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Spanish Pages [580] Year 2009
CALIXTO OYUELA
ANTOLOGÍA POÉTICA HISPANO AMERICANA
TOMO
I
flryel Estrada y^ía.
Editory
\-v
f«**h
ANTOLOGÍA POÉTICA HISPANO-AMERICANA
L;,,
y
gran
formato, en
de
industria
considerablemente ampliada
literaria,
1890), no fueron emprendidas por
na- ajenas a toda literatura, o por ingenuos
De las dos que América Poética,
sólo
de
Lite-
de Lagomaggiore (publicada primero
volúmenes de
obras
cuarto to
deben
ser
aficionados.
tomadas en
Gutiérrez, hoy
cuenta,
agotadísima
',
la
ade-
es
No existe ejemplar de ella ni en la Biblioteca Nacional, ni. lo que más extraño, en la biblioteca del mismo Gutiérrez, hoy en el Senado
de
la
1
Nación.
\||
M't.K VCIÓN
I
la
le
lo
tolerancia
notoria debilidad y
que
•;,,,
el
l'lil.l.lMI\ ai;
numero de ¡os genios, y mediano v aun para lo
encontrar
a
i
disculpa para
fácil
de
ilece
con
autor
su
«le
llevaba a multiplicar con
le
deficiencia
la
insanable de su atrasadísima techa. Después de ella, llegaron a
madurez poetas que entonces solo estallan en germen, y .-urgido muchos de los más altos ingenios con (¡ue pue-
han
den honrarse
las letras
americanas.
en
rucamente
Que
1
;
162
Dejan sus ondas y pajizos techos;
En
los breñales hórridos se
Buscando en
los
implican.
senderos tortuosos
Flexible esparto y árboles frondosos.
A cada
cual con admirable tino
Su labor le enseñaban, ofreciendo Por recompensa premio no mezquino. Unos desprenden las torcidas ramas tiernos mimbres; oíroslas barquillas
De
Llenan con ellas y con rubias gramas;
Y
éstos, a remo, las crujientes quillas
Conducen Hierve
Y A
el
el
a las plácidas orillas.
gentío, se fatiga y suda;
entusiasmo noble
ver concluida
Después que
Formó
el
el
la
labor ayuda.
pueblo con maduro examen
acervo de madera y mimbre,
Unidos todos con delgadas hojas,
Y con
A
tenaz esparto en vez de urdimbre,
costa de fatigas y congojas
Largas alfombras ávidos tejieron
A oblonga estera en todo semejantes; Muy cerca de los muros las abrieron Y aquí y allá dejando Vastas sendas. Sobre
el
lago salobre las tendieron.
Y por que no
los vientos procelosos
Esparzan, y se lleven
Bravas olas
los
las
turgentes
cármenes nacientes,
Ponen debajo de nudosos robles Vigas ingentes, y atan las esteras Al grande peso que las tiene inmobles.
POÉTICA HISPANO
Apenas Vieron
los felices
AMEMCANA
mejicanos
obra terminar ufanos,
la
Encaminaron
agudas proras
las
A la florida virginal ribera, Y desprenden los céspedes gramosos, Que podían trocarse en sementera. Y no de
manera
otra
Discurren por los campos aromosos,
Encima de
los frescos lauredales,
Sin temer lluvias, vientos
Libando
el
Al henchir
ni
calores,
néctar de las tiernas flores
enjambres sonorosos
los
Sus nuevos y dulcísimos panales. Con el césped recargan las canoas,
Y Y
ágiles vuelven
sobre
las
las
hundidas proas.
esteras sin tardanza
Las glebas tienden, que
el
fecundo arado
No sintieron, y que eran su esperanza. Y arrojan luego la húmeda semilla Sobre
la
rica
preparada
arcilla;
Siembran acá sobre flotante prado Blando maíz, que es dádiva de Ceres; Allá hortalizas;
ni
por esto faltan
Hermosos y amenísimos
jardines
De juncos, lirios, trébol y jazmines, Que Roma antigua consagró a Citeres; Y el terso lago esmaltan, Y son el reino donde Flora impera, Y asilo de la dulce primavera. Flotar apenas
En medio de
asombrados vieron las
olas
1h
Que
le
primeras
lumbre
filas
el
discurriendo.
su voz. su acero resplandei
e
pugna y el peligro crece; puede resistir... Y es fama,
la
portento inaudito
Sobre
la
héroe brillaba
el
las
Se oye Do más
¡
Traces,
égida de Palas espantaba.
la
Tal
Por
los
las terribles haces,
bello
!
nombre de Colombia
escrito
su trente, en torno despedía
Rayos de
luz
tan
Que deslumhrado Tiembla, pierde
para
la
la
viva y refulgente, el
español desmaya.
voz,
el
movimiento
tuga tiene aliento.
:
POÉTICA HISPANO-AMERICANA
cuando en
Así,
Va
a
descargar
noche algún malvado
la
el
brazo levantado,
Si de improviso lanza un rayo
Se pasma, y
cielo,
el
trémulo suelta
puñal
el
215
;
Hielo mortal a su furor sucede;
Tiembla y horrorizado retrocede. Ya no hay más combatir. El enemigo
campo todo y la victoria cede. Huye cual siervo herido y a donde huye
El
;
encuentra
Allí
Que
la
muerte. Los caballos,
fueron su esperanza en
Heridos, espantados, por (
)
El
entre las
Y
las
pelea,
jinete,
que su
gotea
crin
atropellan,
lo
catervas van despavoridas,
unas en otras con terror se estrellan.
Crece
Y
al
la
campo
vagan, salpicando
suelo en sangre
Derriban
O
filas
el
al
la
confusión, crece
impulso del
aire,
el
espanto,
que vibrando
Sube en clamores y alaridos lleno. Tremen las cumbres que respeta el
Y
discurriendo
el
trueno.
vencedor en tanto
Por cimas de cadáveres y heridos. Postra al que huye, perdona a los rendidos Padre
Sol radioso,
del universo,
Dios del Perú, modera omnipotente El ardor de tu carro
Y
impetuoso
no escondas tu luz
Una hora más de
luz...
indeficiente...
Pera esta hora
ANTOLOGÍA
216
Xo
fué
del Destino. El dios oía
la
de su pueblo, y de
El voto
la
frente
cerco de diamantes desceñía.
El
En fugaz rayo
el
horizonte dora,
En mayor disco menos
Y
Veloz tras los
luz ofrece,
Andes
se obscurece.
Tendió su manto lóbrego
Y
las reliquias del
Con
noche,
sus tristes y atónitos caudillos,
Corren
Y de
Y
la
perdido bando.
al
fin
saber dónde espavoridas,
sin
su
sombra misma se estremecen
;
en las tinieblas ocultando
Su afrenta y su pavor, desaparecen. ¡Victoria por
Triunfo
Ya
Xo
el
a
a
la
¡oh Dios! ¡victoria!
patria!
Colombia
V
a
roneo parche V
gloria.
clarín
sonoro
el
muerto suenan,
presagiar batalla y
Xi a enfurecer las almas
Bolívar
:
mas se estrenan
En
alentar
De
vivas y patrióticas canciones.
el
bullicioso coro
Arden cien pinos, y a mi luz las sombras luyeron, cual poco antes desbandadas I
Huyeron de
la
espada de Colombia
Las Vandálicas huestes debeladas.
El
Y
En torno de la lumbre, nombro de Bolívar repitiendo las
Los
hazañas de tan claro
jefes v
la
alegre
día,
muchedumbre
POÉTICA HISPAXO-AMERICAXA
Consumen en acordes
De Baco
Victoria
¡
! ¡
paz
clamaban,
!
Paz para siempre
¡
libaciones
y Ceres los celestes dones.
Furia de
!
guerra,
la
lúndete
al
hondo averno derrocada.
Ya cesa
el
mal y
í
el
Paz para siempre
¡
(
!
llanto
de
tierra
la
La sanguínea espada,
cubierta de orín ignominioso,
)
O
en
el
útil
Nuevas leyes
arado transformada, dará. Las varias gentes
Del mundo, que a despecho de los cielos
Y
del ignoto
Abrió
a
ponto proceloso.
Colón su audacia o su codicia.
Todas ya para siempre recobraron En Junin libertad, gloria y reposo. (¡loria, mas no reposo, de repente Clamó una voz de lo alto de los cielos;
Y
a los ecos los ecos por tres
(¡loria,
mas no
veces
reposo, respondieron.
El suelo tiembla, V cual fulgentes faros
De los Andes las cúspides ardieron Y de la noche el pavoroso manto Se transparenta, y rásgase, y
el
éter
Allá lejos purísimo aparece
Y en rósea
luz
bañado resplandece.
Cuando improviso, veneranda sombra faz serena y ademán augusto
En
Entre candidas nubes se levanta.
Del hombro izquierdo nebuloso manto
'-!l
'
;
ANTOLOGÍA
!1
canto. Los cielos aplaudieron,
el
matiza
rosal pintado y oloroso la
margen de mi
entre risueños
río,
campos do en pomposo
Trono piramidal y alta corona La Pina ostenta el cetro de Pomona.
Y me
diré feliz,
Al colgar esta
si
lira
mereciere, en que he cantado
;
ANTOLOGÍA
En tono menos diño La
gloria
v
destino
el
Del Venturoso PUEBLO AMERICANO,
Yo me
diré feliz,
Por premio
Y
mi reciere,
mirada tierna de
'na
l
si
mi osadía,
a
el
Una
sonrisa de
Y
odio y
el
las
(
iradas,
aprecio y amor de mis hermanos la
patria mía,
furor de los tiranos.
el
AL GENERAL FLORES
Cual águila inexperta, que impelida Del regio instinto de su estirpe clara.
Emprende
el
precoz vuelo
En atrevido ensayo,
Y elevándose Sobre
las i
Y
a
1
ufana, envanecida,
nubes que atormenta
Mas
la
mitad del cielo
de improviso deslumbrada, ciega.
Sin saber donde va, pierde
Y a la merced Ya su destino )
rayo,
SU ambicioso anhelo
Estrecha viene
'
el
peligro de su ardor repara,
del
el
aliento,
viento
y su salud
entrega;
por su solo peso desi elidiendo, n
i
odicia o
nacida
al
la
la
perjura
ambición tirana
imperio se figura,
POÉTICA HISPAXO-AMEHICAXA
Ni
plebe deslumhra, insulsa y vana,
la
a
De la extranjera Con que tal vez
seda el
el
atavío,
crimen se engalana
;
Ni se obedece a intruso poderío,
Que
ora promulga leyes y ora anula.
Siendo Ni
al
suprema su albedrío
lev
la
patriotismo
Que hoy
el
a la libertad
Y mañana
interés simula
himnos entona
poder sumiso adula;
al
Ni victorioso capitán pregona
Lides que por
la
patria ha sustentado
Y
le
pide una corona.
en galardón
¡
Oh
!
Cuánto de este mundo afortunado
¡
inmundo en que yacemos
El fango
Para destierro
a
Huyanlos de
la
él,
huyamos do
No ponga horror y asombro Que al bien nacido corazón ¿
Ves cómo en nuestra
Sus fuerzas
Forjando está otra vez ¿
Xo gimes
a
la
vista
tanta escena contrista.
patria desenfrena
ambición, y
la
dista,
virtud criado!
al
servil
cuello exento
cadena?
de mirar cuál lleva
el
viento
Tantos ardientes votos, sangre tanta,
Cuadros
llenos de horror y asolamiento,
Campos de Miseria y
Que
destrucción que
luto,
en vano
al
al
orbe espanta.
y orfandad llorosa cielo su
clamor levanta
?
300
Como
niño inocente que
el
Fábrica ve del
iris,
Sube esmaltado de
que
la
hermo
a la esfera
jacinto y rosa,
Y en su demanda va por la pradera, Y cuando cree llegar, V a la encantada Aparición poner la mano espera, Huye Vista
prestigio aéreo, y
el
busca por
lo
el
burlada
la
aire puro,
su error reconoce avergonzada
Y
Así yo
Que
a
figuro
en pos del bien que imaginó se lanza
Y cuando cree que aquel
De Su
me
nuestra patria
;
feliz
futuro
paz y gloria y libertad alcanza, se deshace en un momento
ilusión
Y
ve que es un delirio su esperanza Fingido bien que ansioso
Pensaba ¡Luz I
asir,
las
luyamos, pues, a do
manos viento! las
De alma serenidad fuente Que,
ella
si
Y este Ilusión fin
los
auras baña
dichosa,
engaña, dulcemente engaña;
triste
velar,
por
la
sabrosa
permutemos, que se sueña floridos antros de tu diosa.
Dame Donde
pensamiento
y aéreo espectro apaña,
los ojos y a
a
el
;
el
la
mano:
v
sobre
la
ardua peña
sagrado alcázar se sublima,
Podrán dejar mis pies alguna seña;
POÉTICA HISPANOAMERICANA
Mas ay en vano Tu vuelo audaz, que
mi flaqueza anima
!
¡
Pone pavor
la
301
fatigado aliento
al
levantada cima.
Sigue con generoso atrevimiento
A
do te aguarda, en medio
De
las alegres
Ya para
el
alto
coro
Musas, digno asiento.
recibirte su canoro
Concento se suspende, y la armonía De las acordes nueve liras de oro.
Y
llegas,
Que
al
y te sientas, y Talía,
áureo cinto arregazó
La copa
la
falda.
te presenta de ambrosía.
Y ciñe tu cabeza con guirnalda De siempre verde lauro, que matiza Purpúrea
Y
flor,
y azul, y roja, y gualda.
luego que las cuerdas armoniza.
El coro celestial en
Celebra
himno melodioso
los vates inmortales,
agua,
viento,
el
el
bosque umbroso
vestida de diáfanos cendales,
Ocupa
el
aire en torno
al
foco santo
Bella visión de candidos cristales
Que con
etérea voz repite
el
canto.
A LA VICTORIA DE BAILEN Rompe el león soberbio la cadena Con que atarle pensó la felonía, Y sacude con noble bizarría Sobre
robusto cuello
el
La espuma
Y
a los
todo
melena.
del furor sus labios llena,
rugidos que indignado envía,
El tigre tiembla en
Y
la
el
la
caverna umbría,
bosque atónito resuena.
El león despertó
Lo que vejez
:
¡
temblad, traidores
creísteis, fué
descanso
Las juveniles fuerzas guarda enteras. Perseguid, alevosos cazadores,
A ¡
la
No
tímida liebre, insultéis al
al
ciervo manso:
monarca de
las fieras
!
POÉTICA HISPANO AMERICANA
303
MODA
LA
Quise más de una vez en mala hora, Escribir una página, Isidora,
Que detener tu vista mereciera. Desoyóme mi Musa. Toda entera
Me
pasé
I
te lo juro
esta mañana.
)
Hilando coplas con tenaz porfía.
— Musa,
son para
álbum,
el
—
le decía,
De una No me
salió
— Para
este bello altar que se atavía
Con
joven beldad.
tanta
una sola
flor
¡
ni
la
quiero
beldad que en
Es
(
De
obligación forzosa.
tú lo
!
mediana.
de amena poesía,
Entretejer una guirnalda
Digna de
Plegaria vana
sabes
)
él
venero.
cosa
Si agradable te fué mi culto un día,
Te ruego, te conjuro, te requiero, Amada Musa mía, Que lo muestres ahora y si ya cesas ;
De mirarme Favor
propicia, este postrero
te pido sólo.
Despechado, Al tintero
Y
la
el
—
¡
Ni
por esas
!
papel hice pavesas
pluma consignaba.
ofrecerte pensaba,
Por único
tributo, humilde excusa.
La culpa echando
Como
a la inocente
Musa,
es costumbre en semejantes casos
Cuando acercarse miro
a lentos
pasos
ANTOLOGÍA
104
Una, no sé
si
diga ninfa, diosa,
Aparición, fantasma
Forma que cada
:
caprichosa
instante
De color, de semblante, Y de tocados, y de ropas muda triste,
)ra
esde
Ciñe
el
que
hijo
mimado de
a su frente inmarcesible
Hasta
el
(
)
)
todavía.
deje, pues, de r'íelar la luna,
en
Que (
cristal
el
en
de límpida laguna
aura arrulle o que entre sauces duerma,
el
follaje
el
obscuro de una yerma
Cumbre, recién mojada de
.
Dona
Elvira abraza
La indicación con un placer inmenso « Si acaso «Ya se ve: ¿por qué no?
—
No
está gravado (agrega fray Facundo
Y una mirada
Como
exploratoria lanza,
que algún obstáculo presuma);
Y si lo está, con una buena fianza Podemos a interés buscar la suma.
;
el
fundo
POÉTICA HISPANO-AMERICANA
323
Mi compadre don Alvaro Carranza...»
— Al
que en sus garras
Un dos por
— «Su Repone
lo
despluma
se piense en eso
ciento, padre, es un exceso.
de usted, don Agapito...»
tertulio
Elvira refunfuña
fraile.
el
pilla
No
(Responde Azagra).
:
No lo puedo tragar es un bendito, Que come, bebe, pita, el mate e npuña, Y sorbe, y charla, y no le impoi -a un pito Que la señora de la casa gruña. Sólo el mirarle (Dios me lo perdone, Pero no está en mi mano), me indispone. » «
:
— Caridad. — Y Es:
Toma
—
Hereje (dice
Le ¡
«
el
su tema favorito
fraile el
y daca
viniera de perlas.
Fracmasón
!
Es hombre a lo
¡
beata.
un sambenito
Demócrata
fin
!
don Agapito
a él
:
sé que
le
menos esa buena
Ellos, por
Medios para
Que
al
;
servicial V tiene plata.
Ocurramos Hará
Pero
la
padre)
sobra obra.
:
»
más que don Gregorio tienta salir de un compromiso
a su cariño paternal violenta
(Pues en su corazón está indeciso,
Y
si
accede
Por amor a
al
la
monjío,
Acuerdan apelar
Y
hacer
la
lo
aposenta.
paz), quiso o no quiso, al
contertulio,
fiesta en el
cercano
julio.
;
ANTOLOGÍA
.Til
La precedente discusión pasaba
En En
mañana misma de aquel
la
como antes
que,
Por entre
A
la
día
Elvira hablaba
enrejada celosía
amigas monjas
las
dije,
;
se trataba
De la pobre Isabel... Mas todavía No le llega su turno al locutorio; Que tiene la palabra don Gregorio. Acabo de Por
decir que consentía
bien de
el
la
paz en
monjío;
el
Aun cuando el primogénito vivía (Que pereció cautivo al filo impío De cuchilla araucana), lo tenía Por un desacordado desvarío Bien que pacato, tímido, indolente,
Nunca
De Y
sin
contradijo abiertamente.
lo
lo
que procedió que, poco a
sentirlo,
indisoluble
a
poco
empeño
Se viese encadenado. «¿ Estaba loco, Decía, o de mí mismo no era dueño?
¿Cómo
ya
el
concertado plan revoco?
¡Maldita dejadez! ¡fatal beleño,
Que a todos los caprichos me sujeta De ajena voluntad! Soy un trompeta... «¿Qué digo? Que ve inmolar
A
un celo
Sirve
tal
iluso,
un padre bárbaro, inhumano, esa inocente niña
que a interés mundano
vez, o a infame socaliña,
POÉTICA HISPANO AMERICANA
Y
no osa alzar
voz, meter
la
Porque su ama y señora no
mano.
la
le
325
riña.
Y no regañe el necio conciliábulo, Que la da en su delirio apoyo y pábulo.
No
¡No, por Dios!
Se
he de ser yo quien permita
sacrifique así, se eche una losa
Sepulcral a mi pobre Isabelita
No
será que
me
Mi candida, mi
:
arranquen mi amorosa,
tierna palomita.
Sin duda tronará mi santa esposa...
Que
truene. El corro ladrará...
Quiero ser hombre
«Pero
si
El claustro,
fin,
al
ama el claustro, si la encanta como afirma el fraile seria nadie tiene tanta
Proporción de juzgar en
la
materia),
Debo yo de esa senda pura y
Extraviarla, hundirla en
Y
ladre;
ella
Y gravemente (y ¿
Que
quiero ser padre.
corrupción del
la
santa
miseria
mundo? No
lo
creo.
Porque una cosa dicen y otra veo. verdad que salta y juega y ríe quién no juega y salta en años quince ?
fué de dolor, no de letargo
Noche
:
Que si el pecho una vez respira aliento De dulce libertad, no sueñe largo Desmayo,
ni
durable rendimiento
El opresor: vendrá desquite
De
retribución vendrá
la
Mientras
Arde
él
altanero se entroniza,
divino fuego en
Tal
el
amargo;
momento:
el
estado de
la
ceniza.
patria era
la
:
Reina Marcó del Pont: Y aquella inculta, Baja, soez canalla talavera
Roba, asesina, y más que todo,
insulta.
El
diez y seis principia su carrera,
Y
a
la
arboleda y a
Las frutas pinta y Ardiendo
Y
el
mies adulta espigas dora.
campo en sed abrasadora.
a par del
Nuestra
la
las
turbio río iba y Venía
tertulia
Que temeroso
en platicar discreto,
de escondido espía
Tras cada tronco y cada parapeto,
En tímido susurro se confía (
011
aire de misterio V de secreto
Cada vez que dan
suelta a dura crítica
Sobre cualquier asunto de
De
política.
varias trazas eran, genios,
modos;
Y aunque de armas tomar ninguno turra (Porque de los cincuenta pasan todos), Son por una mismísima tijera
POÉTICA HISPANO-AMERICANA
Cortados en tratándose de godos
Y si de Elvira De protección,
nombre no
el
tuvieran hoy
En parte no tan fresca Éste de Ü'Higgins
O
el
de Carrera o Freiré
Quién
la
sirviera
cancha
la
tan ancha.
ni
valor celebra, las
hazañas
exacción deplora, que a una quiebra
Le reduce y
le
saca
las
entrañas
Maldiciones aquél (¡qué horror!) enhebra
Contra
Y en
augusto Rey de
el
las
Alguno
ya, y a
Españas
encumbra
profética trípode se
San Martín columbra.
Sentada en tanto Elvira ante
las rejas
Del locutorio, como arriba indico, Aligeraba un poco las bandejas
De las devotas madres. Con Que Dios le ha dado ensarta Moviendo sobre
Y dando
el
seno
el
a todo el grato
En que consiste
la
el
pico
mil consejas,
abanico,
condimento
sazón de un cuento
No el de la destrucción que hiere y mata, Mas de la caridad que muerde y pica, Con aquella prudencia timorata Y
De
A
aquel celo cristiano que edifica. esta
manera justamente
don Gregorio su mujer
Su dejadez
;
:
trata critica
su indevoción censura
Mas propiamente
:
hablando, no murmura.
\\ L'OLOGlA
Sobre Monjío
el
Tembló
programa, en
del
fin,
Ya cercano
general discurso rueda,
el
oyendo aquel tirano
Isabela
la empareda; mano:
Decreto que en un claustro Cáesele Pierde
el
abanico de
color
el
;
la
atónita se queda
Mas al imperio maternal se Y no pronuncia una palabra Xadie averigua Inclinación
al
El santo asiio
Aquel sí
la
el
alma siente
la
joven inocente
donde se ha criado?
irreflexivo, indiferente.
Pedido no
A
en
sola.
religioso estado.
Puede no amar
¿
si
;
inmola,
niñez,
diré, sino dictado
que su sentido ignora,
Indisoluble vínculo es ahora.
¡
Indisoluble
Que
!...
Así
lo
juzga. El pecho
resignado y dócil y sumiso
Natura y arte a competencia han hecho;
A quien la abnegación deber preciso, Y ajeno mando es natural derecho; Que sólo quiso, en fin, lo que otro quiso; ¿
La suerte que una madre
Rechazar osará? Ni aun
lo
le
destina
imagina.
¿De qué me asusto? (en su interior exclama). ¿No he sido siempre destinada al velo? ¿No lo admití? ¿ Xo lo esperé? Me llama El cielo
mismo, ¿y contradigo
al
cielo?
POÉTICA HISPANOAMERICANA
l
ii
mundo
que tanto
vil,
Diciendo K;im')
en
alma, y mitigó
el
Esto en
A
sobredicho locutorio
el
Bravo chasco
De
le
el
paseo
decía
le
De
la
!
:
prenda mía.
te pegas,
»
vio el andante consistorio
humor como aquel
tan jovial
Mísero
»
pena.
la
su cara consorte don Gregorio
Jamás
¡
paralelo ?
conformidad serena
así,
Mientras desde
«
vicio infama,
He de poner con Dios en
¿
335
Y
truena ya
tormenta horrible que
Luego que
oración da
la
día
:
nube parda
la
le
el
aguarda.
campanario,
De la vecina iglesia a la morada De don Gregorio van, donde el rosario Rezaban doña Elvira y su mesnada. Xo hubo esa noche nada extraordinario
En
la
tertulia: naipes, variada
Conversación,
el
consabido mate,
Cigarros, dulce, aloja y chocolate.
Al sonar «
el
Señores, con
A
nueve y media,
música a otra parte
la
sus contertulianos, dice
Y cuando
ya,
como
don Gregorio
El
Y
reloj las
la
a hurto en baja
Le
dice, es
Y...
— Ya
I
Ieredia
los otros,
»
;
parte.
ocasión promedia,
voz
«
Quisiera hablarte,
un favor de poca monta
;
sabes que está mi bolsa pronta
!
336
Para servirte (respondió Agapito).
Negocio concluido: no hables de eso.
No es lo que tú imaginas; es... — Repito Que es cosa hecha, peso sobre peso. — ¿ Qué cosa ? — Los dos mil. — No necesito. En otra muy distinta me intereso. Ni quiero que prometas,
que entregues,
ni
Ni que fíes: se trata de que niegues.
¿Que
—
—
¡
niegue? Es imposible, amigo:
Misericordia
(Eran como
las
— Fray
!
es tarde
Facundo vino
cuatro de
tarde)
la
Con un recado muy atento y fino De tu querida esposa, que Dios guarde... No pases adelante lo adivino. -Como me aseguraba tu anuencia, Expresada, me dijo, en su presencia... ;
—
— Sí, — Y como la
expresé, con una soga
entiendo que
Meterse monja, y empeñada en Parece estar
— Basta, A
tu santa
Todo
¡
— No
tal
El hacer,
el
:
demonio
me lo
sello
sucede.
ti-
gran
haces, a dos caras.
Si
no quieres que ciña
Tu
hija
Isabel,
el
hace adrede.
esos petardos
como
ello
Pobre Isabela
revés, Heredia.
al
Parece que
cuello.
parentela...
no digas más. lidiado
mi desgracia está.
al
niña anhela
la
la
correa
¿por qué no
lo
declaras?
POÉTICA HISPAXO-AMERICANA
Y
la
si
O
lo
Que
pobre chica titubea,
repugna, y tú
desamparas
la
protegerla debes, cruel, impía,
Abominable esa omisión
Y más
igo decir a
el
lisonjero hechizo
nadie :/ Advenedizo !
Pero volviendo al cuento comenzado. Digo que don Gregorio en tiempo breve Tanto convaleció, que trasladado
Es
a vecina chacra
donde eleve
;
ANTOLOGÍA
342
El tono de sus nervios relajado
La salubre impresión de un Puro, que
Se
como
hallaba entonces sucio,
Y
haciendo
a
debió,
le
ahora.
cada cual justicia neta,
Digo también que, no
La salud
aire leve,
grande pueblo a donde mora
el
ni
doctor Grajales
al
a la lanceta,
Ni a doctas confecciones mercuriales
Sino a
terapéutica discreta
la
De Valdemor, que sólo cordiales Y anodinos a el alma enferma aplica, Que no se hallan en frascos de botica. Es en substancia
Que
A
régimen suave
el
llama antiflojístico
ciencia.
la
doña Elvira alejan (ya se sabe
Que
era toda flojisto por esencia),
Y empeño
fué dificultoso y grave,
Pues
le
parece cargo de conciencia
Que,
si
muere, no lleve don Gregorio
Su recomendación
Y más
Cuando de
la
carga
su prisión
le el
la
suya,
aligere
alma huya,
haber. Repugna, pues, no quiere,
por más que se !)'•
purgatorio.
interesada que
Xi que tanto
No puede
al
le
diga y se
su lado apartarse.
Que
le
arguya,
se muere
Su caro esposo, exclama
sollozando,
Y
asiste,
en trance
tal,
si
no
le
¿cuándo?
POÉTICA HISPAXO-AMERICANA
343
Del tono moderado por instantes Al de
y
ira
la
soberbia pasa.
la
Qué par de consejeros importantes
¡
!...
Señor don Agapito, en esta casa
Mando
yo. Vomitivos y purgantes,
Mi buen doctor, prescriba usted
En cuanto
Y
demás no
a lo
su proposición es un insulto.
Pero
Y
Toma
que deja
oír
al
que su
un semblante
Ya no es
ira
Propásase
al
la
Al que
Y
le
monasterio,
insta, la
llega.
suya, es rabia ciega. al
improperio;
Al que
jura.
muestra
Don Y
la
»
contienda serio
la
baldón,
Grita, patea,
el
prontamente
hija
sin tasa:
consulto,
le
ruega,
la
ordénale que
calle,
puerta de
calle.
Agapito, que,
si
la
bien modesto
circunspecto, nada emprende en balde.
Tiene ya prevenida para esto
La intervención En
el
del
Ai carmín desaloja El furor
De
la
No
cura y del alcalde.
rostro de Elvira descompuesto
la
casa se va
la
sofoca
como una
más: sucede
volvió
La señorita
albayalde
el
enajena,
:
el
;
:
loca.
a la señora
suspirado abrazo,
Al padre alienta, sana, corrobora;
Sola Isabel
le
cuida;
el
tierno brazo
;
;;
;
;
!
ANTOLOGÍA
3J4
Le
tiene la cabeza y le incorpora
Tal vez
Posa
A
calva frente en su regazo
la
vez, solícita enfermera,
tal
;
su lado pasó
noche entera.
la
Tal vez, abriendo angélica sonrisa
Frescos labios, do
viento aromas bebe,
el
El revuelto cabello asiendo, alisa
Con la mano De báculo le Si por
sirve
el
La que
ceba
le
él
va a misa,
si
corredor los pasos mueve
el
Diviértele
¡Y
de pura nieve.
gentil
fastidio
le
;
consuela
mate es Isabela.
el
también, cnanto
ama! ¡Pobre anciano
la
¡Cuántas veces en tanto que dormita. Velándole
Decir
Y
le
en
ella
oye
puestas
la
:
¡
cercano.
sillón
el
Isabel
«
!
¡
Isabelita
una mano en
¡Cuántas veces
a
la
!
»
otra mano,
Virgen bendita,
ti.
Los ojos vuelve, y presintiendo azares En su orfandad, te ruega que la ampares Por
De
la
la
ciudad en tanto
nueva beldad
¡Visitas mil!
En
el
No
salón, sino
La que por
ella
la
noticia
punto vuela.
al
es ella la que oficia
una
tía
abuela
fué; doña Leticia
De Azagra Valdovinos
y Várela,
La más discreta y más cabal matrona
Que
llenó estrado, o
que oprimió poltrona.
POÉTICA HISPAXO-AMEKICAXA
Doquiera que Tras
Lleva desaliñada
No le cortó el Mas en gracia, Viejo
guedeja
la
vestido
la
vista.
;
modista:
la
en beldad, no hay su pareja
mozo no hay que
ni
Dicen
niña ver se deja,
la
arrastra las almas con
sí
la
resista.
ver su cara y cuerpo y traza
al
Los hombres, ¡ángel!;
las
mujeres, ¡guaza!
No canta... Importa poco. Al alma De aquella voz la innata melodía, más dulce
Mejor que
la
De No
Pero tiene
Un
baila...
talante,
la
cantinela
la
Isabela
un andar, que sentaría,
Chipre a
deidad
la
liviana,
casta hermosura de Diana.
Pero
la
historia es
Recibe
la
carreta
el
menester que
cargamento
El carretero unce y empertiga
Los perezosos bueyes Primer arranque
Y
la
al
siga.
:
:
violento
picana obliga
rueda estremeciendo
el
pavimento
La vacilante mole, y con chirridos Horrorosos taladra los oídos.
Iban en
Tomasa,
Con
cuela
hechicera Malibrán García.
la
Si no de
A
'MI
la
De que
el
la
carreta Margarita,
consabido negro paje.
balumba bárbara,
infinita
consta un doméstico menaje.
:
;
antología
3 16
Y que Todo Si
llevar consigo necesita
que alguna vez
el
De
no
estilo
vivir al
campo
al
viaje,
agrada
le
nuestros padres en
edad dorada.
la
Cabalgan en unión y compañía tal cual obsequioso tertuliano,
De El
don Gregorio,
Y
Cunefate.
(Que
allá
Un los
dones
de una acequia
Huella
la
del verano),
mal seguro puente,
el
cabalgata lentamente.
Y luego, entre De una turba de
salva vocinglera
la
perros ladradores.
Recibe de naranjos larga
A
tía,
la
y acá interrumpe una alquería.
Hermosa con
Y
Isabel,
la
espacioso llano
hilera
nuestros polvorientos viajadores,
Que, apenas desmontados,
Suben
la
escalera
y ya en los altos corredores, Vasto paisaje admiran de sembrados, ;
Potreros, rancherías y arbolados.
Don Agapito, de Cariñoso
a los
la
chacra dueño,
huéspedes atiende;
A
la
doña Leticia rinde
Y
el
don Gregorio su cigarro enciende
Mientras lsabelita
el
Panorama, que ante
el
halagüeño ella
el
Goza con emoción que no Dentro
del
sueño;
campo le
extiende,
cabe
pecho, y descifrar
no
sabe.
POÉTICA HISPANOAMERICANA
Allá
eleva
Su pardo
Blanca espiral
de
torre
la
fuste
acá
;
la
;
347
aldea
la
choza exhala
la
viña verdeguea
La higuera ostenta su frondosa gala
Susurrando un ciprés se bambolea
muge
toro
El
;
corderillo bala
el
Pelado risco arroja en
Dominador
No hay verde Do a su amador
llanura.
la
sombra obscura.
jayán, su
seto de tupida zarza la
tórtola no
arrulle,
Ni umbrío bosquecillo que no esparza
Perfume grato,
Navega ufano Cándida en
el
agitado bulle
si
el
ánade
:
garza
la
;
estero se zabulle
Todo semeja que a gozar incita, Y que de amor y de placer palpita.
¿Qué
sientes,
Cuando cuelga
la
Isabel,
en
otero,
el
noche su cortina
bre, y paso a paso el valle entero (
>cupa, y su fanal en la colina
*
íccidental
Que
al
Como
enciende ya
lucero.
el
pálido crepúsculo domina
lámpara
triste
Sobre un sepulcro,
que destella pero bella
triste,
Y cuando persiguiendo Mariposa, te internas en
la
?
pintada
la
espesa
Arboleda, y te paras agitada
De
secreto pesar, ¿qué te embelesa?
ANTOLOGÍA
348
En
recinto obscuro tu mirada
el
Qué
¿
¿A
fija
así ?
¿
Qué
Misterioso diriges
Y cuando Y
suspensión es esa
qué mágico canto,
ves
el
sonora voz de
la
oído
el
baile
?
qué ruido
a
?
de
la
choza,
vihuela
la
Los descuidados pechos alboroza
De
rústica turba,
la
¿
qué revela
Al tuyo aquel mirar que
En
Y Y
el
el
que responde cariñoso y grato, que tímido amor hurtó al recato
Pero
el
los ojos el idioma,
Y lo que en bajo acento Y qué dice la mano que se esquiva,
)
se da
Aquel rubor que
a
la
;
del
qué
el
significa
asoma,
sentido,
adiós mil veces repetido.
Mas qué
¿
se platica; se toma,
mejilla
Cuál es de los suspiros
Y
?
alegre canto bien publica
Lo que habla de
.
tiene de sustos e inquietudes.
dolor y de llanto;
Cuánto
De
cuánto de pesare-, v desgracias,
tiene de
m
:ngua y de mancilla,
horror y luto cuánto
diadema que a tus ojos
brilla!
MANUEL EDUARDO GOROSTIZA (
Mejicano
Siglos XVIII
-
XIX)
ROMANCE MORISCO No pienses, Zaida enemiga, Que se ignoran tus traiciones, Y lo mal que a tus palabras Con tus hechos correspondes. Ya sé que Tarfe Sin extrañar
que
te adora, te
adore
Que el sol para todos luce Y de ninguno se esconde Mas sé también que en mi daño ;
Escuchaste sus razones,
Y
sus finezas pagaste
Con
permitidos favores.
Sé que
Y que Y que Y que
tu calle pasea,
te
asomas entonces,
sus ojos te hablan los tuyos responden.
Sé que en los juegos te Ya vistiendo tus colores,
sirve,
Ya ornando el novel escudo Con la cifra de tu nombre. Sé, por
que compra
fin,
el
necio
Interesadas acciones
De
esclavos, que
Su
vil
como
tales
precio reconocen.
Y que
sepa mis agravios
Tampoco, Zaida,
Que nunca
asombre,
te
quien cuente
falta
Desaires y sinsabores.
No
te pido,
por
lo
tanto.
Pensadas satisfacciones, Pues
el
que
solicita
las
Luego es fuerza
las
abone.
Sólo
sí
Que
en hora buena te goces
En
decirte quiero
los plácidos recreos
De tus recientes amores; Que me olvides... mas no, No logrará tal renombre El infame que me ofende Con
Zaida,
sus locas pretensiones.
Daréle muerte mil veces
Antes que su intento logre,
Y
escribiré con su sangre
La fecha de sus
traiciones.
Pero no quiero matarle Sólo porque no
le
llores,
Y tus lágrimas le vuelvan Lo que mi acero le cobre. Segunda vez
lo
repito
:
POÉTICA IIISPANO-AMÜRICANA
En hora buena
Y
le
goces
en tiernos lazos, tirana,
Su constancia galardones;
Que a No es (
mí para consolarme maravilla
Kasión en
De
la
me sobre
memoria
tu trato falso
y doble.
Dijo Zulema a su Zaida
En mal concertadas voces Estas quejas, que sus celos Califican de razones. Ella quiso responderle,
Mas no Apenas
pudo, que a galope. las
articula,
Para Antequera volvióse.
387
JOSÉ FERNANDEZ MADRID i
Colombiano-
LA
Siglos XVIII XIX'
HAMACA
No canto los primores Que otros poetas cantan. Ni cosas que eran viejas
En tiempo Si
el
del
rey
Wamba
:
alba llora perlas.
Si la aurora es rosada. Si
Si
murmura el arroyo. lago duerme y calla.
el
¡Salud, salud dos veces
Al que inventó
la
hamaca
'
¿Qué me importan los cetros De los grandes monarca-. De los conquistadores Las sangrientas espadas
Me
?
asusto cuando escucho
La trompa de
la
fama,
POÉTICA IIIM'AMl -AMERICANA
Y
prefiero
la
oliva
Al laurel y las palmas. Salud, salud dos veces
< ¡
Al que inventó
Al
Que
hamaca
la
modo que en
!
sus nidos,
cuelgan de las ramas.
Las tiernas avecillas
Se mecen y balanzan
Con movimiento
;
blando,
En apacible calma. Así yo Voy y vengo
Sobre mi dulce hamaca ¡
Al que inventó
la
;
veces
Salud, salud dos
las
e
bobada!
no vales nada.
RIÑA
1
¡linda
vestido.
le
han hecho.
IICA
HISPANO- AMERICANA
411
RÁPIDA ASISTENCIA MÉDICA
—
¡
Ay, doctor, corra usted ya!
Se ha empeorado don Toribio. Vaya a darle algún alivio. Por Dios. Mañana iré allá.
— El
—
infeliz,
delirando,
Grita que morir quisiera.
Que
lo
— ¿ Eso
despene
cualquiera...
dice ?
Voy volando
¡
!
BARTOLOMÉ HIDALGO i
-
Uruguayo
XVIII -XIX
Siglos
>
RELACIÓN QUE HACE
DE TOO'
i
Ql
I-
GAUCHO RAMÓN CONTRERAS
El
EN
I"
\
\s
I
Con r
1
I
ESI vs M
>
VS
A
el
ruano gordazo?
Pues desde antes de marcar
No
veo por
lo
el
Pago.
ONTRERAS
(
Tiempo hace que El
Y ¡
venir a lo
le
ofrecí
visitarlo,
que se ofrece es deuda
Pucha
!
pero está lejazos.
Mire que ya
el
mancarrón
Se me venía aplastando. r
A
Y usté no
¡ué a
la
ver las fiestas este
ciudá
ano?
CHANO
[ACINTO
DE BUHNOS Mil—.
que, mi amigo Contreras,
¿ur hace en
(
\
:
I
N
I
I
\M) 1822
'OEtica
No me
¡
H3
iiisi'.v\()-.\.\ii:kk:axa
lo
recuerde, amigo
Si supiera ¡voto
!
diablo!
al
Lo que me pasa, ¡por Cristo! Se apareció el veinticuatro Sayavedra el domador A comprarme unos caballos Le pedí a diez y ocho
ríales,
Le pareció de su agrado,
Y Y
ya no se habló palabra, ya
el
ajuste cerramos
Por señas, que
el
trato se hizo
Con caña y con mate amargo. Caliéntase Sayavedra,
Y con
el
Se echó
aguardientazo atrás de su
Y deshacer
Me
quiso
el
palabra. trato.
dio tal coraje, amigo.
Que me asiguré de un palo, Y en cuanto lo descuidé, Sin que pudiera estorbarlo,
Le acudí con cosa fresca Sintió
el
Se enderezó, y ya se El alfajor
Yo
:
golpe, se hizo gato.
vino
relumbrando
quise meterle
Pero, amigo, quiso
poncho
el
el
Trompezase en una
;
diablo
taba,
Y lueguito mi contrario Se me durmió en una pierna
:
1
,1
Que me En esto
dejó coloriando llegó
gente
la
Del puesto, y nos apartaron.
Se
me quedé
jué y
Sintiendo no tanto
Ver
De
Mayo
junciones de
ese día por
Me Y
las
tajo
haberme impedido
'oino el
(
caliente, el
:
cual
el
arrimaron un balazo,
que quede
peliaré- hasta
En
el
suelo hecho miñangos.
Si usté estuvo. Contreras,
('uénteme
lo
que ha pasao.
CONTRERAS Ah, fiestas lindas, amigo
¡
No
!
he visto en los otros años
Junciones más mandadoras,
Y El
grita
clama
ira el escuadrón tremendo, ¡venganza!» Alvear también responde.
Ardiendo en
Y
Toma
el
lugar de su difunto amigo,
Hondo en el pecho el sentimiento esconde, Y se lanza, cual rayo, al enemigo. El
soldado
Con
la
le
sigue
:
vanamente,
muerte de Brandzen orgullos
El experto
jinete
brasilero
)ponerse pretende
(
horron
al
repetido choque
Al
is
i,
acero
el
allí
:
Cuita, hiende, destroza, despedaza;
Como
torrente
escuadrón furioso
el
-obro miembros palpitantes pasa,
Por
Por sobre moribundos atropella, Atraviesa de sangre
Deja
a
Y en
su
espalda
sólida
ancho
el
lago,
espantoso
el
se
Falanje
al
fin
La aguda bayoneta
la
defiende
esti
-
estrella
De aquel ímpetu ciego, Y el mortífero plomo se desprende I
su prisión de fuego
)••
Pero más bravo Por
Y
el
camino que
Ciérrase luego: Vuelve, ¡úntase, )on
(
la
lanza
ancho pecho.
el
escuadrón deshecho
el
e
la
saluda -ti
Victoria, ya de lejos
Paz, y a los reflejos
la
lumbre divina,
Triunfante y de ambiciosos respetada, Libre, rica, tranquila, organizada,
Va
EL
25
brilla
la
República Argentina.
DE MAYO DE raya
la
aurora
1838,
del
EN BUENOS AIRES día
Salgamos, salgamos a esperar lance primero su fúlgido
de el
sol.
Ma rayo
POÉTICA HISPANO-AMERICANA
Mirad
:
Pero ya
todavía no asoma
la
frente,
anuncia cercano
al
Oriente
le
De púrpura
y oro brillante arrebol.
Mirad esas
filas;
rayo,
el
Los patrios pendones, Al
salir
De
astro saludo
el
harán
le
;
párvulos tiernos inocente coro
Alzará a los cielos
Y
acerOj
el
voz del guerrero
la
canto sonoro,
el
todas las madres de amor llorarán.
Por
los
El pueblo
horizontes
en
Buscando en
silencio
del
río
la
vista
de
Plata
dilata
aguas naciente fulgor
las
Y el aire de vivas poblaráse luego Cuando en el baluarte con lenguas de fuego Anuncie el momento cañón tronador Cándida y celeste la patria bandera las almenas será la primera
Sobre
Que el brillo reciba del gran Y ved en las bellas candida
Como
la
bandera,
En gracioso
Yo he
talle
la
sido guerrero :
La ardiente metralla
:
también ha postrado
me
le
del
bronce español.
ha destrozado
sigo estandartes inútil ahora;
Pero tengo
Y
y celeste
nítida veste
graciosa ondear.
Mi brazo enemigos
No
luminar:
patria...
seré dichoso
si
Ya
luce
la
aurora,
miro este sol.»
437
!
ANTOLOGÍA
138
Así entre extranjeros que absortos oían,
Y
a
ver esta
pompa de
lejos venían,
Hablaba un soldado, y era joven yo. Qué Mayo el de entonces Qué glorias aquéllas !
¡
¡
¡
Pasaron
!
Consiente
¡
Y
Ay,
¡
Pasaron
el
tirano que
gloria de
mando robó.
ansioso extranjero
si
Mayo pregunta
cuál es!
reprime tus
Sí, sella tus labios, ¡
el
sella tus labios, antiguo guerrero,
no hables ahora
La
Ni memoria de ellas
!
iras,
Ah, no te desprecien los hombres que miras,
Espera
días que vendrán después
los
¡En vano se abrieron de Oriente
¡Como
las
puertas!
en negra noche mudas y desiertas
Las
calles y plazas y templos están Sólo por escarnio de un pueblo de bravos !
Bandas africanas de Por
calles
viles
esclavos
y plazas discurriendo van.
Su bárbara Es en este
grita,
día
su danza salvaje
meditado ultraje
Del nuevo caribe que
el
Sur abortó.
Sin parte en tu gloria, nación Argentina,
Tu En
gloria,
tu
su enojo
nombre, el
cielo
Feroz y medí temblando mora,
Do
Tiende sobre
el
tu tal
honor abomina hijo
te
:
dio.
rro la
mano de
hierro
pueblo mostrando
el
puñal.
!
POÉTICA HISPANO-AMERICANA
Vergüenza, despecho y envidia
le
luí
oprimen
Los hombres de Mayo son hombres de crimen Para este ministro
Sin Sin
patria, leyes, libertad gritaron,
él,
valerosos
él,
del genio del mal.
la
espada empuñaron,
Rompieron cadenas y yugo sin él. Por eso persigue con hórrida saña A los vencedores de su amada España,
Y
en
el
grande día
r.
Salta, y
el
cruel.
Andes, Tucumán hermoso,
El Plata, los
Y
venga
la
Maipo, y
Perú fragoso
el
Le vieron acaso pugnar y vencer?
Vilcapujio, Ayuma, Moquegua, Torata, Donde la victoria nos fué tan ingrata, ¿Le vieron acaso con gloria caer?
A
fuer de cobarde y aleve asesino.
Espiaba
el
momento que
al
Postrado dejara discordia
Y Le
pueblo argentino
civil
verle vencido por su propia fuerza,
al
asalta, le oprime, le burla, y se esfuerza
En que
¡
De
Oh la
arrastre esclavo cadena servil.
Dios
\ o supimos T
!
vivir
como hermanos manos
dulce patria nuestras mismas
Las tiernas entrañas osaron romper: ¡
Y por
castigarnos
al
cielo le plugo
Hacer que marchemos uncidos
Que obscuro
al
yugo
salvaje nos quiso imponer
:
1
)
lili
¿Y
tú,
Buenos
antes vencedora.
Aires,
Humillada sufres que sirvan ahora
Todos ¿
Y
tus trofeos de alfombra a su pie ?
Será que ese monstruo robártelos pueda
de
se diga que sólo te queda
ti
El mísero orgullo de un tiempo
que fué?
1
¿ Qué azote, qué ultraje resta todavía, Qué nuevo infortunio, cara patria mía, De que tú no seas la víctima ya ?
Ah,
¡
si
Reprimir
Y
tu tirano supiese siquiera el
vuelo de audacia extranjera
vengar insultos que no vengará
De
Albión
la
!
potente sin duro castigo,
Del Brasil, de Iberia bajel enemigo
La espalda ¡
del Plata
Y hora extraña
jamás abrumó.
flota le
doma,
le
oprime.
Tricolor bandera flamea sublime,
Y
la
azul y blanca vencida
¿Qué
importa
al
La
tu historia cuenta,
días felices, tu antiguo esplendor,
Deslumhran su
Y
!
perjuro tu honor o tu afrenta?
Los heroicos hechos que
Tus
cayó
el
vista,
confunden su nada,
bárbaro intenta dejar apagada
luz
que a
los libres
en
Col misero orgoglio d'un lempo che en uno de sus coros. — El A 1
i
Mayo
fu,
alumbró.
dice
el
vehemente Manzoni
POÉTICA HISPANOAMERICANA
Tú, que alzando
111
grito despertaste un
el
mundo
Postrado tres siglos en sueño profundo
Y
diste a los reyes
¿De ¡
¿
Eh
!
No
tremenda lección,
un déspota imbécil esclava suspiras?
contra tu fuerza has visto
a
¿
qué valen sus
iras ?
tus plantas rendido un león?'
¡Hijos de mi patria, levantad
la
trente
Y con fuerte brazo la fiera inclemente Que lanzó el desierto, de un golpe aterrad
!
Lavad vuestra mancha, Valientes porteños.
Y mostrad El pueblo
'
Alusión
;il
Argentino.— (El
al
mundo que no
que en
Mayo
ultimo Verso de A.j
la
tiene
dueños
gritó Libertad.
primera estrofa del Himno Na< ional
NOTAS ÉPOCA COLONIAL
RANCISCO DE TERRAZAS
de mediados del siglo XV] más antiguo poeta hispano-americano conoGozó de buen nombre en Méjico y en España. Cer-
cido.
mejicano,
poeta
e
hasta ahora,
vantes
el
cita
lo
inserto en
con enfático elogio en
La Galatea De
si;
Cunto de
Caliope
edición de 1584):
región antartica podría ingenios soberanos. riquezas hoy sustenta y cría. También entendimientos sobrehumanos. Mostrarlo puedo en muchos este día, .ios os quiero dar llenas las mai Uno de Nueva España y nuevo Apolo, Del Perú el otro, un sol único y solo. Francisco el uno de Terrazas tiene El nombre acá y allá tan conocido. Cuya vena caudal nueva Hipocrene la
Eti raizar
Que
si
Ha dado
Nada hijo
de
se
sabe
con
al
patrio Venturoso nido...
precisión
un conquistador,
alcalde ordinario de Méjico. se
reducen a
tres
de
su
vida,
sino
mayordomo de Hernán Los versos que de
sonetos y unos
qu