Evangelio del Conocimiento [1 ed.] 9788412208962

En su serie de conferencias sore los cuatro evangelios, Rudolf Steiner le dio a su audiencia (casi siempre formada por m

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Table of contents :
Portada
Índice
Presentación
Prólogo
Conferencia 1
Conferencia 2
Conferencia 3
Conferencia 4
Conferencia 5
Conferencia 6
Conferencia 7
Conferencia 8
Conferencia 9
Conferencia 10
Conferencia 11
Conferencia 12
Conferencia 13
Conferencia 14
Conferencia 15
Conferencia 16
Conferencia 17
Conferencia 18
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Evangelio del Conocimiento [1 ed.]
 9788412208962

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Rudolf Steiner 1861-1925 Rudolf Steiner nació en febrero de 1861 en Kraljever, un pequeño poblado situado en las fronteras entre las antiguas Austria y Hungría y que hoy pertenece a Croacia. Cursó estudios de Ciencias Naturales, Matemáticas y Filosofía en Viena. Fue uno de los pensadores más originales del siglo XX. Llama a su filosofía espiritual “Antroposofía” (sabiduría del ser humano) y basa su trabajo en el conocimiento directo y percepción de las dimensiones espirituales, e inicia una ciencia del espíritu accesible a todo aquel que quiera ejercitar con claridad y sin prejuicios el pensar. Desde sus investigaciones espirituales sugiere la renovación de muchas actividades, incluyendo educación, agricultura, medicina, economía, arquitectura, ciencia, filosofía, religión y arte. Hoy hay cientos de colegios, clínicas, granas y otras organizaciones que trabajan poniendo 2a U eij () de|O Ce 5000 conferencias a través de Europa, que están contenidas en otros 725 libros. La vida y la obra de Rudolf Steiner son atípicas, llenas de realizaciones y de sugerencias para el futuro. Sus enfoques para una nueva ciencia, educación, medicina y agricultura son parte del patrimonio espiritual de nuestro tiempo, son parte de nuestra vida cultural, a la vez que son impulso e inspiración para el futuro. Filósofo, científico e investigador de las obras de Goethe, Rudolf Steiner desarrolló la antroposofía como ciencia espiritual, un sendero de desarrollo individual de carácter crístico-espiritual, visible en el arte, en la organización Social y en iniciativas prácticas.

,

Rudolf Steiner

El Evangelio del Conocimiento El Quinto Evangelio según la crónica Akáshica

Rudolf Stemner

EL EVANGELIO DEL CONOCIMIENTO El Quinto Evangelio según la Crónica Akáshica GA148

18 Conferencias Impartidas entre Octubre de 1913 y Febrero de 1914

EDITORIAL RUDOLF STEINER Calle Guipúzcoa n 11 -1*izda 28020 Madrid - España www.editorialrudolfsteiner.com

Título original: Aus der Akasha-Forschung. Das finfte Evangelium. Rudolf Steiner. GA148 02021 Editorial Rudolf Steiner

Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial de este libro sin el consentimiento de la editorial. Equipo de traducción:

Comunidad Libre de Barcelona

Revisión: Equipo de la Editorial Maquetación: Lola López de Cuéllar Preimpresión: Montytexto Impresión: Lavel Industria Gráfica ISBN n” 978-84-122089-6-2 Depósito Legal: M-5555-2021 sa

Índice Presentación del Evangelio del Conocimiento ....... 9 FLONIDO ei o D Cec ac meridco CO aDa 11 Primera Conterencia ¿12da ua 13 Christiania (Oslo), 1 de octubre de 1913

Sepunda COnTerenició: ........... .i Ne

31

Tercera CONferenció, ... ia l Christiania (Oslo), 3 de octubre de 1913

51

Christiania (Oslo), 2 de octubre de 1913

ó d

Cuarta Conmterentia: NAA A Christiania (Oslo), 5 de octubre de 1913 Quinta CONferncincia ... a i e Christiania (Oslo), 6 de octubre de 1913 A CO rai veagda ad i Berlín, 21 de octubre de 1913

Septuna (Conlenencia . .. Berlín, 4 de noviembre de 1913

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Ocuva Conterentia: N

145 165

Hamburgo, 16 de novieinbre de 1913 PUCE A AEO 66 4eea oec n Berlín, 18 de noviembre de 1913

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de

de de 183

Decima Contereicia: ¿...0.2000 u Ne o

209

Onceava C erenicia....L0 UN En

231

Stuttgart, 22 de noviembre de 1913

Stuttgart, 23 de noviembre de 1913 as

Docena Koomniterencia ... ... ...

Múnich, 8 de diciembre de 1913 Decimotercera Conferencia.....................

Múnich, 10 de diciembre de 1913 Decimocuarta Contferencia....................o.

Colonia, 17 de diciembre de 1913

Decimoquinta Conferencia ..................... Colonia, 18 de diciembre de 1913

Decimosexta Conferencia........................

Berlín, 6 de enero de 1914

Decimoseptima Contferencia................... Berlín, 13 de enero de 1914

Decimoctava Conferencia ................+c0.000

Berlín, 10 de febrero de 1914

Evangelio del Conocimiento Presentación del equipo de traducción

La recopilación, traducción y adecuación al castellano de las 18 conferencias que reúne este volumen: es para nosotros un tesoro inapreciable e inagotable. No es de lectura fácil, ni tampoco para cualquier lector. Si quien dio las conferencias hace un siglo pedía a las personas que las recibían -con formación y compromiso antroposófico, y que él tenía delante - que se preservaran y trataran con suma responsabilidad, sólo podemos extender su demanda. Su conte-

nido lo justifica.

Nombrado como Quinto Evangelio o también como el Evangelio del Conocimiento, el título de esta compilación podría extenderse más, para poder acondicionar los equipamientos anímicos a su captación. El conocimiento deviene de la experiencia que se hace consciente y en ella, el sentimiento está incorporado. Y en este caso, el sentimiento ha de ser pieza clave para acoger lo que luego podrá devenir como conocimiento. No en vano, la mayoría de las conferencias explican el sentir

humano de los protagonistas del Misterio del Gólgo-

ta. Esto hace de estas conferencias, probablemente, un

contenido único. Llena de matices, como suele ser la vivencia anímica, hasta en aquellos momentos que parece que nuestro maestro repite algo, aparece la novedad que da profundidad o color a la descripción.

Si procediera su contenido de libros arcanos, que relataran lo que personas insignes transmitían a sus

pueblos, podríamos hablar de contenidos revelados. Pero estando en la época del alma consciente, el crea-

dor y desarrollador de la Ciencia Espiritual para este tiempo nuestro, nos muestra una vez más el camino que podemos recorrer, quienes libremente lo queramos hacer. Su dificultad y dolorosa experiencia, para compartir los Hechos que dan sentido y visión a nuestra humanidad, forman parte de su enseñanza viva. La Tierra desde donde podemos crecer. En confianza. Con paciencia y perseverancia. Como metodológicamente conocemos, hemos de poner el afán en convertir nuestra alma en lienzo. Lo que leamos lo impresionará y lo que vayamos cultivando en nuestras almas compondrá el cuadro de nuestra comprensión. Lógicamente parcial y necesitada del complemento de otros para ampliar nuestro acercamiento a la verdad de lo recogido. Con profundo agradecimiento a nuestro querido maestro, Rudolf Steiner, que es como nuestro estimado mentor y guía, Pedro A. Quiñones, solía nombrarle en sus escritos. Comunidad Libre de Barcelona 2020

e

Prólogo En su serie de conferencias sobre los cuatro evangelios, Rudolf Steiner le dio a su audiencia (casi

siempre formada por miembros o seguidores de la Antroposofía), una visión profunda

del contenido

espiritual de estas revelaciones, fruto de su estudio de la Crónica Akáshica (la Memoria del Universo). En el curso de estas conferencias también hubo

presentaciones de resultados de investigaciones so-

bre la vida histórica real de Jesús de Nazaret desde los doce años, hasta el Bautismo de Juan en el Jordán.

Rudolf Steiner se refirió a estos resultados de investigación como el “Quinto Evangelio” o el “ Evangelio del conocimiento”. Los temas principales de las conferencias incluyen: Experiencias de la niñez y adolescencia de Jesús de Nazaret, su profundo sentimiento y dolor por el agotamiento de las viejas y grandes corrientes espirituales. La revelación de la oración macrocósmica de la Bath Kol, el Padre Nues-

tro macrocósmico. La relación con los Esenios y con Juan el Bautista. También recoge las experiencias pasadas por el Cristo durante los tres años que dura su encarnación en Jesús de Nazaret y sus vivencias en el camino hacia el Bautismo del Jordán.

Son un total de 18 conferencias pronunciadas en diferentes ciudades europeas entre 1913 y 1914. Los

textos se basan en apuntes tomados por los presen« M

tes en esas conferencias y posteriormente impresos, pero sin la revisión previa del autor. Este volumen incluye todas las conferencias impartidas por Rudolf Steiner bajo el título “El quinto Evangelio”, con la excepción de las conferencias en Nuremberg del 9 y 11 de noviembre de 1913 y Bremen, 11 de enero de 1914, de las cuales no existen

datos. Tampoco la conferencia en Hannover del 7 de febrero de 1914, de la cual solo hay disponibles unas pocas e insuficientes notas. En varias conferencias. Rudolf Steiner señala que este Quinto Evangelio también incluye otros resultados de la investigación, que ha presentado en diferentes lugares. Como ejemplo, GA152, “El Misterio del Gólgota y sus etapas preparatorias”, publicado actualmente en castellano con el título La Encarnación de Cristo en Jesús de Nazaret.

También podemos encontrar referencias al libro De Jesús a Cristo, otro grupo de conferencias relacionadas con los temas tratados en este volumen. Queremos agradecer al equipo de traducción de la Comunidad Libre de Barcelona por su paciencia y colaboración, y sobre todo por haber puesto a nuestra disposición este trabajo para que fuera publicado. Además queremos dar las gracias a Isabel Novillo Gavín, Maribel García Polo y Miguel López Manresa, por su apoyo, sabiduría y conocimientos, que hemos utilizado para la revisión y realización de este libro.

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Primera Conferencia Christiania (Oslo), 1 de Octubre de 1913

El tema sobre el que me propongo hablar en estas conferencias me parece de especial importancia en. vista de las condiciones actuales. Al principio, permítanme enfatizar, que no hay ningún elemento de sensacionalismo, ni nada por el estilo, en la elección del título: El Quinto Evangelio. Porque espero mostrar que en un sentido definido y que es de particular importancia para nosotros en la era actual, es posible hablar del Quinto Evangelio y que, de hecho, ningún título es más adecuado para lo que se pretende. Aunque, como explicaré, este Quinto Evangelio

no se ha escrito aún, en tiempos futuros de la humanidad ciertamente existirá en una forma definida. Sin embargo, en cierto sentido, mejor sería decir que es

tan antiguo como los otros cuatro Evangelios. Para poder

hablar

sobre

este Quinto

Evangelio,

tendremos que, a modo de introducción, estudiar ciertos asuntos que sorresenciales para cualquier comprensión real del mismo. Para empezar, permítanme decir que ciertamente no está muy distante el tiempo en que, incluso en la enseñanza primaria, en la educación más elemental, la rama del conocimiento comúnmente llamada Historia se presentará y enseñará de manera bastante diferente. Es cierto, y estas conferencias

deberían

ser una

especie de confirmación de ello, que en tiempos fuj

turos, en el estudio de la historia, incluso en la más

elemental, el concepto o la idea de Cristo desempeñará un papel muy distinto y más importante del que ha desempeñado hasta el presente. Sé que tal afirmación parece muy paradójica, pero recordemos que, en tiempos pasados no muy lejanos, hubo innumerables corazones humanos que se volvieron hacia Cristo con sentimientos de un fervor inmensamente mayor que el que se puede encontrar hoy en día, incluso entre los cristianos más eruditos de Occidente. En épocas anteriores, estos sentimientos de devoción eran incomparablemente más intensos. Cualquiera que estudie escritos modernos y reflexione sobre los principales intereses de las personas hoy en día, tendrá la impresión de que el entusiasmo y la calidez de los sentimientos por la idea del Cristo están disminuyendo, especialmente en aquellos que reclaman una educación actualizada. A pesar de esto, acabo de decir que a medida que avance nuestra era, la idea de Cristo desempeñará un papel mucho más importante que hasta ahora en el estudio de la historia humana. ¿No hay en ello una absoluta contradicción? Y ahora abordaremos el tema desde otro punto de vista. He podido hablar en varias ocasiones, incluso en esta misma ciudad, sobre el significado y el contenido de las ideas sobre el Cristo; y en los libros y cursos de conferencias que están disponibles, se pueden encontrar muchas enseñanzas profundas de la Ciencia Espiritual sobre los secretos de la Entidad de Cristo. Cualquiera que estudie lo que se ha dicho en nuestras conferencias, cursos y, de hecho, en todos nuestros escritos, se dará cuenta de que cualquier comprensión real del Ser Crístico necesita una prepa= 14-

ración extensa; que los conceptos y pensamientos más profundos deben ser conocidos y tenidos en cuenta si desea alcanzar cierta comprensión de Cristo y del Impulso de Cristo trabajando a través de los siglos. Si nada indicara lo contrario, posiblemente se podría pensar que es necesario el conocimiento de toda la Antroposofía antes de que pueda existir una correcta idea de la naturaleza del Cristo. Pero si observamos el desarrollo de la vida espiritual de los últimos siglos, nos encontramos de siglo en siglo con la existencia de un conocimiento profundo y detallado que apunta a la comprensión de Cristo y su revelación. Durante siglos y siglos los hombres han aplicado su pensamiento más noble y profundo en sus intentos por alcanzar una comprensión del Cristo. También podría parecer que solo los logros más altamente espirituales de los hombres serían suficientes para tal comprensión. ¿Pero es este el caso? Una reflexión bastante simple mostrará que no lo es. Pongamos sobre una balanza espiritual, por así decirlo, todo lo contribuido hasta ahora por erudición, ciencia e incluso Antroposofía, para una comprensión del Cristo. En el otro platillo pongamos todos los sentimientos profundos, todos los impulsos del alma de los hombres que a través de los siglos han hecho que sus almas se vuelvan hacia el Ser llamado Cristo. Se encontrará que el platillo sobre el que se ha puesto toda la ciencia, toda la erudición, o toda

la Antroposofía, todo lo que se puede aplicar para explicar la figura de Cristo, se elevará rápidamente. Y los sentimientos e impulsos que han llevado a la humanidad hacia el Cristo hacen bajar el otro platillo. No es exagerado decir que una potencia de incall A

e

culable fuerza y grandeza ha salido del Cristo y que la erudición acerca de Él ha contribuido menos que nada a este impulso. Verdaderamente habría sido malo para el cristia-

nismo si, para unirse a Cristo, los hombres hubieran

tenido que recurrir a todas las disertaciones aprendidas de la Edad Media, de los escolásticos, de los Padres de la Iglesia, o incluso a lo que la Antroposofía contribuye hoy en día hacia una comprensión del Cristo. Todo este conjunto de conocimientos sería de muy poca ayuda. No creo que alguien que estudie el transcurrir del cristianismo a través de los siglos con una mente sin prejuicios pueda plantear ningún argumento serio contra esta línea de pensamiento; pero el tema puede abordarse desde otro lado. Remontémonos a los tiempos precristianos.

Volvamos nuestro pensamiento a los tiempos an-

teriores al cristianismo. Solo necesito mencionar algo de lo que, los que están sentados aquí, son ciertamente conscientes. Solo necesito recordarles los antiguos dramas griegos, especialmente en sus formas primitivas. Al representar al héroe divino, o al ser humano en cuya alma estaba trabajando un dios, en cierto modo expresaban, desde el escenario, una clara e inmediata visión del divino obrar y tejer. Basta señalar que en la gran obra poética de Homero! teje el obrar de lo espiritual; basta nombrar las grandes figuras de Sócrates, Platón, Aristóteles?. Con estos nombres

se

' Homero, siglo IX a C. Sus poemas la “Iliada” y la “ Odisea” son las epopeyas griegas más antiguas que tratan el círculo de leyendas de la gran Guerra de Troya. ? Sócrates, 469-399 a.C.; Platón, 427-347 a.C.; Aristóteles, 384-322 a.C. Véase Rudolf Steiner, Los enigmas de la Filosofía. GA18 = l-

presenta ante nuestra alma una suprema vida espiritual que actúan en un determinado campo. Si dejamos todo lo demás a un lado y miramos solo a la figura única de Aristóteles, que vivió siglos antes de la fundación del cristianismo, se nos presenta lo que,

en cierto sentido, hasta en nuestro tiempo, no ha sido superado ni posteriormente desarrollado. El pensamiento y el procedimiento científico de Aristóteles son de tan inmensa categoría que podemos afirmar que se había alcanzado un nivel supremo del pensar

humano de manera tal que, hasta ahora, no se ha pro-

ducido un incremento al respecto.

Por un instante, vamos ahora a establecer una singular hipótesis que es necesaria para la continuación de nuestras conferencias.

Representémonos

que no

existiesen los Evangelios como fuente de información sobre la figura de Cristo. Supongamos, por un momento, que no existieran primitivos documentos que hoy tenemos en nuestra mano, como el Nuevo Testamento, que no existiesen los evangelios. Vamos a hacer caso omiso de lo que se ha escrito o dicho sobre la fundación del cristianismo, sólo tomaremos en consideración el devenir del cristianismo como hecho histórico, lo que sucedió en la humanidad en el transcurso de los siglos post cristianos. Vamos a considerar lo que realmente sucedió, sin recurrir a los Evangelios, sin Los Hechos de los Apóstoles, ni las Epístolas de San Pablo, ¿Qué es lo que sucedió? Dirigiendo nuestra atención en primer lugar al sur de Europa, en un cierto período de la historia, encontramos una cultura espiritual muy altamente desarrollada, como se representa en Aristóteles; fue una vida espiritual sublime, desarrollándose a lo largo de ".

los siglos siguientes de una forma muy singular. En el momento en que el cristianismo comenzó a abrirse camino en el mundo, un gran número de hombres que habían asimilado la cultura espiritual de Grecia vivían en el sur de Europa. Si examinamos la evolución del cristianismo hasta la época de Celso”, célebre por sus violentos ataques contra el cristianismo, incluso en el segundo y tercer siglo después de Cristo, hay en el sur de Europa, en las penínsulas griega e itálica, hombres de la más alta cultura espiritual, numerosos hombres que habían acogido las sublimes ideas de Platón; hombres cuya sutileza de pensamiento fue como la continuación de la de Aristóteles; espíritus refinados y poderosos de la cultura griega; romanos de cultura griega, que a la sutileza del espíritu helénico añadieron lo impulsivo y personal del romanismo. En este mundo penetra el impulso del cristianismo, al que, para aquel tiempo, puede caracterizarse como sigue. En cuanto a la intelectualidad y al caudal del saber, los representantes del impulso cristiano de aquel tiempo, comparados con la cultura de numerosos hombres romanos y griegos, aparecen verdaderamente como gente inculta. En un mundo de madura intelectualidad, se introducen hombres sin cultura. Y allí se nos presenta un singular espectáculo: esas gentes de naturaleza sencilla, los portadores del primitivo cristianismo, extienden este cristianismo en el sur de Europa, con relativamente gran rapidez. > Filósofo griego del siglo II d.C. Su figura transcendió históricamente debido a que escribió una serie de textos contra el cristianismo, escritos y teorías que fueron contestados por el filósofo Orígenes. “La verdadera palabra” fue el primer libro filosófico dirigido contra los cristianos. »

.

Si ahora, con lo que por la Antroposofía nos es posible

comprender,

consideramos

a esos

hombres

sencillos, que en aquel tiempo difundieron el cristianismo en el extranjero, nos daremos cuenta de que no sabían nada de la naturaleza del Cristo. No necesita-

mos pensar aquí en ninguna concepción de Cristo en

su gran entorno cósmico, sino en concepciones mucho más simples de Cristo. Los primeros portadores del impulso cristiano que se abrieron paso en el mundo del aprendizaje griego altamente desarrollado, no tenían nada que aportar a este ámbito de la vida grecorromana, salvo su propia interioridad, su conexión personal con el Cristo a quien tanto amaban; porque esta conexión era tan querida para ellos como la de sus propios parientes y amigos. Aquellos que trajeron al mundo grecorromano en esos días el cristianismo que ha continuado hasta nuestros días no eran teósofos bien formados, de ninguna manera eran personas altamente educadas. Es cierto que los gnósticos, que eran los sabios teósofos de aquellos tiempos, se habían elevado a ideas sublimes sobre Cristo, pero incluso ellos contribuyeron solo con lo que debe colocarse en el platillo ascendente. Si todo hubiera dependido de los gnósticos, el cristianismo ciertamente no habría hallado su camino en todo el mundo. No fue una intelectualidad altamente desarrollada que vino del este causando el declive relativamente rápido de la antigua cultura helénica y romana. Ahí tenemos un aspecto de la imagen. Observamos el otro lado cuando consideramos a los hombres de alto nivel intelectual, comenzando por Celso, el enemigo del cristianismo, que incluso entonces presentó todos los argumentos que aún son - 10

válidos hoy en día, hasta Marco Aurelio*, el filósofo en el trono. Pensamos en los neoplatónicos con su sutil erudición, cuyas ideas hacen que las de la filosofía de hoy en día parezcan un juego de niños, por lo que las superan en gran altura y amplitud de visión. Pensando en todos los argumentos contra el cristianismo traídos desde el punto de vista de la filosofía griega por estos hombres de alta eminencia intelectual en el mundo de la cultura grecorromana, la impresión que tenemos es que ninguno de ellos entendió el Impulso de Cristo. El cristianismo fue difundido por hombres que no entendían nada de su verdadera naturaleza, y combatido

por una

cultura, altamente

desarrolla-

da, incapaz de comprender su significado. Verdade-

ramente, el cristianismo hace una extraña entrada al mundo, con partidarios y oponentes que no entienden nada de su naturaleza real. Y sin embargo hubo hombres que llevaban dentro de sus almas el poder de asegurar para el Impulso Crístico, su victoriosa marcha por el mundo. Contemplemos ahora a los que, con cierta grande-

Za, se consagraban a defender al cristianismo, como el

famoso padre de la un romano quien, si es el recreador de la su acierto en el uso

Iglesia, Tertuliano”; vemos en él a nos fijamos en su modo de hablar, lengua latina; un hombre que, por vivo de las palabras, se nos pre-

* Marco Aurelio, (121-180 d.C.). Emperador romano del 161 al 180 a.C. Escribió en lengua griega sus “ Meditaciones”. Su sucesor fue su hijo Cómodo, cuyo gobierno fue degenerando hacia una paranoia incontrolable. > Tertuliano, aprox. 160-220 a.C. en Cartago; cristiano desde el 190. Puede decirse que, en escritos polémicos y disciplinarios, creó el latín eclesiástico. : E

senta como una personalidad realmente importante. No obstante, si nos preguntamos qué hay detrás de las ideas de Tertuliano, resulta que todo cambia. En sus ideas y pensamientos da muy poca evidencia de eminencia intelectual o espiritual. Los partidarios del cristianismo, incluso del calibre de Tertuliano, no logran nada muy considerable. Y, sin embargo, como personalidades estos hombres son potentes, como Tertuliano, a cuyos argumentos ningún griego altamente educado podría atribuir mucho peso. Hay algo en Tertuliano que llama la atención, pero ¿qué es exactamente? Ese es el punto importante. Seamos conscientes de que aquí existe un problema real. ¿A qué se debe que vayan influyendo sobre

la evolución, los portadores del impulso del Cristo,

si ellos mismos entienden poco de la naturaleza del impulso del Cristo? ¿A qué se debe que influyan los Santos Padres (incluso Orígenes), quienes dan la impresión de que les falta experiencia? ¿Qué es lo que, sobre la naturaleza del impulso del Cristo, ni la cultura grecorromana es capaz de comprender? ¿Cuál es la razón de todo esto? Pero demos otro paso más. El referido fenómeno se nos presenta en forma más acentuada si consideramos la historia. Vemos pasar los siglos en que el cristianismo va extendiéndose por Europa, entre pueblos como los germánicos, con ideas y cultos religiosos muy distintos; pueblos aparentemente unificados por 5 Orígenes, aprox.185-252 d.C. Escritor eclesiástico griego de Alejandría. Fundador del gnosticismo cristiano, pionero en exégesis, apologética (Contra Celsus) y dogmática. Varios siglos después de su muerte, en el año 553 d.C., su doctrina fue calificada de herética por el 5% Concilio de Constantinopla. . ".

sus ideas religiosas, los cuales, no obstante, acogían con los corazones abiertos la fuerza del Impulso del Cristo como si hubiera sido parte de su propia vida. Si miramos los misioneros germánicos más influyentes, vemos que no eran, en modo alguno, hombres de

preparación escolástica o teólogos. Por el contrario, eran aquellos de alma más bien sencilla, que actuaban entre las gentes y les hablaban con ideas sencillas y cotidianas,

pero

directamente

al corazón.

Sabían

expresarse de tal forma que sus palabras llegaban a lo más hondo del alma de quienes los escuchaban. Eran hombres humildes que se dirigían a todas partes y que actuaban de la manera más eficaz. Por un lado, tenemos la expansión del cristianismo a través

de los siglos; por otro lado, admiramos que este mismo cristianismo da pie a una importante erudición, ciencia y filosofía. No subestimamos esta filosofía, pero centraremos

nuestra atención hoy en el hecho notable de que,

hasta la Edad Media, los pueblos, entre los cuales el

cristianismo se extendió de tal manera que pronto se convirtió en parte de sus almas, habían vivido hasta ahora con bastantes diferentes formas de pensamiento y creencia. Y en un futuro no muy lejano, se enfatizarán muchas otras características en relación con la difusión del cristianismo. En lo que respecta al efecto producido por esta expansión del cristianismo, no será difícil estar de acuerdo con la afirmación de que hubo un período en que estas enseñanzas cristianas fueron la fuente de un ferviente entusiasmo. Pero en los tiempos modernos, el fervor que en la Edad Media acompañó la expansión del cristianismo parece haberse extinguido.

Ahora pensemos en Copérnico” y toda la ciencia natural moderna hasta el siglo XIX. Podría parecer que esa ciencia natural, que desde la época de Copérnico se ha convertido en parte integral de la cultura occidental, hubiera estado actuando de forma contraria

al cristianismo. Los hechos externos de la historia podrían corroborarlo. Por ejemplo, hasta los años veinte

del siglo XIX, la Iglesia Católica había puesto en el In-

dex* a Copérnico. Pero eso no impidió que Copérnicofuera un monje católico. Lo mismo ocurre con Giordano Bruno”, que fue quemado por hereje, pero era miembro de la orden Dominica. Las ideas de estos dos pensadores se basaron en el cristianismo y su trabajo fue el resultado del impulso cristiano. Mantener que estas enseñanzas no fueron los frutos del cristianismo denotaría una comprensión muy pobre por parte de aquellos que afirman mantenerse firmes por la Iglesia. Estos hechos que acabo de exponer, solo demuestran que la Iglesia no entendió bien los frutos del cristianismo. Quienes

vean más profundamente las raíces de estas cosas 7Nicolás Copérnico, 1473-1543. Su teoría concebida ya en 1507 “ De

revolutionibus orbium coelestium libri VI”, la dedica al papa Pablo III, impresa en 1543, fue catalogada en el Índice de obras prohibidas, en el que siguió permaneciendo a pesar de las restricciones de 1757. Sólo en 1822 fue borrada del Índice, cuando el Santo Oficio declaró que no se prohibiría la edición de obras que tratan sobre el movimiento de la Tierra y de la inmovilidad del Sol. $ Index librorum Prohibitorum. El “Índice de libros prohibidos”, lo instituye el papa Paulo IV en 1559, y fue ratificado para todo el mundo católico, por el Concilio de Trento en 1564. * Giordano

Bruno,

1548-1600,

dominico

italiano.

Fue juzgado

y después de siete años de prisión fue quemado en la hoguera como hereje.

.7

reconocerán cluso en los cristianismo del hombre

que lo que los pueblos han logrado, insiglos más recientes, es el resultado del que, que el cristianismo apartó la mirada de la Tierra hacia las amplitudes celes-

tiales, como

lo hicieron Copérnico

y Giordano

Bru-

no. Tal cambio solo fue posible dentro de la cultura cristiana y a través del impulso crístico.

Quienes observen las profundidades, y no simplemente la superficie de la vida espiritual, comprenderán algo que, aunque parezca muy paradójico cuando lo diga ahora, no deja de ser cierto. Ante esta observación más profunda, un Haeckel, a pesar de su oposición al cristianismo, solo podría haber surgido del suelo de este mismo cristianismo. Sin la existencia de la cultura cristiana, no hubiera sido posible el fenómeno de Ernst Haeckel'*. Y por mucho que las ciencias naturales modernas puedan tratar de promover la oposición al cristianismo, esta ciencia natural es, en sí misma, un fruto del cristianismo, un desarrollo directo del impulso cristiano. Cuando la moderna ciencia natural haya superado las dolencias de la infancia, la humanidad llegará a comprender con bastante claridad, que, si se siguen sus conclusiones lógicas, esto llevará a la Ciencia Espiritual; que hay un camino completamente firme de Haeckel a la Ciencia Espiritual". Cuando se comprende eso, también se dará cuenta de '0 Ernst Haeckel (1834-1919). Filósofo, naturalista y monista. Introdujo la teoría de Darwin en Alemania, y la convirtió en un sistema científico. "! Véase la conferencia de Rudolf Steiner “ Haeckel, die Weltríitsel und die Geisteswissenschaft” (Haeckel, los enigmas del mundo y la ciencia espiritual), en el ciclo “ Die Weltrútsel und die Antrhoposophie” (Los enigmas del mundo y la Antroposofía) GA54. = U

que Haeckel es cristiano de principio a fin, aunque él mismo no lo sabe””, no tiene idea de ello. Los impulsos cristianos han dado a luz, no solo a lo que dice ser cristiano, sino también a lo que en apariencia parece ir en contra del cristianismo. Esto pronto se realizará si estudiamos la realidad subyacente, no solo los conceptos e ideas que se expresan en palabras. Como se puede leer en mi ensayo sobre “La Reencarnación y el Karma'*”, una línea directa conduce desde la teoríadarwiniana de la evolución, a la enseñanza de vidas terrenales repetidas. Pero

para

entender

estas

cosas

correctamente,

debemos ser capaces de percibir la influencia de los impulsos cristianos con ojos completamente libres de prejuicios. Cualquiera que comprenda las doctrinas de Darwin y. Haeckel y esté convencido de que solo como movimiento cristiano era posible el movimiento darwinista (aunque Haeckel no tenía idea de esto,

Darwin estaba al tanto de ciertas cosas), cualquiera que se dé cuenta de esto verá que, consiguientemen-

te, conduce a la idea de la reencarnación.

Quien, además, posee cierto poder de clarividencia, este mismo camino lo llevará al origen espiritual de la raza humana. Ciertamente, es un camino más largo, pero, con la ayuda de la clarividencia, un camino correcto que, desde el haeckelismo, conduce a la concepción espiritual del origen de la evolución ? Haeckel falleció seis años después de esta conferencia. ' Reencarnación y karma desde el punto de vista de las necesarias representaciones ciencia natural moderna”. Contenidos en la revista “ Lucifer-Gnosis. Ensayos de 1903 a 1908” GA 034, pu-

blicado en castellano con el título * Karma, la ley del destino”, por Editorial Antroposófica. e

terrestre. Pero también puede suceder que, sin compenetrarse del principio vital del darwinismo, se lo tome tal como hoy se presenta; dicho de otro modo, si se toma al darwinismo como impulso, sin poseer la viviente comprensión del cristianismo que le es inherente, llegará a algo extraño. En otras palabras, si el pensamiento darwiniano se convierte en un impulso para alguien que carece de una comprensión profunda del cristianismo, puede terminar sin comprender el darwinismo, ni el cristianismo. El buen espíritu del cristianismo y el buen espíritu del darwinismo pueden abandonarlo por igual. Pero si tiene una idea del genuino espíritu del darwinismo, entonces, por muy materialista que sea,

su pensamiento lo llevará de vuelta a la tierra, al pun-

to de reconocer que jamás el ser haumano puede ha-

berse desenvuelto de formas animales inferiores, sino

que necesariamente debe de ser de origen espiritual.

Es llevado al punto donde el hombre es percibido como un ser espiritual, flotando como si estuviera sobre el mundo terrenal. El darwinismo, si se desarrolla hasta su conclusión lógica, lleva a este reconocimiento. Pero si alguien ha sido abandonado por el buen espíritu del darwinismo y cree en la idea de la reencarnación, puede imaginar que él mismo alguna vez vivió como un simio en alguna encarnación del planeta Tierra.'* ¡Cualquiera que pueda creer esto, carece de toda comprensión real del darwinismo y del cristianismo, y debe haber sido abandonado por los buenos espíritus de ambos! 14 Hace referencia a determinadas afirmaciones de Annie Besant

y C.W. Leadbeater, de la Sociedad Teosófica, en su libro conjunto “Man, Whence, How and and Whither”, Londres 1913.

-

Porque el darwinismo, constantemente elaborado,

no puede conducir a tal creencia. En tal caso, hay que

transferir, de manera totalmente exterior, la idea de la reencarnación a esta cultura materialista. Es posible,

por supuesto, que el darwinismo moderno sea despojado de sus elementos cristianos. Si esto no sucede, descubriremos que en nuestros tiempos los impulsos del darwinismo

han nacido del impulso

de Cristo;

que los impulsos del cristianismo funcionan incluso . cuando son negados. Por lo tanto, encontramos que, en los primeros siglos, el cristianismo se extiende bastante independientemente de la erudición y el saber de sus adeptos; en la Edad Media se propaga de tal manera que los escolásticos, con toda su experiencia, pueden contribuir muy poco a ello y finalmente tenemos la paradoja del cristianismo que aparece en el darwinismo como en una imagen invertida. Todo lo que es grandioso en la concepción darwiniana deriva su fuerza motriz de los impulsos cristianos. Los impulsos cristianos dentro de ella conducirán esta ciencia de sí misma más allá del materialismo. Los impulsos cristianos se han extendido por canales extraños, en ausencia, por lo que parece, de intelectualidad, saber, aprendizaje y erudición. El cristianismo se ha extendido independientemente de los puntos de vista de sus seguidores u opositores, incluso apareciendo de forma invertida en el dominio del materialismo moderno. Pero, ¿qué es exactamente lo que se extiende? Se podría afirmar: lo que se extiende es el sentimiento moral que el cristiamismo infundió a la humanidad. Pensemos

solo en la vida

moral

de los hombres

en esos tiempos y encontraremos mucha justificación -

para la furia de los hombres que representaban al cristianismo contra aquellos que eran sus enemigos reales o supuestos. Incluso el poder moral que podrían haber poseído las almas sin mucha educación intelectual,

no

nos

impresionará

mucho.

Entonces,

¿qué es este impulso misterioso que se expande por el mundo? Preguntémonos qué nos dice al respecto la Ciencia Espiritual, la conciencia clarividente. ¿Qué es lo que impera y obra en los hombres incultos que, desde el Este, penetran en el helenismo y romanis-

mo, altamente cultos? ¿Qué impera en aquellos hombres que traen el cristianismo al mundo ajeno de las tribus germánicas? ¿Qué es lo que realmente funciona en la ciencia natural materialista de los tiempos modernos, cuyas doctrinas ocultan su verdadera naturaleza? Finalmente, ¿qué es lo que reina en to-

das esas almas, si no son impulsos intelectuales, ni

siquiera morales? ¿Qué es este poder? Es el Cristo mismo

quien, a través de los siglos, avanza de alma

en alma, de corazón en corazón, sin importar si las almas lo entienden o no. Nos corresponde dejar de lado los conceptos que se han arraigado en nosotros, dejar de lado todas las nociones científicas y señalar la realidad, mostrando cuán misteriosamente Cristo mismo está presente en multitud de impulsos, tomando forma en las almas de miles de seres humanos, llenándolos con su poder. Es Cristo mismo, trabajando en hombres simples, quien anda por el mundo de la cultura grecorromana; es Cristo mismo quien está al lado de aquellos que, en tiempos posteriores, llevan el cristianismo a los pueblos germánicos; es Él, el Cristo

mismo en toda su realidad, quien se abre paso de un =T

lugar a otro, de alma en alma, penetrando en ellas, no

importa las ideas que tienen sobre El.

Déjenme hacer aquí una comparación trivial. ¿Cuántas personas hay que no entienden nada acerca de la composición de los alimentos y que, no obstante, están bien alimentadas? Ciertamente significaría morir de hambre si el conocimiento científico de los alimentos fuera esencial para la alimentación. La alimentación no tiene nada que ver con la comprensiónde la naturaleza de los alimentos. Del mismo modo, la

difusión del cristianismo sobre la tierra, no tuvo nada que ver con la comprensión que los hombres tienen de él. Ese es el hecho extraño. Lo característico es que la penetración del cristianismo en el mundo, de ninguna manera dependía de su comprensión por parte de los hombres. He aquí un secreto que sólo se puede esclarecer si se contesta la pregunta: ¿Cómo obra el Cristo mismo en el ánimo de los seres humanos? Cuando la Ciencia Espiritual, la investigación clarividente, se hace esta pregunta a sí misma, se la lleva -en primer lugar- a un suceso del cual los velos solo pueden ser levantados por la visión clarividente, un acontecimiento que concuerda plenamente con lo que acabo de exponer. Además, veremos que ya ha pasado la época en la que el Cristo actuaba en la evolución de la manera señalada; ahora ha llegado el tiempo en el que es necesario que los hombres lleguen a comprender y tener un conocimiento real del Cristo. Por la misma razón también es preciso contestar la pregunta de por qué a nuestra época la había precedido otra en la que el Impulso del Cristo pudo exten- 729 -

derse sin haber sido comprendido. El acontecimiento

al que la conciencia clarividente es conducida, es el

de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo. La visión clarividente, suscitada por la realidad del impulso de Cristo, primero fue dirigida al acontecimiento

de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo. Es este evento, ante todo, el que se presenta a la investigación clarividente llevada a cabo desde cierto punto de vista. ¿Qué sucedió en aquel instante de la evolución terrestre, al principio bastante incomprensible, que se nos describe como el descenso del Espíritu Santo sobre los apóstoles? Si se investiga con la visión clarividente lo que allí sucedió, la Ciencia Espiritual obtiene una respuesta, una explicación de lo que se relata: que hombres sencillos, como eran los apóstoles, súbitamente comienzan a hablar en otras lenguas, diciendo lo que desde las profundidades del espíritu debían expresar, y que nadie podría haber pensado que fueran capaces de pronunciar. Realmente fue en aquel momento cuando los impulsos cristianos comenzaron a difundirse independientemente de la comprensión de los hombres a los que se dirigían. Partiendo del suceso de Pentecostés, fluye la corriente de la fuerza de Cristo que hemos caracterizado. ¿Qué fue, en realidad, ese acontecimiento de Pen-

tecostés? Para la Ciencia Espiritual surgió esta pregunta y con la respuesta científico-espiritual a esta pregunta, comienza el Quinto Evangelio y con ello seguiremos mañana con nuestras reflexiones.

- D-

Segunda Conterencia Christiania (Oslo), 2 de Octubre de 1913

Comenzamos hoy volviendo nuestros pensamientos hacia el evento conocido como Pentecostés. En la primera conferencia ya he aludido a que la mirada de la investigación clarividente primero ha de dirigirse a dicho acontecer, pues éste se presenta a la visión retrospectiva como un despertar que ha sido experimentado -en el día en que la fiesta de Pentecostés se conmemora- por las personalidades habitualmente conocidas como los apóstoles o discípulos de Cristo Jesús. No es fácil evocar una imagen exacta de los respectivos fenómenos, sin duda extraños, y, con el fin de obtener una idea exacta con relación al tema de este ciclo de conferencias, será necesario recordar en la profundidad

del alma, mucho

de lo tratado en

anteriores contemplaciones antroposóficas.

En aquel momento, los apóstoles tuvieron la sensación de un despertar, la sensación de que durante mucho tiempo habían vivido en un inusual estado de conciencia. Efectivamente, fue como despertar de un profundo sueño, pero un sueño extraño, un estado onírico, de tal manera que -estoy hablando del estado de conciencia de los apóstoles mismos-, en todo momento, como en un hombre normalmente sano, se cumple con los quehaceres diarios, de modo que los demás ni se dan cuenta de que uno se halla en otro estado de conciencia. De todos modos, llegó el momento en que los apóstoles tuvieron la sensación de M

haber pasado varios días en un estado de ensoñación,

del cual despertaron tras el acontecimiento de Pentecostés. Este despertar lo experimentaron de un modo singular: tuvieron la sensación de que del Universo hubiera descendido sobre ellos algo que sólo podría llamarse la substancia del Amor Cósmico. Los apóstoles se sintieron como despertados del citado estado onírico y fecundados desde lo alto por el Amor que impera en todo el Universo. Tuvieron la sensación de haber sido despertados por todo aquello que, como la prístina fuerza del Amor, compenetra y da calor al Universo, como si la prístina fuerza del Amor hubie-

ra penetrado en el alma de cada uno de ellos. A ban, que una mos

los demás presentes, al observarlos como hablales causaba una extraña impresión, pues sabían los apóstoles habían vivido, hasta entonces, de manera sumamente sencilla, si bien en los últidías algunos se habían comportado de un modo

algo extraño, como

sumergidos

en un sueño.

Pero

ahora parecían hombres transformados que habían adquirido un estado del alma totalmente nuevo; hombres que habían dejado atrás toda estrechez y todo egoísmo de la vida, y que habían ganado infinita amplitud del corazón y amplia tolerancia interna, junto con una profunda comprensión por todo lo humano sobre la Tierra. Además, tuvieron la capacidad para expresarse de tal manera que cualquiera los entendía. En cierto modo dieron la impresión de que eran capaces de mirar en el corazón y el alma del prójimo para descubrir los profundos secretos del alma y poder confortar y decir lo que cada uno necesitaba. Naturalmente, causó asombro que semejante transformación pudiera . .

producirse en unos cuantos hombres. Ellos mismos, que habían sido despertados por el Espíritu del Amor Cósmico, sintieron en sí mismos una nueva comprensión; comprendieron lo que en íntima comunidad de las almas había tenido lugar, pero sin haberlo entendido antes. Ahora, en aquel instante, surgió ante el ojo del alma, la comprensión de lo realmente sucedido en el Gólgota. Y si miramos en el alma del apóstol a quien en los otros Evangelios se llama Pedro, su interior anímico revela a la visión clarividente retrospectiva que, a partir del instante en el que en los otros Evangelios se nombra como “la negación”, su conciencia terrenal en cierto sentido había quedado como totalmente cortada. Ahora, en cierto modo, percibió aquella escena de la negación, cuando le habían preguntado si él había estado con el galileo; entonces estuvo consciente de que en aquel momento lo había negado, porque su conciencia se había ofuscado y había entrado en un estado parecido a lo onírico, como alejado en un mundo totalmente distinto. Fue para él como cuando alguien, al despertar, recuerda lo sucedido el día anterior antes de haberse ido a dormir. Así también recordó Pedro lo que comúnmente se llama “la negación”, el haber negado tres veces, antes que el gallo hubiera cantado dos. Y así mientras se iba haciendo de noche, sobrevino un estado intermedio en la conciencia de Pedro, pero no un estado lleno de

imágenes de ensueño, sino de visiones como de una conciencia superior, un participar de hechos

pura-

mente espirituales. Todo lo que desde aquel entonces había sucedido y que Pedro -en cierto modo- había presenciado durmiendo, surgió ahora ante su alma .3 .

como de una imaginación clarividente. Ante todo, llegó a percibir el acontecimiento del que, realmente, puede decirse que lo había presenciado durmiendo, porque para su plena comprensión se requiere la fecundación por el Amor Cósmico Universal. Ahora percibió las imágenes del Misterio del Gólgota tal como, con la conciencia clarividente retrospectiva, podemos evocarlas si establecemos las condiciones adecuadas. Francamente, no es fácil decidirse a expresar con

palabras lo que se revela al penetrar con la mirada en la conciencia de Pedro y los demás que estuvieron reunidos en aquella fiesta de Pentecostés. Sólo con el más hondo respeto es posible hablar de estas cosas. Diría que emociona sobremanera saber que se pone pie en el suelo sagrado de la conciencia humana al expresar con palabras lo que aquí se abre a la visión del alma. A pesar de ello y a raíz de ciertas condiciones anímicas de nuestro tiempo, resulta necesario hablar de estas cosas, pero siendo plenamente consciente de que vendrán tiempos distintos a los nuestros, tiempos que considerarán estas cosas con mayor

comprensión. Pues para comprender mucho de lo que al respecto hemos de decir, será preciso que el alma humana se libre de diversos elementos que ella necesariamente contiene, debido a la civilización de la época. En primer lugar, la visión clarividente percibe algo que parece ofender a la actual conciencia científico-natural. No obstante, me veo precisado a expresar con palabras, lo mejor que pueda, lo que a la visión del alma se presenta. No tengo la culpa si lo que debo decir penetra en almas no suficientemente pre¿ M

paradas y luego se exagera, de modo que no pueda sostenerse frente a los conceptos de la ciencia actual. La visión clarividente es atraída por un cuadro que presenta una realidad, a la cual también en los otros Evangelios se alude, pero que de todos modos ofrece un singular aspecto dentro de la profusión de imágenes que la visión clarividente retrospectiva percibe. Esta visión es efectivamente atraída por un obscurecimiento terrestre. Se reproduce la sensacióndel singular instante en que, durante horas, como en

el caso de un intenso eclipse solar, el sol físico sobre Palestina, sobre el lugar del Gólgota, se había obscurecido. Da la impresión de que, incluso ahora, la clara visión científico-espiritual es capaz de verificar cuando realmente sobreviene un eclipse solar que, en ese momento, para la visión del alma, todo lo que circunda al hombre se presenta de un modo totalmente distinto. Dejo aparte todo lo producido por el arte y la técnica humana en cuanto al aspecto que ofrece el eclipse solar. Se requiere un ánimo fortalecido y la certeza de que todo eso debió producirse para resistir a las potencias demoníacas que, durante un eclipse solar, surgen de las creaciones de la ciencia técnica abandonada por el arte. No me propongo extenderme sobre este asunto en particular, sobre el hecho de que una visión, que ocasionalmente solo puede alcanzarse después de una meditación muy

difícil, se

ilumina y revela que, durante un eclipse solar toda la vida vegetal, toda la vida animal, incluso cada mariposa, adquiere una apariencia bastante diferente. Es una experiencia que -en el sentido más profundo- trae la convicción de cuan íntimamente, una cierta forma de vida cósmico-espiritual, que pertenece al sol y que - 35-

tiene su cuerpo físico en el sol visible, está conectada

con la vida en la tierra. Y cuando la luz física se obscurece porque se interpone la luna, no es lo mismo que cuando de noche simplemente el sol no brilla. El aspecto de lo terrestre que nos rodea durante el eclipse solar es muy distinto del de una noche ordinaria. Durante un eclipse de sol, uno siente que las almas grupales de las plantas y los animales se iluminan. Sin embargo, todas las formas físicas de los animales y las plantas parecen pasar a la sombra, mientras que las almas grupales se vuelven radiantes. Todo esto se presenta muy vívidamente cuando la visión retrospectiva clarividente contempla ese momento en la evolución de la Tierra cuando tuvo lugar el Misterio del Gólgota. Y luego viene una experiencia que puede describirse diciendo: ¡uno aprende a leer lo que realmente significa este notable fenómeno de la naturaleza percibido en el Cosmos! No puedo evitarlo si, desafiando

todo el materialismo contemporáneo, estoy obligado a leer según la escritura oculta, en este punto particular de la evolución de la Tierra, un evento puramente natural, uno que también ha ocurrido, por supuesto, tanto antes como después y hablar de la impresión directa que causa. Es como abrir un libro y leer lo escrito en él; uno siente cuando este evento está allí antes

de que uno sepa que lo que debe leer sale del mismo guión. Este guión cósmico obliga a uno, con una especie de necesidad, a leer algo que la humanidad debe llegar a conocer. Aparece ante uno como una palabra inscrita en el Cosmos, como un signo en el Cosmos. Y cuando uno le abre el alma, ¿qué es lo que lee? En la conferencia anterior he expuesto que, al llegar la época de la cultura griega, la humanidad alcan- 36-

Zó un nivel evolutivo que, con Platón y Aristóteles, se elevó a un muy alto grado de desarrollo del alma humana y de la intelectualidad. En muchos aspectos, en los tiempos posteriores, el saber alcanzado por Platón y Aristóteles nunca

ha sido superado,

pues

en cierto modo la intelectualidad había llegado a un cierto cénit. Si se considera este saber intelectual que, por el actuar de predicadores errantes, precisamente en la época del Misterio del Gólgota, se había extendido enormemente en las penínsulas griega e itálica; si se considera que dicho conocimiento se había difundido de una manera que hoy no se comprende, entonces se tiene la impresión comparable a la lectura de ese guión oculto escrito en el Cosmos. La luna es el símbolo, porque para todas las etapas superiores de la cognición humana este conocimiento ha actuado, no como un portador de luz o un solucionador de

acertijos, sino más bien como un portador de oscuri-

dad, tal como la luna oscurece al sol durante un eclip-

se solar. Eso es lo que uno lee. Todo el conocimiento existente en ese momento arroja oscuridad, no ilumi-

nación, sobre el enigma del universo. Y como vidente

uno siente las regiones más altas y verdaderamente espirituales del mundo oscurecidas por los logros intelectuales de la antigiiedad que se colocaron como una pantalla frente al conocimiento real, tal como la luna se interpone al sol durante un eclipse solar. Todo el saber de aquel tiempo no esclareció, sino que obscureció el enigma del mundo; y el clarividente percibe el obscurecimiento por el saber del tiempo antiguo, de las regiones espirituales superiores del mundo; saber que se colocó ante el verdadero conocimiento, tal como la luna eclipsa al sol cuando se pro- 37

duce el eclipse solar. Y convierte en expresión alcanzado un grado de adquirido dentro de la

el acontecimiento exterior se de que la humanidad había desarrollo en el que el saber esfera de la humanidad mis-

ma, se colocó ante el conocimiento superior, como la

luna ante el sol, en el eclipse solar. En aquel obscurecimiento del sol se percibe escrito en el cosmos, mediante un grandioso signo de la escritura oculta, el oscurecimiento solar de la humanidad, dentro de la evolución terrestre. He dicho que la conciencia humana del presente lo sentirá como una ofensa, porque ya no tiene capacidad para comprender el obrar del Espíritu en el Universo. No quiero hablar de milagros en el sentido ordinario de la palabra, ni de quebrantar las leyes de la naturaleza, pero no puedo menos que transmitirles cómo puede leerse es oscurecimiento del sol, y que no hay otra alternativa que leer con los ojos del alma y, en cierto modo, lo que este fenómeno de la naturaleza expresa. Con el conocimiento Lunar, la oscuridad se deslizó sobre el mensaje más elevado del Sol. Y luego aparece a la conciencia clarividente, la imagen de la Cruz levantada en el Gólgota, del cuerpo de Jesús colgando sobre ella entre los dos ladrones. La imagen -también- del cuerpo siendo bajado de la Cruz y puesto en la tumba. Y aquí agregaré que, cuanto más se intenta rehuir, más firme se presen-

ta. Y ahora viene una segunda señal poderosa, por la cual nuevamente está escrito en el Cosmos algo que uno debe leer para discernirlo como un símbolo de lo que realmente ha sucedido en la evolución de la humanidad. Mientras que con la mirada del alma se contempla la imagen del cuerpo de Jesús bajado de la ¿*E

Cruz y que yace en el sepulcro, uno tiene la experiencia de ser sacudido de un lado a otro por un terremoto que se extendió por esa región. Algún día -tal vez- la gente entenderá mejor, también en el sentido científico, la conexión entre ese oscurecimiento del sol y el terremoto. Ciertas teorías que ya están vigentes, aunque de forma incoherente, indi-

can que existe una conexión entre eclipses solares y terremotos. Ese terremoto fue consecuencia del eclipse solar. Sacudió la tumba en la que se había tendido el cuerpo de Jesús, y la piedra que lo cubría fue desplazada; se abrió una fisura en la tierra y acogió el cadá-

ver. Otro temblor hizo que la fisura se cerrara nuevamente sobre el cadáver. Y cuando la gente llegó por la mañana, la tumba estaba vacía, porque el cadáver

de Jesús había sido recibido por la tierra. La piedra,

sin embargo, todavía estaba donde había sido despla-

zada. - ¡Sigamos una vez más la secuencia de imágenes! Jesús muere en la cruz del Gólgota. La oscuridad puebla la Tierra. El cadáver de Jesús es puesto en la tumba. Un temblor sacude la tierra y el cadáver es acogido por la tierra. La fisura causada por el temblor se cierra; la piedra es desplazada a un lado. Todos estos son acontecimientos reales. No puedo describirlos de ninguna otra manera. Dejen que aquellos que desean abordar estas cosas desde la base de las ciencias naturales se formen la opinión que les guste y presenten todo tipo de argumentos contrarios: lo que percibe la clarividencia es como lo he descrito. Y si alguien dijera que es imposible que desde el Cosmos se establezca, como en un poderoso lenguaje de signos, un símbolo de algo nuevo que ha entrado en la evolución de la humanidad; si alguien dijera que los poderes divinos 30 -

no escriben en la tierra en signos tales como un eclipse de sol y un terremoto, entonces solo puedo responder: respeto vuestra creencia de que no puede ser; pero, sin embargo, es verdad que sucedió. Me imagino a alguien como Ernest Renán"; autor de aquel extraño libro “ Vida de Jesús”, diciendo que tales cosas son increíbles, porque sólo se cree lo que se puede confirmar experimentalmente. Pero esto es insostenible, pues Renán seguramente cree que existió la Edad de Hielo, aunque no es posible reproducirla experimentalmente. Es bastante imposible reconstruir las condiciones prevalecientes en la Edad de Hielo y, sin embargo, todos los científicos creen en ella. Igual de imposible es que este signo cósmico único pueda volver a aparecer a los hombres, sin embargo, a pesar de todo, el signo estaba allí. Solo podemos ser guiados a estos eventos cuando, como videntes, encontramos el camino hacia ellos, como he indicado, cuando nos hundimos en la más

profunda contemplación en el alma de Pedro o de uno de los otros Apóstoles que, en el tiempo de Pentecostés, se sintieron fecundados por el Amor Cósmico Universal.

Solo cuando contemplamos las almas de esos hombres y discernimos la naturaleza de sus experiencias, es posible de esta manera indirecta contemplar la Cruz del Gólgota, contemplar el oscurecimiento de la Tierra en ese momento y el terremoto posterior. No se niega que, en el sentido físico, este oscurecimien5 Ernest Renan (1823-1892). En su libro “ Vie de Jesús” 1863, pese a negar su divinidad y, por tanto, su resurrección, admite que fue un hombre incomparable y muy grande. - 40 -

to y terremoto fueron acontecimientos ordinarios de la naturaleza, pero si alguien, que haya inducido las condiciones necesarias en su alma, sigue y lee estos eventos como clarividentes, enfatizará que fueron como los he descrito. Porque en la conciencia de Pedro, lo que describí fue -en verdad-, una experiencia que cristalizó durante el largo sueño. Entre las múltiples imágenes que cruzan la conciencia de Pedro, las de la Cruz del Gól- gota, el oscurecimiento y el terremoto, por ejemplo, se destacaron claramente. Estas experiencias fueron para Pedro el primer resultado de la fecundación del Amor Cósmico en Pentecostés. Y ahora sabía algo que no había sabido antes, que el evento del Gólgota había tenido lugar y que el cuerpo en la Cruz era el mismo cuerpo con el que, a menudo, había caminado en la vida. Entonces fue consciente de que Jesús murió en

la cruz, pero que en verdad esa muerte fue un naci-

miento, el nacimiento de ese Espíritu que, en la reunión de Pentecostés, se derramó como Amor Cósmico en el alma de los Discípulos. Pedro lo sintió como un resplandor del Amor Eterno, el Amor que reina por eones. Lo sintió como aquello que nació cuando

Jesús murió en la cruz. Y en el alma de Pedro se sus-

citó la grandiosa verdad: es simplemente apariencia que en la cruz haya tenido lugar una muerte. En verdad, esa muerte, a la que había precedido infinito sufrimiento, fue el nacimiento del cual ahora un resplandor

penetró en el alma de Pedro. Con la muerte de Jesús

nació, para la Tierra, aquello que antes había estado presente por todas partes, se había encontrado fuera y alrededor de la Tierra: el Amor Cósmico Universal. A

En forma abstracta, parece fácil pronunciar semejantes palabras, sin embargo, hemos de tener presente que el alma de Pedro por primera vez lo sintió: para la Tierra nació lo que antes sólo había existido en el cosmos; nació en el instante en que Jesús de Nazaret

murió en la cruz del Gólgota. La muerte de Jesús de Nazaret fue el nacimiento, dentro de la esfera de la Tierra, del Amor Cósmico.

Esta es, por así decirlo, la primera revelación que podemos leer del Quinto Evangelio. Lo que he estado describiendo comienza con lo que se llama en el Nuevo Testamento: la venida o el derramamiento del Espíritu. La naturaleza y el carácter de las almas de los Apóstoles, en ese momento, no les permitieron participar en el sentido real de este evento de la muerte de Jesús de Nazaret, salvo en un estado anormal de

conciencia.

Para Pedro, como también para Juan y Santiago, llegó inevitablemente el recuerdo de otro momento en sus vidas, el momento que solo el Quinto Evangelio nos puede revelar en toda su majestad. Aquel con quien habían andado por la tierra, los había llevado al monte de los olivos y les había ordenado: ¡Velad! Pero ellos se habían quedado dormidos. Ya había empezado aquel estado de sus almas que se intensificaba cada vez más. Su conciencia normal se desvaneció, se hundieron en un sueño que duró hasta más allá del suceso del Gólgota. De este sueño irradió lo que les acabo de relatar. Pedro, Juan y Santiago recordaron que habían caído en ese estado, y ahora, para la mirada retrospectiva, aparecieron,

al principio de manera opaca, los grandes aconteci. e-

mientos que habían tenido lugar en torno al cuerpo terrenal de Aquél con quien habían caminado. Y gradualmente, tal como los sueños olvidados se elevan en la conciencia de los hombres, gradualmente los Apóstoles se hicieron conscientes de lo que había sucedido durante esos últimos días. Durante esos días no habían experimentado estos acontecimientos en su conciencia normal. Lo que ahora entraba en su conocimiento había permanecido en lo más profundo de sus almas, sumergido por así decirlo durante todo el período entre el evento del Gólgota y el de Pentecostés. Tuvieron la sensación de que ese tiempo lo habían pasado como sumergidos en un profundo sueño, sobre todo durante los días transcurridos entre el Gólgota y la Ascensión. Mientras miraban ha-

cia atrás, día a día, entre el Misterio del Gólgota y la

Ascensión de Cristo al cielo, todo el período apareció ante sus almas. Lo habían vivido todo, pero solo ahora se dieron cuenta de ello, pero de una manera extraña y misteriosa. Perdonen si aquí interpongo un comentario personal. Debo confesar que yo mismo estaba asombrado en el más alto grado, cuando me di cuenta de la forma en que todo lo que los Apóstoles habían vivido entre el tiempo del Misterio del Gólgota y la Ascensión, surgió en su conciencia.

Imágenes como estas aparecieron ante las almas de los Apóstoles: estuviste reunido con el Ser que había nacido en la Cruz, estabas con Él en verdad. Igual que, al despertar por la mañana, el recuerdo de un sueño podría decirle a uno, sí, durante la noche estabas con esta o aquella persona. Pero lo que es tan notable es cómo los eventos particulares surgieron en la conciencia de los apóstoles. Una y otra vez se vieron obligados a preguntarse: .3

¿Quién es entonces ese Ser con quien hemos estado juntos? Y una y otra vez no sabían quién era. Sabían con certeza que habían estado con Él, pero no reconocieron la figura, la forma que había estado ante ellos y que ahora, después de haber sido fecundados por el Amor Cósmico, se les apareció en la imagen. Se vieron caminando después del Misterio del Gólgota con Aquél a quien llamamos el Cristo. Y también vieron cómo les había enseñado e instruido acerca del reino del Espíritu. Se dieron cuenta de que durante cuarenta días habían ido con este Ser que había nacido en la Cruz, que este Ser, el Amor

Universal, na-

cido del Cosmos en la Tierra, había sido su Maestro,

pero que no habían sido lo suficientemente maduros como para entender Sus enseñanzas; se dieron cuenta de que se habían visto obligados a recibir Sus enseñanzas con las fuerzas subconscientes de sus almas,

que habían andado con Cristo como sonámbulos, incapaces de comprender con sus mentes ordinarias, el conocimiento que les impartía este Ser. Durante estos cuarenta días lo habían escuchado con una conciencia bastante desconocida para ellos y que ahora, en

Pentecostés, despertó por primera vez. Lo habían escuchado como sonámbulos. Este Ser había venido a ellos como su Maestro espiritual y les había instruido en misterios que solo era posible que entendieran porque los transportó a un estado de conciencia diferente. Por lo tanto, hasta ahora no se dieron cuenta de que habían caminado con el Cristo resucitado. Fue solo entonces cuando reconocieron lo que realmente les había sucedido. ¿Y cómo reconocieron que este era realmente el mismo Ser con el que habían caminado en cuerpo, antes del Misterio del Gólgota? Esto se puede describir de la siguiente manera. a MA-

Supongamos que ahora, después del evento de Pentecostés, una imagen de este tipo apareció ante el alma de uno de los Apóstoles. Vio cómo había caminado con el Resucitado. Pero él no reconoció este Ser. Luego se interpuso otra imagen, una imagen que, mezclada con la imagen puramente espiritual, representaba una experiencia vivida por los Apóstoles, en presencia de Cristo Jesús, antes del Misterio

del Gólgota. Hubo una escena en la que sintieron que

Cristo Jesús les estaba enseñando acerca del Misterio

del Espíritu. Pero no lo reconocieron, simplemente se vieron a sí mismos en presencia de este Ser espiritual. Y para que pudieran reconocerlo, esta imagen, intacta, se fusionó con la imagen de la Última Cena,

una experiencia que habían compartido con Cristo Jesús. Traten de imaginar en toda su realidad cómo la experiencia suprasensible con el Resucitado se iluminó en la conciencia de un Apóstol, allí, trabajando

como si estuviera en segundo plano, la imagen de la Última Cena. Entonces los Apóstoles sabían que Aquél con quien habían andado en cuerpo, era el mismo Ser que les estaba enseñando ahora, con una

apariencia bastante diferente de la que apareció después del Misterio del Gólgota. Los recuerdos del estado de conciencia, que había sido como un sueño, se entrelazaron con las imágenes de los eventos que precedieron al inicio de este sueño. Los Apóstoles experimentaron esto como si se superpusieran dos imágenes, una imagen de sus experiencias después del Misterio del Gólgota y otra del tiempo antes de que su conciencia se hubiera nublado. Entonces se dieron cuenta de que estos dos Seres eran el mismo, el Resucitado y el Ser con quien, - 45-

poco tiempo antes, habían caminado, estando juntos

en el cuerpo físico. Y ahora se decían a sí mismos: antes de ser despertados por el Amor Cósmico, estábamos como enajenados de nuestra conciencia ordinaria. Y Cristo, el Resucitado, estaba con nosotros. Inconscientes fuimos llevados a Su Reino. Él caminaba con nosotros, nos reveló los misterios de Su Reino, de los cuales ahora nos estamos volviendo conscientes como si los hubiéramos experimentado en sueños. Causa realmente asombro este coincidir de las imágenes de los apóstoles: una de lo vivido con el Cristo después del Gólgota, y otra antes del Misterio del Gólgota, la de lo vivido conscientemente, en el cuerpo físico, con el Cristo Jesús.

Así se ha comenzado a impartir lo que se puede leer en el llamado Quinto Evangelio. Y al final de esta primera comunicación de hoy, podría permitirme agregar algunas palabras adicionales y necesarias. En un sentido oculto, siento que es mi deber hablar de estas cosas ahora. Lo que quiero decir es lo siguiente. Sé bien que estamos viviendo en una época en la que se están preparando muchas cosas para el próximo futuro de la humanidad en la Tierra, y que dentro de nuestra Sociedad Antroposóftica,

debemos sentirnos como aquellos en los que se está concibiendo una idea de que algo esencial para el futuro debe prepararse en las almas de los hombres. Sé que llegarán tiempos en los que será posible hablar de estos asuntos de una manera muy diferente a la que permiten las condiciones actuales. Porque todos pertenecemos a esta época. Pero llegará un momento,

en el futuro cercano, en que probablemente mucho de lo que ahora sólo puede conocerse como principio, se conocerá por medio de la Crónica del Akasha de -

un modo mucho más exacto en el que será posible hablar con mayor precisión, cuando una gran cantidad de lo que, en la actualidad, solo puede ser como un vislumbre, tal vez pueda discernirse con mucha,

mucha mayor exactitud en la Crónica Espiritual del devenir del mundo. Por improbable que parezca para la mente mo-

derna, llegará ese momento. Por esta razón, tengo el

deber de hablar sobre estas cosas hoy a modo de preparación. Y aunque he tenido que superar una cierta reticencia al hablar como lo he hecho, esto fue superado por el deber de la preparación que debe hacerse en nuestro tiempo. Esto fue lo que me llevó a hablar sobre este tema aquí. Cuando hablo de superación, tómenlo exactamente como debe ser. Pido explícitamente que lo que tengo que decir en esta ocasión se tome simplemente como una especie de alusión, como algo que en el futuro será posible expresar de manera mucho más adecuada y con mayor precisión.

Comprenderán mejor lo que quiero decir con “superación” si me permiten no reservarme un comentario personal. Sé muy bien que en la investigación espiritual a la que me he dedicado, muchas cosas solo pueden extraerse con la mayor dificultad y esfuerzo del registro espiritual de los acontecimientos del mundo, ¡particularmente cosas de esta naturaleza! Y yo mismo no debería sorprenderme en lo más mínimo si la palabra “alusión (insinuación)” que he usado en relación con ellos, tuviera un significado mucho más pesado y más amplio del que tal vez deba entenderse ahora. De ningún modo quiero decir que ahora mismo soy capaz de interpretar exactamente lo que figura en la escritura espiritual, pues siento cierta dificultad para - 47-

leer las imágenes de la Crónica Akashica relacionadas con el cristianismo. Me cuesta mucho hacer que estas imágenes sean lo suficientemente concretas al ordenarlas y lo considero, por así decirlo, como mi karma; que es mi deber

decir lo que ahora me he propuesto decir. Sin lugar a duda, me costaría menos esfuerzo si, como en el caso

de muchos de nuestros contemporáneos, las circunstancias en mi primera juventud me hubieran permitido tener una educación genuinamente cristiana. No tuve tal educación. Crecí en un ambiente racionalista.

Mi educación era de carácter puramente científico. Y es por lo que me cuesta un gran esfuerzo descubrir estas cosas de las cuales es mi deber hablar. Esta referencia personal puede justificarse por dos razones. Una es que, con una absoluta falta de honradez, una historia absurda"*, ha sido transmitida por todo

el mundo sobre mi conexión con ciertas influencias católicas. No hay una sola palabra de verdad en esto. Y es fácil juzgar el camino que han tomado las cosas en lo que,hoy en día se llama Teosofía, cuando tales declaraciones y rumores deshonestos emanan de su suelo. Sin embargo, como no podemos ignorarlos, sino confrontarlos con la verdad, esta referencia personal está justificada. Solo por mi lejanía del '6 “En diciembre de 1912 en la asamblea general de la Sociedad Teosófica en Adyar (India), Annie Besant había afirmado que Rudolf Steiner, el Secretario General de la sección germana, había sido educado por los jesuitas, que no era capaz de liberarse de esa funesta influencia para poder mantener una libertad de opinión dentro su sección.” Ante esto, Rudolf Steiner se vio obligado a hablar del curso de su vida. Véase la conferencia del 4 de febrero de 1913 en Berlín, en el cuaderno “Beitráge zur Rudolf

Steiner Gesamtausgabe” Nr. 83/84, Pascua 1984”. - 48 -

cristianismo cuando era joven, me siento más libre de prejuicios con respecto a ello. Creo que el Espíritu me ha llevado al cristianismo y al Cristo. Especialmente en este ámbito, creo que tengo el derecho de hablar imparcialmente y sin prejuicios. Quizás, en esta época particular de la historia del mundo, se puede confiar más en las palabras de un hombre que proviene de una educación científica, que en su juven-

tud estuvo a cierta distancia del cristianismo, que en

las palabras de alguien que ha sido conectado con el cristianismo desde la primera infancia. Si reflexionan sobre estas palabras, se darán cuenta de que indican algo de lo que vive dentro de mí cuando hablo de los misterios que designaré como los misterios del Quinto Evangelio.

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Tercera Conferencia Christiania (Oslo), 3 de Octubre de 1913

En la conferencia de ayer dije que, en el momento de la fiesta de Pentecostés, las personalidades a quienes llamamos los Apóstoles de Cristo Jesús experimentaron -en cierto sentido- un despertar. Esto no

quiere decir que en ese mismo momento todo aquello que tengo que exponer como contenido del Quinto Evangelio, haya estado presente en la misma forma

en la que lo relato, en la clara y plena conciencia de los Apóstoles. Es bastante cierto que cuando la conciencia clarividente penetra profundamente en las almas de los apóstoles, se distinguen las imágenes de las que hablé; pero en los corazones y las mentes de los apóstoles mismos, en ese momento, estas cosas las vivieron menos como imágenes y más -si puedo decirlo así- ¡como la vida misma, como experiencia vívida, como sentimiento, como fuerza del alma! Y las palabras que los apóstoles pudieron expresar, palabras que cautivaron incluso a los griegos y dieron el ímpetu para el desarrollo del cristianismo, eran lo que de ese modo llevaban dentro de ellos como potencia del alma y del sentimiento. Todo esto surgió del poder viviente del Quinto Evangelio. Pudieron hablar como lo hicieron, trabajar como lo hicieron, porque llevaban dentro de sus almas aque= MEe

llas cosas que ahora estamos descifrando como contenido del Quinto Evangelio, aunque no hablaron de ellas en las mismas palabras en las que este Quinto Evangelio tiene que ser narrado ahora. Habían recibido, por una especie de despertar, la fecundación por el Amor Cósmico Universal y bajo la influencia de esta fecundación siguieron trabajando. Lo que obró dentro de ellos fue en lo que Cristo se convirtió según el Misterio del Gólgota. Y aquí hemos llegado a un punto en el que, según el Quinto Evangelio, debemos hablar sobre la vida terrenal de Cristo. No es fácil poner estas cosas en palabras que expresen conceptos e ideas de la mente moderna. Pero muchas ideas adquiridas en nuestros estudios de la Ciencia Espiritual, nos permitirán acercarnos a este supremo misterio terrestre. Para comprender la entidad de Cristo es preciso emplear -en forma modificada- conceptos que ya poseemos por nuestras contemplaciones científico-espirituales, solo que en una forma algo diferente. Con el fin de lograr cierta claridad, comenzaremos considerando el suceso generalmente conocido como

el Bautismo de Juan en el Jordán. Con respecto a la

vida terrenal de Cristo, el Quinto Evangelio revela que este suceso fue algo así como la concepción en el caso de un ser humano. Y entendemos la vida de Cristo desde entonces hasta el Misterio del Gólgota, cuando lo comparamos con la vida del embrión humano den-

tro del seno de la madre. Desde el Bautismo de Juan

hasta el misterio del Gólgota, por lo tanto, el Ser Crístico pasa por una especie de existencia embrionaria.

50

El Misterio del Gólgota debe entenderse como el

nacimiento terrenal, es decir, la muerte de Jesús debe

entenderse como el nacimiento terrenal de Cristo. Su vida terrenal, en sentido propio, debe buscarse después del Misterio de Gólgota, cuando el Cristo estuvo con los apóstoles quienes entonces habían vivido en un estado anormal de conciencia, tal como lo he expli-

cado en la conferencia anterior. Esto fue lo que siguió

al verdadero nacimiento del Ser Crístico. Y lo que se describe como la Ascensión y la posterior venida del Espíritu, debe entenderse en el mismo sentido que lo que ocurre al producirse la muerte del ser humano, como el paso a los mundos espirituales. La vida posterior de Cristo en la esfera de la Tierra después de la Ascensión o después de Pentecostés, debe compararse con la vida transcurrida por el alma humana en el Devacán, en la Tierra del Espíritu. Y así vemos, mis queridos amigos, que Cristo es un Ser con respecto al cual deben ser completamente transformadas todas las ideas y conceptos adquiridos en relación con las etapas y condiciones sucesivas de la vida humana. Después del breve período intermedio conocido como Kamaloka, el tiempo de la purificación, el ser humano pasa al mundo espiritual propiamente dicho, para prepararse para la próxima vida terrenal. Después de su muerte, por lo tanto, el ser humano vive una vida espiritual. Desde el suceso de Pentecostés en adelante, el Ser de Cristo pasó por experiencias que significaron para Él, lo que la transición a la Tierra del Espíritu significa para el ser humano. El Cristo hizo el sacrificio de establecer, de buscar su cielo en la Tierra. Y en lugar de pasar, como lo hace un ser humano, a un mundo del Devacán, un mundo a.

de Espíritu después de la muerte, el sacrificio ofrecido por el Ser de Cristo fue que hizo de la Tierra su cielo, buscó su cielo sobre la Tierra. El ser hamano

abandona la Tierra para, como decimos en lenguaje corriente, intercambiar su morada por el cielo. Cristo la Tierra. dan esto con él el

dejó los cielos para cambiar su morada por Les ruego, mis queridos amigos, que entienen su verdadero significado y luego asocien sentimiento de lo que sucedió a través del

Misterio del Gólgota, a través del Ser de Cristo, el

sentimiento de lo que realmente significó el sacrificio de Cristo. Fue el abandono de la esfera del Espíritu para que, viviendo junto con la Tierra y con los hombres en la Tierra, Él los guiara hacia adelante, para continuar la evolución en la Tierra, a etapas más avanzadas, a través del impulso así otorgado. Esto ya indica que antes del Bautismo en el Jordán,

el Ser Crístico no pertenecía a la esfera terrenal. Desde mundos más allá de la Tierra, desde esferas supraterrenales, había descendido a la Tierra. Y las experiencias entre el Bautismo en el Jordán y Pentecostés fueron necesarias para que Cristo, el Ser celestial, pudiera transformarse en Cristo, el Ser terrenal. Se dice infinitamente mucho cuando este Misterio se expresa

con las palabras: Desde el suceso de Pentecostés, el

Ser Crístico ha estado junto con las almas humanas en la Tierra ¡Antes de eso no estaba junto con almas humanas en la Tierra!

Las experiencias vividas por el Ser de Cristo, entre el Bautismo en el Jordán y el suceso de Pentecostés, tuvieron lugar para que Su morada en el mundo espiritual pudiera ser cambiada por Su morada en la a.

esfera de la Tierra. Se realizó para que la Entidad Divino Espiritual del Cristo, tomara sobre sí la forma en que solo Él podría vivir, en adelante, en comunión con las almas de los hombres. ¿Con qué fin, entonces,

tuvieron lugar los sucesos de Palestina? Con el fin de que Cristo, el Ser Divino-Espiritual, pudiera asumir

la forma que le permitió vivir en comunión con las almas humanas en la Tierra. Aquí tenemos una indicación directa de que el evento de Palestina es único y sin comparación, como he dicho muchas veces. Un Ser superior, no terrenal, desciende a la esfera terrestre, hasta que, bajo la influencia de este Ser, la esfera terrestre haya sido debidamente transformada. Tengamos presente que desde aquel momento el Cristo ejerce su actividad en la Tierra. Para formar una concepción realmente clara del

evento

de

Pentecostés

de

acuerdo

con

el Quinto

Evangelio, se requiere el uso de ciertos conceptos que se elaboran en la Ciencia Espiritual. Sabemos que en épocas anteriores hubo Misterios, Iniciaciones, en las que el alma humana fue elevada a través de estas Iniciaciones para participar en la vida espiritual. La imagen más gráfica de la Iniciación precristiana es proporcionada por los llamados Misterios persas o de Mitra. En estos misterios había siete etapas” o grados de iniciación". El que iba a ser conducido a los niveles más altos de experiencia espiritual alcanZóÓ, en primer lugar, el rango llamado simbólicamente “Cuervo”. Luego se convirtió en un “Oculto”. En '7 Ver el Cristianismo como hecho místico y los misterios de la antigtiedad. Rudolf Steiner. ERS '5 Ver Evangelio de San Juan, páginas 65/68.

-55-

tercer grado se convirtió en un “Guerrero o Lucha-

dor””, en el cuarto, un León””; en quinto grado se le

confirió el nombre del pueblo al que pertenecía”. En el sexto grado se convirtió en un “ Héroe del Sol”, en el séptimo en “ Padre”. Con respecto a los primeros cuatro grados, ahora es suficiente decir que en ellos un hombre era conducido por etapas a experiencias espirituales cada vez más profundas. En el quinto grado estaba listo para una extensión de conciencia, dándole el poder de convertirse en el guardián espiritual de su pueblo. Por esa razón se le daba el nombre del respectivo pueblo, cuyo nombre -por lo tanto- se le confería y tal iniciado participaba de la vida espiritual de un modo bien definido. En otro ciclo de conferencias” he explicado que los distintos pueblos son conducidos por las entidades espirituales llamadas Arcángeles. El iniciado del quinto grado se había elevado a dicha esfera, por lo que tomaba parte de la vida de los Arcángeles. El cosmos tenía necesidad de iniciados del quinto grado; y por esta razón los había en la Tierra. Cuando ' Entre los sumerios un luchador o guerrero, era llamado Lugal.

Así Lugal-Banda (jefe militar de Enmerkar, siglo XXVII a.C.). Lugal-Zage, de Uruk, Lugal-Ane, de Adab, Lugal-Ure, de Uruk, o Lugal-Zagesi, de Umma (2340 a. C) ? Igualmente, el grado de “León”, era conocido como Piriggal.

Así tenemos a Piriggal-Abzu (Gran León del Abzu, -los cielos-),

sabio de Kish. Nun-Piriggal-Dim, “ León constructor”, sabio consejero de Enmerkar. Rey de Uruk.

?! Persa o Israelita era el nombre del iniciado de 5* grado de esos países. En Juan 1-45/51, Cristo reconoce a Natanael como un “verdadero Israelita” y le dice que le había visto “bajo la higuera”, símbolo iniciático que sabe reconocer un iniciado. ? Almas nacionales y su misión. Christiania 1910. GA121. - 56 -

en los Misterios tal iniciado había adquirido en su alma todo el contenido perteneciente al quinto grado, sucedía que, así como nosotros leemos un libro para conocer lo necesario por hacer esto o aquello, el Arcángel leía en el alma de ese hombre. En el alma de los iniciados del quinto grado, los arcángeles leyeron lo que un pueblo necesitaba. En la vida terrenal deben de crearse iniciados de quinto grado, para que los arcángeles puedan guiar de la justa manera. Estos iniciados son los intermediarios entre los líderes reales de un pueblo y el pueblo mismo. En cierto modo, ellos llevan a la esfera de los Arcángeles lo necesario para conducir al pueblo de la manera correcta. ¿Cómo se alcanzaba en tiempos precristianos este quinto grado? No podía alcanzarse mientras el alma humana permanecía dentro del cuerpo, era necesario sacarla. La iniciación precisamente consistía en que se desligaba del cuerpo el alma del hombre y ésta experimentaba, fuera del cuerpo, lo que le proporcionaba el contenido que acabo de describir. El alma debía abandonar la Tierra y ascender al mundo espiritual para adquirir lo necesario. Cuando se alcanzaba el sexto grado de la antigua Iniciación, -el grado del Héroe del Sol-, se activaba en el alma de éste el poder requerido, no solo para el liderazgo, la guía, la dirección de un pueblo, sino para propósitos aún más altos. Estudien la evolución de la humanidad en la Tierra y percibirán cómo surgen los pueblos y las naciones y luego desaparecen, se transforman. Los pueblos nacen y los pueblos mueren, como los seres humanos individuales. Pero lo que un pueblo en particular ha logrado para la Tierra debe preservarse para la marcha de la evolución. No solo T.

se debe dirigir y guiar a un pueblo, sino que los resultados de los trabajos terrenales de este pueblo deben llevarse más allá del pueblo mismo. Para que los logros de un pueblo puedan ser dirigidos hacia adelante por los Espíritus cuya tarea es ésta, se necesitaban los Héroes del Sol”. Porque lo que ha sido traído a la vida en el alma de un Héroe del Sol, puede ser leído

por los Seres en los mundos superiores.

Este fue un medio de adquirir esas fuerzas mediante las cuales los resultados de las labores de un pueblo pueden integrarse en las labores de la humanidad en su conjunto. El poder que vive en un Héroe del Sol trasciende la actividad de un solo pueblo. Y así como alguien que se convirtiera en un Iniciado de quinto grado en los antiguos Misterios debe salir de su cuerpo para experimentar las experiencias nece-

sarias, también el que se convirtiera en un Héroe del Sol debe salir de su cuerpo. Y, durante este tiempo de ausencia, realmente tiene al Sol como su lugar de

residencia. Estas cosas blemente pura locura aquí también el dicho puede ser sabiduría ante cura ante los hombres.

parecen casi increíbles, posipara la mente moderna. Pero de Pablo es válido: Que lo que los ojos de Dios, es a menudo, lo-

Durante su Iniciación, el Héroe del Sol vivía en comunión con todo el sistema solar, teniendo como

lugar de residencia el Sol, tal como el ser humano común vive en la Tierra como su propio planeta. Como

las montañas y los ríos nos rodean aquí, también los

planetas del sistema solar estaban alrededor del Hé> Un posible iniciado de 6* grado pudiera haber sido Akenatón, el faraón egipcio Amenhotep IV, 10” faraón de la dinastía XVIII (reinó entre 1353 y 1335 a.C.) - 58 -

roe del Sol durante el tiempo de su Iniciación. Durante su Iniciación, el Héroe del Sol fue transportado en conciencia al Sol. En los antiguos misterios esto solo se podía lograr fuera del cuerpo. Y cuando regresó a su cuerpo, recordó lo que había experimentado y pudo usar estas experiencias como una fuerza potente para promover la evolución y el bienestar de toda la humanidad. Los Héroes del Sol fueron transportados fuera del cuerpo durante el proceso de Iniciación y regresaron nuevamente al cuerpo, teniendo dentro de ellos el poder de incorporar los logros de un pueblo a la evolución de la humanidad en su conjunto. ¿Y qué fue lo que experimentaron estos Héroes del Sol durante los tres días y medio de su Iniciación mientras su lugar de residencia -porque así podemos llamarlo realmente- estaba en el Sol? ¡Experimentaron la comunión con Cristo, quien antes del Misterio del

Gólgota no estaba completamente sobre dos los Héroes del Sol de la antigiedad transportados a los mundos superiores, antigiedad solo se podía experimentar nión con Cristo. Desde ese mundo al que Iniciados debieron elevarse durante su Cristo bajó a la Tierra.

la Tierra! Tohabían sido ya que en la allí la comulos antiguos Iniciación, el

Por consiguiente, podemos decir que, lo que fue logrado por unos pocos individuos en la antigiiedad a través de la Iniciación, se obtuvo como resultado durante los días de Pentecostés, por así decirlo, como por un acontecimiento natural a los Apóstoles del Cristo. Mientras que antes los hombres debían ascender al encuentro con el Cristo, Él descendió ahora a los Apóstoles y ellos se convirtieron en hombres que en sí mismos tuvieron el contenido que antiguamente «: D-

había pertenecido a los Héroes del Sol. La fuerza espiritual del Sol se derramó en el alma de los hombres y a partir de entonces siguió obrando en la evolución de la humanidad. Para que esto fuera posible, tuvieron que producirse los acontecimientos de Palestina. ¿De qué fue resultado la existencia terrestre del Cristo? Fue el resultado del sufrimiento más profundo, de un sufrimiento que sobrepasa toda imaginación humana del dolor. Si vamos a pensar correctamente sobre estos asuntos, ciertos obstáculos nuevamente debidos a la actitud mental moderna deben dejarse de lado, y en este punto estoy obligado a hacer una interpolación en las narraciones del Quinto Evangelio. Recomiendo encarecidamente la lectura de un libro publicado recientemente, porque está escrito por un hombre con cierto genio, y es la evidencia de las declaraciones sin sentido que los hombres de tal calibre pueden hacer sobre asuntos espirituales. Me refiero al libro de Maurice Maeterlinck*, La Mort. Entre

muchos pasajes sin sentido, en este libro también está la declaración de que cuando el ser humano ha muerto, él es un espíritu y ya no puede sufrir, porque ha dejado de lado el cuerpo físico. Maeterlinck, un hombre de cierto genio, trabaja por lo tanto bajo la ilusión de que solo en lo físico se puede sufrir y que, por esta razón, uno que está muerto no puede sufrir. No se da cuenta de lo absurdo de pensar que únicamente pueda sufrir el cuerpo físico, que se compone de fuerzas físicas y substancias químicas ¡Cómo si una piedra * Maurice Maeterlink. (1862-1949). Escribió “La Mort”, el mismo año de la conferencia de Steiner.

=D -

tuviera que sufrir! El cuerpo físico no puede sufrir, el sufrimiento yace siempre en el reino del alma. Las cosas han llegado a tal punto que, en los asuntos más simples, las personas piensan lo contrario de lo razonable. No habría sufrimiento en el Kamaloka,

si

no hubiera sufrimiento en la vida espiritual. El sufrimiento en el Kamaloka es causado precisamente por la privación del cuerpo físico. Cualquiera que tenga la opinión de que un espíritu no puede sufrir, será incapaz de cualquier concepción verdadera del sufrimiento infinito que padeció el Espíritu de Cristo en Palestina. Pero, antes de hablar de este sufrimiento, tengo

que llamar la atención sobre otro punto más. Hay que tener presente que, con el Bautismo en el Jordán, descendió a la Tierra y después vivió en lo físico, durante tres años, un Ser Espiritual que después sutfrió la muerte en el Gólgota. Un Ser Espiritual que antes del Bautismo en el Jordán había vivido en condiciones

muy distintas a las terrestres. ¿Qué significa que ese Ser Espiritual había vivido en condiciones totalmente distintas de las de la Tierra? Expresado con términos antroposóficos, significa que ese Ser Espiritual no había tenido karma terrenal. Presten atención a esto,

por favor. Una Entidad Espiritual vivió durante tres años en el cuerpo de Jesús de Nazaret sin tener en su alma un karma terrenal. Debido a esto, todas las experiencias vividas por Cristo son fundamentalmente diferentes de las vividas por un ser humano. Si sufrimos, si esta o aquella experiencia nos llega, sabemos que el sufrimiento tiene su base en el karma. No fue así en el caso del Espíritu de Cristo. Durante tres años vivió experiencias en la Tierra sin involucrarse en el y

karma. Entonces, ¿qué implicaba esto para Él? ¡Sufri-

miento sin ninguna razón kármica, sufrimiento total-

mente Quinto revela años a

inmerecido, el sufrimiento de la inocencia! El Evangelio es el Evangelio antroposófico y nos esa vida terrenal absolutamente única de tres la que no se aplica el concepto de karma.

Pero la ulterior contemplación de este Evangelio nos revela otra cosa más con respecto a esta vida trienal. Esta vida terrenal de tres años que hemos considerado como una vida embrionaria, tampoco pro-

dujo karma, ni acarreó culpa alguna. Fue una vida terrenal de tres años, no condicionada por karma y sin producir karma. Es preciso concebir en todo su profundo sentido todos estos conceptos e ideas, así

se ganará mucho para una verdadera comprensión de estos extraordinarios acontecimientos de Palestina, que, de lo contrario, quedarán incomprensibles en muchos aspectos ¡Cuántas cuestiones surgieron en la evolución de la humanidad, con relación a estos acontecimientos, y de qué manera fueron malentendidos! A pesar de todo ¡cuán inmensamente obraron como impulso!

Cuando se tomen estas cosas en su justo y profundo significado, se llegará a pensar sobre ellas de un modo bien distinto. No se tienen en cuenta muchas cosas, que, en realidad, son profundamente significativas. Voy a dar un ejemplo. En el año 1863 apareció

el libro * Vida de Jestús”, de Ernest Renán”. La gente

lo lee sin tomar en consideración lo significativo de su contenido. Quizás en tiempos venideros llamará la atención que muchos hayan leído este libro sin > Ernest Renán (1823-1892). “Vida de Jesús”. =6 =

darse cuenta de qué es realmente lo más notable. Es una mezcla de sublime exposición y ficción barata, esto es lo más notable del citado libro. Naturalmente, para Renán el Cristo es, ante todo, el Cristo Jesús. Lo describe como héroe quien, al principio obra con la mejor intención, como bienhechor de la humanidad, pero quien, después, se deja llevar por el entusiasmo de la multitud, cediendo cada vez más a lo que complace a la gente. Con un estilo magnífico, Ernest Renan aplica a Cristo lo que a menudo se encuentra aplicado en un nivel inferior. Después de todo, sucede que cuando las personas ven que algo se está extendiendo, como la Antroposofía, por ejemplo, lo critican diciendo: Al principio, las intenciones eran totalmente loables, pero luego vinieron seguidores adeptos en busca de las cosas interesantes simplemente con el propósito de escuchar lo que a todos les gusta y, a raíz de eso, claudicasteis cada vez más. Es así como Renán habla de Cristo Jesús.

Tuvo el descaro de describir la resurrección de Lázaro como si hubiera sido un fraude, ¡Alzado por

Cristo Jesús como un medio eficaz de causar revuelo

entre la gente! Él llega. a representar a Cristo Jesús en las garras de la furia frenética de la multitud y sucumbiendo cada vez más a los instintos populares. De esta manera, un elemento de ficción barata se mezcla con los nobles discursos también contenidos en este libro. Todos los sentimientos saludables deben, para expresarlo más suavemente, sentir repugnancia ante las descripciones de un ser, quien, para empezar, está lleno de las más altas intenciones, pero finalmente sucumbe a los instintos populares y per« ME

mite que se cometan todo tipo de fraudes. Sin embargo, por extraño que parezca, Renan no es rechazado, sino que escribe de la manera más bella y conmovedora sobre este ser. Curioso, ¿no es así? Pero demuestra cuán fuertemente los hombres se sienten atraídos por Cristo, incluso cuando no entienden nada acerca de su verdadera naturaleza. En realidad, puede suceder que un hombre como este convierta la vida de Cristo en una ficción tan barata y, sin embargo, encuentre palabras de admira-

ción muy fuertes con el propósito de dirigir las mentes y los corazones de los hombres hacia esta personalidad. Tales cosas solo son posibles en conexión con un Ser cuyas circunstancias fueron las de Cristo Jesús. ¡Oh, el karma que se habría acumulado durante esos tres años de la vida de Cristo en la Tierra si esa vida hubiera sido como la describe Renan! Pero en los tiempos venideros se reconocerá que tal descripción se vuelve nula a la luz del conocimiento de que una vida se vivió en la Tierra libre de karma. Este es el mensaje del Quinto Evangelio. Volvamos nuevamente al evento que conocemos

como

el Bautismo

de Juan en el Jordán. El Quinto

Evangelio nos dice que las palabras contenidas en el Evangelio de Lucas son una representación correcta de lo que podría haber escuchado en ese momento la conciencia clarividente altamente desarrollada: “Este es mi Hijo muy amado; hoy lo he engendrado”. Y esa es una verdadera representación de lo que realmente sucedió: el engendrar, la concepción de Cristo en la esfera de la Tierra. Esto fue lo que sucedió en el Bautismo en el Jordán. Como en las próximas dos conferencias hablaremos del Ser que descendió al - 64-

cuerpo de Jesús, para comenzar, solo consideraremos el hecho de que hubo uno, Jesús de Nazaret, quien entregó su cuerpo al Cristo. El Quinto Evangelio revela, y esto es lo que lee-

mos

con la mirada

hacia atrás de la clarividencia,

que, al comienzo de la peregrinación terrenal de Cristo, Él, no se había unido completamente con el cuerpo de Jesús de Nazaret, que solo había una conexión libre entre el Ser Crístico y el cuerpo de Jesús de Nazaret. La conexión entre la forma corporal y el alma no era como lo es en un ser humano ordinario, sino de tal forma que, cuando era necesario, el Ser

Crístico podía abandonar el cuerpo de Jesús de Nazaret. Y mientras el cuerpo de Jesús de Nazaret yacía en algún lugar como si estuviera dormido, el Ser de Cristo anduvo de aquí para allá, donde sea que se necesitara Su presencia. El Quinto Evangelio nos revela que el cuerpo de Jesús de Nazaret no siempre estuvo presente cuando el Ser de Cristo se apareció a los Apóstoles, pero que a menudo el cuerpo de Jesús de Nazaret había permanecido en algún lugar, mientras que el Espíritu, el Espíritu de Cristo se aparecía a los apóstoles. Pero esta aparición era tal que bien podrían confundirla con el cuerpo real de Jesús de Nazaret. Es cierto que eran conscientes de una cierta diferencia, pero la diferencia era demasiado leve para permitirles siempre percibirla con claridad. Los otros cuatro Evangelios apenas lo dicen, pero está allí, en verdad, en el Quinto Evangelio. Los apóstoles no siempre pudieron distinguir con claridad:

ahora tenemos a Cristo Jesús ante nosotros, o ahora solo

tenemos al Espíritu de Cristo delante de nosotros. La distinción no siempre era obvia y no sabían invariable-65-

mente si una u otra condición se mantenía bien. En la mayoría de los casos, la aparición la tuvieron por el Cristo Jesús, es decir, el Espíritu de Cristo, en la medida en que lo conocieron en el cuerpo de Jesús de Nazaret. Pero lo que sucedió en esa vida terrenal de tres años fue que, a lo largo de esos tres años, el Espí-

ritu se unió cada vez más al cuerpo de Jesús de Nazaret, el Ser Crístico, como naturaleza etérea, asumió

una semejanza cada vez mayor con este cuerpo físico. Obsérvese bien -una vez más- cuán diferente fue la naturaleza del Ser Crístico de como lo es con el cuerpo de un hombre común. El hombre común es un microcosmos en relación con el macrocosmos, es una imagen de todo el macrocosmos. Así es el cuerpo del ser humano individual, es decir, lo que viene a manifestarse en el cuerpo físico de un hombre. Lo que el hombre se convierte en la Tierra refleja el gran universo. Con el Ser del Cristo es el caso inverso. El Ser Solar Macrocósmico se amolda a Sí mismo a la forma del microcosmos humano, se ajusta y se limita cada vez más a semejanza del microcosmos humano. ¡Exactamente lo contrario! Al comienzo de la vida de Cristo en la Tierra, directamente después del Bautismo en el Jordán, la co-

nexión con el cuerpo de Jesús de Nazaret fue muy leve. El Ser Crístico todavía estaba bastante fuera del cuerpo de Jesús de Nazaret. El poder que operaba en el Ser Crístico mientras viajaba por la Tierra, seguía

siendo un poder completamente celestial, ral. Se realizaron curaciones como ninguna mana podría haber realizado. La confianza habló a los hombres fue intimidad divina. encadenara al cuerpo de Jesús de Nazaret =60:

sobrenatufuerza hucon la que Como si se solo cuan-

do así lo quisiera, Cristo trabajó como Entidad Celeste. Sin embargo, fue asemejándose, cada vez más, al cuerpo de Jesús, comprimiéndose y amoldándose a las condiciones terrestres, de modo que la fuerza divina se desvaneció, más y más. Todo esto fue experimentado por el Ser Crístico cuando se identificó cada vez más estrechamente con el cuerpo de Jesús de Nazaret; en cierto sentido, fue un proceso de evolución descendente. Tuvo que experimentar cómo el Poder Divino disminuía constantemente en este proceso de

asemejarse al cuerpo de Jesús de Nazaret.

Etapa por etapa, Dios se hizo hombre. Al igual que

alguien que, en medio de un sufrimiento incesante,

se da cuenta de que el cuerpo se extingue, también

el Cristo, estaba consciente de la disminución de su substancia divina, mientras que, como un ser etéreo,

se identificaba gradualmente

con el cuerpo

terre-

nal de Jesús de Nazaret, hasta que la similitud fue

tan completa que pudo sentir angustia igual que un

hombre.

Esto también se describe en el otro Evan-

gelio cuando se dice que Cristo Jesús salió con Sus discípulos al Monte de los Olivos donde Él, el Ser de Cristo, tenía sobre Su frente el sudor de la angus-

tia. Etapa por etapa, en el Cristo dominó, cada vez

más, la naturaleza humana, se había hecho Homtbre, se había hecho humano, se había identificado con el

cuerpo de Jesús de Nazaret.

En la misma medida en que este Ser Crístico etéreo se asemeja cada vez más al cuerpo de Jesús de Nazaret, en la misma medida el Cristo se hizo hombre. Los poderes espirituales milagrosos, engendrados por Dios, desaparecieron gradualmente. Vemos,

pues, toda la pasión a partir de poco tiempo después -67

del Bautismo

de Juan en el Jordán, cuando la gen-

te, asombrada de Sus obras, decía: ¡Tales maravillas nunca fueron forjadas por un ser humano en la Tierra! Este era el momento en que el Ser Crístico no había asumido todavía mucha semejanza con el cuerpo de Jesús de Nazaret.

En el curso de tres años, el camino había conducido desde esta mirada asombrada de la gente, que estaba maravillada a su alrededor, hasta el punto en que el Ser Crístico se había identificado tanto con el cuerpo de Jesús de Nazaret que, en este cuerpo enfermo a quien se asemejaba, ya no podía responder a las preguntas de Pilatos, ni de Herodes, ni de Caifás. El

Ser Crístico se había vuelto tan idéntico al cuerpo de

Jesús de Nazaret, con este cuerpo constantemente de-

bilitado, que cuando se le planteó la pregunta: ¿Has dicho que destruirás el templo y en tres días lo volve-

rás a construir?, el Ser de Cristo ya no habló; desde el

frágil cuerpo de Jesús de Nazaret permaneció callado

ante los sumos sacerdotes de los judíos. Mudo también ante Pilatos que preguntó: ¿Has dicho que eres el Rey de los judíos? Ese era el Camino de la Pasión, desde el Bautismo en el Jordán, hasta el punto en que todo el poder se había apartado de Él. Y de inmediato la multitud que una vez había mirado con asombro las manifestaciones de los poderes celestiales milagrosos del

Ser Crístico, ya no se quedó asombrada, sino que se

plantó ante la Cruz, burlándose de la impotencia del Dios que se había convertido en hombre, diciéndole:

Si eres un Dios, ¡baja de la Cruz! Has salvado a otros, ¡ahora ayúdate a ti mismo! Este era el sendero de la Pasión, un camino de sufrimiento infinito, al que se = 68=

agregaba el dolor por una humanidad que había llegado a ser como lo era en la época del Misterio del Gólgota. Pero este sufrimiento dio a luz al Espíritu que en la fiesta de Pentecostés se derramó sobre los apóstoles. De este sufrimiento nació el Amor Cósmico Universal que, en el instante del Bautismo, descendió de las esferas celestiales a la esfera terrenal; el Amor Cósmico que había adquirido la semejanza del hombre, del cuerpo humano, y que había soportado el instante de la máxima impotencia divina, para engendrar el impulso que, como Impulso del Cristo, se nos presenta en la ulterior evolución de la humanidad. Hay

que

tenerlo presente,

para comprender

en

todo su alcance el significado de este Impulso, en el sentido del futuro de la humanidad; para que el hombre pueda proseguir su camino de evolución cultural.

- 69-

Cuarta Conferencia Christiania ( Oslo), 5 de Octubre de 1913

Cuando me impuse la tarea de hablarles hoy sobre el contenido del Quinto Evangelio, las palabras finales del Evangelio de San Juan me brindan cierto consuelo. Como saben, este pasaje concluyente lo es en el sentido de que los sucesos que tuvieron lugar alrededor de Cristo Jesús no están registrados de ninguna manera en los Evangelios, ya que, si a día de hoy, se hubieran hecho intentos de registrarlos todos, el mundo mismo no podría haber producido libros en cantidades suficientes. En este punto -por lo tanto- no puede haber ninguna duda. Es decir, que además de lo que realmente se ha registrado, pueden haber sucedido muchas otras cosas. Para hacerme comprensible sobre lo que quiero exponer, lo que deseo contar en estas conferencias particulares sobre los contenidos del Quinto Evangelio, comenzaré hoy con narraciones de la vida de Jesús de Nazaret, aproximadamente desde ese momento en su vida del cual se han dado indicaciones en otras ocasiones, cuando se han comunicado breves partes del Quinto Evangelio. Quiero hablar hoy de ciertos acontecimientos en

la vida de Jesús de Nazaret, desde su duodécimo año

en adelante. Como saben, este fue el año en que el yo de Zarathustra, que había encarnado en uno de los dos niños de Jesús nacidos en aquel tiempo, y cuyo origen describe Mateo, había pasado -a través de un , e

acto místico- al otro niño Jesús, que se describe en particular al comienzo del Evangelio de Lucas. Nuestra narración comienza a partir de ese año en la vida de Jesús de Nazaret en el que este Jesús, del Evange-

lio de Lucas, había recibido el yo de Zaratustra. En el

Evangelio, este momento en la vida de Jesús de Na-

zaret, ocurre en un viaje a Jerusalén por la Pascua, en

el que el niño Jesús del Evangelio de Lucas se perdió, y cuando lo encontraron en el templo de Jerusalén, estaba sentado entre los doctores asombrándolos por sus elevadas respuestas. Nosotros sabemos por qué le fue posible dar estas significativas y asombrosas respuestas. Fue porque todo lo que le reveló el Espíritu al Yo de Zarathustra, como recuerdos ocultos en el alma, funcionó de tal manera que su sabiduría salió de esta alma, y Jesús de Nazaret pudo en ese momento dar esas asombrosas respuestas. También sabemos que las dos familias se unieron, después de la muerte de la madre natánica por un lado y del padre salomónico por otro, las dos familias se fusionaron y a partir de entonces formaron una única familia, y que el niño Jesús, fecundado ahora con el yo de Zarathustra, creció en la familia que se había vuelto común.* * Estas conferencias se dieron a miembros de la Sociedad Antroposófica, quienes estaban familiarizados con las conferencias y escritos anteriores de Steiner sobre los dos niños Jesús. Esencialmente,

sostuvo que los Evangelios de Lucas y Mateo relatan el nacimiento y la infancia de dos niños Jesús diferentes, uno descendiente de la línea real judía salomónica: el Jesús del Evangelio de Mateo; y el otro descendía de la línea natánica: el Jesús del Evangelio de Lucas. (Ver las diferentes genealogías en estos Evangelios). Murió el Jesús de Mateo, pero su “yo” se incorporó al cuerpo del otro Jesús, el de Lucas, cuando tenía doce años. Ver: De Jesús a Cristo. Rudolf

Steiner. Nota de la editorial.

179

En los años siguientes -esto surge del contenido del Quinto Evangelio- tuvo lugar un singular cambio en su desarrollo. Al principio, los que rodeaban al joven Jesús de Nazaret habían quedado profundamente impresionados -precisamente- por aquellas grandiosas respuestas que había dado en el templo; habían puesto grandes esperanzas en él, y -en cierto modo- le habían considerado como futuro doctor de la ley de un extraordinario nivel de erudición. La gente había empezado a saborear cada palabra que él pronunciaba. Pero Jesús de Nazaret se volvió cada vez más callado, tanto, que a menudo causaba gran disgusto a quienes lo rodeaban, mientras él sostenía

una ardiente lucha interna. Esta lucha la sostuvo entre los doce y dieciocho años de edad. En su interior tuvo lugar un despertar de tesoros de sabiduría, cobrando vida en su alma, como si a través de la erudición judía hubiera irradiado el sol de la antigua sabiduría de Zarathustra. Al principio, el niño escuchó con el mayor discernimiento y concentración todo lo que decían los muchos doctores y escribas eruditos que acudían a su casa en Nazaret, y pudo darles respuestas excepcionales. Para empezar, sorprendió a los doctos eruditos que vinieron y que lo consideraban un niño prodigioso. Luego, sin embargo, se volvió cada vez más silencioso, simplemente escuchaba lo que otros

decían sin decir cedía, grandes todo, poderosos su alma durante

una palabra. Pero mientras esto suy sublimes pensamientos y, sobre impulsos morales, cobraron vida en esos años.

Lo que escuchó de los sabios y escribas reunidos en la casa le causó cierta impresión, pero una impresión -73.

que a menudo le producía amargura, porque tenía la sensación -ya en esos años jovenes- de que había mucha incertidumbre, datos que podrían llevar a error, sobre lo que los escribas decían acerca de las tradiciones antiguas y los escritos recopilados en el Antiguo Testamento. La pesadez oprimió su alma cuando escuchaba que en la antigiiedad el Espíritu había descendido sobre los Profetas, que la palabra de Dios mismo

había inspirado a esos antiguos Profetas y que ahora la inspiración se había alejado. Pero era una cosa que siempre escuchó con profunda atención, porque adivinó que algún día le sucedería eso. Los doctores y escribas eruditos dijeron muchas veces: “Ya no habla ese Espíritu sublime y poderoso que una vez descendió sobre Elías, pero lo que aún habla- algunos de los escribas todavía creían que era una inspiración de las alturas espirituales- es una voz más débil y menos significativa que la del Espíritu que había inspirado a los antiguos profetas”. Sin embargo, esta voz representaba algo similar. “Bath Kol” era el nombre dado a esa misteriosa voz que creían haber experimentado. En escritos judíos posteriores también se habla de la Bath Kol. Ahora quiero insertar, en esta narración de los contenidos del Quinto Evangelio, algo que realmente no pertenece a este Evangelio, simplemente con el propósito de explicar la naturaleza de la Bath Kol. Hubo una controversia entre dos Escuelas rabínicas. El célebre rabino Eliezer ben Hyrkanus”, sostenía una determinada doctrina para cuyo testimonio alegaba -esto también figura en el Talmud- que él era ?7 Eliezer ben Hyrcanus fue uno de los sabios más destacados de los siglos 1 y II en Judea. Es el sexto sabio más frecuentemente mencionado en la Mishná. =

capaz de hacer milagros. Este rabino hizo desarraigarse y volver a plantarse a cien varas de distancia un algarrobo; mandó a un río fluir hacia atrás; y como

tercera prueba invocó una voz del cielo para procla-

mar la verdad de su doctrina. A pesar de ello, en la

Escuela rabínica opositora no creían en ella. El rabino Joshua* respondió: “Por más que el rabino Eliezer haga trasplantarse algarrobos de un sitio a otro; por más que mande ríos fluir hacia arriba, o que invoque la Bath Kol, está escrito que la Ley estipula que las leyes eternas de la existencia deben expresarse a través de la boca del hombre y encontrarse en el corazón humano. Si el rabino Eliezer quiere convencernos, que no invoque la Bath Kol, sino que apele a lo que el corazón humano es capaz de concebir”. Doy este relato porque nos hace ver que en ciertas escuelas rabínicas, ya poco tiempo después de la fundación del cristianismo, la Bath Kol gozaba de poca autoridad; pero en cierto modo había florecido, entre rabinos y escribas, como voz inspiradora. Al escuchar

y sentir todo aquello, el joven Jesús recibió la inspiración de la Bath Kol. Lo notable fue que, por la, fecun-

dación de su alma con el Yo de Zarathustra, ]ésús de

Nazaret efectivamente fue capaz de apropiarse rápidamente de todo cuanto sabían los que le rodeaban. No solamente había dado -a los doce años de edadlas grandiosas respuestas a los doctores de la ley, sino que también pudo percibir en su propia alma la voz de la Bath Kol. Pero precisamente este hecho, la inspiración por la Bath Kol, influyó en Jesús a la edad de dieciséis o diecisiete años, de tal manera que le causó amargas y profundas luchas interiores. Pues la Bath * Joshua ben Perachyah. Rabino que presidió el Senedrín en la segunda mitad del siglo II antes de Cristo. .1

Kol le reveló, y él estaba seguro de entenderlo, que, en los tiempos venideros, ya no hablaría la voz del mismo Espíritu que había inspirado a los antiguos maestros hebreos, en la corriente de eventos registrados en la Historia del Antiguo Testamento. Y un día -fue una experiencia verdaderamente te-

rrible en el alma de Jesús de Nazaret- la Bath Kol le

hizo saber lo siguiente: “ Ya no alcanzo las alturas donde el Espíritu puede revelarme la verdad sobre el progreso continuo del pueblo judío” . Fue un momento profundamente conmovedor y terrible para Jesús de Nazaret cuando la Bath Kol parecía declararle que ya no podía continuar con las antiguas revelaciones, que ya no era capaz de perpetuar la antigua sabiduría hebraica. Así le pareció haber perdido todo fundamento, y hubo momentos en que se decía: “ Todas las fuerzas de mi alma con las que me consideraba agraciado, sólo me conducen a comprender que en la substancia evolutiva del judaísmo ya no existe el poder para ascender a las revelaciones del Espíritu Divino”. Intentemos por un momento entrar en el alma del joven Jesús de Nazaret en el momento en que estas experiencias lo invadían. Fue entre sus dieciséis y dieciocho años, cuando, en parte por razones relacionadas con su trabajo y en parte debido a otros motivos, hizo muchos viajes por el país. En estos viajes llegó a conocer muchas regiones de Palestina y lugares exteriores. Ahora, en aquellos tiempos, y a la visión clari-

vidente de la Crónica del Akasha, esto es claramente perceptible. Un culto asiático estaba muy extendido en Asia occidental y en las regiones circundantes, incluso en ciertas partes de Europa. Era una mezcla de varios ritos diferentes, pero en general representaba el culto M6-

a Mithra”. Templos dedicados al culto de Mithra se encontraban en muchas regiones muy dispersas. Los ritos a menudo contenían elementos del culto de Attis”, pero en esencia eran una forma de culto mitrai-

co. Eran cultos paganos, pero comprendían muchas prácticas y ceremonias comunes al culto de Mithra o Attis. Lo extendido que estaba este culto, lo muestra el ejemplo de que, la Basílica de San Pedro en Roma, se

halla en el mismo sitio en que antes existía semejante templo. Aunque para muchos católicos puede parecer sacrílego, la verdad obliga a decir que, en su forma externa, el ceremonial practicado en la Iglesia de San Pedro en Roma y todo lo que se deriva de él, no se diferencia en mucho del culto de Attis, en cuyo antiguo sitio se encuentra la Basílica de San Pedro. Y en muchos sentidos el culto actual de ésta es muy similar al antiguo culto de Mithra. Cuando a sus dieciséis, diecisiete y dieciocho años,

Jesús de Nazaret comenzó a viajar por la región, conoció estos centros de ritos paganos. Más tarde descubrió aún más sobre ellos. De esta manera aprendió a comprender las almas de los pueblos paganos mediante la observación física real. En ese momento, como resultado del poderoso acto por el cual el yo de Zarathustra había pasado a su alma, Jesús de Nazaret poseía, por

un proceso de desarrollo natural, un poder de clarivi7 Dios solar de origen persa. Lo adoptaron los legionarios romanos desde el siglo I a.C hasta el V d.C., pero añadiendo características no persas. En el museo de Córdoba existe una estatua del dios Mithra que se descubrió en la ciudad cordobesa de Cabra. * Conocido como Córibas en la mitología Griega y Frigia. Amante eunuco de la diosa Cibeles y conductor de su carroza tirada por leones. Sus sacerdotes también eran eunucos. «e

dencia como el que otros solo podían lograr mediante un intenso esfuerzo. Por lo tanto, al presenciar estos cultos experimentó muchas cosas que permanecieron ocultas a los demás, muchas cosas terribles. Por fabuloso que parezca, debo decir que Jesús de Nazaret, al observar ante altares paganos cuando el sacerdote hacía el sacrificio, percibió que, por el mismo acto, eran atraídos diversos seres demoníacos. Descubrió que muchos ídolos adorados por la gente, en realidad no eran imágenes de los buenos Seres Espirituales de las Jerarquías Superiores, sino de los poderes demoníacos. También percibió que muchas veces estos poderes demoníacos penetraban en los creyentes que participaban en estos ritos. Por razones fáciles de entender, estas cosas no figuran en los otros Evangelios. Y de hecho solo ahora, dentro de nuestro Movimiento Espiritual, tales cosas pueden ser reveladas, puesto que sólo en nuestro tiempo el alma humana puede verdaderamente comprender aquellas profundas y grandiosas experiencias que en el alma del joven Jesús de Nazaret tuvieron lugar. Estos viajes continuaron hasta sus veinte, veintidós o veinticuatro años. Sentía amarga tristeza en el alma cuando presenciaba el poder ejercido por los demonios, engendrados en cierto modo por Lucifer y Ahriman, y se dio cuenta de cómo los pueblos paganos, en muchos aspectos, llegaron a tomar por dioses a los demonios, incluso para representar en los ídolos, imágenes de las potencias demoníacas atraídas por las ceremonias, demonios que penetraban y poseían a las gentes que allí oraban. Fueron experiencias amargas que Jesús tuvo que sufrir, y llegaron a su punto culminante alrededor de los veinticuatro años. = T-

Fue una nueva y difícil experiencia que se sumó a la causada por la desilusión con la Bath Kol. Al narrar esta experiencia de Jesús de Nazaret, tengo que decir que todavía no estoy en condiciones de indicar con precisión en qué lugar de su viaje sucedió esto. Me fue posible descifrar la escena con un alto grado de certeza, pero hoy no puedo indicar el lugar exacto. Creo -sin estar seguro de ello- que fue en un lugar fuera de Palestina. Pero, aunque no puedo asegurar esto con certeza, debo relatar la escena. A la edad de veinticuatro años, Jesús de Nazaret llegó a un lugar de culto pagano donde se hacían ofrendas a cierta divinidad. Pero la gente de alrededor se encontraba en un estado de extrema miseria, afectada por toda clase de terribles enfermedades anímicas que se manifestaban hasta en lo corpóreo. Los sacerdotes habían abandonado hace mucho tiempo este lugar de culto. Y Jesús oyó a la gente lamentarse de que los sacerdotes les habían abandonado, que ahora carecían de la bendición del sacrificio y que sufrían de lepra y otras enfermedades, precisamente porque los sacerdotes les habían abandonado. Jesús de Nazaret

se entristeció por la gente y un amor infinito por este pueblo estalló en su alma. La gente que lo rodeaba debió de notar algo de este amor infinito que brotaba dentro de él; debió causar una profunda impresión en aquellas personas afligidas que se lamentaban, que habían sido abandonadas por sus sacerdotes y -como creían- también por su dios. En el corazón de la mayoría de ellos, repentinamente surgió algo que encontró su expresión en que esa gente, percibiendo

en el rostro de Jesús el reflejo de su inmenso amor, le

dijeron: ¡Tú eres el nuevo sacerdote que nos ha sido - 79-

enviado! Le obligaron a colocarse en el altar pagano, y le pidieron hacer el sacrificio para procurarles la bendición de Dios. Mientras esto sucedía, mientras la gente lo conducía hacia el altar, cayó como muerto. Su alma quedó como enajenada y la gente que creía que su dios había regresado a ellos, fue testigo del terrible espectáculo de que aquel a quien habían considerado como el nuevo sacerdote enviado del cielo, había caído como si estuviera muerto. Pero el alma de Jesús

era consciente de ser transportada a los reinos espirituales, a la esfera de la existencia del sol. Y ahora,

como resonando desde las esferas del sol, esta alma escuchó palabras como las que a menudo había escuchado a través del Bath Kol. Pero la Bath Kol estaba ahora transformada, con-

vertida en algo totalmente distinto. Además, la voz le llegó de otra dirección, y lo que ahora Jesús de Nazaret percibió, traducido a nuestro idioma”', puede sintetizarse en las palabras, que por primera vez he podido enunciar cuando, hace poco, se colocara la piedra fundamental de nuestra sede central en Dornach” ¡Existen ciertos deberes ocultos! Obedeciendo a semejante deber oculto, tuve que enunciar entonces lo que, por la transformada voz de la Bath Kol, Jesús de Nazaret había percibido según acabo de relatar. Estas son las palabras que Jesús percibió: * Se refiere al idioma Alemán. Aquí se traduce al español. * La colocación de la Piedra Fundamental del primer Goetheanum. Dornach (Suiza), sede central de la Sociedad Antroposóftica General, había tenido lugar el 20 de septiembre de 1913; dos semanas antes de esta conferencia. - 80-

AUM, ¡Amén! Impera el Mal, testigo de yoidad que se desenlaza, deuda del propio ser, por otros acarreada, vivida en el pan de cada día, en que no domina la voluntad de los cielos, porque el hombre se separó de vuestro reino y olvidó vuestro nombre, Vosotros, Padres en los cielos. AUM, ¡Amén! El Mal gobierna, los representantes del egoísmo, hacen pagar sus culpas a los inocentes, a cambio del pan de cada día, la Voluntad de los Cielos ya no reina en la Tierra, porque el hombre se ha separado de vuestro reino, y ha olvidado vuestro nombre,

Padres en los Cielos.*

AUM, ¡Amén! Es walten die UÚbel, Zeugen sich lósender Ichheit,

Von andern erschuldete Selbstheitschuld,

Erlebet im táglichen Brote,

En dem nicht waltet der Himmel Vville, Da der Mensch sich schied von Eurem Reich

Y vergass Euren Namen,

Ihr Vater en den Himmeln.>*

* Adaptación de Pedro Quiñones Vesperinas. 1999. * Texto original en alemán. - 81.-

Únicamente así puedo traducir lo que, en aquel momento, como Jesús de Nazaret, había percibido la transformada voz de la Bath Kol ¡No es posible traducirlo de otro modo! Con estas palabras se expresa lo que vivió en el alma de Jesús de Nazaret, al despertar del desmayo que le había causado el enajenamiento de su alma. Cuando, al haberse despertado, Jesús quiso volver la vista a la multitud de los afligidos y oprimidos que le habían puesto ante el altar, todos habían huido. Y al dirigir la mirada clarividente hacia la le-

janía, sólo percibió unas cuantas potencias demonía-

cas, seres demoníacos vinculados con esa gente.

Este fue el segundo acontecimiento importante, en los distintos períodos de la vida de Jesús de Nazaret, desde la edad

de doce años. Ciertamente, no

fueron acontecimientos placenteros ni dichosos los que más impresionaron al alma del joven Jesús de Nazaret, sino que antes de llegar al Bautismo en el Jordán, esta alma

naturaleza humana.

debió conocer los abismos

de la

Después de este viaje Jesús de Nazaret volvió a casa. Fue aproximadamente a la edad de veinticuatro años cuando regresó a su casa, en el tiempo en que murió su padre”. El alma de Jesús estaba todavía impregnada de la viviente y poderosa impresión de cómo los efectos demoníacos habían penetrado en la antigua religión pagana. Pero, así como determinados grados del conocimiento superior sólo se alcanzan después de conocer los abismos de la vida, así también le sucedió a Jesús de Nazaret, en un lugar > El José Natánico que es su padre biológico. Ya solo le quedaba su madre adoptiva de la línea salomónica. - 87-

desconocido para mí, alrededor de sus veinticuatro años, debido a que había mirado tan hondamente en

las almas humanas en las cuales, en cierto modo se había concentrado toda la desolación anímica de la

humanidad de aquel tiempo.

También había llegado a profundizar en la sabi-

duría, la cual, en verdad, penetra el alma como

el

hierro candente, pero también la conduce a la clarividencia, al punto de percibir la luz de las vastedades del espíritu. De tal modo, esta alma, más bien joven, había llegado a poseer el tranquilo y penetrante ojo capaz de leer lo espiritual. Jesús de Nazaret se había convertido en un hom-

bre que miraba profundamente los misterios de la vida, más profundamente que cualquier hombre que hubiese vivido en la Tierra hasta entonces. Nadie antes que él había sido capaz de dar testimonio del grado de intensidad que puede alcanzar la miseria humana ¡Había visto la miseria en su forma más profunda

y concentrada;

había

visto cómo

los mismos

ritos sagrados pueden evocar toda clase de demonios! En verdad, ningún ser humano en la Tierra había observado con tanta penetración la desolación humana como lo había hecho Jesús de Nazaret y nadie sino él, había sido capaz de una profundidad tan infinita de sentimientos ante esas gentes poseídas por demonios. Tampoco ningún otro ser en la tierra estaba tan preparado como él para preguntarse: ¿Cómo se puede poner fin a tanta miseria en la Tierra? De esta manera, Jesús de Nazaret no sólo estuvo

dotado de profunda sabiduría, sino que, en cierto

modo, la vida misma le había convertido en inicia+

do. Y llegaron a tener conocimiento de ello hombres que en aquel tiempo se habían reunido, en la orden conocida en todo el mundo, como Orden de los Esenios. Los Esenios eran hombres que en determinados lugares de Palestina cultivaban una especie de enseñanza oculta; una orden estricta y rigurosa. Para ingresar en esta orden había que pasar por una rigurosa etapa preparatoria de por lo menos un año; casi siempre, de más tiempo. A través de la conducta du-

rante ese período, sus principios morales, el servicio a las supremas potencias espirituales, el amor a la justicia y la igualdad entre los hombres, como asimismo la renuncia a los bienes terrenales, etc., el pretendi-

ente mostraba que era digno de ser iniciado. Después había distintos grados de ascender en la vida Esenia destinada a acercarse al mundo

espiritual, a la vez

de cierta separación de los demás, con una severa disciplina monástica y ciertas reglas de castidad y limpieza, con el fin de alejar todo lo corporal y anímicamente indigno. Esto también se expresa en ciertas leyes simbólicas de la orden de los Esenios. Estos principios se expresaron en muchas reglas simbólicas de la Orden. En la Crónica del Akasha se ha podido descifrar que el nombre “Esenio” se deriva o, al menos, se relaciona con la palabra judía “essin”, o “assin”

que significa algo así como pala, palita; porque los Esenios llevaban consigo, como distintivo, una palita, costumbre que hasta en nuestros días se conserva en algunas comunidades monásticas. Los principios Esenios también se expresan en ciertas costumbres simbólicas: no estaba permitido llevar monedas consigo, no podían pasar por una puerta pintada, o cerca - 84 -

de la cual hubiera pinturas. Y puesto que la orden de los Esenios gozaba entonces de cierto reconocimiento exterior, se habían construido en Jerusalén puertas sin pintar, de modo que también los Esenios podían ir a la ciudad. Cuando un Esenio llegaba a una puerta pintada, siempre debía volver atrás. Dentro de la orden misma existían antiguas escrituras y tradiciones sobre cuyo contenido los miembros de la orden observaban absoluta discreción. Sólo podían enseñar lo que dentro de la orden habían aprendido. Quien ingresaba a la orden, debía traspasarle todas sus posesiones. En aquel tiempo había cuatro o cinco mil Esenios; de todas partes del mundo de entonces llegaban hombres que se sometían a las severas reglas de la orden. Muchos, que poseían una casa en algún lugar lejano, en Asia Menor, o más distante, la regalaban a la orden de los Esenios, de modo que por todas partes ésta obtenía propiedades: casas, jardines, amplios campos de tierra. No se admitía a nadie si no entregaba todos sus bienes a la comunidad. Todo pertenecía en común a los Esenios; el individuo no poseía nada para sí mismo. Una ley muy severa, comparada con las condiciones actuales hoy en día, disponía que, con la fortu-

na de la orden, el Esenio podía ayudar a toda la gente necesitada, menos a los de su propia familia.

A raíz de una donación, hubo en Nazaret un asentamiento de la orden de los Esenios, por lo que Jesús de Nazaret justamente entró en la esfera de aquella. En el centro de la orden se tuvo conocimiento de la profunda sabiduría que -de la manera descritase había inculcado en el alma de Jesús. Especialmente entre los Esenios más eminentes prevaleció una ci- 85-

erta actitud del alma. Con una especie de indicio profético, dijeron: “De entre los hombres que viven en

este mundo, debe surgir una nueva alma, ¡una que será un

Mesías!”. Por lo tanto, buscaron almas de sabiduría excepcional. Y les conmovió profundamente que les contaran la sabiduría que había florecido en el alma de Jesús de Nazaret. De ahí se explica que los Esenios admitieran a Jesús, sin que él tuviese que pasar por la prueba de los grados inferiores. Le admitieron en la comunidad como externo -no en la orden mismae incluso los más sabios de los Esenios se tornaron confiados y sin reservas frente a este joven sabio, en cuanto a sus secretos. En la Orden Esenia, Jesús de

Nazaret escuchó enseñanzas mucho más profundas sobre la historia secreta de lo que había escuchado de los escribas y doctores de la ley.

También oyó muchas cosas que él mismo, a través de la Bath Kol, había conocido en su alma, por iluminación. Al fin, hubo un vivo intercambio de ideas entre Jesús de Nazaret y los Esenios. De esta mane-

ra, él llegó a conocer, entre los veinticinco y veinti-

ocho años, o incluso más, casi todo cuanto la orden de los Esenios conocía. Pues lo que no se le comunicaba con palabras, lo recibió por medio de diversas impresiones clarividentes. Jesús tuvo importantes impresiones clarividentes, ya fuese dentro de la comunidad de los Esenios, o bien más tarde en su casa en Nazaret, donde, en el marco de una vida contem-

plativa, acogió en su alma lo que provenía de fuerzas que a los Esenios eran ajenas, pero que él recibió en su alma. Una de esas experiencias, una de esas impresiones internas, debe ser destacada particularmente porque .

puede arrojar luz sobre todo el curso de la evolución espiritual de la humanidad. Fue una gran y significativa visión a la que Jesús de Nazaret fue trasladado, en la que el Buda se le apareció como una presencia

real. De hecho, así fue, el Buda se le apareció a Jesús de

Nazaret como resultado del intercambio de pensamientos que tuvo con los Esenios. Es posible, y además es necesario hoy, hablar de estos misterios profundos de la evolución de la humanidad. En aquel diálogo espiritual, el Buda dirigió a Jesús las siguientes palabras: * Si mi enseñanza se cumpliese como ella es en reali-

dad, todos los hombres tendrían que convertirse en Esenios.

Pero esto no puede ser. Este fue el error de mi enseñanza. Incluso los Esentos sólo pueden progresar si se apartan de los demás; su modo de vida no sería posible si no fuera por la existencia de almas humanas distintas a ellos. Si mi doctrima se cumpliera al máximo, todos los hombres tendrían que convertirse en Esentos.” Para Jesús de Nazaret, este

diálogo fue un acontecer de suma importancia como resultado de su relación con los Esenios.

Otra experiencia consistió en que Jesús llegó a conocer a otro hombre, también joven, casi de su misma edad, que había entrado en relación -si bien de una manera bien distinta a la de Jesús-, con la orden de los

Esenios, pero quien tampoco fue verdaderamente Esenio, sino que vivió como lego dentro de la comunidad de los Esenios; era Juan el Bautista. Vestía como los Esenios, quienes, en invierno, se ponían prendas

de pelo de camello. Pero jamás pudo cambiar interna y completamente la doctrina del judaísmo por la enseñanza de los Esenios”. * Juan el Bautista era hijo de Isabel y Zacarías, parientes de la madre de Jesús.

- 87-

No obstante, como esta ra de vivir de los Esenios, presión, él también vivía, Esenios; cada vez más, se

sabiduría y toda la manele causaban profunda imcomo lego, la vida de los dejaba inspirar y, paso a

paso, se convirtió en lo que, en los Evangelios, se re-

lata con respecto a Juan el Bautista. Muchas conversaciones tuvieron lugar entre Jesús de Nazaret y Juan el Bautista. Y cierto día ocurrió -sé lo que significa hablar de estas cosas, y sin embargo, es preciso hac-

erlo- que, conversando Jesús con Juan el Bautista, de-

sapareció ante la vista de aquél la corporalidad física del Bautista y Jesús tuvo la visión de Elías. He aquí el segundo importante acontecer en el alma de Jesús, dentro de la comunidad de los Esenios Pero hubo también otros acontecimientos. Desde hacía algún tiempo, Jesús había observado lo siguiente. Cuando llegaba a sitios donde había puertas de los Esenios, que no tenían pinturas ni imágenes, no podía pasar por semejantes puertas sin sufrir amargura y tristeza internas. Veía esas puertas

desnudas, pero para él había en ellas imágenes espirituales; a ambos lados siempre aparecían los que en la Ciencia Espiritual conocemos bajo los nombres de Ahrimán y Lucifer. Y con el tiempo se le había formado en el alma la firme impresión de que, la aversión de los Esenios a las pinturas en las puertas, tenía que ver con la evocación de seres espirituales, y que, para los Esenios, tales pinturas eran como trasuntos de Lucifer y Ahrimán. Esto lo había advertido muchas veces. El alma que experimenta tales cosas, no se inclina a reflexionar mucho sobre ellas, porque son demasiado conmovedoras. Pronto llega a sentir que el pensam=

N -

iento humano no basta para ahondar en ellas, no es

capaz de compenetrarlas. Pero las impresiones no sólo se graban en lo profundo del alma, sino que se convierten en una parte de la vida anímica misma. Uno se siente vinculado con la parte del alma en que se acumulan esas experiencias e incluso a las experiencias mismas, que nos acompañan el resto de la vida. De este modo, Jesús de Nazaret siguió llevando en el alma las dos imágenes, la de Lucifer y la de Ahrimán, que había visto en las puertas de los Esenios. Al principio, el único efecto que esto produjo fue hacerle comprender que imperaba un misterio entre estos Seres espirituales y los Esenios. Además, dado que estas experiencias habían llegado a Jesús de Nazaret, el entendimiento mutuo con los Esenios ya no era tan fácil como lo había sido antes. Porque había algo en su alma de lo que no podía decir nada a los Esenios, algo parecía faltar mientras conversaban juntos, porque siempre se interponía lo que había experimentado en las puertas de los Esenios. Después de una conversación sumamente importante, en la que habían hablado sobre asuntos espirituales elevados, al salir por la puerta del edificio principal de los Esenios, Jesús de Nazaret vio las figuras que él sabía que eran Lucifer y Ahrimán. Entonces vio que los dos huían de la puerta del monasterio de los Esenios, y en su alma surgió una pregunta. No que él mismo preguntara, sino que con inmensa fuerza elemental surgió en su alma la pregunta: ¿A dónde huyen estos seres; a dónde huyen Lucifer y Ahrimán? Sabía que lo sagrado del convento de los Esenios les había ahuyentado; pero en su alma quedó impregnada la pregunta: ¿A dónde huyen? - 89-

Después del diálogo espiritual, al haber pasado por la puerta del edificio principal de los Esenios, ardía en su alma la pregunta: ¿A dónde huyen Lucifer y Ahrimán? En la próxima conferencia hablaremos de lo que Jesús siguió haciendo bajo la impresión de esta pregunta que se había impregnado en su alma y, además, de lo que él había oído como la voz cambiada de la Bath Kol, al haberse caído junto al altar del culto pagano; y finalmente, del significado de lo que acabo de relatar. Esta pregunta arraigó en su alma, ardió como fuego en su alma y nunca lo abandonó. A medida que avanzaba durante las semanas siguientes, estaba con él cada hora, cada minuto. ¿A dónde huyen Lucifer y Ahriman?

Quinta Conterencia Christiania (Oslo), 6 de Octubre de 1913

En la conferencia anterior dirigimos nuestra at-

ención sobre la vida de Jesús de Nazaret, desde los

doce hasta cerca de los treinta años de edad. Seguramente -por lo que comenté- se habrán dado cuenta que durante este período ocurrieron muchas cosas de profundo significado, no solo para el alma de Jesús de Nazaret, sino para toda la evolución de la humanidad. Porque los estudios antroposóficos les habrán

traído el recuerdo de que, todo en la evolución de

la humanidad está interconectado, y que un evento de tanta importancia en la vida de un alma humana,

tan profundamente ligado al destino de la humanidad, también es importante para el conjunto. Desde diferentes puntos de vista aprendemos a conocer el significado del acontecimiento del Gólgota; y en este ciclo de conferencias se trata de conocerlo por la contemplación de la vida de Cristo Jesús. Por lo tanto, vamos a dirigir la mirada con la que ayer consideramos dicho período, una vez más sobre el alma de Jesús de Nazaret, para contemplar lo que habrá sentido después de haber experimentado, hasta la edad de veintiocho, veintinueve años, los significativos acontecimientos a los que en la conferencia anterior me he referido. Para poder vislumbrar algo de lo que vivía en el alma de Jesús, voy a relatar un suceso que tuvo lugar - 91-

cuando Jesús de Nazaret tenía un poco más de veinte años. Se trata de un diálogo que él sostuvo con su madre””, es decir, con quien se había convertido en su madre durante muchos años después de que las dos familias se unieran en una sola. Con ella siempre se había entendido perfecta e íntimamente, mucho mejor que con los demás miembros de la familia que vivían en la casa de Nazaret; o mejor dicho, él se entendía con todos, pero ellos no se entendían igual con él. Anteriormente, Jesús ya había conversado con su madre

sobre muchas de las

impresiones que se habían ido

formando gradualmente en su alma; pero en el citado momento tuvo lugar una conversación muy significa-

tiva que nos permite mirar en lo profundo de su alma. Las vivencias por las que Jesús había pasado le habían aportado una sabiduría cada vez mayor, de tal modo que, esa infinita sabiduría, estaba reflejada en su rostro. Pero como siempre ocurre, aunque en menor medida, también se había formado en su interior cierta

tristeza. El primer fruto de esta sabiduría había sido que su penetrante visión hacia los hombres de su entorno, verdaderamente le producía una profunda tristeza. A esto se sumó el que, hacia finales de sus veinte años, en sus horas de quietud, sus pensamiento volvían cada vez más hacia un hecho particular en su vida. Le venía a la memoria el gran cambio interior, la revolución que había tenido lugar a sus doce años, como resultado natural de la transferencia a su alma del yo de Zarathustra, del niño Jesús salomónico. En los primeros tiempos después de penetrar en su ser el yo de Zarathustra, en cierto modo sólo había 37 La madre del Jesús Salomónico. Él era el Jesús Natánico, con el yo de Zarathustra. < -

sentido en sí mismo el infinito enriquecimiento interior. Al final de su tercer decenio aún no sabía que él era Zarathustra reencarnado, pero sí sabía que a los doce años se había producido en su alma un profundo cambio. Y ahora, a menudo sentía: ¡Ah! ¡Qué diferente era mi vida antes de aquel cambio! Sus pensamientos se remontaban a los años anteriores recordando el infinito calor de corazón que había caracterizado su vida. En su infancia había estado ensimismado con caluroso afecto en todo lo que de la naturaleza habla al hombre y con amor a todo lo sublime que hay en ella. Pero poseía poco talento para adquirir los tesoros del saber humano. Poco le había interesado lo que se aprende por la educación escolar. Sería totalmente erróneo creer que, hasta los doce años, este niño Jesús hubiese sido especialmente dotado en sentido externo. Tenía un encanto interior, una gran comprensión de la vida humana, sentimientos profundos y sensibles, ternura, una cualidad angelical de ser. A los doce años, todo

esto pareció haberle abandonado súbitamente; y ahora recordó y sintió cómo, antes de la edad de doce años, había estado vinculado a todo lo profundo del espíritu del universo y que su alma había estado abierta a las infinitas vastedades espirituales. Luego recordó de nuevo cómo, a partir de los doce

años, se sintió capaz de asimilar la erudición hebrea,

que sin embargo parecía surgir espontáneamente en su alma; cómo, viajando, llegó a conocer los cultos paganos; que tuvo ante el alma el saber y la religiosidad del paganismo. Y además, que, entre los dieciocho y veinticuatro años había estado en contacto con los tesoros externos de la humanidad, lo que se había convertido en tesoros del alma de la sabiduría - 3-

humana, de la cultura humana, de los grandes logros morales. Y que, aproximadamente a la edad de veinticuatro años, contactó con la comunidad de los Esenios, donde conoció una doctrina oculta y a hombres dedicados a ella. Todo esto lo recordó muchas veces. Pero también fue consciente de que, con ello, en el fondo, no reunió en el alma sino lo que, desde la antiguedad,

el hombre

había acumulado.

Vivió con

lo que se ofrecía como tesoros humanos de sabiduría,

de cultura, de conquistas morales. También recordó, muchas veces, su vida anterior a los doce años, cuando se había sentido vinculado al origen divino de la existencia, cuando todo en él era prístino y espontáneo,

cuando

todo

surgió

de

su

ánimo

rebosante,

caluroso y lleno de amor, en íntima consonancia con las demás fuerzas del alma humana. Estos sentimientos le condujeron entonces a una

conversación con su madre. Ella le amaba inmensamente y a menudo había hablado con él sobre toda la belleza y grandeza que en él se había formado desde sus doce años. Al principio, él no había confesado a su madre la disonancia que ello había suscitado en su interior, de modo que ella sólo había visto lo hermoso

y grandioso. Por lo tanto, en esta conversación, que fue realmente una confesión completa, todo era nuevo para ella, pero lo acogió íntimamente y de todo corazón. Ella tenía una profunda e íntima comprensión del estado del alma de Jesús y de que él añoraba lo que antes de los doce años había poseído. Trató de consolarle, destacando todos los dones y lo hermoso y sublime que desde entonces había aparecido en él. Le recordó el resurgimiento de las grandes doctrinas,

la sabiduría y el tesoro de las leyes del judaísmo y N -

todo cuanto a través suyo se había manifestado. Con el corazón oprimido, Jesús escuchó a la madre apreciar lo que él consideró como algo superado, y le respondió: Todo esto será cierto; pero ¿qué importancia puede tener para la humanidad, si por mí o por otro resurgieran todos los antiguos y magníficos tesoros espirituales del judaísmo? En el fondo, carece de importancia lo que de tal manera pudiera manifestarse. Si ahora en nuestro entorno existiera una humanidad que tuviese oídos para ofr el lenguaje de los profetas antiguos, entonces sí sería provechoso hacer resurgir los antiguos tesoros de sabiduría. Incluso si hoy viniera Elías -así habló Jestús- para enunciar lo mejor que él había experimentado en las vastedades celestes, no existen los hombres que tengan oídos para oír la sabiduría de Elías, ni de los profetas anteriores, ni de Moisés, ni de los demás hasta llegar a Abraham. Hoy no sería posible enunciar lo que ellos habían dado, el viento

se llevaría sus palabras. Para el mundo de hoy, no tiene ningún valor lo que yo creía haber adquirido. Así habló Jesús de Nazaret y se refirió a que, hacía poco, las palabras de un gran maestro habían dejado de ser efectivas. Si bien no fue un maestro a la altura de los profetas antiguos, fue un profundo y gran maestro, el bondadoso Hil-lel, el viejo*. Jesús sabía muy bien que Hil-lel, aún en los tiempos de Herodes, en los que no era fácil ganar prestigio, era muy apreciado dentro del judaísmo; también sabía que él había pronunciado profundas palabras. De él se dijo: En el pueblo judío, la Tora desapareció, pero Hil-lel la restableció. Para los que le comprendieron, apareció como ** Hil-lel (75 a.C.- 10 d.C.) Rabino y maestro judío. Primer erudito que sistematizó la interpretación de la Torá escrita. Según el Talmud nació en Babilonia -

.

renovador de la primitiva sabiduría judía. Él anduvo de lugar en lugar como uno de los maestros de la sa-

biduría; como un nuevo mesías viajaba por el terri-

torio del pueblo judío. Era de carácter muy apacible. Todo esto se relata incluso en el Talmud, y también lo verifica la sabiduría exterior. La gente le elogiaba con entusiasmo y decía que era un hombre que hacía mucho bien. Sólo puedo citar algunos ejemplos para caracterizar cómo Jesús de Nazaret habló a su madre

aludiendo al estado anímico de Hil-lel. Los relatos le caracterizan como hombre bondadoso y apacible que por su benevolencia y amor hacía muchísimo bien. Se conserva el siguiente relato, profundamente significativo, que demuestra la gran paciencia de Hil-lel. Dos personas hacían una apuesta sobre la posibilidad de poder encolerizarle, pues era sabido que de ningún modo podría enfurecerse. Uno de los dos que hacían la apuesta decía: haré todo lo posible para conseguir que se encolerice. En el momento en que éste estaba sumamente ocupado con los trabajos preparatorios para el sábado, aquel hombre llamó a su puerta y le dijo en tono poco cortés, sin darle el tratamiento de rigor -pues era presidente de la suprema autoridad religiosa- sino que simplemente llamó: * ¡Hil-lel, rápido, ven fuera!” Él, poniéndose una prenda, salió pacientemente. El hombre, en tono vehemente, dijo: “Tengo que

preguntarte algo”. Hil-lel respondió: “ Querido ¿qué pre-

gunta tienes?” El otro dijo: “Tengo que preguntarte ¿por qué los babilonios tienen la cabeza tan delgada?” Hil-lel, en tono suave, le contesta: “Pues, querido, los babilonios tienen la cabeza tan delgada porque tienen parteras de poca habilidad”. El otro se retiró. Hil-lel se había mantenido apacible. Después de unos minutos, el hombre volvió --

de nuevo y llamó con tono brusco: * ¡Hil-lel, ven fuera, tengo que preguntarte algo!” Él poniéndose el abrigo, salió y le dijo: “Querido ¿qué pregunta tienes ahora?” Responde aquél: “Tengo que preguntarte, ¿por qué los árabes tienen los ojos tan chiquitos?” Hil-lel, afablemente le respondió: “El desierto es tan grande; los ojos se achican al mirar el enorme desierto”. El hombre de la apuesta se atemorizó. Hil-lel volvió a su trabajo, y después de unos minutos, llamó por tercera vez, en tono brusco: * ¡Hillel, ven fuera, tengo que preguntarte algo!” Él se puso el abrigo, salió y preguntó afablemente: “Ahora ¿qué tienes que preguntar?”. “Tengo que preguntarte; ¿por qué los egipcios tienen los pies tan planos?”. “Porque el territorio es muy pantanoso”, respondió él y volvió a su trabajo. Después de pocos minutos, aquél volvió y dijo que ahora no quería preguntar nada, pero que había hecho la apuesta de conseguir enfurecerle y que no lo había conseguido. Y Hil-lel le dijo apaciblemente: “Mi querido, es preferible que tú pierdas la apuesta a que yo con mi temperamento me encolerice”. Esta leyenda atestigua la paciencia de Hil-lel, paciencia con aquellos que le molestaban. En cierto sentido, semejante hombre se parece a un profeta antiguo; así lo explicó Jesús.a su madre. Muchas palabras que conocemos de Hil-lel, suenan como una renovación de la era de los antiguos profetas. Jesús le citó algunas hermosas palabras de Hil-lel, y luego dijo: “Mira, querida madre, de Hil-lel dicen que él es como un antiguo profeta resurgido. Yo pienso que todo mi saber no proviene únicamente del judaísmo”. Ciertamente Hil-lel había nacido en Babilonia, y sólo más tarde se había trasladado a territorio judío. Pero era descendiente de la estirpe de David, de tiempos remotos venía su . 97-

parentesco con la estirpe de David, de la que también provenían Jesús y los suyos. Y dijo Jesús: “Por más que yo, como lijo de la estirpe de David, hablara como

había hablado Hil-lel, hoy no existen los hombres que podrían oírlo. Semejantes palabras resultan ahora fuera de lugar; aunque en los tiempos remotos fueran adecuadas. Ya no existen los que tendrían oídos para oír. Todo lo que de esta manera se dijese, resultaría inútil” . Como resumiendo lo que en este sentido tenía que decir, Jesús de Nazaret dijo a la madre: * Ya no es apropiado para esta tierra lo enunciado por el antiguo judaísmo, pues no están ya los antiguos judíos. Hay que considerarlo como algo sin valor en nuestra tierra” . Con extraños sentimientos en su corazón, la madre le oyó hablar de la inutilidad de lo que para ella era lo más sagrado; pero le amaba de todo corazón, y sólo sintió infinito amor. Debido a ello se suscitó en la madre algo como una íntima comprensión de lo que él quiso decirle. Jesús siguió hablando y pasó a relatar lo que había experimentado en los lugares del culto pagano. Recordó cómo se había caído junto al altar pagano, y que había oído la voz cambiada de la Bath Kol y luego en su interior algo que fue como una renovación de la antigua sabiduría de Zarathustra. Aún no sabía claramente que en sí mismo portaba el yo de Zarathustra, pero mientras hablaba, surgieron en él la sabiduría, el impulso y las enseñanzas de Zarathustra.

En comunidad con su madre, experimentó la realidad de ese poderoso impulso. Todo lo hermoso y grandioso de la antigua sabiduría solar surgió en su alma. Recordó las palabras de la Bath Kol y las pronunció para la madre:

- 98-

AUM, ¡Amén! Impera el Mal,

testigo de yoidad que se desenlaza, deuda del propio ser, por otros acarreada, vivida en el pan de cada día,

en que no domina la voluntad de los cielos,

porque el hombre se separó de vuestro remno y olvidó vuestro nombre, Vosotros, Padres en los cielos.

AUM, ¡Amén! El Mal gobierna, los representantes del egoísmo, hacen pagar sus culpas a los inocentes, a cambio del pan de cada día,

la Voluntad de los Cielos ya no reina en la Tierra,

porque el hombre se ha separado de vuestro reino, y ha olvidado vuestro nombre, Padres en los Cielos.

Con estas palabras, se dio cuenta de todo lo gran-

dioso del culto de Mitra. Habló con su madre sobre la grandeza y la gloria del culto pagano, y sobre lo que habían contenido los Misterios de los pueblos antigu0S, Mucho de lo cual se'había unido a los Misterios del Asia Occidental y del Sur de Europa. Pero en su alma también vivió el sentimiento de que, paso a paso, ese culto, al caer bajo la influencia de potencias demoníacas, había sufrido una transformación, lo que él mismo

había experimentado aproximadamente a la edad de veinticuatro años. Todo eso lo recordó, y también la sabiduría de Zarathustra le pareció como algo para lo cual ya no era apto el hombre de entonces. Lo expresó con estas palabras significativas: “ Por más que se aunaran - 99-

todos los cultos Mistéricos con lo grandioso de los tiempos pasados y toda esa grandeza pudiera revivirse, ya no existen hombres para oírlo. Todo eso es inútil. Si saliera para enunciar a los hombres lo que oí como la voz cambiada de la Bath

Kol, si hablara del secreto del por qué los hombres, en su cuer-

po físico, ya no pueden vivir en comunidad con los Misterios, ningún ser humano podría comprenderlo; todo degeneraría en fuerza demoníaca. No existen oídos para comprender mis palabras. Los hombres han perdido la capacidad de oír lo que antaño se había enunciado y escuchado”.

Porque ahora Jesús sabía que aquello que él había oído como la transformada voz de la Bath Kol, fue una antiquísima sabiduría sagrada, una oración que pertenecía al tesoro espiritual de todos los Misterios, oración que había caído en el olvido, pero que en él surgió al haberse caído junto al altar pagano. Pero también vio, y lo expresó en aquel diálogo, que ya no había posibilidad de poderla comprender. Continuando el diálogo, Jesús contó a su madre lo que conoció en la comunidad de los Esenios. Habló de la belleza, grandeza y gloria de la enseñanza de los Esenios, de su benevolencia y de su afabilidad. Y en-

tonces agregó, como tercera palabra significativa, lo que había llegado a comprender en su diálogo visionario con el Buda: que no todos los hombres pueden convertirse en Esenios. ¡Qué acertadas fueron las palabras de Hil-lel!: No te separes de la comunidad, trabaja Yy actúa dentro de ella, pues si estoy solo, ¿qué soy yo? Pero así proceden los Esenios, se apartan de los demás, los que de este modo se vuelven desafortunados. Después contó a su madre lo que en la conferencia anterior les he relatado: “ Cuando un día salí, después de un íntimo e importante diálogo con los Esentos, percibí en D-

la puerta que Lucifer y Ahrimán huían; y desde entonces sé que, por su vida y su doctrina oculta, los Esenios se protegen a sí mismos de tal manera que deben huir de sus puertas Lucifer y Ahrimán. Pero, con esto, los Esentos envían a Lucifer y Ahrimán a los demás, para ser ellos favorecidos”. Estas palabras tuvieron un profundo impacto en el tierno y amoroso corazón de la madre y se sintió a sí misma como transformada, como si su propio ser se hubiese puesto en armonía con Jesús. Pero Jesús de Nazaret tuvo la sensación de que, con este diálogo, todo lo que poseía en su interior se hubiese retirado de él. Fue consciente de eso y también su madre lo fue. Cuanto más hablaba con la madre, cuanto más ella le escuchaba, tanto más la madre supo cuánta sabiduría había vivido en él desde la edad de doce años. Pero todo quedó como diluido, enajenado de él.

Jesús había colocado en el corazón de la madre todo

lo que había experimentado y vivido interiormente. Con ese diálogo él también estaba como transformado, de tal manera que a los hermanos” y a los demás parientes les pareció que había perdido la razón. * ¡Cómo lo lamentamos!”, decían ellos, “pues su conocimiento fue muy grande; siempre estuvo muy callado, pero ahora ya no está en su juicio”. Y le consideraban como hombre perdido. Efectivamente, días enteros anduvo como en estado de somnolencia: el yo de Zarathustra estaba a punto de abandonar el cuerpo de Jesús de Nazaret. Y finalmente surgió en él la decisión que le condujo, como movido automáticamente, al ya conocido Juan el Bautista. * Mateo 12/46-47 (Judá, Josetos, Simeón, Jacobo, Lisia y Lidia). Marcos 6-1/4 (Santiago, José, Judas y Simón y dos hermanas). (Se puede decir hermanastros). - 101-

Aconteció

entonces

el Bautismo

en el Jordán al

que muchas veces me he referido. En el diálogo con la madre se había retirado el yo de Zarathustra, y con ello sobrevino nuevamente lo que había existido hasta la edad de doce años, pero acrecentado, más grandioso. Con el Bautismo en el Jordán se sumergió en este cuerpo el Cristo; Jesús ahora estaba imbuido del Cristo. Pero la madre también había adquirido un nuevo yo que se había sumergido en ella; se había convertido en una nueva personalidad. Y en el mismo instante en que ocurrió el Bautismo, la madre

también sintió algo así como el final de su transformación. Tenía entonces cuarenta y cinco o cuarenta y seis años, y se sintió a sí misma como penetrada del alma de la madre que había fallecido, la del niño Jesús que, a los doce años, había recibido el yo de Zarathustra. El espíritu de la otra madre descendió y se unió a la madre con la cual Jesús había sostenido aquel diálogo; y ésta se sintió como aquella joven madre, la del niño Jesús del Evangelio de Lucas.

¡Intentemos imaginar de la justa manera la infinita importancia de aquel acontecimiento! Tratemos de sentirlo profundamente y darnos cuenta de que, un Ser absolutamente único vivía en la Tierra: el Ser del Cristo en un cuerpo humano, una Entidad que jamás había vivido en un cuerpo humano; que hasta entonces no había conocido

ninguna

vida terrenal, sino

únicamente los reinos espirituales. De lo terrenal sólo supo lo que en cierto modo se había acumulado en los cuerpos físico, etéreo y astral de Jesús de Nazaret. El Cristo descendió en estos tres cuerpos, en lo que estos cuerpos se habían convertido bajo la influencia de los treinta años de vida que hemos explicado. Y lo - 102-

que la entidad de Cristo comenzó a experimentar en

la Tierra, fue una vivencia absolutamente nueva, sin

referencias previas”.

La Crónica del Akasha y el Quinto Evangelio nos indican que el Cristo primero fue conducido a “la soledad “. Jesús de Nazaret, en cuyo cuerpo ahora estaba el Cristo, había abandonado todo lo que le había vinculado con el resto del mundo. El Ser del Cristo había llegado a la Tierra. Para comenzar, se sintió atraído por las impresiones conservadas por el cuerpo astral, que habían sido hechas sobre ese cuerpo y habían permanecido, tal como estaban, en la memoria. En cierto modo, era como si el Cristo se dijera: este es el cuerpo que había visto huir a Ahrimán y Lucifer, y que había sentido que los Esenios, por sus aspiraciones, empujan hacia los demás a Ahrimán y Lucifer. El Cristo se sintió atraído hacia estos dos, pues son ellos con quienes los hombres deben luchar. Y así, el Ser Crístico, viviendo por primera vez en el cuerpo de un hombre, salió a la soledad, para luchar con Ahriman y Lucifer. Creo que la escena de la tentación -que ahora voy a relatar- es en gran medida correcta. Observar seme-

jantes cosas en la Crónica del Akasha es muy difícil,

por lo que advierto expresamente que ciertos pormenores posiblemente haya que modificarlos, aunque en forma insignificante; pero lo esencial está. Muchas veces me he referido a que la escena de la tentación

*0 “Sin saber con qué iba a encontrarse”, o expresado en términos de Teoría del conocimiento Goetheana: “como experiencia pura”. * Es más exacta esta descripción, que la que suele traducirse como “desierto”. - 103-

la relatan los Evangelios según distintos puntos de vista. Me he esforzado mucho en investigarla y voy a contar cómo ocurrió realmente. En la soledad, el Cristo en el cuerpo de Jesús de Nazaret, primero encontró a Lucifer, la entidad que se aproxima al hombre presuntuoso, falto de humildad y conciencia del propio ser. Lucifer se dirige al falso orgullo y a la altanería del hombre. Lucifer se enfrentó al Cristo, diciéndole -aproximadamente- lo que también figura en los otros Evangelios: “ ¡Contémplame! Los reinos en los que el hombre ha sido colocado, fundados por los antiguos dioses, ya han envejecido. Yo voy a fundar un nuevo reino y te daré todo lo que existe de belleza y gloria de los antiguos reinos, si tú entras en mi reino. Pero debes separarte de los otros dioses y reconocerme a mí.” Lucifer le describió toda la belleza de su propio

mundo, y todo lo que diría al alma humana, cada vez

que tuviera un poco de orgullo. Pero como Cristo había venido de los mundos espirituales, sabía quién era Lucifer y a qué debía atenerse el alma para no ceder a la tentación. Cristo no conocía la tentación de

Lucifer, pero Él sabía cómo se está al servicio de los

dioses, y poseía la fuerza para rechazar a Lucifer.

Para un segundo ataque, Lucifer llamó a Ahrimán, para que le ayudase y ambos se dirigieron al Cristo. Por un lado, Lucifer, trató de incitarle al orgullo. Por otro, Ahrimán,

habló a su miedo.

De esta manera,

aquél le dijo: “Con mi espiritualidad, con lo que yo puedo darte, no te hará falta lo que ahora necesitas por haber adoptado, como Cristo, un cuerpo humano. Este cuerpo te subyuga, te obliga a reconocer las leyes de la gravitación. Si yo te arrojo al abismo, el cuerpo humano te impide que- 104 -

brantar la ley de gravitación. Pero si tú me reconoces a mí, voy a anular las consecuencias de la caída, y nada te pasará” Ahrimán le dijo: * Voy a librarte del miedo, ¡tírate!”. Ambos le acosaron, pero como en su acoso en cierto modo se equilibraron, el Cristo pudo librarse de ellos.

Él encontró la fuerza que en la Tierra el hombre debe encontrar para elevarse sobre Lucifer y Ahrimán. Ahrimán dijo entonces a Lucifer: “Tu presencia me estorba; en vez de aumentar mis fuerzas, las disminuiste”.

El último ataque lo emprendió Ahrimán solo, di-

ciendo al Cristo lo que, como un eco, se encuentra en

el Evangelio de Mateo: “ Haz que lo mineral se convierta en pan; si te jactas de poseer fuerzas divinas, di que estas piedras se hagan pan”. Pero el Cristo respondió: “ No sólo de pan vive el hombre, sino de lo espiritual que proviene de los mundos espirituales”. Nadie lo sabía mejor que Él porque acababa de descender de los mundos espirituales. Pero Ahrimán le respondió: “ Por más que tengas razón, esto no me impide tener un cierto control sobre ti. Tú únicamente sabes cómo actúa el espíritu que desciende de las alturas, jamás estuviste en el mundo humano. Aquí abajo, en el mundo humano, viven hombres que verdaderamente necesitan que las piedras se conviertan en pan, pues no les es posible nutrirse de espíritu solamente.” Este fue el momento en que Ahrimán decía al Cristo algo que en la Tierra se podía saber, pero que, el Dios que en aquel momento había descendido, aun no podía saberlo. Él no sabía que aquí abajo hacía falta convertir la sustancia mineral - metal- en dinero, en pan. Y Ahrimán respondió que aquí abajo el hombre se ve en la necesidad de nutrirse por medio del “oro”. He aquí el punto en que Ahrimán todavía retuvo el poder. Y él se dijo entonces: ¡Voy a valerme de este poder! - 105-

Esto es el verdadero relato de la tentación. En ella quedó un punto sin resolver. Los problemas no encontraron solución definitiva. Los problemas concernientes a Lucifer se resolvieron, por cierto, pero no así los referentes a Ahrimán. Para ello hace falta algo más*. Al salir de la soledad, el Cristo Jesús se sintió lle-

vado más allá de todo lo vivido y aprendido a partir de los doce años; sintió que el Espíritu de Cristo se había unido con lo que, en Jesús, había vivido antes de la edad de doce años. En verdad, ya no se sintió vinculado a lo que en la humanidad había quedado envejecido y marchitado. Hasta la palabra que en el mundo se profería, le dejó indiferente y al principio, incluso quedó callado. Anduvo por las cercanías de Nazaret y más allá; visitó muchos de los lugares, por los que ya como Jesús de Nazaret había pasado, y entonces sucedió algo sumamente notable. Téngase bien presente que relato lo que pertenece al Quinto Evangelio, y no vendría al caso que alguien quisiera descubrir contradicciones con respecto a los otros cuatro Evangelios. Me atengo al contenido del Quinto Evangelio. Muy callado, como no teniendo nada en común con su mundo circundante, el Cristo anduvo, al principio, de morada en morada, trabajando con la gente donde quiera que fuera. Las palabras que Ahrimán le había dicho sobre el pan, le habían dejado profunda* Nota: Lo aquí señalado se refiere a la necesidad de crear un nuevo orden social, como propuso Steiner. Los problemas de convivencia humana, desde siempre, aunque ahora en forma más pronunciada, han tenido su origen en el concepto que tenemos del dinero y en el uso que hacemos del mismo, que es el contrario a las leyes que, desde un punto de vista espiritual, le son inherentes. ¿1086-

mente impresionado. En todas partes, en los lugares donde antes había trabajado, volvió a encontrar gente conocida. Esos hombres se acordaron de Él, y allí realmente encontró la gente a la cual Ahrimán debe tener acceso, porque para ellos es imprescindible que las piedras se hagan pan, o convertir el dinero, el metal, en pan. Después de todo, su presencia no era esencial entre personas que observaban las máximas morales de Hil-lel o de otros maestros; pero entró en las moradas de aquellos que en los otros Evangelios son llamados “ publicanos y pecadores”, porque para ellos era necesario que las piedras se hicieran pan. Estuvo constantemente con ellos. Pero ahora sucedió algo nuevo. Muchos de esos hombres le conocían de antes de sus treinta años, pues como Jesús de Nazaret había estado ya con ellos, habían conocido su naturaleza apacible, su amor y sabiduría. En cada casa, en cada morada, se le había amado profundamente. Este

amor había quedado, y mucho se habló del amor de

ese hombre, Jesús de Nazaret, que había estado en

aquellas casas y en esos lugares. Y como por efecto de Leyes Cósmicas sucedió lo siguiente. Me refiero a escenas que eran muy frecuentes, reveladas una y otra vez por la investigación clarividente. Los miembros de familias con las que Jesús de Nazaret había trabajado, después de sus labores, se sentaban juntas al atardecer, hablando entonces del amor y la dulzura de ese hombre, Jesús de Nazaret,

que había estado en sus casas, así como de los calurosos sentimientos que había suscitado en sus almas cuando vivió entre ellos. Y muchas veces había sucedido que, después de horas enteras de semejantes reuniones, entraba en la habitación, como por una - 107-

visión común compartida por todos los miembros de la familia, la imagen de Jesús de Nazaret. Efectivamente, él los visitaba en espíritu, o ellos evocaban su imagen espiritual. Podemos imaginarnos los sentimientos que surgieron en el seno de semejantes familias, que antes habían tenido esa visión en común, cuando, después del Bautismo en el Jordán, Él regre-

SÓ. Le reconocieron por su aspecto exterior, sólo que ahora el brillo de sus ojos era más intenso. Contemplaron el rostro resplandeciente que los había mirado con tanto amor; vieron al hombre

que, en espíritu,

había estado antes con ellos. ¡Pueden imaginarse lo extraordinario que sucedió en esas familias, y en los

pecadores y publicanos, quienes, debido a su karma, estaban expuestos a todos los seres demoníacos de aquel momento! Ahora se puso de manifiesto la naturaleza cambiada

de Cristo Jesús; principalmente

en semejantes hombres se hizo evidente lo que por el habitar del Cristo en Jesús de Nazaret, éste había

llegado a ser. Antes, esos hombres habían sentido su amor, su bondad y su naturaleza apacible; pero ahora emanó de Él un poder mágico. Si antes ellos sólo se habían sentido consolados por su presencia, ahora se sintieron curados. También llamaron a sus vecinos, cuando ellos estaban también oprimidos. Así fue que, después de haber vencido a Lucifer, y cuando solo el aguijón de Ahrimán quedó entre los hombres bajo su dominio, Cristo Jesús pudo hacer lo que en la Biblia se describe como la expulsión de los demonios. Muchos de aquellos demonios que había visto cuando había caído junto al altar pagano, se apartaron de la gente

cuando, ahora Él, como Cristo Jesús, estuvo frente a - 108-

esos hombres. Los demonios percibieron a su adversario. Y mientras pasaba de esta manera por la Tierra, el comportamiento de los demonios en las almas

de los hombres le recordaba, una y otra vez, cómo había yacido en aquel antiguo altar donde en lugar de dioses, se habían reunido los demonios y donde no había podido realizar los ritos de sacrificio. También se acordó de la Bath Kol, que le había enunciado la oración de los antiguos Misterios; principalmente tuvo en mente la palabra: “vivida en el pan de cada día”. Los hombres a quienes visitó ahora, tenían que hacer pan de las piedras. Muchos de ellos dependían solo del pan para su sustento. Y la palabra de la antigua oración pagana: “vivida en el pan de cada día”, la sintió en lo profundo de su alma; sintió lo que significa la incorporación del ser humano en el mundo físico, y que, en el curso de la evolución de la humanidad,

debido a esa necesidad, la incorporación física del hombre había conducido a que los hombres olvidasen los “ Nombres de los Padres en los Cielos”, los nombres de los seres espirituales de las Jerarquías superiores. Además, sintió que no había hombres capaces de oír la voz de los antiguos profetas. Ahora supo que la vida basada en el pan de cada día separó al hombre de los reinos celestes, y que esta vida hace brotar el egoísmo y conduce al hombre hacia Ahrimán. Cuando,

entregado

a semejantes

pensamientos,

Cristo Jesús caminaba por las distintas regiones, aconteció que se convirtieron en sus discípulos y le siguieron, los que más profundamente sintieron la transformación que en Jesús de Nazaret se había producido. De diversas moradas

uno u otro le siguió,

movido por el profundo sentimiento al que me referí. - 109-

De modo que pronto hubo en torno suyo un grupo de discípulos; hombres que en cierto sentido habían adquirido un nuevo estado de su alma; hombres que, gracias al Cristo, habían llegado a distinguirse de los que - como le había dicho a su madre - ya no tenían oídos capaces de oír la antigua sabiduría. Y en Él se encendió la experiencia terrenal del Dios: “lo que tengo que decir al ser humano, no es cómo los dioses prepararon el camino del Espíritu a la Tierra, sino cómo los hombres deben encontrar el camino de la Tierra al Espíritu.” Nuevamente recordó la voz de la Bath Kol y ahora supo que habría que renovar las fórmulas y oraciones de los tiempos antiguos, y que el hombre debería buscar el camino desde abajo hacia los mundos espirituales. Las últimas palabras de la oración las cambió, dándoles sentido inverso, adecuado al hombre del tiempo nuevo, y porque había que ponerlas en relación no con todo el coro de las Entidades Espirituales de las Jerarquías, sino con el Ser Espiritual

Único: “Padre nuestro en el cielo”. Y las palabras que Él había oído como en penúltimo lugar de la oración de los Misterios: “y olvidó vuestro nombre”, las cambió

para adecuarlas a la humanidad del tiempo nuevo: “santificado sea tu nombre” y las palabras en el antepenúltimo lugar que decían: “ porque el hombre se separó de vuestro reino”, las invirtió: “venga a nosotros tu reino”. Las palabras “en que no domina la voluntad de los cielos”, también las invirtió, dándoles el sentido

adecuado a cómo ahora los hombres podían escucharlas, ya que ahora no había nadie que pudiera oír la fórmula antigua. Debía producirse un total cambio del camino a los mundos espirituales, por lo cual las invirtió: “ sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así - 110-

también en la Tierra”. El misterio del pan, o sea, de la incorporación en el cuerpo físico, el secreto de todo lo que ahora, por el aguijón de Ahrimán se le había revelado, lo transformó de tal manera que el hombre

pudiese sentir que el mundo físico también proviene del mundo espiritual, aunque el hombre no lo reconozca espontáneamente. Por eso, las palabras acerca del pan de cada día las transformó en el ruego: “danos hoy nuestro pan de cada día”. Las palabras “deuda del propio ser, por otros acarreada”, las cambió así: “ perdónanos nuestras deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Y las palabras que en la oración de los antiguos Misterios resonaban en el segundo lugar: “testigo de yoidad que se desenlaza”, las invirtió así: “mas líbranos”, y las primeras: “ Impera el Mal”, las transformó, agregando “ del Mal. Amén”. Por la inversión de la transformada voz de la Bath Kol, que Jesús de Nazaret había oído al haberse caído junto al altar, el Padrenuestro del cristianismo se nos presenta como la oración de los nuevos Misterios que el Cristo Jesús nos ha dado.

De manera similar -y queda mucho aún por exponer-, fue dado también el sermón de la montaña y otras enseñanzas que Cristo Jesús enseñó a sus discípulos. El Cristo Jesús influyó en sus discípulos de un modo singular. Hay que tener presente que simplemente estoy describiendo lo que se lee en el Quinto Evangelio. Cristo Jesús trabajó sobre sus discípulos de una manera extraña y maravillosa. Cuando les hablo de esto, mis queridos amigos, recuerden que simplemente estoy relatando lo que se debe leer en el Quin- 111-

to Evangelio.

A medida

que

Cristo Jesús avanzaba,

su entorno se vio afectado de una manera

extra-

ña. Estaba en comunión con los apóstoles, pero, como

Él era el Cristo, fue como si no solamente estuviese en su cuerpo, sino que en los lugares por donde andaba, sucedía que uno u otro tenía la sensación de

que, en sí mismo, estuviese presente el Cristo. Algunos sintieron como si esa entidad que pertenecía a Cristo Jesús estuviera en su propia alma, y luego comenzaron a expresar las palabras que sólo Cristo Jesús hubiera podido decir. Este grupo de discípulos entró en contacto con la gente, y entonces sucedía que

quien hablaba no era, en todos los casos, el Cristo Jesús mismo, sino que también hablaba uno u otro de

los discípulos; pues tenía con ellos todo en común,

incluso la sabiduría.

Francamente, me sorprendió sobremanera el percatarme que en el diálogo con los saduceos a los que se refiere el Evangelio de Marcos, el Cristo Jesús no habló a través del cuerpo de Jesús, sino por la boca de uno de los discípulos. También sucedía que, cuando a veces el Cristo Jesús dejaba a sus discípulos, estaba, no

obstante, entre ellos; ya fuese que caminaba con ellos en espíritu, o bien, estando lejos, se les aparecía en su cuerpo etéreo. Su cuerpo etéreo o estaba con ellos, o

andaba por el campo. Muchas veces no era posible distinguir si estaba presente en el cuerpo físico, o si se trataba de la aparición del cuerpo etéreo. Así fue el vínculo con los discípulos y con otros hombres cuando

Jesús de Nazaret se había convertido en Cristo Jesús.

Pero Él mismo experimentó lo que ya he mencionado, mientras que en los primeros períodos la entidad de Cristo se hallaba relativamente independiente del - 112-

cuerpo de Jesús de Nazaret, más tarde tuvo que asemejarse a él cada vez más. A medida que transcurrían los días, más estrechamente se unía al cuerpo de Jesús de Nazaret. En el último año apareció un profundo sufrimiento debido a esta unión con el cuerpo, ya bastante más frágil y debilitado, de Jesús de Nazaret. No obstante, aún sucedía que Cristo iba de lugar en lugar, acompañado de una gran multitud. Cuando, en este o aquel lugar, uno de ellos hablaba, podía creerse que era el Cristo mismo quien hablaba, pues Él hablaba por boca de todos. Hubo, por ejemplo, un diálogo entre los Escribas. Ellos decían: “para asustar a la gente se podría prender y matar a cualquiera de ellos, pero quizá se tomaría a uno por otro, pues todos hablan de igual modo. Por lo tanto, esto no resuelve nada, ya que posiblemente el verdadero Cristo Jests sobreviviría.” Era preciso prender al Cristo mismo. Sólo los mismos discípulos eran capaces de hacer la distinción; pero ellos, naturalmente, no iban a decir al enemigo quién era el verdadero Cristo. Pero ahora, Ahrimán

había adquirido fuerza suficiente con respecto a la pregunta que había quedado sin resolver, pregunta que el Cristo no pudo decidir en los mundos espirituales, sino únicamente en la Tierra. Por el hecho más grave tuvo que conocer lo que significa hacer pan de las piedras. Pues Ahrimán recurrió a la complicidad de Judas de Karioth*. Por la manera de cómo el Cristo obraba, no hubiera existido ningún recurso

espiritual para descubrir quién -en medio de los que

% El original muestra así el nombre de Judas Iscariote. Karioth ha sido identificada con unas ruinas situadas en la ruta entre Arad a Yattir, cerca del monte Amasa.

- 113-

le veneraban- era el Cristo. Pues donde el Espíritu, incluso lo supremo de la fuerza persuasiva, ejercía su influencia no fue posible apoderarse de Él. Únicamente se logró aprehenderle donde actuaba quien empleaba un medio desconocido al Cristo y que Él no llegó a conocer sino por el acto más grave sobre la Tierra. Por ningún otro medio hubiera sido posible reconocerle, sino únicamente porque intervino quien se puso al servicio de Ahrimán, quien efectivamente sólo por dinero llegó a cometer la traición. El vínculo de Cristo con Judas consistía en que en la escena de la tentación había tenido lugar lo que es comprensible en el Dios. Él no sabía, que sólo para el cielo es cierto, que para obtener el pan no se necesitan piedras. La traición se hizo porque Ahrimán había retenido el aguijón. Además, el Cristo debió someterse al dominio de la muerte, ya que Ahrimán es el señor de la muerte. He aquí el vínculo de la escena de la tentación y del Misterio de Gólgota con la traición de Judas.

Habría que decir muchas cosas más de las que se han dicho, a partir de este Quinto Evangelio, pero las demás partes de este saldrán a la luz, con toda seguridad, en el curso de la evolución de la humanidad. Por los relatos escogidos he tratado de dar una idea de cómo es este Evangelio. Y ahora, al final de estas conferencias, siento nuevamente, en lo profundo del alma, lo expresado en la primera conferencia, es decir, que son las necesidades de nuestro tiempo las que exigen hablar del Quinto Evangelio. Y lo expuesto en esta oportunidad también requiere que sea acogido en concordancia con estas condiciones. Y les suplico, mis queridos amigos, que traten, de la manera reve- 114 -

rencial que se merece, lo que se ha dicho y lo que se nos permitió decir sobre el Quinto Evangelio. Sabemos que la Ciencia Espiritual -y nuestro movimiento Antroposófico- tienen muchos enemigos, y que ellos proceden de una manera bastante peculiar. No me propongo extenderme en esto porque probablemente lo sepan ustedes por la circular “Comunicaciones”. Desde hace un tiempo, hay personas que dicen que nuestra Ciencia Espiritual está contaminada por todo tipo de dogma cristiano intolerante, e incluso

de Jesuitismo.

Pero

nuestras

enseñanzas

también han sido indescriptiblemente falsificadas por una buena parte de los que nos han atacado y esta maliciosa acusación es hecha principalmente por ciertos devotos de la “ Teosofía de Adyar**”, como se la llama, y hablan de meras tonterías sin escrúpulos.

Pero también ocurre que, en forma increíble, se procede a falsificar nuestra ciencia. Un hombre* que venía de América la acogió durante cierto tiempo, tomó apuntes y luego, en forma desfigurada, la llevó consigo

a Norteamérica,

donde

creó y publicó,

en base a lo aquí acogido, una “Teosofía Rosacruz”. Admite haber aprendido de nosotros muchas cosas, pero que después ha sido llamado por los Maestros quienes le enseñaron mucho más. Sin embargo, negó haber aprendido de nosotros, lo profundo que él

* Se refiere a la Sociedad Teosófica de Annie Besant.

* Rudolf Steiner se refiere aquí a Max Heindel (1865-1919) que en los años 1907-1908, bajo el nombre de Grashof, escuchó y transcribió numerosas conferencias de Rudolf Steiner en Berlín que luego elaboró y publicó en su escrito “El Concepto Rosacruz del Cosmos o Ciencia Oculta Cristiana”, creando posteriormente la así llamada Fraternidad Rosacruz situada en Oceanside, California. - 115-

había sacado de nuestros ciclos de conferencias (en aquel entonces aún no publicadas). Cuando algo así ocurre en Norteamérica podemos emular a Hil-lel y ser indulgentes; y no es necesario que uno deje de ser indulgente cuando estas cosas llegan a Europa. Sin embargo, reproduciendo

lo exteriorizado por otros,

se ha dicho que también en Europa existe una cosmovisión rosacruz, pero de característica estrecha y jesuítica, y que aquella nueva ciencia, ¡sólo ha podido prosperar en la atmósfera pura de California! Bueno, aquí me detendré. Así proceden nuestros adversarios. Podemos contemplar estas cosas con indulgencia y hasta con compasión, pero no hay que cerrar los ojos ante semejantes hechos. Preferiría no hablar de estas cosas, pero por servicio a la verdad es necesario hacerlo, pues hay que mirar las cosas con claridad. Cuando ocurren cosas como estas, es necesario que sean cautelosos incluso aquellos que, durante años, han sido notablemente tolerantes con la gente que actuó sin escrúpulos. Tal vez un día, todos tengan los ojos abiertos. Si el servicio de la verdad no lo exigiera, preferiría no hablar de estos asuntos, pero deben ser afrontados de forma justa y directa. Aunque por un lado estas alegaciones sean difundidas por otros, no estamos protegidos, por otro lado, contra la batalla librada por personas -y las hay- que encuentran estas cosas desagradables por razones bastante más honestas. No les molestaré con todas las tonterías que entre ellos han escrito. Los curiosos escritos de Freimark, Schalk, Maack y otros que se están publicando en Alemania pueden ser ignorados, porque son realmente de segunda categoría. Hay gente que justamente no puede soportar si-

quiera la idea de algo semejante a este Quinto Evan- 116-

gelio y quizás ningún odio fue tan sincero como el expresado por los críticos que se alzaron en armas cuando llegó a oídos del mundo exterior, algo del misterio de los dos niños Jesús -que también pertenece al Quinto Evangelio. Los verdaderos antropósofos tratarán adecuadamente este Quinto Evangelio que ha sido dado de buena fe. ¡Llévenlo con ustedes, hablen de él en los grupos y Ramas, pero también díganle a la gente cómo debe ser tratado! ¡Cuidado con que no sea irreverentemente difundido entre los que se burlan de él! Con semejantes verdades que se basan en la investigación clarividente, tan necesaria para nuestro tiempo, nos hallamos ante el dominio de la civilización de la época. Uno se enfrenta a toda nuestra época, y sobre todo al status cultural y académico en boga de nuestros días. Intentemos que esto nos penetre en el corazón. Los que estuvimos reunidos en la colocación de la piedra de fundación de nuestro edificio saben cómo procuramos evocar en nuestra alma cuán necesario es que se proclamaran las enseñanzas espirituales, ateniéndose de forma fiel a la verdad. Intentemos evocar en nuestra alma lo lejos que está nuestra cultura actual de esa búsqueda de la verdad. Puede decirse que, en el fondo, en nuestro tiempo existe un genuino anhelo“de espíritu; pero la gente es demasiado arrogante o de capacidad insuficiente como para interesarse por el verdadero espíritu. Ante todo, hace falta suscitar el amor a la verdad para poder oír el anunciamiento del espíritu. En la actual cultura no existe tal grado de veracidad y, lo que es peor, la gente no se da cuenta de ello. Mucho se habla hoy de espíritu sin tener idea de su realidad. Existe, por - 117-

ejemplo, un hombre que ha ganado mucho prestigio, justamente porque siempre habla del espíritu. Me refiero a Rudolf Eucken*. Quien lea sus libros encon-

trará que allí siempre se insiste en ¡espíritu, espíritu, espíritu! Es así como hoy se habla del espíritu porque se es demasiado cómodo o demasiado altanero para penetrar hasta las fuentes mismas del espíritu. Sin embargo, estos hombres gozan de mucho prestigio y en nuestra época será difícil hacerse comprender con relatos como los del Quinto Evangelio, tan concretamente tomados de lo espiritual. Esto requiere seriedad y veracidad interior. Uno de los últimos libros de Eucken se titula: “ ¿Todavía podemos ser cristianos?””. Se compone de una larga serie de distintos capítulos donde se habla, a través de muchos tomos, de alma y espíritu, espíritu y alma. Pues se adquiere prestigio y fama, si se da la impresión de saber algo de espíritu, y la gente ni se da cuenta de la falta de veracidad. Hay un pasaje en que se dice que la humanidad, ya no cree en demonios, y que ya no se puede esperar que exista quien pueda creerlo. Y en otro pasaje del mismo libro se da con la extraña frase: “ Donde se tocan lo dtvino y lo humano, se producen potencias demoníacas.” ¿De modo que aquí habla de demonios, después de haber expresado, en el mismo libro, lo que primero he citado? Debería rechazarse semejante ciencia del espíritu que tan groseramente falta a la verdad. Sin embargo, parece que nuestros contemporáneos no se dan cuenta de esta falsedad. Es preciso tenerlo en mente para comprender que debemos preparar nues* Rudolf Christoph Eucken (1846-1926). * ¿Kónnen wir noch Christen sein? (1911) ¿Podemos ser cristianos todavía? - 118-

tro corazón, si queremos ser partícipes del anunciamiento de lo espiritual y de la nueva vida espiritual que la humanidad debe encontrar. Si por la Ciencia Espiritual tratamos de unir el alma humana con el Cristo, hay poca esperanza de tener éxito frente a la cultura de la época, si ella se contenta con ideas que todos los sabios filósofos y teólogos difunden: la creencia de que ya antes de la venida del Cristo haya existido un cristianismo. Ellos demuestran que el culto e incluso ciertos relatos típicos ya antes, en Oriente, habían existido en igual forma; y por ello esos teólogos* afirman que el cristianismo no es otra cosa que la continuación de lo que ya había existido. Nuestros contemporáneos dan mucha importancia a la literatura respectiva, sin saber cómo las cosas se relacionan entre sí. Cuando se dice que el Cristo bajó a la Tierra como un ser espiritual y luego, más tarde, se lo venera en formas de culto similares a las relacionadas con la adoración de los dioses paganos, y cuando se usan tales argumentos, como lo son hoy, para desautorizar al Ser Crístico, es una especie de lógica de la cual lo siguiente es una explicación. Alguien entra en una casa y deja su ropa atrás. Se sabe que la ropa pertenece a este hombre en particular. Un poco más tarde, un hombre como Schiller o Goethe viene a la casa y, debido a ciertas circunstancias, está obligado a ponerse esta ropa. Luego sale con la ropa que pertenece al otro. Y ahora, alguien que ha visto a Goethe con esta ropa dice: ¿De qué está hablando la gente? ¿Por qué *8 Por ejemplo, el asiriólogo Peter Jensen en su conferencia: “ ¿Vivió realmente el Jesús de los Evangelios?” Marburgo 1910 - 119-

se supone que es un hombre de especial importancia? He examinado la ropa minuciosamente y sé que pertenece a una persona sin importancia. Debido a que el Ser de Cristo hizo uso de las vestimentas, por

así decirlo, de los cultos antiguos, estas personas inteligentes, no entienden que el Ser de Cristo se vistió de estas formas solo como una vestimenta, y que la realidad espiritual presente en estas viejas formas rituales, ahora es el Cristo mismo. Tomemos entonces la suma de las bibliotecas y de las actuales consideraciones científicas monistas: todo esto son pruebas, e incluso pruebas veraces, de la vestidura de la entidad de Cristo. Y toda esta ciencia se acepta como profunda sabiduría. Debemos tener presente este cuadro si queremos acoger, no solamente con el intelecto, sino también con el sentimiento, lo que como Quinto Evangelio se ha expuesto. Este Evangelio nos quiere decir que con nuestra verdad debiéramos sentirnos situados de la justa manera en nuestro tiempo, para ver que no es posible hacer comprender al tiempo antiguo lo que como nuevo mensaje debe venir. Según la palabra del Evangelio hemos de decir: Con el pensar que hoy impera en la humanidad, no es posible seguir la evolución espiritual. Por ello es menester recapacitar y cambiar el modo de pensar. Quienes no tengan claramente presente lo que existe y lo que debe venir, no servirán debidamente a lo que a la humanidad hace falta como ciencia espiritual. Al terminar este ciclo de conferencias, Rudolf Steiner se despidió del auditorio con las siguientes palabras: - 120-

Dar este Quinto Evangelio ha sido para mí un sagrado deber. Y al despedirme de vuestro corazón y de vuestra alma, expreso el deseo de que, el lazo que nos une, haya quedado estrechado por la investigación espiritual sobre el Quinto Evangelio, al cual me siento íintimamente vinculado. Apelando al más caluroso sentimiento de vuestro corazón y vuestra alma, os digo que, aunque físicamente tengamos que estar separados por algún tiempo, quedaremos unidos y sentiremos conjuntamente lo que tenemos que trabajar y lo que nos exige el deber que en nuestro tiempo el Espíritu impone al alma humana. Aquello a que aspiramos progresará de la manera justa por el trabajo de cada uno de vosotros. Con este deseo me despido de vosotros, al concluir este ciclo de conferencias.

- 121 -

Sexta Conferencia Berlín, 21 de octubre de 1913

Después de un largo descanso, volvemos a reunirnos en nuestro grupo de trabajo de Berlín y queremos comenzar -como podremos ver este inviernocon una especie de continuación de nuestro trabajo

de humanidades, como lo hemos hecho a lo largo de

los últimos años. Ha habido una larga pausa para

Berlín; pero esta vez, este descanso no solo se llenó

con las ideas habituales y el ciclo de conferencias en Múnich, sino también con la colocación de la primera

piedra de nuestro edificio en Dornach y con una variedad de trabajos relacionados con el comienzo de nuestro edificio. Y así, esta noche, en la que nos reuniremos aquí en esta sala por primera vez en mucho tiempo, en primer lugar quiero dirigir su mirada a lo que se expresa -para nosotros- en el edificio de Dornach. Es de esperar que, con esta estructura, lo que quiere ser nuestra visión antroposófica del mundo,

también pueda formar un símbolo externo de pertenencia para todos aquellos corazones y almas que se sienten conectados internamente con los esfuerzos de la Ciencia Espiritual, como lo hacemos con ellos. Básicamente habréis notado en varios comentarios en los últimos años -también se han hecho aquí- que todo en la vida espiritual del presente indica cómo la humanidad tiene, inconscientemente, sed de lo que se da con una verdadera cosmovisión espiritual. Y no - 123-

solo aquellas almas que hoy expresan la necesidad de tal visión del mundo de una manera positiva se esfuerzan para ello, sino también numerosas personas que no saben nada de esa visión del mundo. Incluso aquellos que no quieren saber nada de ella, quizás, inclusive los que hoy día le son hostiles, se esfuerzan inconscientemente. Uno quisiera decir que, en base a las necesidades de su corazón, que aún no se anuncian en términos e ideas conscientes y que puede que incluso

se anuncien

en

términos

e ideas

opuestas,

se esfuerzan, sin saberlo ellos mismos, por lo que se

dará de nuestra visión del mundo.

Así que fue realmente una sensación muy especial cuando colocamos la piedra angular de este edificio en Dornach,” con algunos de nuestros amigos antropósotfos que, precisamente porque todo tenía que hacerse rápidamente, estaban cerca del lugar y podían estar presentes. Fue un sentimiento alentador sentir que uno estaba en pie al comienzo de la construcción del edificio, que, por así decirlo, debería ser el símbolo externo preliminar de nuestro esfuerzo común. Si desde allí, en la colina en la que se construirá nuestro edificio, -eso fue lo que sucedió en nuestra ceremonia de inauguración- desde donde se puede mirar hacia las montañas y áreas circundantes del país y a distancias mucho más vastas, lo que entonces tenía que recordar eran las necesidades de la humanidad, en un entorno mundial más amplio, por las verdades espirituales, por la proclamación de una cosmovisión espiritual como la que se puede dar dentro de nuestra corriente. Y uno tenía que pensar en cómo,

* Se refiere al primer Goetheanum. - 124-

incluso más de lo que se dice o se siente, algún otro

síntoma en nuestro presente anuncia que es una ne-

cesidad que tal visión del mundo espiritual sea realmente fructífera para la vida del alma de la humanidad. Esa fue la sensación principal que nos animó cuando colocamos la piedra sobre la que, nuestro edificio, deberá elevarse sobre el suelo. Y este edificio

también debería expresar en sus formas lo que queremos, para que aquellos que miren el edificio desde

fuera o desde adentro, una vez que esté terminado,

puedan percibir las formas como una especie de caracteres en los que expresar lo que queremos ver realizado en el mundo. Si uno tiene que pensar y comprender tal razón, es obvio pensar cómo funciona el karma, no solo en la vida humana individual, sino en todo el desarrollo de la Tierra. En la vida humana individual funciona el pequeño karma -por así decirlo. El gran karma funciona para toda la Tierra y el desarrollo humano. Y ese es el gran pensamiento inspirador que uno puede sentir. Al hacer algo así desde una perspectiva espiritual -en cierto modo- son todos los que luchan por la Antroposofía quienes están involucrados en la causa, esa es la herramienta, aunque sea pequeña. Sin embargo, es la herramienta del espíritu que trabaja a través del karma mundial y crea sus obras. Este sentimiento de estar conectado con el Espíritu del Karma Mundial, es el gran sentimiento significativo, el

sentimiento de que todo lo que podemos mantener en consideraciones antroposóficas debe fusionarse una y otra vez. Este sentimiento es lo que puede darle al alma descanso cuando lo necesita, lo que puede darle armonía al alma cuando la necesita, pero que - 125-

también puede darle fuerza, efectividad, resistencia y energía, si tiene necesidad de fuerza, efectividad, resistencia y energía. Si los conceptos del mundo espiritual fluyen verdaderamente dentro de nuestra alma, entonces también se convierten en una especie de vibrante vida interior que se transforma en fuerza, que podemos sentir, que está activa en nosotros, a la que podemos plantear todos nuestros más elevados pensamientos, así como los más pequeños de la vida cotidiana a los que nos obliga nuestro trabajo. Se convierten en algo que siempre podemos observar cuando necesitamos un estímulo y que siempre podemos encontrar cuando necesitamos consuelo en la vida. La verdadera moralidad, la verdadera fortaleza moral, surgirá en la humanidad solo dirigiendo la mirada del alma hacia la verdadera espiritualidad, a la verdadera vida espiritual. Actualmente estamos situados en el karma mundial de una manera diferente al que estaba la humanidad en el momento en que -a menudo- describimos como

el centro, el foco del desarrollo humano de la tierra, el

Misterio del Gólgota. Y como en otros lugares en los últimos tiempos, especialmente en relación con el de nuestro propio desarrollo como humanidad en el que estamos ahora, quisiera llamar su atención sobre circunstancias muy extrañas en relación con el Misterio del Gólgota, así que hoy, cuando de nuevo nos volvemos a encontrar en esta sala después de mucho tiempo,

también quisiera llevarlo ante sus corazones y almas.

Con el Misterio del Gólgota, la introducción del impulso del Cristo vino al mundo. ¿En qué momento vino al mundo? Hoy, a través de nuestra profundi- 126-

zación espiritual, sabemos lo que fluyó en un cuerpo humano para convertirse en propiedad del desarrollo humano de la Tierra. Los estudios preparatorios que hemos emprendido nos han permitido comprender de alguna manera el significado del Misterio del Gólgota. A menudo hemos enfatizado que en períodos futuros se entenderá aún más claramente ¿Se puede preguntar uno cómo era entonces la comprensión del Misterio del Gólgota en el momento en que estaba teniendo lugar? Se trata de hacer realidad este Misterio del Gólgota, y que entendamos lo que realmente es. ¿Es realmente lo que se le enseñó a la hamanidad de entonces? Si fuera importante, aquellos que dicen que la mayoría de las enseñanzas de Jesucristo habían existido en períodos anteriores, tal vez reclama-

rían una especie de justicia, aunque, como sabemos, tampoco es del todo cierto.

Pero no importa. En primer lugar, es algo completamente diferente lo que sucedió en el Gólgota y, en relación con esto, lo que habría sucedido, incluso aunque ninguna alma humana, en el amplio círculo de la Tierra, lo hubiera entendido. Porque no se trata de comprender de inmediato un hecho, sino de ha-

cerlo realidad. El significado del hecho del Gólgota no se basa, en principio, en lo que la gente ha entendido, sino en lo que le ha sucedido a la humanidad, cuando la corriente de este evento se ha expresado en los hechos espirituales del mundo. ¿Cuándo llegó el Misterio del Gólgota? Fue realmente un momento extraño. Consideremos solo el aspecto excepcional en este periodo de desarrollo post Atlante. A menudo hemos señalado que la humanidad en este período posterior a la Atlántida se - 127-

desarrolló por primera vez en la llamada época cultural de la antigua época Hindú. Hemos señalado el alto nivel, la importancia de la cultura Hindú y cuán completamente diferentes eran las almas en esa época, cómo eran más íntimamente accesibles a la vida

espiritual y cómo esta accesibilidad luego disminuía de una época a otra. También señalamos cómo en el antiguo período Persa y en el período Egipcio-Caldeo, la participación directa de las personas en el mundo espiritual disminuyó. Porque en la época Hindú el hombre había asimilado todo lo que el mundo etéreo podía decirle, y lo había experimentado en su cuerpo etéreo. Al menos aquellos que experimentaron esa época cultural Hindú en el verdadero sentido en aquellos tiempos antiguos. Lo que uno experimenta allí en el cuerpo etéreo, tiene el carácter de clarividencia en un alto grado. En tiempos primitivos posteriores, el alma se experimentaba

en el cuerpo

sensible, con un menor grado de clarividencia. En la época Egipcio-Caldea, el alma se experimentaba en el alma del sentimiento; ya había un menor grado de clarividencia. Luego vino la cuarta, la época cultural Grecolatina, en esta sucedió el Misterio del Gólgo-

ta. Es la época cultural en la que el alma humana ya había emergido para ser percibida solo en el plano físico externo. Comienza la cultura de la mente que se relaciona con las cosas externas. En nuestro tiempo, en el quinto período cultural

post Atlante, la experiencia de la humanidad -hasta ahora- se ha limitado a observar el mundo exterior,

a experimentar impresiones sensoriales. Pero este quinto período cultural post Atlante tendrá que conducir a una nueva y renovada receptividad a la vida - 128-

espiritual, porque tiene que vivir plenamente la vida en el alma de la conciencia. Si uno se pregunta ahora, mirando solo los primeros cuatro períodos de desarrollo post Atlante, ¿cuál de estos períodos fue el menos adecuado para seguir verdaderamente con entendimiento espiritual el Misterio del Gólgota, el descenso de Cristo? Uno podría decir que si hubiera tenido lugar el Misterio del Gólgota -lo cual no podría haber sucedido de acuerdo con el karma mundial-, pero se puede suponer hipotéticamente, si el Cristo hubiera descendido a un cuerpo humano en el tiempo de la cultura Hindú, innumerables almas habrían estado allí para entender este evento, porque todavía tenían esa comprensión

espiritual. Incluso en el antiguo período Persa; incluso en la época Egipcio-Caldea -en cierto sentido- una comprensión del Misterio del Gólgota habría sido fácil para las almas, si hubiera sido posible de acuerdo con el karma del mundo. En el cuarto período post

Atlante, el alma humana estaba en un momento en el que, esta comprensión del Misterio del Gólgota, esta

comprensión espiritual inmediata, estaba bloqueada precisamente por su estado de desarrollo.

A menudo tendremos que hablar del hecho peculiar de que el Misterio del Gólgota sucedió en el cuarto período post Atlante, en el cual la comprensión espiritual del hecho que se iba a realizar ya había desaparecido. La mente o el alma espiritual se desarrollaron particularmente en el período Grecolatino. Sobre todo, se centró esencialmente en el mundo exterior, como se puede ver en toda la cultura griega. El Misterio del Gólgota, que solo podía seguirse con la mirada interior, enfrentó esencialmente a toda - 129-

la cultura contemporánea como aquellas mujeres que llegaron a la tumba de Jesucristo y buscaron el cuerpo, pero encontraron la tumba abierta y sin el cuerpo; cuando preguntaron dónde estaba el cuerpo del Señor, tuvieron que escuchar la respuesta: ¡El que estáis buscando ya no está aquí! Justo cuando buscaban a Cristo en el mundo exte-

rior, la respuesta que les llega es: ¡El que estáis buscando ya no está aquí! Así fue básicamente toda la cuarta época para entender el Misterio del Gólgota. La gente del cuarto período cultural post Atlante estaba buscando algo que ya no estaba donde buscaban. Y cuando el cuarto período llegó a su fin -terminó en el siglo XVaún seguían mirando de la misma manera. Porque las Cruzadas nos parecen la consumación, solo en lo

grande espacial, de lo que les sucedió a las mujeres en la tumba de Jesucristo. El ansia atraviesa numerosas

mentes europeas en el momento de las Cruzadas: ¡Debemos buscar lo que nos es querido, en la tumba de Jesucristo! Y multitudes de personas se trasladaron a Oriente para encontrar lo que querían encontrar, por-

que correspondía a sus sentimientos. ¿Y cómo se puede caracterizar lo que sintieron, lo que escucharon en ese momento

del Oriente, en las Cruzadas? Era como

si todo el Oriente les hubiera respondido: ¡El que estáis buscando ya no está aguí! No se expresa simbólicamente, profundamente, que durante todo el cuarto período post-Atlante la humanidad tuvo que buscar en el plano físico-sensorial externo, sino que Cristo debe ser buscado en el plano espiritual, también en la medida en que está en el mundo terrenal. ¿Dónde estaba el Cristo cuando las mujeres lo bus-

caban en la tumba? Estaba en lo espiritual, donde po- 130-

día aparecer ante los apóstoles cuando desbloqueaban sus corazones, sus almas, para mirar a través del cuerpo etéreo a Cristo, un tiempo después del Misterio del Gólgota. ¿Dónde estaba el Cristo cuando los cruzados lo buscaron externamente, en el plano físico, en el Este? En la forma en que puede entrar en las almas humanas como un hecho. Lo vemos entrar en los místicos de Occidente, al mismo tiempo que los cruzados lo buscaban en el Este ¡Existe este poder de Cristo, existe el impulso de Cristo! A medida que los cruzados se mueven hacia el Este para buscar a Cristo a su manera, el impulso vivo del Cristo, tal como podría cobrar vida en Europa en aquellos tiempos, perdura en las almas

de Johannes Tauler”, del maestro Eckhart”' y otros que

podrían recibirlo, de acuerdo con las circunstancias de la época, cobró vida en lo espiritual. Mientras tanto, Se había mudado a la cultura occidental y Se había alejado del lugar donde había estado físicamente y donde los que lo buscaban, tenían que recibir la respuesta: ¡El que estáis buscando ya no está aguí! El quinto período cultural post Atlante,” es el momento de la formación del yo, el realmente dedicado al alma de consciencia. Pero el hombre pasa por esta alma para poder tomar conciencia de sí mismo. A menudo hemos hablado de estas verdades de la huJohannes Tauler (1300-1361). Considerado el fundador de la mística alemana. Fue discípulo del maestro Eckhart. >! Eckhart de Hochheim (1260-1328). Conocido como Maestro Eckhart. Filósofo y Teólogo alemán. Sus obras dieron comienzo al misticismo especulativo en Alemania. * Se inicia en el año 1413 y durará hasta el 3.573 d.C - 131 -

manidad. Ahora mismo estoy hablando de estas verdades con un sentimiento muy especial. Es comprensible que la proclamación de estos puntos de vista todavía provoque discrepancias contra las causas de oposición en el presente. Pero sigue siendo significativo para este sentimiento lo que quiero decir, cuando uno tiene que decir, por ejemplo: Verán, ahora me ha sido necesario completar la segunda edición de mi libro * Puntos de vista del mundo y la vida en el siglo XIX**”. Cuando se publicó este libro, era un “libro del siglo”, una revisión del siglo

pasado. Una segunda edición no puede ser la misma, por supuesto, porque no tiene sentido mirar ha-

cia atrás, al siglo anterior en 1913. Así que este libro

tuvo que ser rediseñado de muchas maneras. Entre otras cosas, me vi obligado a dar una versión larga como introducción, que debería dar una visión general de los tiempos griegos más antiguos hasta el siglo XIX. Así que me vi obligado a dejar pasar la visión del mundo de Thales”, Ferecydes de Syros”, etc., por

mi mirada tro tiempo. sino lo que to retratar filosófico y

de esta manera más filosófica, hasta nuesAllí tienen no solo lo espiritual enfrente, es la tradición histórica, y me he propuessolo lo que se relaciona con el progreso excluir todos los impulsos religiosos.

> “Welt- und Lebensanschauungen im 19. Jahrhundert”. Impresa en alemán en 1900. No aparece este título en la guía de la obra completa de Rudolf Steiner (en castellano) de 1998. * Thales de Mileto (624-546 a.C.). Filósofo, matemático, geómetra y físico fundador de la escuela de Mileto (Anaximandro, Anaxímedes) y fue maestro de Pitágoras. > Ferecydes de Syros (580-520 a.C.). Filósofo griego. Tío y maestro del joven Pitágoras. - 132-

Fue precisamente en este punto, donde emergió,

con profunda claridad, la verdad de ese extraño cam-

bio, que tuvo lugar en los albores del período Grecolatino, donde la comprensión conceptual de mundo emergió de la antigua aprehensión pictórica, que aún existía en el período Egipcio-Caldeo, y cómo enton-

ces, a partir de los siglos XIV y XV, se desarrolló la

conciencia del impulso del Yo.

Por así decirlo, si uno lleva a los filósofos individuales a su contenido de verdad, tangible, histórica-

mente tangible, ¡cuán verdaderas son estas cosas! Es

por eso por lo que estoy hablando de esto desde un punto de vista completamente diferente al que se puede hacer en ese libro, y con un sentimiento muy especial. Pero también en la historia externa se puede ver cómo la conciencia del yo, el sentimiento del yo penetra en el alma humana alrededor del siglo XV. Por lo tanto, esta época más reciente a partir de ese momento está destinada principalmente a obligar al hombre a traer las energías y los poderes de su yo a la superficie, para ser cada vez más conscientes de su

yo. La limitación de la mirada únicamente a las sensaciones externas es particularmente adecuada para este propósito, como lo demuestra el desarrollo científico moderno. Cuando las personas ya no encuentran en su entorno lo que encontraron en imaginaciones poderosas en los períodos Egipcio-Caldeo, o lo que vivía en el período Grecolatino en grandes tablas de ideas como con Platón y Aristóteles y los pensadores que les conciernen, sino que, cuando el hombre -sin el cuadro de la imaginación, sin el cuadro del pensamiento como lo percibía Aristóteles en la era Grecolatina-, depende de ver solo lo que los sentidos - 133-

le ofrecen en el círculo de su intuición, entonces el yo, que únicamente puede presagiarse como espiritual en sí mismo, debe apoderarse de sí mismo en su esencia y buscar el poder de su autoconfianza. Y todos los filósotos serios desde el siglo XV, si mi-

ras las energías con las que luchan por construir una visión del mundo, se implican en una visión del mun-

do tal, en la que el yo del hombre, el alma segura de sí

misma, sea posible y pueda existir. El cuarto período de cultura post Atlante, en el que desarrolló la mente o el alma espiritual, la tenía en su entendimiento, aunque la concepción del Misterio del Gólgota estaba muy, muy lejos, de lo que este Misterio del Gólgota podría enseñarle. Llamamos al alma de la mente, tam-

bién el alma racional, porque esta alma es realmente una dualidad, porque en la naturaleza humana en este período, así como en la mente, también funcionó en el sentimiento, en la sensación. Debido a que la mente también funcionaba, lo que estaba cerrado a la mente podía sentirlo el corazón y ese sentimiento de comprensión, que también se puede llamar fe, surgió por el Misterio del Gólgota. Es decir, el alma humana tenía un sentimiento interno por el impulso de Cristo. La gente sentía que el impulso de Cristo residía en ellos; se sentían internamente y emocionalmente,

conectados al impulso de Cristo, incluso si no podían entender su significado ni su naturaleza. Cristo estaba allí para ellos. Pero este Ser tuvo que desaparecer aún más en la era de la cultura del yo en la que estamos ahora; porque el yo, para que pueda captar completamente

su aislamiento,

debe cerrarse a todo lo que

llega directamente al alma en términos de impulsos espirituales. “

-

Entonces vemos un espectáculo muy insólito. Con la llegada del nuevo período, tan pronto como se anuncia, vemos con bastante claridad cómo una nueva incomprensión, alcanza a la antigua incomprensión. Sí, una incomprensión que va incluso más allá que la anterior. Cualquiera que examine los hechos de la vida espiritual debe encontrar comprensible que el cuarto período cultural post Atlante solo pueda tomar

el impulso

de Cristo con la mente,

pero

realmente no pueda captarlo espiritualmente. Pero sabían, por lo que podían asimilar, que Cristo estaba allí, que estaba activo en el desarrollo humano. Podían sentirlo. Con el nuevo, quinto período, se anunció algo completamente diferente. No solo uno desarrolló incomprensión sobre el ser de Cristo, sino también incomprensión sobre todo lo divino y espiritual. Y ¿cuál es la evidencia de esto? -Se podría encontrar mucha evidencia, pero se habla particularmente muy claro de ello- ¿cómo avanzar en la falta de comprensión? Es decir, que la gente ya no podría absorber inmediatamente, no solo el principio del Cristo, sino también el principio divino-espiritual en absoluto. En el siglo XII, como anticipo de la cultura del yo,

Anselmus,

el arzobispo de Canterbury”, inventó la

llamada “ prueba de Dios”, es decir, este hombre se ve obligado a “probar” la existencia de la deidad. ¿Qué puedes probar de esta manera? ¿Lo que sabes o lo que no sabes? Por ejemplo, si hubo un robo en mi jardín y puedo ver al ladrón perpetrando el robo des* Anselmo de Canterbury (1034-1109). Considerado padre de la Escolástica. - 135-

de la ventana, no necesito demostrar que fue esa per-

sona la que robó. Solo trato de demostrarlo no lo conozco. El hecho de que uno intente a Dios es una prueba del que ya no sabe, ya cibe. Porque, de lo que percibes no hay que pruebas, pero de lo que no percibes hay que las pruebas.

cuando probar no perbuscar buscar

Y luego el malentendido siguió y siguió, y hoy es-

tamos en un punto extraño a este respecto. En este

punto, a menudo se ha manoseado, con los infinitos malentendidos que han surgido en los últimos siglos, especialmente en los más recientes, en la comparación con la comprensión de cuál es el Misterio del Gólgota, o qué es el Cristo Jesús. Hasta el momento presente, incluso en la vertiente teológica, Cristo Jesús, no solo ha sido degradado, degradado a un ex-

celente “ maestro humano”, sino que, incluso desde el punto de vista teológico, su existencia es completamente negada.

Pero todo esto, está relacionado con propiedades mucho más profundas y características de nuestra época. La naturaleza acelerada de nuestra época, en realidad, no está lista para prestar atención a la característica particular de nuestro tiempo; pero los hechos hablan para aquellos que quieren observar, un lenguaje claro, demasiado claro. Tomemos un hecho. Enumero cosas pequeñas, pero esas cosas pequeñas son solo síntomas. En un semanario muy conocido, recientemente se encontró un artículo muy insólito. Se redujo a algo chocante, a saber: si miras las cosmovisiones que han surgido en los últimos siglos, en realidad tienes también muchos - 136-

“conceptos” frente a ti. Estos términos son demasiado difíciles de visualizar. Traducido a nuestro idioma, significa que no son comprensibles en el mundo sensorial, al que uno quiere restringirse. Por extraño que parezca, este escritor en cuestión, encuentra que el filósofo Spinoza” es difícil de entender por cómo trata de comprender el mundo desde un solo concepto, el concepto de “Sustancia Divina”. Entonces, este escritor hace una cierta propuesta para la reforma de la comprensión filosófica de nues-

tro tiempo, que se reduce a representar vívidamente cómo un concepto encabeza y cómo los conceptos luego divergen, se dividen. En resumen, hace la su-

gerencia de “ilustrar” la construcción del pensamien-

to de Spinoza, en la forma en que uno a menudo es-

tablece un esquema para que ya no tenga que seguir

la forma en que se representan los pensamientos en

el alma de Spinoza, sino que puede tenerlo sensorialmente frente a él, como en una película (si se cumplen tales “ideales”, tal vez pronto irás al cine para seguirlo en la cinematografía) ¡No grabaciones, sino traducciones de los pensamientos e ideas de hombres importantes!

Es un síntoma significativo de lo que el alma humana ha provocado en nuestro tiempo, un síntoma que debe mencionarse por una razón muy específica, porque no percibió lo que debería haber percibido si fuera considerado de manera saludable. Del síntoma considerado, se debiera haber desarrollado una risa

burlona sobre esta necedad, ¡sobre la locura que sub-

” Baruch Spinoza (1632-1677). Filósofo holandés de origen sefardí hispano- portugués. - 137-

yace en semejante reforma filosófica! Por el celo que se expresaría en la risa burlona, es probablemente una necesidad sagrada.

Ese es un síntoma, porque debe considerarse como un síntoma, de cuán necesaria es la profundización espiritual para nuestra época, pero una verdadera profundización espiritual. Porque no solo es necesaria la profundización espiritual en general, sino esa que, si es la real, debe conducir a la verdad. Es lo que necesitan las almas del presente. Nuestro tiempo, donde sea que la educación e incluso la educación ideológica quieran estar presentes en casa, está demasiado inclinado a estar contento con lo que conduce lejos,

muy lejos de la espiritualidad real. Porque nuestra época se satisface fácilmente con las apariencias; pero la apariencia, de alguna manera, conduce a la falsedad interior y a la falta de veracidad, si representa a la corriente para la que se refiere aquí. Para este otro síntoma.

A menudo se puede escuchar hoy alardear de una cosmovisión que ha causado un gran revuelo: la del filósofo Eucken”*. No solo porque Eucken recibió un premio de fama mundial, el Premio Nobel, por su visión del mundo, sino que también es alabado como el que se atreve a hablar nuevamente del espíritu. Este elogio no ocurre porque Eucken habla muy bien del espíritu, sino porque las personas, cuando se trata del espíritu, se satisfacen muy fácilmente con lo mínimo. Solo se les predica algo del espíritu y, por la repetición todo el tiempo, en innumerables transformaciones, sobre las frases que se pueden leer una y otra vez >s Rudolf Christoph Eucken (1846-1926). - 138 -

en sus libros, solo que las personas no se dan cuenta de que son repeticiones eternas. No es suficiente entender que el mundo es sensorial, sino que el hombre debe aferrarse internamente y, así, interiormente, unirse con el espíritu. Ahora lo tenemos: ¡El hombre debe aferrarse a sí mismo internamente y unirse interiormente con el espíritu! Una y otra vez, esta oración aparece en los libros de Eucken, y no solo tres o cuatro veces, sino cinco o seis veces ¡Así que esa es una cosmovisión “espiritual”! Los síntomas de este tipo son muy importantes porque podemos ver

en ellos lo que hoy se puede considerar “excelente” para aquellos que tienen que considerarse entre los mejores entendidos. ¡Pero solo podías leer! Porque si abres el último libro de Eucken, ¿Podemos seguir siendo cristianos?”, encontrarás allí una frase extraña, que significa algo similar a esto: “ Hoy, la gente está más allá de creer en demonios, como podían hacerlo directamente en la era de Cristo; necesitan una representación diferente de Cristo hoy, que ya no representa a los demonios y los acepta como verdad” . Es muy halagador, para cada persona de la actual edad ilustrada, que el gran maestro Eucken diga estar más allá de creer en demonios hoy en día. Sin embargo, si se continúa leyendo el libro, encontrará una frase extraña: “El toque de lo divino y lo humano crea poderes demoñíacos”. Me gustaría preguntar si todas las personas que han leído el libro de Eucken realmente se rieron de la “ingenuidad”, perdón, quiero decir “sabiduría” de Eucken, que por un lado le permite decir que está más allá de creer en demonios y por otro lado ha> ¿Kónnen wir noch Christen sein? (1911) ¿Podemos ser cristianos todavía? - 139-

bla de algo “ demoníaco”. Por supuesto, los seguidores de Eucken dirán: Aquí lo demoníaco se entiende en sentido figurado, no en serio. Pero eso es precisamente porque las personas usan palabras e ideas y no las toman en serio ¡Sí, esa es la profunda falta de veracidad interna! Pero es parte de la verdadera cosmovisión espiritual-científica darse cuenta de que uno tiene que tomarse en serio las palabras y no hablar de un demonio a menos que uno tenga la intención de tomar la palabra en serio. De lo contrario, la gente siempre podría hacer lo mismo que el presidente de un club de Cosmovisión, en el que tuve que dar una conferencia. En la conferencia señalé que el libro de Adolf von Harnack”. “La esencia del cristianismo”, afirma que no es esencial saber lo que sucedió en el Gólgota; pero no debe dejarse abierto el creer que la fe comenzó en ese momento del Misterio del Gólgota, -independientemente de si la fe se relaciona con algo real o no. La persona en cuestión era el presidente de una asociación berlinesa de Weltanschauung*' y, por supuesto, protestante, me dijo: “Leí el libro, pero no encontré esa frase; Harnack no podría haber dicho eso, porque esa sería una idea católica”. Por ejemplo, los católicos dicen: “Lo que sea que esté detrás de la Santa Túnica, en Trier” no es lo importante, la creencia en ella es lo importante”. Luego tuve que escribirle la página donde está la frase. Quizás muchas personas están leyendo un libro, pero es sintomático S Adolf von Harnack -(1851-1930). S1 Weltanschauung: Cosmovisión. 5 Se refiere a la ciudad de Tréveris. La Santa Túnica está relacio-

nada con la pasión de Cristo.

- 140 -

que no hayan leído lo importante. Así que pusimos el foco en nuestro tiempo. Aquí descubrimos una necesidad que es particularmente relevante para nuestro tiempo, basada en los síntomas de la actualidad: La necesidad de desarrollar la conciencia espiritual en nuestra época, para que podamos aprender a no aceptar tal cosa con indiferencia, si el representante es uno de la “Cosmovisión espiritual” y dijo una vez que estaba más allá de los demonios y luego usó la palabra “ demoníaco” en un sentido extraño. Pero si considera que vivimos en la era de la “cultura periodística”, entonces no debería decirse que hay pocas esperanzas de que tal cultura de conciencia pueda desarrollarse; hay que decir que es aún más necesario hacer todo lo que pueda conducir a una cultura de conciencia. Esto es preparado intensamente por la Ciencia Espiritual; pero hay que abrir los ojos para ver y tratar los síntomas de nuestro tiempo. Quiero señalar un hecho más. Desde la década de 1860, el libro de Ernest Renan, “La vida de Jestús”*, cau-

sÓ una gran impresión. Menciono particularmente este hecho para mostrar cómo es la comprensión del Misterio del Gólgota en nuestros días. Cuando lees el libro de Ernest Renan, te dices a ti mismo: * Bueno,

antes que nada, es una persona que escribe con un estilo hermoso, una persona que ha recorrido todos los sitios de Tierra Santa y, por lo tanto, puede dar el colorido local más hermoso; y luego, un hombre que escribe como él, que no cree en la deidad de Cristo, pero que habla con veneración infinita de la figura sublime de Jesús. Pero ahora echemos un vistazo más de cerca a la presentación”. S Ernest Renán (1823-1892). “La vie de Jesús”. (1863). - 141 -

Por extraño que parezca, Ernest Renan describe el progreso en la vida de Jesús, de tal manera, que en realidad muestra que Jesús está haciendo lo que todos hacen, algunos a mayor escala, otros a menor escala, es responsable de cualquier “ cosmovisión” frente a un número mayor o menor de personas. Y esto es más o menos lo que le sucede a esa persona. Primero aparece con lo que solo cree y se muestra frente a la multitud; entonces la gente se le acerca; uno tiene esta necesidad, el otro tiene otra, el uno lo entiende de esa

manera, el debilidad, desde una decirlo. En

otro de esa otra manera, el uno tiene esta el otro esa, y luego, el que primero habló verdadera luz interna llega a ella, por así resumen, Renan piensa que algunos que

tienen cosas

importantes

que

decir, muestran

que

esto básicamente ha echado a perder a sus seguidores. Y él cree que Jesucristo también fue corrompido por sus seguidores.

Tomemos como ejemplo la resurrección de Lázaro. Como se muestra, se incluyó en el hecho que deberíamos decir: * Todo sería una especie de engaño, pero podría usarse bien para que el asunto se extendiera. Es por eso por lo que Jesús dejó que sucediera”. Y así es como se representan otras cosas. Pero luego, después de que se ha demostrado cómo la vida de Jesucristo está dis-

minuyendo gradualmente, al final nuevamente hay un himno que solo puede abordarse en lo más alto.

¡Ahora tomemos esta mentira interna! En el libro

de Renan, el hecho es una mezcla de dos cosas: algo

extraordinariamente hermoso, una representación brillante y sublime se mezcla con una novela de patio trasero, pero al final es un himno enorme a la imagen

sublime de Jesús. ¿A quién se dirige este himno? ¿A - 142-

Jesús? Si tienes un alma sana, realmente no puedes dejar de pensar en que Renan se describe a sí mismo; porque estas exaltaciones de alabanza no se dirían del Jesucristo que representa Renan. ¡Así que todo es falso por dentro! ¿Qué es lo que realmente quiero sugerir con estas consideraciones? Me gustaría resumirlo en solo unas pocas palabras. Quería sugerir que el Misterio del Gólgota cayó en una era de desarrollo humano en la que la humanidad no estaba preparada para comprenderlo, pero que incluso en nuestra era, la humanidad todavía no está preparada para ello. ¡Pero su efecto ha existido durante dos mil años! Este efecto está ahí. ¿Para qué está ahí? Para que sea independiente de la comprensión que la humanidad le ha dado hasta hoy. Si Cristo pudiese haber trabajado en la humanidad, solo en la medida en que fuese “entendido”, podría haber hecho poco. Pero también veremos consideraciones futuras; actualmente estamos viviendo en un punto de desarrollo en el que es necesario desarrollar esa comprensión que no ha estado allí antes. Porque vivimos en el período en el que habrá una cierta necesidad de no buscar más a Cristo donde no está, sino donde realmente está. Porque Él aparecerá en lo espiritual y no en el cuerpo, y aquellos que lo busquen en el cuerpo siempre obtendrán la misma respuesta: ¡El que buscas en el cuerpo no está en el cuerpo! Necesitamos

una

nueva

comprensión,

que,

en

muchos aspectos, puede ser incluso una primera comprensión del Misterio del Gólgota. El tiempo de incomprensión, debe dar paso al tiempo de la prime- 143-

ra comprensión. Eso es lo que quería sugerir con las consideraciones de hoy y con lo que continuaremos en las próximas conferencias.

- 144-

Séptima Conterencia Berlín, 4 de noviembre de 1913

A través de un estudio oculto, llevado a cabo de la manera correspondiente en nuestro tiempo, es posible experimentar lo que se podría llamar el Quinto Evangelio. Si enfocas tu alma en las cosas que se han explicado a lo largo de los años sobre el Misterio del Gólgota, habrás encontrado muchas cosas que se han dicho para comprender los cuatro Evangelios como la referencia sobre que la vida de Jesucristo no está en los Evangelios. De la serie de hechos -dados al respecto- solo menciono la historia de los dos niños Jesús. Pero también hay muchas otras cosas que se pueden encontrar hoy en los documentos puramente espirituales; y lo que es importante para nuestro tiempo, muy importante para nuestro tiempo y que parece deseable, es que las almas preparadas para ello lleguen a conocerlo gradualmente. Por el momento, sin embargo, lo que se ha dicho de estas fuentes debe permanecer entre nosotros. No obstante, puede en-

tenderse como si se tratara de algo que está destinado a verterse en las almas de nuestros días, de tal forma que uno reciba una imagen aún más vívida de la obra de Jesucristo de lo que ha sido posible hasta ahora. Si mera que, sión

toman lo que dije como introducción en la priconferencia, habrán recibido la impresión de en nuestro tiempo, es necesaria una comprenmucho más consciente de la figura de Jesucristo - 145 -

que en el caso de tiempos anteriores. Si, por ejemplo,

se objetara que sería contrario al desarrollo cristia-

no, plantear algo nuevo sobre la vida de Jesucristo,

solo hay que recordar el final del Evangelio de Juan“, donde se afirma expresamente que lo que sucedió está en los Evangelios solo parcialmente registrado, y que el mundo no podría producir los libros que serían necesarios si todo lo que sucedió hubiese sido registrado. Uno puede recibir el coraje y la fuerza de tales cosas, de modo que cuando sea necesario en una

época traer cosas nuevas sobre la vida de Jesucristo, pueda hacerlo realmente. Y uno puede razonar que hay que ser de mente estrecha cuando se dice algo en contra de tal argumento. Ahora quiero recordarles lo que he dicho a menudo aguí, que al comienzo de nuestra era nacieron dos niños Jesús. Ya lo sabemos, y también sabemos que uno de los niños Jesús nació de tal manera que, la entidad espiritual de Zarathustra se encarnó en él; que este niño Jesús, vivió sus primeros años con esta entidad espiritual de Zarathustra, hasta el momento que se describe en el Evangelio de Lucas, en el que los padres llevaron a Jesús a Jerusalén y lo extraviaron,

pero fue encontrado entre los escribas. Los padres y los escribas estaban asombrados por la interpretación que daba a las enseñanzas. Me aseguré de que, en esta escena, tal como se describe en el Evangelio de Lucas, en realidad se señala que el yo de Zarathustra, que vivió durante varios años en uno de los niños, pasó al otro, al niño de doce años, que hasta entonces había sido de un espíritu completamente diferente. Así que ahora tenemos al niño Jesús que viene de la “ Evangelio de Juan. Cap. 21/24-25 - 146 -

línea Nathan, de la Casa de David y que no tuvo el Yo de Zarathustra en él hasta su duodécimo año, en el momento del Templo, pero lo tendrá de ahora en adelante. Ahora es posible obtener más información sobre la vida de ese niño Jesús -que ahora está provisto con el Yo de Zarathustra- con los medios de los que he hablado a menudo, que se pueden describir con la lectura en la Crónica Akáshica. Uno puede distinguir tres períodos en la vida de este Jesús. Un período se extiende aproximadamente desde el duodécimo hasta el decimoctavo año de vida; el segundo desde el decimoctavo hasta el vigésimo cuarto; y el tercero -aproximadamente- desde el vigésimo cuarto año de vida hasta el momento marcado por el Bautismo de

Juan en el Jordán, es decir, hasta alrededor del trigé-

simo año.

Consideremos ahora el niño Jesús que a la edad

de doce años recibe el Yo de Zarathustra, frente a los

escribas del pueblo israelita. Se presenta como una individualidad que tenía un conocimiento elemental de lo que era la esencia de la enseñanza judía, cuál era la naturaleza de la antigua ley hebrea y que era capaz de hablar sobre ello correctamente. Así que este

antiguo mundo hebreo vivió en el alma de ese niño Je-

sús. Todo lo que le había llegado a él, en particular, lo que había llegado en las referencias de la relación del pueblo hebreo con su Dios, generalmente se entiende como la proclamación del Dios del pueblo hebreo a Moisés. Si hablamos esquemáticamente, podemos decir: Un rico tesoro de la sagrada enseñanza de lo que estaba en el pueblo hebreo vivió en Jesús y con este tesoro, con este conocimiento, vivió en Nazaret dedi- 147-

cado al oficio de su padre, dedicándose -por otra parte- a lo que conocía tan bien, procesándolo en su alma. Ahora, la búsqueda

en la Crónica Akáshica, nos

muestra cómo para él, lo que sabía era una fuente de diversas dudas y dolores de cabeza. Cómo lo sentía,

en el sentido más profundo de la palabra, cada vez más intensamente y bajo severas luchas internas del alma. Cómo, una vez en tiempos completamente di-

ferentes del desarrollo humano, una proclamación grandiosa, una revelación grandiosa fluía de los mun-

dos espirituales a las almas de aquellos que podían

recibir tal enseñanza provistos -en aquel momento-,

con poderes del alma completamente diferentes. Esto se presentó ante el alma de ese Jesús: que hubo una vez personas con poderes del alma completamente diferentes, que podían admirar los poderes de manifestación del espíritu y entender de una manera completamente diferente lo que se reveló allí, pero con respecto a la generación a la que ahora pertenecía, los poderes del alma tenían que procesar lo que una vez había sido transmitido. A menudo llegaba el momento en que se decía a sí mismo: “ Todo esto se anunció una vez, todavía se puede saber hoy; pero ya no se puede comprender tan claramente cómo lo captaron aquellos que lo habían recibido en su momento”. Y cuanto más se le reveló esto internamente, más penetró en su alma, como lo entendió ahora, como

cuando estuvo ante los escribas judíos y les interpretó su propia ley. Sin embargo, sintió la incapacidad de las almas de su tiempo para encontrar el camino de lo que fue la antigua revelación hebrea. De ahí que la gente, las almas de su época, las peculiaridades del carácter de estas almas de su tiempo le parecían des- 148-

cendientes de personas que, una vez, habían recibido grandes revelaciones, pero que ya no podían alcanzar

esa revelación. Lo que una vez, resplandeciendo in-

tensamente, pudo atraer a estas almas con mayor calidez y frecuentemente -podría decirse-, a sí mismo, se desvaneció ahora; eso parecía apagado en muchos sentidos, mientras que las almas lo habían sentido

anteriormente en el aspecto más profundo. Así sentía acerca de muchas cosas que ahora aparecían cada vez más en su alma a través de la inspiración. Así fue la vida de su alma desde el duodécimo hasta el decimoctavo año, que penetró cada vez más profundamente en la enseñanza judía, y podría estar cada vez menos satisfecho con ello, porque le causó, más y más, dolor y sufrimiento. El alma se llena de la más profunda sensación trágica cuando uno ve cómo, Jesús de Nazaret, sufrió en lo que se había convertido una antigua enseñanza sagrada, para una raza humana posterior. Y a menudo, cuando estaba sentado allí meditando y pensando, a menudo se decía a sí mismo: * ¡La enseñanza fluyó una vez, la revelación fue dada a los hombres ¡pero ahora las personas que pueden captarla ya no existen!”. Esto caracteriza de manera esquemática el estado de ánimo del alma de Jesús de Naza-

ret. Eso actuaba en la contemplación de su alma en los espacios que le quedaban, dentro del tiempo que pasó como artesano, como carpintero en Nazaret.

Luego llegó el momento del decimoctavo al vigésimo cuarto año, en el que se mudó a zonas cercanas y también algo más distantes. En esos viajes, trabajó en su oficio en varios lugares, pero llegó no solo a Palestina, sino también fuera de ella. En esos años,

con su alma humana

recién absorbida - 149-

del medio

ambiente tan recientemente, conoció a muchas personas y muchas actitudes humanas; aprendió cómo las almas vivían con lo que les quedaba como una antigua enseñanza sagrada, es decir, con lo que podían entender al respecto. Y es comprensible, desde

el principio, que en una mente que había pasado por

lo que acabo de explicar durante seis años, todo lo

que pesaba en su alma, con alegrías internas, sufrimientos y decepciones, tuvo que causar una impre-

sión completamente diferente en las mentes de otras personas. Cada alma era un enigma para él, que tenía que resolver; pero cada alma también le decía que estaban esperando a alguien que tenía que venir. Entre las diversas áreas que pisó, estaban las que pertenecían al paganismo en ese momento. Una escena que nos ilumina desde el espíritu de sus andanzas dentro y fuera de Palestina, en el período comprendido entre sus dieciocho y veinticuatro años, le causó una impresión particularmente profunda. Allí se le puede ver llegar a un lugar de culto pagano, tal como los dioses paganos habían fundado, bajo uno u otro nombre, en Asia, África y Europa. Era uno de esos

lugares de culto que, en sus ceremonias, recordaba la

forma en que se practicaba en los Misterios, pero se practicaba entonces con comprensión, mientras que, ahora, estos lugares de culto paganos, a menudo se habían convertido en una especie de ceremonial externo. Pero el lugar al que Jesús de Nazaret llegó, era un ejemplo de lugar de culto que había sido abandonado por sus sacerdotes, donde el culto ya no se realizaba. Estaba en un área donde la gente vivía en la necesidad y la miseria, la enfermedad y el trabajo; su

lugar de culto había sido abandonado por los sacer- 150-

dotes. Pero cuando Jesús de Nazaret llegó a este lugar de culto, las personas se reunieron a su alrededor, personas que estaban plagadas de enfermedades, miseria y necesidad, pero que estaban particularmente atormentadas por este pensamiento: “ Este lugar donde nos encontramos reunidos, era donde una vez los sacerdotes ofrecían sacrificios con nosotros y nos mostraban los afectos de los dioses, y ahora estamos ante un lugar de culto abandonado”. Un rasgo peculiar en el alma de Jesús se confron-

ta con el observador espiritual. Ya en otros viajes, se

podía notar que Jesús fue recibido en todas partes de una manera muy especial. El estado de ánimo básico de su alma difundió algo que tuvo un efecto suave y benéfico en las personas en cuyos círculos se le podía encontrar. Viajó de un lugar a otro, trabajó aquí y allá, en uno u otro taller de carpintería, y luego se sentaba con las personas con las que hablaba. Cada palabra que pronunció se entendió de una manera especial, porque se pronunció de una manera muy especial; fue infundida con la suavidad y benevolencia del corazón. No tanto el qué, sino el cómo, vertió algo como una especie de aliento mágico en las almas de la gente. En todas partes se formaron cálidas relaciones con el viajero. No lo tomaron como a alguien más; vieron algo especial brillar en sus ojos y sintieron algo especial hablando desde su corazón. Y así fue como si la gente de a pie, alrededor de

su altar, en dificultades, necesidad y miseria, vieran

cómo había llegado un extraño y como si en cada alma hubiera vivido el siguiente pensamiento: “ Un sacerdote ha venido a nosotros. ¡Quién quiere hacer la ofrenda en el altar otra vez!”. Ese era el estado de ánimo - 151 -

que los rodeaba, causado por la impresión que causÓ su llegada. Era como si se hubiera aparecido a los gentiles como un sacerdote que volvería a hacer los sacrificios. Y he aquí, que cuando estaba frente a la congregación, en cierto momento sintió como si hubiera sido transportado, como si hubiera sido llevado a un estado mental especial. ¡Y vio algo horrible! Miró el altar y entre la multitud, que se reunía a su alrededor en número creciente, vio lo que podría llamarse demonios, y reconoció lo que estos demonios significaban. Se dio cuenta

de cómo,

gradualmente,

las

víctimas paganas se habían convertido en algo que atraía mágicamente

a tales demonios.

Y así, cuando

Jesús llegó al altar, no solo vino la gente, sino también los demonios que se habían reunido en el altar de los anteriores sacrificios. Por eso él reconoció que tales sacrificios se originaron a raíz de los que se hicieron a los verdaderos dioses en tiempos paganos y en los buenos lugares de culto, en la medida en que fueron reconocibles para los tiempos paganos. Estos sacrificios habían caído en decadencia. Los Misterios habían degenerado, y en lugar de que a los sacrificios acudieran en masa los dioses, estos sacrificios y los pensamientos que vivían en los sacerdotes produjeron demonios, poderes luciféricos y ahrimánicos, que ahora vio a su alrededor nuevamente después de haber sido transferido a otro estado de conciencia. Y cuando la gente a su alrededor vio cómo mudaba a este otro estado de conciencia y luego cayó desvanecido,

huyeron

nios se quedaron.

espantados.

- 152-

Pero

los demo-

La decadencia de los misterios paganos se presen-

tó ante el alma de Jesús de Nazaret de una manera

aún más vívida que la decadencia de la antigua enseñanza hebrea. Desde los doce hasta los dieciocho años, había experimentado en sí mismo, que, lo que una vez se le dio a la humanidad, de modo que calentaba e iluminaba las almas, ya no podía funcionar y por lo tanto conducía a un cierto grado de destrucción del alma. Ahora veía cómo los viejos efectos benévolos de los dioses habían sido reemplazados por efectos de demonios luciféricos y ahrimánicos. Vio el declive del paganismo en lo que había percibido espiritualmente a su alrededor. Imaginen estas experiencias anímicas, esta forma de experimentar en qué se habían convertido los efectos de los antiguos dioses y el trato de las personas con los antiguos dioses; imaginen la sensación. “¡La humanidad debe tener sed de cosas nuevas, pues se volverán desgraciados en sus almas si no llega algo nuevo!”. Jesús de Nazaret tuvo, (después de que los demonios lo percibieran, por así decirlo, y luego siguieran a las personas que huían), una especie de visión, una visión de la que luego hablaremos, en la que, el curso del desarrollo de la humanidad, se le reveló de una manera especial, como desde las alturas espirituales. Tuvo una visión de lo que compartiré en una conferencia futura, que es como una especie de Padre Nuestro Macrocósmico”. Sintió lo que una vez fue proclamado por la palabra pura, como puro Logos de la humanidad. 5 La voz de la Bath Kol. Hace referencia a la oración que transformó en el Padre Nuestro actual. - 153-

Cuando Jesús de Nazaret regresó a casa de este

viaje, fue alrededor de la época, (como nos muestra

la investigación espiritual), en que el padre de Jesús de Nazaret* había muerto. En los años que siguieron, desde el vigésimo cuarto año, hasta lo que se conoce como el Bautismo de Juan en el Jordán, Jesús

de Nazaret se familiarizó con lo que podría llamarse la doctrina y la comunidad Esenia. Los Esenios” eran una comunidad que tenía su asiento en un valle en Palestina. La sede central estaba en un lugar solitario*. Pero los Esenios tenían asentamientos en todas partes; en Nazaret hubo una especie de asenta-

miento. Los Esenios se habían propuesto la tarea de desarrollar una vida especial, una vida especial del

alma, que debería estar en armonía con la vida ex-

terna, por lo que el alma podría desarrollarse un punto de vista más alto de experiencia, y en una especie de comunidad con el mundo tual. Hasta cierto punto, se ascendió hasta lo

hasta entrar espirique la

comunidad Esenia quería dar a sus miembros, sus compañeros creyentes, como lo más alto, una especie

de unión con el mundo superior.

Los Esenios habían desarrollado así algo que se suponía debía afectar al cuidado del alma humana, lo que hizo que esta alma humana fuera adecuada nuevamente para comprender lo que en el curso natural del desarrollo hamano ya no podía compren% Se refiere al padre del Jesús Salomónico, que también lo era del resto de sus hermanastros. % La comunidad Esenia de Nazaret fue fundada por Necireo, discípulo de Jeshu-Ben Pandira, unos cien años antes del nacimiento de Jesús.

5 Hoy conocemos ese lugar con el nombre de Qunrán. - 154-

der, la antigua

conexión

con

el mundo

Espiritual

Divino. Los Esenios intentaron lograr esto con reglas estrictas, que también se referían a la forma de vida externa. Intentaron lograr esto retirándose rigurosamente del contacto con todo lo que era el mundo exterior. El Esenio no tenía propiedad personal. Los Esenios habían venido de todas partes del mundo. Sin embargo, cualquiera que quisiera convertirse en Ese-

nio, tenía que entregar lo que poseía a la comunidad Esenia; solo la comunidad tenía propiedades. Entonces, si de alguna manera alguien poseía algo en un lugar y quería convertirse en Esenio, entregaba la casa y las tierras que le pertenecían a la comunidad. Como resultado, ella tenía posesiones en varios lugares. Era un principio peculiar en la comunidad Esenia, que actualmente puede resultar ofensivo, pero que era necesario para todo lo que los Esenios querían. Alimentaron la vida del alma al dedicarse a una vida pura, una vida de devoción a la sabiduría, pero también a una vida caritativa y amorosa. Ellos hacían el bien donde quiera que fueran, y recorrían el mundo para cumplir con su tarea. Parte de su enseñanza era curar a los enfermos.

Mantuvieron un trabajo tera-

péutico en todas partes donde iban, de acuerdo con el estilo de esa época. Pero también hicieron mucho en caridad material. Y había un principio, que no podría imitarse en el orden social de hoy, y que probablemente tampoco debería imitarse: Un Esenio podía ayudar a cualquiera que considerara necesitado, a excepción de un miembro de su familia. El ideal para estos Esenios, su objetivo, era perfeccionar el alma para volver a conectarla con el mundo espiritual. El objetivo de los Esenios era evitar que - 155-

las tentaciones de Ahrimán y Lucifer se acercaran al alma del Esenio. También podríamos caracterizar el ideal Esenio diciendo: El Esenio intentó alejar de sí mismo todo lo que puede llamarse tentaciones luciféricas y ahrimánicas. Trataron de vivir de tal manera que lo que Ahrimán arrastraba hacia la sensualidad, al mundo exterior, a la vida materialista, no podían alcanzarlo. Pero también trataron de vivir una vida en la pureza del cuerpo para que las tentaciones luciféricas y las tentaciones surgidas del alma no pudieran afectarlos. Así que trataron de llevar una vida en la que Lucifer y Ahrimán no pudiesen afectar al alma del Esenio. A lo largo de toda la sabiduría desarrollada, Je-

sús de Nazaret entró en una relación con los Esenios como no habría sido posible con ninguna otra per-

sona, y que no habría sido posible en los años a los que me refiero aquí, si se hubiera convertido en un

Esenio. A Jesús de Nazaret -incluso- se le permitió entrar en los lugares más sagrados y exclusivos, en la sede central de los Esenios (en la medida en que esto fuera posible dentro de las estrictas reglas de la orden Esenia), y se le permitió tener conversaciones con los

Esenios que solo tenían entre ellos. Pudo iniciarse en las reglas más profundas de la orden Esenia. Así que llegó a saber cómo se sentía, luchaba y vivía el Esenio individual, y sobre todo aprendió a sentir -esta es una de las cosas que importan- lo que existía como última posibilidad para que un alma de su tiempo alcanzara la antigua revelación sagrada a través de la perfección. Llegó a saber todo esto. Un día, cuando dejó la congregación Esenia, tuvo una experiencia significativa. Cuando salió a la puer- 156-

ta de la vivienda solitaria de los Esenios, vio a dos figuras huyendo de ambos lados de la puerta, y pudo sentir que Lucifer y Ahrimán estaban allí. Y una visión similar le acontecía con frecuencia. Los Esenios eran una orden muy numerosa en términos de personas. Tenían, como

lo describí, ramificaciones por

todas partes. Por lo tanto, fueron respetados como tales, a pesar de que llevaron su vida social de una manera completamente diferente a las otras personas de la época. Las ciudades que visitaron hicieron puertas especiales para ellos; porque el Esenio, como parte de sus reglas, no podía pasar por una puerta que tuviese una imagen. Si quería ir a una ciudad y llegaba a una puerta donde había una imagen, daba la vuelta y entraba en la ciudad por otro lugar donde no la había. Esto jugó un cierto papel en todo el sistema de perfección Esenia, porque nada legendario, mítico o religioso, podía representarse en la imagen. Los Esenios querían escapar de los impulsos luciféricos de las imágenes. Entonces, en sus viajes, Jesús de Naza-

ret conoció las puertas Esenias sin imágenes. Y una

y otra vez, se le apareció en estas puertas Esenias sin

imágenes, cómo Lucifer y Ahrimán se habían colo-

cado, cómo imágenes invisibles, donde estaban mal

vistas las imágenes visibles. Estas fueron experiencias significativas en la vida de Jesús de Nazaret.

¿Qué obtuvo de esta experiencia significativa en relación con las numerosas conversaciones que pudo tener con los Esenios que habían alcanzado un alto nivel de perfección? Algo se le presentó, lo cual nuevamente tuvo un efecto enormemente opresivo, pro-

fundo y enormemente deprimente en su alma, lo que le causó una agonía y un dolor interminables. Resul- 157 -

tó que tenía que reconocer: “ Sí, hay una comunidad estrictamente autónoma; hay personas que se esfuerzan por

conectarse en el presente con los poderes espirituales, con el mundo Espiritual Divino. Así que todavía hay algo entre las personas en el presente que intenta recuperar esta cone-

xión. ¿Pero a qué precio? Que esta comunidad de Esenios lleve una vida, que otras personas no podrían llevar; porque si todas las personas hubieran llevado la vida de ellos,

la vida de los Esenios no habría sido posible”. Y ahora

tuvo una conexión que resultó enormemente opresi-

va para su alma: ¿A dónde huyen Lucifer y Ahrimán cuando huyen de las puertas de los Esenios? -se preguntó- ¡Huyen hacia donde están las almas de otras personas! Es eso lo que en la humanidad se había hecho forzoso, que una comunidad debiera de separarse si quería encontrar la conexión con el mundo Espiritual Divino. Y debido a que se segrega, se separa para que solo pueda desarrollarse en toda su cohe-

sión social, al excluir a otras personas de sí, condena a

las otras personas a hundirse más profundamente de lo que de esta comunidad Esenia huyó. Debido a que la comunidad aumentó ¡los demás tuvieron que caer aún más! Debido a que los Esenios vivieron una vida en la que no permitieron a Lucifer y Ahrimán entrar en contacto con ellos, estos solo pudieron tentar a las otras personas.

Esa fue la experiencia de Jesús de Nazaret con una Orden esotérica. Lo que había aprendido en su tiempo con la ley judía, lo había experimentado en su alma en años anteriores. A lo que los cultos paganos habían llegado en su tiempo, también lo había expe-

rimentado en su alma en años anteriores, cuando el

mundo de los demonios había llegado ante su alma - 158-

en momentos significativos. Ahora había aprendido a qué precio la humanidad de su tiempo debía acercarse a los secretos del mundo Espiritual Divino. Así es como vivimos en un tiempo -esto llegó amargamente a su alma- en el que aquellos que buscan la conexión con lo Espiritual Divino, deben hacerlo en un círculo cerrado y a expensas de otras personas. Por tanto, vivimos en una época en la que el grito de an-

helo por tal conexión con el mundo Espiritual Divino, puede llegar a todos los seres humanos. Eso se había instalado en su alma.

Y como esto residía en su alma, tuvo, dentro de la

comunidad

Esenia, una conversación espiritual con

el alma del Buda. Todo el camino de la comunidad Esenia tenía mucho en común con lo que el Buda ha-

bía traído al mundo. Y Jesús se vio a sí mismo frente

al Buda y escuchó estas palabras dichas por el Buda mismo: “La forma en que le he dado a la humanidad la conexión con el mundo Espiritual Divino, no puede llegar a todas las personas; porque he fundado una doctrina que, para ser entendida y experimentada en sus principios superiores, necesita del aislamiento tal como está contenido en esta doctrina”. Con toda agudeza, con toda efusión, se presentó ante el alma de Jesús de Nazaret, cómo el Buda fundó una enseñanza, que presupone que, además de quienes profesan lo más íntimo de esta enseñanza, debe haber otras personas que no la puedan profesar de esta forma íntima. ¿Cómo podrían el Buda y sus discípulos ir con el cuenco en la mano y recoger limosnas, si no hubiera habido personas que

podrían haberles dado limosnas? Ahora escuchó esto del Buda, que su enseñanza no era tal que pudiera ser utilizada para cada situación en la vida. - 159-

Las oportunidades de desarrollo que existieron en su tiempo, Jesús de Nazaret las había experimentado en los tres períodos de su vida antes del Bautismo de Juan en el Jordán. Pero la forma en que experimentas algo es cuando entras en contacto directo y muy cercano con estas cosas. Se había acercado mucho a la antigua ley judía, iluminándola de una manera inspiradora, y había experimentado algo dentro de él, como una reverberación de las revelaciones que se habían dado a Moisés y a los Profetas. Pero también había experimentado que ya no era posible, para un alma de su época, con la organización del cuerpo en ese momento, captar completamente estas cosas.

Eran otros tiempos en los que uno podía incorporar plenamente la antigua sabiduría judía. Y cómo la decadencia de los misterios paganos había convocado el mundo de los demonios, también había experimentado de primera mano, a través de una experiencia en el mundo suprasensible, no solo convocando a las personas que, necesitadas, sufrían por el ruinoso lugar de culto, sino también a los demonios, que se habían reunido alrededor del lugar de sacrificio, en lugar de las viejas y bondadosas fuerzas paganas. Y cómo, a pesar de las demandas del tiempo que vendría, era imposible que la gente aprendiera algo del conocimiento secreto más profundo de la orden Esenia, que había experimentado durante los seis años anteriores al Bautismo de Juan.

Lo que uno obtiene al mirar la Crónica Akáshica en esta área, es el conocimiento de que, a través de la experiencia espiritual interna, se ha sufrido algo aquí que ninguna otra alma en la Tierra ha podido sufrir jamás. Son precisamente estas palabras que acabo =1a-

de pronunciar, las que puede que no se comprendan en nuestro tiempo. Entonces quiero alumbrar algo aquí. Tendré que explicar en el curso posterior de las comunicaciones del Quinto Evangelio, cómo estos sufrimientos

aumentaron

enormemente

en el

período entre el Bautismo de Juan en el Jordán y el Misterio del Gólgota. Nuestro tiempo podría objetar fácilmente: ¿Pero por qué debería sufrir un alma tan sublime? Porque nuestro tiempo tiene conceptos extraños sobre estas cosas. Y si tengo que pronunciarme

sobre toda la profundidad del sufrimiento de Jesús

y más tarde de Cristo, debo señalar algunos de los

malentendidos que surgen.

He mencionado varias veces -también aquí- que

Maurice Maeterlinck”, recientemente ha publicado un libro, “La muerte”, que uno debe leer por la razón de

lo absurdo que puede llegar a escribir alguien que, en otras ocasiones, escribió cosas buenas en el ámbito de la vida espiritual. Entre otros muchos

absurdos, en

este libro de Maeterlinck, también existe el de la afirmación de que un espíritu sin cuerpo no puede sufrir, porque solo un cuerpo físico puede sufrir. Con esto, Maeterlinck llega a la conclusión de que una persona que ha abandonado su cuerpo no puede sufrir en el mundo espiritual. Quien piense así podría llegar fácilmente a la conclusión de que la entidad Crística, después de haberse mudado al cuerpo de Jesús de Nazaret, no podría sufrir. Sin embargo, la próxima vez tendré que describir el sufrimiento más profundo de Cristo en el cuerpo de Jesús de Nazaret:. % Maurice Maeterlink (1862-1949). Escribió “La Mort” o “ Vom Tode”, “Sobre la Muerte” (1913). - 161-

Sin embargo, es extraño cómo una persona con sentido común puede creer que solo un cuerpo físico puede sufrir. Solo el alma en el cuerpo físico puede sufrir porque el cuerpo físico no puede tener dolor ni sufrimiento. Lo que es dolor y sufrimiento está en la parte anímico-espiritual de un cuerpo, y el dolor físico es exactamente lo que es causado por irregularidades en el organismo físico. En la medida en que el organismo físico es un organismo, existen las irregularidades. Puede tener una tensión muscular y así sucesivamente; pero el cuerpo físico, la organización física no sufre cuando la materia es arrastrada de un lugar a otro. Así como un saco de paja no puede sufrir cuando se tira la paja, tampoco puede sufrir un cuerpo físico. Pero debido a que hay un alma espiritual en el cuerpo, el alma espiritual sufre por el hecho de que algo no es como debería ser. Entonces, lo que sufre es el alma espiritual; y siempre es el alma espiritual. Y cuanto más alta es el alma espiritual, más puede sufrir de impresiones mentales y emocionales. Digo esto para que se intenten formar una sensa-

ción, un sentimiento, de cómo el ser de Zarathustra sufrió en estos años la experiencia de que, las viejas revelaciones, se habían vuelto imposibles para lo que el alma humana necesita en los tiempos más recientes. En primer lugar, este fue el sufrimiento infinito que no se puede comparar con ningún sufrimiento que encontremos en la Tierra, cuando miramos la parte de la vida de Jesús de Nazaret que se contempla hoy en día en la Crónica Akáshica. Al final del período que caractericé por última vez, Jesús de Nazaret tuvo una conversación con su madre. Esta conversa-

ción con su madre fue decisiva para lo que empren- 162-

dió entonces: el camino hacia la persona con la que ya había tenido algún tipo de trato a través de su relación con la orden de los Esenios. Lo que emprendió como el camino hacia Juan el Bautista.

La próxima vez hablaré sobre esta conversación con la madre, que será decisiva para lo que sigue en la vida de Jesús de Nazaret.

En conclusión, hoy me gustaría que consideren que las comunicaciones sobre este Quinto Evangelio se dan de la mejor manera posible, porque los Poderes Espirituales de nuestro tiempo exigen que un determinado número de almas lo sepan de ahora en adelante. Sin embargo, consideren que se da con cierta reverencia. Porque ya he mencionado aquí lo salvaje que se ha vuelto la vida intelectual externa de Alemania, incluso entre pensadores honestos,

cuando se publicaron noticias por primera vez, sobre los dos niños Jesús. Tales cosas, que se obtienen del mundo espiritual, que provienen directamente de la investigación espiritual, el público fuera de nuestro movimiento, aún no las puede tolerar. Y luego, en las más variadas formas, hay cosas que se pueden escuchar con una pasión salvaje y que quieren evitar algo que sale del mundo espiritual como una nueva proclamación. No es necesarid que las conversaciones descuidadas degraden y ridiculicen estas cosas de la misma manera que sucedió con la historia de los dos niños Jesús, porque estas cosas deberían ser sagradas para nosotros.

En realidad, no es nada fácil hablar de estas cosas en el presente, considerando el hecho de que la resis-

tencia a ellas es mayor. Y es básicamente lo que a me- 163-

nudo he caracterizado: la comodidad infinita de las almas humanas en nuestro tiempo, que no quieren entrar en los detalles de la investigación espiritual y, por lo tanto, no quieren obtener una idea de la posibilidad de hacer tales cosas. En el presente, por un lado, existe la llamada sedienta de revelaciones del

mundo espiritual en las profundidades ocultas del alma humana y, por otro lado, la parte consciente del alma humana es la que las rechaza con más pasión en nuestro tiempo.

Consideren las palabras que dije al final de la discusión de hoy y úsenlas como pautas de como se deben decir las cosas que hablamos sobre el Quinto Evangelio.

- 164-

Octava Conferencia Hamburgo, 16 de noviembre de 1913 Ahora me corresponde hablar de las cosas que han surgido en el curso de nuestra vida antroposófica, de la investigación Científico Espiritual que se ha obtenido de la Crónica del Akasha y que se relaciona con la vida de Jesús. En Christiania” ya he reunido alguna información sobre la vida de Jesucristo. Tam-

bién he comunicado varias cosas en otras ciudades, y

también me gustaría hablar con ustedes desde ciertos puntos de vista. En general, enfatizo que no es fácil hablar de esto, porque los resultados directos todavía se notan bastante mal en el presente, aunque generalmente admitamos que hay un hecho espiritual del que se habla de manera abstracta. Pero cuando se dan explicaciones concretas desde el campo del desarrollo espiritual del mundo, no solo encontraremos críticos con buen carácter, sino críticos salvajes, como lo fue en el caso con la comunicación sobre los dos niños Jesús, lo cual es muy obvio para el pensador objetivo. Por lo tanto, solicito que, las comunicaciones de hoy sean tratadas con respeto, porque, si se presentan fuera de nuestro contexto, podrían ser mal entendidas y podrían ser objeto de una oposición perversa. Pero también hay aspectos que te hacen sentir obligado a comunicar estas cosas. Un punto de vista es que hay una necesidad real, en nuestro tiempo, de 7 Es la actual Oslo (Noruega) - 165 -

una

comprensión

renovada

de Jesucristo, una

mira-

da renovada de lo que realmente sucedió en Palestina, lo que sucedió como el misterio del Gólgota. Pero hay otro punto de vista. Es que la percepción oculta en particular está entretejida con todo el espíritu que fluye de la Ciencia Espiritual y que nos da el conocimiento de cuán infinitamente saludable y estimulante es el alimento para las almas humanas, si pueden pensar con más frecuencia de lo que lo hacen, acerca

de lo que consideran que está entre los más grandes eventos. Puede ayudar a estas almas recordar el mis-

terio del Gólgota, las cosas concretas, lo que todavía se

puede investigar en detalle actualmente. Y todavía se puede explorar las cosas hoy con la mirada del ocultista. Así que me gustaría enfatizar el valor emotivo de la memoria de tales sucesos y me gustaría entrar en algunas de las cosas que emergen de la Crónica Akáshica como una especie de evangelio, como un Quinto Evangelio. Los otros cuatro no están escritos al mismo tiempo, están escritos por inspiración de la Crónica Akáshica. Hoy vivimos en una época en que se cumple la palabra de Jesucristo: “ Estoy contigo todos los días”. En momentos especiales, Él está particularmente cerca de nosotros, y nos habla de cosas nuevas que sucedieron en el momento del Misterio del Gólgota. Hoy quiero hablar sobre lo que se llama el suceso de Pentecostés. Para mí, fue el punto de partida del Quinto Evangelio. Primero examiné las almas de los apóstoles y discípulos, que no solo estaban de acuerdo con lo que explica la tradición, sino que realmente se reunieron todos en el periodo de Pentecostés. Entonces vi que había algo en sus almas, que sentían como una extraña certeza. Porque sabían que algo les había - UN =

sucedido. Se dijeron a sí mismos: “ Hemos experimentado algo de una manera extraña”. Porque miraron hacia atrás, a experiencias que habían pasado como en un sueño superior, en un estado diferente de conciencia. En un sentido más elevado era como si fuera -en un sentido inferior- para el individuo normal cuando ha experimentado algo soñando y lo recuerda y se dice a sí mismo: “Pasé por este sueño y ahora me queda claro en mi conciencia”. Entonces, en el día de Pentecostés, fue cuando se dijeron: “ Era como si la conciencia ordinaria se nos hubiera dormido”. Los sucesos que ocurrieron en la memoria, los cuales sabían que habían experimentado, sin embargo, no los habían experimentado con la conciencia cotidiana. Ellos ahora sabían eso. Así que ahora recordaban: * Una vez caminamos con alguien que nos era muy querido, muy querido y valioso para nosotros. Entonces, en cierto momento, fue como si nos lo hubieran arrebatado”. Les pareció que el recuerdo de caminar con Jesús en el plano físico se interrumpió, y fue como si lo siguiente lo hubieran experimentado como si estuvieran soñando. El día de Pentecostés fue cuando se dijeron: “Era como si la conciencia ordinaria se hubiera dormido”. Los sucesos que ocurrieron estaban en su memoria, sabían que los habían experimentado, pero no los habían experimentado con la conciencia cotidiana ordinaria. Experimentaron retrospectivamente lo que se describe en los Evangelios como la Ascensión, y volviendo más atrás experimentaron cómo estaban con Jesucristo de cierta manera. Ahora lo sabían: “Estábamos juntos, pero en ese momento era como caminar en sueños; solo ahora podemos saber verdaderamente cómo estábamos con Él”. Percibieron el tiempo que habían pasado con - 167-

ÉIl, como un sueño después de la resurrección. Lo estaban experimentando ahora en sus recuerdos. Luego regresó y experimentaron por sí mismos lo que eran

la resurrección y la muerte en la cruz. Ahí puedo decir que se tiene una impresión tremenda y profunda cuando ves por primera vez cómo, en Pentecostés, las

almas de los apóstoles recuerdan el suceso del Gólgota. Y confieso que al principio tuve la impresión de que no estaba mirando directamente el Misterio del Gólgota, sino mirando en las almas de los apóstoles, tal cómo lo habían visto, mirando desde Pentecostés. En realidad, no lo habían presenciado con el ojo físico, no lo habían experimentado en la conciencia física, sino que solo después se percataron de que el misterio del Gólgota estaba allí, porque su conciencia física cesó, por un tiempo, antes de que Jesucristo tuviera que pasar por todo lo que se describe como flagelación, coronación de espinas y crucifixión. Si la ex-

presión no se malinterpreta, porque es relativamente trivial, me gustaría usarla: Los discípulos durmieron,

soñaron con lo que les había sucedido.

Fue conmovedor ver -por ejemplo- cómo Pedro pasa por lo descrito como “la negación”. Él niega a Cristo, pero no por un defecto moral, sino por la forma en la que camina en sueños. De hecho, en su conciencia ordinaria no hay conexión con Cristo. Se le pregunta: ¿Perteneces a Jesucristo? No lo sabe en ese momento, porque su cuerpo etéreo había sufrido una transformación tal, que no conocía la conexión en ese momento. Él pasa todo este tiempo caminando con el Resucitado. Lo que el Resucitado hace penetra profundamente en su alma, pero solo se vuelve consciente en la retrospectiva durante Pentecostés. = N -

Ahora las significativas palabras que Jesucristo dice suenan de manera diferente en su alma, las palabras que les dice a Pedro y a Santiago cuando los lleva a la montaña: “ ¡Velad y orad!” Y de hecho cayeron en una especie de otro estado de conciencia, en una especie de trance de sueño. Cuando estuvieron juntos y discutían, Jesucristo estaba entre ellos en cuerpo etéreo, sin que ellos lo supieran, y les habló y ellos a Él, pero para ellos todo sucedió como en un sueño. Solo se convirtió en un suceso consciente, en la retrospectiva, durante Pentecostés. Primero caminaronjuntos, después la conciencia se desvanece y luego se despiertan nuevamente. Pensaron: Primero fue a la muerte en la cruz y murió en la cruz; luego lo que sucedió es la resurrección, y volvió en su cuerpo espiritual, tuvo un intercambio con nosotros y dejó que los misterios del mundo se filtraran en nuestras almas. Ahora todo esto nos dará una idea de lo que hemos experimentado en el otro estado de conciencia. Sobre todo, dos impresiones son profundamente significativas horas antes de la muerte. Por supuesto, tiene sentido hacer todo tipo de objeciones científicas, pero nos imaginamos que, al mirar la Crónica Akáshica, los sucesos son una realidad objetiva, así es como lo puedo expresar. En primer lugar se presenta una cosa. Antes de la muerte, se presenta un

eclipse, un oscurecimiento de la Tierra durante horas, lo que para la mirada clarividente da la impresión de un eclipse solar; pero también podría haber sido un eclipse por las nubes. Entonces puedes percibir cómo, cuando muere en la cruz, el impulso de Cristo, atravesando esta oscuridad, se conecta con el aura de - 169-

la Tierra. La conexión del impulso cósmico de Cristo con el aura de la Tierra se ve en este oscurecimiento

antes de su muerte. Entonces tienes esa gran y tre-

menda impresión de cómo este Ser, que vivía en el cuerpo de Jesús, ahora se está derramando sobre el aura de la Tierra, el alma espiritual, de modo que las almas de los hombres, en adelante, están ahora como

si hubieran entrado en Él. Mirar en espíritu en la cruz del Gólgota, y ver al Cristo derramándose, a través

de la oscuridad, sobre la vida en la Tierra, es una im-

presión enormemente abrumadora. Porque uno puede, ver en la imagen, lo que realmente tenía que pasar para el desarrollo de la humanidad en la Tierra.

Y ahora el entierro. Por supuesto, como mencioné en el ciclo de Karlsruhe”, pueden ver cómo un

fenómeno natural es una expresión externa del suceso espiritual. Cuando Cristo yacía en la tumba, hubo un tremendo terremoto sobre la Tierra, seguido de un torbellino. Fue particularmente importante que, en lo que llamamos el Quinto Evangelio también se hizo evidente cuando lo observamos en la Crónica Akáshica: que después del torbellino, los sudarios estaban en la tumba, como se describe fielmente en el Evangelio de Juan. Lo que acabo de describir, miran-

do hacia atrás, en sus propios encuentros con Cristo después de la resurrección, los apóstoles experimentaron el misterio del Gólgota. Y en Pentecostés experimentaron, lo que para su conciencia, había estado pasando como en sueños. 71 En Karlsruhe constan tres visitas de Steiner: 25/1/1910, (GA 118); del 4 al 14/10/1911 (GA131) y 1/3/1913 (GA69). Pero las conferencias iniciales de lo que conocemos como Quinto Evangelio fueron en Christiania (Oslo) del 1 al 6/10/1913. - 170-

Jesucristo estaba realmente solo cuando se produjo el misterio del Gólgota, porque sus discípulos no solo

huyeron; su conciencia también había huido de ellos.

Estaban en una especie de estado de sueño y experimentaron los sucesos de tal manera que solo lo captaron con plena conciencia en la fiesta de celebración de Pentecostés. Experimentaron este encuentro con Cristo después de la resurrección, de una manera peculiar, por que vieron lo siguiente en imágenes: “Aquí y allá estábamos con Él; Él hablaba, pero esto solo ahora nos está quedando claro”. Sin embargo, ahora experimentaron algo extraño. Vieron las imágenes de sus experiencias con Cristo nuevamente, ya que correspondía a su

momento de estar juntos después de la resurrección. Pero era para ellos como si siempre hubiera algo más. Siempre había una imagen, eso les daba el recuerdo de una unión física que habían experimentado como en un trance onírico.

Pero siempre se presentaron dos sucesos: Estar juntos después de la resurrección y estar juntos antes de entrar en trance, ya que todavía estaban en el cuerpo

físico con el Cristo, reconocible por la conciencia físi-

ca. Los acontecimientos se les parecieron como en dos imágenes superpuestas. Uno mostraba un recuerdo de un suceso físico, el otro un despertar de lo que habían pasado con el Cristo, pero en otro estado de conciencia. Esta superposición de dos imágenes les dejó en claro lo que realmente sucedió.

Lo que había sucedido para el desarrollo de la Tierra era claramente visible para ellos durante Pentecostés. Si se quiere describir por lo que atravesaron, nos enfrentamos a dos grandes y profundos sucesos. Lo que acaeció fue antes de su sensación, provocada - 171-

por el suceso de Pentecostés. Y que lo que anteriormente estaba en el cosmos, estaba ahora en la Tierra. Eso fue lo que vieron. Todo esto sólo se aclarará cuando lo veamos en los Registros Akáshicos. Comencemos por las experiencias que tiene el hombre. El hombre primero experimenta hechos espirituales antes de descender a una nueva encarnación terrenal. Luego pasa por el estado de germinal y el nacimiento; pasa a través del cuerpo material hacia la vida física en la Tierra y finalmente regresa al mundo espiritual. Así es el desarrollo de su alma. Estos niveles son diferentes para cada ser. Intentemos transferirlo al ser de Cristo. Cristo pasa por sus condiciones de una manera diferente. Desde el Bautismo hasta el Misterio del Gólgota, hay una especie de estado germinal. Morir en la cruz es nacer; vivir con los apóstoles después de la resurrección es caminar sobre la Tierra. La transición al aura de la Tierra es lo que la transición al mundo espiritual es para el alma humana. Para el Cristo es exactamente lo contrario. Él busca lo contrario para su destino. El alma humana va de la Tierra al mundo espiritual; el Cristo va del mundo espiritual a la esfera de la Tierra, se une con la Tierra para pasar al aura de la Tierra a través del gran sacrificio. Esta es la transición de Cristo al Devacán. Y ahora en el aura de la Tierra, Cristo vive en su Devacán elegido. El hom-

bre se eleva de la Tierra al Cielo. Por el contrario, el Cristo desciende del Cielo a la Tierra para vivir con el hombre. Ese es su Devacán. Así que el hecho de que Dios haya entrado en su

existencia terrenal, fue uno de los eventos en la ima- 172-

gen de la Ascensión, en realidad la Ascensión terre-

nal ante los apóstoles y discípulos en Pentecostés. Así quedó claro para sus sentidos lo que había sucedido, lo que el destino había deparado al desarrollo

de la Tierra. En Pentecostés los apóstoles se sintieron transformados y llenos de una nueva conciencia. Era el descenso del Espíritu, la luz interior de un conocimiento lleno de Espíritu. Por supuesto,

se puede

aparecer ante la gente

como un entusiasta o un soñador cuando se cuentan

estos sucesos, pero, por otro lado, es comprensible que nada ordinario se puede expresar de los grandes sucesos que han tenido lugar en la vida en la Tierra. Entonces

los discípulos,

mirando

hacia

atrás, solo

entonces comprendieron, vieron los tres años de la

vida de Jesucristo, desde el Bautismo de Juan, hasta

el misterio del Gólgota. Me gustaría ofrecer algunas sugerencias sobre ello.

Me gustaría comenzar con una descripción de los sucesos tal como se presentan a los observadores de la

Crónica del Akasha. Antes del Bautismo de Juan en el Jordán, la mirada espiritual recae en un suceso muy especial en la vida de Jesús, en quien el Cristo aún no

se había derramado. Allí Jesús tuvo una conversación

con su madre adoptiva, en su trigésimo año. Desde

los doce años no estaba con su madre biológica, sin embargo, se había desarrollado un vínculo cada vez

más profundo de Jesús con su nueva madre. Ya he contado las experiencias de Jesús desde el duodécimo al decimoctavo año y del veinticuatro al trigésimo año. Eran sucesos profundos. Aquí me gustaría

dar seguimiento a un suceso que tuvo lugar antes del Bautismo de Juan. Es una conversación con su madre - 173-

adoptiva. Fue una conversación en la Nazaret describió a su madre todo lo perimentado desde el duodécimo año. blar ahora, con palabras impregnadas

que Jesús de que había exAllí podía hade profundos

y poderosos sentimientos, de lo que realmente, más o

menos en solitario, había experimentado en su alma. Lo dijo vívida e insistentemente. Habló de cómo, en

esos años, de los doce a los dieciocho años, las más altas enseñanzas de Dios, que una vez se habían revela-

do a los profetas hebreos, habían entrado en su alma como una iluminación. Porque eso fue lo que inspiró a Jesús desde los doce hasta los dieciocho años.

Todo comenzó cuando él estaba entre los escribas en el templo. Fue una inspiración como la que les fue revelada a los profetas en los tiempos antiguos. Le había sucedido que sufrió dolor bajo la impresión de estas percepciones internas. Algo se había asentado profundamente en su alma. En lo profundo de su alma se había asentado esto: “Las antiguas verdades fueron dadas al pueblo hebreo en un momento en que sus cuerpos estaban formados de manera que podían entenderlas. Ahora, sin embargo, sus cuerpos ya no eran adecuados para recibir esto, como sucedía en los tiempos de los antiguos profetas”. Hay que expresar lo que caracteriza la experiencia tremendamente dolorosa en la vida de Jesús. Hay que decirlo abstracta y secamente, aunque sea una expresión tremendamente incisiva. Había un lenguaje en el período hebreo antiguo que descendía del reino espiritual divino. Ahora, brillando desde el alma, el viejo lenguaje volvió a surgir, pero no había nadie que lo entendiera. Se predicaría para oídos sordos, aunque - 174-

se hablara de las más grandes enseñanzas. Ese fue el mayor sufrimiento para Jesús; y se lo dijo a su madre. Luego describió un segundo suceso que había experimentado en los viajes a pie desde sus dieciocho a veinticuatro años, en las regiones de Palestina donde vivían los paganos. Viajaba por allí y trabajó como carpintero. Al atardecer se sentaba con la gente. Resultó ser una convivencia que la gente no experimentaba con nadie más. Debido al gran dolor, algo se había desarrollado en él que, finalmente, se convertiría en el poder mágico del amor que fluía a través de cada palabra. Este poder mágico de las palabras funcionó en la conversación con las personas. Lo que parecía genial era que algo como una fuerza misteriosa se derramaba entre sus palabras. Fue tan significativo que mucho después de que él se fuese, la gente por la noche volvió a juntarse y era como si todavía estuviera allí, había algo más allá de lo físico. Las personas se sentaban

juntas y tenían la impresión, tenían la visión común,

como si de nuevo Él apareciera. Así que permaneció en numerosos lugares como si estuviera vivo entre la gente. Sin embargo, estaba allí espiritualmente.

Una vez que llegó a un lugar donde había un anti-

guo altar de culto pagano. El altar del sacrificio estaba

deteriorado. Los sacerdotes se habían ido porque una grave enfermedad se había apoderado de la gente de allí. Cuando Jesús llegó, las personas corrieron a reunirse. Jesús ya se reveló como alguien especial debido a la impresión que había causado. El pueblo pagano se había apresurado a reunirse alrededor del altar y esperaba que un sacerdote volviera a ofrecer sacrificios. Jesús le contó a su madre que vio claramente en que se había convertido el culto de sacrificio pagano. - 175-

Cuando examinó a la gente, vio en lo que se habían

convertido gradualmente los dioses paganos: En entidades malvadas y demoníacas, eso es lo que vio entonces. Luego se desmayó

y entonces experimentó,

en un estado diferente de conciencia, lo que estaba pasando con los sacrificios paganos. Los antiguos dioses ya no estaban allí, como en tiempos anteriores, y en su lugar, aparecieron entidades demoníacas que se alimentaban de las personas y las enfermaban. Había experimentado eso en un estado diferente de conciencia, después de desmayarse. Ahora él contó todo esto; también contó cómo la gente había huido y cómo vio a los demonios irse. Se podría decir que el paganismo antiguo había caído y ya no contenía la gran sabiduría del pasado. Pero Jesús experimentó esto directamente. Ahora podía decirle a la madre: “Si la voz celestial descendiera venido a los profetas, no habría Pero los dioses paganos tampoco nios han tomado su lugar. Incluso de hoy no encuentran a nadie que

a los hebreos, como había nadie que la entendiera. vendrán más. Los demolas revelaciones paganas las reciba”.

Ese fue el segundo gran dolor. Con palabras conmovedoras, le describió a su madre el tercer gran dolor que había experimentado cuando fue admitido en la comunidad Esenia. A través de la perfección de sus almas humanas individuales, querían abrirse camino y llegar a la visión de los mundos espirituales y así aprender, lo que, de otro modo, sería imposible percibir para los judíos y los gentiles. Pero solo personas individualmente podrían experimentar esto, y podían lograrlo a través de la forma de vida que habían tomado los Esenios. Sin embargo, durante un - 176-

tiempo, Jesús se había unido con la comunidad oculta de los Esenios. Cuando la dejó, vio a Lucifer y Ahriman huir de la puerta de los Esenios hacia el resto del mundo. También tuvo una conversación visionaria con el Buda en el recinto Esenio. Y ahora lo sabía: Hay un camino para ascender allí donde te unes con lo Divino Espiritual, pero solo unos pocos pueden lograrlo. Si todos quisieran obtenerlo, todos tendrían que rendirse. A expensas de la gran multitud, solo algunos pueden lograrlo liberándose de Lucifer y Ahriman; pero luego Lucifer y Ahriman van a parar al resto de la humanidad. Ni por el método de los judíos, ni por el de los paganos, ni tampoco por el de los Esenios, fue posible abrir a la humanidad en general la conexión esencial con el mundo Divino Espiritual. Mientras se desarrollaba esta conversación, un gran dolor estaba unido a toda el alma de Jesús. Todo el poder de sí mismo estaba unido a estas palabras. Entonces algo se alejó de él y pasó a su madre adoptiva”. Estaba muy fuertemente conectado con lo que estaba diciendo. Por la palabra, su esencia pasó a la madre, de modo que él estaba fuera de su Yo, había salido de sí mismo. La madre -entonces- se transfiguró en algo completamente diferente. Mientras algo

había salido de él, la madre había recibido un nuevo

yo que se había integrado en ella, se había convertido en una nueva personalidad. Si uno busca ahora y trata de averiguar en qué consistió el proceso, resulta una cosa extraña: La madre biológica” de este Jesús, que estaba en el mundo 7 Se refiere a María de la línea Salomónica. 7 María de la línea Natánica.

- 177-

espiritual desde su duodécimo año, ahora ha descen-

dido con su alma y ha compenetrado, plena y espiritualmente, el alma de la madre adoptiva para que se convirtiera en una diferente. Tras este suceso, algo cambia en Jesús. Era como si su Yo lo hubiera abandonado; el Yo de Zarathustra se había desplazado al mundo espiritual. Instado a hacer algo, Jesús, movido por un impulso interior,

ahora se dirige al Jordán a ver a Juan, el Bautista, el

Esenio. Y Juan le Bautizó en el Jordán. El yo de Zarathustra había salido y el ser de Cristo descendió; había sido impregnado por el Ser del Cristo. Ahora el Cristo caminaba por la Tierra en los cuerpos de Jesús. También la madre adoptiva había sido penetrada por el alma de la madre biológica, que había permanecido en el mundo espiritual hasta entonces. Sin embargo estas conexiones no se produjeron de inmediato, ambas sucedieron gradualmente. Voy a explicar los sucesos individuales a partir de los cuales se puede mostrar cómo el Cristo, inicialmente, solo estaba conectado superficialmente con el cuerpo de Jesús y gradualmente se tornó más y más firmemente conectado con él. Si uno ha llegado a conocer los sufrimientos y dolores de Jesús, desde el duodécimo hasta el trigésimo año, solo conoce ahora el enorme aumento de estos dolores de Jesús.

Ahora, en los siguientes tres años, Dios se fue co-

nectando más y más con el hombre. Esta continua conexión, cada vez más intensa, entre Dios y el hombre,

produjo un aumento igualmente intenso de dolor. Es indescriptible lo que tuvo que suceder para permitir a la humanidad ascender a los poderes espirituales - 178-

originales, y que se muestra en los sufrimientos de Dios durante los tres años que estuvo en la Tierra. No es previsible que haya mucha comprensión de estos sucesos en el presente. Hay un libro que debería leerse debido a su paradoja: “La mort”, de Maurice Maeterlinck. Este libro dice que la mente no puede sufrir, solo el cuerpo puede sufrir. De hecho, el cuerpo físico puede doler tanto como una piedra. El dolor físico es dolor mental. Solo lo que tiene un cuerpo astral puede sufrir. Por lo tanto, un Dios puede sufrir mucho más que un ser humano. Cristo experimentó el sufrimiento hasta la muerte, el sufrimiento más intenso está en la conexión de Cristo con el ser de Jesús.

Habiendo vencido a la muerte entrando en el aura de la Tierra. Solía describir, de una manera más abstracta, cómo el suceso del Cristo está en el centro del desarrollo de

la Tierra. Este suceso tan importante no pierde nada

si lo miras en su realidad concreta. Todo surge vívidamente cuando se describen todos los hechos, solo que debe ser visto adecuadamente. Cuando el Quinto Evangelio algún día esté aquí (la humanidad lo necesitará, quizás después de mucho tiempo), verá este suceso tan importante de una manera muy diferente. El Quinto Evangelio será un pozo de consuelo y sa-

lud, un libro de fortaleza. Al final del cuarto evange-

lio hay palabras que indican que vendrán más. “El mundo no tendría sitio para los libros que podrían escribirse'”. Puedes obtener coraje de una manera diferente, cuando surgen nuevos hechos sobre Palestina,

porque los cuatro Evangelios fueron creados de la * Evangelio de Juan 21/24-25.

- 179 -

misma manera que el quinto, excepto que este quinto

aparece dos mil años después.

Una vez que el Quinto Evangelio esté aquí, no diferirá de los demás en cómo está escrito. Pero habrá personas que no lo reconocerán porque el alma humana es egoísta. Supongamos que la obra de Shakespeare “ Hamlet” es desconocida y que “ Hamlet” apareciese hoy, la gente se enfadaría. Así es como el Quinto Evangelio tendrá que luchar. Las personas necesitan algo; que aquellos que quieran entender realmente entiendan. Solo habrá que reconocer que, como

antes,

las revelaciones

pueden

provenir

solo

del Espíritu. Pero las formas y los medios para hacer

esto son diferentes. A este respecto, nuestro tiempo

tiene tareas especiales.

¿En qué momento las cosas que he descrito encajaron en su lugar? No podrían suceder en otro momento que no fuese en el que sucedió: El cuarto período post Atlante. Si, por ejemplo, hubiera caído en el tercero o el segundo, habría habido numerosas

personas a las que se les enseñó la sabiduría primordial de los hindús, para quienes la sabiduría habría estado allí en forma natural. Uno hubiera entendido menos a Cristo en la época Persa, y aún menos en el tiempo Egipcio. Pero el entendimiento había finalizado por completo en el cuarto período. Por lo tanto, la enseñanza solo podía penetrar en la mente como un hecho de fe. Era el peor momento para la comprensión, del cual la mayor parte de las personas estaban alejadas. Pero los efectos del Cristo no dependen de lo que la gente pueda entender. Porque Cristo no fue un maestro mundial, sino quien ha hecho algo, como

ser espiritual, que ha entrado en el aura de la Tierra - 180 -

para vivir entre los hombres. Esto puede entenderse simbólicamente cuando las mujeres llegaron al sepulcro y un ser espiritual les dijo: “ ¡La persona que estáis buscando no está ahí!”” Esto se repitió cuando una gran multitud de europeos fue al Santo Sepulcro, en las Cruzadas. Luego la gente se trasladó a los sitios físicos del Gólgota. También les dijeron: “ El que estáis buscando ya no está aquí!”, (porque se había mudado a Europa). A medida que los peregrinos, desde el corazón, eran guiados a Asia, Europa comenzó a despertar intelectualmente, pero la comprensión de Cristo se desvaneció. Solo en el siglo XII surgió el deseo de una prueba de Dios. ¿Qué nos demuestra esto en tiempos más recientes? ¿Alguna vez necesitas probar quién es el ladrón cuando atrapas a ese ladrón en tu jardín? Solo necesitas evidencias si no lo conoces. Se buscaba la evidencia de Dios cuando uno había perdido la comprensión; porque lo que sabes no tienes que probártelo a ti mismo. Cristo estaba allí, inundando las almas. Todo lo que ha sucedido históricamente, ha sucedido bajo la influencia del Cristo porque las almas vivieron en el impulso del Cristo. Ahora la humanidad tiene que entrar en una comprensión consciente de los sucesos temporales. Por eso la haumanidad debe conocer al Cristo aún mejor. Conectado con esto está el conocimiento del hombre Jesús de Nazaret. Eso será cada vez más necesario. No es fácil hablar de esto, pero, en

cierto sentido, es algo que se muestra en el presente

75 Estas palabras están en los Evangelios de Lucas, Mateo y Mar-

cos. En el de Juan es el Cristo mismo el que se aparece a María de Magdala. - 181-

como un deber superior: Hablar sobre el hombre Jesús de Nazaret a algunas almas, poder hablar sobre lo que llamamos el Quinto Evangelio.

- 182-

Novena Conferencia Berlín, 18 de noviembre de 1913

La última vez que hablé aguí, traté de contar algo del Quinto Evangelio sobre la vida de Jesús de Nazaret, desde su duodécimo año hasta la época del Bautismo de Juan en el Jordán. Cuando conté la ex-

periencia significativa que Jesús de Nazaret tuvo en un lugar de culto pagano, mostré cómo la lectura de los Registros Akáshicos nos hace ver a Jesús de Nazaret; Cómo en este lugar de culto pagano, tiene la impresión de ver a demonios que rodean el altar. Solo quiero recordarles brevemente que cae como muerto, y se ve arrebatado a otro mundo, en el que puede percibir cuáles eran los secretos espirituales divinos de las antiguas y sagradas enseñanzas de misterios de los paganos. Porque de esta manera pudo percibir una idea viva de lo que fue el paganismo y en lo que se había llegado a convertir.

Ya he mencionado que durante este tiempo (en este otro estado de conciencia ante el altar pagano del que ya hablamos), escuchó algo así como la revelación de palabras que enunciaban, como se expresaba en la antigua enseñanza sagrada de los pueblos paganos, lo que debe considerarse como el secreto de la conexión del hombre con lo material, con el mundo sensorial físico. Entonces.

escuchó,

desde

los mun-

dos espirituales, esa voz que era accesible para los antiguos profetas paganos. Y lo que escuchó, puede - 183-

describirse como una especie de Padre Nuestro cósmico. Éste expresa cómo el destino del alma humana debe ser moldeado por el hecho de que el hombre se mezcla con la materia terrenal desde el nacimiento hasta la muerte. Esta oración, cuya inversión posterior se convirtió en el Padre Nuestro terrenal, pudo ser escuchada por primera vez cuando colocamos la primera piedra en Dornach. Volveré a leerlo aquí, porque en realidad es la enseñanza original de la humanidad pagana. Intentaré traducirlo lo mejor que pueda, en alemán (aquí en castellano). AUM,

¡Amén!

Impera el Mal, testigo de yoidad que se desenlaza, deuda del propio ser, por otros acarreada, vivida en el pan de cada día, en que no domina la voluntad de los cielos, porque el hombre se separó de vuestro reino y olvidó vuestro nombre, Vosotros, Padres en los cielos. Eso fue aproximadamente lo que Jesús de Nazaret

escuchó como el misterio del hombre terrenal, en el

sentido de la antigua enseñanza sagrada, cuando caminaba por regiones paganas. Estas palabras expresan secretos realmente profundos de la evolución humana. Esta significativa audición penetró en el alma

de Jesús en el momento de su vigésimo cuarto año, y,

desde entonces, supo algo que una vez resonó desde el mundo espiritual, en tiempos antiguos del desarrollo humano, algo que le pareció grande y poderoso. Y se dijo a sí mismo, especialmente después de haber

descrito por última vez la impresión en el antiguo lu- 184-

gar pagano de adoración ahora en ruinas: “Ahora, en la Tierra, ya no hay gente que pueda entenderlo”. Así es como llegó a conocer el paganismo. Hemos visto cómo en las tres épocas sucesivas de su juventud, llegó a conocer las profundidades del judaísmo, las del paganismo y también las de los Esenios. Hemos visto cómo estas percepciones, poco a poco, fue-

ron fuentes de profundo sufrimiento para él. Debido a las percepciones tuvo que decirse a sí mismo: “ Po-

drían estar allí si las condiciones, para recibirlas ahora, es-

tuvieran disponibles para la humanidad; pero estas condiciones no existen en este momento”. Ese fue el resultado de la vida de Jesús. Así es como

el Quinto Evangelio nos muestra que Jesús pudo decirse a sí mismo antes de recibir al Cristo: “ Ha habido una evolución humana, pero de tal manera que las personas han adquirido habilidades que han oscurecido otras habilidades de los tiempos primitivos, de forma que la gente ya no puede recibir los mensajes del mundo espiritual como habían tenido lugar en tiempos anteriores para judíos y gentiles”. Pero también tuvo que decirse lo mismo de su conexión con los Esenios, que al igual que solo un pequeño grupo de Esenios pueden reunirse con el mundo espiritual, no toda la humanidad podría llegar a hacerlo. Así que este camino le había parecido imposible. “ Pobre, pobre humanidad” - esto cruzó por su alma- “si escucharas las voces de los antiguos profetas paganos, ya no las entenderías. Si te hablaran las voces de los antiguos profetas judíos, ya no las entenderías. Pero tampoco puede aspirar a esto toda la humanidad, como aspiran los Esentos; pues eso sólo puede ser pretendido por un pequeño grupo, que busca - 185-

la perfección a expensas del resto de la humanidad”. Lo que les digo en pocas palabras, lo vivió él, una dolorosa realidad espiritual. Era un sentimiento de infinita compasión por toda la humanidad, la compasión que tenía que sentir para madurar y poder acoger la entidad Crística. Antes de que esto sucediera, Jesús de Nazaret tuvo una conversación importante con la personalidad que conocemos como su madre adoptiva. Sabemos que la madre de este Jesús Natánico, (que había asumido el Yo de Zarathustra en él, en su duodécimo año) es decir, la verdadera madre biológica de este Jesús Natánico,

murió poco después de que este niño Jesús, incorporase el Yo de Zarathustra, que estaba encarnado en el niño Jesús Salomónico, de modo que el alma de la madre ya hacía mucho tiempo que estaba en el mundo espiritual. También sabemos por conferencias anteriores de años pasados, que el padre del otro niño, el Salomónico, había muerto y que las dos familias de los dos niños se habían convertido en una única familia en Nazaret, dentro de la cual Jesús estaba con sus hermanos

y con la madre de Zarathustra. Sabemos que el padre de Jesús de Nazaret murió cuando regresó de un gran viaje alrededor de sus veinticuatro años, y que Jesús de Nazaret ahora vivía con su madre, la madre adoptiva. En general, debe decirse que esta madre adoptiva

adquirió lentamente una comprensión mental. Sin embargo, gradualmente fue una comprensión profunda,

por todas las experiencias penetrantes tó Jesús de Nazaret. Con los años, por almas, la de Jesús de Nazaret y la de la crecieron la una en la otra a lo largo de - 186-

que experimenasí decirlo, estas madre adoptiva, los años.

En los primeros años después de su duodécimo año, también se sentía solo con sus experiencias en la

casa de sus padres. Los hermanos” vieron en su alma, que tuvo que luchar con sus profundas y dolorosas experiencias, en realidad, solo un alma que se dirigía hacia una especie de estado de locura. La madre, por otro lado, encontró la oportunidad de ganar más y más comprensión sobre esta alma. Y así sucedió que el Jesús de Nazaret, en su vigésimo noveno o trigésimo año, pudo tener una conversación importante con esta madre, una conversación que fue, realmente, de

lo más profunda y efectiva, como veremos en breve.

Básicamente esta conversación contenía, en una especie de retrospectiva, todo lo que Jesús de Nazaret había experimentado desde los doce años. Los Registros Akáshicos nos muestran cómo fue esta conversación. En primer lugar, Jesús de Nazaret habló de esas experiencias que habían tenido lugar entre los doce y dieciséis o dieciocho años; cómo en ese tiempo, fue

experimentando gradualmente dentro de sí mismo, lo que una vez fue la antigua enseñanza hebrea, la antigua enseñanza de los profetas hebreos. No había podido experimentarlo en su entorno a través de nadie más, igual que no había podido experimentar esas palabras, a través de alguien de su entorno, las palabras que había pronunciado para asombro de los escribas en el Templo. Pero siempre había inspiraciones en su alma que él sabía: * Vienen del mundo espiritual.” La enseñanza hebrea se elevó en él para que se conociera a sí mismo como el poseedor de esta antigua enseñanza hebrea, pero para la cual, sin em7 En realidad, eran los hermanos del Jesús Salomónico.

- 187-

bargo, no había oídos en ese momento. Estaba solo con esta enseñanza. Fue su gran dolor, estar solo con esta enseñanza.

La madre tenía muchas cosas que responder cuando él le dijo: “Incluso si las voces de los antiguos profetas hebreos todavía se escucharan hoy, no habría personas que entendieran estas palabras”. La madre contestó que Hillel 7, por ejemplo, había estado allí, un gran maestro de la ley, y Jesús de Nazaret sabía apreciar quién era Hil-lel y qué significaba para el judaísmo. No necesito decirles la importancia que tenía Hil-lel. Lo encontrarán lo suficientemente explicado en la literatura judía. Hil-lel fue un renovador de las más bellas virtudes y enseñanzas del judaísmo antiguo, así como una personalidad que, a su manera, devolvió a este

antiguo judaísmo a una especie de renovación. Pero eso no había venido del hecho de que Hil-lel era un erudito, sino del hecho de que a través de sus acciones y hechos, pero sobre todo a través de sus sentimientos, voluntad y deseos, y en su forma de tratar a las personas, era como la verdadera sabiduría de cualquier tipo, que en el alma humana tenía un efecto transformador. Lo que se alababa especialmente en el judaísmo, pero en ese momento ya no se entendía del todo (la paciencia en el trato a otras personas), se le atribuyó correctamente a Hil-lel. De una manera extraña, había tenido la oportunidad de trabajar entre los hebreos. Él nació en Babilonia, pero de una

familia que había sido trasladada allí por los vence7 Hil-lel (75 a.C.-10 d.C.) Rabino y maestro judío. Primer erudito que sistematizó la interpretación de la Torá escrita. Según el Talmud nació en Babilonia. - 188-

dores, en el momento del cautiverio y que remontaba

su origen a la misma familia del rey David. De esta manera, había unido en sí mismo lo que podía haber absorbido del babilonismo, con lo hebreo pulsando en su sangre. Y cómo esto tomó forma en su alma, se cuenta en una significativa leyenda. Se dice que, cuando una vez, Hil-lel acababa de llegar a Jerusalén, los más importantes eruditos judíos se reunieron para todo tipo de discusiones en las que se podía escuchar las ventajas y desventajas de los secretos de la enseñanza judía. Tenían que pagar una pequeña cuota para asistir a esas discusio-

nes. Hil-lel no tenía dinero, porque era muy pobre. A pesar de que hacía mucho frío, trató de subir a una pequeña colina frente a la casa donde estaban teniendo lugar las discusiones para escuchar lo que se decía por la ventana, porque no podía pagar su entra-

da. Hacía tanto frío por la noche, que se puso rígido por las heladas, por lo que, más tarde en la mañana, se encontró entumecido y tuvo que calentarse antes de que consiguiera descongelarse. Pero debido a que había pasado por esto, había participado en toda la discusión en su cuerpo etéreo. Y mientras los demás no escuchaban nada más que las palabras abstractas que volaban de un lado a otro, Hil-lel había visto un mundo de maravillosas visiones que transformaron su alma. Hay muchos de estos eventos para contar. En particular fue elogiada su paciencia. Se decía que esta paciencia era inagotable. Incluso se dice que una vez alguien hizo una apuesta para agotar su paciencia, para que Hil-lel se enojara. La apuesta se hizo, y el - 189-

que quería hacerlo enojar, tenía la tarea de hacerlo. E hizo lo siguiente: cuando Hil-lel se estaba preparando para lo que tenía que enseñar el sábado, golpeó la puerta y gritó: - ¡Hil-lel, Hil-lel, sal! Hil-lel- preguntó.

- ¿Qué pasa? - ¡Oh, Hil-lel, sal, tengo una pregunta importante para ti! Hil-lel se puso la camisa, salió y dijo: - Hijo mío, ¿que tienes que preguntarme? Entonces la persona que hizo la apuesta le dijo: Hil-lel, tengo una pregunta importante para ti. - ¿Por qué algunas personas entre los babilonios tienen cabezas tan puntiagudas? Hil-lel respondió: - Mi querido hijo, ya sabes, los babilonios tienen tan malas parteras que algunos nacen en circunstancias muy desfavorables. Es por eso por lo que algunas personas tienen cabezas tan puntiagudas. Ahora ve, tu pregunta ha sido respondida.

Hil-lel volvió a la casa y continuó preparándose para el sábado. Pero después de un rato, la misma persona regresó y llamó como antes: - ¡Hil-lel, Hil-lel, sal!

Hil-lel respondió: - ¿Qué pasa? - Oh, Hil-lel, tengo una pregunta importante que debo responder de inmediato. - 190-

Hil-lel volvió a salir y le dijo al interrogador: - ¿Cuál es la pregunta? La persona interesada respondió: - Oh, Hil-lel, dime, ¿por qué hay tanta gente en Arabia que tiene los ojos tan entrecerrados? Hil-lel respondió: - El desierto es muy ancho en Arabia, y solo puedes soportarlo si adaptas al desierto tus ojos. Es por eso por lo que muchas personas en Arabia tienen los ojos tan cerrados. Ahora vete, hijo mío, porque tu importante pregunta ha sido respondida. Y Hil-lel volvió a la casa. Pero no pasó mucho tiempo antes de que la persona viniera por tercera vez y volviera a llamar: - ¡Hil-lel, Hil-lel, sal! - ¿Qué pasa?- dijo él. - Hil-lel, sal, tengo una pregunta importante que debo responder de inmediato. Hil-lel salió y la persona en cuestión dijo: - Oh, Hil-lel, responde la pregunta: ¿por qué tanta gente de Egipto tiene pies tan planos? Y Hil-lel respondió: - Mi querido hijo, sus pies son tan planos porque viven en áreas pantanosas. Necesitan pies tan planos

como algunas aves que viven en zonas pantanosas, y sus patas deben adaptarse al medio ambiente. Por eso tienen los pies planos. Ahora vete, hijo mío, tu pregunta ha sido respondida. - 191-

Y volvió a entrar.

Pero después de unos minutos, la misma persona regresó, llamó a la casa nuevamente, pero se había

entristecido cada vez más con cada pregunta, y llamó, aún más triste que antes:

- ¡Hil-lel, sal! Y cuando llegó Hil-lel, dijo: - Oh, Hil-lel, he apostado a que podría enojarte. Lo he intentado con mis preguntas tres veces. ¡Dime, oh Hil-lel, qué tengo que hacer para no perder mi apuesta! Pero Hil-lel respondió: - Hijo mío, es mejor que pierdas tu apuesta a que Hil-lel se enfade. ¡Ahora ve y paga tu apuesta! Este es un ejemplo para mostrar el nivel de paciencia que Hil-lel tenía a los ojos o en la opinión de sus compañeros judíos. Jesús de Nazaret también había experimentado el efecto de este hombre. Pero no solo sabía lo que Hillel había hecho, sino que, él mismo, había escuchado la gran Bath Kol, es decir, la voz del cielo, desde donde el mundo divino-espiritual y sus secretos -tal como una vez sonaron a los profetas- habían resucitado en las profundidades de su alma. Y sabía que incluso en Hil-lel solo había un eco muy débil de lo que los antepasados de los hebreos habían escuchado alguna vez. Pero ahora, los descendientes de los antiguos hebreos, ni siquiera estaban maduros para el débil eco que sonaba en la voz de Hil-lel, y mucho

menos para la gran Bath Kol.

- 192-

Todo esto pesaba sobre su alma, y se lo contó a su madre. Compartió con ella lo que había sufrido,

cómo se hizo más claro, semana tras semana, cuáles eran las antiguas enseñanzas sagradas del antiguo judaísmo y cómo los descendientes de los antiguos hebreos ya no tenían oídos para escuchar lo que una vez fueron las palabras de los grandes profetas. Y ahora la madre entendió, de modo que una comprensión profunda de los sentimientos y las emociones, se adaptaba a sus palabras. Y luego habló sobre el evento que después de cumplir los dieciocho años, por áreas judías y paganas. Sólo ahora madre cómo había llegado a un lugar de

experimentó, cuando viajó le contó a la culto pagano

en su viaje, pero cómo los sacerdotes habían huido de

allí, porque una enfermedad maligna había estallado entre la población y podría infectar a todos. Y cuando llegó allí y le vieron, se extendió como un incendio la noticia de que había venido una persona muy especial. Porque era peculiar en él que, su sola presencia como Jesús de Nazaret, causara una impresión especial donde quiera que fuera. Así la gente de la zona, cuyo mayor dolor era que los sacerdotes paganos los habían abandonado y que su altar ya no se utilizaba, creían que Jesús de Nazaret era un sacerdote y que volvería a hacer ofrendas y sacrificios. Se reunieron en gran número alrededor del altar en ruinas. Jesús de Nazaret no tenía la voluntad de practicar un culto sacrificial. Pero vio las razones más profundas por las que esas personas estaban sufriendo. Vio lo que se podía expresar de la siguiente manera: - 193-

Los altares de sacrificio se usaron alguna vez para hacer sacrificios legítimos, que eran la expresión externa del culto a las antiguas revelaciones de misterios de esas regiones paganas. Las revelaciones se expresaron en los actos rituales. Y cuando tales actos de adoración se llevaban a cabo en antiguos tiempos sagrados (ahora lo sabía por contemplación directa), y se llevaban a cabo con la actitud correcta de los sacerdotes, entonces participaban en ellos los seres divinos-espirituales con los que se conectaba el pueblo pagano. Pero poco a poco, estos actos de sacrificio habían llegado a la decadencia, habían decaído, se habían corrompido. Los sacerdotes ya no estaban dotados de las actitudes legítimas, por lo que sucedió que, en el lugar de culto, en vez de los antiguos seres divinos, gobernaban los demonios. Y en estos demonios yace la razón del por qué la población tuvo que sufrir. Jesús de Nazaret ahora vio a estos demonios reunidos. Desafiaron su mirada clarividente -por así decirlo- y cayó como si estuviera muerto. Cuando cayó, la gente se dio cuenta de que no había venido para hacer de nuevo sacrificios en su altar. Huyeron y en ese momento él vio toda la transición, desde los antiguos dioses paganos al mundo de los demonios y se dio cuenta de que estas eran las causas del sufrimiento de este pueblo. Pero ahora estaba atrapado en esos tiempos paganos,

cuando

las verdaderas

revelaciones

de

las

antiguas enseñanzas sagradas llegaron a los hombres. Escuchó lo que les leí en una ocasión como el Padre Nuestro cósmico. Ahora sabía cuán lejos estaba el presente, incluso la humanidad actual, tanto del

paganismo como del judaísmo, de las viejas enseñan- 194-

zas y revelaciones. Solo que lo que tenía que aprender sobre el judaísmo, él lo había aprendido a través de la voz de la gran Bath Kol. El paganismo, sin embargo, había llegado a él en una visión terrible. Parecía muy diferente de una comunicación abstracta; y eso cam-

bió su alma. Entonces supo que no para entender lo que había resonado los profetas para el judaísmo, pero no quedaban oídos para entender lo sonó para el antiguo paganismo.

quedaban oídos en las voces de que igualmente que una vez re-

Todo esto le contó a su madre en palabras conmovedoras. Luego también le contó su relación con los Esenios, especialmente lo que habría sido difícil de entender si a la madre no le hubiera hablado ya de ello: que cuando salió de una reunión Esenia, vio huir de las puertas a Lucifer y Ahriman. Sabía que los métodos Esenios eran imposibles para la gran mayoría de los hombres. Uno podría tener una unión con el mundo divino-espiritual a través de estos métodos, pero solo rechazando a Lucifer y Ahriman. Pero al hacerlo, Lucifer y Ahriman tenían la posibilidad de huir hacia las otras personas y empujarlos aún más hacia los obstáculos de la existencia terrenal, para que no pudieran participar en la unión con el mundo espiritual. A través de esta experiencia, Jesús de Nazaret sabía que el camino Esenio tampoco puede convertirse en general para el ser humano, porque solo es posible para un pequeño grupo de personas. Esa fue la tercera comprensión dolorosa, además de las otras dos. Fue de una manera peculiar la forma en que lo contó. Porque no solo sus palabras llegaron a la madre, sino que fluyeron al corazón de la madre como - 195-

seres vivos, siempre llevando consigo parte de su propio Yo. La madre sintió cómo el profundo significado de estas palabras -el significado impregnado de sufrimiento, pero también con el amor más profundo

hacia los seres humanos- fluyó en su alma, como si

su alma se fortaleciera internamente, y ella se revitalizará por una fuerza que provenía de él experimentando un cambio interno. Así se sentía la madre. Es realmente como si todo lo que vivió en el alma de Jesús de Nazaret hubiera pasado al alma de la madre durante esta conversación. Y fue lo mismo para él. Porque aquí se nos revelan cosas misteriosamente

extrañas al mirar los Registros Akáshicos.

Jesús de Nazaret dijo que sus palabras, al recogerlas y llevarlas al corazón y el alma de la madre, se lle-

varon un pedazo de sí mismo con ellas. Se podría decir que, en alas de sus palabras, su propio Yo se acercó a la madre, pero sin que su Yo real pasara a la madre, que solo se sintió vivificada por estas palabras. Lo extraño que sucedió ahora es que, a través del efecto de esta conversación, el alma de la madre, la madre bio-

lógica del Jesús Natánico, descendió del mundo espiritual y se conectó con el alma de la madre adoptiva, de modo que, a partir de esa conversación, en el alma de la madre adoptiva, también vivió el alma de la verdadera madre del Jesús Natánico. El alma de la madre

adoptiva había recibido el alma de esa otra madre. Era como una especie de renacimiento de la virginidad original lo que tuvo lugar allí. Sin embargo, esta transformación, esta consolidación del alma de la madre con la otra alma de los mundos espirituales, produce

una impresión profunda y conmovedora a la observa- 19%6-

ción, cuando se ve cómo la madre adoptiva continúa

caminando solo como una envoltura, un caparazón de esa madre que pasó todo ese tiempo desde los doce años al trigésimo de Jesús en el mundo espiritual. Había algo en Jesús mismo, como si hubiera entregado su Yo a la madre, como si solo el cuerpo físico, el

cuerpo etéreo y el cuerpo astral vivieran en él; como si se rigiera por leyes cósmicas. Y había un impulso interno en esta triple corporeidad de Jesús de Nazaret de ir a ver al que había conocido en la comunidad

Esenia, que no era más Esenio que él, pero que estaba

aceptado en la comunidad Esenia; para ir a ver a Juan el Bautista.”* Y luego, con lo que se sabe de los otros cuatro Evangelios, durante el Bautismo, la entidad del Cristo se sumergió en la corporalidad de Jesús de Nazaret, que se había separado de su Yo, que estaba unido a sus sufrimientos y a todo su ser, y que lo había pasado al alma de la Madre en la conversación que habían tenido. Esta triple corporeidad tomó sobre sí el Ser del Cristo”, tal como, a menudo les he descrito a ustedes, que ahora vivía en estos tres cuerpos, en lu-

gar del Yo de Zarathustra.

Y ahora este Quinto Evangelio, que se puede obtener de los Registros Akáshicos, nos habla de las tenta78 Mientras Jesús de Nazaret caminaba hacia el Jordán, su Yo se

separó de los cuerpos físico, etéreo y astral. El Yo Crístico Macrocósmico descendió durante el Bautismo y tomó posesión de estos tres cuerpos y vivió en ellos hasta el 3 de abril del año 33. GA130 R. Steiner. 7 En los primeros siglos de la cristiandad, el nacimiento de Cristo en el cuerpo de Jesús de Nazaret, la fiesta de la Epifanía de Cristo, se celebraba el 6 de enero. - 197-

ciones que siguen a la concepción de la entidad Crística. Solo que, mirando los Registros Akáshicos, surge con un espíritu diferente la escena de la tentación, y nuevamente intentaré contar, lo mejor que pueda,

cómo ocurre la escena de la tentación.

Se puso de pie, así que ahora podemos decir que el Cristo Jesús, se ha enfrentado a Lucifer primero. Lucifer realmente plantea la pregunta (a través del proceso que el investigador espiritual puede entender), la pregunta que se tiene que traducir a palabras externas si uno quiere contarla, la pregunta que se explica en los otros Evangelios, que es una pregunta de tentación, que debería hablar especialmente al orgullo, a la arrogancia: * ¡Todos los reinos que ves a tu alrededorse refería a los reinos del mundo astral en toda su inmensidad- serán tuyos si me reconoces como tu señor!”. En el momento adecuado, al menos cuando se pregunta acerca de un ser humano, esta interpelación expresa el impulso más profundo de la tentación, porque todas las fuerzas e impulsos de arrogancia y de orgullo se desencadenan en el alma. Por supuesto es difícil de imaginar, si solo se piensa en el mundo astral como abstracción. Pero cuando estás dentro de él, la efectividad de los poderes de este mundo astral, desde el que habla Lucifer, es tan efectiva en toda la constitución del hombre, que todos los demonios del

orgullo se liberan en él con la misma necesidad que uno tiene de comer, si no ha comido durante cuatro o cinco días. No se puede hablar allí de la manera inofensiva como en el plano físico (no hay que cegarse por el orgullo). Eso es bueno para el plano físico, pero ya no tiene el mismo valor cuando todo el mundo as- 198-

tral irrumpe en la constitución del hombre. Sin embargo, el Cristo Jesús resistió la tentación de Lucifer. Esta Entidad no podía caer presa del orgullo y la arrogancia. Rechazó a Lucifer. Quiero hacer una aclaración aquí. En general, es

fácil confundir el orden al leer los Registros Akáshicos. Creo que el orden de la llamada tentación es como explico. Pero podría ser al revés. No lo creo, pero no podría decir que una verificación posterior no podría dar lugar al orden inverso. Por lo tanto, me

gustaría llamar su atención sobre el hecho de que no estoy diciendo nada más que lo que realmente surge en estas comunicaciones de los Registros Akáshi-

cos. Por lo tanto, llamo la atención sobre los lugares

donde existe la incertidumbre, de que una corrección podría ser posible más adelante.

Entonces, después de que el primer ataque Luciférico fue repelido, Lucifer y Ahriman aparecieron juntos. Ambos le plantearon a Cristo Jesús la cuestión de “caer en lo profundo del abismo”. Esa fue una pregunta para ponerle en un aprieto. En un desvío especial, esta pregunta debía hacerse sobre el orgullo, para sentirse por encima de todo miedo. El Cristo Jesús rechazó la preguntáa. No podía sentirse tentado a acercarse a su orgullo, lo que en este caso significaba tener un sentimiento de miedo. Lucifer ahora tenía que ceder, dejarlo ir. Ahriman se quedó y formuló la tercera pregunta, que en el Quinto Evangelio también corresponde a la pregunta de los otros Evangelios, la pregunta relacionada con el hecho de que “las piedras deberían conver- 199-

tirse en pan”. Si Cristo realmente tuviera el poder, debería hacer que las piedras se convirtieran en pan. Y he aquí que quedaba un resto sin respuesta para esta pregunta. Cristo Jesús no pudo responder esta pre-

gunta y Ahriman do. Sin embargo, lo siguiente sobre que, con respecto

no se fue completamente derrotael Registro Akáshico nos muestra este asunto. Y el Cristo Jesús sabía a Ahriman, queda un residuo que

no puede ser superado por un proceso espiritual interno, y para el cual aún son necesarias otras cosas.

Me gustaría tratar de explicar esto de una manera quizás trivial. Esto nos facilitará entender de qué se trata. Ahriman es realmente el señor del mundo de las leyes materiales. Cuando se impriman las conferencias de Munich” de este año, verán con mayor claridad todo el mundo de Ahriman. Ahriman es el señor de las leyes materiales, esas leyes que de hecho solo pueden espiritualizarse después de que todo el desarrollo de la Tierra haya terminado, aquellas leyes que permanecen activas y que siguen siendo efectivas. Ahriman es el maestro legítimo de estas leyes materiales. Si no abusara de este dominio, si no lo extendiera a ninguna otra cosa, sería el único ser necesario de su especie dentro de la evolución de la Tierra. Pero eso es lo que está escrito en el Padrenuestro Cósmico: “Deuda de la individualidad, debida por el cambio, experimentada en el pan de cada día, en la que la voluntad del cielo no prevalece”. Es cierto que el hombre está sujeto a leyes materiales en su vida terrenal, y que no 80 Se debe referir a las conferencias incluidas en la GA 147, del 24 al 31/8/1913.

- 200-

puede lograr la espiritualización directa de lo que sale de las leyes materiales por un mero proceso interno, espiritual, sino que lo que es necesario para esto es externo. Todo lo relacionado con ricos y pobres está relacionado con esta cuestión. Todo lo que nos hace girar en un orden social, de modo que estamos bajo el yugo de leyes que solo podemos espiritualizar en el curso general del desarrollo de la Tierra, pertenece a ello. Y esto está relacionado. Tengo que decir algo trivial, pero lo trivial no se entiende de esta manera:

en el orden social el gobierno gradualmente domina todo lo que se puede llamar dinero, el gobierno del dinero que hace imposible vivir directamente por leyes impregnadas de espíritu. Todos conciben lo que se entiende por algo así. Pero debido a que existe la imposibilidad de convertir “piedras en pan”, la imposibilidad de tener lo espiritual directamente en la materia, independientemente de lo material, esta imposibilidad está ahí y su reflejo -las reglas del dinero- está también ahí. Esto le da el control a Ahriman. Porque Ahriman también vive socialmente en el dinero. De la pregunta de Ahriman sin respuesta, tenía que surgir el ideal en el que Cristo se derramaría ahora en el progreso de la Tierra y que gradualmente surtiría efecto en todo el desarrollo de ésta. Esto no se podría resolver emocionalmente. ¡lenía que pasar por todo el desarrollo posterior de la Tierra! El Cristo tuvo que pasar al desarrollo de la Tierra. Ahriman tenía el poder de imponerle a Cristo la necesidad de conectarse realmente con la Tierra. Por lo tanto, más

tarde, persuadió a Judas, y a través de Judas tuvo el

medio para realmente llevar a Cristo a la muerte. Y a - 201 -

través de la muerte, la entidad Crística pasó al ser de

la Tierra. Sí, Judas era eso, la pregunta sin respuesta de Ahriman. La tentación de Lucifer podría resolverse mentalmente. La tentación de Lucifer debe ser eliminada en cada alma en sí misma. El camino de Ahriman es tal, que se superará a través del desarrollo histórico de la humanidad, en la medida en que las personas penetren y se identifiquen cada vez más con el ser del Cristo. De hecho, se trata de un profundo secreto del desarrollo histórico después del Misterio del Gólgota, al considerar esta tercera pregunta no respondida por completo a Ahriman, vista en los Registros Akáshicos. Todo esta ahí. Y el Cristo ahora sabía que tenía que conectarse completamente con el cuerpo terrestre, que realmente tenía que volverse completamente humano. El hecho de tener que convertirse ahora en humano, fue el origen de los tres años de sufrimiento. Porque no sucedió inmediatamente, (como nos dice la observación en los Registros Akáshicos), que la entidad Crística se convirtiera

de inmediato

en una,

con los tres cuerpos de Jesús de Nazaret. Al principio podemos observar, cuando vemos al Cristo Jesús caminando en la Tierra, cómo los tres cuerpos están impregnados por la entidad Crística, pero que la entidad Crística no está completamente dentro, como está el Yo dentro de una persona, sino que, como un aura poderosa solo había tocado superficialmente estos tres cuerpos. Porque era viable y había sucedido innumerables veces, que la corporeidad de Cristo Jesús estaba en algún lugar, en algún lugar en sole- 202-

dad o con otras personas. Sin embargo, el Cristo se manifestaba muy lejos y recorría el país como un Ser Espiritual. No siempre cuando el Cristo aparecía aquí o allá, -o se aparecía a uno u otro apóstol-, no siempre fue con la presencia de este Espíritu en el cuerpo físico de Cristo Jesús. Incluso entonces apareció en un Cuerpo Espiritual tan fuerte que siempre se sintió como una presencia física. Según el Quinto Evangelio, lo que se dice del estar juntos los discípulos con el Cristo, no siempre era un estar juntos en el cuerpo físico, sino a menudo, sólo era la manera clarividente

de estar juntos, que supera a la presencia física.

Esta era una peculiaridad, la que -en el primer período- de hecho, solo había algo así como una unión leve entre el Cristo y el cuerpo físico de Jesús de Nazaret. Sin embargo, esto se estaba volviendo cada vez más denso. La entidad del Cristo tuvo que sumirse cada vez más en el cuerpo de Jesús de Nazaret. Pero fue solo hacia el final de los tres años, que la entidad Crística y los cuerpos de Jesús de Nazaret se convirtieron, por así decirlo, en una unidad. Completamen-

te solo en la muerte en la cruz, inmediatamente antes de la muerte en la cruz. Pero esta unificación con el cuerpo humano fue un sufrimiento continuo cada vez mayor. El Espíritu Universal de Cristo que todo lo abarca, solo podía unirse con el cuerpo de Jesús de Nazaret bajo un sufrimiento indescriptible. Estos sufrimientos duraron tres años. No se trata de ponerse sentimental, porque la impresión que se percibe del mundo espiritual no tiene nada de sentimentalismo. Difícilmente hay una impresión que pueda compararse con el sufrimiento de - 203-

la unificación de la entidad de Cristo con la corporeidad de Jesús de Nazaret. Uno aprende a reconocer lo que un Dios tuvo que sufrir para que la humanidad envejecida pudiera experimentar un nuevo rejuvenecimiento, para que el ser humano pueda tomar posesión de su Yo por completo. Este proceso fue tal que cuando los discípulos individualmente ya se habían reunido a Su alrededor, Cristo Jesús a veces estaba físicamente junto con los discípulos, pero como entidad espiritual -por supuesto- y era invisible para todos los que Le veían solo con ojos físicos, de modo que solo los discípulos sabían reconocerlo por la forma en que los había conectado con Él, así lo conocían entre ellos. Pero ahora, algo muy peculiar se muestra en la investigación Akáshica del Quinto Evangelio. El Cristo Jesús habló muy poco, especialmente durante los primeros tres años. Él trabajó. Y trabajó a través de su mera presencia. Hablaré de eso más tarde. Debido a la forma especial en que la entidad Crística se conectó con la corporeidad de Jesús de Nazaret, los

efectos sobre otras personas que emanaron de Él, y que, de alguna manera, no estaban presentes allí, en

la cultura terrestre y por el efecto acaecido se llaman “milagros”, una palabra que hoy en día es bastante inadecuada o poco comprendida. Tales efectos vinieron de Él a través de su especial composición del ser. Pero lo que quiero decir ahora es algo muy peculiar. Ves a la multitud de discípulos caminando, y tienes, con algunas imágenes, una conciencia muy clara. Sí, ahora el cuerpo físico de Jesús de Nazaret también - 204-

está entre los discípulos. Este es particularmente el caso cuando el Cristo Jesús camina en soledad con

sus discípulos. Pero a menudo se tiene la impresión de que la personalidad física de Jesús de Nazaret está muy lejos, aunque los discípulos están conscientes, están caminando, y que entre ellos está la entidad del Cristo. Pero puede -y esto es lo chocante- hablar a través de cada uno de los discípulos, indistintamente a través de uno u otro. Y mientras uno u otro habla, la fisonomía completa del orador cambia para las personas que le escuchan, como si estuvieran santificados, todo es diferente. El transfigurado es uno de ellos, y luego es otro siempre diferente. La conciencia se había extendido a través de las más variadas circunstancias. Hay alguien que despierta al pueblo, que difundo algo que los principales mandatarios judíos de la época no querían. Sin embargo, no sabían quién era. Hablaba una vez de esto, otra vez de aquello -a través de una persona y después a través de otra. Por lo tanto, como nos dicen los Registros Akáshicos, la traición de Judas era necesaria.

Yo mismo tengo que confesar, sobre la pregunta de por qué era necesaria la traición de Judas. Por qué es tan necesario que alguien de entre los discípulos que pudiera saberlo, lo señale con el beso de Judas, como con el dedo: ¡Ése es! Eso siempre me pareció un mensaje extraño, hasta que supe que realmente no podía saber cuál de ellos era, porque podía hablar a través de todos; de modo que incluso si Él estuviera entre ellos en el cuerpo, no podría ser reconocido por dicho cuerpo. Porque todos podrían ser tomados por él, dependiendo de quién hablase, a través de uno - 205-

u otro. ¡Y todos hablaron! Solo cuando alguien que sabía cuándo el Cristo Jesús estaba realmente en el

cuerpo, entre ellos, dijo a los judíos: ¡Ése es! - solo entonces podría ser capturado. Fue realmente un tipo de fenómeno, que en momento tuvo lugar en el centro de gravedad, la mitad de la evolución de la Tierra. He hablado varias ocasiones, más teóricamente, sobre cómo

ese en en la

humanidad experimenta un descenso y un ascenso,

cómo este impulso Crístico se apoderó de la humanidad, y de su centro de gravedad. En cierto modo, tenemos la impresión del significado esencial del impulso del Cristo para el desarrollo y evolución de la Tierra. Tenemos la impresión de que caracterizamos la materia de tal manera que este impulso existe en toda la evolución de la Tierra. No creo que si ahora presentamos, por así decirlo, poco a poco, de forma puramente descriptiva, cómo aparecen las cosas a la vista de que los eventos se presentan como puramente narrativos, harían una impresión menor a nuestras

mentes. No creo que ninguna de esas declaraciones hechas sobre el significado incisivo del impulso de Cristo disminuya cuando veamos lo que Jesús de Nazaret experimentó cuando Zarathustra estaba en su cuerpo; cómo creció, con su sufrimiento y toda la benevolencia que fluía de este sufrimiento, de modo

que el Yo de Zarathustra estaba atado a la autenticidad de las palabras que le dijo a su madre y se abandonó a sí mismo en esas palabras. Cuando experimentamos cómo el Ser del Cristo se ha sumergido en el ser de Jesús, que se había liberado de sí mismo a través de la conversación con la madre, + U-

cómo esta entidad del Cristo luchó con Ahriman y Lucifer, y cómo todo lo siguiente se desarrolló a partir de estos sufrimientos, si agregamos estos detalles, creo que son, en el sentido más completo, una contir-

mación de lo que resulta de la investigación espiritual en líneas generales. Y por difícil que sea hablar sin reservas de estas cosas, especialmente en el presente, debe verse como un verdadero compromiso dar a las almas individualmente lo que sea necesario para el desarrollo de las almas hacia el futuro. Por lo tanto, pido una vez más aceptar y conservar estas cosas en

sus corazones con reverencia y respeto.

- 207-

Décima Contfterencia Stuttgart, 22 de noviembre de 1913 A menudo hemos hablado del gran e impactante significado del impulso del Cristo para el desarrollo humano de la Tierra y hemos tratado de diferenciar toda la esencia de este impulso del Cristo, que generalmente resumimos en las palabras “el Misterio del Gólgota” y tratamos de caracterizarlas desde diferentes ángulos. Últimamente ha sido mi trabajo investigar algunas cosas mucho más concretas sobre este

Misterio del Gólgota y lo que está relacionado con él, y esta investigación se me ha presentado de tal manera que, es mi deber hablar en el círculo de nuestros amigos, de los resultados de esta investigación en este momento. Y he logrado obtener algo importante en la Crónica Akáshica en relación con la vida de Cristo Jesús.

Los cambios en el desarrollo humano, que se están preparando en nuestro tiempo, se han discutido aquí en nuestras últimas reuniones, y, probablemente, es precisamente debido á estos cambios, que es necesario en el momento actual, traer nuevos datos sobre la vida de Cristo Jesús, a las almas humanas que -individualmente- se han unido al movimiento Antroposófico. Solo les pido que sean muy discretos sobre lo que tengo que decir al respecto y que dejen que sea un asunto exclusivo dentro de nuestras ramas. Porque incluso lo poco que se ha publicado sobre la vida - 209-

de Cristo Jesús y lo que no se sabía por los Evangelios o la tradición, (no quiero hablar de críticos insólitos que quieren dañar nuestra corriente, sino más bien de aquellos que han mostrado una cierta benevolencia con nuestra corriente), al menos una vez, ha cau-

sado un cierto desenfreno, un ímpetu salvaje, con el relato de los dos niños Jesús. Nada en nuestro tiempo se hace tan antipático, interiormente antipático, como

llamar la atención hacia los resultados reales de la investigación espiritual, hacia resultados individuales y concretos de esa investigación. Todavía se acepta cuando la gente habla de lo espiritual en general, incluso si se presentan extrañas teorías abstractas individuales sobre la vida espiritual. Pero no quieren aceptar los detalles de la vida espiritual de la misma manera en que se presentan detalles de la vida del plano físico. Se dirán muchas cosas en relación con lo que tengo que presentar y se seguirán diciendo. Ahora me gustaría comenzar con la narración en sí desde un punto en adelante, y les pido que acepten esta narración como una especie de Quinto Evangelio que desciende en nuestro tiempo, como los otros cuatro descendieron en su momento. Debo decir esto como introducción en pocas palabras. Mañana discutiremos la motivación adicional. Me gustaría comenzar con el momento indicado en el Evangelio de Lucas y con la aparición de Jesús, con doce años, entre los escribas en Jerusalén, don-

de llamó la atención de estos escribas a través de las grandes y formidables respuestas que pudo darles. De esta manera, como dice el Evangelio de Lucas, sus familiares que lo habían extraviado, lo encuentran. Sabemos que esto se debe al hecho de que, en ese mo- 210-

mento, hubo un gran cambio en la vida de Jesús que solo podía entenderse con la ayuda de la Ciencia Espiritual. Sabemos, (esto debe repetirse brevemente),

que alrededor del comienzo de nuestra era nacieron dos niños Jesús, uno que descendía de la llamada línea de Salomón, de la casa de David, que el espíritu o el Yo que estaba encarnado en este niño Jesús, podemos confirmar que era el de Zarathustra. Sabemos que este niño Jesús creció con un gran talento, lo que debe parecer comprensible si uno conoce el hecho de que este niño Jesús, dentro de él llevaba el Yo de Zarathustra. Sabemos que el otro niño Jesús nació de la línea Natánica, de la casa de David, pero que había ingresado al plano físico con características significativamente diferentes que el niño Jesús de la línea de Salomón. Mientras que el del linaje de Salomón demostró un talento especial en todo lo que funcionaba en su entorno, de tal manera que mostró el origen de la cultura humana, -hasta el punto en que esta cultura humana había llegado en ese momento-, el otro niño Jesús, no tenía ningún don en relación con todo lo

que la humanidad había logrado en su desarrollo. No pudo encontrar la orientación hacia lo que se le estaba enseñando sobre todo lo que la humanidad había conquistado en el curso del desarrollo histórico. Por otra parte, este niño Jesús mostró una maravillosa profundidad y plenitud de corazón, de mente, tal plenitud de sentimiento que una comparación con cualquier otro niño no se puede encontrar -verdaderamente- por parte del que dirige su mirada a la Crónica del Akasha sobre nuestro desarrollo humano, donde este niño puede ser encontrado y observado. - 211-

Entonces los dos niños crecieron, y justo cuando el niño Natánico tenía unos doce años, el Yo de Zarathustra pasó del niño Jesús salomónico a él; ese niño Jesús de la línea Natánica, ahora con el Yo de Zarathustra,

fue quien dio las grandes y poderosas respuestas ante los escribas en Jerusalén. De modo que, con esa naturaleza peculiar, (no se puede decir lo contrario), el niño Jesús Natánico y el Yo de Zarathustra se habían unido. Entonces también sabemos, (como he demostrado en ocasiones anteriores), que la madre biológica del niño Jesús Natánico, murió pronto, al igual que el padre del otro niño (por su parte, el niño Jesús Salomónico también murió pronto porque en realidad no tenía yo) y ahora, la madre del niño Salomónico y el padre del niño Natánico, se convirtieron en una única familia*. Los hermanos descendientes de la madre y

el padre” de la línea de Salomón, también vinieron y

vivían en Nazaret; y dentro de esta familia, es decir,

con su madre adoptiva, el niño Jesús creció con el Yo de Zarathustra, sin saber naturalmente a esta edad,

que tenía el Yo de Zarathustra en él. Tenía las habilidades del Yo de Zarathustra; pero no tenía la posibilidad de decir: Tengo el Yo de Zarathustra en mí. Lo que ahora surgió, que ya había sido anunciado en las grandes respuestas que les había dado a los escribas, pero que manifestó cada vez más, fue (así es como debo describir la vida de este niño, la vida del

duodécimo al decimoctavo año de vida), que, algo así

* Era costumbre entre los antiguos hebreos, reunirse una vez al año y casar a los viudos o viudas, sobre todo si tenían hijos que cuidar. % Mateo 12/46-47 (Judá, Josetos, Simeón, Jacobo, Lisia y Lidia).

Marcos 6-1/4 (Santiago, José, Judas y Simón y dos hermanas). - 212-

como una inspiración interna se afirmó en él, un conocimiento vivo, surgió dentro de él, un conocimiento de un tipo muy peculiar, un conocimiento que fue inmediato y natural en él, de modo que escuchó en su propia alma cómo los antiguos profetas recibieron sus revelaciones espirituales divinas en los tiempos primitivos del judaísmo, desde las alturas divino-espirituales, desde los mundos espirituales. La gente se había acostumbrado a recordar el mensaje de que una vez había venido desde el mundo espiritual a los antiguos profetas, como la gran Bath-Kol, “la voz del mundo espiritual”. Como si la gran Bath-Kol hubiera resucitado en él, pero ahora únicamente en él. Eso fue lo que le ocurrió al niño Jesús entre los doce, trece, catorce y dieciocho años, una inaudita y maravillosa madurez de inspiración interna, un renacimiento de esas experiencias internas que solo los viejos profetas habían tenido. Lo que es particularmente sorprendente, cuando miras en la Crónica Akáshica esta parte histórica del desarrollo humano, es que dentro de toda su familia y en todo el entorno de Nazaret, este niño estaba solo, desasistido en lo que era proporcionado por su revelación interna, que iba más allá de todo lo que otras personas podían saber en aquel momento. Incluso la madre adoptiva, lo entendió muy mal en ese momento y especialmente los demás también lo hicieron. Y

cuando se trata de calificar a este niño Jesús, no se

trata de formarse todo tipo de teorías, sino de tener compasión por lo que significa ser un niño maduro, entre los años doce y dieciocho y sentir algo completamente

extraño para ti, revelaciones que, en ese mo-

mento, eran imposibles para cualquier otra persona - 213-

-estar completamente solo con estas revelaciones, y no poder hablar con nadie-. Y, lo que es más, tener

la sensación de que nadie te entendería si lo hablaras con él. Es difícil soportar estas cosas como hombre. Experimentar estas cosas entre los años doce y dieciocho años, es algo monstruoso. Y tras esta mons-

truosidad, llegó otra.

Tenía una mente abierta, este niño Jesús, en relación

con lo que una persona podía percibir en su tiempo. En ese momento ya veía con los ojos abiertos del alma lo que las personas podían absorber y procesar en sí mismas a través de su naturaleza espiritual y lo que habían obtenido, a lo largo de los siglos, por lo que los antiguos profetas les habían revelado a los judíos. Se sintió profundamente afligido y con el sufrimiento más profundo experimentó: “Sí así fue en los tiempos primitivOs, aSsÍ fue como la gran Bath-Kol habló a los profetas. Esta fue una enseñanza original, de la cual quedan pocos restos entre fariseos y escribas. Si la gran Bath-Kol quisiera hablar ahora con cualquier persona, no habría nadie para entender la voz del mundo espiritual. Era muy diferente la humanidad actual a la de la época de los antiguos profetas. Incluso si esas grandes y gloriosas revelaciones de los tiempos primitivos se escucharan hoy, faltarían los oídos para comprenderlas”. Esto se presentó una y otra vez ante el alma de este niño Jesús y estaba solo con este sufrimiento. Es incomparable volver la mente a lo que estaba

ocurriendo en este Jesús, ese sufrimiento, que debe

caracterizarse tal y como lo acabo de hacer. Y se puede decir: aunque a menudo nos hemos extendido

mucho más teóricamente sobre el Misterio del Gólgota, la grandeza de los puntos de vista cósmicos o históricos no se ven ensombrecidos si los hechos con- 214-

cretos individuales se tienen cada vez más en cuenta. Solo hay que estar atento a cómo se presentan en su realidad. Porque solamente al considerar estos hechos, uno puede observar el curso del desarrollo humano, y cómo una sabiduría primordial también estaba presente en el pueblo judío, pero con la imposibilidad de comprender esta sabiduría primitiva en el momento en que ella solo brilló, a modo de prueba, en una sola alma entre su duodécimo y decimoctavo año de vida, pero solo para atormentar a esta alma en agonía, porque nadie podía haber entendido cómo se había expresado esta Bath-Kol. En cuanto a esta alma, esta revelación solo representaba angustia infinita. El niño estaba completamente solo con estas experiencias que, por así decirlo, representaban el sufrimiento del desarrollo histórico de la humanidad de forma concentrada. Ahora algo se había desarrollado en el muchacho, que yo diría, se puede observar rudimentariamente aquí y allá en su vida, aunque uno tiene que pensar que está infinitamente ampliado en relación con la vida de Jesús. El dolor, el sufrimiento que se experimenta a partir de fuentes similares a las descritas

ahora, cambia en el alma, se transforma para que, el

que pueda experimentar este dolor y tal sufrimiento

en sí mismo, sea transformado en benevolencia, en

amor, pero no solo en sentimientos de benevolencia

y sentimientos de amor, sino en fuerza, en una tre-

menda fuerza de amor; en la posibilidad de vivir este

amor espiritualmente. Y así, a medida que Jesús cre-

cía, algo muy peculiar se desarrolló dentro de él.

Aunque sus hermanos y hermanas, y sus más cercanos, eran hostiles con él, porque no podían enten- 215-

derlo y lo veían como alguien que no estaba en su sano juicio, no se podía negar, (porque lo que entonces era visible para el ojo físico externo se muestra ahora en la Crónica Akáshica), que a donde iba este joven, si estaba hablando a alguien y no podía ser entendido, al menos lo que dijo era algo así como un derramamiento real, de cierto aspecto del alma de Jesús, hacia la otra alma. Como el paso de un fluido de benevolencia, de amor, fue eso lo que de él fluía.

Ese fue el resultado del sufrimiento transformado, el

dolor transformado. En ese momento, quienes entraron en contacto con Jesús, sintieron como un soplo reconfortante de amor, de modo que sintieron que obtenían algo especial al situarse frente a él, al confrontarlo de alguna manera. Era como una especie de oficio al margen de la carpintería que llevó a cabo en casa de su padre, en la que Jesús trabajó diligentemente. Sin embargo, en sus momentos de conciencia interna, lo que acabo de describir tuvo lugar. Estas

fueron las experiencias internas de Jesús de Nazaret (experiencias esenciales), digamos entre el duodécimo y el decimosexto o decimoctavo año de vida.

Comenzó para él una especie de período erran-

te, entre la edad

de dieciocho y veinticuatro años.

Deambulaba mucho, trabajando aquí y allá en el oficio que también practicaba en casa; iba a zonas de judíos, pero también a las áreas paganas. Incluso entonces, algo muy extraño se mostró de una manera peculiar como efecto de sus experiencias en años anteriores, en su trato con las personas que conoció. Y es importante que uno también tenga esto en cuenta, porque solo teniendo en cuenta esto en particular, se puede penetrar más profundamente en lo que real- 216-

mente

sucedió

en el desarrollo de la humanidad

en

ese momento.

Fue trabajando de un lugar a otro, aquí y allá, para las familias. Después del trabajo, como diríamos hoy, se sentaba con las familias y allí se intuía ese rasgo de benevolencia, de amor, del que hablé en otras ocasiones. Lo sentían en todas partes, pero lo sentían a través de sus actos, por así decirlo. Donde quiera que estuviera, en los años que viajó entre los dieciocho y veinticuatro años, tenían la sensación de que realmente había un ser especial allí. (No siempre lo anunciaban, pero tenían esa sensación: “hay un ser especial entre nosotros”). Y esto se expresó por el hecho de que, cuando después se alejaba del lugar, no solo la gente hablaba durante semanas sobre lo que se había dicho entre él y los demás, sino que a menudo resultó ser así: Las personas se sentaban juntas por

la noche, mientras él no estaba, pero tenían la sensación de que él iba a entrar. Fue una visión compartida. Tenían la sensación: “vuelve a estar entre nosotros

otra vez”. Y esto sucedió en muchos, muchos lugares,

de los que se había ido pero que aún “estaba allí” básicamente, se apareció espiritualmente a la gente, vivió espiritualmente entre la gente, para que supieran: “Estamos sentados con él”. Como dije, era una relación objetiva y subjetiva. Fue el tremendo efecto del amor que había expresado de la manera descrita, lo que se manifestó de esta forma en la que el lugar de su aparición ya no estaba vinculado al espacio físico externo; no estaba unido al espacio físico externo del cuerpo físico humano. Es tremendamente poderoso entender la figura de Jesús, verla una y otra vez, cómo está en forma persistente con aquellos - 217-

a quienes una vez visitó; cómo se quedó con ellos espiritualmente y retornó a ellos. Entre los que alguna vez estuvo, nunca lo volvieron a perder de sus corazones. Ahora, durante ese recorrido, él llegó a áreas gentiles, y ahora tendría una experiencia muy especial en un área pagana. Esta experiencia deja una impresión particularmente profunda en la visión de la Crónica Akáshica, con respecto a este punto del desarrollo de la humanidad. Él llegó a una zona pagana. En este punto, expresamente comento que si me preguntan

dónde estuvo, dónde llegó, hoy todavía tengo que decir que no lo sé. Quizá una investigación posterior revele dónde fue eso, pero aún no he podido encontrar la ubicación geográfica. Puede haber razones por las que no se pueda encontrar la ubicación geográfi-

ca, pero el hecho en sí puede ser absolutamente claro. Porque, al deciros estas cosas, no quiero negaros en

ningún momento la aceptación de lo que todavía se ha investigado en este asunto, para que podáis que mi verdadera preocupación en este tema, es municar de una manera precisa sólo aquello que perfectamente capaz de defender.

no ver cosoy

Entonces, llegó a un lugar pagano. Había un lugar de culto en ruinas. Los sacerdotes de este lugar habían abandonado el lugar hacía mucho tiempo, pero la gente de alrededor se encontraba en una profunda miseria, afligida por la enfermedad. Precisamente

porque allí se estaba propagando una enfermedad maligna, los sacerdotes paganos habían abandonado el lugar de culto (por estas y otras razones). La gente no solo se sentía enferma, triste, cansada y ago-

biada, sino también, abandonada por los sacerdotes

que habían realizado los rituales paganos y sufrieron - 218-

terribles agonías. Él llegó a esta región alrededor de

la edad de veinticuatro años. En ese momento, ya su-

cedía en gran medida que, por su simple aparición, causaba una impresión muy especial y poderosa, incluso sin ni siquiera hablar, solo viéndole acercarse. Realmente hay algo muy especial en esta aparición de Jesús para las personas en ese momento, a las cuales se apareció. Podían sentir algo increíble cuando lo veían acercarse.

Tenemos que considerar que se trata de personas de una época y una región completamente diferentes. Cuando apareció, se puede ver a la gente sentir lo siguiente: “esto es algo muy especial, porque algo emana de este ser que no tiene ninguna otra persona”. Casi todos sintieron eso: uno se sentía comprensivo y al otro no le gustaba. Ahora no es sorprendente que el resultado fuera como si se estuviera extendiendo una especie de gran incendio: ¡Se acerca un ser especial! Y esas personas alrededor del altar de sacrificios creían que algún viejo sacerdote pagano volvería otra vez o que había enviado a otro, para que el servicio de ofrendas se realizara nuevamente. Y la multitud acumulada se hizo cada vez más numerosa; porque se extendió como un fuego arrasador que había llegado un ser muy especial. Cuando vio a la multitud, Jesús tuvo una infinita misericordia por ella, pero no tenía la voluntad de hacer este ritual pagano, (aunque se le exigió imperativamente que volviera a hacer la ofrenda). Pero cuando vio a esta multitud, sintió el dolor del paganismo en decadencia en su alma, tanto

como había sentido el dolor del judaísmo en descomposición del duodécimo al decimosexto, o decimoc-

tavo año de su vida. Y cuando miró a la multitud, - 219-

vio seres elementales demoníacos entre la multitud por todas partes, y finalmente también en el altar en el que se encontraba. Cayó como muerto; pero este desplome ocurrió solo porque cayó en un estado de confusión y angustia, debido a la horrible visión que había tenido. Mientras yacía allí como muerto, la gente sintió miedo y comenzó a huir. Pero mientras yacía allí en ese otro estado, tenía la apariencia de ser arrebatado por ese mundo espiritual, que le mostraba cómo era el antiguo paganismo, cuando en los antiguos Misterios, en su forma sagrada original, la sabiduría primordial del paganismo seguía presente en los actos de sacrificio. Se le reveló cómo era el paganismo en tiempos prehistóricos, de igual manera que se le había revelado antes de una manera diferente lo que había sido el judaísmo. Pero cómo sucedió eso en un alma espiritual de manera invisible, cómo se produjo, cómo quiso hablarle en inspiración, cómo había llegado a los antiguos profetas, así tuvo que experimentar la grandeza del paganismo de otra manera, tuvo que ver lo que solo se puede describir exponiendo: Él vio allí cómo estaban los lugares de sacrificios paganos, que en su disposición de culto eran tales que eran el resultado de las revelaciones de los Misterios originales, en realidad eran como la representación exterior de la acción de los Misterios. En estos lugares de culto, cuando se realizaban los sacrificios, se vertían las oraciones de las personas durante la antigiiedad, cuando todavía estaban en la forma correcta, se derramaban los poderes de esos seres espirituales de las Jerarquías Superiores a los que los paganos podrían elevarse. De una manera -9 -

visionaria se elevó frente a ofrendas se hicieron una vez en que el paganismo estaba en su los poderes de los buenos dioses actos de sacrificio”.

su alma: “Sí, cuando las ese altar, en los tiempos en mejor momento, entonces paganos fluyeron hacia los

Pero ahora, no a través de una inspiración, sino

por imaginación inmediata, tuvo que experimentar la decadencia del paganismo con gran intensidad. ¡Tenía que experimentar eso ahora, también del declive del paganismo! Y en lugar de los buenos poderes que se derramaban en los actos de sacrificio, como habían hecho antes, cobraron vida entidades elementales demoníacas, todo tipo de emisarios elementales de Lucifer y Ahriman. Lo estaba viendo ahora y así fue como se presentó el descenso del paganismo ante la visión de su alma espiritual. Este fue el segundo tipo de gran dolor con el que podía decirse a sí mismo: * Una vez los paganos tuvieron actos rituales que conectaban a la humanidad con los seres buenos de ciertas Jerarguías. Esto ha entrado tan profundamente en decadencia, en corrupción, que ya hay lugares como este, donde todos los buenos poderes se han convertido en poderes demoníacos, que ha llegado tan lejos que la gente a su alrededor ha sido abandonada por los antiguos dioses paganos”. La decadencia del paganismo le vino a la mente de una manera diferente que en el caso del judaísmo, de una manera interna mucho más vívida. De hecho, uno tiene que saber un poco la diferen-

cia entre sentimiento y sensación, entre cuando este sentimiento y sensación son el resultado de una experiencia imaginativa inmediata o un reconocimiento teórico. De hecho, al mirar este punto en la Crónica - 221-

Akáshica, uno tiene la impresión de una experiencia infinitamente significativa, pero infinitamente dolorosa, de la historia del desarrollo de la humanidad,

que, a su vez, se agolpa en este momento imaginativo. Ahora lo sabía. Los poderes espirituales divinos alguna vez vivieron entre los paganos; pero incluso

si estuvieran vivos ahora, no habría personas, ni posibilidades, de que la gente realmente restableciera esa antigua relación. Esta miseria de la humanidad,

concentrada en una experiencia breve, comprimida, la experimentó ahora. Y mientras se incorporó para percibir lo que una vez se reveló en el bien, en el apogeo del paganismo, escuchó unas palabras -se podría decir así- que le parecieron como el misterio de toda la vida humana en la Tierra y su conexión con las entidades espirituales divinas. No pude evitar oír lo que hablaba al alma de los allí abatidos, al Jesús como muerto,

que comenzó a volver en sí en este mismo momento. No pude evitar ponerlo en palabras en nuestro idioma de la siguiente manera. Y por ciertas razones tuve que compartir estas palabras con nuestros amigos reunidos en el momento en que pusimos la primera piedra de nuestro edificio en Dornach. Lo que se escuchó en ese momento, como la sabiduría primordial, se expresa en palabras alemanas* de la siguiente manera:

5 En este caso traducido al castellano.

- 9.

Aum, Amén* El mal prevalece Testigo del decammiento Deuda debida a otros Experimentada en el pan diario En el que no interviene la voluntad de los cielos Al alejarse el hombre de vuestro reino Y olvidar vuestros nombres Vosotros, Padres en los cielos. AUM Amen

Es walten die Ulbel Zeugen sich losender Ichheit

Von andern erschuldete Selbstheitschuld

Erlebet im táglichen Brote

In dem nicht waltet dey Himmel Wille Indem der Mensch sich schied von Eurem Reiche

Und vergafs Eure Namen

Ihr Váter in den Himmeln.

Verán, mis queridos amigos, que es algo así como un Padre Nuestro invertido, pero así es como deben disponer de ello. Después de que esto le pareciera el misterio del ser humano en la Tierra y su conexión con el ser divino-espiritual, volvió «en sí mismo y todavía vio a los demonios que huían y a la gente que también huía. Ahora tenía un gran momento de la vida ante él. Ahora sabía lo que estaba sucediendo con el desarrollo humano en relación con el paganismo. Podía decirse a sí mismo: “Incluso en las vastas áreas del paga* Es un Padre Nuestro invertido, transformado. Expresado por primera vez en la colocación de la primera Piedra Fundamental,

el 20/9/1913. Dos dodecaedros metálicos. - 10

nismo hay un desarrollo decadente”. No había obtenido

este conocimiento a través de la observación externa, sino a través de la observación del alma, y este co-

nocimiento le mostró: ¡El paganismo y el judaísmo necesitan algo completamente nuevo, un impulso completamente nuevo!

Tenemos que decir que tuvo estas experiencias. Tenía el Yo de Zarathustra en él; pero no sabía que lo tenía, ni siquiera en ese momento. Para que tuviera una experiencia como tal, ya que no había un maestro que pudiera explicárselo teóricamente; tuvo esta

vivencia como una experiencia.

Poco después de haber tenido su vivencia con el paganismo, comenzó su viaje de regreso a casa. Tenía alrededor de veinticuatro años. Cuando llegó a casa, era aproximadamente cuando murió su padre”, y ahora vivía con su familia y con su madre adoptiva, en Nazaret. Lo que era peculiar es que todos los demás lo entendían cada vez menos. Solo su madre,

había desarrollado cada vez más una cierta comprensión emocional o amorosa por él, y que aunque este hecho no estaba particularmente consumado en ese momento, ya estaba sucediendo en esta alma. Y así, a veces, aunque la madre todavía estaba lejos de comprenderlo más íntimamente, podían entablar muchas conversaciones entre ambos, aunque todavía fueran superficiales en relación con lo que sentía Jesús, de modo que en la madre crecía cada vez más lo que vivía en el alma de Jesús. Debemos registrar que tuvo estas experiencias. Tenía el Yo de Zarathustra en él,

pero no sabía que lo tenía, ni siquiera entonces. Así % El padre biológico de la línea Natánica. - 994 -

que tenía experiencias solo como experiencia, porque no había ningún instructor que pudiera explicárselo teóricamente; tenía estas experiencias como vivencia. Durante este tiempo, sin embargo, tuvo una expe-

riencia especial que le trajo el tercer gran sufrimiento. Entre su vigésimo cuarto y su trigésimo año, se relacionó cada vez más con una comunidad que se había formado durante mucho tiempo, con la comunidad Esenia. Esta comunidad estaba formada por personas que reconocían que había una cierta crisis en la historia humana, que el judaísmo y el paganismo habían llegado en su desarrollo descendente, a un punto en el

que las personas tenían que buscar una nueva forma de unirse con el mundo espiritual divino. Y era básicamente algo nuevo en comparación con los viejos métodos de los misterios, debido a la forma de vida que buscaban los Esenios, para volver a la unión con el mundo espiritual divino. Los Esenios tenían reglas de vida particularmente estrictas para buscar una vida de renuncia y devoción, una vida que iba mucho

más allá de la mera perfección espiritual e intelectual. Buscaban la unión con el mundo espiritual divino. De hecho,

los Esenios

eran bastante numerosos

en ese momento. Tenían su cuartel general en el Mar Muerto. Sin embargo existían ramas particulares en todas partes por las regiones del cercano Oriente, y su número aumentó de manera que aquí y allá alguien se dejaba llevar por los ideales Esenios y se sintió impulsado a unirse a ellos. Este tipo de personas tenían que dar todo lo que poseían a la orden, y la orden tenía reglas estrictas para sus miembros. Las personas que estaban en la orden no podían conservar ninguna propiedad individual. Ahora uno de . 795..

ellos tenía esta o aquella pequeña propiedad. Cuando se convertían en Esenios, esta propiedad, que tal vez estaba muy lejos, pasaba a manos de los Esenios, por lo que ellos tenían posesiones en todas partes. Por lo general, enviaban hermanos más jóvenes allí, pero no a quienes pertenecía esa propiedad. Desde la propiedad común, todos podrían apoyar a todos los que debían considerarse dignos, una medida que se entiende mejor diciendo que diferentes cosas son buenas para la humanidad en diferentes momentos,

porque tal medida sería infinitamente difícil en nuestro tiempo. Pero existía esa medida para los Esenios. Esto consistió en el hecho de que todos estaban facultados para apoyar a las personas que consideraban dignas del bien común, pero nunca a aquellos que estaban relacionados familiarmente con él. Eso estaba estrictamente excluido, nunca los parientes más cercanos ni lejanos. Había diferentes grados en la orden misma. La calificación más alta era un grado muy secreto. Es realmente cierto que, en aquel momento, con respecto a la vida de Jesús, ya era de tal modo, que lo que describí estaba presente en él en gran medida, como un fluido que emanaba de él y que funcionaba en las personas como el amor mismo encarnado. Se podría decir que estaba presente en él en un grado enorme. Esto también tuvo un efecto en los Esenios, y

así sucedió que, sin ser realmente un Esenio, fue aceptado en la comunidad Esenia. Entre los veinticuatro y treinta años, se familiarizó tanto con los Esenios que podemos decir que había aprendido muchas cosas, y que había experimentado y discutido con ellos, cuales eran sus secretos más profundos. < 996-

Entre los doce y dieciocho años percibió lo que una vez fue la gloria del judaísmo; cuál era el secreto de los paganos, lo llegó a saber entre la edad de dieciocho a veinticuatro años. Entonces, al tratar directamente con los Esenios, al permitirle participar en los secretos Esenios y de cómo evolucionaron hacia una cierta unión con el mundo espiritual divino, en-

tonces, pudo decirse a sí mismo: “ Sí, hay algo así como una forma de encontrar cuál es la conexión con lo divino espiritual”. Y se puede ver realmente, después de haber resultado afligido dos veces, en relación con el judaísmo y el paganismo, que a la vez él se dio cuenta, mientras estaba entre los Esenios, de algo así como la alegre confianza de que se podía encontrar un camino allí de nuevo. Pero la experiencia pronto volvería a disuadirlo de esta alegre confianza. Allí aprendió algo que no lo experimentó teóricamente, no lo experimentó como enseñanza, sino en la vivencia inmediata. Cuando cruzó la puerta de los Esenios, después de haberse unido con ellos, tuvo una

visión tremenda que penetró profundamente en su alma. En la presencia inmediata vio cómo dos figuras escapaban de la puerta de los Esenios, lo cual ya estaba claro para él en ese momento. Lucifer y Ahriman huyeron de la puerta de"los Esenios. Tuvo esta visión más a menudo cuando atravesaba las puertas de los Esenios. En ese momento, los Esenios eran bastante numerosos, y había que ser considerado con ellos. En-

tonces los Esenios no se permitían pasar por las habituales puertas que estaban pintadas, por que tenía que ver con la forma en que querían moldear a sus almas. Al Esenio no se le permitía pasar por ninguna puerta que estuviera pintada al estilo de la época. Solo se le - 227-

permitía atravesar las puertas sin pintar. Este tipo de puerta se puede encontrar en Jerusalén y también en otras ciudades. Esta es una prueba de que los Esenios eran bastante numerosos en ese momento.

Jesús fue a alguna de estas puertas, y la aparición se repitió muy a menudo. No hay imágenes, se dijo a sí mismo; pero en lugar de las imágenes vio a Lucifer y Ahriman de pie en la puerta. Allí se formó

en su alma, (uno tiene que tomarlo del aspecto de la

experiencia espiritual para poder apreciarla plena-

mente; dicho así, describiéndolo teóricamente, es por

supuesto fácil de aceptar, pero hay que considerar

cómo se forma la experiencia emocional, si uno expe-

rimenta estas cosas en la realidad espiritual directa), se formó en él a través de esta experiencia, permíta-

me repetir la palabra que ya he usado, la convicción de experiencia que solo puede expresarse de tal manera que él pueda decirse a sí mismo: “ Parece como si el camino de los Esentos fuera el que se me mostró en varias ocasiones, en el cual uno podría encontrar el camino de regreso a los mundos espirituales divinos perfeccionando el alma individual; pero esto se logra a expensas de que los Esenios arreglen su forma de vida para que se mantengan alejados de cualquier cosa que, de alguna manera, los haga

accesibles a Lucifer y Ahriman”. Organizaron todo para que Lucifer y Ahriman no pudieran alcanzarlos. Entonces Lucifer y Ahriman tuvieron que pararse en la puerta. Y ahora también sabía donde iban Lucifer y Ahrimán, siguiendo espiritualmente todo el asunto.

¡Fueron hacia las personas de afuera, a los que no podían seguir el camino de los Esenios! Eso golpeó su mente terriblemente, dándole más sufrimiento que las otras experiencias. Era terrible que tuviera que de- 228-

cirse a sí mismo: “Sí, el camino Esenio podría conducir a los individuos hacia arriba, pero solo si estos individuos se dedican a una vida que no se puede aplicar a toda la humanidad, eso solo es posible si los individuos se separan de Lucifer y Ahriman, y estos se dirigen a la gran multitud”. Así que registró en su alma, cuán pocos podían experimentar de nuevo lo que los viejos profetas habían experimentado de la gran Bath-Kol, y lo que se les apareció a los paganos con el antiguo sacrificio. Si lo que los descendientes de los paganos y los judíos ya no pueden experimentar, si el individuo lo lograra con el camino Esenio, entonces la consecuencia necesaria sería que la gran masa restante sería atacada

aún más por Lucifer, Ahriman y sus demonios. Los Esenios compran su perfección enviando a Lucifer y Ahriman, que huyen de esta manera hacia otras personas. Ellos alcanzan su perfección a expensas de los demás, porque su camino es tal que solo puede ser seguido por un pequeño grupo. Eso era lo que Jesús estaba experimentando ahora. Ese fue el tercer gran dolor, que se hizo más fuerte ahora, porque por su experiencia en la comunidad de los Esenios, tuvo algo así como

una

conversación

visionaria

con

el Buda,

(cuya comunidad tenía mucho en común con los Esenios, pero era siglos más antigua). En ese momento se le reveló desde el mundo espiritual: Una comunidad así solo puede existir, si solo un pequeño grupo participa en ella. Nuevamente, parece casi primitivo cuando uno dice: El Buda le reveló a Jesús que los monjes de Buda solo pueden caminar con el cuenco de ofrendas; si, solo hay unos pocos de esos monjes así, y los otros, en cierto sentido, lo expían con una vida diferente. Parece primitivo cuando lo dices así. 12729.

Pero es diferente cuando el poder espiritual responsable, como aquí el Buda, revela esto en una situación en la que Jesús de Nazaret estaba ahora. Y así, en la vida entre el duodécimo y el trigésimo año de su vida, Jesús de Nazaret experimentó el desarrollo de la humanidad hasta el último detalle, y había sufrido tres veces por ello. Lo que ahora vivía en su alma, lo que se había aglutinado en esta alma, pudo desarrollarse después del vigésimo noveno año, después de que su madre adoptiva, gradualmente entendiera su naturaleza, en una conversación

con él. Y lo importante, infinitamente importante, fue una conversación entre Jesús de Nazaret y su madre hacia su trigésimo año de vida, una conversación que se había llevado a cabo, y que realmente expresaba

cómo, en pocas horas, se vertieron en ella todas las

experiencias de Jesús de Nazaret. Y eso se volvió significativo, porque así ocurrió. Entre las experiencias espirituales, hay pocas que sean tan significativas, al menos para un cierto nivel de experiencia espiritual, como las que se tienen cuando se observa lo que Jesús de Nazaret le dijo a su madre adoptiva.

- 230-

Onceava Conferencia Stuttgart, 23 de noviembre de 1913

Hoy tenemos que hablar primero de la conversa-

ción de Jesús con su madre adoptiva, que solo gra-

dualmente llegó a comprender a su hijo. Le había sucedido un cambio tremendo. El espíritu de la otra María, la madre biológica de Jesús en los mundos espirituales se había incorporado en ella. La llevaba ahora dentro de ella. La conversación de Jesús con

su madre es de profunda importancia para la comprensión real del Misterio del Gólgota desde el punto de vista de la investigación científica espiritual. La madre entendía a Jesús cada vez mejor. Era una especie de comprensión a través del sentimiento. Ahora Jesús podía hablar sobre el triple dolor que había experimentado. Lo que habló fue como una especie de resumen de lo que había estado sucediendo en su alma desde su duodécimo año. Habló con su madre sobre sus experiencias desde los doce años, hasta los

dieciocho. Le habló de las grandes enseñanzas de la Bath Kol. Le comentó que nadie había sido capaz de entenderlo; de cómo no podía hablar de lo que le impulsaba a contárselo a alguien. Le dijo a la madre que si las viejas enseñanzas hubieran estado allí, la gente

no las habría entendido.

Luego habló del segundo tipo de experiencia do-

lorosa. Habló de esos sucesos frente al altar de sacrificios en ruinas; habló de los antiguos misterios, en los - 231-

que los seres divino-espirituales habían descendido de inmediato, y cómo se había producido un declive en esa relación. En lugar de los viejos dioses paganos, fueron los demonios quienes participaron en las celebraciones de los sacrificios. Él habló de los grandes eventos cósmicos, del Padre Nuestro invertido. Fue una conversación extraordinaria la que tuvo con su madre. Habló de cómo había tenido que reconocer cómo Lucifer y Ahriman huyeron de las puertas de los Esenios hacia las otras personas que no podían cumplir con las estrictas reglas de la orden. Él habló de todo esto. Era como un recuerdo de su vida hasta ahora. Fue una conversación moldeada por el hecho de que las palabras no eran meras palabras de descripción, que en las palabras no solo había lo que estaba en las palabras, sino que lo que él decía era una experiencia innata, un dolor expresado en las palabras y un sufrimiento transformado en amor infinito, un dolor que se había convertido en amor y benevolencia. Estas palabras fluyeron hacia la madre como realidades. Lo que pasó de Jesús a la madre, parecía un pedazo de su alma misma. En unas pocas horas, se agrupó todo lo que era más que una simple experiencia. Fue una experiencia cósmica en el verdadero sentido de la palabra. Jesús de Nazaret solo podía expresar palabras, pero parte de su alma estaba en estas palabras. Y mucho más habría que contar si se quisiera caracterizar lo que muestra la Crónica Akáshica. En el curso de esta conversación sucedió que estaba claro para el alma de Jesús a qué punto había llegado el desarrollo de la humanidad. Ahora cayó en la cuenta con una conciencia cada vez más clara de que, el Yo de Zarathustra, estaba dentro de él. Entonces en ese mo- 232-

mento sintió cómo él, como Zarathustra, había estado involucrado en el desarrollo de la humanidad. Lo que estoy diciendo ahora no fueron las palabras que Jesús le dijo a su madre, sino que lo expresó de una manera comprensible para ella. Lo que sintió allí le aclaró el secreto de la evolución de la humanidad. Es incomparable la impresión de cómo Jesús siente y experimenta interiormente esto mientras habla con su madre. Él le explica a su madre cómo cada época humana tiene sus poderes particulares y específicos y que esto es de una gran importancia. Hubo una época de la humanidad, la antigua cultura Hindú, en la que las personas eran particularmente grandiosas porque toda su

vida brillaba con las fuerzas infantiles y soleadas de

la primera infancia. Algunas de estas fuerzas todavía están en nosotros desde nuestro primer año hasta el séptimo año de vida. Luego vino un segundo período, el antiguo período Persa, que fue animado por las fuerzas que actúan en el hombre hoy entre las edades de siete y catorce años.

Entonces Jesús dirigió su atención a la tercera época, el período Egipcio Caldeo, en el cual reinaban las fuerzas que ahora trabajan en el hombre entre los catorce y veintiún años, donde el alma sensible juega un papel importante en el desarrollo individual. En este período Egipcio Caldeo, se cultivaron las ciencias astronómicas y matemáticas. Y ahora surgió la pregunta en Jesús: ¿En qué edad estamos viviendo ahora?, ¿qué puede experimentar el hombre entre los veintiuno y veintiocho años? Y sintió que lo que dominaba la vida externa eran las fuerzas - 2393-

que se derramaban sobre la cultura Grecolatina, pero que estas eran también las fuerzas últimas. El significado de la vida individual humana estaba con toda su fuerza ante los ojos de Jesús de Nazaret. Del vigésimo octavo al trigésimo quinto año, el hombre pasa por la mitad de la vida y comienza a vivir hacia su vejez. No hay nuevas fuerzas vitales. Los poderes heredados de los dioses están agotados. Las fuerzas ascendentes llegan hasta aquí, se consumen hasta la mitad de la vida ¿Y ahora qué? No había nada nuevo en ningún lugar de donde pudieran surgir fuerzas para la humanidad. La humanidad debería marchitarse si no pasara nada nuevo. Jesús tuvo que pasar por esta crisis por un tiempo determinado, y luego, el Yo de Zarathustra, cuya posesión había exhibido recientemente, se desvaneció. Se había identificado tanto con el desarrollo humano, por así decirlo, que el Yo de Zarathustra se fue durante su conversación con la madre. Solo quedaban las tres envolturas, y Jesús se convirtió en lo que había sido hasta los doce años*, pero con todo lo que había podido asimilar a través de las experiencias de Zarathustra. Ahora sintió como un impulso que lo llevó al Jordán a Juan el Bautista.

Y allí, en Jesús de Nazaret, vino lo que tenía que fluir hacia el proceso humano para que la humanidad no se marchitara: La Entidad Crística. Este impulso de Cristo llegó en el momento en que las personas estaban peor preparadas para recibirlo. Con la mente, las personas podían sentirse atraídas por Cristo, pero no quedaba nada de la sabiduría y los poderes de épocas anteriores. Entonces, Cristo inicialmente actuó solo como una fuerza, no como un maestro. Pero incluso

% El Jesús Natánico. El Ánima Cándida encarnada en la Tierra.

- 9-

hoy día, la humanidad no está particularmente avanzada para comprender el impulso de Cristo. La efectividad de Cristo no dependió inicialmente de la comprensión que se le mostró. A lo largo de tres años, la entidad Crística se introdujo paulatinamente en Jesús de Nazaret. El hecho de que un Dios entrara en un cuerpo humano no era solo un asunto de las personas, también era un asunto de las Jerarquías Superiores. Encarnarse en un cuerpo humano, era algo que ningún Dios había experimentado antes. Eso es lo sorprendente: La vida de un Dios en el cuerpo humano durante estos tres años. Pero era necesario para que un impulso ascendente fuera posible de nuevo para la gente. Al principio, la entidad de Cristo solo estaba superficialmente conectada con Jesús de Nazaret, pero se conectó cada vez más estrechamente con su cuerpo, hasta la muerte en la cruz, en un proceso continuo. Desde entonces, la humanidad no ha aumentado su comprensión sobre las cosas espirituales. Por el contrario, un evento así en la actualidad sería imposible. El libro de Maeterlinck, “La muerte”, es un libro

estúpido. Dice: Si el hombre se desencarna, entonces él es un espíritu, entonces ya no puede sufrir. Esto es exactamente lo contrario de lo que es verdad. El espíritu siempre es el que sufre, no el cuerpo. A medida que aumenta la individualidad, también lo hacen el dolor y los sentimientos. Por lo tanto, es imposible para el ser humano de hoy, comprender el dolor sufrido por el Dios encarnado.

.735.

Una de las mujeres quería buscar a Jesús en el sepulcro. Pero Él era ya un cuerpo espiritual. Cristo no debía ser buscado con los sentidos físicos. Las cruzadas en la Edad Media fueron como una repetición de esta búsqueda. Fue la misma búsqueda fallida. Y fue en este momento de las cruzadas que se levantaron los místicos alemanes, que nuevamente buscaban mediante la razón una conexión con Cristo. Cristo también trabajó donde no estaba su enseñanza; actuó

como una fuerza en toda la humanidad.

Después del Bautismo en el Jordán, el Cristo todavía estaba unido superficialmente al cuerpo de Jesús. La primera entidad que conoció fue Lucitfer. Ejerció todos los poderes que se pueden ejercer en una entidad en relación con la evocación del orgullo. “Si me reconoces, te daré todos los reinos de la tierra”. Este ataque fue repelido rápidamente. En la segunda tentación, Lucifer y Ahriman

se unieron, tratando

de

evocar miedo y ansiedad en Cristo con las palabras “Tírate abajo”.

La tercera vez, Ahriman apareció solo con su demanda: “ Di que estas piedras se conviertan en pan” . Esta pregunta de Ahriman dejó un remanente sin resolver. No pudo ser respondido completamente. El hecho de que esto no pueda ocurrir se debe a las fuerzas más profundas del desarrollo de la Tierra, en la medi-

da en que los seres pertenecen a ella.

En esto radica algo así como la cuestión del dinero. Esto está relacionado con la cuestión ahrimánica. Ahriman retuvo parte de su poder sobre Cristo. Esto se mostró en Judas Iscariote. Esta pregunta sin resolver sigue teniendo efecto en la traición de - 236-

Judas. Luego se dijo, que solo en la oscuridad era posible que el impulso de Cristo pudiera comunicarse con la Tierra, cuando murió en la cruz. Todavía no puedo decir con certeza si fue un eclipse solar o si la oscuridad provenía de otra cosa. Por último, una petición muy urgente para mante-

ner en secreto estas revelaciones.

Nota: El tema de esta conferencia está mejor y más ampliamente explicado en las conferencias efectuadas en Christiania (Oslo), las cinco primeras por orden de antigiiedad. Esta es un resumen taguigráfico parcial e incompleto.

- 237-

Doceava Confterencia Muúnich, 8 de diciembre de 1913

Debido a ciertas obligaciones que se le imponen a uno desde el mundo espiritual, surge para mí la necesidad de hacer unas investigaciones -en los últimos tiempos- en relación con la vida de Cristo Jesús. Saben que es posible acceder a los eventos que ocurrieron en el pasado a través de la llamada Crónica Akáshica. Así he intentado obtener acceso al evento más importante en el desarrollo de la Tierra, el evento que está conectado con el Misterio del Gólgota. Por otra parte, han salido a la luz una serie de cosas que pueden ser complementarias con explicaciones más o menos científico espirituales que se han dado en varias ocasiones sobre el Misterio del Gólgota. Lo que ahora ha surgido de la investigación de la Crónica Akáshica es de un tipo diferente; es más concreto, por así decirlo, una suma de hechos relacionados con la vida de Cristo Jesús. Es de esperar que con el tiempo estos hechos se unan para formar una especie de Quinto Evangelio, y discutiremos, en la próxima tarde en la rama, por qué es necesario en nuestro tiempo, extraer

de las fuentes ocultas lo que de alguna manera puede ser llamado un Quinto Evangelio.

Hoy, en primer lugar, quiero relatar acontecimien-

tos individuales que se relacionan con la juventud de

Jesús de Nazaret y que culminan en una importante

conversación que tuvo lugar con su madre adoptiva. La - 990

señorita Stinder”” ya habrá comunicado a algunos de ustedes lo que ahora se discutirá como el Quinto Evangelio; aunque también tendré que mencionar brevemente cosas que algunos de ustedes ya saben. En mi relato de hoy, me gustaría comenzar con

el evento que he podido caracterizar muchas veces,

como el paso del Yo de Zarathustra a las envolturas corporales del niño Jesús que desciende de la línea de Nathan, de la Casa de David. Me gustaría mencionar brevemente que, según la investigación de la Crónica Akáshica, dos niños Jesús nacieron aproximadamente al mismo tiempo. Uno nació de la que podemos llamar la línea de Salomón, de la Casa de David, el otro de la línea de Nathan, de la Casa de David. Los dos eran

muy diferentes como niños, en términos de la vida infantil. El cuerpo que descendía de la línea de Salomón de la Casa de David contenía el mismo ser que una vez vivió en la tierra como Zarathustra, y que había avanzado hacia un espíritu que, sin embargo, como sucede en tales casos, parecía infantil en los primeros años, pero se demostró que estaba dotado de los más

altos dones; aprendió con gran rapidez todo lo que en el desarrollo cultural humano se había producido,

ya a esa corta edad. Podríamos llamar a este mucha-

cho de la línea de Salomón de la Casa de David, un

muchacho del más alto talento, de acuerdo con lo que se describe en la Crónica Akáshica. No podemos dirigirnos al otro niño Jesús de la línea Nathan con las

$7 Sophie Stinder (1853-1915). Pintora relacionada con la preparación de los 4 Dramas-Misterio de Steiner. Relacionada también con la construcción del primer Goetheanum, fue una de las 13 personas que firmaron el certificado de la Piedra de Fundación. Directora del trabajo esotérico de Steiner en Munich. Falleció dos años más tarde de asistir a esta conferencia de Rudolf Steiner. £ EO =

mismas palabras. Básicamente era lo que llamaríamos no dotado para todo lo que se puede aprender a través de los logros de las ciencias de la Tierra y las artes del hombre. De hecho, era bastante reacio a aprender todo lo que la humanidad había logrado. En contraste,

este niño Jesús mostró el más alto grado de genialidad del corazón. Él irradió el amor más cálido que se puede imaginar desde la más temprana infancia, absorbió todos los conceptos terrenales que pueden conducir al desarrollo de una vida de amor. Ahora también sabemos que después de que los dos niños fueran al templo, emergió el Yo de Zarathustra, como a veces sucede en los procesos ocultos

del desarrollo humano terrenal. Emanó del cuerpo moribundo del niño Jesús de la línea de Salomón y pasó a las envolturas corporales del niño Jesús Natánico. El Evangelio de Lucas indica esto al contar cómo Jesús, se sentó entre los escribas y dio sus asombrosas respuestas y apenas fue reconocido por sus propios padres. Entonces, desde el duodécimo año de su vida tenemos el crecimiento de ese niño Jesús Natánico con

el entusiasmo del corazón, hasta que -por así decirloreunió en sí mismo la suma de todos los dones humanos que se relacionan con el sentimiento y la inteligencia. Así tenemos la unión del Yo de Zarathustra con este niño Jesús, pero que en ese momento todavía no

sabía lo que le estaba sucediendo: El hecho de que el Yo de Zarathustra salió del cuerpo del Jesús Salomónico y entró en el Natánico trabajando en sus envolturas corporales, de modo que ambos elementos se compenetraron gradualmente en la más alta perfección. También sabemos que la madre biológica del niño Jesús Natánico murió pronto, al igual que el padre - 241-

del niño Jesús Salomónico, y sabemos que las dos familias -de quienes los dos niños Jesús habían nacido-

se convirtieron en una sola familia, de modo que el Jesús Natánico, obtuvo hermanos* de la otra familia

y la madre biológica del niño Jesús Salomónico, se convirtió en su madre adoptiva. Esta familia creció en Nazaret. El extraordinario talento que había demostrado cuando dio esas respuestas formidables entre los escribas del templo, lo cual sorprendió a todos, se vio aún más realzado. Era algo maravilloso lo que sucedía en el alma de este niño, el Jesús Natánico, en

el que estaba contenido el yo de Zarathustra, desde el duodécimo hasta aproximadamente el decimoctavo año de vida. Cómo salió de las profundidades sutiles de la vida de su alma, algo que otra persona de esa época, hasta ese momento no había podido experimentar. Se hizo evidente una inmensa madurez de juicio intelectual, junto con una profunda primacía de sus habilidades del alma. Para asombro de los que lo rodeaban, la poderosa voz divina de las regiones espirituales, que era conocida como la gran Bath Kol en las enseñanzas secretas hebreas, le habló a su alma cada vez más claramente. Pero a diferencia de los escribas, la gran Bath Kol habló a este niño, aun

en desarrollo, de una manera sublime. Surgió como una iluminación interior y milagrosa.

Entonces sucedió que ya este joven Jesús de Nazaret se decía con tristeza: ¿Qué le ha sucedido a la humanidad hebrea desde entonces, desde que esa humanidad escuchó a los antiguos profetas, esos viejos profetas que, a través de sus inspiraciones e intuiciones, todavía obtu8 Mateo 12/46-47 (Judá, Josefo, Simeón, Jacobo, Lisia y Lidia). Marcos 6-1/4 (Judas, José, Simón, Santiago y dos hermanas). - 242-

vieron los secretos espirituales de los mundos superiores? Entonces, Jesús de Nazaret se dio cuenta, a través de

la iluminación interior, de que había una comunicación íntima entre los antiguos profetas hebreos y los poderes espirituales divinos; que los mayores secretos fueron revelados a los antiguos profetas a través de la voz sagrada y solemne de la gran Bath Kol. Pero los tiempos habían cambiado en el momento en que

vivió Jesús de Nazaret. Los eruditos, los escribas es-

taban allí; también algunos profetas que solo podían comprender las reverberaciones, los débiles ecos de lo que los grandes profetas habían recibido una vez como revelación. Pero de todo eso lo que se podía lograr en el presente era solo una sombra de las viejas enseñanzas. Sin embargo, de lo que se guardaba en las escrituras como tradición, Jesús sintió y percibió,

que ahora lo recibía a través de su inmediata inspiración interior, a través de señales que irradiaban cada vez más en él; día a día, sintió que estaban allí, pero que el tiempo presente ya no era apto para entender-

las. Su vida fue abundante en estas inspiraciones.

Es una impresión tremendamente fuerte cuando uno dirige la mirada espiritual a este lugar en el desarrollo de la Tierra; cuando ve que lo que se reveló a los profetas del mundo antiguo, vuelve a irradiar en el alma de Jesús de Nazaret y ve lo solo que estaba allí él, frente a la humanidad que no comprendía lo que había experimentado. Tenía que decirse a sí mismo: “ Aunque la gran Bath Kol hablaba en voz alta y audible desde el cielo, no habría gente ahora que pudiera entenderla. ¿Qué le pasó a la humanidad?”. Esto existía en su alma como un tremendo dolor. - 243-

Así es como vemos al niño crecer hasta lescencia. De semana en semana le llegaban ideas, pero cada nueva idea estaba vinculada frimiento cada vez mayor, con un dolor muy

la adonuevas a un suprofun-

do sobre lo que la haumanidad había olvidado, lo que

ya no podía entender ahora. Toda la decadencia de la humanidad se descargó en el alma de Jesús de Nazaret. Se llega a conocer muchas cosas sobre el dolor y sufrimiento que las personas en el mundo tienen que soportar cuando vuelves la mirada espiritual a la evolución humana; pero la impresión -que uno tiene de esa alma- que, por pura compasión por la humanidad, sintió el dolor más intenso, era el dolor más concentrado sobre la decadencia de la humanidad, sobre lo

que la humanidad ya no era capaz de absorber lo que fue preparado para ella desde los mundos espirituales. Este dolor aumentó aún más porque ya no había

nadie en todo el entorno de Jesús de Nazaret, entre

sus doce y dieciocho años, con quien pudiera hablar sobre ello. Incluso los mejores discípulos de los gran-

des eruditos como Hil-lel” no entendían la grandeza

que se revelaba en el alma de Jesús de Nazaret.

Estaba solo con sus revelaciones y solo con su dolor infinito, que abrazaba a la humanidad con una compasión sin límites. Me gustaría caracterizar para

ustedes este estado de ánimo del alma en Jesús de

Nazaret. Mientras estaba experimentando todo esto interiormente, mientras los mundos se desarrollaban dentro de él, trabajaba externamente sin exigencias en el negocio de su padre, que era una especie de carpintería, el oficio de carpintero. Y así maduró

5 Hil-lel o Hilel el sabio (75 a.C-10 d.C.). Por lo que ya habría fallecido a la edad de 12 años de Jesús.

- 244-

hasta los dieciocho años. Luego, de acuerdo con la costumbre de la familia, debía hacer una especie de recorrido por el mundo, moviéndose de un lugar a otro, para trabajar aquí y allá por un tiempo. Y así lo hizo. Y esto nos lleva a una segunda época en la juventud de Jesús de Nazaret, que duró del decimoctavo al vigésimo cuarto año de su vida. Se movía por varios lugares, dentro y fuera de Palestina. Fue a todo tipo de regiones gentiles”; ya en ese momento buscaba a judíos y gentiles. Había una peculiaridad en esta personalidad que siempre será la más instructiva al tratar de explorar los misterios de las profundidades humanas. Se podía notar que el tremendo dolor que había experimentado en su alma se convirtió en un inmenso amor, como

suele pasar cuando es desinteresado, en un amor que

funciona, no solo a través de las palabras, sino tam-

bién a través de la mera presencia. Cuando llegó a las familias en las cuales se suponía que debía trabajar, sabían, por la forma en que se entregaba, por la forma en que era, que ese amor, que solo puede provenir de un ser humano, irradiaba de esa alma; un amor que era bueno para todos, una atmósfera en la que todos los que le respetaban querían vivir. Y este amor era dolor transformado; era la metamorfosis del dolor. Muchas cosas sucedieron que dieron a la gente, en cuyo medio vivía, la impresión de que estaban tratando con una persona como nunca otra había caminado por la Tierra. Trabajaba durante el día; por la noche las familias se reunían en los lugares donde trabajaba y allí estaba él, entre ellos. Todo lo que ” Quien no era judío, era denominado “ gentil”. En términos actuales sería pagano. - 245-

podía irradiar de creía que era más pronunciaba sus turadas de lo que

su amor vivía en tales familias. Se que un simple ser haumano cuando sencillas palabras, que estaban sahabía vivido, desde el duodécimo

hasta el decimoctavo año de vida. Y luego, si se ha-

bía alejado del lugar, en el que, con estas familias se sentaban juntos, era como si todavía lo sintieran entre ellos, como

si no se hubiera ido. Todavía sentían

su presencia. Así sucedió una y otra vez que todos juntos tenían una visión real. Mientras hablaban de lo que dijo, mientras se alegraban por lo que sentían por su presencia, lo vieron caminando hacia la puerta, entrando, sentándose entre ellos, sintieron su que-

rida presencia, lo escucharon hablar. No estaba allí en la presencia física, pero existía en una visión común. De esta manera, se desarrolló gradualmente en

muchas

áreas una comunión

entre Jesús de Naza-

ret y las personas con las que entró en contacto a lo largo de los años. Y en todas partes se hablaba del hombre de gran amor. Había muchas referencias a él en las escrituras. Unos no entendían las escrituras,

o las entendían muy poco con sus mentes; pero en sus corazones sintieron más íntimamente su amor, lo

extraordinario de su existencia y su efecto. Él fue no solo a zonas hebreas, sino también a áreas paganas,

también de fuera de Palestina. Por extraño que parezca, su camino también lo llevó a regiones paganas donde las enseñanzas gentiles se habían agotado. Conoció algunos lugares paganos cuyos antiguos lugares de culto habían caído en decadencia. Y un día llegó a un lugar que había sufrido particularmente la decadencia de los antiguos cultos paganos, del antiguo sacerdocio pagano. Los lugares - 246-

de culto paganos eran, después de todo, una huella externa de lo que se había cultivado aquí o allá en los Misterios. Las ceremonias, en los lugares de culto, fueron imágenes de los secretos de los Misterios. Pero todo esto estaba en declive, se había deteriorado en muchas regiones. Jesús de Nazaret llegó a un lugar de culto, donde las estructuras exteriores se habían deteriorado por razones desconocidas para él. Todavía no sé dónde estaba este lugar de culto. Desafortunadamente, no me fue posible determinar la ubicación exacta y el nombre en la Crónica Akáshica. Por alguna razón, la impresión del lugar está borrosa en el mapa de la Tierra, por así decirlo. Creo que lo que les digo es una observación absolutamente correcta, pero no es posible dar con la ubicación; por alguna razón no se puede encontrar. Pero era un lugar pagano, un lugar de adoración en ruinas, rodeado de

gente triste y enferma, cargada de todo tipo de enfermedades y dificultades. Debido a que estaba plagado de tales enfermedades y dificultades, el sacerdocio había desaparecido, había huido. El lugar de culto había decaído. La gente se sintió infeliz porque sus

sacerdotes se habían ido. Cuando Jesús llegó allí, en-

contró una miseria tremenda en este lugar de culto pagano. Cuando se acercó, algunos lo notaron y la noticia se propagó a través de la gente como un incendio arrasador: ¡viene alguien que puede ayudarnos! Debido a lo que irradiaba como poder de su amor, que ya se había convertido en una especie de amor santificador, la gente sentía como si viniera alguien especial, como si el mismo cielo les hubiera enviado a uno de sus sacerdotes de culto. Se reunieron en gran número, esperaban que su culto pudiera realizarse

nuevamente. Jesús de Nazaret no estaba inclinado a - 247-

practicar el culto pagano, como es comprensible; pero

cuando miró a las personas con su mirada, ya eleva-

da a una especie de clarividencia, nacida del dolor y el amor, se dio cuenta de algo de la naturaleza del declive del paganismo. Luego aprendió a reconocer lo siguiente: Sabía que, en la antigiiedad, cuando los

aun buenos sacerdotes servían y hacían ofrendas, los buenos seres espirituales de la esfera de las Jerarquías Superiores se inclinaban ante las ofrendas y rituales paganos en estos lugares de culto. Pero poco a poco, el paganismo había caído en mal estado. Mientras que en el pasado las corrientes de misericordia y gracia de los buenos dioses adorados por los paganos, fueron enviadas a los altares de ofrendas, ahora los demonios, emisarios de Ahriman y Lucifer habían descendido. Los vio entre la gente y se dio cuenta de que estos seres demoníacos eran en realidad la causa de las enfermedades malignas que asolaban a las personas que ahora se adolecían de ello en lo más profundo de sus almas. Y cuando percibió estas misteriosas conexiones, cuando descubrió el secreto del declive del paganismo, cayó como muerto. Este proceso fue terrible para las personas que creían que había llegado un sacerdote enviado desde el cielo. Ahora vieron al hombre caer y huyeron del lugar al que acababa de llegar. Con la última mirada de su conciencia ordinaria, que todavía se enfocaba en las personas que huían, Jesús de Nazaret vio a los demonios huir con la gente; pero otros demonios

aún lo rodeaban. Después, la conciencia cotidiana retrocedió y se sintió como transportado a un mundo espiritual superior del que una vez había fluido la misericordia de los dioses paganos y que se habían - 248 -

unido con las ofrendas. Y tal como había escuchado

la voz de la gran Bath Kol, ahora escuchó los sonidos

de los reinos espirituales divinos, de aquellas jerarquías a las que pertenecían los dioses paganos. Escuchó la revelación humana primigenia en este estado de éxtasis. Trataré de resumir en palabras lo que estaba escuchando; lo mejor que pueda para reproducir lo que escuchó. Y es peculiar que pudiera decir estas palabras por vez primera cuando puse la primera piedra de nuestro edificio de Dornach. Es como el Padrenuestro cristiano, pero invertido. Es como una oración cósmica que pudo haberse revelado antes del comienzo del desarrollo de la Tierra como Padrenuestro Cósmico. Así es como suena cuando lo traduces a palabras alemanas (castellanas en este caso). AUM, ¡Amén! Impera el Mal,

testigo de yoidad que se desenlaza, deuda del propio ser, por otros acarreada, vivida en el pan de cada día,

en que no domina la voluntad de los cielos,

porque el hombre se separó de vuestro reino y olvidó vuestro nombre, Vosotros, Padres en los cielos.

Lo que le hablaba desde las regiones en las cuales

los dioses de los gentiles habían actuado una vez, fue

como una gran y poderosa revelación. De hecho, estas palabras, que al principio suenan simples, contienen el secreto de toda la encarnación humana en la corporalidad física-terrenal, la conexión con la corporeidad física terrestre; contienen este secreto. Cada vez se hace más evidente, cómo me he convencido a mí - 249-

mismo al meditar experimentar las das en ellas. Uno cielo pagano, que

gradualmente estas palabras, para inmensas profundidades conteniquisiera decir que todo el antiguo habló en este misterio de la encar-

nación como en un Padre Nuestro macrocósmico, en

ese momento actuó sobre el Jesús de Nazaret desva-

necido, que estaba en un estado de éxtasis. Y cuando recuperó la conciencia, vio escapando a los últimos demonios que habían tomado el lugar de los antiguos dioses paganos y vio en la distancia a la gente huyendo. Pero ante el dolor que había sufrido por las revelaciones de la Bath Kol, para la que la humanidad ya no estaba madura, ahora sufría el segundo dolor por el hecho de que tuvo que reconocer que, incluso lo que una vez había hablado al paganismo, inclu-

so lo que las revelaciones espirituales divinas fueron para el paganismo, estaban hoy en declive. “St todas las voces del cielo resonaran hoy, la humanidad no tendría la capacidad de recibirlas”. Eso se dijo a sí mismo. Es una impresión tremenda ver cuánto dolor se necesitaba acumular en un alma para poder preparar el Misterio del Gólgota. La impresión es tremenda, reconocible a través de estas cosas, de cuánto dolor tuvo que fluir en el impulso que llamamos el Impulso de Cristo para el desarrollo ulterior de la Tierra. Así es como Jesús llegó a conocer la naturaleza del paganismo y la de su decadencia. Cuando tenía unos veinticuatro años regresa a su casa. Fue casi al mismo tiempo que murió su padre biológico”. Ahora estaba solo con sus hermanos,

El José de la línea Natánica.

- 250-

que eran sus hermanastros”, y con su madre adoptiva”. Ahora algo peculiar sucedió. Poco a poco, el amor y la comprensión de su madre se acrecentaron cada vez más por él, mientras que los hermanos no lo comprendían. Algo parecido a un don del corazón estaba brotando en ella. Con su mente, ella pudo gradualmente -aunque solo gradualmente-, comprender al solitario que llevaba dentro el sufrimiento de la humanidad, mientras que a los hermanos no les importaba.

Pero primero debe conocer algo más, la comunidad que le mostraría, por así decirlo, el tercer aspecto del declive de la humanidad. Debería conocer a la comunidad de los Esenios. Esta comunidad, con sede en el Mar Muerto, estaba muy extendida por el mundo en ese momento. Era una orden estricta y autónoma

que aspiraba a regresar, a través de cierta vida regulada, a las etapas anteriores en las que la humanidad había entrado en decadencia; para llegar a ese nivel

del alma -a través de ejercicios anímicos-, en los cua-

les se podría escuchar nuevamente algo, no importa si se llamaba la gran Bath Kol en el sentido judío, o la vieja revelación en el sentido pagano. Los Esenios querían lograr esto mediante el estricto entrenamiento del alma y el aislamiento, a diferencia de lo que solían hacer los demás humanos. Lo que buscaban atrajo a muchos. Tenían muchas posesiones en todo el país. Cualquiera que quisiera convertirse en Esenio tenía que entregar todo lo que había heredado o podía heredar aun, a la propiedad común. A nadie se le

permitía guardar propiedades para sí mismo. Aquí y

? Ver nota 88. % La María de la línea Salomónica.

- 251-

allá, muchos Esenios tenían una casa o una finca que entregaban a la orden. Habían extendido sus ramifi-

caciones por todas partes en el cercano Oriente, espe-

cialmente en Palestina, y también en Nazaret. Todo tenía que ser propiedad común. La orden Esenia hizo grandes y buenas obras. Nadie guardaba nada para sí mismo. A todos se les permitió dar parte de la propiedad común a todos los que pensaban que eran personas pobres o necesitadas. A través de los ejercicios del alma, se llegó a un cierto poder curativo, que fue enormemente beneficioso. Tenían un principio que sería imposible aplicar hoy en día, pero que se cumplía estrictamente en ese momento: todos podían apoyar a las personas que creían dignas de sus propiedades comunes, pero nunca a sus familiares. Tuvieron que separarse de todos los lazos emocionales relacionados con el mundo exterior. Jesús de Nazaret, como Juan el Bautista, a quien

conoció brevemente entre los Esenios, no se había convertido realmente en un Esenio; pero debido a la inmensa

naturaleza que escondía su alma, fue tra-

tado con gran confianza en la orden. Gran parte de lo que normalmente solo estaba disponible para los miembros de los grados superiores, se discutió con

él, por confianza en la forma en que funcionaba su alma. De esta manera, aprendió a reconocer cómo es-

taban subiendo por un sendero escarpado, hacia las alturas de las cuales la humanidad había descendido. A menudo le parecía que podía haberse dicho a sí mismo: “Sí, todavía hay personas entre nosotros que ascienden a lo que una vez se reveló a la humanidad en tiempos primitivos, pero que la humanidad en general no lo comprende hoy día”. - 252-

Una vez, después de una profunda conversación dentro de la comunidad Esenia sobre los secretos del mundo, tuvo una gran y poderosa impresión. Cuando salió por la puerta, vio dos figuras en una visión. Los reconoció como Ahriman y Lucifer y los vio huir de las puertas de los Esenios. Sabía que huían hacia el resto de la humanidad. Ahora tenía esa visión más a menudo. Era costumbre de los Esenios que no se les permitiera pasar por las puertas habituales de una ciudad o casa de esa época, que de alguna manera estuvieran decoradas con imágenes. Ante tales puer-

tas tenían que dar la vuelta. Pero como los Esenios se encontraban en gran número -en Palestina vivían tantos Esenios como

Fariseos en aquel momento-,

se

les había tenido en cuenta y se habían construido sus propias puertas, simples y sencillas”. Así que a los Esenios no se les permitía pasar por una puerta con imágenes. Esto estaba relacionado con todo el desarrollo de su alma. Por eso había puertas Esenias especiales en todas las ciudades. Jesús de Nazaret a me-

nudo había pasado por tales puertas Esenias. Siempre vio a Lucifer y Ahriman alejarse de las puertas de una manera que era especialmente amenazadora para la humanidad. Sí, veréis, cuando conoces teóricamente tales cosas, ciertamente causan impresión. Pero si las conoces de la manera en que puedes percatarte mirando la Crónica Akáshica, si realmente ves las figuras de Lucifer y Ahriman en las condiciones que las vio Jesús de Nazaret, causan una impresión completamente diferente. Entonces uno comienza a captar, no sólo con el mero intelecto, con la mente, sino con toda el alma,

* Las puerta Esenias estaban situada al sur de la ciudad, en la ciudad baja, en el barrio Esenio. Actualmente es el barrio Armenio. 705 ..

los misterios más profundos, que uno no sólo conoce, sino que se experimentan, con lo que uno es. Solo puedo murmurar con pobres palabras, lo que ahora se despliega como un tercer gran dolor para el alma de Jesús. Se dio cuenta de que era posible que unos individuos se separaran y lograran la máxima perfección en su tiempo, pero solo si el resto de la humanidad se alejaba cada vez más de ese desarrollo del alma. A expensas del resto de la humanidad, tales

personas -se dijo a sí mismo- buscan la perfección de sus almas, y debido a que están luchando por tal desarrollo, Lucifer y Ahriman no pueden alcanzarlos, deben huir. Pero mientras estas personas individuales se escapan, Lucifer y Ahriman huyen hacia las demás personas. Cuantas más personas estén aisladas, todavía más personas se verán abocadas a la decadencia. Sin embargo, esa fue una impresión terrible para Jesús de Nazaret, quien sintió una compasión absoluta por todas las personas, que no podían percibir sin el dolor más profundo, que los individuos podían aumentar su desarrollo anímico a expensas de la raza humana en general.

Esto le dio esta idea: * Lucifer y Ahriman están ganando un poder cada vez mayor en la humanidad en general precisamente porque estos individuos -los Esentosquieren ser los más puros”. Ese fue el tercer gran dolor, incluso el dolor más terrible; porque ahora algo como la desesperación se descargaba a veces en su alma por el destino de la humanidad en la Tierra. El secreto de este destino de la humanidad en la Tierra cayó terriblemente sobre él. Llevaba este destino de la humanidad recogido en su propia alma. - 254-

Así sucedió que en su vigésimo noveno o trigésimo año de vida, después de que su madre adoptiva, adquiriera cada vez más comprensión de sus sentimientos, una vez que sintieron que sus almas podían entenderse, entró en una conversación con ella, que resultó infinitamente significativa para el desarrollo posterior de la humanidad. Ahora, durante esa conversación, Jesús de Nazaret se dio cuenta de cómo

podía realmente verter en el corazón de su madre lo que había experimentado desde los doce años. Ahora podía expresarle gradualmente lo que había pasado. Y lo hizo. Contó lo que había sentido sobre la decadencia de los judíos y el paganismo, sobre los Esenios, sobre la hermandad de los Esenios. Y fue así que estas palabras pasaron del alma de Jesús al alma de su madre, no como palabras ordinarias, sino como si pudiera haberles dado, a cada una de sus palabras,

algo de todo el poder de su alma. Se inspiraron en lo que él había sufrido, lo que se había convertido directamente de su sufrimiento en el amor, en piedad del alma. Él mismo estaba conectado con su su-

frimiento, su amor, de modo que algo de sí mismo flotaba en las alas de sus palabras en el corazón, en

el alma de su madre de acogida. Y luego, después de contar lo que había pasado, mencionó algo que le había llegado como conocimiento y que ahora quiero resumir en palabras que hemos aprendido en la Ciencia Espiritual. Sin embargo, lo que Jesús de Nazaret explicó a su madre, solo lo diré fiel a su significado real, aunque elegiré las palabras para que puedan entenderlas más fácilmente que si yo lo hiciera directamente en nuestro idioma, las que he adquirido de las imágenes de la Crónica Akáshica. Jesús de Nazaret explicó a su madre, cómo todo su dolor le había he- 255-

cho darse cuenta del secreto del desarrollo humano, cómo se había desarrollado la humanidad. Entonces

él le dijo lo siguiente.

* He reconocido que la humanidad pasó por una época antigua en la que, inconscientemente, recibió la más alta sabiduría durante las poderosas fuerzas de la infancia”. Con estas palabras, hace referencia a lo que llamamos en la Ciencia Espiritual la primera época cultural post-Atlante, donde los santos Rishis del antiguo pueblo Hindú podían aportar sus grandes y poderosas sabidurías a la humanidad. Pero estas sabidurías, las percibió Jesús de Nazaret de tal manera que él podía preguntarse: “ ¿Cómo habían sido recibidas estas sabidurías por los santos Rishis, qué fuerzas estaban activas en las almas de los Rishis y en todo el antiguo pueblo Hindú?”. Fueron las fuerzas que generalmente solo existen en la infancia, entre el nacimiento y el séptimo año del niño, que luego se extinguieron para el individuo, sin embargo, en ese momento, se vertieron sobre todas las edades humanas. Debido a que las fuerzas de la niñez se extendieron a lo largo de toda la edad humana, estas antiguas y santas verdades divinas fluyeron hacia abajo a la mente humana de una manera inspiradora e intuitiva. Pero con esta primera época de la humanidad en el período post-Atlante, la que llamamos la antigua época cultural Hindú, que Jesús de Nazaret comparó a su madre con la primera infancia, con el paso de esta época, la posibilidad de conservar las fuerzas de la infancia para preservarlas a edades posteriores, desapareció. Se desvanecieron y, por lo tanto, la humanidad ya no pudo absorber y mantener lo que una vez le fue revelado. - 256-

Jesús de Nazaret continuó diciendo que luego siguió una época que podría compararse con la edad humana desde el séptimo hasta el decimocuarto año de vida, pero donde las fuerzas que de otro modo solo existirían desde el séptimo hasta el decimocuarto año de vida se derramaron sobre toda la vida humana, para que los hombres pudieran todavía experimentarlas como adultos. Debido a que este era el caso, que incluso las edades posteriores pudieron ser impregnadas por estas fuerzas, fue posible en esta segunda, la antigua época Persa, obtener la sabiduría que reconocemos como la sabiduría de Zarathustra,

que Jesús de Nazaret vio ahora rechazada por la humanidad por falta de comprensión.

La tercera época en la que Jesús de Nazaret podía mirar hacia atrás y de la que ahora habló con su madre, se derramó a lo largo de todas las edades lo que se experimenta entre los años catorce y veintiún años, de modo que, a los cincuenta o sesenta años, las personas todavía tenían los poderes que en la actualidad funcionan hasta el vigésimo primer año de vida. Como resultado, esta tercera época, permitió obtener esas importantes ciencias del funcionamiento de la naturaleza, que tanto admiramos cuando penetramos en la ciencia Egipcia, la antigua Caldea, penetramos en los verdaderos fundamentos de sus conocimientos astrológicos, ese conocimiento profundo que no se refiere solo a la Tierra, sino a los secretos del mundo y en su efecto sobre los humanos, los cuales, la humanidad posterior difícilmente podría entender. Pero Jesús de Nazaret también vio como se

desvanecía la tercera edad. A medida que el individuo envejece, dijo, la humanidad ha envejecido. . 257-

La cultura griega recibió los impulsos más poderosos de la sabiduría de los Misterios, lo que provocó un apogeo del pensamiento y el arte filosóficos, pero también provocó la transición al cuarto período cultural en el que ya vivimos, que ya hace un llamamiento a la independencia humana y crea nuevas estructuras sociales que rompen con la dependencia del antiguo misterio del ser. El declive de los viejos Misterios comienza con el surgimiento de los nuevos estados y sus rivalidades entre ellos; pero también el rápido ascenso intelectual está conectado con él. Las fuerzas específicas que únicamente pueden percibir la más mínima cosa cuando se derraman sobre toda la humanidad, ahora están allí. Vivimos dentro de una humanidad que solo puede razonar con los poderes que son característicos en la humanidad entre los veintiuno y veintiocho años de la vida. Pero cuando este período cultural haya pasado, la humanidad habrá alcanzado su mediana edad; se ha alcanzado cierto punto culminante que no se puede mantener. El descenso debe comenzar, aunque sea lentamente al principio. La humanidad está entrando en una época en que las fuerzas se extinguen, de manera similar a como el individuo comienza el declive cuando alcanza la edad de los treinta. El descenso de toda la humanidad comienza con la próxima época, dijo Jesús de Nazaret, ya que todo el dolor de este futuro declive de la humanidad pasó por su alma. La humanidad misma, dijo, está entrando en la era en

que las fuerzas originales han muerto. Pero si bien la juventud todavía puede seguir trabajando para el individuo, por así decirlo, este no puede

ser el caso

para toda la humanidad. Debe ir a una vejez imposible si no entran nuevas fuerzas. Él vio de antemano - 258-

desolada la cultura de la Tierra, si no entraban fuerzas jóvenes. Las fuerzas naturales se agotan cuando la humanidad entra en la edad que, para el individuo, va desde el año veintiocho hasta el trigésimo

quinto de su vida. Si no se despliegan otras fuentes, la humanidad se volvería senil. En resumen, Jesús de Nazaret dijo a su madre lo siguiente. * ¿Qué le pasará a toda la humanidad si sucumbe al des-

tino del ser humano individual?”

Ante la fuerza de esta pregunta, Jesús y, con él, su

madre adoptiva, sintieron la necesidad de un nuevo impulso espiritual. Algo tendría que venir que solo podría venir del exterior, que no estaba en la humanidad misma, porque algo nuevo en las fuerzas humanas no conectadas con el mundo

sensible, ya no

podría desarrollarse independientemente después de esta edad. Había que esperar algo desde el exterior, que de otro modo había crecido desde el interior entre las edades de veintiocho y treinta y cinco años. Y con una violencia tremenda, que no se puede comparar con ninguna otra cosa, el dolor del alma de Jesús de Nazaret fue superado por el hecho de que no había nada en el entorno que pudiera verter fuerzas de renovación en la humanidad en decadencia. Así continuó la conversación y, con cada palabra, algo fluyó de él mismo hacia su madre. Las palabras tenían alas y en ellas se expresaba que no eran solo palabras, sino que algo surgía de la corporalidad de Jesús de Nazaret, que era exactamente como

su pro-

pio Yo, que se había convertido en uno con su dolor y su poder de amor. En ese momento, es cuando su Yo - 259-

comienza a manifestar quien realmente era: Tanto la conciencia de su propio Yo, como la de Zarathustra, brilló a través de él por un momento. Lúcidamente, como

en un momento

de plenitud, sintió el Yo de

Zarathustra. Pero era como si este yo saliera de él y lo dejara solo de nuevo, de modo que volvía a ser el mismo, solo que más grande y maduro, de lo que había sido en su duodécimo año. Un cambio tremendo también había tenido lugar en la madre. Si se investiga en la Crónica Akáshica lo que allí sucede, se descubre que, poco después de que el Jesús de la línea Natánica llegara al duodécimo año, y que el yo Zarathustra lo convirtiera en su morada, el alma de su madre biológica había ascendido a las regiones espirituales. Ahora bajó de nuevo como alma y animó a su nueva madre, que de ese modo se rejuveneció. La madre adoptiva, que era la madre biológica del niño Jesús Salomónico, ahora estaba espiritualizada por el alma de su propia madre, la María de la línea Natánica. Desde ese momento en adelante, el alma de la madre biológica del niño Jesús Natánico estaba caminando en un cuerpo físico en la Tierra, en el cuerpo de la madre del niño Jesús Salomónico. Pero entonces, él mismo estaba solo con sus

tres cuerpos, aunque estaban muy espiritualizados por todas las experiencias, solo con su cuerpo físico, etéreo y astral; el Yo, sin embargo, se había ido. Todo lo que vino del Yo de Zarathustra y vivió en estos cuerpos físico, etéreo y astral. A pesar de que el Yo de Zarathustra se había ido, todas sus impresiones permanecieron. Esto hizo algo especial en la extraña personalidad que era ahora Jesús de Nazaret, desde que Zarathustra lo había dejado. Y lo que había allí - 260-

vino a mi mente cuando pude ver el progreso adicional en este Quinto Evangelio, tal como lo describo. Después de que tuvo lugar la conversación con la madre, algo como un impulso, que parecía un poderoso impulso cósmico, se agitaba en Jesús de Nazaret, del cual el Yo de Zarathustra se había desprendido, algo parecido a un poderoso impulso cósmico que le empujó hasta las orillas del Jordán, a Juan el Bautis- . ta. En el camino se encontró, este extraño ser, (ya que

así era el Jesús de Nazaret, un ser que transportaba a la más alta humanidad, ya que por lo demás, un ser solo es compatible con cuatro miembros humanos completamente desarrollados), un ser que iba solo con tres envolturas humanas sobre la Tierra. Un ser que se sentía interiormente diferente a un ser humano, pero que tenía forma humana en el exterior, (esto se encuentra después de hablar con la madre), después de sentir el impulso de ir al Jordán con Juan el Bautista. Entonces

se encontró

con dos Esenios,

dos de

esos Esenios que conocían bien a Jesús. Les parecía

extraño, por supuesto, en lo que se refiere a sus rasgos; pero lo reconocieron por la forma externa, que

no había cambiado, que era claramente reconoci-

ble. Pero lo encontraron extraño. El cambio que había experimentado había dado a sus ojos una expresión muy especial. Algo habló desde estos ojos, como una luz interior que brillaba suavemente, como el amor humano encarnado en la luz, no amor terrenal, sino celestial. Los dos Esenios lo reconocieron como un viejo amigo. Entonces sintieron que no podían evitar la mirada inmensamente suave e infinitamente elevada de Jesús tal como era ahora. Pero, de nuevo, cuan- 261 -

do miraron esos ojos, al mismo tiempo, sintieron algo así como una acusación que no provenía de él, que era algo así como una fuerza que surgía de su propia alma, brillaba en sus ojos y se reflejaba, como una leve luz de luna, pero como un inmenso reproche contra su propio ser, sobre lo que ellos eran. Solo con tales palabras puedo describir lo que se puede determinar al mirar la Crónica Akáshica, lo que estos Esenios vieron en el alma de Jesús de Nazaret, a quien sintieron a través de su cuerpo, es decir, a través de su cuerpo físico, etéreo y astral, lo que percibieron al verse a sí mismos, lo que escucharon. Les resultaba difícil soportar su cercanía; porque había un amor infinito, pero al mismo tiempo era algo así como un reproche para ellos. Se sentían profundamente atraídos por su cercanía, de la cual a su vez tenían la necesidad de escapar. Uno de ellos, sin embargo, se levantó y le preguntó, porque ambos lo conocían de las muchas conversaciones que tuvieron con él.

- ¿A dónde te diriges, Jesús de Nazaret?

Podríamos traducir de esta manera la respuesta que Jesús pronunció en palabras en nuestro idioma. - ¡Donde las almas de tu clase no quieren mirar, donde el dolor de la humanidad pueda encontrar los rayos de luz olvidados! No entendieron su discurso y se dieron cuenta de

que no los reconocía, que no sabía quiénes eran. Por

la forma extraña en que los miraba, que no era como miraba a las personas que conocía, por su comportamiento y por la forma en que pronunció las palabras, notaron que no les reconocía. Y entonces uno de los Esenios se levantó de nuevo y le preguntó. - 262 -

- Jesús de Nazaret ¿no nos reconoces?

Y la respuesta fue algo que solo puedo expresar con las siguientes palabras de nuestro idioma. - ¿Qué clase de almas son ustedes? ¿Donde está su mundo? ¿Por qué os envolvéis con envoltorios engañosos? ¿Por qué arde un fuego dentro de vosotros que no se ha encendido en la casa de mi padre? No sabían lo que les estaba pasando, no sabían qué le pasaba. Una vez más, uno de los dos Esenios se levantó y preguntó. -Jesús de Nazaret, ¿pero no nos conoces? Les respondió de nuevo Jesús. - Sois como corderos descarriados; pero yo era el hijo del pastor de quien escapasteis. Si me reconocéis correctamente, pronto huiréis de nuevo. Ha pasado tanto tiempo desde que escapasteis de mí al mundo. Y no sabían qué pensar de él. Luego Jesús continuó. - ¡Tenéis la marca del tentador! Hizo brillar vuestra lana con su fuego. ¡El pelo de esta lana pica a mis ojos! Y sentían que sus palabras eran algo así como la reverberación de su propio ser, desde su ser inter-

no. Y luego Jesús continuó.

-El tentador os encontró después de que escapasteis. ¡Empapó vuestras almas con arrogancia! Entonces uno de los Esenios se enfrentó a sí mis-

mo, porque notó algo familiar, y contestó. - ¿No le hemos mostrado la puerta al tentador? Él ya no tiene nada que ver con nosotros. - 263-

Entonces respondió Jesús de Nazaret. -Bueno, le mostrasteis la puerta; pero corrió hacia las otras personas y se les acercó. Él no está a vuestro alrededor, ¡pero sí en otras personas! Lo veis en todas partes. ¿Creéis que os habéis exaltado a vosotros mismos expulsándolo fuera de vuestras puertas? Os quedasteis tan altos como estaríais. Parecéis enaltecidos porque humillasteis a los demás. Despreciando a los demás, parece que os habéis elevado. Entonces los Esenios se sobresaltaron. Sin embargo, en ese momento, cuando el temor infinito se apoderó de ellos, sintieron que Jesús de Nazaret se había

desvanecido como en la niebla y desapareció ante sus ojos. Sin embargo, sus ojos fueron cautivados por este ser desaparecido de Jesús de Nazaret y no pudieron apartar sus ojos de donde fueron dirigidos. Luego, como si estuviera a una distancia cósmica, su mirada se posó en una figura enorme que era como el rostro inmensamente agrandado del Jesús de Nazaret que acababan de ver. Lo que les había hablado desde sus rasgos, ahora hablaba con grandeza por estos rasgos

ampliados, que los cautivaban como si estuvieran hechizados. No podían apartar la vista de la aparición, cuya mirada estaba fija en ellos desde lejos. Esto causÓ que algo, como una acusación, se hundiera en sus almas, lo que les parecía merecido, por un lado, pero insoportable por el otro. Como si se transformara en un espejismo en el cielo distante. Jesús se les apareció

a estos dos Esenios enormemente agrandado, y las cir-

cunstancias de las palabras, parecían haber aumenta-

do enormemente. De esta visión, de esta cara, surgie-

ron las palabras, que pueden reproducirse en nuestro idioma de la siguiente manera: - I6A -

- Vana es vuestra aspiración, porque vuestro corazón está vacío, lo habéis llenado con el espíritu que engaña al orgullo bajo la cáscara de la humildad. Eso fue lo que el ser le dijo a los Esenios que lo encontraron, después de que el Yo de Zarathustra se

liberó de las envolturas corporales de Jesús; y Jesús volvió a ser lo que había sido en su duodécimo año,

pero ahora imbuido de todo lo que el Yo de Zarathus- tra y todas las experiencias de las que os he hablado, podían introducirse en este cuerpo peculiar, que ya había anunciado su peculiaridad al poder pronunciar maravillosas palabras de sabiduría justo después de su nacimiento, en un lenguaje comprensible solo para el sentimiento de la madre. Eso es lo que quise darles hoy, en una narración sencilla que se inicia con el camino que Jesús de Na-

zaret tomó hacia Juan el Bautista, en el Jordán, des-

pués de la conversación con su madre. Pasado mañana queremos continuar con la historia y tratar de construir un puente hacia lo que tratamos de entender como el significado del Misterio del Gólgota.

- 265-

Decimotercera Conferencia Múnich,

10 de diciembre de 1913

Antes de continuar contándoles algo más sobre el Quinto Evangelio, permítanme hacer algunos comentarios relacionados con el anuncio y la divulgación del mismo. El significado y la importancia de lo que se supone que debe ser traído a nuestro tiempo a través de la Ciencia Espiritual, de ninguna manera se comprende ya en los círculos más amplios del presente, porque todavía no hay suficiente inclinación en otros círculos para enfrentarse con los elementos culturales en declive de nuestro tiempo, especialmente los elementos culturales espirituales y aquellos que significan un ascenso y son -por así decirlo- el comienzo de una renovación de nuestra vida espiritual, y que sin embargo no pueden tomar otra forma que la que conduce al conocimiento de los hechos de la investigación oculta concreta, aunque ésta todavía esté mal vista hoy en día. Sobre todo, me gustaría pedirles que consideren,

en relación con lo que se acaba de decir, que tales comunicaciones de investigaciones ocultas concretas todavía deben tratarse en la actualidad con un cierto grado de discreción. Nuestro tiempo no está inclinado en absoluto a tomar esas cosas sin más preámbulos y solo vivir con ellas; sentir con ellas los impulsos de la vida, que absorbemos juntos en nuestro ser antroposófico, hace que nuestras almas sean las apro- 267-

piadas para ver estas cosas con la luz adecuada. Sin embargo, si se transmiten a personas no preparadas, lo que se transmitió al público a través de la presentación de los dos niños Jesús, muestra cuán feroces

se estaban volviendo incluso los más bien intencionados. Quiero abstenerme de los numerosos ataques pueriles dirigidos contra tales cosas ¡Cuán feroces y apasionadas han sido las cosas que se han recibido! Hoy en día no se puede imaginar que el conocimiento del mundo espiritual, -que es menos abstracto, y más concreto que los resultados de la investigación que se comunicó anteayer- realmente pueda ser sacado a la luz como conocimiento. Esto está conectado -incluso si no es inmediatamente reconocido que lo está- con esa profunda superficialidad, especialmente del pensamiento y la imaginación, que se ha apoderado de nuestra literatura contemporánea sobre la concepción del mundo. No es para ser innecesariamente crítico, que men-

ciono

un hecho

u otro

dentro

de nuestras

ramas,

sino para que nuestros amigos sean conscientes del lamentable estado de la lógica del pensamiento en nuestro tiempo. No hay discernimiento en nuestro tiempo. Uno acepta, más de lo que cree, especialmente porque estamos pidiendo a gritos la emancipación de toda autoridad, con mucho gusto y de buena gana, todo lo que se refiere a la autoridad, especialmente en los círculos que hoy en día se consideran a sí mismos como los más educados. Porque uno experimenta tales cosas una y otra vez, es por lo que hay que mencionarlas, -incluso si solo se puede hacer tomando el tiempo que sería mejor aprovechar de otra maneracomo tuve que experimentar en Berlín, durante una - 268-

conferencia que di sobre la personalidad de Giordano Bruno, sobre la cosmovisión (Weltanschauungsbund), donde tuve que mencionar -fue hace mucho tiempolo poco adecuado que es nuestro tiempo para entrar realmente en la estructura mental de grandes personalidades como Giordano Bruno. En aquel momento llamé la atención sobre la aberración del pensamien-

to, asociada con una aberración del sentimiento en un

libro famoso en ese momento, la “ Esencia del cristianismo” de Harnack.* Me di cuenta ayer en la conferencia pública, de que cuando menciono algo para rebatirlo, no lo estoy diciendo para que la capacidad, la naturaleza científica de esta personalidad sea juzgada despectivamente. Solo quiero mostrar cómo lo revelador es devastador al mismo tiempo, a través del efecto sugestivo. Fue necesario advertir que este escrito, “Esencia del cristianismo”, fue considerado como algo muy importante por uno de los teólogos más famosos de la actualidad. No entro en detalles. En este escrito se representa, por ejemplo, la visión de la resurrección de Jesucristo, en la que dice algo como esto: Lo que haya ocurrido en Palestina en ese momento, ya no podemos saberlo, de modo que no es necesario reconstruir el concepto de resurrección; pero este hecho en Palestina es el punto de partida de la fe en la Resurrección. Esta fe se cumple, no importa lo que haya sucedido, sino lo que pudo haber llevado a esa fe. Después de la conferencia, el mismo presidente de esta asociación de cosmovisión me dijo que había leído cuidadosamente la “ Esencia del cristiamismo” de ” Adolf von Harnack -(1851-1930). - 269 -

Harnack, pero que no había encontrado esta parte en el libro. Esa sería una visión católica. Los católicos dicen: no se trata de si esa es la Santa Túnica de Tréveris, sino de la creencia de que es la Túnica. No

obstante, se opuso a esto, explicó que no estaba en el libro. Al día siguiente le escribí con la página donde está escrito. Pero el caballero erudito simplemente lo leyó. Todo lo que sugiere la autoridad es tan devastador hoy, que uno no se da cuenta, pero aquellos que se autodenominan antropósotfos, en el verdadero sentido de la palabra, deben darse cuenta de esto, porque es de lo más devastador en la cultura espiritual actual. El nombre de Eucken* es conocido como el del restaurador del idealismo. Ha recibido un famoso premio de una fundación. Por lo tanto, no debe ser envidiado por ello. Escribió un libro con el título: * ¿Podemos se-

guir siendo cristianos?”. Allí se manifiesta que, por un

lado, se dice: “Como personas educadas del presente, ya no podemos aceptar tales cosas como que la gente habla de demonios como lo hicimos en aquel momento cuando Cristo caminó por la Tierra. Ninguna persona educada del presente puede creer en demonios nunca más”. Cuando el hombre educado del presente lee esto, se siente muy halagado. El que le hace el cumplido es el hombre del momento. ¿Se da cuenta esta persona educada de que unas pocas páginas más adelante en el mismo libro hay esta frase?: “El contacto entre lo divino y lo humano crea poderes demoníacos” . Eso se acepta muy bien. Si cita esto como una tontería, escuchará

* Rudolf Christoph Eucken- (1846-1926). ¿Kónnen wir noch Christen sein? (1911) ¿Podemos ser cristianos todavía? - 270-

la siguiente respuesta: “ No quiso decir eso en el sentido de lo demoníaco”. Cuando escuchas esta respuesta, debes estar particularmente triste, porque con ella queda completamente claro que hoy se utilizan las palabras de una manera sin discernimiento, sin pensar en darles el significado que deberían tener. Eso es lo terrible. Por lo tanto, lo sucedido es que un fenómeno tan angustioso ha salido a la luz como en el siguiente libro, que, a pesar de alcanzar tres grandes volúmenes, ya está preparando una segunda edición; el libro de Fritz Mauthner”, “ Crítica del lenguaje”, quien se ha convertido en el protagonista para muchos, a través de la creación de un gran diccionario filosófico. Tales fenómenos deben ser discutidos hoy, incluso si no son agradables. Se dice que la “Crítica del lenguaje” es la última crítica significativa de todas las aspiraciones filosóficas. El libro es muy importante en el sentido de la inteligencia externa del presente. No debe discutirse que es un libro importante, lleno de ingeniosos apéndices. Toda la cosmovisión del pasado de la humanidad está siendo atacada. Al repasar una visión actual del mundo, con la que tampoco puede simpatizar,

el crítico usa seriamente

la siguiente

imagen: “Quien habla de esta visión del mundo es como un payaso que sube una escalera de mano y luego, cuando llega a la cima y quiere subirla hasta sí mismo se derrumbará”. Pero le pregunto: * ¿Cómo lo haces cuando has montado una escalera verticalmente y has subido, y luego en la parte superior la tiras hacia t1 y luego te caes? ¿Cómo % Fritz Mauthner- (1849-1923). Beitráge zu einer Kritik der Sprache (1901). - 271-

se puede llevar a cabo tal pensamiento sin ser inconsciente?”. La mayoría de las personas no se dan cuenta de este pensamiento vacío porque hoy en día hay poca práctica en lógica. De lo contrario, uno notaría que en cada libro hay tales pensamientos cada veinte páginas. Esto también debe mencionarse porque es característico de cómo la gente piensa hoy, cómo el pensamiento se ve influido de manera sugestiva. No di este ejemplo sin intención, porque, para quienes pueden pensar, todo el libro está escrito con la misma lógica, pero no lo notas. Muchos ni siquiera notarán la imposibilidad de este pensamiento. Me parece atroz que me vea obligado a decir esto, pero hay que decirlo previamente, porque se debe advertir de lo que hoy está sucediendo. Aunque no muchos leerán el libro, lo que se deriva de él se abre paso en muchos libros, conferencias y representaciones, como es lógico. Es por eso que es tan infinitamente difícil, en comparación con el pensamiento inmaduro de nuestro tiempo, no solo tener pensamientos científicos espirituales, sino también encontrar los resultados positivos de la investigación Akáshica de la que hablé la última vez. Esto me obligó a decir las palabras que acabamos de usar, para que nuestros amigos realmente sientan la necesidad de penetrar profunda y detalladamente -especialmente cuando se trata de abordar las cosas donde el pensamiento ordinario ya no puede ser suficiente-, con la percepción de la necesidad de un pensamiento estrictamente entrenado. De lo contrario, por supuesto, pasará mucho tiempo antes de que lleguemos al punto en el que podamos salirnos con la nuestra en la investigación positiva del ocultismo, frente a la mordaza de nuestro tiempo, que - 272-

es tan crítico. Por supuesto, esto solo puede ser asumido por alguien que ha preparado su alma a través de los resultados de la ciencia espiritual, que puede ser moldeada más en el pensamiento. Estas son las únicas cosas de las que se puede hablar, que ya no se pueden abordar con simples pensamientos, pero que deben ser contadas tal como resultan de la investigación Akáshica. No son incoherentes -aunque son sólo relatos que di como el del Quinto Evangelio- con lo que, en el pensamiento estricto, también la investigación espiritual tiene que dar una estructura, aunque no aparezca tan inmediatamente. El rechazo de estos resultados concretos de investigación se deriva de que el pensamiento moderno es demasiado grosero para penetrar realmente en los resultados de la investigación espiritual. Uno debería reconocer que es natural que una persona que puede formarse tales pensamientos, como se mencionó,

no esté en condiciones de penetrar realmente en la ciencia espiritual. Esta es la pauta que debemos seguir frente a lo que hoy en día se jacta de ser literatura filosófica de visión del mundo. Esto significa que cuando estamos discutiendo esas cosas, tenemos que pensar en la necesidad de que tales cosas puedan al menos llegar a algunas almas en el presente, para que fluyan gradualmente de la manera correcta a la vida intelectual del presente. Ahora bien, me he referido a menudo

al Miste-

rio del Gólgota, a sus momentos, que deben ser entendidos por el pensamiento estricto, si se va a usar para considerar el desarrollo histórico de la huma-

nidad. Básicamente, no tenemos una visión real del desarrollo histórico de la humanidad. No tenemos - 273-

historia, hoy no entendemos lo que sucedió. Una vez que tengamos eso, reconoceremos cómo, en el período anterior al Misterio del Gólgota, el desarrollo humano en realidad estaba disminuyendo, y cómo el Gólgota dio un impulso, dándole a la humanidad el rejuvenecimiento que influyó en las fuerzas culturales que habían envejecido. Al contemplar los acontecimientos concretos que tuvieron lugar en Palestina, esta idea general no se rebaja, sino que, por el contra-

rio, se realza al reconocer lo concreto que tuvo lugar.

Anteayer llegué al punto donde Jesús de Nazaret, después de la conversación que tuvo con su madre adoptiva y donde el Yo de Zarathustra se había separado de los tres cuerpos y que luego se unieron de una manera peculiar sin un yo humano, se encontró con dos Esenios. Traté de describir esta escena: Lo he descrito hasta el punto donde, después de hablarles, Jesús se situó frente a ellos como si se estuviera disol-

viendo, y ellos lo vieron como un espejismo del que resonaron las palabras: “ Vuestro esfuerzo es en vano, porque vuestro corazón está vacío, porque estáis llenos del espíritu que encubre engañosamente el orgullo bajo el manto de la humildad”. Cuando escucharon eso los dos Esenios, sus ojos se nublaron por un tiempo. Solo lo volvieron a ver después de que habían caminado una distancia. En la Crónica Akáshica pude ver que los dos Esenios se vieron profundamente afectados por lo que habían experimentado, y desde ese día en adelante se quedaron en silencio, nada dijeron a los otros Esenios. Cuando Jesús hubo recorrido cierta distancia, se

encontró con un hombre que daba la impresión del - 274-

sufrimiento más profundo, de estar agobiado, de estar deprimido. Con la cabeza encorvada, con el cuerpo físicamente abatido, la persona en cuestión fue a encontrarse con Jesús. Luego escuchó cómo la Entidad que caractericé anteayer, cómo Jesús, en ese momento le habló con palabras que sonaban como si fueran de la fuente más profunda de esta Entidad. Este hombre deprimido, escuchó que Jesús dijo: * ¿Hacia dónde se ha dirigido tu alma? Te conocí una vez hace milenios, hace muchos milentos, cuando eras diferente”.

Este hombre agobiado se sintió impulsado a de-

cir ciertas cosas antes de esta aparición, porque como

personas de la Tierra no podemos llamar de otra manera a esta Entidad, que consistía solo en los cuerpos físico, etéreo y astral, con las secuelas del Yo de Zarathustra en estos tres cuerpos. Solo podemos llamarla Entidad. La persona desesperada se sintió obligada a decirle a este ser lo siguiente: * He logrado una gran dignidad en mi vida, y cada vez que alcancé una nueva alta dignidad, me sentí bien en mi elemento, a menudo la sensación me superó y sentí: Qué persona tan genial eres, que tus semejantes te elevan tan alto que podrías llegar tan lejos en la Tierra. ¡Que persona tan increíble eres! Estaba feliz con todo. Pero luego, sucedió, rápidamente, que perdí esta felicidad. Llegó en una noche. Y justo cuando me quedé dormido, un sueño se apoderó de mí y me hizo sentir como si estuviera avergonzado de mí mismo por soñar algo así. Soñé que había un ser frente a mí que me preguntó: ¿Quién te hizo tan grande?, ¿quién te elevó a una dignidad tan alta? Me avergonzaba el hecho de que tal pregunta me pudiera ser dirigida en un sueño, porque era muy claro para mí que era una persona excepcional y que mis grandes virtudes me habían llevado - 275-

naturalmente a alcanzar estas dignidades. Y cuando el ser me habló de esta manera en el sueño, me sentí completamente conmovido por una sensación cada vez de mayor vergiienza durante el sueño -dijo esta persona desolada-. Luego huí, pero apenas escapé, la aparición se presentó ante mí nuevamente en una forma cambiada y dijo: Te he exaltado, te he hecho digno'”. Entonces reconocí en él al tentador del que las Escrituras hablan, que ya era tentador en el Paraíso. Luego me desperté y desde entonces no he descansado. Dejé mi dignidad, mi lugar de residencia, todo, Yy desde entonces he estado vagando por el mundo. Y ahora, como hombre errante, que se alimenta mendigando, mi ca-

mino me lleva a ti”. Y en el momento en que el hombre lo había dicho -según revela la Crónica del Akasha-

cuando la aparición estaba de nuevo ante él, vio que

estaba ante Jesús de Nazaret, quien en ese momento desapareció ante sus ojos. Luego la aparición se disolvió y el hombre quedó frente a su destino. Jesús continuó su camino. Luego se encontró con un leproso y, cuando se le acercó, tuvo que decir las siguientes palabras. - " ¿A dónde se ha dirigido tu alma? Te vi de manera

diferente hace milenios, hace muchos milentos. Sí, entonces

eras diferente.”

El leproso contestó lo siguiente. “La gente en todas partes me ha rechazado por mi lepra. Así que tuve que deambular por el mundo y nadie me aceptó. Fui feliz cuando me arrojaron basura por la puerta o la ventana para alimentarme. Pero no podía quedarme quieto en ningún lado, tenía que ir de un lugar a otro. Entonces entré en un bosque una noche. Era como si un árbol, que era como una llama, brillara para mí desde lejos. La luz me - 276-

atrajo. A medida que me acercaba, una figura en forma de esqueleto salió del árbol brillante y me dijo estas terribles palabras: ¡Soy tú! El peor miedo me venció; y cuando vio a través de mí y sentí cómo las costras golpeaban y crujían unas contra otras, el ser sintió lo que estaba sucediendo dentro de mí y dijo: ¿Por qué me tienes tanto miedo? Viviste muchas vidas antes, luego te encantó el disfrute de la vida,

mucho de lo que creó deseo en tu vida, te trajo alegría y, pudiste disfrutar de las alegrías de la vida cotidiana; entonces tú me amabas profundamente. No siempre lo sabías, pero me amabas, y porque me amabas tanto, tu alma atrajo mi ser. Me convertí en ti y ahora se me permite alimentarme de ti. Y mi miedo creció -dijo el leproso. Entonces el esqueleto se convirtió en un Pello arcángel y lo miré. Sí, dijo, me amabas entonces. Luego caí en un sueño profundo y por la mañana me encontré, despertando, acostado junto al árbol,

Yy desde entonces deambulé por el mundo, y ahora te encuentro. Desde que me di cuenta de esto, la lepra ha empeorado cada vez más.

Cuando habló así, el esqueleto se puso de pie nuevamente y ocultó a Jesús, quien desapareció y tuvo que continuar su camino por el impulso que había en él. El hombre también tuvo que continuar. Después de estos tres encuentros, el encuentro con

los dos Esenios, con el desesperado y con el leproso, que Jesús de Nazaret tuvo en la forma que mencioné la vez anterior, continuó su camino y llegó al Jordán,

a Juan el Bautista. Lo que se sabía de los otros Evangelios tuvo lugar: La Entidad Crística descendió de las alturas cósmicas, tomó posesión de los tres cuerpos de Jesús, en los cuales la Entidad Crística debía permanecer durante tres años. » DI +

Lo siguiente que debo contar es la historia de las tentaciones. La Crónica Akáshica presenta el asunto con mayor precisión que los otros Evangelios. Solo tengo que decir de antemano que lo presentaré tal como se me presentó, pero que puede ser muy fácil -porque es difícil investigar tales cosas y hay que tener cuidado- que más adelante pueda ser necesaria su corrección para cambiar los tres niveles de tentación que contaré. Porque la secuencia a veces se puede mezclar fácilmente, al observar la Crónica Akáshica, y no estoy muy seguro del orden. Solo lo quiero narrar en la medida en que lo sé exactamente. Después de que Cristo Jesús- ahora Cristo estaba en Jesús- se había retirado a la soledad, lo primero que se le acercó fue el ser que sintió inmediatamente como Lucifer, porque dos sensaciones importantes tuvieron lugar en su alma. Recordó, ahora con el Yo de Cristo y el cuerpo etéreo y el cuerpo astral de Jesús de Nazaret, cómo Lucifer y Ahriman habían huido de la puerta de los Esenios hacia las otras personas, cuando había cruzado la puerta Esenia, tras una conversación con ellos. Tenía que pensar en eso. La segunda sensación que pasó por su alma le recordó al hombre desesperado que había encontrado en el camino al Jordán, a quien esta figura oscureció y obligó a Jesús a continuar su camino. Ahora sabía cómo reconocer esas cosas en la percepción oculta: “ Era Lucifer a quien vi huyendo con Ahriman de la puerta de los Esenios, Lucifer se interponía entre yo y el hombre desesperado, es él quien ahora se encuentra de nuevo ante mí”.

Esta narración nos da una idea de cómo se ven las percepciones ocultas cuando se relacionan con el pasado. Realmente no son de forma que uno pueda - 278-

recibirlas con frialdad, objetividad, como cualquier otra cosa que se pueda comentar. Estas cosas muestran secretos profundos del mundo, entran en todas las fuerzas de nuestra vida del alma y no solo afectan nuestra imaginación y comprensión ordinaria. Es por eso por lo que es tan difícil poner en palabras las percepciones ocultas correspondientes, que no es necesario callar, pero, aun así, el resultado impactante de la investigación todavía se puede expresar en el lenguaje coloquial habitual. Sin embargo, cuando es necesario comunicarlas, tales cosas son comunicadas. Entonces Lucifer se puso delante de Cristo Jesús. Sucedió lo que podría expresarse en las palabras de los otros Evangelios -son descripciones de los procesos espirituales-. "Si me reconoces, te daré los reinos de este mundo”. Por ejemplo,

Lucifer le habló

a Cristo Jesús, en

quien ahora estaba la esencia divina de Cristo, el cual podía entender a Lucifer, pero para entenderlo ahora tenía que usar el cuerpo astral de Jesús de Nazaret, tal como se había desarrollado a través del Yo de Zarathustra, que había penetrado en el cuerpo astral de Jesús para poder usarlo como instrumento. Es por eso por lo que no escuchó las palabras, por así decirlo, como un dios, sino solo como hombre piadoso. “Si me reconoces, mis ángeles guardarán cada uno de tus pasos”.

Uno debe ahora tomar lo que ya dije en un ciclo de conferencias, que ahora también apareció impreso, que Lucifer era una Entidad en el Antiguo Sol, que en ese momento, era equivalente a la Entidad de Cristo,

de modo que la Entidad de Cristo, quien ahora estaba inmerso en un cuerpo humano, tenía que sentir el - 279-

alto rango cósmico que Lucifer tenía y que tenía que

sentirlo como igual, a pesar de todo lo que le había sucedido, hasta que se convirtió en el tentador. Así que ya se puede entender cómo Lucifer podría hacerle la solicitud: Reconóceme. Por lo tanto -cuando surge la fuerte tentación de caer presa de sentimientos de arrogancia y orgullo oculto- no hay otro medio que resistirla con la más decidida fuerza del alma. “Si me reconoces, te daré todos los remos que ahora ves a mi alrededor”. Son vastos reinos de gran gloria, son mundos enteros que Lucifer puede extender en un momento como este. Estos reinos tienen la peculiaridad de que uno, solo puede sentir el deseo de ellos por la arrogancia justificada o injustificada del alma. Y solo puedes escapar -por así decirlo- del modo como Cristo Jesús escapó: * S1 puedes ver más allá de eso”. Porque en ese momento no sientes nada más que la arro-

gancia y orgullo en el alma humana. Todos los demás sentimientos están paralizados. Pero Cristo Jesús escapó de esta tentación y rechazó a Lucifer.

Luego tuvo lugar el segundo ataque. Ahora llegaron dos. Ahora Cristo Jesús nuevamente tuvo las sensaciones que le hicieron saber quiénes eran los dos. De nuevo surgieron las sensaciones, ya que habían surgido en él cuando los dos huían de las puer-

tas de los Esenios, y en el camino hacia el Jordán, en la

conversación con el hombre desesperado y la imagen del esqueleto del muerto que se había transformado en el arcángel. Sabía que ahora tenía a los dos tentadores frente a Él. La petición, que los otros Evange-

lios también reproducen correctamente, fue: “ ¡Tírate,

no te pasará nada!”. Tales tentaciones se expresan de manera grandiosa en el ser humano, con un coraje - 280-

que supera todo temor, pero también pueden

hacer

que el hombre se vuelva loco. Jesucristo también fue capaz de vencer a estos dos tentadores. Luego vino un tercer ataque. Vino solo de Ahri-

man. Ahora estaba solo delante de Cristo Jesús. Y lue-

go surgió la tentación, que a su vez se puede expresar en las palabras de los otros evangelios: * Haz que estas piedras se conviertan en pan”. Lo que podría ser contestado en respuesta a esta pregunta Ahrimánica -que se distingue del curso posterior de los acontecimientos en el Quinto Evangelio, de lo que informan los otros Evangelios- no pudo ser respondido por Cristo Jesús. Esta pregunta quedó en parte sin respuesta, el último remanente sin resolver de la tentación. Esto dio lugar a un impulso que siguió siendo efectivo para la mayor experiencia de Cristo en el cuerpo de Jesús de Nazaret. Porque el hecho de que no pudo responder completamente la última pregunta de Ahriman, durante la tentación en la soledad”, estableció la conexión entre Cristo Jesús

y los eventos terrenales relacionados con Ahriman. Si recuerdan que Ahriman te, que a través de ese tipo difundir materialidad ante el engañada acepte lo material,

es el Señor de la Muerde engaño (que crea al alma), para que el alma si recuerdan lo que se

dijo este verano sobre los hechos de Ahriman en la

evolución de la Tierra, comprenderán que las acciones de Ahriman están incrustadas en la evolución de la Tierra. Y así sucedió que se creó una conexión a * Es importante destacar que no tiene el mismo significado “las tentaciones en el desierto”, que es un lugar físico, que en la “soledad” que es un estado del alma. - 281-

través del resto de esta pregunta sin respuesta, entre el camino terrenal de Cristo Jesús y toda la evolución terrestre. Como si estuviera conectado con el desarrollo de la Tierra, en la medida en que Ahriman está entretejido en ella, Cristo Jesús se convirtió a través de esta pregunta sin respuesta.

A veces hay que describir las cosas con palabras

triviales; pero no se trata de algo trivial. Ahriman lo

hace todo de manera que aparezca en la materialidad y también se conserve en ella. Si no fuera por él, Cristo Jesús hubiera convertido las piedras en pan. Esto fue lo que evitó la actividad de Ahriman. Es el mismo fenómeno, lo que significa que ciertas etapas, que

están conectadas con el desarrollo de la Tierra, en la medida en que están conectadas con Ahriman, solo

puedan ser superadas en el transcurso del tiempo y la cristianización total de la evolución de la tierra. Lo que se dice en el Padrenuestro Cósmico: * Deuda del propio ser, por otros acarreada, vivida en el pan de cada día,” expresa los poderes de Ahriman, de los cuales se dice en esta oración del Señor: “En el que no gobierna la voluntad de los cielos”, pero sí la voluntad de Ahriman. Entonces esto debe ser tratado dentro de la ley terrenal y no puede ser tratado solo espiritualmente. Estas cosas están relacionadas con este pan de cada día. En el mundo social externo, esto se expresa por el hecho de que se necesitan las cosas materiales en forma de dinero. Mammon, la imagen más tosca de la esclavitud de Ahriman, lo que evita que las piedras se conviertan en pan en la vida social, es lo que hace necesario que el hombre en la Tierra permanezca conectado a lo Ahrimánico, lo material. - 282-

Deben pensar en este concepto más a fondo, por sí mismos. Cómo la llamada a “Convertir las piedras en pan”, está relacionada con la función del dinero en el trabajo social. Pero por el hecho de que, de esta manera, el poder de Ahriman permaneció conectado con el camino terrenal de Cristo Jesús, Ahriman pudo

influir más tarde en el alma de Judas y, a través del

desvío, a través de Judas, conducir a los eventos que se nombran en los otros Evangelios. El desvío a través de la acción de Judas hizo que Cristo Jesús fuera reconocible por sus perseguidores. Ahriman en Judas, en realidad provocó la muerte de Cristo, y que él pudiera hacerlo se deriva de la cuestión de la pregunta en la tentación que no se respondió por completo. Ahora, para entender todo el proceso terrenal de

Cristo Jesús, una cosa debe tenerse en cuenta. La Entidad Crística fue atraída hacia los tres cuerpos, pero

no de manera inmediata para que este Yo Crístico estuviera conectado a ellos, como un yo humano está conectado. Al comienzo del proceso terrenal de tres años, la Entidad Crística inicialmente solo estaba unida de manera flexible en los tres cuerpos de Jesús y luego fue incorporándose cada vez más en ellos. El desarrollo en los tres años consistió en introducir lenta y gradualmente a esta Entidad de Cristo, (que al principio solo penetró en la Entidad de Jesús como un aura), cada vez más en los tres cuerpos. Esta Entidad de Cristo, solo poco antes de morir en la cruz,

se comprimió tan estrechamente en los tres cuerpos como un yo humano. Esta presión fue una sensación constante de dolor durante los tres años. El proceso de esta encarnación completa, que duró tres años y condujo al Misterio del Gólgota, introduciéndose en - 283-

los tres cuerpos, fue el dolor que el Dios tuvo que sentir en la Tierra para que pudiera suceder lo que era necesario, para introducir el Impulso de Cristo en el desarrollo de la Tierra. A lo que dije sobre el dolor y el sufrimiento de Jesús en la juventud, habría que añadir esto. Si uno habla ser que hoy no ejemplo, quien “La morte”, que estaba ansioso

del dolor de Dios, fácilmente podría se entienda bien. En Mnaeterlinck, por dice algo tan “hermoso” en su libro seguramente se hará famoso, porque por explicar las cosas de la vida es-

piritual con los medios que tenía, sucedió que pudo

decir que un alma sin cuerpo no puede sentir dolor, solo el cuerpo mortal puede sentir dolor. Esta es la cúspide de las tonterías, porque un cuerpo no siente dolor, al igual que no lo siente una piedra. El dolor se siente en el cuerpo astral, con el yo den-tro del cuerpo físico; además, también hay dolor en el alma y, por lo tanto, el dolor no cesa después de la muerte. Ya

no pueden ser causados por alteraciones en el cuerpo físico, pero no tienen por qué detenerse para el alma.

Lo que sucedió cuando los tres cuerpos de Jesús fueron comprimidos

por el Ser del Cristo, ese fue el

mayor dolor para la Entidad de Cristo. Gradualmente será necesario que la humanidad comprenda que, de

hecho, para continuar el desarrollo de la Tierra desde

el Gólgota, esta Entidad Crística tuvo que penetrar

en el aura de la Tierra a través del dolor, y en relación con este dolor del Cristo, la humanidad tendrá

que sentir su destino. La conexión entre la humanidad y el dolor de Cristo debe volverse cada vez más concreta. Sólo entonces se entenderá cómo este dolor continuó trabajando en el aura terrestre, en fuerzas + A -

rejuvenecedoras para el desarrollo de la tierra desde el Misterio del Gólgota. Comprender este Misterio del Gólgota cada vez mejor, será la tarea de un desarrollo espiritual progresivo. Sin embargo, algunas de las cosas que juegan un papel importante en la cultura contemporánea tendrán que ser superadas. En este momento afrontamos la comprensión del cristianismo en una crisis, en una crisis real. Por supuesto, no estoy hablando de lo que se puede decir de esta o aquella teología popular en relación con el cristianismo. Solo quiero llamar su atención sobre los elementales sucesos de incomprensión en el presente. En una de esas reuniones en 1910 donde se habló del Cristo histórico, un conocido teólogo habló para enfatizar que las palabras de la enseñanza de Cristo Jesús solo eran enseñanzas re-

sumidas, que ya habían existido antes (le agradecería que me demostrase si puede probar una frase, entre los dichos de Jesucristo, que estaba allí antes de alguna forma). Si un investigador teológico liberal puede probar hoy lo que dijo, es un gran hombre para nuestros contemporáneos,

porque, qué convincente

debe ser si uno realmente puede probar que todos los dichos del Cristo han sido dichos por otros antes, que

no eran nada nuevo. Tal afirmación aparece, bajo una

luz diferente, para quienes ven a través de las cosas.

Imaginen que Goethe hubiera creado un poema, aunque no lo hubiera escrito, solo que lo hubiera leído y un niño que estaba escuchando hubiera dicho: “Todas estas son palabras que ya he escuchado”. Al igual que el niño, el teólogo que no oye nada más que lo que ya sabe, no se da cuenta de lo que es importante, porque eso está tan por encima de las afirmaciones de - 285-

que ya estaban ahí antes, como un poema de Goethe está por encima de las palabras individuales que el niño ya ha oído. Si uno ni siquiera sabe qué tiene que considerar como lo esencial y puede creer que está haciendo verdadera teología hoy en día, al apegarse a las palabras de esta manera, que los dichos ya han estado allí antes, entonces está implícito que estamos en una profunda crisis en cuanto a la comprensión del cristianismo, de lo cual ya se podrá entender que la verdadera comprensión del Cristo sólo puede venir al mundo cuando muera la teología de hoy, que tiene el encargo público de velar por la comprensión del Cristo. Eso es lo importante: que uno aprenda a sentir toda la magnitud de los hechos que tuvieron lugar alrededor del Gólgota. La Crónica Akáshica nos muestra otro hecho importante. Dado que la Entidad Crística no estaba inmediatamente conectada de manera cercana a los cuerpos de Jesús, sino solo de manera flexible y externa, lo siguiente podría ocurrir en los primeros días. En ocasiones, la Entidad Crística estaba conectada externamente a los tres cuerpos de Jesús de Nazaret, que estaban en conexión con los discípulos y los seguidores más cercanos. Hablaba con ellos. Pero eso no siempre fue necesario. Podrían estar las envolturas exteriores en cualquier lugar y la Entidad Crística podría alejarse de ellas; entonces podría aparecer como una entidad espiritual aquí o allá a lo lejos. Muchas apariciones de Cristo son así, que solo la Entidad de Cristo aparece a los discípulos, los confesores y también a los demás. Más tarde, a menudo caminaba por el país con los discípulos, enseñando, hablando,

sanando. Mientras caminaba así con diez o quince, o - 286-

más seguidores, y la Entidad Crística se introducía cada vez más en sus cuerpos, otro fenómeno salía a la luz. Se demostró y produjo varias veces que uno u otro de los discípulos, de repente, se sintió conmovido por la inspiración. Entonces su rostro cambió de forma, para que se pudiera ver desde fuera cómo consiguió una fisonomía completamente diferente. Y cuando tal cosa sucedió y dijo las palabras más gloriosas del Cristo, la apariencia exterior real del Cristo Jesús se transformó de tal manera que se veía como el más humilde del círculo. Esto se repitió una y otra vez. Así es como lo muestra la Crónica Akáshica. Como resultado, sus perseguidores nunca supieron a quién entre la multitud errante estaban buscando, por lo que se enfrentaron al riesgo de apresar a alguien que no era el indicado. Entonces la persona en cuestión habría escapado. Por lo tanto, la traición de Judas se hizo necesaria. La forma en que generalmente se cuenta, no parece ser muy ingenio-

sa. Porque cuando piensas en la situación, te preguntas: ¿Por qué fue necesario el beso de Judas? Solo era necesario por la razón que acabo de indicar. Hay mucho Misterio relacionado con la transformación humana terrenal'del Cristo, pero lo que más impresiona se hace evidente cuando vuelves tu mirada a su muerte. Tengo que decir lo que digo sin reparos, porque es un hecho para el reconocimiento oculto que, en los puntos más importantes de los acontecimientos históricos y espirituales, que de otro modo fluyen por separado, en el orden mundial moral y físico, se tocan de nuevo. Cuando esto fue más intenso en la evolución de la Tierra, ocurrió el Misterio del Gólgota. - 287-

Cuando Cristo fue crucificado, una oscuridad se extendió por toda la zona. Hasta ahora no ha sido posible determinar, en la Crónica Akáshica, de dónde

vino, si era de origen terrenal o cósmico. Pero estaba allí, y lo que significa ese oscurecimiento se puede observar ocultamente en un eclipse solar. No quiero decir que fue un eclipse solar en ese momento, tam-

bién podría haber sido un eclipse de nubes significativo. Pero es diferente cuando el sol se oscurece en el cielo durante el día, que cuando es simplemente de noche. El efecto de un eclipse tan general ya se puede ver en la cubierta solar, por ejemplo, causada por la luna. Hay grandes cambios ocultos en todos los seres vivos, personas, animales y plantas; toda la estructura, por ejemplo, entre el cuerpo físico y el cuerpo etéreo

de las plantas

cambia,

todo

el mundo

se ve

completamente cambiado y con él el aura de la Tierra. La última vez me causó una impresión particularmente impactante cuando pude verlo durante un eclipse solar durante un breve ciclo de conferencias en Estocolmo. De hecho, hay grandes cambios en el aura de la Tierra donde el eclipse es mayor. Y a través de un aura de la Tierra influenciada de esta manera,

el impulso de Cristo fluyó hacia el desarrollo de ésta

cuando Cristo Jesús murió en la cruz. Eso es lo mara-

villoso, el evento sagrado del eclipse en gran medida

alrededor de la cruz en el Gólgota. Toda la estructura,

por ejemplo, entre el cuerpo físico y el cuerpo etéreo de las plantas cambia, todo el mundo se ve completamente cambiado y con él el aura de la Tierra. El otro acontecimiento es el que ya he indicado en Karlsruhe y lo que también está en el ciclo impreso de Karlsruhe -que también muestra el Quinto Evan- 288-

gelio-, es cómo el cuerpo físico de Jesús de Nazaret fue absorbido por la tierra física. El cuerpo fue depositado en la tumba, se produjo un temblor de tierra similar a un terremoto, combinado con una tormenta,

de modo que una grieta en la tierra se abrió y engulló el cuerpo. La tormenta lo volteó de tal manera que de ello resultó el enrollamiento peculiar y la ubicación de las telas descritas en el Evangelio de Juan. Luego se cerró la brecha que había formado el terremoto y, por supuesto, no se pudo encontrar el cuerpo. A los

buscadores solo se les podría dar, desde las regiones

ocultas, la siguiente respuesta: El que estás buscando ya no está aguí.

Algo similar sucedió más tarde, cuando muchos en Europa se pusieron en marcha como cruzados a buscar la memoria de Cristo en el Gólgota. Aunque no podían escucharla, la respuesta también les llegó: El que estás buscando ya no está aquí. Debido a que el impulso de Cristo pasa espiri-

tualmente a través de las almas de los hombres, tam-

bién funciona como un hecho en aquellos que no lo entienden. No puedes simplemente hablar sobre el Gran Maestro. Lo que sucedió actúa como un hecho y dio los grandes impulsos para un mayor desarrollo de la humanidad. Esta será la tarea de la verdadera investigación oculta en este campo, para que la gente aprenda cómo buscar al Cristo de manera diferente,

para que no tenga que recibir la respuesta: El que estás buscando ya no está aguí. Pero si quieres buscarlo cada vez más espiritualmente, podrás encontrar la verdadera respuesta que corresponde a la realidad.

- 289-

Quería contarles esto hoy, y creo que estas comunicaciones son el eje principal para describir el Misterio del Gólgota, en comparación con las abstracciones de los teólogos. Tal como estos hechos aparecen en la Crónica Akáshica, indican que algo muy importante sucedió en ese momento. El ocultista está convencido de lo siguiente. Una vez que las mentes de la humanidad se hayan elevado en una dirección diferente a la anterior, sobre todo en lo que domina las almas hoy con tanta arrogancia ilógica de conocimiento como tuve que caracterizar al principio, cuando las mentes de las personas rectas se hayan impregnado, entonces algunas personas podrán pensar: ¿Qué tiene que ver el pensamiento con la recepción de tales mensajes y el intento de reconocerlos? Entonces las mentes madurarán para comprender verdaderamente incluso aquellas cosas que parecen no tener nada que ver con el pensamiento,

porque es a través del verdadero pensamiento que las almas están impregnadas del verdadero sentido de la verdad, que no encuentra las conferencias ridículas, sino que se esfuerza por aceptarlas como una investigación cuidadosamente hecha a partir de los Registros Akáshicos.

- 290 -

Decimocuarta Conferencia Colonia, 17 de diciembre de 1913

Esta tarde y mañana me siento obligado a hablarles de lo que nos hemos acostumbrado ya a llamar el Mis-

terio del Gólgota, pero intentaré hablar de él de una

manera algo diferente a lo hecho hasta ahora. Lo que se ha dicho anteriormente, aunque ciertamente esotérico, ha tenido un contenido más teórico esotérico. He hablado sobre la esencia e importancia del Misterio del Gólgota para la Humanidad. Que es, hasta cierto punto, el fenómeno central para toda la evolución de la humanidad en la Tierra, y hasta qué punto se ha considerado el fenómeno central. Ciertamente, esto ha

sido tomado por completo de fuentes de investigación oculta. Se han abordado las fuentes del pensamiento que fluyen del Misterio del Gólgota, y que están presentes y vivientes en nuestra evolución terrenal. Si se observa la evolución humana en la Tierra desde un punto de vista clarividente, puede ser comprendido el significado del Misterio del Gólgota.

Ahora, sin embargo, estoy obligado a hablar más concretamente sobre los eventos que tuvieron lugar al comienzo de nuestra era cristiana. Hablaré de los acontecimientos, de las fuerzas que viven en el aura de la Tierra y que pueden observarse esotéricamente. Mañana hablaré de las razones por las cuales, ahora,

en nuestro tiempo, estas cosas deben ser reveladas dentro de nuestros círculos antroposóficos. Hoy trataré de indicar algunas de las cosas que ocurrieron en - 291 -

Palestina al comienzo de nuestra era. Y espero que, en sus corazones, en sus almas, cuando el evento del Gólgota, que -hasta ahora- se ha caracterizado más en forma conceptual, no pierda nada de su significado, si miramos directa y concretamente lo que sucedió en ese momento.

En los ciclos de conferencias sobre los Evangelios de Lucas” y Mateo'”, ya he tenido la oportunidad de hablar sobre este tema. Es un hecho que dos niños Je-

sús nacieron, aproximadamente al mismo tiempo, al

comienzo de nuestra era. Señalé que esos dos niños Jesús eran muy diferentes en lo que respecta al carácter y las capacidades. El Jesús muy bien descrito por el Evangelio de Mateo descendió de la línea de Salomón de la casa de David. En él vivió el alma, o el “ Yo” de la persona que conocemos como Zarathustra. Cuando

consideramos

tal encarnación,

debemos

ser especialmente claros en una cosa, y es que inclu-

so cuando un individuo tan avanzado, como ciertamente lo fue Zarathustra, se encarna nuevamente, es

decir, en el tiempo en que nació como Jesús, de nin-

guna manera debe saber en la infancia o la juventud

que él es ese individuo. No es necesario poder decir “soy esta persona o esa persona”. Ese no es el caso. Sin embargo, es cierto que, en tales casos, las capacidades mejoradas que se obtienen al pasar por una encarnación así se hacen evidentes desde el principio y, por lo tanto, definen el carácter del niño. Así fue como el niño Jesús Salomónico -como me gustaría llamarlo- en quien vivió el yo de Zarathustra, fue impregnado con ” El Evangelio de Lucas. GA114. Diez conferencias en Basilea, 1909. 10 El Evangelio de Mateo. GA123. Doce conferencias en Berna, 1910. - 292-

capacidades mejoradas que le permitieron absorber fácilmente la cultura y el conocimiento que sus contemporáneos terrenales habían alcanzado. En el entorno de aquel niño, especialmente en aquellos tiempos, existía toda la civilización cultural de la humanidad en palabras, gestos y acciones, en resumen, en todo lo que podía ser visto y oído. Un niño normal absorbía poco de lo que veía y escuchaba. Este niño, sin embargo, absorbió con gran facilidad hasta los mínimos detalles, los escasos indicios que existían, de lo que la humanidad había logrado para entonces. En resumen,

demostró estar grandemente dotado al ir absorbiendo todo el conocimiento disponible. Hoy llamaríamos a

un niño así “altamente dotado”. A los doce años, él

aprendió rápidamente todo lo que podía aprenderse de su entorno.

El otro Jesús era completamente diferente. Su carácter está bien reflejado en el Evangelio de Lucas. Él descendió de la línea de Nathán de la casa de David. Él no tenía ningún don para el aprendizaje académi-

co, ni mostró interés en él hasta su duodécimo año. Por otro lado, mostró, desde la más tierna infancia, lo

que podemos llamar capacidad del corazón, la compasión por toda felicidad y sufrimiento humanos. Se mostró a sí mismo

un ser especialmente capaz, en el

sentido que se concentraba menos en sí mismo y era

menos capaz de obtener conocimiento exterior, pero

sentía el sufrimiento y la alegría de los demás como su propio sufrimiento y su propia alegría. Él podía transponerse a sí mismo en las almas de los demás;

poseía esta habilidad en el más alto grado. La Crónica del Akasha indica que las diferencias entre los dos niños Jesús no podrían haber sido mayores. - 293-

Ahora bien, después de que ambos niños hubieran llegado a su duodécimo año, ocurrió un evento que he caracterizado a menudo, que cuando el Jesús

Natánico viajó a Jerusalén con sus padres, el Yo de Zarathustra, que había estado en el otro niño, el Jesús

Salomónico, dejó su cuerpo y tomó posesión de los

cuerpos físico, etéreo y astral del Jesús Natánico. El

resultado fue -por lo tanto- que todo aquello de lo que este Yo-Rey era capaz, estaba ahora activo en el alma del otro, el niño Jesús Natánico. Y este mucha-

cho, ahora poseyendo todo el poder de Zarathustra,

sin saberlo, causó asombro en los eruditos entre los

que emergió enseñando, como también se describe en la Biblia. También

he indicado cómo

el otro, el

Jesús Salomónico, de quien el yo se había separado, poco después fue decayendo y, después de un tiempo relativamente corto, murió. Debe entenderse que cuando el yo de una persona

lo abandona -como fue el caso del niño Jesús Salomó-

nico- no necesariamente muere de forma inmediata. Así como una pelota continúa rodando por un tiempo bajo su propia inercia, también esa persona continúa viviendo a través de la fuerza que vive dentro de él. Ahora, alguien que no puede observar las almas humanas de manera precisa notará poca diferencia entre una persona que ha perdido su yo y una persona que todavía tiene uno. Porque en la vida normal el yo, en una persona que estemos observando, no

juega un rol tan dominante. Lo que experimentamos en otra persona es, en muy pequeña medida, una manifestación directa de su yo, la manifestación

de su

yo a través del cuerpo astral. Sin embargo, aquel otro niño Jesús conservó su cuerpo astral, y sólo alguien - 294 -

que pueda distinguir cuidadosamente -y no es fácilsi los viejos hábitos y pensamientos aún continúan obrando en una persona o si nuevos elementos están presentes, puede por lo tanto determinar si el yo todavía está presente o no. Pero comienza un declive, una especie de decadencia, un marchitarse. Y ese fue el caso con este niño Jesús.

Debido a una cierta disposición kármica, la madre

biológica del Jesús Natánico Jesús Salomónico, murieron del yo de Zarathustra de un del Jesús Natánico y la madre casaron!"., El lógicos, y los los hermanos lias se formó

y también el padre del poco después del paso niño a otro. Y el padre del Jesús Salomónico se

Jesús Natánico no tenía hermanos biohermanastros que él ahora tenía, eran del Jesús Salomónico. De las dos famiuna, que a partir de entonces vivió en el

pequeño pueblo que entonces se llamaba Nazaret, de modo

que cuando nos referimos al Jesús Natánico,

en quien ahora vivía el yo de Zarathustra, usamos la expresión Jesús de Nazaret. Me gustaría relatar algo de la vida de Jesús de Nazaret cuando era joven -tomado de la investigación en la Crónica Akáshica- de una manera que podamos comprender un momento histórico significativo en la

evolución de la Tierra, que luego se convierte en el

Misterio del Gólgota.

Esta vida de Jesús de Nazaret se desarrolla en tres fases, claramente distintas para el vidente. La conversación con los eruditos en su duodécimo año, a través

del paso del Yo de Zarathustra, ya había demostrado

101 Como era costumbre entre los viudos de los antiguos hebreos, más aún si había hijos pequeños. - 295-

que poseía una capacidad interna, de ser un iluminado, de recibir la iluminación y conectarla con las capacidades que vivían en el alma de Zarathustra. Se demostró que en su alma había una enorme fuerza de experiencia interior, de modo que a medida que se desarrollaba Jesús desde los doce hasta los diecisiete y dieciocho años, se puede ver cómo la iluminación

interna emerge del interior del alma, y se vuelve más

y más rica, especialmente la iluminación relacionada

con la evolución de los antiguos hebreos y el pueblo hebreo en general.

En el momento en que Jesús de Nazaret vivió en el pueblo hebreo, la grandeza de lo que una vez le fue dado a este pueblo como secretos del cosmos, durante los tiempos de los antiguos profetas, ya no podía percibirse. Muchas de las antiguas revelaciones de los profetas continuaron existiendo, pero la capacidad original para obtener secretos espirituales directamente del mundo espiritual se había desvanecido mucho tiempo antes. Los secretos eran estudiados a partir de las escrituras conservadas. Sin embargo, había quien como el famoso rabino Hil-lel, a través de su desarrollo individual, aún era capaz de percibir algo de lo que los antiguos profetas habían proclamado. Pero esa fuerza, que existía durante la época antigua del pueblo hebreo, el tiempo de las revelaciones proféticas, hacía tiempo que ya no estaba presente en esos pocos individuos. Una disminución en el desarrollo intelectual y espiritual del pueblo hebreo era claramente evidente. Ahora, sin embargo, lo que

una vez había sido revelado durante el tiempo de los profetas, emergió de las profundidades del alma de Jesús de Nazaret como iluminación interior. - 29%-

Pero deseo llamar menos su atención sobre el he-

cho histórico, de lo que había sido revelado durante

el tiempo de los profetas y que apareció nuevamente por medio de la iluminación interior. Más bien me gustaría dirigir sus sentimientos hacia lo que significa que en una soledad infinita, un alma tan joven -el alma de Jesús de Nazaret de trece o catorce años-

sienta una revelación que nadie más en su entorno sentía. Como mucho, el mejor de ellos tuvo una tenue reflexión sobre ello.

Traten de imaginarse tal posición, en el alma de alguien que poseyendo tan gran conocimiento estaba sólo, y entiendan que el Misterio del Gólgota tuvo que ser preparado por tales sentimientos de soledad y aislamiento, tomando posesión del alma de Jesús de Nazaret. Cuando ustedes se encuentran en una isla psíquica como él lo hizo, quien desde su infancia en adelante había sentido tal solidaridad con todos los hombres, pero ahora no sentía que pudiera compartir su conocimiento con ellos, porque se habían hundido a un nivel en el que ya no podían recibir la revelación. Sufrió en gran medida teniendo que saber algo que los demás no podían comprender, pero también deseándolo con tanta fuerza, que también podía surgir en su alma lo que había estado preparándose para una misión. Jesús de Nazaret se preparó para esto.

Todo eso le dio el impulso fundamental que tenía que seguir, diciéndose a sí mismo: * Una voz resuena en mí desde el mundo espiritual. Si la humanidad pudiera oírla, le proporcionaría una bendición infinita. En tiempos antiguos había personas que podían escucharla. Ahora, sin embargo, ellos no tienen oídos para escuchar”. Ese dolor - 297-

en soledad presionaba cada vez más profundamente en su alma. Así era la vida interior de Jesús de Nazaret desde

su duodécimo hasta su decimoctavo año. Por esta razón, él no era entendido por su padre biológico y su madre adoptiva y menos aún por sus hermanos, que a menudo se burlaban de él y lo consideraban medio loco. Él trabajó duro en la carpintería de su padre'”, Pero mientras estaba trabajando, los sentimientos que acabo de describir vivían en su alma. Luego, cuando tenía cerca de dieciocho años, dejó

su hogar para viajar. Viajó por Palestina y las áreas

paganas circundantes, trabajando en diferentes fami-

lias, con diferentes artesanos de su oficio. Él era diri-

gido por su karma. Mientras vagaba por Palestina, su extraordinario carácter y personalidad destacó ante todas las personas que conoció. Durante el día trabajaba y por las noches se sentaba junto a la gente. Y las personas con las que se sentaba, desde su decimonoveno hasta alrededor de su vigésimo cuarto año, tenían la sensación, aunque no siempre fueron conscientes de ello, de que era una persona de una peculiaridad extraordinaria, una como nunca habían

encontrado antes; ni siquiera podían haber imaginado que tal personalidad existiera. Ellos no sabían cómo tomar esto.

Si ustedes quieren entender esto, para penetrar dentro de los secretos de la evolución humana, es

necesario tener en cuenta que experimentar lo que el

joven Jesús de Nazaret hizo -tal como acabo de describir- causa profunda pena en el alma. Pero este do102 E] José Natánico. - 298-

lor se convierte en amor. Y gran parte del amor más elevado que existe en la vida se transforma en un dolor de este tipo. La pena profunda, el dolor, tiene la capacidad de transformarse en amor, que no solo actúa como el amor ordinario, sino que, a través de la misma existencia del ser amoroso, irradia como un aura de gran

alcance. Entonces las personas que estaban junto a Jesús creyeron que estaban en presencia de mucho más que un simple hombre. Y cuando él se alejaba y se marchaba de un lugar y esas personas volvían a sentarse juntas por las noches, tenían la sensación de su presencia real. Sentían como si todavía estuviera allí. Así se sentían. Y sucedía cada vez más que las personas con las que había estado, cuando se sentaban juntas alrededor de la mesa, tenían visiones en común. Lo veían entrar como una figura espiritual. Cada uno tenía al mismo

tiempo esta visión, que Je-

sús estaba una vez más entre ellos, que hablaba con

ellos, les contaba cosas, tal como lo había hecho una

vez en forma física. De modo que él era visible entre ellos mucho después de que se hubiera marchado. Lo que causó este efecto fue el dolor y la tristeza transformados en amor. Las personas con quien había estado hablando se sentían unidas a él de una manera especial. Sentían que nunca se separarían de nuevo de él. Sintieron que él permanecía con ellos y que siempre regresaba. Pero no solo viajó por Palestina, su karma también lo llevó a lugares paganos. Tomaría demasiado tiempo describir aquí las razones por las que su karma hacía esto. Esto fue después de que él hubo reconocido el declive creciente en el judaísmo. Y aprendió cómo - 299-

en los rituales religiosos de los paganos, al igual que en el judaísmo, lo que era originalmente revelación, también se había extinguido. Por lo tanto, en la segunda fase tuvo que experimentar el declive de la humanidad desde una altura espiritual previa. Pero de una manera diferente al judaísmo, se suponía que debía percibir cómo había entrado en declive el paganismo. Su percepción del declive del judaísmo fue una experiencia más interna, obtenida a través de la iluminación interior. Él vio cómo las revelaciones del mundo espiritual que una vez fueron proclamadas por los profetas, habían cesado porque ya no había oídos para escucharlas. Aprendió acerca de cómo era el paganismo, en un lugar donde los antiguos servicios religiosos paganos habían caído en deterioro, y donde la caída del paganismo era físicamente evidente. Los habitantes del lugar habían caído víctimas de la lepra y otras enfermedades horribles. Algunos se habían vuelto malévolos, otros frágiles, cojos. Los

sacerdotes los abandonaron y huyeron. Cuando Jesús fue visto por primera

vez, se extendió como

un

incendio la noticia de que alguien muy especial había

llegado. Pues ahora, incluso en su apariencia exterior,

había logrado que el sufrimiento transformado fuera amor. Ellos vieron que había venido un ser como jamás ninguno había caminado sobre la Tierra. Pronto se difundió la noticia y muchos corrieron hacia él, pues pensaban que les habían enviado un sacerdote que oficiaría nuevamente las ofrendas. Sus propios sacerdotes habían huido, entonces vinieron corriendo. El registro de Akasha muestra esto, tal como lo estoy describiendo. - 300-

Él no tenía intención de hacer el sacrificio pagano. Sin embargo, ahora se le reveló en vívidas imaginaciones, todo el enigma del declive de la espiritualidad pagana. Pudo percibir directamente lo que había fluido en los secretos de los Misterios paganos, que las fuerzas de los Seres Divinos elevados habían caído sobre los altares de los sacrificios. Pero ahora, en

lugar de fluir hacia abajo las fuerzas de los espíritus buenos,

toda clase de demonios,

emisarios

de Luci-

fer y Ahriman, descendían hacia los santos altares. Él percibió la caída de la vida espiritual pagana, no por iluminación interior, como con el judaísmo, sino

a través de visiones externas.

Es muy diferente llegar a conocer las cosas teóricamente que visualizar cómo una vez las fuerzas divino-espirituales fluían hacia un altar y ahora lo hacían los demonios, lo cual provocaba estados mentales anormales, enfermedades y demás. Tal imaginación espiritual es bastante diferente de saber algo en forma teórica. Pero Jesús de Nazaret debía ver esto en visualización espiritual directa, ver cómo funciona-

ban los emisarios de Lucifer y Ahriman. Él debía ver cómo le hacían daño a la gente.

De repente, cayó al suelo como muerto. Asustada, la gente huyó. Pero mienttas el yacía allí como llevado a un mundo espiritual, recibió una impresión de todas las antiguas revelaciones que una vez habían sido dadas a los paganos. Por lo tanto, así como había percibido los secretos que habían sido proclamados a los antiguos profetas y que ahora ni siquiera eran una sombra en la cultura Judía, a través de la inspiración

espiritual pudo escuchar de qué manera habían sido proclamadas a los paganos. - 301 -

Lo que le causó la impresión más profunda fue algo que traté de investigar, y que lo compartí por primera vez con motivo de la colocación de la piedra fundamental de nuestro edificio en Dornach. Podría llamarse el Padre Nuestro invertido, porque era la inversión del contenido substancial de la oración que los discípulos de Cristo Jesús le atribuyeron. Jesús de Nazaret percibió algo así como un Padre Nuestro inverso, de

modo que él pudo sentir en estas palabras el misterio de la evolución humana y las incorporaciones en encarnaciones terrenales en un formato concentrado. Aum, Amén!,

Es walten die Ulbel,

Zeugen sich lósender Ichheit, Von andern erschuldete Selbstheitschuld, Erlebet im táglichen Brote, In dem nicht waltet der Himmel Wille, Indem der Mensch sich schied von Eurem Reich

Und vergafi Euren Namen,

Ihr Váter in den Himmeln. AUM,

¡Amén!

Impera el Mal, testigo de yoidad que se desenlaza, deuda del propio ser, por otros acarreada, vivida en el pan de cada día, en que no domina la voluntad de los cielos, porque el hombre se separó de vuestro reino y olvidó vuestro nombre, Vosotros, Padres en los cielos.

Esto es -en palabras temblorosas- lo que expresa algo así como las leyes que rigen cómo los seres humanos encarnan desde el macrocosmos hacia el - 302-

microcosmos. Desde que me familiaricé con estas palabras, he descubierto que son una forma de meditación extraordinariamente significativa. Ejercen una fuerza sobre el alma que es bastante extraordinaria, y cuanto uno más lo estudia, más fuerza tiene. Y luego, cuando uno trata de resolverlas y comprenderlas, se da cuenta que en ellas esta condensado el misterio del hombre y el destino de la humanidad y cómo la inversión de las palabras revela cómo podría originarse el Padre Nuestro microcósmico que Cristo proclamó a sus seguidores. Pero Jesús no solo percibió este secreto de las revelaciones paganas originales. Cuando despertó de la visión, aprendió de las personas que huían y de los demonios, todos los secretos del paganismo. Ese fue el segundo dolor inconmensurable que se hundió en su alma. Primero había llegado a conocer la decadencia del judaísmo de una manera muy significativa, reconociendo lo que había sido revelado al judaísmo antes de su caída. Ahora él aprendió algo similar sobre el paganismo. De esta manera, experimentó conscientemente el hecho de que en su entorno la gente tenía que vivir en el sentido de las palabras: “ Tienen oídos, pero no oyen cuáles son los secretos del mundo”.

Así, él alcanzó la compasión ilimitada que siempre

había sentido por la humanidad y que puede expresarse de la siguiente manera: Ahora que él podía ver tales cosas, la humanidad debería recibir el contenido de sus visiones, pero ¿dónde estaban los seres que lo transmitirían a la humanidad? Tuvo que experimentar tales experiencias hasta aproximadamente los veinticuatro años. Luego, su karma lo llevó de vuelta a casa en el momento en que - 303-

murió su padre'”. Él vivió allí con sus hermanos y su madre adoptiva. Mientras que su madre anteriormente le había mostrado poca comprensión, ahora ella mostraba más entendimiento por el gran dolor que él portaba dentro. Luego, otras experiencias le siguieron desde el año vigésimo cuarto hasta el trigésimo año; durante dicho período encontró cada vez más comprensión por parte de su madre adoptiva, aunque las cosas aún eran algo difíciles. Estos fueron también los años en los que llegó a conocer mejor a los Esenios. Hoy solo mencionaré los puntos principales acerca de cómo Jesús aprendió de la orden Esenia. Esta fue una orden en la que se unieron personas que se separaron del resto de la humanidad y que desarrollaron una vida especial de cuerpo y alma, para ascender nuevamente, a través de esta vida, a las antiguas revelaciones del espíritu que la humanidad había perdido. Con ejercicios y formas de vida estrictas, esas almas luchadoras debían alcanzar una etapa en la que pudieran reunirse con la región espiritual desde la cual se habían originado las antiguas revelaciones. En este grupo, Jesús de Nazaret también se encontró con Juan el Bautista, aunque estrictamente hablando, ninguno de los dos era Esenio. La Crónica del Akasha muestra esto claramente. Pero de todo lo que he descrito, está claro que había una personalidad humana excepcional, que causó una impresión extraordinaria en todos. Él impresionó tanto a los Esenios que, a pesar de guardar sus actividades espirituales como secretos sagrados que no revelaban a ningún extraño, voluntariamente

hablaron

con Jesús

sobre

secretos

importantes de su orden con respecto a lo que habían 109 F] José Natánico. - 304-

logrado para sus almas. Así, Jesús aprendió que en aquellos tiempos todavía había un camino para que las personas alcanzaran las alturas en las que una vez habitaron las almas primordiales de los hombres y de donde descendieron desde entonces. Pero lo que también le causó una profunda impre-

sión de incomodidad fue que un Esenio, si deseaba

ascender a esas alturas, tenía que separarse del resto de la humanidad y vivir una vida fuera de la so-

ciedad, lejos de los demás. Ese no era el camino del amor humano universal, como Jesús de Nazaret lo

había sentido. Él no podía tolerar la existencia de una riqueza espiritual que no estuviese disponible para todos, sino solo para unos pocos elegidos en detrimento de la humanidad en su conjunto.

Lo que él sintió se puede expresar de la siguiente manera: Son pocas personas, y cada vez serán menos, las que encuentren el camino de regreso a las antiguas revelaciones, pero no es justo que cuando esos pocos se aíslan

a sí mismos, el resto deba vivir en decadencia, pues ellos

deben ejecutar el trabajo material por aquellos que ya no están allí. Una vez, mientras salía por una puerta de la comu-

nidad Esenia, vio en espíritu a dos figuras que huían

de la puerta. Él tuvo la impresión de que los Esenios se protegían de estas dos figuras, a quienes conocemos como Lucifer y Ahriman en términos antroposóficos, expulsándolos por medio de sus ejercicios espirituales, su forma de vida ascética y las estrictas reglas de su orden. Nada de Lucifer y Ahriman de-

bería tocar sus almas. Por lo tanto, Jesús de Nazaret

vio a Lucifer y Ahriman huyendo, pero también supo - 305 -

que, debido a que se había establecido una comunidad así, donde Lucifer y Ahriman no podían entrar y los Esenios no querían tener nada que ver con ellos, se volvieron aún más hacia las otras personas. Eso se hizo evidente para él. Nuevamente, es completamente diferente cuando uno conoce esto solo a través de la teoría y cuando uno ve lo que las personas hacen para su propio progreso y, como consecuencia, Lucifer y Ahrimán son arrojados a las otras personas, porque han sido expulsados de la presencia de los primeros. Se dio cuenta de que no era un camino de salvación el que seguían los Esenios, sino que es un camino que solo busca su propio avance, a través de la separación y a costa del resto de la humanidad. Una misericordia indescriptible se apoderó de él. Él no sintió ninguna alegría por el ascenso de los Esenios, porque sabía que los demás debían hundirse más mientras que ellos ascendían. Todo se volvió más claro para él cuando vio la misma imagen en otras puertas Esenias -había más comunidades de ese tipo-, la imagen de Lucifer y Ahriman presentes ante las puertas, pero no pudiendo entrar, salían huyendo. Así se dio cuenta de que las costumbres y las reglas de las órdenes como la de los Esenios “impulsaban a Lucifer y Ahriman hacia las otras personas”. Y esta fue la causa del tercer gran dolor que experimentó con respecto a la decadencia de la humanidad. Ya mencioné que su madre adoptiva tenía cada vez más comprensión de lo que vivía en su alma. Entonces, lo que sucedió fue significativo como preparación para el Misterio del Gólgota. Tuvo lugar una conversación -de acuerdo con la investigación en el Registro del Akasha- entre Jesús de Nazaret y su ma19056.

dre. Tan avanzada se había vuelto su comprensión, que él podía hablarle a ella sobre el triple sufrimiento que tenía a causa de la decadencia de la humanidad, y que había experimentado en las áreas del judaísmo y el paganismo, así como con los Esenios. Y mientras le describía su sufrimiento solitario y lo que había experimentado, vio que eso afectaba a su alma. Pertenece a las impresiones más maravillosas, que

uno puede recibir en el campo oculto, el conocer la naturaleza misma de esta conversación. Porque en todo el campo de la evolución humana nada similar -no digo mayor, porque naturalmente el Misterio del Gólgota es mayor- pero algo semejante, no puede ser percibido. Lo que le dijo a su madre no fueron solo palabras en el sentido habitual, sino que eran como seres vivos que pasaron desde él hacia su madre, y su alma dio alas a las palabras con sus propios poderes. Todo lo que él había sufrido tan dolorosamente fue, en esta conversación, como si sobrevolara hacia

el alma de su madre adoptiva, palabras de su amor infinito, así como de su extenso sufrimiento. Su propio yo acompañaba cada palabra, y no era un simple intercambio de palabras o pensamientos, era un alma viva que vagaba de él al alma de su madre adoptiva. Así que él pudo describirle lo que había experimen-

tado tres veces como en una gran imagen. Lo que su-

cedió allí se incrementó aún más por el hecho de que Jesús de Nazaret dejó gradualmente que la conversación se convirtiera en conclusiones del triple sufrimiento por decadencia de la humanidad. Es muy difícil poner en palabras cómo él resumió sus propias experiencias a su madre adoptiva. Pero, como estamos preparados por la ciencia espiritual, - 307-

podemos usar términos y expresiones científicas espirituales para tratar de describir el sentido del final de la conversación. Naturalmente, lo que ahora digo no se expresó con las mismas palabras, pero proporcionará una idea aproximada de lo que Jesús quería dar a entender a su madre. Cuando miramos hacia atrás en la evolución de la humanidad sobre la Tierra, es similar a una vida humana individual, solo cambiada en generaciones posteriores, e inconsciente para ellas. La vida de la humanidad post-Atlante se reveló a Jesús de Nazaret, que después del gran desastre natural en la Atlántida, primero se desarrolló una antigua cultura india en la que los santos Rishis pudieron llevar su poderosa sabiduría a la humanidad. En otras palabras, era básicamente una cultura espiritual. Sí, dijo, así como existe la edad de un niño en un ser humano individual entre el nacimiento y el séptimo año, cuando prevalecen fuerzas espirituales completamente diferentes que en la vida humana posterior, así las fuerzas espirituales estuvieron activas durante ese tiempo primitivo de la antigua raza Hindú. Pero debido a que esas fuerzas no solo estuvieron presentes hasta el séptimo año, sino que se extendieron a lo largo de toda la vida, la humanidad estaba en una etapa diferente de evolución en ese momento. Durante el transcurso de su vida, supieron lo que hoy el niño sabe y experimenta hasta su séptimo año. Hoy pensamos de la manera en que lo hacemos entre el séptimo y el decimocuarto, y el decimocuarto y el vigésimo primer año, porque hemos perdido las fuerzas de la infancia que son reprimidas en el séptimo año. Durante ese tiempo antiguo, debido a que - 308-

estas fuerzas se extendieron durante toda una vida, y

que hoy solo están presentes hasta el séptimo año, las personas en la primera época post-Atlante eran clarividentes. Se elevaron más alto con las fuerzas que hoy solo están presentes hasta el séptimo año. Sí, esa

fue la Edad de Oro de la evolución humana. Luego

vino otra época, en la que las fuerzas estaban activas en toda la humanidad, durante toda la vida, que de otro modo solo estarían activas entre el séptimo y el decimocuarto año. Después vino la tercera época, en la que las fuerzas estuvieron activas, que trabajan hoy entre los catorce y los veintiún años. Luego vivimos en una época en la que las fuerzas se derramaron sobre toda la vida humana, que por lo demás están activas entre el vigésimo primer y el vigésimo octavo año. Ahora nos acercamos a la mitad de la vida humana, dijo Jesús de Nazaret, que se encuentra sobre los treinta años, donde las fuerzas de la juventud dejan de crecer y comienzan a declinar. Ahora estamos viviendo en una época que corresponde del vigésimo octavo al trigésimo quinto año de la persona individual, don-

de su vida comienza a descender. Mientras que en el caso del ser humano individual todavía existen otras fuerzas, que le permiten seguir viviendo, en la humanidad en general ya no están. Ese es el gran sufrimiento, que la humanidad debe volverse senil, quedando atrás su juventud, estando en la época correspondiente desde el vigésimo octavo al trigésimo quinto año. ¿Desde dónde deberían venir las nuevas fuerzas? Las fuerzas de la juventud están agotadas. Eso es lo que le contó a su madre adoptiva acerca de la inminente decadencia de la humanidad, y que le causó tanto dolor, pues estaba claro que la situación - 309-

de la humanidad era de desesperanza. Las fuerzas de la juventud estaban agotadas, la humanidad ahora se enfrentaba a la vejez. Los individuos -lo sabía- continuarían viviendo desde el trigésimo quinto año hasta la muerte como antes, porque retenían los residuos de las fuerzas, pero la humanidad en su conjunto no tenía eso, por lo que debería venir algo más, algo que para el individuo es necesario desde el vigésimo octavo hasta el trigésimo quinto año. La Tierra tendría que ser iluminada macrocósmicamente con las fuerzas con las cuales el individuo debe ser iluminado desde el año veintiocho hasta el trigésimo quinto. La humanidad como tal está envejeciendo, ese es el pensamiento, eso es lo que se lee en el Registro

Akáshico, y lo que se siente durante la narración Je-

sús de Nazaret. Mientras le hablaba a su madre de esta manera, acerca del significado de la evolución

humana, en ese momento se dio cuenta que lo que él estaba diciendo era parte de sí mismo, y algo de sí mismo fluyó desde sus palabras, pues sus palabras se habían convertido en lo que él mismo era. Ese fue también el momento en que en el alma de su madre adoptiva fluyó el alma que había vivido en su madre biológica, que había muerto después que el yo de Zarathustra entrara en él desde el otro niño

Jesús, que había vivido en las regiones espirituales

desde que Jesús tenía doce años. Desde ese momento en adelante, ella pudo espiritualizar el alma de su nueva madre. Así, esta última vivía ahora con el alma de la madre biológica del Jesús Natánico. Pero Jesús de Nazaret se había conectado tan inten-

samente con las palabras con las que había expresado - 310-

su dolor por la humanidad, que era como si este yo hubiera desaparecido de las envolturas de su vida (física, etérea y astral), de modo que estas envolturas se volvieron como cuando era pequeño, solo impregnadas de todo lo que había sufrido desde su duodécimo año. El Yo de Zarathustra había desaparecido y lo que vivía en sus tres envolturas era solo lo que quedaba del poder de las experiencias'*. Un impulso emergió de estas tres envolturas que lo condujo a la búsqueda de Juan el Bautista, en el río Jordán. Como en una es-

pecie de sueño, que sin embargo no era un sueño, sino una consciencia ampliada, siguió su camino con solo las tres envolturas espiritualizadas e impulsadas por los efectos de lo que había experimentado desde que tenía doce años. El Yo de Zarathustra ya no estaba. Las tres envolturas lo condujeron de tal manera, que apenas notaba nada de lo que le rodeaba. Vivía, con

el yo ausente, totalmente consciente del destino de la humanidad y de sus necesidades. En su camino hacia Juan el Bautista, en el río Jor-

dán, se encontró con dos Esenios con los que había hablado muchas veces. Tal como estaba, sin su yo, no los reconoció. Pero ellos lo reconocieron y por lo tanto le hablaron. - ¿A dónde vas, Jesús de Nazaret? Lo que él contestó he intentado expresarlo con palabras. Él habló de una manera en la que ellos no sabían de dónde venían las palabras. Salieron de él, pero no eran suyas. '% Es notable la conexión de los logros de la evolución humana aportados por Zarathustra con la contribución del Anima Cándida a la propia evolución humana en su retorno al mundo espiritual. - 311-

- AIlí donde las almas como las vuestras no desean mi-

rar, es donde el sufrimiento de la humanidad puede encontrar los rayos de la luz olvidada.

Esas fueron las palabras que vinieron de él. Ellos no lo entendieron; se dieron cuenta de que él no los reconocía, entonces preguntaron de nuevo. -Jesús de Nazaret, ¿no nos reconoces?

Ahora incluso palabras más extrañas fueron dichas. Era como si les hubiera dicho lo siguiente. -So1s como corderos descarriados, pero yo fui el hijo del pastor de quien ustedes huyeron. Si me reconocierais, huiríais de nuevo. Fue hace mucho tiempo que huiste1s de mí al mundo. Los Esenios no sabían qué pensar de él, porque mientras les hablaba, sus ojos adquirieron un aspecto

muy especial. Parecían mirar hacia fuera y, sin embargo, volvían a mirar hacia dentro. Parecían ojos

que mostraban una expresión de reproche hacia las personas a las que hablaba. Eran ojos a través de los cuales se mostraba un amor noble, pero un amor que se convirtió en una reprimenda para los Esenios, un reproche que provenía de su propia alma. Podemos caracterizar lo que sintieron los Esenios cuando lo escucharon decir lo siguiente. - ¿Qué tipo de almas sois? ¿Dónde está vuestro mundo? ¿Por qué se envuelven en túnicas engañosas? ¿Por qué arde en vuestro interior un fuego que no se enciende en la casa de mi padre? Y guardaron silencio ante estas palabras. Y él dijo aún más. - 312-

-Lleváis la marca del tentador, que os atrapó cuando huisteis. Con su fuego hizo brillar vuestra lana. El pelo de esta lana pica mis ojos. ¡Corderos descarriados! Él ha llenado vuestras almas con orgullo. Cuando pronunció estas palabras, uno de los Esenios le respondió. -¿No le mostramos al tentador la puerta? Él ya no tiene nada que ver con nosotros. Jesús le contestó:

-Cuando le mostrasteis la puerta, corrió hacia otras personas. Él los ataca por todos lados. No sois elevados cuando degradáis a los demás. Solo pensáis que sois elevados porque dejáis que los otros empequeñezcan. Permanecéis tan alto como sois, solo porque hacéis que los otros sean más pequeños, así os creéis que sois grandiosos. Jesús de Nazaret habló de los Esenios pudieran ver. Fue ellos que ya no podían mirar. ron y Jesús de Nazaret pareció

esa manera para que tan deprimente para Sus ojos se oscureciedesaparecer ante sus

ojos. Pero luego, cuando parecía haber desaparecido,

vieron su rostro desde la distancia, pero aumentado enormemente su tamaño como un espejismo frente a ellos, y muy, muy lejos. Y las palabras llegaron como si vinieran de ese espejismo. Ellos sintieron que eran estas.

-Vano es vuestro esfuerzo porque vuestros corazones están vacíos, ya que los habéis llenado con el espíritu que oculta el orgullo bajo el manto de la humildad. Entonces el espejismo también desapareció y se quedaron allí consternados y deprimidos. Cuando pudieron volver a mirar, vieron que Jesús se había - 313-

ido más lejos mientras miraban su rostro. Y no pudieron hacer nada más que ser conscientes que él había

continuado su camino. Abatidos, se dirigieron hacia

el albergue Esenio y nunca le contaron a nadie lo que habían experimentado, sino que guardaron silencio al respecto durante toda su vida. Y se convirtieron en los más profundos de alma entre sus hermanos,

pero permanecieron en silencio, mudos, y solo hablaron cuando era necesario para la comunicación diaria. Sus hermanos Esenios nunca supieron por qué estaban tan cambiados. Hasta su muerte, nunca revelaron nada de lo que habían visto y oído. Por lo tanto, experimentaron el Misterio del Gólgota de una manera muy especial. Para los demás, sin embargo, lo que habían experimentado era imperceptible. Después que Jesús hubo caminado por un tiempo, se encontró con un hombre que estaba profundamente desesperado. Pero, como dije, Jesús estaba tan alejado de las condiciones terrenales que no se dio cuenta de que un hombre se le había acercado. Y tuvo un efecto tan fuerte en ese hombre que estaba tan desesperado, que Jesús de Nazaret dijo algo que puede describirse como lo siguiente. - ¿A dónde te ha llevado tu alma? Te vi hace muchos miles de años; ¡eras diferente entonces! El hombre desesperado escuchó esto como si hablara desde la figura que se acercaba de Jesús de Nazaret. Debido a estas palabras, el hombre sintió el impulso de contestar. Por un lado, sintió la necesidad de hablar, por otro, la necesidad de encontrar la respuesta a su destino.

- 314-

-“En mi vida he tenido mucho éxito. Siempre estudié, y debido a este aprendizaje, me elevé más y más sobre otros hombres. Con cada honor me sentía más orgulloso y con frecuencia me decía a mí mismo, ¡qué persona tan única eres, elevándote tan alto sobre tus semejantes! Sentí que mi alma debía valer más que las almas de los demás. Mi orgullo aumentó con cada nuevo honor. Entonces tuve un sueño. ¡Qué sueño tan horrible! Mientras soñaba, mi alma

fue llenada con un sentimiento de vergiienza. Estaba avergonzado de soñar tal cosa. Estaba tan orgulloso de mi vida,

y ahora soñaba algo que nunca hubiera querido soñar. Soñé que me hacía la pregunta: ¿Quién me hizo tan bueno? Y entonces un ser se apareció ante míy dijo: Yo te hice grandioso, te elevé hacia lo alto, y por lo tanto eres mío. Me sentí escandalizado ante la revelación de que no había subido tanto por mis propios esfuerzos, sino que otro ser había sido responsable de mi éxito. Todavía soñando, escapé. Cuando desperté, realmente escapé, abandonando todos mis logros. No sabía lo que estaba buscando y he así que he estado vagando por el mundo durante mucho tiempo, avergonzado de todas las cosas que una vez me dieron tanto orgullo”. Después que el hombre desesperado hubo dicho estas palabras, el ser que había aparecido en su sueño se presentó de nuevo ante él, entre él y Jesús de Nazaret. Esta figura imaginativa bloqueó la figura de

Jesús de Nazaret. Y cuando la figura del sueño se fue,

disolviéndose en la niebla, Jesús ya se había alejado. Cuando el hombre desesperado miró a su alrededor,

vio a Jesús a una buena distancia. Y entonces tuvo

que continuar su camino desesperado.

Entonces, un leproso se acercó a Jesús, cuya enfermedad y sufrimiento estaba muy avanzado. Y debido a lo que esa alma estaba sintiendo, la esencia de Jesús - 315-

de Nazaret se sintió nuevamente impulsada a decir las siguientes palabras. El dijo otra vez: - ¿A dónde te ha llevado tu alma? Te vi hace muchos miles de años, y eras diferente. Estas palabras animaron al leproso a hablar de una manera similar a la que anteriormente se le había escuchado al hombre desesperado. El leproso contestó. - No sé cómo contraje esta enfermedad, simplemente llegó gradualmente. Y otras personas ya no me permitían estar entre ellos. Tenía que vagar por el páramo, solo podía rogar por lo que la gente me arrojaba. Una noche me acerqué a un bosque denso. Vi un árbol que se acercaba hacia mí desde un claro. Me encandiló con su propia luz. Me sentí impulsado a acercarme a ese árbol. Me animaba a seguir. Y cuando estaba cerca de él, un esqueleto vino hacia mí como una luz desde el árbol. Era la muerte irguiéndose frente a mí en esa forma. Y la muerte me dijo: “Yo soy tú. Yo vivo de ti. No temas'. Y continuó: “¿Por qué tienes miedo? ¿No me amaste durante muchas vidas en la Tierra? Solo que tú no sabías que me amabas, porque me aparecí ante ti como un bello Arcángel a quien creías amar. Y entonces la muerte no estaba frente a mí, sino el Arcángel que había visto a menudo y del que yo sabía que esa era la imagen que amaba. Entonces desapareció. A la mañana siguiente, me desperté junto al árbol, más miserable que antes. Y supe que todas las placenteras indulgencias que había amado, que vivían en mí como egoísmo, están relacionadas con el ser que se me apareció como la muerte, y como un Arcángel, y que afirmó que yo lo amaba, que era yo mismo. Y ahora estoy frente a ti y no sé quién eres”.

- 316-

Entonces el Arcángel apareció de nuevo, y luego la muerte también, parada entre el leproso y Jesús, bloqueando la visión del leproso de Jesús de Nazaret. Cuando el leproso vio solo al Arcángel, Jesús se desvaneció, y entonces la muerte y el Arcángel también desaparecieron. El leproso tuvo que continuar caminando y vio que Jesús de Nazaret ya había avanzado más. Esos fueron los eventos que se presentaron, siguiendo la Crónica Akáshica, en el camino que tomó Jesús entre la conversación con su madre adoptiva y el Bautismo de Juan en el Jordán. Mañana veremos

cómo estos hechos -la reunión con los dos Esenios, con el hombre desesperado y con el leproso-, continuaron afectando al cuerpo físico, etéreo y astral de Jesús de Nazaret, cuando apenas entendía el mundo del que estaba tan distante, y que fue estimulado por lo que recibió con Juan en el Bautismo en el Jordán. Si estos eventos, que he descrito como ocurridos entre la conversación con su madre adoptiva y el Bautismo en el Jordán, les parecen improbables o extraños, entonces solo puedo decir que a pesar de que pueden parecer extraños, son realmente revelados por la investigación en la Crónica Akáshica. Representan eventos que son tan singulares como deben ser, pues son la preparación para un evento que solo podría haber ocurrido una sola vez, lo que llamamos el Misterio del Gólgota. Quien no desee considerar la idea de que algo muy especial sucedió en ese momento en la evolución de la humanidad, encontrará difícil de entender todo el proceso de la humanidad.

- 317-

Decimoquinta Conferencia Colonia, 18 de diciembre de 1913

Antes de profundizar en el estudio de la vida de Jesucristo, quisiera mencionar algunas indicaciones sobre la forma en que tales cosas son averiguadas. Por supuesto que con unas pocas palabras, un tema tan completo solo puede ser matizado. Pero quiero que tengan una idea de lo que podemos llamar investigación oculta, en la medida en que se profundice en hechos tan concretos como los que, por ejemplo, consideramos aquí ayer. Para empezar, podemos decir que esta investigación se basa en una lectura de los Registros Akáshicos. En términos generales, yo describí cómo debe ser

entendida tal lectura en la Crónica Akáshica, en los artículos de la revista Lucifer Gnosis'”, que aparecieron bajo el título “De La Crónica del Akasha”. Debería estar claro que los diferentes hechos sobre los eventos y seres cósmicos deben investigarse de diferentes maneras, por lo que ahora me gustaría expresar con mayor precisión lo que ya se ha dicho. Básicamente en el universo no hay nada más que consciencia. Aparte de la consciencia de algunos se-

res, todo lo demás pertenece al reino de Maya, o la

gran ilusión. Ustedes pueden encontrar estos he-

'5 Revista en la que escribió sus primeros ensayos sobre antroposofía Rudolf Steiner entre 1903 y 1908. GA 34. - 319-

chos en dos pasajes de mis escritos -aunque también en otros-, pero especialmente en la descripción de la evolución de la Tierra desde el Antiguo Saturno hasta Vulcano y en La Ciencia Oculta, un bosquejo'”, en la evolución desde Antiguo Saturno al Antiguo Sol, desde el Sol a la Antigua Luna, desde la Antigua Luna a la Tierra, y así sucesivamente, se describen como etapas de consciencia. Esto significa que, si uno quiere alcanzar estos hechos importantes, debe ascender a una etapa de eventos cósmicos

los cuales consisten en etapas de consciencia. Por lo tanto, si describimos realidades, solo podemos des-

cribir varias etapas de la consciencia. También se incluye en otro libro publicado este verano: El umbral del Mundo

Espiritual'”. En él se muestra cómo,

a través de una ascensión gradual de la visión del vidente, sucede con los objetos y procesos que nos rodean, que desaparecen en la nada, se disuelven por así decirlo, y finalmente se llega a la región donde solo hay seres en algunos estados de consciencia.

Entonces, las verdaderas realidades del mundo son seres

en diversas etapas de la consciencia. Debido al hecho de que vivimos en la etapa humana de consciencia, y que en esta etapa no tenemos una visión completa de las realidades involucradas, el efecto es que aquello que es irreal se nos aparece como real.

Ya he hablado sobre esto en muchas ocasiones. Solo tienen que hacerse la siguiente pregunta: ¿Es un cabello humano una realidad, incluso en un sentido limitado? ¿Tiene una existencia independiente? Sería 106 La Ciencia oculta, un bosquejo.1910. GA13.

107 El umbral del Mundo Espiritual. 1913. GA17. - 320-

absurdo decir que un cabello humano tiene una existencia independiente. Solo tiene sentido considerarlo de tal manera que uno lo entienda como creciendo en el cuerpo humano, de lo contrario no puede ocurrir, no es posible que exista por sí mismo. Todos estarían de acuerdo en que no tiene sentido hablar de un mechón de cabello teniendo una existencia independiente. Una planta se ve a menudo como un ser individual, pero no es más individual que un mechón

de cabello. Pues lo que el mechón de pelo es para la cabeza, la planta lo es para el organismo de la Tierra, y no tiene ningún sentido considerar la planta de forma aislada. Debemos pensar en la Tierra como análoga al hombre, y todas las plantas en la Tierra como

pertenecientes a la Tierra, como lo es el cabello en la cabeza del hombre. No es posible para una planta existir como un ser independiente fuera del organismo terrestre, como tampoco lo es que el cabello exista sin una cabeza en la que crecer. Es importante saber cuándo dejar de considerar algo como un ser autónomo. Pero todo lo que el ser humano puede alcanzar y no tiene sus raíces en la consciencia, no es un ser independiente. Todo está enraizado en la consciencia,

solo que de diferentes maneras.

Tomemos el pensamiento, es decir, lo que nosotros, como humanos, pensamos. Al principio, estos pensa-

mientos están en nuestra consciencia, pero no solo en nuestra consciencia. Al mismo tiempo, están en la consciencia de los seres de la siguiente Jerarquía superior, los Angeloi, los Ángeles. Pues mientras podamos tener un pensamiento, todos nuestros pensamientos

son los pensamientos de los Ángeles. Los Ángeles

piensan en nuestra consciencia. Por lo tanto, pueden - 321-

ver que cuando ascendemos a la clarividencia, debemos desarrollar un sentimiento diferente para percibir

los seres de los mundos superiores, de como lo es en

el caso de la realidad ordinaria. Si pensamos como lo hacemos en la existencia física sensorial de la Tierra,

no podemos alcanzar una clarividencia superior. Uno no debe simplemente pensar, uno también tiene que ser pensado y ser consciente de ello, ese es el pensamiento. No es fácil, ya que las palabras humanas aún no han sido diseñadas para describir cuál es el sentimiento acerca de esta percepción.

Pero usemos una comparación. Hacemos todo tipo de movimientos, y si no observamos estos movimientos en nosotros mismos, sino en los ojos de otro, y vemos allí el reflejo de nuestros propios movimientos, nos decimos a nosotros mismos: al observar de esta manera sabemos que estamos haciendo esto o aquello con nuestras manos o con nuestras expresiones faciales. Uno ya tiene este sentimiento en la siguiente etapa de clarividencia. Sabemos en general que estamos pensando, pero nos vemos a nosotros mismos haciéndolo en la consciencia de los seres de la siguiente Jerarquía superior. Dejamos que los Ángeles piensen nuestros pensamientos. Debemos darnos cuenta de que no dirigimos nuestros pensamientos, sino que son los seres de la próxima Jerarquía quienes nos los están conduciendo. Debemos sentir la consciencia de los Ángeles, fluyendo y tejiendo a través de uno. Entonces uno obtiene luego información acerca del impulso continuo de la evolución, por ejemplo, sobre la verdad del impulso de Cristo y cómo continúa estando activo ahora. Los Ángeles pueden pensar este impulso; nosotros =3

los humanos también podemos pensarlo y describirlo, si dedicamos nuestros pensamientos a los Ángeles, para que ellos piensen en nosotros. Podemos lograr esto mediante la práctica continua, como describí en mi libro Cómo se alcanza el conocimiento de los Mundos Superiores'. A partir de cierto momento conectamos un sentimiento, una sensación, con las palabras: “Tu

alma ya no piensa, es un pensamiento que los Ángeles piensan”. Y cuando esto se convierte en una verdad para la experiencia humana individual, experimentamos en nosotros mismos, los pensamientos acerca de las verdades del impulso de Cristo, y también otros pensamientos sobre la sabia guía de la evolución de la Tierra. Aquellas cosas relacionadas con las épocas de la

evolución de la Tierra (la antigua época Hindú, la antigua época Persa y así sucesivamente) son pensadas

por los Arcángeles. Por medio de la práctica meditativa sostenida somos capaces no sólo de ser considerados por los Ángeles, sino ser experimentados por los Arcángeles. Ustedes deben entonces llegar al punto donde saben que están entregando su vida a la vida de los Arcángeles. En el Umbral del Mundo Espiritual, entro en esto con más detalle cuando expongo cómo se tiene la sensación, al continuar los ejercicios (hablé sobre esto en Munich, utilizando un grotesco ejemplo), como si fueran a meter la cabeza en un hormiguero y las hormigas fuesen los pensamientos en movimiento. Mientras pensamos en la vida ordinaria

que pensamos nuestros pensamientos, a través de la

práctica nos damos cuenta de que los pensamientos

108 Cómo se alcanza el conocimiento de los Mundos Superiores 1904-5. GA 10. - 323-

se piensan en nosotros, porque los Ángeles piensan en nosotros. Y continuando con la práctica se llega al sentimiento de que somos llevados hacia diversas regiones del mundo por los Arcángeles y, por lo tanto,

aprendemos acerca de esas áreas.

Para describir correctamente las antiguas culturas Hindú o Egipcia hay que entender el significado de: Tu alma ha sido traída a este o aquel tiempo por un Arcángel. Es como si nuestros fluidos corporales vitales supieran que apoyan el proceso general de la vida y son llevados a través del organismo como es llevada la sangre. Por lo tanto, el vidente sabe que él es conducido, a través del proceso de la vida del mundo,

por los Arcángeles. Sin embargo, cuando se trata de experiencias individuales del alma, sólo pueden ser investigadas si el alma da sentido a las palabras: El alma se ofrece a sí misma como alimento para los Archai (Principados), los Espíritus de la Personalidad. Lo que acabo de decir suena grotesco, pero es, sin embargo, cierto, que uno no puede investigar hechos

concretos tales como la vida de Jesús de Nazaret an-

tes que uno de sentido a las palabras: Uno es consumido como alimento espiritual y por lo tanto sirve a los Espíritus de la Personalidad. Obviamente, esto suena como una locura a las personas que viven en el mundo exterior. ¡Claro que lo hacen! Sin embargo, es tan

cierto como el trozo de pan que entra en el estómago y se convierte en nuestro alimento, y si pudiera pensar, sabría que su existencia tiene un significado y un propósito en la vida, en el sentido de que se convierte en nuestra comida. Es igual de cierto que los seres humanos tienen el propósito de servir a los Archai como alimento. Mientras caminamos aquí en la Tie- 324-

rra, somos al mismo tiempo seres que son continuamente consumidos, comidos por el Archai. Ustedes no van a negar que la gente en la vida ordinaria no sabe esto, y que lo llamarían locura si

alguien les dijera algo similar. El hombre es para los Archai lo que un grano de trigo es para ustedes como seres humanos físicos. No sólo traten de ver esto en forma

teórica, sino que tengan la vivencia, con res-

pecto a los Archai, de como un grano de trigo viviría suponiendo que fuera molido y transtormado en papilla por los dientes humanos y pasado a través de nuestra garganta y el estómago con la consciencia: soy comida humana. Por lo tanto, también sé que: soy alimento para los Archai, estoy siendo digerido por los Archai; esa es su vida, yo vivo en ellos. Para vívida-

mente saber que esto es lo que significa entrar en la consciencia de los Espíritus de la Personalidad, los

Archai. Al igual que lo que significa entrar en la consciencia de los Arcángeles cuando uno sabe: tu alma es traída a esta o aquella época por los Arcángeles; y lo que significa entrar en la consciencia de los Ángeles cuando se sabe: mis pensamientos son pensados por los Ángeles. Si se quiere entrar en los mundos superiores, las condiciones de experiencia deben ser diferentes. Es necesario ser consumido a sabiendas por los Espíritus de la Personalidad si los hechos concretos, tales como la vida de Jesús de Nazaret en la evolución hu-

mana, han de ser investigados.

Tal vez lo que he dicho servirá para demostrar que la investigación oculta es completamente diferente de la investigación en el mundo exterior. Si ustedes pueden pensar que, a través de las analogías, se proporcionan los consejos correctos, pueden imaginar- 325-

se a sí mismos como los granos de trigo triturados, como papilla, por sus dientes con el fin de tener una imagen mental, que es una analogía, de lo que significa leer en la consciencia de los Archai. Uno debe estar mentalmente elevado de la Tierra y sentirlo. Esto significa que la investigación superior no es posible sin el dolor y el sufrimiento interior. Si la investigación es tan abstracta que no nos jugamos nada, como lo es la investigación en el mundo físico, de la misma manera la investigación en los mundos superiores no puede ser alcanzada, en el caso de que sea únicamente una completa fantasía. De ahí entonces mis esfuerzos ayer en la descripción de la vida de Jesús de Nazaret que lo separan de los conceptos abstractos y descripciones. Recuerden lo que dije en un intento de señalar lo que es importante. Dije: Esta era la vida de Jesús de Nazaret, entre los doce, dieciocho, veinte y hasta los treinta años. Lo que he descrito es menos relevante que el hecho de tener una sensación vívida de lo que el alma de Jesús tuvo que pasar, para sentir el dolor de la soledad, el dolor in-

terminable de tener que estar a solas con las mentiras sobre las cuales había muchos oídos para oírlas. Yo quise señalar los sentimientos de Jesús de Nazaret:. Su enorme compasión por la humanidad, desde los doce hasta los treinta años. No describiéndoles los hechos a ustedes mismos o a otros, por lo que sabrán algo sobre el significado de la experiencia de Jesús como preparación para el Misterio del Gólgota, sino más bien concibiendo la idea (como una imagen mental), que mueva sus almas, una imagen de lo que aquel hombre, Jesús de Nazaret tuvo que sufrir antes del Misterio del Gólgota, para que el Impulso Crís- 326-

tico pudiera fluir hacia el desarrollo de la evolución terrestre.

De esta manera, se produjo una idea viva del Impulso de Cristo, en la que el sufrimiento es vuelto a despertar, por lo cual hay que describir estos hechos que están relacionados con este tipo de cosas, tratando de traer a la mente sentimientos. Ustedes pueden ver esto en cómo he tratado de caracterizar en pocas palabras lo que es la investigación Akáshica. Cuanto más capaces sean ustedes de sentir en sí mismos cómo los sentimientos se ondulan y entretejen en un ser como era Jesús de Nazaret, tanto más se profundiza en tales misterios. He hablado a menudo de lo que pasó a continua-

ción. Que, a través del Bautismo en el Jordán, des-

pués de que los tres cuerpos de Jesús de Nazaret (físico, etéreo, astral) se hubieran espiritualizado por

el Yo de Zarathustra en ellos, el Ser de Cristo entró en los mismos. Es decir, un Ser del reino del mundo espiritual descendió, su destino era vivir incorporado en un cuerpo humano durante tres años. Es importante entender lo que significa este hecho. Porque este hecho es fundamentalmente diferente de todos los demás hechos en la evolución de la Tierra. Nos acercamos a algo que en realidad, ya no es solo una cuestión humana del desarrollo de la evolución de la Tierra. Esto debe quedar claro. Podemos considerar esto desde un punto de vista

humano. Entonces decimos: Había una vez un hombre,

que, como hemos descrito, recibió el Ser de Cristo, el Impulso de Cristo. Pero también podemos considerarlo de manera diferente, a pesar de que las consideracio- 327-

nes son más bien escasas en representaciones, eso no importa. Por medio de nuestra preparación científico espiritual, seremos capaces de hacer algo con ellas. Imagínense que, están sentados en un consejo, contemplando el Misterio del Gólgota no como hom-

bres, sino en un consejo de las Jerarquías Superiores,

como Seres de las Jerarquías más altas y considerando el Misterio del Gólgota. En un sentido espiritual, este cambio de punto de vista es posible. Una comparación

podría ser así. Tenemos una montaña ante nosotros y

a medio camino subiendo hay una ciudad. Podemos ver la ciudad desde abajo, pero también puede ser observada desde la cumbre. Naturalmente, nosotros en su mayoría observamos el Misterio del Gólgota desde un punto de vista humano. Pero también podríamos subir a la esfera de las Jerarquías Superiores. ¿Cómo podríamos hablar entonces del Misterio del Gólgota? Tendríamos que decir que, cuando comenzó la evolución de la Tierra, los Seres de las Jerarquías Superiores tenían ciertas intenciones para con la humanidad. Ellos querían guiar la evolución de la Tierra de una manera determinada. Pero inicialmente Lucifer interfirió en esta guía planificada de los asuntos terrenales de la humanidad. Así que, si estamos mirando hacia abajo en la evolución de la Tierra, como un Ser de las Jerarquías Superiores, vemos que Lucifer cambió la dirección de

esta evolución de nuestra intención original.

Y decimos que, no todo lo que sucede allí pasa a través de nosotros. Lucifer está interviniendo conti-

nuamente. Debido a la intervención de Lucifer, y más

tarde de Ahriman, un elemento extraño está presente en la evolución haumana. Se podría expresar de tal manera que los seres de las Jerarquías Superiores dijeran: - 328 -

Hasta cierto punto, la esfera de la Tierra se ha perdido para nosotros. Hay fuerzas en ella que alejan la Tierra con su humanidad de nosotros. La conducción de las Jerarquías Superiores es gradual; cada una participa según sus potencias, en primer lugar, la más baja. Todas las Jerarquías participan en la evolución de la Tierra, hasta la más alta, pero estas últimas dejan ciertas tareas a sus subordinados (los Ángeles, Arcángeles y Principados). Por lo que ellos son los primeros en estar activos en el proceso evolutivo. Nos transferimos a nosotros mismos (con toda humildad, por supuesto) al Consejo de las Jerarquías Superiores, no a un consejo de hombres. Entonces podemos decir: Nuestros mensajeros, los Ángeles, Arcángeles y Archai, están allí; ellos podrían llevar a cabo nuestras órdenes muy bien si los poderes extraños no estuvieran presentes en la esfera de la Tierra. Por lo que el gran Consejo -decide algo como lo siguiente: Ya que no fuimos capaces de prevenir que Lucifer y Ahriman estarían interfiriendo en la evolución de la Tierra, nuestros subordinados, los Ángeles, Arcángeles y Archai, han perdido la capacidad, desde un cierto momento en el tiempo, de hacer por la humanidad lo que había que hacer de acuerdo con nuestras intenciones. Y.este punto en el tiempo fue cuando el Misterio del Gólgota tuvo lugar. En la medida en que este punto en el tiempo se aproximó, los Dioses de las Jerarquías Superiores tuvieron que decir: Estamos perdiendo la posibilidad de que nuestros subordinados intervengan en las almas humanas. Por el hecho de que no hemos podido disuadir a Lucifer y Ahriman, sólo hemos sido capaces de actuar a través de nuestros subordinados hasta este punto en el tiempo. De - 329-

este modo surgen fuerzas en las almas humanas que ya no pueden ser conducidas por los Ángeles, Arcángeles y Archai. Los seres humanos se están alejando de Nosotros a través de los poderes de Lucifer y Ahriman. Ese fue en realidad -si se me permite expresarlo así- el “estado de ánimo en los Cielos” a medida en que el momento en el tiempo se acercaba, el momen-

to que fue calculado para que fuera el comienzo de la nueva era. Debido a que sus subordinados ya no podían cuidar en modo suficiente a la humanidad, desde un cierto período en el tiempo, esto se convirtió en

la “angustia” de los Dioses. Ustedes no van a malinterpretar esto, pues están preparados por la Ciencia Espiritual para comprender que las expresiones tienen un sentido y un valor anímico diferentes cuando se utilizan para caracterizar los mundos superiores. Esta divina angustia creció, cada vez más palpa-

ble, cada vez más atormentadora y agonizante en los

Cielos. Entonces fue tomada la decisión de enviar el Espíritu del Sol hacia abajo, para sacrificarlo, al decidir: Él deberá elegir un sitio diferente, de ahora en adelante, que el de sentarse en el Consejo de los Dioses. Él deberá

entrar en el mundo donde viven las almas humanas. Nosotros sacrificamos a este Espíritu Solar para ellos. Hasta ahora ha vivido entre nosotros, en las esferas de las Jerarquías Superiores; ahora, va a entrar en el aura de la Tierra a través del portal de Jesús. Así es como se veía desde arriba, en el Consejo de

los Dioses, en la medida en que el Misterio del Gólgota se acercaba. Era un asunto de los Dioses que guían la Tierra, no simplemente un asunto humano. Puede

no ser entendido simplemente preguntando: - 330-

¿Qué

hay que hacer para que la humanidad no se pierda en su precipitado camino? Más bien la pregunta sería: ¿Qué debemos hacer los Dioses para crear un equilibrio con lo que ha sucedido? ¿Por qué tuvimos que permitir la entrada de Lucifer y Ahriman dentro de la evolución de la Tierra? Y uno puede crearse un sentimiento de que el Misterio del Gólgota es algo más que un mero asunto de la Tierra, que es un asunto de los Dioses, un evento del mundo de los Dioses. En verdad, fue más importante para los Dioses el que tuvieran que renunciar a Cristo para la Tierra, de lo que lo fue para la humanidad el recibir al Cristo. Y, ¿qué es básicamente, reconocer el Misterio del Gólgota además del hecho de que se puede reconocer en él el evento central de la Tierra? Que cuando uno

observa el Misterio del Gólgota, se ve como un asunto de los Dioses, que los Dioses abrieron una ventana

en el cielo, que revelaron sus asuntos a los ojos humanos por un tiempo, y que los hombres pudieron observar estos asuntos Divinos. Uno debe aprender a sentir esto observando el Misterio del Gólgota, ima-

ginando que, si uno rrada del cielo, uno lo que de otro modo de la morada de los

tuviera que pasar por la casa cepodría mirar por la ventana y ver es invisible detrás de las paredes Dioses.

La persona con sentimientos reverentes sobre la naturaleza oculta del Misterio del Gólgota es como alguien que camina en silencio alrededor de una casa que siempre está cerrada, sólo sospechando lo que está sucediendo en el interior. En un momento dado hay una ventana por la cual puede ser testigo de una pequeña parte de lo que está sucediendo en el - 331-

interior. Para los hombres el Misterio del Gólgota es como una ventana al mundo espiritual. Por lo tanto, tenemos que sentir lo que sucedió, cómo el Ser Cristo descendió dentro del cuerpo (0 más bien los tres cuerpos) de Jesús de Nazaret. Hay que absorber esta idea, cada vez con mayor profundidad, de que somos testigos de un asunto de los Dioses a través del Misterio del Gólgota. Cuando hablamos de estas cosas las palabras deben ser utilizadas de una manera diferente a como son utilizadas en la vida ordinaria. Hay que hablar de cosas tales como la “angustia' y el “temor” de los Dioses antes del punto en el tiempo que supuso el Misterio del Gólgota. Uno debe utilizar palabras acerca de los asuntos espirituales de la humanidad de una manera diferente. Es muy fácil para aquellos que están demasiado dispuestos a denigrar lo que se entiende en el sentido más sagrado (ya sea por estupidez, frivolidad, orgullo o por otras razones). Todo lo que tienen que hacer es torcer el significado de las palabras, hacia la forma en que se utilizan en la vida

exotérica. De ese modo es posible convertirlas en lo contrario de lo que se entiende, a pesar de que provienen de la necesidad de anunciar las verdades del mundo espiritual, que son tan difíciles de extraer del alma. Sus significados están invertidos, por lo tanto, haciendo que ellas suenen ridículas o malignas. Todo esto está demasiado extendido en nuestros días. Y los que deberían proteger el tesoro de las verdades espirituales sagradas, que son tan necesarias para las almas humanas precisamente en estos tiempos, no están lo suficientemente despiertos. - 332-

¡Cuán grande es la comodidad con la que nos gusta alimentar nuestro espíritu! ¡Con qué frecuencia tenemos que ver cosas lamentables! Si, cuando se habla del Espíritu, se va incluso un poco más allá del materialismo, la gente se declara satisfecha porque de esa manera no tienen que esforzarse por sí mismos, no tienen que forzar sus sensibilidades. Lo que tenemos que sentir es que, debido a que estamos tomando parte en una consideración de los más sagrados eventos de la evolución terrestre, tenemos una responsabilidad hacia los tesoros del conocimiento relacionados con el mundo espiritual. Existe una gran frivolidad en nuestros días acerca de tales cosas, y la gente tiende a tomar todo a la ligera. Ustedes lo percibirán apareciendo aquí y allá, pero sólo reconocerán su abominable naturaleza si están lo suficientemente alertas y sus corazones se encienden lo suficiente por las más sagradas verdades espirituales. Quizá entonces, ustedes puedan acceder al valor de los tesoros espirituales, evaluarlos y volverse sus buenos guardianes, pues todos nosotros estamos llamados a guardarlos juntos.

Tal vez la forma más fácil de hablar de algo tan

importante es diciendo que el Misterio del Gólgota no es simplemente un asunto humano, sino un asunto divino; y que podemos observar, a través de una ventana, este asunto de los Dioses. Pero la forma en que esto se describe será distorsionada de tal manera que dudo en siquiera mencionarlo. Tal vez llegará un momento para todos ustedes en el que tengan que reflexionar sobre la verdad que tenemos que reformular con las palabras del mundo sensible, cuando las usamos para el mundo suprasensible, y que es fácil de insinuar otro significado para ellas. - 333-

El cristianismo popular dice lo que yo acabo de indicar con las palabras: ¡El Padre sacrificó a su hijo por la humanidad! Estas palabras describen lo que es sentido por el corazón hamano en un sentido popular, aunque el verdadero significado es que: ¡El Misterio del Gólgota es un asunto de los Dioses! Y si tenemos en cuenta todo lo que he dicho, nos

podemos hacer una idea de lo que ocurrió durante el evento que llamamos el Bautismo por Juan, en el Jordán. Le siguió la tentación, que también se describe en los Evangelios. Desde el punto de vista de la Crónica del Akasha diríamos lo siguiente: Después de haber tomado Jesús de Nazaret el Ser de Cristo dentro de sí mismo, Él tenía que ir hacia

la soledad. Allí tuvo visiones clarividentes, que son

descritas con bastante precisión por las palabras de los escritores clarividentes de los Evangelios. También se podría decir que ahora el Ser de Cristo estaba realmente ligado a los tres cuerpos de Jesús. Eso significa que descendió del mundo espiritual y se vio limitado por las capacidades de los tres cuerpos. Por lo tanto, sería falso pensar que el Cristo, porque pertenecía a un mundo superior del que había descendido, podía ahora percibir de inmediato aquel mundo superior. Ese no es el caso. El que encuentre esto incomprensible debe pensar de nuevo sobre lo que significa ser clarividente. ¡Todos ustedes son clarividentes! ¡Todos! No hay nadie aquí que no sea clarividente. Entonces, ¿por qué no todos ustedes ven clarividentemente? ¡Debido a que ustedes no han desarrollado los órganos con el fin de utilizar las fuerzas que residen en todos los hombres! No es una cuestión de tener las capacidades, sino de ser capaces de utilizarlas. = 34-

El Ser de Cristo tenía todas las capacidades posibles, pero en los tres cuerpos de Jesús de Nazaret, Él sólo tenía las capacidades que se correspondían con esos tres cuerpos. Es por eso por lo que tenían que estar preparados de una manera tan complicada, ya que las capacidades de estos tres cuerpos eran, de hecho, capacidades superiores, más grandiosas que las capacidades correspondientes a todas las demás personas en la Tierra. Sin embargo, Cristo fue unido a ellas. Tal como sus capacidades clarividentes están ligadas a los órganos que ustedes tengan, solo que aún no pueden utilizarlas. Esto fue posible gracias a las capacidades que el alma de Zarathustra había dejado atrás, en los tres cuerpos de Jesús de Nazaret, los restos de las cuales ahora le sirven al Cristo para hacer frente a un ser que podría despertar todo el orgullo y la arrogancia de las que el alma humana es capaz. Cristo Jesús se enfrentó a este ser.

En ese momento, Él sintió lo que aquel ser estaba intentando, en el lenguaje de las visiones y que la Biblia describe con las palabras siguientes: “ Todos los reinos que ves ante ti -reinos del mundo espiritual- pueden ser tuyos si me reconoces como el señor de este mundo” .Si uno está lleno de orgullo y arrogancia, y lo trae dentro del mundo espiritual, uno puede poseer el reino de este mundo de Lucifer, porque la arrogancia sumerge todo lo demás, si es dejado atrás todo, excepto la arrogancia. Pero el ser humano no está preparado para ello; significaría enfrentarse a un terrible destino. Cristo Jesús fue colocado ante esta posibilidad. Entonces aparecieron dos imágenes ante su alma. La primera fue la de su experiencia en el camino hacia - 335-

el río Jordán, que describí ayer, habiendo conocido al hombre desesperado. Y una vez más la figura que había aparecido a aquel hombre desesperado en un sueño, se puso delante del alma de Jesús de Nazaret, y le dice: “Reconóceme como señor del mundo”. Pero

Él reconoció aquella figura como la que había visto a las puertas de los Esenios, ¡Lucifer! Por lo tanto, supo que ahora Lucifer estaba hablando con Él, y pudo repeler el ataque. Él derrotó a Lucifer. A continuación, dos seres llegaron para atacarlo, y tuvo la impresión de que fue más o menos lo que la Biblia describe. Ellos le dijeron: “Muestra toda tu valentía, tu fuerza, muestra lo que puedes hacer como hombre, al lanzarte a ti mismo desde las alturas y no tener miedo de resultar herido”. En tal situación, la consciencia de la fuerza y el valor deberían despertar en el alma humana, pero también pueden hacer despertar el desenfreno. Dos figuras estaban en pie delante de Él. Debido a que Jesús había tenido la percepción de que eran Lucifer y Ahriman quienes habían huido de las puertas Esenias, Él ahora tuvo la impresión de que, dentro de uno de ellos, estaba el mismo ser que en el leproso que había encontrado y que ese ser se había presentado a sí mismo como la muerte. Fue debido a estas experiencias que Él reconoció a Lucifer y Ahriman.

Por lo tanto, revivió

lo que

había

experimen-

tado en el camino hacia el Jordán. También rechazó

este ataque. Él venció a Lucifer y Ahriman. Luego tentación similar a piedras en no podía

Ahriman vino de nuevo. Un tercer tipo de se produjo. Él le dice al Cristo Jesús algo lo que la Biblia describe: “ Transforma estas pan para mostrar tu poder.” Pero ahora Jesús dar una respuesta completa a lo que exigió - 336-

Ahriman. Él fue capaz de repeler el primer ataque y el segundo, el ataque de Lucifer solo, y el de los dos juntos. Pero ahora no podía repeler el ataque de Ahriman. El hecho de que Él no pudiese rechazar totalmente el ataque de Ahriman tenía un significado para la eficacia del Impulso de Cristo en la Tierra. Debo caracterizar lo que esto significa de una forma popular, casi trivial. Transformar estas piedras en pan, para que se vuelvan alimentos para la humanidad. Las Jerarguías Superiores no serán capaces de eliminar por completo a Ahriman del campo de la evolución de la Tierra hasta la época Vulcano. No será posible a través de los esfuerzos puramente espirituales, vencer las tentaciones interiores de Ahriman, los deseos y ansias que surgen desde el interior y lo que surge como orgullo, arrogancia y soberbia. Cuando Lucifer ataca sólo a los hombres, él puede ser derrotado por la espiritualidad. También cuando Lucifer y Ahriman atacan juntos desde dentro, pueden ser derrotados por medios espirituales. Pero cuando Ahriman está solo, envuelve su eficacia en los hechos materiales de evolución de la Tierra. Eso no puede ser esquivado completamente. Ahriman, Mephisto, Mammon'”, significan lo mismo. Están inmersos en el dinero y en todo lo relacionado con el egoísmo humano. El hecho de que es necesario para la vida humana el estar mezclados con cosas materiales significa que la humanidad debe reconocer a Ahriman. Si Cristo debía ayudar a la humanidad terrena de la manera correcta, tenía que permitir que '9 Nombre utilizado en el Nuevo Testamento para describir la avaricia material. “No se puede servir a Dios y aMammón”. Mateo 6-19/21. En su origen era un dios de origen Fenicio/ Cananeo. - 337-

Ahriman actuara. Ahriman, lo material, debe estar activo hasta el final de la evolución de la Tierra. Su obrar tuvo que permanecer invicto por Cristo, no superado

por completo. El Cristo debe aceptar la lucha con Ahriman hasta el final de la evolución de la Tierra. Ahriman tuvo que quedarse. Nosotros, como seres humanos, podemos derrotar los ataques de Lucifer, y los de Lucifer y Ahriman al mismo tiempo. La lucha en el mundo externo material debe ser librada hasta el final de la evolución de la Tierra. Por lo tanto, Cristo tuvo que mantener a raya a Ahriman, para permitirle estar junto a ÉL. Por esta razón Ahriman se mantuvo activo durante los tres años que Cristo trabajó en el cuerpo de Jesús de Nazaret, y entró en el alma de Judas, y fue decisivo

en la traición a Jesús. Lo que pasó a través de Judas se relaciona con la Tentación en la “soledad”, después del Bautismo en el Jordán.

Lenta y gradualmente el Ser de Cristo se unió con los tres cuerpos de Jesús. Se necesitaron tres años. Al principio estaba conectado de manera más débil, y luego gradualmente se comprimió dentro de los tres cuerpos. Sólo cuando se acercó el momento de la muerte, estuvieron verdaderamente interpenetrados

los tres cuerpos con el Ser de Cristo. Y todo el sufrimiento y el dolor experimentado,

durante las tres

etapas de su desarrollo, se incrementó enormemente en la medida en que poco a poco Él fue capaz de sumergirse por completo en los tres cuerpos humanos. Fue un dolor continuo, pero un dolor que fue transformado en amor.

- 338-

Y entonces sucedió lo siguiente. Si tenemos en cuenta cómo el Cristo Jesús vivió durante el primero, segundo y tercer año que pasó con sus discípulos más cercanos, nos encontramos con que es diferente en cada año. En el primer año Cristo estuvo, como he dicho, sólo superficialmente unido al cuerpo de Jesús de Nazaret. Así que hay momentos en que cuando el cuerpo físico se encontraba en un lugar u otro, el Ser de Cristo estaba en otro lugar. Los otros Evangelios narran que el Señor se apareció a sus discípulos cuando su cuerpo físico estaba en otra parte, lo que significa que Cristo deambulaba por la Tierra en espíritu. Eso fue en el principio. A continuación, el Ser de Cristo se unió cada vez más al cuerpo de Jesús de Nazaret,

cuando Cristo estaba con el círculo de sus discípulos más cercanos, ellos estaban unidos tan íntimamente con Él que nunca estuvo separado de ellos. Cuanto más se acomodaba dentro de su cuerpo, más lo hacía dentro del ser interior de sus discípulos. Él viajó por la Tierra con sus discípulos. Él a veces hablaba a través de uno de ellos, luego a través de otro discípulo a través de la comunión íntima, de manera que, a medida que viajaban por la Tierra, ya no era sólo Cristo Jesús quien hablaba, sino uno cualquiera de los discípulos; Cristo hablaba a través de todos ellos. Vivió en los discípulos con tal poder, que las expresiones faciales del discípulo a través de quien el Cristo hablaba cambiaban tanto que las personas que lo escuchaban tuvieron el sentimiento de que él era el maestro. Pero el otro, sin embargo, que en realidad era el Cristo, se veía tan

modesto que parecía normal. En esta forma Él habló a través de uno y luego otro, por toda la Tierra. Ese fue el secreto de su eficacia en los últimos tres años. - 339-

A medida que -de esta manera- se trasladaba con sus discípulos, incluso más peligroso parecía ante sus enemigos; ellos se preguntaban: * ¿Cómo podemos capturarle? No podemos detener a todo el grupo. Pues nunca podemos saber cuándo capturamos a la persona que está hablando, si es el correcto o el equivocado. Si cogemos al equivocado, el correcto se nos escapa”. Ese era su mayor temor. Ellos sabían que uno hablaba y luego lo hacía otro diferente. Y el correcto era irreconocible, pues to-

maba la forma ordinaria del otro.

Había algo maravilloso en ese grupo. Por lo tanto, era necesaria una traición. La forma en que esto por lo general se describe es errónea. ¿Qué se supone que significa que Judas tuviera que besar al correcto? De acuerdo con los relatos habituales, no debería haber sido difícil atrapar a Jesús de Nazaret. Por lo que el beso no tendría sentido si alguien que sabía quién era el correcto, tenía que señalarlo a aquellos quienes podrían haberlo sabido de todos modos. Pero debido a las razones que he relatado, los enemigos no sabían quién era el indicado. Sólo

cuando

te, cuando

el gran

sufrimiento

era inminen-

ocurrió el Misterio del Gólgota, se esta-

bleció una conexión completa entre el Ser de Cristo y los cuerpos de Jesús de Nazaret. Lo que sucedió a continuación, se describe de forma muy bella en los otros Evangelios. Para el vidente que lee en la Crónica Akáshica sobre lo que pasó, es un hecho que, mientras que Cristo estaba colgado en la cruz, algo así como un eclipse de sol tuvo lugar en el área alrededor del Gólgota. No puedo decir si fue un eclipse de sol o un poderoso oscurecimiento de las nubes, pero un oscurecimiento al igual que el que se observa durante un - 340-

eclipse de sol tuvo lugar en la zona durante el evento del Misterio del Gólgota. Cuando la visión oculta observa la vida en la Tierra durante un oscurecimiento tal, todas las cosas vivientes se muestran de manera diferente que cuando no hay tal oscurecimiento. En las plantas, la conexión del cuerpo etéreo y el cuerpo físico es diferente; y también en los animales el cuerpo astral y el etéreo aparecen completamente diferentes. Durante un eclipse de sol, es diferente sobre la Tierra que cuando el sol

está simplemente ausente en la noche. Por supuesto, este no es el caso cuando, en el sentido ordinario, el cielo está cubierto con nubes; sólo sucede así cuando se produce un oscurecimiento particularmente denso. Y un oscurecimiento tal es el que tuvo lugar entonces. Como ya he dicho, todavía no puedo decir si fue un eclipse de sol, pero lo que puede ser visto es como un eclipse solar. Mientras esta transformación

de la Tierra estaba teniendo lugar, también en el sentido físico, Aquel a quien llamamos el Ser de Cristo se introdujo dentro del aura viviente de la Tierra. A

través de la muerte de Cristo Jesús la Tierra recibió el

Impulso del Cristo.

El mayor acontecimiento que se produjo en la Tierra debe ser descrito en tales sencillas y vacilantes palabras, porque es imposible incluso aproximarse a esta grandeza con palabras humanas. Cuando el cuerpo de Jesús fue bajado y colocado en una tumba, se produjo un acontecimiento natural. Un terremoto tuvo lugar, se creó un torbellino y se formó una grieta y el cuerpo de Jesús fue precipitado dentro de ella, mientras que con el viento las telas - 341 -

eran llevadas lejos del cuerpo. Es asombroso ver que la disposición de los sudarios descritos en el Evangelio de Juan, coinciden con esta visión.

Estos dos eventos: el oscurecimiento de la Tierra,

el terremoto y el poderoso torbellino, muestran en un momento de la evolución de la Tierra, cómo los even-

tos naturales coinciden con eventos espirituales. De lo contrario, este tipo de cosas sólo ocurren con los seres vivos como, por ejemplo, cuando el pensar y la decisión de la voluntad preceden a un movimiento de la mano. En la vida ordinaria nosotros sólo nos preocupamos por tales fenómenos mecánicos. Sólo en un momento muy especial coinciden un fenómeno espiritual y dos fenómenos físicos, también en otros fenómenos terrestres, pero sobre todo en éste. No creo que la consideración de estos hechos concretos, que ahora es posible describir a un pequeño número de personas como una especie de Quinto Evangelio, pueda restar valor a las grandes ideas que

hemos trabajado más teóricamente sobre el Misterio del Gólgota. Por el contrario, yo creo que, si tratamos de dejar que estos hechos concretos obren en nosotros más y más profundamente, sentiremos cómo lo que fue presentado con anterioridad en forma más teórica, abstracta, se fortalece. Nos daremos cuenta a través de estos hechos, que en este punto en el tiempo de nuestra evolución terrestre, eventos importantes se llevarán a cabo. Por medio de estos hechos concretos quizá sea posible alcanzar los correctos sentimientos y matices anímicos sobre el Misterio del Gólgota, y es este matiz de sentimiento el que deseaba presentar ante

sus almas con lo que he relatado desde el Quinto Evangelio. Quizás algunos de ustedes puedan asistir a otras conferencias sobre el Misterio del Gólgota, o que podamos continuar aquí en Colonia, con algo más de este Quinto Evangelio. Pues debemos decir que, independientemente del hecho de que la gente hoy en día muestra poca inclinación a escuchar algo acerca de los hechos de los que hemos hablado hoy,

existe una gran necesidad de que tales hechos fluyan

en la evolución humana, sobre todo ahora. Por ello,

han sido revelados, aunque es bastante difícil hablar de estas cosas. Sin embargo, a pesar de que pueda yo estar inclinado a no hablar de ellos, lo hago desde un sentido de responsabilidad interna, siempre y cuando haya personas para escucharlos. Serán necesarios en la evolución de la humanidad. Las almas que ahora lo están escuchando, seguramente los necesitarán para el trabajo espiritual que están haciendo para el futuro desarrollo humano. Ya ven ustedes, poco a poco estamos aprendiendo a través de nuestras reflexiones, lo que debería surgir en nuestras almas con el fin de ser miembros útiles de la evolución humana progresiva. Ese es el significado del desarrollo humano en la Tierra, que las almas hu-

manas sean más conscientes de sus tareas.

El Cristo ha venido. Su Impulso está obrando. Durante mucho tiempo Él sólo podía actuar en el inconsciente; entonces, Él tenía que obrar a través de lo que era comprendido hasta aquel momento. Pero va a ser cada vez más necesario para el hombre que aprenda a comprender que, el Cristo, a través del cuerpo de

Jesús de Nazaret, ha entrado en el aura de la Tierra y,

por lo tanto, en el desarrollo de la humanidad. - 343-

Decimosexta Conferencia Berlín, 6 de Enero de 1914

Todo lo que sucedió después de aquella conversación de Jesús de Nazaret con su madre debe parecernos muy importante en la contemplación de la vida de Cristo Jesús de acuerdo con lo que he llamado el “Quinto Evangelio” y de lo cual ya hablé aguí. Y quiero hablar ahora, de lo que sucedió inmediatamente después de esa conversación, ya que puede ser posible hacerlo en el círculo íntimo de un grupo de trabajo como este, es decir, de lo que le sucedió a Jesús de Nazaret en su camino hacia el Bautismo por Juan en el Jordán.

Lo que tengo que decir consiste en una serie de hechos que se revelan a los ojos de la intuición; simplemente deberían expresarse sin más explicaciones, de

modo que corresponde a cada uno de ustedes formar sus propios pensamientos sobre ellos.

Hemos visto que después de la vida de Jesús de Nazaret, desde su duodécimo hasta aproximada-

mente su vigésimo noveno o

trigésimo año, tuvo lu-

gar una conversación entre él y su madre, que era, en realidad, su madre adoptiva y madre biológica del Jesús salomónico. En esta conversación, los efectos de las experiencias por las que había pasado se vertieron con tanta intensidad en las palabras pronunciadas por Jesús de Nazaret que, junto con sus palabras, un

inmenso poder fluyó hacia el alma de la madre adop- M5 .

tiva, una fuerza de tal poder que el alma de la madre

que había llevado el cuerpo del Jesús Natánico, pudo descender del mundo espiritual (porque desde el duodécimo año del Jesús Natánico, el alma de su madre había estado en el mundo espiritual), y penetrar

espiritualmente en el alma de la madre adoptiva. A partir de entonces, esta llevaba en su interior el alma de la madre del Jesús Natánico. Lo que había sucedido en el mismo Jesús era que, junto con sus palabras, el yo de Zarathustra había desaparecido, por así de-

cirlo. El ser que ahora se dirigía al Bautismo en el Jordán, era el Jesús Natánico, como había estado hasta

su duodécimo año, es decir, sin el yo de Zarathustra, pero los efectos que dejó este yo, todavía estaban presentes, los efectos de todo lo que el yo de Zarathustra había podido verter en la triple envoltura corporal. Así podemos entender que Jesús de Nazaret fue impulsado a dirigirse al Bautismo en el Jordán por un impulso cósmico indefinido, es decir, en él fue un impulso indefinido, pero en el Cosmos fue definitivo y deliberado. También es obvio que este ser no era como un ser humano ordinario, porque el Yo de Zarathustra había salido de él y solo quedaban los efectos. El “Quinto Evangelio” revela que cuando este ser,

Jesús de Nazaret, se dirigió al Jordán, se encontró, en primer lugar, con dos Esenios. Eran dos Esenios con los que había conversado a menudo, en las ocasiones que ya expliqué. Pero como el Yo de Zarathustra ha-

bía salido de él, para los ojos físicos, la fisonomía ex-

terna, que se había desarrollado bajo la influencia del yo de Zarathustra, su aspecto físico no había cambiado. Los dos Esenios se dirigieron a él con las palabras: - 346-

- ¿A dónde vas, Jesús de Nazaret?

Y Jesús de Nazaret contestó lo siguiente: - ¡Voy a donde las almas de tu especie no están dispuestas a mirar, donde el dolor de la humanidad puede sentir los rayos de la Luz olvidada!” Los dos Esenios no entendieron sus palabras, y percibieron que él no les había reconocido. Entonces uno le dijo: -Jesús de Nazaret, ¿no nos conoces? Y les contestó:

-Sois como corderos descarriados, pero yo era el hijo del pastor de quien os perdisteis. Cuando realmente me reconozcáis, os desviaréis una vez más. ¡Hace tanto tiempo que huiste1s de mí al mundo! Los Esenios estaban muy perplejos porque no entendían cómo tales palabras podían ser pronunciadas por un alma humana, y lo miraron interrogantes. Él habló de nuevo. -* ¿Qué clase de almas so1s? ¿Dónde está vuestro mundo? ¿Por qué os envuelven envolturas de engaño? ¿Por qué arde en vuestro interior un fuego que no se encendió en la casa de Mi Padre? Tenéis la-marca del tentador en vosotros. Con su fuego ha hecho brillar y relucir vuestra lana. El pelo de esta lana pincha mis ojos, ¡vosotros so1s corderos errantes! El tentador ha llenado vuestras almas de orgullo. Lo conociste1s en vuestra huida. Cuando pronunció esto, uno de los Esenios respondió: - ¿No hemos mostrado la puerta al tentador? ¡Ya no forma parte de nosotros! - 347-

Y Jesús de Nazaret dijo: -Es cierto que le mostrasteis la puerta, pero corrió y se

acercó a los otros hombres. Por lo tanto, os mira y sonríe

desde las almas de otras personas. ¿Creéis entonces que podéis exaltaros degradando a los demás? No os exaltáis cuando se humilla a los demás; pensáis como enaltecidos,

pero esto es sólo porque los otros han sido humillados. Permanecéis como estáis, y esa es la única razón por la que os sentís por encima de de los demás que os perciben a vosotros como grandes. Los Esenios

estaban aterrorizados,

pero en este

momento Jesús de Nazaret desapareció ante sus ojos. Ya no podían verlo. Y solo después de que sus ojos se apagaran por un momento, sintieron la necesidad de mirar a lo lejos. Y vieron en la distancia una especie de ilusión, un espejismo, pero ampliado en gigantescas proporciones: el rostro del que acababa de estar delante de ellos. Y después de esta visión, escucharon unas palabras que llegaban desde el espejismo, penetrando terriblemente en sus almas. -Vano es vuestro esfuerzo, porque vuestro corazón está vacío. Vuestro corazón está lleno sólo del espíritu que oculta el orgullo bajo el manto de la humildad. Y cuando se habían quedado allí durante un tiempo, estupefactos por ese rostro y esas palabras, la visión desapareció. Miraron alrededor. Pero Jesús de Nazaret ya no estaba ante ellos, también se había alejado por el camino. Los dos Esenios se fueron a casa y no hablaron con nadie de lo que habían experimentado, guardando silencio al respecto toda su vida.

- 348-

Como he dicho antes, simplemente narraré los hechos tal como se presentan en el Registro Akáshico y cada uno de ustedes debe pensar en ellos como quieran. Esto es importante en este momento, porque es posible que este Quinto Evangelio se revele con mayor detalle a medida que pasa el tiempo y su interpretación en esta etapa bien podría ser un factor perturbador. Cuando Jesús de Nazaret había ido un poco más lejos en su camino hacia el Jordán, se encontró con un hombre en cuya alma había una profunda desesperación. Y Jesús de Nazaret le dijo: -¿Adónde te ha guiado tu alma? Hace eones te vi; entonces tú eras diferente. Y el hombre desesperado dijo: -Yo era de alto nivel; he ascendido a altas posiciones en la vida; he ocupado cargos de rango distinguido. Y a menudo me decía a mí mismo que mi aprendizaje y logros me habían convertido en un ser humano excepcional. Estaba feliz y disfruté de esa felicidad. Entonces, una vez, cuando estaba dormido, tuve un sueño y en el sueño era como si me hiciera una pregunta. Yo supe de inmediato que en el sueño me estaba contemplando, porque la pregunta era mía ¿Quién me ha hecho grande? Y un ser estaba delante de mí en los sueños diciendo: ¡Yo te he elevado, y a cambio de esto eres mío! Y me avergonzaba, porque había creído que todo me había llegado por mis propios méritos y talentos. ¡Y ahora este ser decía que era él quien me había elevado a una alta posición! Eso me avergonzaba. Otro ser vino hacia mí y dijo que no tenía mérito mi exaltación. Enton- 349-

ces, en el sueño, tuve que huir de la vergienza; dejé atrás todos mis oficios y honores y ahora deambulo buscando algo, pero sin saber lo que busco. Mientras hablaba el hombre desesperado, el ser que había visto en el sueño se puso de nuevo delante de él, entre él y Jesús de Nazaret. Y llegó el sentimiento al hombre desesperado de que este ser tenía algo que ver con Lucifer. Y mientras el ser permanecía de-

lante de él, Jesús de Nazaret desapareció y luego el

ser también desapareció; y el hombre vio que Jesús de Nazaret ya se había marchado. Y el también prosiguió su camino. Mientras Jesús de Nazaret continuaba su trayecto,

se encontró con un leproso, y Él le dijo:

- ¿A qué te ha guiado tu alma? Eones hace que te vi,

entonces tú eras diferente.

El leproso respondió: - Los hombres me han expulsado a causa de mi enfermedad; nadie se acerca ya a mí y yo no sabía cómo atender las necesidades de mi vida; ni siquiera puedo implorar mi pan. Luego vagué por ahí, y en mis andanzas llegué una noche a un bosque. Allí vi un árbol brillante, luminoso que me atrajo hacia él. Y cuando me acerqué, fue como si un esqueleto viniera de la luz brillante del árbol. Se paró delante de mí y dijo: ¡Yo soy tu! Me alimento de ti. ¡No temas! ¿Por qué tienes miedo? ¿No me amaste una vez? - ¡Sin embargo, yo sabía que nunca se lo había dicho! Y como él dijo de nuevo: ¿No me amaste una

vez?, su naturaleza se convirtió en la de un hermoso

Arcángel. Luego desapareció y caí en un sueño pro- 350-

fundo. Y cuando me desperté por la mañana me encontré junto al árbol y mi lepra aumentó y empeoró.

Y cuando dijo esto, lo que había visto en el árbol se

interpuso entre él y Jesús de Nazaret y se transformó en un ser que conocía: Ahriman o un ser de naturaleza ahrimánica estaba frente a él. Mientras todavía lo miraba, el ser desapareció, y Jesús de Nazaret tam-

bién, y el leproso siguió su itinerario.

Después de estas tres experiencias, Jesús de Naza-

ret fue al Jordán para el bautismo. Y aquí también, re-

pito, que el Bautismo en el Jordán fue seguido por un acontecimiento que también se describe en los otros Evangelios, a saber, la tentación en “la soledad”. Pero

en esta tentación Cristo Jesús se enfrentó no únicamente con un solo ser, la tentación tomó su curso en tres etapas.

En primer lugar, Cristo Jesús se enfrentó a un ser que ahora no le era desconocido porque lo había visto cuando el hombre desesperado había venido a él; por lo tanto, podía reconocerlo como

Lucifer. Y

luego, a través de Lucifer, vino la tentación que se expresa en las palabras: “ Todos estos reinos y su gloria te daré si me reconoces como tu Señor”. El ataque de Lucifer fue rechazado, pero ahora vinieron dos ataques más. Lucifer volvió, pero con él vino el ser que se había interpuesto entre Jesús de Nazaret y el leproso, y a quien por lo tanto ahora reconoció como Ahriman. Y luego vino la tentación que en los Evangelios está vestida con las palabras: “Arrójate, nada te puede pasar si eres el hijo de Dios”. Pero Lucifer y Ahriman juntos paralizaron uno el poder del otro y su ataque fracasó. - 351-

Sólo la tercera tentación no fue rechazada completamente en ese momento: “ Convierte las piedras en pan”. Esta tentación vino de Ahriman solo. Y el hecho de que Ahriman no fuera completamente derrotado,

hizo que las cosas tomaran el rumbo tal y como lo hicieron. Debido a la tentación sin respuesta, Ahriman fue capaz de trabajar a través de Judas, y todos los acontecimientos posteriores se hicieron posibles en la forma en la que los escucharemos seguidamente. Como pueden ver, mis queridos amigos, una “Intuición Akáshica” aquí arroja luz sobre un momento que tiene una importancia infinita en todo el desarrollo de la vida de Cristo Jesús y en la evolución de la Tierra. Era como si la conexión de la evolución de la Tierra con las fuerzas Luciféricas y Ahrimánicas se reflejara en los acontecimientos entre la conversación con su madre adoptiva y el Bautismo por Juan en el Jordán. El que era el Jesús Natánico, que durante dieciocho años había llevado el yo de Zarathustra dentro de él, se preparó, por estos acontecimientos descritos, para recibir el Ser Crístico.

Y esto nos lleva hasta el punto en que es de vital importancia tener concepciones correctas y verdaderas, si queremos comprender la evolución de la humanidad. Es por eso que he tratado de reunir varios resultados de la investigación oculta, que pueden hacer que nuestra evolución humana en la Tierra sea comprensible. Quizá también sea posible hablar aquí sobre asuntos que fueron objeto del curso de conferencias en Leipzig, donde traté de indicar la conexión entre el evento de Cristo y el evento de Parsifal. Hoy solo quiero dar algunas pistas sobre esto en relación - 352-

con los hechos del Quinto Evangelio, que me gusta-

ría discutir en nuestra próxima reunión.

Quiero mostrarles cómo todo el significado y el curso de la evolución de la humanidad se expresan a través de múltiples eventos, si solo se entienden a la luz correcta. No quiero entrar en lo que discutí en Leipzig sobre la conexión entre la historia de Parsifal con el desarrollo del Impulso de Cristo, sino hablar de algo que subyace en todo lo que se dijo allí. Comenzaré preguntando: ¿Cómo llega la figura de Parsifal a nosotros? Parsifal fue alguien que, algunos siglos después del Misterio del Gólgota, estaba destinado a representar una etapa importante del desarrollo posterior del Impulso de Cristo en un alma. Conocemos la historia de Parsifal; era hijo de un caballero

aventurero; su madre era Herzeloide. El caballero se

marchó antes del nacimiento de Parsifal. Su madre sufrió un profundo dolor y pena antes de que él naciera. Ella deseaba proteger a su hijo de las vanidosas cualidades de la caballería y lo criaba aislado, protegiéndolo de las consecuencias de sus relaciones sexuales. No debía saber nada de lo que sucedía entre otros seres humanos. También nos dicen que no quería que supiese nada de lo que el mundo externo llama religión. De su madre solo escuchó que hay un Dios, un Dios detrás de todas las cosas, un Dios a quien debe servir... pero no sabía nada más. Pero una reunión con dos caballeros hizo que abandonara a su madre, para que descubriera cuál era su impulso interno. Y después de mucho vagabundear, fue conducido al Castillo del Santo Grial. Chretien de Troyes"' describe lo mejor 110 Chretien de Troyes (1130-1191). Escribe, entre otros, Perceval o el cuento del Grial, y El Caballero del León. - 353-

que experimentó allí, una fuente a la que también recurrió Wolfram von Eschenbach"!'. Nos dicen que un día Parsifal llegó a una zona boscosa al borde del mar, donde dos hombres estaban pescando. Y cuando les preguntó, lo dirigieron al Castillo del Rey Pescador. Entró en el castillo y allí encontró a un hombre débil y enfermo, acostado en su cama. El enfermo le dio una espada, era la espada

que pertenecía a la madre de Parsifal. Luego entró un paje que llevaba una lanza de la que goteaba sangre por las manos del escudero; luego vino una doncella, llevando una copa dorada de la que irradiaba una luz más brillante que todas las luces de la habitación. Esta copa fue llevada a la sala contigua donde yacía el padre del Rey Pescador, que se nutría de lo que contenía esta copa. Todo esto le había parecido maravilloso a Parsifal, que había sido previamente aconsejado por un caballero de abstenerse de hacer muchas preguntas. En ese momento, por lo tanto, no

hizo preguntas, pero decidió que debía preguntar a la mañana

siguiente sobre estas cosas extrañas. Cuan-

do se despertó a la mañana siguiente, sin embargo, el castillo estaba vacío. Llamó, pero no vino nadie. Pensaba que los caballeros habían ido a cazar y quería seguirlos. En el patio se encontraba su caballo listo ensillado y cuando hubo montado y galopado, el puente levadizo fue levantado inmediatamente tras él. No había señales de nadie de los que había encontrado en el castillo el día anterior. Como sabemos, el punto de importancia destacada es que Parsifal no hizo preguntas, aunque se le 1! Wolfram von Eschenbach (1170 -1220). Poeta épico alemán autor de la obra Parzival. - 354-

habían revelado cosas milagrosas. Y a medida que la historia continúa, escuchamos una y otra vez de aquellas personas que se encuentran con Parsifal y que están conectadas con su misión, que debería haber preguntado, que sus problemas fueron en cierta medida debido a esto. Se le dice que al no preguntar ha provocado un desastre. Y ahora piensen en Parsifal. Se había mantenido alejado de la civilización y cultura externas; es conducido

al Santo

Grial con su alma

virgen intacta,

no influenciada por el mundo terrenal... A menudo he señalado que lo que se había producido por la influencia del Impulso de Cristo fue un acto que la humanidad no había sido capaz de comprender de inmediato. Tenemos por un lado lo que se había trabajado continuamente a través del hecho de que Cristo fluyó hacia el Aura de la Tierra, y por otro, todo

lo que los hombres habían argumentado o conjeturado con respecto a los diversos dogmas y enseñanzas. Cristo estaba trabajando en los cimientos ocultos del alma humana, en las profundidades ocultas de la evolución histórica, no en la conciencia superficial de los hombres o en las disputas de la teología. Ahora se acerca un momento importante en el tiempo de Par-

sifal, cuando el impulso de Cristo debía alcanzar una etapa más; por lo tanto, no había aprendido nada de las enseñanzas de los gnósticos, los padres apostólicos o los diversos movimientos teológicos. Parsifal no debía saber nada de cómo los caballeros y sus virtudes se ponen al servicio de Cristo; su conexión con

el Impulso de Cristo debía ser puramente en la vida del alma, en su subconsciencia, donde los estándares de la vida contemporánea no desempeñaban ningún - 355-

papel. Su conexión con el Impulso de Cristo se habría visto afectada y nublada por el conocimiento de las doctrinas hechas por el hombre. Solo las influencias suprasensibles en el flujo del Impulso de Cristo funcionarían en Parsifal. La doctrina externa pertenece al mundo material, pero Cristo trabaja en lo suprasensible y fue esta influencia suprasensible la que se expresó en Parsifal. Debe preguntar solo en ese lugar donde la esencia viva del Impulso de Cristo lo confronta, es decir, en el Santo Grial. Debería haber pre-

guntado qué podría revelar el Santo Grial, qué significa realmente el Evento de Cristo. ¡Debería haberlo preguntado! Marquen esta palabra mis queridos amigos. Había otro, el discípulo de Sais'"”, a quien no se le permitió preguntar. El discípulo de Sais estaba condenado ya que se sentía obligado a preguntar por qué no era lícito para él preguntar, pues deseaba que se revelara la imagen de lsis. ¡El discípulo de Sais representa el Parsifal de la época anterior al Misterio del Gólgota! Pero en ese tiempo se le dijo al discípulo: “ Cuidado con que lo que hay detrás del velo no se divulgue hasta que tu alma esté preparada y lista”. El discípulo de Sais después del Misterio del Gólgota, está representado en la figura de Parsifal. Él no iba a ser sometido a ninguna preparación especial; iba a ser conducido al Santo Grial como un alma virginal. Y perdió la oportunidad vital, porque descuidó hacer lo que el discípulo de Sais tenía prohibido hacer. (Parsifal debía haber preguntado qué contiene el Santo Grial, qué significa realmente el Suceso Crístico). Así cambian los tiempos en la marcha de la evolución. 112 Se refiere a la obra inacabada de Novalis “El discípulo de Sais”. - 356 -

Para empezar, sólo podemos pensar en estas cosas en un sentido más abstracto ¿Cuál era el Misterio de Isis. Imaginamos la imagen del misterio de la conexión entre Isis y el Niño Horus, el Hijo de Isis y Osiris. Un profundo, muy profundo misterio se encuentra aquí. El discípulo de Sais no estaba maduro para la revelación del misterio. Cuando Parsifal se alejó de la montaña del Grial, después de haber descuidado preguntar sobre las maravillas del Santo Grial, una de sus primeras experiencias fue que conoció a una mujer, una novia, llorando por su novio, que acaba de morir, y que sostiene en su regazo, (una verdadera imagen esta, de María llorando por su Hijo) que fue el motivo de tantos cuadros sobre “ Pietás”. Esta es la primera indicación de lo que Parsifal habría experimentado si se hubiera preguntado acerca de las maravillas del Santo Grial. El conocimiento le habría llegado a través de la conexión entre Isis y Horus, entre la Madre y el Hijo del Hombre. Parsifal debería haber preguntado. ¡Esto apunta directamente al progreso que había tenido lugar en la evolución de la humanidad! Lo que no era lícito antes del Misterio del Gólgota, lo era ahora,

después del Misterio del Gólgota, tan lícito como necesario. Mientras tanto la evolución de la humanidad había progresado. Como dije, hablaremos más de todas estas cosas, que solo tienen el valor apropiado para nosotros si las hacemos fructíferas, como verdaderos discípulos de Sais, y es que, de acuerdo con la naturaleza de los tiempos y lo que nos puede fluir del mistero de Parsifal, debemos formular el tipo correcto de preguntas,

porque aquí radica el secreto del avance. Desde el Mis- 357-

terio del Gólgota ha habido dos corrientes principales en la evolución: una que lleva dentro el Impulso de Cristo y la otra que es, por así decirlo, la continuación del proceso de decadencia y conduce al materialismo de la era actual. En nuestra era, con mucho, la mayor parte de la cultura externa está impregnada de materialismo. Y todo lo que la Ciencia Espiritual puede decirnos sobre el Impulso de Cristo nos hace darnos cuenta de cuán profundamente las almas de los hombres necesitan el impulso interno de la espiritualidad,

para contrarrestar el materialismo cada vez mayor de la vida externa. Con este fin, todos debemos aprender a preguntar. Pero la corriente del materialismo aleja a los hombres del cuestionamiento. Comparemos las dos corrientes. Hay personas que

realmente se aferran al materialismo, incluso cuando

afirman su creencia en este o aquel dogma espiritual, o profesan reconocer la existencia de un mundo espiritual en palabras y teorías. Las simples palabras no tienen importancia. Lo que importa es que vivamos con toda nuestra alma en la corriente de la vida espiritual. Se puede decir de aquellos que se aferran al materialismo, que no se lo cuestionan, ¡porque afirman saberlo todo! Es característico de la cultura materialista que incluso los jóvenes e inmaduros piensan que lo saben todo y, por lo tanto, no discuten nada. Piensan que dar una opinión a cada paso es una cuestión de libertad personal. Pero no suelen darse cuenta de a lo que equivalen estas opiniones. Crecemos en el mundo, absorbiendo más y más sin notarlo. Según nuestro karma, encontramos una cosa más agradable, otra menos; alcanzamos, digamos, la respetable

edad de veinticinco años y nos sentimos absoluta- 358 -

mente maduros y seguros -a nuestro juicio- porque creemos que proviene de nuestra propia alma. Pero tal juicio no contiene absolutamente nada más que nuestras experiencias en el mundo externo. Y en el sentido de que nos sentimos obligados a hacer valer nuestro propio juicio en el mundo exterior, nos volvemos más servilmente dependientes en nuestra vida interior. Juzgamos, pero no preguntamos. Aprendemos a preguntar correctamente solo cuando adquirimos ese sentido interno de proporción que mantiene el respeto y la reverencia por las cosas que son sagradas en la vida, cuando entramos en los dominios sagrados de la vida en una actitud de espera, sin afir-

mar nuestro propio juicio. Es necesario cierto respeto ante las cosas que son sagradas. Debemos preguntarle al mundo espiritual, al cual traemos, no nuestros propios juicios, sino nuestros cuestionamientos y un estado de ánimo del alma que pregunta. Traten, mis queridos amigos, de comprender la diferencia entre enfrentar el mundo espiritual en una actitud de “juzgar” y en una actitud de “interrogar”. Hay una diferencia radical entre las dos actitudes. Además,

hay

algo relacionado con esto a lo que debemos prestar especial atención en nuestro movimiento, ya que este movimiento

no prosperará a menos

que compren-

damos la diferencia entre preguntar y juzgar. Naturalmente, también debemos juzgar, pero frente a los misterios de la vida espiritual debemos desarrollar la actitud de preguntar, de expectación. El progreso de nuestro movimiento se verá favorecido por esta actitud de interrogación o se verá obstaculizado por la actitud contraria. Y cuando en momentos solemnes reflexionamos sobre la historia de quien debería ha-

ber preguntado sobre el Misterio del Santo Grial, la - 359-

figura de Parsifal se convierte en la personificación de un ideal para nuestro Movimiento Antroposófico. Las almas humanas antes del Misterio del Gólgota, poseían la vieja clarividencia heredada que había

sido llevada de encarnación en encarnación, pero se

estaba desvaneciendo gradualmente. Esta clarividencia desvanecida estaba ligada a aquello de lo que también dependen nuestra visión externa y otras actividades sensoriales. Cuando los seres humanos que vivieron antes de la época del Misterio del Gólgota estaban creciendo, cuando eran solo unos niños, aprendieron no sólo a caminar y hablar, sino que también

aprendieron clarividencia. La clarividencia surgió de la naturaleza y la organización del hombre, así como el habla surge de la organización del cerebro y la laringe. Los seres humanos en aquellos tiempos no se estancaron en aprender a hablar, también aprendieron la clarividencia. La vieja clarividencia, por lo tan-

to, estaba ligada con el organismo humano como lo

estaba en el mundo físico. La clarividencia en alguien que era libertino, estaba contaminada por sus características particulares; la clarividencia en un hombre puro, llevaba la marca de su pureza. La consecuencia de este hecho fue que, un cierto misterio, el misterio de la conexión entre el mundo espiritual y el mundo físico, tal como existía antes del descenso de Cristo, podría no ser revelado a un ser humano ordinario, sin preparación. Su constitución humana debía haber madurado primero. No era lícito, para el discípulo de Sais, contemplar la imagen del alma de lsis.

En la cuarta época post Atlante, cuando tuvo lugar el misterio del Gólgota, la vieja clarividencia casi se había desvanecido. La nueva constitución del = U

alma humana era tal que, el alma debía permanecer aislada del mundo espiritual, si no se preguntaba sobre el mundo espiritual, si carecía del impulso contenido en la pregunta. Las fuerzas dañinas que en la antigiedad se acercaban a cualquier alma humana que deseara penetrar en estos misterios sin la debida preparación, ahora no pueden acercarse cuando un hombre pregunta de la manera correcta sobre el Misterio del Santo Grial. Porque en este Misterio está oculto el poder que desde el Misterio del Gólgota fluyó hacia el aura de la Tierra, pero que antes no estaba allí. Sin embargo, permanece desconectado de quien no pregunta. Debe haber una necesidad real de desplegar lo que está contenido en el alma. Antes del Misterio del Gólgota, este impulso no estaba presente, porque el Cristo aún no había pasado al aura de la Tierra. Antes del Misterio del Gólgota, simplemente mirando la imagen de lsis y esforzándose por comprender el Misterio, con los poderes de clarividencia que aún existían, un ser humano habría vertido todas sus fuerzas en tal acto y, por lo tanto, habría reconocido el Misterio. En la era posterior al Misterio del Gólgota, un alma que aprenda a preguntar de la manera correcta podrá percibir y sentir el nuevo Misterio de lsis. Por lo tanto, mis queridos amigos, todo depende de preguntar, de la actitud correcta hacia la concepción espiritual del mundo que se da a conocer en nuestro tiempo. Quien viene simplemente con la intención de juzgar, puede leer todos los libros y los cursos de conferencias que quiera, pero no ganará nada, porque carece de la actitud de Parsifal. Si un hombre llega como alguien que realmente pregunta, se le revelará mucho más de lo que contienen las simples palabras, ya que las palabras darán fruto en - 361 -

su alma como experiencia real. Y esto, sobre todo, es importante: que las enseñanzas espirituales se con-

viertan en una experiencia real.

Estas cosas se nos recuerdan por acontecimientos tales como los ocurridos entre la época de la conversación de Jesús de Nazaret con la madre y el bautis-

mo por Juan en el Jordán. Tales cosas tendrán signi-

ficado para nosotros solo cuando preguntemos qué es lo que distingue el tiempo anterior al Misterio del Gólgota de la época que lo siguió. Es mejor permitir que estas cosas trabajen en el alma; todo lo que nos puedan decir está realmente contenido en la historia. No necesitamos leer mucho sobre eso. En este punto de nuestro estudio del “Quinto Evangelio” sólo quería indicar lo importante que es en esta época entender la actitud de Parsifal. Fue presentado por Richard Wagner, quien trató de encarnarlo de forma musical y dramática. No quiero involucrarme en la gran disputa que se está llevando a cabo al respecto en el mundo exterior, porque la Ciencia Espiritual no está para mezclarse en tal conflicto. No quiero interferir en la disputa entre los que desean preservar el “Parsifal” de Wagner, inicialmente el documento más importante para el mundo actual, en Bayreuth"* y aquellos que quieren entregarlo al reino de Klingsor"**, lo cual, de hecho, ya está ocurriendo. Mi objetivo es mostrar que, en el flujo de continuación del Impulso de Cristo, la actitud de 15 Ciudad alemana donde vivió Richard Wagner. 14 Es un caballero de la Orden del rey Amtortas, (de la ópera Parsifal, del compositor Richard Wagner), de la que fue expulsado por no poder controlar su líbido, y acabo convirtiéndose en mago negro. - 362-

Parsifal debe entrar en juego en dominios que están más allá del alcance del poder del juicio que pertenece a la conciencia ordinaria del hombre, pero a la que esta conciencia puede dirigirse cada vez más por medio de una concepción espiritual del mundo.

- 363-

Decimoséptima Conterencia Berlín, 13 de enero de 1914

Me parece que nuestros estudios de lo que me he permitido llamar el “Quinto Evangelio”, nos habrán ayudado a formar una concepción más cercana de lo que tantas veces se ha dicho con respecto a la evolución de la humanidad en la Tierra y la influencia del Misterio del Gólgota sobre esta evolución. Desde muchos ángulos también hemos tratado de dilucidar lo que aconteció en el bautismo de Juan en el Jordán, cuando el Cristo se une a Jesús de Nazaret, y esto nos ha traído el significado vital del Misterio del Gólgota en la evolución de la humanidad. Pero después de haber escuchado la historia de la juventud de Jesús de Nazaret, tal como se revela a la investigación espiritual-científica, podemos ser capaces de imaginar cómo Jesús de Nazaret se dirige a Juan el Bautista

cuando el Cristo va a descender en él.

Con el conocimiento recogido de estos estudios detallados del Quinto Evangelio, ahora intentaremos entrar más profundamente en todo lo que está conectado con el Misterio del Gólgota. Hoy pensaremos, principalmente, en la figura de Juan el Bautista y en ciertos aspectos de su misión. Para comprender la relación de Juan el Bautista y Cristo Jesús (también hay indicios de esto en el Evangelio de Juan) será necesario pensar en el carácter de la vida espiritual de la - 365-

que había salido Juan el Bautista. Es, por supuesto, el mundo de la antigua cultura hebrea. Y ahora consideremos una vez más todas las características esenciales de esta cultura. Que tenía, como sabemos, una

misión especial en la evolución de la humanidad.

Recordamos que la evolución de la Tierra ha pro-

cedido

de las evoluciones

de Saturno, Sol y Luna

y que, durante esta evolución de la Tierra, el yo se agrega a esos principios del ser del hombre: cuerpo físico, cuerpo etéreo, cuerpo astral, que vienen de las etapas anteriores. El yo, sin embargo, no puede desarrollarse como un principio activo de una vez. De hecho, el propósito de toda la evolución de la Tierra es permitir que el yo se desarrolle de tal manera que el hombre pueda encontrar su lugar en la corriente de la eternidad. Al darnos cuenta de esto, debemos considerar a la Tierra como el teatro en el Cosmos que se le asigna al hombre para el desarrollo del yo. La antigua cultura hebrea veneraba a Yahveh o Jehová, el Ser de las Jerarquías Superiores bajo cuya influencia se había establecido. La historia bíblica de la Creación -intenté mostrar las situaciones clave en un curso de conferencias sobre el Génesis"> en Munich en 1910-,

muestra muy claramente que siete Elohim

se organizaron y llegaron a un desarrollo especial en

uno de ellos. A modo

de comparación, muchos

de-

cimos que, así como todo el organismo humano se desarrolla en su máxima expresión en la cabeza, también lo están los siete Elohim representados en uno de ellos, en Yahveh o Jehová, que se convierte en el 115 Rudolf Steiner, Génesis, Secretos de la Historia Bíblica de la Creación. GA122.

= 366=

Ser líder en la evolución de la Tierra. La cultura hebrea antigua reconoció esto y adoró a Jehová, al ver en él al Ser de las Jerarquías Superiores con quien el hombre debe relacionarse para desarrollar el yo. La cultura hebrea antigua representaba una etapa definida en el proceso del desarrollo del yo en la humanidad y se sentía que la influencia de Jehová era tal que, al establecer una relación con él, el yo podría despertarse gradualmente. Esto está conectado con lo que ya dije en las conferencias en Leipzig."* ¿Cuál es la naturaleza del ser Yahvé o Jehová? Debemos concebirlo como un Ser que está íntimamente conectado con la evolución de la Tierra. Es el Señor,

el regente de la Tierra, 0, mejor dicho, es el Ser al que la antigiedad hebrea considera el Señor, el regente

de la Tierra. Toda la antigua cultura hebrea mira a

Jehová como el Dios de la Tierra, concibe que este regente divino Espiritual está entrelazado con la Tierra y que los hombres que aspiran a ser conscientes de su conexión con el Universo, como seres de la Tierra, deben aferrarse a Jehová, el Dios de la Tierra. Justo

al comienzo del Génesis se nos muestra que Jehová había hecho al hombre de la Tierra y se expresa por el mismo nombre dado al hombre original, “ Adán”, es decir, el “ser que fue creado de la Tierra”. Y mientras que las aspiraciones de los sistemas religiosos vecinos se dirigían a lo que no derivaba de la Tierra, sino que buscaban en los mundos superiores a los dioses que adoraban, los antiguos hebreos buscaron y adoraron a su Dios en el reino de la Tierra y sus elementos.

11 Conferencias en Leipzig. Cristo y el mundo espiritual. GA149 - 367 -

Ciertos pueblos de la antigiiedad miraban hacia el cielo estrellado, las estrellas y su curso. Tienen lo que se llama una religión “astral”. Otros pueblos observaron las fuerzas que se manifestaban en truenos y relámpagos y preguntaron: ¿Cómo se expresan aquí

los Seres Divino Espirituales? Las religiones de los pueblos alrededor de los antiguos hebreos tomaron sus símbolos de fenómenos relacionados con las estrellas o la atmósfera más allá de la Tierra; buscaron

en estas esferas las señales que indicaban la conexión del hombre con la realidad sobrenatural. Hoy sin embargo, prestamos muy poca atención al hecho de que la antigiiedad hebrea se veía a sí misma completamente conectada a la Tierra, con lo que viene dentro

de ella; en un fenómeno producido por las fuerzas de

la Tierra.

Si en ciertos distritos volcánicos de lItalia se enciende un trozo de papel, las nubes de humo salen inmediatamente del suelo. Debemos concebir la columna de fuego que los judíos seguían como un fenómeno producido por las fuerzas del interior de la Tierra. Del mismo modo, la columna de agua o neblina debe considerarse originada en el desierto, no en la atmósfera superior. También debemos buscar el origen del Diluvio en las fuerzas que surgen en y a través de la Tierra. Las señales de Yahvé o Jehová estaban aso-

ciadas con los eventos de la tierra. El Diluvio fue el resultado de causas telúricas, no cósmicas. Esto fue en el fondo, la protesta de los antiguos hebreos contra los pueblos vecinos, porque el Dios de la antigiiedad hebrea era el Dios de la Tierra. Los antiguos hebreos sentían que todo lo que venía de arriba, de fuera de

la Tierra, no pertenecía realmente a la misión de la - 368-

evolución de ésta; se resumió en todo lo que hizo la “serpiente” en la tierra, concibieron que había sido preservado en la evolución de la Tierra por el Ser que había permanecido en una etapa atrasada durante el período de la antigua Luna, a saber, Lucifer. En las otras religiones, los hombres sentían: Debemos apartar la mirada de la Tierra, ponerla en el Cosmos; debemos venerar y adorar lo que tiene su origen en las fuerzas del Cosmos. Pero los antiguos hebreos decían: ¡Adoramos al único Dios verdadero y el único Dios verdadero está conectado con la Tierra! Se toma muy poca nota de esto porque en la actualidad la gente supone que una palabra como “ Dios” siempre debe implicar lo mismo. Porque, después de casi dos mil años de desarrollo bajo la influencia del Impulso de Cristo, la humanidad

ahora mira hacia arriba y con

razón una vez más, se cree que los antiguos hebreos

también miraron hacia arriba. ¡Al contrario! Los anti-

guos hebreos sentían que lo que venía de arriba cuyo símbolo era la Serpiente del Paraíso, había perturbado la misión que Yahvé tenía para la tierra.

Pero los judíos absorbieron mucho de los pueblos vecinos. Esto también es comprensible. De todas las religiones de la Antigiiedad, la suya era la más sutil. Ellos creían -y esto es muy increíble para la mente moderna- que Jehová es un Dios de la Tierra, que tra-

baja en las fuerzas de la Luna que están conectadas

con la Tierra y que por lo tanto también es un Dios de la Luna, como se describe en el libro la Ciencia Oculta. Parece increíble hoy en día que los hombres puedan haber mirado hacia el centro de la Tierra cuando hablaron de su Dios, pero de hecho fue así. Sin embargo, el impulso de mirar hacia arriba no estaba com- 369-

pletamente ausente de los judíos, sobre todo cuando vieron a los pueblos vecinos adorar lo que venía de arriba. Pero la gran diferencia entre aquellos que tenían conocimiento de la doctrina secreta judía y los que no lo tenían, era esto. El primero sabía que era una tentación ser obediente a leyes distintas de las leyes de las fuerzas que trabajan desde la Tierra hasta la Esfera de la Luna. (Ciertos elementos que salen a la luz de nuevo hoy en día en nuestras propias enseñanzas científico-espirituales estaban presentes en la antigua sabiduría hebrea). Pero a medida que se acercaba el tiempo del Misterio del Gólgota, la cultura hebrea se alejaba cada vez más de su dirección original y buscaba a los dioses hacia arriba. Entonces vino tro de sí mismo, debían seguir en Sintió que era su

alguien que sintió la misión, dende señalar el camino que los judíos realidad. Este era Juan el Bautista. misión llevar de nuevo a casa a los

judíos, donde estaba su verdadera fuerza. Y al per-

cibir en lo que se había convertido la religión de los judíos, pronunció las palabras significativas: “¡Os llamáis hijos de Abraham! Si fuerais hijos de Abraham sabríais que vuestro Dios Jehová, que es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, es un Dios de la Tierra, como lo demuestra el hecho de que formó al primer hombre de la Tierra. Pero vosotros ya no sois hijos de Abraham; os habéis permitido desviaros debido a lo que otros pueblos creen; habéis sido desviados por aquellos que miran hacia arriba, por lo que pertenece a la serpiente. Sois de la generación de la serpiente. ¡Raza de víboras!” (Biblia de Jerusalén Mateo 3:1-17)

- 370-

Estas palabras de Juan el Bautista tienen un profundo significado. ¡Si sólo las personas de hoy en día fueran un poco más sinceras y admitiesen que realmente no entienden lo que leen! ¿Qué se entiende hoy en día con la expresión “generación de víboras”? ¡Que Juan estaba “regañando” a la gente que le rodeaba y cometía excesos! Pero si se desea hacer un profundo llamamiento a las almas humanas,

este insulto no esconde ningún propósito particular. Tampoco se puede decir que las palabras de Juan el Bautista dieran rienda suelta a la ira divina dentro de él, porque otros también pueden maldecir. Eso no importa. Pero en estas palabras, que muchos sienten que no es más que un insulto, se encuentra el significado real con el que Juan quería llamar la atención de los que le rodeaban. El significado real es que Juan el Bautista, se esforzaba por traer de nuevo a los judíos: Ya no entendéis vuestra verdadera misión; ya no invocáis a las fuerzas de la Tierra, sino a las fuerzas de la Serpiente, a lo que os ha sido dado a conocer como la Serpiente. Y ahora tratemos de entender la actitud de Juan

el Bautista. ¿No había tenido sus razones para hablar de esta manera a los que se le acercaron en el Jordán?

Esto no se deriva del Quinto Evangelio, ya que, al hablar del contenido del Quinto Evangelio, aún no he-

mos llegado a la figura de Juan el Bautista, estoy hablando ahora de otras fuentes. Tenía sus razones para hablar como lo hizo con los que acudieron a él en el Jordán, porque observó que habían adoptado ciertas costumbres de los paganos; los mismos nombres que le dieron a estas costumbres eran aborrecibles para él. En la región donde Juan el Bautista predicaba, prevalecían ciertas enseñanzas antiguas, que pueden ser - 371-

explicadas de la siguiente manera. Al comienzo de la evolución de la humanidad, el hombre y los animales superiores fueron dotados por Yahvé del poder de respirar aire, pero como consecuencia de la acción de Lucifer, este aire fue contaminado. Sólo los animales

que no respiraron aire permanecieron incontaminados, a saber, los peces. Muchas personas fueron a las

aguas del Jordán, (de hecho, sucede hasta el día de hoy), en cierta estación del año y sacudieron sus ro-

pas para que sus pecados pudieran ser arrojados a los peces y cargados por ellos. Juan el Bautista había sido testigo de tales costumbres que habían sido adoptadas de los pueblos paganos y esto estaba en su mente cuando gritó: * Has comprendido más de la Serpiente que de Jehová; por lo tanto, os llamáis ilegalmente hijos de aquel vuestro antepasado espiritual, hijos de Abraham. Os digo que el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, podría volver a su misión original y crear a partir de estas piedras, es decir, de la Tierra, una raza de hombres que lo entendieran mejor.”

Pensemos en palabras de la Biblia como: “Dios es capaz de crear de estas piedras hijos de Abraham”. En el lenguaje de aquellos días, muchas palabras tenían más de un significado y se usaban con el propósito deliberado de indicar un significado más profundo. Pero realmente no podemos entender estas cosas, mis queridos amigos, a menos que conectemos lo que se ha dicho aquí con la misión de Pablo. He hablado muchas veces de la misión de Pablo. ¿Por qué Pablo, que no había permitido que sus experiencias en Jerusalén lo convencieran del significado del Misterio del Gólgota; por qué el evento de Damasco lo convenció de la verdad de la Resurrección de Cristo? Aquí debemos considerar la forma de pre- 372-

paración de Pablo y sus antecedentes. Educado como estaba en la sabiduría de los profetas judíos, sabía que hasta cierto punto la evolución de la humanidad implicaba la adhesión al Dios de la Tierra; pero también

sabía que debía llegar un momento en que el “arriba”, lo que entra en la Tierra desde los mundos supraterrenales, volvería a asumir importancia. Es de suma importancia darse cuenta de que antes de que Cristo entrara en el aura de la Tierra a través del Misterio del Gólgota, habitaba en regiones suprasensibles del Cosmos. Los detalles se explican en el ciclo que recientemente celebré en Leipzig.'” Podemos estudiar las religiones cuya adoración se dirigió a los Poderes de los mundos supraterrenales y descubrir cómo trabajó Cristo en esas esferas antes de pasar al aura de la Tierra a través del cuerpo de Jesús de Nazaret. Pablo sabía que esto llegaría, pero antes del evento en Damasco no había percibido la presencia real de Cristo en el aura de la Tierra. Sin embargo, estaba preparado para esto. Nos dice"$: “No quiero jactarme de ello, pero voy a referirme a las visiones y revelaciones del Señor. Conozco a un hombre que vive en Cristo, arrebatado hasta el tercer cielo desde hace más de 14 años. Fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras impronunciables, que ningún hombre puede decir.” Pablo, por supuesto, se está refi-

riendo a sí mismo.

¿Qué dice realmente en este pasaje? Nada más que eso, 14 años antes (cronológicamente, esto sería apro-

ximadamente 6 años antes del Misterio del Gólgota),

ya podía mirar clarividentemente a los mundos espi117 Se refiere al GA149, Cristo y el mundo espiritual. Ver nota n? 2. 118 Ver Corintios II., Cap. 12, versos 1-5.

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rituales. Él dice que hay en él un hombre que puede mirar a los mundos espirituales; se jacta de este hombre, no de sí mismo. Pablo se da cuenta ahora de que anteriormente había visto a Cristo mientras todavía estaba en el mundo espiritual. El evento en Damasco le había revelado que Cristo ahora había pasado al aura de la Tierra y vivía en ella. Esa es la gran verdad acerca de la cual muchos de los que vivieron en los primeros siglos del cristianismo pronunciaron palabras tan extrañas. Dijeron: “Cristo es el verdadero Lucifer”. Ellos entendieron que, en tiempos anteriores, era correcto adherirse a la Serpiente; desde que

llegó el Misterio del Gólgota, quien es el conquistador de la Serpiente, ahora es el Señor de la Tierra.

Ahora todas estas cosas son parte del proceso evolutivo de la humanidad. ¿Cuál es el significado detrás de la protesta de la antigua cultura hebrea contra la religión “astral”, contra las religiones que ven nubes, rayos, truenos como símbolos? El significado es que el alma humana debe prepararse tanto para sentir el “yo”, de tal manera que la revelación del Espíritu ya no se reciba a través de la escritura en las estrellas, ni

a través de las fuerzas que se manifiestan en rayos y truenos, sino a través del Espíritu mismo. En épocas anteriores, cuando los hombres se esforzaban por

mirar hacia arriba al Cristo, solo podían hacerlo mi-

rando, como Zarathustra había contemplado, lo que podría llamarse la envoltura física de Cristo, el “ Ahura Mazda”, el Sol físico y sus fuerzas. Ahí moraba el Cristo. Pero ahora el Cristo se había alejado del reino de las fuerzas físicas del Sol, había pasado al aura espiritual de la Tierra. Después de que los que adoraban a Jehová habían preparado el camino, Cristo - 374-

pudo impregnar el aura de la Tierra. En este sentido

y solo en este sentido, deben entenderse las palabras de Juan el Bautista.

Y luego se preparó el Misterio del Gólgota. ¿Cómo se preparó -ahora presentaré las cosas de una manera más abstracta, pero podremos entrar en asuntos más concretos más tarde- de modo que Cristo Jesús y Juan el Bautista se encontraran cara a cara? Teniendo presente lo que acabo de decir, entenderemos este encuentro entre Cristo Jesús y Juan el Bautista. Cristo

está delante de alguien que sabe lo que significa adorar al Espíritu de la Tierra. Los judíos, y otros también, porque había otros como los judíos, que inspirados por los Misterios estaban dotados de facultades que les permitían adorar al Espíritu de la Tierra de la manera correcta. ¿De dónde se derivaron estas facultades? ¡Antes del Misterio del Gólgota estas facultades estaban atadas a la herencia física en el hombre! Lo que voy a decir será, por supuesto, considerado absolutamente absurdo por la ciencia moderna, pero puede ser del tipo de locura que puede ser sabiduría ante Dios. Antes del Misterio del Gólgota las facultades de

conocimiento -como se les llama- dependían, en cier-

ta manera, de las condiciones de herencia. Y el progreso de la evolución humana está constituido por el hecho de que el conocimiento intelectual se independizó del factor de la herencia. Por lo tanto, en cier-

tos Misterios, era un principio verdadero y correcto permitir que un oficio pasara de padre a hijo. Pero a medida

que la evolución avanza, el conocimiento se

convierte en un asunto puramente del alma. El núcleo más íntimo del alma humana se convierte en un - 375-

asunto del alma misma, ya no depende de los factores externos de la herencia. ¿Por qué medios se hizo posible que el hombre mantuviera intacto el núcleo más íntimo de su ser? Vamos a darnos cuenta de lo que se quiere explicar, diciendo que el hombre ya no puede, en el sentido real, heredar sus facultades de sus antepasados. Ciertamente muchas personas piensan que heredan las facultades y talentos de sus antepasados, pero no es así en realidad. Goethe fue uno, entre innumerables personas, cuyo genio no fue transmitido a sus descendientes. Pero si el hombre no hubiera derivado el poder espiritual de otra fuente, ¿cuál habría sido el resultado inevitable? ¡Sus facultades de conocimiento habrían quedado huérfanas! La posición del ser humano en la Tierra habría sido tal que cada uno, de acuerdo con su karma, se habría

visto obligado a esperar lo que la Tierra otorga por las impresiones que esta da a sus sentidos. Pero esto podría haber sido de valor esencial o duradero para él y en tales circunstancias se habría alegrado de escapar de la Tierra. Las enseñanzas de Buda lo enfatizan muy claramente porque alejan al hombre del reino de la percepción de los sentidos y de toda conexión con la Tierra. Cristo, en Jesús de Nazaret, podría decir concer-

niente a Sí mismo, lo siguiente: En el Bautismo de Juan algo vino del mundo suprasensible que puede ser un poder acelerador en el “yo” que ahora ha sido dejado a sus propios recursos y, en lo sucesivo, el alma humana contendrá dentro de él fuerzas que no son meramente heredadas. Cualquier conocimiento que antes estaba disponible para el hombre, llegó a él a través de la herencia, fue transmitido de gene- 376-

ración en generación por herencia física. Y el último hombre que desplegó facultades superiores por herencia es Juan el Bautista, “el más grande de los nacidos de mujer”. Esto mismo dijo de él el propio Cristo. Esto es una indicación de cómo los tiempos antiguos deben distinguirse desde ahora. En tiempos antiguos el hombre hablaba verdaderamente cuando decía: “Si busco el poder que debería vivir en mi alma y llevarme a las alturas, debo recordar a Abraham, Isaac y Jacob, porque las facultades a través de las cuales se alcanzan las alturas de la existencia humana vinieron a mí por la línea de la herencia de estos antepasados. Pero ahora estas facultades deben derivarse de regiones más allá de la Tierra. Ya no es solo mirar a la Tierra y encontrar en Cristo, al Dios de la Tierra, sino además ser consciente de la venida del Cristo en el alma”. Es a esto a lo que Cristo señala cuando habla de Juan el Bautista como “el más grande de los nacidos de la mujer”, es decir que llevan dentro de sí mismos esas habilidades que pueden ser alcanzadas directamente a través de la herencia física. Aquí, mis queridos amigos, tenemos la respues-

ta a una pregunta de suma importancia para nues-

tra época. En el momento en que la Tercera Época post-Atlante comenzó a resurgir en la vida de nuestra Quinta Época post-Atlante, la conciencia de los hombres comenzó a volverse de nuevo a lo que puede ser revelado al ser humano terrenal como realidad supraterrenal. Los hombres no podían, sin embargo, experimentar esta religión “astral” renacida como los antiguos egipcios o caldeos la habían experimentado. En esta edad posterior llegó a ellos en la forma en que fue experimentado por personas bien calificadas para explicarlo. » 7-

En 1607 se pronunciaron las palabras, que me gustaría compartir de nuevo aquí, donde alguien dijo lo siguiente: “En toda la creación hay una maravillosa

armonía, tanto sensorial, como sobrenatural, tanto en las

idens como en las cosas, en el remo de la naturaleza y la gracia. Esta armonía tiene lugar tanto en las cosas mismas como en sus relaciones entre sí. La más alta armonía es Dios, y Él ha impreso en todas las almas una armonía interior, como su imagen. Los números, las cifras, las estrellas,

la naturaleza en general armonizan con ciertos misterios de la religión cristiana. Así como hay tres cosas en reposo en el universo: el sol, las estrellas fijas y las intermedias, y todo lo demás es móvil, así hay en un único Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu. La esfera también representa a la Trinidad - el Padre es el centro, el Hijo la superficie, el Espíritu la igualdad de la distancia del centro a la superficie, el radio - y también otros misterios. Sin espíritus y almas no habría armonía en todas partes. En las almas humanas hay predisposiciones armoniosas de naturaleza infinitamente diversa. Toda la tierra está amimada, y esto es lo que provoca la gran armonía tanto en la Tierra, como entre la Tierra y las estrellas. Esta alma trabaja a través de todo el cuerpo terrestre, pero tiene su asiento en una cierta parte

de ella, así como el alma humana tiene su asiento en el corazón; y desde allí, como desde un foco o una fuente, sus efectos salen al océano y a la atmósfera de la Tierra. De ahí la simpatía entre la Tierra y las estrellas, de ahí los efectos de la naturaleza regular. Que la Tierra tiene realmente un alma que se muestra más claramente al observar el clima y los aspectos a través de los cuales se produce cada vez. Bajo ciertos aspectos y constelaciones, el aire siempre se vuelve inguieto; si no hay ninguno, o pocos, o los que pasan rápidamente, permanece en calma”.

- 378-

“Estos y otros innumerables cambios y fenómenos que ocurren en y sobre la Tierra son tan regulares y medidos que no pueden ser atribuidos a ninguna causa ciega, y puesto que los planetas mismos no saben nada de los ángulos que sus rayos forman en la tierra, la tierra debe tener un alma”. A su manera dice entonces: “La Tierra es un animal. Uno percibirá en ella todo lo que es análogo a las partes del cuerpo del animal. Las plantas y los árboles son su pelo, los metales son sus venas, el agua de mar es su bebida. La Tierra tiene un poder de formación, una especie de imaginación, movimiento, ciertas enfermedades, y el flujo y reflujo son la respiración de los animales. El alma de la Tierra parece ser una especie de llama, de ahí el calor subterráneo y por lo tanto no hay reproducción sin calor. Una cierta imagen del zodíaco y todo el firmamento ha sido impreso en el alma de la Tierra por Dios.” “Este es el vínculo de lo celestial y lo terrenal, la causa de la simpatía entre el cielo y la Tierra: los arguetipos de todos sus movimientos y acciones los implantó en ella Dios el Creador”. “El alma está en el centro de la Tierra, enviando formas o impresiones de sí misma en todas las direcciones y de esta manera siente todos los cambios armónicos y objetos excepto a ella. Así como es con el alma de la Tierra, así es con el alma del hombre. Todas las ideas y pruebas matemáticas, por ejemplo, el alma las genera de sí misma, de lo contrario no podría tener este alto grado de certeza y seguridad. “Los planetas y sus aspectos tienen una influencia en las fuerzas del alma del hombre. Despiertan emociones y pasiones de todo tipo y, por lo tanto, a menudo las acciones y eventos más terribles. Influyen en la concepción del naci- 379-

miento y por lo tanto en el temperamento y el carácter del hombre, y una gran parte de la astrología se basa en esto. Probablemente no sólo la luz y el calor se extienden desde el sol a todo el universo, sino que también es el centro y asiento de la mente pura y la fuente de la armonía en todo el universo y todos los planetas están animados”. Así que fue con este espíritu que se abrió camino

hacia nosotros en el siglo XVII - estas palabras, como dije, se remontan a 1607 - cuando nació la visión as-

cendente. Pero ya se puede ver en estas palabras: el enfoque

es plenamente

cristiano. Sin embargo,

fue

un espíritu profundo el que pronunció estas palabras que acabo de leer, en las que la conexión del alma humana con lo que divinamente ondea y teje a través del mundo tuvo un profundo efecto. Así, del mismo espíritu del que acabamos de oír, al hablar del “alma de la Tierra”, son las siguientes hermosas palabras:

¡El himno de Dios Creador del mundo, tú poder eterno! A través de todos los espacios, resuena tu gloria; hace eco a través del cielo y la tierra. Incluso el niño resuena con la voz, anunciando que el blasfemo ha callado, según tu infinita alabanza. Gran artista del mundo, miro con asombro las obras de tus manos, construidas según las formas artificiales, y en medio el sol, dador de luz y vida, que según la ley restringe la tierra y dirige “En diferentes recorridos, veo los problemas de la Luna y las estrellas dispersas en los vastos pasillos... - ¡Gobernante del mundo! ¡Poder eterno! A través de todos los mundos tu inmenso esplendor en alas de luz se balancea.

- 380-

Himno a Dios ¡Creador del mundo, poder eterno! A través de la totalidad del espacio Resuena tu alabanza; suena a través del cielo y la Tierra El mismo balbuceo infantil repite la voz; proclama Que el blasfemo guardará silencio y tu alabanza se oirá por siempre. Gran artista creando el mundo, me maravillo ante el trabajo De tus manos, basado en ingeniosas formas, Y en el centro del sol, dador de luz y vida, Refrenando a la Tierra y guiándola según la sagrada ley Para tomar su curso diverso. Veo a la luna laboriosa Y a las estrellas dispersas en las inconmensurables vastedades espaciales ¡Señor del Mundo! ¡Poder Eterno! A través de todos los mundos Tu inconmensurable gloria aletea sobre piñones de luz.

Vemos aún más profundamente en su alma cuando leemos las palabras: Si ahora puedes contemplar imágenes en el espejo Que una vez estuvieron destinadas a conocer

Su verdadera esencia, ¿por qué entonces, ojo, te niegas a

tomar

'

La realidad, mucho más valiosa, y no la mera gloria exterior? Si el conocimiento fragmentario resulta ser tal deleite Para ti, ¡cuán dichoso resultará ver el todo!

Atrévete, oh alma, a dejar ir lo menor Para obtener rápidamente lo eternamente grandioso

- 381-

Si la vida aquí Y la muerte es ¿Por qué, alma Y renacer para

significa morir cada día, el manantial de la vida, humana, te tomas tu tiempo para morir, saludar a la luz?''”

Kepler difunde estos y otros pensamientos similares en su libro'”. Así, en el siglo XVII

encontramos

de nuevo

evi-

dencia de que el alma está mirando hacia arriba, pero

ahora la experiencia está impregnada del impulso de Cristo. Estas palabras fueron escritas por un hombre profundamente espiritual. ¿Por quién fueron escritos? Por aquel que fue el fundador de toda la astronomía moderna, sin la cual nuestra astronomía actual no podría haber existido, a saber, Johannes Kepler. ¿Hay un solo monista que no cante las alabanzas de Kepler? Se debe llamar la atención de aquellos que profesan ser monistas, hacia las palabras que se acaban de citar, porque gran parte de lo que se dice sobre Kepler es... bueno, algo a lo que prefiero no darle nombre.

Estas palabras de Kepler son una indicación de

la nueva tendencia, la nueva forma de mirar hacia

arriba a los cielos, de esa lectura del guión estelar al que aspiramos en la Ciencia Espiritual. Así, se "9 Página escrita por Kepler en el álbum autógrafo de Jacob Roller, que había sido un compañero de estudios en Tibingen, cuando este último estaba a punto de aceptar una plaza de profesor en Graz. Escrito en la primavera de 159%4, el original se encontró entre los papeles del difunto profesor Moriz Carriére en Munich. Citado por Rudolf Steiner de la obra arriba mencionada de L. Ginther. 10 Ver: “Kepler und die Theologie”. Ludwig Ginther (1905).

responde a la pregunta indicada al comienzo de la conferencia, a saber: ¿Cómo podemos acercar-

nos a Cristo? ¿Cómo podemos entenderlo? ¿Cómo

podemos hacer que nuestra vida nos haga sentirnos dignos de recibirlo? Al aprender a hablar con el mismo ardor y la misma profundidad de sentimiento que lo hizo un hebreo antiguo, cuando dijo: “Admiro a Abraham, el Padre primigentio cuando hablo del fundamento de lo que es valioso en mí”, pero hoy en día, con la misma profundidad de sentimiento,

debemos mirar hacia arriba hacia el Ser que nos vivifica espiritualmente, ¡al Cristo! Cuando atribuimos nuestras facultades y dones, todo lo que nos hace verdaderamente hombres, no a ningún poder terrenal, sino al Cristo, ¡entonces entramos en una

relación viva con Él! Así como un judío en tiempos antiguos hablaba de ser llevado por la muerte al seno de Abraham, también expresamos verdaderamente la naturaleza de la época después del Misterio del Gólgota cuando al antiguo “Ex Deo nascimur”, añadimos el “In Cristo morimur”.

Por lo tanto, cuando comprendemos el Misterio

del Gólgota podemos entrar en una relación viva con Cristo, al igual que en la antigiiedad hebrea los hombres sintieron su relación viva con el Dios

que era el Dios de Abraham, lsaac y Jacob. Esta re-

lación se expresó en la creencia declarada: Vuelvo a Abraham, el Padre primigenio. En aquellos que viven según el Misterio del Gólgota, deben expresar en conciencia: “In Cristo morimur”.

- 383-

Decimoctava Conferencia Berlín, 10 de febrero de 1914 La información revelada por el “Quinto Evangelio” arroja nueva luz sobre los eventos que fueron necesarios, en todo el Cosmos, para que ocurriera el Misterio del Gólgota. La Ciencia Espiritual concibe el Misterio del Gólgota como una especie de culminación provisional de otros acontecimientos con los que está conectado en el orden de los hechos mundiales. Hemos oído que los dos niños Jesús nacieron en preparación para el Misterio del Gólgota. Uno de ellos era el niño Jesús Salomónico,

que llevaba en

su interior el Yo de Zarathustra. Cuando tenía doce años, el Yo de Zarathustra pasó al cuerpo del niño Jesús, que había descendido de la línea de Nathan, de la Casa de David. Entonces, a partir de la fuente del Quinto Evangelio, fue posible dar detalles de la vida de Jesús de Nazaret. Sus tres envolturas corporales eran las del niño Jesús Natánico y el Yo de Zarathustra estuvo presente en estas tres envolturas hasta que Jesús de Nazaret llegó a su trigésimo año. También habéis oído hablar de la conversación que luego tuvo lugar con su madre y de cómo, al verter su propio Yo en las palabras, el Yo de Zarathustra se apartó de las envolturas corporales. Luego, en el Bautismo de

Juan, en el Jordán, el Cristo descendió a las tres en-

volturas corporales de Jesús de Nazaret:.

- 385-

Esta concepción del Ser de Cristo Jesús nos da una impresión infinitamente más profunda y grande de lo que es posible para aquellos que sólo se basan en las fuentes del conocimiento existente hasta ahora y en la información contenida en los Evangelios. El suceso que, junto con la “Crucifixión” y la “Resurrección”, llamamos el Misterio del Gólgota, siguió a otros tres sucesos como una especie de culminación.

Uno de estos otros sucesos había tenido lugar en tiempos Lemurianos muy antiguos; el segundo en el período temprano de la época Atlante, y el tercero hacia el final de esta época. Estos tres primeros sucesos, sin embargo, ocurrieron en los mundos espirituales, no en el plano físico. Por lo tanto, tenemos que volver los ojos hacia cuatro sucesos, de los cuales el último -el Misterio del Gólgota mismo- tuvo lugar en el plano físico. Los otros tres fueron sucesos en el mundo espiritual, y lo fueron en preparación para el cuarto. Les he dicho que el carácter único del Ser que conocemos como el Jesús Natánico, se revela en que inmediatamente después de su nacimiento pronunció ciertas palabras, aunque en un lenguaje ininteligible para todos, excepto su madre, que en su corazón y sentimiento fue capaz de discernir lo que las palabras implicaban. Hay que darse cuenta de que el niño Jesús Natánico no era un ser humano ordinario;

a diferencia del niño Jesús Salomónico que llevaba en su interior el Yo de Zarathustra y, como otros seres humanos, había pasado por muchas vidas terrenales, el niño Jesús Natánico no tenía encarnaciones terre-

nales detrás de él, toda su existencia anterior la había pasado en los Mundos Espirituales.'*' 11 Era la primera encarnación del Anima Cándida, - 386-

Ya he insinuado esto en ocasiones anteriores diciendo que, de lo que ha pasado como almas humanas a las encarnaciones humanas desde el período Lemúrico, algo se ha conservado en los mundos espirituales que no ha sido llevado a la encarnación humana, pero que sólo fue conducida a una realización humana

cuando nació como

el niño Jesús Na-

tánico. Lo que quedó atrás entonces, que no puede ser llamado un ser humano en el sentido ordinario de la palabra -porque un ser humano es lo que va de encarnación en encarnación en la Tierra- tuvo su destino en los mundos espirituales. Y sólo los iniciados en los antiguos Misterios, que eran capaces de ver en los mundos espirituales, sabían que este Ser -que eventualmente nacería como el Jesús Natánico y se convertiría en el portador de Cristo- había estado conectado con ciertos sucesos anteriores en el mun-

do espiritual. Para comprender la naturaleza de estos acontecimientos debemos recordar lo siguiente.

La mayoría de ustedes recordarán que en las conferencias sobre Antroposofía impartidas aquí hace algunos años'*, hablé de los sentidos humanos. Enfaticé entonces que en realidad los cinco sentidos gene-

ralmente enumerados, forman solo una parte de los

sentidos totales, y que en esencia, el ser humano tiene doce sentidos. Hoy no entraremos en esto con mayor detalle, sino que hablaremos de otra cosa, a saber, que

los sentidos del hombre -los sentidos en el cuerpo físico- habrían sufrido un destino que presagiaba un mal para la naturaleza humana, si el primer suceso del Cristo no hubiera tenido lugar en los mundos es1? Berlín. 16 conferencias en 1911/1912. GA61. Historia del hombre a la luz de la investigación espiritual. - 387-

pirituales durante la época de la antigua Lemuria, en preparación para el misterio del Gólgota. En la época Lemúrica, los fundamentos de los sentidos estaban realmente presentes en la estructura corporal del hombre. Pero también sabemos que en esta misma época los poderes luciféricos comenzaron a operar en la evolución humana e influyeron en todo el organismo del hombre. Si en la época Lemúrica no hubiera sucedido nada más que el descenso del hombre a las encarnaciones terrenales y el inicio de la influencia luciférica, los sentidos no se habrían convertido en los órganos que son hoy en día. Habrían sido hipersensibles, demasiado sensibles. Deberíamos haber dado la vuelta al mundo con sentidos “no moderados”. El color rojo, por ejemplo, habría afectado el ojo con tanta fuerza como para causar sufrimiento real; otras impresiones también habrían causado dolor a los sentidos. Por ejemplo: el ojo habría sentido como si estuviera siendo atraído, absorbido por el color azul. Y habría sido lo mismo en todos los demás sentidos. El ser humano se habría visto obligado a recorrer el mundo con sentidos demasiado susceptibles al dolor o a sensaciones de placer excesivo y, por lo tanto, poco saludables. La actividad sensorial habría sido más fuerte e intensa que sana; los sentidos se habrían visto afectados por cada impresión proveniente del mundo exterior. Este habría sido el resultado de la influencia luciférica y fue evitado para la humanidad, no por nada que sucediera en el mundo físico, sino por el primero de los tres sucesos que tuvieron lugar en preparación para el Misterio del Gólgota. En la época Lemúrica, el mismo Ser del Cristo, que más - 388-

tarde, en el Bautismo en el Jordán, bajó al cuerpo de

Jesús Natánico, estaba unido en ese momento con un

ser que todavía vivía en el mundo espiritual, el ser nacido posteriormente como “niño Jesús Natánico”. Si decimos del evento en Palestina que el Ser Crístico se unió entonces con un cuerpo, de este primer evento debemos decir que, en el mundo espiritual, durante la época Lemúrica, Él “engendró” un Ser que en un momento posterior descendió a la Tierra como el niño Jesús Natánico. Así, en los mundos espirituales había un Ser de alma y espíritu tales que, a través de esta unión con el alma del posterior Jesús de Nazaret y a través de todas las consecuencias de este hecho, evitó la calamidad que habría sobrevenido a los sentidos humanos. Era como si este Ser irradiara Su Luz de los mundos espirituales sobre la humanidad para que los sentidos pudieran ser salvados del sufrimiento causante de la excesiva sensibilidad. El primer suceso en preparación para el misterio del Gólgota fue para el bienestar y la salvación de los sentidos. El hecho de que podamos recorrer el mundo con los sentidos funcionando como lo hacen ahora, se debe a este primer suceso de Cristo. Un segundo suceso tuvo lugar hacia el comienzo de la época Atlante. El mismo ser -el Jesús Natánico-

fue nuevamente “enaltecido” por el Ser Crístico, con

el resultado de ser evitado otro mal de la naturaleza humana. Aunque el primer acontecimiento del Cristo había llevado la salvación a los sentidos, la influencia Luciférica y, más tarde, las influencias Ahrimánicas, habían afectado tanto a los siete órganos vitales del hombre, que, si el segundo suceso no hubiera tenido lugar, la vida haumana en el mundo no podría haber - 389-

sido como ahora; el hombre habría vacilado entre el deseo salvaje y desmesurado, (dentro de ciertos límites esto es lo que llamamos “simpatía” y “antipatía”), y el disgusto absoluto por lo que disfruta a través de sus órganos de vida, por sus medios de nutrición. En las conferencias sobre Antroposofía, también hablé de estos siete órganos de vida. En el cuerpo físico son órganos vesiculares, pero lo que subyace en ellos es en realidad una cierta formación del cuerpo etéreo. Además, para todo lo que encontró su camino a sus órganos de respiración, el hombre también habría sentido un deseo desmesurado o un rechazo profundo. Por lo tanto, los siete órganos de la vida también se habrían vuelto demasiado activos como resultado de la influencia de Lucifer y Ahriman. El segundo acontecimiento de Cristo tuvo lugar, de nuevo, en los mundos suprasensibles. Y este suceso trajo “moderación” a los Órganos de vida, les permitió funcionar con cierta moderación. Así como nuestros sentidos nunca habrían sido capaces de enfrentar el mundo “en sabiduría”, si el primer suceso de Cristo no hubiera tenido lugar en la época Lemúrica, así nuestros órganos de vida nunca podrían haber funcionado con templanza y moderación si el segundo suceso del Cristo no hubiera ocurrido en el comienzo de la época Atlante. Pero el hombre se enfrentó a otro mal. Este tercer mal amenazó al cuerpo astral, en relación con el pen-

samiento, el sentimiento y la voluntad y sus respectivos campos de actividad. Una cierta armonía se mantiene hoy en día entre el pensamiento, sentimiento y voluntad del hombre, y cuando esta armonía es alterada, la vida saludable del alma se perturba. Cuando pensamiento, sentimiento y voluntad no interactúan - 390-

de la manera correcta, un hombre cae en condiciones de hipocondría extrema, melancolía o estado de locura. Como resultado de la influencia Luciférica y Ahrimánica, por lo tanto, el pensamiento, el sentimiento y el deseo de los hombres habrían caído en un desorden total, si hacia el final de la época Atlante, el tercer suceso del Cristo no hubiera tenido lugar. Una vez más el Ser del Cristo se unió con el alma del Jesús Na-

tánico en los mundos suprasensibles, trayendo orden y armonía a los poderes del alma del pensar, sentir y querer. Todos estos tres sucesos trabajaron sobre el hombre en los mundos espirituales; no tuvieron lugar en el plano físico. Pero los recuerdos del tercer suceso en particular han sido bien conservados en mitos y leyendas; y como en muchos otros casos, el conocimiento espiritual nos lleva a una comprensión mucho más profunda de la sabiduría que contienen. Todos estamos familiarizados con las imágenes que se utilizan a menudo para la representación de seres suprasensibles; el Arcángel Miguel, o San Jorge venciendo al Dragón, venciendo a la muerte. Esta es una

presentación pictórica del tercer suceso de Cristo: San Jorge o el Arcángel Miguel están inspirados en el Ser del Cristo; y la “Conquista del Dragón” indica la superación de esos elementos en la naturaleza del deseo del hombre que traerían confusión y desorden al pensamiento, sentimiento y voluntad. Hay un significado profundo en estas imágenes; no han sido creados para el intelecto, sino para el sentimiento, con el fin de que lo que elude la comprensión intelectual pueda ser presentado al alma humana en forma de símbolos visibles. - 391 -

En conferencias anteriores hemos escuchado cómo

en su mundo de Dioses y Seres Espirituales, la cultura

griega preservaba las imágenes sombrías de los Seres Espirituales Divinos que en la época Atlante habían

estado presentes, en toda su realidad, en la esfera

inmediatamente por encima del mundo de los hombres. Los griegos habían preservado la conciencia definitiva del tercer suceso del Cristo, el suceso que se retrata en otra parte como San Jorge o el Arcángel Miguel derrotando al Dragón. En su Apolo, los griegos retrataron al Cristo que impregnaba el alma del niño Jesús Natánico. Y podemos decir con verdad que en la antigua Grecia, San Jorge y el Dragón son seres reales, seres cósmicos. Los griegos tenían su fuente Castalia en el monte Parnaso. Los vapores surgieron de una grieta en la tierra y estos vapores, deslizándose alrededor de la montaña como serpientes, eran una imagen de esas pasiones tumultuosas salvajes de los hombres que emitían pensamientos, sentimientos y deseos en confusión y desorden. En el lugar, -era la morada de Python- donde estos retorcidos vapores emitidos desde la grieta se deslizaban como serpientes, los griegos erigieron el santuario del Oráculo Pythio. Sentada en su trípode sobre la grieta, la Pitia

fue transportada por los vapores en ascenso a un es-

tado de conciencia visionaria y sus declaraciones fueron concebidas como las palabras del propio Apolo. Aquellos que buscaron consejo se dirigían al Oráculo Pythio y lo recibieron de Apolo a través de su boca. En Grecia, por lo vivo. Ahora sabemos drado por el Cristo y Jesús Natánico. Este

tanto, Apolo era un Ser real y que él era el Ser que fue engenmás tarde se convirtió en el niño ser era conocido por los griegos - 392-

como Apolo. Elimina los efectos de las influencias Luciférica y Ahrimánica de lo que se eleva de la tierra en el alma del Oráculo Pythio. Y debido a que las influencias Luciférica y Ahrimánica ya no se arrastran en su alma con los vapores que habían sido purificados por Apolo, las fuerzas que emanan de ella ya no llevan el pensamiento, sentimiento y voluntad a la confusión, sino al orden y a la armonía en la Tierra. Y así percibimos en la figura de Apolo la idea de que el Dios a quien en el tiempo posterior llamamos Cristo envió Su influencia en el pensamiento, sentimiento y voluntad de los hombres. Fue el Dios que se sacrificó en ese momento uniéndose al alma del posterior Jesús Natánico, a fin de que la armonía y el orden prevalezcan en el pensamiento, el sentimiento

y la voluntad del alma humana, en lugar de la confusión causada por la influencia de Lucifer y Ahriman.

En los mundos suprasensibles, por lo tanto, tres acontecimientos de Cristo tienen lugar en preparación para el Misterio del Gólgota ¿Qué se logró realmente con este sacrificio? ¿Qué es lo que habría caído en el caos y el desorden si el Misterio del Gólgota no hubiera tenido lugar? En la cuarta época post Atlante, la época grecolatina, la hamanidad estaba lista para el desarrollo del yo. Los primeros pueblos que estaban listos para esto fueron aquellos que habitaron las tierras que se extendían desde Asia occidental a través del sur de Europa y hacia Europa Central. El encuentro entre los pueblos romanos y los pueblos germánicos en Europa central y meridional fue para dar un fuerte impulso a este desarrollo de la conciencia del yo. El yo, iba a desarrollarse en la cuarta época post Atlante, pero algo habría salido mal con este desarro- 393-

llo, si el Misterio del Gólgota no hubiera tenido lugar

en esa misma época. Así como los sentidos se habrían deteriorado en la época Lemúrica si el primer acon-

tecimiento de Cristo no hubiera tenido lugar, la irre-

gularidad se habría deslizado en el desarrollo de los siete órganos de la vida, si el segundo acontecimiento de Cristo no hubiera tenido lugar al comienzo de la época atlante; así como las tres actividades en la vida del alma del hombre, pensar, sentir y querer, habrían sido puestas en desorden si el tercer suceso de Cristo no hubiera tenido lugar hacia el final de la época Atlante; así también se habría desarrollado desordena-

damente el “yo', si el cuarto acontecimiento de Cristo -el Misterio del Gólgota- no hubiera tenido lugar en la época grecolatina. Porque como sabemos, en esta cuarta época post-Atlante los hombres habían llegado a la etapa del “ egoísmo”, de la conciencia del yo. Para los seres humanos que no pertenecen a esta fase particular de la evolución, se dio un tipo diferente de revelación. La diferencia característica entre la revelación de Buda y la revelación de Cristo, es que la revelación de Buda fue dada a los seres humanos no destinados a desarrollar la conciencia del yo que pasa a través de la serie de encarnaciones. Sin entender lo que esto implica, no es posible tener una verdadera concepción del budismo. A menudo he hablado de un símil empleado en una fase posterior del budismo, en el sentido de que el verdadero budista compara lo que pasa de una encarnación a otra con el fruto del mango que, cuando se coloca en la tierra, produce un nuevo árbol sobre el que crece

un nuevo fruto; la nueva fruta de mango solo tiene en común con la vieja el “nombre' y “forma”. La “forma” - 394-

por sí sola permanece, la entidad individual desapa-

rece y nada que tenga que ser real pasa. Esta es la

característica del budismo, que no se hablaba de un yo real que continuaba a través de las encarnaciones. El budismo no enseña nada sobre la transmisión del yo, por la razón de que los pueblos orientales aún no habían alcanzado la plena conciencia del “yo”. Y hasta el día de hoy encontramos que cuando los seguidores de las enseñanzas puramente orientales se esfuerzan por entender el pensamiento y la filosofía occidentales, se paran en el punto donde el yo se convierte en un factor esencial y básico. El yo estaba destinado a nacer en los pueblos de Occidente.

El momento para el nacimiento del yo fue la cuarta época post-Atlante, pero si nada hubiera intervenido, el desorden se habría establecido. Esto está indicado por algo que hizo su primera aparición en la cuarta época post-Atlante, a saber, la filosofía griega. La filosofía griega es un signo significativo del nacimiento del yo, pero al lado de la filosofía griega encontramos a las adivinas Sibilas. A diferencia de las Pythias bajo la influencia de Apolo, las Sibilas eran mujeres cuya

vida en el alma carecía de orden y armonía, que permitían que las revelaciones que recibían trabajaran caóticamente en su pensamiento, sentimiento y voluntad. Grandes y sublimes verdades a menudo estaban contenidas en estas revelaciones de las Sibilas,

que comenzaron a desempeñar un papel alrededor del siglo VIII a.C. y que continuaron hasta la Edad Media. Pero la sabiduría era confusa y caótica, llena de todo tipo de extravagancias. La “sabiduría” sibilina es un ejemplo sorprendente de que el nacimiento de la conciencia del yo (tal como habría sucedido con - 395-

los doce sentidos en la época Lemúrica, los siete ór-

ganos de vida en el inicio de la época Atlante y las tres facultades del alma al final de la época Atlante), habría nacido desordenada si no hubiera sido por los tres primeros hechos del Cristo. En la cuarta época post-Atlante, el desorden se habría introducido en el desarrollo de la conciencia del yo si el Misterio del Gólgota no hubiera tenido lugar. El Misterio del Gólgota desciende -por así decirlo- por etapas, desde esas alturas elevadas del Espíritu donde el suceso del Cristo había tenido lugar en la época Lemúrica, hasta el plano físico en sí, como nuestro Misterio terrenal del Gólgota. Aquí tenemos de nuevo una indicación del significado supremo de este suceso único en la evolución de la Tierra, preparado como lo había sido, por grandes y trascendentales acontecimientos en los mundos espirituales. La conexión con el Sublime Ser del Sol que conocemos como el Cristo, se revela, también, en el Apolo Grie-

go, porque Apolo es el “Dios Sol'.

Sólo he esbozado los asuntos que ayudan a comprender el significado del Misterio del Gólgota. Todas estas cosas podrían ser expuestas en detalle y revelarían toda la inmensa grandeza cósmica no contada de este acontecimiento. De esta forma se puede abordar el Misterio del Gólgota desde la contemplación del Cosmos; pero también es posible hacerlo desde una perspectiva diferente. Supongamos que un ser humano pasa al mundo espiritual a través de la puerta de la muerte o a través de la iniciación, pero ahora sólo pensaremos en alguien que entra en el mundo espiritual a través de la - 3% -

muerte. Deja a un lado su cuerpo físico y esta envol-

tura más externa se cede a los elementos terrenales, a

través del entierro o a través de la cremación. Supongamos que después de la muerte un hombre mira hacia atrás desde el mundo espiritual y observa lo que le está sucediendo a su cuerpo físico a medida que pasa a través de la de la cremación o la descomposición en los elementos físicos de la tierra. Lo que él contempla en los procesos que se llevan a cabo, puede llamarse un “suceso de la naturaleza”, como cualquier otro, en

el que no se trata de conceptos morales, por ejemplo, no aplicamos conceptos morales cuando se forman nubes, cuando el rayo pasa de una nube a otra, y así sucesivamente. El hombre mira su cuerpo físico en proceso de disolución, así como mira estos fenómenos de la naturaleza. Pero durante unos días, como sabemos, su conexión con el cuerpo etéreo permanece y luego la segunda separación, la separación del cuerpo etéreo, del cuerpo astral y del yo tiene lugar. A medida que el hombre mira hacia atrás en el cuerpo etéreo desprendido, los procesos en los que está involucrado no son del mismo carácter que los que operan en el cuerpo físico desechado. Después de la muerte no podemos de ninguna manera mirar lo que es el cuerpo etéreo y en lo que se está convirtiendo, como si fuera un “fenómeno de la naturale-

za”. El cuerpo etéreo revela su propio carácter individual, coloreado por los sentimientos y sensaciones que hemos albergado durante la vida. Toda la gama de nuestros sentimientos -buenos o malos- nos es revelada por el cuerpo etéreo. El temperamento y tipo de nuestra alma se estampan en el cuerpo etéreo y se hace visible para nosotros después de la muerte. - 397-

Entonces por un proceso complicado se disuelve en el universo etéreo, es absorbido en el otro mundo.

Mirando hacia atrás -de esta manera- sobre en lo que se convierte nuestro cuerpo etéreo, tenemos ante

nosotros una imagen de lo que éramos nosotros mis-

mos en la vida terrenal. Y esta imagen nos dice: Si tus sentimientos fueron buenos, si estuvieron verdadera-

mente dedicados a los mundos espirituales, entonces

han entregado al universo etéreo algo que es bueno

y beneficioso; si tus sentimientos eran injustos, si le

hacías “oídos sordos” a la información concerniente a los mundos espirituales, entonces has entregado al Cosmos etéreo algo que es perjudicial y dañino. Pertenece al destino de nuestra alma, es decir, a nuestro cuerpo astral y a nuestro yo, lo que son en

el mundo espiritual, mirar lo que uno ha hecho, de esta forma, en el destino del cuerpo etéreo, que ya no se puede cambiar cuando se retira del cuerpo físico. Está separado. Es incluso la visión más importante que se tiene después de la muerte. Es un momento de suma importancia después de la muerte, cuando nos damos

cuenta de que, así como

en el mundo

de los sentidos vimos nubes y montañas, así, ahora,

después de la muerte, vemos, como trasfondo, todo lo que nosotros mismos pusimos en nuestro cuerpo

etéreo a través de nuestros sentimientos y sensacio-

nes del alma. La imagen se expande a medida que el cuerpo de etéreo se disuelve, se convierte en un “firmamento” contra lo que todo lo demás se destaca en relieve. Por lo tanto, es parte del destino del hombre, después de la muerte, mirar el destino del cuerpo etéreo. - 398-

No obstante, se muestra algo más: De este cuerpo

etéreo que se disuelve allí, en realidad, se podría de-

cir que tiene dos propiedades. Un rasgo está relacionado con algo que, básicamente, siempre causa una impresión deprimente y triste después de la muerte. Con qué está relacionada esta propiedad, se entenderá mejor señalando un poco del destino de la Tierra física.

El destino de la Tierra física es reconocido hoy en día incluso por los físicos, que con razón hablan del “Waármetod”'* al que sucumbirá la Tierra física. La relación del calor con las otras fuerzas físicas es tal que, como ya muestran los cálculos científicos, llegará un moMento en que toda la temperatura se redu-

cirá a un nivel muerto. Ninguna vida o existencia en el reino físico de la Tierra será posible; toda la Tierra

física perecerá. Los materialistas están obligados a suponer -de lo contrario, serían unos incoherentesque este equilibrio de la temperatura también impli-

ca el fin de todo lo que conocen como cultura, el fin

de todo pensamiento humano, reflexión, aspiración, esfuerzo, en resumen, la desaparición de toda la existencia humana.

Aquellos que entienden las condiciones reveladas por la Ciencia Espiritual, saben lo que esto significa, que lo Espiritual se separará de la Tierra física como un cadáver, así como el cadáver físico se separa de esa parte del ser de un hombre que pasa a través de la puerta de la muerte. Al morir, el cadáver es descartado y como ser de alma y espíritu, el hombre vive a '5 En física, la muerte por calor es la aproximación de un sistema cerrado al equilibrio térmico. - 399-

través de un período intermedio entre la muerte y un nuevo nacimiento, pasando de un estado de existencia a otro. De la misma manera, la parte espiritual de la Tierra pasará a la “existencia de Júpiter”, cuando su existencia física llegue a su fin. Esta “existencia de Júpiter” será una nueva encarnación de todo lo que está conectado espiritualmente con la Tierra. Cuando cia atrás al en verdad, con todo el

después de la muerte podemos mirar hacuerpo etéreo, nos damos cuenta de que, una parte del cuerpo etéreo tiene que ver reino terrestre que finalmente perecerá.

Ciertas fuerzas

en nuestro cuerpo

etéreo tienen

que ver con el proceso por el cual la Tierra es conducida hacia adelante, hasta su fin. Pero el cuerpo etéreo

también contiene otras fuerzas, fuerzas muy diferen-

tes. Podemos imaginar la relación de estas fuerzas con la Tierra física al pensar en la semilla de la planta rodeada de una sustancia de la cual surge la siguiente planta. Del mismo modo, percibimos en el cuerpo etéreo fuerzas que solo tienen que estar activas mientras exista la Tierra, son las fuerzas que llevarán a la Tierra a la muerte por calor, el “"Wármetod”. Pero también hay otras fuerzas, “jóvenes”, fuerzas fértiles que están conectadas con todo lo que hace que la Tierra sea capaz de germinar en el Cosmos, de pasar a su próxima encarnación. Esta parte “fértil” del cuerpo etéreo solo se puede percibir, -y aquí llegamos a otro secreto significativo revelado por la Ciencia Espiritual-, cuando el ser humano ha establecido una cierta relación con el Cristo, el Impulso del

Cristo. Porque esta parte del cuerpo etéreo está impregnada de las Fuerzas del Cristo que desde el Mis- 400-

terio del Gólgota se han vertido en la esfera de la Tierra. Son estas Fuerzas del Cristo en el cuerpo etéreo,

las que también permiten que la “semilla fértil” en el alma humana pase a la encarnación de Júpiter desde la Tierra. Nuestra conexión con el Impulso del Cristo,

por lo tanto, nos permite percibir la semilla fértil, la semilla del futuro dentro de nuestro cuerpo etéreo. Y esto trae el cierto conocimiento de que el poder del Misterio del Gólgota ha fluido, en verdad, a la esfera de la Tierra y que este poder fue responsable de acelerar las fuerzas espirituales de la Tierra con las que nosotros mismos, como seres humanos, estamos entretejidos. Cuando un ser humano que ha alcanzado la conciencia del yo, en el sentido real, como es el caso de Occidente hoy en día, y mira su cuerpo etéreo después de la muerte, no debe encontrar este cuerpo eté-

reo desprovisto de las fuerzas que fluyen del Impulso Crístico. Porque hay una vida desdichada después de la muerte, si la visión del cuerpo etéreo revela que el cuerpo no está impregnado por el Impulso de Cristo. He dicho muchas, muchas veces que el Cristo ha

venido a la Tierra como un Ser Real y que incluso aquellos que en su conciencia superficial hoy se resisten al Impulso de Cristo, también encontrarán, gra-

dualmente, su camino hacia Él, aunque tal vez una o dos encarnaciones más tarde que los pueblos occidentales. De la misma manera la bendición de estos después de la muerte depende de la constatación de que el Impulso de Cristo esté presente en su cuerpo etéreo; mientras que estará condenado a la tribulación si puede percibir en el cuerpo etéreo, sólo lo que inevitablemente debe perecer con la Tierra. Un hombre perteneciente a la civilización occidental, nacido - 401-

como lo es con la clara conciencia del yo, la que aún

no han alcanzado los pueblos orientales, está conde-

nado a un estado de iniquidad e infelicidad si, después de la muerte, al mirar hacia atrás en el cuerpo

etéreo carece de la ““sustancia” del Impulso Crístico y contiene sólo aquellas fuerzas por las cuales la evolución de la Tierra es finalmente llevada a su fin. Cuando un hombre no puede percibir las fuerzas jóvenes y fértiles del Impulso Crístico en su cuerpo etéreo, es como tener que vivir después de la muerte bajo la influencia constante de un terremoto o una erupción volcánica. Estas fuerzas jóvenes y fértiles del Impulso Crístico, ¿qué son en realidad? De un aspecto del que he hablado muchas veces, el papel desempeñado por la sangre en el cuerpo físico de Cristo Jesús. La sangre es, por supuesto, uno de los componentes físicos del cuerpo, y en el caso de un ser humano ordinario, se disuelve en la muerte en los elementos físicos. Esto no le sucedió a esa parte de la sangre en el cuerpo de Cristo Jesús que fluía de las heridas en el Gólgota. Esta sangre fue “eterizada'. En realidad, fue absor-

bida por las fuerzas etéreas de la Tierra. La sangre que fluyó de las heridas en el Gólgota se convirtió en sustancia etérea. Y al percibir esta sustancia etérea brillante y reluciente en el cuerpo -uno lo siente así después de la muerte- se muestra de una manera que el hombre lo sabe: Hay vida recién germinada que lleva al hombre hacia el futuro de una manera viable. Estas fuerzas vitales se aceleran y, frescas y vigo-

rosas, se vierten en el cuerpo etéreo humano otra fuente. - 402-

desde

La contemplación del Quinto Evangelio revela -es una impresión profunda y solemne- que después de que el cuerpo de Cristo Jesús hubiera sido puesto en la tumba, hay un hecho que conduce, en realidad, a la escena descrita con una exactitud tan maravillosa en el Evangelio de San Juan: La ropa estaba esparcida alrededor de la tumba vacía. El Quinto Evangelio revela que efectivamente fue así. Un terremoto similar a una

onda había producido una grieta en la tierra y en esta grieta cayó el cuerpo de Cristo Jesús. La grieta se cerró de nuevo y, como se describe en el Evangelio de

Juan, la ropa en la que el cuerpo de Jesús había sido envuelto, fue esparcida alrededor del sepulcro vacío, por el movimiento ondulatorio del viento. Cuando a uno se le revelan estas cosas por el Quinto Evangelio, es una experiencia profundamente conmovedora encontrarlas confirmadas en el Evangelio de Juan. Y así, algo más fluyó también en el cuerpo etéreo humano. Lo que fue absorbido por la grieta en la tierra, se vertió a través de la sangre brillante en la sustancia etérea, haciendo que esta sangre resplandeciente sea visible en el cuerpo etéreo humano. Como dije antes, el cuerpo etéreo se expande después de la muerte y el hombre lo ve como un “firmamento” contra el que todo lo demás se destaca en relieve. Y surge el sentimiento: El cuerpo de Cristo Jesús, vacío de sangre, se extiende a través del cuerpo etéreo en expansión, como una sustancia básica. El cuerpo que había caído en el abismo pasó a la Tierra, y la sangre eterizada ahora se revela en el cuadro del cuerpo etéreo humano, llenando el cuadro de vida. Y esta visualización da la certeza de que la humanidad no perece, sino que vive como el contenido

espiritual de la Tierra, cuando lo físico de la Tierra se desvanece, como el cadáver humano individual se aleja de lo espiritual del hombre. El yo y el cuerpo astral son -ciertamente- de tal manera, que garantizan la libertad y la inmortalidad al hombre. Pero el hombre viviría solo para sí mismo. Llegaría a Júpiter y no encajaría en la vida de Júpiter, si lo que se logró en la Tierra no fuera transferido a Júpiter; si lo que fue traído a la esfera de la Tierra por el Impulso de Cristo no fuera trasladado. Si los seres humanos individuales no estuvieran arraigados dentro de una esfera de la Tierra que ha sido impregnada por el Impulso del Cristo, pasarían a Júpiter en “ pobreza del alma”, con facultades apenas más ricas que las que pertenecían a la épo-

ca Lemúrica. Y esta “ pobreza del alma” que daría la convicción de que la vida terrenal estaría condenada a perecer, sería un estado de impureza para el hombre entre la muerte y el nuevo nacimiento; mientras que la realización de lo que el Impulso del Cristo ha hecho para la parte espiritual de la Tierra, trae la bendición al alma en la vida entre la muerte y el nuevo nacimiento. ¡Sí, todo lo que el alma puede experimentar

después del Misterio del Gólgota, entra en la

atmósfera espiritual de la Tierra por lo que ha fluido a través del Impulso del Cristo!

Emil Bock

LOS TRES AÑOS DE CRISTO JESUS

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En su serie de conferencias sobre los cuatro evangelios, Rudolf Steiner le dio a su audiencia (casi siempre formada por miembros o seguidores de la Antroposofía), una visión profunda del contenido espiritual de estas revelaciones, fruto de su estudio de la Crónica Akáshica (la Memoria del Universo). En el curso de estas conferencias también hubo presentaciones de resultados de investigaciones sobre la vida histórica real de Jesús de Nazaret desde los doce años, hasta el Bautismo de Juan en el Jordán. Rudolf Steiner se refirió a estos resultados de investigación como el “Quinto Evangelio” o el “Evangelio del Conocimiento”. El conocimiento deviene de la experiencia que se hace consciente, y en ella, el sentimiento está incorporado. La mayoría de las conferencias de Rudolf Steiner aquí recogidas, explican el sentir humano de los protagonistas del Misterio del Gólgota. Los temas principales de las conferencias incluyen: experiencias de la adolescencia y juventud de Jesús de Nazaret. Su profundo sentimiento y doloar por el agotamiento de las viejas y grandes corrientes espirituales; su empatía, comprensión y compasión por la desolación espiritual de la humanidad. La revelación de la oración de la Bath Kol, el Padre Nuestro Macrocósmico y su relación con los distintos tipos del mal. Su participación con los Esenios y la relación con Juan el Bautista. También recogen las vivencias del alma de Jesús de Nazaret, camino del Jordán y las experiencias vividas por el Cristo en los tres años de Su progresiva humanización. El Misterio del Gólgota, los días posteriores y sus consecuencias.

ISBN: 978-84-122089-6-2

Editorial Rudolf Steiner

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788412 * 208962