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Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
Magia blanca, y magia negra
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Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
Me llamo Keisy, tengo 13 años y actualmente estudio en el instituto Braingouth de un de pueblo llamado Tazím. Siempre, des que inicié con la primaria, me han tratado mal
en el colegio. Mis compañeros siempre se han metido conmigo ya que no tengo padres. Sí, se puede decir que soy huérfana. Des que mis padres fallecieron en un accidente hace 3 años, me tratan como un bicho raro, mucho peor que antes de que estos fallecieran.
Por alguna razón desconocida, siempre me han tratado de forma diferente, como si fuera de otro planeta o algo así. Pero el porqué, no lo sé. Pero ese día fue diferente, ese día se metieron aún más
conmigo, es más, en la hora del patio me acorralaron unos cuantos niños de mi clase y me empezaron a golpear y a insultarme. Mi rabia era tanta, que no sé cómo, pero grite y los niños salieron disparados como si alguien les hubiese empujado a todos a la vez. En ese momento noté como esa rabia desaparecía al instante. ¿Que como lo hice? Ni idea. Por suerte solo lo vieron los niños que lo experimentaron, por suerte, y seguramente que cuando se lo explicaran a la 2
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profesora no les creería.
¿Os imagináis que lo llega a ver más gente? Entonces se meterían aún más conmigo y mi vida incluso estaría en peligro. Después de hacer dos clases seguidas al fin sonó el timbre, eso indicaba que podíamos ir a nuestras respectivas casas. Yo vivo a dos manzanas del colegio, más o menos.
Nuestro pueblo se llama Tazím y no es que sea un pueblo muy grande que digamos. Iba tocándome los moratones que llevaba por todo el cuerpo y algunas heridas que me habían hecho en la cara que, a pesar de que en la enfermería me las habían curado, aún me
escocían. Ahora me cuerpo se podía decir que estaba hecho un cromo. Pero ya no me afectaba nada que me pudiesen hacer. En ese momento, noté como me cogían del brazo y me llevaban hacia un callejón sin salida.
Era un hombre vestido de negro y con capucha. -¿Quién eres?-. Dije asustada. -Sht, tranquila, no voy a hacerte daño, solo ven conmigo, debemos hablar en privado-. Dijo en un susurro que fue audible a la perfección.
Al fin llegamos, estábamos enfrente de una hermosa casa. -Qué bonita, ¿es de usted?-. Dije mirándomela de arriba 3
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abajo-.
-No, la verdad no se de quien es, solo sé que en la parte trasera hay un escondite donde nunca va nadie.-. Dijo sin soltarme del brazo. -Es aquí-. Dijo por fin dejándome libre. -¿Y por qué me ha traído a este sitio?-. Dije impaciente. -¡Hey! Tranquila, primero me voy a presentar-. Dijo
quitándose a capucha. Se trataba de un señor de mediana edad, aparentaba unos cuarenta y pico de años, no muchos más, llevaba un poco de perilla. Sus ojos azulados se veían muy bien con el reflejo del sol y sus labios eran perfectamente perfilados.
-Me llamo Jewi. Antes he visto cómo te pegaban esos muchachos, ¿Por qué lo hacían?-. Dijo con cara triste. Yo solo me encogí de hombros. -¿No lo sabes?-. Dijo alzando las cejas. Yo me limité a negar con la cabeza.
-Bueno… y… ¿lo que vino después? ¿Cómo lo lograste hacer?-. En ese momento me quedé helada. Creí que no lo había visto nadie. Pues no sabía que decirle, a lo mejor creería que era un monstruo como lo creían los demás. Pero luego pensé que
daba igual, de todas formas nunca me tratarían igual que aun 4
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niño normal…
-Realmente no lo sé. Tuve una sensación muy rara. Tenía rabia, mucha rabia acumulada dentro y en ese momento es como si hubiese explotado, entonces toda la rabia que había en mi interior desapareció. Esa sensación no era la primera vez que la tenía, pero jamás la sentí tan fuerte e intensa dentro de mí. La verdad es que me sirvió de mucho, porque
posiblemente no lo iba a contar, ya que estaban pegando una paliza de muerte-. Dije bajando la cabeza. El hombre se quedó pensativo. -Muchacha, ¿Quiénes son tus padres?-. Dijo levantándome la cabeza por el mentón para que le mirara a los ojos.
-No… no están…-. Dije tartamudeando. -Est… están muertos, murieron hace 3 años en un… en un accidente-. Entonces volví a bajar la cabeza y una lágrima recorrió mi mejilla. -No llores preciosa, siento haberte hecho recordar eso-. Dijo poniendo cara de comprensivo.
Yo negué con la cabeza, me sequé las lágrimas y le dirigí una sonrisa llena de tristeza. –No pasa nada-. -Si me lo quieres decir… ¿Cómo se llamaban?-. Dijo con algo de interés en saber los nombres.
-Krase y Jacob-. Dije sin dejar de sonreír. Jewi se quedó pensativo por unos segundos. 5
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-¿Jacob? ¿Jacob Breakstade?-. Dijo al fin rompiendo el silencio que se había producido entre los dos.
-Sí, ¿le conocías?-. Dije alzando las cejas. -Se puede decir… que si-. -¿De qué le conociste?-. Dije ahora siendo yo la interesada en la respuesta.
-Estudiamos en la misma escuela de hechicería, él siempre fue muy problemático-. Entonces fruncí el ceño. -¿Hechicería? ¿Qué es eso? ¿Así se llamaban las escuelas de antes?-.
-¿A caso tu padre no te lo contó?-. Dijo un poco extrañado. -¿El que me debía contar?-. -Veo que no te lo llegó a explicar… Entonces lo tendré que hacer yo-. Entonces se acomodó mejor en el asiento en el que estaba.
-Tu padre nació de uno de los hechiceros de magia negra más famosos que existen actualmente, y como todos los magos, estudió en una escuela de alta hechicería para aprender a dominar sus poderes. Cuando ya se hubo graduado, supe que se había enamorado de una tal Krase, una maga de la magia blanca.
Pero nunca supe hasta ahora que habían tenido hijos-. 6
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Espera un momento, ¿me estás diciendo que mis padres eran magos?-. Dije con el ceño fruncido. -¿Por qué mi padre
supuestamente era mago proveniente de la magia negra y mi madre de la blanca? ¿Qué diferencia hay entre ellas?-. -Espera, espera, frena, tranquila, no te puedo contestar todas las preguntas a la vez-. Dijo riendo y haciéndome una señal
para que me relajara. –Sí, tus padres eran magos, posiblemente no te lo contaron para protegerte. La diferencia entre la magia negra y la blanca es que la negra es para hacer el mal, y la blanca para el bien. Si no lo entiendes te voy a poner unos ejemplos; La magia blanca sana a plantas, personas, te
teletransporta… siempre y cuando hayas tenido unos estudios correctos. Y la negra…-. -¿Y me vas a decir que la negra mataba a personas?-. Dije vacilándole un poco. -Mmm… bueno, más o menos, pero por eso tu padre estudió hechicería, para prevenir accidentes con su magia-.
Entonces me levanté y me dirigí a la salida de aquella casa. -¡Espera! ¿A dónde vas?-. Yo solo lo ignoré. Entonces escuché como corría hacia mí y me intentaba coger del brazo.
-No-me-toques o llamo a la policía del pueblo-. Dije cabreada. 7
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-¿Qué te pasa? Hace un momento estabas bien-. Entonces me intentó volver a tocar.
-¡Que te he dicho que no me toques!-. Dije gritando. Entonces volvió esa sensación, la misma sensación que en la hora del patio de ese mismo día. Entonces Jewi parecía que perdía aire, se tocaba el cuello y se veía que no podía respirar.
-¡Jewi!-. Dije asustada. –Jewi ¡¿estás bien?!-. Dije agachándome y cogiéndole la cabeza para ponerla en mi falda. Entonces parecía que volvía poco a poco a respirar correctamente.
-¿Qué te ocurrió?-. Pregunté exaltada. -Fuiste… fuiste tú, tu magia negra h hecho que descargues la furia que tenías dentro tuyo, en mí, haciendo que se me cortara el aire-. Yo abrí los ojos como platos, a lo mejor tenía razón… pensé. Las dos veces que había tenido esa sensación habían pasado cosas malas, solo que una de ellas tuvo parte buena, pero es que con la segunda… ¡casi mato a una persona, a un ser humano! Entonces me empecé a plantear que lo que había dicho Jewi sobre mis padres era cierto…
-¿Y cómo puedo borrar la magia negra que tengo dentro de 8
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mi ser?-. Dije prácticamente exigiendo una respuesta.
-No puedes, lo llevas en la sangre-. Dijo recomponiéndose sentándose enfrente de mí. -Pues yo no quiero hacer daño a nadie-. -Pero tampoco puedes cambiar a los padres que te dieron la vida-.
-¿Entonces qué debo hacer? ¿Me suicido?-. Dije con un nudo en la gola. -¡No digas barbaridades! Puedes ir a estudiar a una escuela de alta hechicería. Además, igual que tienes magia negra supongo que también debes llevar magia blanca en tu sangre, ya que tu madre era maga blanca-.
Yo me lo pensé durante unos minutos. -Y si estudio en esa escuela, ¿lograré borrar de mi sangre la magia negra?-. -No, ya te lo he dicho antes, lo llevas en tu sangre, hazte la idea de que vas a tener que convivir con los dos tipos de magia. En la escuela de alta hechicería te enseñarán a controlar la furia que tienes cuando algo no te gusta para prevenir… bueno, por decirlo de alguna manera… muertes-. Sus piré.
-Entonces estoy dispuesta a hacerlo, estudiaré en esa escuela-. Dije con una sonrisa. Él me la devolvió. 9
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-Bueno y… ¿Cuándo nos vamos?-. Dije intrigada.
-Si quieres, ahora mismo-. Dijo con una sonrisa en los labios. -¿Ahora?-. Antes debería avisar en la escuela y a la mujer que se está haciendo actualmente cargo de mí-. -Ves a informarle a tu madre postiza que nos vamos, pero a la escuela no hace falta avisar, si llaman a tu casa, ya se encargarán de montarles una excusa barata-.
Yo solo asentí un poco dudosa al principio, pero después me di cuenta de que era la mejor opción. -Yo iré a por un par de caballos, te espero en aquí en media hora-.
Yo solo asentí y me fui corriendo hacia mi casa. -¡Melisa ya estoy en casa!-. -Buenas tardes cariño, ¿Por qué tardaste tanto?-. Le di dos besos y le expliqué lo sucedido. Ella solo asintió y me dijo que se aseguraría de tramar una excusa lo suficientemente convincente como para que no volvieran a llamar por un largo tiempo. Entonces cogí una mochila, metí cuatro cosas que para mí eran vitales y me dirigí hacia el sitio donde habíamos quedado. Allí estaba, ensillando a los caballos.
-¿Estás lista?-. Dijo acabando de fijar la silla al segundo caballo. 10
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-Lista-. Dije regalándole una sonrisa. Él me la devolvió. -Ah, por cierto, aún no se tu nombre-.
-Mi nombre es Keisy, Keisy Breakstade-. Le dije junto a una sonrisa. El solo asintió. Montamos los caballos y nos dirigimos hacia el oeste, donde me esperaría una nueva vida, y solo rezaba para que fuera
mejor que esta y que mis nuevos compañeros de escuela me tratasen mejor que los de aquí.
Pasaron aproximadamente 3 horas. 3 horas que estuvimos galopando sin parar. Entonces vimos que el sol empezaba a despedirse del día, así que decidimos acampar en el primer árbol que encontramos.
-Voy a buscar un poco de leña, nos espera una fría noche-. Yo solo asentí. Cuando volvió, cogió dos piedras, y con una palabra que no entendí muy bien, hizo que se encendiera el fuego. -¿Cómo has hecho esto?-. Dije algo impresionada.
-Magia, para algo soy un mago-. Dijo con una sonrisa. Casi lo había olvidado, él me había comentado que fue alumno 11
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al igual que mi padre de la escuela de alta hechicería, entonces debía ser un brujo, la pregunta estrella era… ¿de qué clase de magia? Pero no quise peguntarle, tampoco es que me interesara mucho el tema. Me quedé mirando la fogata con la vista perdida. Entonces miré a Jewi y pude ver que hacía lo mismo.
Entonces se me ocurrió preguntarle una pregunta que le quería hacer antes pero que no pude la oportunidad. -Y cómo es…-. Dije interrumpiendo su meditación. -¿Y cómo es que hasta ahora no han aparecido los efectos de la magia negra?-.
Él se quedó callado durante unos segundos. -¿Cuántos años tienes?-. -12-. -Entonces es porque a partir de los 12 empiezan a aparecer los primeros rasgos de la magia, tanto de la negra, como de la blanca-.
Yo asentí comprensiva. -¿Y por qué los niños del colegio me trataban de esa forma?-. -Puede que supieran que tu padre era un mago de la magia negra. A algunos de los mortales les dan mucho miedo e
incluso asco, esta clase de magos, no le veo otra explicación-. Ahora encajaba todo. 12
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-Bueno, ¿quieres comer algo?-. Dijo rebuscando en otra
mochila que se había traído él y que ahora mismo me acababa de dar cuenta que la poseía. -No, gracias. Por cierto, ¿de dónde has sacado esa mochila? Que yo recuerde al principio del camino no la llevabas, o al menos no me he fijado-.
-Recuerda que soy un mago, nunca dejaré de sorprenderte-. Dijo con una sonrisa. Allí se acabó la conversación por ese día. Me tumbé mirando al costado contrario de la fogata, me concentré en cerrar los ojos y me dormí.
Los rallos del sol me despertaron. Me estiré y me froté los ojos quitándome las legañas.
Luego miré a mí alrededor, estaba sola. Busqué con la mirada a Jewi pero no lo hallé. Me puse en pie y decidí buscarlo por los alrededores, pero antes de que diera el primer paso escuché una voz tras de mí. -Buenos días dormilona-. Era él.
-Buenos días-. Y le regalé una sonrisa. 13
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Almorzamos algo de lo que tenía en su mochila y decidimos
emprender de nuevo el camino. Si nos dábamos prisa, posiblemente hoy llegaríamos al atardecer.
Fuimos montados en nuestros correspondientes caballos turnando trote y galope por las montañas. El aire era fresco, puro, y el aire que peinaba mis pelos a medida que avanzábamos era bastante suave.
Fue a media tarde cuando ya empezamos a ver a lo lejos una alta construcción. -Eso de allí, es la escuela de hechicería, ya estamos cerca-.
Dijo Jewi más alto de lo normal para que le pudiese oír a la perfección. Decidimos no descansar para que pudiéramos llegar ese mismo día a nuestro objetivo, y aún que tenía algo de hambre, ignoré los pequeños ruidos de mi barrida y me concentré en dirigir el caballo.
Antes de que el sol ya hubiese abandonado la región, nos encontrábamos delante de aquella inmensa escuela. Ahora yo tenía los ojos abiertos como platos. De lejos parecía mucho más pequeña de lo que realmente era.
Nunca antes había visto un edificio tan grande. Comparándolo con mí, hasta ahora, instituto, era una maravilla. Hacía por lo 14
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menos tres veces éste. Jewi bajó de su caballo y yo hice lo mismo. Los cogimos de las riendas y los conducimos hasta los establos donde había más caballos. Supuse que de los alumnos. Les dimos unas zanahorias que Jewi sacó de su mochila y
agua, ya que habían hecho un gran trabajo y se merecían un descanso. Cerramos la tenca que antes habíamos abierto para entrar-los y nos dirigimos a la entrada de la escuela. Jewi picó un par de veces a la puerta.
Esperamos unos segundos y ésta se abrió dejando ver a una mujer de unos cincuenta años de edad aproximadamente. Llevaba un delantal algo sucio de cocinar y gafas. Al principio estuvo algo seria, luego frunció el ceño y dijo: -¿Jewi?-.
-Krist, ¡Cuánto tiempo!-. Dijo dándole un abrazo. -Pues sí. Has crecido mucho des dela última vez que te vi-. Dijo sonriendo. -Hombre, sería un poco raro que no hubiese cambiado. Piensa que han pasado más de veinte años. ¿Cómo es que aún sigues en la escuela?-. Dijo separándose de ella pero sin dejar de sonreír. 15
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-Pues mira, decidí quedarme a trabajar para Jesthin-. (Jesthin
era el dueño de la escuela y el maestro que hacía los exámenes `prácticos) -Bueno, mientras tengas un sitio donde vivir…-. Ella asintió. Aún no se había dado cuenta de mi presencia hasta ese momento.
-¿Y esta muchacha, quién es?-. -Una niña habitante de pueblo Tazím-. -¿Y porque la has traído? ¿Acaso es una maga?-. -Sí, y si te dijera de quien es hija no me creerías-. Dijo mirándome con una sonrisa en sus rosados labios. -¿De quién es hija?-. -Del problemático de Jacob Breakstade-. Ella alzó las cejas y puso cara de sorprendida. -No sabía que hubiese tenido hijos… ¿Entonces ella es una maga de la magia negra?-. Él asintió. -Y también de la blanca. ¿Recuerdas que Jacob hablaba mucho sobre una tal Krase?-. -Algo me suena-.
-Pues se ve que era una maga blanca, se casaron y tuvieron a esta niña llamada Keisy-. 16
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Entonces en la cara de la señora se le dibujó comprensión.
-Bueno, pues espero que aprendas a controlar tus poderes, porque viniendo de quien vienes, podemos esperar grandes cosas de ti-. Dijo picándome el ojo derecho. -¡Hay! ¡Que aún no me he presentado!-. Dijo preocupada. –Soy Krist, y digamos que soy como una ayudante para el señor de la escuela. Mi
trabajo es hacer el almuerzo, la comida, la merienda y la cena, que tengáis la escuela limpia, y lavar los platos. Y en alguna ocasión he hecho un poco de “psicóloga” dándoles consejos a los alumnos y haciéndoles entrar en razón. A veces trabajar tantos años en esta escuela te sirve para aprender
algunas cosas y puedes ayudar a los alumnos a aclarar sus pequeñas dudas-. -Encantada-. Y le regalé una sonrisa. -Bueno, ¿quieres que te enseñe un poco esto o prefieres que te lo enseñe mañana por la mañana? Lo digo porque ha sido un largo viaje y a lo mejor te sientes un poco cansada-.
Lo pensé un poco y me decanté por la segunda opción. -Prefiero que me la enseñes mañana con más calma, ahora me gustaría irme a la cama-. Dije frotándome un ojo simbolizando sueño.
-De acuerdo, pero no antes de comer algo-. Dijo Krist. Tenía tanto sueño que ya no me importaba la comida. 17
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-No, no tengo hambre-.
Entonces en ese momento mi barriga volvió a hace ruido. Recé porque no lo hubiesen escuchado, pero las caras de esas dos personas expresaban que sí. -Ya lo veo-. Dijo riéndose. -Venga, come aunque sea una pieza de fruta y mañana ya almorzarás en condiciones-. Yo asentí. Me comí una manzana y Jewi me condujo a la que ahora sería mi nueva habitación durante los años que estaría estudiando en aquella escuela.
Se encontraba en la segunda planta, y era la habitación número 98. Encendió la luz. -Buenas noches-. Me dijo antes de cerrar la puerta. Me quité los zapatos y me acosté en la cama que tenía enfrente de mí y en unos segundos, me dormí.
A la mañana siguiente, me desperté y tenía intención de irme a lavar la cara para despejarme, pero no sabía dónde estaba el lavabo, así que intenté poner mi mejor cara y me armé de fuerzas para ir al vestíbulo que es donde seguramente se
encontraría Krist y le preguntaría donde se encontraba el 18
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maldito lavabo.
Salí en silencio de mi habitación para no llamar la atención de nadie ya que no tenía aspecto agradable para ser visible, pero como dice el dicho; cuando más mal presentable estás, a más gente te encuentras. Y fue así. Bajé las escaleras que conducían al segundo piso, y en los
pasillos de éste me crucé por lo menos con cinco alumnos que me saludaron con una agradable sonrisa. Luego bajé a la primera, allí me encontré con un par más, y por fin llegué al vestíbulo. Y para mi colmo tuve que conocer con esas pintas a Jesthin.
_Buenos días, ¿tú debes ser Keisy, la nueva alumna verdad?-. -S… si-. Dije peinándome desesperadamente el pelo. Parecía una gallina, no sé cómo dormía pero cada vez que me levantaba, lo hacía con aproximadamente veinte cuernos por cada segmento de mi pelo.
-Bienvenida a la escuela de alta hechicería de pueblo Gilfheld, y encantada de conocerte y de tenerte con nosotros, me han comentado que eres maga de las dos magias que existen, eso promete mucho-. Y me regaló una sonrisa. Jesthin era un hombre bastante joven, supongo que rondaría
por los treinta y pico de años, tenía el pelo castaño y no tenía ni bigote ni barba. Tenía un pequeño lunar en la mejilla 19
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derecha. Tenía unas bonitas y casi perfectas cejas al igual que sus ojos color celeste, que le daban un aire sofisticado. -El gusto es mío, señor-. Y se la devolví. -Bueno, veo que ya habéis hecho las presentaciones a vuestro libre albedrío-. Dijo riendo Jewi. –Pensaba hacer yo las presentaciones pero veo que os habéis adelantado y me habéis ahorrado trabajo.
Los tres empezamos a reír. -Bueno, Keisy siento tener que decirte esto, pero debo ir a la tercera planta, hoy tengo un examen de la piedra zafiro, y es una de las más importantes, ya nos iremos viendo más a menudo-. Dijo mientras se alejaba.
-¿Prueba de la piedra zafiro?-. Dije con el ceño fruncido. -Sí, se me olvidó explicarte que hay cuatro niveles en cada tipo de magia; en la blanca se encuentran las piedras Aguamarina (primer nivel), Celeste (segundo nivel), Esmeralda (tercer nivel) y Rubí (cuarto nivel). Y en la negra se
encuentran las piedras Coral (primer nivel), Perla (segundo nivel), Topacio (tercer nivel) y por último Zafiro (cuarto nivel). Cada vez que superas uno de estos niveles, te dan la piedra correspondiente al nombre. Cuando consigues las cuatro
piedras, por ejemplo de la magia negra, los unes haciendo un ritual que te enseñan en el cuarto nivel de los dos tipos de 20
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magia, y se unen en una sola piedra. Nosotros la llamamos “la piedra lunar” y es la que todo un hechicero consagrado debe
tener para demostrar que lo es y que ha estudiado todo lo que debe estudiar para serlo-. -¿Entonces deberé estudiar durante ocho años para conseguir las dos piedras lunares?-. -Exacto-.
-Pero tú me dijiste que la magia negra era muy peligrosa y por eso me trajiste aquí, para saberla controlarla y no hacerla servir, ¿no?-. Dije confusa. -Creo que no lo entendiste del todo bien. La magia negra no es del todo mala si se hace uso apropiado utilizando la cabeza. La magia negra aparte de para hacer el mal, también nació para defender el bien, hay muchos hechizos que pertenecen a la magia negra que a veces hacemos servir los magos blancos para defendernos en un duelo de magos, por ejemplo-.
-entonces tenía una imagen equivocada de la magia negra-. Dije pensativa. -Pero no te preocupes, hoy has aprendido que no es del todo mala-. Y me regaló una sonrisa. Yo asentí y también le sonreí.
-Y… ¿a qué vienen esos pelos?-. Dijo en tono burlón. Tanta charla y ya se me había olvidado q a lo que venía. 21
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-Es que no sé dónde está el baño-. Dije tímida.
-Ven, yo te lo muestro. Lo seguí y me llevó a la misma planta donde se encontraba la habitación donde aquella noche había dormido, abrió una puerta que se encontraba al fondo del pasillo y ahí estaba. -Muchas gracias-.
-De nada-. Te espero abajo, le diré a Krist que te prepare el almuerzo y luego te enseñaré la escuela, y mañana ya podrás empezar con la primera clase del primer nivel del tipo de magia que quieras-. Dicho esto se empezó a alejar. Yo suspiré y entré al baño. Me estaba peinando
tranquilamente con un peine que había encontrado encima del lavamanos cuando alguien hace que de un brinco del susto. Se trataba de una muchacha que ahora se estaba muriendo a carcajadas por la expresión de mi cara, realmente me había asustado.
-Lo siento-. Dijo entre carcajadas, estaba incluso llorando de la risa. -Siento haberte asustado, pero es que a mí me encantan las bromas y también me encanta la cara de susto que pone la gente-.
Dibujé una falsa sonrisa en mis labios para parecer amable. -Soy Cleisa y he repetido el prime nivel de magia negra-. Dijo 22
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ofreciéndome su mano.
-Yo soy Keisy, y voy a empezar uno de los dos tipos de magia, pero aún no se cual haré primero-. Dije encajando mi mano con la suya. -Si quieres haz primero la de magia negra, así iremos juntas y te puedo ayudar en algo, ya que es el segundo año que haré
exactamente lo mismo…-. Dijo con un toque de ilusión en los ojos. Yo me quedé pensativa. Parecía una niña muy extrovertida, pero se veía que tenía buen corazón y que lo de la broma no lo había hecho con mala intención. -Está bien, iremos juntas-.
Entonces ella empezó a brincar y saltó a mis brazos. Yo le correspondí al abrazo. S yo me terminé de peinar. -¿Cogiste mi peine?-. Dijo mirando el peine que tenía en mi mano.
-Oh, disculpa, ¿es tuyo? Es que lo vi allí y pensaba que se lo había dejado alguien, es que traje de todo menos peine y…-. -Y… no pasa nada, ahora somos amigas, ¿no? Podemos compartir tranquilamente el peine-. Dijo picándome el ojo. Yo asentí con una sonrisa.
-Bueno, yo ya estoy lista, voy a ir a almorzar y me van a 23
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enseñar la escuela, mañana iniciaré las clases, hasta mañana, si no nos vemos por los pasillos-. -Hasta mañana-. Entonces salí del baño, bajé las escaleras y fui a la cocina. Me encontré a Krist fregando los platos. -Buenos días Krist ¿has visto a Jewi?-.
-Sí, está en el salón, todo recto a la izquierda-. Dijo sin separar las manos de su trabajo. Yo fui todo recto a la izquierda i vi una puerta, así que decidí entrar. El salón era muy grande y a decir verdad, bastante lujoso.
-¡Aquí Keisy!-. Dijo una voz masculina. Entonces miré al fondo del todo de aquel salón y vi a Jewi sentado en una mesa de dos, también vi mi desayuno; un par de huevos fritos y un zumo. Me senté, me acomodé y empecé a comer. En todo el almuerzo no se dijo nada.
-Ya estoy-. Dije limpiándome los labios con la servilleta que había justo al lado de mi plato. -Entonces, vámonos-. Dijo poniéndose en pie, yo lo imité. -Vamos a empezar des de arriba del todo y vamos a ir bajando-.
Yo solo asentí. Cuando llegamos a la cuarta planta empezó a explicar: 24
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-Cómo puedes ver, aquí tenemos aulas especiales para los
exámenes prácticos, como podrás comprobar, hay ocho, una para cada fase y diferente magia. Y esa de allí es la puerta del despacho de Jesthin-. Dijo señalándome la última puerta. – Aquí ya no hay más cosas que debas saber. Prosigamos por la tercera planta-. Entonces bajamos las escaleras y cuando llegamos a la tercera planta, volvió a hablar.
-Aquí tenemos las aulas normales donde tú y tus compañeros estudiareis día a día durante todo un año que es lo que dura un curso en esta escuela, pero tranquila, no estudiareis todos los días, por ejemplo el jueves siempre tenéis libre siempre y
cuando no os castiguen. Os dejan un día libre por si en aluna clase no os ha quedado clara alguna cosa, os pongáis al día. También tendréis las típicas fiestas como la de navidad -. Cuando hubo acabado de hablar, bajamos las escaleras hacia la segunda planta.
-Aquí ya has visto que solo hay las habitaciones de los alumnos y la tuya, así que vamos a bajar a la primera planta-. Yo asentí. -En la primera planta están las habitaciones de visitas. Cuando hay navidad o algún día festivo, incluso los jueves, los
familiares de los alumnos que hay en esta escuela les vienen a ver y estas aulas sirven para esto, simplemente para que los 25
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familiares puedan hablar cómodamente con ellos-. Se produjo un pequeño silencio que él rompió rápidamente.
Ya hemos acabado las cuatro plantas, ahora te voy a enseñar la planta baja-. A medida que íbamos pasando por los pasillos él me iba explicando que eran y para que servían cada uno de los lugares u objetos que encontrábamos a nuestro paso.
-Ahí están las duchas-. Dijo señalándome al fondo del pasillo-.Y esta es la biblioteca, es muy útil por si alguna vez tienes dudas sobre algo, a veces aprendes más con un libo que con un profesor-. Lo último lo dijo en un susurro y soltó una pequeña risita.
-En este pasillo se encuentran las habitaciones de los maestros, la de Krist y la de Jesthin, y ahora también estará la mía, y aun así, quedan un par libres, esto es demasiado grande. Y bueno, el exterior más o menos lo conoces-. Dijo mientras me conducía a la puerta principal.
Salimos de edificio y fuimos a los establos donde se encontraban nuestros caballos. -Aquí, como puedes ver se encuentran los establos, y dentro de ellos los caballos y las yeguas de cada uno de los alumnos que hay en esta escuela, cada uno tiene el nombre que su
propietario le ha puesto, así que… debes ir pensándote uno 26
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para el tuyo-. Dijo con una sonrisa.
Yo me quedé pensativa, ¿Qué nombre le podría poner? Tenía que ser original y bonito a la vez. -Que tal ¿estrella?-. Bueno, no es que fuese muy original, pero de bonito lo era. -A mí me parece muy bien-. Y me volvió a sonreír enseñando su perfecta dentadura.
-Y esto es todo, no hay nada más que tengas que saber sobre la escuela, ya sabes que detrás de la valla que rodea la escuela está el bosque y allí habrá veces que os llevarán los profesores para que hagáis prácticas. ¿Alguna dudo o pregunta?-.
Me quedé pensando y en ese momento no se me ocurrió ninguna pregunta, tampoco tenía ninguna duda, todo me había quedado bastante claro. -No-. Le dije con una sonrisa. -Bien, entonces entremos, que supongo que ya será la hora de comer-.
Yo asentí. Entramos de nuevo al edificio y ´nos dirigimos al gran comedor donde hacía un par de horas antes había almorzado. Ahora se encontraba lleno de alumnos que aparentaban más o menos tener la misma edad que yo.
Entre ellos vi a Cleisa, y decidí sentarme a su lado. 27
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-Hola-. Dijo ella y se le dibujó una sonrisa en los labios. –Creí que no te vería hasta mañana, me alegro de que no haya sido así-. Yo le sonreí. -Mira, te presento, estos son Jeyson, Marvel, Blanca y Cleo, chicos ella es Keisy, una amiga que conocí esta mañana en el lavabo-. Dijo a la vez que me iba señalando cada uno de sus amigos. Yo asentí sin borrar mi sonrisa de los labios. -Encantada de conoceros, chicos-. Igualmente-. Dijeron todos casi a la vez-. Comimos mientras comentaban que tal les habían ido las clases. Me hablaron de los profesores; que si uno era muy
estricto, que si otro era muy amable, que si no se cual profesor explica mejor las cosas, que otro las explica mejor… cosas de ese estilo. Entonces se acabó la hora de comer, me despedí de Cleisy y de sus amigos, ahora también míos y fui a buscar a Jewi, ¿Por qué no podía empezar directamente las clases aquella tarde? Eso quería averiguar. Después de buscarlo más de cinco minutos al fin lo encontré. Estaba en la biblioteca leyendo un libro, ¿de qué? No me fijé. -Hola-.
-Hola, veo que ya has acabado de comer-. Yo asentí. 28
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-Bien, dijo cerrando el libro. –Vamos a darte tu uniforme, tus libros y todo lo que un alumno necesita para estudiar en esta escuela-. En ese momento mi pregunta se había respondido. Le seguí, subimos las escaleras hasta llegar a la cuarta planta. Cruzamos todo el pasillo y nos paremos delante de la puerta del despacho de Jesthin.
Tocó un par de veces a la puerta y al cabo de unos segundos se escuchó una voz masculina proveniente del interior del despacho. -Pasad-.
Entonces Jewi retorció el mango de la puerta y entramos. -Hola, ¿qué os trae por aquí?-. -Venimos a por el material y el uniforme de Keisy-. -Ah, bien, esperad un momento que lo traigo-. Se levantó de la silla en la que estaba sentado, abrió una puerta que había en la parte izquierda de aquel despacho y salió con ropas y libros en sus manos. Los puso encima de su mesa. -Mira, esto es el vestuario que debes llevar a diario en tus clases-. Y me lo tendió para que lo cogiera. Yo lo cogí tal y como me lo daba y me lo junté a mi cuerpo para ver cómo me iba. Me iba a la perfección; era de color blanco con algunos bordados negros. 29
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
-Éste es el que debes llevar cuando hagas el primer examen de la magia que escojas primero de hacer-. Hizo lo mismo que
con el primero al igual que yo; este era de color dorado con bordados blancos. -Y estos son los libros que necesitarás para la magia blanca-. Y me dio tres libros. –Y estos son los de la negra-. Y al igual que los otros, me los tendió.
-Y ahora solo tienes que poner mucho esfuerzo en pasar cada uno de los niveles que debes superar-. Y me regaló una sonrisa. Yo asentí devolviéndosela. -Muchas gracias-.
Dicho esto salimos del despacho. -Ves a dejar el material en tu habitación. Yo iré al establo a cepillar a los caballos. Yo asentí y bajé las escaleras dejándole atrás. Fui hasta la habitación 98 y entré.
Puse los libros en una estantería que había en aquella habitación y puse mi ropa y la ropa que me habían dado en un armario que ésta también contenía. Me di cuenta de que la cama estaba hecha, supuse que la había hecho Krist.
Miré el relojito que había en la mesita de noche. Marcaba las 30
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
cinco de la tarde.
Salí de la habitación ajustando la puerta y me dirigí al establo. Tal y como hacía unos minutos me había dicho Jewi, me lo encontré cepillando a su caballo. -Hola, ¿puedo ayudar en algo?-. -No estaría mal, ves cepillando al tuyo-. Dijo sin apartar la vista de su trabajo.
Cogí un cepillo de las caballerizas y empecé a cepillarle poco a poco. Entre que cepillamos a todos los caballos, les lavamos el pelo y todo, nos dieron las nueve de la noche.
-Al fin hemos acabado-. Dijo secándose el sudor que tenía en su frente. -Si-. Y suspiré. -Será mejor que te vayas a duchar y estar lista a las 9:30 para la cena-.
Yo asentí y fui corriendo a buscar ropa de recambio. Después me dirigí a las duchas. Cuando acabé, me sequé y me vestí. Faltaban cinco minutos para que fuera la hora de la cena, así que decidí ir para el comedor. Me encontré una hilera de alumnos que esperaban para
entrar mientras hablaban con sus amigos y compañeros. Entonces Jewi abrió la puerta del comedor y todos empezaron 31
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
a entrar en orden.
Escuché que me llamaban, se trataba de Cleisy y estaba junto a sus compañeros que me había presentado ese mismo mediodía. Me acerqué a ellos y los saludé. Entramos y nos sentamos todos juntos.
-Y bien, ¿Qué tal os ha ido el día?-. Dije sacando tema. -La verdad es que muy bien, he entendido todo lo que han explicado los profesores-. Dijo Cleisy antes de meterse una cucharada de sopa en la boca. -Yo y mis compañeros se clase mañana saldremos al bosque a hacer algunas prácticas-. Comentó Jeyson.
-¿Entonces nosotros también saldremos?-. Dirigiéndome a Cleisy. -No, él estudia magia blanca, los demás van a nuestra clase-. Yo asentí.
Cuando acabamos de cenar fuimos a lavarnos los dientes. Hoy había sido un gran, lago y agotador día, pero mañana a las 9 empezarían las clases, así que debía ponerme la alarma a las 7:45 para estar lista a las 8 para el almuerzo. Me puse el pijama, me tumbé en la cama y me dormí.
Al día siguiente me desperté por el ruido de la alarma. La apagué y me fui a lavar la cara y a peinarme. Bajé abajo a 32
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
almorzar. Como siempre, me senté con Cleisy y los otros, y
cuando acabamos, fuimos a ponernos el uniforme. Me cogí los libros de magia negra y Cleisy y yo fuimos a la clase que tocaba.
Pasaron días, meses y yo aprendía todo casi a la primera. Solo faltaban dos días para realizar el examen de la piedra Coral. Esos dos días fueron los días más largos y pesados de toda mi vida. Pero como todo, el día llegó. Me levanté como cada día, almorcé y me puse el traje blanco con bordados de oro. Ahora sí estaba lista. Subí las escaleras hasta la cuarta planta, y antes de entrar en el aula que me tocaba, me crucé con Cleisy que me dirigió una sonrisa. Eso solo podía haber sido una cosa, había aprobado.
Al entrar en el aula, vi que Jesthin estaba sentado en una silla y que delante de él, a unos veinte metros más o menos, había un 33
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
circulo de aproximadamente 40 metros de diámetro.
-Hola Keisy, ¿lista para superar la primera prueba de la tierra?-. Yo asentí. ¡Hay! Que descuidada soy, me olvidé de deciros que en la magia negra hay dos niveles tierra y de fuego y en la blanca dos niveles de aire y de agua.
-Entonces, muéstrame lo que sabes hacer-. Me preparé, suspiré y empecé a mostrarle todo lo que había aprendido aquel año. Al acabar, Jesthin tenía cara de impresionado. -Sé que no debería haberme impresionado, ya que me han dicho que tu padre es uno de los mejores hechiceros de la magia negra que han existido hasta ahora, pero aun así debo admitir que has conseguido impresionarme igualmente. No
hace falta que te diga más, estás aprobada-. Dijo tendiéndome una pequeña gema. -Muchas gracias-. Dije cogiéndola con un brillo de alegría en los ojos. Y así fueron pasando los años, cuatro exactamente. Cuando acabé la enseñanza de la magia negra me enseñaron a hacer el 34
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
conjuro que se debería realizar una noche de luna llena para unir las cuatro piedras y crear una esfera, la piedra lunar negra. Tuve suerte porque esa misma noche habría luna llena, así que podría realizar el conjuro. Y así lo hice, Puse las cuatro piedras en círculo y dije las palabras mágicas… y no pude creer lo que pasó. Las cuatro gemas de unieron y de ellos salió una luz. Esa luz creó una imagen algo distorsionada de alguien muy cercano a mí… ¡mi padre!
-Pa.… ¿papá?-. Dije a la vez que lentamente se me aguaban los ojos y se me hacía un nudo en la gola. -¡Keisy! Cariño, como has crecido pequeña, no tengo mucho tiempo, pero debo comunicarte algo importante-. -Pero… ¿Dónde estás?-.
-En el reino de los muertos, solo tengo media hora, así que debo aprovecharla. No sé qué te habrán contado sobre nuestra desaparición, pero lo que sé seguro es que no es cierto-. -Me contaron que tuvisteis un accidente de coche-. -Pues no es cierto. Hay un mago, un mago negro llamado Rashán, él es quien provocó el accidente e hizo que
muriéramos. Ahora, hará tres días aproximadamente que me 35
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
informaron de que habían escuchado que él se había enterado de que yo tenía una hija y ahora anda buscándote
desesperadamente para eliminarte, igual que hizo con nosotros-. Yo abrí los ojos como platos. -¿Y por qué os mató? ¿Quién es él? ¿Y porque me quiere eliminar a mí también?-.
-Es un antiguo compañero de colegio, tiene, y siempre ha tenido celos de que siempre fuera mejor que el entorno la magia, siempre lograba las cosas antes que é porque tenía habilidad en la magia negra y debo decir que demasiada,
ahora, por desgracia ya no puedo hacer nada por protegerte, una vez estas en el mundo de los muertos, te eliminan los poderes y eres como si fueses un simple humano como los demás, solo que ellos no se pueden comunicar con el mundo de los vivos. Desde que nos graduemos en la escuela de
hechicería, siempre ha intentado hacerme la vida imposible y alguna vez ha intentado incluso matarme, y nunca lo consiguió excepto aquella vez. Aprovechó que iba con tu madre y que tenía vía libre y no tuvo piedad por matar a personas inocentes.
Ahora, debes estudiar todo lo que puedas y prepararte antes de que llegue, y así, tener posibilidades de derrotarle y 36
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
vengarnos.-.Entonces la luz se fue haciendo más borroso hasta que desapareció de la habitación y solo quedó la piedra lunar negra encima de la cama. Mis ojos estaban aguados, tenía mucho miedo. Dije por mis adentros.
Entonces tocaron a la puerta. Me sequé las lágrimas rápidamente. -Pasa-. Era Jewi.
-¿Con quién hablabas? ¿Estabas llorando?-. Dijo con el ceño fruncido. -Con… con mi padre-. Ignorando la segunda pregunta que se veía que era obvia. -Es verdad, se me olvidó explicártelo-. Se sentó en la cama al lado mío.
-¿Explicarme qué?-. -Cuando ajuntas las cuatro piedras, si tienes un ser querido muerto de esa magia, puedes hablar con él durante media hora-.
-Entonces… ¿Es por eso que no he visto a mamá?-. -Si-. 37
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
-Y cuando ajunte las cuatro piedras de la magia blanca, ¿podré ver a mi madre?-. Él asintió. -¿Y qué te dijo? Pareces algo asustada…-. -Sí, eso,…-. Y bajé la mirada. Le conté todo lo que me dijo mi padre. En su cara se dibujó terror.
-¿A qué viene esa cara? A la que me buscan es a mí, no a ti-. Frunciendo el ceño. -Te voy a decir una cosa que no la sabe nadie, así que confío que no se la dirás a nadie porque todo el mundo sabe la
mentira de que mi padre está muerto-.Yo asentí sin entender nada. -Rashán… Rashán es… es mi padre-. Yo abrí los ojos como platos, hoy se ve que era el día de las sorpresas y yo sin saberlo. No sabía que decir.
-No te preocupes que hace tiempo que le dejé las cosas claras porque nunca nos hemos llevado bien, es por eso que me inventé esa mentira, porque no quiero que nadie sepa que tengo un padre tan cruel y ahora me entero que además de eso es un… un asesino-. Bajando la mirada. -¿Y qué voy a hacer?-. 38
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
-De momento intentar acabar los cuatro años que te quedan
para graduarte oficialmente de los dos tipos de magia para así ser una hechicera consagrada, además, supongo que no le será tan fácil encontrarte, hay mucho mundo que deberá recorrerse antes de dar con su objetivo-. Tranquilizándome. Yo asentí y sequé las lágrimas que correteaban por mis mejillas.
Me dio un abrazo para consolarme y después se marchó dejándome, de nuevo, sola. Decidí intentar iniciar al sueño, pues me puse una ropa cómoda, m tumbé y cerré la luz.
Me quedé mirando por unos segundos el techo negro de mi habitación, luego cerré los ojos e intenté no pensar, entonces, me dormí.
Pasaron tres años des de que mi difunto padre se puso en contacto conmigo a través de la piedra lunar negra. Solo quedaba un año para conjurar el hechizo que uniría las cuatro piedras de la magia blanca y se formaría la piedra lunar blanca y, también, podría ver a mamá.
Ya casi tenía olvidado a Rashán ya que en todos esos tres años 39
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
no se supo nada más de él.
pensé.
Hice el último curso de hechicería de la magia blanca.
He de reconocer que se me pasó muy rápido. Ahora recuerdo cuando vine a esta escuela hace siete años, cuando tan solo tenía 13 años. Entonces solo era una aprendiz que apenas sabía encender una chispa y crear una simple y sencilla fogata.
Y cuando empecé con la magia blanca ni siquiera sabía lo que era el hechizo de “teletransportación”. Ahora incluso ayudo a los muchachos y a las muchachas de primer nivel con algunas dudas que tienen o con algún conjuro que no logran realizar bien. Cleisy se graduó de la enseñanza de la magia negra el mismo año que yo, entonces se fue, pero cada navidades me viene a visitar y nos contamos todo lo nuevo que nos ha pasado en el año.
Entre muchas de las cosas que estas navidades me había contado, fue que conoció a un chico cuando fue a comprar el 40
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
grano para las gallinas que tiene en su casa y, ahora, estaban juntos.
En cuento a mi… yo no estoy con nadie, y de momento no quiero estarlo. Estoy bien tal y como estoy ahora, aunque he de reconocer que hay un chico rubio llamado Meiky que iba conmigo en la clase de magia blanca y que me atrae bastante.
Hace una semana que tengo la piedra Zafiro, la última de las cuatro piedras. Hoy realizaría el hechizo. A lo mejor os preguntaréis porque sigo aquí si ya me he graduado de los dos tipos de magia…
Pues por la simple razón de que no tengo lugar al que pertenecer donde haya protección. Aquí me siento segura porque está Jewi, que ahora tiene cincuenta años y que, a pesar de la edad, es como un hermano mayor para mí. No como un padre, no. Como un hermano.
Nos contamos todo, nos damos consejos mutuamente… Ahora mi habitación se encuentra en la planta baja, junto a la de Krist, la de Jewi y la de Jesthin. A veces doy clases a los de primer curso de los dos tipos de
magia, para echarle una mano a Jesthin, a Jewi y a los demás profesores, que cada vez eran menos ya que se iban jubilando 41
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
y no venían candidatos para remplazarlos. Bueno, volviendo al tema de antes… Como he dicho antes, esta noche haré el conjuro y podré ver por fin a mamá, lo estaba deseando. Le podría informar de lo que había ocurrido en los últimos años que ella no estuvo a mi lado.
Me fui a dar una ducha y de nuevo me encaminé a mi habitación. Eran las once de la noche en ese mismo instante. Coloqué las cuatro piedras (Coral, Perla, Topacio y Zafiro) en
círculo y empecé a pronunciar una fórmula bastante distinta a la que pronuncié al crear la piedra lunar negra. Y, al igual que hacía cuatro años atrás, las cuatro piedras se unieron y de ellas salió una fulminante luz, calurosa, abrumadora… muy diferente a la piedra lunar negra.
Y al cabo de unos segundos me ofrecieron la imagen algo distorsionada de mi madre. Me emocioné al verla y no pude reprimir las lágrimas. -No llores cariño, las niñas bonitas no lloran-. Me dijo con el mismo tono con el que me lo decía de pequeña.
Eso hizo que llorara más desesperadamente aún. Daría lo que fuera porque mis padres estuvieran aquí 42
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
conmigo, porque, a pesar de que tenía a Jewi y a Krist que me daban mucho cariño, nunca sería el mismo cariño que el que
te da una madre, o un padre. Además, vivía el día a día con la tristeza de no haberme podido despedir de ellos como es debido. -Cómo has crecido y cambiado hija-. Con emoción. -a diferencia de mí, tú no has cambiado nada-. Secándome las lágrimas e intentando sonreír y disfrutar del poco tiempo que quedaba. -En el mundo de los difuntos no pasa el tiempo, por tanto, no envejecemos-. Y me sonrió.
Pero al cabo de los segundos se puso seria de golpe. -Keisy, no sé si te lo habrá dicho alguien, pero… Hay un brujo negro que te anda buscando desesperadamente por todo el mundo llamado Rashán, te quiere liquidar-. Yo me sorprendí, creía que no lo sabía. -¿Y cómo lo sabes?-. -Ahora no hay tiempo para explicaciones, lo que importa es que tú lo sepas-. Con firmeza. -Debes usar esas dos piedras lunares que tienes en tu poder y
usarlas para derrotarlo, ahora posiblemente sepa dónde estás, así que debes abandonar el lugar donde estás e ir a un sitio 43
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
más seguro para prepararte para el combate, duelo, como le quieras llamar-.
Yo fruncí el ceño. -¿Y cómo sabe dónde estoy?-. -Los magos tenemos un sentido más que los humanos corrientes llamado “percepción”.
Cuando alguien abre el portal al mundo de los muertos para comunicarse con alguno de ellos, lo notamos, no hace falta que nos concentremos y gastemos energía tontamente así que solamente lo notas y ya. Incluso a veces ni lo notas, pero en este caso, él está removiendo cielo y tierra para encontrarte y ten por seguro que lo hará, y pronto-.
Yo asimilaba poco a poco cada palabra que salía de la boca de mi madre a la vez que iba asintiendo comprendiendo. -Entiendo. Entonces mañana mismo cogeré mis cosas y me iré a entrenarme con las piedras lejos de aquí, así podré vengaros. Su madre asintió con una sonrisa.
-Esa es mi hija-. Dicho esto la imagen se fue haciendo más distorsionada hasta que desapareció. -¡No!-. Exclamé. Miré la hora y ya había pasado media hora. Eché una maldición.
Me dije por mis adentros. 44
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
Decidí irme a la cama ya que mañana nada más levantarme
me iría a buscar un refugio lejos de aquí. Pero no lo haría sin despedirme de Jewi, Krist y Jesthin.
A la mañana siguiente, cogí mi mochila, metí las cosas más indispensables para mí y la dejé hecha encima de la cama. Ahora iría a despedirme de los que habían sido como una familia durante todos estos años. Salí de mi habitación y no sé dónde miré que me choqué con alguien.
-¡Disculpa!-. Dijo una voz masculina ofreciéndome la mano para ayudarme a levantar. -No pasa nada-. Dije cogiéndosela. En cuanto me puse de pie y vi de quien se trataba… me puse colorada y se ve que él lo notó.
-Keisy… ¿Te ocurre algo? Te has puesto rojísima-. Dijo con una carcajada. -N… No. A…A…Adiós-. Dije tartamudeando de la vergüenza. Sí, era Meiky. Corrí hasta el final del pasillo y pude ver de refilón como miraba cómo me iba con cara confusa.
¿Qué hacía él ahí? ¿No se había graduado? 45
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
Me encontré a Jewi en el vestíbulo hablando con un alumno,
justo en ese momento había acabado de aclararle una duda y el chico se fue. -Buenos días-. Me dijo con una sonrisa. Yo no le respondí ni le sonreí. Él se puso serio.
-¿Qué te ocurre?-. -Nada, solo me venía a despedir-. -¿Despedirte? ¿Porque? ¿Acaso no estás bien aquí?-. -No… No es eso no me malinterpretes es que…-. Le expliqué lo que me dijo mi madre anoche.
-Pero… no puedes ir sola por ahí, no porque no seas responsable ni madura, no me malinterpretes sino porque… es peligroso y yo no estaría tranquilo sabiendo que corres peligro y no tienes a nadie que te acompañe-. -Yo la acompañaré-. Dijo una voz masculina detrás de mí. Me giré, y de nuevo era él. Meiky.
Jewi se lo quedó mirando unos segundos. -¿Estás seguro muchacho? ¿Crees poderla proteger? Solo eres un mago de la magia blanca, no estoy seguro de que lo puedas hacer…-. Levantando una ceja.
-Sí, soy capaz, y si hace falta daré la vida por ella-. Esas palabras hicieron que me estremeciera. 46
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
-Bueno ya que te pones así… recoge tus cosas que hoy mismo emprenderéis el camino-.
El muchacho asintió con una sonrisa y se dirigió hacia las escaleras. -¿Y que hace él aquí? ¿No debería estar en su casa des de hace una semana?-. Frunciendo el ceño.
-Sí, pero cuando se graduó al siguiente día se fue a su casa, y dejó ropa aquí que no le había en la maleta, entonces dijo que un día de estos cuando pudiera vendría a por lo que le quedaba de ropa y se ve que hoy ha sido el día, todo ha sido una casualidad, pero al menos me salgo con la mía-. Yo fruncí el ceño sin entender nada. El soltó una carcajada. -Venga, que se nota cuando lo miras que estás enamorada de él-. Yo me ruboricé. ¿Tanto se notaba?
-Y también he de decir que a él también se le nota bastante entusiasmo en ti, pues no se hubiese ofrecido voluntario para acompañarte-. Picándome el ojo derecho. Entonces se escuchó a alguien que bajaba las escaleras-. -Listo-. Dijo el mismo chico rubio de antes colgándose la mochila que llevaba en la mano derecha en el hombro izquierdo-. 47
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
-Bien, yo voy a por la mía-.
-Sí, pero no olvides despedirte de Krist que luego como vea que te has ido sin decirle nada y sin ni siquiera despedirte… ya sabes cómo es-. Dirigiéndome una sonrisa. Yo asentí y se la devolví. Fui corriendo hacia el pasillo dónde se encontraban las habitaciones y entré en la mía.
Aún no me podía creer todo lo que había pasado en un momento. Creí que iría sola y ahora resulta que iría acompañada. Y no de cualquiera. Iría acompañada de Meiky.
Cogí mi mochila que aún estaba encima de la cama, tal y como la había dejado hacía apenas unos minutos. Me dirigí a la puerta, cogí el pomo de la puerta y antes de cerrar la puerta le di un último vistazo a la habitación. Echaría de menos aquel lugar. Entonces me dirigí de nuevo al
vestíbulo donde estaban hablando Meiky y Jewi, no alcancé a escuchar lo que decían, solo pude ver la cara de ruborizado que puso Meiky al verme, se veía muy gracioso. -Ya estoy-. Con una sonrisa. –Voy a despedirme de Krist-. Los dos asintieron a la vez.
Me dirigí a la cocina que es donde me imaginé que podría estar. Y ahí estaba, limpiando los platos del almuerzo. 48
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
Le expliqué lo que había pasado y ella me entendió a la perfección.
-Pero ten cuidado, hay mucho peligro por ahí fuera-. -Tranquila, voy a ir acompañando de Meiky-. Eso pareció relajarla un poco. Le di un abrazo de despedida, me colgué de nuevo la mochila en el hombro y me dirigí por tercera vez al vestíbulo. -Ahora sí. Estoy lista-. Abracé a Jewi con todas mis fuerzas y se me escaparon algunas lagrimillas. -Esto no es una despedida, volveremos a vernos pronto. Lo
prometo-. Me dijo antes de besarme la cabeza. Esas palabras fueron muy reconfortantes. Cruzamos las miradas por unos segundos con Meiky y salimos de esa escuela, la escuela que tanto tiempo había sido mi hogar.
Decidimos coger a nuestros caballos. Yo hacía tiempo que no montaba a estrella. La yegua de Meiky se llamaba Laika. Emprendimos trote hacia el sur, hacia las cuevas que habían en las altas montañas llamadas “cuevas olvidadas”, la razón de su nombre es porque nadie va a esas cuevas y ya están “olvidadas”. 49
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
Ese era el único sitio donde era posible que nadie pudiera
saber de nosotros, aunque, por encima de todo, donde nadie pudiera saber nada de mi ni de mi existencia. Llegamos a una verde pradera. Las mariposas se posaban en las flores alimentándose del contenido de polen que estas llevaban en su interior.
También vimos a algunos conejos jugando entre ellos. Era realmente bonito. -¿Qué tal si nos paramos a comer aquí?-. Dijo Meiky. Abrí los ojos como platos. Con tanta prisa había olvidado lo más importante, la comida.
Supongo que él ya se dio cuenta del significado de mi aterrada cara porque dijo: -Tranquila, yo me he encargado de coger provisiones-. Y me picó el ojo derecho. -Pues que no se hable más, que tengo mucha hambre-. Y le dirigí una sonrisa que él me devolvió. Allí comimos y pasemos el día.
A la mañana siguiente montamos a Laika y a Estrella y seguimos hacia el sur.
Ahora mismo nos encontrábamos en un siniestro bosque. 50
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
Lo cruzamos montamos a caballo pero de forma cautelosa, es
decir poco a poco ya que había varias ramas que nos impedían el paso y nos podrían dañar si fuéramos al trote. Cuando salimos de él, por fin llegamos. En todo el camino no nos encontramos a nadie, ni a un alma, eso era muy buena señal.
Ese sería el sitio donde a partir de ahora entrenara y aparte, sería nuestro hogar por vete a saber cuánto tiempo. ♎
Acabé con la clase de ciencias mágicas, hoy había sido un día demasiado largo y agotador. Recogí los libros y me dirigí a mi habitación en la planta baja. Entonces un chico de segundo nivel de magia negra vino corriendo y con una cara de pánico me dijo: -Hay… Hay un hombre que da mucho miedo en el vestíbulo y exige saber dónde está Keisy-. Eso hizo que abriera los ojos como platos, claro que ya sabía que algún día vendría a por su objetivo.
Me dirigí al vestíbulo y el niño me seguía algo temeroso. Cuando llegué pude ver entre mucha gente, a un hombre 51
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
joven y que por mala suerte yo conocía demasiado bien.
Solo yo sabía su real edad ya que conservaba su juventud a través de hechizos. Y no, no os equivocáis al pensar que ese hombre era… Rashán, mi padre. -¿Qué haces aquí?-. Dije Firme. -¿No te dejé las cosas bastante claras la última vez?-.
-Si no fuera porque me dejaste sin media oreja-. Y se apartó un mechón de pelo dejando al descubierto para que todo el mundo pudiese ver su oreja dañada, o mejor dicho, su media oreja dañada.
-Pero… ¿sabes? Ahora ni tú ni nadie me va a parar. Voy a conseguir mi propósito. ¡Eliminaré definitivamente a la familia Brackestade para siempre!-. Yo le fulminé con la mirada. -¿Dónde está Keisy?-. Buscándola con la mirada. -No te interesa-. Dando un paso al frente. -Si, ella es mi objetivo-. -Primero deberás pasar por encima de mi cadáver-. El lanzó una carcajada. -¿Tú? ¿Enserio? No me hagas reír. No soy el de antes, he
mejorado mis poderes, así que yo de ti no me opondría a mis superiores, a no ser que quieras morir, eso cambiaría las 52
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
cosas-.
Yo tragué saliva. -¿Es que no te ves? Eres casi un anciano, no podrás con alguien más joven, fuerte y con más habilidades y conocimientos que tú-. -Yo al menos no uso hechizos de juventud-.
-Mira hijo, me estás empezando a mosquear. Dime donde está la chica o si no…-. -¿Sino que? ¿Me eliminarás? Venga empieza-. Vacilándole. Él, ya cabreado empezó a pronunciar las palabras de un hechizo y yo me cubrí con un escudo mágico, luego contraataqué…
Así nos pasemos durante media hora aproximadamente. Mis fuerzas iban disminuyendo al paso de los segundos. A diferencia, él ni jadeaba. -Te dije que no te metieras con tus superiores, este será tu castigo por haberlo hecho-.
Empezó a pronunciar las palabras de un hechizo y lo último que vi fue a mi padre lanzándome una enorme bola de energía, luego, perdí el conocimiento. ♎
53
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
Pasaron dos días des de nuestra llegada a las “cuevas olvidadas”. Yo iba avanzando poco a poco en la dominación de las piedras lunares al igual que Meiky, que estaba en proceso de dominar la suya.
Entonces noté una presencia que se acercaba. Meiky por su cara vi que también la había notado. Tragué saliva y esperamos a que estuviera junto a nosotros rezando que no fuera Rashán.
También había la posibilidad de que fuese una falsa alarma. En unos segundos teníamos ante nosotros a un muchacho de unos dieciséis años de edad, montado en un caballo color grisáceo. Y llevaba detrás de él lo que parecía… -¡Jewi!-. Y corrí hacia él.
Estaba tumbado bocabajo, inconsciente tumbado en la parte trasera del lomo del caballo. -¿Qué le ha pasado?-. Dirigiéndome al muchacho exigiendo una respuesta, y rápida.
-Vi… vino Rashán, su padre…-. Empezó. Yo tenía los ojos abiertos como platos. 54
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
-No. No puede ser… está… ¿está muerto?-. Y se me cayó una lágrima del lacrimal derecho. El negó con la cabeza. -Por suerte está solo inconsciente, necesita descansar. Su padre le dijo que quería saber dónde te podía encontrar. Él se lo negó y le dijo que debería pasar antes por encima de su cadáver.
Iniciaron un duelo y Jewi se veía muy cansado, a diferencia de su padre… Rashán ni jadeaba por usar los hechizos de juventud para conservarse joven. Él ahora supongo que creerá que su hijo está muerto ya que lanzó un último ataque para matarlo, pero yo me lancé. Usé el hechizo de
teletransportación de segundo grado, acogí a Jewi antes de que el ataque le alcanzara y me fui corriendo a coger un caballo-. -¿Y cómo supiste donde estábamos?-. -Me lo dijo él, me lo dijo con las pocas fuerzas que le
quedaban. Ha sido realmente valiente porque todos, incluso él, sabíamos que no ganaría, ya que un duelo a esas edades… pero al menos lo intentó-. -Arriesgó su vida por mí…-. Dije en un susurro. Entramos a la cueva a Jewi y lo dejamos descansar, ahora
debíamos entrenar mucho más duro, pues no tardaría mucho en encontrarnos. 55
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
Y a pesar de que fuésemos dos magos blancos y dos magos negros… sería algo difícil derrotarlo. ♎ Rashán lanzó una carcajada que rebotó en todo el recinto. -¿Veis? No hay nadie que me pueda ganar. Soy tan buen hechicero que no he dejado ni rastro de él-. Ahora la sala estaba inundada de gente gimiendo y con los ojos aguados, y por supuesto, el miedo también era presente. Rashán dio unos pasos hacia adelante.
A medida que los realizaba la gente se apartaba con cara de terror para dejarle paso. -Y bien-. Dijo dándose la vuelta para ver a todo el mundo que había quedado a sus espaldas. – ¿Alguien que aprecie su vida me dirá dónde puedo encontrar a Keisy?-. El silenció reinó en el vestíbulo. -¿Nadie lo sabe?-. De nuevo silencio. -Está bien, si no me lo decís por las buenas. –Se acercó a un muchacho de primer nivel. –Lo haré por las malas-.
-Lo cogió por el pecho de la camisa. Luego lo levantó para que toda la gente lo viera. El pobre muchacho, aterrado empezó a 56
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
lloriquear sin hacer ruido.
-Como cuente hasta diez y nadie me diga dónde encontrar a Keisy, mataré a este niño como hice con Jewi, como habéis podido comprobar, no tengo piedad por nadie-. Se escuchó a la gente alborotada.
-Uno… Dos… Tres… Cuatro… Cinco…-. Nadie decía nada, solo se notaba el nerviosismo de la gente a medida que iba acercándose al diez. -Seis… Siete… Ocho… Nueve…-. -¡Yo sé dónde está!-. Dijo un niño de detrás de todo. Era el
mismo niño que hacía tan solo un día le preguntó a Jewi una duda que tenía sobre un hechizo, justo antes de que Keisy le dijese dónde iba a ir. Rashán dejó al muchacho en el suelo. Éste se puso bien la camiseta ya que la llevaba arrugada mientras le consolaban sus compañeros.
El muchacho se acercó a Rashán mientras la multitud se iba abriendo para dejarle paso. Los dos quedaron cara a cara. -¿Y bien? Dime dónde puedo encontrarla-. El niño bajó la mirada.
-Está… Está en las cuevas olvidadas-. 57
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
Él sonrió victorioso, había logrado obtener lo que quería. -Perfecto-.
Se dirigió a la puerta y desapareció por ésta. El niño se dejó caer de rodillas y empezó a llorar. -Tranquilo-. Dijo una voz, y notó una mano en su hombro. Levantó la mirada. Se trataba de Krist.
-Ahora por mi culpa matarán a Keisy-. Y volvió a sollozar. -Lo hiciste para salvar a tu compañero, además, Keisy sabrá defenderse, no le será tan fácil como cree deshacerse de ella, Keisy no es una maga cualquiera, tiene mucho poder que aún no ha utilizado-. Muy segura de lo que decía. ♎ Pasaron dos días des de la llegada de Jewi y de Duglass, sí, ese era el nombre del niño que salvó la vida a Jewi.
Esa mañana por fin despertó, y despertó lógicamente con hambre. Meiky decidió ir a cazar algo para que comiera. Pues cogió su daga de plata y se adentró en el bosque.
Pasaron varios minutos y yo me empecé a impacientar. ¿Por qué tardaba tanto? ¿Es que aún no había hallado nada comestible? 58
Magia blanca y magia negra, Shannon corbera
Cuando menos me lo esperé, algo hizo que diera un brinco del susto. Era alguien, alguien había gritado, y parecía tratarse de… ¡Meiky! Me levanté de golpe del sitio en el que estaba sentada, les dije a Jewi y a Duglass que ahora volvía y me adentré en el bosque como hizo Meiky unos minutos atrás. -¡Meiky!-. Grité.
Nadie me respondió. -¡Meiky!-. Repetí. De nuevo silencio. Entonces algo se movió detrás de mí. Me di la vuelta y me acerqué cautelosamente y con el ceño fruncido. -¿Meiky?-. Alargué la mano para descubrir que había detrás del arbusto. Entonces alguien salió rápido del arbusto y me tapó la boca rápido para que n o me asustara y gritase. -Tranquila, soy yo-.
Yo me relajé, él lo notó y me quitó la mano de la boca. -Debemos avisar a Jewi y a Duglass, Rashán está aquí, me ha visto, así que sino huimos a otro lugar… no tardará en alcanzar-nos-.
Yo asentí algo aterrada. Él me cogió la mano y me condujo hasta donde se encontraban 59
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Jewi y Duglass.
Les avisamos de quien venía, a Jewi le dimos unas cuantas bayas silvestres que Meiky había encontrado y nos subimos a nuestros correspondientes caballos; Duglass iba montado con Jewi detrás suyo, yo monté a estrella y Meiky a Laika. Iniciamos trote hacia el lado contrario donde se encontraba Rashán.
Nos adentramos en un bosque cuando, por alguna extraña razón, el caballo de Duglass empezó a descontrolarse. Comenzó a relinchar desesperadamente mientras se ponía de pie con las dos patas traseras. Lógicamente los que lo montaban cayeron de culo al suelo.
Entonces empezó a alejarse justo por el camino por el que acabábamos de pasar. -Perfecto-. Dijo Duglass levantándose, sacudiéndose y tendiéndole la mano a Jewi, para ayudarlo a levantarse. -Y ahora… ¿Qué hacemos?-. Dijo Meiky mirándome.
-Pues supongo que cada uno suba detrás nuestro… pero es muy extraño lo que le ha ocurrido al caballo…-. Me quedé pensativa. Jewi subió detrás de mí y Duglass detrás de Meiky e iniciamos galope lo más lejos posible de Rashán.
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♎
¿Dónde se habrán metido estos repugnantes niños? Pensé.
Ya me empecé a cansar. Llegué a las cuevas olvidadas que es donde supuestamente podría encontrar a Keisy y no había nadie. Entonces vi como un caballo algo alterado venía a toda velocidad hacia donde estaba yo, pasó por mi lado.
Entonces decidí seguir sus huellas por si por casualidad pudiese encontrar cualquier pista. Las seguí algo ligero montado en mi fiel caballo, primero habían una multitud de huellas, luego disminuyeron algo, no entendía nada.
Inicié galope sin perder de vista las huellas, y cuando menos me lo esperé oí una voz. Eran ellos. ♎ -¿Sabéis de algún sitio seguro donde no lo sepa nadie, o al menos que tarde en encontrarnos?-. Dije mirando a mis compañeros de refilón. -Ni idea-. Dijo Meiky. Los demás no se molestaron en 61
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contestar, así que me lo tome como un “no”.
Entonces noté una presencia detrás de nosotros. Se me dio por girarme y… ¡Lo teníamos detrás! -¡Haic!, ¡Haic!-. Le dije a mi caballo golpeándole con los pies el lomo. Entonces iniciemos una marcha un poco más acelerada.
Meiky hizo lo mismo. Rashán hizo lo mismo, se puso delante de nosotros, pues tuvimos que parar de golpe. Casi salgo volando por la frenada. Rashán pasó su aterradora mirada por cada uno de nuestros rostros y al ver a Jewi dijo:
-Veo que aún sigues vivo, hijo, había creído que te había eliminado, pero veo que las molestias siempre tardan en desaparecer-. Jewi le fulminó con la mirada, tenía muchas ganas de acabar con él, o simplemente, que desapareciera de ese mundo, un asesino como el no merecía vivir. -Ya te dije que no sería tan fácil que te librases de mí-. -Hijo, ahora ya me da igual si estás vivo o no, ahora solo me interesa que por fin he encontrado a Keisy-.
Y me miró con una falsa sonrisa en los labios. Yo le dirigí una mirada repulsiva. 62
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-No te atrevas a tocarla-. Dijo Meiky bajándose de Laika.
Dio un par de pasos al frente y le dirigió una mirada desafiante.
-¿Acaso tú me lo vas a impedir?-. Dijo mirándole de arriba abajo con mirada incrédula. -Sí. Si hace falta daré la vida-.
A Rashán se le dibujó una sonrisa malvada en los labios. -Me gustaría ve eso muchacho-. -Pues lo vas a ver-. Dijo justamente un par de segundos antes de lanzarle un hechizo de inmovilización. Rashán lo esquivó. -Ha, ha, ha. ¿En serio vas a ser tú el que me va a eliminar? Mírate. Un simple mago de magia blanca… nunca podrá
hacer nada contra un mago negro supremo, se ve i se sabe a simple vista-. Entonces empezó a pronunciar las palabras de un hechizo, pero a Meiky no le dio tiempo de reaccionar. Pues hizo que cayera inconsciente de en el suelo de una revolada. -¡Meiky!-. Grité. -Ha, ha, ha. ¿Lo ves? Te lo advertí. ¿Te quisiste meter conmigo? Pues ahí tienes la respuesta al hecho. Ni sé ni cómo se te pudo pasar por la cabeza que podrías conmigo-.
Yo le dirigí una mirada repleta de odio y fui corriendo hacia el cuerpo inconsciente tendido en el suelo de Meiky. 63
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-Meiky. Meiky. ¿Estás bien? Despierta-. Entonces nuevamente escuché hablar a Rashán.
-Se me ha ocurrido una idea mejor. Os voy a eliminar a los dos a la vez. Qué bonito-. Se burló. Entonces inició con un nuevo hechizo. Yo me apresuré a conjurar una coraza que protegiese a Meiky y a mí. Jewi i
Duglass se apartaron y observaron des de una distancia larga pero a la vez corta por si algo marchaba mal poder actuar ya que Rashán pareció olvidarse de ellos y enfocarse únicamente en nosotros, pero principalmente enfocarse en su objetivo, es decir, yo.
Su ataque rebotó en mi barrera mágica, entonces Meiky pareció reaccionar. -Kei… Keisy-. Dijo con voz forzosa. –Usa… usa las piedras. Debes usarlas es la única forma que tienes para tener alguna posibilidad de derrotar-lo, sino, estamos perdidos-. Entonces se volvió a desmayar, el ataque que recibió por parte de Rashán fue bastante fuerte además, le dejó exhausto. Yo apreté los dientes. Ver a la persona a la que amaba dañada y encima por culpa de la persona a la que más odio hizo que mi furia se doblara, luego se triplicara, se cuadruplicara…
De manera que inconscientemente e involuntariamente, sin pensar y solo dejándome llevar por la ira que esos hechos 64
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provocaron en mí…
Coloqué las dos piedras lunares justo enfrente de mí, me recoloqué bien de rodillas, puse mis manos encima de ellas pero sin siquiera rozarlas, cerré los ojos y me concentré. Pedí la ayuda a mis padres, rogué a los seres mágicos de todos los elementos (agua, tierra, fuego, aire) y abrí los ojos. No se cómo lo hice pero me olvidé completamente de que Rashán estaba allí, noté como mi alrededor se oscurecía y como las dos piedras se iluminaban como lo hicieron al crearse cada una de las dos. Entonces noté como en mi mente pasaban miles de imagines a una velocidad de vértigo y que ni siquiera pude
observar con claridad e identificar ninguna de esas imágenes.
Poco a poco fui notando que mi poder aumentaba, dentro de mí crecía un poder increíble, y cuando pensaba que era insuperable, seguía y seguía creciendo. Me levanté, le lancé una mirada asesina a Rashán y avancé lentamente, paso a paso hacia él. -No me das miedo niña repulsiva, no tienes nada que hacer
contra un mago consagrado como yo, quítate de la cabeza el hecho de derrotarme-. Dicho esto empezó a formular un hechizo, uno de los hechizos 65
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más poderosos que han existido en la historia de la magia negra y se lo lanzó a Keisy sin miramientos. Ella lo esquivó como nada. En ese momento en el rostro de Rashán se dibujó sorpresa, odio, pero sobre todo… miedo. Miedo de ver que no tenía posibilidades contra aquel ser, o al menos muy pocas.
-Ahora vas a pagar todo los daños causados y voy a vengar la de mis padres-. Entonces empecé a pronunciar las palabras de un hechizo, el hechizo que acabaría con la existencia repulsiva de Rashán. -No… no puede ser… no puede derrotarme una simple niñita tan joven…-.
Se cubrió con una coraza segundos antes de que Lanzara mi poderoso hechizo contra él… pero su defensa no sirvió de nada, Rashán por fin había sido derrotado. Había ganado. Fui corriendo al lado de Meiky. -¿Te encuentras bien?-.
-Ahora que sé que por fin estas a salvo mucho mejor-. Con una sonrisa que a mí se me contagió. -¿Hey tortolitos nos vamos de aquí?-. Dijo Jewi. -Claro-. Contesté.
Ayudé a Meiky a ponerse en pie y montamos por parejas a los dos caballos. 66
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Llegamos justo antes de que oscureciera.
Abrimos la puerta de la escuela y vimos que en el vestíbulo no había nadie. Decidí ir a la cocina que es donde seguramente estaría Krist haciendo la cena. Cuando crucé el marco de la puerta de la cocina… vi a Krist tendida en el suelo boca abajo.
-¡Krist!-.Grité. -. Krist. ¿Qué te ocurre?, ¡despierta!-. Mi corazón iba a mil por hora. -¡Ayuda, llamad a un médico!-. -¡¿Qué ocurre?!-. Dijo Jewi bajando las escaleras a toda velocidad.
-¡Es Krist, no reacciona!-. Jewi puso cara de pánico. Cogió su mano izquierda y le tomó el pulso… no respiraba. -¿Respira?-. Jewi me miró y seguidamente abajó la mirada. No pasó ni un segundo que los ojos se me aguaron.
A la media hora de darme cuenta de la muerte de Krist, toda la escuela se enteró de su fallecimiento. Fue una importante muerte ya que Krist era una mujer muy amada por todas las personas que estaban y habían estado en la escuela, así que se hizo el entierro en la parte trasera de la escuela e hicimos una semana de duelo. 67
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CUATRO AÑOS DESPUÉS… Me levanté una mañana más para iniciar con las clases, me peiné me vestí y bajé a almorzar. Me estaba comiendo el desayuno cuando de repente noto que alguien me tapa los ojos. -¿Quién soy?-.
-Déjame pensar… ¿cariño?-. -¡Eres toda una experta en este juego!-. Dijo antes de darme un beso en la mejilla. -Buenos días Meiky, ¿qué tal dormiste?-. -Bien ¿y tú?-.
-No me puedo quejar-. Meiky y yo llevábamos una relación de cuatro años y medio de relación y nos amábamos des del primer momento. Cada año, por noche vieja, la piedra lunar se activaba y me permitía comunicarme con mi padre y con mi madre y
siempre me decían que su hija era una maga ejemplar, por que derrotó a uno de los más grandes hechiceros consagrados, derrotó a Rashán, el poderoso mago negro.
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