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Spanish Pages 406 Year 2004
Fenomenologia del enigma J uan Benet y el pensamiento l iterari o postestructural ista
Portada Hispanica 16 Consejo de direcci6n Patrick Collard (Universidad de Gante) Hub. Herrnans (Universidad de Groninga) Francisco Lasarte (Universidad de Utrecht) Maarten Steenmeijer (Universidad de Nimega) Rina Walthaus (Universidad de Groninga)
Amsterdam - New York, NY 2004
Fenomenologia del enigma Juan Benet y el pensamiento literario postestructuralista
Ken Benson
Illustration: Paco Aguilar Cover design: Peggy Vogel The paper on which this book is printed meets the requirements of "ISO 9706: 1994, Information and documentation - Paper for documents Requirements for permanence". ISBN: 90-420-1189-0 ©Editions Rodopi B.Y., Amsterdam - New York, NY 2004 Printed in The Netherlands
A
Carmela, mi gran amor
a
Alexis, Lydia y Erik, mis grandes creaciones
indice PROLEGOMENOS 1.1 Puntos de parti da y objetivos 1.2 l,C6mo leer a Juan Benet? 1.3 N uestro acercamiento Notas 2 POÉTICA DEL ENIGMA 2.1 La 'salida de la tabema' como desmontaje de la tradici6n realista hispanica 2.2 La construcci6n de un nuevo 'Gran estilo' 2.2.1 Ellenguaje como expresion de la experiencia del sujeto creativo 2.2.2 Ellenguaje y la 'emocion' en ellector 2.2.3 La 'estampa' 2.3 Ret6rica del oximoron Notas
15 17 19 22 25 27 29 32
34 38 45 47 52
3 LECTURAS 3.1 La unidad del discurso benetiano 3.2 La poética autori al 3.3 Analisis intratextuales 3.4 Estudios extratextuales 3.5 Acercamientos historicistas 3.6 Planteamientos hermenéuticos y estrategias de lectura desde presupuestos postestructuralistas Notas
55 56 57 60 67 73
4 TEORiAS 4.1 El fen6meno hermenéutico 4.1.1 Fenomenologia y deconstruccion 4.1.2 La concepcion fenomenologica dellenguaje y de la comunicacion 4.1.3 Mimesis y metafora en el pensamiento jènomenologico 4.2 El inconsciente estructurado como un lenguaje 4.2.1 Signifìcante > significado 4.2.2 Ellenguaje como expresion delflujo de la conciencia 4.2.3 El sujeto escindido 4.2.4 El 'geno-texto' y la 'estampa'
83 86 87
76 81
90 96 103 105 110 114 120
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Feno/lleno!ogia dc! el7igma
4.3 Modalidades elusi vas 4.3.1 Lafìgllraciòn irònica 4.3.2 La relacion paròdica 4.3.3 Lofantastico sllhversivo 4.4 El fen6meno de la lectura 4.4.1 Lectura como procesofenomenològico 4.4.2 Lectura como goce estético 4.5 La ideologia dial6gica Notas
125 126 133 138 145 146 150 154 165
5 LA POÉTICA DE BENET EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO POSTESTRUCTURALISTA
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6 EL DISCURSO COMO CRONOTOPOS MENTAL 6.1 El texto como expresi6n del espacio de crcaci6n 6.2 El nifio abandonado: cxprcsi6n de la percepci6n preedipica 6.3 La ruina: cxprcsi6n del olvido traumatico 6.4 La naturalcza: cxpresi6n de annonia interi or Notas
175 176 186 193 196 199
7 LA PERCEPCION SUBJETIVA: ENTRE LA INDETERMINACrON Y EL ABSOLUTO 7. I La mirada indcterminada 7.2 El objeto de la percepci6n: un flujo dc imagencs caleidoscopales 7.3 La condici6n antitética del ser humano 8 LA CONCIENCIA ESCINDIDA 8.1 Estructura ann6nica y rcgular 8.2 El ritmo narrativo como reflejo del flujo de la conciencia 8.2.1 Ellaberinto textual 8.2.2 La parodia del costllmhrismo bllrgués 8.2.3 El poder de la imaginaciòn IzIdica en el reino de la ambigiiedad 8.2.4 El estilo como exponente de la alltonomia del texto Iiterario 8.2.5 La autoparodia y la carnavalizaciòn 8.2.6 El disclirso narcicista 8.3 La disgregaciòn del texto como imagen dc la conciencia escindida
201 202 206 211 215 217 219 220 223
225 229 231 234 236
Ìndice
8.3.1 8.3.2 8.3.3 8.3A 8.3.5 8.3.6 Notas
9
La imagen de la pagina disgregada Dua/idad perceptiva Ecos de la poética autorial Ecos intertextuales Gliinos ironicos Guinos hWl1oristicos
238 241 247 249 250 253 256
9 EL LABERINTO TEXTUAL/EXISTENCIAL 9.1 Eros/sabiduria 9.2 La experiencia sensorial 9.3 El humor lùdico 9A La parodia del pensamiento racional 9.5 El presente continuo 9.6 El deseo pennanente 9.7 La eonfusi6n 9.8 El hennetismo del enigma insondablc Notas
261 263 265 268 270 275 277 279 281 285
IO EL GRAN ESTILO O LA IMAGINACION METAFORICA 10.1 El cosmos de la imaginaci6n 10.2 El estilo sobrio 10.3 El estilo persuasivo 10A El estil0 dramatico 10.5 La autonomia de la creaci6n literaria Notas
287 289 292 294 301 312 314
II HORROR VACUI 11 . 1 La construcci6n formai 11.2 La historia trasladada a la ficci6n fantastica 11.3 La experiencia de lo primigenio IlA Eros como camino inicicitico Il.5 El cruce del umbra l Notas
315 316 319 323 326 330 333
12 PARODIA Y CARNAVALIZACrON: MAs ALLA DE LA ESTÉTICA MODERNIST A 12.1 De la parodia a la autoparodia 12.1.1 Retorno a la taberna: alltoparodia h,dica 12.1.2 La parodia 'seria' l'n la penumbra
335 339 339 348
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12.2 Los limites de la comunicaci6n 12.2.1 El cronotopos del claroscuro 12.2.2 La penumbra como meteifora del jlujo mental 12.3 Los limites de la interpretaci6n 12.3.1 Los limites de la lectura modernista. Meis allei del 'texto escribible' 12.3.2 Vacio textual/vacio existencial Notas
355 356 358 366 366 372 379
13 FENOMENOLOGIA DEL ENIGMA
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BIBLIOGRAFIA
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Cuestiones formales Todas las citas remiten directamente a la bibliografia. Existen varias bibliografias muy completas sobre Benet. Las mas recientes y actualizadas pueden encontrarse en Diaz Navarro (2000) y Margenot III, ed. (1997). Existen ademas otras recopilaciones bibliograficas anteriores en Zoetmulder (1976), Compitello (1978 y 1984), Vernon (1986) y Larson (1997). En este estudio nos restringimos a las obras citadas y remitimos a estas fuentes para los interesados en consultar una bibliografia completa sobre el autor. Las fuentes primarias sometidas a analisis (los textos de Benet) se citan mediante abreviaturas segun se especifica en nuestra bibliografia. Para las fuentes secundarias utilizamos el sistema de autor-fechapagina. Solamente incluimos en la bibliografia las fuentes primarias a través de las que citamos. Para las distintas reediciones de los textos de Benet remitimos a las bibliografias mencionadas en el parrafo anterior. En la medida de lo posible hemos recurrido a traducciones al espanoI en las citas de las que nos valemos para evitar una excesiva disglosia en nuestra presentaci6n. Cuando nos valemos de una edici6n traducida o de una reedici6n, incluimos en la primera cita y en la bibliografia el dato de la edici6n originaI. No obstante, en las sucesivas citas en el cuerpo del texto nos Iimitamos a dar la fecha de publicaci6n de la edici6n que estamos manejando. Siempre aclaramos si las cursivas en las citas son originales (c.o.) o propias (n.c.). En el cuerpo del texto utilizamos las cursivas para hacer referencia a pasajes extraidos de una cita antepuesta. Cuando queremos destacar parte del texto donde también hay cursiva originaI, utilizamos negrita. En cualquier caso, informamos de ello en la cita (c.o., cursiva originaI; n.n., nuestra negrita). En caso de que hagamos traducciones propias, asi lo indicaremos (n. t.). En apartados en los que nos basamos repetidamente en la misma fuente secundaria nos limitamos a dar la referencia (autor-ano) la primera vez, para seguidamente limitarnos a escribir id. y la pagina o bien ibid. cuando se trata de la misma fuente y la misma pagina. Cuando nos referimos repetidamente a una misma fuente primaria en un capitulo, indicaremos la primera vez las siglas de la misma (segun figura en la bibliografia) para después limitarnos a mencionar la pagina relevante.
Agradecimientos Quiero manifestar mis mas sinceros agradecimientos a la Embajada de Espana por concederme una beca para hispanistas extranjeros que me permitio trabajar en las bihliotecas de investigacion existentes en Madrid. a Goteborgs universitet y sus fondos de donacion concedidos para hacer viajes de consultas bibliograficas, asi como a la seccion de bibliografia del Consejo Superior de Investigaciones Cientifìcas, sin cuya ayuda este trabajo se hubiera visto seriamente mermado. Igualmente a Ana Martinez, cuyas busquedas de articulos relevantes en fa prensa periodica me ha permitido tener acceso a la recepcion de Benet en su pais, documentaciòn de muy dillcil localizaciòn desde Suecia. Quiero asimismo, y de una forma muy especial, expresar mi gratitud a mi colega Ingmar Sohrman, por tomar la responsabilidad de la jefatura del departamento de espanol durante et periodo de escritura del presente volumen y por todas sus gestiones en el cargo para que yo pudiera dedicarme a la investigaciòn con la mayor dedicaciòn posible. Sin su gestiòn este libro no habria visto la luz del dia. Asimismo a todos los companeros del departamento que han mostrado comprensiòn e interés por et proyecto, especialmente a los formidables doctorandos quienes con sus nuevos planteamientos e ideas me han estimulado continuamente a renovarme como investigador. A Maarten Steenmeijer por haberme animado a !levar a cabo el proyecto hace ya bastantes anos, por su paciencia en fa gestacion del estudio y por ser el primer sufrido lector (de pruebas) de este trahajo. Su minuciosidad y sus ajustados comentarios han hecho que la version .final tenga muchos menos errores y desaciertos de los que hubiera tenido sin su contrihucion. Ahora bien, mi agradecimiento como investigador ha de ir siempre a la semilla, constituida por la generosidad y por el intelecto abierto de mi primera maestra, la catedratica Regina af Geijerstam, que me
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introdujo por los caminos de la rigurosidad cienti(ica al mismo tiempo que me dio toda la libertad intelectual para mi desarrollo personal como pensador independiente, actitud que he intentado aplicar a lo largo de mi vida académica con respecto a mis alumnos. Finalmente he de agradecer la amistad y hospitalidad de Vicente J. Benet en cuya casa y con su amplia y rica biblioteca comenzo mi andadura por esta investigacion, asi como la aportacion de un gran artista y apreciado amigo, Paco Aguilar, como artista por disenar y conformar la portada del presente libro, y como amigo Ounto con su mujer Mariam y su hija Julia) por su generosidad en o(recernos su maravillosa casa en los montes de Malaga, con el majestuoso Torcal al fondo, para con tranquilidad y sosiego acabar con los ultimos retoques del presente estudio y descansar en jàmilia con placidez pese a sufrir uno de los veranos mas infernales que ha soportado la peninsula ibérica.
Madrid, octubre de 2003
1 Proleg6menos [. ..] uno dei piu staordinari narratori del dopoguerra spagnolo, idolatrado da una combattiva minoranza di lettori (fra i quali mi includo) e detestato o ignorato da tutti quelli che non sono disposti ad accettare la sfida onerosa della sua scrittura [. ..]. Elide Pittarello
La obra de Juan Benet es hoy considerada uminimemente como una de las mas cruciales del siglo XX de la literatura espafiola en particular, y de la hispanica en generaI. Al mismo tiempo sigue siendo un autor emblematicamente catalogado como enigmatico, hermético, impenetrable. La bibliografia sobre el autor es ya muy amplia. Sin embargo, hay pocos estudios gue realmente ayuden al lector a penetrar en su escritura, a ofrecer claves gue puedan darle pautas al lector interesado para llevar a cabo una lectura enriguecedora. Existen, ciertamente, buenos estudios introductorios a la obra benetiana (desde el pionero de Herzberger [1976], pasando por el de Cabrera [1983], hasta llegar a la ultima aportaci6n de conjunto en Garda Pérez [1997a]). No obstante, el objetivo de estos trabajos ha sido introducir al lector en los rasgos generales de la escritura benetiana (en el caso de Garda Pérez también en la biografia del autor), l sefialando las caracteristicas de oscuridad, ambiguedad y complejidad de su obra, pero sin ayudar allector a profundizar en el funcionamiento del c6digo del pensamiento y de la escri tura benetiana para, de esta manera, poder plantear propuestas y estrategias de descodificaci6n de este complejo y rico discurso. La reciente aportaci6n de Garda Pérez constituye, por su fecha de publicaci6n, el unico estudio gue abarca el conjunto de la obra benetiana. Si bien no propone una interpretaci6n del discurso benetiano, ofrece, en cambio, un auténtico palimpsesto de citas relevantes tanto de la obra como de la critica benetianas. Remitimos al lector a este trabajo para una introducci6n a la vida, la obra y la critica benetiana. En la amplia bibliografia benetiana predominan en cambio volumenes de recopilaci6n de articulos sobre diversos aspectos parciales de la obra del autor, tanto en forma de libros (Manteiga i.a. [1984], Vemon [1986], Margenot [1997], Diaz Navarro [2000]), como de re-
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vistas especializadas (Norte. Revista Hispémica de Amsterdam [1976], El urogallo [1989], El 0)0 de la agu)a [1993], Insula [1993], La licorne [1994], Hispanistica XX [1995], La pagina [1997], Asi. Roithamer 7 [1999], Cuadernos hispanoamericanos [2001 Existen asimismo estudios monograficos sobre algunos aspectos de su obra (el espacio regionato es estudiado por Margenot III [1991a], la narrativa breve por Diaz Navarro [1992]), asi como sobre algunas novelas en particular (Una meditacion es minuciosamente analizada por Walkowiak [2000] (Cfr. Benson 200 l b] y esta misma novela junto con la ensayistica y SQl'/ ante Samuel esta tratada en Benson [1989]). A ello hay que anadir una bibliografia critica ingente sobre aspectos parciales de su obra (segun tratarcmos panoramicaamente en el capitulo tres de este estudio). A pesar de la vastedad de esta obra critica sobre Benet, sostenemos que el lector interesado en su obra sigue careciendo de un estudio hermenéutico que le permita a su vez degustar la oscura y vasta obra literaria del autor. Si la obra de Benet es, sin duda, herrnética y esotérica, el lector se encuentra con la dificuItad anadida de la cantidad de estudios sobre su obra que mayoritariamente subrayan precisamente el caracter esotérico y enigmatico de su cosmos, sin presentar propuestas interpretativas. El riesgo de que el autor caiga en el olvido, tanto como consecuencia de la dificultad de sus textos como por la ingente critica que subraya su herrnetismo, es, por consiguiente, acuciante. Es una convicci6n generalizada por parte de la critica que Benet ha tenido una importancia capitaI en el desarrollo de la narrativa espanola a partir de la segunda mitad del siglo XX. 2 A nuestro juicio, Benet significa para la ruptura con la tradici6n literaria hispanica lo gue Cela ha significado para la continuidad de esta tradicion en la Espana contemporanea de la segunda mitad del siglo xx. Si hacemos un parangon con la tradicion literaria espanola, puede decirse gue Benet representa en la segunda mitad del siglo XX lo gue Gongora represento en los Siglos de Oro: una tendencia a integrar los movimientos literarios foraneas en la lengua espanola. Cela, por su lado, seria el equivalente en este siglo al Quevedo de las letras doradas, con su afan castizante de buscar lo intrinseca y genuinamente espanol, marcando las diferencias 'raciales' y particulares de 'lo espanol' frente a las tendencias 'espureas', provenientes del extranjero. El contexto sociocuItural del absolutismo del siglo XVII y del franquismo del XX tienen asimismo en comun (salvando las distancias de una época culturalmente dorada y otra en gue la cultura es virtualmente desmantelada) gue abocan por
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una identidad 'propia' destacando la 'diferencia' de la cultura hispanica con respecto a otras culturas. La vastedad y la importancia del proyecto literario de Juan Benet pueden sintetizarse en las siguientes palabras, tanto concisas como precisas, de Mario Valdés (2000: xi), en referencia a Una meditacion: "Not since Don Quijote has a narrator created such an illusion of reality only to undermine it with the revelation of his own inadeguacy". El interés de Benet por las vanguardias occidentales asi como su férrea critica a la tradicion espafiola (lo gue denomina 'la entrada en la tabema' en uno de sus mas célebres y pioneros ensayos),3 junto con su esfuerzo por integrar la nove listi ca espafiola en el contcxto de las vanguardias occidentales, constituye, a nuestro juicio, el motivo principal por el gue los escritores de las generaciones posteriores, ya pertenecientes a una Espafia abierta y plural, se hayan colocado en las lides de Benet, mientras gue Cela representa, guiza, una de las ultimas plasmaciones literarias de la 'Espafia Eterna', una Espafia con la gue la nueva generacion dc escritores ya no se siente identificada. 4
1.1 Puntos de partida y objetivos El objetivo de este estudio es tratar de rellenar el vado en la critica benetiana mencionado y proponer una interpretacion del discurso narrativo de Benet. La intencion es, consiguientemente, proponer distintas posibilidades para 'abrir' algunas clavcs del complejo discurso benetiano y presentar pautas posibles de lectura de su enigmatico mundo narrativo. Parti endo del presupucsto generai de la critica segun la cual la experimentacion benetiana ha tenido gran trascendencia para las generaciones gue han eomenzado a escribir en los arbores de la democratizacion del pais, resulta especialmente relevante estudiar los aportes y las propuestas renovadoras de la poétiea benetiana. Cuando hablamos de llevar a cabo una propuesta hermenéutica, gueremos, en primer lugar, aclarar gue csto no implicara limitar las posibilidades interpretati vas del texto (decir 'lo gue significa'), sino mostrar como puede llevarse a cabo una lectura dc estc plural significativo (abrir el texto a diversas posibilidades significativas). En palabras de Barthes, la intencion de este libro cs abrir el texto benetiano a su pluralidad, mostrar sus contradicciones intemas, el pulso de su sintaxis, la zozobra existencial en sus reguiebros, y, también, sefialar como el unamuniano 'dolor dc Espafia' tan tradicional en las letras cs-
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padolas desde los chisicos hasta las letras modemistas del fin del siglo XIX, se encuentra también en los textos de Benet, como consecuencia del estado de ruina cultural y existencial en que ha quedado el pais tras la victoria de las tropas nacionalistas que dan inicio a un largo periodo de sequia intelectual en Espada. Este dolor, no obstante, esta expresado sin tenebrismo ni casticismo, valiéndose, en cambio, de un estilo barroco que pretende renovar las posibilidades comunicativas del lenguaje, mediante un espadol que busca integrar vocablos y formas extranjerizantes en vez de anhelar la 'pureza' de lo 'espadol' en lo castizo. 5 La importancia de la escritura benetiana estriba, segun entendemos, en su vanguardismo renovador que busca, mediante la experimentacion con la expresi6n literaria, hallar formas discursivas nuevas capaces de expresar ese particular dolor de Espada (consecuencia del apartamiento, la soledad y el ostracismo mas absoluto en el que se encuentra el pais bajo la postguerra franquista, tal y como Beneì lo ha plasmado en su microcosmos particular, Region), al mismo tiempo que esta experiencia particular de un tiempo historico determinado se relaciona con una experiencia uni versaI, a saber, la experiencia de la condicion enigmatica del ser humano. Con esta fusion de lo particular con lo uni versaI, la experiencia del dolor por la devastadora consecuencia de la postguerra en el pais se hace cosmica y universal. La hiperbolica vision de las fatidicas consecuencias de la tragica contienda civil requiere de un nuevo estilo, lo que Benet denomina el 'gran estilo', que permita experimentar en la lectura cl devastador drama de la condicion humana en un espacio y un tiempo determinado, la Espada de la postguerra. Coincidimos con el grueso de la critica benetiana en caracterizar la prosa benetiana como polisémica, ambigua e indeterminada y que su objetivo es cristalizar la experiencia de la condicion humana como inextricablemente enigmatica. La prosa benetiana es verdaderamente laberintica, compleja y difici!. Pero queremos resaltar que esta dificultad no es fortuita, sino consecuencia de la complejidad de la percepcion del mundo en la segunda mitad del siglo XX, tal y como lo ha retlejado la particular sensibilidad del autor. Al mismo ticmpo, la propuesta benetiana no implica solo mostrar la complejidad de la percepcion del mundo actual, sino también producir goce textual en el lector cuando entra en contacto con la sinuosa, sensual, indeterminada, plurisignificativa y enigmatica prosa benetiana. No sera nuestra intencion, pues, 'desvelar' el enigma, elIo iria en contra de los postulados del
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propio tcxto, sino cstudiar como se plasma esta experiencia en la eonstruccion de su discurso literario. En definitiva, lo que nos proponemos estudiar es la 'fenomenologia del enigma' como hipograma centraI del discurso benetiano.
1.2 ;,Como leer a Juan Benet? Tal y como venimos argumentando, resulta ya un lugar comun afirmar que leer a Benet no es una tarea filei!. Sus textos requieren del lector la mayor atencion y colaboracion con los signos del texto. Aun asi el lector experimentani gue no lIega a comprender el texto en su totalidad. Ello puede lIevar a un efecto de frustracion (cfr. Benson 1989: 179-183). Pero esta frustracion puede transformarse en piacer si se entiende la lectura (al igual gue la eseritura) como un proeeso de indagaeion y de busqueda. Escribir es una forma de acercarse al mundo para indagar en la percepcion del mundo en la mente humana y en como podemos expresar esta percepcion, mientras gue leer significa acercarse al texto y experimentar como el lenguaje literario tiene un efecto determinado en nuestra sensibilidad gue implica una ampliacion de nuestro horizonte de expectativas y de nuestra experiencia del mundo. La frustracion es, pues, consecuencia de gue el texto no nos aporta 'conocimiento', 'coherencia', 'seguridad'. El piacer del texto se encuentra, en cambio, en que nos transmite una experiencia del mundo gue si bien es 'incomprcnsible', al mismo tiempo resulta 'atractiva' y 'seductora', esto es, 'placentera'. Esta atraccion no puede explicarse en términos de 'conocimiento', sino de 'deseo'. Es el deseo el gue nos hacc indagar en lo desconocido y en lo que no puede lIcgar a explicarse racionalmente. Ahora bien, una vez que el objeto de nuestro deseo es racionalizado deja dc producir atraccion. El discurso bcnetiano se instaura asi en un cosmos dirigido por la busgueda continua gue no tiene por cometido la 'solucion' al enigma sino, por el contrario, degustarse en el desco de buscar en lo desconocido, en lo gue no puede lIegar a expliearse racionalmente. Consecuencia de esta cosmovision es la devastadora critica gue cl autor somcte a la tradicion racionalista del pensamiento occidental y al realismo propio de la tradicion literaria espafiola (segun la vision del autor gue pasaremos a presentar en el capitulo dos). Muy relacionado con el 'deseo', cobra gran importancia en la escritura benetiana el 'juego'. La literatura es un proceso ludico gue sub-
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vierte el orden establecido por el 'Estado' y por la 'sociedad'. El lector ha de aprender asi a 'jugar' con las posibilidades significativas del texto como cosmos autonomo, sin buscar sus referencias a la realidad extema. Ello es consecuencia de la concepcion autorial de la literatura como creacion libre, como fantasia sin limites. Mediante el juego, se libera la mente para de esta forma poder llegar a superar las limitaciones establecidas por el 'poder'. En elIo estriba el valor subversivo de la literatura y a este juego se ha de prestar el lector para llegar a disfrutar del texto benetiano. El lector benetiano ha de dejarse llevar, pues, por el parrafo laberintico, aceptar que el texto carece de trama, de una logica de acciones, asi como de unos personajes verosimiles. Benet subvierte radicalmente todo elemento narrativo (espacio, personajes, tiempo, accion) para que su obra no pueda ser interpretada bajo los presupuestos de la Iiteratura realista. Benet es un transgresor y requiere de un lector que se atreva igualmente a saltarse las reglas del canon novelistico prevaleciente en el momento de la publicacion de sus primeros relatos: los afios sesenta en el que el horizonte de expectativas prreponderante en Espafia estaba constituido por las premisas del realismo sociaI. La obra literaria de Benet guarda, al mismo tiempo, una relacion indudable con la realidad sociohistorica de la que parte: la Espafia de la guerra civil y la subsiguiente postguerra. En este sentido la obra benetiana tiene por referente ex temo uno de los periodos historicos mas sordidos de la historia de EspalÌa, en la que se careee por completo de estimulos culturalcs bajo la autoridad fascista que sostiene una vision del mundo y unos valores extremadamente anacronicos. El intelectual que se forma en esta anacronia percibe el engafio y la abulia generalizada de la poblacion. Esta es la experiencia que se transmite en los libros de Benet, al igual que en tantas novelas de esta época, desde El Jarama y La colmena hasta Senas de identidad o Tiempo de silencio. Ahora bien, Benet es el mas radical de su generacion en cuanto a la ruptura con la tradicion, tanto en lo que se refi ere a la supuesta tradicion realista de la literatura espafiola como al pensamiento vigente en el discurso oficial sustentado en una tradicion segun la cual todo lo espafiol (su cultura, su raza) es 'diferente' a las culturas que le rodean. Baste recordar cl lema turistico lanzado por el aparato propagandistico franquista: 'Spain is different'. Ahora bicn, la forma de transmitir esta experiencia de abulia y de ruina sera muy distinta en la obra de Juan Benet. Muchos de los escritores de la época comenzaron dentro del canon del realismo (los Goy-
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tisolo, Cela, Torrente Ballester, el Sanchez Ferlosio de El Jarama, i.a.), para pasar después a desconfiar de esta forma de plasmar el mundo. Benet, en cambio, sera radical en su enfrentamiento a la poética realista desde sus primeros relatos y comparccencias publicas. 6 Su ruptura con la litcratura en boga fue tan abrupta y radical gue ningun editor le guiso publicar en su momento el primer libro de relatos del autor, Nunca llegaras a nada (publicada por el propio autor en 1961 para ser acogido con un "silencio glacial y unanime" [Gimferrer 1979: 126])7, y la novela gue hoy es un clasico de la literatura contemporanea hispanica, Volveras a Region, paso por muchos incidentes antes de gue finalmente fuera publicado por Destino en 1967. 8 Benet se adelanto, por tanto, al horizonte de expectativas de su momento historico y, como consecuencia del empobrecimiento cultural y el ostracismo sociopolitico en el gue vivia, no existian editoriales con interés por lanzar una literatura alternativa. De ello se deduce gue, si el poder politico era monoliticamente fascista, el poder cultural solo admitia igualmente un unico canon, el del realismo social. En este contexto sociocultural, la escritura de Benet fue rechazada en todos los frentes; por algunos por sus tendencias extranjerizantes y renovadoras, por otros por considerarle un escritor escapista gue no trataba los problemas sociopoliticos del momento. Benet rechaza tanto el simplismo del poder establecido como la literatura propagandistica y documentaI como medio de oposicion al régimen fascista. Para nuestro autor el realismo social es deplorablc por su simplicidad, no por su mensaje. Para Benet, la realidad es mucho mas compleja de lo gue el realismo social es capaz de reflejar, en cuyo movimiento literario todo le resulta predecible al lector, mientras gue en la existcncia y en la buena escritura lo primordial es el enigma como metafora de lo desconocido gue atrae la sensibilidad del ser humano hacia la busgueda continua. La literatura, segun Benet, no es imitacion de la 'realidad', pues la literatura y la realidad empirica constituyen mundos cuya onto10gia son radicalmente distintos. La mision de la literatura no es imitar la realidad empirica sino crear su propio mundo imaginario, el cual guarda una compleja relacion (y no una relacion transparente) con la realidad extratextual. En este sentido, y segun desarrollaremos en el capitulo cuatro del presente estudio, sostenemos gue Benet mantiene una postura fenomenologica en su manera de conformar su mundo literario y de relacionarlo metaforicamcnte con la realidad historica gue le ha tocado vivir. Sus grandes proyectos literarios (desde Volveras a
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Region. pasando por Smll ante Samuel hasta Herrumbrosas lanzas) constituyen, segun nucstra propuesta de Icctura, monumentales metaforas sobre una experiencia traumatica (la guerra civil y la ruinosa postguerra posteri or). Para transmitir una experiencia de este tipo se hacc menester construir un mundo cuyo efecto sea, analogamente, traumatico en el lector. La tragica experiencia personal del autor (haber vivido en tierra ocupada por ambos bandos, haber sufrido su familia la evacuacion, ser fusilado su padre cuando Juan Benet era un nino)9 no puede ser representada dc manera mimética, sino que estas experiencias personal es han de scr transformadas en materia literaria para conformar un discurso metaforico como exprcsion de semejante trauma. En ello estriba la diferencia entrc el escritor literario y el historiador. El primero ha de crear mundos autonomos que guardan una relacion compleja con la experiencia dc la historia, el segundo ha de dar una vision documcntada sobre los hechos historicos. El primero apela a la sensibilidad o a la 'emocion' del receptor, el segundo al intelecto y a la 'comprension' .10 En el capitulo dos tendremos ocasion de desarrollar estos aspectos centrales de la poética benetiana.
1.3 Nuestro acercamiento Tal y como venimos adelantando, el proposito del presente estudio es llevar a cabo una interpretacion del conjunto de la obra Iiteraria de Juan Benet. Para ello hacemos un doble acercamiento a su vasta obra. En la primera parte (hasta el capitulo cinco), vamos a situar la obra y el pensamiento literario de nuestro aut or en el contexto de su poética (capltulo dos), de la critica sobre su obra (capitulo tres), y en el contexto del pensamiento occidental contemporaneo, a saber, la teoria que suele denominarse postestructuralista. Con el acercamiento a la poética, a la critica y al pensamiento contemporaneo habremos situado la obra de nuestro autor en su contexto cultura!. AI mismo tiempo, es nuestra intencion con estos acercamientos destacar aspectos que son relevantes para llevar a cabo una descodificacion del originaI universo benetiano. Sistematizamos nuestros resultados de esta primera parte de nuestro estudio en el capitulo cinco. En la segunda parte de nuestro estudio (capltulos seis a trece) llevamos a cabo una serie de analisis textuales de la obra literaria de Benet. Mediante analisis pormenorizados queremos mostrar como el autor sustituye la mimesis realista por una relacion metaforica entre
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texto y experiencia vita!. Mostraremos como el discurso conduce al lector hacia una lectura metaforica y creativa, al mismo tiempo que ironiza y parodia tanto el discurso realista como el racional y el autoritario del poder franquista. En esta lectura vamos a mostrar como el tcxto no imita la realidad empirica sino elfùncionamiento de la mente en estado creativo. Comenzaremos analizando como se conforma un cronotopos particular referido a este mundo interior, cn contraposicion al realismo, cuyo rcferente son las acciones extcmas que tienen lugar en la sociedad (capitulo seis). Seguidamentc analizaremos como el discurso se centra en la forma de percibir el mundo (capitulo siete) y como plasma este mundo interior como escindido, destacando la existencia continua de una relacion dialogica en la percepcion humana del mundo (capitulo ocho). El laberintico parrafo benetiano también es visto como una plasmacion de la complejidad de la percepcion y de la existencia humana (capitulo nueve). Pasaremos a analizar después como se constituye el 'gran estilo' benetiano, propuesta poética y narrativa del autor para expresar su rica y compleja expcriencia del mundo. Finalmente, dedicamos dos capitulos para analizar las relaciones del discurso benetiano con dos modalidades literarias, el fantastico (capitulo once) y la parodia (capitulo doce). Culminamos con un capitulo recapitulatorio en el que sintetizamos los resultados de nuestra seccion de analisis (capitulo trece). Dado que nos interesa ilustrar aspectos generai es de la poética autori al y como éstos se manifiestan en su discurso narrativo, seleccionamos los textos que al respecto nos han parecido mas ilustrativos, o los mas complejos y herméticos, puesto que son los que después resultan mas ricos en el analisis textua!. En consecuencia, la obra mas compleja del autor, Smll ante Samuel, es objeto de estudio en varios capitulos (sei s, siete, nueve y diez), mientras que otras obras reciben sendos capitulos, caso de Un viaje de invierno (ocho), Una tumba (once), En el estado y En la penumbra (doce). Finalmente, otros textos son sometidos a analisis mas parciales junto con otras obras, como es el caso de Volveras a Region, Una leyenda: Numa, La afra casa de Mazon (capitulo seis) o Herrumbrosas lanzas (diez). Hemos dejado una obra primordial del autor, Una meditacion, fuera del presente analisis. El motivo de elio es fundamentalmente que ya ha recibido un concienzudo y reciente estudio desde la perspectiva fenomenologica que aqui tomamos (Walkowiak 2000), trabajo al que remitimos a los lectores interesados en esta obra de Benet.
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Si bien nuestro acercamiento no es propiamente historicista, queremos destacar que en nuestro estudio vamos a argumentar que la renovacion literaria que supuso Un viaje de invierno (1973) implico una transformacion en la narrativa contemporanea hacia una prosa Iudica que no ha sido tenido en cuenta por las historias de la literatura publicadas hasta la fecha. Esta novela se adelanta a otras novelas que suelen mencionarse como canonigas en esta transformacion, tales como La saga jìlga de JB (1973). de Torrente Ba11ester, o La verdad sobre el caso Savolta (1975), de Eduardo Mendoza. Argumentamos a su vez que Un viaje de invierno también implico una transformacion de la literatura benetiana que los criticos no han considerado hasta la fecha. La critica suele hablar de una segunda fase del autor a partir de la publicacion de El aire de un crimen (1980). En este estudio vamos a postular, en cambio, que la obra benetiana constituye una obra a caba110 entre la ambiciosa escritura modemista (cuyo signo mas evidente es el desco de crear un 'gran estilo') y cl escepticismo postmodemista sobre las posibilidades del arte de reflejar el mundo. Ello con11eva que la escritura benetiana en sus primeras obras es mas parodica con respecto al realismo y el pensamiento occidental para ir evolucionando a la autoparodia, sobre todo en los libros publicados a partir de En el eslado (1977), si bien estos rasgos pueden ya vislumbrarse en Un viaje de invierno, segun argumentaremos (capitulos tres y ocho). Esta transformacion de la literatura benetiana la explicamos consiguientemente a través de razonamientos relacionados con la episteme cultural occidental, asi como con el cambio sociopolitico en el pais tras la caida de la dictadura franquista. A lo largo del presente estudio tendremos ocasion de mostrar estos argumentos en los analisis textuales a los que vamos a someter el discurso narrativo de nuestro autor.
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Notas I También se han publicado anecdotarios biograficos sin mayor relaci6n con la obra del autor, como es el caso de Chamorro (2001). Si bien el titulo de su libro esta extraido del final del relato Numa: una leyenda (dato no ofrecido por el autor), su contenido se refi ere s610 a encuentros y viajes que Chamorro ha lIevado a cabo con Benet. El pasaje al que alude cl titulo del libro dc Chamorro es cl siguiente: "Hipnotizado, no podia apartar su atenci6n de aquel espejo anaranjado, el aliento del espiritu sobre las aguas que tras tanto tiempo ausente de la quimera terrenal voi via a recuperar su dominio y su inspiraci6n; tan hipnotizado que ni siquiera se molest6 en volver la cabeza ante cl crujido dc la hojarasca" (PN: 168; n.c). En otro libro dc recuerdos (Martinez Sarri6n, 2002: 84-85) este libro es fuerte y justamente criticado "ya desde el titulo [ ... ] es de una infatuaci6n ridicula, de unas apabullantes mentecatez y frivolidad [ ... ] lo mas penoso es que esta muy mal escrito [ ... ]. Flaco servicio a la memoria del ingeniero y novelista". Para sendos semlantes del autor remito a Savater (1993) y Marias (200 I). Para un inteligente comentario del estudio de Garda Pérez remito a Pittarello (2000). 2 Ya Gu1l6n (1981: 14) hablaba hace mas de veinte anos de una influencia "grande" en los j6venes. Grohmann (2002: 22, nota 26) ofrece una bibliografia sobre esta cuesti6n, a la que remitimos. El arti culo "Los discipulos de Juan Benet celebran la rebcldia y el enorme legado Iiterario del escritor" (Mora [1993]) resulta sintomatico de cstc fenòmeno. 3 La inspiraciòn y el estilo (1965). Desarrollaremos esta concepci6n dc la tradici6n literaria espanola por parte de nuestro autor en el capitulo dos del presente estudio. 4 Con esta comparaciòn no pretendemos realizar una valoraci6n cualitativa ni entre Benet y Cela, ni entre estos autores contemporaneos y los autores del Barroco mencionados. S610 nos interesa destacar la importancia cultural que ambos autores tienen en la historiografia espanola y c6mo rcpresentan posiciones radicalmente opuestas. Como prueba sociol6gica del fen6meno, basta remitir al entierro de ambas figuras: cl férctro dc Cela es llevado por los mas altos estamentos de la autoridad politica pero los intelectuales mas j6venes reaccionaron con silencio; el féretro de Benet no fue acompanado por representaci6n publica alguna, mientras que las paginas de los peri6dicos estuvieron llenos de condolcncias de autores, criticos c intelectuales (cfr. Andreu [1994], Aparicio [1993a] y [1993b], Armas Marcelo [1993], Annino [1993], Azua (1993), Caballero Bonald [1993], Chaccl [1993], Chamorro [1993), Conte [1993], Cruz [1993], Delibes, Molina Foix, Torrente Ballester, El duque dc Alba, MilIas, Armas Marcelo, Caballero Bonald, Castellet, Ayala, Marias, Goytisolo, Chamorro, Landerlo, Lang [1993], Echevarria [1993]. Garda Posada [1993], GonzaJez [1993], Goytisolo [1993], Halffter [1993], Martinez Sarriòn [1993], Mendoza [1993], Moix [1993], Molina Foix [1993], Mora [1993], Prellwitz [1993], Romeo [1993], Savater [1993], Sorela [1993a], [1993b], Sunen [1993], Valente [1993], Vela del Campo[1993], Vila Matas [1993], Vicent [1993]. En un trabajo sobre 'los intelectuales y el problema espanol', en el que Javier Varela analiza las posturas intelectuales desde mediados del s. XIX hasta mediados del s. XX en el pais, el autor hace una caracterizaciòn que nos parece muy apropiada para ilustrar nuestro razonamiento: "[ e ]pigono del casticismo cs Camilo José Cela y su tremendismo o caricatura solanesca de la vida espanola" (Varela 1999: 19). En un estudio recientc sobre la narrativa espafiola actual, Fernando Valls (2003: 30) afirma que las ultimas obras dc Ccla "han si-
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do recibidas con divisi6n de opiniones y escaso entusiasmo", mientras gue Benet "parece haberse con sagrado definitivamente como la primera referencia de algunos de los mas brillantes escritores actuales" (ibid.). 5 Ver al respecto mi articulo en homenaje a la muerte de nuestro autor, "Autenticidad y pureza en el discurso benetiano" (Benson 1993). 6 Ver al respecto sus tempranas discusiones publicas con lsaac Montero, defensor del realismo, en Benet (1970a, 1970b) y Montero (1970). En esta discusi6n, Benet relaciona la tradici6n realista espafìola (Iéase Gald6s) con el realismo social (a la gue, con su fina ironia, nuestro autor denomina "la in ilio tempore izguierda espafiola" [en Vernon, ed. 1976: 282]) y considera gue ambas tendencias realistas "perteneeen, casi de Ileno, mas gue a la literatura a la sociologia literaria, una materia gue -hoy por hoyno me produce excesivo entusiasmo" (ibid.). La elegante matizaci6n, hoy pOI' hoy, no signifìca gue cl autor cambiara su posici6n con respecto a las distintas variantes del realismo a lo largo de toda su vida. 7 Margenot (1994: 12) apunta gue s610 recibe tres breves resefias a raiz de la segunda edici6n de la colecci6n, esto es, después de la publicaci6n de sus dos primeras novelas, Volveras a Region y Una meditacion. 8 Benet narra todos los vericuetos en tomo a la gestaci6n y publicaci6n de la novela en la introducci6n a la cdici6n en Alianza (1974), asi como en (ME: 31-44 y 59-65). Varios estudiosos han discutido la importancia y la trascendencia para la interpretaci6n del discurso benctiano: vid. Benson 1992, Compitello 1983, Labanyi 1989, Pope 1984, Santana 1997, Spires 1978, Summerhill 1984. Garcia de la Concha (1996: xv) afirma en la introducci6n a su edici6n critica gue "[clon el tiempo, somos cada vez mas, segun creo, los gue la juzgamos la mejor novcla de Bcnet y una de las mas interesantcs de la narrativa espafiola contemporanea". 9 Ver por ejemplo las entrevistas publicadas por Sanchez de la Calle y Frcire (1988), Nolens (1981) asi como los datos biografìcos recogidos en Garda Pérez (1997a: 2021 ). lO Benet ha publicado asismismo el ensayo ,: Qué[z,e la guerra civil? (1976) recientemente reeditada junto con otros ensayos inéditos sobre la contienda en La sombra de la guerra (1999) y "Tres fechas sobre la estrategia de la Guerra Civil espafiola", incluido en La construccion de Babel (1990). Benet estuvo, adernas, durante toda su vida acumulando documentaci6n sobre el tragico evento (ver Marias 1999a).
2 Poética del enigma I know, ol course, what l am striving for under the title olphilosophy, as the goal andfìeld of my work. And yet I do not know. What autonomous thinker has ever been satisfìed with this, his 'knowledge '? For what autonomous thinker, in his philosophizing lile, has 'philosophy' ever cease to be an enigma? Edrnund Husscrl, The Crisis of European Sciences and Transcendental Phenomenology
Y seguimos tratando el problema de siempre: que todo lo que nos rodea es un enigma ... Seguimos sabiendo tan poco sobre nuestra propia naturaleza como en los dias de la tragedia griega. Juan Benet, entrevista concedida a Antonio Nunez (en 1969)
En la década de los sesenta del pasado siglo XX se experimenta en Espana un movimiento cultural de radical ruptura con el pasado inmediato y con el contexto cultural gue, imbuidos todavia en la larguisima postguerra, le viene impuesto al ciudadano y al intelectual espanoi. La primera conmocion de la guerra civil se va aminorando, de tal modo gue tras la fase mas dura de la postguerra, la década de los cuarenta caracterizada por el hambre y el terror tras el triunfo franguista en la contienda civil, los anos cincuenta se caracterizan fundamentalmente por un intento de recuperacion economica gue desembocara en la década de los sesenta en una mayor apertura al mundo exterior, al menos en lo gue se refiere al comercio y al turismo. En este periodo de transformacion, los intelectuales jovenes sienten ante todo una gran necesidad de despegarse del sordido clima cultural de la postguerra y del movimiento literario predominante en este periodo, el realismo soci al. Juan Goytisolo comenzaria el cambio de su rumbo literario 11evando a cabo una mayor experimentacion narrativa. Esta experimentacion tiene lugar como consecuencia de una busgueda de formas expresivas gue plasmen la frustracion por lo gue podriamos llamar la concepcion de la 'identidad nacional'. El escritor explora consecuentemente en las raices del autoritarismo hispanico a través de un recorrido por sus inicios historicos, para dejar constancia artistica de la diferencia entre la construccion de la imagen de la identidad
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nacional por parte del poder establecido y la propia experiencia personal del autor, tal y como se plasma en las novelas a partir de Senas de identidad. Martin Santos, por su parte, llevaria a cabo su muy reconocida parodia del realismo valiéndose del distanciamiento ironico al contrastar la sordida realidad de las chabolas donde viven las clases mas bajas (el lumpen) con la realidad de una burguesia gue cuida de aparentar una falsa cultura en el desierto intelectual gue constituia la Espaì'ia de entonces, en su t'mica nove la concluida, Tiempo de silencio. Seria, sin embargo, Juan Benet el autor gue con mayor fuerza y empeì'io emprenderia un proyecto literario renovador en el gue explicitamente trata de romper con toda la tradicion hispanica. En sus textos ensayisticos sobre literatura brillan por su ausencia los autores espafioles, y proliferan en cambio autores del vanguardismo y del modemismo europeo y americano (Proust, Mann, por supuesto Faulkner,1 Conrad, Melville, Lowry, Beckett, Hi:ilderlin, i.a.) asi como pensadores europeos (Kierkegaard, Bergson, Hegel, Nietzsche, Frazer, Hazlitt, Novalis, i.a.)? Del ambito hispano se rescata poco mas gue a Cervantes. 3 Segun vamos a exponer a lo largo del presente capitulo, entendemos gue el proyecto literario de Benet puede sintetizarse en dos puntos de partida fundamentales: por un lado, la 'deconstruccion' (o 'desmontaje,)4 de los principios de la tradicion realista espaì'iola, y, por otro, la construccion de un 'gran estilo' gue, segun nuestro autor, habia desaparecido de las letras espafiolas desde los Siglos de Oro con el fenomeno gue él denominaria la "entrada en la tabema" (lE: 9 y sS.; cfr. CTB: 135). Este axioma de partida con respecto a la tradicion hispanica explica gue los autores elegidos para conformar su mundo poético sean fonineos: fundamentalmente en los escritores modernistas europeos y en los clasicos latinos encuentra Benet la inspiracion para llevar a cabo una experimentacion profunda con ellenguaje y con la comunicacion literaria. En este estudio se va a intentar mostrar como esta experimentacion no es una mera moda gue va en contra del realismo imperante, sino gue tiene por objetivo buscar unas formas comunicati vas gue plasmen de forma mas profunda la experiencia de la época, al mismo tiempo gue implica un claro distanciamiento con respecto a lo gue nuestro autor considera una literatura superficial y banal, la gue proviene de la picaresca y cuyo mayor exponente en la Espaì'ia de la postguerra seria Camilo José Cela (prototipico de la tendencia gue el autor denomina "la entrada en la taberna" con su culto a la vulgaridad, la trivialidad y la chabacaneria).
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En consecuencia organizamos el resto del capitulo en dos apartados, presentando en el primero (2.1) los argumentos y las ideas gue el autor mantiene sobre la tradici6n espafiola (y la tradici6n realista en generaI), esto es, la poética gue Benet rechaza. Seguidamente (2.2), estudiaremos en gué consiste su propia propuesta alternativa. Finalmente, presentamos nuestra propuesta de interpretaci6n del discurso benetiano como una poética del enigma caracterizada fundamentalmente por lo gue denominamos la 'ret6rica del oximoron', esto es, un imaginario alternativo al realista gue se centra en la experiencia del mundo como enigma (2.3). En este ultimo apartado discutiremos asimismo con los estudiosos gue previamente han tratado la poética benetiana.
2.1 La 'salida de la taberna' como desmontaje de la tradicion realista hispanica
Resulta ya un lugar comun hablar del antirrealismo de Juan Senet. Tanto el propio autor como la critica han desplegado muchas paginas sobre el tema. Puede decirse sin ambagues gue nadie ha sido tan radical ni tan polemista como nuestro autor en el afan de transformar el horizonte de expectativas cultural dc la época en Espafia. Como ya mencionamos, cl autor tuvo grandes prob1emas para publicar su primera novela,5 después de haber editado su primer libro de relatos (Nunca llegaras a nada) por su cuenta. Es ya clasica la polémica sostenida con lsaac Montero (1970). La polémica ilustra la situaci6n cultural de la Espafia de ese momento hist6rico: frente a un discurso autoritario y monol6gico del poder franguista, existia un discurso de oposici6n no menos monol6gico y autoritario en el mundo de la cultura. Este discurso cultural prevaleciente implicaba gue oponerse al discurso oficial del poder franguista s610 podia llevarse a cabo mediante una poética determinada, la del realismo social y critico. Cua19uier otra forma de expresi6n literaria era considerada escapista con respccto a la situaci6n sociopolitica del pais y un apoyo soslayado al régimen dictatorial del franguismo. Para Benet, el realismo (documentai, costumbrista, naturalista, social o de denuncia) "es la mas serviI y estéril de todas las artes" (TE: 105). La falta dc imaginaci6n la hace estéril y el hecho de tener un objetivo gue no es el puramente literario la hace servil. Para Senei,
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esta literatura es ademas 'alienante', pues limitar la imaginacion implica a su vez limitar el deseo de libertad y de creatividad inherente en el ser humano. El arte, para nuestro autor, nunea ha de tener una funcion politica C'como fuerza politica el arte ha sido siempre muy débil" [ME: 27]), postura que discrepa radicalmente de la del realismo social imperante en la postguerra espanola: Por eso, no es raro que la produccion artistica y cultural de todo un pais cuyo estamcnto intelectual sc lanza al combatc contra cl poder cstablecido, sea de una calidad muy mediocre, lastrada con elementos bastardos y despectiva de todo refinamiento. El arte en csas circunstancias es un capi tu lo de la lucha politica y pertcncce a la historia dc csa lucha en mucha mayor mcdida que a la historia del arte. Tal es el caso. a mi modo de ver, de la novela realista de los aiios 50 y 60. de la poesia social y de la cancion-protesta [ ... ]. (ME: 27-28)
Esta critica esta fundamentada en criterios estéticos, pero también por motivos que podrfamos denominar de 'inefectividad expresiva'. Segun Benet, la realidad social del pafs es mucho mas cruenta que la copia mimética de esta realidad mediada a través de un relato documentai: [ ... l nunca sera un arte consumado y ni siquiera lIegani a colmar sus propios estatutos: su drama es su incapacidad para superar su leit-motiv; un simple paseo por los pueblos y suburbios de la Espaiia de los 50 era mucho mas dramatico y sobrecogedor que la lectura de veinte novelas de la asi lIamada escuela realista. (ME: 28) La asi llamada escuela realista senala claramente la postura ironica del autor en cuanto a las limitaciones que esta forma literaria tiene para expresar de forma fidedigna la situacion de la realidad social en el pafs bajo la postguerra, segun nuestro autor. Benet encuentra en toda la tradicion espanola este mal endémico de lo 'superficial', lo 'burlesco', lo 'grotesco', en definitiva de lo 'bajo' y lo 'soez', en detrimento del 'gran estilo' gue nuestro autor encuentra en otras tradiciones literarias fuera de las fronteras de Espafia: Todos los clasicos espaiioles, del siglo XVI en adelante, parecen alimentados de una doble fuente de sentimientos [ ... l un sentimiento popular y castizo [ ... l y [ ... l un sentimiento nacional y heroico [ ... ]. Un dia los cspaiioles tendremos quc investigar en serio -y linea tras linea- hasta qué punto ese amargo Don Quijote no representa también una parabola de las vicisitudes de un Estado delirante que para llevar a cabo su insensata funcion redenlora necesita seducir. con un seiiuelo pueril, a un plebeyo remolon para que le acompaiie y asista. pero que a la poslre termina por conducirle a la vieja humilde casona,
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para concluir cn paz sus dias, rode ado de ruinas, una vez pasado cl soplo de locura. Una parabola que esta mucho mas gcneralizada en nuestras letras del Siglo de Oro dc lo que por lo generai se piensa. En cuanto al gran estilo no le cupo otra cosa que el ser ridiculizado en publico. A partir del mismo siglo todas las referencias a la gran tradici6n que informa siempre ese estilo son siempre burlescas. (I E: 96-97)
Si la tradici6n rcalista constituye el primer pilar sobre el que se su stenta el horizonte cultural del momento, y sobrc cl que recae la acérrima critica de Benet, la tradici6n racionalista del pensamiento occidental seni el segundo pilar a de smontar por el autor en su afan de conformar un imaginario propio (cfr. Benson 1989). Si el realismo es criticado por su ingenua concepci6n de una relaci6n transparente entrc signo y referente (entre texto y realidad), el funcionamiento de la raz6n implica igualmente, segun el autor, una simplificaci6n y trivializaci6n de la relaci6n del ser humano con su experiencia. La raz6n limita y reduce la experiencia del individuo, segun esta cosmovisi6n, resultando nefasta tanto para el proceso de creaci6n como para el pIacer estético en el proceso de recepci6n: euando el cscritor [ ... ] no acepta ese acto dc fascinaci6n y exige de si mismo que en todos sus juicios se hallen presentes lo.\" agente.l· de control de la razon, no hace sino expulsar de la tìesta a la unica persona que en un momento puede animarla y cuya auscncia a la larga no puede disimularse por mucha quc sea su ciencia ret6rica. (lE: 86, n.c.)
La 'raz6n' es representada como una camisa de fuerza que pretende reprimir la libertad del escritor y de su imaginaci6n, ese acta de fascinacion que es el unico medio a través del cual se puedc llcgar a animar lajiesta de la comunicaci6n literaria. La 'raz6n', segun esta conccpci6n, requiere siempre de estructuras fijas y de un sistema de oposiciones que resulta reductor, hasta tal grado que finalmente esta incapacitada para llevar a cabo una descripci6n fidedigna del proceso dc experimentar la realidad a través del lenguaje. Si bien la forma de expresi6n caracteristica de nuestro autor puede dar una impresi6n de 'racionalismo' (lenguaje técnico y conceptual, estructuras sintacticas complejas, largos pasajes elucubrativos y rcflcxivos que rompen el hilo de la narraci6n, etc.), tendremos ocasi6n a lo largo del presente cstudio de comprobar c6mo se trata de una impresi6n de superficie (uso del lenguaje y la terminologia cientffica y filos6fica), cuyo fin es subrayar la impotencia de la 'raz6n' para explicar los enigmas de la existcncia. Tras la superficie racional se escondc una experiencia del mundo como enigma quc sc expresa mediante la ret6rica del oximo-
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ron, la cual escapa a cualguier posible cxplicacion racional (cfr. infra, 2.3). La forma narrativa guc Benet denomina 'de argumento' es la estructura gue caracteriza al realismo en todas sus vertientes. Esta forma narrativa tiene en comun con la forma de pensamiento racional, segun Benet, gue ambas pretcnden organizar el 'caotico mundo' cn 'estructuras fijas'. De esta forma, el realismo construye la trama respetando en primer lugar la 'logica de las acciones' con cl fin de crear un efecto de verosimilitud: su "mayor intcrés dcscansa en el mantenimiento de la tension provocada por los sucesos, distribuidos con verosimilitud a lo largo de las paginas" (ME: 86). Como veremos, frente al afan mimético del realismo y su pretension de 'copiar' la realidad, la poética benctiana se centrara en la capacidad dcI artista de 'crear' una realidad autonoma gue guarda una relacion compleja (enigmatica) con la realidad sociohistorica, re ferente extemo de todo texto literario. Ante la desoladora experiencia gue el autor repetidamente manifiesta tener sobre su propio pais asi como sobre la tradicion literaria espafiola, el proyecto de renovacion se hace una tarea urgente. En cl siguiente apartado vamos a estudiar en gué consiste esta propuesta de rcnovacion.
2.2 La construccion de un nuevo 'Gran estilo'
Entendemos gue la acérrima critica a la gue el discurso benetiana somete a la supuesta tradicion realista y costumbrista de la literatura espafiola ha de ser vista bajo la perspectiva del concepto misreading, introducido por Harold Bloom (1975).6 Este concepto viene a decir gue el autor gue desea rcnovar la expresion literaria, busca en sus experiencias de lectura lo gue le atrae y lee 'mal a conciencia' a aguelIos autores de la tradicion gue no coinciden con su propia sensibildado No resulta pertinente, por tanto, una discusion sobre el rigor de este pensamiento o de esta critica. Benet no lIeva a cabo un 'analisis' de la tradicion hispanica. Se trata, en cambio, de un punto de partida para encontrar un lugar propio en cl cosmos literario, su propia poética. El acercamiento gue Benet hace a la literatura parte, ademas, siempre del gusto personal. La literatura y cl arte S011 expresiones culturaIcs sobre las cuales el lector no ha de sentirse obligado a 'explicar'
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(esto es, valerse de 'la raz6n ') las causas por las que el texto tiene un efecto detcrminado cn su sensibilidad: El gusto es independicntc dc cualquier otra determinacion de la concicncia y tanto mas autonomo es dc cualquicr compromiso intelcctual o moral del individuo, tanto mas capaz se demucstra dc suministrar lo que dc él se solicita.
(lE: 18)
Las mejorcs lecturas son, segun la perspectiva benetiana, las que dejan una honda impresi6n en el lector sin que se pueda explicar las razones de esta experiencia 'emocional' (e/i'. DP: 50; ME: 77-79). El lector critico, sobre todo el de la cscuela estructuralista, es consecuentemente objeto de fuertes criticas por parte de nuestro autor. Benct afirma que no le interesa dirigirse a un Icctor que vaya a estudiar los detalles de la construcci6n estructural del texto, sino al quc pueda 'emocionarse' con cl texto, esto es, Ilegar a experimentar el texto en su complejo fluir sin buscar 'explicaciones' almismo: [en la actualidadl la mania dc la interprctacion simbolica ha Ilevado a los comentaristas a scrìalar la multiplicidad de leeturas de cualquier texto. y ya proliferan los auton:s que reclaman para su obra «distintos nivelcs dc Icctura». Yo creo quc s610 hay una lectura posible (la que se cstremece, etc.) y quc cn comparaciòn con la que se atiene a lodas y cada una de las palabras cseritas y a sus mas primarios y evidentes significados. todas las demas rcsultan .. pOlaje frio. Ln primer lugar no son Icetura, sino conjctura, y un texto conjeturado nunea podrà competir con el cscrito porquc jamàs c1l1ocionarù. El comcntarista podrù scnalar cl \alor simbolico dc la ballcna, pero la ballcna solo cmoeionarù en cuanto ballcIla, Ilunca en elianto enearnaeion dc la purcza. (ME: ilO)
En los apartados que siguen de este eapitulo vamos a analizar como se eonstruye esta poétiea alternati va euyo fin es crear' emociòn' en el receptor y 110 'comprension'. En primer lugar se haee necesario una nueva eoncepciòn del lenguaje (2.2.1) quc permita expresar con libertad lo que la mente cn estado de crcatividad puede lIegar a fabular c imaginar. Seguidamentc vamos a profundizar en los meeanismos del que se vale este lenguajc para tener un efceto cn cl Icetor. un efecto sensorial quc le produce 'emoeiones' (2.2.2). Finalmente. estudiaremos còmo estas caractcristicas del lenguaje poético benetiano se plasman en una poética, que cl autor denomina 'la estampa' (2.2.3).
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2.2.1 Ellenguaje como expresi6n de la experiencia del sujeto creativo La experimentaci6n literaria gue lleva a cabo Benet en sus obras mayores (Vo!veròs a Region, Una meditaciòn, Un viaje de invierno, Sazil ante Samuel, Herrumbrosas !anzas o En la penumbra), es con secuencia de la busgueda de un estilo tanto sobrio y sugerente como hermético y oscuro. A la admiraci6n por los autores modernistas occidentales y sus obras monumentales, hay gue anadir las no menos monumentales tanto de la épica chisica (Amiano Marcelino, Tito Livio, Tacito [cfi'. Arana 2000]) como de la moderna, tal y como se plasma en las cr6nicas de Bernal Diaz del Castillo o en la épica de Euclides da Cunha, Os sertòes (cfi'. Compitello 1980). El propio autor ha explicado su ambicioso proyecto al hablar de su primera nove la con la perspectiva gue otorga un cuarto de siglo: la intenci6n de la novela [Volvel'Lls CI Regiòn) [ ... era) presentar otro lenguaje [ ... ) no era tanto una novela pensada exclusivamente por la situaci6n politica que se intervenia o la literaria del pais que vivia en el franquismo, sino dc la situaci6n literaria dc este pais. y sobre todo en cl campo de la novela que se vivia en EspalÌa desde hacia tres siglo.\", en quc el lenguaje de toda nove la cspar'iola era un Icnguajc empobrecido. chabacano. castizo. callejcro, y me parece que habia [ ... J espacio para hacer una novela partiendo dc los ingrcdientcs normales, de la pobreza del pais. la ruina. la posguerra, la dramatica situaci6n de determinadas tierras. pues con un Icnguajc c1igno, clevado, no casti70. Eso quc lIamal1 en EspalÌa cl costumbrismo. y quc tanto mc horroriza. (Knapp 1993: 82; n. c.)
Raras veces se expresa Benet con tanta claridad. Se trata ademas de una de las ultimas entrevistas concedidas por el autor (el articulo termina con una posdata con la noticia de su muerte). Desde la primera novela, Benet trabaja con el proyecto de renovar el lenguaje para, de esta forma. poder distanciarsc dc la tradici6n espanola de la picaresca y del costumbrismo. Busca exprcsar cn tono elevado los designios de un pueblo en la época gue le ha tocado vivir, la s6rdida postguerra bajo cl dominio franguista. Su mancra de transmitir esta experiencia no se limita a reflejar 'lo gue ve'; para reflejar esta cosmovisi6n se impone, en cambio, la creaci6n dc un lenguaje gue permita comunicar la experiencia de vado en la gue se encuentra sumido el pais bajo este tragico momento hist6rico. Ante el vado experimentado por el autor tanto como consecuencia del devcnir hist6rico en cl gue le ha tocado vivir como de la pobre tradici6n literaria de su propio pais (segun el
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propio autor), la ambici6n de Benet es crear un lenguaje gue pueda expresar semejante experiencia de vado y de ruina. Tanto la escritura como la lectura constituyen, en consecuencia, actos de rebeldia y de libertad, para superar el vado cultural en el gue se encuentra el pais. Sobre la concepci6n del lenguaje se ha expresado asimismo el autor con rotundidad en otra de sus ultimas entrevistas: "Por la lengua entiendo todo el espiri tu humano. Toda la infinita variedad dc la experiencia humana" (concedi da a Andrés Rojo [1992: 3]). El lenguaje es, pues, cl in strumento fundamental para expresar la experiencia y para indagar en la esencia del ser humano, segun el autor. Seguidamente vamos a poner estas declaraciones tardias de nuestro autor a colaci6n con las ideas gue ha expuesto en sus ensayos anteriores, para comprobar la solidez de su pensamiento literario a lo largo de toda su vida de escritor y pensador. El pensamiento literario dc nuestro autor se encuentra expuesto tanto en libros denominados ensayos como en los denominados novelas. Por ello, nos valdremos indistintamente de ambos 'tipos de fuentes' de su producci6n para presentar la poética del autor. Para Benet la linea gue va de un género a otro es muy tenue, de forma gue sus narraciones tienden a convertirse en ensayos, mientras gue sus ensayos tienden a convertirse en escritura de creaci6n. Ambos géneros tienen para nuestro autor en comun un objetivo: el dc indagar en el funcionamiento de la mente. En ambos es ademas igualmente crucial la conformaci6n de un lenguaje imaginativo gue permita la libertad creadora (sea del pensamiento o dc la invenci6n narrativa). La importancia de la conformaci6n de un lenguaje imaginativo puede verse tacitamente en su temprana aseveraci6n "la inspiraci6n le es dada a un escritor s610 cuando posee un estilo o cuando hace suyo un estilo previo" (lE: 27-28). El estilo es después definido como la feliz fusi6n de la imaginaci6n con cllenguaje: [ ... ] el mundo de la poesia [ ... ] es un producto ùnico de la Imaginaci6n y del Lenguaje, confundidos en una sola categoria gue a fàlta dc otra palabra he terminado por lIamar estiIo. Y gue, IIcgado csc momento y por la fusi6n de los dos sistemas, representa la ùnica posibilidad de transformar en itmigenes un mundo y un orden espiritual gue carecen de representacion [ ... ]. (lE: 80)
Para Benet, esta inspiraci6n s610 puede llegarle al escritor a través de un acto creativo en total Iibertad, esto es, la literatura se encuentra fuera de todos los dogmas y de todos los reguisitos extraliterarios, tal y como vimos supra (2.1). El maximo ex ponente de esta actitud de
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libertad creadora sc encuentra, segun nuestro autor, en el Qu ijo te, cuya narracion "-al haber trascendido la necesidad de precision- apela a un apetito del espiritu quc sc situa -por un camino inconfcsable- mas alla de todos los dogmas" (EC: 22-23). La libertad creadora se encuentra en el terreno dc la percepcion humana que no se ve afcctada por la precision de las ciencias o por los dogmas de la autoridad sociai. Para Benet, la literatura sòlo esta en funcion dc si misma y su ùnico cometido es producir goce estético: en elio estriba su primordial fundamento ético. Para el ingenicro Bcnet, ellenguaje literario tiene objetivos radicalmente opuestos al discurso cientifico, pues "la ciencia, a partir del siglo XVII, se ha ve nido distanciando de la palabra" (EC: 46). Con ello alude nuestro autor al caracter cada vez mas cxperimental de la ciencia que le lleva a valerse primordialmente dc formulas antes que de lcnguaje. Este fenomeno afectara al lenguaje literario que, scgun Benet, se dedicarà a explorar los campos a los que no pueden \legar las formulas matematicas. Es precisamente en esta liberacion de la precision del lenguaje cientifico donde se encuentra el nucleo de la teoria benetiana sobre el lenguaje literario:
l ... l una I iteratura que, no sintiéndose apremiada por la obligaci6n dc representar la naturaleza, también progresivamente va eliminando de su c6digo la necesidad de ser inequivoca, veraz y ccrlera [ ... l [lo cual implica una clase de literatura quel se ha Iibcrado del demonio de la exactitud, [y quel a la postre concluye cn cl mistcrio dc si misma. Y quc mucha mayor importancia que el intento dc acotar y resolvcr, cuando es posiblc. los numerosos enigmas dc la naturaleza, de la socicdad, del hombre o de la historia -funciones éstas que corresponden de lleno a las ciencias- tiene el deseo de presentarlos. de preservarlos, dc cOllservarlos en su insondahlc oscuridad. dc demostrar la insuficiencia gnoseològica y la insolubilidad dc aquéllos: c incluso [ ... J dc fomentar la invenciòn de ,quella clase de misIcrio que por su naturaleza se encuentra y se encontran\ sicmpre màs albi del poder del conocimiento. (EC: 4R-49) Este lenguaje literario no tiene, pues, que l'cpresentar la naturaleza, tal y como hace, segun la concepcion benctiana, el lenguaje realista a través de su funcion mimética ni, a difcrcncia del discurso ci enti fico, debe dc ser exacto (no ha de ser ineqllivoca, veraz y certera). Su mision, en cambio, es profundizar en los misterios mas alla del podel' del cO!1ocimiento, esto es, mas alla de las limitaciones a las que està sometido el conocimicnto cientifico. Si la ciencia tiene por cometi do rcsolver los problernas quc le antepone la naturaleza, el lenguaje
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Iiterario tendni por cometido expresar metaf6ricamente el insondable misterio cuya enigmatica ontologia nunca llegani a resolver la ciencia: [ ... ] seguimos tratando cl problema dc siempre: gue todo lo gue nos rodea es un enigma. [ ... J seguimos sabiendo tan poco sobre nuestra propia naturaleza como cn los dias de la tragedia griega; o menos, guiza porgue cl hombre ya es mas complejo (CP: 22); La naturaleza del hombre sera siempre inextricable. Por fortuna. (CP: 24); [ ... ] la obra literaria propia se produce como un impcrfeeto -pero logrado- intento de desvanceer cl misteri o gue la literatura opone al conocimiento. (ME: 78)
Este mundo imaginario perceptible a través de la capacidad creativa del ser humano que, a su vez, permite experimentar los misterios que rodean a la condici6n humana, tiene, segun nuestro autor, un valor propio que s610 puede ser ocupado por la literatura: "De esta suerte la zona de lo misterioso y lo desconocido -el reino de la imaginaci6n- tiene un valor por si mismo" (lE: 72). A diferencia de la novela realista en los que todo enigma acaba por desvelarse, la literatura, segun la poética benetiana, ha de centrarse en el "enigma de la naturaleza humana" (lE: 134). Para profundizar en este enigma de la naturaleza humana, se requiere de una concepci6n del lenguaje y de la creaci6n literaria que sea mas fidedigna al funcionamiento de la mente humana en estado de reflexi6n que la que ofrece la poética realista. Frente a la organizada concatenaci6n de secuencias 16gicas (propia de la estética realista, que, segun nuestro autor, constituye un falseamiento de la realidad), la propuesta de Benet implica, segun nuestra interpretaci6n, que la funci6n de la literatura es plasmar el proceso de indagaci6n del funcionamiento de la mente humana en estado creativo, proceso que s610 puede realizarse a través dellenguaje. De acuerdo con ello podemos asi formular una hip6tesis centrai de nuestro trabajo: el texto benetiano, al igual que el texto realista, se fundamenta en una imitatio. Ahora bien, si el texto realista imita los acontecimientos socialcs situando a los personajes en un ambiente soci al y geografico reconocible en el mundo empirico, la propuesta benetiana es imitar el f1ujo dc la conciencia, esto es, el libre fluir de las ideas en estados de reflexi6n y creaci6n. En este proceso de imitaci6n del proceso interno de la mente, adquicre gran importancia la concepci6n del funcionamiento de la memoria. La memoria es un proceso menta I que reelabora las experiencias por las que el individuo ha pasado. En este sentido, puede afirmarsc que el texto literario benetiano es la plasmaci6n del funcio-
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namiento de la memoria cuando ésta queda 'liberada' de la autoridad de la raz6n y se deja llevar por sensaciones que se escapan a una explicaci6n l6gica. De esta manera, igual que el texto literario es 'aut6nomo' con respecto a la realidad empirica, la memoria es aut6noma con respecto a los 'hechos ocurridos'. Entendemos que, siguiendo la cosmovisi6n benetiana, el hueco entre 'hecho' y 'experiencia del hecho' es un enigma que nunca podrei ser resuelto. Es precisamente este enigma el que es objeto primordial de la narraci6n que se plasmarei en multiples variantes a lo largo de su obra. Esta experiencia 'comun' a todo ser humano es la que sirve de enlace para experimentar la concepci6n del arte benetiano como imitaci6n del funcionamiento de la mente humana. La experiencia de la actividad de la memoria es el conector que nos permite entrar en el enigmatico mundo de la creaci6n. Esta imitaci6n interna del funcionamiento de la memoria inconsciente o semi6tica (siguiendo la distinci6n de Kristeva que desarrollaremos bajo 4.2.4 entre percepci6n 'semi6tica' y 'simb6lica'), requiere un lenguaje distinto al del realismo. El objetivo del realismo, segun Benet, es que el lector llegue a adquirir una 'comprensi6n' de la sociedad descrita, consiguientemente su poética apela a la 'raz6n' del lector. El objetivo de la poética benetiana, en cambio, es que el lector deguste y disfrute el lenguaje sugestivo y elaborado de la prosa artistica, esto es, su poética apela a la 'emoci6n' dellector. Sobre la elaboraci6n de este lenguaje, fundamental para la realizaci6n de la poética benetiana, nos centramos en el apartado que sigue. 2.2.2 Ellenguaje y la 'emocion' en ellector Con el fin de acercarnos a la idea de Benet de una literatura que apele a la 'emoci6n' del lector, vamos a partir de un pasaje en el que nuestro autor explica su propia cxperiencia de lectura dc un texto literario que le agrada, a saber, la monumcntal Historia verdadera de la conquista de Nueva Espana, de Bernal Diaz del Castillo. Benet se recrea en uno de los muchos largos pasajes de este texto, con sus multiples desvI0s del hilo conductor centrai, para sostener que esta modalidad narrativa refleja de forma fidedigna el funcionamiento de la memoria Immana. Distingue, asi, entre la tcmporalidad lineal o cronol6gico, y una nueva concepci6n del tiempo mas sensorial y, cn
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definitiva, mas acorde con el funcionamiento de la memoria y la mente humana, segun la sensibilidad del autor: Si la narrativa moderna ha venido a romper -desde las postrimerias del siglo XIX- la sucesi6n lineal cronol6gica, no por cso ha abandonado el eje del tiempo, cuya esencial funci6n directriz ha venido a ponerse de manificsto aun mas con el abandono de la progrcsi6n lineal cronol6gica como linea de relato para dar paso a la adopei6n en cada caso de una sucesi6n arbitraria en la guc los saltos atras y adelante proporcionan un relieve temporal -un caracter al tiempo- gue viene en apoyo del arte narrativo, [ ... ] al establecer un orden gue por su propia arbitrariedad no permite ser diseutido tal como lo puedc ser la progresi6n cronol6gica gue, cn euanto dato rccibido de la cxpcriencia y dircctamentc adaptado a la narraciòn, tan insuficiente se demuestra para abordar la simultancidad como incompetente para suministrar una cabal representaci6n de la memoria. (EC: 16-17, n.c.)
Benet encuentra el exceso de coherencia, que considera propia de la nove la realista ("donde todo se explica" [TE: 148]), como un estorbo para el goce estético, pues se distancia de la percepcion de la experiencia tal y como tiene lugar en la conciencia humana. Esta coherencia constituye una imposicion del intelecto en su afan de sistematizacion, pero es totalmente ajeno al funcionamiento natural de la memoria, segun lo concibe nuestro autor. En la poética benetiana se propone, en consonancia con esta idea del tiempo, la distorsion como método para romper el exceso de coherencia de la narrativa realista tradicional: En el seno de una obra armoniosa, lucida y 16gica, se oye a veces una voz de protesta contra ese mismo orden, una voz de acentos y timbres muy personales gue eseuchada con atenci6n nos vicne a dccir gué fragil y gué insatisfactorio puede ser para cl propio crcador cl ordcn de su universo. [lE: 42, n.c.].
Esta voz de protesta que distorsiona el orden coherente del universo, constituye una reaccion contra la percepcion racionalizada de la realidad que se opone a la percepcion interiorizada en la conciencia humana. Puede asi observarse como subyace en su poética una concepcion dialogica de la conciencia humana, segun tendremos ocasion de comprobar infra. Dentro de esta concepcion dialogica puede asimismo percibirse una experiencia del tiempo igualmente opuesta. Para desarrollar este aspecto vamos a partir de su ensayo "Clepsidra" (EC: 103-117), en el que se expone, con gran senti do del humor, la oposicion entre las limitaciones del tiempo externo de la cronologia y la experiencia del absoluto y cosmogonico tiempo interior a través de la emocion humana.
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Benet cuestiona, humoristicamente, en este ensayo si el tiempo tiene un origen y una meta, esto es, si el tiempo puede concebirse como un "ente finito, terminado en sus dos extremos, como la fisica nos ha ensenado que son todas las cosas del universo" (EC: 104-5). Ello le lleva a discurrir sobre lo que supuestamente habria 'antes del tiempo' (el Caos, o la Nada), para acabar afirmando que el tiempo lineal "comenzo con la organizacion del lenguaje" (EC: 107), mientras que el Caos esta constituido por "instantes verbales sin orden ni concierto" (ihid.). Como puede observarse, un problema fisico y astronomico (la creacion del mundo) es llevado a ideas sobre la percepcion humana y sobrc el lenguaje, en el discurrir bcnetiano. Con la metafora de la c1epsidra, Benet nos mucstra como cl tiempo Iincal es solo una porcion muy pcquena de lo que se puede considerar como 'el ticmpo absoluto' o eI 'infinito'. La arena de la clepsidra (que represcnta el tiempo) se encucntra mayoritariamente en el Caos (esto es, el monton dc arena que se asienta en uno de sus extremos), y depende de que un 'agente extemo' le dé la vuelta al aparato para pasar a ser, infinitcsimalmcnte, un tiempo en movimiento lineal (esto es, cronologico). Este 'agente externo' es, segun nuestra interpretacion, la razon humana, que en su afan de ordenar el caos tergiversa el orden natural de los hechos. A Benet le interesa, en cambio, el tiempo interior y misterioso que tiene lugar en la conciencia en estado de reflexion sin la artificial concatenacion logica que, a posteriori, pretende llevar a cabo la razon. De esta forma ha de entenderse la feliz formulacion de Ortega (1974: 239) al respecto: "[ e]n Benet, como en Faulkner, mas que una filosofia del ticmpo se trata de expresar el sentimiento de la conciencia" (n. c.). Lcer y crear constituyen en estc cosmos actos paralelos cuyo fin es 'emocionarsc' con cl enigma de la percepcion de las experiencias humanas. Para Benet, toda lectura y todo acto de crcacion es ante todo un acontecimiento 'privado' (el individuo se encuentra solo con su propia conciencia) y 'diferente' (no hay una lectura igual a otra, de la misma forma que no hay ninguna expcriencia igual a otra, ni un momento de creacion que sea idéntico a otro). Cada vez que se lee un texto abierto, la ambigUedad del discurso permite Iluevas interpretaciolles, sc descuhren nuevos matices que han pasado desapercibidos cn una Icctura anterior. Por cllo fomenta en su poética una cOll1unicaciòn quc diste de scr 'colcctiva' para buscar, cn cambio, un contacto 'privado' con cl l.:ctOI'. una "colllunicaciòll casi secrcta" (EC: 81) cuya
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atraccion es solo comparable al deseo erotico: "una operacion individuai (cn gran medi da erotica e intrasferible)" (EC: 81). El cantcter hermético de la prosa benetiana tiene que ver también, a nuestro entender, con esta concepcion 'privada' de la comunicacion literaria. Igual que la intimidad del deseo erotico requiere de un espacio sensual, para conformar una relacion intima entre lector y autor se requiere un espacio igualmente 'intimo'. Con este fin, el discurso ha de estar codificado dc tal manera que no pueda hacerse 'publico', sino que se restringe a una' experiencia particular'. AI igual que la creacion requiere del silencio y la soledad para estar en intimo contacto con la conciencia, la lectura implica un cruce dc conciencias, la autorial y la del lector, a través del lenguaje plasmado en el texto y la experiencia de lectura que este lenguaje produce en la conciencia del individuo. De esta forma, cualquier lectura 'generalizada' o 'publica' es cuestionada por el autor, quien busca, en cambio, la creacion de Ì1migenes que plasmen una experiencia individuai e 'interior'. Se trata de lIegar a "componer la imagen, anterior a la voz, estrictamente silenciosa" (UM: 32). La oposicion que se hace en esta cita entre voz e imagen es de gran relevancia para comprender el pensamiento literario de nuestro autor. La imagen es anterior y tiene lugar en el silencio mientras que la voz después tiene que encontrar palabras para expresar esta experiencia. Ahora bien, no existe lenguaje sin experiencia. Ellenguaje no puede expresar nada vital sin que la mente haya pasado primero por el silencioso estado dc 'experimentar'. Es a través de este estado interior de experimentacion de donde surge la inspiracion, segun Benet. Para que esta inspiracion pueda plasmarse, el autor ha dc conformar el estilo personal para transmitir esta experiencia unica: "En silencio y a oscuras, un yo secuestrado por la palabra va rellenando de experiencia el vado que éstas dejan entre si" (SaS: 162). Dicho con otras palabras, existc una continua relacion dialogica entre 'experiencia' y 'palabra' sin la cual la 'expresion' carece de sentido. De una forma lirica, Gul10n (1981: 8) sefìala, al respecto, que en el mundo benetiano "la palabra es el in strumento del exorcismo (contra el silencio) que es la creacion". Esto implica a su vez quc el lenguaje (como sistema estructurado) es igualmente cuestionado por Benet. Para que el lenguaje pueda IIcgar a ser un vehiculo que sirva para expresar la experiencia 'natura\' (la que surge en la mente en los momentos de meditaciòn y retlexion). tiene que liberarse de la "tÌ"agmentaciòn conceptual" (AT: 30) que impone. segun Benet, tanto la lingUistica como la lcxicografia. Esta
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fragmentacion implica gue el lenguaje tiene gue hacer 'cortes convencionales' en el flujo del continuo (nuestra experiencia de la realidad). Un ejemplo clasico de este fenomeno es como distintas lenguas hacen cortes convencionales en el haz natural de los colores para poder 'nombrarlos' y 'conceptualizarlos'. Este fenomeno, en palabras de Benet, es expuesto como gue "la percepcion linguistica fragmenta el continuo real en sus partes" (A T: 30), en oposicion a la idea de gue la "experiencia es un continuo entre dos palabras" (SaS: 161). La concepcion de la percepcion como un continuo gue no puede reflejarse mediante las palabras (se encuentra entre las palabras) solo puede reflejarse mediante un discurso gue refleja o imita este flujo continuo. A continuacion vamos a detenernos en un pasaje de la ensayistica del autor en la gue se plasma esta concepcion del lenguaje. Como podra comprobarse, se reguiere del lector de sus ensayos una postura tan cooperativa en el proceso hermenéutico como en sus textos narrativos. El enigma de la comunicacion y de las posibilidades 'semioticas' del lenguaje reguieren de un lector gue mediante la 'emocion' interprete lo gue la 'razon' no puede lIegar a expresar: III [00'] a pesar de la fragmentaci6n conceptual que cl hibito del lenguaje impone a toda la experiencia [00'] no se rompe la t1uencia del continuo que constituye el fundamento instintivo y permanente de esa expcriencia; 121 que un primer orden de conocimiento se desarrollani siempre mediante los 6rganos rcceptivos en su permanente vigilia del continuo, dentro del cual, introduciendo una cortadura instantinea, un segundo orden interrumpe provisional e intennitentemente la t1uencia; [31 se diria que este segundo orden es de otra magnitud, con otro dispositivo de funcionamiento, con otra inlencionalidad; [41 se diria que en la constante y no siempre atenta lectura de la pagina de la expericncia, cl sujeto sobrepone de tanto en tanto un cri stai dc aumento para destacar unos pocos caracteres a los que su interés se dirige en aquel instante; [51 se diria que, csté atento o no a él, no es tanto cl mundo externo quien es la proporcionando ininterrumpidamente datos para sus sentidos sino que -sincronizado con él- el mecanismo de las representaciones rcproduce sin cesar el registro simultaneo y externo -esto es, incursos en la misma t1uencia del continuo- que no necesitan de las 6rdcnes verbalcs para suministrarle su inmanente continuidad. 16] Se diria, por fin, que también la representaci6n primaria se da antes de la articulaci6n linguistica y que se mantiene después de la misma aun cuando la imagen muestre las fisuras producidas por la palabra; o que el paisaje anterior a la palabra no cambia con ésta, pero si que se contemplara a través de una reja dc sutiles barras verbales. (A T: 30-31)
Tenemos, por tanto, gue [l] a pesar de la caractcristica estructural del lenguaje de dividir la realidad en estructuras limitadas por los conceptos, la experiencia de la realidad gue percibe cl ser humano [la
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fluencia del continuo que constituye et fundamento instintivo y permanente de esa experiencia] se relaciona con el cstado natura l de las cosas, independientemente de la construcci6n cientifica del lenguaje (representado agui por la 'linguistica estructural'). Seguidamente [2], se desarrolla la idea de gue la mente humana funciona continuamente bajo dos òrdenes, donde el primero percibe el continuo natura l de la realidad en la mente respetando su flujo natura l (la 'emoci6n' o la 'percepci6n semi6tica'), mientras guc el segundo interrumpe provisional e intermitentemente esta jluencia de la naturaleza en su contacto con la mente humana (la 'raz6n' o 'percepci6n simb6lica'). Se indica después [3] gue ambos òrdenes son percibidos como dos formas de percibir el mundo con fines radicalmente distintas (ordenar el ca6tico mundo, la 'razon', y deleiterse en su misterio, la 'emoci6n'). Bajo [4] se relaciona la experiencia de la realidad con la de la lectura (l a pagina de la experiencia), ambas experiencias se caracterizan por la 'subjetividad' de la mente gue percibe esta realidad (sea una cxpericncia de la 'realidad' empirica o una experiencia de lectura), 'exagerando' (mediante la colocaci6n de un cristal de aumento) la importancia de algunas cxperiencias frente a otras. Esto es consecuencia [5] de gue, de hecho, no podemos distinguir entre la realidad extcrna y la propia percepci6n de la misma. Finalmente, aungue la realidad empirica no se haya transformado por el mero hecho de haber sido expresada [6], ni aungue la imagen preverbal gue tenga el sujeto de esta experiencia se haya transformado, el hecho de haber convertido la experiencia en lenguaje implica ya de por si una nueva experiencia: la experiencia del lenguaje gue remite a un acontecimiento. Consecuentemente, la imagen preverbal y su expresi6n nunca senin idénticas, cl lenguaje en el contacto con la experiencia vivida conforma una nueva experiencia, la de lectura, gue si bien guarda una relaci6n con la vivida, al mismo tiempo se independiza de ella y adguiere autonomia como una nueva experiencia. El lenguaje es asi concebido como "un continuo pluridimensional, nunca [como] una representaci6n ni un registro" (ASAT: 82). Esta idea de la complejidad de la relaci6n entre experiencia vivida y experiencia del lenguaje es recurrente en nuestro autor. En Una meditaciòn constituye una reflexi6n gue se expresa de formas distintas, pero gue podemos ejemplificar con el siguiente segmento: "(porque las palabras mas tarde repetinin el sentido pero no el significado (gue constituye su 111:1S Intimo saber y su mas intransmitih/e legado»" (UM: 118, n.c.).
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La distincion realizada en este pasaje entre sentido y signifìcado la intcrpretamos como una apelacion a los dos ordenes de percepcion comentados arriba. El sentido se refi ere a la expresion de las palabras gue desvirtuan el curso natural de los acontecimientos segun surgen en la memoria (mediante la ordenacion del libre flujo de imagenes, estructurando la falta de cohesion entre las mismas, etc.), mientras gue el signifìcado alude a la experiencia gue se percibe a través de la expresion pero gue nunca llegara a sustituir a aguella: pertenece a la intimidad y no es transmitible. Pero esta intransmitibilidad es relativa; en el lenguaje intimo propio del deseo erotico y de la escritura creativa, la experiencia puede llegar a transmitirse mediante la rigueza de la creatividad del lenguaje literario. Ahora bien, no puede transmitirse la expcricncia tal y como 'fuc', pues la experiencia vital y la experiencia de escritura/lectura conforman mundos ontologicamente dispares. Lo misterioso es como el lenguaje pucde llegar a conformar un mundo autonomo en el gue podemos llegar a reconocer expcriencias vitales. Es asi como en el discurso benetiano "no importa tanto el referente exterior cuanto su recreacion en la conciencia por la palabra" (Garda de la Concha 1996: lxxv). El uso de los paréntesis, como puede observarse en el breve pasaje citado de Una meditaci6n, es, por un lado, cxprcsi6n de la importancia de la comunicaci6n velada y silenciosa, por otro, constituyc una plasmacion textual del funcionamiento del flujo de la conciencia gue nos lIeva por senderos cada vcz mas enrevesados, complejos y oscuros. La prosa benetiana no imita asi el referente externo (como pretende hacer el realismo) sino el proceso dc experimentar el referente externo por la concicncia interna. De la misma forma, la prosa benetiana hay gue 'experimentarla' y no pretender 'explicarla'. Esta concepcion del lenguaje creativo y dc la comunicacion velada e intima entre autor y lector, es lo guc constituye el eje de la literatura 'cn cstampa', gue el autor propone como contraposicion a la poética dci 'argumcnto', propia de la literatura realista.
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2.2.3 La 'cstampa' Si el 'argumento' se caracteriza por una imitacion dci re ferente externo (los acontecimientos que ocurren en las relaciones sociales), asi como por una estructura fundamentada en la logica de las acciones donde "todo se explica" (lE: 148), la 'estampa', en cambio, se fundamenta en el lenguaje literario y "cifra todo el valor en la brillantez, fidelidad y gracia dc la imagen y resume toda su funcion en el hallazgo dc la palabra justa" (lE: 151). El texto 'en estampa' se escapa a cualquier definicion que la limite dentro dc una camisa de fuerza, por lo que Benet se limita a dar una imagen para caracterizar esta forma literaria, compuesta "por una serie de imòg!:'nes cada una de las cuales goza de una cierta f11ovilidad, [ ... ] una larga proyeccion dc imògenes inmòviles, [ ... que] en cierto modo, cambia con cada circunstancia" (ME: 88, n.c.). La propuesta benctiana implica una ruptura radical con la "diacronia ordenada de la frase" (ASA T: 28), para establecer lo que denomina "la sincronia caotica de la estampa" (ihid). Se trata de buscar en la plasmacion textual del lenguaje literario la expericncia dc las scnsacioncs tal y como se forman en la conciencia. La literatura cn estampa tiene consecuentemente por objctivo Ilegar a transmitir como tiene lugar esta experiencia, sin romper su sincronia caòtica. Frente a la linealidad del tiempo ordcnado por la razon, se trata dc reflejar la percepcion en la concicncia respctando su continullm y su falta dc estructura fija. Como puede observarse en la ùltima cita, la 'estampa' implica un continuo vaivén cntre movimicnto y quietud. La experiencia de la realidad se concibe asi como una imagen caleidoscopal que se va transformando paulatinamcnte. Dc ahi que la expericncia de la realidad sea contradictoria ('quietud en movimiento') siguiendo los rigores del pensamiento logico. Estas contradicciones para la logica del pensamiento estan, en cambio, perfectamente integradas en la retorica literaria y cn la figura literaria del oxil11oron. La retorica, por tanto, va mas alla de las Iil11itaciones de la logica y dci pensamiento racional, scgùn este pensamiento. El objetivo primordial de la literatura, segun la poética autori a!, es, por tanto, transmitir como las imagenes quc se forman cn la conciencia como consccuencia dc nuestra experieneia vital (fase de prcfìgurcion siguiendo la terminologia fenomenologica que desarrollarcmos
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bajo 3.1) son transformadas en lenguaje literario. Este lenguaje literario 'imita' la experiencia de la percepci6n interna del autor en un acto creativo (\a configuraci6n); mediante un lenguaje literario metaf6rico esta experiencia se convierte en expresi6n, la cual a su vez es experimentada por el lector (\a 'refiguraci6n'). Esta experiencia dellector no tiene que ver de forma directa con la experiencia del autor, sino que constituye una nueva experiencia. De esta forma, la literatura benetiana se organiza mediante una serie de imagenes recurrentes (cuyo re ferente externo es la Espaìia de la guerra civil y la subsiguiente postguerra), conseeucncia de la experiencia del autor. Éstas han sido sometidas a la percepci6n en la conciencia del autor y convertidas en materia literaria. La intenciòn autoriai es transformar esta experiencia en lenguaje literario, el cual ha de respetar al maximo la experiencia originaria. El lenguaje es cl medio para transmitir esta experiencia y es el lenguaje el que, consecuentemente, adquiere mayor importancia en la comunicaci6n literaria que los argumentos, la 16gica de las acciones o la organizaci6n (crono )16gica de los acontecimiento (motores estructurales de la prosa realista tan criticada y desmontada por el autor). 7 Ahora bien, segun nuestra propuesta de lectura, el discurso literario de Benet esta compuesto tanto por la construcci6n del mundo del enigma que hemos tratado en este apartado 2.2, como por el dcsmontaje de las formas de percepci6n racionalcs y realistas que presentamos en 2.1. De esta forma, el discurso benetiano se construye sobre un continuo vaivén basado cn la parodia del discurso realista-racional, por un lado, y la configuraciòn de la experiencia de la realidad en prosa creativa, segun la poética autorial que hemos presentado en este apartado (2.2). La profunda ironia de muchos pasajes de la narrativa benetiana no se puede llegar a percibir sin tener en cuenta el caracter dual de su pensamiento literario. La ironia y la parodia son frecuentemente elementos primordiales para desmontar los mecanismos de la tradici6n realista en la literatura y de la tradici6n racionalista en el pensamiento occidental. Muchas lecturas de la obra de Benet pasan por alto este hecho y llevan a cabo lecturas lineales del texto, cuando la linealidad con frecuencia esta pasado por el tamiz de la ironia o de la parodia. A lo largo de nuestros anatisis de pasajes concretos de la obra benetiana, tendremos ocasi6n de contrastar nuestra interpretaci6n con la de otros lectores y mostraremos c6mo el juego literario del autor no siempre ha sido captado.
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En el gran esfucrzo por crcar un nucvo lcnguaje litcrario y una nueva propuesta poética, el aut or no se desprende de la ret6rica del canon 'rival'. De esta forma, la construcci6n literaria de Benet se presenta como una oposiei6n de eontrarios, por un lado la tradiei6n realista-racional que es desmontada y parodiada, por otro la creaci6n de una nueva prosa literaria fundamentada en la percepci6n emocional de la experiencia. Para llegar a plasmar cl funcionamiento de la concicncia, se ha de reflejar tanto los mccanismos de 'la raz6n' como dc 'la emoci6n':
l ... ] cstc discurso
litcrario del que hablo no [ ... ] propone una rebeli6n contra los prineipios dominantes dc la raz6n euanto la trasposici6n del pensamiento a un terreno donde toda suerte dc certeza es quimérica, euestionablc y estéril; donde no valen las acotaciones de raeionalidad e irracionalidad y donde -gracias a la apertura que introdueen la contradicci6n y cl misterio- impera el espiritu de lueha de eontrarios. Es el imperio del oxymoron: sòlo lo fugaz dura y pennaneee, todo lo vcrdadero mucstra su falsedad, todo lo evidente cneierra su misterio. (EC: 52-53)
Pascmos a analizar a continuaci6n esta rct6rica fundamcntada en la pugna dc contrarios sin quc dc clla pucda cxtraerse una sintesis resolutiva sino que, en cambio, se da una misteriosa fusi6n que escapa a las cxplicacioncs que la raz6n ha desarrollado a lo largo de siglos en la tradici6n del pcnsamiento occidental y que esta constituida por una mantenida relaci6n dial6gica entrc ambas formas dc percepci6n de la rcalidad.
2.3 Retorica del oximoron La critica benetiana ha captado en muchas ocasiones c6mo cl discurso de nuestro autor se caracteriza por una ret6rica dc oposieiones. En un cstudio anterior (Benson 1989), y en el mas reciente de Wescott (1997) sobre la poética de Benet, se han presentado unas tablas que rcsumcn un largo razonamiento y rastreo por los textos dcI autor, con el fin de conformar este sistema de oposiciones que se pucde hallar tanto en cl discurso narrativo como en el pensamiento literario benetiano. Seguidamente reproducimos ambas tablas, tras incluir algunos cambios en cl esquema propio, atendiendo a la argumentaci6n desarrollada en cl presente trabajo. Utilizamos cl término 'percepci6n racional' y 'emocional' segun los hemos desarrollado hasta ahora y
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rclacionamos cstos términos con 10s utilizados por Kristeva basandosc en Lacan (percepcion 'simbolica' y 'semiotica'), términos que presentaremos mas pormenorizadamente en el capitul0 teorico (4.2): Percepcion 'racional' o 'simbolica' Rasgos generaIcs
GeneraI Supcrlìcial Costull1bres Sistema unificado T ransparente
Percepcion 'emocional' o 'semiotica' Particular Escllcial. profUlldo. oculto Sensaciones F1ujo M isterioso. oscuro. secreto. indeterminado Interno. intimo individuaI. silencioso
Externo. social. pùblico. convellcinal Orden. cronologia Pràctico. aetivo
Caos. ucronia Emotivo. pasivo
Medios ante la cxpcriencia Lenguajc
Fuerza. autoridud. discurso social Concepto denotativo
Rctlexiòn. astucia. contemplaciòn. silencio Palabra cOllnotativa
Objetiyos
Satisfacciòn 'Soluciòn del ell1gllla Cicllcias. rcligiòn. sociologia. cultura (cstablccida). poder establccido. litcratma 'cn argumento o 'fenotexto'
Desco . Rccrcaciòn cn cl enigma'
Cronos Posturas ante el ll1ulldo
Disciplinas
Poética autorial
Discurso imititativo de la reflexiòn preverbal
Distorsiòn Quietud con ligeros movimientos. como reflcjo del funcionamiento dc la Illènte en estado de reflcxiòn Lcnguaje Illctafòrico Goce
Arte (como proceso creativo e 'inlcrior·. 'espiritual'). Memoria intcrior '(ìcnotcxto .
Literatut'a 'cn cstampa
(ampliado a partir de Benson 1989: 91) Wcscott (1997: 30) culmina, por su parte, su trabajo sobrc la poética benetiana contraponiendo rasgos propios del 'realismo' con los de la poética autori al. No tiene cn cuenta, pucs. ningùn acercamiento epistemologico a estas posturas narrativas, sino que se limita a las formas poéticas. Sus columnas eonticnen los siguientes elemcntos:
49 REALISMO
POÉTlCA DE BENET
lns Jiraci6n VS, razon Obra Ccrtidumbrc Rcs onsabilidad social ti istoriador Critico Raz6n Exactitud Ob'ctividad Dcterminaciòn
!:stilo hcritor Incertidul1lbrc Res onsabilidad hacia la literatura Poeta Escritor Fascinaciòn Va >ucdad Sub'ctividad lndetcrminaciòn Com ulsiòn
Informaci6n
Prc"untas Lstilo
A grandcs rasgos no consideramos gue haya difcrcncias muy destacables cntre nuestra sintesis y la de W cscott. Solo gucremos mostrar nuestra desaprobacion con cl modelo dc Wescott en su colocacion dc la 'inspiracion' cn la columna izguierda junto con el principio de la 'razon', Ya hemos expuesto supra (2,2) nuestra concepcion del término 'inspiracion' en la poética benetiana, su radical difcrcncia con respecto al principio dc 'la razon' y su intima relacion, en cambio, con el concepto de estilo, Pasemos ahora a discutir la conclusion a la gue llega Wescott al fìnal de su trabajo: Anti-realism is a coml1lonplacc in Benet criticism, What wc see herc is that anti-rcalism is not merely a posteriori criticai commentary on Benefs novels; it is the ideology of his writings. thc gencrating principle oj' his thcory as well as of his litcrary works, Benefs theory can only be dcfined in opposition to realism, His theory paradoxically olTers an explanation of the unexplainable thus articulating explicitly alld rationally thc reality that the novels implicitly force the rcader to confront: that the human universc is incomprehensible (Wcscott 1997: 31)
Wescott afirma con acierto guc cl antirrealismo benetiano no es solo una construccion posteri or dc la critica, sino gue se cncucntra en la experiencia de lectura de todo Icctor gue se haya acercado a su obra, Seguidamente asevera gue la tcoria bcnetiana no puede existir si no es como oposicion a la dcI realismo, Esta afirmacion es scguida por gran parte de la critica bcnetiana (segun desarrollarcmos en el capitulo tres). Nosotros gucrcmos afìrmar, sin embargo, guc el discurso narrativo bcnetiano es tanto un dcsmontaje del realismo como una propucsta
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creativa distinta y nueva. Finalmente, Wescott cncuentra parad6jico gue el autor ofrezca explicaciones de lo inexplicablc mediante la articulacion 'racional' y 'explicita' de lo gue sus lectores van a ex perimentar 'implicitamente' cn la Icctura de los textos benetianos: la incomprehensibilidad del universo humano. Consideramos c! analisis y las conclusiones de Wescott muy significativas de gran partc de la recepcion hermenéutica realizada hasta la fecha sobre el autor. Por elio consideramos especialmente relevante discutir agui, para finalizar cl capitulo sobre la poética autorial, estas ideas de Wescott gue son sintomaticas de gran parte de la critica benetiana, especialmente la estadounidense. El presupuesto centrai del presente estudio es gue la teoria literaria dc Benet puede entenderse con mayor matizacion a la luz dc la fenomenologia. Mediante tal acercamiento estas contradicciones y esta interpretacion del cosmos benetiano pueden verse bajo otra luz, una luz gue permite ver no solo el acto de desmontamiento de una tradicion (la realista), sino asimismo la construccion de una alternativa creativa (la ficcion como expresion de la experiencia interna). Por un lado, la percepcion de la realidad gue Benet desarrolla en sus ensayos (y gue Wescott no tiene en cuenta) puede verse como una concepcion fenomenologica en cuanto gue sefiala la necesidad de tener en cuenta el proceso de la percepcion del objeto (dc! hecho referencial) por parte del sujeto gue lo cxperimenta. De esta forma, cada experiencia de un acontecimiento o de una vivencia es unica, particular e irrepetible, pues c! sujeto observador esta en continua transformacion. Si ponemos estas ideas abstractas en relacion con los cronotopos recurrentes en la obra de nuestro aut or (la guerra civil y la postguerra espafiola), podremos matizar algo mas el funcionamiento de la poética benetiana. Si bicn Bcnct se ha documentado mucho sobre la contienda civil entre nacionalistas y republicanos, no es su fin escribir una nueva 'version' de los hechos. La diferencia entre historia y ficcion estriba en gue aguélla (igual gue el realismo) no puede plasmar el sentimiento de desolacion gue semejante acontecimiento ha dejado en la sensibilidad del autor. Solamente mediante la ficcion puede llegar a plasmarse metaforicamente la experiencia fenomenologica del conflicto bélico y sus devastadoras consecuencias para varias generaciones dc espafioles. Ningun texto de historia puede lIegar a plasmar esta experiencia 'emocional' y 'privada' de cada individuo. Para rellenar este vacio, desarrolla Bcnet su amplio mundo de ficcion situado en un paraje
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imaginario (Regi6n)X que, como lectores, podemos percibir como una metonimia dc la Espaiì.a de esta época, pero asimismo como una metafora de la experiencia del autor sobre este periodo hist6rico vivido. Wescott (y muchos criticos con ella) afirma que el mundo expresado en cl discurso narrativo benetiano es 'incomprehensible'. Queremos matizar esta afirmaci6n. El caracter enigmatico y hermético dc la producci6n oenetiana es indiscutible. Pero, a nuestro modo de ver, no existe la total contradicci6n que selìala la estudiosa entre '16gica ensayistica', por un lado, y 'caos hermético narrativo', por otro. El Icctor benetiano se encuentra, en efecto, con un mundo que desde la logica de la poética realista es incomprehensible, pero desde la logica de la percepciòn fenomenològica cs, en cambio, posible dc experimentar, de degustar como una expresi6n altcrnativa de la percepci6n dc cstar en el mundo. Mas alla de la deconstrucci6n de los principios del realismo y del racionalismo, tenemos una propuesta poética que implica una nueva experiencia del mundo para cuya transmisi6n se vale dc la experimentaci6n con cl Icnguaje y dc sus posibilidades comunicativas. Finalmente, en este proceso fenomenol6gico, el goce textual estriba en la refiguraci6n dc la experiencia textual que nos permite experimentar un momento hist6rico profundamente doloroso (la Espaiì.a de la guerra civil y la subsiguiente postguerra) pasados por el tamiz de la experiencia del autor, tal y como se expresa en su obra literaria. Este acto de creaei6n como propuesta de Iibertad es cl Icgado dejado por Juan Benet mediante su obra literaria y su pensamiento literario. Con el fin de resaltar la importancia que el proceso fen6menol6gico tiene para explicar una forma de aeereamiento a la complcja propuesta poética de nuestro autor, en el capitulo cuatro desarrollaremos ampliamente nuestro planteamicnto en el contexto dc la fenomenologia planteada por Ricceur (4.1). En este capitulo te6rieo situaremos igualmente cl pensamiento Iiterario benetiano en cl contexto del psieoanalisis lacaniano que centra su teoria sobre la relaci6n entre la estructura de la conciencia y la del lenguaje (4.2), para situar a continuaci6n cl pensamiento dc nuestro autor en el contexto ret6rico de diversas modalidadcs clusivas (4.3). La dificultad de su \ectura la analizaremos a la luz dc algunas teorias reeeptivas (4.4) y, finalmente, el vaivén recurrente cn la poétiea benetiana, tal y como lo hemos mostrado a lo largo dc este eapitulo, lo situaremos en el contexto de la teoria dial6gica de Bajtin (4.5). En este capitulo te6rieo situaremos, pues, el pensamiento literario de nuestro autor en cl eontexto occi-
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Fenoll/eno!ogia di'i enigma
dental que suele sintctizarse bajo la ctiqucta del 'postestructuralismo'. Como tendrcmos ocasi6n de compro bar, pese al aislamiento intclcctual en el que vivi6 el autar bajo la dictadura franqllista, mllchas de las ideas literarias dc nucstro autor guardan una clara relaci6n con las teorias desarrolladas simultaneamente fuera de las fronteras espanolas. Ahora bien, antes de adentrarnos en el contexto internacional del pcnsamiento postestructuralista, vamos a presentar el estado de la cuesti6n en lo que concierne a los acercamientos criticos a la obra benetiana realizados con anterioridad a nuestra aportaci6n.
Notas I La intluencia dc Faulkner en nucstro autor ha sido ampliamente estudiado por Bravo (1985). Vid también Bravo (1980 y 1(86). , Retlcxiones sobre estos tilosofos se cncuentran sobre todo en su ensayo E! cinge! dc! Selìor aholldona a Tohias. dc 1976. Hcrzbcrgcr (1976: 35) encuentra rclacion entre cl pensamiento de Ortega y cl de Benet en sus ideas sobre la mCl