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De Gaston Bachelard en esta biblioteca La filosofia del no. Ensayo de una filosofía del nuevo espíritu científico
Estudios Gaston Bachelard Presentacíón de Georges Canguílhem
Amorrortu editores BuenosAires - Madrid
Esta obra, editada en el marco del Programa de A1.ua la Publicación Victoria Ocampo, recibió el apoyo dcl Ministerio de Asuntos Extranjeros y del Servicio (lultural de la Embaiada de Francia en laArgentina. d¿r
Biblioteca de filosofía Etudes, Gaston Bachelard @ Librairie Philosophique J. Vrin, París, 1970 y 2002 Tiaducción, Irene Agoff La reproducción total o parcial de este libro en forma idéntica o modificada por cualquier medio mecánico, electrónico o informático, incluyendo fotocopia, grabación, digitalización o cualquier sistema de almacenamiento y recuperación de información, no autorizada por los editores, viola derechos reservados. Cualquier utilización debe ser previamente solicitada. O Todos los derechos de la edición en castellano reservados por S. A., Paraguay 1225,7" ptso (1057) Buenos Aires
Indice general
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Presentación de Georges Canguilhem
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1. Noúmeno
www.amorrortueditores.com
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2. El mundo como capricho y
Amorrortu editores España SL CNelázqtez,117 - 6' izqda. - 28006 Madrid
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3.Luz y sustancia
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4. Cntica preliminar del concepto de Í|ontera epistemológica
99
5. Idealismo discursivo
Amorrortu editores
Queda hecho el depósito que previene la ley Industria argentina. Made in Argentina
n'
11.723
ISBN 950-518-364-X ISBN 2-7116-0046-7, París, edición original
Bachelard, Gaston Estudios. - 1" ed.- Buenos Aires : Amorrortu, 2004. L28 p. ; 20x1.2 cm. - (Filosofía) Tladucción de: Irene Agoff
ISBN 950-518-364-X 1. Filosolía I. Título CDD 1OO
Impreso en los Talleres Gráficos Color Efe, Paso 192, Avellaneda, provincia de Buenos Aires, en septiernbre de 2004. Tirada de esta edició¡r: 2.000 ejemplares.
y microfisica
miniatura
Presentación
que e1 sujeto del ver"¡Yo estudio! No soy más bo estudiar.Apensar, no me atrevo.Antes de pen-
sar, hay que estudiar. Só1o los filósofos piensan antes de estudiar,.l En su último libro, pocos meses antes de su breve enfermedad y su muerte, Gaston Bachelard se definió como un estudiante. No hemos considerado una infidelidad el presentar como Estudios algunos trabajos antiguos compuestos entre 1931 y L934, y cuya recopilación pareció responder a un interés que es preciso exponer brevemente. Ensayo sobre el conocimiento aproximado fue la tesis de doctorado que ei autor defendió en 1927. El ualor ürductiuo de la relatiuidad se publicó en 1929. El pluralismo coherente de la química moderna es de 1932, contemporáneo de1 primero de los artícuios aquí reunidos. En 1932, pues, Gaston Bachelard ha redactado ya un primer grupo orgánico de trabajos de epistemología en los que no es difícil advertir, a causa precisamente de sus títulos, 1a sistemática detección de los rasgos distintivos de la ciencia a comienzos dei siglo XX: aproximación, inductividad, cohe1
G. Bachelard, La flamme d'une ch.andel,le, París: PU$ "Quadrige", 1996, pág. 55.
rencia. En 1934, El nueuo espíritu científico llena de estupor a muchos filósofos. Desde el inicio, Bachelard proclama que "la ciencia crea filosofía"; sobre el final, cerrando un capítulo irreverentemente consagrado a Ia epistemoiogía no cartesiana, declara: "Hay pensamientos que no recomienzan". En 1938, con la publicación simultánea de La formación del espíritu científico y de Psicoanó,lisis del fuego, Bachelard revela la bipopara algunos harto laridad coherente -aunque desconcertante- de su filosofía. Conocemos la continuación, en uno y otro camino, hasta El ntaterialismo racional (1953), por un lado, y La poé' tica de la ensoñación 1960), por el otro. Los cuatro artículos y la comunicación de congreso, presentados aquí en su orden cronológico, merecen retener la atención por cuanto esclarecen el período intermedio entre el primer grupo de trabajos y la doble serie compuesta a partir de 1934. Son, a nuestro juicio, estudios reflexivos sustentados en su interior por una mira claramente frjada, ejercicios preparatorios de ejecución. Para quien los relee de cerca, estos estudios muestran la huella de itinerarios de investigación y de problemáticas de los que no encontramos signos perceptibles en los tres textos del penodo 1927-7932. En Noúmeno y microfísíca aparece, probablemente por prirneravez) el término "fenomenotécnica,, que a partir de 1934 se convertirá en una categoría fundamental de la epistemoiogía bachelardiana, cada vez más desafiante respecto de toda fenomenología del saber. Antes de escribir, en 1934, que la ciencia crea filosofia, Bachelard lo
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muestra con el ejemplo al celebrar el relevo de la metafÍsica por la "rnetatécnica de una naturaleza
artificial".
Si la ciencia crea filosofia, hay que admitir, re-
cíprocamente, que la filosofía no está habiiitada para asignar límites a la ciencia. La Crítica del concepto de fi'ontera epistentológica opone al concepto reiigioso o jurídico de frontera metafísica inftanqueable, el concepto operatorio de límite a ser transgredido experimentalmente. La detención de la investigación en un momento dado es para el científrco un programa, mientras que el metafísico ie predice una capitulación. Se presiente en esta oportunidad que Bachelard ha advertido ya el poder irrestricto de la irnaginación, poder con cuyas dimensiones él equipara el de asimilación por la ciencia de sus límites temporarios. "En ciertos aspectos, no nos parece más útil hablar de las Í?onteras de la Quírnica que de las Í?onteras de la Poesía". Idealismo discursiuo parece escrito con eI fin de preparar a ios espíritus para recibir la lección del nuevo espíritu científico. Sin duda, no está preformada aquí la serie de trabajos epistemológicos venideros, pero esta serie no le aportará ninguna desmentida, ningún arrepentimiento. "Hay que errar, para obtener un buen resultado (. . .) No puede haber verdad prímera; sólo hay erroresprltnerosr>. Por el momento, estamos ante una filosofÍa todavía oscilante que va del sujeto al objeto, y viceversa. Pero se anuncia aquí la constitución del sujeto por medio de la construcción del objeto. E1 sujeto sólo es constituyente merced a la destitución de lo que él tomaba primero
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por objeto. "Yo soy el límite de mis ilusiones perdidas". Aunque todavía no se lo nombre, el concepto de obstáculo epistemológico está presente en Luz y sustancia. La denuncia del realismo de Schopenhauer, en materia de filosofía de las ciencias físicas, echa mano a una psicología dei autor que es ya un psicoanálisis de sus metáforas familiares. Detrás del reaiismo schopenhauriano, Bachelard nos hace sospechar "una avaricia de soltero". De los cinco textos reunidos en este volumen, EI mundo como capricho y miniatura es el que parece primero más reacio a ser incluido en un conjunto y el menos adecuado para presentarse como anticipo de alguna continuación. Bachelard trata aquí de las relaciones entre la ensoñación y la percepción del espacio, utilizando trabajos de psicólogos, de buen porte además. Aún no ha llegado ei momento en que escribirá: "¿Puede acaso un filósofo hacerse psicólogo? ¿Puede inclinar su orgullo hasta contentarse con la comprobación de los hechos mientras que ha entrado, con todas las pasiones que ello exige, en el campo de los valores?,.2 Y sin embargo, cuando el método cambie, los temas persistirán.En La tierca y los ensueños del reposo, el parágrafo tercero del primer capítuio tiene por objeto la miniatura, lo mismo que el séptimo capítulo de La poética del espacio. ¿No se puede pensar incluso que el método ya está cambiando? El final de este artículo es una confrden2 G. Bachelard, La poétíque cle "Quadrige", 1,999, pág. 2.
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cia y un alerta que no se supo leer en su momento. En 1933, la complacencia con lo que él llama
"fruto prohibido de las alucinaciones liliputien-
Bachelard como la expresión de una ensoñación en el trabajo sin prisa. Gaston Bachelard ha nacido, ahora, doble y completo. Su vida de filósofo va a realizarse en un quehacer uniforme según dos temporalidades muy distintas: el tiempo acelerado de la impaciencia epistemológica, inquieta ante la idea de ser distanciada por la renovación dialéctica dei saber, y el tiempo perezoso de la ensoñación, "no atormentada por censuras>. Había que inventar en filosofía el dualismo, sin excomunión mutua, de io real y lo imaginario. Gaston Bachelard es el autor de esa invención, mediante la aplicación osada de un nuevo principio de complementariedad. Los Estudios del período 1931-1934 son los testigos de esa invención y, a la vez, sus primeros frutos. ses> nos es presentada por
Gnoncns C¡Ncunsou
la rét¡eri.e, París: PUF,
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1. Noúmeno y microfisica
A finales del siglo pasado aún se creía en el carácter empíricamente unificado de nuestro conocimiento de lo real, era incluso una conclusión en la que se reconciliaban las filosofias más encontradas. La unidad de la experiencia aparece, en efecto, desde una doble perspectiva: para los empiristas, la experiencia es uniforme por esencia puesto que todo proviene de la sensación; para los idealistas, es uniforme porque es impermeable a larazón. Tanto en la adopción como en el rechazo, el ser empírico forma un bloque absoluto. Sea como fuere, creyendo alejar de sí toda preocupación filosófrca, la ciencia del siglo pasado se presentaba como un conocimiento homogéneo, corno la ciencia de nuestro propio mundo, ciencia en contacto con la experiencia cotidiana, organizada por unarazón universal y estable, y con la sanción final de nuestro interés común. El científico era, en el sentido de Conrad,