Bibliografía hispano-Latina clasica: códices, ediciones, commentarios, traducciones, estudios críticos, imitaciones y reminiscencias, influencia de cada uno de los clásicos latinos en la literatura española


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Bibliografía hispano-Latina clasica: códices, ediciones, commentarios, traducciones, estudios críticos, imitaciones y reminiscencias, influencia de cada uno de los clásicos latinos en la literatura española

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bibliografía

HISPANO-LATINA CLÁSICA

BIBLIOTECA REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS

ü IJ

m iM-Lim CÓDICES

EDICIONES

ciiii

— COMENTARIOS

ESTUDIOS C RÍ TICOS IMITACIONES Y REMINISCENCIAS INFLUENCIA DE CADA UNO DE LOS CLÁSICOS LATINOS

i^RADUCCIONES

EN LA LITERATURA ESPAÑOLA

D.

MARCELINO MENENDEZ Y PELAYO

TOMO

I

MADRID EST. TIP.

DE LA VIUDA É HIJOS DE M. TELLO IMPRESOR DE CÁMARA DE

S.

C. de San Francisco, 4.

1902

M.

ADVERTENCIA PRELIMINAR

El trabajo que logra hoy hospitalaria acogida en la Revista DE Archivos, Bibliotecas y Museos, ha sido para mí grata ocupación de muchos años y descanso de más graves estudios. Antes de salir de las aulas universitarias, en 1873, formé el proyecto de una Biblioteca de Traductores Españoles, ampliando y continuando el meritorio ensayo de D. Juan Antonio Pellicer. Después concebí un plan más vasto, y los traductores vinieron á quedar como una parte, acaso secundaria, de la obra que imaginé con temeridad juvenil. Tal como se presenta

al

público en esta primera parte consagrada á la litera-

comprende

de cada uno de los clásicos en España, las vicisitudes de su fortuna entre nosotros, el trabajo de nuestros humanistas sobre cada uno de los textos, las tura latina,

la historia

imitaciones y reminiscencias que en nuestra literatura pueden encontrarse. Tarea ciertamente vasta, y en la cual padeceré sin

duda errores y omisiones, pero que no creo enteramente

digna de menosprecio, siquiera por ser la primera tentativa de su género, y porque resume el fruto de muchas y pacientes

emprendidas sin más fin que el de la instrucción propia, puesto que siempre creí que estas notas habrían de quedarse inéditas. Sea cual fuere el destino que las aguarda, siempre tendrán para mí el recuerdo de las horas gratísimas que pasé leyendo los clásicos latinos y comparándolos con los castellanos ó viceversa. A los verdaderos amantes de las letras antiguas, á los que no las cultivan por pedantesco alarde, lecturas,

sino por recreo del espíritu y por necesidad estética y moral, á los humanistas, en suma, cada vez más escasos y más laten-

encomiendo y dedico estas páginas, que pueden tener algún interés. tes,

sólo para ellos

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUá.

6

Pocas palabras bastarán para dar razón del método que en Los nombres de los clásicos latinos van puestos por orden alfabético. En cada autor doy noticia de los códices de sus obras que existen ó han existido en España; de las ediciones hechas en España ó por españoles, aunque hayan sido estampadas fuera de nuestro suelo; de los comentarios, escolios y trabajos críticos de cualquier género en que hayan intervenido nuestros latinistas; de las traducciones totales ó parciales en cualquiera de las lenguas y dialectos peninsulares; y, finalmente, de la influencia que el escritor de quien se trata haya ejercido en la literatura española y del reflejo que de sus obras haya quedado en las de nuestros ineste Catálogo he seguido.

genios.

No

todas estas partes van tratadas con la

misma amplitud,

porque no todas tienen la misma importancia dentro del punto de vista peculiarmente español en que rqe coloco. La indicación de los códices no es más que' un mero apunte, de ningún modo un trabajo paleográfico, que por sí solo puede ser materia de una obra especial, y diversa en todo de la presente. Como la mayor parte de estos códices no han sido escritos en España, sólo me cumple ahora hacer notar el hecho de su presencia en nuestras bibliotecas antiguas y modernas como testimonio de la mayor ó menor difusión de los textos clásicos entre nosotros, especialmente en los siglos anteriores á la imprenta. Lo demás incumbe al historiador de la filología clásica en general, no al de las humanidades españolas. Sólo cuando esos manuscritos 'hayan sido materia de particular estudio para nuestros eruditos, puede decirse que caen de lleno bajo nuestra jurisdicción. Respecto de las ediciones conviene hacer una distinción.

Espero no haber omitido ninguna de

las

que tienen verdadero

valor crítico ó algún género de curiosidad bibliográfica, ya se

pureza del texto, ya por importantes notas é ilustraciones, ya, finalmente, por la belleza tipográfica ó por la estimación que los aficionados les conceden. Pero no he puesto empeño alguno en catalogar todas las impresiones de surtido, todos los textos escolares de Ci-

recomienden por su antigüedad, ya por

la

Bibliografía hispano- latina clásica

cerón, de Horacio ó de Virgilio; tarea

muy

difícil

7

puesto que

gran parte de esos libros se han consumido y destruido por el uso de las clases y por el ningún aprecio que de ellos se ha hecho; y además enteramente deslucida, porque tales ediciones no tienen interés más que como documentos pedagógicos; y para esto basta con citar un número razonable de ellas, escogiéndolas de distintos tiempos y procedencias, para que puedan seguirse las vicisitudes de la enseñanza de la gramática latina entre nosotros. Incluyo, por supuesto, en el

Catá-

logo todas las que poseo y todas las que existen en la Biblioteca Nacional; pero aun así presumo que faltarán muchas.

En

comentarios debidos á humanistas españoles advertiré con particular cuidado todo lo que hayan aportado de nuevo, ya á la crítica verbal, es decir, á la recta y depurada lección' de los textos, ya á la exegética, es decir, á la interpretación de su sentido, ya, finalmente, á la crítica literaria y los

arqueológica. Creo que este trabajo no ha de ser inútil para

que en justicia se les debe, porque que nadie lee, que muchas veces se encuen^

restituir á los nuestros lo

se trata de obras

tran perdidas en el fárrago de las ediciones variorum, y cuyos resultados se han ido incorporando en la erudición moderna sin

que nadie se acuerde de

los primitivos inventores.

En

materia de traducciones, no sólo ofrezco amplios extractos cuando se trata de obras inéditas ó raras, sino que reproduzco íntegras, para evitar su pérdida, gran número de piezas cortas esparcidas en folletos, periódicos y revistas. De este modo, siguiendo el ejemplo de Gallardo y otros bibliógrafos

eminentes, procuro amenizar la aridez de las cédulas, para que de su conjunto resulte una especie de crestomatía. Igual procedimiento sigo en la sección de imitadores, des-

cendiendo á minuciosas comparaciones, que acaso no han de ser inútiles para la historia de las letras españolas. Sirve de complemento á toda la obra un índice biográfico de los editores, traductores, comentadores, etc., mencionados en ella. x\l formarle, he sido brevísimo en los artículos de los personajes de alta fama, y cuyas biografías han sido escritas ya con la debida extensión y copia de datos. Sólo añado lo

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

8

nuevo y

lo inédito,

limitándome en

lo

demás á consignar

las

principales fechas y remitir al lector á las monografías donde puede lograr más cabal conocimiento de la materia. A nada

conduciría, por ejemplo, rehacer ahora la biografía del cense, de Fr. Luis de

Tampoco debo

Bró-

León ó de D. Francisco de Quevedo. mucho en las vidas de otros varones

insistir

ciertamente insignes (aunque no tangloriososy conocidos), pero que sólo figuran en esta bibliografía por haber traducido tal ó cual fragmento de un poeta latino. las noticias

En cambio

consigno todas

que ha podido allegar mi diligencia sobre una por-

ción de humanistas obscuros que, fuera de los trabajos de su

han dejado poco rastro en el mundo, pero que por lo mismo deben ser vindicados del olvido en una obra del género de la presente, cumpliendo con ellos la única reparación postuma que nos es dado tributarles después de tan triste y profesión,

pertinaz silencio de la crítica.

Quizás se tache de impertinente y extemporánea la publiel estado de postración y abatimiento en que yacen entre nosotros los estudios clásicos; pero si alguien la lee y se interesa en su contenido, fácil me será ofrecación de esta obra, en

mismo procedimiento, la Bibliografía cuyos materiales duermen años hace entre mis

cerle, trabajada por el

greco-hispana, papeles.

M. M.

Y P.

.

.

A ACCI.O (Lucio).

Agustín (Antonio).

I.

— Colección

é ilustración

En

I

el

tomo

de los fragmentos del poeta trágico L. Attio.

de sus Misceláneas filológicas (Códice K-253 de

la Biblio-

teca Nacional), págs. 49-iog.

Los fragmentos recogidos

é ilustrados

por D. Antonio Agustín perte-

— Mgistlms.—Agmnemnonides. —Aeneades Deciiis. — Alcestis. —Alcmeon, — Alphesiboea. — Aniphytrno. Andromacha. — Andrómeda. — Antigona. — Antenoridae. — Astyanax Armorum iudiciiim. — Athamas. — Airens. — Bacchiae. — Brutus. — Chrysippus, necen á

las tragedias siguientes: Achilles. aiit

Clytemnestra. —Deiphobns. —Diomedes. — Epigoni (ex Sophocle). — Erigone. — Eriphyla ,— Enrisaces — Hecnba. — Hellenes. — Hercules. — Ilionn. lo. Medea exul. — Meleager.—Medea.—Myrmidones. — Menalippa Melanippns). —Niptra.—Neoptolemus. — Nyctegresia.—Oenomans. — Pehpides.— Persis. — Philoctetes. — Phoenissae.—Promethens (ex ^schyloj, — Telephus.— Troades. — Incerta íragoediarum. faliter

Siguen fragmentos de las comedias de Attio: Aedilicia fogata.— Conciliatrix,

— Demetrius. — Fidiciuae, — Tropkeum, y otras inciertas: de sus ver-

sos sotádicos: de sus Anales: de su

poema

Didascalicon ad Baebium: de sus

Parerga y Pragmática; y luego otros retazos de colocación incierta. Al

margen

se

ponen

las variantes

y

las

enmiesdas conjeturales propuestas

por nuestro Arzobispo.

Repítense después todos estos fragmentos por los gramáticos

y demás autores que

el

orden en que los traen

los citan.

Termina todo con un comentario de D. Antonio Agustín que versa principalmente sobre la métrica de estos fragmentos. Esta última parte,

que comienza en

la

pág. 88, parece autógrafa: lo anterior es de letra del

amanuense del Arzobispo de Tarragona, con muchas correcciones de éste.

.

.

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS,

lo II.

Río

(P.

Martín Antonio

del).

— 1593. — L. Accii,

vel

Acta, vel Attii Fragmenta. Hállanse recogidos con los de los demás trágicos latinos, en

la

men:io-

rable colección, primera de su género, que aquel ilustre jesuíta publicó

con

el título

siguiente:

MartÍ7ii Antonii Delrii ex Societate lesn tres

Sintagma Tragoediae Latinae

1620. (Vid.

2.* edición. Lutetiae Parisiorum. Siimptibus Petri Billaine

Séneca

el

in

Antuevpiae, ex officina Plantiniana, 1593.

partes distinctum

Trágico.)

Los fragmentos de Accio

llenan, en esta

2/

edición, las págs. 125-151,

y pertenecen á las tragedias siguientes que el tiempo ha devorado: ^gisthus. Agametnnonides. A Icestis chilles. /Eneadae sen Decius.

—A







—Alcmaeon. — Alphesiboea. — Amphttrno. — Andromacha. — Andrómeda. — — Antigona. — Argonantae. — Armorum iudiciwn. — Astyanax. — AtJmmas. — Atreus. — Bacchae. — Briitus. — Chrysippus. — Clytaemnestra — Deiphobus. — Diomedes. — Epigonis. — Epinausintache. — Erigona. — Eri—Hecuba. —Heleni. — Iliona. — Ion. — Medea. — Meleaphila. — ger, — Melanippns. — Minotuurus — Myrmidones —Neoptoletnus. — Niptrae. —Nyctegresia. — Oenomaus. —Pelopidae. — Persidae. — — Phinidae. — Phoenissae. — Prometheus. — Telephus. — Tereus. — Trachiniae. — The— Troades. — Ex Atii fabnlis. Autenoridae.

.

Eiirysaces.

.

Philoctetes.

incertis

bais.

Págs. 174-185 están las notas de Martín del Río, entre sus Opinationes

Tragicorum fragmenta. Son de una sobriedad rara para su tiempo y muy doctas y oportunas en lo que toca á los orígenes griegos de las piein

zas latinas.

Comparada con

las colecciones

de Bothe y de Ribbeck,

la

de Martín

del Río tiene que parecer incorrecta y anticuada; pero no se le puede

negar

la gloria

de haber abierto

el

camino en

la difícil

investigación de

estas despedazadas reliquias trágicas, y aun de haber acertado

veces en sus enmiendas é interpretaciones.

debemos

Los

muchas

españoles sobre todo, no

tenerle tan olvidado, puesto que todavía

Bothe en 1835 tomaba

en cuenta sus lecciones y reproducía sus principales notas, calificándole

de eruditísimo,

si

bien le pone la tacha de demasiado temerario en sus

conjeturas: confidenter Ule, sicut solet (i), escollo difícil de evitar en materia

(i)

que es conjetural por su índole misma.

Poetae Scenici Latinoium

Lipsiae,

apud Henr, Weinedel, 1834.

Recensuit Fridericus Heiiricus Bothe

Volunten quintum. Fragmenta.

H

BIBLIOGRAFÍA HISPANO- LATÍN A CLÁSICA

Faltan en

la

colección de Martín del Río

muchos fragmentos que

figu-

ran en las modernas, y que probablemente omitió por ser brevísimos. Sobran, en cambio, algunos que ó no son auténticos, ó se atribuyen hoy á otros poetas distintos de Accio. Entre los primeros hay que contar ocho

Marco Antonio Mureto para engañar á José Scalígero, quien de buena fe los citó en su edición de Varrón (De Re Rustica, 1573,

versos que forjó

trozo de la perdida tragedia Oenomaus:

como un

pág. 212),

Nam

si

lamentis adlevaretur dolor

cuanto- á los dos elocuentes fragmentos, traducidos

En

el

uno del Pro-

meteo de Esquilo, y el otro de las Traquinias de Sófocles (quejas de Pro-

meteo en

el

Cáucaso; lamentación de Hércules moribundo), Martía del los tuvieron por

Río y Bothe

de Accio; pero Ribbeck los ha excluido de-

finitivamente, probando que son uno de los ensayos poéticos de Cicerón,

que es quien

los cita en el libro II

de

entender claramente que son suyos.

la Cuestiones

Y

Tusculanas, dando á

á la verdad que ellos solos basta-

rían para deshacer la infundada y tradicional preocupación contra sus

versos.

Tampoco

número de

el

las tragedias se

supone hoy tan considerable

en tiempo de Martín del Río, pues en vez de las 52 que aquél ad-

como

mitía (además de los fragmentos de atribución incierta), se ha ido redu-

ciendo

número

el

á 37,

que es

el fijado

censión, por considerar algunos

misma

No

la

pieza. Pero

tampoco en

hay siquiera en

Por

lo

títulos

comparación de

Ribbeck llama Alctimaeo á de su catálogo

do en tura

la

Medea

Deorum,

Iliona;

Bothe)

de

nombre

del poeta.

las tragedias, basta advertir (para fa-

las ediciones la

de una

modernas con

la antigua)

que

que Martín del Río Alcmaeon, que suprime

la

Andromacha, las Trnchinias y los Argonautas (colocan-

el

notabilísimo fragmento transcrito por Cicerón

II);

que llama Equus Trojanus á

que relega á el

títulos dobles y triples

esto puede haber completa certidumbre.

la ortografía del

que toca á los

cilitar la

como

por Ribbeck en su última re-

los

la

De

na-

que nuestro jesuita

fragmentos de Pacuvio (como ya

lo

había hecho

Inde adveni in montem Oetam, atribuido á la Niptra de Accio;

existencia de dos tragedias más tituladas Minos y Stay que admite la de ésta ya se siatae sive Trophaenm Liberi. De los insignificantes restos

había hecho cargo Bothe, notando la omisión

No

pasaremos por

áq.

Martín del Río.

alto algunos aciertos críticos del jesuita hispano-

flamenco, enteramente conformes con lo que la erudición moderna en-

12

BIBLIOTECA DE LA REVIStA DE ARCH., BIBL. V MUS. seña. Tratando del Philoctetes de Accio, sostiene que no era imitación

solamente del de Sófocles, sino también del de Esquilo (opinión de Her-

mano y de Welcker) y

piezas de asunto troyano admite,

mezclada con

además de

tas

En

la

influencia de

las

Homero

Medea supone otra fuente,

de Eurípides. Con ocasión del Bruto y del Dedo,

la tragedia

muy

establece

como Ribbeck,

de los trágicos griegos.

la

En

del de Eurípides (opinión de Ribbeck).

claramente

la distinción entre tragedias

y fábulas pretexta-

Romani proceres,*

«quod

in illis Héroes, in his

III.

Morante (Marqués

y Miguel (D. Raimun-

de)

do).— 1864. En

su segunda disertación sobre un fragmento de Afranio, transcriben

(conforme á tos

la edición

de Ribbeck, 1855) y discuten los trece fragmen-

que nos restan del Atnphitruo de Accio, insistiendo mucho en que

mala

aetate del tercero

de

ellos,

no debe entenderse por

el

la vejez.

Págs. 45-48.

IV.

MíNGUEZ

(P. Luis),

—Accio Lucio, poeta

de

las

Escuelas Pías.

trágico.

Artículo inserto en la Enciclopedia Metódica. Diccionario de Gramática y literatura traducido del

y aumentado por

francés al castellano, ilustrado

S. Fernando, del Orden de Escuelas Pías.

Don

Antonio de Sancha.

Librería en la

Año

de

Tomo

el

R. P. Luis Mínguez de

primero.

En Madrid. Por

M. DCC. LXXXVIII.

Se hallará en su

Aduana Vieja.

Págs. 98-100.

Este artículo

es,

con una leve adición,

el

mismo de M. Sabathier

serto en la Enciclopedia francesa, y así lo reconoce el traductor; pero

in-

no

he querido omitirle por ser trabajo del P. Mínguez, que fué humanista

muy

laborioso y entendido.

V. Burgos (D. Javier de).

—Accio ó Attio (Lucio). Artículo inserto en la

Biografía universal antigua y moderna, ó

historia

por orden alfabético de

la vida pública y privada de todas las personas distinguidas acciones, talentos, virtudes 6 vicios.

por una sociedad de adiciones

y

literatos

refundiciones.

y

Tomo

Obra enteramente nueva;

sabios,

y

por sus

escritos,

escrita en francés

traducida al castellano con muchas

primero. (Sólo llegaron á publicarse tres,

BIBLIOGRAFÍA HlbPANO-LATINA CLÁSICA

en que no se acaba

la letra

A .)

Madrid. Imprenta de

I3

Don Mateo

Reptillés,

1822.

Págs. 242-243.

Es traducción

del artículo de

que sirvió de base á

M. Dordent en

la Biographie Univevselíe

de Burgos. Del mismo Dordent son los artículos

la

de Adriano, Afranio, Albinovano, en

la

misma

Biografía.

Prescindo de las euciclopedias y colecciones biográficas posteriores,

ADRIANO I,

(Elio).

Guevara

Ego

(Fr, Antonio de).

nolo FlorUS es se

«Tenia Adriano

muy

gran conjunicacion con Floro poeta:

tiempo era docto para enseñar: y

no de Palestina Adriano:

muy

qual en aquel

gracioso para hablar. EstSdo en

amigo Floro

escriviole su

el

estas palabras:

el

rey-

yo no quie-

ro ser emperador para 5dar por las islas de Bretaña: y para andar por las nieves de Asia. Respondióle á esto Adriano: Si tú

poco quiero yo

ser

Floro para andar por

las

no quieres

Adriano, tam-

ser

tavernas: y para

comer en

los bo-

degones: y para ser despedacado de piojos (i).»

Las obras predicador

del ilustre señor

y

chronista

(Cada uno de

y

don Antonio de guevara obispo de Mondoñedo

del consejo de su

Fol. XXVII de la Década de Cesares: dores

Romanos q imperaron

Colofón: nAquí

se

sos: y

(1539).

á saber

las vidas de diez

Empera-

Marco Aurelio.

acaba la decada de las vidas de

muy peregrinas

los diez cesares

hystorias

muy

y empa-

varios ca-

muchos y muy buenos auisos Fuero copiladas traduzidasy corregidas por

ble villa

.

y

su magestad, Imprimierose en la

del cosejo de

muy

leal

y muy

y

no-

de valladolid, por industria del honrrado varón impresor de libros Juan

de villaquira

(l)

M.DXXXIX

alustre señor don antonio de gueuara obispo de mondoñedo, predicador

chronista,

logia

es

en los tiempos del buen

dores romanos: en las qles se cotienen

el

Magestad.

los tratados lleva diferente paginación.)

á veynte

d'

mayo.

Año

de mili

y

quinietos

Los versos de Floro y Adriano, traducidos en prosa por Guevara, dicen Latina de Burmann y Meyer (edición

1835), núnrts. 212

y 307:

Ego nolo Caesar esse, Ambulare per Britannos, Scytbicas pati pruínas.

Ego nolo Florus

esse,

Ambulare per tabernas, Latitare per popinas,

Culices pati rotundos.

asi

y

treyntay nueue.»

según

el texto

de

la

Antho-

»

-



BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

14

Caro

11.

(Rodrigo).

— 1634.

Ep. Animula vagula. «Hizo, estándose muriendo

Emperador Adriano), vn epigrama, que por

(el

lindo lo pondré aquí. Hállase en aquel no bastantemente estimado libro que

Epigramata Velera. Dize

se llama

así

en versos dímetros iámbicos: Ani-

mula «Pássolo desta manera á nuestra lengua: Alma mia

¿A qué lugares

regalada,

Huéspeda blanda del cuerp».

De

Compañera de mis

¡Triste de

gustos,

Como

Gloria de mi pensamiento,

Antigüedades

y

yrftg,

horror y de sombras llenos? tí!

no harás,

antes, burlas y juegos.

Principado de la IlvstHssima ciudad de Sevilla,

y Choro

graphia de su Convento lurídico, ó antigua Chancillería. Dirigida al Excelentísimo Sr.

Avíor

de

Guzmán, Conde-Duque de Sanlúcar

En Sevilla, por Andrés

Dr, Rodrigo Caro. Año 1634

el

Lib.

Don Gaspar

XV,

pág. 109.

Anónimo.

— 1804.

III,

III.

cap.

la

Mayor.

Grande.

Animula vagula, blandida. Mi alma pequeñita,

Y

¿Y á do sola caminas

Nuda y desconsolada,

blonda y delicada,

Mi

tierna compañera,

¿Así de

mi

Descolorida y

Ya

te apartas?

Correo de Sevilla, tomo

III,

pág. 267.

Núm.

fria?

cesaron tus gracias.

104, correspondiente al

miércoles 26 de Septiembre de 1804.

Va

intercalada esta traducción en un Diálogo entre

el

Emperador

Adriano y Margarita de Austria,

Puede sospecharse que Gaviria, que dirigía

D. Justino Matute y en Bosgiiejo de Itálica que el y (Sevilla, imprenta de D. Mariano

esta traducción sea de

El Correo

de Sevilla,

ó Apuntes que Juntaba para su historia

Caro, 1827), alude á este epigrama de Adriano (pág. 94): «Aun antes

de su muerte, se dice que compuso unos versillos, que indican su inquietud sobre

el destino

de su alma, cuando haya abandonado

el

cuerpo;

juguete que es bien conocido por haberse publicado entre los epigramas

de los antiguos.

IV.

Burgos

(D. Javier de).

— 1822.

Ep. Animula vagula^ blandula ftEl

concepto raro de estos versos, y

la

singular ocurrencia de hacerlos á la

.

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA hora de

la

muerte, nos han hecho tantear

intraducibies;

mas para que

los

el

traducirlos,

que no sepan

el latín

15

aunque

los

juzguen por

creemos

ellos del ca-

rácter de Adriano, helos aquí: Animilla andariega y eadeblilla,

Huésped

del cuerpo á

De mansión Amarilleja y

Ahora

el

No has

vn tiempo y compañera, ^

aridilla, fiera,

camino tomas;

de embromar

allí

como

Estos versos se hallan por nota en Universal Antigua y

aquí embromas.!

el artículo

Adriano de

la

Biografía

Moderna que Burgos empezó á publicar sobre

de otra francesa en 1822, tomo

la

base

pág. 48.

III,

V. Paz Soldán y Unánue (D. Pedro).

— 1870.

Versos del Emperador Adriano moribundo á su alma: Animilla va gula, blandula. lAh

Que

espíritu fugaz, errante llama

ardiste en el santuario de

mi pecho!

¡Qué! ¿ya mi cuerpo tu calor no inflama?

Huésped caro y vivaz,

¿Qué incógnita región

¿Do

te vas,

di,

¿qué te has hecho?

tu vuelo llama?

alma, con tan largo trecho?

Temblona me pareces, moribunda;

Tu humor

se

apaga y tu expresión jocunda.

Lima, Noviembre de 1870. (En

Juan

de

VI.

la

coleccioncita de Poesía Latina, por

Arona [seudónimo de Paz Soldán]: Lima, 1883, pág. 98.)

Masdeu

(D, Juan Francisco).

Historia crítica de España Colección preliiniíiav de lápidas

y

y de

la cultura española.

medallas, que sirven á ilustrar la España

Romana. Madrid, Sancha, 1788, págs. 287-331. Artículo

XIV, Elio Adriano Emperador

Contiene 58 inscripciones latinas y griegas del tiempo de aquel Emperador (núms. 235-293), algunas de ellas apócrifas ó dudosas. Las

acompaña un erudito comentario. Entre estas lápidas figura (núm. 262)

la carta

de Adriano á una com-

pañía de famosos atletas, los cuales, por medio de Ulpio Doméstico, le

habían pedido un local para practicar sus ejercicios, y una sala donde conservar su archivo; y

el

epigrama latino compuesto por

el

mismo

BIBLIOTECA DE LA REVISTA ÜE ARCH., BIBL. Y MUS.

l6

Adriano en loor de un caballo llamado Boristenes, inscripción encontrada en un

mármol en

VIL Masdeu

el territorio

de Astee en Provenza

(i).

(D. Juan Francisco).

Historia crítica de España

Tomo XIX. Continuación de los Supiementos á los quince tomos primeros.

Madrid, Sancha, 1800.

Suplemento XXIV. Continuación de de la

la colección lapidaria

y numismática

España Romana,

Artículo

XI

(págs. 90-98).

Contiene un suplemento de inscripciones y medallas del Emperador

Adriano (núms.

i. 463-1. 477).

Antonio (D. Nicolás).

— Bibliothecn Augusti

¿evo

Hispana Vetus,

ad annnm Christi

Matriti, apud vidnam I.

MD

Hispani Scriptores qui ah Octaviani

Jloruerunt. Auctove

D. Nicolao Antonio TomtisPrimus.

Curante Frattcisco Peresio Bayerio Valentino.

HisPnlensi

Lib.

sive

Cap. XV.

vulzari fama:

sive

et

heredes

D. loachimi Ibarrae

De Hadriano Imperatore.

natus

Romae ex

Italicae

1788. is

ortns ex ma^is

The-

patria Italicensi, matre Gaditana.

mistii error et correctio. Aurelii Vietoris error, Hadriani doctrina mira

et

mnltiplex eximie a veteribus commendata. Libri cde vita stia.n tCatacriani* etiam. Antimachi imitatione ah eo scripti.

Multa

itemque conjectura nostra. Sermones eiusdem,

tis,

nes, et carmina.

et orationes,

mul-

ac declamatio-

Epistola eius de Christianis laudatnr a quibus non aversa

fuit. nAlexandriadis» opus non eius, sed

Deja incierta

de hac inscriptione ex

la cuestión

de

Hadriani Sophistae.

la patria,

pero se inclina á preferir

el tes-

timonio de Sparciano.

Trata luego larga y eruditamente de los escritos de Adriano, prescin-

(1)

Dice

asi este

curiosísimo epitafio corregido conforme á

Borysthenes Alanus

la

Anthologia de Meyer, nüm.

Ausus

fuit

nocere,

Caesareus veredus,

Vel extimam saliva

Per aequor

et paludes

Sparsit ab ore caudam,

Et túmulos

et ruscos

Ut

solet evenire;

Volare qui solebat

Sed integer iuventa,

Pannonicos in apros.

Inviolatus artus

Nec uUus insequentem

Die sua peremptus

Dente aper albicanti

Hoc útus

e«t in agro.

2H:

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

I7

diendo de su vida política y privada. «Doctrina quippe tantum ad nos spectat.»

Págs. 97- 102

(i).

IX. Rodríguez de Castro (D. José). Biblioteca Española.

Tomo Segundo,

que contiene la noticia de

los escrito-

res gentiles españoles

Madrid, Imprenta Real, 1786. Págs. 138-143.

El Emperador Adriano. Trabajo de compilación, algo confuso, sin tores y épocas.

Es muy

inferior al

la

debida distinción de au-

de Nicolás Antonio, á pesar del

tiempo transcurrido entre uno y otro.

X. Biógrafos y comentadores. Siendo

el

historia del

Emperador Adriano personaje de

tanta importancia en la

mundo, y siendo además español de nacimiento

me-

ó á lo

nos de origen, no es maravilla que hayan tratado extensamente de sus

hechos cuantos autores españoles han intentado escribir los

Césares

Romanos

ó

la

de nuestra patria y aun

la historia

la particular

municipio de donde era oriundo. Su condición de escritor entrada también en nuestras bibliografías generales. Pero

que

la

mayor parte de

estas noticias se refieren á

le

ha dado

como

Adriano como

de del

quiera

Empe-

rador, apuntaré aquí solamente lo que puede interesar á la historia

li-

teraria.

Creemos que del

la

primera biografía que en nuestra lengua se escribió

Emperador Adriano

que se lee en

es la

mandada compilar por D. Alfonso Ocampo: Zamora, 1541, rador de

Roma:

fols,

la

Crónica general de España,

Sabio (C. G. edición de Florián de

xciv vuelto á xcvii: Adriano dozeno empe-

señor de España).

ticas y científicas del

el

No

se olvidan en ella las aficiones artís-

Emperador, á quien

el

Rey Sabio debía de mirar

con especial simpatía: «E sabed que Trajano su

(r)

tio.

Es bien sabido que

cada bajo

los auspicios del

este

E la

emperador Adriano fué natural de España bien como

fué orne

primera edición de

siempre

la

sabio en griego et en latín, et

la Bibli.otheca Vettis de

Cardenal Sáenz de Águirre y

Martí, es de 1695 (Roma); pero siguiendo citaré

muy

el

la

non tan

sola-

D. N, Antonio, obra postuma publi-

dirección del futuro

Deán de Alicante D. Manuel

uso general da los bibliógrafos, que responde á la utilidad común,

de 1788 (Madrid), publicada por la Biblioteca Real, y extraordinariamente mejorada con las

notas de Pérez Bayer.

%

DE LA REVISTA DE ARCH.,

BIBLIOTECA.

l8

mente en syca que

mas en todas

fablar,

las artes

muy

es el arte del canto era

grand maravilla:

et

por

él

que en estas lenguas son. Ca en

grand maestro,

et

en

física

muy

mu-

sabio á

asy sabia acordar canto con canto et palabra con palabra,

que no semejaba que obraban en

EIBL. Y MUS.

de sotileza nin de enseñamiento, mas que lo

lo avie

la arte

de

la física

segund natura maestros sabidores de

las

estrellas.»

Por

lo

neral está

demás,

muy

la biografía del

Emperador Adriano en

manca, supliéndose

la

Crónica ge-

con noticias de historia

los vacíos

eclesiástica y con el peregrino y apócrifo libro de las Respuestas del filósofo Segundo,

que tanta analogía tiene con

el

Sendebav y con

La

doncella

Teodor.

No

insistiré en las

dia se hicieron de la

numerosas refundiciones que durante

nuestro asunto. Sólo en

Emperador cimiento.

el siglo xvi

Adriano, escrita

Compúsola

Guevara, con más

el

con

encontramos una nueva biografía del

los subsidios

de

la

ingeniosísimo é invencionero Fr. Antonio de

Uadolid, 1539. reimpresa

En

su Década de Césares (Ya-

muchas veces después) incluye una extensa

vida de Adriano, dividida en diez y ocho capítulos

tomada en general de

ciano, Sexto Aurelio Víctor, bio y Eutropio.

No

las fuentes

más

como

Elio Spar-

Dión Casio, Apiano Alexandrino, Ense-

las noticias relativas á la literatura

tante enterado,

xvii vuelto á

(fols.

clásicas,

por eso deja de añadir, conforme á su genio, buen

número de amplificaciones y circunstancias

De

erudición del Rena-

conciencia histórica de la que pudiera esperarse del

autor del apócrifo Libro de Marco Aurelio.

xxi), y

Edad Me-

la

Crónica general, porque nada nuevo ofrecen para

fabulosas.

de Adriano se manifiesta bas-

aunque añade algunas de su cosecha.

«Como era tan gran latino y griego compuso algunas obras, assí en metro heróyco comeen oración soluta .... Imitando á Vegecio (!) escribió un libro do ponia

la

manera que hablan de tener

los

Capitanes en pelear: y de

la

nera que los tribunos hablan de regir: y conforme á esto hizo muchas y Escribió versos para

excelentes leyes

noi

[sic)

sepulcro de su

muy

privado Anti-

por cuya muerte derramó muchas lágrimas, y puso estatuas de

todos los templos de Asia blar antigua: dábase á lo saber

el

muy

la

Amaba

arte oratoria

y loaba y aun imitaba

y questiones,

él

en

manera de ha-

todo lo que deseaba saber procuraba

bien: y á esta causa fatigaba

con dificultades

la

ma-

muy

mucho

á los maestros de las artes

por poder quedar con

lo cierto,

y aclarar lo que

estaba dubdoso.»

Teniendo por principal fuente á Fr. Antonio de Guevara, y

sin

mejo-

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

Adriano

rarle en cosa alguna, volvió á escribir la vida de

también en

la

alabanza de Adriano

determinadamente obra suya

dras

3'

aunque

literato,

sin citar

Ambrosio de Morales,

IX de su Crónica general memorias del Emperador Adriano,

del libro

las

enriqueciéndolas con los resultados de la Epigrafía (Pie-

emperador Adriano).

destc

De

su cultura literaria habla en varias

muy grande ingenio para las letras, y supo mucho en el cap. XXXVI, titulado Voconio Romano, poeta español, y

«tuvo

partes:

Y

ellas.» las

doctamente

(2) recopila

ilustrándolas

como

cautela procedió

XXXI-XXXVI

los capítulos

España

de

ma^níJi:o

(i).

Con más discernimiento y que en

el

Pero Mexía en su Historia Imperial y Cesárea (1545)1 dilatándo-

caballero

se

IQ

en

memorias que del

hallan acá, apunta la

se

memoria de

ciertos versos de

nuestro Emperador, consignados en la Anthologia (Lascivns vcrsn, mente pudiciis erat):

«Adriano tuvo con

mismo

él

el

estrecha amistad, y

él

como en Apuleyo

que sus versos de Voconio tenian alguna deshonestidad, pre fué limpio y

Es

muy

(lib.

el

summa

se

Pero Mexia, vecino de

Juan de León

licencia de los

en su ánimo siem-

muy

la

contienen las vidas y hechos de toda los Césares em-

emperador Maximiliano: dirigida

y señor nuestro don Philippe, Principe de España y de

en casa de

él

IV, cap. V) hace un compendio breve y nervioso de los he-

Historia imperial y Cesárea: en la qual en

fico catiallero

hizo

casto.»

peradores de Ro-nia: desde Julio Cesar hasta cipe

le

singular que el P. Juan de Mariana, que en su Historia general de

España

(i)

parece,

epitaño para su sepultura, donde entre otras cosas dixo que aun-

ciudad

d' Seuiila

al

muy alto y muy poderoso

las dos Sicilias, ¡a qual

tompuso y ordenó

Con priuilegio. Colofón: Imprimióse

en Seuiila postrero dia del mes de Junio de mil y quinienlos

reuerendos señores

el

Licenciado del Corro inquisidor, y

neral deste Argobispado: siendo primero visto giales del Coliegio de sancto

Thomas

el

y

el

XL y

el

prín

Magni-

presente libro citco años, con

Licenciado Temiño Prouisor ge-

y examinado por su mandado y comission por

el rector

y Collc-

de Aquino desta Ciudad.

Fol. Lxxv vuelto.

«Comienca

la

vida del emperador Publio Elio Adriano, único deste nombre:

la

qual se divide en dos ca-

pítulos.»

Acaba en

el {oí. lxx.\-.

muy

«Alcatifó a ser

docto en ambas lenguas latina y griega, y escribió y compuso en verso y en prosa ex-

tremadamente: declamó y exercitóse en oratoria y en eloquencia: aunque amó tanío antiguos, que anteponía y tenia en tic.

No

á

el estilo

y dotrina de los

Catón que á Cicerón y á Enio que á Virgilio, y á Celio que á Salus-

supo de las otras artes menos que desta, porque fué singular mathemático, arimético, y geómetra, y

grande astrólogo: y preciábase de

Hay muchas reimpresiones res popularísimos fa)

más

Tomo IV

la judiciaria astrología.»

de la obra de Pero Mexia,

uno y otro durante

de

la

lo

mismo que

de la de Guevara, por haber sido auto-

los siglos xvi y xvii.

edición de Benito Cano: Madrid, I/gi, págs. 543-569.

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

20

Emperadores Nerva, Trajauo

chos de

los

bra de

los escritos literarios

3'

Adriano, no diga una pala-

fundaciones artísticas de Adriano, al

)'

paso que no omite las torpezas de Antinoo, que son feo borrón de su

me-

moria.

De

los historiadores generales de

suíta apenas

debe citarse para

el

España posteriores

al

inmortal je-

caso presente á otro que á D. Juan

Francisco Masdeu, que en los tomos VII y VIII de su Historia

España y

de la cultura española, dedicados al estudio de la

crítica de

España roma-

na bajo el Imperio, y de su religión, gobierno y cultura, discurre exten-

samente sobre

Emperador Adriano, con mucha doctrina y discerni-

el

miento crítico de las fuentes, haciendo justo aprecio de los epigramas del

Emperador, cuyo gusto declara «más ateniense que romano,» y

di-

latándose en la grata enumeración de los servicios que prestó á la cultura con las fábricas arquitectónicas que hizo levantar en

Roma y

en las

provincias, con las escuelas y bibliotecas que abrió y con los premios

que brindaba á los estudiosos

(i).

Le

considera además

Emperador que compuso un cuerpo sistemático de

como

el

primer

leyes (el Edicto per-

petno).

A más — Este

vocablo

lo

eres calígrafo, sino

un

dejo sin traducir, porque esa no es tarea de

humanista, que por ser humanista está por ende obligado

más limpio que

á ser

otro cualquiera; antes bien, debe de ser oficio de los agentes municipales en-

cargados del trasiego de ciertos pozos de aguas no claras y mal olientes. Aparte hedor, no sé yo dar razón de toda

el

no

sea

que por

la

ser helenista DiJbner,

oportunidad de esa

como

como

cita griega:

todos los helenistas, se haya creído

obligado á echar su trocito de griego, tan indispensable para tales señores, en

como

esta cuestión latina, olla

española. Si

la sal

en

el

huevo y

el

consabido chorizo en nuestra

fué su propósito, bien lo ha cumplido; que todos

tal

reconocido ex ung'úe leonem. De su traducción nada digamos: esa

dado aún con

la cita

otros señores.

Todo por haber tropezado en

en griego, tan

se

paños menores como

in a Ibis y

la

misma

hemos

ha que-

las

de los

piedra de los idola de

M. Quicherat.

Ya que volvemos ciller

á los idola, vuelvo á abrir el consabido libro del gran can-

de Inglaterra, libro que,

para mí

comodín

el

é

como queda

inseparable

dicho, en materia de discurrir es

vademécum,

el

cual

me

relata

en su pá-

humani

generis ad

rrafo XLIII lo siguiente:

— «Sunt

etiam Idola tanquam ex contractu

invicem, quíe idola Fori propter

et societate

hominum commercium,

et

consortium, ap-

pellamus. Homines enim per sermones sociantur, at verba ex captu vulgi

imponuntur. Itaque mala

tum

obsidet.

muñiré

et

Ntque

et inepta

verborum impositio, miris modis

definitiores aut explicationes, quibus

vindicare in nonnullis consueverunt,

rem

ullo

intellec-

homines docti

modo

restituunt.

se

Sed

verba plañe vim faciunt intellectui. et omnia turbant; et homines ad inanes et

innúmeras controversias, está;

y

por



et

commenla, deducunt.» Lo que

solo se explica, y se aplica al caso

al estricote.

que nos

es esto bien claro

lleva á todos á

mal

traer

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

36

un

Si par

me semble

petit hásard, qui

possible, tres possible

devoir d'en convenir, ont cherat,

vous

s'il

plait?

qu'á suivre votre elle,

demon

vous

toi.

la

myopes,

ta jolie

tés, qu'ils

paupetit

toi. lis

bouche en coeur, qui leur

beaux yeux

Pas un seul de ees

t'en prie.

je

méme

n'ont pas

pétiilants d'esprit.

regardé, les vilains

débitait ees ravissantes

compris moi

ma

belle enfant délaissée, je

qui t'aime,

11

en

si

accorte,

eomme

encoré aujourd'hui,

ce noble peuple

si

alerte,

si

t'ai

bien vu, moi, et

tu faisais rire au

tu n'auras rien

Como

prisait bien d'autres, le farouche.

bon vieux temps d'Afranius

Maissois tranquille,

entienda,

me

M. Quicherat la

al

oído y

muy

callandito,

vecindad dando un cuarto

entienda, que yo bien

Ya me parece que oigo

ma

filie,

vas voir, et

terrible satis,

el

me

no hay para

pregonero. Además,

al

entiendo.

que me lanzan enojados vuesas

— ¿Y la traducción que estamos aguardando?— ¡Su traducción, pron-

mercedes to, y

Tu

perdu pour attendre.

esto se lo digo á

me

fais

Romain, qui ne s'amusait guére cependant aux spectacles des

qué mover escándalo en quien

tout

j'ai

Tu me

mauvaise langue.

gladiateur est mort, et ton frane babil nous restera toujours.

le

mechanee-

n'ont pas voulu comprendre.

Va, eonsole-toi,

comedies.

Qui-

comme un charmant

de malice

ne pleure pas,

souvenu de

s'est

mon bon M.

gentille soubrette de la piéce, cette

pariait, toute farcie

ma mignonne,

grands savants ne

faute,

la

un

coquette; et dans ce malheureux aveuglement pour aitention á

fait

qu'elie est, qui vous regardait avec ses

— Et

rire

fausse route, á qui

fait

ees

fais

vous sans doute, á vous: n'avez pensé á autre chose

vicille

vous n'avez pas

vre petite, qui

A

méme,

me

Messieurs, tous gens de lettres, fort distingues d'ailleurs, et je

acabemos de una

— Allá

voy, señores;

estoy solo, y son

vez!

más

muchos

lo

como

deseo yo que vuesas mercedes, sino que,

los

parroquianos, no puedo acudir á todos

un

á

mismo tiempo. Pienso que fué en gel

que

el

Koran donde

tenía cien cuerpos, en cada

leí

años atrás

la

descripción de cierto án-

cuerpo cien cabezas, en cada cabeza cien

bocas, en cada boca cien lenguas, cada una hablando cien idiomas diversos, y todas juntas en ejercicio para alabar á Dios. ¡Ave María Purísima! Pues si yo

tuviera

la

mitad siquiera de

las

lenguas de ese angelón de

Mahoma, de seguro

ya hubiera concluido, porque lo hubieía dicho todo, Pero desgraciadamente y

por mal de mis pecados, no teniendo más de una, y esa perezosa y torpe, veo obligado á caminar paso tras paso,

Mas como también no

se le vea el fin,» y

que no

se

es cierto

que

como burro despeado

que «no hay camino, por largo que

«á la larga

no hay plazo que no

pague,» ya que dicen haberse cumplido

corriendo á pagar

la

que

les

debo.

el

se

me

por pedregal. sea, al

cumpla,

ni

que

deuda

que me dieron, voy

biblioGrapía hispano-latina clásica Pero

debo de empezar luego, ha de

si

vuelvan

como

la

gramática. Verdad

notará fácilmente

advertírselo,

que eso

el

el

reñere

el

obligaron á sacar de

que

es

traductor,

(el

á ésta la

me tome

el

trabajo de

de Campazas se entiende) deja los

sabio jesuita, que

y

el

Cojo

ó frailóte

el frailecillo

lla-

siendo tan seria la

nos

todos admiramos, en aquella peregrina historia,

lenguas, y tan merecidamente aplaudida de los doctos.

las

sin libros es cosa

Pero para que no digan que eso de traducir

que llevo entre manos, me quedaré con dos:

el

de burlas,

uno ha de

que

ser por fuerza el inseparable Calepino; ¿y el otrol"— El otro es el título:

que ha

P. Toribio, que fuera su lector en Artes, según largamente

traducida á todas

Ricus

él;

abro pocas ve-

con escándalo de sus maestros

buen dómine Zancas-largas

el

37

expresa condición de que

á los ojos salta.

estudios para meterse á

mado

la

curioso lector, sin que

¡Afuera libros! que Fray Gerundio

de Villa-Hornate,

con

me

estante todos esos librotes que

al

de quedar cerrada hasta ces,

ser

por

lleva

Poetarum Latii Scenicorum Fragmenta. Recensuil Fridericus HenLijjsiae, 1834. No es, la verdad, para desahogar un eructo de

BOTHE.

pedantesca proiigidad bibliográfica, Dios fecha de mi libro, sino para que

me

libre,

por

que estampo aquí

lo

más fácilmente pueda compararse con

la

de

la la

edición Mercertis, de que nos habla M. Quicherat.

Tomo

de

la

mía, esto

es,

de

la

de Bothe,

segundo tomo, que

el

contiene los fragmentos de los cómicos; abro por

encuentro con los de Al

la

ya llegamos; y

fin

las

páginas 193

es el

que

et seqq., y

me

comedia intitulada Vopiscus, de nuestro Afranio.

como «más

vale ta'-de

albricias por aquello de «albricias, padre,

que nunca,»

que

el

se

me deben

las

obispo es chantre;» ó por

aquello otro de «albricias, madre, que ya podan.»

— Pero

no perdamos más

tiempo.

De más

esta

comedia sólo nos quedan

treinta y tres fragmentos,

de

los cuales el

ocupan y que ya dejo copiados entero, nada más fácil que la traducción Vopiscus estuviera

largo es el de los cinco versos que nos

{vide supra). Si el

de los cinco versos, pues en ninguno de ellos hallo vocablo que merezca consultarse

en

el

ninguno, en

namente

Diccionario, ni construcción fin,

difícil, ni

ejercitado.

á

un traductor media-

Pues ¿qué hay entonces en este fragmento que dé lugar á

controversia? Dicen que hay

un contrasentido

manifiesto, porque

verso contradice lo que afirman los dos primeros. Si tero,

idiotismo que embarace;

de estos tropiezos que dejan perplejo

el

el

quinto

Fojjíscms estuviera en-

vuelvo á decir, no habría cuestión, quiero decir cuestión hermenéutica,

porque propiamente

filológica

análisis, así lexicológico

como

me

parece que no

la

hay,

mente, como no tenemos sino fragmentos, y éstos exégesis tiene necesariamente

como

lo

demuestra

el

sintáxico, de todo el pasaje; pero, desgraciada-

que

muy

diminutos, nuestra

ser obscura, vacilante y conjetural.

Hay en

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

38

drama de Shakespeare un rey de

cierto

en medio de se.»

— Yo,

pelea,

la

que

soy Ricardo

ni

Inglaterra que,

desvanecía por

treinta y tres fragmentos.

inducción, intentáramos,

la

comedia? Es desatino. — No

que hubieron de perecer en

género de

los

Hugo que con con

él

si

con

la

duda

se

que no

es el caso ellos,

por medio de

parte, reconstruir

que yo he oído contar que un

tal;

Cuvier,

tal

de uno de esos primitivos animales

fósiles

universal diluvio, ha sabido restaurar al bicho,

el

manera que

¿Y

no en todo, en alguna buena

si

un zancarrón y una muela

pieza á pieza, de

argumento, conocidos

no tendría razón de ser. — Pero

la

con sólo

el

lugar que á los cinco versos les correspondía,

misma, ó



tenemos más que esos

desmontado

que estimara en mucho por tener

completa esta comedia de Afranio. Entonces, sabido los personajes,

sentirse

kingdoin for a hor-

tengo reino que ofrecer en cambio de un

111, ni

caballo, desde luego daría cualquiera cosa

visto el

al

my

exclama:— ;¿4 horse! ¡A horse!

puede ver y conocer como

se le

clasificado en el

mastodontes, orden de los paquidermos. ¿No ha dicho Víctor el

una puerta

cerrojo de

se atrevía á reedificar

¿No

explicar toda una civilización?

Y

semejantes con objetos arqueológicos?

por veneración

artística

muchos no

si

que por imposibilidad de

término. La Venus de Milo,

la

más

el

ponga delante de

la estatua;

que

más

se restauran, es

llevar la restauración á feliz

un

sin salir de casa,

le

y

no

tiene

tiempo, más destructor que los

bárbaros, los ha devorado. Pues bien: que venga

Gánova, Thorwaldsen, Pradier, y

el edificio

perfecta de cuantas se conocen,

un bárbaro; y

brazos; se los debió quebrar

todo

se practican todos los días trabajos

escultor de primer orden,

mi amigo Ponciano: que

se

eche una de esas radiantes miradas que sólo

tienen los verdaderos artistas; que estudie

ción del cuello, las curvas del torso,

la

la

dirección de la cabeza, la inclina-

posición de las clavículas,

las

junturas

de los húmeros, y de seguro habrá restaurado los brazos en su fantasía, y verá á la

Venus

que

la esculpió.

tal

y tan entera y perfecta

Yo mismo, que no

soy

artista,

que me paseaba, haciendo en

el

e\

como

salió del

soberano cincel griego

Un

he ensayado restauraciones parecidas.

flaneur, por las salas del

rincón de un aparador unos

como

museo Cluny,

tejuelos ó cascos de

acerqué á mirar por mera curiosidad. Pero

al

una

salvilla;

ver aquella corrección en

día

divisé

el

me di-

bujo, aquellos delicados colores, aquel discreto agrupamiento de peces, flores

y frutas,

Eran á los tal

al

la

punto reconocí

que faltaban, y de

modo

la

mano

del gran maestro,

Bernardo de

Palissy.

verdad bien pocos los cascos; pero en mi imaginación juntábalos á

la

veía,

que

si

fijo

en aquel instante yo veía

hubiera poseído

el

la salvilla

entera.

De

delicioso pincel y el superior inge-

nio de mis queridísimos amigos Espalter y Haes, habría podido copiar en toda su integridad aquella joya casi perdida del arte cerámico del Renacimiento. Si tales restauraciones son hacederas en las artes plásticas, ¿no lo

han de

ser

BIBLIOGRAFÍA HISPANO- LATINA CLÁSICA en

obras literarias?

las

plo

— Mucho que lo son.

sabio bibliotecario de

el

la

remedando

las

la

famoso Juan

el

femenil curiosidad de aquella erudi-

latinidad de Livio, copiando su estilo y consultando

la

otros autores, suplir nada

¿g

entre otros, sirva de ejem-

Reina Cristina de Suecia,

Freinsheim, que logró, para satisfacer ta Pj incesa,

Tomado

menos que

diez libros á los

muchos que

faltan de

Décadas del inmortal Paduano.

Ensayaremos, siquiera por ver

alumbre en

la

obscura y

difícil

si

damos con algún

interpretación,

que nos

rastro de luz

no traducción, que

á tantos

nos

una de

esas

trae confusos y desatinados.

Desde luego, siendo

la

comedia de Afranio, sabemos que

era

del libre poeta, de quien decía el severo Quintiliano lo

fabulae togatae,

tienen vuesas mercedes, señores míos,

la

bondad de recordarme en

nas 26 y 27 de su doctísima disertación; esto

es,

que

las

que

pági-

del teatro de Afranio se

podía decir lo que luego dijo Cervantes de nuestra Celestina: «Libro en mi opinión d!v¡— Si encubriera

Luego

la

comedia

La comedia

más

trata de liviandades

se intitula

huma-»

y de

ilícitos

Vopisco, que debe ser

del personaje principal ó primer galán.

nombre

lo

del protagonista, lo

el

amores.

nombre, y nombre

Eso de llamarse

la

patricio,

comedia con

el

vemos con frecuencia en Plauto y también en

Terencio.

¿Quién Afranio.

nomen

in

era ese Vopisco?

Porque en Roma hubo varios antes

No hay que desmayar, pues

y después de

dice Vossio que Vopisco J'uisse id cog-

gente Julia. ¡Gran casa! Ilustre prosapia que desciende nada menos

que de Venus por

el

Padre Anquises, y del nieto Ascanio ó Julus, fundador

del apellido.

A más

de

la

nobleza que es probada, debió de disfrutar nuestro Vopisco de

gran caudal, y gastarlo alegremente. Todos los varones de esa casa Julia, fuesi algunas veces llegaron

ron siempre ricos y también derrochadores ruinosos; y á entramparse hasta los ojos, pronto se reponían por

y de las herencias; y

si

no que

lo diga el dictador,

medio de

que

las

conquistas

es el personaje

de

la

familia.

Siendo nuestro galán Vopisco noble y

qué cosa mejor para pasar

el

rico, debía estar

tiempo un galán noble y

muy

rico,

holgado. ¿Y

que dedicarse á

galanteos? Esta no es invención mía, sino que con todas sus letras, en

mento

3,° se lee:

una ó con

homo

dos, sino

que

era mujeriego,

parar á casada ni á doncella? Vamos, lá, el

frag-

el

mulierosus; ¿con que es decir que no se contentaba con

que

á todas perseguía,

como

que no dejaba

nufiivo Rico -hombre de Alca-

de las cabezadas. Por ser Vopisco mujeriego, traería muchas de ellas

retortero.

Entonces habría enredos

á porrillo, conversaciones íntimas: ya

al

una

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

4o

que entra, ya otra que' sale, ya aquélla que vuelve. En

más

que debe

allá,

fidelidad!» Periit

ser casada: «¡ya se lo llevó

Ea

opera nimiruní mea!

todo

ajo

treveo una escena de sorpresa, porque exclama

como una

¡yo estoy muerta! ¡estoy toda

No sé;

pero en

el

núm.

núm.

el

7,° grita la de

trampa, quiero decir, mi

En

fidelitatis.

el

núm.

18 en-

de acullá: «¡Ay! ¿qué es eso?

la

azogada! ¿quá estrépito es ese que estoy

Hem quid hoc? Perii, pertimui.

oyendo?»

la

Quid lumulli exaudí? —¿Qné

5.° se lee: Tintinere[ia\ld.

una

n) janitoris

era?



impedimenta

audio. — ¿Qué serían esos impediménla del -portero?— No se sabe á punto

tijo.

Dice Dacier que las que sonaban eran las cadenas con que estaba sujeto

por-

umbral de

tero al

puerta. Supuesto que

la

i)!

el

dubiis libertas, sospecho que se-

rían las llaves que llevaba colgadas del cinto ó los cerrojos y barras de la puerta.

Lo que nos importa

Este es chico pleito.

hacer los aspavientos que

tería para

mero

vemos que

12

cuando

ce esposo,

al irla

sola, y se pregunta:

Non

haga.t

faciet.

Hay

ro 22: «Merecida tienen nuestra

¿cómo

le

ro

«Otórguente

14:

to.»

Dii

él,

tés, le

le

el

joven

ruega que no

responde en

el

et

la

mujer echar

confidenter virum?

murmuran en

(si

Vopisco

lo

la

á

«No creo el

núme-

es liberal y espléndido,

muy cumplidos

en

el

el

amigo

excesiva frecuencia con que viene á

tenga por gorrista; porque

amigo verdadero, mi

amicum aequalem,

núme-

prosperidades que sean más de tu gus-

igual, y

suntuoso convidado de mi casa.» Equidem

rasiíum, verum

dianumj

nú-

el

está

comer

otro, generoso y cor-

núm. n: tDe ningún modo, nunca

el

parásito, antes bien, por

huésped,

el

dent propria quaecumque exoptes bona. Parece que

tibi

y

En

ver á su propia casa, está

á

iam

que entran saludando

los dioses todas las

temiendo que repare

con

por-

mala voluntad esos amos, que tan bien nos

cuando niños.» Hay amigos pegotes faltar?)

la

«¿Habrá logrado

criados viejos que

tratan

han de

oyera ruido en

mayores libertades con su dul-

las

confiado marido?» ExcluJat uxor

la calle al tal

tomaba

la tal

en tales sobresaltos.

se estilan

afortunado amante,

el

dudoso de encontrarla

que

casadita se

la tal

que

es

te

he tenido por

también por te

el

diario

numquam mihi pa-

alque hospitem cotidianum [me']or quoti-

tantum convivam domi. Hay cotorronas verdes, que

se pintan,

charolan y escabechan sus ya maduras personas para continuar sus conquistas.

un Ventura de

¡Ay! Si yo fuera

comedia más ingenio, tazos,

linda,

como

más

se

olvidaba

lo

la

mejor,

brevedad el

la criadilla

plicam

et

más chispeante de

el

planchadora veslispicam.

me he dejado sin contar! como dicen ios de allende. Hay tamlabor. Uno á quien le hablan de ella,

bouquet,

bién una doncellita, por supuesto, de contesta sonriendo en

Vega, un Hartzenbusch, un Rubí, ¡qué

saben hacer, habría de añascar con éstos y otros re-

ellos las

que en obsequio de

Pero

la

llena de sal, de discreteo y chiste,

núm. 2°: «La conozco, pues no

tiene pelo de tonta

y costurera.» Novi; non inscitulam ancillulam vesti-

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATÍNA CLASICA

—¿Por qué

dirá ese

pazuela para que así

— ¿Qué mismo del

quidam que

es lista la chica?

4!

¿Pues qué ha dicho esa ra-

alaben?

la

ha dicho, pregunta

muy

el

simplón? ¡Ahí es nada! ¡Pues

que andamos lodos buscando, como quien busca candela!

lo

número

anterior, lo del

número

i.°!

si

es eso

¡Si es

lo

¿No ha oído? Pido que se

—Sí; pero yo soy algo sordo, y no he comprendido bien repita.

— Si no ha entendido, redado

á todos,

la

culpa

los frenos.

— ¿Quiere usted callar y dejar en —Usted

mí con

se burla. ¡A

M. Quicherat, que nos ha en-

tiene ese

la

por haber trocado

paz á ese caballero, que es gran latino?

¿Soy yo acaso dómine? ¡Usted

latines!

me

ha

faltado!

— ¡A ese!

¡A ese! ¡Afuera

— ¡Silencio!

— ¡Que — ¿La

el

zopenco!

{Risas, patadas, silbidos,

gran

tiberio.)

se repita, digo!

baraúnda?

— ¡No! — Bien

La escena donde dice está.

La mozuela

muere por dar gusto

la

chica aquello de las viejas que se pintan.

es dócil y blanda

como unas

natas.

Además,

se

á los señores.

Acto El teatro representa

que da

al

un ambulacrum de

casa romana; en

tocador, donde se estará poniendo

la

vieja

el

fondo una puerta

como una imagen.

ESCENA Sale la Ancillula con intención Si pudieran los

y señalando hacia

hombres prendarse de

la puerta.

afeites,

Si possent homines delenimeníis capi,

Todas

las viejas

en

el

día tendrían cortejos.

Onmes habertnt nunc amatoies anus. {Riendo y señalándose á

La mocedad, Mtas

et

el



garbo y

Corpus tenernm

et

la

misma.) zalamería,

moiigeratio.

Estos son los bebedizos de las buenas mozas,

Hac

sunt venenn formosanim muHeiiim;

{Con insoria compasión y volviendo á señalar la puerta.) Pero (Nota Bene: Bothe pone punto y coma y yo Pero

la

vejez

no encuentra

afeites

Mala atas nulla ielenimenta

que

le

le sigo).

cuadren.

invenit.

(ExiT.)

O mucho me pasaje; y

engaño, ó ésta

me fundo

en que así

es,

me

y

no

otra, la verdadera interpretación del

parece

la

escena natural, lógica, en carácter,

y sobre todo cómica, y tanto, que se hallaría bien en una comedia de Moliere

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ArCH., BIBL. Y MUS.

42

Ó de Moratín, y que no la desdeñaría para una de español contemporáneo, Bretón de los Herreros.

No me

toca á mí decir

he llegado

si

pura casualidad. De cualquier

la

suyas nuestro Menandro

á acertar; si así es, será

modo que

sea, creo

de

efecto de

fijo

haber cumplido con

pre-

el

cepto de inevitable obediencia que se sirvieron vuesas mercedes imponerme. Si

me

mi traducción

les

ne no está obligado á más; y como dicen

monde ne



pareciere mala por eso no tengan cuid£.do, que á

parece peor, y vayase lo uno por lo otro. Además, que los franceses:

el

que da

«La plus

lo

belle

que

tie-

filie

du

peut donner que ce qu'elle a.»

Dando de mano

como debe de vuesas mercedes

á tanta baratija, se repite

su seguro servidor q.

ss,

mm.

b.

Alfredo Adolfo Camús.

A

19 de

Febrero del corriente.»

Esta nueva solución no

satisfizo,

cherat, ni á los Sres. Miguel

como

era de suponer, ni á 'M. Qui-

y Morante. El primero, que no sé

si

llegó

á comprender la profunda ironía que entraña, la calificó de laboriosa

[Revue de Vlnstruction Publique, 7 de Abril de 1864). Nuestros humanistas, por su parte, escribieron en

«En estilo,

esta pieza literaria, escrita

y con

su segundo folleto lo que va á leerse:

con singular desenfado, con gran pureza de

profunda erudición que lodos reconocemos en su ilustrado

la

autor; después de honrarnos y enaltecernos harto

merecido, llega

el

más

allá

de lo que tenemos

docto Catedrático á deducir una conclusión contraria

deducida por nosotros.

No

entraremos á discutir con

él

á

la

(porque respetamos

mucho el valor de sus opiniones) sobre la manera verdaderam.en'e ingeniosa como se propone reconstruir la perdida comedia, inventando escenas ad libitum con

sus correspondientes accesorios

para justificar

la

traducción que

luego hace del pasaje. Pero no dejaremos de notar que no consta que sea un personaje de

la

comedia aquella Ancillula

cómica de su invención;

ni

á

quien hace figurar en

aun cuando constara que realmente

la

era

escena

un perso-

naje del Vopiscas, sería esto argumento suficiente para concluir que los versos de

que tratamos debían ponerse en su boca. El fragmento sólo

dice:

novi non inscitulam

Ancillulam pro

re,

vestispicam

y ciertamente, ni de estas palabras, ni de ninguna otra de los restantes fragmentos, es posible deducir

de es persona de cia

que

en

el

diálogo.

se figuran.

la

si la

comedia misma ó de fuera de

Lo mismo decimos con

No hay una

sola palabra

servados por Nonio, que justifique

la

ella,

que

respecto á los

en

los

las

que

se leen

en

marisabidilla á quien se aluse cita

demás

por inciden-

interlocutores

reducidísimos fragmentos con-

existencia de tales personajes dramáticos

— BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA de un

modo que convenza,

por más que

tando de unos lugares en otros con broso argumento, formara

por nuestro amigo

el Sr.

la

nio,

en

cual se lee, con

la la

ansia de encontrar una sonjbra del tene-

ingeniosa, pero arbitraria combinación adoptada

esa ingeniosa

combinación ideada por Otón Rib-

corta diferencia, al pie de

tomo

pág. 178 del

el

(i), sal-

Camús.

Ya conocíamos nosotros beck, y

el

43

doctísimo Orón Ribbek

11:

los

fragmentos de Afra-

Comicorum Latinorum praeter Plautiim

el

Terentium reliquiae: Lipsiae, 1855; pero no nos atrevimos á seguirla, por parecemos que descansaba en poco sólidos fundamentos. Es, pues, de todo punto imposible determinar en boca de quién, ni con qué ocasión, puso Afranio

los cinco versos

parece infundado creer que los

atendido su contexto y ple manifestar que,

el

concepto que

tomar parte en

la

la

comedia perdida,

al

parecer envuelven.

si

la

Y aquí nos cum-

el

ra-

y segunda, porque

menos improbable;

cuestión debíamos aceptarla en

no

bien

cierta edad,

acogimos con preferencia esa opinión, fué por dos

si

zones: primera, porque nos pareció al

de

pondría en boca de una mujer de

terreno

mismo donde

la presentaban los franceses, entre los cuales no había controversia alguna con

respecto á

persona, pues todos daban por supuesto que era una anus quien

la

hablaba en

el

pasaje

IV. Díaz (D. Jacinto).— 1864. Cuestión filológica por

Don

Jacinto Díaz, Catedrático en la Universidad

Literaria de Sevilla: Sevilla. Imprenta de i^La Andalucía. 4.°. 7

y>

Marzo

de 1864.

Págs.

Versa sobre

el

consabido fragmento de

la

comedia Vopiscas uSi possent

homines delenimentis capi,» y es posterior al primer folleto de Miguel y

Morante y

La

al artículo

de Camiis que cita

al principio.

parte negativa del opúsculo de D. Jacinto está bien.

«Los señores

críticos

de Madrid dicen que debe

fijarse

sentido de tres palabras, á saber: delenimenta auus y

no hay gran

ante todas cosas el

mala

aetas. Parece

dificultad en fijarle sin recurrir á textos ni á diccionarios

abultados. Delenimenta significa halago, atractivo suave y mañoso.

rresponde

á

graus

griego,

bona, según Cicerón,

prueba también con

que no tiene otro significado que

significa la

juventud; ma/a. significará

(i)

juventud, y en sentido moral es forzarle sin necesidad.

Eu

su obra titulada Comicorum Latinorum, praeter Plauttim

1855, pág- 178-

muy

Anus co-

de vieja: aetas

la vejez, lo

que

se

los textos citados por dichos señores.

Así no hay que discutir sobre dichas palabras, pues toman la

el

que

et

el

mala aetas por

Lo que debe

fijarse,

Terentium reliquiae: Lipsiae, Teubner,

o

BIBLIOTECA DE Lk rEVISTa DE ARCH., BIBL. Y MUS.

44

modo

mi

á

de ver, es

de

el

los

primeros versos; pues evidenciado

demás debe venir naturalmente. No teniendo

los

media entera, ó

menos un

á lo

trozo considerable,

el

que

se les dé.

tores del

á los

inferir

Conviene, ante todas cosas, parar la

la

atención en

cual no admite otro sentido que

quiso ha-

si

la

palabra

hombre ó mujer. No

amantes de

menta

ama-

de amante, ó

el

que tiene relaciones

el

habla, pues, Afranio de

no

con otra

ilícitas

un amor platónico:

cabalmente. Afranio, que vivió desacreditado por su vida licenciosa los

nada de

nosotros, querido. Los autores gentiles, en asuntos de amor,

entienden por esta palabra más que persona, sea

de

vituperio, y de quién: se inferirá esto del sentido razonable

segundo verso,

como decimos

el

cinco versos y pe-

pensamiento capital del autor. Así, debemos prescindir de

un elogio ó un

cer

no podemos

debemos limitarnos

los antecedentes y consiguientes:

netrar

éste,

á nuestra disposición la co-

Así que

las viejas deben serlo con todas sus consecuencias. El deleni-

se refiere á

consecuencias del

amatares:

los atractivos, pues,

amor. Queda con

no tienen otro objeto que

las

buen

esto destruida la interpretación en

sentido que dan los señores de Madrid á dichos versos.»

La

parte positiva satisface

macho menos,

ó por mejor decir, deja in-

tacta la cuestión.

fAfranio opone

las viejas á las

ventud,

lo tierno

de

jóvenes: á aquéllas

les

da sólo delenimenta

corpus tenerum, morigeratio,

atractivos: á éstas les da actas,

las carnes, facilidad

en condescender, y

la

edad ó ju-

ser hermosas-.

el

Aquéllas no disponen más que de medios propios para ablandar, inclinar, mover, pero

que pueden no

ser eficaces: los

que no solamente han seducido huesos y

los

tales,

son

la

los

atractivos eficaces.

En

el

edad

senil,

los

no

tiene,

primer verso habla

expresados por delenimenta: en

son

sino que penetran en

herida de que habla Anacreonte en la

ponzoña,

filtros, el

tuétano de

Estos no son sólo atractivos, son dardos mor-

corrompen

La mala edad,

res

los ojos,

de éstas son venena,

el

no

el

la

oda Mesonyctiis poth,

es posible

que

halle

llo-

ningunos

poeta de atractivos en general,

último habla de atractivos eficaces, cuales

que acaba de exponer respecto de

las

jóvenes;

como que

dijese, las vie-

no tienen ninguno de estos atractivos ó medios poderosos,

jas

V. González Santos (Dr. D. Celestino).

— Otra opinión

acerca del verdadero sentido de unos versos de Afranio, que

entre otros fragmentos se conservan de la comedia los

que han

escrito varios literatos franceses

D. Alfredo Adolfo Camús y

el

4.',

20 págs.

y

librería de

y

llamada nVopisco,»

de

sobre

Morante, de acuerdo

Celestino González Santos.

Pedro Belda.

y

españoles, entre éstos el señor

Excmo. Sr. Marqués

con D. Raimundo Miguel. Del Dr. D,

1864. Imprenta

— 1864.

Mitrcia,

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA Si possent

Omnes

homines delinimentis

45

capí,

haberent nunc amatores anus.

^tas, Corpus tenerum

morigeratio,

et

Haec sunt venena formosarum mulierum. Mala aetas

nulla delinimenta invenit.

como

«Transcribimos estos versos, no

Camús

y el

Excmo.

mos, y punto y

como

lierum,

tres,

D, Alfredo Adolfo

dos puntos en mulierum los dos

últi-

delinimentis, y punto en

mu-

ponemos

aquél: nosotros

vemos

lo

Sr.

el

Marqués de Morante de acuerdo con D. Raimundo de

Sr.

Miguel, usando de delenimentis los

coma

hacen

lo

colección de obras y fragmentos de los

transcrito en la

poetas antiguos por Miguel Maittaire, y dos veces en

el

Tesauro de Roberto

Esteban

iMuy somera,

y hasta pobre,

me

ha parecido

la

invención de Sciopio y Qui-

cherat, introduciendo variantes en tales versos, por creer acatan así el pensa-

miento de Afranio, y salvar el

segundo

contradicción, para mí ni

quinto verso

y el

Transcribe

la

la

aun aparente, entre

traQUcción de Camús, y añade:

«Prescindiendo, ó no, del punto y coma, dos puntos ó punto en mulierum, y de delenimentis ó delinimentis, que caso,

no pueden afectar

como

á la esencia de la

accidentes para mí en

el

presente

verdadera traducción, difícilmente

podrá darse otra más natural, clara y precisa; y no podía esperarse otra cosa de nuestro sabio Camús.

»En

los

argumentos que voy

demás, imitando

nio: lo

de 1834, lo tomo de

al Sr.

exponer nada hay mío más que

á

Camús, que

racioci-

ha valido de Bothe impreso año

se

obra intitulada Opera

la

el

et

fragmenta veterum poetarum

¡atinorum Michaelis Maittaire anno 1713, Londini, refiriéndose á Elio Donato y á Pedro Crinito. También he tomado de otros varios poetas, y del rico

Tesauro de Roberto Esteban, impreso en Basilea año

1749,

como igualmente

de Ambrosio Calepino.

»No puedo

asentir á

la

opinión de aquellos que dicen que Afranio en este

pasaje tuvo por objeto elogiar á las viejas, ni

una edad media: me parece que por citamente despreciarlas, según ))E1

se

objeto de

la

el estilo

comedia debió

puede deducir con

certeza.,,..

aun entendiendo por

lo contrario se

éstas las de

propuso ridiculizar

é implí-

hiperbólico é irónico en que habla

ser otro,

que de

los

fragmentos aislados no

Parece que fué hablar de las bodas y en mal

sentido, según se desprende de los siguientes versos de la Vopisco y de otras

comedias

(i)

del

mismo.

Pin aquélla se dice (i):

D. Celestino transcribe todos estos versos como

táa en las colecciones de Bothe y Ribeck»

si

fuesen un

mismo fragmento. Yo

los separo

como

es-

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

46

¿Non dolorum

Quos misera

mentem

partitionis veniet ¡n

tibi,

partum projiceret pater?

pertulisti, ut

Antiquitas in principio petenda est mihi,

Majores vestri iocupidiores liberúm

Fuere

Novi non inscitulam ancillulam vespere

Tándem

Homo

ut

possimus nostra fungi muñera.....

mulierosus confert

Sedit uterum non nt

Entre los últimos versos

la

Emancipatio

En

la

el

quoniam

ínter nos sunt dictae.

(i) dice:

¿An mi homo? immo

(manifestando

illico alio

se halla el siguiente:

Igitur quiesce,

En

me

omnino tamen

a-

depol! vos

supremum meuii

sentimiento que tenía de que se verificara

la

Privigno dice

A

del

la

que

matrimonio).

foris.

se casó:

Fulia pene periisti,

Orbus

En

el

...

Epístola: Amare, habere puerum depositum

En

concelebretis diem.

mactatsent malo:

dii te

viriles sexus adoptavit sibi.

Auctione: Haud

facilé (ut ait

Pacubius) femina invenietur bona.

Si hac absenté nobis venerit puer.

tEstá fuera de duda que en los tiempos del poeti cómico Lucio Afronio

torpeza llegó á su apogeo; que entonces

hoy y

tiene y prescribe Horacio, sino

sin

co,

duda por eso Afranio

como eran

que

escribió de

la

comedia no tenía

sensualidad era

la

un modo tan

libre,

el

el

la

objeto que

objeto principal,

por no decir lúbri-

sus costumbres.»

Discate luego doctamente, y con copia de buenas autoridades clásicas, el recto sentido

de

las palabras delinimentis, capi, amatores, nniis, morige-

ratio, venena, viulievnm

y mala

aeias.

Me

limitaré á las conclusiones, pres-

cindiendo del aparato filológico, que debe verse en

más importante,

sin

mismo

el folleto

(el

duda, de cuantos se publicaron acerca de esta

cuestión).

En oNo

cuanto á delinimentis: se

puede decir

sin error

que

esta palabra se

Prescindo de las vanantes, que son continuas, por haberse valido

da edición de Maittaire. Los copio (i)

En

las colecciones

tal

como

él los trae.

— (M.

el

pueda tomar aquí por

Dr. González Santos de

P.)

modernas, esta comedia se llama Emancipalus.—['M. P.)

la

las

muy anticua-

BIBLIOGRAFÍA HISPaNO-LATINA CLÁSICA prendas dt alma: viene del verbo delinio, 1

delenimenlum,

permiilceo. Si se lee

éste de

47

atendemos á

la

composición de

mismo que perungo, pero con más frecuencia

sus partes, es lo

placo,

y si

mismo que

lenio, lo

Una

deinulceo.

toma por

se

esta palabra viene de delenio, y

equivalen á blatiditiae,

y otra

blandimenta, oblectamentum, ¡enocinium, halago, atractivo, aliciente, en este

no

caso,

del alma, sino del

morales, ni

aun cuando

se

Tengo

cuerpo

dido encontrar un solo autor que

lo

el

sentimiento de no haber po-

haya tomado en

el

sentido de prendas

encontrase sería bastante, no siendo en caso aná-

logo í>Anus.

Tengo

más que he buscado y rebuscado, no

disgusto de que por

el

he podido encontrar

palabra a«MS significando edad media, madura, estoes,

la

de treinta ó cuarenta años; y no estando ni en Diccionario, ni en autor alguno, no

comprendo por qué

que siempre ha tenido

se

ha de variar en aniis

tMorigeraiio. Esta palabra

»Ma¡a do

aetas.

á los libros,

adjetivo fácil ú otro equivalente en

la

pena de que, por más polvo que he quita-

en ninguno encuentro tomado la

el

mala

aetas por

las

la

pos no se miraba

la

En

teólogos, ó en

obscena comedia.

porque

claro es que

quia

(i)

como

igual-

malum

si

un

pulpito,

la

como

mas no como gramáticos

En mi concepto

ni

vemos moralistas,

menos en tan

es invertir el sentido natural de las pala-

todo> los gramáticos entienden por bona aetas

mala aetas ha de sive

aquellos tiem-

prostitución con los negros colores que hoy

Esa interpretación podría tener lugar, hablando en general,

bras:

en.

de sus contemporáneos, cuyas cenizas, aunque respetamos, hemos

tenido que tocar ligeramente en honor de la discusión

como

edad ju-

desmoralización de aquellos tiempos,

carácter de aquellas comedias, el de Afranio y sus costumbres,

mente

la

comedia una interpretación moral que no tenía

aquel caso, ni podía tener, atendida el

el

en sentido torpe

También tengo

Sería dar á

venil

significación propia y

condescendencia, obediencia, docili-

significa

dad, complacencia, que lleva envuelto este caso, es decir,

la

(i).

significar lo contrario, esto es,

de/ormem aspectum

ajj'ert

la

edad juvenil,

la vejez:

mala,

»

Aquí padeció una grave distracción ó flaqueza de memoria D. Celestino, pues no es verosímil que

norase texto tan obvio

como

éste de Ovidio (Art. Avuit,

II,

mujeres de madura edad: Illae munditiis

aunorum damna rependunt,

Et faciunt cura ne videantur

aniis.

El poeta misino determina después á qué edad quiere referirse:

Haec bona non primae

Quae

ig-

677"578), recomendando para los amoríos á las

tribuit natura juventae,

cito post septem lustra venire solent.

— (M.

P.)

o

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

48

Acaba diciendo que

si

es verdadero el sentido de las palabras, tal

muy

niendo además por

como

Camús,» cuya traducción adopta,

declara, «el triunfo es del Sr.

él le

probable su restauración conjetural de

la

te-

co-

media.

En

cambio, á R. Miguel y

Marqués de IMorante

al

les dice,

con todo

respeto, que su traducción

«No

sólo

contraria,

no

como

En una

conforme

es

lo es

mente de Afranio, sino que

á la

bona aetas

(la

juventud) y mala aetas

es

enteramente

la vejez.

nota final de este folleto se advierte que cuando ya estaba aca-

nueva disertación de Morante y hizo cargo en otro opúsculo, que citaremos

bado de imprimir, recibió su autor Miguel, de

la

cual

se

la

después.

Miguel (D. Raimundo) y Morante (Marqués

VI.

— 1864.

de).

— Nueva

un fragmento

disertación acerca de

Miguel, Catedrático de Retórica drid,

y

el

Marqués

y

de Afranio, por

D. Raimundo

Poética del Instituto de San Isidro de

Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, Imprenta y Librería de

Aguado. Pontejos, 8.— 30

sebia

Ma-

de Morante, antiguo Catedrático de Derecho canónico en la

Don Eu-

de Abril de 1864.

113 págs.

4.°,

((Apenas había comenzado á circular

el

anterior opúsculo Cuestión filológi-

cuando nuestro docto y laborioso amigo el limo. Sr. Dr. D. Pedro Felipe Monlau, á quien debíamos las primeras noticias de esta discusión literaria, y

ca,

el

cual nos había hecho también

pectivos de la

cionarnos taba las

el

obsequio de facilitarnos los números res-

Revue de flnstruction Publique, tuvo

correspondiente

un nuevo

columnas

el

al 21

la

amabilidad de propor-

de Enero del corriente año, donde se inser-

artículo de M. Quicherat en contestación á otro publicado en

del

Journal General de V Instruction Publique^ y suscrito por

M. N. Theil, Profesor del Colegio Imperial de San Luis. Grande fyé nuestra sorpresa cuando por

la

réplica de Quicherat vinimos á deducir por

de cuyo escrito no teníamos ni

como

nosotros

»A su

el

la

más remota

artículo contestó

que

él

con otro M. Quicherat, inserto en al 21

no había propuesto como cosa

jetura, la sustitución

(l)

exactamente

pasaje

r Instruction Publique, correspondiente nifestar

noticia, entendía

M. Theil.

de Enero

(i);

la

cierta, sino sólo

como mera con-

de multa al nulla del último verso, desecha

El texto francés de todos estos artículos se reproduce por apéndice

al folleto.

Revue de

y después de ma-

la

inter-

bibliogpapía hispano latina clásica pretación de Theil, fundado:

de un pasaje latino;

en

2.**,

[.°,

la

en que mala aetas

45

signitica la vejez

autoridad de Nonio Marcelo.

Y

en más

concluye for-

mulando contra Theil un argumento ad homitiem, basado en

lo

que

éste

ha

consignado antes de ahora en sus diccionarios latinos

»A

muy

de M. Quicherat contestó M. Theil, y á nuestro

esta réplica

victoriosamente,

el

Y

23 de Enero.

modo

de ver

refiriéndose á la autoridad de Nonio,

concluye diciendo con gracia: «Ruego á M. Quicherat que desconfíe de esos gramáticos, á los cuales profesa tan gran respeto. Bien que los consulte, pero

que no abdique por á mí, confieso

que

ellos su

propio juicio y su derecho de examen.

de buen sentido, daría sin vacilar por sólo este tesoro toda

Lindemann

Putsch, de

uno y lo otro.» •En 23 de Marzo

(es decir,

dirigido, lo dio á

como

dos meses después)

que

conocer en

así á él

como

columnas

las

del

colección de

la

y de Keil. Por fortuna se puede tener á

recibir nuestro primer opúsculo,

mos

En cuanto

tuviera que optar entre sus preciosos restos y dos onzas

si

un tiempo

hubiese acabado de

M. Quicherat

á

lo

le

había-

Journal General de

l'Ins-

truction Publique, haciendo

una breve, pero exacta, reseña de nuestras opi-

niones y doctrinas en orden

á la

conformidad con

cuestión presente,

mostrando su perfecta

y

ellas.

cL'argumentation des philologues madrilenesest de tout point identique á «mienne, avec cette différence, »el

que

i>reté

la

qu'ils sont entres

question á été envisagée par eux sous loutes ses faces avec une sú-

de jugement

A

oau doute.

une abondance de preuves qui ne

et

se

ha mostrado indiferente M. Quicherat

M. Theil. Así al

laissent plus de place

part ce mérite, qui distingue leur dissertation de

«destes Notes, l'argumentation et la conclusión son les

»No

la

dans une discussion en regle,

es

que en

7 de Abril de 1864,

le

á

mes deux mo-

mémes.»

este

nuevo artículo de

Revue de Vlnstruclion Fubliquz correspondiente opone ofo, en el cual, desentendiéndose de las podela

rosas razones aducidas por su adversario en la última réplica, y repitiendo,

aunque con muy lo

que Theil había traducido,

nuevos argumentos el

talento que

rat: es á

le

insiste

iNo

distingue

latinista

de

la talla

es á

si

defensa de su opinión, sin añadir bien ampliando

el

de autoridad con

mí á quien impugnan,

de Quicherat nos parece

y sin hacer valer sus razones

Gran parte de

la

del trozo de nuestro opúscu-

dice M.

Quiche-

»

donarse por completo en brazos de

men

en

á los presentados ya,

Nonio Marcelo

«Para un

una parte

ligeras modificaciones,

la

muy

autoridad, renunciando

poca cosa abanal

propio exa-

»

esta disertación se reduce, por consiguiente, á negar la

autoridad de Nonio Marcelo, sacando á colación cuanto dijeron contra 4

él

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

50

como

Josías Mercier que, á pesar del cariño que debía de profesarle

de

su libro, le

Gerardo Juan Vossio, que

é inepto;

Kusíer

motejó de imperito; Justo Lipsio, que

3'

Fabricio, que

le

achacan

le

editor

de ridículo

le trata

niega erudición y discernimiento;

el delirar con frecuencia;

de ]\Iarco An-

tonio Mureto, que se desata contra él en todo género de invectivas, en

sus Variaí Lectiones, tildándole de «crasa y supina negligencia;» último, del Cardenal Mai, que resume su juicio, diciendo que

una pura llaga de

los pies á la cabeza:

Nonius a

por

}',

Nonio

vértice, ut aiunt,

es

nsque nd

extretnnvi iinguem nlcus est.

Como Nonio setiectus,

alega en apoyo de su interpretación del mala aetas por

cuatro pasajes de poetas,

además

del de Afranio, objeto de esta

discusión, nuestros humanistas los discuten uno por uno, intentando con

más no

sutileza

que fundamento persuadirnos de que en Planto mala

significa la vejez

en absoluto, sino en virtud de una perífrasis.

en otros textos no se sabe otra

ni

te

más de

donde mala

I),

sí.

Y

que

se trata de la juventud ó de la vejez, ó

edad cualquiera, porque

vio no dan se.

si

aetas

los

fragmentos de Accio, Turpilio

)'

Citan luego un pasaje de Plauto {Aulularia, ac.

aetas está

tomado en

el

de

PacuI,

sentido de vida mala ó infeliz:

dignam mala vialam aetatem exigas.

esto es muy ingenioso y muy erudito; pero los Sres. Miguel y Morante llegan á confesar después de 68 páginas que no han encontrado

Todo

en toda tud.

A

Y

la

latinidad texto alguno en

á esto

hay que

qnemala

aetas se aplique á la

juven-

atenerse.

propósito de las dos soluciones que en su primer folleto proponían,

nos dan noticias de otros humanistas españoles que tomaron interés en esta contienda,

aunque

sin

imprimir sus trabajos:

fEntre nuestros amigos, hay quien se muestra más encariñado con da de

las

entre las dos sin atreverse á decidir, por hallar en cierto

modo

razones en pro y en contra. Citaremos entre los primeros

al

Manuel Bermúdez de Castro, gran conocedor de pocos

al

la

segun-

dos explicaciones que propusimos, y hav quien suspende su juicio

estudio de

la

los clásicos,

niveladas las

Excmo.

Sr.

Don

apasionado como

sabia antigüedad, crítico eminente y razonador profun-

do. Citaremos también al Sr. D.

Manuel Rodríguez de Berlanga, que en una

extensa carta, verdadero tesoro de erudición, nos muestra su conformidad con nuestras opiniones. Citaremos igualmente Alvarez, Canónigo de

muy

versado en

la

al

Sr. D.

Juan Manuel Alvarez y

Sania Iglesia Patriarcal de Sevilla, sabio canonista, y lectura de los Clásicos latinos, no menos que en la de los la

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

Sagrados Autores.

Y entre

segundos contaremos

los

al

5I

Excmo.

é

Don

limo. Sr.

Eugenio Moreno López, quien ha cultivado en todo tiempo con gran éxito género de estudios, consagrando á

dejan libre sus importantes ocupaciones.

cuyo gran talento

este señor, tratarle,

es

No dejaremos de

el

adjetivo

omnes

le

manifestar aquí que

conocido por cuantos tienen

llamó nuestra atención sobre

este

Letras los ratos de ocio que

las Bellas

del

la

fortuna d

segundo verso

Omnes haberent nunc amatares anus,

nclinándose á creer que fuese acusativo en concordancia con amatoreSy más bien que nominativo en concordancia con anus.

fondo venga

muy

desde luego

de punto

á ser la

las

indicación del Sr.

taremos que

en

la

más aún

interlocutora, y resalta

lo

el

pareció

más

cómico

del

que no hemos tenido inconveniente alí^uno en aceptarla.

la

más

nuestra nos parece

más meditamos

lamenta del desvío de

porque

la idea

Moreno López nos

racional y fundada, porque, supuesta esa versión, suben

demás, respetando, como es justo,

da, cuanto

sólo

la

pretensiones de

pasaje. Así es j)Por lo

misma,

Y aun cuando

lo son,

los

la

las

opiniones de todos, no ocul-

sólida: cada vez la

hombres, que tan claramente increpa á

pretendiendo poseer atractivos que

senta, á nuestro juicio,

creemos más funda-

materia. Esa infeliz anus, que tan tristemente se

un contraste cómico digno de

ellas

la

las

jóvenes

no conocen,

pre-

pluma de Moliere ó

de nuestro Tirso de Molina. Para que resalte más lo que decimos, séanos permitido ñngir una escena donde pueda tener cabida ese personaje recitando las palabras que

el

poeta Afranio pone en su boca.

«Es indudable que para expresarse

así la

anus ha

visto algo, ha oído algo ó

recordado algo que provoca su despecho, que despierta sus celos ó lastima su

amor propio ofendido

ó deplora

abandono en que

el

la

dejan sus antiguos

adoradores, recordando tiempos más bonancibles, ó ha oído que alguno de sus

amigos obsequia

á otra

más afortunada por más joven, ó ha

conferencia de los dos amantes, donde

hermosura y juventud, sintiéndose

ella

tal

herida

al

Pues bien: supongamos que fué

interlocutores. á nuestra

anus

Supongamos que la

lo

duda para expresarse de ese

último

y

demos nombre

á los

dos amantes se llaman Lido y Filenia, y llamaremos Aspasia. Figurémonos que asistimos al final de

una conversación entre

los

los

dos primeros, conversación que Aspasia escucha

desde adentro. Filenia. ¿Tan pronto?

Lido.

la

contemplar que ya no es joven.

Esto, ó algo parecido á esto, debió preceder sin

modo

sido testigo de la

vez se han prodigado elogios á

Fil.

Es fuerza:

me aguarda

Con impaciencia un amigo

FlL.

Con quien de asuntos que importan

LlD.

Conferenciar necesito.

¿Y hasta cuándo? Hasta mañana.

LlD.

¿Me amarás siempre? Bien mío,

¿Cómo no amarte,

si

ciego



BIBLIOTECA D£ LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

52

Quedé

contemplar

al

De

tus ojos?

De

cuantas pisan

FlL.

el brillo

cSoy hermosa?

FlL. Lin.

Y

el

Justo soy, te lo repito.

FlL.

¡Adiós!

Adiós, y no olvides

LlD.

el Circo,

Que

Pórtico y los jardines

Que de Riega

Flora en los dominios

Aspasia

Tíber, no hay belleza

el

Que pueda FrL.

¡Estás galante!

LliJ.

Los

Es

Fijaran hoy su cariño.

justicia.

estoy harto convencido

Los pocos años,

De que

antes que yo,

Que no

adula, te lo ha dicho.

el

Esos son de las hermosas,

Esos

las del

numen

los

Que en

Bien puede dar gracias

Quien

el talle,

Las complacencias y mimos,

espejo,

¡Gracias!

Llij.

hombres cautivaran

sólidos atractivos,

Sólo en mujeres maduras

¡Adulador!

FlL.

respiro.



(saliendo).

Si á los

luchar contigo.

Lin-

Y

sólo por

No

de Gnido

únicos

filtros;

esa edad detestable

se hallan nuestros hechizos.»

Atesora.

Y

terminan

muy

satisfechos de su ensayo cómico, en que

pretendieron rivalizar con "Dígasenos de buena es naturalísima,

no

si

le si

el

hay alguna violencia en esa interpretación:

es ridicula v

eminentemente cómica

Aspasia. Se nos objetará que inventamos una escena,

ción en

el

no hacemos sino

rigor de la palabra;

necesariamente debieron preceder tancias

no fueron

nada afecta á

Firman

mundo

la

las

vanamente

sazonadísimo Camús:

al

la

suplir las circunstancias

arranque de

la

la

no

mas aquí no hay inven-

anus; v

si

que

las tales circuns-

supuestas por nosotros, serían otras semejantes,

esencia de

si

observación de

lo cual

interpretación.';

este opúsculo á 20 de Abril el

Marqués de Morante y Rai-

Miguel.

VII.

González Santos

(Dr. D. Celestino).

— Cuestión Filológica. Ratificación

— 1864.

del Juicio emitido en la cuestión filoló-

gica sobre la verdadera interpretación de cinco versos de Afranio en su comedia

«Vo/isco,» por

el

Dr. D. Celestino González Santos.

1864. Establecimiento tipogríifico de «La Paz.» Zoco,

^."^

Mnrcia,

folleto.

5.

(Al dorso de la portada ha)' la siguiente advertencia que prueba que ésta es ya la segunda edición del folleto): •

Agotados

los

ejemplares de

ber podido dejar satisfecha varias personas ilustradas,

una segunda

hacer de

él

modo

favor que

al

4.^

4-S

págs.

le

la

la

primera impresión de este opúsculo sin ha-

curiosidad de todos sus comprofesores y de otras

que deseaban

lirada,

con

el

leerle, se

ha visto precisado

á

mandar

solo objeto de corresponder de algún

dispensan. Murcia 10 de Septiembre de 1864.»

ÓlBLlOGkAFÍA rilSPANO-LAJINA CLASICA

53

Éí presente opúsculo (último que sepamos que se publicase sobre esta cuestión, que ya enapezaba á hacerse enojosa) no presenta

nuevos, pero rebate con

mucha

fuerza de lógica los de Miguel y Morante

en su segunda disertación, especialmente en palabras delenimentis, anus y mala

Firma

el folleto

argumentos

lo

que toca

al

sentido de las

actas.

en Murcia, á i8 de Julio de 1864, pero añade una

postdata:

«Aunque en tomar

modo

mes de

el

campo de

raba del la

la

Julio último dije al ñnal de este folleto que

actitud de contestar,

opinen.

A

me hacen

discusión, circunstancias especiales si

no

lo dicho

es bastante, á

continuación va un Apéndice en que

me

reti-

volver á

cuantos de otro

se refuta la

opinión de

otros dos respetables profesores.»

Estos profesores, ambos de Valladolid, D. Manuel Rivera y D. Vicente

Polo, habían manifestado por escrito su opinión al Marqués de

rante, y de palabra al Sr.

González Santos. El

todo con este último, excepto en lo de nuila

juventud viciosa,

ni

por vejez, sino por edad^

convenía en

Sr. Rivera

aetas,

que

él

Mo-

entendía no por

^^g^o^ época, generación,

corrompida ó

conforme á aquel verso de Horacio ^tas parentum pejor

avis.

El

Sr. Polo traducía morigeratio, por «matural simpatía,» y no por fácil condescendencia.

El Dr. González Santos recogió sus dos opúsculos acerca de Afranio en un tomo colecticio que lleva este

título:

Composiciones latinas en verso y Cuestiones Filológicas del Dr.

Gomales Santos, Catedrático villa.

y

D.

Celestino

Cnstellanu, hoy del Instituto de Se-

Burgos, Establecimiento Tipográfico de P. Polo. Año 1866.

Cada una de las poesías se

van

de Latín

la

las

composiciones lleva paginación aparte. Creo que solo

imprimieron en Burgos. Los opúsculos filológicos conser-

portada de Murcia.

VIII. Reminiscencias.

— Lope de Vega, en su comedia La nueva Cruz (Parte

XXV:

victoria del

Marqués de Santa

Zaragoza, 1647), presenta una que no parece casual,

del célebre fragmento Sí possent homines RostLA. ¿Sabes hechizos? Dalifa.

Rósela. Sé

De

el arte

(Jtie

ablandar un corazón.

/Etas

et

Corpus tenerum

iMiente

Los et

la

pena

verde edad

perjura,

y hermosura

ciertos hechizos son,

morigeratio

Haec sunt venena formosaritm mulierum.



BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS,

54

En

Solaces de un prisionero, linda

comedia del Duque de Rivas,

en Sevilla, Septiembre de 1840, hay estos versos en

cena

la

jornada

escrita

es-

2.^,

puestos en boca de una dueña:

2.^,

¡Malditas sean estas tocas

Las dueñas con estos sayos,

Y

Tenemos

los cincuenta

Mis

A

costillas,

que abruman

Y

y convierten

Por Leonarda,

me

trueco

Y

si

Que

al

Son

sólo unas aleluyas,

muchas

ni por

Y

Otras aun más estiradas. •

fresca la enjundia,

corazón, y unas carnes

Mejores que ahora se usan;

una mujer en lechuza!

Pues con todo no

el

cabo estas damiselas

en quitándoles

Los postizos y

tuvieran cordura

Con todos

Los mozalbetes, sabrían

las joyas,

las

mudas,

sus verdes años

Parecen pollos sin plumas.

Que aunque parecemos tumbas

(Obras del Duque de Kivas, 1855, VI, 226.)

Es patente

la

analogía de este monólogo con

el

famoso fragmento del

Vopiscus de Afranio: homines delenimentis

Si possent

Omnes

capi,

haberent nunc amatores anus:

i£tas et Corpus tenerum et morigeratio.

Hace sunt venena formosarum mulierum. JEtís mala nulla deleniraenta inveuit.

Pero

Ja

semejanza, con ser tanta, debe de ser enteramente casual, por-

que no

es

de presumir que

el

Duque de

Rivas, que no hacía profesión de

erudito, hubiese tropezado con el fragmento de Afranio, perdido en el

texto del gramático

Una

Nonio Marcelo.

situación semejante le sugirió sin

hasta un giro gramatical

muy

duda idénticas expresiones, y

parecido.

ALBINOVANO. Vid. Ovidio, porque casi todas las ediciones y traducciones de sus

li-

Los de-

bros Tristium y

De

más fragmentos

poéticos de este autor (sean ó no auténticos) no han sido

Ponto llevan adjunta la Consolatoria á Livia,

traducidos al castellano, ni ilustrados, que yo sepa, por ningún

huma-

nista nuestro.

AMMIANO MARCELINO.— I.

Traducción.

Navarro y Calvo (D. Francisco), con F. NoRBERTO Castilla. 1895-96.

el

seudónimo de



—Historia

del

Imperio

na, escrita eu latín por berfo Castilla.

Romano

desde

Madrid, Librería de

y 1896. (Imp. de

la

el

año 350 ni 378 dt

Ammiano Marcelino, la

Vinda

Viuda de Hernando.)

la

Era

vertida al castellano por

de

Hernando y

C"

cristia-

F. Nor1895

»

bibliografía hispano-latina clásica

Tomo I, 406 págs. Tomo II, 292. El volumen

alcanza hasta

55

pág. 419, pero es porque

la

incluye, además, la Historia de los Godos de Jornaudes.

F. Norberto Castilla es seudónimo de D. Francisco Navarro y Calvo,

Canónigo de incluidas en

la

Metropolitana de Granada, traductor de varias obras

la Biblioteca

Clásica de su

hermano D. Luis.

Los dos tomos de Ammiano Marcelino son

el

193 y

el

194 de dicha

colección.

La sard,

noticia biográfica

aunque

y

las notas están

tomadas de

la colección

de Ni-

traductor no lo expresa.

el

Noticias varias.

II.

de

La Inquisición Española puso en Ammiano Marcelino publicada

Lindembrogio:

mados

lo cual

elogios que

de

el

Apóstata.

Ammiano Marcelino, no es de las citas de Ammiano en nuestros de

las Historias

los extre-

historiador gentil según toda apariencia,

apenas contiene noticias relativas á España

poco frecuentes le

en Hamburgo, 1609, por Federico

no puede atribuirse á otra causa que á

Ammiano,

hace del Emperador Juliano

Como

sus índices expurgatorios la edición

aprovecha ampliamente, sin traducirle á

la

parte conservada

admirar que sean tan autores.

El único que

pero dándole grande

la letra,

autoridad para los reinados de Constancio, Juliano, Joviano, Valenti-

niano y Valente, ^¡porque fué testigo de vista,» es

Pero Mexía en su Historia

y

Ivipevial

Cesárea,

el

cuya primera edición es de

Sevilla, 1545, siendo innumerables las posteriores.

bablemente se valló Mexía fué lea, 1533),

«Autores de

lo

lo

segunda edición de Froben (Basi-

que tengo dicho (advierte Mexía

y también

uno

la

nombrados en

de

el fin

Amiano Marcelino

lo passado, y

la

al fin

del capítulo de

Cons-

vida de Constantino

Mag-

de los quales tomando de cada

que me pareció más á propósito, hize

hecho en

El texto de que pro-

enmendado por Segismundo Gelenio.

tancio) son lodos los

no

el

de

magnífico caballero

la tela

de mi historia: lo qual he

haré adelante, sin seguir á uno solo, porque siempre

sigo y leo antiguos y ciertos Autores.

Abrevia, pero no suprime ni atenúa

el

panegírico de Juliano, dolién-

dose de que varón de tales prendas las afease con su apostasía. «Pues en virtudes y habilidades de su persona, fué uno de peradores que ha habido en

el

mundo

bondad y mansedumbre fué comparado

Tan acabado á Tito,

en

la

los

mejores

y singular,

Em-

que en

la

clemencia á Antonino,

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

¿¡6

en

los sucesos y

venturas que hubo en

guerra contra los alemanes, lo com-

la

paraban á Trajano. y en su comedimiento y moderación á Marco Aurelio, y en

las artes

de y

muy

muchas

en

y estudios lo igualaban con los philósophos antiguos. Fué de gran-

muy

notable memoria, y artes: fué

muy

estudioso, y por esto

muy

erudito, y docto

eloquente, y bien hablado por natural y por arte.

Temperantíssimo en comer y beber y dormir, fué castíssimo y limpíssimo de toda passion carnal y deshonestidad, tan valiente y esforzado, aunque peque-

hendido

miembros, que fué notado y repre-

y de delicados y delgados

ño de cuerpo,

porque osaba más de

dello,

lo

que

meter. Fué codiciosíssimo de fama, que ces los grandes

ingenios y ánimos: fué

el

un

es

Capitán ó Rey debe osar ni acovicio en

liberal y

fácil

que pecan muchas vecon sus amigos,

muy

amigo de hazer y guardar justicia igualmente; y assí lo procuró el tiempo que fué César, y lo poco que imperó. Y así tuvo otras muchas virtudes, que Eu-

como testigo de vista, y Aurelio Víctor, y Amiano Marcelino escriY con todo esto fué infiel, que es muy grande lástima; por haber su en-

tropio,

ben.

tendimiento captivádose de latra.

Las cosas que en

el

las

persuasiones de su maestro Libanio gentil, idó-

tiempo que fué César y Emperador passaron,

larga y particularmente las escribe

Amiano Marcelino^ como que en

vio ó entendió, por passar en su tiempo, y

pañó

y sirvió;

pero yo no contaré sino

esto brevemente,

porque

él

la

guerra de Persia

suma de quando

mucho

le

lo

acom-

fué Emperador, y

no imperó solo sino dos años, y no

en imperio de tan poco tiempo se gaste

En

la

la

muy

aquél que

es razón

que

papel.»

vida de Joviano termina diciendo:

Quien más paz, vea

quisiere saber deste

señaladamente

á

Emperador,

assí

de

la

guerra,

Amiano Marcelino, que con

como de

él se

la

halló en

todo.

A

propósito del grau temblor de tierra acaecido bajo el imperio de

Va-

lentiano, cita señaladamente á Marcelino «que lo vio por sus ojos.»

No

se ocultaron

á la diligencia de

Ambrosio de Morales

pero interesantes referencias á España que hay en sino que las recogió en su Crónica

Amiano Marcelino,

historiador

(lib.

el texto

X, caps. 38, 39 y

que agora

las pocas,

de Ammiano,

43).

vivia (es decir,

en tiempo de

Constancio), hace mención de uno de los agentes en los negocios, que residia

en España en este tiempo, y no

le

nombra, mas cuenta del que destruyó con

crueldad una casa de un hombre principal, por sólo que unos pages, metiendo velas para

un convite, entraron diciendo por

^venzamos, venzamos,» y tra

el

cortesía

que entonces

se

usaba:

otro tomólo por señal de alguna conjuración con-

Constancio, que aun tan livianas cosas

como

estas temia.

«Traia Constancio siempre consigo un español llamado Paulo, que en

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA

Amiano Marcelino

A

parece era su secretario.

este

¿^

habían puesto por so-

le

brenombre Cadena, porque siendo hombre malvado, tenia grande astucia en enredar unos negocios de otros. Algunas crueldades cuenta

porque Constancio

lo tenia

por ordinario ministro para

como luego veremos,

á Paulo,

irayéndolos

miano á

se

al

Mas no

(en el lib, XXll),

vivo á aquel español Paulo Cadena, con otro

mal

fin

que de sus maldades

entiende (en

lib,

el

deste:

le faltó

castigo debido á su maldad.

el

»En siendo Emperador Juliano, como Ammiano cuenta

mandó quemar

Ammiano

ellos.

se

XXUI) cómo

pudo

tal

como

esperar. Del mi.smo

él,

Am-

hizo Juliano, vicario de España

uno llamado Venusto.

»En Ammiano Marcelino

(lib.

XXVlll)

lentiniano fué Legado Consular en

do cómo por mandado

En

del

la

Bética

Emperador hizo

su correspondencia erudita con

niiente

se

el

entiende

Marqués de Mondéjar

español

la

I,

22),

la

refirien-

uno llamado Loliano.»

justiciar á

dada á conocer por Morel-Fatio en

naje a Menéndez Pelayo,

cómo en tiempo de Va-

uno llamado Phalangio:

(reciente-

miscelánea titulada

Home-

Esteban Baluze anuncia á su corresponsal

Ammiano

próxima aparición de un

Marcelino doctamente

ilustrado por Adrián de Valois. taba hecha

De un ñudo de

las cañas,

que en

las Indias

Crescen con gran altura levantadas.

En

este viaje

guesa hay

con

Entra y siéntase

allí

Que

muerte llevan condenado.

va

el

que

á

la tristeza .

que parece inspirado por recuerdos de

muy

pocos rasgos

felices.

Pueden

la

navegación portu-

citarse estos dos versos, puestos

en boca de Psique, que tienen cierto vago sentimiento

lírico:

¡Oh mares estendidos de Levante,

Cuan poco sabré vo de vuestras

Está ingeniosamente descrito entre los pescadores de perlas, sus ojos, y las encuentran

También pertenecen

más

el

efecto

ondas...

que produce

que tienen por bellas

que

las

que

á la cosecha de Mal-lara

la

belleza de

tales las lágrimas

la

Psique

que caen de

ellos recogían.

profecía de la Nereida,

y

la

narración que ésta hace de sus singulares aventuras, especialmente del casti-

go que Venus

la

impuso por haber divulgado sus amores con Marte: Y me

puso un furor con que buscasse

Lo hombres, y que fuessen mis amigos.

bibliografía hispano latina clasica Los forzaba en

el

punto que

me

97

vian

Quantos por estas mares navegaban,

Y

después que algún tiempo los tenia

En un

deleyte feo, los tornaba

En pesces, en

el

mar

los

El Sol, que desto tuvo

Aquexado de

despeñando.

mucha

cuenta,

gritos de mujeres,

Q.ie perdieron aqui los sus maridos,

Me

vino a castigar con que saliesse

Desta su

isla

presto, pero entonces

Le supliqué con ánimo

Me

quitasse

Que Venus no El acabó con

Assi quedé

Y Y

ássi

muy

casto,

desseo de amor torpe,

el

quisiera fatigarme.

Venus que

muy

libre

assi fuesse,

de sus ímpetus,

quedé señora de mi cuerpo,

no sujeta

á

amor desenfrenado.

También me concedió que yo pudiesse Tornar hombres

á aquellos

que á mi causa.

Hechos pesces en mar nadando andaban.

Pero no todos quisieron volver á Algunos en

mar

el

la

forma humana:

vivir querían,

Hechos pesces, diziendo que passaban

En

el

mar mejor

vida

y

sin

cuidado,

Sin cobdicia, sin bandos, sin sospiros,

Sin mandos, sin temores, sin palacio, Sin soberbia, sin gusto, sin locuras,

Sin deudas, sin fianzas, sin demandas,

Sin pleytos, sin rencillas y otras cosas

De que

Libro VIII.

la

vida amarga estaba llena...

—Argumento.

Psyche guardando su estatua y en llegando f Están los Reyes padres de Brandonio parten tras ella, y con ella vino Agriphontes y los otros caballeros. Psyche por el Mar Bermejo entra en la Fossa de Ptolomeo hasta el Río Nilo, por

do

salió al

mar Mediterráneo, y de

naro, sube al templo de

Neptuno do estaba

le

el

toca en Cipre, llega al

Te-

boca del Infierno, y descríbesse entrada, y lo que llera para ella. Baxa hasta

lo que hay en el templo y en la donde está Charon en su barca, declárase

funerales) passa por

allí

la

la

costumbre de Egipto

(ritos

de los

Cerbero, habla á Proserpina y pídele el vaso, y lo que

responde.»

Empieza

este libro

son ciertamente, no

VIH con versos que Latour llama admirables^ y que lo tales versos, sino por la gravedad y elevación del

como

pensamiento moral:

7

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS,

98

Eñ donde mis paresce La puerta de salud á

estar cerrada

lo incurable,

Viene Dios, y con mano piadosa

Quebranta

Y

de diamante,

los cerrojos

con suave son

que fué bravo

lo

Abiandándose siente gran dulzura,

Y

todo tiene

el

Porque cuando

De poner

Y

favor de Dios comienza,

el

Donde acabó el

hombres acabaron

sus remedios á las cosas

no valen sus manos á sanarlas,

Entonces

Continua

bien que no pensaba; los

el

liumano

sin remedio...

insulso cuento de las cuatro fantasmas.

Viaje de Psique por

el

Mar Rojo y

el Nilo.

Llegan adonde Reyes

muy

antiguos

De Egypto havian con obra sumptuosa Hecho una

fossa grande que da espanto,

Por donde se sangraba Allá en

En

la

el

Mar Bermejo...

despedida que Psique dirige á

hay algunos versos de sentimiento

tLa manía caballeresca

la luz,

muy

antes de penetrar en

el

Tártaro,

clásico.

—dice Latour—abandona aquí al poeta, que vuelve

por fin á las inspiraciones de la

Oh

^

Río Nilo

el

musa

griega: á Ingenia, á Polixena, á Alcéste.»

ayre para mi vital sin vida,

Tierras que passeaba yo en un tiempo, Q.iie

os quedáis para siempre ya dexadas.

Alegrías del

mundo y

Con que me

entristecí en los años tiernos,

días vanos

Consuelo llevo grande en que se acaban Aquellos sinsabores que tenia,

Cuando Presto

tras

me

el

plazer venia tristeza.

veré sola entre las solas

(Aunque son muchas

Amor me

Amor mandó que yo En

no

viéndolo perdí toda

Amor me

por ser mudas.

ellas)

puso ley en que muriesse, lo

mi

mirasse, vista.

turbó más quando fué visto.

Porque después de presa

me

Mal-lara se extiende prolijamente en ritos los

y ceremonias

ha olvidado...

la

descripción del Infierno,

y de

los

funerales entre los egipcios, principalmente el juicio de

muertos.

Ha de

advertirse que el poeta sevillano da siempre su recta acentuación al

nombre de Proserpina, como

lo

prueban estos versos:

bibliografía hispano-latina clasica Do queria Prosérpina que

99

entrasse...

Prosérpina sentada en un gran trono.,.

Es ia

muy

linda

Del robo de Prosérpina en

Sicilia...

La nueva fué

que

á Prose'rptna

y pertenece enteramente

diosa de los Infiernos á Psique, que

la

iba...

á

nuestro poeta, la respuesta de

pide de parte de Venus

el

don de

la

belleza: Desto

ríe

Prosérpina: «Engañada,

Estás, niña; que aquí no

De

hay más belleza

que es trabajada con

la

Porque

la

las

hermosura que es

manos,

perfeta,

Allá para los cielos es guardada...

Y

que pide Venus es gran burla:

lo

Unos

Libro

afeytes puros que se acaban...»

IX.— Argumento:

«Trata de

la

curiosidad que hay en las casas de Prosérpina, en trages y

quarto donde estaban las damas de la Beldad Finy de lo que les dixo Prosérpina, y cómo respondió una por todas, y la fealdad que en ella paresció siendo lavada por Psyche con la agua Lethea.

affeytes, y descrivesse el

gida,

Diósele el vaso de la hermosura. Saliendo ya Psyche, quiso probar qué éralo llevaba. Cayó muerta en el suelo, Cupido la resucita, y encierra el sueño ó desmayo mortal en el vaso y lo que hizíeron las Horas. Cuéntase también lo que avino más en la vista de Psyche, y de qué manera iban todos en su

que

seguimiento.»

La primera mitad

del canto está

cuarto de los afeites, ungüentos sérpina. Es

ocupada por

la

pesadísima descripción del

y cosméticos que había en

el

reino de

Pro-

un verdadero tratado de medicamine faciei: En

fin

quien miraba aquella quadra,

Era considerar que está encerrado

En una especería populosa

De ciudades muy

ricas

do se juntan

Todas aquestas cosas y Era

el

Que

Hay un

olor tan

se hazen.

malo de lodo

avía menester perder

largo razonamiento de una

ello

el seso...

dama, defendiendo

¿Por qué nuestros cabellos, siendo negros,

No

se convertirán en lustres de oro?

¿Por qué nuestras mexillas amarillas

No tomarán

color

¿Por qué quando

bueno y templado?... las

manos son muy duras

Con diversos remedios no

se ablandan?...

el

arte de pintarse:

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DB ARCH., BIBL. Y MUS.

ICX)

Volvemos después

á la narración de Apuleyo,

Psique,

y

gracia.

Contemplaba

la

aparición de Cupido, que

Amor

el

la

con

el

sueño letárgico de

autor prepara con bastante poesía

el

y

hermosura de Psique dormida, y entonces

Determinó herir con punta de oro Aquella

real

alma, y prestamente

Saca de su carcax una saeta,

Que

amor bravo...

resplandesce en oro de

Para romper

la

vena delicada

Q.ue revienta con sangre temerosa...

Quando Psyche

volvió del grave sueño.

Abriendo aquellos ojos inflamados

De un

súbito calor de lo que han visto,

Vio huyr una lumbre apressurada.

Un

olor,

que de presto

se deshaze.

Unas que van volando según

Una gran turbación, un Un temblor, un mirar á Aquella soledad que

la

aves,

gozo, un miedo-, todas partes,

assombraba,

La muerte que tan presto

ha dexado.

la

Un

socorro que siente aver venido,

Un

pensar que Cupido era

el

que pudo

Levantarla del suelo y aun dexarla...

Pónesse de

Mirando Ir

al

rodillas

humilmente,

claro cielo, y donde via

una nubécula vuelta

Dize,

manando

á

Oriente,

en lágrimas sus ojos:

«Divino amor, divina hermosura...

Alma de

No corresponde vuelve

el

á estos bellos rasgos

á extraviarse

Libro X.

puras almas, señor mío...»

el

final del libro,

en que

el

autor

en la ficción caballeresca, embrollada é incoherente.

—Argumento:

tVuelve Psyche á su desseo; llevando el vaso por el río Nilo. Viene á dar en mar de Persia passado el Bermejo, Cupido en tanto quiere subir al cielo,

lleva de

camino

muchas

cosas,

cielo de la

al Favor, pensando que le aprovechará. Quieren volar con él que no llegaron todas hasta el cielo por su baxeza. Da en el Luna con la casa del Favor, el qual se descrive. Salen todos en com-

pañía hasta llegar cerlo.

Psyche da

al

trono de Júpiter

vaso á Venus,

,

Rescíbelo bien, promete de favores-

le da el cargo de su casa, llévala Mercurio á la casa de Areta, porque passe por el examen de la Limpieza, y trátase qué cosa era vivir en aquella casa.»

Son

muy

el

la

qual algo contenta della,

curiosos los primeros versos de este libro, en que

de su mujer con tierna efusión, y alude

mente ignorados por nosotros:

el

autor habla

á tristes sucesos de su vida,

entera-

bibliografía HISPANO-LATINA clasica Si

yo que poco puedo, en estas

101

letras

Dijera lo que hizo la alma clara

De Maria, mi dulce compañera, Procurara con obras hasta Alzar

que por

lo

Que en

el cielo

Porque

los

cielo

el

vuela tan alto



assentó su mejor punto.

que han probado

Pueden bien acertar en

lo

los peligros

más

claro.

iQué sufrimiento grande y qué cordura Mostró la fiel alma quando solo Estuve en aquel término de verme Sin hazienda, sin vida,

De no

ser ya en

el

ni

honrra y alma,

mundo más

entre hombres!

jQué confianza grande que tenias

En

la

merced que Dios omnipotente

Avía de hazer en nuestros daños! Aquel perseverar con tanto esfuerzo, Las lágrimas continas y oraciones,

Aquel yr de

rrodillas por los templos.

Aquella fee perfecta y esperanza,

Aquel estar suspensa del momento

Que

avia de venir la buena nueva.

Bien sé que dar tu vida fuera poco

Por un mal día mío, y que quisieras Offrescer quanto tú vivir podías,

Porque tu corazón

se reposasse

En que mi mal no fuesse más que Hasta que Dios

al

mundo me

el

tuyo,

volviesse.

Volvióme con aquel general gozo

Que

declaró

la

patria generosa,

*

Maria, tus loores ygualando

Con En

Y

las

que más

cierto

si

mundo

mi verso no durare

Tanto como

O

ilustres en el

casos peligrosos han andado...

el

Que De

el

de

Smyrna ó

el

de Mantua,

de Sulmo ó Verona; que yo espero allá

en

el cielo

juntos gozaremos

tan alta y eterna compañía...

El viaje aéreo de Cupido está descrito con muclia gala poética, «...aquella maravillosa facilidad de

y con

lenguaje—dice Latour— que no se encuen-

tra oaás que en los poetas españoles.»

Es idea extrañísima del imitador español de llaves de Venus, y todavía más,

la

la

de convertir á Psique en

pulosa impone á su nuera de que se purifique en (Areta), para

que

ella consienta

ama

condición que deidad tan poco escruel

templo de

la

virtud

en sus bodas. Conviene advertir, sin embar-

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL,

102

Ap uleyo, pero no

go, que aquí Juan de Mal-lara imita también á dio de Psique, sino en lo que se refiere á las

Lucio después que recobra

Libro

la

Y MUS.

purificaciones

y

en

el episo-

expiaciones de

forma humana.

XI.— Argumento:

fPsyche siguiendo á Phronesia, entra en los baños de Areta donde pasando grande trabajo se baña y después coronada en él Theatro de Areta, con la exhortación que le hizo desapjresció todo, y vuelve á sus primeros trabaVienen sus padres y sin que se conoscan los apartaní Llega Cupido jos con su nueva esposa, y la prueba de su paciencia; donde fué rescibida en el carro y llevada á Cypro, á donde Proteo les offresció la nave de Hespaña, y su razonamiento.»

Conviene transcribir

moralidad ó interpretación alegórica de este libro:

la

«La Alma con la templanza se limpia en el temple de lo caliente y lo frío, es amor y desamor de las cosas, y assi rescibe el premio |de la Virtud,

que

con que fortificado vuelve á la tentación de los trabajos, los quales como hallan resistencia, se deshazen delante della, y viene el Amor Divino con la Gracia de Dios á dar

más del el

verdadero consuelo de manera que en

el

mundo

plazer con la

Hombre hay con

el

el

punto que

con todo su bien adonde resciba toda

triste está es arrebatada

nueva deljRemedio que en

gozo del alma, y offréscesse

el

la

la

obra

mundo pequeño que nave que es

el

es

cuerpo

humano.» Sophronia, Chantas y

te el

que son

Pistis,

iníorman á Psique de lo

difícil

purificadat

Hay en

terrible de la

y

baño de agua hirviendo, y

de notable elevación

Pero Psyque volvió á pararse blanca

Según

Que

nieve puesta en

la

ganados huellan

ni

la alta sierra,

ni las

pluvias

La pican ó deshazen de su punto...

Luego

se vio

más

fuerte que viniera,

más hermosa y adivina, Paresce más liviana en dar el passo, Sintiósse

Casi volar podia

Según

Y

la

apuraron.

llega á rescibirla con abrazos

Llamarte el frió

le

diziendo: «Puedes, Psyche,

celestial,

lo frió

Que no

pues que en

el

fuego,

probaste con templanza

Lo que puede

Y

alto cielo^

aquellas aguas

Sophronia

En

al

el

que sirven

á Areta,

prueba. Arrostra sucesivamen-

de agua helada, del cual sale enteramente

el

este canto pasajes

...

las tres Virtudes

calor de las virtudes,

de aquellas obras graves

tienen valor

si

no

.«e

encienden...

filosófica

y

poética:

lOJ

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA

Razonamiento de Areta, cuando corona á Psique y Bien puedes entender, Psyche,

Que

A

Y A

á su lado:

dicha

la

Dios Omnipotente ha concedido

los

Venir

Es

la sienta

hombres, que puedan con sus obras á ser divinos,

y que

el

medio

Virtud qual yo tengo en mi casa,

la

mi costumbre es

tal

que no desecho

ninguna persona que á mí venga.

Porteros no embarazan nuestras puertas,

Ni sobornos convienen

Como

mi

á

trato.

sean ingenios levantados

valor y de pecho, y perseveren.

De

Ni miro que sean Reyes Ni señores

No me mueven No

las

ni sus hijos.

nobles caballeros;

ni

do nascieron,

las torres

pobres cabanas do han vivido...

Sin differencia á todos doy mi honra,

Y

de mis fuentes prueban ,no tassando

Las aguas

Con

La

el

al

que es baxo, ó siendo larga

que es

alto, rico ó poderoso...

y todo

últinna parte de este libro

cripción de las bodas de Psique

currieron á ellas, de donde geográfica.

En

el

mollius ara...

bro VI de

Eneida.

Libro

están consagradas á la des-

y Cupido, enumerando

toma

las

gentes que con-

pie el autor para hacer alarde de su ciencia

elogio de España es de notar una imitación del Excudent

alii spirantia

la

el 12.**

Tu

regere imperio populas

Romane^ memento, del

li-

XIL— Argumento:

tNavegan Venus, Cupido y Psyche en

la

nave imperial de Hespaña y son Rhodas con las Musas, en

recibidos de todos los Dioses en sus islas, del sol en

Creta de Saturno, en Naxos de Baccho y sus criados, en Délos de Diana, ea del nuevo valor de Psyche, los Ci-

Lemnos de Vulcano. Hácesse experiencia

muestran una torre extraña, Marte rescíbelos en Thracia. El hermano del Rey Padre de Psyche se levanta con el Reino, y haciéndose cruel con todos los que buscaban á Psyche vino á pagar su maldad, y de qué manera Psyche remedió á su padre, y se hazen las fiestas del casamiento.! clopes

No

faltan en este último canto descripciones

cialmente

la

de la

to es fastidioso,

isla

y no

de Naxos y lo es

menos

el

muy

floridas

y

lozanas, espe-

cortejo triunfal de Baco, pero

la historia

el

conjun-

de las últimas aventuras de los

parientes de Psique. El códice

termina con

la Traslación

de la Psyche de

Hieronymo Fracastorio,

por Fernando de Herrera. (Estos bellos tercetos no incluidos en ninguna de las

i

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS,

104

han sido publicados por los

ediciones de las Poesías de su autor,

Andaluces en

el

tomo de

Controversia de

Prete-lacopin, Se-

el

1869.)

villa,

En su curioso y ameno

libro Psyché en Espagne (París, 1879), estudió A. de

Latour con detención y esmero cilitó

Herrera con

Bibliófilos

el

inédito

poema

de Mal-lara, (del cual

le fa-

copia D. José María Asensio), traduciendo en prosa francesa los mejo-

res trozos.

Su

juicio,

benévolo en demasía, porque

de algo peca, es de

si

muchas veces

prescinde enteramente del desaliño métrico de Mal-lara, que es

intolerable. El arte del verso suelto no estaba inventado aún, á lo

España, y los de nuestro autor traducción de

la Odisea.

van con

allá se

de Gonzalo Pérez, en su

los

Pero á pesar de tan capital defecto, que hace casi im-

posible la lectura seguida del poema; y á pesar también de labrería en

que

el

menos en

humanista hispalense anega

el

relato,

hemos

de Apuleyo, hay en los pasajes selectos que

la

redundante pa-

muy

ya no

sobrio,

ido apuntando, bellezas

de diversos géneros, intenciones y movimientos realmente poéticos, aunque casi

nunca lleguen á cumplida

fEs—dice

realización.

perfectamente Latour— una larga y laboriosa ficción, en que la antigüedad y la Edad-Media, la tradición

todo se mezcla y confunde, griega el

y

las

concepciones caballerescas, y

si

no en

los

el cristianismo.

sentimiento íntimo, la mitología y

menos en XVI, época

hechos, á lo

En

el siglo

de regetación poderosa, original, al mismo tiempo que de renacimiento estudiado ó de reminiscencias involuntarias, todo se mezclaba y confundía. En los genios atrevidos un soplo poderoso lo ponía todo en fusión, y de tantos metales confusamente mezclados, una mano maestra hacía surgir una estatua viva. Los talentos de valor secundario, en quienes el arte y la erudición ocupaban más lugar que la inspiración misma y la dominaban, creaban obras

que ofrecen todavía á la meditación puntos de vista interesantes, pero que no atestiguan más que estudios incompletos y rápidos, y que son más dignas de estimación que de admiración, aunque en ellas apunten ya las gracias de

un arte nuevo y el sentimiento de una civilización más perfecta, Psyque de Mal-lara.

APULEYO. XV. Funes y Villalpando qués de Osera; con

el

tal es la

(D. Francisco Jacinto), Mar-

seudónimo de Fabio Clymente.

,-~Amor Enamorado, Fábula de Psiques y Cupido, por Fabio Clymente. Dedícala al Excelentísimo Señor

Marqués de mayor,

Don Gaspar

de

Helicbe, Gentilhombre de la

etc., etc.,

Con

licencia.

En

8.% 4 hojas prels. y 2b8 pág?.

Haro y Guarnan, Conde

Cámara

de

Su

Majestad,

y

de

Morente,

su Montero

Zarago:(a, por Diego Dormer. 16^^.

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA

Dedicatoria.—Al lector.

— Fe de

I05

erratas, al fin de la cual se hace esta

ad-

vertencia:

fLas voces Deidad, Adoración, Sacrificio, Hado y otras semejantes, son la poesía, no inteligencia del Autor, que si escrive como Poeta,

adorno de

como Fiel Católico Christiano, y como tal se sujeta postrado á la justísima corrección del santo Tribunal de la Fe.i

cree

Poemita en ocho cantos, en octavas

reales.

Inc.

De Amor enamorado

los ardores,

Cantar pretendo en dilatada suma,

De

su incauta consorte los errores,

Venganza del incendio de

Oh Amor!

la

espuma:

para que escriba tus amores,

Préstame de tus

alas

O

harpón más bien templado

á

mi Musa

Con que

el

una pluma,

eternize en bronce tu cuidado...

Fin. Original

Padre

del

fiel

el Hijo,

Sólo diferenció sus calidades,

En que

el

Mejoró en

Con

las

si

prolijo.

maternas suavidades:

general aplauso y regocijo.

Deleite

Y

rigor paterno,

le

llamaron

las

Deidades,

entre ellas siempre oculto en claro velo

Aun en

irfluxos se recata

al

suelo.

El procer aragonés se ajusta con bastante fidelidad á la fábula de

y muestra dotes de ingenioso versificador, pero y

la dicción

Apuleyo

poética es afectada

culterana.

APULEYO. XVI. Lope de Vega. Psiques y Cupido^ comedia de

de El Peregrino en su Patria;

lista

No ha

Lope de Vega,

citada por él en la primera

y por consiguiente, anterior á 1604.

sido descubierta hasta ahora esta comedia, de la cual acaso se valdría

Calderón para

la

suya del mismo argumento.

APULEYO.

XVIL Calderón de

— Ni Amor

se libra

Comeuia de

de

fecha desconocida.

Eugenio Hartzenbusch, que fué tal de

la Barca (D. Pedro).

Amor.

Con buenas

razones conjetura

D. Juan

escrita antes de 1640, fecha del auto sacramen-

Psiquisy Cupido, compuesto por Calderón para Madrid;

y seguramente

I06

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

antes de 1658, en que se estrenó la obra profana de Solís sobre el asunto, Triunfos de amor

Calderón riores:

se alude á

y

fortuna.

De todos modos, en

el

mismo

contexto de

la

de

dos comedias suyas, que forzosamente han de ser ante-

La DamaDuende^ estrenada probablemente en 4 de Noviembre de 1629,

y El Galán Fantasma,

Ni Amor la Tercera

fiesta real

Amor

se libra de

representada en 1635.

aparece impresa por primera vez en 1664, en

,

parte de las comedias de Calderón. Figura en toda"? las colecciones

posteriores de las obras del insigne dramaturgo madrileño. Esta comedia ha

sido traducida al francés en prosa, por M. Antoine de Latour en su erudito

entretenido libro Psyché en Espagne (París, Charpentier,

En

1876).

la

y

adver-

tencia preliminar dice lo siguiente: el más completo de los dramaturgos españoles, es poeta cómismo tiempo que poeta trágico. En su Psiquis, si la pasión ocupa algún lugar, si las lágrimas corren con frecuencia, más de una escena excita la sonrisa. De semejante asunto, tratado por un poeta de instinto tan profundamente dramático, no podía resultar una comedia verdadera, pero como tampoco es tragedia, y no falta el elemento fantástico, aun sin hablar de la música, nos hemos permitido llamarla una fantasía, y como esta califif

Calderón,

mico

al

cación podría escandalizar á algunos devotos del genio de Calderón, empeza-

mos por escudarnos con el recuerdo de Shakespeare. Nada recuerda más vivamente algunas de aquellas piezas en que la imaginación del autor de Oteio y de

Hay

la

Hamlet juega tan graciosamente con

única diferencia de que

el

el

mundo

de la mitología.

poeta del Norte esconde en sus

más

capri-

chosas invenciones un no sé qué de vago ensueño, que inútilmente se buscaría en las creaciones

mucho más luminosas

vagamente sentimental en el

Nada hay de demás tiene todo

del autor español.

esta Psiquis española,

que por

lo

aspecto y traza de las comedias de Shakespeare.

íMuy

cómo

curioso es ver

finamente ingenioso, trataba

dante en episodios, que

más

dificultad

elegido. Pero

que

la

este genio, la

unas veces tan arrogante y otrastaa

Mitología. El asunto de Psiquis es tan abun-

poeta que intente ponerle en escena no tendrá

el

de escoger y combinar armoniosamente lo que hubiere

también

la

unidad puede perderse fácilmente en

la multiplici-

dad de los episodios sucesivos y de las aventuras de Psiquis. Calderón resuelve la dificultad con su destreza ordinaria, apoderándose con mano vigorosa de la fábula griega, que reduce á su simplicidad primitiva, y despojándola de todos aquellos episodios, que en



mismos son encantadores, pero que aminoran

grandeza del asunto. Pensó, por otra parte, que con Psiquis y el Amor se podía hacer una pieza interesante, y prescindió intrépidamente de Júpiter,

la

Juno, Ceres, Mercurio, Proserpina, y de todos los dioses del Olimpo, y aún de la

misma Venus. Se

quien

la

mano de

ridículo si

no

la

limitó á añadir á la familia de Psiquis

un

cierto

doncella estaba prometida: personaje que sería

le realzase cierto

Anteo

á

un poco

sentimiento de amor ingenuo y desinteresado

bibliografía hispano- latina clasica

que no pertenece

número de

el

unos y otros,

mente

al

mundo

personajes, el

sencillo

antiguo, sino

el

al

moderno. Reducido

Amor quedan más

Psiquis y el

poeta ha tenido

más bien

107

arte de construir

así

de relieve, y con

un argumento

relativa-

pesar del elemento fantástico), interesante aunque todo



esté previsto, y cuyos incidentes brotan naturalmente uno de otro, y se encadenan sin esfuerzo desde la exposición hasta el desenlace. Se reconoce en toda la comedia el talento de ejecución, la habilidad técnica, el instinto dramático del autor de tantas comedias vivas, animadas é ingeniosas. El desenlace llega quizá demasiado pronto. Cuando la heroína ha sucumbido, cuando ha desaparecido el palacio encantado, y Psiquis deplora su falta en medio de su familia que todavía no ha tenido tiempo para abandonarla, el

Amor

viene un poco bruscamente á consolarla y anunciarla

Venus.

Hay que convenir en que

que purifica á Psiquis por

iniciación la

el

el

arrepentimiento y

la

prepara á su nuevo destino, ha recortado excesivamente

que

perdón de

expiación, y que el tema poético

proponía desarrollar, Pero acaso era menester todo esto para redu-

se

que gozaba de

la

libertad de la Opera,

embargo, de todas infiernos.

la comedia heroica. Moliere, pudo mostrarse menos rígido, y sin aventuras de Psiquis no conservó más que el viaje á los

epopeya moral á las proporciones de

cirle de la

está

el

poeta, suprimiéndolas pruebas y la larga

De

las

todas suertes, el desenlace concebido

en perfecta armonía con

»En Apuleyo,

los reyes,

el

y realizado por Calderón

conjunto de su obra.

maridos de

las

hermanas de

Psiquis, nada tienen

de interesante. Calderón los ha convertido en dos jóvenes príncipes que

viniendo para casarse con las dos hermanas mayores, se enamoraron súbita-

mente de

Psiquis.

Encuentro

la

misma

idea en la pieza de Moliere (digo de

Moliere, porque la Psychées principalmente suya). Esta coincidencia podría

no

ser casual. Sólo que en la tragicomedia francesa, Arsidas y Lidoro se llaman Cleomenes y Agenor, y en vez de resignarse, como en Calderón, á casarse con las dos hermanas, á quienes por lo demás no habían pretendido, acuden á la roca donde acababan de defender á Psiquis, y son precipitados

desde

ella:

mucho

Psiquis los encuentra en la morada de Plutón, Moliere había leído

á los españoles,

y

los

imitaba con frecuencia.»

Poco puede añadirse en elogio de

la pieza

de Calderón, á

lo

que tan dis-

cretamente apunta Latour, pero conviene examinarla más despacio.

Ni Amor cipalmente

se libra de

líricas.

Amor,

es

una especie de ópera, y sus bellezas son prin-

Abundan menos en

el

acto primero, que no traspasa

el

ordinario nivel de las comedias de intriga. Sólo es digna de consideración la

última escena en que Cupido contempla á Psiquis dormida. Calderón cuida-

ba siempre mucho

maestro de

los finales

la técnica.

de acto, y en esto,

como

en otras cosas, es gran

.

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

io8

¡Qué hermosa Ira ¿en

es!

Mas mi

Psiau's.

rabiosa

¿Quién eres?

qué suspensa está?

¿En qué

de estarlo,

lia

ya

si

Toda soy prodigios hoy,

advertido en que es hermosa?

Ha

Pues cuando

Mas ¿qué

Me

ha helado

¿Qué

A

divino poder el

monstruo soñé,

el

en su lugar

ti

hallé.

Cupido.

brazo? Mujer,

dios vela en guarda tuya?,..

Quizá yo, Psiquis,

lo soy.

Pero contra mi no hubiera Dios que en tu favor velara,,

Psiauís.

Llamaré á quien mi poder,

Y

Matándote, satisfaga.

pues de mi mismo, aquí

He de morir Muramos,

Cupido.

siendo dios.

A

Psiquis, ¡os dos...

nadie pidas que haga

Lo que tú puedes hacer,

Psiauís (i>oñande.)

¡Monstruo, detente! (Cáesele la flecha á Cupido,

Psiauís.

y

¿Con qué?

despierta Psiquis.)

Cupido.

Cupido.

Con dejarte

¡Ay de mil

ver.

Las primeras escenas del acto segundo caminan lentamente, embarazadas

con

y vulgar de

episodio parásito

el

mismo monólogo de

de este acto:

que la reciben

la

y

que llama

de barroquismo

entrada de Psiquis en

celos de Anteo.

la atención, está

las

Coro.

Psiquis.

Cuando imaginé que la tierra

me

el

centro

Para que

te albergue á

ti.

escondía Psiquis.

A

nunca más ver

el

dia,

Pues decidme, ¿de qué modo

[Hallo tantas luces dentro!

¡Qué alcázar tan emineite! palacio!

¡Qué suntuoso ¡Qué verde y

Flora,

la

Se supo que yo este

A

Coro.

Su dueño

lo

¿Quién en

el

sabe todo...

grandeza Psiauís.

que admiras y ves?

Coro. Toda, bella Psiquis, es

En

mundo

se vio

igual confusión? Pues,

Sepa quién

De tu

dia

estas montañas vendría?

florido espacio!

[Qué hermosa y lucida gente!

¿Cuya será

el

dueño

es

divina belleza.

De

este real alcázar.

Psiauís.

¿Para quién se fundó aquí

Aquesta

el

voces

van acompañadas de música, y son admirablemente

musicales.

De

el

in-

Pero es bellísimo

lírico.

encantado palacio,

el

Aun

y agasijan, los enamorados deliquios del encubierto Cupido.

estas escenas

Todas

amores y

Psiquis, primera escena

festado de retórica pedantasca final

los

fábrica, en quien

Tantas riquezas se ven?

Cupido.

Yo.

bibliografía hispano-latina clasica

109

Cuanto ero y cuanta plata

Hermosísima Psiquis,

Cuya planta produce

Avaro monte cubre.

A

Sacaré de sus minas

contactos de nieve

A

Flores blancas y azules...

A

puerto llegas donde

Tendrás^ sin que

Muchos que

crisol se

apuren

Tanto que cuando gustes

te asustes.

Que borden

te obedezcan,

Nadie que te disguste

que en

Hasta hacerse tratables,

tus adornos

Entretejidas luces,

;

ingenioso gusano

Porque este alcázar^ cuyos Dorados balaustres,

De

las fedas

A

Te

dará los matices,

descollarse, fueran

Hoy eminentes cumbres,

A

Haciendo que se aunen

(Con acompsñamienio de música.)

efecto solamente

De

ocultarte á

Hebras de seda y oro,

sufre,

ti

Destos soberbios montes

Logrando en

La inmensa pesadumbre.

Tareas de

En

él

pues serás dueño

el

mar

el sol

produce.

la tierra

Tendrás

Que

incluye.

engendra

De cuanto

Y

Pues por más que

el

su lustre

ti

los tornos.

Fatigas de los yunques...

(Con acompañamiento de música.)

De cuanto

que urde

á

todas horas.

tu belleía adulen

Músicas acordadas, Cánticos de amor dulces.

diamante

Registrará tu

mesa

Rayos avaro oculte,

Cuanto hay que

el

mar circunde.

Verás para tu adorno

Cuanto hay que

el

monte

Que uno

Cuanto hay que

en otro se pule.

Del rubi y

la

esmeralda

el

corra,

aire cruce.

Servida y festejada

De damas que no cuiden

Maridajes comunes

Entre reflejos rojos

De más que de

Darán verdes vislumbres.

Tus joyas y perfumes; (Con acompañamiento de música.)

Las lágrimas del alba.

Cuando

á llorar

tus galas,

Sin que desta grandeza

madrugue,

Otro premio procure

Las haré que se cuajen

Sino tan sólo, Psiquis,

Primero que se enjuaguen.

Que

quién soy no preguntes...

¡Lástima que toda esta deliciosa poesía se estropee,

al final

de

la

jornada,

con una ridicula escena en ecos! El acto tercero

comienza también con un trabalenguas vulgarísimo: Cuatro

Amor

eses

ha de tener

para ser perfeto:

Sabio, solo, solicito y secreto.

Todo go

esto va en metáfora de farsay

se levanta el gran poeta.

permita ver su rostro:

como

el

mismo Calderón

dice; pero lue-

Dice Psiquis, quejándose de que Cupido no

le

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH.. BIBL. Y MUS. ¿Qué estimación merecieran?

Dicha no comunicada es dicha. Del sol las luces

No

Luego

El diamante?

es clara

Cosa que en tanto es

alumbrara?

Si las flores para

mina

¿A quién aprovecha? ¿A quién

las estrellas la varia

República ¿fuera hermosa Si á sus solas se

la

¿A quién adorna? La plata,

Si á sus solas se lucieran?

De

que está en

El oro

¿Fueran hermosas y claras.

la

dicha

Dicha, en cuanto se reparla...



Respirasen su fragrancia.

En

la parte lírico-musical

merece notarse

siguiente coro:

el

Al alma que adoro.

Quedito, pasito;

rumor,

Que duerme mi dueño.

Quedito

Quedito, pasito;

La vida que estimo,

Que duerme mi amor.

Pasito

Y

Si cantáis dulces querella»,

Oh

siendo df

También

campo

despertéis con ellas

En

monólogo de

Que duerme mi amor.

Psiquis.

cuando va con

cubrir á su incógnito esposo, hay,

una mezcla extraña de

rón

vam?s;

espíritu,

como

Postrado ánimo, alentemos:

sutileza escolástica

viva ó

de ser e.xtremos.

matar y aborrecer quien ya llegué á querer;

en dos afectos neutral,

en

el

lo

bien, recelo

que

el

tarda,

Más esta luz me acobarda Que me anima este puñal. Cada paso que Da, se

el

deseo

retira otro paso

El temor; tiemblo y

¿Qué mucho

Mas

¡cielos!

si

dudo

¿Qué

el pie al cabello,

lo bello.

Está valiente

lo

hermoso!

¿Quién

eres, joven,

Seguro

al

me

abraso...

y creo?

es lo

que veo?

¿Quién vio más bella pintura?

¿Quién más perfecta escultura?

matarte,

Si.

que estás

más

Que cuando matabas? Cuando

mal,

el

examen

Está brioso

Queriendo matarme?

verle, por no llegar

Dudo

Y

En quien desde

Esta hermosura no vi,

Si engañada pude amar;

A A Y

dijo bien, pues

Es un monstruo de hermosura

¿Otra vez, cielo piadoso,

Verle, por llegar á ver

No

que éste es

dijo

¡Qié joven tan generoso.

muera.

Verle y no verle quisiera;

Que siempre he

puñal á des-

el

y de pasión humana.

que

Un monstruo,

El desengaño toquemos;

De una vez ó

lámpara y

la

en otras muchas escenas de Calde-

El

Psiauís.

Cobarde

este alivio pequeño,

Quedito, pasito.

estrellas,

No me el

le dais

Que duerme mi dueño;

cielo flores,

1

sois del

clamor.

el

ya que

Quedito, pasito.

matizados primores,

Que

el

Turbado

Y

quisiste

te vi

Di.

matarme,

primero;

cuando matarte quiero.



te

vengas con turbarme.

buscarme.

Dormida

fuiste á

Dormido

hallarte pretendo:

¿Qué extremos son qué no entiendo. Los que hay en

los dos,

pues cuando

Dormí, estabas tú soñando,

Y

yo, cuando estás durmiendo?

^

BIBLIOGRAFÍA HISPANO LATINA CLASICA

Finalmente, citaremos estos cuatro versos tiernos

todo

dramático de

el interés

y

Te

En lo de

fin.

me

Psiauís.

has visto, aunque yo

me

pedí que no

que resumen

sencillos

la pieza:

CuP!Do.

¡En

I I I

S¡ tan para visto eras,

vieras!

Dueño mío ¿qué importó?

los últimos versos de esta pieza, parece designarla

Calderón con

el títu-

El Amor Enamorado: Si

no que, pues

Hoy enamorado

Amor

el

eres.

Perdones yerros de quien Está á vuestras plantas siempre.

APULEYO. XVIII. Calderón.— Autos Sacramentales.— Fábula de Psiquis á lo divino. Dos veces su genial

y triunfadora osadía

eucarístico,

mística,

trató Calderón á lo divino la fábula de Psiquis, convirtiendo el

y llevando á sus últimos

que comienza en

el

siglo

con

cuento milesio de Apuleyo en símbolo límites la interpretación alegórica

VI con

el

y

comentario de Fulgencio Plan-

ciades.

No sabemos llevan

cuál es

el título

el

más antiguo de

dos autos sacramentales, que

los

de Psiquis y Cupido^ pero citándolos por

ron impresos, corresponde

el

primer lugar

de Madrid, puesto que figura en

la

al

Don Pedro Calderón

dada á luz en 1717, por D. Pedro de Pando y Mier

conforme á cede una

de

la cual

directa con el texto de

la villa



quien

el

de la Barca...

Ayuntamien-

derecho de imprimir los Autos de Calderón),

el

los originales de su archivo.

/oa,

orden en que fue-

Parte Primera de los Autos sacramentales

alegóricos é historiales del insigne poeta español

to de Madrid había cedido

el

que fué compuesto para

A

este auto,

como

á todos ante-

prescindimos, porque no tiene relación directa ni in-

Apuleyo, ananciándose solo,

al fin

de

ella,

que

el

em-

peño del auto Es de Psiquis y Cupido Alegórico argumento

En

Tampoco entraremos en

la

exposición detallada del auto, cuyos persona-

Amor,

el

Mundo,

jes son: El Odio, el el

fábula misteriosa.

Hebraísmo,

Psiquis?»



de Gracia,

se

así

la

la Sencillez, las tres

Gentilidad, músicos

preguntará

como

— Psiquis

Edades,

la Malicia,

y acompañamiento. «¿Y dónde

es la tercera de las hijas del

sus hermanas mayores son la

mundo,

Ley Natural y

la

la

está

Ley

Ley Es-

112

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS,

crita,

dadas en dote En Lei,

una

la

Imperio Romano,

al

Y

que un Alto, un superior

Monarca tuvo

tres hijas,

Las dos hermanas, )a

Gentilidad

se

amotina

y

el

á las

es decir, las

echó

al

mar

las dos.

dos primeras edades, ó

Hebraísmo, se coligan contra

si

se quiere

tercera Edad, en

la

mejor

cuyo favor

pueblo:

el

Siendo menor en edad

Es segunda perfección

Ser en belleza major.

como

del auto

poesía son las escenas en que está trovada á lo

espiritual la exposición de Psiquis sobre el escollo

tado Palacio. Sale

mano, y

dos estado dio,

á la tercera

Por envidia de

Viva nuestra Infanta, en quien

Lo mejor

otra al Reino de Judea:

la

Que

Fábula de Psiquis

la

Noche vestida de negro, con

la

y

aparición del encan-

la

estrellas

y una hacha en

la

canta: Huyan En

estas

Y

serene

las

sombras

las

nieblas

De Amor, que De

que horrible

del odio

montañas buscó su

peligro,

llama

la

tras él buscándole vino

.,

esta antorcha ilustrada los rayos

Siguiendo, verás que

Como

verse del

Te busca y

te

á

tanto conflicto

mundo

arrojada.

alberga en alcázares ricos...

Entra, pues, que las puertas abiertas

Te esperan

á

ser tu

Entra, pues, que

el

De embozo vendrá

Mézclanse

así

Cuando

á

Nevado

el

de un

Amor

se identifica

tu asilo:

buscarte

le

coja la

Noche,

cabello de blanco rocío...

modo con

i

sin ter conocido...

tus puertas

extrañísimo

Cantares con las del mito pagano. del

amparo y Esposo

la

Y

de

la

las

reminiscencias del Cantar de

misma

suerte

nueva Jerusalén que

el

el

los

palacio encantado

profeta vio descender

del cielo: Misteriosamente altivos

¿Qué nueva Jerusalém Es

que en

la

Que

Son amatistas, topacios,

ayre miro

la

tierra,

Si á los

Puedo

á ser

y jacintos? que los guarnece.

Crisólitos

parece que desciende ^

Del Cielo,

De

el

El fosso

paraiso

Mar

pues sus muros,

es de

cuaxado vidrio,

Siendo sus calles y plazas

relámpagos míos

Losas de cristales limpios.

divisar las señas.

..

Es una escena algo larga, pero deliciosamente versificada, salvo los inevitables resabios de

mal gusto, aquélla en que

quis, interpretando

con un arte

muy

deza, los datos de la fábula antigua:

el

Amor

Divino requiebra á Psi-

singular, pero que

no carece de gran-

bibliografía hispano- latina clasica Arroyos del Cedrón

Bello prodigio á quien

Mundo echa de

El

Por viñas de Engadi.

si,

Por odios del Hebreo,

Regar verás hermosas

Por ceños del Gentil:

Fuentes de Rafidim,

Desde

De

Y

Los cedros de Cades,

y antes

el principio,

Las palmas de Setim...

los siglos te vi,

tan primer Principio,

Que nunca

tendrá

Al trasmontar

Quedé, que he de cumplir

Lo

De embozo en

allí

del

Que

tan amante

morir de amor,

Y A

quien

el

Mundo

Más de

sin inquirir

Velo, y terso

Está ya

el

viril.

Dios de Amor,

No

Cuando más

fe

Conmigo has de

Le prestes al

oir...

vivir,

ignoto para

Pues como tú

feliz.

ti,

que

me

5/« ver, haré por

Dirán sus primaveras

Tal fineza de amor,

Que dé en

su ameno'confin

al

sólo

A

Sobre cuál más te obliga.

La Aurora con

Y

el

Alba con

sí,

llorar,

Saldrás, pues,

se

lidad del

puede menos de el

lleguen á incluir

Con calificar

el

maná de Sim...

delicadeza la invisibi-

en

la

fábula griega, sin que ni

Ya

sentido con que Calderón trata

el

arrepentimiento y su regeneración por

la

se

el

decoro del

los

Judaismo,

la

teológico

caída de Psiquis, su purificación por el

manjar de la

la

Sagrada Mesa.

ciudad de Toledo, figu-

Autos, publicada también en 17 17. Tiene su

correspondiente Loa, sin ninguna relación con auto son personajes:

dogma

comprenderá después de esto

segundo de Psiquis y Cupido^ escrito para

ra en la Parte Segunda de

el

la vid,

la

el

nagoga,

espiga de Ruth,

de extrañamente ingeniosa

integridad de la poesía padezcan.

el

la

poeta transforma en símbolo del misterio sacramental

Amor

El auto

preciosos manjares,

Que

El vino de Canaán

Cruzar de mil en mil

con que

cuantos

Tan

De Caléb en

y veris

á

ellas quieran venir

En

reír.

creas

sacro festín

De mis bodas,

Abril...

al ver

ti

Que en

Lidiarán entre

En



creer que es obra

Casta Esposa desde hoy

Conocen

asi

Si debaxo de un blanco

En cuya eterna edad

la

tus umbrales

porque

no quiero de

De Amor,

ti...

decir.

De doce meses,



al redil.

Sus aras construí^

Dulcemente

ir

Pastor,

el

hallarás,

Y

Puesto que á tu deidad

ni

ganado

fui

este ilustre alcázar

(Templo puedo

el

vio

Muerto de amor por

En

choza

Siempre he de estar contigo,

se dirá

con verdad, que

la

Me

otros suelen decir,

Pues por mi

tarde,

la

Cuando ya quieren

fin.

A Y

Desde

No

113

La

Envidia,

Apostasía, el

la

Albedrío,

el

episodio de Apuleyo,

Gentilidad, la Idolatría, la Si_ el

Mundo, Cupido,

la

Fe, músi-

8

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

114

y acompañamiento. La alegoría de las tres hermanas es substancialmente misma que en el auto anterior, pero más recargada de sutilezas escolás-

eos la

ticas,

y más

distante del mito original

y de

la

poesía profana. El misticismo

de este segundo auto parece más elevado y más puro, pero quizá por lo el conjunto es

menos dramático,

cede menos valor lógica

al

el

velo

mucho más

transparente,

elemento humano. Las sutilezas de

ahogan á cada momento

la franca

como

mismo se con-

controversia teo-

la

expansión del numen

en algunos intermedios de poesía musical,

y

lírico,

salvo

siguiente:

el

Voz SEGUNDA. Flores, P?xaros, Fuentes y '

Todos

al

Dios de

Amor

ologia, con-

es

¡

travno,

j

vna Satyra contra vna su obra.

de un asno vestido en

Sortis

Tantum

de las gentes.

Magestad CatboUca, Cuyo

nombrase (aunque aqui con nombre fiin-

se ¡

Hyplites. (Ridicula efigie

con estas leyendas á

¡

de su

de corte,

traje

non animi felicítate tumens. Sicut ut

A

sarde, puíri calce sonoque vales.

tu

los pies,

una especie de orinal derribado.)

tiene

Grueso volumen, de edición indudablemente clandestina. Sin signaturas llegan en

foliatura.

Las

único ejemplar conocido (que perteneció á D. Luis de

el

Usóz y Río, y hoy para en

la Biblioteca Nacional),

desde

la

A

hasta

la

Gg,

y quizá no se imprimió más.

A la

vuelta de la portada se lee esta advertencia:

cómo

tDeclarase

Satyra, buscóle

el

tras

muchos

Autor de

h

habiéndose sabido quien fuesse

días,

el

de

la

presente obra, y leyóle esta respuesta della,

delante de un cabo de Escuadra del Castillo de Milán, dicho Alonso de Roa, de cuya boca algunos lo saben, y diziendole que tomasse de veras lo que se

respondía

si

huviesse escrito de veras, y con intención de offendeile,

le

él la

recibió con gusto y plazer, afirmando nunca haverla tenido tal, pero haverlo hecho para dar ocasión á la respuesta á exercitación de las Plumas, como

entre gente letrada de contino se vsa, por lo qual tras muchas palabras de

muy

comedimiento quedan verso, y de

en

lo

mas

mucha

amigos

y escriviéronse cartas

alabanca, que alguna dellas saldrá squí

postrero desta obra: dizese esto, porque

el tal fuesse (fuera del

renzo Gutiérrez, y

el

dicho Roa, con

el

si

se

Capitán de

la

el

vno

al

otro en

y verse ha stinasse á saber quien á

luz,

Artillería, dicho

Caporal Diego de Torres, que todo

Lo-

lo saben), se entien-

da que es soldado de mucho valor, saber y honrra. Cállasse el nombre por buenos respetos, y á ruegos del Author no dirán los que lo saben quién sea.

La Satyra va Comienza dice

al fin de los tercetos.

el

ellas son burlas.»

texto con 22 detestables sonetos

que había quitado más de dos

pio! Para

Todas

muestra de

lo

A los

leyentes.

tantos de su obra.

¡Cómo

En uno de

que son estos sonetos, copiaré uno de

malos: Asneyda yo

intitulo á esta presente

Obra, no porque hablar quiera asnedades,

ellos

sería al princi-

los

menos

bibliografía hispano latina clasica Mas

A

puríssimas verdades,

las solas

las

quales

nescio no consiente:

el

Muchas cuento yo

No todas;

A

del

muy brevemente,

que no bastan mil edades

referir sus varias calidades,

Que

son según

el

grado es diferente.

Por eso, y porque

Mi obra, y

Y

133

un Asno hablo,

desde aqui yo

ella asnal,

Sello en

á

assi es dicha

asno dizen que yo sea,

si

un

siglo tal

les

absuelvo

:

no es gran desdicha:

Serálo alguien que sabio ser se crea:

Yo

Haviendo que

lo

haga

el

creer que soy asno

á

A'ithor de cargar la

me

mano

resuelvo.

tan largamente sobre

el

pobre Asno, antes

á dalle algún tanto de refrigerio con alahalle^ aunque yróni-

se apercibe

verá en

lo

que sigue.

Otros cuatro sonetos,

el

último de ellos con cola de seis versos. Del segun-

comente, según

se

do de estos sonetos, pondré algunos versos. Manso animal, que con humilde cara

Y

,

espalda rezia

Que

Con modestia Hierbas

el

peso en

ti

sustentas

despreciando ansias y afrentas,

te dan,

el

brutal, única y rara:

prado y

flores te

Porque tu carga no tan dura

prepara sientas...

Consuélate con esso, Animal triste

Pesado y soñoliento, y nota y mira Cuál por Si



verde

¿No ves que

Y Loda

¡o

el

campo

está y se Viste:

padeces del hombre injusto el

cielo

ira,

en tu favor tuviste,

Prado que suave olor te inspira?

el

Author Asinali, in verso Toscano (cuatro sonetos).

Stan:(e (diez octavas).

Vuelve

el

Author á hablar algo mas de veras con

merecen

tos castellanos. Sólo

el

Señor Asnales. Once sone-

citarse dos de ellos:

Y, aunque de edad y tiempo haya venido

A En

una vida decrepita y cansada, la

qual sepultar debria mi espada,

Más que

Y

andar en contienda, armas y ruido,

puesto en solitario albergue y nido

Mi tan vana

Y

llorar vida passada,

dárseme del mundo poco ó nada,

Teniendo

al

cielo el

Con todo eso

corazón subido:

virtud no tengo tanta

154

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS. Que pueda Que en

Ruego

Que me Pues

mi pecho

á

libre de culpa, yra

¿Cómo

él

haze,

de Dios gloriosa y santa

á la luz

quietud más que

la

embate,

resistir el fiero

ocasión dentro

la

y debate,

me

el vivir

plaze.

está la Roldánica persona,

Tragadora de Picas y Alabardas,

De cinchas y de

A

la

más

qual

frenos y de albardas,

que

se coca

á

Tienes tú de gran Cuerno

Larga oreja, gran cola, y

piel

Gran cabeza, gran pata, y Para subir

el

Mas que

lo

No

él

Acomete

floxa

parda,

y tarda.

corazón osado y fiero tenga

zumbador Mosquito:

el

pienses que con esto á

Pues

corona,

muy

monte de Elicona.

al

Tienes

una Mona? alta

te apoco.

ti

con ser de cuerpo tan chiquito al

León, con trompetero

Son, y hazele volver de rabia loco.

Otras muestras del culto Te Te

estilo

quitaré

de esta polémica.

rebuzno y

el

palabra,

la

desenclavaré las herraduras

De

más

suerte que no dañen

Por quanto dos

Que

aun

ni

librillos

las superficies

Menores tocan, ya Irte al cielo

tus patas...

has leydo.

de

las

cosas

tú. Asnales, osas

con vuelo alto y subido?

¿No vees cómo por asno eres tenido?

Come como Apuleyo,

Y en

¡ea tú! las Rosas,

tu ser volverás, pero asquerosas

Te son

sin ver

qne en yerda

Déxase por agora á Asnales^ hasta

el

(sic)

andas metido...

principio de la obra. Los sonetos que siguen

son en alahan:(a del Autbor.

Sonetos de Francisco de Figueroa (dos). Los reproduzco, porque no están en las obras poéticas de su autor, aunque ciertamente no lo merecían mucho.

Parecen escritos en burlas. Querría tener tan alto estilo y arte,

Cosme,

Como

la

irradiante luz de nuestro polo.

tiene

el

soberano Apolo,

Para condignamente aquí loarte.

¿Mas quién podrá tan

Como

en cantar y obrar

Presciado en quanto

Por Phebo en

la

el

alto levantarte, lo

mar

hazes tú solo, se extienda ó Eolo,

doctrina, en valor Marte?

,

BIBLIOGRAHIA HISPANO-LATINA CLASICA

Que

Y

en

en su lengua es celebrado Homero,

si

agena (sic)

la

No menos Sube

en

Y

hazele despreciar

á

nuestra Ibera:

la

tu estilo excelso

Alma

El

poeta mantiUno

el

lo eres tú

El

Y

soberano

y

su inmortal causa primera, bien

el

mundano.

que exprimir tu gran valor quisiesse

tu excelso saber, lo

mismo

haría

Del que dixesse que era claro

Ó

que

sin

No hay Pues

Y

lo

nube

el sol

quien por necio

lo

Mas dado

al fin

A

á

no

le

tuviesse,

diría,

amostraría,

hombre

el

estuviessc.

te alabare,

humano grado,

alto qual tú nadie ha subido:

lo qual

Aquel

al tal

que aqui yo

Devrialo hazer sobre

Pues tan

día

resplandeciesse:

entre sueño ó ciego

si

el

mismo que vemos nos

por ambiguo nos

Qual

I35

convernía que acá baxasse

cuya gloria has ygualado,

Tu hermano

el

tan divino, y tú querido.

Gentilhuomo d'Alba Pompia Errante

Soneto del Signor Gberardo Borgogni,

Académico inquieto. Del Signor Scipion Celia: Errante Académico inquieto. Del Sig. Francesco PicinelU. Del Signor. Cesare Beso^{o, in lingua Milanese.

Bernardmi Baldini Philosophi

in

Asneidae opus (tres dísticos).

Francisci PicinelU (dos dísticos). Equitis Peiri Pauli Porri (dos dísticos).

In Asneidem Cosmae Aldanae Gulielmi

Cosmae Aldanae ad Asinum (dos El

cuerpo de

logía de lios, si

la obra,

ó sea

la

Huysmani (cinco

dísticos).

dísticos).

verdadera Asneyda, está formado por

la

Apo-

Cosme de Aldana, formidable poema en tercetos, que ocupa 138 fo-

no he errado

la

cuenta.

Inc. Incógnito y nacido entre zarzales, Que aunque tonto animal mordéis qual

Cuyo nombre

Perro,

postizo es luán de Asnales.

Merecedor que os cuelgue un gran cencerro Del cuello, do se loe vuestra escritura.

Do quanta hay

letra

hay necedad y yerro,.

¿Pensays quizá que tengo de vos miedo

1^6

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH

,

BIBL.

Por ser vn Lestrygón y Antropophago? Seays quien soys, que no valeys un cedo

Mucho

mucho

osays,

¿No sabeys que

hablays, jo bien

á los tales

(sic).

lo

veo:

}0 castigo

Con un mozo de espuelas ó vn Guineo?

No hay

Como Que

por

en

el

para baxos hombres tal castigo

mano

ajena y apocada,

cuerpo moler saben

el trigo;

Digno no soys que en vos se use

Ny

la

espada...

daros yo conseio, aqui os espante:

el

Sabed que también Leyes he estudiado,

Y

corrí de Poniente hasta levante:

Pero

al

tiempo meior

De Marte (por no

De que en

No



ellas

me

me

dia passeando

fueron presentados

Los versos en que

me

ibades tachando:

Unos muy cortos y

A manera

fue estorbado

viesse adotoraJo...

cómo yo un

Para reyr

me

ser espantadizo)

de prosa y

otros prolongados, no' senzilla,

Rotos, mal puestos y perniquebrados.

No

es esso el Poetar; que escoria

y cieno

Es, oh gran Licenciado de Hornachuelos,

Criado siempre entre

Mas notar vuestras Pues de sylabas treze Fueron todos

Yo

Paja

taitas

y Feno... no supistes,

s deziseis

los versos

que

hezistes.

soy aquel valiente Antropophago

Que me como

Y

la

los

hombres,

si

me

enojo,

mil espadas y montantes trago:

Vos soy! muy pequeñísimo regojo Para mis manos, y mi horrible boca:

Miradme bien que tengo

abierto

el

ojo.

Vos no soys hombre, quanto mas Poeta, Digno de dar

Que

lición á

una persom,

corriese qual yo por la estafeta.

¡Pedrada que

le

den, Mosca de Arjon?,

Soga nueva, y Almendro seco y duro, Pellico de través, beso de Mona!...

Hazed un nuevo Palmerin de Oliva,

Do

vengáis

á

poner mil disparates,

Y MUS.

bibliografía hispano-latina clasica

137

Para hazer vuestra fama eterna y viva: Pintad encantamientos, y combates,

Y

hazañas imposibles, obra dina

De vuestra necedad y

Tanto

Como

lo

á

sus dislates...

versos hazer soys sufficiente,

puede ser

la

Muía parda,

De vn empinado médico

excelente.

Para estar siempre entre ollas y pucheros

Soys proprio Vos, y para limpia-copas,

Y

do haya que majar y majaderos: Larga holganza, gran sueño y muchas sopas,

Y mucho

que henchir sobre

lo

henchido.

Larga casa, buen lecho y ricas ropas: Esse

si

que es estado

alto y florido,

Esse, diriades vos, yo elijo

Que

más que

es

|0h cómo

estirariades bien vn cuero,

A osadas que Mas que yr

y quiero.

ser poeta desluziJo.

esso assaz se os avernia

tras los papeles y el tintero!

¡Oh qué gran necedad, qué gran El vientre se

me

Sea para vos, aunque no es

Ándese, como

me

hincha y se

el

Mundo

locura,

tiende;

lluvia pura!...

lleva

y guía.

Porque se tiene entre asnos, por locura, La más

alta

y mejor sabiduría...

¿Pensays que yo rancor reserve ny Si dixeren de

Agora

á

rebuznar mi musa aspira

Una mujer

Que

Y

la

ira

mi que rebuznare?

á este asno se provea,

dé palos mil siendo paciente,

entonces sabio cada qual

Una mujer

le

vea:

es bien dalle valiente,

Para hazelle trocar en

la

De vn buey más manso.

figura

Déssele

al

presente.

Brutal descripción de las supuestas bodas de luán de Asnales: Estas cosas tú, oh

vil,

no

las entiendes:

Tratemos como tratas tus amores

Quando de requebrar

Lo mejor de

tan extraño

poema

tu burra entiendes.

es

una larga digresión mística, que

el

autor

138 intercala

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

muy

y en que parece

fuera de propósito,

mano Francisco, autor

de

la

hermosa epístola á Arias Montano. Dice

¿Para qué es

seguir tantos extremos,

el

Sino abrazarnos con amor

Con aquel que

Y

seguir las huellas de su her-

muy

puro

ser padre nuestro vemos:

gozar un estado alto y seguro

En Dios,

á

do engolfada estando

Caso no temerá

el

Alma

y duro:

terrible

En paz dichosa y sossegada calma Contemplará del

hermosura,

cielo la

A do ha de yr á gozar su eterna palma: Y en lo de la inferior baxa Natura No

parándose, hará santa escalera

Para á

la

luz subirse eterna

|0h vida de

(Que

Que

demás

lo

muerte tenebrosa.

es

malo ocupa acá, y

al

y pura:

vida verdadera,

la

allá le espera),

Sola eres tú sabrosa, alta

Pues contienes en Por do

No

el

la

gloriosa;

y

todos los bienes,

si

Alma, y acá, y

reposa.

allá

que está del mundo en

los vaivenes,

Cercada de ansias mil, de penas

En

invidia, en rancor, odio

pues, puesto en

Alli,

Y A

abismado

sin fin,

la

fieras.

y desdenes... mayor

altura,

quedarás ciego

toda baxa y loca compostura: encendido de un divino fuego,

Alli

Summa

tranquilidad, gozo y ventura

summo

Ternas, inmenso bien,

sosiego.

Beberás de una Ambrosia excelsa y pura

Harto

sin fin, y sin

Despreciando del

jamás hartarte,

Mundo

la locura...

Miro que polvo soy, gusano y cieno,

Y

quán de mal es

Miro

Y

el

llena el

agora en

hallo en

Y el

Y Y

al

que más debria

la vejez,

Alas tomar para volar

Me

alma mía.

tiempo perdido amable y bueno:

al cielo.

ceguedad oscura y

fría,

afecto arraygado en este suelo,

obrar inmovible

pie y

el

la

mano,

siempre vivo en tímido recelo.

I

Mi único

Cómo me

fin,

únicamente amado.

llevas de tu

Absorbiendo mi

amor y

ser, vida

gloria.

y cuidado.

Todo mi entendimiento 7 mi memoria

así Cosme:

bibliografía hispano-latina clasica Anéguesse en tu mar, y en largo olvido Esté de

Que

sí,

si

en

luz por quien se gloria.

la

enterrado en

quedo y perdido,



Ganado estoy, ¡oh summa dicha mia!

Y

ti y por tí veréme á ti subido. ¡Oh quién te hablasse hasta el postrero

en

Mas

|ay, triste de mí!

Pues aún

Queda

Eternidad corta sería?

la

el

dial

¿Qué entiendo ó digo,

alma

sin

Pues está solo en



pobre y desnudaj



felicitada,

Si te sigue por siempre

Queda de

y no se muda:

tu bondad enamorada.

Se pierde, y muerta está de tus amores,

Y

vee ser lo demás un puro nada:

Va

tras la suavidad de tus olores.

Sin que ya con

Regalo

le

iQiién

Oh mi

el

me

se acuerde,

y dolores:

podrá estorbar que no

te diga,

bien, mil amores y ternuras?

¿Qué no

te loe

por siempre y te bendiga?

Acompañado y

Con summa Pues

Mundo más

es la pena, ansia

luz,

en luí y á escuras,

solo,

en todo tiempo y parte,

siempre tú en tus criaturas:

te estás

Por presencia y poder y

ser á hallarte

Vienes en toda cosa, de manera

Que

á

quienquiera

le

es fuerza de encontrarte:

Cada qual para hablarte nunca espera

Tiempo

Que

vario ó lugar,

Querría con

Y

te pretende.

si

te hallará, oh gran luz, siempre

summo amor

y do quiera.

siempre abrazarte,

á tu sobre essencial belleza eterna

Por siempre unido estar, siempre gozarte: Sí

hombre con voluntad

del

alma interna

Regala á una tu humana criatura

(Cuya beldad

es solamente externa),

¿Por qué no

lo

haze á

ti,

mi excelsa y pura

Simple forma uniforme y omniforme

Oh

suavísimo Amor,

summa

¿Cuál alma habrá que á

ti

,

dulzura?

no

se

conforme

Por recíproco amor divino y puro, Y en participación un Dios se forme?

¿Por qué contigo yo mi mal no exhalo.

Siendo tú un Mar de

Amor

índefficíente?

Es porque soy traydor, perverso y malo.

139

»

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

140

Tú que

suavemente

regalas tan

mismo que poco ha

Al

¡Cuánto harás más

Tú mi

Tú mi

mi

enemigo,

mí amor, mi

bien, tú

luz,

te fué

que ama ardientemente!

ai

paz,

mi abrigo,

quietud y calma,

ser,

Mi goio, gloria y prez, padre y amigo. Tú eres mi Sol, mi Paraíso y Palma. Contigo todo

me

Se

el

mal que sobrevenga

abonanza,

Todo

afán,

me

asossiega y calma;

pena y mal sobre mi venga,

Que un

clavo se

Con

que en mi tu gracia se detenga.

tal

me

da, nada

me

importa,

Parece imposible que quien era capaz de hacer estos versos sea

como hay en

tantísimas necedades

la

La

Asneida.

el

autor de

cual acaba desafiando á su

adversario, en estos términos: Salid, salid, señor valiente, afuera

Del retrete á do estáis qual liebre puesto:

Osad, pues, que tenéis

No me

escribáis

la

pluma

fiera:

ya más gazaiatones;

Que

en letras y armas yo vencer os quiero,

Que

de

ambas soy yo usado

Haced como valiente Salid de solo á solo, 6

Con

tal

acompañado.

que más no sea de un compañero.

Solo, y no armado, y con

Me

á las quistiones;

caballero,

yré, no os espantéis

que

mi espada assi

me

al

lado.

arrojo.

Bien sé que á Hércules sólo uno ha sobrado:

«Aquí

se

acaba

Asnana. Dirigida

Asneida de mi Merceasneidad

la

alia

etc.

el

Seasnón Coasne de

Seasnería, Exceleasnencia, Alteasneza, Mageasnestad,

Bos, Cu, del Sobrearcianissimo, Cloriasnissimo Seasnoariasnissimo Toasnes de Asnales, Cabeza mayor del Colegio de

Asneantissimo, y Principiasno de tes

la

la

Asnería orbicular deste globo

Academia de

los nescissimes bestializan-

y tonteantes. (Tosco grabado en madera que representa dos asnos en actitud de aco-

meterse, con este lema: Ego et tu.)

tSatyra del author incógnito. (Un poco mejor versificada que Por Dios, señor Aldana, que quisiera Dexaros de escribir estos renglones, Si la justa razón lo consintiera:

Mas Bo

se

debe

Porque

se sufre

Qpando

se

fe

do hay sinrazones.

mal una insolencia

ofenden nobles corazones:

la

AsneidaJ»

bibliografía hispano latina clasica

141

Tened, señor, un poco de paciencia,

me

Que

vive Dios que

Con

este negro libro á

tenéis

Su

mohino

Excelencia...

las

de

seis,

en

Las octavas de Aldana sobre quienes recae esta sátira deben de ser la Invectiva

contra

vulgo.

el

Son

Sonetos de Cosme de Aldana para el S¿ñor Juan de Asnales.

form^ de preguntas, que Redondillas de

C

el

autor llama pescuias: groserías soeces.

redondillas sino quintillas, con

Canta

,

Jorjico

,

Nj son

sme de Aldana ájuin Je Asnales, su señor.

un

que

estribillo

es

de

el

la vieja

tales

canción

canta .

Sonetos de Cosme Aldana á Juan de Asnales, su señor. (Son ocho, tras de los

cuales pone

el

Otavas de

autor ^íw/ pero desgraciadamente

Cosme

el libro

no acaba aquí).

de Aldana, al Superlativo Asnales, Satyriasno.

Sonetos de Cosme de Aldana (cuatro sonetos).

Otavas de Cosme de Aldana al Bachiller no aun conoscido. yiendo

el

author vmir há{ia

sus juguetes hablando con

si

á Asnales muda propósito,

y

empieza d dar en

él.

Sonetos, cuyo concepto

y

estilo

debía imitar el Licenciado Asnales.

Son

llenos

de sciasnancia Peripeasnática, Phisiasnical, según la doctriniasneidad de Hcerreasnistóteles.

Cuya

declaración se pone dehaxo de cada soneto.

Estos sonetos, que son innumerables, y todavía fastidiosos

que

los anteriores,

más

necios, pesados

Prosa y verso son un conjunto de disparates y sandeces, y todo el

mayor centón de boberías que he

dana en llamar

y

van acompañados de escolios en prosa. el

libro

visto en lengua castellana. Bien hizo Al-

sonetos de doctrina estulta

á

los suyos.

Sonetos de las maravillosas hazañas que el valerosísimo Asnales ha ido obrando

mundo

por

el

sas

que

el

con su invencible diestra. Introdúcele

Señor Asnales ha

visto

por

el

mundo,

cos habrá que las crean; pero débese dar crédito

á

el

Autor

al

mismo que habla

las quales son tan extrañas, las

co-

que po-

palabras de tan gran Personaje.

Preguntas de Xoasne de Asnana á Xoaxnex de Asnales,

y

respuestas de Asnales:

son de gran importasnancia.

Tal es este

monumento

de grapbomania, que prueba que no 3ndaban

muy

descaminados los contemporáneos' que tenían á Cosme de Aldana por loco,

como

los familiares del

llamaban asno

(1) tía

«Gobernando

Condestable D. Juan Fernández de Velasco, que

le

(1).

el

estado de Milán el Condestable Juan Fernández de Velasco

entretenido cf rea de su persona

Cosme de Aldana, poeta diversísimo de

su

la

primera vez,

asis-

hermano Francisco, que

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

I4S

XXXI. Haremos rápida indicación de algunas obras de nuestra

de Apuleyo, aunque en realidad son independientes de

— Alvarez de Toledo y Pellicer (D. Fragmentos del poema intitulado

Son dos cantos que llevan

Toledo Pellicer

y

la

Tobar... Sácalas á lu^

Imprenta del Convento de

producidos estos fragmentos en

Xyill de

del siglo

la

Gabriel).

el

doctor

Don Diego

Año

Merced.

tomo

el

riéndose,

de

la

le

dixo:

Musas,

las

el

«Dexad ya rudo,

f

1

I

Autbor...

este

(Han sido

de la colección de Poetas

la porfía,

que

el

re-

líricos

Gobernador con sonetazos,

al

contradictor, con seguridad de amigo,

que soys un asno, ¿Quién

echó por

tal

En medio, pues, desta

pluma, y escribe tres mil octavas, motejando de asno

la

de i'¡44.

insipiente, el material? Sacar la espada, no era licito,

amistad; quedar sin resentirse, era imposible.

mento de

Gabriel Alvare:^ de

de Torres Villarroel^

Biblioteca de Rivadeneyra.)

mereció título de divino. Este no contentándose con moler de continuo

querido de

y Rebu:(no segundo.

Don

Vida y Virtudes de

la

la

cierto día vino á tener tan extraordinario tesón en porfiar,

como

famosa novela

ella.

los títulos de Rehu:^no primero

que escrive al principio un resumen de

Madrid: En

la

BurromacUa.

la

Págs. 53-84 de las Obras Postumas Poéticas... de

el

que por

literatura,

con

su título pudiera creerse que tienen algún parentesco

dixera: la compañera? Ella lo diga. La Penitencia soy. Dime tú agora Por qué contigo va? Dígolo, escucha. Yo voy volando, y el que entonces quiere Asirme, si me escapo, ella se queda. Que es decirte que queda arrepentido De no haberme gozado cuando pudo: Y tú también, que tanto me preguntas, Y repreguntas, antes de un momento Dirás que me he escapado de tus manos.

Discursos Históricos de la ciudad de Murcia edición, lyyS, p. 544.

La primera

y

su reino, segunda

edición es de 1621.

XI. Pérez Ramírez (Antonio).

— 1698.

Ep. XII. íiCuius opus? Phidiae...i) ¿Qué im.igen eres?— Hechura De Phidias soy; de su mano. Después del Dios soberano Y Pallas, mejor figura.

—¿Quién te acompaña? — Esso á ti Te lo dirá: di tu nombre. — Nombre, porque más te asombre

Yo soy el Numen mas raro: La Occasión mal conocida. ^¿Por qué un globo sostenida Te tiene? — Nunca me paro.

La Diosa soy, que castiga Lo commetido y dexado,

—¿Para qué talares tienes? — Es

que

mi vuelo ligero; Aunque también, si yo quiero Detengo al hombre los bienes. es

— La crin tapa el rostro tuyo. — Es, porque me ignoren, velo. — ¿Por qué atrás no tienes pelo? Porque no me

coj.t el

Armas contra

la

que huyo.

No

halló sabio para mí.

Y así el solo apesarado Es bien Metánea me diga.

—¿Qué contigo, di tú ahora, Haze esta? — Después que yo Pasé, al que no me cogió Esta asiste cuando llora. \ aun verás, cuando aquí estoy, Respondiendo á tu deseo. Cómo con fácil meneo De entre tus manos me vov.

Fortuna, 353-354.

BIBLIOTECA DE

l62

León

XII.

Ep, XIIÍ.

REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

L.\

(Fr. Luis de).

vAd Gallam puellam jam

Tiene reminiscencias de

pasada

este

la

oda

20:

vd vna señora

la mocedad^). ¡Ay! ¿yo no te decía: «Recoge, Elisa, el pié, que vuela

Dicebam

Y

senescentem.^)

epigrama en

en

la Imitacióji

tibi,

el día...rS>

Galla: senescimus, effugit aetas...

de diversos:

Nunc piget:

et quereris, quod non aut ista voluntas Tuncfuit: aut non est nunc ea forma tibi.

Diréis con dolor, señora.

Cada hora ¡Quién tuviera, ¡ay sin ventura!

Ó agora aquella hermosura, Ó antes el amor de agora.

Pero como

los

versos de Ausonio son imitación de otros de Ho-

racio: i/i speculo videris alterum) cur eadem non puero fuit...

Dices, heu (quoties te

Quae mens

(Carm. IV,

10),

est hodie,

puede sospecharse que Fr. Luis de León tuvo más

presente á Horacio que á Ausonio, ó quizá recordó simultáneamente á los dos.

XIII.

Vaca de Alfaro

(D.^ D. Enrique).

Ep. XXII. (íDe varietate fortunae

é

Graecon.

Thesauro invento qui limina mortis

«Pintóse

la

variedad de

la

inibat.

fortuna, según Ausonio...

De la fuerza del hado compelido, De la varia fortuna despreciado Lysio un lazo forjó (¡qué infeliz hado!) Triste, desesperado y oprimido.

Y al

quererlo apretar miró advertido. que puede'advertir un desdichado, Que mostraba la tierra recatado

Si es

Un thesoro

á los

hombres escondido.

Trabajó por hallarle, imaginando No volver más al lazo duro y fuerte, Y yendo el duro'centro penetrando, El oro no alcanzó, con que á su muerte Se arrojó de su'bien desesperado, Quando esperaba mejorar su suerte.»

El epigrama de Ausonio está mal entendido en esta pésima versión. El poeta latino habla de dos personas distintas:

y encontró

el

tesoro,

y

el

que había escondido

desesperado por no encontrarle.

en

este contraste.

Toda

la

el el

que iba á ahorcarse tesoro y se ahorcó

gracia del epigrama consiste

^'Dónde tendría los ojos

el

Dr. Vaca de Alfaro? Si

su cirugía valía lo que sus humanidades, ¡infelices de sus clientes!

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATIN A CLASICA

— 1634.

XIV. Caro (Rodrigo). Ep.

XXX.

aOgigia me Bacchum

«Entiendo por

grama 29 da

este.

(sic)

Dize

el

l63

vocatf).

Dios Penteo á Baco: no tengo

menor

fiador

que

el

epi-

de Ausonio Gallo, que refiriendo todos los nombres de Baco

le

así:

Llámanme Baco los griegos, me nombra Egypto,

Osiris

Y aunque en Grecia soy Phanace, Soy en las Indias Dionisio: Las ceremonias romanas Libero padre me han dicho: En Arabia soy Adonis, Pantheo en Lucania el mismo.

«Tiene por lugar singular

que no

este de

Ausonio, Elias Vineto su comentador, y

se halla en otra parte para el intento.»

Antigüedades... de Sevilla.

Grande,

Año

(sAgiide^a

y Arte

«Jugó desta misma sutileza de las palabras, tres vezes, con la

Sevilla,

por Andrés

y Lizana (D. Manuel).

Ep. XXXIII. «Orta salo, suscepta la

En

p. 8.

XV. Salinas En

i63-f.

solo^^.

de ingenio)^, de Gracián. Discurso XXXII. (la

que Gracián llama «correlacióm'>)

mucha donosidad Ausonio

mas que

Gallo, describiendo

Diosa, que todos los lugares y los elementos sujeta á su violencia: Orta salo, suscepta solo, paire edita ccelo, .^neaduin genitrix, hic habito alma Venus.

»Es de notar, que no en sola sino que con ellas exprime

el

la

corteza de las palabras para

señorío de

Venus en todas

las

grarse la sazonada traducción del Salinas:

Engendrada fui de cielo. Del salado Mar nací, Soy criada acá en el suelo, De Eneas madre y consuelo, Soy Venus que'habito aquí.

XVI. Caro (Rodrigo). Ep.

XXXV,

último dístico.

Miremur periisse homines? monumenta fatiscunt, Mors etiam saxis nominibiisque venit. ¿Qué maravilla es perecer los hombres, Ni que desdiga (sic) el monumento fuerte. Si á los humildes y soberbios nombres Y á las piedraí también llega 1 muerte? 1

el

pensamiento,

cosas.

Merece

lo-

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

164

Memoi-ial de

la villa

Andaluces

bliófilos

del

la

Sociedad de Bi-

(Sevilla, i883), pág. 9.

Quevedo

D. Francisco de

aun también

de Utrera publicado por

que

le

se

acordó de este dístico de Ausonio, y

precede:

Truncatis convulsa jacent elementa figuris,

Omnia confusis

en

el

soneto

1

interiere notis,

(Musa Polymnia):

1 1

Falleció César fortunado y fuerte: la piedad y el escarmiento Señal de su glorioso monumento. Porque también para el sepulcro hay muerte.

Ignoran

Y

antes de

él

Pablo de Céspedes en

el

Poema de

la

Pintura:

\'iene espantosa con igual porfía

Á

los

hombres y mármoles

la

muerte.

XVII. Sor Juana Inés de la Cruz. Soneto. Al que ingrato me deja, busco amante; Al que amante me sigue, dejo ingrata; Constante adoro á quien mi amor maltrata; Maltrato á quien mi amor busca constante: Ai que trato de amor, hallo diamante; Y soy diamante, al que de amor me trata; Triunfante quiero ver al que me mata; Y mato á quien]me quiere ver triunfante. Si á este pago, padece mi deseo: Si ruego á aquel, mi pundonor enojo: De entrambos modos infeliz me veo; Pero yo por mejor partido escojo. De quien no quiero, ser violento empleo. Que de quien no me quiere, vil despojo.

(Poemas de página

Las

la única poetisa americana...

Tomo

I,

Barcelona, 1691,

3.)

antítesis de este soneto

responden bastante exactamente á

los

primeros dísticos del epigrama Sg de Ausonio: Hanc voló qiiae non volt;.illam quae volt, ego noto. Vincere volt ánimos, non satiare Venus. Oblatas sperno illecebras, detrecto negatas, Nec satiare animum, neo cruciare voló.

Pero

el final es

enteramente

distinto, ó

mejor dicho, contrario, y

el

más que

el

arranque de alma de la monja mejicana vale infinitamente trío,

aunque ingenioso concepto,

del poeta

galo-romano.

Callida sed mediae Veneris mihi venditet artem cui jungar; quod voló, nolo vocet.

Femina,

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA

Ausonio

repitió análogos

l65

conceptos en otros epigramas, v.

g.

en

el gi:

Hanc amo, quae me odit: contra, hanc, quoniam me amat, Compone ínter nos, si potes, alma Venus.

odi.

XVIII. Mendoza (D. Diego de). Ep.

XXXXII. aAnnatam

vidit Venerem

Lacedaemone

Pallasa) (i).

Á Venus. \'enus se vistió una vez

En hábito de soldado: Páris, ya parte y juez, Dixo, de vella espantado:

«Hermosura confirmada

Con ningún trage se muda: ¿^'eysla como vence armada? Mejor vencerá desnuda.

Obras

de...

Don Diego de Mendoza... Recopiladas por Frey Juan

Dia^ Hidalgo... Año 16 1 o... En Madrid, por luán de lio

1

la Cuesta, fo-

54 vto.

XIX. Sal AZAR y Torres (D. Agustín Ep.

de).

XXXXII. aArmatam Pallas Venerem Lacedemone

visensa.

Miró Palas armada En las aras de Atenas á Ericina, Y á la palestra osada Segunda vez llamarla determina. Por más que Páris sea El recto juez ae la feliz pelea;

Pero Venus hermosa, ¿Qué me provocas, dice, belicosa. De tu injuria olvidada, Si en vencerte no hay dud i? Si te rindo desnuda, ¿Qué hará, Minerva, mi deidad armada?

Cythara de Apolo... Madrid,

XX. Ep.

1694, p. 46 (2).

Salinas y Lizana (D. Manuel de).

XXXXII.

— 1648.

(.(Armatam vidit Venerem Lacedaemone. y>

En la Agude!{a y Arte de Ingenio de Baltasar XXXVI. c).

En en los

el

Ramillete de varias flores poéticas, recogidas

primeros Abriles de sus

aiios.

Por

el

y

cultivadas

Maestro Xacinto de

Evia-,

8Í8L10TECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS,

í86

natufál de la Ciudad de Guayaquil, en

el Perú...

En Madrid: En

la

Imprenta de Nicolás de Xamáres..., año de 1675, págs. 56-6i.

La del

traducción, ó

Rosetum, no

más bien

paráfrasis libérrima y

muy

amplificada

de Evia, sino de su maestro de retórica,

es

el jesuíta

sevillano P. Antonio Bastidas, según se advierte al principio:

mi Maestro en

faltó esta gloria á

la flor

de su edad, cuando

se

«No

le

puso á

traducir esta Rosa de Virgilio, ó bien sea del culto ingenio de

Au-

sonio».

Esta paráfrasis

es, sin disputa, la

puede considerarse como uno de

los

mejor poesía del Ratnillete (que centones más tenebrosos del gon-

gorismo americano). Tiene muchas extravagancias de mal gusto, pero

también cierta gala y bizarría, que hacen tolerable su lectura. Véase alguna muestra:

emplentado en

e

el folio

numeradas. Las fábulas de

97 vto. hasta el

Rarísima edición que Latassa describió

1

1

el

1.

primero.

Hay un ejem-

plar en la Biblioteca del Escorial. Está perfectamente descrita por

docto bibliotecario de aquella casa Fr. Benigno Fernández en logo de incunables españoles, que ha publicado en revista de los PP. Agustinos, b)

tomo

la

Dios.

mismo año hecha

cual da brevísima noticia

inglés citado por Hidalgo en sus adiciones á la

Méndez

Catá-

58, pág. 254.

Se ha ocultado á mis investigaciones otra del

en Tolosa de Francia, y de

el

La Ciudad de

el

un catálogo

Tipografía del Padre

(p. SyS):

«Quatro

libros de las fábulas de

lación de Remigio: las de

Esopo:

las

extravagantes: otras de la trans-

Aviano (Arriano, por errata de Hidalgo):

las collectas

de Alfonso: de Pogio». Tolosa, 1489, con grabados en madera.

— 1496. c)

Libro del \

ysopo famo-

\

so

fabulador

\

historiado

\

en

ro-

mance. Fol. 2. ) Ruji Fes-

»;BUOCBAr¡i HISPANO-LATINA CLÁSiCA

Están ambos ,raba;os en

códice Dd-.2 de

el

la

(colección del P. Burriel), págs. 1-92. El estudio acerca del poema do,

E de

la

^^

Biblioteca Nacional

Ora MarüUna apenas está comenzaPene.e^h, aunque incompleto, es muy copioso, pero

b.en de humanista que de geógralo.

más

De todos modos,

las

animadvcr-

.,o„« de N.colas Antonio, no utilizadas todavía por ninguno de los editores de Av.eno, acaso puedan ser útiles á quien emprenda una nueva edición de ,an difícil texto, á pesar de lo mucho que en él se ha traba,ado desde

-En

los

tiempos di nuestro célebre biblió»rafo Nacional existe (colocado antes

la Biblioteca

en la sección de impresos r„ros) un efemplar del Avieno de Madrid, ,634, cuajado de notas marginales, de puño y letra de D. Nicolás Antonio, á quien perteneció. En estas notas corrige gran número de lugares errados, propone conjeturas muv atendibles y apunta muchas especies geográficas dignas de conside'ración Va encuadernada con este ejemplar la siguiente carta del canónigo de Sevilla D. Manuel Sarmiento de .Mendoza, que por lo visto fué el que regalo á D. Nicolás Antonio de n«s. Bb-,,7, hoy en

la

este ejemplar-

«Gregorio de Ludes por cuya pienso ha e tener orden de Don

mano

se invió á Flandes a imprimir este libro, Juan Vitnán para dármele. Quando me ,1=:

' "-''"''"'' '"'-'

"7me'\"\"'T'° oT," on el, leyó mucha parte y

de su traslación

'""''' (

1

)

-'-" y comunicación

v escolios, v es cosa particu.

,ue todo este libro se escrivió en pié, y yo como él merece le estimé en muo,ue,u,s,ese mi amistad y correspondencia, aunque ha días ,ue no meesrne. El libro vuelve porque tengo otro prestado, y el Goropio lleva, v todos los que hay en mi libreria están al arbitrio de V. m. que la hará muy 'grande ^e ar

en servirse dellos. Guarde Dios á V. m.

como deseo Don Manuel Sarmiento

)

»

^

de Mendoza,

TRADUCCIO.NES. II.

Cortés y López (D. Miguel).— i 83 5.

-Las

Costas Marítimas de Rufo Festo Aríeno, traducidas al cas-

tellano con notas.

A

continuación del texto latino de Avieno, en el tomo i » del DicGeográfico-Histórico de la España Antigua que publicó aquel laborioso académico (Madrid, Imprenta Real, ,835), pág..as 3u-33; t.n la advertencia preliminar dice Cortés y López:

aonano

(O

Debe de alud.r

á la

que

Xnn.n

hizo de las

Manorias de

^Felipe ée

Co.ünes.

14

BIBLIOTEQA DE LA KEVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

;I0

«En

la

traducción que hemos. hecho

ción en

la

expresión clara y precisa del pensamiento del autor, que en

al

castellano

hemos puesto más

aten-

la

her-

mosura y cadencia de los versos. En las notas á esta mal llamada traducción haremos la reducción de los antiguos lugares á los que conocemos hoy, siempre que para ello tengamos bastante apoyo,

aunque no

descriptivo con que procedió Avieno: corregiremos

sea sino en

los juicios de Isaac

de otros escritores nuestros y extraños, que á nuestro parecer no

ron bien: y donie no podamos norancia,

muy

siglo,

va en

el

lo

orden

Vosio y

entendie-

nuestra opinión, confesaremos nuestra

perdonable en una materia que,

semblante en cada las

fijar

el

nombre

como

dijo Plinio,

mudaba

ig-

de

de las ciudades y de los ríos, ya en

revoluci jnes físi:as y morales del globo y de las naciones.»

Los verses de y algunos de tan del

esta traducción

apenas merecen

ellos ni siquiera están

número

el

nombre de

debidamente acentuados,

ni

tales,

cons-

de sílabas necesario. Juzgúese por la muestra siguiente:

Y

Tendido existe el orbe de la tierra, su esfera del mar está ceñida:

Mas aquella región que

del salado

Océano sus ondas entromete. Formando nuestro extenso mar interno, .\tlántic

En

j

se llama y reconoce.

Gadir, antes Tariesos, de Hércules constante las columnas Abila y Calpe: y si á la izquierda miras De la próxima Libia, verás en el e.xtrerao Otras islas que firmes se sustentan Contra la voz del cierzo, que contino Con fuerza las azota y las agita. Allá se alza el prominente Cabo, Oestrymnio los antiguos le llamaron; Su cima peñascosa y elevada Hacia el Noto algún tanto se declina. A la falda de dicho promi.-ente Un golfo se dilata que por nombre Oestrymnico los pueblos le apellidan: él es la

Y

En

él están las islas Oestrymniadas Anchurosas y ricas de metales. Del plomo v del estaño; y sus colonos, Aunque más animosos y aplicados comercio del mar en que se esmeran, No h ty uno que al alto mar avance, Xi sulque el bestioso turbio Océano. Ni tienen naves de grande consistencia

W

Del pino ó del abeto fabricadas, Cual pide el arte; sino que ¿le admiras? De mimbres enjaretan sus bajeles Y de pieles aforran sus costillas.

TRADUCCIONES OCASIONALES. III.

Caro

(Rodrigo).

— 1634.

«Parece que Festo Rufo Avieno en su Ora Marítima, haga también ria

memo-

de Sevilla; presuponiendo que este autor sacó toda su obra de los libros

3IBLI0GRAF1A HISPANO-LATINA CLASICA

Púnicos, y los

así

dá nombres á

las

211

ciudades diferentes que los que hallamos en

autores Griegos y Latinos

»Dize pues este Autor, que

que de

el

rio

Chryso entra en

el

mar, frontero de Cádiz

esta y de aquella parte habitan cuatro gentes, los Libiphenices,

los

Massienos, los Selbisinos, los Tartessios. %

Hic Chrysus amnis intrat altiim gurgitem. Ultra citraque quatuor gentes colunt. Nain sunt feroces lioc loco Libyphoenices, Sunt Massieni: regna Selbisina sunt, Feracis agri divitis Tartessi, Qui porriguntur in Calacticum sinum.

Entra por otra parte al mar profundo donde quatro gentes Habitan ^us orillas: los feroces El rio Chrifo,

Libiphenices, y los Massienos.

Aquí

Y

se

ven

Que hasta

(Sigue

el

los

Reynos Selbisinos,

con su fértil campo seno Galáctico se estienden.

los Tartessios el

comentario geográfico.)

Antigüedades de

Sevilla... pág. 12.

«Festo Rufo Avieno pone aqui (en Asta) los Etmaneos, Cempsios, Ileates y Cibicenos, gentes muy vezinas desta costa. Dize así: Salsi fluenti vasta per médium soli Regio redil; gens Etmaneum accolit: Atque inde rursus usque Cempsiorum sata Ileates agro se feraci porrigunt: Marítima vero Cibiceni possident.

La ancha región, que por salado suelo Le da piso al corriente al mar vcíino, La poderosa gente de Etmaneos Habita, hasta llegar á los sembrados De los Cempsios, y fértiles campiñas De pueblos Ileates, y se estiende La tierra adentro, mas Cii paz poseen Lo mas cercano al mar los Cibicenos. «Dionisio Afro juntó los Cempsios y los Tartesios en este

que parece: Sed tamen Occeanum contingit Hiberica telíus é steltis, quam supra dives et alta Tartessus, Cempsique sedent.

Herculis.

Toca

la tierra de España cceano vezino, Donde sus fuertes colunas Hércjles levantar quiso:

Al

Allí la rica Tartesso,

Alta hasta los cielos mismos, Y loS Cemj sios valerosos Tienen antiguo dominio.

mismo

sitio á lo

BIBLIOTE-CA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

212 (P. 121.)

«Y que Tartesso,

y ciudad, no pueda ser Cádiz, claramente

isla

mismo Avieno

iii

passeando esta

tierra,

Ora Marítima... Oygamos

mas

de

Autor, que

á este

él

lo

dize eC

dize anduvo-

de ser natural Español:

Sed insulam Tartessus am7iis ex Ligustico lacu Per aperta fusiis undique ablapsu rigat. Ñeque iste tractu simplici provolvitur, Urbisve sulcat subiacentem cespitem: Tria ora quippe Eoi luminis Infert in agrus, ore bis gemino quoque

"

Meridiana

Mas

civitatis adluit.

Tartesso, que se esplaya Del Ligustico lago, caminando Por lugares abiertos y patentes, Baña la isla de su mismo nombre: Y no por una boca al mar salado Entra, ó de la ciudad el césped riega el rio

Por un camino

solo: las tres bocas,

Que miran á la luz del sol de Oriente Sobre los campos fértiles arroja:

Y con Por

la

dos la ciudad baña parle que mira al medio dia.

las otras

(Fol. 126 VtO.)

En

Otro lugar vuelve á traducir, de un

modo

algo distinto, estos-

versos:

«Tengo

este sitio (la barra de

Sanlúcar ó Bonanza) por

lo

que llama Rufo

Festo Avieno lago Ligustico: Del Ligustico lago, el rio Tartesio Se esplaya por los campos descubiertos, Y undoso en todas partes se derrama,

Corriendo, no por un camino solo: Tres bocas tiene, que por el Oriente Abre, con que los campos fertiliza.

(Fol. 129.)

«En

este

gran lago, ó

porque mirado de

do

:-ssi

ta,

sino estaño

bre herida del

que sol,

muy

vecino á

él,

estava

lexos, parecía de plata,

lo parecía,

el

monte Argentarlo,

mas

lo

llamia-

que tenia no era pla-

de que sus faldas estavan preñadas, y su

resplandecía de lexos:

»Dize Avieno: At mons paludem incumbit Argentariiis, Sic a vetustis dictus a specie sui:

Stanno iste namque latera plurimo nitet, Magisque in aures eininus lucem evomit, Citm sol ab igni celsa perculerit luga.

Sobre la gran laguna un alto monte Se acuesta, á quien llamaron los antiguos Argentarlo, por lo que representa: Porque todo este monte resplandece Con un estaño semejante á plata.

cum-

BIBLIOGRAFÍA HISP A\0-LAT1NA CLASICA

2l3

De que llenos están sus anchos lados, Y mientras mas al cielo se levanta, Quando Titán sus altas cumbres hiere. Tanto más desde lexos su luz brilla. (Fol. 129 VtO.)

«Pero quien mis eco haze á nuestro intento

5U Ora Marítima

es

Festo Rufo Avieno, que en

dize:

Porro

in isto littore

Stetére crebrae civitates antea,

Phenixque multus habuit hos pridem Inhospitales nunc arenas porrigit. Deserta tellus, orba cultorum solo.

locos.

Antiguamente, en esta gran ribera

Huvo muchas ciudades populosas, Que el Fénix (i) poseyó su antiguo dueño; Mas ya desierto, solo muestra arenas. Suelo sin labrador, yermo y vazio. .

(Fol. 202.)

«Qué nombre aya -dicho se

tenido en la antigüedad esta villa (Huelva), nadie lo

ha

con certeza: mas por algunas conjeturas piensa Florián de Ocampo, que

llamó Hibera, y que en sus campos se dieron

la batalla

mas

cruel que en

aquellos siglos huvo, los Lusitanos y Turdetanos, sobre contienda de sus ga-

nados y términos, por

lo

qual

la

ciudad fue destruyda, y solo

bre en los desnudos céspedes, con

aunque

la

menciona en

va siguiendo

las

pisadas de

la

fama de aver

sido

capítulo 8 y 12 del libro

el

Rufo Avieno, que en

el

allí.

le

quedó

No

el

nom-

alega Autor,

pero sin duda ninguna

3,

lugar citado, dize ansí:

Quin et Hebri civitas Stetissefertur his locis prisca die, Quae praeliorum absumpta tempestatibus

Famam,

atque nomen sola liquit cespiti.

En aqueste

lu¿ar antiguamente. Es fama florecía De Ibero la ciudad mas excelente; Mas consumieron ya su lozanía La tempestad de mil batallas fieras; Y la fama y su nombre solamente A céspedes dexó de estas riberas.

(Fol. 297.)

«En una punta de

tierra,

que

se

haze entre

rece

que aun todavía

desde dize

la

que

boca

del rio

allí se

retiene este lugar

Guadalquivir por

levanta

un

cerro

la

munmente llamaron Etrephaea palus, condida: sus versos son: ^

En

el

margen

seguramente

se lee:

«Tel

lo bisbe», es decir, «lo tiene

el

obispo-),

de Vich, que tuvo prestados ó en depósito otros libros

el

del Condestable, según resulta de

una carta

real

de 29 de

1466 (Are/}, de la Corona de Aragón) publicada por

Merino en su precioso opúsculo D. Pedro

el

Marzo de

Balaguer y Condestable de Portugal el Sr.

(Gerona, 1881): «Primo namque nastis

omnes

quam

de

resliluistis, iradidistis el realiler

alque de fació nobis tor-

libros noslros tam de theologia, Strologia, philosophia

isloriis

vulgaribus

in

el

poesía

calhalana, francigena aul portugalensi vel

na aul alus quibusvis linguis descriptos

el

lati-

continúalos.»

XXIX. Siglo XV.

— Biblioteca del Príncipe de Viana. — Un libre de Boece en francés. Tasado en

3 libras.

XXX.

— Boeci de consolado L. N." 122 del Catálogo de la biblioteca del Existe

el

original de este inventario en

Aragón (Reg.

2.326).

el

Rey D. Martín de Aragón. Archivo de

la

Corona de

BlBl-IOGRATIA HISPANO-LATINA CLASICA

Apud Milá 1

23l

y F^ontanals, De los Trovadores en España, Barcelona,

86 1, 488-91.

XXXI. Siglo XV. «Boecio de Consolación en papel toledano con tablas de papel cubiertas de

cuero blanco.»

N." 24 del Catálogo de la librería del

Conde de Benavente D. Ro-

drigo Alfonso Pimentel (1440).

No

consta en qué lengua estaba, pero probablemente sería en cas-

como casi todos Apud Fr. Liciniano

tellano,

los

de esta colección.

Sáez, Demostración histórica del verdadero

valor de todas las monedas que corrían en Castilla durante el reyna-

do del señor don Enrique

(Madrid, 1796, not. XIII, páginas

III...

375-379).

N." lio del

«Un

mismo

libro de Boaecio

inventario: (sic)

de consolación, en pergamino, con tablas de ma-

dera cubierto de cuero colorado.»

XXXII. Siglo XV. Biblioteca Colombina.

Además

del códice catalán

(¡que ahora está

en París!) cita Haenel uno castellano, en pergamino, con

la

signatura

Z-137-17.

XXXIII. —«El Marqués la,

escrito en

una

de Santillana poseía en un hermoso códice

sola

columna,

los cinco

libros

fol.

mayor,

vite-

De Consolatione en lengua

loscana.»

Amador

de los Ríos, Obras del

Este códice es

el

Marqués de Santillana,

que hoy lleva en

la Biblioteca

5gy.

Nacional

la

signa-

tura 10.194.

De

A nas.

su curioso frontispicio da idea

pesar de lo que dice

Consta de 48

oro y colores

al

Amador,

folios útiles,

el

el

adjunto fotograbado.

texto está escrito á dos

colum-

en vitela, con orlas elegantísimas en

principio de cada libro.

232

BIBLIOTECA, DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

XXXIV. Biblioteca de Felipe

Boecio.

De

II.

Consolation, escrito enjrancés, en folio, en pergamino^

enctiaderjiado en cartones

y

Tasado en 20

terciopelo carjnesi.

reales.

(Libros de diversas facultades de la testamentaría de Felipe

II.

Archivo del Palacio Real de Madrid.)

Tomo

68 de Documentos inéditos para la Historia de España, 485.

Este códice fué uno de los entregados á

Hernando de Espejo para

la

almoneda.

TRADUCCIÓN HEBREA DE UN JUDÍO ESPAÑOL.

XXXV. De

BoNPOscH BoFiLL (Azarias).

Consolatione.

Dice Pérez Bayer en sus adiciones á la Bibliotheca Vetus de N. An-

tomo

tonio,

siglo XV,

II, lib.

X, cap.

16, pág.

que contenía (traducidas

de Barcelona)

lo

al

355 nota, que poseía un códice del

hebreo por dicho rabino, natural

obra de Boecio De Consolatione philosophiae, con un

copiosísimo comentario; las fábulas de Esopo,

la

Patología

é

Higiene

de Galeno y algunos libros de Hipócrates. Es de suponer que estas úl-

timas obras estuviesen traducidas del árabe.

COMENTARIOS.

XXXVI.

Ciruelo (Pedro).

— Cursus quatuor Mathematicarum

magister Petrus Ciruelus Darocensis, Theologus

llegit atque correxit

simul

et

Artium Liberalium: quas co-

philosophus, i52G. (El escudo que va en

liatura, es el de

la

hoja final, sin fo-

Arnao

Guillen de Brocar, y no hay duda que

el

libro

fué impreso en Alcalá.)

Esta compilación de tratados matemáticos comprende cuales

el

primero

es

una paráfrasis de

la

seis,

de los

Aritmética de Boecio hecha

por Pedro Ciruelo, con cuestiones previas del mismo, y

el

sexto los

Elementa Musicae de Jacobo Fabro Stapulense (Le Fevre des Etaples), que son un comentario de nal del

ponde

En

los de Boecio,

con un breve prólogo origi-

Maestro Ciruelo, en que trata de discernir á la

Música en

la dedicatoria

pedia matemática:

la clasificación

expone

así

de

el

puesto que corres-

las Ciencias.

Pedro Ciruelo

el

plan de su enciclo-

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

«Ego ¡taque omnium tavi, ut vel si

hic (en Alcalá) recte

modulo meo tam

Augustinus alus,

tum

videlicet Boetii:

el

philosophantium infimus cogi-

omnes

rationes

et theologis necessarias praedicavit)

a

me

aeditas in

unum

in

tum ab

breves introductiones,

corpus recolliyerem emendatissimas, quinqué

numero: paraphrases duas de quanlitale

quarum alleram

quoquo modo deservirem, numerorum vocavit beatus

praeclarae Universitali

doctrinas Mathematicas (quas

in

233

arithmeticam, alteram

discreta in opera divi Severini in

musicam

eius introducit.

Brevia queque dúo compendia de quanlitale continua, quasi praeguslamenta

duarum aliarum

scientiarum. Alterum geometriae Euclidis,

ctivae Alacen. Quinta

quoque

introductio astrológica:

erit

alterum per;pe-

el

quam

in

sphaericum

opusculum olim condideram correspondentem Almageslo Claudü Plholomei clarissimi: et

Almanach perpetuo Zacuti

Salmanticensis:

quadripartito ac centilogio. Accipite ergo laeto

cum

nosiro iudiciario

animo hanc tantae

aedilionem: quae ad utriusque philosophiae plenam inlelligentiam

utilitatis

erit

muni-

in

Arith-

mentum quam iucundissimum.» a-IV-vto. Ejusdem Peiri Cirueli

Daroct's.{s

meticñ speculaliiTi diui Seuerini Boetii: clarius

Paraphrasis et

cettius aedita

qua

olim a thoma Brauardino.

Cada uno de

los tratados lleva signaturas especiales.

de Música, que es

el

Al frente del

último, hallamos

Petri Cirueli Darocesis quaestinciila previa in Musicam speculatiiiam Divi Seuerini Boetii.

TRADUCCIONES.

XXXVII. Anónimo.— Siglo

— Poseo un manuscrito en

xiv.

folio, papel, escrito á

dos columnas, le-

tra del siglo XV, en 8o hojas.

Principia:

Aqui comienga fi^o es

el libro

estando preso por

llamado

este libro

de boecio seuerino senador de

mandado de Theodorico rrey de

de consolación

y

Roma

el

qual

godos,

los

y

fue declarado por un doctor

en la santa Theologia que uuo nóbre frey nicholau trebet de la orden

de

los

frayles de santo domingo. (Esta rúbrica de

también «Yo

las capitales y las rúbricas

frey nicolas trebet maestro

rencia soy atreuido a declarar

el

de capítulos en toda

humilde en

libro de

obedescer a mádamiétos ce algunos fayles

do por

la

professio

que

fize

en

la

letra roja,

la

la

como

obra.)

sánela scriptura con reue-

boecio llamado de consolado por

mys hermanos segund que

orden de ser obediente a mayores

é

so lenu-

menores.

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

234

Los

qua'.es

por algunas cossas que parescian ser obscuras en

iriñero devota

mete que trabajasse de

como

rey iheodorico de los godos

lo

todas

las otras

pertenescen del dicho libro següd que mejor

coger de otras ystorias que ley

Sigue con

me

dicho

el

cos-

declarar recontando assy la ystoria del

é

cossas que a

dicha ystoria

la

mas complidamenie

lo

pude

re-

é ov...»

vida de Boecio.

la

Fol. 3 empieza la traducción:

«Aqui comienza

el

libro de anicio

manlio torquato seuerino boecio romano

fuera de cónsul ordinario patricio de consolación filosofía.»

La

glosa va entremezclada con

Es seguramente

Ruy López

la

el

texto.

versión á que se refiere

buen condestable

el

de Avalos. y por consiguiente ha de ser anterior á la del

Canciller Avala.

Amador t.

de los Ríos

V, pág. 112)

corial

la estoria .Malli torcat...^>

Consta de 83

folios

halla esta nota que no

numerados,

sabemos

último en blanco. Al

el

alude

si

al

traductor ó

82 se

fin del

al copista:

«Este libro fizo Pedro de Valladolid criado del señor Rey de Navarra c oficial

suyo de pararle su tabla en que comiese

missa, e

treynta

en

fisoio

e

de alcannis en

la villa

seys años en

el

la

mayor por

yglesia

no descendió

e

e

las

oyó missa en

la

e

un

habia de descendir

e

dicha

fiesta e

cortinas en que o\a

año de mili

mes de Setienbre ha veynte

dicho dia era san lucas evangelista

missa a

el

por

los

e

quatro^ientos

el

señor rey ha oyr

grandes aferes que ov>i

do posaba.»

el castillo

Esta traducción es diversa de la hecha á instancias de

Dávalos y de

que lleva

la

la

glosa de Fr. Nicolás Treveth.

parece tener relaciones bastante estrechas con

Saplana.

A

lo

menos he advertido en

la

Ruy Lope;*. En cambio

catalana de Fr. Pedro

ella bastantes catalanismos.

XLII. Traducción anónima del siglo xv, hecha sobre catalana que lleva da.

el

c

dia andados, e este

nombre de

la

Fr. Antonio de Ginebre-

— 1488. Tolosa de Francia. (Portada.)

Boegio de consolado tornado de latín en

Rreueredo padre fray gia de la orde

\

de

los

\

|

Rromange por

Anta gi nebreda Maestro en

pedricadores de bar

la sata

muy

el

The

\

olo-

gelona. \

En

la

hoja siguiente comienza

cinco libros, ocupa ocho hojas.

novena

del libro,

el

A

Prokemio que, con la

la tabla

de

lo

vuelta de esta última, que es

hay un grabado en madera que representa

ofreciendo su libro á un monarca sentado en su trono (Vid.



1..

al auto:

la lamín:',

adjunta). Debajo de las figuras del rey y del filósofo se leen estas .dos

levendas: Alto principe excelente

Rey poderoso Señor

Tomad pequeño

presente

De pequeño seruidor.

muy prudente muy inuentor Quiero muy de buenamente De vos doctor

Muy

sotil

Recebille coa amor.

BIBLIOTECA DE LA PEVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

244

El texto de

obra

la

con esta suscripción

De

Consolatione termina en

final:

Agiii feíiege el libro de consolad en Tolosa de franela

so I

acabo

se

\

Xpo

on de Boegio

por maestro fnes

de Mili

\

\

\

el

\

qual fue ynpres-

Enrrique mayer aliman

\

e

\

a quatro días del

ñor ihn

se

74 vuelto>

folio

el

\

de Jul

\

Año del nascitniento de nro

lio.

e qiiatrogientos

z ochenta

\

\

e

ocho años.

I

Á

Fol. Let. gót.

dos columnas. Sin reclamos, pero con foliatura

romana, y signaturas. Las nueve primeras hojas no están foliadas, y su signatura es continuación de la del texto. Los folios están equivocados, pues pasa del

i

al 3

y pone xv en vez de

xiii.

Tiene, en todo, 83 hojas de papel fuerte. Salva,

al

describir su ejemplar

(núm. 3.864

que ni Pánzer, ni La Serna Santander, dez conocieron esta edición, que es la controversia sobre los libros

desta villa guipuzcoana del

^"^

ni Pellicer, ni

muy

Catálogo;, dice

Brunet.

ni

Mén-

importante porque resuelve

impresos por Meyer, que evidente-

á la ciudad de

mente pertenecen

con ley benigna concertadas, hazes

provocar á

risa

mejantes á

estas.

(que

es

muy

tomen

el

á

y en la tierra. Las quales con reduzible fuego.* Por no

cielo



fuera de mi intento) no traygo otras clausulas se-

»Para que nuestro trabajo, pues, sea de provecho, y no cayga mas en los yerros que acabamos de condenar, procuraré captivar el sentido de Boecio en nuestra lengua Española: y sacalle de las tinieblas en que le tiene escondido la latina. Y si algunas vezes fuere necessario... de mas del officio de traductor lo haré también de intérprete o paraphraste: pues (como la Philosophia dice á Boecio en el libro I, prosa 6) las sentencias de los libros son las que se estiman, no

el adorno de los libros, ó el ienguaje que las encierra. »Los metros de Boecio no se convierten en metros castellanos, de consejo de hombres graves: por ser mas grave la prosa en estos

siglos: y supplirse este

defecto con poner los metros de Boecio en latín á avian de gustar déla consonancia, arte

la

margen, para que

los

que

y primor de los Castellanos (que de ordmario son personas que entienden latín) se maravillen del ingenio deste sancto, y bevan en la fuente el agua de su espíritu y sabiduría. A hombres doctiss.mos he visto saber de memoria y referir estos metros. Y seria razón los aprendiesen los que estudian, á los principios, pues (como diximos) en lo es

metro no

que

es inferior

Boecio á Virgilio, y excédele en

de Boecio es celestial, y trata de

componer

las

!a

doctrina.

costumbres (que

Porque

la

las

fábulas puras de los poetas estragan) y demás de esto tiene mas differencias de composición que Virgilio y otros poetas que por nuestros peccados se nos han entrado

(como >.Ya

las plagas

que

de Egypto) en

ponen

se

ner en latm

los

la

yglesia de Dios...

metros de Boecio á vna margen, avrémos de po-

todo lo que en esta margen se advirtiere acerca de las prosasy margen yrá todo en Romance, para que el libro aproveche á todo genero de personas. Mi intento ha sido poner una mesa con muchas differencas de manjares vanamente aderezados,

en

la

otra

pero todos substanciales v provecho-

sos para las almas,..

conoco

el

P.

López

la

Por esta causa me determiné de interpretar

de Fr. Antonio de Aguayo.

á Boecio tan

'"DeDreda. Nc.

17

BIBLIOTECA DE LA PEVISTA DE ABCII., BIBL. Y

258

MT:S.

abundante de variedad y de doctrina: y traygo en su comirmacion laníos aulhores v advertencias. de sola

la

En

para que por todas vias

los:

los tratados

que añado, en partes me aprovecho

escriptura divina, y en partes de

»La razón

y la passion

me

cloquencia y espíritu de los sáne-

la

variedad deleite, y deleytando aproveche.

la

hacen echar

mano de Séneca antes que de otros mundo en cosas morales, y por

Philosophos: por ser prodigio y assombro del

España, de donde

ser natural de nuestra

su

primo Lucano... Y

es

si

Romanos

los

le

lla-aron captivo con

se leían sus obras

verdad que antiguamente

en

los

claustros de los monjes, no creo dañarán ahora á monjes ni á seglares.»

Texto de

los

(folios 1-299),

cuatro primeros libros de la (Consolación de Boecio

terminando con

esta advertencia:

«Dexase de traducir y interpretar el

libre alvedrio

para

la

con

la

el

porque

libro quinto,

divina providencia, y de otras cosas

especulación de

escuelas de los Thcologos, que para

las

de costumbres y desengaño del

mundo

(que es

lo

de ¡os Sánelos, que persuaden mas

ejfica

reformaciijn

la

que yo pretendo).

Tratado primero, de algunos exemplos de

concordar

trata de

que pertenecen mas

"^>

divina Escriptura

la

y

ámenle la Jortale¡{a que los

passados (3oi-332).

Tratado segundo, de

los

peligros de las dignidades

de los daños

y

de la ambición (333-362).

Ambos

tratados S3n originales de

l-'r.

Agustín

que prometió

Lope.':,

publicar otros análogos.

Tabla general de

las cosas notables

que contiene este

E.xtrañamente intercalado entre los libros nas

1

10-127) aparece (y quizá fué esta su



y

la

charidad es vinculo de

libro.

de Boecio (pági-

primera edición)

poemita místico Estimulo del Divino Amor, con «Porque

IIÍ

la perfection,

me

este

el

célebre

encabezamiento:

pareció poner en medio

de los libros de Boecio (después del .Metro que la Philosophia caiiió del divino) estas redondillas

que compuso un Religioso devoto y docto

proposito, intitulándole Eslimulo de

Amor. \o quiso

el

Autor que

al

Amor misiiKj

se supiesse

su nombre: pero tengo por cieno, que es Religioso de la sanctissima Religión

de la

Compañía de

lesus,

donde fuy criado desde mi niñez, y

á

quien devo y

tengo particular aftlcion y respecto. Contienen ternissimas razones y motivos

encendidissimos de

el

Amor

de Dios.>>

Esta traducción tiene buen lenguaje, y aunque las glosas son algo^ pesadas c impertinentes, y de el

más

trabajo del P. López merece

ban Manuel de

el

\'illegas diciendo;

edilicación que literatura,

no creo que

desdén con que habló de

él

D. Este-

BIELIOGRAFI.V HISPANO-LATIN.V CLASICA

«Que dexó

era libro de poco adorno y

muchos

á

Aunque

descontentos, y

Fr. Agustín

Boecio, hizo

al

mucho volumen,

Autor con poco

y

259

así

no hizo ruido; antes

crédito de los Romancistas.->>

López tradujo en prosa todos

una excepción respecto

del

metro ÍV

versos de

los

del libro

í:

Quisquís

composito serenus aevo:

«Donde enseña

la

Phiiosophia

cuciones para que no

le

como

1

i

No pudo Que

virtud, y tiene

Su vida en Dios compuesta y ordenada, J.imás le desvanece La turb ición que viene Por cosas de la tierra fabricada, Y no se le d nada Al hombre de tal vida Que la fortuna venga Adversa, ni que tenga Su rueda en los favores detenida, Teniejdo el bien y daño l'n mismo proceder y desengaño. No pueden e npccerlc j? I

Del mar las turbaciones. Sus olas importunas y rabiosas: Ni bastan á vencerle

Con

tan ligeras

Por el Vesevo monte repartid :s. Abriendo por el llano Las lóbregas ventanas del ^'uIc'•.;10. Ni el rayo que desciende Del cielo tremol .do Y baxa por el ayrc presuroso. Aunque las torres hiende. Jamas hizo turbado .\ Al hombre sosegado y virtuoso: Y el Principe furioso

— Lo& cinco Libros de Varón

y

la

Huyendo

y

ros

de

del

Con

.

1

estable

el triste de.xo

Del gusto de sus leyes. Su ira venceréis y su pujanza. Mas quien n se abalanza. Y las adversidades

de).

— 1663.

Consolación que compuso Seuerino Boecio.

Patricio Romano. Traducidos en lengua Caste-

lissimos Señores, Conde de la Reuilla,

cio,

más

Es hombre misera le, Y queda el justo libre de temerle: Es hombre el Rey mas fuerte Subje 'to á la mudanza y á la muerte. Tomad, pues, mi consejo, Y no temáis los Reyes, Ni en ellos esperéis, ni en su privanza;

por Don Estcuan Manuel de Villegas. Dedicado a

Belmonte, Padre

66 3,

Rey

y Hijo

Ilustrissimos.

Tlieodorico,

licencia.

en las perse-

deshazersc

al fin el

LIV. Villegas (D. Esteban Manuel

llana,

hombre

Se haa siempre de seguir prospericaJcs, Será vano y mudable. Captivo, triste, ciego y miserable. Echó de sí cl escudo De su segura vida. Movióse del lugar de su llrmc;.i. Quedarasc desnudo Fuera de su guarida. Ordena su cadena de tristeza. Sus passos endereza Siguiendo sus antojos, Y como van guiados Y asi desorden dos. No miran su prisión sus tristes ojos, Y csrren dcsta suerte Al golfo del dolor y de la muerte.

Sus Iluxos y sus aguas espumosas: No le soQ enojosas Las furias encendidas: Las lumbres y hogueras

Co7isular,

el

No vence como fuerte, Y espera que á su suerte

sus alteraciones

Que salen

ha de aver

empezcan.'»

Aq.cl que resplandece f",i)n

se

y

vn

los

Excelen-

Duque de Xáxara. Marqués de Con las vidas del mismo Boe-

apoyo de

la

Phiiosophia en Terce-

En Madrid, por Andrés García

de la Iglesia, año

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

l6o

i6 hs. de pres. y io8 páginas dobles de texto: la vuelta de

8.°,

la-

última está en blanco. Dedicatoria á los Mecenates del traductor. «Debia

Excelentissimos Señores, escrito este libro en letras de oro: y

estar,

juntamente impresso en senda: porque

sin

la

memoria de

que desean seguir

!os

argumentos Lógicos nos declara

Philosophia: que fue

me animó

causa que

la

sima

el

como

vicios les

la

ha hecho, y

y pagar,

E.''

si

pudiesse»-

de sus liberalidades he recibido. Reconozco por grandis-

averme permitido su mesa

nociendo también ser

de la

á sacarle de su domicilio, y darle-

á nuestra lengua, y principalmente por dedicarle á V. tantas mercedes

verdadera

la

más acendrado

lo

tiempo que he estado en esta Corte, reco-

el

mayor haber

seria

caido en

un

vasallo,

yo ingratissimo á tantos

que tan cortos ser-

beneficios, sino lo hubiese-

ha declarado á boca, y por libros impresos. Pero todo esto no equivale í tantas obligaciones, ni mi peculio puede satisfacer á la menor de ellas. Y así

dias

para descargarme de tanto peso, he traido por mi fiador y llano pagador

al

in-

signe Boecio...»

Licencia del Vicario de Madrid D. García de Velasco

Octu-

i6 de

(

bre de 1664).

Aprobación

del

Reverendo

P.

Manuel de Náxera,

S. J..

Predicador

de S. M. (i5 de Octubre de i663). «...Y siendo tan dificil igualar la traducion en otra lengua,

cio

pudo reconocer algunas ventajas,

las tiene

en

lo

Severino Boe-

si

traducido; sin fallar pro-

piedad ninguna del exemplar, es tan claro y cristalino este espejo que se

crecen realces:

la

obra es

muy

le

re-

digna de su Autor, que supo mezclar utilidad y

dulzura, y quantos comenzaren á leerle se verán suavemente violentados á proseguirle: todos sus

en que no pecar

la

documentos son mejoras de costumbres

Aprobación de Mateo de Moya (24 de Octubre de «Por mandado de Villegas, que

el

el

uno

se intitula

abuso de las Comedias

opo-aga á nuestra Santa Fé,

ordenan

se

*

á

Los cinco libros de

(i);

varones

ni á la

componerlas, pues en

espirituales, de

solicita el destierro

pureza de el

1664).

la

Consolación que com*^ otro Antiteatro-

el

las

costumbres; antes uno y otro

uno traduce en lengua natural con toda la

obra más célebre que reconocen

que no todos podían antes

de las comedias por

chos hombres grandes se ha empleado. fi)

tenga,

y en ninguno dellos he hallado cosa que s&

propiedad y elegancia, para utilidad común, los

que

de V. A. he visto dos libros escritos por D. Esteban Manuel

puso Severino Boecio, traducidos en lengua castellana, y contra

sin

emulación mas escrupulosa...»

el

abuso

Y no

participar, y en el otrc-

dellas, en

que

el

zelo de

mu-

sin particular providencia saca

Este Aiititeatro parece que no llegó á imprimirse, ni queda de

él

más

notici-i

que

esta.

su

bibliografía hispano-latina clasica

Autor

un mismo tiempo, para que no

á luz estos dos libros á

herida que

remedio; pues con

el

261

el

vn assumpto consuela á

los

llegue antes la

que con

el

otro

mi parecer.»

aflige; este es

Licencia del Ordinario.

Suma

del Privilegio.

Fe de

erratas.

Tasa. Prólogo á

obra.

la

«Estos Libros de

la

Consolación que compuso Boecio, no solo

para su consuelo, sino que quiso que todos

se

aprovechasen de

le

sirvieron

ellos, los afli-

gidos para su alivio, y los demás para su aviso: porque por vía filosófica nos

de la vida de Catón:

«.Ñeque pigel

me

cum

Catonis Censorii vilam scripsisse,

fere

omnia quae de

eo et ejus scriplis ab anliquis scriploribus conmemoranlur, diligenter riose collegerim, el in

ordinem redegerim, ul

ralione exercere queat, suo labore

facili

mullo majore... Cupío ego ul

alius,

me

aliquis postea

et

labo-

cloqucnliam suam

mullo minore, leclorum voluptate

praelucenle,

Calonem

sic

informel

et

exornet, ul multo major appareal.^>

Páginas 83-ii3 del mismo libro; pueden leerse con un docto y plio

comentario de Alayans

están en

el

Cuerpo

del

los

am-

fragmentos que con nombre de Catón

Derecho

Civil.

(PSEUDO) CATÓN. Ediciones. — ¿Zaragoza, — Cathonem glosatiim \

4.°

ocho

Jorge Cocí? et

^ji5oo?

moralhatum.

(Así la portada.) Sin

70 hojas sin foliar y sin reclamos. Signaturas a

hojas,

menos

la



última. Huecos para las capitales.

i

í.

1.

rii

a


Habla primero de

los otros

dos poetas y prosigue diciendo: in quo corrigendo atque explanando

«Maius negotium exhibuit CatuUus,

ut multi industriam locaverinl haud poenilendam, qui

lamen

carmina ad

eius

scriplurarum niembranarum Hdem probé exegerit, aut geminos tontes conmoslraveril, aut

prsecepla expenderit,

unamquamque earum

adhuc arbitror

clarum hoccc sladium emeiiendi tulli

fuisse

vir el.

neminem. Spem sane

injecerat prae-

Laureniius Santenius, qui

novam Ca-

recensionem accuraie ab ipso elucubratam fore ut ederet aliquando, iam

tum ab anno

MDCCLXXX

in

praífalione

ad Propertium

criticum lentamen, egregium illud quidem, aique ad

excogitatum prodiit Lugduni Batavorum anno

Manliwn ad sínceram fuit

lectionum

ad severiora hermeneulices

Burmannianam ralionem

MDCCLXXXVIIl

in Elegía

ad

leciionem, ut ípse arbítrabatur, restituía. Sed lentamen

ad exciíandam cupidítatem

vel plus

promiseral: cuius

satis,

ad explendam parum: ñeque post illud

adjumenii allatum, vel molestias minus eral

ei

subeundum, qui candí-

dissimo valí nitorem redonare cuperet suum.

»Res pulvere

igílur nobis fuit el síiu

pene ex integro conficienda: Catulli códices plures

evocandí: dispiciendí veleres

libri:

ín

e

alíorum inierpreíamenta,

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

328

aut conjecturas curiosius inquirendum: denique auxilia unde comparanda.

Quae omnia quum fusius alibi simus exposituri, deque

toto Veronensis poetae

exornandi apparatu ubertim dicturi, praetermissis pluribus, quorum iam nobis divitias alii praeripuerunt,

tum hacienus

pauca

visa, aut certe a

in praesenti

nemine

aut nulli Catullianorum interpre-

in críticos

usus traducta stríctim ac

le-

viter attingemus.

»Romanus codex primus membranaceus, forma

quartum

in

vergente: cxstat

in bibliotlieca Chisiana.

»Romanus

secundus, item membranaceus, eiusdem formae,

mani, quod olim lesuitarum

»Romanus

tertius,

burgiensi lesuitarum

fuit,

forma quarta, chartaceus,

domo Romam exportatum

»Foroiuliensis, aliter Guarnerianus,

ejusdem

Danielis,

civitatis.

in collegii

in

eadem

nondum

in

bibliotheca sancti

lectiones excerpserat, ac

exhibet Catullum, secundus Ovidii poematiis, et tica bibliotheca

non

nisi tria

attinet,

quorum primus integrum

eiusdem poetae

veterum epigrammatum

libello.

cum

elegidla

Habuit hos olim

Antonius Angelius, qui sáculo xvi humaniores

nonnullis in

domes-

literas in Pisa-

docuit...

»Horum codicum

exemplaria autographa omnia

ipsi

uienda habuimus, uno

Guarneriano excepto, cuius lectiones a códice ipso exscriptas comitas saepe nobis perspecta

virorum Excerpta

mus, horvm

nondum

in praesentia

suffecit.

edita,

non

MCCCCLXXXVII

scriptor integras

sane notae

iis

Ad haec

viri

amicissimi

adfuere non pauca doctorifm

quibus plurimum

nisi

margine vetustae CatuUi, Tibulii,

anno

TibuUo

inspectus.

»Angeliani dúo simul conglutinali, membranacei,

na urbe

Ex By-

fuisse ex inscriptione apparet.

membranaceus,

Huius variantes

bibliotheca.

suo praemiserat loannes Antonius Vulpius; ceterum, ad Catullum quod liber

Ro-

bibliotheca interiori.

in re perdifficili adiuti

su-

dúo commemorabimus. Exstat alterum et Propertii

editionis,

in

quae Venetiis prodiit

opera Andreae a Paltaschitis Cataniensis, ubi ignotus

cuiusdam membranae (Britannicae, ut puto)

quae sunt

lectiones optimae

in textu respondentes, ila e regione apposuit, ut

pro

novo códice usurpari queant. Alterum longe praestantius, quod Excerptorum congeriem mérito

dixeris, nacti

sumus

in

exemplari eorundem poetarum Aldi-

no MDII, ad cuius marginem emendationes plurimas celebriorum virorum, qui, seculo XVI ineunte, in Italia praesertim ingenii non minus floruerunt, Politiani

unaquaque pagella aggestas sed

et

multa

hactenus

in Tibullo,

omnium

quam

doctrinae laude

nempe, Philelphi, Pontani, Cottae, Faerni reperies.

multa

et

aliorum

Ñeque haec ad solum Catullum

in Propertio acute observata,

in

spectant,

quae correctorum

diligentiam effugerunt, facile quis deprehendet. Quantivis

lianc pretii supellectilem obtulit nobis lectissima losephi

Nicolai A\ara Hispani

Equitis generosi bibliotheca, cuius tum animi amplitudini, tum impenso in po-

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA litiores literas studio

Bodoniana haec typographicae

Ssg

magna

artis miracula

ex

parte debentur.

»Ceterum, quod

el.

Heynius aegre

iure etiam dici

TibuUi editiones ne-

ferebat, vetustiores

CatuUum

glectas nimis ab interpretibus fuisse, id ne de nobis

Nam

posset, sedulo curavimus.

libros antiquos

recensentibus

ad

unum omnes

saeculo xv typis mandatos, qui disparilitalem aliquam, aut dissimilitudinem prae se ferré videbantur,

evolvimus

et

contulimus. Duas

diligenter, et studiose

praesertim editiones, quas «principes» vocant, Venetam alteram, alieram Par-

mensem,

non exploravimus modo,

debeant,

quingentas

manu

al

lo

earum

sed variantes

lectiones

venire

plusquam

nostra descripsimus...»

afirma Hugo Foseólo, sino porque

el

no sólo

P. Arteaga,

el

mismo

autor se refiere

de Horacio que consta ser suyo. «Nihil

addemus de ortographia

retinuimus scribendi rationem, persecuti sunt, paucis

recte expensis iccirco a ita instituti

nisi

quam

in

quod

in

rum

Flaccum expositum

nostri in Horatio, Virgilio,

Graecorum more paullo

is

Propertio

et

altero

in

eandem

Burmannus

est. In

quibusdam etiam

et

quaedam

Catullo suscepti similitudo

huno postremum quod

attinet,

liberior fuerit in voculationibus, et syllaba-

quantitate effingendis, ne (quod mullis lectoribus accidere saepenumero

animadvertimus) ea inconstantia tenebras offunderet, nos unasquasque

non tam ad orthographiae, quam ad metri sonó notas vocum

nem

vel

praestantissimorum virorum exemplo recessimus quod

forma ubique servanda postalabant. Atque ad

quum

Tibullo

primo Heynius,

dumtaxat immutatis, quae cur non omnino probemus

fuse a nobis in praelocutione ad

et

utrique in-

optimorum codicum censum

in

Este prefacio está escrito indudablemente por

porque

Burmanno

varitate insignes, ipsis Heynio, Broukusio, et

compertas, eius tamen prasstantiae ut

efTerret,

eodem

et

literas

sumus, ut quo quisque

leges dimensi

quantitatem earum,

et

carminis scansio-

dignosceret. Itaque Cybele et Cybelle, gymasi et gynnasi, typano et

tym-

panum, Aruncleia pro Arunculeia, pluraque huiuscemodi, prout diversa metri ratio vel

geminare literam,

versus, de libris

quorum

voQíía,

vel exterere suadebat, cogítate scripsimus.

quod eos ñeque

in codicibus,

ñeque

Denique

in vetustioribus

repererimus, nobis constabat, uncis quadratis inclusimus: hiatus vero sen-

tentiarum, sive sphalmata, qualia in Catullo invenies haud pauca, ñeque ab

nibus omnia animadversa,

sensum assequi non

stellulis

licebat,

inane spatium relinquere,

ticorum figmenta scriptori latinorum

»Quod superest, secuti,

redigentes.

omnium

quam

inania

Gramma-

venustissimo fidenter appingere.

de uniuscuiusque poetae vita editioni nostrae praemissa haec

accipe. Multi ex recentioribus res

porum

óm-

distinximus; satius existimantes, ubi poetae

eorum

gestas scripsere partim rationem

partim quae ex diversis auctoribus coUegerant

Sed haec nimis ampia a volumine nostro visum

in

unum

tem-

corpus

est prohibere;

magis

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

33o vero

arrisit breviores,

quae forent,

si

obsitas rursus

in

eruditorum

vitas,

quibus tamen antiquitas quaedam

nunc primuní

conciliaret auctoritatem, aut

e tenebris

hominum conspectum

excitare, aut vetuslate

committere. Quas igitur in

codicibus et veterrimis editionibus expiscari potuimus, eas heic adiunximus. El

quidem lucem

cum a

Catulli vitam,

vidit,

libro excuso, qui

tum emendatiorem

membrana

a

anno

MCCCCLXXXI

Regii Lepidi

scripta, quae Angelii fuit,

muluati

sumus.»

Como

se ve, esta edición, á parte

crítico y trabajo propio en lo

que

de su magnificencia, tiene valor

se refiere al texto

de Catulo, por lo

cual es de admirar la preterición que de ella han hecho los editores y

comentadores posteriores, desde Doering hasta Solo

Hugo

Ellis y Bénoist.

Foseólo, en su célebre comentario á

la elegía

de coma Be-

renices (i) se refiere á esta edición, llamándola praeclarissima, y atri-

buyendo El

á

Arteaga

mismo Foseólo

menos

él

prefacio.

el

advierte que no se llegó á publicar, ó que por lo

no había logrado ver

el

comentario que Arteaga 'promete de

dicha Elegía: «Certe,

quod nostrarum

mos quosque cum antequam huic

cumque

ca

vel

t'uerit,

libros illi

erat parlium, diu

tum

lectioni

multuinque deliberavimus, ópti-

interpretes ilerum et saepius

consultum ivimus,

calculum adiungeremus: cuius nostrae, qualis-

seu morositatis, seu sollertiae

argumentum aliquod prope-

diem exhibebit catullianum «de Coma Beronices» elegidium, quod ad futurae editionis

formam adornatum

ex ipsis his Bodonianis prelis prodibit.>>

V. Madrid, 1878.

— C.

Valerii Catulli Veronensis Opera.

(Acompaña á drid, imp. de

la

traducción castellana de Pérez de Camino.

M. Minuesa de

los Ríos, 1878.)

El texto latino, bastante descuidado, parece ser Nisard, y de

fijo

no

es el

— Ma-

que siguió

el

el

de

la

colección

traductor, de donde nacen fre-

cuentes contradicciones.

THADUCCIÓN CASTELLANA. VI. Pérez de Camino (D. de 1842.

— Poesías

Manuel Norberto).

— Antes

de Catulo traducidas en variedad de metros por

Don

Manuel X. Pere{ de Camino. Ilustradas con numerosas y eruditas (t)

Pág.

Prose Letterarie di Ugo Foseólo. Voluine Primo. 240.

l'irÉtl^e, Felice

Le Monnier, i85o.

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA

notas por

el

misino autor,

y precedidas

33 I

de un prólogo original del

Excmo, Señor Don Manuel Alonso Martine^. Madrid, imprenta de

M. Minuesa xix

de los Ríos, calle de la Sombrerería, núm. 6. 1878.



S."

+ 400 págs. Prólogo (de todo punto

consigna que

el

Valmar, ayudó

Excmo. Sr.

al

Sr.

insigniricante).

— Advertencia

en que

se

D. Leopoldo A. de Cueto, Marqués de

Alonso Martínez en

corrigiendo las pruebas, y enriqueciendo

edición de esta obra,

la

texto con algunas notas.

el

Prefacio (de Pérez del Camino): «Los principios que me han guiado también en

dad

sin

de los

la

servidumbre, concisión en cuanto

han permitido. Imitación, de expresión, parte

una

posible dar fugitivas en

la

sin licencia, de

más

que

la

en

no han

que

lira

en

casi todos los

fuerza

ni

difícil

público. Fideli-

artiñcio métrico lo

el

de verter, y sin

poesía ligera y en

sobre todo,

y,

cual es im-

la

la

poesía elevada, y en

géneros conocidos en su tiempo; pero sus

sido igiaalmente felices.

la elegía, sin

claridad y

al

mérito principal.

el

la

la

me han

traducción de Tibulo,

traduce, especialmente en esas poesías

se

expresión forma

aquélla ha recorrido

la

imágenes, de armonía

más

esencial, la

idea del poeta

»Catulo ha ensayado su

tareas

dirigido en

poemas de Catulo que ofrezco

elevación en

Es débil en la sátira,

la

oda, incorrecto y afectado

aunque picante y

festivo;

mas

en cambio su Atys revela un pincel vigoroso y una admirable inteligencia de

armonía

imitativa, su

drigal y el

epigrama

dores y pocos

Ariadna

es

es

digna de Virgilio, y en

el

epitalamio,

el

un modelo, que ha tenido hasta ahora muchos imita-

rivales...

^>Grandes conocedores dicen que es imposible traducir á Catulo... sin

traducción que de

bargo, debo decir que á pesar de esto,

la

me ha

y vigilias que

costado

la

ma-

mucho menos tiempo

la

él

doy ahora

em-

á luz,

de Tibulo.v> (¡Ya se co-

noce!)

Sigue una pequeña é insulsa biografía de Catulo. Esta versión no es enteramente completa, puesto que

el

traductor

Carmen XXV Ad Tallum, el XXIX Ad Ipsit/iillam, el XXX In Vibennias, el XXXIII Ad contubernales, el XXXVÍ De Scorto Mamurrae, el XLI Ad Porcium et Socrationem, el XLVÍI Ad Caesarem, el XLVIII Ad Catonem. Hay pequeñas supresiones y alteraciones en otras piezas, y algunos de

omitió, por motivos de honestidad bien justificados,

los

el

epigramas están simplemente imitados, por haber rehuido

prete

el

intér-

mancharse con tanta inmundicia. Las notas son abundantes, es-

pecialmente en los poemas mayores.

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

332

El Cátalo de Pérez del sin

duda

el

más

servir mientras

de tentar á un les

Camino

de prisa, y es

flojo de todos sus trabajos de este género. Sólo puede

no aparezca otro mejor; que

En

;humanista poeta.

el

fácil,

pero

muy

empresa

sería

muy

digna

ensayo del magistrado húrga-

apenas puede reconocerse otro mérito que

generalmente

muy

está traducido

de una versificación

el

poco limada. Por

demás, ningún estu-

lo

dio formal de los maravillosos secretos del estilo de Catulo, ningún es-

fuerzo para asimilarse la sabia perfección de su estilo y de su métrica.

Los endecasílabos, sobre todo, están pésimamente traducidos, sin rastro alguno de la morbidez del original, que suele desfigurar el intérprete en romancillos flojos y desaliñados. ciones épicas y elegiacas.

Más airosamente

En Las bodas

octavas rotundas, sonoras, majestuosas,

Camino en veremos

de Tétis

como

y

Peleo hay algunas

las hizo á

veces

su Poética y en su versión de las Geórgicas.

el

Más

mismo

adelante

Tienen algún mérito también

las del episodio de Ariadna.

versos sueltos en que está traducido

composi-

salió de las

el

los

extraño pero enérgico y tempes-

tuoso poema galiámbico de Atys, una de las inspiraciones más románticas de la musa antigua, y más dignas de admiración, no obstante la

brutalidad de su argumento: Surcando el mar profundo en nave alada, Atys llega veloz al frigio suelo, Y en los bosques penetra de Cibeles, su furor de aguda piedra, El órgano se arranca de la vida. Cuando su cuerpo mira y no ve al hombre, Y en fresca sangre tinto el suelo advierte,

Y armando

Insana (i) toma el tímpano ligero En su alba mano: el tímpano y la trompa

Anuncian

tus misterios,

Buena Diosa.

hueca piel con tiernos dedos, Y asi en trémula voz dice á su turba: «Corre, vuela á la cumbre de Cibeles, Oh grey de Dindimena, vagabunda. Tú que el odio arrostrando de Neptuno, Hiere

la

Sigues mi triste suerte á tierra extraña, al amor tu ser degradas.

É insultando

Muestren gozosos saltos tu alegría: Deja tarda pereza: en tropel vuela, Y de la gran deidad sigúeme al templo, Y á sus sagrados bosques. Allí al sistro. Allí al eco del tímpano sonoro Une su grave son la frigia trompa. Allí de

yedra cinta y atronando

Con agudo clamor Sacude su cabeza

la vasta selva,

la

Bacante.

Sus pasos redoblando estrepitosos.

Con danza impetuosa respondamos.» De la Ménada nueva á los acentos Rompe en furiosos gritos la cohorte, Muge el tímpano, el címbalo resuena, Y veloz por el Ida trepa el coro. Frenético, anhelante, furibundo, Atys, hiriendo el tímpano, le guía, Vagando en la espesura cual becerra

Que indómita rehuye

Y

el

grave yugo.

del caudillo en pos vuelan los galos.

Llegan al sacro umbral, y al blando sueño De cansancio y flaqueza sucumbiendo. Soporoso langor sus ojos cierra. Y apaga su furor la muelle calma. Pero luego que el Sol con frente de oro En sus rayos inunda rutilantes El éter nacarado y tierra y mares, Y que ahuyentan las sombras sus cuadrigas, Atys despierta; alígero su sueño De sus párpados huye, y Pasitea Le recoge en su seno. Entonces Atys, Ya en sosegada calma los sentidos. De su rabia contempla los estragos, Y al verse en tierra extraña y ver su estado, Atónito de horror corre á la costa.

Con el cambio de género gramatical ha querido indicar Catulo (i) en Atys por efecto de su mutilación.

la

degeneración del sexo

333

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA

Y

el

Y

ancho mar con lágrimas mirando.

Disputo sus cavernas á

¿A dónde,

Del ciervo, morador del bosque umbroso. Del jabalí salvaje compañero.

¡Oh demencia! ¡oh pesar! ¡Pesar amargo!» Apenas de su labio purpurado Parte la dura queja y sube al cielo, Cibeles, desalando sus leones. Así la rabia enciende del más fiero: «Corre, vuela, en el seno del ingrato Clava el dardo cruel de mis venganzas, Al hierro amárrale, que á huir se atreve. Bate tu vasto vientre con tu cola.

las fieras!

oh patria mía? buscan anhelantes. ¡Ah! si en la breve calma que me halaga. Palacio en que nací, te distinguiera!» Patria, tiernos amigos, dulces lares, ¿Ya no he de veros más? ¿Más no he de veros. Gimnasio, arena, foro? ¡Triste, oh triste! Llora vuestro abandono el alma mía. ,Por qué transformaciones no he pasado? Púbero, adolescente, mozo, niño; Del gimnasio la flor, honor del cesto; Y yo por quien ardían mil amantes, Yo que veía siempre á mis umbrales Guirnaldas cien flotar, cuando del sueño Me llamaba la luz del sol naciente. Baja ministra ahora de los Dioses, á

Mis miradas

dónde

estás,

te

Que amedrente las selvas tu rugido, Y en remolinos mil tu crin dorada En tu cerviz encrespa musculosa.» Dice airada, la fiera desunciendo: El sañudo animal su encono irrita, .\rde, vuela, los robles derrocando. Llega al nevado mar donde Atys gime.

Llega y

este trozo,

le asalta...

El

mozo pavoroso

Huve á las espesuras de la diosa, Y el resto de sus días fué su esclava. Diosa, gran Diosa en Díndimo potente,

De Cibeles criada, vil Bacante, La mitad de mí mismo, un ser estéril. Del Ida habitaré la yerta cumbre.

Hay en

en las hondas cavernas de sus breñas infeliz correr mis tristes días.

Veré

Así en doliente voz habló á su patria: «Oh patria, oh tierna madre, oh nodriz mia. Que huí como el esclavo sus cadenas: ¡Pude á tí preferir el Ida helado. Do entre nieves, errante, furibundo

Lejos lleva tu rabia de mi asilo; Á otro inspira, á otro abrasa en tus furores.

prescindiendo de algunos lunares, un sentido

poético y un arte de versificar que honran sobremanera al traductor.

Pero

tales aciertos

son raros en

y hay que confesar que nuestra len-

él,

gua todavía no posee una traducción poética de Catulo digna de compararse con

la

que ya tienen

los franceses gracias á

El episodio de Ariadna en

el

sido publicado por Pérez del riantes,

en

Eugenio Rostand.

Epitalamio de Tétis

Camino en

que resulta una traducción

y

Peleo había

1822, pero con tantas va-

distinta, de la cual

me

haré cargo

la sección siguiente.

TRADUCCIONES SUELTAS Y OCASIONALES.

VIL Castillejo

(Cristóbal de).

— Canción sacada la mayor parte de Catulo. Así

se titulaba

en un Cancionero manuscrito de obras de Castillejo

visto por Gallardo

(núm. 1678 de su Ensayo), y que llevaba el rótulo de es del Conde, mi Señor (letra de mediados

Libro de diversas trovas: del siglo xvi), la

menzando por piaré

el

la

pequeña poesía que en de Madrid, iSyB

(i),

las ediciones

Al Amor. Co-

texto del códice descrito por Gallardo, porque ofrece algunas

variantes respecto del impreso: (i)

de Castillejo, co-

lleva el rótulo de

Véanse enumeradas estas ediciones en

el

artículo Ovidio.

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

334

Dadme

(i),

amor, besos sin cuento,

Asido de mis cabcilos:

Un ^^

millar y ciento dellos (2), otros mil, y luego ciento (3), mil y ciento tras ellos;

Y Y después

De muchos millares, tres: Porque ninguno lo sienta Desbaratemos la cuenta Y contemos al revés.

Véase

la poesía

de Catulo. de

la

(4).

cual esta es imitación

muy

directa.

Da mi haaia milíe. deinde centum, Dein mille altera, dein secunda centtitn; Dein iisque altera mille, deinde centum: Dein, qiium millia multa fecerimiis, Conturbabimus illa, ne sciamus, Aut ne quis malus invidere possit, Quum tantum sciat esse basiorum.

El

mismo

bella imitación del

Deo videtur, que

e^se

unos versos amatorios a una dama llamada

Castillejo en

Ana, tiene una

Carmen

3i

á su vez es traducción de

de Catulo Ule mi par

una oda de Safo:

¡Oh cuan bienaventurado Es aquel que puede estar Do os pueda ver y hablar Sin perderse de turbado, Como yo suelo quedar! ¡Ay de mí! Que ante vos, desque os vi, Y quedé de vos herido. No hay en mi ningún sentido Que sepa parte de sí. La lengua se me entorpece, Y de locos aturdidos

Me Y

retiñen los oídos,

la

lumbre

Á mis

se escurece

ojos doloridos.

Viva llama Por mi cuerpo se derrama, Y hago con pies y manos Mil ademanes livianos Ajenos del que no ama... Ule mi par esse Deo videtur. si fas est. superare Divos, Qui sedens adversu^ identidem

Ule,

Spectat

te

et audit.

Dulce ridentem, misero quod omnes Eripit sensus mihi: nam simul te Lesbia, adspexi, nihil est super mi

(i)

En

(2)

)'

(3) (4)

las

mil

ediciones dame.

y

ciento tras ellos.

Y tras ellos mil y Y porque nadie lo

ciento.

sienta.

335

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

Lingua sed tnrpet: tenuix aub arius Flamina dimanat: sonitii suopte Tintinnant aures: gemina teguntur I.umina nucte.

Mal-Lara

VIII.

Carm. XXIII,

(Juan

de).— 1568.

«Fío-/ guoi rieque servas est ñeque arcan. Furio, que no posees un esclavo, Ni arca, chinche, araña, ni aun el fuego, Pero tienes buen padre con madrastra.

Cuyos dientes podrán comer

guijarros,

Estás bien con tu padre, y tu madrastra Que parece ser hecha de madera. No es maravilla, pues estays muy sanos. Digerís á mi ver hermosamente, No temevs cosa alguna, ni hogueras De casas, ni caydas de edificios,

Ni

los

graves peligros, ni sus casos;

Teneys aquessos cuerpos como cuerno.

Tan

secos, y

hay más, que sea enxuto.

si

Del sol, del frío y

Philosopht'a Vulgar,

Como

se ve, la

íol.

hambre muy cenceños.

285.

traducción no alcanza más que hasta Solé, et frigure,

La se

pieza latina consta de 27 versos:

comprende que

el

Maestro Mal-Lara

los

Carm.

verso

14:

últimos son groserísimos, y

los dejase sin traducir.

Leonardo de Argensola (Lupercio).

IX.

el

et esuritione.

— 1603.

72, aDicebas quondanii^.

En otro tiempo. Lesbia, tú decías Entregarte á Catulo libremente, Y que a Júpiter mismo omnipotente,

\

En competencia suya, aborrecías. Amábate también yo aquellos días, Nó como á sus amigos otra gente, Mas como al hijo ó yerno tiernamente

Aman

los

padres con entrañas pías.

Agora te conozco, y aunque veo Arder por tí mi pecho con más furia, Téngote por bellísima y ligera. Dirás que es esto tuera del deseo; Tales efectos nacen de una injuria: Que te ame más, pero que menos quiera.

composición 73 de

las

Flores de Poetas Ilustres de Pedro de

Espinosa (Valladolid, i6o5:

las

aprobaciones son de i6o3). Pág. 88 de

Es

la

la

nueva edición,

Sevilla, 1896. Falta en las

Rimas de Lupercio

Argensola (Zaragoza, 1634), pero está en

las

D. Adolfo de Castro, que probablemente

la

Espinosa.

L. de

reimpresiones de Estala y tomarían de las Flores de

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ABCH., BIBL. Y MUS.

336

El último verso quedaría mejor y

más próximo

al original si leyé-

ramos: Que

te

ame más,

y

menos bien

X. QuEVEDO (D. Francisco

— Carm.

V,

ciVÍPamiis,

de).

— 1609.

mea Lesbia, atque

Vivamos, Lesbia, y amemos en nada Los envidiosos rumores De los viejos que nos cansan. Pueden nacer y morir Los soles: mas si la escasa Luz nuestra muere, jamas

Y Y

otros ciento; y

Envidie gloria tan alta. Que no nos podrá ofender,

Aunque más

Dame

noticia trayga.

Pues solo sabe que hay besos, Pero cuantos no lo alcanza.

mil besos, y ciento Luego, y con mil acompaña

que

notas: tenían por cierto

cosas cuyos nombre ó número

Carm. VII,

tras aquestos tres mil,

cuando hayan Confundido los millares La cuenta con esta traza. Confusos los mezclaremos Sin saber en qué fin paran, Y sin que ningún malsin

\'uelve á arder en viva llama. Perpetua noche dormimos, Y así antes que la Parca De las prisiones del cuerpo Desciña con llanto el alma.

á aquellas

amemiisy>.

Estos, y luego otros mil, Y otros ciento me dá blanda:

Y no estimemos

«Añade Mureto en sus

te quiera.

la

fascinación

no dañaba

se ignoraba.»

(nQuaeris quot mihi basiationesi). Ven, cuando la noche ralla, Los hurtos que amor ordena En los obscuros amantes

Preguntas con cuántos besos

Tuyos me contento. Lesbia? Respóndote que con tantos,

Amigos de

Como hay en la Libia arenas: O en el Cirenaico campo Las serpentiferas yerbas Entre el Oráculo ardiente De Amón pobre de grandeza, Y el monumento sagrado De Bato antiguo; ó quisiera Tantos besos de tu boca Cuantas doradas estrellas

«Fascinar es aojar: Fascino es cino, Priapo, éste era entre ellos

acostumbrada hipocresía nota

las tinieblas

Tantos besos solamente Le sobran y le contentan Al ya perdido Catulo Por tu divina belleza; Que no los pueda contar El curioso, ni los pueda Con ojo envidioso y malo Fascinar la mala lengua. el

aojo: había entre los gentiles Dios del fas-

dañoso en

sobre este

el

alabar y ver. Escalígero con su

epigrama

lo

que Mureto sobre aquel,

y añade que en las cosas que se guardaban, se ponía esta palabra Multa, cho, porque

como

número determinado

en ella no hay

mu-

postrero, estaba libre

del fascino.»

Trae Quevedo

estas dos traducciones

en

las

notas de su

Ana-

creonte:

— Anacreon

y Comentarios por Don Madrid. MDCCXCIV (1794). En la Im-

Castella?io con

Francisco Góme^ de Quevedo.

prenta de Sancha, págs.

1

Paraphrasi

39-141.

BIBLIOGRAFÍA HI5PANO-LATINA CLASICA

— B. de A. E.,

Obras de Quevedo, tomo

serpetitíferas yerbas, dice soporíferas. es Laserpiciferis,

En

el

embalsamadas, de

soneto de

Quevedo á

La

337-.

En

452-453.

íll,

letra

vez de las

verdadera del original

láser, planta medicinal.

primera nave del mundo (Flores de

la

poetas ilustres, i6o5) parece notarse alguna reminiscencia del (s.Phasellus Ule, qiiem videtis, hospites-o de Catulo.

XI. Villegas (D. Esteban Manuel de).

Carm. V. aVivamus, mea

y luego Y luego

ciento, mil,

i

i

mil:

ciento:

Otros ciento, otros mil Me da luego tras estos, I assi los revolvamos, I el numero turbemos. Aun porque tu, ni yo Sepamos quantos fueron, Ni el malo nos envidie

los soles si mueren Vuelven como antes bellos:

Que

Pero nosotros todos

Cessamos en muriendo: Por esso, dulce amiga, Dame, dame mil besos,

Contando tantos

Don Esteban Manvel de

luán de Mongaston, 16 ly.

7.

Lesbia.^>

Ea, mi dulce Lesbia, Vivamos, pues, i amemos, Y no se nos de un cuarto De los padres severos:

Las Eróticas de

— 161

A

Villegas...

costa del autor,

i

por

besos.

En Xá jera por

el

corregida la

ortographia. ^;.°

Págs. 117-118.

— Las Eróticas y

traducción de Boecio...

Antonio de Sancha. Año de 1774.

Tomo

I.

En Madrid. Por Don

Pág. ig8.

XII.

— Carm.

LXXII. «Dicebas quondam solum

Á Haber conocido

Catullum.i>

Lesbia. Que el suegro a hiernos, a nueras. De amor lleno de caricias.

solo.

i

Lesbia, a Catúlo decias, I que a love no estimabas Por su causa, en lo que pisas:

i

Pero ya que

conozco,

Te tengo aun que mas me brindas: Pero tú, ¿cómo es posible.

Ó

el rufián á sus amigas. Sino con la bien querencia Que el padre a hijos, i a hijas,

Respondes, si tal mancilla. Fuerza al alma, a que ame mas, I a querer bien, menos insta?

— Las Eróticas de Don Estevan Manvel de por luán de Mongaston, 16 17.

te

Hé: quédate, mugercilla: Que por ruin, i ligera.

Yo también agradecido Te amaba en aquellos dias. No como el vulgo á sus damas

la

te nosse

A

Villegas...

costa del autor,

i

por

En Najera el

corregida

ortographia.

— Las Eróticas y Tomo

I,

traducción del Boecio... Madrid, Sancha, 1774.

pág. 2o3. 32

BIBLIOTECA. DE IX RKVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

33S

XIII. -í'UtJlos in septis.'»

Como En

No Ni

el

rosa,

si en agena mano Pierde el lustre lozano, I á desdecir comienza La nativa verguen9a, Al paso, que es amada. Viene a ser desdeñada. Assi la virgen bella.

Mas

que nace

jardín cercado.

sugeta al arado ganado, que pace.

al

Cuyo primer aumento. ti sol,

el

agua,

Crece, cria,

Con cuya

i

el

viento,

alaga.

vista

En tanto que

paga

i

Cristal que la rocía:

Qua mientras no

es tocada Crece su lozanía, I es de todos amada:

Las

Eróticas...

es dongella.

Es de todos querida Con el alma, la vida: Mas cuando se ve falta De dignidad tan alta, Si busca quien la quiera Es mas aborrecida yue poni^oñüsa fiera.

Del dueño amado el celo, A quien promete el cielo De piedad cada día

En X^jera, por han

de Mongaston, i6ij. Pági-

nas 92-93.

—Las

Eróticas...

de 1774. Págs.

— B. de A.

1

En Madrid. Por Don

Antonio de Sancha. Año

52-1 53.

E. Poetas líricos de los siglos

XVI y XVH. Tomo

II,

pág. 563.

Además de esta se nota en las

imitación directa y de las traducciones antes citadas,

mejores cantilenas de Villegas á los veinte limadas

y á el influjo

de

la

los catorce escritas,

blanda poesía de Catulo. Por ejemplo, en

lena V:

A Lidia. V si acaso pens.ircs Que el darlo ha de ser causa

Divide esos claveles Más dulces que las mieles, Y más que los panales

Para engendrarse pausa tu amor y en el mío. Es grande desvarío: Porque un deleite es cebo Que atrae con gusto nuevo.

Kn

Divide esos corales.... Ea, pues, no te pares, Lidia, que sólo un beso Darlo no es gran e.xceso.

Y

en

la canti-

la VIII:

Lleguen, pues, tus corales,

Lleguen esos rubíes Con que graciosa ríes. Bella Lidia, á mi boca, Pues amor los provoca,

Lidia, ¿quién te acobarda?

¿No ves que si se tarda Un punto, un solo instante

Tu

Y espárzanse sus mieles Como esparcirlas sueles...

regalado beso, Perderás un amante, Y yo perderé el seso?

Cantilena XVII: Lidia,

Yo

un beso me d íste,

celebré

el

ecceso:

Pedí luego otro beso

Y

dallo no quisiste.

BIBLIOGRAFÍA HláPAN'ú-LATINA CLÁSICA -^yi di,

SSq

c4ut pretendiste

Cuando

asi lo

negaste?

^Acaso imaginaste

Oue de Venus la gloria, Tanto al .xundo notoria, Kn uu beso consiste?

El poeta se escurre luego por terreno resbaladizo, y con poca gracia,

por cierto. Cantilena XVIII: ;üb qué dulce y sabrosío

Le

es al

alma tu beso,

Lidia del lustre hermoso! Parece que á tu boca Contino un panal toca;

Y á mi, cuando la beso. Que no me toca el seso...

Villegas es

el

poeta

más catuliano de nuestro Parnaso

antiguo.

XIV. Caro (Dr. Rodrigo).— 1626. —«Estas costumbres de echar y en

el

esparcir nueces en las bodas las tocó Catullo

célebre Epitalamio de Julia y Manlio:

Da nuces pueris iners concubine Las nueces da á los niuohachus. Perezoso concubino; Harto estás ya de jugar Las almendras con los niños.

Días Geniales ó Lúdicros

(Sevilla, 1884). Pág. 112.

Pág. 324. «iQu¿ famoso dejó aquel pajarillo de su querida Lesbia Catulo, llorando su muerte: Lugete, Veneres Cupidvíesque.

Llorad, Venus y Cupidos: El pájaro de mi niña Se murió: más que á sus ojos Ella lo amaba ó quería. •»Y en otra parte el

mismo

poeta:

Passer delitiae viene yuellae...

De mi niña

el pajarillo.

Que era toda su alegría, Que lo guardaba en su seno, Que con él jugar solía; Al que metía en el pico £1 dedo que le pedía; Que se lo cornía á bocados

Cuando

XV. Cáscales En

la epístola

los labios le pica...»

(Lie. Francisco).

VI de

la

— 1634.

segunda década de

D. Juan de Saavedra, Chantre de

la

las

Carias Philologicas, á

Santa Iglesia de Cartagena.

ííobrc

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. t MUS.

340

un lugar de Cicerón, en que

se trata

de las ceremonias del casamiento

gentílico, traduce el principio del epitalamio en las bodas de Julia y

Manlio, Collis ó Heliconei: |0h Dios Himen; Himeneo, Hijo de la bella Urania, Habitador de Helicona, Que de su umbral arrebatas A la vergonzosa virgen, Y la pones en la casa Del nuevo esposo y marido! Tente, hazle una guirnalda. Cíñele las tiernas sienes De la suave mayorana...

XVI. Cadalso (D. Carm.

III.

— 1772.

aLugete, o Veneres, Cupidinesque.-iy

«El panegírico que hizo

muy

José).

al

difunto paxarito de su dama, que debe tener

presente todo verdadero y digno poeta á

»En

castellano, siguiendo el

Villegas sus cantilenas, diría

quien yo quisiese un

si

es

no he hallado voces que

yo

no

me

es

la violeta...

metro en que Lope escribió sus barquillas, y si se muriera el páxaro de alguna persona á

como Catulo

quiso á Lesbia; advirtiendo que

llenen tanto en castellano

como

en

latín,

pipilla-

re, venustus, mellitus:

Mostrando con su pico. Ahora va el cuitado Por el triste camino Por donde nadie vuelve

De mi querida Lesbia

Ha muerto

el

paxarito,

El que era de mi dueño

La

delicia y cariño, quien ella quería Más que á sus ojos mismos. Llórenle las bellezas, Llórenle los cupidos. Llórenle cuantos hombres Primorosos ha habido.

A

_

Después de haber partido. ¡ü mal haya, mal haya Vuestro rigor impío, Tinieblas destructoras.

Crueldad del abismo. Que destruyendo al mundo

También

Porque era tan gracioso. con tan bello instinto Conocía á su dueña, Como á su madre el niño.

habéis sabido Arrebatar de Lesbia El páxaro querido! Oh malvados rigores.

Ya se estaba en su seno; Ya daba un vuelecito Al uno y otro lado

Que causas á mi Lesbia Duro llanto continuo.

Volviendo al puesto mismo, Su lealtad y gozo

Aquel hermoso

Y

»De donde

inferiréis

que

Oh

esto

Y

mismo

bello paxarillo!

quitas de sus ojos

os puede ser de la

brillo.

más

alta utilidad,

aplicándolo, según convenga, á la muerte de algún gatito, perrito ó papagayo

de alguna persona á quien queráis esta

muestra veréis

el

paño de que

que fué más páxaro que perdonad

el

el

equivoquillo.».

un poco más que como

á próximo...

vestía sus obras este caballerito.

mismo en cuya muerte

lloró

Por

Os aseguro

con tanta dulzura; y

;

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

—Suplemento á

los

Eruditos á

la violeta, ó

las ciencias, dividido en siete lecciones

na, compuesto

para

84!

Curso completo de todas

los siete días

de la sema-

por D. Joseph Yá^quei (seudónimo de Cadalso). Madrid,

en la imprenta de D. Antonio Sancha, 1772. 4.°

—Obras de D. Págs.

1

Tomo I. Madrid. Por Repullés.

José Cadalso.

18 18.

36-1 39.

Hállase también esta versión, sin las notas, en los Ocios de mi juventud ó Poesías Líricas de D. Joseph Váique^. En Madrid, en la Imprenta de D. Atitonio de Sancha, 1773. 8.°; y en el tomo líl de la ya citada colección de las obras de Cadalso (1818), págs. 99-100. '

— B. de A.

E. Poetas Líricos del siglo XVIII,

tomo

1,

pág. 269,

col., 2.

XVII. O'Crouley (D. Pedro Alonso).

— 1795.

—En los Diálogos sobre la utilidad de las medallas antiguas, principabnente por la conexión que tienen con los Poetas Griegos y Latinos. Obra escrita en inglés

por

el

Caballero Joseph Addison,

traducida al castellano con unas breves notas

y

Pedro Alonso O'Crouley. Madrid, 17 g5: En Barco Lópe^. 4.°

la Oficina

j

por Don deD. Plácido

correcciones

Pág. 36. «Pero volvamos á

Romanos como

Aquí

las virtudes.

está la Fidelidad,

Diosa: Si tu üblitus es, at Dii

Aunque

meminerunt, meminit Fides. (Catul. ad Alphen.)

estés olvidado.

Los Dioses y

la

Fe

se

han recordado...

Páy. 33: Soles occidere et rediré possunt Nobis cum semel occitit brevis lux Nox est perpetua una dormienda...

Aunque se ponga el sol, á nacer Mas la vida sü luz jamás alterna,

vuelve..,

Puesta una vez, nos dexa noche eterna.

Pág. 119: Cuniculosae Celtiberiae fili. (Catul. in Egnatium.)

Hijo de la constante Celtiberia, en conejos abundante...

Pág. 134: Sagittiferosque Parthos...

Muy

diestros Sagitarios son los Partos...

que veneraban

los

BIBl.tOTECA DE L\ REVISTA DE A«CH., BIBU. Y MUS.

342

XVIÍI. Conde (D. José Antonio).

— La ésle de

— 1796.

trenca de Berenice, de Catulo (composición traducida por

Calimaco, pero cuyo original griego no

Hállase esta traducción en

el

ms. M.-3oo de

se conserva). la Biblioteca

Nacional.

Himnos de Calimaco de Cirene, traducidos del griego por D. José Antonio Conde. Año de 1796. Copia escrita con sumo primor y esmero. Este

Calimaco no

llegó á publicarse.

Reproducimos íntegra versificada,

como

la elegía

de Catulo, aunque está flojamente

casi todas las traducciones de

Conde.

Á la treusa de Berenioe. Aquel que contempló

las luces todas

Del espacioso cielo, averiguando Kl nacer y finar de las estrellas, Y cómo el esplendor y ardiente rayo Del sol arrebatado se obscurece, Y cómo en ciertos tiempos desparec:n

Algunos astros, cómo Amor suave Baxo la peña Latmia conducía Furtivamente á la graciosa Luna Y su celeste giro abandonaba: Aquel mismo Conón me vio brillando Entre los claros astros, yo que un tiempo De Berenice orné la augusta frente. Y levantando sus hermosos brazos

Me

ofreció a todas las celestes Diosas,

Quando con nuevos triunfos de Hymeneo Pomposo el Rey á desolar partiera Las fronteras Asirlas, conservando Las dulces señas que el .\mor dcxara De las nocturnas amorosas lides. ¿Es odiosa por caso Cyterea A las nuevas esposas? ¿Son fingidas Las vergonzosas lágrimas que suelen De los padres turbar el tierno gozo, i^)uando allá en sus retretes apartadas

Delante de ellas lloran su destino? No, que su llanto es sincero y amable. Así me ayuden los eternos Dioses. Así las tiernas repetidas quejas De la Reyna lo han dicho, a la partida Del nuevo esposo á la sangrienta guerra. No lamentabas tu desierto lecho. Sólo llorabas tú del dulce Esposo El triste apartamiento que aflixia Tu tierno corazón: ¡ay, quán turbada,

Kn suspiros

tristísimos envuelta.

Llegó tu vida hasta los bellos labios! .Mas vo que desde tierna hermosa niña Conocí 1j virtud del noble pecho, .\sí dixe: . En

estrofas sáficas. Inc.: Hijo sublime de la diva Urania...

— De Catulo men

al

sepulcro de su

hermano (Multas per

CI. Inc.: Por nuevas tierras y diversos mares..

gentes).

Car-

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA

Estudios poéticos por

M. Menénde^ Pelayo,

349

con una carta-prólogo

del Excmo. Sr. Marqués de Valmar, de la Academia Española.

Ma-

drid, imprenta Central á cargo de V. SáÍ!{, 1878. Págs. Si-Sg.

Son ensayos sos

infantiles

que

excluí'

de

la

segunda edición de mis ver-

hecha en i883.

XXVII. QuiRós DE LOS Ríos Carm.

III.

O

aLugete,

(D. Juan).

Veneres, Cupidinesque...y>

En la muerte

del pajarillo de Lesbia.

Llorad, bellezas, llorad, Cupidos; Llorad, de Venus charos alumnos: ¡Ei pajarillo que de mi amada Era delicias, ha muerto, ay triste! Más que á sus ojos le amaba Lesbia;

Que

era tan du'ce! y conocíale á su madre conoce el niño!

Como

Siempre en su seno se le veía Alegre siempre, siempre saltando,

Y

á ella tan sólo dulce piaba.

.

,

Ahora hacia el antro cmina oscuro De donde nadie nunc más vuelve! i

Seáis malditas, tinieblas hórridas.

Que devorando quanto hay de hermoso. Tan lindo pájaro me arrebatasteis. ¡Oh desventura! ¡oh mi ave mísera! Por tí encendidos de llorar tanto Están de Lesbia los bellos ojos!

Traducción inédita y autógrafa de Quirós, que el ilustre literato

me ha comunicado

sevillano D. Francisco Rodríguez Marín.

—Carm. XLV.

uAcmen Sepíimius, suos amores...»

Acmé y

Septimio.

(i)

Entre sus brazos á su Acmé cara Septimio estrecha, y asi le dice: «Si yo, .\cme mía, no te amo ciego Y hasta la muerte mi amor no es luyo Con la vehemencia que puede el alma,

En

India ardiente vé me sólo, en la Libia, de león fiero Ante las garras devoradoras.» Dice, y Cupido, que antes enojo

Ó

i

la

allá

*»-

Mostrara, ahora contento aplaude.

Acmé amorosa Y Varias han sido

de su

amado

la

fren'e inclina,

los ojos ebrios

las tentativas que se han hecho para introducir en nuestra métrica parte combinaciones de la métrica latina, y en mi concepto con éxito bien escaso las más de las veces. D. Juan Gualberto González Intentó traducir en versos asclepiadeus los de la oda primera de Horacio. Consta este verso, como es sabido, de cuatro pies y una cesura larga, en esta disposición: espondeo, dáctilo, cesura y dos dáctilos, total doce sílabas. Pues en la tra(i)

de

las infinitas

— BIBLIOTECA DE

»30

).A

KEYISTA DE

AíiClI., BIBL. V

MLS.

Con sus purpúreos labios besando: «Septímio mío— dicele tierna, Mi bien, mi vida: luego divino, Harto mas férvido que el que a tí eaciéndete, Mi ser penetra y en él abrasa. Amor tan sólo sea nuestro Xúmen.v Dice, y Cupido, que antes enojo Mostrara, ahora contento aplaude. De entonce unidos por dulces la¿os Que el dios estrecha, dichosos viven. Septímio su .Vcme prefiere tierno A los tesoros anglos y sirios; Y en su Septimio líel Acmé cifra Sus goces todos y su ventura. ¿Quién más teliccs amantes viera? ¿Quién tan propicia vio nunca á A'enus?

Traducción inédita y autógrafa.

XXVIII. Baquero Almansa (D. Andrés).-— i 887.

— Carm.

XIX.

(.tfíimc

ego, juvenes, locum.\>

SI Dios de los huertos. Yo, aunque de seca encina Por rústico cuchillo mal tallada, Este lugar, oh jóvenes, defiendo, Y esa choza vecina

ducción del Sr. González, que como traducción es por cierto primorosa y de un sabor clásico de veras, hay gran número de versos de once sílabas, y varios que, como éste, no tienen más que die^: Labra contento, no serán parte. Y siendo asi, ¿como es que se leen con gusto y nuestros oídos perciben su especial armonía? L» razón es porque esos versos no son tales asclepiadeos, ni son plantas exóticas en tierra de España, sino que, por el contrario, son ñores de nuestro Parnaso, españolas de pura rara. Eáos que se creyeron asclepiadeos salieron del torno versos pentasílabos castellanos primorosamente labrados. Escríbanse á dos por renglón los pentasílabos en que Moratín vertió á nuestra lengua la oda vigésima segunda del libro I de Horacio, y resultarán unos pintiparados asclepiadeos por el estilo de los del traductor arriba mencionado y de los faleucos de que se hablará luego: El que inocente la vida pasa No necesita morisca lanza, etc.

Pues hágase

lo

contrario con ios asclepiadeos del Sr. Goazále^;, y obtendremos unos primorosos

ptntasilabos:

Mecenas ínclito De antiguos reyes Clara prosapia.

Oh mi

refugio, etc.

Hace años traduje yo en versos /a/eucos, que son los del original, la primorost cortposicióe de Catulo señalada en las ediciones con el número XLV. Guardé mi traducción y no recuerdo en este momento por qué circunstancias llegué á notar más tarde que mis faleucos no eran tales carneros, y que la musa de la métrica (si es que hay tal musa) se había divertido aoberaaamente conmigo, y aplicádome acaso el urceus exit del poeta. .Vquelk'S versos, que son los que aquí se publican, eran pentasílabos libres, ni más ni menos. Al incluirlos en el presente tomo, séame permitido decir que habiendo adquirido carta de naturaleza entre nosotros el verso endecasí-

como suelen llamarle algunos preceptistas sin que la razón se rae alcanctj bien pudieran adquirirla también las demás, y entre ellos nuestro pentasílabo, aunque por la autoridad competente se ordenase que se escribieran siempre dos i dos. (Sota del Sr. Qíiirótdé labo, libre ó blanco,

los Bh3s.)

bibliografía hispano LATrN.i CLÁSICA

35i

Con techo Yo

tengo en

auditorio este año, iSyS, discípulos

el

que han oydo Philoso-

Theología, otros son bisognos en Rhetórica, y todos gustan

phía. otro3

del

arromaníjar moderno que vsamos en César....

Exeiaplo. »Llega

Sábbado, día de repetition y disputas, están

el

de guerra, repartidos en Veülcs, Fereniarii, lites

son

los

que ha poco

ticos. Triarii,

et

que vinieron

tiépo

Triarii. al

I,

discípulos á uso

los

os que llamamos Ve-

ya plá-

auditorio. Fereniarii,

son los soldados viejos, que en Rhetórica y todo se señalan....

»Repite cada uno una lición, y levanta se su aduersario á corregirle.

»Acabada, desafian

se á

construyrla en

latín,

'

poniendo una pluma, ó un

dinero de apuestas.

»Bueluen después

á desaliarse, quién la dirá

»Después en

sobre

»Hecho

latin

dilatando con copia renim

et

verborum.

los libros, pidoles clausulas,

puesto premio.

(Pone un ejemplo de un método, haciendo intervenir en cípulo D. Bernardo Augustin rios,

Comendador de Malta, uno

que cuenta un ejemplo de

»En

fin,

esta carga,

experiencia

pues

ni

por

muy

confunden. Tengo buen

al

qual leyéndole yo de 5

las

que

testigo al

á su dis-

de los Tria-

ios discípulos tienen

por otra desmayan,

mañana

él

guerras de Flandes.)

cierta tengo

ella, ni

se

margen «á

la letra.

preguntan sobre algunos passos escuros.

esto, piden, ó

^Cerrando

la letra

mejor enRomance sobre

muy

la lición

ni

fuerfas para

con estas curiosidades

lUustre Señor don Francisco Ribera,

de Griego de Sophocles en Palacio

(al

de Marzo, año i568»), dixe: :>.

empezar

el

Príncipe su labor sobre los

mentarios. La fecha en que cesó de oir los Comentarios consta en

el fol. 83: «/).

(.(P/¡ilippiis III,

De Bello

Co-

Gallico

Laurentii, an. i5gi, 4Jullii. yEtatis i4ann.

D. y. Principis.^ Al

fin del tercer libro

nota: aDeo

aiitore,

De

Bello Civili, (pag. i58) hallamos esta otra

Princeps Philippiis audivit omnes libros Comenta-

rioriim Caesaris, et liuic ultimo

extrenim manum posuit. 12 Mart,

A. i592)^.

De •

educación literaria de Felipe

la

Ilí.

encomendada

rección de D. García de Loaysa, hablaremos en

la

á la sabia di-

parte biográfica del

presente Diccionario.

Algunos otros vestigios de

ella

quedan en

las glosas

de

traducción. Pág. 29 le2mos: ('Toleti 2g Julii complevimus

la

lib.

presente

D. Tliom,

de Regimine Principum».

XLL — «A ganie

la

Alfraxca Y Castillote

esta

misma

(la

(D. Juan de).

— 1782.

de Diego López de Toledo) avenlajará en

nueva traducción que de César nos prepara

el

lo terso

y

ele-

Rector de este Colegio

de S. Ciérneme (de Bolonia) D. Juan de Alfranca y Caslillole, sujeto no sólo ha-

EIBI.IOGBAKIA HISPANO -LATINA CLASICA bilísimo en

435

Derecho romano y público, sino también muy práctico en los De su mismo estudio nos saldrá también una nueva edición

el

escritores latinos.

del celebérrimo iNebrija,

Así

el

P.

Baleares,

deseada de todos.-»

Bartolomé Pon en su Specimen, apud Bovér, Escritores

II,

pág. 143.

Valbuena (D. Manuel).

XLII.

—Los

muy

Cayo

comentarios de

— 1789.

Julio César, traducidos en castellano

por Don Manuel de Valbuena, catedrático de poética

Real Seminario de Nobles de

esta

corte.

y

De orden

retórica del

superior.

Ma-

drid, lySg, Imprenta Real.

Dos tomos El

8.*'

César y con un

~{-

566 págs. y va ilustrado con

mapa de

mapa

lleva otro

¡r.ayor.

xxiv

i.° tiene

la

«La traducción nos parece

la

busto de Julio

el

de

+

iv

450 páginas

hecha con mucha propiedad y exactitud, y que va puesto al pie de ella, hacién-

texto latino la

belleza de la impresión, y los adornos

del busto de César, y dos mapas,

uno de

que

la

las Galias,

España, según estaban divididas en tiempo del mismo César. Esta

obra está dedicada se

estar

al

m¿s recomendable

acompañan de una lámina y otro de

2."

de la Francia antigua.

corresponde perfectamente dolo todavía

España antigua. El

al

Excmo.

Sr.

Conde de Floridablanca,

á

cuya magnificencia

debe en mucha parte al adorno de esta edición.

y>Memorial Literario, Abril de

Aunque no

se

puede negar

Valbuena que en

esta parte

humanista, tiene

el

cos

modernos

I789v>.

la fidelidad

gramatical de

la

defecto de haber sustituido los

á los antiguos,

lo cual

que implica gravísimos errores en

nombres

no sólo adultera

á'.zi el

gún

los traductores

erudito general

118),

ni se asesoraron de al-

de dar sus versiones á la estampa,

Cayo

.

Julio César, traducidos en castellano

por Don Manuel de Valbuena, Catedrático de Retórica de Estudios

de esia corte

el

como de

que en cada página de-

XLIII. Valbuena fD. Manuel de).— 1798.

— Los comentarios de

él

Ximénez de Sandoval (Gue-

que no eran militares

oficial instruido antes

sino

correspondencias. Además,

las

rras de África en la antigüedad, pág.

muestran

geográfi-

el texto,

traductor no tenía conocimientos militares, y tanto de

Goya y Muniain,

versión de

corresponde á su bien sentado crédito de

y

del número de la Real

los

Reales

Academia Español

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL.

^35-

Segunda

Y:

Con superior permiso. Madrid en

edición.

MUS. la

Imprenta Real,

por D. Pedro Julián Pereyra, impresor de Cámara de S. M. Año

MDCCXCVIII

de -

calle de

Tomo Tomo ris

(1798). Se hallará en casa de D. Antonio Baylo,

las Carretas. 8.°

i.Vxx -h 41 II.

1

págs.

525 págs. con dos

mapas (Hispania

vetus

ad

Julii Caesa-

Commentaria, auctore Joanne a Cruce, Catholici Hispaniarum Re-

M.DCC.LXXXVIII. —

gís Geographo, é Regia Artium Academia.

Gallia Vetus ad Julii Caesariis Commentaria auctore Joanne a Cruce 1777)-

Al principio

el

busto de Julio César, dibujo de Carnicero, grabado

dé Carmona, 1786.

Texto castellano en

la

parte superior de

página, y latino en

la

la

inferior.

Prólogo del traductor. •

*

..••» «,jDe

ser para

qué importancia deberá

Lipsio,

que reprehende

dad en

estilo,

los inteligentes la (crítica) de Justo

á César de frialdad, de baxeza, de desunión, de obscuri-

aun de

y

con

decir pocas cosas en gran

número de palabras?

César,

finísimo cortesano, cultivado con todo género de bellas letras y doctrina, dotado

de una facilidad admirable y de una delicadeza exquisita en explicar sus conceptos; César,

cuya elegancia y gala en sus comentarios

rón por exemplar para

encuentra entre

la

le

si

quien deba ceder en

la

de

la

las palabras; es criticado

por modelo de su

no cayera en

estilo

Cice-

los

oradores que no tuvie-

eloqüencia, merecía ser preferido á César; que

había alguno más agudo y freqüente en

nado en

mismo

eloqüencia, y en cart^ á

la

pregunta con admiración, quál de

ron otra profesión que

el

imitación; de quien dice, escribiendo á Bruto, que no

los oradores, á

Cornelio Nepote

propone

se

las sentencias ó

de Justo Lipsio, que

en lugar de censurar

lo

se

si

que no

le

los defectos tan notables de su afectación,

más le

elegante y ador-

hubiera propuesto

era posible alcanzar,

de su anhelo por las

sentencias y conceptos buscados de propósito, de su falta continua de fluidez y

naturalidad, y de su giro cortado en pequeños miembros, enteramente opuesto al

genio de

la

lengua latina, y á

«Supuesta, pues, ria y

de su

estilo;

la

la sencillez

de sus

más

clásicos autores. *.»•

excelencia de esta obra, en general, respecto de su mate-

no quisiera que entendiesen

los

que

la

leyeren de nuevo-, que

sólo se reduce á varias expediciones militares escritas con elegancia: este es

todo de

la

obra; pero la lectura seria de ella

chas utilidades. Hallará

el

lector atento

les

descubrirá y enseñará otras

el

mu-

una descripción muy propia y adequa-

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINAeLÁSICA

í

da de

las tierras y

costumbres de

1^:]



franceses, de los ingleses y ale-

los aniiguos

manes, de los africanos, de los españoles y otras gentes q\ie César ó sujetó del todo, ó hizo tributarias de su república; conocerá los caracteres nacionales, su

estado de cultura ó barbarie, las producciones de sus países,

de

la justicia

mercio; todo

y de lo

la

qual

le

moverá

comparar

á

genio y carácter de una nación es

por

más que «Pero

la

la ilustración

costumbres de

las

se

guerra de

los

y

los

Aulo

comúnmente

Hircio, y los

más

lo

más

á Hircio, y

el

la

que Pansa fué compañero de Hir-

guerra de España, unos

Con razón

á otro autor desconocido.

d^ cultura en

falta

mal unidas entre

y contadas con



serie de la

narración de

mano más

diestra; bien

en

las

el estilo,

las

es

mucha

obscuridad.

aplican á

no poca

se advierte

causas de

ni

le

desconocido su autor,

las cosas,

y éstas

En quanto

al estilo y guerras de Alexandría y África se descubre otra

que en

causas y razones de

razones

sin

la

guerras de Alexandría y África se

las

de

los siete libros de

El libro octavo de

algunos han llamado también

á quien

cierto,

civil.

pues además de estar falto y deteriorado en muchas partes,

dureza y

el

y constante,

hagan tomar nueva forma á

guerra

la

Hircio,

consulado. Los dos liaros de

el

cómo

observar

misma uniforme

comentarios de César son

y los tres de

las Calías,

las Calías es de

atribuyen

administración

hombres...»

Pansa, y otros dicen, y parece cio en

los tiempos, y á

naturaleza

la

industria varíen y

la

ha de advertir que

conquista de

la

hacienda, su milicia, sus m.agistrados, su religión, su co-

las

los juicios

que hace

empresas hallará

notables, y sobre todo echará de

menos

la

el

el

autor de algunos sucesos,

lector discreto algunas faltas

concisión y claridad de César.»

«Esta misma obra, traducida en castellano por F. Diego López de Toledo.

Comendador de

Castilnovo, del Orden de Alcántara, ha sido impresa quatro

veces: la primera en folio, en Toledo, por Maestre Pedro

en 1498, dedicada

segunda vez en Alcalá por Miguel de Eguía, en imprimió en París en octavo, en 1649, y

Alonso

Martín, en 1621.

del traductor, y

por

las

la

1

529, en folio.

la

se advierten en las ediciones,

bras.

La

Publicóse

tercera vez se la

viuda de

nombre

las ediciones el

ponderaciones que hicieron los editores de

lo

mucho que

traducción, y también por algunas variaciones

han creído algunos que había más que uniátra-

ducción de esta obra; pero cotejándolas con cuidado,

ha sido único y

La

quarta en Madrid por

Por no haberse puesto en todas

habían corregido y enmendado

que

Hagémbach, alemán,

Príncipe D. Juan, hijo de los Reyes Católicos.

al

solo, y la traducción

se

observa que eltraductor

una misma con pocas

alteraciones de pala-

opinión de D, Nicolás Antonio, que sólo había visto las dos ediciones de

Alcalá y de Madrid, y en

la

primera no hallóel nombre del traductor,por

lo

qual

creyO eran distintas traducciones, ha contribuido no poco á que.se extendiese esta equivocación. El juicio

ducción, que su

mismo

que

los inteligentes

han hecho siempre de

autor dice haber concluido á los diez y

siete

esta tra-

^ños de su

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE APCH.,

438

edad, es poco ventajoso; para m! tiene

la

BIBL. Y MUS.

disculpa de hab:r sido

el

primero y

la

de sus pocos años.»

«Por conclusión de

no puedo menos de recomendar

este prólogo

sos la edición hecha en Montargis

el

año pasado de lySó por

Crissé, bien

conocido por otras obras, que á

lentes notas

históricas, críticas

algunos de nuestros militares

la

á los curio-

Conde Turpin de

traducción deWailly añadió exce-

y militares, las quales

literatos,

el

pueden

servir de

exemplo

para ilustrar dignamente una buena tra-

ducción castellana de estos Comentarios. Acompañan á esta edición, primera,

una lámina

del

busto de César y dos mapas, uno de

España, según estaban divididas en tieinpode Julio César;

esmero y prolixidad con que

muy

den menos de ser

cuidado que

me ha

han hecho y por

canzan mis cortas

II.

el

quales obras por

el

crédito de sus autores, no pue-

el

á la traducción, habiéndola vuelto á

facultades...,

Contiene

Los

los

conservando en

la

examinar con todo

traducción los pensamientos

pureza y propiedad de

ocho

libros de la

el

de la guerra de España,

la

lengua castellana.»

guerra de Francia.

tres libros de la guerra civil, el

xandn'a por Aulo Hircio, y

á la

sido posible, he corregido algunas cosas, he rectificado

del original, sin perder de vista la I.

como

Gallas y otro de

obra he procurado toda aquella exactitud y claridad á que al-

otras, y en toda la

Tomo Lomo

las

las

apreciables á todos los que enrienden de estas materias.

Últimamente, en quanto el

se

á

de

la

guerra de Ale-

de la guerra de África, del

comunmente

mismo

atribuido á Hircio,

Hircio;

aunque

sea de incierto autor.

Van que

se

al fin

de todo un índice de

los pueblos, ciudades, rios, &.*,

de

hace mención en los comentarios de César: y un índice de los pue-

montes

blos, ciudades, lugares, islas, cabos,

y ríos

que contiene

el

mapa

de la España antigua.

XLIV. Valbuena

(D. Manuel

de).— 1854.

Los Comentarios de C. Julio César (Los

Guerra

de las Gallas, escritos

por César,

el

siete

primeros libros de la

octavo escrito

por

írlircio

su lugarteniente; los tres primeros de la Guerra Civil que escribió César,

pof

y

los

de las Guerras de Alejandría, África

y España

mayor parte

colección titulada:

escritos

ííircio).

Ocupa

la

Los fíéroes

y

las

del tercer

volumen de

la

Maravillas del Mundo. Dios, la Tierra

Hombres. Anales del mundo desde

los

y

los

tiempos bíblicos hasta nuestros

días. Origen, formación, conquistas, revoluciones, guerras

ción de todos los imperios, reinos, naciones, repúblicas

y

y

civiliza-

estados que

BIBLIOGRAFÍA HISPANO LATINA CLASICA

han existido en pletado

el

decurso de los tiempos. Dispuesto, ordenado

el

cuerpo general de la obra hasta

Mora

Dr. D. Diego de

-{.SQ

y com-

día en que termine por el

el

y Casarusa. Revisada la parte religiosa por

D. José Sayol, Pbro. Barcelona; imprenta del (^Plus Ultra^^, á cargo de Luis Tasso, i854-i856. Esta compilación de librería consta de ocho tomos en El

con

la

I

contiene

el

4."

grande.

Discurso de Bossuet sobre la Historia Universal,

continuación del

mismo

Bossuet:

el

Arte de comprobar las fe-

chas de los Benedictinos (sólo una parte), y todas las obras históricas de

Flavio Josefo, con

En

el II

el

calendario judaico y la cronología.

además de

las

traducciones de Quinto Curcio y Salustio,

que citamos en sus lugares respectivos, hay breves historias de

Reyes de Egipto, Fenicia,

extensas de Grecia y

Los tomos IV

mundo: origen los

Siria, Babilonia, Asiría,

Persia, de

Roma, con

el

más

calendario y la cronología.

á Vil contienen Cronologías de todos los estados del

é historia

de las leyes, artes, ciencias

y sus progresos

en

pueblos antiguos.

En

el

tomo VIII terminan'estas

pendio de Historia Natural con de

Media y

de la Armenia, del Ponto, de Pérgamo, &. y otras

los Partos

los

los seres

tico

de la creación,

y

cronologías, y viene luego un

el título

una Tabla general

de las cosas más notables de toda

La traducción de

de Pintura

y

fiel

com-

del hombre

y

repertorio alfabé-

la obra.

Julio César es la de

Valbuena, aunque no

se

ex-

presa su nombre.

Valiéndose de esta compilación, transcribe

el

Sr. D. Francisco Ba-

rado (Literatura Militar Española, Barcelona, i8go). dos trozos relativos al sitio de Alesia (Guerra de las Gallas, lib. Vil) y el de la victoria sobre

Pompeyo en

Larísa ¡Guerra Civil,

XLV. GoYA

Y MuNiAiN (D. José).

(Anteportada.)

Cayo

y

— 1798.

Julio Cesar en castellano.

(Portada.) Los Comentarios de

D. Joseph Goya

III).

Cayo

Julio Cesar, traducidos por

Muniain.

Medalla de Julio César con

el

lema Clarus Anchisae Venerisque

sanguis (dibujo de Bon. Salesa, grabado de P. Fontana).

De Orden

superior.

Madrid

Por Don Pedro M. Año de lygS.

en la Imprenta Real.

Julián Pereyra, Impresor de Cámara de S.

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE AKCH., BIBL. Y MUS.

440 •Dos

tomos

4.°

Hermosa

grande.

edición: iiay ejemplares en gran

papel. El que poseo lleva la siguiente nota:

«Este ejemplar embió

el

traductor á su casa nativa en Azanza, valle de

Goñi, obispado de Pamplona en

Tomo 438

el

reino de Navarra

primero, tres hojas sin

LXI

foliar,

año de 1798.»

páginas de Prólogo y

de texto (latino y castellano en páginas alternadas) y Notas.

Tomo

segundo. VIII

319 págs.

-i-

El tomo primero contiene de las Galias,

segundo

el

los siete libros auténticos

de

los tres

la

Guerra

civil,

de

la

Guerra

precedidos de un

suplemento d los Comentarios de Cayo Julio César, entresacado

y

traducido en castellano de la vida del mismo César escrita en latín

por Cayo Suetonio Tranquilo, y en griego por Plutarco

el

de Che-

ranea, y seguidos de las seis cartas de Julio César á Opio y Cornelio, á Quinto Pedio y á Cicerón. El libro octavo de la lias,

y

los

comentarios de

la

guerra de Alejandría, de la

África, y de la de España se excluyen por

Dedicatoria

al

Guerra de

no

las

Ga-

guerra de

ser de Julio César.

rey (Carlos IV).

«Los Comentarios de César que traduge en castellano, siendo criado de V. Magestad en te

D. Gabriel

Real Biblioteca, los presenté y dediqué entonces

la

Hermano

de V, Magestad.

que llevado de su genial amor

á todo

No

al Sr.

Infan-

solo se dignó S. A. de leerlos, sino

género de literatura, en que descolló tan

universalmente, los quiso honrar imprimiéndolos con hermosura y magnificencia igual á la de

Real

Alumno

su

mismo

Salustio Español. Pero la temprana muerte de aquel

y Patrono de

las Letras,

harto llorada de los Literatos Españoles,

previno los nobles deseos de S. A. y dejó truncadas sus bien fundadas esperanzas.

»Aora que después de tantos años,

salen á luz impresos y adornados con

varias láminas de orden y á espensas de V, frente su

Augusto Nombre...

&

Magestad, pretenden llevar á

la

&.»

Prólogo. Es una disertación juiciosa y erudita, pero en estilo harto

amanerado y pedantesco, sobre las excelencias de la lengua castellana, y la especial aptitud que posee para que en ella se trasladen con elegancia y viveza

los

primores de

los clásicos antiguos.

«Ni dudaré decir que entre sus hermanas es se parece á

su antigua madre, y

la

que

la

retrata

lengua castellana

mejor en

si

las

la

que rnás

perfecciones

de ella.»

Cita los testimonios de Amelot de la Houssaye y del abate Pluche,

ya alegados antes por

el

Infante D. Gabriel.

bibliografía HlSPANü-LATINA CLASICA »Julián Goselini, erudito Italiano, que ñoreció en

-44I

siglo decimosesto,

el

mal

impresionado contraía lengua Española, manifestó amigableniente su senti-

-

miento

.

¡á

D. Juan Sedeño, Caballero Español: y habiendo sido desengañado por

éste, el Goselini le escribió

:,

de esta manera:

de haber provocado á V. S.

pagado de sus razones; y

si

pues

«Muy

magnífico Señor: no

se defiende V. S.

valieron mis dudas para despertar su valor, no

nos ha valido su respuesta para hacerme aprender á mí lengua:

la

me

pesa

con tanta valentía, Quedo

me-

que no sabía de su

lo

qual digna es por cierto de ser sabida: tan copiosa se muestra y tan

capaz de cualquiera pensamiento, especialmente en

la

Señor Se-

plurtja del

deño»...

Adulatorio elogio del Infante D, Gabriel: «Y cuando no hubiese más argu-

mentos de

esta verdad, sería bastante

Pues quién no ve

,

el

Salustio Español

no gomo quiera retratada

allí,

muy

al

también ataviada con arreos de perfección, en que

na, sino

para evidenciarla.

vivo á

madre ancia-

la

la hija

adulta

la so-

brepuja.''...

«Pagado^ pues, yo de razones de tan grande autoridad, y animado con

el

Real y esclarecido ejemplo de S. A. en su tradiicción reciente del Salustio, de-

terminé de hacer prueba y ver

.

un César en

dría dar le

si

para uso de

Castellano, que al

la

Noble Juventud Española po-

Romano

se le pareciese

mos

después,

^Y

de Diego López de Toledo).

al

posible; después de metido en

enseñado ya por experiencia, persona de

mis respetos

mano

tando

la

(i)

.

empeño, toqué con

el

me

no

la

República de

enteramente de

á César para

uso de

dos estados podemos á ésta considerar:

el

más

el

ingenio con

seria y estable,

uno y

las el

como

proponían

la dificultad,

De

suerte

y

que

y digna.de todos

el

la

lo

comenzado»...

Noble juventud española, en

la

otro, las

unos como

á

la

costumbre

cultura y ejercicio de los talen-

quando templado ya y sazoemprende carrera

Bellas letras,

los otros

Empleo

podrá

el

militar.

En

César Español

gran provecho...

rán en Césaj practicado

En nota

Humanidades;

sabor delicioso de

así á los

»Los que inclinados

.

Loewe-Hartel, 242.

-T.

Códice en

mayor, de Sg folios, letra de fin del sidiálogos de oratore, y de partitione oratoria. Perteneció á D. Diego de Mendoza, cuya firma lleva. íí.

glo XIV.

1

3.

Contiene

4.°

los

Loewe-Hartel, 244.

LXL -T.

20. Códice florentino del siglo xv, con miniaturas, en folio, io3 hojas. Contiene los tres diálogos de oratore. II.

Loewe-Hartel, 246.

LXIL



T. W. 21. Ms. en 4.° mayor, de 221 folios, formado por la reunión de otros dos. El primero es una copia de las Epistolae ad familiares de letra del siglo xv (acaba bruscamente en el folio 149, quedando incompleta una de las cartas á Tirón). El segundo es un Suetonio que lleva la techa de iSyS.

Loewe-Hartel, 246.

LXIII.

-T. ÍIL 3. Códice en folio de 217 hojas. Con la firma de Don Diego de Mendoza. Está formado por la reunión de dos mss. diversos El segundo, escrito parte en pergamino, parte en papel, de 1

y

letra del

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ABCH., BIBL. Y MUS.

502

siglo XV, contiene las

cuatro Catilinarias,

Salustio contra Cicerón

las invectivas apócrifas

y Cicerón contra Salustio, y

de

oración /ro

la

Marco Marcello. Loewe-Hartel. 247.

— T.

III.

Ms. en

5.

1

oraciones pro

8.°

mayor

del siglo xv, 160 folios. Contiene las

Pompeio (de lege Manilia). pro Ligario, pro Milone,

pro Deiotaro, algunas de

las epístolas familiares,

y

el

diálogo de ami-

citia.

Loewe-Hartel, 248.

LXIV.

— T.

Códice en

16.

III.

Contiene

las

4."

mayor, de

fines del siglo xv. 149 folios.

Epistolae ad familiares. Consta

«Paulus Bembus

el

nombre

del copista

fecit».

Loewe-Hartel, 248.

— T. Fol.

III.

18.

En

8.°

mayor, 235

Ciceroíiis orator

I.

folios.

ad Brutiim.

Fol. 5o. Ciceronis Brutus.

Fol. 118 V. Tópica. Fol. i3j.

Fol.

1

52.

De fato. Ciceronis

códice, que termina en

Achademicorum

liber.

Esta primera parte del

de letra del siglo xv.

el folio 1(34. es

Lo que

sigue

del XIV.

Fol. 235. Tulii Ciceronis,

ad

Herejiiii rethorica, Explicit Ciceronis

Opus: facundie máxime. Loewe-Hartel, 248.

LXV.

— T.

III.

18.

Códice en

8."

de 137

folios,

procedente de

la

colección

de D. Diego de Mendoza, cuya firma lleva. Consta de dos manuscritos diversos: el primero, del siglo xv, contiene claris oratoribus. El segundo, del siglo la

Retórica á Herennio, hasta

el

folio

mano, algunos tratados de Boecio. Loewe-Hartel, 248.

en 48

xiii, los

folios el diálogo

de

libros de inventione y

i33 v., en que siguen, de otra

BIBLIOGRAFÍA HISP ANO-LATINA CLÁSICA

5o3

LXVI.

— V.

III.

Ms. en

I.

Filípicas, desde la

menor de

folio

i.*

io3 hojas, siglo xv. Contiene las

á la i3.

Loewe-Hartel, 249.

LXVII.

— V.

III. 2.

Códice en

menor, de 266

4."

con miniaturas. Contiene

diálogos

los

folios, letra del siglo

de oratore, y

el

xv,

Oratoi' á

Bruto.

Marci Tullii Ciceronis de Oratore ad Quintum fratrem

Fol. 266.

liber tercius et ultimus feliciter

Quinto lanuarii Anno a nati-

M." CCCC." Quinquagesimo.

uitate domini.

Al

fijiit...

Quirito.

nota de letra del siglo xv: hic liber est archiepiscopi

fin, esta

tarraconensis.

Loewe-Hartel, 249.

LXVIII.

—V.

III. 3.

Ms. en

de i55

folio,

D. Diego de Mendoza en

el

hojas.

primer

Con

folio.

la

firma autógrafa de

Escritura de fines del

si-

principios del xv. Contiene las Epístolas familiares, con

glo XIV ó

gran variedad de glosas, correcciones, variantes y

Loewe-Hartel,

escolios.

2 5o.

LXIX.

—V.

III. 4.

Ms. en

4.^

menor de

glo XIV ó principios del xv. Fol.

I.

Fol. 82.

Cicero de

Con

127 folios. Letra de fines del si-

iniciales de

adorno.

officiis.

Marci Tullii Ciceronis

liber de paradochis (sic).

Fol. 85. Cicero de senectute.

Fol. io3. Cicero de amicitia.

Ocupa

el

resto del

códice

el

tratado de quatuor virtutibus, atri-

buido á Séneca, pero que es de San Martín Dumiense {de formula honestae vitae).

Loewe-Hartel, 25 1.

BIBLIOTECA DE LA PEVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

504

LXX.

— V. folios.

íll.

Códice en

5.

folio

Contiene los diez y

menor,

seis libros

del siglo xv,

con miniaturas. 255

de las epistolae ad familiares.

Loewe-Hartel, 252.

LXXI.

— V. glo

xiii.

III. 6.

Códice en

2,0 hojas.

folio

menor,

Comprende

la

columnas, de

á dos

mayor

fines del

si-

parte de las obras filosóficas

de Cicerón, y algunas de sus oraciones, por este orden: Fol.

ad

I.

Marci

Tiillii líber incipit introciucens

luculhim loquentem

ortetisium. Fol. 21.

De natura deorum.

Fol. 6o.

Tusculanarum quaestionum.

Fol. III. Liber siue explanatio in

De

Fol. 117.

Thimeiim Platonis.

legibus.

bonorum

Fol. i3i. Dejinibus

Fol. 168 V.

De

Fol. 188 V.

De /ato.

et

malorum.

diutíiaiione.

Fol. 192 V. Oratio

pro rege deiotaro

acciisato stiper pdictone.

Fol. 19? V.

Pro marcho marcello de clemencia.

Fol. 197 V.

Pro quinto

Fol. 200. Tullius post

ligarlo.

annum consulatus

catus senatui congratulatur

sui expulsus ab urbe reuo-

sic.

Fol. 201. hicipiunt inuecciones Tullii in catalinam (llama á las cua-

tro Catilinarias «libros»).

Fol 211

V.

Philippicarum liber primus incipit (sólo comprende

las

cuatro primeras Filípicas). Fol. 229.

De fato.

Loewe-Hartel, 253.

LXXII.

— V.

III. 7.

del siglo XV.

Códice en

Contiene

las

D. Diego de Mendoza y

la

hic liber est.

^

folio

menor de 88

hojas, letra de principios^

Tusculanae Quaestiones. Lleva de un poseedor

más

antiguo:

la

firma

de'

Marci Aurelii

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA

—V.

IIÍ. 8.

Códice en

folio

lindas miniaturas. Contiene

el

menor de

5o5

fines del siglo xv,

Orator ad M. Brutum,

con

muy

Brutus y

el

las

Partitiones Oratoriae.

Loewe-Hartel, 253.

LXXIIL —V. do por los

tres

bat:

III. 9.

Manuscrito en papel,

reunión de otros

la

tres.

libros de officits,

del siglo xv, de 227 hojas,

El primero, en 101

esta suscripción: 11:'

primo die

est.

Siguen hasta

códice con

el

Marcit 142 teriores,

Auno

el

in

folio i65, las

niesis augusti. p.

174

v.

hector /ionio fidelis.

celis

Cuestiones Tusculatias, con

nafis. dñi. Millessimo.

el folio

CCCC."

me Andream de los

18." Indctoe.

scTo flor

exemplatus

Tópicos, y termina esta parte del

diálogo de partitione artis rhetorice afinifus

if>.

comprende

con esta suscripción: Qui scripsit scri-

semper cum domino vivat, Vivai

El segundo abarca, hasta

folios,

forma-

El tercer manuscrito, de letra diversa que

pero también del siglo xv, contiene

el

XXX." los

die

dos an-

tratado del antipapa

D. Pedro de Luna, de consolatione vite humane.

Loewe-Hartel, 254.

Í.XXIV.

—V.

ín. 10. Códice en 4." de i52 folios,

formado por

la

reunión de

otros dos. El primero contiene los diálogos de Oratore, con esta nota

Hnal del copista: Die lovis 2 Januar. 142-/ hora 28."

Ego

pa~ domo

lohaes

rentinus not. iudex ordinarias scripsi huno tulium de oratore in

magri gulielmi poita supra ángulo cimiterii heremitaiio padue ad laudem

gliam nois dei ei'que genetricis marie totiusqiie curie íriumphantis. El segundo manuscrito, que es de letra del si'^lo xiv v et

perteneció á D. Diego de Mendoza, es una especie de Centón escolar,

que contiene, entre otras cosas, varias obras auténticas y apócrifas de Ovidio.

LXXV. —V.

III.

II.

Códice en papel, de 203

Contiene

folios, letra

de principios del

dos libros de inventione y la Retórica d Herennio. Parece copiado en Bolonia, según estas palabras con que termina: siglo XV.

los

Bononiae natus natali studet urbe.

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ABCH.,

5o6

BIBL. Y MUS.

LXXVI.

— V.

12.

III.

Códice en

4.*

mayor de 199

principios del

folios,

glo XV, Contiene los diez y seis libros de las epístolas

si-

ad familiares.

Loewe-Hartel, 257.

LXXVII.

— V.

III.

1

3.

Códice en

Es otra copia de ño

las

folio

mismas

menor de

Epístolas.

198 hojas, letra del siglo xv.

El

nombre

del escriba y

del códice consta varias veces: Siluester pisanus genere

rum natus has Tullianas

due-

Palmiero-

epistulas sibi ipsi scripsit.

Loewe-Hartel, 258.

LXXVIII.

— V.

III.

14.

Códice en

4."

mayor de 228

hojas, letra del siglo xiv.

Firma autógrafa de D. Diego de Mendoza en

el

primer

folio.

Contiene

siguientes oraciones: Pro lege Manilia. — Pro Milone. — Pro Piando. — Pro Sylla. — Pro Archia. — Pro Marcello. — Pro Ligarlo. — Pro Deiotaro. — Oratio regraciatiua de eius reuocatione ab exilio. — Oratio purgatiua criminis exilii sui ad populum. — Pro domo — Pro Celio. — Pro Cometió. — Ca7itra Vatinium. — De aruspicum responso.— De provinciis sortie7idis. — Pro duendo. — Pro Quintio.^Pro ludo flaco. — ad milites. — Pro Sextio. — Pro Murena. — ComPro se ad senatum mentarium petitionis consulatus ad Q. fratrem. — Pro Aulo Cecina. — las

et

Pro Sexto Roscio

(esta

última incompleta).

LXXIX.

— V.

III. i5.

escribir en

de

la

Códice en

4."

mayor de 219

Epistolae ad Jamiliares, que aquí,

intitulan

hojas en papel. Acabóse de

Venecia á i5 de Julio de 1468. Contiene

ad Publium Leutulum, por

cartas. Perteneció á D. Diego de

los diez

como en

estar dirigidas

y

seis libros

otros códices, se á él las primeras

Mendoza, cuya firma

lleva según cos-

tumbre de aquel insigne varón. Loewe-Hartel, 258.

LXXX.

—V. ras.

III. 16.

Contiene

Códice en

8."

los tres libros

mayor de 84 de

officiis.

folios, siglo xv,

con miniatu-

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

So/

LXXXI.

— V.

III. 17.

Códice en

4."

de 25o

folios,

en vitela, letra de mediados

del siglo XV. Contiene los tres libros de Oratore, y el

Orator ad M.

Brutum.

LXXXIL

— V.

III.

18.

Códice en

mayor de

8."

126 folios, en vitela, con mi-

niaturas. Contiene los cinco libros de finibm

nombre

bonorum

et

malorum. El

aGherardus Cerastus

del copista se declara al fin:

ciiiis

/loren-

ttnus hunc librum majiu propria scripsit tn ciuitate florentie anuo

domini M.°CCCC'^LXP de mense aprelis

—V. por

la

III.

19.

Códice en

vitela, 4.°

et

de i32

reunión de dos manuscritos diversos:

maij. folios, siglo xv. el

Formado

primero contiene

Re-

la

tórica á Herennio, (hasta el folio 38): el segundo, que tiene la firma de

D. Diego de Mendoza)

Loewe-H artel,

los diálogos

de Oratore.

269.

LXXXIII.

—V.

Códice en

III. 20.

4."

de 2o5 folios, en vitela. Perteneció á

Diego de Mendoza. La primera parte de

este

manuscrito contiene

Epístolas fami lares de Cicerón, que terminan nota:

M.

Tullii Ciceronis EpTarTí líber

scrtpiep me G. A. tratado

al folio

XVI explicit

fado fine XVI Augustt Anni

anónimo de conscribendis

Don las

166 v. con esta

ac tote

(sic)

eple

MCCCCLV. Sigue un

epístolis, letra de fines del siglo xiv.

LXXXIV. —V.

Códice en

III. 21.

8."

mayor de 184

folios,

en vitela, íormado

por la reunión de otros dos. El primero, de letra del siglo xv, contiene los cinco libros de las Cuestiones

Tusculanas. Perteneció á D. Diego de

Mendoza.

LXXXV.

— V. '8.°

IIÍ.

22.

mayor, I23

Otra copia de

hojas.

las

Tusculanas. Siglo xv.

En

vitela,

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

5o8

LXXXVI. ne

Códice del siglo xv, en

V.

III. 23.

las

oraciones juro Pómpelo,

Arcilla, Plantío, prldle reditti

ab exilio, y

253 folios, en vitela. Contie-

8.",

M. Marcelo, Ligarlo, Delotaro, Mllone, quam Iret In exlllum, vi Vatlnlum, pro suo

las Filípicas.

Loewe-Hartel, 260.

LXXXVII. Biblioteca Universitaria de Valiadolid. c^

Fol. 25, V. «Vincentii Blasii Garciae Valenlini Praefatio quarta in orationem pro cello

Hieronymum

ad

Bernal, adolescentem honestissimum, qui

terna morte dolorem hausisset cens, passus

non

Aunque en de la

.Mar-

ex pa-

eo se tamen vinci, prudens adoles-

est.»

portada se anuncian cuatro prefaciones,

la

la Biblioteca

quinta y

máximum,

M.

cum

el fin

Vicente Blas

ejemplar

el

Nacional, único que he visto, está incompleto, faltando de la cuarta.

(ó Blay)

García, fué uno de los ciceronianos

más

entu-

siastas V elefantes de la escuela de \'alencia.

CXI Madrid, 1623.

— M.

T. Ciceronis Oraí iones duodecim

cum

de Amicitia,

libris

et

ad finem Meta-

Senectute, et Paradoxis, et Epistolis aliquot. Addita

phrasis poética in Canticum Canticorum Salonwnis, centuria Epigram-

matiim in Martyres societatis

lesv. Conpendium Rlietoricae. Año Mantuae Carpetanorum. Tvpis Ludovici Sanche-^. 8.°

Cuatro hojas

rón. Los

que son

prls.

más

147 páginas dobles para

el

demás tratatados tienen portada v paginación

muy

1627^.

texto de Cicediversa.

Aun-

curiosos, prescindimos ahora de ellos, porque no tienen

relación con nuestro propósito.

Suma la

del Privilegio

tasa.

(Madrid

21

de Setiembre de

Errata Orationum (firmada por

na, 14 de Octubre de i623j.

In

el Lie.

este

volumen de

letra

Pro Lege Manilia. In L. CatilinaíJi

I. et II.

Pro A. Licinio Archia poeta.

Ad

Quirites post reditum.

Post reditum in senatu.

Pro T.

Anjiio Milone.

Murcia de

la

Gymnasium Matritense Societatis

(dísticos latinos).

Contiene

i623).-Suma de

muy menuda:

Llalesu

BIBLIOGRAFÍA HISPA NO-I. ATINA CI.ÁSICA

543

Pro M. Maree I lo.

Pro

Q. Lt gario.

Pro Rege Deiotaro. Philippica

I.

Philip pica IX.

Cato Maior, vel de Sejiectute. Laelius, vel de Amicitia.

Paradoxa. Epistolae Selectae (son 25 solamente).

En

el

excelente y eruditísimo Catálogo Ratonado de obras AnÓ7iimas

y Seudónimas

de autores de

la

Compañía de Jesús pertenecientes á

antigua Asistencia Española, que ha comenzado á publicar genio de Uriarte, de

este

volumen, que fué

«Lo primero de todo Metaphrasis,

él la

finales),

misma Compañía (Madrid, Rivadeyra,

encontramos descubierto

pág. 417),

nador de

la

la

como que

(dice

el

P.

Centuria y

el

no puede haber duda en que son de

Compendium (comprendidos en

los respectivos títulos aparte

con que

se

Menenio,

P.

é Societate lesv»;

como Orano

el

Societatis. ..•*

aula

la

Montano

es el

Montano

nombre

lati-

la

costumbre,

ni

el

los Paises Bajos.

colección de las Oraciones y demás escritos

comprueba suficientemente con

formarla según

sólo advertir que á nadie tocaba

puede atribuirse á ningún otro con más razón

maestro de retórica, para cuyos alumnos se imprimía; que no parece pro-

bable que quisiera encomendar á otro ción ajena

la

sumario de

una de

lesv, in

grecizado, de que en vez del suyo flamenco, usaba

»Pues, que también sea suya de Cicerón, se

al

76 hojas

encabezan, dicen

y Auihore P. Gerardo

siendo cosa sabida que

Van den Berghe, natural de Menin en

que

las

Hispaniarum Regis primario Eloquentiae protessore» ...«Avtore Gerar-

do Montano Menenio eiusdem

nizado,

1904,

Gerardo Van de Berghe.

P. Uriarte)

el

la

Eu-

verdadero nombre del coleccio-

el

expresamente: «Avthore P. Gerardo Montano Menenio, Societatis Philippi

el P. J.

ellas

ni reservar

para apéndice de una colec-

primera edición de sus obras, cual era

las

la

presente; que por

cuatro partes de que ésta se compone, hay

unos

disticos

que muestran evidentemente

ser de

y que, por Hn, los opúsculos de Cicerón y los del P.

al

tema ó

frente de cada

una misma mano;

Van den Berghe

llevan

delante un privilegio igual en los de ambos.

»Sólo nos resta observar que ha sido de

la

que han ido desapareciendo paso

á

den Berghe para dar lugar á otros de

muy

rara la suerte de esta colección,

paso los apéndices originales del P. Van los

PP. Sidronio de Hossche, Famiano

Strada y Matías Casimiro Sarbiewski, llegando últimamente hasta cambiársele el título

primitivo en

el

de «Silva selectorum Operum. ..>•>,

sin

que

se respetara

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ABCH., BIBL. Y MUS.

544

en los mismos fragmentos de Cicerón nes de

más que

número de

el

doce Oracio-

las

edición primera.»

la

CXII Valladolid, i625.

— M.

T. Ciceronisfacilioresoratiojies.

artificio, seu annotatiiinculis, sensuin

Cum

argumentis. Rhetorico

eariimdem enucleantibus

in Cice-

ronianae eloquentiae studiosorum emolumentum Selecíae. Qiiibus in-

dustnoruin deletis.

mendis

koniiniíin lucubrationibus,

antea irrepsera7it)

fqiiae

índex cuní orationum, tiim verborum, compositioni plurimiim

condiícens. subnexiis esl. Accesseriint denuo oratio

ad Señal um post reditum, impresor, con

el

Va/lisoleti. Apiid

lema

ciim

pro

Coelio, et

Al.

Regia funebri laudatione. (Escudo

Virtiiie diice. comité

Hieronymum Morillo,

Fortuna.)

Cum

del

licentia.

Typographum.

Universitatis.

Anno M.DC.XXV. 8.°

389 págs. y 12 sin foliar con

tentiarum

qiiae compositio7ii

,

et

el

índex rerum. phrasium,

unas Annotationes in primam Ciceronis inveclivam

haud

et

sen-

poíissimu?n historiae deserriiint, y in

L.

Catilinam

inútiles.

Suma

de

la licencia:

«Tiene licencia de

los señores del

Consejo Real

el

Collegio de

la

Compañía

de lesus de \'alladolid, para imprimir por una vez esie libro intitulado Selectas

de Cicerón...

En Madrid,

Orationum

á 3i de

Enero de 1Ó24.»

Suma

de

Tassa.

series.

Lectori humaniores literas profüenti

S...

«Sed quoniam volumen

illud in Hispania ante excusum (alude sin duda á drid, 1623)

la

quibusdam scalere mendis,

el

la

edición de

Ma-

ipsas orationes non ce) la serie,

rectoque ordine collocatas comperi: imo perbreues, perjaciles

et

per-

neccessarias deesse, hac nova edilione pro coi'ona nonnullas addidi elegantiores...»

Las oraciones que comprende son:

Pro

S. Roscio Ameriíio.

Accusatio7iis in C. Verrem, liber

I.

Accusationis in C. Verrem, liber

II.

Pro

lege Manilla.

In L. Catilinam,

I, II,

III et IV.

Pro A. Licinio Archia poeta.

BIBLIOGPAKÍ \ HlSPANc^-LATINA CLASICA

Ad

5^5

Quintes post reditum.

Posi reditum in senatu. In Vatinium.

Pro M.

Caelio.

Pro T. Annio Milone.

Pro M. Marcello. Pro Q. Li gario.

Pro Rege Deiotaro. In M.'Antojiium Philip.

II.

M. Antonium Philip. IX. Termina el volumen con una In

oración fúnebre de

garita de Austria, mujer de Felipe el P.

Pedro de Salas,

S. J.,

la

Reina

Mar-

D.'''

pronunciada en Salamanca por

líí.

que supongo que

sería el colector de estas

selectas:

Laudatio funebris

in iu/eriis, et

honore supremo Margaritae His-

paniarum Reginae Catholici Philippi

ad Academiam.

el

garitae Virgini,

tertii

populum Salmantice?isem:

et

Martyri sacra

est.

dignae conjugis. Habita ea die quae

Diuae Mar-

Per P. Petrum de Salas

So-

é

cietate lesv.

CXIII Barcelona, 1648.

— \L

TvlliiCiceronis officiorum libri tres. Cato Maior, vel de senec-

tute. Laelius, peí

de Amicitia. Paradoxa sex ad

M. Brutum. Somnium

Scipionis, ex libro VI. Ciceronis de República..

(Esta portada es conjetural, porque

el

único ejemplar que he visto de

esta edición, en la Biblioteca Nacional, carece del

Las señas de

la

petisis Sebastiafii á 8."

1

impresión constan en

la

hoja

primer

final:

folio.)

Barcinone.

Ex-

Cormellas Mercatoris. Ajino 1648.

37 págs. dobles

-4-

i3 de

Variae Lect iones, y de Index rerum

et

verborum.

No

lleva

más preliminar que una

carta de Paulo

Manucio

á

Bene-

dicto f•>

quo Ca-

alterum Gruleri pro rerum dislinclione, alle-

pro quadam verborum mensura

margine signatur

videri posset.

et lexici

usu, quae quidem nostris

BIBLIOGRAFÍA HISPA NO-LATINA CLÁSICA

«Eu

Decreto

ao que

me

Principal,

Rei fago saber aos que este Alvará virem, que attendendo

el

Thomaz

representado por D.

foi

56l

de Almeida, do

Primario da Santa Igreja de Lisboa,

e Director

meu Conselho

Geral dos Estudos

que importa animaros mesmos

destes Reinos, e seus Domini:)s, e ao muito,

Estudos pela applicacáo de todos os meios, que podem conduzir para os promover.

E sendo mandado imprimir em

beneficio delles, e das suas necessarias des-

que foráo enunciados ñas Ins-

pezas, todos os Livros classicos, e Diccionarios,

truccóes, que mandei promulgar

em

vinte e oito de

Junho deste presente anno,

para os Professores da Grammatica Latina, Grega, Hebraica,

Sou

todos os Livros,

dos mais, que houver por

e

uso das classes das referidas Linguas,

Eu nao mandar condÍ9áo que

de Rhetorica:

o contrario,

seja,

nenhuma

Ajuda

a ireze

Comprende

para o

em quanto

pessoa de qualquer estado, quaüdade, e

possa imprimir, fazer entrar de fora do Reino, ou vender

de Agosto de mil setecentos

Are/lia Poeta.

bem mandar estampar

Arte de Rhetorica, para que,

e

Dado no Palacio de N. Senhora da

algum, ou alguns dos sobredilos Livros e

cincoenta e nove.»

tomito tres oraciones del género demostrativo (Pro

este

— Post

reditum ad Quirites.

del deliberativo (las dos ia),

e

servido conceder á sobredita Direc^ao Geral o privilegio da impressáo de

— Pi'o

primeras Caíilinarias, y

y seis del judicial (Pro S. Roscio Amerino.

em. — Prooemium

seu Principium

Pro T. Aiinio Milone.

— Pro.

M. la

Pro Lege Manil-

— Divinatio

Primae Acíionis

Q. Ligarlo.

Marcello); tres

in

C.

Verr-

Í7i

Verrem.



— Pro Rege Dejotaro).

CL Madrid, 1796.

— Silva selectorum operum M. duodecim

Tul. Ciceronis, contiriens orationes

selectas: qiiibus accesserunt

itia, et ejiísdem

Tractatus de Senectute, de Amic-

Paradoxa: varia opuscula poética,

datorum Róeseos,

et

in

gratiam candi-

Compendium Rhetoricae P. Cipriani

Mendis expurgata á D. Enrico Cru^ Herrera,

Soarii.

Philosopliiae, ac Sac}--

ae Theologiae in Archigymnasio Ovetetisi auditore, niinc Professore

Humaniorum

litterarum. Matriti:

Anno M.DCC.XCVI. Ex Typo-

graphia D. Josephi Doblado. 8.°

372 págs.

Extraño y abigarrado centón na 293 reproduce dres de la

las

es el de este libro,

que hasta

la

pági-

obras selectas de Cicerón publicadas por los Pa-

Compañía en Madrid,

del P. Sidronio Hoschio sobre las

1623, y prosigue con las once elegías

Lágrimas de San Pedro, un poemita 36

Bmi.iOTECx

5Ó2

or. i.\

Famiano Strada

del P.

nr"viST\ de arch., bibl. y mus.

faci?ius Hispa?ii ducis, una oda del jesuíta po-

laco Matías Casimiro Sarbievio, cuatro composiciones del P. Mercenario Joaquín

Muñatones, profesor en

sipiscentis Peccatoris Elegía.

— In

Authoris.

la

("/^e-

animajji augusiiae, ejusdem

Dominicum judicium, Epopaeja.

inulierem moecham

Glossema super illud Carmen quod h. turbulentus),

L'niversidad Complutense

— Agentts

4.2 legitiü':

Non



erit tristis ñeque

Breve Rethoricae Compendium, del P. Cipriano Suá-

el

y un apéndice con algunas traducciones de Marcial, Ausonio y

^ez,

Alciato, de autor anónimo.

Todo

menos.

está en las anteriores desde la de 1764, por lo

CLI \'alencia, 1797, por los

M.

Hermanos

Tullii Ciceronis Episíolae ad familiares.

Texto latino que acompaña á

món

de Orga.

la

traducción castellana de Pedro Si-

Abril, reimpresa por dichos editores, y corregida en

gares. El original que

usum

comunmente

Delphíjii, reimpresa por

dole con

el del

de

la

muchos edición

luiti

Seminario de Padra en 1763. coteján-

el

Abate Qlivet (Ginebra, 1758). Pero, ademas,

ron en cuenta

las varias lecciones

de Gronovio, de Grevio,

torio,

se siguió fué el

se tuvie-

de Mureto, de Lambino, de Vic-

etc.

Es edición limpia y esmerada

Traduccionesj.

(vid.

CLII 1806.

Texto

latino de las oraciones

Pro

lege Ma?iilia, In Catilinam

I, 11,

Pro Archia poeta, Post reditum ad populum, Post reditum ad senatum. Pro Milo7ie, Pro Aíarcello, Pro Ligarlo, Pro Dejotaro, Philippicae

I,

IX, unido á

la

traducción castellana de D. Rodrigo de Oviedo

(Sancha, 1806).

CLIII 1808.

Texto ción

fie

latino de las

mismas doce oraciones

selectas,

D. Rodrigo de Oviedo (Barcelona, 1808).

con

la

traduc-

BIBLIOGRAFÍA HISPA No-L ATI NA CLASICA

563

CLÍV Madrid, 1816.



Silva,

Selectorum Opevum

M.

T. Ciceronis, coníinens Oratio7ies

diiodecim selectas: quibus accesserimt Tractatus de Senectuíe, de

ejusdem Paradoxa, Varia Opuscula Poética,

itia el

didatorum Poeseos,

gratiam Can-

Compendiiim Rhetoricae P. Cipriani Soarii.

et

Matriti,

MDCCCXVI.

Vulgo de

la

8."

in

Amio

Typis Viduae Placidi Barco Lópe^

in via

Cru^. Superiorum permissii.

376 págs.

Igual contenido que las ediciones de 1788 y 1796.

CLV Sevilla, 1817.

M. te.

T. Ciceronis de OJficiis libri

Laelius, sive de Amicitia.

tres.

Cato Major, vel de Senectu-

Paradoxa Stoicorum $ex. Somnium

Scipionis.

Hispali: apiid 12.°

Bartholomeum M. Caro. Anno 18 ij.

372 págs. Sin prólogo, advertencia ni otro preliminar alguno.

CLVI Madrid, i8r/.

—M.

Tullii Ciceronis epistolarum

omnia recenti hac editione perpolita

ad familiares,

libri

XVI. Quae

sunt, epistolarum aliquot locis

accessiojiefacta. Jiíxía exemplar Amstelodamense. Matriti, 18 ly,

Ty-

pis J. Viana Rajóla.

Pro Rege Dejotaro. Pro M. Mar cello. Philippica IX. In 8.°

M.

Antoniutn.

dos hojas prels. El tomo está dividido en dos partes, con portada,

paginación

é índices diversos.

La primera, en 222

hasta la oración Post reditum in Senatu, inclusive. las restantes oraciones,

en 343 págs.

ves notas en castellano,

como en

de

la

cual esta es copia textual.

la

Todo

ello

págs., comprende La segunda abarca

con argumentos y bre-

edición de Villagarcía de

Campos,

BIBLIOTECA

56i

DF.

LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MIS.

CLVII Madrid. 1818.

— M. is

T. Ciceronis Orationes Selectae argumentis

et notis hispajiic-

illustratae a P. Josepho Petisco é Societate Jesu. hi iisum scholar-

uin

ejusdem Societatis. .\[alriti.

MDCCCXVflI.

T)-pis

Viduae Placidi Barco Lope^.

Superior um permissu. facultas Ordinarii. (Es

dada en Falencia

el 21

la del

Obispo D. Andrés de Bustamante,

de Julio de lySy para la primera edición de es-

tas Selectas del P. Petisco.)

Facultas R. P. Praepositi Provincialis. (Es groño,

de Julio de 1747. para

2

Contiene

la

misma

la del P.

Osorio. en Lo-

edición.)

las oraciones:

Pro Lege Manilla. In

Lucium Catilinam I et

II.

Pro Archa Poeta. Post reditum ad Quirites. Post reditum

in

Senatu.

Pro T. Annio Milone.

Pro

Q. Li gario.

CLVIII Barcelona. 1820.

— M.

Tullii Ciceronis Orationes Selectae Argumentis et Xotis

Hispanicis illusíratae,Pars Prima, Barcinone:

cum Pijerrer Typog. Reg. 8." 8 hoj. prels. v

Es rrían te

la

in

Apud Joannem

38o págs. La segunda parte comienza en

colección del P. José Miguel Petisco, pero

malos vientos para

(pág. 418)

menciona

los jesuítas, se

otras

Francis-

Platea Angeli. 1820. la

como en

pág.

i(35.

1820 co-

omitió su nombre. El P. Uriar-

dos reimpresiones barcelonesas, una

de iH2¿ y otra sin fecha.

CLIX Barcelona, sin año (hacia 1820).

— M.

T. Ciceronis Dialogi de Senectute et Amicitia,

Summariis

et

Notis Hispatiicis illustrati, Barcinone, apud Joannem Franciscum Piferrer.

Typographum

Regis.

BIBLIOGRAFÍA HiSPA NO-LATINA CLÁSICA

Tres hojas prels

8."

Es reproducción de tas del P. Isla,

565

sin foliar y 218 págs.

de Villagarcía, 1760, con los sumarios y no-

la

cuyo nombre

omitió en odio á los jesuítas.

se

CLX Barcelona, Sin año (\Ji820?).

— Cartas: de Cicerón escogidas, distribuidas en sus ciases, con breves Argumentos y Notas en Castellano. Por D. Rodrigo de Oviedo, Catliedratico de Biiena-Versión y Propiedad Latina en los Reales Estudios de

Madrid. Para

de

el uso

aumentada de una colección de Frases rón para

el uso

Por Juan francisco Piferrer, Impresor del Rey N.

7ia.

Ocho

8.**

Juan

fin

facilitar el

lector:

de poner estas Notas y Argumentos á

adelantamiento á

en un asunto nada claro

no en Latín, porque ellos.

S. Véndese en

Sellent.

hojas prels. sin foliar y 210 págs.

Prólogo al «El

y

selectas de las obras de Cice-

de las clases de Barcelona. Con licencia, en Barcelo-

su Librería, AdmÍ7iistrada por

Algunas notas

si

los niños,

como

las

Cartas de Cicerón ha sido

muy

cuyas luces son

es el de las cartas.

escasas para entrar

Pusiéronse en Castellano, y

sirven para darles luz deben estar en Idioma conocido de

se omitieron para dexarles algo en

miento. Pareció necesario poner la

Tercera edición corregida

ellos.

la

inteligencia así de estas Obras,

ben principalmente exercitarse

como

los

que trabajar

Vida de Cicerón, porque dá

el

mucha

entendiluz para

de las demás de este Autor, en que de-

que han de

ser Latinos; y he

dexado algunas

Carlas, porque bastan estas para imponerse los niños en todas. Las he distri-

que pasando sucesivamente

niños las de cada

buido en varias clases,

par^a

una, formen idea de

que pide y requiere, y puedan, cuando

cribir

lo

con acierto una Carta. No pretendo hacer mérito de

más me ha dado que hacer hay

los

escrito sobre el asunto,

el

discurrir lo

que

lo

se les ofrezca, es-

esta obrita, en

que había de dexar de

lo

que

mucho que

que había de añadir.»

Vida de Marco Tulio Cicerón. Las cartas selectas que

se

reproducen en

este

tomito son yS, distri-

buidas en siete libros, según su género: cartas de recomendación, narratorias

y

anunciatorias. exhortatorias, petitorias, gratulatorias

de acción de gracias, conso latorias executori as ,

Ocupan

la

y de

y

dijerentes asuntos.

mitad del volumen (págs. ii3-2io). Elegantes formulae

ex Ciceronis Operibus Selectae.

.

BIBLIOTECA DE

566

I,

A REVISTA UE ARCH., BIBL. Y MUS.

CLXI Barcelona, 1821.

— Cartas de Cicerón con breves argumentos y notas. Por D. y y Marti, Pla^a

go de Oviedo. Cuarta edición corregida la

imprenta de Valero Sierra

Ocho

8.°

hojas prels.

-|-

Va aumentada con una

Rodri-

aumentada. Barcelona, en de San Jaime. Afio 1821

2iopágs.

colección de Elegantes formulae ex Cicero-

nis operibus 5e/ecííie (desde la pág. 11 3).

CLXII Madrid, 1826.

— M. Quae

Tulla Ciceronis Epistolarum ad Familiares, Libri XVI.

o?nnia recenti hac editione perpolita sunt, Epistolarum aliquot

locis

accessione Jacta:

MDCCCXXVI.

Juxta

exemplar Amstelodamense. Matriti,

Typis viduae Placidi Barco Lope^. Superiorum per-

missu. 8.° 592 págs.

Sin ningún prólogo ni advertencia que permita inferir cuál de las

Amsterdam

ediciones de

es la

que sirvió de base para

esta.

CLXIII Figueras, 1827.

— Cartas de Cicerón con breves argumentos y notas. Por D. Rodrigo de Oviedo. Quinta edición corregida

y aumentada. Con licencia. Fiy librero, calle de Gerona,

gueras, por Antonio Matas, impresor

año 182J. 8.°

Ocho

hojas prels.

Tiene, sobre de

la pág.

1

1

i)

-f-

202 págs.

las ediciones anteriores, la ventaja

de llevar

al fin (des-

una colección de Elegantes Jormulae ex Ciceronis oper-

ibtis selectae.

CLXIV Madrid, 1829.

— M.

T. Ciceronis

cis illustratae

Oraliones

Selectae arguméntis, et nótis hispani-

a P. Josepho Petisco,

é

Sóciétafe Jésu. In usúrii scTiÓTar-

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

um ejusdem

Societatis.

Matriti,

MDCCCXXIX.

Viana Raimóla. Superiorum perrnissu. 8.»

Dos

hojas prels., 35o págs. y

Reimpresión exacta de

la

Cf¿

Typis Juliani a

una hoja

sin foliar de índice de Villagarc.'a, cuyas licencias conserva.

CLXV Madrid, i83o.

-M.

Tulla Ciceronis epistolarum ad Jamiliares,

omnia recenti hac editione perpolita

libri

XVI

juxta exemplar Amstelodamense. Matriti, i83o. Typis

ía,

Quae

sunt, aliquot ¿ocis accesione facJ.

Rajóla.

Viana

CLXVI 1834.

-Silva selectorum operum M. T. Ciceronis continens orationes

duodeam

selectas:

quibus accesserunt tractatus de senectute, de amicitejusdem Paradoxa. Varia opuscula poética in gratiam Candidatorum poeseos, et Compendium Rhetoricae P. Cipriani Soarii. Matriti, 1834, typis J. de Viana Raimóla. la

et

CLXVII Cádiz,

1 841, imprenta de la Revista Médica. -—Laelius sive de Amicitia dialogus.

Texto

con

muy

correcto que

acompaña en planas alternadas

á la

traduc

eminente humanista gaditano Dr. D. Fernando Casas, incluye también los capítulos XX del libro primero de finibus bonorum et malonan, y XXIV, XXV y XXVI del libro segundo, en que se exponen y reíutan las teorías de Epicuro acerca de la amistad. Gasas siguió en general la recensión de Víctor Le Clerc, á quien cita con merecido elogio. del

CLxvni Madrid, 1846.

-Praeceptistas Latinos para Retorica

y

el uso

de las clases de Principios de

Poética.

Cicerón, .De Oratore..

«De Claris Oratoribus.. «Oraton..

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE AHCH., BIBL. Y

5Ó8

.MUS.

Qiiintiliano, «Institutionesn.

Tácito.

«De

causis corruptae eloqiietitiaeo.

Séneca, «Declamatioíies».

Horacio, «De Arte Poética^).

Con un Análisis ratonado de Camus, profesor de

las notas con

que

de

la Uriiversidad

demia Greco- Latina. (Añádese

por D. Alfredo Adolfo

estas obras,

la

Madrid

é

individuo de la Aca-

traducción de dicha arte poética

y

Excmo. Sr. D. FraJicisco Aíartine^ de

la ilustró el

Rosa

Madrid, Imprenta. Librería, Fundición y Estereotipia de M. Rivadeneyra j Comp.'^, Calle de Jesús del Valle, 6. 1846.) la

4."

XIV págs. de prels. y 869 de texto.

Las

gi págs.

Brutus,

re, el

primeras contienen en extracto

de Orato-

los diálogos

Orator ad Brutum, interpolados con reflexiones

el

cas del colector. Siguió

el

críti-

Le Clerc.

texto de Víctor

Preliminares. Dedicatoria: «Al

una

literato y publicista distinguido D.

ligera

Buenaventura Carlos Aribau, como

prueba de respeto, gratitud y cariño, Alfredo Adolfo Camus.»

Discurso preliminar:

«Cuando para acudir discípulos de tener

un

acomodado

reimprimir con algunas breves adiciones cisco Sánchez, bajo blico,

el

que iban

á la urgente necesidad

libro de texto

la

al

de aquella, reunir en

un

mi Cátedra, hice

y

Poética, ofrecí

al pii-

un análi-

solo cuerpo, con

razonado, los preceptistas latinos que formularon

sis

experimentar mis

excelente obra escrita por D. Fran-

título de Principios de Retórica

como complemento

á

instituto de

las reglas del bien decir

en prosa y en verso.

»Voy

á

cumplir ahora mi palabra,

animó con

lisonjeras razones

considerando este trabajo el

plan de esludios que á

idea

que en

clásicos,

él se

la

cuyo

Excmo.

el

como

á

fiel

é

inmediato desempeño

Sr. Ministro de la

perfectamente ajustado á

Gobernación

la idea

la

primera lectura,

es el

',

dominante en

sazón acababa de publicar de orden de

echa de ver á

me

fomento de

M. Esta

S.

los estudios

que en efecto yacían entre nosotros en no merecido abandono

»E1 método de explicar, con

el

texto á la vista, lo

que acerca de

la

Oratoria y

la

Poética dejaron consignado los escritores antiguos, no es nuevo pensamiento:

se

ha puesto ya en práctica en otros países; y presumo yo que

debe adoptarlo más que otra, ninguna

(i)

Éralo, a la sazón, D. Pedro José Pídal.

lo

hará con tanta razón

si

alguna nación

como

la

espa-

BIBLIOGHAKÍA HISPANO-LATINA CLASICA

56g

ñola, por cuanto debe gloriarse de contar entre sus hijos á dos de aquellos autores, á

quienes todo

mundo

el

»Grandes y evidentes son

venera: Séneca y Quintiliano. las

ventajas que recomiendan este procedimiento

de enseñanza; indicaré algunas que

Se llevan á

•»Primera.

me

parecen suficientes:

vez los dos objetos señalados por

la

el

actual plan

de estudios á mi cátedra, que comprende los Principios de Retórica y Poética y

Traducción de autores

la

esta magnífica lengua, se

después de aprendidos los rudimentos de

latinos. Si

abandonase su cultivo, resultaría perdido todo

po empleado en su estudio. Es preciso sacar provecho de y

el

medio más

expresan en te,

y eficaz para lograrlo

directo, fácil

ellas las ideas

el

tiem-

las anteriores tareas;

duda, ver

es, sin

cómo

se

que nuevamente adquirimos, y que, por consiguien-

llaman más nuestra atención.

»Segunda.

Siendo

las

obras que he escogido, no sólo un compendio razo-

nado y doctrinal de

las reglas del arte,

buena elocución,

consigue de esta manera fundir en una misma pieza

cepto y

el

se

sino también modelos preciosísimos de

ejemplo, cosas que nunca deben

separadas en

ir

la

el

pre-

enseñanza de todo

principio práctico y aplicable.

^Tercera. la

Uno

de los objetos

más importantes en todo

monio de

las ideas

las inspiraciones de la

y los instintos del buen gusto todavía no formulados.

mentos, que atravesaron diez y nueve siglos código actual de

tuales de la

la

elocuencia y de

humanidad,

ni las vicisitudes

testi-

concebidas por aquellos hombres, que viviendo en un siglo

observador redujeron á un cuerpo de doctrina

el

estudio es conocer

documentos que dan

historia del arte; y la historia se aprende por los

ni el

la

cambio de

las

Aquí están esos docuaun constituyen

sin alteración, y

poesía, sin

que

naturaleza

ni los

progresos intelec-

opiniones en otros ramos del saber,

de los tiempos, hayan podido añadir

más que

escolios y expli-

caciones, y sin que los sistemas contrarios ingeniosamente inventados

hayan

conseguido más que señalar una pasajera decadencia, para volver luego

triun-

fo y restauración de los antiguos principios, los cuales

deros,

cuando

las

deben de

al

ser los verda-

épocas en que han vuelto á aparecer han sido brillantes, glo-

riosas y llamadas de renacimiento

»En medio el

arte

de mi veneración á los antiguos estoy

no pueda haber adelantado en cuanto

acomodamiento de sus

al

muy

distante de creer

que

método de su exposición, y

de esto, opino que una debe de ser

la

base del edificio y otro su complemento y

ornato; y que ya no nos hallamos en circunstancias iguales á las del empezar siglo XVI,

cuando tantos

fiesto los

riquísimos tesoros de

en

la

misma

escritores eminentes en erudición, al la

romana

el

romance por

falta

el

poner de mani-

literatura, se hicieron sus intérpretes

lengua. Entonces los conocimientos

garizado todavía;

al

reglas á las ideas y hábitos de la presente sociedad. Lejos

humanos no

se

de uso no había recibido

habían vulel

pulimento

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ABCH. BIBL. Y MUSEOS

Syo

que luego adquirió; y no

existia

aún bastante copia de modelos con que

expli-

car prácticamente los primores de la prosa y del verso en los dialectos que ape-

como

nas acababan de convertirse en idiomas independientes los

naciones que

las

hablaban.

»La

situación es diferente á la verdad; pero en nada se

opone

á

que

gene-

la

ración actual siga bebiendo en sus primitivas fuentes las instituciones que nos

dejaron los grandes maestros. Proceder de otra manera seria truncar

la ilación

de

las ideas,

y estrechar los límites del arte en lugar de extenderlos hasta sus oríge-

nes, y de

acumular en un acervo común

la lenta

acción de los siglos, forman

»No debemos

olvidar que

to de la civilización existir,

siste

son

los

el

los restos de

ción, se conserva sobre todo

gión, y con alteraciones por estudio, pues,

pueblo en

que no pase más

gidos la literatura vulgar, será

el

entendimiento.

principal

elemen-

sociedad, que todavía sub-

costumbres, se conserva

la legisla-

lengua, adoptada en toda su pureza por

la el

las

humano

un gran pueblo que dejó de

misma

antiguos fundamentos de una

aunque modificada. Se conservan

del

romana forma

la civilización

moderna. No son

conocimientos que, elaborados por

los

patrimonio

allá de los

un

usos más comunes

los

la reli-

Todo

de la vida.

tiempos en que dio sus primeros va-

estudio incompleto.

»Para caminar con seguridad por esta provechosa senda, de suerte que cansancio nos rinda,

ni la

ni

Este

hace necesario un guía que nos conduzca y ciertos puntos de descanso es el objeto

latino,

de

breves observaciones en castellano, intercaladas en

las

método que para mi objeto ha de

más

ser

Ínflenlo

poco

ejercitado,

pone en disposición de

con ayuda ajena, hasta que de

ella

abandonarlo todo

discurrir por

pueda prescindir

el

texto

que una simple traduc-

eficaz

ción; pues sin tentar la pereza habitual del discípulo, ni le

el

uniformidad del terreno extravie nuestros pasos, se



mismo,

si

á su

bien

»

El plan de esta colección es excelente; las notas útiles y discretas,

y á

la elección

de los autores pocos reparos pueden ponerse, salvo

haber abierto demasiado

la

mano

en

Declamaciones atribuidas á

las

Quintiliano, que por cualquier lado que

el

se las

mire son mal modelo de

gusto y estilo.

Sin duda, por se

para atender á

ves erratas,

la

precipitación con que este libro

las necesidades

hubo de imprimir-

de la enseñanza, sacó muchas y gra-

que de ningún modo pueden atribuirse á un humanista

tan distinguido

como Camús. Algunas

ducir parte de estos textos, entre ellos

las corrigió él el

mismo,

de Cicerón, en

lá Colección de Autores Selectos latinos

y

el

al

tomo IV de

castellanos (llamada vul-

garmente del Gobierno), que publicaron de Real orden Camús y dor de los Ríos en 1849. (V. Crestomatías.)

repro-

Ama-

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA

Sv'l

CLXIX Madrid, 1848, imprenta de Repullés.

— De

República libri

Acompaña

sex.

en páginas alternadas á la

traducción castellana de D. Antonio Pérez y García. El texto seguido por

el

traductor es

el

de Angeló Mai, cuyas notas

latinas conserva.

CLXX 1862.

muy

Edición de

limpia y correcta de los tres diálogos del Orador,

oraciones por la ley de Manilio

las

tra Cecilio, acción

j.'^

gunda, acompañando á ronianas hizo diz,

,

Catilinaria cuarta, con-

contra Yerres (ade los Suplicios»), Filípica Sela

magistral traducción que de estas piezas cice-

me'dico y humanista gaditano D.

el

imprenta de

la

Fernando Casas (Cá-

Revista Médica).

El texto seguido es

el

de la recensión de Víctor Le Clerc.

TRADUCCIONES CASTELLANAS

CLXXI

— Cartagena (D.

Alonso

de). 1421-1424.

— Libro de jnarcho tullio giceron q ladado de latin en romaiice por

el

Rey

Códice de

minación

llama de la Retorica, tras-

jnuy reueredo don aljonso de Carta\

gena obpo de burgos a ynstancia del eduarte

se

muy

esclaresgi

\

do Principe don

de portugal. la

Biblioteca Escurialense (ij-12).

— 46 hojas.

Con una

ilu-

al principio.

Prólogo en

la traslación:

«Fablando con

pos, príncipe esclarescido,

en materias de sciencia, en que vos

sabedes fablar, en algunos días de aquel tiempo en que en la vuestra corte, por

mandado

los

muy

católico

Rey, mi Señor, estaba, vínoos á voluntad de haber

de la Retórica» en claro lenguaje, por conoscer algo de

las

doctrinas

antiguos dieron para fermoso fablar. Et mandásteme, pues

yo

á esa sa-

la «.Arte

que

del

\6n parecía haber algunt espacio para me ocupar en cosas estudiosas, que tomase

un pequeño trabajo,

et

pasase de latín en nuestra lengua la retórica que Tulio

compuso. Et

como

"despendí tan

poco tiempo, que non digo para

quiera que en

el

estudio della fui yo tan poto ocupado, et la trasladar;

mas aun para

eriten-

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE AHCH.,

572

me

der algo della

reputaba

tudioso deseo, comencé

ocupar en

lo

reputo insuficiente; pero acatando

et

sobrevino mi partida ¡¡un'

quedó á vos, segunt

et

pequeña parte del comienco,

asa:{

et

Mas

non

ésta

mente non por olvido nin por menosprecio; ca

se

muy

¡oh

non

precio; pero

uso de

la

del

la

vida

si

De

la

Considera-

librar siquiera larde.

Et ver-

menos-

mas sobrevino, como

es así;

libro

el

supiese que en mi hobiera negligencia ó

tú sabes, tiempo grave, tal,

más

vida páresela embargar, cuanto

que puedo á propósito

como

á

él,

non porque entiendo que

por ventura, vino, nin que

presente traslación sea de tanto estud'o, nin requiera tanto trabajo

composición que por

él facía;

moso varón. Et

non

así

mas

nin

el

ingenio

et sciencia

ha proporción nin respecto con

cierto, nin

obra con menor impedimento tanto se embargue

más si

la

alta

por

el

impedimento mayor. Por ende

me engaña

afeción non

mucho

(que suele defender

Ca ocupado nuestro muy

de culpar.

la

la

la

la

la

de aquel santo é fa-

como

el

la

pequeña

grande en

obra

la

tardanza que en esto hobo, las

culpas propias), non es

ínclito príncipe

en su graciosa ju-

ventud contra una parte de sus vecinos en defensión de su honra paro de

como

de quien esto escribe es

de maravillar que pequeño ingenio en

es

que

á los estudios.» Et parésceme

decir algo de lo semejante,

vino á vos tanta graveza de tiempo

igual,

que

mi excusación

prometimiento en que só obligado á

buen varón papa Eugenio!, quiéromc

güenza habría yo de

al

papa Eugenio en

«Membrándome

ción, diciéndole así: ti,

muy

tales tiempos,

por cuáles otras mejores nin tan buenas palabras que por aque-

escribió Sant Bernardo al

que

llas



más

de

et

primero fuera torpeza

lo

segundo inmensa presunción; mas por sobrevenir

non

el

acabó fasta aquí, cierta-

á los semejantes estudios otorgaron ferias notorias, lo cual para allegar

se suele

vino conmigo

mucho mayor

en que otra cosa

trabajo et estudio se pudiera acabar.

lo

vuestro es-

acá complir.

Et pasaron después tiempos

grande,

al

poner en obra vuestro mandamiento. Et comenzando

á

ello la péñola,

facer en las compras, una

cargo de

BIBL. Y MUS.

república, et contra otra en exaltación de

la

santa

real, et

fe católica et

am-

opre-

sión de los enemigos de la vera cruz, que dentro de los nuestros términos tanto

tiempo ha que moran, razonable cosa otras cosas en

enteramente

et

fuerza de cada

Pero entre

que en

como

tal

basta para

las otras et

vedes, no

á quien se dirige;

en

tiempos

es

que todos sus subditos, dexadas

se suelen

le

las

ocupar, vuelvan su corazón

ocupen su voluntad, poniendo su poderío en cuanto

uno

vuestro mandado, ansí

los otros

el

estado et

en ello servir.

ocupaciones tomé algunt poco espacio para complir

pagar ya esta debda;

tal sin

dubda como

mas como

la

et

llamada

la

ayuda

divinal, fícelo

facer se debía é pertenescía enviar á vos

imbecilidad

et

flaqueza del ingenio del escribiente

tiempo bastó, confiando en vuestra virtuosa ecuanimidat que recibiredes

benignamente esta paga, aunque

tardía, tolerando los defectos

que en

la

pre-

BIBLIOGRAFÍA HISPA NO- LATINO CLASICA senle traslación fallaréis,

mendar llo,

donde

se debieren. Et para

tolerarse podieren; el

más

SyS

enmendándolos donde enque oyades

clara ver la intención, antes

á

Tu-

cid la introducción siguiente:

Introducción.

«Muchos fueron así la

como

griegos

memoria,

Demóstenes

muy

aquellos

que de

latinos.

rhetórica en los tiempos antiguos fablaron,

la

Pero aunque de

la

elocuencia de asaz dellos hoy dura

de algunos sus famosas oraciones,

et

como

así

de Eschines, et entre los latinos de Salusiio

et

compuestos de

griego,

los

la

mesma que llaman

arte liberal

et

entre los griegos de

después de

las

que

libro

se

llama de

arte.

como por

muchos estilo.

uno

él

obra moral,

la

si

elocuencia

la

Retórica, en que escribió

Marcho TuUio

Cií^erón,

el

libros et tractados de diversas materias, escriptos so

Entre

ellos

compuso algunos

Ca aunque en todos guarda

E

el

son muchas en diversos logares allegadas cada una

juristas,

fabló en todos della; ca arte.

libros

que de

nobles conclusiones pertenecientes á esta arte, de las cuales, así por

et

á su propósito. El otro fué latino, et éste es

cuente

la

Éticas et Poijticas no diese doctrinas de lo que á

compuso un

pertenesce, é

cribió



antiguos, en este tiempo parezcan sinon de dos auctores:

mente, ca non entendió aquel filósofo que del todo acababa

muchas

non

Retórica, yo

otro latino. El griego fué Aristóteles, que fabló en ello profunda-

el

teólogos

mas

de otros;

él

una cosa

en todos guarda

muy

elo-

pertenecientes á la doctrina desta

bien las reglas de la elocuencia, pero

es tablar

la arte;

cual es-

según

la arte, et

pero non en todos,

mas

non

otra es fablar de

la

en algunos, fabló de

la arte.

Estos,

si

son muchos ó cuántos son, non

lo sé,

mas

parescen, son los siguientes: El libro de la Retórica vieja,

nueva

et

un

libro

que dicen Del Orador,

muy

tractado que se llama de la

mero,

et

aun porque

fabla

(i

).

más

et

otro de la Retórica

Del orador menor,

buena manera de las oradores,

aunque por

intitula la Tópica, los cuales,

doctrinas de la elocuencia

é otro

que comunmente

los

et

et

un breve

otro que se

diversas maneras, todos tienden á dar

E destos, porque

el

de

la

Retórica vieja es pri-

largo, fué por vos escogido para

en nuestro lenguaje, et fizóse asi por vuestro

mandado, en

la

que

se posiese

traslación del cual

non dubdo que fallaredes algunas palabras mudadas de su propria significación, é

algunas añadidas,

lo cual fice

libro de Sacra Scriptura, en

que

cuidando que complía

es error añadir ó

así:

menguar, mas

ca non es este es

composi-

ción magistral fecha para nuestra doctrina. Por ende, guardada cuanto guardar se

puede

la

intención,

aunque

la

propiedad de

las

palabras se mude, non

me

(i) La Retórica vieja llamaban entonces á los dos libros De Inventiune. La Retórica nueva á la Retórica á Herennio. El Orador son los tres libros de oratore, el Orador menor es el Orator ad M. Brutum, y el de la 7nuy~ buena manera de los oradores, el De Óptimo genere dicendi. Nada hay que advertir en cuanto á la Tópica.

BIBLIOTECA DE

$74

\.\

paresce cosa inconvenienle: ca el

interpretador sigue del todo

cura el

la

la

intención de

lar trasladador sant

Y MUS.

nescesario es que

ciéndole

que

simple letra significa, non

la

escriptura en

la

el

manera de

modo

me

mas

paresce da-

que

del fablar

á la len-

trasladar aprueba aquel singu-

Hierónimo en una solemne epístola que

asi:

«Yo non solamente

mas

orden de trabajo

sigo

las

lo

el

mas aun con

lo digo,

interpretación de los libros griegos

se sobreescribe de

libre

voz

pueda entender quien

libros, es á saber, entre

versos títulos, se¿;un

E

el

et

aun por

más

lo

la

diversidad de la materia pidia;

vocablo latino del todo se pudo en otro de romance pasar,

pudo buenamente, por otro cambiar, porque se bien declarar.

E

hobiesen de poner, farían confusa

en que

á las veces

de repetir, non se repite

la

declaración;

primero logar donde se nombró,

el

sin

como

donde

e

donde non

fícelo,

una palabra

latina

en cada logar por ella todas aque-

si

obra en

la

palabra ocurrió, se fallará declarada,

la tal

aclarar,

tiene otra partición, salvo la de los

se

muchas para

allí la

segundo; pero yo partí cada libro en di-

et

me páreselo que

non

porque

manera seguí aquí, porque más

esta

leer lo quisiere, é

primero

di-

confieso, que

non curo de exprimir una palabra por

el

requiere

lo

seso et efecto, salvo en las Sanctas Escripturas,

palabras trae misterio.»

quier que en latín está todo junto

llas se

non tienen

nin han seso moral nin místico,

las dixo,

si

escriptura sea obs-

la

buena manera del declarar que envió á Pamachio, entre otras cosas,

muy

otra,

tenga su manera de fablar,

se pasa conviene, la cual

gua en que

la

como cada lengua la letra,

autoridad de quien

ellas se cata lo

ñoso retornar

en

BIBI..

pierda gran parte del dulzor. Por ende, en las doctrinas que

et

valor por

solamente en

La

REVISTA DE ARCH.,

el tal

et

mas quien en

cual está en

las

caso. Al primero paso

aunque después ella

haya

se

dubdare, retorne

márgenes señalado,

al

verá

et

su significación.» «Pero aunque esto todo se faga,

las

composiciones que son de ciencia ó de

arte liberal, para bien se entender, todavía piden esudio, porque no consiste

dificultad de la ciencia tan sólo en la obscuridad del lenguaje; ca los

buenos gramáticos entenderían cualesquier materias que en

criptas.

E vemos

mática entienden ciencias et artes, los enseñasen.

el

contrario; ca

muy

poco en

aunque son

muchos

así fuese,

fuesen es-

bien fundados en la arte de la gra-

los libros de teología et derecho, et de otras

escriptas en latín,

si

non hobieren doctores que

Pot ende, aunque esta retórica sea traspuesta en llano lenguaje,

quien entenderla quisiere, cumple que con atención

E demás

si

latín

la lea.

desto es de saber que algunos cuidan que

la retórica

toda consiste

mas

en dar doctrinas especiales para escribir ó fablar ó trasmudar las palabras,

non

es así; ca

como

quier que della...

la

buena ordenanza

del fablar, pero

es este su total intento; ca grand parte della se ocupa en enseñar

persuader

la

é atraer á los jueces

en los pleitos é otras contiendas,

personas en otros fechos cuando acaescen,

é

non

cómo deben é á las

otras

quien bien lo quisiere considerar.

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA fallará

que

que entre nos tienen

oficio

el

ese era principalmente

el

que llamarnos abogados,

los juristas

E

de los retóricos antiguos.

SyS

lo

que estos hoy quieren

facer allegando textos é determinaciones, los otros facían diciendo razones fer-

mosas, cada uno en favor de su parte,

que entonces había,

lo

pocas leyes

é á las veces inxerir aquellas

cual bien puede ver quién

famosas oraciones de

las

aquellos tiempos leyere, ca aquellas dos que en Atenas se ficieron, que hobieren

TuUio mesmo

tanta nombradla, que

conoce ventaja,

les

sando á Tesifón;

muchas de

otra defendiendo

acusado

reacusando

é

Eschines acuacusador.

al

E

defendiendo

é

facen los abogados solemnes.

Por ende, quien

lo presente leyere

porte las palabras: ca

manera algo

tan alta

al

Sant Hierónimo face

la fizo

que de Tullio leemos son fechas acusando á unos

las

como

á otros,

la

é

mención, una

dellas en el principal prólogo de la Biblia

aunque

non cuide que

dello otros

como

fallará escripto

más modernos en tiempo

et

tras-

non de

escribieron, pero los príncipes de la elocuencia é los pre-

cipuos escritores della en los principales libros non se ocuparon del todo en

mas

esto, et

dieron sus generales doctrinas para argüir

defender;

para

et

á las otras pasiones

mover

los coraíjones de los

que en

la

voluntad

humana

caen.

E dende cada uno saque

que quiere fablar cumple.

por su ingenio aquello que entendiere que para en

lo

E

muy

desto Aristóteles en

mente.

E

Tullio en

el

este,

libro

que diximos, fabló

non con tanta

responder, para culpar

ct

oyentes á saña ó á misericordia, ó

sciencia,

profunda

mas por

clara et

ordenanza, dixo algunas cosas notables que del otro tomó, suyo, entre

las

son, pueden

cuales hay algunas que,

si

et

é científica-

más

particular

aun añadiendo de

bien entendidas et á

buen

fin traídas

mucho aprovechar, et si con maliciosa intención dellas se usa, poMas nin por esto son de dexar; ca el fierro non es de dexar

drían algo dañar.

aunque con

él

se

verdad, porque

cometan

las

del

aprovechan á esforzar

defensión de la república et opresión de los injustos é del especulador et de los otros juristas prácticos

con

de toman

mucho

que contra

la justicia et á

malos. Nin

avisamiento para quejar

ella se tientan.

oigamos ya qué

Por ende á buen

justa

doctrinas

la justicia et

fin et

con

los

buenos den-

obviar á

las malicias

recta et sana intención

dice Tullio.»

Prólogo de Tullio,

etc.

Esta traducción de D. Alonso de Cartagena no

Coniprende

las

son de menospreciar, porque

malos abogados facen muchas cavilaciones. Pues

ellas los

muerte á mala

á las veces injustos homecillos et

armas fechas

sólo el

se

ha impreso nunca.

primer libro De hiventione, y termina en

estas

pa-

labras:

«E por cuanto nos paresce que avernos dicho cosas de todas fabla

de aquí adelante diremos las cosas que se siguen en

el

las partes

de

la

segundo libro»

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y

SyÓ

MirS.

CLXXII. Cartagena

(D.

Alonso de).— ¿1422?

— Aquí comienza

del

muy

el libro

eloquente et gracioso rectórico

philósopho Tulio para dotrina z enseñamiento de su ron, el qual es partido en quatro

E el

sson de los ofigios.

yntitvlado tulio de

Códice de

la

libros; los tres

uno fabla de senetute que

fijo

Marco

fablan de es

de la

Qige-

que

ofi(;is,

z es

reje-y,

z senetute.

ofia, cuando más non se puede dar, según palabra del mismo Redempior, non se debe excusar.

«E por ende, considerando vuestra

que en cuanto en vos es, por ocupación de muestras cosas ó\si carofablo), la ni.Ugcncia vos üró, en la provecta edad lo deseades emendar- é lo que la lengua latma vos quiso esconder, catando trasladaoones por la lengua materna pugnedes de lo descobrn; como acaesció é por ventura acae.ce á algunos que su niñez é mocedad despendieron en los estudios, é alcanzaron scenca e por causa della estados é honras, é después de entrados en días la

scenaa

dan

facedes; é lo que en la

scenca

la

lo

que

la

la

olvi-

é se inebrian; vos, al contrario,

v.no, e queredes

abnr

diligencia,

mocedad

la

procediendo en edat dexastes

parésceme razón que cada uno en algo vos avudeá lengua lat.na vos cierra. Por lo cual, ansi

amigos suelen enviar á las veces un pichel de vmo de cuba yo de la bodega d. Cicerón vos envió este

nos que por manera de cortesía se suele

mas»,

el

sciencia;

como

ó

los vecino, é

tmaja furtada ansi

pequeño pichel, ansi

como

decir: «Si bien lo supiere

entre algu-

que envíe por

ansí

vos, si vos bien supiere, desa bodega podéis haber abundancia, la cual non se suele dañar con solano, nin le es menester abrir las cerceras ^>E como en ella.hobiese tratados de muchas maneras, parecóme bien prop.o aquel que inntuló á /. veje,; porque vos,

aungueen

ella

non sedes, por aven-

tura la veedes á ojo, ó llegades á los arrabales. E por su temor non dexedes de trabajar en la sciencia, vevendo que en la madura edad non estorba, mas avuda a las delectaciones espirituales; el cual, yo diciendo y vos escribiendo, más curando del seso gue de la estrecha significación de las palabras, tornándolo de latín en nuestro castellano lenguaje, con muy pegueño trabajo se acabo en las horas gue sobraban del tiempo gue sabedes. partile en capítulos, porgue ansi como en la jornada ha placer el que camina de fallar lugares é ventas, ansi en el estudio relieva mucho el reposo é distinción de rabones. E vos en el nombre de Dios, de quien depende toda sciencia é doctrina, recebilde de guisa que por la lectura dél é de otros vos animedes á desear el saber al fin verdadero. E á la su alta clemencia plega de tal manera enviar su gracia á vos é á mí, porque con derecha entención amemos la sciencia, é execu.ándolo con obras podamos alean, zar la su mmensa gloria.»

E

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

58o

CLXXIII

— Proposición que César después de vencido

el

Mar'co Tullio Cicerón al Senado é á lullio

fi^o

la batalla

de Jiumancia

por

grand pompeo

Inc. «El día de

(sic,

hoy, padres conscriplos, poso

estos tiempos guardaua,

acaso por Emacia) dojiie

la deliberación

de Marcello. luengo silencio que yo

fin al

no por themor alguno, más parte por henojo, parte

por vergüenza Biblioteca Nacional.

Cuaderno ms. de 24 hojas en papel de

siglo XV, hallado entre varios papeles

letra del

que fueron de Alvar García de

Santa María.

CLXXIV

— Biblioteca Nacional. Ms. ySiS (antes V. —El

libro de Tiilio de Senetide,

i

i32).

comienza

el

prólogo que fiso

el

lo roman(;o que fue el reuerendo en xpo. padre don alfonso, obispo seyendo deán de Santiago e de Segouia, el qual tornado de Burgos de

que

latyn en ntro. vulgar lenguaje (de letra diversa y posterior:

Encabezamiento de

— Fol. mente

el

3o.

En

Sigúese

el libro

prólogo quefiío

Códice en

1422).

el

de Tiilio llamado de Oficios,

que

lo

romango de

e

primera-

latin en nro. lenguaje.

de 143 hojas útiles, en papel, letra del siglo xv.

folio

el folio

.4/20

letra roja.

6 se declara el

año y lugar en que

se

hizo

la

versión del

libro de Senectule:

«Romaneado

e escripto

o nouo estando y

muy

el

fue este libro de

Rey de Portogal

ylustre Señor e nro. señor

el

e

my

propria

nosotros con

mano el

en

Monlcmayor

por embaxadores del

Rey don Juan de Casulla

é

León,

á x dias de

Enero año a naty vítate domíni M.CCCC.XXIl.»

Por nosotros ha de entenderse el

el

mismo D. Alonso de Cartagena y

secretario Juan Alfonso de Zamora, á quien

el

diálogo está dedicado.

«

CLXXV — Libro quefiío Ms. 2617 de

Tullio de la uege\.

la Biblioteca

Nacional.

8.°, letra del siglo

xv, en papel,

salvo dos hojas en pergamino. 22 folios útiles. Inc.

«A

este ático

»Atico,

si

llamauá Tilu

en algo yo

te

e

llámale ático porq aprendió en athenas.

ayudare o

te lirare el

cuydado

»

.

BIBLIOGRAFÍA HISPANO'LATINA CLÁSICA

58l

CLXXVI Oficios.

romaneo

— Comienza el

«(raspado) de (raspado) que

de letra cursiva:

señor don Alonso, Obispo de Burgos». El texto sin título

ninguno empieza: «Muy bien por cierto

ouo con nos

se

natura en

la

todos sus dones e señaladamente en poner en los coragones

muy

ardiente deseo». Es

el

prólogo del traductor, y en

hallan las palabras: «E por que vos

honrrado

el

so de (Jamora, etc.» que copia Gallardo

ción de

1

humanos

el folio

6 se

e discreto Juan Alfon-

(Ensayo

II, col. 256),

de

la

edi-

5o I.

Queda incompleto con

las palabras: ce

Aristipo llama a vnos filo-

sofes yirenatos e arnugerios, los quales posieron e dixeron que la vir-

tud por esto era de loar porque era fazedora de...» Siglo XV. 171 hojas de papel.

primera iluminada y dorada;

Tamaño

298

X

200 milímetros.

La

M

moradas.

iniciales rojas y

Signatura antigua VIII-G-3: moderna 2-M-1. (Biblioteca particular de S. M,)

Nota comunicada por D.

Ramón Menéndez

Pidal.

CLXXVII

— Tiilio de Officiis

\

y

de seneciide en

\

romance (Así

la

portada en

gruesas letras monacales.) (Al

fin.)

Acabóse esta presente obra en la

ciudad de Seuilla por lierbst

de

vils,

\

muy

\

noble z

muy leal Magno

Joannes peg7iic^er de Nuremberga. z

copañeros ale-

jnanes.

\

jesu christo de Mili, z quietos

y

En

vn año.

el

a

\

año de nuestro saluador

XXj

de Junio.

— Signaturas a-h. — — Portada. Introducción del romangador Segunda parte de la introducción. — Tercera parte: Fol. Letra gót., 5i hojas, á dos columnas.

«E porque vos Secretario del

el

muy

honrado

et

discreto

esclarecido principe

Juan Alfonso de Zamora, Cavaltero et

señor nuestro señor

el

et

Rey, deseando

veer algunas de las obras notables de los antiguos en lengua clara de nuestro vulgar, e materia

porque

la

pudiessedes entender,

me rogastes que vos ro-

manease de lengua latina en nuestro lenguage alguna obra en que pudiessedes algunas veces leer et recrear vuestro spiritu •>>

Prólogo sobre

la distinción

romangador.— Conclusión sobre

de las partes desta materia, según el

prólogo del romangador.

el

BIBLIOTECA DE

582

Ca qué

«....

I.A

señor

el

BIBI..

Y MUS.

como yo

podría vn simplecillo idiota et inorante tan pequeño

en semejante caso remunerar

ces), en

REVISTA DE ARCH.,

ni

gradecer á pos

el

muy

honorable

reverendo

et

antedicho dean{D. Alonso de Cartagena, no mencionado hasta enton-

cuva

merced yo

gracia y

Zamora me recomiendo

todo vuestro ante scripto Juan Alonso de

el

á tantos beneficios de vos recibidos, et en especial del

presente libro á mi suplicación por vuestra merced con tanto trabajo et diligencia

romanzado

>^

Prólogo de Cicerón.

— Texto de los tres libros de

Oficiis (llega hasta

el folio 42).

Proemio que hi^o

el

romaii^ador, z arenga del presente libro llama-

do Tulio de Senectute .—Pv6\o^o de Cicerón.— Texto del de Senectute.

Nota

final

con

las

señas de

la

impresión.

Tiene algunas capitales grabadas.

muy

Es edición

rara.

(Biblioteca Nacional.)

Creo conveniente extractar Tullo de

officiis

los preliminares.

trasladado de lalin

za la introdución del roma?igador. «Muy bien por cieno se ouo con nos señaladamente en poner verdadero bien,

al

los

la

eti

vulgar

Comien-

casíella?io.

naturante natura en todos sus dones,

coracones humanos en

muv

ksseo

ardiente

del

qual todos los actos de los ombres tienden onde Aristóteles

dize que toda arte é doctrina é todo acto de eleción parece dessear algún bien.

E por ende hablaron bien aquellos que dixeron: cosas dessean. E

dero bien.

mo mo

E

Boecio dize

esto es lo

que desean

la

desean los sabidores,

los é maliciosos, los

los

buenos

é

verdaderos -varones:

los

et esto

é

fin

costumbres de

los

la

mis-

los liberales é

todos otros virtuosos. E los ma-

de pequeño coraeón, los engañadores, los indiscre-

que quieren un

no que de aquello que quieren errando de

mes-

prudentes, los justos, los fuertes, los templados,

magnánimos, de poco

las

verda-

el

tose necios, los injustos, los temerosos, los luxuriosos, los escassos: é pues es esto las

fin ser

cómo

tan diversas é contrarias,

é siguiendo peruersas

maneras

si

se aparten

derecha carrera...?

«La segunda parte de

la introducción del

»Mas por quanto nos queriendo sas ei errores diversos nos

más abundante -

que todas

bien es aquello

el

nuestra natural entención quiere

codician los malos e torpes varones, é maravillosa cosa es que vn

los magníficos, los

-

que

diuinidad, ca

el

bien,

alongamos

rom.xncador deste libro.

con nuestras ymaginaciones perver-

del siguiendo desuariados

gracia nos quiso fazer la soberana

no solamente nos dio

caminos, aun

misericordia de

la

excelsa

este desseo natural del bien verdadero,

aun nos dio claro ingenio para poder conocer sus

mas

vías derechas p-ara la alean-

BIBLIOGRAFÍA HISPANQ-L \T1N A CLÁSICA

583

9ar é alumbró nuestros coracones para que pudiésseinos descerner entre las et

luz perdurable,

quan marauillosa

luntades

é clarifica

tu

el

resplandor del sol éá respeto de

comparación obscuras son

solamente desseaiá querrá seguir

no

le

el

las vías

parecerá

dificile la

pequeña

ti,

las

la

nuestras vo-

el

carrera de

la

esta

acostumbrando

virtud,

mas

lumbre desseará, no

mas aun sabrá conocer

qual es Dios,

lievan:

él

luna y en

es la claridad de la

E quien de

las estrellas.

soberano bien

que para

alumbra

todos sus fechos son tenebrosos, tú ven-

se aparta,

ti

marauilloso resplandor de

es la claridad, ca

cora9ones: donde caen estas cosas, todas las

los nuestros

obras reiuzen. E quien de ces

O

escoger lo que nos cumple.

cosas contrarias

aquella

los le

é

caminps derechos

deleytará é aquella

será su plazeré el desuiarse avrá della por trabajo é por soberana tristeza ni

Ca

consinlirá ser della sacado en quanto en su poder bastará.

de ser quitada p(jr fuer9a

se parte de quien de su

ni

la

voluntad no

virtud la

no pue-

muy

dexa y

gran gracia graciosamente dada que puede ombre disponerse para rescebir virtud c que no puede ser arrancada por íuer9a.

Ca

la

yra de los poderosos

la

príncipes é de ios espantables tir.snos pierden contra ella su iiera braueza. Las

tormentas y

los fuegos é los

ynumerables casos que

los

faziendas destruyen, no pueden vencer ni alcangar contra parte de los

ombres ocupan su ingenio

é la

lumbre

cuerpos humanos é ella.

Pero

muy

gran

del su entendimiento en

otras cosas, é dexan de enquirir esto: vnos trabajando en sciencias supértluas,

mundanos, aun nos quiso

otros despendiendo sus días é noches en negocios

más abundosamente proueer ingenios de vnos abriessen pudiesse, ó

si

la

camino

más propiamente

can9ar; que exercitado por otro

mente

lo

conociese.

perdurable fuente de

bondad, ca hizo que los

la

porque

á los otros,

que ombre por

lo

si

no

fablo no quisiesse trabajando é pesquisando al-

como

E puso deseo

aguijón, onde con espuelas,

mas

ligera-

natural en los coragones de los excelentes

varones passados que trabajassen para los que dellos viniessen después, ca non solameiite para sustentación de

la

vida corporal nos aprouechan los edificios é

obras magníficas de los que fueron en los siglos pasados, mas aun para es

lo spiritual las

por cierto

la

muy más

scripturas con información é excitación nos ayudan.

E

esto

orden dicha que nos nos aprouechemos de los trabajos de

los

antecessores é nosotros fagamos de que se aprouechen los subcesores, porque

no solo entre

los

ombres que fueron en un tiempo más aun entre

ron en diuersas edades sean comunicadas

las

•»La tercera parte de la introdución del

»Por que trinas y

el

cora9Ón de

dio nos

chos de los

muy

la

romangador

hombres por

enformaciones se leuanta fioxo

inestimable clemencia de

mas aun

los

muy

é

la

mayor

la

que

fue-

deste libro.

parte

perezoso, aun

alta diuinidad, ca

exemplos para seguir

los

obras.

con todas

más nos quiso

non solamente

las

do-

fazer la

las dotrinas,

verdadera carrera de los notables fe-

perfetos notables varones...

E

assí el

que por su mesma natu-

BIBLIOTECA DE

584 ra

no

A KEVISTA DE AKCH., BIBL. Y MUS.

I.

se quiere leuantar á los actos onesios fágalo

todo no se diga que es

omhre

luntad é abiuar é despertar á aquellos libros que atraen á

porque

las dotrinas,

del

exercitar es la vo-

lectura de las buenas doclr¡n:.s y á estudio de

la

virtud.

la

por

E por ende de

sin prouecho....

Ca no en todas cosas

cuydado, y es de trabajar principalmente en

es de

sancta scriptura

la

c

poner ygual en los libros

Je los Catholicos é Sanctos dotores. Los quales contienen dotrina verdadera y saludable, y sienpre aquellas propuestas y no las partiendo delante los ojos del

coracón, es de recrear

el

con letura de

spíritu

los sabidores antiguos, señalada-

mente aquellos que de

las

de sacar son

nuestra dotrina... E porque vos

é atraer á

Juan Alfonso de

virtudes copiosamente fablaron, y los dichos notables

señor niieslro señor

el

me

é discreto

re)\ deseando ver algunas de las obras notables de los

antiguos en lengua clara de nuestro vulgar, tender,

honrrado

el

(^aniora, canal lero é secretario del inu}' esclarecido principe c

é

materia porque

la

pudiésedes en-

rogastes que vos roman^asse de lengua latina en nuestro lenguaje

alguna obra en que pudicssedes algunas vezes

leer é recrear

vuestro spíritu,

parescionie que era cosa conueniente complir vuestro desseo, é pensé que por

quanto

obras antiguas son ynumerables, algunas dellas conuenicntes á

las

sciencias so

la

gua vulgar no

dul(¿ura de la eloquencia: las cuales se podrían

por

aunque

se trasladen en len-

que no aprendió cnte;ider

el

sin

maestro: otras

contienen eloquencia sin conclusiones ó con pocas conclusiones de sciencias: las

quales aunque deleytan en leyendo, no dexan cierta doctrina en

parecióme que era bien tomar

ouiesse artículos de sciencia engastonados en

vn

libro

que hizo Tulio Cicerón,

guisa mesclado, ca tracta en le

él

el

el

é

de las virtudes asaz hermosa é sanctificadamen-

con estudio leed reduziendo sus dotrinas

dero que es Dios,

razón y en dotrinas las

el

al

mío

é

E porque

casco de eloquencia.

qual entituló é llamó de los officios, es desta

so estilo dulce é retórico, acordé de lo passar en nuestro

vos recebid

qual plega de

tal

al

lenguaje. El qual

fecho del bien verda-

guisa en fundir su gracia en

el

vuestro co-

de todos los que oyendo y entendiendo las buenas

pangamos

de

tal

cara^ón:

el

medio y dar vos alguna obra mesclada en que

el

manera en obra porque alcancemos

bien que toda criatura razonable dessea,

el

qual es

el

el

é

sanctas

soberano

inestimable c eterno Dios,

por siempre amén.

»Prólogo sobre

la distinción

de las partes de la materia, según

el

roman-

ead or.

»Pues que

E

este,

según

aprovechan mucho

las prefaciones

dixe,

é

ayudan

nes de sentencias, paréceme que es bien que vos diga

sumario generalmente, porque á las

maneras que

á entender los libros:

no solamente contiene eloquencia, mas contiene conclusio-

quisierdes.

de muchas maneras, pero

la

Y

lo

el

modo

podades mejor entender

é

de su processo en

vayades más cierto

devedes saber que las virtudes se distinguieron

comt!m participación dellas

es en tres partes.

La de

BIBLIOGRAFÍA HISPA NO-LATINÜ CI-ÁSICA

no

las theológicas

muy

sanctos dolores

muy

seria

morales

no

se traía aquí, ca

copiosamente

alcancó Cicerón, mas tratáronlas los

las

é

profundamente en diuersos lugares que

prolixo de los allegar. Las intelectuales lañió

tratíj

conuenienles

ombre de

al

mesma

della, ca la virtud es el acto

que

como

obrar; ca otra cosa es

es el acto electivo

el

la

é

los actos de las virtudes

virtud é otra cosa es

que consiste en

se

haze

en

asi

la

quien

á aquellos de

como

Sacra Scriptura

E pues cuando yo considero que por buclue. Pero yo no por cabdalar, irtudes la

el

ni

por poderío,

presente beneficio poder remunerar

simplezillo ydiota

é

mas

el

cuya gracia y merced yo

me recomiendo

comparación de

á

en otras auténticas obras...

ni

é

ni

el

mi coracón

por sciencia,

ni

muy onorable el

diez miliarios.

se refrena y rehinche

¿Ca qué podría vn

é

reuerendo señor

el

En

antedicho deán:*

todo vuestro ante escripto Juan Alonso de (jamara

inieslra

merced con tanto trabajo

con temor

é

vergüenza

forzando no seré del todo vazío de presente, y

F^or

el

é

diligencia roman-

mi coragón

sana

é clara

del

todo

donde algún tanto me

cierta la

es-

pobreza de mis fuergas,

flaquera de ingenio estas pocas letras en este pobre papel scriptas de é

se-

que vale

lo

á tantos beneficios de vos recebidos é en especial del presente

mi suplicación por

con buena

re-

por otras

engrandecer, no solamente

aun en respeto de

eado, é á mi no digno entitulado é enbiado, por lo que

pia

re-

que

ygnorante tan pequeño como yo en semejante caso remu-

nerar ni gr¿idecer á vos

é

ofllcio

tan pequeños beneficios tan grandes re-

calidad de los dichos beneficios,

vna pequeña meajuela

libro á

el

recebieron, de

lo

muneraciones fueron fechas, angustia de questión grande en

\

alma, y

el

acto

el

mercedes por algunas personas fueron fechas

conociendo beneficios rescebidos

gún

las

es esta: él fabla

prólogo del roniangador.

grandes dones

gran mención

brevemente; de

sale de aquella virtud

»Couclus!Ón sobre

»Muy

muy

algún tanto más largo. La manera de su processo

de los officios, y los oflicios tanto quieren dezir é

585

voluntad con tantas gracias

como yo

mano

pro-

de presente

dar puedo en algún tanto de conocimiento á vuestra reverencia ofrezco, protes-

tando

é

con todo corazón prometiendo que como yo sea Rey,

lo

qiial á

Dios

gracias está en buenos términos, de nc ser contra vos menos franco que Darío fué á Filosoneo

(.'')

Confieso que son para mi enigmáticas las últimas palabras de esta carta.

^Cómo

ni

ser Rey, ni decir

por dónde podía esperar Juan Alfonso de

Zamora

que su pretensión estaba en buenos términos.^

brán sacado aquí palabras de otra dedicatoria? Folio XLIL Aquí comienga el prohemio que hi-^o

el

romangador

del presente libro llamado Tulio de Senetute é sígnese en esta

«Todo hombre, segúnd

dice Aristóteles,

^-Se

c

ha-

arenga

manera diciendo:

ha de su naturaleza desear saber

(Idéntico con ligeras variantes al del códice escurialense.)

»

—— BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE AKCH., BIBL. Y MUS.

586

CLXXVIIT. ViLLENA (Enrique

— 1427.

de).

— Retórica á Hereiviio. Esta versión no ha sido descubierta hasta ahora, pero

mo

D. Enrique en V.E

doce

proemio

el

á

su

estuue en aquella primera traslación

dias,

non tanto por

se interpusieron

durando

ese

la

graveza de

mis-

la cita el

Eneyda: la

poema

(la del

de Virgilioj un año y

como por otras ocupaciones que E aun otras traslaciones que

obra

y caminos que trajeron dilaciones.

mismo tiempo

como

ansí

fice,

Comedia de Dante, que vulgari-

la

cé en prosa castellana; é la Retórica nuera de Tuliu, é otras obras

interponer algún trabajo solazoso nun tan grave

En qué tiempo

como

la

menudas, por

Eneida comemsida.»

hizo estos trabajos D. Enrique, lo declara en una de

-las glosas:

«La graveza de

la

obra requirió tanta dilación, mayormente mezclándose en

muchos destorbos

ella

po) y fue comenzada á veynte y

de caminos

como

de otras ocupaciones que

ella fue fecho,

en

ella fue

despendido

(el

Eneida), año de mil y quatrocientos y veinte y

(la

cum-

le

tiemsiete,

dias de Setiembre.»

ocho

Hh-32,

(Bib. Nacional,

CLXXIX.

— De los

así

E pues por

plían de entender

fols.

17. 19 vto.

y 22.)

Caballería (Gonzalo de

Oficios

y

de

la).

— Siglo xv.

Amistad.

la

D. Nicolás Antonio vio un códice de esta versión en poder de su

sobrino D. Joseph de Bernuy y Mendoza, Mariscal de Alcalá, y da de ella las siguientes noticias.

«Quos manu exaratos vidimus apud

D.

Josephum de Bernuy

et

nostrum ex sorore nepotem, Alcalitanum .Marischalem. Nuncupatio que

sic

tol, ó

e

habet:

A

los

muy honorables

e

utrus-

de grá circunspección los Jurados, Capí-

Consejo de la Ciudad de Zaragoza cient personas constituientes Consejo,

ordenadas para consejar: aquel Gonzalo de

la

Cavalleria

Colegio con toda liumildad, integra obligación de

mínima,

es

empero

la

quam

ut in

(Bibliotheca Hispana Nova,

De

Officiis.

el

menor de aquel

mismo,

huno álbum saequisaeculi

referri debuerit.»

CLXXX.



la

qual es en

si

mayor que puede. Ouae quidem sennonis forma quidquam

sapit maioris aniiquiíatis,

rum

Mendoza, libri

Anónimo.

1,

553).

—Siglo

xv.

— De Amicitia.

— Prólogo del primero

libro de officiis.

ultimi scripto-

BIBLIOGRAFÍA HISPANÜ-LATIN A CLASICA

«Ya ha que philosofo

Marco

lu

aquesto en

é

fijo

mió por espacio de un anno has hoydo

cibdat de Atenas, é por tanto conviene lu

la

preceptos é institutos de philosofia tor é de la ciudat, de los quales

pueden aumenlar. Empero con

latín

el

a(ji

á nuestros

mente

los

grant

la

uno con

el

como

é

summa

sciencia,

una

é

mismo

la

philosophia,

el

mas aun en

judico ser fazedero por lu, porque

facullal de oración, en

ygnoranles

aucloridad de! doc-

otro con exemplos le

el

la

qual cosa nos paresce hauer

ciudadanos romanos grant haiuda, en

rudos

á Cralipo

abundar en

por mi uliiidat siempre he hayunlado

griego é aqueslo no solamente he fecho en

sias egual en cada

dado

por

é

exercitación de faular, é aqueslo

la

887

las letras griegas,

manera que no

tal

mas aun

los

sola-

doctos arbitran

al-

guna cosa hauer aconseguido

Es traducción

guramente por lectales.

la

falta

119.

Caballería citada por Nicolás

en este códice

la

dedicatoria á los Jurados de

cual aquel eminente bibliógrafo cita algunas h'neas.

dd offiáis terminan en el folio Prólogo del libro de amicicia.

«Quinto mucio augur Cevola de é

Cayo

lelio

suegro suyo,

yo después que

recebí é

de mi padre deduzido

me

cito

formas dia-

la

tres libros

— Folio

las

se-

Gonzalo de

ser la de

Antonio, aunque

Los

comprueban

algijn aragonés, segi^in lo

Puede

Zaragoza, de

Alonso de Cartagena, y hecha

distinta de la de D.

é

me

solía

loca (sic)

vislí la

á estar

viril,

narrar

memoralmente

Códice en papel de 14S hojas Nacional (10.246). Procede de

la

era assi

lo

no me

é

sapient,

por mandamiento

cerca Cevola que quanlo podiesse é

fuesse del costado de aques e buen vieyo

nación moderna con

18 vuelto.

no dubdava en todo su faular nombrar

mostrado

é

muchas vegadas

1

lí-

partisse

útiles, letra del siglo xvi. Biblioteca

de Osuna, y ostenta lujosa encuader-

las iniciales y la

corona ducal de su antiguo dueño.

CLXXXL— Anónimo.— Siglo xv. — Paradoxas. Al

fin del

cedente de

Suma

del

Conde de Miranda. Este códice

de la Política de

critica

Ruy Sánchez

no podemos atribuir

pues difiere -"olio 106. la \ ¡a

códice 1121 (antes E-18S) de la Biblioteca Nacional, pro-

la

mucho

de su

«Tres son

la

principia con la

de Arévalo, á quien en buena

desdichada traducción de

las

Paradoxas,

estilo.

los linages

de los fijos de Sapiencia comprensiva toda

de fablar por scienlia, doctrina y auctoridaJ, en manera que quando quier

que de Sapiencia fablamos, comunmente entendemos toda sciencia

como

la

della

emanar y procedir

iheología en su speculalión ó su primera fámula

la

naiu-

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

588

deseruiente

ral filosofía

es

subgecto

al

macrocosmo

al

mundo mayor en iodo aquello que mesma en aquello que es deser-

ó

movimiento natural, ó aun

ella

microcosmo ó mundo menor que

uiente al

orne compuesto por armonía

es el

natural y perfecionado en acto de vida que se llama por

y

quanto á esto

assí

la

dicha filosofía

compone en

le

el

filósofo endelecia (sic),

la sciencia

moral por ope-

raciones y virtudes morales. Testigo es Aristóteles de todo lo susodicho en di-

versos lugares, señaladamente en

mero de cas. El

uyene

causis y en

el

el

tercero de la

MU s

,.

suyo de

filosofía

la

Retórica y en

el

segundo linage erudito, dolrinado ó enseñado de á saber

quando

las

umanas ánimas por boato

común, en

primer libro de

el

pri-

las Ethi-

dota filosofía con-

la

ó sonido de boz, por ora-

ción ó escriptura de letras con la férula de los scientes maestros son enseñados á

Y

que vengan en cognoscimiento de que nuestra ánima

es assí

guna cosa

es escripta,

lo

que nunca supieron, oyeron

es criada assí

según dize

como vna

Aristolil,

tabla rasa, en

y después

ni vieron.

qual nen-

la

es fulcida y pintada

por

multitud de muchos y diuersos hábitos scientíficos y decorantes virtudes... El tercero linage es aquel que

el

desseo natural constituye y cria con

virtud y

la

bienes de recto entendimiento juntas las dos soberanas virtudes morales, dis-

creción y prudencia reprehendientes en los adultos y grados (?) de edad la fus-

cosa y ciega senda de

la

ynorancia, rigorosamente arguyendo y reprehendiendo

su torpeza y occiosidad del vago y perdido tiempo. Assí que este

viendo consumido quasi su esser en vanidad y corazones

vmanos

y convídalos á

la

mundana

indeficiente

tal

desseo,

despierta los

ánimos

mesa de

la

Sapiencia.

ñor, no queriendo exeludir ni sacar vos del todo del primero linage,

por

el

tino,

segundo algún tanto

sapiencia que esse sido la

si

fuesse en

tercero linage, pues

y discreción

no

imbuto y enseñado de

non

lo

nombre y como he á grave...

este desseo

me

Y pues agora

á

liope

mucho

liares,

no

dende ouiesse alcan-

qual es testante en

me

lieua á

nueuo

vulgar,

la

linage de fa-

dándome

la

de presente que

Mas

sentí

que otro oviesse tanta

á ello por

me

preste

después que á Virgilio fueron fami-

ni igual parte

en ello, bien que Tulio

y Quintiliano, Omero, Boecio y Oracio, Petrarca y otros latinos, y

vulgar poesía de

el

mí era arredrada. Sé que Melpomeene y Ca-

eran necessarias aquí:

sentí ni vi

la

cuna primera ouy-

menos defectuoso podré con ayu-

da daquella que de suso dixe Clioni, conuidando qual, tiempo ha que de

la

respecto de

vos. Señor, plaze que comience á

romance

tan suficiente contemplación, instaré quanto

la

in-

el

convida que satisffaga á vuestro

violento ó forzoso

transcriuir y á conuertir el verbo latino en

fauor,

que veo vuestro

la

Clioni, primera maestra, y

corona daquella donzolla que vio Boecio, de

ingenio en su

la-

menos por

ser

un entendimiento que desde

suyo primero de consolación. Y

blar y

el

Se-

verbo

exercicio vos guió, deficiente en vos ser en

acompañado de prudencia

genio

zado

el

mas vos quiero conocer

Y

aunque

administración destas se aprovecharon.

el

Mas no

Dante en su vi

nenguno

bibliografía hispano-latina clasica

que

como

llegase á ellas

das ellas pusieron en

58n

aquel que dixo «arma virumque cano», cuyas Eney-

culmen y

el

altura de !a eloquencia.

vuestro ingenio sufra y vuestra discreción aya paciencia

si

scriptura latina pressente assí de modo... qualquier no se

la

gra perfección de los colores retóricos. Ca de

fabla

la

no

los guía ni el ginasio

los filósofos sean todos

umanas,

des

cho

será

informará aquí de

lo

ó falagará,

que

Mas como

modo

los dichos

mas

el

oración ó fabla

la

de

mu-

que no

tal,

ánimo media y dispositiuamente

pueda virtuosamente produzir fructos y

leyere,

ente-

la

ni el

directiuos, guiadores de las morales virtu-

ditamen y ordenanza de

el

las orejas imilcerá

abunda en

lengua no los padece

la

vulgar lo soporta.

documentos

Por ende, S.ñor, oración ó fabla de

la

se

flores

d'onestad.

«Este tractado que entre

como

título total, assí

manos tenemos prohemialmente compilado en su

distinguiendo por capítulos tulio de paradoxas se llama,

y es directiuo, según su primera vista parece, á bruto tirannizante toda

Roma...

blica de

Y

de aquí es de notar en este tractado assí

otros libros. Siguiendo

qué materia, qué forma, qué (¿anies.^j á la

costumbre que

la filosofal fin

nota y distinción de los capítulos

como

otra dignidad pontifical ó militar,

Su forma

es

documentos

Su materia

República,

que onesta,

pa y roba según

lo

quanto

el

nombre de

suso dicho

á la conclusión

los vicios

Y

la

la

dignidad ó

del.

Y

que

quisiéredes,

si

la

la filosofía

mora-

gouernación de

regidor, usur-

Puédese subscriuir

este tractado,

quanto

se dize política

á la vía reprehensiua de

moral, que es dicha éthica, quanto

lieua en el dezir siificienter,

le

podéys subponer á

hoja en que debía empezar

el

capítulo

1

con su

umano deue

que

ser directo é

es sólo onesto,

y

guiado en sus obras por

de la dignidad

y

si es

y

el Jiombre,

officio' que posee

la

¡•o-{

de

Rey

dolo,

y

di^e assi:

y

di^e assi...

nombre

principe vicioso usurpa

y

no tiene la cosa, quiere de^ir que tiene la

tiene,

entendientes de los otros principes,

y

el

mas no sigue ny obra aquello

Rey, que sólo

el ape-

electión ó escogimiento de

comicnga á fablar quasi al ¡migo común,

«El tercero capitulo tracta que

vo^

Re-

riíbrica.

Capitulo segundo, que sólo lo oiiesto es bueno, en el qual se tracta que

lo

la

pártese en VII capítulos...

F'alta la

tito

la

gouernador ó

vicioso,

oficio...

assí

fulgida y heroica, deue ser.

moral á aquella parte que

filosofía

puede se subponer á

á la orden y estilo tórica.

á

es reprensión de

directiuos, instruyentes ó enseñantes virtudes

que todo emperador ó Rey

assí

actor,

magestad imperial bien

la

reprouantes y reprendientes todos vicios ágenos de

les,

el

V aunque

autor por espresso se pone

el

que distraen y destruen

repú-

en todos los

quién fué

y quál parte de filosofía es subgecta.

aver sido Marco Tulio cicerón, cónsul romano. vicios y cobdicias publicas

como

es de saber

la

á lo qual le

mas no rige

y pone

el

fué impuesto, como

ni gouierna

en exemplo un

roba

como Rey,

assí

Marco Régulo, loán-

biblioteca de la revista de arch., bíbl. y mus.

5qo

«El essa

IIJI capítulo

y grande y

fabla que la culpa es pequeña

misma culpa puede

ser pequeña

y

príncipe ó varón riríuoso es culpable de culpa grande por culpable de culpa pequeña,

y

quiere decir que

grande, ó que por esse mesmo fecho el

qual

menor

el

el es

di^e assi:

«El quinto capitulo tracta que todo aquello

es

de evitar que viene por orde-

insano ó no sano, que quiere de'{ir que assi como procede de

nan

de Scipion, traduíyidos por luán laraua. (Escudo del impresor.) E71

En

Anvers. 12.''

M.D.XUX.

casa de luán Steelsio.

Al reverso de

portada

la

se

Con privilegio.

400 págs. dobles de texto.

24 hojas prels. sin foliar y

indican los libros contenidos en este vo-

lumen: Fol.

Tabla de

2.

las sentencias

y cosas notables contenidas en estos

Marco Tullo Cicerón, y en

libros de

la

Económica de Xenophon.

Fol. 19 V. Licencia de los Inquisidores de Sevilla (10 de

Octubre

-

de 1545).

Escudo

Fol. 20.

del

Duque de Medinaceli. Al reverso comienza

el

prólogo del intérprete. (B. N.)

Creo que

esta edición sea

Oficios y á los

doxos y

el

la

primera en que

se

agregaron á

Diálogos traducidos por Francisco Támara,

Sueño de Scipión, de Juan de Jarava, que acaso

los

se

los

Para-

hubiesen

impreso sueltos, pero que nunca he visto en esa forma. Antecede á estos dos libros la dedicatoria

que va á continuación:

«Sacrarum Litterarum peritissimo D. Ferdinando Jarava,

Francorum Reginae Sacellano dignissimo,

ac patruo suo

Illustris.

cum

Leonorae

primis observan-

do, loannes larava S. D.

«Cum Academia, cogitare,

unde

el

per tolos sex annos plus, minusve in florentissima Lovaniensium in olio

potius

quam

cuinam siudio per

mihi

el alus

id

in negotio

vitam iransigere viderer, caepi

mecum

tempus potissimum operam impenderé possem,

emolumenli aliquid

eveniret:

quo etiam suspicionem

\

desi-

BlBLIOüRAFÍA HISPANO-LATINÜ CLASICA

cum

diosae atque otiosae vitae effugerem. Atque

diu hoc ipsum inter prívalos

animo revolverem, optime tándem me facturum

parietes

5gq

existimavi, nonnulla

vernáculo sermone edere, inlerquae Paradoxa Ciceronis, eiusdemque

nuncupanda

Scipionis selegi, tibique

vehementissimé

id

Deum omnia

enim post

tibi

est

si

educatio, studium, animi, fortunaeque

bona

quid profeci, luo iure exposcere, atque a

me

Deinde aliorum adhortationes, studiaque commonefaciebant. Quis

repetere.

enim hoc tempore litudinem

igitur,

debeo:

Tuum

accepta ferenda sunt.

mediocriler in

existit, vel

munúsculo aliquo

Quare

accepit.

censui: atque id multis nominibus. In

me faciendum invitavit, atque adeo movit amor, quo animum in obsequio tibi praestando aperire cupiebam, tibi

tamen ad

primis

Somnium

si

versatus, qui animi sui gra-

non

declaret

ei,

ego idem fecero, non

erit

omnino

a

observantissime Patrue,

animo quo ego

litteris

litlerario

tibi

primum

illum offero.

ingenii

a

quo beneficium aliquod

ratione alienum. Accipe

mei qualemcumque foetum, eo

Deum Optimum Máximum

precor

nobis

te

diu servet ¡ncolumem. Lovanii. Cal. Mart.»

como

Jarava

intérprete y estilista es

Sueño de Scipión

muy

superior á

Támara. El

con mucha dignidad y nervio.

está traducido

CLXXXVII. Amberes, ^i55o?

— Libros de Marco De De De

Tulio Cicerón, en que tracta

los officios,

la Amicicia,

y

-

la Senectud.

Con

de Xejiophon, traducido de Latín en Romance

la Ecojiomica

Castellano, por Francisco

Thamara Cathedratico

Añadiéronse agora nueuamente

los

en Cadi^.

Paradoxos y

el

Sueño de Sci-

pión, traducidos por luán laraua.

Escudo

En

del

Anvers.

Duque de Medinaceli; D. Gastón de

En

la

Cerda.

casa de luán Steelsio.

H.° i6 hojas prels. sin foliar y 289 de texto.

Al reverso de

portada: «Los libros que en esta obra se contienen.»

la

Fol. 2 (sin numerar). Officios del excelente

Cicerón. los libros

En

el

qual

antiguos

Orador,

se

y

Prólogo del Intérprete sobre

y

demuestra

el

Libro de

no menos Philósopho Marco la rtilidad

gentílicos se saca.

Al

y doctrina que de

Illvst. S.

ios

Tulio leer

Don Gastón de

la

Cerda, Duque de Medinaceli, Conde del gran puerto de Sancta María,

Señor de

la pilla de

Cogolludo

y

su Marquesado, etc.





EIBLIOTECA DE LA HEVISTA DE AHCtl.,

6üÜ

Tabla de

fin:

y cosas notables, contenidas en estos y en la Económica de Xenophon.

libros

«Fué imprcsso en Emberes en casa de Juan Lacio.»

Al reverso del último

Xac,

(Bihl.

Y Mi;S.

las sente}icias

de Marco Tnlio Cicerón,

Al

BIBI..

íolio la licencia de los Inquisidores

tres ejemplares,

de Sevilla.

dos de ellos incompletos.)

Salva no sé con qué fundamento supone que esta edición se hizo

en i55o. De todos modos en

1

es distinta

de

la

que hizo

el

mismo impresor

5^9.

CLXXXVIII. Salamanca, i582.

—Libro de Marco Trlio De los Oficios, De la Amicicia, De la Senetud. Con

la

Cicerón, en que trata

Económica de Xenophon, traducidos de Latín en Romance

Thamara Catedrático

Castellano por Francisco

ronse agora nueuamente los Paradoxos,

y

el

A

i582.

costa de

Ocho hojas

8.'^'

Cadi^. Añidié-

Sueño de Scipion, tra-

En

ducidos por luán laraua. En Salamanca.

en

casa de

Pedro Lasso.

Diego Lópei. prels.. 307 págs. dobles de texto

y ocho sin foliar de

Tabla. rsibüütcca Nacional.

CLXXXIX. \'alencia. 1774.

— Los Libros de Marco cia,

Tulio Cicerón de

los Oficios,

de la Amici-

de la Senetud; con la Económica de Genofon. traducidos de latin

en castellano

por Ei'ancisco Thamara Cattedratico en Cadi^. Añadié-

ronse agora nuevamente los Paradoxos,

cidos por Juan Jarava.

En

i

el

Sueño de Escipion, tradu-

Valencia: en la Imprenta de Benito

Mon-

fort. A?io 1/74. 4.°

xn hojas

prels. -h 471 págs.

Prólogo del intérprete.

Los libros que en

Prólogo

'del

esta

obra

— Segunda parte

del Prólogo (pág.

se contienen (pág. xn).

intérprete sobre el libro de Amicicia.

vii).

Oficios (págs. 1-216),

— Libro

de Amici-

———

——





BIBLIOGRAFÍA HISPA NO-LATl NA CLASICA

Prólogo del Inlerpreíe sobre

Cía (pág. 221).

Marco

7'iilio

provechos,

ad

Libro de

(pág. 283).

i

fuera de

la

Argumento

opinión vulgar {pig. 341).

del Sueño de Escipion (pág. 365).

— Comienza

Sueño de Escipion

el

sacado del sexto libro, que compuso M. Tulio Cicerón de ca (pág. 367).

Proemio del Interprete sobre

la

eloquentissimo,

i

Repúbli-

la

Economía de Genofon,

en el qual se demuestra la utilidad desta Obra,

todos tienen della (pág. 381).

Senetud

la

Paradoxos que son

Dedicatoria de Jarara (pág. SSg).

nirables,

obra que hi^o

el libro, i

en el qual demuestra los

es la Veje¡{,

edad

excelencias desta

i

289).

(p¿íg.

cosas

de Senectute, que

6oi

y

la

necessidad que

Diálogo de Genofon Filósofo, Varón

no menos sabio, discípulo de Sócrates. El qual trata

de la administración,

i

governacion de la casa, familia,

hacienda

i

del Varón Político: son las personas que en él hablan Sócrates, Criióbolo,

i

¡scomaco (pág. 384).

— Tabla de las Sentencias,

Cosas nota-

i

bles contenidas en estos libros (pág. 457).

CXC. Laguna

(Doctor Andrés de).

— Quatro Elegantissimas y Gravissimas

— Amberes, Orat iones de

rón, contra Catilina, trasladadas en lengua Española,

Andrés de Laguna, Medico de lulio vers.

En

Al. T.

Por

el

Cice-

Doctor

Máximo. En An-

casa de Christoual Plantin en el Vnicornio Dorado.

Con gratia y Priuilegio-. 8." Ocho hojas prels. y 88 al

Pontífice

III.

1557.

iSSy.

págs. dobles de texto. Lleva algunas notas

margen. Preliminares:

muy

«Al

magnífico Señor,

el

Señor Francisco de Erasso, Secretario y del

consejo de su Magestad.

«Solemnizado prouerbio pellejo de

terror

al

un

cruel león,

pueblo, hasta que

tura no se puede

suya, y

risa

lido á palos.

es,

y antiguo,

el

dissimular

los populares, fue

Hallanse á cada passo

Cumano, que

del

asno Cumano, que vestido del la

ciudad de

muchos

ni

la

y haziendo la

na-

encubrir) con honda vergüenga

desnudo

del

ageno despojo, y

mo-

parientes y deudos del dicho asno

cubiertos de rozagantes ropas, y de

graue, andan entre

Cuma,

pobre bachiller, conocido ser asno (porque

mucho tiempo

no menor de

el

andaua braueando por

un hábito Philosóphico y

simple gente, que juzga solamente

las apariencias,

diéndose por Erasistratos, Esculapios y Apollines: los quales,

si

ven-

bien los escu-

driñamos debaxo de aquellas gvaldrapas, verdaderamente son toda

la

ignorancia

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

602

y se parecen infinito á los templos de los Egyptios, que siendo por

mundo,

del

de fuera dorados, y guarnecidos de ricas piedras y joyas, dentro de

si,

de dioses, no contenían otra^cosa, sino ratones, perros, gatos, raposas,

en lugar

monos

y

ximios, y otros animales ridiculos. D' estos bachillerejos, pues, algunos, según

he sido informado, no atreviéndose hazerlo delante, han osado ladrarme en

tomé en

absencia, por razón de aquel tan generoso y pío trabajo que el

Dioscórides, diciendo que

gran yerro, tomando á

las

di

illustrar

occasión á l®s ignorantes para que hiziesen algún

una medicina por

veces

otra, ó

no

la

applicando

como

conuiene. Los quales no movidos de charidad Christiana, sino de un grandíssi-

mo

miedo, que

no venga

pueblo (de cuya ceguedad biuen) alumbrado de mis estudios

el

á entender y ver á la clara,

gruessa ignorantia dellos, y á contrastar

la

con sus errores y necedades, conspiran contra mi acerbamente, y procuran exterminarme, que,

que

como los

como

á

hombre que bien

el

los odios y

común, han por fuerza de offender

muchos

enemistades de todos estos gozquejos, no lo tengo en un pelo, con

que de mis trabajos

la

República reciba fructo y contentamiento: y ansi

que por más que rauien, y aunque ayan de enloquecer por mientras tuuiere ocio, de dar luz la

á

Por donde aunque aya de tomar sobre mis espaldas

particulares, ágenos del.

tal

quiere desbaratar su caudal y ganancia,

popular pende. Pero ya es una cosa ordinaria,

dixe, de la simpleza

que procuran

les

muchos

ignorantia, dándole

al

vulgo imperito, y sacarle de

trasladados en su vulgar Español: de cuyas

muy

las tinieblas

como

authores graues, ansi Griegos

es,

no dexaré,

ello,

de

Latinos,

claras fuentes puede beuer

hasta hartarse, no solamente philosophia y medicina, pero también Rethórica.

Hauiendo pues en

Brussellas' el inuierno passado, para recrear el

de aquella enfermedad luenga y graue que

me

ánimo

afflicto,

oprimía, leydo á ratos las quatro

Orationes que Cicerón escriuió y recitó contra Catilina, parecióme no estarían

mal en nuestra lengua Española, y possible, y trasladadas

me

atreuí á

siendo cierto que su authoridad

no menor fuerga contra

las

ansí las trasladé las

la

diligencia

publicar debaxo del

v.

m.

quan afficionado fue siempre

v.

m.

á la

con quanto fervor favorezca, honrre y ampa-

que procuran enriqueceí- nuestra lengua y nación con

ellos.

La qual

de todos fuese imitada (como ya en otra parte lo

si

tengo dicho) no se leerían hoy en tan grande breuedad de Splandianes, tantos Gayferos, del

nombre de

detractores y maldicientes. Los quales, por igno-

los

lectura de semejantes authores: y

inclinación tan heroica,

que fué

daría á ellas gran lustre y reputación: y á mi

rantes que sean, tienen bien entendido,

re á los

con

ni

la

vida, tantos

tantos Amadises de Gaula, con tanto estrago

tiempo, y con tanta ruyna y dsstruyción de claros ingenios: que pudiéndose

ocupar en lectiones trina y singulares

pías y sagradas, ó en historias verdaderas, y llenas de doc-

exemplos,

nidadeS; de las quales á

la

se

fin

consume en no saca

el

ficiiones, mentiras, burlas,

y va-

lector otra cosa, sino dolor y arre-

SIBLiOGRAFIA HISPANO-LATINA CLASICA

6o3

pentimiento, de hauer empleado tan mal sus horas. Escusado será decir, presente, nada de á V.

la

doctrina, eloquentia, grauedad, y magestad del author

m. ofrezco: pues su nombre y fama retvmba por

los

al

que

oydos de todas na-

ciones y gentes, y para alabar cumplidamente sus gracias, seria menester otro

Cicerón en

mundo. Vuestra merced

el

le

reciba pues

con alegre

ya en

rostro,

Romano

parte hecho de

Español, y (como suelea los semejantes) le fauorezca debaxo de su sombra, y amparo, si le parece ser justo, que el que mientras biuió,

buenos, á

lo

tomó siempre

menos

halle

á su cargo

tutela y

la

protectión de todos los

uno después de muerto, que en

defienda contra los malos. Nuestro Señor

la

muy

ampare y magnifica persona de vuestra esa Corte le

merced guarde y prospere por largos tiempos, para que incitados y animados de su fauor todos los estudiosos, se alcen á emprender cosas altas y grandes en seruicio de la República. D'esta villa de Anuers, á los veynte quatro de Abril,

y

de 1557. De

v.

m. seruidor

muy

cierto,

que sus

muy

magníficas

manos

besa.

El Doctor Andrés de Laguna.

«Argumento de

las

quatro Orationes de Cicerón, contra Lucio Catilina.

Nótese este párrafo, que tiene curiosidad filológica. Por evitar circumloquios, vsamos también de algunos vocablos Latinos, pero ya familiares á nuestra lengua Española: acto de matar algún

hazaña: Stupro, guerra,

la

que

tiguamente

la

se

Imperio

son, Parricidio, que es

el

que perpetra una tan cruel

fuerza que se hace principalmente á biuda, ó donzella: Civil

como

Alguaciles: porque el

como

pariente: Parricida, el

trama entre ciudadanos: Supplicio, castigo

los Pretores eran

tían al Cónsul,

tenia

deudo ó

el

como

capital, etc.

An-

Corregidores: los quales toda via se some-

á nuestros Corregidores son en cada parte subjectos los

Cónsul era como Gouernador, y después

del

Senado,

summo.»

La traducción

del Dr.

Laguna

es vigorosa y castiza.

diarse con texto de lengua, porque tiene correspondencias

Debe estu-

muy

felices

de vocablos y frases que pueden aprovechar los traductores modernos.

CXCI. Madrid, i632.

—Quatro elega?iíissi?nas y grap¡ssi?nas oraciones de M. T. Cicerón contra Catilina. Traducidas de latín en lengua Española por el Dotor Andrés de Laguna, Médico de Cámara de lulio 111. Pontífice Máximo. En Madrid. Por 8.° 55 págs.

impresión.

Fraiicisco Martíne^.

dobles y una hoja

más en que

Año M.DC.XXXIL

se repiten las señas

de

la

CIRI.IOTF.CA

604

DF.

I.

A REVISTA DE ARCH., BIGL. Y .MUS.

El ejemplar de la Biblioteca Nacional, procedente de la de D. Luis

Usoz, había pertenecido en 1769 á Moratin (¿D. Nicolás?), cuya firma lleva en la portada.

CXCII. Madrid, 1796.

— Salustio traducido en castellano por ro

Van añadidas

.

caballero

el

quatro elegantísimas

las

Manuel Suey-

y gravísimas

oraciones

que pronunció Cicerón contra Catilina: traducidas igualmente á nuestro

i

dionea

por

el célebre

segoviano Andrés Laguna, Médico del

Sumo

En Madrid

en la

Pontífice Julio III. Tercera Edición.

Imprenta Real, Año de 1/96.

Con

licencia.

4."

Págs. 225-328 las cuatro Catilinarias de Laguna, conforme á

primera edición de Amberes, 1537. conservando

la

la

dedicatoria á Fran-

cisco de Eraso.

CXCIII. HoxTivEROs (Fr. Bernardo

— Traducción Ms. de

la

de).

del libro de amiciíia de Cicerón.

Biblioteca del Real Monasterio de Nuestra Señora de

Monserrat, citado por

el

P. Villanueva, Viaje Literario,

tomo Vil,

pág. 145.

La

biblioteca de Monserrat fué incendiada por las tropas francesas

en 1811,

CXCIV. Simón

— Tudela, —M.

Abril.

1572.

Tvllii Ciceronis Epistolarum selectarum libri tres:

pretationibus

et scholiis

mus aperitur ad

?ion

Hispana lingua

magno

labore

cum

íjiter-

scriptis, quibus aditus facilli-

litteras

Petra Simone Aprileo Laminitano interprete

Latinas perdiscendas,

et auctore.

Auctoris ad lector em tetrastichon. ülim quod solitum

En

Nam Quod

Tudelae. Per st lidio et

est

numeroso íempore

poteris, lector, quaerere tibi

paruo

disci

tibi.

dat paruo praesens volumine charta,

tulit eloquio

Thomam

lingua latina suo.

Porralis Allobrogem

opera correctum i5/2.

Cum priuilegio

ipsiusmet auctoris

Regis per decennium.

niBLIOGlíAFlA HISPANO-LATINA CI.ÁSICa

20 hojas prels. sin foliar, 613 págs. y 4 hojas

8.°,

6o5

más

sin foliar, de

Tabla y erratas. Aprobación de Fr. Alonso de Orozco: Por mandado de epístolas de Cicerón

los señores

con sus

que enseñan

luz a los maestros

provechoso, es bien que á

1

de

1

se

Consejo de Aragón

del

más de

scholios: y de la

lengua

latina.

mande imprimir.

da

En manera, que por

de

las

mucha ser tan

Feclia en Sant Philippe de Madrid

de 1572. Fray Alonso de Orozco.

iVlar>;o

Aprobación

del

Por mandado de

maestro Ripa: Real Consejo deste

los señores del

maestro Ripa, Canónigo de

la

nuestra Sancta religión, es libro prouechoso para latina, de

Reyno de Navarra,

Cathedral de Pamplona, e visto este libro de

con sus scholios, y de mas que no

epístolas de Cicero

lengua

e visto este libro

ser libro catholico,

manera que por

ser tal será bien

tiene cosa

los

que

se

el

las

que sea contra

que quieren darse

a la

mande imprimir. Hecha

en Pamplona, a 26 dias del mes de lulio de 1572, El maestro Ripa, canónigo.

Privilegio por diez años para la á 28 de

Marzo de

Segundo

Corona de Aragón. (En

la

Pardo,

1572).

privilegio, para

Navarra que comprende otros

libros:

Por quanto por parte de vos Pedro Simón Abril, maestro maior de

el

del estudio

nuestra ciudad de Tudela, nos fue hecha relación que vos aviadcs com-

puesto tres libros intitulados

la

con sus versiones y scholios, y

gramática Latina, y la

las

epístolas de Cicerón

introduction de lógica... (Pamplona, 29 de

Julio de 1572).

Dedicatoria á Antonio Agustín.

más

Aiinotaciones sobre algunas de las escritas en lengua

fáciles epístolas de Tullio,

vulgar para abrir camino á

los visónos,

y

que de

nueuo comiengan de aprender la lengua Lalina.

Texto

latino y castellano, con escolios á cada

una de

las (hartas.

El preámbulo de las Annoíacioneses digno de ponerse aquí.

Annolaciones sobre algunas de las más fáciles epístolas de Tullio, escritas en lengua vulgar

para abrir camino á

los visónos,

y

que de

nuevo comiengan de apprender lengua Latina. .

Umversítatis Rhelorices Regio Antecessore,

et in

lure Canónico Doc-

M.DCC.LXX.IV. Con licencia: En Sa-

toratus laurea insignito, VIH. Cal. lulíi anni Dni.

Mané hora VIH. Pro

Universitate

et

Cathedra.

lamanca, en la oficina de la Santa Cru\ por Domingo Casero. 4.",

dos hojas sin foliar y 84 págs.

Dedicatoria ción

al

Infante D. Antonio Pascual.-

Prolegomena.— Ora-

Primera de Marco Tulio Cicerón contra Lucio Sergio Catilina,

traducida del latín al castellano por Pedro Soler, Profesor de Leyes en la Universidad de Salamanca. llano, á dos E

pesie,

tremores de ierra

e

AHCH.,

livro,

Y AlUS.

BIBI..

me

com elle en este me tinham cercado

soccorresse

grandes invernadas

em logar de socorro póz-me em maior necessidade, com mais achcgas, pera uma obra que tomara de empreiíada, que era tirar do meu Tullio Amicicia e Paradoxas, en nossa linguaguem, por tercm essa cidade de Coimbra Germá impresor tac visinho, que com

enfadamcnio. E

ped¡ndo-me que

por honra das dera azo

le

elle

ajudare

letras o quería

com

o

meu

ocupar. E que pois a tomar este irabalho

cá de casa nao esperava poer mais cusió que as máos. ser boa, pois e

mv, porque

occupa9am de louvor vosso;

a elles daes-le

natural, cousa pera cu gaes,

quam bem

sem rogo cen9a'»

foi

e

em

A obra eu Ihe confesso e para Germá que pera

seu officio, c a

my

meu Clarimundo quando

parecería elegante.

pedis-me o vosso

nao vos obedecer, dado que

que vos podia la'enganar, por

minha vos

Ihe

mas melhor

recear, e a ella

vos pareceo o

Maluco. \'erdade barbara, que a

proveito

mu\ lo

ja

alguma minha limguagem;

Tullio, que Ihe acudisse con

a

ter

foi

di-

connosco em

linguagucn da ierra ser tam

Quando me

ouvistes

em Maluco,

de alguem; porque aquella edade para todas essas cousas tem

li-

'.

CCLXII. Rfsende (Duarte

— Marco

dej.

Tullio Cicerón. De amicicia, Paradoxos

c

sonho de Sci-

piáo.

Ms. de

la Biblioteca

de Évora. Es copia del impreso.

CCLXIII. Resexde (Duarte

de).

Segunda edición. 1790.

— Tratado da Ami^ade,

Paradoxos

e

Sonho de Scipido compostos

traducidos de latim em linguaguem portuguesa

e por M. por Duarte de Resende no auno de i53i. Segunda edicdo. Lisboa. Na Reg. Officina Typographica. Anno MDCCXC.

T. Cicero

12.", XXI

+

á la traducción 1Í3.

Al

fin

colofón de

iSg págs. y una sin foliar, con

una carta

de las la

una advertencia. Precede

García de Resende, y una vida de M.

Paradoxas, que vienen después del Sueño,

primera edición.

Biblioteca de la Real

1

á

Academia de Ciencias de Lisboa.

Apud. Th. Braga, Bsniardim Ribeiro

e

os Bucolistas, (Porto, 1872) pág. 214.

Tu-

se copia

el

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

CCLXÍV. GoES (Damián

— Livro de

dej.



i53^

El Som?iium de Vives participa, en efecto, de

acompañar

quum

prefacio de

ción de los gramáticos guardaba inéditos otros comentarios sobre Cicerón, Virgilio, Plinio y Quintiliano:

«Eram

ipsein multis Ciceronis,

Virgiiii,

commentaria, quae domi perfecta servo,

Plinii,

nisi

Quintiliani

libros editurus

tam me illarum dementiarum

et

rabiosarum annolationum loederet pigeretque.»

CCCVÍI. l52C.

—In Quartum Rhctoricorum ad Herennium praelectio. En

los

Diversos Opúsculos de Vives, impresos en Basilea. i538. en

el

tomo

la

edición de Valencia, 1782, págs. 87-89.

de

la

colección de Basilea, págs.

295-296 v en

tomo

II

de

Esta prelección contiene sólo ligerísimas consideraciones sobre

la

I

excelencia del don de la palabra y

el

el

prestigio de la elocuencia:

«Grande tuum, eloquentia^ sacramentum, quaí plurimum semper et

valuisti,

vales.»

Diferencia entre «Complures. oratores videri,

quos ego

la

immo

verdadera oratoria y fere

verborum

omnes

la afectación retórica:

nostre tempestatis litteratores, qui volunt

flosculos et tintinnum orationis dumta.xat affectant,

simias, solitus sum appellare.» Moral y cristiano intento con que debe ser profesada la elocuencia. «Vos quoque, optimi viri, plurimum deprecor, si eloquentia; quicpiam rhetoristas, et

fueritis consequli, nete...

ne

oratorum

isto

Optimi .\Iaximi Dei dono abutamini; honesta mo-

semper moderatrix omnium praesto

separata (ut

ait

Cicero)

nunquam

sit

sapientia rex,

eloquentia profuit.»

qua ab eloquentia

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-L ATINA CLÁSICA

787

Luis Vives anuncia su propio tratado De ratione dicendi en que dará la

debida extensión

esencial; pero, para

al

tratado de las pasiones, que considera

que no

vulgares se designan con

el

echen de menos

se

nombre de

que en

los

el

miís

las retóricas

colores ó exornaciones de la lo-

cución, promete exponer antes con rapidez

el

cuarto libro de

Retó-

la

rica á Herennio: orationis pigmentis exornationibusve (quas nescio qui decrepiti

«Ne vero nominis

significalione

Rhetorum colores vocavere) careamus, qus multum

augere dicta videntur. quartum Rhetoricorum ad Ilerennium interpreiabimur,

quem

ubi

suinus, praestantissimam

primum

omnium

tínierimus, judicio

Debe advertirse que Luis Vives, en los libros

de

la

Retórica á Herennio,

que, según Quintiliano, fué un te

tal

si

eam quam

— Scholia

in Cicero?iis

—Summa

capita in

quibusdam Poitiers,

Basilea,

lectione

affeciuum arlem iradcmus.» su

Anima

Senis, da por apócrifos

bien nada dice acerca de su autor,

Cornificio. Cicerón copió literalmen-

largos pasajes de esta Retórica en su libro primero

CCCVIIL— Olivar

celeri

in piincipio professi

De

inventione.

ÍPedro Juan).

fragmentum de Sonmio Scipionis. Ciceronis. Philowphiam Moralem una cum

aliis

libelUs. 1

535, 4.°

Roberto Wintcr, i53S.

Ximeno. Escritores del Reyno de Valencia, tomo I, pág. iio. En el Cicerón de Lemaire (tomo V de las Obras filosóficas, pág.

375)

encuentro reproducida una nota de Olivar, que prueba que se había valido, lo el

mismo que Luis

Vives, de

la filosofía

platónica para comentar

sueño de Scipión: «Haec sunt plañe Socrática. Ipse Sócrates

cicutain, Ínter alia, quae de

carcerem: agere

in

co

anima

animum

in

Phaedone Plalonis, bibiturus

disputavit, illud adduxit, corpus animi esse

dixit

non sponle, sed

cum

illuní

nem

esse a corpore et reditum ad coelestia.»

animi naturaiem, sed puriorem,

videlicei

vi

quadam: non

esse lo-

coelum; murlem solutio-

CCCIX. París, 1537.

— De Finibus

bonorü

tationibus Petri Joanis

et

maloruní libri quinqué, cum brevibus anno-

Olivarii

Valentini,

pin

in

Philosophia cum

primis eruditi. Parisiis, apud Simonem Colinaenm, [53y. 47

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

738

8.°— Dedicatoria

al inglés

Gualtero Bochlero.

Núm. 11.822 del Catálogo de Morante. \imQno (Escritores del Revjio de Valencia, dos ediciones, de Basilea, 1544, y París,

dido haber á las manos. Tal es

iSyS.

110)

I,

menciona otras

Ninguna de

ellas

he po-

rareza de los libros de nuestros hu-

la

manistas.

CCCX. GovEA

(Antonio

— Antofíii Goveani in testem Commentarivs,

M.

de).

— 1542.

Tvllii Ciceronis orationem in

Vatinium

ad .^mylium Ferrettvm jurisconsvltorum

facile

Principem. París, 1642. Nicolás Antonio cita una edición parisiense de i545, y en

la biogra-

de Govea. por Jacobo van \"aassen (pág. xxix), se menciona otra

fía

de Lyon, i553, apud loan. Tornaesium El Comentario de

Govea

et

Guil. Ga^eiían.

está reimpreso en

la

curiosa y ya rara

edición de las obras completas del preclaro jurisconsulto y humanista

portugués, publicada en Rotterdam por Gerardo

Meermann:

Opera Ivridica, Philologica, Philosophica, ex

Aíitonii Goveani

bliotheca viri nobilis Gerardi

Meerman

edidit

,

bi-

vitamque avctoris

praemisit lacobvs van Vaassen Ivrisconsvltus. Roterodami, apud Henri-

cvm Beman.

MDCCLXVÍ iiy66).

Págs. 341-375.

Este comentario es principalmente notable por

la

riqueza de erudi-

ción jurídica, propia del sabio precursor de Cujacio. Pero tampoco

carece de interés filológico. Algunas de las notas de Govea (Goveanus) pasaron á las ediciones Variorum, y todavía editores los

más

excelentes,

como Schütz y

niosas enmiendas, según puede verseen el

Valpy (tercero de

las

modernos de

Orelli, tuvieron en cuenta sus inge-

Orationes). Londres,

tomo VI

Cicerón de

del

i83o, págs. 2124-2138.

CCCXI. ¿1542?

— Critica Logicae Pars certans cum

Ciceronis Topicis.

Citan por referencia este libro Nicolás Antonio y otros bibliógrafos;

pero no figura en

la

colección de

Meermann, y

el

biógrafo de Govea,

Jacobo van Vaassen, dice que fueron inútiles todas sus diligencias para hallarle.

Acaso ha habido confusión con

que Govea publicó en 1545.

el

Comentario de

los

Tópicos,

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLASICA

7^9

CCCXJi. París, 1544.

— Ajitonii Goveani in primos dvos libros Epistolarum M.

Tvllii Ct-

ad T. Poruponium Aíticum Commetitarivs, ad loanem Bel-

ceronis

laium Langepm, Romanae Eccleuae Presbyterum Cardinalem. Liite-

MDXLIV apud

Parisiorum,

tiae

—París, apud anotaciones del

1.

L. Tilelanum.

Thomam Richardum,

mismo autor

i

á los libros

SS3, 4.°,

De

juntamente con

las

legihus.

—Antonii (lOveani Opera Ivridica, Philologica, Pkilosophica ex hibliotheca...

En

Gerardi Meerman (Rotterdam, 1766), págs. 277-454.

dedicatoria al Cardenal

la

mentarios

(sfruci US

Du

Bellay llama

Govea

pene primas» de sus trabajos; pero en

el

á esíos co-

texto se re-

fiere varias veces á los que había hecho á la oración contra Vatinio,

que, por consiguiente, son anteriores. Este comentario es un trabajo juvenil y de poca utilidad hoy; pero

no creo que merezca

Marco Tulio de na

261).

la

el

se

encuentra en

que sin duda Grevio omitió

trató el abate Olivet (vid. el

le

tomo

colección Lemiaire,

Dice que nada

partes, y

desdén con que

él

de

ÍI

que no

citarle,

las Epístolas,

esté

pági-

mejor en otras

no por desconocerle, sino

por tenerle en poco.

«Ac mihi quidem locuplelandae hujus quirenti, nihil

admodum, quod Graevium

putatur esse Antonii Goveani ita nihil est,

quam

quod non

in

editionis subsidia

undique omnla con-

oblalum

est. Nisi forte aliquid

fugerit,

dúos primos

alibi inelius; ut a

libros

Ad

Commenlarius

Graevio neglectus

illic

videri potius debeat,

ignoratus.»

Lo que en tiempo

de Olivet podía ser vulgar no lo había sido en

tiempo de Govea, y para estimar rectamente este género de trabajos, que están condenados á renovarse incesantemente, hay que colocarlos en

el

medio en que nacieron. Govea orotesaba

el

pretó rectamente algún pasaje hasta entonces

cmumtni potius reddantur quam ullus del libro

II,

sin

buen método,

muy

el texto.

como

el

la epístola

IV

Vosio aceptó esta

in-

sit scrupulus)-)

hacer cambio alguno en

difícil,

é inter-

,

de

terpretación, y Víctor Leclerc también la transcribe (vid. el Cicerón

de Lemaire, pág- 370).

.

BIBLIOTECA DE

740

I

A REVISTA

DF,

APCII.,

BIBI,.

Y MUS.

CCCXIII. París,

543.

I

— Tópica

M. T. Ciceronis cum Ant. Goveani commentario

dem Goveani ad L. lll Imp de iiinsdict. omnium iiidicum.

et eiiis-

Ad

Joan-

nem Mansecallvm, primum Tolosae praesidem. Lutetiae Parisiorum,

apud Simonem Colinaeiun,

i54.5. 8."

(índice de Orelli.i

CCCXIV. París, 1346.

— Tópica cum

scholiis

Goveani. Parisiis,

lo.

Latomi, Melancthonis. fíegendorphini

Lod. Tiletanus. ¡546,

et

A.

4."

íOrelli.)

cccxv. París, 1354.

— M.

T. Ciceronis Tópica. In eadem Severim Boctii comnientario-

rian libri lll. Bartholomaei

Latomi Enarr aliones. Ch. Hegendorphini

Scholia. Antonii Goveani commentarius. Quibus iam praeter aliorum

editionem accessit commentarius incerti autlioris: cum ajinotiunculis

quibusdam

Viti Amerpachii,

mam Ricardum

/53^.

i

n fine libri adiectis. Parisiis,

apud Tho-

4.°

CCCXYI. París, i36i

— M.

T. Ciceronis

Tópica cum annotationibus Boetii. Hegendor-

phini, Latomi. Goveani,

Th. Richardiis i56

Amerbachii.

Visorii commentarii. Parisiis.

1. 4."

(Orelli.)

CCCXVII.

— Antonii bibliotheca

Como

la

Goveani Opera Ivridica. Philologica. Philosophica, ex

Gerardi Meerman

Rotterdam. 1766. Págs. 435-494.

obra de Marco Tullo es una adaptación de

aristotélicos al uso forense, y está ilustrada

los

Tópicos

con ejemplos tomados del

bini-lüt.UAl ÍA 111S1':n

e

Facúltate.

Typographum

San Vicente Mercader de

singvlis

appo-

Societate fesv.

Comolvti:

Vniversitatis.

libros frontero

de S.

Felipe.

dos columnas. 4 hs. de principios, 5o5 págs. de texto y una

4.°, á

blanca.

de

Suma

de

la tasa.

— El

la licencia: 8

autor

(Biblioteca de

San

al

de Enero de 1G72.

— Ke

de Iirratas.— Suma

lector.— Texto.

Isidro.)

CCCXCH. 1716.

— Thesaurus

Hispano- Latinvs vtrivsque lingve dives opviu

qvan plurimis mendis expvrgatvs, ctus

secunda edilione

vocibus

Per Petrum de

\unc

adagiis innumcris auSalas....

Barcelona, por B. Giralt, 1716. 4.°

cccxcin. 1729.

— Thesaurus Hispano- Latinus utriusque linguae verbis, et phrasibus abundans d P. Petro de Salas

locupletatus.

Nunc

tnendis expur-

•'

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

ySS

gatus micltis dictionibus, formuli$que elegantibus auctus,et excultus... a P. Valeriano Regüejo.... Salmanticae:

da

M.DCC.XXIX.

de Honorato.

4.°,

Ex Typographia Eugenii Gar-

ySó págs.

Esta es la primera edición que he visto del vulgarmente llamado

Calepino de Salas, aumentado por

Como

el P.

Requejo.

sólo por su carácter ciceroniano se incluyen aquí estos voca-

bularios, baste citar

como muestra

las

ediciones que tengo á la vista

ó que he registrado, reservando más detenida investigación para q\ ín-

uno dé

dice de obras lexicográficas latino-hispanas, que ha de ser

apéndices de

la

los

presente obra.

CCCXCIV.

— Tkesaiirus liispano-latinus abundans. Olini a

P

iitriusque linguae perbis et

Bartholomeo Bravo

e

Societate

lesii

postea a P. Petro de Salas ex eadem Societate locupletatus.

phrasibus inventas:

Xunc men-

dis expurgatus, jnultis dictionibus formulisque elegantibus auctus, et excultus, particulisque

ad orationem perpoliendam

obiter explicatis.

P. Valeriano Requejo in Provincia Castellana ejusdem Societatis

A

Hu-

manarum Litterarum Professore. Matriti. Ex Typographia Ordinis de Mercede. Anno M.DCC.XLVL 4.°,

4 hs. prels. y 484 págs.

— Barcinonae,

lySy.

Ex Typographia Mariae Angelae Marti

Viduae. 4.",

25o págs.

— Matriti.

Ex Typographia

Petri Marin,

178 1. A costa déla

Compañía de Impresores y Libreros del Rey no. 4.",

4g6 págs.

— Thesaurus hispano- latinus

nunc correctus

meliorem or-

et in

dinem redactus. Matriti, 1794, typis Benedicti Cano. 8.°,

636 págs.

— Editio

novissima auctior

et

emendatior. Barcinone. Excudebat

Joannes Franciscus Piferrer, ijg'S. 4-">

4^2 págs.

— Compluti,

1797, ex o/fiicina Isidori a Lope^.

—Alcalá de Henares,

—Editio postrema

1800, por

el

mismo

4.°

Isidro López.

ceteris auctior et emeiidatior.

Matriti.

Typis

D. Josephi Collado, 18 17. 5o

mBLIOTFXA DE

786

l.A

PF.VISTA DE AKCM.,

— Madrid, por Viana Razóla, — Editio Jioptssima, auctior

BIBl.. V

MUS.

1828. 4."

J.

emendatior. Barcinone

et

Typ. de

,

Sierra ac Marti, i83i.

— Barcinone,

apud fr aires Gaspar 1834.

8."

—Gerundae: sub praelo Vincentii Oliva, anuo iH ^3.

muy

Gerona

edición de

lista

es

la

447 págs.

4."

última que he visto del diccionario

apreciable, aunque algo diminuto, en que sucesivamente traba-

Todas

jaron los PP. Bravo, Salas y Re.]uejo.

das bajo

el

manca,

1729.

presente

las ediciones

número son substancialmente

idénticas á

Coloco aparte, por tener algunas adiciones,

mencionala

de Sala-

la siguiente:

cccxcv.

— Tesauro

de Requejo,

reformado

nuevamente aumentado

y

corregido por D. Antonio Martin de Heredia, profesor de latinidad

y y

humanidades. Segunda edición. Madrid, imp. que fué de Fuentenebro, ¡838.

CCCXCVI.

Valencia (Pedro de).— 1596.

—Académica,

sive de Ivdicio

erga vervm ex

ipsis

primis fontibus.

opera Petri Valentiae Zafrensis in Extrema Tiaetica, Autverpiae, ex

Plantimana, apud vidvam

officina

loannem Moretvm. M.D.XCVI.

et

D. Garciae de Figueroa Philippi II í. Hispaniarum Priticipis felicissimi cubiculario Petras de Valentia Millimus, ergo,

«.
. .Eneae Syli'ii Piccolomi-' nti Senensis... Opera quae extant omnitt. Basilea, s. a. (i55i), pág. 407. (i)

yos, precedidos del siguiente elogio:

)

83l

BiBUOGRAFÍA. HISPANO-LATINA CLÁSICA

lengua materna de las Epístolas de Séneca, y

él

el

más antiguo coleccio-

Su palacio fué convertido por

nista de medallas después del Petrarca.

en una perenne Academia, no sólo de gramáticos y teólogos, sino de

médicos, músicos y jurisconsultos, sin que esta instrucción doméstica bastase todavía para saciar la sed de ciencia del Rey, que filósofos,

iba á pie á las escuelas públicas, por lejanas que estuviesen, y se sen-

taba entre los humildes oyentes.

«Fué

peritísimo en

el

arte de

(dice

el

Papa Pí«

lí),

aunque no gus-

de hacer discursos en público; tuvo curiosidad de todas

taba

mucho

rias;

supo cuanto dijeron

berintos

Gramática

más

resolvía fácilmente los la-

los poetas y los oradores;

intrincados de

la

Dialéctica;

las histo-

ninguna cosa

le

fué desconocida; in-

vestigó todos los secretos de la Teología; supo razonar gentil y doctamente de la esencia de Dios, del libre albedrío del

del

Sacramento

hombre, de

la

Encarnación del Verboj

del Altar y de otras dificilísimas cuestiones; en sus respuestas

era breve y oportuno; en la locución, blando y terso (i)».

Los españoles, tan duróse intratables en otras relaciones de aceptaron

el

magisterio de los italianos en

ardor y entusiasmo que

se

rusos y demás eslavos por

ha comparado con la

moderna cultura

humanistas paniaguados de Alfonso V,

el

la vida,

cultura clásica con un

la

el

que suelen sentir

los

como

los

francesa.

Y

así

Panormita, Fazzio, Lorenzo

Valla, Eneas Silvio, llegaron á escribir de cosas de España, contando los

hechos y dichos, no sólo del mismo Infante de Antequera, así

un

cierto

Rey Alfonso,

número de

sino de su padre

el

españoles, discípulos ó

corresponsales de estos humanistas, se esforzaban por seguir sus huellas

en epístolas, descripciones, razonamientos, arengas, versos latinos y otros ensayos de colegio, de los cuales todavía existen algunos, espe-

cialmente en un manuscrito de cia de

De

muchos más en

el

la

Academia de

la Historia (2),

y

noti-

curioso opúsculo de Pedro Miguel Carbonell

ptris illustribus catalaiiis suae tempestatis (3).

Con una modestia muy

justificada,

pero que ciertamente realza su

mérito, ni Alfonso ni los humanistas españoles de su Corte pretendían pasar

(i)

(2)

nas

más que por

estudiantes, y esto eran en verdad, sin que el

amor

Pág. 470 de la citada edición de Basilea. Vid. Amador de los Rios, Historia critica de la literatura española, tomo VI, pági-

384, 401, etc.

(3)

Colección de documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón. (segundo de los Opúsculos de Carbonell), publicados por D. Manuel Botarull.

Tomo XXVIII Barcelona,

:865, págs. 237-248.

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH,, BIBL. Y

832

La misma

patrio pueda pretender otra cosa. á sus maestros, y

timidez con que se dirigen

que tanto contrasta con su superioridad

militar, es candorosa y simpática.

aNe videas

política y

quum

jnea barbara:

si

aliquid dulce fuerit, tuum est et non meum; caetera inculta, rugosa ac

dura measunti), decía Ferrando Valentí sido pretender

como

leche,

al

Panormita. Locura hubiera

que estos principiantes, nutridos además con tan mala

suele serlo

el

estilo

de los gramáticos italianos de

la

pedantesco, redundante y estrafalario

primera mitad del

siglo xv,

pudieran

hacer otra cosa que calcos serviles de una literatura ya hueca y viciosa de suyo. Aquellos primeros humanistas son

muy

dignos de considera-

ción por los grandes servicios que prestaron á la erudición fílológica

desenterrando textos; pero raro es de entre

alguno hay,

ellos, si

merezca ser propuesto como modelo de latinidad moderna,

empieza á

brillar

con su prístina belleza en en

fines de aquel siglo,

los Policianos

los escritores

y Pontanos. Siendo

tros de la primera mitad de aquella centuria,

cosa de sus discípulos bajo

el

concepto de

la

el

que

la cual sólo

artistas

así los

de

maes-

no podía esperarse gran

forma. Pero aunque cier-

tamente sus nombres no son para añadidos

al

catálogo

De Hispanis

purioris lalinitatis cultoribus, que con tan buen gusto formó Cerda y

Rico

(i), el

girles

historiador literario no puede cometer la insensatez de exi-

que hubiesen escrito como un Sepúlveda, un Alvar Gómez de

Castro ó un Mariana. Hasta lo breve y fugitivo de sus opúsculos prueban que no iban

muy

lejos las pretensiones literarias

mayor

parte son epístolas,

más de

ción ni de substancia, y, por decirlo

ploraban eran

el

la

benevolencia de

Panormita,

Figuraba en el legista

los

así,

La

ceremonia que de erudi-

temas epistolares con que ex-

arbitros y dictadores del gusto, que

Filelfo, Poggio,

este

de los familiares de Alfonso.

cortesía y

Gaspar Arangerio.

pequeño grupo de aficionados á

la

cultura clásica

mallorquín Ferrando Valentí, á quien Tiraboschi,

Amador

de los Ríos y otros llaman Fernando de Valencia; discípulo de Leo-

nardo Aretino,

}

calificado por (^arbonell de «príncipe de los declama-

dores de su tiempo». sáfica

Quedan de

él,

no sólo cartas

y algunas oraciones políticas curiosas,

latinas, sino

como

la

una oda

que dirigió

al

Es el tercero de los excelentes apéndices con que enriqueció la edición española de la (i) Retórica de Vossio: Gerardi Joannis Vosii Rhetorices Contractae, sive Partitionum OratO" riar-um lihri quinqué... Praemissus est Francisci Cerdani J. V: C. Commentarius de praecipuis rhttoribus hi.ipanis, Madrid, imp. de Sancha, 1781.

BIBLIOGRAFÍA HISPANO- ATINA CLÁSICA

833

I

Rey Ferrante, exhortándole en pomposas razones des y altos hechos de su padre

de ningún cia y

no

modo

justificada influencia que

puso á su traducción catalana de propio con

suma modestia

el

En

el

extraño prólogo que

Paradoxas de Cicerón, habla de

las

y se declara no molt doctrinat de lengua

latina, inerudit, e dexeble deis dexebles, lo cual

caución retórica

benemérito historia-

el

Valentí, en

las virtu-

adocenado, que

desmedida importan-

la

atribuyó

le

mismo

emular

á

ello es tan

puede conceder á su autor

se

dor de nuestra literatura. El



Pero todo

(i).

no parece mera pre-

(2).

opúsculo de Garbonell sobre

los

humanistas catalanes de su

tiempo (compuesto á imitación del de viris illustribus de Fazzio)

se

dan, aunque con lamentable brevedad, noticias de algunos otros pro-

pagadores de

mente que dado por

la

cultura clásica; y

bien

si

visitasen el suelo italiano,

la

no de todos consta expresa-

todos participaron del impulso

Corte aragonesa de Ñapóles, merced á

miento latino en

comarcas

las

del

la

Levante de España

dio siglo respecto de Castilla. Entre estos obreros de se cita al rosellonés

cual se la

el

Renaci-

adelantó

me-

primera hora

Luciano Colomer ( Lucianas Colominius), que pro-

humanas en Valencia, en Játiba y últimamente en Madonde murió enteramente ciego en 1460. Pero ni su Gramática su Tratado Be casu et fortuna han llegado á nuestros tiempos.

fesó letras llorca,

ni

La mayor

parte de estos humanistas eran

al

mismo tiempo

juris-

consultos; que no en balde se había anticipado el renacimiento de la

ciencia legal al de todas las

demás ramas de

la

antigua cultura. Así

el

barcelonés Jaime Pau, á quien llamaron gloria juris caesarei, no fué

menos celebrado por

la

agudeza que mostró en

el

gran volumen desús

que por lo elegante, ameno y perspicuo de su dicción latina, Jucundu:;, breáis, elegans, venustus, que

apostillas al derecho imperatorio

dice Garbonell (3). el diligente

de

Apenas hay uno de

archivero, cuya

la fe pública; ni

uno

mático eximio», ó que patente del

rumbo que

solo

pi

'.•-.'

los personajes

memorados por

vi no fuesen las leyes ó la custodia

tampoco de quien no añada que

se distinguió

los estudios

en

la

fué «gra-

«facultad oratoria»: prueba

llevaban. Jurisconsulto también,

Oratio composita per Ferrandum Valentinum Regi Siciliae Ferdinando pronuntiata (i) per Magistrum Pineda, Ordinis Praedicatorum. Copia ia mayor parte de ella Amador de los Ríos, VI, págs. 403-405. Vid. el articulo 280 de (2)



presente bibliografía, donde se pone integro este prologo de

Valentí. (3)

P>g- 240.

53

BIBLIOTE(:\ DE

834

«EVIST\ DE ARCH., BIBL. Y

Í.A

Mt'S.

pero más propiamente literato que ninguno de los anteriores, íué Jeró-

nimo Pau,

hijo

de Jaime y discípulo del Panormita. El círculo bastante

amplio de sus trabajos abrazaba, no sólo gas, y

no sólo

la

Gramática, sino

la

Arqueología clásica, nueva direc-

ción del Renacimiento, que tiene en

dentro de

la esfera

de

las letras latinas, sino las grie-

su primer representante español

él

las ciencias históricas.

Pero Jerónimo Pau, que al-

canzó los últimos años del siglo XV, familiar del segundo Papa Borja, protonotario apostólico y bibliotecario del Vaticano, pertenece á un grado

superior del humanismo. Por entonces ya llegado al punto de

movimiento

el

madurez que manifiesta

clásico había

mismo Pau

la epístola del

á Jerónimo Columbeto, De viris illustribus Hispaniae. Seria grave injusticia omitir,

como

los catalanes

suelen hacerlo,

el

concurso que prestaron á esta obra de cultura algunos aragoneses, entre los cuales el

sobresale por sus cartas latinas á Filelto y

al

Panormita

virrey de Calabria D. Juan Fernández de Híjar, llamado el Orador,

humanista autodidacto de quien

dijo

Lorenzo Valla que

español era inferior en letras humanas, «in

Hispania nuUi secundum»

1

1

).

Y

todavía fué

nés, Juan Pardo, filósofo y poeta,

á

ningún otro

humanitatis ex omni

litteris

más

insigne otro arago-

íntimo amigo de Pontano, que

le

hace intervenir en tres de sus diálogos ^Actius, A£gidiiis y Asinus),

«homo de

la

doctus in graeco

et in latino»,

como

se le

Cancillería de Ñapóles, v probablemente

tros helenistas: de

el

¡lama en

los registros

más antiguo de nues-

cuyo saber da testimonio Constantino Lascaris

(2).

(i) Es curioso este elogio de \alla, escrito con ocasión de ia embajada que llevó D. Juan de Hijar en 1414 al Emperador Sigismundo y al Concilio de Constanza: «Legatum ad Imperaxorem in\i,'\t(^el rey de Aragón D. Fernando I), quem hahuit honoratissimum Joannem Isceri Dominum, ex vetusta Regum stirpe, et in literis humanitatis ex omni Hispania nalli secundum. Idque, quod mirabilc sit, sine praeceptore. Ea est vehementis ingenii, et inmorlalitatis memoriae felicitas, neminem ex iis quidem, qui omnem operam, atque omne tempus in studiis ponunt, videri mihi contigit, in quotidiano sermone abuodantiorem, velerum lestimoniis praeceptisquí reterendis. Auget etiam admirationem, quod Corpus athleticum, decorque valtus ab omni eum studio revocare debuisset, nisi ab ¡neunte adolcscentia «on excolere litteris puduisset, quem neme nec genere, nec opibus, nec corporis, atque animi

dotibus, ex sua gente antecelleret.^» Laurentii Vallae, Patritii Romani. de rebus a Ferdinando Aragojiiae Rege gestis libri tres, pág. 77H del tomo I de la Hispania Illustrata. En el mismo códice de la Biblioteca Escurialense A-IV-26), que contiene las epístolas del I

Panormita (códice escrito en gran parte de letra de Francisco Filelfo y procedente de la biblioteca de D. Diego Hurtado de Mendoza), hay una carta latina de O. Juan de Hijar que publicó D. Ignacio de Asso en la rara colección que lleva por título Clarorum Aragonensiutn Montimenta in lucem prolata opera et studio Ignatii de Asso del Rio... Amsielaedami

apud Ilaeredes

C.

Sommer, 1786.

pág.

31.

Graeco-Matritensis de D. Juan de Iriarte, pág. 290, donde se inserta una epístola griega de Lascaris á Pardo, sacada de un códice de la Biblioteca Nacional de Ma^lrid. Latassa (^biblioteca Antigua de los escritores aragoneses, Zaragoza, 1796, pá(2)

Vid.

la Bibliot/ieca

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

835

Esta primera generación de iiumanistas había desaparecido casi del

todo antes de alborear

xvi.

siglo

el

Bernardo Garreth, conocido entre casi

Pardo y

el

los italianos

gran poeta barcelonés

por

el

Chariteo, vivieron

siempre en Ñapóles. El Cardenal gerundense Juan Margarit, prin-

cipal representante de esta escuela en el cos, había

muerto en

Hispaniae

el

Roma

campo de

los estudios históri-

en 1484, dejando en

el

primer ensayo de historia primitiva de

Barcelona comenzaba á sentirse, por causas dadera decadencia, de

la cual sólo se

muy

la

Paralipomenon Península.

En

complejas, una ver-

levantaron los esludios á mediados

de aquella centuria cuando empezó á cobrar algún crédito su naciente

No

Universidad.

faltaban dilettantes de humanidades, pero

tura intensa y sólida. El

mismo

cenado, compilador laborioso y



una

cul-

Carbonell, eurial pedante, erudito adoútil,

inestimable para las cosas de su

tiempo, escribía cartas latinas con relativo aliño, y puede pasar por tipo representativo de esta clase de autores,

más

se

han perdido. En

el

dia, apenas descortezados

Aun

los

las

obras dé los de-

fondo eran todavía hombres de por

el

la

Edad Me-

Renacimiento.

métodos de enseñanza gramatical eran sobremanera im-

perfectos. El al

ya que

el

Pro condenáis orationibus libellm de Bartolomé Mates,

cual ha dado celebridad su errada fecha tipográfica, y

el

Doctrinal

gina 3o5) inserta una traducción latina de dicha carta debida al bibliotecario D. Rafael Casalbón. Interesante articulo podía escribirse sobre Pardo recogiendo todas las referencias que hay de él en las obras de Sannazaro, el cual le dirigió una elegía que comienza: «Parde, decus patriae, spes máxima Parde tuorum Atque Ídem Hispani gloria rara solí...»

(Sanna^arii Poemata, Padua,

1719,

pág.

102.)

en las del poeta italo-hispano Bernardo Garrett, conocido por el Charíteo, y, sobre todo, en de Pontano, que le dedicó su Liber de conviventia en términos que honran por igual á

las

uno y

á otro:

«Dissertationem tibi inscripsi, Parde lucundissime». Qua in re et studiorum eorumdem societatí, et vivendi consuetudini satis mihi fecisse non iniuria videor, dum ad familiarem de familiaritate convivendi, ad bonarum vero artium studiosum de ipsis sciendi atque intelligcndi studiis scribo... Quocirca dissertationem hanc ita leges, ut et communia in ea recognoscas studia, nec á convictus nosiri consuetudine recedas. Quin potius ad ipsam magis ac magís retinendam legendo exr.itere, cum ea maximam, iucundissimamque cum philosophia coniunctionem habeat, atque utraque hac philosophandi ratione coiunctissime inter nos vivamus, ei una vixisse, ac philosophatos simul nos esse testatum posteris relinquamus.» •(loannis loviani Pontani... opera... Tomus I. Basilea, i56t>, pág. 417.) A Pardo está dedicado también el libro tercero De Rebus Coelestibus, y son frecuentes las menciones de su nombre en las bellísimas poesías líricas de Pontano, recogidas bajo los xiín\os de Er id anus y haiae. (Joannis loviani Pontani Carmina, ed. de B. Soldati. Florencia,

tomo II, páginas 289 y 363.) Pardo fue también razonable poeta, y algunos versos suyos se encuentran mezclados coa los de sus amigos Sannazaro y Pontano. (Vid. apéndice sobre Catulo, en este volumen.) 1902,

,

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

836

de Alejandro

-de

Villa Dei

,-

compendiado por Pedro Juan Mathoses

(Gerona, i5o2), pertenecen todavía á la escuela antigua, es decir, á la de aquellos «apostizos y contrahechos gramáticos no merecedores de ser

nombrados», que hubo que desarraigar de nuestras escuelas cuanda

volvió de Italia Antonio de Nebrija, educado en

Lorenzo Valla, y «abrió tienda de

la

método racional de

el

lengua latina y osó poner pendón

para nuevos preceptos». Su doctrina se extendió en breve tiempo por todos los ámbitos de la Península, y á Cataluña su discípulo sas

riojano Martín de Ibarra

el

en Valencia, que iba á convertirse

muy

ninsular. El primer maestro que encontró

nimo Amiguet, el

á quien

Mayáns

la llevó,

según eremos,,

No andaban mejor

(i).

las co-

pronto en una Atenas pe-

allí

Luis Vives fué un Jeró-

califica de homo

admodum

barbaras,

cual aprovechaba las nativas cualidades de su discípulo para hacerle

declamar contra

En

este

la Grarriática

segundo y decisivo período

la iniciativa

y

el triunfo,

merced á

nistas italianos residentes en

cados en

de Nebrija.

Italia.

del

humanismo cupo

los esfuerzos

España, y de humanistas españoles edu-

Ni á unos ni á otros

faltó altísima y regia protección, y

estímulo y recompensa de nuestros monarcas. lico (2)

á Castilla

combinados de huma-

no fuese de todo punto ajeno

á las

Aunque

el

buenas letras

(y

Rey Catópuede ser

(i) Sin razón se le ha supuesto vizcnino, juzgando por su apellido. Quien nos declara suverdadera patria es su amigo Juan Rollan de Tamarite en ciertos dísticos laudatorios contenidos en uno de los rarísimos opúsculos de Ibarra:

Sixea, cantábrico gaude. Viguería, Catullo Incipit

Aonios qui

tibi

adire choros.

Era, pues, natural de Viguera, en la actual provincia de Logroño, y tuvo alguna razón para llamarse cantábrico, aunque el territorio en que nació no perteneciese a la primitiva Cantabria romana, sino al país de los Berones, pueblo de raza céltica lo mismo que los cántabros. Ibarra hizo en 1622 una reimpresión del Diccionario latino de Nebrija, con la novedad de añadir las correspondencias catalanas. En Perpiñán publicó dos años después unos rudimentos gramaticales. En sus lecciones públicas ó privadas tormo algunos discípulos, de loscuales el más conocido es Francisco Calsa, que, andando el tiempo, fué Catedrático de Retórica, de Griego y de Filosofía en la Universidad de Barcelona, «varón doctísimo y literatísimo», en frase del cronista Pujades. Véanse otros datos acerca de Ibarra en mi libro sobre-

Boscán, recientemente publicado (páginas 20-31 y 477-479)(2) No debo ocultar, sin embargo, que Marineo Sículo, que debía de estar bien enterada V era adulador de profesión, le da casi por iliterato. Cum autem septimum ageret annum, quo iam aetas discere literas admoneí. excellentis ingenii magnaeque memoriae signa dedit. Sed iniquitas temporum fortunaeque saevientis invidia magnum Principis ingenium quod erat ad literas capessendas aptissimum á bonarum artium studiis retraxit. Nam cum Hispano more legendi scribendique ordinem didicisset quibusdam et iam Grammaticae praeceptis incumbere vellet, exorto bello quod Carolas a male persuasus patri suo crudeliter intulit, puer á literarum studio repocatus, arma cum vix

SS/

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

indicio de lo contrario el haber tenido por maestro á

Salustio, el maestro Francisco Vidal de

esta empresa corresponde á

la

Noya)

un traductor de

la principal gloria

de

Reina Isabel, que ya en edad madura

llegó á superar las dificultades de la lengua latina, bajo el magisterio

de D.^ Beatriz Galindo, y protegió ahinco, que hizo exclamar

tal

al

el

estudio de las

humanidades con

protonotario Juan de Lucena, en su

Epístola exhortatoria á las letras:

«La

muy

clara ninfa

Carmenta

Castilla, esta diva serena las

letras

latinas nos dio: perdidas en nuestra

anda buscando... quien sepa de

las letras latinas

que perdió Castilla, véngalo á decir á [su dueño y avrá buen hallazgo... ¿Non vedes quantos comienzan aprehender mirando su realeza?.. facen bueno ó malo, todos ensayamos de

lo facer:

mesmos;

Jugaba

si

es

malo por aplacer

estudia la reina,

Y

somos agora

no sólo estudiaba

la

á ellos.

si

el

es

Lo que

los reyes

bueno por aplacer

rey,

á

nos

eramos todos tahurea;

estudiantes (i).»

Reina, sino las Infantas, sus hijas, celebradas

todas cuatro por Luis Vives

como mujeres

eruditas

(2), sin

excluir á la

infeliz D.^ Juana, que contestaba de improviso en lengua latina á los

discursos gratulatorios que la dirigían en las ciudades de Flandes. Del

príncipe D. Juan refiere su criado Gonzalo Fernández de Oviedo «salió

buen

latino é

muy]

Tenemos

de Marineo Sículo; y Juan del Enzina, las

Bucólicas de Virgilio, dice de

la sciencia

él

cartas latinas suyas entre las

la

dedicarle su traducción de

al

que «favorecía maravillosamente

andando acompañado de tantos

El ejemplo de

que

bien entendido en todo aquello que á su

persona convenia saber».

real

(3),

é tan doctísimos varones».

casa real fué prontamente seguido por los proceres

castellanos, que en todo aquel siglo venían ya distinguiéndose por la afición

más

ó

menos

ilustrada á las letras y á sus cultivadores. El Al-

complevisset, tractare coepit... Educatus autem Ínter equites ármalos et adultus, cum literis vacare non potuisset, eruditione caruit: tatnetsi magnis ingenii viribus 'adjutus, et consueludine sapientum non minus prudens ac sapiens, quam si fuisset doctissimis praeceptoribus eruditas (L. Marinaei Siculi, De Rebus Hispaniae, üb. XIX, tomo I de la

annum decimum

Hispania Illustrata, pág. 468). Carta de Juan de Lucena, exhortatoria á las Letras. En los Opúsculos Literarios de (i) 216. los siglos XIV á XVI, publicados por la Sociedad de Bibliófilos. Madrid, 1892, pág. niemoravi, eru(2) «.Etas nostra quatuor illas Isabellae Reginae filias, quas paullo ante loannam ditas Yidit; non sine laudibus et admiratione refertur mihi, passim in hac térra, Philippi conjugem, Caroli hujus matrem, ex tempore latinis orationibus, quae de more apud novos Principes oppidatim habentur, latiné respondisse; idem de Regina sua, Joannae sorore, ViBritanni praedicant; idem omnes de duabus alus, quae in Lusitania fato concessere» (L. ves,

De Christiana Femina,

liber /jrimus, pág. 82 del

Libro de la Cámara Real del Principe Españoles, pág. 23). (3)

tomo 4.° de

Don Juan

(ed.

de

la

la

colección de Valencia)!

Sociedad de Bibliófilos

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCH., BIBL. Y MUS.

838

mirante D. Fadrique Enríquez hizo venir en 1484 Sículo:

Conde de

el

Tendilla, embajador en

dro Mártir de Angleria, las sátiras

cual

el

Lucio Marinea

trajo

en 1487 á Pe-

empezó por comentar en Salamanca

de Juvenal, con tanto aplauso y concurso de gentes, que

nía que entrar en clase llevado en

A

Roma,

á

hombros de sus

te-

discípulos.

estos dos principales educadores de la nobleza castellana

hay que

añadir los nombres, literariamente menos famosos, de los dos herma-

nos Antonio y Alejandro Geraldino, encargado

ñanza de

la

Infanta D.^ Isabel, y

el

segundo de

la

el

primero de

y otro dejaron más fama de pedagogos que de escritores: del

mayor

sólo se citan unas Bucólicas

Sagradas;

ense-

la

Uno

de sus hermanas.

del

hermano

menor, que fué pro-

tonotario apostólico y poeta laureado y últimamente Obispo de la isla

de Santo Domingo, una oración gratulatoria

Tiene, además,

el

al

mérito de haber sido uno de

pezaron á recoger lápidas

é inscripciones

Papa Inocencio los

VIII.

primeros que em-

romanas en España.

Mucho mayor es la importancia del lombardo Pedro Mártir, no sólo por el gran número de discípulos que tuvo en Valladolid y en Zaragoza, figurando entre ellos los primeros nombres de y aragonesa, sino por

la

vulgar de escritor y por siderados las

como

novar

las

castellana

originalidad de su persona, por su talento nada el

grande interés histórico de sus libros, con-

fuente abundantísima,

cosas de su tiempo

la aristocracia

(i).

aunque no siempre segura, para

Mientras otros latinistas se esforzaban en re-

formas clásicas de

la historia

clavio á los héroes contemporáneos,

él

y vestían con

la

toga y

el lati-

consignaba, día por día, en una

muy

abigarrada y pintoresca, llena de chistosos neologismos, cuanto pasaba á su lado, cuantos chismes y murmuraciones oía, dando latinidad

con todo y á

la

ello incesante pasto á su

propia curiosidad, siempre despierta,

de sus amigos italianos y españoles. Su estilo es incorrectísimo,

La vida y las obras de Pedro Mártir, interesante además como primer cronista de In» han sido ampliamente ilustradas en estos últimos años. Véanse, entre otros estudios: — Schumacher (Hermán A.): Petrus Martyr, der Geschichtsschreiber des Weltmeeres. Eine Siudie. Nueva York, E. Steiger, 1879. — Mariéjol (J. H.): L'« lettré it alien á la cour d'Espagne (1448-1526). Fierre Martyr d'Anghera, sa vie et ses ceuvres. Thése pour le doctorat, présentée á la Faculté des Lettres (1)

dias,

de Paris. París, 1887. üerigk: Das «Opus Epistolarum» des Petrus Mártir, ein Beitrag í^ur Kritik der Quellen des ausgehenden i5, und beginnenden 16 Jahrhunderts. Braunsberg, 1881. Heidenheimer: Petrus Mártir Angterius und sein Opus Epistolarum. Ein Beitrag ^ur





Quellenkunde der Zeitalters der Renaissance under Reformation. Berlín, 1881. — Bernays (J.): Petrus Mártir Anglerius und sein Opus Epistolarum. Strasburgo, bner, 1891.

J.

Trü-

BIBLIOGRAFÍA HISPA NO-LATINA CLÁSICA

SSq

y á veces casi bárbaro; pero muy suelto, chispeante é ingenioso. Tiene Pedro Mártir, aun considerado meramente como preceptor y gramático, su peculiar representación en la historia de nuestro humanismo, y pudo escribir sin mucha nota de jactancia, aunque en frases de pedantesco y

mamado

depravado gusto, que habían

casi todos los proceres

la leche

de su doctrina

de Castilla {suxerunt mea litteraria ubera prin-

cipes Castellae Jere omnes); pero cuál fuese la calidad de esta leche,

poco desemejante de

nando á voces

los

la láctea

mismos

Y

escritos de Mártir.

Núñez y Vergaras, no hubiese

llevado

ciertamente que

como

severa disciplina de otros maestros indígenas, bosas,

los Nebrijas,

si

moderna, no hubiera emulado

sica del siglo XVI los esplendores

modos,

es harto evidente el servicio

de nuestro

mos de

de

más

la

Bar-

gusto por mejores sen-

el

deros que los de esta latinidad viciada y barroca, que viene á ser calco de una fraseología

no

ubertas de Tito Livio, lo están prego-

la Italia del siglo

la

xv

España

(i).

que Pedro Mártir hizo á

el

clá-

De todos

la historia

glorioso reinado, para que por defectos de forma haya-

regatearle sus méritos de observador incansable y curioso,

menos que de narrador sensato y lúcido. Más modestos, aunque no menos positivos, fueron

los

que

la

no

prestó

Lucio Marineo, discípulo de Pomponio Leto y profesor en Salamanca de Elocuencia !y Poesía Latina desde 1484 hasta 1496, en

el siciliano

que pasó á ejercer su ministerio

Rey lo

la

acompañando luego

como

capellán suyo.

mucho dentro

nado de Carlos V, y

le

(i

Soy)

al

Su vida, del rei-

permitió dejar varios libros históricos y geográ-

enteramente consagrados á

espíritu

aula regia,

de Pedro Mártir, se prolongó

Católico en su viaje á Ñapóles

mismo que

ficos

al

la ilustración

de nuestras cosas, con

sobremanera encomiástico y quizá adulatorio en algún caso.

Su correspondencia

familiar, en 17 libros,

menos explotada hasta ahora

Caravillae, bergantini, Almirayilus, Adelantatus, juncteri (los comuneros) y otros la construcción es enteramente italiana. Bembo y los puristas de su tiempo se reían de él, pero contestaba sin empacho que él era insubrio (lombardo) y no romano, y que no vivía en el Lacio, sino en España. En la dedicatoria de la octava década De Orbe Novo á Clemente VII, dice ingeniosamente que las Nereidas del Nuevo Mundo merecían ser revestidas con el rico tejido de seda y oro de la elocuencia ciceroniana, pero que él sólo había podido cubrirlas con los vulgares paños de su rudo lenguae: «Ciceronianos optassent haec talia tantaque spiritus... vulgaribus ego tegminibus, quod sericea vel auro intexta non assequar, venustissimas amicivi Nereidas, Oceani dico gemmatas Ínsulas ab orbis iniíio latentes». No puede decirse á punto lijo cuáles fueron los maestros de Pedro Mártir, porque no los cita nunca. En Milán pudo oir á Filelfo y á Guiniforte Barzizza. En Roma fué amigo, pero no propiamente discípulo, de Pomponio Lelo, por quien sentía la más profunda admiración> aunque no le siguiese en sus tendencias paganas. (i)

muchos hispanismos son corrientes en Pedro Mártir, y





BIBLIOTECA DE

840

que

la

REVISTA DE ARGH.,

LA.

BIBL. Y

MUS.

de Mártir, abunda en noticias singulares para nuestra historia

política y literaria (i).

El

mismo Marineo

pués de

1

522

(2),

Sículo, en

una oración

dirigida á Carlos

V

des-

nos dejó curiosa conmemoración de los eruditos espa-

ñoles de su tiempo, contando entre ellos á sus propios discípulos y á Véase la descripción bibliográfica de tan peregrino libro, que no podemos omitir aquí (i) puesto que se compone de ensayos epistolares en que Marineo y sus discípulos procuran imitar la forma de las cartas familiares de Cicerón: Ad íllustrissitnú principé Alfonsum Aragoneum Ferdinandi regís fi'.ium Caesaraugustae et Valentiae Archiepiscopum Aragoniaeque presiden- té Lucii Marinaei Siculi epistolarü familiariü libridecé et septé. Orotiones quinq. de parcis líber unus: repetía de verbo fero et eius cúposítis líber unus: Carminü libri dúo. Süt'pterea i principio operís Carmina: quibus auctor iuxta crucé Xpi cú virgine mre plorat et lamentat. Sút et orones duae bre- ues ad Xpm saluatoré: et ad vírgíné dei genitricé una: et angélica salutatio cú addítionibus Siculi. (Colofón:) «Impraesum Vallisoleti per Arnaldü Gulielmü Brocaríum et exactissimecastigatü. Anno domini Millesimo quingentésimo décimo quarto pridie Kalendas Martias.^y Sin \

|

I

|

\

I

I

foliatura.

importante colección del humanista siciliano, citaré los nomel orden en que sus cartas aparecen en el volumen; Libro I. Don Alfonso de Aragón, Arzobispo de Zaragoza. Rey Don Fernando el Católico.— Principe D. Juan.— Gaspar Barrachina, secretario del Arzobispo de Zaragoza. Libro IL Don Diego Ramírez de Villaescusa, Obispo de Málaga. Francisco Guicciardini. — Juan Velasco, del Consejo del Rey y procurador del Real Patrimonio. Libro JIL Domingo de Olite. .\ntonio de Nebrija. — Juan Sobrarlas. Libro IV. Tello Pérez. — Luis Jover. .\lfonso de Segura. Libro V. Juan Ruffo, Arzobispo de Coscnza, Nuncio del Papa. Juan Badoero, embajador de Venecia. Cataldo Parisio. Libro VL Lucio Flaminio Sículo. A.ntonio de Mudarra. Pedro Cerdán, «prefecto portionario» (^Maestre Racional?) de la Reina de Aragón D.'' Germana. Antonio de Pueyo. Libro IX. \"¡cente Pullastre, secretario del Rey. Francisco Peñalosa, cantor de la Real Capilla.— Pedro .Manuel Sículo.— Nicolás .Marineo, hermano de Lucio. Libro X. Fernando de Herrera.— El Licenciado Manso, Canónigo de Salamanca y Rector de la Universidad — Jacobc Contareno, embajador de Venecia.— Ramiro Núñez de Guzmán. Libro XI. Xñis Barbosa.— Juan .Morcll.— .•Mfonso Sánchez.— Juan de la Caballería. Libro XII. Pedro de Castro. .Martín de Sisamón.— Jacobo de .\ versi?, Capellán del Rey.— Bartolomé del Corral. Pedro de Quintana.* Libro XIII. Martín de Sisamón. Diego Lastra.— Francisco Verdugo —Juan Ponce— Martin de Corpa, cisterciense. Juan de ^ergara. Libro XV. Pedro Mártir de Angleria.— Cristóbal Caamaño. Libro XVI. Juan de la Caballería. Ana deCervatón. Dr. Palacios Rubios. Libro XVII. Gonzalo de .\yora.— D. .\lfonso Enríquez. Obispo de Osma.— Juan de Gualbes, jurisconsulto y consejero regio. Fernando Diez (Decius). D. Martín de Ángulo, Obispo de Córdoba.— .Martín López Gamboa, Capellán del Rey.— Juan Rodríguez. Hállase en algunos, muy pocos, ejemplares de la obra De rebus Hispaniae memorabi(2) libus, escrita por Lucio Marineo é impresa en Alcalá por Miguel de Eguia, en 1530. Tienen estos ejemplares 27 folios más de impresión que los restantes, los cuales concluyen en el fol. 128 v. Ignoramos la causa de la persecución que sufrió este trozo, que, por supuesto, no reaparece en la edición de 1533 ni en la traducción castellana. Acaso deba atribuirse á los grandes elogios que Marineo hace de algunos eruditos que intervinieron en las cuestiones erasmianas y fueron procesados por la Inquisición. Marineo dice que el Emperador y la Emperatriz, á quienes había dedicado su libro, mandaron suprimir el catálogo de los varones

Para dar alguna idea de

la

bres de algunos de sus corresponsales por

































ilustres.

«Desiderabit in hoc volumine lector et frustra requiret Hispaniae viros illustres. De quibus, non solum praeteritis, sed etiam nunc viventibus, ut in prologo et alus in locis mentio est, numeróse scripseram: sed cum illorum nomina et res gestas nostris principibus recen-

bibliografía hispano-latina clasica ios

de Pedro Mártir, muchos de los cuales nada dejaron impreso, pero

cuyo ejemplo influyó mucho por venir de tan Zaragoza D. Alfonso de Aragón,

hijo

alto.

El Arzobispo de

bastardo del Rey Católico;

Arzobispo de Granada D. Francisco de Herrera;

manca y Plasencia el

«41

los

D. Francisco de Bovadilla y D.

el

Obispos de Sala-

Gómez

de Toledo;

íuturo Arzobispo de Sevilla é Inquisidor general D. Alonso Manri-

que, que en su juventud había enseñado griego en Alcalá, grande amigo

y protector de Erasmo;

dona y

su

hermano D.

el

Cardenal de Monreal D. Enrique de Car-

Luis, Obispo de Barcelona;

dolid D. Alfonso Enriquez, á quien califica juvenis;

el

Abad

de Valla-

Obispo de Osina Cabrero, concionator egregieus;

table D. Pedro de Velasco, á quien sio de

el

Marineo de Ittterattssimus

muy

Salamanca, siendo

toria Natural de Plinio;

el

el

Marineo oyó explicar en

Condes-

el

gimna-

joven, las Epístolas de Ovidio y la His-

Marqués de

los

Vélez D. Pedro Fajardo;

Duque de Arcos D. Rodrigo Ponce de León;

el

el

Marqués de Denia don

Bernardo de Rojas y Sandoval, que emprendió sexagenario el estudio de la Gramática latina y llegó á ser consumado en ella; el valenciano

Conde de Oliva D.

Serafín Centelles;

López de Mendoza, «vir sapiens rifa

Conde de Tendilla D. Iñigo Marqués de Ta-

excultus»; el

y Adelantado de Andalucía D. Fadrique Enriquez de Rivera, gran

conocedor de tes

el

et litteris

la historia

y de cultivadores de

antigua y vastago de una dinastía de mecena-

las letras

salve, patricio hispalense

todos estos

nombres

y de las artes; Rodrigo Tous de Mon-

«omni genere doctrinae doctissimus». Si á

aristocráticos, recordados en el discurso de

Mari-

neo, se añaden sus propios corresponsales y los de Pedro Mártir, tales

como

el

Duque de Braganza

y Guimaraens, D. Juan de Portugal, don

Alonso de Silva, D. Diego de Acevedo, conde de Monterrós, D. García de

Toledo y D. Pedro Girón, no podrá menos de formarse

muy

ven-

suissem, illi quidem etsi propter Híspaniae foelicitatem, quac tot viros insignes progenuisset, valde gavisi cum laborem nostrum et industriara comprobasseni, eorundem tamen voluntas et consilium fuit, ut ¡n praesentiarum virorum ¡Uustrium catalogus non ederetur.

Dicebant enim prudentissimi principes, quod ¡nter víventes, ut est humana conditio, magna nasceretur invidia, et iuxta praeterea multorum querela qui praetermissi fuissent... Subduximus itaque de volumine viros illustres et nonnuUas etiam mulieres memoratu dignas.» (De rebu-i Hispaniae memorabilibus, ad finem, ea la Hispania Illustrata, tomo I, pág. Siy.) Clemencin reimprimió casi en su totalidad el curiosísimo razonamiento de Marineo en los Apéndices de su Elogio de la Reina Católica (tomo VI de las Memorias de la Academia de la Historia; páginas 607-611). Hubo en la Universidad de Salamanca otro profesor siciliano, Antonio Blaniardo, más conocido por el nombre de Flaminio. De él y de Arias Barbosa dice Lucio Marineo (Ep. página 58) que eran «dúo eloquentiae romanae fontes uberrimi», «linguae latinae lumina totidem».

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ABCH., BIBL. Y MUS.

842

tajosa idea del ardor desplegado por la nobleza española para iniciarse

en

la

nueva cultura, secundando

Pero

Pedro Mártir,

ni

tureros literarios

ni

el

ejemplo de

Lucio Marineo,

masó menos

los

Reyes Católicos.

ni los Geraldinos,

brillantes, preceptores

hombres harto medianos de carácter y de

tocráticos,

los cuales se trasluce

no

si

les

aris-

inteligencia, y en

siempre algo del advenedizo y del parásito, hu-

bieran podido extender cortesano,

aven-

meramente

acción del Renacimiento fuera del recinto

la

hubiese secundado, y en parte precedido, un grupo

de humanistas españoles, que con mayor celo y desinterés, y con espi-

más

ritu

didáctico, trabajaron por difundir en las escuelas de

noción clásica que habían recogido en

la

ma

de los métodos gramaticales,

el

Lo primero

Italia.

abandono de

España

era la refor-

antiguos y bárba-

los

ros textos, la formación de los primeros vocabularios y la difusión de los autores clásicos,

ajustadas.

Y

es cierto

ya en su original, ya en versiones más ó menos

que en esta parte pocos pueden disputar

ridad cronológica á Alonso de Palencia, que

á pesar de haber vivido en la domesticidad del

gua griega,

la

no llegó á poseer

si

prio-

la len-

Cardenal

Bessarión y de haber tenido familiar trato con Jorge de Trebisonda y otros doctos bizantinos, mereció bien de las humanidades latinas por trabajos estrictamente filológicos, que son los

nero en

y

el

Castilla: el

más antiguos de

su gé-

Opus Synonimorum,

que tenía ya terminado en 1472,

y

romance, trabajo de su vejez,

Universal Vocabulario en latín

Reina Isabel y dado á luz en 1490, un año antes del Diccionario de Antonio de Nebrija, que le lleva grandes ven-

emprendido por orden de

tajas

en

la

la

y que inmediatamente

memoria de

cógrafo, por

las gentes,

más que en

le

sepultó en

más

el

olvido.

vigorosa y pintoresca á veces, aunse traslucen los esfuer-

que crespa y enmarañada, de sus Décadas, bien

para ensanchar

los lindes

de

la

la

prosa clásica, cuyo estudio

nuestra hasta

fección que muestra la Batalla de los lobos el

el

y

tratado de la Perfección del triunfo militar.

ron compuestas primitivamente en nuestra lengua (i)

vive Palencia

bien á título de cronista que de lexi-

la latinidad,

zos de su autor para dominar

Hoy

le

sirvió

grado de relativa per-

perros, y

Una

más

todavía,

y otra obrilla fue-

latín y traídas luego

por su autor á

(i).

tratados (en castellano) fueron reimpresos en la colección de Libros de anpor D. Antonio María Fabié con un buen estudio biográfico. El original Perfección del triunfo militar se conserva en un códice de la biblioteca del Ca-

Ambos

taño (tomo V,

1876)

latino de la bildo de Toledo.

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

Pero

los trabajos

de Falencia,

humanista, no fueron más que (1445- 1 522), el

el

coma

únicamente

se le considera

si

preludio de los de Antonio de Nebrija

extirpador de la barbarie,

el

848

que mezcló (como cantaba

el

helenista Arias Barbosa) las sagradas aguas del Parnaso con las del

Tormes

(i).

«Fué aquella mi doctrina tan noble

(decía

el

mismo

Nebrija con justo aun-

que poco disimulado orgullo), que aun por testimonio de fesión de mis enemigos, todo aquesto se

me

abrí tienda de la lengua latina, y osé poner

los envidiosos

otorga: que yo fui

el

y con-

primero que

pendón para nuevos preceptos... y

que ya casi de todo punto desarraigué de toda España los Doctrinales, los Peros Elias y otros

nombres aún más duros, como

los Gaiteros,

ios

Ebrardos, Pas-

tranas y otros no sé qué apostizos y contrahechos gramáticos, no merecedores

de ser nombrados. se

habla de

latín,

Y que

si

cerca de los

hombres de nuestra nación alguna cosa

todo aquello se ha de referir á mí. Es, por cierto tan grande

galardón deste mi trabajo, que en este género de letras otro

mayor no

se

el

puede

pensar (2).»

Nebrija, en efecto, que tornaba de Italia en 1473, después de una residencia de diez años, y

muchos antes que Pedro Mártir

rineo pensasen en venir á nuestro suelo, traía

como

ni

Lucio Ma-

triunfal despojo de

su largo viaje, é iba á difundir por medio de la enseñanza, primero en Sevilla, después en

palabra de

Salamanca

la filología clásica

(3), y,

finalmente, en Alcalá, la última

de entonces, es decir,

y filosófico de Lorenzo Valla, contrapuesto

al

el

método racional

empírico y rutinario de

gramáticos anteriores. Su doctrina derramada en innumerables

los

opúsculos, y condensada

en su extensa Gramática (cuya primera

al fin

Miscuit hic sacris Tormim Permessidos undis, Barbaricum nostro repulit orbe genus: Primus et in patriam Phoebum. doctasque sórores

i)

Non uUi

tacta detulit

ame

Pegasidumque ausus puro de

dia:

fonte sacerdos

Nostra per Ausonios orgia ferré choros. (Esta elegía de Arias Barbosa anda

al

principio de

muchas ediciones antiguas de

la

Gra-

mática de Nebrija.) (2)

Prefacio de su Vocabulario.

(Eleg., libro II): «Ebrardus, Hugutio, Catholicon, Aymo, el caeteri indipni qui nominentur, magna mercede docentes nihil scire, aut stuliiorem reddentes discipulum quem acceperuní». Cf,

Lorenzo Valla

Spectratix aderat toto Salmantica muro...

Cum

veni, vidi,

vici...

(Epístola á Pedro Mártir.)

BIBLIOTECA DE

844

!.A

PEVISTA DE

CH.,

BIBI..

Y MUS.

edición es de 1481), se alzó triunfante sobre las ruinas del alcázar déla barbarie, por él abatido en descomunal certamen. Su virtió

en sinónimo de gramático, y desde

días, los artes

para enseñar

el

nombre

se

con-

siglo xvi hasta nuestros

lengua latina siguieron intitulándose con

la

su nombre, aunque poco conservasen de su doctrina, ni menos del ge-

neroso espíritu de alta cultura que Nebrija, en igual ó

la

informaba.

mayor grado que cualquier humanista

italiano

renovó y amplió en su persona aquel enciclopédico saber que

los an-

tiguos consideraban inseparable de la profesión, en otro tiempo tan

honrada

ilustre, de

é

gramático. Porque, no sólo fué versado en

las

lenguas griega y hebrea, de las cuales sabemos que compuso tam-

bién gramáticas que no han llegado á nuestros tiempos

abarcó en

el

círculo de sus estudios

la

(i),

sino que

interpretación de los auto-

como en la íorma, lo cual le obligó á hacer frecuentes excursiones por el campo de la teología, como lo prueban sus Quincuagenas; al del Derecho como lo acredita su Lexicón juris civi res, así

en

la

materia

-

,

lis; al

de

la

Arqueología, cuando estudió por primera vez

naumaquia de Mérida;

al

de

tor de Dioscórides; al de la

la

Cosmografía y

otras innumerables cosas se extendía en los

llamados gramáticos

Í2).

Y

el

Botánica y Materia Médica,

si

el

la

circo y la

como

edi-

Geodesia...; que á esto y á

Renacimiento

la

ciencia de

á esto se añade que Nebrija fué histo-

Sobre los servicios prestados por Nebrija á la filología helénica derrama nueva luz el (i) interesante opúsculo del profesor de Griego en la Universidad de Oxford, Ingram Bywater,

The Erasmian Pronunciation of Greek and its Precursors Jerome Aleander Aldus Manutius Antonio of Lebrixa (Londres, 19081. El helenista inglés prueba que el verdadero inventor de la pronunciación del griego llamada en las escuelas erasmiana fué Nebrija, que murió seis añoi antes de la publicación del Dialogus de pronuntiatione de Erasmo (i528). Ya en su segunda Repetitio ó Relectio, que es de 1483, había disputado áe i»! ac potestate literarum contra usum atque opinionem latinorum graecorum et hcebraeorum perperam litteras suas enunciantium. Antecedió, por consiguiente, á Aldo, cuyo apéndice De literis graecis ac diphton^is es de i5o8, y á Aleander, que no escribió hasta i5i2. Sobre los trabajos ciceronianos de Nebrija véanse los números 300, 301, 302 y 303 de la (2) presente Bibliografía. Para juzgar rectamente de los méritos de Nebrija hay que tener en cuenta que algunas de sus obras más importantes quedaron inéditas, entre ellas su gran léxico etimológico, que

conoció y disfrutó Diego López de Stúñiga y que también mencioaa Erasmo en su primera Apología contra el mismo Stúñiga (tomo IX de la edición de Leyden, cap. 3o5): «Sane vehementer hoc in loco probo Stunicae candorem, qui non dissimulet unde et alia plera^ue hauserit, nimirum e magno Léxico et Quinquagenis JEVú Antonii Nebrissensis, cuius laudes nunquam sic attollet Stunica, quin pro vin meritis putemus aliquid etiam addendum. Sic promeretur hominis integritas, sic labores iuvandis bonis studiis exhausti». De las Quincuagenas sólo existe la tercera, como es notorio. Las otras dos padecieron naufragio en las escolásticas manos del Arzobispo de Sevilla é Inquisidor General Fr. Diego de Deza, de quien dice Nebrija que por su gusto hubiera querido borrar todo rastro de las lenguas hebrea y griega: «Nam bonus iile Praesul in tota quaestione sua nihil magis laborabat,

BIBLIOGRAFÍA HISP ANO-l-ATl NA CI-ÁSICA

aunque excesivamente retórico y poco

fiador,

845

origina), de las cosas

de

su tiempo, y fué, además, poeta latino, de sincera inspiración, y no de los fabricantes

de centones, para prueba de

que compuso

elegía

nadie podrá dejar de ver en

lo cual bastaría la

después de muchos años, su

al visitar,

el ilustre

maestro andaluz

la

más

personificación literaria de la España de los Reyes Católicos.

nombre

significa tanto

como

el

suyo en

la

hermosa

villa

natal,

brillante

Ningún

general cultura, no sólo por

su vasta ciencia, robusto entendimiento y poderosa virtud asimiladora, sino por su ardor propagandista, á cuyo servicio puso la indomable

energía de su carácter, arrojado, independiente y cáustico, Gracias á

Reina Católica y de Cisneros, pudo en toda ocasión reivindicar altamente los fueros de la libertad científi-

ello,

ca,

y á

protección resuelta de

la

y proseguir impertérrito

la

la

reforma de

los estudios,

sin que las

quam

ut duarum linguarum, ex quibus religio nosira pendet, ñeque ullutn vestigium relinqueretur, per quod ad dignoscendum in rebus dubiis ceriitudinem, pervenire possemuss.» De muy contrario modo pensaba el gran Cisneros, sucesor de De¿a, y ante él logró vindicarse plenamente Nebrija, obteniendo toda su confianza. La Apología nerviosa, elocuente y viril que dirigió á aquel prelado es la más brillante muestra que puede presentarse de la prosa de Nebrija y de la entereza de su ánimo, que por dicha suya y de España halló jueces

dignos de comprenderle. Otros no tuvieron tanta fortuna. «Si propositum legislatoris esse dcbet bonos ac sapientes viros praemiis afficcre, malos vero atque a veritatis via aberrantes poenis coerceré: quid agas in ea repub. ubi sacras literas corrumpentibus praemia proponuntur; atque e diverso, depravata restituentibus, resarcientibus convulsa, mendosa emaculantibus, mfamiae nota inuritur, anathematis censura subitur, aul si positionem defenderé coneris, mortem indignam oppetere cogaris.'' .\n mihi. non sit satis, in üs quae mihi religio credenda proponit, captivare iniellectum in obsequium Christi: nisi etiam in iis quae mihi sunt explórala, comperta, nota, manifcsta, ipsaquc luce clariora, ipsa veritate veriora, compeilar nescire quod scio? non alucinans, non coniectans, sed adamantinis rationibus, irrefragabilibus argumentis, apodicticis demonstrationibus colligens? Quae, malum! haec servitus est, aut quae tam iniqua veluí ex arce dominatio, quae te non sinat, pielate salva, libere quae sentías diccre? quid dicere? immo nec intra parietes latitans scribere, aut scrobibus immurmurans infüdere, aut salteih tecum volutans cogitare? At quibus de rebus cogitare? nempe quibus religio christiana continetur, quodque inter iusti et boni viri muñera vel praecipuum psalmographus commemorat: In lege (inquit) Domini voluntas ejus, et in lege eius meditahitur dic ac nocte» «Interim vero nescio quid me prohibeat iis de rebus inquirerc, atque alios ad illud ipsum faciendum exhortari: et in hac una cogitatione supremum spiritum effundere? An non haec melius, quam disputare ridiculam illam quaestionem, utrum quiditaies Scoti transeúntes per '->; crocodilinis, el Chrysippi latera pune ti possint implere ventrem chimerae? quam in cacervis versari? quam de stillicidus, et aqua pluvia arcen.i et hjju^iiiüüi nugis disserere? Vos igitur, o clarissima Mundi lumica, leque in primis Pater optime, Hispanac reipublicae columen, quem non sors aliqua, sed divina quaedam Providentia dedit mihi amplificatorem, testem, judicem; obsecro accurrite, succurrite, ferte suppetias rei Herariae labenti, ejusque patrocinium suscipile, anteaquam funditus intereat. Favete ingeniis, revócale superos dúo illa religionis nostrae lumina exiincta, Grae':am, Hebraicamque linguam: proponite praemia .

.,

in ea re laborantibus.» yElii

Ex gramtnatico rhetoris in Conpluiesi Gymnasio: atque proinde Apologia earum rerum quae illi objiciuntur... Apud Inclytam Garnatam

Antonii Nebriss.

Historici Regii

mense Febrvario. D. XXKV.

Aunque estilo, fué

el

Nebrisense,

Fol.

como

11

v.

y

fol. viii v.

casi todos los filólogos, brilla

grande injusticia de D. Antonio Agustín decir que

más por

«el latín

la doctrina que por el de Lcbrixa era endia-

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ABCH., BFBL. Y MUS.

846

fuerzas

le

destalleciesen ni

aun en

la

extrema ancianidad.

Y

todavía en

su lecho de muerte, contemplando imperfecta su obra, llamaba con sus votos quien

propio

completase, y repetía incesantemente aquel verso vir-

la

que luego había de recoger

giliano,

como

el

Brócense, considerándose á

Exoriare aliquis nostris ex ossibus

A

su

nombre debe

ir

itltor.

unido inseparablemente

y comprofesor de lengua griega

el

el

de su grande amigo

portugués Arias Barbosa, discípulo

de Angelo Policiano. Poco dejó escrito, y su nombre fué eclipsado

pronto por

el



vengador invocado por Nebrija:

el

de su

más egregio

discípulo

el

muy

Comendador Hernán Nú-

ñez; pero hay justicia en reconocer que Arias Barbosa fué el patriarca

de

los helenistas españoles

ñanza, por

lo

el

y

que en Salamanca inauguró esta ense-

cual dijo bien Andrés Resende en su

Encomium Erasmi:

nam primus iberos Hippocrenaeo Graias componere voces Ore ...

Pero

la

docuit

Universidad de Salamanca, nacida en los tiempos medios y

aferrada todavía á

la tradición escolástica,

debía presentar,

como

la

de

bladov. (Vid. Dormer, Progresos de la Historia de

Aragón, pág. 418 de la primera edición). que para el sabio Arzobispo lo era todo latín no ciceroniano, y envolvía en la misma condenación á Lorenzo Valla, á Hermolao Bárbaro, á Angelo Policiano y á Erasmo. Nebrija se educó en Italia cuando florecían Galeoto Marcio, Guarino, Filelfo, Merula, Lan-dino y los doctos griegos Argiropulo, Chalcondilas, Constantino Lascaris y Andrónico CaVerdad

lixto.

es

Ninguno de

ellos era ni quería ser ciceroniano.

Tampoco

lo fué su discípulo, ni el ca-

mayor parte de sus obras se prestaba a ello. Su estilo histórico no es tan flojo y humilde íeími ac deiecto) como da a entender Matamoros, el cual, por otra parte, le caliñca de praeclarus orator. Como orador y como poeta, no sólo como gramático, le celebró en elegantes versos Arias Barbosa, sacando á plaza, como era de rigor en estos panegíricos, los nombres de ^'irgilio y Tulio: rácter didáctico de

la

(

Ore potens vario Dulcior

Seu

Una de

est,

seu condit amabile carmen,

Andino

defluit ore liquor.

lingua dixisse soluta, Eloquium dices hic Ciceronis habet.

velit orator

las obras de Nebrija más agradables por su estilo es el tratadito De liberis educaríque dedicó al Secretario del Key Católico Miguel Pérez de .Almazán, y ha sido publicado por diligencia de D. Roque Chabas en la Revista de Archivos (tomo IX de la tercera época, páginas 50-66). Aunque incompleto, pues sólo existen los doce primeros capítulos, es un documento de grande interés para la historia de las ideas pedagógicas y un precedente de las de Luis Vives. La vida y obras del Maestro Antonio están pidiendo á voces un libro que no ha sido escrito aún. Entre tanto pueden consultarse con mucho fruto los siguientes: Mayáns (D. Gregorio): Specimen Bibliothecae Hispano Majansianae... Hannover, 1753, páginas 4-39. .Muñoz (D. Juan Bautista): Elogio de Antonio de Lebrija leído en junta publica de ¡a Real Academia déla Historia el día 11 de Julio de 1796. .Madrid, en la imprenta de Sancha. — Suaña y Castellet(D. Hemeterio): Estudio critico-biográfico del Maestro Elio Antonio de Nebrija. Madrid, 1879.

ais,





BIBLrOGRAFIA HISPANO- LATINA CLASICA

París, larga resistencia á los humanistas innovadores,

sentido traían de la vida y de la ciencia

(i).

muy

beneméritos.

Una

que tan diverso

Por otra parte, el régimen

excesivamente democrático de aquellas aulas fesores

«47

solía alejar

de ellas á pro-

votación de estudiantes en oposición á

cátedra desairó á Nebrija, cargado de años y de méritos, y

le

obligó á

trocar las aulas de Salamanca por las de Alcalá. Esta Universidad,

creada de nueva planta por asilo

más

el

Cardenal Jiménez en i5o8, ofrecía un

hospitalario á los nuevos estudios.

de aquellas aulas del canónico.

la

enseñanza del Derecho

Su fundador había excluido civil,

reduciendo

mucho

la

La Teología continuaba imperando, pero no ya en su

forma antigua, dogmática y polémica, sino más bien en la de estudio é interpretación del texto sagrado, para lo cual el conocimiento de los originales hebreo y griego y el trabajo crítico de los humanistas eran

preciso y necesario instrumento. Por eso, en

el

período de gloria de la

escuela complutense, que abarca los primeros sesenta años de su vida, se cultivaron

da

(

2).

en

ella

con igual amor

antigüedad profana y

los

sagra-

hebraizantes conversos Alfonso de Zamora, Pablo

Coronel y Alfonso de Alcalá;

los

dos hermanos Vergaras, traductor

más antigua gramática mismo tiempo una de las más

Aristóteles, y autor el otro de la

compuesta en España, que fué didas en

la

Demetrio Ducas, maestro de

Allí brillaron juntos el cretense

lengua griega;

uno de

la

al

Europa durante aquel

siglo;

el

el

griega

difun-

toledano Lorenzo Balbo de

Lillo, á quien se debieron apreciables ediciones de Valerio Flaco y

Quinto Curcio;

el

reformador

primero que osó levantar

la

filosófico

Hernán Alfonso de Herrera,

voz contra los peripatéticos en su Dis-

putación de ocho levadas contra Aristótil do, no sólo á las tentativas de Pedro

y

Ramus,

sus secuaces, precedien-

sino á las del

mismo Luis

Vives; Diego López de Stúñiga, docto y acérrimo contradictor de ErasEn este sentido debe entenderse la frase de Alvar Gómez de Castro, cuando, hablando tiempos heroicos de la escuela complutense, dice de la de Salamanca que estaba placidis nondum culta disciplinis. El mismo Marineo decía de sus comprofesores y de sí mismo: «Sumus cnim />/an¿pedes tere omnes ut qui non cothurnis, sed vix adjuti soccis incedimus» (Epist., pág. 61). Y todavía con más exageración Arias Barbosa: «Vix dúos tresve Salmanticae inveniri qui Latine loquerentur, plures qui hispane, quam plurimos qui barbare» [Epi'it. de Marineo, pág. 62). Después cambiaron las cosas, y Salamanca llegó á ser un centro humanístico igual ó superior á Alcalá, gracias, sobre todo, al Pinciano y al Brócense. Este carácter distintivo de la Universidad de Alcalá en la que podemos llamar su (2) edad de oro fué perfectamente expresada por Erasmo (ep. 61 de la edición de Leyden): «Academia Complutensis non aliunde celebritatem nominis auspicata est quam a complectendo linguas ao bonas litteras. Cuius praecipuum ornamentum est egregius ille senex, plañe que dignus qui multes vincat Nestoras, .Antonius Nebrissensis.» (i)

de

los

1

BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ABCH., BIBL. Y MUS.

848

mo; Mateo Pascual, fundador que hermanó las

el

del

Colegio Trilingüe; Pedro Ciruelo,

estudio de las Matemáticas con

42 cátedras que

el

Cardenal estableció,

seis

el

de

la

Teología.

eran de Gramática

De

lati-

na, cuatro de otras lenguas antiguas, cuatro de Retórica y ocho de Artes, ósea, de Filosofía. Erasmo reconoce y pondera en muchas partes el esplendor científico de Cómpluto, de la cual dice que con más razón

podía llamarse rcvrXojTov, por ser rica en todo género de sabiduría.

No

es del caso

detenernos á tejer

los

anales de aquella famosa es-

cuela, que, además, por lo que toca á su período

más

brillante, fueror»

dignamente ilustrados por Alvar Gómez de Castro en su vida latina

Matamoros en Pro adserenda Hispajiorum eruditione.

del Cardenal (i) y por Alfonso García

Pero debemos añadir que en

el

su clásica oración

primer tercio del siglo xvi

la cultura

grecolatina no se encerraba ya en los centros universitarios, sino que

muchos

profesores privados, algunos de ellos eminentes, la difundían

por todas las ciudades y villas de alguna consideración de Castilla y Andalucía: en Segovia, Juan Oteo, maestro de Andrés Laguna; en Soria, el bachiller

Pedro de Rúa, ingenioso censor de

las ficciones

de Fray

Antonio de Guevara; en Valladolid y en Olmedo, Cristóbal de Villalón; en Toledo, Alfonso Cedillo, maestro de Alejo de Venegas; en Calahorra, el Bachiller de la Pradilla; en

Santo Domingo de

la

Calzada, Pedro

Lastra; en Sevilla, Diego de Lora y Cristóbal de Escobar, dignos pre-

cursores de los Malaras, Medinas y Girones; en Granada, Pedro Mota;

en Ecija, un cierto Andrés, á quien por excelencia llamaron

go

(2).

de

la

^"Qué

más? El

estudio de las

cultura femenil

Lucio Marineo, y en

más el

grie-

aristocrática y exquisita; y en las cartas de

Gynecaeum Hispanae Minervae, que compiló

D. Nicolás Antonio, viven, juntamente con los

el

Humanidades formó parte integrante

el

nombre de La Latina,

de D.^ Juana Contreras, Isabel de Vergara, Antonia de Nebrija,

la

Condesa de Monteagudo, D.^ María Pacheco, D.^ Mencía de Mendoza,.

Marquesa de Zenete, y (i)

pluti.

desde

De rebus

gestis á Francisco

Apud Andream la

otras doctas hembras, de

de Ángulo.

una de

las cuales,

Ximenio Cisnerio, Archiepiscopo Toletano authore. CotniSóg. Reimpresa en el tomo I de la Hispania Illustrata,

pág. 296.

Marineo da razón de muchos de

ellos. «Vidimus Granatae iuvenem graece latinequc doctissimum, latinos libros graecosque profitentem cui Petrus Mota nomen erat; et Astigi vidimus Andream eadem profitentem, qui a litteris graecis, quibus erat ornatus, Graecus vocabatur... Barchinone Martinum Ibarram, Cantabricum, vidimus bonas artes et latinara linpuam profitentem... et Petrum Lastrara in civitate Sancti Dominici Calciatensis bonas litteras profitentem», etc. En el razonamiento ya citado, apud Clemencín, pág. 610. (2)

BIBLIOGRAFÍA HISPANO-LATINA CLÁSICA

por

menos

lo

(i),

Y no

hay duda que

el

lo

consigna

que tuvo cátedra pública en

Universidad de Salamanca, dedicándose á latinos.

aunque no

(D/* Lucía de Medrano), se dice,

su gran panegirista Marineo Sículo

849

la

grado de educación de

la

mujer, cuando

es

verdadero cultivo del espíritu y no pedantesca ostentación, suele

el

indicio

más seguro

del

la

explanación de los clásicos

ser

punto de civilización alcanzado por un pueblo.

Por largo, aunque no

hemos venido

inútil rodeo,

y hora en que fué posible en España

la

á parar al

punto

aparición de prosistas ciceronia-

nos, entendiendo por tales á los que deliberadamente calcaban su lati-

nidad sobre

el

modelo de Marco Tulio, no

á los

que incidentalmente ó

en alguna de las virtudes de su estilo procuraban asemejársele, porque, en este caso, habría que incluir á todos los que escribieron en prosa latina

con algún aliño, sobre todo en materias didácticas y en oraciones

reales ó fingidas. El verdadero ciceronianismo fué

nacida en el

XV, llevada á su

del

xvi.

una secta

Italia á fines del siglo xiv, crecida y desarrollada

mayor punto de

exaltación en

Esta secta tuvo sus cánones escritos,

contó sectarios fanáticos y formidables enemigos. cisitudes, triunfos y caídas

la

(2).

fieramente,

historia de sus vi-

ha dado materia á interesantes disquisicio-

nes de varios eruditos, que desgraciadamente dejan intacta

pañola

durante

primera mitad

batalló

La

literaria

Antes de penetrar en

ella (siquiera sea del

la

parte es-

modo elemental

y esquemático que esta bibliografía permite), conviene indicar algo referencia á él lo afirman Gil González Dávila en el Teatro de la Iglesia de Sala(pág. 216) y Clemencín {Elogio de la Reina Católica, pág. 410); pero yo no acierto á encontrar tal especie en la única carta de Marineo á Lucia Medrano, reproducida ya por Nicolás Antonio (B. H. N., tomo II, pág. 351); y eso que el erudito siciliano no anda parco (i)

Con

manca

la doncella salmantina; «Admiratus equidem sum vehementer non solum doctrinam et eloquentiam tuam, sed etiam venustatem, formam, sexum et aetatem. Proptereaque una virguncula facie spectabilis vires omnes Hispanos eloquentia linguae Romanae longe praestas... Per te siquidem non Musas, non Sibyllas saeculis prioribus inv¡™ dco; non Pythias vates, non apud Pythagoreos feminas philosophantes... Nunc demum cognosco mulieribus a natura non fuisse denegatum ingenium; quod aetate nostra per te máxime comprobatur, quae supra viros in literis et eloquentia caput extulisti, quae una in Hispania puella teneraque virgo non lanam, sed librum, non fusum, sed calamum, non acum sed stilum

de elogios y galanterías con

diligenter et studiose tractas.»

En general ha de recibirse con cautela lo que se cuenta del magisterio de las mujeres en nuestras universidades del siglo xvi. Ningún documento formal lo comprueba. Había mujeres muy doctas, pero tenían el buen gusto de serlo dentro de su casa. Sólo de Publia Hortensia de Castro y de Juliana Morell consta que sostuviesen tesis y conclusiones públicas, la primera en Evora y la segunda en Lyon, esta última á principios del siglo xvii. Hay algún otro caso menos comprobado. Véanse especialmente (2)

los

que

á

continuación indicamos:

— Walch (J. Jorge): Historia critica Latinas Linguae. Editio tertia ilerum nibus aucta. Leipzig,

— Burigny: Sur

1761.

Especialmente en

la querelle qui

s'

el

eleva dans

capitulo

le

XIY De

KVI siécle au

multis accessio-

imitatione.

sujet de

I

estime quiétait due

54