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Spanish Pages [394] Year 2021
Áncash ante el bicentenario
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Asociación de escritores ancashinos
Áncash ante el bicentenario Tomo III
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Asociación de Escritores Ancashinos AEA
Áncash ante el bicentenario © Asociación de Escritotes Ancashinos, AEA Jirón: Muquiyauyos 131 – Independencia - Lima Lima, 16 de julio del 2021
Editores: Danilo Barrón Pastor Filomeno Zubieta Núñez Coordinadores: Julio Villanueva Sotomayor Juan Rodríguez Jara Carmela Fry Palacios Primera edición: 16 de junio del 2021 HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ N° 2021-05283 ISBN. 978-612-00-6541-9 Se terminó de diagramar en julio del 2021 en: Independencia – Lima – Perú Diagramación y diseño: DBP. Diseño de carátula: Gustavo Zubieta Bravo Los textos firmados son de responsabilidad exclusiva de cada autor.
Prohibida la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización de la Asociación de Escritores Ancashinos. Áncash ante el bicentenario
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Índice del tomo III Presentación …………………………………………………............................ Prólogo ………………………………………………………………………………..…
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Capítulo V: Patrimonio e identidad cultural (II) Santuarios y festividades contemporáneos: Cáyac y Conchuyaco. Armando Zarazú Aldave ……………………………………….………..………… Chiquián: Los trovadores de ayer. Armando Alvarado Balarezo ……………………………..……………….…..… Festividades huaracinas en transformación. Omar Robles Torre …………………………..….…………………………………. La Fiesta de las Cruces en Paria. Organización y participación comunitaria. Rufa Olórtegui Mariño / Macedonio Villafán Broncano .……………… El regionalismo extremo en la literatura pomabambina. Herbert Cajo Escudero ………………………………………………………………. Aproximaciones a la literatura piscobambina. Danilo Barrón Pastor ……………………………………………………………….. Atahualpa en la memoria ancashina. Wilfredo Kapsoli Escudero …………………………….………..……………….. La ANP, baluarte del periodismo y gremialismo en Áncash. Ursula Mendoza León ……………………………..…………..……………………. Árbol emblemático, símbolo de la ecología ancashina Juan Rodríguez Jara …………………………..….……………………………….. Un eucalipto con señorío e historia. Elmer Neyra Valverde. ………………………………..……………………………. La poesía de Ángel Lavalle Dios y Chimbote. Anita Perpetua Terry Noriega de Lavalle ……………………………………… Revista Perú visión 25 años de labor al servicio de la región Áncash Feliciano Apolinario Espíritu ……………………………………………………… Aproximación a las identidades culturales en Huaraz Laura Nivin Vargas ………………………………………………………
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Capítulo VI: Personajes que forjaron identidad Alexander von Humboldt. Homenaje y gratitud: doscientos cincuenta años de su nacimiento. Víctor Hugo Alvítez Moncada ………………………………………………….. Jacinto Palacios Zaragoza: Artista ancashino del Bicentenario. Carmela Fry Palacios ………………………………………………….…………… Félix Álvarez Brun: Un ancashino con mente universal. Bernardo Rafael Álvarez ……………………………………….…………………. Un ancashino en la bioquímica peruana y mundial. Vladimir Villavicencio Angulo ……………………………………………….….. Personajes de la cultura, el arte y la literatura en la provincia de Ocros. Samuel Cornelio Abad …………………………………………………………………
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Chavín de Huántar: Personalidades notables que contribuyeron al desarrollo educativo - cultural del distrito.
Lucio Meza Marcos ……………………………….………………….………………. Los pasos perdidos de Luis Pardo, el bandolero. Claudio Alfonso Aranda Ibarra ………………………………………………… Eleazar Guzmán Barrón: La energía atómica y la salud. Luis Alberto Salazar Mejía………………………………………………………. La ecuación del bienestar desde la ciencia (testimonio de parte). Agustín Zúñiga Gamarra ………………………………………………………….
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Capítulo VII: Creación literaria Relatos. Manuel Nieves Fabián ………………………………………………………………. Cuentos cortos. Macedonio Villafán Broncano …………………………………………………… El Huayco que te ha de llevar. Edgar Alberto Norabuena Figueroa ……………………………….………… Pablo juytu (cuentos). Ricardo Santos Albornoz………………………………………………………….… Cantos a los fascinantes paisajes de la Novia de los Andes. Javier Marino Pastor Neyra …………………………………………………….. Áncash ante el bicentenario
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Reloj en cuarentena. Óscar A. Cueva Fernández ………………………………………………….……. Ríos subterráneos (poemas). Donald Jaimes Zubieta……………………………………………………………… Sonata de plenilunio en los Andes. Milton Pastor Neyra ………………………………………………………………… Huaraz querido y otros poemas. Wálter Vidal Tarazona ……………………………………………………………… ¡¡¡Piscobamba!!! Rodolfo Nicolás Moreno Izaguirre ……………………….………………….. Cantos a Luis Pardo. Efraín Vásquez Veramendi ……………………………………………….…........ Mi bello Áncash querido Blanca de los Ríos Vivanco ……………………………………………………….
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Presentación La Asociación de Escritores Ancashinos (AEA) presenta el libro Áncash ante el Bicentenario, un trabajo colectivo que reúne los aportes de los intelectuales, académicos, ensayistas, críticos y creadores ancashinos que expresan su voz y sentimiento en una fecha muy especial como es la conmemoración del Bicentenario de la Independencia Nacional. Como AEA hicimos un llamamiento a los escritores de nuestro departamento, como en otras ocasiones, la respuesta no se hizo esperar. De todos los rincones y desde las más diversas aristas no expresaron sus opiniones y sentimientos con sus escritos. La cantidad, calidad y variedad no nos permitió condensarlo en un solo volumen. Tuvimos que ordenar y clasificar por temas en siete capítulos. Y, como todo no podía condensarse en un tomo, nos vimos precisados a presentarlo en tres tomos. La consideración a nuestros lectores y facilitar su lectura fueron decisivos para esta determinación. El tomo I que va precedido de un prólogo por el Dr. José Antonio Salazar Mejía, está conformado de dos capítulos. El proceso de la independencia en Áncash (1820-1826) reúne estudios relacionados con el proceso de la independencia en que participaron los pueblos y sus hijos de lo que hoy es el territorio de nuestro departamento. Pueblos y provincias: realidad, problemas y perspectivas (I), con estudios donde se realizan diagnósticos de muchos escenarios locales y provinciales, analizando sus problemas y esbozando alternativas para superarlos. El tomo II con el prólogo del Dr. Víctor Unyén Velezmoro, contiene dos capítulos. Pueblos y provincias: realidad, problemas y perspectivas (II), como continuación del grupo de estudios incluidos en su primera parte en el tomo I. Patrimonio e identidad cultural (I), agrupa a los estudios referidos a las expresiones culturales que dicen mucho de su diversidad y riqueza que presentan los pueblos de nuestro departamento que, debidamente conocidos y valorados, contribuyen a forjar y afirmar identidad cultural. Finalmente, el tomo III con las palabras iniciales del Dr. Lorenzo Samaniego Román a manera de prólogo, está conformado por dos grupos de contribuciones. Patrimonio e identidad cultural (II), como continuación del capítulo anterior incluido en el tomo II. Personajes que forjaron Áncash ante el bicentenario
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identidad y Creación literaria, es el último capítulo que reúne estudios relativos a los personajes de la historia regional y en la parte final se incluyen las creaciones literarias en verso y relatos de nuestros colaboradores en este género. La conmemoración del Bicentenario de nuestra Independencia se produce en un contexto de crisis moral, política e institucional en todas las esferas del Perú, agravada por la presencia de la pandemia del Covid-19. Ello no ha sido óbice para que las instituciones como la nuestra ni los escritores no podamos expresar nuestra voz y sentimiento. Es más, la fecha, por si sola, es un aliciente para unir esfuerzos y presentar un producto cultural a las generaciones de hoy, mañana y siempre. Una necesidad y obligación permanentes que asumimos es la de contribuir a afirmar y fortalecer nuestra identidad regional y nacional. En este propósito va para todos Áncash ante el Bicentenario. Este libro, en tres tomos, hubiera sido imposible sin la participación de los 68 escritores presentes en sus páginas. A cada uno de ellos nuestro reconocimiento. Y, con los mejores sentimientos, a todos nuestros lectores (estudiantes, docentes, intelectuales e interesados) como nuestro aporte en este Bicentenario del departamento de Áncash y de la Independencia Nacional. Lima, junio 15 de 2021 Danilo Barrón Pastor y Filomeno Zubieta Núñez (editores).
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Prólogo Áncash ante el Bicentenario, en su tomo III, el más extenso, de 380 páginas, contiene los capítulos V, VI y VII, con los siguientes títulos: Patrimonio e identidad cultural (continuación del Tomo II), personajes que forjaron identidad y creación literaria. A nuestro juicio, la identidad cultural se forma conociendo el espacio geográfico donde se desenvuelve la sociedad, también el proceso histórico o la Historia desarrollada en ese espacio, cuyo resultado es el origen y evolución de la cultura en las diferentes regiones de nuestra Nación. Áncash, anteriormente, Huaylas, tiene la particularidad de estar formado por las cordilleras negra y blanca, como resultado de la presencia y división natural de la cordillera accidental de los andes en nuestro departamento, de tal modo, se constituyeron tres espacios longitudinales de sur a norte, que hoy se denominan subregiones: Pacífico, Huaylas y Conchucos, contando con seis de las ocho regiones naturales del Perú: costa, yunga, quechua, suni o jalca, puna y cordillera o janca. Continuando, en el capítulo V: Patrimonio e identidad cultural, los temas son de carácter religioso, festividades, de la organización y participación comunitaria, de la literatura y poesía, del recuerdo de Atahualpa en la memoria colectiva de Áncash, y de un árbol como el eucalipto de 146 años en la plaza principal de Piscobamba. Estos temas son abordados con mucho conocimiento y calidad por sus respectivos autores, y no podía faltar la creación poética con un buen análisis y comentario del poemario "Caminos del viento" de Ángel Lavalle Dios, poeta tumbecino, que laboró en la Universidad Nacional del Santa. El capítulo VI: Personajes que forjaron identidad, cumple el objetivo de hacer conocer y enaltecer a los científicos, académicos, profesionales y hombres del pueblo en diversas funciones y actividades que han contribuido enormemente en las tareas que desarrollaron y cumplieron excelentemente, demostrando inteligencia, creatividad y capacidad como genuinos representantes de Áncash, cito algunos: Eleazar Guzmán Barrón, Marino Villavicencio Núñez, Félix Álvarez Brun, Román Robles Áncash ante el bicentenario
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Mendoza, Jacinto Palacios Zaragoza, Marino Gonzales Moreno y nuestro famoso bandolero Luis Pardo. Mención aparte el naturalista alemán Alexander von Humboldt. El capítulo VII: Creación literaria, cierra espléndidamente con las inspiraciones de narradores y poetas, entre cuentos, leyendas, tradiciones, tragedias, poemas al amor y a la naturaleza, con un fuerte sentimiento de ternura al terruño por formar parte de la existencia. Así, el tomo III de la obra: Áncash ante el Bicentenario, consolida el objetivo de hacer conocer el interés y la permanente labor de los intelectuales ancashinos en todas las esferas del conocimiento, que desde los tomos I y II, se aprecia el esfuerzo desplegado y la preocupación por trascender y aportar a la cultura nacional desde la independencia hasta hoy en que se produce la celebración del Bicentenario. El esfuerzo desplegado por todos los autores ante la acertada invitación de la Asociación de Escritores Ancashinos para contribuir a la celebración del Bicentenario, es un momento importante de reflexión de lo que se hizo y de lo que falta hacer para lograr la auténtica independencia que significa el bienestar de todos los peruanos, que todavía no es realidad y que debemos hacerlo colectivamente para lograr tan carísimo anhelo popular. Por otra parte, felicitar la preocupación y responsabilidad de los editores de Áncash ante el Bicentenario, en tres tomos y por haber puesto en evidencia como la ciencia y la cultura se cultiva con tesón y capacidad en todo Ancash, apostando por el desarrollo local, regional y nacional, sin olvidar el valioso aporte de los hombres y de las instituciones de Áncash a la independencia nacional, y debemos estar seguro que será mayor en el futuro luego de leer los aportes de los autores, a ellos la permanente gratitud. Lorenzo Samaniego Román
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Capítulo V Patrimonio cultural e identidad cultural (II)
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Santuarios y festividades contemporáneos: Cáyac y Conchuyaco Armando Zarazú Aldave Resumen La llegada de los conquistadores trajo, dentro de lo religioso, el sincretismo religioso, es decir, la mezcla de la religión cristiana que traían los españoles con la que practicaban los habitantes aborígenes de nuestras tierras. Con el transcurrir del tiempo la religión católica fue impuesta por el invasor, pero no lograron hacer desaparecer costumbres y creencias de nuestros antepasados, las cuales se pueden ver, sobre todo en las manifestaciones religiosas de los pueblos andinos. Muchas de estas festividades están relacionados a santuarios contemporáneos como se expresan en Cáyac y Conchuyaco, en los distritos de Aquia y Chiquián, respectivamente, de la provincia de Bolognesi. Palabras claves: Cáyac, Conchuyaco, mojón, santuario, festividad. Introducción En la provincia de Bolognesi, ubicada al sur del departamento de Áncash se encuentran los pueblos de Aquia y Chiquián, que fueron fundados como centros poblados en los tiempos de la colonia. Es de entender entonces que su fe religiosa cristiana es inmensa, de los cual dan fe los templos, capillas y últimamente santuarios religiosos dedicados a rendir culto a Jesucristo, de allí las denominaciones con que son conocidos los dos santuarios que congregan la mayor cantidad de fieles, devotos y creyentes. Ambos comparten la misma característica, muestran la figura del Nazareno en dentro de la naturaleza. El Señor de Cáyac es la parte superior de una roca que muestra la imagen de Cristo durmiendo a
Armando Zarazú Aldave. Natural de Chiquián, Bolognesi. Con residencia en EE. UU. desde 1983. Maestría en Educación otorgada por Elms College de Chicopee, Massachusetts y Maestría en español otorgada por Central Connecticut State University. Profesor de español en Torrington High School, profesor Adjunto de la Universidad de Connecticut, además en el Hartford Adult Education Center. Literato, músico y escritor. Desarrolla actividad cultural en Perú y EE. UU. Director de la revista digital www.chiquianmarka.com.
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orillas del río Aynín, mientras el Señor de Conchuyaco es la figura del Señor de la Humildad, también en en una roca. Este trabajo es sobre la historia de ambos santuarios y su relación con las creencias de los antiguos peruanos. Una de las manifestaciones culturales que España trajo al nuevo mundo fue el cristianismo, más concretamente el catolicismo, cuya difusión fue una de las justificaciones para la conquista; demás está decir que sus ideas religiosas e influencia cultural en sus nuevos dominios jugaron un papel importante en la formación de nuestras tradiciones, muchas de las cuales se pueden ver en el diario vivir de nuestros pueblos. Claro ejemplo de ello son las fiestas patronales de los pueblos andinos, en las cuales, guste o no guste a los puritas, se puede ver claramente la influencia, tanto de la cultura aborigen, nativa, prehispánica o como quiera llamarse y de la europea, es decir, española; solo baste recordar el canto de las pallas chiquianas, provincia de Bolognesi, “Inca rumi Rumiñahui anda saca gran Pizarro, ven acá pues gran Pizarro a esta pampa de alegría”. Un excelente referente sobre este tema es el recientemente publicado libro “Danza de las Creces en Huaraz” del Dr. Román Robles. El arribo a estas tierras de los conquistadores españoles significó no solo la imposición de un nuevo idioma, nuevas costumbres y nueva religión, esta última de vital importancia para los conquistadores, debido a que la principal justificación que tuvieron para apoderarse de lo que no era suyo, fue la conversión de los paganos o idólatras a la religión que ellos practicaban. Baste recordar las palabras del cura Valverde para capturar y posteriormente ajusticiar al pobre Atahualpa, a quien, dicho sea de paso, se le cambió la pena de ser quemado vivo por la del garrote vil… debido a que se bautizó, de todas formas lo despidieron rápido. Posteriormente, durante la colonia, la iglesia tuvo activa participación en la administración, no solo espiritual sino también política de los nuevos territorios. Como ejemplo podemos citar los curatos en los que estaba divida la provincia de Cajatambo en el siglo XVIII (Zubieta. Chiquianmarka.com). Ahora bien, el pueblo que encontraron los conquistadores tenía sus propias manifestaciones culturales, dentro de ellas estaban sus creencias religiosas y, por lo tanto, estas iban a ser muy difíciles de erradicarlas. Para lograr integrarlos al catolicismo y erradicar su fe en sus ancestrales dioses los colonizadores españoles iniciaron los llamados juicios de extirpación de idolatrías, que en buen romance era persecución y castigo, Áncash ante el bicentenario
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muchas veces con pena de muerte, flagelamientos, prisión, destierro, etc. “Se menciona reiteradamente a Llaclla en los juicios, seguidos por el Padre Bernardino de Novoa quien a la razón era párroco de Ticllos, a cuyo curato o doctrina pertenecía por aquella época gran parte de los territorios de los pueblos actuales de Ticllos, Corpanqui, Cajamarquilla, y por supuesto también Cusi, predecesor de Llaclla” (Solís. Pág. 23). Igualmente, Moisés Carrillo Abad en su libro “Mangas, pueblo de encantos y tradiciones” manifiesta que el mismo cura mencionado por el Dr. Solís, y que era muy temido por su crueldad llegó, a Mangas el 9 de agosto de 1,662; al ser preguntado por el motivo de su vista su respuesta fue “que había obtenido información confiable sobre la celebración de ceremonias idolátricas realizadas en el pueblo y que desafiaban directamente la Ley de Dios y la figura del Rey de España” (Carrillo. Pág. 99). Demás está decir que la estancia de este personaje en Mangas no dejó buenos recuerdos. Con el paso de los años, debido a la inmensa y persistente presión de los colonizadores españoles la religión católica fue impuesta ya sea por persuasión, amenazas y castigos, utilizando para lograrlo, los llamados juicios de extirpación de idolatrías. Además, jugó un papel importante en este, llamémosle cambio de religión a la nación inca, lo que se conoce como sincretismo religioso, término que indica la fusión de elementos religiosos de dos grupos, con la predominancia de una de ellas. Muchas de las festividades religiosas de nuestros pueblos son manifestaciones en las cuales se mezclan los ritos y liturgias católicas con antiguas tradiciones religiosas de nuestro pueblo. Al respecto dice el Dr. Román Robles “aprendimos a creer en Cristo y en todos los íconos del catolicismo, sin abjurar las creencias ancestrales de las divinidades regionales y locales” (Robles. Pág. 7). En la provincia de Bolognesi, exactamente en los distritos de Aquia y Chiquián, existen dos santuarios religiosos que han ido adquiriendo importancia religiosa a medida que pasan los años. El Sr. De Cáyac en el camino que conduce de Aquia a Racrachaca, y el Sr. De Conchuyaco, ubicado a la vera de la carretera de Chiquián hacia la costa. Ambos lugares tienen una historia particular y cada año congregan a peregrinos, no solo del lugar, sino también de otros lugares del país. La Villa de Aquia está ubicada aproximadamente a unos diez kilómetros de Chiquián, a orillas del río Pativilca, es una de las poblaciones de origen español más antiguas de la zona y cuenta con una iglesia colonial que es considerada una joya arquitectónica, tanto por su belleza como por su Áncash ante el bicentenario
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antigüedad. Como todo pueblo andino de nuestro país que se respete, Aquia tiene como patrón religioso al Arcángel San Miguel, Miquichito para sus devotos, el cual es celebrado con una fiesta anual a todo dar el 29 de setiembre y que dura varios días. La religiosidad del pueblo de Aquia ha sido premiada con la aparición de la imagen de Cristo en una roca a orillas del río Pativilca. Ahora bien, la historia se remonta a poco más de cien años, para ser precisos, hace pocos años se celebró el centenario del Señor de Cayac. Por esos años vivía en Aquia don Abraham Palacios, quien diariamente hacía el recorrido de Aquia a su chacra de Manco. El camino pasaba frente a una cueva, oculta por los matorrales, casi a la orilla del río. En uno de esos recorridos diarios que don Abraham realizaba es creyó ver luces que salían de la cueva, movido por la curiosidad se acercó y pudo observar en el fondo de ella una capilla en medio de un haz de luces, alrededor de la cual y semejante a mariposas revoloteaban pequeños angelitos, a la vez que le pareció escuchar voces extrañas e inentendibles. Es de entender entonces que don Abraham pusiera pies en polvorosa y velozmente llegara a su casa. Poco después compartió su visión con dos de sus mejores amigos, don Sócrates Rodríguez B. y don Germán Tapia S., ambos respetables ciudadanos de Aquia. Parece que los amigos de don Abraham olvidaron lo contado por su amigo y volvieron a sus actividades cotidianas. Sin embargo, la casualidad hizo que un día los dos se encontraran en el camino cercano a Cáyac y, como quien conversa más cómodamente se sentaron en una piedra a la vera del camino y a orillas del río a intercambiar ideas, pronto recordaron lo contado por su amigo don Abraham y al tratar de limpiar el lugar de maleza para poder observar mejor la cueva, descubrieron una piedra en forma de Cristo recostado. Volvieron a Aquia y comunicaron su descubrimiento al cura del pueblo, don Martín Tello, afectuosamente llamado Tayta Tello. Este sacerdote, natural de Aquia, se caracterizó por su profundo amor a la tierra que lo vio nacer. (Zarazú. Chiquianmarka.com). La noticia de la aparición de la imagen de Cristo a orillas del río se esparció rápidamente y todas la gente del pueblo, más sus autoridades y el cura Tello a la cabeza, se dirigieron a Cáyac para ver el descubrimiento. Efectivamente, a la vista de todos yacía el cuerpo inerte de Cristo, tal como se le veía en la imagen de la procesión del Santo Sepulcro en la Áncash ante el bicentenario
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noche del Viernes Santo, solo que estaba esculpida en piedra, en medio de la soledad andina del cerro de Cáyac, a las orillas del río que está unido a la vida e historia de Aquia, como queriendo premiar con su presencia la religiosidad y humildad de los moradores de la Villa de Aquia. La inmediata reacción de todos fue tratar de transportar la imagen a la iglesia del pueblo, tarea imposible, la imagen es la punta visible de una roca cuya base se pierde en las profundidades del lecho del río. Siempre bajo la dirección del cura Tello y las autoridades, se nombró como Procuradores del Señor de Cáyac a los que habían encontrado la imagen, don Sócrates Rodríguez B. y don Germán Tapia S., quienes hicieron construir una pequeña capilla a orillas del río, para proteger la imagen y para que los peregrinos tuvieran oportunidad de decir sus oraciones, además de encender velas y poner flores. En la década del setenta, los destacados ciudadanos aquinos don Luis Fernández y don Pedro Cueva hicieron construir, con dinero propio y algunas donaciones, una capilla más grande y acogedora. Posteriormente, el alcalde de Aquia mandó construir la actual capilla, de arquitectura más moderna. El Señor de Cáyac es celebrado el 3 de mayo, como no podía ser de otra forma, la festividad cuenta con varios mayordomos, los cuales se encargan de organizarla, además ese día alegran la ocasión, con su graciosa y fina danza, los jijantes de Aquia, que se acompañan con una orquesta de cuerdas. Desde hacen tres o cuatro años y movidos por su fe religiosa, participan también los afamados Negritos de Huallanca. El 24 de agosto del 2014, el Obispo de Huaraz, Monseñor Eduardo Velázquez organizó una peregrinación con alrededor de 500 devotos, procedentes de Huaraz y el Callejón de Huaylas y lo declaró “Santuario del Señor de Cáyac”. A escasos kilómetros de la ciudad de Chiquián y a un costado de la carretera que se dirige a Conococha se encuentra el paraje conocido como Conchuyaco, es el camino que antiguamente recorrían los que tenían sus chacras en Huaca Corral o algún otro paraje cercano de las alturas chiquianas. En la actualidad ese lugar es escenario de peregrinaje y de festividades anuales en honor del Sr. De Conchuyacu. El origen de esta festividad se remonta a 1960 cuando, de acuerdo a Olinda Ramírez Soto, su tío don Julián Soto vio en sus sueños a un anciano de barba ondulada y vestido con una túnica larga, quien señalando hacía arriba en el lugar llamado Conchuyaco le dijo “todos pasan junto a mí pero Áncash ante el bicentenario
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nadie se acerca” el anciano tenía con él un corderito (Ramírez. Chiquianmarka.com 2016). Don Julián, quien era miembro de la Hermandad del Señor De la Humildad, reunió a los otros miembros y les contó su sueño. Luego de escucharlo decidieron dirigirse al lugar para rodearlo con una pirca, la cual antes de ser terminada se derrumbó, esto fue tomado como una señal y por lo tanto hicieron planes para construir una capilla. Cuando llegó el momento de construir la capilla ninguno se hizo presente y solo don Julián empezó el trabajo de construir la capilla; lamentablemente un problema estomacal lo hizo regresar al pueblo. Esa noche cuando descansaba tuvo otro sueño, en el cual el mismo anciano le dio instrucciones para continuar con el trabajo de construcción de la capilla, bajo el ofrecimiento de curarlo de sus dolencias. Su fe inquebrantable y su arduo trabajo dieron su fruto, poco después don Julián había culminado la construcción de la capilla. Luego de ello le comunicó el hallazgo de la imagen de Jesucristo en Conchuyacu al Tayta Tello, invitándolo para que la bendiga. El curita prefirió participar del acontecimiento al obispo Burruchaga, siendo este el que bendijo he hizo la primera Celebración Eucarística del Señor de Conchuyacu o Señor del Camino el 14 de mayo de 1975 (Milla. Chiquianmarka.com). A partir de esa fecha, el fervor religioso de los pobladores ha ido en aumento, se comentan de muchos milagros y curaciones sorprendentes; todo lo cual los ha llevado a organizarse formalmente y a realizar las respectivas celebraciones. En la actualidad, la fiesta del Señor de Conchuyacu dura tres días: 12, 13, y 14 de mayo en los cuales se realizan la salva, víspera y día central; con sus respetivos funcionarios y cuyas responsabilidades son las siguientes: Los mayordomos que son los encargados del día central mandan a celebrar la misa, arman las capillas y dan de comer a los devotos que asisten a misa y a la procesión en Conchuyacu. Las mayoralas: se encargan de armar los montes con el aromático romero y diversas flores de la zona que son colocados en las cuatro esquinas del anda del señor. El estandarte es la que se encarga de la víspera repartiendo el tradicional dulce de frejol, mandando celebrar la misa, adornando en el anda del señor para que esa noche pueda salir en procesión. Áncash ante el bicentenario
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El caporal: se dice que es la pieza fundamental en la fiesta ya que junto a su comitiva (negritos) son los que ponen la picardía, algarabía y devoción brindando alegres mudanzas a los espectadores y principalmente alegrando y adorando al “señor de Conchuyacu”. Hasta hace pocos años y antes de la llegada del transporte motorizado, nuestros pueblos estaban unidos por caminos de herradura que eran recorridos a pie o a caballo. En dichos caminos, de trecho en trecho, existen los llamados “mojones” los cuales, de acuerdo con su importancia podían variar de tamaño, podían ser muros cuadriculares de alrededor de un metro o metro y medio de alto o simple piedras colocadas a un lado del camino. En estos sitios el viajero o viajeros depositan ramas, flores o alguna piedrecilla como señal de reverencia al lugar y pidiendo al “Auquilo” del lugar un viaje tranquilo y sin contratiempos, en algunos lugares de los caminos, como ocurre en Cáyac y Conchuyaco, poco a poco fue tomando importancia por el hallazgo de figuras religiosa y se fueron convirtiendo en lugares de descanso, de construcción de capillas, hasta la veneración religiosa. Conclusiones El culto al Señor de Cáyac y al Señor de Conchuyaco se basan en la figura de Jesucristo que se puede ver en algunas formas de la naturaleza, en este caso de una roca. Ambas figuras aparecen junto a caminos que son utilizados continuamente por campesinos que se dirigen a sus campos de cultivo y naturalmente eran lugares donde el caminante podía descansar y pedir a los Apus por mejores cosechas. Las festividades de la actualidad en honor a ambos cultos tienen las mismas características de las fiestas religiosas del Ande peruano, en el cual se mezclan, como lo más natural, música y danzas que tienen remembranza a manifestaciones culturales ancestrales. Bibliografía -
Carrillo, M (2017) Mangas, pueblo de encantos y tradiciones. Lima. Editor: Moisés Carrillo Abad. 243 pp. Milla, A. (2017). Señor de Conchuyacu.
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https://www.chiquianmarka.com/el-sentildeor-deconchuyaco.html Ramírez, O. (2016) El Señor de Conchuyacu. https://www.chiquianmarka.com/sentildeor-deconchuyacu.html Robles, R. y Rosa H. (2021) Danza de las cruces en Huaraz. Tarea, Asociación Educativa. 170 pp. Solís, G. (2010) Llaclla y el río Pativilca. Lima. Ediciones Río/Mayu. 109 pp. Zarazú, A. (2017). El Señor de Cáyac. https://www.chiquianmarka.com/el-sentildeor-de-cayac.html Zubieta, F (2015). Chiquián, Cultura e identidad. www.chiquianmarka.com/chiquiaacuten-cultura-eintidad.html).
Santuario del Señor de Cáyac, Aquia
Santuario del Señor de Conchuyacu
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Chiquián: Los trovadores de ayer Armando Alvarado Balarezo (Nalo) Uno de los más grandes trovadores de los últimos tiempos fue el maestro, compositor y cantante César Vicuña Romero, de palpitante recuerdo y mensaje de amor por Chiquián y su cielo azul. Nuestro amigo Huayco heredó el talento de su querido padre don Feliciano Vicuña, reconocido guitarrista del barrio de Quihuillán. Al igual que él, su hermano Oshva cultiva el arte musical desde niño. Los domingos a las 9 de la mañana, en el Cono Norte limeño, la prodigiosa voz de Oshva encoge y estira como fuelle de acordeón las hebras telúricas del corazón, cuando abre el programa radial “Por las rutas de Chiquián y los pueblos de la provincia de Bolognesi”, con la canción Laguna de Conococha del bardo aijino Jacinto Palacios Zaragoza: "...eres la fuente de agua tranquila, aquí te traigo, aquí dejo mis amores y mis canciones...". El legado de Huayco no solo inmortaliza su nombre, también torna eterno el sentimiento chiquiano hecho melodía y verso. Allí radica el valor espiritual y cultural de su repertorio, que ya viene hallando difusión a través de los intérpretes, músicos y compositores bolognesinos que actualmente brillan en el corazón del Perú profundo: Nieves, Eva y Reyda Alvarado, Julia Garro, Consuelo Valderrama, Judith Balarezo, Norka Alvarado, Chole Zúñiga, María Díaz, Chopa Rivera, Graciela Allauca, Mirtha Garro, Alicia Ramírez, Julia Palma,
Armado Alvarado Balarezo. Natural de Chiquián, Bolognesi. General (r) de la PIP. Abogado por la UNMSM. Poeta, narrador y escritor, más conocido como Nalito Alvardo. Reconocido por sus blogs: http: chiquian-querido.blogspot.com y http:chiquián-y-susamigos.blogospot.com. Sus poemas figuran en muchas antologías del Perú y del exterior.
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Carmelino Carrillo, Carlos Oro, Romeo Reyes y sus retoños, Efraín Vásquez, Pedro Miranda, “Yoga” Rivera, "Pacho" Díaz, "Payo" Alvarado, Miguel Ramírez, Gilbert Alejos, "Pepe" Alva, Alfonso Aranda, Walter Jaimes, José Jiménez, "Pepe" Perfecto Calderón, Llucu Orduña, Bonifacio y Moisés Gamarra, Pablo Aldave, entre otros paisanos de voz y trino sonoro. También los conjuntos y orquestas: Brisas del Yerupajá, Melodías de Bolognesi, Luis Pardo, Los Andes de Bolognesi, Chiquián y Luz radiante de Bolognesi, entre otros. A escala internacional: Roby Alva Ibarra, autor con Herberto Aldave del Castillo y Macollado Vásquez Veramendi, de la canción "Aguas de Usgor", llevó a USA en los albores del Tercer Milenio, el verbo florido y la dulce melodía de nuestra querencia. Armando "Zeta" Zarazú Aldave (guitarra, mandolina y charango), es el máximo exponente chiquiano en la promoción y difusión de la música andina en el difícil mercado norteamericano mediante norteamericano, mediante su importante organización folklóriaca “Mestizo manta” (Tushurushun), con amplios espacios ganados a pulso en las páginas rojiblancas de la Internet, donde las canciones: "Quisiera quererte, "El Obrero", "El cóndor pasa", "Cuando florezca el chuño", entre otras maravillas latinomericanas, se van ubicando en el sitial que les corresponde junto a nuestra sabrosa gastronomía peruana, bajo el dicho milenario: "No solo de pan vive el hombre". Desde épocas ancestrales la tierra chiquiana es rica en costumbres, usos y tradiciones. También es cuna de excelentes trovadores, siendo dos de Áncash ante el bicentenario
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sus más connotados baluartes: Pedro Bernardo “Bellota” Escobedo Luna y Calixto "Cañita" Palacios Carrillo. Ambos hicieron famosa la canción “Cañita huayta sin corazón”, del bardo de Jircán CPC. Aún resuenan en las calles de Oropuquio la potente voz de Bellota y las mágicas notas de la guitarra de Cañita: “Si quieres ser buen jinete ponte a amansar potrancas”, cantaba el primero, “después cabalga a pelo por las faldas de Cochapata” remataba el segundo con alegría. El bordón de las guitarras y el cantar de los troveros anunciaban en las cantinas chiquianas una noche de farra bajo la luz de un candil mortecino, mientras el chinguirito caía como cascada por las sedientas gargantas de la grata concurrencia, que no se cansaba de aplaudir y acompañar con un par de cucharas achatadas. "No enciendas tu lamparín cuando otro ilumina tu camino, no gastes mecha por gusto", cantaba con sentimiento Bellota. Pero no solamente las cantinas se constituían en los lugares preferidos, también se sumaban las casas solariegas de los amigos y familiares donde la "chicha con punto" corría en jarras rebosantes de espuma, sobre todo si la música de fondo estaba a cargo de Ritmo Andino de Huasta. Los viajes de excursión con las guitarras en bandolera al interior de la provincia, un compromiso de "fútbol macho" en Huallanca, Recuay, Ocros, Huaraz, Carhuaz, Yungay, Huari y Caraz, o un amado zaguán elegido para una serenata, fueron los marcos perfectos para soñar despierto con las pallas de Umpay, de Tulpajapana y de Racrán. Áncash ante el bicentenario
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Durante el funcionamiento de la Escuela Normal Mixta de Chiquián, el quinteto "Las Taviesas" llevó nuestro canto a otros departamentos, en las voces de: Carmen Escobedo, Zoila Ramos, Luchi Pacora, Fabia Alvarado y Nelly Rivera. Además de los nombrados, los chiquianos que cultivaron el arte de interpretar, guitarra en mano, huaynos y valsecitos en el siglo XX, fueron: María Maldonado, Zoila Núñez, Amina Rayo de Aldave, Elsa Navarro, Pedro Zubieta Calderón, Eusebio Anzualdo, Hortencio Balarezo Lavado, Alberto Núñez Arévalo, Lucnardo Díaz, Rómulo Toro, los hermanos Porfirio, Achico, José y Germán Romero Yabar, este último, autor de la música y letra de “Carhuaspunta escorzonera”, en quechua y castellano, matizados de sana picardía, como estos versos que cantaba sonriente: “Quizá mi canto no salga sabio porque el chinguirito partió mi labio, mas no espero que rían todos, alguien tiene que llorar recordando a una roqueñita ingrata que le robó el shonqon, y disculpen que de tanto licor mi canto suene a responso. Rompe las viejas cuerdas punteando y no ajustando las clavijas, sino busca quién te enseñe a templar, antes de volverlo a intentar”. También ajustaron la cintura de ardiente madera al son de nuestra querencia: Lorenzo Yabar, el “Chino” Benito Calderón con su cautivadora canción “Neblina Blanca”, Pasión y Alejandro Aldave, Pedro Loarte Cano, Hernán Reyes Aguirre, Bernardo Arellano, el zurdo Máximo Calderón Cerna y su hijo Adolfo, Alberto Turco, Cástulo Rivera, Teófilo Núñez Romero, Loli Romero Moreno, el compositor Alejandro Yábar Alva, Herberto Aldave del Castillo, Romeo Reyes Gamarra, Pablo Martín Vásquez Veramendi, Alberto Carrillo Ramírez, Abasalón Álvarez, Felix “Sopita” Morán Moreno, Solio y Áncash ante el bicentenario
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Leonidas Bolarte Pardavé, Armando, Adolfo “Apopo” y Santiago Alvarado Montoro, los hermanos Juan, José “Shacui” y Apolinario “Puco” Montoro Ramírez de trino amable y versos alegres: “No cacarees como gallina, mejor canta como zorzal y deja que brote el llanto como agua de manantial, para que gima la prima y llore la segunda. Apúrate shay, brindemos con chicha en porongo junto al fogón donde burbujea el mondongo”. Quizá algunos trinos andariegos que sobrevivieron al compás de los recuerdos hasta finales del siglo XX, ya están sumergidos en las aguas del Tercer Milenio, y solo el eco está flotando en el aura con la sinfonía de los grillos que nos recuerdan a Pisana María. Todo depende de nosotros para que no desaparezcan en el naufragio que antecede al olvido, como aquel viejo pichuichanca que por dormilón cayó al Aynín y sucumbió en el turbulento lecho del río sin hallar una mano que le salve la vida. Recopilemos y cantemos lo escrito por nuestros recordados compositores, démosle el fresco soplo de la brisa sin menguar en el intento; solo así, este fecundo arroyo de leyenda murmurará con mayor vigor la melodiosa armonía de la guitarra chiquiana. El arpa trae a la memoria nombres de grata añoranza, unos ya tocan las erguidas cuerdas en el cielo, otros continúan deleitándonos con sus abrigadores gorjeos: Florentino Aldave Calderón, pródiga vena musical heredada por su hijo Alejandro Aldave Montoro y sus nietos Carlos y Juvilio Alvarado; José "Patriarca" Ramos, Julia Ramírez de Pardo, David “Lapicho” Aldave del barrio de Jupash, Demetrio Calderón, Pedro Gamarra, Eleuterio Palacios, Estanislao y Miki Zubieta, “Garash” Lorenzo Padilla, "El satanás del arpa", "Anacleto Pachapleto", Oscar Ríos, Marcos Gamarra, Toribio Moreno y José Jaimes, sentados o parados se yerguen como los más respetados cultores de las cuerdas verticales en pleno huayco migratorio del siglo XX. Áncash ante el bicentenario
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Muchas veces escuché tocar el arpa a nuestro recordado paisano Maurelio Reyes Anzualdo, amigable vecino en mi edad primera. Sus sanas ocurrencias que fueron bautizadas como “santas conejadas”, pasan de boca en boca como sus ricas roscas bañadas durante las tertulias de agosto jaranero. Don Maurelio relataba: "Cierta vez un arpista fue descubierto despanzando a una perrita, para convertir sus tripas en cuerdas y su pellejo en roncadora de pregonero. Su apenada dueña al observar el triste cuadro sólo atinó a recoger los restos del animalito en su lliclla, lo sepultó en su chacra y lloró días enteros sobre la tumba del pobre cachorrito". En la mandolina hicieron furor en los cuarentas, cincuentas y sesentas: Ernestina Yábar Calderón, Amina Rayo de Aldave, Martina Yábar de Minaya, César "Shimilán" Figueroa Cuentas, Alejandro Yábar Alva, Eleodoro Gamarra Salinas, Pedro Loarte Cano, Cástulo Rivera, Felipe Ramírez Gamarra, Francisco Alva Palacios, Antonio Zúñiga Alva, Zenobio Garro Aldave, José Morán Ramírez y Cesareo Calderón. Antonio Padua Toro, roncadora en mano anunciaba el reparto de agua por las calles de Chiquián. En la caja y el píncullo brilló Imicho Ríos, hoy sigue sus pasos Domingo Guzmán Rivera. En píncullu y quena aportaron su arte: Máximo Bravo, Pedro Moreno Vásquez y Ildefonso Garro, los hermanos: Jesús, Simón y Víctor Hugo Aldave Rayo. En rondín: Pilico Gamarra, Abel Alvarado Montoro, Graciano Zubieta Carhuachín. En concertina: Perfecto Bolarte Calderón. En acordeón: Rubén Barrenechea Núñez, Alejandro Aldave Montoro y su esposa Amina Rayo, Carlos y Jubilio Alvarado Aldave, Luis Alva Aldave y Teódulo Zubieta. En saxofón: Juan Vicuña, Manuel Alvarado y Carlos Alvarado Aldave, uno de los más grandes músicos y compositores chiquianos de todos los tiempos. En bandoneón: Teódulo Zubieta. En castañuelas: Gutberto Gutiérrez Quiroz. En el violín marcaron época: Juan y Valerio Jaimes, Julio Carhuachín, Guillermo Zubieta, Manuel Quispe Hinostroza, Teodomiro Carrillo, Carlos Gamarra y Eleodoro Gamarra Salinas. El último de los nombrados, gran maestro chiquiano, daba conciertos a puerta cerrada en su florida residencia del Jirón Tarapacá. Escuchar la melodía de la canción “Dolores” era el goce general de los concurrentes, mientras el profesor Áncash ante el bicentenario
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Gamarra sudaba frío y bajaba cada vez con mayor fuerza el mentón para ahogar el llanto del violín plañidero y evitar que se deshidrate. En sordina: Arturo Alvarado Aldave, Gildo Rivera Salcedo y Celedonio Maldonado son los más afamados cultivadores. Muchos trocitos de inspiración de los viejos trovadores de Jircán hallaron abrigo en los corazones amigos. Entre ellos: “Nunca hallarás buena comida donde ladren perros flacos”. “Busca la vaca que más rumia, es la que da mejor nata”. “Por andar persiguiendo a una viuda, aprendí a rezar el rosario y me convertí en el más devoto del sagrario”. “Hoy que los años salpican su melancolía, dime algo bonito palomita”. ”Quien vive como ermitaño tiene poco que contar, anda acompáñame un rato y te enseñaré a cantar”. “Si te dicen que tocas regular, es porque eres el mejor de los peores, es tiempo que cambies de oficio y cantes con los maestros, y serás el mejor de los cantores”. “Entre los pichuichancas sólo cantan los machos, las hembritas mueven sus pestañas como olas y los neutros menean sus colas”. “Compositor, regálame un huayno de esperanza que estabilice la balanza, con el peso de tu voz atravesando mi garganta”. “Chiuchi, si no naciste para volar como tinyaco, por gusto miras el cielo, mejor repta como shulaco”. Pastorita, ojitos de capulí, rompe las paredes de tu choza fría y ven con el viento amigo a mis brazos”. “Cholita, déjame creer, aunque sea por unos segundos, que los niños huérfanos y sin hogar son actores solamente; déjame creer que la lluvia es un fenómeno natural y no el llanto de las madrecitas que lloran en el cielo”. “El odio es malo, carcome el alma y te lleva a un lugar baldío”. “Cantemos juntos, así viviremos en el corazón de los paisanos y dejaremos de ser forasteros en nuestra propia tierra”. “Linda chiquiana, deja de llorar, las lágrimas cicatrizan las heridas y yo prefiero sangrar”. “Ayer me dijo doña Juliana que no canta bien el que tiene ganas, sino el que sabe cantar”. “El gemido del aire es como un abrazo al vacío, una lágrima que cae en silencio enjugando el verbo amar sobre la Áncash ante el bicentenario
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tumba fría”. “El recuerdo de tus besos son como bandadas de torcazas que vuelan arrulladas por un coro de jilgueros...”. Entendidos en la materia comentan que la musa de los troveros chiquianos es el aire puro que respiran, el paisaje que admira absorto el turista, su dicha, su dolor, su risa, su llanto, el recuerdo del primer amor y la esperanza de volverla a ver en la fiesta de Santa Rosa, apretando su rosario; es el pregonero que anuncia con su bombo el agua para las sedientas sementeras; las serenatas, los juegos infantiles, las fiestas costumbristas, los potajes, las danzas, los monumentos arqueológicos, la flora, la fauna, las procesiones; las tardes de fútbol, de Entrada y de toros; las huaylisheadas, las pinquichidas, el agudo canto de las pallas al ritmo del arpa, del violín y la trompeta con sordina; el desgarrado retumbar de la avellana en Capillapunta, los fuegos artifíciales al compás de la banda de Mangas. En fin, es la arcilla donde se forja el espíritu telúrico, por eso le cantan al río, a la cascada, a los nevados, al patito de la laguna, a las faldas de Cochapata, al cerrito de Huayalpampa, a la linda chiquiana, a Jaracoto, a la bella capuliñahui, al maíz, al trigo, al anciano, al bandolero, a la gente de bien, a la noche de Salva como subraya en su canción "Mi recuerdo" el escritor y compositor Mario Reyes Barba. Más que derramando lenguaje florido, los chiquianos cantan con el corazón, como decía con nostalgia nuestro recordado amigo del alma Moshongo Romero, hecho que se hace patente en el breve relato y los dos poemillas escritos al fragor de las tensas cuerdas con una moña rojiblanca en las clavijas, durante mis visitas a Chiquián en Julio Patriótico: Áncash ante el bicentenario
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El tradicional Jueves Santo en Huarás Omar Robles Torre La noche más triste y dolorosa de la Semana Santa huarasina tiene un nombre: Waraquí, vocablo quechua que en castellano significa amanecer o amanecida. Es la única celebración que me faltaba vivir de principio a fin. En años anteriores, cuando asistí, el sueño siempre me tumbaba, el frío hacía añicos mis huesos y, a pesar de mi fe, terminaba durmiendo en mi cama esperanzado en que el siguiente año lo lograría. Después de muchos intentos, por fin el año pasado pude cumplir lo prometido, recorrer la travesía religiosa en una difícil madrugada, desde la parroquia Santuario Señor de La Soledad hasta la parroquia Espíritu Santo, en el barrio de San Francisco, Huarás. Esa noche me acompañó Omarcito, mi hijo, con quien logramos romper los bostezos, arrinconar los sueños y matar el frío. Recorrimos junto al Nazareno la ruta de su dolor. Amanece el Jueves Santo Amanece el Jueves Santo en Huarás. Día feriado con sol radiante. Omarcito me pregunta si iremos a visitar en la noche a los chunchos. Todos los huarasinos conocemos con ese nombre a los soldados romanos que llevaron atado de manos a Jesús rumbo al calvario. Respondo que sí. También le cuento que otra vez intentaremos culminar la ruta del Waraquí; se alegra, se siente feliz; le comenta a su madre que irá a la procesión, sonríe. Ella duda, no cree que logremos llegar hasta el final. Pero muy dentro de mí existe un pálpito que me dice que esta vez sí cumpliremos un deseo tantas veces postergado y que me propuse alcanzar cuando escribí el 2013 la crónica «Semana Santa sin mamá», mi primera exploración a la tradicional festividad religiosa huarasina. El Jueves Santo es un día de profunda espiritualidad, termina la cuaresma y se inician los tres días más importantes de la liturgia cristiana
Omar Robles Torre. Natural de Huaraz. Licenciado en Periodismo, dirigió la revista Kordillera. Publicó el libro de entrevistas Mishki Rimay. Así como otros de crónicas y reportajes, poesías, relatos y cuentos. Sus artículos, crónicas y cuentos en su blog personal www.omarroblestorre.blogspot.com– Escribir para Vivir.
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denominada el Triduo Pascual. En la ciudad de Huarás, enclavada entre las cordilleras Blanca y Negra, se realiza en las distintas parroquias el Santísimo Sacramento; asimismo, la eucaristía y el lavado de pies. Hace muchos años, nos cuenta Ernesto López Ramírez en su libro Una historia de Huaraz, durante el Jueves Santo se dedicaban las iglesias a arreglar lo que se conocía con el nombre de «Monumentos», y que consistía en adornar el altar o un sitio designado con mesas arregladas con lujosos manteles, floreros llenos de margaritas y azucenas, y al centro el cáliz con la hostia, es decir, el cuerpo y la sangre del Señor, junto a una paloma blanca que encarnaba el Espíritu Santo. La gente recorría los cuatro barrios rezando el rosario y al final decidía cuál de las iglesias había arreglado mejor su Monumento, costumbre esta que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. El jueves es un día de solemnidad. El folklorista huarasino Santiago Maguiña Chauca nos dice que en el medio rural los pajarillos no se mueven para nada de sus nidos, y los herejes, si bailan, son petrificados como monolitos en los cerros al interrumpir el culto de ese santo día. En la tarde del Jueves Santo Es de tarde y el viento sopla despacio. Omarcito se ha dado una siesta después del almuerzo, yo también me he entregado a los brazos de Morfeo; lo hemos hecho porque no queremos volver a suspender el recorrido por culpa del sueño, como ocurrió en los años anteriores; el sueño es el principal enemigo, el que impide alcanzar el objetivo de amanecerse en esta fecha especial. Nuestra primera intención es llegar lo más cerca posible de la parroquia del Espíritu Santo para alcanzar en el siguiente año nuestra meta; somos conscientes y sabemos de nuestra debilidad, pero haremos el intento de llegar hasta el final. Me he comunicado con mi madre por teléfono; hemos quedado en que primero iremos a su casa para salir juntos rumbo a la velación de los chunchos y luego acompañar a la procesión del Waraquí hasta donde aguante el cuerpo, como siempre lo hemos hecho durante todos estos años, de manera disciplinada. En una tarde como hoy, nos cuenta Santiago Maguiña Chauca en su libro La Semana Santa a través de la historia de la ciudad de Huaraz, publicado en 1974, «el templo de la Soledad se encuentra aglomerado de campesinos, quienes esperan la velación de la venerada imagen de Jesús Áncash ante el bicentenario
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Nazareno; ella se encuentra rodeada de oscuros velones (adorno artístico de cera que se ofrecía a modo de ofrenda en las fiestas religiosas), estos velones estaban arreglados con crespones negros en señal de luto». En el reportaje televisivo de Jesús Albinagorta, de 1993, observamos la presencia de varios alcaldes pedáneos vestidos con bufandas y ponchos marrones, llevando en sus manos varas de mando color negro; también acompañan personas en condición de donantes, con sus cirios, ingresando al templo para participar de la festividad. Todo va quedando listo para iniciar la velación, anteriormente se iniciaba a las 2 p.m. pero en la actualidad se ha adelantado al medio día; es un momento muy especial de poder estar cerca y tocar a Jesús Nazareno. Los cantores y el sacerdote lingüista Mientras la tarde avanza y el tiempo camina presuroso, Omarcito se va preparando para vivir una noche mística y religiosa que tiene un poco de indígena y española, característica especial de nuestra Semana Santa huarasina. En el templo de La Soledad, la población campesina se encuentra lista para escuchar a los «ayos» o cantores que se van turnando para entonar sus melodías, lamentaciones, rezos y oraciones con un sentimiento doloroso; se encuentran cerca del altar; micro en mano, se apoyan en un atril de madera color marrón. Nos refiere Santiago Maguiña Chauca, en su publicación anteriormente citada, que estos cantos religiosos fueron introducidos en cancioneros elaborados por los padres redentoristas (de la congregación del Santísimo Redentor, fundada en Italia, en 1732). Uno de los sacerdotes redentoristas fue el padre Juan Gualberto Lobato Guaraca, de nacionalidad ecuatoriana, que llegó al Perú en 1885 en una misión reevangelizadora, enviado a Huarás por ser este uno de los pueblos de indios más grandes del arquidiócesis de esa época. El sacerdote lingüista, como hoy se le conoce, fue muy querido por la población rural. Como producto de su estancia en nuestra zona publicó: Resumen de la doctrina cristiana en kichua, dialecto del departamento de Áncash (1888) y Kichua en Huaraz. Compendio de la doctrina (1889). Estuvo en el Perú aproximadamente 20 años, falleció en 1907, a los 54 años de edad, y su trascendencia y contribución han pasado casi inadvertidas en la región Áncash. Omarcito y yo estamos camino a la casa de mi madre, ubicada en el jirón 28 de Julio, en el tradicional barrio de La Soledad; no hemos tomado lonche ni ingerido ningún tipo de alimento, debemos tener el estómago Áncash ante el bicentenario
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vacío, recomendación importante para saborear los deliciosos ponches, bizcochos, dulces y caldos que las familias devotas preparan para sus visitantes. Son las siete y media de la noche, hora apropiada para iniciar el recorrido. En el momento que empezamos el periplo hacia las viviendas de las familias que cuidan de los chunchos, los campesinos continúan entonando sus cantos religiosos que tienen cierto sentido panteísta del ancestral misticismo andino, acoplados con el costumbrismo religioso traído de España, así describe Santiago Maguiña Chauca al canto sensible de la masa indígena. Estos cantos, a partir de las ocho de la noche, se suspenden para dar paso a la eucaristía cristiana y ser retomados unas horas después. Nosotros llegaremos al templo pasadas las diez de la noche, cuando concluyamos nuestro recorrido quizá un poco más tarde, dependiendo del paso que hagamos. En la entrada del templo se encuentran en estos momentos las andas del Nazareno y San Juan Evangelista, ubicadas a la mano derecha al ingresar al templo; y al frente de estas, las de María Magdalena y la Virgen Dolorosa. Las personas ingresan con profunda aflicción, cargando sus velas para ponerlas cerca de la imagen de su devoción en los candelabros o en unas bandejas de aluminio de forma rectangular que han acondicionado para el día. Omarcito, mi madre, mi hermana que ha llegado de Lima y yo, salimos rumbo al periplo más peculiar que ha dejado a muchos con la boca abierta, la velación de los soldados romanos que ajusticiaron y golpearon a Jesucristo en sus últimos minutos de vida. La periodista Sonaly Tuesta, que elaboró un informe de la Semana Santa huarasina hace unos años, quedó sorprendida por la velación y fe que la población muestra hacia ellos. ¿Por qué velar a los que ajusticiaron a Jesús? La respuesta es sencilla: porque fueron los primeros en ser perdonados por Jesús en la misma crucifixión, y los primeros también en reconocer que aquel hombre en la cruz era el hijo de Dios. Respuesta que nos motiva a ir al encuentro de las imágenes de estos soldados que llegaron de España a nuestra ciudad, y que, según versiones orales, entre los años 1860 y 1870 un sacerdote de la parroquia encargó su cuidado permanente a cuatro feligreses notables, permitiéndoles que las llevaran a sus domicilios. Hoy nosotros nos dirigimos a los domicilios de los descendientes de estos notables.
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La velación de los soldados de Pilatos y otras imágenes El ensayo de Aristóteles Barcelos Neto, Personajes y procesiones de una Semana Santa indio-mestiza en los Andes peruanos, publicado el 2011, nos refiere que los soldados romanos de la Semana Santa huarasina empezaron a ser venerados como tales desde por lo menos la década de 1890. Nosotros visitamos a los chunchos desde hace más de quince años. Mi madre ha comprado para esta ocasión dos paquetes de velas, los lleva en el bolsillo. El primer soldado romano o sayón que visitaremos, es Mateo, más conocido como Barba Azul; la vivienda de sus devotos se encuentra a media cuadra de la casa. La familia Vargas, encargada del cuidado y de organizar la velación por muchos años, ha instalado al ingreso de su lar unos paneles con fotografías de las antiguas armaduras que ha usado Mateo en las procesiones de los años anteriores, además ha insertado información importante de la Semana Santa huarasina en cartulinas, como una que dice: «Solamente en las ciudades de Sevilla-España, y Huarás-Perú, se representa la Semana Santa con procesiones y escenificaciones». Vamos ingresando y vemos que están exhibiendo una armadura utilizada por Mateo, en cuya coraza se aprecia la imagen del abrazo de Jesús a una persona de edad. Omarcito se acomoda y le tomo una foto. Al fondo, en medio de un altar bellamente decorado, se encuentra Mateo, pulcramente vestido, con su lanza que lo caracteriza y, en ella, un banderín inscrito con letras negras SPQR, que significa «Si puede que resucite». Mi madre coloca una vela, nos persignamos y nos sentamos a esperar el ponche y bizcocho que la familia ofrece gentilmente a los visitantes. El fuerte movimiento producido por el terremoto de 1970 dañó el cuerpo de Mateo, el Barba Azul, pero no su cabeza; el cuerpo fue reparado después. Es considerado un santo de la fertilidad y es el último en llegar al templo de La Soledad para tomar prisionero a un Jesús Nazareno completamente rendido. Continuamos con nuestro recorrido y llegamos a la vivienda de la familia Olaza, encargada del cuidado del romano Silverio. Nos sorprende la gran fila que hacen sus fieles seguidores para entrar a la vivienda y verlo; mi madre se adelanta, Omarcito se queda conmigo, igual mi hermana; respetamos el orden; con paciencia esperamos que las personas avancen. Los miembros de la familia, sumados a una hermandad de jóvenes devotos de Silverio, vestidos todos con casacas negras debidamente Áncash ante el bicentenario
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identificadas, son los que nos hacen ingresar. En un pequeño jardín vemos, igual que en el anterior soldado romano, las armaduras utilizadas en los años anteriores; lucen hermosas por la luz artificial que cae directamente en ellas; al interior de la casa, en una sala no muy grande, está Silverio con su bella capa apeluchada de color marrón, su látigo en la mano y su dedo levantado que señala el camino que llevará a la muerte a Jesús Nazareno. Nuestra permanencia es solo por unos minutos, afuera la cola está larguísima. Salimos. Unos jóvenes atentos nos sirven el rico ponche y bizcocho. A un costado, como ha sido la costumbre en todos estos años, una persona nos obsequia un hermoso afiche de la escena completa del anda de Viernes Santo. El soldado romano Silverio no se dañó en el terremoto de 1970, motivo principal para ser considerado como milagroso. Sus devotos Tito y Mauro Olaza editaron el año 2013 un documental titulado Los soldados de Pilatos, con el objetivo de fortalecer la identidad huarasina, en el cual se presentan testimonios de personas que viven y conocen la celebración religiosa. Tito Olaza, en una entrevista para un programa de la televisión local, informó que en los años 1950 las velaciones a los soldados romanos se hacían de manera reservada, solo era para la familia; ahora es grande y muy concurrida. También refirió que hacia el año 1919 los romanos estaban vestidos con papel crepé, lo cual ha cambiado de manera rotunda por la elegancia con que ahora las familias los presentan en Jueves y Viernes Santo. Vamos avanzando, la noche está despejada, el clima es propicio para recorrerla sin contratiempos. Ahora nos dirigimos a la vivienda de la familia Figueroa, responsable de la velación de Santa Cleofé Piadosa, otra de las imágenes que integra el anda principal de Viernes Santo. Nos informan que antes se velaba junto al soldado Silverio. Llegamos a la puerta, no hay muchas personas que nos reciban; ingresamos por un largo pasadizo y, al fondo, a la mano derecha, en una sala familiar, encontramos la imagen bellamente adornada con rosas rojas. Mi madre, que lleva en una mano el afiche obsequiado en casa del soldado Silverio, coloca con la otra mano una vela en el enorme candelabro que la familia ha instalado. Mi hermana la ve con ternura, hago la foto. Ahora estoy junto a Omarcito sentado en el mueble, bebiendo el rico ponche caliente que la familia ha preparado y que nos ofrecieron al momento de ingresar. Terminamos de beber y vamos saliendo de manera presurosa, Áncash ante el bicentenario
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agradeciendo por su hospitalidad a esta familia a la que pertenece una amiga con quien laboré en el EPS Chavín. Luego nos dirigimos a la vivienda de la familia Salazar, que vela a Santa Marta. Han colocado en su frontis una enorme gigantografía iluminada por un reflector, en la cual destacan los rostros de Santa Marta y el Nazareno. Esto me recuerda los años en que veníamos con Omarcito cuando él tenía tres años de edad, junto a su primo Angelito, hoy con doce años los dos. Me hace pensar que el paso del tiempo no ha mellado nuestra fe; mas, al contrario, sigue intacta porque seguimos creyendo en las imágenes de nuestra Semana Santa. Mi madre ingresa primero, atrás van Omarcito y mi hermana, yo al último. Vemos a Santa Marta con su característico pañuelo, llorosa, triste, afligida por la muerte del Nazareno. En el candelabro ponemos la vela; debajo del pie de la santa, las plantas silvestres traídas de la puna, plantas curativas que aliviarán mañana los sufrimientos del hijo de Dios. La familia nos invita un rico dulce de membrillo como símbolo de rescate de nuestra antigua Semana Santa huarasina. Dice la tradición que, antes de dar inicio a las celebraciones del Domingo de Ramos, se repartía una variedad de dulces a las familias para garantizar su apoyo a las distintas actividades a realizarse en la festividad; esta celebración se denominaba Viernes de Dolores, la cual ya no se realiza. La noche avanza en el barrio de La Soledad y nosotros seguimos caminando con mucha devoción. Nos aproximamos a la vivienda del tercer soldado romano, Custodio; se encuentra a cargo de la familia Villareal. Al igual que con Silverio, las personas hacen cola para ingresar a la vivienda donde se lleva a cabo la velación. Este año han puesto varias gigantografías al ingreso. La vivienda se encuentra en un pequeño pasaje que da a un campo de gras sintético. La han iluminado con reflectores; la casa es modesta, pequeña; el altar que han instalado con diversas telas la disimula muy bien. El cariño es enorme, lo sentimos al entrar. Vemos, al pasar la pequeña puerta, a Custodio junto a Santa Verónica que tiene en sus manos un lienzo con el rostro de Jesús y al romano con su lanza y chicote. Este año Custodio tiene la armadura plateada; es muy milagroso en el cuidado de los sembríos, nos informan sus devotos. Cuando salimos, en medio del pasaje, unos jóvenes ubicados en una mesa nos invitan ponche y bizcocho. Omarcito se encuentra con uno de sus profesores del colegio, lo saluda; al parecer es un devoto como muchos jóvenes que, de manera asombrosa, se han unido para venerar a estas imágenes en los Áncash ante el bicentenario
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últimos años. Seguimos la ruta, solo nos falta un romano para culminar nuestro periplo y asistir luego a la velación del Nazareno, quien debe estar temeroso por lo que se viene más tarde. Mi madre guarda en una bolsa de plástico los bizcochos que no ha podido comer. Será para el desayuno de mañana, me aclara. Pienso en mi padre que degustará estos ricos panes dulces que alegran la boca; por su avanzada edad y el frío de la noche, no sale, pero siempre se emociona cuando le contamos de los sucesos que se viven en el recorrido de los chunchos un día después. Subimos por la calle que llega a la EPS Chavín, mi antiguo centro de trabajo. Muy cerca está la vivienda de la familia Villanueva. Un potente foco encendido y un cartel con la imagen de Justo nos recibe; no hay cola, solo ingresamos por un callejón entre dos paredes de adobe que nos lleva directo a unos escalones, para cruzar después por una puerta de madera. Entramos y vemos a Justo impecable, con su lanza que tiene como punta la figura de un águila; bajo sus pies, al lado de los candelabros, hay otra águila enorme, imaginamos que cuida a Justo de las injusticias. En las paredes de la sala vemos afiches alusivos a la Semana Santa huarasina; además, una de sus antiguas armaduras se muestra a un costado. Las pocas sillas libres están ocupadas; para nuestra suerte, una señora sale con su niño y la ocupamos de inmediato. Mi madre ya puso la vela y yo también hice la fotografía a Omarcito junto al romano, como es característico en nuestras visitas. Mientras descansamos, la familia empieza a servir caldo de cabeza, más conocido como pecan caldo, bien calientito, como para chuparse los dedos. Le pido a Omarcito que me tome una foto saboreando el potaje, necesito subirlo a las redes de inmediato para avisarle a su madre, que no se animó a venir, que estamos muy bien atendidos por estas familias que todos los años hemos visitado y solo han mostrado amabilidad y cariño, valores tan preciados que se ha ido perdiendo en estos tiempos. La historia del Nazareno Luego de haber concluido la visita a las viviendas de las familias que cuidan de los soldados romanos y de las imágenes que acompañan el anda principal del Viernes Santo, nos aproximamos con mi madre, mi hermana y Omarcito al templo de La Soledad. Nos espera una noche y madrugada bastante frías, el clima no anuncia lluvias, estamos con suerte. No tenemos sueño todavía, van a ser las once de la noche y estamos vestidos con la ropa adecuada para matar cualquier corriente de Áncash ante el bicentenario
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aire. Yo llevo puesto un polo, camisa de tela, chompa y la casaca más abrigadora de mi ropero; igual Omarcito, está bien abrigado. Ingresamos a ver la velación, colocaremos nuestras velas, rezaremos un momento, escucharemos los cánticos fúnebres y trataremos de dormir un poco cuando el sueño llegue; claro, eso sí, si tenemos suerte de encontrar un espacio en las bancas de madera que siempre están ocupadas por la feligresía. Nuestro Jesús Nazareno es un Cristo articulado, movible, único en el Perú. Es una bella escultura española del siglo XVII; se presume que habría sido traída con la intención de catequizar a los indígenas del antiguo Huarás; no se puede precisar con exactitud el año en que llegó, lo que sí se conoce muy bien es la devoción y cariño que le tiene la gente del campo. En el terremoto de 1970 los brazos y piernas de nuestro Jesús Nazareno se quebraron, pero no se le dañó la cara. Un señor de apellido Montoro se lo llevó a Lima, ahí dos escultores, uno de nacionalidad española y otro huancaíno, lo restauraron. A su regreso a la ciudad de Huarás, fue recibido con mucha algarabía por parte de los feligreses; la población volvió a sonreír, la imagen que había fortalecido su fe y amor por nuestro señor Jesucristo estaba nuevamente con nosotros. Posteriormente, el escultor huarasino Godofredo Zegarra corregiría sus manos, para verlo otra vez cada Semana Santa con su rostro que parece que cambiara de fisonomía al momento de enrumbarse al Gólgota, haciéndonos vibrar de emoción y un sentimiento doloroso con cada una de sus caídas, como si fueran látigos que caen en nuestro cuerpo. Estas caídas fueron implementadas por Gualberto Guzmán Barrenechea y José Leiva Romero allá por los años de 1930, las que se perfeccionaron poco a poco, hasta el año 1980 en que empezaron a ejecutarse de manera permanente para el beneplácito de la población y los turistas. En el anda de madera vemos al Nazareno atado de manos con una túnica de color crema. Dos jóvenes se ubican a sus costados; un extintor aparece en la escena para alguna emergencia; además, en el piso descansa una bandeja enorme de aluminio en la cual los fieles colocan sus velas como muestra de su devoción. Mi madre consigue un espacio en las bancas del templo; nos llama con la mano, nos acercamos, la vemos sentada y nos acomodamos con ella. Estamos pegados, muy pegados, pero sentados al fin. Seguimos escuchando las canciones fúnebres, dolorosas, de los Áncash ante el bicentenario
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cantores. En pocos minutos empezarán a llegar los soldados romanos para tomar prisionero al Nazareno; uno a uno llegarán, como dice la tradición. Fuera del templo, en la plazuela, la gente espera el inicio de la procesión conversando, fumando o tomando algo. El primer soldado que ingresa es Silverio, se encuentra acompañado de todos sus devotos. La gente se mueve, se inquieta, volteamos. Lo ponen en el anda, lo ajustan muy bien con unos tornillos y tuercas grandes; lo ubican junto al Nazareno. Estamos sentados en las primeras filas, así que cada vez que ingresa un soldado nuevo tenemos que voltear la cabeza. Luego aparece el romano Justo; de la misma manera, se instala. Uno de sus devotos sube a la parte superior del anda, lo sostiene, y otro abajo lo asegura. Con un intervalo promedio de quince minutos, aparece cada soldado. Luego es el turno de Custodio, y finaliza Mateo, quien viene a ser, dentro de la escena, el jefe de los soldados, y el que ordenará de manera enérgica que lleven prisionero al Nazareno rumbo a la pena de muerte, e iniciar de esta manera la dolorosa procesión del Waraquí, o, como lo llamaba Santiago Maguiña Chauca, Kapac Apu Huaraquí. El Waraquí de Omarcito Luego de que el sueño nos ganara por unos minutos en la banca del templo nos ponemos de pie y dejamos el lugar abrigador. Mi madre, mi hermana y Omarcito estamos muy ilusionados por este momento tan esperado: acompañar al Nazareno en su camino al calvario. Al traspasar el umbral del templo hacia la calle, vemos al medio de la plazuela de La Soledad equipos de sonido instalados, y niños, niñas y jóvenes con sus instrumentos musicales. Algunos de pie frente al parante, con un micro, se preparan para tocar y cantar temas religiosos; este año el coro de niños Los Huaracinitos, del Centro Cultural de la Municipalidad de Huarás, y la Sociedad Artística Cultural Huarás, dirigida por el músico y docente Justin García, participan del Waraquí con mucha fe y devoción, cantándole al Nazareno temas de hondo sentido religioso, actividad musical que se ha insertado en nuestra Semana Santa y, en especial, en el tradicional Waraquí. Las personas van saliendo bien abrigadas del templo, logro ver muy pocos campesinos en la celebración; en los últimos años la festividad se ha ido convirtiendo en una actividad más citadina. Nos recuerda Ernesto López Ramírez, en su libro Una historia de Huaraz, del año 2005, en un Áncash ante el bicentenario
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pasaje referente al Waraquí, que los jóvenes traviesos antiguamente cosían las polleras de las mujeres campesinas que dormían en el templo esperando la salida de la procesión del Waraquí, y cuando las desalojaban no podían moverse, tenían que salir en pareja y afuera cortar los hilos; era un acto divertido de esos años. También nos cuenta que en el trayecto de la procesión los muchachos tocaban las puertas de las viviendas para que la gente que no había asistido se despertara y acompañara al Nazareno; pintaban también el rostro de los campesinos con taleguitas de ollín con las medias en desuso; o aparecían las famosas «cantibolas», bolas de cera que, nos cuenta Francisco Gonzales, los palomillas lanzaban a la gente en la penumbra. Estas bromas pesadas felizmente se han ido perdiendo en el tiempo. Son las dos de la mañana y vemos que el anda de San Juan Evangelista se mueve; nos emocionamos, es la primera imagen que saldrá en procesión; sus devotos se encuentran listos para llevar la imagen del apóstol más amado de Jesús en el doloroso recorrido; un triciclo transportará el grupo electrógeno que proveerá de energía a las luminarias que alumbrarán las imágenes. Omarcito sostiene el brazo estensible que hemos traído para hacernos selfies; mi madre y mi hermana van adelante, las vi con frío y algo de sueño, no creo que lleguen al final, están cansadas, la espera en el templo las ha debilitado. Otra de las imágenes que sale en la procesión del Waraquí es Santa María Magdalena; la suya, es un anda más pequeña, tallada con motivos de ángeles; ella es una de las discípulas que acompañó a Jesús desde Galilea, símbolo del perdón y la conversión, se caracteriza por llevar una corona de doce estrellas en la cabeza, está bellamente iluminada y con su vestido blanco. Sus devotos que han conformado una hermandad la acompañan fielmente. Cada anda va avanzando con lentitud, todos estamos a la expectativa de ver salir el anda principal, en donde se encuentra Jesús Nazareno acompañado de los cuatro soldados romanos que lo han tomado prisionero. Hoy ha llegado mucha gente, a diferencia de años anteriores. El coro de niños empieza a cantar, el anda de Jesús Nazareno por fin se mueve; los cargadores están preparados, avanzan, avanzan; los reflectores ubicados en el anda iluminan el rostro compungido del Cristo que tiene encadenadas las manos y una dolorosa corona de espinas en la cabeza; los cantos quechuas resuenan más tristes en el aire; las sahumadoras Áncash ante el bicentenario
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elevan el humo del incienso hasta el cielo, las personas llevan velas y cirios; todos vamos rezando el Padre Nuestro, el Dios te Salve María. El dolor es intenso, el Nazareno va rumbo a la muerte. Algunos lloran, sienten que el pecho les aprieta. Los romanos muestran su rostro malvado. Silverio y Justo, que aparecen al frente empuñando las toscas cadenas que aprisionan al rendido, muestran toda su furia con el hijo de Dios. Vamos lento, viendo a todos lados, no pierdo de vista a Omarcito que está muy cerca de mí porque de vez en cuando ingreso en el tumulto para tomar una foto y luego me retiro. Hay mucha gente, me alegro que hoy los feligreses hayan respondido; veo gente de afuera, caras nuevas, turistas que acompañan; es una celebración similar o mejor que el mismo Viernes Santo, no lo dudo. Sigo avanzando. El profesor José Antonio Salazar nos cuenta que antiguamente la procesión del Waraquí era presidida por dos grandes velones que median dos metros y medio: «Shutkop» o derecha, hecho con alma de maguey, y el «Bordado», un velón que tenía un mayor adorno y vistosidad. Ahora ya no se preparan velones para estas festividades. Lo que también se ha perdido es el enorme candelabro triangular que acompañaba la procesión tal como refiere Francisco Gonzales en su libro Huarás, visión integral. El escritor Marcos Yauri Montero en su libro Señor de La Soledad de Huarás, nos dice que el Waraquí es el velatorio del Nazareno: «El cantar incansable, el rezar, llorar, y no dormir son sus componentes (…) tiene la finalidad de evitar o contrarrestar las consecuencias funestas de la muerte de Cristo, porque muerto él queda abolido el amparo para los hombres, y sobre el mundo penden el caos y la muerte». Mi madre se ha acercado a donde estoy para decirme que va volver a la casa, siente frío; yo trato de convencerla para que se quede un tiempo más, pero ya tomó la decisión, se irá cuando lleguemos al campo del Sport Soledad, a una cuadra y media de la plazuela. El anda bajará por todo el jirón Amadeo Figueroa, que luce descuidado por los miles de huecos que siento cuando camino. Vamos avanzando, lento, lento. La última anda, que corresponde a la Virgen Dolorosa, nos viene siguiendo. La imagen de la Santísima Virgen Dolorosa es antiquísima y probablemente de procedencia española, más antigua que la misma imagen del Señor de La Soledad, patrón de la ciudad de Huarás. Áncash ante el bicentenario
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Anteriormente llevaba el nombre de Virgen de La Soledad. Viste túnica negra en señal de luto y un corazón atravesado por siete puñales que simbolizan el dolor que padece al ver a su hijo entregarse a la muerte por amor a la humanidad; su anda es cargada por damas en todo el recorrido procesional. Me he quedado solo con Omarcito, mi madre y mi hermana se fueron. Debemos seguir avanzando hasta donde el cuerpo aguante. El reloj marca las tres de la mañana y nuestro cuerpo necesita calentarse con algo; en una esquina veo a una emolientera; me acerco, le pido dos vasos de emoliente bien caliente; bebemos, nuestros cuerpos se reponen, se fortalecen y continuamos el trayecto. Encontramos en cada intersección a ambulantes ofreciendo sus productos, y a los policías deambulando con sus celulares en la mano, en actitud de resguardo por si algo malo sucediera. La noche se muestra despejada y parece que hubiera más gente que al inicio. Avanzamos con las andas. Una tristeza absoluta se respira en el ambiente. Nos cuentan que en el Virreinato las procesiones nocturnas tenían que contar con licencia, hoy forman parte de un programa especial donde todas las instituciones apoyan. Omarcito y yo nos sorprendemos porque al llegar al parque FAP, a cinco cuadras del templo de La Soledad, feligreses y devotos llegan a nosotros ofreciéndonos en bandejas de plata un rico ponche caliente acompañado de su clásico bizcocho. Esto nos motiva a seguir adelante. Nos alegramos y agradecemos. Le pido a Omarcito que me haga otra foto con el vaso de ponche. No esperábamos que la gente fuera tan servicial en la procesión. Seguimos avanzando. Estamos cerca de la avenida Gamarra. Le pregunto a Omarcito si desea abandonar la procesión, es niño y podría sentirse mal; pero me dice que no, que sigamos avanzando; definitivamente, está motivado por la fe en nuestro señor Nazareno. Continuamos. La luna imponente desde el cielo ve el recorrido más triste de la Semana Santa, los dolorosos cantos golpean el corazón, no existe frío ni hambre en estos momentos que vemos los pasos rengueantes de un Nazareno rumbo a la muerte. Omarcito se ha encontrado con un amigo de su academia de básquet, los dos se acompañan; yo me adelanto para seguir registrando los sufridos momentos de la procesión. Son más de las cuatro de la mañana y seguimos firmes. La gente continúa acompañando, cantando, sahumando; pienso que al llegar a la alameda Grau habremos Áncash ante el bicentenario
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cumplido, pero escucho a un Omarcito seguro de seguir avanzando al ritmo de los pasos del Nazareno. Hemos llegado a la alameda Grau. Creo que este será nuestro fin. Omarcito se siente un tanto abatido, su amigo ha desaparecido. Hay una gran multitud. Veo pasar varios taxis station wagon color blanco, hay mucha gente esperando en la misma alameda y yo me convenzo de que debemos llegar hasta el mismo templo del Espíritu Santo, no creo que la procesión demore mucho, ya van a ser las cinco de la mañana y Omarcito hace un último esfuerzo por seguir adelante. –Ya estamos cerca, papá; vamos a llegar –me dice con la seguridad de lograr nuestra meta. Nuestro sacrificio se verá reconfortado este año, no lo dudo. Y así fue, hijo, porque volviste a ganar el torneo escolar de básquet. El reloj marca las cinco de la mañana con unos minutos más y las primeras andas ya han llegado. El Nazareno sigue prisionero con ese dolor en sus manos por las cuerdas que lo sujetan. En la alameda se han instalado vendedores del rico caldo para el frío, el cual se ofrece a voz en cuello a la gente que va llegando. Omarcito está muy emocionado; hemos ingresado al templo, luce lleno. Ubican las andas estratégicamente para ser adornadas con plantas nativas en el transcurso de toda la mañana. El anda de la Virgen Dolorosa es la única que se adorna con flores. Los cantos de dolor continúan, las emociones se liberan, «los hombres se encuentran sin Dios, solos y desamparados, el vacío, el caos y la muerte penden sobre todos», nos dice Marcos Yauri Montero sobre el final del Waraquí. La escritora Bárbara Bode, autora del libro Las campanas del silencio. Destrucción y creación en los Andes, nos cuenta que el año 1972 la procesión del Waraquí salía a las 3.30 de la mañana, llegaba al amanecer y los campesinos que participaban vestían pesados ponchos de lana y dormían en el suelo cuidando de las imágenes; había pequeños grupos que preparaban ponche para los que hacían la vigilia. Hoy es viernes de luto, viernes de muerte. Al mediodía saldrá el anda principal llevando al Jesús Nazareno con su cruz al hombro con cuatro soldados romanos a su costado; lo acompañarán también, en esa travesía Áncash ante el bicentenario
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dolorosa, Santa Cleofé Piadosa, Santa Verónica, Santa Marta y Simón Cireneo. Las nueve imágenes harán un recorrido por el centro de la ciudad hasta volver al templo del Señor de La Soledad al morir la tarde. Hoy nadie nos va a contar cómo es la procesión del Waraquí, la conocemos por dentro, la hemos vivido y hoy podemos contar al mundo lo que se siente acompañar al Nazareno en su última noche. Nos sentimos tristes, debemos dejar que avancen las horas. Mientras voy deslizando mis pasos por la fría vereda hacia la avenida Gamarra, toda la alameda Grau se encuentra ardiendo en lágrimas, la pena es inmensa. Omarcito busca el taxi que nos devolverá a casa, se ha emocionado hasta el alma ver llegar al Nazareno al templo Espíritu Santo, en el barrio de San Francisco. Tal vez intentemos hacer el recorrido junto a toda la familia el próximo año, incluidas mi madre y mis hermanas, es necesario mantener nuestra espiritualidad, volver a creer. Estamos seguros de que Dios existe en todas estas imágenes que hoy hemos visto, y son estas mismas imágenes las que mantienen nuestra fe por tanto tiempo. Nos vamos, nos vamos, tristes, llorosos. Jesús ha muerto, pero vive en nosotros, en nuestro corazón, y con más fuerza desde hoy. ---
Vista panorámica de la ciudad de Huaraz (foto: DBP.)
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La Fiesta de las Cruces en Paria. Organización y participación comunitaria Rufa Olórtegui Mariño Macedonio Villafán Broncano Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo. Introducción La fiesta de las cruces es un extraordinario fenómeno cultural en el Perú, en Huaraz y diversas provincias de Áncash. Como fenómeno religioso, es un modo especial de fe del poblador peruano y de los habitantes de los Andes peruanos; abarca una amplia variedad en cuanto a procesos de celebración, tipos de cruces, calendarización festiva, música, danzas y comidas. En Áncash, y en particular en Huaraz, la fiesta de las Cruces se celebra en forma apoteósica en el marco de los carnavales, son conocidas como Cruces de carnaval. Para Yauri (2013: 143) no se concibe el carnaval sin la fiesta de las cruces. La programación varía en función al calendario litúrgico de la Iglesia católica. También la festividad se realiza el 03 mayo, día de las cruces y el 14 de setiembre, día de la Exaltación de la cruz. El presente trabajo apunta a la celebración de dos Cruces del Centro poblado de Paria - Wilcahuaín (Independencia, Huaraz, Áncash, Perú), denominadas Tayta Runtu y Tayta Awaq; en particular centra su atención en el aspecto organizativo y la participación comunitaria. La metodología utilizada es de carácter etnográfico. Se ha obtenido información mediante entrevistas semiestructuradas y observación Rufa
Olórtegui Mariño.- Natural de Chingas, Huari. Estudió educación y antropología social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es magíster en educación con mención en educación bilingüe e intercultural. Cuenta con estudios de doctorado. Es docente en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo. Macedonio Villafán Broncano.- Natural de Taricá, Huaraz. Estudió educación en la Universidad Nacional de Trujillo. Obtuvo la maestría y el doctorado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ejerce la docencia en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo. Es autor de publicaciones de cuentos y relatos en quechua y castellano.
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participante, entre los años 2016 a 2020, que ilustran acerca de las concepciones de los pobladores del área rural con respecto a su fe religiosa y el proceso festivo. Las grabaciones, fotografías y filmaciones registradas in situ muestran amplia información sobre la festividad. Paria-Wilcahuaín es un centro poblado del distrito de Independencia de la provincia de Huaraz, Áncash, ubicado a 3,335 msnm, muy próximo ya a las bases montañosas de la Cordillera Blanca. La extracción andinocampesina es predominante en su población de más de 2055 habitantes (INEI, 2017). Muy cerca se hallan los monumentos arqueológicos de Willkawain, del horizonte Wari. Su actividad básica es la agricultura y la crianza de animales. Muchos de sus habitantes conforman la Comunidad Campesina “Luis Sánchez Cerro”. Pero también una gran parte de su población realiza actividades diversas en Huaraz y otras ciudades, sea como profesionales, empleados, comerciantes o trabajadores en diversos campos. Asimismo, su juventud estudia en instituciones educativas del propio centro poblado, o educación superior en institutos superiores y universidades. Como cualquier pueblo andino tiene migrantes en ciudades lejanas e incluso en el extranjero. Por razones de espacio en este trabajo más de las veces simplificaremos al centro poblado solo con el nombre de Paria. Tayta Runtu y Tayta Awaq son las cruces del centro Poblado de PariaWilcahuain. Tayta Runtu es inmenso, de una altura de 5 metros, con base de madera sólida y el “vestido”; con los adornos que lleva encima, adquiere un gran peso que solo varios hombres -más de cinco- pueden llevarla sin dificultad. Tiene su “trono” de piedra y cemento en la cumbre denominada Runtu, a kilómetro y medio al este de Paria. Es tan imponente que puede ser vista desde todo Paria e incluso de puntos muy distantes incluso desde la Cordillera Negra. Tayta Awaq es una cruz mediana, de dos metros de alto también sobre una madera sólida. Con su vestido y adornos puede ser llevado por un solo hombre, generalmente un joven de cierta fortaleza. Su “trono” se ubica a ocho kilómetros al este de Paria, próximo a la cumbre del nevado San Cristóbal, junto a la laguna de Awaq, al que se accede por un camino hecho a través de una cuesta muy pronunciada. (Fotografía 1). En general, la fiesta de las Cruces en los ámbitos rurales de Huaraz es una manifestación de la fe religiosa, de la profunda devoción de los pobladores del área campesina en cada una de sus cruces. Bode (2015), Áncash ante el bicentenario
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al referirse a un dialogo sobre la fe en la cruz, registra la siguiente afirmación de un campesino al ser preguntado si en su corazón creía en las cruces o si era solo una tradición. Sin vacilar, respondió que su corazón creía”. La fiesta de las cruces es una fiesta sincretizada, “Los españoles en la conquistasustituyeron el Huanca por la Cruz que se convirtió en el primer símbolo del sincretismo católico y de reinterpretación andina al verse obligados los nativos de plantar una cruz encima de sus Huacas. Pese a las órdenes impartidas los aborígenes siguieron adorando a sus ídolos” (Alba, 2016: 97). La fiesta de las cruces en Paria es una muestra de sincretismo andino – occidental. Se puede apreciar las diversas formas de lo sincrético: las imágenes cristianas (cruces) recubiertas de o “vestidas” con elementos andinos; rituales de carácter cristiano – católico; pero en lo festivo es de carácter predominantemente andino. Lo sincrético es el rasgo fundamental de esta festividad. Estas celebraciones de las cruces duran una semana en el marco de los carnavales. Según reportaba ya Bode (2015) en su estudio sobre las secuelas del terremoto, ocurrido en el Callejón de Huaylas en 1970: “En febrero, época de loscarnavales, los indígenas traían sus grandes cruces que estaban clavadas en las cumbres de los cerros. Cada año tenían que ser bajadas a las iglesias para su bendición en la misa. Y después eran devueltas a sus lugares de vigilancia en las cumbres por otro año, defendiendo sus caseríos y sus chacras del granizo,las heladas y los huaycos, asegurando una cosecha abundante”. Las cruces de Paria tienen su festividad en los carnavales. Cabe señalar que los días festivos tienen como eje el domingo de carnaval (cualquiera sea el calendario establecido por la iglesia católica y que puede ser en febrero o marzo). Es el día domingo en que las dos cruces de Paria asisten a la misa mayor que se realiza en el santuario del Señor de la Soledad en la misma ciudad de Huaraz. Así se comprende cómo días festivos el sábado anterior en que se termina de amarrar las cruces, el lunes posterior en que se celebra misa en la capilla del propio centro poblado y el martes como día final en que las cruces vuelves a sus tronos. La fiesta de las cruces de Paria se inicia con la “bajada”de las cruces de sus “tronos” una semana o más días antes del domingo de carnaval, continúa con el amarrado de su nuevo “vestido” que debe culminar el sábado en horas de la mañana, sigue con las velaciones del mismo sábado, el Áncash ante el bicentenario
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domingo y lunes; las misas del domingo en la iglesia del Señor de la Soledad de Huaraz y del lunes en la capilla del propio centro poblado; los montes o yunzas en su honor el lunes y concluye con el hawikuy o plantado de la cruces en su “trono” el martes; para reiniciarse el próximo año. Cabe anotar que la Cruz de Awaq es “robada” de su trono a los pocos días de su plantado en su trono. Antes ese robo se realizaba después de la festividad de Todos los Santos en noviembre; ahora el plazo se ha acortado por la aspiración de los devotos de tener el cargo de amarrador para obtener dones especiales aspirados con urgencia por el devoto. A este respecto, Robles y Huayre (2020: 151) señalan prácticas análogas antiguas que consisten en el “robo” de las cruces familiares o domésticas desde sus capillas, para vestirla, festejarla y devolverla el año siguiente. Organización La organización de la festividad corresponde a los pobladores de Paria que tienen diversos cargos que hacen posible su realización cumpliendo diversas responsabilidades y funciones. Comprende a un conjunto autoridades que cumplen un rol directriz, de coordinación y liderazgo; asimismo a las personas que participan en la realización misma de la festividad con cargos diversos. Con estos colaboran el grueso de pobladores de diversas formas a partir de su fe religiosa en los taytas. Autoridades locales. La organización de la fiesta de las cruces en Paria está a cargo de las autoridades locales del centro poblado: el alcalde, el teniente gobernador y el juez de paz. El alcalde es elegido por la población previo proceso de elecciones conducido por un comité electoral entre más de un candidato. El proceso comprende convocatoria, inscripción, tacha y sufragio dentro del mismo centro poblado. El elegido tiene además el reconocimiento posterior del alcalde del distrito. En cambio, el teniente gobernador y el juez de paz son nombrados por la autoridad política y judicial de la provincia respectivamente. Así los tres resultan vinculados a la institucionalidad oficial. Ellos tienen por función coordinar, liderar y supervisar el cumplimiento de las funciones por las personas que asumen los diversos cargos; así como brindarles apoyo cuando estas lo requieran. Contribuyen al cumplimiento de las responsabilidades asumidas por los funcionarios acompañando en los rituales, constatando el cumplimiento de los cargos Áncash ante el bicentenario
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y velando por el normal desarrollo de la festividad. Son los responsables de oficializar la nominación de las personas en los cargos de maestro mayor, de amarrador, de los veladores de cada noche y del tronco. Cuando hay más de un aspirante a cualquiera de los cargos primero los apuntan y luego los sortean. Dados los resultados del sorteo apuntan sus nombres en un cuaderno de registro. El sistema de cargos Maestro mayor. Es el funcionario encargado de contratar la música para los cuatro días centrales de la fiesta, desde el sábado hasta el martes. Sea varón o mujer, es responsable de la música mediante un conjunto de Caja y flauta, conformado generalmente por dos bomberos y dos flauteros. Dicho conjunto interpreta la música desde el sábado hasta el martes, sin separarse de las cruces. El maestro mayor es responsable de la comida principal del sábado a los que participaron en la bajada de su trono del Tayta Runtu, para los músicos, los devotos, colaboradores y asistentes a su domicilio antes de su entrega al amarrador. La comida en su casa, con frecuencia es sopa de llunca y picante de cuy. Además, asiste durante toda la festividad a los músicos si les nota en necesidades de alimentación o de refrescos; por ejemplo, cuando el domingo de carnaval van a la ciudad de Huaraz, a la misa en la Iglesia del Señor de la Soledad. (Fotografía 2) El amarrador. Es el funcionario con mayor responsabilidad. Participa en la bajada de la cruz de su “trono”, del amarrado y adornado de la cruz. Para el efecto sus ayudantes especialistas y experimentados retiran el “vestido” del año anterior y proceden a colocar el nuevo armazón de varas de madera y de carrizo preparado. Luego viene el amarrado del máchitu (Tillandsia latifolia, planta parásita que habita en las partes altas de la cordillera en rocas y árboles), con lo que se cubre totalmente la cruz colocando ramos de romero en los cuatro extremos. Proceden después al pintado completo del máchitu con purpurina plateada. Colocan encima los postizos adornados con flores, mariposas y pajarillos artificiales de intensos colores. El amarradorequiere de varios días y la participación de especialistas gratuitamente, tanto para preparar el nuevo “vestido de la cruz”, el pintado y el adorno con los postizos. (Fotografía 3) El amarrador es el responsable de la primera velación de ambas cruces el sábado en la noche, que incluye velas y cirios, con rezos. Además, Áncash ante el bicentenario
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atiende a los devotos asistentes a dicho acto con comida, chicha y licor, mientras el conjunto de caja y flauta donado por el maestro mayor interpreta la música para animar el baile. Veladores. En total son tres veladores, para la primera noche (es el amarrador velador de Tayta Runtu), cuya actividad central es el sábado en la noche al que se junta ya el Tayta Awaq traído por su amarrador desde su domicilio al de amarrador del primero. El segundo velador cumple con la velación de las cruces el domingo en la noche, cuando las cruces retornan de la misa de cruces realizada en la ciudad de Huaraz. El tercer velador es el que se hacecargo de la velación de las cruces el día lunes, después de la misa realizada en el centro poblado de Paria. Entre sus responsabilidades están la atención a los asistentes al acto de velación de la cruz, con panes, comida, licores, música y baile. Si bien el conjunto de caja y flauta de maestro mayor está presente para animar con música la festividad, los veladores pueden contar con otro tipo de grupos musicales como bandas de músicos o banda orquesta para animar la fiesta durante la velación. (Fotografía 4) El tronco. Cada cruz tiene su “tronco”; ellos son responsables del “Hawikuy” o colocación de la cruz en su trono y la atención a los acompañantes. El “tronco” de Tayta Runtu, es responsable del retorno de la Cruz a su “trono” en el cerro Runtu el martes en la tarde. Luego del plantado de la Cruz, ofrece la cena en su domicilio a quienes han acompañado al hawikuy. El “tronco” de Awaq es responsable del retorno de la cruz el martes en la tarde a su “trono”, ubicado junto a la laguna Awaq. Los cargadores y acompañantes caminan tres horas de subida y dos horas y media de bajada hacia el trono y con frecuencia el hawikuy se realiza en horas de la noche por la distancia desde el poblado de Paria. A media subida son atendidos con comida. Cargadores y devotos, luego de cumplir la plantación y dejar en su “trono” a la cruz Awaq, retornan, con frecuencia, a media noche y son recibidos por el “tronco” en su domicilio quien les brinda la cena consistente en un abundante plato de picante de cuy. (Fotografía 5 y 6) Los cargadores de las cruces. Está constituido por 10 o 12 hombres que asumen el comprimo de cargar las cruces en distintos momentos, se van alternando durante los días de la festividad; son personas del centro Áncash ante el bicentenario
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poblado que se conocen entre sí; poseen cierta fortaleza física que les permite soportar el peso de las cruces. Dentro de ellos hay dos sub grupos que se dedican a cada cruz. Mientras que Tayta Runtu por su tamaño requiere al mismo tiempo de 5 a 6 cargadores; Tayta Awaq es cargado por un solo individuo. Estos cargadores también intervienen desde la bajada de la Cruz de su “trono” hasta el martes en su colocación de vuelta a sus tronos. El domingo es el trabajo más duro porque deben llevar y devolver las cruces desde la iglesia del Señor de la Soledad en la ciudad de Huaraz en una caminata de más doce kilómetros de ida y vuelta. Sin embargo, imbuidos por su fe en los taytas nunca dan muestras de cansancio; más bien consideran que a mayor fe los taytas colaboran volviéndose más ligeros. Participación comunitaria Se ha visto cómo las autoridades y las personas con cargo nominal específico llevan las responsabilidades que les competen para que la fiesta de las cruces se realice de manera efectiva. Evidentemente las funciones son asumidas a partir de su fe. Ahora se verá la participación del grueso de la población que no está directamente comprometida con los cargos ya explicados. Evidentemente en la fiesta de sus cruces Tayta Runtu y Tayta Awaq, los habitantes de Paria se ponen en movimiento imbuidos por la fe. Es movimiento real, dinámico, activo de las personas para manifestar su fe a sus deidades; implica presencia física en los actos rituales o festivos para ponerse cerca o junto a los taytas o tener oportunidad de contacto físico imponiendo sus manos o besando a su madero o su vestido (salvo la ancianidad o las enfermedades o la ausencia en tierras lejanas para que los devotos solo establezcan diálogo espiritual con ellos). (Fotografía 7) De ese modo participan en diversos actos que dan muestra de su fe religiosa que es intensa y profunda, de plena convicción de que son sus deidades protectoras, dadoras de bienestar en las diversas dimensiones de la existencia o también castigadoras cuando se olvida promesas o no se cumple con seriedad y dedicación los cargos asumidos. Estas deidades otorgan dones, protegen a sus devotos; ayudan a encontrar trabajo, a obtener buenas cosechas, a tener buena salud; ayudan también a los hijos en el trabajo y en los estudios; a los jóvenes les da fuerza de voluntad y Áncash ante el bicentenario
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ayuda en sus proyectos laborales y de superación. En general propician una vida plena para sus creyentes. La fe religiosa de parte de los pobladores se expresa con obsequios y donativos diversos a los que tienen cargo, a quienes al hacer la entrega les dicen que es “para los Taytas”, “Taytakunapaq”. No se dice: es para ti. Esos donativos comprenden alimentos crudos como llunca de trigo, papas, productos para los aderezos que luego serán preparados; leños para la cocina, cerveza, chicha, gaseosas, licores, galletas, incluso cohetes o avellanas cuya explosión es el aviso de la presencia o avance de los taytas por los caminos. Otra participación de los devotos es acompañando a los taytas que son llevados a la misa del domingo de carnaval a la iglesia del Señor de la Soledad en la ciudad de Huaraz. De ida la caminata es rápida y los cargadores están frescos y avanzan rápido para llegar temprano y lograr que sus taytas ocupen los mejores lugares en la fachada del templo, luego “escuchar” la misa y recibir la bendición del sacerdote responsable junto con sus acompañantes. Ese día la concurrencia de cruces de todo tipo es tan grande que la misa se realiza en la plazuela y no dentro del templo. Cuando las cruces regresan el domingo de la misa en Huaraz a Paria acompañados por numerosos devotos de todas las edades, también es ocasión para que muchas personas devotas hagan su donación a los taytas; se presentan en forma espontánea y reparten cajas de cervezas, gaseosas, galletas, tanto a los cargadores como a los acompañantes donde puede haber niños. Esos donativos se repiten a lo largo del camino, comprando en las tiendas o sacando de sus llikllas las mujeres. Luego, ya en territorio del centro poblado pasado el río que lo separa del centro poblado de Huánchac, los vecinos y dueños de tiendas esperan es sus puertas con donativos de igual naturaleza; en algunos lugares se detienen calculando la necesidad de descanso de los cargadores. El conjunto de caja y flauta ofrece su música y algunos devotos bailan eufóricos. Este avance es lento, por lo que recién en la noche se va llegando a la casa del velador del domingo, donde espera la cena, luego el ritual de la velación y el baile en general. A las velaciones en casa de los veladores también concurren los devotos en gran número. Asisten voluntariamente llevados por su fe y dialogan con los Taytas, muchos llevan velas o cirios, otros no, van a acompañar simplemente. Los que asisten a las velaciones piensan que serán Áncash ante el bicentenario
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bendecidos por las cruces, conciben que recibirán los dones invocados por participar en el ritual. También la participación comunitaria consiste en el apoyo mediante servicios y ayuda gratuita a los que tienen cargo; para preparar los alimentos en la cocina mediante diversas tareas: limpiar los alimentos, acarrear agua, atizar los leños, cocinar los alimentos, lavar los servicios; asimismo para ayudar a servir o repartir alimentos a los asistentes. Cada quien ayuda en lo que puede, no importa la edad o género. Hay madres que con sus hijas adolescentes o señoritas van a ayudar en la cocina al que tiene cargo; hay varones que por estar ocupadas o enfermas sus esposas también ayudan en la cocina. La foto N° es ilustrativa, muestra a un grupo de ancianas pelando papas para el almuerzo en la casa del maestro mayor del año 2016. Son sus vecinas, y no necesariamente familiares. El retorno de los taytas a sus tronos el día martes, también es ocasión para la participación comunitaria. Nuevamente gran cantidad de devotos se congrega para acompañar a las cruces. Ambos son llevadas por los cargadores en horas de la mañana, primero a la cumbre del cerro Runtu donde tiene su trono Tayta Runtu. Siempre con el acompañamiento del conjunto de caja y flauta. Llegado a la cumbre cerca de las dos de la tarde son apoyados en el trono a manera de descanso. Es la ocasión en que los devotos, a veces en familias completas con sus hijos de diferentes edades, o personas jóvenes en parejas o solitarias, nuevamente invocan a sus dos deidades juntas; rezan o se encomiendan en sus mentes; besan y tocan con gran emoción las cruces en señal de devoción, algunos derraman lágrimas. Luego los cargadores tomando todo tipo de precauciones para sincronizar sus fuerzas logran poner de pie la pesada cruz de Tayta Runtu en su trono, especialmente hecho de cemento y piedras. Entonces emocionados lo contemplan imponente con su vestimenta colorida en su trono hasta el año próximo. Puede llover, granizar, correr viento, hacer frío, etc., pero nada impide el ritual de la colocación o hawikuy del Tayta en su trono, ni disuade a los devotos de estar presentes. La participación comunitaria para llevar al Tayta Awaq a su trono es menos numerosa pero más intensa. Como se ha señalado es llevado solo por una persona. Generalmente son jóvenes de cierta fortaleza física que se van alternando para cargarlo. Debe ser llevado a su trono junto a la laguna de Awaq por el camino de pesada pendiente en una jornada de Áncash ante el bicentenario
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aproximadamente tres horas. Aparte de los cargadores, los que acompañan, en número de 20 o más jóvenes varones y mujeres y algunos adultos, inician o están cumpliendo la promesa de acompañar al Tayta a su trono para su colocación por siete años. Hemos conocido incluso una niña de 12 años que en el 2016 estaba ya en su segundo año de acompañamiento. Poco después de la colocación del Tayta Runtu en su trono, uno de los cargadores, levanta al Tayta Awaq, hace movimientos de venias y da vueltas en señal de saludo y despedida del Tayta Runtu. Luego parte raudamente seguido por los músicos y el grupo reducido de acompañantes que van en pos de cumplir la promesa de los siete años de acompañamiento. Los que se quedan concentran la mirada emocionados en el Tayta Awaq y en el grupo que se va alejando por la cuesta hasta volverse cada vez más pequeñitos, en media hora apenas se puede distinguir la cruz por su color hasta que finalmente ya no es posible diferenciarlo de los colores de la montaña. Son casi las cinco de la tarde más o menos. La gente empieza a retornar a Paria. En algún punto de la cuesta, el tronco del Tayta Awaq estará esperando con un plato de comida y refrescos para el grupo; luego del cual seguirán avanzando ya a paso lento en la oscuridad alumbrados apenas por linternas o luces de sus celulares. Según la información recogida, más o menos a las ocho de la noche van llegando y a las nueve terminan de colocar al Tayta Awaq en su trono, prenden velas tratando de protegerlas del viento, hacen las invocaciones finales, y luego inician el camino de bajada. Felices de haber logrado su misión con éxito. Los que tienen la promesa de los siete años suman y restan los años. Más o menos después de la once, dependerá del clima; puede haber lluvias y neblinas; pero confían en el amparo del Tayta, que les estará protegiendo de cualquier peligro, van llegando a Paria. Allí les espera el mismo tronco con una abundante y suculenta cena de picante de cuy y bebidas calientes, que se consumen con alegría desbordada y muy seguros de ser los elegidos del Tayta Awaq para tener éxito y vida plena durante su existencia. Más tarde los jóvenes son recibidos en sus casas por sus familias con un orgullo y satisfacción inmensas. Toda acción, donación, servicio o acompañamiento está dedicado a los taytas, en señal de fe, y con la seguridad de que recibirán los dones invocados para el bienestar de la persona y su familia: buena salud, progreso, éxito en sus actividades, en la educación, incluso en el amor.
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En conclusión, podemos señalar que los habitantes del centro poblado de Paria Wilcahuain tienen en el Tayta Runtu y el Tayta Awaq dos deidades por los cuales tienen una profunda fe religiosa, la que tiene su expresión en un conjunto de rituales y festividad que conduce a una participación sostenida de diversa índole. Por un lado, genera una organización con un sistema de cargos para su ejecución y por otro pone en movimiento a toda la población en pos de manifestar su fe a través de diversas formas de actuación cuya finalidad es obtener dones de las deidades que le permitan una vida plena dentro de los marcos del pensamiento andino; como son lacomplementariedad, la relacionalidad y la reciprocidad. Bibliografía Alba, C. (2016). Proceso de Inserción del Cristianismo en Áncash. Huaraz: Killa Editorial y Hirka Ediciones. Bode, B. (2015). Las Campanas del Silencio. Destrucción y creación en los Andes. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú. Gonzáles, F. (1989). Folklore Ancashino p. 179-197. En: Áncash: Historia y Cultura. Tomo I. Lima: Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Instituto Nacional de Estadística e Informática (2 de marzo de 2021). Centros poblados. Población censada, Paria, quechua. Recuperado de www.inei.gob.pe Robles, R y Huayre, R. (2020). Danza de las cruces en Huaraz. Lima: Tarea Asociación Gráfica Educativa. Sotelo, J. (31 de enero de 2019). Fiesta de Cruces en la ciudad de Huaraz. Callejón de Huaylas... ¡Un Mundo por Descubrir! Recuperado de http://jcsfhuaraz.blogspot.com/2019/01/fiestade-cruces-en-la-ciudad-de- huaraz.html Yauri, M. (2013). El Señor de la Soledad de Huaraz. Discursos de la abundanciay la carencia. Huarás: Killa Editores, Fondo Editorial de la UNASAM- FCSEC.
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Fotografía 1: Tayta Awaq y Tayta Runtu
Fotografía 2: Ancianas participan apoyando a maestro mayor
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Fotografía 3: Amarrando la cruz de Tayta Runtu
Fotografía 4: la velación de Tayta Runtu
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Fotografia 5: Tayta Runtu colocado en su trono en el cerro Runtu
Fotografía 6: Tayta Awaq colocado en su trono, junto a la laguna Awaq
Fotogafía 7: Un niño devoto besando la cruz de Awaq
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El regionalismo extremo en la literatura pomabambina Herbert Cajo Escudero “Uno debe escribir la historia de su pueblo para escribir la historia de la humanidad, es decir, la historia local aparecerá como historia universal o como representación literaria de conflictos universales en un nivel simbólico”. León Tolstoi.
Introducción La razón principal para elaborar la presente aproximación a la “Literatura Pomabambina”, radica en la total ausencia de estudios sobre el tema producida por autores de la provincia, o por autores llegados de otros lugares o por autores que estudian esta literatura desde perspectivas regionales, nacionales o internacionales. El objetivo es agrupar en un solo texto lo más amplio posible la producción literaria de esta parte del Perú, con la finalidad de hacerla conocer y mostrarla al mundo para dilucidar su real valía. Los estudios de la literatura peruana ignoran por completo la producción realizada en el interior del país y, no precisamente, porque han considerado que se trata de una literatura de poca calidad o de arte menor; sino básicamente por la escasa difusión de las obras; una circulación casi clandestina; ejemplares difíciles de encontrar en las magras bibliotecas nacionales, debiendo recurrir con frecuencia a coleccionistas y libreros antiguos o a los mismos autores o familiares que guardan como un tesoro escondido algún ejemplar de la obra publicada. Esta ardua tarea a realizar con mucha paciencia y dedicación dará como resultado el mejor conocimiento de la producción literaria pomabambina, cuya continuación no pienso abordar, por el contrario, solo pretendo que esta sirva como guía para futuros trabajos más amplios y mejor elaborados que los estudiosos deberán comprometerse
Herbert Cajo Escudero. Natural de Pomabamba. Abogado de profesión formado en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Trabaja en el estudio jurídico que lleva su nombre. Se dedica a la narrativa con publicaciones múltiples.
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a desarrollar, en bien de un mayor conocimiento y reconocimiento de las obras hechas fuera del círculo literario oficial dominada por Lima. Otra finalidad que se persigue es difundir la literatura pomabambina, entendida esta como aquella realizada por habitantes de dicha provincia ancashina, por otras personas que escriben o han escrito sobre autores pomabambinos o sobre la indicada provincia; es alcanzar a comprender que la literatura de provincia o región no tiene por qué ser exclusivamente una literatura regionalista, sino que también de la provincia o de las regiones puede hacerse literatura universal. Para ello es imprescindible contar con la colaboración de las personas naturales y jurídicas privadas o públicas que puedan brindar información y proporcionen las obras que no se encuentren en bibliotecas y librerías. Mostramos aquí una bibliografía básica con omisiones y probables errores involuntarios, que forman parte de este estudio provisional de aproximación. Palabras clave: Pomabamba, regionalismo, literatura, paisajismo, provincia. Sumario Introducción, palabras clave. I. Aspectos generales. II. La literatura pomabambina pre-colombina, en la colonia y en la emancipación. III. La literatura pomabambina en la república y en la actualidad. 3.1 El paisaje como elemento dominante. 3.2Lugares emblemáticos. 3.3 Personajes ilustres. 3.4 Temática recurrente. 3.5 Hacia una nueva literatura pomabambina. 3.6 La bibliografía de la literatura pomabambina. IV.Conclusiones. V. Bibliografía. I.
Aspectos generales
Suele denominarse: literatura de provincia, literatura provinciana, literatura regionalista, literatura regional, literatura de poco alcance, literatura de aldea, literatura de pueblo, literatura no universal, literatura local, literatura indigenista, literatura costumbrista, literatura del interior, literatura anticentrista, literatura telúrica. Son algunos Áncash ante el bicentenario
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términos con los que se suele nombrar a la literatura producida fuera del círculo literario dominante, la que se elabora en la capital. Esta es una literatura minoritaria de alcance limitado y de poca difusión; no es publicada en las grandes editoriales transnacionales; no llega a los medios de comunicación masiva nacionales o extranjeros. No obstante ello, en los últimos años vemos un crecimiento considerable de la literatura provinciana, gracias a sus autores que abordan temas universales y por la pujanza de las editoriales independientes que apuestan por estos autores; han surgido también agrupaciones de escritores que difunden sus obras en las redes sociales y publican en editoriales virtuales mediante los cuales tienen un alcance mayor al obtenido hace unos 10 o más años, cuando lo hacían en formato de papel; debido a que este medio de difusión es más caro, lento y tedioso, por lo que era casi imposible competir que las publicaciones masivas y de bajo costo de las editoriales conocidas que tienen sucursales en varios países de habla hispana. Se afirma que la literatura provinciana peca de paisajista, de pintoresquismo; es descriptiva de la naturaleza dominante, enaltecedora de personajes emblemáticos, abunda en remembranzas nostálgicas, excluye todo lo ajeno y se dedica a un culto al pasado. Igualmente se dice que tiene un lenguaje coloquial regional. Se basa mucho en historias y leyendas clásicas de la región. Tiene rasgos culturales de una geografía en específico. Otro aspecto característico es el “yoísmo”, es decir, la narración en primera persona, lo que dificulta crear personajes distintos al autor omnipresente que todo lo ve, que todo lo sabe. En toda la literatura pomabambina no encontramos personajes creados por el autor ni historias o tramas. Hay escasa participación de las mujeres, de los campesinos. Los protagonistas no son precisamente los pobladores en conjunto o en forma individual. A pesar que más de la mitad de la población es bilingüe (español y quechua); no se conoce obras escritas en quechua, salvo algunas excepciones, sobre todo en las canciones populares donde la mitad de la canción es en español y la otra mitad en quechua, sean éstas huaynos, chuscadas, chimaychis y otras canciones, como la música de los maitines cantadas en las misas, sepelios y el día de todos los santos.
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Como decía Ciro Alegría “Mis obras poseen un tono épico, en donde destacan especialmente la naturaleza y las tradiciones culturales peruanas, conjuntamente con la lucha de sus gentes por su subsistencia.” Nosotros no tenemos una narrativa o lírica referida a la lucha de sus pobladores por su subsistencia, sus derechos y reinvindicaciones. En este mismo contexto, notamos la ausencia de la novela y de la dramaturgia, en las obras producidas. Con algunas excepciones como las novelas cortas de Pedro Flores Cueva en su libro El poder en los andes o las novelas de Julio Villanueva Sotomayor y Juan Mezarina Paredes. Mientras que la más reconocida obra teatral es escenificada en la ciudad es la muerte del Inca Atahualpa cuyo guión se atribuye a varios autores, pero que año a año indefectiblemente se escenifica en la plaza de armas al aire libre. Otro aspecto para destacar es una historia ocurrida en la provincia y contada por la tradición oral y llevada al cine por primera vez en Pomabamba, por los hermanos Luis y Mario Tarazona, con un elenco mayoritario de la provincia y gran parte de la película realizada en quechua, esta producción El fugitivo de los andes, esperamos se estrene pronto. Es relevante mencionar también el arte fotográfico de dos autores importantes como el Padre Gregorio Mezarina Paredes y Miguel Flores Tinoco, quienes cultivan este arte; en su abundante producción retratan, mayormente, paisajes pomabambinos y ancashinos. Queremos una literatura pomabambina que no excluya el paisajismo, exalte a sus personajes emblemáticos ni a sus lugares representativos; pero también deseamos que incluya a las personas que forman parte de su quehacer diario así como de sus dramas, sus fantasías y sus tormentos, para tener historias contadas en prosa o en verso más relevantes a nivel nacional e internacional. Ya en los años veinte se originó la polémica entre Luis Alberto Sánchez y José Carlos Mariátegui, en torno al regionalismo, indigenismo y la producción literaria en general producida fuera de Lima, eje principal del centralismo asfixiante. Posteriormente se desató un intercambio de puntos de vista sobre la creación de la provincia y la universal, que protagonizaron José María Arguedas y Julio Cortázar. Estas polémicas sobre lo regional, nacional y el universalismo, siguen vigentes porque no Áncash ante el bicentenario
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es un tema acabado, sino que se reinventa cada cierto tiempo debido a que no hay una sola posición dominante. Mención aparte merece la excepcional producción y trayectoria del artista pomabambino que llegó, en base a constancia y talento, a la cumbre; precisamente por haber adecuado su obra a la modernidad; es sin duda alguna el pintor y escultor Armando Villegas, ya que su obra tiene no solo alcance local, nacional, sino internacional. De esa misma manera los escritores pomabambinos emulando a Villegas debemos modernizar nuestra escritura y tratar los temas literarios buscando la comprensión de la humanidad en todas sus vertientes y no tanto detenerse en el paisaje, en los personajes emblemáticos solamente, sin dejar de reconocer que también es una literatura válida, sino que no puede ser exclusiva y excluyente como lo es hoy en día, para bien del progreso de una literatura como la nuestra que es incipiente y se encuentra en un estado de formación y consolidación. II.
La literatura pomabambina pre-colombina, en la colonia y en la emancipación
Se desconocen documentos, libros o revistas donde se muestren evidencias de producción literaria alguna en esta etapa de la historia literaria pomabambina. Los numerosos mitos y leyendas que se transmiten de manera oral, generación tras generación, adaptándose a cada uno de los lugares donde se difunden estas historias. César Huerta Gonzales y Juan Mezarina Paredes, son los autores que más recrean estas historias. Las leyendas del puma o pumapampa; Yayno, la ciudad encantada; Gocha toro; del duende Shapshico; el Apallimay; del Uritu: la flor encantada; de la princesa Kory y Pachawaraj; Haytallacuy; El conjuro, entre otras. Desde esta etapa hasta hoy, la oralidad prima en la lírica como en la narrativa, tanto en quechua como en castellano. Encontrar evidencias documentarias de esta etapa es una ardua tarea que será una verdadera aventura, que se los dejamos a los jóvenes que tienen que tomarlo como un verdadero reto. III.
La literatura pomabambina en la republica y en la actualidad
3.1
El paisaje como elemento dominante
Los bellos rincones ancashinos y pomabambinos es fuente de inspiración constante de los escritores subyugados por el paisaje que tienden a Áncash ante el bicentenario
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describirla y exaltarla vertiendo sus sentimientos y su forma particular de captar la belleza de la naturaleza, sin tener en cuenta que esa manera de ver el mundo se puede plasmar mucho mejor en una fotografía o en un vídeo, por lo que su descripción del paisaje resulta ociosa, poco veraz e incompleta cuando se realiza a través de la palabra que puede servir para referirla pero no para retratarla; teniendo en cuenta que el lector puede acceder a esa imagen de manera directa utilizando la tecnología actual con una cámara de fotos o de video, e incluso con medios tecnológicos que permitan ver en 3D o en hologramas. Esta versión de la literatura descriptiva resulta obsoleta. Poco a poco irá desvaneciéndose como ya ocurrió en otros lugares y con escritores que han destacado antiguamente con esta forma de hacer literatura, han caído en el olvido o han visto disminuidos su fama y su importancia en el contexto nacional como es el caso de José Santos Chocano. Actualmente prima la expresión del subconsciente, la confrontación de las ideas, pensamientos, sentimientos que se vierten en la escritura a fin de dar a conocer los miedos, los anhelos, las realidades de las personas en forma individual o en forma colectiva. Esta literatura moderna tiene que estar acompañada de técnicas literarias que no solo usen las figuras literarias tradicionales, sino que también utilicen las nuevas formas de poetizar y narrar como son el monólogo interior, el flashback (escena retrospectiva), la referencia al tiempo pasado, presente y futuro, la decisión de quién será el narrador, y otros. Además, deben estar referidas dentro de un contexto de dimensiones históricas, sociales, geográficas y políticas. Esta nueva forma de hacer literatura es la que escasea en la literatura pomabambina. Espero que con la aparición de muchos libros inéditos que sabemos es tan a punto de publicarse pero que hasta ahora siguen en el anonimato, se escriba de manera adecuada y no sea más de lo mismo. Ya que si así fuera no estaríamos ante una evolución de las obras literarias sino ante una involución, debido a que no se habría comprendido la necesidad de cambio que se requiere para avanzar hacia una producción más interesante y atractiva, así como trascedente para los seres humanos que habitan la ciudad y para aquellos que quieran conocer la idiosincrasia de sus habitantes así como del pueblo en su conjunto como una comunidad mestiza que busca su desarrollo para alcanzar la modernidad en todos los aspectos, con la utilización de los nuevos conocimientos en ciencia, tecnología, técnica y humanismo, para ver nuevos horizontes y anden por caminos distintos y mejores, que Áncash ante el bicentenario
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permitan la comprensión de las nuevas acciones a emprender, y que éstas sean cantadas y contadas para el deleite de los lectores. 3.2
Lugares emblemáticos
Muchos poemas, cuentos, leyendas, ensayos y canciones se refieren con admiración a Pomabamba, Yaino, Alpamayo, Curayacu, Los cedros de la plaza de armas, Pumacucho, Jancapampa. Baños termales, Puma en el nevado Jancapampa, Planta eléctrica, el río Pomabamba, y otros lugares. Aquí los autores las describen, las alaban, se maravillan, resaltan sus cualidades naturales, indagan sobre su historia, los elogian con adjetivos excesivos. El terruño es invocado desde el lugar donde se encuentre el autor. Una muestra de lo señalado se encuentra en la obra Yayno: ciudad pre-inka perdida en los andes, de Donato Apolín Gamarra, que no solo resalta las cualidades arquitectónicas de estas ruinas preincas, sino que también incluye poemas enaltecedores dedicados a Yaino. 3.3
Personajes ilustres
De ese mismo modo a los Personajes de la provincia como el Monseñor Fidel Olivas Escudero, Ichik Sixto, Dr. Oquendo, Zenobio Bernuy, Estrellita de Pomabamba, Eberth Alvarez Salinas, Armando Villegas, Justiniano Escudero Támara, Luis Negreiros Vega. Juan Montoya, Néstor Flores, Horacio González, Luis Tarazona Negreiros, Rosenda Sánchez, y otros. El elogio desmedido; se resalta las cualidades de los personajes y se esconden sus defectos. Ausencia intencional o no de las personas comunes y corrientes en las obras literarias. Escaso protagonismo de las mujeres como personajes. Raleada referencia a las comunidades campesinas en vivencia y sus sufrimientos por mantener sus tierras. Análisis de las biografías incompletas, solo tocan el aspecto personal y no profundizan el estudio de las obras publicadas; no hay una crítica literaria científica. Una obra de muestra que refleja lo expresado, es el libro “Por la senda” de Alfonso Ponte Gonzales, que re trata sobre la biografía del Monseñor Fidel Olivas Escudero. 3.4
Temática recurrente
El terremoto del 31 de mayo de 1970, crea un gran impacto en la creación literaria, la migración a Lima y a Chimbote en busca de un futuro mejor, las 36 danzas folklóricas que acompañan las fiestas religiosas, el chimaichi como género musical popular y generalizado, la pintay bata y Áncash ante el bicentenario
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el bordado artístico, la orfebrería y el anillo de tres hilos, las fiestas patronales de San Juan y San Francisco, la navidad y semana santa, la migración del campo a la ciudad, asfaltado de la carretera. Las obras conocidas y publicadas se ocupan generalmente de estos temas sin llegar a conseguir una obra que utilice un lenguaje depurado, que acuda a técnicas literarias clásicas o modernas. Un claro ejemplo de lo dicho, lo encontrados en el poemario “Oda al Huascarán”, de Justiniano Escudero Támara, quien dedica todo el libro al nevado que originó el aluvión en Yungay en 1970, una de las tragedias más devastadoras de la historia ancashina. 3.5
Hacia una nueva literatura pomabambina
El 90% o más de los autores han sido o son profesores. Hecho que prueba que los intelectuales obligados a pensar son mayoritariamente los docentes que además deben cumplir con su ardua tarea de educar y formar. En el siglo XXI, sin duda, tienen las herramientas a su alcance para cultivarse más y estar al tanto de lo que ocurre en el mundo. El regionalismo en la literatura pomabambina resulta excesiva y agobiante. Entendiéndose por regionalismo la exacerbación melosa del paisajismo justificable en alguna medida pero que no puede ser tema exclusivo y excluyente de los demás temas a abordar. Una nueva literatura debe emprender una labor constructiva de una estética trascendente, debe tener a la ficción como elemento indispensable, para proyectar una dimensión universal. Para ello es necesario difundir mejor las obras, hacer profuso uso de las técnicas literarias y formar parte de agrupaciones de escritores que discutan constructivamente el alcance de sus productos literarios. Digitalizar todas las obras contenidas en la bibliografía que aparece al final de este estudio provisional y otros que no están, con la anuencia de los autores, a fin de darlos a conocer a la mayor cantidad de personas e instituciones, para su conocimiento y análisis científico correspondiente. La masiva difusión de las obras es la tarea primera para realizar y tener una sostenida producción en el tiempo, hará crecer y mejorará la literatura pomabambina, de provincia o regional para alcanzar la calidad necesaria que haga olvidar quién lo escribió y, lo más importante, dónde se escribió, entonces y solo entonces será una obra universal. Áncash ante el bicentenario
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3.6
La bibliografía de la literatura pomabambina
Este esfuerzo para identificar y listar los libros producidos por los lugareños y otros autores relacionados con el tema propuesto ha tenido diversos obstáculos, debido a que la mayoría no están en las bibliotecas, no se encuentran en las librerías, muchas obras las tienen los propios autores o sus familiares a quienes ha sido difícil ubicarlos. No obstante, ello, las redes sociales han contribuido a salvar estas dificultades. Por lo que es urgente, por lo menos, hacer una antología amplia de dichos libros, con el fin de tener en un solo texto los más representativos productos literarios y así tener una idea general de la creación literaria pomabambina. No todas las obras mencionadas corresponden a obras literarias propiamente dichas. También existen cuentos y poemas sueltos publicados en diversas revistas, blogs y en páginas del Facebook, por autores que no ha desarrollado un libro orgánico. Destacan entre otros, Amelia Esparza de Santos, autora del himno a Pomabamba. IV.
Conclusiones:
La literatura pomabambina: 4.1
4.3 4.4
Es regionalista, exagera en el paisajismo, es preponderantemente descriptiva. Adolece de un lenguaje depurado y las técnicas literarias son poco usadas. Carece del elemento principal de la literatura que es la ficción. Es incipiente y está en proceso de formación y consolidación.
V.
Bibliografía
4.2
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Aproximaciones a la literatura piscobambina Danilo Barrón Pastor Resumen Piscobamba es un pueblo precolombino ubicada en parte noroccidental del Marañón. Rodeada de eucaliptos y apus tutelares. Entre ellos Huancash y Chotajirca. En su plaza principal, hay un centenario eucalipto, recientemente declarado patrimonio natural de la humanidad. Estos elementos geográficos inspiraron poetas, artistas y narradores. El nombre de Piscobamba proviene de dos vocablos quechuas, Pishgo = pájaro y bamba = pampa. Sus orígenes se remontan a la época preinca. Fue un pueblo que formaba parte de la cultura Chavín. Han pasado más de quinientos años y estos pobladores aún mantienen la lengua quechua influenciado por el culli con algunas variaciones, castellanizadas, su vestimenta mayormente ha cambiado con la occidentalización por la presencia de los españoles durante La Conquista. Además se puede observar en la actualidad el Inca Nani (camino del Inca) ubicado a un kilómetro de la ciudad de Piscobamba. En el presente trabajos vamos a mencionar a los escritores más representativos de Piscobamba (Mariscal. Luzuriaga – Áncash). Asimismo haremos un breve comentario de sus publicaciones. Palabras clave: Piscobamba, literatura piscobambina, Áncash, Mariscal Luzuruaga, literatura regional.
Danilo Barrón Pastor. Natural de Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Licenciado en educación con grado de magíster. Además, tiene estudios concluidos de doctorado. Actualmente, es docente en la UNMSM, UNFV y UJBM. Actual presidente de la Asociación de escritores ancashinos, AEA. Dirigió diversas revistas culturales y educativas. Con diversas publicaciones.
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Guido Vidal Rodríguez Es el mayor narrador de la provincia de la Mariscal Luzuriaga. Nació en Piscobamba en 1924 y falleció en Lima en 2012. Ganó el concurso bolivariano con su obra “El arriero”. En 1996 ganó el premio Horacio de la derrama magisterial, con su novela corta: Fin de semana en el paraíso. Deja una vasta producción inédita, cuyas obras serían convenientes que fueran publicados por alguna institución. El arriero (1968) Es un cuento bien elaborado. Podemos ubicarlo dentro del neoindigenismo. En ella el coprotagonista del relato recuerda al arriero que antes de ser su víctima fueron compañeros de viaje en el de ir y venir al terruño. Dice: Vidal, (1968) ¡Alguna vez me vengaré! -dijo entre dientes, la cabeza moribunda. ¡Tenía que encontrar a ese malvado y traidor!.. ¡Ese traidor eres tú! ¡Tú! ¡Túúú!.. -diciendo esto, volteó señalando con el dedo acusador al arriero que se desfiguraba el rostro con ambas manos. ¿Te acuerdas que por robarme, me asesinaste con la más despiadada crueldad? ¿Te acuerdas? ¡Ah! Pero al fin te he encontrado... ¡Hoy no podrás escapar! ¡Por fin... llegó la hora de mi venganza! ¡Ja, ja, ja, ja!.. ¡Alguna vez tenía que encontrarte! ¡Ja, ja, ja!.. Reducido a su mínima expresión, con los ojos desorbitados de terror, agotado y, en el clímax del paroxismo, el arriero se desollaba el cuerpo contra la roca. (p. 35) Los escenarios están enmarcados en la cordillera blanca, en el lugar denominado portachuelo, cuando los arrieros viajaban a la costa para adquirir mercancía. Cuyo arriero había sido asesinado, por su compañero y su espectro aparece en la noche para buscar venganza. Sobre el cuento mencionado el narrador: Colchado, (2012) dice: Áncash ante el bicentenario
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Este bello y bien elaborado cuento de Guido Vidal Rodríguez nos trae a la memoria los relatos orales del sufrido pueblo ancashino cuando la modernidad se instaló en nuestro país, primero con las empresas mineras norteamericanas, luego con los complejos agroindustriales de la costa y, finalmente, con la pesca y la siderúrgica en el Puerto de Chimbote. (p. 04) Fin de semana en el paraíso (1996) Es una novela corta, de ciencia ficción como lo indica el propio autor. Sin embargo, podemos decir, que es una crónica de un paseo familiar, huyendo de la ciudad aglomerada por el cemento y neón. Los acontecimientos están acentuados en la semana santa, y el escenario es la playa de paraíso de Huacho. Es una epopeya de contenido social y humano. La historia termina con la frustración del protagonista, quien vive intentando hacer realidad sus sueños, y en esa aventura se observa su frustración. El juramento (1994) Es un cuento en donde el autor narra sus experiencias. Muy bien elaborado, donde presenta caracteres humanos de conflictos psicológicos. Emplea un lenguaje sencillo y lineal. A lo largo de la lectura logra mantener la atención. Cuyo tema es el sentimiento que se recuerda y se hace memorable. Además, ha publicado los cuentos; Un charco de tinta, El juramento, entre otros. Américo Portella Egúsquiza Nació en Piscobamba. Es ensayistas, y cronista. Además ha escritos cuentos, biografías y poemas. Américo, debe ser uno de los más importantes estudiosos del pasado luzuriaguino, él en su calidad de profesor de historia y geografía acierta con esta publicación en un país donde hay muchas limitaciones para desarrollar investigaciones de carácter cultural. Portella, (1996) dice: Áncash ante el bicentenario
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La guerra entre los apus de Piscobamba I En tiempos abismalmente remotos sucedieron magnánimos acontecimiento: cinco hermano con poderes sobrenaturales, … Huancash, Amañico, Asuaj, Gayapacoj y Huaracayoc Protagonizaron epopéyicos eventos bélicos. (p.7) Narra la historia de cinco hermanos (Apus), cerros contiguos de Piscobamba. Que en tiempos pasados poseían poderes sobrenaturales. Estos gobernaban en aparente armonía bajo la supervisión del dios Illago (fenómeno meteorológico. Descarga de electricidad atmosférica acompañada de una ráfaga de luz). Los tres hermanos menores: Asuaj, Gayapacoj, Huaracayoc se rebelaron contra Huancash y el segundo hermano Amañico participa como intermediario para evitar la contienda. Los insurrectos fueron derrotados y el poderoso Illago los petrificó. Willanakushun (contémonos). 1986. Relatos populares andinos, cobra mucha importancia desde su publicación hasta esa fecha. El autor inicia el texto con una introducción extensa en la cual busca configurar el territorio cultural. Además nos da una lista de textos literarios de carácter histórico y literario publicados a largo de muchos años por autores luzuriaguinos y ancashinos en general. Otro de los pasajes se refiere al paisaje Piscobambino, en él se relata su cultura, sus costumbres y sus atractivos turísticos y la importancia que tuvo esta región en el pasado, y lo que más llama la atención es aquella que se refiere a la batalla entre huascaristas y atahualpistas. Portella, (1986) indica: La historia confirma que Piscobamba y todos los lugares adyacentes fueron escenarios de cruentas batallas fratricidas entre huascaristas y atahualpistas; cada contendor tratando de Áncash ante el bicentenario
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demostrar su fuerza y poder. Estos enfrentamientos han quedado perennizados, de tal manera que hasta la fecha se conservan los topónimos, como es el caso “Asiajbamba” (pampa pestilente, por cadáveres insepultos después de una batalla); “Ayapa-umán” (cabeza de muerto, colocadas en estacas); “Tullubamba” (pampa de los huesos); “Yahuar cocha” (laguna de sangre), etc., nombres que nos dicen mucho y con toda la verdad estremecedora.” (P 10.) Estos lugares en la actualidad subsisten, pero la historia los ha olvidado por lo que merece quizás un estudio antropológico e histórico con mayor documentación ya que el autor se ha limitado a enumerarlas. Se describe sus fiestas patronales y los barrios principales que conforman la zona. Culebrones El texto inicia con, Portella, (1986) “Dicen que...” (p.22) términos que se encuentran en la variedad lingüística del lugar, y muy frecuentemente utilizada en este tipo de historias. El discurso oral utiliza un lenguaje coloquial en la forma simple de las estructuras sintácticas de la narración. El texto es sumamente lineal, utilizando palabras marcadas por notas de pie de páginas que explican con mayor claridad el término de algunos vocablos utilizados en el relato, con la finalidad de aclarar el significado, esto se ubica al final del texto. Portella, (1986) narra: “El dios Ticsi, (Divinidad en el antiguo Perú que significa fundamento, principio “Esplendor originario, Señor, Maestro del Mundo), ordenó que los reptiles hambrientos, fuesen los encargados de llevar a cabo el drástico castigo: el exterminio de la humanidad”. (p. 22). Los pocos y antiguos pobladores recuerdan vagamente este nombre. Se utiliza la analogía: de culebrón hembra, habitante de la laguna de Ganchiscocha y el macho, que vivió en la laguna de Yanacocha. El narrador recoge la historia, pero se nota que exagera con la utilización de algunos términos poco usuales en la oralidad colectiva. Portella, (1986) narra: “en donde debía desayunar el opíparo potaje humano” (p. 22). La palabra opíparo, viene hacer un término culto que podría ser reemplazada por comida sabrosa.
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Se utilizan diversos nombres de lugares como Chancaza, Piscobamba, Yungay, Casca, Huaraz, Pomabamba, etc. Se trata de un relato de carácter cosmogónico, que de alguna manera trata de explicar el origen de las filas rocosas, semejantes a ofidios que se encuentran en las alturas de Parco (Mariscal Luzuriaga. Áncash), Portella, (1986) dice: “podemos observar asombrados que los culebrones aún permanecen formando esas hileras pétreas de superficies punteagudas de color gris azulejo con ribetes dorados del ichu de la puna” (P. 23). Los protagonistas de la historia, los dos culebrones, macho y hembra, salen en busca de alimentos de las lagunas de Ganchiscocha y Yanacocha, y tienen la misión de devorar humanos, así recorren hacia el occidente y por los lugares que atravesarían desayunarían, almorzarían y cenarían durante el día. Al día siguiente continuarían devorando humanos, pero el Dios Ticsi, se arrepiente y con ayuda de Katequilla, vaticinador de acontecimientos, deciden transformarlos en piedras a estas serpientes y así han quedado petrificadas hasta la fecha. Este relato se remonta a épocas prehispánicas no identificados, la laguna subsiste, los protagonistas han sufrido cambios, antes culebrones, ahora hileras de rocas que se extienden a varios kilómetros. El discurso oral es coherente, con una secuencia lineal de los acontecimientos, (orden cronológico), narrado en tercera persona, guardando relación entre los personajes y la geografía. El texto inicia con: Portella, (1986) narra: Dicen que en el principio de los tiempos, un dios procedente de las regiones septentrionales, convertido en un personaje alado, dejo caer un huevo (huevo primordial) en cada una de las lagunas de Ganchiscocha y Yanacocha. De estos huevos brotaron dos serpientes que vivieron durante largo tiempo sumido en profundo sueño. El culebrón hembra que era el más grande, habitaba en Ganchiscocha, y el macho vivió en Yanachcha. (p. 22.) El origen de los culebrones señalados en la obra, son de la memoria colectiva que se actualiza en el tiempo, el evento es irreal, no confirmado, Espino, (1999) señala: “como discurso, toda literatura oral no es Áncash ante el bicentenario
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exactamente solo lo que nos llega a nosotros sino aquello que se construye con el narrador hablante en presencia inevitable del oyente”. (p. 17). Este relato tiene como anexo notas sobre los culebrones, en total son cinco, que en su mayoría son supersticiones de lo que podría ocurrir, creencias, como reencarnaciones, transformadas en fenómenos naturales como: aluviones, huaycos, sismos, etc. El otro título de importancia, es la que el recopilador introduce en su texto sobre La Gongapa tomada de la tesis “Relación del Folklore en el proceso educativo de la provincia de Pomabamba” del profesor Augusto Egúsquiza Vidal, UNMSM 1964. La gongapa Describe a una jovencita muy hermosa, a quien sus padres, Portella, (1986) narra: “la dedicaron como pareja a una Dacha de piedra, llamada Chanca de figura de persona, con quien la casaron y celebraron su boda fastuosamente”. (p. 30.) La joven guardó su virginidad por un tiempo, pero luego sintió deseos carnales por un joven apuesto, deseó unirse secretamente, sus padres se enteraron y con el temor que fallase a su juramento, la dieron de comer la gongapa (planta sagrada) para que olvide a su novio. El texto posee una unidad temática que viene a ser el hacer olvidar. El libro recoge diversos relatos como “Huagancu” “La sirena de Andaymayo”, “Warajlluy y Apallimay” “El Huandoy y el Huascarán”, etc., que los analizaré en otros estudios posteriores. En Piscobamba se cuentan muchos relatos que han venido variando de generación en generación, la gran mayoría ha quedado en la memoria colectiva, muy pocos de ellos han llegado a publicarse. Y un gran número de historias aún se encuentran olvidados, las nuevas generaciones, con la llegada de la escuela, los medios de comunicación, han desarrollado nuevas voces, Espino, (1999) señala: “una literatura que viene de atrás en la memoria y que se transmite de generación en generación, con las marcas inevitables de su propio tiempo”. (p. 16). Las historias pueden cambiar con el tiempo. Áncash ante el bicentenario
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Don Toribio de Luzuriaga y Mejía – Primer gran mariscal y otros mariscales del Perú. Texto biográfico publicado en 1993 la primera edición y 2017 la segunda. Serenatas andinas (2000) En ella el autor recopila canciones de todas las épocas como un cancionero popular. Aquiles Egúsquiza Ramírez Nació en Musga (Mcal. Luzuriaga), estudió en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Falleció en el año 2017. Sus obras, Apocalíptico del maestro (drama), Itinerario y testimonio; Mis rosas primerizas de Buenavista (ambos poemarios). Tiene aún obras inéditas por publicar, que seguramente sus familiares lo harán posible. Mis rosas primerizas (2015) Cuyos poemas tienen un tono juvenil, ubicados en los amoríos de adolescente. Poemas de ternura, de amor, donde conjuran el dolor y el llanto. En este poemario, encontramos versos llenos de sentimientos pecaminosos. Aquiles, emplea una poética bien trabajada. Desde el primer poema dedicado al primer amor “de niños, aún, enardecido/ de ensueños infatiles,/ te pensé, quien sabe/ con mi primer pensamiento”. (p. 15) La voz poética recuerda al amor colegial. En la parte final está su poema profecía del retorno (a mi casita donde nací y a donde volveré a morir). Volveré Volveré un domingo de noche Cuando tu luna dormite En su blanda almohada De blanco capús (p.127) Es un poema telúrico, cuyo deseo de morir en su terruño, el lugar que seguramente haya marcado etapas importantes en su vida. Áncash ante el bicentenario
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Amor no dicho Yo sé que hay ratos de madureces infantiles, de ternezas de viejos en que el corazón se asoma por las pupilas del alma. Entonces, cómo uno quisiera decirle a alguien "¡Cómo me gustas!", o cosa así, algún piropo. (Tropel de sueños P. 92) Sus versos transmiten la identificación del ser telúrico y la esencia del amor juvenil y provinciano. Clama por el amor que se pierde y sufre apaciblemente. Sin embargo, tiene la esperanza que la llama se encienda. Milton Pastor Neyra Nació en Piscobamba en 1964, Profesor de filosofía y Politólogo. Premio juegos florales Universitarios 1994 UNFV. Primer Puesto prosa y Tercer Puesto en verso. Juegos Florales Metropolitanos "Cien Años de José Carlos Mariátegui", Primera mención honrosa. Docente universitario. Timbal de un bohemio irreverente, poemario publicado en 1993. Milton, en este libro, escribe sus experiencias de amor. En los poemas hay un tono confesional de un don juan irreverente, poemas dedicados a las amadas que en épocas juveniles endulzaron su corazón. En muchos de ellos están mencionados los nombres formaron parte de su historia. Cuyas mujeres dejaron su ceniza, y aún el fuego sigue. Dedica apasionadamente versos para su esposa: Todo hombre inventa su mujer … Tú, mujer, mi compañera, mi elección y mi renuncia. (p.75)
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Poema para valentina Para un amor de todos los tiempos, la piscobambina de los "ojos café" Cierro los ojos y recuerdo aquella tarde a orillas del Vizcacha, … (p. 35) Náufrago de amor (Para Shamila) ¡Oh predilecto encanto! Esa noche al verte pasear indiferente, nostalgias en niebla Cubrieron mi alma... … (Tropel de sueños, p. 18) Versos dedicados a los amoríos juveniles, el recuerdo latente del amor. Crepúsculo (A mi Padre) Padre ejemplar humano sobrio, sutil y contundente... caminaste a pie pisando firme marcando huellas a que no te olviden... … (Tropel de sueños, p. 19) En cuyos versos rememoran al padre ausente. Aquel hombre que llegó a la plenitud de su existencia. El ser que vivió entre la ciudad y el campo. Con los sentimientos manifestados quiere justificar su muerte. Sin embargo, el dolor que siente es profundo. Paraíso terrenal … Novia de los andes ciudad señorial y generosa. Eres transparencia de tu cielo azul, Áncash ante el bicentenario
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… Novia de los andes ciudad acogedora tranquila y soñadora. … (Tropel de sueños, p. 14) Añoranza Piscobamba amor del Ande, "centro y razón de mi vida ... te amaré hasta los confines del mundo". … (Tropel de sueños, p. 16) Poemas de carácter telúrico dedicados a su solar natal. Describe el paisaje, sus ríos, así como a su gente. Y se compromete que es el lugar donde quisiera vivir, porque sus recuerdos de infancia están marcados para siempre. Elmer Neyra Valverde Nació en Piscobamba en 1939, es cronista, historiador, poeta y narrador. Ejerció la docencia universitaria. Tiene estudios de maestría y doctorado. Publicaciones: Cae San Pablo y otros relatos, Sueños de paz, (narrativas), Tensando caídas, Qoyllurwanka (poemas en quechua), Rumi Shanka (poemarios). Rumi Shanka, publicada en 1996. Conjunto de poemas, cuyos versos están enmarcado con tono épico. En este libro la voz poética manifiesta lo que siente y hace. Un lenguaje bien tratado. Elegías como; La campanilla de mi escuela, Canto al sol, Neyra: “Un único sol/ atiza en fuegos/ el corazón de nieves/ de la sierpe andina. (p. 64) Sextillas a mi madre ¡Oh madre¡ en el milagro oculto en tu sangre, Áncash ante el bicentenario
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germinaste la astilla de mis días. (p. 39) La figura la madre se hace presente, y ese agradecimiento eterno del amor materno, siempre latente. Ollita de barro esculpida por dedos de amor ollita de barro salvada de la hoguera del tsamana. (p. 60) A manera de oda dedica, estos versos a un utensilio nativo del lugar como es la olla de barro. La gran campana de mi pueblo Esa campana fornida, como Wankash en eco de bronce, trepada al vano de la torre solitaria (p. 93) La campana de la iglesia de Piscobamba, resuena con sus ecos a muchos kilómetros de distancia. Padre mío Padre mío, que aún vives En tu tierra de uritus Pocas veces me escuchaste, Esta tarde es triste decir: No oyes el rumor de mi tristeza … Tuviste tantos hijos, tantas hijas Como pajarillos en la madrugada (Por el parque nacional Huascarán I p. 51) Áncash ante el bicentenario
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Es una elegía al padre, la memoria y el recuerdo se hacen presentes, y los hijos son su mejor legajo en la tierra. Juan Rodríguez Jara Nació en Piscobamba en 1937. Retirado de la Guardia Civil del Perú. Actualmente, exdirectivo del club Áncash y dirigente de la Asociación de escritores ancashinos. Producción literaria: Aromas de la tarde. Sequía en los andes. Su producción poética ha sido publicada en diversas antologías literarias. Reconocimientos: Diploma y medalla de oro, plata y bronce por Mérito Guardia Civil del Perú. Diploma y medalla de oro de reconocimiento por premio nacional concurso Mi amigo el Policía por Legión de Honor Guardia civil, 1990 Resolución USE 12 Lima por construcción de aulas en colegio Alfonso Ugarte de San Isidro, como presidente de APAFA, Padre Luzuriaguino y diploma medalla de honor por la Asociación Escritores de San Miguel de Cajamarca.n Diplomas de Poetas del Mundo filiar Isla Negra Chile. 10 febrero de 2017, el Congreso República del Perú le otorga la Medalla dorada y diploma de reconocimiento “Por contribución a favor desarrollo Región Áncash y provincias”. Homenaje a Piscobamba Oda a Piscobamba Bella meseta andina de Áncash te visitaron de Sechín y Chavín, abrigaste a los Pishgopanpas forjando una gran civilización. Resististe con gran heroísmo la invasión del imperio Inca. (p. 9) Dedica sus versos al terruño que lo vio nacer. A este pueblo precolombino, que en tiempos pasados fue escenario de varias civilizaciones. Majestuoso árbol insignia Gran eucalipto de la plaza de Piscobamba, tú que tienes perfume de esa lejana Australia, supiste adueñarte de la “Novia de los Andes” Áncash ante el bicentenario
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plantado por las manos de Juan B. Rodríguez. (p. 12) Rinde homenaje a su abuelo, quién plantó hace más de 150 años, el majestuoso eucalipto. Este árbol ha sido testigo de varias generaciones. Provincia Luzuriaga – Piscobamba Los nativos en una meseta abrigaron sus hogares, creciendo formaron su Nación Pishgopanpa poderosos como las rocas de los andes peruanos. Fueron dueños de toda la zona oriental andina, desde el Marañón hasta las nieves impolutas, desde los waris hasta Huamachuco y Otuzco (p. 15) Es un poema épico dedicado a la provincia y la grandeza que fue en tu tiempo pasado, y como hijo del lugar tiene esa responsabilidad de vanagloriarla. Julio Villanueva Sotomayor Nació en Piscobamba en 1939. Estudió en las universidades: Enrique Guzmán y Valle y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En ESAN y en IPAE hizo estudios de postgrado. Asimismo realizó estudios de doctorado en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ejerció la docencia universitaria, actualmente es presidente del Club Áncash y expresidente de la Asociación de escritores ancashinos. Ha publicado más de 80 títulos entre ensayos, novelas, cuentos, etc. Y textos de Geografía y atlas del Perú Ventiscas otoñales y la poesía en remanso, poemarios que recientemente acaba de publicar. Un día de gloria en Huancash Yo me demoré en saciar el apetito porque fui ganado por otra hambre que se apoderó totalmente de mi cerebro: el extraordinario paisaje que se veía desde cualquier parte de la cumbre del Huancash.
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Huancash, es el apu más importante de Piscobamba, y sobre ella se han escrito diversas leyendas. Además es un mirador natural. Desde allí se puede observar toda la cadena de la cordillera blanca. Estás en mí Luego de tres años de tu ausencia, Lucita mía, tus recuerdos son como ráfagas del viento; ventisquean en mis pestañas, se arremolinan en mis ojos, siguen dueños de mi alma y ahí titilan como volcanes, con fuego abrazador. En estos versos evoca la ausencia de la amada. Cuya muerte ha dejado un vacío profundo. Lucita, aparece siempre en su recuerdo. Adelmo Vidal Rodríguez Nació en Piscobamba en 1929. Se especializa en Diseño Artístico en la Escuela Nacional de Bellas Artes y en el Politécnico "José Pardo". Creador y autor de emblemas, escudos y logotipos de instituciones culturales, educativos y sociales; alegoría de Áncash en el Mural del Papa, (Avda. Salaverry, Lima). Autor de cuentos y algunos libros para niños. Expositor gráfico en el país y en el exterior. Ganador de premios, distinciones y felicitaciones en el Perú y en el extranjero. Sendos concursos le han permitido visitar países como México, Chile, la URSS, etc. El arte pictórico de Adelmo se complementa con su creatividad literaria El careo de Arcadio Ricra De pronto gritan: ¡careo! Tragos vienen..., tragos van... las parejas en la plaza la orquesta en un rincón. Alegría en la canción arrogancia en la buenamoza, piropos en el galán. … (Tropel de sueños, p. 44) Áncash ante el bicentenario
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Traigo mis alforjas llenas … Arcadio Ricra, a mí me llaman de "shucshu" y de poncho habano soy muy bueno -indio al cabopero ¡ay! si me maltratan rujo como un marrano y con el más bruto acabo. … (Tropel de sueños, p. 45) Narrativa y coplas de carácter popular (El Careo...) Víctor Rodríguez Blanco Nació en Piscobamba en 1908. Su carrera profesional los hizo en Huarás y en Lima. Profundamente identificado con su vocación de educador. Ejerció la docencia en el Centro Escolar 304 de Piscobamba. Exdirector del Instituto Nacional Agropecuario de Socosbamba. Su obra Madre. (1975) En ella recoge datos sobre las mujeres más representativas del departamento de Áncash. Además, rinde homenaje a la, madre, hija y hermana, emplea un lenguaje sencillo, pero lleno de sensibilidad espiritual. Elogio a la mujer de los andes Mujer de los Andes, eres fuerte y sana, pura en tus pensamientos, palabras y acciones. La dura lucha cotidiana ha forjado tu fortaleza como el granito, tienes la pureza de la nieve, la belleza del paisaje, el aroma de las flores y frutos de la primavera y el otoño. (p. 15) Rodolfo La Torre Vega: Nacido en la ciudad de Piscobamba. Publicó el libro El retorno de los sueños (1990). Texto de carácter testimonial sobre los recuerdos de las épocas infantiles después de 30 años, que lo alejaron del lugar donde nació. Otra de sus narraciones es El pishtaco Áncash ante el bicentenario
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Caminando penosamente de sol a sol, al paso cansado de las acémilas, nos encontramos recién a dos días de distancia de las poblaciones rurales más cercanas hacia ambos lados de nuestro intrincado camino de herradura. … No sabíamos cuántos eran, ni que armas tendrían, pero sí, que los Pishtacos degüellan a sus víctimas. (Tropel de sueños p. 111) En su cuento "El Pishtaco", rescata a un personaje muy común en nuestras serranías, cuando el carro aún no había penetrado por los caminos desolados de nuestras cordilleras. Al rededor del Pishtaco se contaban los más bárbaros crímenes y anécdotas, que el autor ha recogido. Julio Villanueva Delgado Nació en Pomabamba. Estudió la secundaria en el colegio "La Libertad" de Huaraz, luego en la escuela normal de Tingua. Ejerció la docencia en el Centro Escolar 304 de Piscobamba por más de 30 años con una entrega intensa como maestro de varias promociones y gentes de bien que siempre lo recuerdan con profunda gratitud. Convertido en auténtico líder social ha promovido el desarrollo material y espiritual de Piscobamba y pueblos aledaños. Autor de numerosos artículos publicados en revistas y periódicos regionales. Su libro Misceláneas Andinas (1991) es un compendio de la vida anecdotario de los pobladores de la región de Áncash, en donde podemos encontrar diversas historias recreadas por los autores ocurridos en Piscobamba y Pomabamba. La broma de don Ceferino Don Ceferino Portella era un próspero comerciante, muy bromista. Se deleitaba al "tomarle el pelo" a don Regis Neyra, dueño de un restaurante con quien mantenía amistad estrecha. Cuando el 29 de junio de 1924, festividad de San Pedro y San Pablo, se hallaba atendiendo a la clientela se fijó que a su Áncash ante el bicentenario
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establecimiento comercial ingresaba una gallina de "doña Shalla", como decían "mujer de mal genio", que tenía su pulpería frente a la tienda de don Ceferino. Sin demora alguna, pidió permiso a los clientes y cogiendo el ave lo encerró en el cuarto que tenía a continuación de su tienda. Al cabo de un rato, le hizo llamar a don Regis, con urgencia. … (Tropel de sueños p. 110) Danilo Barrón Pastor Nació en Piscobamba en 1968. Periodista y profesor de literatura. El magíster Danilo Barrón Pastor y docente de la universidades: Mayor de San Marcos, Federico Villarreal y Jaime Bausate y Meza. Tiene estudios de doctorado. Asimismo forma parte de diversas instituciones culturales como: La Asociación de Escritores Ancashinos, Casa del Poeta del Perú. Asociación de escritores y poetas de Áncash. Danilo Barrón ha sido director de diversas revistas como: El Regional; Chavín, nuevo amanecer; Rima Rima; Aepa, revista cultural y actualmente, es director de la revista de la Asociación de escritores ancashinos, Kaichu kaycanchi. (Aquí estamos). Coeditor de las obras virtuales Hecatombe del sismo de Huaraz 1970 (2020) y el libro Áncash ante el Bicentenario. (tres tomos 2021). Trabajó en la capacitación de docentes entre los años 2007 y 2015 en convenio del ministerio de Educación con las universidades Federico Villarreal, Universidad Nacional de Callao; Instituto Nacional de Monterrico y la Universidad de Esan. Ha recibido el reconocimiento de diversas instituciones como El Congreso de la República; Ministerio de Cultura; Capulí, Vallejo y su tierra. También ha sido declarado huésped ilustre en las municipalidades de: Santiago de Chuco, Pomabamba, San Miguel de Palleres, Marca, Bolognesi, Huari, Raquia, Caraz, Huacho, Aucallama y entre otros. Actual presidente de la Asociación de Escritores de Áncash.
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Volveré (1992) Peregrinaje Para mi abuelo Justiniano Pastor Un hombre va de prisa, va huyendo de la noche, va dejando huellas y recuerdos, camina, levantando polvos... Tiene las manos cuarteadas, la frente marcada por los años ... peregrino de andar doliente que carga su dolor sobre hombros. El viaje es largo... sin embargo, no le importan los ríos y montañas que faltan cruzar. El no puede caminar de prisa, él es lento y solitario, pero... tiene la experiencia de los años. Este hombre, sabe que la vida no retorna, es consiente de su mundo enredado y no lamenta su pasado. (p. 6) ES UN HOMBRE... ¡no un mundo!, por lo tanto su huella desaparece con el viento. Va errante, vagabundeando, lento, rápido y a veces corriendo. Poema de carácter existencial de la relación del hombre con el mundo. El conocimiento del protagonista dentro de la creencia de valores de manera dialéctica. Sus experiencias y la confección del mundo. Su largo trajinar en el mundo terrenal.
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Volveré Volveré Piscobamba, a caminar por tus calles en la quietud de la noche. Quizá una mañana de invierno cuando la niebla se aleje en el alba o una noche de lluvia. El palpitar de mi corazón estará contigo. Atravesaré tus cumbres y ríos. Retornaré para ver tu plaza cubierta de flores, en una mañana de primavera. Tus montañas y llanuras son mi cuna. Muchos han venido por doradas promesas más que un compromiso, regresaré a verte más grande y hermosa aún. Encontraré el agua para calmar mi sed y comida para endulzar mi boca, me embriagaré con tu chicha en un día de fiesta. Nunca seré un forastero en tus tierras. Amaré a tus cumbres inalcanzables. Ante tus tormentas me cubrirás con tu calor. Si mis palabras son vagas no busquéis comprenderlas. El día que regrese con el viento que sople a mi favor, entraré despeinado con un saco a la espalda y una maleta en la mano. Yo volveré, quizá por un momento, Retornaré por un tiempo a descansar en el viento. Si al medio día me recuerdas, nos encontraremos y platicaremos juntos. Viajaré como un trotamundo buscando siempre tu ruta. Andaré aún cuando los caminos duermen, pero más tarde o temprano VOLVERÉ. (p. 2) Áncash ante el bicentenario
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Poema dedicado al terruño que lo vio nacer. El retorno prometido que es una realidad constante en el autor. La emoción espiritual hacia la tierra que deja huella de la infancia de una sensibilidad peculiar. Máximo A. Egúsquiza Cueva Pomabamba, 1958. Profesor y exalcalde provincial de Mariscal Luzuriaga. Radica en Piscobamba más de cuatro décadas. Se le conoce como, "El poeta del dolor y la muerte". Intervino en la filmación de la película El fujitivo de Mario Tarazona. Nostalgias del alma (1994) Poemas llenos de sentimientos lastimeros. En ellos los llantos del alma encuentran su resonancia en los esténtores del dolor humano. Denota a la muerte, el amor dolido, el hambre, y la inocencia del pecado original. El funeral de la vida Quiero vivir y no puedo, clavado en mi costado el puñal; la muerte desde lejos sin nombre penetra por la llaga sin sangre, y me quita la vida de mis manos. … (p. 17) Más allá del silencio (2016) Libro de narraciones cortas y poemas. Narra leyendas de Piscobamba, como el tesoro de Huancash, La laguna de Sakachay, Ninfa de Andaymayo, entre otras. “Huancash de infinito misterio, mirador del cielo, cerro cónico de volcán eterno y de vegetación encrespada, socavón de piedra labrada, en donde se encuentra su propia leyenda”. (p.22), esta historia es cuenta en diversas versiones. Piscobamba Áncash ante el bicentenario
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Novia vestida de verde Esmeralda en primavera, De blanco tul en invierno Y azul fino en verano. (p. 46). Su estancia en Piscobamba lo lleva a amar a este terruño, ya que allí nacieron y crecieron sus hijos. Darío Egúsquiza Durand Suspiros en la soledad (Rondeles) Buenavista, 1959. I En su ausencia, siento lento dolor, que su presencia sólo me da la esencia de su amor... (Tropel de sueños, p. 84) Maneja una poética singularmente lírica; Simbolismo y recuerdos. Grito callado por romper un recóndito tormento. Rogelio Rojas Romero Nació en Piscobamba en 1934. Una voz precoz y atormentada por un camino turbulento. En sus versos hay huellas del modernismo. Admira a Rubén Darío, José Santos Chocano. Una vida paralela a la del vate Allan Poe, hace una pauta larga en su producción poética. Piscobamba Verde remanso De amor y poesía Aquietado apenas Por el viento Que ulula entre Maizales y trigales; Áncash ante el bicentenario
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entre bosques De alisos y eucaliptos... (Tropel de sueños, p. 88) Describe a Piscobamba con un fervor incandescente de poeta modernista, entrelazando ficción con la realidad. En ella, el pueblo es un ágora de lucha y patriotismo un anticipo del paraíso terrenal de ensueños y maravillas llenas de emoción. Gamaniel Blanco Hijo de piscobambinos. Dirigente revolucionario, pedagogo de la justicia social. Murió defendiendo sus ideales, en las mazmorras del Callao. Cuadro minero En los picachos blancos de estos Andes milenarios existen grandes dolores cual si fueran ¡Ay calvarios! (Tropel de sueños, p. 89) Su obra aparece en la poesía proletaria del Perú. El minero del socavón que tiene que sacrificarse por su familia por un plato de lentejas en una vida paupérrima trabajando por un dinero miserable que no le alcanza a su familia. En mina el minero pierde la vida pobre y miserable. Justo Arnaldo Salas Poeta lírico por excelencia, de profunda sensibilidad social. Indio Alma de cóndor, amasado en cierzo por un milagro de ignoradas manos, eres del Ande la canción humana hecha de estrellas y de agrestes ritmos. … (Tropel de sueños, p. 90) Su poesía resalta las virtudes ancestrales de la raza andina y canta himnos de esperanza por un rutilante despertar de su genio olvidado. Áncash ante el bicentenario
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Antonio Olivas Caldas Prestigioso periodista, nacido en la provincia de Mariscal Luzuriaga. Fue candidato a una curul parlamentaria. Llegó a ejercer el alto cargo de director del diario La Crónica. Venero de vida Piscobamba (1938). A la luz humana, que despidió y emanó los efluvios de su corazón. Impía la noche y frondoso el día ¡Madre! dije al despertar ¡Qué desesperación! … (Tropel de sueños, p. 91) Su prosa diáfana y castiza sobre la vida y la muerte. La lucha constante por la vida y el desencanto de poder logar, por la muerte aqueja la noche sombría, oscura y larga del sufrimiento. Emiliano Pastor Neyra Nación en Piscobamba en 1957. Estudió ingeniería química y es licenciado en educación. Cómo no recordar… (2006). Relatos de carácter autobiográfico, en ellas relata diversas historias acaecidas en Piscobamba. Ulises Valverde Barrera Nació Piscobamba en 1931. Ejerció la docencia por más de tres décadas en su ciudad natal. Exalcalde provincial de Mariscal Luzuriaga. Piscobamba Piscobamba, Áncash ante el bicentenario
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de tu cumbre silente he admirado tu belleza. Es tan grande tu proeza, que inclina la cabeza del amante que osa mirarte. … (Tropel de sueños, p. 96) Poesía de carácter telúrico, de nostalgia, un tanto reflexiva. Amelia Roca Rodríguez Nació en Piscobamba. Estudió primaria en Piscobamba y la secundaria y superior en Lima. Estudió Periodismo y Relaciones Públicas en las Universidades de Lima y del Pacífico. Desempeñó diversos cargos: En la dirección regional de Lima Metropolitana, y en los Hospitales del Niño; Maternidad de Lima y Santa Rosa. Fue presidenta del comité de Damas de la provincia Mariscal Luzuriaga. También es fundadora del Comité Cívico Amigos de Pueblo Libre. Grito de silencio Madre: La honda amargura de perderte, trocose en un grito desgarrado en silencio, sin lágrimas... …(Tropel de sueños, p. 97) Julio A. Valverde Pastor Nació en Piscobamba en 1949, Sindicalista connotado. Ejerció la docencia en la provincia de Luzuriaga. Exdirector del Colegio Nacional Mixto Mariscal Luzuriaga de Piscobamba. Había que matar A los hombres del campo que quisieron protestar, los maltrataron como a perros! Áncash ante el bicentenario
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¡Porque había que matar! … (Tropel de sueños, p. 100) Poesía de carácter social que denuncia la injusticia social. El hombre pobre está condenado a la muerte. Por ello, es necesario el silencio para sobrevivir. El niño espectador, hijo del campesino tiene que cubrir sus ojos para no ser aniquilado. María Jesús Arana Valverde Nació en Piscobamba en 1954. Áureo Sotelo la bautizó como La de los ojos de azabache y sonrisa de Gioconda. Ocupó diverso cargo como la de Presidenta de Codaluz. Como estudiante de San Marcos publicó la revista El Faro y el mural El heraldo de Luzuriaga. ¿Por qué? Rompe este silencio que me obstina, di lo que pensaste cuando te estremeciste, no coloques esta pesada cortina... mírame otra vez como cuando partiste. … (Tropel de sueños, p. 101) Toma mi corazón Estoy buscando alas para volar sin rumbo sin metas, sin caminos, sin destino ... Estoy buscando alas para irme de tu lado y quedarme sin cadenas, sin pasado y así... Una vez sin cadenas … (Tropel de sueños, p. 101) Poesía de tono postmodernista. La búsqueda de la identidad femenina con una voz vulnerable e intensa. En su poesía el sujeto femenino desea construirse por sí misma. La búsqueda de la libertad, sin ataduras a nadie. Áncash ante el bicentenario
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Marino Pastor Neyra. Natural de Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Docente de profesión. Fue alcalde y subprefecto provincial. Eucalipto de la plaza de Piscobamba Canto I ¡Oh! Legendario eucalipto que misterioso y añoso, luces risueño…, que robusto y gigante, luces /alegría… ¡Oh! legendario eucalipto que ardes vivamente en sentimientos de amor, admiración y culto; en los días festivos y sus chimaycheras noches. … Canto II Árbol de límpidos pensamientos… aromático, esbelto y majestuoso; de singular y admirable señorío, que germina y aflora la belleza pueblerina. … Canto III En mi querida tierra Piscobamba, hay un eucalipto que el corazón venera, su frondosidad, su lozanía y su verdor hacen que anide en mi alma primavera de amor por ella. … Son tres cantos dedicados al enigmático eucalipto de Piscobamba. A manera de oda. El vate le canta con un fervor hacía el árbol amado por todos los piscobambinos. Es a la vez la admiración de los turistas que lo aprecian con admiración. Asimismo este árbol forma parte de muchas generaciones de ciudadanos que han vivido experiencias diversas en la zona.
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Huáncash Bajo un cielo de ensueños ¡oh Coloso! Bramas virtudes. Atalaya avizor del futuro más lejano y ferviente, Primogénito hijo de Illago… Apu tutelar de mis ancestros, El trabajo es tu legado y la cultura del pueblo piscobambino. Poema mítico dedicado al hijo mayor de dios Illago. El cerro es el mayor símbolo natural de Piscobamba, en cuya historia se entrelazan diversas leyendas. El poeta describe como el viejo heraldo. Además allí convergen dos cultural la andina y la occidental. Saúl Domínguez Agüero. Nació en Piscobamba en 1947. Estudió secundaria en Pomabamba. Y educación superior en la Universidad de San Marcos. Es licenciado en literaturas hispánicas. Asimismo realizó estudios de postgrado en la universidad Católica y San Marcos. Es doctor en Literatura. Docente universitario en el Callao, La cantuta, Huamanga y Tacna. Publicaciones; Realismo y utopía en todas las sangres de José María Arguedas (1982), Hitos de la poesía tacneña del siglo XX (1996), El ensayo en Tacna (2006), Mi hermano el zorzal y otros poemas (2006), Revista de crítica literaria (Ayacucho 1983), entre otros. Piscobamba, en la piedra blanca del recuerdo. (2012). En este libro se resalta el valor intelectual de don Felipe E. Domínguez, como uno de los principales gestores de la creación de la provincia de Mariscal Luzuriaga. En el prólogo, el editor, enmarca la ardua lucha de reivindicación pro lograr la provincialización de Piscobamba. Otro de los temas fundamentales es el papel que jugó el vocero Reivindicación en la difusión del objetivo. Este vocero, abordó diversos temas de carácter histórico y cultural en la región. Al final del libro hay una selección de poemas y canciones dedicados a Piscobamba. Asimismo, hay un anexo de las ediciones facsimilares del periódico Reivindicación. Orlando Rodríguez Caldas Nació en Piscobamba en 1931. Fue docente de Ciencias Sociales. Ocupó el cargo ad honorem de presidente de la casa de cultura de la provincia Áncash ante el bicentenario
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que depende del INCP. Ha realizado diversas investigaciones sobre costumbres, folklore, historia, arqueología, personales de Mariscal Luzuriaga, entre otros. Cuentos leyendas y tradiciones de la provincia de Mariscal Luzuriaga. Interesante texto en donde el autor da a conocer diversas historias, crónicas y leyendas. Una de ellas es sobre el origen de la peregrinación al cerro de Huancash. Pocos conocen el motivo original de la peregrinación anual al cerro de Huancash, día hoy convertido en festivo y feriado no laborable en la provincia, por decreto municipal. Se celebra cada lunes siguiente a las pascuas de resurrección en homenaje a San Leopoldo Cimú, santo que jamás existió. Error al que involuntariamente hemos inducido al narrar distraídamente sin prever las consecuencias. (p. 19) Esta peregrinación es una de las más importantes celebradas en Piscobamba, vienen de diferentes lugares de la provincia para rendir culto al santo. Muchas familias enteras se congregan en el cerro. Así también hay otras historias como el origen de Eucalipto que se encuentra al centro de la plaza de armas de Piscobamba. Ceferino Portella Lucano Nació en Piscobamba en 1971 Joven cuentista piscobambino, ha publicado el libro de relatos Vidrios rotos (2008) y Vidrios rotos, agrupa 28 relatos, en ellos relata historias de nostalgia, tristezas, amor, esperanzas. Sus personajes son personas comunes, como el vecino, o la empleada de hogar. La novela Días de niebla, (2010). El autor no describe a una Lima en decadencia, donde las diferencias se encuentran marcadas por el dinero y el poder. Una ciudad con falta de valores y oportunidades, muchas veces el hombre tiene que enfrentar para sobrevivir.
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Julio César Portella Medina. Estudió en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Prolífico escritor ganador de varios concursos. Usa el nombre poético: El Emperador del Amor. Tiene en proyecto su libro: ¡Espejos Azules! Portella Medina dice: Soy autodidacta, extrovertido, deportista, soñador, prolijo. Me gusta bailar y cantar; amante de la lectura de buenos libros, escuchar música de diversos géneros, librepensador, católico, pragmático, de estilo poético del español del Perú, conversador y gusta que prevalezca la razón, caballeroso y solidario. Fuente: https://www.facebook.com/juliocesar.portellamedina/about_details
Es un poeta versátil que utiliza un lenguaje florido y colorido. En sus poemas se reflejan diversas situaciones familiares, sociales, amorosas, etc. Piscobamba: ¡encantador y floreciente! (Mariscal Luzuriaga-Áncash-Perú) ¡Piscobamba: tierra fastuosa, vergel de eucaliptos! imantada de grandeza, y de atracción hospitalaria. prospera con esplendor y se desarrolla con fulgor. encantadores con paisajes florecientes, y naturales. Urbe destellante con reflejo de luces majestuosas, centelleante de luna nueva, abrillantada de noche, pueblo andino tan refulgente, de historial mágico, con bellísimo panorama matizado de esplendidez. Piscobamba, ¡diez letras de oro, iluminadas de fe!, esplende con majestuosidad, ¡la bonitísima plaza!, enraizado con el centenario y grandioso eucalipto que impone la plena preponderancia y excelsitud. Es la capital de la provincia: ¡¡Mariscal Luzuriaga!! reluciente y espectacular; admirable y espléndido, pedacito del edén bendecido por: ¡Pedro y Pablo! Santos patronos milagrosos con asiduos devotos. Poema de carácter telúrico, donde el poeta dedica estos versos a la tierra de sus orígenes. (2//6//2021) Fuente: https://www.facebook.com/juliocesar.portellamedina Áncash ante el bicentenario
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Piscobamba Huayno de Áureo Sotelo Huerta Introito Te dedico Piscobamba, mi andino canto por el altísimo honor de haber pisado tu suelo santo y acariciado la ternura de tus frías mañanitas, y sentido, a la sombra de tu majestuoso eucalipto, el efluvio de tu gente y de tus paisajes. Te canto Piscobamba contagiado por la lira de tus bardos, cuyos versos llenan el celaje de tu cielo siempre diáfano y turquí, teniendo como telón de fondo la maravillosa Cordillera de los Andes: Guido, cantándole a Masqui y a sus "Arrieros"; Milton, cuyos dardos de Cupido le hace cantar sus "Añoranzas", "Pueblo trashumante", Rogelio, cantándole a esta santa tierra y su "Verde remanso"; Aquiles, con su "Profecía del retorno"; Danilo, soñando siempre "Volveré Piscobamba"; Américo, dando testimonio de la grandeza de esta tierra generosa y desde luego, no podía faltar, los negros ojos de la mujer de Piscobamba, que a través de ellos fuimos descorriendo el velo que cubre la belleza de esta tierra bendita, que nos obligara a coger los rayos de luna, reflejado en los follajes y así, en este bello pentagrama escribir esta canción para ella. I Piscobamba tierra hermosa rodeadita de colinas, Huancashpunta diligente, Asuanayok generoso, Huaracayok centinela de las glorias de esta tierra. II Piscobamba lucerito de mirada embriagadora cuando miras acaricias si sonríes das mil besos, juguetona palomita que posas de flor en flor. Recitado Huascarán, Huandoy, atalaya de mi patria prestadme alas para volver a mi bella Región de Konchucos y en la Plaza de Piscobamba a la sombra del gran eucalipto con mis hermanos "Rayán pistola", "Novia de los Andes" y Áncash ante el bicentenario
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"Pútaca bandera", gritar: ¡Viva Piscobamba, viva La Región de Konchucos! III Piscobambino vas sembrando puñadito de estrellitas, orgulloso de tu gloria vas mostrando tus tesoros, encantos tan prodigiosos de esta tierra generosa. Fuga Y volveré a recorrer a tu santo suelo para soñar, recordaré, evocaré, tus bellos caminos, recorreré. Piscobamba, 27 junio de 1994. (Tropel de sueños, p. 133) Bibliografía Barrón, D. (1992). Volveré. Editora Chavín. Lima. Barrón, D., Pastor, M., Portella, A., Neyra, Elmer. (1998). Tropel de sueños. Editorial Chavín. Lima. Domínguez, S. (2012). Piscobamba, en la piedra blanca del recuerdo. Tarea Asociación Gráfica educativa. Lima. Egúsquiza, M. (1994. Nostalgias del alma. Editorial Libertad Eirl. Trujillo. Egúsquiza, M. (2016). Más allá del silencio. Lima. Egúsquiza, A. (2015). Mis rosas primerizas de Buenavista. Edit. Gráfica Sttefany S.R.L. Lima. Espino, G. (1999). La literatura oral o la literatura de tradición oral. Quito, Abya yala. La Torre, R. (1990). El retorno de los sueños. Editores gráficos SRL. Lima. Neyra, E. (1995). Cae San Pablo… Editora Chavín. Lima. Neyra, E. (1996). Rumi Shanka. Editora Chavín. Lima. Neyra, E. (1999). Provincia de Mariscal Luzuriaga et Piscobamba. Lima Club Piscobamba. Neyra, E. (2006). Por el parque nacional Huascarán I. Tetis Graf. Editores impresores. Lima. Neyra, E. (2008). Evangelio de Félix Montaña. Ediciones Iaccu. Lima. Pastor, M. (1993). Timbal de un bohemio irreverente. E. Chavín. Lima. Pastor, E. (2006) Cómo recordar… Portella, A. (1986) Willanakushun (contémonos) Relatos Populares Andinos. Ateneo Andino Ediciones. Lima. Áncash ante el bicentenario
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Portella, A. (1996). Por Siempre. Ediciones Amañico. Lima. Portella, A. (2000). Serenatas andinas. Talleres gráficos Instituto de desarrollo gerencial. Lima. Portella, A. (2017). Don Toribio de Luzuriaga y Mejía – Primer gran Mariscal y otros mariscales del Perú. Imprenta La Esperanza. Lima. Rodríguez, V. (1975). Madre. Editora Asensios. Lima. Rodríguez. O. (s/a). Cuentos leyendas y tradiciones de la provincia de Mariscal Luzuriaga. Lima. Vidal, G. (1968). El arriero. Editorial Yachay Huasi. Lima. Vidal, G. (1994). El juramento. Editora Brigomar. Lima. Vidal, G. (1994). Un charco de tinta. Editorial Rima Rima. Lima. Vidal, G. (1996). Fin de semana en el paraíso. Editora magisterial. Lima. Vidal, G. (2012). El arriero. Editorial Rima Rima. Lima. Vidal, W., Neyra, E, Rodríguez, J., Vidal, A., Garay, A., Rodríguez, J. (2010). Palpitar del ande. Tetis Graf. Lima.
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Atahualpa en la memoria ancashina Wilfredo Kapsoli Escudero Introducción El tema tiene un origen anecdótico. Cuando me invitaron al IV Congreso Nacional de Folklore (Huancayo, 1980) quedé un tanto sorprendido: ¿Qué podía decir en un evento de tal naturaleza? Es así como se me ocurrió hacer una compulsa entre Historia y Tradición Entre la Ciencia Social y la Memoria Colectiva. De entonces, a esta parte, he seguido vinculado al problema y finalmente me decidí a reconstruir la muerte del Inca Atahualpa en el mundo andino. Elegí esta dramatización, primero, porque de niño he podido observar año a año, la escenificación de dicho episodio en el marco de la fiesta patronal de San Juan Bautista (24 de junio) en Pomabamba. Segundo, porque revisando documentos y estudios alusivos no encontré evidencias que precisen la función social e ideológica de este hecho traumático para la sociedad andina. La danza y/o teatro, -se señala por consenso-, data de los primeros años de la dominación virreinal. Hay referencias de que en una fiesta realizada en Potosí (1555), se representó “La ruina del Imperio Inca”, es decir; la prisión y muerte de Atahualpa (Meneses: 1983, pp. 521-522). En las crónicas e informaciones coloniales, existen testimonios de su gran acogida e incorporación a la creatividad artística. En cuanto a las circunstancias en que surgió la danza (que compromete a numerosas personas, disfraces, diálogos, canciones y músicos), todo parece indicar que fue: Parte del proceso de conversión al catolicismo, donde el referente histórico jugó un papel ejemplificador. Su precedente más inmediato fue la representación de la danza de Moros y Cristianos (Bataillon: 1949, pp.1-8). Esta sería la sazón por la cual se la escenifica en el contexto de
Wilfredo Kapsoli Escudero. Natural de Pomabamba. Con licenciatura y doctorado en Historia por la UNMSM. Profesor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Ricardo Palma, con importantes cargos. Autor de una treintena de libros de historia social, utopía andina y cultura popular. Goza de reconocimiento nacional e internacional.
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las fiestas patronales, el 24 de junio (San Juan Bautista), en Pomabamba; el 25 de julio (Santiago), en Llata; el 30 de agosto (Santa Rosa de Lima) en Carhuamayo; el 8 de Setiembre (la Virgen de Cocharcas) en Sapallanga; el 14 de Setiembre (Señor de la Exaltación) en La Paz; el 8 de diciembre (Virgen Purísima), en Canta, Yauyos, Cajatambo y Llamellín. Un elemento de afirmación (vía la evocación del pasado) de la identidad indígena. De los casos que conocemos, el sustrato andino es revitalizado con mayor intensidad. La muerte del Rey Inca es equiparada a la de Cristo con todo su correlato simbólico de catarsis y recogimiento. Aún, en Pomabamba (donde la fiesta ha tomado expresión hispana), están presentes los símbolos andinos como el Quispicóndor y el Catequilla. Esto puede tener su explicación en la antigua costumbre de los Incas de recurrir al teatro como elemento de legitimación. Los Incas, practicaron especialmente el género Wanka (temas históricos) y el Aramway (referido a la vida cotidiana), ambos estaban aureolados con música y canto, gozando un enorme prestigio (Lara: s/f. p. 8 y 9). 1.
Degollación del inca atahualpa
La provincia de Pomabamba está ubicada en el Callejón de Conchucos (Áncash). Su población es mayoritariamente mestiza y los grupos de poder se agrupan en torno a los antiguos hacendados, comerciantes y funcionarios locales. Los campesinos están, más bien, dispersos en estancias y caseríos. Viven esencialmente de una economía parcelaria y son jornaleros libres que sirven en las casas de la ciudad. La comunidad indígena y los ayllus no tienen presencia, ni se asemejan a los del mundo andino tradicional. En el contexto de las festividades de San Juan Bautista (patrono del pueblo) se dramatiza, en la plaza principal, “La captura y Muerte del Inca Atahualpa”: El conjunto está formado por siete hombres que representan a los gallardos y bizarros españoles: Francisco Pizarro, Diego de Almagro, Hernando de Soto, el padre Vicente Valverde (portando la Biblia), el adlátere Felipilllo, un soldado armado y un negrito esclavo que lleva un plumero para sacudir el polvo de las vestiduras. Usan uniformes elegantes similares a aquella época: morrión con penachos de vistosas plumas, coraza, gregüescos y espada reluciente. El día 24 de junio, desfilan en caballos al compás de redoblantes y flautas que resuenan como clarines. El 26 de junio se escenifica este drama colonial. Previamente se levanta en forma rústica, un tabladillo en la plaza. A las tres de la tarde, el Inca Áncash ante el bicentenario
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baja de Cedrohirca (Barrio de la ciudad) en su litera de madera, en hombros de los nobles y seguido por numeroso séquito. La plaza está atestada de público que presencia la representación teatral que alcanza relieves apoteósicos. El astuto y solapado Felipillo, con sumo desparpajo, transmite los mensajes de Pizarro al Inca y viceversa. Cuando Atahualpa ingresa triunfalmente en la plaza, acompañado por las ñustas, la milicia (indios) de San Juan y el Quispicóndor, sale a su encuentro el padre Valverde, quien lo invita gentilmente para que se convierta a la religión cristiana y le alcanza una Biblia. El Inca recibe gustoso y luego de hojearla, le dice: ‘Manam ñahui ricanclni, manan senga musquinchu, slwngo munanchu, rinri huiyanchu ni shimi parlanchu (mis ojos no ven, mi nariz no huele, mi corazón no quiere, mis oídos no oyen, mi boca no habla); lleno de ira ruge estentóreamente: ‘hnatatan cay pishgo gacliicashgata goyamanqui’ (para qué me dan esto que el pájaro ha garabateado). Totalmente enojado arroja la sagrada Biblia; entonces el Padre Valverde grita: “¡Evangelios en tierra, salid cristianos que yo os absuelvo!” a esta voz los españoles y los indios simulan una batalla campal, entre la trifulca que se produce, los conquistadores se apoderan del Inca. Diego de Almagro y Hernando de Soto lo conducen en calidad de prisionero al cuartel general de Pizarro. Allí una ñusta le alcanza un mate de chicha y un plato de jacapichu (picante de cuy), que saborea por última vez. Acto seguido, los españoles se reparten las barras de oro y plata, y condicen al Monarca al patíbulo. El intrépido y corajudo jefe de la conquista lanza arengas alevosas con voz iracunda y termina diciendo: ‘Hijos del valor romano, en nombre de su Majestad Carlos V, quitad la vida al infiel Monarca Atahualpa’: Una vez ajusticiado éste arroja desde el castillo, lavatorios de sangre (tinta roja) para hacer creer a la gente que, efectivamente, el Inca ha sido ejecutado. El Quispicóndor se encarga de saborear las exquisitas pulpas del fenecido cuerpo. Mientras tanto las ñustas sollozan profusamente: en sus rostros se dibujan negras expresiones de dolor y profieren ayes lastimeros por la muerte de su Inca. Los ufanos conquistadores dan la vuelta a la plaza en sus briosos corceles. El Marqués de los Atavillos porta la corona, la borla imperial. Hernando de Soto, su capa, y Felipillo enanca a la Mamahuarmi (la esposa) en calidad de cautiva. (Egúsquiza; 1964, pp. 106 y 107). Al relato que antecede, hay que recalcar que el papel de los invasores está a cargo de los hacendados. Estos hacían gala de su poderío desplazándose en caballos especialmente enjaezados con pellones, Áncash ante el bicentenario
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monturas y jáquimas de plata. El Inca y su corte, por el contrario, no vestían lujosamente. Las pallas y el Quispicondor eran apreciados más por sus cantos y piruetas que por su don andino. Esta comparsa tiene una actuación singular: Una vestimenta exótica, le cubre el dorso una piel de ave con las alas desplegadas en forma circular (ripran), su cabeza aparece coronada por la creta característica y el pico; especie de montera hecha de plumas le cubre virtualmente el rostro. Viste pantalón rosado y chaquetilla azul, adornado con lentejuelas. Recorre las calles de la ciudad balanceándose de un costado a otro, levanta la diestra y baja siniestra y viceversa, al son del tintinear de un cascabel que sostiene con la mano derecha. Danza al compás de una caja y flauta ejecutada por indio; la musiquilla tiene aires estrambóticos. Va acompañado por un chiquitín de unos diez años (chipchan), disfrazado con iguales ropajes. Quispicóndor simula reaizar raudos vuelos subiéndose a las partes altas o promontorios; adiestra a su hijo en los gajes de su oficio: espulgarse, volar, alimentarse, picotear, devorar la presa. Es una comparsa de origen incaico. El Inca Garcilaso, vio bailar a personajes vestidos de aves: ‘venían – dice – de la manera que pintan los ángeles, con grandes alas de un ave que llaman Kúntur’. Durante la representación de la captura y muerte del Inca Atahualpa, demuestra sus habilidades de saltarín, su agilidad y su condición de ambidextro al trepar con asombrosa facilidad por los palos que conducen al castillo o patíbulo, levantado especialmente para el sacrificio indicado. Husmea con su mirada avizora por todas partes; está a la expectativa de las escenas que se representan y cuando el cuerpo inanimado del infortunado Inca rueda por los suelos penetra furtivamente en la habitación improvisada y devora sus despojos a picotazos; arrancando hilaridad del público expectante. Mientras tanto, las pallas del Inca degollado le disparan con sus flechas, pero el Quispicóndor los esquiva con mucha pericia. En Piscobamba el Rucu (brujo) integrante de la danza “El Inca”. Premunido de su boleadora y colgando del hombro el mashallu (comadreja) y un cuy en la mano vaticina drama que se avecina.
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Finalmente, el Rucu tratando de enlazar con su boleadora el pispicóndor. Escena que se produce en algún descanso de la danza. Los personajes hacen gala de su inventiva para crear movimientos, gestos y acciones de comicidad. El espía del Inca, al final de cuentas, se convierte en un hazmerreír, en un cómico y felón. Los indios tienen la creencia de que el cuerpo de Atahualpa, por temor a los españoles, no fue rescatado oportunamente, por lo que permaneció insepulto, siendo devorado después por los cóndores (Egúsquiza: op. cit.). El último comentario de “El Inca devorado por los Cóndores” adquiere un especial significado si tenemos en cuenta el mito de Pinkosmarca: Japallán Kamakoj (el único creador) llamó a tres cóndores que volaron por el mundo… cada ave pudo encontrar una pareja de hombres: hembra y macho, salvados de las hecatombes. Los tres cóndores los cargaron en sus espaldas y regresaron a Pomabamba… las tres parejas fueron depositadas en Pinkosmarka donde se establecieron. Sus descendientes poblaron el continente americano”. (Yauri: 1979, pp. 11 y 12). La danza del Quispicóndor y el acto supremo de “devorar el cuerpo de Atahualpa”, constituye la evidencia de la persistencia totémica de la tradición andina. E, igualmente, la “degollación”, del Inca (le cortan la cabeza), que es una deformación del hecho histórico (Atahualpa fue muerto con la pena del garrote), no es por asociación con la muerte de Túpac Amaru I (que fue decapitado) sino porque los Incas y los señores del mundo andino morían de esa manera. Por tanto, los hombres del ande hacen abstracción de la afrenta histórica y recuperan su propia continuidad histórica. Por otro lado, tampoco es cierto que Túpac Amaru I, sea considerado el “último Inca”, toda vez que ellos (los Incas) siguieron en su misión redentora hasta las tres primeras décadas del presente siglo (Kapsoli: 1984). 2.
Inca – capitán
He estudiado elegidas variantes de esta fiesta que corresponden a poblaciones elegidas por representar modelos diferentes de comportamiento económico, social y cultural. Todas ellas se manifiestan en la actual provincia de Bolognesi afirma Manuel Burga. A continuación, presentamos un resumen de cada una de ellas. Áncash ante el bicentenario
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a. Santiago de Chilcas. Se celebra del 22 al 27 de julio. El día central es el 25; día del patrón San Santiago. Chilcas es una población situada a 3.500 msnm, en una pequeña altiplanicie muy expuesta a los vientos fríos de invierno, que practica la agricultura, la ganadería y que actualmente tiene un camino afirmado por donde pueden ingresar camiones pequeños. La población es bilingüe, castellano y quechua (tipo Áncash – Huaylas); muy mestiza en lo cultural y estrechamente vinculada a las economías costeñas. En la época prehispánica era gobernada dentro de la chaupi guaranga de Lampas, pero luego se incorporó administrativamente a la encomienda de Ocros, la antigua caiau guaranga. Los vínculos con Ocros han sido estrechos y conflictivos, tanto por ser llacuaces como por compartir algunos canales de regadío. Ahora está considerablemente disminuida por una fuerte emigración de jóvenes, lo que ha originado una relativa abundancia de tierras de cultivo y de pastos comunales. La población aparece nítidamente dividida en dos barrios: Santiago (Chillka) y Bellavista (Pirau). b. Chiquián. Capital de la provincia de Bolognesi, con una población aproximada de ocho mil habitantes. La pequeña “aristocracia” rural de este pueblo, sin embargo, estaba vinculada a la posesión de la tierra, aunque sus propiedades no siempre eran unidades continuas sino una suma de medianas parcelas dispersas, así como considerables rebaños pastando en alfalfares de zonas bajas o en los pastos naturales de la pampa de Lampas. Por otro lado, Chiquián deja la impresión de pueblo relativamente nuevo, con una iglesia fundada en 1711, cuando ya los otros de la antigua provincia, los del “Alto Cajatambo”, se encontraban declinando. Esta población también está dividida en dos barrios: Umpay (Hana Barrio), al sur, y Kihuillan (Ura Barrio), al norte. La línea divisoria parece haber sido la Chaupi calle, ahora calle Comercio. En la actualidad, los nombres quechuas de las calles casi han desaparecido y todas tiene nombres que evocan la independencia de 1821 o la guerra con Chile de 1879. c. Mangas. Ya hemos descrito suficientemente a esta población en un subcapítulo anterior; ahora insistiremos solamente en aspectos que nos serán de utilidad inmediata. Es una población de altura donde viven aproximadamente de 110 a 120 familias comuneras, pero cuyo total – también por la fuerte emigración de jóvenes – difícilmente sobrepasa los 400 habitantes permanentes. Lo que impresiona en su actual arquitectura urbana es la enorme dimensión de su iglesia, en relación con el resto de la población. Los dioses cristianos no se han ido de Mangas: Áncash ante el bicentenario
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allí tienen a la Virgen del Rosario de Zaragoza; ni los dioses andinos han regresado. Se trata más bien de una situación de desnivel en relación con las otras poblaciones. Al igual que los pueblos anteriores, Mangas está dividido en dos barrios muy bien diferenciados. Hana Barrio (Cotos), al sur, y Ura Barrio (Allaucay), al norte. Pero, como ya lo indicamos, ésta no es una estricta división espacial, sino que más bien tiene que ver con el parentesco y normalmente viven entremezclados. La pertenencia a los barrios se transmite por línea paterna, aunque existen excepciones y otras formas o normas de trasmisión. Aunque desde los pueblos vecinos, como Chiquián o Llaclla, es mirado como un “pueblo de indios”, podemos decir que es culturalmente muy mestizo. En estas fiestas, los cargos o funciones más importantes son los de Inca y Capitán. Esta posiblemente fue la jerarquía original, pero en la actualidad hay una nítida inversión: el cargo más prestigioso y costoso es el de Capitán. Es el preferido de los mishtis de la sierra central. El cargo de Inca demanda menos gastos y generalmente lo asumen campesinos pobres o simplemente los menos pudientes en cada localidad rural. Esta realidad actual contrasta con el complejo ritual que acompaña al Inca: disfraz llamativo y suntuoso, acompañamiento de las pallas y de un conjunto de cuerdas. El Inca, desde un punto de vista escenográfico, es el que desempeña el rol más importante en esta comparsa danzante. Frente al complicado ritual que acompaña a los desplazamientos del Inca, podemos observar la simplicidad con la que actúa el Capitán y sus acompañamientos o vasallos. De alguna manera, el baile y los desplazamientos de esta comparsa Inca – Capitán reflejan la realidad del encuentro desigual entre una aparente docilidad indígena y el potencial bélico español alentado por la fe cristiana. La predominancia que tiene el Inca dentro del ritual es contraria al prestigio social de este rol. Las élites sociales de estos pueblos de Chiquián y Mangas se identifican con el Capitán y las mayorías pobres con el Inca. Esta inversión es producto de las transformaciones sociales que han afectado a estos pueblos en los dos últimos siglos. Las más importantes han sido la desaparición de las noblezas indígenas y la Áncash ante el bicentenario
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instalación de los mishtis aculturados, los mestizos culturales prooccidentales, en las cúspides de las pirámides sociales de estos pequeños pueblos campesinos. 3.
Los atahualpas
El siguiente testimonio que lo recogió Timoteo Vega mostramos sintéticamente: Yo bailaba shacshas para Taita Mayo. Los shacshas de Vichay éramos los mejores. Haciámos treinta y seis mudanzas. ¡Nadie nos ganaba! Yo me lucía haciendo el tumpushpampé, la rueda, la estrella, la paloma y otros pasos. Mi campero andaba celoso de mí, creía que me esforzaba para quitarle el puesto. Pero yo bailaba por fe, por devoción al Taita Mayo. Cuando cumplí mi segunda rueda de siete años, me entró la inquietud por salir. Por trabajo había que dejar la tierra. Bien duro es. Duele mucho alejarse de la familia, de nuestros paisajes. El agua de otro sitio no es tan rica como el agua de tu tierra. En la costa, todo seco es. Allí yo reclamaba mis nevados, extrañaba el azul huarasino del cielo. Tristeza me llegaba a mi corazón cuando pensaba en la fiesta de mayo, en las chinas de Palmira, de Vichay, de Monterrey. En Paramonga trabajé cuatro años. La hacienda era de caña. Los dueños eran unos gringos y vivían en unas lindas casitas, chalets les decían. Nosotros vivíamos en barracones y trabajábamos duro, de sol a sol. Allí en el trabajo uno se hace hombre. Pero con todo, no nos olvidábamos del Tayta Mayo y con qué ansias esperábamos que llegue la época de la fiesta para regresar a Huarás. Formamos un nuevo grupo de shacshas, para así darle gracias por habernos conseguido trabajo. El capataz de la hacienda era un cholo de Trujillo, malo como él solo. Nos golpeaba con una reata por cualquier cosa, y así se ganaba el aprecio de los gringos. Pero ni la reata servía cuando nos juntábamos para pedir permiso por la fiesta de Taita Mayo. El cholo no era sonso, entendía que si nos daba permiso volveríamos a trabajar con más ganas. Así que renegando, renegando nos dejaba salir ocho días, para la octava del Señor. En ese tiempo nadie pensaba en vacaciones; eso no se conocía. Nos contentábamos que nos dejaran regresar a nuestra tierra unos días para pasar la fiesta y cumplir con nuestra promesa al Señor de La Soledad. Áncash ante el bicentenario
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Ya habíamos ensayado nuestros pasos. Teníamos que impresionar. La gente en Huaráz, nos empezó a llamar los shacshas de Paramonga y hay que ver las piruetas que hacíamos. Chiquito les dejábamos a mis paisanos de Vichay, Molestos, ya ni me hablaban. Hasta que un año, no me acuerdo si fue el 1950 ó 1951, estaban de moda las películas de vaqueros que pasaban en la plazuela de Paramonga. Allí los gringuitos metían bala sin parar a los pobres pieles rojas. Eso me daba mucha cólera. Yo soy descendiente de los incas, bien peruano; si esos gringuitos de la película estarían en el Perú, segurito nos tiraban bala a nosotros, como a los pieles rojas. Entonces se me ocurrió una idea: ¿qué tal si nos presentamos en Huaráz para la fiesta de mayo con una nueva danza, vestidos de pieles rojas? Al comienzo, mis amigos se rieron y burlaron, pero como yo seguía molestándoles, poco a poco los iba convenciendo. Allí nomás a uno se le ocurrió una música bien llamativa, donde el bombo marcaba el compás. Otro propuso que busquemos pavos por las chacras en las noches para quitarles las plumas y adornar nuestros disfraces. Veíamos las películas apuntando y copiando las vestimentas y las armas de los pieles rojas. Sus hachas y sus escudos los copiamos igualito. Los pantalones con flecos, los mocasines, y hasta la forma de pintarse las caras. Solo faltaba el nombre, y allí que discutimos un montón. Los chunchos, los pieles rojas, los apaches, los comanches, ningún nombre era bueno. Hasta que no sé a quién se le ocurre: Que sea Los Atahualpas, hay que ponerle un nombre peruano, de nuestro inca, dijo. Y todos aplaudimos la idea. De allí comenzamos los ensayos. Unos muchachos que soplaban quenas le pusieron la música y la letra a la melodía. Como no conocíamos mucho, había que decir algunas cosas. Y salió este canto: Somos los indios aguarunas, somos los indios aguarunas, que hemos venido a saludarte, padrecito soledano. Bien ensayados, bien disfrazados, nos hemos presentado en Huaráz para la octava del Señor de Mayo. Huaráz fue un loquerío. Nunca habían visto un piel roja y allí estábamos nosotros llenos de plumas de todo color, con Áncash ante el bicentenario
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los rostros pintados y el hecho calato, llenos de orgullo dando brincos y haciendo pirámides. Ya en las calles, era otra cosa. Las chinas se pegaban a nosotros como abejas a la miel. La gente se ofrecía a llevarnos a sus casas, a invitarnos la bendita. Los chicos, asustados al principio, felices después, nos seguían a todo lado. Ese año, no hubo más comentario que para una sola danza: Los Atahualpas de Paramonga. Y nosotros tomábamos con gusto, pues la idea nos había salido muy buena. El año entrante, decíamos, volvemos con más pasos, con mejores disfraces, y los penachos de plumas os hicimos mucho más hermosos. Queríamos dejar nuevamente con la boca abierta a los huarasinos. Pero al año siguiente, los sorprendidos fuimos nosotros. Cuando llegamos para la octava del Señor, nos dimos con que en Huarás se habían organizado hasta tres grupos de Atahualpas. Y nos ganaron, porque habían incluido a muchachas y tenían nuevos pasos. Y así nomás, de una simple ocurrencia, nació una danza que se ha convertido en tradicional para la fiesta del Señor de Mayo. Cuando vienen los turistas se sorprenden al ver a pieles rojas en Huarás, danzando junto a shacshas, huanquillas, antihuanquillas, pallas y yuriguas. Ya nadie se acuerda que esa danza la trajimos de Paramonga, los primeros huarasinos que fuimos a trabajar en la hacienda de caña de azúcar. Los Atahualpas es una folklorización de la representación de la muerte de El Inca. En todo, es una parodia que se incorporó en la memoria colectiva. Fuente: Kapsoli, Wilfredo y Ocaña, Helí. Áncash Capital Cultural y Educación. Lima, Ed. Derrama Magisterial, 1915.
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La ANP, baluarte del periodismo y gremialismo en Áncash Ursula Mendoza León Ad portas de cumplir el bicentenario de nuestra Independencia es importante conocer a los periodistas y comunicadores sociales de la Asociación Nacional de Periodistas – ANP que se convirtieron en el bastión del periodismo en Áncash, escribiendo la historia de sus pueblos, arma cultural de la civilización para luchar contra la injusticia y los males sociales de toda época. Vale también destacar a quienes cumplen una importante labor gremial dirigencial en nuestro departa-mento en defensa de la libertad de expresión, educación sindical y profesional, en este período. El periodista caracino Celso Suiberto Torres Tamayo fue uno de ellos. No solo dio los primeros pasos para la constitución y organización de la gloriosa Asociación Nacional de Periodistas del Perú, sino que además paseó su pluma por destacadas publicaciones internacionales que lo requerían por la agudeza de su análisis. Suiberto Torres, en 1915, fundó y dirigió el periódico Hebe con los hermanos Carlos y Victor Philipps, luego en Lima trabajó en la Crónica y Tradición. El historiador Augusto Alba Herrera, en su obra Enciclopedia temática de la Literatura de la provincia de Huaylas cita: “Los periódicos de provincias y el extranjero hacían frecuentes reproducciones de sus artículos firmados con el seudónimo de Celso Otrebius en cuya narrativa exhibía una ironía de fondo que hacía pensar”. Posteriormente, fue corresponsal en Lima del diario español Ahora y de la revista Esfera de Madrid quienes lo consideraron como escritor y periodista de indiscutibles méritos. Alba revela que Suiberto Torres tenía
Ursula Mendoza León.- Nació en Huaylas. Estudió y ejerce educación. Estudió periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza, con diplomado en estrategias comunicativas. Presidenta-fundadora de la Asociación Nacional de Periodistas - Filial Huaylas. Exdirectivo del Colegio de Periodistas de Áncash.
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listo para su publicación Voces de colores con recortes de sus publicaciones y su novela Dos vorágines en cuyas páginas exaltaba la belleza de su tierra, Caraz. Fue considerado el El Andaluz de Áncash por el poeta José Gálvez Barrenechea por su lealtad a sus principios, su condición de escritor y amigo. Gálvez cuenta que hasta en sus peores momentos sabía sonreír; era un líder de su generación y un periodista valiente y razonador. En paralelo se dedicó a la otra faceta de su activa personalidad. Junto a otros ilustres de la pluma organizó y fundó la Asociación Nacional de Periodistas del Perú, en1928. La historia gremial anepista le atesora un lugar prioritario al haber sido parte de la primera y segunda directiva.
Comité ejecutivo nacional Periodo 2018-2021 de la ANP. Italo Jiménez, Efraín Castañeda, Omar Pérez, Mary Espinoza, Luzgardo Merma, Bertha Fiestas, Manuel Salazar, Zuliana Lainez, Pedro Ramos, Roberto Mejía, Amaro La Rosa, José García, Henrry Medina, Lilia Valenzuela, Gloria Ramirez, Ursula Mendoza, Maximina Córdova, Carmen Villanueva, Carmen Borja y Carlos Bustamante.
Posteriormente, formó parte de la directiva de la ANP otro ancashino, Martín Gómez Arquiño, periodista y dirigente de la Asociación Departamental de Áncash de la ANP. Fue Jefe de imagen del gobierno regional de Áncash.
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Hoy integran el Comité Ejecutivo Nacional de la ANP los ancashinos: Ítalo Jiménez Yarlequé, secretario de comunicaciones quien fue editor general del diario La Industria de Chimbote; Carlos Bustamante Arias, secretario de la Región IV de la ANP y corresponsal de IDL radio, y la autora del presente artículo, secretaria nacional de integración gremial y ex corresponsal del diario El Nacional. También contribuyeron con el periodismo ancashino los anepistas Juan Rodríguez Mallqui, director de radio Municipal de Huaraz; Augusto Llosa Giraldo con su periódico El Casmeño; Lamberto Guzmán Tapia, Radio Yungay; Oswaldo Ruiz Bejarano, noticiero radial Caraz Noticias; Humberto Espinoza Maguiña, director del Noticiero Áncash”. Entre otros no menos importantes.
El 12 y 13 de junio de 2009 ANP Huaylas, sede del evento. Congregó al presidente departamental de la ANP y de las filiales. En la foto, con el representantes del alcalde y de otras instituciones.
En el trabajo gremialista la formación profesional fue vital. Tal es así, La Pluma revista de la ANP, edición 24 da cuenta “siguiendo los lineamientos y las características que corresponden a una universidad itinerante, la ANP impulsó el desarrollo de programas de capacitación y especialización para Áncash ante el bicentenario
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los agremiados, así como la modernización de su programa a distancia este último con la presencia de los más calificados docentes de la entonces Escuela de Periodismo, hoy Universidad Jaime Bausate y Meza. Hecho que permitió que muchos periodistas prácticos del departamento pasen a ser periodistas profesionales y mejorar su trabajo periodístico. Actualmente, la ANP pese a la pandemia del Covid-19, ha intensificado las capacitaciones ofreciendo desde la central y el interior cursos, conferencias, talleres en temas acordes a la coyuntura actual. La plataforma zoom y el Facebook live se han convertido en los nuevos espacios de encuentro de afiliados y no afiliados que en la hora más difícil de la historia moderna han tenido al gremio ahí, en primera línea, para la asistencia humanitaria pero también para la formación continua. Un gremio casi centenario que no recula frente a las adversas circunstancias. Las bases de la ANP en Áncash han crecido a la fecha. La provincia de Huaylas tiene a Edixson León Martínez, exjefe de imagen de la municipalidad provincial de Huaylas-Caraz; Casma, Froilán Chávez director del noticiero radial La Palabra; Carhuaz, Augusto Durán Cotillo; Huaraz, Pelayo Luciano Salazar, director del periódico La Primera y Áncash en línea; Huarmey, Eduardo Milla Huertas; Recuay, José Maguiña Ortiz; Pomabamba, Fernando Valverde Lavado, director por más de 30 años de la revista Konchucos; Chimbote, María del Rosario Agreda Torres, Real Noticias en Canal 41. Todos anepistas identificados por su pasión al periodismo, su fraternidad, lealtad, solidaridad y defensores de la libertad de expresión. La Asociación Nacional de Periodistas ha mantenido incólume sus banderas gremiales en Áncash. Lemas como “La información es un derecho del pueblo”, “La peor opinión es el silencio” o “La democracia peligra si solo se escucha la voz de los poderosos” han sido faro de ese andar periodístico y dirigencial al servicio de los que no tienen voz. En el bicentenario de la Independencia, como Gremio, nuestro compromiso con la patria es más robusto que nunca. Ser peruano es un orgullo, ser anepista es un honor.
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Árbol emblemático, símbolo de la ecología ancashina Juan Rodríguez Jara A mediados del siglo pasado, para los que hemos vivido en zonas andinas, cuando recorríamos los diferentes caminos, nuestras miradas por los cuatro puntos cardinales encontraban verdor, pintura natural de flores de los sembríos y frutales abundantes, los animales y avecillas gozaban de la riqueza natural con el consiguiente beneficio para los habitantes humanos. En los caminos los árboles con sus ramas mostraban su producción apetecible, frutas al alcance de la mano, las alturas dentro de los ichus vida de aves y animales silvestres llenando el verdor en los puquiales. Era verdaderamente una huerta o jardín gigante; los campos con diferentes colores parecían un tablero de ajedrez con sembríos de diversos colores, los alfalfares llenos de ganados, las casas con abundantes animales de corral, era dichosa la vida. Dentro de ese horizonte natural existían bosques, bosquecitos de árboles oriundos de diferentes especies conservados por nuestros antecesores y que se consideraban como pulmones para el habitad de los pobladores y fauna silvestre, que no necesitaban del riego artificial, se mantenían cerca a los ríos, riachuelos o lagunas que se nutrían en los meses de lluvia o filtraciones, para conseguir leña concurrían a estos bosques a retirar ramas secas, caídas o por lo años secadas, jamás se atentaban contra los árboles verdes. El contraste en los últimos años del siglo pasado y a la fecha todos están abandonados los campos, depredados los bosques para construcción, leña, teñido, artesanía, agricultura etc., y no se ha reemplazado por indiferencia de autoridades y población en general, conforme se puede verificar; significando un atentado contra la ecología y el hombre. La mancomunidad de las provincias de la zona oriental de Áncash, dentro de su plataforma de desarrollo han considerado la forestación general, el
Juan Rodríguez Jara. Nació en Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Poeta, escritor, institucionalista y promotor cultural. Ganador de concursos literarios, con múltiples reconocimientos en el Perú y el extranjero. Premio nacional Legión honor Benemérita Guardia Civil. Autor de poemarios, antologado en muchas publicaciones.
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Ministerio de agricultura viene realizando el perfil con una inversión de un millón y medio de soles, ojalá llegue a concretarse, mientras sentiremos la ausencia de los bosques al cumplirse el bicentenario de nuestra independencia. La Asociación de Escritores Ancashinos, AEA, con sede en Lima, conocedores de la realidad del departamento de Áncash, que tiene su Parque Nacional Huascarán el mismo que viene sufriendo deterioros tanto en su fauna como la flora, no obstante, las prohibiciones existentes con la inconciencia de quienes quieren aprovecharse de los recursos del parque para sus beneficios personales; nos sentimos preocupados de los atentados contra la ecología y nos vimos obligados a realizar algunas coordinaciones con las autoridades comprometidas, en este caso concretamente es el caso, el árbol monumental de Áncash que era una demostración a la indiferencia total, llegando a sufrir deterioros en su normal existencia, por obra de un alcalde, en forma ignorante dejó construido una pileta de cemento pegado al tallo, que con los años causó daños. Eucalipto de la plaza de Piscobamba: árbol monumental Es un árbol no obstante las grandes dificultades viene permaneciendo, como el emblema de la ecología y que embellece la plaza de armas de Piscobamba, capital de la provincia de Mariscal Luzuriaga – Áncash, árbol que fuera plantada en el año 1875, por don Juan Bautista Rodríguez, hijo de doña Hipola Rodríguez y nieto del gobernador de Conchucos (Áncash) Francisco Borja Rodríguez (marzo 1821); teniendo a la fecha 146 años, este árbol venía deteriorándose debido a la falta de mantenimiento y asistencia tecnológica especializada. No obstante, ser la expresión real de la belleza natural, histórico e hito de generaciones que lo conocen, sufriendo debido a la apatía de algunas autoridades y actuales habitantes locales, que no se preocupan de mantener viva las Áncash ante el bicentenario
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identidades logradas para el pueblo y siendo este árbol una fuente de oxigenación para el pueblo, aparte de su atracción turística. Con una determinación desafortunada un exalcalde provincial de Mariscal Luzuriaga mando construir una pileta de agua con muros de cemento alrededor del tallo del eucalipto sin un estudio técnico de especialistas, los desagües de la pileta obstruída conteniendo agua insalubre y fétido. Con el pasar de los años su tallo comenzó a deteriorarse por la incrustación de los muros de cemento al tallo del árbol que se expandía a los costados en forma anormal. La marcada indiferencia de los alcaldes, demás autoridades provinciales y público en general hicieron que sea sometido a una agonía innecesaria, lejos de los recuerdos de muchas generaciones que ha despedido con el permanente batir de sus ramas a quienes se marcharon y lejos nos encontramos ahora, también da la bienvenida a muchos caminantes que llegan a su cercanía. La Asociación de Escritores Ancashinos (AEA) integrados por Julio Rolando Villanueva Sotomayor, Danilo Barrón Pastor, Filomeno Zubieta Núñez, Juan Rodríguez Jara, Ángel Chirinos Lavander, Elmer Neyra Valverde, Rodolfo Moreno Izaguirre, Máximo Cueva Egúsquiza y Américo Portella Egúsquiza, se reunieron en Píscobamba capital de la provincia Mariscal Toribio de Luzuriaga departamento de Áncash, el 9 de diciembre de 2017, con motivo de la realización de la Primera Jornada de Integración Cultural organizado por los visitantes y que reunió escritores, docentes, alumnos de los diferentes centros educativos y público en general en una jornada sin precedentes de la expresión de la cultura regional con presentación de concursos de declamación, poesías y cuentos con rotundo éxito, al término del evento los colegios participantes recibieron en donación por la AEA, una cantidad de libros para la biblioteca de sus respectivos colegios. Concluido la jornada cultural los visitantes visitaron lugares turísticos de la ciudad y se pudo verificar que en el centro de la plaza de armas existe un árbol de eucalipto de hermosa estampa, flanqueado su tallo por una pileta de cemento que con el pasar de los años ha lesionado el tallo incrustándose para deteriorar su normal desarrollo, a esto debemos agregar que los vecinos de la ciudad solicitaron interceder por la mejora en su mantenimiento del árbol en vista que nadie se interesa. Áncash ante el bicentenario
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Como conclusión de nuestra jornada cultural se formuló un pronunciamiento para hacer conocer a todas las autoridades y público que deben velar por este árbol, que motiva una profunda inspiración de poetas y narradores locales y foráneos. Representaba a la histórica local de muchas generaciones. Y como institución tenemos el deber de velar por su conservación, por lo que se tomó las siguientes medidas. Asociación de Escritores Ancashinos – AEA. Registro de Personas Jurídicas No. 13949067 Pronunciamiento Con motivo de la realización de la Primera Jornada de Integración Cultural “Julio Villanueva Delgado” los días 9 y 10 del mes de diciembre del 2017, una delegación de Lima de once personas de la Asociación de Escritores Ancashinos concurrió a la Jornada cultural en Piscobamba. En la visita a lugares importantes de la ciudad, tuvimos la oportunidad de constatar que el centenario eucalipto en el centro de la plaza de armas viene sufriendo deterioro en su follaje, al parecer debido a la incrustación a su tallo por el material de construcción de la pileta ornamental construida hace años, donde se encuentra agua estancada putrefacta por deterioro en su sistema de su desagüe. Esta situación ha dado lugar a que el tallo presente protuberancias que distorsionan su normal crecimiento, dando la impresión negativa y de compasión a quienes contemplan el árbol, porque esta construcción de cemento está estrangulando, introduciéndose al tallo. El aludido eucalipto fue plantado aproximadamente el año 1875, teniendo a la fecha 146 años y que forma parte del paisaje cultural de la Plaza de Armas de Piscobamba, capital de la provincia Mariscal Luzuriaga. Como antecedente, el 02 de agosto del 2001 don Julio Pedro Egúsquiza Durand, con DNI. 32480076, docente, vecino y ex alcalde de Piscobamba, emite un escrito que titula: “Reseña Histórica del Eucalipto de Piscobamba”, resaltando su existencia y antigüedad.
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Por otro lado, el escritor David Estrada Rodríguez en su libro “Reflejos Andinos y Alpinos” detalla características sobre el eucalipto. Las mediciones de la altura lo realizaron en 2011 el matemático Dr. Elmer Neyra Valverde y arrojó una altura de 63,5 metros que guarda una aproximación con la mencionada por Borja Cardelús y Timoteo Guijarro en "Capac Ñan" (2009), que menciona 65 metros. Los visitantes de Piscobamba, de manera espontánea, identifican el paisaje urbano de la ciudad con la gallarda presencia del eucalipto. Los escritores y poetas se han inspirado en este eucalipto que día y noche se miran con el nevado Huascarán. El Libro de oro de la provincia Mariscal Luzuriaga (2007) en su página 60 publica con detalle sobre la historia del eucalipto que se ha convertido en emblemático y merece mantenerse como tal. Es largo enumerar los otros antecedentes. Por lo expuesto: La Asociación de Escritores Ancashinos, AEA, en concordancia a sus fines y objetivos, en defensa de la ecología y cultura local acuerda: Solicitar al consejo provincial de Mariscal Luzuriaga declare Patrimonio Cultural de la ciudad de Piscobamba al eucalipto emblemático elemento fundamental de su plaza principal. Solicitar a la Municipalidad Provincial de Mariscal Luzuriaga, acorde a sus atribuciones, tome la decisión de retirar la construcción de cemento que viene incrustándose al tallo del árbol. Solicitar al Ministerio del Ambiente para que por medio de sus dependencias descentralizadas adopte las medidas inmediatas para recuperar el emblemático eucalipto. Solicitar al Servicio Forestal y de Fauna Silvestre SERFOR Lima y Huaraz a fin de que dispongan las medidas inmediatas.
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Comunicar al Ministerio de Agricultura y la Universidad de La Molina para que dentro de sus atribuciones realicen los estudios y adopten las medidas acertadas en coordinación con las autoridades comprometidas. Hacer del conocimiento del Ministerio de Cultura, toda vez que es un Patrimonio Cultural del departamento. Se adjunta información y fotografías para su mejor conocimiento. Piscobamba, 10 de diciembre de 2017. Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Presidente Fdo. Filomeno Zubieta Núñez, Miembro AEA.
Fdo. Juan Rodríguez Jara Secretario (e) Fdo. Danilo Barrón Pastor Sec. Organización AEA.
Lado de mayor daño al tallo.
Lado este del tallo.
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Los hechos nos impulsaron tomar medidas y decidimos realizar gestiones ante las autoridades encargadas de velar por el mantenimiento del árbol. Síntesis de los documentos dirigidos. Lima, 17 diciembre 2017, Ofc. No. 010-AEA. 2017. Señor Gonzalo Domínguez Adrián Alcalde Provincial de Mariscal Luzuriaga. Piscobamba Asunto: Solicita intervenir mantenimiento árbol de eucalipto. De nuestra consideración: Los días 8 y 9 del mes en curso, estuvimos en la ciudad de Piscobamba para la realización de la Primera Jornada de Integración Cultural “Julio Villanueva Delgado” y pudimos constatar que el gran eucalipto de la plaza de armas de Piscobamba está perdiendo vida. A nuestro entender, las raíces se están envejecimiento por asfixia y mala nutrición. Debido a los muros que han puesto hace años a su alrededor no le permiten respirar con facilidad y presionan su tallo de manera brutal. De igual manera, el agua empozada en la fuente que la circunda no tiene desagüe y por lo tanto se contamina y envenena al tallo superficial y a las raíces vecinas. Como es un árbol emblemático con más de 145 años de existencia, le pedimos que disponga las gestiones inmediatas para que los técnicos de los organismos de conservación del medio ambiente acudan a realizar los estudios sobre esta situación y pongan el remedio correspondiente. Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Presidente de AEA
Fdo. Juan Rodríguez Jara Secretario (e)
Lima, 17 de diciembre de 2017 Ofc. No. 011-AEA. 2017. Señor Ing. Hugo Carrillo Vargas Jefe del Servicio Forestal y de Fauna Silvestre – SERFOR. Huaraz. Asunto: Solicita intervenir para salvar el árbol de eucalipto en Piscobamba. De nuestra consideración: Los días 8 y 9 del mes en curso, estuvimos en la ciudad de Piscobamba para la realización de la Primera Jornada de Integración Cultural Áncash ante el bicentenario
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“Julio Villanueva Delgado” y pudimos constatar que el gran eucalipto de la Plaza de Armas de Piscobamba está perdiendo vida. A nuestro entender, las raíces se están envejecimiento por asfixia y mala nutrición. Debido a los muros que han puesto hace años a su alrededor no le permiten respirar con facilidad y presionan su tallo de manera brutal. De igual manera, el agua empozada en la fuente que la circunda no tiene desagüe y por lo tanto se contamina y envenena al tallo superficial y a las raíces vecinas. Como es un árbol emblemático con más de 145 años de existencia, con historia y que representa la ecología, le pedimos que tenga a bien en disponer las medidas inmediatas para que los técnicos de su organismo de realicen los trabajos necesarios los estudios sobre esta situación y pongan el remedio correspondiente. Atentamente. Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Fdo. Juan Rodríguez Jara Presidente de AEA Secretario (e) Acciones: SERFOR Huaraz, evaluado los antecedentes remitidos. Realizan la constatación; considerando el significado y antigüedad del árbol de acuerdo con sus atribuciones, declara árbol monumental mediante Res. Administrativa No. 051-2018, fecha 27 de junio del 2018, paralelamente establecen un convenio con la Municipalidad Provincial de Mariscal Luzuriaga – Piscobamba, para que sea retirado los muros de cemento que dañan el tallo del árbol para hacer su posterior tratamiento especializado. El alcalde provincial vista la cercanía de las fiestas patronales de San Pedro y San Pablo, solicita retirar los muros de cemento después de las fiestas, lo que no se dio hasta las elecciones municipales, dejando pendiente y sin cumplir el convenio hasta agosto 2019. Lima, 17 de enero de 2018 Ofc. No. 01-AEA. 2018. Señor Director Nacional del Servicio Forestal y de Fauna Silvestre – SERFOR. Av. 7 No. 227 o 229 Rinconada Baja. La Molina. Lima. Asunto: Solicita intervenir para salvar el árbol de eucalipto en Piscobamba. De nuestra consideración: Áncash ante el bicentenario
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A nuestro entender, las raíces se están envejeciendo por asfixia y mala nutrición. Debido a los muros que han puesto hace años a su alrededor no le permiten oxigenar con facilidad y presionan su tallo de manera brutal. De igual manera, el agua empozada en la fuente que la circunda no tiene desagüe y por lo tanto se contamina y envenena al tallo superficial y a las raíces vecinas. Como es un árbol emblemático con más de 146 años de existencia, con historia y que representa la ecología, le pedimos que tenga a bien en disponer las medidas inmediatas para que los técnicos de su organismo realicen los trabajos necesarios y/o estudios que conlleven a la recuperación de este árbol, como los cedros de la plaza de Armas de Pomabamba donde se ha recuperado en forma óptima. Nos ponemos a su disposición para colaborar en las gestiones que se puedan hacer en Lima. Aprovechamos la oportunidad para expresarle nuestro agradecimiento y las muestras de nuestra consideración y estima. Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Presidente de AEA
Fdo. Juan Rodríguez Jara Secretario (e)
Extracto de respuesta: Ing. Irma Iraída Briceño Sánchez, Directora de la Dirección de Gestión Sostenible del Patrimonio Forestal –SERFOR, con Ofc. 0051-2018-MINAGRI-SERFOR, de 15 Feb, 2018, tuvo a bien en dar respuesta manifestando: “Con relación al documento de la referencia, mediante el cual su representada, “solicita disponer las medidas inmediatas para que se realicen los trabajos “necesarios y/o estudios que conlleven a la recuperación del árbol de eucalipto de Piscobamba. “Al respecto, comunico a usted que su solicitud ha sido remitida a la Municipalidad “de Piscobamba, a fin de que adopte las acciones correspondientes en el marco de “sus funciones y competencias. -------------------Adrián Mejía Conde gerente municipal de Piscobamba comunica. El 24 abril 2018 Áncash ante el bicentenario
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“A la fecha se ha logrado la visita de dos especialistas en el tema. de SERFOR y SENASA, ellos han hecho una primera evaluación y han sacado muestras de tejidos del árbol, los que están siendo analizados en laboratorio de SENASA-Lima, luego vendrá el diagnóstico y las recomendaciones. Paralelamente, se está trabajando la declaratoria de "patrimonio natural", con la síntesis de su vida y su influencia en la cultura piscobambina, logrado este propósito, debemos priorizar proyectos de forestación, poniendo prioridad con especies nativas (los que conforman ecosistemas de humedales), y sembrados en lugares de cabeceras de quebradas, para garantizar la provisión de agua en el futuro....” El alcalde provincial de Mariscal Luzuriaga, en cumplimiento al Expediente No. 0002798-2018-MINAGRISERFOR, de fecha 03 de mayo del 2018 y la Resolución Administrativa Nro. 051-2018MINANGRI- SERFOR – ATFFSÁNCASH con los antecedentes y testimonios históricos existentes en uso de sus atribuciones, previa aprobación de su Concejo, emite la Resolución de Alcaldía Nro. 0312018-MPML/A, de fecha 28 de junio de 2018 con 5 considerandos y tres numerales de la parte resolutiva: Artículo primero declara y reconoce como hijo ilustre y predilecto de Piscobamba a Juan Bautista Rodríguez por su contribución en el bienestar de la comunidad en general. En su artículo segundo, declara y reconoce como autor legítimo de la plantación del legendario centenario y heráldico Eucalipto de la plaza de armas de Piscobamba a su hijo ilustre y predilecto don Juan Bautista Rodríguez. Áncash ante el bicentenario
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El Artículo tercero, la resolución sea registrada en la oficina de archivos de la Institución Municipal para ser reconocido de sus acciones y se reconozca como tal de su pasado histórico, Regístrese, comuníquese y archívese. Mediante oficio No.003-2018MINAGRI-CSA-COORD.SFN, de fecha 15 Octubre 2018 invitan al Alcalde Provincial de Piscobamba participar en la feria institucional por la semana forestal Nacional 2018, Cuyo cuerpo es como sigue: “Es grato dirigirme a usted para expresarle mi cordial saludo y al mismo tiempo manifestarle que desde hace 44 años la primera semana de noviembre de todos los años se celebra la Semana Forestal Nacional (SFN), instituida en nuestro país en 1974 mediante el Decreto Supremo N° 0210-74-AG. para sensibilizar a la población Y resaltar la importancia, beneficios y funciones que cumplen los bosques y fauna silvestre, así como su cuidado y conservación para beneficio de toda la población. Durante la Semana Forestal Nacional 2018 a realizarse del 05 al 18 de noviembre 2018, la comisión multisectorial conformada para esta celebración ha considerado la realización de una feria de información a realizarse el viernes 9 de noviembre de 8.30 am. a 1.00 pm en la plaza de Armas de Huaraz. Esta feria será una oportunidad para mostrar a la población ancashina los recursos forestales y de fauna salvaje, recursos ecoturístico y atractivo relevantes del ámbito de los gobiernos locales, como el caso del Árbol Monumental de Eucalipto de su provincia recientemente categorizado, en tal sentido invitamos a la Municipalidad a su cargo a participar en esta Feria. Para lo cual deberá confirmar su participación a los correos electrónicos [email protected] y [email protected]. Agradeciendo anticipadamente su importante participación, hago propicia la oportunidad para reiterarle a usted las muestras de mi especial Áncash ante el bicentenario
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consideración y estima. Atentamente Fdo. Ing. Hugo Carrillo Vargas. Coordinador de la Comisión Multisectorial de SFN – Coordinador Sectorial Agrario MINAGRI. Áncash.” El tiempo pasa y la indiferencia aumenta por parte de la Municipalidad Provincial de Mariscal Luzuriaga, que no retiró los muros de cemento de la base del eucalipto, conforme convenio firmado con SERFOR. El Lic. Danilo Barrón Pastor Secretario de Organización de AEA promueve la presentación de un memorial con firma de más de 70 pobladores de Piscobamba a la Municipalidad con fecha 24 de enero 2019, solicitando el cumplimiento del convenio firmado con SERFOR. Los días que pasan aumenta la preocupación, el deterioro de nuestro árbol monumental se agudiza por la indiferencia de quienes están comprometidos, Mg. Danilo Barrón Pastor, Secretario de la Asociación de Escritores Ancashinos – AEA, aprovecha su viaje a Piscobamba el 31 de julio de 2019, entrevistándose con el Sr. Lic. Elías G. Quiroz Aguirre gerente municipal provincia de Mariscal Luzuriaga, que convoca a una reunión a horas 11.40, con la asistencia de los miembros del Frente de Defensa de los intereses de la provincia - FEDIP, llegando a suscribir un compromiso: Con 9 puntos referidos al saneamiento físico de la ciudad, entre ellos el primer punto es la demolición del cemento que afecta al eucalipto fijando para el 5 de agosto el inicio de los trabajos. Paralelamente la AEA emite dos oficios a Serfor Huaraz y la Municipalidad de Luzuriaga para la ejecución de los trabajos conforme se ha establecido en acuerdos de hace catorce meses anteriores se adjunta los dos documentos para mayor ilustración. El Sr. Elmer Danilo Barrón Pastor, miembro de AEA, al encontrarse en Piscobamba, convocó a una asamblea y juntamente que los vecinos redactaron un memorial al alcalde provincial. “Memorial de respaldo a la gestión de AEA, para el retiro de la pileta en la parte central de la plaza de Armas de Piscobamba. Los firmantes, preocupados por el deterioro del eucalipto recientemente declarado patrimonio ecológico forestal de Áncash. En vista de que la actual pileta está deteriorando la subsistencia del eucalipto, que de continuar esta podría poner en peligro la existencia del árbol.
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La SERFORT –Huaraz, mediante la resolución de declaratoria de patrimonio, recomienda el retiro de la pileta. El eucalipto forma parte de la historia de nuestro pueblo y es querido y admirado por varias generaciones, propios y foráneos. Nuestra hermana provincia de Pomabamba ha rescatado su árbol (cedros) y ahora está floreciendo. Pedimos al alcalde que en su reemplazo pudiera reemplazar a la pileta con un monumento que identifique a nuestro pueblo de Piscobamba. Aparecen 70 firmas. 11) Ofc. No. 01-AEA. 2019, de 23 julio 2019 Señor Ing. Hugo Carrillo Vargas.Jefe del Servicio Forestal y de Fauna Silvestre – SERFOR. Huaraz. Asunto: Reitera intervenir para salvar el árbol de eucalipto en de Piscobamba. Referencia: 1. Ofc. 01-AEA-2017, de fecha 17 de diciembre de 2017. 2. Res. Administrativa. 051-2018-MINAGRI-SERFORATFFS- ÁNCASH de 27 Jun. 2018. 3. Su Of. 003-2018-MINANGRI-CSA-COORD-SFN, de Octubre 2018. De nuestra consideración: Tenemos el agrado de dirigirnos a su digno despacho, para expresarle nuestro profundo agradecimiento, por las acciones tomadas en mérito de nuestro oficio de la referencia 01, sobre la existencia del árbol de Eucalipto de Piscobamba. Gracias por emitir la Resolución de la referencia 2, declarando Árbol monumental de Áncash. En este caso debemos expresar nuestra preocupación por el incumplimiento del Art. 2° de la Resolución ADMINISTRATIVA 0512018- MINAGRI-SERFOR, que a la letra dice: “Artículo 2°. La Municipalidad de Mariscal Luzuriaga deberá proteger, conservar, mantener, cuidar, defender y promover los valores del árbol Monumental que queda bajo su tutela” a esto debe agregarse el convenio que se dio entre SERFOR y la Municipalidad de Luzuriaga en 2018, para que se retire el cemento circundante y posteriormente hacer el tratamiento de recuperación. Áncash ante el bicentenario
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Como puede apreciar existe señor Jefe, existe un desacato completo a disposiciones oficiales por parte del alcalde de Luzuriaga, no obstante haber transcurrido más de un año. Por lo cual debe ser denunciado ante las autoridades competentes. Por lo expuesto solicitamos a usted disponer el cumplimiento inmediato de las disposiciones de esa Institución Estatal a su cargo, conforme a su resolución de la referencia por parte del alcalde provincial. Aprovechamos la oportunidad para reiterarle nuestro agradecimiento y las muestras de nuestra consideración y estima. Atentamente. Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Fdo. Danilo Barrón Pastor Presidente de AEA Secretario de Organización Ofc. No. 02-AEA. 2019. Lima 23 de julio de 2019 Señor Ing. Roger Ascencio Roca Alcalde provincial de Mariscal Luzuriaga Piscobamba. Asunto: Solicita cumplimiento disposiciones de SERFOR el eucalipto Piscobamba. Referencia: 1. Ofc. 10-AEA-2017, de fecha 17 de diciembre de 2017. 2. RA. 051-2018-MINAGRI-SERFOR-ATFFS-Áncash, 27 Jun. 18 3. Memorial de 24 enero 2019, firmado por los vecinos del pueblo. De nuestra consideración: Tenemos el agrado de dirigirnos a ese despacho, para expresarle nuestra profunda extrañeza, por el incumplimiento de sus funciones, en relación al cuidado del Árbol monumental de Áncash, de la plaza de armas de Piscobamba. En este caso el incumplimiento del Art. 2° de la Resolución Administrativa 051-2018- MINAGRI-SERFOR, que a la letra dice: Áncash ante el bicentenario
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“Artículo 2°. La Municipalidad de Mariscal Luzuriaga deberá proteger, conservar, mantener, cuidar, defender y promover los valores del árbol Monumental que queda bajo su tutela” poniendo de manifiesto una resistencia a la Resolución del Ministerio de Agricultura y Riego. Por otro lado desconoce esa alcaldía la existencia de un convenio con SERFOR y el alcalde anterior para el retiro de la pileta circundante al Eucalipto, no obstante haberse cumplido un año, nada se ha hecho por parte de esa Municipalidad. Igualmente usted no dio trámite al memorial presentado por los vecinos de la ciudad de Piscobamba con fecha 24 de enero de éste año, ya en su gestión. Como puede apreciar existe un desacato completo a disposiciones oficiales y solicitud de los vecinos, usted tiene la obligación de solucionar en el breve plazo; caso contrario señor Alcalde también tendremos como hacer cumplir el mandato de la Ley que vela por la ecología mundial y regional. Estimaremos dar cumplimiento a los diferentes documentos de nuestra referencia, solicitando a SERFOR su medicación del citado árbol. Atentamente. Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Fdo. Danilo Barrón Pastor Presidente de AEA Secretario de Organización jrj ---------------------------------------------------------------------------------------13). El día 9 de agosto de 2019 llegó la hora de los trabajos de remoción del cemento a cargo de la Municipalidad a favor del árbol. Para nosotros el mes de agosto es un mes que nos ha dejado grandes recuerdos como la llegada del Libro de Oro Luzuriaguino a Piscobamba hace 12 años para su presentación en el auditorio de la Municipalidad y entrega oficial de 216 ejemplares para su distribución. Agosto es un mes dedicado a Santa Rosa de Lima Patrona de la Guardia Civil del Perú y ahora se hace historia al darle respiro al árbol emblemático para que siga representando a la ecología peruana.
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15) Piscobamba, una fructífera reunión. El 30 de agosto de 2019 se realizó una reunión muy importante con los siguientes concurrentes: Manuel Egúsquiza Olivas (presidente de la FREDIPMALUZ), Melchor Cueva Chávez (teniente alcalde la Municipalidad de Mariscal Luzuriaga), Arq. David Estrada Rodríguez (consultor), Dr. Julio R. Villanueva Sotomayor (presidente del club Áncash y presidente de la AEA), y los señores Rubén Vía Caldas, Epifanio Cruz Soto, Uriel Valverde Manrique, Yuri Rodríguez Apéstegui, Teodosio Tarazona Aranda, Ángel Valverde Manrique y Amancio Ricra Trujillo. Se llegó a la conclusión que autoridades y el pueblo, unidos, tienen que darle más impulso al desarrollo de Piscobamba y de la provincia Mariscal Luzuriaga. De manera inmediata se generarán y se ejecutarán los siguientes proyectos para Piscobamba: 1. Museo de Historia, Arte, Artesanía y de Servicios Turísticos y Sociales (ex observatorio meteorológico, detrás de la parroquia); 2. Complejo Deportivo de Cushipata (Cushipata); 3. Tracking y Ruta en Bicicleta de Alta Montaña (Andaymayo, Alto Perú y Tukupa Huaganán); 3. Diagnosis y Capacitación para Mejorar el Rendimiento Educativo de la Población Estudiantil de la Provincia Mariscal Luzuriaga; y 5. Mirador de Chontajirca (Chontajirca). Nota adicional: Una vez terminado el muro que rodeaba el eucalipto, lo que falta poco, irá un especialista de SERFOR de Huaraz para la rehabilitación de nuestro Árbol Monumental, así lo manifestó el Ing. Arroyo en conversación realizada en Huaraz, el lunes 2 de setiembre 2019, conforme informe del Dr. Julio Villanueva Sotomayor. Conclusión: El Consejo Directivo y miembros de la Asociación de Escritores Ancashinos con sede en Lima, nos sentimos complacidos por toda las gestiones realizadas, ante las autoridades provinciales y regionales para lograr una respuesta muy positiva en bien de la preservación de la naturaleza en este caso representada por el Centenario Árbol que ha merecido las atenciones correspondientes al retirarse los muros de cemento que aprisionaban su tallo y posteriormente fue declarado Árbol monumental de Áncash y un reconocimiento al autor de la plantación hace 146 años. Este hecho debe ser un ejemplo para que los pueblos cautelen sus áreas verdes, bosques y plantaciones de árboles que son necesarios para el normal desarrollo de la humanidad. Áncash ante el bicentenario
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Solicitar a la SERFOR Áncash y la municipalidad provincial de Mariscal Luzuriaga instituir el día del árbol el 27 de junio en memoria a la Resolución Administrativa No. 051-2018 –Serfor que declara árbol monumental con el objeto de motivar a los habitantes ancashinos en la preservación de los bosques y árboles en general, conforme expone SERFOR “mostrar a la población ancashina los recursos forestales y de fauna salvajes, recursos eco turísticos y atractivos relevantes del ámbito de los gobiernos locales, como el caso del Árbol Monumental de Eucalipto de Piscobamba”. También es deber mencionar a los pueblos que sí se preocupan de sus árboles, que guardan en sus plazas de armas, como es Pomabamba con su cedro, Carhuaz y San Luis con su fresno, Casma, Huarmey y Chiquián donde se mantiene como regla un árbol que con sus ramas despiden a los que se van y saluda a los que llegan y bendice el primer beso de amor dibujado debajo de sus ramas. Existen pueblos agradecidos que después de cada fiesta donde se tala árboles para leña, se empeñan en reemplazar con nuevas plantas, como está demostrado en la realidad la estampa imponente de su Eucalipto de muchos años de existencia, de la familia Zubieta Núñez. En el distrito de Huaylas se viene construyendo represas para acopiar de la lluvia el agua para riegos. La mancomunidad de konchucos, viene proyectando la forestación de sus provincias.
Coposo Eucalipto en Chiquián.
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El recuperado centenario cedro de Pomabamba.
Varios fresnos en la plaza de Carhuaz que embellecen Nuestra gratitud al Ing. Hugo E. Carrillo Vargas, Administrador Técnico Forestal y Fauna Silvestre – SERFOR Áncash, Coordinador Sectorial Agrario de Ministerio de Agricultura – Áncash. Ing. Roger Asencio Roca, Lic. Elías Quiroz Aguirre Alcalde y Gerente Municipal de Piscobamba, gracias a los integrantes de la Asociación de Escritores Ancashinos AEA, que aprobaron realizar éstas gestiones. Una eterna gratitud a don Armando Alvarado Balarezo – Nalo, por impulsar nuestras caminatas en la vida andina de nuestro Áncash en forma permanente. Gracias a Dios por hacer que estas letras dibujen estas páginas informativas, gracias a la vida. Y Mi Corazón ira buscando el eucalipto lejano de la plaza de Piscobamba para descansar en su sombra y en su tallo esculpir mi nombre para mi descanso eterno tierra mía. Así Será Allí crecí y mis lágrimas dejé contigo.
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Delegación de AEA que viajaron de Lima a realizar el Primer Encuentro de Integración Cultural en Pomabamba y Piscobamba el 7 al 10 de diciembre del 2017: de izquierda a derecha: Elmer Neyra Valverde, Julio Villanueva Sotomayor, Ángel Edgardo Chirinos Lavander, Juan Rodríguez Jara, Danilo Barrón Pastor, Rodolfo Moreno Izaguirre y Filomeno Zubieta Núñez.
Presentación de las Negritas de Musga integradas por las Alumnas de secundaria del Colegio Julia Olivas de Musga.
Señor eucalipto Coronado con honores ya centenario eucalipto alto lleno de follaje mudo testigo de los días de historia, símbolo de identidad, patrimonio de la nación. Orgullo de quienes lo admiran. fruto eterno de los corazones piscobambinos inspiración de bohemios en sombras bajo el follaje de árbol sin parangón Ahora árbol monumental del Perú.
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Un gran ejemplo de vida comunitaria y de amor a la naturaleza nos brinda Chiquián, donde los funcionarios que utilizan árboles para leña en las fiestas patronales, al término de cada festividad, junto a los niños y jóvenes, siembran miles de plantones en coloridas jornadas de arborización, y así sucesivamente van poblando, inclusive áreas desocupadas, solamente se necesita conocer el clima y dónde puede crecer plantas de quenuales, alisos, sauco, sauce, capulí, eucalipto, warango u otros que albergarán aves y animales salvajes que viene exterminándose. Si queremos una tierra sana para nuestros hijos, manos a la obra. Bibliografía. - Visita de Santo Toribio de Mogrovejo 8° Sínodo 1594, - Testimonio oral de Juan B. Rodríguez, autor del plantío en 1942, - Testimonio de don Regis Neyra Malpartida 1948, - Misceláneas Andinas de Julio Villanueva Delgado, pág., 95, - Intento talado por Subprefecto Luis Ortiz de la Rosa 1974. - Folleto Piscobamba y Fidel Olivas, Roberto A, Portella Egúsquiza, pág. 11. - Reseña histórica eucalipto por Pedro Egúsquiza Durand, 02 ago. 2001. - Revista Alma Libertana Pág. 72 Elmer Neyra Valverde 2007. - Libro de Oro Luzuriaguino 2007 Pág. 43. - Mediciones altura por Elmer Neyra Valverde 2009. - Libro cuentos y Leyendas de Orlando Rodríguez Caldas Págs. 76-77. - Reflejos andinos y alpinos de David Estrada Rodríguez, pág. 65. - Expediente a la alcaldía Piscobamba, 22 ago. 2005. - Revista La voz de Convente, Nro. 5 abril 2029, pág. 05. - Revista Perú Visión No. 59. Enero 2019, pág. 21.
Debajo del monumental Eucalipto posan caballeros piscobambinos, previa a carrera a las cintas el 29 de junio, Fiesta Patronal.
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Un eucalipto con señorío e historia Elmer Neyra Valverde Juan Bautista Rodríguez plantó el eucalipto de la Plaza de Armas, en Piscobamba. La fecha la dedujimos basándonos en la información que proporcionó el maestro Julio A. Villanueva Delgado. Al hacer un comentario en una clase (1950), en laya histórica escuela 304 en la localidad altoandina, dijo: "El coposo, hermoso y añejo eucalipto, que se yergue lozano en la plaza de un verde esmeraldino, cuenta 80 años de existencia". D. Regis Neyra Malpartida, mi abuelo paterno, tan piscobambino como el rayán, tenía su casa que daba frente a la plaza de armas. Esta fue delineada en 1574 por el capitán Alonso Santoyo de Valverde. D. Regis, mientras sus dedos manejaban con una destreza envidiable su máquina de coser Singer, además, con la simpática presencia de su tijera de acero Solingen y de una pesada plancha de asentar ropas a carbón, fue atraído por algo inusual. Crujía el enorme árbol emplazado en la inmensa explanada colonial. Un fuerte viento de agosto sacudió sus sólidas y divergentes ramas, las cuales en un momento parecían prestas a desprenderse. Felizmente, la calma retornó endulzando las horas lentas de esa tarde, encajada en el desván del recuerdo. En la conversación surgió el tema del origen del eucalipto, respecto a lo cual, el ya viejo Regís dijo en forma segura y sobria: “Tiene muchos años de vida, lo plantó Juan Rodríguez, había otro eucalipto, eran dos. Pero en una fecha tormentosa cuando cayó una intensa mangada, un rayo quemó a una de las plantas. Quedó solo, que hasta ahora sigue; posiblemente, sus raíces se han extendido por toda la superficie debajo de la plaza, que más antes era muy húmeda”.
Elmer Félix Neyra Valverde. Nació en Piscobamba. Con estudios y grados en educación en la UNMSM. Ejerció la docencia en colegios y en las Universidades de San Marcos, San Martín de Porres, Universidad Garcilaso de la Vega y Universidad María Inmaculada. Es autor de muchos libros dedicados a su natal Piscobamba como a Áncash. Falleció en Lima el 8 de abril de 2020.
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No olvidemos que Soukop Jaroslav (SDB), en su libro Vocabulario de nombres vulgares de la flora peruana y catálogo de géneros, expresa que: “...los primeros eucaliptos aparecieron en Huancayo, donde las familias Ráez y Gómez en 1865, y trajo las semillas un ciudadano francés M. Lapier, desde Lima, importadas de Australia durante el gobierno de Manuel Pardo... En 1872 en Concepción, y de allí se propagaron al convento de Ocopa en 1880”. Ernst W. Middendorf escribe sobre las minas deTarica por los años 1870, pero no dice nada de eucaliptos. Sin embargo, hay una tradición de que, en Ancash, primero, se usó madera de eucalipto en las minas de Tarica, provincia de Corongo. Se empleó para armazón, puntales y arcos de socavón. Continúa la versión oral que, desde aquí, los hacendados los llevaron a Andaymayo (actual provincia de Sihuas), luego, en un proceso expansivo, los interesados, ya en almácigo o ya en semillas conducen a Pomabamba y simultáneamente a Piscobamba. En esta última localidad, capital del distrito más extenso de Áncash por entonces, en el paraje de Huallhuá (Casca), parte de la hacienda de los herederos de Alonso Valverde, empiezan a hacer bosques pequeños, un tanto apretados. Tal es así que en los años 1950 había una hermosa avenida contorneada a ambos lados por eucaliptos en el camino hacia Pomabamba. De tal lugar llevaron unas cuantas matas a Pomachupa, fundo de largos y oscuros litigios, pero en tal sitio hasta la fecha sobreviven altos y robustos eucaliptos, que intentan emular al altivo eucalipto de la plaza de Piscobamba. No es de más decir que Pomachupa, hasta inicios del s. XX, era propiedad de los Valverde. Fluye la tradición oral en el sentido de que Manuel Espíritu Rodríguez, notable de Piscobamba y amigo de los terratenientes de Andaymayo, consiguió aquí semillas de eucalipto. Hizo su semillero, las matitas las plantó en la falda occidental de Molino jirca (Piscobamba) en una extensión de un cuarto de hectárea. Posiblemente, coincidiendo con esa oportunidad, además aprovechándola como hermano de Manuel Espíritu, Juan Bautista de una manera acertada, feliz y oportuna hincó dos matitas, no muy alejadas una de la otra, en el centro de la plaza de armas. Lo último es una conjetura plausible, algo más, es una afirmación tradicional; que ocurrió con toda seguridad después de la visita de Antonio Raimondi en 1862 y la de Áncash ante el bicentenario
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Charles Wiener, en 1876, quienes no mencionan respecto de eucaliptos en la grandiosa ágora de Piscobamba. Además, conciliando los testimonios de Regis con los de una hija de Juan Rodríguez, podemos arriesgarnos a emitir una opinión, en el sentido de que el trasplante se realizó en una fecha de la década posterior a la visita del estudioso francés Charles Wiener. Respecto a las fechas de la plantación, leemos en la página 95 del libro Misceláneas andinas de Julio A. Villanueva, lo siguiente: “En medio de la plaza hay un viejo, hermoso y frondoso eucalipto plantado en el año 1889 por Juan Rodríguez”, (fecha reajustada por el articulista). Por su parte, A. Portella, en ‘Piscobamba y Fidel Olivas’, escribe: “Habían sido dos... Fueron sembrados en Noviembre 1874 por el señor Juan Rodríguez”. Por todo lo hurgado y confrontado no hay fecha precisa, que nos diga con claridad, pero la autoría del plantado corresponde, sin lugar a duda, al reconocido ciudadano hijo de Piscobamba, Juan Bautista Rodríguez. Solo podemos decir que el majestuoso árbol se va acercando al sesquicentenario de su existencia. Constituye un digno símbolo de una digna ciudad. En 1966 participó de una actuación cívica, escuchó decir al profesor Fernando Gross Ramos, director del colegio Luzuriaga de la localidad, “Piscobamba es la novia de los andes, coronada de azahares por la Cordillera Blanca”, tal como cita César Huerta en un artículo. La conjura de un arboricidio Pero algo fatídico se produjo el 8 de mayo de 1973, cuando el subprefecto de Mariscal Luzuriaga, Luis Alberto Ortiz de la Rosa, intrigado por algunos vecinos y por empleados nacidos en otras provincias, tuvo el desatino de contratar a varios carpinteros con sierras trozadoras, para tumbar el gigantesco árbol. La decisión descabellada fue parada en seco Áncash ante el bicentenario
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por el pueblo indignado, que contaba como sus líderes de esta protesta a Ulises Valverde y Dalmira Caldas. El descomedido funcionario ante la furia popular se apartó del pueblo. En setiembre de 1975, aplicando al matemático griego Thales de Mileto, medimos la altura del eucalipto, obteniéndose como un dato aproximado 38,75 m. La admiración de un visitante extraño El 30 de diciembre de 1999, junto con mi hijo Jharni y dos colegas de trabajo, bajamos en la agencia de transportes Los Andes, ubicada en una casa aledaña a la esquina sur de la plaza, en viaje desde Lima. Nuestro amigo, Benito Asencios Aguirre, natural de Huari, quien viajó a estudiar la flora de Piscobamba, en un gesto inolvidable... serenamente, pero conmovido, después de mirar la plaza grande y apresar con su vista la majestuosidad, la imponencia del heráldico árbol dijo: “¡Qué formidable!, es el único eucalipto que he visto de este tamaño, con razón impresionó a muchos de mis paisanos”. Simbolismo y nota histórica Este formidable árbol es uno de los símbolos que identifica a Piscobamba tan igual que los cerros Apus, Huáncash y Chontajirca, la iglesia matriz que mantiene la reminiscencia de la Catedral colonial, abatida en los años 30 del s. XX. Desde 1960 a la fecha, en los alrededores de la ciudad de Piscobamba se han sembrado muchos bosques de eucalipto, cuya presencia ha alterado el clima y el ambiente de la zona. Se usa como leña, en la construcción de casas y fabricación de muebles de carpintería. Falta iniciar, audazmente, su empleo en la farmacopea, fabricación de papeles y el fomento de la apicultura. Pensemos que de esa manera nuestros eucaliptos, con valor agregado, formarían un centro de desarrollo industrial, en la provincia.
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Elmer Neyra, flanqueado por los luzuriaguinos Borja y Jiménez en el ágora de Piscobamba
Jaicus El vate habla dice muchas palabras en el camino. La noche calla silencio durísimo La luz duerme. Linda mañana, aplastas mi memoria, guardas mi sueño. Hugo, llegaste traes verdosas paltas La luz sonríe. Sobre la mesa libros, vasos, revistas lloran cansados. Solo en carro la música va clara arde mi viaje. Entre llaneros de Faustino Sarmiento libros de ruta. Esta mañana sin voces, sin hermanos el alma fuga. Juanito, Walter Elmer los tres unidos traman sus sueños. Veintitrés julio sábado de viajero hasta la feria. David y Lucho caminan en recuerdos con vino lijoso. Platos y vino animan un programa calla la mesa. En noche turbia el internet arroja un mar de datos. Dulce cocina calienta comida en sabor sumado. Don Makshi Neyra: despiertas en mis sueños la luz que duerme. En el club, Rola agita mil palabras con sal y chispa. Perrito blanco a mi lado camina feliz camina. Progreso dicen autos, gritos, más fierros, fieras mañanas. Solidaridad los desiertos claman: llegó la hora. Niños dormidos avenidas meadas carros humosos. Helado viento sobre viejos caminos trama recuerdos. Herrero viejo, el yunque bien te quiere la fragua baila. Carlos llamaba por teléfono dijo pon por el viejo. Sí sale, dije por nuestro viejo lindo mucho es poco. Murió la vieja calló el Yanamayo lloró chihuaco. Áncash ante el bicentenario
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Cuesta arriba una cruz en el cerro baila chimaychis. Uritus llegan por navideña fiesta. Cantan los pastores. Llegó la lluvia prendida a la mañana sigue la lluvia. Los taxis duermen acurruca la lluvia las horas fugan olor a tinta diarios con noticias amanecieron. La república en llegar tardaría pocos esperan. Jorge trabaja antonio hace mucho, los otros nada. Gol de guerrero el Perú se levanta triunfos anuncia. Taller de jaicu cinco, siete, más cinco sale redondo. Normas legales son muchas hasta miles siguen leyes. Ramas sin uvas secas en la salida anuncian vinos. Una plancha grande un nombre cincelado sobre la tumba. Danza guerrera chonta, negra, fiera olor a selva. Tinya con toro caja, pincullo atizan danza de varonas. Alzando albas vale soñar despierto nuevos caminos. Altiva tierra donde nací a tiempo entre jilgueros. Elmer Neyra Valverde Ventanas que no desesperan Nada llega salvo jadeos y cansancios de carros de segunda. Ya no hallan los huanchacos al lago verde de los maizales ni la golondrina de ojillos grandes se pasea en esta soledad ni los perros bribones van a desnudar la lujuria de las caiguas. Pensativo, deshilvanando el destino de la piedra olvidada mi universo pareciera el destino de la piedra olvidada mi universo pareciera que hallase caridad y fortuna. He puesto una ventana que escucha ya la furia de cinco ríos. Hay una ventana de molle para que resista las trenzas del amor, hay una ventana que sonreirá con la ventisca de tardes de agosto hay una ventana que dejará pasar la noche y su tropel de insultos y una ventana que dejará pasar la muerte, le espera abierta. Elmer Neyra Valverde
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Elmer Diez de la mañana dejaste el último suspiro, ausentándote sin aviso, sin el postrer abrazo. Semana Santa te guardó sin prender el cirio, sin rezar el rosario: nos separó el destino. Los caminos te esperaran las crucecitas te guardaran, cada beso del aire que van llamando a tu corazón. Adiós, hermano del alma, te marchaste a Cushipata para saludar tu Piscobamba y siempre cantar en alabanza. Como escritor ancashino llenaste páginas en recuerdo; hoy tu lapicero queda en luto las hojas de papel tendido. Juan Rodríguez Jara. 8 de abril 2020
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La poesía de Ángel Lavalle Dios y Chimbote Anita Perpetua Terry Noriega de Lavalle Ángel Lavalle Dios llegó a Chimbote en marzo de 1987 como docente de la Universidad Nacional del Santa y se desempeñó también como su Primer Secretario General y como Decano de la Facultad de Ingeniería. Cesó a su solicitud en junio de 1991. Durante el lapso señalado, ejerció e incentivó una intensa actividad de promoción cultural en las páginas de todos los Diarios locales y auspiciando prologalmente algunas publicaciones de escritores del Santa y de Áncash. Y en lo personal, hizo la “Primera Muestra de Poesía Ilustrada” con los poemas de “Caminos del Viento” (1989); luego, publicó la primera edición de este en offset. A continuación, inició la publicación de “Bellamar, Revista de Cultura” (1990), que llegó al número 4, en 1991 y se ha continuado hasta el número 22, en el lapso de 21 años; cerrándose este ciclo creador y editorial de Ángel Lavalle Dios con la publicación de “Vertientes del interior” (1990), colección de comentarios críticos sobre arte. Sin embargo, en el presente informe queremos destacar el aporte poético de Ángel Lavalle Dios para mostrar la realidad de Chimbote a través del bello juego de las metáforas y las imágenes, concretado en su poemario “Caminos del viento”, que hasta el momento va ya en su tercera edición (1998). A propósito de la celebración del Bicentenario de la Independencia del Perú es oportuno mostrar, una vez más, los valores artísticos de este poemario, referencialmente ligado a la realidad chimbotano-ancashina. Es el manejo del lenguaje lo que en “Caminos del viento” atrae la atención de la crítica especializada. Y éste es el aspecto que enfatizamos ahora, sobre el telón de fondo del referente inmediato que es Chimbote.
Anita Perpetua Terry Noriega.- Doctora en Educación por la Universidad Nacional de Trujillo; Magíster en Educación, especialidad Pedagogía Universitaria; Profesora de Educación Secundaria, especialidad Lengua y Literatura; Titulada en Arte Dramático. Estudios concluidos de Bibliotecología (UNT).
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Al respecto, uno de los estudiosos que nos ilustra sobre esta variante fue Rigoberto Meza Chunga, quien dice: “Caminos del viento es una estampa desgarrada de Chimbote, lugar al que se arriba lleno de ilusiones… En el nivel del lenguaje, la ausencia de signos de puntuación y el uso de mayúsculas al comienzo de determinados versos permite hasta dos lecturas con sentidos contrapuestos y complementarios: “Que siga llorando el horizonte/su intimidad perdida/cada día ………… Cada día/renace en tus ojos/La Rosa de los Vientos” (“Pelícano”). Hay una clara intención, continúa Meza Chunga, de motivar los signos para hacerlos funcionar más estrechamente en sus significados y sentidos como en “Humo”. donde el humo va inundándolo todo vertiginosamente, en forma dinámica sin que el poeta lo diga sino lo sienta y lo haga sentir a sus ocasionales lectores, a través de una cadena de verbos, aturdidora, pues, el humo es el comienzo (enraíza) y el fin (ondea).” En lo que a nosotros respecta, en el prólogo a la tercera edición de “Caminos del viento” (1998), tuvimos oportunidad de destacar éstas sus originales novedades lingüísticas poéticas, en los términos que siguen: En el caso específico de la obra poética de Ángel Lavalle Dios, necesitamos premunirnos primero, de la indispensable sensibilidad hacia lo artístico; segundo, de un sustento cultural que permita las asociaciones necesarias que exige cada uno de sus versos, engañosamente simples; y, tercero, de la paciencia para no rendirse frente a los perennes, insólitos hallazgos artísticos en el campo de la semántica, de la ausencia de signos de puntuación y el sentido de esta ausencia, la estructura cíclica de la mayoría de sus poemas (con inicios y finales indistintos que sorprendentemente no nos hacen perder el encuentro con la intencionalidad de los mismos: por ejemplo, el caso de los poemas “humo”, “Pelícano”, “Terrestre patria”, por citar algunos). La sensibilidad hacia lo artístico, la exigencia de un sustento cultural y la paciencia para la búsqueda, anteriormente explicitados, nos permitirán finalmente apreciar la característica que lo sustantiva como creador y que es el don de sintetizar belleza, verdad y amor, que el poeta Ángel Lavalle Dios trasunta en todos y cada uno de sus poemas con la envidiable naturalidad de lo consuetudinario y cotidiano; de lo vivencial y coherente con el diario suceder. Áncash ante el bicentenario
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En concordancia con la sencillez del poeta debiéramos terminar este comentario solo con lo anteriormente dicho, pero en una suerte de provocación, se nos antoja incidir en algunos aspectos de “Caminos del viento”, para deleitarnos con el ligero análisis de los poemas que lo integran. Sobre los títulos
Nos presenta una aparente localización (geográfica, digamos) de la temática, resumida en los títulos de los poemas (Puerto, Santa Rosa, Bellamar, Varadero, Desierto, entre otros). Y es aparente porque en realidad el poeta, no nos da solo una descripción del referente lexical, sino que el vocablo nos conduce hacia generalizaciones interesantes. Por ejemplo, “Puerto” es Chimbote y más: por ejemplo, entre otras cosas: llegada y partida; encuentro y desencuentro; es adiós y es ausencia. I. Viaje Comunión vivencial con la naturaleza, que produce una suerte de fábula metafórica dentro de la cual, a través de logradas sinestesias, metonimias, prosopopeyas aprehenden sempiternos motivos de preocupación del hombre, que no desaparecen, sino que simplemente se desplazan intermitentemente y que en este caso el poeta de percibirlos con nitidez los asume. Ejemplo: todo el cúmulo de connotaciones afectivas que supone un viaje para los que se van y los que se quedan; lo local y lo cosmopolita de “Las Casuarinas”, que es Chimbote y es el mundo porque desde cualquier lugar alguien viaja siempre. Viaje es una palabra y como toda palabra es más palabra cuando después de dicha alguien la recibe. Para el poeta “Viaje” supone ausencias, recibimientos, vacíos, plenitud; supone también la impotencia de no poder impedir las partidas inexorables de los que simplemente se van, o como textualmente lo dice el poeta “los que parten antes”. De otro lado, en este poema encontramos la ineludible función de perennización que cumple todo artista en cada uno de sus testimonios que, aunados van perfilando la herencia cultural, la que es un regalo de los artistas de todos los tiempos; lo detectamos específicamente en la relievancia de una de las costumbres tan fácilmente identificable en la mayoría de los pueblos, es decir, la afición por los gallos y de lo que de apuesta tienen, de las que también resultan ganancias, pérdidas, ausencias y permanencias, partidas y regreso como en todo viaje. Áncash ante el bicentenario
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II. Santa Rosa La estructura cíclica de inicio indistinto a la que hemos hecho mención en un primer momento, la percibimos con nitidez en los seis poemas de “Parpadeos”, en “Pelícano”, “Terrestre patria”, y en éste que nos ocupa y que ejemplificamos. El título y el primer verso se asocian en una paranomasia y una cuasi conduplicación a las cuales le sucede “En las alturas/ mis ilusiones/ guarda”. Aquí podríamos detenernos y comprobar la versatilidad lúdica de esta primera parte del poema, ya que si le concedemos a “guarda” el papel de primer verso, tendríamos otra connotación: “guarda/ mis ilusiones/ en las alturas/ ¡Roza, Luz!”. Captamos en la primera versión una intención “enunciativa” del poeta, que se torna “exhortativa”, en la segunda. Este mismo proceso lo podemos repetir con los subsiguientes versos del mismo poema, detectando la original técnica del poeta del inicio cíclico indistinto. Descubrimos que esto, al parecer, se debe a la libertad que se toma el poeta de omitir signos de puntuación sin omitir el sentido y, magistralmente, magnificar la polisemia del poema. Ejemplo: una semántica nos ofrece cuando comienza: “guarda/ los ojos del silencio/ rocía/ mis oídos/ en la noche”…; otra, si se inicia: “Adiestra y deja/ en la noche/ mis oídos/ rocía/ los ojos del silencio/ guarda/ mis ilusiones/ en las alturas”. Incluso, encontramos otra connotación diferente, si iniciamos la lectura del último al primer verso. Y cuyo final indistinto, le da otra y diferente connotación. En un afán de acelerar una percepción global de otros aspectos lingüísticos – literarios y de funciones múltiples, acotamos algo de cada uno de los siguientes poemas. III. Bellamar Confesión, un registro, una constatación de la entrega del poeta en las cotidianas vivencias de unificación de la naturaleza, de las gentes, de sus quehaceres, sus andares. Todo esto motiva un afloramiento de lo poético, que sólo lo capta el poeta: “Cómo sentirme solo/ si la anchoveta/ con mis tambores errantes/ calza tus avenidas calladas”. IV. Desierto Uso magistral del asíndeton, traducido en metáfora, para cuyo descifre hay que acudir a la ciencia, la cultura y la sabia naturaleza (por ejemplo, una definición de CACTUS: “puquiales erizados”). Áncash ante el bicentenario
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V. Corazón y mar Reclamo sutil y fuerte para un tratamiento respetuoso de la naturaleza, en especial del mar, y lo que significa éste para el hombre: una antítesis eterna: vida y muerte. VI. Terrestre patria Presencia de metáforas y anáforas que explican la significación que emana de la naturaleza (tierra, mar y aire), anonadando al poeta, por tanta injerencia e influencia en el espíritu del hombre que puede vislumbrarla. VII. Pelícano Polípotes, metáforas, personificaciones que arquitecturan la figura del hombre omnipotente y omnisciente en la faz del universo. VIII. Varadero Originales y pequeñísimos poemas con gran contenido de mensajes, que en brillantes antítesis y metáforas nos permiten leerlos de arriba hacia abajo y a la inversa con distinto mensaje en cada caso; un poema divergente por su polisemia. IX. Pescador II Presencia de semilicadencias y metáforas, dando mensajes de profundo humanismo. X. Humo Concatenación inicial que metafóricamente nos conduce a la captación de la dialéctica de los objetos y significados expresados en una serie de sinestesias, brillantemente logradas, que nos dan una visión patética de lo cotidiano, en lo que de simple tiene. Es abundante también en epanadiplosis y personificaciónes con iguales resultados sobre lo cotidiano. La ausencia de signos de puntuación (presente en todas las creaciones del poeta, después de su libro “La palabra del sol”), en “Humo”, cumple con mayor eficacia la función de permitir el libre juego de la capacidad Áncash ante el bicentenario
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receptiva del lector, dando como resultado un espontáneo y original proceso comunicativo con el autor y su intencionalidad. Las semilicadencias constantes en “Humo” tienen la originalidad de no entorpecer el cíclico mensaje de la estructura total del poema de tal suerte que podemos iniciar su lectura en cualquier verso y ascender o descender indistintamente sin perder el camino ni el sentido unitario. “Caminos del viento” reitera los logros poéticos de varios otros poemarios anteriores del autor y nos permite destacar, además, la simbiosis creación/ entorno, inolvidable en toda la producción poética de Ángel Lavalle Dios. El trabajo artístico de este poeta tumbesino exhibe con abundancia las huellas del ambiente rural de su biografía auroral, que le permiten tejer y labrar las vivencias cotidianas de las gentes en los diversos escenarios en los que se inspira, no sólo el río, el mar, el viento, los animales, sino también las nuevas querencias que abarcan su afectividad: una calle, la azotea de un edificio, la carretera, la ciudad y sus contrastes, los anhelos, las estrellas y todo lo demás que puede tener un nombre: Tumbes, Trujillo, Chimbote, Huarás y cualquier lugar o detalle, mejor si es ignoto, inédito e insignificante, pues, son precisamente estos motivos los que con las manos del poeta tornan sublimados arpegios en sus “mensajeros violines de cristal.” “Caminos del viento” es, entonces, un importante registro artístico poético de Ancash en el lapso de este Bicentenario de la Independencia del Perú. Agregando que este año 2020 el poema “Corazón y mar”, que lo integra, ha sido seleccionado para la Antología de los 100 poemas del The Cultural Center of Vijayawada & Amaravati de La India. Caminos del viento/ (1990 - Ángel Lavalle Dios) Tercera edición - 1998 Viaje
Celebra el viento en su canción de rueda y de camino la fiesta de ilusiones que es el viaje Yo soy el que despierta al sueño y pide Las Casuarinas me eleven en sus ondeantes manos para hacerle adiós a los que parten antes Áncash ante el bicentenario
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que los gallos suelten por la arena sus radiantes cuerdas del amanecer Santa rosa
¡Roza, Luz! En las alturas mis ilusiones guarda Los ojos del silencio rocía mis oídos en la noche adiestra y deja Su idioma de claridad amanecer hilvane con el clarín de las estrellas y los gallos Bellamar
Define Bellamar la arena tus arandelas de celeste seda aquella que desciende lozana por las pestañas de tus viajeros ojos y soberbia asciende salados tus cabellos que el viento mece Cómo sentirme solo si la Anchoveta con mis tambores errantes calza tus avenidas calladas cuando subo la serpentina de la mañana y regreso de noche al mar a despertar los luceros que te embellecen Desierto
Vida la canción del búho y los caminos del reptil luz No sabe del amor Áncash ante el bicentenario
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arenales deambula soledad Puquiales erizados en los cactus juega el viento sus trenes de alegría El sol aborda en la estación más desolada y va con sus pinceles anaranjados retocando la historia de la piedra por la celeste ruta del corazón Corazón y mar
Germinaron con alegría sus raíces de libertad Y a imagen y semejanza refundió el corazón en el mar azules sus alas de eternidad e infinito En los desiertos en las lagunas en los oscuros fogones en las heridas abiertas en las miserias del corazón el mar fue humillando la dignidad de sus sueños incinerando las alas De su esperanza Terrestre patria
Es la espuma de la sal y el agua la única verdad que pinta Es vistosa la amalgama y no de ahora le viene su raíz al arcoíris Áncash ante el bicentenario
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En metal en agua acuña la cornucopia su armonía ¿Y si no es el mar? ¿Y si no es la tierra? ¿La tierra dura? ¿El agua dividida? ¿Cómo hubiera el corazón enraizado en aire y alas? ¿Tantas lunas hubiese amadrinado con los soles en sus errantes manos? ¡Faltan ojos para tanta floración! ¡Llega en el viento a mis oídos la alfabetizada palabra de Babel! Y melodiosa encabrita en las ventanas cuando despiertan sus mensajeros violines de cristal Pelícano
Río a la mar en sus dominios se hizo el andamio de tus sueños En verde en azul en claro fuese haciendo el color y el tamaño de tus alas Ahora nadie puede aprisionar el vuelo de tus manos no hubo para tus manos vértice ni en la línea ni en el ancho ni en el volumen ni en la altura Áncash ante el bicentenario
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Las distancias más largas fueron siempre tu alegría enseñando al infinito enseñando al mar a unificar la tierra repartida por los ríos Que siga llorando el horizonte su intimidad perdida Cada día renace en tus ojos La Rosa de los Vientos Parpadeos
1 Varadero Aquí es varadero fugaz del llanto de la dicha Puente 2 Puerto Despega en este puerto el mar en humo esfumando en neblina todos su aires De grandeza 3 Peces En tierra van quedando peces dibujados en paredes en puertas de vehículos en la bandera volando sin volar en el escudo Con la boca abierta
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4 Pescador I Pesca pescador enreda sombras oscurecen pensamientos Corazones 5 Pescador II Mira pescador Ojo de Uva vino avisando Delfines encabezan en columnas congrégate másate Ballena eje de fuerza desplázate mécete presiona golpea Pez Martillo pón a Raya Pez hacia los flancos arriba Pez Volador fija tus límites Bonito Pez pescador ruge a toda máquina avanza Pez Espada en ristre a fondo Pez Estrella Estréllate lumínate resplandécete alumbra abajo devuelve la claridad A sus confines 6 Humo ¿Y el humo? Humo se hace con pies de plomo Áncash ante el bicentenario
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enraíza en los calderos arde crepita endurécete transfórmase en fierro cobíjase en sartenes abálsase en peroles escancíase en aceite desempólvase en harina imprégnase respírase váse en uno desembrújase en acero encárnase en manos convoca arenga aplaude agita envaríllase ahómbrase ensaledásase adultériase enamórase en anillos erígese en corazón de las columnas encabrítase asciende cuando quiere ondea los caminos del viento flameando envanecido sus cabellos termina la jornada recostando sobre las faldas de San Pedro Para reponerse Caminos del viento
Mi pueblo mi ciudad mi patria mi nación mi tierra mi universo mi sangre mi raíz mi ser mi humanidad tiritan se estremecen Cómo les duele su costado les supura el corazón les sangra la frente ¡Míreseles! ¡Déseme razón Áncash ante el bicentenario
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Del llanto! Su estertor Me entierra me sepulta ¡Me levanto! ¿Acaso el león en jaula domestica? ¿O déjase el castor domar en los floreros? ¿Desde cuándo coexisten los patios con las rejas? ¿Quién me sigue? Por los caminos del viento frescas están aún las huellas del zorro Va cantando ¡Arriba! la canción de la Calandria Otea ¡Abajo! los aullidos del lobo acorralado se encorrala amenaza amedrenta extermina llora por nosotros sobre la sangre derramada Pero llueve sobre mi humanidad relámpagos centellas sigue lloviendo sobre mi ser crepita la lluvia lava renueva mi sangre mi raíz ¡Hermanos caídos! Cayendo para levantarnos la vista el mentón la altura el tamaño En alto la agonía camina caminando las manos van al sol Devolviendo sus dominios
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Álamo
Un álamo conozco yo alto y hermoso. Vive en la berma su humanidad de bosque y sol, besando a las noches sus cansadas pupilas de metal. De remotos océanos viajero el viento viene enamorado de su sonaja de verde cascabel. Con los niños se engrandece su sombra de panal. Álamo frondoso, Camina a gusto el corazón Con ese aire bueno que te eleva. Luciérnaga
La proa de mi camino viró hacia el sur y víme en estas orillas halado por sueños ancestrales que atrajeron las naves de Quitumbe, Naylamp y Takaynamo. Hice la ruta de las golondrinas que buscan el verano con música en sus alas y en su canto la anunciación de días cálidos. Encontré pulidas piedras y tierra modelada, huellas indelebles de otras manos como la mías que seguirán como luciérnagas develando las tinieblas del mar y las endurecidas venas subterráneas; ellas agitan el cielo con pañuelos coloreados Áncash ante el bicentenario
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y emparedan los pulmones de oscuras profundidades. Vive la vida, canta y llora; aunque siempre se llora más y el llanto no se escucha: distraen el oído los cantos de sirena que vienen de ultramar en alas de la luna y los ojos, los dorados sueños que se evanescen coloreando las pestañas del sol. Se embebe el alma que vive de recuerdos y realidades futuras. Dichoso el mar que siempre lame los senos turgentes de la tierra y el viento que cabalga arriba encallecidos lomos al galope de negros caballos de blancas crines de plata. Mira el agua de tus ojos que brillan muy alto: se desgaja como lágrimas a veces como vena turbulenta y se tiende sobre la tierra verde y amarilla a veces hiende su piel y se alarga cual dulce raíz del mar. Así me estremece tu enmudecida grandeza que los himnos entonan: el aliento salobre del mar, la exhalación repentina del humor de la tierra, el corazón que emana corriente bondadosa y el verde regazo de tu sonrisa que acoge con amor tu derrotada cabellera volátil o las gloriosas banderas de tu invicto horizonte. Y mis ojos y mi corazón y mis sueños descalzos por senderos endurecidos se anonadan, se alelan, se alan, se desbocan tras los brazos de la luz que en las alturas olvidóse iluminar abajo. Áncash ante el bicentenario
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Revista Perú visión 25 años de labor al servicio de la región Áncash Feliciano Apolinario Espíritu La revista Perú Visión que al momento de su fundación en abril de 1995, se llamó Perú Áncash, por recuerdos y gratitud a ese departamento de donde procedía el fundador: provincia Mariscal Luzuriaga su capital Piscobamba, es un publicación de temática, regional, nacional e internacional, que ha cumplido 25 años difundiendo el quehacer político, económico, social y educativo, de Áncash; lo mismo que los grandes retos en la salud, el desarrollo vial, los retos del agro, el rico potencial minero, turístico y las múltiples expresiones culturales y ancestrales de la región. Nuestra revista ha sido tribuna indiscutible, permanente, de crítica constructiva y propuestas coherentes a la clase política congresal ancashina, en Lima, con el propósito de lograr con nuestros legisladores, una conjunción de esfuerzos comunes, en presentar proyectos de ley para el ansiado desarrollo y bienestar de Áncash. Nuestras páginas han presentado todos estos años, las propuestas de ley de nuestros legisladores para la región y las críticas que les formulamos en su momento para corregir errores. También hemos destacado el aporte y éxito de importantes personalidades ancashinas que han triunfado con gran esfuerzo, en nuestra capital, en los rubros empresarial, docente, médico, político, artístico, literario y otros. En efecto, Perú Áncash inició sus labores con un personal periodístico reducido pero animoso y decidido a presentar una publicación no diaria, capaz, no solo de informar sino también crear conciencia de la importancia de estar informado sobre los sucesos más importantes de
Feliciano Apolinario.- Nació en Piscobamba. Estudió Ciencias de la comunicación en la universidad San Martin de Porras. Trabajó como reportero gráfico en la GUE. Alfonso Ugarte. Luego en la Ugel 03 de Lima. Fue director de las revistas; “Perú Áncash” y “Perú Visión”. Exdirigente del club y, Áncash. Ha recibido reconocimientos de la MPML, CP, y CÁ.
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nuestra región, sino también hermanar a todos las provincias de nuestra región. Iniciamos las labores periodísticas en tiempos no muy halagüeños pues en 1995, la subversión y su remanente, aún tocaba fuerte, mientras las nuevas elecciones confirmaban la continuidad en el gobierno de Alberto Fujimori. Nuestras propuestas de desarrollo constantes Perú Visión ha sido todo este tiempo, la publicación que sobrevivió a los más duros embates y dificultades económicas, que acechan a las publicaciones no diarias, pero nada nos amedrentó para seguir adelante; hasta la llegada de esta pandemia que también tocó nuestras puertas. Hemos dado un paso atrás como los felinos, esperanzados, confiados en que vendrán tiempos nuevos que nos permitan volver a nuestros afanes periodísticos y los deseos de reencontrarnos con nuestro público. En líneas generales hemos señalado en nuestras publicaciones los graves déficits o carencias de infraestructura, básicamente educativa, sanitaria, agraria, vial, la falta para integrar y facilitar la atención y el desarrollo de todos los pueblos de la región. Concretamente, la necesidad de construir nuevos hospitales equipados con modernas instalaciones y capacidad para atender las cada vez más crecientes demandas de salud de la población y la necesidad de invertir más en la educación dotando de mejores instalaciones para la enseñanza a fin de bajar los clamorosos índices de analfabetismo en cada rincón de nuestro departamento. En el ámbito de la educación hemos insistido en nuestra revista, en la necesidad de construir de nuevos centros educativos en los lugares más alejados de las provincias donde convergen alumnos de las alejadas comunidades, con horas de desplazamiento para llegar a la escuela, asimismo existen colegios sin la cantidad necesaria de docentes. Asimismo, hemos dejado claramente establecido, las demandas de mejorar y aumentar el presupuesto para los programas de alimentación y asistencia social para los niños en la etapa escolar, racionando convenientemente y fiscalizando el empleo de los recursos que cada pueblo recibe por el canon minero, toda vez que es la región más rica. Áncash ante el bicentenario
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Turismo, folclore y patrimonio cultural Otras de las propuestas periodísticas que merecieron gran atención de nuestra parte ha sido la necesidad de concluir los estudios de proyectos viales de desarrollo y la construcción de carreteras ya iniciadas para integrar a todos los pueblos ancashinos, la sub región oriental de Áncash llamada konchucos, no cuenta con ninguna pista asfaltada no obstante haber pasado 200 años de vida republicana, siendo grave el abandono total de los gobiernos centralistas y la indiferencia de las autoridades locales. Perú Visión ha sido además una ventana para difundir las opiniones de hombres y mujeres pensantes de la región y la necesidad de impulsar el turismo, aprovechando la fascinante belleza de nuestros atractivos naturales siendo la actividad más rentable nadie apuesta como lo hacen otros pueblos, debe crearse circuitos turísticos por medio de las municipalidades, dar facilidades para construir hoteles, restaurantes tanto en la población como en sus lugares de atracción, como viene haciendo el distrito de Antonio Raimondi en Chiquián y la ciudad de Pomabamba que ha impulsado la organización de actividades. También la difusión de nuestro arte y el patrimonio milenario de nuestra cultura Chavín y otros centros arqueológicos de tremendo valor histórico y turístico abandonados por las autoridades porque allí llegan turistas y visitantes llevados por agencias del Callejón de Huaylas; existiendo otros centros históricos no se hace conocer como en el distrito de Casca en provincia Mariscal Luzuriaga, Yarcan en Llamellín, el puente colgante incaico de Pucayacu, etc. además de las más genuinas expresiones de nuestra música vernácula, la variedad danzas y costumbres ancestrales producto de nuestro rico acervo cultural. Nada nos ha desalentado, estos años, ni las crisis políticas que han sacudido al país ni la oscura actuación de los gobernadores regionales que, lejos de trabajar con honestidad por el desarrollo de nuestros pueblos, han insistido en el mal uso de los fondos públicos, generando abandono y atraso en decenas de obras públicas. Precisamente, uno de los temas que se ha tratado con mayor porfía y frustración, son los cientos de millones de soles y dólares perdidos en Áncash por el crecimiento de la corrupción en la que se han visto involucrados los gobernadores regionales. Áncash ante el bicentenario
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Otro de los problemas que siempre hemos abordado, es la ineptitud de muchas autoridades de la región, como alcaldes provinciales y distritales para la presentación y ejecución de proyectos de desarrollo regional, que han impedido el gasto de los recursos en obras públicas para la región. Es notorio en los pueblos de nuestra región se viene perdiendo nuestras identidades, no obstante, su antigüedad, preincaica, incaica, virreinal y republicana, no se cuidan los restos arqueológicos, el camino del inca y otros. No se destacan a personalidades que gestionaron la creación de cada región, provincia y distrito, sin embargo, Áncash tiene el privilegio guardar nombre del Héroe Francisco Bolognesi, Antonio Raimondi, Carlos Fermín Fitzcarrald, Toribio de Luzuriaga, Fidel Olivas Escudero, Eleazar Guzmán Barrón, falta poner nombre alguna provincia Santiago Antúnez de Mayolo. Mayores ingresos de Áncash a economía nacional Perú Visión también ha puesto especial atención en los recursos mineros de la región ancashina convertida en una de las regiones mineras más importantes del país, que llegó a generar en su mejor momento unos 15 mil puestos de trabajo y unos 13 mil millones de soles transferidos a Ancash hasta al 2019. Este potencial minero quedo probado en el 2018 cuando Áncash se convirtió en la región con mayores aportes económicos al país. Recordamos que el primer trimestre del 2018, la economía peruana alcanzó 3,2%, gracias a la mayor actividad productiva de Áncash con un total del 13,2%, Piura con 9,1%, Loreto 8,1% y Junín (5,8%). Es todo cuanto puedo sintetizar de nuestra labor periodística a lo largo de este cuarto de siglo y debo expresar mi agradecimiento a todos los trabajadores que participaron en este gran sueño y experiencia informativa. Mi agradecimiento especial a mi Editor General Ramón Machado Contreras, consagrado periodista e historiador, compañero de estudios universitarios sin el cual, no hubiera sido posible llegar a miles de hogares ancashinos con su ayuda y preciada experiencia estos 25 años.
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Aproximación a las identidades culturales en Huaraz Laura Nivin Vargas El propósito del presente artículo es presentar una aproximación general a las identidades culturales huaracinas. Huaraz, históricamente, se ha caracterizado por su diversidad sociocultural y, actualmente, se constituye como una ciudad andina cosmopolita con identidades diversas. En este marco, se identifica y describe algunos rasgos constitutivos (exteriores e interiores) de las identidades culturales en Huaraz. Para mejor comprensión, el artículo está organizado en cuatros secciones. Se inicia con la precisión conceptual sobre identidad cultural; luego se identifica los principales elementos culturales tradicionales focalizando en la lengua, vestimenta, música y gastronomía, medicina tradicional y la religión; seguidamente, se reflexiona sobre Huaraz entre lo tradicional y lo moderno ¿conflicto o complementariedad? Se concluye con apuntes finales caracterizando a Huaraz como un pueblo con culturas e identidades diversas e híbridas. 1. Identidad cultural: una aproximación conceptual Para una aproximación al tema de la identidad cultural en Huaraz es necesario partir precisando las nociones teórico-conceptuales sobre identidad y cultura. En primer lugar, el concepto de identidad es muy difuso por la elasticidad conceptual del término que a menudo lleva a confusión por los diferentes usos de la palabra. Etimológicamente, identidad deriva de la voz latina idem que significa ‘el mismo’. Esto implica que hay una relación muy estrecha entre ‘identidad’ y ‘uniformidad’, pero al mismo tiempo, la identidad se constituye también a partir de las diferencias. Fink (1991) refiere que “Todo pensamiento sobre la identidad es pensamiento sobre la diferencia, y todo pensamiento sobre la diferencia es pensamiento sobre la identidad” (p. 128). Asimismo, Bergholdt (1999) afirma que “la identidad es identidad solo en la
Laura Nivin Vargas. Natural de la ciudad de Huaraz, Áncash. Doctora en Educación y Magíster en Políticas Sociales, investigadora Renacyt, docente investigadora y directora de Autor y Patentes en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo. Asimismo, es miembro e investigadora del Instituto Ancashino de Estudios Andinos, INADEA.
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diferencia y esta diferencia está en lo social” (p. 28). Entonces, estudiar la identidad implica, necesariamente, identificar y entender las diferencias en una sociedad concreta. Las personas no tienen una sola identidad, sino una variedad de identidades que no pueden ser sintetizadas en una sola identidad. Por ello, en el campo de las ciencias sociales se distingue tres clases de identidad: la individual, la colectiva y la híbrida que combina la primera con la segunda. La identidad individual tiene que ver con la autoidentificación del individuo para diferenciarse con los demás individuos, para sentirse diferente y único. Por su parte, la identidad colectiva implica un sentimiento de pertenencia grupal y se forma a través de procesos sociales determinados por la estructura social. La identidad colectiva conlleva una forma de solidaridad con las demás personas del grupo con el cual el individuo se identifica. La formación de la identidad colectiva se desarrolla en el proceso de socialización en un determinado contexto social. En segundo lugar, el término cultura es polisémico, por lo que no existe una definición unívoca de cultura. Según Fink (1991) el concepto de cultura es hipercomplejo debido a que la cultura es, al mismo tiempo, abstracta y concreta, texto y contexto, objetiva y subjetiva, definida y definitoria, material y simbólica. Además, la cultura es conjunto y totalidad, pero también parte y aspecto. Teniendo en cuenta la dicotomía tradicional versus moderno, muchas veces erradamente se ha intentado jerarquizar las culturas, considerándolas a las primeras como atrasadas, incivilizadas, inferiores y; a las segundas, como desarrolladas, avanzadas, superiores. En este marco, García (1989) señala que existe un interés intrínseco de los sectores hegemónicos por promover la modernidad y un destino fatal de los populares que los arraiga en las tradiciones. Los modernizadores apuestan por los avances y entienden que el atraso de las clases populares las condena a la subalteridad. Entonces, para los grupos hegemónicos las culturas populares (indígenas, nativas) deben modernizarse porque su tradicionalismo no tendría salida en tiempos actuales. Esto implica que la dominación les impide ser ellos mismos a los grupos dominados y les exige adoptar nuevas formas de vida con otras identidades. Empero, es importante señalar que, no existen culturas superiores ni inferiores, las culturas son sencillamente diferentes. Cada cultura tiene su propia historia y sus propias características; por consiguiente, hay que estudiarla y entenderla en esa dimensión. El argumento principal del llamado culturalismo es Áncash ante el bicentenario
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justamente que toda cultura tiene razón de ser y cada cultura es una entidad que debe ser comprendida en sus términos y en relación con su propio ambiente. Por lo tanto, cada cultura es particular y diferente de otra. Ninguna cultura es pura y estática, sino compleja, dinámica y cambiante. La cultura no solamente se encuentra en el pasado (las tradiciones, la historia, las leyendas), sino también en el presente (la realidad actualmente vivida) y, en cierta medida, en el futuro (las metas comunes). Las personas son, al mismo tiempo, productos de su cultura y las condiciones de la existencia de la cultura. Viven según los patrones que su cultura provee, pero estos patrones son creados y recreados todo el tiempo, consciente o inconscientemente, por las mismas personas mediante sus acciones y concepciones. Además, en el estudio de la cultura es importante identificar y distinguir sus elementos constitutivos: elementos exteriores y elementos interiores. Bergholdt (1999) considera que los elementos exteriores (o concretos) son las artes, el lenguaje, la vestimenta, la alimentación, expresiones de la cultura, sin dejar de ser cultura en sí mismos. Los elementos interiores (o abstractos) son todo lo que no es visible, como la ética, las leyendas, las concepciones del mundo, los mitos; elementos que, dentro de las mentes de las personas de un grupo constituyen su identidad cultural. Teniendo en cuenta las notas sobre identidad y cultura, ahora se puede esbozar una noción conceptual de identidad cultural. García (1989) afirma que la identidad cultural se apoya en un patrimonio que incluye la ocupación de un territorio y la formación de colecciones. Así, tener una identidad sería tener un país, una ciudad o un barrio, una entidad donde todo lo compartido por los que habitan ese lugar se vuelve idéntico intercambiable. Quienes no comparten constantemente ese territorio, ni habitan, ni tienen por lo tanto los mismos objetos y símbolos, los mismos rituales y costumbres, son los otros, los diferentes. Desde una perspectiva colectiva se puede definir la identidad cultural como la conciencia de pertenecer a un grupo con una cultura particular. Es decir, la identificación del individuo con los demás miembros del grupo, precisamente por compartir la misma cultura. Empero, la identidad cultural de un grupo o de una persona no es una entidad fija e inmutable, pues igual que la cultura, esta identidad colectiva depende altamente de las personas que las llevan consigo. En suma, la identidad cultural es una forma de supraidentidad que se puede vincular a una formación grupal en cualquier nivel de integración sociocultural. Áncash ante el bicentenario
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2. Elementos culturales tradicionales vigentes en Huaraz Huaraz es un pueblo con una rica historia sociocultural. Los huaracinos descendientes de los waras (agricultores y ganaderos) han pasado por diferentes etapas de contactos y convivencias socioculturales como con los Recuay, los Huaylas, los cullis, los españoles, entre otros. De su vida pre-inca aún quedan los vestigios como Pumacayán (templo adoratorio), complejos arqueológicos de Haullac y Wilcahuaín. En la conquista, el tambo de Huaraz adquirió una gran importancia estratégica por ser un lugar equidistante de las ciudades fundadas de Lima, Huánuco y Trujillo. En la República, los indígenas huaracinos víctimas del gamonalismo se levantaron muchas veces, siendo uno de ellos el movimiento campesino de 1886 liderado por el alcalde pedáneo de Marián (Huaraz), Pedro Pablo Atusparia. En el siglo XX, Huaraz fue castigado por las furias de la naturaleza, primero en 1941 por el aluvión y en 1970 por el fatídico terremoto. De allí en adelante, Huaraz ha experimentado grandes cambios socioculturales, principalmente por efectos de la migración e influencia de la modernidad (Julca, 2020). Para una mejor comprensión histórica, es importante revisar la etimología del nombre Huaraz. El término Huaraz o Huarás (Waras) deriva de la voz quechua waraq compuesta por la raíz verbal wara– ‘amanecer’ y el sufijo sustantivador agentivo –q ‘el amanecer’ o ‘el/la que amanece’. Además, los pobladores prehispánicos de la zona habrían tenido como una de sus principales deidades a waraq quyllur ‘estrella del amanecer’ o ‘planeta Venus’, que es una de las estrellas que se podía apreciar mejor desde la antigua Waraspampa ‘llanura de Huaraz’ y actual ciudad de Huaraz. Al respecto, Alba (1996.) sostiene que, la religión era parte integral de la vida de los huarac (waraq) y que el ritmo de su historia estaba ligada a sus dioses (Estrella Venus) que gobernaban a las fuerzas de la naturaleza. Por lo tanto, la motivación lingüística del nombre Waras tiene su base en la religión y cosmovisión de la cultura andina (Julca, 2020; Julca y Nivin, 2020). Así, actualmente, la población huaracina sigue siendo muy religiosa devota de sus santos patrones y deidades que se manifiestan, por ejemplo, en la Semana Santa, la fiesta de las Cruces y las fiestas patronales. En este marco, las expresiones culturales tradicionales aún tienen vigencia en las fiestas patronales, distritales, barriales y familiares. En las fiestas patronales y barriales, los músicos ejecutan melodías con instrumentos tradicionales como las chiscas, flautas, bombos, tambores, entre otros. Por su parte, los danzantes bailan poniendo en escena una Áncash ante el bicentenario
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coreografía especial y lucen coloridas vestimentas. Cada danza tiene su particularidad en coreografía, cantidad de danzantes, vestimenta y ciertas épocas en las que se baila. Entre las danzas tradicionales más conocidas y vigentes actualmente tenemos a: los shacshas (shaqsha), huanquilla (wankilla), antihuanquillas, atahualpa, negritos de Olleros, negritos de Cochabamba, patsa cahuallu (patsa kawallu), yuriguas (pallas de Huaraz), kon-kon o ángel danza, marinera huaracina, pasacalle, huayno (waynu o wayñu), chuscada, entre otras. Estas danzas no se bailan en cualquier época del año, sino solo en las fiestas patronales y en cada fiesta patronal tampoco se baila todas esas danzas, sino solo algunas de ellas. De todas las danzas nombradas, el huayno y el pasacalle se escucha y baila en todas las épocas del año, en todo tipo de compromisos (Zarazú, 2021). Por ejemplo, todas las fiestas familiares en la ciudad (matrimonio, cumpleaños, bautizo, honras, entre otras) incluyen casi obligatoriamente el huayno que “es una manifestación cultural andina donde se combinan las artes de la literatura, la música y la danza” (Julca y Nivin, 2019, p. 263). Así, ninguna fiesta por más citadina que sea, nunca termina sin el huayno, seguido por un pasacalle. En las fiestas patronales de los distritos, centros poblados, caseríos; así como en ciertas festividades en la ciudad de Huaraz o los días de feria también se pone en evidencia la vestimenta tradicional huaracina. La vestimenta tradicional autóctona se suele observar en las presentaciones de los grupos artísticos en ciertas festividades. Allí se observa que la vestimenta del varón consta de un sombrero de lana color blanco, camisa de tocuyo, chaleco de bayeta, pantalón (wara) de bayeta negra, sandalias (llanqi) y poncho de lana. Por su parte, las mujeres llevan sombrero de lana color blanco, aretes y collares, blusa con adornos bordados en la pechera y puños, manta (lliklla) de bayeta con adornos multicolores, sandalias (llanqi). Aun cuando los varones son los que han cambiado a una vestimenta mixtificada con lo occidental, las mujeres, mayormente, conservan sus vestimentas tradicionales, aunque con cierta combinación con lo urbano-occidental (ya incluyen los pantalones chicle, sombreros más ligeros, faldas de tela, entre otras. Asimismo, hasta antes del terremoto de 1970, los huaracinos citadinos descendientes de los antiguos gamonales y terratenientes vestían con saco y corbata, las mujeres con abrigos, por lo general, de color oscuro. Además, por las tardes y noches tenían la costumbre de caminar por la plaza de armas. La gastronomía huaracina es muy variada. Ciertos potajes se preparan y sirven en las fiestas patronales, barriales o fiestas familiares: sopa de Áncash ante el bicentenario
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llunca (llunka kashki), picante de cuy (haka pichu), puchero, pachamanca, entre otros. Los otros potajes se consumen cotidianamente en la casa, en puestos temporales en las calles o en los recreos y restaurantes turísticos. Entre los platos más conocidos se puede mencionar a: la ensalada de choco, el picante de chocho, el picante de cushuro, la sopa de papas (papa kashki), el shaqwi (sopa de harina de trigo o habas con huevo y queso), la pachamanca, asado de chancho (kuchi kanka), jamón serrano, charki, picante de yuyo (hitqa picanti). Diferentes variedades de panes: mishti, tsitsi, semita, cuay. Refrescos y postres variados: chicha de jora, raspadilla (shika shika), mazamorra de calabaza (chila api), mazamorra de tocos (tuqush api), entre tantos otros. Estos platos típicos huaracinos se distinguen de otras zonas de la región y del país por su forma de preparación, los ingredientes y forma de servir. Medicina tradicional es otra de las prácticas culturales tradicionales vigentes en Huaraz. En las zonas rurales, muchas veces, se constituye como el único medio en la atención primaria de la salud. En las zonas urbanas, coexiste junto a la medicina oficial, moderna y académica. Por ejemplo, para el tratamiento de las luxaciones están los hueseros (quiroprácticos tradicionales); las curiosas para el tratamiento de mal de ojos, susto, ladeaciones en los niños; las parteras para ayudar a las mujeres gestantes. Estos médicos tradicionales utilizan medicinas tradicionales como ungüento de animales menores (cuy, gallina), ron de culebra, plantas aromático medicinales. La forma de tratamiento y atención se realiza bajo la lógica de la cultura andina. Lingüísticamente, aun cuando en Huaraz ya no existirían comunidades monolingües en quechua, esta lengua aún sigue vigente tanto en el campo como en la ciudad. Generalmente, en las zonas rurales la comunicación cotidiana se realizad en la lengua quechua, principalmente, en las generaciones adultas. No obstante, las nuevas generaciones, paulatinamente, van adquiriendo como su primera lengua el castellano local junto al quechua. En la ciudad también se habla quechua, principalmente, en los días de feria, cuando las campesinas bajan a la ciudad para vender sus productos; así como en las festividades como la fiesta de las cruces y en otros eventos comunicativos en la ciudad. El contacto quechua y castellano ha posibilitado que, el quechua cada vez más recibe influencia del castellano, principalmente es el aspecto léxico. Pero, al mismo tiempo, también el castellano huaracino recibe influencia del quechua, siendo los más evidentes en léxico y morfosintáctico. Por lo tanto, lingüísticamente, el quechua tiene presencia en las ciudades y; el Áncash ante el bicentenario
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castellano, en las comunidades rurales constituyéndose un continuum en ambas direcciones y con una visión de complementariedad (Julca y Nivin, 2020). El quechua no solo es hablado, sino también se mantienen como topónimos (nombres de lugares) y antropónimos (nombres de personas). Así, como el nombre de Huaraz deriva del quechua waraq ‘amanecer’, los nombres de los caseríos, barrios, calles derivan del quechua. Por ejemplo, antes del terremoto de 1970 las calles de Huaraz tenían nombres quechuas (Hatun Kaalli ‘calle grande’, Kichki kaalli ‘calle estrecha’, Pukyu kaalli ‘calle de puquial’, Aya hamanan ‘lugar de descanso de los muertos’. Asimismo, los barrios tenían nombres quechuas: Ranra ‘Pedregal’, Quinuacocha (qiñwa qucha) ‘pampa de quenuales en medio de una laguna’, Challwa ‘lugar donde abundaban peces’, Kapulí kuchu ‘lugar donde abundaban capulíes’, Tuñash ‘lugar donde abundaban tunas’). En la actualidad, a pesar de que muchos nombres geográficos quechuas han sido cambiados a nombres castellanos, aún permanecen algunos en quechua y otros castellanizados. Tal es el caso del Pasaje Ucanan (uqunan ‘oconal, pantano’) en el Barrio de José Olaya, pasaje wain (wayin ‘su casa’) en el barrio de Nicrupampa. Asimismo, algunos barrios aún mantienen su nombre quechua aunque castellanizado: Huarupampa (warupamapa) ‘planicie donde hay puente de palos’, Molinopampa (mulinupampa) ‘planicie donde están los molinos’, Acovichay (Aqu witsay) ‘subida de arenal’, entre otros. Los caseríos cercanos a Huaraz tienen nombres quechuas: Ichoca (itsuq) ‘izquierda’, Coyllur (quyllur) ‘estrella’, Macashca (maqashqa) ‘pegado, golpeado’, Cochac (quchaq) ‘laguna’, ‘alagar’ y muchos otros más (Julca y Menacho, 2021). Desde la perspectiva antroponímica, existen abundantes apellidos quechuas, algunos de ellos castellanizados. Los apellidos más comunes son: Huallpa (wallpa), Llanqui (llanqi), Rímac (rimaq), Huamán (waman), Nivin (ñawin), Cochachin (quchatsin), entre otros. Asimismo, el tratamiento afectivo por medio de los hipocorísticos quechuizados está ampliamente generalizado no solamente en las zonas rurales, sino también en la propia ciudad de Huaraz. Los hablantes ante la ausencia de nombres quechuas, para hacer más afectiva y cariñosa la interacción comunicativa utilizan los hipocorísticos formados a partir de la base léxica del nombre de pila castellano añadiendo sufijos quechuas y adecuando a la estructura silábica y morfofonológica del quechua. Por ejemplo, del nombre Maximiliano(a) deriva el hipocorístico quechuizado Makshi (se usa para un varón o una mujer) y cuando el hablante quiere Áncash ante el bicentenario
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expresar mayor afecto y distinguir género usa Makshiichu o Makshiicha (dependiendo si se trata de un varón o una mujer). A continuación, se presenta un pequeño listado de los hipocorísticos quechuizados más comunes: Ishti (Esteban), Ushta (Eustaquio/a), Makash (Macario), Llupi (Ruben, Roberto), Mallshi (Marcelino/a), Mañu (Manuel/a), Shanti (Santiago), Llika (Ricardo/ina), Llusha (Rosario), Malli (María), Mallka (Margarita), Isha (Isabel), Kallmi (Carmen), entre otros. El quechua también tiene presencia en el carnaval huaracino. En los testamentos del Ño carnavalón se evidencia el uso de un lenguaje picaresco, satírico, divertido con mucho humor. En dichos textos se combina el castellano con el quechua dando lugar a una especie de un quechuañol o castiquechua. Véase el siguiente fragmento recopilado por Francisco Gonzales “Testamento del Ño Carnavalón del Distrito de El Centenario Capital del Carnaval Huarasino Rumi Kachkak Wiqsu Siki más conocido como el Shiprador de El Centenario, hapallan hijo de Doña Illmi kashpichanka desconsolada viuda del recordado Wayunqa Ruru y sobrino del musyaq Shinti Runku”. El Ño carnavalón de cada barrio tiene su testamento, documento en el cual se nombran a autoridades y personas representativas del barrio y de la ciudad Huaraz caricaturándolas, exagerando sus cualidades o defectos. 3. Huaraz entre lo tradicional y lo moderno ¿conflicto o complementariedad? Huaraz es, actualmente, una ciudad andina cosmopolita con muchos rostros socioculturales donde los elementos culturales tradicionales siguen teniendo vigencia y conviven junto con la modernidad. Los elementos exteriores o concretos de la cultura tradicional huaracina se manifiestan en las fiestas patronales, la vestimenta, la música, la danza, la gastronomía y la lengua quechua. Estas manifestaciones culturales se practican en las fechas festivas, así como en la vida cotidiana tanto en las zonas rurales, como también en la propia ciudad. Asimismo, los elementos interiores o abstractos de la cultura huaracina tradicional aún siguen vigentes en las formas de vida, concepción del hombre y del mundo plasmados a través de los principios y categorías básicos del mundo andino como, la reciprocidad, la complementariedad, la equidad, la dualidad, la ciclicidad y la relacionalidad del todo (véase Julca, 2010; Achij, 2019). Asimismo, siguen vigentes en las leyendas, mitos, la religiosidad, por ejemplo, la leyenda del Señor de la Soledad (véase Yauri, 1990, 2009). Áncash ante el bicentenario
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Los contextos espacio-temporales donde se puede observar la presencia de los elementos externos e internos de la cultura tradicional huaracina en tiempos actuales son las fiestas patronales o barriales. En las zonas rurales, cada centro poblado, caserío y estancias tienen sus fiestas tradicionales patronales. Asimismo, en la ciudad de Huaraz, en cada barrio se realiza fiestas tradicionales: la fiesta del Señor de Mayo en el barrio de la Soledad, la fiesta de la virgen del Rosario (Mama Llusha) en el barrio de Nicrupamapa, la fiesta de los Calvarios en José Olaya, fiesta de las cruces, carnaval huaracino, entre otros. Además, en la ciudad de Huaraz, también los migrantes de las diferentes provincias y departamentos se han organizado como colectivos (residentes mercedinos, residentes huarinos) y, últimamente, también residentes cajamarquinos, residentes puneños, entre otros. Los residentes han instaurado la réplica de la fiesta tradicional de sus pueblos (por lo general, una semana antes o una semana después). En la realización de dichas fiestas patronales tanto en el campo como en la ciudad se pone en práctica el principio andino de la reciprocidad. El mayordomo quien realiza la fiesta recibe obsequios de sus familiares y otras personas quienes son los qillis ‘obsequiantes’. Cuando termina la fiesta, se elige al nuevo mayordomo para el siguiente año. Entonces, el mayordomo pasante tiene que ‘devolver’ un obsequio al nuevo mayordomo. Los obsequios se constituyen elementos del rantin que se resume en la frase “hoy por ti, mañana por mí”. La ciudad de Huaraz en las últimas décadas ha experimentado las mayores transformaciones debido a altas tasas de crecimiento y de migración. Ahora, Huaraz es una ciudad andina heterogénea que ha vivido una verdadera explosión en cuanto a desarrollo socioeconómico y demográfico. La fuerte migración a la ciudad de Huaraz, capital de la región Áncash, comienza en la década de los 1970, como consecuencia del fatídico terremoto que, por un lado, los huaracinos sobrevivientes migraron a otras ciudades como Lima, Trujillo, Chimbote, entre otras y; por el otro lado, Huaraz empezó a recibir migrantes no solo de las zonas rurales, sino también de otras provincias del interior de Áncash y de otras ciudades del Perú. Más adelante, en los 80 se dio la segunda ola de migrantes como consecuencia del terrorismo de aquella época. Finalmente, desde fines de 1990 con la llegada de las mega empresas mineras Barrick y Antamina se acrecentó la migración que trajo como consecuencia el desborde popular en Huaraz (Julca, 2020; Julca y Nivin 2020). La migración por razones laborales, el comercio, la presencia de Áncash ante el bicentenario
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universidades, el turismo cultural y de aventura y el impacto de la modernidad ha permitido la configuración plural de identidades. En suma, el crecimiento social de Huaraz a causa de la migración ha permitido una configuración sociocultural heterogénea, múltiple y de muchos rostros acarreado, al mismo tiempo, muchas tensiones interculturales. Las corrientes migratorias del campo a la ciudad conllevan el encuentro entre dos culturas notablemente diferentes: la cultura hispano occidental citadina y la cultura rural andina tradicional. A ello, se suma los migrantes de otras ciudades del Perú que llevan consigo sus tradiciones, costumbres y formas de vida particulares. Este encuentro ha generado, por un lado, conflictos culturales que tienen como punto de partida el encuentro de dos identidades culturales distintas; por el otro, la interinfluencia mutua, la complementariedad cultural y un continuum cultural en ambas direcciones. Hoy, en la vida cotidiana huaracina estas identidades interactúan cultural y socialmente y vienen cambiando y transformándose por influencia mutua y recíproca. Es decir, la ruralidad (tradicional) tiene presencia en la ciudad y la urbanidad (modernidad) también tiene presencia en contextos rurales (Yauri, 2014; Julca y Nivin, 2020; Julca, 2021). Salazar (2006, pp. 16-17) sostiene que la identidad regional está en crisis. Él refiere que, a nivel regional, los arequipeños, cuzqueños, ayacuchanos y huancaínos han sabido mantener con gran fuerza y vitalidad su identidad regional. Para ellos está primero lo suyo y con orgullo pregonan su regionalismo. En cambio, los ancashinos no tenemos bien definida nuestra identidad regional, es más, hasta nos avergonzamos de nuestros orígenes. Esta actitud social que se tiene habría sido una consecuencia de que las élites que tenían el poder en la región en el siglo XIX y en la primera mitad del XX sepultaron el sentimiento regional y, sobre ello, devino el sismo de 1970 que significó la ruptura económica, social y cultural. Aparte de la desaparición de cerca de 70 mil personas, muchos sobrevivientes migraron a otras ciudades, pero al mismo tiempo, muchos miles de personas foráneas llegaron trayendo consigo sus vivencias propias y su carga regional. Por ello, Gonzáles (1992) añorando al Huaraz antiguo (antes del terremoto), califica al Huaraz de los ’80 y ‘90 como “una ciudad sin rostro” debido a que muchas tradiciones y formas de vidas locales fueron cambiados, reestructurados con la presencia de nuevos habitantes procedentes de
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las zonas rurales de Huaraz, así como de otras ciudades del interior de la región y de otras partes del Perú. Asimismo, Salazar (2006) sostiene que existen muy pocos estudios que se han publicado sobre nuestra historia, nuestros recursos y nuestra cultura, a tal punto que los propios ancashinos no conocemos nuestra tierra y, por lo mismo, nadie ama lo que no conoce. Además de todo lo señalado que justificaría ‘la falta de identidad’, también el autor señala que deben existir otros factores que aún no han sido estudiados a profundidad. Asimismo, señala que la educación está en emergencia y se encuentra en el “sótano” por la falta de identidad que tenemos los peruanos y, especialmente, los ancashinos. En suma, Salazar (Íbid.) concluye que la identidad regional es muy débil y muy poco se hace para fortalecerla. Por lo que, exhorta a los ancashinos que se deben despojar de la apatía que los caracteriza y libres de prejuicio, se deben abocar a la difusión de los rasgos de su identidad. Se debe mostrar al Perú y al mundo que los ancashinos se sienten orgullosos de su historia y de su cultura y que están felices de vivir en este privilegiado suelo. Esta es una tarea urgente que los impone la historia. Al respecto, es importante señalar que las culturas y las identidades no son inmutables, sino cambiantes, se transforman con el paso del tiempo por factores internas de la propia cultura y por factores externos por contacto con otros grupos socioculturales. Lo tradicional sigue vigente, pero con cambios, adecuaciones, incorporaciones y con ciertos rasgos de hidridación (García, 1989). Por ejemplo, el huayno tradicional tenía una composición mayormente en quechua o quechua y castellano, las melodías eran ejecutadas con instrumentos clásicos como guitarras, mandolina, violín, acordeón, quena; los intérpretes vestían ropas tradiciones; pero ahora, el huayno moderno tiene letras, mayormente castellanos, ha incorporado la guitarra eléctrica, batería, órgano, arpa; así como bailarines y bailarinas con vestimentas diminutas. Así, la antigua dicotomía ruralidad/urbanidad, tradición/modernidad, quechua/castellano está en crisis por el gran proceso migratorio. La ciudad de Huaraz, hoy se presenta como una realidad cultural y lingüística múltiple; una ciudad andina cosmopolita, compleja y con muchos rostros socioculturales (Julca y Nivin, 2020). Por lo tanto, en concordancia con Fink (1991), Bergholdt (1999) y García (1989), Huaraz no tendría una identidad cultural única, sino es un contexto social cultural donde tienen presencia y vigencia identidades múltiples: tradicionales, modernas e híbridas. Áncash ante el bicentenario
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4. Apuntes finales Si bien ciertos elementos y prácticas socioculturales tradicionales andinos han desaparecido a través del tiempo; sin embargo, muchos de ellos aún se conservan en la actualidad. Así, la identidad tradicional huaracina no se ha pedido, no ha desaparecido, sino su visibilización ha disminuido y opacado con el pasar del tiempo. Pues, la cultura tradicional andina huaracina sigue vigente, pero transformado que gradualmente ha incorporado diferentes elementos de la cultura citadina moderna. Hoy, Huaraz, como es natural, no es solo tradicional ni solo moderno, sino un pueblo híbrido donde se da un conjunto de relaciones interculturales, a veces de tipo conflictivo, pero, mayormente con una perspectiva de complementariedad. Por lo tanto, las culturas e identidades heterogéneas e híbridas son las que identifican al Huaraz de hoy. Referencias bibliográficas Achij, D. (2019). Cosmovisión andina: categorías y principios. Revista de la Facultad de Ciencias Médicas, Universidad de Cauca, 37(3), 1-4. DOI: https://doi.org/10.18537/RFCM.37.02.01 Alba, C. A. (1996). Huarás, historia de un pueblo en transformación. Carás: Ediciones “El Inca”. Bergholdt, A. (1999). Cambas y collas. Un estudio sobre identidad cultural en Santa cruz de la Sierra, Bolivia. Centro de Estudios latinoamericanos, Universidad de Aarhus. Fink, H. (1991). Identiteternes identited. In Fink, H. & Hauge, H. (eds.). Identiteter i forandring. Aarhus: Aarhus Universittetsforlag, 204226. García, N. (1989). Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. México: Grijalbo. https://drive.google.com/file/d/1Uru_uvdxxyZ9mpPu0oohnUjeY 14M_Q5O/view?fbclid=IwAR3cPCYZUcTCoAQS0FFtLsF5BG01SZD QQmw4_xVSMyi6zB7ZmHIau1zbKJg Gonzáles, F. (1992). Huarás, visión integral. Huarás: Ediciones Safori. Julca, F. (2010). Diversidad cultural y educación superior en Áncash. Revista ISEES, Inclusión Social y Equidad en la Educación Superior, N° 7, 115-130. https://biblat.unam.mx/es/revista/revista-isees
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Capítulo VI Personajes que forjaron identidad
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Alexander von Humboldt. Homenaje y gratitud: doscientos cincuenta años de su nacimiento Víctor Hugo Alvítez Moncada Aportes a la historia de la costa ancashina. Alexander von Humboldt, en efecto, es presentado como un sabio y un científico, no alejado en ciertos aspectos del tipo de sabiduría renacentista, o del mundo clásico. Hombre culto—cultivado por la información y la reflexión, conocedor de lenguas y culturas diversas, con sensibilidad por lo natural y lo humano, en busca tenaz de un equilibrio y una armonía en su mundo interior y en la naturaleza toda […]. Simón Bolívar llega a presentarle como el auténtico “descubridor de América”. Pongamos en valor la ruta “Alexander von Humboldt”, entre Santa y Huarmey. Alexander von Humboldt, conocido en español como Alejandro de Humboldt, cuyo nombre completo es Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander von Humboldt (Berlín, 14 de septiembre de 1769-ibidem, 6 de mayo de 1859), hermano menor del lingüista y ministro Wilhelm von Humboldt. El padre de Alexander von Humboldt, originario de Pomerania (en la actual Polonia) fue oficial del ejército de Federico II el Grande de Prusia, nombrado Capellán de la princesa de Prusia por sus méritos durante la guerra de los siete años. La madre, Marie Elisabeth von Holwede, procedía de una familia bien situada de raíces hugonotes, quien había heredado una fortuna tras enviudar de su matrimonio anterior.
Víctor Hugo Alvìtez / “Pisadiablo”.- Natural de San Miguel (Cajamarca). Con formación en gestión cultural, bibliotecología y archivística por la Pontificia Universidad Católica. Trabaja en la Universidad Nacional del Santa. Creó el Centro de Información y Documentación “Ancash”. Autor de libros de poesía, narrativa y revistas. Reconocido promotor cultural.
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Fue educado en su hogar el castillo de Tegel por tutores particulares que estimularon su afición por la naturaleza. Su padre murió cuando Alexander tenía 10 años, había elegido educadores de pensamiento ilustrado; uno de ellos inspirado por Rousseau, (Joachim Heinrich Campe), ejerció importante influencia sobre él y su hermano. Alexander se interesó ya de niño por la naturaleza y concretamente por los insectos, las plantas y las piedras. Entre otras enseñanzas, recibió clases de dibujo y pintura, a los 17 años expuso sus obras en la Academia de Berlín. Su talento artístico quedaría patente en las ilustraciones que acompañan sus libros de viajes. Prosiguió estudios en varias universidades y en la Academia de Minería de Freiberg. Aunque es conocido como naturalista, diplomático, astrónomo, mineralogista y anatomista, su fama se debe también a sus expediciones por buena parte de Latinoamérica. En 1799 salió de España, y tras breve escala en islas Canarias, desembarcó finalmente en Cumaná (Venezuela). Humboldt exploró todo el río Orinoco y la mayor parte del río Amazonas. Viajó también por Cuba, la cuenca del río Magdalena, en Colombia, y las montañas de los Andes del Ecuador, donde ascendió al volcán Chimborazo, a una altitud de más de 5.800 m. Estudió las corrientes del océano, las temperaturas relativas según la altitud y la intensidad magnética con relación al ecuador, así como los minerales, vegetales y vida animal de la zona. También se relacionó con naturalistas de distintos países que visitó, a quienes apoyó en sus investigaciones. Humboldt anduvo el Perú entre el 1 de agosto y 25 de diciembre de 1802, en corto período de 146 días, recorriendo en ese lapso aproximadamente 1 200 Kms., acompañado de sus colaboradores, el botánico francés Aimé Bompland y un amigo de Quito joven Carlos Montufar. De Loja, a lomo de mula ingresó por Lucarque y Ayabaca continuando a Chulucanas, Huancabamba y San Felipe. Era propósito del científico acercarse a Jaén y luego al Marañón a la altura de Tomependa, situada en la confluencia con el Chinchipe, donde permaneció una semana. Inició el regreso hacia la zona andina por Cajamarca descendiendo luego hacia la vertiente occidental por Magdalena y Contumazá. Desde lo alto de Huangamarca tuvo Humboldt, a 100 Kms. de distancia, la primera y espléndida visión del “Mar del Sur”, que todavía no había tenido ante sus ojos, no obstante haber atravesado los actuales territorios de Colombia y Ecuador. Continuó por el valle de Chicama, Cascas y Chala, alcanzando Trujillo el 23 de septiembre, donde tuvo la oportunidad de visitar sitios extraordinarios y pueblos Áncash ante el bicentenario
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cercanos con prósperos cultivos. A través de interminables arenales, transportado por literas, montadas sobre mulas, usual de la época, continuó su ruta rumbo a Lima, el 7 de octubre. Alexander von Humboldt. Naturalista y explorador alemán reconocido por sus valiosas contribuciones al estudio de la geofísica, meteorología y oceanografía, pasó por el hoy distrito de Chimbote el día 12 de octubre de 1802 y costa ancashina: 13 en Casma, Tambo de Culebras, 16 y 17 en Huarmey —rumbo a Lima—realizando diversos estudios y mediciones, quedando vislumbrado por la belleza de nuestro litoral. De ese acontecimiento hace doscientos años o dos siglos de silencio en estos lares y que hoy rememoramos la egregia figura del visionario y científico alemán al celebrar el mundo 250 años de su nacimiento, el pasado 2019; aunque aquí y a la fecha olvidado tan insigne personaje para nuestra historia y cultura, de vigorosa vida y obra a favor del Perú y Latinoamérica. Gracias a estudios realizados por científicos identificados con su vida y trayectoria: Estuardo Núñez y Georg Petersen, este último fallecido en 1985, quienes publicaron primero el libro: El Perú en la obra de Alexander von Humboldt a fines de la década 60, el mismo que el año 2002 mereció lujosa reedición ampliada titulada: Alexander von Humboldt en el Perú. Diario de viaje y otros escritos, publicado precisamente para celebrar 200 años del naturalista en el Perú, a cargo del Fondo Editorial del Banco Central de Reserva del Perú, Goethe Institut Inter. Nationes-Lima y Embajada de la República Federal de Alemania. También se suma: Humboldt en el Perú. Diario de Alejandro von Humboldt durante su permanencia en el Perú (agosto a diciembre de 1802), traducido del francés por Manuel Vegas Vélez, piurano, docente universitario e investigador; libros que atesoramos en nuestro Centro de documentación regional “Áncash” y acrisolamos en nuestras manos y corazón; creyendo necesario difundir su obra para conocimiento de todos y especialmente de nuevas generaciones asentadas en la costa ancashina como ejemplo de admiración imperecedera y necesaria imitación, con debida absolución y/o antelada anuencia de sus grandes autores y editores: “En todo el camino de Trujillo a Santa y de allí a Chimbote a Casma, hemos visto monumentos de la gran civilización en la cual vivían los súbditos del rey Chimún-Cauchu. Eran tan sabios en la conducción de las aguas, tan industriosos en la agricultura como los súbditos de los Incas. Los vestigios de los acueductos de 5 o 6 leguas de largo, colocadas sobre Áncash ante el bicentenario
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masas de murallas de 5 o 6 pies de alto, fortificados por un dique de tierra que reúne las aguas de la cordillera y las lleva hasta el borde del mar, son tan comunes sobre esta costa (hoy día desértica) del Perú, que yo no los cito más para ni caer en repeticiones. Hoy día se recorren 10, a menudo 16 a 20 leguas sin encontrar una sola casa o un alma que habite estas tierras; los acueductos de los antiguos peruanos atestiguan que en los siglos 15 y 16, por lo menos antes de la masacre realizada por los Incas en el valle de Santa, se encontraban pueblos de indios cada dos leguas por lo menos. ¡Y, sin embargo, hay personas aquí que niegan que el antiguo Perú pudo tener 7 u 8 millones de habitantes! La costa arenosa no tiene hoy 4 o 5 personas por legua cuadrada y los vestigios de la agricultura antigua revelan que antes hubo 7 u 8 veces más gente. A 1½ leguas al sur de Santa se encuentra el famoso puerto de Chimbote que Malaspina suele calificar como Puerto del Ferrol, es el puerto más bello que existe desde el Cabo de Hornos a Guayaquil, un puerto parecido al de Tolón (Francia) y que puede recibir todas las escuadras del universo. Tiene 3 leguas de largo por ½ de ancho. Es una ensenada cerrada por lenguas de tierra que avanzan hacia el mar e islotes rocosos que por su dirección prueban que antiguamente formaban parte de esas lenguas. El puerto tiene dos grandes entradas a 18 brazas. El fondo es de 7 ú 8 brazas. Lo que asegura todavía más este puerto, sobre todo si se quiere fortificarlo, es que el intersticio que queda entre la mayor parte de las islas es de bajos fondos por los cuales ninguna embarcación puede pasar. Al sudeste las islas se unen por medio de bancos de arena que la bajamar descubre. Este puerto, lamentablemente carente de agua y habitado hoy en día por algunos pescadores, atrajo la atención de Chimún por lo agradable del sitio y la abundancia de la pesca en el golfo. Se había construido un acueducto desde la cordillera a más de 5 leguas, acueducto que sigue todas las faldas de las montañas, desmontadas para este caso [...]. Se reconoce, aún hoy en día, que el agua filtraba a través de las piedras y el limo se depositaba sobre la arena granítica. Al sur del miserable pueblo de Huambacho (donde los indios celebran la fiesta de San Francisco y nos divirtieron toda la noche al son de las campanas y tambores), se observa también un inmenso acueducto (amurallado) y las piedras dispuestas para recibir el limo. Los Incas hicieron lo que hacen todos los conquistadores: ellos arruinan para conquistar sobre provincias despobladas. Ellos no solamente mataron y se llevaron a los habitantes Áncash ante el bicentenario
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del Chimún, sino también (indudablemente para vejarlos por la sed y el hambre, pues sin agua las plantas perecían) destruyeron los acueductos, comenzados a gran altitud. La tradición señala que el Inca, después de haber conquistado el país, pensó repoblarlo y envió ingenieros para establecer nuevos acueductos mucho mejores que los antiguos. La conquista de los españoles frustró este proyecto […]”.
Mapa del viaje de Alexander Von Humboldt en el Continente Americano
Manuel Vegas Vélez, en capítulo 6 del libro Humboldt en el Perú, textos traducidos del francés de diarios de Alexander von Humboldt, describe condiciones encontradas por el científico e instalaciones con las que contaba para facilitar cruzar el caudaloso rio Santa, aquel entonces: “Esta isla como todas las otras, la de Santa, de Chimbote, sin una brizna de vegetación, rocas desnudas y descarnadas. Desierto hasta el río Santa, torrente que a menudo impidió en otro tiempo la marcha de los correos entre Quito y Lima. Se quedaba 8 – 10 días sin atreverse a pasarlo, ni siquiera con Chimbadores. Ingenieros españoles han gastado allí 80,000 pesos para construir un puerto que nunca pudieron acabar. Finalmente, en 1800, el Sr. Coguet, profesor de mineralogía en Lima ha establecido allí una balsa unida a cables que hacen el péndulo y luego un puente de hamaca estilo indígena, pero balanceándose poco porque es detenido por cuerdas en los costados. Él tiene el privilegio durante 30 años de pedir 2 pesos por carga transportada, lo que le da 5-6000 pesos por año. Es
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inconcebible que en 300 años de conquista no se haya podido ejecutar miserias parecidas. Entonces se las paga muy caro. Pasamos el 10 y el 11 en el miserable pueblo que se llama ciudad de Santa, nombre indio o en español (pero solo usado en cuestiones legales), Santa María de la Parrilla. Allí gozamos de la interesante compañía del Sr. Coguet. Hice allí interesantes observaciones de barómetro, latitud, longitud, inclinación y declinación magnéticas. Es bueno saber (comparando las observaciones astronómicas con las de D. Jorge Juan) que la ciudad ha cambiado tres veces de situación y que ella estuvo una vez cerca del mar y de la desembocadura del río y otra vez en el interior, cerca del río. Esta provincia de Santa, fertilizada por un bello río y dando casi el mejor vino de todo el Perú aunque en poca cantidad, debe su falta de población no a la crueldad de los españoles, sino a la de los incas, que habiendo encontrado una gran resistencia en el reino Chimú-Cauchu estuvieron tan irritados que masacraron sin piedad a casi todos los habitantes, arruinaron las ciudades, destruyeron los canales, devastaron los campos. Ver los Comentarios de Garcilaso, I, p. 212. Además de la tradición de esta barbarie (efecto del fanatismo religioso del Inca) se ve vestigios y testimonios horribles sobre los bordes del Río Santa y hacia el borde del mar. ¡En un espacio de más de 12 – 14 leguas se ven todos los llanos cubiertos de huesos humanos, de cabezas de muertos, quebradas, cortadas en la frente por los mazos o estrellas de cobre que usaban los soldados del Inca! ¡No es sino en un clima donde no llueve jamás, que los huesos humanos resisten así durante 3-400 años a la descomposición! Se ha encontrado incluso miembros cubiertos de carne seca, momificados, no efecto del arte, sino de la sequedad de la arena. Se ha encontrado cabezas de indios cubiertos de cabellos. La sequedad produce pues los mismos efectos que el frío de Siberia donde Pallas ha descubierto rinocerontes con pelos en una tierra completamente helada. También se ha encontrado en Santa, lo que es bastante curioso, cabezas de muerto con pequeños pedazos de plata o de cobre entre los dientes. Se podría creer primero que eran cadáveres de las Guacas arruinadas por los torrentes, que personas de distinción llevando al otro mundo todo lo que tenían de precioso se habían hecho enterrar así. ¡Pero no! ¡Estas mismas cabezas están mezcladas con las otras sobre los campos de batalla, ellas tienen a menudo heridas! ¿Sería una especia de burla (por efecto del desprecio) poner al enemigo metal entre los dientes, como burlándose de individuos Chimús cuyas riquezas encontradas en Áncash ante el bicentenario
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Mansiche prueban que no hay sino demasiados casos de metales preciosos?” […]. Humboldt, continuó su periplo y tareas científicas llegando el día 13 de octubre a Casma, luego al Tambo de Culebras el día 16 venciendo 53 kilómetros al sur, para pronto llegar a Huarmey y observar en ese lugar la inclinación magnética del sol el día 17. En Chimbote tuvo noticias por primera vez del “guano” de las islas, experiencias que han de repetirse en Huaura y el Callao. El día 20 se detiene en las salinas de Huacho, al día siguiente pasa por Chancay, ingresando a Lima por la portada de Guía el 23 de octubre por la noche. Allí permaneció por espacio de dos meses cumpliendo infatigable actividad, zarpando del Callao la tarde del día 24 de diciembre, rumbo a Guayaquil. El maestro universitario, diplomático e historiador ancashino Félix Álvarez Brun, hace referencia al erudito alemán en su artículo “La ilustración y el Mercurio Peruano”: El Mercurio impactó, como se dice actualmente, a los sabios eruditos de esa época. El eminente explorador y científico Humbolt que llegó al Perú en 1802 y conoció a la elite intelectual peruana, adquirió la colección completa del Mercurio Peruano y a su regreso a Europa la donó a la Biblioteca Imperial de Berlín. Su obra fundamental referente a nuestro país es valiosa y cuantiosa, por la determinación científica de lugares geográficos, sus observaciones geológicas y volcánicas, su contribución a la fauna y flora peruana, estudios oceanográficos proyectados a la navegación y explotación de recursos pesqueros, valor del guano en las islas del litoral del sur; además de sus observaciones y consejos para una mejor administración política y económica de regiones de América meridional en abandono por la administración española, entre otras. Noticiados en Europa de las riquezas de estos pueblos, varios científicos años después enrumban a Latinoamérica y el Perú, uno de ellos es Antonio Raimondi, italiano, quien ha de referirse a la obra de Humboldt, en los siguientes términos: “Lo que admira en Humboldt no son sus observaciones, sino aquellas vastas miradas en conjunto, aquellas rectas deducciones sacadas de las Áncash ante el bicentenario
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observaciones; en fin, aquel grande espíritu de generalización que constituye la verdadera ciencia. A pesar de haber visto solamente la capital del Perú y las altas planicies entre Cajamarca y el Marañón nos ha trazado, valiéndose de datos suministrados por otros observadores, el más bello y exacto cuadro sobre la disposición general de la colosal cadena de los Andes Peruanos [...]. Más, lo que hizo dar pasos gigantescos a las Ciencias Naturales, fue la enorme cantidad de materiales que recogió Humboldt en cada una de sus largas peregrinaciones. El rico herbario de Humboldt, Bompland y Kunt contiene 4 600 especies de plantas, de las que más de 3 000 eran desconocidas […]”. Alexander von Humboldt, escribió a un amigo “que tenía planificado caminar desde California a la Patagonia —que placer— recogeré plantas y animales, voy a analizar el calor y la electricidad y el contenido eléctrico y magnético de la atmósfera... voy a medir las montañas, pero mi propósito verdadero es investigar la interacción de todas las fuerzar de la naturaleza”. Pasó el último período de sus cinco años de expediciones en Latinoamérica en México. Sus observaciones y descubrimientos en esta expedición los expuso en Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente (34 volúmenes, a partir de 1807). También escribió Ensayo político sobre el reino de la Nueva España (1811). Durante todos estos años de estancia en América, Humboldt entró en contacto con los naturalistas de los países que visitó y apoyó decididamente al movimiento independentista latinoamericano. En 1804 volvió a Europa y fue en la ciudad de París donde conoció a los científicos, artistas y políticos más selectos de su época. Humboldt se reunió en diversas ocasiones con el Libertador Simón Bolívar, con quien compartió las opiniones sobre la emancipación de las colonias americanas de la Corona española. Humboldt, el hombre que ayudó a Simón Bolívar a descubrir América Latina: Humboldt con Simón Bolívar se conocieron en París en 1804 y volvieron a verse en Roma en 1805, cuando Bolívar, en el Monte Sacro, prometió independizar a las colonias españolas en América. Aunque no volvieron a verse, mantuvieron correspondencia a lo largo de sus vidas. Bolívar reconoció a Humboldt como un hombre con “universalidad de conocimientos”, ideal que él aspiraba a alcanzar, ya que representaba la Áncash ante el bicentenario
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personificación de la Ilustración, que era entonces la cúspide de la cultura europea. Bolívar era un hombre de acción, pero creía que la palabra escrita tenía el poder de cambiar al mundo. Adelantó la lucha por la independencia inspirado en los escritos de Humboldt, teniendo en cuenta desde sus críticas al colonialismo y a la esclavitud hasta el retrato de la naturaleza y paisajes extraordinarios. Bolívar sostuvo que Humboldt, con su pluma, despertó a Suramérica y demostró porque los suramericanos tenían motivos para estar orgullosos de su continente. Creía que la naturaleza, la política y la sociedad forman parte de un triángulo de conexiones. Una cosa dependía de la otra. Crítica Latinoamericana, refiere: Estos dos hombres, pues, han sido expansivos, en un sentido complejo y muy específico que trataremos de dilucidar. Hay una tensión entre diferentes niveles de análisis del espacio. Por una parte, cabe distinguir el espacio recorrido, del espacio más amplio al que llegaban con sus cartas, del espacio aún más grande de su influencia. Sobre el espacio de sus viajes cabe señalar que si recorrieron estas extensiones paso a paso, ambos hombres lograron reunir las conquistas sucesivas en una única y gran obra. Von Humboldt reunió esta experiencia sucesiva en los muchos volúmenes de sus relatos de viaje y descripciones naturalistas. Bolívar, por su parte, recorrió el territorio como centro móvil de una estrategia militar cuyo resultado fueron los Estados nacionales de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia. Por otra parte, estas obras, así como el conjunto de las cartas, no sólo constituían un territorio en el que se movían, sino también una huella aún mayor en el tiempo, y ambos escribían con plena conciencia de estar alcanzando la posteridad y la gloria, especialmente en el caso de Bolívar. He tratado de marcar en qué se parecieron estos dos hombres en cuanto a su capacidad de abarcar y dominar grandes territorios, como pocos contemporáneos suyos lo hicieron. En lo que sigue de este trabajo, trataré de mostrar algunos rasgos de cómo concibió Bolívar la geografía del territorio en el que realizó sus campañas militares y sus construcciones retóricas y políticas (el costado ideológico de su actuación militar). Para ello voy a leer dos textos célebres: “El manifiesto de Cartagena” y “Mi delirio sobre el Chimborazo”. En estos escritos resuena la figura de Humboldt, y esas resonancias servirán para iluminar la visión de Bolívar. Áncash ante el bicentenario
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En 1829 realizó un viaje de exploración científica a través de los Urales y de las montañas Altái, en Rusia. Durante los últimos años de su larga vida, Humboldt escribió una obra en cinco tomos, Kosmos (El cosmos, 18451862), donde expone no solamente su amplio discernimiento sino también la mayor parte del conocimiento geográfico y geológico de su época. Kosmos se ha considerado el primer libro de texto de los geofísicos. Goethe, su gran amigo y admirador, ha de decir: “América fue en Humboldt verdad y poesía, el asiento de la esperanza de la humanidad”. Alexander von Humboldt, murió en Berlín el 6 de mayo de 1859, siendo inhumado el día 11 en la tumba familiar del parque de Tegel, cerca de Berlín. Admiraban científicos como Charles Darwin pero que prácticamente cayó en el olvido fuera de Alemania y Latinoamérica. "Creo todos los niños deberían aprender sobre Humboldt como aprenden sobre Isaac Newton o sobre Darwin". A doscientos cincuenta años de su nacimiento y más de doscientos años de su visita al Perú, debemos recordar con pleitesía la inmensa obra de tan eminente figura ampliamente admirada del siglo XIX, agigantándose en el tiempo como verdadero ejemplo a futuras generaciones. Su apellido se ha inmortalizado en 14 ciudades de EE.UU. y una en Canadá; montañas en la Antártida, Norte y Sudamérica, Australia, Nueva Zelandia y Nueva Celedonia, una corriente oceánica en nuestras costas del Perú; una bahía, un condado, una universidad, un bosque de árboles en California, riachuelos, parques, calles y avenidas e inclusive un mar de la luna. Chimbote no olvidó bautizar con su nombre un centro educativo ubicado en pueblo joven Miraflores Bajo, correspondiendo deber a maestros y estudiantes irradiar la llama encendida y luminosa de su viva memoria y trayectoria, con admiración y gratitud. Estos trascendentales acontecimientos, nuestro Puerto y pueblos de la costa ancashina visitados por el científico, debimos celebrar e instituir ampliamente; sin embargo, pasan desapercibidas, nuestra preocupación la advertimos en la Revista de Cultura “Bellamar”, Nº 13, junio de 1996. Áncash ante el bicentenario
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El año 2002 contagiamos la idea a estudiantes universitarios, estudiosos, maestros, autoridades, periodistas y otros, considerar y poner en valor la ruta o travesía Alexander von Humboldt entre Santa y Huarmey, recorriéndola el día 12 de octubre, rememorando dichos parajes y difundiendo la importancia de su vida y obra universal, rescatando su aporte a lugares y pueblos nuesros. El olvido ha continuado, creyendo fervientemente que cuando conozcamos verdaderamente esta inmensa labor cumplida, nos reivindicaremos y tendremos la ocasión de leer y conocer el verdadero valor de la eminencia científica. Mientras tanto el suscrito, solo, pendiente del compromiso y aprovechando su día libre del 23 de setiembre, llenó su alforja de libros, revistas, folletos y cámara fotográfica, enrumbó a Santa, Chimbote, Casma, La Gramita, Puerto Culebras y Huarmey, comunicando mediante un breve escrito en municipalidades, colegios, medios de comunicación, ciudadanos y amistades, la inmensa deuda, desconocimiento e indiferencia con el sabio alemán, explorador y viajero infatigable. ¡Honor, gratitud y gloria al sabio ALEXANDER von HUMBOLDT! Bibliografía Alvarez Brun, Félix. “La ilustración y el Mercurio Peruano”. En: PERÙ: presencia e identidad. Lima, Comisión Nacional Peruana del V Centenario del Descubrimiento de América. 1993. 206 págs. Encarta Enciclopedia. 2002 Meyer-Abich, Adolfo. HUMBOLDT. Barcelona, Salvat Editores, 1985. 189 págs. Núñez, Estuardo y Georg PETERSEN G. El Perú en la obra de Alejandro de Humboldt. Librería Studium, Lima, s/a. 261 pp. Núñez, Estuardo y Georg PETERSEN. Alexander von Humboldt en el Perú. Diario de viaje y otros escritos. Lima, Banco Central de Reserva del Perú - Fondo Editorial. 2002. 311 pp. Ilus. Vegas Vélez, Manuel. HUMBOLDT en el Perú. Lima, Centro de Investigación y Promoción del Campesinado, 1991. 96 págs. Hemerografía Alvítez Moncada, Víctor Hugo. ALEXANDER von HUMBOLDT. Doscientos años de su vista a Chimbote. Chimbote, folleto, 08 págs. 2002. Áncash ante el bicentenario
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Alvítez Moncada, Víctor Hugo. ALEXANDER von HUMBOLDT. Doscientos años de su vista a Chimbote. ASTERISCO. Revista Cuatrimestral de Actualidad y Cultura. Tercer milenio – Siglo XXI. Segunda época. Huaras, Año XVII, noviembre 2002, Nº 13. Director: Francisco Gonzáles. BELLAMAR. Revista de Cultura. HUMBOLDT. En el litoral peruano. Año VII, Nº 13. Chimbote, junio 1996. Director: Ernesto Cedrón León. RAÍCES. Boletín Cultural Nor-Peruano. Año II, Nº 9, Lima, abril 2002. Director: Jaime G. Ponce. Lincografía 1. https://www.google.com/ 2. https://es.wikipedia.org/ 3. https://www.elcomercio.com/tendencias/alexandervonhumboldtsimonbolivar-ciencia-historia-libro.html 4. https://www.portafolio.co/opinion/manuel-jose-cardenas/bolivary-humboldt-514436 5. http://criticalatinoamericana.com/simon-bolivar-y-alexander-vonhumboldt-una-cuestion-de-tamano/ 6. http//:crónicaspisadiablescas.com Director: Víctor Hugo Alvitez Moncada.
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Jacinto Palacios Zaragoza: Artista ancashino del Bicentenario Carmela Fry Palacios Hay hombres que son producto del espíritu de su época, de su tiempo. Ad portas del Bicentenario de la Independencia Nacional, es imprescindible hacer el balance y liquidación de doscientos años de construcción de la República, desde el quehacer de muchos peruanos de origen y de corazón que han hecho posible el Perú de hoy. Tiempos tempestuosos de nuestro país, marcados por la derrota en una guerra, la reconstrucción material y espiritual de un país, las haciendas y las relaciones de servidumbre, los movimientos campesinos en auge enfrentados al gamonalismo, el influjo del capitalismo y la aparición del movimiento obrero, sus sindicatos de signo anarquista y socialista, el surgimiento de partidos de masas como el otoñal APRA, el ascenso de las clases medias y la Patria Nueva de Leguía -que celebró el centenario de la independencia-, los preámbulos del movimiento indigenista en lo político y lo artístico serán procesos que el futuro “Padre del Folklore Peruano” Jacinto Palacios Zaragoza le tocará vivir, siendo como otros ilustres peruanos, testigo y protagonista de una etapa histórica que selló su sino y trayectoria personal, así como su identificación con los sectores populares a los cuales él dio tributo con la letra y música de sus canciones. Jacinto Palacios Zaragoza, es producto de este sentir nacional de las mayorías, marcado por su tiempo y cuya vena artística se constituirá en la voz del hombre andino y peruano, enfrentando a su agreste y vasto territorio, con el caro anhelo de encausar y alcanzar una sociedad justa, matizando sus composiciones poéticas musicalizadas con la pluralidad del amor y compromiso. ¡Los andes se estremecen
Carmela Fry Palacios. Limeña de raíces ancashinas. Docente del Área de Comunicación del Colegio Militar Leoncio Pardo de La Perla, Callao. Fundadora y directora del Taller Extramuro Póetico. Autora de libros de poesía y narrativa. Actual integrante del Consejo Directivo de AEA.
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cuando por sus entrañas emerge Jacinto Palacios Zaragoza! ¡Dejavú artista genial! ¡Si los paisajes hablaran contarían y cantarían de tu voz, tus huellas; de esa manera maestra de desgarrar las cuerdas! Tu nieta Carmela Jacinto Palacios Zaragoza, nació en la provincia de Aija el 26 de julio de 1900 en el departamento de Áncash. Sus padres se conocieron en la conservadora Aija de 1898, ellos fueron: Toribio Ortiz Fernández, intelectual, hombre de letras, redactor de discursos políticos, cantante y guitarrista; y Genara Palacios Zaragoza, de ocupación panadera, quién se encargaba de la venta, distribución de panes y afines en las festividades de toda la provincia y lugares aledaños y quien lo registraría con sus apellidos por convencionalismos de aquel tiempo. A los siete años inicia su periplo por el mundo del arte a través de su canto y la guitarra, en el Centro Escolar N° 336 de la ciudad de Aija, donde perfeccionó su técnica musical a la par de las clases tradicionales. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio de La Libertad de Huaraz (Áncash). Continuó su quehacer artístico musical en las distintas latitudes de su lugar de origen. A los veinte años ya era un consagrado y reconocido cantautor - guitarrista cuya praxis lo convertirá en uno de los forjadores de la identidad nacional. Entre las composiciones rescatadas de su autoría tenemos: Adiós contento, Adiós cordillera, Adiós puna querida, Agarro mi guitarra, Amapolita, Amor andino, Ay de mí, Carta más carta, Chacha Coma, Caudillo Indio Atusparia, Cóndor, Conococha, Cordillera Blanca, Cordillera Negra, Crueldad, El desgraciado, El indiecito, El lunar de mi china, El miserable, El Obrero, El ruiseñor, Falsa ilusión, Frío corazón, Huanchaco, Huay Catay, Ingrata palomita, La colina, Lágrimas de indio, Laguna de Conococha, La última noche, Lejos y ausente, Linda peruana, Los consejos de tu madre, Luis Pardo, Lunes de carnaval, Maldito quien dijo amor, Me voy cholita, Mi partida, Mujer Andina, Nevado de Huascarán, Paloma blanca, Palomita Cuculí, Paz en mi vida, Perla,perlita, Quejas en la puna, Quizás,quizás, Río Santa, Ruinas de Chavín, Se va tu Áncash ante el bicentenario
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amante, Sin rival, Sueños vanos, Te vi, te quise, te amé, Todas las aves del campo, Todo se puede olvidar, Todos queremos, Sol de sierra, Una palomita, Yerba buena, Yo soy cómo las palomas, Zorro negro y Zorro, zorro. Los temas centrales abordados por Jacinto Palacios versan sobre el amor romántico, los infortunios e hitos que afronta el ser humano, la valoración del hombre y su labor en la tierra, las minas, el campo, la heterogénea riqueza natural andina, personajes y justicieros de la época. Considero que su temática dominante bordea lo social y lo amoroso. ¿Forjador de nuestra identidad nacional popular? Sí, porque inicia su quehacer artístico musical, participando en las diversas manifestaciones culturales de su pueblo natal, primero; y en su largo derrotero, por el interior del país irá incorporando a su repertorio toda la riqueza del arte y folklore de nuestros pueblos; carnavales, semanas santas, fiestas patronales, reuniones comunales, eventos familiares, amicales entre otros, a la par; va consolidando su calidad creativa, poética, musical en torno a los acordes nativos, andinos y criollos, a través de géneros variados como el huayno, el triste, el pasacalle, la chuscada, la danza, el vals, la marinera, el yaraví, el tondero, entre los principales. Llevando su arte por gran parte de nuestro territorio nacional, transportándose por los difíciles caminos de trocha de la era -una heroica travesía hoy – se irá forjando la leyenda del “Bardo Aijino”. María Alvarado Trujillo "Pastorita Huaracina" (1930-2001) reconocida como Patrimonio Cultural Viviente de la Nación, será una de las mayores intérpretes de las composiciones de Jacinto Palacios. Despliegue artístico: Integró el conjunto Ancashino Atusparia. (Invitado especial). Acompañó con su guitarra a intérpretes como: Ima Súmac, Pastorita Huaracina, Guillermo Urbina. Acompañó con la Guitarra a Moisés Vivanco y al gran Charanguista Jaime Guardia. Áncash ante el bicentenario
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Fue: Retratista, Dibujante y Pintor. Cantautor Popular de Nuestra Patria se convierte en Artista Oficialmente presentándose en diversos concursos en: Coliseos, emisoras radiales, teatros, auditorios y otros. Principales Premios Tema
Premios Medalla de Oro y Diploma de Honor
El Obrero Solista de Guitarra y Canto Solista de Guitarra y Canto Mujer Andina (Tema) Certamen Los Andes
Diploma de Honor Medalla de Plata y Diploma de Honor Medalla de Oro y Diploma de Honor Medalla y Diploma de Honor
Institución Municipalidad del Rímac Municipalidad de Huaraz
Año 1929 1933
Pasco
1935
Huánuco
1935 1948
El Ministerio de Educación, mediante la figura del notable escritor emblemático José María Arguedas (Representante de Bellas Artes) le confiere el cargo de Director de la Academia de Arte Folclórico de Huaraz (Sito en el antiguo Jr. Huancavelica N° 426-Huaraz) desde el año 1945, hasta el año 1951. En el distrito de Chavín de Huántar, el 15 de agosto de 1926 es invitado por el distinguido Señor Adrián Coral Sáenz (De familia aristocrática, quién contrató al mejor Guitarrista y Cantautor del departamento) a participar artísticamente (Desde la serenata, hasta el cierre de la gran fiesta) en el quinceañero de su hija Benilde Coral García. Cupido, hizo su labor en los corazones de Jacinto y Benilde quienes se conocieron, amaron y casaron el 06 de agosto de 1928. Trayectoria y devenir: A pesar de la oposición materna, su talento innato, lo volcó en la ciudad de Huaraz, capital del departamento de Áncash, donde fue acogido, admirado por los espectadores, audiencia y círculos de artistas, por su Áncash ante el bicentenario
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calidad interpretativa, inventiva, en sus poemas musicalizados y digitados por él, con su fiel compañera la guitarra de dos manceras, que el artista diseñó; el dibujo, la pintura, también lo plasmó Jacinto Palacios (Conocido en aquel entonces como el Trovador de Aija) con destreza suigéneris, como lo evidencian su autorretrato y el lienzo al Apóstol Santiago. Transcurrieron los años y después de haber viajado por diversos lugares de la sierra peruana, tuvo como reto residir en Lima, a pesar del difícil contexto, para él y su familia. En el año 1923 llegó a Lima a realizar diversas presentaciones musicales en múltiples escenarios. En el año 1928 viaja a la capital del Perú con su Mujer Andina, su esposa, María Benilde Asunción Coral García y posteriormente, nacieron sus hijos Aurora, Alfredo, Olga y César Jacinto Palacios Coral, residiendo en un departamento de 2do. piso, en El Porvenir cerca al parque Cánepa, del distrito de La Victoria. Ya en Lima, era conocido como el Trovador Ancashino o Bardo Aijino, decidió actuar artísticamente como solista, aunque líneas precedentes se cita que acompañó a diversos artistas de la época. ¿Por qué solista? Porque él brillaba con luz propia (No lo manifestaba, se infiere por su trayectoria, evidencias y discos producidos en el mercado musical). Reunía una voz portentosa, toque magistral de cuerdas, composiciones suyas en variados géneros, el amor familiar y el apoyo incondicional de su musa la Mujer Andina, jugaron un rol preponderante en su carrera artística. Reiterando, él se presentó en coliseos, teatros, centros musicales, emisoras radiales, alternando con el dictado de clases de guitarra, para ser el soporte de su familia. Es menester acotar que el sobrino nieto del Bardo Aijino: J. L. Palacios., se ha apoderado ilegítimamente (Año 2008) del legado del Trovador Ancashino y el señor A. Sotelo de tres cuadernos manuscritos que contienen trescientos temas, que solicitó en calidad de préstamo en el Áncash ante el bicentenario
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año 2000 (Que se cumplía el centenario de su nacimiento) a un familiar del artista, argumentando que organizaría un gran homenaje a Jacinto Palacios. Coincidentemente a partir del año 2008 (en que falleció el hijo mayor de Jacinto), el mencionado sobrino, empieza a publicar en Youtube los temas musicalizados y otros videos del Legado de Jacinto Palacios, hecho que la familia Palacios (descendientes directos) están sumamente agradecidos solo por la difusión. Existen dos cartas originales escritas y cursadas por su hija Olga Palacios Coral, que reclama e invoca a los dos señores citados, la devolución del Legado y cuadernos con la finalidad de centralizar toda documentación de JPZ en un “Fondo Documental” en la Biblioteca del Club Áncash o Ministerio de Cultura para preservar su legado y brindar el acceso a los familiares, investigadores y público en general. Confluencia entre tres leyendas Luis Pardo El bandolero Benefactor (1874 - 1909) XIX XX Chiquián – Áncash Justiciero Temerario
Jacinto Palacios José M. Arguedas Bardo aijino El hombre Trovador ancashino El escritor etnólogo (1900 - 1959) (1911 - 1969) XX XX Aija – Áncash Andahuaylas – Apurímac Ícono musical Investigador del folklore Folklorista Escritor emblemático Temerario Revolucionarios comprometidos sociales Dirigió su propia banda de Exponentes de la Cultura Nacional bilingüe (Quechua y justicieros. castellano). Se inclinó por el arte y la Integraron círculos de artistas - escritores, amantes de la música. música, cultura y arte nativo. Entablaron una sólida y prolífica amistad. Ambos referentes asumieron direcciones, jefaturas administrativas artísticas y culturales. Defendió a las mayorías Creó, escribió, cantó y tocó Investigador, escritor cantó explotadas por el abuso, la guitarra en pro de la justicia y reivindicó al hombre tiranía y la corrupción de los social del hombre andino. campesino, mediante su gamonales y autoridades de Recorrió el territorio labor de etnólogo, turno. peruano interpretando sus antropólogo, literato, composiciones musicales periodista, traductor y Áncash ante el bicentenario
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Padeció la marginación social. Recorrió los Andes peruanos. Afrontó la muerte de sus padres, mujer e hijo. Sufrió cárcel y persecución. Se tejió toda una saga de sus hazañas bandoleras y su identificación con los desposeídos. Murió acribillado.
para combatir la marginación. Vivió el desamparo de la figura paterna, que fue compensado con el amor de su madre, esposa e hijos. Maestro de guitarra en los departamentos de Lima y Áncash. Grabó discos Long play, a carbón y sus composiciones musicales, fueron registradas en la Biblioteca Nacional. Autor de trescientas composiciones. Admirador del Bandolero le dedicó el tema Luis Pardo. Muerte natural.
maestro en los departamentos de Cuzco y Lima. Afrontó la marginación, el maltrato de su madrastra y la ausencia de sus progenitores. Publicó grandes obras de su autoría. Sufrió cárcel por su actividad política. Un ser de tan extraordinaria valía y sensibilidad. Se suicidó.
La obra musical de Jacinto Palacios Zaragoza y su impacto en el bicentenario Ruta: Jacinto Palacios Zaragoza condujo su arte musical, desde su natal “La Perla de las Vertientes”, llevándolo por distintos pueblos, caseríos, valles, provincias y departamentos de nuestro Perú, durante cincuentaidós años de su vida (1907-1959). Considerado el Primer Ídolo de la Juventud de Aija- Áncash para Lima. Abrió el camino en la capital de nuestra patria, a los artistas y difusores culturales de nuestro Ande, posteriores al año 1923, en que él incursionó en nuestra capital, brillando en distintos escenarios con su temática que versaba sobre el amor, el desamor, la soledad, la mujer amada, la marginación, la injusticia, la heroicidad, la fauna, la flora, los paisajes, los tributos a personajes y/o pueblos, lugares icónicos, la nostalgia, la muerte, la vida y otros.
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Participó el Bardo Aijino con el gran José María Arguedas, en Encuentros artísticos- musicales- folclóricos. Fue invitado a presentarse con distinguidos conjuntos musicales de la época como el Grupo Ancashino Atusparia. Defensor acérrimo de nuestro folclor nacional. Recibió galardones de manos de dos presidentes del Perú: - Augusto B. Leguía. Año 1929 Tema: El Obrero Medalla de Oro y Diploma de Honor. - Óscar R. Benavides. Año 1935 Tema: Mujer Andina Medalla de Oro y Diploma de Honor. Palacios, fue autodidacta, denominado también el Padre del folklore peruano, al constituirse en el precursor de nuestra música y cultura de los andes, porque introdujo nuestra música vernacular en Lima, la capital del Perú (Diversos géneros y muy en particular el huayno) que caló y conquistó las almas de las mayorías provincianas y limeñas. Trascendió y trasciende las fronteras de nuestro país, sus temas son interpretados por artistas reconocidos y público extranjero. Fundador del Centro Cultural Artístico Aija, en Lima. Otros instrumentos ejecutados por Jacinto: Amado, cruzado o diablo Arpa Huamaliano y Baulín. Experto y genial en improvisar versos y registrarles notas musicales; crear contrapuntos, fugas y estrofas en quechua también. En el año 2015 la Obra Musical de Jacinto Palacios Zaragoza, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura. Principales tributos dedicados al Trovador Ancashino: Diciembre de 2014 La Perla, Callao. Homenaje Tras las huellas de Jacinto Palacios Zaragoza, organizado por El Colegio Militar Leoncio Prado y Carmela Fry Palacios. Áncash ante el bicentenario
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Participación musical: Olga Palacios Coral (Canto). William Fry Montoya (discurso). Grupo Musical Hermanos Ortiz y Paulina del Perú. José Palacios Polo (Guitarra y canto). Taller Extramuro Poético (Poesías) Familiares y público en general. Febrero de 2015/ Programa Caras de la Cultura, Canal 19 San Miguel, Lima. Director Manuel López Rodríguez, Secuencia: Tras las Huellas de Jacinto Palacios Zaragoza. Conducción del Programa Carmela Fry Palacios y José Palacios Polo. Participación: Olga Palacios Coral (Entrevista y canto) William Fry Montoya (Entrevista) Luis Salazar Mejía (Entrevista y guitarra) José Palacios Polo (Guitarra y canto) Marco Villafuerte (Guitarra) Taller Extramuro Poético (Poesías). Agosto de 2015/ Centro Cultural Artístico Aija, Lima. Homenaje organizado por el Presidente del CCAA Rigoberto Regalado Tamariz y Carmela Fry Palacios (Maestra de Ceremonia y conductora del Programa). Participación Musical: Grupo Musical Hermanos Ortiz y Paulina del Perú. Carlos Osorio (Discurso de la Semblanza de JPZ y Mesa de Honor). Olga Palacios Coral (Canto y Mesa de Honor). Luis Alberto Salazar Mejía (Guitarra). José Palacios Polo (Canto y guitarra). Marco Villafuerte (Guitarra). Teodoro Gamboa (Guitarra). Rodrigo Paúcar (Guitarra y canto). Aurora Palacios Coral (Mesa de Honor). Agosto de 2016/ Casa José Carlos Mariátegui, Lima. Homenaje a Jacinto Palacios Zaragoza, Declaratoria de su Obra Musical Patrimonio Cultural de la Nación. Organizado por Fanny Palacios Izquierdo y Carmela Fry Palacios. Áncash ante el bicentenario
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Participantes: Los Hermanos del Ande, José Salazar Mejía y Luis Salazar Mejía (Guitarras y canto), Olga Palacios Coral (Canto). Julio Humala (Canto y guitarra). David Vega (Guitarra). Margot Palomino (Canto). Rolando Carrasco (Guitarra). Rodrigo Páucar (Guitarra y canto). Elver Villalva (Canto). Familiares y público en general. Diciembre de 2015 Revista Faro N 10 Director y Editor Ing. Hugo Aguilar Ardiles, del artículo: Legado musical de Jacinto Palacios Zaragoza, Patrimonio Cultural de la Nación. Asociación Áncash- Perú- New Jersey- USA Junio de 2017, El Club Áncash - Jesús María, realizó un Homenaje a los compositores ancashinos, organizado y dirigido por el Director de Cultura Filomeno Zubieta Núñez, emitió un Diploma de Reconocimiento al Compositor Mayor de la Canción Ancashina y Andina: Jacinto Palacios Zaragoza, otorgándolo a las hijas del Trovador Ancashino: Aurora y Olga Palacios Coral, quienes dejaron un Cuadro del autorretrato de su padre (Dibujado y pintado por J.P. Z.) que fue colocado en la Galería Chavín de Huántar del mismo club. Participación de artistas, familiares y público en general. Julio de 2019, Lima. Obra: Retratos de Viento y de Fuego, del autor Bruno Portuguez Nolasco. Figura un Óleo dedicado a Jacinto Palacios Zaragoza y sucinta biografía (Página 46). Julio de 2020/ El Club Áncash mediante la iniciativa del Poeta Julio Villanueva Sotomayor y la Lic. Mariluz Antúnez Rodríguez, rindieron un emotivo Homenaje vía zoom, en conmemoración de los ciento veinte años de natalicio Jacinto Palacios Zaragoza. Participantes: Princesita de Yungay (Entrevista y canto, temas de JPZ). Hermanos Ortiz y Paulina del Perú (Canto y guitarra temas de JPZ). Rogger Alzamora (Disertación JPZ y poemas). Carmela Fry (Semblanza JPZ). Marco Villafuerte (Guitarra, temas de JPZ). Áncash ante el bicentenario
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Es preciso agradecer a Los Hermanos del Ande, José Antonio y Luis Alberto Salazar Mejía por la valiosa gestión en pro de reivindicar, difundir con su investigación y arte la Obra Musical del Bardo Aijino. Mario Cerrón F, Gerente de Radio Inkarri, Chiquianmarca Chiquian, Revista Digital bajo la Dirección de Armando Zarazú A, Comprometidos con Aija, bajo la Conducción de Elmer Carrillo H. y Eva Bayona, Aija Tierra de Imanes, a cargo de la Dirección de Edilberto Antúnez, Los Hermanos Ortiz y Paulina del Perú, Margot Camones, Manuel López R, Carlos Anaya Mantilla, Orgullo Aijino y otros Grupos de Fb, artistas e investigadores, que vienen realizando una serie de tributos de reconocimiento y difusión de la labor, el despliegue y la trascendencia musical del Trovador Ancashino. Julio de 2021/ Programa Caras de la Cultura fb y radio. Director Manuel López Rodríguez Homenaje a JPZ, porque se conmemoró sus ciento veinte años de nacimiento. Junio de 2021/ AEA Áncash ante el Bicentenario (-III-) Artículo, Jacinto Palacios Zaragoza: Artista ancashino del BicentenarioCarmela Fry Palacios. Existen Conjuntos musicales denominados Jacinto Palacios Zaragoza, una calle, un parque y el Teatro Municipal Jacinto Palacios en la provincia de Aija. Con todas las evidencias antes expuestas se precisa Declarar a Jacinto Palacios Zaragoza: Artista Ancashino del Bicentenario.
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Un ancashino con mente universal (Breve semblanza del Historiador, Maestro y Diplomático pallasquino Félix Álvarez Brun) 1 Bernardo Rafael Álvarez
Hace unos años escribí que Pallasca, es “un pueblito de la sierra ancashina, bello, saludable y acogedor, por sus paisajes infinitos, por su clima y por el calor imantado de su gente, que es capaz de atraer al más distante de los humanos, convirtiéndolo en huésped perpetuo de su corazón”, y agregué que, “no obstante sus ostensibles bondades, sufre la relativa escasez del líquido elemento”, razón por la cual “desde muchos años atrás, socarronamente se les asignó a sus pobladores el mote de ‘chupabarros’ que, más que como ironía agraviante, ha sido asimilada, con espíritu alegre, como un estímulo y acicate para procurar la satisfacción de las necesidades y mirar hacia adelante con optimismo y dignidad”.2 Bueno, aunque quizás pueda parecer medio grotesco, tengo que decirlo: voy a hablar, precisamente, de un “chupabarro”, es decir, de un pallasquino: un intelectual que es considerado por la prestigiosa Enciclopedia Lexus, como uno de los “grandes forjadores del Perú”. Nuestro personaje (al que acabo de aludir, con lo que es casi un “gentilicio” para nosotros) nació en la ciudad de Pallasca. Hijo (el penúltimo de los varones) de don Manuel Jesús y doña Alejandrina. Sus estudios primarios los cursó en la Escuela 293, a cuyos profesores siempre recuerda con cariño: Alonso Paredes, Miguel Elías Villavicencio El título de la presente semblanza se lo debemos al recordado maestro Luis Alberto Sánchez, quien escribió –respecto de Áncash, una historia regional peruana” lo siguiente: “… libro de un historiador enamorado del paisaje, de un ancashino con mente universal” (Suplemento dominical del diario El Día. Montevideo, Uruguay, 25 de agosto de 1970). Bernardo Rafael Álvarez.-Natural de Pallasca. Poeta, ensayista y escritor. Forma parte de la llamada "Generación del 70”, segunda hornada. Abogado de profesión. Estudió cooperativismo y administración en la UNFV y la Universidad Garcilaso. Estudió lingüística en la UNMSM. Cuenta con libros de poemas y relatos, muchos en las redes sociales. 2 B. R. Alvarez. Historia de un eclipse. Lima, 2001 1
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y Víctor Arnoldo Ramos. Aún púber y “primarioso”, puso de manifiesto su inteligencia e inclinación por los estudios aunque, como él mismo llegó a reconocer, fue tal vez el más inquieto y distraído de los alumnos, y por ello –en más de una ocasión- uno de los docentes mencionados -en los primeros años de primaria-, como castigo cuando no acertaba en alguna respuesta, le “cogía la pelambre de la sien –pues le gustaba shipir-”3 y lo empujaba violentamente contra la pizarra, mientras decía a los demás estudiantes: “Este es el más torpe de la clase”. Sin embargo, y por justificadas razones, este jovenzuelo capaz de sacar “canas verdes” a sus maestros fue invitado a impartir durante una corta temporada, lecciones relacionadas con astronomía en la escuela de mujeres de la localidad. Su vocación docente, pues, ya comenzaba a ponerse de manifiesto tempranamente. La educación secundaria la inició y continuó, hasta el cuarto año, en el Colegio Nacional San Juan de Trujillo, culminándola en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe de Lima. En esta etapa, su interés por la cultura, venido desde la niñez gracias a que fue contagiado por su padre –lector cotidiano e impenitente-, iba acrecentándose Al empezar la década de 1940, ingresa en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y sigue estudios en la Facultad de Letras, convirtiéndose en uno de los más conspicuos discípulos de eminentes catedráticos e intelectuales de la talla de Julio C. Tello (el padre de la arqueología peruana), Luis E. Valcárcel, Mariano Iberico, Jorge Basadre y Raúl Porras Barrenechea, historiador, maestro y diplomático de sobresaliente relevancia quien, con la perspicacia que le era inherente pudo reconocer en su alumno las excepcionales cualidades y los méritos por los cuales la Universidad de San Marcos lo convirtió en auxiliar de la cátedra de Historia del Perú -Conquista y Colonia- que dictaba el prestigioso maestro. Poco tiempo después, la Cancillería lo incorporó como Ayudante en la Dirección de Asuntos Culturales. Para entonces, ya se había matriculado en la Facultad de Derecho. Unos años después, en 1948, el maestro Porras es designado por el Presidente José Luis Bustamante y Rivero, para presidir la Embajada del Shipir: Coger y jalar o sacudir con violencia la pelambre de la sien, generalmente como castigo (antiguamente lo hacían los profesores primarios, a algunos alumnos que se portaban mal o no contestaban correctamente las preguntas que se les hacía). 3
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Perú en España, y su delegación, integrada, entre otros, por Manuel Mujica Gallo y Guillermo Lohmann Villena, también contó con la presencia del destacado estudiante pallasquino de Letras y de Derecho, que viajó en la condición de Tercer Secretario del Servicio Diplomático. Esta misión duró poco: todos sus miembros solicitaron su pase a disponibilidad, o se retiraron, como protesta por el agravio a los símbolos patrios en el Consulado de Valencia y la pusilánime e indecorosa actitud del gobernante peruano (Manuel Odría) que hacía poco había asumido el poder tras derrocar al Mandatario democráticamente elegido. Es decir, la decisión de dar término a la misión diplomática y emprender el retorno, se hizo –como no podía ser de otro modo- en olor de patriotismo y dignidad. Su corta permanencia en España, sin embargo, le permitió al joven intelectual pallasquino vivir dos experiencias valiosísimas: escuchar, con provecho superlativo, las lecciones que el más egregio filósofo español, José Ortega y Gasset, dictaba en el Instituto de Humanidades de Madrid; y, codo a codo con el doctor Porras, desempolvar legajos, de difícil lectura -que pudieran haber sucumbido víctimas del tiempo, la humedad, las polillas y los roedores-, desentrañando, gracias a su destreza en la tarea heurística y paleográfica, invalorables informaciones de primera mano acerca de la vida del Inca Garcilaso de la Vega en Montilla, ciudad que cobijó, anónimamente, al autor de Los Comentarios Reales durante treinta años. Tras su regreso a la Patria se graduó en Historia y posteriormente en Derecho, obteniendo en ambos campos el doctorado respectivo. Ya dictaba cátedra en San Marcos y, desde cerca de diez años atrás, clases de Historia en el Colegio Nacional Alfonso Ugarte; y, después, en la Pontificia Universidad Católica del Perú, el curso de Historia del Derecho Peruano. La Historia, disciplina a la que se dedicó con entusiasmo y acendrado cariño, comenzaba ya a dar sus frutos y reconocimientos. En 1955 se hizo merecedor del Premio Nacional Inca Garcilaso de la Vega, por la biografía de José Eusebio de Llano Zapata y, luego, por su trabajo titulado La Ilustración, los Jesuitas y la Independencia Americana, fue galardonado en el Premio Javier Prado con publicación de la obra por el Ministerio de Educación. En mérito al valor de su desempeño intelectual, llegó a ser incorporado como miembro de número de la Academia Nacional de Áncash ante el bicentenario
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Historia y de la Sociedad Peruana de Historia, y fue elegido Presidente del Instituto Raúl Porras Barrenechea, Centro de Altos Estudios e Investigaciones Peruanas de la Universidad de San Marcos, entre otras Instituciones e importantes Comisiones como la Comisión Nacional del V Centenario del descubrimiento de América y la Presidencia de la Comisión Nacional del Centenario de Víctor Andrés Belaúnde. Gracias a las denodadas gestiones que llevó adelante como Presidente de la Comisión Peruana de Alto Nivel para el Patrimonio del Mundo, pudo lograr que la UNESCO reconozca como patrimonio mundial a Chavín de Huántar, al Parque Nacional del Huascarán y a otros monumentos y santuarios que son riqueza inalienable e irrepetible de nuestro país. Como diplomático, fue condecorado con la Orden del Sol del Perú, Orden San Carlos de Colombia, Orden Vasco Núñez de Balboa de Panamá, Caballero de Madara de Bulgaria y La Gran Cruz de Plata de Austria, habiendo cumplido a cabalidad y con prestancia las representaciones como Delegado Alterno ante la UNESCO y Embajador ante Panamá y Bulgaria, y dirigido la Academia Diplomática del Perú. Por su destacada trayectoria docente, fue distinguido como profesor emérito de la Universidad Decana de América y reconocido por el Estado peruano con las Palmas Magisteriales, en el grado de Amauta. A toda esta apretada e incompleta reseña de la trayectoria de nuestro ilustre paisano, hay que sumar el hecho de que a él se debe más de una veintena de obras bibliográficas, de las cuales probablemente la más importantes sean estas nueve: Vida y Obra de José Eusebio de Llano Zapata (1955), La Ilustración, los Jesuitas y la Independencia Americana (1957), Áncash Histórico (1958), Apuntes sobre Carrió de la Vandera, autor del Lazarillo de Ciegos Caminantes (Toulouse, Francia, 1965), Áncash, una historia regional peruana (1970), Visión Integral del Perú: Raúl Porras en Costa Rica (1986), Sierra de mi Perú (1988), Raúl Porras Barrenechea, diplomático e internacionalista (1996) y el enjundioso estudio que como prólogo precede a El Legado Quechua (2000) del maestro Porras. De estas, merece ser destacado, por lo valioso para nosotros los ancashinos, Áncash, una historia regional peruana que es -estoy convencido- el trabajo más riguroso, integral y bello que se haya escrito sobre nuestro fértil pasado y el más valioso aporte y legado del que debemos enorgullecernos. Áncash ante el bicentenario
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Aunque impreso en enero (en la imprenta de don Pablo L. Villanueva), este libro (del que solo voy a reseñar unos cuantos tópicos) salió recién a la luz en el mes de junio de 1970, y es la coronación del trabajo iniciado en 1958 con la publicación de una antología de ensayos arqueológicos e históricos -hecha a pedido de Carlos Eduardo Zavaleta- en el pequeño volumen titulado Áncash histórico, de la colección Libros para Áncash. En Áncash, una historia regional peruana nos dice y demuestra que nuestro departamento “ha seguido una línea indeclinable en favor de la libertad, de los derechos cívicos y de la justicia” y que en todo momento ha estado dispuesto a hacer “frente a toda dominación extraña a la región o al país”, y que siempre ha protestado y se ha puesto rebelde frente a los abusos del poder y de la fuerza. Un departamento, su gente, con dignidad, pues. Comienza hablando de Chavín, y afirma que “en Áncash aflora por primera vez la simiente de nuestra nacionalidad, grabada en las imágenes idealizadas de seres mitológicos –felinos, cóndores y serpientes- y en un inicial asomo de conciencia religiosa inspirada en el amor de lo telúrico y en el temor de lo sobrenatural”. Nos habla, también, con justo orgullo, del extraordinario arte lítico de cultura Pallasca puesto de manifiesto especialmente en el trabajo escultórico: “Los rasgos humanos –nos dice-, en manos de los escultores pallasquinos, adquieren una impresionante grandeza expresiva”. “Los sentimientos de severidad y nobleza –agrega- son fijados mediante líneas simples magníficamente trazadas y talladas”. Esto, concluye, “revela, por consiguiente, una cultura superior entre los pueblos de la época precolombina”. Por otra parte, expone, pulcra y minuciosamente, la tesis según la cual Andamarca, el pueblo “que hoy se considera perdido no es otro que el de Pallasca”, cercano al Tablachaca, río en cuyas inmediaciones –según el viajero Charles Wiener- fue ejecutado Huáscar, el ultimo inca legítimo del Imperio Incaico. Como sabemos, Pallasca es la única provincia de la sierra ancashina donde no se habla el quechua. Nuestro autor explica: Allí se hablaba la lengua culli, sobre la cual los incas trataron de imponer el quechua pero, al llegar muy pronto los conquistadores españoles, la imposición más rotunda, contundente e irreversible fue la del idioma europeo; desapareÁncash ante el bicentenario
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ció el quechua, que apenas comenzaba a arraigarse en la zona, y empezó a disminuir el uso del culli. Hice referencia al hecho de que Áncash ha sido adverso “a toda dominación extraña a la región o al país”. Sí, pues; y eso viene desde épocas muy remotas. El libro alude especialmente a los Conchucos, Huaylas o Huaras y Piscobambas, que según Garcilaso, Cieza y otros cronistas eran pueblos belicosos y rebeldes, que no se dejaron dominar tan fácilmente por los incas. También nos recuerda que, siglos después, cuando se produjo la invasión chilena, el pueblo de Pallasca puso de manifiesto su arrojo y patriotismo negándose a cumplir las órdenes de los jefes militares enemigos y, más bien, se enfrentó, en desigual batalla (haciendo uso de garrotes, piedras y armas arrojadizas), dando excepcional muestra de dignidad que le costó, como heroico saldo, decenas de muertos y heridos. “Un hombre, Pedro Campos –cuenta nuestro autor-, es atado a la cola de un caballo cerril con el fin de obligarlo a callar, pues a pesar de habérsele cortado la lengua seguía dando vivas al Perú y mueras a Chile”; Gorostiaga, el jefe chileno, llegó a informar a su superior, así: “Al entrar a Pallasca encontré al pueblo en actitud hostil (…) Con este motivo se trabó un combate entre la vanguardia y los revoltosos que se resistieron con valor y que concluyó por la dispersión y muerte de gran número de estos”…” Especial atención merece la magistral reseña respecto de aquello que ocurrió tras la infausta guerra con Chile: “Áncash –dice nuestro autor- se ve muy pronto convertido en escenario de uno de los movimientos de reivindicación social más notables del Perú republicano”, cuya causa fue – continúa- “la constante explotación y maltrato a los indígenas desde los lejanos tiempos de la Colonia”, a lo que se sumó “el llamado ‘trabajo de la República’, obligatorio y hasta forzado” a que fueron sometidos “por las medidas abusivas de las autoridades”. ¿Quién condujo este movimiento? Pues el huaracino Pedro Pablo Atusparia. Uno de los más bellos textos sobre Pallasca y, en general, sobre la sierra de Áncash, es el titulado precisamente Sierra de mi Perú, publicado en el libro del mismo nombre, en 1988, y en el que se hace una menuda descripción de algunos aspectos de la vida en los Andes, echando mano incluso a expresiones propias del castellano pallasquino. Y hay, allí, una muestra de comprensible regocijo y amor telúrico, y quizás por ello son citados estos versos de Vallejo (que, además, sirven para dar título al Áncash ante el bicentenario
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libro): “¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo, / y Perú al pie del Orbe; yo me adhiero!”. En ese libro encontramos, también, lo que sería, virtualmente, la primera tesis que nos informa que el fundador de Chimbote fue el pescador Pedro Nolasco Días, quien, con su familia, fue el primer habitante de la zona, a donde llegó “allá por el año de 1760”. La vida y obra altamente meritoria que honra y debe enorgullecer a los ancashinos y a la cual he dedicado esta necesariamente incompleta reseña biobibliográfica, corresponde (¿a quién más?) "al erudito, historiador y varias veces académico" (como lo llamó nuestro narrador Carlos Eduardo Zavaleta)4 y que es sin duda uno de los más importantes valores nacionales que ha dad Ancash, el doctor Félix Álvarez Brun, aquel que "con la capacidad de síntesis y el sentido de emoción peruanista" -que elogiara Aurelio Miro Quesadaseñalo lúcidamente, que el Perú es "una continuidad en el tiempo y una totalidad en el espacio, dentro de cuyos parámetros se entretejen todas aquellas virtudes, defectos y esperanzas que constituyen nuestra personalidad nacional.5 Un escritor al que, por otra parte, Luis Alberto Sánchez calificó como "un historiador enamorado del paisaje" y "un ancashino con mente universal". Un escritor -agrego yo- cuya prosa, fluida y culta, pone de manifiesto un extraordinario y bello estilo descriptivo y detallista -casi a la manera de Azorin- que convierte a su lectura no solo en una rica fuente de conocimiento (gracias a las rigurosas y bien documentadas referencias históricas que nos ofrece), sino en una innegable experiencia de placer, pues -en buena cuenta- se trata también de literatura. Hace mucho tiempo lo dije repetidamente y hoy vuelvo a decirlo: Creo que sería necesario y muy recomendable que –como una muestra de gratitud- el Club Ancash, institución representativa de nuestro departamento en la Capital de la República, se encargase de reeditar Áncash, una historia regional peruana, porque este libro es –lo digo una vez más- un valiosísimo aporte y legado a la cultura ancashina y que debiera ser motivo de orgullo para nosotros.
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C. E. Zavaleta. Discurso de recibimiento, como nuevo académico, en el Instituto Ricardo Palma. Aurelio Miró Quesada. En: Perú, presencia e identidad. Lima, 1992.
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Un ancashino en la bioquímica peruana y mundial Vladimir Villavicencio Angulo Corría la década del 60 del siglo pasado y una serie de acontecimientos ocurrían a nivel latinoamericano: movimientos insurgentes bajo el gobierno del Arq. Fernando Belaúnde Terry en el Perú y la instalación en Cuba del primer gobierno socialista de América; pero este período también fue muy rico y espléndido para el desarrollo de la Química Farmacéutica y la Bioquímica en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En ella se crea el Centro de Bioquímica y Nutrición. Entre los especialistas de estos temas sobresale, sin lugar a dudas el Dr. Marino Villavicencio Núñez, quien le da personalidad, fisonomía, liderazgo a este Centro de Investigación creando incluso la Maestría donde acudían de diversos países de América estudiantes en pos de lograr este gran sueño de lograr este grado académico de gran prestigio. El Dr. Marino Villavicencio Núñez, nace en el distrito de Rahuapampa el 26 de diciembre de 1922. Hizo sus estudios de primaria en el CE 341 de Huari. Sus estudios de Secundaria en el Colegio La Libertad de Huaraz y en el Colegio Guadalupe. Estudia la carrera de Medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, graduándose de médico cirujano en 1950. Hace su perfeccionamiento en Bioquímica en la Universidad de Chicago bajo la dirección del Dr. Eleazar Guzmán Barrón con una beca de la fundación Rockefeller (1954-1956), participa en el Programa de Investigaciones Bioquímicas con la beca Guggenhein (1962-1964) en el Instituto Edsel Ford del Hospital Henry Ford de Detroit y del departamento de Bioquímica de la Universidad de California (Berkeley).Toda su carrera docente lo hizo en la UNMSM, llegando a la categoría de Profesor Principal de Bioquímica a dedicación exclusiva en 1965. Desempeñó los cargos de Jefe del Departamento Académico de Bioquímica y Fisiología
Vladimir Villavicencio Angulo.- Natural de Huari. Docente de Lengua-Literatura en colegios, Institutos, Universidades de Huaral y Lima. Tiene estudios de maestría en docencia superior. Actual vicepresidente de la Asociación de Escritores Huaralinos. Cuenta con libros publicados y muchos reconocimientos, incluyendo del Congreso de la República y Mincetur.
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(1969-1977), Director del Centro de Investigación de Bioquímica y Nutrición (1970-1987). Ejerció el cargo de Coordinador del Proyecto Multinacional de Bioquímica de la Organización de Estados Americanos en el Perú (1972-1987), Coordinador del Área de Biotecnología del Consejo Nacional de Ciencia Tecnología (1987-1993), Vicepresidente de la Sociedad Química del Perú (1971-1974), fue Presidente de la Comisión de Creación de la Universi-dad Nacional "Santiago Antúnez de Mayolo". Ha sido profesor emérito de la Facultad de Medicina de la UNMSM, ha publicado más de 50 artículos científicos en revistas nacionales e internacionales sobre temas del cáncer, metabolismo de los carbohidratos y glucosa, enzimas y regulación metabólica. Consiguió donaciones para investigación y desarrollo institucional de la fundación Rockefeller, Kellogg, la Organización de Estados Americanos, la Academia de Ciencias de la Unión Soviética, el Programa PNUD/UNESCO. Fue miembro de la Sociedad Química del Perú, de la Americana Chemical Society, La Academia de Ciencias de New York, PAABS y la Internacional de Bioquímica. Ha escrito los libros Bioquímica (tonos I, II), Avances en Bioquímica Médica, que son libros escritos con vigor científico: el primero es dedicado al universo estudiantil para despertar el interés por la investigación y poner la ciencia al servicio estudiantil y buscar el desarrollo del pueblo. En el segundo libro nos ofrece aspectos del envejecimiento celular con la maestría de un científico. El Dr. Marino Villavicencio Núñez estuvo en los mejores laboratorios de Bioquímica de EEUU en épocas en que ocurrían grandes descubrimientos que revolucionaron los conocimientos del metabolismo y de los procesos de transformación de energía por los organismos vivientes vinculados a fenómenos biomoleculares con la aparición de síntomas patógenos. Trabajo con empeño y dedicación dedicando lo mejor de su tiempo en la formación de investigadores en la UNMSM. Eligió un camino difícil de trabajar en ambientes carentes de muchas necesidades que identificaba los países pobres, como la falta de incentivo a la investigación, las incomprensiones, la mediocridad y la subvaluación del docente universitario. Es en este panorama que impuso su calidad científica aún poco valorada en los tiempos actuales y de ahí deviene su grandeza y genio. El Dr. Marino Villavicencio Núñez, como ancashino, médico brillante, estudiante destacadísimo en sus épocas de colegio tanto en Huari (su Tierra natal), colegio “La Libertad” de Huaraz y luego en la UNMSM y en Áncash ante el bicentenario
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los EEUU fue cimentando sus dotes, valores de acucioso investigador científico en el difícil campo médico de la bioquímica nacional y mundial y es un orgullo para la tierra ancashina, pues los aires del Huascarán sonríen, Chavín y su cultura se regocijan y el hito, los caminos que forjó a lo largo de su vida son ejemplos a seguir para las generaciones que vienen a tomar su posta y para las del porvenir porque no solo fue la investigación, su religión y derrotero sino la cátedra universitaria en la UNMSM (donde sirvió 37 años) y en los EEUU que ahora lo recuerdan en el pedestal de hijo ilustre en el pináculo de la gloria inmortal. El Dr. Marino Villavicencio, luego de una larga enfermedad dejó de existir en Sao Paulo (Brasil) el 2 de febrero de 2013 dejando un vacío difícil de llenar en nuestra patria. Al Huascarán Copo de nieve dormido En el corazón de la roca Flor naciente al norte de sueños blancos Manjar de purezas embelecido Por el néctar de los sauces El fulgor quemante del relámpago Y la caricia del ichu Renaces como alondra con tus blancuras Como lluvia de granizos Llenando el verdor del llanque entumecido Por el frío y la nevada Al encuentro de mi tristeza Con la verdad de tus paradojas de siglos Que tienen el secreto del vuelo del cóndor Llenando de vida las espigas del viento Al color que refleja tu espejismo abierto A la orilla del molle y la retama Afiebrados por tu canto nupcial Mirando el silbido de los vientos De Odisea llameante en Itaca Mientras elevas tu cabellera de plata en cielo Alimentando el resplandor de las praderas Como espejo de luz Afilando los caminos silenciosos De la muerte Áncash ante el bicentenario
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Cuando la vida siente tus laderas Desteje palabras secretas Siendo a veces mortaja celestial De los que llegan al aliento De tu cima Para contemplar el canto o la caída Del universo que te ama Frente al Cristo que abre sus brazos Indicando tu destino encima de las Tumbas de los guerreros de Atusparia Que escuchan en su descanso Tus latidos El rumor de tus gritos helados por la nieve Que cuartean el murmullo de tus fiestas En Chancos y Basta divisar tus faldas heridas por la lluvia Por donde han bajado cordones de lodo Coloreando el mensaje de tu ira Y el eclipse de la nada Al borde de tus claveles y rosas de viento Que brillan a tus pies Donde el mundo ha puesto lápidas de recuerdos al reencuentro del ayer Dictado por las noches y días turbios Que tejistes sin alimentar la sabia y la vida Cercando a tu paso las laderas con la muerte Añadiendo palomas al rocío Cuculíes a tus resplandores con guitarras y zampoñas Bajo estrellas que adornan tus caricias que matan con la dulce sonrisa de tu belleza Con el Sol llameante que te ilumina Al paso de la recua ahora que florea tu vientre Entre las habas y la granizada Humanizando los rostros Junto a las ovejas y sus copos de nieve Dibujando el paisaje pensante de tus Praderas entre los Apus y Gentiles Calibrando el encuentro de mis labios con los tuyos retozando en noches de Luna Con tu flora de agua petrificada Áncash ante el bicentenario
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Bebiendo tu generosidad de niño Mientras el río fluye con encantos Pensando acabar tu belleza Y tú relampageas al infinito Elevando tu vestidura imaculada Con tu lenguaje junto a Dios Para ser luz y no sombra en la penumbra Eres el altar de los altares Devoción recogiendo oraciones Al paso del viento helado Cercano a Llanganuco Cuando las abejas llegan siguiendo tu mirada Para abreviar su sed de amor Fabricando a tu lado la esperanza Sin evaporar la sangre y su trigo Para esculpir tus latidos en el eucalipto Y reine la aurora en los ojos Al fluir cadencioso del río Santa Con Yungay hermosura a tus plantas Donde el rumor del viento son testigos De tus locuras pasadas. Vladimir Villavicencio Angulo (14-02-21) Río Quillcay Ángel de aguas claras Recorriendo el vientre de Huaraz Espuma de sueños corrientes Cascadas brillando en noches De luna al canto de picaflores La mirada silenciosa del Búho En la retama dame tus torrentes Para colorear mis tardes de febrero Bríndame tus sirenas A la hora de la siembra Para subir la quebrada Donde me aguarda La cuculí y su canto Mi amor y su espera Áncash ante el bicentenario
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Con tus gotas de rocío El puma ligero El jilguero y su voz Al compás del huayno La mulisa y la brisa La tonada celeste Subiendo al cielo Bríndame tus peces La yerba Santa de tus raíces Lejos del odio que hierve En la espiga helada Dame tus sandalias dulcificadas Por Dios en tu diario navegar A orillas de las brisas del Huascarán Eres dulce como el Santa Altivo como el ichu El eucalipto de tus pies De rey Apu Cóndor De agua bajas roquedos Gradas de vida Al encanto de espinas Espumas dibujando serpientes aladas En la tarde del arcoiris nupcial Bañas con tus aguas tus lágrimas puras La tierra y sus encantos Bajados del cielo Y la garúa llevándote Las hojas secas del otoño Y el tiempo pasado Junto al mar de ilusiones Y voces que te proclaman Entre la sal y la míel A tu paso te saludan Tambores de vida Los ojos del eucalipto Enamorado de la niebla Te acuerdas Tú besabas mi piel en Navidad Y yo te llevaba Rosas rojas Áncash ante el bicentenario
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Cantos de miel Y pastores a la luz de Dios Me hablabas de papá y mamá que no están De tus sueños y el encanto Delirios del Arca de Noé Navegando en tus aguas Y resplandecías Con el relámpago En segundos de lluvia Amor bajo los ciruelos De la tarde El molle y la cantuta El eucalipto De mi infancia Al eclipse de la noche Vladimir Villavicencio Angulo (París, 15-02-21) ---
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Personajes de la cultura, el arte y la literatura en la provincia de Ocros Samuel Cornelio Abad Introducción La provincia de Ocros, ubicada en la parte sur del departamento de Áncash, fue creada por Ley N° 25252 del 19 de junio de 1990, cuyo ámbito territorial como distrito anteriormente formaba parte de la provincia de Bolognesi. La nueva provincia creada es una de las veinte provincias que conforman el departamento de Ancash o Región Chavín, está dividida en diez distritos y cada uno de estos distritos está dividido además en anexos, centros poblados y caseríos. Estando a puertas del Bicentenario de la Independencia del Perú 1821 – 2021, es preciso enfatizar hechos históricos de interés para la memoria colectiva relacionada con la participación de la población ocrosina, en la lucha de resistencia contra el enemigo invasor chileno el 20 de enero de 1822, al que hicieron huir cuesta abajo a los facinerosos, después de una emboscada en el lugar El Infiernillo. El Brujo de los Andes Andrés Avelino Cáceres, procedente de la sierra central a través de Cajatambo, pernoctó en Ocros, para proseguir su marcha al Callejón de Huaylas y participar en la batalla de Huaylas, recibiendo el apoyo de los ocrosinos. Antonio Raymondi en el siglo XIX, detalló a los pueblos que conformaban los antiguos partidos o provincias del Perú en 1760. Describió en la provincia de Cajatambo a los pueblos y anexos: Ocros (Congas, Choque, Copa) Cochas (Huanchay) Hacas (Carhuapampa, Pimachi, Machaca y Chilcas, etc., etc. Samuel Cornelio Abad.- Natural de Pimachi, provincia de Ocros. Profesor de Literatura
en educación secundaria y universitaria. Autor de muchos libros literatura y cultura regional. Fundador de más de 20 bibliotecas comunales en las provincias de Ocros, Huaura, Oyón y Cajatambo.
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Bajo esta premisa pongo a consideración de los lectores el ensayo referido a los personajes de la cultura, el arte y la literatura de la provincia de Ocros, antes y después de su creación como provincia. En él se da a conocer a las personas que han escrito sus libros, revistas y boletines, enarbolando lo nacional en épocas difíciles. De igual forma a los que practican el arte musical, el canto, la poesía, la artesanía, etc., a través de cuya disciplina promueven la cultura en la provincia de Ocros y propician la revaloración del rico pasado histórico – tradicional de las zonas, nuestro reconocimiento y homenaje a estas personalidades. Los jóvenes que son depositarios de la riqueza cultural de los mayores, tienen que asumir el reto, que es la tarea de la vocación de servicio a la comunidad y a la cultura dentro del marco de nuestra identidad regional y nacional. El autor. Personajes de la cultura, el arte y la literatura Provincia de Ocros En el campo de los escritores, la provincia de Ocros cuenta con elementos importantes que, a través de sus obras, dan a conocer la historia, geografía y realidad de sus pueblos proponiendo alternativas para su desarrollo, en los que destacan: el Dr. Román Robles Mendoza del distrito de Chilcas (antropólogo, docente y periodista) quien para los años cincuenta publicó en varios números la revista “Juventudes” dentro de la agrupación de migrantes chilcasinos en Lima. Lo hacía a mimeógrafo. Daba a conocer la realidad de chilcas, el reto de cada migrante con ese espíritu dinámico, para apoyar en el desarrollo integral de su tierra de origen. Por los años sesenta co-dirigió con Arturo Aranda la revista “Eco Regional”, en el calor de la vida institucional de los migrantes ancashinos. La revista era de carácter cultural en la que colaboraban con sus artículos, intelectuales de aquella época como el antropólogo José María Arguedas que publicó su cuento “Warma Kuyay”. Por esos años también publica la revista Yerupajá, que él dirigiera, y que salió en dos números, como vocero del Centro Unión Hijos de la provincia Áncash ante el bicentenario
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de Bolognesi (CUHPB), en el que están expresados el entusiasmo, la vehemencia de las ideas juveniles y las proyecciones intelectuales. Libros publicados: Diagnóstico socioeconómico de la colonización Tingo María, Tocache, Campanilla (coautor 1971) Estudio de la Sais Pachacútec (Cuento 1974) Quipu y Mashas en la comunidad campesina de Mangas (Bolognesi – Ancash – 1983) Estando como docente en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos publicó sus reportajes periodísticos en Gaceta San Marquina, órgano oficial de la UNMSM del que fue fundador y editor y que en su primera época dirigiera el maestro Corpus Barga y que posteriormente le cupo dirigir al Dr. Román Robles con Winston Orrillo (1978 – 1985) Estudio socioeconómico y desarrollo rural de las comunidades colindantes al lago Junín y Marcapomacocha (en coautoría con Bernandino Ramírez – 1985) Chiquián Tradición y modernidad (1996) La banda de músicos: las bellas artes musicales en el sur de Ancash (2000) Legislación Peruana sobre comunidades campesinos (2002) En su calidad de Director del Comité Editor de la Revista de Antropología, de la Escuela Académico Profesional de Antropología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, ha publicado los seis primeros números (2003 – 2008) en que han tomado parte arqueólogos, antropólogos y sociólogos de gran valía, cuyos temas publicados como: la interculturalidad, religiosidad popular, migraciones, comunidades campesinas, etc. están adecuados a los cambios sociales y políticos de cada etapa de la vida nacional y mundial. En el número 3 hay un ensayo publicado. Las iglesias andinas: Huellas de la cristianización y religiosidad popular. Editor del libro Memoria y Homenaje a José María Arguedas en el centenario de su nacimiento (2011) Áncash ante el bicentenario
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La estética en la vida cotidiana en los andes (2014) Por los caminos del Perú (2015). Es una compilación de artículos publicados en periódicos y revistas, cuyos temas están referidos a la vida social y cultural del Perú de las últimas décadas del siglo pasado y a los acontecimientos coyunturales de esos años. Los instrumentos musicales en nuevos contextos sociales de América – 2017 (coautor) La fiesta del agua – Agricultura de riego y culto a los dioses del agua en la cuenca de Santa Eulalia, Huarochirí, Perú – 2020 (Coautor) Danza de las cruces en Huaraz (2020) (Coautor) En las obras trata de rescatar nuestro pasado, rico en historia y valor de sus hombres y mujeres. La variedad de ponencias presentadas en Congresos Nacionales y Regionales están publicadas en el libro “Por los caminos del Perú” Artículos publicados en Gaceta Sanmarquina Pizarro y Atahualpa en la fiesta de San Santiago de Chilcas: Primera época Vigencia de la comunidad campesina: técnicas agrícolas y ganadería en Raján, Llipa y Cajamarquilla (1965 – 1969) Artículos publicados en revistas y compilaciones Formas de control social y cambio cultural en la comunidad de Chilcas. Participación del campesinado en la guerra de resistencia contra la invasión chilena. La resistencia campesina y el folclor Antigüedad y porvenir del huayno. Minería y comunidades campesinas. Vigencia crítica de la comunidad campesina en el escenario del Perú moderno. El Sr. Edwin Zeballos Bazán del distrito de Ocros que escribió textos educativos, dirigió la revista Ocros, (1974 – Lima), órgano informativo del Centro Regional Ocros Solidario. Da a conocer la inquietud institucional en los aspectos social, cultural, deportivo y temas de reflexión referidos a Ocros. El Sr. Benjamín Nieto Rosales (Ocros), editó el libro de carácter regional “Ocros, tierra del encanto” (1991). Historia y esperanzas de un pueblo. Áncash ante el bicentenario
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Es fundador de las revistas: El ruiseñor, Signos de vida y el Enamorado eterno, en los años 1976, 1976 y 1982 respectivamente. Isaías Zeballos Gomero (Ocros) Contador Público y Comunicador Social, escribe artículos educativos en Prensa Ancashina, referidos al terruño. El arqueólogo ocrosino, Ponciano Paredes Botoni, publicó el trabajo de investigación “Ocros: 500 años después: acerca de los linajes de Caque Poma y Tanta Carhua”. Es destacable la publicación estudio monográfico, provincia de Ocros (coautor) 2017 – Lima. El Sr. Eustaquio Flores Cabanillas (Congas), Contador Público Colegiado y especialista en cooperativismo, bancas y finanzas, ha publicado textos: Planificación estratégica en las cooperativas, Plan y desarrollo de cooperativas, Educación cooperativa, Banca. El año 1966 hizo un estudio socio económico, cultural en Congas y planteó alternativas de desarrollo. El Contador Público Colegiado Víctor Alcántara Arteaga (Copa) tiene en su haber la publicación “Reseña histórica de pueblo de Copa, memoria y loas de don Manuel Cruz” (2011). Hace una sinopsis del pueblo de Copa, el trabajo de penetración de la carretera, el afán de liderazgo de su señor padre en su comunidad. Compila y comenta los escritos de su padre. El Ing. Harold Oviedo Anastacio (Aco), publicó el texto “Mi terruño camino al futuro” (2003). Expresa el historial de Aco, analiza la realidad política, económica y social y propone alternativas de desarrollo. El docente y sociólogo Samuel Cornelio Abad (Pimachi), publicó los textos: creencias, supersticiones y medicina tradicional de la comunidad campesina de Pimachi (1991), Colegio Luis Fabio Xammar; 50 años de historia (1977), Mitos y leyendas de Huacho y distritos aledaños I, II y III (2005), Mitos y leyendas de los distritos de la provincia de Barranca (2006), Mitos y Leyendas de Barranca (2007), Pasajes, vivencias y anécdotas del maestro (2004), Personajes en la historia de Huacho (2009), Personajes ilustres de Huacho (2011), Huanri: Tierra de músicos (2007), Tras las huellas de Pimachi (2012), Antología de cuentos (coautor – 2014), Bajo el cielo de Llipa (2017), Heroína eterna en el corazón, pasajes y vivencias de una madre (editor - 2020), Dejando huellas, personajes de la provincia de Ocros (2020). En su condición de Áncash ante el bicentenario
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corresponsal de revista Prensa Ancashina ha publicado artículos referidos a la realidad de los pueblos de la provincia de Ocros. El escritor ocrosino, Edilberto Cabanillas Vargas ha escrito artículos publicados en las redes sociales en las que destacan: 112 Aniversario del fallecimiento de Telmo Luis Pardo Novoa, el Bardo ancashino o benefactor de las obras. La historia de Tanta Carhua. Desentraña la muerte de una niña hermosa de 10 años llamada Tanta Carhua por su propio padre llamado Caque Poma cacique de Ocros, para sellar una alianza con el inca de aquel entonces. El acto llamado Capa-Cocha, era el sacrificio de niños y niñas en honor al Dios (sol). Ginés Cabanillas “El ocrosino de oro”, en esta investigación hace referencia al mítico personaje ocrosino, que se unió al bardo chiquiano, Luis Pardo en sus correrías y hurtos a los grandes hacendados de Ancash y Huánuco, que abusaban y explotaban a sus trabajadores. El profesor Artemio Robles el año 2004, durante su etapa de alcalde publicó un boletín significativo titulado Plan estratégico de desarrolloMunicipalidad distrital de Carhuapampa (Aco, Ocros). Instrumento transitorio de mediano plazo que corresponde al periodo 2003 – 2010, con proyección al año 2020. Aguilar Baylón de la Cruz (Raján) tiene publicado una investigación acerca de la danza andina e identidad nacional. También es importante su participación en el estudio monográfico, provincia de Ocros (coautor) publicado el 2017. Gamaniel Espíritu Toribio (Chilcas) ha publicado artículos de carácter cultural en Prensa Ancashina en la sección Ocros, en la noticia, en el que da a conocer el trabajo colectivo de pobladores en busca de desarrollo. Es preciso enfatizar que hay personas muy valiosas, que no siendo de la provincia han dado su cuota de esfuerzo publicando sus investigaciones acerca de la historia y realidad de los pueblos de la provincia de Ocros. Mencionamos al Dr. Arturo Ruiz Estrada (Lima), que en 1990 publicó su trabajo de investigación acerca de los restos arqueológicos de Pimachi; el año 1991 también la investigación titulada Huanri: una comunidad Áncash ante el bicentenario
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campesina de agricultores y músicos. Es significativo su publicación, Pimachi: Arte mural e imposición ideológica en los andes el año 2005, en la revista antropológica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El escritor Manuel Nieves Fabián (Canis) publicó los siguientes libros: Cajamarquilla I, Centenario 1907 a 2007, Ediciones Wamanwaca – Lima. Narrativa oral de la zona sur de la provincia de Bolognesi 2015. Ediciones Huamanwuaca. En el texto expresa sus recuerdos en la tierra que lo viera nacer; las leyendas sobre el origen de los primeros habitantes y dioses del sur de la provincia de Bolognesi; cuentos y anécdotas, que denota su esfuerzo por el rescate y divulgación de la memoria popular. Por su parte el historiador Pier Duviols (francés), recopiló y publicó el libro Cultura andina y represión. Próceres y visitas de idolatrías y hechicerías. Cajatambo, siglo XVII. Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú – Lima 2003. Instituto francés de Estudios Andinos. En el texto se da a conocer el proceso de idolatría en el corregimiento de Cajatambo, Santa Catalina de Pimachi. El Dr. Duviols expresa que el gobierno español asociado con la Iglesia Católica organizó grandes campañas de castigos para extirpar el culto de los dioses nativos que consideraban como poderosas deidades andinas, estas deidades fueron arrasadas desde sus cimientos. Las instituciones regionales que agrupan a los migrantes en Huacho y Lima, han publicado revistas que informan de las actividades que realizan como institución y de la realidad socioeconómica, política y cultural de sus pueblos de origen. Mencionamos: Revista Ancash, órgano informativo de la Asociación de Instituciones del Departamento de Ancash (AIDDA) publicado en Huacho el año 1980, cuyo director fue Samuel Cornelio. Revista Kiswar, órgano informativo del Centro Regional Pimachi; conformado por los hijos residentes en Huacho, publicado el año 2014 con motivo del cincuentenario; Bodas de Oro, de la mencionada institución. Revista, 50 años Pichka Chunka Huatayoj, publicación de la Asociación Unión Regional Chilcas el año 2017 en Lima, un motivo de sus Bodas de Oro. Relata la vida institucional (Pasajes y vivencias) desde su fundación hasta la actualidad. La Municipalidad Distrital de San Santiago de Chilcas en coordinación con los hijos residentes en Huacho y Lima publicó el libro “Santiago de Chilcas en las Bodas de Oro” (1958 – 2008). Edición especial. En la obra Áncash ante el bicentenario
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expresa el historial de Chilcas durante las cinco décadas de su existencia cuya marcha ascendente ha sido una constante para modificar su realidad social, económica y cultural con el esfuerzo permanente de sus ciudadanos y ciudadanas. La comunidad campesina Aco de Carhuapampa, presentó un texto titulado Plan de desarrollo concentrado 2015 – 2025, en el que desarrolla los ejes estratégicos y el análisis de visión, misión y los objetivos estratégicos y actividades básicas. Con visión al 2025, Aco será comunidad moderna, saludable, competitiva, con mejores condiciones de vida y con una economía emergente basada en productos de calidad. La municipalidad distrital de Congas, el 2006, editó la revista informativa institucional N° 1 Gestión 2003 – 2006, bajo la alcaldía de Eudomila Cabanillas Ostos. Por su parte la Municipalidad Distrital de Cajamarquilla, publicó un boletín informativo, de la gestión municipal 2003 – 2005, siendo alcalde Anthony Ventocilla. El Centro Regional Pimachi, publicó un boletín titulado “Pimachi, modernidad y visión de futuro”, el año 2005, con motivo de la inauguración de la carretera Mayush Pimachi – Aco. La Municipalidad de Raján editó un boletín el año 2016 titulado Huanri, actualidad y perspectiva, a raíz de la inauguración de la carretera de penetración Llipa – Huanri. Huanri es anexo de distrito de Raján. Compositores En este rubro las composiciones en verso tienen como fondo el amor, la ingratitud, el terruño, la naturaleza, la despedida y caracterizan un común denominador, el sentimiento. En el distrito de Chilcas, son rescatables las creaciones de Alberto Colmenares, Eugenio Robles, Cristina Del Pilar Sotelo, Gremonino Campos, Santiago Sotelo (El Chilcasino), y Gilmer Esteli Casimiro “El Jilguero”. El distrito de Acas, tiene como sus representantes a los compositores Reynaldo Alejos, Esther Suárez y Wagner Esteli. Dedicación Padilla (Llipa), es otro de los compositores de raigambre popular, autor de la Áncash ante el bicentenario
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letra y música “Pampa de Llipa”. Hay versos que no registran autoría y otros han sido adaptados a la realidad de cada pueblo, cambiando el nombre de lugares y gentilicios originales (Román Robles Mendoza: La estética en la vida cotidiana en los andes). Las creaciones andinas han sido agrupadas en tres grupos: Canciones trashumantes, canciones regionales y canciones de creación local. Los compositores son poseedores de una vena innegablemente romántica que han pasado a la historia de nuestra canción andina, a pesar de que los nombres de sus autores pasen de largo sin ser reconocidos por el público en general. En el aspecto literario destacan los poemas de Manuel Cruz Alcántara (copa), himno a San Pedro, alabanzas a Cristo Jesús, Loas a la Virgen María, al señor de la Ascención, Escuelita de mi niñez, etc. De igual forma las creaciones de Ediberto Cabanillas Vargas entre ellas, sigue tu vuelta errante avecilla ingrata, ven pronto a calmar mis tormentos amada mía, tu serpenteante carretera hoy vuelvo a recorrer. Las figuras literarias dan colorido a las composiciones. La literatura oral en la región es amplia y variada, ya que comprende las leyendas, mitos, cuentos, fábulas, sentencias, etc. Intérpretes En este aspecto, la provincia de Ocros también ha descollado, cuyos intérpretes con la nostalgia que les caracteriza cantan al amor, a la desesperanza, amor al terruño, a la despedida, etc. Mencionamos en este orden: Ocros: Juan Prieto Ramírez “El chacchaco de Ocros”, Diony Dueñas (la ocrosinita) Chilcas: Santiago Sotelo (El chilcasino), Dalila Ramírez, Isabel Toribio, Froilán Casimiro (Arpista) Llipa: Rodolfo Flores Fabián (Chivillo de Llipampa), Juvencia Fabián. Las pallas llipanas se caracteriza por ser cantantes. Congas: Cristina Rojas, Raúl Olivares (Miramar), José Curi, Rony Stelo (la bella congasinita). Cochas: Inés Godoy (Princesita de Huanchay) Áncash ante el bicentenario
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Acas: Esther Suarez (la acrosina de oro), Dúo: Lito Espinoza y Gilmer Esteli (cantantes y guitarristas) Cajamarquilla: Humberto Ventocilla (arpista), Eva Ventocilla (cantante) Gregorio Castillo (el Huanchaco) Raján: Alfonso Fabián (arpista), Angélica Higinio (Anyi del Perú). Carhuapampa: Eudomilo Reyes (mensajero de Carhuapampa), Mirtha Oviedo (Pimachi), Oswaldo Gavino (arpista) Oncoy: Naida Toribio, Paco Rojas, Gloria Beltrán (La chinita oncoína) Algunos intérpretes son cantautores. Músicos Los instrumentistas que, a través del tiempo, han difundido nuestro folclor, venciendo una serie de obstáculos e influyeron en la aparición de otras bandas musicales, hasta ubicar nuestro acervo cultural en el sitial que por justicia le corresponde. Los que destacaron y ya no están con nosotros, los llipanos: Dedicación Padilla, Dagoberto Padilla, Leoncio Morán, Marcial Godoy, Daniel Mariano, Tito Mariano, Luciano Padilla, Arcenio Padilla, Demetrio Jaramillo y Rómulo Narcizo. Los que siguen en actividad: Castor Mariano, Maglorio Padilla, Clamer Fabián, Antonio Padilla, Emildo Padilla, Hilario Mariano y Eduardo Jaramillo. En el pueblo de Huanri los que hicieron historia: Nicomedes Reyes, Max Anastacio, Dionicio Nieves, Cipriano Anastacio, Osoriano Leonardo, Ubaldino Leonardo, Graciano Mercedes, Vicente Anastacio, Basilio Ríos, Robert Leonardo. Los que siguen en la música: Raúl Flores, José Flores, Donayre Flores; Aquelino Murillo (Raján), Winston Celestino (Raján) y Gelasio Murillo (Raján). En Cajamarquilla activó el músico Vibiano Jorge. Del Distrito de Chilcas, los más sobresalientes en el quehacer musical: Moisés Reyes, Catalino Guimaray, Cipriano Reyes, Exaltación Mata y Francisco Santos. En el Distrito de Congas, activan Luis Linares y Quintín Dulanto. Por el Distrito de Carhuapampa la mención honrosa a: Jeremías Reyes, Anastacio Mauricio, Apolonio Gavino, Angel Oviedo, Pío Oviedo, Silviano Obispo y Exalto Caldas. En Pimachi destacan: Percy Santos, Roy Torres Santos y Rivelino Espinoza Napumaceno. La industria del queso y artesanía En el distrito de Congas, Ocros, Chilcas, Acas y Raján los pobladores elaboran el queso mantecoso y sus derivados, la mantequilla y el Áncash ante el bicentenario
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requesón. Ocros y Congas comercializan el queso en gran escala en Huaraz, Barranca y Lima. Los habitantes de los distritos de San Pedro, Congas y Carhuapampa se dedican a la alfarería (construcción de ollas, tiestos, kuntus para depositar la chicha) y vasijas. Algunas personas se dedican a la textilería, tejiendo ponchos, pantalones, frazadas, polleras, chompas, fajas, bufandas, etc. Como buenos artesanos los pimachinos y acosinos se dedican a la fabricación de mates burilados, cucharas, cucharones de talos de árbol de ojivio. En Ocros pueblos hay panificadores que expenden panes variados de harina de maíz y trigo. De igual forma se expende chicha de jora. En los demás pueblos la costumbre ancestral es poner una banderita blanca para vender pan y una roja para la venta de chicha. En la mayoría de los pueblos la fruticultura va tomando cuerpo, sobresaliendo el durazno y la palta, que son productos de exportación. Literatura: poesías Sentir quechua “¿Y qué diremos de los bonitos paisajes de nuestro pueblo que le adornan una serie de colinas, praderas, escarpadas, etc. Y en los que se ven motivos elocuentes de su belleza. ¿Quién no se encantaría al ver en este cuadro una pastorita sentada sobre un peñón pareciendo estar pensando con su kalla en la mano, cuando de repente el perrito pastor le distrae con un reto al cóndor que orondo vuela sobre ellos batiendo sus largas alas? ¿No hay encanto cuando además esta pastorita lejos de insultarle al cóndor que ansía su oveja le canta diciendo: Alto purek cóndor tapucullas queyqui, ¿maychomi ricamunqui cuyas callata?” Adaptación: Pedro Sotelo de Campoblanco/ Revista Yerupajá (1964) Áncash ante el bicentenario
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Palomita de los andes Palomita de los andes palomita serranita piquito de oro por qué cantas tristemente hasta parece que estás llorando sobre esos trigales. Palomita de los andes entre la copa del árbol estás cantando tristemente donde los árboles han crecido entre las orillas del río, del río Lacchaz. Palomita de los andes por que pues cantas tristemente sabiendo que me encuentro en los brazos en los brazos de mi adorada Herlinda sabiendo que me encuentro en los brazos, en los brazos de mi adorada Carmencita. Palomita de los andes ya no cantes ya no llores ya no me arranques el corazón ya no puedo contenerme el corazón se me está deslizando al verte tus sufrimientos. Palomita de los andes los dos cantaremos armónicamente para el consuelo de Margarita para el encanto de Carmencita para los pesares de Alicia. Benjamín Nieto Tu serpenteante carretera, hoy vuelvo a recorrer Con infinita alegría a mi Ocros querido, hoy vuelvo a visitar ya pasé Espachín y Huayto; en Piedra Hueca me puse a rezar Áncash ante el bicentenario
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atrás quedó Huanchay; Puente de Rinconada, déjame pasar pues mi linda pilluquina, con su rico cashqui me va a esperar. Poco a poco voy subiendo, por tu serpenteante carretera atrás quedó: El Corte, Alpallana, Tambillos y Contadera que importa el abrazador sol, ni el viento, ni la polvareda si voy a buscar a mi linda ocrosina, mi fiel compañera. Con mucho cariño te dedico éstas líneas, amigo chofercito recordando a Matute, Rosario, Vichaco, Lapuco y Ayrampito Y pidiendo a Chicho, César, Noelito, Juanacho y Crucerito que me lleven a mi añorado Ocros, para ver a mí amorcito. Al llegar a la Bendita Cruz de Huaracayoj, maravillado diviso los hermosos paisajes, que Dios con su gran poder lo hizo ya veo a Mishahuayunca, guardián eterno, gigante macizo y a mi linda Bellavista, que me atrae con su mágico hechizo. Hoy una vez más, vuelvo a reconocer tu camino carretero que en tiempos de lluvia, hace llorar al chofer más fiero pues por doquier, atollados se quedaban por el aguacero rogando a Dios, pasar tranquilo por Quellocoto traicionero. Edilberto Matías Cabanillas Vargas “El Gato Negro Ron – Ron” Bodas de oro A.U.R.C.H. La aurora extiende veloz de púrpura y oro por este gran día de A.U.R. Chilcas. Y desde el azul sereno de los cielos el Todopoderoso nos contempla con placer. El tiempo pasó, la juventud creció, frutos dio, también envejeció, pero huellas dejó. Áncash ante el bicentenario
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Una nueva alborada se dejó ver y sus sueños, tienen vida y realidad. porque todos los días, para todos, nace un nuevo sol. Alberto Colmenares, 2017 Escuelita de mi niñez Gracias Escuelita redentora fino crisol del saber sagrado eres tú la singular autora que hoy mi mente adulta atesora mil causales de luz consagrado. Me diste con amor y ternura el pan espiritual de mi vida que sustanciando voy con dulzura de mi ser su existencia futura antes de sentir sumergida. El eco fiel de tu campanario aún vibra en mi ente todavía cual plegaria de un santo rosario custodiadas en un relicario que el corazón añora a porfia. Tus umbrales cálices de una flor tus bóvedas panal de mixturas vivero de la ciencia y el amor Pues forjaste con esmero y fervor para hacer de mi alma noble y pura un sujeto de esperanza y valor. Gracias escuelita de mi niñez Manuel Cruz ¡Ñati, la pastora del ande En su chocita de paja hermosa como la luz de la nieve, Áncash ante el bicentenario
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más que el manantial enamorada, bailando en los arcoiris con sus ushas y sus chihuas va por la puna helada, ¡Ñati, la pastora del Ande! Su canto cae como la lluvia sus lágrimas de quena más triste, su labio dulce como el jilguero, el zorro y el cóndor guardan su manada. ¡Ñati la pastora del Ande! Caminas por las punas heladas sosteniendo tu kalla y tu millhua, y tu s manos ágiles cual mariposas hacen bailar el hilo de tu pirhua, tu yana allko, compañero inseparable, te lame, te cuida, te llora; ¡Ñati, la pastora del Ande! Rosa Osorio Poesía cantada Ay pampa de Llipa, allí donde te conocí. Ay cholita, llipinita, dueña de mi corazón. Al pie de un aliso fue nuestro primer amor, donde me juraste; amor solo para mí. Dedicación Padilla Chilcasinita Chilcasinita de lindos ojos, tú cautivaste mi corazón; Áncash ante el bicentenario
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a este mi corazoncito que está llorando por tu querer. Yo soy como un gavilancito, que diviso cuarenta leguas; por más lejos que tú te vayas, no pienses que no te veré. Si tu pecho fuera cárcel, ahorita mismo me encarcelaría; si tus brazos fueran cadenas, ahorita mismo me encadenaría. Texto: La estética en la vida cotidiana en los andes. Azucenita Azucenita flor de azucena, clavelinita flor de clavelina; en qué brazos estás floreciendo, el que te quiere aquí va cantando. Tu mamacita tiene la culpa, tu papacito tiene la culpa, para nuestra larga separación, para nuestra triste separación. Texto: La estética en la vida cotidiana en los andes. Durazno dulce Neblina blanca del medio día lleva mis penas al olvido. Pacaicito mi yawarshonco bajo tu sombra yo he soñado. Durazno dulce de huayrapampa tu encanto es parte de mi vida. Fuga Áncash ante el bicentenario
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Me marcharé, me marcharé ¡ay! de tu vida orgulloso de esta tierra en que yo he nacido. Texto: Tras la huella de Pimachi. La vicuñita Acuérdate palomita la vida que hemos pasado, en una noche de luna llorando nos despedimos. Quisiera ser vicuñita vicuña de altas punas, para morir a balazos, y no seguir padeciendo. Texto: La estética en la vida cotidiana en los andes. Docentes El maestro en su verdadero significado es considerado como el orientador de ese capital preciado, la niñez y la juventud, en el aprendizaje y en la práctica de los valores, pero lamentablemente es incomprendido por quienes tienen la obligación de respetar sus derechos que como profesionales les corresponde. Los maestros de los diferentes pueblos de la provincia de Ocros a través del tiempo han transitado por las diferentes etapas de la sociedad cada vez más sistematizadas. Por los años 1900, empieza a generalizarse las escuelas municipales, después la instrucción pública, las escuelas fiscalizadas en que se cumplía la fase preparatoria o transición, antes de empezar de 1° de primaria. En los caseríos o anexos, por los años 40 se impartía la educación primaria hasta el 3° y en las capitales de distrito, la primaria completa. La secundaria lo hacían solamente en Ocros. A partir de los años sesenta funciona la primaria completa en la mayoría de los pueblos, y la secundaria se generaliza paulatinamente en los pueblos que contaba con Áncash ante el bicentenario
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la cantidad de alumnos requeridos y a partir de los 80 se da la coeducación. Los maestros que dejaron huellas en la vida educativa de los pueblos de la provincia de Ocros por su dedicación y esmero en la forja de juventudes, son muchos y con las disculpas del caso por no abarcar a todos, me permito mencionar a algunos de ellos, como: Calixto Oviedo, Heráclides Romero, Demetrio Esteban, Artemio Robles (Aco); Beatriz Ramirez, Adela Luna, Isabel Jara, Apolonio Doroteo (Pimachi); Oslo Reyes, Rubila Alejos, Marcos Aldave, Abundio Aldave (Acas), Edda Motta, Indelia Motta, Consuelo Alcántara, Juvenal Salinas, Nicolás Arquinio, Julio Alzamora, Amador Barrenechea, Crosby Bravo, Elizabeth Ramirez, Edith Tafur (Ocros); Demetrio Espíritu, Román Robles, Malco Loreno (Chilcas); Godofredo Vidal (Llipa); Julio Olivares, Leonidas Alcántara, Emiliano Noel (Copa) y los maestros de música: Félix Morán (Chiquián), Teófilo Rojas (Jauja), Max Anastacio, Cipriano Anastacio, Nicomedes Reyes, Sotelo García, Juan Mendoza y Osoriano Leonardo (Huanri) A diferencia del pasado, la sociedad actual, está cada vez más invadida de nuevos conocimientos, tecnologías y cambios sociales y culturales que demandan aprendizajes más complejos y una educación que no termina en la escuela formal, escolarizada, sino que tiene que extenderse durante toda la vida. La educación virtual va tomando cuerpo en los actuales momentos debido a la pandemia, que no permite la presencia física, para evitar contagio de Covid 19. Bibliografía Albalat Antoine (2008). El arte de escribir y la formación del Estilo. EDUCAP/EPLA. Lima. Cornelio Abad S. (2017). Bajo el cielo de Llipa. Gráfica Imagen. Huacho. Cornelio Abad S. (2020). Dejando huellas, personajes de la provincia de Ocros. Gráfica Imagen. Huacho. Mallqui Huamán A. (2001). Nuestra identidad peruana. Lima. Edición Edigraber. Nieto Rosales B. (1991). Ocros, tierra del Encanto. Ocros. Ediciones “Prograf” EIR. Ltda. Lima. Pinedo Moreno L. (2016). Prensa ancashina en la historia del periodismo regional. EMPED. Prensa Ancashina. Lima. Áncash ante el bicentenario
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Robles Mendoza R. (2015). Por los caminos del Perú (Vol. I) Imprenta Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima Robles Mendoza R. (2014). La estética en la vida cotidiana en los andes. Fondo Editorial UCH. Lima Proyecto: Enciclopedia ancashina, provincia de Ocros (2017). Ponciano Paredes (Coautor) Revista de antropología de la Escuela Profesional de Antropología Universidad Nacional Mayor de San Marcos – Año III – N° 3 – diciembre de 2005. Alumnos Del Colegio Mixto Santo Domingo de Guzmán de Ocros desfilan en homenaje a la creación de la provincia de Ocros (15-71990) Texto: Ocros, tierra del encanto.
Delegaciones de los distritos de Chilcas y Acas prestos para e desfile por creación de Provincia de Ocros (Julio 1990) Texto: Ocros, tierra del encanto
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Froilán Casimiro (Arpista) y la intérprete Nilda Bardales (Revista A.U.R.C.H. – 2017)
Charla cultural sobre identidad regional (Ocros 2019)
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Chavín de Huántar: Personalidades notables que contribuyeron al desarrollo educativo - cultural del distrito Lucio Meza Marcos
Introducción En esta breve reseña resaltamos a algunos personajes que, a nuestro entender, son los que más han contribuido al desarrollo educativo y cultural del distrito Chavín de Huántar en la provincia de Huari. Martin Flores García Nació en el distrito de Chavín, del matrimonio de Don Genaro Flores y Doña Honorata García Astete. Deportista por convicción, jugó primero en el “Club Deportivo Sport Chavín” luego años después integro el valeroso equipo del “Club Deportivo Rickay”. En 1919 conoció al Dr. Julio César Tello Rojas, notable arqueólogo y científico peruano y desde entonces trabajo junto a él, en las diversas campañas arqueológicas que se desarrollaron en Chavín. Paralelo a ello, incursiono también al periodismo siendo cofundador del periódico RICKAY, corresponsal del diario el Comercio, La Prensa, y la Tribuna de Lima. Cuando estallo la revolución aprista durante la dictadura del Gobierno de Odría, allá por la década de los años 48, fue encarcelado en la penitenciaria de la provincia de Huari por más de tres meses, juntamente con otros dirigentes y luchadores sociales del distrito de Chavín como Edgardo García y José Borda.
Lucio Meza Marcos.- Natural de Chavín de Huántar, provincia de Huari. Docente y promotor cultural y turístico. Autor del libro “Templo y dioses de Chavín”. Cuenta con infinidad de artículos que los divulga a través de las redes sociales.
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Después de la tragedia del aluvión de 1945, ejerció el cargo de alcalde distrital integrando “La Junta Transitoria Municipal” hasta diciembre de 1947. Además, en 1970 volvió a ser elegido alcalde de distrito Chavín. También, ha ocupado cargos de gobernador y juez de paz en diversas oportunidades. Falleció en Lima en 1995. Marino Gonzales Moreno Arqueólogo práctico, considerado el más notable discípulo del Dr. Julio C. Tello. Nació en Chavín el 16 de julio de 1916, su infancia trascurrió en su ciudad natal en un ambiente de embrujo rodeado de viejas y primitivas montañas cordilleranas. Oportunamente, el contacto permanente con las pétreas y colosales construcciones del templo prehispánico, marcarían huellas profundas en la vida del joven Gonzales, para inclinarse a la arqueología y desvelar la historia de su pueblo, en busca de su identidad andina. En 1940, estudiando el cuarto año de primaria conoció de manera casual al Dr. Julio C. Tello, quien se encontraba por esa época realizando excavaciones en el monumento de Chavín. Ese mismo año, ingresó a trabajar como obrero, luego fue designado como el primer guardián del Museo de Sitio fundado por Tello. Es así, como Marino Gonzales incursionó a la arqueología desde muy joven, desde entonces, inseparable a su maestro realizo trabajos de excavación y conservación en diferentes sitios arqueológicos, haciendo de ella una carrera práctica, la arqueología. A fines de 1942 MGM, por orden de Tello viajó a Lima para realizar labores arqueológicas en el Museo Nacional, después es trasladado a las ruinas de Pachacamac sector Templo de la luna desempeñándose como vigilante de obras. 1943 – 1944 es comisionado por el Museo Nacional junto a otros empleados a realizar exploraciones de reconocimiento arqueológico a los departamentos de Ayacucho, Huancavelica y Cusco.
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1945 – 1947 fue destacado a la necrópolis de Ancón participando junto a Tello en los diversos trabajos de campo y excavación, descubriendo en la falda del cerro San Pedro – Ancón, restos de ocupación Chavín. 1947 falleció Julio C. Tello, las excavaciones de Ancón fueron suspendidas temporalmente. Gonzales retorna a laborar al Museo de Arqueología. 1950 – 1953 durante el Gobierno de Odría, fue encargado nuevamente para realizar trabajos arqueológicos en el sector Miramar bajo la dirección del arqueólogo Francisco Iriarte Brenner. 1954 retorna a Chavín después de 12 años de ausencia. Jorge C. Muelle Director del Patronato Nacional de Arqueología y Antropología, comisiono a Marino Gonzales para frenar la invasión y lotización de terrenos ubicados sobre los restos de las ruinas de Chavín, las cuales, fueron erradicados con el apoyo del personal de la Guardia Civil del pueblo. Poco después (1955), fue designado para retirar los extractos aluviales de la zona arqueológica, dedicándose íntegramente a la restauración, conservación y limpieza general del templo de Chavín, labores que realizo hasta julio de 1966. Fecha en la que suspendió los trabajos de campo para entregar la zona arqueológica al “Proyecto Chavín” de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos dirigido por los arqueólogos Luis Guillermo Lumbreras y Hernán Amat Olazabal, el proyecto estuvo financiado por la Corporación del Santa y luego por CRYRZA. Gracias, al esfuerzo indoblegable y empeño que puso Marino Gonzales en los trabajos de campo, el monumento arqueológico fue descubierto casi en su totalidad. Desde entonces hasta los últimos momentos de su vida, ha vivido en el complejo arqueológico de Chavín, cuidando al templo “Como el Ángel Guardián” admirando, contemplado y soñando en la grandeza de su Chavín milenario. Como lo aludiría el destacado Escritor y Poeta ancashino Oscar Alva Maguiña. Ha sido maestro y guía de muchas generaciones de investigadores jóvenes, en realidad encontraron en él, un manantial vivo de conocimiento, en el hombre que ha vivido toda su existencia conversando con las piedras y las cabezas clavas, es allí, donde la historia Áncash ante el bicentenario
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le ha dado a MGM un sitial en su forma más completa, como hombre y piedra, piedra y guardián, guardián y pueblo, pueblo e historia. Ahí está Marino… Falleció en la ciudad de Lima, en febrero del 2001 a los 85 años. Sus restos fueron cremados y sus cenizas esparcidas en los ríos sagrados del Mosna y Huachaejza. Reconocimientos: 1981 fue nombrado conservador vitalicio del monumento arqueológico de Chavín, mediante resolución ministerial del INC. 19 de octubre de 1986 en una ceremonia especial desarrollado en la plaza cuadrada del templo, recibió las “Palmas Magisteriales” máximo galardón en el Grado de Maestro. 1987 fue elegido alcalde del distrito de Chavín. Lizandro Coral Rosemberg Nació en el milenario distrito de Chavín, el 20 de octubre de 1908 sus padres fueron don Lizardo Coral Sáenz y doña Cristina Rosemberg. Sus estudios iniciales los realizo en la Escuela Fiscal del mismo distrito, complementando la primaria en la ciudad de Huaraz. Luego continúo sus estudios en el Colegio Seminario “San Francisco de Sales”. Contrajo matrimonio con la dama huaracina Rosa Honorata Maguiña y fruto de este amor tuvieron dos hijas: Norka Socorro y Gloria Beatriz Coral Maguiña. Trabajó como secretario del despacho de la Fiscalía durante 44 años consecutivos, retirándose con honores y felicitaciones por la labor cumplida. Don Lizardo Coral Rosemberg ha sido considerado y catalogado dentro del arte de las tablas como el actor dramaturgo y cómico más reconocido en la región Áncash. Su primera inquietud teatral lo demostró por primera vez en el distrito de Chavín en una veladita que organizó la escuela fiscal de aquella época saliendo airoso y ovacionado por el público. Áncash ante el bicentenario
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Desde entonces, no desmayo la afición en el teatro actuando en veladas teatrales de la ciudad de Huaraz y muchos otros lugares, donde alcanzo el éxito. LlevÓ al extremo su afición por el teatro que juntamente con otros reconocidos actores ancashinos fundaron la Asociación de Artistas de Áncash, debutando con la inmortal obra “El Tablado de los Miserables” del reconocido vate ancashino Ladislao F. Meza. Lamentablemente esta asociación de artistas desapareció por el fallecimiento de casi todos los actores en el fatídico sismo de 1970. Este afamado actor, cómico y dramaturgo chavino, falleció en la ciudad de Huaraz el 15 de noviembre del año 2000. Jacinto Palacios Zaragoza Compositor e intérprete de la música ancashina, conocido en el mundo artístico como “El Trovador Andino”. Nació en el distrito de Aija el 22 de julio del año 1900. Los estudios primarios los realizo en el Centro Escolar 335 de su ciudad natal y la secundaria en el colegio la Libertad de Huaraz. Desde su niñez demostró habilidades para la música e interpretación, como todo un genio a los diez años ya tenía el dominio total de la guitarra y a los dieciocho ya era un excelente guitarrista e interprete. Jacinto Palacios como todo músico en su juventud era bohemio, parlanchín, alegre y caballero y por azares de la vida conoció a la encantadora y bella dama chavina Asunción Benilde Coral García, con quien después contrajera matrimonio. Doña Benilde Coral, fue la flor y musa en quien se inspiró el cantautor aijino para componer una de sus canciones más extraordinarias que lo llevo a la fama “Mujer andina”. Esta canción fue ganador en el Concurso Nacional de las Fiestas de Pampas de Amancaes – Rímac, el 24 de junio de 1935.
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Entre sus composiciones y temas musicales que lo llevaron al éxito están: “Mujer andina”, “Quizás quizás”, “El Obrero”, “Lejos y ausente”, “Los consejos de tu Madre”, “Todo se puede olvidar menos el primer amor”, “Cordillera Blanca Cordillera Negra”, “El Huascarán - pasacalle”, entre muchas otras composiciones más. Todos estos temas musicales fueron grabados y difundidos por el Conjunto Musical Ancashino “Atusparia”. Para conocer un poco más de su agitada vida de Jacinto Palacios, que vivió casi la mayor parte de sus años en el Distrito de Chavín; trascribiremos algunos párrafos escritos por Don Aníbal Torre Camones colaborador y amigo cercano del vate aijino. “Alternó su afición por el canto y la guitarra con duros trabajos que lo hicieron vivir las penurias de todo asalariado y le sirvieron de fuente de inspiración de sus mejores temas. Trabajó para la Minera The Anglo French Ticapampa y compuso “El Obrero”, tema con el que ganó el Concurso Nacional de Amancaes promovido por la Municipalidad del Rímac en 1929, siendo premiado por el presidente Leguía con Medalla de Oro. Ya famoso, fue pionero de las grabaciones musicales. Su fama lo llevó a las radios y a ser animador en diferentes veladas y actuaciones tanto en Lima, Huaraz, Aija y la ciudad de Chavín”. Sufrió una apoplejía que le deterioró rápidamente la salud. Falleció el 2 de diciembre de 1959 en el arqueológico distrito de Chavín. Poco después sus restos fueron llevados y sepultados en el cementerio general de su natal Aija. Samuel Rotta: filántropo obsequió los terrenos para la construcción del actual Estadio “Rotta Rotta de Chavín”. Adrián Coral García: político e intelectual del siglo XX, tiene aportes interesantísimos a la cultura local que publicó en diferentes medios de aquella época. Ocupó el sillón municipal entre 1943 a 1945. Cuando él ejercía la alcaldía ocurrió el aluvión de Chavín. Edgardo García Colcas: político y luchador social, nació en Chavín el 27 de noviembre de 1920 y falleció el 17 de noviembre del 2004, en su ciudad natal. Sus padres fueron Aurelio García Salas y doña Isolina Colcas Trebejo.
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Gestor principal de la creación del Colegio Nacional Mixto de Chavín, por su cercana amistad con el Senador de la República Dr. Carlos Alberto Izaguirre. Fue elegido alcalde del distrito de Chavín en dos periodos 1965 – 1966 y 1980 – 1981. Aprista de Convicción, por su inclinación política al partido de Víctor Raúl Haya de la Torre, en 1948 fue encarcelado en la penitenciaria de huari junto a otros luchadores sociales, entre ellos, Martín Flores García y José Borda. Vivió toda su existencia añorando el desarrollo integral de su “Chavín Querido”. Manuel Mendoza Huerta El primer atleta chavino - ancashino que participó en las “Olimpiadas de Berlín” – 1936. Gracias a la información de mi amigo, Giber Alamo del “Portal de la ciencia y cultura de Áncash”, encontré un dato interesantísimo de la década de los 30, de un maratonista chavino de nombre Manuel Mendoza Huerta, que representó al Perú en las olimpiadas de Berlín – Alemania (1936). Me enarbolé de emoción al saber que un paisano nuestro, chavino de alma, corazón y vida, como interpreta la melodía de la Flor de la Canela, había sido el primer atleta ancashino que hizo flamear la bicolor peruana en las olimpiadas de Berlín. “Manuel Mendoza Huerta, excelente corredor maratonista, natural del distrito de Chavín, departamento de Ancash, integró la brillante delegación que envió el Perú a las olimpiadas de Berlín – Alemania”.
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“Como miembro de la institución policial, Mendoza Huerta ha tenido destacada actuación en el cumplimiento de su deber. Y ha sido dentro de la mencionada entidad en que ha perfeccionado sus excelentes cualidades atléticas obteniendo memorable éxito en sus performances. Perteneció al club atlético Barranco, además de otras instituciones similares”.
Lucio meza Marcos Periodista – escritor Nació en el distrito de Chavín, provincia de Huari (región Áncash) el 6 de mayo de 1968, estudió educación primaria en la Escuela N° 86349 ahora I.E. “Republica de Honduras”. La secundaria en el Glorioso Colegio Nacional Mixto de Chavín. (últimamente, denominada I.E. “Carlos Alberto Izaguirre”), Sus estudios superiores las realizó en la Universidad Nacional de Trujillo en la Facultad de Ciencias Sociales, paralelo a ello, estudió Ciencias de la Comunicación en el Instituto Superior de Periodismo del Norte – Trujillo. Escritor – Periodista: director, Redactor y Editor Cultural de Revistas y Periódicos de Circulación Regional. Promotor cultural, Miembro de la Asociación de Escritores y Poetas de Áncash (AEPA), director del Instituto Cultural “Kay Shumaq Patza”. En su calidad de escritor ha participado en varios eventos literarios regionales y nacionales. Hasta el momento ha publicado seis libros con muchos reconocimientos y condecoraciones.
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Los pasos perdidos de Luis Pardo, el bandolero Claudio Alfonso Aranda Ibarra Una tarde de lluvia infernal, cielo nublado, ambiente oscuro mi hermana Lida, Bertha, Deifilia y el suscrito, nos hallábamos en la sala de nuestra vivienda, de pronto la abuela Juana Arévalo Bolarte entró toda acurrucada por el frio persistente y acucioso ingreso, al ambiente. ¿Qué hace esta juventud con tanta lluvia y clima horrible? ¡Mamá Juana vamos a la cocina y con el calorcito abrazador del fogón queremos que nos cuentes algunas historias!, ¿conociste a Luis Pardo?, por su puesto hijita, sí lo conocí en circunstancias muy favorables para nuestros intereses y premonitorios fatales para la juventud chiquiana. Nos fuimos acurrucados al lado de la abuela rumbo a la cocina, Bertha llevó un poco de leña y yo me puse a soplar el carbón que todavía tenía un poco de llama viva, revivió la candela, llenamos de agua la tetera negra que contenía una cantidad regular de café de cebada y la apuramos a nuestra abuela con el relato prometido. “Yo era un poco niña todavía y mi madre Francisca Aldave me llevo hacia Conococha para visitar al tío Juan Ibarra que tenía una manada de ganado lanar, unas cuantas vacas un par de burros y un caballo, en el lugar nos quedamos una semana, mi única preocupación fue jugar con las borreguitas tiernas y ayudar a arrear el ganado a las seis de la tarde completamente arropada y cuando llovía me dejaban en la choza para no mojarme”. Luego de nuestra estadía placentera y divertida bajábamos de regreso por el camino real, yo llevaba entre mis brazos un huacchí (borreguito tierno) blanco y hermoso que de rato en rato tenía que descansar o mi madre me ayudaba con el animalito, de pronto escuchamos los chasquidos de un corcel que manejado por un jinete orondo con una pañoleta al cuello, un poncho habano lugareño y unas botas con espuelas de plata, bajaba a buen trote, mi madre toda asustada con el semblante
Claudio Alfonso Aranda Ibarra. Natural de Chiquián, Bolognesi. Contador público colegiado por la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión de Huacho. Compositor e intérprete de música ancashina, como muchos discos grabados. Servidor público con residencia en Huaraz.
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de terror me dijo, ¡Ya nos fregamos hija, ahí viene Luis Pardo, tiene fama de forajido y malo, hasta nos puede violar!, apuramos el paso sorteando una pequeña cerca que separaba un predio rústico al lado derecho nos apeamos y permanecimos sentadas, el jinete amenguo el trotar de su caballo y se detuvo al frente nuestro y dirigiéndose a mi benefactora le dijo. ¿Panchita, que te pasa, porque huyes de mí como si fuera un delincuente?, yo soy víctima de los periodistas, terratenientes, el gobierno central y hasta los mismos delincuentes quienes cometen sus fechorías y me endilgan toda la responsabilidad ante la prensa de la capital, yo soy para ellos el “Bandolero Luis Pardo”, si he cometido algunos delitos ha sido porque me he visto obligado a cometerlos, ante la injusticia de los mismos gobernantes, la policía y las autoridades locales, esos descendientes de los españoles que me persiguen sin compasión ¿no permiten que el indio surja entre tantos mishtis (mestizos)?… Luego de un silencio prolongado en que parecía desahogar sus rencores y penas consigo mismo, le dijo a mi progenitora ¿Panchita tantas veces camino por estos lares que de repente en algún momento ya no volveré? entonces ¡Tal vez dirán al recorrer estos parajes!; Este es el lugar de los “Pasos Perdidos de Luis Pardo el Bandolero”. A veces vengo de la costa o voy a ella, visitó a unos conocidos, nos tomamos unos tragos cortos por el frio, tocamos la guitarra o el arpa y nos divertimos cantando hermosos versos que de tanto caminar con mi fiel caballo, compongo unos huaynos y valses que relatan mi vida errante, desdichada y a veces divertida, desde la llegada de los españoles, la vida de los campesinos y gente humilde a cambiado por completo ¿ya no somos libres, Panchita? Después de unos minutos de silencio que parecía que se enjugaba sus lágrimas y con la voz entrecortada, le pidió a mi madre ¿acércate, hija, ella llegó a su lado, él de la altura de su cintura saco unas monedas relucientes y una de ellas se la extendió a su interlocutora, luego con un ademan de su mano derecha me llamó y enseñándome una moneda similar me dijo, ¿tú también tienes derecho? se han encontrado con un hombre lleno de bondad y cariño que jamás le faltara a su pueblo, cuando yo no esté no sé qué pasará con ustedes, los terratenientes se apropiaran de sus tierras, les robaran su ganado, les faltarán el respeto, las violarán a sus hijas y no reconocerán a sus hijos, en fin, son cosas que siempre han pasado y seguirán pasando porque las autoridades siempre han estado del lado más fácil y conveniente, son los descendientes de los Españoles Áncash ante el bicentenario
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¿quién más va a ser, aunque por allí no falta un indio renegado y adulón?. Ya Panchita, mi modesta suma otorgada gástalo de la mejor manera o ahórralo para que eduques a esta niña buena moza, diciendo estas palabras se echó a trotar con rumbo al pueblo de Chiquián…Nosotras nos quedamos observando al bandolero que se marchaba a paso lento agitando el poncho lugareño que lucía nuevo y cándido en su figura imponente y de semblante confiable y bondadoso. ¿Quién iba a creerlo, tamaña suerte de nosotras? Una vez que lo vimos despuntar una curva del sendero pedregoso y angosto, ambas levantamos el puño y extendiendo los dedos observamos nuestra moneda nueva y reluciente, con esplendor propio de los valores más hermosos que en nuestras manos frías y entumecidas orondas se lucían como el luminoso astro que probablemente de vergüenza, se ocultaba entre las nubes blancas y hermosas como nuestros sueños mismos. Cuando despertamos de nuestra obnubilación placentera, acordamos reiniciar nuestro recorrido hacia nuestro domicilio, acicateadas por llegar cuanto antes a nuestra morada caminamos y de rato en rato divisábamos nuestro pequeño tesoro para constatar que no se nos había escurrido entre los dedos entumecidos por el viento helado de las alturas. No reparamos en que tiempo llegamos a casa, probablemente en pocas horas, pero, ni bien los llegamos a nuestra morada le enseñamos nuestra fortuna a los familiares más cercanos con el advertimiento de que no le cuenten a nadie, lo que nos había pasado. Pasaron las horas, los días y los meses no sé cómo, casi todo el pueblo se enteró de nuestro fortuito encuentro y nuestras monedas sirvieron para que el pueblo se entere de lo dadivoso que era nuestro personaje, de tanto mostrarlo y lucirlo ante la comunidad chiquiana nuestros valores siguieron el brillo que nos deslumbró al momento que nos entregaba el presente, varias noches no pude dormir pensando en el valor del bien, la posibilidad del robo, la posibilidad de perderlo o que alguien me lo arranche y se corra con la joya. La Mamá Panchita tenía un baúl de acabados brillosos y hermosos en el que guardaba las prendas más valiosas para ella, y una de ellas fue su hermosa moneda, solamente cuando requería de algo urgente abría el baúl y al revisar la prenda la frotaba con una tela de color oscuro, la joya volvía a brillar como siempre y la guardaba en un rinconcito del cofre. El año 1913 la Mamá Juana tuvo una linda hija del abuelo Enrique Ibarra, de ojos claros tirando para celestes, cabellera ondulada, naricita aguileña, pestañas risadas, cejas Áncash ante el bicentenario
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pobladas, carita blanca, manecitas dobles y fuertes como su corazón cariñoso, incapaz de perdonar un error y enrostrarte tus berrinches perennemente. El año que lo mataron a Luis Pardo Novoa en el pueblo de Cajacay y su cadáver lo expusieron en la plaza de armas de Chiquián, casi a hurtadillas me acerqué a contemplar el cadáver de mi benefactor que, lucia los brazos y las piernas flácidas, el cabello chamuscado, sus ojos cerrados, sus pestañas y cejas ligeramente risadas erizadas, sus labios con un rictus de dolor y rabia, sus manos como extendiéndolas para entregarme otra moneda de oro, mentalmente rece un padrenuestro, le pedí al señor que le colme de bendiciones y lo acoja en su morada con cariño y perdón eterno por haber hecho de un hombre bueno y dadivoso, un ejemplo aterrador para el pueblo, muy dolida y acongojada camine unos pasos, tomé asiento en una banca y me puse a llorar… Después de unos días lo enterraron, el pueblo asistió en silencio y apesadumbrado, triste, meditabundo, con la cabeza gacha y los ojos llenos de lágrimas lo enterramos a nuestro personaje publicitado por la prensa capitalina, todos se llenaron la boca con la desgracia de nuestro bandolero, los personajes más o menos visibles comentaban sus aventuras, exagerando las verdaderas razones, todos eran dueños de la verdad a medias; solamente la gente pobre, los niños y los que recibimos por lo menos una sonrisa cariñosa y apacible nos quedamos con sus enseñanzas buenas, aleccionadoras, reflexivas o probablemente malas para nuestra época; así fue nuestro personaje famoso para la prensa y muy dadivoso para los paisanos pobres y afligidos… ¿Cómo hubiera celebrado el Bicentenario de la Independencia del Perú? Era un hombre leído y razonante, producto de una mixtura racial, porque él era de tez blanca, simpático y públicamente bondadoso. Pasaron muchos años, la bisabuela Francisca Aldave ya había fallecido, pero su nieta querida Hermelinda Ibarra, a quien la crio hasta el día de su muerte, heredera de sus enseñanzas y pesares ya casada, con varios hijos y muy delicada de salud, precisaba viajar a Lima para propiciar su curación, se acordó que tenía un recurso muy querido que jamás lo había utilizado, acudió a un jarrón de apariencia antigua y valiosa que contenía cebada en su interior y flores artificiales sobre ella; vacío todo su contenido y hurgando con sus dedos agiles entre la cebada limpia, encontró la moneda reluciente que casi nunca la habíamos visto, exclamó Áncash ante el bicentenario
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¿Está joya es la solución a nuestros problemas?, la venderé al mejor postor y dispondremos de la suma conseguida para poder viajar a la costa, para propiciar la curación a mis males ¡bendita mi abuelita, que en sus momentos de agradable compañía me dio el preciado regalo que nuestro famoso bandolero Luis Pardo le había regalado! Es cierto, mi madre se fue a Huacho por unos meses, Luis Pardo nos solucionó el problema ¡Que dios lo haya acogido en su lecho de gloría al bendito bandolero tan publicitado por la prensa capitalina y temido por los terratenientes del tramo de Chiquián a la costa, todo el territorio nacional y el vecino país de Chile, donde también plasmo sus incursiones socialistas! Luis Pardo - Huayno. I Yo soy Chiquiano señores y no me gustan pretensiones ando matando la injusticia por eso me llaman bandolero II Cuanta miseria he encontrado por donde quiera que he pasado pero mi sangre es rebelde y ando robando para los pobres III El día que yo muera no quiero que anden llorando dejen las penas y pesares sigan las huellas que he dejado IV Sé que por ello andarán como las fieras perseguido de que no valen cobardías si la miseria no acabará Fuga Quiérame, quiéreme cholita ámame, ámame negrita si tú me quieres yo te querré con mi versito te engañaré
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Campo y campesino I Las primeras lluvias que brotan con ternura humedecen la tierra con fragancia atractiva fertilizando los campos que ayer sombríos embriagados de sed para no lucir desolados II Mojará sus entrañas estremeciendo el alma hasta sentirla preñada de alegría atiborrada saciando la sed esperará con ambiciones que manos conocidas fecunden sus raíces III Las aves con sus arpegios nos dicen la hora en que los aldeanos despierten de la quimera para seguir con las labores aplazadas de ayer y culminarlas hoy día, antes del anochecer… IV A golpe duro del azadón se cultiva la era bebiendo ávidamente la chicha de jora para que su fecundidad nos dé el pan del día y la cantidad de sus frutos sacie la existencia V Sobre surcos profundos que lastiman el alma con tus manos viertes la semilla con calma con la ilusión que las heladas o el mal tiempo no trunquen el gusto de cultivar el campo VI Cuando la semilla brota fresca con la aurora y el pichuychanca se alborota en la pradera el zorzal continúa la fiesta cantando la danza el campesino con la hondilla no la alcanza VII Los tallos se votan en el aporque laborioso el cardo se deshecha porque luce odioso esperando que la parcela luzca despejada para almacenar toda la cosecha lograda VIII Campo y campesino se saludan con afecto entre ellos nunca existió ningún conflicto se adoran como dos amantes inseparables ahuyentando las tempestades fúnebres… Áncash ante el bicentenario
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IX Fallece el campesino en un cuarto oscuro sus dos niños son muy tiernos y sin futuro no hay camposanto ni ceremonia pomposa le llegó la hora con desgracia espantosa… Caminos andinos I Caminos de herradura estrechos y peligrosos por donde transitan los campesinos ataviados con sus vestidos de colores resplandecientes reflejando los rayos del sol, muy relucientes II A su paso ligero se dibujan sus curvas al recorrer las acémilas señalan sus órbitas dejando señuelos con olor hediondo y sano de forraje silvestre masticado en invierno III Vanidosos arbustos con flores de colores oriundos de la zona asoman como fantoches orlando con su encanto las riveras del camino ¿qué hermoso se vislumbra en tu entorno? IV Con cansino andar recorre el campesino tarde y mañana porque así es su destino llevando una lampa, un pico y un martillo no transporta ni un centavo en el bolsillo V Te hicieron camino de tanto transitar tu valle te dibujaron varias veces, como a una calle eres la solución para llegar al lugar indicado agilito, sin peligro, con el corazón reposado VI De tanto andar deduzco la hora de mi llegada a visitar a mi amor que se halla en la empinada loma por la que circulan las aves más hermosas de tu valles verdes y fragancias vaporosas VII Por tu sendero recorro extasiado por tu belleza bebo en tus manantiales y refresco mi tristeza recojo bellas flores silvestres para mi amada que la pondrá en el altar frente a su almohada Áncash ante el bicentenario
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VIII Todo nuestro vasto imperio lucía verde y florido ahora han perdido hasta su hermoso colorido los chasquis eran los verdaderos mensajeros que transitaban tus caminos todos contentos IX Ahora te recuerdo y te recorro con mucho agrado por placer y por los años hermosos que he vivido que al contemplar mis zapatazos destrozados caminos estrechos me traen muchos recuerdos Los pedales del “cuca dóctor” En mi pueblo pequeño y simpático, de calles bien delineadas, piso empedrado, o solamente de tierra apelmazada, de casas de adobe o tapial con acabados inconclusos, pintados de diversos colores, de puertas y ventanas de madera, algunas de fierro sin pintar o con colores que ya por el tiempo transcurrido no se nota el tono que albergaban, sus terrados de eucalipto o aliso que sobresalen hacia la calle, de un solo piso raras veces de tres, sus techos generalmente de tejas rojas que con el correr de los años se vuelven de color opaco, su cielo azul sin rasgo de nubes en verano y con nubes hermosas: nimbos, estratos, alto estratos, cúmulos, altos cúmulos o cirros en invierno, la cordillera Huayhuash iluminando todo el paisaje serrano de mi terruño…¡qué maravilla para mis ojos pardos que de tanto mirarte me subyugaste y me sigues deleitando!.. y mis sueños siempre habidos de hurgar en tus colores variables, la respuesta a mis inquietudes de niño soñador… De tanto contemplar tus mañanas, tus tardes y las noches oscuras, por la calle veintiocho de julio observe que caminaba un hombre de más o menos 55 años, cara redonda, ojos pardos, cabellos ligeramente castaños pestañas y cejas hirsutas, labios finos, nariz aguileña, cuello pequeño y grueso, de talla mediana probablemente un metro sesenta y tres, pantalones anchos, camisa a cuadros, zapatos anchos posiblemente de talla 39 o cuarenta o tal vez le quedaban grandes por la manera de andar tambaleante… ¿Quién sería ese ser tan original y desconocido en el pueblo , ¡jamás lo había visto!... Pasó una cuadra, caminando balanceado toda su humanidad, y de pronto de la vereda del frente, le saludó el capitán de la guardia civil, buenas noches, doctor… Muy buenas las tenga usted, capitán le contestó el fulano, yo me fui pensando, ¿Cómo puede ser Áncash ante el bicentenario
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doctor ese personaje, me tinca que el oficial lo ha dicho de forma socarrona, pero no fue así? Como de costumbre, me hallaba en la casa de mi tía Ana Vargas, la misma que se encontraba con un dolor de muelas enorme y me pidió que la acompañe al consultorio del “Cúca doctor”, enrumbamos a su encuentro y al llegar a su consultorio me di con la noticia que el famoso personaje era, el ser que me había impresionado negativamente con su apariencia espantosa y jocosa, la paciente ingresó al recinto y tomo como asiento en una silla de madera vieja y de color confuso, se recostó sobre el espaldar y toda acongojada se sentó a esperar su turno. Luego de media hora habló el personaje, ¿A ver señora en que la puedo servir?, estoy con un dolor de muelas hacen varios días y he decidido venir a verle, ha tomado la mejor decisión de su vida, señora, le dijo a su paciente…ni bien termino el dialogo corto y de inmediato empezó con su trabajo, con una linternita pequeña y oxidada iluminó sus molares, detectando la pieza infectada y molestosa, la removió con un alicate pequeño de apariencia desgastada y reluciente, como si recién lo hubiera lavado y pulido, le inyecto la anestesia en los alrededores del molar y le dijo que le espere unos minutos, hizo lo recomendado y nuevamente se acomodó en el asiento disponible para los pacientes, el presunto dentista incrustó en los costados del molar que, justamente daba a la encía rojiza de mi atribulada tía una filuda herramienta, con la mano izquierda le fregaba la herida con un poco de algodón, y de vez en cuando arrojaba el bendito elemento untado en sangre oscura salpicada de color verde o marrón que, probablemente era la pus, la paciente con fuerza le sacó la mano derecha del dentista, a lo que el citado personaje le dijo… ¡Cómo te atreves a interrumpirme el momento más importante de mi trabajo, haciéndome perder el tiempo y la posibilidad de atender a otro paciente!.. Para el acto final, apoyó su rodilla en la silla y con inusitada fuerza sacó la pieza dental corroída y manchada de sangre, con una carita que simulaba alegría, exclamó ¿Qué barbaridad tremenda molar que debe haberte provocado un dolor inaguantable? ¿Cuánto es doctor?, le dijo la paciente con una mueca de dolor muy agudo, el personaje le contestó extendiendo la mano derecha con los cinco dedos ampliados, mi pariente saco el billete y le entrego a su médico maltratador. Concluido el acto salvaje la doña me hizo una señal con la mano y ambos salimos presurosos rumbo al hogar de la tía Anita. Áncash ante el bicentenario
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Avanzada la tarde del mes de marzo de un año no determinado, mi primo Artemio Ordoñez y el suscrito salimos de mi casa para hacer un mandado de mi señora madre, ya nos acercábamos a la calle 28 de julio, y por ella giraba el personaje que nos causaba mucha intriga, críticas y hasta miedo, mi primo me dijo ¿Mira quién está allí adelante?, cállate le dije vamos a seguirle en silencio… Unos minutos de paz y tranquilidad y nuestro protagonista giro por ambos lados para divisar si alguien le seguía los pasos, probablemente no nos advirtió y siguió caminando con un andar lento, balanceando su humanidad con cierta incomodidad, y de pronto empezó con unos cuescos sonoros y de sonidos rimbombantes que, parecía que levantaba una humareda oscura y de olor nauseabundo. ¡Esto se parece a las lluvias torrenciales de Huaraz Me dijo mi primo!, yo le repliqué -no, se parece a las películas de terror y el olor llega hasta la carretera que va a Lima-con pequeños silencios el anciano seguía con el bombardeo desmesurado y desesperado. ¡Este fulano debe estar con el estómago revuelto por haber consumido una tonelada de comida de ayer!, No, seas malo pariente, a mí me parece la presentación de una banda de Huancayo con instrumentos de viento conformado por trompetas y saxofonistas desafinados y desacompasados, seguimos dos cuadras detrás del fulano y su retreta no cesaba, hasta que poco a poco terminó su exhibición y nos regresamos riéndonos del acontecimiento tan divertido. En otra ocasión, la mamá de mi primo nos envió a una parcela de chacras que tenía en Shapash, del lado derecho del camino real que colindaba con su terreno brotaba una fuente de agua cristalina, se dice que de madrugada el líquido elemento era caliente y agradable para bañarse, aprovechando esas bondades los habitantes del pueblo se congregaban en la mañanitas a golpe de cinco a seis del amanecer, para refrescar el cuerpo cansado de las labores diarias que no te permitían hacerlo en tu domicilio por que la mayoría no tenía baño propio. Bueno, ya casi llegábamos al lugar indicado y ambos advertimos un cuerpo un poco gordo, de torso desnudo, una truza ancha de colores, probablemente para usarlo en las playas de la costa o una prenda para dormir en los regazos de un ambiente caluroso, el hecho es que en silencio y con mucho cuidado bajamos al caminito que nos llevaba al nacimiento del agua, de pronto salió el “Cuca Doctor” con la cara mojada, sus cabellos erizados, sus pestañas con gotas de agua, sus pies blancos y Áncash ante el bicentenario
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delgados, su barriga prominente y sosteniendo entre sus manos su truza colorida y goteando de líquido, con un movimiento de violento de la mano derecha nos arrojó una piedra de regular tamaño, más fue el susto de haberlo visto tan cerca que de un salto trepamos la cerca de su chacra del primo y nos agazapamos detrás del muro. Cuando ya había pasado el espanto nos pusimos a gastarnos bromas; créeme que yo pensaba que era un ichic hullco, yo pensé que era una rana encantada, me parecía un demonio de los andes, Nunca he visto un bañista tan terrible, intercambiamos opiniones malévolas en torno al personaje mencionado y nos reímos con cada ocurrencia, como si hubiéramos visto una presentación de un payaso chileno… Era el caso que nuestro protagonista tenía la fama de cachetear a sus pacientes, en otra oportunidad estuvimos jugando a las canicas en la calle Comercio y de pronto apareció el amigo Lucho Ruesta, ¿A dónde vas amigo? le dijimos al fulano, él nos contó que toda la noche no había dormido y su madre le había dado cinco soles para acudir al dentista, sin pensarlo dos veces le acompañamos al camarada, llegamos al consultorio y una vecina nos contó que todavía no estaba atendiendo, a media cuadra no más está su domicilio, bajamos a tocar la puerta que nos habían señalado como destino, con una piedrita golpeamos la puerta gruesa de aldaba grande y pesada, de un color probablemente celeste porque habían pequeños rasgos de su coloración sin historia. Después de unos diez minutos más o menos en forma abrupta abrió la puerta, el personaje que buscábamos y con voz un poco ofuscada le preguntó al enfermo ¿qué quieres niño?, el aludido le relató su necesidad de atención y con un asentimiento protocolar le dijo, espérame en mi consultorio, voy a sacar mi llave y abrigo. Esperamos unos veinte minutos en la puerta del consultorio, de pronto observamos que nuestro personaje se acercaba a nosotros llevando una tira roja en la cual se hallaban las llaves grandes y pequeñas, un abrigo negro en sus brazos, el cabello bien peinado, la cara recién lavada con unas gotas de agua en la cejas y pestañas, su infaltable pantalón negro, sus medias claras y un poco sucias, sus zapatos anchos y grandes de color negro como la tarde que ya oscurecía, se detuvo en la puerta escogió una llave grande e intento abrir el candado enorme que pendía de la aldaba, entro al local, acomodó su abrigo en una percha, y le invito al paciente para que tome asiento en el lugar indicado, le revisó los caninos y le retruco con voz autoritaria, ¡este diente está podrido como puedes haber Áncash ante el bicentenario
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aguantado tanto, está infectado?, no hay solución tenemos que extraerte, hágalo doctor… ya no puedo soportar el dolor de muela. Dicho esto, el bendito actor se puso manos a la obra, nosotros nos habíamos acomodado en la puerta del local con la finalidad de observar atentamente a nuestro anfitrión, movía las manos para cambiar de instrumento, le daba un pedazo de algodón para limpiarse la boca ensangrentada, los gestos de sus articulaciones superiores e inferiores eran activas, su rostro muy expresivo con los ojos desorbitados y haciendo fuerza para sacarle el canino con la rodilla en el pecho, en ese ínterin agarro el termo de agua humeante lo vertió en un pocillo despostillado y moviendo el contenido se acercó a la puerta, nosotros nos alejamos a una distancia prudencial y el pendenciero arrojo el líquido caliente en dirección a nosotros, seguro que advirtió que nos reíamos y gesticulábamos como él, regresó a su labor emprendida y haciendo fuerza con la mano derecha, le sacó el canino amarillento con manchas de sangre, el paciente gritó con signos de profundo dolor. El doctor le dijo en tono altanero y satisfecho, ¡Ya terminó tu suplicio, ahora te enjuagas con agua de coca que está en el pocillo y asunto terminado?, para usted será doctor, a mí me duele mucho… Tomate una aspirina, y asunto concluido, porque te haces tantos problemas…Ya en la calle al pobre Lucho le hemos molestado… Amigo realmente eres igualito que el dentista, no será tu Papá, a mí me parece que fuera su hermano, cuando hace esfuerzos para extraerte el diente, mi primo le remató, hasta en los cuescos te pareces a él, el personaje furibundo y ofendido se agachó para coger una piedra y aventarla sobre nuestros cuerpos que se esfumaron a carrera veloz… Por el aniversario de la provincia se llevó a cabo un almuerzo y reunión social en el municipio de la provincia, uno de los invitados era el famoso “Cuca”, se encontraba sentado al centro de las personas más notables de la localidad y con las piernas cruzada exhibía sus medias claras, sus pantalones anchos y su camisa a cuadros esta vez de manga corta, para lucir sus brazos blancos y arrugados, de pronto se irguió acicateado por haber consumido unas cervezas y la saco a bailar a una señora de regular talla, según ella muy bella y de estirpe distinguida, los dos se enfrascaron a danzar un pazo doble si bien es cierto no lo hacían mal pero el doctor en el afán de demostrar su destreza, se veía chistoso y demasiado galante Áncash ante el bicentenario
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ante la dama. Nosotros como de costumbre nos reíamos solapadamente provocando el enojo de nuestro personaje, con disimulo salió para la puerta y nos arrojó el vaso de cerveza que se había servido, por fortuna nos alejamos a la carrera, sin lograr su cometido. De todo ello estoy seguro que nuestra presencia atosigante, acechadora y chismosa le incomodaba, alimentando su fastidio total, de esa manera sin querer queriendo como diría el Chavo casi siempre fuimos su sombra. Todos los fines de año el suscrito se marchaba a la costa, por diversos motivos: visitar a mi familia, para gozar mis vacaciones, para trabajar en algo y ayudar en los gasto escolares a mi atribulada Madre, en uno de esos viajes logré ubicarlo al citado personaje, lucia más ancianito, con su vestimenta roída y vieja, sus maletas de cuero puro, con correas gruesas y largas, atado con una soguilla por el centro, se acercó a la agenciera para comprar sus pasajes, tenía unos billetes maltratados y poco sencillo, le faltaba un sol para completar el precio del servicio solicitado y la agenciera no tenía vuelto, yo le extendí un sol con mucha bondad y desprendimiento, el cogió la moneda me quedo mirando fijamente, giró a hacia la agenciera le cancelo lo que faltaba y dirigiéndose a mí me dijo -En unos minutos le devuelvo la moneda, no se preocupe doctor no es nada… Muchas gracias, replicó y se sentó en la silla que da casi a la entrada del recinto… Del mismo modo, me apoltroné en la banca que lucía casi llena de pasajeros que aguardaban para viajar rumbo a la costa, su itinerario era hasta Lima, pero en el trayecto los pasajeros subían y bajaban hasta llegar a su destino… En varios minutos que transcurrieron no le perdí de vista al famoso “Cuca doctor”, asimismo, él me observaba preocupado y no me quitaba los ojos de encima ni un instante, ahora ya era joven, no tenía la intención de fastidiarlo, de observar y criticar sus facciones que no eran las comunes en mi comunidad, una joven salió del asiento que se hallaba al lado del anciano me acerque a su lado y con suavidad le dije, ¿A dónde se va doctor?, me voy a buscar un lugar para mi cansada vida, quiero hurgar entre los campos áridos, verdes y solariegos de Huaral la paz que necesita mi cuerpo, a estas alturas de mi vida- ¿Cuántos años tiene?, ya me olvidé la fecha exacta de mi nacimiento, el nombre de mis padres y el lugar donde viven mis familiares e hijos… Luego de unos minutos, le dije ¿Se va definitivamente, o regresará después de un tiempo? Ni yo mismo sé si volveré, he recorrido por varios lugares y cuando me he dado cuenta que ya no servía, he sabido retirarme y comenzar de nuevo… De pronto, Áncash ante el bicentenario
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iracundamente me pregunta. ¿Tú no eres uno de los dos mozalbetes que constantemente se burlaban de mí, cuantas veces he tenido ganas de destrozarles el pescuezo o darles un pellizcó que les deje una marca para toda la vida?, discúlpeme doctor nunca lo hicimos de mala voluntad, éramos niños y como tal, nos recordaba a nuestros abuelos, seguro… La agenciera nos indicó que debíamos subir al carro, el anciano agarró un maletín pequeño y trepó al vehículo, se acomodó en un asiento del fondo y se puso a dormir. En Chasqui bajamos a almorzar y seguimos el viaje… A Huaral llegamos casi anocheciendo, una voz quejumbrosa anunció que bajaba, el carro se detuvo, el pasajero camino lentamente y se apeó, le bajaron las maletas de cuero desteñido y con la cara apesadumbrada se quedó al borde de la pista, nadie le esperaba. ¿Tendrá familia?, ¿A dónde llegará?, ¿lo acobijaran en una casa o se quedará en un hotel cualquiera?, ¿Se habrá sanado de su molestia estomacal? baje detrás de él, le extendí el único billete de diez soles que tenía, diciéndole ¿Qué le vaya bien? El ancianito no era feo: era agradable, se expresaba bien, su carita demostraba transparencia, sus ojitos eran marrones y te miraba de frente ¿de algo le habrá servido la pequeña suma que tenía, y se la ofrecí..? Los minutos pasaban, las horas lo mismo, los días también, los meses se agolparon unos a otros, los años también, llegaron dentistas jóvenes para trabajar en la posta medica de la ciudad, los métodos, las medicinas, los, procedimientos eran otros, pero, ya no estaba el personaje pintoresco y muy útil del pueblo, no ha regresado a recorrer las calles de mi ciudad…Un ser humano se ha marchado y no sabemos qué rumbo definitivo habrá tomado… ¿Algún día volverá a Chiquián, solo Dios sabe...? Ya nos hemos olvidado de nuestros conceptos equivocados respecto al “Cuca Doctor”, pero en realidad solamente le observábamos…
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Eleazar Guzmán Barrón: La energía atómica y la salud Luis Alberto Salazar Mejía Resumen Eleazar Guzmán Barrón es un científico a quien no se han otorgado los méritos necesarios ni los reconocimientos que merece su aporte a la ciencia pues su contribución se da en el campo de la bioquímica, relacionada a la aplicación de la energía atómica. Es decir, dirigió sus investigaciones a entender cómo la radiación puede ser un método válido para la lucha contra el cáncer y otras enfermedades humanas. El trabajo que se presenta es un homenaje a su memoria y una breve investigación sobre el carácter propositivo de un científico que, residiendo en los Estados Unidos de Norteamérica, amplió su misión para elevar la calidad de la medicina en su patria, de la que nunca se desligó, interesándose en la creación del cuerpo médico y de la organización y defensa de sus colegas. Una vida plena de realizaciones es la Guzmán Barrón, su contribución a la ciencia se plasma en diversos artículos publicados en las más prestigiosas revistas de medicina a nivel mundial. Gracias a sus propuestas, la ciencia médica avanzó mucho en el siglo XX especialmente en el campo de la bioquímica. Eleazar Guzmán Barrón es un adalid y paradigma para todos los científicos de Áncash y del Perú. Modelo de profesional dedicado en cuerpo y alma a la medicina y a la ciencia. Su contribución al desarrollo de la investigación científica en el campo nuclear fue utilizar esa poderosa energía en el campo médico, para salvar vidas, no para quitarla. Palabras clave: Guzmán Barrón; medicina; bioquímica; energía atómica.
Luis Salazar Mejía. – Luis Salazar Mejía, Licenciado en Educación – Historia por la UNMSM y con estudios de Musicología en la Universidad de Ginebra – Suiza, ha sido profesor en la ESFA – Áncash y en la Escuela nacional superior de folklore José María Arguedas de Lima. Cuenta con varias grabaciones. Conciertos en el Perú y en el extranjero. Ha publicado; Método de guitarra andina, El misterio del cóndor y diversos artículos sobre música peruana. Con su hermano José Antonio forma el dúo de Los hermanos del Ande.
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Introducción Eleazar Guzmán Barrón nació en Huari, el 18 de setiembre de 1899, en el seno de una de las familias con más raigambre en el lugar. En su tierra natal realizó sus estudios primarios en el Colegio "Gonzáles Prada" para luego trasladarse a la ciudad de Huaraz, donde estudió la secundaria en el gran colegio "De la Libertad", obteniendo la Medalla de Oro al final de sus estudios. Ejerció la docencia en ese colegio por algún tiempo y luego se trasladó a Lima. Siguió sus estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, ingresando a la Facultad de Medicina de "San Fernando", graduándose en 1922 ante la Academia de Medicina, pues la universidad se hallaba recesada. En esos tiempos tomó parte de las luchas por la Reforma Universitaria, siendo célebre la carta que publicó el diario "El Comercio" sobre la clausura de su universidad. Regresó a Huaraz ya como médico y reorganizó el Hospital de Belén. Su labor fue elogiada no solo por los pacientes, sino también por toda la comunidad, que se maravilló de la modernización que se produjo en el antiguo hospital huaracino. A su retorno a Lima, fue nombrado catedrático de la Facultad de Medicina en "San Fernando" en 1924. Presentó un informe a la Dirección de Salubridad sobre las condiciones de salud en Madre de Dios y publicó un trabajo de investigación: "Estudios sobre el Indio Peruano". A fines de esa década viajó becado a Francia para perfeccionar sus conocimientos. De allí pasó a las clínicas de gastroenterología de las universidades de París y Estrasburgo. Como su prestigio internacional había crecido, la Fundación Rockefeller le otorgó una beca en Estados Unidos, país al que llegó en 1930. Al retornar a su patria es incorporado a la Sociedad Peruana de Cardiología y se interesó por la organización gremial de sus colegas, sentando las bases para la organización del Colegio Médico Peruano, despertando en sus colegas la idea de agruparse en defensa de sus derechos. Continuando con sus investigaciones científicas, regresa a los Estados Unidos y es ascendido en su universidad a la categoría de Docente Áncash ante el bicentenario
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Asociado en 1939. Es la época de su mejor producción. Sus artículos inundan las revistas especializadas de Europa y los Estados Unidos, llegando a contabilizarse más de ciento cincuenta de ellos. Escribió, además, un total de veinte libros especializados, entre ellos: “El papel de radicales libres y del oxígeno en reacciones produjo por radiaciones de ionización”, “El mecanismo de la síntesis de la colina del acetilo; la síntesis del citrato por las enzimas del cerebro”, “Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de ionización. XV. X-irradiación del oxyhemoglobin y de los compuestos relacionados”. También publicó numerosas ponencias presentadas en eventos científicos. El tema que inmortalizó a Guzmán Barrón fue la energía atómica, por el que tuvo especial interés en su aspecto relacionado a la salud humana. Sus estudios sobre los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes a causa de la energía nuclear son de gran importancia para la ciencia moderna. La Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos lo tuvo entre sus miembros. Pese a no poder regresar al Perú, siempre se mantuvo en contacto con sus alumnos y las asociaciones que había formado. Guzmán Barrón se ganó el respeto de la comunidad médica latinoamericana por su gran contribución a la ciencia. 1. Su vida Sebastián Guzmán Alva, fue un docente huaracino que llegó a laborar a Huari en 1890. Se casó en esa ciudad con Agripina Barrón Camacho, bella joven con la que llegó a tener siete hijos. El profesor Guzmán vivía escandalizado porque en Huari no existía un colegio secundario, por ello se empeñó en crear uno. Hizo las gestiones respectivas y exigió a los representantes por Áncash lo secunden en su esfuerzo. Estaba en ese intento cuando nació en Huari su primogénito a quien bautizaron con el nombre de Eleazar, el 18 de septiembre de 1899, según datos de su hoja de vida publicada bajo su anuencia por la Universidad de Chicago; aunque otros biógrafos señalan como año de nacimiento a 1897 (Huertas, 1988; Solís, 2007), mientras que Estremadoyro (1980) y Trujillo (2009) trasladan aún más lejos su año de nacimiento, fijándolo en 1893. Empezando el nuevo siglo, en noviembre de 1900, el profesor Guzmán tuvo el orgullo de ver creado el colegio nacional Manuel Gonzáles Prada, primera institución educativa de nivel secundario en toda la zona de Áncash ante el bicentenario
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Conchucos. La educación que en casa daba a sus hijos el profesor Sebastián Guzmán era muy rigurosa y exigente, a tal punto que de los siete hijos del matrimonio Guzmán Barrón, tres de ellos, Alberto, Víctor y Guillermo, llegaron a ser científicos como Eleazar el hermano mayor (Barrón, 2015). Huari es una pequeña ciudad enclavada en la quebrada del Puchca, su ubicación estratégica la hizo capital de Conchucos Alto durante toda la colonia. Por el camino de Huántar, se llegaba fácilmente a la ciudad de Huaraz utilizando el paso de la quebrada Quilcayhuanca. Por ello, el profesor Guzmán transitaba a su tierra hasta que el paso se cerró en la primera década del siglo XX. En Huari, desde muy pequeño, su primer hijo fue llamado con un diminutivo quechuizado, el de “Achito”. Y esta era y es una costumbre muy arraigada en la sierra ancashina, donde el quechua hablante tiene la sabiduría andina de dominar la “inteligencia afectiva, que es única en el mundo y constituye la base de nuestras relaciones sociales; la afectividad andina nos permite utilizar sobrenombres cargados de familiaridad, donde tenemos a los shoshis, amachitos, antuquitos, mallichas, camichas, pillpish y tantos más” (Salazar, 2009, p. 91). Un estudio exhaustivo sobre la formación y vigencia de los hipocorísticos quechuizados en la zona andina de Áncash lo realizan Julca y Nivin (2021). Los hipocorísticos son formas abreviadas y diminutivas de los nombres propios de personas adaptados fonética y morfológicamente con la finalidad de expresar afecto, cariño e influir positivamente al interlocutor en la comunicación familiar y amical. En el caso de los hipocorísticos quechuizados, estos derivan de los nombres castellanos a los que se les añade elementos morfofonológicos quechuas: Alberto > Allwi, Santiago > Shanti, María > Malli, Carmen > Kallmi. El padre de nuestro personaje, el profesor Guzmán Alva fue director del plantel que había fundado y profesor de las materias más importantes. Estuvo al frente de la dirección seis años. Uno de los integrantes de la primera promoción del “Gonzáles Prada” fue su hijo Eleazar Guzmán Barrón, llamado a ser luminaria de la ciencia en el mundo. Luego de realizar sus estudios de primer y segundo año en el colegio González Prada, fue trasladado a seguir la secundaria en el célebre colegio nacional La Libertad de Huaraz, alma máter de la educación ancashina, de donde el joven Eleazar egresó en 1910 con la medalla de oro. Áncash ante el bicentenario
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Al terminar la secundaria, ingresa en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y posteriormente, ingresa a la Facultad de Medicina de San Fernando. En la universidad conoció a otro ancashino ilustre, el aijino Santiago Antúnez de Mayolo. El trato que se daban era cordial y ambos hablaban en quechua y se trataban por sus nombres de cariño, hipocorístico o diminutivo: Shanti, le decía Guzmán Barrón y el sabio le llamaba Eliaco, no “Achito” como le gustaba ser llamado por sus amigos más cercanos (véase Salazar, 2007). El Dr. Cazorla (2011) quien fuera su ayudante en los Laboratorios de la División de Química de la Universidad de Chicago en 1954, rememora una anécdota que le contara el mismo Guzmán Barrón sobre esa época: Estando en clase de Química en San Marcos, el profesor preguntó: ¿hay algún estudiante que quiera ayudar en las prácticas? Eleazar fue el primero en levantar la mano. Yo profesor. Inquirió el docente: ¿de dónde eres? La respuesta fue cortante: de Huari señor, corazón caliente en espalda fría. Siéntate, otro… Era inconcebible para ese señor que un provinciano desconocido intentara ingresar a la cátedra universitaria como ayudante. Hoy ignoramos el nombre de ese profesor y rendimos homenaje al joven huarino. (p. 123) Fue elegido dirigente de los estudiantes y participó en el movimiento de la reforma universitaria, corriente que venía de la Argentina, con el grito de Córdova donde los estudiantes promovían la democratización de la enseñanza universitaria. La agitación reformista en Medicina comenzó en 1919 y fue encabezada por los alumnos del sétimo y último año. Presidente del Comité de Reforma de la Facultad de Medicina fue Eleazar Guzmán Barrón, el mejor alumno de la facultad. Con ayuda de todos se pudo conseguir los puntos más importantes de la reforma propuesta. Las sesiones del comité de estudiantes se realizaban en el Cuarto de Internos del Hospital de Santa Ana. Su recia personalidad, en la que era fácil señalar el ancestro aborigen del indio de mañana no oprimido; sino liberado y en marcha, se destacó no sólo ante sus propios compañeros en 1919, sino en las asambleas estudiantiles. La Reforma Universitaria fue contagiada otras universidades, programándose la Asamblea General de Estudiantes Universitarios en el Cuzco, en consideración que la Universidad San Antonio Abad era la más antigua, luego de la Universidad Mayor de San Marcos. Entre los Áncash ante el bicentenario
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delegados que viajaron desde Lima estaban Raúl Porras Barrenechea, Augusto Rodríguez Larraín, Jorge Avendaño y Eleazar Guzmán Barrón, entre otros. Los temas discutidos y sus ponentes fueron “Bases para la organización de la Federación de Estudiantes” por Porras Barrenechea; Reforma de la enseñanza” y “Las enfermedades regionales y su profilaxis” por Eleazar Guzmán Barrón” (Barrón, 2010). A su retorno a Lima se formó el Comité de Reforma en la Facultad de San Fernando. El presidente del Comité de Reforma en la Facultad de Medicina fue Eleazar Guzmán Barrón, quien se desempeñó con gran entrega y responsabilidad. Cazorla (2011) nos ofrece un rasgo peculiar de su personalidad: Demostró su integridad profesional cuando tras varios meses de huelga, los alumnos de medicina deciden en asamblea que en los tres meses restantes se recupere el año de estudios. Guzmán Barrón amenazó con renunciar a la presidencia de la Asociación de Estudiantes de la Facultad de Medicina si se comete tamaño atropello: “Mal podemos exigir moralidad, si no somos morales; mal podemos exigir reformas, si no somos consecuentes con nuestros principios”. Ante esto, la asamblea revoca el acuerdo y deciden perder el año, ejemplo que nunca se ha repetido en las aulas universitarias. (p. 124) Guzmán Barrón terminó sus estudios en 1920 y se graduó como doctor en Medicina en 1921 con los máximos honores ante la Academia de Medicina, pues San Marcos se hallaba recesada por el gobierno de Augusto B. Leguía (Salazar, 2007). Fue invitado a practicar la docencia en su alma mater, más prefirió volver al terruño a ejercer su profesión con los más pobres. Médico departamental en Áncash durante algún tiempo, se dio tiempo para dictar cursos en su amado Colegio “La Libertad”, sin descuidar sus labores asistenciales. Se cuenta de él que aborrecía el estado de atraso y abandono en que se encontraba el antiguo Hospital de Belén en la capital departamental. Tuvo a su cargo la reorganización del Hospital de Huaraz e instauró medidas nunca vistas, convirtiendo al vetusto local colonial en uno moderno con nuevos ambientes, salas ventiladas y el acondicionamiento de dos patios para la recuperación de los enfermos. En 1922 ya se Áncash ante el bicentenario
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encontraba en Huari su tierra natal, y allí propulsó la creación de un hospital para su tierra. Narra Solís (2007) como anécdota, que en el pueblito de San Marcos fue padrino de bautizo como consta en una partida asentada ese año en la parroquia del lugar. En el año de 1923 obtuvo la “Beca de la Contenta” que le abrió las puertas para continuar sus estudios en Francia donde trabajó en la célebre Universidad de París, en el campo de la Gastroenterología con los profesores Chauffard y Gauffon. También laboró en la clínica Gastroenterológica de la misma Universidad (Barrón, 2015). Ya decidido a investigar sobre las enfermedades internas, perfecciona sus estudios en Roma, la ciudad eterna en donde es pasante en la universidad más prestigiosa de esa localidad. En 1924 se encuentra de nuevo en Lima, y fue nombrado catedrático de la Facultad de Medicina en “San Fernando”. Tras un breve pasó por la amazonía presentó un informe a la Dirección de Salubridad sobre las condiciones de salud en Madre de Dios y publicó un excelente trabajo, “Estudios sobre el Indio Peruano” (Salazar, 2007, p. 49). Decidido a beber de los más recientes descubrimientos científicos, retorna a Europa y estudia dos años en la Universidad de Strasburgo. Tal vez su ahínco y dedicación que no se retiró hasta obtener el doctorado en Química. En 1927 obtiene una beca de la Fundación Rockefeller que le permitió viajar a la Universidad de John Hopkins en Estados y al John Hopkin's Hospital para trabajar con Leonor Michaellis, iniciando estudios sobre oxidaciones y reducciones. Más adelante, con el Prof. Harrop estudió la bioquímica del hígado. En 1930 fue solicitado por la Universidad de Chicago para hacerse cargo de la Cátedra de Bioquímica. Fue miembro del equipo de investigación Lasker Foundation for Medical Research de la Universidad de Chicago, donde fue asociado de investigación bajo la dirección del Prof. Hastings. En 1931 es nombrado profesor Asistente en Bioquímica y allí tomó fama y prestigio. Ya para entonces el nombre de Eleazar Guzmán Barrón se escucha en los más prestigiosos círculos académicos y sus artículos son seguidos con especial interés por investigadores y estudiantes. Guzmán Barrón nunca se desligó de sus compañeros de promoción y siempre estuvo al tanto de los avances organizativos del cuerpo médico (Estremadoyro, 1980, p. 168). La dictadura de Benavides no vio con buenos ojos la labor organizativa de Guzmán Barrón y prácticamente lo Áncash ante el bicentenario
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obligó a dejar el país (Salazar, 2007, p. 49). Es así como regresa a los Estados Unidos en 1939, y allí continúa con sus investigaciones científicas. Los temas que abarca son variados: clínica médica, metabolismo de las células sanguíneas, metabolismo de los grupos sulfidrilos, los efectos de las radiaciones y el metabolismo de las células malignas. En ese año, 1939, obtuvo el cargo de profesor asociado en la Universidad de Chicago. Llegar a ser profesor asociado era un mérito pocas veces otorgado a docentes extranjeros. Tal honor supo ser correspondido con creces por el sabio ancashino. Desde que se iniciaron los trabajos en la Universidad de Chicago sobre la preparación de la bomba atómica, Guzmán Barrón fue uno de los consultores en el aspecto biológico, y más tarde colaborador permanente en la Comisión de los Trabajos de Energía Atómica. En sus trabajos, hacía mención especial a la potencialidad que se puede obtener de la radiación atómica y que esta debía ser utilizada para fines medicinales, en beneficio de la humanidad, no para hacer daño a otros humanos. Las investigaciones que hizo entonces le dieron prestigio entre los grandes cultores de la bioquímica. En una época en que ya se vislumbraba la inminencia de otra guerra mundial, advirtió de las consecuencias negativas de la utilización de la energía atómica para fines destructivos, anticipándose a los acontecimientos que años después estremecerían al mundo. Desarrollando sus investigaciones en el campo de la bioquímica, fue el precursor en los descubrimientos de los pividin nucleólidos y flavoproteínas, grandes avances que en este campo efectuó el biólogo alemán Wargurg. Sin dejar de lado su amor por la ciencia, tuvo tiempo para desarrollar un romance y se casó en Norteamérica con una admirable mujer, con quien tuvo a su hijo Renzo, quien perdiera la vida en un accidente automovilístico. Todo el ambiente que lo rodeaba, a través de cosas peruanas o que evocaban al Perú, revelaban la nostalgia y el amor al suelo natal a cuyo servicio hubiera querido poner sus conocimientos que, al crecer y afinarse gracias al talento y al tesón en él sustanciales, lo alejaron más. Aquí no habría existido clima propicio para ellos. Entre sus pupilos en la investigación bioquímica se encontró su hermano Alberto Guzmán Áncash ante el bicentenario
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Barrón. Adicionalmente fue asociado del Laboratorio Biológico Marino en Wood Hole, Massachusetts (Trujillo, 2009, 155). En 1942 fue llamado por el Gobierno de Estados Unidos para participar en la Comisión de Energía Atómica. Entre sus estudios más importante fueron en referencia de las oxidaciones biológicas. Para el estudio de la llamada bomba atómica lideró el laboratorio metalúrgico. Desde ese año, 1942, participó en la Comisión de Energía Atómica, con la credencial de sus estudios acerca de los efectos de las radiaciones sobre la desintegración del átomo. El tema que inmortalizó a Guzmán Barrón fue la energía atómica, por el que tuvo especial interés en su aspecto relacionado a la salud humana. Sus estudios sobre los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes a causa de la energía nuclear son de gran importancia para la ciencia moderna. La Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos lo tuvo entre sus miembros. Salazar (2007) hace hincapié sobre las motivaciones del sabio ancashino: Al contrario de Von Braun, el padre de la bomba atómica, nuestro compatriota, dirigió sus estudios a investigar el lado positivo de esta fuerza y utilizarla en bien de la humanidad, utilizando la medicina como un puente para aplicar sus poderes en la recuperación de la salud. Este peruano fue el sabio ancashino, huarino de nacimiento, Eleazar Guzmán Barrón. (p. 98) A inicios del gobierno del Dr. José Luís Bustamante y Rivero (19451948), el Parlamento Nacional aprobó una nueva Ley Universitaria, en la que se incorporaba el tercio estudiantil en los Órganos de Gobierno de la Universidad. Se establecieron las Cátedras Paralelas. En Bioquímica estuvo la Cátedra a cargo del Prof. Alberto Guzmán Barrón y su grupo, y otra cátedra a cargo de profesores del Instituto de Biología Andina. Eleazar Guzmán Barrón vuelve al Perú en 1946 cargado de honores y convertido en una celebridad científica. “Excelente expositor y conferencista, brindó conferencias magistrales en la Academia de medicina de San Fernando, En el círculo Militar, en la Academia Nacional de las Ciencias, y en otras instituciones científicas, nacionales y extranjeras” (Barrón, 2015). Salazar (2007) reafirma lo anterior y señala: Guzmán Barrón destacó como un célebre orador. Así puso en el tapete la importancia de las enzimas, hormonas y vitaminas; como Áncash ante el bicentenario
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de los efectos nocivos de los insecticidas y raticidas. Otro aspecto que trató con singular maestría fue el referente a las oxidaciones biológicas y los efectos de los gases tóxicos. (p. 99) Estremadoyro (1980) ofrece una relación de los títulos de esas intervenciones: Sus disertaciones más notables son las referentes a la Acción biológica de las radiaciones, Enzimas, hormonas y vitaminas, Insecticidas y rodentecidas, Acción del azul metileno sobre la respiración, Las alkilaminas en la curación de la enfermedad de Hotchkins, y Mecanismo de acción de las radiaciones ionizantes. (p.168) Con el golpe militar del General Manuel A. Odría en 1948, se anuló el Estatuto Universitario y las Cátedras volvieron a su estatus anterior, lo que suscitó una gran contrariedad en Guzmán Barrón. En 1949, durante otra visita que hizo al Perú, en diciembre de ese año, fue incorporado como Catedrático Honorario de la Facultad de Medicina de San Fernando. En la ceremonia de incorporación disertó sobre: Vías de la fase oxidativa del metabolismo del hidrato de carbono (Estremadoyro, 1980). Su discurso entonces, aunque versó acerca de un tema científico, volvió a plantear el tema de la crisis universitaria peruana, como si aún hubiese estado viviendo en los días de la reforma de 1919. Finalmente, hizo un llamado a la unidad del gremio médico y a la necesidad de iniciar investigaciones a partir de la realidad peruana. En forma paralela a sus investigaciones científicas, no dejaba de interesarse por la cuestión nacional. En 1952 hizo evidente, una vez más, su entusiasmo peruanista al formular el proyecto de un Consejo Nacional de Investigaciones. Eleazar Guzmán Barrón había planeado aquella entidad dentro de vastas perspectivas y con un sentido descentralizador, crear: - Un Instituto Biológico en Iquitos; - Un Instituto histórico, arqueológico, antropológico y lingüístico en el Cuzco. - Un Instituto de Desarrollo Económico y de Población. - y un Instituto de Física y Química Nuclear.
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Debían consagrarse estos trabajos a la enseñanza y, como el nombre lo señalaba, a la investigación dentro de un cuadro riguroso de prioridades y utilizando un sistema de becas para jóvenes de reconocida capacidad. En ese camino, en 1953 el profesor Eleazar Guzmán Barrón, solicitó una beca a la Fundación Rockefeller para el Dr. Marino Villavicencio Núñez, profesor emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos quien así se expresa: La Cátedra de Bioquímica era una de las mejor organizadas; el Catedrático Titular era el Dr. Alberto Guzmán Barrón, quien había tenido un adiestramiento en investigaciones bioquímicas en el laboratorio de su hermano, el Prof. Eleazar Guzmán Barrón, en la Universidad de Chicago. Las clases del Prof. Alberto eran muy actualizadas, por su contacto permanente con su hermano Eleazar y las revistas especializadas que disponía. (Barrón, 2010, p. 14). En enero de 1954, se concedió la beca y el Dr. Villavicencio viaja a Chicago a entrenarse con el Dr. Eleazar Guzmán Barrón, en las investigaciones de Bioquímica del Cáncer. Interesado en el desarrollo de la ciencia en su país natal, presenta un proyecto al gobierno, proponiendo la creación del Consejo Nacional de Investigaciones. Un artículo especial del proyecto de Eleazar Guzmán Barrón decía lo que sigue: "El Consejo Nacional servirá al Estado de organismo consultor en los problemas relacionados con el progreso del país y que requieran opinión técnica y autorizada". (Barrón, 2010, p. 15). Con el apoyo fervoroso de Alberto Arca Parró y Raúl Porras Barrenechea, iniciativa tan trascendental halló absoluta vía franca en el Senado de la República. En su visita de 1956, insistió él también en la necesidad de que hubiese maestros a tiempo integral en la escuela médica y abogó por una descentralizada y auténtica Facultad de Medicina en Arequipa. Es en esa época en que se publican en castellano algunos de sus trabajos, entre los que destacan: Plan para la enseñanza de la medicina, La educación médica en el Perú, Aplicación medicinal del tubaje duodenal, El metabolismo de las bacterias, El metabolismo del riñón en la nefritis, La oxidación del ácido ascórbico, Estudio de la digestión gástrica por el método Ehrenrich-Relfus, Acción de las sustancias simpaticotrópicas Áncash ante el bicentenario
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sobre la digestión gástrica y su aplicación al estudio de las gastropatías nerviosas. (Estremadoyro, 1980, p. 168) Regresó muy optimista a Chicago según consta en la carta que le escribe a Jorge Basadre con fecha 11 de octubre de 1956 (Pajuelo, 2009). Jorge Basadre le comenta la visita a su despacho del jurista y rector de San Marcos quien lo amenazó con su irrevocable renuncia y la del Consejo si la propuesta ley de Eleazar Guzmán Barrón no fuera aprobada en el Senado. Otro mérito de nuestro personaje es la inauguración del Instituto de Bioquímica y Nutrición de la Facultad de Medicina: La ceremonia de inauguración del Instituto fue el 23 de marzo de 1957, con la asistencia del Dr. Hastings, Profesor de Bioquímica de la Universidad de Harvard, y el entonces Decano de la Facultad de Medicina, Dr. Alberto Hurtado. La Fundación Rockefeller otorgó un donativo de $ 90,000.00 al Instituto de Bioquímica y Nutrición, para las Investigaciones de Metabolismo Celular. Con estos fondos se adquirió: Un espectrofotómetro Beckman, un aparato de Warburg para medir la respiración celular, una centrífuga refrigerada con su aditamento de multi-velocidad y material de laboratorio, un contador de isótopos radioactivos para trabajos con C14. Bajo los auspicios del sabio llegaron nuevas donaciones. La Fundación Kellogg donó fondos con los que se adquirió un aparato de electroforesis de celda (Tipo Tiselius). Finalmente, la Fundación Rockefeller continuó aportando fondos para la investigación durante los tres años subsiguientes. Con las donaciones de la OEA (Proyecto Multinacional de Bioquímica) y la donación de la Fundación Kellogg para el Programa de Maestrías en Bioquímica y Fisiología conseguidas ulteriormente, se fue completando el equipamiento con dos espectrofotómetros dotados de registradores: - un aparato de cromatografía líquida de alta performance (HPLC), - un aparato para cromatografía gas-líquido - y otros aparatos menores.
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Ya enfermo, reflexiona sobre su patria y la América toda, de la que nunca se desligó y a quienes dedicaba lo mejor de sus ideas. Señala Cazorla (2011): Hombre de izquierda, sin dogmatismos, creía en la necesidad de rehacer a la universidad latinoamericana. En una conferencia dictada en 1957 en Montevideo -según recuerda el Prof. Leloirdecía: "Tengo que decir y lo digo con dolor, que no hay Universidades en Latinoamérica, porque ni se tiene el concepto esencial de que la Universidad es investigación y es enseñanza, ni se sigue el concepto esencial de que la Universidad representa dedicación exclusiva". (p. 125) Eleazar Guzmán Barrón falleció el 27 de junio de 1957 en el Albert Merrit Billings Hospital de Chicago. Víctima del cáncer generado por las radiaciones a las que estuvo permanentemente expuesto en su trabajo. Estremadoyro (1980) concluye su trabajo sobre Guzmán Barrón afirmando: Este bioquímico ancashino destacó por su amor y dedicación a la ciencia; llegó a adquirir fama internacional, por esas circunstancias fue uno de los pocos extranjeros que colaboró con la Comisión de Energía Atómica y fue muy estimado en los Estados unidos de Norte América, donde apreciaron su calidad como estudios y notable científico. (pp. 168, 169) Solís (2007) reafirma lo mencionado anteriormente y añade: Este sabio huarino es una de las figuras representativas más formidables de la mentalidad científica peruana que ha merecido el calificativo de “gran señor de la ciencia universal y uno de los peruanos más grandes del siglo XX”, quien tuvo el mérito de ser uno de los coautores del descubrimiento de la energía nuclear y su aplicación con fines médicos. (p. 45) Pero quien analiza sus contribuciones con mayor claridad es el médico Alberto Cazorla Tálleri (2011), profesor emérito de la Universidad Peruana Cayetano Heredia:
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En el campo de la Bioquímica es reconocido internacionalmente por sus valiosas contribuciones al estudio de las oxidaciones biológicas. Iniciada la Segunda Guerra Mundial, presta su aporte como investigador bioquímico en el estudio de los efectos de los gases tóxicos, y a partir de 1947 1947 comienza su contribución pionera al estudio de las radiaciones ionizantes, productos de la liberación de la energía atómica, sobre los sistemas biológicos. (p. 124-125) Guzmán Barrón dejó, según Barrón (2015) una contribución científica de 143 artículos aparecidos en revistas europeas y americanas de alto nivel; figura como editor de varios libros: 2. Sus publicaciones Gracias a María del Pilar Barrón Tello (2010, pp. 16-17), tenemos la relación cronológica de sus principales publicaciones: -
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Comparaciones del camino oxidativo del phospphogluconate en levadura mutan normal y respiración-deficiente. Bioquímica Biophys del arco. El 1964 de noviembre. Sistema de transporte del electrón en el lini de Fusarium. Bioquímica Biophys del arco. El 1959 de setiembre. Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de ionización. XV. X-irradiación del oxyhemoglobin y de los compuestos relacionados. Radiat Res. El 1956 de setiembre, 5. El efecto - de los reactivos SH en la actividad de la ribonucleasa. Acta de Biochim Biophys. El 1955 de octubre, 18. Fijación del CO2 y utilización del fosfato de la ribosa 5 por ciertas células del normal y del tumor. Bioquímica Biophys del arco. El 1955 de octubre. Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de ionización. XIII. El efecto de la x-irradiación sobre algunas características fisicoquímicas de aminoácidos y de proteínas. Radiat Res. El 1955 de abril. El efecto de las radiaciones de ionización sobre sistemas de importancia biológica. Ana N Y Acad Sci. 3 de febrero 1955. El camino de la oxidación de la glucosa en creatinovorans del corynebacterium. Acta de Biochim Biophys. El 1954 de diciembre. Efecto de la x-irradiación sobre el espectro de absorción de purinas y de pirimidinas. Radiat Res. El 1954 de octubre.
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La oxidación de aldehino de la betaína por la deshidrogenasa del aldehino de la betaína. Biol quím. el 1954 de agosto. Los componentes de la oxidasis de la colina y de la fosforilación aerobia juntadas con la oxidación de la colina. Biol quím. 1954 de mayo. El efecto de hormonas corticales suprarrenales sobre la glicolisis y la actividad anaerobias del hexokinase. Endocrinología. 1954 mayo. La incorporación de 32p en los ácidos nucleicos de células linfáticas in vitro; efecto de las hormonas corticales suprarrenales (compuesto F). Acta de Biochim Biophys. El 1954 de abril. El papel de radicales libres y del oxígeno en reacciones produjo por radiaciones de ionización. Radiat Res. El 1954 de febrero. Plasma reunida con poco o nada de riesgo de ictericia homóloga del suero. MED Assoc de J. 9 de enero 1954. Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de ionización. XI. Inactivación de la deshidrogenasa del alcohol de la levadura por la x-irradiación. Bioquímica Biophys del arco. El 1954 de enero. Los caminos de la oxidación del acetato. Acta de Biochim Biophys. El 1953 de Oct; La importancia de los grupos del sulfidrilo en biología y medicina. MED del Biol del representante de Tex. 1953, 11. Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de ionización. X. Efecto de radiografías sobre algunas características fisicoquímicas de proteínas. Bioquímica Biophys del arco. El 1952 de noviembre. Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de ionización. IX. El efecto de la x-irradiación sobre la bioquímica Biophys del arco del citocromo C. El 1952 de noviembre. Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de ionización. VIII. Efecto del peróxido de hidrógeno sobre metabolismo, enzimas y proteínas de la célula. Bioquímica Biophys del arco. El 1952 de noviembre. Oxidación de alcoholes por la deshidrogenasa del alcohol de la levadura y por la célula viva; los grupos de tiol de la enzima. Bioquímica Biophys del arco. El 1952 de noviembre. Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de ionización. VII. Respiración, división de célula, y radiaciones de ionización celulares. GEN Physiol de J. El 1952 de julio.
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Determinación cuantitativa de aminoácidos en hydrolyzates de la proteína por la cromatografía de papel. Bioquímica del arco. El 1952 de febrero. Bioquímica del cáncer. Rev Biochem de Annu. 1951: 20. Mecanismos reguladores de la respiración celular. III. Distribución de la enzima en la célula. Su influencia en el metabolismo del ácido pirúvico por bakers' levadura. GEN Physiol de J. El 1950 de noviembre. El mecanismo de la oxidación del acetato por los creatinovorans de Corynebacterium. Bioquímica del arco. El 1950 de noviembre. El metabolismo de las rebanadas de la patata. Bioquímica del arco. El 1950 de octubre. El metabolismo del apéndice (conejo). Bioquímica del arco. El 1950 de abril. Síntesis de la proteína y de otras sustancias de la célula del ácido acético en médula aislada. Acta de Biochim Biophys. El 1950. En el mecanismo de la síntesis de la colina del acetilo; la síntesis del citrato por las enzimas del cerebro. Acta de Biochim Biophys. El 1950. Síntesis del ácido cítrico por la condensación del acetato y del oxalacetate en riñón del conejo. Acta de Biochim Biophys. El 1950. La oxidación de tioles por radiaciones de ionización. GEN Physiol de J. 20 de enero 1950. Interesa mucho dejar constancia aquí del hecho verídico siguiente: Cuando Guzmán Barrón y sus colegas empezaron a trabajar en la desintegración del átomo lo hicieron bajo el juramento de que ella no sería utilizada contra la especie humana. En su libro La vida y la historia, Jorge Basadre (2005) afirma rotundamente: “Eleazar Guzmán Barrón, señor de la ciencia universal, sabio de inextinguible sensibilidad humana, ¡hombre fundamentalmente limpio y bueno! he aquí a uno de los más grandes peruanos del siglo XX”. Guzmán Barrón Apoyó y orientó a la creación de las Facultades de Medicina en Trujillo y en Arequipa. Propugnó la creación del Consejo Nacional de Investigación. En 1956 colabora directamente por medio de su hermano Alberto Guzmán Barrón, decano de la Facultad de Medicina, en la inauguración del Instituto de Bioquímica y Nutrición de la Facultad de Medicina.
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3. Homenajes a su persona Eleazar Guzmán Barrón recibió honores en su país natal por la Universidad de San Marcos, grado honorario de la Universidad de Trujillo y la Orden del Sol del Perú. Del mismo modo, en la Universidad de Chicago, donde laboró desde la década del 30 hasta su muerte, como un caso único, se le ha erigido un hermoso busto de bronce dedicado a su memoria y en reconocimiento a su invaluable aporte a la ciencia médica. Asimismo, el Hospital Nivel III de Chimbote, uno de los más modernos y mejor implementados del norte del Perú, lleva su nombre. También en Huaraz, la capital departamental, el primer instituto tecnológico de la región lleva con orgullo su glorioso nombre. En la misma ciudad, una de las principales vías, el céntrico jirón paralelo a la Av. Centenario del barrio del mismo nombre e, Independencia, tiene el nombre de Eleazar Guzmán Barrón. Además, numerosos colegios, tanto de Lima y en diversas provincias de Áncash, llevan con orgullo el nombre de este sabio universal. Del mismo modo, cantidad de promociones escolares hacen lo propio. Finalmente, tenemos la creación del Distrito Eleazar Guzmán Barrón dentro de la provincia de Mariscal Luzuriaga en el departamento de Áncash. Conclusiones Eleazar Guzmán Barrón es el médico ancashino de mayor trascendencia a nivel internacional. Su contribución a la medicina peruana no tiene parangón, pues sus trabajos aún hoy en día son de interés para los investigadores nacionales y extranjeros. Sus aportes en el campo de la bioquímica y la energía nuclear aplicada a la medicina han marcado un hito en el desarrollo de la medicina humana, lo cual ha sido reconocido internacionalmente. La formación del Colegio Médico del Perú se debe a la labor organizativa de Eleazar Guzmán Barrón. Así como, sus estudios sobre la energía nuclear y su aplicación al campo médico marcan un hito en la historia de medicina humana. Referencias bibliográficas Barrón, M. (2015). Eleazar Guzmán Barrón. Revista Cultural de Áncash, AEPA. N° 3, 13-17. Basadre, J. (2005). La Vida y la Historia. Lima: Ediciones El Comercio. Áncash ante el bicentenario
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Cazorla, A. (2011) Eleazar Guzmán Barrón (1899-1956) Lima: Acta Herediana, II Época. Vol. 49. pp. 122-126. Estremadoyro, C. (1980). Diccionario Histórico Biográfico. Peruanos Ilustres. Lima: AFA Editores. Julca, F. y Nivin, L. (2021). La formación y vigencia de los hipocorísticos quechuizados en la zona andina de Áncash. (en proceso de arbitraje en una revista indexada). Huertas, S. (1988). Killiksha, perfil cultural de la capital de Konchukos Alto. Lima: s/e. Pajuelo. R. (2009). Personajes Ilustres. Tomo II Científicos. Caraz: “El Inca”. Salazar, J. A. (2007). Tradición Histórica Oral Ancashina. Huaraz: Editorial SC. Salazar, J. A. (2009). 7 ensayos de intraculturalidad ancashina. Huaraz: Editorial SC. Solís, F. (2007). Ruta histórica, geopolítica y turística de Huari. Huari: Ediciones Ventana Andina. Trujillo, C. (2009). Guzmán Barrón: inventor de la bomba atómica. Caraz: “El Inca”.
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La ecuación del bienestar desde la ciencia (Testimonio de parte) Agustín Zúñiga Gamarra Tener contacto con los jóvenes universitarios y profesores es un encuentro con la alegría y la esperanza. Particularmente con aquellos que hacen ciencias naturales e ingeniería. No solo porque siguen el camino en el que me he formado, sino también, porque con seguridad ellos son el esfuerzo de sus padres, quienes creen en la educación como camino al éxito. El decano, Dr. Justo Solís, tuvo la amabilidad de invitarme a dar una conferencia, por el 22 Aniversario de la Facultad de Ingeniería Electrónica e Informática de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Entonces, antes de viajar a Argentina a la conferencia internacional bianual de usos de los reactores nucleares de investigación, que se dio entre el 25 al 30 del mes de noviembre, le propuse un título, pretensiosamente atractivo, "La ecuación del bienestar desde la ciencia". En un primer contacto, le di el título, pero sin incluir ciencia, luego le reenvié el título final, tal cual expuse hoy. Allí, añadí, ciencia, porque, definitivamente, la propuesta debía estar basada en ciencias naturales, que es donde me muevo”. Pasaron los días, cuando me tocó viajar, en el aeropuerto Jorge Chávez, mientras esperaba la hora de embarque compré dos regalos para los familiares con quienes, también, me vería. Escogí un libro y un juego de cartas, ambos muy representativos de Perú. El libro se tituló "La Historia del Tahuantinsuyo", de María Rostworowski. La decisión de comprarlo pasó porque sabía que mi sobrino tenía hijos peruanos, que residían en Argentina; sabía de la nostalgia que surge al vivir lejos del país; así, sería un buen presente un libro de estas características, donde recordarán sus
Agustín Zúñiga Gamarra. – Natural de Chiquián, Bolognesi. Físico por la Universidad Nacional de Ingeniería. Doctor en Física Nuclear por la Universidad Estadual de Campinas, Brasil. Profesor Principal de la UNMSM, UNI, UNFV. Director de Producción en el Instituto Peruano de Energía Nuclear. Prolífico escritor con obras inéditas.
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raíces con mucho orgullo. Estaba escrito por una historiadora de amplio prestigio nacional que murió el 2016 a la edad de 100 años. Suelo hacer anotaciones, en la primera hoja blanca de la contra carátula, sobre lo que espero del libro. En esta oportunidad escribí mientras volaba el avión a 10 mil metros de altura, lo siguiente: Para Mitigar la Nostalgia A la distancia la nostalgia por nuestro país de origen aumenta. En cada palabra, imagen y música que lo identificamos queremos recordar a nuestras raíces. En nuestra esencia están vivos la geografía, bailes, comida y palabras de nuestros padres y ancestros. Sin embargo, cuando pasan los años se nos va borrando esa historia que con dolor queremos retenerla. Por ello, un libro como este, nos devolverá esa esencia que nos pertenece y enorgullece. La historia del Perú Imperial. (Desde el avión. Lima - Bs. As. 22. Nov. 2019) Y, ¿qué tiene que ver esto con la Conferencia de la UNFV?, se preguntará. Ocurre que, durante el vuelo fui ojeando el libro y encontré un párrafo que caía de perilla, a lo que iba a presentar en ella. Decía lo siguiente: “El mundo andino prehispánico se vio obligado a buscar su propio desenvolvimiento, a encontrar la solución a sus problemas y a sus necesidades ahondando en sus raíces más profundas. El hombre de los Andes logró dominar la áspera naturaleza uniendo esfuerzos y concibiendo métodos para superar la inclemencia del suelo. Su espíritu comunitario y organizativo le permitió vencer las desventajas y las circunstancias adversas”.
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“Este espíritu, este recogimiento sobre sí mismo, fomentó y dio como fruto una fuerza creadora e innovadora que le permitió encontrar la solución a sus angustiosos problemas. Nada era fácil para los habitantes del Perú prehispánico, sus tierras se situaban en un medio ambiente torturado por inhóspitas punas, fragosas quebradas, amplios desiertos y enmarañadas selvas” Esto encajaba con lo que había previsto exponer como fundamentos, sobre lo que es el rol de las personas que habitamos nuestro Perú. Se destaca que sigue siendo un país extractivista, vendedor solo de materias primas, lo que llevó a rotularnos "mendigo sentado en un bando de oro", como que estuviéramos atrapados en el sino maléfico de la "maldición de la abundancia". Eso según nuestro punto de vista caracteriza a nuestro país en una economía mayoritariamente extractivista similar a lo que hacíamos hace 150 años, vender piedras sin añadir valor agregado: alejados del conocimiento. Los fundamentos En la conferencia, los fundamentos de la propuesta se sustentaban en el reconocimiento actual que hay en el mundo: la importancia del conocimiento como factor principal para alcanzar desarrollo sostenible el cual tiene que ver con el bienestar. Aquí destaqué los principios sobre los que se sustentaba mi propuesta: Principios El conocimiento agrega valor. En la educación del saber al hacer. En cuanto al conocimiento de lo local a lo universal y viceversa Reconocer que el Perú es andino Fortalecer el ser ético. Si no incorporamos conocimiento (ciencias básicas) a nuestros productos o servicios, siempre el retorno será escaso, hoy estamos en la economía del conocimiento. Igualmente, no basta con tener poses de saber mucho –llenan su cerebro de citas- se tiene que pasar al hacer a transformar (ciencias aplicadas), por ello la importancia de los ingenieros. Pero aquello no puede realizarse desconociendo nuestros conocimientos locales (más aún de la estirpe de los Incas). Sino utilizándolos, pero también tenemos que usar el conocimiento del Áncash ante el bicentenario
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mundo, especialmente aquel que está emergiendo (tecnologías disruptivas) en las mejores universidades del mundo –se debe compartir el conocimiento local con el universal y viceversa. Pero ninguna propuesta servirá si no reconocemos que el Perú tiene una geografía andina que parece un papel arrugado, con punas, valles, desiertos y selvas. Allí no van a ser transportables lo que es útil a baja altura y geografías planas, como los países planos. Finalmente, la tecnología en manos de gente mala, sin valores, sus efectos podrían ser desastrosos, por eso el mensaje orientador debe ser a más avance tecnológico más fuerte nuestra valoración a la vida y a la tierra. Pero en una organización, en un colectivo humano (distrito o región), para alcanzar el desarrollo pasa por fomentar y fortalecer dos capacidades, Capacidades - Transformación - Organización La capacidad de transformar las piedras en baterías, en fibras ópticas, en fuentes radiactivas, es indispensable (porque se trata de usar menos recursos naturales la tierra la tenemos que cuidar), entonces requerimos de una capacidad de transformación endógena (propia, nacional, que se encargue de nuestros problemas), no podemos continuar solo comprando tecnologías llave en mano, porque muchas de ellas pueden no ser idóneas para nuestro país. Pero como integrantes de una organización, familia, distrito, provincia, región y país, requerimos de organización para enfrentar los problemas y resolverlos, porque los problemas a tratar no pueden enfrentarse de manera individual sino colectivamente. (Veamos al Tahuantinsuyo). Estas capacidades se relacionan con las ciencias naturales la transformación y con las ciencias sociales y blandas la organización; así todas las ciencias deben trabajar coordinadamente orientadas al bienestar. Si unimos todo esto a lo escrito por M. Rostworowski, queda claro que nuestra esencia porta genes de fuertes, de capaces de sobrevivir en condiciones difíciles, y esas capacidades la desarrollaron gracias a su inventiva y organización. De modo que debemos sentirnos respaldados por nuestra historia, tenemos ascendencia de creativos e innovadores: manos a la obra. Áncash ante el bicentenario
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La ecuación Teniendo como fundamento estos principios, nuestra exposición trató de plasmar la ecuación del bienestar basado en la ciencia y las tecnologías transformadoras. Cuando nos referimos a una ecuación, los entendemos como una relación entre dos términos, en la derecha ponemos las entradas (las causas) y en la izquierda los resultados (las consecuencias). Esta representación o modelo permite obtener soluciones para alguna propiedad del sistema que nos interese. Aquí se resume el principio fundamental de las ciencias naturales la causalidad; si supiéramos el valor de las causas conoceríamos el valor de las consecuencias esto en una visión determinista; sin embargo, hay muchos fenómenos donde los resultados no se pueden predecir por las dificultades de disponer modelos en el lenguaje matemático, en esos casos ahora la ciencia está utilizando técnicas de manejo de muchos datos (big data) ayudados de las disponibilidad de sensores y la gran potencia de computación (es la cara de la revolución tecnológica 4.0); así, estas tecnologías ayudan a los procesos caóticos o complejos.
Figura 1. Resumen de la ecuación, bienestar y ciencia
De otro lado nos referimos a bienestar, como relacionado con el desarrollo (sostenible), el cual se caracteriza por disponer de oportunidades (para educación, salud, diversión etc.) oportunamente sin poner en riesgo la tierra para las sucesivas generaciones. Una característica de los países y sociedades desarrolladas es que tienen capacidad para
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transformar (conocimiento), y también tienen organización (instituciones consolidadas). Y añadimos basado en la ciencia porque proponemos usar las tecnologías disruptivas o transformadoras disponibles en el mundo que podrían enfrentar cualquier necesidad en algún lugar del país y plantear soluciones conducentes al bienestar. La ciencia soporte de esa revolución tecnológica vigente se basa en la ciencia o domingo del conocimiento físico (el átomo), biológico (las células y el ADN), información (bit y el qubit) y la mente (neuronas) si estas se entrelazan se alcanzará la denominada Convergencia Tecnológica. Esta convergencia va a provocar un cambio total en todos los aspectos de la sociedad: alimentos, nuevos materiales, empleo, ciudades, educación, energía, salud. Pero ese progreso tiene que estar del lado de la protección de la tierra, de lo contrario el hábitat de la especie humana se debilitará aún más y corre el peligro de su extinción. La evolución Una representación de la ecuación surge de reconocer que en todo ente observado hay dos fronteras, el interior (U) y el exterior (V) que son relativos al objeto de estudio. Por ejemplo cuando nos referimos a la especie humana, podríamos ponerla en la secuencia de menor a mayor (individuo, familia, ciudad, país, humanidad y tierra). Así, si nuestro objeto de estudio es el individuo (1), su interior está dentro de él, y el exterior todo fuera de él (S).
Figura 2. La evolución de una propiedad, p, puede medirse vía el operador temporal U.
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En el lenguaje de física se puede llamar al V el "campo externo". Si deseamos conocer la evolución de una determinada propiedad (p) de ese individuo, podríamos decir que será consecuencia de la acción del todo H (= U+V). En mecánica cuántica a un operador similar se le llama el Hamiltoniano en base al cual se obtiene la función de onda que describe el estado de la partícula estudiada. En la Figura 2, se observa. Por ello la variación de la propiedad p en el tiempo p(t) quedaría definida por el operador de evolución U(to, ∆t), que a su vez depende de H, donde to es el tiempo en el presente y ∆t el tiempo que transcurriría para el futuro.
Pero esta expresión es más cualitativa que matemática, porque no sabemos los modelos matemáticos para U y V, (referentes a un individuo, por ahora), que determinarían el valor de alguna propiedad del individuo. Sin embargo con el tiempo y avance de la ciencia es probable que podamos tener a tiempo real el valor U y el valor de V, si fuera así podríamos, aunque fuera a nivel conceptual, saber el valor de la propiedad , p, del individuo, por ejemplo su cólera, su autoestima, sus necesidades y también efectos en cualquier tiempo, t. Aunque esto suene a ciencia ficción. El bienestar La expresión en forma de ecuación para el bienestar va a seguir lo expresado anteriormente, al lado izquierdo el resultado (bienestar) y al lado derecho el inicio (necesidades).
B: es el bienestar; PCTI : propuesta basada en la ciencia (C), tecnología (T), innovación (I); N: es la necesidad para un determinado lugar (r) y tiempo (t). Una manera de resumir al bienestar el acceso oportuno para desarrollar todas tus capacidades y cubrir tus necesidades oportunamente. Tal como Áncash ante el bicentenario
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si deseas estudiar alguna disciplina y llegar a doctorarte no deberías salir del país necesariamente, lo mismo para los otros servicios como salud, el caso más reciente con la pandemia del covid-19 y la inaccesibilidad a la vacuna. Según nuestra propuesta el bienestar seguiría los pasos mostrados en la Figura 3, comenzando en las necesidades.
Figura 3. Esquema de obtener el bienestar basada en la ciencia, tecnología e innovación
Las necesidades Para alcanzar el bienestar se debe comenzar identificando o precisando el lugar y tiempo de observación (organización, ciudad, al año 2019, por ejemplo). Luego se debe conocer las necesidades para este lugar y tiempo. Esta información es fundamental y debe ser real, no imaginada. Si no se saben las necesidades, nada se puede hacer. Por ello los jóvenes, tienen que acostumbrarse a trajinar por el país, por su barrio, para conocer in situ, las necesidades, para ello les recomiendo que lleven un cuadernito de pasta dura, para anotar esa necesidad. Hay instituciones que se encargan de ir monitoreando necesidades, las más conocidas son las globales (por ejemplo los objetivos de desarrollo sostenible para el 2030, ODS - ONU) o nacionales. En la Figura 4, se presenta una representación (Diamandis) creciente de niveles de energía basados en pirámide de Maslow.
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Figura 4. Una representación según de niveles de las necesidades básicas (Diamandis)
Ciencia tecnología e innovación (CTI) Después de identificado el reto de resolver la necesidad mediante la ciencia y tecnología, queda por saber qué hay en el mundo en tecnologías transformadoras, aquellas que están emergiendo en la ola de tecnologías y no las obsoletas. Las tecnologías transformadoras que proponemos usar son las nuevas aquellas ligadas con la revolución 4.0, las que proponen el uso de plataformas digitales, o también denominadas disruptivas o exponenciales. Todos estos términos van juntos con el paso de lo analógico a lo digital. Las tecnologías más conocidas son los ICBMAI (internet de las cosas, cloud computing, big data, machine learning e inteligencia artificial) a eso le añadimos realidad aumentada e impresión 3D. Una forma de representar las tecnologías emergentes es como una ola (Figura 5). Allí se presentan cinco pasos desde el gatillo de innovación, hasta la meseta de productividad que es cuando suele estar en las fábricas y al acceso de la población. Algunas de las tecnologías pueden estar a solo dos años de llegar a este estadio o hasta 10 años.
Figura 5. Representación de las tecnologías emergentes según una ola (desde Gartner)
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Otra manera de llegar a los avances de las tecnologías se puede usar la herramienta de búsqueda el “carrot2”, allí se escribe la palabra clave (relacionada con la necesidad) y surgirá mucha información relevante, para llegar a las tecnologías que pueden servir. Pero la mejor manera de acceder, de manera gratuita, a cualquier tecnología disruptiva es la "Future Institute" (https://futuretodayinstitute.com/2019-tech-trends/ ), es un catálogo, y que se dividen según el tema: salud, educación, infraestructura, gobierno, geopolítica, economía, demografía, ambiente y media. Tecnologías de reconocimiento; seguridad, privacía y datos; canales de noticias, publicación de libros, redes sociales; canales de entretenimiento; tecnologías de mercadeo y propaganda; energía; clima y geociencia; tecnologías de agricultura; biotecnología, edición genómica, biointerfaces; casas inteligentes y internet de las cosas; tecnologías de aprendizaje y lugar de trabajo; tecnologías de financiamiento y criptomonedas; ciudades inteligentes; políticas de tecnologías y gobernanza; espacio. Aparece un listado explicado de una 150 tecnologìas, estas se actualizan anualmente. Propuesta en CTI Conocido las necesidades y el catálogo de las tecnologías emergentes, ahora pasa a plantearse la propuesta. Para que esta sea realizable, siempre se debe contrastar con la capacidad instalada en la organización (fortalezas). Y, en base a ello, plantearse la oportunidad. Como ejemplo, imaginemos que estoy en el sector agricultura, entonces desde el IFT, se tienen las diversas tecnologías y allí encontramos: "Smart Farms". (En el catálogo hay otras tecnologías, pero decidimos por esa porque somos del área de ingeniería electrónica, esa es nuestra fortaleza). Ubicada la tecnología (smart farms), ahora vamos hacia la base de datos donde están el conocimiento mundial, esto es los artículos científicos publicados, sobre este tema. Pero, también podríamos ir hacia la base de datos de patentes (wipo, por ejemplo). Los primeros (artículos), muchos de ellos para descargarlos se requiere un pago (usualmente las universidades tienen autorización) y los segundos (patentes) tienen acceso libre. En este ejemplo utilizamos para los artículos, la base de datos SCOPUS, con la ecuación de búsqueda ("electronics AND agriculture AND smart"), obteniéndose 100 documentos. Del análisis de Áncash ante el bicentenario
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los mismos se observó qué artículos sobre este tema están creciendo drásticamente en los últimos años, señalando que es novedoso en el mundo entero, teniendo como líderes a los países India y China –esto también es notable los países no son como antes o europeos o Norteamérica De todos los artículos elegimos aquel que sea más afín a nuestra especialidad (fortaleza) en este caso electrónico y a nuestra necesidad concreta. Así, se escogió el artículo siguiente: “Smart water dripping system for agricultura / farming” (Sowmya D., sept. 2019). Ese artículo se puede descargar y encontrar detalles de los que han hecho utilizando las nuevas tecnologías, al ser una publicación reciente, significa que es un conocimiento fresco. Epílogo Se ha presentado un método de contribuir al bienestar de sociedad mediante el conocimiento científico tecnológico, enfrentando a cualquier problema o necesidad de cualquier localidad. Con ello no hay justificación para decir que no sabemos qué tecnologías usar o decir que en mi universidad no hacemos tal tecnología. Pues se puede acceder a ellos mediante el manejo adecuado de la información disponible. Aquí se valida el mensaje de que “no hay escasez de recursos el asunto es el desconocimiento de la tecnología adecuada”. Hay que destacar que el paso inicial de la ecuación de bienestar propuesta es identificar la necesidad (o demanda); los universitarios tienen la responsabilidad de conocerla (de manera especial los provenientes de provincias) pues son los privilegiados de haber llegado al nivel superior; por tanto, sus temas de tesis deberían estar orientados hacia la solución de esas necesidades, y no dedicarles años a problemas inexistentes (de los libros) o de países foráneos. El artículo ha expuesto un ejemplo relacionado con la ingeniería electrónica e Informática, para aplicar su capacidad al sector agricultura. En tanto el diferencial de la universidad es el conocimiento entonces, utilizamos los pasos que caracterizan la gestión del conocimiento: 1º) descubrir el conocimiento (buscar) aquí lo hemos hecho con estos artículos. 2º) capturar (entender; para ello se pueden ir utilizando más artículos o patentes relacionados), 3º) compartir (discutir con el equipo Áncash ante el bicentenario
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y especialistas para consolidar el conocimiento) y finalmente 4º) utilizar (estableciendo el prototipo y realimentación con los usuarios o clientes). Esta metodología ayudaría a cualquier organización a incorporar soluciones tecnológicas en su plan estratégico, a esto se suele llamar su ruta tecnológica. En los tiempos actuales de un mundo VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo), ser inteligente exige sobrevivir en la incertidumbre, para ello las necesidades deben mirarse como oportunidades, que se deben convertir en innovación utilizando nuestras fortalezas. No hay manera de continuar aceptando aspirar a un desarrollo sostenible sin ciencia. Tenemos que dejar al pasado la costumbre de admirar solo el saber contemplativo, hoy son tiempos del hacer transformador. Tenemos que volver a los tiempos de los incas que eran sabios tecnólogos y bien organizados. Nos gustaría compartir esta metodología con cualquier organización que dese buscar soluciones basadas en la ciencia, y también para los alumnos que deseen buscar temas de investigación. Para ello basta con comunicarse con el autor.
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Capítulo VII Creación literaria
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Relatos Manuel Nieves Fabián Buen gallo (Cuento) Iba colgado, amarrado cerca de la baticola, en las ancas de un asno. Desde que salí del pueblo empezó mi suplicio. Con la cabeza colgada, cual badajo de campana, me balanceaba entre los fornidos muslos del jumento. En medio de la modorra del largo y agobiante viaje me llegó al oído el sonido característico de las aguas que parecían precipitarse por una quebrada. Efectivamente, estando ya cerca del desfiladero comprobé que un riachuelo bullicioso bajaba desde las alturas y corría por entre las yerbas y alisales. En aquel refrescante y acogedor paisaje, el agua al chocar en su loca cerrera contra las piedras de cantos rodados salpicaba con sus finísimas gotas mis ojos redondos y mi cuello de plumas doradas. La sombra y la frescura del ambiente me transportaron a los días de tranquilidad, donde junto a la «Morocha» removía la tierra y el polvo, debajo de los frondosos molles que adornaban la granja. Al tratar de acomodarme de esa embarazosa posición sentí que las cuerdas que ataban mis patas parecían aflojarse. Con la sola idea de deshacerme de las ataduras mi alma se llenó de tanta satisfacción al imaginarme que podía caminar en libertad después de estas inacabables horas de martirio; pero inmediatamente, aguijoneando mis carnes, desfilaron las ideas que irremediablemente caería al piso, ya sea de cabeza, de costado, pero caería y rodaría; ya me imaginaba mi cuerpo lleno de chinchones y moretones. Mis mujeres que son tan chismosas se reirían de mí. Me confundirían con un cobarde y me echarían en cara que ya no era un buen gallo. Sólo con pensarlo ya veía a la «Colorada», a la «Puka kunka» y también a la «Carioca» cacareando llenas de ira, mofándose y acusándome de enclenque y miserable. Manuel Nieves Fabián
Nació en Canis, Bolognesi. Radica más de 40 años en Huánuco. Docente, autor de obras narrativas, líricas, históricas, etnológicas, sociológicas, pedagógicas, teatrales y ensayísticas, sobre Huánuco, su natal Canis y la provincia de Bolognesi. Uno de los escritores bolognesinos más prolíficos. Tiene varias obras por publicar.
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Todas estas ideas rondaban en mi cabeza mientras que el pollino se refrescaba bebiendo abundante agua. Como todavía no había orden de partida para reiniciar el viaje, cual un relámpago se dibujó ante mis ojos la manera episódica de mi captura. Sorpresivamente me cogieron del cuello y me enjaularon. Fueron instantes de confusión en medio de ese laberinto de voces. Apenas pataleé y no tuve tiempo ni para protestar. Dentro de las rejas de finos alambres pensé que habría sido escogido para agradar el paladar de mis captores; pero había otra posibilidad, quizá me conducirían, cual combatiente cautivo, a lugares lejanos para entregarme a otros dueños. Si fuera el primer caso, era la forma más injusta e indigna de acabar mis días. No concebía la idea de ser destrozado en porciones para servir de adorno a los platos sobre las mesas. Si fuera el segundo caso, me imaginaba ser un gladiador, dispuesto a vencer al enemigo para conservar el honor y la vida. Perdido en un limbo de enmarañadas ideas me olvidé de ver la hora para cantar como siempre lo hacía en la madrugada ¡Qué iba cantar en esa condición tan difícil! No sabiendo a quién acudir, en silencio imaginariamente recorría cada rincón del corral y del huerto colmado de frutos, en eso llegó el mozo que siempre nos alimentaba, me sacó de la jaula y me introdujo al fondo de un costal. Allí permanecí cautivo, encerrado, como si hubiese cometido el más atroz de los delitos. La boca del fardel estaba asegurada con una enorme pita. Era una cárcel tan segura, donde un ejército de gallos y gallinas difícilmente podrían haberme rescatado. Las curvas del camino que aparecían unas tras otras eran semejantes a los que habíamos dejado horas atrás. Ascendían cual serpientes trepadoras desde las tierras cálidas y abrigadas hasta la cima de los cerros donde el frío muerde y entumece los huesos. Yo, cual San Pedro en el pleno martirio, con mis patas aprisionadas por la cuerda, la sangre golpeándome el cerebro, los ojos enrojecidos y las venas de mis oídos zumbándome interminablemente iba dormitando. En los instantes que ligeramente abría mis ojos se dibujaba la inmensa pampa llena de cascajos y al fondo los perfiles de los cerros debajo del cielo azul. Al pisar bruscamente en falso el animal fui lanzado hacia adelante y sentí que las cuerdas ya sólo apretaban la punta de mis patas; entonces cerré Áncash ante el bicentenario
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mis ojos para no caer sobre las piedras, yerbas, barros o sobre las afiladas púas de las espinas listas a pinchar. Lo cierto es que cuando me di cuenta ya estaba tirado sobre unos palos a un costado del camino. Un tanto desmayado y adolorido, al tratar de incorporarme, sentí que la cabeza me daba vueltas y el mundo giraba como si fuese un remolino. Por primera vez, desde abajo, pude contemplar la inmensidad del cielo lleno de vida en aquella mañana de radiante sol. Don Críspulo, mi amo, ni sintió mi caída, iba delante de su asno, un tanto encorvado, con el sudor cayéndole por debajo de la corona del sombrero. A pesar de tener el cuerpo maltratado, un tanto atolondrado me levanté y corrí tras mi amo que ya había avanzado buen trecho. Di un canto sonoro, pedí auxilio, pero él no me escuchó. Se fue dejándome solo, desamparado, abandonado. Parado en medio del camino no sabía qué decisión tomar. Por primera vez me sentí desprotegido. Ante la adversidad simplemente tuve que darme fuerzas y confiar en mí. Mis armas nunca me fallaron, ni en las lides más reñidas. Siempre he dado gracias a estas espuelas y a este pico victorioso en las batallas. Para vencer el infortunio, una y mil veces repetía en silencio: «El mundo es hermoso y la vida también. Para vivir es necesario luchar. El futuro está en nuestras manos. Lo construimos nosotros mismos. No es cierta aquella afirmación: ´Ya todo está escrito´, ´Ya nada podemos hacer´. Aquellos seres con una fortaleza espiritual, con convicción, decisión y coraje siempre triunfarán. A los necios y pusilánimes les espera la derrota». Finalmente, en voz alta, con firmeza y decisión pronuncié estas palabras: «¡Si quieres vencer al enemigo tienes que ser inteligente, valiente y audaz!» Armado de estos valores salí dispuesto a enfrentarme a la adversidad, a afrontar y desafiar a la voracidad de las mucas mostrencas y al apetito de los zorros de finos olfatos y afilados dientes. Corría cerrando mis ojos por entre la polvareda, pero al llegar al final de la curva el camino se diluía y volvía a aparecer más arriba, entonces decidí correr en línea recta cuesta arriba por entre las yerbas y arbustos. Jadeando, con el pico abierto, de entre las malezas, trataba de ubicar el camino con la esperanza de verle a Críspulo. Estaba seguro que él nunca me abandonaría. Quizá al darse cuenta que no estaba su gallo cautivo Áncash ante el bicentenario
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sobre las ancas de su asno estaría volviendo a buscarme. Tenía la esperanza de volver a verle la cara. De tanto correr sudaba a chorros y la respiración me ahogaba. Críspulo y su asno habían desaparecido. Por última vez estiré mi pescuezo lo más alto que pude y solo el camino se perdía entre las nubes que raudas pasaban arrastradas por el viento. A un costado de donde estaba se dibujaba una quebrada donde crecían numerosos árboles que parecían dirigirse en procesión hasta el pueblo. Pensé que era el lugar más adecuado para acortar distancia. Ingresé al monte y caminé sin descanso. A medida que avanzaba me topaba con los árboles, arbustos y malezas que parecían vivir hermanados con los brazos entrelazados. Era difícil encontrar un espacio para pasar o tratar de agujerear el impenetrable cerco Toda la mañana y hasta el mediodía deambulé de un lado para otro. La vegetación crecía tan tupida que no me dejaba ver el cielo. Por entre las yerbas parecía encontrar un camino, pero unos pasos más arriba aparecían escollos tras escollos, hasta que finalmente la tarde se ensombreció. No había duda, la oscuridad llegaría pronto portando en su seno miles de angustias llenas de misterios. Sólo con pensar en la noche sentí el frío electrizante y el miedo sembrando temores. Durante todo el día no había probado bocado alguno. El hambre que corroía mis intestinos me hizo comprender que vivir en casa era tan cómodo. Allí, tenía de todo, nada me faltaba. Entendí que cuando tenemos de todo no valoramos los granos de maíz tirados sobre el piso, menos las lombrices culebreándose sobre la tierra húmeda del patio. Nuestra cabeza no piensa en el trabajo porque todo lo tenemos a nuestro alcance. El amo nos proporciona los alimentos, unas veces para engordar y pasar a mejor vida, pero mayormente para producir. A ellos les interesa tener una granja poblada con muchos pollos y pollas, y abundante carne y huevo, que son sus delicias. Aquella noche los granos de maíz y las lombrices se dibujaban en mi mente y pasaban, cual películas provocadoras, ante mis ojos extasiados de pena en esa soledad y ese vacío. En la oscuridad, el monte se llenó de sonidos misteriosos semejantes a conciertos con voces de infinidad de insectos. Desde mi escondite miraba a las luciérnagas que prendían y apagaban sus luces y a los búhos que con sus vuelos rasantes atrapaban y saboreaban a los bichos nocturnos. Áncash ante el bicentenario
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Sobre las hojas secas arrojadas en el piso se escuchaban los pasos menudos de gatos monteses. Yo, en silencio, debajo de un inmenso tronco, permanecía inmóvil. Ante el inminente peligro de ser descubierto opté por subir de rama en rama hasta lo más alto del árbol. Desde arriba, ya cerca de las estrellas, pude ver a los animales nocturnos y hasta sentí que el zorro o la muca se atrevían a trepar a mi árbol protector; entonces opté por subir más arriba hasta la rama más delgada que amenazaba con quebrase. Después de esa incesante e interminable zozobra a punto de acabar mi vida por fin rayó el alba y llegó la mañana cantando su dulce canción y llena de alegría mostrando sus dientes de marfil. Los rayos solares cual lenguas abrigadoras cubrieron mi cuerpo, a pesar de ello, aún sentía la piel de gallina. Eran miles de granulaciones que se resistían a desaparecer. Desde lo alto eché un vistazo con sumo cuidado. Estudié hasta los mínimos detalles de toda esa naturaleza. Estando seguro que ya no había peligro bajé de mi árbol protector. Con las fuerzas renovadas corrí sin descanso por la quebrada, y de un momento a otro me encontré a la entrada de la población. Ahora, mi problema era a dónde ir, a qué casa llegar. Era un perfecto desconocido, un don nadie. En aquellas horas en que hacía falta las ideas claras recordé los consejos que siempre solía decir mi padre: «Un gallo siempre tiene buen olfato, huele a las gallinas, aunque estuvieran encerradas con siete candados». Para comprobar si era cierto corrí por dónde mi intuición me llevaba y me topé con un enorme muro. Hice esfuerzos supremos, salté tan alto y casi volando llegué a la parte más alta de la pared. Desde allí pude ver a las gallinas que tan despreocupadas se paseaban en el corral. Como buen gallo, respiré hondo, di unos aletazos tan fuertes y me salió el ¡quiquiriquí! de siempre. Al escuchar mi voz, sorprendidas y con mucha curiosidad alzaron sus miradas. El gallo del corral, herido en su amor propio, saltó como un rayo a defender lo que era suyo. Para mí, un gallo osado, audaz y atrevido, no fue problema. De un salto caí a una prudente distancia, ericé las plumas que adornaban mi precioso cuello, di unos cuantos picotazos al suelo midiéndolo y estudiando su reacción. Noté que era un gallo de mi edad, también muy valiente que no permitía a ningún intruso dentro de sus dominios. Me acerqué lo más que pude, mientras las gallinas casi incrédulas por mi Áncash ante el bicentenario
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osadía me miraban desconcertadas, atónitas. Un aletazo y un picotazo en la cresta hicieron que mi rival trastabillara, entonces ellas, cual barristas, unas alentaban a su gallo, y otras se parcializaron por mí. Ambos, cual gladiadores, nos medíamos esperando el ataque. Él quiso vengarse del primer sopapo recibido, y yo intuí lo que iba hacer. Dio un salto con las espuelas al frente y el pico dispuesto acabar conmigo. Encogí el cuerpo lo más que pude y él pasó sobre mí como un vendaval. Cuando trató de incorporarse yo lo esperaba con el escudo y la espada para el ataque. Desesperado, se levantó como pudo y salto en falso y esto causó risa a todas las gallinas y muchas de ellas disimuladamente empezaron a burlarse de su gallo. Al verme dispuesto para el ataque, se descontroló, con la cresta enrojecida por la ira saltó sin medir a dónde llegaría su estocada, momento que aproveché para cogerlo en el airé. Primero fue un aletazo de izquierda y otro de derecha casi simultáneamente que lo atolondró, mientras mis dos espuelas se clavaron en sus dos costados y rematé con un picotazo tan feroz en la parte superior del pico. Los efectos sucesivos de mis ataques lo dejaron desarmado. Con el dolor que le hacía ver estrellas empezó a correr para refugiarse entre las rejas en un rincón del gallinero. Entonces, victorioso, como todo un señor, estiré el cuello y mi ¡quiquiriquí! con gran estruendo retumbó en todo el corral. A partir de ese momento me rodearon las gallinas y también las pollas y admiraron que yo era un buen gallo. Allí recordé los versos que cantaban mis mayores: Al buen gallo se conoce cuando canta en corral ajeno cuando sacude sus alas por el pico se conoce. Una y otra vez la canción recorría en mi mente mientras las gallinas, todas eran mías. Cuando extasiado contemplaba la conquista de mi nuevo imperio, un señor de avanzada edad abrió la puerta del corral y al verme convertido en el nuevo rey, sorprendido y hasta con temor no dejaba de mirarme, luego exclamó en voz alta: Áncash ante el bicentenario
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–¡Debe ser hijo del demonio o de alguna brujería! No podía comprender cómo había aparecido misteriosamente y conquistado el nuevo reino destronando a su gallo predilecto. Tras él ingresó ruidosamente una niña de cabellos cortos, ojos casi redondos y vivaces y corrió hacia mí exclamando: –¡Qué hermoso gallo, papito! A partir de ese día fui el preferido de las gallinas y pollas del corral y también de mis nuevos amos. Pasaron los meses y los años y la granja se superpobló. Los jovencitos, cuyas crestas ya empezaban a aflorar, tenían un plumaje muy parecido al mío. Ellos desaparecían misteriosamente. Es muy posible que eran llevados a los mercados o a otras granjas. Cuando me di cuenta, ya los años me pesaban, pues mi cuerpo no era igual que antes. Muchas tardes, en mis horas de sosiego meditaba y comparaba mi vida con la de los patriarcas de la Biblia. Claro, yo no era ningún patriarca, pero nos asemejábamos en tener tantas mujeres. Lo curioso es que la historia se repetía, pues los hijos al crecer se peleaban por el reino, mientras el padre nada podía hacer. Era el final de la vida. Esa realidad era dolorosa y no me agradaba acabar destronado. Como las ideas nunca están quietas, se dibujaba ante mis ojos la otra manera de acabar, lo más trágico y denigrante para un gallo victorioso y con tantas hazañas. No era justo ser decapitado y descuartizado como cualquier bicho para ser devorado y triturado miserablemente. ¡Qué triste y contradictoria historia era la vida! Entre estas y otras cavilaciones, junto a las gallinas que me tenían tanta estimación, acostumbraba a bañarme con tierra y polvo. Acurrucado en el pequeño hoyo, casi como soñando, con los ojos cerrados recordaba aquella canción: Cuando el gallo llega a viejo no quisiera tener esa vida porque dicen que de viejo reemplazan a las gallinas Áncash ante el bicentenario
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¡Cuánto de verdad tendrían estos versos! –repetía a menudo. Yo soy un gallo viejo, pero un gallo muy especial y no creo llegar a tal extremo. Siempre debemos mantener la fortaleza, sobre todo el honor. Cuando filosofaba como los grandes pensadores, un sonoro ¡quiquiriquí! rompió el silencio de aquella tarde. Fue un aguijonazo que partió mi corazón. Desde hace buen tiempo muchos pollos ya se habían hecho gallos. Uno de ellos, el más fornido, gallardo y muy parecido a mí, empezó enamorar a mis mujeres, luego se acercó cautelosamente al hoyo donde estaba bañándome, erizó las plumas del cuello, y soberbio, con tanta fortaleza y confianza me retó a medirme. Dio unos picotazos al piso invitándome al ataque. Comprendí que mis días de gloria habían acabado, el tiempo, cual máquina indetenible, me había conducido a este momento final. Era mi hijo, fiel retrato de su padre. Cuando cerré mis ojos escuché el canto victorioso de las batallas, pues la voz resonante de mi sucesor, ante la admiración de mis mujeres, se paseaba triunfante y glorioso por todo el corral. Mama Llanchi (Cuento) Las manos de Mama Llanchi eran tan sabias, tan diestras y tan prodigiosas que curaban las enfermedades más raras y desconocidas que la humanidad haya visto. Para todo mal siempre encontraba un remedio. Ella no era una académica egresada de las universidades más prestigiosas ni hacía alarde de títulos honoríficos. Su práctica de curandera y su conocimiento de los secretos de las yerbas y plantas medicinales eran su carta de presentación. Con la cara curtida por el frío bajo la sombra de su sombrero blanco y su inseparable rebozo negro, cual ángel enviado desde el infinito, acudía presurosa a salvar a los enfermos. En una ocasión estaba de paso por Canis el Dr. Melchor Lozano, quien era el representante del Juzgado de Primera Instancia de la Provincia. Había ido al pueblo vecino a tratar de dar solución los interminables y ancestrales líos de linderos entre comunidades. Allí fue testigo de la rara e increíble curación realizada por Mama Llanchi. Áncash ante el bicentenario
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Un humilde agricultor había sido picado por una serpiente venenosa. A los pocos minutos el cuerpo de la víctima se le ennegreció, los ojos se le pusieron blancos, desorbitados y empezó a roncar y delirar con la fiebre. Los familiares no sabían qué hacer. Con los ojos llenos de angustia miraban al doctor. El juez, conocedor de leyes, decretos, artículos e incisos era una nulidad en el mundo de la medicina. Simplemente observaba al hombre que iba a morir y contagiado por el dolor de la familia, comprobaba una vez más el olvido, el abandono en que viven los hombres del ande de nuestra patria. Ante el inminente desenlace trágico, los vecinos y los amigos, a una sola voz exclamaron: «¡Mama Llanchi!, ¡Mama Llanchi!, ¡ella le salvará!». Corrieron veloz en su búsqueda y en pocos minutos la anciana ingresaba al cuarto casi oscuro donde el hombre agonizaba y se aferraba a la vida. Le tomó el pulso con toda frialdad y murmuró: –¡Todavía se le puede salvar! Seguidamente ordenó a los que estaban junto a ella: –¡Haber!, ¡cuál de ustedes se hace la caca, y rápido! Nadie se atrevía, ya sea por vergüenza o porque realmente su organismo no le exigía; pero, ante el dolor y la desesperación del moribundo, uno de ellos se ofreció y entregó el excremento en un recipiente. Mama Llanchi, con la tranquilidad del más experto de los galenos, la tostó y preparó el medicamento. Cuando estuvo listo, mandó abrir con dos jóvenes la boca de su paciente y le hizo ingerir hasta acabar la última porción. Al cabo de una hora la fiebre empezó a disminuirle y el enfermo sintió mejoría. Al día siguiente, el moribundo que había tocado la puerta de San Pedro, estaba tan sano como si nada le hubiera pasado. El Dr. Lozano quedó maravillado de la sabiduría de Mama Llanchi, pero, como juez de la provincia le advirtió terminantemente que en lo sucesivo se abstenga de usar inmundicias para las curaciones. En caso de infringir, sería encerrada en la cárcel, por desacato. La curandera, un tanto confundida no comprendía la razón de esta amenaza y de esta sentencia. Sabía muy bien que había salvado una vida, sin embargo, en lo sucesivo sería condenada a la cárcel por hacer el bien; por lo que, moviendo mecánicamente la cabeza, aceptó acatar la orden. Áncash ante el bicentenario
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Transcurrido el tiempo, por circunstancias de su trabajo, el Dr. Melchor Lozano realizaba diligencias en el distrito de Mangas, y debido al frío invernal, repentinamente, su esposa se enfermó. Cada vez más su salud se deterioraba y la fiebre la consumía. Sumamente preocupado, contrató a cuatro peones, quienes prepararon una pequeña camilla y sobre ella cargaron a la enferma con dirección a Chiquián. Raudos, con la carga sobre sus hombros, pasaron Gorgorillo, la quebrada negra de Gellayrajra, con sumo cuidado bajaron los escarpados caminos de Condorsenga, y al llegar al puente sobre el Pativilca vieron que las aguas estaban tan crecidas. No importándole el mal tiempo, el juez juraba llegar a Chiquián en cinco horas. Casi corriendo, los hombres pasaron el fundo de Remate, unas cuadras más arriba estaba Llaclla. Prefirieron pasar de frente por el camino que conducía a los dos ríos, pero apenas ingresaron a la quebrada se toparon con el Yaruq, de aguas amarillas que baja desde las alturas de Corpanqui, tan bravo como siempre, reventando sus espumosas aguas sobre las rocas; mientras que el Yanayaku, río negro, a unos pasos más allá, que baja desde Ticllos y Cuspón, estaba tan crecido y furioso, roncaba arrastrando tierra, lodo y piedra con sus encrespadas aguas. Era imposible cruzar el Yaruq, peor el Yanayaku. La mujer sobre la camilla, a orillas del río, envuelta con una frazada, agitada y sudorosa se quejaba y deliraba con la fiebre. El juez, ante la adversidad, blasfemando entre dientes, miraba las aguas que cual inmensas culebras venían con furia desde las alturas, con sus crestas encrespadas, amenazantes, y pasaban roncando con furia para perderse tras los recodos. Más allá, al otro lado del río, cerca de sus ojos, el camino se deslizaba hacia arriba, con dirección a Chiquián. Era difícil cruzar ninguno de los dos ríos. Estaba en juego la vida de su mujer, por lo que, ante el infortunio, optó por escoger el camino más largo y llegar a la costa por la ruta de Canis, Llipa, Huanri, Rapay, Cahua y Pativilca. Los peones subieron con su pesada carga hasta Cusi, faldearon Sakicocha, y al atardecer, en medio de una torrencial lluvia llegaron a Canis. Desde el día anterior, el juez sintió un dolor ligero en la muela. Preocupado por el estado de su mujer no le dio importancia. Áncash ante el bicentenario
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Esa noche, cuando junto a sus peones se disponía a cenar, los dolores se hicieron más intensos. A medida que avanzaban los minutos se tornaron insoportables. Gemía, lloraba, literalmente bramaba el juez y sólo pensaba en morir. En medio de su desesperación se acordó de Mama Llanchi, la de las manos prodigiosas. La mandó llamar para que le quitara el dolor. Al recibir la comitiva del juez, ella no aceptó, porque él mismo la había prohibido curar. No podía quebrantar la orden. La palabra del juez era ley. De hacerlo, su condena sería la cárcel. El juez con el dolor que le partía la cabeza, casi gritando, revocó la sentencia y suplicando le decía: –¡Cúrame mamacita! ¡No importa qué remedio uses! ¡Quítame este dolor! La curandera, al ver el sufrimiento del juez, un tanto incrédula, preguntó: –¡Doctor! ¿Usted no me va encarcelar? –¡No madrecita linda! –Contestó el juez. –¿Va aceptar el remedio que voy usar? –¡Cualquier cosa, pero quítame este dolor que ya no soporto! Mama Llanchi corrió al corral, escogió una oveja negra, luego arrancó un pedazo de lana del trasero del animal, remojó con orina podrida y un poco de bicarbonato e introdujo en la muela picada del Juez. Aunque el enfermo sentía repugnancia tuvo que aceptar. Pero la medicina fue un santo remedio porque pasado los minutos el dolor desapareció. Pensando que el juez podría quebrantar su palabra, porque así son ellos, se levantó con la velocidad de un rayo para desaparecer del escenario. Ya cuando se asomaba a la puerta escuchó los quejidos agónicos de una mujer. Sorprendida se acercó hasta el rincón donde sobre una camilla ubicó a la moribunda. Con el pulgar de sus manos virtuosas cogió el pulso y sintió que estaba tan débil en medio del sudor y la fiebre infernal. Enfermas en peores condiciones había curado y lo que tenía ella era una bronconeumonía. Unas horas más dejaría este mundo. El juez con sus condenas y sentencias quedaría viudo. Sumida en un mundo de ideas, sin pérdida de tiempo salió presurosa y preparó una infusión de yerbas y plantas medicinales, combinó con un poco de orina fresca, luego cogió un trozo de grasa de mula y fue al Áncash ante el bicentenario
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encuentro de la enferma. La hizo beber la infusión caliente y con la grasa frotó todo el cuerpo de la moribunda. Pasado los minutos la mujer empezó a transpirar y los sudores malolientes no cesaron durante toda la noche. Al amanecer, la encontró aliviada pero completamente débil. Preparó un caldo de gallina negra con raspado de hígado de buey y la convidó. Al atardecer la mujer estaba sana y fresca, hasta con una sonrisa en los labios. El juez no tuvo más que reconocer que Mama Llanchi era una curandera para sacarse el sombrero. Gavino y el puma de Yawar (cuento) Don Gavino, viejo chacarero, curtido en las faenas agrarias, todas las mañanas iba a su huerta de Yawar, ubicada en la quebrada. Nunca dejaba su escopeta. Hasta en las noches de su soledad era su fiel compañera. Un buen día al llegar a su chacra, bajo la sombra de su platanal, sorprendió a una inmensa y robusta fiera que amamantaba a sus tres cachorros. El animal al notar la presencia del hombre dio un salto y se puso frente a él para dar el primer zarpazo, no dándole tiempo para defenderse. El sorprendido chacarero, en un instinto desesperado de defensa, aplastó el gatillo de su arma y el tiro salió como un relámpago, malhiriéndole a su atacante, quien cayó rodando como un ovillo. La fiera rápidamente se recuperó y contra atacó con gran furia a pesar de manar abundante sangre por la herida. El ataque fue tan veloz que Gavino ya perdía las esperanzas de vivir y sentía su cuerpo desgarrado y descuartizado en pedazos a pesar del esfuerzo por defenderse. En circunstancias como ésta el cerebro funciona a mil por hora porque la vida es primero, pues aprovechó los centésimos de segundos que le quedaban y repitiendo mecánicamente la frase: «La muerte es sólo para los zonzos y torpes», se arrojó con velocidad felina sobre las ramas salvadoras de un árbol de molle que se balanceaba al son del viento. Allí permaneció colgado por breves segundos y al sentir los primeros zarpazos que le sangraban los pies se encogió cual anillos de un resorte y con sus poderosos brazos de hombre curtido en las duras faenas avanzó escalón tras escalón hasta coger el tronco del árbol. Áncash ante el bicentenario
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Seguro de haberse alejado del peligro volvió los ojos hacia su atacante, y abajo, sobre el piso, vio a la bestia que se revolcaba de dolor rugiendo atronadoramente y de rato en rato daba inmensos saltos como peleando con la muerte. Al sentir que sus fuerzas se agotaban, con sus inmensas garras, arrancaba de raíz a las plantas menores y sacudía con fuerza al árbol donde se refugiaba Gavino. Fueron largas horas de angustia, desesperación y desconcierto. Hubo momentos en que la fiera con sus ojos fosforescentes y llenos de ira amenazaba con subir al árbol lanzando increíbles zarpazos y descascarando la corteza del árbol. En otro momento se agazapaba junto al tronco del robusto molle y mirándole fijamente a su víctima, moviendo la cola de un lado para otro, como si fuera un punto de apoyo para inmovilizarlo, parecía invitarle a un duelo final. Al caer la tarde, cuando el sol daba sus últimos chisporroteos, la fiera, que durante todo ese tiempo había permanecido rugiendo de rato en rato, en un intento de acabar con su adversario, dio un salto tan alto para atrapar a su víctima, y por unos segundos quedó abrazado el tronco con las garras incrustadas en la corteza, abrió inmensamente los ojos y al caer vertiginosamente a tierra dio un largo y prolongado rugido que sacudió aquellas horas donde sólo se escuchaban el paso de las aguas cristalinas por la quebrada y el intrépido canto de los chivillos, cual responsos, invitando a la noche para descansar.
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Cuentos cortos Macedonio Villafán Broncano Atahualpa, Pizarro e ines Huaylas Algunos historiadores aseguran que el conquistador Pizarro se enamoró, a pesar de sus más de 50 años, de Qishpi Sisa, luego de que Atahualpa la entregara como esposa. Pero nosotros no compartimos la idea de este amor romántico, de este fuego otoñal del viejo Pizarro por la casi adolescente princesa, hija del Inca Huayna Qápac en la cacica Kuntur Wachu de la nación Guaylas. Como Atahualpa seguía prisionero en Cajamarca a pesar de haber entregado el fabuloso rescate de oro y plata, hizo traer con sus emisarios a su hermana Qishpi Sisa desde Guaylas y la entregó como esposa a Pizarro. Ella fue bautizada como Inés Huaylas por los conquistadores. Este acto significaba en verdad una estrategia política. En su mentalidad creía el Inca que el conquistador quedaba incorporado a su familia en condición de masha (yerno) y que por tanto no podría tomar decisiones que afectaran al Inca por respeto al parentesco. Pizarro no era ingenuo en política. Había estado en México, conquistado por Hernán Cortés mediante alianzas con los enemigos de los aztecas, además de usar las armas. ¿Habría aceptado la unión con la hermana del Inca calculando sus proyecciones políticas? Pizarro ordenó la ejecución de su nuevo pariente. Falló el cálculo político de Atahualpa. Después, camino de Cajamarca hacia Cusco, Pizarro y sus huestes fueron muy bien recibidos y asistidos en Guaylas por la cacica Kuntur Wachu. Luego pasó a Xauxa con su esposa y con numeroso acompañamiento de servidores guaylas. Allí fundó la primera capital de su gobierno que luego sería trasladada a Lima. Allí nació la primera hija: Francisca Pizarro Guaylas. Durante el violento cerco de Lima por los cusqueños bajo el mando de Manco Inca para expulsar a los españoles, la cacica Kuntur Wachu llegó Áncash ante el bicentenario
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con su ejército desde Guaylas para proteger a su hija y a su yerno. El apoyo fue decisivo para el triunfo de Pizarro contra los incas. Retirado Manco Inca, Kuntur Wachu retornó con su ejército a su pueblo. No falló el cálculo político de Pizarro. Algunos datos finales: Tiempo después, cuando ya se habían instalado las nuevas autoridades virreinales dispuestas por el rey de España, Pizarro casó a Inés Guaylas con Francisco de Ampuero, su paje; y él mismo buscó unirse con la que iba a ser la esposa de Atahualpa, con rango de coya imperial, de esposa principal del Inca. ¿Cuál habría sido el nuevo cálculo político de Pizarro? Pomallucay En los tiempos de la Colonia Santo Toribio de Mogrovejo llegó por las tierras de Pomallukay, próximo a lo que es hoy el pueblo de San Luis. Ahí pernoctó con su comitiva para continuar su visita santa al día siguiente por los pueblos de los Conchucos. Al despertar, los guías indios le informaron que los pumas habían devorado a sus acémilas y le mostraron a las temibles fieras que en una planicie alta aún se relamían satisfechos. Entonces ¿qué creen que hizo el santo?; se puso de pie y en nombre de Cristo convocó a los pumas ante la incredulidad y el asombro de los indios. Cuando se acercaron dóciles a su llamado, les dijo: - Como se comieron mis caballos, ustedes serán las acémilas hasta que encuentre otros. Los pumas se dejaron cargar obedientes los aperos del viaje. Santo Toribio se cabalgó sobre el puma mayor llevando la imagen de Cristo y así pudo subir la cuesta. Desde mucho antes el lugar se llamaba Pomallukay, del quechua puma, puma, y lluqay, subir: la cuesta por donde suben los pumas; y después de la visita lo significaron la cuesta por donde subió el santo con su Cristo sobre el gran puma. Otras leyendas hablan de que el gran puma le dio Áncash ante el bicentenario
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más poderes a la imagen de Cristo para atender a los devotos de estas tierras. Desde entonces y hasta hoy tiene allí su morada, en esa corta planicie, el milagroso Cristo de Pomallukay, conocido más como el Señor de Pomallucay; ahora en una hermosa e imponente iglesia que semeja una gran basílica y que fue construida por la organización Don Bosco de religiosos italianos. Hasta allá acuden numerosos peregrinos desde lejanos pueblos en busca de un milagro. Si le invocan con toda fe, el milagro les es concedido. Los Barrón no se aburrían Los Barrón sí que tenían la bendición de Dios, como decían ellos mismos a través de varias generaciones que venían desde la Colonia, y acaso desde la Conquista. Por los años treinta del siglo pasado, cuatro hermanos Barrón eran herederos de las mayores haciendas cuyos límites abarcaban varias provincias de Conchucos y Huánuco que hacen cuenca hacia el río Marañón. Sus propiedades se extendían desde los límites del flanco oriental de la Cordillera Blanca, cruzaban el río Marañón y se proyectaban hasta las altiplanicies de las punas huanuqueñas. Cuando se repartieron la herencia, el espacio de tierras agrícolas que les tocó a cada uno seguía siendo inmenso, la riqueza de cada uno incluía los ganados en las punas que exactamente no podían contarse por la espesura de los ichus y los bosques de quenuales, asimismo las minas en las cordilleras. La bendición de Dios incluía los cargos más importantes de la provincia: don Pedro era alcalde, don Enrique era gobernador, don Jonás era juez, y el menor, Moisés, era el cura de la provincia. La madre había decidido que el benjamín fuera sacerdote. Cuando ya se aburrían de sus cargos entonces iban a la capital y regresaban con sus nuevos cargos: Don Pedro ya era gobernador, don Enrique ya era juez, don Jonás alcalde. Áncash ante el bicentenario
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Cuando se volvían a aburrir de sus cargos nuevamente viajaban a la capital y volvían con sus nuevos cargos: Don Pedro ya juez, don Enrique alcalde, don Jonás gobernador. El único que no podía cambiar de cargo era Benjamín. Como los cuatro eran de la misma horma, mismo tamaño, mismo color, mismo rostro, cuando se aburrían de sus cargos se intercambiaban sin comunicárselo a nadie. Entonces los cuatro podían ser alcalde, juez, gobernador o cura. De ese modo los Barrón no se aburrían. Mientras tanto sus indios – hombres, mujeres y hasta niños- se rompían el espinazo sembrando, aporcado, cosechando, abriendo nuevas tierras, pastando los ganados o en las minas, mordidos por el frío cordillerano o sudando tercianas en los temples calientes, bajo la mirada vigilante de los mayorales y capataces. Ah, luego cuando se nombró diputados por elecciones, entonces enseñaron a sus miles de siervos indios cómo marcar el voto y así por turno ellos ganaban las elecciones. Además, ese día repartían más alcohol y coca y hasta contrataban una banda de músicos para la diversión de sus votantes. El pueblo se daba cuenta del juego, pero les hacían creer a los Barrones que no se daban cuenta. San Jerónimo en Paramonga Por los años 30 ó 40 del siglo pasado la Hacienda Azucarera de Paramonga, propiedad de la compañía extranjera Grace, a fin de aumentar su producción y exportación de azúcar, convocó a más obreros, lo cual hizo que muchos campesinos indígenas del Callejón de Huaylas, Conchucos y Chiquián se desgalgaran en busca de trabajo, entre ellos los más numerosos resultaron ser del distrito de Taricá. Los amos de la hacienda y sus capataces estaban satisfechos de sus nuevos peones de la sierra, incansables y dinámicos en las labores de campo. Pero grande fue su sorpresa cuando el grueso de obreros tariqueños desaparecieron dos días antes del 30 de setiembre. Al preguntar acerca de la causa de su desaparición supieron que se habían marchado a la fiesta de San Jerónimo, el santo de su pueblo. Áncash ante el bicentenario
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Allí en su pueblo ellos acudieron a los ritos de su santo, incluso cargaron su pesada anda; también comieron, bailaron, tomaron y, eufóricos, hasta pelearon entre ellos. Volvieron 8 días después, con cara de verdadera inocencia. Los capataces, luego de las reprimendas los recibieron por última vez. Pero al año siguiente igual nomás se desaparecieron. Como no querían perder a sus braceros, a uno de los amos gringos se le ocurrió una magnífica idea. Mandó hacer una réplica de San Jerónimo e instauró una fiesta con gastos que serían pagados por la compañía. La fecha sería el domingo anterior al 30 de septiembre a fin de no utilizar un día laborable. Los peones tariqueños escucharon misa y cargaron en hombros al santo durante la procesión, luego comieron, bailaron y tomaron. Pero cuando llegó el 30 de septiembre igualito nomás se marcharon a su pueblo a la fiesta de su tayta San Jerónimo. Desde entonces se festeja a San Jerónimo en Paramonga. Los amos, indignados, todavía quisieron cancelar la fiesta e incluso desaparecer la imagen. Pero los peones de Taricá, con la ayuda de todos los obreros del Callejón de Huaylas, de Conchucos y Chiquián se lo impidieron. Más bien, asumieron ellos mismos los gastos y en lo sucesivo la fiesta se hizo como en su pueblo, con funcionarios, obsequiantes, bandas y danzantes; también con harta comida, trago y baile. Pero una semana antes; porque el 30 de setiembre indefectiblemente tenían que volver a su pueblo. Milagros en el terremoto En la mañana del sismo del 70, las monjas del colegio Santa Rosa de Huaraz, con la madre superiora a la cabeza, decidieron salir muy temprano de paseo al Cañón del Pato en una camioneta verde manejada por el señor Salazar. Eran trece las monjas de la congregación, pero al paseo iban solo doce. ¿Por qué no partió la monja número 13? Días antes la hermana Libertad, que así se llamaba la monjita, fue descubierta por una de las monjas mayores en amena conversación con un joven que hacía las tareas de jardinero en los inmensos patios y huertos de la residencia de las religiosas. El joven era un estudiante del Áncash ante el bicentenario
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quinto de secundaria al que habían empleado como jardinero para solventarse sus estudios, ya que era un huérfano al que había recomendado un sacerdote que trabajaba en el Obispado. La monja que descubrió la conversación, los días siguientes los vio conversar de nuevo en el huerto interior. Escondida tras de las lunas de una ventana descubrió el brillo del amor en los ojos de él y de ella, luego los vio tomarse de las manos. Entonces dio cuenta de ello a la madre superiora. Esta preparó el informe para presentarlo al Obispado, solicitando su expulsión de la orden, y sin darle el derecho a defenderse. El sábado tenía listo el documento y lo llevaría el lunes. Ya había comunicado al joven jardinero que sus servicios habían terminado. A la monjita Libertad la madre superiora le adelantó el primer castigo: no ir de paseo y al encierro solitario en la inmensa residencia bajo llave en la puerta principal por causa de su gravísimo pecado. Cuando el grupo de monjas avanzaban por los túneles, ya cerca de Huallanca con un alegre cucurruteo de palomas sobrevino el terremoto. Estaban en el Cañón del Pato, estrecho y abismado en pendientes verticales de roca viva, con el río Santa al fondo. Los sacudones serían terribles y rodarían inmensas rocas desde las alturas. Mientras tanto la monjita acababa de rezar al Cristo de la capilla con mucho llanto y se hallaba en el huerto donde la vieron tomados de la mano con el estudiante jardinero. Rogando a Dios se puso en el centro del huerto y vio cómo se desplomaban las paredes y techos salpicándole de terrones hasta sus pies y nublando su mirada una densa polvareda que brotaba no se sabía de dónde. Hasta el día de hoy no se sabe de las monjas que se fueron de paseo, si rodaron al abismo por la avalancha de piedras o porque el chofer no pudo controlar la camioneta o si se quedaron sepultadas en un túnel. No se encontró ningún rastro pese a las búsquedas que encargaron desde el Obispado y desde las jerarquías más altas. La monjita Libertad lloraba sola dentro de una nube de polvo pensando que era la única sobreviviente del fin del mundo y presta ya a comparecer ante Dios, cuando como un fantasma blanco apareció el estudiante jardinero y la sacó casi a rastras por la pared posterior de la residencia. Áncash ante el bicentenario
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Allí mismo pidió permiso y perdón a Dios entre lágrimas y luego se desprendió las indumentarias de monja de su cabeza, de su cuello y se marchó cogida de la mano de su jardinero a la tierra de él. Hasta ahora meditan los que saben esta historia quién cometió pecado y a quien le fue destinado el castigo o el perdón de Dios. Sismo sobre sismo Sopló el viento destructor del sismo y derribó rápidamente las casas, templos, calles y avenidas como si fueran de juguete. A final, la ciudad de Huarás y otros pueblos grandes y pequeños eran enormes rumas de escombros, de adobes, maderos, tejas, paredes desconchadas, carrizo y retazos de vida. Una pachamanca de muerte y destrucción era la huella del sismo en cada pueblo grande o pequeño. Un manto de barro ceniciento clausuró la sonrisa de Yungay Hermosura. Pensamos que era el día del juicio final. Los que quedamos vivos tuvimos pena por los que se murieron. Los que se murieron seguro que tuvieron pena por los que nos quedamos vivos. Para qué, las ayudas llegaron inmediatamente. Corazones solidarios de diversas partes del mundo extendieron sus manos para los sobrevivientes. Llegaron de los países nórdicos Holanda e Irlanda, casacas térmicas, afelpadas con piel de oso. Era el año 1970 y había un gobierno militar. Los militares dijeron cómo se van a poner esto esos cholos y los generales y sus esposas las lucieron en los inviernos de Lima o en sus viajes de turismo por el extranjero. Los cubanos donaron dos hospitales. Los militares dijeron esto nos hace falta en el ejército, cambiaron los equipos y mandaron a Recuay un hospital de campaña recompuesto. Áncash ante el bicentenario
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Los alemanes y otros países donaron alimentos, deliciosas conservas dicen, los argentinos toneladas de carne congelada. Los militares dijeron cómo van a comer esto esos cholos, y los más graciosos: “se les van a caer los dientes, mi general”. Necesitamos plata para la reconstrucción, los escombros necesitan ser removidos, las ciudades tienen que ser reconstruidas, dijeron los gobernantes. El Banco Mundial dijo: yo tengo plata para prestarles. Los generales formaron a la loca empresas para la remoción de los escombros, para la construcción de viviendas, pistas y carreteras. Todo a nombres de sus hijas, de sus sobrinos, hasta de sus wachimanes, empleadas y choferes. Pero a los arquitectos traídos de otras partes les faltó sensibilidad e inspiración por estar ocupada su mente en el dinero que iban a ganar. A escasos pasos de la avenida principal de Huarás, por ejemplo, es posible encontrar estrechos recovecos y pasajes laberínticos que les hubieran llenado de gusto a nuestros abuelos de Chavín o al maestro argentino Jorge Luis Borges. La gran plaza de armas ha sido reconstruida tres veces y tiene como acceso dos pasajes y un callejón que forman ángulos con la catedral. Al edificio de la Corte de Justicia se le cae la cara de vergüenza porque cualquier visitante evita tomarse una foto en su fachada. El populoso barrio de Nicrupampa tiene calles tan estrechas y laberínticas donde las gentes y los taxis se extravían. Se ha sabido de casos de pobladores que luego de salir no han podido encontrar su casa. Es que, dijeron los arquitectos e ingenieros, cómo van a tener sentido de lo estético estos cholos. Y pensar que a los arquitectos y constructores luego de la remoción de escombros les entregaron un llano como una gran cartulina en blanco donde hasta los niños de primaria hubieran dibujado una ciudad muy linda. Luego hicieron casitas a crédito por las que los sobrevivientes se hicieron de grandes deudas que les quitaron el sueño los mejores años de su vida. Áncash ante el bicentenario
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Por eso, Yudi Collas, un huarasino al que tratan de ignorar como al Garabombo el Invisible de Manuel Scorza, al paso de los años, en cada aniversario del terremoto del 70, habla de “sismo sobre sismo”: “Señores, cumplimos cinco años de sismo sobre sismo...” “Señores, diez años de sismo sobre sismo...” “Señores, veinte años de sismo sobre sismo...” Ojalá que Yudi Collas tenga larga vida para sacudirnos con su frase por lo menos una vez al año. Raul Flores y las luchas por la universidad El pueblo ancashino venía luchando hacía más de cien años por la creación de su Universidad, incluso poniendo su cuota de sangre y lágrimas. Profesores, empleados, trabajadores, campesinos, comuneros, amas de casa, vendedores de mercado y los estudiantes, todos estaban iluminados por la misma conciencia; el pueblo unido marchaba. En las luchas del año 1968, luego de la marcha de sacrificio a Lima, el joven dirigente Enrique Flores, debilitado por la huelga de hambre fue llevado a un hospital de Lima. Allí lo visitaron a media noche cuatro policías secretos de Seguridad de Estado ante quienes titubeaba la fortaleza del luchador social más empedernido. Le dijeron que estaba jodiendo mucho, que podrían desaparecerlo, que podrían echarlo de un avión al mar, ahogarlo en las aguas del río Rímac, o enterrarlo vivo en algún arenal, o matarlo poco a poco con descargas eléctricas; que declarara quiénes eran los cabecillas, de qué partido eran. Si eran los comunistas. Así es que cantara y se dejara de cojudeces o... Enrique Flores, levantando su cara de niño grande, su frente de amplio horizonte les dijo con toda la fuerza de su alma: - Gracias, señores, así habrá un muerto; lo que esta lucha necesita son muertos, muertos que le den vida. Enrique Flores tenía el cuerpo lacerado pero el alma intacta. Como su pueblo. Áncash ante el bicentenario
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Felizmente no se necesitó más muertos porque el pueblo ancashino congregado en la plaza de armas de Huarás, un 14 de junio de 1977 cercó al presidente, el general Morales Bermúdez, con su látigo de gritos: ¡Universidad! ¡Universidad! El señor presidente, rodeado en el estrado por sus ministros y mandos militares, titubeó una eternidad entre dar un sí o un no, pero finalmente optó por el sí ante la razón del unísono grito ensordecedor del pueblo unido aprendido a lo largo de los años. Así se arrancó Universidad para el pueblo de Áncash. Porque en caso contrario el dictador habría hecho hablar a sus metrallas y fusiles que ya apuntaban al pueblo desde todos los ángulos de la plaza, y entonces esta memoria no hablaría de Enrique Flores ni del grito del pueblo unido ni de la creación de la Universidad, sino de los cientos de muertos del 14 de junio de 1977 en la plaza de Huarás. La muerte de Macedonio Lirio Macedonio Lirio León había dirigido un mitin muy concurrido en la Plaza de Carhuás que hizo rabiar más todavía a los candidatos rivales para la elección del alcalde provincial. La plaza lucía como un campo de retamas y flores blancas y rosadas por el colorido de la ropa de los campesinos y campesinas adherentes, asimismo gentes de la ciudad. Allí había resonado en quechua su amable voz de razones profundas, de indio soñador y hacedor, de experimentado dirigente campesino, que años atrás por 1988 había arrinconado al Gobierno de Alan García a la cabeza de la Federación Agraria Departamental de Áncash, FADA, arrancando algunas reivindicaciones transitorias. Luego, de retorno a su pueblo, acababan de bajar del colectivo en Marcará todo el núcleo de los dirigentes indios e ingresaron a tomar chicha y comentar la jornada en una tienda, antes de partir a sus respectivas comunidades y sectores, él a la parte alta de la comunidad de Vicos, llamado Recuayhuanca. Dejando a sus hermanos Macedonio Lirio se dirigió a la única botica, muy cerca de la vía central a comprar un remedio para la tos rebelde de uno de sus hijos, no se le olvidara. Áncash ante el bicentenario
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Cuando se disponía a entrar en la botica se le acercaron dos jóvenes y a quemarropa le dispararon varios tiros de revólver en el cuerpo y la cabeza. Cayó al suelo como no creyendo. Vio su sangre caminar por el cemento, como no creyendo, Sonrió con esa sonrisa limpia con que trasmitía la luz del mundo. Murió mirando al infinito, como no creyendo. Los asesinos se dirigieron hacia la salida a los baños de Chancos, pero doblaron rápido a la derecha, hacia el segundo puente de Marcará. Eran altos, de pelo corto, de porte militar. Aun no terminaba de desangrarse cuando de una casa a dos cuadras hacia el norte un candidato rival salió cuidando no ser visto; subió a un auto que le esperaba con el motor encendido y partió rumbo a Carhuás. Los jóvenes de porte militar fueron recogidos en el lado opuesto del pueblo en la Florida por otro auto que partió con rumbo a Huaraz. Se esparció el rumor de que lo mataron los senderistas, grupo radical, que ajusticiaba a los dirigentes populares que les quitaban protagonismo; también de que lo mató el ejército. Los primeros lo desmintieron cuando fueron cayendo de a pocos para sufrir largas prisiones; los del Ejército nunca dijeron nada. Pero tiempo después alguna gente aseguraba que el candidato a alcalde que ese día partió discretamente de Marcará tenía familiares militares. La visita del rey de España Al rey de España se le ocurrió visitar al Perú. Los periódicos y las radios informaban diariamente del recorrido del rey por diversos pueblos y las pomposas recepciones que les brindaban sus autoridades. Un periodista que cubría las noticia tuvo la brillante idea de entrevistar a unos niños de una escuela a donde iba a llegar el rey, qué harían cuando entrara. Uno a uno fue respondiendo con el corazón en la mano. Áncash ante el bicentenario
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Uno con cara de un búho sabio dijo que le sorprendía que todavía existieran los reyes, porque pensaba que sólo existían en los museos y los libros. Otro con cara de trompeador dijo haciendo gestos de lucha: lo tumbaré con un cabe y le rebuscaré los bolsillos para que nos devuelva el tesoro que Atahualpa les dio en Cajamarca. Pero un coro unánime se dejó escuchar: Jugaremos con el rey, lo tenderemos en el patio y lo jalaremos como a Túpac Amaru. Eso, dijo el niño con cara de sabio, si no pide perdón. Cronicas actuales La guerra del agua II La laguna de Conococha es un espejo de plata en que la luna llena se peina sus cabellos de princesa en noches de magia y misterio. En el día es también un espejo reluciente que retrata en revés las montañas que la rodean, la luz de los nevados y el intenso cielo azul andino. En las tardes de lluvia de sus aguas nacen arco iris multicolores. En sus límpidas aguas las truchas se deslizan ágiles y los patos de altura bucean entre las algas y luego en comunidad descansan plácidamente en sus orillas o isletas de ichus y pastizales. Es decir, juntos el misterio y la belleza que la madre naturaleza ha regalado a los seres humanos. Según antiguos mitos, de Conococha salió el poderoso Amaru que partió los Andes para formar las Cordilleras Blanca y Negra y trazó en medio el recorrido del gran río Santa y luego retornó a sus profundidades. La laguna de Conococha es la fuente madre del río Santa (en la región Áncash, Perú), que recorre el Callejón de Huaylas. Junta más aguas de los numerosos afluentes provenientes de otras lagunas de la Cordillera Blanca. Las que mueven las colosales turbinas de la Hidroeléctrica del Cañón del Pato. Las que pintan de verdor productivo a las inmensas irrigaciones costeras de Chavimochic en la Región vecina de La Libertad y cuyas aguas llegan hasta Trujillo, a 250 kilómetros de su cauce natural. También alimenta el otro proyecto de irrigación, Chinecas, en la propia Áncash ante el bicentenario
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Región Áncash, aunque hasta ahora continúa sin avances significativos por la incapacidad y desidia de los gobernantes nacionales y regionales. Conococha se ubica en una meseta del sur cordillerano de Ancash, a una altura de más de 4 mil metros, en el nacimiento de las Cordilleras Blanca y Negra que flanquean al famoso valle del Callejón de Huaylas. Por su ubicación y su capacidad de acumular y recolectar las aguas en esta alta meseta es la fuente madre de las aguas del río Santa con aguas visibles y corrientes. Pero vía filtraciones también provee por sus venas subterráneas aguas al río Fortaleza que recorre de este a oeste desde escasos kilómetros de la laguna en dirección a la costa. Forma valles estrechos pero fértiles donde los hombres y mujeres, con esas aguas que afloran pronto, aun fuera del periodo de las lluvias, cultivan desde papas, ocas, habas y tarwi en las alturas. Después maíz, ají y diversidad de frutas en los pisos intermedios de clima templado y cálido. Finalmente, ya próximo al Océano Pacífico, sus aguas, paralelamente con las de río Pativilca, riegan interminables plantaciones de caña de azúcar para la industria. Hacia el sur, también provee de aguas mediante afloraciones a la breve cuenca de Corpanqui, Canis, Llaclla y otros pueblos, que luego alimentan el río Pativilca en su cabecera. En resumen, Conococha provee aguas a tres cuencas correspondientes a los ríos Santa, Fortaleza y Pativilca. La laguna de Conococha acaso sea entonces, por su ubicación en una alta meseta de los Andes, un paso en el camino del agua. Es un reservorio natural que concentra y redistribuye las aguas subterráneas acumuladas con las lluvias y las que proceden de los nevados y lagunas todavía más altas de la Cordillera Blanca y hasta de la cordillera de Huayhuash. Es decir, Conococha es corazón y venas de un sistema de aguas creado según mitos antiguos por la Mama Pacha para sus hijos, los hombres, mujeres y niños de estos valles, y que vigila el Amaru mítico, sea en forma de serpiente Amaru o de toro mágico que recorre mugiendo por sus orillas en las noches de luna nueva. La laguna de Conococha, es pues verdaderamente una laguna madre — madre de aguas y de vida. Los campesinos andinos de los pueblos cercanos leen los signos del movimiento del agua. Si baja el caudal en la salida hacia el río Santa en dirección al norte, o en las filtraciones en la cabecera del río Fortaleza en dirección oeste o de las filtraciones hacia el sur por Corpanqui, entonces, ven un peligro para la vida, porque podrían secarse hasta las aguas de los puquiales donde beben hombres y ganados en las épocas de estío cuando descansan las tierras agrícolas. O de las filtraciones que acumuladas llenan de agua sus reservorios y sus canales. Por ejemplo, a lo largo del Áncash ante el bicentenario
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valle del Fortaleza, donde durante el estío el río no lleva aguas, pero cuyo subsuelo está saturado de líquido que aflora en los puquiales y humedales a medida que el valle desciende hacia el océano. Cuando bajan las aguas de la laguna Conococha, también bajan las aguas de los puquiales y humedales hacia el oeste o el sur. Esto lo saben de memoria los campesinos andinos desde tiempos remotos. Por eso desde donde están, mediante ritos colectivos y ofrendas o en su propia mente invocan a la laguna madre Conococha o sus venas, que no baje sus caudales, y que más bien vuelvan sus aguas. Cuando la invocación está cargada de fe, así ocurre y vuelven a aflorar las aguas en los humedales y con ello la alegría de la gente. En muchos pueblos ese vínculo maternal de las aguas con los humanos se manifiesta en rituales y coloridas fiestas con ocasión de las limpias de reservorios y acequias. Pueblos y comunidades enteras laboran en minkas, comparten sus alimentos y danzan en feliz comunión animados por orquestas de arpas, violines, saxos y otros instrumentos, cuyas melodías parecen aflorar de las profundidades de la tierra. Pero en este año 2010, una compañía minera Centauro SAC, con la venia del organismo oficial del estado peruano (y con harta celeridad), amparado en una concesión autorizada, ha comenzado la exploración de una mina de oro y otros metales cuyas vetas recorren el subsuelo de la laguna Conococha. Por razones técnicas, deben desaguarla o desaparecerla o usar sus aguas para facilitar la explotación. Para ello, a menos de un kilómetro de la laguna sus inmensas máquinas excavadoras, cargadores frontales y volquetes, sus tropas de obreros e ingenieros con un dinamismo nunca visto y en turnos diurnos y nocturnos ya realizan movimientos de tierras. Están amparados en que su concesión comprende miles de hectáreas de la Cordillera Negra cuyos límites en sus mapas rozan la laguna. En estos ámbitos no hay minería sin usar agua, por lo que la laguna está necesariamente en los planes técnicos de la empresa y concentran sus primeros esfuerzos en ella. El amparo legal de Centauro resultó ser la Constancia de Aprobación Automática Nº 068–2010–MEM–AAM de la Declaración de Impacto Ambiental. Es decir, una oficina burocrática del sector minería había aprobado sin verificarla una especie de declaración jurada de la empresa. Lo hizo en el sentido de que sus acciones de exploración y explotación no iban a causar daños al medio ambiente. Lo cual no condice con la envergadura del proyecto. Áncash ante el bicentenario
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Ante las primeras protestas aisladas de los comuneros de Cátac y Huambo la empresa Centauro había respondido recurriendo a diversas estrategias: difundió hasta el cansancio y por todos los medios su constancia Nº 068 de aprobación de su declaración de no contaminación. En la comunidad de Huambo, previo trabajo subterráneo arrancó una autorización de la comunidad para sus actividades. Muy pronto se reveló que había hecho pagos a un sector de dirigentes y comuneros, que en una asamblea general desestimaron el acuerdo, sancionando a los vendidos. El siguiente alegato se centró en la ubicación de la laguna Conococha: ¿pertenecía a la Cordillera Blanca o Negra? Sus técnicos y abogados sostuvieron que pertenecía a la Cordillera Negra para evitar las restricciones que implicaban su pertenencia a la Cordillera Blanca, ámbito del Parque Nacional Huascarán, donde están prohibidas las actividades mineras para evitar la contaminación. La empresa vocea por todos los medios que sus actividades no producirán contaminación en el río Santa. Pero opiniones técnicas desmienten tal afirmación: no solo contaminará el Santa, sino también el Fortaleza y el Pativilca. Y con ello tres cuencas, afectando a seres humanos, animales y plantas — es decir a la vida en su conjunto. ¿Cuál ha sido la reacción de los comuneros y pobladores en general de los valles? ¿Estarían de acuerdo con la posición del gobierno que autoriza minería sin restricciones a nombre del desarrollo y del incremento de las cifras macroeconómicas como sostiene el presidente Alan García? ¿Habrían aceptado resignados porque ya nada se puede hacer puesto que el gobierno y las empresas son difíciles de enfrentar? ¿Habrían recordado temerosos los sucesos del 5 de junio del 2009 en Bagua donde por rechazar las operaciones de una minera en zona protegida perdieron la vida 33 nativos y desaparecieron policías? ¿O se habrán puesto en pie de lucha para defender a su laguna madre? En diciembre de 2010, luego de gestiones y petitorios a los despachos burocráticos, ya los primeros signos de su decisión se han dejado notar de manera firme y contundente: la organización de un frente de defensa y un paro con movilizaciones de las comunidades de Cátac, Utcuyacu y Ticapampa (cabecera del Callejón de Huaylas) y del valle de Fortaleza desde Tunán hasta Huambo, Raquia, Cajacay y Pampas Chico. Exigen que se anule la autorización del gobierno a fin de que no opere la compañía Centauro y más bien declaren recurso natural intangible a la laguna de Conococha.
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El primer resultado como producto del uso de armas por la policía en Cátac es un muerto. El comunero Muñante Cadillo Vergara ha muerto por defender a la laguna madre del agua. Deja una viuda y tres hijos huérfanos. Además, hay muchos heridos de bala, algunos siguen hospitalizados, como el estudiante universitario Gilmer Vergara. O sea, vida y sangre ofrendadas para defender el agua. En esta Guerra del Agua la primera batalla la han ganado la compañía minera y los gobernantes y funcionarios que la defienden. Harta experiencia tienen para ello — el gobierno para emitir normas amañadas y ordenar policías o soldados, y la compañía para hacer tentadores ofrecimientos a los pobladores del entorno de la explotación, dividir comuneros e incluso para comprar dirigentes y medios periodísticos. ¿Qué vendrá luego? Según las últimas noticias otras comunidades, las organizaciones campesinas de sierra y costa de la región Ancash, los trabajadores de otros sectores, los estudiantes (principalmente universitarios) y el pueblo en general, a partir del ejemplo y sacrificio de los comuneros de Cátac, congregan y organizan fuerzas para defender a su laguna madre, pueblo por pueblo, ciudad por ciudad. No solo ya de la compañía minera Centauro, anulando la autorización del gobierno, sino para defender su intangibilidad total como zona de reserva hídrica mediante una paralización general indefinida. Es decir, como el inmenso Amaru mítico comienzan a mover sus músculos de acero. Las vías Pativilca-Huaraz y del Callejón de Huaylas están bloqueadas. De los pueblos de la Cordillera Negra emiten comunicados anunciando bloqueo de la carretera Huaraz-Casma. Igual de los pueblos de Conchucos, al otro lado de la Cordillera Blanca. Al parecer nadie tiene miedo a la muerte para defender la vida. Quizá en cualquier lugar de los bloqueos algunas almas inicien su viaje para dar el alcance al alma heroica de Muñante Cadillo. Al amanecer de este 13 de diciembre de 2010 una noticia de último minuto taladra desde la televisión nacional y radios locales: “El Ministerio de Energía y Minas deja sin efecto la Constancia de Aprobación Automática 068–2010–EM–AAM. La empresa Centauro no podrá continuar con actividad minera alguna en este proyecto y por lo tanto no hay motivo para que continúe la protesta en Ancash. . . .” Guerra de Agua II. Publicado por la U de Texas. Revista Dialogo. Volume 22, Number 1, Spring 2019, pp. 95-103
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El Huayco que te ha de llevar Edgar Alberto Norabuena Figueroa A Juan Norabuena y Simona Yánac, in memorian. …Todo esto parece una vil alucinación donde la verdad no es más que una simple mentira, y qué es la mentira, entonces, sino una simple verdad que se niega; una vida que se abona con la muerte, un río que hunde en las entrañas del mar; todo, cara y sello de una misma moneda… …¿No ves a esos gallinazos rondar nuestra miseria?, han de saber algo que nosotros ya de por sí ignoramos; ¿no les estás oliendo el hedor a muerte que desperdigan sus siniestras plumas cuando aletean?, ¿no oyes graznar de placer a esos maldecidos que ya hasta parecen mirarnos con ganas de saborear nuestros viles despojos?; se te van a podrir las orejas de tanto que ignoras lo que bulle en este raído mundo; ¿por qué no me contestas, Nicasio?, ¿ya no me oyes acaso?, ¿te volviste sordo de pronto?, ¿o yo estoy muda, tal vez?, ¿o acaso estamos muertos, Nicasio?; mira a esos alados desvergonzados, si hasta parece que ya se relamen el pico al vernos tan desventurados en este recoveco de mundo donde nadie ha venido a reclamarnos hasta ahora, ni siquiera nuestro sobrino, Toro Moreno, que ha de estar solazándose en otros rumbos, detrás de las enaguas de alguna mujer, olvidando para siempre a quienes no has podido olvidarlo… Una ráfaga de viento onduló las hojas del platanar espantando unos guacamayos perdidos entre el follaje, los arbustos murmuraron la desdicha de Teófila que hablaba completamente sola, viendo la polvareda del patio levantarse, como almas deformes que se elevan del purgatorio, y cubrir de tierra oscura al cuerpo del gavilán que se agusanaba, tronchado en el esplique, clavado en medio de la tierra sedienta. A lo lejos, una nube oscura pasaba de largo, divisó la cumbre,
Edgar Alberto Norabuena Figueroa. - Natural de Huaraz. Profesional en educación (lengua y literatura) por la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo, donde ejerce la docencia. Ganador de varios concursos literarios. Autor de libros dedicados a la poesía, el cuento y la novela. Reconocido con premios literarios a nivel nacional e internacional.
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todo era verde, curiosamente verde, se maldijo a sí misma y continuó sus pasos sintiendo la ligereza extraña de sus años atascándose entre las piedras del murito de la huerta desde donde intentaba saltar con unas cuantas yucas y camotes recogidos en su raído reboso negro, el rugido de algo intenso se sintió aún más en la boca del viento que parecía provenir de una olla hirviendo pecados funestos. De pronto, sintió que algo dentro de sí comenzaba a arder dolorosamente, ella solo volvió a divisar el horizonte, de aquí para allá, tratando de adivinar dónde se escondía la mirada omnisciente que lo acosaba hasta el fondo de su corazón candente. Entró a la covacha que tenía el techo podrido, lleno de agujeros que dejaban ingresar infinitas lenguas ardientes que abrasaban el piso de la única habitación, …¡nos llevarán los Shapincos si no arreglamos el techo!, ¿me oyes, Nicasio?, ¡arréglame esto antes de largarte a buscar los cuernos del Barroso como tienes dicho desde hace días!..., la voz de la decrépita mujer reptó desde dentro hasta alcanzar a las lagartijas que miraban fijamente a cualquier parte y que al oír los gritos de la anciana, huyeron hacia los matorrales que rezaban el ángelus del mediodía que ya calcinaba todo el valle, …¿me oyes, Nicasio?, ¡nos llevarán los demonios, nos llevarán los shapincos, si sigues allí como si estuvieras jugando al muerto!..., y cuando lo dijo, sintió en su cuerpo un terrible escozor que le penetró hasta lo más profundo de su ser, sintió miedo y vergüenza por la descarga que se le metió hasta donde no debía, enmudeció por un instante. El sol disparaba ráfagas de luz a la covacha que parecía estar a punto de ser tragada por la vegetación que la rodeaba. Desde el umbral de la casucha, el patio ondeaba de calor como la imagen de una temblorosa pesadilla, …¡si no te cubres la cabeza, te va a dar insolación, vas a morir por testarudo!, ¿me oyes, Nicasio Kullu rinri, viejo orejón?..., ahora la voz que parecía provenir de la boca de un cadáver, se oyó un poco lejana y algo agorera, una voz que salía de un cántaro hueco y vacío, oscuro; una voz que no buscaba respuestas, como almas que se elevan del purgatorio hacia ninguna parte del cielo. Iba con un cántaro parchado a acarrear agua del puquial nuevo, a cada paso, sus pies se calcinaban como si estuviese recorriendo un camino de cenizas vivas e hirientes; más allá, el río bramaba como un toro chúkaro Áncash ante el bicentenario
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a punto de pelear, amenazando con desbordarse otra vez, en cuanto llegue la mangada de la tarde; se agachó para llenar agua cuando, inesperadamente, una terrible bulla celestial lo hizo estremecerse por completo, …¡castigo de Dios, castigo de Dios!..., pensó y gritó de súbito, levantó la cabeza con temor, oscilando entre los dos mundos que de pronto, inexplicablemente, se le confundían en uno solo; una bandada de loros chillones colmó de verde, el cielo despejado del cual colgaba un sol insanamente abrasador. …¡Malaya, el maizal; mayala, el maizal!..., corrió con su viejo cántaro lleno de frescura efímera para espantar a los loros que ya desgajaban las tiernas mazorcas que se iban llenando dentro de las pancas, entre una batahola de chillidos y alas revueltas entre las hojas. Luego de espantarlos entre chillidos y un sobrero viejo que se agitaba incesantemente, derribando matas de maíz y cazando plumas abandonadas, se encaminó a la casucha, ofuscada, hirviendo en maldiciones, saliéndosele sapos por la boca y culebras por todos sus agujeros, viendo el camino temblequear de calor como si estuviese enfermo de las fiebres de la terciana; a lo lejos, el paisaje también parecía bailar, sacudirse con la calentura del mediodía, …¡aquí hace tanto calor como en el mismito culo del infierno!..., murmuró para sí, terriblemente ofuscada, mientras el hilillo endeble del agua que chorreaba del cántaro, iba desapareciendo tragado por los labios polvorientos de la tierra caliente; las horas parecían rasguñar las hojas de los arbustos haciéndolas marchitar, sus sandalias sedientas de sosiego tropezaron otra vez con el polvo encendido del camino, …¡Uno puede estar muerto, y no se daría cuenta porque así nomás el infierno quema a los olvidados de Dios!..., volvió a refunfuñar mientras sentía renovársele la cólera al volver a ver su desvencijada casucha a lo lejos, temblando en una febril reverberación. Esa vez del huayco también vinieron estos malditos loros, seguro son malagüelos, aves de mala seña que envolvieron con una verde nube de chillidos y lóbregos aleteos a todo el pueblo. Esa vez, todos habíamos enterrado a su Filli, y borracho, él también había querido tirarse al río en un instante de soledad y locura, felizmente mi taytita lo salvó, ¡qué vas a hacer, Nicasio, cómo ya, pues, te vas a matar, eso es ofender a Dios!, diciendo, mientras lo arrastraba a la ribera como a un espantapájaros mojado que el río intentaba tragar, lloraba como el cielo de marzo, chillaba como niño destetado, sollozaba como huérfano en este mundo, ¿tanto ya se habrían tenido afición?, me preguntaba al verlo en esa laya mientras él seguía gritando casi desde el otro mundo, ¡quiero irme con Áncash ante el bicentenario
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ella, quiero irme con ella, déjame, taytita, déjame ir con ella, déjame taytita, que yo sin ella, ya no tengo remedio, taytita, ya no tengo vida sin ella!; desde entonces, vivía con nosotros porque desde pequeño nomás ya no tenía a sus taytitas que se habían muerto dizque en un sismo que ocurrió en un pueblo lejano de la sierra cuando fueron a la fiesta de un tal Tayta Mayo, dicen que en esa desgracia hubo un terremoto que sepultó a todo el pueblo grande y también un aluvión que cubrió a otro pueblo de lodo y piedras, sus taytitas murieron allí, en esa desgracia que Dios nos manda a nosotros, los pobres. En esa desgracia que levantó una inmensa nube de polvareda que oscureció muchos días toda la zona, Nicasio perdió su primera y gran felicidad, sus taytas. En esos días, una verde bandada de loros, como una maldición, sobrevoló chillona sobre nuestras cabañas y desnudó nuestros árboles frutales y maizales entre un alboroto de chillidos animales y gritos de los hombres por espantarlos. Cuando por fin logramos echar a esos loros de nuestras querencias, como si bocas infinitas, como si millones de langostas, como si todas las bocas de Dios hubiesen pasado por estos lares; todo, absolutamente todo había sido devorado por esas verdes avecillas del más allá. Fue para marzo cuando arreciaron las lluvias, una tupida mangada lavó los techos de las cabañas y los riachuelos que no paraban de crecer, se formaban por todas partes como súbitas venas abiertas en la negra tierra, y que llevaban agua, lodo, piedras, arbustos y algunos animalitos en su afiebrada correntada. Esa tarde mi taytita no llegaba y Nicasio, más por mi preocupación que por la suya, fue a buscarlo por las sementeras, poco después, lo encontró atrapado en la chacra que se había derrumbado, enfangado junto con las yuntas, ¡sálvame Nicacho, ayúdame pues, hijito, como esa vez lo hice contigo!, dicen que le gritó con voz que subía por el fango pidiendo consuelo y perdón a la vez; al principio no quería ayudarlo, le guardaba rencor por haberlo salvado, por haberlo sacado de la anhelada boca de la muerte, se quedó mirándolo largo rato, mientras mi taytita suplicaba, bajo la lluvia que arreciaba entre truenos que parecían azotar a la tierra por algún pecado cometido, ¡perdóname, pues, hijito, yo quería ser buen cristiano contigo!, le gritó comprendiendo lo que le pasaba. Después de mucho penar, y con la ayuda de todo el pueblo que fue noticiado por Nicasio, mi taytita logró salvarse, cargadito su yugo de molle, pero Áncash ante el bicentenario
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nuestras yuntas se fueron mugiendo lamentos y despedidas entre el rugir intenso del río que se los tragaba sin piedad alguna, ¡muuu, muuu, muuu!, y mi taytia, ¡adiosito pues, Yanaco, Lichico, adiosito pues, taytitas!, llorando se despedía de ellos, viéndolos ahogarse en esa correntada turbia y mortal. Esa vez del huayco que se llevó gran parte de nuestras sementeras y todas nuestras yuntas, él y yo ya andábamos echándonos ojitos dulces, yo sé que no se había olvidado de su Filli, pero seguro yo le serviría de consuelo y como andaba aficionado de él, no me importó servirle de pañuelo, al pobre; en esos días nomás, se fue a la mina de Yuramarca, y esa vez, yo misma le acompañé, ¡quién te va a cocinar, Nicachito, quién te va a atender, mujer necesitarás para que te lave y cuide!, diciendo. Mi taytita, al principio, se enojó muchísimo, ¡cómo ya pues, Teófila, cómo te vas a ir con un hombre sin matrimoniarte siquiera, Diosito nos va a castigar!, pero seguro al verme la harta afición en los ojos, dándome su bendición, me dejó ir una mañanita mientras todo el pueblo aún se desperezaba de sus pesadillas; subimos a la sierra de Sihuas, por Pasacancha, y luego bajamos al Cañón del Pato por una serpenteante ruta orillada por abismos inmensos, ¡no mires abajo, te puede jalar algún alma aburrida!, me advertía mientras caminaba, siempre chaqchando su coquita, seguramente preguntándole sobre su destino, sobre su suerte en la mina; y una vez allí, para comprarle las yuntas a mi taytita, nos quedamos seis meses y hasta más, porque cuando volvimos a casa, donde nos esperaba con harta melancolía, ya estaba a punto de dar a luz a mi Gumicho, al verme así barrigona, mi taytita harto se contentó, y hasta lloró de la pura alegría, ¡así no moriré nunca!, decía emocionado, ¡que me lleve el huayco, ahora sí, don Mateo Pumaricra por fin vivirá en su nieto, en su willka! Desde entonces, nos arrejuntamos como marido y mujer, primerito en la cabaña de mi taytita, luego sería en nuestra propia cabaña. Construíamos nuestra cabañita, cuando mi padre, de camino a los yucales, fue picado por una serpiente que había encontrado apareándose entre un ovillo de colas y cabezas, junto con otras que afiebradas por el impulso del apareamiento, no le dieron tiempo para escapar; habría caminado sin percatarse del peligro, habría caminado pensando en su nieto, mirando casi mirar, caminando como en sueños, como cuando uno camina enamorado y no se da cuenta por dónde pone los pies, cuando coronó la cuestita del camino, se los habría encontrado, a pocos centímetros de sus pies, ovillados, rodando de aquí para allá como una pelota viva, como un inmenso corazón latiente, como la cabeza de una Áncash ante el bicentenario
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abominable medusa, con muchos ojos y con muchas venenosas bocas; no tuvo tiempo de reaccionar, uno de los machos furiosos le mordió en el cuello sin que siquiera pudiera gritar por su vida o pensar en el perdón de su pecados, como todo buen cristiano antes de morir. … Como castigo de Dios el huayco cada marzo arrasa con el valle, trae muerte para dejar vida, trae lodo para abonar la sementera, se lleva a los que ya se olvidaron de los apus, se lleva la semilla podrida para que germine la semilla que siempre debió florecer… Nosotros lo encontramos por la noche, echando blanca espuma por la boca y con la piel totalmente morada y azul, frío como las noches de invierno y duro como las piedras que arrastraba el río esa noche de lluvias. Esos días, era otro marzo más y se vinieron los huaycos nacidos en las cordilleras que barrieron todas las sementeras de yuca y camote, árboles añosos que no pensábamos que irían a sucumbir, levantados como simples carricitos fueron llevados por la correntada, entre gritos desesperados y agónicos de la gente que no se acostumbraba a los huaycos de todos los años, y que veía en cada uno de ellos, al primer huayco de sus vidas, al huayco que podría llevarlos hasta la puerta del infierno. …¡Cuídate del huayco que te ha de llevar!, amenazaban las ancianas a los que no querían ayudarlos, y es que antes la gente se ayudaba uno al otro, ¡allí viene el huayco que te ha de llevar!, las madres asustaban a los niños que no querían hacer los mandados, ¡te va llevar el huayco de marzo!, le gritaban, y los niños corrían a los mandados; ¡que te lleve el huayco!, le decía la comadre al compadre que no quería pagarle alguna deuda, y es que antes esas cosas no pasaban. ¡Es culpa del tayta cura que engaña a la gente!, murmuraban algunos; ¡que el huayco te coja así de borracho y te despiertes en el infierno!, le gritaban las iracundas mujeres a sus maridos que se tambaleaban por efecto del sagrado cañazo, y éstos, asustados por el designio, se metían calladitos a sus cabañas, como si hubieran sido descubiertos en las más perversas de sus infidelidades, se arrodillaban a rezar ante el crucifijo que el tayta cura les había obligado a comprar a todos los del pueblo; ¡cuídense del huayco que los ha de llevar, del huayco que te ha de llevar a ti, a ti, a ti –señalaba a todos-, que los ha de llevar a todos!, el cura gritaba iracundo en plena iglesia y todo el pueblo se sentía más pecador que antes. ¡Olvídense de sus paganas creencias, Dios ha llegado por fin para salvarlos de todo mal!, diciendo, se arrodillaba ante la Áncash ante el bicentenario
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cruz; ¡el huayco que te ha de llevar, el huayco que te ha de llevar!, esas palabras parecían rodar por todos los caminos del pueblo, parecían crecer con la maleza del monte, con la correntada misma, parecían caminar, y sus pasos se sentían en las noches en que los truenos de la tormenta armonizaban la infernal orquesta del mal tiempo; parecían reptar junto a la sombra de las serpientes, ¡el huayco que te ha de llevar, el huayco que te ha de llevar!, y los obligaron a olvidarse de su río, del sagrado río de sus destinos… Esa vez del huayco, esa vez que mi taytita murió, nos casamos aprovechando que el cura había llegado para inaugurar la iglesia nueva, porque la antigua, también había sido arrasada por un huayco; ¡para que el alma de mi taytita no se queme en el infierno, debemos casarnos, don Nicasio!, le convencí al viejo terco que ahora ni caso me hace tirado allí, en medio del patio como el trasto viejo que es. ¡Ya pues!, diciendo, como desganado, se puso lo mejor de su ropa y nos fuimos a la misa y sin fiestita ni nada, apuradito el tayta cura nos matrimonió para que mi padre no se queme en un infierno como éste. ¡Al menos, espanta a los loros, don Nicasio, está bien que estés como muerto, pero aquí todos tenemos la obligación de sostenernos la vida!, gritó con furia y sus palabras viajaron incendiando el aire, como un invisible fuego, el viejo Nicasio seguía en el mismo lugar donde lo había dejado, imperturbable e inmóvil, miraba el sendero más allá de las cumbres que rodeaban el angosto valle, más allá del cielo, miraba y no lo hacía con esos ojos que parecían fríamente abiertos, sin sentimientos ni emociones, abiertos como su boca por donde ya le entraban y le salían los moscones de la muerte, qinrish azules, zumbando alegres por la carne fresca, hacían bulla en esa boca que parecía querer gritar algún ¡auxilio, ayúdenme, mi mujer, mi mujercita ha muerto, ha muerto, caray!, pero ya solo miraba y parecía hacerlo con los pensamientos, ¡por qué nadie me oye, nadie me ayuda, Dios, Dios, por qué ya pues jodes tanto!, parecían decir sus ojos helados. ¡Como sigas callado, viejo necio, vendré a darte un palazo para que aprendas a moverte!, mas él seguía inconmovible, ¡qué te pasa, Nicasio, ¿tan pronto se te ha podrido la lengua?, ¿por qué no me contestas, acaso no eres tan macho como para contestar a tu mujer?, la furibunda voz reptó hasta taladrar un oído lejano y sordo que no sintió las puñaladas de esas palabras. El viento lamió la tierra con intensidad, el raído pañolón puesto Áncash ante el bicentenario
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a secar desde hace días ondeaba, a punto de caerse, como una negra bandera de la victoriosa muerte, estaba justo frente a él, que pensaba, ¡qué se va a caer, por aquí hasta Dios ya no sopla, por aquí Dios ya no tiene cabida porque esto es tierra de Shapincos, tierra de demonios nomás, tierra de infieles!, y de pronto, la tierra se le llenó por completo en los ojos como un puñado de respuestas que él no logró entender, ¡aquí Dios solo aparece para joder!, sollozó con una voz ausente. ¡Pronto vendrá la mangada y no tenemos leña, ¿me oyes?, ¡no hay leña don Nicash, aquí también se come, aquí también se vive!, la socarrona e hiriente voz de la mujer invadió el patio reptando hacia la inmutable sombra del viejo que estaba ensimismado, habitando otro mundo. Un viento fuerte volvió a remecer las matas de plátano, el sombrero pareció desprenderse de su cabeza cana, ella lo miraba, se alegraba, rezaba para que el viento le arrebate el sombrero y Nicasio se viera obligado a levantarse, a caminar, a demostrar que no está muerto; ¡Virgen María, dale al viento fuerza y puntería!, pidió desconsolada, conteniendo una risa de satisfacción; pero no, el viento solo lamió el sombrero con vehemencia y lo dejó sobre las canas del viejo Nicasio que seguía viendo el sendero que se cubría de negras nubes, unas se asomaban desde detrás de las cumbres, parecían almas con las manos extendidas buscando el perdón de alguien, otras parecían caballos en pleno trote, algunas grises ganaban en velocidad a otras blancas, y de pronto, un relincho lejano que corroboraba que en realidad eran caballos de voluble imagen, y otro relincho más, y otro, mientras la vieja Teófila se apuraba en recoger las pocas astillas que quedaban a un costado del patio …¡Viejo desgraciado, ya falta poco para que comiences a pagar por todos tus pecados tú también, y allí quiero verte tan tranquilo y despreocupado como ahora, cuando te sumerjan a la olla de aceite hirviendo, cuando te cuelguen de los huevos, como dicen que los shapincos hacen con los viejos como tú, allí quiero verte también tan tranquillo y callado como ahora, cuando te saquen las entrañas y te sequen la sangre sobre un tostador!... El viejo Nicasio ya no ve caballos, ahora es una imagen que no logra reconocer, es un ser con los brazos inmensamente grandes que invitan al abrazo, los carrillos hinchados soplan un viento fuerte que hace rugir las ramas de los árboles, cree sentir que caen algunas prematuras gotas que anuncian la mangada, pero no, es el viento que otra vez le quiere quitar el sombrero, ¡Ave María, dale al viento fuerza y puntería!, vuelve a decir ella, agachada, recogiendo astillas, viéndolo de reojo, ¡San José Obrero, el Áncash ante el bicentenario
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peso para no ser llevado por el viento, dale a mi sombrero!, reza él para que no se lo arrebate, …¡viejo canijo, viejo de mierda, acuérdate nomás que ahora no me estás sirviendo para nada, acuérdate nomás, acuérdate nomás... !, y otra vez, el viejo Nicasio se enfrasca en el pensamiento de que el viento no debe arrebatarle el sombrero, sabe que si lo hace, él no se levantará, no lo hará, lo dejará correr por el patio como a un cuy asustadizo, elevarse como un negro y grasiento gavilán, rodar hasta donde lo lleve el invisible brazo del viento, no se levantará para recogerlo, y tal vez, por alguna misteriosa piedad, el viento mismo sea el que lo devuelva nuevamente sobre su cana cabeza. Ahora la figura del gran hombre ha cambiado, en estos momentos es una mujer, los labios entrompados parecen buscar un beso olvidado, tal vez extraviado, tal vez un beso truncado por algún huayco, por alguna prohibición, su cabellera voluble y alborotada le recuerdan de pronto a Filli, a la única aventura amorosa de su vida, la única mujer que amó con intensidad de huayco de marzo, sería para la fiesta de carnaval, pensó, sí, para la fiesta de carnaval, recordó. Ocurrió después del Cortamonte en el pueblo, iba ya un poco libado de tanto masato y chicha cuando la vi volver a su cabañita, estaba sola y aproveché para conversarle bonito, en medio del camino, ella me miraba asustadita con sus ojitos chinitos muy dulces, parecían dos choloquitos encendidos, lunas negras, ¡uaaa, Nicachito, qué cosas hablas!, me decía casi con sorpresa mientras nos escondíamos en una casuchita abandonada, ¡harta afición te tengo pues, Fillicita!, le decía con voz temblorosa, poniéndole mi corazón entre sus senitos, para que también sintiera mis latidos, mis manos sudaban, mis rodillas parecían ceder al peso de mi cuerpo, respiraba agitado, nunca antes había sentido la afición por una mujer meterse así en uno, hasta estremecer los huesos y punzar como navaja caliente el estómago, ¡uaaa, Nicachito, yo también pues, harto cariñito te tengo!, me contestó cuando ya estaba a punto de desplomarme del vértigo. Resucité con sus palabras, se me agolpó el corazón más y más, más y más; y esa nochecita bajo la lunita lunerita cascabelerita, como decíamos en la escuelita, la besé casi mordiéndole los labios, es que, no sabía cómo se besaba para entonces, al sentirnos tan cerca el uno al otro, nos sonreímos, nuestras manos se buscaron y al entrelazarse, se entrelazaron también nuestras vidas que debieron haber acabado también el mismo día en que se fue, pero ella decidió que debía sufrir en este mundo por alguna razón que hasta ahora no he logrado Áncash ante el bicentenario
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entender; desde esa tardecita siempre nos buscábamos detrasito de las matas de plátano y yuca que había en la huerta de su casa, ella se escapaba …¡Nicasio, ya viene la mangada, viejo necio, te vas a morir como kuchi kanka con un rayo, viejo sin valor, ven a la cabaña y ayúdame a tapar las goteras de este infierno que también es tuyo!... mientras sus taytitas dormían, y allí podía yo embriagarme con su aroma de camotito wambacho mientras cogía sus pechitos que parecían dos caracolitos medianos e indefensos, duritos como pepinitos por madurar, agarraba emocionado sus yuquitas de piernas y besaba con desesperación de enamorado primerizo sus labios de mayro, dulce y harinoso, todo en ella era fruta, fruta frutita que saboreaba a la luz de la luna y las luciérnagas, fruta frutita que no me cansaba de saborear mientras ella me besaba con harto furor; después de gozar, nos tendíamos exhaustos y suspirábamos satisfechos viendo a las estrellas intensamente brillantes y libres como anhelábamos ser con nuestro amor, las contábamos, les poníamos nombres a las que no conocíamos, ella sonreía con la inocencia de sus trece añitos, mientras, fruta frutita, se hacía mujer en mis manos; meses después todo, terminaría. …¡Nicasio, ya viene la mangada, viejo mula, te va a caer un rayo si no vienes a la cabaña, Dios te va a castigar si no me ayudas con esta cruz que también es tuya, Nicasio, acuérdate ahora mismo que yo también fui tu mujer y que nos merecemos este infierno que se llena de mala lluvia!... Embarazada, me esperó muy contenta, detrasito de la matita de plátano donde siempre solíamos comenzar con nuestras citas, ella me abrazó en cuanto llegué, me besó y vi otra vez sus ojitos chinitos brillar como negras lunitas gemelas, y oí su ¡uaaaa, Nicachito, vas a ser taytita pues, porque te voy a dar un wamrino, un Nicachito chiquititito o una Fillicita bien bonita como yo, pues!, no supe cómo reaccionar, me alegré de alma y mi corazón saltó en mi pecho como aquella noche de la primera vez, ¡un hijo, un wamrino, caray, esto es bendición de Dios!, exclamé emocionado, la estreché aún más contra mi cuerpo y rodamos alegres por los surcos de camote recién plantados, con la dicha acompañándonos, esa noche la completamos, como ella decía, ¡hay que terminarle la puntita de la orejita, Nicachito, hay que completarle los labios y el pelo ahoritita mismo, no quiero que mi wamrino nazca incompleto!, sonriendo, mostrándome sus senos que ya habían crecido desde la primera vez que los mordí con pasión, desnudando ese cuerpo que no me cansaba de recorrer palmo a palmo, esa vez soñamos no solo con un hijo, sino con muchos, muchísimos hijos, una casa y varios ganados, una chacra al lado del río y un perro para mascota de los hijos; esa vez soñamos algo que jamás tendríamos. Áncash ante el bicentenario
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Al día siguiente, fui a la casucha de don Crisanto Romero, viejo tosco que al escuchar mi pedido de mano, no me hizo caso porque quería que su hija se case con el Crisóstomo que había vuelto de Chimbote con mucha plata, y que ya la estaba rondando mañosamente; esa mañana, me marché en silencio pensando volver al día siguiente y definir la situación de una vez por todas, estaba decidido a formar familia con ella y mi hijito, mi wamrino, ¡o me la da a la buena o me la da a la mala, pero ella se va conmigo!, refunfuñé colérico en el camino mientras veía formarse la tormenta en el cielo azul que cada vez se ennegrecía sin remedio alguno. Esa noche cayó una tormenta feroz que duró hasta el mediodía del día siguiente con unos huaycos que arrasaron la vieja cabaña del tayta Agustín quien luego de ver cómo el lodo y las aguas se devoraron su huertita y sus pocos animalitos, se fue derechito a la iglesia nueva gritando obscenidades, ¡Dios jijunagranflauta, solo sirves para hacer pedir diezmos y jodernos la vida, solo sirves para hacernos gastar en tu fiesta y jodernos cada marzo, solo sirves para que el río, que es más poderoso que tú, nos haga recordar que lo hemos olvidado por tu culpa!, y sin arrodillarse ni santiguarse, y ni nada de nada, le recriminó su desgracia al Cristo de yeso que colgaba obscenamente desnudo en una cruz de madera, al no escuchar respuesta de la imagen, quiso destrozarlo en un arranque de ira, pero el teniente gobernador que ya lo había visto entrar con furia, lo detuvo justo en el instante en que cogía con sus nudosas manos, los pies del Santo Crucificado que parecía pedir ayuda con esos ojos que inspiran piedad y todo sentimiento plañidero, para no ser despedazado por el iracundo cristiano que lo había sorprendido en uno de sus sueños supremos. ¡Agustín, carajo, qué vas a hacer!, le asestó la chonta sobre su cabeza. ¡Mira pues, tayta, mis ganados, mi casa, todo, todo se ha llevado el río, él es Dios, está molesto porque hace tiempo no le llevamos ofrenda como nuestros taytas hacían, todo por culpa del cura que nos trae nomás dioses muriéndose que solo nos hacen llorar, que solo nos hacen sentir más huérfanos y miserables!, ¡qué dices, demonio, carajo, vuelve a tu casa!, ¡ya no tengo casa!, ¡anda al Local comunal, Agustín, mañana llamaré faena para construirte una nueva cabaña, ya verás, mañana será otro día!, esa noche, ni Cristo mismo se olvidaría que estuvo a punto de ser demolido por la desesperación de uno de sus feligreses. Mientras afuera, un fuerte trueno le arrancaba los sueños a todos los campesinos. Sí, esa vez llovió como si alguien se hubiera caído al río, Áncash ante el bicentenario
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porque, a veces, así llueve de tristeza, por el alma del ahogado, como pago por el cuerpo del cristiano devorado por el río siempre hambriento y dispuesto a tragarse todo lo que se le acercara a sus orillas lodosas y traicioneras. …!Agustín, Agustín!, ¿por qué me has ofendido?, ¿por qué te has querido igualar a mí, y has puesto tus manos en mis pies con la intención de destrozarme, acaso no sabes que estoy más allá de esa imagen de yeso, acaso no sabes que yo controlo el río y los huaycos y todo el mundo que te rodea? Si es así, Inriquito, tayta Inriquito, dime por qué tanto ya castigas a tu prójimo, si diezmo y misas te hacemos, si a tayta cura como a ti mismito tratamos, si por ti hasta al río hemos olvidado. ¡Agustín, Agustín, no me faltes al respeto, hijo, yo soy tu Dios. Dios, Dios, Dios que muere, Dios que llora, Dios que pide diezmo nomás… Esa noche, don Agustín se despertó sudando frío, con un ligero temblor en el pecho que le fue invadiendo todo el cuerpo y que poco a poco se intensificó y le sacudió hirviendo en fiebre que, semanas después, lo llevó hasta la presencia de Dios. Se ha muerto porque Dios lo ha castigado, decían, y nosotros, no sabíamos quién había sido… Al día siguiente, cuando llegué a la casa de mi adorada Filli, solo encontré al viejo Lucas, tullido como es, sentado sobre un poyo de piedra con un matecito de yuca sancochada en la mano. Le pregunté por ella, y con una voz casi inaudible, me dijo que todos se habían ido a buscarla, ni bien escuché eso, ¡trazzz!, se me electrocutó el cuerpo desde la cabeza hasta terminar en una punzada intensa en los testículos, ¡se han ido a buscar a la Feliciana que se ha tirado al río de pura cólera porque su tayta Crisanto, hijo del demonio, supaypa wawan, la quería obligar a casarse con el Crisóstomo que vino ayer por la tardecita con un par de botellas de aguardiente para comprar la mano de tu Filli!, al escuchar al tullido don Lucas, en ese preciso instante, yo tal vez morí. …¡Nicasio, viejo necio!, ¿acaso piensas ahogarte en la mangada?, ¡ven para que te lleves tu poncho, ven y llévate tu poncho para que no digas luego que yo soy una mala mujer, para que no digas que yo te adelanté el infierno con mi presencia!... Ahora la imagen se desfigura, ya no es la mujer que amé, ni es el caballo de hace rato, ¿es o no es?, ahora se parece a mi torito Barroso, esa nube gris que va repuntando a todos los que se asoman por la cumbre que lleva a la Cordillera Blanca, esa nube gris robusta y con Áncash ante el bicentenario
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unos cuernos como brazos, esa nube bien espesita, se parece a mi torito Barroso, claro, es mi torito Barroso, Barroso Barrosito, ahora lo recuerdo, …¡Nicasio, viejo necio, el huayco te va a llevar como sigas sin hacerme caso, el huayco te va a llevar por ser un cristiano muy malo conmigo, ven a refugiarte en este pedazo de purgatorio!... cuando lo vi, me emocioné con él, y rogándole al carnicero del pueblo, hice un trato con él, lo cambiaria con unas chacras que había abierto junto al río y unas monedas más que prometí pagar cuanto antes; cuando llegué a casa, agarradito mi torete, Gumicho saltó enloqueciendo en carcajadas por la dicha, se encariñó con él rápidamente, en esos días nomás tuve que irme a las minas de carbón de piedra, tuve que ir por Sihuas hasta Yuramarca, otra vez, para reunir los treinta soles que me pidió don Santiago para completar el precio del Barroso, ¡Te lo doy en ganga, don Nicasio, así nomás no hago negocio como contigo! Después de tres meses de ausencia, volví comprándole regalos a mi mujercita y a mi hijito, nueva tela para las faldas y nuevo sombrero para que lo prose en la fiesta de San Juan y para Gumicho, un sombrerito de pana y un cachorrito de raza que me vendió el ingeniero de la mina, dizque de raza labrador, ¡llévatelo a veinte soles, cholito, es un perro que vale más que una docena de carneros!, me convidó, y yo, harto convencido de comprarle algo costoso a mi hijito, le llevé el cachorrito crema de orejitas medianas. Cuando volví, …¡Nicasio, ya viene la mangada, viejo terco qué te pasa que no quieres entrar a la cabaña, acaso no puedes arrastrar tú solito la pestilencia de tu cuerpo hasta aquí!... Barroso estaba ya grande, Gumicho lo había amansado tanto que hasta doblaba las patas delanteras para cargarlo sobre su robusta nuca y así iba por todos lados, montado sobre el noble animal, los demás toros de la yuntada dormían a la intemperie, en el corral, pero el Barroso tenía su propia cabaña, su propio pasto, todas las tardes Gumicho se encargaba de él, sus ojazos de espejo negro relumbraban como una luna eclipsada, sus astas abiertas parecían dos brazos a punto del saludo y su naricita que exhalaba un aroma a hierbas frescas era siempre mojadita como labios recién besados, Gumicho ya no usaba peine, iba por las mañanas donde el barroso que rumiaba no sé qué pensamientos y se agachaba delante de él quien le lamía con la pericia de un padre, aquí, allá y listo, bien peinado para dos o tres días, su madre y yo nos reíamos al verlo en esas trazas, estábamos a gusto con el Barroso que también era buena yunta, no le gustaba el chicote, a él no lo castigaba, más bien, arrastraba a la pareja como si se preocupara de terminar la faena cuanto antes y poder disfrutar de los cuidados de Gumicho. …¡Viejo mancarrón, ven a la cabaña que ya va a venir el huayco, Áncash ante el bicentenario
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el huayco que te ha llevar, ya viene el huayco que te ha de llevar, sálvate Nicacho, sálvate si puedes!.. Una tarde, después de la faena, Gumicho se fue a darle agua a las yuntas, era tiempo de frutas, los maizales estaban en su punto, llenos de color y todo tenía un aroma de lúcumos, plátanos, chirimoyos y papayas maduritas, Gumicho, como niño curioso que era, se acercó a unos arbustos que se movían misteriosamente y encontró al viudo don Sísmodes Cajahuaringa y a Eusebia, la quinceañera del pueblo, bien ensartaditos dentro del follaje. Al principio, Gumichito se habría asustado, cogiendo un palo largo, y siempre jalando a su amiguito Barroso, se habría acercado hacia el arbusto donde algo bullía, pensaría seguro que era alguna fiera comiéndose algún animalito del pueblo porque oía gemidos como de carnero sollozante, y ¡zaz!, cuando abrió las ramas de par en par, don Sísmodes Cajahuaringa tenía levantadas las piernas de su hijita que lloraba agitada debajo del cuerpo de su padre. Después, no sé qué pasaría, Gumicho corrió dejando a su Barroso, y don Sísmodes Cajahuaringa, correa en mano, trataba de alcanzarlo. En eso, el Barroso se habría dado cuenta de que su amigo estaba en peligro y mugiendo como si de su boca salieran los mismos truenos de marzo, corrió derechito hacia don Sísmodes Cajahuaringa que ya alcanzaba al Gumicho que lloraba desesperado, corrió hacia él y cuando lo tuvo delante, lo levantó con sus dos enormes cuernos, como un saco de papas que luego dejó caer desde lo alto, al verse a salvo, Gumicho se abrazó del cuello del Barroso quien se puso el posición de defensa ante el cuerpo maltratado de don Sísmodes Cajahuaringa que aún no lograba entender qué es lo que le había pasado. Esa misma nochecita, don Sísmodes Cajahuaringa y su hija desaparecieron, cuando el pueblo entró sin avisar a su cabaña, la madrugada siguiente, no lo encontramos y nos quedamos con las ganas de ajusticiar al desnaturalizado padre, ¡ranya, malagüero, por eso hay tanto huaycos!, diciendo quisimos ajusticiarlo para estar en paz con el río. Dos meses después también sucedería algo increíble que nos hizo querer harto al Barroso, pastando por esas querencias de Dios, Gumicho se encontró con un puma hambriento, sus ojos infernales le impidieron que escapara, y el pobre se quedó paralizado, el puma rugió satisfecho, estaba a punto de desangrar al niño cuando una cornada, como la mano sabia de un protector Dios, lo atravesó por completo, dejándolo sin vida al instante, esa tarde, yo chaqchaba tranquilamente bajo el dintel de mi Áncash ante el bicentenario
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cabaña cuando los vi llegar, Gumicho aún estaba asustado, pero Barroso, estaba como fastidiado porque el cuerpo del puma atravesado se le había quedado como un yugo entre sus cuernos, al comprenderlo todo, corrí hacia mi Gumicho, lo abracé llorando, y tranquilizándolo, al Barroso logré sacarle el cuerpo desangrado del puma y arrojarlo donde los perros terminaron de hacer hilachas de carne con sus despojos, cuando lo vi así, hecho piltrafas, ¡trazzz!, sentí que me electrocutaba, Puma también es Dios, pensé abrazándome a Gumicho. Desde entonces, comprendí que el Barroso era más que un animal, era el amigo inseparable de mi Gumicho, era un Dios protector metido en el cuerpo de un imponente toro. Habría sido para marzo, creo que fue para esa fecha, Gumicho salió a dar agua a los toros, montado en el Barroso y también acompañado por el labrador que le seguía a todas partes; eran tiempos de harta lluvia, el cielo ya se había armado para la tormenta y el río estaba muy crecido y traicionero. ¡Cuando veas que la lluvia se arma, corre a la cabaña, Gumicho, en estos tiempos el río es traicionero!, le dije tratando de aquietar una corazonada, ¡Barroso siempre me salva, taytita!, me dijo abrazándose a su noble amigo, y Barroso, que parecía decirme, ¡no te preocupes, don Nicasio, yo cuidaré a mi amigo!, me miró con esos ojazos de vidrio negro, siempre luminosos y misteriosos, ¡cuídalo mucho, Barroso!, le dije, y él, bajando la cabeza pareció haberme entendido haciéndome un gesto de asentimiento. Los toros estaban refrescándose cuando la tormenta cayó a cántaros rotos entre rayos que partían árboles a los alrededores y los truenos que rajaban constantemente al cielo oscurecido repentinamente; poco después, la correntada terminó por vencer la lomita que nos servía de defensa para cuidar nuestro puquial, algunos toros lograron arrimarse a tiempo, pero el Barroso y mi Gumicho fueron sorprendidos por la corriente que se los llevó entre un remolino de piedras, ramas y animales ahogados, en la cabaña, sentimos el rugir de la tierra cuando es vencida por el agua, el pensamiento nos trajo la imagen de Gumicho, ¡carajo, ojalá que estén bien!, grité levantándome del poyo, de pronto se apareció el perro empapado de barro, ladrando desesperadamente, ¡Gumicho, nuestro Gumicho!, gritó su madre llevándose las manos a su boca abierta por la sorpresa. Corrimos hacia el manantial, pero ya no existía, todo era un remolino de aguas hambrientas de tierra y más vida, corrimos río abajo tratando de hallar a nuestro hijo, su mamá lloraba mientras tropezaba a mi lado entre el rugir de las aguas y el temblor de la tierra Áncash ante el bicentenario
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que por un momento ignoramos; yo solo quería que Gumicho estuviera con vida y no sé por qué pensaba que Barroso tenía la obligación de salvarlo, son tal para cual, pensé cuando como en un sueño, los vi. El Barroso trataba de flotar en medio del remolino de agua, llevaba a Gumicho atenazado a su nuca como una gran garrapata, luchaba por llegar a la ribera, el agua se lo llevaba y el Barroso se impulsaba con todo su peso para no ser arrastrado, ¡sálvense, Barrosito, sálvense, sálvense!, grité desesperado, pero el rugir del río se tragaba también mis palabras, cuando por fin se acercó a la orilla, luego de vencer la correntada, Gumicho saltó a la tierra que temblaba a punto de ser devorado por el río, corrió hacia una lomada entre árboles que eran arrancados desde la raíz, pero el Barroso era demasiado pesado, el lodo de la ribera no lo dejaba salir, ¡sálvate, Barrosito, sálvate Barrosito!, no podía sostenerse sobre la tierra suelta, la correntada lo alejaba y otra vez trataba de salir, con todas sus fuerzas, ¡que no te venza, Barrosito, que no te venza el huayco, sálvate Barrosito, no dejes solito a tu Gumicho!, le imploraba a gritos, ya estaba en la ribera a punto de salvarse, Gumicho también lo llamaba desde arriba, ¡Barroso, Barrosito, torito amigo, torito amigo, no te rindas, no te rindas, Barrosito!, el toro pareció verlo por última vez, sus ojazos de negro espejo alumbraron hasta donde estaba viéndolos, completamente paralizado, ...¡Nicasio, ya está comenzando a caer agua!, ¿no ves que cae con tal furia que hace un hoyo enorme en la tierra?, ¡vas a terminar como zaranda, entra a la cabaña ya, y ayúdame a tapar los huecos de este sufrimiento!... sus pezuñas se aferraron aún más y más en el lodo que parecía tragárselo, ¡Barroso, Barrosito, torito amigo, torito amigo, no te rindas, no te rindas, Barrosito!, el Barroso, pareció despedirse de su gran amigo con sus grandes ojazos de lunas eclipsadas que parecían a punto del llanto, y ¡muuuuuuuu!, ¡muuuuuuuu!, se fue levantando sus astas como dos brazos a punto de envolver todo el cielo, entre una gran confusión de lenguas de agua que lo envolvían, ¡Barroso, Barrosito, torito amigo, torito amigo, no te rindas, no te rindas, Barrosito!, gritó todavía mientras veía a su amigo hundirse y desaparecer completamente, ¡muuuuuuuu!, ¡muuuuuuuu!, Barroso se despidió de él, bramando tan igual como el huayco que se lo llevaba, echando chispas de sus mojadas pupilas, como un Dios que se niega a ser derrotado. Días después, ya no pudimos salvar a Gumicho que ardió en fiebre desde que vio a su gran amigo ser tragado por la crecida del río, lo enterramos en el viejo cementerio del pueblo junto al perro Rumicho, ¡para que se Áncash ante el bicentenario
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acompañen los tres!, diciendo, degollé al animalito que me miraba sin entender mi llanto. Desde esa vez del huayco, ya nada fue igual, mi mujer se fue volviendo estéril, palo seco que pedía que otro huayco se lo llevara, como al Barroso; y yo, solo ojos abiertos y vacíos buscando en el río las huellas de mi hijo y de mi torito Barroso, buscando también que otro huayco se apiade de mi desgraciada existencia, pidiendo que Dios, sea quien fuera, se acuerde de nosotros aunque sea para mandarnos derechito al infierno, que de estas tierras no ha de ser distinto, y de seguro es hasta el mismo cielo con el que tanto soñamos. Ahora la imagen del Barroso se muda a otra, y es el mismo caballo de hace rato que relincha y relincha, y ya no es relincho, no lo es, es el trueno que retumba en el valle, es la mangada que cae con gotas tan grandes como piedras de un derrumbe, es el rayo que alumbra la noche siniestra como una lámpara fugaz, como el rayo que anoche cayó a la casucha mientras comíamos nuestra yuca sancochada, porque como se habrán dado cuenta, yo estoy tirado en el patio, desde ayer, pues salí en vano a pedir ayuda en este lugar donde Dios ya no asoma sus ojos omniscientes y a donde mi sobrino Toro Moreno no ha vuelto ni siquiera a despedirse de nosotros, y allá, en la cabaña, está Teófila, mi esposa, que me llama sin darse cuenta de que tiene un hoyito en la cabeza que le hace oler a chamuscado, ahora la intensa mangada cae, seguramente el río crecerá como que es el mismo Dios en guerra, tratando de lavar la mala simiente de la faz de la tierra; es más, ya siento que el suelo tiembla queriendo escaparse de las fauces del poderoso río, ya siento que los árboles se remecen como si intentaran tirar de sus raíces, queriendo huir del huayco, pero no podrán, no podrán porque ahora siento que mi cabaña se está yendo con la correntada, seguramente deglutido por ese remolino hambriento de vidas que nadie puede evitar, ni la mismita cruz de Inriquito; ahora siento que mi sombrero por fin se despega de mi cabeza y un brazo inmenso de agua me abraza ansiosamente mientras pienso en mi hijo Gumicho, en el Rumicho y en el Barroso que deben estar esperándonos allá, en cualquier remanso de este río que a ti también, estoy seguro, te ha de llevar la próxima vez del huayco, solo espera sin perder la esperanza, al huayco que te ha de llevar. De: El huayco que te ha de llevar (Ornitorrinco, 2007)
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Pablo juytu (cuentos) Ricardo Santos Albornoz Los mashas ¡María! Escúchame, María, quiero hablarte al oído. Me disculparás de esta voz apagada que tengo, Papacuru nomás soy. Tú, también, en polvo nomás te convertiste; quiero recordar nuestras vivencias allá en nuestro pueblo de Mangas. Escúchame, María, voy hablarte como gusano, como Papacuru… Nos conocimos de niños, siendo pequeñitos todavía. Aquel tiempo, brotaban las flores del huaromo reluciendo sus pétalos amarillos cual maíces dulces de Jalcan. Nos conocimos cuando el Atma le entregaba al viento la sonrisa blanca de su flor, parecida a la flor de tu inocencia. Era el fin de la siembra de papas. El inicio de los sembríos de maíz. Era noviembre, del año ni me acuerdo. La efervescencia del Masha. La fiesta costumbrista de nuestro pueblo. El jirujuntay. El rucu y el yanash chamuy. Las orquestas. El churkupakuy. El alcalde y regidor de varas. Los mashas. Las lumtsuyes. Los barrios Allaucay y Cotos. La chicha de jora. La coca, el ron. Las primeras lluvias y otras cosas más, María. Los niños llevaban agua del Puquio al churkupakuy a cambio de panes que brindaba el funcionario. ¡Qué lindo! ¡Qué emocionante! Era, ver al masha, que se escapaba al pueblo de Nanis. Recuerdo que las lumtsuyes, cual bandada de torcazas con sus caritas coloradas y sus cabellos al viento corrían tras el masha en su captura, Al no alcanzarlo, obligadas iban a Nanis. Al siguiente día regresaban danzando con flauta y cajón del tío Hipolo, trayendo con ellos
Ricardo Santos Albornoz. Natural de Mangas, Bolognesi. Estudió para profesor de educación primaria en el Instituto Pedagógico Superior de Chiquián. Después de trabajar en diferentes centros educativos del Áncash, hoy ejerce la docencia en Mangas. Tiene un libro publicado y otro en edición. Como comunicador social dirige en Estéreo Líder, La Voz de Mangas.
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el Waynukuy, que las nanisinas solían brindar en estas ocasiones. Pero al alcanzarlos, la cosa era otra, el masha tenía que cargarlas desde el lugar donde les atrapó hasta llegar a la casa donde se desarrollaba la fiesta. Recordarás, que defendíamos con ahínco cada cual nuestro barrio. Cómo me acuerdo, como ayer nomás, la corrida de toros de aquella fiesta, donde los funcionarios y las personas mayores junto a su visita se hallaban brinda que brinda con la rica chicha de jora que sonriendo burbujas se depositaba en las tazas de los kamachicos. - “¡Qué rica chicha hombre, no me caería mal si me das una más!” - Solía decir don Celestino Saravia y sin duda se servía una más, de esa deliciosa bebida autóctona, preparada con maíz de Kuyra o quien sabe de Shila. Así bajo los acordes de los violines, del arpa y al ritmo de la tinya; entre el tañer de la Mariangola, el coqueteo de la chicha y el ron confundíanse los pobladores de Mangas, distribuidos cada cual en su barrio; llenos de euforia y suspenso bailaban con alegría, orgullo y calor alrededor de la orquesta. Los nunatoros protegidos por la hinchada de cada barrio, salía a la plaza de armas para lidiar entre sí. Recuerdo al Solitario de Arapayock. Como recuerdo también al Invencible de Kéquish. “Brindo por mi torito. Sé que ganará. ¡Arriba Cotos!” – decía don Yachi. Mientras don Bonifacio, conocido como Minco, hacía piruetas con el toro. Entretanto el Invencible de Kéquish era conducido por don Ambrosio Pérez, el otrora Tarzán, secundado por don Honorio Aguado que con su voz a media garganta gritaba: “Solo ustedes están sabiendo el genio de mi torito”. ¡Atrévanse si pueden! ¡Vamos torito! ¡Tú, sí puedes! ¡Abuelo, cuida el toro, no descuides! - le decía al Aukilluy. Los toros acompañados de una multitud salían a la plaza de armas. Unos decían: “De una vez, caramba. Que se saquen la mierda” En cambio otros: “Basta una picadita y ganamos”. Pero el momento no llegaba. En el umbral del atardecer los reflejos del sol agonizaban lentamente y los rayos dorados empalidecían. Eran las cinco de la tarde. Desde el campanario hecho a base de piedra hablaban las campanas, especialmente la Mariangola con su voz potente arrancaba el corazón de Áncash ante el bicentenario
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los cielos. Las comparsas de ambos barrios con sus toros, bailaban muy cerca de las frías piedras de la torre que se engalanaba en silencio por la fiesta que se celebraba como nunca antes, es decir la mejor fiesta de todos los tiempos. Los toros se vieron solos y libres para la pelea. Frente a frente. Los corazones sufrían un suspenso pesado. Cuando estaban a punto de lidiar. Don Timoteo comunero del barrio Cotos jaló la cola del Invencible de Kéquish, toro de Allaucay. Eso fue visto por el tío Cresencio. Allaukino de pura sepa, quien, poniendo su cara para miedo, tan feo como era, se atrevió a tirarle puñetazos a Timuco. Los cotosinos se sumaron a la gresca, produciéndose un desorden total en la plaza de armas. Nadie entendía a nadie. Cada quién buscaba con quien pelear. Patadas por aquí, trompadas por allá. La pelea era de barrio a barrio entre hombres y mujeres, hasta algunos niños se habían sumado a defender la causa de su barrio. ¡El gobernador! ¡El gobernador! - gritaban algunos. La autoridad también estaba allí poniendo orden y apaciguando el tremendo lío que se armó. Ni caso le hacían. Después de una hora de gresca. Ocurrió algo inesperado. No pasó nada grave. Solo golpes de menor proporción. Como arte de magia, los peleanderos se tranquilizaron. Seguro nuestro taitituy creador no quiso que sucediera lo fatal. También la Virgen del Pilar junto a San Panchito estaría cruzando sus manos para rogar a Dios. Seguro ellos intercedieron para evitar que pase lo peor. María, pensándolo bien, no era necesario pelear, porque hermanos somos. Estaba muy mal eso de pelear. En esa pelea, fue allí. Cuánto me acuerdo. Cuando estaba peleando con un chiuchi cotosino. Fue allí, en que me di cuenta que tus ojos cristalinos se fijaban en mí, de vez en cuando se te escapaban unas sonrisas cual papas chilpish de Ulán revientan al sancocharlos. Demostrabas tus lindos hoyuelos que tanto me gustaban.
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“¡Achallauuu…! ¡Está linda!” – Dije en mi mente. Pero cultivando un tanto mi orgullo no te hice caso, a pesar que también moría por ti. Siguiendo al Invencible de Kéquish me fui junto a mis amigos. Así pasaron los días de fiesta hasta finalizar. El pueblo ahora estaba sumido en un silencio. Solo conversaban con los de su barrio o con sus familiares. Algunos residentes que se habían quedado unos días más, comentaban: “Buena fiesta shay, Chuina” – Le decía don Catedral, suspirando recuerdos de infancia. “Sí hombre. Se ha festejado el Masha como en los tiempos de mi abuela, hubo trago, chicha fresca cual agua cristalina de Puquiowajta. Pelea también hubo. Sin bronca no es fiesta, dicen. Ahora contentos nos vamos, solo recuerdos tendremos cuando estemos allá en Lima”. La sequía Emergía un nuevo día a fines de noviembre con el cielo azul. No había señales de lluvia, para nada. El sol quemaba. En las cumbres de Lamoqpunta, Ulán y otros lugares se veía el mismo relumbrar. La mano del sol se dejaba sentir seca, llenando el campo y el pueblo de calor y sed. El viento jugaba levantando polvo en las calles y en la plaza. Las hojas de los eucaliptos poco a poco caían resecas lamentándose con un rumor imperceptible. En todo sitio el sol dejaba las huellas de sus pasos gigantes. Recordarás ese tiempo María. Triste era la vida. Nuestro pueblo como siempre estaba escondido entre sus calles. Sus casas de adobones y magayes solo con sus tejas ennegrecidas por el paso del tiempo esperaba la lluvia con ansiedad. - ¡Pucha! No llueve, hombre. ¿Cómo sembraremos? – se quejaban nuestros taytas y paisanos. Recordarás los manantiales de Wipack, Wishkashpuquio, Pocpoc y Marja eran insuficientes. No abastecía por que la tierra sedienta se lo chupaba todo y no avanzaban en el riego. Las vaquitas, los burritos y todos los Áncash ante el bicentenario
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animales se quejaban, rumiando su destino, padeciendo como si pagaran una condena. ¡Daban pena verlos! - ¡Ay Mangas, Mangas! Cómo nomás trajéramos agua del río Shinwa para calmar tu sed. La lluvia también es ingrata. La vida es tan jodida con nosotros. Algún día tendrás agua para refrescar tus entrañas. Tu vida será otra. Cambiarás – comentaban algunos ansiosos de la prosperidad, pensando en un futuro mejor para nuestro Mangas. - ¡Taitay! ¡Criador! ¡Tamia, taitituy! – se quejaba tía Gorgonia – “seguro nos castigas porque esos desalmados se pelearon en la fiesta del Masha. Perdónanos Taitay” – diciendo. Solía ir a pedir misericordia a la Iglesia colonial. Hoy Patrimonio cultural de la Nación. Agonizaba el año. La gente se preocupaba por las fiestas de Navidad y Año nuevo. “Aunque sea ahuita de escorzonera tomaremos. En familia pasaremos” Murmuraba la gente, dejando de lado la sequía. Y se reunían cada quien con su familia. Enero a medias. La época del sembrío se iba a pasos agigantados. Recuerdo a todos, preocupados vivían. Algunos en su desesperación intentaron irse a Lima. - “Dicen que allá hay arto trabajo y la vida es otra” – así se fueron de escape, me acuerdo de Ignacio y Floriana, del chato Teobaldo, quien se robó a la china más bonita del pueblo, a la Juana, la hija de don Aniceto. Según me contaron después, ellos habían juntado harta plata vendiendo emoliente. Otros vendían cachangas, verduras. Algunos se volvieron planchadores de carros. En fin, triunfaron en la ciudad. Compraron terrenos. Así se quedaron por esos lares. La vida en Mangas discurría al ritmo de sequía. Aquel año fue muy triste. Una gran sequía flageló a humanos, animales y plantas. ¡Qué plantas! Solo sus tallos lloraban en silencio en medio de un mundo lúgubre. A falta de lluvia nadie sembró. Los animales andaban mostrando sus huesos sobre su pelaje. Muchos de ellos morían porque pasto no había. Tirados en todo sitio, hasta los perros, zorros y cóndores se hartaron. El campo color de tierra nomás era. Mientras el fulgente sol se desgañitaba por alumbrar Áncash ante el bicentenario
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con todas sus fuerzas. Los campos secos mostraban los arbustos deshojados y descoloridos. Pasando esa triste vida, llegó agosto, mes en el que otros años se recogía la cosecha desde Gorgor hasta Sicla. Pero esta vez no había nada que recoger, porque las chacras blanco nomás estaban. Ni siquiera el Shirkuy o el trébol habían crecido, solo sus semillas dormían en secreto bajo la tierra. Así pasó el año. No hubo fiesta en octubre ni en noviembre. Se vivía días de diciembre. Preocupados los paisanos estaban. Pero la lluvia, nada. En el cielo no había nuestras de nube. Los zorzales que solían cantar en los amaneceres de lluvia no se sabe a dónde se habrían ido. Lejos muy lejos seguro. La mariangola La sequía motivó a nuestros paisanos a buscar solución. Porque seguir soportando los embates de la naturaleza era difícil. Una noche en abril, cuando la oscuridad soñaba en silencio y la luna salía con somnolencia en medio de las estrellas, Don Pío Aguado decidió convocar a reunión a todo el pueblo. Por eso citando a su Secretario de Actas ordenó pregonar a viva voz desde la parte alta del pueblo, del coso público, lugar que siempre pregonaban nuestros abuelos. Los perros ladraban en clara sinfonía canina, como queriendo animar el pregón de esa noche. - ¡Seroñeskuna wiyaylapaaaaaaaaaaaa! ¡Escuchen señores! – Don Esteban interrumpió con su pregón la cena triste de los mangasinos. El eco retumbó entre las calles peleando con el viento de la oscuridad. Al oír el comunicado mi papá me ordenó salir al patio para escuchar el pregón. Así muchos salieron a sus puertas, seguro. - ¡…mañana a las seis de la mañana habrá una reunión de emergencia, en la plaza histórica de Mangas! ¡No falten! ¡Señoreskuna ama faltaylapasuuuu…! ¡Waraykamaaaa…! Esa noche muchos urdieron una serie de ideas, otros hilvanaban sus pensamientos con la sequía, pero ninguno imaginó sobre las pretensiones de don Pío Aguado. Todos en el pueblo abrazaron su sueño con dudas irrompibles. Áncash ante el bicentenario
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Recordarás lo del día siguiente. Muy temprano, hablaban las campanas desde el torreón de piedra, con su tañer llamaba a la asamblea programada. El sonido seguía desesperadamente, resonando con eco de céfiro que acariciaba el albor de aquella mañana en el cerro San Cristóbal. -“Ladero sabe tocar. Primero la hembra con menudo repique produciendo un dulce retintín, luego el macho que vibra fuerte con estentóreo doblar; de esta manera el sonido baja arrastrándose desde la altura por las piedras del campanario a la plaza y de allí con eco de peña a todo sitio hasta esconderse en Achikaywayín…” – le decía don Pío a su secretario Esteban, mientras esperaba a los comuneros. Ni el frío de la mañana doblegó su voluntad de traer agua del río Shinwa. - Hay reunión - comentaban los comuneros, algunos que ya habían salido a las esquinas obedeciendo la orden de Pío Aguado, Presidente de la Comunidad. Ladero, apresuraba el llamado con las dos manos, haciendo temblar hasta los palos que sostenían a la Mariangola. Recuerdas María, las campanas están aseguradas con cadenas de acero y cabestros sobre maderas de aliso. A ellas siempre se acudía para llamar a los comuneros cuando había que acordar o cuando algún hecho impacentaba la tranquilidad del pueblo. Nuestros padres, así como el resto, obedientes acudían al llamado. También se tocaban en las fiestas, entonces las campanas parecían sonreír de emoción a la gente. - ¿Desde cuándo estarán allí? – Se decía Ladero - ¿Cómo las colocarían? – y pensando seguía tocando para la reunión. Las campanas insistían con su voz broncínea interrumpiendo el canto agorero de las lechuzas, la tranquilidad de las pichuychankas y estremeciendo el pecho del Apu Urco y de ahí en ecos secretos que hablan al alma se expandían de una banda a otra. Recuerdo, esa mañana, mi padre me ordenó a ver la única vaquita que sobrevivía. - Pablo, hijo, anda a Majampate a ver nuestra vaquita, fíjate cómo está. Tal vez ha muerto la pobre – diciendo se fue rápido a la reunión. Áncash ante el bicentenario
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Los comuneros se acercaban a la plaza. Era un deber, tenían que estar presentes. Iban comentando sobre de la sequía. Algunos sobrecargados de tristeza. Otros echándole un poco de ron, haciendo la mañanita. Pero todos llegaban a la reunión. Shinka shinka o no. Todos iban. El deber les llamaba. Te cuento María, cegado por la curiosidad de la reunión, desobedecí a mi papá. Me quedé entre la gente. Quise saber qué tratarían en dicha asamblea. Los niños también preocupados nomás vivíamos, es que la situación se ponía difícil. Pero mi desobediencia me trajo como premio un castigo, porque la bandida, la vaca, se había muerto. Bueno eso de lo que se ha muerto no fue por mi culpa, se murió por escuálida. Esa mañana, todo el pueblo se había reunido. Mujeres y niños también. Allí estabas, acurrucado junto a tu madre. Tus trenzas negras conjugaban con tu chompa verde. Tus ojos color de cielo. Tu mirar dulce y tierno llenaba mi ser de satisfacción. En mi silencio decía: ¡Achallaw! ¡Está bonita! Estaban las autoridades esperando. Detrás de una mesa de aliso, El presidente de la Comunidad; Pío Aguado; Escolástico Estrada, Gobernador; Antero Flores, Juez de Paz y otros más. Querían empezar la reunión. Hasta que la plaza se colmó de asistentes. El Presidente de la Comunidad, expuso: - “Señores presentes buenos días, somos hermanos, hijos de este pueblo. Estamos viviendo momentos difíciles por la sequía que está azotando a ésta parte del Perú andino. No hemos sembrado nada. Nuestras chacras blancas nomás están, los puquiales poca agua tienen, el de Wipak y Chiuro han secado; nuestros animales murieron por falta de pasto y algunos sobreviven hueso y pellejo. Dios sabe hermanos, hasta cuando nos castigará. Por eso los he reunido para decirles que no debemos estar con los brazos cruzados, debemos trabajar haciendo una acequia desde el río Shinwa y traer agua como sea. Es mi idea. Pongo a consideración de la asamblea”. El señor gobernador, tomó la palabra: Señor presidente y comuneros; yo, como autoridad estoy de acuerdo, no debemos quedarnos sin hacer nada, estamos viviendo una hambruna, creo que todos estarán de acuerdo. Áncash ante el bicentenario
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Cuente con mi apoyo. Les obligaré a que colaboren sino les encierro sin derecho a nada o a puntapiés tienen que trabajar. Don Cristino Santos, comunero, propuso: Señores autoridades y comuneros mis saludos, también estoy de acuerdo, solucionemos nuestro problema ahora, en vez de la acequia ¿Por qué no pensamos en construir un canal de irrigación? Pidamos ayuda a las instancias del Estado. Ojala trabajemos como nuestros abuelos, que haya unión en la comunidad. Sigamos luchando en bien de nuestro pueblo, tratando de ver siempre la mejora de todos”. Miguel Callampoma, el Galope, pidió la palabra – “Hermanos, ahora no sé qué está pasando, todo está cambiando. Mucho nos odiamos como perro y gato, antes no era así. En el dolor, en el sufrimiento y la alegría compartíamos juntos. Nos ayudábamos haciendo rantín, unos a otros nos llamábamos y ahí estábamos siempre dándonos la mano. Ahora denuncia más denuncia no más ¡Qué carajo nos está pasando! También estoy dispuesto a trabajar señor presidente, gracias”. Pero no faltó un pesimista en la reunión, Don Maglorio Llanos, el Rucus – “¿De dónde y cómo traerán agua? Todo es peñasco. Sería para morir en esos precipicios, hay más de cinco kilómetros de roca viva. Yo pienso que nunca llegará el agua. Mejor no hay que pensar en eso. Roguemos más bien al cielo que los puquiales que aún quedan no se sequen”. Frente a estas palabras el resto de los comuneros no se rehusaron en colaborar con su trabajo a favor del pueblo. - “Cuando el hombre quiere no hay nada imposible. El agua que vamos a traer será nuestra vida, servirá para los hijos, los nietos y otras generaciones. Arriesgaremos para sacarla con vida o muerte” – enfatizó Eliseo Avalos. Todos al unísono respondieron – “¡Sííí! ¡Vamosssss! Veo que están de acuerdo. Entonces dentro de dos días iniciaremos los trabajos, alisten sus herramientas. Firmen el Acta – finalizó Pío Aguado. Ya soñaban. Ya veían nueva canción corriendo por las chacras de Pucro con estribillo alegre y nota de zorzal entre los surcos que el arado dibujaba a punto del sudor del gañan haciendo surgir la gleba. Áncash ante el bicentenario
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Por entre las calles polvorientas bajo el sol que relucía a media mañana los comuneros se fueron a sus casas comentando la reunión. Satisfecho, Pío Aguado, ilustraba en su mente la faena comunal y el lugar por donde sacarían el agua – “Por Chiyapampa está bien, por allí tiene que ser” – se decía. Su idea había impactado favorablemente en el pueblo. La emoción le hincaba el alma – “Cuando saquemos el agua de Shinwa los terrenos reverdecerán, habrá sembríos por todo sitio. El pueblo avanzará en sus obras comunales” – pensando se fue a su casa donde la tía Pancha le esperaba con el desayuno entre las brasas tibias del fogón. La faena Las pichuychankas y gishrúnes estremecían el ambiente con su canto lúgubre. - “Entonces manos a la obra”! – dijeron Félix y Ambrosio, conocidos herreros. Esa misma tarde acondicionaron sus fraguas. Echaban carbón de piedra en la boca del fuelle y con maestría colocaban las barretas y los picos; al jalar la palanca se escuchaba el mufle fuerte que impelía aire, hasta que el fierro candente salía de la brasa al yunque a ser víctima de la comba, que diestros usaban y finalmente con la combita daban la forma. El trabajo se prolongó hasta altas horas de la noche. Había tanto que arreglar para la faena. Comuneros y comuneras llevaban picos, barretas y racuanas. - “Debes templarlo bien shay, del temple depende la duración de la herramienta” – intervino Eladio – “Claro pues, ya lo sé, gracias por recordarme, hombre” – murmuró Félix. El atardecer parpadeaba a la espera de la noche. En tanto arriba en el cielo cristalizado asomaban millares de estrellas curiosas. La luz de los mecheros salía por las puertas cortando en retazos amarillos la oscuridad. Las sombras tejían allí su danza. Los andes se estremecía por el peso de la noche Casi en todo el pueblo se oía el sonido del yunque. Al siguiente día continuaron trabajando los herreros. Áncash ante el bicentenario
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Cuando el sol se escondía en el occidente avergonzado de producir tanta maldad terminaron los trabajos de herrería. Exhaustos se fueron a descansar, esperando el día de la faena. Con el canto de los gallos, despertó el nuevo día. La aurora llegó gorjeando a las copas de los eucaliptos como si fueran avecillas coquetas. La mañana sonreía esperanzas de verdor, cual añoranza a las papas pablo juytu de Ulán o a los choclos de Kuyra, que sonrientes y desafiantes mostraban sus dientes al utushkuru allá en los años idos. En las casas las esposas y las hijas preparaban el fiambre. Echando más leña para la brasa. En los fogones se asaban la otrora papa chilpish que por suerte consiguieron. En las muchkas el charki era golpeado con fuerza; mientras en una sinfonía estentórea los tiestos daban color al maíz que coquetas daban brincos hasta tornarse cancha. El pan de los andes. Muy saludable para atacar al colesterol, por eso los médicos lo recomiendan siempre. El repicar de las campanas interrumpió los ajetreos del pueblo. Tin lan, tin lan; din don– Las campanas suspirando llamaban ya a la faena comunal. Muy temprano, apenas la aurora aguaytaba, partieron camino hacia Shinwa con cinceles, barreta, pico y lampa al hombro. Voluntad, fuerza, unión, coca, cigarros Nacional y ron sobraban. Los varones con sus alforjas y ponchos. Las mujeres con sus pullos multicolores cargando sus fiambres y racuanas. Nada impedía. La decisión de traer el agua estaba tomada. El sol asomó por el oriente, cuando apurados trepaban por Wamanshana con pasos firmes, entre los pedregales. Sin temor a nada ni nadie. El Chino Cholay llevaba una guitarra. “Para matar las penas pues, durante las noches que nos quedaremos en la soledad de los andes”Decía. Llegaron a Shinwa al medio día. Esa tarde acondicionaron sus chozas, para pernoctar durante el trabajo. Al siguiente día, cuando en la sinfonía andina, el sol aparecía como zorro que cuida al cordero de un rebaño muy sigilosamente, empezaron a ver el lugar por dónde sacarían el agua. Por aquí debe ser – decía el Secretario de la Comunidad –indicando un lugar apropiado. Áncash ante el bicentenario
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Primero la Coca, pues. Completamente han olvidado las buenas costumbres? – Dijo Oroncio – vamos a chacchar como lo hacían nuestros abuelos de Kekish y Arapayock. Tendieron manteles y se instalaron haciendo una mesa redonda, como se estila en los sembríos de maíz y papa, o como en la fiesta del masha, para iniciar con el ritual del pago al cerro. - “Aukilluy” – diciendo dejaban la mejor hoja de coca en alguna peña o la tiraban al aire – “Para que nos ayudes en el trabajo abuelo, sea tu voluntad que llevemos agua de aquí, pues en Mangas todo es tristeza”. Un aire avergonzado soplaba, entonces, las autoridades iniciaron con la obra. Trazaban empíricamente, colocando puntos para hacer un trabajo aceptable. Sin duda se esmeraban. Los hombres y las mujeres empezaron con ahínco abrir una trocha. Hasta el sudor les caía como lluvia en marzo. Estuvieron así varios días cavando la zanja que posteriormente sería el canal por donde correría el agua sonriendo al cielo y a las hierbas. En algunas partes encontraban peñas, rocas vivas que no dejaban avanzar. El cincel se inspiraba para efectuar su mejor trabajo, arrancando las entrañas de las rocas con ayuda de diestras manos. Algunas peñas las más duras se hacían añicos frente al empeño y la fuerza que ponía cada bracero. Por las noches comentaban el trabajo realizado. Recordaban algunas anécdotas. - Aunque cueste nuestras vidas, la sacaremos. El agua, correrá fresca y sabrosa – Expresaba Ceferino – dando aliento a los demás. Entre tanto el Chino Cholay animaba las noches frígidas estrujando las notas musicales en su guitarra que hacían buen matiz con el aroma del calentado preparado con la escorzonera, la michka michka, la huamanpinta, entre otros. La voz improvisada de la Engreída de Mangas, ponía el matíz musical en compañía de los acordes de la guitarra, produciendo un profundo olvido de los problemas en los presentes. Mientras por las hendijas de la puerta se escapaban alegres los reflejos de la luz tenue del mechero a pelear con la oscuridad en el exterior de la choza. Áncash ante el bicentenario
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Así día a día, la faena proseguía, dándole duro a la comba, al cincel, a la barreta, a la coca y al aguardiente. “Ya pues shay, ¡Dale con más fuerza! se decían los unos a los otros. “Ya vamos, ya vamos”. “¡Entra frío, sale caliente!” – decía sarcásticamente el vacanazo Elías Rojas. Matizaban el duro trabajo gastando bromas de mal gusto. Es que en nuestro pueblo solían bromear de una fea manera. Y bromeando cortejaban hasta a las comadres. ¡Qué hacer si mi comadrita se encuentra sola y está quieriendo conmigo! – decía Máximo Varillas, el otrora párroco. Desafiaba a cuanto galán aparecía cortejando a su comadre. Es que además, era capaz de regalar todos los panetones que le enviaban sus hijos, como encomienda cada fin de año. Avanzaron un buen trecho del trabajo. Ya se encontraban en Shalaj. Confundidos en un enorme sacrificio y una inmensa alegría, con la satisfacción de llevar el agua de Shinwa para irrigar las tierras sedientas de Kalicsha, Matapampa, Jochajochay y Majmayock. Cuando desplegaban su mejor esfuerzo una mañana de cielo azul, cambió los planes. Eran aproximadamente las diez, el viento apenas soplaba. “¡Con cuidado! se decían, siempre. Esta vez olvidaron las recomendaciones. Cuando trabajaban en un precipio, Amador dio un mal paso en la peña y ¡Zas! Se fue al fondo. Cayó rodando, como calabaza de Cuyra. Los presentes gritaron desesperadamente pretendiendo salvarle de esa difícil situación. Fue inútil, muy imposible, María. Trataron de bajar hacia el precipio, para encontrar el cuerpo de Amador. Cuando llegaron… ¡Oh sorpresa! Hallaron el cuerpo destrozado chorreando sangre. Una escalofriante desesperación atravesó el cuerpo de todos los presentes en esa escena. La cara de Amador había quedado feo, irreconocible. Improvisaron una Kirma, con maderas que hallaron en el lugar y ponchos de algunos comuneros, compañeros del trabajo. ¡Todos a Mangas! ¡Acompañemos al Amador! Con esta expresión toda, partieron. En el pueblo se realizó las excequias. Áncash ante el bicentenario
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Recuerdo como si fuera presente. La tristeza se notaba en todo el pueblo. En la gente y en los cerros. A dónde se habría ido el verdor de las chacras. El espigar de los trigales y maizales era historia de años pasados. Esta vez era otra. La taya y el muchki conversaban en silencio sobre su desgracia. Ya no se veía el juguetear de los becerros ni la vaquería en Sicla, Cochacochay, Quinuapampa o Wishkashpuquio. Solo las Wayrankas vacías. Tristes, filosofaban sobre la ausencia de los quesos. Así fue, maría… En el pueblo quedaron niños y ancianos. Octubre y noviembre tristes. Sin la fiesta al patrón San Francisco de Asís la tradicional “Lachpa” y la costumbrista del “Masha”. Solo los recuerdos añorados de los buenos tiempos de fiesta. Allí estabas tú, María. Ya grandecita. En tu casa de la calle Belén. Tu madre celosa, te media el tiempo a donde ibas. Habías crecido. Tu cuerpo cimbreaba al caminar porque tenía más curvas que la carretera de nuestro pueblo. Como dos manzanas desafiantes al viento se erguían tus senos. Tu cara color carmín expresaba risueñamente las sonrisas que se te caían. En tus ojos color de cielo llovía el sol. En tu corazón estalló una espinita. ¿Qué sería? ¿Quizá el dulce sabor de caña en mayo? Yo, sonreía en mis adentros. Cuánta alegría tenía, bien sabía que era tu razón de ser. Era tu pensamiento, tu vida. En la ternura de tu mirar se expresaba el idioma que sentías. Tú estabas metido tan dentro de mí, como yo en ti. Por eso mi alegría crecía cada vez nomás con tu tierno mirar, tal como crece las habas de Majampate, tan lozana y coqueta, con el agua cristalina de Nawin. Una tarde, cuando el zorzal hilvanaba sus mejores trinos, haciendo desgañitados esfuerzos para quedar bien con el sol que se escondía en el horizonte, te vi salir de tu casa con unos baldes, te ibas traer agua del puquio, entonces me puse mi chalina blanca y fui a tu encuentro. Ahí te quedaste disimulando nomás. “Mi mamá me va pegar, decías”. ¡Cómo recuerdo! ¡Cómo lo tengo clarito, como ayer nomás! Te arrastré hacia los eucaliptos. No importó cuanta gente miraba, solo era mi afán de ofrecerte mi cariño y conquistarte. Recordarás María, mis palabras de aprendiz: “Estoy enamorado de ti palomita, quiero que seas mía”, expresé - “Voy a pensar me dijiste”. Pero, tan terco como era, insistí hasta que aceptaras ser mi chola. Sí mi chola. Allí te robé un beso. Me dijiste que era el primero de tu vida. ¡Que nunca habías besado! Y que experimentaste lindas Áncash ante el bicentenario
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sensaciones, que recorrió tu interior, como si fuera un rayo. Esa noche, ¿Qué habrás soñado? ¿Dormirías bien o no? Pero te cuento, yo, de puro contento no dormí hasta casi se me salió el corazón de tanta emoción. Así empezó nuestro amor, María, como el maizal de Pucro, que al nacer mostraba sus verdes hojas desafiantes al firmamento y al paso del tiempo. Te amaba con el poder de los relámpagos y la fuerza de los vientos. Tú me amabas como a nadie. Como ama el día al sol o como la noche a la luna. Por eso, desafiando a todos vivía orgulloso. Sabiendo que había ganado con tu cariño, también te amaba como el picaflor ama a las flores o como ama el rocío al kikuyo. En el colegio me mirabas disimulando nomás. Para que nadie se dé cuenta de nuestro amor – decías. A veces se te escapaban algunas sonrisas como cae una gota de rocío en el trébol de mayo. Un Profesor de Matemáticas, te había desaprobado en un examen y te citó a su cuarto. “Para que recuperes” –diciendo – pero el bandido tenía intenciones de palabrearte, porque, eras simpática. Tú no fuiste tonta, le avisaste a tu mamá que el Profesor te fastidiaba. Recuerdo que un día, a la salida del colegio con un palo, le esperó tu mamá, ni bien salió le dio garrotazos sin darle tiempo ni siquiera para saludarlo. Luego se fue diciendo: “Mucho cuidadito con mi hija”. Él, se fue avergonzado. Yo, sentía celos cuando conversabas con algún compañero de estudios. “Es que te quiero, tanto y tanto” - decía cuando me reclamabas - ¡Serás para mí solito y para nadie más! Aunque te molestes, seguiré con mis celos. Creo que al aceptar mi cariño te convertiste en mi propiedad. Pensé quizás mal, pero así era el cariño que te tenía, María. Recordarás, una tarde planeamos traer pasto para los cuyes y salimos a Pucro a robar alfalfa. Cuando eran las seis, fuimos en parejas. Saliste con tu prima Nancy. Yo, con Pichingo, mi primo - Vamos hacer la dupla arrolladora primo, diciendo salimos. Ya en la chacra entre claro oscuro, lo primero fue jugar a los cosquilleos, así de broma en broma te tumbé ¿te acuerdas? Solo tú sabes lo que pasó, aquella noche. Entre tanto Pichingo y Nancy no sé qué harían al otro lado de la pirca. Después comimos el rico queso y la papa sancochada, esa papa Pablo Juytu, que ustedes habían llevado. Nosotros compramos gaseosa, con ello acompañamos la cena improvisada. Pasamos momentos inolvidables esa noche, que aún de muertos nos acordamos. Mejor suerte tuvo los cuyes Áncash ante el bicentenario
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cuando regresamos con buena alfalfa. Los condeandos comían como si algún día no morirían. Así de alegres eran los días y las noches de romance en nuestro pueblo. Recuerdas cuando fuimos sembrar maíz donde el tío Aniceto a Shila. La lluvia no respetó nada, nos dio como a la rata, mojó hasta donde el sol no llegaba. Pobrecita toda mojadita regresaste, tu ropa pegada a tu cuerpo. Parte de tu cabello pegado a tu cara. Y el viento te hacía tiritar más. Recordarás María, cuando germinaba el maíz. ¡Esa, es otra historia, que contar! Muy temprano salíamos a las chacras y en el camino nos juntábamos con los otros que iban a cuidar sus sembríos. De día nos reuníamos en una chacra y juntando los fiambres qué alegres comíamos la papa frita y el sango, otros llevaban queso, otros su machka de arveja. Las hondas son las que trabajaban más, su voz potente al resonar producía un estruendo en todos lados y terminaba agonizante en las faldas de shilapata. Después era hermoso también cuspar nuestros maices. A veces coincidíamos en la misma chacra Pasó el tiempo, nuestro buen romance llegó a oidos del pueblo. Nos casamos, ilusionados. Vivíamos en el barrio Tauripón. No logramos tener hijos aún. Mis amigos me decían: ¡Qué pasa Pablo, no pisas o es que eres machorro! Me apodaron, Machorro, sí Machorro, en el pueblo me conocían así. “Es que tenemos que cuidarnos para no tener hijos” - decías – “primero vamos a construir nuestra casita y comprar nuestras cosas”. ¡Qué progresista me resultaste, María! Los primeros años de matrimonio vivíamos en armonía, comprensión y con bastante cariño. Al pasar el tiempo nuestro amor se volvió como la mala hierba de Pucro, cuántas mujeres se envidiaban de ti. Cuántas hubieran querido ocupar tu lugar. Tan chambeador como era. Hasta en las contadas, yo era pues el machazo, iba adelante, con mi buen pico, mi herramienta que me acompañaba en todas mis hazañas agrícolas. En los trabajos de barbecho, era muy codiciado por que le daba duro al trabajo. Ni el kikuyo ofrecía resistencia cuando tenía que chakmear, preparar la tierra para la siembra. Hasta llegué a ser el mejor gañan del pueblo. Ya Áncash ante el bicentenario
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me buscaban en Nanis, en Chamas o Gorgorillo. El torito enjalmado, ¡Ah, ese toro! ¡Cuánto le extraño! Buen toro, me resultó, buenos recuerdos tengo. Hasta las cholas de esos pueblos quería conmigo por lo buenazo que era como gañán. Ahora, recién te cuento María. Pablo juytu Sembramos papas en Kalicsha. La belleza de sus flores blancas y moraditas inspiraba más la vida, viendo las hermosas y lozanas hojas, daba mucho más ánimo de seguir a tu lado. Buena cosecha habrá dijiste, pues las lluvias habían retornado como en los años pasados. Llegó marzo, momento de aporcar. Cuánto entusiasmo teníamos, con qué cariño, atendíamos a nuestra sementera. Era el sentimiento más sublime que había en nuestros corazones hacia nuestra siembra. Las papas crecían con tanta belleza que parecían sentirse alegres, lo demostraban cada vez que le salían flores y coquetas miraban a su alrededor. Desafiantes entre ellas, como si participaran en una carrera de crecimiento en la pista de la vida. Llegó el mes de mayo. El panorama de nuestra sierra se mostraba muy hermoso. Solo el color verde a todos los lados y arriba el cielo azul. El sol sonriente examinaba lo que había con tanta ufanía, como expresando que era el único que podía vanagloriarse con tanta beldad. Y llegó la época de cosechar las papas chilpish y rayhuana. Alistamos racuanas y sobre todo atunes Carabela para saborear con la rica jashpa y la huatia. Tú alistaste los cuyes que con tanto afán habías criado para la cosecha. Lo sazonaste con bastante ajo y chincho, tal como me agradaba. Iniciamos con la cosecha. Al verla buena, tan buena pero buena cosecha nos olvidamos del resto. Pues los dos solos tal como nos conocimos iniciamos a saborear el fruto de nuestro trabajo. Un día mi madre oyó en el pueblo, que estábamos cosechando gran cantidad de papas. Y nosotros no le habíamos invitado ni a ella ni a nadie. Por eso rebuscando sus quesitos duros en la wayranka, se alistó para visitarnos. Mientras nosotros, no sabíamos de los planes de ella. Juntábamos las papas en los costales como alistando la carga para los burros. Una mañana, mi madre apareció inesperadamente a lo lejos. Áncash ante el bicentenario
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¡Pablo! ¡Pablo! Ahí viene tu madre. ¿A qué Vendrá? ¿Lo invitaste? No, María, no lo invité. Sabes, haz un pozo y con la racuana me entierras, encima me cubres con las matas de papa para disimular. Cuando llegue ella, le dices tu hijo se ha ido al cerro, volverá todavía al atardecer. Muy bien sabes, María, que así hicimos. Mi madre te preguntó por mí. Tu hijo no está le dijiste. Ella con qué dulzura te entregó los quesos que había traído. Pero tú con indiferencia ni una papa le invitaste. Mi madre notó dentro de ella, esa indiferencia que le habías clavado como un cuchillo. Tuvo un dolor profundo. Decepcionada que su hijo le tratara mal y aún más el desdén de la nuera, le había creado una herida incurable. Decidió regresar al pueblo. Se fue muy resentida, con gruesas lágrimas que rodaban por sus mejillas. Retornó al pueblo, por el camino maltrecho que le había conducido hasta el escenario de las sabrosas papas. Cuando desapareció en la llanura, recuerdas María, cuán grade fue tu sorpresa, al intentar abrir el lugar donde me escondiste, no encontraste al Pablo que tú habías amado, en su lugar hallaste miles de gusanos blancos retorciéndose en el pozo. Quedaste estupefacta, gritaste como una loca, pero yo ya no estaba. Ahora te conformarías con mirar solo esos gusanos que te habían causado gran estupor. ¿Habría sido la maldición o el resentimiento de mi madre? De allí, ahora vivo solo de papa en papa, porque en papacuru me convirtió tu menosprecio hacia mi madre. Ya ves, te das cuenta, vivo consumiendo esas papas pablojuytu nomás. Cada año me encuentran en la papa y con ira me aplastan, o cada vez que encuentran una papa con huequitos allí estoy, me sacan y me dan de comer a sus pollos o gallinas. Entonces pido auxilio. Aunque grito no me oyen, pues papacuru nomás soy…
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Cantos a los fascinantes paisajes de la Novia de los Andes Javier Marino Pastor Neyra Eucalipto de la plaza de Piscobamba Canto I ¡Oh! Legendario eucalipto que misterioso y añoso, luces risueño…, que robusto y gigante, luces alegría… ¡Oh! legendario eucalipto que ardes vivamente en sentimientos de amor, admiración y culto; en los días festivos y sus chimaycheras noches. Natural portento de majestuoso encanto, pasión y lumbre inagotable; marcas con tu impronta a los pujantes jóvenes de honda visión, la senda del desarrollo y progreso, que ansía toda mente y corazón soñador y creativo. Donde hay sed de progreso, donde hay hambre de unión, habrá realizaciones de anhelos. Sol y agua es vida para ti, Oh gran eucalipto, unión y concordancia es para Piscobamba, el fruto del denodado esfuerzo de sus acrisolados y comprometidos hijos que han jurado no defraudar… y que harán de esta… una ciudad prestigiosa, pujante y avanzada. Piscobamba, diciembre del 2000.
Javier Marino Pastor Neyra.- Natural de Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Filósofo, ecologista y político honesto, de profesión educador, ejerció los cargos públicos de director del colegio MML, Subprefecto, teniente alcalde, alcalde.
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Eucalipto de la plaza de Piscobamba Canto II Árbol de límpidos pensamientos… aromático, esbelto y majestuoso; de singular y admirable señorío, que germina y aflora la belleza pueblerina. Acumulas los colores de efectos expresivos; de música, de jolgorio y sonora primavera. Eres el señor de tinte romántico, de una diversidad cromática de hojas tupidas lanceoladas veridirojas. Sempiterno galán que ofreces tu corazón… a las finas y airosas Damas, que cantan siempre tu memoria en aromáticos tonos de pujanza y virtudes. Tus hijos en Lima y otras ciudades lloran ríos de pasiones, en recuerdos de olores, colores, sabores y música de la inolvidable y original fiesta patronal de San Pedro, San Pablo y san Andrés, que engarzan los más altos y elevados sentimientos del auténtico piscobambino lejos de su añorada tierra. Cachipampa - Piscobamba febrero de 2001. Eucalipto de la plaza de Piscobamba Canto III En mi querida tierra Piscobamba, hay un eucalipto que el corazón venera, su frondosidad, su lozanía y su verdor hacen que anide en mi alma primavera de amor por ella. Es añoso y ferviente ecoprotector, cual viejo profeta del futuro promisor. Áncash ante el bicentenario
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Árbol sublime, emblema de vigor y de trabajo, es vuestra presencia en la plaza señorial. Inmensidad de belleza imprime tu paisaje, ornado de celosos guardianes: Huáncash, Tucohuaganan, Chonta Jirca y las cordilleras ungen a la ciudad título de “Novia de los Andes”. Signo de vida, ser de solemne personalidad. Veras con el ojo avizor estrellarse a tu pie el inmundo de la discordia a todo progreso y levantarse el triunfo de la alta concordia. Con versos floridos los coros de tus poetas cantan nutrido de luz, cielo y aire puros de sus tierras, oxigenando ideales preñadas de realizaciones. Eres el símbolo que condensa el amor telúrico. Enero de 2005, Piscobamba. Huáncash Bajo un cielo de ensueños ¡oh Coloso! Bramas virtudes. Atalaya avizor del futuro más lejano y ferviente, Primogénito hijo de Illago… Apu tutelar de mis ancestros, El trabajo es tu legado y la cultura del pueblo piscobambino. Al mal, al odio y la desidia haces guerra, ensalzas, encumbras y enarbolas la unión y la cordialidad, esencias de todo avance y progreso de los pueblos; tienes ilusión de impulsar siempre adelante. Tu alto nombre y tu reputación bien ganada, canta tu vate con vigor lleno de esperanzas. En tus faldas crecen delicadísimas florecillas silvestres con esencias de amor, de creatividad y de constructivismo. El Agorero huaychó Alza su voz limpia y clara a la luz de todas las mañanas, embriagado por la majestuosa inmensidad del bello horizonte, con cerco níveo de cadena de montañas ¡cual prodigio de la creación divina! Áncash ante el bicentenario
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En las arrugas de tu faz, que pesan los años hay aromas, hay ecos y brizas de progreso. Los pueblos de Socosbamba, Huayobamba y Piscobamba se alzan prestos al desarrollo y se alinean a la modernidad. Las canas que tú tienes ¡oh viejo heraldo! las tienen el Huascarán, el Huandoy y el Hualcán. Tu augusto porte difunde respeto al coro de poetas luzuriaguinos que cantan con sentidos versos, tu semblanza. ¡Oh cúmulo de belleza natural, riqueza ecológica y religiosa!, tu leyenda de Divinidad Andina, la ermita y la cruz que yerguen en tu cima, expresan sincretismo cultural y aliento espiritual de propios y extraños. Cima de Huáncash, mayo de 2001. ¡Andaymayo! En el frío encanto de la Nación de Pishgopampa, hay una fuente encantadora de amor y ensueños, de aguas cantoras, serenas y cristalinas; de historia y leyendas de encanto, de suave y tierno arrullo rodando por su cauce. ¡Oh Andaymayo celestial arroyo! De praderas verdefloridas llenas de alisales; quebradas cantarinas en sinfonía de colores, esmeraldas de musgos y líquenes, mágicos helechos y culantrillos entre las rocas. En los días de mayo de la azul estación, en un ambiente de dicha inflamada, donde polícromas flores de gantus, salvias y eucaliptos; quichquis, azucenas y de zarzales de vellones blanquecinos, revolotean laboriosas las abejas disfrutando el delicioso néctar. Las almas de pasiones encendidas en fuego de lava, se funden en cadenciosos sollozos de embriagador gozo, poseídos por el delirio del encanto y amor puro, con palabras blancas entrecortadas y temblorosas… perennizan sus historias y fantasías Áncash ante el bicentenario
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en juramentos y ardientes promesas de elevar al altar y sellar la honda ilusión. Las níveas cumbres sonrosadas adornan el panorama Luzuriaguino, bello y reluciente. En el margen derecho los modernos edificios del Centro de Salud, el Instituto Tecnológico y el estadio municipal. En el margen izquierdo el imponente y legendario Huáncash… Testigos de testimonios y compromisos de la efervescente juventud, que inmortalizó su romance en esta paradisiaca estancia. Andaymayo, mayo de 2001. Canto al fascinante paisaje de “la novia de los andes” Piscobamba Es fecundo, es maravilloso y de singular belleza; adornado por cercos níveos de agrestes cordilleras del hermoso callejón de Huaylas, hacen ocupar lugar de primicia al “paisaje deslumbrante del suelo piscobambino”; tal preeminencia dentro del concierto de los pueblos andinos de Ancash, conquista la armoniosa belleza, vigor y esplendor de expresivos accidentes geográficos de robusta originalidad, que guarda admirables, dominantes miradores y su privilegiada ubicación de inmenso horizonte que se proyectan por los cuatro puntos cardinales. Añadiéndose a esto, la presencia del legendario Huáncash personaje tutelar, la Iglesia Matriz de sencillo aspecto pero llena de armonía y de encanto y el eucalipto, soberbio bicentenario, frondoso, y de recia personalidad, completan la trilogía emblemática, paisajista por excelencia de la patria chica luzuriaguina. A esta vasta gama de pintorescos monumentos naturales culturales, también merece importante mención el más ponderado y famoso camino inca, que unía Cuzco – Cajamarca – Quito y que en la antigua provincia de Piscobamba contaba con un tambo para que hagan posta los chasquis y era el alojamiento del ejército y de los Incas, conteniendo nutridas provisiones; magistral obra cuya construcción fue impulsada por los geniales gobernantes incas, siendo de esclarecida importancia en la administración del floreciente e imponente Tahuantinsuyo, orgullo de Sudamérica y admiración del mundo.
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Reloj en cuarentena Óscar A. Cueva Fernández El reloj, ya no marca el tiempo. Las horas transcurren monótonas, no tienen sentido. Los días, son intrascendentes, maquinales, insignificantes. No hay viernes que te anuncie que el cuerpo lo sabe. Ya no hay sábado chico, domingo de fútbol ni lunes de shambar. Cada día es lo mismo. El reloj... dio paso al instinto. Sólo me recuerda si es día o es noche. Nos hemos vuelto rumiantes del pasado y del presente. No se avizora un futuro... ¿Hasta cuándo?... Percibo que transcurro en inexorable tiempo de Soledad, de distanciamiento, de tristeza, de nostalgia; de frialdad.
Óscar A. Cueva Fernández. – Natural de Pomabamba. Estudió educación en la especialidad de Lengua y Literatura en la Universidad Nacional de Trujillo. Autor de muchos poemas que los mantiene como inéditos.
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Mi cronología enfermó de parálisis, de “suspensión perfecta”. Mi contrato nupcial, mi estado, entró en hibernación, quedose congelado, sin atisbo a celebraciones ni aniversarios dorados... Se quebró la vida. Y cuando todo pase -Porque pasará – asumo que nada volverá a ser lo mismo. Si Dios generoso me añade un tiempo suplementario, mi capítulo final, intuyo, discurrirá en vivencias jamás imaginadas : Sueños cobrando vida en paraísos terrenales sin pecados originales; ángeles cromando Cielo, tangibilizando ilusiones, fantasías multicolores e inéditas emociones. Con el girar del Mundo y el discurrir de la vida, teniendo el Amor como piloto, en vaivén libre e ingravidez absoluta, en otras latitudes, algún día, me hallaré anclado. Ante otros usos, otras costumbres, con otro guion y otros roles, en exóticos lugares Áncash ante el bicentenario
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nueva puesta en escena, habré inaugurado… ¡¡¡ Oh locura !!! Mi Reloj en Cuarentena Se puso a marcar, Intermitentemente, mis insomnios, mis delirios, pesadillas y desvaríos... Siento que me absorbió, una nueva Anormalidad de fantasioso trovador, filósofo orate, iluso soñador… Veo también a mi lado una nueva compañía, quien me exhorta, me impetra y me reitera que no me aflija; que pendiente estará siempre de mí, me promete, mientras matiza mi monotonía con noticias promisoras, mensajes de Esperanza, hilarantes ocurrencias, salpicadas de ironía. En ocasiones, con lastimeros toques de silencio y sutiles precauciones, también me anuncia, cuando inexorablemente emprenden raudo vuelo en viaje sin retorno, muchos grandes amigos de mi generación. Se marchan ellos anónimos, Áncash ante el bicentenario
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en fúnebre cortejo. Se difuminan allá en lontananza, sin despedidas ni adioses, ni la calidez de un último abrazo. Este singular artefacto, evolucionado hijo de la Tecnología, en esta hora se ha tornado en mi edecán inseparable. Él, es, qué duda cabe, mi nuevo can clonado, mi engreída mascota, a quien sólo le faltaría menearme la colita, en señal de Lealtad. Más... ¿ Será realmente leal si su inteligencia es artificial ? ... Rompe de pronto mi Reloj la rutina vegetativa. Anuncia estridente que llegó ya la hora que la Juventud abandone este cautiverio… Sin embargo, los veteranos, “más vulnerables” calificados, carentes por momento de pasaporte al cementerio, seguiremos aún confinados, pues, argumentan, que “requerimos de mayores cuidados”, por el “privilegio”, según dicen, de pertenecer a la Tercera Áncash ante el bicentenario
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o Cuarta Edad… ¡ Cuarentena Pandémica ! Hija Contranatura de la Élite, inhumano instrumento de la satánica maldad, al ritmo que disparas tu dardo maldito, en tu afán de conjurar las canas y la sapiencia, lo único que logras es descorrer el velo de la oscuridad, quedándote fulminado por el resplandor luminiscente, que nos despierta más y más, fortaleciendo nuestra moral elevada, acrecentando nuestro espíritu indomable, potenciando nuestra Fe inquebrantable, a los que jamás doblegarás. Y con el poder de Dios premunidos, por los Seres de Luz insuflados, desmontando estamos tu fracasada “Plandemia”, tu farsa globalista de variantes, nuevas olas, mutación a nuevas cepas, contra las que prevaleceremos, cual adalides invencibles de la reverencia senil. Tu diabólico afán de diezmar dos terceras partes de la Humanidad, bajo tu Plan Genocida Áncash ante el bicentenario
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de Eutanasia Colectiva, ¡No se cumplirá! El Reloj de Dios restaurándose está. La Luz va venciendo a la oscuridad. Resplandece todo en claridad. ¡ Es nueva Aurora para la Humanidad !. ¡No habrá exterminio ni gran mortandad ! ¡El Bien al Mal arrasará! ¡Dios a Satanás vencerá! Capitulando está la maldad. ¡Así está escrito! ¡¡ Así es!! ¡¡¡ Así siempre será!!! Por los siglos de los siglos Amén.
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Ríos subterráneos Donald Jaimes Zubieta Río subterráneo ¿Qué será ese ruido que me quiebra el sueño debajo de mi sien que descansa sobre la hierba? ¿Será que a tres mil trecientos metros de altura sea posible un territorio debajo de la superficie? La tarde extiende su manta de lana junto al camino para descansar mi cuerpo de una larga jornada. Soy un niño que anda libre por campos estelares detrás de sus sueños buscando cazar perdices y palomas voy presuroso por los caminos del viento y el sol. Y mientras dormita mi alma como un pre sueño, siento que un río subterráneo corre como sangre por mis venas, debajo de este territorio del sol. Es real, no es un sueño, lo siento mientras descanso sobre el suelo debajo de una fiesta de cantutas. Es decir, hay un río que corre debajo de la tierra Sus aguas golpean mi memoria como cuchillos de luz Y tengo miedo, porque pienso que puede desbordarse de sus cuencas profundas hacia el campo de mis ojos. Yo no conozco dónde nace ni dónde muere este río Solo sé que todo lo dice con sus sonidos líquidos, Como si quisiera ocultar un mundo diferente al mío.
Donald Jaimes Zubieta. - Natural de Chiquián, provincia de Bolognesi. Doctor en Educación, ex Decano y ex Virrector de la Universidad Peruana Unión, actual docente de Posgrado. Poeta, ensayista, escritor y revisor lingüístico y de estilo. Director Gerente de la Editorial Casa del Escritor S.A.C. Tiene publicaciones sobre educación y literatura. Es autor de poemarios.
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Niño solitario Solo soy un niño solitario junto a una roca solitaria en los sequedales de las orcopatas de Chiquián. El viento de mi pueblo me enseñó a escuchar las horas polifónicas de los silencios y del sol esplendoroso después de la lluvia. ¿Mi vida no vive sola? ¿hay otra vida paralela debajo de la tierra que me sostiene vivo? Pápum es una aldea que no duerme nunca, tiene un río subterráneo que suena como canto, prometiendo siembras, cosechas abundantes, desde las cortezas profundas de la tierra. Solo soy un niño con una vida solitaria. Tengo una hondilla en mis manos un morral tejido de lana para mi hambre, y silbo mis cantos con los pájaros del pueblo. Y siguiendo el cauce del río que siento bajo la tierra, y la luna diurna en mis ojos, cada tarde suelo morir de amor en los misterios fantasmagóricos de la poesía. Ciudad subterránea La vida y la muerte han cambiado tanto que parecemos destinados a vivirla y a morirla nada más. ¿Cómo serán los nuevos abrazos mañana? ¿Surgirán nuevos lenguajes para el amor? ¿Por qué se quiebran cada día los recuerdos que con afán construimos? ¿Por qué los besos han tomado el vuelo como golondrinas que nunca volverán? ¿Qué será de la vida social y la muerte social? ¿Dónde estarán el tacto de la ternura, y el color de nuestras fiestas? Áncash ante el bicentenario
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El cambio del siglo 21 es una pandemia peligrosa, No hay poder ni dinero ni apellido que lo resista Todo lo anula, todo lo mata, todo lo trastoca Y nuestra historia es un cuento en extinción. El covid19 Nuestra lucha no es de “sangre y carne” No tenemos ni siquiera una sombra al frente, un viento, un sonido, un cuerpo que evitar. Pero tenemos que pelear. El covid19 es un misterioso enemigo Pertenece a las “potestades de las tinieblas”, a las “huestes espirituales de maldad”. No tiene figura ni olor ni sabor Ni sonido alguno que pudiera delatarlo. El siglo XXI es una batalla fratricida, No debemos soslayarlo y seguir andando. Nuestra armadura es espiritual estilo de vida y cultura para resistir los años malos que nos toca vivir.
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Sonata de plenilunio en Piscobamba Milton Pastor Neyra ¡Por el alto honor de haber nacido de tus entrañas y por ser elíxir que nutre la savia de mi ser en el período de mi breve existencia…, cuando toque a la agonía velar mis últimos segundos, pensaré en ti tierra mía! Cuando quebrado en mi fe, Caín y trashumante recorro sin rumbo los caminos de la vida. Cuando siento a mi corazón envilecerse por la soberbia, la vanidad y el confort del capitalismo consumista. Cuando la lóbrega y oscura frialdad del invierno existencial acosa sin cesar “mi ser en sí”… Entonces…, desahuciado y con mi fe en agonía me acurrucaré a tu regazo, tierra mía… Para sentir el aroma repiqueteante de tu lluvia en el verde macizo de la frondosa acelga y los matorrales. Para sentir el aroma repiqueteante de tu lluvia en la vergélica floración de las zarzamoras, saucos y capulíes. Para sentir el aroma repiqueteante de tu lluvia entre tzajpajs, rucuchus, shajshas, uritus y rima rimas en ubérrima producción. Para sentir el aroma repiqueteante de tu lluvia anidando paseos con mi andina amada por tus embrujados bosques.
Milton Ovidio Pastor Neyra. Natural de Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Lic. en Educación, Ciencia Política, y en Gestión. Mg. en Ciencia Política. Estudios de Doctorado en Derecho y Educación. Director de la I. E. Técnico-comercial Argentina. Docente de Postgrado de la UNASAM. y en la Maestría de la Escuela de Gobierno y Planificación.
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Luego pasar del aturdimiento a la lucidez y renazca de sus cenizas la crónica y revolucionaria rebeldía de mi zíngaro corazón. Renazca de sus cenizas la canicular alegría que reverdece en primavera la dimensión eterna de la “esencia” en la brevísima temporalidad de mi existencia. Renazca de sus cenizas el “ser para sí”. Unos caudales inusitados de recuerdos embriagan mi memoria hinchiéndome en felicidad… Entonces recorro en tus noches plenilunadas cual jinete de la redención…, paradisiacos recodos de trigales y maizales en feraz producción… escoltados por gigantescos zapallos y calabazas cubiertas por nutrida producción de frijoles y guisantes: en Cachipampa, Andaymayo, Musga, Pahua, Gorgash. Embriagado en aroma de caña y choclo, oteo con azul mirada tus horizontes insondables en sinfónico trinar de exóticas aves. Entonces revitalizado en el deseo del beso fiel y el beso clandestino, de los amores intemporales sin principio ni fin me configuro en el amor, en un “ser para sí”. Entonces mi corazón en conmoción se declara en justa rebeldía contra la mercenaria “sociedad de consumo” que con conchuda impunidad navega en el “gusto” de la población mundial. Entonces vuelvo a la indolente Urbe a patear culos y chancar callos, blandiendo mi escudo y mi sable con el verbo de la “Razón Contemplativa”. Entonces retorno militante al campo de batalla armado con mi “Rayan Pistola”, a plantar en la trinchera mi “Putaga Bandera” al pie del cañón, junto a la heroica vanguardia… que cual mirmidones al mando de un Pachacutec o Aquiles, venden cara su derrota en su intento por reconciliar a la humanidad con “La Cultura de la Paz” fundada en los paradigmas de la Post-modernidad. Entonces vuelvo en sonata…, a renacer en tu regazo tierra mía, a vivir en la eternidad de tus noches plenilunadas… Lima, 12/01/2016. Áncash ante el bicentenario
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Militancia telúrica Bienaventurados los que nacieron en Piscobamba… porque será de ellos el Reino de la felicidad. Soy Piscobambino trashumante que te mira hacia el norte, cual brújula de perdido nauta y te contempla como al mundo encantado y misterioso donde convergen glándulas y neuronas en telúrico orgasmo. Soy Picobambino trashumante y te llevo a fuego tatuada, en las páginas doradas de mis recuerdos de niño… la tierna dulzura del cielo tuyo, el caudaloso ruido de tus ríos, la natural decoración de tus andinos picachos y el susurro musical de lluvias, vientos y truenos… hacen todo ello conformar mi cancionero… entre los sueños, los besos y mis rutas insomnes del cansancio. Waganku Tú mi flor de waganku, blasón del mundo azul de los andes; coloreada con ocre de tierra, acicalada en grana de cochinilla… Vigoriza mi savia para recoger unito a uno, pasajes suspendidos de vibrante existencia… recordada en mis sueños de sosiego… en los feraces valles de mi Cachipampa, de trabajo festivo de siembras, cosechas y de paz…, en tu regazo eternamente. Áncash ante el bicentenario
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Cachipampa Mantos verdes cubren tus valles y collados, un majestuoso cóndor en real y divino vuelo, pulsa con fluida mirada la suave brisa en verdor de parajes, condensados en mágico sabor de arcanos, aromas de remanso… Su divina silueta de dibuja en sombra sobre una enorme roca… ¡Oh! Apu Kuntur, tu soberbia majestad gobierna en frío seco y en mágica calidez este paraíso… Es festiva noche plenilunada en Cachipampa, sonatina en el gélido aliento de tus piedras e hichus, sonata en el eco del vigoroso latido de tu “León Rajra”… Esta festiva noche de plenilunio…, al pie de la sobria silueta de mis Apus, ¡florea en litera, lozana e imperturbable…, mi fe y mis esperanzas! Poema para Valentina (Para un amor de todos los tiempos, la Piscobambina de los ojos café) Cierro los ojos y recuerdo, aquella tarde A orillas del Viscacha, río de aguas diáfanas que se abrazan por un lecho de rocosas y pulidas piedras. Cierro los ojos y recuerdo, la bendita Piscobamba en la soberbia majestad de su plaza de armas… o las noctambulas incursiones por lo brujos bosques de mi tierra. Cierro los ojos y recuerdo tu sonrisa fisgona y capulí, epítome del onírico delirio de mis locas fantasías. Áncash ante el bicentenario
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Cierro los ojos y me pregunto si en la distancia me amas más o me olvidas… Entonces… me duele sin límites tu ausencia. Entonces… quisiera tenerte para besarte hasta robarte el aliento. Entonces… Comprendo que eres música Del mundo azul que he soñado. PD.- Piscobambina de lindos ojos, aunque no me quisieras te querría sólo por el mirar De tus ojos café y miel. Sé que un día leerás este poema sintiendo mi tibio candil… y los latidos de un corazón que durmió sobre tu pecho. Amigos… Para Javier Marino, hermano de mi esposo. (No habrías querido que lloráramos por ti; pero, algunos años después de tu partida… los remolinos de dolor laceran aún nuestras mejillas) ¡No te pares al lado de mi tumba ni solloces! No estoy ahí, ¡Ya no duermo, soy vigía de los seres y espacios que amo! Soy aliento en brisa que sostiene las alas de los pájaros en el “Andaymayo” Primaveral. Áncash ante el bicentenario
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Soy grano maduro de la mejor cosecha de “Pahua” reflejado en luz de luna en “Cachipampa”. Soy la semilla germinal del eucalipto con la benévola y otoñal lluvia en “Piscobamba”. Soy la noche y sus estrellas que refulgen azules en los chocleros mayos de la bucólica “Musga”. Soy el horno de la casa familiar que en tibia fragancia de panes alegra la tertulia familiar. ¡Oh club unión Piscobamba, entraña vital que anidó mis sentimientos en telúrica febril! ¡Oh Huáncash, eucalipto de la plaza de armas e iglesia matriz, Trilogia emblemática de mis gratos y eternos sueños! Cuando despierten en la quietud de la mañana, seré la súbita y suave brisa que juguetea alegre con vuestras matinales hojas. ¡Oh seres y espacios que tanto ame!, no se paren al lado de mi tumba ni sollocen. No estoy ahí, no he muerto, ahora vivo mimetizado en ustedes hasta la eternidad. Janet y Milton (Coautoría)
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Crepúsculo (A mi Padre) Padre ejemplar humano sobrio, sutil y contundente... caminaste a pie pisando firme marcando huellas a que no te olviden.. Para vivir a plenitud contaste con tu arnés de hombre combatiente, y la moral de hombre triunfador. Viejito visionario intérprete de los vientos mitad hombre y mitad naturaleza; tienes el aliento en el susurro musical del viento y las antaras; tienes el alma en los ríos y montes de "Cachipampa", tienes la figura cincelada en los picachos piscobambinos... por ello vivirás eternamente en la tierra que tanto amaste y nos enseñaste amar. Viejo lindo. Quiero justificar tu partida pensando que la muerte es un descanso merecido para quien portó las tablas de la ley según la querencia y ordenanzas del Divino. Fuiste bendición tras arduo trajinar por esta vida; fuiste testigo presencial de tu siglo, porfiando a la muerte brazo a brazo, intensamente... Áncash ante el bicentenario
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Pero en esta hora de dolor y desconsuelo es difícil aceptar el hecho irremediable de tu "viaje"; pues imaginarte debes que el tiempo anocheció para nosotros. Cuán hondo es el silencio, pues la mudanza bailó donde otrora el bullicio danzó en nuestras almas. Cuánta oscuridad donde antes la luz resplandecía en nuestros pasos. Padre: Estamos llorando tu partida y nuestros ojos han naufragado en veleros ciegos de perdidas rutas. Hoy los cantos solfean la canción fúnebre del viento, rodando en desbande los pututos por abismos de las peñas. Hoy se ahorcan la esperanza y la calma en horrible batalla metafísica, hoy bebemos en dolidos sorbos el fermento callado de la chicha en los puquiales y nos queman los recuerdos en el vientre. Padre: Tengo el frío que discurre reptil por mis huesos y mi sangre. Tengo fe en que descanses en paz en el Reino prometido a los buenos. Hasta pronto padre amigo, Padre amante y camarada. Milton Pastor Neyra
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Huaraz querido y otros poemas Wálter Vidal Tarazona Al susurro del Ángelus de tus tardes de oro o plata modelaste mi adolescencia, acunándome en tu dulce regazo me diste leche de tus nevados y néctar de tu cielo azul. . El sol encendió su alegría, danzaron los blancos picachos, y los gorriones pentagramados poste a poste en las esquinas dulces trinos apasionados cantaron, y te conocí. A la luz de las estrellas en mojado y granizado marzo planté mi amor a primera vista y tú tu hermosura nos brindaste abriendo la puerta de la luna en la plazuela de Belén. De callecitas empedradas huertos de capulíes y aurimelos de cines con seductivas películas de fragantes ponches nocturnos de dulces labios primerizos Huaraz querido. El solitario grifo de Tarapacá que silencioso oscurecía el beso y los arrullos del amor furtivo, con su neón de queso rojizo
Wálter A. Vidal Tarazona. Docente universitario; poeta, narrador, ensayista; publicaciones: Cantos para un aniversario (1980), Cantos de paz, amor y esperanza (2007), Cantos para el gorrión (2011); Palpitar del Ande (coautor); director de revistas regionales.
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iluminaba las lecciones para mis exámenes. Testigos son de mis penas y cómplices de mil aventuras... cuando en frías noches mis brazos aprisionaban el olor del vientre el latido deseoso del corazón con dulce locura. Un día tuve que dejar tus muros tus casitas blancas cubiertas de rojo sus estrechas calles empedradas y amorosamente iluminadas a la entrada de la tarde ¡Mi Huaraz querido! Cuando llorando salí de ti, Quilcay y Aluvión querendones sus blancas rocas tendidas al sol al viento, a la lluvia, a la nube izaron como pañuelos de despedida. . Me fui Huaraz querido. Los tiernos eucaliptos del Santa, que escondieron mis travesuras, y las alfombras de sus laderas temblaron de amor y dolor cuando me despedí. Salí de ti paraíso querido con mis negros ojos hundidos en tristeza de un frío amanecer. Tacllán guardó mi solitaria pena mientras la banca del parque esperaba mi retorno. No más limpios nevados, albos vellones de tu cielo azul, blancas piedras del Aluvión Áncash ante el bicentenario
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con el coro de las estrellas musitaron tristes lápidas en mi corazón. Domingo 31 de mayo Hondo lejano sordo ronco bramido pronto congela dos tiernas sonrisas jalquinas ¿Sacude la tierra sus miserias? ¿O tal vez algún monstruo rompa el suelo? Debajo de sus pelados piecesitos de chancaca, ahí, dentro del suelo, cerca resoplaba la bestia, y no aparecía nunca. Se zarandean rocas chozas ovejas . ¡Todo, Taita Dios, todo! Sus ojitos clavados al camino por donde madrugaron papá y mamá ¡sólo vieron levantarse negras capas de sombra! ¡No te quiebres! pero la tierra, ¡ay!, siguió quebrándose a pedazos. Aquel 31 de mayo, cuando todo se acababa sin terminar nunca, por fin, de sus gargantas se desató un grito ¡Mamiiiita! Maaa... Se estrelló en el negro firmamento, ahogándose en las rocas donde ya no estaban Áncash ante el bicentenario
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ni los cóndores más machos ni los awilus más sabios. Sólo entonces, y solo, con su sombrero bajo el brazo de rodillas cayó sin saber si su puna había parido una fiera o los Andes reñían con el cielo. Sin saber si moría su sueño o si soñaba su muerte. Sólo entonces, y sola, en la noche más callada que nunca derramó un puñado de cansancio con olor a muerte. Cerraron sus tiernos ojitos. Se hincharon. En un nuevo despertar en las calles de Huaraz, sus caritas de papa rosada sus piecesitos de chancaca sus tiernas y limpias sonrisas se iluminaron al encontrar a papá y a mamá envueltos en una bandera de sangre y nieve. Todos inflaron el pecho, todos levantaron el puño, todos ese puño de Atusparia ¡Basta! gritaron ¡No tiembles Huascarán! Canto a la puka patsa En el regazo del Ande majestuoso, por Puchka y Marañón abrazada, alzando a tayta Pahuacoto amoroso, tierna se yergue mi tierra colorada. Se despierta con el sublime beso de las coloradas barbas de su trigo, Áncash ante el bicentenario
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y bello reverdece el grano generoso, a despecho del agua ensimismada. Pueblo antiguo de noble estirpe. Yo jugué en sus milenarias rocas, me metí a sus oscuras chullpas y escuché la voz de los awilus1. En sus lejanos molinos de piedra girando sus noches de luna llena algún ichik ollquy2 detenía el agua algún apallimee3 caía en la tolva. Chaqchee la coca de Carhua Juana, alguna vez por mi delirante carne habría recorrido algún cuy cautivo en las manos de Coma Mañuca. ¡Cómo extraño las mazorcas de estío trenzadas y colgadas en los techos! los mugidos de sudorosos bueyes recorriendo los rastrojos del recuerdo. Cuando la lluvia sus calles acariciaba, un fragante aire de aromas se elevaba hasta los viejos balcones de madera hasta las flores blancas del eucalipto. ¡Oh cómo extraño su lluvia que como cristales cristalinos alegre se deslizaba por el tejado de las blancas casitas, para besar su bello suelo de grana! ¡Qué lejos aquellos hilitos de plata deslizándose por las oscuras tejas bajando sobre tu piel de grana como palomas blancas de cristal!
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Canto II Tras el dulce arrullo de la lluvia, yo tu frescura y tu fragancia saboreaba mientras el sol en lo alto se regocijaba, encendíendo con sus rayos radiantes tus techos de púrpura y el empedrado de tus calles que brillaba cual capulí jamás olvidada ¡Patsa Mama!4 Canto III Deja bendito sueño envolverme entre nubes, besar los cabellos verdes de la fresca Chocopita y llegar a mi tierra. Tú suspiro vuelve a mí, enrédame en tus alas de viento déjame mirarla dormida en faldas del Pahuacoto. Déjame un instante, ¡Oh Lima! ¡oler sus eucaliptos, beber su agua besar y morder su trigo!. __________ 1. 2. 3. 4.
Awilus.- La traducción literal al castellano de “awilu” es “abuelo”. En la mitología regional, es el espíritu ancestral que anida en la cumbre de los cerros; a él se acude en busca de sus sabios consejos. […] ichik ollquy.- Su traducción literal: “hombre chiquito”. Duendecillo que aparece en los pantanos, quebradas y otros lugares especiales. […] apallimee.- Enano con cara de bebe, bastante pesado, que gusta hacerse cargar por cualquier persona adulta, hombre o mujer. Patsa Mama.- Madre Tierra.
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¡¡¡ Piscobamba !!! Rodolfo Nicolás Moreno Izaguirre Por encargo de los bosques y su coro de fragancias, de mi Sihuas a ti vengo alumbrado de alegrías, para sembrar en tu pecho dulces besos y canciones, para ceñir tu alta frente con el rubor de shugumpis, para entallar tu cintura con aires amistosos, para colgar de tu faja molletes y serpentinas, para ribetear tus llanquis con leves plumas de cóndor, para bordar de arco iris tus ponchos y polleras y alfombrar tus firmes pasos de olorosas yerbabuenas. Te conozco por amigos que han saboreado de ti, como plácida pascana y abrigadora sonrisa, como justiciero puño y fuego que no se dobla, como despensera aldea y vistosa sombra amiga, como mano siempre abierta y corazón desnudo, como apretado abrazo y generoso pan tierno... Tenme hoy mismo en tu pecho
Rodolfo Nicolás Moreno Izaguirre. Natural de Siguas. Fotógrafo profesional. Poeta y promotor cultural. Trabajó en Servicios Fotofilmicos Reflex. Estudió en UNMSM.
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si así fuera tu cariño, para saborear tus mieles de los labios de tus hijas; veme ya, de tus balcones, astilla ancestral y noble; siénteme ya viento ebrio, bailando en tus tejados; mírame hoy mismo alumbrando, de sonrisas tus caminos; y de tus ríos cantores, blanca piedra de cimiento. Yo lavaré tus llagas con chicha alegre de agosto; yo peinaré tus fulgores dispersos y atardecidos y fundaré en el vientre de tu hija que me des, mi familia y mi querencia, mi estancia y mi camino; y te haré por este amor, a esa tu hija, mi amada, mi querida y nueva patria, patria mía y de mis sueños, de mis cantos y alegrías de mis ramas y semillas. ¡Piscobamba, tierra hermosa! ¡Sudorosa gota de sol! ¡Sonrisa de luna llena! ¡Alforja de mis amores! ¡Piscobamba y Sihuas, siempre! ¡Hijos de la misma lluvia!
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Cantos a Luis Pardo (décimas) Efraín Vásquez Veramendi I En este año el bicentenario un buen tema primario es cantar a voz en cuello algo excelso y bello al niño que en tibio agosto con brindis de buen mosto nacía gritando en chiquián con el puño de su mano en alto como si tomara por asalto al mundo, con mucho afán II De familia solventada llena de orgullo y abolengo lo juro y lo sostengo que no es verbo con espada ese infante desde niño mostro con soltura armiño su destino de talante lo mostraría con sus actos rebelde en teatros factos ante la autoridad, mofante III Desde su colegio en Huaraz siempre actuó con lealtad anhelando libertad en su corazón, no tuvo paz por los abusos de notables que en su querida comarca
Efraín Vásquez Veramendi. - Ingeniero agrónomo por la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica. Escribe poesía, cuento y relatos ligados a vivencias en el terruño, amistades y del escenario político. Autor de Crónicas chiquianas y Versos Errantes. Cuenta con publicaciones inéditas. Falleció el 01 de marzo del 2021.
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dejan dolores con marca blandiendo con furia los aires con su alazán melocotón su andar se hizo canción. IV Injusticias hacia el indio que eran para él, hermanos los llevaba de las manos para aprender a leer y así, con su saber tal vez un día lejano se liberarían del amo cruel perverso y malo que con sus golpes de palo los penaba desde el tálamo V Su padre muerto en emboscada por una lucha de tierras como al caballo que hierras pa no resbalar en cascada afinó su cabalgata por los llanos desolados eran caminos andados en soledad y fogata formó su signo justiciero con truenos y aguacero VI Enamorador como era no había mujer que se le fuera pero la que él amaba a la que le engendró un hijo cuyo destino prolijo se truncó sin que quisiera pues su madre perdió la vida después de que el hijo naciera este destino fatal para él, fue mortal Áncash ante el bicentenario
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VII Solo y en bandolera con su soledad de compañera cabalga por lampas pampa su dolor nunca acampa donde sus leños prendidos no abrigan sus llantos fríos solo su caballo y sus bríos caminan juntos, confundidos mientras su madre añorada la espera en su triste morada. VIII Actos oscuros en perjuro de viles enemigos egoístas se rebeló a los pierolistas tintados de rabo felón se unió a la rebelión de cáceres y en prisión por una derrota dolorosa jamás huye en polvorosa arriando su íntimo pendón encerrado está, sin apuro IX Con Celedonio Gamarra su compadre de miel y hiel no hay humano más fiel que su impía chamarra acusado de asesino enrumba por el camino hacía el Chile vecino que no sabe a qué vino triste verdad ser mestizo pues dormía en cobertizo X Actos de discriminación en las minas de salitre ay mis donaires, buitre no había solución Áncash ante el bicentenario
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que zanjar como peruano valiente y por lo del guano se echó al humillante a dormir en las arenas escapando a duras penas y a seguir, para adelante XI De regreso a la patria amada perseguido por la armada decide acampar en lima para ver si en la cima del poder, lo escucharan y más ya no hablaran de tanto mito y fantasía su plebeya feligresía en su voluntaria ausencia había alterado secuencia XII Pero en decisión errada enviaron un pelotón para apresarlo en montón ya su suerte estaba echada su pueblo en chiquián lloraba solo pancal lo esperaba con quesos y leche servida que su hacienda le daba esos pastos, no olvidaba pues eran su propia vida XIII Con dolor y acorralado emprende fuga a cajacay pero ay mis destinos, ay ya lo habían traicionado aquel pueblo que tantas veces lo esperaba en alborozo esta vez, ¡que doloroso! todos eran jueces que lejos de sus antojos Áncash ante el bicentenario
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querían sacarle los ojos. XIV Sin embargo, aquel día envuelto en densa neblina sin fanfarria y serpentina le esperaba muerte impía recordó sus serenatas de sus beldades ingratas el baile de inca en agosto y aquel caminito angosto por donde caminó tanto hoy todo era llanto… XV La insania y venganza de un sargento con panza toro mazzote el verdugo comió agrio mendrugo y cual sangrante guiñapo para visual escarmiento ¡por Dios lo juro!, no miento era un despojo de trapo duro exhibido tres días con sus noches más frías XVI Lloran los pobres y humildes aquellos que sí lo querían aquellos que tal vez, morían de corazón y razón, sin tildes un mausoleo postrero en granito lastimero evoca sus cabalgatas de actitudes ingratas donde la libertad grita donde la verdad, milita XVII Después de doscientos años de vejámenes y daños Áncash ante el bicentenario
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a una patria lacerada por una casta horadada de vergüenza y corrupción felonía y traición la figura justiciera se hiza por sobre la era del trigal de la historia desde la tumba a la gloria XIX Luis pardo no ha muerto desde su cuerpo hoy yerto y al compás de la andarita la cobardía tirita de miedo al justiciero fatuos fiscales oradores hasta hoy prevaricadores lo tildan de bandolero tinterillos en babero y uno y otro sobrero. XX En los llanos y las punas llora el indio sus penas junto la voz de sus quenas mira triste sus lagunas las calles de su chiquián empedradas de dolor han perdido su color esperando su llegada su sombrero a la pedrada y tres tiros del zaguán.
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Mi bello Áncash querido Blanca de los Ríos Vivanco Ya llegamos al Bicentenario de Huaylas luego del amado Perú. Tú, departamento tan ricamente engalanado, te quedaste en tu misma miseria. Autoridades y visitantes extranjeros, solo escudriñaron tus bellos paisajes, arañando tus entrañas, para sacar riquezas de ti, que llenaron bolsillos extraños, dejándote con lo tuyo; que no podrán ya quitarte: la belleza de tus campos, paisajes, tu cultura reflejada en cantos y danzas, y el colorido del ropaje de bellas mujeres, que hacen más esplendorosa tu imagen. cumbres y nevados, bosques de puyas floridos, grandes pastizales, ríos caudalosos que dan mucha vida y energía a una parte del Perú, Tus lagos y lagunas de color esmeralda se quedan contigo, atrayendo a miles de visitantes del mundo que vienen admirarte todos sorprendidos se quedan y mudos ante ti por tu grandeza esas riquezas que tu pueblo no ve, se van con otros más ricos, que siguen llenando sus arcas, con la miseria del pueblo. Áncash querido, no podrán quitarte tu cultura, la belleza de tus cantos y poemas. tus hijos grandes intelectuales Ancashinos, llenan y seguirán llenando páginas y más páginas de muchos libros, con su sabiduría que cantan y hablan de tu historia y belleza, no te quitaran el encanto y esplendor natural de tus mujeres engalanadas por sus virtudes universales mil colores enjoyados de esa bella sonrisa, alegría, y espíritu generoso, con que recibe al visitante, con música, danzas y delicia de platillos picantes y sabrosos, que endulzan la vida;
Blanca de los Ríos Vivanco. Poeta y narradora. Institucionalista, animadora de reuniones culturales. Autora de varios libros.
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.que extraños y propios que gozoso no quieren abandonar tu suelo alfombrado del verde esmeralda; porque en ti, puso Dios todo los climas y paisajes del mundo. Ancash querido, el progreso te olvido, pasan los años, los siglos, pero tú, de pie, firme, Sigues con tu candor de un bello, bellísimo Departamento, vigilados por los hermosos Alpamayo y Huascarán, saciados tu sed por un río Santa que te da vida y abrigo con mover turbinas del Cañón del Pato ¡Salve a Áncash! ---
El Huascarán (foto: DBP.)
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Finalmente, el tomo III con las palabras iniciales del Dr. Lorenzo Samaniego Román a manera de prólogo, está conformado por dos grupos de contribuciones. Patrimonio e identidad cultural (II), como continuación del capítulo anterior incluido en el tomo II. Personajes que forjaron identidad y Creación literaria, es el último capítulo que reúne estudios relativos a los personajes de la historia regional y en la parte final se incluyen las creaciones literarias en verso y relatos de nuestros colaboradores en este género. La conmemoración del Bicentenario de nuestra Independencia se produce en un contexto de crisis moral, política e institucional en todas las esferas del Perú, agravada por la presencia de la pandemia del Covid-19. Ello no ha sido óbice para que las instituciones como la nuestra ni los escritores no podamos expresar nuestra voz y sentimiento. Es más, la fecha, por si sola, es un aliciente para unir esfuerzos y presentar un producto cultural a las generaciones de hoy, mañana y siempre. Una necesidad y obligación permanentes que asumimos es la de contribuir a afirmar y fortalecer nuestra identidad regional y nacional. En este propósito va para todos Áncash ante el Bicentenario. Este libro, en tres tomos, hubiera sido imposible sin la participación de los 68 escritores presentes en sus páginas. A cada uno de ellos nuestro reconocimiento. Y, con los mejores sentimientos, a todos nuestros lectores (estudiantes, docentes, intelectuales e interesados) como nuestro aporte en este Bicentenario del departamento de Áncash y de la Independencia Nacional. Lima, junio 15 de 2021 Danilo Barrón Pastor y Filomeno Zubieta Núñez (editores)
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