Con divisa blanca

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¿EJE

JAVIER DE VIANA

:

orc

divisa

CAUCA SEGUNDA EDICIÓN

Buenos aires

V.

MATERA

CORRIENTES,

1746

MONTEVIDEO

ANTONIO DE ANGELI LIBRERIA F. C. C

CON DIVISA BLANCA

JAVIER DE VIANA

GOfi DIVISA

BbAHGA

SEGUNDA EDICION

VICENTE MATERA CORRIENTES,

1746

BUENOS AIRES

ANTONIO DE ANGELI LIBRERIA

F.

C.

C.

MONTEVIDEO

*5

fí la brava división de Treinta y Tres, a ¡os Buenos e inolvidables amigos con quienes he compartido sufrimientos

y esperanzas. J.

Buenos

ñires, Julio

de

1904

V.

PROLOGO

Agotada (en pocos meses la primera copiosa edición que de esta obra se imprimiera en 1904, varios editores de Buenos Aires me hicieron proposiciones para su reimpresión, proposiciones bastante halagüeñas pecuniariamente, para la pobreza, rayana en la indigencia, en que yo vivía entonces. Con Divisa Blanca era un libro de combate, escrito durante la guerra civil, inicuamente provocada por don José BatHe, y es lógico que hubiere en él términos violentos, juicios apasionados, que por extenderse a una colectividad el error delictuoso de uno solo, deberían más tarde, en horas de reflexión serena, ser penosos a mi grande indulgencia por las debilidades ajenas; ¡a mi respeto por las opiniones adversarias, y a mi entrañable amor por la tierra oriental y por todos mis hermanos orientales, cuyas discrepancias partidistas lejos de ser muralla de rencores, debieran ser justa de ideas, de la cual surgirían, hoy de un campo y mañana del otro, las iniciativas más ponderadas y beneficiosas para la comunidad uruguaya. Basado en eso, rehusé las proposiciones a que me refiero, y tan consideré muerta esa obra que en ninguna de las ediciones de mis libros subsiguientes figura aquella en la página donde se anuncian los publieíados y por publicar. Yo deseaba, en homenaje a la concordia nacional, al

amor y

al

ginas de

respeto

dar íntimo

recíprocos,

sufrimiento, diario



al

de

esas anotaciones

olvido

pátrá-



gicas y en ocasiones, por qué no decirlo de vergüenzas nacionales, donde, como queda expresado, la intemperancia del lenguaje y el apasionamiento de los juicios eran inevitables. Por otra pane, los enconos banderizos habían ido, puliendo sus filosas aristas y sus aguzados vértices y día 4 día ganaba ejamino el santo sentimiento de la fra-

ternidad

!

¡

.

Iban cicatrizando las heridas, agrios

se

iban

borrando los

caminaba a prisa hacia la definifamiliar, y sólo en el cerebro de un

recuerdos,

se

concordia insensato podía nacer el propósito de profanar las sepulturas, desenterrar los muertos y aventar cenizas con airado gesto de desafío a la cordiajidád y a la paz. tiva

Surgió,

embargo,

sin

ese

insensato.

señor BatUe,, único responsable de aquella ¡sangrienta lucha f raticida, que pudo evitar y no lo hizo, cegado por el despecho y tel orgullo de su poder aristocrático, es quien ha tenido la infeliz inspiración de reabrir el proceso. El





En

momento en que las colectividades políy en primer término la gran parcialidad trabajan afanosamente para concurrir al nacionalista, pacífico torneo democrático del próximo noviembre, el señor BatUe intenta en virulentas arengas, hacer revivir el fuego de los odias en el choque de las divisas legendarias y revuelve el clausurado arsenal histórico, para exhibir fusiles herrumbrosos y lanzas ensangrentadas, que ticas

sólo

el

preciso

todas,

— —

testimonian,

gobernante y

el

en último análisis,

la

incapacidad del

duro corazón del hombre que siega macabra de 1904.

denó y dirigió la Esa actitud justifica

ideó,

or-

la reimpresión de Con Divisa Blanca, como protesta de los aún enlutados hogares uruguayos, ante la soberbia desvirtuada de quien después de haber tejido los crespones, amenaza, si un absurdo E da profunda abobada pendente, » Triste, mortiQa exangüe; »Bruxoleava á lampada dolente, »Como suspensa lágrima de sangue;» ....

— ¿Con

—Con

qué vamos a pelear mañana? fuerzas que tenemos. y ¿qué fuerzas tenemos?

— pregunto.

las

— Sí, — Tendremos... -—¿Cuántos tiradores hay de nuestra división? — Ciento cincuenta. — Muy bien. Calculo que las divisiones de Mariano y de Nepomuceno están a diez leguas de -aquí, del otro lado del Dayman. La división de Basilio Muñoz no está, la de Bernardo Berro tampoco, y me parece que la de José González también está ausente... Nos van a dar una soba y (puede ¡ser 'que hasta el parque nos quiten, porque yo he visto esta misma tarde, el parque acampado a vanguardia, sin intenciones de unir los bueyes y marchar. El general sabe lo que hace, me respondieron. Yo cieo que esta vez hace un disparate insistí. No tienes derecho a prejuzgar.* Pero tengo derecho a tener miedo. Eso les lo que te hace hablar. Posible pero, e