciones existentes entre los componentes. De esta manera, las innovaciones incrementales y radicales serían los puntos extremos a lo largo de las dos dimensiones. Una innovación radical establece un nuevo diseño del proceso o producto, es decir, un nuevo conjunto de conceptos o componentes relacionados entre sí mediante una nueva arquitectura o conjunto 49
de relaciones. Este tipo de innovación impacta significativamente la capacidad de la firma para manejar sus procesos internos y requiere de un costoso proceso de aprendizaje. La innovación incremental, por su lado, refuerza o mejora los componentes individuales sin afectar las relaciones existentes entre ellos y por lo tanto no requiere la adquisición de nuevas habilidades al interior de la firma.
Si una innovación modifica sólo las relaciones entre los componentes, sin alterarlos, estaremos frente a un tipo intermedio de innovación que los autores denominan “arquitectónico” y que requiere un esfuerzo de adaptación por parte de la firma menos intenso que las innovaciones radicales. Finalmente, si la innovación sólo se produce en el nivel de los componentes de un producto o proceso, sin afectar las relaciones entre éstos, estamos en presencia de una innovación “modular”. Un ejemplo de este tipo de innovación puede ser el reemplazo, dentro de una red telefónica, de aparatos análogos por teléfonos digitales. Al igual que en las innovaciones arquitectónicas, las consecuencias sobre la firma de este tipo de adopción tecnológica son menores que en el caso de innovaciones radicales.
d. Modalidades de generación o incorporación: actividades de innovación
La capacidad innovadora de las firmas es el resultado directo de la acumulación de conocimiento a través de actividades de aprendizaje. Éstas, por un lado, pueden se llevadas a cabo en el interior mismo de las estructuras de las firmas, de manera autónoma o vinculada a otras firmas o instituciones. Un buen ejemplo de este tipo de actividades es la I&D llevada a cabo por la unidad productiva. El Manual de Bogotá define este tipo de actividades como “…un trabajo creativo y sistemático que se realiza con el objeto de incrementar la cantidad de conocimiento en el seno 50
de la firma”. Arvanitis (2005) incluye dentro de esta categoría el desarrollo de habilidades de gestión de la información, la adaptación de procesos, actividades de mantenimiento o fabricación interna, y el diseño de nuevos productos entre otros.
Por otro lado, las actividades de innovación pueden ser el resultado de la interacción con elementos externos (tales como, por ejemplo, otras firmas, clientes o proveedores). En este segundo caso, el entorno que rodea a la firma es importante, pues su interacción con agentes externos son fuentes de ideas que se materializan en nuevos productos y procesos. Este segundo tipo comprende actividades como la adquisición de conocimiento y tecnología no incorporada bajo la forma de patentes, licencias, know how, diseños, servicios de computación, entre otros. Una tercera fuente de incorporación de innovaciones es la adquisición de conocimiento o tecnología incorporada en equipos y maquinarias. Este tipo de actividades es la más comúnmente observada en países menos desarrollados. La generación interna implica un aprendizaje intensivo que puede traducirse en el incremento de capacidades productivas, adquisición de know how tecnológico y habilidades estratégicas, mientras que las actividades de aprendizaje externo implican niveles de aprendizaje que pueden variar en intensidad dependiendo de la naturaleza de la interacción con clientes, proveedores, casas matrices e instituciones de I&D. 51
Segunda parte: Determinantes de los procesos de innovación y de adopción tecnológica Los primeros esfuerzos por identificar los factores que llevan a las firmas a asumir procesos de innovación, se deben a la reflexión de Joseph Schumpeter, quien en los años 40 concluyó que los esfuerzos innovadores sólo podían ser asumidos por firmas con poder monopólico y con capacidad para diversificar los riesgos asociados a esta actividad. A partir de esta primera aproximación se ha desarrollado una abundante literatura acerca de los determinantes de los procesos de innovación, profundizando por un lado las hipótesis schumpeterianas y abriendo, por otro lado, líneas de reflexión distintas. Podemos agrupar los diferentes factores determinantes presentes en la literatura, en cuatro grandes categorías: a- Factores Schumpeterianos, b- Capital humano y capacidad de absorción, c- Factores tecnológicos, y d – Factores de entorno.
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Determinantes de la innovación
Fuente: Elaboración propia en base a Mairesse et al. (1991)
a. Factores schumpeterianos: poder de mercado, tamaño de la firma y diversificación Schumpeter (1942) indicó que los procesos innovadores, al caracterizarse por poseer rendimientos crecientes, dependen en gran medida del tamaño, del poder de mercado y de la capacidad de las firmas para diversificar riesgos. En este contexto, una firma posee los incentivos para emprender costosos procesos de generación o adopción de innovaciones sólo si es capaz de apropiarse de los beneficios generados. La existencia de poder de mercado facilita la apropiabilidad de la inversión para la firma dominante, ya que los competidores más pequeños, al no poder aprovechar las eventuales economías de escala generadas y al no tener la misma disponibilidad de recursos internos o externos, no pueden emprender tan fácilmente el proceso de innovación. Adicionalmente, el tamaño de la firma está positivamente asociado con la capacidad de ésta para diversificar los riesgos asociados a la inversión en innovación31 . 31
La literatura empírica sobre este tipo de determinantes de la actividad innovadora es abundante. Por ejemplo, Benavente (2002) demuestra, mediante la estimación de un modelo de determinantes de la actividad innovadora, la existencia de este tipo de efectos para el caso de las empresas chilenas.
53
Asimismo, en un contexto de mercados financieros imperfectos, las firmas con mayor poder de mercado y de mayor tamaño pueden levantar los fondos necesarios para generar, adquirir o instalar nuevas tecnologías con mayor facilidad que las empresas pequeñas o con escaso poder de mercado. Esta ventaja existe por el hecho de que generalmente el capital disponible para financiar investigación y desarrollo o incorporar tecnología inédita, posee un costo alto debido al riesgo asociado. Este es el tipo de fenómenos estudiado empíricamente por Crepon, Duguet y Kabla (1995), para el caso de las firmas del sector manufacturero francés. No obstante, desarrollos posteriores de la literatura contradicen las hipótesis shumpeterianas y muestran que el tamaño y el poder de mercado también pueden ser factores que disminuyan la velocidad de adopción de innovaciones. Por un lado, el mayor tamaño de las firmas puede traducirse en múltiples niveles de burocracia que pueden impedir la adecuada toma de decisiones sobre nuevos proyectos y nueva tecnología. Por otro lado, adoptar nuevas tecnologías producto de innovaciones radicales puede ser relativamente más caro para firmas más grandes, ya que poseen grandes cantidades de capital físico y humano incorporado en la antigua tecnología. Además, este problema se agrava en la presencia de redes, ya que puede resultar muy costoso incorporar innovaciones radicales en toda la extensión de la red. Esta característica es contrastada empíricamente por Henderson y Clark (1990) para la industria de semiconductores de los Estados Unidos.
b.
Existencia de una base de conocimiento, capacidad de absorción y generación (capital humano, nivel técnico de la industria)
Si bien los determinantes de tipo schumpeteriano explican parcialmente algunos procesos innovadores, éstos omiten aspectos importantes que inciden sobre la capacidad de las formas de generar o incorporar nuevos desarrollos tecnológicos. Por ejemplo, la disponibilidad de capital humano (profesionales de las ciencias y del área de la ingeniería con capacidad de generar ideas innovadoras y reconocer el valor y adaptar nuevas tecnologías) es fundamental para determinar la capacidad innovadora de las firmas. Esto puede obedecer a varios factores. Por un lado, la generación o adopción de nuevos productos o procesos requiere de capacidades complejas que muchas veces son lentas y costosas de adquirir. Por lo tanto, a mayor habilidad de los trabajadores, menor será el costo de incorporación de las innovaciones y mayores serán los incentivos para emprender este tipo de inversiones. 54
En otro orden, en un trabajo pionero, Cohen y Levinthal (1990) argumentan que la capacidad de aprovechar las fuentes externas de conocimiento, es un componente crítico de la capacidad innovadora de una firma. Esa capacidad, frecuentemente denominada “capacidad de absorción”, reside en la habilidad de evaluar y utilizar el conocimiento generado externamente. La capacidad de absorción está directamente relacionada con una base de conocimiento previo acumulado por la firma que puede ir desde la presencia de habilidades básicas hasta los más recientes desarrollos tecnológicos y científicos en ámbitos relevantes para sus actividades. El conocimiento previo permite a la firma reconocer la utilidad de la información nueva, asimilarla y finalmente aplicarla comercialmente. Finalmente, Bronwyn et al. (2003) extienden la capacidad de absorción al nivel de la industria. En este sentido, el nivel técnico general de la industria en la que se desenvuelve la firma también es importante, ya que determina en qué medida las innovaciones pueden ser incorporadas en los procesos productivos. El nuevo conocimiento para ser absorbido como producto o proceso en las operaciones de la empresa, requiere las capacidades técnicas y habilidades específicas que hagan comercialmente viable el esfuerzo. Si una idea es demasiado avanzada respecto a la capacidad de absorción de la industria donde germina, puede tomar más tiempo en implementarse. Los elementos expuestos nos indican que la existencia de un sistema de educación superior adaptado a estas necesidades de la economía y fuertemente vinculado con el sector productivo es indispensable para garantizar el correcto desenvolvimiento del proceso innovador. Específicamente, el sistema de educación superior debe asegurar la provisión de un capital humano con habilidades que garanticen una adecuada base de conocimiento y capacidad de absorción del sector productivo.
c.
Factores tecnológicos i. “Technology push” y “demand pull”
Existen también fuerzas externas que estimulan a las firmas a iniciar procesos innovadores independientemente de su tamaño o poder de mercado. Schmookler (1966) indica que la más evidente de estas fuerzas es la demanda, en cuyo caso los procesos innovadores estarían siendo “halados” por las fuerzas de la demanda del mercado (“demand pull”). Adicionalmente, las oportunidades tecnológicas inducidas por el progreso técnico pueden estimular por sí mismas la capacidad innovadora de las firmas, independientemente de otros factores. Es en este sentido que Rosenberg (1974) menciona que los avances tecnológicos poseen el potencial de “empujar” procesos innovadores (“technology push”). Es interesante destacar 55
que Crepon, Duguet y Mairesse (1998), utilizando una muestra de 1,615 empresas francesas para el periodo 1986-1990, muestran que aproximadamente un 60% de las firmas consideraron el factor demanda como determinante a la hora de iniciar actividades de innovación, mientras que aproximadamente 24% consideraron la oportunidad tecnológica como muy importante a la hora de innovar. Por su lado Palmberg (2004), establece para una amplia muestra de firmas finlandesas, que la vinculación con clientes y proveedores de tecnología (proveedores de inputs, consultores, universidades y organizaciones de investigación) se relacionan positivamente con el comportamiento innovador de las firmas.
ii. Externalidades de red
Las externalidades de red son importantes en los procesos de adopción tecnológica, ya que impactan directamente el beneficio esperado de la generación o adopción de una innovación. Un proceso productivo está sujeto a externalidades de red cuando la utilidad generada por el uso de una tecnología aumenta con el número de usuarios de ésta. Pueden existir efectos de red directos o indirectos. En el primer tipo la utilidad aumenta directamente con el tamaño de la red; en el segundo tipo, los efectos de red surgen cuando el incremento de la utilidad proporcionada por el uso de la tecnología proviene de una mayor disponibilidad de un bien complementario. El correo electrónico es un buen ejemplo de externalidades de red directas, ya que a mayor número de usuarios, mayor es la efectividad de ese medio de comunicación. La literatura menciona que en general la difusión de tecnologías de uso general como la electricidad a principios del siglo XX o las tecnologías de información más recientemente, son las más sujetas a este tipo de externalidades. Las consecuencias de las externalidades de red sobre la velocidad de adopción de nuevas tecnologías, fueron estudiadas empíricamente por Gowrisankaran y Stavins (2002) para la adopción de sistemas de pago automatizado por parte de bancos en los Estados Unidos, durante el período que va desde 1995 a 1997. Estos autores encontraron evidencia de una relación positiva entre la adopción de nuevas formas de pago y la cantidad de usuarios de la nueva tecnología.
56
d.
Factores de entorno
i. Apertura y estabilidad económica, externalidades internacionales
El desarrollo de procesos de apertura comercial, la orientación de las políticas públicas hacia la inversión extranjera y finalmente, el aseguramiento de una cierta estabilidad macroeconómica y de las reglas del juego a la que están sujetos los inversionistas, poseen el potencial de favorecer los procesos innovadores de las firmas presentes en el mercado nacional. Por un lado, mientras mayor sea la exposición de las empresas locales a las mejores prácticas internacionales, a las innovaciones “nuevas para el mundo” y a una mayor intensidad competitiva, es probable que su capacidad para innovar sea mayor. Por otro lado, la presencia en el mercado local de empresas multinacionales cuyas actividades cruzan las fronteras nacionales, puede favorecer las transferencias de tecnología y capital hacia el mercado local. Asimismo, los procesos de apertura permiten una mayor intensidad de incorporación, dado que para países menos avanzados las principales vías para incorporar tecnología foránea son la inversión extranjera directa, la importación de bienes de capital y los procesos de deslocalización de actividades productivas. Finalmente, la protección de la propiedad intelectual implícita en los procesos de apertura comercial puede promover el licenciamiento de la tecnología, incrementando los niveles de apropiabilidad y, en definitiva, los incentivos a las actividades innovadoras de las firmas. No obstante, no existe un consenso de la literatura empírica sobre la existencia de una relación positiva entre los procesos de apertura y la actividad innovadora, como puede ser visto a partir de los estudios reseñados a seguir. Por ejemplo, Aitken y Harrison (1999), utilizando datos de panel correspondientes a aproximadamente cinco mil plantas industriales venezolanas, cubriendo el período 1976 a 1989 no encuentran evidencia de una relación positiva entre la actividad innovadora, la ganancia en productividad y la presencia de capital extranjero en la propiedad de las empresas. Coe, Helpman y Hoffmaister (1997), por otro lado, utilizando datos de 77 países en desarrollo (incluyendo a la República Dominicana) y 22 países industrializados, para el periodo 1971 a 1990, sí encuentran evidencia de que la elasticidad de la productividad total en los países en desarrollo con respecto al capital de investigación y desarrollo de los países desarrollados estudiados es considerable: en promedio, un 1% de incremento en el stock de capital de I&D incrementaría el producto de los países en desarrollo en un 57
0.06%. Este incremento se debería a que el comercio internacional serviría como canal de adopción por parte de los países menos avanzados de las innovaciones desarrolladas en los países industrializados. Este efecto sería más importante para América latina ya que éstos países poseen un mayor volumen de comercio con los Estados Unidos, que posee el mayor stock de capital de I&D de los países industrializados incluidos en las estimaciones.
ii.
Institucionalidad y garantía de apropiabilidad
Una de las razones más importantes para la intervención pública en el dominio de la innovación, es la existencia de externalidades positivas. Para que las firmas asuman el costo de un proceso de innovación, es necesario que tengan la seguridad de poder extraer los beneficios de sus innovaciones. Esto no será posible si las innovaciones generadas son fácilmente imitadas o utilizadas por las firmas competidoras, creando incentivos adversos a la realización de esfuerzos innovadores. La presencia de una institucionalidad que garantice la protección de la apropiabilidad de los beneficios potenciales de las innovaciones, es por lo tanto fundamental para proteger los incentivos a innovar por parte de las firmas privadas. Para el caso de firmas francesas, el mencionado estudio de Crépon, Duguet y Kabla (1996) encuentra evidencia empírica de la relación positiva existente entre la apropiabilidad y las actividades innovadoras, argumentando que mientras mayor es el porcentaje de firmas imitadoras en un mercado, menor es la tasa de innovación.
iii.
Localización, clusters, externalidades
espaciales Un factor descrito como relevante para la actividad innovadora es la densidad geográfica de las firmas. La presencia de conglomerados industriales interconectados en una misma área geográfica, genera externalidades espaciales positivas especialmente en términos de conocimiento, reduce fallas de coordinación y genera economías de escala externas que impactan positivamente la generación y adopción de innovaciones. Para una muestra de ocho mil innovaciones comerciales introducidas en los Estados Unidos durante el año 1982, Audretsch y Feldman (1996) encuentran evidencia de que un factor determinante en la concentración geográfica de las actividades productivas, es la importancia relativa del conocimiento tecnológico presente y la intensidad de sus actividades innovadoras.
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iv. Fallas de mercado, de coordinación y sistemas nacionales de innovación
En palabras del Libro Verde de Innovación32 , “la innovación por su naturaleza es un proceso colectivo que implica el compromiso progresivo de un número creciente de participantes.” Esto da lugar al concepto de Sistema de Innovación Nacional (SIN), que es usualmente definido como la red de actores sociales (empresas, laboratorios públicos y privados, universidades, asociaciones profesionales, uniones laborales, etc), junto con las instituciones políticas que influyen sobre sus conductas y desempeño33 . Más operativamente, Benavente (2000) identifica tres tipos de actores fundamentales de los SIN; por un lado, las instancias superiores del Estado, que generan las políticas públicas de apoyo a la innovación y asignan el financiamiento público de las actividades relacionadas con la educación, ciencia, investigación y desarrollo tecnológico34. Por otro lado, en el seno de los SIN actúan las instituciones abocadas a llevar a cabo efectivamente las actividades innovadoras, como por ejemplo, las universidades, empresas privadas o institutos tecnológicos, entre otras. Finalmente, los SIN incluyen las instituciones intermediarias encargadas de vincular las fuentes de financiamiento con los agentes que llevan a cabo las actividades innovadoras. El mismo autor define cuatro tipos de funciones de los SIN; a saber, la definición de políticas de incentivo, el financiamiento, la coordinación entre los actores relevantes y finalmente, la realización efectiva de las actividades de innovación. En suma, los SIN contienen los actores que participan en los procesos innovadores, la política estatal relativa a este tipo de actividades, las organizaciones públicas y privadas relacionadas, así como la infraestructura y el marco legal vigente relacionado. La literatura relevante enfatiza que lo más importante en un SIN no es la fortaleza de los actores individuales, sino los enlaces entre ellos. 32
Comisión Europea (1995). Freeman (1995) presenta una apasionante revisión histórica del concepto. Según este, la expresión sistema nacional de información fue usada por Bnegt Ake Lundvall en 1992, aunque sus orígenes están en List, quien usó la expresión “sistema nacional de economía política” en 1841. List abogaba no sólo por un esquema de protección para Alemania en su relación con Inglaterra, sino más bien por un conjunto de políticas de industrialización, incluyendo políticas relativas a aprendizaje de las empresas e innovación. Freeman atribuye a la influencia de List y otros el establecimiento del sistema de educación técnica en Alemania, considerado uno de los mejores del mundo, y al cual varios historiadores han atribuido la alta productividad germánica. 34 Fondos de financiamiento o sistemas de exenciones tributarias, por ejemplo. 33
59
Fuente: Benavente (2000)
¿Cuál es el rol del Estado en este proceso? Las fallas de mercado asociadas a los procesos de innovación sugieren que el funcionamiento del mercado por sí solo no asegura un nivel adecuado, desde el punto de vista social, de inversión en innovación. Adicionalmente, existen fallas de coordinación en los procesos innovadores, vinculadas a la carencia de instituciones que permitan una adecuada articulación entre los actores involucrados, que permitan una correcta comunicación entre las instituciones generadoras de conocimiento y la industria. Lo anterior implica que existe la necesidad de la intervención pública en favor de las actividades innovadoras. Benavente (2004) define tres roles fundamentales para la acción pública: por un lado el apoyo financiero a las actividades de innovación; por otro lado, el estímulo de un ambiente adecuado para la innovación y finalmente, la definición de las normas y parámetros que regulan el desenvolvimiento de los diferentes actores del SIN (clarificación de las divisiones existentes entre tareas y responsabilidades de los distintos componentes). Esta acción debe tomar en cuenta la complejidad del proceso innovador dado por el constante cambio tecnológico y la globalización de la economía. Adicionalmente, el autor menciona que la gran heterogeneidad de los actores involucrados en el SIN hace que el rol de coordinación y enlace tanto vertical como horizontal del Estado, sea necesaria para evitar traslapes y duplicidades de funciones dentro del SIN. Por último, se indica que el Estado debe tener una “visión amplia” de la política de innovación, involucrando todas las facetas de la innovación (creación, adopción y difusión de tecnología).
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Fuente: Elaboración propia en base a Benavente (2004)
Tercera parte: Innovación y productividad Evaluar el rendimiento de las innovaciones -es decir, estimar las ganancias en productividad de las firmas atribuibles a las innovaciones- es una tarea compleja. Esta dificultad se debe a que las actividades de innovación, como la adopción de nuevas tecnologías o la inversión en investigación y desarrollo, no siempre se traducen en una ganancia de productividad inmediata o fácilmente medible. En esta sección examinaremos, por un lado, evidencia empírica sobre la relación existente entre procesos innovadores y ganancias en productividad. Por otro lado, mencionaremos los factores que dificultan el dimensionamiento del impacto de la innovación sobre la productividad de las firmas. Finalmente, indagaremos sobre la existencia de factores complementarios que ayudan o dificultan que las innovaciones se traduzcan en incrementos de productividad.
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a. Evidencia empírica de la existencia de una relación entre innovación y productividad Los primeros intentos empíricos para medir los rendimientos de los procesos de innovación sobre la productividad de las firmas fueron llevados a cabo a principios de la década de los 70 y 80, arrojaron evidencia débil. Esta aparente “paradoja de productividad” fue ejemplarizada por Robert Solow en 1987, quien comentó, a propósito de las ganancias en productividad derivadas de la inversión en computadores, que “la era de las computadoras se puede ver en cualquier parte salvo en las estadísticas de productividad”. No obstante estas primeras dificultades, trabajos llevados a cabo durante las décadas posteriores sí encontraron evidencia de la existencia de una relación entre los procesos innovadores e incrementos en la productividad de las firmas. En este sentido, Mairesse y Sassenou (1991), en una revisión de estudios econométricos disponibles al momento identificaron elasticidades gasto en innovación (I&D) productividad del orden de 0.1 a 0.3 para datos de corte transversal para sectores manufactureros y del orden de 0.02 a 0.1 en los estudios de series temporales.
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Estudios más recientes llevados a cabo en América latina, por su lado, encuentran dificultades para estimar el impacto de la innovación sobre la productividad de las firmas. Por ejemplo, Benavente (2004), mediante la estimación de una función de producción para el caso de empresas chilenas establece que las innovaciones introducidas no producen una alteración contemporánea sistemática de la productividad de las firmas. El autor atribuye este resultado al argumento de que los procesos innovadores generan impactos de adaptación que pueden llegar a mermar la productividad en el momento de la implementación de las innovaciones, aunque luego es ampliamente revertida si la innovación es exitosa.
b.
Rezagos temporales
Aghion y Howitt (1998) y David (1990) argumentan que pueden existir importantes rezagos entre la adopción de una innovación de gran magnitud (adopción generalizada de tecnologías de información en la década de los 90, por ejemplo) e incrementos de productividad. La idea central del argumento es que una innovación de gran magnitud (que posee aplicaciones potenciales en muchos sectores de actividad), requiere de un período de ajuste antes de mostrar sus efectos. Durante este período, importantes cantidades de recursos pueden ser desviadas de las tecnologías tradicionales y asignadas en las actividades relacionadas con el desarrollo de las nuevas tecnologías cuyos resultados son menos claramente observables en el corto plazo. Adicionalmente, Brynjolfsson (1992), Crépon, Duguet y Mairesse (2000) indican que las ganancias asociadas a la adopción de tecnologías innovadoras pueden ser de naturaleza secuencial; esto es, las innovaciones tecnológicas posibilitan en un primer momento innovaciones organizacionales o de procesos, para en una segunda etapa posibilitar incrementos de productividad reduciendo costos o permitiendo a las firmas incrementar la calidad o variedad de su producción. Finalmente, Brynjolfsson (1992) argumenta que si el grado de novedad de la innovación es elevado, las firmas y los usuarios individuales pueden requerir la adquisición de experiencia antes de dominar la nueva tecnología. En este caso, los beneficios marginales serán inferiores a los costos marginales en el corto plazo. A medida que las firmas progresen en su curva de aprendizaje, podrán capitalizar los beneficios a largo plazo de la adopción de la innovación. Por lo tanto, si sólo los beneficios a corto plazo son tomados en cuenta, los resultados de las estimaciones podrían arrojar que las inversiones en innovación fueron ineficientes.
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c. Dificultades para medir la contribución de la innovación a los incrementos en productividad Es sabido que una importante parte del crecimiento económico no puede ser explicada por el incremento en la utilización de los factores de producción (capital y trabajo). Esta parte del crecimiento es usualmente denominada “productividad total de los factores” y representa mejoras en la eficiencia del proceso productivo como resultado de la innovación y difusión de nuevas técnicas de producción. Existen dos factores que dificultan la adecuada estimación de la contribución que hacen las actividades innovadoras a la productividad de una economía: por un lado la incapacidad de medir correctamente la productividad, especialmente en sectores intensivos en investigación, desarrollo y tecnología; por otro lado, la dificultad de medir de manera correcta la magnitud de las externalidades de las innovaciones desde una firma, industria o economía hacia otras. Griliches (1988) argumenta, por ejemplo, que la fracción de la ganancia social directa asociada a innovaciones de productos que será reflejada en las estadísticas convencionales (tales como las recogidas en los sistemas de Cuentas Nacionales) dependerá de la capacidad de las firmas para apropiarse de los beneficios generados por las innovaciones. Si el productor no posee un poder de monopolio absoluto, el precio no reflejará todo el beneficio social generado por la innovación, ya que parte de este será transferido a los consumidores bajo la forma de menores precios por calidad o desempeño equivalente. Capron y Cincera (1995) intentan cuantificar la magnitud de las externalidades tecnológicas para una muestra de 625 empresas de los Estados Unidos, Japón y Europa durante el período 1987 a 1994. Si bien los autores encuentran evidencia de una influencia significativa de las externalidades sobre la productividad de las firmas para los Estados Unidos y Japón, las estimaciones no arrojan resultados concluyentes para las empresas europeas.
d.
Existencia de factores complementarios
Así como la capacidad de absorción determina en cierta medida el inicio de procesos innovadores en el seno de las firmas, esta capacidad también es fundamental para el éxito o fracaso de tales esfuerzos. Una condición necesaria para que la introducción de innovaciones se traduzca en incrementos de productividad, es la existencia de factores complementarios que faciliten la adopción, en el seno de las firmas, de los nuevos procedimientos o tecnologías. Estos factores complementarios 64
pueden estar relacionados con el capital humano presente en las firmas o con las habilidades organizacionales tales como flexibilidad de procedimientos y de toma de decisiones, comunicación interna, bajo nivel de conflicto, o bajo nivel de burocracia interna. Bharadwaj, (2000), utilizando datos de 149 firmas de los Estados Unidos, durante el período 1991 a 1994, encuentra evidencia de complementariedades entre la adopción de tecnologías de información, la existencia de capital humano (habilidades técnicas y gerenciales) y finalmente, capacidades organizacionales como la orientación al cliente y la capacidad de trabajar en equipo en la generación de incrementos de productividad. Por su lado, Arvanitis (2004), encuentra evidencia de complementariedades entre la adopción de tecnología de información y el capital humano en el incremento de la productividad media del trabajo. Las complementariedades entre variables organizacionales y la adopción de TIC no resultaron ser significativas en este ejercicio realizado en base a una muestra de 1382 empresas suizas pertenecientes a 28 industrias diferentes, específicamente encuestadas para estos fines. Determinantes de la efectividad de la innovación
Fuente: Elaboración propia en base a Mairesse (1991)
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Conclusión En conjunto, nuestra exposición ilustra la complejidad de las relaciones tecnológicas, económicas y sociales que determinan el surgimiento de innovaciones y el efecto de tales innovaciones sobre la productividad. Adicionalmente hemos ilustrado cuál puede ser el rol del Estado en el fomento de tales actividades. De forma particular, la discusión ha abordado cómo la existencia de un sistema de educación superior fuertemente vinculado con el sector productivo y adaptado a sus necesidades, capaz de proveer un capital humano con la habilidad de generar ideas innovadoras y reconocer el valor y absorber adecuadamente nuevas tecnologías, es fundamental para determinar la capacidad innovadora de las firmas. Asimismo, este capítulo ha examinado el fuerte impacto que posee la existencia de un Sistema Nacional de Innovación (SIN) sobre la actividad innovadora de una economía, y se ha evidenciado que el Estado juega un rol fundamental en la definición de políticas de incentivo a la innovación, en el financiamiento de las actividades innovadoras y, finalmente, en la creación de vínculos entre los actores relevantes del proceso. Los capítulos posteriores permitirán apreciar estas relaciones en el caso concreto del aparato productivo dominicano.
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SEGUNDA PARTE:
ACTIVIDAD DE INNOVACIÓN Y NECESIDADES DE RECURSOS HUMANOS DESDE LA PERSPECTIVA DEL SECTOR EMPRESARIAL
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Introducción Los capítulos previos revelaron la trascendencia de la actividad innovadora como elemento explicativo de la productividad y competitividad internacional de una economía, elementos que a su vez representan una base esencial para cualquier estrategia de crecimiento y desarrollo. La implantación de políticas adecuadas sobre el particular, sin embargo, requiere de mediciones que permitan identificar la forma e intensidad de las innovaciones, y cuantificar el peso relativo de sus diversas causas y consecuencias. Tales mediciones son insumos indispensables para la formulación de políticas públicas y para la definición de estrategias por parte del sector privado. El objetivo de este capítulo es presentar los resultados de una encuesta dirigida a la medición de la intensidad y diversidad innovadora en las empresas establecidas en la República Dominicana. El documento escudriña, en primer lugar, las distintas formas de innovación, así como sus motivadores, factores limitantes y efectos sobre las operaciones de las firmas. Asimismo, el análisis explora las necesidades de recursos humanos con educación superior por parte del sector productivo, habida cuentas del papel de la mano de obra calificada en la capacidad de absorción de tecnologías de una unidad productiva. Por último, se indaga sobre la intensidad en el uso empresarial de tecnología de información y comunicación, como un segundo habilitador de la capacidad de absorción tecnológica. Estos elementos dependen de la aplicación de una encuesta empresarial especialmente diseñada para los presentes fines. Es conveniente destacar que el análisis cuantitativo del proceso innovador representa una tarea retadora, en la medida en que las innovaciones pueden adoptar múltiples formas (e.g., productos, servicios, procesos y cambios institucionales); la incorporación de las innovaciones adopta diferentes vías (e.g., compra de maquinarias, investigación y desarrollo, adquisición de conocimiento externo) y las fuentes de innovaciones pueden ser muy distintas (e.g., clientes, suplidores, gobierno, universidades), entre otros aspectos. En esas circunstancias, es evidente que cualquier medición tiene un carácter exploratorio y sus resultados adquirirán valor en la medida en que se complementen con otras mediciones. En tal sentido, un objetivo principal de la encuesta antes mencionada es proporcionar una línea basal que sirva como referente a mediciones posteriores, a fin de
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medir los avances o retrocesos a lo largo del tiempo y las variaciones asociadas con distintos criterios de clasificación de las empresas. Esto significa que, si bien la exposición establecerá en su última parte una comparación con mediciones de innovación en otros países, la comparación internacional no representa una meta del presente estudio. Como Tether et al. (2002) han indicado, aunque potencialmente deseable, la comparación internacional de los indicadores de innovación puede ser sometida a dudas en la medida en que envuelve la difícil tarea de determinar lo que puede ser considerado novedoso o no en un determinado entorno social. De ahí que, “en cierto sentido, la innovación no puede ser directamente comparada, como tampoco la proporción de innovadores, pues esto no es filosóficamente equivalente a comparar la proporción de hogares con televisión o automóvil”.
Antecedentes metodológicos La medición de la actividad innovadora ha sido objeto de ingentes esfuerzos a lo largo de la última década, bajo un notable liderazgo intelectual de los países de la Unión Europea. Un punto de partida fue la publicación en 1994 de un diagnóstico sobre la actividad innovadora en el viejo continente, lo que permitió identificar varios puntos débiles en los sistemas de innovación de la región35 . El diagnóstico destacaba, por ejemplo, que la inversión europea en investigación y desarrollo (alrededor de 1% del PIB en 1991) era considerablemente inferior a la inversión de sus competidores más cercanos, tales como los Estados Unidos y Japón (alrededor de 2.7% del PIB de esos países en el mismo momento). El diagnóstico aludido destacaba además la existencia de una “paradoja europea”, según la cual el continente se encontraba en una situación privilegiada en materia de conocimiento científico, pero dicho conocimiento no estaba transformándose en resultados industriales exitosos36 . En consecuencia, se concluía que el logro de las metas planteadas requería más recursos humanos calificados, una fuerte base de investigación pública, una cultura empresarial más dinámica y sistemas adecuados de propiedad intelectual, junto a un ambiente competitivo favorable a la innovación. Finalmente, se enfatizaba la necesidad de “mantener unas reglas de juego (...) adaptadas a las necesidades de la innovación”37 . 35
Comission of European Communities (1994). Ver también Comission of European Communities (1995). Estas publicaciones tuvieron como finalidad abordar los retos que la innovación ofrecía a Europa, la constatación de la situación de las políticas de innovación y las vías de acción para los estados y regiones de la Unión. 36 Ver mayores detalles en Commission of European Communities (1995). 37 Commission of European Communities (2002c).
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En ese sentido, en el marco del Consejo Europeo de Lisboa realizado en el 2000, los jefes de gobiernos de la Unión Europea se fijaron la ambiciosa meta de convertirse para el 2010 “en la economía más dinámica y competitiva, basada en conocimiento, capaz de sostener crecimiento económico con más y mejores trabajos y mayor cohesión social”38. Y un poco más tarde, en el Consejo Europeo de Barcelona realizado en el 2002, los países de la Unión acordaron que para el 2010 la inversión en investigación y desarrollo tecnológico debía alcanzar el 3% del PIB regional, lo que constituiría un aumento significativo con respecto al nivel de 1.9% registrado en el año 2000. Una meta relacionada establecía que las empresas privadas aumentarían considerablemente su aporte al gasto total de los países en I&D, pasando de 56% a 66%, para acercarse así a los niveles prevalecientes en los Estados Unidos y Japón, donde la participación privada se situaba alrededor de 67% y 72%, respectivamente. Esta corriente de opinión llevó naturalmente a la necesidad de indicadores apropiados para el seguimiento de los avances logrados, lo que a su vez tornó evidente la necesidad de un marco conceptual unificado para la construcción de tales indicadores. Un resultado de ese esfuerzo fue el ya mencionado Manual de Oslo, publicado en 1992 bajo los auspicios de Eurostat y la Comisión Europea. Como indicado en el capítulo 2 de este volumen, el Manual se constituyó desde entonces en la referencia más notable para las exploraciones empíricas sobre el tema de la innovación . En particular, el Manual de Oslo sirvió como base para la encuesta denominada Communitiy Innovation Survey (Encuesta de Innovación de la Comunidad, CIS), usada en los países europeos y en otras partes del mundo40. La primera aplicación de ese instrumento (CIS 1) tuvo lugar en 1992; una segunda aplicación se realizó en 1997-99 (CIS 2) y un tercer levantamiento fue realizado en el 20012002 (CIS 3). En la actualidad, la aplicación de esa encuesta constituye un proceso rutinario en un extenso número de países. 38
Ver Commission of European Communities (2002d). La publicación del Manual de Oslo fue la culminación de una larga cadena de esfuerzos previos. Ya en 1988 el denominado Innovation Studies and Technology Policy Group de Noruega había presentado un marco de referencia, que fue luego revisado en Oslo en 1989. Tras esa revisión, se recomendó que el Fondo Nórdico preparase un borrador de un manual para los miembros. Ese borrador fue el germen de la versión final del Manual de Oslo. El borrador fue luego mejorado con la contribución de un gran número de expertos internacionales. 40 En adición al Manual de Oslo, la base conceptual de la medición de innovaciones y temas relacionados es dada por otros manuales relevantes, tales como el Manual de Canberra (sobre estadísticas de biotecnología) y el Manual de Fracasti (sobre Investigación y Desarrollo). 39
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Sin embargo, la medición de la intensidad innovadora a través de los mencionados instrumentos no ha estado exenta de debates, y diversos autores han planteado serias críticas al marco conceptual sintetizado en el Manual de Oslo. Salazar y Holbrook (2003), entre otros, han destacado que las encuestas usuales presentan un sesgo hacia las innovaciones en el sector manufacturero, en desmedro de otros sectores, tales como las empresas dedicadas a la generación de servicios. Esa concepción es compartida por Bernard y Jones (1996), quienes destacan además que la mayor parte de las innovaciones en muchos países podrían tener lugar en las actividades de servicios y agricultura. Para nuestros fines, una crítica aún más relevante se refiere a la aplicabilidad de las encuestas convencionales a los países subdesarrollados, caracterizados por mercados informales y modalidad de innovación basada esencialmente en adquisición de equipos de capital, más que en procesos formales de investigación y desarrollo. En consideración a tales críticas, las sucesivas ediciones del Manual de Oslo y aplicaciones del CIS han ido incorporando diversos elementos, destacándose entre ellos la incorporación de módulos dedicados al tema de la innovación en servicios, innovaciones de procesos e innovaciones institucionales -tales como aquellas que abarcan los procesos de planificación, estructura organizacional y administración de mercadeo, entre otros41. Al mismo tiempo, las peculiaridades de las economías latinoamericanas motivó el desarrollo de una adaptación regional del Manual de Oslo, surgiendo así el denominado Manual de Bogotá, que ha sido usado como punto de partida conceptual en la medición de la actividad innovadora en países de la región42. La encuesta descrita en el presente documento recoge las enseñanzas derivadas del Manual de Oslo (en su tercera edición) y del Manual de Bogotá, con un esfuerzo particular de adaptación a la realidad dominicana. En términos empíricos, el trabajo descansa en las experiencias derivadas de la aplicación de las diversas versiones del CIS y se nutre ampliamente de la cuarta versión de su cuestionario. Un rasgo distintivo de la presente aplicación es la incorporación simultánea de elementos que permiten caracterizar el capital humano en las firmas innovadoras vis a vis aquellas que no innovan, estimar las necesidades de mano de obra con 41
Es destacable, sin embargo, que tales incorporaciones no han satisfecho todas las expectativas de algunos críticos. Por ejemplo, Tether et al. (2002) han lamentado que la evolución de los cuestionarios aplicados muestra pocos avances en el tratamiento de las innovaciones en servicios, “a no ser la sustitución de la palabra ‘productos’ por la expresión ‘productos o servicios’” 42 Para mayores discusiones sobre encuestas de innovación en países en desarrollo, consultar el Manual de Bogota y el anexo A del Manual de Oslo en su tercera edición.
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educación superior por parte de las empresas y capturar conjuntamente información sobre el uso de tecnologías de información en las mismas. En adición, los resultados de la encuesta de empresas pueden ser combinados con dos encuestas simultáneas aplicadas a la población de empleados profesionales y a la población de estudiantes de término en áreas tecnológicas, lo que permite una perspectiva de 360 grados sobre el tema focal –innovación y necesidades de recursos con educación superior.
Diseño muestral, cuestionario y descripción de la muestra
a. Diseño muestral
Las unidades de observación son empresas individuales, seleccionadas a partir de un marco muestral formado por todas las empresas de 6 o más empleados registradas en la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) de la República Dominicana -Ver Anexo 1 para mayores detalles. Las empresas fueron clasificadas de acuerdo al Código Industrial Internacional Uniforme (CIIU) revisión 3, a nivel de dos dígitos y posteriormente fueron clasificadas en 10 ramas de actividades y cuatro grupos de tamaño -esto es, empresas micro (de 6 a 10 empleados), pequeñas (de 11 a 50), medianas (de 51 a 150) y grandes (más de 150 empleados). La muestra estuvo constituida por 434 empresas, las cuales fueron seleccionadas en forma sistemática con arranque aleatorio dentro de cada estrato. Estas empresas fueron contactadas de forma presencial, tras el establecimiento de cita con la gerencia. El informante preferencial era el gerente general de la firma, aunque diversas partes requerían contribución de otros directivos. Los cuestionarios fueron sometidos a un cuidadoso proceso de revisión, incluyendo la doble validación mediante contactos telefónicos con el informante. En aquellas empresas con empleados profesionales, algunos de estos fueron seleccionados para la mencionada encuesta a empleados, cuyos resultados son descritos en el capítulo siguiente. Las entrevistas fueron realizadas de forma presencial, contrario a la mayoría de las encuestas de innovación en otros países, las cuales son realizadas a través del correo. Las tres Tablas a continuación caracterizan al conjunto de empresas entrevistadas, según distintos criterios de interés. En términos de ramas de actividad, la muestra incorpora alrededor de 101 empresas dedicadas a actividad industrial, energía o minas, 86 empresas comerciales, 42 empresas de la rama de hoteles y restauran-
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tes, 40 firmas de zonas francas y 39 empresas agroindustriales, además de 126 empresas pertenecientes a los demás sectores productivos. En términos de ubicación, 274 firmas de la muestra se encuentran en el Distrito Nacional o la provincia de Santo Domingo, 70 firmas pertenecen a la provincia de Santiago y las restantes 90 empresas fueron entrevistadas en el resto del país. Por último, la muestra incluye cerca de 210 firmas micro y pequeñas, y alrededor de 220 empresas medianas y grandes. Las observaciones fueron posteriormente ponderadas a partir de sus probabilidades de observación sobre la base del marco muestral antes indicado.
Los resultados obtenidos son representativos de las empresas formales del país –definidas como aquellas empresas registradas en el sistema de seguridad social, excluyendo aquellas unidades con menos de 6 empleados. Obviamente, esto excluye a un extenso conjunto de empresas informales, las cuales representan la mayor parte de las unidades productivas dominicanas (Guzmán y Ortiz (2005)). Si bien la actividad innovadora en las empresas informales podría ser de gran importancia, la incorporación de las mismas sobrepasaría los objetivos propuestos para esta primera medición43 . La actividad innovadora en el sector informal deberá ser objeto de atención en una investigación separada. 43
El análisis de las micro unidades informales enfrenta un serio problema para la conformación de un marco muestral adecuado, dado el grado de informalidad y las altas tasas de nacimiento/mortalidad en ese subsector. Por esas razones, la exclusión de tales unidades productivas representa una práctica habitual en las encuestas de innovación de los distintos países.
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b. Cuestionario
El contenido temático de la encuesta abarca las distintas dimensiones de interés desglosadas en la discusión conceptual del capítulo 244 . Específicamente, las preguntas estuvieron estructuradas en varias secciones que capturan los siguientes aspectos, entre otros: (i) características de las empresas, (ii) innovaciones de productos, servicios y procesos; (iii) actividades de innovación; (iv) fuentes de innovaciones; (v) factores limitantes de las innovaciones; y (vi) motivadores y efectos de las innovaciones. Las preguntas sobre innovación se refieren al período de los últimos tres años previos a la aplicación de la encuesta; es decir, el período 2003-2005. Estos temas recién enunciados son seguidos por una parte del Cuestionario dedicada a estudiar la demanda (presente y futura) de recursos humanos con educación terciaria por parte de las empresas y sus apreciaciones sobre la calidad de oferta de mano de obra disponible en el mercado. Esto permite dimensionar las áreas profesionales requeridas por las firmas en el mediano plazo, y analizar el grado en que tal demanda se corresponde con la orientación tecnológica que se vislumbra en el panorama económico y comercial del país. Finalmente, una última sección aborda el uso de tecnologías de información y comunicación por parte de las firmas, como una forma de apreciar la intensidad tecnológica en el sector productivo nacional. La exposición a seguir sigue las grandes líneas esbozadas.
Perfil general de las empresas Es conveniente presentar una breve descripción de las firmas encuestadas, lo que contribuye a percibir el espectro de perfiles empresariales que se encuentran en el sector productivo formal. Por un lado, alrededor de 19% de las empresas declara ser parte de un grupo empresarial –definido como dos o más empresas de propiedad común-y alrededor de 80% de los gerentes son propietarios o tienen vínculos familiares con el o los propietarios. Por otro lado, cerca de 9% de las firmas se declaran como exportadoras (en el sentido de que sus principales clientes están en el exterior), 8.5% son empresas cuya matriz está en el exterior y alrededor de 20% se nutre a través de suplidores extranjeros. En conjunto, esto último revela considerables vínculos de las firmas formales del país con entidades de otros países.
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En cuanto a la estructura del mercado, alrededor de 5% de las firmas se considera a sí misma como “el único proveedor importante en el mercado” (es decir, que no percibe amenazas importantes por parte de otros productores), y alrededor de 28% considera estar compitiendo con cinco o menos competidores de condiciones similares a las suyas. Junto a este conjunto de auto percibidos oligopolios, se encuentra alrededor de 50% de firmas que considera estar sometida a una presión competitiva relativamente intensa, con al menos 10 competidores semejantes. Esta dispersión en el grado de competencia percibido por las firmas encuestadas será particularmente útil para abordar en el contexto dominicano la controversia en torno a la influencia del ambiente competitivo sobre la propensión innovadora de las firmas.
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Innovaciones en productos, servicios y procesos
a. Innovación en productos y servicios
Un primer resultado relevante en materia de innovación, es que alrededor de 23% de las empresas declara haber introducido una innovación de producto y cerca de 41% declara haber desarrollado algún servicio innovador desde la perspectiva de la empresa. Es útil recordar que una innovación de producto (servicio) es definida como la introducción de un producto (servicio) nuevo o significativamente mejorado con respecto a los productos (servicios) previos de la empresa.
Se percibe una fuerte correlación entre la presencia de innovaciones de productos y las innovaciones de servicios, en el sentido de que la probabilidad de haber tenido innovaciones de servicios es más común en aquellas firmas que tuvieron innovaciones de productos que en aquellas que no lo tuvieron y viceversa.
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En general, alrededor de 51% de las firmas podría ser considerada innovadora en términos de productos y servicios (es decir, han introducido al menos un producto o servicio nuevo o significativamente mejorado en el curso de los últimos tres años), y alrededor de 14% desarrolló de hecho ambos tipos de innovaciones.
b. Innovación en procesos
Como antes fue indicado, un avance conceptual importante en la aplicación de encuestas de innovación es la incorporación de las innovaciones en procesos como objeto de estudio relevante. Siguiendo la versión 4 del CIS, una innovación de proceso es definida como la implantación de un proceso nuevo o significativamente mejorado para la producción, distribución, comercialización o administración de los productos o servicios de la empresa. Esto incluye cambios de significación en actividades tales como el manejo de información, canales de distribución, sistemas de compra de equipos y materiales y administración financiera, entre otros. En el contexto dominicano, los resultados muestran que la mayor incidencia de innovaciones de procesos se refiere a cambios en las formas de manejo de la información (probablemente asociada a la incorporación de computadoras) y a la administración financiera, aspectos en los cuales 2 de cada 5 empresas declaran haber realizado cambios relativamente importantes en el período 2003-2005. Las actividades de soporte a mercadeo, mantenimiento de equipos y la compra de equipos y materiales, se encuentran entre los procesos con menor incidencia de cambios.
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Se observa que la mayoría de las firmas introdujo innovaciones en un número pequeño de procesos, pero alrededor de 3% de ellas declara haber realizado ajustes importantes en cada uno de los ocho aspectos indagados. Si, utilizando un criterio más flexible, se considera como innovadora a una firma que haya realizado innovaciones en al menos una de esas actividades, se observa que alrededor de 77% de las firmas podría ser considerada como tal.
La situación de las firmas en materia de innovación de productos y servicios, por un lado, e innovación de procesos, por el otro, permite clasificar las firmas en cuatro grupos: a) firmas que no han desarrollado ningún tipo de innovación; b) firmas que han desarrollado innovaciones de productos o servicios, pero no de procesos; 80
c) firmas que han desarrollado innovaciones de procesos, pero no de productos ni servicios; y d) firmas que han desarrollado ambos tipos de innovaciones. Este último grupo, que denominaremos como “firmas relativamente innovadoras”, constituye alrededor de 44% del total de empresas del país.
Las cifras anteriores sugieren un nivel de innovaciones relativamente alto, lo que motiva a profundizar en la naturaleza de las mismas. Sobre el particular, es interesante observar que, sin embargo, alrededor de 50.7% de las firmas que han desarrollado innovaciones de productos, declara que ninguna de esas innovaciones fue nueva para el mercado, aunque obviamente sí lo fueron en el ámbito de la firma; en tanto 48% declara que al menos una de sus innovaciones fue nueva para el mercado, y el restante 1.1% no puede distinguir al respecto; en el caso de innovaciones de procesos, alrededor de 71% de las firmas innovadoras declara que ninguna de sus innovaciones fue nueva para el mercado.
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El recuadro a seguir describe algunas de las innovaciones de productos/servicios y procesos mencionadas por las empresas. Recuadro. Ejemplos de innovaciones en las empresas dominicanas Productos y servicios • • • • • •
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La elaboración de transformadores eléctricos que antes no hacíamos Dar servicio las 24 horas y días feriados Venta de impresos en papel de seguridad Compra y reventa de controles de velocidad para motores de combustión interna La introducción al mercado del producto de jugos en tetra brik y pasta de tomate en tetra brik Servicios de monitoreos de radio y televisión que elaboran reporte en base a los monitoreos y se envían a los usuarios del servicio y página web. Elaboran un informe diario de la prensa digital. Desarrollo de nuevo modelo de muebles, usando técnicas por computadora, con maquinarias de control numérico (cad-can) diseño asistido y fabricación a computadora. La mejoría significativamente de los mosaicos que fabrican; o sea, estamos fabricando mosaicos con un nuevo diseño. Los clientes pueden acceder por computadora a la red para saber en que estado está la reparación de su vehículo. Nota: el cliente puede saber por el código de barra la historia de su vehículo a través de un hand-help. Ahora vendemos los productos en kits para ser ensamblados en el destino del comprador, ya que al inicio se vendían las puertas ya armadas y su transportación resultaba muy incomoda.
Procesos • • • • • • • • •
Un nuevo pasteurizador más moderno Una máquina de enfriamiento de la leche para mejorar la calidad del producto. Implementación de proceso de poda en plantaciones. Centralizar todo el proceso de carnes. Compra de maquinaria para aumentar la producción y para agilizar el proceso productivo. La instalación de software para la producción asfáltica. La introducción de proceso para vender la pasta de tomate en tetra brik. La introducción de una tecnología de secado rápido de cola que permitió acelerar rápidamente el secado y la velocidad del proceso de fabricación de mueble. Modificar el manejo de las carnes en el ciclo de rotación en 72 horas (inventarios).
Fuente: Verbatins de declaraciones de algunas empresas.
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c. Actividades de innovación
La innovación constituye un proceso, más que un resultado, y las actividades de innovación no necesariamente generan innovaciones exitosas. Por consiguiente, un aspecto importante en la exploración del proceso innovativo es el análisis de las actividades realizadas por las firmas con la intención de generar productos, servicios o procesos novedosos, pero que todavía no han dado origen a innovaciones concretas. Sobre ese aspecto, se observa que alrededor de 10% de las firmas declara que durante el período 2003-2005 realizó algunas actividades (dirigidas al desarrollo de nuevos productos, servicios o procesos) que ya habían sido abandonadas al momento de la encuesta, mientras una proporción mayor de las firmas (23%) declaró tener en curso algunas actividades dirigidas al desarrollo o implantación de ideas pro-innovación.
No obstante, cerca de 17% de las firmas no ha invertido esfuerzos en ninguna forma de innovación y, como era previsible, casi la totalidad de este grupo está formado por firmas que no han realizado ningún tipo de innovación. El mayor esfuerzo de innovación adopta la forma de compra de maquinarias y entrenamiento, mientras que los esfuerzos de investigación y desarrollo (al interior de 83
las empresas) son actividades considerablemente menos comunes. A su vez, el comercio intrafirmas de resultados de Investigación y Desarrollo es prácticamente inexistente en el mercado dominicano. Esto se corresponde con los resultados de las distintas aplicaciones del Community Innovation Survey -destacados en Pianta y Sirilli- en el sentido de que la Investigación y Desarrollo representan una parte limitada del gasto dirigido a innovaciones en comparación con el gasto dirigido a la adquisición de maquinarias y equipos. En conjunto, esto sugiere que una alta proporción de las innovaciones podría tener un carácter imitativo, en el cual las firmas adoptan innovaciones previamente adoptadas por otras. El hecho de que la mayor parte de las innovaciones tengan carácter imitativo constituye una debilidad de la capacidad innovadora del país, considerando la observación planteada en el capítulo 1, en el sentido de que los países que no desarrollen capacidad para desplazar la frontera tecnológica mundial en algunas áreas, corren el riesgo de quedarse atrapados en un equilibrio de bajas tasas de crecimiento. El tema de la inversión en Investigación y Desarrollo merece especial atención, pues la relevancia de esa actividad ha sido objeto de frecuentes debates. Por un lado, algunos autores han criticado el énfasis tradicional en Investigación y Desarrollo, partiendo de la observación de que una gran parte de las innovaciones no se genera a través de esa vía. Estos críticos, por ejemplo, han sometido a juicio la visión lineal del proceso de innovación, según la cual el esfuerzo en materia de “conocimiento científico” lleva al “desarrollo tecnológico”, el cual a su vez conduce a la generación de “productos o aplicaciones de mercado”45 . Holbrook y Wolfe (2000), a su vez, deploran el énfasis usual en el proceso de “creación”, más que en la “difusión” de tecnología, así como la poca importancia concedida a los enlaces a través de los cuales una firma se nutre de otra.
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Ver Freeman (1995) para una exposición de ese punto de vista crítico.
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Otros autores, por el contrario, han enfatizado que la capacidad de crecimiento de un país para llegar a la sociedad del conocimiento, se refleja en los recursos financieros dedicados a las actividades de ciencia y tecnología, y más concretamente, a Investigación y Desarrollo. En ese tenor, Velho (2004), página 11, plantea que uno de los problemas esenciales en la región de América Latina es precisamente que las empresas locales no invierten suficientes recursos en la mencionada actividad, pues han preferido basar su competitividad en la importación de tecnología, al tiempo que las empresas multinacionales prefieren innovar basadas en la Investigación y Desarrollo realizada en sus matrices. Frente a estos puntos de vista divergentes, una pregunta obvia que emerge es si la importación de Investigación y Desarrollo, en oposición a la generación local de conocimiento, constituye o no una opción viable de desarrollo tecnológico. En tal sentido, Howitt y Mayers (2003), han desarrollado un sugestivo análisis en el cual los países pueden ser agrupados en tres bloques: a) países con alta capacidad de innovación relativa a la frontera tecnológica actual; b) los países con limitada capacidad de aprendizaje, los cuales dependen de la adopción de tecnologías previamente inventadas en el primer grupo; y c) países con capacidad limitada aún para adaptar tecnología, los cuales tienden a estancarse. Trefler (1999), por su parte, ha argumentado que la pertenencia al segundo grupo de países está asociada con bajas tasas de crecimiento, pues la mayor parte de la renta económica derivada de una innovación importante es usufructuada por el país que la generó, antes de que la innovación pueda ser aprovechada por otros. El tránsito desde el segundo al primer grupo parecería ser entonces un imperativo, pero infelizmente, la pertenencia al segundo grupo constituye un equilibrio que
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tiende a perpetuarse, en la medida en que pasar al primer grupo requiere capacidades de absorción que no pueden ser fácilmente desarrolladas46. Es por eso que la mayoría de los países “usuarios secundarios de tecnología” se queda atrapada en esa condición, a menos que realice un esfuerzo extraordinario de inversión inicial que le permita desarrollar las capacidades necesarias. Tal esfuerzo incluye una mayor inversión en Investigación y Desarrollo, lo que racionaliza una defensa de las políticas públicas de incentivo sobre la materia47. En resumen, definir el nivel óptimo de investigación y desarrollo de un país dado no resulta una tarea fácil48 . En el caso dominicano, las declaraciones de las firmas permiten inferir que alrededor de 1.5% de sus ingresos por ventas son dedicados a inversión en investigación y desarrollo, y que entre 3 y 4% de los empleados fijos estarían dedicados a alguna forma de tal actividad. Bajo supuestos razonables, eso implicaría que la proporción de la población económicamente activa dedicada a Investigación y Desarrollo estaría cerca de 1.4% y que la relación entre el gasto de Investigación y Desarrollo y el PIB rondaría el 0.5%.
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Ver el capítulo 2 para una revisión del concepto de “absortive capacity”
47
Lederman y Saenz (2003) notan una alta correlación entre los indicadores de investigación y desarrollo y el PIB per cápita de los distintos países. Empero, esta observación es relativamente irrelevante en la medida en que podría simplemente reflejar una mejor medición de los indicadores de investigación y desarrollo en los países desarrollados, así como un sesgo de las mediciones hacia el tipo de investigación y desarrollo predominante en esos países. Maloney (2003) destaca que inversión en desarrollo de suelo, que predomina en el sector agrícola, que a su vez tiende a predominar en los países en desarrollo, no es ni siquiera cubierto en el concepto de Investigación y Desarrollo definido en el Manual de Fracasti. 47
En el caso de los Estados Unidos, Williams y Jones (1998) estiman un modelo según el cual, en un esquema de inversión óptima, ese país debería cuadriplicar los recursos dedicados a i & D. Esos valores son, por supuesto, discutibles.
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Un segundo punto de interés en lo relativo a la inversión en Investigación y Desarrollo es la medida en que dicha variable depende de los vínculos de las firmas con los mercados extranjeros. Una hipótesis recurrente sobre el particular es que las firmas que tienen vínculos con el exterior tienen mayor propensión a invertir en I & D. Esto ha sido visto como manifestación de un creciente proceso de “deslocalización” por el cual las empresas multinacionales estarían trasladando una gran parte de su I & D a los países subdesarrollados, lo cual a su vez generaría una mayor presencia de esa actividad en las firmas con matrices en el exterior (UNCTAD 2004b). ¿Existen evidencias de esa relación en el sector empresarial dominicano? Las estimaciones muestran que, ciertamente, las firmas con matrices foráneas tienden a dedicar mayores recursos (tanto financieros como humanos) a la Investigación y Desarrollo. La condición de ser exportadora, sin embargo, no parece tener ningún impacto particular, en parte debido a la presencia dentro del grupo exportador de empresas provenientes de los sectores de zonas francas y hoteles y restaurantes, donde la inversión en I & D tiende a ser baja. Por supuesto, el hecho de tener una matriz en el exterior podría estar correlacionado con otras características, que deberían ser controladas para obtener una medición rigurosa del impacto individual.
Fuentes de innovación Hay muchas evidencias de que el éxito innovador de una firma depende de la variedad y estructura de sus enlaces con otras entidades, tales como gobierno, universidades, laboratorios, reguladores, suplidores y consumidores, entre otros. 87
La interacción entre esas entidades –cuya esencia es recogida en el famoso diamante de Porter- constituye el Sistema Nacional de Innovación (SIN) del país en cuestión49. La vinculación de las empresas con otras entidades luce relativamente débil en el caso dominicano. Por ejemplo, se nota que casi la totalidad de las innovaciones declaradas (tanto de productos o servicios como de procesos) fueron desarrolladas por las propias empresas, con mínima participación de las entidades gubernamentales o académicas, aunque con un cierto nivel de colaboración entre empresas. Similares resultados emergen para las innovaciones de procesos.
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Sobre este punto, ver capítulo 2. Ver también Blomstrom, Kokko y Sjoholm (2002). La importancia del ambiente ha sido destacada por Gordon (2004), quien identifica algunos elementos institucionales como explicación de porqué Europa se quedó rezagada con respecto a los Estados Unidos en materia de innovaciones.
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De igual forma, la escasa relevancia (directa) del sector gobierno y entidades académicas se evidencia en el bajo porcentaje de firmas que considera estas fuentes de conocimientos, recursos e ideas como “muy importante”: tanto para las universidades como para las entidades del gobierno, ese porcentaje es inferior al 10%. Los clientes y los empleados surgen, en el otro extremo, como las fuentes de ideas más valoradas por las firmas, seguidas de los contactos con los suplidores y conferencias y ferias de negocios.
Cerca de 8% de las empresas declara tener algún tipo de acuerdo (generalmente relacionado con actividades de pasantías) con alguna universidad. En materia de innovación, empero, la “cooperación” entre empresas-gobierno-universidades es muy baja. El soporte financiero del gobierno a las firmas en materia de innovación es también despreciable, excepto en el caso de las instituciones de crédito, cuya presencia fue destacada por 5% de las empresas. En general, el papel de las universidades parece limitarse a la provisión de recursos humanos mediante la provisión de egresados –función en la cual, como veremos, las universidades reciben una evaluación relativamente favorable por parte de las empresas.
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La baja presencia de las universidades en el proceso innovador de las firmas establece una diferencia fundamental con la experiencia de países desarrollados50. Según Fontana et al. (2003), las encuestas de esos países muestran que las empresas consideran a las universidades como importantes colaboradores. Concretamente, algunas encuestas permiten inferir que las empresas grandes usan el reclutamiento de nuevos graduados, contactos informales y contratos de investigación como las fuentes más importantes de acceso al conocimiento académico, mientras sectores de “baja tecnología” favorecen las colaboraciones formales aún en mayor medida que las formales. El patrón de RD se acerca más al patrón típico de los países latinoamericanos, donde la relación entre empresas, universidades y gobierno es tradicionalmente pobre. Es especialmente llamativa la proposición de Velho (2004), según la cual “algunos países de la región cuentan con significativa capacidad investigativa, pero no han sido capaces de crear un enlace virtuoso entre los distintos actores.” 50
La experiencia de los países desarrollados ha sido analizada en gran parte mediante estudios de casos. Una reseña de los estudios cuantitativos aparece en Fontana et al. (2003), pagina 3 y siguientes.
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Facilitadores, obstáculos y efectos de la innovación ¿Cuáles factores motivan la actividad innovadora de las firmas dominicanas? ¿Cuáles factores limitan dicha actividad? ¿Cuáles son los factores con mayor peso relativo? Por el lado de los motivadores, es claro que la búsqueda de mercados (internos y externos) es el principal catalizador de innovaciones, aunque el intento por aumentar la calidad de los productos o servicios ofrecidos aparece también como un catalizador relevante en primera instancia. Otros criterios, relacionados con reacciones competitivas, cumplimiento de regulaciones y mejoría de imagen empresarial son menos notables.
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En el caso de los obstáculos, es analíticamente conveniente separar los motivadores potenciales en tres grandes grupos que aglutinan aspectos generales del entorno y afectan directamente las operaciones de las firmas, aspectos propios de las empresas y otros aspectos del entorno, respectivamente. De ese modo, se percibe con nitidez que los factores generales que inciden directamente sobre la firma representan los mayores obstáculos desde la perspectiva de la firma, mientras que los factores intrínsecos adquieren menos relevancia. Esto podría significar que los factores internos pueden ser más fácilmente superados, o que la dirigencia empresarial cede a la tentación de culpar a “otros” por las limitaciones percibidas en sus capacidades innovativas.
La mayoría de las empresas declara que sus innovaciones repercutieron sobre tres aspectos clave: rapidez para satisfacer a los clientes, calidad y variedad de productos o servicios. Si los distintos efectos fueran agrupados en función de si inciden más directamente sobre la capacidad de producción de la firma, sobre la participación de mercado o sobre otros aspectos diversos (imagen empresarial, cumplimiento de regulaciones, etc.) es posible crear un índice que resuma la intensidad con que las firmas perciben los efectos en estos dos terrenos. Las diferencias entre un efecto y otro no son estadísticamente significativas, lo que indica que los efectos de las innovaciones abarcan una variedad considerable de elementos dentro de las firmas innovadoras.
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Innovaciones institucionales y estratégicas Partiendo de la proposición de Freeman (1995, página 10), según la cual el crecimiento de la productividad podría depender más de las “innovaciones sociales” que de las “innovaciones técnicas”, el análisis de los cambios institucionales debería recibir especial atención. Empero, la dificultad en la cuantificación de tales cambios ha hecho relativamente lenta la incorporación de las denominadas “innovaciones blandas” en las aplicaciones más usuales. 93
En nuestro caso, el cuestionario aplicado indaga si durante el período de referencia (2003-2005), las firmas han introducido cambios significativos en sus estrategias de largo plazo, en su estructura institucional, en sus canales de venta o en la administración del proceso de fijación de precios, entre otros. La redefinición de la estrategia de largo plazo, rediseño organizacional de la firma y cambios de imagen son las innovaciones “blandas” más frecuentes en las firmas dominicanas, presentándose cada una en alrededor de la mitad de las firmas en el período 2003-2005. Durante ese lapso, cerca de 88% de las firmas realizaron al menos un tipo de innovación institucional o de mercadeo relativamente importante. La ocurrencia de innovaciones “blandas” está claramente asociada con la ocurrencia de innovaciones tecnológicas de productos, servicios o procesos. Por un lado, alrededor de 49% de las empresas que innovaron en términos institucionales también innovaron en productos, servicios y procesos visa-vis sólo un 13% en el caso de aquellas empresas que no fueron institucionalmente innovadoras. Similarmente, el porcentaje de firmas que innovó institucionalmente tiende a crecer desde un 78% en el grupo de firmas que no fue innovador en productos, servicios y procesos, hasta 99% en el caso de las firmas innovadoras según ese último criterio.
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Innovaciones tecnológicas y segmentos empresariales Los resultados presentados hasta el momento se refieren a la población general de empresas de seis (6) o más empleados. No obstante, la discusión en el capítulo 2 indica que las características de una firma (en términos de tamaño, estructura del mercado en que se desenvuelve, perfil de su gerencia, etc.) podrían influenciar su propensión a innovar, de forma tal que la incidencia de la innovación variaría de un segmento empresarial a otro. Esta sección desglosa las firmas según distintos criterios y describe las diferencias apreciables en los distintos estratos en materia de innovación. Los resultados en la Tabla a seguir son elocuentes y hacen innecesaria una explicación profusa. Es evidente que el porcentaje de firmas innovadoras es mayor en los estratos de servicios no turísticos y en zonas francas, seguidos de las firmas en el sector de industria, energía y construcción, y la innovación aumenta con el tamaño de las firmas y con la vinculación de las firmas con el exterior (en la forma de exportaciones o sucursales). La vinculación entre ubicación y porcentaje de firmas innovadoras muestra que existe mayor intensidad innovadora en Santiago que en el resto del país. El porcentaje de firmas innovadoras es mayor en empresas administradas por su propietario o por un gerente sin vínculos familiares con el propietario vis a vis las empresas administradas por familiares de los propietarios. Y finalmente, en un espíritu Schumpeteriano, las firmas que se autoperciben como monopolios u oligopolios muestran también mayor propensión a las innovaciones. Obviamente, estas relaciones no deben ser interpretadas como relaciones de causalidad, pues es probable que las mismas sean realmente reflejo de otras características asociadas con determinada condición. Asimismo, las asociaciones descritas podrían reflejar las correlaciones entre los distintos criterios de segmentación. Por ejemplo, el hecho de que la incidencia de la innovación aumente con el tamaño de las firmas podría ser un reflejo de que las firmas grandes tienden a ser administradas por gerentes profesionales.
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Recursos para innovación Ya hemos dicho que la calificación de los recursos humanos es un factor clave en la capacidad de absorción tecnológica de una unidad productiva, y que el uso de tecnología es complementario con la disponibilidad de trabajadores educados. Para el caso de los Estados Unidos, por ejemplo, Chun (2003) ha estimado que la difusión de IT ha contribuido a 40% de la aceleración de la demanda relativa por trabajadores educados entre 1970 y 1996. Resultados en esa dirección justifican prestar atención a la disponibilidad de estos dos recursos (humanos y de comunicación) por parte de las firmas dominicanas, lo que hacemos en los párrafos siguientes.
a. Recursos humanos Casi todas las firmas entrevistadas (93%) han contratado empleados con educación terciaria (ya graduados o estudiantes de término) y cerca de 41% de la mano de obra ocupada en tales firmas tiene educación terciaria.
Un aspecto de especial importancia es analizar la composición de la mano de obra contratada por las empresas, en la medida en que esto constituye una aproximación a la demanda (y a la oferta) de los recursos profesionales por parte de las mismas. En adición, una comparación de las profesiones contratadas con las posiciones para las cuales se tendrán vacantes en el futuro cercano, permite discutir el grado en que las necesidades de las firmas podrían ir cambiando a lo largo del tiempo, en comparación con el patrón predominante en el pasado y en el presente. 97
Una mirada a los resultados de la encuesta muestra que, en los últimos cinco años, el área profesional de mayor contratación por parte de las firmas fue la “administración de empresa”, seguida de la profesión de “contabilidad” y, en tercer lugar, del conjunto de las ingenierías. Otras áreas también relacionadas con la administración del negocio, tales como “mercadeo”, ocuparon también un lugar dentro de las 10 áreas de mayor contratación. Por otro lado, si bien varios elementos permanecen inalterados, ese patrón es relativamente alterado cuando se observa la composición de la demanda futura por parte de las firmas. En efecto, dentro de las vacantes para los próximos cinco años, las profesiones enmarcadas en el área de ingeniería pasan a ocupar la primera posición –con alrededor de 25% de las vacantes- seguida del área de educación, mercadeo y ciencias médicas. A su vez, el área de mercadeo ocupa la quinta posición dentro de las vacantes que las firmas estiman estarán disponibles en los próximos cinco años.
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Las evidencias recogidas en las firmas revelan las dificultades extremas para la contratación de los empleados necesarios. Concretamente, alrededor de un tercio de las firmas declara que conseguir empleados “preparados” de nivel superior es una tarea “difícil”. En el otro extremo, alrededor de 39% de las firmas considera que la tarea de atraer buenos empleados a nivel profesional es una tarea fácil”. Las áreas administrativas se presentan como las que tienen mayores dificultades para la contratación de buenos recursos profesionales. Por otro lado, como podría 99
esperarse, las mayores dificultades se presentan también en la contratación de individuos para cargos de dirección, tales como supervisores y gerentes. Esto se encuentra en correspondencia con la evaluación relativamente baja recibida por los profesionales en los aspectos relacionados con organización, planificación y dirección de personas, como se evidencia en el gráfico a seguir.
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En general, se observa que las firmas tienen una valoración relativamente buena del recurso profesional disponible en el mercado, lo que contrasta con la apreciación generalizada de fuertes debilidades en los recursos profesionales disponibles. Los puntos más débiles no se refieren a los aspectos técnicos, sino más bien a la capacidad gerencial y capacidad de planificación de los egresados. Como se muestra en las Tablas a continuación, esto presenta variaciones según el tipo de empresa (clasificadas según diversos criterios) pero la conclusión fundamental no se altera.
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b. Tecnología de información y comunicación Habiendo analizado las experiencias de la firma con respecto al recurso humano, esta sección aborda el uso de tecnologías de información y comunicación por parte de las empresas31. Por supuesto, las TICs representan apenas una forma de tecnología, pero su naturaleza las convierte en un instrumento de especial interés en el análisis de las empresas. Un primer resultado de interés es que cerca de 23% de las empresas de 6 empleados en adelante tienen página web, y cerca de un tercio del total de empresas (35%) declara realizar algún tipo de compra o venta a través de Internet.
31
Ver Commission of European Communitites (2002a) para una exposición sobre el papel de las TICs en las empresas, desde la experiencia Europea.
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CAPÍTULO 4
EXPERIENCIA LABORAL Y ACTIVIDAD INNOVADORA DE LOS PROFESIONALES DOMINICANOS
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Introducción Los trabajadores con nivel de educación superior –que constituyen el segmento de fuerza de trabajo de mayor calificación- conforman un grupo determinante para la capacidad de innovación de un país y para la capacidad de creación, adopción y uso de tecnología por parte de su sector productivo. Hasta el momento, sin embargo, no existe un estudio formal que evalúe la experiencia laboral de los profesionales dominicanos en el sector corporativo, con lo cual importantes preguntas sobre la vinculación universidad-empresa se encuentran todavía pendientes de ser respondidas. En adición a su relevancia para la estrategia de innovación y desarrollo, el tema planteado representa un punto de obvio interés para las instituciones de estudios superiores, en la medida en que la preparación de recursos humanos capacitados para el mundo productivo es una de sus principales tareas. En otras palabras, dado que el mercado laboral es un puerto de destino para la mayoría de los graduados, el éxito de las instituciones formativas guardará estrecha correspondencia con el éxito de sus egresados en el mundo productivo. En suma, conocer la experiencia de aquellos que han hecho el tránsito desde la escuela al trabajo es un mecanismo indispensable en el diseño de políticas adecuadas en materia de educación superior. El objetivo básico de este capítulo es precisamente analizar la experiencia laboral de los egresados de las instituciones de estudios superiores dominicanas, a partir de una encuesta aplicada a un conjunto de trabajadores profesionales. Los profesionales entrevistados fueron escogidos entre los empleados de las empresas seleccionadas para la encuesta de empresas descrita en el capítulo previo, lo que implica que el marco muestral para los empleados corresponde al conjunto de todos los profesionales ocupados en el sector productivo formal constituido por empresas de 6 o más empleados52. Se procura responder el siguiente conjunto de preguntas: • ¿Cuál es el perfil demográfico de los profesionales dominicanos laboralmente activos?
52.
Detalles del proceso de muestreo se describen en el Anexo 1.
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• ¿Cuál fue la vinculación con el mundo laboral durante el período de formación universitaria? • ¿Cómo fue la experiencia de inserción en el mercado laboral post graduación? • ¿Cuáles son los patrones más comunes en las trayectorias laborales de los egresados universitarios? • ¿Cómo es la trayectoria laboral influenciada por la experiencia universitaria –como, por ejemplo, la experiencia de trabajo previo a la graduación? • Tras insertarse en el mundo laboral, ¿qué valoración tienen los egresados universitarios de la educación superior recibida?, ¿qué valoración tienen de la universidad donde realizaron sus estudios?, ¿qué valoración tienen de la profesión que adquirieron? • ¿Cómo varían los aspectos anteriores según la rama profesional del egresado, según su universidad de procedencia y según el período de graduación? En adición a los aspectos anteriores, la encuesta realizada permite indagar la participación de los profesionales ocupados en el sector productivo formal en actividades de innovación. De esta forma, por ejemplo, es posible analizar si la satisfacción con la profesión está relacionada con la intensidad de la actividad innovativa en las empresas como un todo. El capítulo aborda, en primer lugar la evolución histórica de la oferta de profesionales en el mercado laboral dominicano a partir de las informaciones provenientes de la Encuesta de Fuerza de Trabajo del Banco Central. Luego, se describen aspectos inéditos sobre la población profesional del país, utilizando ya los resultados de la encuesta realizada para el presente estudio. En un tercer momento, se aborda la valoración de la educación terciaria desde el punto de vista subjetivo de los actores y objetivo de la inserción y colocación en el mercado laboral. Por último, se analiza la participación de los empleados según características relevantes en los procesos de innovación de las empresas en que laboran. Dotación de recursos humanos con formación superior en la República Dominicana Antes de pasar a la presentación de los resultados de la encuesta de empleados, es útil comenzar con la descripción del entorno general del mercado de trabajo, a partir de la Encuesta de Fuerza de Trabajo realizada semestralmente por el Banco Central. Partiendo de esa encuesta, se infiere que la oferta de profesionales en el país ha ido en aumento durante los últimos cinco años, pasando de unos 600 mil en el año 2000 a cerca de 850 mil en el 2004, para un crecimiento anual promedio 108
cercano al 7%. Esta elevada tasa implica que el incremento del número de profesionales no ha sido puramente vegetativo, y durante el último lustro, de hecho, los profesionales han elevado su participación dentro de la población en edad de trabajar (PET). Asimismo, como porcentaje de la población ocupada, los profesionales pasaron de 15.6% en el 2000, a 18.5% en el 2004.
Sin embargo, la tasa de participación de los profesionales en el mercado laboral muestra una reducción persistente a lo largo del período 2000-2004, acumulando una caída de tres puntos porcentuales en el período considerado. Esto podría significar que para una parte creciente de la población con nivel de educación superior, el mercado laboral no constituye una meta. Es interesante destacar que el descenso en la tasa global de participación se concentra en los profesionales de sexo masculino, mientras la tasa de participación de las mujeres profesionales tiende levemente a subir.
Paralelamente, la tasa de desempleo entre la mano de obra profesional aumentó desde 11% en el 2000 a 14% en el 2004, mientras la tasa ocupación se redujo de 109
75% a 69% en el mismo período. Entre los no profesionales, sin embargo, la variación de la ocupación fue de dos puntos porcentuales, pasando de 45% a 43%. Estos elementos reflejan los efectos de la crisis económica del bienio 2003-2004, en la cual los grupos poblacionales de mayor nivel educativo y salarial fueron proporcionalmente más afectados.
Existe una clara concentración de los profesionales ocupados en las empresas relativamente grandes: en el 2004, cerca de 80% de los profesionales ocupados estaba en una empresa con más de 5 empleados, y los profesionales representaban alrededor de 30% de los empleados en esas empresas. De hecho, el porcentaje de profesionales en las empresas de 5 o más empleados es alrededor de tres veces superior al porcentaje de profesionales en el mercado laboral como un todo. A lo largo del tiempo, además, los profesionales tienden a elevar su participación en la empleomanía de las empresas relativamente mayores.
El análisis del mercado laboral por ramas de actividad económica muestra diferencias sectoriales importantes en la relación cantidad de empleados profesiona110
les/cantidad de empleados no profesionales. Específicamente, se observa que el sector financiero es el único en el cual el número de empleados profesionales es mayor al número de empleados que no han completado la educación superior. En contraste, las demás ramas muestran razones similares, siendo mayor en servicios y menor en agricultura donde la presencia de profesionales en razón de los no profesionales es casi nula.
Una pregunta de interés se refiere al grado en que los profesionales ejercen labores en correspondencia con el nivel educativo alcanzado. En tal sentido, es conveniente analizar la distribución de la fuerza de trabajo según grupos ocupacionales. Esta distribución indica que durante el 2004, poco más de la mitad de los profesionales empleados en empresas de 5 o más empleados laboraba en funciones profesionales e intelectuales o se desempeñaba como técnico medio, casi un quinto lo hacía en calidad de empleado de oficina y uno de cada diez como gerentes o administradores.
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Entre quienes no poseen formación profesional, la distribución en el 2004 mostraba un perfil muy distinto, con predominio de los trabajadores sin grupo ocupacional definido (no clasificado), operadores y conductores y trabajadores de los servicios. Por otro lado, los grupos ocupacionales con mayor incidencia de profesionales en el 2004, fueron los profesionales e intelectuales, gerentes y administradores, técnicos de nivel medio y empleados de oficina. Esto corrobora una mayor dedicación de profesionales a tareas de mayor calificación
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En resumen, los datos precedentes han mostrado que la República Dominicana cuenta con una oferta creciente de profesionales, los cuales registran tasas de desempleo menores que el total de la población ocupada. El 70% de los profesionales labora en empresas mayores de 5 empleados, siendo su participación en estas empresas unas tres veces superior a las empresas micro e individuales. Asimismo, se encontró que el sector servicios posee más profesionales por cada empleado que el resto de los sectores, y el sector financiero se distingue por ser el único donde los profesionales sobrepasan en número absoluto a los no profesionales. Los profesionales empleados en empresas de 5 o más empleados laboran, principalmente, en funciones profesionales o intelectuales, técnicas de nivel medio o propias de oficinas, siendo reducida su presencia en funciones de menor calificación. Ese primer elemento apunta a una cierta correspondencia entre el nivel de estudio y la calificación requerida en la ocupación del individuo.
Esto concluye la descripción general de la población profesional ocupada, según informaciones del Banco Central, y abre paso al análisis más específico basado en la encuesta de empleados realizada para el presente estudio. Esta encuesta abordó alrededor de 500 empleados en empresas formales de 5 o más trabajadores. Una descripción sobre el proceso de selección aparece en el Anexo 1.
Características de los profesionales Los resultados de la encuesta muestran que los profesionales que laboran en empresas de 6 o más empleados son predominantemente mujeres (64%) y un menor porcentaje de hombres (36%). La incidencia femenina se mantiene en todas las ramas de la producción a excepción de la agricultura y hoteles y restaurantes, donde más de la mitad de los profesionales son hombres. 113
En términos de edad, los profesionales ocupados son una población principalmente adulta, entre 30 y 39 años de edad, con poco más de un tercio en edades entre 20 y 29 años y apenas un 20% superando los 40 años. La media de los entrevistados posee 35 años, mientras la mitad se encuentra por debajo de los 33 años. Las mujeres poseen mayor incidencia que los hombres en casi todos los grupos de edad; esto puede ser indicativo de una tendencia que data por al menos los últimos 20 años, puesto que sólo en el grupo de 50 y más años los hombres superan a las mujeres. El proceso de feminización de la mano de obra profesional se ha intensificado en los últimos 10 a 15 años y continuará fortaleciéndose en el futuro, puesto que la base de la pirámide de sexo y edad de los profesionales muestra una incidencia aún mayor de mujeres. El primer título obtenido por los profesionales entrevistados es principalmente el de licenciatura, registrándose diferencias significativas entre los distintos sexos, pues mientras los hombres poseen una mayor incidencia de ingenieros, las mujeres en su mayoría son licenciadas. Los hombres también poseen mayor porcentaje de peritos técnicos.
Si se considera que por lo general las Ingenierías poseen mayor inclinación tecnológica que muchas licenciaturas, podría pensarse que estas diferencias por sexos apuntan a relaciones distintas con la tecnología en el mediano plazo; es decir, si se mantuviesen las condiciones actuales de aumento de la presencia femenina en el mercado laboral, sin alterarse la composición de las carreras escogidas por las estudiantes, la disponibilidad de ingenieros en el país se reduciría. Contrario a esa conjetura, sin embargo, los datos revelan que tanto en los hombres como en las mujeres, existe una inclinación creciente hacia las ingenierías. En particular, se observa que las mujeres que han obtenido títulos más recientemente, poseen mayor incidencia de ingenierías que aquellas que lo hicieron más antiguamente.
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La oferta laboral profesional es de reciente graduación, puesto que la mitad de los profesionales entrevistados dice haber obtenido su título entre el año 2000 y el 2006, mientras 88% dice haberlo hecho en la década de los 90`s o posterior, y 11.1% antes de 1990. Como se verá en un capítulo posterior, esto se corresponde con una expansión acelerada de la matrícula en el sector educativo superior durante la última década. La distribución según el año de graduación no revela diferencias importantes entre hombres y mujeres.
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En otro sentido, como cabría esperar, la edad es una variable determinante en la fecha de obtención del primer título superior, sin embargo, es particularmente importante que aun en los grupos de mayor edad se observan elevados porcentajes de profesionales que dicen haber obtenido su primer título posterior al año 2000. Esto puede indicar interrupciones en el proceso educativo, pero también incorporación tardía al sistema de educación superior.
Un componente fundamental de la titulación es el área en la cual se obtiene, puesto que esta constituye la oferta efectiva. Las áreas de administración, negocios y contabilidad registran los mayores porcentajes de profesionales en empresas de 6 y más empleados, seguidos por las ingenierías. Si se considera que la mayor parte de los programas de sistemas son ingenierías, estas serían la de mayor peso. El análisis de las titulaciones por carreras, y según años, muestra un fuerte repunte durante la década de los 90’s de Contabilidad y Sistemas Informáticos, que a partir del 2000 inician un repliegue, el cual es mayor en el caso de sistemas. Esto se visualiza claramente en los resultados. Otras carreras, como la administración y las ingenierías, experimentaron cierto descenso durante los 90’s para retomar una tendencia positiva en el presente decenio.
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Los datos de la encuesta permiten conocer el peso de cada IES en la mano de obra actualmente ocupada en el país. Existe un alto grado de concentración de las universidades de procedencia de los profesionales: dos tercios provienen de unas cinco universidades, mientras el tercio restante se reparte entre las demás IES del país e instituciones extranjeras. Alrededor de 27% de la población profesional actualmente ocupada obtuvo su formación en la universidad estatal.
Por supuesto, la procedencia de los profesionales varía de manera significativa en función del año de obtención del título. En el período previo al 1990, casi la mitad de los profesionales provienen de la UASD, con una reducida participación de UTESA, que es la única que mantiene un crecimiento sostenido. Durante los 90’s la participación de los profesionales de la UASD es más reducida y aumentan otras universidades, como PUCMM, UCE e INTEC. En los primeros años del primer decenio del presente siglo, los profesionales de UTESA representan casi un quinto del total, mientras los de la UASD son alrededor de un tercio. Otras universidades mantienen su presencia, mientras los profesionales de O&M reducen su participación.
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En todas las carreras, excepto Ingeniería de Sistemas, la mayor parte de profesionales proviene de la UASD, situación más acentuada en contabilidad, ingeniería y arquitectura. Si bien el peso de la categoría “otras” es significativo, ninguna de las otras IES poseen individualmente un porcentaje elevado entre los profesionales que laboran en empresas de 6 o más empleados; sin embargo, el elevado porcentaje de profesionales en las áreas de Administración y Negocios permite notar que algunas de estas IES han logrado ocupar fuertes nichos en estas áreas. En el sentido anterior, alrededor de 60% de los ocupados proveniente de la UCSD se formó en las áreas de administración y negocios, como también alrededor de 58% de los egresados de PUCMM que hoy están ocupados y 52% de los ocupados egresados de UNAPEC. De los trabajadores egresados de INTEC, el 38% son de administración y negocios y el 30% de ingeniería y arquitectura.
La participación de las diversas IES en la población de profesionales que laboran en empresas de 6 o más empleados, varía en el tiempo y según las carreras; así, en las titulaciones más antiguas, la UASD posee una incidencia, que supera el 50% en los casos de contabilidad e ingeniería y arquitectura. Sin embargo, tradicionalmente las áreas de negocios han sido nicho de mercado de otras universidades, llegando a su valor modal durante los 90’s.
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De acuerdo a los datos de la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, durante el semestre 2005-I la UASD poseía el 43% de todos los estudiantes de ingenierías y tecnologías en el país; por tanto, es de suponer que cualquier política dirigida al fomento o fortalecimiento de esta área deberá tomar en cuenta de manera fundamental a la UASD. No obstante, en áreas más específicas, tales como ingeniería de sistemas, el peso de otras universidades es mayor. Además de conocer la obtención de títulos de grado, es de primera importancia determinar qué porcentaje de la oferta profesional se ha capacitado más allá de este nivel, logrando títulos de postgrado. Del total de profesionales entrevistados, aproximadamente 1 de cada 10 posee algún título de postgrado, siendo los que obtuvieron su grado durante los 90’s quienes poseen mayor incidencia de postgraduados (1 de cada 6).
119
Por otro lado, 8% de los graduados con posterioridad al año 2000, dice haber cursado un postgrado que no ha concluido, la mitad de éstos lo ha iniciado durante el 2006 y el resto después del 2003, por lo que cabría esperar que en este grupo los postgraduados alcancen cerca de un 20% en el futuro inmediato. No se observan diferencias significativas entre hombres y mujeres en los porcentajes que han cursado postgrados.
Las “OTRAS” y la UASD registran las mayores incidencias entre las universidades de origen de los profesionales que han realizado postgrado. El título de postgrado predominante entre los profesionales entrevistados es el de maestría, indistintamente del año de obtención del primer título de grado. Las maestrías muestran una clara tendencia a aumentar entre los graduados posteriores al 1990. Como ya se indicó, una parte importante de los graduados después del 2000, cursan actualmente postgrados, por lo que cabe esperar un aumento de los titulados de maestrías.
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El alma mater de origen parece ser predictora del tipo de estudios de postgrados, así los graduados de “OTRAS” y de la UASD, muestran mayor incidencia en la realización de maestrías, mientras los graduados de O&M se inclinan más a los postgrados (especialidad).
Los postgrados realizados por los profesionales entrevistados, son principalmente en el área de administración y negocios, con una baja incidencia de ingenierías, lo que mueve a preocupación la medida en que la mano de obra profesional no se ha capacitado suficientemente en áreas tecnológicas más allá del grado. Esta distribución se vincula estrechamente con la distribución de los profesionales por carrera.
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Un eje transversal del presente estudio es la característica de empresa innovadora entre las empresas y profesionales estudiados. En general, uno de cada 10 profesionales labora en empresas que no han producido innovaciones, siendo este porcentaje mayor entre las mujeres que entre los hombres, lo que posiblemente se desprende de una mayor incidencia de ingenieros entre los hombres, puesto que los profesionales con título de ingeniero poseen mayor incidencia de participación en empresas innovadoras. Clasificación de las firmas según indicador de innovación
Sexo
Total
Masculino Femenino
No innovadora
5.3%
11.3%
9.0%
Innovador solo en producto /servicio
3.5%
5.3%
4.6%
Innovador solo en proceso
35.3%
26.4%
29.9%
Innovador en producto /servicio y proceso
55.9%
57.0%
56.6%
100.0%
100.0%
100.0%
Total
Indicador de innovación
No innovador Innovador solo en producto / servicio Innovador solo en proceso Innovador en producto / servicio y proceso Total
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Cuál fue el primer título obtenido a nivel superior Perito superior universitario 10.0%
Licenciado
20.0%
10.7% 5.3% 28.7%
70.0% 100.0%
55.3% 100.0%
Total
Ingeniero 4.8% 3.2%
9.0% 4.6%
33.6%
29.9%
58.4% 100.0%
56.6% 100.0%
Valoración de la educación terciaria La valoración de la educación superior tiene un componente subjetivo, el cual deviene de las percepciones que tiene el actor mismo sobre el aporte que esta educación ha hecho a su vida; y un componente objetivo, referido a la valoración del mercado en términos de remuneración. En este acápite se abordan ambos componentes relativos a la valoración de la educación superior.
Aspectos subjetivos Se pidió a los entrevistados indicar si tomando en cuenta su experiencia de trabajo desde que salió de la universidad, y si pudiera empezar de nuevo, indicar si volvería a estudiar la misma carrera. Casi dos tercios, 62%, respondió que estudiaría la misma carrera, mientras poco más de un tercio, 38%, respondió negativamente. En general los hombres, los profesionales de mayor edad, de áreas como contabilidad y sistemas informáticos y los que no han realizado estudios de postgrado, así como egresados de O&M y UTESA, se muestran más proclives a elegir otra carrera en el caso hipotético planteado.
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La relación entre el empleo actual y la carrera estudiada muestra una positiva asociación, clara y ligera, con la probabilidad de elegir otra vez la misma carrera. Sin embargo, la asociación entre los niveles de satisfacción con el empleo actual y esta probabilidad no aparece claramente definida.
Un aspecto fundamental de la valoración que hacen los actores de su educación superior, es la evaluación de la calidad de la misma. En general, los profesionales evalúan positivamente la calidad de la educación recibida, el 87% la considera buena o muy buena, mientras sólo 12% la describe como regular y apenas 0.2% como mala. Estos porcentajes se mantienen indistintamente de las variables de control que se tomen en cuenta.
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Al indagar por aspectos específicos de su formación, los profesionales entrevistados indican haber recibido justo los conocimientos requeridos en la mayoría de los casos. Los aspectos que los profesionales consideran les enseñaron más de lo necesario son trabajo en equipo, conocimientos teóricos, comunicación oral y comunicación escrita, mientras manejo de otros idiomas, conocimientos de otras carreras, aplicaciones empíricas y manejo de computadoras se encuentran entre los que se enseñaron menos de lo necesario.
Valoración objetiva
El valor de mercado de la educación superior en un momento dado puede ser visto a través de la brecha entre la población profesional y el resto de la población, en igualdad de otras condiciones. En general, el salario por hora promedio de los individuos con educación superior es de alrededor de 2.3 veces el salario promedio del resto de la población. 125
Sin embargo, la evolución de la brecha entre los salarios por hora de los ocupados profesionales y aquellos no profesionales sugiere que el valor de mercado de la educación superior se redujo, en términos reales, durante la coyuntura de la crisis económica que tuvo lugar entre el 2003 y el 2004. Así, medido a precios del 2000, la brecha entre el salario por hora promedio de un profesional y el resto de la población se redujo desde RD$25 en el 2000 a un aproximado de RD$15 en el 2004.
El grado objetivo de valoración de los profesionales también puede ser medido a través del porcentaje de los mismos que labora en áreas relacionadas con su profesión, lo que a su vez es un indicador del aprovechamiento de la mano de obra capacitada. Una parte significativa de los profesionales dice desempeñar labores relacionadas con su carrera, pero alrededor de un cuarto dice estar en funciones poco relacionadas, lo cual significaría que alrededor de un tercio se encuentra en áreas o funciones poco o nada relacionadas con su carrera.
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Los profesionales de sexo masculino presentan mayor incidencia de entrevistados trabajando en áreas muy relacionadas con su carrera. A medida que aumenta la edad también aumenta la incidencia de profesionales en áreas correspondientes, esto puede apuntar a que en principio los más jóvenes aceptan trabajos en áreas menos relacionadas con sus carreras y con el paso del tiempo acceden a labores más relacionadas. Un indicador especialmente importante de la valoración de los recursos humanos con nivel superior, es la intención de estos de emigrar a otros países. Poco más de un quinto (21%) de los entrevistados afirma haber pensado en emigrar durante los doce meses previos al estudio. La intención migratoria es mayor entre los profesionales de áreas tecnológicas (ingenieros e informáticos) que entre los profesionales de negocios. Esto puede encontrarse relacionado, entre otras cosas, con la intención de estar en contacto con tecnologías de punta no disponibles en el país, pero también con dificultades laborales propias del mercado dominicano. En todo caso, la situación requiere de especial atención puesto que significa una pérdida importante de recursos necesarios para el desarrollo tecnológico del país. 127
El planteamiento de una estrecha relación entre las condiciones laborales no aparece tan relacionado con el ingreso cuanto con la satisfacción laboral. Es particularmente destacable que los profesionales con mayores ingresos manifiestan mayor intención migratoria, esto es, existe una asociación positiva; mientras que con relación a la satisfacción, la asociación es negativa -es decir, los más insatisfechos también muestran mayor intención migratoria.
La universidad de procedencia permite establecer diferencias entre las intenciones migratorias de los profesionales. Los profesionales de UASD y O&M registran mayores tasas de entrevistados que dicen haber pensado en emigrar durante los últimos 12 meses. Los de UTESA y “OTRAS” presentan tasas menores.
Integración de los profesionales al mercado de trabajo: los puertos de entrada Uno de los puntos fundamentales de la articulación entre IES y mercado laboral es el tránsito desde aquellas hasta este, los tiempos y condiciones en que este tránsito se produce. En el presente acápite abordaremos este tema.
128
El 81.7% de los profesionales entrevistados dice haber trabajado durante su período de estudios. Este porcentaje es mayor entre los hombres, así como entre profesionales de más edad, aquellos del área de contabilidad y los procedentes de la UASD, UTESA y O&M.
Es importante destacar una tendencia a reducirse los estudiantes que trabajan según las edades, los más jóvenes muestran menor incidencia de estudiantes trabajadores. Los estudiantes de ingeniarías y contabilidad, presentan las tasas más elevadas de profesionales que trabajaron. Estos resultados permiten pensar que la condición laboral durante el período de estudios se relaciona con la situación social de los estudiantes y la carrera elegida, pero conforme pasa el tiempo, aun con elevadas tasas de estudiantes trabajadores, esta situación tiende a reducirse. Los empleos realizados durante su período de estudios por los profesionales entrevistados, eran principalmente empleos a tiempo completo (81%). En su mayoría (81%) estos trabajos eran realizados en empresas privadas o en el gobierno (13%), lo cual indica que los mismos eran trabajos en el mercado laboral no académico, y por tanto, no existe separación entre los períodos de formación y el mundo laboral: los profesionales entrevistados se formaron como estudiantes trabajadores. En cambio, la realización de labores académicas presenta una reducida incidencia en relación con el trabajo a tiempo completo en empresas privadas o instituciones gubernamentales.
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La incorporación al trabajo durante los estudios, posee, sin controlar otras variables, una asociación negativa con el ingreso de los profesionales. En tal sentido, los entrevistados que no trabajaron durante sus estudios superiores, poseen medias salariales superiores a los demás profesionales, asimismo los profesionales que trabajaron tiempo completo poseen la media más baja de todos los profesionales. Por supuesto, es posible que los mayores ingresos devengados por aquellos profesionales que no trabajaron durante su formación, estén asociados con otras características socioeconómicas que implican mejor acceso a los mercados laborales. Ese refinamiento será tomado en cuenta en las estimaciones econométricas dirigidas a explicar los ingresos salariales de la población objeto de estudio.
La comparación de los perfiles de profesionales que dicen no haber trabajado y de los que dicen haberlo hecho, da una primera aproximación al efecto de otros aspectos de índole sociodemográfico. Otro aspecto indagado fue la relación entre el último trabajo realizado durante el período de estudios y la carrera, frente a lo cual 62% consideró que el trabajo estuvo “muy relacionado”, 18.6% “poco relacionado” y 19.4% “nada relaciona130
do”. Los profesionales del área de ingeniería y contabilidad son los que registran mayores niveles de correspondencia entre sus trabajos y sus carreras -72 y 68% respectivamente. Los profesionales que durante su formación tuvieron trabajos muy relacionados con sus carreras, también ocupan más puestos directivos o gerenciales que aquellos cuyos trabajos guardaban poca o ninguna relación con su carrera. Más de la mitad de los profesionales entrevistados continuó laborando en su empleo al concluir sus estudios de grado, mientras 27.4% inició en un empleo y cerca de un sexto buscó empleo. Entre aquellos que buscaron empleo, 10.7% del total de profesionales encontró en su profesión, mientras 2.8% aceptó en otra área y apenas 0.1 desistió. La mayor parte de los profesionales entrevistados, tras graduarse, encontraron trabajo durante el primer año.
Los datos revelan que el porcentaje de profesionales que inició cursos de postgrado de inmediato es bajo, sin embargo, al relacionar el año de obtención del título de postgrado con el año de graduación, se revela que el 19.9% de quienes tienen título de postgrado lo obtuvo en los primeros dos años, lo cual indicaría un porcentaje del 2% del total de entrevistados. Es importante destacar que alrededor de un cuarto de los profesionales (24%), pensó en iniciar un negocio al graduarse. En términos demográficos, los más adul131
tos y los más jóvenes registran menor incidencia de profesionales que pensaron en abrir un negocio al graduarse, asimismo las áreas de ingeniería registran también mayores porcentajes de estos profesionales, contrario a las áreas de negocios que registran los menores niveles. Los entrevistados que poseen postgrado también presentan una incidencia casi dos veces mayor de personas que dicen haber tenido la intención de abrir un negocio propio al graduarse, esto refleja un patrón de liderazgo frente al resto de los profesionales. Al ser cuestionados sobre la procedencia de los recursos para iniciar negocios propios, el 50% de los entrevistados mencionó recursos propios, mientras 27% dijo préstamo bancario, 14% dinero de padres y 10% préstamo de relacionados.
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Tecnología y participación en actividades de innovación El estudio midió el conocimiento y uso de diversas tecnologías por parte de los profesionales entrevistados, así como el acceso a computadores e Internet. Prácticamente todos los profesionales dicen tener acceso a computadores, mientras el acceso a Internet es más reducido. Estas cifras se mantienen indistintamente de las diversas variables independientes.
En general las mujeres, los más jóvenes, los que obtuvieron títulos durante los 90’s de las áreas de negocios (administración y contabilidad) y los egresados de la UASD, reportan mayores frecuencias en el uso del Internet.
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Sobre el dominio de diversos programas y lenguajes computacionales, diversos programas generales como procesadores de palabras, diseño de presentaciones y hojas de cálculo, son dominados por un elevado porcentaje de los profesionales entrevistados. Los manejadores de bases de datos, son dominados por la mitad de los entrevistados. Otros programas especializados, como los de diseños o estadísticos, son dominados por algunos especialistas. Dominio de lenguajes y peogramas seleccionados
Además del acceso y dominio de la tecnología, el ambiente predominante en la empresa en cuestión es un aspecto fundamental en el proceso de innovación. Por tal motivo, se indagó a los entrevistados sobre qué tan favorable consideran el ambiente de su empresa para el desarrollo e implementación de nuevas ideas, productos, servicios o procesos. El 86% de los profesionales considera que el ambiente de su empresa es favorable o muy favorable, mientras sólo 3.9% lo considera nada favorable y 9.2% poco favorable.
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Por ramas de actividad económica, los sectores de comercio, así como hoteles y restaurantes, registran los menores porcentajes de empleados que consideran las empresas muy favorables a la innovación. Si bien se observa un elevado porcentaje en agroindustrias, lo mismo que microempresas, debe advertirse que para esos dos grupos la muestra de empleados es relativamente baja, y por tanto sujeta a márgenes de errores relativamente altos. Los empleados de empresas grandes consideran más que el resto, que en sus empresas el clima es muy favorable a las innovaciones.
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El principal obstáculo para realizar innovaciones, según los entrevistados, es la falta de interés de la gerencia, seguida por la falta de incentivos salariales o por parte del mercado. Es interesante observar que esto se contrapone a la opinión expresada por los gerentes, los cuales consideran que los principales obstáculos a la innovación son factores externos. En gran parte, esto refleja las diferencias en las perspectivas de ambos grupos. En cuanto a participación en alguna actividad de investigación de desarrollo tecnológico, cerca de un sexto de los entrevistados (16%) respondió afirmativamente para el período de referencia. Quienes han participado en actividades de investigación tienden a ser principalmente hombres, con grados de ingeniería o sistemas obtenidos en “OTRAS” universidades y graduados recientemente. A los entrevistados que dijeron haber participado en alguna investigación, se les preguntó si habían participado en el desarrollo de alguna innovación realizada por la empresa, a lo cual 77% de estos respondió afirmativamente. Los profesionales que han tomado parte en el desarrollo de alguna innovación representan el 12% de la totalidad de entrevistados. Estos individuos, que dicen haber participado en alguna innovación, son principalmente hombres, de las áreas de sistemas e ingeniería, graduados durante la década de los 90´s en “OTRAS” universidades. Las diferencias entre los perfiles de los profesionales que han participado en investigaciones y los que han participado en el desarrollo de innovaciones de productos o servicios, revela que aunque los graduados más recientes participan más en las investigaciones, los graduados más viejos han estado envueltos en un mayor porcentaje de innovaciones.
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Docencia y actividad académica El estudio permitió medir la actividad académica de los profesionales empleados en empresas de 6 o más trabajadores. El 3.8% de los profesionales dice realizar actividades docentes, mientras porcentajes inferiores al 1% dice haber realizado alguna publicación. En las áreas tecnológicas, como ingenierías y sistemas, la incidencia de profesores es mucho mayor que en el resto, siendo nula entre los profesionales de la categoría “otras carreras”. La mayor parte de los profesionales reporta haber realizado lecturas especializadas durante los pasados doce meses, mientras más de la mitad ha asistido a congresos en el último año y tres quintos han buscado información especializada en Internet.
137
138
CAPÍTULO 5 LA VISIÓN EMPRESARIAL SOBRE EL PAPEL DE LA INNOVACIÓN EN LA ESTRATEGIA DE DESARROLLO: UN ANÁLISIS CUALITATIVO
139
140
Introducción En cierto sentido, los diversos factores que inciden en el desarrollo de la capacidad innovadora de un país, pueden ser agrupados en tres grandes grupos: i) factores que operan a nivel microeconómico, vinculados al tamaño y poder de mercado de las firmas, a la calidad de los recursos productivos -incluyendo recursos humanos y capital-, y a características de la demanda; ii) factores mesoeconómicos, asociados a la existencia de redes, clusters productivos y sistemas nacionales de innovación orientados a generar sinergias entre los distintos actores que intervienen en el proceso innovativo; y, finalmente, iii) factores macroeconómicos, que determinan la visión y accionar estratégico de una economía y el entorno general e institucional en que se desarrolla la actividad económica. Si se asume que “la innovación, por su naturaleza, es un proceso colectivo que implica el compromiso progresivo de un número creciente de participantes”53, el entendimiento de las potencialidades y restricciones que enfrenta un país en materia de innovación requiere analizar la visión y percepción de los actores clave sobre el rol que desempeñan o debería desempeñar cada uno de los mismos, y sobre las interrelaciones y nexos que existen o deberían existir entre ellos. El objetivo de este artículo es analizar la percepción de representantes de organizaciones y asociaciones empresariales e instituciones del sector público relacionadas con la innovación, sobre la visión de país en los próximos veinte años, el rol de la innovación tecnológica y desarrollo de los recursos humanos dentro de esta visión de país y las limitaciones actuales al proceso innovador en la República Dominicana. En la primera parte se discutirá brevemente la metodología de análisis cualitativo empleada. Posteriormente, se pasará a contrastar las distintas opiniones vertidas y analizar sus posibles implicaciones.
Metodología El análisis cualitativo de las relaciones entre innovación y calidad de recursos humanos y visión de desarrollo de la República Dominicana desde la perspectiva de la dirigencia empresarial se realizó utilizando entrevistas semiestructuradas a un amplio conjunto de dirigentes de asociaciones empresariales, así como a
53.
Comission of the European Communities (1995)
141
funcionarios gubernamentales del área de tecnología y a empresarios individuales que han mostrado liderazgo en los sectores productivos donde operan. El cuadro abajo muestra las asociaciones empresariales entrevistadas, algunas de las cuales aglutinan sectores o actividades productivas específicas y otras representan intereses multisectoriales. El ámbito de acción de estas asociaciones puede ser nacional u orientado a la defensa de intereses específicos según el destino de la producción, el origen de la propiedad o la región de influencia. Por su parte, los empresarios individuales entrevistados corresponden a las actividades de agroindustria y producción de calzados, acero, plásticos, papel, químicos, productos médicos y productos electrónicos. Lista de asociaciones empresariales entrevistadas Página Web
Actividad
http://www.aird.org.do Industria No tiene
Industria
http://www.anje.org
Multisectorial
http://www.adozona.org Multisectorial No tiene
Multisectorial
http://jad.org.do/
Agroindustria
http://www.conep.org.do
Multisectorial
http://www.adoexpo.com/
Multisectorial
http://www.amcham.org.do
Multisectorial
http://www.asiex.org.do/
Multisectorial
Agropecuaria,
Multisectorial
http://www.copardom.org.do
Multisectorial
www.ccpsd.org.do
Multisectorial
No tiene
Farmacéutica
142
http://www.asonahores.com
Turismo
No tiene
Bebidas
http://www.adoface.org.do
Bebidas
www.brugal.com.do
Bebidas
No tiene
Bebidas
No tiene
Textiles y
Vestuarios
http://www.asonaimco.org.do/ Muebles
No tiene
Calzados
No tiene
Metalmecánica
http://www.codopyme.org/
PYMES
http://www.aneinfo.com Equipos y
productos TIC’s
Las entrevistas a profundidad se realizaron siguiendo un protocolo de preguntas relacionadas con los tópicos siguientes: 1. Perspectivas del país en los próximos 20 años e implicaciones del proceso de apertura. 2. Retos del sector productivo para competir, sobrevivir y expandir a segmentos o mercados nuevos. 3. Papel de la investigación, desarrollo e innovación dentro de las estrategias de las empresas para afrontar la apertura de los mercados. 4. Importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías de información para mejorar el desempeño de las empresas. 5. Importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías aplicadas a equipamiento e infraestructura productiva de las empresas. 6. Rol del capital humano, nivel y características de la demanda de capital humano que será necesario para encarar el futuro de las empresas.
143
Las entrevistas realizadas fueron complementadas por la revisión de las páginas Web y los servicios e informaciones que ofrecen las distintas entidades a sus membresías, indagándose si los temas relativos a innovación o investigación son parte relevante de las mismas, o si las entidades proveen servicios innovadores a los socios. Sin embargo, se encontró que algunas asociaciones no tienen página Web, y en muy pocos casos encontramos en tales páginas funciones más allá de la provisión de información estática para los visitantes. Merecen mención especial las páginas de la AMCHAM, ADOZONA, ANJE y AIRD, que brindan información e investigaciones relativamente amplias a través de sus páginas y, en algunos casos, servicios a su membresía. La presentación de los resultados se realizará según los tópicos anteriormente señalados, procurando identificar semejanzas y contrastes entre las opiniones externadas. Todos los comentarios a seguir son resultados del análisis de contenido de las entrevistas realizadas excepto si resulta evidente o se indica explícitamente que es de otro modo. Es conveniente destacar que, de forma sistemática, los entrevistados fueron motivados a expresar sus ideas con total libertad, bajo el compromiso de los investigadores de no revelar la procedencia individual de las opiniones. Se realizó un esfuerzo particular para que los entrevistados plantearan soluciones a los problemas identificados.
La visión de los líderes empresariales: Análisis de contenido Visión-País y Perspectiva frente al Proceso de Profundización de la Apertura Económica No parece existir una visión-país unificada dentro de la dirigencia empresarial. Sin embargo, cuando se emiten juicios sobre el futuro, se perciben continuas referencias a la liberalización de los mercados y la apertura económica. En estas se mezclan el temor y el optimismo, en una amalgama de reflexiones, a veces contrapuestas y determinadas en gran parte por las expectativas del corto plazo que tengan los interlocutores. Así, el largo plazo es un reflejo de las perspectivas más inmediatas de los entrevistados. La dirigencia empresarial de la República Dominicana cree que en un horizonte temporal de 20 años la economía dominicana será considerada una economía de servicios donde, si bien habrá una fuerte preponderancia de los servicios turísticos, se espera que se desarrollen los servicios tecnológicos. La inversión de capital extranjero adquirirá una mayor relevancia y la economía se hará aún más dependiente del sector externo, en la medida en que se acentúa la especialización 144
en la producción de servicios. Para la dirigencia empresarial, la profundización del proceso de terciarización de la estructura productiva ha sido común a la mayor parte de las economías desarrolladas54. En general, se percibe que se logrará un desarrollo sostenido del país en el aspecto económico. Si bien se sabe que el país camina hacia una apertura de los mercados cada vez mayor, la primera reacción es el temor, emergiendo de los entrevistados algunos elementos comunes. Se piensa que se va a competir en condiciones desventajosas, debido a los altos costos estructurales de la economía, como la energía eléctrica, las tasas de interés, los costos del transporte y los impuestos, considerándose que las empresas contra las cuales se va a competir tienen un entorno más favorable y economías de escala mayores. Algunos entrevistados reconocen el carácter conservador del miedo, el cual surge ante la posibilidad de perder la comodidad del status quo y de generar ganancias vendiendo en un entorno conocido. El miedo surge entonces como reacción ante el futuro de sus propias empresas con las nuevas reglas de juego. Otros entrevistados entienden que un elemento temido por algunas firmas es el relativo a las promesas de institucionalidad y mayor transparencia que se espera ocurran con la implementación de los acuerdos comerciales, especialmente el DRCAFTA. Temas como subvaluación de mercancías en las aduanas, evasión fiscal y sobornos a servidores públicos para lograr negocios o reducir pagos están presentes en muchos comentarios, y se reconoce que preocupan a muchas empresas que han obtenido grandes beneficios en base a este tipo de práctica. Adicionalmente, existe incertidumbre de parte de algunos de los directivos entrevistados de que no se respeten los acuerdos por parte de EEUU y que ocurran situaciones que favorezcan a China. No obstante, una parte de la dirigencia empresarial, básicamente la que comprende industrias y negocios que actualmente parecen ser competitivos y exportan, considera que la competencia es sana y que estos sectores no tiene ningún temor, y plantean que se debe perder el miedo y generar vocación por la inversión, especialmente para alcanzar una calidad y productividad que les permita competir en cualquier lugar del mundo. Para algunos de los entrevistados, la apertura no es positiva o tienden a buscar resultados a muy corto plazo.
54
De hecho, el sector servicios ha ido aumentando persistentemente su participación en el producto interno bruto dominican de las últimas décadas
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Aunque la mayoría de las personas entrevistadas indicó que conoce sobre la realización de estudios para analizar las consecuencias e impacto de los acuerdos de libre comercio, admitieron que muchas veces las letras pequeñas o los detalles de tales acuerdos no se conocen con la debida profundidad. Muchas empresas dentro de las asociaciones empresariales no disponen de la información necesaria para definir estrategias ante la apertura, excepto las empresas medianas y grandes, que han contratado estudios para analizar las posibles consecuencias de la apertura. Acuerdos Comerciales de la República Dominicana
Socio comercial
Tratado o acuerdo
Fecha de entrada en vigencia
Panamá
Acuerdo de Complementación Económica
8 de junio de 1987.
OMC
Miembro de la Organización Mundial del Comercio
9 de marzo de 1995.
CARICOM
Acuerdo de Libre Comercio entre la República Dominicana y el CARICOM
1 de enero de 1999.
Centro América Acuerdo de Libre Comercio entre la República Dominicana y Centroamérica Estados Unidos Acuerdo de Libre Comercio entre la República Dominicana, Centro América y los Estados Unidos
Europa
Acuerdo de Asociación Económica entre la Unión Europea y el CARIFORO
4 de octubre del 2001
En proceso de implementación En proceso de negociación
En gran parte estos estudios se han realizado con fines defensivos y tratando de identificar las amenazas más que las oportunidades. Se afirma que este no es el caso de los estudios desarrollados por el Consejo Nacional de Competitividad conjuntamente con la Agencia para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID) y la Cámara Americana, los cuales se han orientado a identificar oportunidades de negocios hacia el exterior en el marco del DR-CAFTA. La situación es extrema en el caso de los sectores que abarcan PYMES, para los cuales no se han realizado investigaciones con el interés particularmente centrado en el impacto sobre las pequeñas empresas. A partir de las opiniones vertidas, puede plantearse que existe una visión dividida dentro de la dirigencia empresarial, con relación que significará para la sociedad dominicana el proceso de integración a los nuevos esquemas comerciales e institucionales. Para algunos, la apertura e integración comerciales están asociadas 146
a la construcción de una mayor institucionalidad que promoverá reglas de juego claras para los negocios y hará que el clima político sea más predecible y genere menos incertidumbre. Se considera que con los años y la profundización de los acuerdos de libre comercio se eliminará el analfabetismo funcional y las limitaciones para hacer negocios. Todo lo anterior, unido al mayor acceso a las tecnologías de información y comunicación, permitirá al país generar un mayor nivel de riqueza, haciendo que se vislumbre un futuro más próspero. Para otros, la apertura producirá pocos avances al país, ya que conllevará la pérdida de empleos, cierre de empresas y desaparición de industrias nacionales, con lo cual se profundizará la criminalidad y hará más pesimista el cuadro de violencia y delincuencia que se observa en la actualidad. Se esgrime como razón fundamental para esta situación, la inexistencia en la República Dominicana del capital humano necesario para competir. La dirigencia empresarial representante de sectores manufactureros plantea que la profundización de la apertura comercial reducirá la cantidad de productos elaborados internamente, convirtiendo al país en cada vez más importador por falta de oferta local. No obstante, consideran que el mecanismo de supervivencia lo constituirán las alianzas con empresas de otros países, para lograr la transferencia tecnológica necesaria y el conocimiento suficiente para competir y aumentar la productividad. En relación a las PYMES, se considera que las pertenecientes al sector industrial serían las más afectadas por el proceso de profundización de la apertura económica. Aunque en el caso de algunos sectores con fuerte presencia de PYMES, como el sector de muebles, sería posible competir siempre y cuando se desarrollen nuevas técnicas de fabricación de desarme y se utilicen materiales de menor costo, como la madera prensada. Se entiende que las PYMES ubicadas en el sector servicio tendrán menos dificultades para enfrentarse a la apertura, en particular, aquellas que producen servicios no comercializables internacionalmente como es el caso del comercio al detalle, y servicios personales como salones de belleza. En sentido general, la dirigencia empresarial considera que la ubicación geográfica es nuestro principal activo para competir. Como segundo activo en importancia aparecen los recursos humanos, dada la capacidad de aprender y negociar de los dominicanos, los cuales ya están acostumbrados a la disciplina del trabajo por la cantidad y variedad de empresas formales y de zonas francas que existen el país, donde se trabaja con horario y se sabe producir y cumplir metas. En el caso de la actividad turística, las ventajas residen en la vocación de servicio del dominicano, aunque se reconoce que Cuba puede ser una amenaza. 147
A entender de los entrevistados, si bien el potencial para crecer dentro del nuevo esquema de competencia radica en los recursos humanos, también se percibe que la actitud defensiva y la poca vocación innovadora y exportadora de los empresarios se convierta en el mayor obstáculo para dejar de obtener los beneficios que el DR-CAFTA puede proveer. Se entiende que un ejemplo de esta actitud es el poco aprovechamiento que se ha hecho de los Acuerdos de Libre Comercio alcanzados recientemente por el país; esto muestra que el empresariado industrial no ha considerado el acceso a mercados externos dentro de sus estrategias de crecimiento ni como oportunidad comercial. No obstante, se reconoce que a raíz de los cambios actuales, la sociedad, tal y como la conocemos hoy, así como la forma de hacer negocios cambiarán según las acciones que se ejecuten en el presente. El futuro del sector empresarial se plantea como un resultado condicionado a que los problemas estructurales de mayor incidencia en la competitividad de las empresas sean resueltos. Si los problemas estructurales asociados al problema eléctrico, el alto costo del dinero y la estructura impositiva fueran teniendo cada vez menos incidencia negativa en la forma de hacer negocios en la República Dominicana, la apertura económica permitirá generar mayores negocios.
Papel de la investigación, desarrollo e innovación dentro de las estrategias de las empresas para afrontar la apertura de los mercados. La innovación es considerada un requisito para la competitividad y la consecuencia inevitable para sobrevivir al proceso de apertura y al futuro en general. Si bien esta realidad es entendida por los dirigentes empresariales, los mismos consideran que ésta no es una preocupación de los miembros individuales de sus asociaciones. El planteamiento formulado por la mayoría de los entrevistados es de que “el país no innova en sentido general”, y que el empresario dominicano no entiende qué es innovar o por qué debe hacerlo para competir. La percepción es de que “sólo algunas empresas de Zonas Francas sí están innovando”, específicamente aquellas dedicadas a la producción de bienes electrónicos y médicos, las cuales utilizan alta tecnología y personal muy capacitado en su proceso productivo. Sin embargo, se reconoce que la apertura traerá mayor competencia al comercio y a la industria, lo cual forzará a que aumenten los procesos de investigación y el uso de nuevas tecnologías, convirtiéndose estos procesos en la punta de lanza para la competencia que llega.
148
En la opinión de la dirigencia empresarial, el principal obstáculo a la innovación está dentro de las personas, dado que innovar es en gran parte el reflejo de una actitud positiva, mientras que la norma es ser reactivos y quedarse a la defensiva o a la espera de ver qué tendencia siguen los líderes nacionales o internacionales de los diferentes mercados. Una preocupación externada en las entrevistas se refiere a la falta de fe en los líderes nacionales; aunque la autocrítica puede considerarse muy fuerte, los entrevistados entienden que el empresariado sólo acepta las innovaciones de personas muy calificadas y que hayan tenido éxito en otro sitio, o sea que no las busca dentro de su propio equipo. El segundo obstáculo a la innovación expresado por la dirigencia empresarial, se refiere a la mentalidad rentista de los empresarios, cuya búsqueda de resultados a corto plazo no les permite hacer las inversiones necesarias para sobrevivir. Dado que la mayoría de las empresas entre 20 a 45 años de existencia en el mercado dominicano surgieron gracias a las leyes de incentivos fiscales, al igual que otras empresas más viejas que ellas, casi la totalidad de los entrevistados planteó que la principal motivación del empresariado para la investigación y la innovación lo serían los incentivos fiscales. El tercer obstáculo a la innovación que emerge de las entrevistas, es el relativo al rol del Estado, del cual se esperan acciones salvadoras, como la continuidad de las viejas prácticas de exenciones y la responsabilidad de generar con recursos públicos la actividad innovadora que apoye al sector privado. Los dos últimos obstáculos se interrelacionan y muestran que ni la dirigencia empresarial ni los propios empresarios valoran la innovación lo suficiente para reconocer su importancia y la necesidad de su práctica como parte cotidiana de los negocios. La parte estatal es vista como una obligación moral, en vez de ser racionalizada a partir de criterios de eficiencia o externalidades económicas. La parte de los entrevistados que tiene expectativas positivas por la entrada en vigencia del DR-CAFTA, considera que éste conllevará al desarrollo de innovaciones para poder competir: a raíz de la apertura, habrá más innovación en procesos y productos. A su entender, la apertura y la presencia en el mercado de firmas internacionales asociadas a empresas nacionales permitirá que ocurra una transferencia tecnológica y, por homologación de actividades, al país llegarán los resultados de las innovaciones realizadas por casas matrices y empresas multinacionales. Al unísono, las opiniones de la dirigencia empresarial establecen que la investigación y el desarrollo son responsabilidad del Estado a través de múltiples maneras, y debe ser parte integral y prioritaria de las actividades de los centros de educación superior, los hospitales y todos los lugares en donde la ciencia sea práctica diaria.
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En relación a lo que está haciendo el Gobierno Dominicano en materia de ciencia y tecnología, un juicio común en todos los entrevistados es que existe inacción y la valoración de las acciones del Gobierno en cuanto a investigación y tecnología resultó ser muy baja, más por desconocimiento que por evidencias concretas. No obstante, se reconoció que por lo menos de forma mediática se ven esfuerzos concretos en buscar avance en cuanto a las tecnologías de información y comunicación. De las instituciones del gobierno que trabajan con temas de investigación, ciencia y tecnología sólo se mencionó al Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IBII) y el Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA). El IBII es recordado como INDOTEC, y casi ninguno de los entrevistados conocía con exactitud lo que significaban las siglas, ni cual era su contribución actual, aunque por lo que se reseña en los medios, consideran que sí parece que están trabajando con temas de innovación y tecnología.
Importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías de información para mejorar el desempeño de las empresas. Si bien la dirigencia empresarial reconoce que para algunos países las tecnologías de información y comunicaciones juegan un rol determinante en sus estrategias de desarrollo, como es el caso de la India e Irlanda, existen posiciones opuestas al interior de la dirigencia empresarial sobre la conveniencia de que así sea. Para algunos directivos las TIC’s permiten y facilitan nuevas formas de hacer negocios, así como atraer inversiones, considerándose que son indispensables para la exportación y el marketing, cruciales para las operaciones y entrega de servicios y para darle seguimiento a los clientes. En el mundo actual, no utilizar las TIC’s como herramientas estratégicas es un riesgo para los negocios. La otra parte de los entrevistados, si bien percibe las TICs como algo útil que ayuda en el trabajo interno y en la velocidad de manejo de la información, que reduce la complejidad de procesos contables ayudando de forma limitada como herramienta de control para evitar pérdidas, entienden que el énfasis del Presidente de la República, Dr. Leonel Fernández Reyna, en las TIC’s está dejando de lado prioridades de mayor valor humano para la cohesión social y el desarrollo. La primera inquietud del sector empresarial respecto a la estrategia de desarrollo basado en tecnología de información y comunicación, es que se necesita mayor cohesión de las políticas y acciones más concretas para que la sociedad y el sector empresarial participen y entiendan la misma. La visión del Presidente sobre una estrategia de desarrollo basada en tecnología de información, es considerada 150
como de muy alta inversión en capital y no se considera una alternativa para la reconversión de las empresas existentes, sin negar que puedan apalancar a muchas otras empresas. En contraposición, dentro de las consideraciones externadas surgió una valoración muy alta de los resultados obtenidos por el Programa de Reestructuración y Reconversión Industrial del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD). Se explicó que ese proyecto si dio frutos y sus resultados fueron evidentes y concretos en cuanto al aumento de la productividad y la competitividad de las empresas. Durante las entrevistas, surgió continuamente el planteamiento de que se trata de superar la llamada brecha digital y no se percibe una estrategia clara en mejorar la infraestructura productiva, especialmente los aspectos relacionados a la energía, la seguridad, las reformas institucionales, seguridad ciudadana, la seguridad jurídica para la inversión, las redes viales y la conectividad. Al igual que ocurre con la innovación, una parte del empresariado que entiende que las TIC’s son una inversión para desarrollo de sus negocios, consideran que se necesitan incentivos fiscales para crear empresas basadas en TIC’s que apoyen y desarrollen otras empresas con servicios de alto valor agregado, se mencionó el caso de ATH dominicana55 o de Unipago56. Al cuestionarse sobre los mecanismos de desarrollo de nuevas empresas basadas en TIC’s que generen productos o servicios de alto valor agregado, algunos entrevistados plantearon la necesidad de investigación en el área de tecnología de la información y comunicaciones con fondos provenientes del sector público, financiamiento o cooperación internacionales. Finalmente, en relación al uso de las TICs por parte de las empresas, se planteó que si bien los pequeños empresarios saben que las TIC’s son importantes, muchos por su nivel académico no las conocen y si las conocen no tienen el acceso a las mismas o es muy limitado. No innovan en este sentido debido a que no siempre tienen los recursos económicos ni humanos para hacerlo.
55 56
http://www.ath.com.do/ http://www.unipago.com.do/
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Importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías aplicadas a equipamiento e infraestructura productiva de las empresas La dirigencia empresarial reconoció unánimemente que la aplicación de tecnología a los procesos logísticos y productivos es necesaria para lograr ahorro y mayor productividad, siendo, por tanto, un puntal de la competitividad de las empresas. Se reconoce, que en el país existen empresas o áreas de algunas empresas que utilizan los más modernos equipos disponibles en el mercado y que las empresas que no inviertan en nuevas maquinarias en algunas áreas de la producción no podrán competir con manufactura artesanal frente a grandes empresas industriales. Las opiniones de la dirigencia empresarial respecto a la tecnología utilizada por nuestros socios comerciales indican que, en promedio, la misma puede ser ligeramente superior a la utilizada por las empresas dominicanas, especialmente las industriales, exceptuado el caso de algunos países de Centroamérica y del Caribe. No obstante, en el área de Zonas Francas se reconoce que la tecnología aplicada en la RD es superior a la de Centroamérica. El uso de tecnología avanzada resulta muy caro a las empresas y algunos directivos de asociaciones empresariales plantean cambios en el tratamiento contable de las inversiones en maquinarias. Asimismo, consideran que no es un buen momento para invertir, dadas las condiciones actuales del mercado y los costos relacionados a la adquisición de nuevos equipos y su puesta en funcionamiento. Una de las principales variables que se argumenta es un desincentivo para la adopción de nuevas tecnologías es el escaso personal formado fuera de las empresas con capacidad para operar maquinarias modernas. Se indicó que la preparación y entrenamiento de este personal es muy costoso para las empresas. Algunos directivos plantearon que las empresas que se ven obligadas a adquirir equipamiento moderno y de uso delicado, contratan ingenieros como técnicos, por la capacidad de manejar y entender instrucciones. Aunque su costo sea mayor, es más rentable evitar el riesgo de daño a los equipos o de baja productividad en su uso. No obstante, si bien se reconoce que no es la norma del mercado laboral, se entiende que, con respecto a Centro América y el Caribe, la República Dominicana tiene una ventaja en la disponibilidad de personal técnico para operar maquinarias. Esto último se debe a la cultura de trabajo en Zonas Francas y en empresas de vanguardia para producción en el mercado local, pero se reconoce que el país está rezagado en el mercado internacional porque las empresas dominicanas no tienen cultura exportadora. 152
Se plantea como una solución que la educación técnica de calidad exista en niveles inferiores al universitario, de manera que se pueda obtener en el mercado laboral personal con formación técnica suficiente para manejo y uso de equipamiento sofisticado y alta tecnología Finalmente, en relación a las opciones de adaptación o creación de tecnología, la dirigencia empresarial planteó que debe adoptarse tecnologías, pero procurando adaptarlas a los recursos, necesidades y condiciones de la industria. Algunos sectores de empresas medianas plantearon que las universidades y centros de investigación deben copiar lo que se hace bien en otros lugares, para luego inventar, desarrollar capacidad y generar ideas nuevas para cualquier mercado.
Rol del capital humano, nivel y características de la demanda de capital humano que será necesario para encarar el futuro de las empresas La educación se percibe como el área prioritaria de atención para poder hacer frente a las nuevas exigencias de competitividad que la economía dominicana deberá enfrentar con la profundización del proceso de apertura e integración económica. La opinión generalizada de todos los entrevistados es que desde el gobierno no se invierte lo suficiente en educación, principalmente en educación básica y secundaria; coincidiendo en que el rol del Gobierno es regular, facilitar y fomentar la educación a estos niveles. La dirigencia empresarial no manifestó conocer sobre programas específicos de educación y, en general, considera que la expectativa es totalmente negativa y sin futuro. La principal preocupación es en relación con la continuidad de las políticas públicas, especialmente en cuanto a educación básica, en el entendido de que una mejor educación básica repercutirá en la educación superior con profesionales de mayor capacidad analítica. De aquí se llega a la conclusión de que se debe asignar mayor presupuesto a la educación, no sólo a la educación superior sino también a la educación desde el primer paso del individuo por las aulas. El tema de la educación superior es visto desde dos ópticas por la dirigencia empresarial, la primera es el costo de la formación de graduados universitarios y la segunda es la calidad de los mismos. De las entrevistas se desprende que la dirigencia empresarial ha reflexionado sobre el tema de la educación superior, pero no había sido cuestionada ni se había sentido motivada a externar sus consideraciones. Se entiende que aún bajo la premisa de que la mayoría de las universidades son privadas y se rigen por oferta y demanda en busca de su rentabilidad como cualquier 153
otro negocio, la dirigencia empresarial mira a las universidades como instituciones que dependen directamente de políticas públicas. La dirigencia empresarial considera que el Estado y las universidades tienen la responsabilidad de formar el personal en estudios superiores que demanda el mercado de trabajo, y que para ello se necesita un mínimo de inversión para garantizar que este profesional sea altamente productivo. Los entrevistados externaron que aparte de una sólida educación básica, se necesita una alta calidad en el cuerpo docente para producir buenos profesionales; esta inquietud se traduce en que deben producirse profesionales más competentes en todas las áreas independientemente de que sean carreras científicas, de humanidades, de arte o de ciencias exactas. La calidad de los profesionales en todas las carreras debe ser puesta a prueba con exámenes que certifiquen el que un profesional pueda ejercer. La mayoría de los entrevistados considera que el diseño de la educación superior debe ser el resultado del consenso del sector privado y del sector público con las universidades, donde los tres sectores deberían trabajar los pensa de las carreras en común acuerdo, de manera que antes de implementar una nueva carrera, exista la coordinación necesaria para que los nuevos egresados encuentren trabajo al terminar. Se sugirió que el proceso de creación o modificación de carreras debe enfocarse a lograr la mayor especialización posible, definiendo las carreras y su contenido en base a estudios de futura demanda de profesionales y a las estadísticas empresariales, para entonces diseñar estrategias de formación consensuadas. El planteamiento de la especialización se enfoca en obtener mejores profesionales en el ámbito de la producción, la responsabilidad medio ambiental y otros. A modo de ejemplo, se sugirió en las entrevistas que las universidades no estudian ni forman profesionales con capacidades especiales para trabajar en el área de las PYMES ni en el área de trabajo social, que son dos pilares de la cohesión social y el mejoramiento de vida de las personas. Asimismo, se sugirió que el contenido de todas las carreras técnicas o profesionales debía de contener elementos propios de discusión sobre el impacto de la apertura en cada sector, para contribuir a crear lo que un entrevistado llamó: “La mente del nuevo empresario.” La conclusión que se desprende de las conversaciones y entrevistas con los dirigentes empresariales es que el Estado, las universidades y el sector privado deben estar en la misma mesa diseñando políticas de desarrollo, pensa de carreras e investigación y desarrollo para la industria y el comercio. No obstante, en la mayoría de las entrevistas surgió el planteamiento de que las universidades y los centros de investigación y tecnología tienen poco o ningún contacto con el sector privado. Se 154
indicó que se desconoce si las universidades han realizado investigaciones sobre el proceso de apertura y sus consecuencias porque, pero se conjetura que si tales investigaciones existiesen el sector privado habría hecho uso de los servicios de las universidades. Prácticamente todos los entrevistados coincidieron en afirmar que las universidades deben ser los centros donde se lleva a cabo la investigación y desarrollo, necesitándose más científicos para ello. Una forma de mejorar la calidad de la educación y formar científicos es apoyar económicamente la formación de profesionales en los mejores centros académicos del mundo, especialmente en estudios doctorales. Para retener el núcleo de capital intelectual científico, la actividad de investigación debe ser rentable para el que la ejerce, por lo que debe haber una inversión de un porcentaje del PIB o del presupuesto nacional apoyando esta actividad, que necesariamente deberá ser subsidiada por el Estado, hasta que empiece a dar sus frutos. Se requiere de profesores y científicos dedicados simultáneamente a la investigación y a la enseñanza a tiempo completo. Conforme a la opinión de los entrevistados, las universidades deben cubrir los costos de la investigación con fondos del erario público.
Acciones para enfrentar los retos de la profundización del proceso de Apertura, desde la Perspectiva Empresarial A continuación se enumerará un conjunto de sugerencias planteadas por los distintos dirigentes empresariales para la búsqueda de soluciones a los problemas y debilidades que muestra la sociedad dominicana en materia de tecnología e innovación, con miras a enfrentar los retos de la profundización del proceso de apertura, la redefinición del esquema de inserción a la economía mundial y el proceso de desarrollo económico y social. Innovación e investigación y desarrollo 1. Desarrollo y maduración del plan de competitividad que actualmente se gesta por medio del Consejo Nacional de Competitividad, imprimiéndole continuidad en el tiempo. 2. Creación de institutos élites de formación e investigación en áreas de economía, administración, ciencias agrícolas e industriales, siguiendo el modelo del INCAE57 en Costa Rica o el Instituto de Ciencias Agrícolas58 en Guatemala. 57 58
http://www.incae.ac.cr/ES/ http://www.icta.gov.gr/
155
3. Creación de un centro de servicios de apoyo a las PYMES que brinde asistencia en TICs, mercadeo, atención al cliente, contabilidad, proyectos, diseño de nuevos productos, operaciones y logística. 4. Contratación de científicos procedentes de otros países (por ejemplo, cubanos, checos, hindúes, etc.) para trabajar con científicos locales, con el propósito de desarrollar un cuerpo especializado de investigación científica e industrial. 5. Realización de concursos de diseño y premios a la calidad. 6. Difusión por parte del sector público de información especializada sobre innovaciones que se puedan aplicar en República Dominicana. 7. Promover la participación en ferias internacionales como mecanismos para aprender y conocer sobre innovaciones en los negocios. 8. Creación de centros de innovación, como iniciativa del Estado y con fondos suficientes para potenciar la capacidad de adaptación y supervivencia del empresario dominicano y convertirla en innovación (Proactividad). 9. La inversión en nuevas tecnologías debe ser fomentada a través de incentivos fiscales, como la depreciación acelerada de maquinarias y equipos de manera que en menos de 4 años se haya aplicado la depreciación o que los montos utilizados en las empresas para reparaciones y mantenimiento de equipos y máquinas sean aplicados contablemente a cuentas de gastos y no al capital de la empresa. 10. Realización de investigaciones periódicas en los temas relacionados a ciencia, tecnología y formación de recursos humanos a fin de medir la evolución del pensamiento empresarial respecto a la innovación, la investigación y las tecnologías. Educación 1. La educación primaria y secundaria debe ser bilingüe, especialmente la pública, como forma de lograr cohesión social y disminuir la brecha de las oportunidades entre formación privada y pública. 2. Enseñanza de mecanografía y ortografía en la educación primaria como forma de apoyar la reducción de la brecha digital, a fin de aumentar la productividad del estudiante que utiliza un computador. 156
3. Para apoyar la reducción de la brecha digital y mejorar la calidad de los técnicos, se debe poner mayor énfasis en la enseñanza de matemáticas, física y química, mejorando la capacidad lógica de los estudiantes y haciendo más fácil su entendimiento de la lógica digital. 4. Desarrollar la formación técnica en la escuela, capacitando en TIC’s (más allá de la suite MS Office) desde la infancia y durante la secundaria masificar la educación tecnológica, poniendo además a los jóvenes en contacto con las tecnologías aplicadas (electrónica, mecánica, química, telecomunicaciones, plásticos, textil, de alimentos, industrial en general.) 5. Las pruebas nacionales deben ser más fuertes y manejarse como un tema nacional muy serio, aumentando la calidad de las mismas y la fidelidad de sus resultados, para que puedan servir como información en el desarrollo de estrategias de la educación básica y superior. 6. Desarrollar la orientación profesional en los niveles educativos inferiores al universitario, especialmente en la educación pública. 7. El sindicato organizado debe estar comprometido con las metas de calidad de la educación y cambiar un poco su rol, sin perder el foco de sus objetivos primarios. 8. Erradicación del analfabetismo en adultos, y que a la vez estos sean entrenados en alguna carrera técnica durante su bachillerato y como una estrategia de elevar el nivel de las personas con menos oportunidades, mientras más lejos lleguen estos padres impulsarán y querrán que sus hijos alcancen metas más ambiciosas en su formación. 9. Aumentar la oferta de educación técnica, que pudiera ser una opción para los pre-universitarios, personas que no desean o no pueden acceder a la educación superior, personal medio de empresas y desempleados. 10. Formación técnica de los que ya trabajan a través de la capacitación interna y externa de micro-empresas desde instituciones del gobierno, siguiendo el ejemplo del programa de Apoyo a las Pequeñas Empresas Dominicanas (Proempresa) y su sistema de financiamiento de la formación técnica de empleados de PYMES por medio del Sistema de Bonos de Servicio Empresarial. 59 59
http://proempresa.org.do/actividad1.shtml
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11. Desarrollo de programas de formación técnica con empleo garantizado en proyectos o empleos específicos en las instituciones que trabajan en el tema de las TICs, como una forma de apoyar el surgimiento de profesionales en TICs de alta calidad. 12. Desarrollo del dominio del Inglés en los profesionales con educación superior. 13. Desarrollo de proyectos multidisciplinarios enfocados a la solución de problemas de la sociedad, como forma de fomentar la participación de la academia y para incentivar a los jóvenes a ser parte de las soluciones. Ejemplo en este sentido pueden ser: proyectos sobre logística para sacar productos del campo, cálculos de camas y atención en un hospital, localización de las estaciones de bomberos, etc. 14. Desarrollo en las universidades de una cultura que enseñe a pensar y que motive la creación, menos educación para formar empleados y más educación para formar emprendedores y desarrolladores. Tratando de servir de canal para que las empresas empleen a los jóvenes en labores de este tipo. 15. Formación de suficientes profesionales en el área de exportación, comercio y tributación internacional, con la capacidad de trabajar en la expansión internacional de las empresas o en las empresas que se pueden establecer en el país con la firma de Acuerdos Comerciales. 16. La formación en TIC’s debe abarcar más que el uso del computador (Suite MS Office) y la navegación en Internet para las labores regulares. 17. Enseñanza obligatoria de Software especializados en cada carrera y manejo de bases de datos, como es el caso de: Autocad60 en diseño para ingenieros de todas las ramas y arquitectos; Arena61, para simulación de procesos dirigido a ingenieros de todas las especialidades; SPSS62, en estadísticas para economistas, administradores de empresa y otras carreras sociales; Minitab63, para calidad estadística dirigido a profesionales en el área de manufactura; DacEasy64, para Contabilidad y hasta en carreras como 60
http://usa.autodesk.com/ http://www.arenasimulation.com/ 62 http://www.spss.com/ 63 http://www.minitab.com/ 64 http://www.daceasy.com/ 61
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Medicina, Veterinaria o Biología que son carreras científicas y participan del comercio internacional de una forma u otra. 18. Para lograr un impacto más profundo del uso de las TIC’s en los negocios se plantea la necesidad de fomentar el acceso a las TI (Internet) y su aprendizaje en un grado académico inferior al universitario.
La visión de la dirigencia pública: análisis de contenido La sección anterior presentó la visión de la dirigencia privada; esta sección hará lo mismo con la visión de los funcionarios públicos entrevistados. En este caso, las entrevistas fueron realizadas a partir de un protocolo que abordaba los siguientes puntos, entre otros: 1.
Retos del sector productivo para competir, sobrevivir y expandirse a segmentos o mercados nuevos.
2.
El papel de la Innovación, Investigación y Desarrollo dentro de las estrategias de las empresas para afrontar la apertura de los mercados.
3.
La importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías de información para mejorar el desempeño de las empresas.
4.
La importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías aplicadas a equipamiento e infraestructura productiva de las empresas
5.
¿Dónde encaja el capital humano en todo el proceso y cual sería la demanda y el tipo de demanda de capital humano de las empresas que serán importantes para encarar el futuro de las mismas? Lista de instituciones del sector público
Institucion
Marco legal
Pagina web
CNC
Ley 01-06
http://www.cnc.gov.do
Digenor
Ley 602
http://www.digenor.gov.do
IBII
Decreto 58-05
http://www.indotec.gov.do
Idiaf
Ley 289 y Decreto 686-00
http://idiaf.org.do
Indotel
Ley 158-98
http://www.indotel.org
Infotep
Ley 116
http://www.infotep.gov.do
Onapi
Ley 290 y Ley 20-00
http://www.onapi.gob.do
Itla
Decreto 422-00
http://www.itla.edu.do
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La mayoría de las instituciones del Estado relacionadas con el tema de la innovación se sustentan en leyes mediante las cuales fueron creadas o reformadas, siendo la más reciente la Ley 01-06 que sirve de marco legal al Consejo Nacional de Competitividad. El Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IBII), antiguo INDOTEC, tiene elaborado un anteproyecto de ley para sustituir el marco normativo, que proviene de un decreto presidencial del año 2005. El ITLA es la otra institución que se sustenta en un decreto, mientras que ONAPI está dentro de la Secretaría de Estado de Industria y Comercio, y se creó en base a la facultad concedida a esa entidad por su Ley Orgánica. La Ley 20-00 indica las acciones de la institución encargada de ejercer la función reguladora del tema de la propiedad industrial. Todas las instituciones investigadas tienen página web funcionando en este momento.
Apertura
Las instituciones de innovación del sector público, no fueron afectadas por compromisos específicos en el DR-CAFTA, salvo el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) y la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (Onapi), ya que en el tratado existe un capítulo (13) sobre telecomunicaciones y un capítulo (15) sobre Propiedad Intelectual, lo que obligó a estas instituciones a participar en las negociaciones y en la implementación y motivó que pudieran conocer los efectos y obligaciones de la apertura para su institución. El Consejo Nacional de Competitividad (CNC), parecido a Onapi e Indotel, se integra a las negociaciones por dos lados: primero por la participación de esta institución en el tema sobre Creación de Capacidades Relacionadas con el Comercio, capítulo diecinueve (19) del DR-CAFTA y, segundo, por la propia naturaleza de la institución, relacionada con el desarrollo y concertación con los sectores público y privado las políticas y estrategias de competitividad. En ninguna de las instituciones fue realizado estudio alguno para conocer las obligaciones y cambios en las mismas a partir de los acuerdos suscritos, pero tampoco para analizar las consecuencias y oportunidades; en general se asume que existen retos institucionales y de apoyo a la competitividad, en el entendido de que deben realizarse acciones para mejorar la calidad de los productos, de los recursos humanos, en el uso de tecnologías para ayudar a elevar la capacidad de competir de nuestras empresas. Se menciona el conocimiento de estudios realizados por organismos internacionales, pero no se indicó cuales específicamente. Solamente el CNC, que ha auspiciado 160
estudios en diversos sectores, algunos con la participación de la cooperación de los Estados Unidos, USAID, a través de su contratista Chemonics, evaluó el potencial de negocios en el país hacia los Estados Unidos. El Indotel conoce de estudios hechos por prestadoras privadas del servicio de telecomunicaciones. Las instituciones están trabajando con el sector empresarial, tanto industrial como de servicios, con miras a prepararse internamente para la apertura, especialmente los centros de investigación y formación; también las instituciones que prestan servicios a empresas, aunque a veces de forma limitada, porque no es muy grande la cantidad de empresas que se benefician directamente de sus servicios e interactúan con las mismas. La participación del sector de las comunicaciones es un pilar de la competitividad; y la regulación para la competencia sana en el sector, es un factor que potencia el desarrollo de nuevas empresas y de las empresas en general. La normalización y la calidad, son requisitos indispensables para que los productos y servicios dominicanos puedan competir; y se trabaja para lograr las marcas país. Esta actividad está bajo responsabilidad multiinstitucional y afecta directamente a una gran cantidad de empresas manufactureras y de servicios. En cuanto a las estrategias de apoyo y mejoramiento de la capacidad competitiva de las empresas, se plantea que tanto en la educación como en los productos y servicios que recibe la ciudadanía, debe haber acreditaciones y certificaciones internacionales de cumplimiento de requisitos y calidad en general. Es necesario que desde el Estado se apoye el desarrollo y calidad de productos y servicios, así como la investigación de nuevos productos. Hay planteamientos desde las instituciones, en el sentido de que debe haber reformas más positivas para las empresas en materia fiscal y que se deben simplificar las regulaciones para la creación y puesta en operación de empresas, combinado esto con la regulación y vigilancia de una competencia que garantice equidad de trato y transparencia en el proceso, fomentando las oportunidades de inversión, usando tecnología y especialmente tecnologías de información y comunicación. El desarrollo de los recursos humanos es el otro pilar prioritario para afrontar con éxito el proceso de apertura, en donde debe haber acuerdos con las universidades y trabajo en conjunto. En general se planteó la necesidad de reducir el rezago en productividad y el rezago tecnológico como armas para competir, conjuntamente con un mayor y mejor conocimiento de los mercados y las demandas. 161
Papel de la investigación, desarrollo e innovación dentro de las estrategias del país para afrontar la apertura de los mercados. El proceso de innovación se acelerará como parte del proceso de supervivencia de las empresas y será parte del proceso de adecuación a la apertura. Aún en las empresas que no sobrevivan quedará un valor agregado humano de aprendizaje y desarrollo. El Estado debe ser el gran facilitador del proceso de innovación, ya que el mismo es costoso y muchas empresas carecen de visión gerencial para enfocar esfuerzos y recursos al desarrollo de productos nuevos o mejorados y servicios de mayor valor agregado. Aunque se habla mucho de la creatividad de los dominicanos, realmente el nivel de emprendimiento de los empresarios y ciudadanos es muy bajo. El proceso de innovación en el Estado es errático y depende de la institución y a veces de quien dirige la institución en un momento dado. El Estado no innova ni mejora sus procesos, salvo algunas excepciones; así, se plantea que si el Estado fuera innovador en sus procesos, los que interactúen con él tendrían que hacerlo. Se citó la Dirección General de Impuestos Internos como un ejemplo. Hay un obstáculo real desde el gobierno: hay discursos, pero poca actividad real y los presupuestos para educación, investigación e innovación envían una mala señal a la sociedad. Se ganará espacio cuando las personas que en la dirección de las Secretarias de Estado, direcciones generales y organismos autónomos adopten la innovación como estrategia y se le dé continuidad a los procesos. La innovación debe partir del sector público y del privado, el Estado y el sector privado deben ser socios de negocios y ambos deben innovar para potenciar la creatividad y el desarrollo de las empresas y de la sociedad. La asociación entre el Estado y las empresas debe comprender mecanismos para generar nuevos productos, crear nuevas empresas, respetar el derecho de propiedad intelectual, así como compartir y usufructuar este derecho. Quizás con empresas mixtas o modelos de incubación de empresas, que en su proceso de crecimiento o maduración vendan parte o el total de sus acciones a inversionistas interesados. Las reglas deben estar claras y los organismos encargados de dictar normas, deben estar en capacidad de hacerlas efectivas. La alianza público-privada debe crear productos y servicios orientados al mercado mundial, y reinventar formas nuevas de hacer, usando tecnologías especialmente de información y comunicación. 162
La estrategia principal debe estar sustentada en una agresiva política de desarrollo de recursos humanos, necesarios para trabajar y para crear. La innovación la hacen las personas.
Importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías de información para generar riqueza y mejorar el desempeño de las instituciones públicas y empresas privadas. En la opinión de las instituciones del sector público, las TIC’s tienen un rol protagónico en el mundo educativo y empresarial, siendo vitales para mantener informado el sector científico y de investigación, al mantener la comunicación con los centros de creación del conocimiento. Las TICs son vistas como fundamentales para el desarrollo y expansión a nuevos mercados y para acercar la demanda a la oferta, haciendo que ningún lugar esté muy lejos y las barreras geográficas desaparezcan. Por otro lado, desempeñan el rol de ayudar a lograr mayor productividad y eficiencia en los procesos tanto administrativos como operativos de las instituciones. El Estado está muy atrasado en el uso y aplicación de TIC’s, y no tiene metas específicas ni logros a evaluar colectivamente. Se mencionó como una excepción positiva a la Dirección General de Impuestos Internos, el desarrollo de la estrategia e-Dominicana y la existencia de una oficina para impulsar el e-Gobierno o Gobierno Electrónico. Para el país existen oportunidades de negocios al desarrollar aplicaciones especializadas para educación, biotecnología, mecatrónica, telemática, investigación y cualquier tipo de software de alto valor agregado en su uso empresarial, técnico y científico. El uso de TIC’s en el gobierno debe servir para que la entrega de servicios y los procesos internos de la administración pública tengan otra cara frente al ciudadano. Una meta a lograr es que la República Dominicana aparezca en el mapa de la Sociedad de la Información como usuario privilegiado de las TIC’s.
Importancia y oportunidades reales del uso de las tecnologías aplicadas a equipamiento e infraestructura productiva de las empresas Las estrategias sugeridas se basan todas en una alianza como país, como socios de negocios, entre el sector público y el sector privado. 163
El Estado debe dar soporte para el desarrollo, adoptar e implementar tecnología para las empresas, acompañando al sector privado, especialmente a través de los centro de investigación, como consultor que ayude a las empresas a conocer los avances en el mundo y a desarrollar nuevas formas de hacer y aplicar la tecnología de punta en cada área de la producción de bienes y servicios; así como las normas y estándares de calidad y los derechos de propiedad intelectual que acompañan el proceso de creación de productos, procesos y tecnologías nuevas. La segunda parte del acompañamiento al sector privado debe ser a través de programas de investigación conjunto en temas específicos de interés para las empresas (Alimentos, construcción, agricultura, metalmecánica, robótica, plásticos, empaques, papel etc.) La tercera parte y por eso no menos importante, debe ser la colocación en el presupuesto de fondos para financiamiento y desarrollo de proyectos empresariales, especialmente los de uso de tecnología aplicada e innovación. Una cuarta iniciativa se relaciona con desarrollar y potenciar cluster de empresas que utilicen, desarrollen o necesiten tecnologías similares, creando capacidades para generar nuevos negocios y productos con un mayor valor agregado, potenciando el efecto de los recursos invertidos. Se citan los grupos en calzados, vegetales chinos y orgánicos, tecnologías de información, turismo, etc. La quinta parte de las estrategias planteadas, se refiere al desarrollo de personas capaces de utilizar tecnologías de todo tipo. Según explican las instituciones, entre los socios comerciales, Costa Rica está más avanzada en agroindustria, ecoturismo y medio ambiente, así como algunas industrias de bienes, en relación con los otros países centroamericanos; salvo algunas industrias específicas, en general estamos a la par o mejor en cuanto a avance en las empresas dominicanas.
Rol del capital humano, nivel y características de la demanda de capital humano que serán necesarios para encarar el futuro de las empresas. El principal objetivo de la educación superior debe ser enseñar a pensar, facilitar el proceso de búsqueda y utilización de conocimientos, esta es la máxima meta de calidad para crear nuevos empresarios que desarrollen nuevas empresas.
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Por otro lado, la regulación estatal de la calidad de los egresados debe verificarse por mecanismos de evaluación y calificación para poder ejercer las profesiones, esto aplicaría a todas las carreras de contenido científico, desde la Enfermería, Medicina, Veterinaria hasta las Ingenierías. Un paso más allá del requisito del exequatur exigido para el ejercicio de ciertas profesiones por la Ley 111. El sector público y el sector privado de educación deben revisar los programas de estudio conjuntamente con el empresariado, buscando fortalecer los vínculos entre universidad y empresa. Al revisar los nuevos programas de estudios deben elaborarse planes a corto, mediano y largo plazos con medidas detalladas y requisitos de desempeño, evaluados con periodicidad y revisados a requerimientos específicos, por cambios tecnológicos, sociales o económicos. Se plantea que el establecimiento de revisar cada cierta cantidad de años los programas de estudio, en un mundo con cambios continuos, podría dejar al país atrás en un tema importante de actualidad. No se propuso un mecanismo alternativo. Se plantea que debe sacudirse el sector educación, para evitar el aparente divorcio que tiene con los procesos que se avecinan, de manera que dejen de conformarse con satisfacer la demanda presente e inviertan en la oferta que se requerirá en el futuro. A unanimidad se considera desde las instituciones del sector público, que el Estado es el responsable del desarrollo del capital humano necesario para competir y crecer. Existe consenso, en el sentido de que una mejor educación enfocada a la investigación, el emprendimiento y el desarrollo debe ser resultado de un pacto público-privado. Debe haber regulaciones e incentivos, para que la dimensión de calidad sea más prioritaria que la de costo en la enseñanza, en la educación pública y especialmente en la privada. El subsidio a las instituciones de educación superior debe estar atado a la investigación y desarrollo, esta idea deriva de la noción de que el Estado debe llevar el costo de la investigación. La investigación debe tener el mismo peso que la docencia en las universidades, y es responsabilidad de las instituciones de educación superior y las instituciones reguladoras de la misma desde el Estado, el inducir las carreras de investigación y 165
las condiciones para sostenerlas, garantizando que se creen los cerebros necesarios para el futuro. Las universidades deben ser incubadoras de empresas, desarrollando el espíritu emprendedor del joven estudiante. La responsabilidad social de las universidades es formar investigadores, científicos y emprendedores, más que preparar personas para un empleo, sin dejar de lado que los estudiantes deben adquirir en empresas y centros de emprendimiento la experiencia práctica durante su periodo de formación universitaria, de manera que puedan desarrollar ambos roles con efectividad. La tecnología debe ser un eje transversal en todos los planes de estudio sin importar la carrera (médicos, abogados, mercadólogos, ingenieros, biólogos, etc.) Es importante formar personas para el mundo, los idiomas deben ser parte integral de la educación y las certificaciones deben ser obligatorias. El Estado debe garantizar la calidad de la educación pública y privada basada en estándares y acreditaciones internacionales. Las instituciones de educación superior que logren las metas de calidad en un período dado, deben recibir incentivos fiscales o económicos para continuar estimulando el mejoramiento continúo y financiar el esfuerzo. Desde la educación básica hasta la educación superior se necesita una mayor concentración y desarrollo de habilidades en matemáticas y ciencias básicas, como forma de tener recursos humanos afines y aptos para el uso, adaptación y desarrollo de tecnología. Se plantea la planificación de carreras a largo plazo, de acuerdo a las necesidades del sector empresarial y de investigación, limitando o aumentando el número de plazas de personas egresadas por carreras o temas específicos (profesionales, científicos, técnicos, etc.)
Acciones para Enfrentar los Retos de la Profundización del Proceso de Apertura, desde la Perspectiva de Entidades Estatales A continuación se enumerará un conjunto de sugerencias planteadas por las instituciones públicas relacionadas con la innovación, como soluciones a los problemas y debilidades que limitan el potencial de nuestra sociedad dominicana, las cuales impiden hacer frente a los retos de la profundización del proceso de 166
apertura, la redefinición del esquema de inserción a la economía mundial y el proceso de desarrollo económico y social. Innovación e investigación y desarrollo 1. Desarrollo de las normativas sobre calidad, buscando el desarrollo de la marca país, en aquellos productos donde somos competitivos. 2. Desarrollar certificaciones y acreditaciones con aval internacional para los productos y servicios producidos en el país. Los organismos emisores de normas y regulaciones deben tener los recursos y mecanismos para hacerlas efectivas. 3. Estructura fiscal y burocrática que facilite la creación de empresas. 4. Fomentar las inversiones en empresas que utilicen tecnología moderna, especialmente en el área de las TIC’s. 5. El gobierno debe ser ejemplo en la innovación de sus procesos internos. 6. Desarrollo de aplicaciones en el país para potenciar las tecnologías aplicadas en áreas como biotecnología, mecatrónica, telemática, investigación y en todas las carreras y usos técnicos, donde pueda haber un efecto multiplicador o un alto valor agregado. 7. El gobierno, a través de sus centros de investigación, debe difundir los avances tecnológicos en el mundo empresarial. 8. El derecho de propiedad intelectual debe ser reforzado para que los esfuerzos intelectuales sean respetados y generen riqueza a las personas que los emprenden. 9. Fondos para proyectos de emprendimiento de proyectos empresariales de alto uso de tecnología. 10. Seguir desarrollando los clusters empresariales en áreas tradicionales, pero especialmente en áreas nuevas con mejores oportunidades en el mercado internacional Educación 1. Que los presupuestos para innovación, investigación y educación, envíen una clara señal a la sociedad de la importancia que se le da a estos temas. 2. Política agresiva de desarrollo de recursos humanos emprendedores. 3. Utilizar las TIC’s para la educación y como fuente de información científica y tecnológica
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4. Enseñar a pensar y buscar soluciones como meta de calidad de la educación. 5. Regulaciones para permitir el ejercicio de las profesiones, más allá de trámites burocráticos, pruebas de capacidad y competencia para permitir el licenciamiento. 6. Planes de estudios diseñados a corto y largo plazo entre el sector público y el sector empresarial. 7. Revisión continua de los planes de estudio, con sensibilidad al estado del arte en la carrera o materia en cuestión, reducir los plazos de los requisitos para estas revisiones. 8. Elaboración de un pacto público-privado para enfocar la educación hacia la innovación y el emprendimiento 9. El subsidio dado a la educación superior debe estar atado a la actividad de investigación dentro de las IES, para que la investigación tenga el mismo peso que la docencia en las universidades. 10. El desarrollo del espíritu emprendedor en los estudiantes y la incubación de empresas deben ser el objetivo de las universidades. 11. El uso de tecnologías aplicadas y de tecnologías de información deben ser obligatorios en todas las carreras universitarias. 12. El estudio del inglés como segundo idioma así como otros idiomas, debe ser obligatorio y durante la formación universitaria debe ser un requisito indispensable en los planes de estudio modernos. 13. La institución reguladora de la educación superior debería estar en capacidad de acreditar con estándares internacionales y garantizar profesionales con capacidades globales. 14. Mayor énfasis en las matemáticas y las ciencias básicas como base para el uso, adopción y desarrollo de tecnologías e investigación. 15. Limitar las plazas en carreras saturadas, lo que obligaría a los centros de estudios a ser más creativos en las ofertas de programas. 16. Una sociedad que produce más abogados que ingenieros, se está preparando para la confrontación, y no para las soluciones.
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TERCERA PARTE:
SECTOR EDUCATIVO SUPERIOR Y ACTIVIDAD DE INNOVACION
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CAPÍTULO 6 EDUCACIÓN SUPERIOR EN REPÚBLICA DOMINICANA: APROXIMACIÓN A UN EXAMEN CRÍTICO
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Introducción Los tres capítulos anteriores centraron la atención en el tema de la innovación y las necesidades de recursos humanos con educación superior, desde la perspectiva del mundo empresarial. A partir de esta página, sin embargo, se empieza a abordar esos problemas desde la perspectiva de los actores más cercanamente ligados al sector educativo superior; a saber, la dirigencia universitaria y sus estudiantes. La intención de este primer capítulo es presentar una reflexión en torno a la evolución del sector y sobre sus perspectivas, haciendo énfasis en un examen crítico de cara a las demandas provenientes de la dinámica inserción de nuestro país y su economía en el esquema global imperante y, así, subrayando más sus debilidades y retos que sus posibles fortalezas y logros. La exposición en este capítulo descansa en fuentes documentales diversas, incorporando tanto información cuantitativa como elementos cualitativos derivados de distintos análisis y de la participación directa en numerosos talleres de discusión y sesiones de planificación estratégica en torno al sector educativo superior. Estas fuentes de información configuran a veces un panorama distinto a la observación cuantitativa, a la cual complementan y por la cual son, a la vez, complementadas. Los elementos planteados en el capítulo reflejan la inquietud sobre la medida en la cual el sector educativo superior tendrá la capacidad y la flexibilidad de adecuarse a circunstancias distintas a las prevalecientes durante las últimas décadas. Las nuevas condiciones en el contexto de globalización requerirán, en primer lugar, la capacidad de ir más allá de la simple provisión de recursos humanos en la forma de egresados universitarios, para convertirse en un real colaborador, más inmediato y cercano, del sector productivo en las labores de investigación e innovación y, junto a ellas, de consultoría y prestación de servicios. Aún en el propio ámbito de la provisión de recursos humanos, se destaca la mirada a la formación de los mismos en las áreas críticas a las nuevas circunstancias, tanto en el nivel básico, técnico superior o de grado, como especialmente en los niveles avanzados de estudios postgraduados. Todo esto requerirá superar diversas debilidades que han impedido, hasta ahora, colocar ese desideratum por encima de dudas razonables.
Expansión de la educación superior dominicana A contrapelo de lo ocurrido en la primera mitad del siglo XX, cuando la educación superior dominicana, en el contexto de la intervención militar de los Estados
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Unidos (1916-1924) y la dictadura Trujillista (1930-1961), se mantuvo ajena a los procesos que se verificaban por todo el hemisferio. En la segunda mitad de dicho siglo y, particularmente, en sus últimos treinta años, la educación superior dominicana ha experimentado cambios que la han llevado a compartir, en general, las tendencias dominantes en la educación superior en América Latina. Entre las tendencias dominantes en el desarrollo de la educación superior en estos países, hay que destacar el proceso de expansión experimentado por el incremento del número de estudiantes registrados en las instituciones de educación terciaria. Esta expansión, que ha merecido el calificativo de “revolución de los números”65, llevó la matrícula a nivel subcontinental desde unos 523,200 estudiantes en 1960, a más de 13 millones en el año 2003; y de unas 75 universidades –casi todas oficiales o públicas– en 1950, a más de 690 en 1990. 66 Similarmente, en 1961, año del derrocamiento de la dictadura trujillista, en República Dominicana sólo existía la Universidad de Santo Domingo, con menos de 4 mil estudiantes. Hoy el país cuenta con 43 centros reconocidos como instituciones de educación superior, que en su conjunto reúnen una matrícula de más de 300 mil estudiantes.67
Fuente: IESALC – UNESCO (2006)
65
Brunner et al (1995) Ibedem 67 SEESCyT (2006) 66
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Este proceso expansivo se ha verificado con una significativa presencia de instituciones privadas, de manera que la región ha llegado a liderar al Tercer Mundo en materia de instituciones privadas de educación superior68. Éstas instituciones privadas de educación superior, en conjunto, cuentan con uno de cada tres estudiantes matriculados en el nivel terciario, y en algunos países como Brasil, Colombia, Chile, El Salvador y la propia República Dominicana, la proporción alcanza a uno de cada dos estudiantes.69
68
Brunner, J. J. et al. (1995). Op. cit. Op. cit. pág. 3. Para apreciar el significado de este componente privado en la expansión de instituciones de educación superior en la región, conviene apelar a las apreciaciones de Levy (1991), quien observa que “en América Latina no había una universidad privada hasta 1880. Y sólo Colombia y Chile se habían desviado de la tradición regional para el 1917. Tan tarde como el 1930, probablemente menos de tres por ciento de la matrícula total de América Latina estaba en el sector privado. Sin embargo, para el 1955, la cifra había brincado a aproximadamente 14 por ciento. Para el 1965 había alcanzado 20 por ciento, creciendo a 30 por ciento en el 1970 y 34 por ciento para el 1975.” 69
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Matrícula en instituciones de educación superior pública y privada en República Dominicana, 2005
Fuente: SEESCyT: Tendencias de la matrícula de Educación Superior Dominicana 1989 - 2005
La expansión de instituciones de educación superior en República Dominicana ha compartido ese patrón, caracterizado no sólo por la explosión en número de instituciones y de estudiantes matriculados, sino también por el surgimiento de diversas instituciones privadas, diferenciadas por su origen, propiedad y finalidad (sin fines de lucro o lucrativas); por su tamaño (desde unos pocos miles de estudiantes hasta tamaños en el orden de las decenas de miles, pero en general menor al de las universidades públicas); por la cobertura en términos de áreas y campos de estudio; por los niveles de estudios (grado, postgrado) y por el número de funciones universitarias efectivamente asumidas (docencia, investigación, extensión), entre otras variables. De modo que para República Dominicana se cumple en general lo observado a nivel subcontinental por Brunner et al. (1995), quienes concluyen que: “los sistemas nacionales de educación superior se han vuelto crecientemente complejos: son institucionalmente diferenciados (según niveles y carácter oficial/privado de los establecimientos); relativamente masificados (según las tasas brutas de escolarización alcanzadas); altamente heterogéneos (desde el punto de vista de las categorías institucionales, su selectividad académica, la calidad de sus funciones docentes, etc.) y representan un significativo costo para el erario de cada país, que sumado regionalmente alcanzó alrededor de US$7,000 millones en 1991”.70 70
Op. Cit, p. 5.
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La expansión de la educación superior en República Dominicana, como en toda América Latina, se sustentó en los efectos de las políticas desarrollistas desplegadas desde la primera mitad del siglo pasado; orientadas al mercado interno mediante esquemas de desarrollo manufacturero sobre la base de sustitución de importaciones, con altos niveles de protección y, además, por medio de la intervención estatal a través de empresas públicas, de grandes proyectos infraestructurales y de procesos de modernización y crecimiento del aparato estatal con la expansión de los servicios públicos a su cargo.71 Estas políticas desarrollistas también redundaron en la reconfiguración de la composición social del país, con el surgimiento y desarrollo del proletariado urbano y de las capas medias vinculadas tanto a la administración pública como al sector privado. La educación superior debió responder a las demandas de ascenso social de estos nuevos sectores sociales, expresadas fundamentalmente en el requerimiento de su ‘democratización’ (por vías de la oportunidad de acceso y financiamiento público) y en el reforzamiento de su orientación profesionalizante, como medio para la inserción en los aparatos público y productivo. Posteriormente, con el agotamiento de tal esquema de desarrollo, expresado en las crisis fiscales y de endeudamiento externo, el país vio reducirse el ritmo de expansión de los aportes presupuestales a las entidades de educación pública, y este vacío comenzó a llenarse con el rápido crecimiento en el número de instituciones privadas.72
Primera oleada de expansión73 República Dominicana se incorporó tardíamente a este proceso pues la década de 1960 puede considerarse como de crecimiento limitado en la educación superior, a pesar de la explosión de la matrícula en la única universidad pública del país, la
70
Op. Cit, p. 5. En el caso dominicano, con posterioridad al derrocamiento de la dictadura trujillista, el desarrollo de industrias manufactureras se produjo principalmente desde el sector privado, al amparo de legislaciones desarrollistas y proteccionistas cuyo estandarte lo fue la Ley 299 de Protección y Desarrollo Industrial de 1969. 72 Aquí es conveniente observar, junto a Balán y García de Fanelli (1993), que “el surgimiento y la consolidación de un sector privado de educación superior en América Latina antecede con mucho al debate actual sobre la privatización, que tiene lugar en el contexto de los programas de ajuste económico y reestructuración del Estado de los últimos quince años. En realidad, la fundación de ese sector fue relativamente precoz para estándares internacionales”. 73 Levy (1991) ha presentado también una segmentación en oleadas de la expansión de las instituciones de educación superior en América Latina y en República Dominicana en particular. La periodización que presentamos aquí, si bien convergente con la de Levy, ha sido formulada independientemente de la suya y responde muy particularmente al proceso de expansión en la República Dominicana. 71
177
Universidad de Santo Domingo.74 En esta década la primera ola de expansión de la educación superior en República Dominicana se limitó a sólo cuatro universidades: la Universidad de Santo Domingo, transformada en autónoma75, la entonces Universidad Católica Madre y Maestra (1962)76 –hoy Pontificia–, la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (1967) y el Instituto de Estudios Superiores (1968), fundado como junior college en 1965 (desde 1985 Universidad APEC). El crecimiento de la matrícula de educación superior se experimentó principalmente en la UASD que, a través del Movimiento Reformador de 1965, acogió tardíamente los postulados de Córdoba77, ofreciendo acceso irrestricto a sus programas con altos subsidios de los costos de matriculación y créditos, los cuales se mantuvieron a niveles casi simbólicos. Las tres universidades privadas mantuvieron durante este período políticas de crecimiento controlado y acceso selectivo, además de establecer tarifas de matriculación relativamente altas respecto de la capacidad de pago promedio de la mayoría de las familias. Aquí es oportuno destacar dos características importantes que diferencian al proceso experimentado en República Dominicana respecto del verificado para la mayoría de los países de la región. El primero consiste en la existencia de sólo una institución pública de educación superior hasta 1983, cuando por iniciativa privada se funda una segunda institución pública, el Instituto Tecnológico del Cibao Oriental (ITECO), con una presencia marginal en el aspecto cuantitativo (si nos atenemos al número
74
En este artículo no se considera entre las universidades, por su condición especial, el Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino, el cual disfruta de tal condición sobre la base del Concordato de la República Dominicana con la Santa Sede, firmado en 1954 (16/06/1954). 75 La Ley 5778 del 31 de diciembre de 1961 confirió autonomía a la entonces Universidad de Santo Domingo. En los últimos meses de 1965, tras el acuerdo que puso fin a la contienda de Abril de ese año, tuvo lugar el Movimiento Renovador en la UASD, inspirado en los postulados de Córdoba de 1918. Este movimiento impulsó profundos cambios en el gobierno, las estructuras, políticas y los procedimientos vigentes en la universidad. Ver Mejía-Ricart (1981 y 1999). 76
En todos los casos hemos preferido indicar la fecha de autorización como institución universitaria en lugar de la fecha de fundación o de inicio de operaciones.
77
Los principales postulados del movimiento estudiantil que tuvieron su expresión principal en el Manifiesto de Córdoba (Argentina) de 1918, “La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sur América”, demandaban la autonomía política, docente y administrativa de la universidad, la asunción por la universidad de responsabilidades políticas frente a la nación y la defensa de la democracia, la elección de todos los mandatarios de la universidad por asambleas con representación de los profesores, de los estudiantes y de los egresados, la libertad de cátedra y la selección del cuerpo docente a través de concursos públicos que aseguren la amplia libertad de acceso al magisterio y la gratuidad de la educación superior, entre otros. Ver a Ribeiro 1971) y Tünnermann (1998).
178
de estudiantes matriculados) en la educación superior dominicana.78 Mientras el proceso de expansión de la educación superior en la región ha incluido la creación de nuevas instituciones públicas, coexistiendo con las tradicionales que datan de las épocas coloniales y republicanas, obedeciendo a distintos impulsos de política pública, en República Dominicana dicha expansión se ha caracterizado por el mantenimiento de prácticamente una sola universidad, la UASD, absorbiendo la casi totalidad de la matrícula pública en educación superior. El segundo aspecto tiene que ver con el financiamiento público de la educación superior, por cuanto tradicionalmente el gasto público en educación superior ha sido relativamente limitado frente a la creciente demanda del mismo por parte de la población. Como indica Gámez (2003) en su estudio sobre el financiamiento de la educación superior en República Dominicana: “El esfuerzo del Estado en materia educativa se ha centrado en los niveles iniciales e intermedios de la misma, lo que se refleja en la alta proporción en términos corrientes de los fondos del presupuesto que se destina a ambos niveles en comparación con el nivel terciario.”79 Ambos aspectos ameritarán observaciones y comentarios posteriores en este análisis.
Segunda oleada de expansión En la década de 1970 se registra en el país la segunda gran oleada, con el surgimiento de diez (10) nuevas instituciones de educación superior: la Universidad Central del Este, UCE (1971); la Universidad Centro de Estudios Técnicos, CETEC (1973); la Universidad Centro de Información, Formación y Acción Social, UCIFAS (1973); la Universidad Tecnológica de Santiago, UTESA (1973); el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, INTEC (1974); el Instituto Nacional de Ciencias Exactas, INCE (1974); la Universidad Dominicana O & M (1978)80; la Universidad Eugenio María de Hostos, UNIREMHOS (1978); la Universidad Mundial Dominicana, UMD (1978) y la Universidad Nordestana, UNNE –posteriormente Católica– (1978).
78
En este análisis no incluimos otras instituciones estatales de educación superior, tales como la Academia Militar de las Fuerzas Armadas, la Academia Naval de Estudios Superiores de la Marina de Guerra, la Escuela Nacional de la Judicatura, el Instituto Superior de Formación Docente en Educación Física y el Instituto Superior de Formación Docente, por su naturaleza especializada y por no estar abiertas a toda la población.
79
Gámez (2003).
80
Esta institución operaba desde 1966 a nivel postsecundario, no universitario, conociéndosele como Escuelas de la O & M (Organización y Métodos).
179
Tercera oleada de expansión Una tercera oleada se produce en la década de 1980, no obstante la creación, en 1983, del Consejo Nacional de Educación Superior, CONES, mediante el Decreto 1255, cuyo texto expresaba inquietudes por el ritmo de crecimiento de las instituciones de educación superior en ausencia de marcos regulatorios apropiados. Esta iniciativa también respondía a preocupaciones externadas por distintas vías por terceras naciones (principalmente Estados Unidos –incluyendo Puerto Rico – España y Venezuela) las cuales se veían afectadas de una u otra manera por el impacto en sus territorios de egresados de instituciones de educación superior dominicanas. Instituciones de educación superior al 2006 según año de autorización Institución
Año de autorización
1
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SANTO DOMINGO, UASD
1538
2
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA, PUCMM
1962
3
UNIVERSIDAD NACIÓNAL PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA, UNPHU
1967
4
UNIVERSIDAD APEC, UNAPEC
1968
5
UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ESTE, UCE
1971
6
INSTITUTO TECNOLÓGICO DE SANTO DOMINGO, INTEC
1973
7
INSTITUTO NACIÓNAL DE CIENCIAS EXACTAS, INCE
1974
8
UNIVERSIDAD CATÓLICA NORDESTANA, UCNE
1978
9
UNIVERSIDAD DOMINICANA ORGANIZACIÓN Y MÉTODO, O & M
1978
10
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO, UTESA
1978
11
UNIVERSIDAD ADVENTISTA DOMINICANA, UNAD
1982
12
UNIVERSIDAD INTERAMERICANA, UNICA
1982
13
INSTITUTO TECNOLÓGICO DEL CIBAO ORIENTAL, ITECO
1983
14
UNIVERSIDAD CATÓLICA TECNOLÓGICA DEL CIBAO, UCATECI
1983
15
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA, UNIBE
1983
16
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTO DOMINGO, UCSD
1984
17
UNIVERSIDAD EUGENIO MARÍA DE HOSTOS, UNIREMHOS
1984
18
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL SUR, UTESUR
1984
19
UNIVERSIDAD CENTRAL DOMINICANA DE ESTUDIOS PROFESIONALES, UCDEP
1985
20
UNIVERSIDAD ODONTOLÓGICA DOMINICANA, UOD
1985
21
INSTITUTO SUPERIOR DE AGRICULTURA, ISA
1986
22
UNIVERSIDAD NACIÓNAL EVANGÉLICA, UNEV
1986
23
INSTITUTO DOMINICANO DE TECNOLOGÍA, IDT
1989
24
INSTITUTO POLITÉCNICO LOYOLA, IPL
1989
25
UNIVERSIDAD FEDERICO HENRÍQUEZ Y CARVAJAL, UFHEC
1991
26
UNIVERSIDAD DE LA TERCERA EDAD, UTE
1992
27
UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS, UAPA
1995
28
UNIVERSIDAD CATÓLICA TECNOLÓGICA DE BARAHONA, UCATEBA
1995
180
29
UNIVERSIDAD DEL CARIBE, UNICARIBE
1995
30
UNIVERSIDAD AGROFORESTAL FERNANDO ARTURO DE MERIÑO, UAFAM
1996
31
UNIVERSIDAD EXPERIMETAL FÉLIX ADAM, UNEFA
1996
32
UNIVERSIDAD PSICOLOGÍA INDUSTRIAL DOMINICANA, UNIPSID
1996
33
INSTITUTO TÉCNICO SUPERIOR MERCY JÁCQUEZ, ITESUMJ
2001
34
UNIVERSIDAD DOMÍNICO-AMERICANA, UNICDA
2001
35
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ESTE, UCADE
2003
36
BARNA BUSINESS SCHOOL, BARNA
2003
37
INSTITUTO ESPECIALIZADO DE ESTUDIOS SUPERIORES
DE LA POLICÍA NACIÓNAL, IEESPN
2003
38
INSTITUTO TÉCNICO SUPERIOR OSCUS SAN VALERO, OSCUS
2003
39
UNIVERSIDAD NACIÓNAL TECNOLÓGICA, UNNATEC
2003
40
INSTITUTO CRISTIANO DE ESTUDIOS SUPERIORES ESPECIALIZADOS, ICES
2003
41
INSTITUTO SUPERIOR DE TECNOLOGÍA UNIVERSAL, INSUTEC (1)
2004
42
INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE SALOMÉ UREÑA,
SALOMÉ UREÑA
43
INSTITUTO ESPECIALIZADO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE LAS F.F.A.A., IEESFA 2005
2005
(1) Aún cuando ya está aprobado como Instituto de Educación Superior, todavía no ha iniciado la docencia
En todo caso, surgen en esta década doce (12) nuevas instituciones, a saber: la Universidad Interamericana, UNICA (1981); la Universidad Iberoamericana, UNIBE (1982); la Universidad Nacional Adventista, UNAD (1982); el Instituto Tecnológico del Cibao Oriental, ITECO (1983); el Instituto Tecnológico del Cibao, INTECI (1983), hoy también universidad católica como UCATECI; la Universidad Católica Santo Domingo, UCSD (1984); la Universidad Tecnológica del Sur, UTESUR (1984); la Universidad Centro de Estudios Profesionales, UCDEP (1985); la Universidad Odontológica Dominicana, UOD (1985); la Universidad Ulises Francisco Espaillat, UUFE (1986), la cual nunca ha operado como tal; el Instituto Superior de Agricultura, ISA (1986)81 y la Universidad Nacional Evangélica, UNEV (1986). Es de notar que es en esta oleada cuando surge una segunda universidad de carácter público, ITECO, y dos instituciones de educación superior especializadas en un área o campo profesional, la UOD y el ISA. Tras estas tres oleadas, a mediados de la década de 1980, el nivel de educación superior contaba con veintiséis (26) instituciones con la categoría formal de
81
Creado y funcionando en Santiago de los Caballeros desde 1962 con los auspicios de la Asociación para el Desarrollo, Inc. para la enseñanza de ciencias agropecuarias y de los recursos naturales.
181
instituciones de educación superior, a las cuales se les sumarían en los siguientes quince (15) años otras dieciséis (16) instituciones, para un total, en el 2002, de cuarenta y dos (42), con una matrícula total de alrededor de 300 mil estudiantes, de los cuales aproximadamente el 45% está en la UASD y un 52%, en las instituciones privadas.82 Es conveniente observar que hasta avanzada la segunda ola de expansión, existía una fuerte presión hacia el isomorfismo académico en los planes de estudio de las distintas entidades establecidas, por una parte debido a la base legal existente, el Decreto-Ley 273 del gobierno del Dr. García Godoy, de junio de 1966, que obligaba a las universidades privadas existentes y por establecer, a seguir en cuanto a su estructura, planes de estudio, docencia y reclutamiento de profesores, las pautas establecidas por las universidades oficiales, es decir, por la UASD. Tal tendencia al isomorfismo en los planes y programas de estudio obedecía también al hecho de que gran parte de las primeras instituciones en las primeras dos oleadas de expansión se nutrieron de profesores (o ex-profesores) de la UASD, los cuales tendían a diseminar sus programas de cursos originalmente concebidos en esa entidad. A mediados de los años 80, más de una institución de educación superior se legitimaba a sí misma como tal en función de la similitud de sus planes de estudio y programas de curso con los de la UASD, así como por la cantidad de profesores y/o ex-profesores de la UASD en sus plantillas profesorales.83 Debido a estas razones, y desbordada en sus capacidades infraestructurales (aulas, laboratorios, equipos, etc.) y humanas (profesores, ayudantes de profesores, instructores, etc.) por la explosión de la matrícula en la segunda mitad de la década del 60, la UASD se convertiría –con sus defectos y virtudes- en el modelo o paradigma más concreto de universidad.
82
De acuerdo con los datos reportados por la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, en Agosto de 2002, de un total de 296,134 estudiantes matriculados en el nivel superior, 125, 624 estaban en la UASD, 9,0009 en otras instituciones estatales, y 151,501 en treinta y dos (32) instituciones privadas. Las instituciones estatales, además de la UASD, son la Academia Militar de las Fuerzas Armadas, la Academia Naval de Estudios Superiores de la Marina de Guerra, la Escuela Nacional de la Judicatura, el Instituto Superior de Formación Docente en Educación Física y el Instituto Superior de Formación Docente. Ver SEESCyT (2004). 83
En ese sentido, conviene recordar que las solicitudes de autorización de instituciones, programas o centros presentados ante el antiguo Consejo Nacional de Educación Superior (CONES) se justificaban frecuentemente a partir de la similitud con la UASD.
182
El modelo o paradigma concreto de universidad en República Dominicana Sin restar ninguno de los indudables meritos académicos y extra-académicos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la evolución de su matriculación sugiere que el centro escolar fue desbordado durante la segunda mitad de los años 60 y la década del 70, por una matrícula estudiantil que apenas tenía cabida en las aulas disponibles. Las secuelas naturales del fenómeno fueron los laboratorios de puestos escasos y equipamiento insuficientes, la incorporación masiva de recién graduados a la docencia, y asignaciones insuficientes para programas clave, con lo cual la calidad fue comprometida y se fue deteriorando al mismo ritmo al que aumentaba el número de estudiantes y escaseaban los recursos financieros. En otras palabras, mientras en la primera ola de expansión de las instituciones de educación superior dominicana surgieron universidades que contaron desde su fundación con condiciones favorables a su desarrollo institucional: patrocinio y soporte institucionales, régimen de propiedad y administración, dotación de recursos humanos, especialmente docentes e infraestructurales que respondieran a altos estándares de funcionamiento académico y administrativo. Ya con la segunda, y más aún con la tercera oleada de expansión, surgieron algunas instituciones que probablemente no reunían las garantías suficientes para los niveles de calidad deseables. Entre tales garantías se incluye un entorno institucional que augurara la mejor administración con fiscalización social y soporte a la sustentabilidad de la nueva entidad; la incorporación de profesores con niveles de formación académica apuntalados en grados superiores, en experiencia profesional y docente previas y en régimen de dedicación a la labor académica; la dotación de infraestructuras apropiadas para aulas, laboratorios y biblioteca, la definición de modelos curriculares propios y la generación de planes de estudio diferenciados de los ya existentes, y la potencialidad para el cumplimiento de otras funciones universitarias como la investigación y la extensión. Estas apreciaciones coinciden con las externadas por Levy (1991) respecto de la segunda ola de expansión en su periodización para América Latina en su conjunto. Al respecto, indica Levy que: “Separada de su lado religioso, la UCAMAIMA ejemplificaría la segunda ola privada bastante bien. Y como la mayoría de las privadas de América Latina serían creadas sin tal lado, la segunda ola verdadera emergió. Esta segunda ola de universidades privadas podrían llamarse “elite secular” o “elite” 183
para abreviar. Aquí el deseo por privilegios de clase, conservadurismo, o simplemente por tranquilidad académica y prestigio, viene a destacarse. Identidad religiosa es una meta inexistente o marginal. La segunda ola tiene sus raíces mayores en el descontento profundo de los actores y elites con el sector público. Una razón es que el sector público ha perdido el carácter elitista que una vez había tenido”84 De este modo, se presenció con frecuencia el surgimiento de instituciones con un patrocinio de poca fortaleza en lo institucional y lo financiero, con escasa dotación inicial de recursos, precaria infraestructura de aulas, laboratorios y biblioteca –en algunos casos propiedad de terceros que los arrendaban o cedían en uso a la nueva entidad- y con pocas garantías de subsanar tales limitaciones iniciales vía un desarrollo institucional e infraestructural de corto o mediano plazos, dada su dependencia de los ingresos por matrícula. Más aún, sobre la base de apelar al acceso a la educación superior de estudiantes con limitaciones de orden financiero o práctico (estudiantes que trabajaban a tiempo completo), se inició el modelo de estudiante a tiempo parcial y muy parcial con profesores por horas en universidades de tandas fundamentalmente nocturnas y sabatinas, en un marco de limitaciones de aulas, laboratorios y, sobre todo, bibliotecas con recursos suficientes, pertinentes y actualizados. Adicionalmente, al apelar a un estudiantado regional o nacional de recursos limitados y al depender completa o fundamentalmente de los ingresos por matrícula -combinación que imponía en medida considerable el mantener aranceles a niveles costeables por esos segmentos de demanda y, por tanto, relativamente bajos- se comprometían las posibilidades de superar las condiciones iniciales de funcionamiento. Y en la medida en que la propia universidad pública por antonomasia, la UASD, arribaba a esas mismas condiciones como resultado de un proceso de masificación en condiciones de estrangulamiento presupuestal, el punto de referencia para las instituciones de educación superior en materia de estándares se diluía perdiéndose el norte respecto del logro y mantenimiento de estándares internacionales de calidad institucional en la educación superior. Las afirmaciones precedentes no niegan los esfuerzos por parte de un subconjunto considerable de instituciones en elevar sus condiciones de operación en función de estándares más exigentes y más a tono con las mejores prácticas internacionales en
84
Levy (1991), p. 65.
184
este ámbito85, en el contexto de un exiguo financiamiento estatal y soporte privado a la educación superior. Por el contrario, la intención de la reflexión es establecer un balance realista que sirva como línea de base para encaminar futuros desarrollos de las instituciones de educación superior dominicanas.
Expansión en seguimiento de la demanda estudiantil con baja diferenciación Es importante anotar que, en general, la expansión en el número de instituciones de educación superior en nuestro país ha obedecido de manera muy pronunciada a una respuesta indiferenciada a la demanda estudiantil, ya invocando la ampliación de facilidades de acceso en términos generales, a nivel nacional, ya invocando específicamente requerimientos regionales. De hecho, puede observarse cómo en la segunda oleada de expansión, de doce (12) nuevas instituciones, seis se originan en provincias, fuera del Distrito Nacional86. El argumento de la cobertura regional, más allá de otros ingredientes potencialmente diferenciadores, jugó un papel fundamental en la justificación de creación y autorización de esos nuevos establecimientos. Otras veces, el surgimiento de entidades ha hecho referencia a la existencia de demanda insatisfecha y el principio –explicito o implícito- de universalizar el acceso a la educación superior. En otras palabras, el imperativo dominante en la expansión de la educación superior dominicana ha sido el de atender una demanda estudiantil que crecía por la acelerada urbanización y la expansión de las capas medias que experimentó nuestra sociedad en un clima de relativa apertura social, cultural y, en cierta medida, política87, después del derrocamiento de la dictadura trujillista. A ese tenor, si pensamos en el desarrollo de nuestra educación superior a partir de los criterios empleados por Brunner y colegas al referirse a los sistemas nacionales de educación superior en América Latina, según la cita presentada al inicio de este capítulo, en República Dominicana hemos generado un “sistema” crecientemente complejo, institucionalmente diferenciado (especialmente según el origen y carácter oficial/ privado de los establecimientos, así como su régimen de propiedad y modelo de 85
En este sentido hay que considerar la iniciativa de algunas instituciones de educación superior por establecer el sistema de acreditación como dispositivo colegiado de auto-regulación a través de la Asociación Dominicana para el Auto-estudio y la Acreditación (ADAAC), una parte de las instituciones se esfuerzan por alcanzar estándares de calidad de orden internacional o mundial. 86
El número subiría a siete si a éstas le sumamos la última aprobada en la oleada precedente, la UNNE, en San Francisco de Macorís. 87
Al respecto véase a Cassá (1982), así como también a Lozano (1985).
185
gobierno); moderadamente masificado (según las tasas brutas de escolarización alcanzadas y en relación con otros países en el subcontinente); pero altamente homogéneo (desde el punto de vista de las categorías institucionales, su selectividad académica, la calidad de sus funciones docentes, sus diseños curriculares, sus modelos educativos y enfoques de enseñanza-aprendizaje, las características y condiciones de sus profesores, etc.). Si bien el patrón predominante ha sido la homogeneidad en los aspectos esenciales de las distintas entidades, no han faltado iniciativas novedosas. Sin desmedro de otras, cabe señalar el caso de la Universidad Católica Madre y Maestra con la introducción del crédito como unidad de contabilidad académica, su diseño departamental, la sustitución del año académico por el semestre y la introducción de planes de estudios con bases curriculares diferentes como el caso del programa modular en Medicina. Así mismo, constituyen una excepción los propósitos iniciales del Instituto de Estudios Superiores (hoy Universidad APEC) creado como junior college con programas de corta duración muy orientados al empleo en el sector privado88 (especialmente ligados a la urbanización y a los sectores comercial y el de servicios). De igual modo, la fundación del Instituto Tecnológico de Santo Domingo con su énfasis en los programas de postgrado y la educación continua, más adelante con su oferta de programas de grado compactos, con una duración menor a la tradicional, su organización trimestral y sobre la base de distintos ciclos curriculares, incluyendo un ciclo básico o “propedéutico”, no-remedial, y su insistencia en la selectividad inicial y en el requisito de determinados niveles de rendimiento académico expresado en el índice académico, fueron características novedosas para el país.
La investigación como la cenicienta del sistema Existe un generalizado consenso al considerar a la investigación como el ámbito de actividad universitaria que más deja que desear en la educación superior dominicana. En ese sentido, la educación superior dominicana comparte este renglón en rojo como talón de Aquiles de la educación superior en toda la región latinoamericana y del Caribe. Como apunta Rivera (1998), nuestra región dedica un porcentaje muy bajo de su PIB a actividades de investigación y desarrollo, siendo el promedio latinoamericano de aproximadamente 0.5%, comparado a un 7% en Estados Unidos 88
El Instituto de Estudios Superiores inició sus labores ofreciendo los programas de administración de empresas, contabilidad y secretariado ejecutivo (tanto en Español como bilingüe, Ingles-Español) a los que añadió luego una escuela de idiomas y otra de tecnologías, así como otros programas novedosos en el país, tales como Mercadeo, siempre con salidas a nivel técnico de dos años de duración.
186
y Canadá, un 3.1% en Japón y un 1.6% en promedio para los países del sudeste asiático. A juicio de Rivera: “A pesar de tener universidades temprano, el desarrollo de una tradición investigativa científica y tecnológica en América Latina se dio relativamente tarde. Este hecho se debe, en parte, a que durante el periodo post Independencia las economías regionales estuvieron articuladas y subordinadas a las europeas y norteamericana, y a que las Guerras de Independencia generaron conflictos locales que drenaron las posibilidades de acumular recursos y esfuerzos en pro de una infraestructura científica. Fue a finales del siglo XIX y principios del XX que la mayoría de los países comenzaron a darse cuenta del valor y la necesidad de promover la investigación científica y a vincular ésta con el desarrollo de las universidades. Pero ha sido muy difícil en el grueso de los países lograr que se reconozca el valor estratégico de las inversiones en desarrollo de capacidad científica y tecnológica.”89 Un examen del presupuesto institucional invertido en investigación por las instituciones de educación superior dominicanas, nos arroja que sólo 15 de 43 asignan una partida, pero lo dramático de estos datos queda a la vista cuando observamos que los porcentajes asignados a investigación de los presupuestos de estas instituciones, oscila entre el 0.01% y el 1.74%.90 Esto obliga a leer con una mezcla de escepticismo y preocupación el reporte que sobre el número de investigadores hacen las propias instituciones de educación superior a la SEESCyT, según el cual 17 instituciones cuentan con por lo menos un investigador, entre las cuales, cuatro no asignan partidas presupuestales a la investigación y ocho asignan menos del 0.6% de sus respectivos presupuestos. Algo similar ocurre cuando comparamos el número total de proyectos de investigación y desarrollo reportados en proceso por las instituciones de educación superior, con el número de investigadores, por un lado, y el monto del presupuesto asignado a la investigación, por el otro. En este caso encontramos situaciones como la de instituciones que reportan proyectos de I&D en curso pero no reportan investigadores, o instituciones que reportan proyectos de I&D pero que no tienen presupuesto asignado a la investigación. El coeficiente de correlación para el número de proyectos de I&D y el monto del presupuesto asignado a la investigación en 14 instituciones es de -0.09. Cuando
89
Rivera (1998). SEESCyT (2006) Ver Cuadro no. 7, Pág. 107.
90
187
examinamos el número de proyectos de I&D en curso reportados respecto del número de investigadores reportados, encontramos que, descontando dos instituciones que reportan proyectos pero no reportan investigadores, tenemos casos de instituciones que reportan 22 y 15 proyectos de I&D por investigador, respectivamente, mientras que otras cuatro instituciones reportan más de un proyecto de I&D en curso por investigador. Indudablemente que pueden existir explicaciones para las aparentes incongruencias que resultan de exámenes de este tipo, incluyendo el reporte de tesis de grado o de postgrado como proyectos de I&D, la posibilidad de mini-proyectos o estudios distintos a verdaderos proyectos de I&D incluidos en los reportes, pero en todo caso estas explicaciones conducen a cuestionamientos respecto de lo que se considera como investigación (en este caso proyectos de I&D) en el mundo de las instituciones de educación superior dominicanas. Apoyándonos en el dato más fuerte, el porcentaje del presupuesto institucional destinado a investigación, debemos concluir que la investigación en las instituciones de educación superior dominicanas es escasa, débil y con cuestionable sustentabilidad. Empleando los resultados de la Evaluación Quinquenal 19941998 realizada por el Consejo Nacional de Educación Superior –CONES-, Silié, Cuello y Mejía formularon las siguientes observaciones sobre la investigación en las instituciones de educación superior dominicanas: “Según pone de manifiesto la evaluación quinquenal 1994-98, un común denominador de la casi totalidad de las IES es la carencia de personal de planta fijo dedicado a la investigación, a excepción de algunas que cuentan, en el mejor de los casos, con un director de investigaciones y una secretaria. La mayoría de las investigaciones que realizan estas instituciones se lleva a cabo por personal externo, contratado a término en los marcos de proyectos específicos en la modalidad de consultorías. La evaluación quinquenal de las IES encontró que en el marco de la política de investigación institucional, y exceptuando las investigaciones por proyectos, no hay evidencia de que el personal docente de la mayoría de estos centros esté integrado o participe en la ejecución de la política formal de investigación. Esto significa, que las posibilidades de que los resultados de las escasas investigaciones realizadas sirvan de base para la retroalimentación de la extensión y la docencia son muy reducidas.”91
91
Silié, R., Cuello, C. & Mejía, M. (2005).
188
Cuando nos aproximamos a la actividad de investigación del lado de los resultados, en lugar del lado de los insumos, el balance es igualmente enclenque. Un indicador aceptable del nivel de actividad de investigación en un país, lo constituye el número de publicaciones en revistas académicas de ciencia y tecnología según se registra en algún índice bibliométrico aceptado. Si tomamos como referencia el más prestigioso de esos índices bibliométricos, el Science Citation Index, generado por el Institute for Scientific Information, ISI (www.isinet.com),de naturaleza multidisciplinaria, que reúne aproximadamente 5 mil revistas de tecnología, medicina, ciencias de la vida y medio ambiente y comparamos las publicaciones hechas por investigadores dominicanos con las de sus pares en la región centroamericana, encontramos que nuestro país se encuentra por debajo de Costa Rica y de Guatemala; en situación muy similar a la de El Salvador y Nicaragua (cuando la comparación se hace tomando como base el Producto Interno Bruto de cada país, en lugar del número de habitantes, nuestro país queda claramente por debajo incluso de Nicaragua y sólo por encima de El Salvador). Publicaciones en SCI por habitantes cada 100.000 habitantes
Fuente: Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología -Iberoamericana e Interamericana(RICYT).
Publicaciones en SCI en relación al PIB cada mil millones de US$
Fuente: Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología -Iberoamericana e Interamericana(RICYT).
189
Matrícula en ingenierías y tecnologías No obstante la expansión de la educación superior medida según el número de instituciones y el de programas o carreras ofrecidas, se observa que diez (10) programas concentran consistentemente desde 1997 más del 70% de toda la matrícula en las instituciones de educación superior que ofrecían programas de grado. La contraparte de tal concentración en esos diez programas es la muy escasa matriculación en programas de ciencias agropecuarias, ciencias básicas y aplicadas, como se observa en la Tabla abajo presentada. Esto se muestra en todo su dramatismo al considerar los datos recientes sobre nuevos ingresos en las instituciones de educación superior, los cuales, para el año 2004, confirman las tendencias evidenciadas por la matrícula actual en dichas instituciones. En términos de distribución por entidades, cuatro instituciones concentran la matrícula registrada para el año 2004 en ciencias básicas y aplicadas: la UASD con 3,228 estudiantes, IEESFA con 158, INTEC con 55 y UNEFA; dos instituciones (la UASD, con 1,604 estudiantes y el ISA con 436) concentran el 76% de la matrícula en ciencias agropecuarias, mientras otras doce se distribuyen el resto, siendo estas, UTESA con 146, ITECO con 119, UCATECI con 83, UNPHU con 78, UAFAM con 74, el IPL con 39, UTESUR con 37, UNEV con 34, UFHEC, con 23, UCEDP con 18, UCEDP con 13 y UCE con 1. Para interpretar mejor los datos precedentes, es conveniente compararlos con los que ha compilado IESALC-UNESCO para la región. Mientras sólo un 0.3 del total de estudiantes matriculados en el 2005 en las instituciones de educación superior dominicanas estaban en programas correspondientes a las áreas de ciencias básicas y aplicadas. La media para América Latina y el Caribe lo era en el 2002 de 9.2%, en lo que concierne al área agrícola, mientras sólo un 0.8% de la matrícula total en educación superior de República Dominicana en el 2005, estaba matriculada en dicha área. La media para América Latina y el Caribe en el 2002 era de 2.3%.92
92
IESALC-UNESCO (2006).
190
Estudiantes por programa en los 10 programas con mayor matrícula Programa No. Estudiantes
1997
2002 No. Estudiantes
%
2004
2005 No. Estudiantes
%
No. Estudiantes
%
%
Educación
20,786 (2) 11.8% 58,498 (1) 20.4% 39,171 (1)
17.3%
47,881 (1) 14.9%
Derecho
19,100(3) 10.8% 27,492 (2)
9.6%
25,865 (3)
11.4%
29,985 (3) 9.3%
Mercadeo
17,672 (5) 10.0% 25,139 (3)
8.8%
24,367(4)
10.8%
24,577 (6) 7.6%
Contabilidad
22,413 (1) 12.7% 21,748 (4)
7.6%
28,769 (2)
12.7%
34,815 (2) 10.8%
Informática
17,697 (4) 10.0% 19,443 (5)
6.8%
21,388 (7)
9.5%
25,706 (5) 8.0%
Administración 12,174 (6) 6.8% 18,873 (6)
6.6%
24,277 (5)
10.7%
26,854 (4) 8.3%
Medicina
6.0%
21,983 (6)
9.7%
24,408 (7) 7.6% 15,293(8)
10,596 (7) 6.0% 17,227 (7)
Psicología
ND
10,859 (8)
3.8%
14,828 (9)
6.6%
Ing. Industrial
ND
10,042 (9)
3.5% 10,425 (10)
4.6%
11,484 (10) 3.6%
Ing. Civil
ND
7,838 (10)
2.7%
14,943 (8)
6.6%
12,564 (9) 3.9%
120,438
217,159
226,016
TOTAL
4.7%
263,567
Fuente: SEESCyT: Informe General sobre la Educación Superior en la República Dominicana 2002. SEESCyT: Informe General: Estadísticas de Educación Superior 2004 y 2005.
Respecto de la matrícula en ingenierías y tecnologías, un examen de la matrícula reportada por el conjunto de instituciones de educación superior para el 2004, arroja que solo poco más de la mitad de la matrícula total en ingenierías y tecnologías de 69,038 estudiantes se encuentra en programas de ingeniería y tecnología que excluyen ingeniería de sistemas o informática (25,706 para un 41.3% del total en ingeniería y tecnología) o arquitectura (8,431, para un 12%). Es decir, sólo 36,487 o aproximadamente un 11.3% de la matrícula total en las instituciones de educación superior para el 2005, se registra en programas de ingeniería y tecnología no agropecuarios ni informáticos (el porcentaje asciende a 19.3% cuando incluimos los programas en informática o sistemas).93 Si deducimos de esa cifra de 36,487 los 93
Ver SEESCyT (2006).
191
12,564 matriculados en ingeniería civil y los 1,077 matriculados en agrimensura, nos quedan tan sólo 22,846, estudiantes en áreas no tradicionales de las ingenierías, es decir, un 7% del total de la matrícula en educación superior para el 2005. Estudiantes matriculados según área del conocimiento y según institución, 2004:1 Programa
2002
2004
Total
Total
Ciencias Básicas y Aplicadas *
5,667
3,561
Ingenierías y Tecnologías **
53,195
70,473
Ciencias Agropecuarias ***
2,473
4,752
Ciencias de la Salud ****
28,307
36,188
Ciencias Filosóficas y Humanidades *****
81,070
82,054
Ciencias Sociales ******
104,627
113,108
No especificada
10,795
3,291
TOTAL
286,134
313,427
Fuente: SEESCyT Informe General sobre la Educación Superior en la República Dominicana 2002 SEESCyT: Informe General: Estadísticas de Educación Superior 2004 y 2005 Notas a los datos para el 2002: * Incluye matriculados en programas de Ciencias Básicas y Matemáticas ** Incluye matriculados en programas de ingenierías, arquitectura, diseño, sistemas e informática *** Incluye matriculados en programas de ciencias agropecuarias y ambientales. **** Incluye matriculados en programas de educación, psicología, artes y cultura, comunicación y publicidad ***** Incluye matriculados en programas en negocios y ciencias jurídicas
192
Estudiantes de nuevo ingreso en educación superior por área del conocimiento y según instituciones, 2004 - 1 Programa
2002
%
Ciencias Básicas y Aplicadas
186
0.3%
Ingenierías y Tecnologías
16,102
23.1%
Ciencias Agropecuarias
753
1.1%
Ciencias de la Salud
8,664
12.4%
Ciencias Filosóficas y Humanidades
15,650
22.4%
Ciencias Sociales
28,358
40.7%
TOTAL
69,713
100.0%
Fuente: SEESCyT: Informe General: Estadísticas de Educación Superior 2004 y 2005
Distribución de la matrícula por área de conocimiento en América Latina y el Caribe
Fuente: IESALC – UNESCO (2006)
Para interpretar estos datos habría que referirse al lugar que los programas en ingenierías y tecnologías han ocupado en la región. De acuerdo a Brunner94, y colaboradores, el área de tecnologías contribuyó en un 28.2% a la expansión de la 94
Brunner, J.J. et. al. (2005).
193
matrícula en educación superior en Chile en los años 1983-2003. En dicho país, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Educación (http://compendio.educador. cl/comp_matr_educ_sup.html) para el año 2004, los estudiantes matriculados en programas de grado en las áreas tecnológicas (que excluyen las artes y arquitecturas y las tecnologías agropecuarias) ascienden al 27.4% del total de la matrícula. De acuerdo a datos compilados por IESALC-UNESCO, la matrícula para programas de las áreas tecnológicas (ingeniería, industria y construcción) en Chile alcanzó, en el 2002, el 31.4% de la matrícula total, mientras en Colombia representó el 29.2%, en Trinidad-Tobago el 20.7%, en México el 18.6% y en Panamá el 18.1%, con una media latinoamericana del 13.7%.95 En otras palabras, de excluir los estudiantes matriculados en áreas tradicionales de las ingenierías (tales como ingeniería civil y agrimensura), comparamos favorablemente a la media de la matrícula latinoamericana en áreas tecnológicas gracias al alto número de matriculados en programas de informática o sistemas, quedando de todas maneras bastante rezagados respecto de los líderes regionales como Chile, Colombia y Trinidad-Tobago. En otras palabras, de excluir los estudiantes matriculados en áreas tradicionales de las ingenierías (tales como ingeniería civil y agrimensura), comparamos favorablemente a la media de la matrícula latinoamericana en áreas tecnológicas gracias al alto número de matriculados en programas de informática o sistemas, quedando de todas maneras bastante rezagados respecto de los líderes regionales como Chile, Colombia y Trinidad-Tobago.
Educación superior en un mundo nuevo ¿En qué medida la limitada matriculación en las áreas tecnológicas constituye un problema? La pregunta es sumamente relevante, pues podría ser razonablemente argumentado que el hecho refleja la simple adecuación de la oferta universitaria a la demanda del mercado. Esta interpretación sería consistente, por ejemplo, con la evaluación relativamente indulgente que las universidades reciben de sus propios estudiantes (presentada en el capítulo siguiente) y de sus egresados (como se mostró en un capítulo anterior). La combinación de esos dos elementos lleva a pensar que, a pesar de sus limitaciones, el sistema podría haber sido exitoso en tanto formador de los recursos humanos demandados por las empresas para las circunstancias actuales, y que la necesidad de ir más allá no ha sido sentida ni por ellas ni por sus estudiantes.
95
IESALC-UNESCO (2006).
194
La discusión hasta el momento, sin embargo, hace evidente que la dinámica de competencia del nuevo paradigma tecnológico y productivo asociado a la globalización de los mercados implicará demandas ampliadas del rol a ser jugado por los centros académicos superiores, si estos deberán estar a la altura de las nuevas circunstancias. En particular, toda la reflexión precedente ha dejado bien establecida la necesidad imperiosa de una mayor contribución de las universidades en cuanto a la función de generadoras de ideas y fuentes de innovación para el sector productivo, aspectos en los cuales dichos centros han jugado un papel claramente deficiente hasta el momento. Luego, una inquietud razonable es saber en qué medida los oferentes de educación superior tendrán la flexibilidad necesaria para reinventarse, y asumir un rol más comprensivo, ambicioso y demandante que el desempeñado hasta ahora. La necesidad de reinventarse por parte de las universidades es aún mayor si se considera que, luego de cuatro décadas y media de rápido crecimiento de la matrícula en las instituciones de educación superior, se podría estar entrando en una etapa donde el dinamismo de la demanda por educación superior difícilmente pueda mantener los niveles de dinamismo mostrados hasta ahora. Los siguientes párrafos serán dedicados a justificar esa última afirmación. En efecto, la demanda por matriculación en la República Dominicana exhibe en el 2005 una tasa bruta de cobertura en el sector terciario del orden de 25.8%, comparado a una media regional de 29% (para el 2003), según IESALC-UNESCO. Si bien ambas tasas, la dominicana y la regional, son bajas comparadas con los niveles de los países desarrollados (los de la OCDE promedian un 51%)96, no es menos cierto que nuestro país muestra una tasa cercana a la media regional y mayor a la de la mayoría de los países en América Latina y el Caribe, incluyendo muchos de mayor desarrollo económico y cultural. Es probable que esto se deba a la débil cobertura de la educación vocacional y técnica no terciaria, estancada en menos de 37 mil estudiantes desde 1998-99 según cifras oficiales, de modo que toda la presión de salida de la educación media se dirige a la educación superior.97
96
Según el Banco Mundial, las tasas de escolarización en educación superior promedian 51% en los países de la OCDE, en comparación con el 21% en los países de ingreso medio y un 6% en los países de ingreso bajo, lo que confirma que el desarrollo de la educación superior se correlaciona con el desarrollo económico. Banco Mundial (1994). 97
SEESCyT (2003).
195
Matrícula de educación superior en República Dominicana y cobertura bruta del sistema, 2002 - 2005
Matrícula
Población
Cobertura
Año
IES
Total
Crec (%)
Total
18-24
Bruta (%)
2002
39
286,134
8,562,541
1,112,118
25.7
2003
38
198,092
1.04179161
8,819,000
1,199,961
24.8
2004
38
313,427
1.05109161
8,960,000
1,227,642
25.5
2005
39
322,311
1.02875317
9,100,000
1,247,708
25.8
Fuente: SEESCyT: Informe General: Estadísticas de Educación Superior 2004 y 2005
Fuente: IESALC – UNESCO (2006)
196
Tasas Brutas de Matriculación (Matrícula/Población 20-24) Año 2003
Fuente: IESALC-UNESCO Nota: Mientras IESALC-UNESCO emplea el rango de 20-24 años de edad para el cálculo de la tasa bruta de cobertura en educación superior, la SEESCyT emplea el rango de 18-24, lo que da cuenta de la diferencia en sus estimaciones.
No obstante la comparativamente alta tasa bruta de escolaridad en el nivel terciario en nuestro país, es conveniente examinar el ritmo de crecimiento de la educación media para estimar el grado en que en el mediano plazo continuará creciendo la demanda efectiva por estudios de grado. Según cifras oficiales, la matrícula en la educación media ha crecido en los últimos seis años a un ritmo promedio de 197
alrededor del 7%, llegando en el año 2002-2003 a la cifra de 444,035 matriculados, de los cuales los estudiantes en edades de 14 a 17 años sólo representan el 52% (225 mil para el año 2003-2004) del total de matriculados en este nivel. La tasa de promoción de nuestra educación media es muy baja98: sólo el 53% de los estudiantes matriculados en primer año de secundaria llega al cuarto. Así, menos de un 25% del total de estudiantes matriculados en este nivel llega a presentarse a las Pruebas Nacionales del último (4to.) año. De éstos, menos de un 71% en promedio para los años 1996-97 a 2004-2005, termina aprobando dichas pruebas (aunque el promedio para los últimos 4 años, de 74%, arroja una mejoría). Asumiendo de manera poco realista que todos los estudiantes que aprueben las Pruebas Nacionales, efectivamente se incorporen a las instituciones de educación superior, la proyección para los próximos 5 años (2006 – 2010)99 arrojaría un promedio anual de poco más de 105 mil estudiantes demandando cupos que, distribuidos entre las 42 universidades actualmente aprobadas significaría un promedio de 2,505 nuevos demandantes por universidad.100 A pesar de sus claras limitaciones, este ejercicio numérico sugiere que es poco probable que, salvo una inesperada aceleración del ritmo de crecimiento de la cobertura de nuestra educación media, la demanda por cupos universitarios continúe creciendo en nuestro país a un ritmo mayor que el de la región el cual, según las estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, ronda el 3% anual.101 Así, lo razonable es suponer que dicha demanda será moderada en comparación con la experimentada en las décadas de expansión correspondientes al periodo 19602005, especialmente si se toman en cuenta los efectos pauperizantes de la crisis de los años 2003-2004 para la mayoría de la población dominicana.
98
SEESCyT. Op. cit.
99
Asumiendo un crecimiento de los egresados de educación media (que aprueben las Pruebas Nacionales) del orden del 6% anual.
100
Esta suma no incorpora, por supuesto, los estudiantes que procuren una segunda carrera en el nivel de grado ni los egresados de la educación media que se incorporen, tardíamente, a la educación superior. Los resultados en el texto concuerdan con los cálculos del Departamento de Estadísticas de la Dirección de Planificación Sectorial de la SEESCyT, respecto de la cobertura bruta en educación superior, medida por la relación porcentual entre la matrícula total y la población de edades comprendidas entre 18 y 24 años, la cual encuentran que se mantiene invariable desde el 2002, prácticamente estabilizada a un nivel promedio de 25.4%. 101
BID (2000). Según datos de la SEESCyT, el crecimiento promedio anual de la matrícula en educación superior en el período 1994-2002 se mantuvo alrededor del 13%. Ver SEESCyT: Informe General
198
Más importante aún es la suposición plausible de que las instituciones de educación superior que pretendan atraer al reducido número de estudiantes con alto potencial para estudios universitarios de altos estándares, tendrán que competir muy duramente por ellos. En consecuencia, parte de la ecuación a la cual se enfrentarán las instituciones de estudios superiores en el futuro es la de aumentar la calidad y los bajo ingresos de matriculación, probablemente inelásticos. Para ello, las instituciones requerirán contar con recursos humanos de superior calidad y formas de financiamiento cada vez más creativas. Las secciones que siguen presentan una apreciación de las condiciones con las cuales se cuenta sobre el particular en dos aspectos claves: los profesionales docentes y los recursos financieros. Estos son analizados a continuación.
La profesión académica: ¿soporte del proceso de transformación? La oferta de programas de las instituciones de educación superior dominicanas se ha desplegado sobre la base de un cuestionable desarrollo de la profesión académica. En efecto, datos ofrecidos por la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (SEESCyT) indican que para agosto del 2002, las instituciones de educación superior dominicanas reportaban un total de 11,111 docentes, mientras que para 1998 se registraban 7,500. De acuerdo a estas cifras, se ha constatado un aumento aritmético de 2,915 profesores, lo cual arroja una incorporación promedio anual de 903 ingresos a la docencia universitaria. Esto representa unos 75 nuevos profesores cada mes. 102 Adicionalmente, mientras la matrícula total en las instituciones de educación superior continúa aumentando, en los últimos años el número de profesores parece permanecer estático, con lo que hemos pasado de una proporción de 1 profesor por cada 25.8 estudiantes en el 2002, a uno por cada 28.6 en el 2005. Hay que tener muy en cuenta al considerar estas cifras, como bien se observa en el citado informe de la SEESCyT, que es muy probable que el aumento en el número de profesores sea en realidad menor al que registran las estadísticas, dada la conocida – aunque no cuantificada – pertenencia de los docentes a nivel universitario a múltiples instituciones de educación superior.103 Entonces, lo anterior implica que, a 102
SEESCyT (2004b).
103
Resultados de una investigación realizada para una institución de educación superior arrojaron que aproximadamente un 19% de sus profesores impartían docencia simultáneamente en otras instituciones de educación superior y, de éstos, una tercera parte lo hacía por lo menos en otras dos, además de la institución focal de la investigación.
199
menos que existan modelos educativos y diseños curriculares sólidos y firmemente establecidos, con políticas, programas y prácticas de intensa socialización de los profesores, incluyendo programas de desarrollo y mejoramiento docente, esos profesores tenderán a diseminar los mismos esquemas por todo el sistema de educación superior, sin generar diferenciaciones que lo enriquezcan.
Según reportan las instituciones de educación superior, los profesores contratados a tiempo completo son alrededor de 842, representando sólo 7.4% del total de docentes en el 2006. Si consideramos el total de profesores contratados a tiempo completo y medio tiempo, el número asciende a 1534, es decir, un 13.4% del total de profesores. Por lo tanto, estas cifras revelan la debilidad de la profesión académica en nuestro país y las dificultades para cualquier institución de generar un cuerpo docente comprometido con una determinada filosofía, un estilo propio y un quehacer institucional diferenciado. Más aún, se hace inevitable levantar un severo cuestionamiento a las posibilidades reales de las instituciones de educación superior en su conjunto, para ofrecer una educación de calidad sobre la base de cuerpos profesorales de tan precaria dedicación a la profesión docente –para no hablar de la académica – tan frágil compromiso institucional, tan limitada formación académica y tan reciente incorporación, en muchos casos, a la actividad docente. Al examinar los profesores con estudios avanzados en el 2005, se observa que del total de profesores, alrededor de 24.7% cuenta con un grado de maestría y escasamente un 1.39%, con grado de doctor. Dos instituciones, PUCMM e INTEC, concentran el 50% de los profesores con grado de doctor, exceptuando la UASD para la cual no hay cifras reportadas en las estadísticas compiladas para el 2005104.
104
No obstante, para el 2003, la UASD reportaba 44 doctores de un total de 2,481, representando aquellos sólo un 1.7∞ del total de su plantilla profesional.
200
201
Es interesante notar que en la educación superior dominicana se habla mayoritariamente de “docentes”, es decir, profesionales vinculados a las instituciones exclusivamente por la actividad docente, a lo que se reduce la condición profesoral, con asignaciones y retribución por horas-clase impartidas, con tarifas de retribución por horas relativamente bajas.105 Una reducida minoría mantiene vinculaciones de medio tiempo o de tiempo completo, un 13.5% del total de profesores reportados en 2005 –con un 76% de los profesores a tiempo completo concentrados en 4 instituciones y un 92.3% en 7 instituciones-, pero no queda en claro el régimen de horas docentes que se les asigna en proporción a las horas disponibles para estudio e investigación, entre otras actividades, ni las facilidades institucionales para el desarrollo de tales actividades. Esta combinación de profesores mayoritariamente con una dedicación por horas/ docentes y sin estudios avanzados arroja serias dudas sobre la capacidad de las instituciones de educación superior dominicanas para desplegar exitosamente actividades sostenidas en los ámbitos de investigación, extensión y prestación de servicios.
Las restricciones del financiamiento Dejando de lado las instituciones públicas de educación superior, especialmente la UASD, por cuanto merecerían un análisis especial que desborda los propósitos del presente capítulo, es necesario examinar las alternativas de financiamiento disponibles en las instituciones privadas de educación superior dominicanas. Como muestra Gámez (2003), los aportes públicos a las instituciones de educación superior privadas revelan una tendencia a la disminución, al pasar de una proporción de 26.7% en 1990 a apenas un 6.2% en el año 2002.106 A la vez, según estimaciones de IESALC-UNESCO, para el periodo 1990-2003, la inversión pública en educación superior ha oscilado entre 0.1% y menos del 0.6% del PIB. En términos de financiamiento interno, la única ventanilla importante disponible para las instituciones de educación superior dominicanas ha sido la que ha ofrecido la Fundación APEC de Crédito Educativo, la cual otorgó préstamos a 15 105
Vargas reporta las tarifas de pago por horas de docentes en el nivel de postgrado en las instituciones de educación superior dominicanas en el 2004. Un examen de dichas tarifas nos permite asumir que un profesor con maestría, que perciba el pago modal de RD$500.00 por hora, con una carga docente de 20 horas por semana, percibiría ingresos mensuales de RD$40,000.00. Un pro106
SEESCyT (2004b).
202
instituciones por un monto de US$ 16.3 millones durante el período 1990-2002.107 El financiamiento externo de sus actividades es prácticamente inexistente108, salvo el utilizado ocasionalmente para proyectos de desarrollo institucional con fondos de organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), o el obtenido puntualmente de esos organismos y de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) o de la Unión Europea, vía préstamos o cooperaciones no reembolsables, para proyectos específicos no docentes. Por último, en ausencia de flujos de aportes directos del sector privado, las principales y casi únicas fuentes de ingresos con que cuentan las instituciones de educación superior son los derechos de matriculación o aranceles que cobran a sus estudiantes.
107
Gámez, Op. cit., Pág. 33 Según indica Gámez (2003), el único programa con fondos externos que puede ubicarse dentro de la actividad primaria de estas instituciones es el Programa Regional Caribeño a Nivel Universitario por 21.0 millones de euros que es ejecutado por la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) y la Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) con fondos de la Unión Europea. Ver Gámez, Op. cit., Pág.23. 108
203
Indiscutiblemente, este esquema de financiamiento ha gravitado en contra de las posibilidades de elevar la calidad docente e institucional de las instituciones de educación superior, y ha impuesto, además, severas limitaciones al desarrollo de actividades en otros ámbitos y funciones propias de la educación superior, como son las de investigación y la extensión. Lamentablemente, los escenarios previsibles a mediano e incluso a largo plazo, no auguran una variación significativa en los patrones de inversión pública en educación superior ni en la disponibilidad de fuentes externas de fondos para sus actividades regulares en los ámbitos de la docencia o la investigación. Por el contrario, lo previsible es que el Estado dominicano continúe enfrentando condiciones fiscales que limiten sus posibilidades de aumentar significativamente sus aportes a la educación superior, por cuanto es de esperar que cualesquiera disponibilidades sean aplicadas prioritariamente a la educación básica y media, en primer lugar, o a la educación vocacional y técnica en segundo lugar, dadas las orientaciones ideológicas y técnicas predominantes internacionalmente en materia de políticas públicas y, consecuentemente, los compromisos con los Objetivos del Milenio asumidos por los gobiernos. Lo mismo puede afirmarse respecto de los organismos multilaterales de financiamiento y las agencias de cooperación internacional de los países desarrollados. Existen, sí, posibilidades de financiamiento a iniciativas que de un modo muy general podemos denominar como de extensión y servicio, incluyendo educación continua y capacitación, así como en la investigación por contrato, en este último caso, principalmente el tipo que se ha denominado “modo de producción 2” 109 o también referido como “investigación orientada a problemas”. Agencias de cooperación internacional, organismos multilaterales de financiamiento –directamente o por vía de los gobiernos – y fundaciones privadas, han mostrado su inclinación a financiar programas, proyectos y actividades específicas de las instituciones de educación superior en beneficio de la sociedad o de segmentos o sectores específicos. En este caso se trataría de proyectos tales como los de fortalecimiento institucional, desarrollo de valores y prácticas democráticas, promoción de la participación social, capacitación de maestros y otros prestadores de servicios públicos, observatorios de políticas gubernamentales –especialmente de políticas sociales – desarrollo de las pequeñas y micro empresas, entre otros, incluyendo servicios de gestión de la investigación (research management services). 109
Ver Gibbons et al. (1994) y Brunner et al. (2205)
204
De manera similar, estas instancias, así como los gobiernos nacionales, han mostrado proclividad a contratar investigaciones del tipo “investigación y desarrollo”, pero aún más otros estudios, como los de línea base, los estudios de factibilidad, de impacto, de auditoría y otras actividades tales como proyectos de perspectivas, antenas tecnológicas y horizon scanning. El aprovechamiento de estas posibilidades de financiamiento presenta retos importantes a nuestras instituciones de educación superior, no sólo en términos de reunir los recursos humanos capaces y competitivos para asumir tales proyectos, sino en el de cambiar las concepciones imperantes sobre la naturaleza de la actividad universitaria (la investigación, por ejemplo) y, todavía más, los criterios dominantes de diseño y funcionamiento organizacional basados en disciplinas, departamentos y facultades, en el caso de actividades de naturaleza pluri, multi y trans-disciplinar. Por otra parte, la competitividad de las instituciones de educación superior en estos ámbitos demanda modelos emprendedores que requieren poner en cuestionamiento los modelos burocráticos de dirección y de gestión centralizados, lentos y conservadores y sus esquemas de compensación e incentivos que favorezcan el credencialismo, la productividad y la capacidad de emprendimiento.110
¿Educación superior sólo para los pudientes? Un problema ligado al de las alternativas de financiamiento es el de la equidad y el acceso a la educación superior de quienes, teniendo talento y formación previa para ello, no pueden pagar. A este respecto, ni el Estado ni la sociedad dominicana, incluyendo a las propias instituciones de educación superior, han logrado generar políticas y programas de financiamiento que promuevan la equidad en el acceso a la educación superior, salvo la opción que representa la UASD al mantener aranceles notablemente bajos. Salvo la opción de la UASD, prácticamente la única alternativa de financiamiento disponible para las familias y los estudiantes que lo procuren es la del crédito educativo privado canalizado a través de FUNDAPEC. Sin embargo, como reporta Gámez (2003), entre 1991 y 2002 FUNDAPEC otorgó tan sólo 7,623 préstamos por un monto de 21,847.3 miles de dólares. Lo que está en juego aquí es la posible reproducción ampliada de las desigualdades sociales que son ya tan pronunciadas en América Latina; investigaciones que han empleado el “índice de Gini” para medir la desigualdad en la distribución del ingreso y el consumo han evidenciado que, desde la década de los setenta hasta la de los noventa, la desigualdad en América Latina y el Caribe fue superior en 10
110
Ver al respecto a Clark (1998).
205
puntos respecto de Asia; en 17,5 puntos respecto de los 30 países de la OCDE y en 20,4 puntos respecto de Europa oriental. 111 De esta manera, América Latina y el Caribe se consideran la región de mayor inequidad en su estructura social, salvo la de África al sur del Sahara, con un índice de Gini promedio de 53. Es en este contexto que debemos apreciar observaciones como la formulada por Rodríguez Orostegui, al advertir que: “El hecho de que sean las familiar las que financian la educación privada tiende a producir a futuro las propias inequidades de la sociedad: las familias con mayores recursos tienden a enviar a sus hijos a buenas instituciones de educación superior privadas que tienen mayores costos de matriculación, en tanto que las familias localizadas en los niveles de menores ingresos en los casos que acceden a la educación superior lo hacen en instituciones de menores costos y calidad.”112
Educación Continua ante nuevos proveedores Desde fines de la década de los 70, la mayoría de las instituciones de educación superior dominicanas han ido incorporando a sus ámbitos regulares de actividad el de la educación continua o permanente dirigida a profesionales. Tras haber iniciado con los cursos cortos, en la década de los 90 irrumpieron los denominados “diplomados”, de manera que unos y otros se ofrecen abundantemente, con muy diversos diseños, arreglos, propósitos y poblaciones objetivo, así como variadísimos niveles de exigencia y calidad. No hay estadísticas disponibles sobre el volumen de esta actividad, sea en términos de eventos realizados, sea en términos de número de participantes. De la observación cotidiana de los anuncios de cursos y diplomados en la prensa y de los numerosos grupos participantes en ellos, se puede inferir que el volumen es considerable. La segunda mitad de la década de los 90 se caracterizó también por el fortalecimiento de otro actor importante en el mercado de la educación superior. Si bien presentes desde mucho tiempo atrás, en este período surgen y se consolidan nuevos proveedores de educación continua privados, independientes de las instituciones de educación superior (o vinculados a instituciones extranjeras), que llegan a ganar una posición más ventajosa que las propias universidades. El Informe de la Encuesta Nacional de Demanda de Capacitación, ENDECA, de 2003, presenta un dato relevante: al
111
de Feranti et al (2003). Rodríguez Oróstegui (2005).
112
206
solicitársele a las empresas que identificaran entidades de capacitación merecedoras de su mejor opinión, dos proveedores no universitarios, Integral Training Solutions, INTRAS, y Centro Gerencial Meta, recibieron más menciones que PUCMM, INTEC e ITECO, las tres instituciones de educación superior más mencionadas.113 Si bien la encuesta no menciona la Escuela de Alta Dirección Barna, que ya para la fecha operaba en el país con el respaldo de la Escuela de Alta Dirección y Administración (EADA) de la Universidad de Barcelona, en la actualidad más de una corporación ha decidido confiarle a ésta casi la totalidad de los cursos de capacitación y desarrollo que ofrece a sus empleados. Recientemente Barna ha recibido la condición de instituto especializado de educación superior. Estos hechos constituyen indicadores de que los empleadores pueden no estar satisfechos con la oferta de educación continua servida por las instituciones locales de educación superior. Existen otras señales de que las instituciones locales de educación superior no están llenando del todo las expectativas de los empleadores dominicanos en materia de educación continua. En los primeros años de la presente década, un grupo de empresarios promovió sin éxito la instalación en el país de un centro del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, INCAE. Se conoce la versión de que el resultado obedeció más a la falta de interés del propio INCAE que a los esfuerzos de los empresarios dominicanos. Otro dato importante lo constituye el uso de proveedores extranjeros de educación a distancia, vía Internet, por parte de algunas corporaciones locales líderes en la educación continua de su personal. Todo lo anterior debe razonablemente llevar a entender que, aunque nuestras instituciones de educación superior seguirán ofreciendo numerosos cursos y diplomados en el ámbito de la educación continua, es posible que lo hagan con un posicionamiento de menor lustre y fuste que el de otros proveedores independientes (de esas instituciones locales), salvo que relancen sus ofertas de manera competitiva respecto de nuevos actores (proveedores) en el mercado.
Una mirada al nivel de postgrado La década del 90 en toda América Latina y el Caribe ha sido de rápida expansión para la educación a nivel post-graduado, alcanzándose en el 2000 poco más de medio millón de estudiantes en dicho nivel, es decir, la misma cantidad de estudiantes de pregrado que se tenía en 1960. Esto implica una tasa de aumento de la matrícula
113
Varias instituciones. Encuesta Nacional de Demanda de Capacitación. Santo Domingo, 2003.
207
del nivel de postgrado del 31% interanual entre 1994 y el 2000.114 A juicio de Rama (2006) esta “caótica” expansión obedece a un conjunto de factores: “Ha sido la competencia en los mercados laborales, la presión por una mayor especialización al interior de las profesiones, la caída del nivel relativo de la calidad de la educación superior por la masificación del pregrado, la reproducción de las élites a través de la especialización profesional, los nuevos requerimientos de capacitación de los docentes ante la masificación de la educación, la obsolescencia de los saberes y las nuevas demandas sociales, los que han coadyuvado a ese incremento de los años de estudios y la expansión de estudios de postgrado.”115 Matrícula de postgrado en 12 países de América Latina
Similar a lo ocurrido a nivel regional, una gran parte de las instituciones de educación superior en el país ha incursionado de manera creciente en la oferta de programas de postgrado. En efecto, exceptuando iniciativas episódicas de algunas instituciones de educación superior116, el nivel de postgrado ha sido asumido efectivamente tras el surgimiento del INTEC, que en 1972 dio inicio a sus actividades con una oferta de cinco (5) programas, incluyendo dos (2) de maestría. En el año 2003, veintidós (22)
114
Véase al respecto a Rama (2006). Ibid., Pág. 46. 116 Iniciativas tales como la Maestría en Administración Pública de la PUCMM, en 1967 y la Maestría en Ciencias Políticas realizada por la UNPHU en 1978. 115
208
instituciones de educación superior ofrecían por lo menos un programa en el nivel de postgrado,117 mientras que en el 2003 lo hacían diecinueve (19) instituciones.118 En el 2003, cinco concentraban el 77% de la matrícula total de 9,203 estudiantes en el nivel119, en tanto que para el 2005 lo fue el 88% de la matrícula total de 7,945 estudiantes. Esas cinco universidades, en ambos casos, fueron la UASD, PUCMM, INTEC, UCSD y UNAPEC.
Matrícula de postgrado en República Dominicana 1994 - 2005
Fuente: SEESCyT (2004b) y SEESCyT (2006). Nota: Es evidente un subregistro en el año 2004, en el que no hay reporte de la UASD así como de otras universidades privadas.
En el 2003 el 48% de la matrícula total de postgrado estaba registrado en programas de especialización, mientras el 52% lo estaba en programas de maestría; para el 2004 un 40.5% de la matrícula total de postgrado estaba registrado en programas de especialización, y el 59.5% lo estaba en programas de maestría. Esto indica un desplazamiento hacia este último nivel, puesto que, históricamente (para el período 1990-2003), los egresados del nivel de postgrado se concentraron más - un 64 %en los programas de especialidad.
117
Ver SEESCyT (2004b). SEESCyT (2006). 119 En orden descendente, según matrícula total en el nivel, la UASD, la PUCMM, la UCSD, el INTEC y UNAPEC. 118
209
Matrícula de postgrado en República Dominicana 2002 – 2004 - 2005 Nivel
2002 2004
Absoluto
%
2005
Absoluto % Absoluto %
NE
3291
1.1%
168
0.1%
Técnico
6936
2.4%
13794
4.4%
12273
3.8%
Grado
270195
94.4%
291551
93.0%
301925
93.7%
Postgrado
9003
3.1%
4791
1.5%
7945
2.5%
TOTAL
286134
100.0%
313427
100.0%
322311
100.0%
Fuente: Vargas, D. Informe sobre el nivel de Postgrado en R.D. IESALC-SEESCyT.2004. SEESCyT: Informe General: Estadísticas de Educación Superior, Fuente: SEESCyT (2004b) y SEESCyT (2006). Nota: Es evidente un subregistro en el año 204, en el que no hay reporte de la UASD así como de otras universidades privadas.
Por otra parte, en el 2003 el 74% de la matrícula en el nivel se concentró en programas sobre las áreas de negocios, educación y salud, mientras en el 2004 lo hacía el 72%. Cuando analizamos esa concentración sobre la base del número de egresados del nivel, que para los años 1990-2003 ascendieron a 18,441, encontramos que en las tres áreas antes señaladas (negocios, educación y salud) se acumuló un 77% del total y que, si les agregamos los egresados en programas en derecho y en psicología, la concentración aumenta a un 95% del total de egresados. Este patrón, como el observado en el caso de los programas de grado, habla de un crecimiento igualmente dependiente de la demanda estudiantil con concentración en campos de bajo costo. En programas que pudieran considerarse de las ciencias sociales, se encontraba en el 2003 un 8% y en el 2004 un 4%, mientras que en programas sobre las áreas de las humanidades se encontraba en el 2003 sólo un 2.4% y en el 2004 un 6.2%. En las ciencias puras y/o básicas, no más de un 2% en el 2003 y en el 2004 un 1.7%. En ingenierías, en el 2003 un 2.9% y en el 2004 un 5.1% (incluyendo, en ambos años, arquitectura y excluyendo arquitectura, en el 2004, los estudiantes de postgrado en ingenierías representaron sólo el 4.5%).
210
Distribución de la matrícula de postgrado por áreas de estudio en República Dominicana 2003 – 2004, en porcentajes AREA
2003
2004
Negocios
34.0
43.5
Salud
19.0
16.4
Educación
21.3
12.0
Derecho
8.1
7.7
Ciencias Sociales
4.2
3.9
Ingenierías
3.0
4.0
Lenguas/Lingüística
1.5
1.8
Medioambiente
2.0
1.9
Matemáticas & Estadísticas
2.1
2.1
Fuente: SEESCyT (2004b) y SEESCyT (2006).
El resumen, de los datos presentados en la tabla anterior, nos deja ver que la matrícula en el nivel de postgrado comporta una configuración similar a la registrada en el nivel de grado, con un claro predominio de los estudios en las áreas de negocios, salud, educación y derecho, una débil participación de las ingenierías y ciencias sociales, así como una exigua presencia de las ciencias básicas y aplicadas. Es plausible, asumir que la demanda por programas en este nivel tenderá a aumentar en los próximos años en la medida en que lo requieran los egresados del nivel de grado, así como los empleadores, e igualmente en la medida en que las instituciones de educación superior se esfuercen por aumentar la matrícula de estudiantes en este nivel, ya en los mismos programas ofrecidos hasta ahora, ya en nuevos programas, debido a la mayor rentabilidad de los mismos.120 Pero, como hemos visto, no hay ninguna indicación de que la configuración de la matrícula por áreas de estudio tienda a cambiar, con el resultante déficit de recursos humanos formados a nivel avanzado en las ingenierías y, sobre todo, en las ciencias básicas y aplicadas. En todo caso, la matrícula en el nivel de postgrado para el país ronda el orden del 3% de la matrícula total en el nivel terciario, próxima a la tasa regional de aproximadamente 4% (unos 600 mil estudiantes) en América Latina.121 120
Respecto de la mayor rentabilidad de los estudios de postgrado en comparación con los estudios de grado, véanse las informaciones ofrecidas por SEESCyT (2004b).
211
Más allá de los aspectos cuantitativos, hay que observar que este nivel se desarrollará no sólo con maestros que enseñen en el nivel de maestría122 sino, además, en una encapsulada reproducción endógena, con maestros de programas locales de maestría –sin exposición en la arena internacional– formando a los futuros egresados de programas de postgrado.123 Por otra parte, queda por examinar la medida en la cual estos programas se desarrollan efectivamente a otro nivel superior, cualitativamente al de grado. El cuestionamiento es legítimo, aún en ausencia de estudios específicos, dada la muy débil tradición de investigación de cualquier orden en las instituciones de educación superior dominicanas y la escasa probabilidad de que entre los poco más de 1,000 profesores en el nivel de postgrado una cantidad considerable tenga amplia experiencia en consultoría y en prestación de servicios complejos no repetitivos, sobre cuya base pueda enriquecer la experiencia de aprendizaje de sus estudiantes en programas de postgrado. Es preciso hacer notar que en el Informe General sobre la Educación Superior ya citado, se reportan tan sólo 216 profesores con nivel de doctorado, haciéndose la observación de que en la SEESCyT se encuentran registrados apenas 140 doctores, atribuyéndose plausiblemente la diferencia al hecho de que muchos de esos doctores son contabilizados más de una vez, al impartir docencia en más de una institución de educación superior. SEESCyT (2004b) reporta sólo 135 profesores con doctorado, de un total de 1,167 profesores en el nivel de postgrado, para un exiguo 11%. Adicionalmente, Vargas reporta que para los años 1997/1998 se contaba con 450 profesores en el nivel de postgrado, lo cual implica un crecimiento del número de profesores en ese nivel del orden de 159% en cinco años, es decir, unos 143 por año o casi 12 por mes. En este sentido, el desarrollo del nivel de postgrado en la educación superior dominicana comparte las debilidades observadas para dicho nivel en toda la región de América Latina y el Caribe, al decir de Rama (2006), quien apunta que: 122
En el Informe General sobre la Educación Superior ya citado, se reportan tan sólo 216 profesores con nivel de doctorado, haciéndose la observación de que en la SEESCYT se encuentran registrados apenas 140 doctores y atribuyéndose, plausiblemente, la diferencia al hecho de que muchos de esos doctores son contabilizados más de una vez al impartir docencia en más de una institución de educación superior. SEESCYT (2004b) reporta sólo 135 profesores con doctorado, de un total de 1,167 profesores en el nivel de postgrado, para un exiguo 11%. 123 SEESCYT (2004b) reporta que para los años 1997/1998 se contaba con 450 profesores en el nivel de postgrado, lo cual implica un crecimiento del número de profesores en ese nivel del orden de 159% en cinco años, es decir, unos 143 por año o casi 12 por mes.
212
“Una de las características de los postgrados en la región y especialmente los del sector privado es su baja relación con la investigación. (…) Ello obedece a diversas determinantes: por un lado la orientación profesionalizante de los postgrados hacia las demandas del mercado, y por el otro la propensión de las sociedades hacia una alta dependencia de las importaciones de bienes de capital y procesos tecnológicos.”124 De hecho, la gran mayoría de los programas de maestría son de naturaleza profesionalizante y excluyen, no sólo la presentación de una tesis o investigación como requisito de grado, sino también la de una intervención o proyecto aplicado, sistemáticamente implementado y documentado, que sea presentado a consideración o examen crítico. A todo lo anterior debe sumarse el hecho de que la participación de los estudiantes en estos programas de postgrado se realiza en condición de tiempo parcial, puesto que en su enorme mayoría son empleados a tiempo completo. Internacionalización vía enclaves transnacionales En la segunda mitad de la década del 90 y especialmente los primeros años del nuevo siglo las instituciones de educación superior se han abierto a los tiempos de la transnacionalización bajo el esquema de enlaces con entidades extranjeras. Como se documenta en el estudio de Camarena (2004)125, desde 1997 se ofrecen en el país programas de universidades extranjeras en los distintos subniveles del nivel de postgrado. Camarena identificó 45 programas ofrecidos por universidades extranjeras (de España, Estados Unidos, Cuba, Francia y otros países) en alianza o convenios con 14 de nuestras universidades. Es de notar que estos programas se ofrecen en las mismas áreas que son dominantes en la oferta nacional de programas de grado; se concentran así, en negocios, educación, psicología, derecho y economía. Estos programas se ofrecen, en su mayoría, de manera presencial (Camarena reporta que sólo tres programas se ofrecían en la modalidad a distancia al momento de su estudio), con los docentes de la universidad extranjera viajando al país para los cursos previstos. De manera similar, predomina la titulación por parte de la universidad extranjera. Esta forma de vinculación de universidades extranjeras con universidades locales, constituye en gran parte una transnacionalización de las primeras, que ofrecen sus programas sirviéndose de los apoyos administrativos y logísticos brindados por las segundas. De esa manera, la vinculación que se establece se asemeja a la denominada 124
Rama (2006) , p. 47-48. Camarena (2004).
125
213
“economía de enclave” por cuanto sus relaciones con el resto de la actividad de la institución anfitriona son muy reducidas.126 El mayor peligro radica en que de mantenerse un esquema de enclave, se termine por no desarrollar efectivamente las capacidades locales que demandan las actuales circunstancias.
Calidad e importancia de la acreditación nacional e internacional En el plano internacional, distintos estudiosos constatan una creciente presión por la rendición de cuentas de parte de las instituciones de educación superior, principalmente por la calidad de actividades y productos, que se traduce, entre otras vertientes, en requerir y conferir importancia a la acreditación de instituciones y programas como medio de reconocer su calidad.127 En efecto, en una relación entre proveedores (las instituciones de educación superior) y beneficiarios (los estudiantes, sus familias, sus patrocinadores –si los hay- y los empleadores, entre otros); en la que existen importantes asimetrías de información que hacen difícil a los segundos determinar el valor preciso y comparativo que obtienen de un proveedor determinado, la existencia de medios y agentes calificadores cumple un papel de reducción de la incertidumbre. En este sentido, en Estados Unidos son muy populares los “rankings” de instituciones de educación superior establecidos por importantes publicaciones educativas, de negocios o de otros tipos. Más allá de estos procedimientos, muy discutidos y discutibles, por demás, existe la tradición de acreditación tanto de instituciones como de programas específicos. Por vía de la acreditación se otorga un sello de calidad que sirve, entre otras cosas, como una indicación al público en general de que la institución tiene condiciones para ofrecer calidad y, más aún, que sigue mecanismos de aseguramiento de la calidad, asumiéndose que sobre esta base le es posible el logro efectivo de sus propósitos institucionales y, en el orden más estrictamente educativo, los propósitos de formación de sus estudiantes. En República Dominicana el surgimiento de la Asociación Dominicana de Autoestudio y Acreditación (ADAAC), única agencia de acreditación de instituciones de educación superior en el país, ha sido fruto de la preocupación de las propias instituciones por incorporar dicha tradición a este campo institucional. El esfuerzo ha tomado más de dos décadas para cristalizar. Con la certificación del INTEC, en noviembre de 2005, la ADAAC entrega su primer “producto” a la sociedad dominicana. 126 En ese sentido, la transnacionalización obedece fundamentalmente a la lógica de mercado operante en las realidades del país de origen de la universidad que se transnacionaliza, la cual aumenta sus ingresos y mejora su reputación en la medida en que exhibe más programas “abroad”. Al respecto, ver Scott (2002). 127 Brunner et al., Op. cit. Levy et al., Op. cit.
214
Sin restar importancia alguna a este avance, cabe hacer notar que mientras la ADAAC fue fundada en 1987, muchos años antes que sus contrapartes en otros países del continente, tales como el Consejo Nacional de Acreditación de Colombia (1992), la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria de Argentina (1995), la Comisión Nacional de Acreditación de Chile (1999) y el Sistema Universitario de Acreditación de Cuba (en 1999), estas otras acreditadoras se han adelantado en el despliegue de sus labores. Como indicara el propio Presidente de ADAAC en su discurso en el acto de entrega de la certificación como institución acreditada al INTEC, “actualmente en Colombia han alcanzado a acreditar 10 universidades de un total de 112 instituciones académicas de educación superior; y en Chile 20, 18 universidades y 2 institutos profesionales de unas 60 universidades, 51 institutos profesionales y 111 centros de formación técnica superior.”128 Esto nos dice cuánto queda por delante en materia de acreditación de los estudios superiores en nuestro país. Lo anterior es aún más significativo si lo apreciamos en el contexto de un interés cada vez mayor por la determinación de la calidad, ya no en el nivel institucional sino de manera específica en cada programa de estudio, sea a nivel de grado o postgrado. La frontera más cercana a la acreditación de instituciones de educación superior en América Latina la constituye la acreditación de programas específicos. Es posible el intento de ver más allá de la curva y asumir, plausiblemente, que la próxima frontera, –no lejana– en materia de acreditación, estará constituida por la acreditación internacional de instituciones y programas. Probablemente una forma inicial de tal acreditación institucional será la que obtengan instituciones de países del tercer mundo de parte de agencias acreditadoras de países desarrollados –como de hecho empieza a ocurrir con los programas de medicina129; es posible que lo anterior se vea facilitado por las tendencias a la internacionalización de la educación superior, así como el establecimiento de “programas gemelos” (twinning programs) y “programas articulados” (articulated programs)130 Defilló (2005). Como es el caso, por ejemplo, del programa de medicina de INTEC, acreditado por el Medical Board of the State of California. 130 La Global Alliance for Transnational Education (GATE), organización internacional dedicada a la identificación de mejores prácticas en la educación transnacional en el ámbito de la educación a distancia, estableciendo sus Principios y certificando a las instituciones que se adhieren a los mismos, hoy integrada a la United States Distance Learning Association (USDLA), constituye un ejemplo de emergencia de acreditadoras internacionales. GATE define los “programas gemelos” como aquellos que se imparten por una institución local siguiendo el mismo currículum, materiales de estudio y métodos de evaluación que el de una institución extranjera, con profesores locales pero aceptables según las políticas de ésta; los “programas articulados” son aquellos que inician en una institución local, hasta un punto, cuyos créditos sirven para continuar los estudios en una institución extranjera, donde son culminados. 128 129
215
Débil vinculación con el sector productivo Una de las principales limitaciones de la educación superior latinoamericana –limitación, por demás generalizada– es su débil vinculación con el sector productivo. Tras conferencias, seminarios y talleres, se ha planteado el problema y se ha clamado solución, proponiendo algunas fórmulas sin que, salvo excepciones, se haya alcanzado a mucho. En gran medida, las propuestas para crear y desarrollar vinculaciones han adoptado el camino de soluciones ad hoc, es decir, soluciones que no se adentran en cambios de las políticas fundamentales, el diseño estructural básico, la cultura institucional ni las modalidades estratégicas de interrelación con los sectores externos que prevalecen en las instituciones de educación superior. Y es muy probablemente por ello, que tales soluciones no hayan dado frutos. El tema, entonces, deberá abordarse de manera más radical. Una minoría de las instituciones de educación superior dominicanas ha experimentado con “centros” y otros dispositivos parecidos destinados a promover o viabilizar la vinculación con el sector productivo. Las entrevistas realizadas con diversos directivos en distintas universidades lleva a pensar, sin embargo, que la base sistémica institucional de estos “centros” ha sido débil: se diseñan y comportan como “cuerpos extraños” en el torrente sanguíneo de las instituciones.131 Con los mismos no se ha ido muy lejos en términos de vinculación efectiva a los sectores productivos –y gubernamentales– y varios, tras cortos períodos de existencia, han dejado de existir. A este respecto es oportuno apelar de nuevo a Silié et al (2005), quienes aprovecharon los resultados de la Evaluación Quinquenal 1994-1998 de instituciones de educación superior realizada por el CONES, para sustentar las observaciones siguientes: “Algunas instituciones han orientado su investigación hacia la formación de centros de estudios e investigación, recurriendo fundamentalmente a la captación de recursos externos. Esto les ha permitido realizar múltiples investigaciones en distintas áreas, pero por lo general, sin que dichos centros tengan una coordinación entre sí y sin responder necesariamente a
131
Es preciso aclarar que el problema no radica en los centros por sí mismos, como dispositivos organizacionales, sino en el hecho de que los centros a los que aquí nos referimos, constituyen instancias adyacentes, sin interconexiones con el resto de las unidades académicas institucionales, con su propio staff que es, por lo demás, ajeno a la institución, o se comporta como tal, y con una vinculación externa con las empresas y entidades del sector productivo que, por lo demás, no tienen mayor participación en la propia definición, gestión y evaluación de las actividades de estos centros.
216
las políticas y estrategias de investigación y extensión de la institución. Esta situación coloca a estas instituciones ante el reto de evaluar las experiencias de estos centros y unificar criterios para enmarcarlas dentro de las prioridades y objetivos institucionales, sin llevarlos desde luego a perder su creatividad y capacidad de iniciativa propias.”132 La evaluación que hacen los empleadores de las universidades cuando se les interroga sobe la colaboración entre las empresas y las universidades locales en las actividades de investigación y desarrollo, no es menos crítica que la de los académicos. De acuerdo a las encuestas realizadas para calcular los índices de competitividad que se compilan en el Global Competitiveness Report del World Economic Forum, el puntaje asignado a las universidades dominicanas fue de 3.1, siendo el promedio asignado a las universidades e instituciones de investigación científica de los países de América Latina y el Caribe de 3.6 que, en comparación con el 5.5 en los países de mayores ingresos de la OCDE, es ya bastante bajo. Evaluación de las universidades realizada por los empleadores
132
Silié, Cuello & Mejía, Ob. Cit., p. 37.
217
Las instituciones de educación superior deberán plantearse si, queriendo vinculaciones efectivas con el sector productivo, sus políticas de gobierno no deberían abrirse para asegurar la participación de empresarios (y funcionarios públicos) en sus instancias de dirección a distintos niveles. Deberán, así mismo, plantearse si en el establecimiento de sus prioridades se comportan como sistemas aislados del entorno con una relación distal con el mercado y la sociedad, si su diseño organizacional en torno al conocimiento cristalizado –y no en torno a la producción del conocimiento- facilita el abordaje de problemas prácticos además de problemas disciplinares, si su cultura burocrática les permitirá interactuar estrechamente con sectores que deben obedecer a culturas empresariales y emprendedoras (incluso, de más en más, en la esfera pública). Deberán, por último, preguntarse esas instituciones de educación superior si, apoyadas en nuevos diseños y en una nueva cultura institucional, no deberán desplegar múltiples y variadas formas, novedosas, de interrelación con los agentes productivos (y de gobierno), fluidas y horizontales, puertas de doble sentido por las que puedan libremente salir sus integrantes (profesores, estudiantes, funcionarios) y entrar sus nuevos socios (empresarios, funcionarios públicos, dirigentes del tercer sector). De resolver con éxito el enfoque práctico de vinculación con el sector productivo (y con el gubernamental), las instituciones de educación superior podrían aprovechar una sustancial oportunidad. Esto así, por cuanto el tema no sólo tiene importancia general de larga data, sino que viene a ser subrayado por las transformaciones que deberá atravesar el modelo productivo del país, como parte de su ordenamiento económico y social. Nos referimos a las transformaciones que obedecen los imperativos y dinámicas provenientes de la inserción de nuestro país en la economía y las relaciones internacionales, particularmente de los acuerdos y esquemas de libre comercio a los que estamos adhiriéndonos con Estados Unidos y Centroamérica, como también con la Unión Europea. La necesidad de repensar todo el aparato productivo nacional, en sus niveles macro, meso y micro, enfatizando la reconversión de sectores enteros de dicho aparato así como el desarrollo de otros nuevos, en todo caso subrayando las funciones de investigación y desarrollo, como apuntando a un verdadero sistema nacional de innovación, abre varias puertas a la interacción universidad-sector productivo en los distintos niveles señalados. Los beneficios que ofrecen a las instituciones de educación superior un verdadero desarrollo de la vinculación con el sector productivo (y el gubernamental) en términos de impacto social, actualización curricular, formación práctica de los 218
estudiantes, desarrollo de investigación, consultoría, servicios y financiamiento de actividades, entre otros, podrían ser enormes. A éstos habría que adicionar la posibilidad de una intimidad que se exprese en un “goodwill” más sustantivo de los empresarios (y funcionarios gubernamentales) respecto de las instituciones de educación superior, y que se exprese en donaciones directas o contribuciones a fondos especiales o patrimoniales. El aprendizaje organizacional que tenga lugar para las instituciones de educación superior que se vinculen con el sector productivo, podría muy bien redundar en un mejor aprovechamiento por parte de éstas de las posibilidades de financiamiento internacional de fuentes privadas. El acceso a fuentes de financiamiento provenientes de fundaciones y otras organizaciones privadas extranjeras, ha sido restringido desde hace años no sólo debido a la creciente competencia internacional por fondos que de por sí muestran un limitado patrón de crecimiento, sino por una combinación de, por una parte, una orientación a centros especializados de investigación, y, por la otra, por la debilidad de las instituciones de educación superior para armar proyectos atractivos a dichas fundaciones y organizaciones, así como poder presentarlos a las mismas.
219
220
CAPÍTULO 7 LAS INSTITUCIONES DE ESTUDIOS SUPERIORES DESDE LA PERSPECTIVA DE SUS ESTUDIANTES
221
222
Introducción La apertura comercial que enfrenta la República Dominicana plantea más que nunca la problemática de una adecuada provisión de recursos humanos capaces de enfrentar un entorno más abierto y competitivo. Los capítulos anteriores han mostrado que la capacidad del tejido productivo para generar e incorporar nuevos desarrollos tecnológicos, o dicho de otra manera, la capacidad de absorción tecnológica de una economía, depende de la adecuada provisión de un capital humano capaz de generar ideas innovadoras y de reconocer el valor y adaptar nuevas tecnologías. Así, el vínculo entre el sistema universitario y el sector productivo es fundamental para asegurar la provisión de un insumo fundamental del proceso innovador. El objetivo del presente capítulo es indagar, desde el punto de vista de los estudiantes universitarios de término de áreas tecnológicas, si la futura fuerza laboral de estos sectores posee la capacidad para enfrentar los retos que la apertura comercial plantea. Específicamente, nos plantearemos las siguientes preguntas; ¿En qué medida están los estudiantes expuestos a contenidos, profesores, métodos de enseñanza, infraestructura y tecnología acordes con las nuevas necesidades? ¿Cuál es el grado actual de vinculación de los estudiantes de término de las áreas tecnológicas con el mercado laboral? ¿Cómo evalúan los estudiantes su vinculación actual? ¿Cuáles son las expectativas de los estudiantes de término sobre su futuro desempeño en el mercado laboral? ¿Se sienten los estudiantes adecuadamente preparados? Para responder a estas preguntas, después de describir brevemente las características generales de los estudiantes encuestados, abordaremos en una segunda sección un diagnóstico y evaluación de la oferta educativa superior desde el punto de vista de los estudiantes. En una tercera sección exploraremos la vinculación de los estudiantes con el mercado laboral. Finalmente, en una cuarta sección identificaremos las expectativas de los estudiantes con respecto a su futuro desempeño en el mercado laboral.
Descripción de la muestra y metodología de levantamiento de la información Diseño muestral La investigación aborda un segmento de la población estudiantil universitaria, los estudiantes de término, definidos como aquellos que se encuentran cursando el último año de su carrera universitaria. Se parte del supuesto de que ese segmento universitario posee los conocimientos para responder preguntas sobre el quehacer 223
productivo y el uso de tecnología, así como para percibir las acciones de la universidad orientadas a formar en materia de información y desarrollo tecnológico.
Construcción del Marco Muestral y formación de Estratos. Se conceptualizó un marco muestral, basado en un levantamiento de las secciones que cursan los estudiantes de último año en las diferentes universidades. Estas, a su vez, comprenden el total de estudiantes de término, que es la población objetivo. Por otra parte, el marco muestral de secciones fue conformado por estudiantes de las siguientes carreras: 1. Ingenierías 2. Mercadotecnia 3. Economía 4. Administración (todas) 5. Medicina y afines 6. Biología y Química La elección de la carrera estuvo basada en la premisa de que estos son los estudiantes más vinculados al quehacer tecnológico. La muestra de estudiantes fue seleccionada de las escuelas y programas que se detallan en el cuadro siguiente. Escuelas y programas incluidos en el estudio Escuelas Programas Ingeniería Ingeniería de Sistemas /Informática Ingeniería Electrónica Ingeniería Mecánica Ingeniería Eléctrica Ingeniería Telemática Ingeniería Civil Ingeniería Química Ingeniería Industrial Administración Administración de empresas Administración Hotelera Administración Turística Economía Economía Mercadeo Mercadotecnia Ciencias Médicas Medicina Bioanálisis Odontología Farmacia Biología Biología y Química Química Fuente: SEESCyT
224
Dada la ausencia de un marco de lista, se partió de un conjunto de secciones que se registraron en visitas previas, para la configuración del marco muestral. El mismo incluyó todas las asignaturas correspondientes al último año de cada programa. Para tales fines, se contó con un personal que estuvo a cargo de las labores de levantamiento de los datos para la elaboración del marco de secciones de cada una de las universidades seleccionadas.
Tamaño de muestra Las unidades primarias de muestreo fueron las universidades. Dada la dificultad para conformar el marco de secciones oportunamente y su costo, se procedió a una selección experta de universidades, según la magnitud de su matrícula y su tendencia manifiesta al uso, promoción y enseñanza en materia de tecnología e innovación de procesos. El total de estudiantes universitarios, para el año 2002, alcanza unos 278,812, después de excluir aquellos que están matriculados en universidades militares, escuelas normales, seminarios religiosos, entre otros. La magnitud de estudiantes en las universidades seleccionadas representa el 84.24% del total, los cuales se presentan en el cuadro siguiente, distribuidos por universidad: Distribución de la matrícula de estudiantes según universidades seleccionadas
Universidades Universidad Autónoma de Santo Domingo Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra Universidad APEC Universidad Católica de Santo Domingo Instituto Tecnológico de Santo Domingo Universidad Tecnológica de Santiago Universidad Dominicana O & M Universidad Central del Este Universidad del Caribe Total
Matrícula 125,624 14,240 7,838 5,281 4,344 34,620 26,046 8,978 7,906 234,877
Las unidades secundarias de muestreo la integraron las secciones de estudiantes que cursaban el último año del programa, tal como se describió anteriormente, las mismas alcanzaron unas 2,695. En la tercera etapa de muestreo participaron como elementos los estudiantes, los cuales fueron seleccionados con la aplicación de un procedimiento aleatorio y sistemático en cada sección de la muestra. 225
Muestra polietápica de estudiantes universitarios de término, según universidad
Muestra de secciones estudiantes de término por universidades, según programas
Muestra de estudiantes de término por universidades, según programas
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Cuestionario Se diseño un cuestionario de aproximadamente 70 preguntas a ser aplicado presencialmente. El contenido temático del instrumento se estructuró en varias secciones que capturaron los siguientes aspectos: (i) evaluación de los profesores y de la enseñanza recibida, (ii) evaluación del nivel de exigencia de las universidades; (iii) evaluación de la cobertura temática; (iv) actividades de pasantía e investigación; (v) evaluación de la dotación de laboratorios; (vi) evaluación de servicios computacionales; (vii) evaluación de la dotación de bibliotecas; (viii) evaluación del grado de preparación para enfrentar el mercado laboral; (xix) evaluación de una eventual continuación de estudios; (xx) disponibilidad y uso por parte de los estudiantes de tecnologías de la información y comunicación (TICs); ; (xxii) actividades laborales de los estudiantes; y finalmente, (xxi) características sociodemográficas generales de los estudiantes y sus hogares.
Características generales de los estudiantes Presentamos en esta sección una descripción general de las características socioeconómicas de los estudiantes encuestados. Asimismo, exploramos las eventuales diferencias de los estudiantes según las instituciones y programas académicos que frecuentan. La edad promedio de los estudiantes de término es de aproximadamente 24 años, siendo los estudiantes de la Universidad Central del Este e INTEC los más jóvenes en promedio (22 y 22.2 años promedio) y los estudiantes de la Universidad del caribe y la UASD los de más edad (28 y 25.6 años respectivamente). La dispersión de las edades también es amplia si analizamos la edad de los estudiantes según programa de estudio cursado. Los estudiantes más jóvenes pertenecen a las carreras de economía y administración de empresas (21.5 años promedio) mientras que los estudiantes de mayor edad cursan ingeniería electromecánica, mercadotecnia y otras ingenierías (más de 25 años). Desde el punto de vista del sexo, la Universidad Central del Este posee una mayor proporción de estudiantes mujeres (70%), mientras que la universidad con una mayor proporción de estudiantes de término hombres es INTEC (72%). Desde el punto de vista de las carreras cursadas, los estudiantes de Turismo/Hotelería, Mercadotecnia y Medicina/Odontología son en su mayoría mujeres (85%, y 65% respectivamente). Por otro lado, como era de esperarse, las ingenierías muestran una mayor proporción de estudiantes hombres (93% de los estudiantes de ingeniería electromecánica son hombres, por ejemplo).
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En lo que se refiere a la composición de los hogares de los estudiantes, las 2/3 partes de los encuestados declaran ser hijos del jefe de hogar. Cabe destacar como excepción la Universidad del Caribe con más de la mitad de sus estudiantes jefes de sus hogares. Asimismo, cerca del 44% de los estudiantes proviene de un hogar cuyo jefe posee un nivel educativo universitario. Este indicador presenta una gran variabilidad, por ejemplo, los estudiantes de INTEC, PUCMM y USCD poseen 75%, 63% y 58% de jefes de hogar universitarios respectivamente, contra sólo el 20% de los estudiantes de UTESA. Conforme a lo anterior, el ingreso del hogar declarado por los estudiantes varía considerablemente según institución de educación superior. De esta manera, un poco menos del 50% de los estudiantes de INTEC y PUCMM declaran provenir de hogares que reciben más de 75,000 pesos al mes, mientras que sólo el 3% y el 5% de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y UTESA declaran ese nivel de ingreso mensual del hogar. De manera general podemos concluir que existen importantes diferencias socioeconómicas entre los estudiantes de las diferentes universidades abordadas en el estudio. Emergen claramente dos grupos de universidades de acuerdo a las características socioeconómicas promedio de sus estudiantes. Por un lado, INTEC, la PUCMM, la USCD y APEC concentran a los estudiantes con mayores recursos económicos, mientras que la UASD, UCE, OyM y UTESA poseen el estudiantado menos favorecido.
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Diagnóstico y evaluación de la oferta educativa superior desde el punto de vista de los estudiantes a) Calidad general del profesorado En general los estudiantes se declaran satisfechos con la calidad general del profesorado (el 97% evalúa como buena o muy buena la calidad general de la enseñanza recibida a lo largo de su carrera). Dentro de este contexto positivo, el aspecto relativamente más criticado es la actualidad de los conocimientos del cuerpo docente con un 91% de opiniones favorables.
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Desde el punto de vista de las instituciones académicas, los estudiantes de las universidades privadas de la capital (INTEC, PUCMM, USCD) están más satisfechos con sus profesores que los estudiantes de la UASD o de las universidades de provincia. Por ejemplo, 52% de los estudiantes de INTEC declaran que sus profesores son “muy buenos” en la actualidad de sus conocimientos contra sólo un 13% de los estudiantes de la UASD. Desde la perspectiva de las carreras cursadas, sólo destacan los estudiantes de economía quienes se declaran más satisfechos que el resto de los estudiantes con la calidad general de la enseñanza recibida y el dominio de su materia por parte de los profesores. Finalmente, un aspecto notable es que la satisfacción con la calidad general de la enseñanza se incrementa a medida que aumenta el ingreso declarado de los hogares a los cuales pertenecen los estudiantes. Los estudiantes pertenecientes a hogares con más ingreso se declaran globalmente más satisfechos con la calidad del profesorado que los estudiantes de menores recursos económicos. Este comportamiento se repite para todos los aspectos evaluados. Evaluación de la calidad general de los profesores según institución de educación superior
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Evaluación de la calidad general de los profesores según programa cursado
b) Calidad y adecuación de los contenidos En general, los contenidos entregados por las universidades son juzgados de manera más severa que el profesorado. El aspecto relativamente mejor evaluado es la cobertura de los temas relevantes para la profesión, mientras, que el aspecto más criticado es el abordaje de temas tecnológicos (1/4 de los estudiantes declara que este abordaje es muy malo o malo). Esto es particularmente preocupante si consideramos que la investigación se concentra en estudiantes de carreras tecnológicas. Los estudiantes de la UASD (en lo que se refiere a instituciones), y de las carreras de Turismo, Medicina/Odontología, y de Ingeniería Civil son los que juzgan más severamente la discusión de estos aspectos.
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El pensum es bien calificado en general, destacándose los estudiantes de INTEC y de la Universidad del Caribe como particularmente contentos con la estructura de su currículo. El nivel de exigencia demandado por las universidades es evaluado como más elevado que lo que sería necesario por el 65% de los estudiantes, siendo los alumnos de INTEC los más descontentos con los niveles de exigencia demandados.
Evaluación de la calidad y adecuación de los contenidos según programa cursado
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Evaluación de la calidad y adecuación de los contenidos según institución de educación superior
Evaluación de la calidad y adecuación de los contenidos según programa cursado
c) Métodos y materiales de enseñanza Además de las tradicionales charlas, los métodos más utilizados por los profesores para dictar clases son las presentaciones en PowerPoint o con diapositivas. Es
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notable la relativa alta incidencia de utilización de métodos audiovisuales (videos o películas) de casi un 30%. Por otro lado, destaca la baja frecuencia de utilización de presentaciones (PowerPoint o diapositivas en la UASD, UCE; U. del Caribe y U. O&M). Finalmente, los trabajos grupales o presentaciones de estudiantes son muy frecuentes, no así la participación de expertos invitados (sólo un 8% de los estudiantes declara haber recibido clases de esta naturaleza).
En lo que se refiere a los materiales de apoyo, como era de esperarse, los libros de texto son el principal material de aprendizaje para el 85% de los estudiantes. Asimismo, se observa una relativa baja frecuencia de utilización de artículos especializados en revistas profesionales (35%). Esta característica puede estar relacionada con la relativa baja evaluación de la actualización del conocimiento de los profesores. La dispersión del acceso a revistas profesionales es grande entre carreras cursadas, por ejemplo, el 87% de los estudiantes de Economía ha estado expuesto a artículos especializados de revistas profesionales contra un 10% de los alumnos de Ingeniería Mecánica o un 25% de los alumnos de Ingeniería Civil. 236
Métodos y materiales de enseñanza según institución
Métodos y materiales de enseñanza según programa cursado
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d) Acceso a laboratorios y bibliotecas La gran mayoría de los estudiantes ha tenido acceso a prácticas en laboratorios, esencialmente laboratorios de informática y específicos a cada carrera. La cantidad y calidad de prácticas recibidas es globalmente bien evaluada. No obstante, los alumnos de las universidades UCSD y UTESA y de las carreras de Ing. Mecánica y de Sistemas destacan por su baja evaluación.
Tipo de laboratorio al cual ha asistido el estudiante
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Por otro lado, el uso de las bibliotecas es menor del esperado. Aproximadamente el 40% de los estudiantes declara hacer poco o algún uso de las facilidades de biblioteca provistas por sus universidades. En promedio los estudiantes declaran pasar un poco menos de 4 horas a la semana en la biblioteca, siendo los estudiantes de USCD e INTEC aquellos que le dedican menos tiempo (un poco más de 2 horas semanales), mientras que los estudiantes de la UASD y PUCMM consagran un poco menos de 5 horas semanales a estas actividades. El tipo de uso más frecuentemente dado a las bibliotecas es, como era de esperarse, la consulta de libros de texto especializados. Cabe destacar que la biblioteca es también un lugar importante de acceso a internet. ¿Qué tanto uso has hecho de la biblioteca como estudiante?
Tipo de actividad frecuente en la biblioteca
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Horas promedio semanales dedicadas a uso de bibliotecas según institución de educación superior
e) Acceso a computadoras e Internet El acceso a computadoras e internet es generalizado entre los estudiantes encuestados. En este sentido, más del 90% de los estudiantes declaran haber utilizado un computador e internet durante el último mes previo a la encuesta. Adicionalmente, cerca del 75% y el 66% de los estudiantes usan diariamente computadoras e Internet, respectivamente. Sin embargo, la intensidad de ese uso varía considerablemente entre las diferentes universidades. De esta manera sólo el 50% de los estudiantes de las universidades UASD, UCE, U. O&M y UTESA declaran un uso diario de estas herramientas contra más del 90% de los estudiantes de INTEC y el 80% de las universidades PUCMM, APEC, USCD y del Caribe. Uso de computadoras por parte de los estudiantes
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Uso de computadoras según programa cursado
Las aplicaciones informáticas más frecuentemente utilizadas por los estudiantes son los procesadores de palabras (91%), los programas de diseño de presentaciones (67%) y las hojas de cálculo (55%). Los estudiantes de las universidades INTEC, PUCMM, APEC y USCD declaran más frecuentemente dominar muy bien los programas de diseño de presentaciones. Contrariamente a lo que se podría esperar dado el amplio uso de la tecnología declarado, más de un tercio de los estudiantes evalúa como muy malo o malo el acceso a herramientas tecnológicas provisto por las universidades. Los estudiantes de las universidades UASD, Universidad O&M y UTESA son los más severos en esta evaluación. Desde el punto de vista de las carreras, los estudiantes de todas las ingenierías y los estudiantes de turismo se muestran más inconformes que el promedio en este tema. Esta aparente paradoja puede explicarse al examinar la dotación tecnológica de los hogares de los estudiantes. En general, el 83% de los estudiantes posee una computadora en su hogar y el 63% una conexión propia a Internet. El acceso a las tecnologías de la información y comunicación (TICs) depende en gran medida de las posibilidades del propio estudiante. Se puede distinguir dos tipos de IES de acuerdo al acceso propio a computadoras e Internet por parte de sus estudiantes; por un lado, INTEC, PUCMM, USCD, APEC y en menor medida la Universidad del Caribe poseen un amplio acceso a las TICs, mientras que por otro lado, los estudiantes de la UASD, UTESA, U. O&M y UCE poseen niveles significativamente más bajos de acceso. La brecha socioeconómica existente entre los estudiantes de las universidades se traduce en una importante disparidad en el acceso a las TICs.
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Evaluación del acceso a tecnología según ingreso mensual del hogar
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Evaluación del acceso a tecnología según institución de educación superior
Evaluación del acceso a tecnología según programa cursado
Quizás una causa adicional de la relativa insatisfacción con el acceso provisto por las IES a las TICs; provenga del hecho de que la universidad no ha sido la entidad que ha suministrado el entrenamiento para el uso de programas informáticos (sólo un 11% de los estudiantes declara haber aprendido el uso de estos programas en cursos tomados en las universidades). Este aprendizaje se ha realizado generalmente de manera independiente (48% de los estudiantes) o en entidades no universitarias (41% de los estudiantes). Finalmente, de manera sorprendente, alrededor de la mitad de los estudiantes declara haber asistido a clases de un profesor dotado de una página Web y un tercio de los estudiantes declara tener por lo menos un profesor actual con una página en Internet.
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f) Aprendizaje de idiomas El dominio del Inglés es amplio entre los estudiantes de término, el 80% de éstos lo lee, el 73% lo escribe y el 67% lo habla. Aproximadamente el 90% de los estudiantes de las universidades INTEC, PUCMM y APEC declaran dominar el inglés contra sólo la mitad de los estudiantes de las universidades Universidad O&M, UTESA o Universidad del Caribe. Sólo un poco más del 50% de los estudiantes de las carreras de Mercadotecnia e Ing. Mecánica declara dominar el Inglés contra más del 70% para el resto de las carreras.
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Vinculación con el mercado laboral a) Vinculación informal, estudiantes-trabajadores El vínculo informal con el mercado laboral, entendido como una actividad remunerada del estudiante, llevada a cabo de manera independiente de sus actividades académicas, es importante. Aproximadamente, la mitad de los estudiantes encuestados trabaja. De estos, un 68% lo hace a tiempo completo y un 75% labora en empresas privadas. Las diferencias entre IES son importantes en relación a este aspecto: sólo el 30% de los estudiantes de la PUCMM trabaja, contra más de un 90% de la USCD y del Caribe.
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Condición laboral según institución
Contrariamente a lo que podría esperarse, la condición de trabajadores de los estudiantes aparentemente no impacta su rendimiento académico. Los resultados de la encuesta nos sugieren que, en promedio, los estudiantes que trabajan poseen mejores índices académicos que aquellos que no lo hacen. Más aún, los estudiantes empleados a tiempo completo ostentan índices más elevados que los que trabajan de manera ocasional o a medio tiempo.
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Índice académico promedio como desviación a la media de su institución, según condición laboral en términos de dedicación
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b) Vinculación formal, pasantías, proyectos i. Incidencia de pasantías De manera opuesta a la vinculación informal estudiada en la sección anterior, la relación formal con el mundo laboral, entendida como la participación en actividades de pasantías en empresas, promovidas por las IES es mínima. Más del 80% de los estudiantes declara no haber participado en una pasantía, argumentando que están esperando estar más cerca del fin de su carrera para emprender una, contradiciendo la condición de estudiantes de término de los respondientes. Entre los estudiantes que sí han realizado o están realizando una pasantía, aproximadamente la mitad declara haber sido remunerado por esa actividad. El 45% de los alumnos de la PUCMM han participado en pasantías contra el 10% de los estudiantes de INTEC o el 4% de los estudiantes de la Universidad O&M. Las carreras con mayor incidencia de pasantes son Economía e Ing. Industrial (40% de los alumnos han o están participando en una pasantía).
ii. Rol de la universidad en el acceso a pasantías La participación de las universidades en la facilitación de este tipo de actividades es reducida, el 60% de los estudiantes pasantes declara haber conseguido la pasantía por cuenta propia, el 68% declara que su programa de estudios no contempla este tipo de actividades No obstante, cuando la pasantía ocurre, más del 80% de los que están o han participado en estas actividades, declara que debe entregar un informe a su 248
universidad. Cabe destacar que contrariamente al resto de las universidades, 60% de los estudiantes pertenecientes a la UASD que han participado en estas actividades lo hicieron a través de la universidad.
iii. Tipo de empresas que acogen a los pasantes Aproximadamente el 60% de los estudiantes realizó su pasantía en una empresa privada y sólo el 24% en una institución pública. Un poco menos de la mitad de los pasantes realizó la actividad en una institución de más de 150 empleados. No obstante, una vez más los estudiantes de la UASD son atípicos, ya que aproximadamente el 49% de los pasantes provenientes de esa universidad, realizó la actividad en un organismo del Sector Público. 249
iv. Nivel de responsabilidad, tipo de actividades y evaluación por parte de los estudiantes Típicamente las pasantías duran de 1 a 3 meses (70%), la mitad de los pasantes son remunerados por su actividad. De manera sorprendente, el nivel de responsabilidad entregado a los estudiantes durante sus prácticas, es percibido como alto o muy alto por los encuestados (63% y 24% respectivamente). Por otro lado, más del 95% de los estudiantes declara que la pasantía fue o es importante o muy importante para su carrera al permitirles adquirir experiencia práctica de trabajo (60%), aplicar conocimientos adquiridos (33%) y conocer la realidad empresarial (10%).
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Características de las pasantías según institución
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Características de las pasantías según programa cursado
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Expectativas de los estudiantes a) Percepción de la preparación para el mundo laboral El grado de confianza de los estudiantes respecto a su preparación para enfrentar el mercado laboral es relativamente alto, más del 70% de los estudiantes declara estar bastante o muy bien preparado para enfrentar los retos del entorno laboral.
De manera más específica, los estudiantes expresan una mayor confianza acerca de su dominio de los aspectos teóricos que de los aspectos prácticos de su profesión. Los estudiantes de INTEC y de la Universidad del Caribe son los más optimistas con respecto a su preparación teórica y práctica (90% consideran estar bastante 253
o muy bien preparados en aspectos teóricos), mientras que los estudiantes de la USCD y Universidad O&M son los más inseguros (menos del 50% consideran estar bastante o muy bien preparados en aspectos teóricos y prácticos).
El aspecto menos favorablemente valorado es la preparación en el dominio de equipos y tecnologías usados en su profesión, esto es particularmente preocupante si consideramos que la mayoría de los estudiantes encuestados pertenece a carreras del ámbito tecnológico. Los estudiantes de la UASD, UCE, Universidad O&M y UTESA son los más preocupados por este aspecto de su formación, mientras que los estudiantes de INTEC, PUCMM, APEC y Universidad del Caribe se muestran particularmente contentos con su dominio de los aspectos tecnológicos de su formación. En lo que se refiere a la percepción de aspectos menos tecnológicos de su preparación, un poco más del 60% declara sentirse bien preparado en aspectos culturales y humanísticos y más del 70% haber desarrollado habilidades de trabajo en equipo adecuadas. Finalmente, un poco más del 60% de los estudiantes declara conocer aceptablemente las necesidades de las empresas de su área de especialización. Los estudiantes de INTEC, APEC y la Universidad del Caribe están particularmente satisfechos con este aspecto, mientras que los más inseguros son los estudiantes de la UASD y la Universidad O&M. Adicionalmente, los estudiantes de Adm. de Empresas, Mercadotecnia, Economía, Ing. Electromecánica, Medicina y Odontología declaran conocer adecuadamente las 254
exigencias del mercado laboral en sus respectivas áreas, mientras que los estudiantes de las carreras de Turismo, Ing. de Sistemas, Ing. Civil y otras ingenierías se sienten relativamente menos satisfechos con su formación en ese ámbito. Evaluación del grado de preparación en aspectos tecnológicos, trabajo en equipo, formación cultural y necesidades de las empresas según características socio demográficas (1)
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Evaluación del grado de preparación en aspectos tecnológicos, trabajo en equipo, formación cultural y necesidades de las empresas según características socio demográficas (2)
b) Tipos de actividades laborales preferidas y futuras actividades empresariales La actividad más probable después de terminar el programa de estudios, es seguir estudiando (58%) y de manera simultánea conseguir un empleo en una empresa u organización (41%). No obstante, cuando se les pregunta a los estudiantes cuál será la actividad que estarán desarrollando dentro de veinte años, en este caso más de la mitad (59%), 256
se visualiza como dueño de un negocio propio y el 25% como profesional independiente. Sólo el 12% se proyecta como empleado de una empresa privada. El paso por la empresa privada es claramente percibido como una etapa hacia una actividad independiente. Esta etapa es percibida como necesaria para acumular experiencia laboral y capital, tanto financiero como social, antes de lanzarse a una aventura empresarial independiente.
c) Eventuales futuras actividades académicas La gran mayoría (80%) de los estudiantes que expresaron el deseo de continuar sus estudios, dijeron que harán inmediatamente terminados sus estudios actuales. El tipo de programa que desean seguir es una maestría o un postgrado (48% y 38% respectivamente), sólo el 3% de los estudiantes se declara interesado por estudios de doctorado. Finalmente, un tercio de los estudiantes desea seguir estos estudios 257
en el extranjero, otro tercio en otra universidad del país y un 28% en su misma universidad actual.
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Conclusión Después de haber esbozado un panorama general de la percepción de los estudiantes de término de carreras tecnológicas sobre la calidad de su educación, podemos concluir que los estudiantes están globalmente satisfechos con la calidad general de la enseñanza recibida, y que los profesores y los contenidos son bien evaluados en general. El contraste de esta apreciación con las debilidades antes evidenciadas del sistema educativo superior, sugiere, por un lado, la percepción de empleabilidad garantizada por la educación universitaria y, por otro, el limitado conocimiento de los estudiantes sobre los retos que habrán de enfrentar en un proceso creciente de apertura. Dentro de este contexto positivo, los aspectos relativamente más criticados son la actualidad de los conocimientos del cuerpo docente y el abordaje de temas tecnológicos (1/4 de los estudiantes declara que este abordaje es muy malo o malo). Esto último es preocupante si consideramos que la investigación se concentró en estudiantes de carreras tecnológicas. En lo que se refiere a las condiciones materiales de estudio, se observa una relativa baja frecuencia en la utilización de artículos especializados en revistas profesionales (35%). Esta característica se relaciona directamente con la relativa baja evaluación de la actualización del conocimiento de los profesores y nos lleva a interrogarnos sobre la calidad de un profesorado no exclusivamente dedicado a labores de docencia e investigación. En lo relativo al acceso a las tecnologías de información y comunicación (TICs), éste es extendido entre los estudiantes encuestados. En este sentido más del 90% de los estudiantes declaran haber utilizado un computador e internet durante el último mes previo a la encuesta. De manera adicional, aproximadamente el 75% y el 66% de los estudiantes usan diariamente computadoras e internet respectivamente. Cabe destacar que existen diferencias en este acceso entre las diferentes IES y las condiciones socioeconómicas de los estudiantes. Estas diferencias se traducen en que más de un tercio de los estudiantes evalúa como muy malo o malo el acceso a herramientas tecnológicas provisto por las universidades. Esta aparente paradoja (amplio acceso y mala evaluación) puede explicarse al examinar la dotación tecnológica de los hogares de los estudiantes. En general, el 83% de los estudiantes posee una computadora en su hogar y el 63% una conexión propia a Internet. El acceso a las TICs depende de las posibilidades del propio estudiante. Desde el punto de vista de la relación de los estudiantes con el mercado del trabajo, existe un importante vínculo informal con el mercado laboral, entendido como una actividad remunerada del estudiante, llevado a cabo de manera independiente de sus 259
actividades académicas. Aproximadamente la mitad de los estudiantes encuestados trabaja. De estos, un 68% lo hace a tiempo completo y un 75% labora en empresas privadas. De manera opuesta, la relación formal con el mundo laboral, entendida como la participación en actividades de pasantías en empresas, promovidas por las IES, es mínima. Más del 80% de los estudiantes declara no haber participado en una pasantía. El relativo fuerte vínculo con el mercado laboral hace que el grado de confianza de los estudiantes respecto a su preparación para enfrentar el mundo del trabajo sea relativamente alto, más del 70% de los estudiantes declara estar bastante o muy bien preparado para enfrentar los retos futuros. De manera más específica, los estudiantes expresan una mayor confianza acerca de su dominio de los aspectos teóricos que de los aspectos prácticos de su profesión. El aspecto menos favorablemente valorado es la preparación en el dominio de equipos y tecnologías usados en su profesión, aspecto clave dadas las características de los encuestados. Finalmente, al abordar aspectos relacionados con la capacidad empresarial de los estudiantes, la actividad más probable después de terminar el programa de estudios es conseguir un empleo en una empresa u organización (41%). No obstante, cuando se les pregunta a los estudiantes cuál será la actividad que estarán desarrollando dentro de veinte años, más de la mitad se visualiza como dueño de un negocio propio, ¼ como profesional independiente y sólo el 12% se proyecta como empleado de una empresa privada. El paso por la empresa como empleado es percibido como una etapa hacia una actividad independiente que puede servir para acumular experiencia laboral y capital, tanto financiero como social, antes de lanzarse a una aventura empresarial independiente.
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CAPÍTULO 8
LA VISIÓN DE LAS INSTITUCIONES DE ESTUDIOS SUPERIORES: UN ANÁLISIS CUALITATIVO
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Introducción Este capítulo discute la visión de los directivos de las instituciones de estudios superiores del país, basado en el análisis de un conjunto de entrevistas aplicadas a directivos (rectores y directores) de diversas instituciones de estudios superiores. De este modo, la exposición que sigue refleja el análisis de contenido de los puntos de vista de la dirigencia universitaria del país. La intención esencial consistía en capturar la visión del entrevistado sobre la relevancia de la innovación y uso de tecnologías en la estrategia de desarrollo, el rol de sus instituciones dentro de ese proceso, las iniciativas actualmente en curso, entre otros aspectos. Asimismo, se procuraba analizar el grado en que la visión de la dirigencia universitaria coincide o se aleja de la visión presidencial expresada en numerosas vías, la cual apunta hacia la necesidad de que el aparato productivo del país avance hacia una mayor profundización tecnológica. Metodología En correspondencia con el objetivo enunciado, las entrevistas fueron organizadas en torno a un protocolo que contenía los siguientes puntos: Características de las instituciones ¿Cómo se caracterizan las IES en términos de su filosofía y misión? ¿Cuál es la orientación dominante en sus programas de estudios? ¿Cuáles son las características de sus docentes? ¿Qué planes tienen para desarrollarlos? ¿Cuál es el grado de incorporación tecnológica en sus currícula y procesos de enseñanza? Actividades de Interfase: ¿Cuáles son las prácticas e iniciativas de las IES en materia de: a) investigación, b) extensión, c) prestación de servicios? ¿Qué puede vislumbrarse en el futuro? Vinculación IES - sector productivo-gobierno ¿Qué tipo de vinculación existe entre las universidades con el aparato productivo? ¿Qué tipo de vinculación existe entre las universidades con el aparato gubernamental? ¿Qué dispositivos organizacionales emplean para ello? ¿Qué puede vislumbrarse en el futuro?
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Anticipación / Respuesta a Nuevas Demandas ¿Cuál es la visión de las IES de las demandas y retos planteados por la apertura económica y los acuerdos de libre comercio? ¿Qué respuestas implementan o proyectan? ¿Qué puede vislumbrarse en el futuro? Valoración de Propuestas y Políticas Presidenciales SEESCyT ¿Cuál es la percepción / valoración de las propuestas e iniciativas (visión) del Presidente en materia de educación superior? ¿Respecto de la SEESCyT? Valoración Ed. Superior estudiantes ¿Cuál es la valoración de la educación superior por parte de los actuales estudiantes? ¿Cuál es su nivel de satisfacción? ¿Cuáles son sus expectativas y planes? Formación y capacidad de los profesores Estrategias, técnicas y materiales de enseñanza Actividades de aprendizaje y formación Experiencias de pasantías, proyectos, investigaciones Recursos informáticos, de laboratorios, de bibliotecas
Las instituciones entrevistadas fueron escogidas a partir de diversos criterios. Por un lado, se consideró razonable incluir aquellas instituciones que agrupan el mayor número de estudiantes, considerando que la visión de la dirigencia de tales instituciones afectaría directamente la formación del mayor número de egresados profesionales. Sin embargo, ese criterio fue complementado mediante la toma en consideración de otros aspectos, tales como la reputación de la entidad en materia de tecnología, la ubicación geográfica o la existencia de programas de orientación tecnológica dentro de su oferta auricular. Esos criterios llevaron a la selección de trece universidades: UASD, PUCMM, UNPHU, UCE, INTEC, UNAPEC, UCNE, UTESA, O&M, UCATECI, UCSD, UNIBE, IPL entre otras. La exposición que sigue incorpora tanto la opinión de los rectores como de los directivos, destacando contrastes y semejanzas según se considere necesario a partir de la información recogida.
1. Aproximación a la misión, visión y filosofía institucional de las instituciones de educación superior En general, de acuerdo a las respuestas de los directivos entrevistados, no hay evidencias de procesos sistemáticos de re-examen de la misión y filosofías institucionales como parte de ejercicios de formulación estratégica o análisis
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institucional, salvo en el caso de una de las instituciones que se encuentra próxima a un re-lanzamiento sobre la base de un largo proceso de auto-examen y de un ejercicio sistemático de formulación estratégica. Los entrevistados se expresan más bien de maneras que hacen ver un mantenimiento de las formulaciones originarias de las respectivas instituciones, formulaciones que en una parte minoritaria de los casos parecen haber sido sometidas a procesos de ajuste secundario y gradual, por medio del cual se actualiza la manera de interpretar dichos mandatos fundacionales. Lo anterior concuerda con la tradicional tendencia a la alta estabilidad de las definiciones fundacionales de las instituciones de educación superior. Para la amplia mayoría de las instituciones consideradas, las respuestas de sus directivos en términos de sus aportes a la sociedad se fundan exclusivamente en las contribuciones mediatas realizadas en tanto que entidades formadoras de recursos humanos; en otras palabras, al ser cuestionados sobre la naturaleza y grado de los aportes institucionales a la sociedad, cifran los mismos en términos de la función docente o formadora de recursos humanos requeridos, sin que exista alusión espontánea a la funciones de investigación, de extensión, de prestación de servicios o de espacio de crítica o reflexión académica sobre las situaciones, problemas y propuestas de distinto orden que se plantean en la sociedad dominicana. Lo anterior es consistente con el predominio en la educación superior dominicana del modelo profesionalizante (napoleónico) de sus instituciones, no obstante haber sido perneado el discurso formal con aspiraciones de tipo humboldtiano o provenientes de los prototipos de universidad de investigación (research university) de los Estados Unidos de América. Tampoco emergen de manera espontánea, en las respuestas de la mayoría de los directivos entrevistados, alusiones a los resultados de procesos de planeamiento estratégico en los que se hayan formulado visiones y líneas estratégicas de accionar institucional para una etapa particular –salvo en el caso de tres de las instituciones-, ni referencias explícitas a las demandas y desafíos planteados por los procesos de apertura de nuestra economía y sociedad, de inserción en esquemas específicos de comercio internacional y de redefinición de su modelo económico.
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Realización reciente de ejercicios de planeamiento estratégico institucional (diferente al plan quinquenal requerido por la SEESCyT)
A, C, E, M Formulación de un Plan Estratégico Institucional en los últimos 5 años.
F, I, K, L Evidencias de ejercicios o toma de decisiones estratégicos (sin un plan formal formulado).
B, D, G, No evidencias de formulación de un Plan Estratégico Institucional
En el caso de dos de las instituciones, las respuestas de sus principales directivos apuntaron a la necesidad de ajustar las respuestas institucionales a los cambios experimentados por la sociedad dominicana sobre la base de una redefinición institucional de los ámbitos de acción, en un caso, y de una reafirmación de la vocación de calidad y excelencia en términos de procura de acreditaciones internacionales, en el otro caso. En general, los directivos entrevistados argumentan la justificación de sus instituciones aludiendo a una o más de las tres razones que enumeramos a continuación: • excelencia académica y calidad de la preparación de los egresados, • oportunidad de acceso a la educación superior a estudiantes que de otra manera no la tendrían o les sería muy difícil, • contribución de base regional a la formación de recursos humanos. Énfasis misional según las respuestas espontáneas de los directivos entrevistados D , G E, H, K F, M B, I, L E, H, J Acceso libre o amplio a la educación superior y amplia oferta curricular
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Acceso libre o amplio regional a la educación superior
Formación de profesionales requeridos por el sector empleador
Formación de recursos humanos en procura de la excelencia
Formación en valores humanísticoscristianos
A,C Contribución
al desarrollo de la sociedad dominicana
En otras palabras, los directivos entrevistados no ofrecen mayores elaboraciones en términos de las bases de diferenciación de sus respectivas instituciones dentro del sistema de educación superior dominicano.
Resumen • no hay evidencias de procesos sistemáticos de re-examen de la misión y filosofías institucionales como parte de ejercicios de formulación estratégica o análisis institucional; • las respuestas espontáneas de los directivos entrevistados con relación a los aportes de sus instituciones a la sociedad, se fundan exclusivamente en las contribuciones mediatas realizadas en tanto que entidades formadoras de recursos humanos; • no hay alusión espontánea a las funciones de investigación, de extensión, de prestación de servicios o de espacio de crítica o reflexión académica sobre las situaciones, problemas y propuestas de distinto orden que se plantean en la sociedad dominicana; • salvo en el caso de tres de las instituciones no hay referencias espontáneas a procesos de planeamiento estratégico en los que se hayan formulado visiones y líneas estratégicas de accionar institucional para una etapa particular; • en general, los directivos entrevistados argumentan la justificación de sus instituciones aludiendo a una o más de las tres razones: excelencia académica en la calidad de la formación, acceso a la educación superior, acceso regional a la educación superior; • en general no se ofrecen mayores elaboraciones en términos de las bases de diferenciación de sus respectivas instituciones dentro del sistema de educación superior dominicano.
2. Enfoque y oferta curricular de la institución en sus distintas carreras y programas Al explorar por el modelo o enfoque curricular de las instituciones, la mayoría de los directivos entrevistados se refirieron al tipo de oferta curricular de las mismas, antes que al enfoque curricular propiamente o al modelo educativo institucional. En otras palabras, salvo en uno de los casos, no se encontraron referencias por parte de los directivos entrevistados a enfoques o modelos curriculares explícitos en sus instituciones.
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En el caso excepcional señalado, la referencia a un enfoque o modelo curricular remitió principalmente y consistentemente a la estructuración curricular en ciclos y se reportó haber iniciado los trabajos y debates para la formulación de un modelo de enseñanza-aprendizaje. En el caso de otra de las instituciones, se aludió a un modelo educativo con ejes curriculares definidos en términos de liderazgo, emprendedurismo y a un conjunto de valores que enfatizan lo social. En una tercera institución, su Decano de Tecnologías explico la introducción en los planes de estudio de esa facultad de un requisito de formulación y realización de un proyecto aplicado, relevante y viable, por parte de los estudiantes de los programas de la misma, con seguimiento por parte de un profesor. En general los directivos se refirieron a la necesidad de actualización de los planes de estudio y a procesos en marcha de revisión de los mismos. La casi totalidad de los entrevistados indicó que existían mandatos institucionales para la revisión de los planes de estudio, por lo general cada cinco años. Para algunas instituciones sus directivos expresaron haber realizado tales revisiones en períodos recientes, mientras para otras indicaron estar en el proceso de hacerlas. No obstante, fue un lugar común el no encontrar lineamientos explícitos de guía para esas revisiones. Tampoco hubo referencias espontáneas ni explícitas a revisiones curriculares determinadas de manera particular debido a los cambios, demandas y desafíos originados por el proceso de apertura de nuestra economía, su inserción en esquemas o tratados internacionales de libre comercio y las consecuentes presiones por mayor competitividad de nuestra economía. No obstante, en el caso de dos instituciones, sus directivos a distintos niveles se refirieron a la puesta en marcha de procesos de revisión de sus planes de estudio, con referencia a estándares internacionales dirigidos a la homologación de dichos planes (en colaboración con universidades extranjeras o en el marco de procesos de orden internacional - tuning latinoamericano-) y con miras a la acreditación internacional de tales programas. Los directivos de cinco de las instituciones incluidas en este estudio dieron cuenta de la participación de las mismas en esta iniciativa. Valoración de acreditación institucional nacional o internacional A, C, E, F, I, M Valoración explícita de la acreditación institucional
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A, C, F, I Valoración de formas de acreditación internacional
B, D, G, H, J No mención de la acreditación
A, C, D, E, F, I, L Participación en “Tunning Latinoamericano”
Al ser indagados más profundamente por los entrevistadores o, en una minoría de los casos, de manera espontánea, los directivos entrevistados hablaron del componente tecnológico curricular, refiriéndose a la incorporación de la tecnología de la infocomunicación en el plan de estudios por vía de capacitación en el uso del computador personal y de aplicaciones corrientes en el mismo, definiéndose como un “eje transversal curricular”. Algunos de los entrevistados se refirieron al empleo de softwares especializados, especialmente en carreras de ingenierías o el uso de simulaciones en el caso de carreras del área de negocios. Los directores de áreas tecnológicas (decanos y directores de departamentos o equivalentes) subrayaron la creciente importancia de los laboratorios. No se produjeron referencias espontáneas al uso sistemático de las tecnologías de la infocomunicación como recurso docente ni como instrumento de acceso a la información – salvo en el caso de una institución-, aunque en varios casos se aludió a los “laboratorios” de informática disponibles para los estudiantes. Las referencias espontáneas en el caso de varias instituciones mencionaron el empleo de facilidades basadas en la Internet para procesos administrativos de inscripción, selección de cursos o asignaturas e información sobre calificaciones. Algunos directivos se refirieron también a la enseñanza de idiomas, particularmente al Inglés y al requisito de tener dominio técnico del mismo o alcanzar la condición de bilingüe. Para unas tres instituciones, este requisito ha sido resultado de decisiones adoptadas tiempo atrás, mientras que para otras tres instituciones es producto de decisiones recientes. Enseñanza de ingles como parte de los planes de estudio
L, M Formación de un estudiante bilingüe
A, B, D*, E, F, G, J Algunos niveles de inglés en todas las carreras *Decisión reciente, por implementar.
C, H, I, K No oferta del Inglés en los planes de estudio
En general, no hubo referencias a modificaciones curriculares dirigidas a introducir de una forma u otra, componentes internacionales en los planes de estudio con referencia a ámbitos tales como negociaciones internacionales, contabilidad internacional, derecho comercial internacional, cuestiones transculturales, etc. Se produjeron referencias a la oferta curricular en términos de su respuesta a necesidades de recursos humanos por parte de nuestro aparato productivo y de nuestra sociedad pero, en su mayoría, remitían a requerimientos ya establecidos en la misma, 269
tales como formación de recursos para el turismo, las ingenierías electromecánica, electrónica o de comunicaciones y medio-ambiental; las referencias abarcaron también la formación de recursos humanos en áreas anteriormente descuidadas como gestión de servicios o centros sanitarios, programas técnicos en servicios de salud, u otros programas en las áreas de educación de las humanidades. También se produjeron referencias enfáticas al mantenimiento o reapertura de programas en áreas de interés social como educación, trabajo social o enfermería, no obstante la escasa o nula auto-sustentabilidad financiera de los mismos. Énfasis en contribución por programas o carreras “no comerciales” u ofertas innovadoras y/o complementarias D, E, I, J Destacan ofrecimiento de programas o carreras “no comerciales”, “financieramente deficitarias” Destacan
A, B, C, J ofrecimiento de programas o carreras innovadoras y/o complementarias
F, G, H, K, L, M No enfatizan ni destacan una oferta diferenciadora
En el caso de una de las instituciones se informó de sus planes para diversificar su oferta curricular cubriendo campos tales como fitosanidad, zoosanidad, epidemiología animal, tecnología de cultivos orgánicos, biotecnología, negocios internacionales y otros requeridos en función de la apertura y la procurada orientación a la exportación de nuestra economía. En el caso de otra de las instituciones se dio cuenta de iniciativas dirigidas a expandir áreas como la ingeniería de software y la suscripción de acuerdos internacionales con el propósito de fortalecer la enseñanza (y la prestación de servicios) en los ámbitos tecnológicos. En el caso de una tercera institución se manifestó igualmente el propósito de enfatizar aún más la formación en las áreas tecnológicas y, especialmente, la investigación tecnológica, ampliando la cobertura internacional a ámbitos como el marino u oceanográfico, el hidrológico, el de transporte y el de energía, el de la ingeniería de software, el de turismo sustentable y otros, vía alianzas nacionales combinadas con alianzas internacionales. Una cuarta institución ha comunicado la apertura de nuevos programas en las áreas de Aduanas y de Comercio Exterior, sobre la base de requerimientos del sector externo de nuestra economía, junto a otras más orientadas a necesidades más bien de orden interno. 270
Especificación de decisiones y planes de nuevos programas en la oferta curricular de grado
A
Programas en las áreas de fitosanidad, zoosanidad, epidemiología animal, tecnología de cultivos orgánicos, biotecnología, negocios internacionales y otros requeridos en función de la apertura y la procurada orientación a la exportación de nuestra economía.
B
Ingeniería de software y otros programas tecnológicos.
C
Formación en las áreas tecnológicas en ámbitos como el marino u oceanográfico, el hidrológico, el de transporte y el de energía, el de la ingeniería de software, el de turismo sustentable.
D
Programas en aduanas y de comercio exterior.
1
Tecnología de Alimentos y Manufactura Alimenticia.
J
Programas en humanidades, tales como educación en áreas artísticas.
I
Relanzamiento de agronomía con énfasis en agronegocios.
Fuera de estos casos, los directivos entrevistados de esas y otras instituciones no dieron cuenta de otros planes o iniciativas dirigidos a modificar, ampliar o diversificar su oferta curricular, generando respuestas específicas a nuevas necesidades identificadas por los cambios en nuestro funcionamiento económico. Una mayoría de los entrevistados se refirió a la necesidad de introducir mayor flexibilidad curricular, tanto en lo concerniente a permitir mayor capacidad de opciones al estudiante en la conformación de un componente significativo de su plan de estudios particular, especialmente por vía de los cursos o asignaturas electivas, como en lo referente a la capacidad de introducir más rápidamente ajustes en la conformación de los planes de estudios o en los contenidos de cursos. Estas opiniones se extendían a una crítica a la formulación tradicional de los planes de estudios, considerados muy “cerrados”, “lineales” o “tubulares”, en el sentido de prescribir uniformemente todos los cursos a acreditar por los estudiantes, con pocas opciones en forma de cursos electivos.
Resumen • la mayoría de los directivos entrevistados se refirió al tipo de oferta curricular de las mismas, antes que al enfoque curricular propiamente o al modelo educativo institucional;
271
• instigados por los entrevistadores o, en una minoría de los casos, de manera espontánea, los directivos entrevistados se refirieron al componente tecnológico curricular al tratar sobre a la incorporación de la tecnología de la infocomunicación en el plan de estudios por vía de capacitación en el uso del computador personal y de aplicaciones corrientes en el mismo, definiéndose como un “eje transversal curricular”; • la casi totalidad de los entrevistados indicó que existían mandatos institucionales para la revisión de los planes de estudio cada cinco años; estas necesidades de revisión curricular se justificaron en términos del ritmo de producción de conocimientos y tecnologías en general pero no en razón de procesos específicos y contemporáneos de cambio en el funcionamiento de nuestra economía; • no se produjeron referencias espontáneas al uso sistemático de las tecnologías de la infocomunicación como recurso docente ni como instrumento de acceso a la información – salvo en el caso de una institución-; • algunos directivos se refirieron también a la enseñanza de idiomas, particularmente al Inglés y al requisito de tener dominio técnico del mismo o de alcanzar la condición de bilingüe; • en general no hubo referencias a modificaciones curriculares dirigidas a introducir de una forma u otra componentes internacionales en los planes de estudio; • Fuera de los casos de tres instituciones, los directivos entrevistados de esas y otras instituciones no dieron cuenta de otros planes o iniciativas dirigidos a modificar, ampliar o diversificar su oferta curricular, generando respuestas específicas a nuevas necesidades identificadas por los cambios en nuestro funcionamiento económico; • una mayoría de los entrevistados se refirió a la necesidad de introducir mayor flexibilidad curricular, tanto en lo concerniente a permitir mayor capacidad de opciones al estudiante en la conformación de un componente significativo de su plan de estudios particular, especialmente por vía de los cursos o asignaturas electivas, como en lo referente a la capacidad de introducir más rápidamente ajustes en la conformación de los planes de estudios o en los contenidos de cursos
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3. Definición del perfil de los estudiantes de su institución y evaluación de los egresados en términos de empleabilidad y de la satisfacción de las demandas y requerimientos de los empleadores Las referencias a los perfiles de egresados por parte de los entrevistados son generales e imprecisas, aún en los casos de directores departamentales o de carreras. Por supuesto, se hace referencia general a la correspondencia de dichos perfiles con las necesidades y requerimientos del entorno relevante, así como al nivel de actualización de los conocimientos, habilidades y destrezas en los que son formados. Al mismo tiempo, los directivos entrevistados no dieron cuenta de prácticas sistemáticas ni de dispositivos formales para la determinación de los conocimientos, habilidades y destrezas requeridos por los empleadores públicos o privados. El máximo directivo de una institución indicó que recientemente había empezado a requerir que al presentar nuevos planes de estudio (a nivel de grado o de postgrado) llevados ante las autoridades para toma de decisiones, fuesen acompañados de las consultas realizadas con sectores externos sobre la adecuación, relevancia y pertinencia de los mismos. Este mismo directivo subrayó la necesidad de contar con espacios definidos e instancias formales de consulta con los agentes productivos y empleadores, para la elaboración y revisión de planes de estudio y programas de cursos o asignaturas. En el caso de los directivos de otra institución, los mismos refirieron experiencias particulares, por lo menos en el caso de una carrera, de consultas internacionales y nacionales, las últimas, involucrando al colegio profesional respectivo a dicha carrera, en el proceso de revisión y redefinición de su plan de estudio, manifestando la expectativa de generalizar dicha práctica a otros casos en la institución. Los directivos de algunas instituciones indicaron que contaban con comités consultivos por carreras con sus alzas y sus bajas, a lo largo del tiempo, pero sólo en el caso de una se afirmó el funcionamiento regular y extendido de los mismos. Estos comités consultivos, por lo general, estarían formados por empresarios o representativos de empresas, asociaciones, cámaras o instituciones públicas. En ningún caso escuchamos la mención de pares académicos externos a la institución en cuestión. Fuera de estos casos, los directivos entrevistados dejaron ver que en la validación de los perfiles, planes de estudio y programas se descansa, antes que en prácticas 273
sistemáticas o dispositivos institucionales de consulta, con pares académicos externos, colegios, asociaciones profesionales o científicos, o con dirigentes del sector empresarial y las instituciones empleadoras, en consultas relativamente informales, dependientes de las redes particulares a los directivos departamentales o de carreras involucrados, formadas sobre la base de la inserción de estos en el sector productivo, empleador y en la sociedad. En el caso de algunas instituciones, sus directivos se refirieron a consultas específicas realizadas en momentos puntuales, pero no a prácticas sistemáticas ni a dispositivos institucionales. Lo anterior no excluye la referencia por las instituciones de educación superior a los marcos conceptuales y lineamientos formativos establecidos por instituciones internacionales o nacionales, como en el caso de la OPS/OMS, de la Federación de Escuelas de Medicina u otras instancias de ese tipo; no obstante, se constata su presencia fundamentalmente en las áreas de ciencias y técnicas de la salud. De manera espontánea, la mayoría de los entrevistados se refirió a las deficiencias académicas de los ingresantes, como resultado de las debilidades del sistema educativo a nivel primario y medio. Similarmente, expresaron que la situación empeora en lugar de mejorar. Coincidieron igualmente en indicar que en respuesta a tales deficiencias de los ingresantes, se han introducido ajustes en los planes de estudio, en sus tramos iniciales, especialmente en las áreas de matemáticas, ciencias básicas y comprensión/comunicación escrita. En lo que concierne a los egresados, los directivos entrevistados manifestaron la opinión de que tienen éxito en la colocación relevante de los mismos en los mercados laborales importantes, al tiempo de reconocer que no cuentan con datos duros relativos al seguimiento de sus egresados y sus trayectorias profesionales, así como las colocaciones laborales. Lo común fue remitir a unidades institucionales responsables del seguimiento a los egresados, aunque, por lo general, las referencias a dichas unidades, especializadas o no, las identificó mas bien como entidades de interfase para facilitar la colocación de egresados en empresas o en instituciones públicas, que como instancias competentes en el seguimiento, estudio y mantenimiento de las relaciones con los egresados. En varios casos se aludió a la reciente formación de tales unidades. Sólo en el caso de una de las instituciones hubo referencia a un estudio reciente de los egresados de esa institución, en ese caso limitado a los egresados con honores académicos. En todo caso, de acuerdo con las respuestas de los directivos entrevistados, no parece haber problemas de empleabilidad por parte de sus egresados, siendo esto un lugar común. Por el contrario, dichos directivos expresaron que la mayoría de 274
sus egresados se encuentran bien colocados en sus mercados laborales, sobre todo en posiciones técnicas y de gerencia media como también, en menor medida, de alta gerencia. Las bases empíricas de estas afirmaciones fueron más bien anecdóticas. En un gran número de casos los directivos entrevistados manifestaron ser contactados por las empresas y empleadores en general, en procura de identificación y remisión de candidatos para distintos puestos, siendo estas menciones más comunes en el caso de los directivos de áreas o carreras de naturaleza tecnológica.
Resumen • las referencias a los perfiles de egresados por parte de los entrevistados son generales e imprecisas, aún en los casos de directores departamentales o de carreras; • en general se hizo referencia a la correspondencia de dichos perfiles con las necesidades y requerimientos del entorno relevante, así como al nivel de actualización de los conocimientos, habilidades y destrezas en los que son formados los estudiantes; • los directivos entrevistados no dieron cuenta de prácticas sistemáticas ni de dispositivos formales para la determinación de los conocimientos, habilidades y destrezas requeridos por los empleadores públicos o privados; • los directivos entrevistados dejaron ver que en la validación de los perfiles, planes de estudio y programas se descansa, antes que en prácticas sistemáticas o dispositivos institucionales de consulta con pares académicos externos, con colegios o asociaciones profesionales o científicos, o con dirigentes del sector empresarial y las instituciones empleadoras, en consultas relativamente informales dependientes de las redes particulares a los directivos departamentales o de carreras involucrados; • los directivos de algunas instituciones señalaron que contaban con comités consultivos por carreras con sus alzas y sus bajas, a lo largo del tiempo, pero sólo en el caso de una se afirmó el funcionamiento regular y extendido de los mismos; • en lo que concierne a los egresados, los directivos entrevistados manifestaron la opinión de que tienen éxito en la colocación relevante de los mismos en los mercados laborales importantes; • al mismo tiempo los entrevistados reconocieron que no cuentan con datos duros relativos al seguimiento de sus egresados y sus trayectorias profesionales y colocaciones laborales; • de acuerdo con las respuestas de los directivos entrevistados, no parece haber problemas de empleabilidad por parte de sus egresados, siendo esto un lugar común. 275
4. Características de los profesores y docentes de la institución La mayoría de los directivos entrevistados no expresó dificultades ni observaciones de importancia respecto de la conformación de sus cuerpos profesorales o docentes. En varios casos se hizo referencia a la alta identificación de los profesores con la institución como una fortaleza institucional. En general, los entrevistados no disponían de datos confiables ni precisos sobre el número o porcentaje de profesores contratados en régimen de tiempo completo o medio tiempo, a excepción de los directores departamentales de una de las instituciones, quienes manejaban cifras exactas para sus unidades. Prácticamente todas las instituciones manifestaron que se apoyaban mayoritariamente en profesores por hora (o por curso o asignatura), a excepción de dos instituciones, una en la que predomina el profesor bajo contrato a tiempo completo o medio tiempo, y otra que históricamente descansó en profesores a tiempo completo y aún conserva bajo esa condición una proporción aparentemente mayor que el resto de las instituciones, indicando algunos de sus directivos el propósito de volver a enfatizar la presencia de profesores a tiempo completo o, por lo menos, a medio tiempo. Las razones indicadas para el predominio de profesores por curso o asignatura fueron financieras, dada la incapacidad de las instituciones para solventar compensaciones apropiadas para incorporar y mantener profesores a tiempo completo. Sólo en el caso de una institución se indicó que, en determinados tramos de los planes de estudio, se prefería como opción institucional el contar con profesores con una práctica profesional concurrente con la actividad docente. En todo caso, para el conjunto de las entrevistas -salvo en el caso de los directivos de una institución con planes de diversificar su oferta curricular y en el caso de los directivos de otras dos instituciones que se refirieron a dificultades con profesores en el nivel de postgrado en ciertas áreas- no surgieron de manera espontánea referencias a dificultades en el reclutamiento, incorporación o mantenimiento de profesores competentes según las áreas ni los niveles de formación (a diferencia, como veremos, de las respuestas relativas a la función de investigación en las instituciones de educación superior, en las que la ausencia de doctores y profesores con competencias y capacidad para la investigación fue referida como uno de los obstáculos a superar). En el caso de la institución singularizada en el párrafo anterior, sus directivos expresaron la necesidad y los planes consecuentes a tal necesidad de contar con profesores extranjeros para el desarrollo de sus nuevos programas en la oferta 276
curricular, al tiempo de la necesidad de formar en el país o en el extranjero la “masa crítica” de futuros profesores en dichos ámbitos. Un directivo de otra institución, expresó la necesidad de contar con más doctores en las áreas de negocios y en las ingenierías, para fortalecer los programas de postgrado en las mismas. Y el directivo de una tercera institución refirió los esfuerzos especiales a los que debía recurrir para completar los cuadros docentes en el nivel de postgrado, procurando docentes que combinaran alta formación y amplia experiencia práctica. Sólo el directivo de una institución expresó interés en que algunos de sus profesores tuvieran la experiencia de enseñar en el exterior, en instituciones de educación superior con las que se tienen acuerdos, en el marco de la internacionalización de la educación superior, a los fines de que esos profesores se expusieran a experiencias, prácticas y estándares vigentes en esas instituciones. Cuestionados, sobre iniciativas y prácticas de desarrollo y formación de los profesores, la totalidad de las instituciones consideradas en este estudio, de acuerdo con lo reportado por sus directivos entrevistados, ha puesto en marcha distintas iniciativas a tales fines. En la mayoría de los casos dichas iniciativas consisten en programas de maestría e incluso de doctorado, en los que se facilita de una u otra manera y en uno u otro grado la participación de los profesores, con el propósito de que los mismos obtengan el grado mínimo de maestría. Una buena parte de los entrevistados expresó o reconoció que estos propósitos se han visto fomentados gracias a los requisitos establecidos por la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (SEESCyT) a ese respecto. Dichos programas de maestría o doctorado, que coexisten con diplomados en gestión o en docencia universitaria, son en su gran mayoría implementados mediante acuerdos con universidades extranjeras, predominantemente españolas, pero también cubanas, francesas, puertorriqueñas y de Estados Unidos. La mayoría de estos programas son en las áreas de educación o vinculadas a esta. Una minoría se desarrolla en otros ámbitos profesionales o académicos, tales como la administración o la economía. En las entrevistas no se reporta ninguno en ciencias básicas o en las áreas tecnológicas. Los entrevistados de varias instituciones indicaron la existencia de programas de inducción con talleres o cursos de metodología docente para los profesores de nuevo ingreso. Sólo los directivos de dos instituciones reportaron la existencia de programas sistemáticos de desarrollo profesoral a cargo de unidades especializadas en dicho ámbito (y particularmente en una de ellas los distintos entrevistados hicieron 277
referencias consistentes a sus distintas actividades expresando una valoración que importantizaba las mismas). Formación / desarrollo de profesores B , C, E Existencia de unidades organizacionales específicas a cargo del desarrollo profesoral.
B, C, E, F, G Existencia de programas articulados de desarrollo profesoral Existencia de programas articulados de desarrollo profesoral
E, G Programas de inducción o formación inicial en docencia universitaria
B, C, D, E, F, G, J, M Programas de diplomado, especialización y maestría en docencia o gestión universitarias
B, C*, D, E*, M** Programas doctorales en el país en colaboración con universidades extranjeras ** En educación
B * De maestría. Acuerdos en vigencia para formación de profesores en áreas sustantivas en el exterior
Los directivos de dos instituciones manifestaron inquietud por el hecho de que, con miras al cumplimiento de los requisitos establecidos por la SEESCyT, las instituciones de educación superior estaban recurriendo al expediente de formar profesores con el grado de maestría (o doctorado) en educación o áreas afines, pero sin insistencia en formar con maestrías (o doctorados) en áreas relevantes más directamente ligadas a los ámbitos de la docencia de esos profesores (ingenierías, negocios, ciencias básicas, etc.). En el caso de una de estas dos instituciones, la opinión referida fue manifestada tanto por altos directivos como por directivos departamentales de las áreas tecnológicas.
Resumen • La mayoría de los directivos entrevistados no expresó dificultades ni observaciones de importancia respecto a la conformación de sus cuerpos profesorales o docentes; • en general, los entrevistados no disponían de datos confiables ni precisos sobre el número o porcentaje de profesores contratados en régimen de tiempo completo o medio tiempo; • prácticamente todas las instituciones manifestaron que se apoyaban mayoritariamente en profesores por hora (o por curso o asignatura), a excepción de dos instituciones; • las razones indicadas para el predominio de profesores por curso o asignatura fueron financieras, dada la incapacidad de las instituciones 278
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para solventar compensaciones apropiadas para incorporar y mantener profesores a tiempo completo; para el conjunto de las entrevistas -salvo en el caso de los directivos de una institución con planes de diversificar su oferta curricular y en el caso de los directivos de otras dos instituciones que se refirieron a dificultades con profesores en el nivel de postgrado en ciertas áreas- no surgieron de manera espontánea referencias a dificultades en el reclutamiento, incorporación o mantenimiento de profesores competentes según las áreas ni los niveles de formación; la totalidad de las instituciones consideradas en este estudio, de acuerdo con lo reportado por sus directivos entrevistados, ha puesto en marcha distintas iniciativas de desarrollo y formación de los profesores; en la mayoría de los casos dichas iniciativas consisten en programas de maestría e incluso de doctorado en los que se facilita de una u otra manera y en uno u otro grado la participación de los profesores, con el propósito de que los mismos obtengan el grado mínimo de maestría; dichos programas de maestría o doctorado, que coexisten con diplomados en gestión o en docencia universitaria, son en su gran mayoría, implementados mediante acuerdos con universidades extranjeras; la mayoría de estos programas son en las áreas de educación o vinculadas a esta; sólo los directivos de dos instituciones reportaron la existencia de programas sistemáticos de desarrollo profesoral a cargo de unidades especializadas en dicho ámbito; los directivos de dos instituciones manifestaron inquietud por el hecho de que, con miras al cumplimiento de los requisitos establecidos por la SEESCyT, las instituciones de educación superior estaban recurriendo al expediente de formar profesores con el grado de maestría (o doctorado) en educación o áreas afines, pero sin insistencia en formar con maestrías (o doctorados) en áreas relevantes directamente ligadas a los ámbitos de la docencia de esos profesores.
5. Aportes de la institución en materia de investigación Existió amplio reconocimiento entre los entrevistados sobre la debilidad de las instituciones de educación superior del país respecto a la investigación científica, pura o aplicada, lo cual es extensivo a la investigación tecnológica. Se atribuyó 279
dicha debilidad, en primer lugar, a cuestiones de financiamiento, y, en segundo lugar, a la carencia de profesores investigadores, con formación doctoral y capacidad metodológica. Énfasis en causas de la ausencia / debilidad de investigación en las Instituciones de educación superior dominicanas B, C, D, E, F, G, H, I, J, K, L C, I
D* *Un directivo
Falta de recursos financieros.
Ausencia de una cultura de investigación / creatividad / innovación.
Ausencia / escasez de profesores con formación avanzada e investigadores (especialmente en ingenierías).
Sólo en el caso de una institución se indicó que, dados sus orígenes y propósitos fundacionales, su vinculación con sectores empresariales y productivos, así como el apoyo financiero de instancias nacionales y organismos multinacionales, había podido conjugar docencia, investigación y extensión de manera significativa, generando investigación aplicada útil a los sectores productivos y vinculada a la docencia y a la extensión. Varios de los entrevistados manifestaron que en sus instituciones, la investigación se hacía limitadamente, valiéndose en gran medida de las tesis de grado para la misma, con las limitaciones que esto encerraba. En general, la mayoría de los entrevistados expresó que recién en los últimos años se estaban haciendo esfuerzos, por encima de las limitaciones constatadas, para impulsar la investigación en sus respectivas instituciones. En varios casos se indicó que estos esfuerzos implicaban definir una instancia responsable de la investigación. Entrevistados de una parte de las instituciones dieron cuenta de algunos de los proyectos recientes que se habían logrado iniciar en sus respectivas instituciones, los cuales, a todas luces, constituyen esfuerzos loables pero aislados. Los directivos de una de las instituciones expresaron que, vía las inversiones realizadas por la propia entidad, se había logrado financiar algunas investigaciones, destacándose aquellas en el área de salud y logrando establecer una vicerrectoría dedicada a la investigación, con algunos proyectos en marcha.
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El directivo de una de las instituciones denominadas como “tecnológica”, subrayó la necesidad de generar investigación tecnológica propiamente dicha, considerándola una de sus debilidades institucionales, pese a los esfuerzos por mantener la investigación, destinando a la misma una proporción de su presupuesto, presupuesto que es generado por vía de las matrículas estudiantiles. Reconoció que la investigación en los ámbitos sociales y en las humanidades, había dominado respecto de la investigación tecnológica y precisó que el impulso de esta última era uno de los propósitos estratégicos actuales de su institución. Directivos departamentales de esa misma institución destacaron el papel que los fondos concursables provenientes del presupuesto institucional para profesores y estudiantes estaban jugando en desarrollar una cultura de investigación y en posibilitar hasta cierto punto la realización de investigaciones en esa entidad. Esos mismos directivos departamentales destacaron la ausencia de profesores con la formación requerida para realizar investigaciones, especificando la escasez de doctores en las áreas de las ingenierías. Como es de esperarse, los directivos en las áreas de tecnología subrayaron la importancia de los laboratorios y el equipamiento para la investigación en las mismas; no obstante, la mayoría de los mismos dio cuenta de mejoras en sus laboratorios y equipos de cara a la docencia, varios expresaron que lo mismo no puede decirse cuando se evalúa a aquellos en función de requerimientos de investigación, necesitándose inversiones especificas que, por lo general, son costosas. Los directivos departamentales de una de las instituciones de educación superior dieron cuenta de los esfuerzos episódicos que habían realizado en sus departamentos o carreras para realizar investigaciones y relataron la naturaleza de algunos de esos proyectos, pero siempre reconociendo la ausencia de programas sostenidos y amplios de investigación por las razones antes identificadas. Una minoría de las instituciones, de acuerdo a lo reportado por los entrevistados, tenía políticas institucionales de investigación definidas, y solo en un caso se refirieron ámbitos prioritarios formalmente establecidos. Varias de las instituciones consideradas en este estudio han organizado, según reportaron sus directivos, institutos o centros (y, en ocasiones, simplemente “grupos”) como instancias destinadas al desarrollo de investigaciones en ámbitos particulares.
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Dispositivos organizacionales para la investigación D, J
C, F, L Centros
Institutos
A, C, D, E G, H, I, J Decanato, Departamento, Unidad Especializada
M Ninguno
El directivo principal de una de las instituciones manifestó que la misma estaba en proceso de definir algunos ámbitos de prioridades por vía de la especificación de ejes principales en los cuales articular sus grupos y centros de investigación y prestación de servicios. Similarmente, un alto directivo de otra institución expresó el propósito de proponer la definición de algunos ámbitos prioritarios de investigación, sobre la base de fortalezas y aportes históricos de esa institución y de énfasis estratégicos de cara al futuro. En ambos casos se expresó la necesidad de precisar áreas de enfoque y de prioridad y de conformar grupos de investigación que asumieran y desarrollaran líneas de trabajo en lugar de esfuerzos de base individual y naturaleza episódica. Ese directivo también expresó que no todas las instituciones de educación superior pueden ser “research universities” y que sería utópico pretenderlo más allá de dos o tres instituciones; expresó que incluso hay áreas, especialmente ciencias básicas, en las que sólo la universidad estatal, por su naturaleza pública y por razones de Estado, podría realmente incurrir, que incluso otras universidades, como INTEC y PUCMM, con posibilidades de ser “research universities” difícilmente podrían incursionar, salvo que fuera como parte de una política estatal que así lo sustentara. Varios de los entrevistados se refirieron a la ausencia de políticas y contribuciones estatales al desarrollo de la investigación científica y tecnológica en el país, pese a algunos tímidos esfuerzos recientes. Asimismo se refirieron a la ausencia de una cultura empresarial de apoyo a la investigación. Algunos de los entrevistados indicaron que a las empresas, en general, les era más fácil y conveniente importar resultados de investigación que promoverlos en el país.
Resumen • Se resalta la debilidad de las instituciones de educación superior del país respecto de la investigación científica, pura o aplicada, lo cual es extensivo a la investigación tecnológica; • se atribuyó dicha debilidad, en primer lugar, a cuestiones de financiamiento, y, en segundo lugar, a la carencia de profesores investigadores con formación doctoral y capacidad metodológica.
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• varios de los entrevistados manifestaron que en sus instituciones la investigación se hacia limitadamente, valiéndose en gran medida de las tesis de grado para la misma, con las limitaciones que esto encerraba; • la mayoría de los entrevistados expresó que recién en los últimos años se estaban haciendo esfuerzos, por encima de las limitaciones constatadas, para impulsar la investigación en sus respectivas instituciones; • en varios casos se indicó que estos esfuerzos implicaban definir una instancia responsable de la investigación; • en varias de las entrevistas se dio cuenta de algunos de los proyectos recientes que se habían logrado iniciar en sus respectivas instituciones, los cuales, a todas luces, constituyen esfuerzos loables pero aislados; • el directivo de una de las instituciones denominada como “tecnológica”, subrayó la necesidad de generar investigación tecnológica propiamente dicha, considerándolo una de sus debilidades institucionales, pese a los esfuerzos por mantener la investigación destinando a la misma una proporción de su presupuesto; • una minoría de las instituciones tenía políticas institucionales de investigación definidas, y solo en un caso se refirieron ámbitos prioritarios formalmente establecidos. • uno de los entrevistados expresó que no todas las instituciones de educación superior pueden ser “research universities” y que sería utópico pretenderlo más allá de dos o tres instituciones; añadió que incluso hay áreas, especialmente ciencias básicas, en las que sólo la universidad estatal, por su naturaleza pública y por razones de Estado, podría realmente incurrir; • varios de los entrevistados se refirieron a la ausencia de políticas y contribuciones estatales al desarrollo de la investigación científica y tecnológica en el país, pese a algunos tímidos esfuerzos recientes; • asimismo se refirieron a la ausencia de una cultura empresarial de apoyo a la investigación
6. Relaciones institucionales de las universidades con el sector empresarial y el sector productivo Prácticamente todas las instituciones contempladas en este estudio tienen empresarios formando parte de sus órganos de máxima dirección (consejos o juntas directivas, 283
juntas de regentes, etc.); no obstante, para la mayoría de las instituciones de educación superior, según la opinión de los directivos entrevistados, sus relaciones institucionales con el sector empresarial y con el aparato productivo del país son más bien débiles y limitadas; esto incluye incluso a una de las instituciones de educación superior cuya fundación es atribuible al empresariado organizado. Composición de los Consejos Superiores, Juntas Directivas, de Regentes u organismos o instancias de máxima dirección de las instituciones
A, B, E, F, H, I, J, M Instancia conformada predominantemente por empresarios
C, G, L, K Instancia conformada predominantemente por no empresarios
D Ninguna instancia externa
En el caso de dos de las instituciones de educación superior incluidas en el estudio, sus directivos expresaron en las entrevistas que las relaciones con el sector empresarial han sido satisfactorias; en el caso de una de ellas, esto ha sido así desde su propia fundación, patrocinada por un grupo de empresarios y por vía de sus actividades formativas, de investigación y de extensión, el conjunto de las cuales ha redundado en mayor vinculación con el sector productivo; para los directivos de la otra, también patrocinada por empresarios en colaboración con la Iglesia Católica, las relaciones han sido fluidas y sostenidas sin necesidad de dispositivos especializados para ello, gracias a las relaciones colegiales existentes entre los directivos de la universidad y los empresarios y directivos de las empresas (en este caso, los entrevistados indicaron que funcionarios de esta institución son miembros de las juntas directivas de empresas o de asociaciones empresariales). En el caso de una de las instituciones de educación superior existe una Vicerrectoria a cargo de las relaciones con las empresas; no obstante, en dicho caso, las relaciones se sostienen más bien con las empresas de la propia universidad que con el sector empresarial y productivo en general. En el caso de otra institución se nos informó y documentó acerca de una política reciente de centros asociados o adscritos que se espera permitirá sumar y articular recursos y esfuerzos a favor de la prestación de servicios en distintas modalidades.
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En el caso de una tercera institución, se nos informó de los planes de constituir una unidad especializada en el desarrollo de las relaciones y vínculos con el sector empresarial como parte de las iniciativas de la propia rectoría. El resto de las instituciones contempladas en este estudio, según sus directivos entrevistados, no cuenta con, ni contempla establecer, dispositivos o instancias organizacionales especializadas, de interfase, en la prospección, establecimiento, mantenimiento y desarrollo de relaciones y formas de vinculación con las empresas. Dispositivos organizacionales para la prestación de servicios y vinculación con el sector productivo (exceptuando consejos consultivos)
D*, G Instancia especial
B, C, D, F*, L Institutos o Centros
*Decidida, por implementar
*Decididos, por implementar.
A, E, H, I, J, K, M Ninguno en especifico
Por otra parte, al interrogar a los directivos sobre la prestación de servicios por parte de sus instituciones al sector productivo, las respuestas obtenidas se referían, en la gran mayoría de los casos, a la oferta de actividades de educación continua, ya en la modalidad abierta, ya en la modalidad in-house. En otras palabras, de manera espontánea se tendía a identificar prestación de servicios con ofrecimiento de actividades de educación continua y entrenamiento (diplomados, cursos cortos y talleres). Por lo menos en el caso de dos de las instituciones contempladas en este estudio, se indicó la existencia de un centro o unidad de servicios empresariales, cuya función era la de organizar eventos de educación continua para el personal de las empresas y de otras organizaciones, públicas o del tercer sector. En resumen, estos casos indican que existe una concepción limitada por parte de los directivos de esas instituciones respecto de las posibilidades y potencialidades de prestación de servicios al sector productivo. Respecto de la prestación de servicios como actividad de extensión comunitaria, las respuestas de los directivos entrevistados fueron más asertivas y se refirieron a mayores posibilidades. En varias instituciones de las incluidas en este estudio existen lineamientos para la prestación de servicios comunitarios o sociales, especialmente en las áreas de salud (atención médica y odontológica, servicios de bioanálisis o de orientación y educación vinculados a la salud); estos servicios incorporan a los estudiantes y se canalizan por lo menos en parte por vía de centros 285
o instancias organizacionales especializados en ofrecer dichos servicios (centros de asistencia en salud, dispensarios, etc.), en parte por vía de centros o instancias del gobierno central o de los gobiernos locales (SESPAS o los ayuntamientos) y en parte por vía de campañas especiales de la propia institución. A este respecto habría que adicionar servicios de asistencia jurídica que ofrecen estudiantes de derecho a poblaciones de escasos recursos económicos en colaboración con instancias del ministerio público (fiscalías). Similarmente se dio cuenta de actividades de prestación de servicios comunitarios o sociales en colaboración con los gobiernos locales, en áreas tales como levantamientos o diseño arquitectónico o de ingeniería civil, extensión agrícola, o servicios técnicos de ingeniería eléctrica o electromecánica. En sentido general estos servicios comunitarios o sociales involucran a profesores y estudiantes, personal técnico y administrativo destacado en los centros de servicios (especialmente en los casos de servicios de salud), se ven apoyados por las políticas de pasantías de las instituciones y se realizan en cooperación con instancias del gobierno central o de los gobiernos locales, en mayor medida, o con algunas organizaciones no gubernamentales (ONG’s), en menor medida. Se ofrecen de manera gratuita y, en algunos casos, sobre la base de una cuota módica o ajustada a las posibilidades de pago de los usuarios.
Énfasis en prestación de servicios y vinculación con la comunidad, instituciones públicas y el sector productivo B, D, E, H, I, J, K
A, D, E, J
A, C
F, G, L, M
Enfatizan servicios comunitarios
Enfatizan servicios a instituciones públicas
Enfatizan relaciones con sectores productivos
No hay claros énfasis (exceptuando Ed. Continua)
Contrastando con estas formas sistemáticas y continuas de prestación de servicios comunitarios o sociales, la prestación de servicios a unidades del sector productivo, exceptuando las actividades de educación continua, se hace de manera puntual y episódica, sin existir políticas ni programas sostenidos para el ofrecimiento de la misma. En ese sentido, los entrevistados dieron cuenta de casos anecdóticos de prestación de servicios o de experiencias aisladas, así como de esfuerzos incipientes en este ámbito.
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Resumen • prácticamente todas las instituciones contempladas en este estudio tienen empresarios formando parte de sus órganos de máxima dirección (consejos o juntas directivas, juntas de regentes, etc.); • no obstante, para la mayoría de las instituciones de educación superior, según la opinión de los directivos entrevistados, sus relaciones institucionales con el sector empresarial y con el aparato productivo del país son más bien débiles y limitadas; • dos de las instituciones de educación superior incluidas en el estudio, expresaron en las entrevistas, a través de sus directivos, que las relaciones con el sector empresarial han sido satisfactorias; • en una de las instituciones de educación superior existe una Vicerrectoría a cargo de las relaciones con las empresas; no obstante, en dicho caso, las relaciones se sostienen más bien con las empresas de la propia universidad que con el sector empresarial y productivo en general; • otra institución informó y documentó acerca de una política reciente de centros asociados o adscritos que se espera permitirá sumar y articular recursos y esfuerzos a favor de la prestación de servicios en distintas modalidades; • una tercera institución, nos informó de los planes de constituir una unidad especializada en el desarrollo de las relaciones y vínculos con el sector empresarial como parte de las iniciativas de la propia rectoría; • el resto de las instituciones contempladas en este estudio, según sus directivos entrevistados, no cuenta con, ni contempla establecer, dispositivos o instancias organizacionales especializadas, de interfase, en la prospección, establecimiento, mantenimiento y desarrollo de relaciones y formas e vinculación con las empresas; • al interrogar a los directivos sobre la prestación de servicios por parte de sus instituciones al sector productivo, las respuestas obtenidas se referían, en la gran mayoría de los casos, a la oferta de actividades de educación continua, ya en la modalidad abierta, ya en la modalidad in-house; • respecto de la prestación de servicios como actividad de extensión comunitaria, las respuestas de los directivos entrevistados fueron más asertivas y refirieron mayores posibilidades. En varias instituciones de las incluidas en este estudio existen lineamientos para la prestación
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de servicios comunitarios o sociales, especialmente en las áreas de salud (atención medica y odontológica, servicios de bioanálisis o de orientación y educación vinculados a la salud) y, en menor medida, servicios jurídicos; • estos servicios incorporan a los estudiantes y se canalizan por lo menos en parte por vía de centros o instancias organizacionales especializados en ofrecer dichos servicios (centros de asistencia en salud, dispensarios, etc.), en parte por vía de centros o instancias del gobierno central o de los gobiernos locales (SESPAS, instancias del ministerio público o los ayuntamientos) y en parte por vía de campanas especiales de la propia institución; • contrastando con estas formas sistemáticas y continuas de prestación de servicios comunitarios o sociales, la prestación de servicios a unidades del sector productivo, según los reportes de los entrevistados, exceptuando las actividades de educación continua, se hace de manera puntual y episódica, sin existir políticas ni programas sostenidos para el ofrecimiento de la misma.
7. Planteamientos de política educacional superior y las iniciativas que en ese ámbito promueve el Ciudadano Presidente de la República. Una parte de los entrevistados entiende que hay una visión presidencial que apunta en la dirección correcta pero que no es aun traducida en políticas públicas articuladas ni sistemáticas; otra parte de los entrevistados es más severo en sus juicios, por cuanto entiende que el Presidente apunta una serie de líneas, pero que no se logra una visión articulada; se habla de un “deseo” del Presidente sobre la base de su comprensión de lo importante que es la educación de cara a los retos del país, pero se extraña la “operacionalización” de ese deseo en una verdadera visión (“más concreta”, para emplear la expresión de uno de los entrevistados). En general se entiende que las “apuestas” del Presidente y la importancia que confiere a las iniciativas en la educación en general, particularmente en la educación superior, no son sustentadas presupuestalmente. Para algunos no hay suficiente confianza en las instituciones dominicanas y se apela a instituciones internacionales, entendiendo que si bien esto es bueno en general, no necesariamente desarrolla nuestras propias capacidades, existiendo instituciones con el potencial para ello. Aquí hubo referencias a casos como el del Stevens Institute of Technology. 288
Algunos entrevistados criticaron que desde la postura del Presidente se favorezca más a las inversiones en infraestructura física que en el desarrollo institucional de las universidades. Algunos entienden que no se presta suficiente atención y recursos a las cuestiones fundamentales como el mejoramiento de la educación básica y media.
Resumen • varios entrevistados entienden que hay una visión presidencial en materia de educación que apunta en la dirección correcta, mientras otros entienden que no se termina de configurar una visión aunque se conocen intenciones y deseos del Presidente en cierta dirección; en general se percibe que la visión o deseos del Presidente no se traducen aún en políticas públicas articuladas y mucho menos se sustentan en asignaciones presupuestales correspondientes a los propósitos. • se percibe que el Presidente, al favorecer la presencia y convenios con instituciones internacionales –lo cual no se rechaza-, muestra también desconfianza en las capacidades y posibilidades de instituciones locales de educación superior. • algunos entienden que no se presta suficiente atención y recursos a las cuestiones más prioritarias como el mejoramiento de la educación básica y media.
8. Rol y acciones de la SEESCyT Para algunos, la SEESCyT está tratando de alinearse con la visión presidencial y manifiesta una actividad y auge significativos, pero la juventud de la entidad y la escasez de recursos no le permiten aún hacerlo mejor. Varios entrevistados se manifestaron de manera positiva respecto de las iniciativas y nivel de actividad desplegados por la SEESCyT en tan poco tiempo de existencia. En general, por ejemplo, se apoyan iniciativas como las de los Fondos Concursables de Investigación y las becas para estudios en el exterior y en el país. No obstante, se insiste en que las actividades de fomento e incentivo que ha emprendido o quiere emprender la SEESCyT, requieren de recursos financieros mucho más cuantiosos que las escasas asignaciones de las que dispone. Para otros, la SEESCyT actúa sin suficiente concertación con las instituciones de educación superior, lo cual no ayuda a los procesos de mejoría del sistema. En general se manifiesta desconfianza hacia la posibilidad de que se desarrollen 289
verdaderas políticas de Estado más allá de impulsos coyunturales o iniciativas pasajeras; se teme a la falta de continuidad de propósitos Algunos entrevistados se quejaron de que sus instituciones no son tomadas en cuenta y que hay diferencias en el trato a las instituciones, mostrándose preferencia por algunas de ellas. En esa línea algunos apuntan que en la SEESCyT predomina una actitud que ve a las instituciones de educación superior como si fueran liceos o colegios dirigidos desde la Secretaría de Educación. Se argumenta que desde la SEESCyT se “imparten” órdenes e instrucciones como si se estuviera manejando el sistema de regionales, distritales y centros en la educación básica y media. Se argumenta también que el Consejo de Rectores previsto en la Ley de Educación Superior, Ciencia y Tecnología escasamente se convoca una vez al año, y no se recurre al mismo para decisiones y consultas a lo largo del tiempo. Algunos entrevistados se refirieron a la atribuida rigidez en la concepción curricular que impone la SEESCyT, la cual favorece planes de estudio tubulares, y poco flexibles y poco abiertos a ser actualizados por vía de opciones que llevan a conformar tramos importantes del plan de estudio mediante selecciones, por parte de los estudiantes, de combinaciones de asignaturas o cursos de distintos programas o la inclusión de asignaturas electivas cambiantes y definidas de manera muy general de modo tal que permita incluir los avances recientes o temas especiales en áreas de punta en las distintas disciplinas y campos. Se esgrime que se requieren definiciones puntuales y elaboraciones completas y detalladas de los programas de dichas asignaturas (Ej., seminarios). Algunos entrevistados lamentaron que las informaciones sobre becas y convenios aprovechables no fluyan o no lo hagan por lo menos de la misma manera hacia todas las instituciones de educación superior.
Resumen •
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varios entrevistados entienden que la SEESCyT ha mostrado en corto tiempo iniciativas, dinamismo y un nivel de actividad apreciables, pese a su juventud y a la escasez de recursos. se saludan iniciativas como los fondos concursables para investigación y los programas de becas, aunque se entiende que los recursos destinados son insuficientes y se desconfía de la continuidad de propósitos o sustentabilidad de esas iniciativas o programas. algunos entrevistados se quejaron de que sus instituciones no son tomadas en cuenta y que hay diferencias en el trato a las instituciones, mostrándose preferencia por algunas de ellas.
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otros manifestaron que en la SEESCyT predomina una actitud que ve a las instituciones de educación superior como si fueran liceos o colegios dirigidos desde la Secretaria de Educación, a los cuales se imparten órdenes e instrucciones. algunos entrevistados manifestaron que desde la SEESCyT, con sus reglamentaciones y requisitos de especificación detallada de todas las asignaturas y programas en los planes de estudio, como requisitos para que sean aprobadas los mismos, no se favorece la apertura y flexibilidad curricular que demandan los tiempos, entorpeciéndose la posibilidad de planes de estudio más abiertos y con electivas que permitan incluir oportunamente los temas y contenidos cambiantes y novedosos que surgen en las distintas disciplinas y campos de estudios.
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CUARTA PARTE:
CONSIDERACIONES FINALES
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Consideraciones Finales Este documento ha presentado diversos elementos que permiten evaluar el desempeño del sistema nacional de innovación en la República Dominicana, identificar sus retos y oportunidades y derivar implicaciones de política con miras a su articulación y fortalecimiento. El estudio se inició con una reflexión en torno al contexto internacional y a las tendencias productivas, comerciales y organizacionales a nivel mundial. La discusión destacó el surgimiento de un nuevo paradigma tecnológico –caracterizado, entre otros aspectos, por el uso intenso de las nuevas tecnologías de información y comunicación-, el cual ha inducido cambios esenciales en la organización de las firmas individuales y en la articulación de los procesos productivos a nivel mundial. Ese proceso representa grandes oportunidades para los países subdesarrollados, en la medida en que fomenta el traslado hacia éstos de una gama de actividades cuya realización en otros países requeriría mano de obra costosa. Concretamente, la búsqueda de competitividad por parte de las economías desarrolladas ha llevado de forma creciente a la subcontratación internacional de una amplia gama de servicios en los países subdesarrollados. Sin embargo, una condición indispensable para el aprovechamiento de tales oportunidades es la disponibilidad de un acervo cuantioso de profesionales y mano de obra calificada, con la habilidad para realizar tareas relativamente complicadas. En ausencia de tal condición, una mayor incorporación a la economía mundial implica para un país dado el riesgo de quedar atrapado en un equilibrio pernicioso, en el cual el papel del país en el concierto global se limite a la provisión de insumos de bajo valor agregado. Por otra parte, el proceso de apertura comercial implica el riesgo de un empeoramiento en la distribución de los ingresos, en la medida en que los salarios de la mano de obra menos calificada puedan resultar deteriorados por el sesgo de la demanda hacia mano de obra calificada. Estos elementos llevan a destacar la relevancia del sistema de educación superior, no sólo en materia de competitividad –como más comúnmente es pensado- sino también en materia de equidad. En otras palabras, la disponibilidad de una amplia masa de profesionales representa la única vía de, por un lado, responder a las demandas del mercado global y, por otro, garantizar que el proceso no acabe generando tendencias distributivas de carácter regresivo. Esto requiere, a su vez, la articulación de los distintos componentes del sistema educativo, gobierno y sector empresarial. 295
¿Cómo se ha desempeñado la República Dominicana en ese sentido? El estudio ha mostrado que las firmas dominicanas han tenido una actividad innovadora relativamente amplia, dado que un porcentaje significativo de empresas declara haber introducido cambios relevantes en materia de productos, procesos o esquema organizacional a lo largo de los últimos tres años. Si bien es probable que tal medición esté influenciada por la crisis económica experimentada durante ese período (que probablemente obligó a un proceso de adaptación especialmente intenso de las unidades productivas), la evidencia sugiere una actividad innovadora no despreciable, y ello constituye un aspecto positivo. Por otro lado, una alta proporción de las innovaciones a nivel de las firmas tiene un carácter imitativo; es decir, la mayor parte de las firmas se limita a replicar innovaciones previamente adoptadas por otras. El mayor esfuerzo de innovación adopta la forma de compra de maquinarias y entrenamiento, mientras que los esfuerzos de investigación y desarrollo (al interior de las empresas) son actividades considerablemente menos comunes. A su vez, el comercio intrafirmas de resultados de Investigación y Desarrollo es prácticamente inexistente en el mercado dominicano. En el mediano plazo, ese patrón de innovación podría ser la única opción disponible para una estructura productiva con las características imperantes en la República Dominicana. En el largo plazo, sin embargo, el país deberá hacer esfuerzos para sobrepasar esa barrera y ser capaz de generar innovaciones de mayor profundidad. Esto adquiere especial importancia si se adopta el punto de vista de que los países que no desarrollen innovaciones pioneras en al menos algunas áreas, corren el riesgo de quedarse atrapados en un equilibrio de bajas tasas de crecimiento. Una temprana reflexión sobre ese aspecto aparece en SEESCyT (2004e), donde un conjunto de actores clave consultados como parte de un proceso de planificación estratégica, indicó la conveniencia de impulsar la adopción científica y tecnológica, sin dejar de lado los esfuerzos para avanzar hacia la frontera del conocimiento mundial. La limitación más importante que el país deberá enfrentar es la evidente falta de articulación entre las entidades que conforman el sistema nacional de innovación, y la ausencia de una visión compartida sobre la estrategia a seguir en materia de innovación, tecnología y desarrollo. Las declaraciones de las firmas encuestadas, por ejemplo, indican que la mayor parte de sus innovaciones ha ocurrido de espaldas a las Instituciones de Estudios Superiores, las cuales no son consideradas por las unidades empresariales como aliadas relevantes. De hecho, el papel de las IES se ha limitado a la provisión de profesionales base para las funciones de producción y administración de las firmas, sin alcanzar en ningún caso relevancia como proveedoras de ideas o investigaciones. 296
El gobierno tampoco es percibido por las firmas como un agente facilitador de la actividad innovadora, y el análisis de su desempeño revela claras oportunidades de mejoría cuantitativa y cualitativa. En particular, las entrevistas realizadas a un amplio conjunto de funcionarios públicos del área de tecnología, no reflejan una visión uniforme y bien definida sobre las vías de acción gubernamental, más allá de iniciativas individuales que resultan de la proactividad de algunos de los incumbentes. A partir de las declaraciones de los propios funcionarios, se infiere que “las instituciones públicas no innovan ni mejoran sus procesos, salvo algunas excepciones”, y que “desde el gobierno hay discursos, pero poca actividad real, al tiempo que los presupuestos para educación, investigación e innovación envían una mala señal a la sociedad.” Por su parte, el análisis de las entrevistas a los líderes empresariales no revela elementos más tranquilizadores. Una conclusión de las entrevistas es que no parece existir una visión-país unificada dentro de la dirigencia empresarial, sino una mezcla de temores y optimismo determinada en gran parte por las expectativas del corto plazo que tengan los interlocutores. La capacidad de visualizar el futuro como oportunidad es realmente limitada en las organizaciones empresariales. Puede decirse que, en general, las propuestas para crear y desarrollar vinculaciones universidades-empresas han adoptado el camino de soluciones ad hoc; es decir, soluciones que no significan cambios esenciales en las políticas fundamentales de las IES, en su diseño estructural básico, en la cultura institucional ni las modalidades estratégicas de interrelación con los sectores externos. Así, aunque una minoría de las instituciones de educación superior dominicanas ha experimentado con “centros” y otros dispositivos parecidos destinados a promover o viabilizar la vinculación con el sector productivo, la base sistémica institucional de estos “centros” ha sido débil, y tras cortos periodos de existencia ha dejado de existir. El tema, entonces, deberá abordarse de manera más radical. ¿Qué hacer frente al conjunto de circunstancias recién esbozado? Sin ceder a la tentación de ofrecer recetas simplistas para un problema complejo, es conveniente destacar algunas líneas de acción concretas que surgen del análisis, en adición a las implicaciones evidentes que se han ido planteando a lo largo del presente estudio. Por el lado del gobierno, se deberá hacer esfuerzo para promover la definición clara de la estrategia de desarrollo. Esto implica responder nítidamente algunas preguntas clave: ¿Cuál es el modelo de desarrollo deseado? ¿Cuáles son las principales líneas de acción hacia esa meta? ¿Cuáles son las áreas o sectores prioritarios? ¿Qué se hará para paliar las tendencias regresivas de una profundización tecnológica? ¿Cuáles son los espacios comerciales que se espera que el país ocupe en un mundo globalizado? 297
Los objetivos y acciones en materia de innovación, tecnología y recursos humanos, deben supeditarse a esa estrategia general. En ese marco, es necesario una clara definición de los roles de las distintas instancias gubernamentales en cada una de esas áreas, evitándose tanto la presencia de solapamientos como los espacios vacíos. En particular, la definición de un sistema nacional de innovación funcional requiere delinear la forma en que las necesidades de un componente serán suplidas por otros. Por ejemplo, una política de incentivo a la innovación no puede elaborarse de forma disociada de la política educativa. En sentido más específico, la acción gubernamental deberá procurar con mayor decisión el fortalecimiento del capital humano, lo que requiere mayor inversión en educación en todos los niveles. Es necesario enfatizar que, aunque notables mejorías podrían ser logradas mediante cambios operativos que procuren mayor eficiencia del sector, es también indispensable aumentar los recursos dirigidos al mismo. Un aspecto especial de interés se refiere a la necesidad de creación de infraestructura para la innovación y productividad, en lo cual se destaca el fortalecimiento de los organismos públicos de investigación, innovación y difusión tecnológica. La experiencia reciente del IIBI, ITLA, CONIAF, entre otros, resulta positiva, pero muy limitada en su impacto. El requerimiento empresarial de creación de institutos tecnológicos élites, con estándares internacionales, debe recibir consideración especial. Se deberá también conformar un sistema de incentivos a la actividad innovadora, que actualmente está ausente del sistema de gerencia pública y de la propia legislación dominicana. Un aspecto en ese sentido es la orientación de la política de inversión extranjera directa hacia la atracción de firmas con potenciales derrames sobre la actividad local, tanto en términos de transferencia de tecnologías como de habilidades gerenciales, reconociendo que distintos proyectos de inversión puede estar asociados con muy distintos niveles de encadenamiento y transferencias de tecnología. Por supuesto, esto deberá ir pari passu con el fortalecimiento de las prácticas de protección del derecho de propiedad intelectual. Por otro lado, los resultados muestran que el tamaño de las firmas está asociado con distintos niveles de innovación. En correspondencia con ello, una estrategia de innovación deberá colocar atención a las pequeñas y medianas empresas. Esa atención deberá reflejarse en el desarrollo de programas de apoyo a la incorporación de nuevas tecnologías y fomento de la innovación al interior de las empresas de menor tamaño. La educación superior deberá orientarse con mucho mayor énfasis a la oferta de áreas de orientación tecnológica, incluyendo las áreas de matemáticas, lógica e 298
informática aplicada como áreas de especial interés. Esto requerirá la creación de mecanismos que incentiven la demanda de áreas tecnológicas por parte de los propios estudiantes, como anticipación de necesidades que se avecinan a nivel del país. Por otra parte, el fortalecimiento de la capacidad gerencial en los futuros profesionales y el “enseñar a pensar” son requerimientos evidentes por parte de los empleadores, que obligan a una reorientación de la forma de enseñanza convencional de las universidades. Como un ejemplo concreto, la enseñanza de idiomas debe continuar siendo fortalecida, a la luz de la discusión en los capítulos previos. Por supuesto, esos elementos no deben limitarse a la educación superior, sino manifestarse en todos los niveles educativos. Como indicado en el texto principal del presente documento, las instituciones de educación superior deberán procurar vinculaciones efectivas con el sector productivo, abriendo probablemente sus políticas de gobierno para asegurar la participación creciente de de empresarios (y funcionarios públicos) en sus instancias de dirección a distintos niveles. Deberán, igualmente, adoptar diseños organizacionales que les permitirá interactuar estrechamente con sectores que deben obedecer a culturas empresariales y emprendedoras. En suma, las IES dominicanas enfrentan un gran reto: adecuarse a ser colaboradores más efectivos del sector empresarial y adecuar sus estructuras para anticipar las demandas continuas de un mundo cambiante. El análisis del sector educativo sugiere serias deficiencias que deberán ser superadas para estar a la altura de ese reto, pues la experiencia hasta el momento no ha sido especialmente exitosa. En ese mismo marco, las IES deberán abocarse a una revisión más continua de sus programas de estudio y procurar la incorporación de estudiantes a áreas tecnológicas. Por otro lado, las posibilidades de desarrollo institucional de las universidades y centros de educación superior e, incluso, su propia supervivencia, subrayará no sólo lo imperativo de la eficiencia sino lo ineludible de la creatividad y la innovación en el despliegue de sus actividades y su propio desarrollo institucional. De resolver con éxito el enfoque práctico de vinculación con el sector productivo (y con el gubernamental), las instituciones de educación superior podrían aprovechar una sustancial oportunidad. El aprendizaje organizacional que tenga lugar para las instituciones de educación superior que se vinculen con el sector productivo podría muy bien redundar en un mejor aprovechamiento por parte de éstas de las posibilidades de financiamiento internacional de fuentes privadas. El acceso a tales recursos ha sido restringido desde hace años, no sólo debido a la creciente competencia internacional por los mismos, sino también por la debilidad de las instituciones de educación superior local para gestar proyectos atractivos que puedan competir en la arena internacional. 299
A su vez, la SEESCyT deberá continuar fortaleciendo su papel como organismo rector del sistema educativo superior, ciencia y tecnología. Entre otros puntos pendientes, la entidad deberá procurar formas de fortalecer las acciones de fomento a la investigación y desarrollo, más allá de aportes simbólicos. Esto requerirá la articulación de recursos públicos y privados. Sin abandonar su papel como ente rector, deberá procurar además crecientes niveles de concertación, y transmitir la confianza de que a través de sus acciones se desarrollan políticas coordinadas de Estado, en vez de impulsos coyunturales o iniciativas aisladas. La necesidad de reflejar una continuidad de propósitos surge como un elemento a destacar. Y al igual que las demás entidades gubernamentales, deberá constituir un ejemplo de innovación en sus propios procesos. En tal sentido, el financiamiento de actividades de innovación y de estudios de postgrado deberá eventualmente concentrarse en las áreas más congruentes con la estrategia general de desarrollo y competitividad. Finalmente, el sector empresarial deberá trabajar arduamente en unificar sus visiones y superar una pobre visión sobre sus propias potencialidades. Las organizaciones productivas deberán ser proactivas en la búsqueda de vinculaciones con las IES, como forma de obtener recursos humanos e ideas sin las cuales no será posible sobrevivir en el mundo que se avecina. En general, el sector productivo deberá asimilar la idea de que, en un mundo cambiante, los riesgos pueden ser menores que las oportunidades.
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315
316
Anexo
1
Diseños de muestras para encuestas a empresas, empleados y estudiantes Introducción Este documento describe el diseño muestral utilizado para la realización de las encuestas de empresas, empleados y estudiantes. En el primer caso, la unidad de observación son las unidades empresariales más simples, de forma tal que empresas pertenecientes al mismo grupo empresarial son consideradas como unidades separadas.
Muestra de empresas Construcción del Marco Muestral En el país, varias instituciones han realizado esfuerzos para la configuración de directorios de empresas, entre estas están Banco Central, FondoMicro, Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD), Directorios Telefónicos (páginas amarillas), Tesorería de la Seguridad Social (TSS), Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), Dirección General de Impuestos Internos (DGII), Instituto de Formación Técnico Profesional (INFOTEC), etc. Cada uno de estos directorios tiene propósitos vinculados a los objetivos de las respectivas instituciones. Una revisión de las fuentes existentes condujo a la utilización del directorio de la Tesorería de la Seguridad Social (TSS), por contener un mayor nivel de actualización y una mejor definición de los sectores económicos, lo cual contribuye en forma sustancial a los propósitos de este estudio. En el cuadro No.1 se presenta la base de datos de la TSS por sector y tamaño de la empresa, expresada en términos del número de empleados.
317
Cuadro No.1 Número de empresas por sector según rangos de empleados
Rangos de empleados
Sin clasificar
Sector Privada
Pública
Total
5
-
5
1 – 5
12,685
6
12,691
6 – 10
4,838
11
4,849
11 – 20
3,075
24
3,099
21 – 50
2,294
56
2,350
51 – 150
1,247
64
1,311
151 En Adelante
761
108
869
Total
24,905
269
25,174
Para fines de la presente investigación, solo interesan las empresas del sector privado. En el próximo cuadro, el número 2, se presenta la distribución de las empresas del sector privado, según la rama de actividad registrada en el directorio en cuestión.
318
Cuadro No.2 Distribución absoluta y porcentual de las empresas según sectores económicos Sectores Económicos A Y B - Restaurantes / Bares / Cafés / Discotecas / Comedores ADMINISTRADORAS DE FONDOS DE PENSIONES AGENCIAS DE CAMBIO AGRICULTURA Y/O GANADERÍA - Siembra y/o Crianza ASOCIACIONES DE AHORROS Y PRÉSTAMOS BANCO DE FOMENTO DE LA VIVIENDA Y LA PRODUCCIÓN BANCOS DE AHORRO Y CRÉDITO BANCOS MÚLTIPLES COMBUSTIBLES - Venta o Distribución de Petróleo y Derivados COMERCIO AL POR MAYOR Y MENOR - Tiendas / Colmados / Supermercados / Almacenes CONSTRUCCIÓN - Construcción / Arquitectura / Inmobiliarias CORPORACIONES DE CRÉDITO EMBAJADAS, CONSULADOS, MISIONES EXTRANJERAS ENERGÍA PRIVADA – Generadores, Distribuidores privad ENSEÑANZA - Colegios / Escuelas / Universidades / Institutos EXPLOTACIÓN DE MINAS Y CANTERAS GOBIERNO / ACUEDUCTOS - Incluye INAPA GOBIERNO / OTRAS INSTITUCIONES ESTATALES - Banco Central y otros descentralizados GOBIERNO / PODER JUDICIAL Y ELECTORAL GOBIERNO / SECRETARÍAS DE ESTADO Y DIRECCIONES GENERALES - Excluye defensa HOTELERÍA Y TURISMO - Hoteles / Moteles / Tours-Operadores / Agencias de Viaje INDUSTRIA Y MANUFACTURA - Fábrica de cualquier producto incluyendo alimentos JUEGOS DE AZAR - Bancas deportivas y lotería / Casinos MULTIMEDIOS - Emisoras de Radio o Televisión / Prensa Escrita y Digital / TeleCables ONG - Asociaciones / Fundaciones / Clubes Sociales, Deportivos y Culturales POR CLASIFICAR SALUD - Clínicas / Laboratorios / Hospitales / Consultorios / ARS SEGUROS - Aseguradoras y Reaseguradotas SERVICIOS PERSONALES - Salones Belleza / Lavanderías / Sastrerías SERVICIOS PROFESIONALES - Publicidad / Impresión / Consultoría / Servicios Profesionales en General TELECOMUNICACIÓN – Telefónicas TRANSPORTE - Terrestre / Línea Aérea / Marítimos / Alquiler Vehículos ZONA FRANCA - Industria de Zona Franca Total
Número Por empresas ciento 543 8 115 328 15 2 22 13 117 8,052 1,780 320 14 9 909 3 1 7 4 1 754 1,494 107 210 784 3,368 854 105 354
2.2 0.0 0.5 1.3 0.1 0.0 0.1 0.1 0.5 32.3 7.1 1.3 0.1 0.0 3.6 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 3.0 6.0 0.4 0.8 3.1 13.5 3.4 0.4 1.4
3,440 13.8 33 0.1 608 2.4 531 2.1 24,905 100.0
En el directorio del TSS existen 24,905 empresas clasificadas como privadas, de estas, unas 784 son ONG. Además figuran como13 entidades gubernamentales, debido a una incorrecta clasificación en el presente directorio. Por otro lado, para los fines de la presente investigación se toman en consideración solo aquellas empresas que contengan 6 o más empleados, porque un pequeño tamaño de la empresa la condiciona en los esfuerzos empresariales en términos de innovación. El total de empresas menores de 6 empleados ascendió a 12,685. 319
En consecuencia, las 3,368 empresas que no están clasificadas en sus respectivos sectores económicos en el cuadro No.2 se reducen a 365 cuando se eliminan las menores de 6 empleados. Estas fueron investigadas mediante un procedimiento de telemarketing y posteriormente incluidas en sus respectivos sectores económicos. Las empresas fueron clasificadas de acuerdo al Código Industrial Internacional Uniforme (CIIU) revisión 3, al nivel de dos dígitos. El siguiente cuadro contiene la clasificación a dos dígitos de los códigos CIIU. Cuadro No.3 CÓDIGOS CIIU (revisión 3) A DOS DÍGITOS ·
A- Agricultura, ganadería, caza y silvicultura
·
01 - Agricultura, ganadería, caza y actividades de servicios conexas
·
02 - Silvicultura, extracción de madera y actividades de servicios conexas
·
B - Pesca
·
05 - Pesca, explotación de criaderos de peces y granjas piscícolas; actividades de servicios relacionadas con la pesca
·
C - Explotación de minas y canteras
·
10 - Extracción de carbón y lignito; extracción de turba
·
11 - Extracción de petróleo crudo y gas natural; actividades de servicios relacionadas con la extracción de petróleo y gas, excepto las actividades de prospección
·
12 - Extracción de minerales de uranio y torio
·
13 - Extracción de minerales metalíferos
·
14 - Explotación de otras minas y canteras
·
D - Industrias manufactureras
·
15 - Elaboración de productos alimenticios y bebidas
·
16 - Elaboración de productos de tabaco
·
17 - Fabricación de productos textiles
·
18 - Fabricación de prendas de vestir; adobo y teñido de pieles
·
19 - Curtido y adobo de cueros; fabricación de maletas, bolsos de mano, artículos de talabartería y guarnicionaría, y calzado
·
20 - Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho, excepto muebles; fabricación de artículos de paja y de materiales trenzables
·
21 - Fabricación de papel y de productos de papel ·
320
22 - Actividades de edición e impresión y de reproducción de grabaciones
·
·
·
23 - Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear
·
24 - Fabricación de sustancias y productos químicos
·
25 - Fabricación de productos de caucho y plástico
·
26 - Fabricación de otros productos minerales no metálicos
·
27 - Fabricación de metales comunes
·
28 - Fabricación de productos elaborados de metal, excepto maquinaria y equipo
·
29 - Fabricación de maquinaria y equipo n.c.p.
·
30 - Fabricación de maquinaria de oficina, contabilidad e informática
·
31 - Fabricación de maquinaria y aparatos eléctricos n.c.p.
·
32 - Fabricación de equipo y aparatos de radio, televisión y comunicaciones
·
33 - Fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión y fabricación de relojes
·
34 - Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques
·
35 - Fabricación de otros tipos de equipos de transporte
·
36 - Fabricación de muebles; industrias manufactureras n.c.p.
·
37 - Reciclamiento
E - Suministro de electricidad, gas y agua ·
40 - Suministro de electricidad, gas, vapor y agua caliente
·
41 - Captación, depuración y distribución de agua
F - Construcción ·
·
·
G - Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores, motocicletas, efectos personales y enseres domésticos ·
50 - Venta, mantenimiento y reparación de vehículos automotores y motocicletas; venta al por menor de combustible para automotores
·
51 - Comercio al por mayor y en comisión, excepto el comercio de vehículos automotores y motocicletas
·
52 - Comercio al por menor, excepto el comercio de vehículos automotores y motocicletas; reparación de efectos personales y enseres domésticos
H - Hoteles y restaurantes ·
·
45 - Construcción
55 - Hoteles y restaurantes
I - Transporte, almacenamiento y comunicaciones ·
60 - Transporte por vía terrestre; transporte por tuberías
·
61 - Transporte por vía acuática
321
·
·
·
·
62 - Transporte por vía aérea
·
63 - Actividades de transporte complementarias y auxiliares; actividades de agencias de viajes
·
64 - Correo y telecomunicaciones
J - Intermediación financiera ·
65 - Intermediación financiera, excepto la financiación de planes de seguros y de pensiones
·
66 - Financiación de planes de seguros y de pensiones, excepto los planes de seguridad social de afiliación obligatoria
·
67 - Actividades auxiliares de la intermediación financiera
K - Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler ·
70 - Actividades inmobiliarias
·
71 - Alquiler de maquinarias y equipo sin operarios y de efectos personales y enseres domésticos
·
72 - Informática y actividades conexas
·
73 - Investigación y desarrollo
·
74 - Otras actividades empresariales
L - Administración publica y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria ·
·
M - Enseñanza ·
·
·
·
90 - Eliminación de desperdicios y aguas residuales, saneamiento y actividades similares
·
91 - Actividades de asociaciones n.c.p.
·
92 - Actividades de esparcimiento y actividades culturales y deportivas
·
93 - Otras actividades de servicios
P - Hogares privados con servicio doméstico 95 - Hogares privados con servicio doméstico
Q - Organizaciones y órganos extraterritoriales ·
322
85 - Servicios sociales y de salud
O - Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales
· ·
80 - Enseñanza
N - Servicios sociales y de salud ·
·
75 - Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria
99 - Organizaciones y órganos extraterritoriales
Una vez asignados los códigos CIIU y la categorización de las empresas en su correspondiente sector económico, se hicieron revisiones por muestreo, mediante llamadas telefónicas a las empresas, hasta configurar un marco muestral de 11,459 empresas susceptibles de ser seleccionadas con probabilidad diferente de cero. El total de empleados por empresas está en forma de rango, esto es, no se disponen de los valores individuales de empleados por empresas. En resumen, el marco muestral está construido bajo las siguientes condiciones: 1. Las empresas menores de 6 empleados no están consideradas como parte del presente estudio, estas constituyen un 49% del total de la base de datos que configura el marco muestral. 2. Se descartaron todas las empresas públicas, las de órdenes religiosas y afines y las ONG. 3. La clasificación de las empresas se hizo mediante el código CIIU, tercera revisión, y los tamaños de las empresas, medidas por el número de empleados, solo están expresados en forma de rango y no se dispone de los tamaños individuales de cada uno de ellos. 4. Se combinaron sectores económicos por considerarlos compatibles para los propósitos de la presente investigación, estas fueron: a. “Agricultura, ganadería, caza y Silvicultura” y “Pesca”. b. “Industrias manufactureras” y “Explotación de minas y canteras”. c. “Intermediación Financiera” y “Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, excepto el código 74 (Otras actividades empresariales)” d. “Enseñanza” y “Servicios sociales y de salud” y “Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales” y el código 74 (Otras actividades empresariales)”. e. Clasificación como sector económico único la Zona Franca.
Los estratos y dominios de estudios Los estratos están integrados por el total de empresas que conforman la interacción entre los sectores económicos y el rango de empleados de las empresas. 323
Por otro lado, los dominios, esto es, los niveles de desagregación para realizar inferencias válidas, están formados por: 1. El país 2. Los tamaños de las empresas, son cuatro (4) 3. Los sectores económicos, son diez (10). Los dominios en el punto 2 y 3 son aún susceptibles de combinaciones, especialmente en la etapa de análisis para fines de formulación de hipótesis estadísticas. El cuadro número cuatro (4), define la cantidad de empresas en los estratos y dominios. Cuadro No.4 Conformación del Marco Muestral de Empresas por tamaño de la misma según sector económico
Sectores 1 Agricultura y Pesca 2 Manufactura y Minas 3 Electricidad 4 Construcción 5 Comercio 6 Hoteles y Restaurantes 7 Transporte, Alm. Comunica 8 Inter Financiera /Inmobiliaria 9 Sector Social 10 Zona Franca Total
Micro (6 a 10) 70 331 3 321 1,835 292 221 220 1,227 39 4,559
Pequeña (11 a 150) 75 609 5 318 1,658 388 280 206 1,334 119 4,992
Mediana Grande (51 a 150) (151 y más) 27 10 227 139 5 3 60 20 255 65 91 102 77 37 38 36 288 104 100 224 1,168 740
Total 182 1,306 16 719 3,813 873 615 500 2,953 482 11,459
Tamaño de muestra Como variable de diseño se utilizó la proporción poblacional de las empresas medianas y grandes referido al total del marco muestral disponible, este valor fue de 0.60. La expresión para el tamaño de muestra para poblaciones finitas es como sigue:
324
……………..
(1)
Para una confianza del 95% el valor de Z se redondeó a dos (2). Para un nivel de error del 5% el tamaño de muestra aproximado es de 384 empresas. Cuadro No. 5 Estimación del tamaño de muestra para un nivel de confianza del 95% según niveles de error Nivel de Error 0.01 0.02 0.03 0.04 .045
Tamaño de muestra 9,600 2,400 1,067 600
0.05
474 384
.060
267
El equipo investigador requiere estimaciones por sectores económicos y por tamaño de empresa, en este sentido es preciso conciliar una muestra confiable en estos niveles de desagregación y los recursos económicos disponibles para este propósito. En consecuencia, se sugiere un tamaño muestral de 484 empresas, pues se estaría, en el peor de los casos, con un nivel de error a nivel nacional tan bueno como un 4% aproximadamente.
Afijación y selección de la muestra El tamaño muestral de 484 empresas, se asigno a las cuatro (4) categorías de empleados mediante la expresión de varianza óptima sin costo, la cual viene dada por:
……………. (2)
Donde Nn representa la cantidad de empresas en la población según tamaño de la misma medida en términos del número de empleados. Mientras que Sh es una estimación de la desviación estándar poblacional en las cuatro categorías anteriores. En la primera categoría, de 6 a 10 empleados, se obtuvo de investigaciones anteriores de empresas referidas a un tamaño similar, mientras que para los otros tres grupos mediante la aproximación del rango sobre 4, que es una empírica de tener una idea acerca de la dimensión de la desviación estándar. 325
Cuadro No. 6 Cálculo aproximado de la desviación estándar poblacional según tamaño de la empresa Desviación Estándar Sh
Micro (6 a10) 4.8
Pequeña (11 a 50) 9.75
Mediana (51 a 150) 24.75
Grande (151 y más) 37.25
Al hacer los cálculos correspondientes entre los valores de la tabla No. 6 y la No.4 se obtiene la distribución de la muestra que se exhibe en el cuadro No.7. Cuadro No. 7 Empresas en la muestra por tamaño de la misma
Empresas En la muestra
Micro (6 a10) 83
Pequeña (11 a 50) 161
Mediana (51 a 150) 119
Grande (151 y más) 121
Total 484
Luego, estos totales muestrales se afijaron a su vez según la raíz cuadrada de la población del cuadro No. 4, para lograr una mejor distribución de la muestra en los diferentes estratos.
Cuadro No. 8 Distribución de la muestra por tamaño de la empresa según sectores económicos Empresas
Micro (6 a10) 1 Agricultura y Pesca 4 2 Manufactura y Minas 8 3 Electricidad 8 4 Construcción 20 5 Comercio 8 6 Hoteles y Restaurantes 7 7 Transporte, Alm. Comunica 7 8 Inter Financiera /Inmobiliaria 17 9 Sector Social 3 10 Zona Franca 4 Total
326
83
Pequeña (11 a 50) 9 21 16 30 18 14 13 30 10 9 161
Mediana Grande (51 a 150) (151 y más) 8 9 18 17 9 7 19 12 11 17 10 9 7 12 20 16 15 22 8 9 119
121
Total 30 64 40 81 55 40 40 83 50 30 484
Respecto a la selección de las empresas, esta se hizo en forma sistemática con arranque aleatorio dentro de cada estrato. Aún cuando se organizó el marco por sector y dirección, esto no garantiza que se lograra el orden establecido, pues existen muchas empresas que no tenían direcciones o sectores geográficos de ubicación. Dado la dificultad que presentan algunas empresas para ser entrevistadas, debido principalmente a las múltiples ocupaciones de sus propietarios y/o gerentes, se escogió al azar tres veces la cantidad requerida, así si la selección de 20 empresas, sector construcción de 6 a 10 empleados, se seleccionaron al azar 60 empresas. La selección en cada estrato se hizo en forma independiente lo cual garantiza la adición de las varianzas y la combinación de los estimadores puntuales en los diferentes dominios que puedan formarse a partir de dichos estratos. En el cuadro No.9 se expresan la cantidad de empresas que realmente se obtuvieron de la muestra. Prácticamente un 10% de las empresas no fueron entrevistadas, este nivel de no respuestas está comprendido dentro del rango de lo esperado en este tipo de investigación. Cuadro No. 9 Distribución de la muestra resultante por tamaño de la empresa según sectores económicos
Empresas
Micro Pequeña Mediana (6 a10) (11 a 50)
Grande (51 a 150)
Total (151 y más)
1 Agricultura y Pesca
2
9
14
15
40
2 Manufactura y Minas
4
20
14
17
55
3 Electricidad
1
1
3
1
6
4 Construcción
8
18
4
10
40
5 Comercio
9
40
21
16
86
6 Hoteles y Restaurantes
4
15
10
13
42
7 Transporte, Alm. Comunica
5
11
10
7
33
8 Inter Financiera /Inmobiliaria 7
14
7
9
37
9 Sector Social
5
26
13
11
55
10 Zona Franca
2
9
11
18
40
Total
47
163
107
117
434
327
Factores de expansión La configuración del marco muestral, permitió hacer una selección al azar de empresas (independiente) en cada estrato. Por consiguiente, el factor de expansión para un particular estrato h, sin los ajustes pertinentes, es dado por:
…………. (3)
Donde nh representa en total de empresas en el estrato h y nh el tamaño de muestra en el mismo estrato h. Los tamaños de muestras nh , son los obtenidos en el trabajo de campo. La estratificación es doble, por rama de actividad y número de empleados. Por consiguiente, existen 40 factores de expansión, 10 ramas por 4 categorías de tamaño de empresas. Finalmente, el factor de expansión en la expresión (3) se ajustó por para obtener el total de empresas de 11,459 empresas. Esto quiere decir, que todos los análisis y sus conclusiones, están referidos y solo son válidos para esa población (marco muestral) antes señalada.
Los errores muestrales Estas representan las medidas de precisión de los estimadores. Para un estimador del total, digamos el total de empleados para las empresas con más de 5 empleados, viene dado por:
………… (3)
Donde los valores de Wh y Xh se refieren a los factores de expansión en cada estrato y al total de empleados por empresa en la muestra. Mientras que el error muestral viene dado por
……… (4)
Luego, para mejor manejo, se puede expresar el error muestral relativo mediante el Coeficiente de Variabilidad (CV), dividiendo la expresión (4) entre la (3) expresado en por ciento.
328
Se sugiere a los analistas, calcular los CV por rama de actividad económica de las empresas, estas son más estables en esas categorías respecto al tamaño de la empresa. Para evitar los pequeños tamaños de muestras por rama, puede agrupar sectores económicos, esto conlleva una ganancia en precisión estadística por el aumento de los grados de libertad. De lo contrario, las conclusiones y sus resultados podrían conllevar a CV muy altos y en consecuencia, a estimaciones no confiables. Por último, la varianza muestral a partir de los datos expandidos, viene dada por:
Donde la D representa un dominio de interés, puede ser el país completo, grupos de estratos o uno individual.
329
MUESTRA DE EMPLEADOS Construcción del Marco Muestral Para conocer el nivel de desarrollo tecnológico de los empleados profesionales que laboran en las empresas, se contempló la selección de una muestra de empleados profesionales de las mismas empresas entrevistadas. Inicialmente se escogieron los sectores económicos de uso intensivo en tecnología, en total se encontraron unas 3,776 empresas, lo cual representa un tercio del total de las empresas consideradas en el marco. Esta clasificación guarda similitud con la realizada en el estudio Innovation in EU_Ireland and Norway 2001, publicada en el Eurostat, NewCronos. Se establecieron cuotas de 3 empleados para las empresas de tamaño de 6 a 10 y de 11 a 50, mientras que para los otros dos grupos se escogerían 10 empleados de cada uno de ellos. Sin embargo, este procedimiento debió ser flexibilizado dado que la mayoría de las empresas seleccionadas, no disponen de suficiente personal profesional en sus nóminas. A la luz de estas circunstancias, el equipo investigador optó por incluir todos los sectores de que se dispone para el marco muestral y que están contenida en el cuadro No.4. Quiere decir, que el marco muestral está formado de todos los empleados profesionales de las empresas seleccionadas en la investigación referida a este sector. Tamaño de muestra No todas las empresas disponen de un adecuado nivel de organización administrativa y que, además, faciliten los medios para una selección al azar de sus empleados. En este sentido, se optó por fijar previamente el nivel de precisión relativo de un estimador, medido mediante el Coeficiente de Variación (CV), por la adaptabilidad que este procedimiento representa al estimar el tamaño de muestra. En efecto, esta expresión viene dada por
…….. (5)
Donde CV (cal) representa el CV que se calcula a partir de los datos del marco muestral, mientras que el otro, el deseado, se establece como nivel de precisión del estimador.
330
Para el cálculo de CV (cal) se escogieron cuatro sectores, ellos son: Servicios Financieros, Construcción, Manufactura y Telecomunicaciones. Estos representan unas 2,799 empresas, lo cual tiene aproximadamente un cuarto del marco muestral. De estas se obtuvieron los insumos necesarios para el cálculo del tamaño de muestra final de los empleados. Como era de esperarse el CV (cal) resultó ser de 108%. Basta pensar que están las empresas de 6 a 10 y las de 151 y más empleados. El cuadro más abajo expresa los valores de n en términos del CV (des). Cuadro No.10 Distribución del tamaño de muestra según niveles de CV deseado. Coeficiente de Variación deseado .02
Tamaño de muestra 2,970
.03
1,320
.04
743
.05
475
La decisión final fue un total de 700 empleados, el cual representa, a nivel nacional, un CV deseado de algo menos de un 5% para los estimadores que guardan una alta correlación positiva con el tamaño de la empresa.
Selección de la muestra No se dispone de un listado o nómina que las empresas faciliten para fines de la selección al azar. En consecuencia, la escogencia de los empleados depende de la gerencia de las empresas, solo la cantidad puede ser especificada por parte del equipo investigador. En el desarrollo del trabajo de campo, se verificó la dificultad de completar una muestra de 700 empleados profesionales, no estudiantes de términos, de las empresas seleccionadas. En este sentido, como ya se explicó anteriormente, se incluyeron todos los sectores, en vez de circunscribirse a los sectores de mayor incidencia tecnológica. Sin embargo, dado que los empleados provienen de una muestra aleatoria de empresas, las estimaciones de los empleados pueden ser tratadas con factores de expansión de las empresas.
331
Factores de expansión De la base de datos de empresas, se expandió el total de empleados universitarios o estudiantes de términos con un total de 191,483 empleados. Este valor le llamaremos . Del total de de las 434 empresas, se entrevistaron unas 124 empresas, de estas resultaron 101 con empleados profesionales o estudiantes de términos. Las probabilidades conjuntas de selección vienen dadas por: Donde W h es el factor de expansión de la muestra de empresas, eh el número profesionales o estudiantes de términos y Eh el total de empleados de la empresa. Por consiguiente, el factor de expansión ajustado por la cantidad ,, viene dado de la expresión: Este viene a configurar el factor o ponderador de las entrevistas relacionadas con los trabajadores de las empresas entrevistadas. Respecto a los errores muestrales, así como las sugerencias de la confiabilidad de los estimadores, han sido expuestos anteriormente.
MUESTRA DE ESTUDIANTES La investigación aborda un segmento de la población estudiantil universitaria, los estudiantes de término, aquellos que se encuentran cursando el último año de su carrera universitaria. Este segmento universitario posee las características y conocimientos para responder preguntas sobre el quehacer productivo y el uso de tecnología, así como para percibir las acciones de la universidad orientadas a formar en materia de información y desarrollo tecnológico.
Construcción del Marco Muestral y formación de Estratos. Se hizo un esfuerzo y trabajo de importancia para la obtención de un marco muestral de estudiantes que viabilice el diseño de una muestra de estudiantes de término. Se 332
logró conformar una base de datos, partiendo de informes individuales recibidos por la Secretaría de Estado de Educación Superior Ciencia y Tecnología (SEESCyT). En la misma se logró almacenar unos 230,000 registros de estudiantes, inscritos en unos 27 Institutos de Estudios Superiores (IES). Una revisión exhaustiva de la base de datos obtenida condujo a su rechazo para ser utilizada como fuente para la obtención del marco maestro, debido a los múltiples problemas que presentaba. No aparecía la matrícula de unos 28,000 estudiantes, siendo este el campo que podría conducir a la selección de los estudiantes de término. Además, la mayoría de las universidades pequeñas no registraron la carrera que cursa el estudiante. Así también, para la gran masa de estudiantes de la UASD, no se contaba con dirección, ni teléfono para su localización. Si bien, un número importante de estudiantes tiene declarada su matrícula, la configuración de la misma difiere significativamente de una universidad a otra, impidiendo un ordenamiento cronológico, que permita identificar los estudiantes de término. Esta situación conllevó a conceptualizar un marco muestral, basado en un levantamiento de las secciones que cursan los estudiantes de último año en las diferentes universidades. Estas a su vez, comprenden el total de estudiantes de término, que es la población objetivo. Por otra parte, el marco muestral de secciones fue conformado por estudiantes de las siguientes carreras: 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Ingenierías Mercadotecnia Economía Administración (todas) Medicina y afines Biología y Química
La elección de la carrera estuvo basada en la premisa de que estos son los estudiantes más vinculados al quehacer tecnológico. La muestra de estudiantes fue seleccionada de las escuelas y programas que se detallan en el cuadro siguiente.
333
Cuadro No. 11 Escuelas y programas incluidos en el Estudio
Escuelas
Programas
Ingeniería
Ingeniería de Sistemas /Informática
Ingeniería Electrónica
Ingeniería Mecánica
Ingeniería Eléctrica
Ingeniería Telemática
Ingeniería Civil
Ingeniería Química
Ingeniería Industrial
Administración
Administración de empresas
Administración Hotelera
Administración Turística
Economía
Economía
Mercadeo
Mercadotecnia
Ciencias Médicas
Medicina
Bioanálisis
Odontología
Farmacia
Biología y Química
Biología
Química
Dada la ausencia de un marco de lista, se parte de un conjunto de secciones que se registraron en visitas previas, para la configuración del marco muestral. El mismo incluye todas las asignaturas correspondientes al último año de cada programa. Para tales fines, se contó con un personal que estuvo a cargo de las labores de levantamiento de los datos para la elaboración del marco de secciones de cada una de las universidades seleccionadas.
334
Tamaño de muestra Las unidades primarias de muestreo fueron las universidades. Dada la dificultad para conformar el marco de secciones oportunamente y su costo, se procedió a una selección experta de universidades, según la magnitud de su matrícula y su tendencia manifiesta al uso, promoción y enseñanza en materia de tecnología e innovación de procesos. El total de estudiantes universitarios, para el año 2002, alcanza unos 278,812, después de excluir aquellos que están matriculados en universidades militares, escuelas normales, seminarios religiosos, entre otros. La magnitud de estudiantes en las universidades seleccionadas representa el 84.24% del total, los cuales se presentan en el cuadro siguiente, distribuidos por universidad: Cuadro No. 12 Distribución de la matrícula de estudiantes según universidades seleccionadas
Universidades Universidad Autónoma de Santo Domingo Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra
Matrícula 125,624 14,240
Universidad APEC
7,838
Universidad Católica de Santo Domingo
5,281
Instituto Tecnológico de Santo Domingo
4,344
Universidad Tecnológica de Santiago
34,620
Universidad Dominicana O & M
26,046
Universidad Central del Este
8,978
Universidad del Caribe
7,906
Total
234,877
Las unidades secundarias de muestreo la integraron las secciones de estudiantes que cursaban el último año del programa, tal como se describió anteriormente, las mismas alcanzaron unas 2,695, presentadas en el cuadro siguiente:
335
Cuadro No. 13 Número de secciones de estudiantes de término, según universidad
Universidades Universidad APEC Universidad Tecnológica de Santo Domingo Universidad O & M Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra Universidad Autónoma de Santo Domingo Universidad Católica de Santo Domingo Universidad Central del Este Universidad del Caribe Universidad Tecnológica de Santiago Total
Secciones 305 108 25 179 632 301 60 79 1006 2,695
En la tercera etapa de muestreo participaron como elementos los estudiantes, los cuales fueron seleccionados con la aplicación de un procedimiento aleatorio y sistemático en cada sección de la muestra. Para calcular el tamaño de muestra en la primera etapa se trabajó con el procedimiento para proporciones:
, para poblaciones infinitas, y luego ajustando para po-
blaciones finitas se tiene, n = n0 / (1 + (n0 / N)) donde: N: número de secciones de estudiantes de término n: tamaño de muestra calculado P: es una proporción que representa a cualquier variable del estudio, se le asignó el valor que proporciona la mayor varianza (0.5). Z: nivel de confianza, en la muestra fue de 95%. e: nivel de error aceptado, en este caso fue de 7.66% Se trabajó con el nivel máximo de variabilidad que pudiera existir en cualquiera de las variables incluidas en el estudio, P = 0.5, con una confianza de 95% (Z = 1.96) y un error de 7.66%. 336
Resultando una muestra (n0) de 164 secciones, luego ajustando para poblaciones finitas (N), se tiene que n = 154. En la tercera etapa, se consideró un tamaño de muestra fijo, igual a cinco (5) estudiantes en cada sección. La muestra total fue el producto de multiplicar el número de secciones en la muestra por cinco, resultando un tamaño de 768 estudiantes. Las secciones de la muestra (154) fueron distribuidas entre las universidades de forma desproporcionada, atendiendo a la raíz cuadrada de la matrícula de estudiantes de cada universidad., buscando tener un tamaño adecuado de muestra en cada una de ellas. Con este mismo procedimiento fue distribuida entre los programas o carreras a lo interno de cada universidad. Dado que la distribución de la muestra entre las universidades y programas no se hizo de forma proporcional, se hizo necesario calcular factores de ponderación. A continuación se presenta la forma en que quedó distribuida la muestra: Cuadro No. 14 Muestra polietápica de estudiantes universitarios de término, según universidad Muestra de universidades
Matrícula
Raíz
Muestra
Muestra
estudiantil
cuadrada
de secciones estudiantes
Universidad Autónoma de Santo Domingo
125,624
354
41
205
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra
14,240
119
19
95
Universidad Apec
7,838
89
15
75
Universidad Católica de Santo Domingo 5,281
73
9
45
Instituto Tecnológico de Santo Domingo 4,344
66
10
50
Universidad Tecnológica de Santiago
34,620
186
22
110
Universidad Dominicana O & M
26,046
161
16
80
Universidad Central del Este
8,978
95
11
55
Universidad del Caribe
7,906
89
11
53
Total
234,877
1,232
154
768
337
338 2
Administración de Empresas
1
4 3
2 2
Ing. Sistemas y/o Informática
Ing. Civil
Arquitectura
Ing. Mecánica
4
1
1
2
0
0
2
4
41
15
9
10
22
16
11
11
19
3
Total
1
2
1
Ing. Telemática
2
1
1
3
2
3
Ing. Eléctrica
1
1
2
1
1
1
1
1
2
Ing. Electrónica en Computación
Electrónica en Comunicación
2
4
Odontología
Ing. Electrónica y/o Ing.
1
2
1
2
Bioanálisis
1
1
1
2
Economía
3
4
4
1
4
4
3
Ing. Química
2
2
2
1
2
2
2
2
2
3
1
Ing. Industrial
2
2
3
1
3
2
y/o Hotelera
Administración Turística
3
UNICARIBE
Farmacia
2
UCE
5
O&M
2
UTESA
Mercadotecnia
3
INTEC
7
UNAPEC UCSD
Medicina
PUCMM
UASD
PROGRAMAS
Cuadro No. 15 Muestra de secciones estudiantes de término por universidades, según programas
154
2
8
1
8
7
2
10
19
4
1
3
1
10
16
23
3
24
12
TOTAL
339
20 20 15
10 10
Odontología
Ing. Sistemas y/o Informática
Ing. Civil
Arquitectura
Ing. Mecánica
20
5
5
10
205
75
45
50
110
80
55
53
95
15
Total
5
10
5
Ing. Telemática
10
5
5
10
20
15
10
15
Ing. Eléctrica
5
5
10
5
5
5
5
5
5
10
5
Ing. Electrónica en Computación
en Comunicación
10
5
Bioanálisis
Ing. Electrónica y/o Ing. Electrónica
5
10
Economía
10
13
20
5
5
20
20
Ing. Química
10
10
10
5
10
10
10
10
5
20
Ing. Industrial
10
15
15
5
10
10
Administración Turística y/o Hotelera
15
10
10
5
Administración de Empresas
15
15
10
Farmacia
10
25
768
10
40
5
40
35
10
50
95
20
5
15
5
50
78
115
15
120
60
O & M UCE UNICARIBE TOTAL
10
UTESA
Mercadotecnia
INTEC
15
PUCMM UNAPEC UCSD
35
UASD
Medicina
Programas
Cuadro No. 16 Muestra de estudiantes de término por universidades, según programas
Al distribuir la muestra se tomó como referencia la raíz cuadrada de la matrícula de estudiantes en cada universidad, pudiendo esto resolver las distorsiones que pudieran haber con el subregistro de las secciones de términos, situación que también será contornada con la ponderación, para la cual se utilizará la matrícula total de estudiante por escuela, tomada de otra fuente y no en base al número de secciones. Selección de la muestra La muestra fue seleccionada de forma independiente en cada universidad y en cada programa. Se realizó una selección sistemática de secciones en la segunda etapa de muestreo. De igual forma fueron seleccionados los estudiantes en la tercera etapa. Una vez el personal de campo llegaba al aula, procedía a contar los alumnos, cifra que se dividía entre cinco para establecer el alcance del salto en la selección, ésta cantidad era multiplicada por un número aleatorio procedente de una tabla aleatoria de números que portaban los encuestadores, pudiendo así establecer el arranque aleatorio de la selección sistemática. Factores de ponderación Dado que la muestra de secciones en cada programa fue tomada de forma desproporcionada a lo interno de cada universidad, se ponderó por un factor basado en el cociente de los pesos relativos de la distribución del número de secciones por programas en la población de secciones y de los mismos pesos en la muestra. En el caso de los estudiantes, los cuales fueron seleccionados a razón de cinco por cada sección, no fue necesario ponderar debido a que el número de estudiantes de una sección otra variaba muy poco.
340
Anexo 2 Formulario para encuesta a empresas ENCUESTA SOBRE INNOVACIÓN Y NECESIDADES DE RECURSOS CON EDUCACIÓN SUPERIOR EN LAS EMPRESAS DOMINICANAS SECRETARÍA DE ESTADO DE EDUCACIÓN SUPERIOR, CIENCIA Y TECNOLOGÍA (SEESCyT)/GRUPO DE CONSULTORÍA PARETO FORMULARIO NO. PRESENTACIÓN Esta encuesta tiene por objetivo medir el nivel de innovación en las empresas dominicanas y sus necesidades de recursos humanos con educación superior. Los resultados de la encuesta servirán para formular políticas tecnológicas y educativas favorables al desarrollo social y económico del país. La información suministrada sólo será utilizada de forma agregada, sin identificar en ningún caso a empresas individuales. IDENTIFICACIÓN DE LA EMPRESA Nombre de la Empresa:
Nombre del informante principal:
Rama de Actividad:
Posición del informante principal:
Provincia:
Teléfono del informante principal: (809)-
Municipio:
Mail del informante principal:
Calle y Número:
Fax:
Teléfono principal: (809)-
Mail:
IDENTIFICACIÓN DEL CUESTIONARIO Nombre del Encuestador:
Nombre del Supervisor:
Fecha de inicio de la Entrevista: DD/MM/2006
Fecha de Supervisión: DD/MM/2006
Fecha de Finalización de la Entrevista: DD/MM/2006
Nombre del Digitador:
Encuestador: Indique abajo el grado de confianza
Fecha de Digitación: DD/MM/2006
de la entrevista, según su parecer: Muy alto Alto Bajo Muy bajo
341
ENCUESTA SOBRE INNOVACION Y NECESIDADES DE RECURSOS CON EDUCACIÓN SUPERIOR EN LAS EMPRESAS DOMINICANAS I. INFORMACIONES GENERALES SOBRE LA EMPRESA 1. ¿Esta empresa forma parte de algún grupo empresarial de distintas empresas? Encuestador: Por “grupo empresarial” se entiende dos o más empresas legalmente establecidas, que sean de propiedad común. Las empresas en un “grupo” generalmente producen distintos productos o servicios, o atienden mercados en distintos países. Una empresa única, aunque tenga distintas sucursales, no se considera como un “grupo empresarial”.
1) 2)
SI NO
Encuestador: Aclarar que las respuestas deben referirse sólo a la empresa, y no al grupo empresarial al que pertenece.
2. ¿Tiene esta empresa su casa matriz o alguna sucursal en el exterior? 1) Sí, la matriz está en el exterior 2) Sí, tiene sucursales en el exterior 3) Ninguna de las anteriores
Encuestador: Aclarar que las respuestas deben referirse a las operaciones de la empresa en RD, sin incluir las operaciones de las
3 ¿En que año inició esta empresa sus operaciones? Encuestador: Si la empresa ha cambiado de dueño o nombre, pero no ha cambiado de actividad, indicar el año en que inició sus operaciones. 4. Durante el período 2003-2005, ¿esta empresa adquirió o se fundió con alguna otra empresa? 1. Sí 2. No 5A. Durante el período 2003-2005, ¿los dos principales tipos de clientes de esta empresa fueron....? Primera Segunda Mención Mención 1. Empresas locales (establecidas en el país) 2. Empresas extranjeras (establecidas en el exterior) 3. Consumidores locales 4. Consumidores extranjeros 5. Entidades del gobierno general 6. Organismos internacionales 7.Otros (especifique)
1 2 3 4 5 6 7
1 2 3 4 5 6 7
5B. Durante el período 2003-2005, ¿los principales proveedores de esta empresa fueron...? 1. Empresas locales 2. Empresas extranjeras 3. Suplidores independientes o por cuenta propia 4. Otra (especifique)_____________________
342
II. INNOVACIÓN EN PRODUCTOS Y SERVICIOS Encuestador: Una innovación de producto o servicio es cuando la empresa encuestada empieza a producir un producto o servicio nuevo o significativamente mejorado, con respecto a sus productos o servicios previos. La innovación DEBE SER NUEVA PARA LA EMPRESA ENCUESTADA, pero podría ya haber estado en el mercado nacional o mundial. Las certificaciones de calidad (por ejemplo, ISO) no constituyen por sí mismas innovaciones, a menos que el proceso de certificación haya originado algún producto o servicio nuevo o significativamente mejorado.
6. Durante el período 2003-2005, ¿esta empresa comenzó a producir....: SI 1. ¿Algún producto nuevo o significativamente mejorado? (ENCUESTADOR: Excluir la simple reventa de productos completamente desarrollados por otra empresa)
NO
2. ¿Algún servicio nuevo o significativamente mejorado?
Si respondió NO en ambas, pasar a Preg. 10
7. ¿Quién desarrolló, EN SU MAYOR PARTE, esas innovaciones de productos o servicios? ENCUESTADOR: SOLO MARCAR UNA RESPUESTA 1. 2. 3. 4.
7B. Aunque desarrollaLa propia empresa do fuera, ¿el producto La empresa junto a una universidad o servicio fue sustanLa empresa junto a otras empresas cialmente modificado por esta empresa? La empresa junto a un centro de investigación del gobierno
5. La matriz o una sucursal de la empresa en el exterior SI
NO
6. Otra empresa del mismo grupo empresarial en el país SI
NO
7. Otra empresa del mismo grupo empresarial en el exterior SI
NO
8. Otra empresa no directamente relacionada SI
NO
9. No sabe/No responde 10. Otro (Especifique)________________________ 8. ¿Alguna de esas innovaciones de productos o servicios de la empresa durante el 2003-2005, fue...? SI NO NS 1. Nueva en el mercado, además de ser nueva para la firma (NO estaba siendo ofrecido por ningún competidor en el mercado donde esta firma opera, aunque estuviera ya disponible en otros mercados) 2. Sólo nueva para la firma, pero no para el mercado (Ya estaba siendo ofrecido por algún competidor). 9A. ¿Cuántas innovaciones de productos o servicios diría usted que generó esta empresa en el período 2003-2005? 1) Una innovación 2) De 2 a 5 3) Más de 5 9B. Por favor, descríbanos brevemente la innovación de producto o servicio más importante que realizó esta empresa durante el período 2003-2005 ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________
343
III. INNOVACIÓN EN PROCESOS Una innovación de proceso es la implantación de un proceso nuevo o significativamente mejorado para la producción, distribución, comercialización o administración de los productos o servicios de la empresa. La innovación DEBE SER NUEVA PARA LA EMPRESA ENCUESTADA, pero podría ya haber estado en el mercado nacional o mundial. Las innovaciones pueden haber sido desarrolladas en la propia empresa o por otra empresa o institución. La introducción de nuevas maquinarias o equipos se considera innovación de procesos si implica cambios significativos en el nivel de producción alcanzable, en la calidad de los productos o servicios, o en los costos de producción, distribución o comercialización de los mismos. Los cambios en la estructura organizacional no se consideran innovaciones, a menos que hayan inducido cambios significativos en la forma de producir, distribuir o comercializar los productos o servicios. 10. Durante el período 2003-2005, ¿esta empresa desarrolló o adoptó: SI 1. Algún proceso nuevo o significativamente mejorado para producir sus productos o servicios 2. Algún proceso nuevo o significativamente mejorado para comercializar o distribuir sus productos o servicios 3. Algún proceso nuevo o significativamente mejorado para llevar a cabo: A Las actividades de compra de equipos o materiales B Las actividades de mantenimiento de equipos C La administración financiera D El manejo de información E El control de inventarios F Otras actividades de soporte a la producción y comercialización de los productos o servicios de la empresa 11. ¿Quién desarrolló, en su mayor parte, esas innovaciones de procesos?
1. La propia empresa 2. La empresa junto a una universidad 3. La empresa junto a otras empresas 4. La empresa junto a un centro de investigación del gobierno 5. Una matriz o filial de la empresa en el exterior 6. Otra empresa del mismo grupo empresarial en el país 7. Otra empresa del mismo grupo empresarial en el exterior 8. Otra empresa no directamente relacionada 9. No sabe 10. Otro (Especifique)_______________________
344
NO
Si NO a todas, ir a 15
12. ¿Alguna de esas innovaciones de procesos introducidas por la empresa durante el 2003-2005, fue...: SI NO NO SABE 1. Nueva en el mercado, además de ser nueva para la firma (NO estaba siendo ofrecido por ningún competidor en el mercado donde esta firma opera,aunque estuviera ya disponible en otros mercados) 2. Sólo nueva para la firma, pero no para el mercado (Ya estaba siendo ofrecido por algún competidor). 13. ¿Cuántas innovaciones de procesos diría usted que generó esta empresa en el período 2003-2005? 1. Una innovación 2. De 2 a 5 3. Más de 5 14. (OPCIONAL) Si le es posible, describamos brevemente la innovación de proceso más importante que realizó esta empresa durante el período 20032005. __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ _________________________________________________________________ IV. ACTIVIDADES DE INNOVACIÓN ABANDONADAS 15. Durante el período 2003-2005, ¿tuvo esta empresa alguna actividad dirigida al desarrollo o introducción de productos, servicios o procesos nuevos o significativamente mejorados, que al momento actual...: SI NO a) han sido definitivamente abandonadas b) están todavía sin concluir, sin haber generado todavía una innovación V. ACTIVIDADES DE INNOVACIÓN Y GASTOS Por actividades de innovación se entiende: A) La adquisición de maquinarias, equipos, softwares y licencias; B) Los trabajos de ingeniería, mercadeo, investigación y desarrollo de productos; C) Las labores de entrenamiento de personal
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Siempre que estén especialmente dirigidas al desarrollo o implantación de alguna innovación de producto, servicio o proceso. La adquisición rutinaria de maquinarias o equipos con características similares a los viejos, así como labores rutinarias de entrenamiento, NO se consideran como actividades de innovación. 16A. Durante el período 2003-2005, ¿realizó esta empresa alguna de las siguientes actividades de innovación? (ENCUESTADOR: SOLO SI ES NECESARIO, LEER LA ACLARACIÓN EN ITÁLICAS) SI NO 1. Compra de maquinarias, equipos o softwares. Adquisición de maquinarias, equipos, computadores o softwares avanzados, con fines de producir o introducir productos, servicios o procesos nuevos o significativamente mejorados. 2. Investigación y Desarrollo en la empresa. Trabajo creativo, desarrollado al interior de la empresa para ser usado en el desarrollo de productos, servicios o procesos nuevos o significativamente mejorados. 3. Compra de Investigación y Desarrollo de otras empresas. Actividades como las anteriores, pero compradas por esta empresa a otras empresas o a instituciones públicas o privadas de investigación. 4. Adquisición de conocimiento externo. Compra o licenciamiento de patentes o invenciones no patentadas, de métodos de producción o comercialización, o de otras formas de conocimiento desarrollado por otras empresas u organizaciones. 5. Entrenamiento. Entrenamiento interno o externo del personal específicamente dedicado al desarrollo o introducción de productos, servicios o procesos. 6. Actividades para introducción de nuevos productos o servicios al Mercado. Actividades de investigación de Mercado, despliegues publicitarios u otras actividades dirigidas a la introducción de algún producto o servicio nuevo o significativamente mejorado. 7. Gastos de diseño de productos, servicios o procesos nuevos o significativamente mejorados. Gastos para diseñar o poner en funcionamiento algún producto, servicio o proceso nuevo o significativamente mejorado, excluyendo gastos en la fase de investigación y desarrollo de la idea.
346
16B. (SOLO PREGUNTAR SI HUBO ALGUNA ACTIVIDAD DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO EN LA EMPRESA. DE LO CONTRARIO, ESCRIBA “0” EN AMBAS CASILLAS Y PASE A LA PREGUNTA 17. Aproximadamente, ¿cuál fue el monto de la inversión de la empresa en investigación y desarrollo en el 2005? ¿Qué porcentaje de las ventas anuales representa ese gasto? Monto invertido en Investigación y Desarrollo (RD$)
Porcentaje de las ventas anuales (%)
16C. Aproximadamente, ¿cuántos empleados de la empresa trabajan íntegramente en funciones de investigación o desarrollo tecnológico?__________. 17A. Durante el período 2003-2005, ¿recibió esta empresa algún tipo de soporte financiero de las siguientes entidades, para desarrollar innovaciones de productos, servicios o procesos? (Encuestador: Aclarar que esto incluye soporte financiero vía deducciones de impuestos, becas, préstamos subsidiados, etc. Se excluye las actividades desarrolladas por otra entidad a cambio de un pago y bajo contrato) 17B. En caso de haber recibido soporte, ¿cómo valora su importancia? SI NO Nada importante
Algo importante
Muy importante
1. Gobierno Central (Secretarías de Estado) 2.
Universidad estatal
3. Instituciones públicas de investigación 4. Instituciones estatales de crédito
VI. FUENTES DE INNOVACIÓN 18A. Durante el período 2003-2005, ¿qué tan importante fueron las siguientes fuentes para proveer a esta empresa ideas o información relevantes para el potencial desarrollo o introducción de nuevos productos, servicios o procesos? 1 Clientes (consumidores o empresas) 2 Empresas suplidoras
Nada importante
Algo importante
Muy importante
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Algo Nada Muy importante importante importante 3 Otras empresas en RD (no clientes ni suplidoras) 4 Otras empresas en el exterior (no clientes ni suplidoras) 5 Empleados de la propia empresa 6 Organizaciones empresariales 7 Libros, revistas, internet 8 Conferencias, ferias de negocios 9. Consultores contratados 10 Entidades del gobierno 11 Universidades 12 Otras instituciones que ofrecen servicios de investigación 13 Organismos internacionales (Unión Europea, Agencia Japonesa, etc) 18B. Durante el período 2003-2005, ¿tuvo esta empresa algún tipo de cooperación con otras empresas o entidades en lo que se refiere a actividades de innovación? Por cooperación en actividades de innovación se entiende la participación activa con otras instituciones comerciales o no comerciales con fines de desarrollar conjuntamente algún producto, servicio o proceso nuevo o significativamente mejorado. No se requiere que todos los participantes hayan procurado beneficio comercial. Se excluye la simple contratación de los servicios de otra empresa o institución con la cual no se colabora directamente para fines de desarrollar alguna innovación. 1. SI 2. NO
>> Pasar a 20
19. ¿Con qué tipo de institución? (Puede marcar varias) 1. La casa matriz 2. Otras empresas de su grupo empresarial 3. Suplidores de equipos o materiales 4. Empresas competidoras 5. Empresas clientes
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6. Consultores privados, laboratorios comerciales o instituciones privadas de Investigación y Desarrollo 7. Universidades u otras instituciones de estudios superiores 8. Institutos públicos de investigación 9. Otras entidades del Gobierno
VII. FACTORES LIMITANTES DE LA INNOVACIÓN 20. Por favor, indique el grado en que los siguientes aspectos dificultan o impiden la capacidad de innovación de esta empresa Dificulta Dificulta Dificulta nada mucho o muy poco medianamente Factores generales 1. El riesgo de invertir en un nuevo producto que no tenga buen resultado en el mercado 2. El costo de introducir nuevos productos o cambiar los procesos 3. La falta de fuentes de financiamiento 4. La falta de personal calificado en el país Factores internos 5. Problemas en la estructura de la empresa 6. Falta de personal calificado en la empresa 7. Falta de información sobre tecnología 8. Falta de información sobre lo que necesita el mercado 9. Falta de tiempo para hacer cosas distintas a la rutina Otros Factores 10 Falta de garantía de los derechos de propiedad 11 Poca flexibilidad de las normas y reglamentos 12 Falta de interés de los clientes por bienes o servicios novedosos
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ENCUESTADOR: VER PREGUNTAS 6 Y 10. Si la firma tuvo alguna innovación de producto o proceso en el periodo 2003-2005... VIII. MOTIVADORES Y EFECTOS DE LA INNOVACIÓN
Ir a 22
21. ¿Cuáles de los siguientes factores influyeron en que esta empresa NO tuviese ninguna innovación o actividad de innovación durante el período 2003-2005? SI NO 1. No tiene necesidad de innovaciones debido a innovaciones previas 2. No tiene necesidad de innovaciones en el Mercado en que se desenvuelve
Ir a 25
3. Tiene una limitada capacidad de innovación debido a factores adversos 4. No ha tenido oportunidad de hacerlo
22. ¿Cuál fue el principal objetivo o fin por el cual esta empresa se vio motivada a desarrollar o incorporar innovaciones de productos o de procesos durante el período 2003-2005? (NO LEER. SOLO ESCUCHAR Y MARCAR LA MÁS ADECUADA). 1. Aumentar participación en el mercado 2. Aumentar sus ventas locales 3. Ganar o aumentar ventas en el exterior 4. Mejorar la calidad de los productos o servicios 5. Mejorar las condiciones de trabajo y seguridad del establecimiento 6. Reducir costos de producción 7. Mejorar condiciones ambientales, higiene o condiciones Laborales 8. Cumplir con regulaciones públicas locales 9. Satisfacer requerimientos de clientes o suplidores locales 10. Satisfacer requerimientos de clientes o suplidores extranjeros 11. Responder a una iniciativa de la competencia 12. Mejorar imagen empresarial como empresa innovadora 13. Otro (especifique)
350
23. ¿Qué tan alto fue el impacto de las innovaciones de esta empresa durante el período 20032005 sobre los siguientes aspectos...? Grado de efecto observado........... Bajo Medio Alto Efectos sobre producción 1. Aumento en la variedad de productos o servicios ofrecidos a los clientes 2. Aumento en la rapidez para responder a los clientes 3. Aumento en la calidad de los productos o servicios ofrecidos 4. Aumento en la capacidad de producción o distribución 5. Reducción en los costos laborales 6. Reducción de costos no laborales Efectos sobre el mercado 7. Aumento del volumen de ventas 8. Aumento de participación de mercado 9. Aumento de la capacidad de exportar Otros efectos 10. Mejoría en condiciones de ambiente y seguridad 11. Mayor cumplimiento de regulaciones dominicanas 12. Mayor cumplimiento de regulaciones extranjeras 13. Mejor imagen de la empresa en la percepción pública
351
IX. DERECHOS DE PROPIEDAD 24A. Durante el período 2003-2005, ¿Solicitó esta empresa al menos una patente para proteger invenciones o innovaciones desarrolladas? ENCUESTADOR: Al preguntar por la cantidad, aclarar que una misma patente, solicitada en diferentes oficinas de registro de patentes, sólo debe ser contada una vez. El simple registro de una firma en Industria y Comercio no constituye una “patente”. 1. SI
Escriba la cantidad de solicitudes de patentes
2. NO 24B. A finales de 2005, ¿tenía esta empresa alguna patente vigente para proteger alguna invenció o innovación? Encuestador: Aclarar que una misma patente, aprobada en diferentes oficinas de patentes, sólo debe ser contada una vez. 1. SI 2. NO
Escriba la cantidad de patentes vigentes en 2005
24C. Durante el período 2003-2005 ¿usó la empresa alguno de los siguientes métodos para proteger alguna invenció o innovación? En caso afirmativo, señale el grado de importancia. 24D. Si ha sido usado, Ha sido usado? indicar grado de importancia SI NO Medio Alto Bajo 1. Patentes 2. Registro de diseño 3. Marcas de fábrica 4. Derechos de autor X. INNOVACIÓN INSTITUCIONAL, ESTRATEGICA MERCADOLÓGICA Las secciones anteriores se refieren a aspectos técnicos en la producción o comercialización de productos o servicios. Esta sección se refiere a todo tipo de actividades de innovación, incluyendo cambios en la estructura organizacional, en el direccionamiento estratégico y en la estrategia de mercadeo.
352
25. ¿Cuál de las siguientes actividades desarrolló esta empresa entre el 2003 y el 2005? SI 1.
Definición, revisión o cambio en su estrategia de negocios de largo plazo.
2.
Cambios significativos en la organización de la empresa.
3.
Cambios significativos en la apariencia de algún producto o servicio, sin necesariamente cambiar sus propiedades básicas.
NO
4. Cambios significativos en la administración de los canales de venta 5. Cambios significativos en la forma de fijar los precios 6. Cambios significativos en la imagen de la empresa Encuestador: Si dijo NO en todas las anteriores, ....
Ir a 27
26. ¿Cuál fue el impacto (bajo, medio o alto) de los cambios institucionales o mercadológicos introducidos por la empresa sobre los siguientes aspectos...? Grado de efecto observado........... Bajo Medio Alto 1. Reducción de tiempo de respuesta a necesidades de clientes o suplidores 2. Mejoría en la calidad de los productos o servicios ofrecidos 3. Reducción de costos por unidad de producto o servicio 4. Mejoría en la satisfacción de los empleados
XI. INFORMACIONES SOBRE LA EMPRESA. 27. ¿Cuántos niveles de jerarquía tiene esta empresa -incluyendo su Presidente o Administrador?
353
28. ¿Cuántas firmas, relativamente semejantes a ella, compiten con ésta en el mercado? 1. Es el único productor importante en el mercado 2. Entre 1 y 2 competidores 3. Entre 3 y 5 competidores 4. Entre 5 y 10 competidores 5. Más de 10 competidores
29. Sus principales competidores son: 1. Empresas productores locales 2. Empresas local importadoras 3. Empresas extranjeras 4. Subsidiarias de empresas extranjeras 5. Otra (especifique) ____________________ 30. ¿El gerente principal de esta empresa es: 1. Su propietario 2. Uno de sus principales accionistas 3. Un familiar del propietario 4. Un familiar del principal accionista 5. Un gerente contratado sin vinculación familiar con los propietarios 6. Otro (especifique)____________
354
Ir a 30
31. ¿Por cuánto tiempo ha estado la empresa dirigida por su actual gerente? 1. Menos de 1 año 2. Entre 1 y tres años 3. Más de tres años
32. Cuál es la edad del gerente máximo o presidente de la empresa?
33. Cuál es el máximo nivel educativo COMPLETADO por el gerente máximo? 1. Ninguno o primario 2. Secundario 3. Universitario 4. Postgrado
XII. NECESIDADES DE RECURSOS HUMANOS 34. ¿Cuántos empleados tiene la empresa? Encuestador: Puede ser un número aproximado para empresas grandes.
35. ¿Qué cantidad (o porcentaje aproximado) de sus empleados tiene nivel de educción superior (o sea, ya graduados o estudiante de término)? Indicar abajo si es porcentaje o personas
Si no tiene empleados de nivel superior, ir a 37
355
36. ¿Cuáles son las 2 principales profesiones o carreras de las que provienen sus empleados con estudios superiores contratados en los últimos cinco años? Encuestador: Si no ha contratado en los últimos cinco años, marque una X aquí y vaya a Preg. 37 Área
37. ¿Tiene esta empresa posiciones vacantes en las que se requieren candidatos con nivel de estudios superiores, que planifique llenar en el curso de los próximos 12 meses? 1. SI 2. NO Ir a 39 38. Cuáles son las principales profesiones con las cuales esperaría cubrir tales vacantes?
Indicar Indicar la con “X” cantidad las dos de Vacantes según profesional buscado
Administración de mercadeo Administración turística y hotelera
Area
Administración de mercadeo Administración turística y hotelera
Administración de empresas
Administración de empresas
Administración secretarial
Administración secretarial
Agrimensura
Agrimensura
Ciencias agronómicas y/ o forestales Arquitectura
Ciencias agronómicas y/ o forestales Arquitectura
Bioanálisis
Bioanálisis
Ciencias Militares
Ciencias Militares
Comunicación Social
Comunicación Social
Contabilidad
Contabilidad
Derecho
Derecho
Diseño gráfico y publicidad
Diseño gráfico y publicidad
Diseño industrial
Diseño industrial
Diseño de interiores
Diseño de interiores
Economía
Economía
Educación
Educación
Enfermería
Enfermería
Farmacia y Fármaco-Bioquímica
Farmacia y Fármaco-Bioquímica
Ingeniería de Sistemas/Informática
Ingeniería de Sistemas/Informática
Ingeniería Civil
Ingeniería Civil
Ingeniería Eléctrica
Ingeniería Eléctrica
Ingeniería Electrónica Ingeniería Industrial Ingeniería Mecánica
Ingeniería Electrónica Ingeniería Industrial Ingeniería Mecánica
356
Ingeniería Electromecánica Ingeniería Química Lenguas modernas Medicina Mercadeo Odontología Psicología Publicidad Relaciones Internacionales Relaciones Públicas Teología Veterinaria/Zootecnia Otro (especifique) Otro (especifique)
Ingeniería Electromecánica Ingeniería Química Lenguas modernas Medicina Mercadeo Odontología Psicología Publicidad Relaciones Internacionales Relaciones Públicas Teología Veterinaria Otro (especifique) Otro (especifique)
39. A partir de la experiencia de esta empresa, ¿qué tan fácil resulta conseguir un empleado profesional con la preparación adecuada? 1. Muy difícil 2. Difícil 3. Fácil 4. Muy fácil 5. No sabe 40. ¿Para qué ÁREA O DEPARTAMENTO de la empresa diría usted que resulta más DIFÍCIL conseguir empleados competentes con nivel de educación superior? 1. Administrativos 2. Producción 3. Servicio al cliente 4. Mercadeo 5. Ventas 6. Diseño 7. Mantenimiento 8. No tiene división por departamentos 9. No sabe/No ha procurado empleados de nivel superior recientemente 10. Otros (especifique)____________________________ 41. ¿Para cuál tipo de POSICIÓN de la empresa resulta más difícil encontrar empleados competentes con nivel de estudios superiores? 1. Directores o gerentes 2. Jefes de división 3. Supervisores 4. Operadores/técnicos
357
5. 6. 7. 8. 9.
Analistas Vendedores No tiene división por posiciones No sabe/No han procurado empleados de nivel superior recientemente Otros (especifique)____________________________
42. A partir de los empleados de nivel universitario que esta empresa haya contratado en los últimos cinco años, ¿cómo evaluaría usted la calidad de esos profesionales en los siguientes aspectos?
Muy malo
Malo
Bueno
Conocimientos teóricos Conocimientos prácticos Aplicación de la teoría a la práctica Capacidad de organización y planificación Comunicación oral y escrita Conocimiento de informática Capacidad de gestión o administración Capacidad para trabajo en equipo Manejo de relaciones interpersonales Iniciativa/espíritu emprendedor
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
2 2 2 2 2 2 2 2 2 2
3 3 3 3 3 3 3 3 3 3
No sabe/ No han procurado Muy bueno empleados de nivel educativo superior 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4
5 5 5 5 5 5 5 5 5 5
43. En el año 2005, ¿perdió la empresa algunos de sus empleados a nivel profesional, ya sea por despido o por renuncia de los mismos? 1. SI 2. NO Ir a 45 44. Favor distribuir los empleados que la empresa perdió durante el año 2005, según la carrera que tenían Área Administración de mercadeo Administración turística y hotelera Administración de empresas Administración secretarial Agrimensura Ciencias agronómicas y/o forestales Arquitectura Bioanálisis
358
Cantidad
Área Ciencias Militares Comunicación Social Contabilidad Derecho Diseño gráfico y publicidad Diseño industrial Diseño de interiores Economía Educación Enfermería Farmacia y Fármaco-Bioquímica Ingeniería de Sistemas/Informática Ingeniería Civil Ingeniería Eléctrica Ingeniería Electrónica Ingeniería Industrial Ingeniería Mecánica Ingeniería Electromecánica Ingeniería Química Lenguas modernas Medicina Mercadeo Odontología Psicología Publicidad Relaciones Internacionales Relaciones Públicas Teología Veterinaria/Zootecnia Otro (especifique) Otro (especifique)
Cantidad
45. ¿Tiene esta empresa alguna alianza, acuerdo o relación informal con alguna universidad o Institución de Estudios Superiores, a través de la cual contrata egresados de la misma? 1. SI 2. NO
359
XIII. TECNOLOGÍA DE INFORMACIÓN 46. ¿Qué porcentaje de los empleados de esta empresa utiliza computador como parte de sus funciones normales? (Indicar la respuesta más correcta) ir a 51 1. Ninguno o casi ninguno de los empleados usa computador 2. La mitad o menos de los empleados usa computador 3. Más de la mitad los empleados usa computador 47. Aproximadamente, ¿cuántas computadoras tiene la empresa?______________ 48. DE LOS EMPLEADOS QUE USAN COMPUTADOR como parte de sus trabajos, ¿qué porcentaje tiene acceso a Internet? 1. Ninguno o casi ninguno tiene acceso a Internet 2. La mitad o menos de los empleados con computadoras tiene acceso a Internet 3. Más de la mitad de los empleados con computadoras tiene acceso a Internet 49. En sus operaciones normales, ¿realiza esta empresa algún tipo de operación de compra o venta a través de Internet? 1. SI 2. No 50. ¿Tiene esta empresa una página web? 1. SI 2. No
www. __________________________
51. Para las empresas como ésta, ¿qué representa el Acuerdo de Libre Comercio con los Estados Unidos y Centroamérica: una amenaza o una oportunidad? 1. Una amenaza 2. Una oportunidad 3. No sabe
360
Anexo 3 Formulario para encuesta a empleados ENCUESTA SOBRE EXPERIENCIA LABORAL DE EGRESADOS DE INSTITUCIONES DE EDUCACION SUPERIOR EN SECTORES INTENSIVOS EN INNOVACIÓN SECRETARÍA DE ESTADO DE EDUCACIÓN SUPERIOR, CIENCIA Y TECNOLOGÍA (SEESCyT)/GRUPO DE CONSULTORÍA PARETO FORMULARIO NO. PRESENTACIÓN El objetivo de esta encuesta es analizar la trayectoria laboral de los egresados de las Instituciones de Educación Superior en la República Dominicana. Los resultados de la encuesta servirán para formular políticas educativas favorables al desarrollo social y económico del país. Toda la información suministrada tendrá carácter CONFIDENCIAL y los datos sólo serán divulgados de forma agregada.
IDENTIFICACIÓN DE LA EMPRESA DONDE EL ENCUESTADO TRABAJA Nombre de la Empresa donde el encuestado trabaja: Formulario de la entrevista a la empresa donde el encuestado trabaja:
IDENTIFICACIÓN DEL CUESTIONARIO Nombre del Encuestador: Nombre del Supervisor: Fecha de inicio de la Encuesta:
Fecha de Supervisión:
Fecha de Finalización de la Encuesta:
Nombre del Digitador:
Encuestador: Indique abajo el grado de confianza de la entrevista, según su criterio:
Fecha de Digitación:
Muy alto Alto Bajo Muy bajo
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ENCUESTA SOBRE EXPERIENCIA LABORAL DE EGRESADOS DE INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR I. TRAYECTORIA EDUCATIVA 1. ¿Es usted egresado de una institución de estudios superiores? Encuestador: En caso de duda, aclarar que esto incluye universidades y algunos politécnicos reconocidos por la SEESCyT. Para Estados Unidos, se incluye “colleges” y “universities”, pero no “High Schools”. 1. Sí 2. No.... Agradecer y concluir entrevista. 2. ¿Cuál fue el primer título que usted obtuvo a nivel de estudios superiores? (LEER) 1. Licenciado 2. Doctor 3. Ingeniero 4. Perito Superior Universitario 5. Otro (especificar)___________________________ 3. ¿En qué carrera obtuvo usted su primer título a nivel de estudios superiores? Escribir código en lista de carrera:
Si 99 (“Otra carrera”), escriba el nombre de la carrera:
4. ¿En qué universidad o institución obtuvo usted su primer título a nivel de estudios superiores? 5. SOLO PARA EL CODIGO 99 (“Entidad extranjera”): ¿En cuál de los siguientes Escribir código en Lista de IES lugares está localizada esa institución? 1. Puerto Rico 2. Estados Unidos de América Ir a 41 3. América del Sur 4. Otro (especifique)________
5. ¿En qué año obtuvo usted su primer título a nivel de estudios superiores?
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6. En adición a esa carrera principal, ¿es usted graduado de alguna otra carrera a nivel de estudios superiores? ENCUESTADOR: NO DEBE INCLUIRSE ESTUDIOS DE POSTGRADO. 1. SI 2. NO..... Ir a Pregunta 11 7. Por favor, indíquenos el área, universidad y año de graduación de cualquier otra carrera a nivel superior básico en la que se haya GRADUADO. Anotar códigos de: Título 1. Périto Superior Universitario Área de estudios IES 2. Licenciado (Lista de (Lista de instituciones) 3. Ingeniero Carreras) 4. Doctor 5. Otro (escribir)
Año de graduación
8. Tras graduarse a nivel de grado, ¿Se graduó usted en algún otro programa a nivel de postgrado (o sea, Maestría, Doctorado, Ph.D o equivalente)? EXCLUIR DIPLOMADOS. 1 Sí 2 No ......Ir a Pregunta 11 9. Por favor, indíquenos todos los títulos que ha obtenido a nivel de postgrado. ¿En qué país realizó cada uno de esos cursos? En que año concluyó cada uno? Título Área de estudios País 1. RD 1. Maestría ENCUESTADOR: 2. Estados Unidos 2. Master in Arts Escriba código 3. Canadá 3. Master in Science correspondiente 4. Alemania 4. Doctorado en la 5. España 5. 3. Ph.D Lista de carreras 6. Francia 6. Post-Doctorado Año en que obtuvo anexa. 7. Argentina 7. 5.Otro (especifique) su título 8. Brasil 9. Chile 10. Japón 11. Programa internacional de Educación a distancia 12. Otro(especifique)
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