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Spanish Pages 214 Year 2016
M
ás de un millón de personas, casi un tercio de la fuerza laboral cubana, está en el “sector no estatal” de la economía: trabajadores autónomos, usufructuarios de la tierra, miembros de nuevas cooperativas, compradores y vendedores de viviendas privadas y otros grupos. Aunque se trata de la reforma estructural más importante de Raúl Castro, que conlleva una reducción gradual del sector estatal, poco concreto se sabe sobre las características (edad, género, raza y educación), condiciones económico-sociales y aspiraciones del emergente sector no estatal. Basado en 80 entrevistas intensivas hechas en Cuba entre 2014 y 2015, el libro recoge las voces del sector: hablan sobre su nivel de satisfacción con lo que hacen y ganan, sobre empleados contratados y formas de pago, ganancias y su distribución entre inversión y consumo, planes de expansión de los micronegocios, recibo de remesas externas y microcréditos, competencia y publicidad, y pago de impuestos. La parte crucial es la que detalla las voces sobre los principales problemas que enfrentan y sus deseos de mejora o cambio. Dice un trabajador autónomo: “Debe haber rienda suelta a toda esta fértil imaginación que estamos demostrando los cubanos, que se realice sin trabas, de manera libre, que el gobierno permita que esto fluya, no lo dificulte y controle sólo lo que debe controlar”.
Carmelo Mesa-Lago, coordinador Roberto Veiga González Lenier González Mederos Sofía Vera Rojas Aníbal Pérez-Liñán
VOCES DE CAMBIO EN EL SECTOR NO ESTATAL CUBANO Cuentapropistas, usufructuarios, socios de cooperativas y compraventa de viviendas
Coordinado por Carmelo Mesa-Lago, catedrático distinguido de Economía y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Pittsburgh, el libro cuenta con la participación de Roberto Veiga González y Lenier González Mederos, cubanos residentes y editores de Cuba Posible, que realizaron las entrevistas; Sofía Vera Rojas, candidata al doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de Pittsburgh, que llevó a cabo las tabulaciones y su análisis, y Aníbal Pérez-Liñán, catedrático de dicha disciplina en la referida universidad, que supervisó las tabulaciones.
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Carmelo Mesa-Lago, coordinador Roberto Veiga González Lenier González Mederos Sofía Vera Rojas Aníbal Pérez-Liñán Voces de cambio en el sector no estatal cubano
Voces de cambio en el sector no estatal cubano Cuentapropistas, usufructuarios, socios de cooperativas y compraventa de viviendas
Carmelo Mesa-Lago, coordinador Roberto Veiga González Lenier González Mederos Sofía Vera Rojas Aníbal Pérez-Liñán
Iberoamericana - Vervuert - 2016
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Diseño de la cubierta: Rubén Salgueiros
Los autores abrigan la esperanza que este libro sea de utilidad, promueva una discusión enriquecedora y encuestas científicas que ayuden al desarrollo del sector emergente no estatal en Cuba
Voces “Debe haber rienda suelta a toda esta fértil imaginación que estamos demostrando los cubanos, que se realice sin trabas, de manera libre, que el gobierno permita que esto fluya, no lo dificulte y controle sólo lo que debe controlar” (Cuentapropista). “Tiene que cambiar la manera de pensar, no [solo] nosotros, sino lo que nos dirigen, nos tienen que dar más libertad para poder crecer, para seguir cooperando” (Socio de cooperativa). “Si el Estado quiere que uno produzca, que ayude para eso… que haya mayor preocupación de las autoridades para que se pueda producir más y mejor… que le den al guajiro más chance para cultivar” (Usufructuario). “Me gustaría que quienes gobiernan comenzaran a pensar en cómo hacerle la vida más sencilla a los ciudadanos, y menos en cómo preservar los preceptos que se han demostrado ofrecen no más que penurias” (Vendedor de vivienda).
Índice
El sector no estatal emergente y su importancia I. ¿Qué es el sector “no estatal” emergente? II. Cuantificación del sector no estatal III. Metodología y estructura del estudio IV. Reconocimientos
17 17 21 26 30
Trabajadores por cuenta propia I. Antecedentes II. Resultados y análisis de las entrevistas
31 31 45
Usufructuarios de la tierra 71 I. Antecedentes71 II. Resultados y análisis de las entrevistas 81 Socios de Cooperativas de Producción no Agrícola y Servicios I. Antecedentes II. Resultados y análisis de las entrevistas
103 103 113
Compraventa de viviendas I. Antecedentes II. Resultados y análisis de las entrevistas
125 125 139
Comparaciones, conclusiones y sugerencias I. Características de los entrevistados II. Comparación de preguntas iguales en los cuatro grupos III. Relaciones entre las características y las respuestas IV. Conclusiones V. Voces de cambio: problemas y deseos
163 163 166 179 182 187
Bibliografía193 Apéndice 1. Cuestionario para las entrevistas
201
Apéndice 2. Lista de respuestas repetidas
209
Sobre los autores
211
Lista de cuadros
1. Fuerza laboral ocupada por situación de empleo en Cuba, 2005-2015 2. Estimación de personas en el sector no estatal, 2014 3. Cuentapropistas: grado de satisfacción con lo que hace y gana 4. Actividad en que se desempeña actualmente 5. Pago de impuesto mensual en CUP y CUC 6. Número de empleados contratados 7. Frecuencia en el pago a los empleados 8. Forma de pago a los empleados 9. Tipo de problemas con los empleados 10. Ganancias 11. Uso que se le da a las ganancias 12. Tiempo para recuperar la inversión 13. Créditos del gobierno o préstamos de bancos 14. Otras fuentes de ayuda 15. Grado de competencia 16. Política de precios 17. Comparación del producto/servicio con competidores 18. Procedencia de los insumos 19. Forma de anunciarse 20. Planes de expandir el negocio 21. Problemas principales que enfrenta 22. Deseos de cambio o mejoría 23. Número de usufructuarios y tierra entregada, 2012-2014 24. Distribución de tierras agrícolas, cultivadas y no cultivadas, según el tipo de tenencia, 2007 y 2014 25. Tierras ociosas, 2007, 2013 y 2014 26. Usufructuarios: grado de satisfacción con lo que hace y gana
22 24 46 48 50 51 52 52 54 54 55 56 57 58 58 60 61 62 64 65 66 68 72 74 75 82
27. Tamaño de la parcela 84 28. Limpieza de marabú 84 29. Razón por no haber construido una casa 85 30. Cultivos 86 31. Pago de impuestos 87 32. Tipo de impuesto pagado 87 33. Empleados contratados 88 34. Formas de pago a los empleados 88 35. Ganancias y su uso 89 36. Beneficios de vincularse a una cooperativa 91 37. ¿Preferiría ser independiente? 91 38. Razones para no pedir créditos o préstamos 92 39. Otras fuentes de ayuda 92 40. Entrega de producción al acopio 93 41. Formas de comercializar la producción 94 42. Posibilidad de rebajar los precios de venta 95 43. Procedencia de los insumos 96 44. Problemas principales que enfrenta 98 45. Deseos de cambio o mejoría 99 46. Número de CNA y sus socios, 2013-2015 105 47. Comparación de respuestas importantes entre cinco CNA 124 48. Traspasos formales de viviendas por tipo, 2012-2014 127 49. Construcción de viviendas, total y por la población y el estado, 2006-2014 138 50. Modo de adquisición de la vivienda 141 51. Ubicación de la vivienda comprada o vendida 142 52. Tiempo que toma comprar/vender vivienda 143 53. Valor de la compraventa 144 54. Distribución porcentual de los municipios por precio de la vivienda 145 55. Forma de anunciarse 146 56. Fuentes para la compra de vivienda 146 57. Tiempo y costo de inscripción en el registro 147 58. Pago de servicios al notario 148 59. Aceptación del impuesto, pero basado en valor tasado 149 60. Utilización del valor de la venta 150 61. Acceso y precios de materiales de construcción 151
62. Problemas principales que enfrenta 63. Lo que le gustaría que cambiase o mejorase 64. Precios de la compraventa según los corredores 65. Características de los entrevistados 66. Ocupación previa 67. Empleados contratados 68. Uso de ganancias entre inversión y consumo 69. Remesas externas, préstamos estatales y otras ayudas 70. Fuentes para adquirir insumos 71. Formas de anunciarse 72. Principales problemas que enfrenta 73. Cambios o mejoras que desea
152 154 158 164 168 169 170 171 174 175 176 178
Lista de gráficos
1. Evolución del sector estatal y no estatal, 2005-2014 2. Distribución del sector no estatal por sus componentes, 2014 3. Evolución del número de cuentapropistas, 2009-2015 4. Cuentapropistas: ¿Está satisfecho con lo que hace y gana? 5. ¿En que invierte sus ganancias? 6. ¿Tiene competencia? 7. ¿Dónde obtiene los insumos? 8. ¿Cómo anuncia su negocio? 9. ¿Piensa expandir su negocio? 10. ¿Cuáles son los problemas más serios que enfrenta? 11. ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorase? 12. Evolución de tierras agrícolas, cultivadas, no cultivadas y ociosas, 2007-2014 13. Usufructuario: ¿está satisfecho con lo que hace y gana? 14. ¿Cómo usa sus ganancias? 15. ¿Qué parte de su producción vende al acopio? 16. ¿Dónde obtiene los insumos? 17. ¿Cuáles son los problemas más serios que enfrenta? 18. ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorase? 19. Número de CNA, aprobadas y operando, 2013-2015 20. Viviendas construidas por el Estado y la población, 2006 a 2014 21. ¿Cómo adquirió su vivienda? 22. ¿Qué tiempo le tomó comprar o vender la vivienda? 23. ¿En qué usó el valor de venta de la vivienda? 24. ¿Cuáles son los problemas principales que enfrenta? 25. ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorarse? 26. ¿Está satisfecho con lo que hace y gana?
23 26 32 47 55 59 62 64 66 67 68 76 83 90 93 96 99 100 105 139 141 144 150 153 154 167
27. ¿Cómo emplea sus ganancias? 28. ¿Recibe remesas externas, préstamos estatales u otras ayudas? 29. ¿Dónde compra los insumos? 30. ¿Cómo se anuncia? 31. ¿Cuáles son sus problemas principales? 32. ¿Qué desearía que mejorase o cambiase?
170 172 174 175 177 178
Abreviaturas
CCS CNA CPA CUC CUP IPF MINCIN MICONS MTSS MINTUR ONAT ONEI PIB SNE TCP TRD UBPC
Cooperativas de Crédito y Servicios Cooperativas de Producción no Agrícola y de Servicios Cooperativas de Producción Agropecuaria Peso cubano convertible Peso cubano nacional (25 CUP= 1 CUC= 1 dólar) Instituto de Planificación Física Ministerio de Comercio Interior Ministerio de Construcción Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Ministerio de Turismo Oficina Nacional de Administración Tributaria Oficina Nacional de Estadísticas e Información Producto Interno Bruto Sector no estatal Trabajadores por cuenta propia (autónomos) Tiendas Recaudadoras de Divisas (“shopping”) Unidades Básicas de Producción Cooperativa
CAPÍTULO 1 El sector no estatal emergente y su importancia
Este libro estudia el sector “no estatal” en Cuba, que tiene creciente importancia y el potencial de transformar la economía predominantemente estatal (72% de la fuerza laboral) y en difícil situación. En este capítulo cuantificamos el sector no estatal e identificamos cuatro grupos principales: trabajadores por cuenta propia (autónomos), usufructuarios, socios de nuevas cooperativas y compradores-vendedores de viviendas privadas. En los próximos capítulos ofrecemos los antecedentes de cada grupo, basados en la información disponible: características, tamaño y tendencias, progresos, obstáculos e impactos. El elemento más innovador es el análisis de los resultados de 80 entrevistas intensivas hechas en Cuba en 2014-2015, para recoger las “voces” del sector. El objetivo principal del libro es ofrecer información clave no disponible sobre el sector no estatal: a) sus características (edad, género, color de la piel y educación); b) aspectos económicos importantes (como nivel de satisfacción, ocupación, ganancias, inversión, empleados contratados, recibo de remesas, microcréditos y otras ayudas, competencia, publicidad, planes de expansión), y c) su percepción de los problemas que enfrentan y sus deseos de mejora o cambio. Comparamos estos aspectos/percepciones entre los cuatro grupos, hacemos asociaciones entre sus características y una serie de respuestas a preguntas similares, y extraemos sugerencias de las “voces” para mejorar el sector y contribuir más al desarrollo económico y social del país.
1) ¿QUÉ ES EL SECTOR “NO ESTATAL” EMERGENTE? En 2006, Raúl Castro sustituyó a su hermano Fidel al frente del gobierno, debido a la enfermedad de este, y en 2008 fue formalmente nombrado
18
Voces de cambio
Presidente del Consejo de Estado y de Ministros. Desde 2007, Raúl ha implementado numerosas reformas, siendo las más importantes las llamadas por él “estructurales” (27-7-2007) porque modifican aspectos del actual sistema económico en diverso modo y magnitud.1 Una de las reformas estructurales más importantes ha sido la reducción del sector estatal y la correspondiente expansión del sector no estatal, como nunca antes bajo la Revolución. En 2010, el gobierno informó que había un vasto empleo excedente o innecesario en el sector estatal que había que despedir para ahorrar recursos, mejorar la productividad laboral y aumentar los salarios; 500 000 de dichos empleados serían despedidos entre octubre de 2010 y marzo de 2011, y un millón en diciembre de ese año; más tarde, se estimó el número de excedentes en 1,8 millones para ser eliminados en 2015. Los despedidos encontrarían empleo en el sector no estatal (SNE), el cual se divide, de forma amplia, en “privado”2 y cooperativo, ambos con diferencias en cuanto al tiempo de su implementación sus derechos de propiedad, su relación con el Estado, el rol del mercado, el tamaño del SNE y su tendencia creciente o decreciente (véase Mesa-Lago, 2013). El subsector “privado” incluye cuatro grupos: 1) Los propietarios de pequeñas parcelas de tierra (“agricultores pequeños”), que comenzaron con la reforma agraria de 1959 y continúan, aunque reducidos a la mitad; estos tienen la propiedad de la tierra, aunque con ciertos compromisos con el Estado, tales como la obligación de venderle parte de la cosecha a un precio fijado por el gobierno (acopio), el cual limita la venta de sus productos a precios de mercado, aunque las reformas han flexibilizado algo esto. 2) Los trabajadores por cuenta propia (TCP), que han experimentado altibajos desde que comenzaron en el decenio del 70, pero en franca expansión desde 2011 (operan en 201 ocupaciones determinadas por el Estado); la mayoría son dueños de pequeños negocios o actividades económicas individuales (también pueden ser arrendadores de un negocio cedido por el gobierno), y sus productos o servicios se venden al precio de mercado. 1 Cuando no hay fuente específica en el estudio, viene de Mesa-Lago, 2012 y 2014; y de Mesa-Lago y Pérez-López, 2013. 2 El término ‘privado’ no se mencionó en los 313 Lineamientos de 2011, ni en los medios de comunicación hasta 2014; se evita usando eufemismos como “no estatal”, “emprendedores”, “agricultores pequeños”, “cuentapropistas”, casa “particular” (para arrendadores de casas para turistas), viviendas construidas “por la población”, etc.
El sector no estatal emergente y su importancia
19
3) Los usufructuarios de tierras estatales, que las reciben para ser explotadas bajo normas legales (incluyendo el acopio); estos comenzaron en el decenio de los 80, pero el mayor impulso ha sido desde 2008; no son propietarios de las parcelas, pero las cultivan y se apropian de sus frutos, y una vez cumplido el acopio, pueden vender el excedente a precio de mercado. 4) Los trabajadores empleados por los tres grupos anteriores, que no son titulares (propietarios o arrendatarios), sino asalariados. El subsector cooperativo, que constituye un punto medio entre la propiedad privada y la estatal, tiene, a su vez, tres grupos: 1) Las cooperativas de producción agropecuaria que son las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) —creadas en 1994 por la transformación de las granjas estatales— y las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA). Ninguna de las dos es propietaria de la tierra, sino que la trabajan de forma mancomunada (el Estado mantiene la propiedad y otorga contratos de arrendamiento indefinido a los socios); ambas son las más dependientes del Estado y han decrecido en número y socios, y la mayoría de su producción va al Estado, que fija sus precios.3 2) Las Cooperativas de Crédito y Servicios (CCS), en las que los campesinos privados se unen para obtener crédito, comprar insumos al por mayor y compartir parte del equipo, son las más independientes y están creciendo en número y socios. 3) Las Cooperativas de Producción no Agrícola y de Servicios (CNA), como barberías, creadas en 2013, se están expandiendo, pero el número de sus socios es todavía pequeño; estas rentan al Estado, que retiene la propiedad de los inmuebles, pero venden sus productos/servicios a precios de mercado; se alega que son más independientes que las cooperativas de producción agropecuaria. El sector emergente no estatal también incluye la compraventa de viviendas con precios fijados por la oferta y la demanda, que comenzó en 2011 y se ha ido expandiendo, así como la construcción de viviendas privadas por individuos (“esfuerzo de la población”). El VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), efectuado en abril de 2016, generó dos documentos: la conceptuación del modelo y un plan de desarrollo hasta 2030. El primero de ellos, reconoce la existencia de 3 Un reglamento dictado en 2012 procuraba dar más autonomía a las UBPC, pero sus resultados no son claros.
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Voces de cambio
heterogeneidad en las formas de propiedad y de gestión, “adecuadamente interrelacionadas”, entre ellas la propiedad privada y la cooperativa; también acepta el rol del mercado dentro de un modelo en que prevalece la planificación central y la empresa estatal. El Estado se concentra en la dirección de la economía, la regulación y la conducción/control del proceso de desarrollo, y gestiona los medios fundamentales de producción (para un análisis del VII Congreso, véase Mesa-Lago, 2016). La propiedad privada sobre “determinados medios de producción” juega un papel “complementario” al Estado; este se “desprende” de la administración directa de aquellas actividades que requieren un grado alto de independencia y autonomía, las cuales, además, conducen al desarrollo socioeconómico, contribuyen a la eficiencia, la creación de empleo y el bienestar. Esto “provoca el incremento del sector no estatal de la economía” (SNE), liberando recursos; no obstante, la gestión por formas de propiedad no estatal no implica “la privatización o enajenación de estos”; además, “no se permite la concentración de la propiedad y la riqueza en personas naturales o jurídicas no estatales”; por último, el Estado regula al SNE, así como la apropiación privada del resultado del trabajo ajeno y las ganancias de estos negocios (PCC, 2016: 7-9). El referido documento especifica dos tipos de “emprendimiento” privado: pequeños negocios realizados en lo fundamental por el trabajador y su familia, como personas naturales; y empresas privadas de micro, pequeña y mediana escalas, reconocidas como personas jurídicas. Además, “los tipos de cooperativas que reconoce el modelo forman parte del sistema de propiedad socialista” y tienen personalidad jurídica, ejerciendo propiedad colectiva de los medios de producción (PCC, 2016: 10). Lo anterior constituye la legitimación oficial del SNE, pero paradójicamente aún se niega la privatización; además, el SNE se concibe solo de manera supeditada al Estado y con mayores restricciones: por ejemplo, antes se prohibía la concentración de la propiedad, pero ahora se agrega también la de la riqueza. Este libro profundizará en el efecto de esos obstáculos. El Congreso anunció una ley de empresas que regulará el sector no estatal, pero no se había promulgado tres meses después del evento.4 Luego de 4 Se han promulgado varias resoluciones sobre el arrendamiento de bienes del Estado a TCP y CNA, así como sobre los mercados mayoristas, que tocan aspectos del sector no estatal, pero no una ley integral (v. caps. 3 y 5).
El sector no estatal emergente y su importancia
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resaltar la relevancia del reconocimiento de la empresa privada dentro del sistema económico cubano, Monreal (2016: 1-2) apunta el lento seguimiento en legalizar y regular la empresa privada y se pregunta “si el tema ha perdido algo de la propulsión inicial”. Agrega que la etapa educativa del proceso, clave para la etapa de implementación, “apenas ha sido visible en los medios de prensa del país”.
2) CUANTIFICACIÓN DEL SECTOR NO ESTATAL Es complejo calcular el número de personas en el SNE porque falta una cifra integrada con una distribución de todas en dicho sector. El Anuario estadístico de Cuba (ONEI) ha publicado por varios años un cuadro (7.2 en 2014) con la distribución de los “ocupados en la economía según situación del empleo”, que los divide en “cooperativistas” (antes solo las UBPC, CPA y CCS; desde 2013, también las CNA), los trabajadores por cuenta propia (TCP) y “privado”. El último está compuesto por empleados asalariados en empresas mixtas con capital extranjero, propietarios privados de tierra y por TCP hasta 2010. Desde 2011, los empleados por los TCP están incluidos en el número total de estos, lo cual explica en parte el gran salto de 166 % en dicho año (Cuadro 1). Es probable que los “otros” privados envuelvan un doble conteo. Otro cuadro del Anuario (9.4) exhibe la categoría “tenentes de tierras por personas naturales”, que separa usufructuarios, propietarios privados, arrendatarios y campesinos dispersos; no obstante, dicho cuadro solo está disponible desde 2013, por lo cual no se pudo incluir este grupo en el Cuadro 1.5
5 Otro cuadro del Anuario (9.3) muestra los “tenentes de tierras por personas jurídicas”, separando las empresas y granjas estatales, las UBPC, CPA y CCS, y “otros”, pero no da cuántas personas están en cada una de ellas.
Voces de cambio 22
2007
2006
2005
Años Dic.
5 072
4 948
4 868
4 755
4 723
Fuerza laboral ocupada (000)
3 873
4 178
4 249
4 112
4 036
3 889
3 786
(000)
73,8
75,2
77,3
83,8
83,8
83,1
82,9
81,8
80,2
(%)
214
231
227
217
209
217
232
234
242
257
271
(000)
4,4
4,6
4,6
4,4
4,2
4,4
4,6
4,7
5,0
5,4
5,7
(%)
499
483
424
405
392
147
144
142
138
153
169
(000)
10,3
9,7
8,6
8,3
7,8
2,9
2,8
2,9
2,8
3,2
3,6
(%)
687
664
639
600
537
442
448
460
453
456
496
(000)
13,7
13,4
13,0
12,2
10,7
8,9
8,8
9,3
9,3
9,6
10,5
(%)
1 401
1 378
1 290
1 222
1 137
806
823
836
834
866
936
(000)
28,8
27,7
26,2
24,9
22,7
16,2
16,2
16,9
17,1
18,2
19,8
Cuadro 1. Fuerza laboral ocupada por situación de empleo en Cuba, 2005-2015 (en miles y porcentajes)
2008 4 984 3 684 72,3
Sector no estatal a
2009 5 010 3 629
71,2
Sector estatal
2010 4 902 3 592
(%)
2011 4 919 3 460
Total e
2012 4 970
“Otros” privado d
2013 4 861
Cuentapropia c
2014
Cooperativas b
2015
a Excluye usufructuarios, campesinos privados y arrendatarios de tierras (ver Cuadro 2). b De 2005 a 2010, las cifras se limitan a los socios de cooperativas agrícolas; a partir de 2011 se incluye las cooperativas de producción no agrícola y de servicios (2 300 en 2013, 5500 en 2014, 7700 en 2015). c Desde 2011, se incluye a sus asalariados contratados. d De 2005 a 2010, se incluye asalariados en empresas mixtas y contratados por TCP y campesinos privados; desde 2011 los contratados por los TCP aparecen en la columna “cuentapropia”. e Suma de cooperativas, TCP y demás actividades privadas.
Fuente: Cifras absolutas de ONEI, 2010, 2012, 2013a, 2014, 2015, 2016a. Los autores han calculado las cifras correspondientes al Estado, a otros del sector privado y al sector no privado sobre la base de las cifras de la ONEI, así como todos los porcentajes.
El sector no estatal emergente y su importancia
23
La fuerza laboral ocupada tocó un cénit en 2009, desde 2012 exhibe una tendencia declinante, de manera que en 2015 era un 4 % menor que en el cenit; ello se debe al envejecimiento poblacional y al intento de despedir a 1,8 millones de empleados estatales excedentes (36 % de la fuerza laboral). Entre 2009 y 2015, el sector estatal se redujo en 789 000 trabajadores, la mitad de la meta.6 El empleo estatal disminuyó de 83,8 % de la fuerza laboral en 2009 a 71,2 % en 2015, 12,6 puntos porcentuales, mientras que el SNE creció de 16,2 % a 28,8 % en el mismo período, sin contar propietarios de tierras, arrendatarios y campesinos dispersos (Gráfico 1). A pesar de este aumento notable, el sector estatal se contrajo menos de lo planeado porque el SNE se expandió a un ritmo menor (v. Mesa-Lago, 2014; caps. 2 a 5). Gráfico 1. Evolución de los sectores estatal y no estatal, 2005-2015 (% de fuerza laboral ocupada)
En el Cuadro 2, intentamos unificar esas cifras diversas para estimar el número de personas en el SNE y calcular su proporción respecto a la fuerza laboral; además, estimamos el porcentaje de mujeres en las tres categorías 6 El desempleo aumentó de 2,4 % a 3,4 % en 2010-2012 (según el plan de reducir el empleo estatal), pero mermó a 2,3 % en 2014 (ONEI, 2015). Era imposible, por tanto, despedir el 36 % de la fuerza laboral, por la insuficiente expansión del sector no estatal, y lograr en 2016 que el 40 % de la fuerza laboral ocupada estuviese en el SNE. Ese año se reconoció oficialmente que ya se había terminado el proceso de despidos.
Voces de cambio
24
disponibles. Debido a los problemas explicados sobre la categoría “otros”, decidimos hacer cálculos del sector estatal absoluto y en porcentaje de la fuerza laboral, con y sin “otros”. Los números absolutos son, respectivamente, 1 167 911 y 1 831 511 (la diferencia de 663 000 siendo “otros”), mientras que los porcentajes del SNE en relación con la fuerza laboral son 22,8 % y 35,8 %, respectivamente. Cuadro 2. Estimación de personas en el sector no estatal, 2014 Porcentajes de d Categorías
Total
Subtotal
Fuerza laboral
Cuentapropistas a
483 400
41,4
Usufructuarios
312 296
26,7
6,1
99 500
8,5
1,9
231 500
19,8
b
Propietarios de tierra
9,5
Mujeres N.º
%
142 500
29,4
4,5
31 600
13,6
1 200
21,8
Cooperativistas UBPC, CPA, CCS CNA Campesinos dispersos
5 500
0,5
0,1
32 000
2,8
0,6
Arrendatarios
2 843
0,2
0,1
1. Subtotal
1 167 911
100,0
22,8
Empleados privados c
663 600
2. Total
1 831 511
3. Fuerza laboral
5 105 500
Porcentajes 4. 1/3 No estatal
22,8
Estatal
77,2
Total
100,0
5. 2/3 No estatal
35,8
Estatal Total
64,2 100,0
Incluye titulares (402 185) y empleados asalariados (81 125). b Incluye 142 862 aprobados en el decenio del 70 y 169 434 desde 2008. c No está definido, pudiera abarcar empleados asalariados en las empresas mixtas con inversión extranjera, propietarios de parcelas y cooperativistas. d Estas distribuciones porcentuales excluyen a los empleados asalariados que se dice eran 118 693 en 2016. a
Fuente: Elaboración propia basada en ONEI, 2015; en julio 2016 no había datos plenos para 2015.
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Un serio problema con las cifras anteriores es que, al sumarse el total de personas en el SNE en 2014, incluyendo “otros” privados (1 831 511), con los empleados en el sector estatal (3 592 000) el total de 5 423 511 equivale al 106 % de la fuerza laboral ocupada, lo que confirma que hay un doble conteo posiblemente entre “otros” privados (además, hay TCP que también son empleados estatales). Si se incluye a estos, la meta de 1,8 millones de personas en el SNE en 2015 parece que se alcanzó pero, en realidad, no lo fue porque en 2010 ya había algo más de un millón en dicho sector, de ahí que lo agregado ha sido menos de 800 000, 44 % de la meta. El porcentaje de mujeres en tres categorías del SNE es minoritario: 29,4 % en TCP, 21,8 % en CNA y 13,6 % en cooperativas de producción agropecuaria (eso lo contrastaremos con los resultados de las entrevistas); no hay distribución por género en el resto de las categorías (Cuadro 2). Un análisis de las licencias otorgadas a TCP entre 2010 y 2013 muestra que las mujeres promediaron 34 % del total de las mismas y se observó un proceso de masculinización en general incluso en categorías como decorador, profesor de música y peluquería, mientras que el porcentaje de mujeres aumentaba en labores tradicionalmente desempeñadas por las mujeres como planchadora de ropa (Díaz y Echevarría, 2015). La distribución de las personas en el sector no estatal por categoría (excluyendo “otros”) es como sigue: 41,4 % TCP, 26,7 % usufructuarios, 19,8 % Cooperativas de Producción Agropecuaria, 0,5 % CNA, 2,8 % campesinos diversos y 0,2 % arrendatarios (Cuadro 2 y Gráfico 2). No tenemos información sobre las dos últimas categorías. La suma de TCP y usufructuarios da 68 % del total, lo cual hace cruciales estas dos categorías para las entrevistas. Los socios de las CNA son poquísimos comparados con los socios de las cooperativas de producción agropecuaria, pero estas están declinando, mientras que las CNA, que comenzaron en 2013, están creciendo (v. Cuadro 1) y son una forma de cooperativa nueva que es parte de las reformas estructurales; además, el gobierno les da importancia y les otorga beneficios que no tienen los TCP y usufructuarios; por ello decidimos incorporarlas en las entrevistas. El Cuadro 2 no incluye la compraventa porque hay pocas cifras, pero esta actividad privada juega un papel importante en las reformas y se estima que hubo 133 000 transacciones entre 2011 y 2014, por lo que también la incluimos.
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Voces de cambio Gráfico 2. Distribución del sector no estatal por sus componentes, 2014
No existen estadísticas sobre la proporción del producto interno bruto (PIB) generado por el SNE, solo hay un estimado grueso en 2011 que proyectó un tercio del PIB en 2015, pero en ese año no se dio cifra alguna. Los participantes en el SNE son los principales protagonistas de las reformas y tienen el potencial de cambiar de manera fundamental la economía y sociedad cubanas en el mediano plazo. Carecemos de información adecuada de las percepciones de los cuatro grupos del sector estatal en temas importantes como: el grado de satisfacción sobre la reforma en cada grupo; el número de empleados que contratan y su salario; los impuestos que pagan; las ganancias netas que logran; la recepción de remesas externas, microcrédito del gobierno y/o ayuda de familiares en Cuba o en el exterior; la forma de conseguir los insumos; la competencia y vías de publicidad; los problemas que enfrentan, y los cambios adicionales que desearían se implementasen.
3) METODOLOGÍA Y ESTRUCTURA DEL ESTUDIO La vía ideal para obtener la información requerida del SNE sería encuestas científicas tomadas en toda Cuba. No obstante, únicamente el gobierno y el partido comunista (PCC) realizan encuestas regulares de opinión, y sus resultados no se publican. ONEI (2015) da como fuente de algunas
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estadísticas la “Encuesta de trabajadores por cuenta propia”, pero no pudimos acceder a ella. Unos pocos científicos sociales cubanos han sido autorizados para hacer encuestas, con previo permiso y control gubernamental; en algunos casos, esas encuestas no pueden publicar sus resultados hasta después de un período.7 Por todo ello, resultó imposible hacer una encuesta nacional, porque es muy difícil obtener el permiso y tomarla sin acarrear riesgos. Una alternativa factible es hacer entrevistas en un área geográfica del país. Los TCP han sido objeto de varias entrevistas en distintas fechas: 60 en 19992001 (la mitad de ellos re-entrevistados en 2002-2009, y un número indefinido en 2011), focalizados en paladares, taxis y alojamiento privado, por dos expertos norteamericanos en cuentapropismo (Ritter y Henken, 2015); un número indeterminado en 2007-2008, por un antropólogo estadounidense (Armengol, 2013); 35 en 2010 sobre género, por una entidad global en La Habana (Díaz y Echevarría, 2015); 72 en 2011, por tres académicos cubanos (Díaz, Pastori y Piñeiro, 2012); 25 en 2012, por un economista estadounidense (Feinberg, 2013); 419 en 2013-2014 entre 57 actividades cuentapropistas, en parte de La Habana vieja, que hizo un número largo e importante de preguntas —no supimos de esta encuesta hasta que la edición original de este libro estaba en prensa— (Pañellas, Torralbas y Caballero, 2015); y una encuesta con muestra estratificada nacional a 746 TCP tomada en enero-abril de 2014, con opciones previas a las respuestas, un ámbito muy amplio y respuestas escuetas (Padilla Pérez, 2015). Un estudio importante se hizo en nueve de las 201 ocupaciones aprobadas para investigar sus gastos de capital fijo y el costo de adquirir los insumos necesarios y las estrategias para comprar dichos bienes, a través de consultas desde EE. UU. por teléfono o correo electrónico con los TCP en Cuba (CSG, 2015).8 La mayoría de las entrevistas no han publicado los cuestionarios y las respuestas tabuladas, y cinco se realizaron antes de la expansión de este grupo o justo cuando comenzaba. En febrero-abril 2014, una socióloga cubana hizo entrevistas entre 29 CNA en la provincia de La Habana y analizó sus resultados (Piñeiro, 2014). No se han hecho entrevistas con usufructuarios y compradores o vendedores de viviendas; cinco entrevistas con los que permutan en La Habana se hicieron en 2013 y otras siete en 2015 (Morales, 2013, 2016a).
7 A una encuesta realizada entre ancianos en 2008 se le fijó un período de cinco años para publicar sus resultados y aún no estaban disponibles en 2016. 8 Las nueve ocupaciones fueron: empleado en paladar, sastre, fotógrafo, peluquera, barbero, manicurista, lavadora de ropa y entrega de mercancía por motocicleta.
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En conclusión, no hay un estudio abarcador, integrado y reciente con detallada metodología, que genere información sistemática adecuada y capte las percepciones de los cuatro grupos seleccionados sobre su labor y anhelos, así como su visión de las reformas. Para llenar el importante vacío existente y dar voz a los protagonistas, se realizaron entrevistas normalizadas en varios municipios de la provincia de La Habana (salvo las de los usufructuarios, que también incluyeron las colindantes provincias de Artemisa y Mayabeque), pues es donde se concentra el mayor número de estos grupos (un tercio de los TCP y 74 % de las CNA), y hubiera sido mucho más difícil y costoso hacerlas en otras provincias. Las entrevistas fueron tomadas por dos científicos sociales cubanos residentes y entrenados en comunicación social, sociología y ciencia política. Se tomaron un total de 80 entrevistas entre septiembre de 2014 y diciembre de 2015: 25 en cada uno de los grupos de TCP, usufructuarios y compradores/vendedores/corredores de viviendas; solo cinco a socios de CNA. De los últimos, cuatro fueron de iniciativa personal, debido a dificultades en obtener autorización para efectuar las entrevistas de los presidentes de las CNA en antiguas empresas estatales. En la medida de lo posible, se buscó cierta diversidad en cuanto a edad, género, raza, educación, ocupación y localidad (en el caso de los cooperativistas, esto fue imposible). Los encuestados se seleccionaron usando métodos no probabilísticos. La muestra fue escogida por los entrevistadores gracias a sus contactos con personas entrevistadas, que los llevaron a otros en forma de muestreo de bola de nieve. Puesto que la muestra no es representativa, los resultados no pueden generalizarse al universo y deben ser considerados como indicativos. Los entrevistadores informaron a los interrogados que la entrevista era anónima y para un estudio científico independiente; también se les señaló que tendrían libertad de no contestar alguna pregunta si no lo deseaban, por ello hubo preguntas que quedaron sin respuesta y no se insistió. En algunos casos, como las ganancias de los TCP, los usufructuarios y las CNA, los entrevistados se abstuvieron de dar cuantías. Cada cuestionario tuvo alrededor de 20 preguntas, algunas comunes, para hacer comparaciones, y otras específicas ajustadas a las características del grupo. Las preguntas fueron en su gran mayoría abiertas, sin dar opciones previas a las respuestas, de manera que los entrevistados tuvieron entera libertad para opinar durante un período de entre hora y media y dos horas. Ningún entrevistado rehusó participar y muy pocas preguntas quedaron sin contestar, aunque, en ocasiones, las respuestas fueron imprecisas, probablemente por aprensión.
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El Apéndice reproduce los cuestionarios para cada uno de los cuatro grupos. Se tomó un piloto con las preguntas para asegurarse que funcionaban bien, y después se hicieron algunos ajustes. Las entrevistas se tomaron por Roberto Veiga González y Lenier González Mederos (sin cuya labor hubiese sido imposible este libro), luego fueron revisadas por Carmelo Mesa-Lago. Bajo la supervisión de Aníbal Pérez-Liñán, las respuestas se procesaron y tabularon por Sofía Vera Rojas, quien también hizo un cruce de las preguntas comunes en los grupos con variables como edad, sexo, raza, educación y localidad, y preparó borradores de los gráficos. Mesa-Lago es el único responsable por las secciones “Antecedentes” del libro; él preparó un borrador de las secciones de entrevistas y todo el documento fue revisado y comentado por González y Veiga; además, Pérez-Liñán revisó e hizo sugerencias sobre las entrevistas y leyó todo el documento. El libro ofrece información abarcadora, concreta y empírica de los resultados de las reformas estructurales a través de sus protagonistas principales, lo cual será de gran utilidad para todos los interesados en Cuba: estudiosos, decisores de políticas, fundaciones y público en general. Se publicó un adelanto del libro en Letras Libres (2016), y un resumen en inglés en Cuban Studies (2017). El libro inicialmente se publicó en La Habana, en 2016, en dos volúmenes, por Cuba Posible, solo para circulación interna. Para esta edición española, Mesa-Lago: revisó todo el texto; actualizó las secciones de Antecedentes a julio de 2016, en particular, debates y acuerdos en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba de abril de 2016, así como en la Asamblea Nacional de julio de 2016; agregó nueva legislación, estadísticas parciales de ONEI Anuario 2015, información y bibliografía; por último, hizo algunas adaptaciones del texto para los lectores de habla castellana fuera de Cuba. El libro se organiza en seis capítulos. Después de esta Introducción hay cuatro capítulos (2, 3, 4 y 5) que, de forma similar, examinan los cuatro grupos seleccionados; primero, se dan los antecedentes (tamaño y tendencias, características, progresos, obstáculos e impacto), seguido de una presentación y análisis de los resultados tabulados de las entrevistas, y dando ejemplos de las respuestas más relevantes e interesantes (Vera Rojas y Pérez-Liñán, 2015). El capítulo 6 ofrece las conclusiones, los resultados de comparar las características de los entrevistados en los cuatro grupos con respuestas similares y las voces de cambio: problemas, deseos y sugerencias.
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4) RECONOCIMIENTOS Los autores son los únicos responsables de este estudio, pero agradecen el apoyo dado por varias personas y entidades. Mitchell Seligson, catedrático distinguido de Ciencia Política y Sociología, fundador y asesor principal del Proyecto de Opinión Pública Latinoamericana (LAPOP), Universidad de Vanderbilt, otorgó un fondo para el trabajo de los entrevistadores, transporte y materiales. El Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburgh (CLAS), dirigido por el catedrático de Ciencia Política Scott Morgensten, concedió una suma de investigación para tabular las entrevistas, y el equipo de CLAS administró los fondos del proyecto. Alejandro de la Fuente, catedrático distinguido de Historia y Economía Latinoamericanas de la Universidad de Harvard, organizó un taller en 2016 donde se presentaron y discutieron los resultados del estudio. William Bello Sánchez fue auxiliar de campo en las entrevistas; es cubano residente, licenciado y máster en Geografía. El Dr. Jorge Pérez-López, reconocido experto en la economía y en el sector informal en Cuba, revisó todo el manuscrito e hizo numerosos comentarios y sugerencias muy útiles. Finalmente, los autores agradecen a Klaus D. Vervuert, editor de Iberoamericana, su ayuda en publicar esta edición en España, a fin de que puedan acceder al estudio los lectores de Iberoamérica. Una versión en inglés está en proceso de publicación.
CAPÍTULO 2 Trabajadores por cuenta propia
I. ANTECEDENTES Trabajadores por cuenta propia (TCP) son “aquellos que siendo o no propietarios de los medios y objeto de trabajo no tienen un contrato laboral con entidades jurídicas y no reciben remuneración salarial” (ONEI, 2015; Cobo, 2016). Han de ser cubanos o extranjeros con residencia permanente, mayores de 17 años, desempeñar las ocupaciones autorizadas, inscribirse como contribuyentes en la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), obtener una licencia, abonar todos los impuestos puntualmente, afiliarse a la Seguridad Social y pagar sus cuotas, y cumplir cualquier otra obligación (Juventud Rebelde, 1-10-2013).
1) Tamaño y tendencias El número de TCP disminuyó de 169 000 en 2005 a 147 000 en 2010. Con 18 nuevas ocupaciones autorizadas (su número creció de 183 a 201), así como el plan para reducir el excedente laboral estatal, el cuentapropismo aumentó un 167 %, a 391 500 en 2011; este salto también fue resultado de incluir a los empleados asalariados contratados por los TCP que antes aparecían en la categoría “otros” privado. El ritmo de crecimiento anual se desaceleró a 3,3 % en 2012, creció 4,7 % en 2013 y 13,9 % en 2014, y se desaceleró a 3,3 % en 2015. De hecho, hubo una caída en los TCP en 2015. Según el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), entre mayo y octubre de 2015 el número se redujo por primera vez en 2 213, de 504 613 a 502 400; más tarde, el diario Trabajadores informó una nueva merma a fines de 2015, de 502 400 a 496 400, para un descenso
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de 1,6 % en diciembre respecto al cénit alcanzado en mayo de 2015. Por último, en marzo de 2016 se reportó un aumento a 505 342 (“Expectativas…”, 2014; MTSS, 2015; Trabajadores, 1-11-2016; EFE, 29-4-2016; Cuadro 1 y Gráfico 3). El impulso en 2013-2014 se debió a la aprobación de nuevas ocupaciones, el arrendamiento de viviendas, las relaciones entre empresas estatales turísticas y los TCP, y el traspaso a estos de empresas gastronómicas y de servicios personales o técnicos. A su vez, la deceleración de 2015 fue causada por: la supresión de varias ocupaciones, la no aprobación de nuevas, el cierre de pequeños negocios, el reforzamiento del control de pagos tributarios y el incremento de inspecciones y multas por violaciones (v. I.4). En 2010, había 147 000 TCP titulares, y en 2014 eran 382 400 (descontando a sus 114 000 empleados), por lo que el aumento neto fue de 235 400, un incremento de 60 % respecto a los 147 000 en 2010 (basado en Cuadro 1 y Trabajadores, 11-1-2015). La meta para 2012 era de 695 300, la cual, si nos basamos en el total de 499 000 (titulares y empleados) a fines de 2015 (tres años después), solo se había cumplido en 72 %. El boom turístico en 2015 y 2016 ha generado una demanda superior para parte de los TCP, pero ello se contrapesa por los múltiples obstáculos que enfrenta. Actualmente, “el número de nuevos negocios no compensa por el número cerrado, o sea, que el crecimiento neto es negativo” (Cuba Standard, 2015: 6; Vidal, 2016b). Gráfico 3. Evolución del número de cuentapropistas, 2009-2015
Fuente: Elaboración propia basada en ONEI, 2011, 2013, 2015, 2016a.
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2) Características En 2013, solo el 16 % de los TCP había sido previamente despedido de empleos estatales; en 2014, el 69 % no tenía vinculación laboral anterior (probablemente eran ilegales que se formalizaron); esas características no se han publicado más. Según el MTSS, en diciembre de 2015, el 17 % de los TCP también tenía un empleo estatal. Estas cifras sugieren que muy pocos TCP habían sido despedidos de sus puestos estatales y explica por qué el plan de despidos quedó rezagado. Por otra parte, un 30 % eran mujeres (un ligero incremento desde 2014), similar al 29,4 % calculado en el Cuadro 2. Otro 30 % eran jóvenes, un porcentaje estable desde 2013.9 Un 22 % eran empleados asalariados, un declive de 11 puntos porcentuales desde 2013; la gran mayoría trabaja en alimentación y en transporte. Además, 12 % eran jubilados, cifra similar a las anteriores. Las principales actividades laborales a fines de 2015 eran: 11 % en preparación de alimentos, 10 % en transporte de carga y pasajeros, 6 % en arrendamiento de viviendas o habitaciones, y 5 % en agentes de comunicaciones, mientras que el 68 % no se especificó, lo que indica una enorme variedad de ocupaciones, lo que es confirmado por las entrevistas. Respecto a la ubicación, el 65 % de los TCP se concentra en las provincias de La Habana, Matanzas, Villa Clara, Camagüey Holguín y Santiago de Cuba (Juventud Rebelde, 16-8-2013; Trabajadores, 25-8-2014 y 11-1-2016; MTSS, 2015). Hay muy poca información disponible sobre edad y género de los TCP, y ninguna sobre raza, educación, ingresos y localidad, por lo que las entrevistas serán útiles en esto.
3) Progresos Ya se ha visto que el VII Congreso legalizó a los TCP y reconoció sus aportes al empleo, la eficiencia y la producción (v. cap. I.1). Recientemente, los medios de comunicación oficial han publicado entrevistas a dueños de pequeños negocios mostrando positivamente el surgimiento y consolidación de dicho sector como más eficiente que el estatal.
9 En marzo de 2016, los porcentajes de mujeres y jóvenes habían crecido a 31 % (EFE, 29-4-2016).
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La expansión del trabajo por cuenta propia ha tenido un impacto muy positivo reflejado en la oferta diversa de servicios (principalmente) y de productos, así como la mejoría en su calidad. Un ejemplo de ello es la proliferación de paladares, algunos de los cuales tienen estándares muy altos. También ha dado esperanza a los cubanos para mejorar sus ingresos y un futuro mejor. Los TCP generalmente son propietarios de sus microempresas (salvo cuando las arriendan a empresas estatales) y fijan a precios de mercado la venta de sus productos o servicios. Pueden contratar, además de a familiares, a empleados asalariados sin límite, aunque con autorización estatal previa; así como abrir cuentas bancarias. Por último, tienen derecho a prestaciones monetarias por maternidad, y pensiones de Seguridad Social de vejez, invalidez y muerte, pagando una contribución; para la pensión se reconocen las contribuciones previas pagadas como empleado estatal, siempre que sean un mínimo (MTSS, 2014). Desde mediados de 2014, 12 988 establecimientos estatales de gastronomía (69 % del total) y de servicios personales/técnicos (31 %) están siendo gradualmente traspasados a los TCP y a las Cooperativas de Producción No Agrícola y de Servicios (CNA). Hasta octubre de 2014, el 27 % de todos los establecimientos estatales había sido traspasado, así como un 12 % de los 134 402 trabajadores. El vicepresidente del Consejo de Ministros10 Marino Murillo, a cargo de la implementación de las reformas, ha dicho: “Las unidades que hasta el momento se han incorporado a las formas no estatales de gestión han obtenido resultados favorables, los trabajadores han incrementado sus ingresos, han [remozado] los locales y han ampliado los horarios de servicios, al tiempo que acrecientan los precios de venta a la población, en correspondencia con el aumento de la calidad y variedad de las ofertas” (Granma, 23-6-2014). La propiedad de estos establecimientos y los medios de transporte quedan en manos del Estado, que los arrienda por contratos de 10 años (renovables), bajo el control del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), a tarifas fijadas por el gobierno de acuerdo con el tamaño y ubicación de los inmuebles; mientras que los equipos, herramientas y útiles estatales se arriendan o venden. Las nuevas formas de gestión sufragan los gastos de electricidad, agua y teléfono, compran los insumos, y mantienen y reparan los locales (“Más de 12 000…”, 2014). En mayo de 2016 se comenzó 10 Hasta el 14 de julio de 2016, Marino fue también ministro de Economía y Planificación, y fue relevado de ese puesto para concentrarse en la implementación de las reformas.
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a licitar el arrendamiento del resto de las empresas estatales inactivas en el comercio, la gastronomía y los servicios; dichas empresas se entregan a los que ofrezcan los mayores precios, así como mejor calidad y profesionalidad (Resolución 61, de 2016). Un notable éxito reportado por Granma ha sido el de los taxis, antes pertenecientes a la empresa estatal Cubataxi, “cuyo sistema tradicional no ha sido capaz de resolver: irregularidades en el servicio, apropiación [robo] de la recaudación, planillas sobredimensionadas [nóminas con trabajadores excesivos] y un parque de vehículos envejecido”, lo cual causó una “pérdida de calidad del servicio”. Desde 2014, los taxis son arrendados a los previos choferes o a TCP, los cuales con sus ingresos cubren los gastos de gasolina, mantenimiento y parte de las reparaciones (otra parte la abona el Estado), al par que pagan impuestos. El nuevo sistema se extendió a todo el país en 2014, y se reporta un “incremento sustancial de la productividad”, una “disminución considerable del tiempo de espera de los clientes” y el uso apropiado de los taxímetros, lo que aumenta la recaudación. Después de un año, el ingreso promedio del Estado por taxi aumentó 30 veces, lo que permitirá reponer el 60 % del parque existente (Puig, 2014: 3). En 2014 se aprobaron contratos por dos años, entre la empresa de viajes estatal Cubanacán y TCP, para el alojamiento de viviendas y paladares con el fin de asegurar las plazas necesarias para turistas extranjeros y la mejor calidad de los servicios; los pagos se hacen en CUC. Entidades estatales venden paquetes a 50 agencias europeas que incluyen algunos servicios privados (“Turismo…”, 9-3-2014). En el mismo año, el Ministerio de Turismo autorizó a TCP y CNA a establecer relaciones contractuales con establecimientos estatales de turismo. En 2015, se permitió a 40 actividades el pago no solo en pesos nacionales (CUP), sino también en pesos convertibles (CUC), a través de transferencias bancarias, no en efectivo. Esta disposición procura garantizar la obtención de un servicio o producto con una calidad y condiciones superiores a los de las entidades estatales y empresas mixtas (MINTUR, 2015). En 2013, hubo una exención de todos los impuestos: por tres meses a los que se inician en las actividades, y del impuesto sobre la fuerza laboral a los TCP que no tengan más de cinco empleados asalariados; se otorgó una bonificación del 5 % a los que paguen puntualmente el impuesto anual sobre ingresos personales, y el pago simplificado de tributación a 56 % para todas las actividades que tienen ingresos menores (Juventud Rebelde, 2-10-2013). En la Asamblea Nacional de diciembre de 2015, se aumentó en un 10 % los
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gastos deducibles al impuesto sobre ingresos personales (Pedraza, 2015). En 2016, la ONAT inició el envío a los contribuyentes por correo electrónico del modelo de la declaración, lo cual podría agilizar su recepción y pago. En materia de entrenamiento, la labor pionera la ha hecho el Centro Padre Félix Varela, de la Iglesia católica, con el programa “Cuba Emprende”, el cual en tres años ha graduado 2 000 microempresarios y ayudado a 1 300 en sus empresas; se hacen talleres gratuitos de un mes de duración con cursos de mercadotecnia y administración, contabilidad y finanzas, ventas y servicios al cliente, y desarrollo humano; al finalizar el taller, los participantes deben desarrollar un plan de negocio a partir de una propuesta desarrollada en el taller; después de terminar el programa, se asignan asesores que ayudan a los graduados en el manejo de los negocios y a resolver problemas (Cuba Emprende, 2016). El Centro Diocesano de Formación Felicia Pérez en Santa Clara, organización cultural sin fines de lucro, se ha unido a esta labor (Cubaeconomía, 9-7-2015). El Ministerio de Educación, en coordinación con el MTSS, oferta entrenamiento gratis a los cuentapropistas sobre impuestos, mercadotecnia, técnicas de comunicación y electrónica. Otros cursos son dados a aquellos asociados a agencias turísticas; la Asociación Nacional de Economistas y Contadores también ofrece cursos a los solicitantes de créditos bancarios (“Más de 12 000…”, 2014; “Turismo…”, 2014; Fong y Rosabal, 2015; “Nuevos cursos…”, 2016).11 El Decreto-Ley 289, de 2012, autorizó el otorgamiento de créditos al SNE; en 2013, no se concedieron y en 2014, se asignó solo un 2 % del total de créditos a TCP, usufructuarios y CNA (“En la reunión…”, 2014). El monto de los préstamos aumentó en 2015; se informa que se flexibilizó el procesamiento y que “el papeleo no es engorroso”, que se ofrece asesoramiento a los prestatarios a través del gestor de negocios, y que los intereses son bajos. La suma entregada en enero-julio de 2015 cuadruplicó la concedida en todo el año 2014. En 2015, el Banco Popular de Ahorro acrecentó el monto de los créditos de 10 000 a 20 000 CUP (de 400 a 800 dólares), sin necesidad de garantías reales o prendas y con una documentación menos engorrosa que se dice facilitará el otorgamiento en tres días; además, se extendió el período de gracia y el plazo de amortización de cinco a diez años (EFE, 8-9-2015; Granma, 6-10-2015; Fong y Rosabel, 2015). 11 En 2014, El País (28-3-2014) informó que el gobierno ha impartido clases de administración y economía de mercado a 68 000 “emprendedores”, pero sin dar una fuente.
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En los dos últimos años se ha avanzado en la publicidad. Siguen utilizándose carteles en la fachada,12 volantes, anuncios en postes de alumbrado público y en Revolico. Nuevas vías son las páginas amarillas de la guía telefónica, guías de turismo, el llamado Paquete Semanal (un disco de memoria externa con programas de TV, juegos, Revolico, etc.),13 y el mensual Ofertas, de la Agencia de Información Nacional, que tira 60 000 ejemplares que se venden a 3 CUC, aunque solo una de 16 páginas es de anuncios clasificados. Los nuevos agentes de telecomunicaciones se dedican a la promoción y venta minoritaria de productos y servicios, incluyendo el acceso a Internet, aunque este sigue limitado por su bajo acceso en la población y alto costo (2,25 CUC la hora). Se están extendiendo con velocidad start-ups como “AlaMesa”, “Conoce Cuba” e “Isladentro”, las cuales conectan potenciales clientes con los TCP y los ubican en un mapa digital. Las aplicaciones se proveen gratis al público vía celulares privados y cargan 5 CUC a los pequeños negocios para incluirlos (Juventud Rebelde, 26-3-2015; Henken, 2015).
4) Obstáculos Según Granma (31-1-2014), los problemas principales que enfrentan los TCP son: escasez de materias primas e insumos, lo cual se debe a la falta de un mercado mayorista, la desconfianza de empresarios estatales que no les venden/compran, e inspectores que no actúan profesionalmente. Otra fuente agrega que los TCP tienen que financiarse con sus ahorros o préstamos de familiares, mientras que los altos impuestos incrementan el gasto de arranque del micronegocio (CSG, 2015). Una encuesta tomada entre 120 pequeños negocios en Cuba identificó los siguientes obstáculos: 75 % falta de insumos, 47 % altos impuestos, 41 % exceso de regulaciones, 17 % falta de financiamiento; solo 4 % dijo no tener obstáculos (Vidal, 2016b). Nuestras entrevistas arrojan resultados similares. Los Lineamientos de 2011 dispusieron la creación de mercados mayoristas, que comenzaron en diciembre de 2013 con “El Trigal”, pero sus 12 La autorización para fijar un cartel requiere llenar la solicitud con estampillas, presentar la propiedad de la vivienda o en su defecto la aprobación del propietario, un croquis de la actividad y el visto bueno de la Oficina del Historiador (Café Fuerte, 15-4-2015). 13 Revolico fue removido en mayo de 2015, pero muchos clientes protestaron y se restituyó (Diario de Cuba, 21-5-2015).
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resultados fueron declarados “insuficientes” (delitos, irregularidades, incumplimiento de su misión) y fue cerrado “temporalmente” en mayo de 2016 (“Cierran…”, 2016).14 La revista Bohemia (1-4-2015) se pregunta de dónde salen principalmente las materias primas que requieren los TCP. Si existiera el mercado mayorista pondría coto a los “desvíos” (robos) de recursos estatales, haría más transparentes las declaraciones fiscales y fomentaría el necesario clima de legalidad. Su ausencia y la imposibilidad de importar,15 fuerzan a los TCP a comprar en las tiendas en divisas o “shopping” (TRD) que tienen un margen de ganancia de 240 % o más, y en el mercado negro, también a altos precios, lo que les crea problemas porque debe probarse la procedencia lícita de los insumos. La gran mayoría de las ocupaciones autorizadas a los TCP son muy específicas y generalmente no cualificadas (payasos y magos, aguadores, carretilleros, cartománticas, serenos, cuidadores de baños públicos, vendedores de flores), mientras que una minoría son cualificadas (agentes inmobiliarios, de seguros y de telecomunicaciones, gestor de negocios, mecánicos de equipos de refrigeración, traductores, profesores de idiomas) (v. Ritter y Henken, 2015). Las ocupaciones se concentran en servicios; sigue sin autorizarse la pequeña empresa en la industria, salvo algunas marginales. Los graduados universitarios no pueden trabajar por su cuenta; a un arquitecto le está prohibido ejercer su profesión en forma particular, lo cual ayudaría a la construcción privada —se informa que muchos lo hacen ilegalmente—, pero sí pueden ser chofer de taxi. Estas restricciones desperdician la gran inversión cubana en educación y obstruyen el despido de los profesionales que son empleados estatales y la expansión del SNE. Hay normas que rigen estrictamente todas las ocupaciones, a veces específicas, como la atención de baños. No es lógico definir en detalle las actividades que el Estado aprueba, es mucho mejor hacer una lista con las actividades que no aprueba y dejar el resto a la libre iniciativa (coincide con esto Pérez Villanueva, 2016). En 2013, se promulgaron tres resoluciones que autorizaron diez nuevas ocupaciones y revisaron las normas del cuentapropismo. Reiteraron: probar 14 No obstante, en mayo de 2016 se dictaron Regulaciones sobre el mercado mayorista (Resolución 62, de 2016), y en julio se abrió en La Habana una tienda (Zona+) que se dice podría ser mayorista (Cubanet, 14-7-2016). 15 A fines de 2014, Barack Obama autorizó, para impulsar el proceso de normalización, las importaciones del SNE, así como las exportaciones de múltiples bienes, pero el gobierno no las había permitido a mediados de julio de 2016.
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la procedencia lícita de las materias primas e insumos; responsabilizarse por la calidad de los productos o servicios; cuidar el ornato público, el medio ambiente y la higiene, y facilitar la realización de controles por los inspectores. Entre las nuevas normas: los vendedores ambulantes deben atenerse a los itinerarios determinados por los consejos de administración municipales, solo pueden detenerse unos minutos en un sitio; se prohíbe la comercialización de artículos adquiridos en la red minorista o importados;16 las cafeterías pueden vender cerveza, pero no otras bebidas alcohólicas; un vendedor de alimentos y refrescos no puede utilizar quioscos u otra instalación similar; se suspende el otorgamiento de nuevas licencias para elaborar o vender jabón, betún y tintas (Resoluciones 353, 41 y 42, de 2013; Juventud Rebelde, 2-102013). Respecto a esto, el presidente dijo: “Cada paso que damos debe ser acompañado del establecimiento de un sentido del orden… Los controles inadecuados por entidades gubernamentales frente a actividades ilegales por negocios privados no se resolvieron oportunamente, creando un ambiente de impunidad y acelerando el crecimiento de actividades que nunca fueron autorizadas”. Cuando surgen problemas —agregó— “tenemos que actuar inmediatamente y sin titubear cuando son pequeñas y aisladas, lo cual es siempre preferible [a esperar a] que los problemas se hayan enraizado” (AP, 20-12-2013). Los impuestos están diseñados para controlar el crecimiento del cuentapropismo y evitar la concentración de la riqueza y la propiedad (este párrafo se basa en Pons, 2015). Hay dos categorías de pago: 1) Régimen simplificado para las actividades que tienen ingresos menores, y que representan el 56 % de los TCP; estos abonan una tasa mensual de entre 20 y 150 CUP, más la contribución a la Seguridad Social que es de un 25 % del nivel de contribución que selecciona el trabajador, y fluctúa entre 88 y 500 CUP. 2) Régimen general, que incluye cuatro impuestos:17 a) a las ventas, 10 %; b) a la Seguridad Social, como en el régimen simplificado; c) a la fuerza laboral, que era del 10 % en 2015,18 pero aumenta progresivamente con el número contratado de empleados: hasta cinco está exento, de 6 a 10 paga 436 CUP, de 11 a 15 paga 16 Un periodista preguntó si las nuevas normas no “estimularían la aparición de una red de comercialización subterránea” (mercado negro) pero no hubo respuesta (Juventud Rebelde, 2-10-2013). 17 Además, hay un impuesto sobre publicidad y el arriendo que se paga por uso de inmuebles estatales. 18 Inicialmente fue de 15 % y debe haberse reducido 5 % cada año hasta el 5 % de 2016.
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1 017 CUP, y más de 16 paga 1 191 CUP por cada trabajador adicional, lo cual penaliza a los TCP que generan más empleos y conspira contra la meta oficial de despedir a los empleados estatales innecesarios; y d) al ingreso personal, también progresivo, que incluye un pago mensual que fluctúa entre 30 y 700 CUP de acuerdo con la actividad, y un pago anual con una escala (los primeros 10 000 CUP están exentos) que crece de 15 % por 10 000 a 20 000 CUP, hasta 50 % sobre 50 000 CUP;19 si el total anual es superior a la suma de los impuestos mensuales, debe pagarse la diferencia mediante declaración jurada. Es factible que el gravamen impositivo exceda la ganancia neta. Se ha estimado que la carga tributaria en general tomó el 37 % del ingreso en Cuba en 2015, el doble de la carga promedio latinoamericana; el tope del 50 % sobre el ingreso personal se compara con el 27 % de la región, y los pocos países con un impuesto sobre la fuerza laboral cargan mucho menos (Pérez, 2015; Ritter y Henken, 2015). Esto induce a evasión, subdeclaración de ingresos y altos precios de venta. En la Asamblea Nacional en junio de 2014, se mencionó un muestreo de 30 000 TCP que arrojó que 95 % subdeclararon su ingreso en 2013; además, la ONAT carece de recursos para verificar el ingreso de los TCP y sus gastos deducibles. Por último, hay un estímulo para la contratación ilegal de empleados asalariados, así en 2015 había solo 0,3 % empleados formales promedio por cuentapropista (v. II.6). Un Decreto-Ley de 2014 estipula la imposición de multas hasta 1 500 CUP, el retiro de la licencia y decomiso de equipos, herramientas y materias primas a los TCP que violan la ley. Los encargados de imponer las sanciones son los supervisores de las direcciones provinciales y municipales, los inspectores estatales y la policía; se puede apelar ante el director de la unidad correspondiente, que es juez y parte (Decreto-Ley 315, de 2014). Las sanciones son por infracciones legales, por ejemplo, utilizar mesas, sillas y otros medios más que el número establecido, emplear un trabajador sin tener la autorización necesaria o constituir cooperativas sin estar expresamente autorizadas. Habría que flexibilizar unas normas tan restrictivas. Entre enero y julio de 2015, 2 482 TCP solicitaron préstamos, equivalente al 0,6 % del total de titulares; hasta fines de 2014 solo se habían otorgado créditos a 0,06 % de los TCP habaneros. El solicitante debe llenar un 19 Se deducen los impuestos pagados, arriendo y Seguridad Social, más un porcentaje de manera estándar, oscilando entre 10 % y 50 %; no es posible deducir otros gastos (incluyendo inversiones), aunque estén documentados.
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modelo, presentar el carnet de identidad, la autorización de su actividad, la inscripción en ONAT y último comprobante del pago de impuestos, copia de los estados financieros, un flujo de caja (muy complejo para solicitantes inexpertos, quienes a menudo tienen que contratar ayuda) y otros documentos. En lugar de los aducidos tres días para hacer la decisión, toma entre 7 y 20 días después de procesados todos los documentos, y un prestatario alega que le llevó seis meses. Antes de dar el préstamo, el banco realiza un análisis riguroso de la factibilidad del micronegocio, su posibilidad de éxito y el historial del solicitante; después, controla el préstamo cada tres meses para conocer cómo se invierte. Aunque se ha asegurado que no se requieren garantes, se exige una cuenta de ahorro respaldada por los ingresos generados por el propio negocio, lo que con frecuencia toma entre 48 % y 50 % de aquellos. Opuesto a la afirmación de que los intereses son bajos, ello depende del plazo del crédito: oscila entre 2,5 % y 3,5 % por tres meses pero sube entre 8 % y 10 % por dos años. Todo esto resulta excesivo para un crédito máximo de 800 dólares. Por último, del total de préstamos concedidos al SNE entre 2012 y 2015, solo el 35 % ha sido para TCP, usufructuarios y socios de CNA. Más aun, en 2014, el 99 % de los créditos fueron para agricultores privados (Fong y Rosabel, 2015; EFE, 8-9-2015; Granma, 6-10-2015; León y Pajón, 2015). Los dos últimos autores concluyen que la política crediticia ha sido “incapaz de desplegar el potencial de las fuerzas productivas”. La ley de inversión extranjera de 2014, excluye a los TCP de recibir dichas inversiones o formar empresas mixtas. Tampoco pueden ellos usar tarjetas de crédito como MasterCard que comenzó a utilizarse en 2015, lo cual es un obstáculo para los visitantes estadounidenses (Havana Consulting Group, 27-1-2015). El cuentapropismo fue sucesivamente permitido, reducido y reautorizado, una incertidumbre que se agravó por acciones gubernamentales tomadas entre 2013 y 2016: el cierre de cientos de micronegocios ubicados en los portales de edificios de La Habana; la fijación de altos impuestos a las ventas de ropas y zapatos importados y su ulterior prohibición, lo que afectó a 20 000 TCP (esa competencia restaba ventas a las TRD que gozan de unas ganancias de 240 % o más); el cierre de pequeños cines con películas en 3D que los cines estatales no exhibían, así como de galerías de videojuegos o la remoción de cientos de TCP de la planta baja de la antigua tienda Fin de Siglomk. También se ha acusado de falta de ética e ilegalidad a los maestros en activo quienes. para suplementar su magro salario, trabajan como “repasadores” o
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tutores de estudiantes (Reuters, 22-11-2013; Ravsberg, 2015; Juventud Rebelde, 4-10-2015; Havana Times, 25-5-2016). Los problemas anteriores desincentivan a los TCP. Bohemia (9-3-2014) revela varios casos de desinterés en los contratos con empresas estatales: estas les pagan con retraso, vía cheques que cargan una comisión, y para cobrarlos requieren hacer largas colas por horas en los bancos, que, además, pagan pensiones y salarios; en algunos casos, la empresa contratante no tenía cheques. Los transportistas prefieren negociar directamente con los turistas y fijar los precios sin dichas trabas. Aunque 1 000 establecimientos gastronómicos habían sido transferidos a los TCP al final de 2014, el 68 % de ellos seguía gestionado por el Estado (Havana Times, 22-9-2014). En 2014, Granma criticó el “cuentapropismo salvaje” que aumenta los precios, pero rechazó que esto se debiera a los pesados impuestos y a los altos precios de los insumos, antes analizados. En la Asamblea Nacional a fines de 2015, un diputado criticó los altos precios de los productos agrícolas (culpando a los intermediarios y a los mercados libres), y propuso toparlos para evitar el enriquecimiento excesivo y un empeoramiento de los ya depreciados salarios. Raúl reprobó la creciente concentración en la comercialización de productos agrícolas y dijo que había que buscar una solución provisional, pues dicha situación no podía continuar y era necesario “enfrentarse a un grupo de pillos que cada día se está enriqueciendo más”, aunque no sabía cuál sería la fórmula (Granma, 20-12-2015). En enero de 2016, el gobierno topó los precios en los mercados estatales, volvió a distribuir los productos por el acopio y redujo precios en las TRD.20 Dos economistas cubanos criticaron la vuelta al acopio y los precios topados, que se ha probado por cuatro decenios que son ineficaces. Pérez Villanueva (2016) advirtió que “ya hemos pasado por eso y los resultados a la larga no son los esperados”. Pavel Vidal (2016a: 1-2) opinó que “la peor secuela [del Congreso] para la economía cubana es la decisión de frenar el experimento en la comercialización agrícola en las provincias de La Habana, Artemisa y Mayabeque”. Agregó que los intermediarios no son la causa de los precios agrícolas altos, sino el incremento de la demanda (más turistas y paladares) y los precios excesivos de los insumos por falta de un
20 En julio de 2016, el gobierno anunció que aplicará precios topados a taxis privados (14ymedio, 15-7-2016).
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mercado mayorista, y auguró efectos adversos.21 Por su parte, Mesa-Lago pronosticó que esas medidas no podrían mantenerse a largo plazo porque no son factibles económicamente (citado por Gámez, 2016). Hasta mediados de 2016 no se habían intervenido los puestos privados de venta ni topado sus precios, pero el gobierno hace la competencia a los intermediarios con precios topados en sus mercados y reducidos en las TRD.22 En el primer trimestre de 2016, cayeron todas las producciones agrícolas, salvo los cítricos que se estancaron; si bien creció la producción de leche y huevos, el número de cabezas de ganado vacuno disminuyó (ONEI, 2016g). Además, las ventas de productos agrícolas (en valor) en dicho trimestre disminuyeron: 12 % en los mercados agrícolas de oferta y demanda, 6,5 % en los puestos de venta y un 1 % en los mercados estatales, mientras que en toneladas, los descensos fueron respectivamente 22 %, 20 % y 15 % (ONEI, 2016h). En julio, Raúl anunció que la economía creció solo un 1 % en el primer trimestre, la mitad de la meta anual de 2 %, que ya era baja (Castro, 2016b). Murillo informó que la rebaja de precios en los mercados estatales había generado un fuerte aumento de las ventas (43 % en arroz, 118 % en aceite, 249 % en pollo), lo cual ha forzado a “importar capacidades adicionales [para] poder respaldar las medidas”, esto en medio de dificultades económicas que han provocado recortes de gastos y disminución de algunos salarios (Murillo, 2016b: 7-8). Un análisis de la rebaja de los precios en las TRD, en mayo de 2016, muestra que, de los 53 productos examinados, un 79 % tenían los mismos precios, solo el 19 % había sido reducido y uno había aumentado. No obstante, se estimó que, entre 2014 y 2016, el costo mensual de alimentos y algunas necesidades básicas para una familia de cuatro personas se había reducido de 5 708 CUP a 5 494 CUP (228 y 220 CUC, respectivamente), o sea, un ahorro minúsculo de 214 CUP u 8 CUC mensuales (Foresight Cuba, 2016). Por otra parte, el salario medio estatal en 2015 era de 687 CUP mensuales (ONEI, 2016f); si asumimos que en una familia de cuatro hay 21 Como solución más racional, se propuso crear cooperativas competitivas encargadas de la distribución (González, 2016; Pérez Villanueva, 2016; Veiga, 2016). 22 En enero de 2016, se reportó que habían desaparecido los carretilleros que venden productos agrícolas en las calles de La Habana (EFE, 20-1-2016; Reuters, 25-1-2016). En mayo, la policía decomisó productos e impuso multas a intermediarios que trataban de acceder a los puestos de venta en Mayabeque (Cubanet, 31-5-2016).
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dos trabajando (lo cual probablemente exagera el ingreso familiar), el salario medio familiar sería de 1,340 CUP o 55 CUC, equivalente a un cuarto del costo promedio estimado del gasto (después de la pequeñísima reducción) esencial para comer y cubrir algunas necesidades básicas. Un debate en la Asamblea Nacional en julio de 2016, concluyó que las medidas citadas tenían el apoyo de los ciudadanos, especialmente de los más humildes, pero que habían causado varios efectos adversos: los mercados de oferta y demanda “mantienen los precios altos [pero] con productos de calidad y estabilidad en sus variedades que normalmente escasean en los mercados del Estado”; las unidades estatales pequeñas que venden en CUC carecen de “una estrategia de suministro estable, lo que genera desabastecimiento de algunos productos”; no se sabe con claridad cuáles son los productos que se han rebajado (“el pueblo va a un mercado y muchas veces no sabe de qué tipo es [por lo que] no ve el cambio de precio”); hay dudas sobre la formación de los precios y no se entiende cómo se calcula su índice, por ello es difícil fiscalizarlos; las pesas no están certificadas o están rotas en la mayoría de las tiendas estatales; no se cuenta con medios de transporte suficientes o en buen estado; hay un deterioro o ausencia de equipos de refrigeración en algunas TRD; impagos en Mayabeque han afectado el suministro de insumos; y se cuestiona “cómo lograr la sustentabilidad de las medidas en el tiempo sin que haya fluctuaciones en los precios ni desabastecimientos”. Frente a estas dificultades, la ministra de Finanzas y Precios Lina Pedraza dijo: “No sería responsable ahora mismo tomar otras medidas, sin los aseguramientos necesarios” (Figueredo, Domínguez y Pérez, 2016).
5) Impacto No hay seguimiento estadístico de la reforma, lo que hace muy difícil evaluar sus efectos. Hay escasísima información sobre el impacto económico del TCP. Su aporte a la creación de empleo creció de 2,9 % de la fuerza laboral en 2010 a 10,2 % en 2015, o sea, 7,3 puntos porcentuales a razón de 1,5 puntos anuales, algo notable. Pero según una economista cubana, los TCP generaron solo un 5 % del PIB en 2014, lo cual es la mitad de su proporción en el empleo (Pons, 2015), probablemente debido a la baja cualificación y productividad de los TCP. Su contribución tributaria al Presupuesto del
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Estado creció 18 % entre 2010 y 2013; en 2011, 2012 y 2013 promedió 2 % de los ingresos presupuestarios —no se ha podido obtener información más reciente (“Más que un asunto…”, 2013; Bohemia, 3-1-2014)—. Entre las fuentes del consumo final de los hogares (a precios constantes de 1997), el mercado de cuenta propia aumentó de 5 % a 7,5 % entre 2009 y 2014, mientras que el mercado estatal declinó de 80 % a 75,5 % (ONEI, 2015). Por último, del valor total de las ventas de productos agrícolas en 2015: 42,5 % fue en los mercados estatales y 57,5 % fue en los otros, como sigue: 30,6 % en puestos de ventas, 17,2 % por carretilleros, 5,3 % en los mercados agropecuarios, 3,4 % en los mercados de las CNA y 1 % en los mercados agropecuarios arrendados (ONEI, 2016d). Si se incrementasen más los TCP y su cualificación, aumentaría ampliamente su aporte al PIB, al Presupuesto Estatal, a la venta de productos agrícolas, al consumo de los hogares y a la generación de empleo.
II. RESULTADOS Y ANÁLISIS DE LAS ENTREVISTAS Se hicieron 25 entrevistas a TCP con 19 preguntas, la mayoría con adiciones (ver Cuestionario en el Apéndice). Las entrevistas se tomaron entre septiembre y octubre de 2014 en 13 distritos de la provincia de La Habana. La edad de los entrevistados varía entre 22 y 64 años, y el 80 % del total son menores de 40 años, comparado con el 42 % en la fuerza laboral (ONEI, 2015). Este es un grupo mucho más joven frente una fuerza laboral que envejece (el porcentaje joven es 2,5 veces el 31 % dado por MTSS). En género, 56 % son hombres y 44 % mujeres, esta última superior al 30 % dado por MTSS y al 29,4 % calculado en el Cuadro 2, así como mayor que el 37 % de las mujeres en la fuerza laboral ocupada (ONEI, 2015); pero es inferior a la proporción en América Latina donde la mayoría de los TCP son mujeres (CEPAL, 2014). Respecto a raza, 72 % es “blanco” y 28 % “negro o mulato” (afrocubanos), este último inferior al 36 % dado en el Censo de Población de 2012. En el nivel escolar, 48 % tiene universitario (el doble del 22 % en la fuerza laboral), 28 % preuniversitario y 24 % técnico, lo que refleja el alto entrenamiento de la población; además, 68 % son profesionales (lo que implica que no ejercen su profesión —porque está prohibido—, sino que se dedican a otra actividad) y 32 % tienen un oficio. En cuanto al tiempo que llevan
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como cuentapropistas, 80 % tienen el negocio cuatro años o menos y 64 %, dos años o menos, ello debido a que la expansión de TCP ha ocurrido en los últimos cuatro años (desde 2011). A continuación, se dan los resultados tabulados de las respuestas y su análisis. Los números corresponden con las 19 preguntas del cuestionario; cuando hay una pregunta adicional, se discute en el mismo número (ver Apéndice).
1) Satisfacción con lo que hace y gana Los entrevistados se ordenaron a sí mismos (sin ninguna instrucción) en su grado de satisfacción entre 1 (muy insatisfecho) y 10 (muy satisfecho). El Cuadro 3 y el Gráfico 4 presentan la distribución: 72 % (18) estaba en los tres grados superiores de satisfacción (8 a 10), 20 % (cinco) en los cuatro grados intermedios (4 a 7) y solo 8 % (dos) en los tres grados inferiores (1 a 3). Esto sorprende en vista a los obstáculos que enfrentan los TCP, y es un testimonio del espíritu emprendedor cubano. Cuadro 3. Cuentapropista: grado de satisfacción con lo que hace y gana Grado de satisfacción (10 mayor, 1 menor)
Total
Número de entrevistados
Porcentaje
10
4
16
9
7
28
8
7
28
7
2
8
6
1
4
5
2
8
4
0
0
3
1
4
2
0
0
1
1
4
25
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Gráfico 4. ¿Está satisfecho con lo que hace y gana? (%)
Algunas respuestas: “Estoy en el techo ya”; “lo que hago me gusta mucho y los ingresos del negocio son cómodos”; “mi trabajo me ayuda a desarrollarme profesionalmente y en lo personal”; “estoy satisfecho con lo que hago, pero no con lo que gano” (4 respuestas); “creo que puedo lograr más”; “no es lo óptimo, pero es mejor que antes”; “es mucho mejor que trabajar para el Estado, pero no cumplo mis expectativas, quiero mejorarlas”; o “no es un trabajo que socialmente tenga satisfacción”. 2) Ocupación previa La gran mayoría (76 %) era empleada por el Estado antes de ser cuentapropista, lo cual es contrario a la información dada por el MTSS de que muy pocos procedían del sector estatal; ninguno mantenía su empleo estatal mientras trabajaba como cuentapropista (17 %, según cifras oficiales). Del resto, 12 % era estudiante, 8 % desempleado y 4 % “otros”. Los que procedían del sector estatal y dieron su ocupación eran: contadores o auditores (tres), profesores universitarios en informática (dos); administradora en una gran empresa, médico, topógrafo, maestro de escuela, carpintero y operador en estación de gasolina (uno en cada uno). Algunos comentarios: “Tenía 50 trabajadores bajo mi mando y estaban haciendo cualquier barbaridad y yo era responsable de todo eso”; “tenía una de
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las mejores ubicaciones laborales en ese momento y solicité la baja para trabajar como cuentapropista”; “era médico y decidí irme principalmente porque no me daba para cubrir mis necesidades”; o “estuve intentando alguna forma de emprender hasta que tropecé con esta posibilidad que era real y viable”. 3) Actividad en que se desempeña actualmente Las actividades más recurrentes son: 20 % preparación de alimentos (también la primera según cifras oficiales) como cafetería, dulcería y venta de hamburguesas y batidos; 16 % tenedor de libros; 16 % diseñador o decorador, y 12 % arrendador de viviendas o habitaciones a extranjeros (Cuadro 4). La categoría más importante es “otros”, con 36 % y una gran variedad de actividades como se notó en los antecedentes: organización de fiestas, bodas, cumpleaños de “quinces”; chofer de un Cadillac descapotable de 1955 para turistas y alquiler del mismo para bodas y “quinces”; organizador de juego simulador de combate; peluquera, manicura, masajista; elaboración y venta de jabones; vendedor de artículos religiosos afrocubanos (“santería”); informática para empresas; confecciones textiles, y fotografía e impresión. Cuadro 4. Actividad en que se desempeña actualmente Número de entrevistados
Porcentaje
Preparación de comida
5
20
Tenedor de libros
4
16
Diseñador y decorador
4
16
Arrendamiento de habitaciones
3
12
Otro
9
36
Total
25
100
Actividad
Nótese que, con dos excepciones, confección de textiles y elaboración de jabones (actividades de manufactura artesanal), todos están en servicios y salvo uno (informática) son de baja cualificación, lo cual confirma la información dada en los Antecedentes (v. I.4).
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4) Obtención y pago de la licencia Para ejercer una de las ocupaciones autorizadas hay que obtener una licencia o permiso, que requiere timbres que se compran en los bancos. Con la licencia, hay que registrarse en la ONAT y se obtiene el “carnet” o certificado que permite trabajar como cuentapropista. El monto de los sellos no es fijo, varía con la importancia de la actividad, las entrevistas dieron un rango de 5 a 100 CUP (en un caso, 500 CUP, un cochero que trabaja con turistas), pero en dos casos se citó 100 CUC (arrendatarios de casa o habitación a extranjeros). Un 72 % de los entrevistados confirmó el pago de la licencia, el restante 28 % no se acordaba.
5) Impuestos Como ya se explicó en los Antecedentes, hay dos regímenes de pago para los TCP, el simplificado (impuesto mensual sobre ingresos más Seguridad Social), y el general (los dos anteriores, más impuesto a las ventas, impuesto a la fuerza laboral e impuesto al ingreso anual cuando la suma de los pagos mensuales excede la suma establecida). El 88 % de los entrevistados estaba en el régimen simplificado y solo el 12 % (tres) en el régimen general, lo que indica que la inmensa mayoría de los entrevistados tenía ingresos modestos, por debajo de 10 000 CUP anuales después de las deducciones, y los tres que ganaban más de dicho ingreso anual eran dos arrendadores de habitaciones a extranjeros y el dueño de una cafetería. Un 72 % de los impuestos eran pagados en CUP, y solo un 12 % en CUC (arriendo de habitaciones a extranjeros y un agente organizador de fiestas y recepciones); el 16 % no contestó o no especificó. Los impuestos sobre ingresos mensuales en el Cuadro 5 muestran que un 28 % paga entre 120 y 200 CUP, 28 % entre 217 y 387 CUP, 16 % entre 1 450 y 2 170 CUP, 12 % entre 30 y 135 CUC y 16 % no sabía o la respuesta no fue precisa. Los pagos más bajos son por actividades menos cualificadas y remuneradas, como vendedor ambulante 150 CUP, mientras que los pagos mayores son por actividades con altos ingresos, como el arriendo de habitaciones a extranjeros 2 170 CUP, la venta de hamburguesas, batidos y comidas en una cafetería 2 000 CUP, y el dueño y chofer de un Cadillac que pasea a turistas. Los pagos en CUC son de arrendadores y de la agencia que organiza
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fiestas y recepciones. Los entrevistados que pagan más impuestos son los tres en el régimen general. Cuadro 5. Pago de impuesto mensual en CUP y CUC Impuesto Mensual
Número de entrevistados
Porcentaje
CUP 120-200
7
28
CUP 217- 387
7
28
CUP 1 450-2 170
4
16
CUC 30-135
3
12
No dice o es impreciso Total
4
16
25
100
El pago anual por declaración jurada a los que ganan más de 10 000 CUP netos (después de deducir los gastos autorizados) solo lo hacen los dos arrendadores, entre 300 y 400 CUC, y el dueño de la cafetería, 950 CUP. La muestra no incluyó un dueño de “paladar”, que es una de las ocupaciones más lucrativas y que paga altos impuestos. El pago más alto por impuestos entre los entrevistados, sumando los pagos mensuales y el anual, fue de 1 800 dólares, por el mayor arrendador de habitaciones, equivalente a seis veces el salario medio anual en sector estatal. Hay la posibilidad de subdeclaración del ingreso, como se discutió en los Antecedentes. El impuesto abonado a la Seguridad Social es siempre de 88 CUP mensuales (1 056 anuales), justo el mínimo que establece la ley sobre un ingreso mensual de 352 CUP seleccionado por el cuentapropista, obviamente menor al real recibido, al efecto de reducir el pago, aunque esto le proporcione una pensión inferior porque, en todo caso, es misérrima. Otro impuesto es el abonado al Historiador de la Ciudad, obligado para los que arriendan habitaciones en la zona reconstruida de La Habana vieja, y asciende a 300 CUC. También se paga un impuesto de 120 CUP por fijación de un cartel en la fachada.
6) Empleados El Cuadro 6 muestra que un 80 % de los entrevistados o bien no tiene empleados (32 %), o tiene menos de cinco (48 %), ratificando que la
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muestra se ha concentrado en TCP pequeños y exentos del pago del impuesto a la fuerza laboral. Además, esta es la norma general, porque ya se explicó que hay una relación nacional de solo 0,3 empleados por cuentapropista. No obstante, es posible, que tengan empleados no declarados, lo que insinúa uno que dice: “oficialmente no tengo”. Los tres TCP que declararon contratar más de cinco empleados tenían 8, 12 y 25, eran los arrendatarios de habitaciones y el agente organizador de fiestas. De los 15 entrevistados que tenían empleados, un 29 % indicaron que eran familiares o amigos y el 71 % que no tenían relación con ellos. Dos contrataban empleados temporales cuando hay más actividad, por ejemplo, una feria. Cuadro 6. Número de empleados contratados
¿Tiene empleados? Sí Más de cinco Cinco o menos No No dice o es impreciso Total
Número de entrevistados
Porcentaje
15
60
3
12
12
48
8
32
2
8
25
100
Dice el entrevistado que tiene doce empleados “entre familiares, mi padre, que es realmente dueño del negocio. Los demás son personas que he ido conociendo a través del tiempo; comencé a trabajar con amistades muy cercanas que me ayudaron, pero los que tengo hoy son trabajadores”. Un entrevistado que tiene una empleada explica que “trabaja conmigo en los cierres; ella se encarga de procesar toda la información… y yo termino haciendo el análisis”.
7) Mecanismos de pago Primero, se analiza la frecuencia en el pago a los empleados y, después, la forma de hacerlo. El Cuadro 7 muestra la distribución de los 15 TCP con empleados contratados, más dos que no respondieron sobre el número de empleados, pero sí en la forma de pago (se excluyen 8 que no
Voces de cambio
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los tienen): en un 35,3 % el pago se hace diario; 17,6 %, semanal; 35,3 %, mensual, y 11,8 %, otros. Cuadro 7. Frecuencia en el pago a los empleados Frecuencia en el pago
Número de entrevistados
Porcentaje
Diario
6
35,3
Semanal
3
17,6
Mensual
6
35,3
Otros
2
11,8
Total
17
100,0
La forma de pago se aprecia en el Cuadro 8, en donde, sustrayendo los 8 entrevistados que no tienen empleados, las categorías no son excluyentes. Un 52,4 % paga un salario fijo; 9,5 % abona el salario más un estímulo; 33,3 % una tarifa por venta o pieza (destajo), a más compleja, mayor pago y viceversa; y 4,8 % no especificó. Los estímulos son diversos: entre 10 % y 20 % de las ganancias, una suma fija cuando hay mucha venta, la división del ingreso neto entre gastos, inversiones y salarios (participación en beneficios). Cuadro 8. Forma de pago a los empleados Forma de pago Salario fijo
Porcentaje
11
52,4
Salario más estimulo
2
9,5
Tarifa por venta o pieza
7
33,3
No dice o es impreciso Total a
Número de menciones
1
4,8
21a
100 0
Sobre el número de 21 menciones, pues las categorías no son excluyentes.
El monto de los pagos es imposible de cuantificar de manera uniforme debido a la variedad en los períodos y formas de pago; algunos ejemplos: 50 CUP diarios (uno además daba 10 CUP para el almuerzo o la comida); 80 CUC fijos mensual y un porcentaje de las ganancias; 3 CUC diarios que equivalen a 1 650 CUP mensuales; entre 8 y 15 CUC semanales, según la pieza. El pago mayor fue por un tenedor de libros y ascendió a 100
Trabajadores por cuenta propia
53
CUC mensuales por cuatro días de trabajo (25 CUC por día); este salario equivale a 2 500 CUP, más de cuatro veces el salario medio de un empleado estatal (584 CUP), mientras que los otros son aproximadamente el doble o el triple.
8) Problemas con los empleados Entre los 19 TCP con empleados contratados, 68 % dijo no tener problemas y 32 % tenerlo de varios tipos. El primer porcentaje es alto y puede deberse a dos razones: el pago superior que se hace a los empleados en comparación con el salario medio estatal, o que el cuentapropista es muy estricto. Un tenedor de libros explicó que no había dificultades con sus empleados “porque tienen un salario relativamente alto y la exigencia no es muy fuerte, además hago un llamado a la conciencia todo el tiempo… y les digo que si no funcionan tienen que irse… si la calidad del trabajo no es adecuada le llama la atención a los empleados y ellos solos me piden el descuento [del salario]”, lo cual puede ser el resultado del temor de perder el puesto. Una minoría de seis (solo un cuarto del total) atribuyó los problemas a la fuerza laboral: 33 %, a robos o daño al equipo; 33 %, a la falta de motivación o cuidado; 17 %, a la baja capacitación del personal; y 17 %, a la escasez de mano de obra entrenada (Cuadro 9). Una cuentapropista en confección textil dio el ejemplo siguiente: “Puede ser una costurera muy buena que trabaja, pero que no cuida la máquina [de coser], y después de varios llamados de atención, sigue sin entender, estropea la máquina y se va”. El dedicado al mantenimiento de jardines dijo: “en el giro en que estoy es muy difícil que la gente quiera trabajar, es una labor dura bajo el sol, y a la gente no le gusta”. El organizador de fiestas explicó “son muchas personas y hay algunas complicadas, es difícil mantener constantemente la profesionalidad de 25 empleados, tuve que sacar algunos de la planilla [nómina], pero las personas que tengo ahora son buenas pues han pasado por el filtro”. El que provee servicios informáticos a las empresas expresó que “encontrar el personal capacitado para dar esos servicios cuesta [porque] la cualificación que requerimos es bastante alta”.
Voces de cambio
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Cuadro 9. Tipo de problemas con los empleados Número de entrevistados
Porcentaje
Despido por robo o daño
2
33
Falta de motivación o cuidado
2
33
Baja capacitación
1
17
Escasez mano de obra
1
17
Total
6
100
Tipo de problemas
9) Ganancias y su asignación en inversión y/o consumo Del total de entrevistados, un 96 % tiene ganancias después de pagar impuestos y solo un 4 % (uno) no tiene, un éxito notable en vista de los obstáculos analizados en los Antecedentes. Ninguno proporcionó la cuantía de las ganancias, posiblemente por temor. El 72 % de los que reportaron ganancias no dio detalles; entre los que fueron algo más explícitos, un 20 % las definió como pocas, y solo un 4 % (uno) dijo que eran muchas (Cuadro 10). Varios calificaron la ganancia como: “mínima” o “muy poca”; pero uno razonó que “si no tuviera ganancia, no llevaría el tiempo que llego trabajando”; un tenedor de libros dijo tener “muchísima, muchísima” ganancia. Cuadro 10. Ganancias Número de entrevistados
Porcentaje
24
96
18
72
Pocas ganancias
5
20
Muchas ganancias
1
4
Ganancias Si No provee detalles
No Total
1
4
25
100
Entre los que tuvieron ganancias (24), el 50 % las invirtió, un 29 % mezcló inversión y uso personal (consumo), 4 % (uno) solo uso personal, y el 17 % (cuatro) no respondió o se contradijo (Cuadro 11, Gráfico 5).23 23 La encuesta entre 120 TCP en 2015 reveló que el éxito de estos negocios mostraba una correlación positiva con aquellos que invirtieron sus ganancias o las ahorraron, frente a los que las consumieron o dedicaron a reparar sus viviendas (Vidal, 2016b).
Trabajadores por cuenta propia
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Cuadro 11. Uso que le da a las ganancias Uso de las ganancias Inversión
Número de entrevistados
Porcentaje
12
50
Inversión y personal
7
29
Solo personal (consumo)
1
4
No respondió
4
17
24
100
Total
Gráfico 5. ¿En qué usa sus ganancias?
La inversión se hizo en “ampliar o crecer el negocio”, reparar el edificio, comprar materiales de oficina, computadora, impresora, materia prima o herramientas, mantener o mejorar la habitación arrendada. El consumo fue para “subsistir”, construir una vivienda y adquirir mobiliario o ahorrar. Un entrevistado contó: “ya estamos pensando en reinvertir en tecnología, porque al subir la demanda tenemos cuello de botella, limitantes al proceso; invertir en tecnología en este país es muy complicado, hay que importar las máquinas del extranjero, de empresas privadas”.
Voces de cambio
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10) Tiempo para recuperar la inversión Del total de entrevistados, cinco invirtieron poco o nada (20 %); de ellos, tres explicaron que la inversión fue muy poca porque: uno ya contaba con una computadora y compró una impresora que se pagó en un mes, otro solo necesitaba una computadora y un teléfono celular; y un tercero comenzó rentando un apartamento con muebles viejos que ya tenía, y los fue reponiendo poco a poco. Otros tres no contestaron o no fueron precisos (32 %). De los 17 que invirtieron (68 % del total), al 29 % le tomó menos de un año recuperar la inversión; al 18 %, entre un año y menos de dos, y al 53 %, entre dos y cuatro años (Cuadro 12). El estudio de la Kellogg School encontró que, entre nueve TCP, siete tenían el potencial para recuperar la inversión en menos de un año (78 %); pero no se trata de la experiencia real de los entrevistados en nuestro estudio y los nueve de Kellogg estaban en el programa Cuba Emprende y debían tener más entrenamiento (CSG, 2015). Cuadro 12. Tiempo para recuperar la inversión Recuperación de la inversión
Número de entrevistados
Porcentaje
Menos de 1 año
5
29
1 año y menos de 2 años
3
18
2 a 4 años Total
9
53
17
100
11) Remesas externas Sorprende que el 88 % de los entrevistados dice no recibir remesas (comparado con un estimado del 65 % en la población), y solo un 12 % (tres) declara recibirlas y todos las invierten de manera parcial o total en el negocio. La muy baja proporción que recibe remesas pudiera explicarse por temor, ya que legalmente no hay autorización para invertirlas (aunque muchos lo hacen). Un entrevistado dijo que la remesa se terminó cuando comenzó su negocio, y otro que no las necesita porque ya es solvente con tres años en el negocio. El monto ilimitado de remesas para familiares
Trabajadores por cuenta propia
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aprobado en 2015 podría aumentar el porcentaje de los TCP que las recibe e invierte.
12) Créditos del gobierno o préstamos bancarios Ninguno de los entrevistados recibió créditos del gobierno o pequeños préstamos de la banca estatal, explicable por la pequeña suma de ellos asignada a los TCP y los engorrosos trámites y requisitos ya explicados. El Cuadro 13 divide en cuatro las respuestas recibidas: 36 % no recibió sin explicar la razón, 32 % no lo desea, 20 % no lo necesita y 12 % lo solicitó y no se lo dieron. Algunas respuestas reiteradas: “Comencé el trámite y lo dejé pues no avanzaba”; “intenté y a la tercera semana me arrepentí porque hay mucha burocracia”; “eso no me ayuda realmente y sería otro trámite más”; “eso me complicaría”, o “deja al Estado allá y déjame a mí aquí”. Cuadro 13. Créditos del gobierno o préstamos de bancos Créditos o préstamos estatales
Número de entrevistados
Porcentaje
No recibió (no indica la razón)
9
36
No lo desea
8
32
No lo necesita
5
20
No se lo dieron
3
12
25
100
Total
13) Otras fuentes de ayuda Un 84 % recibió ayuda de otras fuentes y solo un 16 % no la recibió; lo cual podría ser otra explicación por el bajísimo porcentaje que recibió remesas. De los que recibieron ayuda, la mayoría, un 44 %, fue de la familia, el 20 % de amigos y un 12 % de ambos, mientras que un 8 % no indicó de quien (Cuadro 14). Un 62 % no especificó si la ayuda era interna o externa; del restante 38 % la mitad dijo que interna, 38 % interna e interna y el 12 % externa solo. Esto indica que hay una extensa red de ayuda interna que apoya a los TCP. Entre los familiares, se mencionan los padres,
Voces de cambio
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hermanos, cónyuges e hijos. La ayuda ha sido variada: un préstamo de 500 CUC para comenzar el micronegocio, contactos con empresas y clientes, compra de materiales, envío de insumos del extranjero, asistencia en la organización y apoyo moral. Cuadro 14. Otras fuentes de ayuda Fuente de ayuda Sí recibió
Número de entrevistados
Porcentaje
21
84
Familia
11
44
Amigos
5
20
Ambos
3
12
No indicó
2
8
No recibió
4
16
25
100
Total
14) Competencia El 84 % de los entrevistados dijo que tenía competencia con otros TCP y el 16 %, que no. El grado de competencia fue: 32 %, mucha; 24 %, mucha, pero “no me afecta”; 28 %, hay competencia, pero sin precisar cuánta; y 16 %, no hay o es poca (Cuadro 15 y Gráfico 6). Esto sugiere que, además de los obstáculos que enfrenta, el cuentapropismo es competitivo. Cuadro 15. Grado de competencia Número de entrevistados
Porcentaje
Sí, mucha
8
32
Sí, mucha, pero “no me afecta”
6
24
Sí, pero no precisa
7
28
Grado de competencia
No o poca Total
4
16
25
100
Trabajadores por cuenta propia
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Gráfico 6. ¿Tiene competencia? (%)
Se ofrecieron varias explicaciones de por qué la competencia no afecta a un cuarto de los entrevistados: “los tenedores de libros abundan pero hay muy pocos, casi ninguno, que son competentes.., no son responsables…, no hacen un análisis de la información”; “hay muchas personas vendiendo, pero cuando el cliente identifica tu producto… el consumidor te busca…, vendemos a una institución la cual aprecia… la calidad del producto y nos contrata”; “hay mucha gente que rentan, pero mi competencia no es por habitaciones que cobran 15 CUP, sino a nivel de hostal y yo ofrezco algo diferente”. Algunos TCP revelan las dificultades en negociar con las empresas estatales en aquellas actividades que han sido autorizadas: “La competencia es de las propias empresas estatales porque damos un servicio estatal, esas empresas cuentan con empresas informáticas estatales, pero no de la calidad si quiera parecida a nuestros servicios”; “más que competencia lo que hay son trabas burocráticas del Estado, hay mucha traba a la hora de negociar con ellos, porque se niegan, quieren hacer los negocios fundamentalmente con empresas estatales y no con privados”. Al preguntarles si hacen rebaja de precio para atraer a los clientes, la gran mayoría (64 %) dijo que no, y solo una minoría (36 %) contestó que sí. Entre los que no hacen rebajas, un 24 % no dieron las razones, un 32 % explicaron que la calidad de sus productos/servicios es superior a la de los competidores y un 8 % porque tienen poca competencia (Cuadro 16).
Voces de cambio
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Cuadro 16. Política de precios ¿Rebaja los precios? No rebaja
Número de entrevistados
Porcentaje
16
64
No da detalles
6
24
Calidad superior
8
32
No tiene competencia
2
8
Sí rebaja Total
9
36
25
100
Los que hacen rebajas (36 %) explicaron el porqué: “a los clientes nuevos les doy tres meses con tarifa reducida a la mitad, para que ellos prueben el servicio y después decidan si quieren pagar la tarifa normal”; “tengo algunos precios por debajo de los demás quioscos y hay otros productos en que son más caros porque los otros quioscos no lo tienen”; “hago una rebaja el fin de mes o el día del estudiante para aumentar las ventas”. La explicación más elaborada fue la siguiente: “hay productos que se venden más baratos y otros que son exclusivos y se venden con mayor ganancia, pero en todos… negociamos con el cliente: ¿a cuánto tú crees que te lo puedo vender para que lo compres?, entonces probamos… pedidos de pequeños lotes, y si se vende bien… vamos a mayores niveles, pero ya con un acuerdo de que mi producto está vendido”. Hay cierta contradicción en el análisis anterior, pues primero el 84 % de los entrevistados dice que hay mucha competencia y, después, el 64 % afirma que no rebaja los precios, aunque la mayoría da como razón su calidad superior sobre la de los competidores. Este es un punto importante en vista al debate que comenzó a fines de 2015 sobre los altos precios a productos agrícolas y topes/ reducción de precios en mercados estatales en 2016 (v. I.4). Pero estos eventos ocurrieron después de que hubieran terminado las entrevistas.
15) Comparación del producto o servicio con el de los competidores Para profundizar en la competencia, se preguntó a los entrevistados si creían que su producto o servicio era superior al de los competidores en su giro y, en caso positivo, que dijeran por qué. El 60 % respondió que su producto/servicio era mejor al de sus competidores; un 16 %, que era diferente (pero mejor, lo que aumenta el total a 76 %); un 12 % dijo que era igual, y el 12 % no fue preciso (Cuadro 17).
Trabajadores por cuenta propia
61
Cuadro 17. Comparación del producto/servicio con competidores Comparación con competidores Mejor
Número de entrevistados
Porcentaje
15
60
Diferente
4
16
Igual
3
12
Impreciso
3
12
25
100
Total
Respondieron que el producto o servicio es mejor por su calidad, concretándola: “la profesionalidad, la forma integral de hacer los eventos [bodas, recepciones], lo hacemos todo y bien”, otros hacen solo parte del servicio; “la seriedad con que trabajamos”; “la integralidad del servicio… no solo hacemos la contabilidad, sino que le damos un seguimiento al negocio de manera constante, tanto desde el punto de vista tributario como legal, además se remiten reportes periódicos sobre el estado del negocio”; “por nuestra capacitación y organización que… nos permite saber qué servicio es mejor para cada cliente”; “nuestro producto es más atractivo… por su forma, calidad y fragancia, es algo novedoso y utilizamos elementos más saludables para la piel, porque son naturales”; “atiendo bien a los clientes, les explico las cosas…, les asesoro en lo que quieren comprar”. Las respuestas que decían que el producto era diferente, implicaban que era mejor por esa razón (lo que aumenta el total “Mejor” de 60 % a 76 %): es diferente “porque garantizo la seguridad, limpieza y trato al cliente”; “hay que buscar que el producto sea diferente al resto en cuanto a su imagen y precio… hacemos muchas variedades de sobrecamas [pero no en serie], aunque quieras hacer dos iguales no salen” (véanse también las respuestas en 14).
16) Dónde se obtienen los insumos Las respuestas no son excluyentes porque hubo quien utilizó más de una fuente. Un 42,5 % de los insumos fueron comprados en CUC en las tiendas shopping (TRD) a pesar de sus altos precios, porque es donde únicamente se encuentran;24 un 17,5 % se adquirieron en el mercado negro a riesgo de 24 No se puede comprar carne de cerdo en el mercado agropecuario, ni tampoco papel higiénico, estos productos solo los hay en las TRD y en el mercado negro.
Voces de cambio
62
confiscación (porque hay que probar la procedencia lícita de los insumos); un 10 %, a otros TCP (lo que indica que se están generando cadenas entre ellos); 7,5 %, en el extranjero (esto es dudoso, pues raramente se permite la importación, es probable que fuese a través de personas —“mulas”— que los compran en el extranjero y lo entregan al cuentapropista en Cuba, ver abajo); 7,5 %, en el mercado agropecuario; 5 %, en el mercado mayorista; un 5 % no compra insumos, y otro 5 % por otras vías (Cuadro 18 y Gráfico 7). Cuadro 18. Procedencia de los insumos Número de menciones
Porcentaje a
Tienda shopping
17
42,5
Mercado negro
7
17,5
Otro cuentapropista
4
10,0
Extranjero
3
7,5
Mercado agropecuario
3
7,5
Mercado mayorista
2
5,0
No compra insumos
2
5,0
Otras modalidades
2
5,0
40
100,0
Procedencia de los insumos
Total
Sobre el número de 40 menciones, pues no son excluyentes.
a
Gráfico 7. ¿Dónde obtiene los insumos?
Trabajadores por cuenta propia
63
Algunos comentarios relevantes: “En la tienda [shopping] los precios son muy caros, a veces tengo que esperar a las mermas [productos de menor calidad que no se venden]”; “en todas las shopping hay productos de peluquería, pero a precios muy altos, por tanto, el producto final se encarece”; “algunos productos son caros, como máquinas y herramientas, a veces los vende el Estado [shopping] pero usualmente son chinos y no me gustan”; “el detergente lo compro en las tiendas [porque] generalmente solo se venden ahí”; “compro clandestinamente en el mercado negro las gomas [llantas], las piezas de repuesto… a veces la gasolina”; “el mercado negro a veces tiene mejores precios que las tiendas y viceversa”; “los obtengo de un quiosco o puesto privado, que tiene una licencia igual que yo pero venden a precio mayorista… traen hierbas de los campos, sacan huesos de muerto de los cementerios” (vendedor de artículos de santería); “la mayoría hay que mandarlo a buscar afuera con alguien que viaje, pues son más baratos”; “importo algún tipo de materia prima como la fragancia”; “el mercado mayorista que funciona es “El Trigal”, donde compro la vianda y vegetales, no existe otro mercado mayorista”, o “nada del mercado mayorista, todavía no estamos allí”. Entre la exigua minoría que no compra insumos: “tengo amistades que trabajan en editoriales y me facilitan algún material sobrante, hojas recuperadas”; “todo lo trabajo digitalmente…, si tengo que imprimir algo lo hago con otro cuentapropista”. En cuanto a otras fuentes de compra: “muchas veces [los compro] de personas que cierran el negocio y tienen productos”; “los equipos y la escenografía los saco de material reciclado de las empresas que no los usan y los modifico”.
17) Publicidad La forma más popular de anunciarse es boca a boca (29 %), a la que siguen los volantes (19 %), Internet (15 %), tarjeta de presentación (15 %), cartel (8 %), otra modalidad (10 %), o no se anuncia (4 %). Nótese que las vías tradicionales de publicidad suman 73 %, mientras que Internet, hoy predominante en muchos países, solo lo usa el 15 % debido al escaso acceso en Cuba, aunque está aumentando (Cuadro 19 y Gráfico 8).
Voces de cambio
64
Cuadro 19. Forma de anunciarse Número de menciones
Porcentajea
Boca a boca
15
29
Volantes
10
19
Tarjeta de presentación
8
15
Internet
8
15
Cartel
4
8
Otra modalidad
5
10
Forma de anunciarse
No anuncia Total a
2
4
52
100
Sobre el número de 52 menciones, porque no son excluyentes.
Gráfico 8. ¿Cómo anuncia su negocio? (%)
La publicidad es cara y hay escaso acceso a Internet (Revolico), radio y TV (solo uno de los entrevistados la usó). Un entrevistado observó: “no he insertado anuncios en las páginas amarillas de la guía telefónica, no tanto por el costo, sino porque a veces hay que ser prudente, evitar mucha publicidad”. Entre otras modalidades usadas: degustaciones, muestras, ferias, encuentros sociales, visitas a las empresas, entrevistas personales, guía telefónica y anuncios clasificados en el Paquete Semanal. Los dos entrevistados que no se anuncian explicaron la razón: “ya yo pasé esa fase, tiene que ser algo muy atractivo para que yo quiera atrapar un cliente”; “prácticamente en La Habana todo el mundo me conoce por 20 años”.
Trabajadores por cuenta propia
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18) Expansión del micronegocio Prueba del espíritu empresarial cubano es que el 92 % de los entrevistados planea expandir el negocio y solo un 8 % no tiene planes inmediatos. Entre estos últimos, uno dio una razón racional: “el perfil bajo de esta actividad es importante, porque si me expandiera tendría que contratar trabajadores y mi licencia pasaría al régimen general, tendría que hacer declaración jurada y con el nivel de ingresos que tengo el impuesto se llevaría gran parte de las utilidades”. Entre el 92 % que planea expandirse, un 44 % lo quiere geográficamente, el 16 %, contratando más empleados y el 32 %, otros, como habilitar otra habitación para arrendar, conseguir clientes más educados y que paguen más o vender por encargo a una tienda. Del 44 % que planea expandirse geográficamente, 16 % es en La Habana, 8 % en otras provincias, 8 % al extranjero y 12 % otros, como generar nuevos productos/servicios, tener más autos para llevar turistas, hacer asesorías, y comprar casas con habitaciones para arrendar (Cuadro 20 y Gráfico 9). Cuadro 20. Planes de expandir el negocio Planea expandirse Sí Geográficamente Más empleados Otros No Total
Número de entrevistados
Porcentaje
23
92
11
44
4
16
8
32
2
8
25
100
Las aspiraciones empresariales se expresan por muchos TCP: “quiero dominar el mercado en La Habana”; “[todo el] que quiera hacer una boda, unos quince, que primero valoren mi oferta”; “[luego] me gustaría establecer una sucursal en Cienfuegos”; “planeo ampliar nuestro servicio… a toda la capital… en un período de 5 a 10 años”; “quisiera tener… una oficina virtual en Internet para poder vender mis servicios en el exterior”: “veo un contenedor saliendo para el Caribe, ¿por qué no se va a poder vender en Bahamas o en Islas Caimán?”.
Voces de cambio
66
Gráfico 9. ¿Piensa expandir su negocio?
19) Principales problemas que enfrentan y cambios que desean Estas son las dos preguntas en que los entrevistados se explayaron más, y sus respuestas fueron consistentes con los obstáculos analizados en los Antecedentes (v. I.4). Estas respuestas no son excluyentes porque varios entrevistados identificaron más de un problema. a) Principales problemas que enfrentan Los dos problemas principales fueron: el acceso a insumos y la necesidad de un mercado mayorista (30 %), así como la burocracia y la legislación (30 %); seguidos por el acceso a Internet y a la tecnología (17 %); “la insuficiente demanda o personal” (9 %), el transporte (6 %) y otros (20 %) (Cuadro 21 y Gráfico 10). Cuadro 21. Problemas principales que enfrenta Número de menciones
Porcentaje
11
31
Burocracia y legislación
6
17
Acceso a Internet/tecnología
6
17
Insuficiente demanda o personal
3
9
Transporte
2
6
Problemas principales que enfrenta Acceso a insumos y mercado mayorista
a
Otros
7
20
Total
35
100
Sobre el número de 35 menciones, porque no son excluyentes.
Trabajadores por cuenta propia
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Gráfico 10. ¿Cuáles son los problemas más serios que enfrenta? (%)
Entre los “otros” están: “poder asociarse con las agencias cubanas de turismo… se está haciendo un experimento, pero una cosa seria todavía no se ha hecho”; “mejorar la computadora”; “el espacio del negocio [que incluye la casa]… como es tan reducido no puedo contratar más”; o “nuevas formas que compiten, como las cooperativas [a las que el Estado da preferencia]”. Los entrevistados concretaron sus dificultades: “Hay que caminar mucho para comprar las cosas, dos días para buscar un codo de tubería”; “hoy corrí más de 30 kilómetros buscando malta y no la encontré, no hay refresco de cola y de limón”; “si no lo compras en el momento, después no hay”; “los precios en los shoppings son muy altos y reducen la ganancia”; “necesitamos un mercado mayorista”; “[si lo tuviéramos] pudiéramos no tener precios tan altos”; “la legislación es muy cambiante, todos los meses dictan dos y tres resoluciones, si uno no es capaz de estar al día, está perdido”; “la burocracia… no permite que fluyan las cosas”; “la legislación limita mucho las posibilidades de brindar otro tipo de servicio más abarcador”; “no nos acaban de ver como una pequeña empresa capaz de suministrar su producto”; “vender cosas que no están [específicamente] dentro de las actividades y se me prohíbe venderlas”; “que se nos reconozca el derecho… a exportar e importar productos”; “te prohíben ir a los aeropuertos y a los hoteles para buscar clientes”; “hay muy poco acceso al Internet ya que lo ven pocas personas”; “… quisiera que todos mis clientes tuvieran e-mail, que pudieran consultar mi página en Facebook”. Solo un entrevistado no encontró un problema serio: “complicaciones [hay siempre], pero se van resolviendo en el camino”.
Voces de cambio
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b) Cambios que desean Esta pregunta es clave para oír las voces de los TCP y hacerlas públicas a fin de que se les escuche. Sus deseos de cambio aparejan los problemas por ellos identificados (salvo el anhelo de reducir los altos impuestos, no mencionado entre los problemas). Los dos cambios prioritarios son “más libertad y menos regulaciones” (30 %) y “mejor acceso a los insumos y precios más bajos” (30 %); le sigue la reducción de impuestos (10 %), el mejor acceso a Internet (10 %) y otros (20 %) (Cuadro 22 y Gráfico 11). Cuadro 22. Deseos de cambio o mejoría Deseos de cambio o mejoría Más libertad, menos regulaciones
a
Número de menciones
Porcentaje
9
30
Mejor acceso, precios menores a insumos
9
30
Reducir impuestos
3
10
Mayor acceso a Internet
3
10
Otros
6
20
Total
30
100
Sobre el número de 30 menciones, porque no son excluyentes.
Gráfico 11. ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorase? (%)
A continuación, resumimos los cambios deseados más relevantes, por pregunta. Más libertad y menos regulación: “Debe haber rienda suelta a toda esta fértil imaginación que estamos demostrando los cubanos, que se realice sin
Trabajadores por cuenta propia
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trabas, de manera libre, que el gobierno permita que esto fluya, no lo dificulte y controle solo lo que debe controlar”; “más libertad a los negocios privados para hacer otras cosas”; “más libertad para trabajar directamente con un cliente extranjero… hay que depender de un intermediario para llegar al cliente y ellos son los que rigen los precios [encareciéndolos]”; “más libertad para negociar con las agencias cubanas [estatales]”; “regulaciones mucho más claras en cuanto a lo que puede hacer el sector privado, que fueran más permisivos”; “que se abriera un diapasón más amplio de posibilidades de brindar servicio [a] los profesionales… eso sería muy útil para el desarrollo de los emprendedores y las pequeñas y medianas empresas en Cuba”. Concluimos con este deseo: “Primero que todo, tendríamos que cambiar la forma de gobierno, la manera de pensar, la sociedad. Tiene que cambiar la manera de pensar no [solo] nosotros, sino quienes nos dirigen; nos tienen que dar más libertad para poder crecer, para seguir cooperando… cuando esas cosas [ocurran] también yo voy a cambiar”. Mejor acceso a insumos y precios más bajos: “Todo es muy caro, las gomas, piezas, gasolina, quisiera que fuesen más baratos”; “[permitir] la importación para reducir los costos de equipos”; “más facilidad para adquirir la materia prima”; “hay competencia de los compradores y no de los proveedores, porque estos no existen”; “lo que más quisiera es no tener que gastar tanto tiempo en buscar lo más mínimo”; “que haya un mercado mayorista y las cosas sean más fáciles de conseguir”; “poder comprar sin preocuparme después de justificar de dónde salieron las cosas”. Reducción de impuestos: “Los impuestos son muy altos… son abusivos; a un extranjero que va a invertir millones y, por supuesto, recuperarlos, le están dando hasta ocho años libres de impuestos sobre la ganancia, y a un cuentapropista que trata de sobrevivir le ponen a veces impuestos del 59 % sobre la ganancia”; “los impuestos que pagamos al Estado [debían] revertirse en algún beneficio para nosotros [por ejemplo] que nos garantice el mantenimiento de la fachada; pagamos un impuesto para esas cosas y no se ven; La Habana vieja cada día se deteriora más y tengo el temor que deje de ser patrimonio de la humanidad dentro de poco”. Acceso a Internet: “Que haya Internet para todo el mundo”. Entre los “otros” deseos, destaca el siguiente: “Estamos afiliados a sindicatos [oficiales], mejor sería que los trabajadores por cuenta propia… se agrupasen entre ellos, creasen una estructura en el gobierno territorial que se ocupe de otorgar la licencia… para crear consenso con ellos, interactuar, retroalimentarse de lo que está pasando, y recomendar lo que quiere el
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territorio.25 Con lo que pagamos en impuestos a la ONAT podríamos unirnos para que nuestro territorio sea más limpio, bello, mejor… si mi negocio es de confecciones, yo quiero que mi calle esté limpia y arreglada para [que atraiga clientes]. Si hubiese un marco para poder reunirnos de manera sistemática…, estoy segura que podríamos aportar más y mejor”.
25 En junio de 2016, la Central de Trabajadores de Cuba (única) estaba haciendo labor política para que los TCP se afiliaran a la misma y anunció que más de 400 000 ya estaban registrados, el 77% del total de los TCP (14ymedio, 29-6-2016).
CAPÍTULO 3 Usufructuarios de la tierra
I. ANTECEDENTES La ONEI (2015) no define a los usufructuarios en el capítulo de agricultura del Anuario, ni siquiera los menciona en la explicación de términos. El usufructo es una forma de cultivar la tierra en la cual el dueño (el Estado en Cuba) mantiene la propiedad y cede la tierra al usufructuario para su uso y apropiación de frutos.26 En Cuba se otorga por contratos de 10 años, prorrogables a otros 10 si el usufructuario cumple con todas sus obligaciones. El usufructo se inició en 1995, durante la crisis, pero se mantuvo estático hasta 2009 cuando el gobierno comenzó a distribuir tierras estatales “ociosas” (no cultivadas), principalmente a personas, pero también a cooperativas y entidades estatales. Regulan el nuevo usufructo dos leyes, de 2008 y 2012, siendo la segunda más flexible que la primera (Decretos-ley 2008 y 2012). El usufructo es el aspecto clave de la reforma agraria de Raúl, y un paso modesto hacia el mercado. De acuerdo con Nova (2013), las cuestiones esenciales que deben resolverse en la agricultura son: propiedad real de la tierra (derecho a decidir qué cultivar, a quién vender los productos y a fijar su precio); reconocimiento del papel clave del mercado; eliminación de monopolios y diversificación de la comercialización con cooperativas autónomas, y libertad en la contratación de la mano de obra. 26 En Cuba, los únicos propietarios de tierras agrícolas son campesinos a quienes el Estado otorgó pequeñas parcelas al inicio de la Revolución y cuyo número declinó de 200 000 a 99 500. Para un análisis del derecho de propiedad en las reformas estructurales cubanas, véanse Mesa-Lago, 2013; Palli, 2013; Chappi, 2016, y Monreal, 2016.
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1) Tamaño y tendencias A fines de 2012 se habían distribuido 1,5 millones de hectáreas de tierras estatales ociosas a 174 271 usufructuarios (personas naturales) y a 2 700 personas jurídicas (Juventud Rebelde, 10-11-2013). En 2015, Marino Murillo informó al Congreso de la ANAP que había más de 200 000 usufructuarios, a quienes se les había entregado 1,7 millones de hectáreas desde 2008 (Martín, 2015; “Cuba entrega…”, 2015). Por otra parte, las estadísticas de ONEI dan 300 810 usufructuarios en 2012, 157 948 de los cuales se encontraban regidos por la Ley de usufructo de 2008 (menos que las cifras reportadas de 174 271 y “más de 200 000”), mientras que 142 862 habían recibido su autorización en 1995-2000 y estaban bajo el régimen de la Ley de 2012. El número total de usufructuarios aumentó a 312 752 en 2013, pero disminuyó a 312 296 en 2014; no se dio el desglose entre los usufructuarios del decenio del 90 y después de 2009, pero sigue siendo dudoso que haya más de 200 000 en el último grupo (Cuadro 23). Cuadro 23. Número de usufructuarios y tierra entregada, 2012- 2014 Usufructuarios Total
2013
2014
312 752
312 296
1995-2000
142 682
n.d.
n.d.
Desde 2009
157 948
n.d.
n.d.
1,5
1,6
1,7
Tierras entregadas a a
2012 300 810
Millones de hectáreas entregadas en usufructo.
Fuente: Elaboración propia basada en ONEI, 2013, 2014, 2015; Martín, 2015.
El Cuadro 24 muestra los cambios entre 2007 (antes de la promulgación de la primera Ley de usufructo) y 2014, en miles de hectáreas, relativos a las tierras agrícolas, cultivadas y no cultivadas por tipo de tenencia: Estado, cooperativas UBPC/CPA y cooperativas CCS, más sector privado.27 Se aprecia una disminución en el total de las tierras agrícolas, especialmente las cultivadas, con las mayores caídas en las UBPC/CPA, seguidas por el Estado, mientras que las CCS/Privado muestran una fuerte expansión. La ONEI no publica estadísticas desglosadas de los usufructuarios, los cuales 27 UBPC: Unidades Básicas de Producción Cooperativa; CPA: Cooperativas de Producción Agropecuaria; CCS: Cooperativas de Crédito y Servicios.
Usufructuarios de la tierra
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no tienen propiedad privada de la tierra, ni son necesariamente socios de las CCS, aunque deben estar en el CCS/sector privado dado que fueron los que principalmente recibieron terrenos estatales. Entre 2007 y 2014, la participación del Estado en el total de las tierras agrícolas disminuyó en 4,9 puntos porcentuales y en las tierras cultivadas, en 4,6 puntos; la caída de las UBPC/CPA fue aún mayor: 12,3 y 9,1 puntos, respectivamente. Por el contrario, la participación de las CCS/sector privado aumentó 17,2 puntos porcentuales en cuanto a tierras agrícolas, y 13,8 puntos en tierras cultivadas; de nuevo, esta expansión fue probablemente debida al usufructo.28 Pero el Cuadro 24 muestra que la tierra agrícola en CCS/sector privado aumentó solo 1 014 000 hectáreas entre 2007 y 2014, mucho menos que los 1,7 millones de hectáreas que se dice se entregaron a los usufructuarios entre 2008 y 2014.
28 Por otra parte, si bien hubo una merma de las tierras no cultivadas en el sector estatal y en las UBPA/CPA, ocurrió un aumento de 20,4 p.p. en CCS/Privado, difícil de explicar.
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Cuadro 24. Distribución de tierras agrícolas, cultivadas y no cultivadas, según el tipo de tenencia, 2007 y 2014 Años y categorías
No estatal
Total
Estatal
Agrícola
6 619
2 371
3 034
1 214
Cultivada
2 988
694
1 495
799
No cultivada
3 631
1 677
1 539
415
Agrícola
6 279
1 943
2 108
2 228
Cultivada
2 668
497
1 092
1 079
No cultivada
3 611
1 446
1 016
1 149
Agrícola
-340
-428
-926
1 014
Cultivada
-320
-197
-403
280
-20
-231
-523
734
Agrícola
100,0
35,8
45,9
18,3
Cultivada
100,0
23,2
50,0
26,7
No cultivada
100,0
46,3
42,4
11,4
Agrícola
100,0
30,9
33,6
35,5
Cultivada
100,0
18,6
40,9
40,5
No cultivada
100,0
40,1
28,1
31,8
UBPC/CPA
CSS/Privado
Área (1,000 hectáreas) 2007
2014
Cambio 2007/2014
No cultivada Distribución (%) 2007
2014
Fuente: Elaboración propia basada en datos de la ONEI, 2012, 2015.
Las tierras no cultivadas comprenden pastos naturales y tierras ociosas.29 El Cuadro 25 estima los porcentajes de las tierras ociosas respecto al total de tierras agrícolas y de las no cultivadas en 2007, 2013 y 2014. Hay solo estas tres observaciones, porque no se publicaron estadísticas entre 2008 y 2011,
29 En 2007, los terrenos ociosos eran: 51 % estatales, 44 % UBPC/CPA y solo 5 % CCS/ Privado. Esta distribución no se ha publicado después.
Usufructuarios de la tierra
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y las cifras de 2012 eran erróneas.30 Entre 2007 y 2014, la tierra ociosa respecto la agrícola total descendió de 18,6 % a 15,3 %, mientras que respecto a la no cultivada bajó de 34 % a 26,6 %, lo cual es positivo; sin embargo, la tierra agrícola total se redujo en 5 %, la cultivada en 10,7 % y la no cultivada se estancó. No hay explicación oficial de estas tendencias. Cuadro 25. Tierras ociosas, 2007, 2013 y 2014 Años
Tierras (1 000 hectáreas)
Porcentajes
1) Agrícolas
2) Cultivadas
3) No cultivadas
4) Ociosas
4/1
4/3
2007
6 620
2 988
3 631
1 233
18,6
34,0
2013
6 342
2 646
3 697
1 046
16,5
28,2
2014
6 279
2 668
3 610
962
15,3
26,6
Fuente: ONEI, 2011, 2014, 2015. (Porcentajes de los autores).
En resumen, la cifra total reportada de usufructuarios en 2012 y 2015 es superior a las estadísticas oficiales. No hay desglose de los usufructuarios autorizados en el decenio del 90 y de los aprobados desde 2009, pero el número total disminuyó un 0,14 % en 2014 respecto a 2013, lo cual testifica que no se han dado más tierras en usufructo. Entre 2007 y 2014, la tierra agrícola y la cultivada mermaron en las UBPC/CPA, mientras que se acrecentaron notablemente en las CCS/sector privado; la relativa a los usufructuarios no se identifica, pero se asume que la referida extensión es debida al traspaso de tierras estatales ociosas a los usufructuarios desde 2009. Entre 2007 y 2014, las tierras agrícolas, las cultivadas y ociosas disminuyeron, las cultivadas se estancaron (Gráfico 12). Las tierras ociosas menguaron de 34 % a 27 % respecto a las no cultivadas, pero también hubo una disminución de las tierras cultivadas. La tierra agrícola expandida entre 2007 y 2014 es un 60 % de la que se informa se distribuyó a los usufructuarios.
30 En correo electrónico con el economista agrónomo cubano Armando Nova (8-112014), este me confirmó que había un error en las estadísticas de 2012.
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Gráfico 12. Evolución de las tierras agrícolas, cultivadas, no cultivadas y ociosas, 2007-2014 (hectáreas)
2) Características A diferencia del cuentapropismo, no existe información oficial sobre las características de los usufructuarios, como procedencia, edad, género, raza, educación, localidad, etc. Las entrevistas, por tanto, son valiosas para llenar este vacío.
3) Progresos La Ley de usufructo de 2012 trajo mejoras importantes respecto de la de 2008, que era bastante restrictiva y no generó resultados. El tamaño de la parcela aumentó de 13,4 a 67,1 hectáreas, siempre que el usufructuario estuviera vinculado a una cooperativa o granja estatal. El plazo de duración del contrato no se ha modificado para las personas naturales (10 años),31 aunque se ha extendido de 20 a 25 años para las cooperativas y entidades estatales. A pesar de las ventajas otorgadas a las dos últimas formas mencionadas, el 98 % de los terrenos en usufructo se ha asignado a personas. El usufructuario puede construir viviendas (más de una si hay parientes que trabajan la tierra) y establos en el terreno, además de plantar huertos; actividades que estaban antes prohibidas. 31 A diferencia de ello, el Decreto-ley 273, de 2010, otorga derechos de superficies en campos de golf de lujo a inversores extranjeros por un plazo de hasta 99 años.
Usufructuarios de la tierra
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Si no se renueva el contrato, el gobierno debe tasar la inversión (bienhechurías) realizada y abonar el correspondiente reembolso al usufructuario. En caso de muerte o incapacidad del usufructuario, los parientes que trabajen la tierra pueden heredar el usufructo y la inversión. La reforma tributaria de 2013 le otorgó al usufructuario una exención de dos años en el pago del impuesto al ingreso personal (5 %), al valor de la tierra y a la contratación de mano de obra. La exención al impuesto sobre ingresos puede prorrogarse a cuatro años si se limpia el terreno de marabú (arbusto espinoso muy difícil de erradicar pues, aunque se limpie, genera brotes). La Asamblea Nacional ratificó esta última exención a fines de 2015, además no se aplicó ese año la declaración jurada e impuesto anual sobre ingresos a los usufructuarios no cañeros. Tampoco se aplica el impuesto sobre ventas (5 %) a productos agrícolas en las provincias de Artemisa, Mayabeque y La Habana. El impuesto a las tierras inactivas en usufructo también se suspendió por un año (Ley 113, de 2012; Bohemia, 3-1-2014; Pedraza, 2015). Un 88 % de los usufructuarios entrevistados dice que no pagaron los impuestos a los ingresos y las ventas (v. II.8). Entre 2007 y 2014, la tierra agrícola cultivada mermó considerablemente entre las UBPC/CPA y el Estado, mientras que aumentó sustancialmente en las CCS y el sector privado, donde se asume que está el usufructo, aunque este no se identifica. También se redujeron las tierras ociosas respecto al total de las tierras agrícolas y las no cultivadas (Cuadros 24 y 25). A partir de 2011, el gobierno ofrece microcréditos a quienes posean terrenos en usufructo y les permite abrir cuentas bancarias. En 2015, los directores de los bancos estatales Ahorro Popular, Metropolitano y Crédito y Comercio informaron sobre la disponibilidad de pequeños préstamos al sector agropecuario, incluyendo a los usufructuarios, a los cuales se les ofrece una tasa de interés preferencial por dos años (Granma, 30-11-2015). Todo productor agrícola, incluidos los usufructuarios, puede vender más en el mercado (47 % en 2012) y, desde 2013, directamente a entidades turísticas sin intermediación de las cooperativas (Murillo, 2013; Reuters, 306-2013). El Decreto 318, de 2013, reformó el sistema de acopio, puso fin al monopolio en la comercialización en tres provincias, permitió la competencia y los precios a valor de mercado de pollo, cerdo, hortalizas, huevos y frutas no cítricas. Se informa que esto resultó en “un discreto aumento en el abastecimiento y diversificación de la oferta, pero una producción aún insuficiente que mantiene elevados los precios” (Granma, 23-6-2014).
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Voces de cambio
Se reportó en la prensa que el primer mercado mayorista de venta de insumos agrícolas se creó en Pinar del Río en 2014 (Reuters, 1-6-2014). En 2015, se anunció que los precios de insumos como insecticidas, semillas, equipos y medicamentos veterinarios serían reducidos entre un 40 % y un 60 % (“Cuba entrega…”, 2015); las disposiciones legales fueron publicadas poco después.
4) Obstáculos La Ley de 2012 introdujo una mayor flexibilidad, pero aún es restrictiva y genera incertidumbre. El contrato de usufructo tiene un plazo de duración de 10 años, mientras que en las reformas agrícolas sino-vietnamitas, los contratos son por tiempo indefinido o 50 años, y los granjeros deciden qué sembrar, a quién vender y fijan precios de mercado —no hay acopio—, recomendaciones ya citadas de Nova. El contrato en Cuba puede extinguirse o no renovarse por incumplimiento de las obligaciones del usufructuario: a) “utilizar la tierra de manera racional”, según la interpretación del gobierno; b) vender obligatoriamente al Estado aproximadamente el 70 % de la cosecha a precios fijados oficialmente por debajo del precio de mercado (acopio, con modificación de 2013); c) contratar un número mayor de trabajadores que el permitido; d) vender la inversión en la parcela o realizar inversiones sin permiso estatal, y e) por necesidad pública o interés social. En 2015, Marino Murillo informó que los contratos de 43 000 usufructuarios habían sido cancelados por no utilizar la tierra correctamente (Martín, 2015). El único mercado de venta mayorista ha sido El Trigal, pero se ha comentado que fue insuficiente, y se cerró el 19 de mayo de 2016 (“Cierran…”, 2016); además, no se ha podido confirmar el funcionamiento del mercado de insumos agrícolas. Las respuestas de los usufructuarios a la pregunta “De dónde obtienen sus insumos” no mencionan el mercado mayorista (v. II.18). A los efectos de obtener insumos y servicios y comercializar sus productos, el usufructuario debe estar vinculado a una granja estatal o cooperativa, preferentemente una UBPC32 o CPA, que son las que tienen el menor nivel de autonomía y son formas productivas ineficientes.33 Pero los usufructuarios 32 Una ley de 2012 reestructura las UBPC y les confiere más autonomía; otra de 2013 permite los vínculos cooperativos con las CCS. 33 En la Asamblea Nacional, a mediados de 2015, se informó que 73 % de las empresas estatales que tuvieron pérdidas en 2014 eran agrícolas; un diputado comentó los graves
Usufructuarios de la tierra
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en la práctica acuden a las CSS para vender sus productos, pues les es más cómodo debido a su escasa producción (v. II.13). Sería más conveniente autorizar las cooperativas voluntarias de usufructuarios. Frente a la libertad de contratación sugerida por Nova, los usufructuarios solo pueden contratar a familiares o trabajadores estacionales siempre que sean TCP o socios de cooperativas. El área de la inversión no puede superar el 1 % del tamaño de la parcela. La razón oficial de estos desincentivos es evitar la concentración de la riqueza. Cerca del 77 % de los usufructuarios carece de experiencia agrícola (Juventud Rebelde, 10-11-2013, pero véase II.3); el gobierno puede ofrecer capacitación, pero no ha divulgado la cantidad de usufructuarios entrenados. El Estado fija precios de acopio inferiores al precio de mercado, aunque ha aumentado el precio en los últimos dos años y se dice que el acopio va a desaparecer; pero ya se explicó que, en enero de 2016, el gobierno recurrió al acopio (un retorno parcial a la distribución y venta de los productos agrícolas) y a precios topados en los mercados estatales (v. cap. 2, I.4). Un semanario del PCC en Tunas manifestó su escepticismo sobre la posibilidad de intervenir por decreto los precios de mercado: “La tentadora idea vende muy bien en las encuestas de opinión, pero en las últimas dos décadas… el gobierno no ha tenido éxito diciéndole a los vendedores particulares cuánto cobrar por sus mercancías… porque volverán a ser violados [ya que requieren] acciones que incidan sobre las condiciones objetivas que empujan [los precios] hacia arriba… [hay que preguntarse] cuánto les cuesta realmente mantener en pie sus actividades [v. II.17]. Tratar de imponer precios a ‘dedo’... solo oxigenaría al mercado negro y la corrupción que le rodea” (Ojeda, 2016). El acceso de los usufructuarios al microcrédito estatal y a cuentas bancarias es mínimo, se hace referencia a 4 000 usufructuarios potenciales, que sería el 1,3 % del total (Granma, 30-11-2015). El marabú cubre el 50 % de la totalidad de los terrenos en usufructo y debe desbrozarse a efectos de dar inicio a la producción, pero no se pueden utilizar a tal efecto los microcréditos estatales; no se otorgan exenciones tributarias si el marabú no se ha erradicado. El usufructuario no tiene derecho a contratar un tractor estatal con cuchilla y le es muy difícil hacerlo con la cooperativa; aún después de problemas de la agricultura: su organización, la descapitalización de sus empresas, el entrenamiento insuficiente del personal y la pobre aplicación de la investigación hecha en el país (Havana Times, 14-7-2015).
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Voces de cambio
“limpiado” el terreno, hay brotes que deben controlarse con herbicidas muy costosos o imposibles de adquirir (14ymedio, 6-7-2016). Los trámites para solicitar usufructo, firmar y prorrogar el contrato y aprobar o modificar la inversión (incluso la construcción de una casa) son engorrosos. La medición de la parcela puede tomar hasta dos meses por deficiencias en los registros públicos, y miles de solicitudes sufren demoras por negligencia o falta de personal cualificado. La contralora general Gladys Bejarano dijo que las auditorías hechas en 2013, focalizadas en la entrega y uso de la tierra en usufructo, mostraron que no se ha logrado el cambio de mentalidad necesario para aumentar la producción alimentaria y el nivel de vida del pueblo; se encontraron irregularidades y violaciones: el 63 % de la entidades auditadas fueron calificadas como mal o regular por incumplir plazos para entregar las tierras, demoras en trámites y descontrol de tierras ociosas (Granma, 3-3-2014; Fonticoba, 2014; “Presentan Informe…”, 2014). El Decreto 318, de 2013, prohíbe la venta de carne vacuna, subproductos lácteos, café, cacao y miel, además de mantener dentro del sistema de acopio al arroz, los frijoles, el maíz, las papas, los boniatos, la malanga, las cebollas, los ajos, las naranjas y las toronjas, con lo cual los productos agrícolas de mayor importancia son excluidos del mercado libre. Posiblemente por los obstáculos analizados, las estadísticas oficiales indican que el número total de usufructuarios por primera vez disminuyó en 2014; y es probable que la merma haya sido entre los autorizados desde 2009 (Cuadro 23). En el VII Congreso del PCC en abril de 2016, Raúl pidió imponer límites al SNE y Murillo puso como ejemplo, “el establecimiento de los límites de la cantidad de hectáreas que pueda tener alguien” (Castro, 2016a; Murillo, 2016a).
5) Impacto Como en el caso de los TCP, hay escasísima información sobre el impacto del usufructo en la agricultura. Las cifras de producción se dan por sector estatal y no estatal, los cuales abarcan todas las cooperativas y los campesinos dueños de sus tierras; los usufructuarios deberían incluirse aquí, pero no están identificados; por ello es muy difícil determinar si el usufructo ha tenido un efecto en la producción agrícola. El PIB generado
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por la agricultura y ganadería descendió de 5,7 % en 2007 a 3,9 % en 2009, 3,7 % en 2014 y se estancó en menos de 3,7 % en 2015 (ONEI, 2016a, 2016f). La tasa de crecimiento agropecuario anual promedió 1,8 % entre 2008 y 2015 (ONEI, 2009, 2014, 2015; Martín, 2015; Murillo, 2015). En 2015, la producción agrícola no cañera cayó un 2,5 %, y en el primer trimestre de 2016 hubo otra caída (ONEI, 2016e, 2016g). Esto obliga a importar más de 2 000 millones de dólares en alimentos para cubrir el 80 % del consumo nacional, 60 % de lo cual podría producirse en el país (“Cuba entrega…”, 2015). En 2014, el Ministro de Comercio Exterior informó que los usufructuarios, las cooperativas agropecuarias y los campesinos privados generaron el 83 % de la producción agrícola, mientras que las granjas y empresas estatales solo el 17 % (Malmierca, 2014; “Presentan Informe…”, 2014). No hay esta cifra para 2015, pero la participación en la producción agrícola no cañera del sector CCS/Privado (que debería incluir el usufructo) oscilaba entre 61 % y 86 %, muy superior a la del Estado y las UBPC/CPA, salvo los cítricos en que el Estado tenía la mayoría (ONEI, 2016e). Los 312 752 usufructuarios en 2014 equivalían al 6,1 % de la fuerza laboral (ONEI, 2015).
II. RESULTADOS Y ANÁLISIS DE LAS ENTREVISTAS Se hicieron entrevistas a 25 usufructuarios con 21 preguntas, la mayoría con adiciones (ver Apéndice). Las entrevistas se tomaron entre abril y junio de 2015 en las provincias de Artemisa y Mayabeque, y en seis municipios de la provincia de La Habana. La edad de los entrevistados oscila entre 26 y 75 años, y promedia 51 años; solo el 25 % son menores de 40 años, un 44 % entre 41 y 60 años, y un 28 % mayores de 60 años, o sea, es una población mucho más envejecida que la de los TCP y también superior a la edad de la fuerza laboral (ONEI, 2015), a pesar de que el trabajo agrícola es fuerte. El 100 % son hombres, debido precisamente al esfuerzo que demanda, y también el 100 % es “blanco”, frente a una mayor diversidad de los TCP. El nivel escolar en mucho menor: el 48 % solo tiene entre sexto y noveno grado, un 28 % es técnico medio, 16 % preuniversitario y solo el 8 % tiene universitario. El 56 % es campesino o vaquero, mientras que solo el 44 % tiene una profesión, cuatro de ellas ligadas al campo, como zootecnia, veterinaria y sanidad vegetal; esto también
Voces de cambio
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contrasta con los TCP, la gran mayoría de los cuales es profesional. Todos los usufructuarios son ahora campesinos, y el 80 % dijo tener experiencia previa en la agricultura. A continuación, se ofrecen los resultados tabulados de las respuestas y su análisis. Los números corresponden con las 21 preguntas del cuestionario; cuando hay una pregunta adicional, se discute en el mismo número (v. Apéndice).
1) Satisfacción con lo que hace y gana El nivel de satisfacción entre los entrevistados es entre 1 (muy insatisfecho) y 10 (muy satisfecho). Ninguno dijo estar muy insatisfecho. El Cuadro 26 ofrece la distribución porcentual: un 64 % se concentra en los tres niveles superiores de la distribución (8 a 10), un 24 % en los niveles intermedios (4 a 7), y el 12 % en los tres niveles inferiores (1 a 4); el 40 % está en el nivel 8, y cero en los niveles 1 y 2 (Gráfico 13). El grado de satisfacción basado en los tres niveles superiores fue menor que entre los TCP, pero aun así sorprende en vista de los obstáculos que enfrentan. Cuadro 26. Usufructuario: grado de satisfacción con lo que hace y gana Grado de satisfacción (10 mayor, 1 menor) 10
Porcentaje
2
8
9
4
16
8
10
40
7
6
24
6
0
0
5
0
0
4
0
0
3
3
12
2
0
0
1 Total
Número de entrevistados
0
0
25
100
Usufructuarios de la tierra
83
Gráfico 13. Usufructuario: ¿está satisfecho con lo que hace y gana? (%)
2) Experiencia previa en la agricultura El 84 % dijo tener experiencia previa en la agricultura y solo el 16 % no tenerla; lo opuesto a la cifra dada por Juventud Rebelde en 2013, de 77 % sin experiencia agrícola previa, pero recuérdese que la muestra no es representativa del universo. Los cuatro usufructuarios que dijeron no tener experiencia en la agricultura indican que no han sido entrenados por el Estado u otra entidad.
3) Tamaño de la parcela El tamaño de la parcela varía entre 6 y 20 hectáreas; el 40 % tiene entre 6 y 10; el 44 %, entre 12 y 20, y el 16 %, 26 hectáreas. Un 68 % tiene 13,4 o menos hectáreas, el máximo establecido por la Ley de 2008, y ninguno se aproxima a las 67 hectáreas fijadas por la Ley de 2012; el promedio es 13,8 hectáreas (Cuadro 27). Todo esto indica que las parcelas son relativamente pequeñas, aunque no puede compararse con el promedio nacional, porque no se ha revelado esa cifra.
Voces de cambio
84
Cuadro 27. Tamaño de la parcela Hectáreas
Número de entrevistados
Porcentaje
6-10
10
40
12-20
11
44
26 Total
4
16
25
100
4) Limpieza de marabú La parcela se da por el Estado y el 56 % de los entrevistados dijo que tenía marabú y lo limpió, mientras que un 44 % contestó que no lo hizo porque no lo había (“me dieron un pedacito bueno”). Estos porcentajes coinciden con la cifra oficial de 50 % con marabú. Del 56 % que limpió, el 32 % lo hizo a mano (hacha, machete, pala), un 16 % a mano y tractor, y solo un 8 % con buldócer (Cuadro 28). Los que usaron equipo tenían entre 16 y 26 hectáreas de terreno; uno que usó tractor dijo que era “por la izquierda” (no quería que se enterasen). Las respuestas revelan el fuerte trabajo requerido para extraer el marabú, y que un tercio pagó por el uso de equipo, lo que implica una inversión sustancial para poder comenzar a producir, y no hay microcrédito para hacer esa labor (v. I.4). Cuadro 28. Limpieza de marabú ¿Limpió el marabú? Sí
Número de entrevistados 14
Porcentaje 56
A mano (hacha, machete, pala)
8
32
A mano y tractor
4
16
2
8
No
Buldócer
11
44
Total
25
100
Usufructuarios de la tierra
85
5) Edificación de casa o establo Ningún entrevistado ha construido una casa o establo en la parcela, y uno fabricó un bebedero con techo de palma para el ganado; esto confirma que son pequeños usufructuarios. Solo diez explicaron por qué no tienen casa, y las categorías no son exclusivas: un 36 % tiene su casa cerca del terreno, al 29 % le cuesta mucho o toma demasiado tiempo, el 21 % necesita la tierra para arboleda o ganado y el 14 % no la necesita —sin explicar— (Cuadro 29). Cuadro 29. Razón por no haber construido una casa ¿Por qué no ha construido una casa?
Porcentaje
Tiene una casa cerca
5
36
Cuesta mucho o toma demasiado tiempo
4
29
Necesita la tierra para arboleda o pasto
3
21
No le hace falta Total a
Número de menciones
2
14
14a
100
Sobre el número de 14 menciones, porque las categorías no son excluyentes.
No hay una cifra nacional de cuántos han construido, lo que debería conocerse como indicador de la inversión de los usufructuarios.
6) Cultivos o ganado El 32 % de los usufructuarios dedica la parcela a la cría de ganado vacuno para leche (dos tienen también ganado caprino), porque está prohibido vender la carne, mientras que el 68 % se dedica a diversos cultivos. Estos últimos, no excluyentes, son de gran variedad: 15 % malanga, 15 % frijoles, 12 % plátano, 10 % cebolla, 7 % cada uno maíz, tomate y yuca, y 27 % otros como ajo, flores, papa, arroz, limones, aguacate y otras frutas (Cuadro 30).
Voces de cambio
86
Cuadro 30. Cultivos Cultivos
a
Número de menciones
Porcentaje
Malanga
6
15
Frijoles
6
15
Plátano
5
12
Cebolla
4
10
Maíz
3
7
Tomate
3
7
Yuca
3
7
Otros
11
27
Total
41a
100
Sobre el número de 41 menciones, pues las categorías no son excluyentes.
7) Siembra de árboles frutales El 80 % no ha sembrado árboles frutales (aguacate, plátano, mango), solo el 20 % lo ha hecho porque requiere tiempo, esfuerzo y capital, y el corto tiempo del contrato es un desincentivo. No hay relación entre el tamaño de la parcela y la siembra de árboles.
8) Impuestos Los impuestos son solo anuales y se pagan en CUP. El 88 % paga impuestos y solo el 12 % no paga, porque han plantado recientemente y aún no tienen cosecha. Entre los que pagan, el 40 % abona entre 200 y 1 000 CUP, un 36 % entre 1 001 y 4 000 CUP, y solo el 12 % (tres) entre 5 000 y 20 000 (uno paga 5 200; otro, 15 000, y un tercero, 20 000 CUP) (Cuadro 31). El último es excepcional pues posee 26 hectáreas (entre las tres parcelas mayores), dos tractores, un jeep y hasta 10 empleados, por lo que debe recibir un ingreso muy alto (Cuadro 31).34 Por otra parte, un 79 % de los entrevistados 34 Basándonos en el pago anual de 5 % sobre las ventas, estimamos el volumen de estas en 400 000 CUP en 2015, 52 veces el salario medio anual de los empleados estatales.
Usufructuarios de la tierra
87
o bien no paga impuesto, o lo hace por menos de 4 000 CUP anuales, lo que equivale a 239 dólares, otra confirmación de que es un grupo de relativamente bajo ingreso, aunque gana mucho más que el salario promedio de un empleado estatal. Cuadro 31. Pago de impuestos Pago anual impuestos (CUP)
Número de entrevistados
Paga 200 a 1 000
Porcentaje
22
88
10
40
1 001 a 4 000
9
36
5 001 a 20 000
3
12
No paga Total
3
12
25
100
El tipo de impuesto pagado por 22 de los entrevistados (sustrayendo a los tres que no pagaron) fue: 73 % sobre las ventas y 18 % sobre las ganancias; mientras que el 9 % (dos) no sabía o no fue específico (Cuadro 32). Esta información se contradice con las exenciones explicadas antes (v. I.3). Cuadro 32. Tipo de impuesto pagado Tipo de impuesto pagado 5 % sobre ventas
Número de entrevistados
Porcentaje
16
73
5 % sobre ganancias
4
18
No sabe o impreciso
2
9
22
100
Total
9) Empleados El 56 % de los entrevistados no contrata empleados (algunos tienen familiares) y el 44 %, sí; entre estos, el 32 % contrata entre 2 y 5 empleados y el 12 %, entre 6 y 10. La gran mayoría de los empleados es ocasional, pero tres tienen fijos y contratan ocasionales para la cosecha (Cuadro 33). Los usufructuarios contratan menos empleados que los TCP (44 % versus 60 %),
Voces de cambio
88
lo cual sugiere que los primeros tienen una actividad personal y/o que tienen menos recursos que los segundos. Cuadro 33. Empleados contratados ¿Tiene empleados? Sí Más de cinco (6 a 10) Cinco o menos
Número de entrevistados
Porcentaje
11
44
3
12
8
32
No
14
56
Total
25
100
10) Mecanismos de pago Entre los que tienen empleados, el 28 % paga un salario fijo por día (“mañana”: de 6 a. m. a 2 p. m.) y al 16 % se les abona un salario fijo mensual y el usufructuario añade un estímulo, que depende del esfuerzo que hagan los trabajadores, a veces una proporción de la cosecha o les da para que coman en su casa (Cuadro 34). Cuadro 34. Formas de pago a los empleados Modalidades Salario fijo
Número de entrevistados 7
Porcentaje 28
Salario más estimulo
4
16
No tiene empleado
14
56
Total
25
100
El monto de la remuneración varía: el jornal diario (“mañana”, 8 horas) fluctúa entre 40 y 50 CUP que equivale, si trabajan seis días a la semana, entre 960 y 1 200 mensual, siendo el primero un 50 % mayor que el salario medio estatal y el segundo, casi el doble; un entrevistado dice que paga alrededor de 2 000 CUP mensuales, que sería tres veces el salario medio (640 CUP). El salario mensual pagado a los fijos ronda los 600 CUP, más el estímulo. Es muy difícil comparar los montos salariales entre usufructuarios
Usufructuarios de la tierra
89
y TCP, debido a la diversidad; no obstante, entre estos últimos hay pagos en CUC, lo cual no ocurre entre los primeros.
11) Problemas con los empleados De los once entrevistados que tienen empleados (44 %), el 36 % no tiene problemas con sus empleados, porque les pagan bien y “siempre hay gente para trabajar”; un 8 % (dos entrevistados) sí tienen problemas, y uno dice que “a la gente ya no le gusta el campo”. Los usufructuarios parecen tener menos problemas con sus empleados que los TCP.
12) Ganancias y su asignación en inversión y/o consumo Un 92 % de los entrevistados dijo que tenía ganancias netas y solo el 8 % (dos), no tenerlas, un resultado similar al de los TCP. Los usufructuarios fueron aún menos explícitos sobre el monto de las ganancias, solo dos especificaron que fueron muy pocas, y ninguno dijo que tenía muchas. De los que tuvieron ganancias, el 36 % dijo que era solo para uso personal (consumo), solo el 12 % para inversión y un 44 %, para ambos usos (Cuadro 35 y Gráfico 14). Los TCP invirtieron muchísimo más, lo que pudiera ser porque son dueños de su micronegocio, mientras que los usufructuarios no tienen la propiedad de la tierra y contratos de solo 10 años, ambos desincentivos para invertir. Cuadro 35. Ganancias y su uso Número de entrevistados
Porcentaje
23
92
Solo personal (consumo)
9
36
Inversión
3
12
11
44
2
8
25
100
Ganancias y su uso Tiene ganancias
Personal e inversión No tiene ganancias Total
90
Voces de cambio Gráfico 14. ¿Cómo usa sus ganancias?
Los pocos usufructuarios que especificaron en qué invertían lo hicieron en la tierra, arboleda, frutales y reposición de animales. Tres entrevistados dijeron que ahorraban algo. No se preguntó qué tiempo tomaba la recuperación de la inversión debido al escaso número que la hizo.
13) Vinculación con cooperativas Todos los entrevistados están vinculados a las CCS (las más independientes de Estado), con una excepción que está en una UBPC; ninguno está vinculado a una CPA o a una granja estatal. Los beneficios que les reporta estar asociados a las CCS son: el 48 % porque comercializa lo producido (lo cual es más eficiente, ya que no producen lo suficiente para venderlo ellos); un 12 % porque provee abono, y el 28 % por otras razones, como darles agua, alambre (que de otra forma no pueden obtener), etc. El 12 % (tres) dice que la vinculación no les da mucho (Cuadro 36), uno de ellos aclara: “aquí hay que estar vinculado”; tres, en “otros”, agregan: “si no me meto en eso, se enreda la tierra”; “son muchas las cosas que de otra forma no fluirían”, y “es más tranquila la cosa”.
Usufructuarios de la tierra
91
Cuadro 36. Beneficios de vincularse a una cooperativa Beneficios de vincularse a CCS Comercializa lo producido
Número de entrevistados
Porcentaje
12
48
Provee abono
3
12
Otros
7
28
No mucho
3
12
25
100
Total
Al preguntarles si preferirían ser independientes (no estar vinculados), el 84 % respondió que no; un 8 %, que era lo mismo, y 4 % (uno), que “no se puede” (Cuadro 37). Cuadro 37. ¿Preferiría ser independiente? ¿Preferiría ser independiente? No
Número de entrevistados
Porcentaje
21
84
Es lo mismo
2
8
No se puede
1
4
No sabe Total
1
4
25
100
Las respuestas anteriores sugieren que los usufructuarios no desean vincularse a las cooperativas más dependientes del Estado (UBPC y CPA) ni tampoco a las granjas estatales, todas las cuales son reconocidas como ineficientes; están inclinados a vincularse a las CCS porque les reporta ciertos beneficios, aunque varios expresan reserva sobre los mismos. Pero la mayoría no quiere ser independiente, porque hay cosas que no pueden conseguir por sí mismos, como la venta de los productos, o la compra de fertilizantes y alambre de cerca. Algunos dicen con franqueza que “no se puede” estar desvinculado o ser independiente.
14) Remesas externas Un 68 % de los entrevistados no recibe remesas y solo el 32 % sí, una proporción algo mayor que las de los TCP; entre los que reciben, ninguno las invierte en la tierra, pues son para consumo personal o de la familia.
Voces de cambio
92
15) Créditos del gobierno o préstamos bancarios Ninguno de los entrevistados recibió créditos o préstamos, al igual que los TCP. Solo diez (40 %) explicaron las razones: un 16 % no los necesita; para un 16 % es muy complicado (“es mucho papeleo”, “es tremendo lío”), y un 8 % da otras explicaciones: “uno no está para meterse en eso”, “si pido prestado y no rinde la cosecha, ¿cómo le pago al banco?”. Cuadro 38. Razones para no pedir créditos o préstamos Razón por la que no ha pedido crédito/préstamo
Número de entrevistados
Porcentaje
4
16
No necesita Muy complicado
4
16
Otros
2
8
Total
10
40
16) Otras fuentes de ayuda Un 52 % recibió ayuda de otras fuentes, mientras que el 48 % no la recibió, tres veces la proporción de los TCP. Entre los que la recibieron, 40 % fue de la familia, 8 % de amigos y 4 % (uno) del Estado (asesoría para producir frutas exóticas). Entre los familiares se mencionan a hermanos, padres, hijos y un abuelo. Como se refleja en otros indicadores, el grupo de usufructuarios tiene menos recursos y ayuda que los TCP. Cuadro 39. Otras fuentes de ayuda Número de entrevistados
Porcentaje
13
52
Familia
10
40
Amigos
2
8
Fuente de ayuda Sí recibió
1
4
No recibió
Estado
12
48
Total
25
100
Usufructuarios de la tierra
93
17) Acopio La mayoría de los entrevistados (56 %) vende parte de la cosecha al acopio a un precio por debajo del precio de mercado, fijado por el Estado; un 40 % vende entre el 51 % y el 100 % de su cosecha; el 16 % entre un 20 % y un 50 %; el 44 % no vende (el 56 % que entrega en acopio es menor al 70 % citado; v. I.4). Un tercio de los usufructuarios cría vacas para leche y esta no se puede vender, sino a la empresa láctea, así que virtualmente toda va al acopio (pueden consumir en la familia una parte pequeña); hay tres que siembran frijol, papa y maíz, y todo va al acopio también. Entre los que no entregan nada al acopio, hay varios que tienen cosechas pequeñas y otros que dan la cosecha a las CCS para que la vendan (Cuadro 40 y Gráfico 15). Cuadro 40. Entrega de producción al acopio Entrega en acopio (% producción) Sí 51-100 20-50
Número de entrevistados
Porcentaje
14
56
10
40
4
16
Nada
11
44
Total
25
100
Gráfico 15. ¿Qué parte de su producción vende al acopio
Voces de cambio
94
Los usufructuarios comercian (venden) su producción de maneras diversas: 52 % al Estado (acopio, discutido antes), 24 % directamente y 21 % a través de las CCS; hubo uno ambiguo y, además, varios que combinaban una forma u otra (por ej., Estado y CCS, Estado y directamente, Estado y cooperativa), con frecuencia dependiendo del precio (Cuadro 41). Cuadro 41. Formas de comercializar la producción ¿Cómo vende su producción? Estado
15
Porcentaje 52
Directamente
7
24
Cooperativa (CCS)
6
21
Ambiguo Total a
Número de menciones
1
3
29a
100
.
Sobre 29 menciones, pues las categorías no son excluyentes
Quienes lo hacen a través del Estado (o las CCS) dieron varias razones: tienen que hacerlo; es más fácil porque lo compran todo a precio fijo; roba mucho tiempo hacerlo directamente; el mercado de ventas está muy lejos; uno dijo que a veces el Estado paga bien (el frijol) pero otras, no y entonces prefiere vender por sí mismo. Los que venden de forma directa, usualmente tienen una cosecha pequeña; uno dijo que a veces el Estado se compromete y después no recoge. En la política de precios, las respuestas específicas indican que casi todos los que contestaron que podían bajar los precios de sus productos se confundieron y, en realidad, se referían a lo que se requeriría para bajar dichos precios; por lo tanto, virtualmente todos responden en verdad que no. Con dicha interpretación, el Cuadro 42 distingue ambas categorías: el 52 % dice que no puede bajar los precios y el 48 % identifica lo que habría que hacer para que ellos reduzcan sus precios.
Usufructuarios de la tierra
95
Cuadro 42. Posibilidad de rebajar los precios de venta ¿Rebaja o no los precios y por qué? No se pueden bajar
Número de entrevistados
Porcentaje
13
52
Mucho trabajo y gano poco o insumos caros
3
12
El Estado paga poco/precios de venta bajos
3
12
Ya están muy bajos los precios
2
8
Los insumos están muy caros (incluye TRD)
2
8
Producto que no se puede vender en el mercado
2
8
No sabe
1
4
12
48
Abaratar los precios de insumos
6
24
Reducir precios de transporte y tarimas
6
24
25
100
Qué se necesitaría para bajar los precios
Total
Aunque el debate sobre topar los precios comenzó en diciembre de 2015, cuando ya se habían terminado todas las entrevistas, estas respuestas iluminan la pregunta de si los usufructuarios (así como campesinos privados) están teniendo una ganancia grande con precios de venta altos; las respuestas indican que no. Las razones que dan los usufructuarios para no poder reducir los precios son: para un 12 %, el trabajo de campo es muy duro y se gana poco o los insumos son muy caros; para otro 12 %, el Estado paga poco o los precios de venta son bajos; un 8 % cree que ya están muy bajos los precios; otro 8 %, que los insumos son muy caros (“los precios en las shopping son muy altos [y] no los baja el Estado”; “el fertilizante está por las nubes”; “el Estado infla en exceso los precios en sus tiendas —TRD— y el ‘tarimero’ también… deberían de apostar a ganar más en la cantidad y no en el precio de cada producto, pues prefieren que se echen a perder antes que ponerlos más baratos”); y para otro 8 %, el producto (la leche) no se puede vender en el mercado. Por otra parte, se alega que para reducir los precios se necesita: 24 % bajar los precios de los insumos, y 24 % reducir los precios del transporte y de los que venden los productos en el mercado (“carretilleros”, “tarimeros”). Algunas voces: “el campesino no es el que encarece el producto”; “si ellos [las TRD] bajan las sogas, las guatacas, las carretillas, entonces podríamos bajar los precios”; “el campesino no es el que sube los precios, ellos suben después que cogen carretera”; “si te digo lo que gano yo por una ristra de ajos y lo que gana el que la vende en La Habana, te hechas a reír”.
Voces de cambio
96
18) Dónde se obtienen los insumos El 57 % de los insumos es provisto por las CCS (salvo un caso, por una UBPC); un 17 % se obtiene “por la izquierda”, o sea, ilegalmente (en el mercado negro); el 8,6 %, de otros campesinos; un 5,7 %, de las shopping; un 2,8 % (uno), de la familia, y el 8,6 %, de otros, como mercado interno en CUP —muy poco— o “por donde aparezcan las cosas”. (Cuadro 43 y Gráfico 16). Hay muchos casos donde hay varias fuentes de suministro combinadas. Nadie dijo haber comprado en el mercado mayoritario. Cuadro 43. Procedencia de los insumos Número de menciones
Porcentaje
20
57,2
Por la “izquierda”
6
17,1
Otros campesinos
3
8,6
Procedencia de los insumos Cooperativa (CCS, salvo uno)
Tiendas shopping
2
5,7
Familia
1
2,8
Otras modalidades Total a
3
8,6
35a
100
.
Sobre 35 menciones, pues las categorías no son excluyentes
Gráfico 16. ¿Dónde obtiene los insumos?
Usufructuarios de la tierra
97
19) Renovación del contrato El 52 % no está preocupado por la renovación del contrato después de 10 años, mientras que el 48 %, sí lo está. Las razones dadas por los no preocupados son: “tengo otro pedazo de tierra”; “me llevo mis vacas a otra parte”; “no he puesto recursos en la tierra”; “la tierra no es buena, así que qué más da”. Razones de los que están preocupados: “eso es muy poco tiempo para el que apuesta al campo y creo que desmotiva un poco”; “deberían de dar más tiempo al contrato”; “los frutales se demoran en crecer, si injerto un árbol de mamey produce en 15 años [y] no ves el resultado de tu trabajo”; “quiero una vaquería pequeña [estructura que perdería]”; “estoy cercando la tierra [para el ganado y la perdería]”.
20) Herencia del usufructo Se preguntó: “¿Sabes que cuando te mueras, los familiares que trabajan la tierra contigo pueden heredar el contrato y la inversión hecha?”. El objetivo era indagar cuánto conocimiento tenían los entrevistados de sus derechos; el 100 % respondió que sí sabía.
21) Principales problemas que enfrentan y cambios que desean Como los TCP, estas son las dos preguntas en que los entrevistados se extendieron más y sus respuestas son consistentes con los obstáculos analizados en los Antecedentes (v. I.4). a) Principales problemas que enfrentan Varios entrevistados señalaron más de un problema, así que las respuestas no son excluyentes (Cuadro 44 y Gráfico 17). El problema más serio (56 %) es que los insumos son escasos, se demoran o son muy caros: “aquí todo es difícil y caro”; “el precio de los insumos [es muy alto]”; falta “el alambre para hacer más cuartones, por eso… no puedo cambiar los animales…, no hay semilla de pasto para sembrar, hoy le tengo que dar caña a los animales”; “no
Voces de cambio
98
hay semillas, fertilizantes, plaguicidas”; “excepto la papa, los insumos para otros productos se demoran”. En importancia, siguen las trabas burocráticas (15 %): “ponen muchas trabas por todos lados”; “que no aprieten las cosas para echar adelante la finca”; “parece que el cítrico no es importante, entonces el Estado ni a la cooperativa le importa darle nada para la producción”; “la tierra está perdiéndose, a nadie le importa de verdad”. Estos dos problemas suman 71 % mucho más que el 48 % reportado por los TCP. La comercialización es identificada como problema por un 11 % de los entrevistados: “cuando se produce mucho mango, no hay industria para procesarlo y se pierde”; “la comercialización del tomate por falta o demora en la entrega de las cajas de embalaje”. Los precios bajos de las ventas de los usufructuarios (parte por el acopio) es el cuarto problema (7 %): “el precio de la leche está muy bajo” dicen dos. Empata el corto contrato del usufructo —10 años— (7 %): “el período de usufructo es corto”; “que den más tiempo para la tierra”. Finalmente, un entrevistado se queja: “no tengo agua en la tierra, tengo que sembrar en secano casi todo”. Cuadro 44. Problemas principales que enfrenta Principales problemas Precios altos de insumos
a
Número de menciones
Porcentaje
15
56
Trabas burocráticas
4
15
Comercialización
3
11
Precios bajos de venta
2
7
Período corto de usufructo
2
7
Otros
1
4
Total
27a
100
Sobre 27 menciones, pues las categorías no son excluyentes.
Usufructuarios de la tierra
99
Gráfico 17. ¿Cuáles son los problemas más serios que enfrenta?
b) Cambios que desean Esta pregunta se corresponde con la anterior y es la crucial en este libro porque es vehículo para escuchar las voces de los usufructuarios y hacerlas públicas procurando que sean atendidas. Hubo dificultad en separar por completo las respuestas por categorías, como se explicará. Al igual que el caso de los TCP, las dos primeras respuestas, que suman el 76 %, comparado con el 60 % en aquellos, son: el mejor acceso y precios inferiores a los insumos (44 %) y lo relacionado con el Estado, sus garantías y necesidad de ayuda (32 %) (Cuadro 45 y Gráfico 18). Pareciera que el orden se invierte, pues en los TCP la libertad y menos regulaciones era la más importante, pero veremos que no es así cuando se analicen cuidadosamente las respuestas. Cuadro 45. Deseos de cambio o mejora Deseos de cambio o mejora Mejor acceso, precios menores a insumos
Número de entrevistados
Porcentaje
11
44
Estado, garantías, ayuda, incentivos
8
32
Comercialización, acopio
3
12
Otros
3
12
Total
25
100
100
Voces de cambio Gráfico 18. ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorase? (%)
Para los usufructuarios, que tienen menos recursos que los TCP, los insumos son fundamentales, y así lo expresan: “que pongan las cosas para trabajar más baratas, sobre todo a uno que le vende casi todo al Estado”; “que bajen los precios de los insumos y que lleguen a tiempo para la producción”; que me den los insumos “pues en ocasiones termino la producción sin ellos, produzco menos y gano menos”; “que [se] venda lo que hace falta y más barato y así se podrían bajar los precios”; “que existiera el alambre para cercar acorde al precio que pagan por la leche”; “yo quiero comprar un tractor pero ¿dónde está?, porque yo no puedo traerlo de afuera, eso debe mejorar”; “que nos dieran un poco de fertilizante y recursos para el cítrico y así poder aumentar la producción, que tanta falta hace”.35 Como se puede apreciar, la mayoría de las respuestas indirectamente se dirigen al Estado, que es el responsable de los insumos y fija sus precios. En las siguientes respuestas la alusión es directa: “que si el Estado quiere que uno produzca, que ayude para eso”; “que si uno tiene la tierra en producción, le den garantías que no te la van a quitar”; “mayor preocupación por parte de las autoridades para que se pueda producir más y mejor”. Otras respuestas son indirectas, pero es claro que envuelven al Estado: “deberían motivar más a la gente para que trabaje la tierra”, o “que le den al guajiro más chance para cultivar”. 35 La producción de cítricos, que era una fuente significativa de exportaciones, cayó de 981 000 toneladas en 1989, a 418 000 en 2009 y a 96 810 en 2014 (Mesa-Lago, 2012; puesto al día con ONEI, 2013, 2015).
Usufructuarios de la tierra
101
Respecto a la comercialización (12 %), una respuesta toca un tema clave: “no quiero que el acopio me comercialice todo, porque se quedan con todo lo que uno produce”, obviamente se refiere también al Estado. Entre los “otros” (12 %), están: “que pague mejor por la leche de chiva”; “poder cambiar de tierra”; “buscar un animal [vaca] para el clima nuestro que rinda en leche y carne”. Si sumamos todas respuestas que se refieren directa o indirectamente a un cambio de actitud del Estado, tendríamos unos 20 de 25, o sea, el 80 %. Los usufructuarios no identificaron otros deseos típicos de los TCP como mayor acceso a la Internet, pero no se refirieron tampoco al deseo de unidad para mejor plantear sus demandas.
CAPÍTULO 4 Socios de Cooperativas de Producción no Agrícola y Servicios
I. ANTECEDENTES Las Cooperativas de Producción no Agrícola y de Servicios (CNA) de primer grado comenzaron de forma tentativa en 2010; se introdujeron nacionalmente de forma experimental en 2013, lo cual continuaba en febrero de 2016; y se están expandiendo, aunque el número de sus socios es todavía pequeño. Las CNA tienen personalidad jurídica y son una forma colectiva de propiedad. Pueden resultar de un traspaso obligatorio de una empresa estatal o crearse voluntariamente por iniciativa de personas (privadas). En estas últimas, los socios son dueños de todo, mientras que, en las primeras, el Estado mantiene la propiedad de la tierra y los edificios, al par que cede el uso y explotación del negocio a los socios de la cooperativa, a través de un contrato de arriendo por 10 años (renovables) con pagos mensuales. El precio de compra del equipo de una empresa estatal debe ser negociado entre esta y la CNA, pero una vez comprado es propiedad de la cooperativa. La CNA debe tener un mínimo de tres socios, mayores de 17 años, residentes permanentes y capaces de realizar las labores. Los socios gestionan la actividad, reparan el local, adquieren los insumos, pagan la electricidad, agua, teléfono y gasolina, venden sus productos/servicios a precios de mercado (en CUP o CUC) y reciben las ganancias, las cuales se reparten entre los socios, según su aporte o esfuerzo; además, las CNA deben ser autofinanciadas, o sea, que sus ingresos cubran sus gastos. La cooperativa se rige por estatutos aprobados por sus socios, y la Asamblea es su máximo órgano de dirección, donde cada miembro tiene voz y voto (PCC, 2016). Se alega que las CNA son más independientes que las cooperativas de producción agropecuaria (UBPC y CPA). El gobierno ha expresado su preferencia por las cooperativas, incluyendo las CNA, sobre las
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formas de gestión individual, como el cuentapropismo y el usufructo (v. I.3). Según Marino Murillo, estas cooperativas “son un ejemplo de cómo transformar la forma de gestión, sin cambiar la naturaleza de la propiedad” (Bohemia, 29-82013).36 Cooperativas de segundo grado son aquellas integradas por CNA. “Las CNA se ocupan de los segmentos del mercado que no resultan competitivos para el Estado” (“Raúl: Lo que hacemos…”, 2015). El gobierno decidió que era mejor traspasar a las CNA aquellas actividades no grandes, de muy baja eficiencia y alto costo; así se eliminan los “desvíos” (robos) y los costos de salarios, insumos y servicios públicos, además de que el Estado recibe el arriendo y los impuestos pagados por las CNA.
1) Tamaño y tendencias La ONEI ofrece estadísticas sobre el número de CNA en funcionamiento y el número de los socios, pero la historia de la evolución no es precisa y existen contradicciones en las cifras dadas en discursos y medios de comunicación. Las CNA comenzaron como un piloto en 2010 con barberos, peluqueros y manicuristas, y se añadieron otras actividades en 2011 y 2012 (Mesa-Lago, 2014). El Consejo de Ministros aprobó cuatro grupos de CNA: 1) 126 CNA en abril; 2) 71 CNA en julio; 3) 73 CNA en octubre, todas en 2013, y 4) 228 CNA en marzo de 2014, para un total de 498 (Granma, 3-32014). El número de CNA aprobado aumentó de 275 a fines de 2013 a 498 en 2014, y se estancó en 2015; mientras que las CNA en operación saltaron un 71 % entre 2013 y 2014, solo crecieron en un 6 % en 2015.37 Por otra parte, el número de socios aumentó de 2 300 a 5 50038 entre 2013 y 2014, y a 7 700 en 2015, por lo que los socios han aumentado a un ritmo mayor (Cuadro 46 y Gráfico 19). Una aprobación más rápida de CNA expandiría notablemente el número de socios (pero véase I.4). 36 Los dos estudios más recientes e importantes sobre las CNA son de Piñeiro, 2015, y de Ritter y Henken, 2015. 37 Cuando se terminaba el manuscrito, se anunció que se habían creado 16 nuevas CNA en el primer trimestre de 2016 (Cuba Debate, 26-6-2016). 38 En vista a esta última cifra, es dudoso que hubiese 2 150 cooperativas de barbería y peluquería, como informó Bohemia, 68, 2013. Igualmente es poco creíble que haya 5 490 cooperativistas arrendando 2 141 inmuebles estatales, según reportó Granma, 1-7-2013 y 6-7-2013. Sumando estos grupos habría 7 640 cooperativistas, frente a la cifra oficial de 5 500 en 2014.
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Cuadro 46. Número de CNA y sus socios, 2013-2015 Años
Número de CNA Aprobadas
Operando
% anual crecimiento
N.º de socios
2013
275
198
-
2 300
2014
498
345
71
5 500
2015
498
367
6
7 700
Fuente: Elaboración propia basada en ONEI, 2015, 2016a y Piñeiro, 2015. Redacción: 2015.
Gráfico 19. Número de CNA aprobadas y operando, 2013-2015
Hemos visto que el número de TCP disminuyó ligeramente en 2015, y creció un 1 % en el primer trimestre de 2016, mientras que el de usufructuarios mermó en 2014. Desde marzo de 2014 no se ha aprobado una CNA más y, en 2015, las operativas crecieron solo un 6 %. Pérez Villanueva (2016) ratifica que el proceso de formación de cooperativas “avanza muy lentamente… hay muchas que han presentado sus propuestas, pero requieren un nivel de aprobación demasiado alto… el quinto grupo [de primer grado], que todo el mundo espera, lleva más de un año sin aprobarse”. Todavía no han sido aprobadas las CNA de segundo grado.
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2) Características Un 77 % de las CNA creadas procede del sector estatal, mientras que el 33 % de la iniciativa personal. Piñeiro (2015: 58) advierte que: “las cooperativas que han tenido más éxito han sido aquellas que han surgido por iniciativa de un grupo de personas que comparten propósitos y valores”. En 2015, un 90 % de las CNA se concentraba en cuatro sectores: el 36 %, en comercio y reparación de efectos personales; el 25 %, en hoteles y restaurantes; un 17 %, en construcción y un 13 %, en pequeña industria; el resto era de un 5 % en actividades comunales, asociaciones y personales, un 2 %, en servicios empresariales, inmobiliarias y de alquiler, 1,6 %, en transporte y 1 %, en electricidad, gas y agua; se desglosan: 5 %, en criar aves y 4 %, en reciclaje de desechos (“Raúl: Lo que hacemos…”, 2015; ONEI, 2016a). Un 52 % están ubicadas en La Habana; 18 %, en Artemisa; 5 %, en Matanzas, y 4 %, en Mayabeque (ONEI, 2016b). No hay información disponible sobre características clave de las CNA, como producción, ventas y ganancias, ni tampoco de sus socios, como edad, género, raza y educación. Se ha apuntado por un banco estatal la necesidad de hacer encuestas para averiguar esta información tan importante (v. I.4). El número pequeño de entrevistas en las CNA (cinco) no permite llenar el vacío, pero son útiles como información anecdótica.
3) Progresos Motivadas por el objetivo de reducir los costos, aumentar los ingresos y las ganancias, las CNA remozan el local, ofrecen mejores servicios, mejoran la disciplina laboral, cumplen los horarios, reducen el ausentismo, cuidan los instrumentos de trabajo, ahorran más recursos, muchas han invertido para mejorar los equipos, y ganan un ingreso que triplica en promedio al salario que recibían del Estado (Piñeiro, 2015). Las CNA pueden comprar, vender y arrendar al Estado y a las instalaciones turísticas, tales como hoteles y restaurantes, además de contratar empleados no familiares, abrir cuentas bancarias, y recibir micropréstamos. Sus productos y servicios se venden al Estado, a las cooperativas y a campesinos privados y TCP (MINCIN, 2013). Además, se afirma oficialmente que las CNA han obtenido resultados productivos,
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económicos y financieros, son fuentes de empleo, han incrementado las ofertas y la calidad de las producciones y servicios (“Raúl: Lo que hacemos…”, 2015). En junio de 2013, se reguló el mercado mayorista mediante contratos, competencia y precios de libre mercado fijados por la oferta y la demanda. El único mercado existente es El Trigal, el cual pertenece a la provincia, pero se arrienda a una CNA (con diez socios), que a su vez subarrienda 292 espacios para que los productores vendan sus excedentes después de cumplir con el acopio; se carga entre 110 y 120 CUP por el espacio (“tarima”) independiente del tiempo que se use. Los que más ofertan sus productos son los agricultores privados, seguidos por CCS, CPA, UBPC, granjas estatales y vendedores mayoristas. A los compradores se les carga 3 CUP (0,12 centavos de dólar) por la entrada (Granma, 17-1-2014).39 Las empresas estatales pueden arrendar mercados de suministro de productos agrícolas a las CNA y CCS; al inicio de 2014 había 433 de dichos mercados arrendados a 157 cooperativas (Granma, 17-4-2014). Pueden, asimismo, arrendar camiones a todos los productores y mercados minoristas, a las cooperativas y a los TCP (que efectúan sus ventas a precios de mercado), además de celebrar contratos de productos agrícolas con todas las cooperativas que tienen contratos directos con los consumidores (Decreto 318, de 2013). Se planea transferir 9 000 establecimientos estatales a TCP y CNA, 83 % de gastronomía y el resto de servicios personales y técnicos, con 123 000 trabajadores; en 2015, había constituidas 11 de estas CNA. En la construcción, los precios de venta del equipo estatal deben ser fijados por “acuerdo de las partes”; en los productos nacionales, el precio de venta a las cooperativas es el precio mínimo fijado por el MINCIN con un descuento del 20 %, mientras que, en los productos importados, se incrementa el 20 % del precio mayorista (Juventud Rebelde, 18-8-2014). El Estado tiene preferencia por las CNA, por ser una forma más social de producción que las de gestión privada (como los TCP), y les otorga un régimen impositivo menos gravoso: a) las exonera del impuesto a las ventas de productos agropecuarios; b) también las exonera de todos los impuestos 39 En 2013, se informó de la apertura de una empresa mayorista estatal en la Isla de la Juventud para la venta de alimentos, bienes intermedios y de consumo, y para el alquiler de depósitos y de equipamiento frigorífico y de transporte (EFE, 8-3-2013), pero no se pudo obtener más información.
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por seis meses a partir de la inscripción en el registro de contribuyentes de ONAT; c) pagan 20 % a la Seguridad Social versus el 25 % de los TCP; d) la escala del impuesto sobre ganancias aumenta de 10 % sobre los primeros 10 000 CUP, hasta 45 % por encima de 50 000 CUP40 (versus 15 % al 50 % de los TCP); e) las deducciones para el impuesto a los ingresos personales son mayores: no se exige justificación del 40 % de los gastos, se les permite deducir el monto que va a la reserva por contingencias, el arrendamiento al Estado cuando hacen reparaciones en el local, el 50 % de los gastos de contratación a terceros, y suma equivalente al salario medio de la provincia multiplicado por el número de socios. Además, el Ministerio de Finanzas y Precios está facultado para otorgar otras exoneraciones y bonificaciones. Por último, se les concede un descuento del 20 % en la compra de insumos, el exportar e importar a través de entidades estatales, y la participación de profesionales que está prohibida a los TCP (Ley 113, de 2012; Resoluciones 427, de 2012 y 124, de 2016). Se ha creado un Fondo en el Presupuesto Nacional que suministra recursos a los bancos para que den pequeños créditos o préstamos bancarios a los cooperativistas, regulados por el Decreto-Ley 289, de 2012, y disponibles desde 2014 (v. cap. 2, I.3). En 2015, se aumentaron los préstamos de 10 000 a 20 000 CUP, cuadruplicando su monto; se extendió el período de gracia y el plazo de amortización; se flexibilizó el procesamiento, y se ofrece asesoramiento y cursos (v. cap. 2, I.3). El Banco Metropolitano prestó el capital inicial a los 60 mercados agropecuarios gestionados por CNA en La Habana, así como a buen número de dichas cooperativas de gastronomía, construcción y criadero y venta de pájaros (Fong y Rosabal, 2015). Hay reportes de CNA exitosas, como el mercado del Cerdo de Oro, que está lleno de público y tiene pesas electrónicas, aire acondicionado y grandes frigoríficos, además de limpieza y ausencia de moscas, lo opuesto a lo típico en las tiendas estatales y los mercados agropecuarios (González, 2014). En su primer año, una cooperativa productora de textiles generó 20 000 dólares, sus socios trabajaban 10 horas diarias y sábados, si se necesitaba, y los salarios subieron tres veces (Werner, 2014). El cabaret Karabalí, que ofrece música en los fines de semana, está lleno con más de 100 clientes; los salarios de los 21 socios se han triplicado respecto a lo que ganaban con el gobierno, además, reciben una parte de las ganancias cada 40 Esto equivale a 400 y 2 000 dólares, respectivamente.
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tres meses; dice uno de ellos que ya no se roba y que ganan de acuerdo con el esfuerzo de cada uno (Frank, 2014). Una CNA de confecciones textiles en Marianao tiene 53 socios, ha triplicado el salario a las costureras, los socios llegan puntualmente, no hay ausencias y no se controla a las personas que salen de la fábrica (Chappi, 2014). La cooperativa Sazón Purita se dedica a productos deshidratados; en 2015, produjo 18 toneladas de maní, 1,4 toneladas de especies como ajo, albahaca, cebolla, orégano, romero y perejil, así como frutas secas y pan molido; obtuvo un préstamo de 985 000 CUP, equivalente a 41 000 dólares (Whitefield, 2015). A mediados de 2015, el Consejo de Ministros aprobó varios cambios para fortalecer y mejorar las CNA, ampliar el período de contratación de empleados no familiares, desde un máximo de tres meses a un año, y extender el período de gracia de los impuestos —ya explicado arriba— (“Raúl: Lo que hacemos…”, 2015).
4) Obstáculos Marino Murillo ha identificado los aspectos “negativos que han lastrado el buen hacer” de las CNA: a) “no todos han comprendido el carácter experimental del proceso y la prioridad para aplicarlo en sectores que tienen un alto impacto en el desarrollo territorial”; b) “el procedimiento para constituir las cooperativas [conlleva] una carga burocrática que genera… demoras”; c) “el comienzo de las operaciones ha sido lento, motivado principalmente por la selección de los locales, su legalización en los registros de la propiedad, las condiciones para su funcionamiento, el proceso de negociación entre cooperativas e instancias aprobatorias y los trámites legales ante notarios e instituciones bancarias”; d) “han surgido dificultades en el acceso a los suministros”, y e) “ha existido una tendencia al incremento de los precios y los servicios, sobre todo en los mercados agropecuarios y la gastronomía” (“Raúl: Lo que hacemos…”, 2015). La creación de las CNA es compleja y prolongada, especialmente si la cooperativa es de iniciativa personal (decisión de un grupo de personas) porque tiene más requisitos que la de traspaso de una empresa estatal (Piñeiro, 2014, 2015). El proceso se inicia con una solicitud al órgano administrativo municipal, este lo pasa a la administración provincial, la cual lo eleva al Organismo de Administración Central del Estado, quien lo somete a la
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Comisión Permanente para la Implementación de las reformas, y esta lo trasmite con su evaluación al Consejo de Ministros, quien toma la decisión final. No hay un plazo legal para resolver la decisión. Si se aprueba, se emite un certificado de persona jurídica y debe registrarse como contribuyente en la ONAT. Después de recibida la autorización, hay 90 días hábiles para acudir ante notario público con el proyecto de estatutos acordado por la asamblea de los socios e iniciar el proceso de constitución, que culmina con la inscripción en el Registro Mercantil (Mesa, 2015). Si es una empresa estatal que se traspasa, se saltan dos escalones, pero la empresa debe estar inscrita en el Registro Inmobiliario y se reporta “la deficiente elaboración del levantamiento inicial [y] la demora en el completamiento de los Registros de Propiedad en La Habana” (“Raúl: lo que hacemos…”, 2015).41 Las CNA enfrentan dificultades para hacer contratos con empresas estatales, así como venderles productos y servicios, por ejemplo, hoteles del MINTUR, transporte, correos, teléfono, Internet, alimentos y materiales de construcción (Piñeiro, 2014; v. II.21). El Banco Central otorga una licencia para las cuentas bancarias de las CNA; pero en 2014, solo un banco aceptaba dichas cuentas, se cargan comisiones por servicios bancarios y no se abonan intereses por las cuentas de depósitos (BCC, 2014). Hay dificultades para comprar insumos a pesar del mercado mayoritario establecido en 2013. En los mercados agropecuarios está prohibida la venta de carne de cualquier tipo de ganado, leche fresca y sus derivados, café, cacao y otros productos subsidiados por el Estado. Existen quejas de que la escasez de insumos encarece los precios. Por una parte, se dice que los precios de El Trigal son más bajos que los de los mercados agropecuarios (Granma, 17-1-2014); por la otra, que son altos y aumentan los precios de venta, y también que las CNA no han aumentado los precios, salvo en los mercados agropecuarios (Piñeiro, 2014, 2015). El director de la CNA textil mencionada antes, informó que el tejido cuesta 4,75 dólares el metro, lo que hace difícil obtener ganancias (Chappi, 2014). Se supone que los socios reciben un descuento de un 20 % del precio de los insumos, pero esto no siempre se hace (Ritter y Henken, 2015). Pérez Villanueva (2016) reporta que, aunque las normas lo permiten, solo ha importado pienso una CNA que cría aves exóticas (v. II.21). 41 En una discusión sobre las CNA en el “Último Jueves” de Temas, hubo reproches del público sobre la lentitud en la aprobación de las solicitudes, la existencia de cientos de expedientes engavetados, y la potestad de los funcionarios en cualquier escalón para vetarlas (Chappi, 2014).
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Respecto a los micropréstamos, el Banco Popular de Ahorro pidió mejorar su eficiencia, conociendo —a través de encuestas— cuántos socios de CNA hay, sus actividades e ingresos promedio (un vacío notado en I.2), así como llegar a los cooperativistas en vez de esperar que ellos vengan al banco, enseñándoles la importancia de los préstamos, cómo solicitarlos y usarlos. Según el Banco Metropolitano, había 317 CNA en la provincia de La Habana con miles de socios, pero solo había otorgado 127 créditos debido al poco conocimiento que aquellos tienen sobre los créditos. Una CNA de gastronomía que recibió un préstamo informó que el proceso de solicitud fue “largo y tedioso”, con “trabas, demoras” y pidiendo “mucha información y los mismos papeles reiteradamente”; para amortizar el préstamo tuvieron que ceder el 48 % de los ingresos de la cooperativa. Del total de préstamos concedidos entre 2012 y 2015, solo 35 % fueron otorgados a socios de la CNA, TCP y usufructuarios (Fong y Rosabal, 2015). A pesar de la ampliación en 2015, el período máximo en la contratación de empleados no familiares es un año, y no puede sobrepasar el 10 % del total de horas trabajadas por los socios. El capital de trabajo inicial se funda solo con aportes monetarios de los socios y posibles créditos bancarios, pero excluye bienes inmuebles o muebles e incluso trabajo (Mesa, 2015). Un problema serio es la falta de capacitación. La Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC) ofrece cursos de contabilidad para las CNA, pero el entrenamiento en el mejor de los casos es insuficiente, y nulo en la mayoría de ellos. Además, se necesita asesoramiento para aprender de las experiencias de otras cooperativas (Piñeiro, 2015). Varias cooperativas que han arrendado mercados agropecuarios encontraron las instalaciones en estado constructivo “deplorable”, lo que requirió una alta inversión inicial (por ejemplo, 35 000 CUP o 1 400 dólares, una suma sustancial en Cuba), renovando techos, paredes y puertas. Igualmente se dice de los equipos de transporte, que requirieron chapistería, arreglo de frenos, dirección, gomas y luces (Bohemia, 9-12-2013; Granma, 17-1-2014). El control interno de gastos y otros aspectos de la gestión es insuficiente. Hay al menos dos casos en los que el presidente de la cooperativa hurtó sumas sustanciales de dinero y dejó deudas. La mayoría de las CNA no usa comprobantes de ventas y de compras. La Contraloría confirma que no hay un registro de las facturas, ni control de las cuentas canceladas (Piñeiro, 2015). No está claro si las CNA, especialmente las de origen estatal, son independientes del gobierno. La decisión de convertir una empresa estatal en CNA es
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tomada por el Estado sin consultar a los empleados (no es voluntaria, como en las CNA iniciadas por personas); si los empleados rehúsan incorporarse, son despedidos (no tienen otra opción); en algunas cooperativas, la elección de los directivos no fue por voto secreto; en un caso, el anterior director de la empresa estatal se convirtió en presidente de la cooperativa (Frank, 2014). Dice el presidente de una CNA: “Hasta que seamos totalmente independientes y podamos firmar contratos con todos los suministradores, no avanzaremos” (Havana Times, 9-5-2014). Pérez Villanueva (2016) argumenta que “no necesariamente una empresa que no funcionó de forma estatal puede hacerlo de forma cooperativa”, porque organizar una cooperativa supone conocer su funcionamiento y tener una vocación para esa forma de propiedad: “A veces se llama cooperativa a un grupo de trabajadores donde el socio principal es quien busca los recursos, paga un salario a los obreros, sin claridad en la distribución”. Tampoco está comprobado que las CNA fijen sus precios por oferta y demanda, hay evidencia que se determinan centralmente en varios productos. En el XI Congreso de la ANAP celebrado en mayo de 2015, el ministro de Agricultura Gustavo Rodríguez informó que continúan los impagos del gobierno a las cooperativas, especialmente en las provincias de Artemisa, Mayabeque y Camagüey (Leiva, 2015; IPS, 21-5-2015). A comienzos de 2015, un periodista preguntó a un funcionario estatal si “una migración de la forma de gestión por cuenta propia al cooperativismo” no tendría un impacto adverso en los TCP. El funcionario respondió: “Es muy prematuro evaluar el impacto o tendencias [de las CNA]. De todas maneras, en caso de que se produjera esa migración sería beneficiosa” (Juventud Rebelde, 2-10-2015). En un Consejo de Ministros en 2015, Raúl Castro pidió “no masificar la creación de cooperativas [de primer grado], la prioridad deberá ser consolidar las que existen e ir avanzando de forma gradual, pues de lo contrario estaríamos generalizando los problemas que se presentan… Las cooperativas tienen un carácter experimental y aunque se avanza en su aplicación, no tenemos por qué acelerar el paso, tenemos que cogerle el ritmo a los acontecimientos… para rectificar errores antes de generalizar los experimentos… Estamos en el deber de calcular las consecuencias de cada paso que damos y de prever” (“Raúl: Lo que tenemos…”, 2015).42 El VII Congreso del PCC 42 Antes Raúl había dicho: “es un proceso experimental y, aunque se avanza, su propósito fundamental es ir detectando posibles fallos y corregirlos… No podemos apresurarnos en
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en 2016 decidió frenar el crecimiento de las CNA y “concentrar el esfuerzo en consolidar las cooperativas ya creadas y avanzar con gradualidad”, debido a deficiencias encontradas en “la inapropiada conducción de este experimento”, que deben ser solucionarse antes de crear más (Castro, 2016a).
5) Impacto De las tres formas no estatales analizadas, las CNA continúan siendo “experimentales” y son las de más reciente creación,43 por lo cual se dice que eso impide evaluar su impacto (Juventud Rebelde, 2-10-2015). No obstante, obtuvimos o calculamos algunas cifras. En 2015, las ventas en mercados agropecuarios administrados por las CNA fueron el 3,9 % del valor total de ventas en millones de pesos y el 4,1 % del volumen total en toneladas, comparado con el 28 % y el 41 %, respectivamente, por los puntos de ventas individuales, así como con el 38 % y el 45 %, respectivamente, por los mercados agrícolas estatales (ONEI, 2016d). En 2014, las CNA aportaron 87,7 millones de CUP (3,5 millones de dólares) por impuestos sobre ventas y ganancias, y contribución a la Seguridad Social (“Raúl: Lo que hacemos…”, 2015); esto equivale al 0,3 % del total de ingresos por esos conceptos de dicho presupuesto (ONEI, 2015). El aporte al empleo es aún más bajo: 5 500 cooperativistas en 2014 equivalían a 0,1 % de la fuerza laboral (basado en ONEI, 2015). No hay estadísticas sobre el aporte al PIB, pero dos expertos cubanos afirman que las CNA “no tienen un peso significativo en el desarrollo económico del país” (León y Pajón, 2015). Todo esto sugiere que esta forma es la que menor impacto tiene entre los tres grupos no estatales analizados hasta ahora.
II. RESULTADOS Y ANÁLISIS DE LAS ENTREVISTAS No fue posible realizar las 25 entrevistas que se planeaban en las CNA, porque era necesario obtener autorización del presidente de la cooperativa y
la aprobación constante de estas cooperativas. Iremos al ritmo que corresponda” (Granma, 3-3-2014). 43 El usufructo se aprobó en 2008, el cuentapropismo se estimuló desde 2010 y las CNA comenzaron oficialmente en 2013, aunque ya venían siendo experimentadas desde 2011.
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eso fue muy difícil, especialmente en las CNA traspasadas por el Estado. Se hicieron solo cinco entrevistas, cuatro en CNA organizadas por personas y solo una con una CNA de origen estatal, y este caso no con el presidente, sino con un simple socio que carecía de información en varias preguntas clave. No fue posible entrevistar a CNA traspasadas de empresas estatales porque sus presidentes siguen funcionando mentalmente como administradores y temen dar una entrevista si no es aprobada por autoridades superiores. Además, percibimos más cautela en las respuestas (incluso en las CNA de origen privado) comparadas con los dos grupos anteriores, por ejemplo, no mencionaron explícita o implícitamente la compra de insumos “por la izquierda” o en el mercado negro, y fueron muy escuetos en sus respuestas a los problemas que enfrentan y cambios que desean. En vista de que la muestra era tan pequeña, decidimos no tabular los resultados, pero sí comparar las características del grupo y usar las respuestas como información anecdótica con un resumen comparativo de las respuestas más importantes. Las entrevistas se tomaron entre noviembre y diciembre de 2015, fueron las últimas del estudio. Todos los entrevistados son fundadores de la cooperativa y presidentes de las mismas, lo último salvo en la CNA de origen estatal. Se realizaron todas las entrevistas en cuatro municipios de la provincia de La Habana. La edad de los entrevistados varía entre 36 y 63 años. La muestra incluye a cuatro hombres y una mujer. Los entrevistadores identificaron el color de piel como blanca para tres entrevistados y mulata para dos. La socia de la cafetería de origen estatal es la única mujer y es mulata, el hombre albañil también es mulato. De los cinco entrevistados, tres tienen educación universitaria (ingenieros Civil, Industrial y Eléctrico) y dos son técnico medio (gastronómico y albañil). Las actividades son: una en gastronomía (cafetería), una en servicios técnicos (energía), dos en construcción y una en producción manufacturera (condimentos). Estas actividades son las que concentran el 88 % de las CNA. Se hicieron 21 preguntas y los números de los acápites se corresponden con las 21 preguntas del cuestionario; cuando hay una pregunta adicional, se discute en el mismo número (v. Apéndice).
1) Satisfacción con lo que hace y gana Tres de los entrevistados respondieron en la escala de 1 a 10 que estaban satisfechos (9, 8 y 7) —respectivamente, construcción, cafetería y
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construcción-restauración—; dos respondieron que estaban insatisfechos (4 y 2), respectivamente, condimentos y energía. A pesar de ser una de las CNA con equipo más avanzado y volumen de producción mayor en el país, el presidente de la cooperativa de condimentos se mostró insatisfecho, lo cual no empareja con otros indicadores. En conversaciones con su presidente y un grupo de cooperativistas, el bajo grado de satisfacción se explicó por el enorme trabajo que pasan para hacer cualquier operación y el gran número de barreras que han encontrado y que les impide aprovechar las potencialidades que tienen y con ello elevar sus ganancias. Si bien es cierto el avance que han logrado —añadieron— sufren un calvario de dificultades para subsistir. Las respuestas de esta CNA confirman lo dicho.
2) Ocupación previa Todos los entrevistados eran antes empleados del Estado, pero solo uno de ellos trabajaba en una empresa estatal que fue traspasada a la CNA; los otros cuatro dejaron su empleo estatal para iniciar una cooperativa privada. Las proporciones de 20 % de origen estatal y 80 % de origen privado son contrarias a las cifras oficiales de 77 % y 33 %, debido a los grandes obstáculos (ya explicados) puestos por las CNA de origen estatal. Tres de los entrevistados son ingenieros, uno es gastronómico y uno, albañil.
3) Actividad de la CNA El socio entrevistado que era empleado en una cafetería estatal traspasada a CNA sigue con la misma ocupación. El albañil que trabajaba en una brigada de construcción es presidente de la CNA especializada en restauración. El ingeniero civil que dejó su empleo estatal para fundar la CNA privada está en servicios constructivos, mientras que el ingeniero eléctrico que dejó su empleo estatal para fundar la CNA privada ofrece servicios de energía. El caso más interesante es el ingeniero industrial que es ahora presidente de la CNA privada entre las más avanzadas en el país y dedicada a la producción de condimentos o especies deshidratadas como ajo, albahaca, cebolla, maní, etc.
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4) Número de socios La CNA de construcción de restauración tiene 40 socios (duplicó el número inicial), y es la que tiene más miembros; la otra CNA de construcción cuenta con 25 socios (perdieron dos e incorporaron dos). La dedicada a condimentos deshidratados tiene 20 socios, más de tres veces el número inicial, lo que indica su potencial. La cafetería tiene 15 socios, y la menor es la dedicada a servicios de energía que solo cuenta con seis.
5) Ventajas y desventajas de la CNA Se preguntó cuáles son las ventajas y desventajas de trabajar en una CNA comparadas con el empleo anterior para el Estado. Todos pusieron énfasis en las ventajas y solo uno se refirió a las desventajas, aunque esto podría ser por aprensión en el resto. Todos dieron prioridad a que ahora son sus propios jefes, toman las decisiones de manera colegiada o tienen mayor participación que antes, con una autonomía de la que carecían, lo cual permite más flexibilidad para el cambio y la adaptación al mercado, resultando en mejor calidad del producto/servicio, mayor eficiencia, no más robos, recomendación para atraer a nuevos clientes, y mayores ingresos. “Las ventajas son mayores que las desventajas, somos nosotros los que tomamos, de forma colegiada, las decisiones que son más convenientes para el desarrollo de la cooperativa, podemos tener un dinamismo extraordinario [para] hacer cambios y adaptarnos a las necesidades del mercado o a las ventajas que pueda ofrecernos determinado proveedor de materia prima”. “Lo primero es lograr un nivel de autonomía que antes no teníamos, poder decidir sobre los contratos a tomar y ordenar nuestros propios tiempos y recursos, lo cual eleva la eficiencia y, con ello, los ingresos”. “Como todos formamos parte de esto y ganamos por lo que hacemos, a nadie se le ocurre llevarse nada y ello implica que los trabajos queden con mayor calidad que con el Estado. Nos interesa que las cosas queden bien para poder cobrar rápido y que nos recomienden a otras personas, eso no pasa con el Estado”. “En principio somos nuestros propios jefes y se toman las decisiones en colectivo, no por el criterio de unos pocos”.
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Solo una CNA (condimentos) especificó las desventajas: “la que más nos afecta es que para las empresas o entidades estatales, pese al discurso público, no somos bien vistos, no podemos vender, niegan la posibilidad de comprar insumos aun cuando se están echando a perder. Eso es absurdo”. El socio entrevistado en la cafetería de origen estatal fue vago: “En nuestro caso legalizamos casi lo que veníamos haciendo… En cuanto a las decisiones, es cierto que participamos más, pero Carlos, que ahora es el presidente, tiene más vista para el negocio”. En la pregunta relativa a los costos de operación e impuestos, agregó: “Eso es Carlos el que se encarga, yo no estoy al tanto de eso, lo he oído, pero no sabría decir ahora”. Esto sugiere que el presidente juega un papel crucial en las decisiones y que los socios tienen poco conocimiento de aspectos clave de la cooperativa (véase también II.20). La próxima pregunta da pautas sobre otras desventajas.
6) Limitaciones Una CNA dijo que “en principio, ninguna limitación afecta lo que hacemos”, mientras otra ratificó que “la cooperativa, en principio, no tiene límites legales que nos afecten, realmente las limitaciones son otras”, pero no las especificó. Tres se refirieron a problemas explicados en la sección I.4: “Se pasa mucho trabajo para conseguir cualquier cosa y eso que esta es una cafetería pequeña”; nótese que este es el mismo problema que enfrentaba antes y que parecía estar resuelto (se contradijo en la pregunta 17 sobre insumos, pues dijo que se los proporcionaba el MINCIN). La CNA de condimentos amplía lo dicho antes en las desventajas: “Todavía nos cuesta insertarnos como persona jurídica y no podemos vender a la industria, comprar envases en una fábrica o vender en un mercado estatal”. Otra CNA señala como mayor problema “contratar a los empleados por solo un período de tres meses [ahora un año], para ser superiores a este debe ser parte de la cooperativa”.
7) Costo de electricidad, gas, agua y teléfono, e impuestos Dos CNA dieron la tarifa de electricidad (en una combinada con gas) como 2 000 CUP mensuales, otra dijo que la casa es la oficina y que los
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costos de servicios públicos son difíciles de separar. Dos dieron la tarifa mensual del teléfono celular: entre 500 y 700 CUP; y 40 CUC. Los impuestos anuales ascendieron a 10 000 CUP en el caso de la CNA de construcción, y de 5 000 CUP en la de condimentos. Dos dijeron que eran nuevos en el negocio y que todavía no habían pagado impuestos. La CNA de condimentos corroboró lo explicado en I.3: “Pudimos justificar mucho más del 60 % de los gastos. Esta es una de las ventajas de las cooperativas sobre el trabajo por cuenta propia, menores impuestos… porque puedes deducir hasta el 100 % de gastos [y] un 40 % no tienes que justificar; en fin, eso es una tremenda ventaja”. Nadie mencionó el impuesto sobre la fuerza de trabajo, aunque tres CNA tienen más de cinco empleados.
8) Ganancias Cuatro CNA dijeron que tuvieron ganancias (ninguna precisó el monto), una dijo que no pudieron repartir ganancias. Aunque la muestra es ínfima, es interesante que la enorme mayoría tuvo ganancias, igual que los TCP y usufructuarios. Las cuatro que tuvieron ganancias las invirtieron en diverso grado en la cooperativa: “Este es un negocio en crecimiento y gran parte de las ganancias se invierten en la cooperativa”; “casi todo lo reinvertimos en equipamiento”; “primero se saca un fondo para la cooperativa, se deja también para el local, y el resto se reparte entre nosotros”; “ya estamos en la etapa en que algo queda para nosotros y la familia…, aunque si aparece algo para mejorar la cooperativa, lo hacemos”.
9) Reparto de las ganancias Tres dijeron que se dividen en partes iguales, uno explicó que “se pretende ir devolviendo el aporte [inicial] de cada socio como si [hubiese sido] un préstamo a la cooperativa”. Dos repartieron en función al aporte inicial y el esfuerzo de cada uno: “tenemos una escala en la que se sopesan el aporte de los socios, las tareas que realizan y las responsabilidades en la cooperativa”; “no todo el mundo aportó lo mismo y eso ha pesado en la distribución de los beneficios, pero hemos [atenuado] las diferencias… en el salario mensual”.
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10) Mejoras en el negocio Un reclamo oficial que se confirma es que cuatro CNA hicieron mejoras y solo una no porque “opera desde la casa”. Las mejoras son principalmente en equipos, utensilios y herramientas; por ejemplo, “la capacidad de los hornos para deshidratar y los sistemas de empacado”. Una remozó el edificio y otra mejoró la oficina.
11) Empleados Tres tienen empleados y dos no porque todos son socios. El número de empleados (todos no familiares) varía: 10 (condimentos), 20 (construcción) y 25 (construcción de restauración).
12) Mecanismos de pago De las cuatro CNA que tienen empleados, se paga semanalmente en tres (una de ellas también puede ser diaria o mensualmente), mientras que otra no lo especificó. El salario depende fundamentalmente del esfuerzo del trabajador y la actividad: un porcentaje de la producción; el volumen de la producción y el tipo de condimento (todos no demandan igual esfuerzo), o el horario de mañana, tarde o noche (en la construcción). Solo dos dieron el monto de salario, ambos alrededor de 100 CUP diarios o 2 000 al mes (basado en cinco días laborables a la semana), más del triple que el salario medio estatal de 640 CUP en 2015 (el promedio nacional de aumento del salario en las CNA es de tres veces). Las otras dos no lo pudieron calcular porque el salario se basa en la producción o en una combinación de variables.
13) Problemas con los empleados Ninguna de las cuatro que tiene empleados tuvo problemas con ellos.
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14) Remesas Tres CNA no reciben remesas y dos sí; entre las últimas, una no las invierte en el negocio y otra dice que la remesa le ayuda a que parte de lo que gana pueda invertirse ocasionalmente.
15) Crédito del gobierno o préstamo bancario Todas respondieron que no. El socio de la cafetería que era del Estado comentó “no hemos querido meternos en eso”. Esta respuesta negativa es igual a la de los TCP y de los usufructuarios, probablemente resultado de la complejidad y requisitos para obtener un pequeño préstamo (v. I.4).
16) Otras fuentes de ayuda Tres respondieron que no y dos que sí, ambas de familiares: un hijo y un hermano.
17) Dónde se obtienen los insumos Las respuestas confirmaron las serias dificultades para obtener insumos. Las cuatro CNA privadas dijeron que los obtenían de diversas fuentes. La de condimentos especificó: “en todos los lugares posibles… luego de muchos meses de diálogo y labor de convencimiento para romper paradigmas” [resistencia de entidades estatales a venderles]. La de construcción respondió: “en los lugares más disímiles, puede ser que hoy encuentres cemento en las shopping [CUC], mañana no y esté en un mercado en moneda nacional” [CUP]. La de construcción-restauración dijo que pedía al cliente que comprara “parte de los materiales, pues eso nos quita un peso de encima”. El socio de la cafetería que era empresa estatal explicó en la pregunta 6 que “muchas de las cosas que preparábamos o vendíamos teníamos que buscarlas… Por ejemplo, el pan y otras cosas no alcanzaban para terminar el día, entonces nosotros… teníamos que buscarlas”. Pero en esta pregunta
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afirmó que los insumos se los continuaba vendiendo el MINCIN, lo cual parece una contradicción. Ninguno hizo referencia al mercado mayorista El Trigal, lo que sugiere la dificultad de acceder a este, ya desaparecido; tampoco mencionaron el 20 % del descuento que se dice se concede a las CNA, a pesar de que explicaron el trato preferente en impuestos. Nadie hizo referencia a la adquisición de insumos “por la izquierda” o en el mercado negro, como hicieron los TCP y los usufructuarios, otra indicación de que las CNA fueron más cautelosas que dichos grupos.
18) Competencia Tres dijeron que no tienen competencia, pero dos dijeron que sí: “están las cafeterías particulares de por aquí, pues las estatales no quedan cerca”; “hay muchos en este giro [construcción] desde personas individuales, brigadistas, por cuenta propia, el Estado, etc.”. Ninguna rebaja los precios; la cafetería que dijo tener competencia privada explicó: “no hemos modificado nuestros precios que teníamos cuando éramos del Estado… algunos productos nuevos que están mejores [son] un poco más caros, pero tenemos todavía los precios más bajos”. Al preguntar si creía que su producto o servicio era mejor a lo que ofertan los demás en el giro, las respuestas fueron algo vagas: “eso depende, hay quienes ofrecen un servicio peor, otros igual [o] más completo”; “nosotros trabajamos muy bien, sin ánimo de sobresalir”. La cafetería dijo que sus precios eran más bajos que el resto, pero advirtió que sus servicios “no son de la mejor calidad, seguimos usando el pan de bodega que [MINCIN] nos asigna, pero igual la gente lo compra”. Dos CNA respondieron que su producto/ servicio es diferente: energía y condimentos.
19) Publicidad El negocio se anuncia mayormente de boca en boca (recomendación que atrae a otros clientes), cartel en la puerta, tarjeta de presentación, guía telefónica y en ferias. Ninguna dijo utilizar Internet u otras vías electrónicas.
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20) Arriendo al Estado y su renovación Solo la cafetería de origen estatal tiene que pagar arriendo mensual al Estado; el socio entrevistado lo ratificó, pero no dijo de cuánto era el pago, probablemente por falta de conocimiento, al igual que en otras respuestas. Respecto a la renovación del arriendo expresó: “nos preocupa el plazo, pues la mayoría de las cosas acá son arrendadas: el local, las neveras, la máquina de refrescos, y eso hace que uno tenga miedo de [invertir] y después se acabe esto”. Las otras cuatro CNA son privadas y, por tanto, no pagan arriendo al Estado.
21) Principales problemas que enfrenta y cambios que desean Este es el grupo que respondió de manera más escueta estas preguntas; de hecho, la mayoría no diferenció entre los problemas y los deseos de cambio, otra indicación de la cautela de los entrevistados. a) Problemas que enfrenta Todos señalaron el incumplimiento de la ley y la resistencia que persiste al desarrollo de las CNA y las relaciones con las empresas del Estado o que son un experimento que no termina, así como las trabas para importar insumos. Aunque las respuestas no fueron tan explícitas como en los dos primeros grupos, ellas se refirieron directa o indirectamente a la burocracia y la no ejecución de la ley. La CNA privada de condimentos fue la más rotunda: “Los problemas más serios son… la resistencia que persiste al desarrollo de esta nueva forma productiva, a tal punto que nos lleva al riesgo de quiebra constantemente, por el simple empecinamiento de algunos de no negociar con nosotros, aun cuando supone ventajas económicas [para ambas partes] y actúan de espalda a lo legislado por las autoridades superiores. Nadie respalda los costos de las cooperativas por el actuar de esos ciudadanos, así es muy difícil hacer que las cosas funcionen”. “Las cooperativas son un experimento, mañana puede acabar porque no salió bien, o ya no conviene, y cómo queda uno entonces. Al final, a nosotros nos convino la cooperativa [cafetería] pero no fuimos nosotros los que inventamos [esta]”.
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“A pesar de que hoy la dirección del país habla del sector cooperativo como importante, esa no es la realidad”. Una expresó también otra preocupación: “La gente no está preparada para entender que se puede hacer un uso eficiente de la climatización de los inmuebles o el aprovechamiento eléctrico”. b) Cambios o mejoras que desea “Que las empresas estatales verdaderamente se abran a una relación con las nuevas formas de gestión como la nuestra” (energía). “Si eso cambia [la resistencia a las CNA], lo demás se resuelve” (condimentos). “Estaría bueno que acaben de decir cuándo se acaba este experimento [de las CNA] y esto se queda, o qué va a pasar, a mí no me parece que tengan que experimentar tanto” (cafetería). “Que se pueda de verdad lograr sin muchas trabas que podamos importar nosotros muchos materiales que necesitamos. ¿De dónde saca uno un andamio? Si yo pudiera mandar a buscarlo [importarlo] tendría uno aquí en tres meses, entonces habría trabajos que podría aceptar” (construcción-restauración). El Cuadro 47 resume las respuestas más importantes entre las cinco CNA.
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Cuadro 47. Comparación de respuestas importantes entre cinco CNA Respuestas
Cafetería
Condimentos
Construcción
Energía
Construcción-R
E
P
P
P
P
Grado de satisfacción
8
4
9
2
7
20
25
6
40
X
X
X
0
25
X
X
X
X
X
X
Origen (Estatal o Privado) Número de socios
15
Ganancias
X
Mejoras
X
X
X
Número de empleados
0
10
20
Remesas
X
Créditos del gobierno Otras ayudas (familia) Competencia
X
X
Rebaja de precios Arriendo al Estado
X
Problemas Burocracia, resistencia
X
Costo de mejoras Experimento de las CNA
X
X
X X
Deseos de cambio Relación con empresas estatales
X
Poder importar insumos Terminar estado experimental
E= procedencia estatal P= procedencia privada
X X
X
CAPÍTULO 5 Compraventa de viviendas
I. ANTECEDENTES La reforma urbana de 1960 ordenó la confiscación de la mayoría de las viviendas (los propietarios solo podían quedarse con una de ellas para su residencia), prohibió su venta o arriendo, vedó prácticamente la construcción privada, y abolió las hipotecas. Por otra parte, concedió el derecho a los arrendatarios de pagar un alquiler mensual al Estado durante 20 años tras lo cual se convirtieron en propietarios (“viviendas vinculadas”); por ello, el 85 % de la población es dueña de su hogar.44 Pero las restricciones explicadas generaron efectos adversos. La tasa de construcción de viviendas estatales fue muy inferior a la de crecimiento demográfico. Muchas viviendas están en muy mal estado debido a la ausencia de mantenimiento (por la escasez de materiales de construcción, las restricciones estatales a la misma y la ineficiencia de la entidad oficial a cargo de las reparaciones), así como a los huracanes, que en los últimos años dañaron un millón de viviendas, el 28 % de las 3 882 424 de unidades existentes (ONEI, 2013b). Oficialmente, el déficit habitacional es de 600 000 unidades, pero la cifra real es alrededor de un millón (Mesa-Lago y Pérez-López, 2013). El Instituto Nacional de la Vivienda informa que 1 170 000 casas (el 30 % del total) se encuentra en un estado mediocre o deficiente (Benítez, 2013). En Centro Habana, el 49 % de las viviendas está en malas condiciones y el 9 % presenta una situación crítica. Diariamente colapsan edificios y hay 24 311 residentes que viven
44 No todos adquirieron la vivienda por renta al Estado, otros las construyeron o las heredaron (v. II.1).
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en albergues temporales (Marín Herrera, 2013).45 A los efectos de aliviar los problemas explicados, se autorizó la construcción de viviendas privadas (denominada “esfuerzo de la población”), al igual que la permuta entre casas de un valor supuestamente similar; en la práctica, las últimas generaron burocracia y corrupción. La reforma de la vivienda (Decreto-Ley 288, de 2011) ha sido un paso muy importante porque autoriza la compraventa de viviendas, que había estado prohibida por más de medio siglo, y garantiza los derechos de propiedad, transferencia y herencia.
1) Tamaño y tendencias Los datos de transacciones de vivienda están en los registros de la propiedad y las notarías que los pasan al Ministerio de Justicia, pero no son públicos, y el Ministerio no ofrece reportes periódicos. La poca información existente se obtiene a través de artículos de prensa, con frecuentes contradicciones y vacíos, así que la información no es sólida. La Ley de la vivienda se promulgó el 22 de noviembre de 2011, y muy pocas viviendas se transaron en diciembre. En 2012, se trasfirieron 45 000 viviendas, y se dice que, en 2013, había 200 000 inscripciones en el registro (pero es probable que fuesen desde 2012); por otra parte, se dan 88 000 transacciones en 2013. A fines de marzo de 2016 no se había dado esta información sobre 2014 y 2015. Basándose en opiniones de corredores, se ha estimado que el número de viviendas construidas declinó a 70 000 en 2014, con un leve repunte a 75 000 en 2015 (Morales, 2016). Tampoco hay cifras sistemáticas sobre el desglose de las transferencias en compraventas y donaciones; entre noviembre de 2011 y marzo de 2012, el 80 % de las transferencias totales fueron donaciones (probablemente para legalizar previas ventas ilegales), y el 20 % fueron compraventas. En 2013, de un total de 200 000 inscripciones en el registro de propiedad, 40 % eran de compraventa y 60 % donaciones, herencias y permutas. Aunque la comparación no es exacta, el total de transacciones en 2013 equivalió al 5,2 % del total de viviendas existentes, un aumento sobre 1,2 % en 2012 (Cuadro 48). El aumento de las transacciones se debe a la caída del precio de las viviendas, después de precios muy 45 Intensas lluvias en La Habana en diciembre de 2013 ocasionaron 135 derrumbes (Agencia Xinhua, 2-12-2013).
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altos en 2012, así como al aumento de la emigración, pues los que se marchan definitivamente del país venden sus viviendas, aumentando la oferta. Cuadro 48. Traspasos formales de viviendas por tipo, 2012-2014 Años
Traspasos totales
2012
45 000
2013
200 000
a
Porcentajes Donaciones
% traspasos/ total viviendas
20
80
1,2
40
60
5,2
Compraventa
b
2014 a
Inscripciones en el registro de la propiedad al parecer por varios años. Otra cifra es 88 000.
Donaciones, herencias y permutas. Fuentes: Elaboración propia basada en Morales, 2014, y Peters, 2014. b
Según un estudio basado en 1 227 viviendas en 2013, el precio de venta promedio era de 31 498 CUC (una fortuna en Cuba), con un rango de entre 21 464 CUC en Villa Clara y 59 191 en Playa Habana (Morales y Scarpaci, 2013). También se reportaron valores de 500 000 dólares en Miramar y de 2 millones por un penthouse en La Habana (Arlidge, 2013; AP, 30-4-13; Benítez, 2013). Otra muestra de 1 239 casas en 2014, mostró que el valor de las viviendas había disminuido en Matanzas, La Habana y Cienfuegos; el precio mayor fue de 31 863 CUC en Cienfuegos, mientras que en La Habana era de 31 157 CUC. Dentro de La Habana, aunque cayeron los precios en los municipios, el de Playa Habana aumentó un 15 % y se reportó una docena de viviendas cuyo precio era de un millón de CUC o más; por el contrario, los precios inferiores se ofertaban en las afueras de las provincias, en las poblaciones con menor poder adquisitivo y en los barrios marginales. En 2014, el 50,8 % de las viviendas en venta estaba en La Habana, seguidas del 9,6 % en Camagüey; la proporción menor (1,3 %) estaba en la Isla de La Juventud (Morales, 2014). Después del anuncio del comienzo de normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, los precios de las casas han tenido un repunte (Morales, 2016a). El 23 de febrero de 2016, Revolico.com anunciaba la venta de una vivienda en Miramar por 900 000 CUC (la de mayor valor) y otra en Marianao por 7 000 CUC (la de menor valor).
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2) Características No hay datos oficiales sobre las características de los compradores y vendedores de viviendas, así como de los corredores o agentes inmobiliarios, tales como edad, género, raza, educación, localidad, etc. Las entrevistas proveen información sobre esto. .
3) Progresos La reforma de 2011 autorizó la compraventa de viviendas (a un precio fijado libremente por el comprador y el vendedor) a los ciudadanos cubanos y a los que tienen condición migratoria de residente en el exterior, así como a los extranjeros que son residentes permanentes. También permitió la propiedad de una segunda casa de recreación en el campo o en la playa, y garantizó el derecho de heredar una vivienda y de que los emigrantes la transfieran a sus parientes o la vendan antes de salir de Cuba; si la vivienda es abandonada por el emigrante, el Estado toma posesión de ella y, si hay herederos reclamantes, traspasa la propiedad por orden hereditario (Decreto-Ley 288, de 2011). Además, se asintió a que los dueños de viviendas, actuando como TCP arrienden la misma o habitaciones a turistas, una actividad que se está expandiendo mucho. La reforma legalizó la permuta; a partir de 2015 queda controlada por el Ministerio de Justicia y ambas partes deben efectuarla ante notario público (Decreto-Ley 322, de 2014). El capital acumulado en la vivienda, que estuvo congelado durante más de 50 años, puede ahora venderse para cambiar de residencia, invertir en una microempresa, mudarse a una vivienda más modesta a fin de ahorrar en la jubilación u obtener una suma para asentarse en el extranjero. Ha ocurrido un incremento en la inscripción y actualización de los inmuebles en el registro de propiedad. En 2011, había solo 200 000 registradas (muchas de ellas requerían actualización), equivalente al 5 % del stock total de viviendas (Peters, 2014). En 2013, había 873 314 propiedades inscritas en el registro inmobiliario, de las cuales el 76 % eran privadas (663 719) y el 24 % estatales (basado en EFE, 11-5-2013). De las 663 719 viviendas privadas inscritas, solo parte eran de compraventa, y el resto eran actualizaciones o inscripciones en posible anticipación a una venta. Si a las 200 000 viviendas registradas en 2011 (en noviembre, cuando se dictó la
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Ley de vivienda) agregamos las 245 000 compraventas realizadas en 2012 y 2013 (Cuadro 48), el total sería 445 000 viviendas privadas registradas, equivalente al 11,5 % del stock existente, 6,5 puntos porcentuales más que en 2011. Teniendo en cuenta la construcción de varios condominios inmobiliarios, combinados con lujosos campos de golf, gestionados por el Estado para vender o arrendar a extranjeros, en 2014 se formalizó un permiso especial de admisión para aquellos y sus familiares a fin de comprar o arrendar dichas viviendas y convertirse en residentes temporales por un año prorrogable a otro; pueden incluso permanecer en el extranjero hasta un año sin perder el status otorgado. Se cargan 200 CUC por el permiso y 140 CUC por la prórroga; se les retira el permiso si hacen actividades distintas a las autorizadas en el territorio nacional (MININT, 2014). El vendedor de la vivienda debe pagar un impuesto por transmisión de bienes que asciende al 4 % del precio de venta del inmueble; si dicho precio es inferior al valor legal de la tasación, se toma este último como base imponible. En 2013, se reintrodujo la garantía prendaria (a un valor fijado por el mercado) respaldada con joyas, metales preciosos, equipamientos agrícolas, ganado y cosechas. También se reintrodujo la hipoteca sobre las segundas viviendas recreativas y los terrenos baldíos, aunque no para las viviendas principales (BCC, 2013). El gobierno ha liberado la venta de cemento, bloques de hormigón, cal, arena, gravilla y otros materiales de construcción, lo que debe facilitar la edificación privada de viviendas. Además, autorizó la actividad en construcción y reparación por TCP y CNA, una ocupación antes prohibida; dos de las CNA entrevistadas se dedican a dicho oficio y una de ellas está entre la de más éxito (v. cap. 4, II). Murillo (2013) reportó que el plan estatal de 2013 para la venta de materiales de construcción para viviendas fue de 2 300 millones de CUP (92 millones de dólares). Hasta fines de 2013, los agentes inmobiliarios estaban prohibidos (aunque trabajaban ilegalmente), desde 2014 están autorizados los “gestores de permutas y compraventa de viviendas”, los cuales cobran una comisión sobre el valor del inmueble transado (alrededor del 4 %, v. II.B.11). Los compradores prefieren las viviendas anteriores a 1959 (“capitalistas”) debido a que son de mejor calidad que muchas de las edificadas por microbrigadas de construcción (Vázquez, 2015; Revolico, 23-2-2016).
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En 2014, se habían otorgado 378 000 créditos estatales por un monto de 2 231 millones de CUP, un promedio de 8 546 CUP (342 dólares), el 63 % del cual se dedicaba a la construcción y reparación de viviendas (“En la reunión…”, 2014). Además, se conceden subsidios (no reembolsables) para la compra de materiales de construcción46 a los propietarios en estado de necesidad cuyos hogares fueron destruidos por huracanes; también a los arrendatarios de unidades multifamiliares (“solares”) y de edificios del Estado. Entre enero de 2012 y marzo de 2013 se asignaron 566 millones de CUP en subsidios a 33 431 beneficiarios de bajos recursos para la reparación de sus viviendas dañadas por los huracanes, un promedio de 16 930 CUP (677 dólares) por persona/hogar, casi el doble que el promedio de los microcréditos. El subsidio máximo para la construcción de una vivienda de 25 metros cuadrados —célula básica— es de 85 000 CUP (3 400 dólares), una suma sustancial en Cuba, y de 5 000 o 10 000 CUP (208 o 417 dólares) para reparaciones según los trabajos necesarios (Consejo de Ministros, 2013; Granma, 6-5-2013). En las provincias de Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Santiago de Cuba y Granma, se otorgaron 89 179 subsidios entre 2012 y 2015, por un monto de 988 millones de CUP (“Subsidios…”, 2016). Esto equivale a un promedio de 11 000 CUP (443 dólares), un 66 % del promedio nacional entre 2012 y 2013 (677 dólares), lo que sugiere un declive en el promedio de los subsidios, pero también un incremento notable en el número de beneficiarios. En 2016, el 59 % de los subsidios se dedicaba a la construcción/reparación de viviendas; el 27 %, a conservaciones mayores, y el 14 %, a conservaciones menores; una cuarta parte del total se entregó a los damnificados por huracanes (Diario de Cuba, 4-7-2016). En 2014, el Consejo de Ministros hizo dos concesiones: otorgó el derecho de propiedad a 20 000 damnificados de huracanes que habían comenzado a reconstruir sus viviendas sin tener permiso para ello (estos son elegibles para los subsidios) y aprobó el traspaso de viviendas estatales en ejecución para su terminación por “esfuerzo propio”, dando prioridad a damnificados por ciclones, albergados y casos sociales. Por otra parte, prohibió la venta o donación de viviendas asignadas por el Estado o construidas con subsidios durante los primeros 15 años a partir de su adquisición; en caso de violación
46 Hay normas que determinan los bienes que pueden adquirirse en las TRD con los subsidios (Consejo de Ministros, 2013).
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se hace obligatoria la devolución al Estado del valor de mercado de la propiedad o del monto del subsidio (“En la reunión…”, 2014). A partir de 2015, todas las acciones constructivas que procuren conservar la vida activa de las viviendas, así como aquellas que no introduzcan cambios estructurales, no requieren trámite alguno. Además, un nuevo matrimonio tiene la posibilidad de que uno de los padres/madres de la pareja, que sea dueño de una casa, le done o ceda el uso de la azotea para edificar una vivienda, previa evaluación de la resistencia hecha por el arquitecto local (Ley-Decreto 322, de 2014). Al inicio de la compraventa, la publicidad estaba limitada a carteles en las casas y al intercambio personal en los sitios, como el Paseo del Prado, donde se reunían compradores y vendedores. Ya en 2013 se apreciaba un avance: el sitio en Internet EspacioCuba insertaba 2 500 anuncios y de 30 a 40 clientes por día (AP, 30-4-2013); Revolico.com se convirtió en una vía principal para anunciar ofertas de ventas y demandas de compra, pues a mediados de 2013 se habían anunciado a la venta 100 000 viviendas (Morales y Scarpaci, 2013); la televisión cubana comenzó a transmitir anuncios de venta (Arlidge, 2013; Granma, 11-7-2013). En 2014, la Casa de Corredores de La Habana, con licencia de la ONAT, estableció su sede en La Habana y comenzó a publicar el boletín semanal El Papelito.com, con dos páginas listando inmuebles en compra y venta, así como arriendo a extranjeros y cubanos; su distribución inicialmente era gratuita, pero después comenzó a cobrar; además ofrecen asistencia legal y notarial para la compraventa cobrando una comisión de 4 % del precio (Coyula, 2014). En 2011, se aprobó que los edificios estatales en desuso, muy costosos de mantener y proteger, sean convertidos en viviendas privadas; en 2012, se autorizó dicha conversión a 130 inmuebles del Ministerio de Salud, y también hay disponibles del MICONS y de otros organismos (Granma, 19-2-2014). Dos sentencias del Tribunal Supremo dictadas en 2013 reconocieron implícitamente una transacción previa de compraventa ilícita y autorizaron su pago en dólares, lo que sugiere que el gobierno desea legalizar las operaciones previas y apuntalar la seguridad en el mercado (Circular 265, de abril de 2013; Cubaencuentro, 10-9-2013; Peters, 2014). Respecto a los trámites de compraventa, la directora de Notarías y Registros Civiles Ola Lidia Pérez ha dicho: “En ocasiones se habla de exceso de burocracia, pero hasta tanto la informatización nos permita la comunicación telemática entre las notarías y registros públicos, no podemos prescindir de
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determinados documentos” (Fonticoba, 2015). Cierta agilización comenzó a partir de 2015 cuando se traspasaron al Instituto de Planificación Física (IPF) funciones constructivas antes hechas por las autoridades municipales: la revisión de la solicitud para que cumpla con los requisitos de construcción; la evaluación por un arquitecto del plan constructivo; la decisión final y el otorgamiento del certificado de habitable. Además, se están coordinando las funciones de varias agencias involucradas (Decreto-Ley 322, de 2014).
4) Obstáculos El presupuesto estatal asignado a la vivienda es el segundo más bajo en materia de gasto público, y declinó del 2,9 % al 1,3 % del PIB entre 2008 y 2013; después, dejó de publicarse desglosado y se fusionó con servicios comunales y personales, los cuales menguaron en un 70 % del presupuesto entre 2008 y 2015 (ONEI, 2013a, 2014, 2015). La producción de materiales de construcción cayó fuertemente entre 2011 y 2014: un 63 % en tejas de cemento, un 28 % en ladrillos de barro, un 25 % en baldosas de terrazo, un 16 % en hormigón prefabricado, un 9 % en cal, un 6 % en mosaicos y un 3 % en cemento; solo aumentaron un 19 % la de piedra triturada, un 15 % los bloques de hormigón y 10 % los azulejos (ONEI, 2015). Los arquitectos no pueden ejercer por cuenta propia, lo que obstaculiza la construcción de viviendas y su reparación. La venta de materiales de construcción en 2013 estaba muy por debajo del plan, debido a la insuficiencia de equipamientos, a la baja calidad de los productos, a los altos precios y a la lenta movilización de las existencias (Benítez, 2013). La contralora general Gladys Bejarano informó en 2014 sobre deficiencias en el programa de venta debido a la falta de materiales de construcción, lo que provocó que personas que recibieron créditos para adquirirlos se les venciera el tiempo concedido sin haber podido comprarlos (Granma, 3-3-2014). En 2013, el 56 % de los beneficiarios de subsidios no habían podido comprar materiales por un déficit en su suministro (Juventud Rebelde, 12-3-2014). En 366 auditorías realizadas por Bejarano en 2015, se encontraron obstáculos y morosidad en la entrega de los subsidios; en Centro Habana solo el 5 % del total de beneficiarios había recibido los materiales de construcción (Granma, 28-1-2015). En 2016, una comisión de la ANPP hizo una evaluación de los subsidios: hay que controlar el uso del dinero
Compraventa de viviendas
133
entregado para subsidios, ya que en ocasiones se utiliza de manera indebida, hay que controlar el trabajo de los subsidiados, porque ellos “deben cuidar el dinero que se les entrega y buscar asesoramiento para no quedar [la construcción] a medias” (Diario de Cuba, 4-7-2016). Un fuerte impedimento para la compraventa de viviendas es una oferta superior a la demanda debido al bajo poder adquisitivo del pueblo. En 2015, el salario medio anual estatal era de 7 680 CUP (307 dólares), y una casa muy barata cuesta 5 000 dólares, o sea, 16 años de salarios totales (ver II.20b). Los cubanos carecen de conocimientos básicos para evaluar su propiedad y fijar un precio de mercado: no hay tasadores y, debido al mal estado en el que se encuentra la mayoría de las casas, los compradores deben invertir en reparaciones un 50 % por encima del precio de venta, un hecho que generalmente se desconoce (Morales y Scarpaci, 2013; Reuters, 20-3-2013). La venta de la vivienda requiere una previa inscripción o actualización en el registro de la propiedad. El vendedor debe asegurarse de que su vivienda está adecuadamente descrita en el título de propiedad; en caso contrario, un arquitecto municipal ha de realizar una inspección y hacer las correcciones necesarias en el título. El vendedor presenta el título de propiedad comprobado al registrador y este revisa los documentos; si todo está en orden, el título se registra en 15 días, prorrogables a 30 días en caso de necesidad; el vendedor debe efectuar la venta en ese período (Decreto-Ley 288, de 2011). Hay 222 registros en el país y quedaron desactualizados, dado que muy pocas personas se molestaban en inscribir su casa o en actualizar su condición. Además, se impuso una tendencia a crear múltiples registros sin que existieran regulaciones para su creación, organización y control, por lo que “la información en muchos de ellos se reitera o se encuentra dispersa y fraccionada, lo que conspira contra la veracidad de su contenido” (Granma, 19-12-2014).47 Ambas partes deben comparecer ante notario público, en el lugar donde se encuentra el inmueble. El vendedor ha de presentar el título de propiedad de la vivienda, la certificación de la sucursal bancaria (donde debe abrir una cuenta) que tiene el dinero para el pago de la transferencia de la propiedad y la certificación de la inscripción 47 En 1960, comenzó a levantarse el catastro nacional, luego abandonado: “no existe la regulación legal que obligue a las personas a informar al catastro sobre las modificaciones constructivas… que se produzcan [por ello], tanto el catastro urbano, como el rural no tienen un nivel adecuado de actualización” (Granma, 3-3-2014).
134
Voces de cambio
del inmueble en el registro de la propiedad. El comprador debe pagar con un cheque bancario certificado y juramentar que no posee otra vivienda y que el dinero para la compra fue obtenido legalmente (Fonticoba, 2015; sobre los trámites v. II.19a, II.19b). Los trámites y normas legales para la construcción de viviendas son también engorrosos y dilatados. Los cubanos residentes no pueden ser propietarios de más de dos viviendas (muy pocos tienen una segunda vivienda para recreación; v. II.6); los cubanos que residen en el extranjero y visitan Cuba, donde tienen familiares, no pueden ser propietarios, pero usan testaferros para comprar viviendas, lo cual es un delito48 (Palli, 2013, 2014; Vázquez, 2015). La solicitud de construcción demanda ocho visitas a cuatro entidades estatales, lo que toma unos 132 días (Granma, 8-7-2013). Juventud Rebelde (5-4-2014) invitó a sus lectores a hacer preguntas al Ministerio de Justicia; uno protestó por el largo tiempo en la cola para el trámite y sugirió que se habilitasen más horas; el experto contestó que se había extendido el servicio dos veces a la semana, de 8 a. m. a 7 p. m., en espera de un horario más flexible (véase en I.3 la agilización desde 2015). Si el Estado otorga un terreno, los beneficiarios deben comenzar la construcción en el término de un año, prorrogable otro más; si no se construye durante ese tiempo, se cancela la asignación. Cuando se solicita construir una vivienda adicional sobre la azotea de la casa, hay que presentarse en la oficina municipal del IPF con el título de propiedad, el sello requerido y el dictamen de resistencia hecho por el arquitecto de la localidad (Decreto Ley 322, de 2014). No hay hipotecas para financiar la construcción de viviendas, salvo sobre las segundas residencias recreativas y los solares yermos. Tampoco hay bancos hipotecarios que emitan bonos y así aumenten sustancialmente el crédito para la vivienda (v. II.20b). Las compras se hacen en efectivo, lo cual limita mucho el mercado. Solo compradores que reciben remesas del extranjero, TCP muy prósperos y los que han vendido una vivienda tienen capacidad para comprar. El impuesto del 4 % sobre el precio de venta con frecuencia se infringe por subdeclaración. A efectos de circunvalar el pago de impuestos, el precio de venta se fija como el valor “legal” consignado en el título de propiedad,
48 En diciembre de 2015, 20 casas fueron decomisadas debido a que los dueños no eran realmente cubanos, sino testaferros de italianos, rusos, chinos o españoles.
Compraventa de viviendas
135
una fracción del valor real (Peters, 2014; v. II.14).49 Además, muchas nuevas ventas se enmascaran como donaciones para legalizar previas transacciones ilícitas; se soborna a los funcionarios; y los extranjeros adquieren propiedades y las titulan a nombre de un pariente o amigo cubano. En 2014, a fin de controlar la subdeclaración, se modificó la Ley de vivienda, creando un nuevo “valor referencial” determinado por variables como la cantidad de dormitorios, el tipo de construcción, las facilidades urbanísticas, y la existencia de garajes, patios y jardines (“En la reunión…”, 2014).50 Ahora, el notario que hace la escritura está obligado a informar a la ONAT de los datos e informaciones, incluyendo el pago del impuesto del 4 %, con el fin de que aquella controle y fiscalice dicho pago. La directora de Notarías y Registros Civiles ha dicho que el notario “se convierte en colaborador del fisco”, toda vez que debe consignar el previo pago del impuesto (Fonticoba, 2015). Un análisis de los subsidios para la compra de materiales de construcción, hecho a comienzos de 2016 por la revista Bohemia basándose en 50 entrevistas con funcionarios públicos en las provincias de Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Santiago de Cuba y Granma, detectó los problemas siguientes: a) La Contraloría descubrió en 2012 subsidios mal otorgados a personas que no cumplían con los requisitos (viviendas en buen estado constructivo que no necesitaban ayuda), mientras que a inmuebles en estado crítico les fue denegado el subsidio; en 2013, descubrió errores en los registros de entrega de subsidios y desabastecimientos en materiales de construcción; en 2014 encontró casos de corrupción en la entrega de subsidios y en la venta de materiales de construcción, favoritismo y la entrega del subsidio por dos años seguidos. b) Se detallaron casos de personas con derecho al subsidio para mejorar su casa a quienes les fue denegado, pero concedido después de muchas gestiones; a otras le dieron menos que el monto de la célula básica; en un par de casos se negó el subsidio porque la persona tenía un salario “adecuado”, sin tener en cuenta su carga familiar, así como el costo de la reconstrucción; los funcionarios responsables alegaron que cumplían “orientaciones de los superiores” pero era claro que desconocían las normas en vigor. c) Había más 49 Supongamos que el valor de la vivienda en el título es de 20 000 CUC, pero se ha comprado realmente por 40 000 CUC; el impuesto del 4 % sería 800 CUC en el primer caso, pero el valor real lo aumentaría a 1 600 CUC. 50 El nuevo valor referencial controla un viejo problema: el valor de una vivienda adquirida después de pagar 20 años de arriendo al Estado se fijaba en un 10 % sobre el salario, creando serias distorsiones en su valor.
136
Voces de cambio
de 38 700 expedientes de solicitud de subsidios que esperaban aprobación, a pesar de que Santiago de Cuba tenía 138 millones de CUP para dichos subsidios que caducarían al terminar el año; del total de beneficiarios, solo el 44 % había logrado terminar la construcción (26 % en Granma). d) Los rezagos en terminar la construcción se debieron fundamentalmente a la escasez de materiales de construcción o a la demora en su suministro (resultado, a su vez, del declive en la producción ya analizado), combinados con el mal estado de buldóceres, cargadores y camiones, lo que obstaculiza el transporte de los materiales; se dieron ejemplos de que cuando llegaban los materiales “ya tenían dueños” (especuladores). e) Los subsidios tienen cinco días hábiles de plazo después de facturados, pero la lentitud de los trámites bancarios impide a veces hacerlos efectivos; en Matanzas, los bancos procesaban solo cinco o diez casos diarios (“Subsidios…”, 2016; véase también Murillo, 2013; Reuters, 20-3-2013 y Granma, 4-10-2013). La conversión en viviendas de edificios estatales exige, en cada caso, la aprobación del Ministerio de Economía y Planificación, la evaluación de especialistas en la Dirección Nacional de Planificación Física y la inscripción de los inmuebles en el registro de la propiedad. Existe resistencia de muchos directivos a quienes “parece importarles poco que los locales [sean] generadores de gastos [por lo que] el procedimiento no fluye con la agilidad necesaria… manteniendo hipotecado un valioso capital inmobiliario” (Granma, 19-2-2014).
5) Impacto No hay estadísticas oficiales sobre el valor de la vivienda privada construida o reparada, por lo cual no es factible estimar su porcentaje sobre el PIB. No se ha cuantificado el aumento de la construcción habitacional por TCP y CNA y, por ello, es imposible calcular el aporte al empleo. El valor de la compraventa (subestimada por la subdeclaración), la tienen los notarios y la pasan al Ministerio de Justicia, pero no se publica regularmente. Como en otros aspectos, no hay seguimiento estadístico de las reformas, lo que hace muy difícil evaluar sus efectos. Tenemos el número total de casas edificadas y su desglose entre las construidas por el Estado y la población (“esfuerzo propio”) entre 2006 y 2015. El año 2006 estableció el récord histórico en el mayor número de casas
Compraventa de viviendas
137
construidas bajo la Revolución (111 373), no recuperado desde entonces. En ese año la población erigió casi el 70 % de las nuevas viviendas (otro récord), mientras que el Estado solo el 26 %. Entre 2006 y 2011 (año en que se aprobó la reforma de la vivienda), el porcentaje de casas edificadas por la población sobre la construcción total se redujo del 69,9 % al 27,5 %, mientras que el de las construidas por el Estado aumentó de 26,7 % a 70,6 %. Es probable que debido a la reforma hubo un cambio de tendencia, así la distribución en la construcción de viviendas en 2015 era de un 54,7 % por la población y un 45,3 % por el Estado, un indicador de que las reformas están logrando un incremento modesto de la iniciativa privada de la población, pero aun así el total construido en 2015 era un quinto del cénit de 2006 (Cuadro 49 y Gráfico 20).
Voces de cambio 138
111,4
2006
4,6
52,6
2007
18,7
23,6
4,0
44,8
2008
19,4
14,2
3,1
35,1
2009
21,7
11,4
3,0
33,9
2010
23,0
8,9
2,8
32,5
2011
22,4
9,3
2,8
32,1
2012
12,9
12,2
2,3
25,6
2013
12,2
12,7
2,2
25,0
2014a
10,4
12,6
2,0
23,0
2015
Cuadro 49. Construcción de viviendas, total y por la población y el estado, 2006-2015a
9,9
22,4
27,4
Indicadores
29,7
77,8
Viviendas (miles) construidas por a
Unidades por 1 000 habitantes
Miles de unidades
Viviendas construidas
Estado
Población (“esfuerzo propio”)
Población
26,7
69,9
42,6
52,0
41,8
52,8
55,4
40,4
64,0
33,7
70,6
27,5
69,6
28,9
47,7
50,2
50,7
48,7
45,3
54,7
% de viviendas sobre el total por a Estado
a Las viviendas construidas por cooperativas hacen la diferencia para llegar al número total o 100 %. b Las provincias que sufrieron una caída en la construcción entre 2013 y 2014 fueron: Artemisa, La Habana, Las Tunas y Granma, teniendo las dos últimas los indicadores económico-sociales más bajos en Cuba.
Fuente: Elaboración propia basada en ONEI, 2015, 2016f.
Compraventa de viviendas
139
Gráfico 20. Viviendas construidas por el Estado y la población, 2006-2015 (%)
Una comisión de la ANPP en 2016 evaluó el programa estatal de construcción de viviendas: “el número de viviendas terminadas está muy por debajo de las necesidades de la población”; el plan se incumplió en el 12 % y, en algunas provincias como Isla de la Juventud, en el 92 %. La calidad de la construcción es deficiente: “después de unos meses las viviendas construidas ya tienen grietas en los pisos y las paredes… no puede ser que el dinero que se puede utilizar para construir nuevas casas, deba ser destinado a reparar viviendas de reciente edificación; hay alguien que está haciendo su trabajo mal” (Diario de Cuba, 4-7-2016).
II. RESULTADOS Y ANÁLISIS DE LAS ENTREVISTAS Se tomaron 25 entrevistas en septiembre de 2015. Se preparó un cuestionario igual para compradores y vendedores (con 20 preguntas), pero el piloto mostró que las preguntas no siempre se aplicaban a ambos y se necesitaban preguntas adaptadas. Por ello, se tomaron diez entrevistas a compradores y otras diez a vendedores (en ningún caso un vendedor le vendió a un comprador o viceversa, todas las entrevistas fueron independientes). Además, consideramos necesario recabar información de cinco corredores o agentes inmobiliarios (con 14 preguntas), pues ellos tienen un conocimiento sobre la compraventa del que carecen los otros dos grupos; también queríamos
Voces de cambio
140
contrastar las respuestas de los corredores con las de los compradores y vendedores. Las 25 entrevistas se efectuaron en once municipios de la provincia de La Habana. Basados en las 25 entrevistas, la edad de los entrevistados oscila entre 24 y 62 años, el 68 % (18 entrevistados) son menores de 44 años. En la muestra, el 64 % (16) son hombres y el 36 % (nueve) mujeres. Los entrevistadores identificaron el color de su piel como “blanca” en el 72 % (18), “mestiza” (mulata) en el 20 % (cinco), y “negra” en el 8 % (dos). El 64 % (16) de los entrevistados tiene educación universitaria; 16 % (cuatro), educación técnica media o pre-universitaria, y solo el 4 % (uno), noveno grado. En resumen, aproximadamente dos tercios de los entrevistados son menores de 44 años, hombres, blancos y con educación universitaria. Las profesiones u ocupaciones son virtualmente todas diferentes. Los cinco corredores son TCP. Siguen los resultados tabulados de las respuestas y su análisis, divididas entre 20 a compradores y vendedores (con el mismo cuestionario) y 5 a corredores (con un cuestionario diferente).
A. Compradores y vendedores Los números de los acápites corresponden con las 20 preguntas en el cuestionario; cuando hay una pregunta adicional, se discute en el mismo número (v. Apéndice). 1) Propiedad de la vivienda Todos los entrevistados afirmaron que eran o son dueños de su vivienda: el 60 % (doce) obtuvo la vivienda por esfuerzo propio (construida con su trabajo); un 25 % (cinco) la heredó; uno declaró que la adquirió por compraventa, mientras que uno pagó renta al Estado por 20 años y a otro se la donó el Estado por mérito deportivo (Cuadro 50 y Gráfico 21). Hemos dicho que el 85 % de la población es dueña de su vivienda; es interesante que, en las entrevistas, el 60 % construyese su propia vivienda, el 25 % la heredase, y solo en un 10 % fuese adquirida por donación o renta al Estado.
Compraventa de viviendas
141
Cuadro 50. Modo de adquisición de la vivienda ¿Cómo adquirió la vivienda? Esfuerzo propio
Número de entrevistados
Porcentaje
12
60
Herencia
5
25
Compraventa
1
5
Renta al Estado
1
5
Donación del Estado por mérito Total
1
5
20
100
Gráfico 21. ¿Cómo adquirió su vivienda?
2) Propiedad de una vivienda o terreno baldío Todos los entrevistados dijeron que no eran dueños de una segunda vivienda o terreno baldío, aunque ello está permitido por ley (véase 6 abajo). 3) Venta o compra de vivienda desde que se autorizó la compraventa Como era de esperar, todos los entrevistados habían comprado o vendido su vivienda desde la Ley de 2011, la mitad la compró y la otra mitad la vendió. 4) Donación de la vivienda El 95 % de los entrevistados respondieron negativamente a esta pregunta, mientras que solo uno dijo que su padre le había donado el terreno donde
Voces de cambio
142
construyó su casa (Cuadro 51). Hasta fines de 2013, las donaciones eran muy superiores a las compraventas; como las entrevistas se hicieron en 2015, es probable que aquellos que habían adquirido una vivienda de manera ilegal, se apresuraran a legalizar su situación mediante donación y dicho grupo es ahora menor; infortunadamente, no tenemos el desglose de las transacciones entre donación y compraventa para 2014 y 2015. La pregunta ¿Con quién vive actualmente? se hizo solo a los vendedores (para saber lo que hicieron después de la venta), se asumió que los compradores habitan la vivienda que compraron. Todos los vendedores conviven con familiares; el 60 % (seis) dijo que con su cónyuge, el 20 % (dos) que con sus padres y el 20 % (dos) con abuelos o suegros. Se hizo otra pregunta para saber si el familiar con quien viven es el propietario de la vivienda donde viven, y todos respondieron afirmativamente. 5) Ubicación de la vivienda que compró o vendió El 30 % de las viviendas compradas o vendidas están ubicadas en Centro Habana (seis entrevistados), un 15 % en el Cerro (tres), un 15 % en 10 de Octubre (tres), un 15 % en el Vedado (tres), un 10 % (dos) en Playa y el 15 % (tres) en otras municipalidades. Esta pregunta será relacionada con la 8, el precio pagado por la vivienda. Cuadro 51. Ubicación de la vivienda comprada o vendida ¿Dónde está la vivienda?
Número de entrevistados
Porcentaje
Centro Habana
6
30
Cerro
3
15
10 de Octubre
3
15
Vedado
3
15
Playa
2
10
Otro
3
15
Total
20
100
Se preguntó a los compradores si había mejorado el barrio adonde se mudaron; no se preguntó a los vendedores, porque no permanecieron en el barrio. El 60 % dijo que el barrio en que habían comprado no había mejorado y un 40 % expresó que sí. Esto se explica, no porque el barrio en sí
Compraventa de viviendas
143
mismo haya mejorado o no (hace poco tiempo de la compra), sino porque el comprador se mudó a un mejor barrio de donde estaba o lo opuesto. Por ejemplo, un comprador se mudó de un reparto residencial (Casino Deportivo) para Centro Habana (que en gran parte está en ruinas), mientras que otro se mudó de Playa para el Cerro, hubo uno que se mudó al mismo barrio y no mejoró. 6) Propiedad de una segunda vivienda recreativa La Ley de reforma de la vivienda permite tener una segunda casa para recreación en el campo o la playa. Ninguno de los entrevistados dijo tener dicha vivienda, lo cual indica que pocos cubanos la tienen, debido a sus escasos recursos y alta prioridad en tener una vivienda principal. 7) Tiempo que tomó vender o comprar la vivienda Al 35 % de los entrevistados les tomó entre tres y seis meses comprar o vender la vivienda; al 30 %, entre siete y once meses; al 25 %, entre uno y dos años y al 10 % (dos) le tomó tres años (Cuadro 52 y Gráfico 22). En promedio, les tomó más tiempo a los vendedores vender que a los compradores comprar: respectivamente, 11,6 meses y 10,7 meses, probablemente porque el vendedor tiene que cumplir más trámites y requisitos que el comprador, por ejemplo, validar la descripción de la vivienda en el título con un arquitecto, registrar el título, etc. (v. I.4). Cuadro 52. Tiempo que le tomó comprar/vender la vivienda ¿Cuánto tiempo le llevó comprar/vender?
Número de entrevistados
Porcentaje
Entre 1 y 6 meses
7
35
Entre 7 y 11 meses
6
30
Entre 1 y 2 años
5
25
3 años
2
10
Total
20
100
Voces de cambio
144
Gráfico 22. ¿Qué tiempo le tomó vender o comprar la vivienda? (%)
8) Valor de la compraventa Un 30 % (seis) de los entrevistados compró o vendió su vivienda entre 5 000 y 10 000 CUC; 60 % (doce) entre 11 000 y 20 000 CUC, y solo el 10 % (dos) entre 21 000 y 30 000 (Cuadro 53). El valor promedio de la vivienda vendida fue de 15 450 CUC y de la comprada 12 700 CUC. Cuadro 53. Valor de la compraventa Valor en CUC
Número de entrevistados
Porcentaje
Entre 5 000 y 10 000
6
30
Entre 11 000 y 20 000
12
60
Entre 21 000 y 30 000 Total
2
10
20
100
El tamaño, estado y calidad de la vivienda es un factor importante en la fijación del precio, pero también la ubicación: 75 % de las viviendas están en municipios o barrios de menor prestigio (Cerro, Centro Habana y 10 de Octubre) o lejos de la capital (Güines, Madruga) y solo el 10 % en Playa, un municipio de alto prestigio (Cuadro 51). El barrio de El Vedado —en el
Compraventa de viviendas
145
municipio Plaza de la Revolución— se coloca entre Playa y el resto, pero sus viviendas suelen ser caras. El Cuadro 54 muestra que en los municipios alejados de la capital (Catalina de Güines, Madruga y, en menor medida, Marianao) el precio se concentra (67 %) en la primera fila (5 000 a 10 000 CUC), con Marianao en el tope; en Centro Habana el precio se divide a la mitad entre las primeras dos filas (5 000 a 10 000 y 11 000 a 20 000 CUC); en el Cerro, se concentra (67 %) en la segunda fila; en 10 de Octubre, está todo en la segunda fila, con un máximo de 15 500 CUC; esto es cierto también en El Vedado, pero una propiedad se vendió en el tope de la franja (19 000 CUC); por último, Playa está toda en la tercera fila (21 000 a 30 000 CUC). Téngase en cuenta que 30 000 CUC son casi cien veces el salario medio en el sector estatal. Cuadro 54. Distribución porcentual de los municipios por precio de la vivienda (ordenados del precio menor al mayor; en CUC) Municipios
a
5 000 a 10 000
11 000 a 20 000
21 000 a 30 000
Suma
Otrosa
67
33
0
100
Centro Habana
50
50
0
100
Cerro
33
67
0
100
10 de Octubre
0
100
0
100
Vedado
0
100
0
100
Playa
0
0
100
100
Catalina de Güines, Madruga y Marianao.
9) Publicidad Las respuestas no son excluyentes porque varios entrevistados mencionaron más de una forma de anunciarse. Un 50 % se enteró o anunció por boca a boca, seguido por un 27 % en Internet (Revolico.com), un 15 % por carteles puestos por los vendedores en la fachada de sus casas, uno a través de un corredor y otro por radio y televisión (Cuadro 55). Los medios rudimentarios de publicidad (boca a boca y carteles) suman el 65 %, mientras que Internet el 27 % y radio-TV solo el 4 %. Los vendedores usaron carteles en 25 %, Internet 25 %, pero principalmente boca a boca (44 %); los compradores descansaron más en boca a boca (60 %), seguido por Internet (30 %).
Voces de cambio
146
Cuadro 55. Forma de anunciarse ¿Cómo se enteró de que la vivienda estaba en venta o cómo la anunció?
Número de menciones
Boca a boca
13
50
Internet (Revolico)
7
27
Carteles
4
15
Corredor
1
4
Radio y TV
1
4
26a
100
Total a
Porcentaje
Sobre 26 menciones, porque las categorías no son excluyentes
10) Financiamiento para la compra de la vivienda Se preguntó a los compradores cuáles fueron las fuentes para comprar la vivienda: recursos propios, ayuda de familia/amigos o ambos: el 60 % (seis) dijeron que ambos; el 30 % (tres), recursos propios y el 10 % (uno), familia y amigos (Cuadro 56). De los siete compradores que recibieron alguna ayuda de familia o amigos, cuatro dijeron que venía de Cuba, dos del extranjero y uno de ambos. Cuadro 56. Fuentes para la compra de la vivienda ¿Cómo financió la compra de la vivienda? Recursos propios
Número de entrevistados
Porcentaje
3
30
Familia o amigos
1
10
Ambos
6
60
Total
10
100
11) Empleo de corredor De los 20 entrevistados, solo dos emplearon un corredor, un comprador y un vendedor; este pagó una comisión del 4 % sobre el valor de la vivienda, y el comprador abonó 400 CUC, alrededor del 4 % del valor pagado. 12) Inscripción de la vivienda en el Registro de Propiedad Todos contestaron afirmativamente, pues no es posible comprar o vender una vivienda sin dicha inscripción. Después se preguntó a los vendedores,
Compraventa de viviendas
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que son los que deben inscribir la vivienda en el Registro, cuánto tiempo les había tomado ese trámite: al 70 % (siete) les llevó entre uno y seis meses, y al 30 % (tres) entre 7 y 12 meses (Cuadro 57). Esto confirma la complejidad de esta inscripción y lo demorado de la misma. Algunos comentarios de los entrevistados: “Mucho trabajo, estuvimos casi un año para conseguir que se registrara la propiedad, cuando no se equivocaba el arquitecto, se equivocaba el abogado o siempre pasaba algo y había que virarlo todo para atrás”. “Me ocupó más de seis meses, porque es una gestión que hay que ir unas cuantas veces, hay que llevar documentos, hay que hacer una serie de gestiones que a veces no son fáciles y por eso es que lleva tanto tiempo”. “Bastante [seis meses], tiene un proceso burocrático muy complicado”. Un entrevistado a quien solo le tomó un mes sugirió que había dado un “estímulo” al registrador para que agilizase el proceso. Otro explicó que “antes no se exigía dicha inscripción y solo una proporción muy pequeña lo hacía”. Estas respuestas atestiguan los obstáculos ya explicados (v. I.4). Después se preguntó a los vendedores cuánto había costado el registro: un 60 % (seis) dijo que entre 60 y 200 CUP; 30 % (cuatro), 250 CUP, y 10 % (uno), 600 CUP (Cuadro 57). Cuadro 57. Tiempo y costo de inscripción en el registro Tiempo (meses) 1a6
Número de entrevistados 7
Porcentaje 70
7 a 12
3
30
Total
10
100
Costo (CUP) 60 a 200
Número 6
Porcentaje 60
250
3
30
600
1
10
Total
10
100
La tarifa del registrador no se basa en el valor de la venta, por ejemplo, la de un valor de 19 000 CUC pagó 600 CUP, la de 30 000 CUC pagó 250 CUP y otras dos con valores de 8 000 y 18 000 CUC abonaron 250 CUP. La tarifa depende del trabajo que toma aclarar el título de propiedad, especialmente si no hay inscripción previa o la actualización es muy compleja;
Voces de cambio
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también el vendedor puede carecer de conocimiento y se le cobra más, y también existen diferencias entre municipios. 13) Notario El 90 % (18) de los entrevistados considera que fue fácil conseguir un notario para realizar la transacción y solo el 10 % (dos), que fue difícil. El pago al notario es en CUP, como al registrador de la propiedad, sin embargo, el 90 % (18) de los pagos al notario se hicieron todos en CUC y, en dos casos en CUP y CUC; únicamente el 10 % pagó solo en CUP. La explicación de esto es que se abona “por la izquierda” (soborno ilegal) un pago en CUC para agilizar el trámite. El Cuadro 58 muestra los pagos y aquellos que se hicieron “por la izquierda”. El 60 % (doce) de los entrevistados pagó entre 10 y 49 CUC; el 30 % (seis), entre 50 y 100 CUC, y el 10 % (dos), entre 50 y 100 CUP. Un 40 % de los entrevistados mencionó el pago por la izquierda: “oficialmente me cobró 30 CUP…, pero para que todo se agilizara y pudiera concretarse en el menor tiempo posible tuve que pagarle 30 CUC”; “le pagué por la izquierda 50 CUC”; “pude encontrar a uno que me ayudó a que todo fuera más rápido, me costó 40 CUC”; “lo habitual, más un buen regalo para agilizar los trámites”; “si no le das unos CUC te demoras, a mí me salió en 35 CUC porque fui recomendado”; “50 CUP y 10 CUC de regalo”. Entre los dos que solo pagaron en CUP, uno explicó: “No fue fácil porque hay muchas personas que están haciendo el trámite y hay que hacer una cola y estar bastante tiempo esperando”. Cuadro 58. Pago de servicios al notario Pagos a notarios 25 a 49 CUC
Número de entrevistados 12
Porcentaje 60
50 a 100 CUC
6
30
50 a 100 CUP
2
10
Total Pagos por la izquierda
20 Número
100 Porcentaje
No indicó
12
60
Sí indicó
8
40
20
100
Total
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Como en los registradores, no hay una relación directa entre el monto del pago al notario y el valor de la compraventa; por ejemplo, un valor de 30 000 CUC pagó 50 CUC al notario, mientras que un valor de 12 000 CUC pagó 100 CUC. Contrario al caso del registrador en que la tarifa puede estar determinada por la complejidad de la inscripción, esto es menos importante en el notario ya que él recibe el título comprobado; al parecer, la tarifa notarial es aleatoria e indica falta de conocimiento de los clientes, aunque también puede haber diferencias entre municipios. 14) Impuesto El 75 % (15) de los entrevistados dijo que el 4 % del impuesto que paga el vendedor es adecuado y solo el 25 % (cinco) tuvo objeciones: “quieren sacar provecho de todo”. La alta aceptación a dicho impuesto se debe a que se calcula por el valor tasado, el cual es una fracción del valor real, por lo cual se reduce el monto del impuesto (v. I.4; Cuadro 59). Cuadro 59. Aceptación del impuesto, pero basado en valor tasado ¿Es adecuado el impuesto del 4 %?
Número de entrevistados
Porcentaje
Sí
15
75
No
5
25
Total Si se basa en el valor tasado Lo mencionó
20
100
Número
Porcentaje
9
45
No lo mencionó
11
55
Total
20
100
El 55 % (once) de los entrevistados no mencionó la subdeclaración, pero el 45 % (nueve) aclaró que su “sí” estaba condicionado: “inicialmente puede parecer que [el impuesto] es adecuado, pero en realidad la casa nunca se vende en lo que [se] tasó, siempre se vende en mucho más”; “es bajo en relación al tasado en la vivienda, que no es el valor [real]”; “si tenemos en cuenta el precio en que tasó la vivienda el Instituto de la Vivienda no es mucho, pero si tuviéramos que pagar ese impuesto sobre el valor real de la vivienda, es bastante dinero”.
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15) Uso de la venta de la vivienda Se preguntó a los vendedores en qué usaron el valor de la venta. El 31,2 % (cinco) compró bienes necesarios (consumo); el 25 % (cuatro) compró/mejoró otra vivienda; el 18,8 % (tres) lo ahorró; el 12,5 % (dos) lo invirtió en un negocio y el 12,5 % (dos) viajó al exterior (Cuadro 60, Gráfico 23). Cuadro 60. Utilización del valor de la venta ¿En que usó el valor de la venta? (vendedores)
Porcentaje
Compras necesarias
5
31,2
Comprar otra vivienda
4
25,0
Ahorro
3
18,8
Invertir en negocio
2
12,5
Viajar al extranjero Total a
Número de menciones
2
12,5
16a
100,0
Sobre 16 menciones, pues las categorías no son excluyentes.
Gráfico 23. ¿En qué usó el valor de venta de su vivienda?
16) Derecho a heredar la vivienda Con el fin de constatar el conocimiento de la ley, se preguntó a los entrevistados si sabían que tenían derecho a que los familiares heredaran su propiedad y todos contestaron que sí.
Compraventa de viviendas
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17) Créditos del gobierno para construir o reparar viviendas Ninguno de los 20 entrevistados había solicitado crédito, lo cual fue igual entre los otros tres grupos. Sin embargo, en la pregunta 20b, el 8 % de los entrevistados pidió mejor acceso al crédito bancario para financiar su vivienda. 18) Subsidios para comprar materiales de construcción Todos los entrevistados contestaron que no los reciben, probablemente debido a que no están en estado de necesidad. 19) Acceso y precios de materiales de construcción Se preguntó a todos los entrevistados si era fácil conseguir los materiales de construcción y si sus precios eran altos o adecuados (Cuadro 61). A la primera pregunta, el 60 % (doce) contestó que era difícil el acceso, el 35 % (siete) dijo que era fácil y uno fue ambiguo. Algunos comentarios: “hay cosas que uno necesita y no aparecen por ningún lugar, cosas que deberían estar en todas las ferreterías y no hay, ahora tampoco se encuentran en los privados [TCP], hay que ir al mercado negro con todos los riesgos que ello implica”; “siempre falta algo, se demora, todo es difícil”. Con respecto a los precios, el 85 % (17) dijo que eran altos o muy altos, un 5 % (uno) contestó que eran adecuados y el 10 % (dos) no lo indicó: “en las tiendas [shopping] son carísimos, tienes que conseguirlo todo en el mercado negro”; “los precios son exageradamente elevados”; “los precios realmente son bien altos comparados con los ingresos de los cubanos”. Cuadro 61. Acceso y precios de materiales de construcción Acceso a materiales de construcción Difícil o muy difícil
Número de entrevistados
Porcentaje
12
60
Fácil
7
35
Ambiguo
1
5
Total Precios Altos o muy altos No indica Adecuados Total
20 Número
100 Porcentaje
17
85
2
10
1
5
20
100
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20) Principales problemas que enfrentan y cambios que desean Como en los tres grupos anteriores, estas fueron las respuestas más extensas. a) Principales problemas que enfrentan El 90 % (18) de los entrevistados dijo tener problemas y solo el 10 % (dos) respondió que no tenía. Los principales problemas mencionados (las categorías no son excluyentes) son: 33 % (diez), los trámites y el burocratismo; 27 % (ocho), la falta de recursos y los bajos salarios; 16 % (cinco), la escasez o los altos precios de los materiales de construcción (insumos); 10 % (tres), los corredores y notarios; 7 % (dos), el alto costo de la vivienda; y 7 % (dos), no tuvo problemas (Cuadro 62 y Gráfico 24). Entre los vendedores, el principal problema es el burocratismo y los trámites; mientras que entre los compradores es la falta de recursos y bajos salarios. Cuadro 62. Problemas principales que enfrenta Número de menciones
Porcentaje
10
33
Falta de recursos/bajos salarios
8
27
Acceso y altos precios de materiales
5
16
Corredores y notarios
3
10
Alto costo de la vivienda
2
7
Principales problemas Burocracia y trámites
No tuvo problema Total a
2
7
30a
100
Sobre 30 menciones, porque las categorías no son excluyentes.
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Gráfico 24. ¿Cuáles son los principales problemas que enfrenta?
Problemas citados: “La gran burocracia que existe en este país para hacer cualquier cosa”; “el papeleo, que siempre es complicado”; “las tramitaciones que hay que hacer…, esa infraestructura es bastante compleja”; “los trámites siguen siendo engorrosos”. “Reunir la cifra que vale un apartamento en estos momentos en Cuba [para] una persona que viva de su salario, es prácticamente imposible, hay que tener algún ingreso extra o demorarse muchos años reuniendo esa suma”; “encontrar el que tenga el dinero para comprar la casa siempre es difícil”. “No siempre se consigue todo lo que se necesita…, a veces uno consigue algo y tiene que esperar a que aparezca otra cosa necesaria, sin eso no puedes empezar el arreglo de tu vivienda… [te puede tomar] dos o tres meses o más”; “el mantenimiento de la vivienda se vuelve una tarea titánica”. “Los agentes y corredores son poco serios y nada profesionales”; “hay muchos corredores con distintos criterios, y a veces eso dificulta bastante y muchos se aprovechan”; “[hay] que estimular al notario”. “La exagerada suma que costó la vivienda”; “los precios de la vivienda son elevados”. Uno de los que contestó que no tenía problemas dijo que “los subsidios a las personas de bajos ingresos han mejorado”. b) Cambios que desean El 32 % (ocho) de los entrevistados pide una disminución de la burocracia y simplificación de los trámites; el 20 % (cinco), mejores salarios;
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el 12 % (tres), un mejor suministro de materiales de construcción y precios más bajos; el 12 % (dos), mejor acceso a Internet e información; el 8 % (dos), más acceso a crédito; y el 16 % (cuatro), otras cosas como construcción de viviendas baratas y que se aprovechen edificios derrumbados para edificar viviendas (Cuadro 63 y Gráfico 25). Cuadro 63. Lo que le gustaría que cambiase o mejorase Deseo de cambio o mejora
a
Número de menciones
Porcentaje
Menos burocracia y trámites
8
32
Mayores salarios
5
20
Más suministros y precios más bajos de materiales
3
12
Mejor acceso a Internet e información
3
12
Mejor acceso a crédito
2
8
Otros
4
16
Total
25a
100
Sobre 25 menciones, porque las categorías no son excluyentes.
Gráfico 25. ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorase?
Algunos deseos: “Que el Estado eliminara todas las trabas que tiene puestas, para que las personas puedan hacer con sus bienes lo que ellos quieran y
Compraventa de viviendas
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que los encargados de los trámites hagan su trabajo como debe ser, sin verse uno en la necesidad de sobornar para tener resultados rápidos”; “me gustaría que quienes gobiernan comenzaran a pensar en cómo hacerle la vida más sencilla a los ciudadanos y menos en cómo preservar los preceptos que se han demostrado ofrecen no más que penurias”; “que los trámites no sean tan engorrosos, ni tan complicados; algo tan sencillo como vender una casa se vuelve un galimatías”; “la liberación de las iniciativas propias que aumenten la liquidez personal”; “que las gestiones sean más fáciles, que se puedan hacer más rápido”. “La adecuación de los precios del mercado [inmobiliario] a los salarios actuales”; “que la gente tenga mejores salarios… que le permitan tener su propia vivienda”; “que las personas tengan acceso a recursos que le permitan la compra o construir su vivienda”. “Que hubiera una oferta más estable de materiales de construcción, que [tengan] calidad, porque a veces no tienen una calidad buena”; “que mejoraran los materiales de construcción, sobre todo en los precios; que bajaran”. “Hay lugares donde las personas no tienen acceso como Revolico, todo el mundo no tiene acceso… para ver la casa que está en venta”; “debería haber un lugar oficial para obtener información”. “Que la gente tenga… posibilidad de acceder a créditos que le permitan tener su propia vivienda”; “que la gente pueda pagar [la vivienda] con un crédito bancario”.
B) Corredores Como ya se explicó, se decidió obtener información de cinco corredores o agentes inmobiliarios, pues ellos tienen conocimiento sobre el mercado de la compraventa del que usualmente carecen los compradores y vendedores; también para contrastar las respuestas de los últimos con las de los corredores. Debido a las pocas observaciones, no se tabularon cuadros con las frecuencias y porcentajes, pero se ofrece la información, que es valiosa. Los números de los acápites corresponden con las 14 preguntas del cuestionario (v. Apéndice). 1) Tiempo y zona de ejercicio como corredor El tiempo de ejercicio fluctúa entre varios meses y cinco años, y todos menos uno, trabajan en La Habana.
Voces de cambio
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2) Mecanismo para ser contactado por los clientes Los mecanismos que los corredores utilizan para ser contactados son: anunciar en Internet (mayormente en Revolico); hacerse conocer a través de amistades y boca a boca; establecer una oficina, repartir tarjetas de presentación y visitar los sitios donde las personas se concentran en busca de compraventas y permutas. Aunque todos utilizan una mezcla de estas modalidades, la más común es anunciar en Internet (todos menos uno): “Los sitios web en estos momentos juegan un papel súper importante en todo el mundo de la compraventa;” “el acceso a Internet no es fácil, pero pienso que crucial para poder desarrollarse como corredor”. 3) Publicidad Solo uno de los entrevistados dijo que no usaba publicidad, aunque tiene tarjetas de presentación. Cuatro utilizan sitios web para anunciarse, como Revolico y el Paquete Semanal, una planea un vídeo promocional que saldrá en el paquete. Tres utilizan tarjetas de presentación. Dos utilizan un cartel en la entrada de la oficina con el número de teléfono: “Hemos diseñado toda una estructura de publicidad primeramente con un cartel bien llamativo y comercial… para que todos, hasta los que no son clientes potenciales, lo vean”. Ninguno dijo anunciarse en la guía telefónica o por la radio o la televisión. 4) Oferta y demanda e impacto en precios Se le preguntó a los entrevistados cómo se ha comportado a través del tiempo la relación entre la oferta y la demanda en el mercado de la compraventa, cómo eso afecta los precios y las causas de las fluctuaciones. Todos coinciden en que ha habido un aumento considerable de la oferta de viviendas; la oferta es mayor que la demanda, hay más personas vendiendo que comprando, y toma más tiempo vender que comprar; cuando una casa está mucho tiempo en el mercado y no se vende, el dueño rebaja el precio; por todo lo cual, los precios han bajado (uno dice que bajarán aún más). Uno considera que, a pesar de que han bajado, los precios están aún muy altos. Este tema fue virtualmente ignorado por compradores y vendedores, posiblemente porque no tienen una visión global de la evolución del mercado inmobiliario, aunque un 6,7 % identificó el alto costo de la vivienda entre los problemas enfrentados.
Compraventa de viviendas
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5) Ubicación de las compraventas Se preguntó qué proporción de las compraventas se realiza entre residentes de La Habana y cuál entre residentes en otras provincias. Para dos de los corredores entrevistados, todos o casi todos sus clientes buscan comprar y vender en La Habana. Los otros tres corredores mencionan una proporción de 10 % a 20 % de las transacciones hechas en provincias, principalmente en Artemisa y Mayabeque, que colindan con La Habana. 6) Transacciones finalizadas De los clientes que contactan los entrevistados, aquellos que finalizan la transacción varían entre una cuarta parte, un tercio y la mitad. “Hay mucha gente que cuando va a ver la casa no le gusta, pero la mitad de esos termina encontrando una a su gusto”. 7) Objetivos en vender la vivienda Todos los corredores mencionaron que el objetivo del vendedor es comprar otra vivienda (en dos casos, más amplia o mejor situada); tres dijeron que el objetivo del vendedor era irse del país; dos mencionaron que querían en parte tener un excedente monetario, y uno dijo que para cubrir sus necesidades. Los mismos objetivos fueron mencionados por los vendedores, aunque con énfasis distinto: cubrir las necesidades fue el primer objetivo (31 %); comprar otra vivienda, el segundo (25 %), y ahorrar fue el tercero (19 %); por otra parte, nadie dijo que la venta era para irse definitivamente al extranjero (por razones de cautela), aunque el 12,5 % mencionó hacer un viaje temporal, y el 12,5 % contestó que era para invertir en un negocio, algo no mencionado por los corredores. 8) Precios de la compraventa Los precios tienen mucha variación: entre 4 000 y un millón de CUC. La franja de precios bajos oscila entre 4 000 y 12 000 CUC; la de precios intermedios fluctúa entre 20 000 y 50 000 CUC; y la de precios altos varía entre 60 000 y 1 millón CUC (Cuadro 64). Estos rangos contrastan con los precios de compraventa que en un 90 % fluctuaron entre 5 000 y 30 000 CUC, siendo la franja intermedia entre 11 000 y 20 000, y solo uno fue de 30 000 CUC, lo cual indica que los compradores y vendedores entrevistados
Voces de cambio
158
tienen una capacidad de compra intermedia-baja respecto al universo descrito por los corredores. “Ya nadie hace una venta en CUP”; “el precio mínimo es 5 000 CUC por algo realmente pequeño y en un sitio no tan bueno”; “los precios más bajos para la mayoría de la gente son un capital”; “las viviendas en Miramar pueden llegar muy cerca de 1 000 000”. Cuadro 64. Precios en la compraventa según los corredores Franjas de precios
Montos dados por los cinco entrevistados en CUC
Bajo
4 000-5 000, 5 000, 8 000-10 000, 10 000, 7 000-12 000
Intermedio
20 000-30 000, 20 000–35 000, 30 000-50 000
Alto
60 000, 90 000, 100 000, 500 000 y un millón
9) Trámites Se preguntó a los entrevistados si creían que los trámites para la compraventa son sencillos o complejos. Todos coincidieron que los trámites son ahora más sencillos (dos dijeron “utópicamente” o “si las cosas funcionan como debe ser”), pero también concordaron que, en la práctica, “el aparato burocrático puede hacer que se dificulte muchísimo”; “hacen [los trámites] muy engorrosos para obligarte a acudir al estímulo monetario, por decirlo sutilmente, si es que no quieres verte envuelto en los trámites durante meses”; “lo más complejo… es inscribir la vivienda en el Registro de la Propiedad, pues suelen demorar y complicar mucho el trámite”; “si no pagas a alguien por la izquierda, podrías pasar meses y meses estancado en trámites sin lograr concretar la compraventa”. Estas opiniones son iguales a las de los compradores y vendedores. 10) Impuesto La mayoría (tres) desaprobó el impuesto del 4 % por ser demasiado alto: “creo que es exagerado”; “el Estado quiere sacar una lasca de todo y eso no puede ser así, las cosas tienen que ser equilibradas”. Uno explicó que el impuesto afecta especialmente a los vendedores de propiedades con precios en los rangos bajo e intermedio; otro manifestó que incluso en el caso de las propiedades costosas, el porcentaje puede llegar a un valor tan alto que equivaldría al costo de una propiedad pequeña. Solo un corredor, el único que lleva solo unos meses en el giro y, por tanto, el de menos experiencia, dijo que el impuesto le parecía bien. Únicamente un corredor cauteló que “si lo
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aplicamos al precio real al que estás vendiendo una casa es demasiado [el impuesto]”. Estas respuestas no coinciden exactamente con las de los compradores y vendedores, quienes en un 75 % estuvieron de acuerdo con el impuesto pero asentados en que se calcula en base al valor tasado y no el real. 11) Licencia Se preguntó a los entrevistados cuánto pagan de impuestos. Como en otros TCP, hay una cuota mensual fija de 500 CUP por la licencia de corredor y, cuando se pasa del ingreso mínimo exento anual, tienen que hacer una declaración jurada y pagar un impuesto a los ingresos después de deducir hasta un 10 % como gastos; el monto anual fue de 3 745 CUP, 4 000 CUP y 5 000 CUP. Uno no ha tenido que hacer el pago anual porque lleva poco tiempo en el negocio, y otro tampoco, pues trabaja como corredor a tiempo parcial, ya que es empleado estatal. 12) Compensación de los ingresos respecto a los costos Todos respondieron afirmativamente a la pregunta de si los ingresos compensaban el costo de la licencia, el impuesto anual y otros gastos, confirmando que la ocupación de corredor es lucrativa, a pesar de los problemas ya citados y otros más que se amplían en la próxima pregunta. Nadie cuantificó la ganancia neta. 13) Principales problemas que enfrentan en la compraventa y deseos de cambio o mejora El principal problema que todos los corredores identifican son los altos precios de las viviendas en comparación con los bajos ingresos de la población, por ello desean que bajen los precios porque es más difícil aumentar los salarios: “el mercado de compradores potenciales es pequeño, no porque la necesidad de vivienda sea baja, sino porque los ingresos no lo permiten”; “[no creo] que aumentarán los salarios [por lo que] lo más lógico sería disminuir los precios de venta”; “es más probable [que bajen los precios] a que la gente pueda buscar ingresos que le permitan pagar 15 000 CUC por una vivienda”. El segundo problema, señalado por dos entrevistados, es la burocracia: “la burocracia es una de las cosas más complejas y que con más fuerza nos está golpeando”; “el aparato burocrático puede hacer que [los trámites] se
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dificulten muchísimo”. Solo uno pidió “aumentar la oferta de los materiales de construcción y a precios más asequibles”. Estas opiniones coinciden con lo declarado por los compradores y vendedores, aunque un tercio de ellos indicó como primer problema la burocracia (solo mencionada por dos corredores) y un 27 % que los bajos salarios son un obstáculo para comprar viviendas a altos precios. Esta diferencia en la magnitud de los problemas pudiera deberse a que la burocracia golpea más a los compradores y vendedores que a los corredores. El problema de los materiales de construcción fue el tercero apuntado por los compradores y vendedores, frente a una sola mención de los corredores, porque afecta mucho menos a los últimos. 14) Problemas más serios que enfrenta como corredor y deseos de cambio o mejora Esta pregunta es una variación de la anterior porque queríamos separar los problemas de la compraventa con los de la ocupación de corredor. Las respuestas coinciden en que los bajos salarios y los altos precios limitan drásticamente el mercado y al corredor inmobiliario porque disminuyen los clientes potenciales: “en este país existen millones de profesionales bien capacitados que están necesitando una casa para independizarse y no pueden comprarla porque… su salario no les da para vivir… ni siquiera reuniendo por diez años lo logran”. Uno se refirió a la burocracia y los sobornos. Otro agregó la fuerte competencia y prácticas no serias que crean temor en la gente para contratar a un corredor. Los deseos reiteran lo dicho en los problemas: “que la gente tenga mayores recursos o terminen por bajar los precios; contrario a otros que creen que precios más bajos nos favorecerían a todos porque sería mayor el volumen de ventas”. Sobre la burocracia: “me gustaría que hubiesen cambios en las oficinas encargadas de los trámites, que el trabajo se haga rápido, con calidad y sin crear problemas por el mero hecho de obtener un regalito para que todo salga más rápido”. Por último, sobre la profesionalidad de los corredores: “me gustaría que la gente poco seria no se metiera en esto, desprestigiando a quienes vemos este trabajo de forma profesional”. El poco uso de corredores se confirma con el 10 % de los compradores/ vendedores que contrata uno versus el 90 % que no lo contrata y son su “propio corredor”. La falta de profesionalidad de los corredores fue señalada por el 10 % de los compradores y vendedores, así como por dos de los corredores.
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Como cuatro de los corredores usa Internet y a uno no le interesa, es lógico que esto no apareciese entre los obstáculos que aquellos confrontan, pero sí para el 12 % de los compradores y vendedores; algo similar ocurre con el poco acceso al crédito.
CAPÍTULO 6 Comparaciones, conclusiones y sugerencias
Este capítulo acomete cuatro tareas: I) contrastar cuatro características de los entrevistados (edad, género, color de la piel y educación), identificadas en todas las entrevistas; II) comparar las respuestas de 80 entrevistados sobre 18 preguntas repetidas en todos los cuestionarios, algunas veces en los cuatro grupos y, en otras, solo en algunos de ellos (el número de entrevistados varía y será especificado);51 III) investigar las potenciales relaciones entre las cuatro características y las 18 respuestas comunes; IV) extractar las conclusiones del libro, y V) recapitular las voces del emergente sector no estatal (SNE) puntualizando sus problemas y exponiendo sus deseos de cambio o mejora. Se reitera lo explicado al principio del libro: no se trata de una encuesta basada en una muestra científica (debido a su inviabilidad), sino de entrevistas, de manera que lo que se analiza aquí no representa el universo de los cuatros grupos, pero sí provee información muy útil que ayuda a llenar el notable vacío existente (tabulaciones de Vera Rojas y Pérez-Liñán, 2016).
I. CARACTERÍSTICAS DE LOS ENTREVISTADOS El Cuadro 65 resume las cuatro características (edad, género, color de la piel y educación), mostrando en cada una de ellas el número total de entrevistados (80) y la distribución porcentual.
51 Se eliminaron tres preguntas comunes porque tenían menos de 30 entrevistados; se dejaron las preguntas que tenían entre 30 y 80 entrevistados.
Voces de cambio
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Cuadro 65. Características de los entrevistados Características
Número de entrevistados
Porcentaje
Edad
Características
Número de entrevistados
Porcentaje
Color de la piel
22-30
17
21,25
Blanca
64
80,00
31-40
29
36,25
Mulata
9
11,25
41-50
12
15,00
Negra
7
8,75
51-60
13
16,25
Total
80
100,00
61-75
9
11,25
Educación
Total
80
100,00
Primaria/ secundaria
13
16,25
Técnico medio
15
18,75
Masculino
59
73,75
Preuniversitario
19
23,75
Femenino
21
26,25
Universitario
33
41,25
Total
80
100,00
Total
80
100,00
Género
1) Edad La edad de los entrevistados oscila entre 22 y 75 años, con las mayores concentraciones entre 31 y 40 años (36 %), y entre 22 y 30 años (21 %), que sumadas son el 57 % de los entrevistados, mientras que los grupos entre 41 a 75 años combinan el 43 %. La edad promedio es 41 años; en los grupos, la menor es 34 años entre los TCP, seguido por compradores y vendedores con 40 años (36 entre compradores y 44 entre vendedores) y la edad promedio mayor es entre usufructuarios con 51. Esto sugiere que el grupo más nutrido, los TCP, son los que atraen a más jóvenes y parecen fomentar el empleo entre ellos. Sorprende que la labor dura de usufructuarios tenga la edad promedio mayor, con un 28 % de ellos entre 61 y 75 años. Los vendedores de casas son más viejos que los compradores, el subgrupo más joven. No es posible comparar las cohortes de edades de la muestra con las de la fuerza laboral por falta de desglose en esta (ONEI, 2015).
Comparaciones, conclusiones y sugerencias
165
2) Género El 74 % de los entrevistados es hombre y solo el 26 % mujer, once puntos porcentuales menor al 37 % de participación femenina en la fuerza laboral ocupada (ONEI, 2015), así que ella está subrrepresentada en la muestra. Los usufructuarios todos son hombres; los socios de CNA, un 80 % hombres y un 20 % mujeres (similar al 21,8 % de participación femenina nacional en este grupo); entre los TCP, un 56 % hombres y un 44 % mujeres (mucho mayor que el 29,2 % de participación femenina entre todos los TCP); entre compradores y vendedores son un 45 % y un 55 %, respectivamente (el único grupo en que la mayoría son mujeres), y todos los corredores son hombres. Carecemos de cifras nacionales sobre participación laboral de la mujer en los otros dos grupos (Cuadro 2). El duro trabajo de los usufructuarios puede explicar que todos sean hombres, pero no en los TCP y en las CNA. De manera que el sector no estatal no parece haber promovido el empleo femenino.
3) Color de la piel El 80 % de los entrevistados es blanco, el 11 % mulato y el 9 % negro; mientras que las cifras correspondientes en el Censo de Población de 2012 son de 64,1 %, 26,6 % y 9,3 % (ONEI, 2016c), respectivamente, o sea, que el primer grupo está muy sobrerrepresentado en las entrevistas, el segundo muy subrrepresentado y el tercero es similar. No podemos comparar la composición racial de la fuerza laboral porque la ONEI no publica las cifras. Entre los cuatro grupos, los usufructuarios y los corredores todos son blancos; entre compradores y vendedores, el 75 % es blanco y el 25 % afrocubano; en los TCP, el 72 % y el 28 %, respectivamente, y en las CNA, el 60 % y el 40 %, respectivamente, solo aquí esta última cifra supera el 36 % de afrocubanos en la población nacional, pero la proporción de los socios de CNA en el SNE total es solo 0,5 %, así que su peso es ínfimo comparado con el 41 % de TCP y el 27 % de usufructuarios en que hay un vasto predominio de blancos. Se induce que los mulatos tienen una participación muy inferior en el SNE que su proporción en la población y, por ello, deben de beneficiarse menos (los negros tienen una participación similar).
Voces de cambio
166
4) Educación La distribución de los entrevistados por nivel educativo muestra el notable avance obtenido en este campo en Cuba con porcentajes superiores según se avanza en la escala: el 16 % tiene solo elemental-secundaria; 19 %, técnico medio; 24 %, preuniversitario, y 41 %, universitario. Estos niveles son superiores a los promedios nacionales de la fuerza laboral en que el 27 % tiene solo elemental-secundaria y el 22 % superior o universitario, pero algo inferiores al sector intermedio: en que el 51 % tiene nivel “medio superior” —técnico médico y preuniversitario— (ONEI, 2015). Entre los cuatro grupos, el de menor nivel educativo es el de los usufructuarios, en que el 48 % solo tiene elemental-secundaria; mientras que el grupo mejor educado es el de compradores y vendedores con el 60 % en nivel universitario, seguido por las CNA con 60 % (pero una muestra ínfima) y los TCP con 48 %. La muestra sugiere que los envueltos en el SNE tienen mayor educación que el promedio nacional, salvo los usufructuarios que tienen un nivel inferior; a su vez, esto indica que un sector muy bien educado se está incorporando al SNE atraído por un mayor ingreso. En resumen, el entrevistado promedio tiene 41 años, es hombre, de piel blanca, y con educación técnica media o universitaria. Por tanto, están subrrepresentados en la muestra las mujeres, los afrocubanos y los que tienen solo educación primaria/secundaria.
II. COMPARACIÓN DE PREGUNTAS IGUALES EN LOS CUATRO GRUPOS Se hicieron 18 preguntas iguales en los cuatro grupos; 16 de ellas se basan en 55 a 80 observaciones, lo cual consideramos suficiente para el análisis; pero tres descansan solo en 30 observaciones, y las mencionaremos porque tienen interés, pero menos peso que las anteriores; se descartaron las preguntas con menos de 30 observaciones. Solo dos preguntas tienen 80 observaciones (fueron hechas a todos los entrevistados), las relativas a los principales problemas que enfrentan y lo que gustaría que cambiase o mejorase. Diez preguntas tienen 55 entrevistados; dos preguntas tienen 75 entrevistados; y una pregunta, 65 entrevistados. El Apéndice 2 muestra el número de entrevistados que respondieron preguntas iguales en los cuatro grupos y los envueltos en cada uno.
Comparaciones, conclusiones y sugerencias
167
1) Grado de satisfacción Se pidió a 55 entrevistados (TCP, usufructuarios y socios de CNA) que se ordenaran en la escala entre 1 (menos satisfecho) y 10 (más satisfecho): el 80 % (44) estaban satisfechos (8-10), un 15 % (ocho) fueron ambiguos (4-7) y solo el 5 % (tres) estaban insatisfechos (1-3), así que la satisfacción es muy alta a pesar de las trabas burocráticas (Gráfico 26). En las entrevistas de grupo, el mayor grado de satisfacción, un 72 % (8-10) fue entre los TCP, que también tuvieron el menor grado (8 %) de insatisfacción (1-3); le siguieron los usufructuarios con 64 % y 12, % respectivamente; los socios de CNA fueron solo cinco y los porcentajes no son comparables, pero fueron de 60 % y 40 %, respectivamente. Gráfico 26. ¿Está satisfecho con lo que hace y gana? (%)
2) Ocupación previa De 30 entrevistados, el 70 % (21) era antes empleado estatal; el 10 % (tres), estudiante; un 7 % (dos), desempleado, y un 13 % (cuatro), otros (Cuadro 66). Entre los cuentapropistas, el 76 % había sido empleado estatal, mientras que entre los socios de CNA todos lo habían sido.
Voces de cambio
168
Cuadro 66. Ocupación previa Número de entrevistados
Porcentaje
21
70
Estudiante
3
10
Desempleado
2
7
Ocupación previa Empleado del Estado
Otro
4
13
Total
30
100
3) Impuesto anual Se trata del impuesto que hay que pagar anualmente cuando los ingresos (después de las deducciones autorizadas) exceden una cifra determinada; además hay licencia/impuestos mensuales que no se pudieron tabular. Esta pregunta se hizo a 55 entrevistados (TCP, usufructuarios y socios de CNA), de los cuales un 42 % (23) no sabía o no respondió, lo cual distorsiona los resultados. Del restante 58 % (32): un 20 % pagó entre 300 y 1 000 CUP; el 18 %, entre 1 001 y 5 000 CUP, y un 15 %, entre 5 001 y 20 000 CUP; solo el 5 % (tres) no pagó. El tramo de pago superior equivale a entre un 75 % y tres veces el salario medio anual en el sector estatal.
4) Empleados Los TCP, usufructuarios y socios de las CNA contratan trabajadores asalariados. Un 43 % (24) no contratan y un 4 % (dos) no sabe o no responde; además, hay evidencia de que algunos no declaran sus empleados.52 Del 53 % restante (29): un 36 % contrata entre uno y cinco empleados; el 13 %, entre seis y diez; un 2 %, entre once y quince, y el 2 %, entre dieciséis y veinte. De manera que la enorme mayoría (79 %) o no contrata o tiene menos de cinco empleados (Cuadro 67). Los TCP contratan más empleados (68 %) que los usufructuarios (44 %).
52 El promedio nacional de contratación de empleados por un TCP es de 0,6%.
Comparaciones, conclusiones y sugerencias
169
Cuadro 67. Empleados contratados Número de entrevistados
Porcentaje
Ninguno
24
43
1-5
20
36
6-10
7
13
11-15
1
2
16-20
1
2
No sabe, no responde
2
4
55
100
Empleados contratados
Total
5) Salario La frecuencia del pago a los empleados fue contestada por 55 entrevistados (TCP, usufructuarios y socios de CNA. Un 31 % paga jornal diario; 13 %, mensual; 5 %, semanal, y 11 %, otra. No se pudo tabular el salario por su enorme variedad.
6) Problemas con los empleados De los 55 entrevistados (TCP, usufructuarios y socios de CNA) que contratan empleados, el 35 % no tiene problemas y un 27 %, sí; los TCP son los que más problemas enfrentan.
7 y 8) Ganancias y su uso Entre 55 entrevistados (TCP, usufructuarios y socios de CNA), el 93 % tuvo ganancias y un 7 %, no; esto explica el alto grado de satisfacción en el SNE, a pesar de las trabas burocráticas. Se preguntó a 65 entrevistados (los anteriores, más vendedores de viviendas) cómo usan las ganancias (o el valor de venta de la vivienda, excluida en la pregunta anterior): el 35 % (23) invierte las ganancias; el 29 % (19) mezcla inversión y uso personal (consumo)
Voces de cambio
170
y un 14 % (22), solo para uso personal; mientras que un 14 % (9) no sabe, no contesta o no tuvo ganancias (Cuadro 68 y Gráfico 27). Cuadro 68. Uso de ganancias entre inversión y consumo Número de entrevistados
Porcentaje
Inversión
23
35
Ambos
19
29
Personal (consumo)
14
22
9
14
65
100
Uso de la ganancia
No sabe, no contesta, no se aplica Total
Gráfico 27. ¿Cómo emplea sus ganancias?
Los TCP y los usufructuarios representan dos tercios del total de los entrevistados a quienes se le preguntó por el uso de las ganancias. Los TCP invierten el 60 % de las ganancias y los usufructuarios solo el 12 %; los últimos emplean el 44 % de ellas en uso personal (consumo). Esto puede ser resultado de que el ingreso de los usufructuarios es menor que el de los TCP y que los costos de operación de estos (por ej., insumos) son mayores que los de los usufructuarios.
Comparaciones, conclusiones y sugerencias
171
9, 10 y 11) Remesas externas, préstamos/créditos del gobierno y otras ayudas De 55 entrevistados (TCP, usufructuarios y socios de CNA), el 76 % (42) no recibe remesas y solo el 24 % (13) las recibe (Cuadro 69).53 Los usufructuarios reciben proporcionalmente más remesas (32 %) que los TCP (12 %). De los cinco socios de las CNA, tres reciben remesas, un porcentaje (40 %) superior a los otros dos, pero basado en muchas menos observaciones. Todas estas proporciones son muy inferiores al promedio nacional del 65 % de la población que recibe remesas, es posible que los entrevistados subdeclararan aquellas o no las necesiten por tener una situación más holgada, especialmente los TCP. Cuadro 69. Remesas externas, préstamos estatales y otras ayudas Número de entrevistados
Porcentaje
No
42
76
Sí
13
24
Total
55
100
No
75
100
Sí
0
0
75
100
Recibe remesas
Créditos estatales
Total Otras ayudas Sí
44
68
No
21
32
Total
65
100
A 75 entrevistados (a todos menos a los corredores) se les preguntó si reciben pequeños préstamos estatales, y el 100 % contestó negativamente, por las trabas burocráticas y excesivos trámites para recibir una suma muy pequeña.
53 Cuba Emprende, en 2014, encontró que solo el 15 % de sus entrenados recibía remesas; una encuesta dio que el 32 % de los TCP usaron remesas para iniciar sus negocios (Padilla, 2014); nuestra muestra se sitúa entre ambas cifras. Solo un 5% de los que envían remesas lo hacen para financiar pequeños negocios (Morales, 2016b).
Voces de cambio
172
A 65 entrevistados (a todos menos a los vendedores y corredores) se les preguntó si recibían otras ayudas (de familiares, internos y externos, además de amigos), el 68 % (44) la recibió, y el 32 % (21), no. Las remesas, préstamos y otras ayudas se comparan en el Gráfico 28. Gráfico 28. ¿Recibe remesas externas, préstamos estatales u otras ayudas? (%)
12) Competencia Esta pregunta se hizo solo a 30 entrevistados (TCP y socios de CNA), pues no correspondía a usufructuarios y compraventa. Un 77 % (23) dijo que enfrentaba competencia y solo un 23 % (siete) contestó que no.
13) Rebaja de precios Se preguntó a 55 entrevistados (todos salvo compraventa) si rebajan los precios: el 84 % (46) dijo que no, y solo un 16 % (nueve, todos TCP), que los rebajaban negociando. Todos los usufructuarios dijeron que no rebajan por el costo muy alto de los insumos y el precio muy bajo pagado por el acopio; los TCP alegaron que su producto/servicio es superior/diferente o que no tienen competencia.
Comparaciones, conclusiones y sugerencias
173
14) Producto o servicio La pregunta sobre si el entrevistado creía que su producto o servicio es mejor que los que ofertan los demás fue contestada por solo 30 entrevistados (TCP y socios de CNA), pero complementa la anterior y la mantuvimos. Un 50 % contestó positivamente, mientras que un 17 % dijo que el producto o servicio era diferente, y un 20 %, que es igual; el 13 % no sabe o no respondió.
15) Adquisición de insumos Se preguntó a 55 entrevistados (TCP, usufructuarios y socios de CNA) dónde obtienen los insumos; las categorías no son excluyentes y hubo 80 menciones (Cuadro 70 y Gráfico 29).54 El 25 % (20), todos TCP, compró los insumos en las shoppings (TRD), pagando altos precios debido al 240 % o más cargado por ganancia;55 otro 25 % (20), todos usufructuarios, los obtuvo de cooperativas (CCS); el 24 % (19) en el mercado negro o “por la izquierda” (tanto TCP como usufructuarios), por los altos precios en las shoppings; el 9 % (siete), de otro productor (todos usufructuarios) o cuentapropista (todos TCP); el 4 % (tres) o no compra (usufructuario) o lo hace a través de la familia (TCP); el 4 % (tres), en el mercado agropecuario (también a altos precios); el 4 % (tres), todos TCP, en el extranjero, probablemente a través de “mulas” o encargos a familiares; solo el 2 % (dos) en el mercado mayorista El Trigal —ya desaparecido— (todos TCP); y el 10 % (ocho) mediante otras modalidades, la mayoría en múltiples lugares (socios de CNA).
54 Se generaron “dummies” para el análisis de asociación con las características de los entrevistados. 55 En 2016, se informó que se había establecido un tope de precios en las TRD, la mayoría es de 200 %, en algunos casos menos, y el promedio es de 150 % (Cuba Debate, 27-5-2016).
Voces de cambio
174
Cuadro 70. Fuentes para adquirir insumos Insumos
Porcentaje
Tienda shopping (TRD)
20
25
Cooperativa (CCS)
20
25
Mercado negro/“izquierda”
13
16
Otro productor/cuentapropista
7
9
No compra/familia
3
4
Mercado agropecuario
3
4
Extranjero
3
4
Mercado mayorista
2
2
Otras modalidades
9
11
80a
100
Total a
Número de menciones
Sobre el número de 80 menciones, pues las categorías no son excluyentes.
Gráfico 29 ¿Dónde compra los insumos?
16) Publicidad Esta pregunta se hizo a 55 entrevistados (a todos menos a los usufructuarios, porque no se anuncian); hubo 100 menciones, porque las categorías no son excluyentes. El 33 % se anuncia boca a boca; el 19 %, por Internet (todos
Comparaciones, conclusiones y sugerencias
175
menos los socios de CNA); el 13 %, con tarjetas de presentación (salvo compradores/vendedores); el 11 %, con cartel (todos los entrevistados); el 10 %, con volantes (todos TCP); el 10 %, de otras maneras, como ferias, guía de teléfono, radio y TV; y solo el 2 % no se anuncia (Cuadro 71 y Gráfico 30). Los medios rudimentarios de publicidad: boca a boca (predominante), tarjetas de presentación, volantes y carteles, son la mayoría abrumadora (67 %), mientras que Internet y otras vías constituyen una minoría del 31 %, aunque creciendo. Revolico.com y el Paquete Semanal son los medios más usados. Cuadro 71. Formas de anunciarse
a
Publicidad
Número de menciones
Porcentaje
Boca a boca
33
33
Internet
19
19
Tarjeta de presentación
13
13
Cartel
11
11
Volantes
10
10
Otra modalidad
12
12
No se anuncia
2
2
Total
100a
100
Sobre el número de 100 menciones, pues las categorías no son excluyentes.
Gráfico 30. ¿Cómo se anuncia? (%)
Voces de cambio
176
17) Principales problemas que enfrentan Esta y la siguiente pregunta se hicieron a los 80 entrevistados; no se les dieron diversas respuestas para escoger una o varias, sino que las preguntas fueron completamente abiertas. Todos contestaron con bastante detalle, de forma que lo que sigue aquí y en el próximo acápite son exactamente las voces del SNE identificando sus principales problemas y deseos. Un 97,4 % (77) dijo que tenía problemas y solo un 2,6 % (tres) no tenerlos (compraventa y TCP); hubo 116 menciones, porque las categorías no son excluyentes. El 31,9 % (37 de las menciones) apuntó como problema el poco acceso a los insumos y sus altos precios (todos menos los socios de CNA); el 26,7 % (31) se quejó de la burocracia, trabas y demasiada injerencia estatal (todos los grupos); el 7,8 % (nueve) mencionó los precios altos, incluyendo la vivienda, y los ingresos o salarios bajos (especialmente en compraventa); el 4,3 % (cinco) señaló el poco acceso a Internet o a tecnología y su alto costo (TCP); por último, el 26,7 % (31) indicó otros problemas, específicos a cada grupo: personal capacitado insuficiente, costo de transporte, aspectos negativos de la conducta (TCP); comercialización inadecuada, precios bajos de acopio, falta de agua (usufructuarios); alto costo de mejoras en el edificio y equipo (socios de CNA); malos manejos o altas tarifas de notarios y corredores (compradores y vendedores), y el bajo profesionalismo y competencia impropia (corredores) (Cuadro 72 y Gráfico 31). Cuadro 72. Principales problemas que enfrenta Problemas
Porcentaje
Poco acceso y caros insumos, mercado mayorista
37
31,9
Burocracia, trabas, injerencia estatal
31
26,7
Precios altos y bajos recursos/salarios
9
7,8
Poco acceso y cara Internet
5
4,3
31
26,7
3
2,6
116
100,0
Otros No tiene problemas Total a
Número de menciones
a
Sobre el número de 116 menciones, pues las categorías no son excluyentes.
Comparaciones, conclusiones y sugerencias
177
Gráfico 31. ¿Cuáles son sus problemas principales?
18) Cambios o mejoras que desean Como la anterior, esta pregunta se hizo a los 80 entrevistados; hubo104 menciones, porque las categorías no son excluyentes. Las cinco primeras menciones se corresponden con los problemas principales enfrentados (Cuadro 73 y Gráfico 32). El 24 % (25 menciones, todos los cuatro grupos) solicita mayor acceso a los insumos (incluyendo materiales de construcción) y precios menores. Por otra parte, el 24 % (25 menciones, todos los grupos) reclama más libertad, menos trabas, regulaciones, injerencia y resistencia del Estado al SNE, empatando con el problema principal en el Cuadro 74; además, el tercer deseo de cambio (TCP, usufructuarios) se relaciona con el primero, pues el 10,6 % (once) pide al Estado que ofrezca incentivos, garantías y reconocimiento, así como que reduzca los impuestos, por lo que sumando los dos es casi el 35 % (36 menciones).
Voces de cambio
178
Cuadro 73. Cambios o mejoras que desea Número de menciones
Porcentaje
Mayor acceso a insumos y precios más bajos, mercado mayorista
25
24,0
Más libertad, menos trabas, regulaciones, injerencia y resistencia estatal
25
24,0
Más incentivos, garantías y reconocimiento del Estado, menos impuestos
11
10,6
Mejores ingresos/salarios
9
8,7
Mejor acceso a Internet y precios más bajos
6
5,8
Mayor acceso a crédito
3
2,9
Más profesionalidad de corredores y notarios, no sobornos
4
3,8
Cambios o mejoras que desea
a
Otros
21
20,2
Total
104a
100,0
Sobre el número de 104 menciones, porque las categorías no son excluyentes.
Gráfico 32. ¿Qué desearía que mejorase o cambiase?
El 7,7 % (ocho, compraventa y corredores) recaba mejores salarios frente al alto precio de la vivienda; el 5,8 % (seis, TCP y compradores/vendedores) desea más acceso a Internet y precios más asequibles; el 2,9 % (tres, TCP y compradores/vendedores) solicita mayor acceso a crédito y menores
Comparaciones, conclusiones y sugerencias
179
requisitos; el 2,9 % (tres, compradores, vendedores y corredores) desea más profesionalidad entre los notarios y corredores y que terminen los sobornos. Por último, el 20,2 % (21 menciones) señala otros deseos específicos del grupo: los TCP, agruparse entre ellos para crear una estructura que vele por sus intereses y mejore el territorio donde trabajan; los usufructuarios, que el acopio no comercialice todo y que el Estado pague precios más altos por sus productos; los socios de CNA, que haya una mejor relación con las empresas estatales, que termine la condición experimental de las CNA y poder importar insumos; los compradores y vendedores, que se construyan viviendas baratas, y los corredores, que los salarios sean adecuados a los precios de las viviendas a fin de poder vender más. III. RELACIONES ENTRE LAS CARACTERÍSTICAS Y LAS RESPUESTAS En el análisis entre las cuatro características (edad, género, color de la piel y educación) y las respuestas comunes, se encontraron 20 asociaciones estadísticamente significativas.56 Sin embargo, las asociaciones con color de la piel solo fueron significativas en un caso y no fue relevante. Además, varias asociaciones muy importantes e interesantes no resultaron significativas, como edad, educación y género, con grado de satisfacción, debido al pequeño tamaño de la muestra. En esta sección eliminamos las relaciones menos importantes y dejamos once con algún valor. Para simplificar la lectura y por razones de espacio, decidimos no reproducir los cuadros con los resultados de los análisis, pero están disponibles para los lectores que deseen consultarlos. Todas las asociaciones excluyen las respuestas “no sabe o no contesta”, y no es aplicable. De las once asociaciones seleccionadas, dos se basan en 80 entrevistas, una en 75, una en 65, cinco en 55, una en 32 y una en 29 entrevistas.
1) Edad y ocupación/desocupación previa Con 29 entrevistados, un 69 % estaba previamente empleado por el Estado, con la mayor frecuencia (91 %) en el grupo entre 31 y 40 años, seguida 56 A un nivel de significación de p = < 0,05 en la prueba exacta de Fisher o en la Pearson de chi-cuadrado.
180
Voces de cambio
del grupo entre 22 y 30 años (70 %), y la menor frecuencia entre 41 y 50 (25 %). Un 6,9 % de la muestra estaba previamente desempleada, mucho mayor al promedio nacional de 2,7 %, con la tasa mayor en la cohorte de 41 a 50 años.
2) Edad y remesas Sobre la base de 55 entrevistas, un 76 % no recibe remesas y un 24 %, sí. La recepción de remesas parece depender de la edad del entrevistado: a más viejo, más remesas y a más joven, menos remesas. Los entrevistados mayores (de 51 a 60 años y de 61 y más) reciben remesas con más frecuencia (62 % y 44 %) que los jóvenes de entre 22 y 30 años (9 %), o sea, que el 91 % de los más jóvenes no recibe remesas. Es probable que los viejos reciban más remesas porque se las envían los hijos o nietos del extranjero.57
3) Edad y ayuda Con 65 entrevistados, un 66 % recibe ayuda y un 34 %, no. Contrario a la recepción de remesas, los más jóvenes reciben más ayuda de familiares y amigos —especialmente internos— que los mayores: los jóvenes y adultos jóvenes (de 22 a 30 años y de 31 a 40) reciben más ayuda (100 % y 64 %) que los de 61 años y más (44 %).58
4) Edad y compra de insumos en las shopping Entre 55 entrevistados, un 64 % no compra en las shopping y el 36 %, sí. La edad parece tener una relación con dichas compras: a menor edad, menos compras, y viceversa: la cohorte 22-30 lo hace en un 64 %; la cohorte 31-40, en un 44 %; la cohorte 41-50, en un 33 %, y la cohorte 51-60, cero. 57 En 2014, el 71 % de los remitentes de remesas tenía entre 20 y 39 años (Morales, 2016b). 58 No obstante, un 75 % de entrevistados de entre 51 y 60 años también declaró recibir ayuda.
Comparaciones, conclusiones y sugerencias
181
5) Género y compra de insumos en las shopping Entre 55 entrevistados, el 36 % compra insumos para su actividad en las tiendas shopping (TRD) y el 64 %, no lo hace. El género parece tener influencia, así el 75 % de las mujeres compra en las shoppings, mientras que solo un 26 % de los hombres lo hace. Los hombres tienen más acceso que las mujeres a fuentes diversas para obtener insumos: mercado negro, cooperativa, otro productor o cuentapropista.
6) Edad y uso de las ganancias El uso de las ganancias parece depender de la edad de los entrevistados: a menor edad, más se dedican a inversión —total o parcialmente—, y viceversa. La cohorte 22-30 dedica el 58 % a la inversión y la cohorte 31-40, el 50 %, pero la cohorte de 61 y más, solo el 22 % al par que asigna un 44 % al consumo. Cuando se agrega ambos, los más jóvenes dedican 100 % a la inversión total o parcial, mientras que los más viejos el 77 % va a consumo total o parcial.
7) Educación y uso de las ganancias La distribución de las ganancias también parece depender del nivel de educación: a más educación, más inversión, y viceversa. Sobre la base de 56 entrevistas, el 41 % invierte todas sus ganancias, mientras que el 34 % las divide entre inversión y consumo, y solo el 25 % las dedica totalmente al consumo. Los entrevistados con más educación tienden a usar sus ganancias para invertir (68 % con grado universitario), frente a los entrevistados con menos educación (un 18 % inversor solo con primaria o secundaria); estos últimos usan sus ganancias para consumo en un 36 %, o en una combinación de este con inversión (46 %). Algunos entrevistados que emplean todas sus ganancias en consumo dijeron que es porque las ganancias son pocas y no alcanzan para invertir.
182
Voces de cambio
8) Educación e impuesto anual Entre 32 entrevistados, los que tienen mayor educación pagan más impuestos que los tienen menor educación: el 67 % de entrevistados con educación universitaria paga entre 5 000 y 20 000 CUP; mientras que el 41 % de entrevistados con primaria o secundaria paga entre 300 y 1 000 CUP y, además, un 25 % no paga impuestos. Combinando este resultado con el anterior, se induce que los de mayor educación tienen más ingresos y acceso a capital, por lo que pagan más impuestos.
9) Educación y deseos de cambio Entre 80 entrevistados, un 31 % considera que la burocracia, trabas, etc., son un problema principal que requiere un cambio, y a mayor educación, más menciones, y viceversa: un 42 % entre los graduados universitarios, un 47 % entre los técnicos medios, pero solo el 8 % entre los que solo han cursado primaria/secundaria. Puede inferirse que los más educados operan en un nivel de complejidad mayor y enfrentan más trabas que los menos educados, envueltos en una actividad más simple y con menores ingresos.
10) Edad y deseos de cambio Entre los 80 entrevistados, el 14 % menciona “más incentivos, garantías y reconocimiento del Estado”, y a mayor edad, más menciones, y viceversa; por cohortes de edad: 22-30, el 6 %; 31-40, el 10 %; 51-60, el 25 % y 61 y más, el 40 %. Es posible que los más viejos se hallen más desamparados y, por ello, deseen más apoyo, garantías y reconocimiento del Estado.
IV. CONCLUSIONES 1) Antecedentes Probablemente, la reforma estructural más importante de Raúl Castro ha sido la apertura del sector no estatal en Cuba (SNE), que en 2014 abarcaba
Comparaciones, conclusiones y sugerencias
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un millón de personas y creció del 16 % al 28 % de la fuerza laboral entre 2009 y 2015, aunque hubo una caída en 2015, seguida de un pequeño repunte en el primer trimestre de 2016. Un serio problema es la falta de información sobre este sector crucial; el libro contribuye a llenar ese vacío con 80 amplias entrevistas tomadas en la Isla entre septiembre de 2014 y diciembre de 2015, con cuentapropistas (TCP), usufructuarios, socios de las nuevas cooperativas (CNA), y compradores, vendedores y corredores de viviendas privadas. Se reitera que no es una encuesta científica representativa del universo, pero se provee información valiosa, no disponible antes. El libro ha detallado, hasta julio de 2016, los avances logrados por los cuatro grupos del SNE, entre ellos: la propiedad privada mayoritaria de los micronegocios, la proliferación de “paladares”, varios de calidad gourmet; el arrendamiento de viviendas y habitaciones a los turistas, los taxis y “almendrones” privados; la transferencia de establecimientos estatales a TCP y CNA; la autorización a TCP y CNA para contratar directamente con empresas estatales; la expansión de la tierra cultivada por el sector privado (incluyendo el usufructo) y el reconocimiento de la propiedad de las bienhechurías; el incentivo de la ganancia a las CNA para remozar locales y mejorar la calidad de los bienes o servicios, con varias CNA exitosas; la venta a precios de mercado de los productos/servicios de los TCP, las CNA y la compraventa de viviendas; algunas exenciones de impuesto temporales (más y permanentes a las CNA); la autorización de agentes inmobiliarios, el aumento reciente de viviendas construidas y reparadas por la población, y los subsidios a personas necesitadas que han sido afectadas por huracanes, para comprar materiales de construcción a precios liberados. El impacto económico es muy difícil de evaluar por falta de estadísticas, pero resumimos lo disponible en 2014-2015: a) los TCP aportan casi un 10 % del empleo, pero solo el 5 % del PIB (por su baja cualificación), así como el 2 % de los ingresos presupuestarios, el 8 % del consumo final y el 54 % del total de las ventas de productos agrícolas; b) los usufructuarios representan el 6 % de la fuerza laboral y generan —junto a los campesinos privados y las cooperativas agrícolas— un 83 % de la producción agrícola, frente al 17 % del Estado; c) los socios de CNA son los que tienen menos impacto por su pequeño tamaño (solo 0,1 % de la fuerza laboral), por ello sus ventas en mercados administrados por las CNA fueron el 4 % de las ventas totales, y su contribución a los ingresos presupuestarios solo del 0,3 %; d) la construcción de viviendas privadas (esfuerzo de la población) es del 51 %, frente al 49 %
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del Estado, pero era del 52 % en 2007; no hay datos sobre las viviendas vendidas en 2014, el valor de la compraventa y el número de trabajadores que construyen viviendas privadas. Se concluye que el SNE ha logrado avances notables, pero no lo suficiente para obtener efectos sustanciales en los indicadores macroeconómicos (salvo en el empleo por los TCP). La explicación de esto son los serios obstáculos que enfrenta el SNE (analizados en el libro), entre los que destacan: las fuertes restricciones, trabas burocráticas e impuestos excesivos, especialmente el que carga más a los TCP que contratan más empleados, lo cual es contraproducente a la creación de empleo privado y estimula la subdeclaración; la severa escasez de insumos y sus altos precios (el único mercado mayoritario era notoriamente insuficiente para satisfacer la demanda y se cerró en 2016); el escaso acceso y alto costo de Internet, que fuerza a usar medios rudimentarios de anunciarse; la restricción de los TCP a ocupaciones mayormente de baja cualificación y su prohibición a los profesionales universitarios; los contratos de usufructo limitados a diez años; el excesivo papeleo y acceso para un pequeño préstamo; solicitar la edificación de una casa en la parcela del usufructuario, y aprobar una CNA (la decisión final es tomada por el Consejo de Ministros); las irregularidades en el otorgamiento de subsidios de vivienda; la inexistencia de la hipoteca como garantía en la vivienda principal; el alto costo de venta de la vivienda y el escaso ingreso de los compradores. Los problemas mencionados coartan la expansión del SNE, lo cual es esencial para dar empleo privado a los 1,8 millones de empleados estatales innecesarios que deberían ser despedidos. Una lógica conclusión es que la extensión del SNE mejoraría el nivel de vida de todos los ciudadanos, crearía empleo a la vez que permitiría al Estado ahorrar en salarios de empleados innecesarios, aumentaría el PIB y generaría bienestar general. Las respuestas de las entrevistas confirman lo anterior con una narrativa propia, detalles muy concretos de sus experiencias, identificación de sus logros y problemas, así como de deseos de lo que quieren mejorar o cambiar. Estas son las voces de cambio que constituyen el meollo del estudio.59
59 Debido al pequeño tamaño de la muestra no fue posible encontrar relaciones significativas en cruces importantes, como género, color de la piel y educación con satisfacción/ insatisfacción y ganancias; así pues, se escogieron las nueve relaciones más relevantes.
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El entrevistado promedio tiene 41 años, es hombre, de piel blanca, y con educación técnica media o universitaria. Están subrrepresentados en la muestra: las mujeres, los afrocubanos y los que tienen solo educación primaria/secundaria.60
2) Principales resultados de las entrevistas Aquí se resumen los resultados más relevantes de las entrevistas entre los cuatro grupos y algunas asociaciones entre las características de los grupos y las respuestas a preguntas comunes. • El 80 % de todos los entrevistados está satisfecho con lo que hace y gana y solo el 5 % está insatisfecho (“estoy satisfecho con lo que hago, pero no con lo que gano”); los más satisfechos (tres grados superiores) son los TCP, después los usufructuarios, mientras que los socios de CNA parecen ser los menos satisfechos. • El 53 % de los TCP, usufructuarios y socios de CNA contrata empleados asalariados, de los cuales el 36 % tiene entre uno y cinco; los TCP contratan más que los usufructuarios (66 % versus 44 %); entre los que contratan, solo un tercio tiene problemas, principalmente los TCP. • Entre los que tienen empleados, el 31 % paga jornal diario; el 13 %, mensual; un 5 %, semanal y un 11 % con otra frecuencia; no se pudo tabular el salario por la enorme variedad de formas de pago y montos. • El 93 % de los TCP, usufructuarios y socios de CNA tiene ganancias y solo el 7 % no las tiene (similar en TCP y usufructuarios), lo cual explica el alto grado de satisfacción, a pesar de los obstáculos que confrontan. • El 66 % invierte todas las ganancias o las mezcla con consumo; los TCP invierten más que los usufructuarios (79 % versus 56 %), quizá porque estos tienen menores recursos. • Los mejor educados usan más sus ganancias para invertir que los menos educados, posiblemente porque tienen mayores ingresos y pueden invertir en vez de consumir sus ganancias, además que los menos educados son los usufructuarios. 60 Recuérdese que la muestra de los socios de las CNA fue muy pequeña y sus resultados no son sólidos.
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• Los más jóvenes asignan más porcentaje de sus ganancias a la inversión que los más viejos. • En 29 % de los TCP recobra la inversión en menos de un año, y el 53 % entre dos y cuatro años. • El 77 % de los TCP y socios de CNA tiene competencia (no correspondía hacer esta pregunta a usufructuarios y compraventa); pero agregando a los usufructuarios, el 84 % no rebaja el precio de su producto/servicio por el costo alto de los insumos o el precio muy bajo pagado por el acopio, los TCP alegan que su producto/servicio es mejor o diferente. • Ningún usufructuario ha construido una casa en su parcela, aunque está autorizado, porque tiene una vivienda cerca, el costo es alto, toma tiempo o necesita la tierra para sembrar; el 56 % de los usufructuarios vende su producción al acopio, y de ellos el 40 % vende entre un 51 % y un 100 %. • Solo el 24 % de los TCP, usufructuarios y socios de CNA recibe remesas externas (el 76 % no las recibe), es posible que tengan mayores ingresos que el promedio de la población o reservas en declararlas; los usufructuarios reciben más remesas (32 %) que los TCP (12 %); y los más viejos reciben más remesas que los más jóvenes. • El 68 % recibe ayuda de familiares y amigos (mayormente interna), los TCP reciben más ayuda (84 %) que los usufructuarios (52 %); unido a lo anterior, parece que los últimos tienen menos recursos; los más jóvenes reciben más ayuda de familiares y amigos que los mayores. • Ningún entrevistado recibe pequeños préstamos/créditos estatales por causa de los excesivos requisitos y procesos burocráticos muy complicados para recibir una suma pequeña. • El 58 % de los TCP, usufructuarios y socios de CNA paga el impuesto anual: el 20 % entre 300 y 1 000 CUP, el 18 % entre 1 001 y 5 000 CUP, y el 15 % entre 5 000 y 20 000 CUP (el último es tres veces el salario medio estatal anual); el 42 % restante no sabe o no responde si paga el impuesto; fue imposible tabular el pago del impuesto mensual por su diversidad. • Los más educados pagan más el impuesto anual que los menos educados; es posible que los primeros tengan más ingresos y por eso paguen más impuestos.
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• El 25 % de los TCP, usufructuarios y socios de las CNA compra los insumos en las shopping a precios muy altos, el 25 % en las CCS (todos usufructuarios), el 16 % en el mercado negro o por la izquierda, el 4 % en el mercado agropecuario y solo un 2 % (todos TCP) en el único mercado mayorista, lo cual indica la insuficiencia de este, que fue cerrado en 2016. • A menor edad, menos compras en las tiendas shopping y viceversa; las mujeres compran en las shopping en mayor proporción que los hombres, quienes usan fuentes más diversas. • El 67 % de los entrevistados (excluyendo a los usufructuarios) se anuncia por medios rudimentarios (boca a boca, tarjeta de presentación, volantes) y solo un 19 % por Internet debido al difícil acceso y alto costo de este. • El 92 % de los TCP planea expandirse, geográficamente, contratando más empleados o arrendando más habitaciones a turistas.
V. VOCES DE CAMBIO: PROBLEMAS Y DESEOS Las últimas dos preguntas se hicieron a los 80 entrevistados (hubo más de 100 menciones); no se les dieron varias respuestas para escoger entre ellas, sino que las preguntas fueron completamente abiertas, por tanto, lo que sigue son exactamente sus voces identificando los principales problemas que enfrentan y sus deseos de mejora o cambio.
1) Problemas • El 97 % declara tener problemas y un solo 3 %, no tenerlos. • Entre los que declaran problemas, el 32 % identifica el escaso acceso y los altos precios de los insumos. • El 27 % indica la burocracia, trabas y demasiada injerencia estatal. • El 8 % se queja de los altos precios de los bienes (incluyendo la vivienda) y los ingresos o salarios bajos, lo que constituye un severo obstáculo para comprar aquellos. • El 4 % menciona el poco acceso y alto costo de Internet.
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• Y el 26 % se refiere a otros problemas específicos a cada grupo, como insuficiente personal cualificado, comercialización inadecuada, precios bajos de acopio, alto costo de mejoras en el edificio y equipo, bajo profesionalismo, manejos turbios y sobornos, costo de transporte y aspectos negativos de la conducta.
2) Deseos de cambio o mejora Los cinco primeros deseos concuerdan con los cuatro primeros problemas identificados: • El 24 % solicita mayor acceso a los insumos y precios menores. • El 24 % reclama más libertad, menos trabas, regulaciones e injerencia estatal; los de educación superior identifican a este como el principal problema que requiere un cambio. • El 11 % pide al Estado que ofrezca incentivos, garantías y reconocimiento, y reduzca los impuestos (la combinación de esta categoría y la anterior suma un 35 %); los mayores mencionan este cambio más que los jóvenes. • El 8 % recaba mejores salarios frente al alto precio de los insumos y la vivienda. • El 6 % desea más acceso a Internet con precios más asequibles. • El 3 % solicita mayor acceso a crédito y menores requisitos. • El 3 % desea más profesionalidad entre notarios y corredores, y que terminen los sobornos. • El 20 % menciona otros deseos que serán explicados en el acápite siguiente.
3) Sugerencias específicas Aquí extractamos sugerencias concretas hechas por los entrevistados para que el sector avance y logre mejores resultados en beneficio de la economía y de la población cubana. • Suprimir la excesiva burocracia, simplificar los trámites engorrosos, agilizar los procesos: “que el Estado elimine todas las trabas que tiene puestas, para que las personas puedan hacer con sus bienes lo que
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ellos quieran y que los encargados de los trámites hagan su trabajo como debe ser, sin verse uno en la necesidad de sobornar para tener resultados rápidos”, “que los trámites no sean tan engorrosos, ni tan complicados”, “que las gestiones sean más fáciles, que se puedan hacer más rápido”. Ampliar las actividades del TCP, especialmente las cualificadas, y ser flexible en la definición de las ocupaciones para permitir otras no específicamente determinadas (el gobierno debería hacer una lista de las actividades no permitidas y dejar libertad para el resto): “Más libertad en los negocios privados para hacer otras cosas”, “regulaciones mucho más claras en cuanto a lo que puede hacer el sector privado, que fueran más permisivos”. Permitir desempeñar el TPC a los profesionales universitarios, a fin de evitar su fuga del empleo estatal por el bajo salario: “era médico y decidí irme principalmente porque no me daba para cubrir mis necesidades”, “que se abra un diapasón más amplio de posibilidades para los profesionales… eso sería útil para el desarrollo de los emprendedores y pequeñas y medianas empresas”. Esta medida aprovecharía el grandemente subutilizado capital humano, mejoraría el ingreso de los profesionales y desarrollaría más el SNE. Reducir los impuestos excesivos al SNE: “Los impuestos son muy altos… son abusivos; a un extranjero que va a invertir millones y, por supuesto, recuperarlos, le están dando hasta ocho años libres de impuestos sobre la ganancia, y a un cuentapropista que trata de sobrevivir le ponen a veces impuestos del 59 % sobre la ganancia”. La multiplicidad de impuestos y su pesada carga impiden el desarrollo del sector, si este creciese más con el incentivo de una carga tributaria integrada y menor, aumentaría su aporte al ingreso fiscal. Eliminar el impuesto a la fuerza laboral en el TCP que carga una tasa creciente según el número de empleados asalariados, lo cual castiga a los TCP que crean más puestos de trabajo, fomenta la subdeclaración del número de empleados y obstaculiza la meta de eliminar la mano de obra estatal innecesaria: “Oficialmente no tengo empleados”. Esto se resolvería con una tasa impositiva igual, independiente del número de empleados. Permitir a las CNA contratar empleados permanentes y fuera de las cooperativas, a fin de incrementar su producción o servicios: “contratar
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a los empleados por solo un período de [un año], para ser superiores a este debe ser parte de una cooperativa”. Ejecutar la resolución, frecuentemente incumplida, de que el SNE pueda contratar con empresas estatales: “hay mucha traba burocrática a la hora de negociar con ellos, porque se niegan, quieren hacer los negocios fundamentalmente con empresas estatales y no con las privadas”, “que las empresas estatales se abran a una relación con las nuevas formas de producción como [las CNA]”, “todavía nos cuesta insertarnos como persona jurídica y no podemos vender a la industria, comprar [a] una fábrica o vender en un mercado estatal”. Esta medida generaría interrelaciones beneficiosas para las empresas estatales, el SNE y la economía. Crear mercados mayoristas en todo el país y reducir sus precios, así como los de las shopping, lo cual eliminaría el mercado negro e impulsaría la producción: “en la tienda shopping los precios son muy caros”, “compro clandestinamente en el mercado negro [que] a veces tiene mejores precios que las tiendas”, “necesitamos un mercado mayorista [para] no tener precios tan altos”, “el Estado infla en exceso los precios en sus tiendas… deberían de apostar a ganar más en la cantidad y no en el precio de cada producto”. Extender el período del contrato de usufructo de 10 a 50 años o indefinido, como en China y Vietnam, a fin de dar estabilidad e incentivos para invertir en la tierra y aumentar la producción: “el período de usufructo es corto”, “deberían de dar más tiempo al contrato”, “si uno tiene la tierra en producción, que le den garantías que no se la van a quitar”. Ampliar el plazo de arriendo a las CNA de procedencia estatal, terminar la resistencia del Estado y la etapa experimental, para darles más seguridad e incentivar la inversión y la producción/servicio: “nos preocupa el plazo, pues la mayoría de las cosas acá son arrendadas … y eso hace que uno tenga miedo de [invertir] y después se acabe esto”, “la resistencia persiste al desarrollo de esta nueva forma productiva, [lo] que nos lleva al riesgo de quiebra constante, por el empecinamiento de algunos de no negociar con nosotros, aun cuando supone ventajas económicas [para ambos] y actúan de espalda a lo legislado”, “las CNA es un experimento, mañana puede terminar”, “acaben de decir cuándo se acaba este experimento”.
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• Terminar con el acopio y aumentar los precios estatales a los productos agrícolas, lo cual unido al acceso a insumos más baratos lograría la ansiada reducción de precios a los consumidores: “no quiero que el acopio me comercialice todo, porque se quedan con todo lo que uno produce”, “que [se] venda lo que hace falta y más barato y así se podrían bajar los precios”. • Flexibilizar los trámites para que el SNE solicite micropréstamos bancarios: “comencé el trámite y lo dejé pues no avanzaba”, “intenté y a la tercera semana me arrepentí porque hay mucha burocracia”. Está demostrado internacionalmente que los microcréditos tienen una alta tasa de retorno y fomentan el desarrollo de las microempresas y del país. • Suprimir el requisito de que el SNE tenga que probar dónde obtiene los insumos, lo cual es una seria barrera para su expansión y estabilidad: “poder comprar sin preocuparme después de justificar de dónde salieron las cosas”. • Apoyar la inventiva y dinámica de los TCP y socios de las CNA, los cuales desean expandirse no solo dentro de Cuba, sino también en el extranjero: “quisiera tener una oficina virtual en Internet”, para poder vender mis servicios en el exterior”, “veo un contenedor saliendo para el Caribe, ¿por qué no se va poder vender en Bahamas o en Islas Caimán?”, “que se nos reconozca el derecho a exportar e importar productos”. Esto expandiría las exportaciones cubanas y ayudaría a reducir las importaciones y el déficit comercial de bienes.61 • Ampliar el acceso y rebajar el costo de Internet y facilitar otras vías de publicidad: “hay muy poco acceso a Internet,” “quisiera que todos mis clientes tuvieran e-mail, que pudieran consultar mi página en Facebook”, “no he insertado anuncios en… la guía telefónica, no tanto por el costo, sino porque a veces hay que ser prudente”. • Permitir a los TCP agruparse entre ellos y así poder desempeñar funciones propias: “Estamos afiliados a sindicatos, mejor sería que los trabajadores por cuenta propia… se agrupasen, creasen una estructura en el gobierno territorial que se ocupe de otorgar la licencia… para crear consenso con ellos… y recomendar lo que quiere el territorio. Si
61 Entre las medidas tomadas por Barack Obama está la aprobación de exportaciones e importaciones al SNE, pero en julio de 2016 el gobierno cubano no las había autorizado.
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hubiese un marco para poder reunirnos de manera sistemática…, estoy segura que podríamos aportar más y mejor”.
Las cuatro frases siguientes resumen las aspiraciones del emergente sector no estatal: • “Debe haber rienda suelta a toda esta fértil imaginación que estamos demostrando los cubanos, que se realice sin trabas, de manera libre, que el gobierno permita que esto fluya, no lo dificulte y controle solo lo que debe controlar” (TCP). • “Tiene que cambiar la manera de pensar, no [solo] la nuestra, sino la de los que nos dirigen, nos tienen que dar más libertad para poder crecer, para seguir cooperando” (socio de CNA). • “Si el Estado quiere que uno produzca, que ayude para eso… que haya mayor preocupación de las autoridades para que se pueda producir más y mejor… que le den al guajiro más chance para cultivar” (usufructuario). • “Me gustaría que quienes gobiernan comenzaran a pensar en cómo hacerles la vida más sencilla a los ciudadanos y menos en cómo preservar los preceptos que se han demostrado ofrecen no más que penurias” (vendedor de vivienda).
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APÉNDICE 1 Cuestionario para las entrevistas
CUENTAPROPISTAS 1. ¿Está satisfecho con lo que hace y gana? (Ordenar de 1 menor a 10 mayor) 2. ¿Antes estaba desempleado, ejercía como informal, es empleado del Estado, es jubilado? 3. ¿Qué hace? (Vendedor alimentos-bebidas, paladar, carretillero, taxista, reparador-de qué, alquila piso) Si es un paladar: cuántas sillas; si alquila vivienda: cuántas habitaciones ¿Opera en su casa o alquila un local (portal, adentro)? 4. ¿Cuánto pagó por la licencia (CUP o CUC)? 5. ¿Cuánto paga por impuestos (mensual o anual)? Si puede, sepárelos: ganancias, ventas, fuerza de trabajo, Seguridad Social (¿está enrolado?), otros 6. ¿Tiene empleados? Si dice sí: ¿Cuántos? (Familiares, de afuera, contrata a un contador) 7. ¿Cuál es el mecanismo de pago a sus empleados? (Discrecional) ¿Qué sueldo les paga a sus empleados (día, mes)? 8. ¿Tiene usted problemas con la fuerza laboral? Sí____________ ¿Por qué? No___________________ 9. ¿Tiene utilidad o ganancia después de impuestos (mes, año)? En caso afirmativo: ¿Cómo o para qué la utiliza? 10. ¿Cuánto usted tardaría o tardó en recuperar lo invertido en su negocio? 11. ¿Recibe remesas del exterior? Si dice sí: ¿Invierte (parte) en su negocio? 12. ¿Ha recibido un pequeño préstamo o crédito del gobierno? Si dice sí: ¿Cuánto? ¿Cuándo tiene que devolverlo? ¿Qué paga de interés?
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13. ¿Ha tenido otras ayudas para montar su negocio? (Familiares, amigos, en el país y de afuera) 14. ¿Tiene mucha competencia? Si dice sí: ¿Rebaja el precio del producto/servicio para atraer más clientes? 15. ¿Cree que su producto/servicio es mejor a lo que ofertan los demás en su giro (cómo)? 16. ¿Cómo obtiene los insumos para el negocio? (Mercado mayorista, ibíd. agropecuario, shopping, otro) 17. ¿Cómo anuncia su negocio? (De boca en boca, letreros, blog, otros) 18. ¿Piensa expandir su negocio/actividad? Si dice sí: ¿Cuánto y cómo? 19. ¿Cuáles son los problemas más serios que confronta? ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorase?
USUFRUCTUARIOS 1. ¿Está satisfecho con lo que hace y gana? (Ordenar de 1 menor a 10 mayor) 2. ¿Tenía experiencia previa en la agricultura? Si dice no: ¿Ha sido entrenado por el Estado u otro? 3. ¿Cuál es el tamaño de su parcela? (Por ejemplo, 0,13 o 0,67 hectáreas) 4. ¿Limpió el marabú en la tierra? (Cómo lo hizo, a mano, con equipo) Si dice no: ¿Por qué? 5. ¿Tiene una casa o establo en la parcela o está construyéndola? Si dice no: ¿Por qué? 6. ¿Qué es lo que siembra? (Principal, otros) 7. ¿Ha sembrado o está sembrando árboles frutales, otros árboles? (Si no lo dijo antes) 8. ¿Cuánto paga por impuestos (mensual o anual)? ¿Cuáles son los impuestos que paga? (Sepárelos: ganancias, ventas, fuerza de trabajo, otros) 9. ¿Tiene empleados? Si dice sí: ¿Cuántos? (familiares, de afuera) 10. ¿Cuál es el mecanismo de pago a sus empleados? (Discrecional)¿Qué sueldo les paga a sus empleados (día, mes)? 11. ¿Tiene usted problemas con la fuerza laboral?
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Sí____________ ¿Por qué? No___________________ 12. ¿Tiene utilidad o ganancia después de impuestos (mes, año)? En caso afirmativo: ¿Cómo o para qué la utiliza? 13. ¿Está vinculado a una cooperativa o granja estatal? Si dice sí: ¿Tipo de cooperativa (UBPC, CPA, CSS)? ¿Le da beneficios esa vinculación? ¿Preferiría ser independiente? 14. ¿Recibe remesas del exterior? Si dice sí: ¿Invierte (parte) en la finca? 15. ¿Ha recibido un pequeño préstamo o crédito del gobierno? Si dice sí: ¿Cuánto? ¿Cuándo tiene que devolverlo? ¿Qué paga de interés? Si dice no: ¿Por qué? 16. ¿Ha tenido otras ayudas para el usufructo? (familiares, amigos, en el país y de afuera) 17. ¿Qué parte de su producción la vende al acopio? A) ¿Usted prefiere comercializar sus producciones directamente o a través del Estado? Sí____________ No___________________¿Por qué? C) ¿Cree usted que se pudieran bajar los precios en tarima de los productos que usted produce? Sí____________ No___________________ ¿Por qué? 18. ¿Cómo obtiene los aperos, semillas, fertilizante? (Mercado mayorista o agropecuario, shopping, otro) 19. ¿Le preocupa que no le renueven el contrato de 10 años cuando se venza el plazo o aun antes? 20. ¿Sabe que cuando se muera, los familiares con los que trabaja pueden heredar el contrato y la inversión hecha? 21. ¿Cuáles son los problemas más serios que confronta? ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorase?
SOCIOS DE COOPERATIVAS DE PRODUCCIÓN NO AGRÍCOLA Y DE SERVICIOS (CNA) 1. ¿Está satisfecho con lo que hace y gana? (Ordenar de 1 menor a 10 mayor) 2. ¿Qué hacía antes? (¿Trabajaba para el gobierno en la misma actividad que ahora realiza?)
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3. ¿Qué hace la cooperativa? (Barberos y manicuristas, reparaciones de zapatos o electrodomésticos, etc.) 4. ¿Cuántos socios tiene la cooperativa? (¿Se ha expandido el número desde que se estableció?) 5. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de trabajar en una cooperativa comparado con el empleo anterior para el Estado? (Somos nuestros propios jefes y hacemos las decisiones, ganamos más, mejoramos el local, damos mejor servicio a los clientes). 6. ¿Hay limitaciones en su negocio? (Por ejemplo, si es de barberos y peluqueras, hay un límite de sillas) 7. ¿Qué renta mensual paga al Estado (CUP o CUC), y cuánto por tarifas de electricidad, gas, agua y teléfono, así como impuestos (separarlos si es posible)? Si se trata de una cooperativa que renta cuartos a turistas, ¿cuál es la cuota mensual (CUP o CUC) pagada al Estado? 8. ¿Tiene utilidad o ganancia después de impuestos (mes, año)? En caso afirmativo: ¿Cómo o para qué la utiliza? 9. ¿Cómo se dividen las ganancias netas (después del pago de impuestos) entre los socios? (Partes iguales, de acuerdo con lo que aporten de capital o de trabajo) 10. ¿Han hecho mejoras en el negocio, como pintar y arreglar el local, adquirir equipo nuevo? 11. ¿Tienen empleados? Si dice sí: ¿Cuántos? (Familiares, no familiares) 12. ¿Cuál es el mecanismo de pago a sus empleados? Salario diario, semanal, mensual, relacionado con el esfuerzo (un porcentaje de lo que produce o hace) (Discrecional) ¿Qué sueldo les paga a sus empleados (día, semana, mes)? 13. ¿Tiene usted problemas con la fuerza laboral? Sí____________ ¿Por qué? No___________________ 14. ¿Recibe remesas del exterior? Si dice sí: ¿Invierte (parte) en la cooperativa? 15. ¿Ha recibido un pequeño préstamo o crédito del gobierno o de bancos? Si dice sí: ¿Cuánto? ¿Cuándo tiene que devolverlo? ¿Qué paga de interés? 16. ¿Ha tenido otras ayudas para el negocio? (Familiares, amigos, en el país y de afuera)
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17. ¿Cómo obtiene los insumos que necesita? (Mercado mayorista o agropecuario, shopping, otro “por la izquierda”) 18. ¿Tiene mucha competencia? Si dice sí: ¿Rebaja el precio del producto/servicio para atraer más clientes? ¿Cree que su producto/servicio es mejor a lo que ofertan los demás en su giro (cómo)? 19. ¿Cómo anuncia su negocio? (De boca en boca, letreros, blog, otros) 20. ¿Tiene la cooperativa un plazo para el arriendo al Estado? Si dice que sí: ¿Cuánto tiempo? ¿No le preocupa que no le renueven el arriendo cuando se venza el plazo o aun antes? 21. ¿Cuáles son los problemas más serios que confronta la cooperativa? ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorase?
COMPRAVENTA DE VIVIENDAS (COMPRADORES Y VENDEDORES) 1. ¿Era o es dueño de su vivienda? Si dice que sí: ¿la adquirió pagando renta al Estado por 20 años, permuta, herencia, esfuerzo propio? 2. ¿Es dueño de una vivienda o parcela vacante? 3. ¿Ha vendido o comprado una vivienda (casa o apartamento) desde que se autorizó la compraventa? 4. ¿Ha donado o recibido una vivienda o lote de terreno en donación (de un familiar, de otro)? Para los vendedores: ¿Con quién vive actualmente? ¿Es propietario de la vivienda? 5. ¿Dónde estaba la vivienda que vendió o donde está la que compró? En el último caso, ¿mejoró el barrio en que la compró? 6. ¿Tiene una segunda vivienda para recreación o descanso (en la playa o en el campo)? 7. ¿Cuánto tiempo le tomó vender/comprar su vivienda (desde que la puso a la venta hasta que la vendió)? 8. ¿Qué valor tuvo la compraventa o donación (en CUP, CUC, divisas)? 9. ¿Cómo se enteró que la vivienda estaba a la venta o cómo hizo para anunciar la suya? (De boca a boca, cartel, en un mercado abierto, blog)
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10. ¿Compró la vivienda con sus propios recursos o recibió ayuda de un familiar o amigo en el exterior? 11. ¿Utilizó un corredor para gestionar la compraventa? Si dice que sí: ¿Cuánto le pagó por sus servicios (CUP o CUC)? ¿Fue un porcentaje del valor? 12. ¿Estaba su vivienda o la que compró inscrita en el Registro inmobiliario? Si dice que no: ¿Cuánto trabajo le dio inscribir o poner al día la vivienda en el Registro? ¿Cuánto tuvo que pagar al registrador de la propiedad (suma o porcentaje del valor)? 13. ¿Fue fácil conseguir un notario para hacer la transacción? ¿Cuánto le cobró? 14. ¿Cree que el impuesto del 4 % sobre el precio de venta de la vivienda es adecuado? 15. ¿Qué ha hecho con el valor de venta de su vivienda? (Comprar otra de igual o menor valor, invertir parte en un negocio, comprar cosas necesarias, viajar al extranjero). 16. ¿Sabe que sus familiares tienen derecho a heredar su vivienda, incluso si emigrase al extranjero (después de un trámite con el gobierno)? 17. ¿Ha recibido un préstamo del gobierno para reparar su vivienda antes de venderla o después de comprada? Si dice que sí: ¿Cuál fue el valor del préstamo, cuándo tiene que pagarlo y qué interés? 18. ¿Ha recibido un subsidio del gobierno para comprar materiales de construcción a fin de edificar una vivienda? Si dice que sí: ¿Cuál fue el valor del subsidio? ¿Fue fácil o difícil obtenerlo (qué trámite siguió)? 19. ¿Es fácil conseguir ahora materiales de construcción? ¿Considera que sus precios son altos o adecuados? 20. ¿Cuáles son los problemas más serios que confrontó en la compraventa o la construcción de su vivienda? ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorase?
COMPRAVENTA DE VIVIENDAS (CORREDORES) 1. ¿Desde cuándo ejerce como corredor inmobiliario y en qué zona de la ciudad?
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2. ¿Qué mecanismo utiliza para ser contactado por compradores y vendedores? 3. Si utiliza la publicidad, ¿cómo lo hace? Y si no la utiliza, ¿pretende hacerlo y cómo? 4. ¿Cómo se ha comportado a través del tiempo la relación oferta y demanda en la compraventa? ¿Cómo ha influido esto en los precios? ¿Cuáles son las causas de estas fluctuaciones? 5. Aproximadamente, ¿qué proporción de las compraventas se realiza entre residentes de La Habana y cuál con residentes en otras provincias? ¿Cuáles son esas provincias? 6. ¿Qué proporción de las personas que Ud. pone en contacto realiza la compraventa? 7. ¿Cuáles son los objetivos principales para vender una vivienda? 8. En su opinión, ¿cuál es el precio mínimo, medio y alto de la compraventa? ¿En qué moneda? 9. ¿Cree que los actuales trámites para la compraventa son sencillos o complejos? 10. ¿Cree que el impuesto del 4 % a la compraventa es adecuado o no? 11. ¿Cuánto paga por su licencia anualmente? 12. Los ingresos que recibe ¿compensan la licencia, impuestos y otros gastos? 13. ¿Cuáles son los problemas más serios que confrontó en la compraventa o la construcción de su vivienda? ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorase? 14. ¿Cuáles son los problemas más serios que confronta como corredor en la compraventa? ¿Qué le gustaría que cambiase o mejorase?
APÉNDICE 2 Lista de respuestas repetidas
1. Satisfacción: TCP (25), usufructo (25), socio CNA (5) = 55 2. Ocupación previa: TCP (25), CNA (5) = 30 3. Impuesto anual: TCP (25), usufructo (25), CNA (5) = 55 4. Empleados: TCP (25), usufructo (25), CNA (5) = 55 5. Remuneración a empleados: TCP (25), usufructo (25), CNA (5) = 55 6. Problemas con empleados: TCP (25), usufructo (25), CNA (5) = 55 7. Ganancias: TCP (25), usufructo (25), CNA (5) = 55 8. Uso de ganancia: TCP (25), usufructo (25), vendedor vivienda (10), CNA (5) = 65 9. Remesas: TCP (25), usufructo (25), CNA (5) = 55 10. Crédito/préstamo del gobierno: TCP (25), usufructo (25), compraventa (20), CNA (5) = 75 11. Otras ayudas: TCP (25), usufructo (25), compraventa (20), CNA (5) = 75 12. Competencia: TCP (25), CNA (5) = 30 13. Rebaja de precio: TCP (25), usufructo (25), CNA (5) = 55 14. Producto/servicio mejor: TCP (25), CNA (5) = 30 15. Insumos: TCP (25), usufructo (25), CNA (5) = 55 16. Publicidad: TCP (25), compraventa/corredores (25), CNA (5) = 55 17. Problemas: TCP (25), usufructo (25), compraventa/corredores (25), CNA (5) = 80 18. Cambio/mejora: TCP (25), usufructo (25), compraventa/corredores (25), CNA (5) = 80
SOBRE LOS AUTORES (por orden alfabético)
Lenier González Mederos, tomador y recopilador de las entrevistas en Cuba; licenciado en Comunicación Social, Universidad de La Habana; cursos de Doctorado en Sociología, Universidad de Florencia; ex viceeditor de Espacio Laical; actualmente, codirector de Cuba Posible (La Habana), una de las revistas más importantes e influyentes en Cuba. [email protected]. Carmelo Mesa-Lago, coordinador del proyecto; catedrático de servicio distinguido emérito en Economía y Estudios Latinoamericanos, Universidad de Pittsburgh; profesor o investigador visitante en 8 países, conferencista en 39; autor de 96 libros o monografías y 303 artículos o capítulos en libros publicados en 7 idiomas en 34 países, alrededor de la mitad sobre Cuba; fundador y editor de Cuban Studies por 18 años. Sus libros más recientes son Cuba en la era de Raúl Castro: Reformas económico-sociales y sus efectos (2012) y Cuba Under Raúl Castro: Assessing the Reforms (con J. Pérez-López, 2013); Premio Internacional de la OIT al Trabajo Decente compartido con Nelson Mandela. [email protected]. Aníbal Pérez-Liñán, asesor del procesamiento y tabulación de las entrevistas; catedrático de Ciencia Política, Universidad de Pittsburgh; editor de Latin American Research Review; investigador distinguido en el Instituto Kellogg de Estudios Internacionales, Universidad de Notre-Dame; profesor visitante en 7 países; autor de 2 libros y más de 60 artículos o capítulos en libros compilados sobre instituciones políticas y democratización. [email protected]. Roberto Veiga González, tomador y recopilador de las entrevistas en Cuba; licenciado en Derecho, Universidad de La Habana; cursos de Doctorado en
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Ciencia Política, Universidad de Florencia; exeditor de Espacio Laical; actualmente, codirector de Cuba Posible (La Habana). [email protected]. Sofía Vera Rojas, procesadora y tabuladora de las entrevistas; candidata al Doctorado en Ciencias Políticas, Universidad de Pittsburgh, con especialización en Política Comparada. Sus intereses de investigación incluyen los partidos políticos, el comportamiento electoral y la democracia en América Latina. [email protected].
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ás de un millón de personas, casi un tercio de la fuerza laboral cubana, está en el “sector no estatal” de la economía: trabajadores autónomos, usufructuarios de la tierra, miembros de nuevas cooperativas, compradores y vendedores de viviendas privadas y otros grupos. Aunque se trata de la reforma estructural más importante de Raúl Castro, que conlleva una reducción gradual del sector estatal, poco concreto se sabe sobre las características (edad, género, raza y educación), condiciones económico-sociales y aspiraciones del emergente sector no estatal. Basado en 80 entrevistas intensivas hechas en Cuba entre 2014 y 2015, el libro recoge las voces del sector: hablan sobre su nivel de satisfacción con lo que hacen y ganan, sobre empleados contratados y formas de pago, ganancias y su distribución entre inversión y consumo, planes de expansión de los micronegocios, recibo de remesas externas y microcréditos, competencia y publicidad, y pago de impuestos. La parte crucial es la que detalla las voces sobre los principales problemas que enfrentan y sus deseos de mejora o cambio. Dice un trabajador autónomo: “Debe haber rienda suelta a toda esta fértil imaginación que estamos demostrando los cubanos, que se realice sin trabas, de manera libre, que el gobierno permita que esto fluya, no lo dificulte y controle sólo lo que debe controlar”.
Carmelo Mesa-Lago, coordinador Roberto Veiga González Lenier González Mederos Sofía Vera Rojas Aníbal Pérez-Liñán
VOCES DE CAMBIO EN EL SECTOR NO ESTATAL CUBANO Cuentapropistas, usufructuarios, socios de cooperativas y compraventa de viviendas
Coordinado por Carmelo Mesa-Lago, catedrático distinguido de Economía y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Pittsburgh, el libro cuenta con la participación de Roberto Veiga González y Lenier González Mederos, cubanos residentes y editores de Cuba Posible, que realizaron las entrevistas; Sofía Vera Rojas, candidata al doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de Pittsburgh, que llevó a cabo las tabulaciones y su análisis, y Aníbal Pérez-Liñán, catedrático de dicha disciplina en la referida universidad, que supervisó las tabulaciones.
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